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Matricula: 100442229
La Acción Penal
Según el art. 29 del código procesal penal la acción penal puede ser pública o privada. La
acción penal tiene como fin sancionar la infracción mediante la imposición de una pena
establecida por el código penal, así como también por cualquier disposición legal, para lo
cual es necesario que se pruebe la culpabilidad del procesado.
La acción penal es también una acción social en razón de que pertenece a la sociedad el
derecho de castigar. Y es a través del ministerio público que la sociedad realiza dicho
ejercicio.
Violación de propiedad,
Difamación e injuria,
Esta acción privada solo se ejerce con la acusación de la víctima o su representante legal,
en conformidad con lo establecido en el procedimiento del código procesal penal.
El ministerio público sin perjuicio de ello debe realizar todos los actos imprescindibles para
conservar los elementos de prueba, siempre que no afecten la protección del interés de la
víctima.
La instancia privada se produce al momento en que se presenta la denuncia o querella por
parte de la victima. Una vez presentada queda autorizada la persecución de todos los
imputados.
Vías de hecho
Amenaza salvo las proferidas contra funcionarios públicos en ocasión del ejercicio de sus
funciones,
Estafa,
Abuso de confianza,
Revelación de secretos,
La posibilidad de ejercitar una acción penal, sea pública, de instancia privada, exige
circunstancias o plazos que, no cumplidas aquellas o sobrepasados éstos, ponen fin a
aquella posibilidad. Tales causas son la muerte del imputado, la amnistía, la prescripción y
la renuncia del agraviado, en lo que se refiere a los delitos de acción privada.
2. Prescripción;
3. Amnistía;
7. Vencimiento del plazo de suspensión condicional del procedimiento penal, sin que haya
mediado revocación;
8. Muerte de la víctima en los casos de acción privada, salvo que la ya iniciada por ésta sea
continuada por sus herederos, conforme lo previsto en este código;
9. Resarcimiento integral del daño particular o social provocado, realizada antes del juicio,
en infracciones contra la propiedad sin grave violencia sobre las personas, en infracciones
culposas y en las contravenciones, siempre que la víctima o el ministerio público lo admitan,
según el caso;
10. Conciliación;
12. Vencimiento del plazo máximo de duración del procedimiento preparatorio sin que se
haya formulado acusación u otro requerimiento conclusivo;
13. Pago del máximo previsto para la pena de multa, en el caso de infracciones
sancionadas sólo con esa clase de penas.
La acción civil puede ejercerse conjuntamente con la acción penal conforme a las reglas
establecidas por el código procesal penal o intentarse separadamente ante los tribunales
civiles, y en este caso se suspende su ejercicio hasta la conclusión del proceso penal.
Cuando ya se ha iniciado ante los tribunales civiles, no se puede intentar la acción civil
accesoriamente por ante la jurisdicción penal. Mientras que la acción civil ejercida
accesoriamente ante la jurisdicción penal puede ser desistida para ser reiniciada ante la
jurisdicción civil.
La acción civil puede ser ejercida por el ministerio público o por una organización no
gubernamental especializada cuando sean infracciones que afecten intereses colectivos o
difusos.
En los casos que como consecuencia de una acción civil promovida en representación de
intereses colectivos o difusos, el juez o tribunal pronuncie condenaciones en daños y
perjuicios, el monto de la indemnizaciones es destinado a un fondo general de reparaciones
a las víctimas, administrado por el procurador general de la república, quien vela por su
manejo y reglamenta la forma en que estas indemnizaciones satisfacen los intereses de las
víctimas.
La acción civil puede ser ejercida por una organización no gubernamental, cuyos objetivos
se vinculen directamente con los intereses de la victima cuando el titulara de la acción:
carezca de recursos y le niegue su ejercicio, sea incapaz de hacer valer sus derechos y no
tenga quien lo represente, sin perjuicio de la intervención que haga el sistema nacional de
protección de niños, niñas y adolescentes, cuando corresponda.
La acción civil accesoria a la acción penal solo puede ser ejercida mientras este pendiente
la persecución penal.
