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UNIVERSIDAD DE OVIEDO

DEPARTAMENTO DE FILOLOGÍA ESPAÑOLA

El Flos sanctorum con sus ethimologías.


Edición y estudio

Tesis doctoral de Marcos Ángel Cortés Guadarrama

Dirigida por el Dr. Fernando Baños Vallejo

Oviedo, 2010

ÍNDICE

INTRODUCCIÓN ………………………………………………………………………. 5

I EL FLOS SANCTORUM CON SUS ETHIMOLOGÍAS ENTRE LAS DERIVACIONES


CASTELLANAS DE LA LEGENDA AUREA: MANUSCRITOS
E INCUNABLES ……………………………………………………………………… 8
1.1 La Compilación A o Gran Flos Sanctorum
y el Flos Sanctorum Renacentista ………………………………………….. 10
1.2 La Compilación B y la Leyenda de los santos …………………………. 15
1.3 Descripción del ejemplar ……………………………………………….. 23

II FILIACIÓN DEL INCUNABLE EN LA TRADICIÓN CASTELLANA


DEL FLOS SANCTORUM .…………………………………………………………… 31
2. 1 Para deslindar la tradición A: los manuscritos ………………………… 32
2.2 La dependencia de la tradición B: los manuscritos del subgrupo B1 ….. 39
2.2.1 Un hipotético texto perdido cercano a h-I-14 …………………….. 40
2.2.2 Una relectura de la fuente latina ………………………………….. 44
2.2.3 Un hipotético “Proto-W” …………………………………………. 45
2.3 El stemma codicum ……………………………………………………... 47
2.4 Las impresiones del Cuatrocientos y del Quinientos ..…………………. 48

III LA REDACCIÓN DEL TEXTO: DEPENDENCIA DE LA LEGENDA AUREA


Y EXCEPCIONES ………………………………………………………………….. 53
3.1 Evidencias de una relectura: de una copia de la Legenda
aurea al incunable W ……………………………………………………… 53
3.2 Los textos ajenos a la Legenda aurea …………………………………. 59
3.2.1 San Julián y santa Basilisa .……………………………………… 60
3.2.2 Santo Toribio ..…………………………………………………… 62
3.2.3 San Antolín ……………………………………………………… 65
3.2.4 La Transfiguración del Señor …………………………………… 69
3.2.5 El exemplum ……………………………………………….……. 73
3.2.6 “Para saber del Antichristo e de otras cosas” …………………… 74

IV LA CREACIÓN DEL IMPRESO EN EL ÚLTIMO TERCIO DEL SIGLO


XV Y LOS DESTINATARIOS DEL FLOS SANCTORUM CON SUS ETHIMOLOGÍAS ………. 78
4.1 El compilador ………………………………………………………….. 78
4.2 La imprenta ……………………………………………………………. 82
4.3 Los lectores .……………………………………………………………. 88

V TABLA DE LECTURAS CORRESPONDIENTES ENTRE EL


FLOS SANCTORUM CON SUS ETHIMOLOGÍAS,
LA LEGENDA AUREA, LOS MANUSCRITOS CASTELLANOS
DE LA COMPILACIÓN B Y LA LEYENDA DE LOS SANTOS (c. 1499) …………………. 93

VI BIBLIOGRAFÍA ………………………………………………………………….. 117

VII CRITERIOS DE ESTA EDICIÓN ………………………………………………….. 121


EL FLOS SANCTORUM CON SUS ETHIMOLOGÍAS ……………………………………… 123

ÍNDICE ONOMÁSTICO Y TOPONÍMICO……………………………….………….…… 773

ÍNDICE DE TEXTOS …………………………………………………………….…… 787


INTRODUCCIÓN

La influencia de la Legenda aurea en la cultura occidental es un hecho incuestionable.


Gran parte de esta verdad es consecuencia de que la compilación de santos y lecturas
doctrinales reunida por el dominico italiano Jacobo de Vorágine gozó de una de las
difusiones más exitosas en la historia del libro. De hecho, es bien sabido entre
filólogos, bibliófilos e historiadores de la imprenta que los múltiples testimonios
manuscritos e impresos conservados, tanto aquellos escritos en latín como las
variadísimas derivaciones en lengua vernácula, pasan fácilmente del millar y se
ubican dentro de un rango temporal que abarca desde las últimas décadas del siglo
XIII, hasta el declive de su descendencia, a finales del siglo XVI.1
El Flos sanctorum con sus ethimologías es un ejemplar incunable en lengua
castellana de esta histórica trayectoria manuscrita y editorial. También es un santoral
del siglo XV cuya suerte, hay que admitir, fue la del olvido. En parte, las razones de
este hecho recaen en que hasta hace muy recientes años la atención prestada por la
crítica literaria sólo se centraba en la producción hagiográfica en verso, en detrimento
de las obras en prosa. Este segundo plano al que fue relegada esta forma de expresión
literaria quizá contribuiría a que sólo desde finales del siglo XIX –y buena parte del
XX– se encuentran unas pocas y breves menciones sobre este legendario castellano.
Por si fuera poco, estos comentarios nunca apelaron al texto en sí, sino a la valía de
esta obra como incunable, como mero objeto rústico de los inicios de una producción
impresa en lo que hoy corresponde al territorio español. Con ello se le condenó,
exclusivamente, a los problemas inherentes para los libros del periodo incunable, es
decir, aquéllos que tratan sobre el posible impresor, el taller de imprenta, la datación,
el papel, las marcas de agua, la letrería, etc.
De hecho, dentro de los estudios de la incunabulística y los primeros años de
la imprenta, siempre se ha lamentado que la atención sobre los incunables ha recaído
exclusivamente en su identificación tipográfica y su clasificación por países, y a
continuación, por localidades y talleres. Julián Martín Abad (2003: 153) señala que,
lamentablemente, esto ha implicado considerar a los incunables como testimonios de

1
Según Sherry L. Reames (1985: 5), debe considerarse a una edición italiana de 1613 como el último
exponente en lengua latina de lo que fuera una de las más notables trayectorias manuscritas e impresas
durante la Edad Media y el Renacimiento. Por lo que respecta a los santorales castellanos derivados de
la Legenda aurea, éstos se dejaron de imprimir en un lapso muy concreto, entre 1579 y 1580.

5
la técnica impresora o del arte del libro, prestando poca atención y, en algunos casos,
ignorando del todo al texto que ofrecen.2 Pareciera que las obras impresas del siglo
XV se recuerdan no tanto por los textos, sino por su relación con los primeros talleres
de imprenta y los maestros artesanos al cargo de los mismos. En el caso del Flos
sanctorum con sus ethimologías, el resultado de las pocas observaciones de este tipo
no fueron muy afortunadas, pues todas ellas lo adscriben, en mayor o en menor
medida, al rubro de los ejemplares de origen dudoso o desconocido.
En el 2005, en el XI Congreso Internacional de la Asociación Hispánica de
Literatura Medieval, tuvo lugar la primera mesa consagrada a la presentación y
exposición de algunos de los rasgos más característicos de este santoral; no ya sólo
aquéllos que incumben a la incunabulística, sino, por primera vez, atendiendo a lo
más importante en el análisis del libro: el texto que ofrece. Aquel evento estuvo
conformado por investigadores de lo que una vez fuera el proyecto para la
Coordinación de la Edición de Hagiografía Castellana (CEHC), que coordinaba
Fernando Baños Vallejo.3 En aquel evento se dejó en claro que el Flos sanctorum con
sus ethimologías es un único ejemplar, sin antecedente manuscrito directo y sin otro
impreso posterior idéntico a él. Se respaldó la ya añeja propuesta de que quizá se trata
de uno de los primeros incunables de la Península Ibérica. Se destacó la presencia de
material ajeno a Vorágine. Y se anunció que, durante el siglo XX, esta obra había
formado parte en la colección de Otto Vollberhr, la cual descansa, hoy por hoy, en la
sección de libros raros y colecciones especiales de la Biblioteca del Congreso de
Washington, D. C. (Incun X/7.59). Fue de este lugar de donde se le rescató para su
estudio, logrando su digitalización a través de un portal web, y con ello,
evidentemente, se puso a disposición de todo aquel que deseara incursionar por sus
páginas apenas exploradas.4
En cierto sentido, la presente edición y estudio es el resultado final de aquellas
pioneras investigaciones del CEHC, las cuales sirvieron de base para los apartados y

2
Lotte Hellinga (2006: 177) justifica esta posición por parte de algunos estudiosos con las siguientes
palabras: “No es difícil hallar las razones que explican esta apatía. Las últimas décadas del siglo XV
fueron un periodo de invenciones, una época de renovación, de floreciente expansión técnica y
económica; pero no fue un momento de creatividad literaria tan afortunada y la mayoría de las obras
que se produjeron entonces nos resultan poco atractivas o, cuando menos, no invitan al examen de sus
minutiae textuales”.
3
Todavía puede consultarse el sitio web del proyecto: http://www.uniovi.es/CEHC/.
4
La digitalización de este incunable fue uno de los logros alcanzados por el proyecto CEHC, cuyo
resultado puede verse en el siguiente portal web de la Biblioteca del Congreso de Washington:
http://www.loc.gov/rr/rarebook/coll/255.html

6
subapartados que presento en el índice. Tras un breve vistazo del mismo, se puede
inferir que este trabajo se divide en dos partes. En primer lugar el estudio
introductorio, en donde se intenta resolver cada uno de los problemas que plantea el
Flos sanctorum con sus ethimologías, tales como el papel que ocupa entre sus
parientes manuscritos y las primeras impresiones posteriores a él, así como su posible
filiación entre los mismos; sus peculiaridades en la redacción del texto, tanto los
agregados ajenos a Vorágine como las herencias directas; y, finalmente, el posible
compilador, el posible impresor y el público receptor de este incunable.
La segunda parte de este trabajo es la extensa y ardua edición de los 287 folios
que constituyen al Flos sancturom con sus ethimologías. Esta labor fue un trabajo de
edición de una filología actual, propia de este inicio del siglo XXI, en donde lejos
queda el heroísmo inherente a esta profesión de hace medio siglo atrás: con grandes
desplazamientos de un país a otro para transcribir y consultar directamente el material
por editar. No obstante, aunque despojado de aquella realidad debido a las maravillas
del mundo digital, que permite trabajar mucho más cómodamente que en el pasado,
en la presente edición se ha intentado alcanzar el mismo rigor filológico de otras
obras que cuentan con una edición considerada como “clásica” o como punto de
referencia obligado dentro del panorama de los estudios de literatura y lingüística
hispánica.
Se intenta ofrecer la primera edición de un santoral castellano que abarca
prácticamente todo el calendario litúrgico.5 Un Flos sanctorum cuya calidad de
incunable lo convierten en punto de referencia obligada tanto para los estudiosos de
los manuscritos medievales derivados de la Legenda aurea, como para los estudiosos
del repertorio impreso de esta tradición hagiográfica castellana.

5
Se debe remarcar que ya existe un antecedente previo: la edición del Flos sanctorum del ms. 8 de la
Biblioteca Menéndez Pelayo, realizada por Fernando Baños e Isabel Uría Maqua. No obstante, este
santoral es brevísimo en comparación con el que aquí se edita.

7
I. EL FLOS SANCTORUM CON SUS ETHIMOLOGÍAS ENTRE LAS DERIVACIONES
CASTELLANAS DE LA LEGENDA AUREA

El entramado que se teje entre los Flores sanctorum medievales manuscritos y los
renacentistas impresos es complejo. Su estudio requiere de un esfuerzo colectivo,
pues se trata de analizar vida por vida en cada uno de los ejemplares que derivan de la
Legenda aurea para salir de este laberinto de legendarios y poder realizar, en el
futuro, verdaderas ediciones críticas de los santorales castellanos.
Las complicaciones en esta empresa vienen dadas por la diversidad de los
testimonios, desde los primeros que datan del siglo XIV a los legendarios
postridentinos representados por los de Pedro de Ribadeneyra y Alonso de Villegas.
Estos autores, con el fin de adecuar y ofrecer unas vidas de santos y lecturas
doctrinales más propios para los últimos veinte años del siglo XVI, sustituyeron el
legado de Jacobo de Vorágine por los trabajos hagiográficos que estaban en boga,
como los de Lippomano y de Surio, tal y como puede apreciarse en el Flos Sanctorum
Nuevo, de Villegas (José Aragüés 2005: 129-131).
Con estos hechos, es precio indicar que las siguientes páginas abordan una
parte del marco de estudio arriba expuesto. Me limito, pues, a los doce testimonios de
1
los flores sanctorum medievales conservados del siglo XIV y XV. Junto a éstos,
considero dos testimonios más: otro incunable nacido en Burgos posterior al nuestro
(c. 1499), impreso por Juan de Burgos; y una impresión zaragozana salida de las
prensas de Jorge Cocci en 1516.2 De entre estos dos últimos, el Flos sanctorum con

1
Fuera de este listado un curioso y muy popular manuscrito que mezcla relatos –a medio camino entre
la materia hagiográfica y la materia caballeresca– con vidas de santas, el h-I-13 de la Biblioteca del
Escorial, vid. Maier y Spaccarelli (1982: 18-34); el santoral 5548 de la Biblioteca Nacional, que
Thompson y Walsh (1986-1987: 22), Carlos Vega (1991: 85) y Aragüés (2002: 4) consideran como
una copia dieciochesca muy parecida a uno de los miembros de la llamada Compilación B,
concretamente al 15001; y el santoral 7098 del siglo XVI, vid. Thompson y Walsh (1986-1987: 22) y
Vanesa Hernández Amez (tesis doctoral digitalizada en CD 2008: 16).
2
El primero custodiado en Londres (British Library, IB 53312); el segundo se encuentra en la
Biblioteca Nacional (Madrid, R-23859). Sobre la autoría de éste último, Aragüés (2000: 339) indica:
“No resulta sencillo reconocer la aportación original de [Gonzalo de] Ocaña a ese santoral impreso ni,
por lo mismo, adivinar la fecha ni el alcance de las adiciones de su anónimo corrector, identificado a
menudo –y quizá de modo erróneo– con Pedro de la Vega”. Más allá de estas precisiones, lo que aquí
interesa destacar es que tomo estas dos obras en representación de las dos derivaciones impresas
castellanas de la Legenda aurea –mismas de las que se irá comentando a lo largo de estas páginas–.
Además, la elección de estas obras encaja dentro del panorama de estudio propuesto por Julián Martín
Abad (2003) para los primeros años de la imprenta en lo que hoy corresponde al territorio español, es
decir, c. 1471-1520.

8
sus ethimologías3 es el primer incunable conservado del género; este hecho significa
que recibe gran parte de la herencia medieval de sus antepasados manuscritos (habrá
que especificar qué manuscritos y hasta qué punto es heredero), y a la vez, comparte
un lugar entre los primeros santorales impresos. Su sitio entre éstos últimos –en
adelanto de lo que se verá en este estudio– será el del pariente aislado y tosco (carece
de decorados, grabados y otra tinta que no sea la negra). La tarea consiste, pues, en
estudiar esta fase tardomedieval o prerrenacentista en la que surgió el Flos sanctorum
con sus ethimologías, matizando su relación con los manuscritos medievales y con la
descendencia de éstos en los primeros impresos anteriores a 1520.
Esta labor cuenta ya con antecedentes desde hace más de veinte años. Y
nítidamente se ha venido identificado, gracias al célebre trabajo de Thompson y
Walsh (1986-1987: 17-28),4 tres diferentes versiones que divulgaron los contenidos
de la Legenda aurea en distinto grado de traducción: la primera de éstas la representa
un único manuscrito, el 10252;5 las siguientes dos tradiciones6 han sido identificadas
bajo el nombre de Compilación A o Gran Flos Sanctorum y Compilación B.7 En ese
mismo estudio (1986-1987: 20) también se apuntaba que la Compilación A sirvió
como una fuente para los varios santorales impresos durante el siglo XVI; pero ha sido
en los estudios de Aragüés (2000: 329-386; 2004: 441-560; 2005: 97-147; 2007: 197-
215) donde realmente se ha llegado a perfilar en qué grado estas dos tradiciones
manuscritas tuvieron su continuación en las imprentas del Renacimiento. Y gracias a
ello tenemos en claro que la Compilación A derivó en un grupo de santorales
distinguidos bajo el nombre de Flos Sanctorum Renacentista; mientras que la
Compilación B en otra, llamada la Leyenda de los santos.
El lugar que ocupa el incunable que aquí se edita entre estas tres diferentes
versiones castellanas de la Legenda aurea se ciñe sólo a dos de éstas, pues el ms.
3
Con sede en la Biblioteca del Congreso de Washington (X/F.59), en ciertas ocasiones, y a lo largo de
este estudio, lo aludiré simplemente como W.
4
Aunque ese trabajo se ha convertido en un “clásico” entre los especialistas de la materia, Fernando
Baños (2009: 166) recuerda que en realidad se debió a Galo Francisco González (1981-1982: 240-246)
una primera distinción entre dos traducciones distintas representadas en dos grupos de manuscritos.
Este hecho lo recuerda Baños gracias a un artículo de Rodríguez Temperley (2004: 117-128).
5
Éste, junto con el 9 y el 8, son los manuscritos más antiguos conservados hoy en día, pues ambas
copias pueden datarse en el siglo XIV, vid. Fernando Baños e Isabel Uría (2000: 19-23) y Vanesa
Hernández (2008: 16; 241-252; 280-288).
6
El término “tradición” es una manera de designar a los testimonios que integran a cada una de las dos
compilaciones de manuscritos, vid. José Aragüés (2005: 108-109).
7
Considerando la datación de las copias conservadas y de la Vita Christi, de Francesc Eiximenis –
fuente textual ajena a Vorágine propia de la Compilación A–, Baños (2009: 166) destaca la
desafortunada acuñación del nombre para cada compilación; pues la B –o también llamada Leyenda de
los santos– es anterior a la A o Gran Flos Sanctorum.

9
10252 queda descartado como una posible fuente, ya que no hay rastro pertinente de
filiación a seguir. De entre las dos tradiciones restantes, debe dejarse en claro que el
Flos sanctorum con sus ethimologías se relaciona con la tradición de legendarios de la
Compilación B y su respectiva derivación impresa:8 es el primer miembro impreso
que recoge parte de la materia de la que participaron sus parientes tardomedievales
manuscritos; pero sus propios errores, innovaciones, adiciones, supresiones y, en
general, el diseño de la presentación de sus materiales, no generaron otra copia en las
varias impresiones conservadas de la Leyenda de los santos. Por ello habrá que
precisar hasta qué grado transmite su legado dentro de esta última tradición impresa.
Por otra parte, en cuanto a la Compilación A o Gran Flos Sanctorum –y por lo
tanto, al Flos Sanctorum Renacentista–, el Flos sanctorum con sus ethimologías no
posee rasgos “genéticos” con los miembros de esta tradición, aunque comparta con
ellos un cierto parentesco dado a partir de su fuente en común: la Legenda aurea. Así
pues, ciertas características propias de esta fuente prima, tales como algunas
etimologías de los nombres, un elenco de ciertas lecturas doctrinales y algunas vidas
de santos, tienen la casualidad de registrarse exclusivamente en los miembros de A y
nuestro incunable (sin presencia en el 10252 y en los códices de B). Pero no
solamente esto, sino que también lecturas ajenas a la Legenda aurea –procedentes de
otras fuentes–, se registran exclusivamente en esta Compilación y en W. Por ello, no
es posible excluir al Gran Flos Sanctorum y sus derivaciones del Quinientos de este
estudio.

1.1 LA COMPILACIÓN A O GRAN FLOS SANCTORUM Y EL FLOS SANCTORUM


RENACENTISTA

Es preciso dejar en claro desde ahora que todas las coincidencias entre W y esta
familia de santorales son causales, fruto de una deuda compartida –pero
independiente– con la Legenda aurea de Jacobo de Vorágine. Así pues, la
Compilación A está compuesta por cinco miembros: los manuscritos 780, 12688 y
12689 de la Biblioteca Nacional de Madrid; y de la Biblioteca de El Escorial, el h-III-
22 y h-II-18. Todos ellos datan del siglo XV y es pertinente recordar que ninguno de
ellos reproduce la totalidad de las biografías y lecturas doctrinales de la Legenda

8
Vega (1991: 28-29, 83-84) fue uno de los primeros en sugerir esta adscripción. Así lo recuerdan
también Baños y Uría (2000: 64-65) y Aragüés (2007: 197).

10
aurea (Thompson y Walsh 1986-1987: 17). La descripción detallada de cada uno de
estos manuscritos ha sido realizada por Hernández (2008: 32-167). A grandes rasgos,
las características propias de esta familia de manuscritos –en cuanto a la forma en
cómo transmiten al castellano la obra latina de Vorágine– destacan por oposición a la
otra compilación (la B) y pueden resumirse de la siguiente manera:9 los santorales de
A incluyen un menor número de lecturas; pero, el respeto a ciertos detalles, como
algunas etimologías de los nombres y/o pasajes doctrinales amplios –que incluyen, en
determinados casos, la cita concreta de pasajes bíblicos o de otras obras–, contribuye
a que los manuscritos de A posean un mayor número de folios en relación al número
de capítulos. Según Baños (2009: 167), esto explica lo voluminoso de esta
compilación –de ahí lo de Gran Flos sanctorum–. Los paralelismos léxicos con la
fuente latina existen, pero no tan abundantes como en la Compilación B, en este
sentido la traducción de la Compilación A es más libre. Hay una preocupación por dar
cabida a un repertorio de amplias biografías de santos locales ausentes en la Legenda
aurea (Eulalia de Mérida, Toribio, Domingo de Silos, etc.) y a otras versiones más
abultadas que las presentes en Vorágine (María Egipciaca). Los manuscritos de A
resultan más uniformes en sus contenidos, esto no quiere decir que se encuentren dos
copias iguales de una lectura, que no las hay; pero es indudable que se parecen más
entre sí. Hay una novedosa integración: aunado a los ya presentes pasajes de la vida
de Cristo en la Legenda aurea (Adviento, Natividad, Circuncisión, Epifanía,
Anunciación, Pasión, Resurrección), en A se da cuenta de una vida de Cristo más
completa, cuya fuente se halla en la Vita Christi, escrita en catalán c. 1400 por
Francesc Eiximenis. Según Aragüés (2005: 117-118), esta adición de nuevos
materiales de la vida de Cristo refleja un afán de alejamiento del legado de Vorágine y
constituye uno de los rasgos más característicos y sugerentes de la Compilación A,
llegando incluso a ofrecer un nuevo esquema en la presentación de los textos:
disgregación de la materia cristológica del resto de vidas de santos, disposición que
nace, concretamente, en el ms. h-II-18.
Por su parte, el Flos Sanctorum Renacentista de 1516 hereda gran parte de
estos rasgos esenciales –sin que derive, directamente, de uno de los testimonios
medievales–, agregando los suyos propios. De entre éstos, y al margen de la ya

9
Estas características son el resultado de filiaciones y cotejos parciales. Para ejemplificar esta cuestión,
vid. Walsh y Thompson (1977) y (1987); Aragüés (2005: 97-147); Baños (161-193); Marcos Cortés
(2010: 431-448) y (en prensa a y b); y Hernández (2008: 289-375).

11
sugerida dualidad presente en h-II-18, es evidente que esta edición impresa prosigue
con este interés por diferenciar su contenido textual del brindado por Vorágine, ya
que también divide el diseño de la obra en dos partes, ofreciendo para ello un nuevo
código de lectura dado a partir de su sugerente título: La vida y passión de nuestro
Señor Jesucristo y las historias de las festividades de su Sanctíssima Madre, con las
de los santos apóstoles, mártires, confessores y vírgines. Aragüés (2005: 119) observa
que el Flos Sanctorum Renacentista de 1516 prosigue la tendencia innovadora de
modificar el legado de Vorágine; pero, en este caso, a partir de materiales más
actuales. Así pues, se complementan los pasajes de orden cristológico gracias a una
traducción de Ambrosio Montesino de la Vita Christi de Ludolfo de Sajonia y, a la
vez, se enmienda la traducción castellana medieval de la Compilación A gracias a una
nueva relectura del texto latino de la Legenda aurea. Aragüés (2005: 120) indica,
además, que esta búsqueda de renovación no se detendrá en esta edición de 1516, sino
que continuará hasta el último Flos Sanctorum Renacentista de 1580.
Baños (2009: 168) reproduce un stemma a partir de las observaciones de
Aragüés, el cual representaría una filiación hipotética entre los testimonios
conservados de la Compilación A:

Estado I: Traducción A original, perdida


acumulación de materiales

780
Estado I mejorado h-III-22

EstadoII: 12688
reordenación de los materiales

12689
Estado III:
división de la obra en dos secciones h-II-18

Encabezando al resto estaría el 780. A continuación, en un estado más


acabado, el h-III-22. Después, tras arreglar los materiales en una nueva disposición, se
encontraría el 12688 y posteriormente del 12689. En una tercera y última fase

12
permanecería el h-II-18, donde ocurrió la partición de la obra en dos partes: lecturas
del Señor por una lado, seguidas por el resto de narraciones hagiográficas.
Finalmente, Aragués (2005: 143) presenta otro stemma que complementaría el
anterior. En éste, la edición de 1516 estaría en un cuarto estado, el cual se constituiría
por una relectura a la fuente latina de Vorágine, la ampliación de materiales (con la
adición de algunas partes de la traducción de Montesinos) y la consolidación de
materiales en dos secciones.
Poco hay de estas características en el Flos sanctorum con sus ethimologías, ni
siquiera en el rasgo más común de W y presente en algunas lecturas del Gran Flos
Sanctorum: las etimologías. A continuación presento un breve ejemplo de ello, se
trata de la vida de san Hilario (ausente en la Compilación B),10 registrado en cuatro de
los manuscritos de A, a saber: 12688, 12689, h-III-22 y h-II-18.11 De entre éstos, la
vida de san Hilario no posee etimología en los casos del 12689 y del h-II-18. Este
santo no se encuentra presente en el manuscrito 780 y yo no encuentro esta lectura en
el Flos Sanctorum Renacentista del 1516. Así que, con los testimonios afines,
obtenemos la siguiente muestra:

Legenda aurea:
Hylarius dictus est quasi hylaris, quia in servitio dei valde hylaris fuit; vel dicitur Hylarius quasi alarius, ab
altus et ares virtus, quia fuit altus in scientia et virtuosos in vita; vel Hylarius dicitur quasi ab yle quod est quasi
primordialis materia que obscura fuit: et ipse in dictis suis magnam habet obscuritatem et profunditatem.

Ms. 12688:
Ilario es dicho en latín, que quiere decir alegre, porque fue muy alegre en el servicio del Señor. E aún Ylario es
dicho así commo alario, que quiere decir alto e virtuoso, ca fue alto e virtuoso en ciencia, e virtud e vida. E aún
Ylario es dicho de ylle, que es la materia primera de que fueron criadas todas las cosas que fue escura: porque
sant Yllario ha en sus escripturas grant escureça e fondura

Ms. h-III-22:
Ylario es dicho en latín de ylaries, que quiere decir alegre, porque fue muy alegre en el servicio del Señor. E
aún Ylario es dicho así commo alario, que quiere decir alto e virtuoso, ca fue alto en ciencia, e virtud e vida. E
aún Ylario es dicho de ylle, que es la materia primera [...]

Flos sanctorum con sus ethimologías:


Ilarius quiere dezir tanto como cosa alegre, en el servicio de Dios fue muy alegre. O Ylarius quiere dezir
tanto como cosa alta o virtuosa, ca fue alto en ciencia, e virtuoso en la vida. O Ylarius es dicho ab ile, en
griego, que quiere dezir comienço material que fue escuro. E ha en sus dichos grand escuridad e fondura.

10
Vid. en la edición del texto, la nota al pie en la lectura de san Hilario.
11
La presencia de este santo en la Compilación A la extraigo de Hernández (2008: Apéndice 2, “Tabla
de lecturas presentes en Vorágine”). He comparado esta tabla con las lecturas presentes en W y –aparte
de los pasajes cristológicos que en nada se relacionan con el incunable, debida a la inclusión de la obra
de Eiximenis en los códices de A–, el incunable sólo tiene las mismas cuatro coincidencias en la vida
de san Vicente; sin embargo, en este caso, W no presenta la etimología, mientras que el 12688 y el h-
III-22 sí, en un grado muy similar al ejemplo de san Hilario arriba expuesto. Los dos restantes, 12689 y
h-II-18, presentan la vida de otro Vicente, ajena a Vorágine y a W.

13
Como se evidencia, las etimologías presentes en la Compilación A son en
general de una traducción más cuidada y casi pueden ser leídas a la par; en oposición,
la de W posee una rústica redacción y la omisión de algunas palabras.12 Se evidencia
también la escisión entre dos de las tres diferentes traducciones castellanas de la
Legenda aurea, la A, representada por estos dos manuscritos; y la B, por su primer
legendario impreso, W.
Por otra parte, todas las festividades de Cristo recogidas en W provienen de
Vorágine sin que se encuentre complemento alguno de fuentes ajenas. Así pues,
aunque el Adviento del Señor sea uno de los ejemplos de las lecturas doctrinales
exclusivas entre A y W, esta última no deriva ni se relaciona con la versión
manuscrita (presente en h-III-22 y h-II-18), pues ésta se complementa con la citada
obra de Eiximenis. Los otros casos de coincidencia exclusiva son la vida de san Pablo
ermitaño (h-III-22 y 12688); la vida de san Macario (h-III-22 y 12688); las fiestas de
la Septuagésima, de la Sexagésima, de la Quincuagésima, de la Cuaresma, el ayuno
de las cuatro Temporas (las cinco registradas en 12688, h-III-22 y h-II-18); y,
finalmente, la fiesta de la Dedicación de la Iglesia (12689 y h-II-18). En adición, de
las fuentes ajenas a la Legenda aurea se encuentra un caso de exclusividad entre el
Gran Flos Sanctorum y W, se trata del texto doctrinal de la Transfiguración del Señor
presente en el manuscrito 12689. Esta lectura permite ver con claridad cómo la
tradición del Gran Flos Sanctorum y la del Flos sanctorum con sus ethimologías son
completamente independientes.13
En W, como en todo legendario inscrito en la tradición del género, se intentó
enmendar descuidos y ausencias de sus antepasados, de ahí que en este incunable se
pretendiera añadir un mayor número de lecturas para cubrir celebraciones del año
litúrgico olvidadas en los manuscritos de la Compilación B. En esta labor –vuelta a la
fuente latina y adición de más materiales ajenos a ésta– se presentarían las
coincidencias con la más grande de las tres versiones manuscritas castellanas
derivadas de la Legenda aurea: la A, cuya trayectoria se mantuvo ajena y sin influir el
surgimiento del primer impreso de su pariente, la Compilación B. De igual modo, y

12
Aunque también se observa la adición de “en griego”, misma que no se registra en la fuente latina.
He tenido oportunidad de consultar que “hyle” en griego significa “materia o sustancia”. Quizá, en
alguno de los testimonios que conformaron a W, ya estaría este agregado; lo cual es un indicio de que
el responsable de aquel escrito fue un autor muy culto, vid. la nota al pie que comenta esta caso en la
edición del texto (f. 32b). Sobre los testimonios que conformaron a W se hablará en detalle en el
apartado II de este estudio.
13
Tal y como puede apreciarse en el apartado III de este estudio.

14
ya en las imprentas del Renacimiento, el Flos sanctorum con sus ethimologías
contribuye a marcar esta distinción entre ambas tradiciones –la A y la B– al no
repercutir en el diseño del Flos Sanctorum Renacentista de 1516, que –como sus
antepasados de A– se caracteriza por el distanciamiento de la obra de Vorágine. En
este sentido W sería visto por los compiladores14 del legendario del Quinientos como
un ejemplar arcaico para sus propósitos; pues, como se irá viendo a lo largo de este
estudio, una de las características más notorias de W es su fidelidad para con la
herencia de su fuente latina primordial: la Legenda aurea.

1.2 LA COMPILACIÓN B Y LA LEYENDA DE LOS SANTOS

Es en esta tradición donde hay que situar los problemas que el incunable plantea. La
Compilación B tiene su primera mención como tal en una nota al pie de Thompson y
Walsh (1986-1987: 22). Ahí se apuntaba que está conformada por los manuscritos h-
I-14 y k-II-12 de la Biblioteca del Escorial; 8 y 9 de la Biblioteca de Menéndez
Pelayo; y 15001 de la Biblioteca Lázaro Galdiano. Los autores olvidaban incluir en
este listado al m-II-6, manuscrito escurialense que conocían bien por un trabajo
anterior sobre María Egipciaca (Thompson y Walsh: 1977) y, por las transcripciones
que ahí se realizaban, podía inferirse la adscripción de m-II-6 a la Compilación B.15
Seis han sido, pues, el total de manuscritos que se adscriben a esta tradición
desde hace un par de años.16 Entre éstos –como he indicado arriba en nota al pie–, se
encuentran dos de los manuscritos más antiguos (el 8 y el 9, del s. XIV), el resto
pertenecen al siglo XV; aunque Hernández (2008: 16, 167-191) considera que el
periodo de datación para el h-I-14 puede adelantarse hasta el siglo XIV. Al igual que el
Gran Flos Sanctorum, los códices de B no reproducen el conjunto íntegro de la fuente
latina. No obstante, esta compilación es más completa, incluso Baños (2009: 166)
observa que el h-I-14 –aunque con ciertas lagunas– cubre todo el año litúrgico. Esto
se debe, fundamentalmente, a que los legendarios de esta tradición incluyen más vidas
pero sintetizadas, de tal manera, que las etimologías o largos pasajes doctrinales no

14
Sobre Gonzalo de Ocaña, autor de este legendario, vid J. Calvera (1944: 206-208); Agustín Millares
Carlo (1931: 1-19); (1979: 510-532).
15
A las mismas conclusiones se llega con la transcripción que Vega (1991: 83-96) hace de san Alejo en
las versiones castellanas de la Legenda aurea. Como bien recuerda Aragüés (2005: 103).
16
Vid. Hernández (2008: 167-279) y (2007: 673-684); Aragüés (2005: 101-114); y Baños (2009:164-
168).

15
forman parte de sus rasgos característicos.17 Lo que sí se halla presente son los
abundantes paralelismos léxicos entre B y la Legenda aurea, tal y como destaca
Aragüés (2005: 106). Hay inclusiones de vidas de santos ajenos a Vorágine, pero
estas adiciones siguen este patrón dado: el de transmitir el texto en un modo
condensado, resumido y –en algunos casos– cortado sin más.18 No se encuentra entre
los materiales de esta compilación la homogeneidad latente en el Gran Flos
Sanctorum, pues, según Hernández (2008: 17), resultan “más diferentes entre sí y
refundidos”. Baños (2009: 167-168) recuerda que en otro estudio anterior (2005: 93-
122) consideraba que ninguna copia de B derivaba directamente de otra; pero
coincide, en virtud de un trabajo de mayor envergadura de Aragüés (2007: 199) en lo
que ahí se establece: que de entre los seis manuscritos, dos casos poseen una filiación
claramente identificada, pues el 8 es con mucha probabilidad copia del 9. Y de los
cuatro restantes, ninguno deriva de otro.
Es este estudio de Aragüés (2007: 197-215) uno de los esfuerzos más notables
en el análisis de la Compilación B y su derivación impresa, llegando a sentar las bases
de futuras investigaciones, como la presente. Entre otras cosas ahí se identifica (2007:
200-202), a partir del cotejo de variantes en la sección de lecturas que corresponde a
los meses de mayo a junio, dos versiones diferentes dentro de la Compilación B. A la
primera de éstas (llamada B1), con un elenco de lecturas más numeroso, la
compondrían los manuscritos k-II-12, h-I-14, m-II-6 y la sección final del 15001; la
segunda (B2) –surgida de una lectura y transformación de los contenidos de la
primera–, la integrarían los manuscritos 9, 8 y la sección inicial del 15001. Esta
última versión, en relación con B1, se encontraría más abreviada en el número de sus
capítulos.
Baños (2009: 167) presenta un stemma que resume las observaciones de
Aragüés. En un primer estado estaría una traducción B original perdida; a
continuación un arquetipo X donde se encontraría un estado B1, el cual explicaría
errores comunes en los testimonios; de éste derivarían dos subarquetipos α y β, del
primero dependerían dos manuscritos, por un lado k-II-12 y por otro h-I-14; del

17
Hay excepciones, en la descripción que Hernández hace del ms. k-II-12 (2008: 196) se lee la
etimología del nombre en la vida de santa Anastasia. No descarto que más casos como éste pudieran
salir a la luz tras un detallado estudio vida por vida en cada uno de los manuscritos de B; sin embargo,
aun con ello, considero que en poco cambiaría esta característica general de la compilación: la
disposición de los materiales de Vorágine en modo sintético.
18
Vid. Thompson y Walsh (1987); Baños y Hernández (2005: 93-122) y Cortés (2010: 431-448; en
prensa a y b).

16
segundo (β, donde se encontraría el estado B2) dependería, por una parte, el ms. 9 y
su copia (8), y por otra, la parte inicial de 15001:

Traducción B original, perdida

X (versión B1)

α β (versión B2)

h-I-14 8
k-II-12 15001 (I)

Baños señala que en este stemma no figura ni el m-II-6 ni la sección final del
15001 a consecuencia de lo mucho que resta por confirmar en esta labor de filiación
y, al respecto, remite a las notas de Aragüés (2007: 204).
En cuanto a la trayectoria que en las imprentas siguiera la Compilación B,
Aragüés (2007: 205) indica una bifurcación representada por el Flos sanctorum con
sus ethimologías y la Leyenda de los santos con sus sucesivas impresiones durante el
Quinientos. Del primero de éstos (W), afirma el autor que se trata de una
prolongación de la versión B1. Aunado a ello –y recordando que su estudio se limita a
los capítulos de mayo a junio–, destaca también que el incunable corrige errores de
B1 sin que se haga evidente que para tales efectos haya consultado una correcta
traducción ofrecida por los testimonios de B2, con lo cual es posible conjeturar una
vuelta a la fuente latina por parte de W; es decir, por sus folios se hace ver una
paciente relectura de la Legenda aurea.19 Esta relectura se hace presente no sólo por
la corrección de errores conjuntivos, sino por la adición de segmentos olvidados tanto
en B1 como en B2, tal y como lo destaca Aragüés (2007: 206). El autor piensa, pues,
que W reinventa los materiales presentes en la tradición manuscrita al tratar de
corregir los fallos y carencias de aquéllas a través de una nueva traducción de la
fuente latina; pues al compilador de W no pareció conveniente a sus propósitos los
olvidos sistemáticos reflejados en B1 y B2. De tal manera, se optaría por mejorar los
antecedentes dados con un nuevo trabajo que recuperaría ciertas secciones de la

19
El pasaje para esta observación se basa en el final del nacimiento de san Juan Bautista.

17
Legenda aurea, siendo las etimologías el más claro ejemplo de esta recuperación de
materiales olvidados.
He tenido oportunidad de confirmar las observaciones de Aragüés, y con
ánimo de enunciar algunas de éstas sin entrar en detalle –pues para ello ya habrá lugar
en los respectivos apartados de este estudio–, baste decir que con base en la edición
que he realizado, cotejando a la par segmento por segmento con la Legenda aurea y
uno de los testimonios de B1 (h-I-14), he comprobado que el Flos sanctorum con sus
ethimologías repone una enorme cantidad de segmentos olvidados por el códice
medieval. La mayoría de éstos no sólo responden a las etimologías20 –el más evidente
de todos–, sino también a largos pasajes de orden doctrinal y varios milagros, los
cuales destacan sobremanera en lecturas21 como: Natividad del Señor, san Silvestre
(el debate entre san Silvestre y los doctores judíos), Circuncisión del Señor, Epifanía
del Señor, la Septuagésima, la Sexagésima, la Quincuagésima, la Cuaresma, el ayuno
de las cuatro Témporas, san Gregorio, Pasión del Señor, Resurrección del Señor, san
Ambrosio, san Marcos, Invención de la santa Cruz, Ascensión del Señor, el Espíritu
Santo, santo Domingo, Asunción de la Virgen María, san Bernardo, san Agustín,
Natividad de la Virgen, san Francisco, san Lucas, Todos los santos, Conmemoración
de las almas, Dedicación de la Iglesia y el Adviento del Señor. Estos pasajes
recuperados poseen un abrumador paralelismo léxico con la fuente latina y, a la par,
una abundante cantidad de errores. Es la suma de los mismos la que hizo proponer a
Aragüés (2007: 206) la idea de una compilación cuidada en su redacción que
consultara un texto próximo a B1 y reparara en una relectura de la Legenda aurea.
Este bien cuidado texto (hoy perdido) es llamado por el autor Proto-W, mismo que
fuera sometido a varias copias manuscritas las cuales conllevaron el deterioro de su
pulcritud y cuyo resultado sería el texto contenido en los folios del Flos sanctorum
con sus ethimologías. Considero que esta idea puede reafirmarse no sólo por la
manera sintética, cortada y errada sin más en que W recoge las etimologías que se

20
Curiosamente W no recupera todas las etimologías presentes en Vorágine, y es en esas lecturas
(aquéllas donde parece que al compilador de W no interesara añadir la etimología faltante) donde la
relación entre el incunable y el manuscrito se hace más notoria. Sobre las etimologías se comentará en
detalle en el punto III de este estudio.
21
Menciono estás lecturas según el orden que presentan en el incunable y no el que siguen en la
Legenda aurea.

18
ofrecen en la fuente latina, sino por ciertas frases en las que el incunable no ofrece
traducción castellana alguna, sino una copia en latín con varias deturpaciones.22
La Leyenda de los santos que vulgarmente flos sanctorum llaman impresa por
Juan de Burgos c. 1499 es la otra vía por la que siguiera la compilación B en los
talleres de finales del Cuatrocientos. Esta versión impresa de B corrió mejor suerte
que su antecedente (W), pues las diez ediciones conocidas –que van desde la arriba
mencionada, hasta una sevillana de 1579–, corroboran este hecho. No obstante, a
pesar de un origen común en la tradición B, puede observarse una divergencia entre el
incunable de Washington y el incunable de Londres: a la tosca y rústica presentación
del primero se oponen los finos acabados, los bellos grabados y una mucho más
ordenada disposición de los materiales de este último. Por mencionar sólo algunos de
estos agraciados detalles: los folios están numerados (números romanos) y presentan
encabezado donde consta el tiempo litúrgico que abre la obra, el del adviento (del f. II
al f. XVII); prosigue el encabezado no ya con la indicación precisa del tiempo
litúrgico, sino con el mes (iniciando en diciembre en el f. XVIII, y terminando en
noviembre en el f. CCXLVII), en el cual se comprenden las diferentes vidas de santos y
festividades del año; por último (del f. CCXLVII al f. CCCVI), el encabezado registra a
los “Extravagantes”, lecturas ajenas a Vorágine que sobrepasan, por mucho, a las
presentes en W.
Sin embargo, más allá de la tosquedad de uno y de la finura de otro, o de las
lecturas ausentes en W y presentes en el incunable de Londres y viceversa, Aragüés
(2007: 209) observa que una parte del texto que yace entre los folios de la Leyenda de
los santos de Juan de Burgos tiene su origen en W por medio de una supuesta edición
perdida (que él llama I), que –en caso de que hubiera existido–, estaría constituida por
lecturas comunes entre la versión de la Leyenda de los santos que aquí se estudia y
otra (nacida en Sevilla hacia 1520-1521). Así pues, a partir de los errores
compartidos,23 parece que el compilador del incunable de Londres llegó a consultar a
W y no a un manuscrito de B; mas, en modo paradójico a esta deuda, destaca la pulcra
presentación de cierta parte del material en el incunable de Juan de Burgos –como la
etimología de los nombres de Gordiano y Epimaco–, que no refleja los errores de W.

22
No son pocas, por cierto, estas frases latinas en el incunable, mismas que en el manuscrito h-I-14, o
no se registran, o sí ofrecen traducción. Sobre éstas, un rasgo exclusivo más de W de clara dependencia
con la fuente latina, y de innovación con respecto a sus antepasados de B, me ocuparé en detalle en el
punto III de este estudio.
23
El ejemplo que Aragüés muestra para ilustrar esta situación es la Invención de la Cruz.

19
Esta situación hace pensar a José Aragüés que, en cuanto a la trayectoria de la
Leyenda de los santos, cualquier segmento pudo haber sido rectificado en virtud de
las varias fuentes tratadas por su compilador.
En otra vuelta de tuerca a esta intricada trayectoria, Aragüés (2007: 210) llega
a ver que el incunable de Juan de Burgos acoge a la versión B2 en la lectura del
Espíritu Santo, con lo cual pareciera que la Leyenda de los santos juntara la escisión
marcada por su antecedente impreso (W), haciendo convivir a B1 (sin olvidar que,
con ello, a buena parte de W) y B2, sin que sea posible determinar si esta suma de
materiales se diera toda de una sola vez o en un lento proceso de aproximación.
Finalmente, entre estas idas y venidas entre uno y otro incunable, Aragüés
(2007: 207) informa de otra muy temprana posible versión de la Leyenda de los
santos impresa en Burgos hacia 1493, quizá por Fadrique de Basilea. Son dos los
parciales testimonios conservados de la misma, los cuales apuntan a lo que bien pudo
haber sido una íntegra Leyenda de los santos. Uno de estos testimonios se halla en
Boston (Public Library); y el otro encuadernado en el incunable de Juan de Burgos (c.
1499).24 Esta bien podría ser la edición perdida con la que podría identificarse la que
líneas arriba citaba bajo el nombre de I, y cuya coincidencia con el incunable que aquí
se edita queda eliminada; pues la primera presentaría materiales25 que éste último (W)
no registra, como la vida de san Vítores escrita por Andrés Gutiérrez de Cerezo
adaptada por Fadrique de Basilea para su inclusión en esta posible edición perdida de
c. 1493, la cual, años después (c. 1499) refundiría Juan de Burgos en su impresión.26
En un artículo más reciente, Aragüés (2009: 81-98) esboza una trayectoria
editorial de los seis testimonios conservados y las posibles tres ediciones perdidas de
la Leyenda de los santos; es decir, el autor abarca un especio temporal de va desde
1499 hasta 1579. En este trabajo se destacan dos planteamientos, a saber: a) el de las
24
Se debe a Harvey L. Sharrer (1990: 181-196) una primera mención de esta posible y hoy perdida
edición de la Leyenda de los santos. El autor comenta en este mismo estudio (183-185) que el breve
testimonio que permanece encuadernado al inicio del incunable de Juan de Burgos (c. 1499) pasó a
formar parte de una Leyenda de los santos del Quinientos –sin especificar cuál– y también fue incluida
en una traducción al portugués de 1513 cuyos contenidos provienen, en gran parte, de la Leyenda de
los santos de Juan de Burgos c. 1499. Sharrer menciona que este breve testimonio fue ligeramente
modificado a su paso a la versión portuguesa y consta de las siguientes partes: un prólogo de un
cronista de Juan II de Aragón; una Pasión de Cristo basada en los evangelios y traducida del
Monotessaron, de Jean Gerson; un poema en latín sobre el sufrimiento de Cristo; una oración; una
carta apócrifa de Poncio Pilato a Tiberio; y un retrato físico y moral de Cristo atribuido a seudo Publio
Lentulo.
25
Los cuales, como se mencionó, estarían reconstruidos con base en las lecturas comunes de la
Leyenda de los santos, de Juan de Burgos y otra impresa por Juan Varela en Sevilla entre 1520-1521.
26
Para los pormenores sobre san Vítores en la Leyenda de los santos de Juan de Burgos vid. Baños
(2005: 341-353) y la continuación de este estudio, en Baños (2006: 395-419).

