La noción suele emplearse en el terreno de la biología y de la anatomía. Un aferente es
una formación cuya función es transmitir sustancias o energía desde un sector del cuerpo hacia otro más relevante en este contexto. Por extensión, se llama aferentes a las sustancias o los estímulos que se transmiten de esta forma. Las neuronas aferentes, en este marco, se encargan del transporte de los impulsos nerviosos desde los órganos receptores hasta el sistema nervioso central (SNC); el proceso inverso es desarrollado por las neuronas eferentes, que llevan los impulsos nerviosos hacia fuera del SNC. Estas neuronas cuentan con una sola dendrita, de gran extensión, y un axón corto; su cuerpo tiene aspecto redondeado y una textura lisa. Una neurona aferente, por lo tanto, traslada el impulso hacia el SNC desde los sectores que se ubican a su alrededor. Se puede distinguir entre las neuronas aferentes viscerales (que se encargan de los estímulos procedentes de las vísceras) y las neuronas aferentes somáticas (relacionadas al dolor, la temperatura, etc.). En este contexto, podemos decir que los seres humanos percibimos el mundo a nuestro alrededor por medio de los mecanismos fisiológicos que tienen lugar cuando procesamos la información aferente; algunos de los puntos claves son la conversión en actividad nerviosa codificada a partir de la energía proveniente del estímulo, gracias a lo cual accedemos a datos tales como la ubicación, la intensidad, la duración y la calidad del estímulo en cuestión.