La acción civil se extingue en primer término por todos los medios que son susceptibles de
extinguir las obligaciones civiles, o sea;
El perdón de la deuda,
La novación,
La compensación,
La confusión,
La transacción,
Cuando sobre la demanda de la parte lesionada interviene una sentencia definitiva que
acoge o rechace las pretensiones, sea total o parcialmente,
Por prescripción,
Cuando se vence el plazo igual al máximo de la pena, en las infracciones sancionadas con
pena privativa de libertad, sin que el plazo exceda los 10 años ni sea inferior a 3, en ningún
caso.
Cuando se vence el plazo de 1 año de las infracciones sancionadas con pena privativa de
libertad, sin que en ningún caso el plazo exceda de 10 años ni sea inferior a 3.
Cuando se venza el plazo de 1 año de las infracciones sancionadas con penas no privativas
de libertad o penas de arresto.
Los plazos de prescripción se rigen por la pena principal prevista en la ley y esta comienza
a correr; desde el día de la consumación cuando se trate de infracciones consumadas, para
las tentativas desde el día en que se efectuó el ultimo acto de ejecución y, para las
infracciones continuas o de efectos permanentes desde el día en que cesó su continuación
o permanencia.
La presentación de la acusación,
En virtud de una disposición constitucional o legal la acción penal no puede ser promovida
ni perseguida. Esta no rige cuando no pueda perseguirse por falta de instancia privada,
No se les haya iniciado el proceso a los funcionarios públicos que sigan desempeñando la
función pública y que hayan cometido infracciones estando en el ejercicio del cargo o en
ocasión de este,
Es el ministerio público quien debe perseguir de oficio todos los hechos que sean punibles
de los cuales tenga conocimiento, esto siempre que existan los elementos fácticos
suficientes para verificar su concurrencia.
La acción pública no puede ser suspendida, interrumpida, ni puede hacerse cesar, a menos
que sea en los casos previstos en las leyes y en el código procesal penal.
El imputado haya sufrido, un daño físico o psíquico grave como consecuencia directa del
daño, que torne en desproporción la aplicación de una pena o cuando haya sufrido un daño
moral de difícil superación a consecuencia de una infracción culposa, y
El ministerio público debe aplicar los criterios de oportunidad en base a razones objetivas,
generales y sin discriminación. Cuando se verifique un daño, el ministerio público debe velar
porque sea reparado razonablemente.
La denuncia:
Falta de denunciar
Toda persona que tenga conocimiento de una infracción de acción pública, puede
denunciarla ante el ministerio público, la policía o cualquier otra agencia ejecutiva que
realice actividades auxiliares de investigación.
Cuando la denuncia es presentada por un menor de edad, el funcionario que la recibe esta
en la obligación a convocar a los padres o tutores o persona mayor de edad de su
confianza, sin perjuicio de evitar que el hecho denunciado derive en consecuencias
ulteriores e iniciar su investigación.
La denuncia puede ser presentada en forma oral o escrita, personalmente o por mandatario
con poder especial. Cuando la denuncia es oral, el funcionario que la recibe debe levantar
acta.
Esta debe contener: el relato circunstanciado del hecho, indicando los autores y cómplices,
perjudicados, testigos y demás elementos probatorios que puedan conducir a su
comprobación y calificación legal. El funcionario que la recibe comprueba y deja constancia
de la identidad y domicilio del denunciante.
Los funcionarios públicos, los médicos, farmacéuticos, enfermeros y demás personas que
ejerzan cualquier rama de las ciencias medicas, los contadores públicos autorizados y los
notarios públicos, respecto de infracciones que afecten el patrimonio o ingresos públicos
tienen obligación de denunciar sobre todas las infracciones de acción pública que llegan a
su conocimiento estando en el ejercicio de sus funciones o en ocasión de éste.
Esta denuncia deja de ser obligatoria si de modo razonable se arriesga la persecución penal
propia, del cónyuge, conviviente o pariente dentro del tercer grado de consanguinidad o por
adopción, o segundo de afinidad, o cuando los hechos fueron conocidos bajo secreto
profesional.
Toda persona que sea imputada de manera pública por otra de la comisión de una
infracción, tiene el derecho a comparecer ante el ministerio público y solicitarle la
investigación correspondiente.
Toda persona que sea imputada de manera pública por otra de la comisión de una
infracción, tiene el derecho a comparecer ante el ministerio público y solicitarle la
investigación correspondiente.
La querella
Definición
Es el acto por el cual las personas autorizadas por el código procesal penal promueven el
proceso penal por acción pública o solicitan intervenir en el ya iniciado por el ministerio
público.