20
primeras ediciones de la Leyenda de los santos; b) el de las fuentes de la editio
princeps de la obra.
Sobre la primera cuestión, se deja en claro que la Leyenda de los santos de
Juan de Burgos c. 1499 no es la primera edición (Aragüés, 2009: 83); pues tiene
errores que no se reproducen en las siguientes ediciones, por ejemplo, en la de Sevilla
de Juan Varela c. 1520-1521. Estas dos Leyendas de los santos, remiten a un
antecedente en común, quizá la edición perdida de Fadrique de Basilea c. 1493. El
dato más nuevo en esta investigación es que se tiene noticia de otras dos ediciones
anteriores impresas en Zaragoza: una de 1490 emprendida por Juan Hurus y
culminada Pablo Hurus; y otra segunda impresión del texto hecha en 1492 por Pablo
Hurus. No se conserva ejemplares de ninguna, pero sí documentos que prueban su
existencia (Aragüés, 2009: 85-86). Los datos que dan cuenta de la existencia de estas
ediciones hablan de la venta y el transporte de las obras desde tierras aragonesas hasta
castellanas (concretamente, Medina del Campo y Valladolid). Puestos a especular –
como bien señala Aragüés– nada tendría de extraño que Fadrique de Basilea, sobre el
año 1493, hubiera decidido preparar una nueva Leyenda de los santos siguiendo
quizás alguna de las versiones impresas por los Hurus.
¿En qué medida estos recientes datos se involucran con el Flos sanctorum con
sus ethimologías? Esta pregunta nos lleva al segundo planteamiento arriba destacado,
el de las fuentes de la editio princeps. Aragüés (2009: 86-91) destaca que las seis
ediciones que se conservan de la Leyenda de los santos muestran un itinerario claro.
Van añadiendo cinco secciones hasta 1579: 1) los “Preliminares” en torno al relato de
la Pasión, presentes en la supuesta edición c. 1493, de Fadrique de Basilea;27 2) la
“Sección Principal”, formada por unas ciento ochenta vidas de santos y celebraciones
litúrgicas; 3) un repertorio de vidas de santos “Extravagantes”; 4) unos cuarenta
“Milagros de nuestra Señora”; 5) unos “Relatos añadidos”, se trata de cinco capítulos
de tema mariano y hagiográfico. Lo que aquí interesa destacar es que, en esta
trayectoria, nunca se tocó demasiado a la “Sección Principal” (Aragüés, 2009: 87), la
cual se compone de los materiales de B1; la lectura complementaria de B2; la
consulta de W, o más posiblemente Proto-W; y una relectura de la Legenda aurea. Es
decir, que esta “Sección Principal” hacia 1499-1500 (fechas de la Leyenda de los
santos de Juan de Burgos) ya estaba conformada. Y quizá lo estaba también en la

27
Vid. la nota al pie 24.

21
primera edición de la obra, fuera o no la de los Hurus impresa en Zaragoza en 1490.
Así pues, con estos datos se podría especular, aunque con cierta prudencia, que W (o
Proto-W) tuvo una considerable difusión. Quizá llegó a ser instrumento de apoyo –
junto con otras fuentes– para nuevas y mejores ediciones de la Leyenda de los santos
emprendidas por talleres de impresión allende las tierras castellanas, como el de los
Hurus.28
Sea como fuere en esta superposición de materiales de B, donde un nuevo
trabajo impreso intenta corregir al anterior sin borrar, paradójicamente, la letra
manuscrita de los primeros testimonios, corresponde otorgar protagonismo al Flos
sanctorum con sus ethimologías. Más allá de sus fallos y carencias posiblemente bien
sentidas por los compiladores e impresores de su tiempo, quienes vieron en éste, más
que a un trabajo a seguir, un resultado por evitar,29 es preciso destacar que en su
momento fue este uno de los legendarios más completos, llegando a cubrir, salvo
ciertas lagunas menores que las del ms. h-I-14, la totalidad del año litúrgico. Además
es un santoral donde por primera vez se vuelve a la fuente latina, marcando con ello
una “tendencia” a volver a la fuente prima en el resto de santorales que le sucedieron.
El Flos sanctorum con sus ethimologías buscó con ello –fuera de complementar las
negligencias de sus antepasados manuscritos– una meta concreta: ofrecer un santoral
castellano en donde por primera vez se diera lugar a los segmentos menos anecdóticos
de la Legenda aurea. En efecto, basta un simple vistazo al breve listado de lecturas
arriba ofrecido –en donde destaca la reposición de materiales que hace W–, para
apreciar que se trata de lecturas de una fuerte carga doctrinal; o de lecciones donde se
narran pasajes de la vida de Cristo y de la Virgen más completos que los que hasta
entonces se conocían dentro de esta Compilación B;30 o de ampliar las vidas de santos
esenciales para la difusión de la ideología cristiana.
Este es un santoral nacido de los talleres de imprenta de finales del
Cuatrocientos cargado de una solemnidad litúrgica que no conocieron sus antepasados
manuscritos de B. Solemnidad que morirá con él en algunos de sus rasgos más
característicos, como las etimologías, que no gozan de insertarse con el mismo afán
en las lecturas del incunable de Juan de Burgos; pero lo que sí compartirá con este

28
Sobre el posible taller impresor de nuestro incunable se comentará en detalle en el apartado IV de
este estudio.
29
De ahí la bifurcación marcada por esta tradición B en los talleres de imprenta del Cuatrocientos.
30
Es preciso recordar que W es el primero de los testimonios de B en donde se registra el texto de la
Transfiguración de Señor.

22
último, además de las deudas y herencias arriba expuestas, es este afán de novedad
mediante una revisión del texto, teniendo a mano una o varias copias castellanas y
siempre la Legenda aurea latina. El moderno invento de la imprenta motivó e invitó a
consolidar, pero –principalmente– a corregir y complementar el camino andado por
los legendarios castellanos de B que los antecedieron. Tengo aquí la fortuna de
presentar al primer exponente impreso de esta tradición.

1.3 DESCRIPCIÓN DEL EJEMPLAR

Actualmente, las históricas posturas y opiniones en torno a este legendario castellano


–mantenidas por bibliófilos e historiadores de la imprenta–, se encuentran resumidas
en un valioso estudio, el cual sitúa a W como al primer incunable del género.31 Entre
otras cosas, ahí también se refieren los detalles físicos observados por Konrad Haebler
(1917: 76), Charles B. Faulhaber (1989) y las del propio autor, mismas que cito a
continuación:
El libro carece de indicaciones tipográficas. La parte impresa consta
exactamente de 287 folios, más uno en blanco al final que completa el cuadernillo.
Según Haebler, los cuadernillos constarían de los siguientes folios: uno de 10, tres de
12, tres de 10, cuatro de 12, tres de 10, diez de 12, uno de 14. Baños (2007: 288)
destaca además la existencia de otros 10 folios que constituyen el índice de las vidas
contenidas en el santoral, se encuentran escritos a mano, sólo en el anverso, con una
letra que imita la de la imprenta. A ojos de Alberto Montaner, la letra parece del siglo
XIX, quizá de la misma época de cuando se realizó la encuadernación, hacia 1900 y,
por lo tanto, ajena al resto de folios originados en el siglo XV. La parte impresa está a
dos columnas, Francisco Vindel dice que son de 36-37 líneas, Baños señala sólo son
de 37, yo he contado en los primeros folios de 36, 37 hacia la parte media de la obra y
36 hacia el final de la misma. Las medidas son (Faulhaber 1989): folios, 254 mm x
190 mm; caja de texto, 191 mm x 138 mm; cubierta, 263 mm x 218 mm.
Posee letra gótica de un solo tamaño y capitales lombardas de dos tamaños,
sin numeración impresa, ni signaturas, aunque sí numerados a mano posteriormente.
Estos números se encuentran justo entre las dos columnas, al centro, en la parte
inferior del folio.

31
Me refiero al artículo de Baños (2007: 287-297).

23
Las marcas de agua del papel: mano con estrella y escudo de Valencia, según
Faulhaber. No obstante, según Baños (2007: 288), el incunable muestra otras dos
filigranas: además de la mano con lo que parece una estrella, hay otra mano con una
flor y con puño, y un anillo con flor.32
Al inicio hay dos hojas en blanco,33 y tres al final. Faulhaber observa que la
encuadernación es moderna, en marroquí estampado con cruces, negro para Faulhaber
y más bien granate para Baños. Bien puede ser de hacia 1900, hecha por V. Arias.
Faulhaber recuerda que, por esta fecha, este encuadernador trabajaba en Madrid para
Pedro Vindel.
Hasta ahora, que yo sepa, nadie ha reparado en unas antiestéticas marcas o
señales hechas a mano y que recuerdan a las de la producción manuscrita: una mano
en la parte inferior izquierda del f. 109c34 y otra más en la parte superior izquierda del
f. 111a;35 una especia de rejilla en la esquina superior izquierda del f. 147c,36 otra en
la parte superior derecha del f. 174b37 y una más entre las dos columnas del f.
222a/b;38 escrito “ojo” entre las dos columnas impresas del f. 79c/d;39 una pequeña
marca (¿un ave, una cruz?) a la izquierda de la segunda columna del f. 162b;40 marca
en forma de X en la esquina superior izquierda de la segunda columna del f. 254d.41
Aunados a éstos hay que añadir una especie de querubín en la esquina superior

32
Sobre estas marcas comentaré más en detalle en el apartado IV de este estudio.
33
En el anverso de la primera de éstas se encuentra escrito a lápiz: “[...] Flos Sanctorum Haebler 277(3)
(Santiago, J. de Bobadilla cc 1480). See Vindel, Tome VIII, 1951 who considers this one of the earliest
books to be printed in Spain (1471-75)”.
34
Es en la lectura de la Ascensión del Señor y el segmento textual que marca esta mano es: “Ca muy
ligeramente subió quando corrió en tanto spacio, quanto es un momento. Ca cuenta Rabí Mose, muy
grand filósofo, que qualqquiersic cerco de qualquier planeta ha en grueso, e en redondo, tanto espacio
quanto podría andar un omne en quinientos años por carrera llana”.
35
Dicha mano señala el siguiente segmento, también de la Ascensión de Señor: “segunt que dize ad
Efesios, IIII capítulo: “El que descendió es e el que subió; e subió sobre todos los cielos para que
cunpliese todas las cosas”.
36
Es en la lectura de Santiago el Mayor; la especie de rejilla parece indicar el recuento de milagros
ocurridos a peregrinos en romería.
37
Está en la lectura de la Asunción de la Virgen María, y esta marca parece destacar la visón de santa
Elizabeth.
38
Destacaría, si se tratase de la primera columna, el siguiente pasaje de la vida de san Francisco: “E
tomava los gujanillos del camino por que los non follasen los que pasavan, e llamávalos hermanos (f.
222a)”. Y si se tratase de la segunda, el siguiente: “Él fue corriendo, e mandó adovar el capón de siete
años para comer (f. 222b)”.
39
Esta marca destacaría, si se tratase de la primera columna, el siguiente pasaje de la Resurrección del
Señor: “Otrosí devemos saber, que el día que Él resucitó, apareció cinco vezes, e en los otros días
siguientes, otras cinco vezes (f. 79c)”. Y si se tratase de la segunda, el siguiente: “E después apareció a
todos los dicípulos ayuntados en uno, e finificasic los relisiosossic que están con flores (f. 79d)”.
40
Destaca el siguiente pasaje de la vida de santo Domingo: “Otrosí ella enpresentósic a sant Francisco, e
alabole ansí commo al otro”.
41
Esta señal marca la siguiente oración de la fiesta de la Dedicación de la Iglesia: “[pri]mero por que el
diablo e el su poderío sea ende empuxado”.

24
izquierda y unas líneas que representarían la cola y patas de un animal en la parte
inferior izquierda del f. 151c;42 y una corrección sugerida por el lector, pues aparece
escrito “de sant”, con letra que imita a la de la imprenta y una flecha que la conecta
con el nombre “Helena” del texto impreso a la derecha de la segunda columna del f.
98b. Todas estas señales al texto parecen hechas en el mismo periodo, quizá por la
misma mano –o por varias– y en una fecha muy remota. La tinta con la que fueron
trazados se encuentra en un tono distinto a la tinta negra de la impresión. Y, aunque
no es posible especificar cuándo fueron realizados y por quién, lo cierto es que estas
evidencian una de las lecturas más remotas de este santoral.
También han quedado otras marcas, quizá del mismo lector; pero, más
probablemente, de otro u otros en un distinto periodo, pues, en este caso, la tinta luce
en mejor estado de conservación. Se trata de una serie de líneas simples o dobles,
verticales y paralelas a un segmento del texto: a la izquierda, si se trata de la primera
columna, a la derecha, si es la segunda. Sin lugar a dudas se trata de indicaciones
sistemáticas a pasajes que atrajeron la atención de éste o estos lectores, ya fuera por
mera curiosidad o por un interés específico. Se encuentran a lo largo de toda la obra y
por lecturas de lo más variado. A continuación los segmentos destacados por estas
señales:
Circuncisión del Señor: Moisén, en los quales es contenida la ley. E los otros dos días
significan los profetas e los salmos. E que el otavo día sea
asignado por la dotrina del evangelio (f. 23c)
Epifanía del Señor: quarto miraglo es duda si es fecho en aqueste día, por esto ca
non es fablado espreso en el labro original de boca (f. 24c) / en
latín son dichos: Baltasar, Meechior, Gaspar. Mas que reys
fueron aquellos, en tres maneras fue demostrado (f. 24d) /
Iherusalem como aquí fuese nacido Jhesu Christo. Sobre
aquesto demuestra Remigeo quatro razones (f. 25a) / que
fuesen venidos de oriente fasta Jherusalem en treze días, el
qual dizen que es en medio de mundo firmado [...] en menos
de tienpo. Es pues dezir, segund sant Jherónimo, que los tres
reyes vinieron ý en dromedarios [...] un cavallo corre en tres
días. Porque es dicho dromedario a dromos, que quiere dezir,
cuerpo e aires (f. 25c) / Rey de los judíos; e confesaron: “Él
será verdadero Dios”, quando dixeron: “Venimos adorarle” (f.
25d) / dignidad dél, en aquesto que dixeron: “Rey de los
judíos”, e ovieron fe de la deidad, de la qual cosa fue
magnifiesto [...] la qual cosa fue, el ángel que vieron en sueños
antes, fue el mismo que les amonestó que non tornasen a
Herodes [...] es dicho en el Salmo que dize: “La luna e las
estrellas que tú feziste” (f. 27a) / segunt dixo sant Bernaldo,
por qué los tres reyes ofrecieron horo a santa María, por esto
que los acorriesen a su mengua (f. 27d) / tres cosas es
mostrado en Jhesu Christo el poder real, e la divina magestat e
la muerte humanal [...] por el oro que le ofrecieron, la
divinidad muy preciosa; e por el encienso, la su ánima, que era
muy devota; e por la mirra, la sinceridad (f. 28a) / de los
quales solían estar en Anula, en la iglesia que agora es de la

42
Son dibujos muy primitivos, el primero se encuentra al final de la vida de san Nazareo y Celso; el
segundo, en el inicio de la vida de san Félix papa. Quizá fueron trazados por mero ocio del lector, ya
que no parecen determinados a destacar un segmento textual específico.

25
orden de los predicadores
San Julián y santa Basilisa del un monesterio fue sant Julián padre de muchos monges, e
del otro monesterio fue sancta Vasilisa madre de muchas
monjas. (f. 29d) / estava escrito en el testimonio: “Dicit primus
e novisimus”. Todas aquellas vírgenes de quien tú eres
caudillo (f. 30a) / santa Basilisa: “Gracias a ti Señor Jhesu
Christo, que así venciste las tentaciones de las nuestras
carnes”. E diziendo estas cosas, e otras muchas (f. 30b) /
desollar las cabeças de sant Julián, e de su fijo del adelantado,
que llamavan Celso. E mandó sacar los ojos de Anastasio e de
Antonio, el preste (f. 31d)
San Macario Ahe que qualquier cosa que tú fazes, fago yo: ayunas tú, yo de
todo en todo non commo, velas tú, yo non (f. 33b) / ¿por qué
traes tan grand cargo? Dixo él: “Atormento a quien me
atormenta”. [...] a Satanás do pasava en ábito de omne [...]
darle he lo segundo, o lo tercero, e así lo otro dende en
adelante por orden fasta en cabo, porque si non le pluguiere lo
uno, tome otro (f. 33c) / Comiéndole una pulga una vez,
matola con su propia mano. E saliéndole mucha sangre della,
reprehendíase que por qué vengara su saña en cosa tan vil. E
anduvo seis meses desnudo en el desierto, después salió dende
todo despedaçado (f. 34a)
La Septuagésima mas enpero el sábado de Pascua cantamos una aleluya
glorificándonos, así como en esperança de la tierra perdurable
(f. 34c)
San Antonio ¿Dó estavas, por qué non fuiste aquí en el comienço de la lid
que me ayudases e sanases las mis llagas? (f. 38d) /
Maximiano matava a los christianos, él iva entre ellos, porque
sofriesen martírio. E pesávale de coraçón, porque le non davan
martírio (f. 39a) / E conosció que el sobir era de las almas
sanctas, e aquel defendedor, que era el diablo [...] que dizían
Baberchia, que perseguía mucho la Iglesia, así que açotava
públicamente a los christianos [...] estando en su cama muy
manso, mordiole un can, e echole en tierra, e royole e comiole
las piernas. (f. 39c)
San Julián: el otro sant Julián que mató a su padre e a su madre non lo
sabiendo (f. 46b) / Otro sant Julián fue de Olimia, omne muy
fijodalgo, mas fue más fijodalgo en la fe [...] la cabeça de sant
Julián entre las manos deste santo, así sana e entera, como si
entonce fuese enterrada [...] Otro Julián fue hermano deste
Julio (f. 46c) / E mientra que Julián e Julio fazían una iglesia
en un lugar que dizián Gaza, e ayudávanlos quantos por aí
pasavan por mandado del emperador (f. 46d) / ¿E tú me
sigues, que as de matar a tu padre e a tu madre?”. E oyendo
esto, ovo muy grand miedo (f. 47a)
San Longino: alançeó el costado de Jhesu Christo, e viendo los miraglos que
aí se fazían: que se escureció el sol e tremió la tierra [...] E por
esta razón quitose de la cavallería, e creyó en Jhesu Christo e
fue christiano [...] fue ermitaño XXVIII años. E convertió
muchos a la fe de Jhesu Christo por pedricaciónsic, e por
enxienplo de santa vida [...] el adelantado mandó que le
sacasen todos los dientes e la lengua (f. 65b)
San Patricio luego llama a grandes bozes, e di: ‘¡Jhesu Christo, Fijo de
Dios bivo, ave merced de mí pecador!’ [...] E tremiendo él con
grand miedo e espantado, llamó luego, e dixo: “¡Jhesu Christe
fili Dei vivi miserere michi pecatori!” (f. 70a) / diziendo:
“¡Perdonad! ¡Perdonad!”, mas entonce los diablos açotávanlos
muy más gravemente (f. 70b)
Pasión del Señor: Tiro, que se echó con una donzella, que dizían Pila. E era fija
de un molinero, que dizían Atus, e fizo en ella un fijo (f. 76c)
Santiago el Menor E en el vientre de su madre fue santo, ca nunca bevió vino, nin
sidra [...] Otrosí dizen que él fue el primero de los apóstoles,
que primero cantó misa en Jherusalem [...] E el día de la
resurreción, ante que Jacobo comiese, aparesciole Jhesu
Christo e dixo a los que eran con él: ‘Ponet la mesa e el pan’,
dende tommó él, e bendíxolo (f. 94b) / ‘¡O varones de Israel!
¿Qué fazedes o por qué vos dexades engañar destos
encantadores?’ E así, con estas razones, movió a todo el
pueblo [...] todos te devemos obedescer! ¡Dinos qué te semeja
de Jhesu Christo crucificado (f. 94c) / Entonce, a grandes
bozes, respondió: “¿Qué me preguntais del Fijo de la
Virgen?”. Ahevos que see a la diestra del Padre, en el cielo. E
ha de venir judgar bivos e muertos [...] e fincó los finojos, e
dixo: “Ruégote Señor que los perdones, ca non saben qué se
fazen” [...] El pueblo, quiriendo matar los malfechores, por

26
esto (f. 94d) / fuyeron luego todos. E dize Josepho, que por el
pecado deste Santiago, fue destruída Jherusalem e los judíos
desterrados; e mas non solamente por esto, mas por la muerte
de Jhesu Christo [...] en estos quarenta años que les dio para
fazer penitencia acaescieron miraglos muchos. E vieron que
una estrella muy clara, que parescía cuchillo [...] Una vezerra,
que truxeron para sacrificar, a desora parió una cordera.
Otrosí, a cabo de pocos días, quando anochecíe (f. 95a) /
“¡Vosotros de oriente e vosotros de ocidentesic, e vós de los
quatro vientos, id vós sobre Jherusalem e sobre el tenplo, e
sobre las esposas, e sobre los esposos e sobre todo el pueblo de
Israel!” [...] quanto más le açotavan, tanto más llamava: “¡Id,
id!”. E por eso traxiéronle delante el alcalde, e diéronle más
tormentos [...] después de quarenta años enbió Dios a
Vaspasiano e a Tito, su fijo, a Jherusalem, para que destruyese
la cibdat por suelo e quantos en ella moravan [...] En aquel
Vaspasiano era señor en Galizia, por Tiberio, el enperador. (f.
95b) / entonce, traía un panarsic de abispas en las narizes, e por
esto le dizían Vaspasiano [...] Díxole él: “Jhesu Christo
nazareno, el que mataron los judíos por enbidia. E si crees en
él, serás luego sano” (f. 95c) / E todos los que mataron a Jhesu
Christo, destruirlos he de raíz. E dixo a Albano, mensajero de
Pilato: “Con nuestra licencia torna a tu tierra” [...] e cercola el
día primero de Pascua con muy grant poder [...] el Spíritu
Santo dixo a los christianos que aí eran que se fuesen dende
[...] E primeramente conbatió una cibdat de Judea que dizían
Jonepra, en que morava Josapheo, príncipe mayoral dellos. (f.
95d) / e comer te he yo, e maravillarse an los ladrones e
fablará todo el mundo dello”. Diziendo esto, degolló a su fijo,
e coziole, e comió la meitad luego dél (f. 96d) / o lo
aborrescedes, o lo dexades, yo lo comeré, pues que comí la
otra meitad. Ellos espantados e tremiendo fuéronse (f. 97a) /
Preguntole quién era, respondió él, e dixo que Jossep
Abarimatia, una cibdat de Judea [...] e dize sant Jherónimo,
que recordándose un día en la tarde que él, aquel día, non avía
fecho bien ninguno, e dixo: “Amigos aqueste día perdí” [...]
Otro día de mañana tornando, cada uno falló cruzes de sangre
en sus vestiduras puestas, segunt dize Mileto en una Corónica
(f. 97b)
Invención de la santa Cruz: mas ante se lo contradixe muchas devegadas. Ca él, porque
predicava contra los pecadores de los phariseos, fiziéronle
crucificar, e resucitó al tercero día, e viendo los sus discípulos,
subió a los cielos (f. 98c)
San Juan apóstol: e los senadores, lo que ellos non dexavan fazer a ninguno (f.
100b)
Las Ledanías: Ledanía quiere dezir humildat e rogamiento. La primera
Ledanía ha tres nonbres lo primero, es dicha Ledanía Mayor
(f. 100c)
Santa Marina: recibiéronlo en el monesterio, e diéronle los más viles paños e
más viles oficios que podieron aver de la casa (f. 122b) / E
queriendo levar el su cuerpo, e teniendo ordenado que le
enterrasen en lugar vil, parando mientes, vieron que era
muger. E todos espantados, e tremiendo, fuyeron, e dixieron
que pecaran malamente contra la sierva de Jhesu Christo. E
corrían todos a ver este miraglo (f. 122c)
Santiago el Mayor: vino a España, porque senbrase aí la palabra de Dios (f. 145c)
/ E luego que feuronsic degollados, de noche tomaron los sus
cuerpos por miedo de los judíos. Tomaron el cuerpo de
Santiago, e posiéronle en una nave, e acomendándose a Dios
[...] E sacando el cuerpo de la nave, pusiéronlo sobre una grant
piedra (f. 146c) / E estos cavalleros, pasando sobre una puente,
quebró con ellos, e todos murieron en el agua (f. 146d) / Un
omne que dizían Bernaldo, del obispado de Mondonendo,
estando preso e encadenado, e puesto en fondón de la cárcel,
llamando sienpre a Santiago, aparestiolesic, e díxole: “Ven, e
sígueme en Galizia” (f. 147a) / a Dios e a Santiago. E publicó
el fecho ante todos. Treinta omnes de tierra de Lonbardía, en
el año (f. 147b) / díxole el diablo: “Pues yo só el apóstol que tú
sueles visitar cada año” (f. 147d)
San Cristóbal Estando con un rey de Canaansic, vínole a coraçón que buscase
el mayor rey que fallase, e que se vernía morar con él (f. 149b)
/ mas, escapando mala bes e pasando el río, puso el niño en la
ribera, e díxole: “Niño, pasaste en grant peligro. E tanto
pesavas, commo si todo el mundo tuviera sobre mí” (150a) /
Díxole Christoval: “Ante que me bateasen, dixéronme

27
Robrebio, e agora Christoval” (f. 150c) /
San Nazario y san Celso: Oyéndolo Neró, mandole echar en la mar, ordenando que, si
por aventura escapase, que le siguirían las gentes (f. 151a)
Todos los santos: E luego los romanos enbiavan aprisa contra aquella provincia
muy grant hueste, e poníanla so su señorío (f. 238c)
San Leonardo: el rey fízole quedar con él mucho tienpo, fasta que oviese
tienpo convenible de le fazer obispo. E él non lo quiso, mas
deseando el yermo, dexó quantas cosas avía, e vino a Orles a
predicar con su hermano Lifardo (f. 246d) / pasava Leonardo
por el monte. E oyendo las bozes de los que lloravan [...] él
entró luego, e preguntole el rey que quién era. E dixo él que
fuera dicípulo de sant Remisio [...] fuera bien criado de buen
maestro, metiole a la reina; e él rogando que recibiese e oviese
el gozo doblado: del recobramiento de la muger, e de la
generación que naciera. (f. 247a) / E dende sant Leonardo,
conplido de muchas virtudes, salió desta vida e fuese para
paraíso (f. 247b) / entresí lo mejor que pudo, rogó a sant
Leonardo que le acorriese. E luego aparesciole en una
vestidura blanca, e díxole: “Non ayas miedo, que non morirás;
levántate e lieva esta cadena contigo a la iglesia (f. 247c) / Fue
otro Leonardo de grant perfeción e virtud, e yaze su cuerpo
enterrado en Corbiel. Éste fue muy santo (f. 248a)
San Bricio: Fue sant Briz diáchono de sant Martín. E algunt tienpo fue su
contrario e enbidioso contra él. E muchos enojos fazía a este
santo (f. 253) /
San Clemente: enbió su marido ante a Atenas mensajeros que le dixesen qué
fazían. Mas estos mensajeros nunca [...] Por ende, en este
comedio, viniendo sant Bernabé a predicar aí la fe de Jhesu
Christo (f. 264d) / mas, es sin razón fablarvos de las criaturas,
que non conoscedes su criador. E porque non le conocéis,
derecho es que erredes en las criaturas [...] E después
Clemente fuese a Judea, a sant Pedro, e demostrole la fe de
Jhesu Christo, e enseñole que las almas nunca muríansic. (f.
265a) / fue criado connusco, e conociendo sus engaños,
desanparámosnos dél del todo. E fizímosnos dicípulos de sant
Pedro, por Zacheo, que nos truxo a él (f. 265d) / non se lo
quiriendo consentir, tornó el amor de la su luxuria en el su
siervo. Enpero, non le pongo culpa, ca así avía de vevir, segunt
la su nascencia (f. 266b) / Entonce dixo sant Pedro a
Faustidiano: “Porque semejas a este Simón mago, vete a
Antiochía” (f. 266d) / E luego abriose la mar cerca de dos
leguas. Entrando todos por seco en ella, fallaron una casa que
fiziera Dios, en manera de tenplo de mármol. E fallaron en ella
el cuerpo de sant Clemente mártir (f. 268c)
Santa Catalina: Santa Catalina, fija del rey Gasto e de la reina, fue muy sabia
en todas las artes. E Macencio, el enperador, llamando a todos
los ricos e pobres a la cibdat de Alexandría [...] fuese para allá,
e vio aí muchos christianos aduzir a sacrificar por miedo de la
muerte (f. 269d) / la escritura dize que non se deve ninguno
alabar e no le culparán. E esto fazen los locos que quieren la
gloria deste mundo [...] Yo soy Catalina, fija del rey Casto.
Enpero que fui nascida, e criada, en púrpura (f. 270b) / que
todos los retóricos e gramáticos viniesen mucho aprisa a la
alcaldía de Alexandría, e que les daría muy grandes dones si
venciesen a esta virgen [...] Es aquí connusco una donzella
niña que no ay en el mundo quien la pueda conparar, en seso e
en sabiduría. Que vence todos los sabios (f. 270c) / E la virgen
conortándolos, fízolos muy fuertes e firmes (f. 270d) /
sacrifica, porque bivas sufre tormentos porque padescas! [...]
quatro ruedas de navajas de azero en derredor, e clavos en
derredor muy agudos, porque tajasen a la virgen con este
tormento [...] arrancando toda aquella algarada, que mato bien
quatro mill de aquellos gentiles (f. 271c) / degollar, e las tetas
ante arrincadassic. Levándola a martirizar, rogó a santa Catalina
que pidiese mercet a Dios por ella, respondió: “Non temas
reina amada de Dios, que oy ganas para ti, por el reino deste
mundo, el reino de paraíso perdurable [...] levando muchos
atormentar, mandando el enperador, levantose Porfirio en
medio dellos, e dixo: “Yo só el que enterré la vasalla de Jhesu
Christo e recebí la su fe”. Entonce el enperador enpeçó dar
bozes commo loco (f. 271d)
San Nicolás: que fueron ricos e santos. E a su padre dixeron Eufania, e a su
madre Johana. El qual engendraron en su mancebía (f. 283b) /
e demás, el miércoles e el viernes, non mamava más de una
vegada [...] en ascondido, tommó una masa de oro enbuelta en

28
un paño, e fue él mismo por sí, e echola en casa del omne por
una finiestra e fuyó [...] esto vio, loó mucho a Dios e començó
de velar en las noches porque supiese quién era aquel que le
así acorría en las sus menguas (f. 283c) / e mandó cortar aquel
árbol. El diablo por esto fue muy sañudo contra él, e fizo un
olio que llamavan mediato (f. 284a) / El respondiole, e díxole:
“Yo sant Nicolás, obispo de Mirea”. E espantó al que diera el
consejo. E díxole: “Tollido del seso” (f. 284d)

Además de las marcas a los segmentos referidos, a lo largo de toda la obra hay
una serie de subrayados. El responsable de los mismos quizá sea aquél que realizara
las citadas anteriormente, ya que la tinta sobre el papel parece muy similar, aunque
tampoco se descarta la posibilidad de que se debieran a otro lector. Estos subrayados
destacan de un modo aleatorio los títulos, los nombres propios, los números que
miden una distancia, aquéllos que refieren una fecha u ofrecen un dato en concreto;
así como sustantivos, verbos y adjetivos varios: “moros (f. 16a)”, “púrpura (f. 18c)”
“cogitaciones (f. 39b)”, “cuidando (f. 47b)”. También algunos errores, como palabras
sin espacio entre ellas: “calos (f. 26d)”, preposiciones mal colocadas “muchas de
razones (f. 48d)” o, simplemente, mal escritas: “diguo (f. 48d)”. Estas características
parecen mostrar que estos subrayados buscaron la revisión del texto, procurando el
sentido y el estilo en las narraciones.
Finalmente, he encontrado otras marcas que difieren de los tres tipos arriba
expuestos, ya sea porque no parece que sigan algún patrón sistemático y determinado,
o porque la huella que dejaron sobre el papel es muy diferente a las anteriores. A
continuación algunas de las más significativas: una raya en zigzag en la parte
izquierda y a lo largo de la primera columna del f. 62c;43 a la izquierda de la segunda
columna, en la parte inferior del folio 93d, se encuentra marcada (pareciera que con
lápiz) con un corchete la etimología del nombre de Santiago el Alfeo; una pequeña
cruz en la esquina superior izquierda del f. 99a;44 escrito a mano el título de la lectura
de santa Marina de la siguiente manera: “S. Marina monje S. Marino”; escrita las
palabras “o soldado” en la línea donde aparece la palabra “cavallero” (ésta
subrayada), a la derecha de la segunda columna del f. 122b; letra “R” entre las dos
columnas del f. 125a/b; letra “m” entre las dos columnas del f. 145a/b; escrito (quizá

43
Está en la vida de san Gregorio, si es que fue puesta ahí premeditadamente, destacaría el momento en
que el ángel da a escoger al santo entre ser atormentado dos días en el purgatorio o toda la vida
enfermo y con dolores. San Gregorio elige esta última y se describen sus padecimientos en vida.
44
Es en la fiesta de la Invención de la Cruz, esta señal, si es que fue puesta ahí premeditadamente,
destacaría las vicisitudes del judío Judas, quien descubre las tres cruces, y el milagro acontecido para
distinguir aquélla que fuera del Señor.

29
con lápiz) “ojo” a la derecha de la segunda columna del f. 148b;45 signo de
interrogación (quizá también lápiz) y línea que destaca “Pintágoras” en la parte
inferior derecha del f. 153b.
Cada una de estas huellas sobre el papel deben considerarse como parte de la
descripción física de este incunable, pues dicen mucho de la utilidad que se le dio a
esta obra en algún momento de su historia e incluso de los intereses de los lectores
que revisaron sus folios.46

45
Es en la lectura de Santiago el Mayor, y esta marca destaca la siguiente frase (ésta subrayada): “en
Francia, viniendo de Panplona”.
46
Sobre estos posibles lectores se comentará en el apartado IV de este estudio.

30
II. FILIACIÓN DEL INCUNABLE EN LA TRADICIÓN CASTELLANA DEL FLOS SANCTORUM

Una obra de gran difusión con un gran número de testimonios, como lo fue la
Legenda aurea,1 trae consigo una consecuencia evidente que se torna en problema al
momento de hallar filiaciones en la tradición castellana del Flos sanctorum: la
contaminación de copias. Ante este hecho, es ventajoso tener presente que, desde un
origen remoto, la Legenda aurea era ya un testimonio contaminado, pues, aun cuando
su autor no había realizado una revisión de su obra, distintos copistas pudieron tener
acceso a más de una copia de su trabajo.2 Al otorgar protagonismo al Flos sanctorum
con sus ethimologías entre los testimonios del género, es conveniente tener presente
esta idea de –nunca mejor dicho– una vorágine de textos contaminados unos con
otros. Tras esta advertencia y con base en el cotejo realizado entre los testimonios
reunidos para su filiación: la fuente latina, las copias manuscritas castellanas
pertenecientes a las dos tradiciones (la A y la B), el incunable impreso por Juan de
Burgos c. 1499 y la edición impresa por Jorge Cocci de 1516, adelanto aquí las
conclusiones a desarrollar y a ejemplificar en este capítulo, mismas que ya se han
venido perfilando desde el anterior:
1) No es posible rastrear huella alguna de los manuscritos integrantes de la
Compilación A o Gran Flos Sanctorum en el incunable de Washington. La tradición
de esta familia de santorales castellanos en nada influyó al santoral impreso. Las
coincidencias entre A y W son puntualmente eso, meras eventualidades.
Por otra parte, no hay huella de W en la moderna e innovadora impresión
zaragozana salida de las prensas de Jorge Cocci en 1516, representante de la tradición
impresa de A, llamada Flos Sanctorum Renacentista.3
2) W tiene una deuda con los integrantes de la familia de la Compilación B,
concretamente con la versión B1. Los manuscritos h-I-14, seguido de k-II-12, están en

1
Vid. Fernando Gómez Redondo (1999: II, 1916-1921).
2
Maggioni (1998: XIII) lo explica claramente: “Le difficoltà da superare non stavano solo nella
lunghezza del testo, che mediamente occupa più di 350 folia manoscritti, ma anche nelle anomalie di
una tradizione che si discostava dalla norma per lo sterminato numero di testimoni, molti dei quali
contemporanei all’autore, e, soprattuto per le modalità di composizione dell’opera: Iacopo da Varazze
infatti non ha composto e licenziato una volta per tutte il suo leggendario negli anni Sessanta del XIII
secolo, ma l’ha sottoposto a una revisione sostanziale nel decennio successivo, continuando poi a
lavorarci fino all’ultimo periodo della sua vita, negli anni Noventa a Genova, mentre il testo nella sua
redazione primigenia si diffondeva contemporaneamente a quello delle rielaborazioni posteriori”.
3
Misma que aludiré, en algunas ocasiones, como: FSR (1516).

31
un primer plano de acercamiento con el contenido del incunable; en un segundo, el
15001 y, en último término, en un grado más difícil de determinar, m-II-6. Dentro de
la vertiente B1 pudo encontrarse el testimonio (más próximo al h-I-14, pero también
contiguo al k-II-12, aunque en menor grado) que sirviera de fuente a lo que Aragüés
denomina como Proto-W. Este hipotético texto añadiría una relectura de la fuente
original latina. Ésta misma explicaría gran parte de las divergencias con cualquier
registro manuscrito. Quizá la difusión de Proto-W en varias copias manuscritas
propició el deterioro que finalmente muestra el Flos sanctorum con sus ethimologías.
Eso o el simple hecho de su composición en las prensas, la cual fue muy descuidada;
o quizá la suma de ambos procesos de deterioro.
3) El incunable que aquí se edita evidencia una vuelta a la fuente latina, con la
cual su buscaba corregir y ultimar detalles que ofrecerían el santoral de B más
completo de su momento. De ahí la gran cantidad de texto añadido basado en la
Legenda aurea que complementa algunas carencias y olvidos sistemáticos de la
tradición manuscrita de B. Y de ahí también el que cubra casi todo el año litúrgico y
supere al santoral más completo de entre los manuscritos castellanos: el h-I-14.
4) W no genera otra copia en las prensas del Cuatrocientos ni del Quinientos;
sin embargo, se evidencia en el otro incunable, el impreso por Juan de Burgos (c.
1499), una parte del contenido de W, pero cuidadosamente retocado a través de otra
vuelta a la Legenda aurea y a la consulta de otro material de B. Además, la Leyenda
de los santos de c. 1499 aumenta el número de lecturas “Extravagantes”, elimina las
etimologías, citas bíblicas y una gran cantidad de texto en lecturas de orden
fundamental (Natividad del Señor, san Gregorio, etc.), es decir, prescinde de los
rasgos característicos de W.

2. 1 PARA DESLINDAR LA TRADICIÓN A: LOS MANUSCRITOS

El incunable posee una coincidencia exclusiva con los manuscritos de A en 11 casos.4


De entre éstos, aquellos que refieren pasajes de la vida de Cristo quedan fuera del

4
Adviento del Señor (h-III-22 y h-II-18), san Hilario (12688, 12689, h-III-22 y h-II-18), san Pablo
ermitaño (12688 y h-III-22), san Macario (12688 y h-III-22), la Septuagésima (12688, h-III-22 y h-II-
18), la Sexagésima (12688, h-III-22 y h-II-18), la Quincuagésima (12688, h-III-22 y h-II-18), la
Cuaresma (12688, h-III-22 y h-II-18), el ayuno de las Temporas (12688, h-III-22 y h-II-18), la
Dedicación de la Iglesia (12689 y h-II-18) y el texto doctrinal sobre la Transfiguración del Señor. Éste
último, por sus características, queda fuera de este apartado. Sobre el mismo se hablará en detalle en el
punto III.

32
cotejo, ya que toman por fuente la Vita Christi –obra ajena al Flos sanctorum con sus
ethimologías, como ya se indicó en el capítulo anterior–. Este hecho no significa que
no haya cotejado los pasajes de orden cristológico presentes en A y en W. Todo lo
contrario, y, tras haber realizado esta labor, confirmo que no hay rasgo filial alguno,
pues se trata de dos tradiciones independientes del santoral en lengua castellana. Al
hacerse tan evidente esta divergencia, he resuelto descartar un análisis de variantes de
estos episodios.5 Otro caso similar es la vida de san Pablo ermitaño presente en los
manuscritos 12688 y h-III-22, pues se trata de una versión basada en la Vita Pauli, de
san Jerónimo.6 Así pues, con la categoría de indicios obtenida en el resto de los
manuscritos, a continuación se da cuenta de algunos interesantes errores e
innovaciones de A no presentes en W.
Errores por sustitución aparecen, respectivamente, en la vida de san Macario y
en la fiesta de la Dedicación de la Iglesia.7 El fallo en ambas lecturas quizá se deba a
la operación de la memorización por parte del compilador;8 es decir, en lugar de la
lección del modelo, ofreció otra que probablemente apareció con frecuencia en
5
A continuación presento algunos detalles que observé en la lectura de la Natividad del Señor: El texto
del manuscrito 780 procede en su totalidad de la Vita Christi; por su parte, el incunable de Washington
sigue exclusivamente a Vorágine. La versión del manuscrito 12688 inicia con una introducción de
veintiún líneas en una columna que no aparece en W. Además, el 12688 presenta una redacción muy
cuidada en comparación con W. Es posible leer en el manuscrito una más atendida y más libre
traducción de la fuente latina, ya que realizando una lectura a la par, el incunable deja ver una versión
más tosca y sintetizada. La versión de este manuscrito no concluye como la versión de la Legenda
aurea, sino que continúa la narración con el texto de Francesc Eiximenis. La versión del h-III-22 es un
texto que difiere en mucho de W pero no así del 12688, demostrando la estrecha relación presente entre
los manuscritos de una misma familia. El h-III-22 también registra la Vita Christi; se evidencia también
una redacción que se opone por mucho a W. Como ejemplos, baste comparar: Legenda aurea: “Nam,
ut dicit Augustinus, videns deus vitium contra naturam in humana natura fieri, fere desiit incarnari”; h-
III-22: “ca segunt dice sant Agustín, veyendo Dios en los onbres el pecado contra natura, poco menos
dexó de encarnar”; W: “ca segund dixo sant Agustín: ‘Dios, veyendo el pecado que se fazía en la
humanal natura contra la humanal razón avidossic, quiso prender carne humana”’. El h-II-18 inicia con
una introducción sobre las fiestas del Tiempo de la Reconciliación y el Tiempo de la Peregrinación que
no recoge W. Además, el manuscrito presenta un error notable que no reproduce W: en la cuarta razón
(sobre cómo el Nacimiento de nuestro Señor fue un hecho milagroso), se cita por fuente al papa
Inocencio tercero y la Construcción del Templo de Paz. Sin embargo, en la misma cuarta razón la
Legenda aurea y W citan por fuente la contemplación de Bartolomé, en el Libro de la Infancia del
Salvador.
6
Un texto extenso que repara en datos como un “estado de la cuestión” en torno a quién fue el primer
ermitaño para el cristianismo, la juventud de san Pablo y mucho detalles más. Es una versión extraña a
la Legenda aurea y al incunable.
7
En esta misma lectura, W presenta dos interpolaciones ajenas a la narración: una cita a san Bernardo
y una más sin fuente determinada (vid. ff. 257c-257d de la edición del texto) tras el segmento 167 de la
Legenda aurea. Dichas interpolaciones son ajenas a los manuscritos de A.
8
Considero compiladores a los responsables de los doce flores sanctorum a partir de las conclusiones
de Hernández (2008: 26): “[...] parece que hubo dos tradiciones distintas y quienes se encargaron de
sus copias fueron más compiladores que copistas, puesto que existen divergencias entre los
manuscritos y a veces en una misma narración. Esta intervención a lo largo de todo el proceso de copia
y transmisión de los textos se refleja en la distinción de ramas o de arquetipos distintos dentro del
conjunto de textos”.

33
contextos similares del texto copiado (Alberto Blecua, 1983: 26). En general, los
manuscritos muestran una traducción más libre al compararla con la fuente latina.
Asimismo, destaca la fidelidad de traducción de W. Las negritas marcan los
manuscritos con el error o innovación en común:
San Macario:
Legenda aurea 12688 h-III-22 W
Cui ille: Profundiores E respondiole, que los E respondiole, que los Ellos más baxos: los
omnibus sunt falsi malos chistianos malos christianos falsos christianos
christiani estavan deyuso estavan deyuso.

Dedicación de la Iglesia:
Legenda aurea 12689 h-II-18 W
Ier. VIII Jheremías a los doce Jeremías a los doce onde Jheremías a los
capítulos capítulos VIII capítulos

En la misma categoría de error, es más difícil determinar si se trata de un error


por sinonimia accidental o de un cambio voluntario en el siguiente caso de la lectura
de la Cuaresma:9

Legenda aurea 12688 H-III-22 W


Annus enim habet Ca en el año ha Ca en el año ha Ca en el año ay
CCCLXV dies, quorum trecientos e sesenta e trecientos e sesenta e trezientos e sesenta e
XXXVI sunt decima seis días e treinta e seis seis días e treinta e seis cinco días e destos son
días de ayuno son días de ayuno son diezmo treinta e seis
diezmo diezmo

Sin embargo, en el siguiente caso de la fiesta de la Dedicación de la Iglesia sí


es posible identificar un cambio voluntario por parte del compilador de las versiones
manuscritas:

Legenda aurea 12689 h-II-18 W


Chrysostomus de aquí es lo que dice de aquí es lo que dice Dize Grisóstomo
sant Juan Boca de sant Juan Boca de
Oro Oro

El siguiente error por adición pertenece a la lectura de san Macario, destaca el


segmento añadido por parte de los manuscritos, cuya lectura puede hacerse a la par:

9
En esta misma lectura destaca la ausencia de un pasaje de san Gregorio con tres razones sobre la
abstinencia, presente en la Legenda aurea (segmento 24-28) y en el incunable. La copia que obtuve del
manuscrito h-II-18 posee varios folios ilegibles en la lectura de la Cuaresma.