La querella se debe presentar por escrito ante el ministerio público y debe contener los
datos siguientes:
El ministerio público da inicio a la investigación cuando estime que la querella reúne las
condiciones de forma y de fondo y existan elementos para verificar la ocurrencia del hecho
imputado. Si esta ya ha sido iniciada entonces el querellante pasa a ser parte en el
procedimiento.
Si falta uno de los requisitos que se requieren para iniciar la investigación el ministerio
público dará un plazo de 3 días, si se vence el plazo y no se completan los requisitos
entonces la querella se da por no presentada.
El solicitante y el imputado pueden acudir ante el juez a fin de que este decida sobre la
disposición adoptada por el ministerio público sobre la admisibilidad de la querella. Las
partes pueden oponerse ante el juez a la admisión de la querella y a la intervención del
querellante, mediante las excepciones correspondientes. La resolución del juez es apelable.
El desistimiento impide toda persecución posterior por parte del querellante, en virtud del
mismo hecho que constituyo el objeto de su querella y en relación con los imputados que
participaron en el proceso.
La acusación fiscal
Una de las más importantes funciones del Ministerio Público la constituye, sin lugar a dudas,
el ejercicio de la acción penal, con todas sus implicaciones. Todos los actos de investigación
forman parte de esa labor, en la medida en que constituyen el antecedente y el fundamento
para promover la acción.
Ese acto se promueve todas las veces en que el Ministerio Público dirige una concreta
solicitud a un Tribunal, respecto de una notitia criminis, para que éste se pronuncie y
resuelva lo que corresponda54. Esa solicitud no se agota con la acusación, pero ésta forma
parte de aquella.
Se trata de un juicio de probabilidad que realiza el fiscal, según los elementos de prueba
que hubiere podido recoger durante la investigación y los que pueda aportar durante el
juicio.
En otras palabras al acusar el fiscal debe fundamentar en forma precisa las razones por las
cuales en su opinión en el caso se justifica la apertura a juicio, según los elementos de
prueba que se esperan reproducir en la audiencia oral.
Como una fórmula para respetar el principio de correlación entre acusación y sentencia, y
con el propósito de que durante el juicio el Ministerio Público no sorprenda a la defensa
argumentando, a falta de algunas pruebas, que el hecho puede calificarse jurídicamente de
otra manera, se establece la posibilidad de la acusación alternativa o subsidiaria, según la
cual el fiscal o el querellante, pueden señalar en su respectiva acusación, en forma
alternativa o subsidiaria, las circunstancias del hecho que permitirían calificar el
comportamiento del imputado como una infracción diferente de la señalada en forma inicial
(artículo 295 CPP).
De acuerdo con esta posibilidad el fiscal o el querellante pueden acusar un hecho principal,
calificarlo jurídicamente y justificarlo en determinados elementos de prueba que espera se
reciban en la audiencia oral; sin embargo puede ser predecible, ante la insuficiencia de
alguno de los elementos probatorios, que no se acrediten ciertas circunstancias, en cuyo
caso puede formularse, de una vez, una segunda hipótesis fáctica y jurídica, que también
debe estar debidamente fundamentada como la acusación principal. Lo mismo sucede
cuando sea previsible que puedan surgir nuevos elementos probatorios que no se tienen a
ese momento, que permitan variar la calificación jurídica a un hecho de mayor gravedad.
Tales posibilidades ocurren, por ejemplo, cuando se acusa a una persona de haber
realizado un robo en una casa de habitación, pero finalmente sólo se acredita que recibió
los bienes sustraídos. En tal caso el Ministerio Público puede argumentar, como acusación
principal, el robo, pero subsidiariamente el delito de receptación respectivo, siempre que
haya bases para ello. Lo mismo puede decirse a la inversa.
También es factible que se amplíe la acusación o la querella durante la fase de juicio, para
lo cual el fiscal o el querellante pueden incluir un nuevo hecho o una nueva circunstancia
que no fue mencionada originalmente, que modifica la calificación jurídica o integra un delito
continuado, así como también deben indicar la nueva calificación jurídica. En tales casos la
ampliación debe ser de nuevo intimada al imputado, con posibilidad de que se suspenda el
juicio para preparar la defensa (artículo 322 CPP).