34
Legenda aurea 12688 h-III-22 W
Dum temptationes E commo una vez le E commo una vez le E costriñiéndole
ipsum nimium afincasen mucho las afincasen mucho las muchas tentaciones
molestarent, surgens et tenptaciones que fuese tenptaciones que fuese malas, levantose e
magnum saccum arene a Roma a sanar los a Roma a sanar los tomó un grand saco de
humeris suis imponens demoniados, levantose demoniados, levantose arena
e finchó un grand e finchió un gran costal
costal de arena de arena

Un claro error por omisión puede apreciarse en la lectura de la Septuagésima


del manuscrito h-III-22. Cabe destacar que W aporta la adición de “e andar sin
carrera”, fuera del modelo de la fuente latina:

Legenda aurea 12688 h-III-22 W


Septuagesima significat Ca la Setuagésima es Ca la Setuajésima es La Setuagésima
tempus deviationis, figura del tienpo del figura del tienpo del significa tienpo de
sexagesima tempus desviamiento e la desviamiento e de desviamiento, e andar
viudiationis Sesagésima es figura viudez sin carrera; la LX,
del tiempo de la biudez tienpo de
enbiudamiento

No hay errores de A que reproduzca W, este último bien pudo calcar los suyos
propios siguiendo un modelo de B, independiente a los manuscritos de A:
Dedicación de la Iglesia:10

Legenda aurea 12689 h-II-18 W


discipulis in habitu apareció en hábito de apareció en hábito de En ésta se mostró a los
peregrini se peregrino en el día de peregrino a los dos dicípulos en ábito
manifestavit et pro hiis su Resurreción a los discípulos que ivan al de pelegrino e por
in hac hora ecclesia discípulos que ivan al castillo de Hemaus aquestas da la Iglesia
Christo gratias agit castillo de Emaus gracias a Dios

La evidencia de dos tradiciones de difusión de la Legenda aurea en castellano


se hace notar en los distintos errores comunes por parte de los manuscritos. Dichos
errores remontan a un modelo en común en la tradición A en el cual se hallaría el
error, y este modelo de A es completamente independiente a aquél que diera origen al
nacimiento de W. Es evidente que los errores e innovaciones de este último no sirven
como criterio ecdótico; sin embargo, es pertinente en este punto mostrar las
divergencias de una y otra tradición. A continuación se ofrecen los siguientes
ejemplos:

10
En la versión del ms. 12689 se ofrece una sustitución fuera del modelo de la fuente latina tras el
segmento 137 y hasta el 140, misma que es ajena a W.

35
La Septuagésima:
Legenda aurea 12688 h-III-22 W
Quomodo cantabimus Cómmo cantarán el Commo cantarían el Como tañeremos el
canticum domini etc cántico del Señor en canto del Señor en cantar del señor en la
tierra ajena tierra ajena tierra agena

San Macario:
Legenda aurea 12688 h-III-22 W
Dum aliquando E commo una vez E commo una vez Algunas vezes, del
Macharius abbas a veniese este varón viniese este varón santo desierto a su
palude ad cellam suam santo de una laguna a de una laguna a su cella camarerilla
preteriret su cela

Dedicación de la Iglesia:
Leganda aurea 12689 h-II-18 W
Edificavit Noe altare Hedificó Noé altar al Hedificó Noé altar al Hedificavit Moyses
domino Señor Señor altare domino
Hec autem invocatio segunt dice el apóstol a Segund el apóstol dice Aqueste llamamiento
secundum apostolum I Thimoteo en el en el segundo capítulo segunt el Apocalipsi, II
ad Tim. II segundo capítulo de la de la primera epístola capítulo
primera epístola que escrivió a su
discípulo Thimoteo
Quarto consecratur ut Lo quarto es Lo quarto es Lo segundo Consagran
ibidem laudes deo consagrada la Iglesia consagrada la Iglesia la Iglesia porque en ella
solvantur porque sean ofrescidos porque ofrescemos al sean dadas alabanças a
loores al Señor Señor loores Dios

A continuación se destacan algunos errores e innovaciones que comparten los


manuscritos de B y W y no están en A. Tomo en cuenta las lecturas presentes en
mayor número dentro la Compilación A y, por supuesto, registradas en B y W.11 La
siguiente tabla pertenece a la Purificación de la Virgen;12 destaca la añadidura por
parte de la tradición B –salvo en m-II-6, donde no se da cuanta del segmento citado–
fuera del modelo de la fuente latina para justificar la ausencia de las tres razones
doctrinales, mismas que sí están presentes en la tradición de A:

11
En general, salvo la Natividad del Señor, Circuncisión y Epifanía del Señor (lecturas de orden
cristológico que dejo fuera por las razones arriba indicadas), san Hilario, san Vicente y san Mauricio
tienen presencia en cuatro manuscritos de A y en W. El promedio es de una a dos lecturas con registro
en A presentes en W. Los casos que están en tres manuscritos son: los Inocentes, la Purificación de la
Virgen, san Marcos, san Vidal, san Pedro mártir, los siete hermanos y san Agustín. Por su parte, en la
tradición de B, como era de esperarse, el promedio es más alto: de cuatro a cinco lecturas con registro
en B tienen presencia en W.
12
Dicha lectura también se halla en el ms. 780 de A, mas esta versión corresponde a la mencionada
Vita Christi, de Eiximenis, por ello ha quedado fuera de la tabla. Por su parte, la versión del ms. 12688
presenta la versión de la Legenda aurea, pero al final de la misma, prosigue su narración también con
la obra de Eiximenis.

36
Legenda Compilación A Compilación B W
aurea 12688 h-III-22 h-I-14 k-II-12 15001 m-II-6
Quare E puediesen E pueden ser E mandó E E mandó [...] E mandó
autem ser señaladas nuestro mandava nuestro nuestro
dominus señalados tres razones Señor nuestro Señor Señor en
precepit ut tres razones porque que en Señor que en fin de
XL die porque mandó el fin de los que fin de los los
puer in mandó el Señor que el quarenta acabo de XL días quarenta
templum señor que el fijo fuese días que los que días que
offerretur, fijo fuese ofrescido en ofreciese quarenta ofrescies ofreciese
triplex ofrescido en el tenplo a el infante días que sen el el
potest esse el tenplo a los quarenta en el ofrescies infante infante
ratio los quarenta días tenplo. E e el en el en el
días esto por infante al tenplo. E tenplo.
muchas tenplo. E esto por E esto
razones esto por muchas por
que non muchas razones muchas
quiero razones que non de
agora que non quiero razones
contar quiero agora que non
agora contar quiero
contar agora
contar

La tradición de B y W suelen omitir datos, mientras la tradición de A suele ser


más libre al dar cuenta de los mismos. Es evidente que las innovaciones comunes no
son significativas, puesto que pueden ser accidentales o puede haber habido
contaminaciones (Alberto Blecua: 1983, 50); pero con los siguientes ejemplos se
busca mostrar lo emparentada que se encuentra la redacción de W con la tradición de
B y que no sigue ni los errores, ni las invenciones de A:
Santa Teodora:13
Legenda Compilación Compilación B W
aurea A
780 h-I-14 k-II-12 15001 m-II-6
monasterium monesterio monesterio monesterio monesterio monesterio monesterio
monachorum de monjes de monges de monges de lexos de monges de monjes
quod per que estava a que era a que era que era e que era que era
XVIII ocho millias quatro baxo monges a alexos de alexos, a
miliaria leguas quatro quatro quatro quatro
distabat leguas leguas leguas leguas

13
Este ejemplo es una excepción a lo arriba indicado en torno a que tomaría en cuenta lecturas con
mayor presencia en A, pues me interesaba presentar un ejemplo del ms. 780.

37
San Marcos:14
Legenda Compilación A Compilación B W
aurea
h-III-22 h-I-14 k-II-12 15001 8 m-II-6
Marchus Marcos Marcos Marcos Marcos Marcos Marcos Marchos
evangelist evangelista fue evange- fue fue fue evange- evangelista
a leviticus judío e del lista fue sacerdo sacerdote sacerdo lista fue fue
genere et linaje de Levi sacerdote te te sacerdote sacerdote
sacerdos

El siguiente caso de la vida de san Agustín15 ilustra un diálogo entre


Simpliciano y san Agustín, donde el primero refiere una anécdota sobre Victorino.
Sólo la tradición A recoge la variante correcta al colocar a Victoriano –y no a Agustín
como ocurre en B y en W– como el que profiere la pregunta, la cual en la tradición de
A deja de serlo para trocarse por una afirmación:

Legnada Compilación A Compilación B W


aurea 12689 h-I-14 k-II-12 15001
Inter horum E fabla que ovo E fablando E fabalndo E fablando E fablando ellos
colloquia [...] con Sinpliciano así amos, ellos así, ellos así, [...] así, [...] dixo san
Ille iocando [...] E díxole [...] E dixo [...] díxol dice sant Agustín en juego:
dicebant: Victorino: Non en juego san Agostín: Agustín en ¿Las paredes
Nunquid facen christiano Agustín: ¿Las juego: ¿Las fazen al omne
parientes al omne las ¿Las paredes paredes paredes facen christiano?
faciunt paredes de la pueden al facen al a omne
hominem iglesia, mas la omne facer omne christiano?
christianum? fe verdadera christiano? christiano?

Volveremos a este mismo ejemplo más abajo; por ahora se hace evidente que,
a partir de los errores comunes e innovaciones ofrecidos, se distinguen claramente dos
modelos de transmisión de la Legenda aurea en castellano. W está emparentado sólo
con uno de éstos, el de la tradición B. No hay rasgos genéticos de la tradición A en el
Flos sanctorum con sus ethimologías, las coincidencias con esta tradición vienen
dadas por el hecho de que tanto B como A son derivaciones castellanas –con distintos
propósitos– de una misma obra, la Legenda aurea.

14
Los mss. 12689 y h-II-18 registran la vida de san Marcos papa y no el evangelista, por ello quedan
fuera de la tabla.
15
Los mss. 12688 y h-III-22 poseen otra versión ajena a la Legenda aurea, por ello, como el caso
anterior, quedan fuera de la tabla.

38
2.2 LA DEPENDENCIA DE LA TRADICIÓN B: LOS MANUSCRITOS DEL SUBGRUPO B1

Hasta ahora, como ya he tenido oportunidad de anotar en el apartado anterior de este


estudio, las conclusiones obtenidas de una de las investigaciones de mayor
envergadura en torno a las deudas, herencias y filiaciones entre la tradición B y Flos
sanctorum con sus ethimologías16 se han limitado a una sección de lecturas que van
desde la fiesta de la Invención de la santa Cruz hasta la fiesta de san Pablo apóstol; es
decir, de los meses de mayo a junio.17 Con estos antecedentes, es evidente que
consideraré aquí al resto de lecturas omitidas, sobre todo aquellas con mayor
presencia en los manuscritos de B.
Así pues, a continuación destaco algunos errores conjuntivos de los
manuscritos de B que comparte W, los cuales evidencian que la tradición B, incluso
en su primer testimonio impreso conservado, transmitió una serie de faltas e
innovaciones provenientes de un arquetipo en común:
María Egipciaca:
Legenda h-I-14 k-II-12 15001 8 m-II-6 W
aurea
XLVII quarenta e visco en el bivio en el visco en el bivió en el en el
annis in seis años en desierto desierto desierto desierto desierto
heremo el desierto vida asaz XLVI años vida muy vida muy vida muy
artissimam aspera e amarga amargosa estrecha
vitam duxit amarga XLVI años quarenta e XLVI años
XLVI años seis años

Decapitación de san Juan:


Legenda aurea h-I-14 k-II-12 15001 9 W
sicut Alexander Segunt Segunt que Segund que segunt que segunt que
tertius et Alexandre e Alixandre e Alexandre e Alexandre e Alexandre tercio
Innocentius Inocencio Inocencio Ignoscencio que Inocencio que e Inocencio
quartus rei que fueron que fueron fueron papas fueron papas quarto, que
veritae cognita papas dan papas dan dan testimonio dan testimonio fueron papas,
suis privilegiis testimonio testimonio de la verdat en de la verdat en dan testimonio
approbarunt, de verdat de verdat sus previllegios sus privilegios, de la verdat en
quod etiam que son en en sus son estos son estos sus previllegios:
multis miraculis Génova previllegios huessos en huesos en estos huesos
est ostensum que son en Génova Génova. son en Génova
Génova

16
Me refiero, por enésima vez, al estudio de Aragüés (2007: 197-215).
17
Efectivamente, es entre los meses de mayo (desde la fiesta de san Felipe apóstol), junio, julio, agosto
y el inicio de septiembre (hasta la fiesta de san Gil), donde, prácticamente, las lecturas del santoral
castellano desaparecen de la Compilación A –salvo del ms. 780– y sólo aparecen registradas en la
Compilación B y, por supuesto, en W. Es decir que se trata de más de cincuenta lecturas que,
mayoritariamente, están registradas sólo en una de las tres familias del Flos sanctorum castellano.
Hecho que no debió de pasar desapercibido para Aragüés, y de ahí la elección de su segmento narrativo
para establecer una posible filiación entre los santorales de B y W.

39
San Mauricio:
Legenda aurea h-I-14 15001 W
Mauritius in Mauris fue duque e Mauriz fue duc e adalit Sant Mauriz fue duque
sacratissima legione adalí e hueste de seis de seis mill e e adalid de una legión
que Thebea dicitur dux mill e seiscientos e seiscientos cavalleros de Tebas –e la legión
extitisse perhibetur setenta e seis que fueron dichos es seis mill e seis
cavalleros que fueron legión de Thebas. cientos e setenta e seis
dichos ligion de Tebas cavalleros–.

A partir de esta categoría de indicios obtenida, he observado que la propuesta


postulada por Aragüés (2007: 205) se confirma: se distinguen dos versiones dentro de
B, la primera (B1) la integran los mss. h-I-14, k-II-12 la sección final del 15001 y m-
II-6; la segunda (B2), que nace de una lectura y adaptación de los contenidos de la
primera (B1), está compuesta por la sección inicial del 15001 y los mss. 8 y 9. W es, a
ojos del autor, una prolongación de la versión B1. A continuación algunos ejemplos
que evidencian esta escisión:
San Sebastián:
Legenda aurea B1 B2 W
h-I-14 k-II-12 9 15001
quod quedam que una muger que era una que una muger que una muger que una muger
mulier in casada era en muger casada casadera en casada era en casada era en
Tuscia tierra de en Costana Toscana Toscana Costaña
Costana

Santiago apóstol
Legenda B1 B2 W
aurea h-I-14 k-II-12 m-II-6 8 15001
In anno En el año En el año en el año E a cabo de E a cabo de En el XIII
autem treceno de XIIIº de su treceno de treinta años XXXta año de su
episcopatus su obispado obispado su obispado de su años del su obispado
sui XXX obispado obispado

2.2.1 UN HIPOTÉTICO TEXTO PERDIDO CERCANO A H-I-14

Atrae mi atención que, dentro de B1, son los manuscritos h-I-14 y k-II-12 los más
cercanos a W; mientras que es más difícil establecer cuál el grado de relación con el
m-II-6:

40
San Felipe apóstol:

Legenda B1 B2 W
aurea h-I-14 k-II-12 m-II-6 8 15001
Philippus Sant Felipe Sant Felipe Sant Felipe Sant Sant Felipe Sant
apostolus el apóstol el apóstol apóstol Phelipe predicó XX Phelipe, el
cum XX predicando predicando predicando predicó XX años en apóstol,
annis per por Sicia en Sicia e por su años en tierra de predicando
Scythiam veinte años en toda esa ciencia en tierra de Francia veinte años
predicasset tierra XX avía e Francia en tierra de
predicó assí Sicia
veinte años

W parece asumir más faltas e innovaciones significativas de la pareja h-I-14 y


k-II-12 que de los otros testimonios manuscritos:
San Benito:18
Legenda B1 B2 W
aurea h-I-14 k-II-12 m-II-6 8 15001
Benedictus Benito Benito Benito Benito Benito Benito
ex Nursia nasció en la nasció en la nació en la nasció en la nasció en la nasció en la
provincia provincia provincia provincia provincia provincia provinacia
de Murcia de Mursia de Nursia de Nursia de Macia de Murcia

Exaltación de la Cruz:19
Legenda B1 B2 W
aurea
h-I-14 k-II-12 m-II-6 8 15001
filium vero e a su fijo e a su fijo […] […] Su fijo que E a su fijo,
suum X que era ya que era de fallava ende que era de
annorum de nueve IX años con él que IX años
años era de diez
años

La afinidad con h-I-14 y k-II-12 se aprecia también en variantes adiáforas, tal


y como se ilustra en la siguiente tabla:
Exaltación de la Cruz:
Legenda B1 B2 W
aurea h-I-14 k-II-12 m-II-6 8 15001
moxque E luego la E la dureça […] la puerta E luego la E luego la
duritia dureça de la de la puerta conosció el puerta dureça de la
lapidum piedra sintió luego señorío del cognosció piedra
celeste sintió el el señorío cielo, e el señorío sentió el

18
La versión del ms. m-II-6 escribe: “San Benito nació en la provincia de Murcia”; no obstante,
inmediatamente arriba de esta última palabra aparece la corrección en letra similar al resto del códice:
“Nursia de […]”. Al presentarse el fallo y la rectificación en el mismo manuscrito, opto por ésta última,
pues ambas parecen escritas por la misma mano.
19
En la versión del 8 falta el inicio. Baños y Uría (2000: 281) comentan sobre esta última lectura del
manuscrito: “A partir de aquí la escritura del ms. 8 es de distinta mano, y quizá algo más antigua, lo
que parece indicar que los últimos tres folios son un fragmento de otro manuscrito”.

41
persensit señorio del […] las abrióse en de cielo e señorío del
imperium cielo, e puertas que su cabo; abriósse en cielo, e en
statimque luego se luego se entraron su cabo e punto se
porta se levantó la abrieron e todos en la entraron levantó la
subrigens piedra e entraron villa de todos en la puerta suso,
liberum abriéronse todos Jherusalem villa con e abriose e
intrantibus las puertas e libremente con grande grand entraron
patefecit entraron alegría alegría todos
ingressum todos con libremente
muy grant
onrra e
humildat
libremente

No obstante, entre h-I-14 y k-II-12, parece que la afinidad es mayor con el ms.
h-I-14.20 Así lo sugieren algunas coincidencias exclusivas y muy estrechas en la
traducción; pero esa aproximación entre W y h-I-14 se evidencia sobre todo en los
errores conjuntivos, aunque no he detectado ninguno que al mismo tiempo sea
separativo de k-II-12:
San Martín:
Legenda aurea B1 B2 W
h-I-14 15001
manus ad deum, ut e alçando el cuerpo de e alçando el cuerpo de e alçando el cuerpo de
moris est, levaret, Dios, aparecieron los Dios aparecieron los Dios, parescieron los
manicis lineis retro braços desnudos que braços desnudos. E braços desnudos que
labentibus cum nec non eran muy grandes esto viéronlo muchos non eran muy gruesos
brachia eius essent nin muy carnosos, por ni muy carnosos, por
grossa nec multum raçón de la saya que razón de la saya que
carnosa nec prefata era muy corta. E los era muy corta. E los
tenica protenderetur ángeles traxieron ángeles truxeron
nisi usque ad cubitum, armellas de oro con armellas de oro con
remanserunt eadem piedras preciosas e piedras preciosas, e
brachia nuda. Tunc cubriéronle los braços. cubriéronle los braços.
miraculose torques E esto vieron muy E esto viéronlo muchos
aurei et grammati muchos
deferuntur ab angelis et
brachia decenter
operiunt

20
No hay que olvidar que este es el testimonio más completo de B –e incluso de A– con el mayor
número de lecturas. E incluso comparte con W el registro de una lectura ajena a Vorágine, tal y como
se verá en el siguiente apartado.

42
Natividad del Señor:21
Legenda aurea B1 W
h-I-14
hoc esse misterium quod a la qual imagen avían los la qual imagen los mayores
sancto proheta eorum maiores mayores rescibida del sancto abran recebido del santo
acceperant et sic in rebus propheta Isaías, e así creyeron propheta Isaías, e así cayeron
venturum credebant en las cosas de los viejos en las cosas de los viejos

Sin embargo, también se puede ver en los ejemplos anteriores que W no sigue
directamente o no con fidelidad total a h-I-14, pues el incunable presenta variantes:
“gruesos”, en el primer caso, es una palabra que es más fiel a la fuente latina; y
“cayeron” es un fallo que puede ser propio o leído de algún otro testimonio
manuscrito hoy perdido. En definitiva, h-I-14 no parece la fuente directa para el
incunable W. Con los siguientes ejemplos se intenta ilustrar este hecho. En la primer
tabla h-I-14 presenta una adición (“amos”), sin repercusión en W, el cual coincide con
k-II-12 que da la lectura correcta. Asimismo, W presenta un fallo (“bituperio”),
ausente en las versiones manuscritas. Es probable que W siguiera un manuscrito hoy
perdido, que pertenecería a la rama B1 y sería cercano a k-II-12 y sobre todo a h-I-14.
En este hipotético manuscrito quizá ya estaría registrada la fallida consigna del
nombre de “Victoriano” y la variante “encoxada”22 que se muestra en la segunda
tabla.
San Agustín:23
Legenda aurea B1 W
h-I-14 k-II-12 15001
Inter horum E fablando así E fablando ellos E fablando ellos E fablando ellos
colloquia amos, así acordáronse de así acordáronse de así, acordáronse
memoria Victorini acordáronse de Vetorino Vitoriano del bituperio
venit inmedium Victorino

21
Curioso es que hasta ahora –que yo sepa– nadie haya reparado en el hecho que la fiesta de la
Natividad del Señor presente en la Legenda aurea yace conservada –y quizá fue difundida– solo en uno
de los manuscritos de B, el h-I-14. Los otros que registran esta fiesta, es decir, los mss. k-II-12, 15001
y 9 presentan otra versión ajena a Vorágine, la cual refiere por fuente a los evangelios “Pastores
loquebantur” y el de san Mateo. Cierto es que una filiación no puede construirse sobre lecturas
comunes; pero los errores en lecturas coincidentes como ésta estrechan la relación entre h-I-14 y W.
22
En el portal web CORDE de la RAE sólo se registra la palabra “encoxada” en un texto lírico,
Manujuelo de romances, del s. XVII. Sin embargo, “enerbolada” aparece en 16 ejemplos, todos de
finales del siglo XV y del XVI. En todos éstos dicha palabra se emplea para referir una saeta o flecha
envenenada que causa gran daño.
23
Esta es la continuación del ejemplo que presenté en la familia de A.

43
San Miguel arcángel:

Legenda aurea B1 B2 W
h-I-14 15001 9
sigittam saeta enerbolada saeta saeta saeta encoxada
toxicatam

2.2.2 UNA RELECTURA DE LA FUENTE LATINA

No obstante, la cantidad de errores e innovaciones presentes en los manuscritos de B,


y ausentes en W, es abrumadora. Mismos que confirman que W no se limita a seguir
exclusivamente a la tradición manuscrita de la vertiente B1.
San Pedro mártir:24
Legenda aurea B1 W
h-I-14 k-II-12 m-II-6 15001
Anno domini En el año de En el año de la En el año de En el año de En el año de la
MCCLIX in Jhesu Christo encarnación Jhesu Christo Jhesu Christo encarnación
civitate de mill e de Jhesu de mill e de mill de mil e CC e
Compostella docientos e Christo de mill docientos e CCLIX años LIX años, en
cinquenta e e docientos e cinquenta e en Santiago la cibdat de
nueve años fue LIX años en nueve años en Postela
en Santiago Santiago Santiago
Vocor Dixo: Díxol: Respondió: Dixo: A mí me
Balzefas Bercebu Belcebut Belcebud Belcebuth llaman
Balcefax

Decapitación de san Juan:


Legenda aurea B1 B2 W
h-I-14 k-II-12 15001 9
De cuius E de la pena E de la E de la pena E la [...] E de la pena deste
percussione deste Julliano pena deste que ovo este deste Juliano ya dicho
habetur in es ya dicho de Juliano ya Julián no ya es Juliano en es suso, en la
hystoria sancti suso en la se ha dicho dicho en la ya dicha estoria de sant
Iuliani que est lienda de de suso en vida de sant sus[o] en la Julián, que cay
post Santiago la leyenda Julián leyenda de después de la
conversionem de sant sant Julián converción de
sancti Pauli Julián sant Pablo

W es ajeno a los errores e innovaciones de la vertiente B1 y sobresale más aún


que sea ajeno a la pareja h-I-14 y k-II-12, que eran los más afines. Y esta diferencia
de W con respecto a los manuscritos se debe a la mencionada relectura que el

24
La versión del ms. 15001 escribe: “esãguesic”, abreiatura que transcribo como “Santiago”.

44
incunable hace de la fuente latina,25 misma que explicaría las correcciones de una
serie de fallos y olvidos presentes casi de forma sistemática en la familia manuscrita
de B:
Natividad del Señor:
Legenda aurea B1 W
h-I-14
at filius dei, secundum Mas el Fijo de Dios, segunt que Mas el Fijo de Dios, segund que
Iohannem Damascenum dixo sant Iohan dixo Johan Damaceno

Prima valde mirabilis quia La primera fue fecha La primera obra fue mucho
coniuncta sunt limus et deus maravillosamente, ca ayuntados maravillosa, ca ayuntados son
son vivo e tierra limo de tierra

Santa Anastasia:26
Legenda aurea B1 W
k-II-12
Anastasia dicitur ab ana quod Anastasia es dicha abeja que Anastasia ab ana, que quiere
est sursum et stasis quiere tanto decir commo sucio dezir estanteo estat
estante

2.2.3 UN HIPOTÉTICO “PROTO-W”

Y sin embargo, pese a esta relectura de la Legenda aurea que mejora el texto
proveniente del manuscrito (próximo a h-I-14 y k-II-12), sorprende la cantidad de
errores que muestra el texto del Flos sanctorum con sus ethimologías:
Natividad del Señor:
Legenda aurea B1 W
h-I-14
Unde legitur quod sanctus Hugo Onde es leído de Santiago Onde es leído que sant Hugo,
abbas Cluniacensis in vigilia abbat que en la gloria del abad de Mias lee, en la iglesia
nativitatis domini vidit beatam nacimiento de Jhesu Christo, del nascimiento de nuestro
virginem in ulnis tenentem que tenía en su braço la Virgen Salvador Jhesu Christo, la bien
filium el su fijo aventurada Virgen que tenía en
su braço el su fijo

25
Sobre la dependencia que W tiene de la Legenda aurea evidenciada por la gran cantidad de texto
añadido, de traducciones propias y frases en latín sin traducción se comentará en el siguiente apartado.
26
Esta lectura no aparece registrada en ninguno otro testimonio de B, salvo en el ms. k-II-12 y en W.
Es, además, una excepción dentro de las versiones manuscritas de B, pues presenta la etimología que
antecede a la vida del santo en cuestión.

45
Santa Anastasia:
Legenda aurea B1 W
k-II-12
Audiens vero quod infinitas E él quando oyó decir que ella E quando oyó dezir que tenía
possessiones haberet que avía muchas posesiones muchas personas
sancta Theodote sant Theodosio santa Ana de Odosia

Santa Inés:
Legenda aurea B1 B2 W
h-I-14 k-II-12 9 15001
tertio decimo aviendo trece aviendo trece aviendo trece aviendo trece diez e seis
anno etatis sue años perdió la años perdió la años perdió la años perdió la años predicó
mortem muerte e falló muerte e falló muerte e falló muerte e falló la muerte e
perdidit et la vida la vida la vida la vida falló la vida
viram invenit

Santa Águeda:
Legenda B1 B2 W
aurea h-I-14 k-II-12 m-II-6 9 15001
In omni con toda su con toda en toda su con toda con toda su en toda
sanctitate santidat sanctidat santidad sanctidat santidat sanidad

Esta enorme cantidad de errores, aquí brevemente ejemplificada por razones


obvias, ratifica la idea de Aragüés en torno a un posible Proto-W (hoy perdido): un
texto derivado de B1 (próximo a h-I-14 seguido de k-II-12) y que consultara la misma
fuente latina. Este texto se plagaría de errores o bien por la torpeza del cajista de la
imprenta, quien estropearía el original manuscrito; o bien por culpa de una difusión en
numerosas copias manuscritas antes de su traslado a las prensas; o bien por ambos
procesos (Aragüés, 2007: 207). El resultado, lleno de fallos y desviaciones, es el que
finalmente se lee en este primer santoral impreso de la familia de B.

46
2.3 EL STEMMA CODICUM

Tras el examen de las variantes arriba expuestas, es posible elaborar el siguiente


stemma, el mismo puede ser complementado con los esquemas que Aragüés (2007:
212-215) ofrece en su estudio:

O Legenda aurea

X (versión B1)

α β (versión B2)

h-I-14 8
k-II-12 15001 (Parte inicial)

Texto perdido
próximo a h-I-14 y k-II-12

Proto W

W
(Flos sanctorum con sus ethimologías)

47
Como puede apreciarse, en las ramas altas se repite el esquema ofrecido en el
punto 1.2 de este estudio. Remito a las observaciones de Baños (2009: 168) y a las
notas de Aragüés (2007: 204) para establecer lo mucho que aún queda por precisar y
saber cuál es el grado de filiación de m-II-6 y la sección final de 15001 con B1 y cuál
es su nivel de oposición con la versión B2. Por ahora, y a la espera de futuras
investigaciones sobre la filiación entre los testimonios manuscritos castellanos, yo los
considero como los testimonios de B1 más alejados de W, mientras que h-I-14,
seguido de k-II-12, son los más próximos.

2.4 LAS IMPRESIONES DEL CUATROCIENTOS Y DEL QUINIENTOS

Tras haber realizado el cotejo y filiación de ambas tradiciones manuscritas, parece


claro que W no se basa en ninguno de los testimonios manuscritos conservados, ni
siquiera en los de su misma familia; que se evidencia una relectura de la fuente latina
que buscaba corregir y completar datos hasta entonces dejados de lado por las
precedentes traducciones castellanas de B; y, paradójicamente a esa relectura, una
enorme cantidad de errores sin precedente alguno. Toca precisar hasta qué nivel el
Flos sanctorum con sus ethimologías transmite estas características a dos impresos
más próximos.
Después de haber estudiado a los parientes manuscritos de A, sabemos ya que
esta tradición se aleja mucho de la obra que aquí se edita. Por ello mismo no vale la
pena profundizar en el Flos Sanctorum Renacentista de 1516, el cual fuera concebido
siguiendo los lineamientos que se buscaron desde un siglo atrás con las versiones
manuscritas de A; es decir, persiguiendo una constante innovación del santoral
cristiano. Esto se demuestra con la adición de una moderna Vita Christi, la de Ludolfo
de Sajonia –tal y como ya tuve la oportunidad de señalar en el primer apartado de este
estudio–.27 Evidentemente, lo más destacable en este punto consiste en mostrar hasta

27
Sin embargo, atraía mi curiosidad cómo es que resolvería esta impresión de 1516 algunas de las
innovaciones arriba expuestas, las que presentaba W con respecto a una serie de lecturas exclusivas que
comparte con los manuscritos de A. El resultado es evidente, el Flos Sactorum Renacentista puede ser
leído a la par con los manuscritos de A, tal y como se evidencia en este ejemplo de la Septuagésima:
Legenda aurea: Quomodo cantabimus canticum domini etc / W: Cómo tañeremos el cantar del señor
en la tierra agena / FSR 1516: Cómo cantarían el canto del Señor en tierra agena. Asimismo, me
interesaban algunas de las sentencias latinas presentes en W, uno más de sus varios rasgos de
singularidad que evidencian su dependencia con la Legenda aurea, pues éstas, o no se registran, o
aparecen traducidas al castellano en las versiones manuscritas, tanto de A como de B. A continuación
este ejemplo de la vida de san Gregorio: Legenda aurea: Corpus domini nostri Ihesu Christi custodiat

48
qué grado existe una relación con el otro incunable miembro de su misma familia, la
Leyenda de los santos (c. 1499).28
Vale la pena recordar aquí las declaraciones de Aragüés (2009: 86-87) sobre
las fuentes de la “Sección Principal” de la Leyenda de los santos. Éstas son cuatro: la
versión B1, donde se encontraría el hipotético testimonio próximo a h-I-14 y k-II-12
que he destacado en los subapartados anteriores; la lectura complementaria de B2; la
consulta de W o Proto-W; y, finalmente, la Legenda aurea. Aquí me limitaré a
estudiar exclusivamente la relación entre W o Proto-W y el primer testimonio
conservado de una serie de ediciones que llegan hasta 1579.
Así pues, a grandes rasgos, gran parte del contenido de W puede ser leído por
los folios de LS 1499, pues comparten errores comunes e innovaciones, algunos de
ellos presentes desde los manuscritos, los cuales evidencian los rasgos familiares de
B.29 Aragüés (2007: 205-211) refleja que hay que postular la existencia de Proto-W
como una opción para defender la existencia de un texto sin tantos errores previo al
Flos sanctorun con sus ethimologías. Asimismo, también propone que puede
especularse que los errores de W son fruto de la impresión (responsabilizando así al
cajista) o fruto de una transmisión más compleja de Proto-W hasta llegar al texto
impreso que aquí edito. Siguiendo la coherencia de estas propuestas, LS 1499 tuvo
acceso a Proto-W, es decir, a una versión “limpia” de W, ya que no es verosímil que
corrigiera todos los errores de W. Sin embargo, puestos a especular, también puede
considerarse como un hecho muy factible que LS 1499 tuvo frente a sí varios
testimonios, incluido el fallido W e incluso otras fuentes en latín ajenas a Vorágine,30

te in uitam eternam / W: Corpus domini nostri Jhesu Chrispi custudid te in vitam eternam / FSR 1516:
el cuerpo de nuestro Señor Jesu Christo te guarde para la vida perdurable.
28
En algunos casos lo aludiré como LS 1499.
29
Considero varios de los ejemplos arriba expuestos en el cotejo que he realizado entre ambos
incunables: Santa María Egipciaca: Legenda aurea: XLVII annis in heremo artissimam vitam duxit /
W: en el desierto vida muy estrecha XLVI años / LS 1499: vivió en el desierto vida muy amarga
quarenta y seis años. Santa Teodora: Legenda aurea: monasterium monachorum quod per XVIII
miliaria distabat / W: monesterio de monjes que era alexos, a quatro leguas / LS 1499: monesterio de
monjes que era a quatro leguas. Decapitación de san Juan: Legenda aurea: sicut Alexander tertius et
Innocentius quartus rei veritae cognita suis privilegiis approbarunt, quod etiam multis miraculis est
ostensum / W: segunt que Alexandre tercio e Ynocencio quarto, que fueron papas, dan testimonio de la
verdat en sus previllegios: estos huesos son en Genova / LS 1499: según que Alexandre e Innocencio
que fueron papas dan testimonio de la verdad de sus previlegios, son estos huesos en Génova. San
Mauricio: Legenda aurea: Mauritius in sacratissima legione que Thebea dicitur dux extitisse perhibetur
/ W: Sant Mauriz fue duque e adalid de una legión de Tebas –e la legión es seis mill e seis cientos e
setenta e seis cavalleros– / LS 1499: De la ciudad e región de Thebea fue sant Mauricio e capitán de
seis mill e seis cientos LXVI cavalleros.
30
Tal y como ocurre en la vida de santo Toribio, de la que se comentará en detalle en el subapartado
3.2.2.

49
de los que sacó provecho para ofrecer un santoral realmente acabado y no tan fallido
como su pariente W.
San Agustín:
Legenda aurea B1 W LS 1499
h-I-14 k-II-12 15001
Inter horum E fablando así E fablando E fablando E fablando E fablando
colloquia amos, ellos así ellos así ellos así, ellos así
memoria acordáronse acordáronse de acordáronse acordáronse hacordáronse
Victorini venit de Victorino Vetorino de Vitoriano del bituperio del baptismo
inmedium

Ambos incunables se desvían del modelo original, el fallo producido en LS


1499 es más plausible que se debiera a la lectio facilior hecha en W y no en uno de
los testimonios de B1. La consulta que LS 1499 hiciera de W –o quizá de ese tan
mentado Proto-W– se sigue apreciando en aquellos errores comunes que se
encuentran registrados en lecturas exclusivas entre W y LS 1499; es decir, las que
destacaba arriba que no poseen antecedente manuscrito en B y que sólo se hallaban en
los códices de A y W:31
Dedicación de la Iglesia:
Legenda aurea W LS 1499
Edificavit Noe altare domino Hedificavit Moyses altare Edificavit Moyses altare
domino domino
Hec autem invocatio secundum Aqueste llamamiento segunt el Aqueste llamamiento según el
apostolum I ad Tim. II Apocalipsi, II capítulo Apocalipsi II capítulo

Sin embargo, pareciese que la Leyenda de los santos realiza una nueva
relectura de la Legenda aurea para corregir los fallos de W:
Septuagésima:
Legenda aurea W LS 1499
Quomodo cantabimus canticum Cómo tañeremos el cantar del Cómo cantaremos el cantar del
domini etc señor en la tierra agena Señor en tierra ajena

Dedicación de la Iglesia:
Legenda aurea W LS 1499
Quarto consecratur ut ibidem Lo segundo Consagran la La quarta razón porque se
laudes deo solvantur Iglesia porque en ella sean consagra la Iglesia es porque en
dadas alabanças a Dios ella sean dadas alabanças a Dios

31
Esta consulta que LS 1499 hace de W también se evidencia en las vidas de san Hilario, san
Gordiano, san Bernabé, san Clemente y, principalmente, la Invención de la Cruz.

50
Y esta situación se repite no sólo en las lecturas exclusivas entre ambos
incunables, sino en todas aquellas que presentan antecedente manuscrito.32 Sin
embargo, es de destacar que la Leyenda de los santos omite gran parte de las
aportaciones de W. Las etimologías es uno de los rasgos más evidentes de este hecho;
pero también destacan lecturas como la fiesta de la Natividad del Señor o san
Gregorio, cuyas versiones parecen muy resumidas en comparación a las halladas en
W. Asimismo, varias de las lecturas dudosas o fallidas en esta última obra, son
omitidas en las versiones del incunable de c. 1499;33 es como si esta obra buscase sólo
registrar lo mejor de W y pasar de sus fallos y de su intolerable carga textual
procedente de Vorágine: de ahí la omisión de las etimologías y del abundante texto
añadido en W en aquellas lecturas de orden fundamental para el credo cristiano. En
definitiva, la Leyenda de los santos ameniza gran parte del contenido textual que
hallamos en W y lo presenta en una versión depurada en todos sus detalles y hasta lo
ilustra con bellos grabados.
Sea como fuera, lo que queda claro es que el moderno invento de la imprenta
facilitaba el trabajo y estimulaba la creación de santorales cada vez más acabados y
completos. Los santorales impresos de la tradición B optaron por ser, a grandes
rasgos, más fieles con el trabajo de Jacobo de Vorágine; mientras que los de A
buscaron alejarse del mismo. Y ya sea B o A, o mejor dicho, una u otra manera de
concebir una traducción castellana del legado de este dominico del siglo XIII, lo cierto
es que en poco entusiasmaría tener por antecedente directo una versión impresa con
deturpaciones, llena de errores y, en general, tosca y bruta; en otras palabras, fallida
en muchos sentidos. De ahí que el Flos sanctorum con sus ethimologías no generase

32
Para ilustrar esta situación ofrezco algunos ejemplos arriba expuestos en la Compilación B que se
complementan aquí con la lectura de la Leyenda de los santos: Santa Inés: Legenda aurea: tertio
decimo anno etatis sue mortem perdidit et viram invenit / W: diez e seis años predicó la muerte e falló
la vida / LS 1499: aviendo treze años perdió la muerte e falló la vida. Santa Águeda: Legenda aurea:
in omni sanctitate / W: en toda sanidad / LS 1499: en toda santidad. Santiago apóstol: Legenda
aurea: In anno autem episcopatus sui XXX / W: En el XIII año de su obispado / LS 1499: e a cabo de
los treinta años de su obispado. Exaltación de la Cruz: Legenda aurea: filium vero suum X annorum /
W: E a su fijo, que era de IX años / LS 1499: otro su fijo que falló ay con él porque era de diez años.
33
Llaman mi atención casos como las breves lecturas de san Longinos y san Patricio, donde pareciera
que, ante la duda de cuál testimonio poseyera la lectura correcta, el compilador de la Leyenda de los
santos optó por la omisión del pasaje, pese a que pudo haberla corregido con la relectura que hiciera de
la Legenda aurea. Así pues, en la lectura de san Longinos se lee en la fuente latina: “Cur habitatis in
ydolis?”, todos los testimonios manuscritos de B (h-I-14, k-II-12, m-II-6, 8, 9 y 15001) registran la
traducción: “¿Por qué morades en los ídolos?”; W registra la fallida variante de: “¿Por qué me orades
en los ídolos?”; por su parte, LS 1499 no presenta este segmento. Lo mismo en la vida de san Patricio,
en la fuente latina se lee: “ligna et coria”, en las versiones manuscritas (h-I-14 y 8): “maderos e los
cuervos”, en W: “maderos e los cuerpos” y, finalmente, la versión de LS 1499 no registra este
segmento.

51
ninguna otra copia, ni en las prensas del Cuatrocientos ni del Quinientos. Sin
embargo, parte de su legado no fue ignorado del todo y puede leerse en la bien
acabada impresión del incunable custodiado en Londres. Habría que recordar, no
obstante, que LS 1499 es el primer testimonio conservado de una obra ya impresa
desde 1490 (Aragüés, 2009: 85-86). Ésta, al reunir varios materiales de B –incluido
W– logró ofrecer el santoral más completo de la familia de B en la víspera del siglo
XVI; gracias a la cual quedarán olvidados los legendarios pioneros y fallidos de los
primeros años de la imprenta en el territorio español, como lo fue W.

52
III. LA REDACCIÓN DEL TEXTO: DEPENDENCIA DE LA LEGENDA AUREA Y EXCEPCIONES

En el capítulo anterior se ha destacado que en la concepción del Flos sanctorum con


sus ethimologías estuvo presente –por lo menos– una copia de la fuente original
latina, así como un material castellano que estaría más próximo al códice h-I-14 que
al resto de los testimonios de B1. Con la consulta de la primera se buscaría corregir,
aumentar y ultimar todo un repertorio de lecturas de orden fundamental; la fuente
castellana, además de ser guía de traducción en las lecturas procedentes de Vorágine,
serviría para integrar más lecturas, éstas ajenas a la Legenda aurea. Toda esta labor –
de consulta en un testimonio de B1 hoy perdido, y de relectura en una copia de la
fuente primigenia latina– persiguió el fin de ofrecer al taller de imprenta un santoral
que cubriera todo el ciclo litúrgico de un modo mucho más completo del que
ofrecieran los manuscritos precedentes de la Compilación B. A continuación destaco
las características de esta bifurcación de materiales textuales que convergen en W.

3.1 EVIDENCIAS DE UNA RELECTURA: DE UNA COPIA DE LA LEGENDA AUREA AL


INCUNABLE

Sin lugar a dudas, la muestra más evidente de esta vuelta a la Legenda aurea es la
adición de las etimologías que anteceden la vida del santo o santa en cuestión. No
obstante, es curioso que este santoral haya sido nombrado como Flos sanctorum con
sus ethimologías cuando de sus 146 lecturas sólo 37 las registran,1 frente a 43 que
carecen de ellas,2 a otras 61 que no tienen referente etimológico en el trabajo de
Jacobo de Vorágine (y por lo tanto, tampoco en W), y a las 5 restantes sin etimología

1
Dichas lecturas son las siguientes según el orden en el que se presentan en W: santa Anastasia, san
Esteban, san Juan Evangelista, los santos Inocentes, san Silvestre, san Hilario, san Macario, santo
Matías, san Gregorio, san Benito, san Segundo, san Ambrosio, san Jorge, san Marcos, san Vidal, san
Felipe, Santiago apóstol el Menor, Invención de la santa Cruz, san Pedro mártir, san Gordiano y san
Epímaco, san Urbano, san Bernabé apóstol, san Gervasio y san Protasio, san Agustín, san Mateo, san
Jerónimo, san Francisco, san Dionisio, san Lucas, san Simón y san Judas apóstoles, san Martín, santa
Cecilia, san Clemente, san Andrés, san Nicolás, san Cosme y san Damián y san Miguel arcángel.
2
Las lecturas de W sin la etimología presente en la Legenda aurea son las siguientes: san Antonio, san
Sebastián, santa Inés, san Vicente, san Julián, san Ignacio, san Blas, santa Águeda, san Valentín,
cátedra de san Pedro, san Nereo y san Aquileo, san Primo y san Feliciano, san Vito y san Modesto,
Natividad de san Juan Bautista, san Pedro apóstol, san Pablo apóstol, Exaltación de la Cruz, santa
Margarita de Antioquía, santa María Magdalena, san Apolinar, santa Cristina, Santiago apóstol el
Mayor, san Cristóbal, san Nazario y san Celso, san Félix papa, san Simplicio, san Faustino y Beatriz,
san Germán, santo Domingo, san Sixto, san Donato, san Lorenzo, san Hipólito, san Bernardo, san
Timoteo, san Sinforiano, san Bartolomé, san Egidio, san Cornelio y san Cipriano, santa Eufemia, san
Mauricio, santa Justina, san Leonardo y santa Catalina.

53
y que provienen de otras fuentes. Se infiere, pues, que el título que se lee al inicio de
este santoral: “A honor e alabança de nuestro Señor Jhesu Christo aquí comiença el
Flos santorun con sus ethimologías” fue concedido no tanto por el contenido del
santoral, sino por lo que oponía como diferente a sus antecedentes manuscritos de B.
Asimismo, no deja de llamar la atención que, como otras de las características de este
incunable, el agregado etimológico no evidencia un resultado feliz y homogéneo:
coexisten etimologías en mayor o en menor medida propiamente traducidas, con otras
no tan logradas. Destaco dos casos, en el primero de éstos no se puede hablar de una
plena traducción al castellano.
San Jerónimo:

Legenda aurea W
Ieronimus dicitur a ierar, quod est sanctum, et Dicitur Geronimus a gerar, quod est sanctum, e
nemus, quasi sanctum nemus, vel noma, quod est nemus, quasi sanctum nemus, que quiere dezir,
lex monte sancto; vel dicitur a noma, quod est lex, e
noma quiere dezir ley

Y en el segundo se ha incurrido en un grave error: el final de la etimología


(incompleta) se ha fundido con la narración de la vida del santo; pero no con el inicio
de la misma (ausente en W), sino con una parte que está casi a mitad de la narración.
Este error quizá refuerce la existencia de Proto-W; pues, quien incluyera la
etimología, difícilmente lo haría mal.
San Dionisio:3

Legenda aurea W
Agustinus autem in libro VIII De civitate Dei E deste dize sant Agostín en un libro, que
dicit quod Ionicum est genus philosophorum; Jonicum es linaje de los filósofos. Ca de parte dos
distinguit enim ibi duo genera philosophorum, linajes de filósofos: Itálico, de parte de Italia; e
scilicet Ytalicum, quod est ex parte Ytalie, et Jánicosic de parte altares de los dioses, falló
Ionicum, quod est ex parte Grecie. Quia ergo aquel que era de parte de Dios non conocido
Dionysus summus erat philosophus, ideo
antonomasice dicebantur Ionicus. Eius passionem
et vitam Grece dictavit Methodius
Constantinopolitanus, Latine vero Anastasius
apostolice sedis bibliothecarius, ut dicit
Hincmarus Remorum

A la par de la novedosa aportación de las etimologías, se procuró incrementar


las vidas de estos santos o santas descritos etimológicamente mediante la adición de
milagros, anécdotas u otros datos que fueron omitidos en la tradición manuscrita de

3
Esta falta del inicio de la vida de san Dionisio no se registra ni el ms. h-I-14, ni la Leyenda de los
santos c. 1499; no obstante, hay que recordar que estas últimas versiones carecen de la etimología.

54
B.4 La mayoría de estos santos son –como ya se ha indicado anteriormente– de orden
fundamental para el credo cristiano y es evidente que se buscaba pormenorizar sus
respectivas vidas siendo fiel al legado de Jacobo de Vorágine.
San Gregorio:5

Legenda aurea W
In cuius tumba hii versus scripti sunt: Suscipe En su sepultura [f. 63c] son escriptos estos versos:
terra tuo corpus de corpore sumptum / Reddere Suscipe terram tuo corpus de corpore sumptum /
quod valeas vivificante deo. / Spiritus astra petit, Redere quod valeas vivificante deo. / Spiritus
leti nil iura nocebunt. / Cui vite alterius mors astra petit leti nil iura nocebunt. / Cuy vite alterius
magis ipsa via est. / Pontificis summi hoc mors magis vita ipsa est. / Pontificis sumi
clauduntur membra sepulchro. / Qui innumeris claudumtur osa sepulcro. / Que innumeris semper
semper vivit ubique bonis vivit ubique bonis.

Muchos de estos añadidos textuales no sólo están ausentes en las versiones


manuscritas de B, sino además en la Leyenda de los santos c. 1499. Es como si los
compiladores de este mejor logrado incunable se hubiesen percatado de la pesada
carga textual que define a W y, queriendo evitar un resultado similar, optaron por
ofrecer a la imprenta de Juan de Burgos un santoral más ameno. Para ello se optó por
muchas más lecturas (algunas bellamente ilustradas con grabados), procurando
prescindir de las definiciones etimológicas y de los datos extra poco relevantes.6
Pero donde verdaderamente se aprecia esta vuelta a la Legenda aurea es en las
festividades de Cristo y en las lecturas doctrinales.7 Estas lecturas en W son

4
En el texto editado del Flos sanctorum con sus ethimologías, en nota al pie, señalo todas estas
adiciones textuales, indicando el número que presentan dichos segmentos en la Legenda aurea (edición
de Maggioni), así como la ausencia de los mismos –cuando es el caso– en el ms. h-I-14.
5
Este segmento no aparece registrado ni en la Compilación B, ni en la abreviada versión de la Leyenda
de los santos c. 1499. En el Flos Sanctorum Renacentista de 1516 aparece traducido de la siguiente
manera: “E sobre su tunba están escriptos los versos que se siguen: Recibe tierra el cuerpo que fue de ti
tomado por que lo puedas dar por mandamiento de Señor abivado. E spíritu subió a los cielos e no
tiene en el algún derecho el infierno”.
6
El recuento de los milagros, anécdotas y datos varios presentes en W y suprimidos en LS 1499 es
muy extenso. El listado detallado de cada uno de éstos está a la espera de la edición de este otro
incunable. Sin embargo, así como he indicado en el apartado anterior que parte del contenido de W se
puede leer por los folios de la LS 1499 –como también se ejemplificará más abajo–, asimismo, y a
modo muy general, he observado algunos casos relevantes que confirmarían que LS 1499 no sólo tuvo
presente a W en su preparación, sino a otro material de B. Así pues, las siguientes lecturas, todas ellas
definidas etimológicamente en W y con agregados provenientes de la Legenda aurea, en la LS 1499 se
encuentran en una versión más próxima a las abreviadas del ms. h-I-14. Dichas lecturas son: san
Esteban, san Juan Evangelista, los santos Inocentes, san Silvestre, santo Matías, san Gregorio, san
Benito, san Segundo, san Ambrosio, san Jorge, san Marcos, san Felipe, san Pedro mártir, san Agustín,
san Francisco y san Lucas. De igual forma, la LS 1499 no copia los graves fallos de W (aquellos que
interpolan un segmento textual ajeno a la secuencia de la narración) presentes en santa Margarita (vid.
f. 138a de la edición del texto) y la Dedicación de la Iglesia (la segunda de estas interpolaciones, en el
último párrafo. Curiosamente, la primera de éstas, una cita de san Bernardo, sí está presente en LS
1499 vid. ff. 257c-257d de la edición del texto).
7
Dichas lecturas son las siguientes: Natividad del Señor, Circuncisión del Señor, Epifanía del Señor, la
Septuagésima, la Sexagésima, la Quincuagésima, la Cuaresma, el Ayuno de las cuatro Témporas,

55
sumamente detalladas en todas sus referencias, como en las que remiten a otras
fuentes cristianas o pasajes bíblicos:
Circuncisión del Señor:8

Legenda aurea W
Et quod hoc nomen sibi recte conveniat, sic dicit E que aqueste nonbre derechamente convenga a
Hylarius in libro de trinitate él, así lo dixo Ilario en el Libro de Trinidad
Unde Glossa super illud ‘Vocabis nomen eius Onde dixo la Glosa sobre aquesta palabra:
Ihesum’ dicit: ‘Nomen impones quod ab angelo “Llamarás el nonbre de Jhesu, que es dicho:
vel ab eterno impositum est’ ‘Nonbre puesto por el ángel e por Dios
perdurable’”
Colos. II: ‘Circumcisi estis circumcisione non segund que se ley en la Espístola a los
manu facta in expoliatione carnis, sed Colosenses, en el segundo capítulo, diziente:
circumcisione Christi’ “Circuncisiosic sodes por circuncisión que non [f.
22b] fue fecha por mano en despojamiento de la
carne; mas circuncisio sodes por la circuncisión
de Jhesu Christo

No obstante, en algunas casos, W vuelve a mostrar el descuido de su


composición al fallar en la fuente de algunas de estas citas, tal y como se muestra en
la siguiente lectura de la Dedicación de la Iglesia que, como ya se ha indicado, no
posee antecedente manuscrito en la Compilación B:

Legenda aurea W LS 1499


Sanctior est etiam locus Más santa cosa es el altar que el Más santa cosa es el altar que el
sanctuarii quam chorus et coro, e el coro que el cuerpo, e choro, e el choro que el cuepo, e
chorus quam corpus, quia porque más son las vírgines que porque más honrradas son las
dignior est ordo virginum quam los que mantienen castidat; e vírgines más que los que
continentium et continentium más éstos que los casados, por mantienen castidat; e más éstos
quam coniugatorum. Hec eso es más santo lugar el altar que los casados, por esto es más
Richardus que el coro, e el coro que el santo lugar el altar que el choro,
cuerpo. E más digna cosa es la e el choro que el cuerpo. E más
horden de las vírgines que los digna cosa es la orden de las
castos, e de los castos que de los vírgines que los castos, e de los
casados. Aquesto dize sant castos que de los casados.
Bernardo Aquesto dize Ricardo

En algunas de estas lecturas doctrinales no se presentan traducciones a citas


bíblicas u oraciones varias que en el ms. h-I-14 y la Leyenda de los santos c. 1499 ya
sea que sí las brindan o que, simplemente, carecen de las mismas.9 En el siguiente
ejemplo de la Ascensión del Señor no pasa inadvertido el error de LS 1499:

Pasión del Señor, Resurrección del Señor, Ascensión del Señor, Espíritu santo (Pentecostés), Asunción
de la Virgen María, Natividad de la Virgen María, Todos los santos, Conmemoración de las almas, la
Dedicación de la Iglesia y el Adviento del Señor.
8
Sólo W registra la versión de la Legenda aurea. El ms. k-II-12 y el incunable LS 1499 presentan otra
versión de la Circuncisión de Cristo extraña a Vorágine.
9
En algunos casos, ni siquiera se trata de la misma versión. Así por ejemplo W presenta una versión de
la Epifanía del Señor que tiene por fuente la de Vorágine; por su parte, el ms. h-I-14 no la presenta,

56
Legenda aurea h-I-14 W LS 1499
Ys. LXIII: ‘Quis est iste [...] segunt que dize Isaías Ysaýas XLVI dize:
que venit de Edom etc., LXIII capítulo: “Quis est “¿Quien es este que
gradiens in multitudine qui venit de Edon viene de Edon con
virtutis sue? tin[c]tis vestibus de grand fortaleza e
Bosra?”. muchedunbre de
virtud?

En otras, el incunable presenta la sentencia latina y, tras la misma, a


continuación se ofrece su traducción; mientras que en el manuscrito y en el otro
incunable sólo la traducción.
Asunción de la Virgen María:
Legenda aurea h-I-14 W LS 1499
Nam prior ipse Ihesus començó Jhesu Christo e primero començava comencósic Jhesu
inchoavit et dixit: primero e decía: Jhesu Christo, e dezía: Christo e dezía: “Vente
“Veni, electa mea, et “Vente para mí la mi “Veni, eleta mea, et para mí la mi escogida,
ponam in te thronum escogida, e ponerte he ponam in te tronum e ponerte he en la mi
meum, quia concupivi en la mi silla, ca mucho meun quia concupivit silla, que te amé
speciem tuam” te amo” rex speme tuam: Vente mucho”
para mí, la mi escogida,
e ponerte he en la silla,
ca te amó mucho el
Rey de la gloria”
Hec est que nescivit Aquesta es la que Hec est que nescivit Esta es la que nunca
torum in delictis, nunca pecó, e por ende thorumsic in delictosic pecó, por ende avrá
habebit fructum in averá fruto con las habebit fructum in folganca con las
refectione animarum ánimas e con los respicionesic animarum ánimas santas
sanctarum sanctos sanctarum: Aquesta es
la que nunca pecó; e
por ende, avrá fructo
con la[s] ánimas santas.
“Ista est speciosa inter Esta es la más fermosa Ista est speciosa inter Esta es la más fermosa
filias Iherusalem, sicut dueña que nunca ovo filias Iherusalem, sicut que nunca fue en el
vidistis eam plenam en el mundo nin ha de vidistis plenam caritate mundo e ni ha de ser. E
caritate et dilectione”. ser, bien commo lo e dileccionem. Quia in así como fue de grand
Sic in celum gaudens vistes que fue de grant celun gaudes suscipitur amor e de grand
suscipitur et a dextris amor e de grant caridat, e a destris filii in trono caridad e claridad, así
filii in throno glorie bien así goçosa entra en glorie collocatur: Esta entró gozosa en el
collacatur el cielo e see a la fue la más fermosa que cielo, e está a la diestra
diestra del su Fijo en la en el mundo nunca fue, de su Fijo en el cielo e
gloria del paraíso e bien commo la vistes, en la gloria de paraíso
que era de grant amor.
E así entra gozosa en el
cielo, e see a la diestra
parte del su Fijo, en la
gloria de paraíso

mientras que la LS 1499 registra otra versión ajena a la Legenda aurea, titulada: “Cuando la estrella
apareció a lessic tres Reyes Magos”. Esta misma lectura, en una versión más extensa, también está
presente en el ms. k-II-12.

57
Conmemoración de las almas:
Legenda aurea h-I-14 W LS 1499
unde mane scholaribus [...] Onde en la maña[na], [...]
congregatis hos versus allegados los
composvit: Linquo estudiantes, conpuso
choax ranis, cra corvis este verso: Linquo
vanaque vanis / Ad croas ranis, cra corvis
logicam pergo que vanaque vanis / Ad
mortis non timet ergo. logican pergo que
Et sic seculum deserens mortsic non timet ergo.
ad religionem confugit Que quiere dezir:
Desanparo croas a las
ranas, e cra a los
cuervos e las vanidades
a los vanos / E vome a
la lógica, que nunca
teme la muerte.
E así, desanparado el
mundo, metiose en una
relisión

También hay excepciones, tal y como se aprecia en las siguientes lecturas que
comparten W y la LS 1499, mismas que, como ya se ha destacado, no tienen
antecedente manuscrito en B.
La Septuagésima:
Legenda aurea W LS 1499
In hoc igitur tempore exilii Pues en este tienpo de Pues en este tienpo de
ecclesia multis tribulationibus desterramiento, la Iglesia es desterramiento la Iglesia es
pressa et fere in baratro apremiada por muchas apremiada por muchas
desperationis posita ab alto tribulaciones, e poco menos tribulaciones, e poco menos
trahens suspiria clamat in officio puesta en desespera del infierno, puesta en desespera del infierno,
et dicit ‘Circumdederunt me e trayendo sospiros de alto lloro, e trayendo suspiros de alto llora
gemitus mortis etc.’ e dize: “Circundederunt me e dize: “Circundederunt me
gemitus mortis e c.”. Que quiere gemitus mortis e c”. Que quiere
dizirsic: “Cercáronme los dezir: “Cercáronme los gemidos
gemidos de la muerte e los de la muerte e los dolores del
dolores del infierno” infierno”

La Sexagésima:
Legenda aurea W LS 1499
Et ab ipsis eripi dicens: “Exurge E seré librada de los gemidos e E ser librada de los gemidos e
domine etc.” et ponit ibi triplex de los dolores, diziendo: de los dolores: “Exurge domine
exurge “Exurge domine e c.”, que e c”, que quiere dezir:
quiere dezir: “¡Levántate, “Levántate Señor!, cántase tres
Señor!”, cántase tres vezes vezes

La Cuaresma:
Legenda aurea W LS 1499
Quadragesima incipit a La Quadragésima se comiencasic La Quadragésima se comiencasic
dominica qua cantatur en la dominica que se canta: en la dominica que se canta:
‘Invocavit me etc.’ “Invocavid me e c” “Invocavit me e c”

58
En estas últimas lecturas parece que la Leyenda de los santos c. 1499 tomó en
cuenta las versiones de W (o, mejor dicho, de Proto-W, puesto que LS 1499 no
reproduce errores de W, como el susodicho Bernardo / Ricardo); pues éstas son, en
mayor o en menor medida, breves, sin demasiados datos doctrinales. Y esta
característica es una de las más destacables en el otro incunable custodiado en
Londres, misma que en W no está generalizada a todas sus lecturas doctrinales, pues
conviven unas en versiones breves y resumidas con otras extensas y detalladas, fieles
a la redacción de la Legenda aurea.
El motivo más razonable para esta fidelidad del Flos sanctorum con sus
ethimologías con el legado de Jacobo de Vorágine quizá se deba a lo que significó el
revolucionario invento de la imprenta en lo que hoy corresponde al territorio español.
Sus nuevos y nunca vistos alcances de producción, que sobrepasaban por mucho a la
labor manuscrita, quizá animara a la creación de una nueva compilación de santos,
una donde por fin se diera cabida a las etimologías, los milagros, los versos, todo un
considerable etcétera que tiene su fuente en la Legenda aurea y que fue dejado fuera
de las versiones manuscritas de B. No obstante, esta labor de adición no sólo se limitó
a esta fuente, y sin duda alguna no se buscaba ofrecer a la imprenta una copia fiel de
la compilación de santos realizada por el dominico italiano en el siglo XIII, sino un
santoral más completo y contextualizado a las advocaciones locales. De ahí la adición
de un minoritario pero importante grupo de lecturas ajenas a Vorágine, las cuales a
continuación se estudian en detalle.

3.2 LOS TEXTOS AJENOS A LA LEGENDA AUREA

Las lecturas extrañas a Vorágine presentes en W son las siguientes: tres vidas de
santos: san Julián y santa Basilisa (texto sin precedente manuscrito, ni en A o B, ni en
sus respectivas derivaciones impresas), santo Toribio (presente en el ms. 780 de la
Compilación A, en el ms. k-II-12 de B, en la Leyenda de los santos c. 1499 y en el
Flos Sanctorum Renacentista de 1516) y san Antolín (en el ms. 12689 de A, los mss.
h-I-14 y k-II-12 de B, en la Leyenda de los santos c. 1499 y también aparece en la
tabla del Flos Sanctorum Renacentista de 1516);10 la lectura doctrinal de la

10
Cuando digo que “aparece en la tabla” de esta impresión zaragozana se debe a que este ejemplar de
la Biblioteca Nacional de Madrid perdió una enorme cantidad de folios, hecho que se evidencia en que
los últimos folios del cuarto y último tomo conservado están en letra manuscrita. Estos folios no

59
Transfiguración del Señor (en 12689 de A, en la Leyenda de los santos c. 1499 y
también aparece en la tabla del Flos Sanctorum Renacentista de 1516); y una tabla de
contenidos comentada (texto sin precedente manuscrito y reiterado en la Leyenda de
los santos c. 1499). Aunados a éstos debe considerarse también una brevísima versión
de la vida de san Justo y san Pastor que está anexada a la fiesta de la Transfiguración
(presente también en Leyenda de los santos c. 1499); y un breve exemplum que tiene
por tema la celebración del Oficio del lunes de difuntos (también incluido en la
Leyenda de los santos c. 1499). A continuación se estudian en detalle cada uno de
estos textos no incluidos en la obra de Vorágine.

3.2.1 SAN JULIÁN Y SANTA BASILISA

El interés por estudiar la única versión castellana conservada de la vida de esta pareja
de castos esposos antioquenos ha dado sus frutos, pues contamos, desde hace un par
de años, con un estudio que subraya los más destacables rasgos característicos de esta
narración en el Flos sanctorum con sus ethimologías.11
En dicho análisis se nos hace saber que este texto es toda una excepción
dentro del repertorio de vidas de santos que integran a los legendarios castellanos;
pues no sólo se trata de una historia ajena a los manuscritos medievales de A y B, sino
que –salvo en el que aquí se estudia– tampoco se le dio cabida en alguno de los
ejemplares de la amplia trayectoria editorial de los santorales castellanos durante los
siglos XV y buena parte del XVI. De tal modo que, según las Acta Sanctorum, el
primer testimonio de san Julián y su mujer yace en las respectivas colecciones de
vidas de santos forjados por Alonso de Villegas y por Pedro de Ribadeneira en época
de la Contrarreforma.
Al parecer no es posible especificar la fuente en la que se basa la versión
presente en W. Y pudiera ser que, bien por una devoción especial el/los compilador/es

impresos –cuyo tipo de letra indica que esta pérdida fue muy temprana– intentan restituir una mínima
parte de lo que ese santoral extravió, pues la interrupción de las vidas de santos se produce en el mes de
julio del calendario litúrgico. Con ello, lecturas como la vida de san Antolín, celebrada el 2 de
septiembre, o la Transfiguración del Señor, el 6 de agosto, no se hallan en el Flos Sanctorum
Renacentista de 1516. No obstante, gracias a la tabla de contenidos ubicada al inicio de este legendario
impreso, sabemos que dichas lecturas formaron parte de él. Agradezco a José Aragüés que me facilitara
esta información.
11
Natalia Fernández Rodríguez (2007: 543-550). Salvo pocas indicaciones hechas por otros autores, así
como las mías propias, la mayoría de los datos que a continuación ofrezco sobre san Julián y santa
Basilisa los extraigo de este artículo.

60
del incunable examinaran las fuentes originarias –descartando aquellas en lengua
griega– o, más bien, leyeran de otro testimonio castellano anterior perdido que tradujo
de las fuentes latinas.12 Sea una u otra, lo que sí se establece es que la narración de W
sigue, en esencia, los lineamientos trazados por la difusión de la leyenda en latín,
misma que puede leerse en las Acta Sanctorum (9 Iannuarii, pp. 570-588).
La poca fortuna que tuvo esta historia en los legendarios castellanos quizá se
debió a la confusión generada por la denominación del santo, pues, sólo en el
Martirologio Romano, se incluyen treinta y seis con el nombre de san Julián. Este lío
contribuye a que no haya unanimidad en la fecha de advocación para estos esposos;
no obstante, en general, la celebración suele llevarse a cabo en torno a la fiesta de la
Epifanía, en los primeros días de enero. Y así se consigna en la versión de W: “Los
sacerdotes enterraron cerca del altar otro día de la Epifanía, la qual fiesta es celebrada
ese día de sant Julián e de sancta Basilisa”.
Los motivos por los que fue incluida esta lectura en W –y muy posiblemente
también en otro testimonio hoy perdido que le sirviera de fuente– responden al
prolífico culto de san Julián y santa Basilisa en época visigoda –tal y como ocurre con
los otros santos ajenos a Vorágine, como se verá más abajo–. La devoción y culto que
fue generado por la leyenda de esta pareja de santos en lo que hoy comprende al
territorio español se entiende mejor a la luz de dos frentes de difusión religiosa, cuyas
historias se vinculan entre sí durante la Edad Media: la orden Benedictina y el camino
de Santiago. Las dos muestras que se nos ofrecen como ejemplo de esta simbiosis son
el monasterio benedictino de san Julián de Samos, en Lugo, y la basílica de san Julián
de los Prados, en Oviedo, ambos consagrados a honor de esta pareja antioquena.13 El
primero de éstos, aunque fundado en el siglo VI, fue restaurado por el rey Fruela I en
759 y concedido al abad Angerico, procedente del monasterio san Julián Agaliense de
Toledo, mismo que se cita en las Acta Sanctorum.14 La importancia del monasterio
de Samos, ubicado en el área septentrional de la Península Ibérica, vía de enlace con
el camino de los peregrinos hacia Santiago de Compostela, está más que

12
Considero, con base en los otros testimonios ajenos a Vorágine que he tenido oportunidad de
estudiar –como se verá líneas más abajo–, que es más convincente esta última opción.
13
La mayoría de los datos proporcionados en este apartado del artículo son tomados de la obra La real
abadía de Samos, de Miguel Durán (Madrid: 1947) y de “Alfonso II, el Casto, y Santullano”, de Isidro
Blanco Torviso (Arte prerrománico y románico en Asturias: 1988), así lo reconoce la autora.
14
Addit Villegas iam olim in Hispania celebrem fuisse eorum memoriam, ac varia eisdem dicata
templa, quorum unum erat non procul a moenibus urbis Toletanae in monasterio Agaliensi ordinis S.
Benedicti (p. 571). Por su parte, Carmen García Rojas (1966: 212) considera que el culto de esta pareja
de santos se limitó a Toledo, de donde se difundiría desde fines del siglo VII.

61
fundamentada. Además de ser un centro reconocido en el medioevo por su colección
de libros litúrgicos –perdidos tras un incendio en el siglo XVI–, en éste fue instruido
Alfonso II, el Casto, quien hacia el 812 ordenaría la construcción de san Julián de los
Prados, consagrada a los castos esposos por los que este rey tendría una particular
devoción. Para el siglo X el recinto sería restaurado y repoblado por monjes del
convento benedictino de san Juan de la Peña (Jaca).
Finalmente, tras la exposición de estos datos, la autora especula que quizá el
posible compilador de W tuviera contacto con algún viso de esa tradición que
involucra a estos cenobios benedictinos altomedievales, cuya fama, al amparo de los
peregrinos a Compostela, se hiciera eco hasta a finales del siglo XV, y de ahí se
explicaría la presencia de esta leyenda en el primer legendario castellano impreso.

3.2.2 SANTO TORIBIO15

Caso contrario al anterior, la narración de este santo presente en el incunable no es ni


mucho menos la única versión conservada que es posible documentar. Si atendemos
al talante supuestamente biográfico, Carmen García (1966: 21) reunió una serie de
fuentes para intentar establecer un contexto que explicaría qué santos españoles tenían
culto local en la España romana y visigoda. Dentro de estas fuentes indicaba que, “el
obispo Toribio de Astorga”, tiene una identificación que presenta ciertos problemas.16
Trabas con las que también se enfrentaron Walsh y Thompson (1987: 9) tras resumir
el contenido de estas fuentes latinas para trazar los puntos más destacables de la
biografía de este santo.17

15
Los datos que a continuación se ofrecen sobre santo Toribio, san Antolín, la Transfiguración del
Señor y la tabla comentada, “Para saber del Antichristo”, formaron parte de otros artículos míos
anteriores de mayor envergadura, los cuales se centraban en las versiones manuscritas y W. Aquéllos
complementan a las actuales versiones, y éstas extienden su campo de estudio al otro incunable, el de
Londres (Cortés, 2010: 431-448; en prensa a y b).
16
Refiere al asunto de la siguiente manera: “Las fuentes hablan de tres Toribios: uno, el asturicense,
que mantuvo correspondencia con el Papa san León; un Toribio del siglo VI, mencionado en el De viris
Illustribus, de Ildefonso; y el fundador del monasterio de Liébana, del que una Vita Sancti Thuribii,
escrita en el siglo XIII por un monje, dice que peregrinó a Jerusalén y trajo de allí reliquias de la Vera
Cruz. El legendario fundador de Liébana suele identificarse con uno u otro de los dos primeros.
Recientemente ha estudiado el problema de los Toribios el P. De Gaiffier sin llegar a conclusiones
definitivas (Vie et miracles de S. Turibius. Analecta Bollandiana, 59 (1941). Tampoco aclara la
cuestión la publicación por Sánchez Belda del Cartulario de Liébana”.
17
Así lo expresan los autores: “Según la biografía histórica mínima de santo Toribio, nació en Galicia
(o, según otros en Palencia), y murió el 16 de abril (día de su fiesta) de 460 (o de 480). El énfasis de las
leyendas tempranas es su misión en la lucha contra la herejía del priscilianismo, que estalló en
Palencia, aunque esta nota biográfica se podría haber originado con otro santo Toribio del siglo
siguiente. Esta tarea misionera sería la signatura, o el gesto más destacado del santo […] El asunto de

62
En lo que toca a la lengua castellana, los dos estudiosos han editado dos de los
testimonios de la leyenda identificados en los legendarios manuscritos: una versión
extensa presente en el ms. 780 de la Compilación A y otra versión mucho más sucinta
en el ms. k-II-12 de la Compilación B (Walsh y Thompson, 1987: 17-23; 23-24). La
diferencia entre una y otra versión es abismal, la primera de éstas tiene un núcleo
narrativo completamente ajeno a la segunda, y los motivos que la convierten en un
texto mucho más desarrollado giran en torno a una arca santa repleta de reliquias,18
así como otros eventos relevantes.19 Algunos de estos motivos ya se encontraban
enunciados –aunque de modo poco más conciso– en otras fuentes20 y, en definitiva,
todos éstos fueron integrándose a las leyendas más tempranas y primitivas de la vida
del santo. Así que, con base en ello, debe considerarse a la versión de la Compilación
A como una de las postrimeras en el desarrollo de la leyenda.21
Tras el estudio de la Compilación A o Gran Flos sanctorum no es de
sorprender que esta tradición registre una extensa versión de la vida de santo Toribio;
pero lo excepcional es que, después de haber estudiado las características de la otra
tradición, la de B, encontremos que mientras la versión manuscrita de k-II-12 y la del
incunable W se limitan a una narración concisa en la que se cuenta cómo santo

la biografía se hace más enredado con las referencias a por lo menos dos otros santos con el mismo
nombre, cada uno con elementos parecidos en su vita. El segundo Toribio, quien murió en 563, fue
también comisionado (en este caso por el Arzobispo de Toledo) para reformar Palencia y borrar los
últimos restos del priscilianismo. El tercer Santo Toribio registrado en los santorales es el que se retiró
a las montañas y fundó el monasterio de San Martín de Liébana (ahora monasterio de Santo Toribio)”.
18
En su introducción a la mencionada edición, Walsh y Thompson (1987: 1-15) explican que aunque
en la leyenda de santo Toribio el motivo del arca santa llega a ser la marca distintiva, éste no llega a
integrarse sino hasta muy tarde en el desarrollo de su dossier. No obstante, señalan que leyendas
independientes sobre el arca santa fueron muy populares en el norte de España a lo largo de todo el
camino de Santiago. Y que sólo con el gesto del hagiógrafo del siglo XIV –cuya versión editan– se
incorpora este motivo en la biografía legendaria de santo Toribio, cuya funcionalidad se explicaría si se
considera un interés premeditado en torno al otorgamiento de legitimidad y estirpe a gran parte de las
reliquias repartidas por las tierras de Asturias y León.
19
Tales como: la prehistoria del santo, la predisposición a la santidad desde la niñez, el peligroso viaje
por mar con el arca, el encuentro con Alfonso, el Casto (en Oviedo), y los milagros realizados en su
palacio, la conversión del rey Tovillo y, finalmente, el milagroso descubrimiento de los restos de santo
Toribio.
20
Así por ejemplo, Walsh y Thompson (187: 7-9) comentan que el motivo del arca y su invaluable
contenido ya se enuncia (aunque no con las astronómicas invenciones de su edición del ms. 780) en la
Istoria sancti Thuribii. Asimismo, en una fuente ajena a la vida del santo titulada Narratio de reliquiis
a Hierosolyma Ovetum usque translatis, sequuntur earumdem miracula –probablemente del siglo XII–,
coinciden varios de los elementos que van a registrarse en el inventario del arca de la versión del ms.
780. A partir de ello, deducen que el autor de esta versión pudo haber combinado las leyendas del arca
de la Narratio con los elementos de la biografía legendaria de la Istoria sancti Thuribii, sin dejar de
contar otros textos circulantes por el norte de España.
21
Esta versión de la leyenda, con leves variantes, es la que se registra en el Flos Sanctorum
Renacentista de 1516.

63
Toribio combatió la herejía priscilianista en Palencia,22 –es decir, la versión primitiva
de la leyenda–, el incunable de Londres presenta una versión de la vida de santo
Toribio que coincide con la del ms. 780. Esto no quiere decir que LS 1499 copiara su
versión del ms. 780 o del algún otro testimonio hoy perdido de la Compilación A, más
bien todo parece indicar que la versión del incunable custodiado en Londres –u otro
material anterior hoy perdido que le sirviera de fuente– bebió directamente de una
fuente latina.23
Así pues, en lo que refiere a la vida de santo Toribio, no es posible realizar una
filiación entre los dos incunables de B, pues presentan versiones diferentes. El análisis
se limita entonces a la versión del ms. k-II-12 y la presente en W, mismas que no
muestran una diferencia significativa en cuanto a los temas y motivos que constituyen
la narración de estos respectivos relatos. Básicamente las dos versiones son muy
similares. Sin embargo, es posible apreciar que el incunable presenta algunas
variantes con relación al ms. k-II-12, como se ilustra a continuación:

k-II-1224 W
E entonçe era un apostóligo que dezían León En aquel tienpo avía un apostólico en Roma
papa que avía nonbre León
salió fuera de la çibdat contra [fol.73b] Saliose del lugar y fuese a un otero que
oriente, e fizo su oraçión estava camino de Monçón fazia oriente y
estido allí, e fízo su oración
cresçió tanto el río que llegó tanto el agua de guisa que creció Carrión tanto que pujó el
fasta aquel otero donde él estava agua fasta el otero do él estava

El río Carrión pasa por las ciudades de Palencia y de Monzón de Campos. Por
su parte, el término “Monçón” muy probablemente se identifique con esta población
palentina. Dentro de la fabulación inherente a las vidas de santos, buscar un efecto de
veracidad mediante el empleo de referencias concretas –y de fácil reconocimiento en
el plano geográfico– potencia el nivel de credibilidad del proceso de
perfeccionamiento que se cuenta, y de ahí su importancia en algunos textos
hagiográficos, como la versión de W.

22
Evento que también se encuentra presente en las versiones de la tradición A, aunque con variantes
propias.
23
Así parece indicarse al inicio de la narración: “‘In civitate Tauri fuit siquidez idem Toribii reliquit
patrem suum e secutus enin Iehrusalem’. Estas palabras que vos he comencadosic a dezir, se razonan en
el libro de la vida de santo Toribio, donde dize así (f. LXXVII b)”. Este inicio no aparece en la versión
del ms. 780.
24
Copio los ejemplos de la mencionada edición de Walsh y Thompson.

64
Es notorio también que la versión del incunable no apela a la secta hereje del
priscilianismo por su nombre, sino como a continuación leemos:

k-II-12 W
veýa que la su pedricaçión non les E ellos como eran herejes y de la fe de los
aprovechava nada, ca eran ereges de la seta gentiles preciavan muy poco su predicación.
de los preçia[l]inistas.25

Quizá puede tratarse de un error del compilador de W, y debido a una lectio


facilior trivializó el nombre de la herejía de los precialinistas por el verbo
“preciavan”. Esto no quiere decir que el compilador del incunable tomara por fuente
la presente en el ms. k-II-12; posiblemente la fuente de la versión de W se halla en ese
testimonio perdido de B1, cuyo contenido estaría próximo al ms. h-I-14 seguido del
ms. k-II-12, del que ya se ha comentado.
Finalmente, las razones por las que el compilador de este santoral dieran
cabida a la leyenda de santo Toribio parecen sostenerse en unas muy similares a las
que atañían a la vida de san Julián y santa Basilisa: una advocación de orden local
ubicada en el norte español. En aquéllos se trataba de una pareja de castos esposos,
muy allegados al rey ovetense que profesó la castidad como su huella de identidad. En
el caso de santo Toribio, se trata de un confesor que luchara contra la herejía
priscilianista, identificada como uno de los padecimientos que sufriera el norte de la
Península Ibérica. Posiblemente el compilador de W, por el medio en el que debió
verse inmerso, no sería ajeno a esta importante devoción popular. Por lo tanto estaría
convencido de su misión como divulgador de ciertas vidas, como la de la de santo
Toribio, cuyos avatares se desarrollan en la misma área geográfica con la que pudiera
sentirse identificado.

3.2.3 SAN ANTOLÍN

Esta es la lectura más extensa no proveniente de la Legenda aurea. Las Acta


Sanctorum (pp. 340-356) califican de “prorsus fabulosa” al acervo documental
biográfico que involucra al santo mártir con la Hispania visigoda.26 Celebrado el dos

25
Walsh y Thompson (1987: 23) citan que en el manuscrito originalmente se lee: preçiadinistas.
26
“Acta translati corporis anno DCCCLXXXVII prorsus fabulosa: cultus S. Antonini in Hispania, qui
verosimiliter non est inchoatus ante irruptionem Saracenorum, seculo VIII factam” (Acta Sanctorum p.
345). Algunos de los datos más destacables que se ofrecen desde las fuentes originarias latinas refieren
que hay presencia de su culto desde el siglo VI en Apamea, Siria; posteriormente, en Pamia ciudad de

65
de septiembre, las reliquias del mismo, según el Martyrologio Romano, descansan
supuestamente en la catedral de Palencia.27
La vida de san Antolín goza de una considerable difusión en las versiones
manuscritas castellanas y en sus respectivas derivaciones impresas. Lo encontramos
en el 12689, de A; en h-I-14 y k-II-12, de B; en la sección de los “Extravagantes” de
la Leyenda de los santos c. 1499; y en la tabla del Flos Sanctorum Renacentista de
1516 está registrada una vida de “san Antonino mártir (f. CCCXIIII)”.28
El texto que sirve de fuente para cada una de las versiones identificadas es, sin
duda alguna, una vida de san de Antonín Fredelás-Pamiers atribuida al papa Pascal en
el siglo XII. Esta vida es calificada por los Bolandistas de fabulosissima. Según estas
autoridades hagiográficas, este texto es un documento poco ordinario, muy alterado
por la intermediación de una copia tardía (Boudartchouk, 2002: 20), pues la mayoría
de los nombres propios y topónimos son irreconocibles en relación con aquellos que
se encuentran en otros textos más tempranos.
A grandes rasgos, y con sus respectivas variantes, h-I-14 y k-II-12 siguen el
texto del papa Pascal, salvo una importante adición: las dos versiones manuscritas de
la Compilación B añaden una larga parte final que tiene por fuente dos documentos:
un texto titulado De mirabili capitis Anthonini inventione y el De extollenda corporis
beati Anthonini inventione, ambos se encuentran en el De mirabilibus ejusdem
[Sanctus Antonini martyris] que contiene el gran legendario de la abadía de Moissac

la Galia (hoy Pamiers, Francia) y en la Palencia de la Hispania visigoda. Tal distribución geográfica y
los consiguientes tres nombres: san Antonín de Apamea, san Antonín de Pamiers y san Antolín,
dificultan apreciar que quizá se trate de un único santo mártir. En todo caso, suele considerarse al
primero como nacido en Aribazos –en la segunda Siria romana– y martirizado en Apamea en el I siglo;
y al segundo como nacido en Fredelacum (Fredelás, ciudad que devendrá Pamiers), apóstol de
Rovergue (Aveyron, Francia) y martirizado en la Galia. Las reliquias de este santo se encontrarían en la
Galia y muy probablemente parte de estas mismas reliquias sean las del tercero, las cuales fueron
trasladadas hasta la ciudad de Palencia, donde hasta el día de hoy descansan en su catedral.
27
Pamiae in Gallia S. Antonini martyris, cujus reliquiae in ecclesia Palentia in Hispania magna
veneratione asservantur. Hunc Martyrologii textum facile ab omni errore excusare possemus, etiamsi
certum esset sanctum Antonimum ibidem non esse passum, cum Apamiis in Gallia Narbonensi
annuntiari potuerit ob celeberrimam venerationem, qua ibidem colitur a multis seculis. Hinc in
Martyrologio Parisiensi recte memoratur his verbis: Eodem die, natalis sancti Antonini martyris,
Apamiarum in Occitania patroni; cujus nomine extat ecclesia in dioecesi Parisiensi apud Castra
Brigensia, Verum non aeque excusari potest annotatio Baronii, nisi revera Apamiis in Occitania passus
sit Antoninus. Haec enim observat: Passus est autem non Apameae in Syria, ut multi opinati sunt; sed
Pamiae apud Tolosam, ut constat ex tabulis ecclesiae Palentiae, in qua ejus dies natalis solennitem
agitur, ubi sacrae corporis ejus reliquae requiescunt (Acta Sanctorum, p. 343).
28
Que, en caso de tratarse del mismo san Antolín, se encontraría en la sección perdida correspondiente
al mes de septiembre de dicha impresión. Tal y como ya tuve oportunidad de indicar en otra nota
anterior.

66
(Boudartchouk 2002: 47-49).29 Esto nos lleva a suponer que, o bien la copia hoy
perdida que sirvió de fuente para las versiones de la Compilación B reunía tanto la
vita del papa Pascal como los dos textos arriba referidos, o que los copistas del h-I-14
y k-II-12 tenían frente a sí varias copias de estos textos.
Por su parte, la versión de la Compilación A tiene el inconveniente de que
algunos de sus folios son, prácticamente, ilegibles;30 además –a expensas de una
futura revisión exhaustiva de este santoral–, la vida de san Antolín permanece
incompleta: ésta se inicia en el folio LXVc, pero al llegar al folio LXVIIa hay una
transposición con la parte final de la vida de san Lupe. Esto impide saber si la versión
del ms. 12689 también presentaría la adición de los dos mencionados textos latinos en
su parte final; es decir, si este santoral también tomó por fuente aquella sobre la que
se basaron los testimonios manuscritos de B, o si solamente tomó por fuente la vita
del papa Pascal o si forjó una versión más extensa con fuentes ajenas a los
manuscritos de B, como es característico de la tradición A. No obstante, a partir de
uno de sus segmentos legibles, parece que la versión manuscrita de A, así como las de
B, difieren mucho de aquéllas presentes en los incunables:

Compilación A Compilación B (B1) Familia impresa de B


12689 h-I-14 k-II-12 W LS 1499
E después de aquesto E después fiço meter Otro día, mandó meter El rey mandó sacar a E el rey mandó sacar
[...] fiço fenchir una a sant Antolín en una en una olla a sant sant Antolín, e fízole ha sant Antolín, e
olla de piedra sufre e olla de piedra sufre, Antolín, llena de meter en una tina, e fízole meter en una
de plomo e mandole las manos e los pies plomo derretido e de echaron [fol. 197c] tina, e echaron sobre él
poner fuego fasta que atados, e dieron fuego piedra sufre, e las sobre él mucho plomo mucho plomo
se [...] el plomo e deyuso a la olla fasta manos e los pies derretido e piedra derretido e piedra
ferviese, e fíçolo que fervía, e sant atados, e dieron fuego sufre. E estubo allí sufre. E estuvo [f.
echar dentro quando Antolín fincó sano deyuso de la olla; e la sant Antolín dos días e CCXLIX] allí sant
estava ferviendo e que le non fiço olla estava ferviendo e dos noches, que non le Antolín dos días e dos
estovo en ella bivo ningunt mal. E los que sant Antolín estava enpeció cosa ninguna, noches, que no le
dos días. E veyendo metían la leña deyuso sano dentro que non le nin sintió cosa alguna; empeció cosa ninguna;
muchos de los de la olla, quando fasía mal ninguno, e mas ante dizía que mas ante dezía que
gentiles que sant vieron a tal miraglo, los que metían la leña estava en muy dulces estava en muy dulces
Antolín estava en la luego se tornaron deyuso, quando vieron vaños, e en grant baños e en grand
olla del plomo riendo christianos. E sant tan grant miraglo, folgura. E commo folgura. E como quier
e de la piedra sufre Antolín bendixo aquel luego se tornaron quier que él tenía las que él tenía las manos
sano e sin algunt plomo e aquella christianos. E sant manos e los pies muy e los pies atados
themor, creyeron en piedra sufre e ello Antolín bendiçiendo fuertemente atados, fuertemente, no
el Salvador e tornose semejança de aquel plomo e non dexava por eso de dexava por esso de
derribáronse a los agua. E él yaçiendo en tornándose en volverse muy bien por bolverse muy bien por
pies del santo varón, la olla, tomávalo con semejança de agua, e do quería en la tina, do quiera en la tina,
rogándole con la mano e echávalo tomávalo con la mano commo en buen vaño. como buen baño. E
lágrimas que le sobre todos e dávales e echávalo sobre los E quando vieron quando vieron los que
pluguiese de los bautismo [fol. otros e dávales el aquellos todos que aí ay estavan esto que
baptiçar. E el CCXLIIId] e todos baptismo, e todos estavan faziendo esto, Dios mostrava
cavalero fuerte de creyeron firmemente firmemente creyeron que Dios mostrava visiblemente tan grand
Jhesu Christo en Jhesu Christo en Dios. vesiblemente tamaño milagro, e ellos se
començolos a miraglo, e ellos se quemavan alderredor
enseñar desde la olla quemavan alderredor de la lunbre e que

29
Nicolas Bertrand en su Tholosanorum gesta (1515) ofrece un dossier hagiográfico sobre Antonín de
Pamiers, donde aparece tanto la vita de papa Pascal como estos dos últimos documentos
(Boudartchouk 2002: 15).
30
Al menos lo son en la copia que conseguí del ms. 12689.

67
e baptiçolos en el de la lunbre do tanto ardía debaxo de
nonbre del Señor estavan, que ardía la tina, e sant Antolín
tanto so la tina de la no lo sentía
lunbre, e que sant convertiéronse todos a
Antolín non lo sentía, la fee de Jhesu
convertiéronse todos a Christo. E quando vio
la creencia de Dios. E sant Antolín que todos
quando vio sant se tornaron a la fe,
Antolín que todos se mandolos a todos
tornaron a la fe de llegar a sí cerca de la
Dios, mandolos a tina. E quando los vio
todos llegar a sí cerca allegados cerca de sí
de la tina. E quando bendixo sant Antolín
los vio todos allegados al plomo, e a la piedra
cerca sí, bendixo sant sufre en que yazía, e
Antolín el plomo, e a tornose luego agua,
la piedra sufre en que muy clara e fermosa. E
yazía, e tornose luego tomó con sus manos
agua, muy claro e muy de aquella agua, e
fermoso. E tomó con echávala sobre todos
las sus manos de aquel aquellos diziendo que
agua, e echávalo sobre les dava baptismo de
todos aquellos, la agua que Dios
diziendo que les dava mandava. E todos
baptismo del agua que creyeron muy de
Dios mandava. E todos corazón en Dios.
creyeron muy de
coraçón en Dios.

Curiosamente, las versión del Flos sanctorum con sus ethimologías y la del
otro incunable presentan no sólo los segmentos arriba destacados en las versiones
manuscritas de B, sino toda una serie de adiciones considerables en torno al recuento
de milagros y anécdotas varias. El cúmulo de éstas hacen que las versiones de los
incunables sean mucho más extensas. Por ello no es posible considerar a h-I-14 ó k-II-
12 como los manuscritos sobre los que se basara directamente W. Bien pudo ser que
en la conformación de la versión del incunable que aquí se edita estuvieron presentes
varios testimonios (de los que bebería el supuesto Proto-W), o que la fuente se
encontraría ya en el tan mencionado testimonio perdido de B1.
Lo que está claro es que el incunable impreso en Burgos c. 1499 leyó, o bien
del testimonio perdido de B1, o bien de Proto-W para conformar su versión, y no de
W directamente, puesto que no reproduce algunos fallos de W. Sin embargo, hay
casos en que bien podría pensarse lo contrario:

W LS 1499
Era en la ley de Dios muy profundado e muy Hera en la ley de Dios muy profundo e muy
absidosic asiduo

Como es posible apreciar, en un caso como éste cabe la posibilidad que el


autor de LS 1499 enmendase por su cuenta el error de W.