Finalmente debe observarse que el mismo fiscal debe correr traslado de la acusación a la
víctima, al querellante y al actor civil. Al primero, para que manifieste dentro tercero día si
decide constituirse en querellante, caso en el cual deberá presentarla dentro de los diez
días siguientes(artículo 296 CPP). Al segundo, suponemos que ello se hace -aunque no lo
indica la norma- para que con vista de la acusación del fiscal amplíe o aclare la relación de
hechos contenida en la querella, así como la fundamentación y ofrezca nueva prueba. Al
tercero le corre traslado para que en el plazo de cinco días concrete sus pretensiones como
actor civil, indique la clase y forma de reparación que demanda, liquide el monto de los
daños y perjuicios que estime haber sufrido hasta ese momento, sin perjuicio de ampliar las
partidas por las consecuencias futuras, y a la vez ofrezca la prueba para el juicio (artículo
297 CPP).
Finalmente, al igual que debe hacerlo si formula algún otro requerimiento conclusivo, con la
acusación el fiscal debe remitir las actuaciones al juez, adjuntando las evidencias en su
poder, siempre que éstas puedan ser incorporadas al juicio (artículo 293 in fine CPP).
La acusación y la querella constituyen el límite del objeto del juicio, pues la sentencia no
puede sustentarse en hechos que no hayan sido previamente acusados, y debidamente
informados, salvo cuando favorezcan al imputado, conforme lo consagran los artículos 19 y
336.
Como indicamos antes, a pesar de que no viene denominada de esa manera en forma
expresa, estas actuaciones el proceso inicia otra fase, denominada intermedia, dedicada a
controlar la procedencia de las solicitudes del Ministerio Público y de la víctima.
.Hechos, datos y cifras nos han demostrado que tal esquema no se corresponde con una
noción estricta de estado de derecho, cuando menos de la noción que manejamos en la
actualidad y que luchamos por aplicar a nuestra realidad social, la del estado constitucional
de derecho en el que no es concebible un régimen de garantías fundamentales sin la tutela
del poder judicial, considerado el garante por excelencia de la legalidad.
Los artículos del 436 al 447 detallan los principios generales y procedimentales de esta para
nosotras novedosísima institución y una de las más trascendentes en el orden de organizar
un proceso penal democrático. Sus autores la han justificado con gran acierto, señalando
que "la justicia penal no puede permanecer ajena a la cuestión de la ejecución de sus
decisiones. No se justifican las excusas de que el problema de los sujetos a condena es
asunto de los encargados de los centros penitenciarios o de cobrar las multas o de aplicar la
medida de que se trate, para abandonar a la suerte de las autoridades administrativas el
control del cumplimiento de penas que, sin embargo, han impuesto a los jueces."
"La ejecución de la pena se realiza bajo el control judicial y el condenado puede ejercer
siempre todos los derechos y facultades que le reconozcan las leyes." "El estado garantiza
condiciones mínimas de habitabilidad en los centros penitenciarios y provee los medios que
permiten, mediante la aplicación de un sistema progresivo de ejecución penal, la reinserción
social del condenado."
Otros, con una perspectiva de mayor amplitud, tocan los valores comprometidos con el
nuevo proceso penal, y refuerzan, por su lado, el anterior. El principio de la legalidad del
proceso, consagrado en el artículo 7, proclama:-
"Nadie puede ser sometido a proceso penal sin la existencia de ley previa al hecho
imputado. Este principio rige, además, en todo lo concerniente a la ejecución de la pena o
medida de seguridad ordenada por los tribunales".
"Los tribunales procuran resolver el conflicto surgido a consecuencia del hecho punible para
contribuir a restaurar la armonía social. En todo caso, al proceso penal se le reconoce el
carácter de medida extrema de la política criminal."
Hay aquí una noción integral de política criminal, en tanto estrategia definida, organizada y
coordinada para la solución de la conflictividad social que se expresa en el delito y que
comprende, en su aparato de formulación, aprobación y ejecución a mas de una instancia, y
a las diversas fases por las cuales es posible que pase el conflicto, noción de la que no
puede quedar excluida la ejecución penal.