68
Por último, no se puede pasar por alto que –junto a la leyenda de santo Toribio
y su relación con tierras palentinas–, el carácter legendario de la vida de san Antolín
también lo relaciona con la diócesis de Palencia.31

3.2.4 LA TRANSFIGURACIÓN DEL SEÑOR

La Transfiguración de Cristo fue relatada por los evangelistas san Mateo (17:1-13),32
san Marcos (9:1-12)33 y san Lucas (9:28-36).34 Según Carmen García (1966: 118),
durante el siglo VII se había ya completado el ciclo litúrgico con todas las grandes
fiestas de los misterios de Cristo y los tiempos penitenciales. De modo que es posible
31
Estos datos contribuyen a especular sobre el compilador W y el posible taller que se encargara de su
impresión, tal y como se destaca en el último apartado de este estudio.
32
Iesu transfiguratio.
1
Et post dies sex assumit Iesus Petrum, et Iacobum, et Ioannem fratrem eius, et ducit illos in montem
excelsum seorsum: et transfiguratus est ante eos. 2Et resplenduit facies eius sicut sol: vestimenta autem
eius facta sunt alba sicut nix. 3Et ecce apparuerunt illis Moyses et Elias cum eo loquentes. 4Respondens
autem Petrus, dixit ad Iesum: Domine bonum est nos hic esse: si vis, faciamus his tria tabernacula, tibi
unum, Moysi unum, et Eliae unum. 5Adhuc eo loquente, ecce vox de nube, dicens: Hic est Filius meus
dilectus, in quo mihi bene complacui: ipsum audite. 6Et audientes discipuli ceciderunt in faciem suam,
et timuerunt valde. 7Et aeccessit Iesus, et tetigit eos: dixitque eis: Surgite, et nolite timere. 8Levantes
autem oculos suos, neminem viderunt, nisi solum lesum. 9Et descendentibus illis de monte, praecepit
eis Iesus, dicens: Nemini dixecitis visionem. donec Filius hominis a mortuis resurgat.
10
Et interrogaverunt eum discipuli, dicentes: Quid ergo scribae dicunt quod Eliam oporteat primum
venire? 11At ille respondens, ait eis: Elias quidem venturus est, et restituet omnia. 12Dico autem vobis,
quia Elias iam venit, et non cognoverut eum, sed fecerunt in eo quacumque voleruent. Sic et Filius
hominis passurus es an eis. 13Tunc intellexerunt discipuli, quia de Ioanne Baptista dixisset eis (Biblia
Vulgata Latina, pp. 1290-1291).
33
Iesu transfiguratio.
1
Et post dies sex assumit Iesus Petrum et Iacobum, et Ioannem: et ducit illos in montem excelsum
seorsum solos et transfiguratus est coram ipsis. 2Et vestimenta eius facta sunt splendentia, et candida
nimis velut nix, qualia fullo non potest super terram candida facere. 3Et apparuit illis Elias cum Moyse:
et erant loquentes cum Iesu. 4Et respondeno Petrus, ait Iesu: Rabbi, bonum est nos hic esse: et faciamus
tria tabernacula, tibi unum, et Moysi unum, et Eliae unum. 5Non enim sciebat quid diceret: erant enim
timore exterriti: 6et facta est nubes obumbrans eos: et venit vox de nube, dicens: Hic est Filius meus
charissimus: audite illum. 7Et statim circumspicientes, neminem amplius viderunt, nisi Iesu tantum
secum. 8Et descendentibus illis de monte, praecepit illis ne cuiquam quae vidissent, narrent: nisi cum
Filius hominis a mortuis resurrexerit. 9Et verbum continuerunt apud se: conquirentes quid esset, cum a
mortuis resurrexerit. 10Et interrogabant eum, dicentes: Quid ergo dicunt pharisaei et scribae, quia Eliam
oportet venire primum? 11Qui respondens, ait illis: Elias cum venerit primo restituet omnia: et
quomodo scriptum est in Filium hominis, ut multa patiatur et contemnatur. 12Sed dico vobis quia et
Elias venit (et fecerunt illi quacumque volerunt) sicut est de eo (Ibid., p. 1319).
34
Iesu transfiguratio.
28
Factum est autem post haec verba fere dies octo, et assumpsit Petrum et Iacobum, et bannem, et
ascendit in montem ut oraret. 29Et facta est, dum oraret, species vultus eius altera: et vestitus eius albus
el refulgens. 30Et ecce duo viri loquebantur cum illo. Erant autem Moyses et Elias, 31visi in maiestate:
et dicebant excessum eius, quem completurus erat in Ierusalem. 32Petrus vero, et qui cum illo erant,
gravati erant sonno. Et vigilantes viderunt est cum discederent ab illo, 33ait Petrus ad Iesum:
Praeceptur, bonum est nos hic esse: et faciamus tria tabernacula, unum tibi, et unum Moysi, et unum
Eliae: nesciens quid diceret. 34Haec autem illo loquente, facta est nubes, et obumbravit eos: et
timuerunt, intrantibus illis in nubem. 35Et vox facta est de nube dicens: Hic est Filius meus dilectus,
ipsum audite. 36Et dum fieret vox, inventus est Iesus solus. Et ipsi tacuerunt, et nemini dixerunt in illis
diebus quidquam ex his quae viderant (Ibid., p. 1350).

69
ubicar por esa fecha el culto de esta festividad. No obstante, habrá que esperar hacia
el siglo X para encontrar los primeros registros de esta celebración en España,
concretamente, en los Martirologios del Archivo Capitular de Vich, en los cuales se
consigna que esta fiesta venía celebrándose cada día seis de agosto en dicha
diócesis.35 Asimismo, también existen antecedentes que establecen su celebración en
Tortosa, con registros desde el siglo XII; en Valencia y Gerona desde el siglo XIV.
Pero aun con estos datos es prudente destacar que, en comparación con otras
fiestas consagradas al culto de Jesucristo –que gozaban de amplia popularidad desde
tiempos muy remotos–, la fiesta de la Transfiguración no se hallaba establecida con
uniformidad hasta el bien entrado el siglo XV. Sin ir más lejos, no se celebraba en
Roma, ni se encuentra en los misales de Curia anteriores a 1457. Se la encuentra en
un número relativamente corto de sacramentarios y misales franceses, y en un número
mucho más reducido de libros de horas. En España, fuera de la antigua provincia
tarraconense con los testimonios arriba indicados, son escasas las evidencias en
sacramentarios y misales en los que aparecía (Ferreres, 1929: 339-340). Habría que
esperar hasta el siglo XV para la extensión litúrgica de esta festividad a manos del
papa valenciano Calixto III,36 a quien tradicionalmente se le atribuye la consigna en
torno a que la festividad de la Transfiguración sería el seis de agosto para toda la
Iglesia Universal. Quizá lo anterior sea la causa por la que dicha festividad no aparece
registrada en los legendarios castellanos más antiguos (todos miembros de la
Compilación B), y que sólo un testimonio del siglo XV presente esta lectura, el 12689
de la Compilación A.
La fuente original que sirviera de base para el manuscrito a la fecha
permanece desconocida; pero, a partir de las citas del propio texto,37 muy
probablemente tomaría en cuenta las siguientes referencias bíblicas: los evangelios de
Lucas (9:28-36) y Mateo (17:1-13); el Libro de Malaquías (4:5/23-6/24); y algún otro

35
Asimismo J. B. Ferreres (1929: 332-338) señala que dicha fiesta también se halla en tres
sacramentarios manuscritos de Vich, ubicados en el Archivo Capitular de dicha diócesis.
36
Declara Ferreres (1929: 338) que el propio Calixto III antes de ser papa fue obispo en Valencia,
además de haber morado en la diócesis de Lérida –limítrofe con la de Vich–. De todo esto se desprende
su pleno conocimiento de esta festividad, que influiría en su mandato por fijar fecha concreta para esta
misma.
37
En primer lugar las referentes a los evangelios y otros textos bíblicos: “E diçe aquí el evangelista
sant Lucas (f. IXc)”; “Diçe aquí el evangelista sant Matheo (f. Xa)”; “segunt que lo diçe Malachías en
el primero capítulo (f. Xb)”; “lo que dixiera Malachías en el primero capítulo (f. Xb)”; “E aquesto es lo
que diçe el evangelista sant Matheo (f. Xb)”. En segundo, las referentes a la fuente que aún no
determino: “E diçe aquí un grant contenplativo (f. IXd)”; “E aún diçe aqueste mismo contemplativo”
(fol. IXd); “E diçe aqueste contenplativo (f. IXd)”. Finalmente, la referente al Rationale Divinorum
Officiorum: “E esto se lee en el Libro que trata de la Mitra (f. Xc)”.

70
texto que aún no logro determinar. Todas ellas para conformar la parte que trata el
evento de la Transfiguración. Además de éstas, la fuente original también se basaría
en una obra importante del siglo XIII de Guillaume Durand, Obispo de Mende
(Guillermo Durando de Mende), el Rationale Divinorum Officiorum,38 para la parte
que habla de los rituales propios en esta celebración litúrgica.
En cuanto a la versión del Flos sanctorum con sus ethimologías –primer
miembro de la tradición B en registrar esta lectura– nos encontramos ante un rasgo
distintivo del incunable muy común cuando se coteja el contenido textual de éste con
algunos de los santorales manuscritos castellanos de la Compilación A. Y esta
característica es que no hay punto de comparación, pues el incunable de Washington
posee una versión de la Transfiguración completamente diferente de la manuscrita.
La versión de W es mucho más corta en comparación con la del manuscrito.
Además no refiere a ninguna autoridad para lo que narra. Simplemente parece ser una
especie de versión mínima con fallos notables de lo que se encuentra en los
Evangelios. Por su parte la versión de la Leyenda de los santos c. 1499 parece que
copió de Proto-W, o del manuscrito perdido de B1 que sirvió de fuente; también cabe,
con menos probabilidad, que leyese a W, corrigiendo sus deturpaciones presentes
hasta en el título de la narración:

W LS 1499
De la Trasfiguración de nuestro Señor en el monte De la Transfiguración de nuestro Señor en el
Tabor e cómmo mostró su claridat a Helías e a monte Thabor. E cómo mostró su claridad a
Enoch Helías e a Moysen e a los apóstoles

Enoc, profeta del Antiguo Testamento, suele asociarse a Elías debido a que
ambos no murieron sino que, en su respectivo momento, fueron llevados con Dios

38
También cabe la posibilidad que en la elaboración de la fuente original se tomara en cuenta el
Rationale Divinorum Officiorum (c. 144), compuesto por Jean Beleth en el siglo XII. Obra que según J.
B. Ferreres (1929, p. 276) no se imprimió hasta 1592 en Lion (Francia): “De festo beati Sixti et
Transfiguratione Domini. Post haec ordine dicendum esset de festo B. Sixti; sed quia ejus passio
manisfesta satis et nota omnibus est, ad alia transeamus. Hoc ipso die festum fit de Transfiguratione
Domini. Non quod tali die transfiguratio facta sit, sed quod tunc temporis ab iis qui secum fuerant in
monte, primo manifestata et publicata fuerit. Praeceperat enim Dominus, ne cuiquam dicerent, donec a
mortuis resurrexisset (Math. XVII). Illi autem usque in hanc diem tacuerunt. Enimvero sane
transfigurationem hanc certo constat factam fuisse sub finem hiemis et circa principium veris, cum
videlicet de illa legitur Evangelium. Et notemus quidem Christi sanguinem eadem hac die confici ex
novo vino, si inveniri possit, aut aliquantulum ex matura uva in calicem expressa, et quod racemi
benedicantur, indeque homines communicet. Quare autem hoc fiat, haec est ratio: Quia ipso die coenae
dixit Dominus Jesus apostolis et aliis qui cum illo coenabant: Amen dico vobis, posthac non bibam de
hoc genimine vitis, donec bibam novum in regno Patris mei (Math. XXVI). Quoniam ergo tum dixerit
novum, et Transfiguratio Domine pertineat ad illum habitum quem nactus est post resurrectionem, ideo
quaeritur hoc festo vinum novum”. (Apud Ferreres, 1929: 348-349).

71
desapareciendo misteriosamente (Génesis 5:24),39 de ahí la posible confusión más
culpa del compilador que del cajista de W. Además, los dos incunables de B
presentan un segmento textual que es completamente ajeno al texto de la Compilación
A o Gran Flos Sanctorum, pues se trata de otra mala síntesis del Juicio Final que se
lee en el Evangelio de san Mateo (25:34,41),40 con lo cual puede suponerse que la
fuente para la versión del incunable de Washington sólo se basara en este Evangelio.
Otro rasgo distintivo de la versión del Flos sanctorum con sus ethimologías es
que, tras su breve lectura de la fiesta de la Transfiguración, se da cuenta también de la
vida de san Justo y san Pastor en una brevísima alusión sin separación de la narración
precedente. Los padecimientos de estos niños mártires se desarrollaron en lo que hoy
comprende al territorio español y también son ajenos al recuento de santos reunidos
en la obra de Vorágine. Y el motivo de su inserción en la lectura de la Transfiguración
es que también son celebrados el seis de agosto.41 La Leyenda de los santos c. 1499
también presenta este anexo a las festividades del mencionado día, sólo que corrige
distinguiendo una de otra con un grabado y un título (ausente en W) que aclara que no
sólo se dará cuenta de san Justo y san Pastor:

W LS 1499
En este día fueron martirizados dos amigos de De la vida e passión de san Justo e san Pastor. E
Dios, sante Yusto e sante Pastor [...] Otrosí fueron de sant Sixto papa, e sant Felicissimo e san
martirizados san Sisto papa, e otros dos diáconos, Agapito mártires
Felecísimo e Gapite

En definitiva, se ejemplifica en esta lectura que la impronta de la compilación


A o Gran Flos Sanctorum es nula en los primeros incunables del género. Y también
se evidencia que el Flos sanctorum con sus ethimologías procuró dar cabida al mayor
número de lecturas para la celebración de todo un año litúrgico, de ahí los brevísimos
anexos de san Justo y san Pastor y san Sixto a la fiesta de la Transfiguración. El otro
incunable, preocupado también por esta cuestión, mejoraría y superaría a W no sólo
en el número de vidas registradas, sino en la bella presentación de las mismas.

39 24
Ambulavitque cum Deo, et non apparvit: quia tulit eum Deus (Biblia Vulgata Latina, p. 9). Nácar y
A. Colunga explican sobre este pasaje: “La expresión significa una desaparición misteriosa. La
escritura habla varias veces de Enoc y de su desaparición, pero sin levantar el velo del misterio que la
envuelve (Eclo 44,16; 49,16; Heb 11,5)”. Como ocurre con la misteriosa desaparición de Elías
(2Reyes:1-14). Y hasta cierto punto con la muerte de Moisés (Deuteronomio 34:5-8).
40 34
[...] Venite benedicti Patris mei, possidete paratum vobis regnum a constitutione mundi. [...]
41
Discedite a me maledicti in ignem aeternum [...] (Ibid., pp. 1301,1302).
41
Al igual que la vida de san Sixto (presente en Vorágine), lectura que también se anexa –después de
san Justo y san Pastor– sin separación alguna a la de la Transfiguración (vid. la edición del texto p.
374).

72
3.2.5 EL EXEMPLUM

W presenta un último párrafo en la fiesta de la Dedicación de la Iglesia que es ajeno a


la Legenda aurea. Se trata de un exemplum muy conocido, el cual tiene por tema el
Oficio del lunes de difuntos, según he podido saber por María Jesús Lacarra.42
Según Polo de Beaulieu (1998: 1191-1217), desde finales del siglo XI y
principios del XII se tiene registro de los primeros documentos históricos que dan
cuenta de una ceremonia semanal que conmemoraba a los difuntos los lunes por la
mañana; pero suele atribuirse la instauración del lunes de difuntos –que reproducía el
ritual del dos de noviembre– a Odilon de Cluny, quien la impuso a todos los
monasterios de su orden. A modo general, sin considerar variantes regionales y
cronológicas, esta celebración comprendía una misa de Requiem, una procesión al
cementerio, la bendición de las tumbas y un repique de campanas.
Pero no es hasta el siglo XIII cuando aparecen los documentos que refieren esta
celebración fuera del marco de la veracidad histórica e inscrito en la ficción literaria.
Se trata de colecciones de exempla que detallan un milagro ocurrido en un cementerio
el día lunes, justificando así la inserción de esta novedosa festividad en la liturgia
cristiana. Así pues, este exemplum se encuentra presente –con sus respectivas
variantes– en el Speculum laicorum con el número 161 y, por lo tanto, en el Espéculo
de los legos con el número 156. En esta última obra se dice que lo recuenta Odo de
Sericón. También se encuentra en la Scala coeli, que en el siglo XIV escribiera el
dominico Juan Gobio.
A la sombra de la amplia propaganda y aceptación que tuvo la festividad del
lunes de difuntos en la Baja Edad Media, se entiende que la difusión de este
exemplum no se limitara sólo a las colecciones de exempla, y que alcanzara otros
textos también de orden litúrgico, como el santoral que aquí se edita. Esto explicaría
la presencia de este exemplum en la fiesta de la Dedicación de la Iglesia, una de las
lecturas de mayor carga doctrinal de todo W.
La valía de este exemplum parece justificarse por el hecho que no fue omitido
en la versión de la Dedicación de la Iglesia de la Leyenda de los santos c. 1499, obra
que es –como ya sabemos– de un acabado mucho más logrado en todos los aspectos
que conforman a un libro impreso. Y bien pudo prescindir de este exemplum, así

42
Agradezco a María Jesús Lacarra y a José Aragüés que me facilitasen información sobre este breve
texto.

73
como desechó las etimologías y la excesiva carga doctrinal de algunas lecturas de W,
pero en este caso, no ocurrió así:

W LS 1499
Un sacerdote en Vasconia avía por costunbre de cercar el Un sacerdote en Gasconia avía por costumbre de cercar el
cimenterio el lunes de mañana, con vestiduras sacerdotal, e ciminterio el lunes de mañana con vestidura sacerdotal, e con
con toda la perrochasic e con agua bendita. E los cuerpos de los toda la parrocha, e con agua bendita. E los cuerpos de los
muertos abrieron los sepulcros, e echaron las mansssic fuera muertos abrieron los sepulcros, e echaron las manos fuera para
para que recibiesen aspersión de agua bendita de la mano del recebir aspersión de agua bendita de la mano del sacerdote. E
sacerdote. Tomada el agua, tornados a los sepulcros, tomada el agua, tornados a los sepulcros, cerrávanse con sus
cerrávavansesic con sus manos e así lo fazían muchos días toda manos e así lo fazían mucho días toda la parrochia parando
la perrocha parando mientes. El obispo de ese obispado mientes. El obispo deste obispado sabiéndolo, mandó que lo
sabién[fol. 260c]dolo, mandó que lo fiziese cada día. E feziese. E faziéndolo, no estendieron las manos como antes,
faziéndolo, non estovieron las manos así commo antes, mas mas solamente lo fazían el día del lunes, según que lo avía de
solamente lo fazían el día del lunes, segunt que lo avían de costunbre. E de allí adelante fue establecido que lo fiziesen el
costunbre. E de allí adelante fue establecido que lo fiziesen el día del lunes para siempre.
día del lunes para sienpre.

Como puede apreciarse, y como ocurre en otros casos, muy probablemente LS


1499 leyera de Proto-W, si no del testimonio perdido de B1; o bien siguió a W
corrigiéndolo.

3.2.6 “PARA SABER DEL ANTICHRISTO E DE OTRAS COSAS”

Se trata de una tabla comentada.43 Su ubicación no es al inicio del santoral, como en


el caso de los manuscritos, sino tras la festividad de la Dedicación de la Iglesia,
lectura que cierra el ciclo y año litúrgico en la Legenda aurea. Es notorio que en esta
tabla se deja fuera a la mayoría de las lecturas contenidas en el incunable, ya que de
los 146 textos que posee, sólo 39 están presentes en la lista de títulos.44 Destaca

43
Como ya he tenido oportunidad de señalar en el apartado I, Baños (2007: 288) recuerda que W
presenta otro índice al final en letra manuscrita, probablemente del siglo XIX y, por tanto, ajeno al resto
de los folios del siglo XV.
44
Las lecturas sin enlistar, según el orden en el que aparecen en el incunable, son las siguientes: santa
Anastasia, san Esteban, Epifanía del Señor, san Pablo ermitaño, san Julián y santa Basilisa, san Hilario,
la Septuagésima, la Sexagésima, la Quincuagésima, la Cuaresma, san Antonio, san Sabiniano y Sabina,
conversión de san Pablo, san Blas, san Valentín, santa Juliana, san Longinos, san Benito, Anunciación
del Señor, san Segundo, santa María Egipciaca, santo Toribio, san Jorge, san Marcos, san Marcelino,
san Vidal, san Felipe, san Juan ante Portam Latinam, las Letanías, san Pedro, Espíritu santo, san
Gordiano y Epímaco, Nereo y Aquileo, san Urbano, santa Petronila, sant Pedro exorcista, san Primo y
Feliciano, san Bernabé, san Vito y san Modesto, santa Marina, san Gervasio y san Protasio, san Juan y
san Pablo, Pedro apóstol, san Pablo apóstol, Siete hermanos, santa Teodora, santa Margarita, santa
Tais, santa Margarita (bajo el nombre de Marina), san Alejo, santa María Magdalena, san Apolinar,
santa Cristina, san Cristóbal, san Nazario y Celso, san Félix papa, san Simplicio, Faustino y Beatriz,
santa Marta, san Abdón y Senén, Pedro ad Vincula, san Esteban papa, Invención del cuerpo de Esteban
proto mártir, Transfiguración del Señor, san Justo y san Pastor, san Sixto, san Donato, san Ciriaco, san
Lorenzo, san Hipólito, Asunción de la Virgen María, san Timoteo, san Siforiano, san Félix y Adaucto,
san Mamertino, san Egidio, san Antolín, Natividad de la Virgen María, san Adrián, san Proto y san
Jacinto, san Cornelio y san Cipriano, santa Eufemia, san Lamberto, san Mauricio, san Miguel arcángel,
san Jerónimo, san Francisco, san Dionisio, san Calixto, san Lucas, Once mil vírgines, san Simón y san

74
también el orden en el que están enlistados los títulos, ya que se respeta la disposición
que se ofrece en la Legenda aurea, mas no la que aparece en W. Esto se evidencia –
por citar sólo un ejemplo– al inicio de la tabla, donde la fiesta del Aviento, seguida de
san Andrés, son las primeras en estar enlistadas; pero en el incunable éstas se
encuentran casi al final; pues W procura un orden que va de la fiesta del Nacimiento
de Jesucristo a la del Adviento, por lo tanto, san Andrés está casi al termino de la
obra.
Por otra parte, esta tabla presenta cuatro títulos que no registra el incunable,
respectivamente: la vida de santo Tomás apóstol; santo Tomás Cantorbery
(cantuariense); san Juan el limosnero y san Eusebio. Además, coincide con la tabla
que se presenta en el ms. h-I-14 al cortar el listado de los títulos en la vida de santa
Justina, salvo que el incunable no presenta ninguna continuación interpolada entre sus
folios.45 Lo anterior hace pensar que el compilador elaboró esta tabla no considerando
el contenido de W, sino teniendo en cuenta la tradición del Flos sanctorum
representada por uno o más manuscritos de la tradición B y, sin duda alguna, la propia
fuente latina.
Sabemos que los primeros impresores apostaron por el ahorro en sus
producciones editoriales y no dudaron en reutilizar materiales ya empleados en obras
anteriores. El modo inconcluso en el que se presenta la tabla de W –pues sólo cubre
poquísimas lecturas comprendidas entre los meses de noviembre a septiembre, sin
registrar ninguna del mes de octubre–,46 hace pensar en dos posibilidades: o bien que
la misma formó parte de otro santoral hoy perdido, cuyas lecturas serían en mayor

Judas, san Eustaquio, Todos los santos, Conmemoración de las almas, los Cuatro coronados, san
Leonardo, santo Teodoro, san Martín, san Bricio, la Dedicación de la Iglesia, santa Cecilia, san
Clemente, san Crisógono, santa Catalina, san Saturnino, san Cosme y san Damián.
45
En la Compilación B, de los seis manuscritos que la integran, únicamente dos poseen una tabla, se
trata del h-I-14 y del 15001. La del primero inicia su listado con la vida de san Andrés y continúa hasta
la vida de santa Justina, donde se corta en el folio 1d; sin embargo, la continuación prosigue en un folio
que se inserta entre los folios XII y XIII, misma que enlista desde la vida de san Cosme y san Damián
hasta la última lectura del manuscrito, es decir, la vida de san Elario. Por su parte, la del 15001 se inicia
también con la fiesta de san Andrés y finaliza con la fiesta de Santiago el Mayor. En general, las
respectivas tablas sí se corresponden con las lecturas que presentan estos manuscritos.
46
A continuación las lecturas enlistadas según el orden en el que aparecen en la tabla: Adviento del
Señor, san Andrés, santo Tomás apóstol, Natividad del Señor, san Juan apóstol, santos Inocentes, santo
Tomás Cantorbery, san Silvestre, Circuncisión del Señor, san Macario, san Sebastián, santa Inés, san
Basilio, san Juan el limosnero, san Julián, el ayuno de las Cuatro Témporas, san Ignacio, Purificación
de la Virgen María, santa Águeda, cátedra de san Pedro, san Matías, san Gregorio, san Patricio, Pasión
del Señor, Resurrección del Señor, san Ambrosio, Santiago apóstol, Invención de la Cruz, Ascensión
del Señor, san Juan Bautista, Santiago el mayor, san Germán, san Eusebio, santo Domingo, san
Ambrosio (se repite), san Agustín, san Bernardo, san Bartolomé, Decapitación de san Juan Bautista,
san Mateo y santa Justina.

75
medida las representadas en la tabla, y que fue anexado al incunable de Washington
con miras a economizar trabajo y esfuerzo; o bien, que esta tabla no es más que un
claro ejemplo de los varios errores y variantes presentes en W. De ahí la mayoría de
títulos ausentes en la tabla y de ahí también los que sí están listados pero no los
registra W. Pareciera que la tabla que quedó registrada en W, atendiendo la tradición
del Flos sanctorum, toma en cuenta las vidas de santos y lecturas doctrinales que
poseen un valor sobresaliente en la difusión de la doctrina cristológica, trinitaria y
sacramental. El argumento se basa en que, salvo la fiesta de la Anunciación y la de la
Transfiguración del Señor, se registran todas las fiestas de Cristo.47
Sea lo que fuere, lo que sí es evidente en esta tabla, y que la diferencia de las
de los testimonios manuscritos, son sus anotaciones a las lecturas que enlista,48 y que
le confieren un enorme valor textual que nos permite especular sobre el modo en que
sus contemporáneos se aproximaban a la lectura del Flos sanctorum. Y al respecto,
vale la pena recordar los manuscritos castellanos de su misma familia representados
por el único de éstos que goza de una edición íntegra, es decir, el manuscrito 8 de la
Biblioteca de Menéndez Pelayo. Los editores del mismo encuentran típicas fórmulas
de oralidad o llamadas al público, como “sabet”, las cuales permiten pensar en un
lector que leía en voz alta, quizá un monje que se encargaría de la lectura de los
diversos textos del santoral en los respectivos días de su aniversario (Baños y Uría,
2000: 23). Tras haber realizado la edición del texto del Flos sanctorum con sus
ethimologías, no he encontrado rasgos de oralidad como el anterior; pero lo que sí
encuentro –como ya he tenido oportunidad de indicar líneas arriba– es una enorme
cantidad de texto añadido que procede de la Legenda aurea y que evidencia una
relectura de una copia de esta fuente latina, ya que ninguno de los manuscritos de B
registra tales adiciones. Por todo ello considero que este incunable difícilmente fuera
diseñado pensando en una lectura en voz alta –la gran cantidad de texto añadido en
ciertas lecturas lo hacen enojoso al oído–; sino, más bien, en una lectura silenciosa y
privada. Además, las anotaciones a los títulos de la tabla ayudan a creer esta idea,
pues permiten adentrarse al contenido del santoral de un modo más práctico, quizá no
para ir leyendo la festividad que correspondería a cada día, sino escogiendo aquellas

47
Es claro que al argumento se le puede objetar que el índice deja fuera lecturas fundamentales para la
catequesis y la propaganda, como san Lorenzo, san Francisco, santa María Egipciaca, san Jerónimo,
etc.
48
Vid. ff. 260c-261b de la edición del texto.

76
lecturas que atrajeran la atención del lector por mera curiosidad o por intereses
específicos.
Por su parte, la Leyenda de los santos presenta esta misma tabla tras la lectura
de san Clemente. La habría leído de Proto-W o quizá de W pero corrigiendo el fallo:

W LS 1499
De los arrianos e de los herejes, en lo de sant De los arrianos e de los herejes, en lo de sant
Uesebio Eusebio

A la luz del moderno invento de la imprenta, parece que la tendencia


renacentista de intentar superar y mejorar cada nueva impresión del santoral
castellano es inaugurada por el Flos sanctorum con sus ethimologías. Y esta misma
tendencia hará que el primer santoral impreso de la familia de B quede anquilosado
con sus múltiples errores, carencias e innovaciones, como se ejemplifican en su tabla
de contenidos; pues no generará otra reedición ni en los talleres de imprenta del
Cuatrocientos ni del Quinientos.

77
IV. LA CREACIÓN DEL IMPRESO EN EL ÚLTIMO TERCIO DEL SIGLO XV Y LOS
DESTINATARIOS DEL FLOS SANCTORUM CON SUS ETHIMOLOGÍAS

Tras todo lo antedicho, es posible especular en torno a la producción y el público al


que estaba destinado este incunable. Tomando por referencia la fecha de composición
con la que es adscrito a la colección de Otto Vollbehr en la biblioteca del Congreso de
Washington (c. 1472-1475), es conveniente tener presente que este incunable fue
heredero del modelo cultural literario surgido en el reinado de Enrique IV (1454-1474)
y posiblemente editado al inicio del reinado de los reyes Católicos (1474-1516),
periodo donde el entramado del discurso prosístico castellano sienta los principios
sobre los que se habrán de sostener los modos genéricos del siglo XVI (Gómez, 2007:
3957). En este sentido, al especular sobre el compilador, la imprenta y los lectores de
W, es pertinente no pasar por alto esta etapa de cambio en la cual surge; es decir, una
fase tardomedieval, que se evidencia por el contenido netamente litúrgico de la obra,
heredada de una tradición manuscrita bien definida; y una fase prerrenacentista, que
se evidencia por la técnica con la que fue manufacturado, destinado a cubrir una
producción sin precedente alguno en su época, la cual ampliaba el rango de posibles
lectores.

4.1 EL COMPILADOR

Me refiero en singular a la labor que posiblemente fue realizada por una sola persona,
aunque tampoco puede descartarse que la compilación de vidas de santos y lecturas
doctrinales presentes en W se debieran a varias manos coordinadas por un único
responsable.1 Por el género literario en el que se inscribe este incunable, bien se
antoja pensar que el espacio de creación donde fue compilado se situó en un ámbito
monástico, similar al del italiano Jacobo de Vorágine cuando trabajaba, hacia 1264,
en su propia compilación –fuente primigenia de la que aquí se edita, como ya he
tenido oportunidad de probar–. Con ello no sugiero explícitamente que el compilador
formara parte de la orden de los dominicos; sino, simplemente, que el Flos sanctorum
con sus ethimologías surgió en un contexto similar al que viera nacer a la Legenda

1
Así es como algunos autores interpretan la creación de la fuente latina primigenia: “La Legenda aurea
que el dominico Jacobo de Vorágine (ca. 1228-1298) y sus colaboradores compusieron hacia 1260 fue
uno de los legendarios latinos más influyentes en España”. (Hernández, 2008: 12).

78
aurea; pues, aunque en menor medida que ésta último, W también fijó y construyó un
universo teológico en lengua castellana que, en parte, tuvo eco en las versiones
posteriores impresas de B, tal y como se ha visto al cotejarlo con la Leyenda de los
santos c. 1499.
Llama mi atención una variante de W, presente en la narración de san Pedro
mártir, cuya notoriedad es abrumadora; y lo es más aún si se le compara con el
registro correcto de la fuente original latina y las variantes de los antecedentes
manuscritos castellanos:2

Legenda aurea h-I-14 k-II-12 15001 m-II-6 W


Guillelme Guillen de Domingo de Guillen de Guillen de Guillelmo de
Vercellensis Vercellas Brecelos Verceles Vocellas Verceo

Este fallo quizá ya se encontraba en el testimonio perdido de B1, o quizá en


Proto-W o quizá fue un error del cajista mientras trabajaba con W. Aunque con este
error se antoja especular que el compilador (o el cajista) estuvieron familiarizados con
el pueblo de Berceo o, con menor probabilidad, con la obra de Gonzalo de Berceo,3
lo cierto es que la gran cantidad de errores de W no permiten tomar este fallo como
determinante, ni para teorizar sobre la ubicación geográfica, ni para discurrir sobre el
cenobio al que pertenecería el responsable de las vidas de santos y lecturas doctrinales
reunidas en W.
Pese a esta referencia de “Guillelmo de Verceo”, lo que sí queda claro es que
el compilador no buscaba el reconocimiento del cenobio del que dependía o con el
que se sentía involucrado, no –al menos– en el mismo modo que Gonzalo de Berceo
otorgara a sus obras dos siglos atrás, con la impronta en favor de San Millán de la
Cogolla. Con este santoral del último tercio del siglo XV se buscaba otro propósito
harto diferente: un primer esfuerzo –casi un primer experimento– de un trabajo de
compilación que seguramente llegó a ser el más acabado en su momento. E incluso
pudiera ser que fuera confeccionado ex profeso para terminar en la imprenta; o quizá
la edición de W fue un incidente aleatorio, es decir, que algún maestro impresor
hubiera echado mano de él –porque fue el más logrado que pudo conseguir– para salir
de los apuros propios de su oficio y arte. Sea lo que fuera, lo cierto es que este

2
La siguiente referencia textual no aparece en LS 1499.
3
Con menor probabilidad debido a que, para el siglo XV, la obra de Gonzalo de Berceo no gozaba de
una popularidad abrumadora fuera de territorios riojanos, ni siquiera en los ámbitos monásticos
castellanos.

79
acontecimiento quizá ocurría por primera vez en la historia del género del Flos
sanctorum, y con ello se ofrecía todo un despliegue de nuevas posibilidades: se
ampliaba el margen de producción y, con ello, se ensanchaba el número de receptores.
Cabe pensar que algún clérigo,4 entusiasmado por las ventajas inherentes a
este nuevo invento tecnológico, entregase a un taller de imprenta la más completa de
las compilaciones de vidas de santos y lecturas doctrinales conocidas hasta el
momento en la tradición B,5 una donde por fin se dio cabida a partes que siempre
habían omitido los manuscritos que le precedieron. Este códice, aunque tuviera los
errores inevitables de una tradición manuscrita, sería un original que quizá podríamos
identificar con Proto-W. Pese a la gran cantidad de fallos presentes en el códice (hoy
perdido) que entregaba a algún cajista (quien quizá no trató este manuscrito que
recibía en calidad de exemplar con el debido esmero y él también fue responsable de
los muchos errores que se leen en la copia de W que aquí se edita); pese a todo ello,
se trataría del santoral más logrado de los hasta entonces conocidos en dicha
tradición, e incluso era moderno y actualizado, pues daba cabida a lecturas como la
Transfiguración del Señor, fiesta que hasta el año 1456 no se consignaría como
celebración oficial para toda la Iglesia Universal.6
Gracias a la producción impresa, sería la primera vez que un representante del
género del Flos sanctorum podría difundirse en numerosas copias, consiguiendo
llegar a un público más amplio, también extraconventual.7 Bajo esta premisa destaca

4
Martín Abad (2003: 162), comenta al respecto: “Sabemos que buen número de ediciones lo fueron de
textos entregados a los talleres de imprenta por parte de determinadas autoridades civiles y
eclesiásticas, que además procuraron, directa o indirectamente, su impresión. Pero son multitud las
ediciones de las que nada sabemos al respecto”.
5
W posee un total de 146 lecturas, sólo 32 menos que la Legenda aurea, vid., la edición de Maggioni
(1998).
6
Empresa realizada por un papa de origen valenciano, Calixto III. Esto en memoria de la defensa de
Belgrado por parte de Iohannes Hunyades y su ejército contra el ataque turco encabezado por
Mohamed II, ocurrido el veintidós de julio de 1456. La noticia no llegaría a Roma hasta el seis de
agosto, y de ésta se valdría Calixto III para extender, enaltecer y fijar esta fiesta en el calendario
litúrgico, componiendo oficio y misa para aquellas muchas diócesis que todavía no la celebraban.
Mandato que aparece registrado principalmente en la Constitución Inter divinae del seis de agosto de
1456 (Ferreres, 1929: 340-346).
7
Para las fechas en las que se suele datar este incunable, la tirada más reducida no era inferior a 300
ejemplares. Así lo declara Martín Abad (2003: 155): “Podemos asegurar que en los años setenta del
siglo XV una tirada menor de 300 ejemplares era algo ya totalmente excepcional. Existen tiradas
mayores pero fueron raras, pues su venta planteaba dificultades”. Aunque, en este caso, por el tipo de
material impreso (un santoral), quizá el lucro de las ventas no era un factor determinante en la
producción; en ese caso la tirada podría verse reducida sólo a una centena de ejemplares: “Esas tiradas
tan cortas, sin embargo, las encontramos sólo en aquellas ciudades en las que los comienzos de su
historia tipográfica fueron modestos o cuando los intereses comerciales no eran prioritarios, como
cuando el cabildo de la Catedral de Santiago de Compostela encarga, en 1483, a los impresores Álvaro

80
la notable presencia de la mencionada tabla comentada (sin precedente en los
manuscritos castellanos de B conservados hoy en día). Quizá ya estuviera presente en
el códice que se entregaba al taller de imprenta, o quizá fuera decisión del cajista
insertarla en el material con que trabajaba.8 El caso es que esta tabla sugiere una
lectura del legendario castellano de un modo distinto de la tradicional lectura en voz
alta que seguía el año litúrgico; pues las nuevas posibilidades de lectura, reflejadas en
las anotaciones de la misma, son más de una lectura individual y silenciosa, según los
propios intereses de cada cual.9
Por otra parte, quizá también sea posible extraer algún indicio del compilador
tomando en cuenta las vidas de santos extrañas a Vorágine y presentes en W: san
Julián y santa Basilisa, santo Toribio y san Antolín. Como se destacó en el apartado
anterior, estos casos tienen por común una advocación local en lo que hoy comprende
a la mitad norte del territorio español: la pareja de castos mártires, en Lugo
(monasterio de Samos) y en Oviedo (san Julián de los Prados); el santo confesor, en
Palencia, Astorga y Liébana;10 y el mártir galo, en Palencia.11 Por supuesto, esto no
determina la procedencia del compilador de W, sólo destaca la relevancia de esta
región dentro de la Península Ibérica y su preeminencia resalta más aún al amparo del
camino de Santiago. En este sentido, no es muy descabellado pensar que, en el
supuesto caso de que el compilador estuviera convencido de su labor y de la difusión
en favor de una advocación local debida a sus propios vínculos con estas tierras del
camino de Santiago,12 la imprenta que posiblemente se hubiera hecho cargo de esta
compilación permanecería –por motivos prácticos– aledaña a estos territorios del
norte español. Así pues, los candidatos en este rubro parecen las imprentas conocidas
por su labor editorial y localizadas en lo que hoy es Castilla y León (¿Burgos?) o

de Castro y Juan de Bobadilla, una edición de un Breviarium Compostellanum, con una tirada de 120
ejemplares (Loc. cit.).
8
Los cuatro títulos que presenta esta tabla ausentes en W, así como las poquísimas lecturas que enlista
y las muchas que deja fuera, hacen pensar que esta tabla no consideraba el contenido compilado en W,
sino a la tradición del Flos sanctorum quizá representada por otro códice –hoy perdido– cuyas lecturas
serían, en mayor medida, las representadas en la tabla. Y quizá, con miras a economizar trabajo y
esfuerzo –ya fuese en la labor realizada o por el compilador o por el cajista–, fue anexada a W, tal y
como se ha sugerido en el apartado III de este estudio.
9
La expresión “Si quieres buenos enxenplos (f. 261a)”, presente en uno de los últimos títulos que
enlista la tabla, apunta a un lector individual, no colectivo. Además, conviene recordar que los
principales usuarios de ejemplos eran los predicadores.
10
E incluso, la leyenda tardía de santo Toribio también lo involucra con Oviedo, aunque, como se ha
visto, esta versión no es la que recoge W.
11
Algunos de estos santos también cuentan con una gran devoción en Toledo, capital del reinado
visigodo, época en la que surge su respectiva advocación.
12
Quizá varias de las copias de este santoral estarían destinadas a pequeñas parroquias de este camino.

81
Galicia (¿Santiago de Compostela?), aunque también es posible cualquier otra opción,
ya sea un taller desconocido hasta el día de hoy o uno afamado pero alejado del
ámbito territorial aludido.
Retomando esta última sugerencia, también cabría pensar en el encargo de la
edición de un santoral basado en la Legenda aurea –del más completo que se
conociera–. Dicho encargo quizá fue solicitado por alguna diócesis a algún taller,
quizá uno con cierta reputación gracias a sus trabajos ya conocidos, pero lejos del
camino trazado por peregrinos hacia Santiago (¿Sevilla?); o quizá fue requerido a
algún otro humilde taller de corta existencia en cualquier otra ciudad castellana. Sea
una u otra, probablemente el cajista, atendiendo el encargo, echaría mano de la copia
exemplar manuscrita, la más completa de las que pudo conseguir (una llena de
deturpaciones, pero lograda en lo que se refería al número de festividades del año
litúrgico y otras fidelidades con el trabajo de Vorágine) y el resultado final sería la
copia que aquí se edita. De cualquier forma, este rastreo atañe más a la tipografía, y a
otros rastros físicos, que a la especulación fundada en el contenido de la obra.

4.2 LA IMPRENTA

En la descripción física del ejemplar se comentó sobre las marcas de agua presentes
en W. Gracias a éstas y a otros detalles físicos (también expuestos en el primer
apartado de este estudio), hoy en día se cuenta con todo un repertorio de
especulaciones y conjeturas sobre la ciudad, el impresor y la fecha de impresión.
Todas ellas fueron agrupadas por Baños (2007: 290-293), y son las mismas que
destaco a continuación.
La diversidad de hipótesis inicia su recuento con José Bartolomé Gallardo en
su Ensayo de una biblioteca española de libros raros y curiosos (1863: I, 814):

[...] si hemos de juzgar por lo rudo de los caracteres, la clase de papel y otras
señales, no vacilaremos en declararla una de las primeras [impresiones] hechas en
España [...] Por lo demás el libro está impreso tan toscamente y con tanta
imperfección que da lugar a sospechar sea alguno de aquellos ensayos que en los
primeros años de la tipografía española se hicieron en monasterios como
Monserrate y otros. La forma de letra no es ni la que usaron los impresores
alemanes de Sevilla, ni la de Valencia, ni la de Barcelona; a la que más se asemeja
es a la de Salamanca, o a la que empleó Enrique Meyer el de Tolosa.

82
Este es uno de los puntos de vista más arcaicos que se ha podido recoger sobre
W. Lo que interesa de Gallardo es que no duda en adscribirla a los primeros trabajos
de imprenta, sin proponer un sitio, ni un impresor y tampoco una fecha en concreto.
Así lo hacía notar uno de los autores esenciales en la historia de la incunabulística,
Konrad Haebler, en su Bibliografía ibérica del siglo XV. Segunda parte (1917: 76):

Este libro muy raro y sumamente curioso lo mencionó primero Gallardo al núm.
724 de su Ensayo &c., pero sin decir nada acerca del lugar ni del año en que podría
haberse impreso [...] en 1908 en [...] El imparcial el Sr. D. Joaquín López
Barbadillo volvió a ocuparse de esta obra. La suposición estupenda que hizo dicho
Señor era que el tal libro debería ser producción xylográfica (con todas sus 288
hojas o sea 576 páginas!) y tal vez el primer libro impreso en España. [...] Sin duda
es un libro de sumo interés, pero falta mucho para que sea de los primeros años de
la tipografía española. Es producción de un taller de que hasta el día no se conoce
ninguna otra obra, pero el impresor no fue un principiante sino un maestro acabado
en el arte, que supo disponer muy bien sus materiales, supo fundir letras muy
buenas de formas inusitadas pero bellas, no toscas, y supo grabar capitales bastante
bonitas. Su letrería, aunque de formas originales, se parece algún tanto a la de
Alfonso de Castro, el de Huete, y por eso emito con todas las precauciones debidas
la hipótesis, de que tal vez el compañero que tuvo Castro en Santiago, Juan de
Bobadilla, pueda ser el que imprimió el libro. Pero para esta suposición no hay
fundamento exterior alguno, y tan solo es fruto de meras conjeturas. Con todo eso,
es libro sumamente interesante y de sumo valor.

De Haebler se reconoce que se atrevió, aunque tímidamente, con la primera


hipótesis sobre el taller de impresión, señalando a Juan de Bobadilla, en Santiago.
Esta conjetura coincidiría con una de las suposiciones planteada líneas arriba –pero
que, como se verá más abajo, hoy en día ésta no goza de popularidad por su falta de
fundamento–. También introdujo algunos fallos, hoy en día conocidos y propios de
las investigaciones pioneras.13 No obstante, pese a su aportación, sus declaraciones
fueron fuertemente criticadas por otra autoridad, Francisco Vindel, en El arte
tipográfico en España durante el siglo XV (1945-1951: VIII, XIV):

No comprendemos cómo el Dr. Haebler pudo emitir juicio tan absurdo sobre la
tipografía de este libro; tal vez fuera esto por haber dicho “El Imparcial”, con el
asesoramiento de mi padre, que era una estampación muy anterior a 1474, lo cual
trastornaba en gran manera todo cuanto había trabajado el doctor alemán sobre el
origen de la Imprenta en España, que para él fue en la citada fecha y en Valencia,
por el tipógrafo alemán Lamberto Palmart.

13
Estos errores fueron repetidos en cadena por otros investigadores, Fernando Baños los destaca en
nota al pie en su mencionado artículo (2007: 291). Se trata de una primera mención que hace Haebler:
donde dice 228 hojas debería ser 288 (él mismo se corregiría después) y un fallo en la referencia de
Gallardo: dice 724, en lugar de 742.

83
La tipografía de este libro no puede ser más arcaica, ni su estudio deja de
comprobar que se trata de uno de los más primitivos trabajos que se conocen en la
Imprenta en España.

Los estudiosos de la incunabulística y la historia de la imprenta están


acostumbrados a las opiniones tan personales y hasta en tono de disputa –como es el
caso de la cita anterior– por parte de Vindel. Con todo, él también llega a ofrecer las
siguientes declaraciones (1945-1951: VIII, 8 y 10):

(Sin indicaciones topográficas, pero Castilla, hacia 1472-75). Folios 228 hojas

[...]

Ejemplar que perteneció a la casa Vindel y del que se obtuvieron directamente los
facsímiles que se acompañan [...] Esta obra ha sido atribuida al tipógrafo Juan de
Bobadilla, y sin fundamento alguno como estampación en Santiago de
Compostela.

Un recuento de las opiniones planteadas hasta el momento, así como algunos


datos de la suerte comercial del incunable en tiempos modernos y sobre dos de las
candidaturas hoy del todo desechadas (la del impresor Álvaro Castro, en Huete; y la
de Antonio de Centenera, en Zamora), fueron referidos por Antonio Palau y Dulcet en
su Manual del libero hispano americano (1948-1977: V, 441):

[...] vista por Gallardo y otros distinguidos bibliófilos, se había creído desde un
principio una de las primeras producciones tipográficas de la Península, y hasta se
consideró obra de arte xilográfico. El único ejemplar conocido estuvo en poder de
Vindel, quien reprodujo algunos fragmentos en su Bibliografía gráfica. En 1909 el
librero de Munich L. Rosenthal lo ofrecía por 25.000 marcos, y lo suponía de
Huete, Alfonso de Castro, o Zamora, Antonio de Centera, 1480. Allí lo estudió
Haebler quien declaró que, lejos de ser producto tipográfico primitivo, su
perfección demuestra un artísta experto. Por cuyo motivo conjetura que el
compañero que tuvo Alphonso Castro el de Huete en Santiago, Juan de Bobadilla,
establecido en oficina aparte, bien pudiera ser el impresor de este libro.

Del texto castellano del Flos sanctorum seguramente se habrán perdido algunas
ediciones antiguas [...].

Baños (2007: 292) reproduce también la carta conservada con el incunable y


que escribiera en 1964 George D. Painter, encargado de la sección de incunables de la
Biblioteca del Museo Británico, a Frederick R. Goff, su homólogo en Washington:

The paper is often common to Spain and Southern France [...]. It seems likely that
more printing in the Spanish language was done at Toulouse than we know of [...].
[...] the paper does not seem distinctively Spanish, though this would not preclude
a Spanish origin for the book. The type, however, does look Spanish, and I would

84
vote for Spain [...]. Vindel’s 1472-75 savours of wishful thinking. The printed
lombards would be unusual in Spain at such an early date. So perhaps the second
half of the 1470s would be more likely than the first. It would be pointless to
suggest a place, as there is no evidence, but if had to guess I would suggest Seville,
where Martínez, Segura and Alfonso del Puerto had already been printing ‘olim’ in
1477 (Haebler 210), and, if Vindel is right, an equally primitive looking type was
in early use (Vindel, vol. 5, pp. 3-11), and an earlyish book with a flowered
lombard was produced (ibid., pp. 52-3). Incidentally this has a similar slim
paragraph-mark, and that press favoured a roman C in gothic type. But a short-
lived press in some small town be just as feasible.

Por primera vez en este recuento de opiniones se introduce una posibilidad –


aunque sugerida no por una evidencia concreta– en torno a la ciudad y al impresor
que hasta ahora había sido pasada por alto; pero es Odriozola (1982: 135-136)14 el
que comenta en detalle del otro incunable atribuido a los impresores de Sevilla citados
por Painter, destacando el parecido de la tipografía entre éste último y W, aunque en
sus declaraciones demuestra también que desconocía la carta anterior:

Me asombra que nadie, que yo sepa, haya relacionado este libro [Sacramental,
Sevilla ?, 1470 ?] con el Flos Sanctorum (en romance) que describió Gallardo y
vendió Pedro Vindel (padre) al librero Rosenthal y éste a la Biblioteca del
Congreso, de Washington, donde se halla hoy. No creo que procedan de la misma
imprenta, pero tienen algunas letras muy parecidas (C, D, O, Q) y otras bastante
(B, E, G, T) como si el grabador de ambos tipos hubiese sido el mismo o uno se
hubiese inspirado en el otro. También fue considerado el Flos sanctorum como
impresión xilográfica y en desigualdad de composición, defectuosa alineación,
etc., allá se anda con el Sacramental. Y es pintoresco que los mismos argumentos
que emplea Vindel en el tomo V (Sevilla) para dar el Sacramental como impresión
sevillana, son los mismos que usa en el tomo VIII (Dudosos) para el Flos
Sanctorum, al que da sin vacilar como impresión castellana, opinión con la que
estoy totalmente de acuerdo.

Es Baños (2007: 289) el que explica una mala interpretación de Odriozola a


las declaraciones de Vindel. Y es que éste último considera a Sevilla como parte de la
Corona de Castilla, con lo cual, esta ciudad no se descarta de las posibilidades que se
especulan sobre la impresión del Flos sanctorum con sus ethimologías. Además,
Baños advierte de las observaciones de Odriozola:

[...] no son exactamente los mismos rasgos los que vinculan al Sacramental con los
incunables sevillanos que los que lo asemejan al Flos Sanctorum. [...] en efecto los
tipos no son los mismos: los caracteres del Flos Sanctorum son más angulosos, el
trazo superior de la a minúscula cierra, y el de la d minúscula es prácticamente
horizontal, el signo tironiano es totalmente distinto. Con todo, el parecido, en
términos generales, es tal que nos obliga a relacionarlos. Después de repasar los

14
“La imprenta en Castilla en el siglo XV”, en VV. AA., Historia de la imprenta hispana, Madrid:
Editorial Nacional, pp. 91-219.

85
facsímiles de incunables que proporcionan Vindel y otros repertorios, ciertamente
no he encontrado otro más próximo que el citado Sacramental. Además de una
notable similitud en la tipografía, está la afinidad en la desalineación entre
columnas, en la desalineación de caracteres y en el uso de tipos dobles, que revelan
una técnica arcaica, rudimentaria y pobre.

Pero sacada a la luz las semejanzas entre el Sacramental y W, y postulándose


Sevilla como la más fundamentada de las adscripciones hasta ahora propuestas, María
Luisa López-Vidriero (1988: 262 y 265)15 pone en duda que esta primera obra haya
sido impresa en dicha ciudad por Antonio Martínez, Bartolomé Segura y Alfonso del
Puerto:16

El Flos Sanctorum, otros de los productos de la temprana imprenta española,


presenta estas mismas irregularidades en el ajuste de líneas y caracteres; y, sin
embargo, se trata, como en el caso del Sacramental, de un libro compuesto y no
xilográfico, como también de éste se había informado. Sin embargo, la
comparación tipográfica de estas obras –coincidentes ambas en rasgos que a priori
hubieran podido si no hermanarlas sí aproximarlas bastante– no arroja una gran
luz. Estas dos obras en romance, que se conservan en ejemplares únicos en la
Library of Congress uno, en la Lázaro Galdiano otro, salieron de las primeras
imprentas castellanas entre los años 1474-1475 pero hasta el momento no pueden
considerarse productos de un taller concreto.
[...] Las dos últimas ediciones [del Sacramental] se consideran burgalesas,
procedentes de Fadrique Biel e impresas en 1475, aunque estos tres datos se
consignen siempre entre prudentes signos de interrogación. [...]
Si es cierto que no podemos considerar Sevilla como la cuna del primer impresor
del Sacramental, [...]

Tras estas últimas precisiones, pareciera que la suerte del Flos sanctorum con
sus ethimologías –por lo menos, por las distintas investigaciones que tratan los
misterios de su identidad– ha sido la de recorrer buena parte de la geografía española,
e incluso fuera de sus fronteras, mirando hacia lo que hoy corresponde al sur de
Francia, en Toulouse (según Painter, aunque al final se decanta por España). Y así lo
hizo notar Martín Abad (2003: 114) en su apartado dedicado a las “Muchas ediciones
sin paternidad tipobibliográfica”:

15
“La edición incunable del Sacramental de Sánchez Vercial”, en López-Vidriero, Mª Luisa, y Cátedra
Pedro M. (eds.), El libro antiguo español. Actas del primer Coloquio Internacional (Madrid, 18 al 20
de diciembre de 1986), Salamanca: Universidad de Salamanca-Biblioteca Nacional de Madrid-
Sociedad Española de Historia del Libro, vol. I, pp. 259-272.
16
Martín Abad (2003: 54) puntualiza: “Los tres maestros impresores citados, aunque tal vez sólo uno
de ellos, Antonio Martínez, lo fuera en el sentido real del término, y los otros dos socios, si es que no
ayudantes, declaran sus nombres en los colofones de dos ediciones del año 1477, una del Sacramental
de Clemente Sánchez de Vercial, en que detallan día y mes, el 1 de agosto [...]”.

86
[...] el célebre Flos sanctorum que se ha instalado bibliográficamente en “Castilla,
c. 1472-1475”17 (después de haber andado en los estudios y repertorios por
Santiago de Compostela y por Toulouse).

Después de este catálogo de dos siglos de observaciones y propuestas, se


evidencian dos que ostentan más fundamento y con las que hay que quedarse a fuerza
de falta de pruebas más fidedignas y concretas. Así pues, entre los años arriba
especulados, es decir c. 1472-1475, y con base en la semejanza que se le encuentra
con el Sacramental, bien pudiera ser que W fuera obra de Martínez, Segura y del
Puerto, en Sevilla; o que fuese producto del taller de Fadrique de Basilea,18 en
Burgos. De la especulación entre estas dos candidaturas, parece que la balanza se
decanta más por éste último, pues Baños (2007: 290) apunta que esta opción posee
coherencia si se mira hacia aquel que bien pudo haber sido otro Flos sanctorum hoy
perdido, aquella versión muy temprana de la Leyenda de los santos impresa en 1493,
quizá también por Fadrique de Basilea en Burgos, y cuyo testimonio parcial se
conserva encuadernado junto a la Leyenda de los santos c. 1499, impreso por Juan de
Burgos, como ya se tuvo oportunidad de estudiar en el primer apartado. Además, la
tradición editorial burgalesa también encaja con una de las hipótesis referidas arriba:
aquella que considera al contenido de W, focalizando las vidas de santos ajenas a
Vorágine, como un rasgo de identidad que lo relaciona con ciertas advocaciones
locales propias de las tierras del camino de Santiago. Aunque no puede desecharse
ninguna otra posibilidad –recuérdese a Painter–, dados a especular con los datos
referidos bien cabe imaginarse que el códice original del Flos sanctorum con sus
ethimologías fue depositado en un taller de Burgos, ciudad próxima a un centro
monástico del norte Peninsular de donde procedía. Quizá fue confiado al taller de
Fadrique de Basilea o, quizá, al de la competencia bajo el mando de algún otro
posible maestro artesano que trabajase semejante al primero y de cuyo taller, de vida
frugal, no quedara testimonio conocido.19

17
Cita la referencia del Incunabula Short-Title Catalogue (ISTC), ij00182500.
18
En sus observaciones, López-Vidriero lo apela como Fadrique Biel. Martín Abad (2003: 70) explica
al respecto: “Fadrique de Basilea es el principal impresor de la ciudad de Burgos en los primeros
tiempos de su historia tipográfica. Aunque no se dispone de una prueba documental, debe ser la misma
persona que el Friedrich Biel que, asociado con Michael Wenssler, imprimía en Basilea hacia 1472”.
Un par de años después 1475 y 1476 quizá imprimiese el Sacramental, hecho que aporta varias
incógnitas entre los estudiosos de los primeros años de la imprenta en España, entre éstas, la fecha
precisa de su llegada a Burgos, ya que el único dato concreto de este impresor es de un encargo del 21
de marzo de 1482.
19
Martín Abad (2003: 71) plantea la siguiente pregunta: “¿Podía tener nuestro impresor [Fadrique de
Basilea] la competencia de un parigual en la ciudad? La pregunta no está de más, puesto que el tesorero

87
4.3 LOS LECTORES

Como producto impreso, las copias de W podrían terminar en muy diversas manos.
Hay una lectura en W que puede responder a este hecho, la mencionada tabla
comentada “Para saber del Antichristo e de otras cosas”. Ante este indicio cabe
preguntarse qué tipo de lectores agradecería las anotaciones a los títulos que se
enlistan en esta tabla. ¿Quizá laicos de familias acomodadas? Para responder esta
pregunta es de utilidad recordar que, aunque la mayoría de los flores sanctorum
manuscritos castellanos terminaran en manos de nobles, lo cierto es que, de momento,
sólo se tiene en claro que dos fueron concebidos para ellos, y ambos testimonios de la
familia con la que W no está involucrado, me refiero a los códices h-II-18 y 12689 de
la Compilación A, ambos testimonios bellos y ornamentados, muy alejados de la
tosquedad que presenta W.20
Baños (2009: 164) destaca que existe un grupo de manuscritos que, aunque
terminaron en bibliotecas nobiliarias, su primer origen hace pensar que fue monástico,
como lo evidencia el 8 de la Compilación B. Con base en estos antecedentes, no se
puede descartar que entre los lectores del incunable hubiese nobles, pero no parece
dirigido específicamente a ellos. Cabe preguntarse entonces si el público receptor de
este incunable se concentraría en las comunidades monásticas. Pudiera muy bien ser
así; pues, en lo verdaderamente esencial, el contenido de W no difiere de los códices
de B que le precedieron, con lo cual se esperaría que el uso que se le diera al Flos
sanctorum con sus etimologías no sería otro del que recibieron sus ancestros. No
obstante, las anotaciones de la tabla –pese a que no se corresponden exactamente con
el material compilado en W–, sugieren un tipo de lectura distinta, no una que siguiera
necesariamente el ciclo litúrgico, como era lo habitual, sino otra alternativa, orientada

García Ruiz de la Mota, antes recordado, se compromete, cuando hace en 1482 el encargo relatado al
maestro Fadrique [2000 ejemplares de una hoja suelta cuyo contenido sería, posiblemente, una relación
de indulgencias o de reliquias], a reservarle este tipo de encargos y otros de mayor envergadura frente a
cualquier otro impresor”.
20
Lotte Hellinga (2006: 28) comenta que ambos modos de producción, la manuscrita y la impresa,
coexistieron a finales del siglo XV e inicios del XVI; pero afirma que, para finales del Cuatrocientos,
una copia manuscrita equivalía a un símbolo de distinción particular y único, que marcaba –entre otras
cosas– las diferencias entre la producción serial impresa, que cada vez ganaba más territorio, y la
paciente creación a mano: “A esta tendencia responden los admirables códices iluminados [...] aves del
paraíso más célebres como vehículo de arte pictórico que como soportes de los textos. Por lo general,
estas joyas suponen un punto final en la tradición desde el momento en que su lujoso envoltorio
previene su empleo como modelo de copia manuscrita o como original de imprenta confinado a las
manos de un cajista”. Declaraciones que se comprueban en el caso del ms. h-II-18, consagrado, según
Baños (en prensa b), a Isabel la Católica.

88
por intereses o devociones particulares.21 En realidad la tabla hace posible que el
incunable pueda leerse de esta segunda manera, pero no desaparece la primera
posibilidad, la de la lectura paralitúrgica (la que solía realizarse en el refectorio). De
hecho, Baños (en prensa) recuerda que esta lectura “diaria” o, al menos, respetuosa
con el uso litúrgico que se le diera al santoral castellano, era un acto del que también
gozaban las casas laicas, quienes exhibían y cultivaban su piedad leyendo la narración
que correspondiese a cada día. Es decir que, ya fuese en el ámbito eclesiástico o en el
civil, W estaba preparado para recibir los dos tipos de lectura comentados: la
silenciosa y privada contaba con una tabla anotada para ser usada a modo de guía; y la
lectura en voz alta y pública se apoyaba en la estructura misma del libro y en algunas
expresiones heredadas de los códices de B y del primordial mensaje litúrgico
transmitido por la fuente prima, Legenda aurea, tal y como puede apreciarse en la
lectura de la Anunciación del Señor, que inicia diciendo: “Leemos que en tal día
como hoy (f. 70d)”.
Quizá la copia que aquí se edita pasó por las manos de algún predicador, quien
seleccionaría, en una lectura privada y silenciosa, los pasajes útiles para el sermón.
¿Acaso las marcas dejadas sobre el papel, ajenas a la impresión evidencian este
acto?22 Si así fuese, merece la pena reparar en éstas. E incluso, aunque no fuesen
huellas dejadas por un lector de finales del siglo XV o principios del XVI, estas
indicaciones a mano dicen mucho de la suerte que corrió este libro y también forman
parte de su historia. A continuación apunto algunas de las más sistemáticas, aquellas
que se presentan en líneas dobles o simples al lado del segmento que marcan.23
Sea quien fuere el autor de las mismas, lo que queda claro es que estaba muy
interesado por tres lecturas. En primer lugar, la vida de Santiago el Menor es con
diferencia, la más marcada de todas y no deja de llamar la atención que así sea; pues,
con los argumentos expuestos en este apartado, sería más predecible que esta lectura
fuese la del otro Santiago, el Mayor. Del Zebedeo sólo marcó el porqué de su venida a

21
Las llamadas de atención dirigidas al lector presentes en W así lo evidencian: “[...] sabio leedor lo
entienda y piense (f. 278b)”.
22
La selección de lecturas marcadas por aquellas señas que lucen como las más arcaicas hechas sobre
el papel –comentadas en el punto 1.3 de este estudio– parecen indicar que pudiera ser así, a juzgar por
el segmento indicado en la Ascensión de Señor –de una precisión como pocas en las narraciones del
santoral–; los milagros de Santiago el Mayor; la visión de santa Elisabeth, en la Asunción de la Virgen
María; la vida de san Francisco y santo Domingo; y los segmentos doctrinales de la Resurrección del
Señor y Dedicación de la Iglesia. En fin, todas estas lecturas son de orden fundamental, de las que un
predicador podría extraer datos eficaces para la catequesis y la propaganda.
23
Vid. la tabla al final del apartado I.

89
España y un par de milagros, uno de los cuales justificaría el peregrinaje de los fieles
devotos. En cambio, al Alfeo lo leyó con esmerada atención, señalando todo un
repertorio de datos, no sólo los que atañen a la identidad del apóstol, sino de otros
personajes involucrados en su leyenda, como Vespasiano, e incluso citas a otras
autoridades, como san Jerónimo y “Mileto”. Las otras dos lecturas por las que mostró
gran interés son la Epifanía del Señor y la vida de santa Catalina. De la primera
destacó todo lo concerniente a Melchor, Gaspar y Baltasar; mientras que de la
segunda gustó de la virtud de la santa y del martirio que recibió.
Las marcas en estas lecturas, ¿serían las propias de los que repugnaban la
impronta ficticia que pulula en la mayoría de las leyendas y narraciones de este
santoral? Ya Baños (en prensa) destaca que desde el siglo XVI había personalidades,
como la del teólogo Melchor Cano, que consideraban a la Legenda aurea como
nociva para la fe. Es difícil determinar la intención de estas marcas, y aunque hay
algunas con un claro propósito,24 que permitirían conjeturar que quizá fueron
asignadas por un censor o un corrector, lo cierto es que la enorme cantidad de
equivocaciones en el texto pasados por alto25 –y que se han destacado en los
apartados dos y tres de este estudio– no encajan con el criterio de una lectura que
tuviera por fin marcar lo fallido y lo dudoso de este santoral.
Sea quien fuere este lector, lo cierto es que, al parecer, también se interesaba
por la identidad de todos los Julianes del legendario –incluyendo al esposo de santa
Basilisa–. Además es curioso que las festividades de Cristo no se muestren atendidas;
pues junto con la Epifanía, sólo marcó un brevísimo segmento doctrinal de la
Circuncisión de Señor y otro igual de breve sobre “Tiro”, quien tuviese un hijo con
“Pila”, hija de “Atus”, en la Pasión del Señor. Asimismo parece que no estaba
interesado en las amplias lecturas vidas de santos (san Gregorio, san Ambrosio, san
Francisco, santo Domingo, san Lucas, etc.); menos aún por las que contienen una gran
carga doctrinal (Adviento del Señor, Dedicación de la Iglesia, etc.); y tampoco por las
festividades ajenas a Vorágine –salvo san Julián y santa Basilisa–. En cambio, mostró

24
Como aquellas que señalan errores que, a simple vista, no son simples de hallar, a menos que se
procure una atenta lectura, tales son los casos de san Juan apóstol: “e los senadores, lo que ellos non
dexavan fazer a ninguno (f. 100b)”; san Nazario y san Celso: “Oyéndolo Nero, mandole echar en la
mar, ordenando que, si por aventura escapase, que le siguirían las gentes (f. 151a)”; y santa Catalina:
“sacrifica, porque bivas sufre tormentos porque padescas! (f. 271c)”. Para localizar el error, vid. la
edición del texto en los respectivos segmentos citados.
25
Y algunos realmente evidentes, incluso para un lego, recuérdese el título de la fiesta de
Transfiguración del Señor del punto 3.2.4.

90
interés por las breves narraciones de san Macario, san Antonio y, principalmente,
considerando la brevedad de la misma, la vida de san Longino. De igual modo, en san
Patricio marcó la oración que salva de los tormentos del purgatorio y, en santa
Marina, el descubrimiento de que “fray Merino” era en realidad una mujer. En san
Nicolás destacó varias de sus virtudes, entre éstas, la que cuenta que no mamaba más
de una vez los miércoles y los viernes. De san Bricio sólo le interesó saber que fue
diácono de san Martín y, en algún tiempo, contrario a él. De san Cristóbal, que casi no
podía con el peso del niño Dios sobre sus hombros y del nombre que tenía este
gigante cuando era pagano. En cuanto a las lecturas doctrinales, de la Septuagésima le
interesó saber que el sábado de Pascua se canta un aleluya. De la invención de la
Cruz, que Cristo resucitó al tercer día para subir a los cielos. Y la definición de
Ledanía, en la lectura homónima.
En esencia, puede apreciase que las marcas tienden a evidenciar lo llamativo y
excluyen lo tedioso. En este sentido estas marcas de lectura también confirman por
qué el Flos sanctorum con sus ethimologías no engendró otra copia en siglos
posteriores. Quizá el experimento que supuso imprimir un santoral fiel a muchas de
las aportaciones de Vorágine resultó muy recargado, o mejor dicho, si se me permite
el término, demasiado “erudito” –con todas esas etimologías y las abundantes citas a
los doctores de la Iglesia–; incluso quizá pudo serlo para las comunidades monásticas
a las que estaba dirigido y, por lo tanto, más todavía para los lectores fuera del ámbito
eclesiástico que tuvieron acceso a una copia de W. Quizá el santoral que aquí se edita
sea el testimonio de una producción editorial fracasada. Quizá el libro, a fin de
cuentas, no gustó a la autoridad eclesiástica que costeó su edición, quien preferiría y
sabría de la eficacia –para la catequesis y la propaganda– de las leyendas anecdóticas
de las vidas de santos por encima de la pura y dura doctrina litúrgica. Ello justificaría
también, en el caso de que algunos ejemplares no fuesen destinados a comunidades
monásticas, la mala venta que supondría este incunable y las pérdidas del impresor.
Sea como fuera, Juan de Burgos aprendió del error ajeno, y para la Leyenda de
los santos que él imprimiese hacia 1499 sólo rescataría las virtudes del Flos
sanctorum con sus ethimologías. Al hacerlo, eliminaría sus características más
distintivas, y aunque éstas posean una impronta en esencia negativa, pues no hubo
impresor ni impreso conocido que se atreviera a repetirlas, son las mismas que le
otorgan su calidad de testimonio único. Y de ahí una de las razones por las que aquí
se reedita al inicio del siglo XXI, otorgándole el reconocimiento histórico que merece

91
este primer testimonio impreso de la tradición B entre los flores sanctorum
castellanos.

92
V. TABLA DE LECTURAS CORRESPONDIENTES ENTRE EL FLOS SANCTORUM CON SUS ETHIMOLOGÍAS, LA LEGENDA AUREA, LOS MANUSCRITOS
CASTELLANOS DE LA COMPILACIÓN B Y LA LEYENDA DE LOS SANTOS (C. 1499)

Flos sanctorum con sus ethimologías Legenda Manuscritos Compilación B Incunable de B


(W) aurea (c. 1499)
Capítulo Título Folios Capítulo h-I-14 k-II-12 15001 8 9 m-II-6 Leyenda de los
santos
I Título primero. ff. 1a-5a VI ff. XXIIIIc- (Otra versión (Otra versión (Otra (Otra versión
Del XXIX diferente a diferente a versión diferente a W)
nascimiento de W) W) diferente a
nuestro Señor W)
Jhesu Christo
(25 dic)
II Título II. De ff. 5a-6a VII ff. 28a-29a (Otra versión
santa Anastasia diferente a W)
(25 dic)
III Título III. De la ff. 6a-9d VIII ff. XXIXb- ff. 21c-22a ff. XIIa-XIIc ff. 4v---- ff. XXIIIa-
vida de sant XXXa XXIIIc (Versión
Estevan (26 abreviada en
dic) comparación con W)

IV Título IIII. La ff. 9d-12b IX ff. XXXa- 22b-24c ff. XIIc- ff. ----6r ff. LXXv- ff. XXIIIc-
vida de sant XXXIIIc XIIIIc LXXIr XXVa (Versión
Juhan abreviada en
Evangelista comparación con W)
(27 dic)
V Título V. De ff. 12b-14c X ff. XXXIId- ff. 13a- ff. XXVa-XXVc
los Inocentes e XXXIIIc 14a/24d-25b (Versión abreviada
en comparación con
de sus miraglos
W)
(28 dic)
VI Título VI. De ff. 14c-19d XII ff. XXXIXb- ff. 25b-27d ff. XVa- ff. 9r-10r ff.Lr-LIIIr ff. XXVc-
sant Silvestre XLIIb XVIIa XXVIIb (Versión
(31 dic) abreviada en
comparación con W)

93
94

Flos sanctorum con sus ethimologías Legenda Manuscritos Compilación B Incunable de B


aurea (c. 1499)
Capítulo Título Folios Capítulo h-I-14 k-II-12 15001 8 9 m-II-6 Leyenda de los
santos
VII Título VII. ff. 19d-24b XIII (Otra versión (Otra versión
Cómo fue diferente a diferente a W)
circuncidado W)
Jhesu Christo
(1 ene)
VIII Título VIII. De ff. 24b-28b XIV (Otra versión (Otra versión (Otra (Otra versión
la apareción de diferente a diferente a versión diferente a W)
nuestro Señor W) W) diferente a
(6 ene) W)
IX Título IX. De ff. 28b-29a XV (Lectura ajena a los manuscritos de la Compilación B) (Lectura ajena a
sant Polo, la Leyenda de
primero los santos c.
hermitaño (10 1499)
ene)
X Título X. De la ff. 29a-32b (Lectura (Lectura ajena a los manuscritos de la Compilación B) (Lectura ajena a
vida de sant ajena a la la Leyenda de
Julián (9 ene) Legenda los santos c.
aurea) 1499)
XI Título XI. De ff. 32b-33a XVII (Otra versión ff. XXXIIIIc-
santo Ilario (13 diferente a XXXVb
ene) W)
XII Título XII. De ff. 33a-34a XVIII (Lectura ajena a los manuscritos de la Compilación B) (Lectura ajena a
sant Macaro la Leyenda de
(15 ene) los santos c.
1499)
XIII Título XIII. De ff. 34a-35a XXXI (Lectura ajena a los manuscritos de la Compilación B) ff. XXXVb-
la Setuagésima XXXVIb
(7º domingo
antes de la
Pasión)
Flos sanctorum con sus ethimologías Legenda Manuscritos Compilación B Incunable de B
(W) aurea (c. 1499)
Capítulo Título Folios Capítulo h-I-14 k-II-12 15001 8 9 m-II-6 Leyenda de los
santos
XIV Título XIIII. De la ff. 35a-35d XXXII (Lectura ajena a los manuscritos de la Compilación B) ff. XXXVIb-
Sesagésima (6º XXXVId
domingo antes de
la Pasión)
XV Título XV. De la ff. 35d-36c XXXIII (Lectura ajena a los manuscritos de la Compilación B) ff. XXXVId-
Quinquagéssima XXXVIIb
(5º domingo antes
de la Pasión)
XVI Título XVI. De la ff. 36c-37d XXXIV (Lectura ajena a los manuscritos de la Compilación B) ff. XXXVIIb-
Quadragésima (4º XXXVIIIa
domingo antes de
la Pasión)
XVII Título XVII. De los ff. 37d-38c XXXV (Lectura ajena a los manuscritos de la Compilación B) ff. XXXVIIIa-
ayunos de la santa XXXVIIId
Quaresma
XVIII Título XVIII. De la ff. 38c-39c XXI ff. XLIIb- ff. 36d- ff. XVIIa- ff. 10r-11r ff. XXXIIIc-
vida de sant Antón XLIIIc 37d/98d-99b XVIIIa XXXIIIIc
e de sus miraglos
(17 ene)
XIX Título XIX. De ff. 39c-40b CXXIV ff. ff. 179d- ff. CXCIIId- ff. CLXXIc-
sant Fabiano e CCXXXVId- 181a CXCIIIc CLXXIIb
sant Sebastián [Se CCXXXVIIIc
trata en realidad
de san Sabiniano y
santa Sabina] (30
ago)
XX Título XX. De la ff. 40b-42b XXIII ff. XLIIIc- ff. 38a-40a ff. XVIIIa- ff. 11r-12r ff. XXXVIIId-
estoria de sant XLVIa XXa XLb
Sebastián (20 ene)

95
96

Flos sanctorum con sus ethimologías Legenda Manuscritos Compilación B Incunable de B


(W) aurea (c. 1499)
Capítulo Título Folios Capítulo h-I-14 k-II-12 15001 8 9 m-II-6 Leyenda de los
santos
XXI Título XXI. De ff. 42b-43b XXIV ff. XLVIa- ff. 40a-41c ff. XXa-XXIa ff. 12r-12v ff. XLb-XLIc
la vida de XLVIIc
santa Inés
virgen e mártir
(21 ene)
XXII Título XXII. De ff. 43b-44d XXVI ff. XLVIIc- ff. 29b-31b ff. XXIIb- ff. 12v- ff. LXXXIIv- ff. LIIIa-LIIIIb
la estoria de XLIXc XXIIId 13v LXXXIIIIv
sant Basilio (2
ene)
XXIII Título XXIII. ff. 44d-46a XXV ff. XLIXc- ff. 41c-43a ff. XXIa- LXXXXVIIIv- ff. XLIc-XLIIc
De la estoria LIb XXIIb Cr
de sant
Vicente (22
ene)
XXIV Título XXIIII. ff. 46a-46b XXVIII ff. LIIIb- ff. 43a-43b ff. XXIIId- ff. 13v- ff. LIIIIv-LVv ff. LVb-LVd
De la LIIIIa XXIIIIa 13v
conversación
de sant Pablo
(25 ene)
XXV Título XXV. De ff. 46b-47c XXX ff. LIIIa-LVd ff. LXVIIb- ff. 34b- ff. 19b- ff. LVr-LVv ff. XXVIIId-
la vida de sant LXIXa/CLVd- 35c 19d XXXId
Julián (27 ene) CLVIb
XXVI Título XXV. De ff. 47c-48d XXXVI ff. LVd- ff. 43b-43c ff. CLVIIc- ff. XIXr-XXr ff. LVIId-
la vida de LVIIa CLVIIIc LVIIIc
santo Inacio (1
feb)
XXVII Título XXVI. ff. 48d-50b XXXVIII ff. LVIIa- ff. 45b-47b ff. XXIIIIa- ff. XXr-XXIv ff. LVIIIc-LIXc
De la LIXb XVc
purificación de
la virgen
María (2 feb)
Flos sanctorum con sus ethimologías Legenda Manuscritos Compilación B Incunable de B
(W) aurea (c. 1499)
Capítulo Título Folios Capítulo h-I-14 k-II-12 15001 8 9 m-II-6 Leyenda de los
santos
XXVIII Título XXVII. ff. 50b-51c XXXVIII ff. ff. LIXb- ff. 47b-48c ff. XXVc- ff. 15r-16r ff. XXIIr- ff. LIXc-LXc
De la estoria LXIa XXVIc XXIIIIr
de sant Blas (3
feb)
XXIX Título XXVIII. ff. 51c-53b XXXIX ff. LXIa- ff.48c-50c ff. XXVId- ff. 14r-15r ff. XXIIIIr- ff. LXd-LXId-
De santa LXIIIc XXVIIIb XXVIr
Aguada virgen
e sus miraglos
(5 feb)
XXX Título XXIX. ff. 53b-53c XLII ff. LXIIIIb- ff. 51a-51c ff. CLIXa- ff. LIXv-LXr ff. LXId-LXIIb
De la estoria LXIIIIc CLIXb
de sant
Valentino (14
feb)
XXXI Título XXX. De ff. 53c-54b XLIII ff. LXIIIIc- ff. 51c-52b ff. CLIXb- ff. LXr-LXIv ff. LXIIb-
la estoria de LXVc CLIXd LXIIIa
santa Juliana
virgen (16 feb)
XXXII Título XXXI. ff. 54b-55a XLIV ff. LXVc- 52b-53c ff. XXVIIIc- ff. 1r-1d ff. XXVIv- ff. LXIIIc-
De la estoria LXVIIb XXIXd XXVIIIr LXIIIIc
de la fiesta de
la cátedra de
sant Pedro (22
feb)
XXXIII Título XXXII. ff. 55a-57d XLV LXVIIb- ff. 53c-54a ff. XXIXd- ff. 1d-2d ff. XXVIIIr- ff. LXIIIc-
De santo LXIXa XXXd XXXr LXVc (Versión
Mathía apóstol abreviada en
comparación con
e de su
W)
miraglos (24
feb)

97
98

Flos sanctorum con sus ethimologías Legenda Manuscritos Compilación B Incunable de B


(W) aurea (c. 1499)
Capítulo Título Folios Capítulo h-I-14 k-II-12 15001 8 9 m-II-6 Leyenda de los
santos
XXXIV Título XXXIII. ff. 57d-65b) XLVI ff. LXIXa- ff. 54a-58b ff. XXXIb- ff. 4a-6d ff. XXXr- ff. LXVc-
De la estoria LXXIIIb XXXIIIIa XXXIIIr LXVIId (Versión
de sant abreviada en
Grigorio (12 comparación con
W)
mar)
XXXV Título XXXIIII. ff. 65b-65d XLVII ff. LXXIIIb- ff. 58b-58d ff. XXXIa- ff. 2d-3a ff. 56d- ff. LXIv-LXIv ff. LXVIId-
De la vida de LXXIIId XXXIb 57a LXVIIIa
sant Longino
(15 mar)
XXXVI Título XXXV. ff. 65d-69b XLVIII ff. LXXIIId- ff. 58d-61b ff. XXXIIIa- ff. 6d-9b ff. LXIv- ff. LXVIIIa-
De la vida de LXXVIIa XXXVIb LXIIIIr LXIXc (Versión
sant Benito e abreviada en
comparación con
de sus
W)
miraglos (21
mar)
XXXVII [San Patricio] ff. 69b-70d XLIX ff. LXXVIIa- ff. 61b-62d ff. XXXVIb- ff. 3a- ff. XXXIIIv- ff. LXIXc-
(17 mar) LXXIXa XXXVIIb 4a/9b-10b XXXIVv LXXb
XXXVIII Título XXXVI. ff. 70d-72b L ff. LXXIXa- ff. 62d-64a ff. XXVIIb- ff. 10b- ff. XXXIVv- ff. LXXb-
De la LXXXIa XXXVIIIc 11c XXXVv LXXIb
Anunciación
de Santa María
(25 mar)
XXXIX Título XXXVII. ff. 72b-78b LI LXXXIa- ff. 64a-66b ff. XXXVIIIc- ff. 11c- ff. LXIIIr- (Lectura ajena a
De la estoria LXXXIIIc XLb 13b LXVv la Leyenda de
de la Pasión de los santos c.
nuestro Señor 1499)
Jhesu Christo
(viernes
anterior de
Pascua)
Flos sanctorum con sus ethimologías Legenda Manuscritos Compilación B Incunable de B
(W) aurea (c. 1499)
Capítulo Título Folios Capítulo h-I-14 k-II-12 15001 8 9 m-II-6 Leyenda de los
santos
XL Título XXXVIII. ff. 78b-81d LII ff. ff. 66b-68b ff. XLb-XLIIa ff. 13b- ff. LXVv- ff. LXXIc-
De la LXXXIIIc- 14d LXVIIr LXXIId (Versión
Resurresción LXXXVIa abreviada en
de nuestro comparación con
W)
Señor (primer
domingo después
del plenilunio de
marzo)
XLI Título XXXIX. ff. 81d-82d LIII ff. ff. 68b-69b ff. XXXVIv- ff. LXXIId-
Disposición de LXXXVIa- XXXVIIv LXXIIIc
sant Secundo LXXXVIIb
(29 mar)
XLII Título XL. ff. 82d-84a LIV ff. ff. 69b-70d ff. XLIIa- ff. 14d- ff. XXXVIIv- ff. LXXIIIIc-
Estoria de LXXXVIIb- XLIIIb 16a XXXIXr LXXVb
santa María de LXXXVIIId
Egibto (2 abr)
XLIII Título XLI. ff. 84a-87b LV ff. ff. 70d-73a ff. XLIIb- ff. 57a- ff. XXXIXr- ff. LXXVb-
Disposición de LXXXVIIId- XLVa 58b XLIv LXXVId
sant Anbrosio XCId (Versión abreviada
en comparación con
(4 abr)
W)
XLIV Título XLII. ff. (87b- (Lectura ff. 73a-73b (Otra versión
Vida de sancto 87d) ajena a la diferente a W)
Toribio (16 Legenda
abr) aurea)
XLV Título XLIII. ff. 87d-90c LVI ff. XCId- ff. 73c-75d ff. XLVb- ff. XLIv- ff. LXXIXa-
De la estoria XCVa XLVIIb XLIIIIv LXXXc.
de sant Jorge
(23 abr)

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Flos sanctorum con sus ethimologías Legenda Manuscritos Compilación B Incunable de B


(W) aurea (c. 1499)
Capítulo Título Folios Capítulo h-I-14 k-II-12 15001 8 9 m-II-6 Leyenda de los
santos
XLVI Título XLIIII. ff. 90c-92b LVII ff. XCVa- ff. 75d-77a ff. XLVIIb- ff. 16a-17a ff. XLIIIIv- ff. LXXXIb-
Disposición de XCVId XLVIIIb XLVIr LXXXIIa
sant Marchos (25
abr)
XLVII Título XLV. Vida ff. 92b-92c LVIII ff. XCVId- ff. 77a-77b ff. CLIXd- ff. LXXIIa-
de sant XCVIIa CLXa LXXIIc
Marceldino papa
(26 abr)
XLVIII Título XLVI. ff. 92c-93a LIX ff. XCVIIa- ff. 77b-77d ff. CLXa- ff. LXXXIIc-
Disposición de XCVIId CLXc LXXXIId
sant Vidal (28
abr)
XLIX Título XL. ff. 93b-93d LXII ff. CVIIc- ff. 85c-86a ff. XLVIIIb- ff. 17a-17c ff. XLVIv- ff. CVIb-CVId
Disposicón de CVIIIa XLIXa XLVIv (Versión abreviada
en comparación con
sant Phelipe
W)
apóstol (1 may)
L Título XLVIII. ff. 93d-97c LXIII ff.CVIIIa- ff. 86a-89a ff. XLIXa- ff. 17c-22c ff. XLVIv-Lr ff. CVId-CXb
Disposición de CXIIIa LIIIIa (Versión abreviada
Santiago (1 may) en comparación con
W)
LI Título XLIX. ff. 97c-100a LXIV ff. CXIIIa- ff. 89b-91c ff. LIIIIa- ff. 22c-24c ff. LXXIIIr- ff. CXb-CXIIb
Cómmo fue CXVIc LVIb LXXVv
fallada la Cruz e
quién la falló (3
may)
LII Título CXXXIX. ff. 100a- LXV ff. CXVIc- ff. 91c-92a ff. 24c-25a ff. LXXVv- ff. CXIIb-CXIId
De la vida de sant 100c CXVIIb LXXVIr
Juan Apóstol
Evangelista (6
may)
Flos sanctorum con sus ethimologías Legenda Manuscritos Compilación B Incunable de B
(W) aurea (c. 1499)
Capítulo Título Folios Capítulo h-I-14 k-II-12 15001 8 9 m-II-6 Leyenda de los
santos
LIII Título CXL. ff. 100c- LXVI ff. CXVIIb- ff. 92a-93b ff. LVId- ff. 25a-26a ff. LXXVIr- ff. CXIId-
Por qué se 101d CXIXa LVIIIa LXXVIIr CXIIIc
fazen las
Ledanías
(Mayor, 25 abr;
Menor, en tres
días que preceden
la Ascensión)
LIV Título CXLI. ff. 101d- LXI ff. XCIXc- ff. 79b-85c ff. CLXIc- ff. LXVIIr- ff. LXXXIIIIa-
De la 108b CVIIc CLXVd LXXIIIr LXXXVIa
disposición de (Versión abreviada
en comparación con
sant Pedro (29
W)
abr)
LV Título XLII. ff. 108c- LXVII ff. CXIXa- ff. 93b-93c ff. LVIIIa- ff. 26a- ff. LXXVIIr- ff. CXIIIc-
Cómo subió 112c CXIXc LXa 27d LXXVIIr CXVId
nuestro Señor
Jhesu Christo
a los cielos (40
días después de
Pascua)
LVI Título XLIIII. ff. 112c- LXVIII ff. CXIXc- ff. 93c-94a ff. LXa-LXIIb ff. 27/28a- ff. 16r-17r ff. LXXVIIr- (Otra versión
Cómmo 117c CXXa 30a LXXVIIv diferente a W)
nuestro Señor
inbió el Spíritu
Sancto a los
apóstoles
(Pentecostés, 50
días después de
Resurrección)
LVII Título LIIII. ff. 117c- LXIX ff. CXXa- ff. 94a-94a ff. CXVIIIc-
Disposición de 117d CXXb CXVIIId (Lectura
sant Gordiano con la etimología
(10 may) del nombre)

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Flos sanctorum con sus ethimologías Legenda Manuscritos Compilación B Incunable de B


(W) aurea (c. 1499)
Capítulo Título Folios Capítulo h-I-14 k-II-12 15001 8 9 m-II-6 Leyenda de los
santos
LVIII Título LV. De ff. LXX ff. CXXb- ff. 94a-94d ff. CXVIIId-
sant Nereo e 117d.118c CXXIc CXIXb
Archileo
mártires (12
may)
LIX Título LVI. ff. 118c- LXXII ff. CXXIIb- ff. 95c-96a ff. LXXVIIIr- ff. CXXa-CXXc
Disposición de 119a CXXIIIa LXXVIIIv
sancto Urbano
(25 may)
LX Título LVII. De ff. 119a- LXXII ff. CXXIIIa- ff. 96a-96b ff. LXIIb- ff. 30a-30c ff. 17r-17r ff. LXXVIIIv- ff. CXXc-
la vida de 119c CXXIIId LXIId LXXIXv CXXIa
sancta
Petronila
virgen e de sus
miraglos (31
may)
LXI Título LVIII. ff. 119c- LXXIV ff. CXXIIId- ff. 96b-97c ff. LXIId- ff. 30c-31a ff. LXXIXv- ff. CXXIa-
De la estoria 120a CXXIIIId LIIIc LXXIXr CXXIc
de sant Pedro
(2 jun)
LXII Título LVIIII. ff. 120a- LXXV ff. CXXIIIId- ff. LXIIIc- ff. 31a-31c ff. 17v- ff. LXXIXv- ff. CXXIc-
De la vida de 120b CXXVc LXIIIIa 17v LXXXr CXXId
sancto Primo e
Feliciano (9
jun)
LIII Título LX. ff. 120b- LXXVI ff. CXXVc- ff. 97c-98d ff. LXIIIIa- ff. 31c-32c ff. 17v- ff. LXXXr- ff. CXXId-
Estoria de sant 121d CXXVIIb LXVb 18v LXXXIr CXXIIc
Barnabé y de
su disposición
(11 jun)
Flos sanctorum con sus ethimologías Legenda Manuscritos Compilación B Incunable de B
(W) aurea (c. 1499)
Capítulo Título Folios Capítulo h-I-14 k-II-12 15001 8 9 m-II-6 Leyenda de los
santos
LXIV Título LXI. ff. 121d- LXXVII ff. CXXVIIb- ff. 99b-100a ff. CLXXIIc- ff. LXXXIr- ff. CXXIIc-
Vida de sant 122a CXXVIIIc CLXXIIIb LXXXIIr CXXIIIa
Vito (15 jun)
LXV [Santa Marina ff. 122a- LXXIX ff. ff. 100c- ff. CLXXIIIb- ff. ff. CXXIIIcsic-
virgen] (18 122c CXXXVIIc- 101a CLXXIIIc LXXXIIIIv- CXXVIa
jun) CXXXVIIIb LXXXVr
LXVI Título LXIII. ff. 122c- LXXX ff. ff. 101a- ff. LXVIa- ff. 33b- ff. 18d- ff. LXXXVr- ff. CXXIIII
Disposición de 123c CXXXVIIIc- 102a LXVIIb 34a 19b LXXXVIr (Folio ausente,
Gervasio (19 CXLa lectura presente en
el índice final del
jun) incunable)
LXVII Título LXIIII. ff. 123d- LXXXI ff. CXLa- ff. 102a- ff. LXIXa- ff. 35c-37c ff. 19b- ff. LXXXVIr- ff. CXXIIII
Del 124d CXLIIc 103c LXXIc 21a LXXXVIIv (Folio ausente,
lectura presente en
nacimiento de
el índice final del
sant Juhan incunable)
Baptista y de
sus miraglos
(24 jun)
LXVIII Título LXV. ff. 124d- LXXXII ff. CXLIIc- ff. 103c- ff. LXXIc- ff. 37c- ff. 21a- ff. ff. CXXVIa-
Vida de sant 126b CXLVa 105a LXXIIIb 38d 21d LXXXVIIv- CXXVId
Juan e sant LXXXIXr
Pablo mártires
(26 jun)
LXIX Título LXVI. ff. 126b- LXXXIV ff. CLc- ff. 105c- ff. LXXIIIb- ff. 38d- ff. 21d- ff. LXXXXr- ff. CXXVIIb-
Estoria de sant 129d CLVIIc 110c LXXXVId 42c 23d LXXXXIIIIr CXXIXc
Pedro apóstol
(29 jun)
LXX Título LXVII. ff. 129d- LXXXV ff. CLVIIc- ff. LXXVId- ff. 42c- ff. 23d- ff. ff. CXXIXc-
Estoria de sant 132a CLXIIb LXXIXc 44b 24a LXXXXIIIIr- CXXXIb
Pablo apóstol LXXXXVIv
(30 jun)

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Flos sanctorum con sus ethimologías Legenda Manuscritos Compilación B Incunable de B