Se echa de menos un asiento constitucional que robustezca la norma adjetiva (2), como las
de Constituciones al hilo de la española o de la hondureña, que conciben la autoridad
jurisdiccional, como la de "juzgar y ejecutar lo juzgado", pero ella no es imprescindible en
cuanto no hay tampoco regulación restrictiva que contraríe la norma recogida en el CPP.
"El condenado goza de todos los derechos y facultades que le reconocen la Constitución,
los tratados internacionales, las leyes y este código, y no puede aplicársele mayores
restricciones que las que expresamente dispone la sentencia irrevocable y la ley."(art. 436)
Con ella se sitúa la intervención del juez de la ejecución centrada como un mecanismo de
garantía judicial a favor del procesado, ya condenado, más allá del pronunciamiento de la
sentencia. Institución que como ya hemos anotado va ganando reconocimiento en las
legislaciones mundiales, y que de conformidad con nuestro texto funda su actuación en la
"sentencia condenatoria irrevocable" reconocida como el título de la ejecución penal. (CPP,
art. 438).
El marco general de las funciones propias del Juez de Ejecución nos lo ofrece el artículo
437 del CPP, al decir:-
a)- remite, en caso de pena privativa de libertad, la orden de ejecución del fallo al
establecimiento en donde debe cumplirse la condena (art. 438);
b)- revisa el cómputo de la pena y dictamina la fecha en que finaliza la misma (art. 440)
c)- determina la fecha a partir de la cual el condenado puede solicitar libertad condicional o
rehabilitación (art. 440);
e)- unifica las penas o condena en los casos previstos por el Código Penal (art. 440);
f)- controla el cumplimiento de los casos de régimen especial de ejecución (art. 443);
h)- vigila el cumplimiento de las condiciones impuestas a la libertad condicional (art. 444):
i)- controla las condiciones impuestas en la suspensión condicional del procedimiento (art.
437);
j)- ordena la realización de las medidas necesarias para cumplir los efectos accesorios de la
sentencia (art. 438).
b)- celebra audiencias, a tales fines, en casos que impliquen recepción de pruebas;
c)- dicta decisiones respecto de cualquiera de los casos anteriores, susceptibles del recurso
de apelación, sin que este pueda suspender la ejecución de la pena, salvo que lo disponga
la Corte de Apelación;
d)- realiza un nuevo juicio sobre la pena, en el caso de que la unificación de las penas
pueda modificar sustancialmente la cuantía, monto o régimen de cumplimiento de la misma.
c)- dicta medidas para corregir o prevenir faltas que afecten al funcionamiento del sistema;
y,
Se impone así, y lo señalo de modo estrictamente enunciativo, revisar aspectos tales como
el recurso de apelación previsto en la parte in-fine del artículo 20 de dicha Ley, el derecho
de petición (art. 34), el régimen disciplinario (arts. 45 al 51) y, sin lugar a dudas, el sistema
de inspección (arts. 99 al 101) a cargo del Ministerio Público.
De su lado, de aprobarse el proyecto de Código Penal que cursa actualmente en el
Congreso, tendrá que ser contextualizado y concordado con el CPP. En efecto, los artículos
del 38 al 137 (3), dedicados a la clasificación y naturaleza de las penas y de las medidas de
seguridad y de seguimiento socio judicial aportarán elementos de gran incidencia en el
ámbito de las funciones del Juez de la Ejecución (al que el Proyecto de CPP llama juez de
la aplicación de la pena), aunque, hay que decirlo, sin graves contradicciones.
Una evaluación crítica del modelo de juez de la ejecución penal que nos trae el CPP tiene, a
mi modesto juicio, que ser positiva al reconocer la importancia de esta innovación, en
términos del gran aporte a la calidad jurídica, social y humana que imprime al sistema. A
título de disenso, podría afirmar mi convicción de que el esquema así planteado, deberá en
algún momento ser ampliado a los efectos de extender su alcance a todo lo que tenga que
ver con el cumplimiento de la privación preventiva de libertad y a vincular al Juez de
ejecución al proceso de tramitación de las solicitudes de indulto.
Aunque celebro con entusiasmo la instauración de esta tutela judicial sobre los derechos del
condenado, no puedo negar los graves retos que la realidad penitenciaria impondrá como
freno a las posibilidades de éxito del nuevo sistema. En esa realidad penitenciaria están
comprendidos elementos tales como cultura autoritaria y el desastre que constituye nuestro
actual sistema carcelario.