(W) aurea (c. 1499)
Capítulo Título Folios Capítulo h-I-14 k-II-12 15001 8 9 m-II-6 Leyenda de los
santos
LXXI Título LXVIII. ff. 132a- LXXXVI ff. CLXIIb- ff. 137b- ff. CLXXIIId- ff. ff. CXXXIb-
De la vida de 132a CLXIId 137c CLXXIIIIa/ LXXXXVIv- CXXXIc
los Siete CLXXXc- LXXXXVIIr
Hermanos (10 CLXXXd
jul)
LXXII Título LXVIIII. ff. 132b- LXXXVIII ff. CLXIId- ff. 110c- ff. CLXXIIIIa- ff. ff. CXXXIc-
De la estoria 133c CLXVIc 112c CLXXV LXXXXVIIr- CXXXIId
de santa LXXXXVIIv
Teodora (11
sep)
LXXIII Título LXX. De ff. 133d- CXLVII ff. ff. CCIIId- (Lectura ajena a
la estoria de 134b CCLXXVIIa- CCIIIIb la Leyenda de
santa CCLXXVIId los santos c.
Margarita e de 1499)
sus miraglos
[dicha Pelayo]
(8 oct)
LXXIV Título LXXI. ff. 134b- CXLVIII ff. ff. CXXXVd-
De la vida de 135b CCLXXVIId- CXXXVIc
santa Taís (8 CCLXXIXa
oct)
LXXV Título LXXII. ff. 135b- CXXXI ff. CCLIIIIb- ff. 196a- ff. CXIb- ff. ff. 39d- ff. CLXXIXd-
De la estoria 137b CCLVIIb 198c CXXVc 70d/71a- 41b CLXXXIIa
de la 73b
Exaltación de
la Cruz (14
sep)
Flos sanctorum con sus ethimologías Legenda Manuscritos Compilación B Incunable de B
(W) aurea (c. 1499)
Capítulo Título Folios Capítulo h-I-14 k-II-12 15001 8 9 m-II-6 Leyenda de los
santos
LXXVI Título LXXIII. ff. 137c- LXXXIX ff. CLXVIc- ff. 112c- ff. LXX 44d-46a/b ff. Cr-CIr ff. CXXXIId-
Estoria de 138c CLXVIIId 113d IXc-LXX CXXXIIIc
santa Marina e XIc
de sus
miraglos [santa
Margarita de
Antioquía] (17 jul)
LXXVII Título LXXIIII. ff. 138c- XC ff. ff. 113d- ff. CLX ff. CIr-CIIIr (Otra versión
De la vida de 140a CLXVIIId- 115c XVb-CL diferente a W)
sant Alexo (17 CLXXIIb XXVd
jul)
LXXVIII Título LXXV. ff. 140a- XCII ff. CLXXIIb- ff. 115c- ff. LXXIc- ff. 46b- ff. CXXXIIIc-
De la estoria 143d CLXXXb 120c LXX 49d CXXXVd
de santa María XVIc
Magdalena (22
jul)
LXXIX Título LXXVIII. ff. 143d- XCIII ff. CLXXXb- ff. 120c- ff. CLXXVd- ff. CXXXVIc-
De santo 144c CLXXXId 121c CLXXVIIb CXXXVIIa
Apolinario (23
jul)
LXXX Título LXXIX. ff. 144c- XCIV ff. ff. 121c- ff. CXXXVIIa-
De santa 145c CLXXXId- 122c CXXXVIIId
Christina CLXXXXa
virgen (24 jul)
LXXXI Título LXXX. ff. 145c- XCV ff. ff. 122c- ff. LXXXVIc- ff. 49d- ff. CXXXIXa-
De Santiago 149a CLXXXXa- 126c XCc 52d CXXXIXd
Zebedeo e de CXCb (Falta parte de
sus miraglos la lectura, sólo
(25 jul) están presentes
los cuatro
últimos
milagros)

105
106

Flos sanctorum con sus ethimologías Legenda Manuscritos Compilación B Incunable de B


(W) aurea (c. 1499)
Capítulo Título Folios Capítulo h-I-14 k-II-12 15001 8 9 m-II-6 Leyenda de los
santos
LXXXII Título LXXXI. ff. 149a- XCVI ff. CXCb- ff. 126c- ff. XCc- ff. 52d- ff. CXXXIXd-
De sant 150d CXCIIId 128c XCIIIa 55b CXLIa
Christóval (25
jul)
LXXXIII [Nazareo e ff. 151a- XCVIII ff. CXCVIb- ff. 130d- ff. (Lectura ajena a
Celso] (28 jul) 151c CXCVIId 132a CLXXVIIb- la Leyenda de
CLXXVIIIb los santos c.
1499)
LXXXIV Título LXXXII. ff. 151c- XCIX ff. CXCVIId- ff. 132a- ff. (Lectura ausente,
De sanct Felis 151d CXCVIIIa 132b CLXXVIIIb- pero presente en el
índice final del
papa (29 jul) CLXXVIIIb incunable con el f.
CXLIII)
LXXXV Título LXXXV. ff. 151d- C ff. ff. 132b- ff. (Lectura ajena a
De sanct 152a CXCVIIIa- 132c CLXXVIIIc- la Leyenda de
Sinplicio e de CXCVIIc CLXXVIIIc los santos c.
sanct Faustino 1499)
(29 jul)
LXXXVI Título LXXXVI. ff. 152a- CI ff. ff. 132c- ff. XCVc- ff. 55b- ff. 24v-24r (Lectura ajena a
De sancta 153d CXCVIIIc- 134b XCVIIc 56d la Leyenda de
Marta, CCc los santos c.
huéspeda de 1499)
Jhesu Christo
(29 jul)
LXXXVII Título ff. 153d- CII ff. CCc-CCd ff. 134b- ff. ff. CXLIIIId-
LXXXVII. De 154a 134c CLXXVIIIc- CXLVa
sanct Abdón e CLXXVIIId
de sanct
Seunem (30
jul)
Flos sanctorum con sus ethimologías Legenda Manuscritos Compilación B Incunable de B
(W) aurea (c. 1499)
Capítulo Título Folios Capítulo h-I-14 k-II-12 15001 8 9 m-II-6 Leyenda de los
santos
LXXXVIII Título ff. 154a- CIII ff. CCd- ff. 134c- ff. ff.CXLa-
LXXXVIII. De 155d CCIId 136a CLXXVIIId- CXLVIa
la vida de sant CLXXIXd
Germán (31
jul)
LXXXIX Título LXXXIX. ff. 155d- CVI ff. CCIIIIb- ff. 137c- ff. XCVIIc-Cc ff. 56d- ff. 24a- ff. CXLVIa-
De sant Pedro 158b CCVIIb 140b 58d 25d CXLVIIc
apóstol e de
sus miraglos
(1 ago)
XC Título XC. De ff. 158b- CVII ff. CCVIIb- ff.140b- f. Cc-Cd ff. ff. 25d- ff. CXLVIId-
sant Estevan 158c CCCVIIc 140c 58d/59a- 26a CXLVIIIa
papa (2 ago) 59a
XCI Estoria de sant ff. 158c- CVIII ff. CCVIIc- ff. 140c- ff. Cd-CIId ff. 59a-60c ff. 26a- ff. CXLVIIIa-
Estevan e de 160b CCIXc 142b 26d CXLIXb
sus miraglos
(3 ago)
XCII Título XCI. De ff. 160b- CIX ff. CCIXc- ff. 142b- ff. CLXXXd- ff. CXLIXb-
sancto 165d CCXIIId 150d CLXXXVIc CLIIb
Domingo e de
sus miraglos
(4 ago)
XCIII Título XCII. De ff. 165d- (Lectura (Lectura ajena a los manuscritos de la Compilación B) ff. CLIIb-CLIIc
la Trasfigura- 166a ajena a la
ción de nues- Legenda
tro Señor en el aurea)
monte Tabor e
cómmo mostró
su claridat a
Helías e a
Enoch (6 ago)

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Flos sanctorum con sus ethimologías Legenda Manuscritos Compilación B Incunable de B


(W) aurea (c. 1499)
Capítulo Título Folios Capítulo h-I-14 k-II-12 15001 8 9 m-II-6 Leyenda de los
santos
XCIV [Sante Yusto e ff. 166a- (Lectura (Lectura ajena a los manuscritos de la Compilación B) ff. CLIIc-CLIId
Sante Pastor] 166a ajena a la
(6 ago) Legenda
aurea)
XCV [Sant Sisto] (6 f.166a-166c CX ff. CCXIIId- ff. 150d- ff.CIId-CIIIa ff. 60c- ff. 26d- ff. CLIId-
ago) CCXIIIIa 151a 60d 27a CLIIIa
XCVI Título XCIII. ff. 166c- CXI ff. CCXIIIIa- ff. 151a- ff. ff. CLVd-
De la vida de 167b CCXVa 152a CLXXXVIc- CLVIc
sant Donato (7 CLXXXVIIa
ago)
XCVII Título XCIIII. ff.167b- CXII ff. CCXVa- ff. 152a- ff. ff. CLVIc-
De sancto 168a CCXVIa 153a CLXXXVIIb- CLVIIa
Ciriaco (8 ago) CLXXXVII
XCVIII Título XCV. De ff. 168a- CXIII ff. CCXVIa- ff. 153a- ff. CVIIc- ff. 64b- ff. 29a- ff. CLVIIa-
la vida de sant 170c CCXIXa 156c CXIc 67a 30d CLVIIId
Llorente e sus
miragloos (10
ago)
XCIX Título XCVI. ff. 170c- CXIV ff. CCXIXa- ff. 156c- ff. CXIc-CIXc ff. 67a-68a ff. 30d- ff. CLVIIId-
De santo 171d CCXXa 158a 31a CLIXc
Ipólito mártir
(13 ago)
C Título XCVII. ff. 171d- CXV ff. CCXXa- ff. 158a- ff. CIXd- ff. 68a- ff. 31a- ff. CLXb-
Cómmo 176c CCXXIIIIa 164b CXIIId 70d 33d CLXIIIa
nuestra Señora
la Virgen
María sobió a
los cielos (15
ago)
Flos sanctorum con sus ethimologías Legenda Manuscritos Compilación B Incunable de B
(W) aurea (c. 1499)
Capítulo Título Folios Capítulo h-I-14 k-II-12 15001 8 9 m-II-6 Leyenda de los
santos
CI Título XCVIII. ff. 176c- CXVI ff. ff. 164b- CLXXXVIIc- ff. CLXIIIa-
De la vida de 181a CCXXIIIa- 168c CLXXXXb CLXVb (Versión
sant Vernardo CCXXVIIa abreviada en
comparación con
e de sus
W)
miraglos (20
ago)
CII Título XCIX. f. 181a CXVII ff. ff. 168c- ff. CXIIId- ff. 33d- ff. CLXVb-
De la vida de CCXXVIIa- 168d CXIIId 33d CLXVc
santo CCXXVIIb
Timotcheo (22
ago)
CIII Título C. De la ff. 181a- CXVIII ff. ff. 168d- ff. CLXVc-
estoria de sant 181c CCXXVIIb- 169a CLXVd
Sinforiano (22 CCXXVIIc
ago)
CIV Título CI. De ff. 181c- CXIX ff. ff. 169a- ff. CXIIId- ff. 33d- ff. CLXVd-
la vida de sant 183d CCXXVIIc- 171b CXVIc 34d CLXVIIb
Bartolomé CCXXIXd
apóstol e de
sus miraglos
(24 ago)
CV Título CXII. De ff. 183d- CXX ff. ff. 171b- ff. ff. CLXVIIb-
la disposición 190a CCXXIXd- 177a CLXXXXc- CLXIXc (Versión
de sant CCXXXIIIa CXCIIIb abreviada en
comparación con
Agustín (28
W)
ago)
CVI Título CIII. De ff. 190a- CXXI ff. ff. 177-179c ff. CXVIc- ff. 34d- ff. CLXIXc-
cómmo fue 193a CCXXXIIIa- LXXXIVd 36a CLXXIb (Versión
degollado sant CCXXXVIc abreviada en
comparación con
Juan (29 ago)
W)

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(W) aurea (c. 1499)
Capítulo Título Folios Capítulo h-I-14 k-II-12 15001 8 9 m-II-6 Leyenda de los
santos
CVII Título CIIII. De ff. 193a- CXXII ff. CCXXXVIc- ff. 179c- ff. CXCIIIb- ff. CLXXIb-
la vida de sant 193b CCXXXVId 179d CXCIIIc CLXXIc
Félix (30 ago)
CVIII Título CV. De ff. 193b- CXXVI ff. CCXXXIXb- ff. 181d- ff. CXCVc- ff. CLXXIIc-
la vida de 194a CCXLb 182d CXCVd CLXXIIIa
sancto
Mamertino (4
sep)
CIX Título CVI. De ff. 194a- CXXIII ff. CCXLd- ff. 182d- ff. CXCVd- ff. CLXXIIIa-
la vida de sant 195a CCXLI 184a CXCVIa CLXXIIc
Gil monje (1
sep)
CX Título CVII. De ff. 195b- (Lectura ff. CCXLId- ff. 184a- ff. CCXLVIIa-
la vida de sant 199d ajena a la CCXLVb 187c CCLb
Antolín (2 Legenda
sep) aurea)
CXI Título CVIII. ff. 199d- CXXVII ff. CCXLVd- ff. 187c- ff. LXXXIVd- ff. 36a- ff. CLXXIIIc-
De la estoria 203d CCXLIXc 192a CXXIIa 38d CLXXVIIa
del nacimien-
to de nuestra
Señora la
Virgen María
(8 sep)
CXII Título CIX. De ff. 203d- CXXVIII ff. ff. 192a- ff. CXCVIc- ff. CLXXVIIa-
la estoria de 205c CCXLIXcCCLIIa 194b CXCVIId CLXXVIIIb
sant Adrián (8
sep)
Flos sanctorum con sus ethimologías Legenda Manuscritos Compilación B Incunable de B
(W) aurea (c. 1499)
Capítulo Título Folios Capítulo h-I-14 k-II-12 15001 8 9 m-II-6 Leyenda de los
santos
CXIII Título CX. De ff. 205c- CXXX ff. CCLIIb- ff. 194c- ff. CXXIIa- ff. 38d- ff. CLXXVIIIc-
la vida de 207a CCLIIIIb 196a CXIb 39d CLXXIXd
Pronto e
Jacinto
mártires (11
sep)
CXIV Título CXI. De ff. 207a- CXXXIII ff. CCLVIIb- ff. 198c- ff. CXXVc- ff. 41b- ff. CLXXXIIa-
la vida de sant 207b CCLVIIb 198d CXXVd 41b CLXXXIIb
Cornelio e de
Cibrián
mártires (14
sep)
CXV Título CXII. De ff. 207b- CXXXIV ff. CCLVIIb- ff. 198d- ff. CXCVIId- ff. CLXXXIIb-
la vida de 208b CCLVIIId 200b CXCVIIIc CLXXXIIId
santa Eufimia (Lectura
incompleta)
virgen (16 sep)
CXVI Título CXIII. ff. 208b- CXXXV ff. ff. 200b- ff. CXCVIIIc- (Lectura ajena a
De la vida de 208d CCLVIIId- 200d CXCIXa la Leyenda de
sant Lanberto CCLIX los santos c.
(17 sep) 1499)
CXVII Título CXIIII. ff. 208d- CXXXVI ff. CCLIXd- ff. 200d- ff. CXXVd- ff. 41c- (Lectura ajena a
De la 210b CCLXIa 202b CXXVIIa 42b la Leyenda de
dispusiciónsic los santos c.
de sant Mathe 1499)
(21 sep)
CXVIII Título CXV. De ff. 210b- CXXXVII ff. CCLXIa- ff. CXCIXa- ff.
la vida de sant 212a CCLXIIIa CCb CLXXXIIIIc-
Mauriz (22 CLXXXVa
sep)

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(W) aurea (c. 1499)
Capítulo Título Folios Capítulo h-I-14 k-II-12 15001 8 9 m-II-6 Leyenda de los
santos
CXIX Título CXVI. ff. 212a- CXXXVIII ff. ff. CCb-CCId ff. CLXXXVb-
De la vida de 213d CCLXIIIa- CLXXXVIIIc
santa Justina CCLXVb
virgen (26 sep)
CXX Estoria de sant ff. 214a- CXLI ff. ff. CXXVIIa- ff. 42b- (Lectura ajena a
Miguel 216b/287c- CCLXVId- CXXVIIIc 43b la Leyenda de
arcángel / 287d CCLXVIIId los santos c.
Título CXLVI. 1499)
Disposición de
sant Miguel
Archángel (29
sep)
CXXI Título CXVII. ff. 216b- CXLII ff. ff. CXXVIIIc- ff. 60d- ff. CCLIXd-
Disposición de 218c CCLXVIIId- CXXXb 62a CCLXIc
sant Gerónimo CCLXXd
(30 sep)
CXXII Título CXX. ff. 218c- CXLV ff. ff. CXXXb- ff. 43b- ff. CLXXXIXc-
Desposición 224d CCLXXIIc- CXXXIIIc 45b CCXIIc (Versión
del CCLXXVIa abreviada en
bienaventurado comparación con
W)
sant Francisco
(4 oct)
CXXIII Título CXXI. ff. 224d- CXLIX ff. ff. CCIIIIc- ff. CCXIIIb-
De sant Dionís 226c CCLXXIXa- CCVIa CXCIIIIb
e de su CCLXXXIa
desposición
(14 oct)
Flos sanctorum con sus ethimologías Legenda Manuscritos Compilación B Incunable de B
(W) aurea (c. 1499)
Capítulo Título Folios Capítulo h-I-14 k-II-12 15001 8 9 m-II-6 Leyenda de los
santos
CXXIV Título CXXII. ff. 226c- CL ff. ff. CXCIIIIb-
De sant 227a CCLXXXIa- CXCIIIId
Calixto papa CCLXIXc
(14 oct)
CXXV Título CXXIII. ff. 227a- CLII ff. ff. CXXXIIIc- ff. 45b- ff. CCXVa-
Desposición 230d CCLXXXIIIb- CXXXIIIIb 45d CCXVd (Versión
de sant Luchas CCLXXXIIIIb abreviada en
(18 oct) comparación con
W)
CXXVI Título CXXIIII. ff. 230d- CLIV ff. ff. CCVIIc- ff. CCXVd-
De las honze 232d CCLXXXVa- CCIXc CXCVIIb
mill vírgenes CCLXXXVIIa
(21 oct)
CXXVII Título CXXV. ff. 232d- CLV ff. ff. ff. 45d- ff. CXCCVIIb-
De sant Simón 235d CCLXXXVIIa- CXXXIIIId- 47a CXCIXa
e Judas. CCXCa CXXXVIc (Versión abreviada
en comparación con
Disposición de
W)
Simón (28 oct)
CXXVIII Título CXXVI. ff. 235d- CLVII ff. CCXCb- ff. CCIIIa-
De santo 238b CCXCIIIb CCVb
Eustachio (31
oct)
CXXIX Título CXXVII. ff. 238b- CLVIII ff. ff. CCVIIc- ff. CXCIXc-
De todos 242a CCLXXXVa- CCIXc CCd (Versión
santos (1 nov) CCLXXXVIIa abreviada en
comparación con
W)
CXXX Título CXXVIII. ff. 242a- CLIX ff. CCXCIIIId- ff. ff. 47d- ff. CCd-CCIIa
Por qual razón 246c CCXCVIIc CXXXVIIIa- 50b (Versión abreviada
se da el pan CXXXVIIIb en comparación con
sobre las W)
sepulturas a los
finados (2 nov)

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(W) aurea (c. 1499)
Capítulo Título Folios Capítulo h-I-14 k-II-12 15001 8 9 m-II-6 Leyenda de los
santos
CXXXI Título CXXIX. De ff. 246c- CLIX ff. (Otra versión
la vida quatro 246d CCXCVIIc- diferente a W)
mártires (8 nov) CCXCVIIc
CXXXII Título CXXX. De ff. 246d- CLI ff. ff. CCVIa- ff. CCVIId-
sant Leonardo e 248b CCLXXXIc- CCVIIb CCVIIIc
de sus miraglos CCLXXXIIIb
(15 oct)
CXXXIII Título CXXXI. De ff. 248b- CLXI ff. ff. CCXIIb- ff. CCXb-CCXc
sancto Teodoro 248c CCXCVIIc- CCXIIc
mártir (9 nov) CCXCVIIa
CXXXIV Título CXXXII. ff. 248c- CLXII ff. ff. ff.CCXc-
Disposición de 252a/252a- CCXCVIIIa- CXXXVIIIb- CCXIIIb/CCIIId-
sant Martín / 253a CCCIb CXLIIIIa CCXIIIIc
Títnlosic CXXXIII.
De sant Severino
(11 nov)
CXXXV Título CXXXV. ff. 253a- CLXIII ff. CCCIb- ff. CXLIIIIa- ff. 50b- ff. CCXIIIb-
De la vida de 253c CCCIIa CXLIIIIc 50d CCXIIId
sant Briz (13
nov)
CXXXVI Título CXXXV. ff. 253c- CLXXVIII (Lectura ajena a los manuscritos de la Compilación B) ff.CCXVIc-
De la 260c CCXXIc
consagració[n]
de la Iglesia
CXXXVII Título CXXXVI. ff. 260c- (Lectura (Lectura ajena a los manuscritos de la Compilación B) ff. CCXXIIIIb-
Para saber del 261b ajena a la CCXXIIIId
Antichristo e de Legenda
otras cosas aurea)
Flos sanctorum con sus ethimologías Legenda Manuscritos Compilación B Incunable de B
(W) aurea (c. 1499)
Capítulo Título Folios Capítulo h-I-14 k-II-12 15001 8 9 m-II-6 Leyenda de los
santos
CXXXVIII Título ff. 261b- CLXV ff. CCCIIa- ff. CXLIIIId- ff. 50d- ff. CCXIIIIc-
CXXXVII. 264a CCCIIIc CXLVIIa 52c CCXVIc
Disposición de
santa Cecilia
(22 nov)
CXXXIX Título ff. 264a- CLXVI ff. CCCIIIc- ff. CXLVIIb- ff. 52c- ff. CCXXIc-
CXXXVIII. 269a CCCVIIId CLIb 55b CCXXIIIIb
Disposición de
sant Clemente
(23 nov)
CXL Título CXXXIX. ff. 269a- CLXVII ff. ff. CCXIIc- ff. CCXXVIIc-
De sant 269c CCCVIIId- CCXIIIa CCXXVIIIa
Grisógono (24 CCCIXb
nov)
CXLI Título CXL. De ff. 269c- CLXVIII ff. CCCXb- ff. CLIb- ff. 55b- ff. CCXXIIIId-
sancta Catalina 272b CCCXIId CLIIIc 56d CCXXVIc
virgen (25
nov)
CXLII Título CXLI. ff. 272b- CLXIX ff. CCCIXb- ff.CCXIIIa- ff. CCXXXIa-
Estoria de sant 273a CCCXb CCXIIId CCXXXIc
Sadurnín (29
nov)
CXLIII Título CXLII. ff. 273a- II ff. Ia-IIIc ff. 1a- 5a ff. IIa-Vd ff. ---1v ff. VIa-IXb
Disponimiento 278b
de sant Andrés
apóstol e de su
nonbre e de su
vida (30 nov)

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Flos sanctorum con sus ethimologías Legenda Manuscritos Compilación B Incunable de B


(W) aurea (c. 1499)
Capítulo Título Folios Capítulo h-I-14 k-II-12 15001 8 9 m-II-6 Leyenda de los
santos
CXLIV Título CXLIII. ff. 278b- I (Lectura ajena a los manuscritos de la Compilación B) (Otra versión
Del Aviento (4 283b diferente a W)
semanas antes
de Navidad)
CXLV Título CXLIIII. ff. 283b- III ff. VIIIb- ff. 9b-12b ff. Vd-VIIId ff. 2r-4r ff. XIIb-XIIIIc
Disposición de 285d XIIb
sant Nicolás (6
dic)
CXLVI Título CXLV. ff. 286a- CXXXIX ff. CCLXVb- ff. CCId- (Lectura ausente,
De la vida de 287b CCLXVId CCIId pero presente en el
índice final del
sant Cosme e incunable con el f.
Damián (27 CLXXXVI)
sep)
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120
VII. CRITERIOS DE ESTA EDICIÓN

Esta obra se presenta al lector con una ortografía regularizada según la actual –tal y
como suele realizarse en las ediciones no estrictamente paleográficas y cuya finalidad
primordial es facilitar la lectura–.1 Este acto conlleva normalizar las grafías que
carezcan de valor fonológico y conservar, claro está, las que sí pudieran tenerlo en el
castellano medieval. No obstante, como excepciones a este criterio general, he optado
por conservar, aunque sean irrelevantes, algunos rasgos que no causan confusión y en
cambio muestran algunos arcaísmos ortográficos y ciertos primitivismos técnicos
propios de un texto forjado en los albores de la imprenta. Así pues, conservo qua-:
quando, qualquier, qual; la h en casos como: Jhesu Christo, Juhan; la ph en voces
como: philósofo, Philipo; y también la n ante b o p cuando así aparezca en el
incunable: tanbién, enperador.
Simplifico las consonantes dobles que carecen de valor fonológico, así como
rr en posición inicial. En posición intervocálica abundan los casos donde falta o sobra
una r, así que transcribo rr o r según corresponda a cada uno de los fonemas:
aremeter = arremeter, honrra = honra. Aunque son contados los casos, mantengo ss
por su pertinencia en posición intervocálica: processiones. Conservo ll: mill e incluso
en los casos en que es dudosa la palatalidad: privillegios; asimismo l en arcaísmos
como: levar = llevar; y también mm: commo. Transcribo la ç como c cuando precede
a e, i. Y normalizo el uso de i, u para los valores vocálicos, frente a j, v para los
consonánticos.
Acentúo, puntúo y separo las palabras con arreglo a las normas actuales, si
bien hay algunas peculiaridades del castellano medieval que implican ciertas
diferencias. Así, en lo concerniente a la acentuación, distingo con acento diacrítico
algunos monosílabos propios de aquella época: á, é, (del verbo haber), só (ser), dó
(dar), ý adverbio, ál pronombre, las formas tónicas nós, vós. No señalo con apóstrofo
la elisión de una vocal por fonética sintáctica, de modo que edito della, dél, dellos, y
no d'ella, etc. Tampoco indico los casos de asimilación de la preposición a: “Entonce
venieron todos los sacerdotes de los ídolos [a] Alexandre”.

1
Un claro precedente del trabajo que aquí presento se halla en la edición del Flos sanctorum del ms. 8
de la Biblioteca de Menéndez Pelayo, realizado por Baños y Uría (2000).

121
La resolución de abreviaturas se marca mediante letra cursiva, en los casos de
pasajes en latín opero a la inversa. Las letras suplidas van entre corchetes. Respecto a
los errores textuales del incunable, corrijo únicamente los obvios y que puedan
dificultar la comprensión del relato, indicándolo mediante una nota al pie; pero
conservo aquellas formas dudosas que no sean un error palpable o que, aun siéndolo,
no dificulten la lectura, sino todo lo contrario, la hacen más sabrosa al notarse los
fallos técnicos propios no ya de un copista, sino de un cajista (como en el caso de
confundir el orden en que se coloca n o u y viceversa: qne, uunca, etc.); me limito,
pues a señalarlas con un sic.
Esta edición considera al Flos sanctorum con sus ethimologías como el
heredero impreso de una familia manuscrita medieval. Por ello mismo, con el fin de
aclarar, confirmar o descartar pasajes de dudosa redacción y hasta dudosa
procedencia, el contenido del incunable es cotejado con la Legenda aurea, editada por
Giovanni Paolo Maggioni (misma que en la mayoría de los casos aludo como LA), y
con uno de sus parientes más próximos, el ms. h-I-14. En nota al pie destaco los
segmentos numerados de la fuente latina, ejemplo: LA (67-71): “…”; así como la
respectiva variante cuando ésta se halle presente en la versión del manuscrito,
ejemplo: Ms. h-I-14: “…” (ff. CCLXXIXc-CCLXXXd).
Cuando lo requiere el texto, en nota al pie consigno las fuentes latinas, los
autores y las referencias bíblicas, las cuales tomo de la mencionada edición de
Maggioni (traduciendo el nombre de los autores y los Libros de la Biblia del latín al
español). También consigno las definiciones de palabras dudosas, las cuales consulto
del portal Web de la RAE y, cuando así lo indico, del Diccionario crítico etimológico
castellano e hispánico de Joan Corominas.

122
[f. 1a] A HONOR E ALABANÇA DE NUESTRO SEÑOR JHESU CHRISTO AQUÍ COMIENÇA EL
FLOS SANTORUN CON SUS ETHIMOLOGÍAS

[I]
Título primero. Del nascimiento de nuestro Señor Jhesu Christo

El nascimiento de nuestro Señor Jhesu Christo segund carne, así commo algunos dizen,
fue fecha complidos de Adam fasta aquel tiempo cinco mill e dozientos e veinte e ocho
años; e segund que otros dizen seis mill años. E segund que dixo el sabio que fue de
Cesarea,1 en las Corónicas, de cinco mill e ciento e noventa años,2 e dixo que en el
tienpo de Otoviano,3 el emperador, fue fecha la encarnación de Jhesu Christo. Mas el
cuento de los seis mill años fue fallado por en Metodi4 por estimación más que por
nonbre.
E quando el fijo de Dios vino en carne, de tan grand paz se alegrava todo el
mundo, tanto, que un enperador de los ronanossic paciblemente avía todo el mundo. Ca
así commo nacer quiso por esto que nos diese paz de tienpo e paz perdurable, e quiso
que el su tienpo nascimiento nobleciese paz de tienpo. Onde por esto [f. 1b] César, que
era señor de todo el mu[n]do, quiso saber de quántas profecías, e q[uá]ntas cibdades, e
quántos castillos, e quántas villas e quántos omnes eran en [e]l mundo. E mandó el
enperador, segund que es dicho en las Estorias Escolásticas, que todos los omnes
veniesen a la cibdad do avía nacido cada uno e diese un dinero de plata, que valía diez
dineros de aquellos que usava el pretor de la provincia, e que cada uno confesase que
era sometido al imperio de Roma. E en aquel inperio era la imagen de César enperador
el su nonbre escrito en el dinero.
E esto era dicho profesión e discreción por diversos respectos. Era dicho por esto
profesión: que cada uno dava al pretor de la provincia encenso, esto es un dinero; aquel
que era por pretor llamado, ponía aquel dinero sabresic la su cabeza e confesava por su
propia boca que era subjuzgado al emperador; onde era aquesto dicho profesión, esto es
de propia boca confesión, e esto fazia delante todo el pueblo. Es dicha discreción por
esto: que el nonbre de aquellos que el dinero traían en las cabezas por ciertos nonbres

1
LA (1): “secundum Eusebium Cesariensem”. Ms. h-I-14: “Eusebio que fue de Cesares” (f. XXIIIIc).
2
LA (1): “V milibus CIC”. Ms. h-I-14: “mill e doscientos e noventa años” (f. XXIIIIc).
3
Lucas (2, 1-20).
4
LA (2): “inventa fuit a Methodio”. Ms. h-I-14: “por en Metodi” (f. XXIIIId). Liber de creatis (coll. 343-
344), de pseudo Metodio de Olimpo.

123
eran llamados, e escrivían los nonbres de todos los onbres. Aquesta discreción fue fecha
primero por el pretor Cirino.5 Primera es dicha según que en las Estorias Escolásticas es
leído. Y fue aquí començamiento de fazer por esto que [f. 1c] India6 es en medio de la
tierra habitable segund que dicho es, e de aquí adelante fue fecho en todas las tierras que
son en derredor aquello mesmo.
E fue dicha primera discrición e general, por esto que fue fecha ante que las
otras que se fazían por diversas partidas, e por aventura es dicha ca se fazía por el pretor
primeramente que por los otros. Segund[a] discreción es dicha, ca la fazía en la segunda
cibdad del enperador aquel que era embiado por toda aquella tierra. La tercera
discreción es dicha porque se fazía de todas las tierras en la cibdad delante el enperador.
E Josep commo fuese del linaje de David,7 vínose de Nazareth a Belen para
pagar el encenso; mas commo el tiempo del encaecer de la bienaventurada virgen María
fuese aína venidero, e Josep del su retornamiento non sopiese ninguna cosa, tomó la
Virgen e adúxola consigo a Behlem, ca non quería que el tesoro que por Dios le era
encomendado en ninguna manera dexar; ante la quería por sí mismo velar e guardar. E
comon veniesen a Belen, segund que frai Bartolomeo dixo en la su Contemplación,8 la
Virgen vio una partida del pueblo que se alegravan e otra partida eran tristes, la qual
cosa esponiéndola el ángel, dixo: “La parte del pueblo alegre es el pueblo de los gentiles
que recebirá en la semiente de Abrahan9 [f. 1d] la perdurable bendición. La parte que
llora es la parte de los judíos que por Dios es desechado por los sus merecimientos”.
Quando Josep e sancta María venieron en Belen, ellos pedieronsic ostal. Ninguno
ge lo dio por esto que eran pobres, e todos los ostales eran enbargados por los otros que
eran venidos para pagar el encenso, por que posaron en lugar comunal por el qual lugar
pasavan todas las gentes, según es dicho en las Estorias Eclesiásticas. Onde dizen que
entre dos casas era un cobrimiento el qual era dicho diversario, so el qual cobrimiento
los cibdadanos, quando querían fazer parlamento o por dele[i]tar quando non avía
alguna cosa que fazer o por destenpramiento del aire, se asentavan en aquél.
Por aventura Josep al buey e a la asna avía fecho pesebres, o segund dizen
algunos, los omnes de las aldeas quando venían a mercado atavan las bestias en aquel

5
LA (12): “Hec descriptio prima facta est a preside Syrie Cirino”. Ms. h-I-14: “el pretor de Ciria en Cirio”
(f. XXVa). Lucas (2, 2-3).
6
LA (14): “Iudea”. Ms. h-I-14: “Judea” (f. XXVa). Ezequiel (38, 12).
7
Mateo (1, 20).
8
LA (19): “ut frater Bartholomeus in sua compilatione testatur et libro infantie salvatoris sumptum est”.
Ms. h-I-14: “Frey Bartolomé dixo en la su Crapulacion” (f. XXVb). Pseudo Mateo (XIII).
9
Génesis (12, 1-8).

124
lugar, e por aquesto en aquel lugar avían fecho una establía. Onde a ora de media noche,
en el día que era dicho domingo, la bien aventurada Virgen encaeció de su fijo en aquel
diversario. Echose sobre yerba, la qual yerba, segund es dicha en las Estorias
Eclesiásticas, santa Elena traxo después a Roma.
Es cosa notadera que el nacimiento de Jhesu Christo fue maravillosamente fecho
de parte del engendrador e de parte de l[a] engendra[f. 2a]da. De parte de la manera del
engendrador fue maravillosamente fecho el nascimiento, ca sancta María fue virgen
ante[s] el parto e después del parto. E que virgen estando ella encaeció en cinco maneras
enseñado: primeramente por los profetas, segund que se leysic en el VII capítulo:10
“Vedes aquella virgen concebirá, e parirá fijo e será llamado el nonbre del Hemanuel”.
Por la II manera fue maravillosamente enseñado el nascimiento de Jhesu Christo por
figura. Ca fue la verga de faraón11 la qual sin todo saber humanal floreció e por la
puerta que vio Ezechiel, que fue todos tienpos cerrada, fue demostrado el nascimiento
segund que se leysic en Ezechiel en los XLIIII capítulos12. En la manera tercera fue
demostrado el nascimiento por la guarda de Iosep, por esto que la Virgen guardó e
testimonio fue en la su virginidat. En la quarta manera demostró manifiestamente en
aquesto que fue visto, e segund que en la Contenplación de Bartolomé, en el Libro de
Infancia del Salvador es recontado, que como el tienpo de nacer a la Virgen fuese cerca,
ya que Iosep non dudase que Dios nasciese de la Virgen, quiso guardar la manera de la
tierra, porque tomó amas para la Virgen, la una dellas avía nonbre Zabel e la otra
Salomé.13 Así como Zabel asmava e demandava [f. 2b] falló la sancta Virgen porque
llamó deziendo que la Virgen avía infante. E como Salomé esto non creyese, e por
semejable manera fuese esto provar, palpó con la mano e luego secósele la mano;
enpero, por mandamiento del ángel que a ella apareció, tocó al infante e luego cobró
sanidat en la mano. En la quinta manera fue demostrado el nascimiento de Dios por
demostramiento de los miraglos que en aquel tienpo se fizieron. Ca en Roma, segund
Ignocencio papa, por XII años fue paz grande porque los romanos fezieron un tenplo que
avía por nonbre Tenplo de Paz e posieron ellos muy fermosamente en aquel de Rómulo.
E después los romanos demandaron de consejo a la ídola de doña Polina14 por quanto
tienpo duraría paz, onde les respondió e dixo que fasta que pariese virgen. E quando

10
LA (33): “Primo per prophetiam Ysaíe VII”. Isaías (7, 14).
11
LA (34): “Aaron”.
12
Ezequiel (44, 2).
13
Pseudo Mateo (XIII).
14
LA (44): “Consulentes autem Apollinem”.

125
ellos esto oyeron, dixeron: “Pues todo tienpo durará”, por esto que non creían que fuese
cosa que ser podiese que la virgen pariese. Onde en las puertas del tenplo fizieron ellos
este escripto, en el qual era escripto: “Aqueste es el Tenplo de Paz perdurable”; mas en
aquella noche que la Virgen parió cayó aquel tenplo de todo en todo, a do es agora
sancta María la Nueva.
En la segunda manera fue maravillosamente fecho el nascimiento de Jhesu
Christo por razón del cuerpo engendrado. Ca segund que dixo sant Bernaldo:15 “En
aque[f. 2c]lla misma persona de Jhesu Christo el Dios perdurable, e el antiguo e el
nuevo maravillosamente se convenieron. El Dios perdurable está la divinidat; el
antiguo, esta es la carne que por Adán fue recebida; el Nuevo Testamento es el ánima de
nuevo criada”. E aún más, segund que él mesmo dixo: “Yo fago Dios tres
mesclamientos, tres obras así como maravillosamente cada uno que tales cosas en
ningund tienpo non fueron fechas nin en ningund tienpo se farán. Ca ayuntados son
Dios, e omne, e madre, e Virgen e cuerpo humanal. La primera obra fue mucho
maravillosa, ca ayuntados son limo de tierra e Dios magestad, e Dios e enfermedad,
muy grand vileza16 con muy grand nobleza. Ca ninguna cosa más noble es que Dios, nin
ninguna cosa más vil que non es el limo de la tierra. La II obra fue mucho maravillosa,
ca en el siglo non fue dicho nin oído que virgen fuese madre, nin madre virgen estodiese
madre. La tercera obra, que es mucho maravillosa, es menor que la primera nin que la II,
mas non es menos fuerte. Ca maravillosa cosa es quando el cuerpo humanal ovo feesic
en aquestas dos cosas: nin quanto lo pudo creer que Dios fuese omne, nin virgen
después del parto estoviese virgen”. Estas son palabras de sant Bernaldo.
Porque la tercera manera [f. 2d] fue muy maravillosamente fecho el nacimiento
de Jhesu Christo por la manera del engendrar. Por esto que fue cosa contra natura en
aquesto que virgen concebiese, e fue sobre razón por esto que Dios engendrase, e fue
sobre umana condición porque esto que la virgen pariese, e fuese sobre costunbre por
esto que de Spíritu Santo concebiese. Ca non engendró la Virgen por simiente de omne,
mas por mesclado spiramiento de Dios, ca el Spíritu Santo de la muy casta e de la muy
pura de la Virgen tomó e formó aquel cuerpo de aquellos e así el seno de Dios.
La quarta manera maravillosa de omne, ca según dixo Anselmo17 en quatro
maneras puede Dios fazer onbre: esto sin ombre e sin fenbra, así commo fizo Adam; sin

15
De consideratione, in Opera omnia (5, 23).
16
En el incunable: “libeza”. Ms. h-I-14: “vileça” (f. XXVIb).
17
Sermo II de nativitate domini (col. 458), de Inocencio III.

126
fenbra de omne, e así como fizo a Eva; de omne e de fenbra, así como faze cada día
comunalmente; de fenbra sin onbre, así commo oy maravillosamente fue fecho Jhesu
Christo. E después, por la segunda manera el nacimiento de Jhesu Christo fue oy por
muchas maneras ensenandasic; ca enseñada fue por todas las gentes de las criaturas. E es
una criatura que tan solamente ha ser así como los cuerpos puros; e alguna que ha ser e
bive, así como los árboles e las yervas; e alguna que ha bevir e sentir, así como las
bestias; e algunas que han ser e [f. 3a] bevir, e sentir, e de partir e entender, así como el
ángel. Por todas aquestas criaturas el nascimiento de Jhesu Christo es enseñado:
La primera criatura es primeramente corporal e en tres maneras, esto es oscura, e
veíble e luziente.
Primeramente es enseñado el nacimiento de Jhesu Christo por la pura criatura
corporal, que es oscura así commo por la destruición del tenplo de los romanos,18 que
segund de suso es dicho, e por el trabucamiento de la imagen de Rómulo que era dios de
los romanos que cayó entonces desmenuzado; e por el trabucamiento aun de los otros
ídolos, que entonce en otros lugares muchos cayeron. Léese que Jheremías propheta
descendió a Egitosic e oyó dezir la muerte de Golías,19 e dio tal señal a los reyes de Egito
que caerían los sus ídolos quando la Virgen oviese parido el su fijo. Por la qual cosa que
los prestes de los ídolos una imagen de muger virgen que tenía un infante en el regazo
posiéronla en el lugar secreto del tenplo, e aquella imagen oravan allý. Mas por el rey
Tolomeo fueron ellos demandados, que querían ellos aquella imagen demostrar. Onde
ellos dixieron que aquella imagen era significança de pedernal labrado, la qual imagen
los mayores abran recebido del santo propheta Isaías,20 e así cayeron en las cosas de los
vie[f. 3b]jos.
En la segunda manera del nacimiento de Jhesu Christo fue enseñado por la
criatura puramente corporal e veíble por esto: ca en aquella noche la escuridat del aire
fue tornada en la claridad de Dios. Ca en Roma, segund dixo Inocencio papa III, una
fuente de agua se tornó en licor de olio e corrió fasta el río de Tibri, e aquella fuente de
olio corriente avía profetizado Sebilla que quando la fuente de olio cesariasic que
entonces necería el Salvador del mundo.
En la tercera manera del nacimiento de Jhesu Christo fue enseñada por criatura
pura, e corporal e luziente, así como por los cuerpos celestiales. Ca en aquel día del

18
En el incunable: “instruciónsic de tienpo de los romanos”. LA (77): “destructionem templi Romanorum”.
Ms. h-I-14: “destruición del tenplo de la imagen dellos” (f. XXVId).
19
Jeremías (41, 1-3).
20
LA (80): “quod a sancto propheta”. Ms. h-I-14: “del sancto propheta Isaías” (f. XXVIIa).

127
nacimiento de Jhesu Christo, segund que algunos recuentan, así commo dixo
Crisóstomus: “Los tres reys de oriente estavan sobre un monte en oración quando vieron
la estrella aparecer cerca dellos, la qual avía forma de infante muy fermoso. E en la
cabeza del infante resplandecía una cruz muy fermosa, la qual estrella fabló e dixo a los
reyes que fuesen a Judea e allí verían al infante nacido, el qual les ella enseñava, e allý
lo fal[l]arían”. En aquel mismo día aparecieron tres soles en oriente los quales se
tornaron después en un cuerpo de sol. Por el qual era significado que tan solamente era
venida conoscencia de Dios a todo el [f. 3c] mundo verdaderamente; e que nascido era
Aquél en el qual avía tres cosas, esto es ánima, e carne, e deidad; las quales cosas son
en una persona ayuntadas. En las Estorias Ecleciásticas es dicho que non aparecieron
tres soles en el día del nacimiento de Jhesu Christo; mas que apareció ante por algund
tienpo, esto es, por algund tienpo después de la muerte de Julio César el enperador, la
qual cosa afirma así ser verdadera el sabio21 en la su Corónica. E Ignocencio papa tercio
dixo que Otoviano se nonbrava en todo el mundo, e todo el mundo era subjuzgado al
señor de Roma. Onde quiso el senador de Roma que las gentes tan solamente onrasen al
enperador así como a Dios. Lassic el enperador, que era muy sabio, non lo sofrió, como
era ombre mortal; mas él viendo la voluntad de las gentes por ruegos de l[a] doña Sebila
vino a él, a la qual él demandó que si nacería mayor ombre por poder que él era en el
mundo algund tienpo. Onde commo él oviese en el día del nacimiento de nuestro Señor
consejo con los sabios sobre aquesta cosa, demientra que el enperador estava con doña
Sebila, a ora de medio día apareció un cerco color de oro enderredor del sol. En medio
del cerco vieron ellos una virgen muy fermosa teniendo un infante manifiestamente en
su regaço. E commo el em[f. 3d]perdoarsic veyendo aquella cosa se maravillase mucho,
él oyó una boz que dezía a él: “Aquesta es el ara de cielo”. E dixo Sebila al emperador:
“Aquel infante que tú vees es mayor que tú, e por esto adora tú aquél”. Por aquella
cámara en la qual estovieron, a honor de santa María es fecha iglesia, porque fasta el día
de oy es dicha santa María de Ara Celi. E quando entendió el emperador que aquel
infante era mayor que él, por honra ofreció encienso e de allí adelante él non quiso ser
llamado Dios por sus gentes.
E aún más del nacimiento de Jhesu Christo fue enseñada por criatura que ha ser
e bevir, así commo son árbores e yerbas. Ca en aquella noche, segund que Bartolomeo

21
LA (90): “Eusebius”. Ms. h-I-14: “Eusebio” (f. XXVIIc).

128
enseñava en su Libro de los árboressic Engadi:22 “Los quales lievan el bálsamo,
florecieron, e fezieron fruto e dieron liquor de bálsamo”.
E aún más, el nacimiento de Jhesu Christo fue enseñado e manifestado por
criatura que ha ser e bevir e sentir, así como son bestias. Onde quando Josep vino a
Belen con santa María, que era preñada, traxo consigo un buey por esto que vendiesen,
e del precio dél pagasen al señor el encenso por sí e por la Virgen, e de lo remaneciente
que él con la Virgen gastasen buenamente. E traxo una asna en la qual traxo a la Virgen.
Onde commo el buey e el asna conociesen maravillo[f. 4a]samente el Señor, quando lo
vieron, fincaron los finojos e orávanle. E ante del nacimiento de Jhesu Christo por
algunos días, segund que dixo Eusebio en la su Corónica, que así como algunos aravan
con sus bueyes, los bueyes dixeron a los aradores aquestas palabras: “Los onbres
desfallecerán e las mieses aprovecharán”.
E aún el nacimiento de Jhesu Christo fue manifiesto e enseñado por criatura que
ha ser e bevir e sentir, así commo son ombres, onde quando Josep omne, la qual cosa
fue fecha por los pastores. Ca en aquella ora los pastores velavan sobre sus ganados así
como en dos noches del año, en una breve e otra luenga, avían acostrunbradosic de fazer.
Ca costunbre era en el tienpo antiguo entre los gentiles que en cada un alçamiento e
baxamiento del sol festival, el qual se faze cerca de la fiesta de sant Juan, e ivernal
alçamiento, que faze cerca la navidad de nuestro Señor, e esto es en la natal, en aquellas
noches ellos velavan por onrra del sol. La qual cosa fazían en semejable manera a los
judíos, que moravan en uno con los gentiles. Onde como a los pastores el ángel
apareciese, anuncioles que el Salvador era nacido e que ellos lo fallasen. Dioles tal señal
e después estovieron con grand muchedunbre de ángeles, todos diziendo cla[f.
4b]ramente: “En el alto, gloria en los cielos a Dios. E en la tierra, paz a los onbres de
buena voluntad”. Onde como los pastores veniesen a Béllen, fallasen todo aquello que
los ángeles avían dicho.
E aún más el nacimiento de Jhesu Christo fue enseñado e manifestado por el
emperador César, que mandó entonce que ningún ombre non fuese osado de llamarlo
señor, por esto que, por aventura, avían visto aquella señal de visión del sol, e
remenbrávase de la fuente del olio e del derrocamiento del templo; que asmava que en
el mundo era nacido aquel que mayor era porque él non quiso que los sus gentiles le
llamasen dios nin señor de aquí en adelante.

22
LA (111): “In hac enim nocte, ut Bartholomeus in sua compilatione testatur, vinee Engadi”. Ms. h-I-14:
“segunt que cuenta Bartolomé en el su Libro los árboles de grande valor” (f. XXVIId).

129
Fue manifestado el nacimiento de Jhesu Christo por esto: ca los sodomíticos que
eran en aquel tienpo en todo el mundo aquella noche murieron. Segund que dixo sant
Jerónimo sobre aquella palabra que dixo: “Luz es nacida a ellos”.23 Tan grande que
todos aquellos que se trabajavan por aquel pecado fueron todos muertos. Y aquello fizo
Jhesu Christo por esto que todos aquellos que pecavan por aquel pecado fuesen
destruidos por esto que la natura, la qual Jhesu Christo avía tomado en tanta laydeza24
non fuese de aí adelante fallada. Ca segund dixo sant Agostín: “Dios, veyendo el pecado
que se fazía en la humanal natura contra la humanal25 razón ami[f. 4c]dos26 quiso
prender carne humana”. E aún más, el nacimiento de Jhesu Christo fue manifestado e
demostrado por criatura que ver e ser e sentir e de partir e entender, así como ángel. Ca
los ángeles que el nacimiento de Jhesu Christo annunciaronsic a los pastores, así commo
dicho es.
E aún más, el nacimiento de Jhesu Christo es a nós enseñado e
provechablemente en esto: que el enemigo non nos pudo después fazer mal. Onde es
leído que sant Hugo, abad de Mias27 lee,28 en la iglesia del nascimiento de nuestro
Salvador Jhesu Christo, la bien aventurada Virgen que tenía en su braço el su fijo, e
dezía: “Presente es el día en el qual los dichos de los profetas se renovarán”. E dixo:
“¿Dó es agora la umanal natura que antes de aques[t]e día fazía a los ombres grand
daño?”. Por las quales palabras, el diablo salió de la umanidá por esto que las palabras
de Dios contristase29 más mentirle a la maldad suya. Ca mientras que el abad andava en
derredor las casas del monasterio, echó al diablo del oratorio con devoción, e del
refitorio espantole con leción, e del dormitorio esquivolo con vil ropa, e del cabildo
quebrantolo con pacencia.sic
E del nacimiento de Jhesu Christo e del provecho fabla sant Bernaldo, diziendo
que: “Por tres enfermedades trabajava el humanal linaje, en el començami[f. 4d]ento, en
el medio e en la fin, esto es: en el nacimiento e en la vida e en la muerte. Ca el
nacimiento non era linpio e la vida era perversa e la muerte era mucho peligrosa, porque
vino Jhesu Chrsito, que contra estas tres enfermedades trae tres remedios, ca nació Él,

23
Isaías (9, 1 y subsiguientes) y Mateo (4, 16).
24
Corominas: “Laido: ‘ignominioso’, ‘torpe’, tomado del oc. ant. lait, -da, ‘feo’, ‘sucio’ [...] 1ª. doc.,
Berceo”. Ms. h-I-14: “leydança” (f. XXVIIIc).
25
En el incunable: “huamnal”.
26
En el incunable: “avidos”.
27
LA (136): “Unde legitur quod sanctus Hugo abbas Cluniacensis”. Ms. h-I-14: “es leído de Santiago
abbat” (f. XXVIIId).
28
LA (136): “vidit”.
29
Contristar: (del lat. contristāre). Afligir, entristecer.

130
bivió e morió. El nacimiento del qual a limpio el nuestro, e la vida dél enseñó la nuestra,
e la muerte dél resucitó años de muerte”, esto dixo sant Bernaldo.
E del provecho del nacimiento de Jhesu Christo, dixo sant Agustín que: “El
provecho del fijo de Dios, el qual a nós enseñó en la encarnación, fue a nós enxienplo e
sacramento e merchandía. Enxienplo fue a nós mucho convenible en aquesto, ca quiso
semejança de hombre. E sacramento fue a nós por el qual nós quiso aver de librar de los
nuestros pecados. Fue a nós alta merchandía, por la qual el inclinamiento de la nuestra
soberbia quiso desechar omillosamente”. Esto dixo sant Agostín. Por esto, que la
soberbia del primero omne, es sana por la humildat de Jhesu Christo. Es cosa notada
convenientemente, la humildat del Salvador responde a la soverbia del traidor. Ca la
soberbia del primero onbre fue contra Dios e contra su mandamiento: comió del fruto
del árbol menospreciando a Dios. Fue la soberbia del omne fasta Dios, ca de[f.
5a]deseavasic que fuese Dios e semejávase por esto quel diablo les dixo: “Seréis así
como Dios”. Fue la soberbia sobre Dios así commo Anselmo, quando quisieron esto que
Dios non quería, onde entonce omne puso la su voluntad sobre la voluntad de Dios. Mas
el Fijo de Dios, segund que dixo Johan Damaceno,30 omilló a sí mesmo por los omes,
non contra los omnes, nin fasta los omes, nin sobre los omes. Por los omnes se omilló,
ca por la salud e por el provecho dellos se omilló; fasta los omnes se omilló, que quiso
nacer por semejable manera, que non fue semejante a nós el nacimiento dél. Ca el
nacimiento dél, segunt alguna razón, fue a nós semejante. Ca por atal puerta commo nós
salió, e segund alguna manera, fue a nós de semejante por esto, ca de Spíritu Santo e de
María Virgen es nacido.

[II]
Título II. De santa Anastasia e de su disposición31

Es dicha Anastasia ab ana, que quiere dezir estanteo, estat, por esto ca santa Anastasia
estuvo en virtudes guardando a sí misma de pecado.32
Anastasia dueña, la más noble que fue de los romanos, que fue fija de don
Precaxat, varón muy noble que era pagano, e de su madre doña Fausta, que era cristiana

30
De casu diaboli (4), de Anselmo de Canterbury.
31
Esta lectura aparece exclusivamente en el ms. k-II-12 de la Compilación B.
32
LA (1): “Anastasia dicitur ab ana quod est sursum et stasis quod est stans siue status quia sursum stetit a
vitiis ad virtutes”.

131
por el bienaventurado Grisógo[f. 5b]no. En la fe de Jhesu Christo fue enseñada e
después fue dada por muger a don Pablo.
La qual dezía que era doliente porque todas oras de la conpañía de su marido e
del su ayuntamiento se ascondise. E quando su marido la oyó fablar de la fee de Jhesu
Christo con una sirvienta tan solamente en vil ábito la fizo meter en la cárcel, e fazíale
dar todo lo que avía menester. E físola guardar mucho estrechamente con aviso e
después mandó que omne non la diese a comer por esto, ca la quería así atormentar e
que podiese las sus nobles posesiones aver. Por la qual cosa como ella cuidase morir
aína, enbió sus letras delitosas a Grisógono, el qual le enbió otras letras de muy grand
consolación. Entre tanto murió el marido della, por lo qual fue de la cárcel suelta.
La qual dueña avía tres servientas que eran muy fermosas e hermanas. La una de
las quales avía nonbre Aguapan, la otra Cionia, la otra Irenen, las quales eran cristianas.
Onde cinió a los monestamientos del pretor de la cibdad non quisiese obedescer, en la
casa las fizo encerrar, en la qual estavan aparejamientos del tormento. E como el pretor
fuese dellas enamorado, mucho fue a ellas por esto que podiese con ellas conplir su
voluntad. E quando él fue entra[f. 5c]do dentro, él fue sin todo seso entrante, que
quando él cuidava abraçar las santas vírgenes abraçava e besava las paellas, e las
calderas e atales cosas semejables. E quando desto fue farto, salió fuera todo ensuziado,
e quando su conpaña lo vió así adobado cuidaron que si fuese allá dentro tornado
diablo, porque lo ferieron fuertemente e avíanle malamente desonrado. E como fuese al
emperador querellarse dellos, los unos le ferían con vergas, e los otros le escopían en la
cara e los otros echavan el lodo e polvo, por esto ca se cuidavan que si así non le
destruyesen que sería tornado en su oficio; mas él non podría ver a sí mismo, por la qual
cosa él mucho se maravillava por qué lo escarnecían todos así, como en honor muy
grande le solían aver. Era a él visto que todos los otros fuesen vestidos de muy blancas
vestiduras; enpero él se cuidava que todos le toviesen por loco porque las santas
vírgenes le oviesen por encantamentosic encantado, porque las mandó delante sí despojar
porque las podiese desnudas escarnecer. Mas luego con la su carne se tovieron las
vestiduras en tal manera que non las pudo ombre despojar. Luego las vírgenes por
martirio fueron coronadas, e santa Anas[f. 5d]tasia fue dada al pretor por el enperador
por esto que, si la feziese adorar e sacrificar a los ídolos, que la oviese por muger. Como
él la encerrase en una cámara e la quesiesesic abraçar, tornose todo seco, e demandó a
los dioses si podría guarecer o escapar de aquella enfermedad. Respondieron e dixeron:
“Porque a santa Anastasia as tú fecho irada, eres dado a nós e de aquí adelante serás

132
todos tienpos connusco atormentado en el infierno”. E quando fue traído a casa, entre
las manos de un infante espiró.
Entonces santa Anastasia fue dada a otro pretor por que la guardase. E quando
oyó dezir que tenía muchas personas,33 dixo a ella muy aína:
– Santa Anastasia, si tú quisieres ser cristiana faz esto que te manda el tu Dios,
desanpara quanto has, ca Él dize que non es di[g]no de ser con Él el que non renuncia
todas las cosas que ha. Onde por aquesto, todas quantas cosas tú has dalas a mí e
después ve do tú quesieres, e así serás verdadera cristiana.
Al qual ella respondió:
– El mi Dios manda a nós e dize: “Vende todas las cosas que has e después da el
precio a pobres”, non dixo a ricos. Onde como tú seas rico contra el mandamiento de
Dios faría yo si alguna cosa yo diese a ti.
Entonce santa Anastasia fue por él encerra[f. 6a]da en una cárcel en la qual la
cuidavan atormentar por fanbre; mas santa Ana de Odosia34 que era por martirio en el
cielo coronada, por dos meses de los comeres celestiales le dio a comer. E después fue
enbiada con dozientas vírgenes a las Islas Palmares, en el qual lugar muchas gentes por
el nonbre de Jhesu Christo fueron enterradas. E después a pocos días el pretor fízolas
venir ante sí, e santa Anastasia atada en palos la fizo quemar con fuego, e a los otros
fizo morir con diversos tormentos. Entre los quales era un omne que muchas de vegadas
por amor de Jhesu Christo fuera despojado de muchas riquezas, mas el todavía dezía a
los robadores: “A lo menos non me apartaréis de Jhesu Christo”. E después doña
Polonia soterró al cuerpo de Anastasia mucho honradamente en el su vergel, en el qual
avía primeramente fecho iglesia.

[III]
Disposición de sant Estevan, protomartir

Estevan en griego quiere dezir corona, en latín e en ebraico, Estevan. Estevan quiere
dezir corona, esto es començamiento de los martirios en el Nuevo Testamento. Así
como Abel fue en el Viejo Testamento. Fue sant Estevan verdadera norma, esto es [f.
6b] enxemplar regla a los otros de sofrir. O Estevan quiere dezir así como varonilmente
fablante enseñado e governando las mugeres biudas, las quales por los apóstolos fue

33
LA (26): “possessiones”. Ms. k-II-12: “posesiones” (f. 28d).
34
LA (33): “sancta Theodote”. Ms. k-II-12: “santo Theodosyo” (f. 28d).

133
dado que él las governase. Pues es dicho corona, por el començamiento de martirio; e es
dicho norma, por el enxienplo de sofrir del martirio e del bien bevir; es dicho
sabiamente e apuesto fablante, por la su magnifiesta predicación; es dicho visiotasic a las
biudas dava loable enseñamiento.

Título III. De la vida de sant Estevan

Sant Estevan fue de los siete diáchonos que fueron de los apóstoles en el su servicio
ordenados. Onde crecían los nonbres de los discípulos que eran convertidos de los
gentiles, començaron a murmurar contra aquellos que eran convertidos de los judíos,
por esto que las biudas dellos eran en su servicio, el qual avían menester. Todo el día
neciamente menospreciavan. Onde la cosa deste murmurar en dos maneras se entiende:
por esto ca non recibian las biudas en los sus servicios, o por esto que las fazían fazer
más que a los omnes e las agraviavan. Porque los apóstoles sin enbargamiento podiesen
predicar fa[f. 6c]zían fazer a las biudas todas sus faziendas. E quando los apóstoles
vieron nacida la murmuración entre los dicípulos, por la ministración de las biudas,
quesieronsic aquel murmurar toller35 e quedar entrellos. Onde ayuntados todos los
dicípolos,sic dixéronles: “Non es igual cosa que nós desamparemos la palabra de Dios a
predicar e que sirvamos a meses.36 Ca segunt dize la Glosa: ‘Mejores son comeres a
voluntad que del cuerpo’. E por aquesto escojamos nosotros varones ermanos quáles de
vosotros siete omnes37 que seades de buen testimonio, e seades llenos de Spíritu Sancto
e de saber, los quales establescamos para fazer aquel servicio”. Onde dixo la Glosa:
‘Por esto que a vós sirvan e sean mayorales de38 nuestros servidores’;39 mas nós enpero
en oración e predicación estaremos e seremos”. Las quales palabras ploguyeronsic a
todos porque escogieron aquellos siete varones de los quales fue el uno sant Estevan el
primero. Los quales fueron confirmados delante los apóstoles, las manos puestas sobre
ellos en presencia de todos.
E sant Estevan lleno de gracia e fortaleza fazía grandes maravillas e grandes
señales en el pueblo, por la qual cosa los judíos ovieron enbidia dél, porque cuidaron
mucho que le podiesen sobrar e vencer en tres maneras: porque dispu[f. 6d]taron con él,

35
Toller: (del lat. tollĕre). Quitar.
36
LA (12): “mensis”.
37
Sobre la elección de los siete Diáconos: Esteban, Felipe, Prócoro, Nicanor, Timón, Pármenas y Nicolás,
vid. Hechos (6, 1-7).
38
En el incunable: “deus”.
39
LA: (15): “Glossa: Ut ministrent uel ut ministrantibus presint”.

134
e traxieron testimonios contra él, e menazáronle que le farían tormentar cruelmente.
Mas sant Estevan sobró aquellos que disputaron contra él, e venció los testimonios
falsos e ovo vitoria de aquellos que le atormentavan. E en cada una batalla vino a él
ajutorio del cielo. Ca en la primera batalla ovo ayuda al Spíritu Santo que le ministrava
todo aquello que menester le era a fablar. La segunda ayuda que le fue dada por Dios,
que le fue dada cara de ángel que espantava los falsos testimonios. La tercera ayuda que
ovo por Dios fue quando vio a Jhesu Christo aparejado a la su ayuda que el santo
martirio confortava. Onde en cada una batalla pone tres cosas: esto es el entramiento de
la batalla, e el adjutorio que le fue dado e la vitoria ganada. Onde por aquesto recontada
la estoria brevemente, todas aquellas cosas podré mover.40
Como el bien aventurado sant Estevan fiziese muchas señales e predicase mucho
suave al pueblo los judíos, ovieron con él la primera batalla disputando por esto que
disputándolo venciesen, porque se levantaron algunos de la sinagoga, omnes que dezían
Libertinos por la qual tierra donde eran así llamados, o eran dichos Libertinos que eran
fijos de Libertus, ca Libertinos son dichos los fijos de los Libertos, es[f. 7a]to es que de
servidumbre son fechos francos e libres, así de linaje fueron aquellos que primeramente
contestaron a la fe. E venieron aún otras gentes contra él, qual eran dichos Cireneos, por
la cibdad que avía nonbre Ciria, e Alexandrinos, e todos aquellos que eran de Celicia e
Asia disputando todos con sant Estevan. E la primera batalla que él ovo, e después la
estoria recuenta la su vitoria deziendo que: “Non podría contestar al su saber;” e
después pone el adjutoriosic del Espíritu Santo que fablava en él.41
Onde quando ellos vieron que en aquesta manera de batalla non le podían sobrar,
conbatieron la segunada manera así como suso dicho es: esto es con falsos testimonios
le cuidaron sobrar. Por esto, ca dos testimonios de quatro blasfemias le acusaron,
porque fue traído preso a la casa de concejo e los quatro falsos testimonios dixieron que
el dezía mal de Dios, e de Moisén, e de la ley e del templo. Aquesta fue la segunda
batalla, segund que todos lo contavan: “E ellos vieron en el concejo que la cara del tal
fuese commo cara de ángel”, el segundo adjutorio que él ovo de Dios.
E después recuéntase la vitoria de la tercera batalla, quando los falsos
testimonios oyieron aquello que dicho contra él propuesto, de las quales cosas fueron [f.
7b] por él confusas maravillosamente. E quando el príncipe de los prestes demandava a

40
LA: (23) “Hystoriam igitur breviter percurrentes hec omnia videre poterimus”.
41
LA: (28) “et non poterant resistere sapientie, postremo ponit adiutorium et spiritum qui loquebatur”.
Hechos (6, 10).

135
él que si era así como aquellos dixeron, sant Estevan de aquellas quatro acusaciones
delante todos manifiestamente se escusó. Primeramente se escusó de la blasfemia de
Dios, diziendo que Dios avía dicho a los santos padres e a los profetas que aquel era
Dios de gloria manifiestamente. En las quales palabras en tres maneras alaba a Dios
veíblemente, ca a aquella palabra que dixo: “que Dios era gloria”, en tres maneras se
puede esponer. Onde quando dixo: “Es Dios de gloria”, que quiere dezir que Dios es
dador de gloria segund que se lee en el Libro de los Reyes en el II capítulo, diziendo:
“Qualquier que onra a mí, yo lo glorificaré”.42 O Dios de gloria quiere dezir que Dios es
continuadamente en la gloria, segund que se lee en los Proverbios en el VIII capítulo,
diziendo: “Conmigo son las riquezas e gloria”.43 O Dios de gloria quiere dezir Dios al
qual es devida onra e gloria, segund se lee en la segunda Epístola a Timoteo en el I

capítulo, diziendo: “Al rey del cielo non mortal al qual es devida honra e gloria en los
siglos de los siglos”.44 Alaba pues a Dios en tres maneras, en esto que dixo que es
glorioso, e glorificado e glorificador. E después escúsase de la segunda blasfemia que
dixeron [f. 7c] los falsos testimonios que avía dicho de Moisén alabando a Moisén en
muchas maneras delante todos. Ca alabolo mayormente de tres cosas: esto es de grand
amor, ca mató él por amor aquel que fería a Egito; e loalo mucho de los miraglos que
fazía en Egito en el desierto; de la familiaridad que el ovo con Dios, ca muchas vegadas
fabló con Dios privadamente. E después escúsase de la tercera blasfemia que era contra
la ley si fuesensic verdadera, porque alabava mucho a la ley en tres maneras: por razón
de aquel que la avía dado, por esto ca era Dios; e por razón de aquel que de Dios la avía
recibido e al pueblo que fue manifestado que fue Moisén, a tal e atán honrado;45 e
alabolo por razón de la fin por éste, ca dio vida perdurable. Después escúsase delsic
aquel[l]a blasfemia que era contra el teplosic, alabando al templo en quatro maneras: en
aquesto primeramente, ca fue mandado por Dios que fuese fecha; e enseñado en visión;
e por Moisén fue acabado en el qual estava el Arca del Testamento;46 porque nonbró el
tenplo e dixo que era tabernáculo de Dios.
Onde así sant Estevan de los pecados que le avían acusado se escusó
razonablemente. E quando a sant Estevan vieron los judíos que por esta manera non lo
podían sobrar, la tercera manera [f. 7d] tomaron ellos de le conbatir, porque le cuidaron

42
I Samuel (2, 30).
43
Proverbios (8, 18).
44
I Timoteo (1, 18).
45
LA: (43) “qui fuit Moyses talis et tantus”.
46
LA: (44) “arce testimonii”. Sobre el Arca de la Alianza, vid. Éxodo (25, 16, 21).

136
por tormentos sobrar. E quando vio sant Estevan, quiso guardar el mandamiento que
manda que ome testigüe su hermano, porque en tres maneras pensó de los castigar de la
su gran maldad: esto es por vergüença, e por temor e por amor. Primeramente los
castiguósic por vergüença de la dureza del coraçón dellos, e por la muerte que fazen muy
acuitosamente a los santos, diziendo: “Con dura serviz, e con duros corazones, e con
orejas sordas contristado todo tienpo a nós e al Santo Spíritu, así como fizieron vuestros
padres así lo fazedes vós. Los quales non han, segunt los dichos de los profetas, ante
han muerto aquellos que anunciavan el advenimiento de Jhesu Christo”. En el qual
lugar, así como dixo la Glosa, tres grados puso de la maldad dellos: el primero es que
ellos contristaron al Spíritu Santo; el segundo es que se dezían profetas; el tercero es
que les crece la su maldad e los santos de Dios establemente mataron. Mas la frente era
a ellos fecha sin vergüença como de mala muger. Non sabían aver vergüença nin podían
desanparar la su maldad. Antes quando oían aquestas palabras todo el corazón les
quebrantava, e estremieron los dientes contra sant Estevan. E después castigolos por
temor [f. 8a] diziendo aquesto: “Yo veo estar a Jhesu Christo a la diestra del Padre así
aparejado ayudar a mí, e condenar a los mis adversarios”. Onde commo sant Estevan
fuese lleno de Spíritu Santo catando al cielo vio la gloria de Dios, e dixo: “Ahe yo veo
los cielos abiertos e al Fijo de la Virgen estar a la diestra de la virtud de Dios”. E fuese
esto que por fuerça e por temor los oviese castigado y corregido.
E aun por todo esto non se dexan ellos de fazer mal a él, aete eran malbados
contra él diziendo a grandes bozes con las orejas atapanadas, según que dize la Glosa:
“Por esto que non oyesen a él mal dezir dellos”. E corriendo todos en uno, vinieron
contra él e echándole fuera de la ciudad en lugar que lo apedreasen, la qual cosa ellos
cuidasen fazer segunt la ley que mandava, que los maldizientes contra Dios e la su ley e
fuera de la cibdad fuesen apedreados. E aquellos dos falsos testigos que contra él
dixeron primero devían echar una piedra, segunt que dezía la ley, deziendo: “La primera
mano de los testigos le apedrearon”, esto es el maldiziente. Porque despojaron las
vestiduras por esto que non se ensuziasen dél apedreándole. E por aquesto se
despojaron, porque mucho mejor e más desenbargadamente lo pudiesen bien apedrear.
Las quales vestiduras posieron a pi[f. 8b]es de un mancebo que era dicho Saulo, e
después fue dicho Paulo, el qual guardava las vestiduras de los que apedreavan, porque
más desenbargadamente le pudiesen apedrear, así commo la mano de todos lo
apedreasen.

137
E commo non los podiese quitar por vergüença nin por temor de tan grand
crueldad, la tercera manera aparejó: por esto, a lo menos, que por amor los castigase.
¿Non fuese poco el amor el qual a ellos enseñó quando por sí e por ellos a Dios fizo
oración? Por sí fizo oración a Dios, porque la su pasión non alongansesic, por la qual
cosa ellos eran menos culpados a Dios. Por ellos fizo oración, rogando a Dios que
aquello quellos fazían non les fuese contado en pecado.
E así commo ellos apedreasen a sant Estevan, él rogava a Dios, e dezía: “Señor,
Tú rescibe el mi espíritu, e ruégote Señor que non les cuentes a ellos este pecado”. E
veysic maravilloso amor, ca quando él rogava por sí, él estava en pie, e quando rogava
por los apedreadores, fincava los finojos así como si quesiesesic que la oración que fazía
por ellos fuese más oída que aquella que fazía por sí, la qual cosa fue manifestada
quando fincava los inojos. Onde dezía la Glosa en aquel lugar, que por aquellos en los
quales era mayor maldad mayor redención demandava. E en aquesto el már[f. 8c]tir de
nuestro Señor Jhesu Christo semejava a Jhesu Christo, que en la su Pasión rogó por sí
diziendo: “Padre en las tus manos encomiendo el mi spíritu”. E por los sus
crucificadores dixo: “Padre, perdona a ellos aqueste pecado”. E como esto dixese él, se
adormió en el nuestro Señor. Porque dize la Glosa: “Fermoso dicho es ‘adormir’; más
fermoso que si dixese ‘morir’,47 e por esto ca non murió que ofreció a Dios su sacrificio
de gran amor”. E dormiose san Estevan en esperança de resureción.
Fecho el apedreamiento de sant Estevan, aquel mismo año que nuestro Señor
subió a los cielos, en el mes de agosto en el comiençamiento del mes en el tercero día.
Sant Gabriel e Nicodemus,48 que eran de la partida de los cristianos en todos los
concejos de los judíos, soterraron a san Estevan en un campo de don Gamaliel, e
fizieron aí gran llanto sobre el cuerpo dél.
E después fue fecha grand persecución de los cristianos que eran en concejo en
Jerusalén. E quando vieron muerto a sant Estevan, que era uno de los principales, los
judíos començaron muy gravemente a perseguir los cristianos, sacando los apóstolos,sic
que eran más fuertes en la fe que los otros. Toda la provincia de los judíos fueron
esparzidos; la qual cosa nuestro Señor Dios les avía mandado, diziendo: “Si omne vós
persegui[f. 8d]ere en una cibdat, fuitvos a otra cibdat”.

47
LA: (81) “Glossa: Pulchre dictum est obdormivit et non motuus est”.
48
LA: (83) “Sanctus vero Gamaliel et Nicodemus”. Cfr. Hechos (5, 33-42); Juan (7, 50-53).

138
Recuenta sant Agostín,49 que fue dotor muy sotil, que el bien aventurado sant
Estevan en todos los miraglos se manifiesta santo, diziendo: “Seis muertos resucitó por
sus merecimientos, e que sanó muchas personas de muchas enfermedades”. E sacados
éstos, recuenta otros miraglos, los quales son dignos que ombre los aya en memoria. Ca
recuenta que unas gentes ponían flores sobre el altar de sant Estevan, e después que
ellos que las tomavan de sobre el altar e poníanlas sobre los enfermos, por las quales
maravillosamente eran sanos. E aún más recuenta sant Agostín, que los paños que eran
del altar de sant Estevan tomados e puestos sobre los enfermos luego eran sanos. Segunt
dixo en el XXII libro de la Ciudad de Dios, que tomaron flores de sorbresic el altar de
sant Estevan, e poniéronlas sobre los ojos de una muger ciega, vio luego.
E recuenta sant Agostín, en aquel mismo libro, que un omne de una cibdad que
avía nonbre Marçal e que era omne non fiel, el qual en ninguna manera non se quería
convertir a Dios. Onde como él fuese mucho enfermo, su yerno, que era omne mucho
fiel, vino a la iglesia de sant Estevan e tomó las flores que eran sobre el altar, las qua[f.
9a]les él puso sobre la cabeça del suegro. E commo él se dormiese con las flores que
tenía en la cabeça, luego ante de la mañana él llamó e dixo que enbiasen por el obispo
de la cibdad. E como el obispo non fuese en la cibdad, vino a él un preste al qual dixo el
enfermo que él creía en Dios Jhesu Christo, por la qual cosa el preste batizolo luego. E
demientra que él vivió, aquesta palabra ovo todo tienpo en su boca, diziendo: “Jhesu
Christo recibe el mi spíritu”, las quales palabras dixo sant Estevan en la fin, mas aquél
non sabía que sant Estevan las dixese.
Otro miraglo recuenta sant Agostín en aquel mesmo libro, que era una muger
que avía nonbre Patronia, e como fuese muy trabajada por luenga enfermedad, e ella
non pudiese guarecer por ningunas melezinas, tomó consejo con un judío de su mal. E
el judío dióle un anillo con una piedra, pensando por esto que por el tañimiento de la
piedra oviese sanidat. E más de que ella vio que el anillo non le tenía pro, fuese a la
iglesia de sant Estevan, porque por los merecimientos de sant Estevan ella recibiese
salud. Onde ella estando en oración, adesora cayole el anillo en tierra, e luego manera
ella fue sana.
Otro miraglo recuenta en aquel mismo lugar sant Agustín que non es menos
maravilloso que el otro. [f. 9b] Dize que a Cesarea era venida una noble fenbra de
Capadocia que non avía marido, mas avía muchos fijos, esto es siete fijos e tres fijas.

49
De civitate Dei (XXII, 8).

139
Porque una vegada fue por sus fijos ahontada, ella maldixo los fijos, porque nuestro
Señor, por su divinal poder, cruelmente los firió, en tanto que todos tremulavan mucho
espantablemente con sus mienbros. Por la qual cosa, como eran mucho dolientes, e sus
vezinos non los querían sofrir, tan fuerte los avían irado ellos porque andavan por el
mundo como mezquinos, e en qualquier lugar que los omnes los veían los despreciavan.
E así que dos ermanos, hermano e hermana, Paulo e Paladia venieron a Roma e
venieron san Agostín, al q[ua]l recontaron aquello que les era acaecido. E commo
fuesen ya veinte días antes de la Pascua, e en la iglesia de sant Estevan estodiesen ellos
mucho, e sanidat al santo mártir con muchas plegarias demandasen, el día de pascua,
mientra que todo el pueblo fuese presente, uno dellos, este es Paulo, muy
acuidosamente vino delante el altar e con muy grand humildad echose en oración,
porque delante todos se levantó sano e sin mal. E como ellos lo levasen a sant Agostín,
e sant Agostín mostrógelo sano al pueblo e prometioles que él faría escrivir [f. 9c] un
libro destos miraglos. E así como él les dezía estas palabras, e la hermana de Paulo que
estava presente delante todos, tremulando en todos sus mienbros, echose luego en tierra
delante el altar de sant Estevan, adesora levantose guarida, porque todo el pueblo dio
gracias a Dios.
Es cosa notadera que en aquel día que sant Estevan sufrió martirio, en el qual día
faze omne fiesta de quando fue fallado, mas porque son mudadas las fiestas de los
santos que non se fazen en los días que morieron por Dios. Dezirse ha quando del
fallescimiento de las fiestas trataremos, mas agora en presente abasta esto que diremos:
esto es que por dos razones en la Iglesia aquestas [tres]50 fiestas se siguen luego después
del nacimiento de Jhesu Christo, e así lo quiso ordenar la Iglesia. La primera razón que
a Jhesu Christo, así como ha esposo e a cabeça, dellos todos los suyos estavan
ayuntados por esto. Ca quando fue nacido Jhesu Christo fue esposo de la Iglesia en
aquesta manera: ayunto así tres conpañeros de los quales es dicho en el Libro de los
Cantos,51 deziendo: “El mi amado, muy amado, muy claro e de bermeja color entre mill
escogido”. Todo linpió aquesto, se puede dezir, quando a sant Juhan Evangelista, que
fue muy precioso confesor, bien colorado por bermejo, e quando a sant Estevan [f. 9d]
es visto; que fue escogido de mill omes, e quando a la conpañía de los Inocentes que
fueron vírgenes, se puede aquello mismo dezir. La segunda razón de las fiestas es que,
así como la Iglesia de todos los mártires segund que las sus dignidades ayunta en uno,

50
En el incunable: “vies”. LA: (112) “tria”.
51
Cantar de los cantares (5, 10).

140
de que de los quales fue cosa de su martirio el nacimiento de Jhesu Christo. Porque
fueron tres maneras de mártires: unos fueron por voluntad e por obra; otros segunt
voluntad, mas non por obra; los terceros fueron por obra, mas non por voluntad. La
primera manera es sant Estevan, la segunda es sant Juhan Evangelista, la tercera fue los
Inocentes.

[IV]
Disposición de sant Johan Evangelista

Johan quiere dezir gracia del Señor, o en el qual es gracia, o al qual es dada, o al qual es
fecha donación del Señor. Onde por aquesto son entendidos quatro previllejos que
fueron en el bienaventurado sant Juhan. El primero fue del principal amor de Jhesu
Christo, ca Jhesu Christo amó más a él que a los otros, e mayores señales de amor e de
familiaridad le mostró porque fue llamado e dicho gracia del Señor. El segundo
previllejo fue que non ovo corru[p]ción de carne, por esto ca fue virgen escogido de
Dios. E de aquí [f. 10a] fue dicho en el qual es gracia, el qual fue gracia, ca en él fue
gracia virginal. El tercero previllejo fue la revelación de las poridades que Dios le fizo,
onde por aquesto es dicho al qual fue dada, ca en él fue dado que oviese conocencia de
muchos secretos e de profundos fechos, así como de la divinidad del fijo de Dios e del
acabamiento del mundo. El quarto previllejo fue la encomienda de la madre de Dios,
porque fue dicho al qual es fecha donación quando la madre de Dios fue a él dada en
guarda. La vida del qual escrivió don Milet obispo de Laydicia, la qual vida, Isidorus,
en el Libro del nacimiento e de la vida e de las pasiones de los santos padres,52 abrebió.

Título IIII. La vida de sant Juhan Evangelista

Sant Johán apóstol Evangelista fue amado de nuestro Señor e fue virgen e eletosic. Onde
como después de Cinquesma53 los apóstolos fueron esparzidos, sant Iuhan vino en Asia
en la qual tierra fizo muchas iglesias, por la qual cosa Domiciano54 el enperador fízolo
meter en una cuba de oleo ferviente delante la Puerta Latina; mas el santo varón salió de

52
De ortu et obitu patrum (72).
53
LA (14): “pentecosten”.
54
Comúnmente se habla de diez persecusiones contra los cristianos hechas por diez emperadores
romanos: Nerón, Domiciano, Trajano, Marco Aurelio, Septimio Severo, Maximiano, Decio, Valeriano,
Aureliano y Diocleciano. Vid. Catholic Encycloedia.

141
la cuba sin todo mal, así que de corrución de carne fue de todo en todo guardado. E
commo el empera[f. 10 b]dor vio que el santo varón por aquesto non se tollía de la
predicación, desterrolo en la ínsula Padmos, en la qual ínsula él escrivió el Libro que es
dicho Apocalipsis. E después de aquesto, en aquel mismo año, el enperador con grand
crueldad que avía fue despedaçado malamente por sus enemigos. Onde quanto fue
fecho, por su senador fue revocado, porque sant Juan a sin razón en la ínsula fue
desterrado. Con onra en Éfeso fue tornado, onde muchassic gente dezía delante dél:
“¡Bendicho es aquel que viene en el nonbre de Dios!”. Así como entró en la cibdad, la
gente traía una muger muerta que avía nonbre Diusiana, la qual todo sienpre avía el su
avenimiento deseado. E los parientes della dixeron a sant Juhan: “Vey aquí a doña
Diusiana que tenemos muerta, la qual todo tienpo guardó los tus amonestamientos e
ayuntávanos a ti, e deseava mucho la tu venida, deziendo: ‘E así viese yo el apóstol de
Dios ante que moriese, sería alegre’. Agora tú eres venido e non te puede ver”. Entonce
mandó sant Juhan poner las andas en tierra e tornar el cueerposic della, deziendo: “¡El mi
señor Jhesu Christo te resucite Diusiana, levántate suso e vete a tu casa aparejar que yo
pueda comer!”. Luego ella se levantó e comiença muy acuciosamente fazer [f. 10c]
aquello que el apóstol le avía dicho, e así despiertamente commo si nunca fuesessic
muerta e que se levantase de dormir.
Otro día don Cratón, que era filósofo, ayuntó el pueblo en la plaça por esto que
le mostrase en quál manera era el mundo menospreciado. Dos ermanos mancebos muy
ricos, quando ovieron vendido todo su patrimonio, fizo conprar piedras preciosas e fizo
quebrantar aquellas piedras delante toda la gente. E quando las piedras quebrava, pasó
el apóstol por aquel lugar e llamó el apóstol que veniese a él. Onde dixo que aquel
menospreciamiento por tres raçones era de menospreciar: Primeramente por esto: ca por
boca de omne era loado, mas por el juizio de Dios era menospreciado e condenado; e
otrosí era de menospreciar por esto: ca por a tal menospreciamiento el pecado que
nonbre es non es sano, onde a tal fecho por aquesto es. Así commo melezina es dicha
vana, por la qual la enfermedad non es sana; por la otra manera era de menospreciar por
esto, ca el despreciamiento de aquel grand mérito, aquellas sus cosas a los pobres da.
Así como nuestro Señor dixo al mancebo joven: “Si quieres ser perfeto, vende todo
quanto has e dalo a pobres”. Al qual don Cratón dixo: “Si verdaderamente el tu maestro
es Dios e quiere que el precio [f. 10d] destas piedras sea dado a pobres, faz que tornen
enteras. Por esto que tú fazes a honra dél, esto que he fecho a la fama de las gentes”.
Entonce sant Juhan tomó los pedaços de las piedras en sus manos, e teniéndolas por la

142
su oración fueron fechas enteras como de primero eran. E luego el filósopho e aquellos
dos mancebos creyeron en Dios, e quando ovieron las piedras vendidas, dieron el precio
a pobres.
E seguieron al apóstol. Ca [a]sí como ellos viesen un día a sus siervos vestidos
de fermosas vestiduras, e que ellos eran menguados de un trapo de queste cobriese,
ovieron muy gran tristeza. E commo sant Juhan lo conociese que vio sus caras tristes,
fízoles traer piedras e vergas de la ribera del mar, las fizo sant Juhan tornar en oro e en
piedras preciosas. Los quales mancebillos nunca fizieron al por siete días si non
mostrarlo a omes que conosciesen de oro e de piedras preciosas. E después tornáronse a
sant Juhan, e dixeronle que en ningunt tiempo vieran tan puro oro nin tan buenas
piedras preciosas como aquellas eran, segund que los maestros de aquellas cosas les
avían dicho. Por lo qual sanc[t] Johan les dixo: “Itvos e redemit las tierras que aveis
vendido. Ca sepades que el reino del cielo avedes perdido. Es[f. 11a]távades floridos e
tornastes secos. E estad ricos tenporalmente, por esto que por todo tienpo
mendiguedes”.
Entonce el apóstol començó contra las riquezas luengamente a predicar e
disputar, enseñando que seis cosas que nos deven tirar del destenprado deseo de las
riquezas. La primera cosa es la escriptura, onde recuenta la estoria del comer del rico
ombre, el qual nuestro Señor desechó, e de Lázaro pobre, el qual nuestro Señor
escogió.55 La segunda cosa que nos deve tirar del destenprado deseo de las riquezas es
natura, ca omne desnudo e sin riqueza nace, e sin riqueza e desnudo muere. La tercera
cosa que nós deve tirar del destenprado deseo de las riqueças es criatura, ca el sol, e la
luna, e las estrellas, e el ayre e la lluvia a todas cosas comunalmente dan el su beneficio,
e así entre los onbres todas las cosas deven ser comunales. La quarta cosa que nos deve
tirar del destenprado deseo de las riquezas es fortuna, por esto, ca dixo: “El rico omne es
fecho siervo de dineros. E el diablo de dineros es fecho siervo, ca non mantiene él las
riquezas, mas por las riquezas es mantenido del diablo. Es siervo, ca segund el
Evangelio dize: ‘Amador de dineros es sirviente del diablo’”. La quinta cosa es que nos
deve tirar del destem[f. 11b]prado deseo de las riquezas es cuidado, por esto, ca las
gentes han cuidado muy grande de día e de noche en ganar e guardar, ca en ganar han
trabajo e en guardar han themor e en perder han dolor. La sesta cosa que nós deve tirar
el destenprado deseo de las riquezas es trabajo, onde muestra que riqueza es cosa de

55
LA (48): “unde recitavit hystoriam de divite Epulone quem dominus reprobavit et de Lazaro paupere
quem elegit”. Lucas (16, 19 y subsiguientes).

143
trabajo, que es en perdimiento de doblado mal. Esto es del mal de presente, el qual es
orgulloso, e del avenidero, el qual es perdurable danación. E de otra es en perdimiento
del doble bien, esto es de perdemiento bien en presente, el qual es grande del bien
abenidero, el qual es perdurable gloria.
E demientra que sant Juhan en tal manera contra las riquezas disputava, vedes
que bien viene un mancebillo que traían muerto que avía treinta días que avía tomado
muger. E así como venieron la madre, que era biuda, e los otros amigos que le lloravan,
echáronse a los pies del apóstol e rogávanle que aquel mancebillo rusucitase en el
nonbre de nuestro Señor así commo resucitara a Diufana. Por la qual cosa, el apóstol
llorando luengamente e rogando a Dios por la vida del infante, resucitó luego. Porque
mandó sant Juhan que le resucitase, los dos discípulos suyos que le avían desanparado
quánta pena abrían en el otro siglo e de quánta glo[f. 11c]ria perdieran.56 El qual
mancebillo recontó a ellos muchas cosas de la gloria del Paraíso e de las penas del
infierno, las quales avía visto, diziendo: “¡O mesquinos! Yo vi los vuestros ángeles
llorando e los demonios alegrándose”. E díxoles más, que avían perdido los perdurables
palacios que son fechos con muchas piedras preciosas, las quales an en sí muy
perdurable claridad. En el qual lugar avía grand abastamiento de manjares e gran
llenedunbre de riquezas e grant alegramiento de gentes gloriosos que por todos tienpos
firmemente duraban. “Mas del infierno, les dixo, ocho penas las quales en estos versos
se recuenta:
Granos,57 tiniebras, frío, fuego, ferimiento,
Atamiento de demonios, confusión de pecados, e lloro”.

Onde entonces aquel que era resucitado e aquellos dicípulos echáronse a los pies
del apóstol, rogándoles que les oviese merced, a los quales dixo el apóstol que feziesen
penitencia: “Por treinta días estad en oración porque las virgas e las piedras retornen a
la su natura”. E como ellos lo oviesen fecho, díxoles: “Id allá donde las vergas e las
piedras traxistes, e dexad aquí las vergas e las piedras”. E quando lo ovieron fecho, las
vergas e las piedras se tornaron a su natura e recobraron toda la vertud e la gracia, la
qual primeramen[f. 11d]te avíasic perdido.
E commo sant Juhan predicase toda Asia, los onrados de los ídolos moviesen
grand baraja en el pueblo, l[l]evaron a sant Juan por fuera del tenplo de doña Diana, el

56
Ms. h-I-14: “E luego resucitó e mandole que contase a los mancebos que de suso diximos quánto mal
ganaron e quánto bien perdieron” (f. XXXIa).
57
LA (65): “Vermes”. Ms. h-I-14: “gusanos” (f. XXXIb).

144
qual querían forçar que sacrificase los ídolos. A los quales sant Juan propuso aquesta
división: que ellos todos rogasen a doña Diana que deroquasesic el iglesia de Jhesu
Christo, e después que él sacrificaría a los ídolos, o que él rogaría a Jhesu Christo que
derrocase al tenplo de doña Diana ysic que ellos creyesen en Jhesu Christo. Onde commo
la mayor parte del pueblo en aquella sentencia consientiese, todos salieron del tenplo e
el apóstol fizo oración porque cayó el tenplo ysic la imagen de doña Diana fue toda
desmenuzada. Porque Narisco,58 obispo de los ídolos, movió muy grand ruido entre el
pueblo, así que se aparejavan de lidiar la una parte contra la otra, al qual dixo el
apóstol:
– ¿Qué quieres que te faga? Por esto que seas pagado de mí.
Díxole el obispo:
– Si quieres que yo crea el tu Dios, yo te daré venino a beber, e si non te faze
mal aparecerá el tu Dios que es verdadero Señor.
Al qual dixo el apóstol:
– Faz todo aquesto que tu dizes.
Dixo el obispo:
– Yo quiero que tú veas los otros que morirán, por aquesto que tú ayas más
themor.
Por la qual cosa el obispo Narisco fuese al cónsul e dixo que le diese dos que
fuesen juzga[f. 12a]dos.59
“[...]60 a mí, ca tienpo es que tú comas en la mi tabla con los hermanos”. Por la
qual cosa sant Juhan comenzó andar con Él, al qual dixo nuestro Señor: “El domingo
vernássic a mí”. Onde el domingo vino todo el pueblo a la iglesia que era fecha en el
nonbre de sant Juhan, el qual, desde el primero gallo fasta la ora que se partió dellos,
los predicó rogándoles que fuesen firmes en la fe e en los mandamientos de Dios. E
después fizo fazer una fuesa quadrada cerca del altar, e fizo echar la tierra fuera de la
iglesia. E quando entró en aquella huesasic, las manos estendidas alçadas contra Dios

58
LA (75): “Aristodemus”. Ms. h-I-14: “Aristudemo” (f. XXXIc).
59
La narración se corta en el incunable. Muy probablemente faltan folios entre el 11d y el 12a, pues el
inicio de éste último se encuentra borrado y reescrito –a mano y de manera poco clara– con la palabra
“dos”, para dar significado al “juzga” del folio anterior. El segmento textual ausente de la Legenda aurea
comprende de la secuencia 80 a la 139. Termino la narración del párrafo cortado a partir del ms. h-I-14, el
cual sí se encuentra completo y confirma la idea de la pérdida de folios en la versión del incunable: “e
dioles el venino ante todos e luego que lo bevieron murieron” (f. XXXId).
60
LA (139): “Cum igitur esset nonaginta novem annorum et a passione domini [...]”. Ms. h-I-14: “Siendo
sant Johán de noventa e nueve años, aparesciole Jhesu Christo con dos de sus dicípulos, e díxole: vente
para mí” (f. XXXIIc).

145
dixo: “Conbidado me as Señor Jhesu Christo al tu comer, ahé que vengo gracias
faziendo a ti por esto que has deseado a mí e conbidado me as a los tus comeres. Sepas
Señor que con todo mi coraçón deseava a ti”. E commo la oración oviese fecho e
acabada, tan gran claridad resplandecía sobrél que ningund omne pudo catar en él. E
quando se partió aquella claridad de sobre la fuesa lleñasic de manasic, el qual lugar fasta
el día de oy está lleno de mana.61
Sant Admudos, rey de Inglaterra, non dezía de non a ningund omne que le
demandase alguna cosa en nonbre de sant Johan Evangelista. E un pelegrino demandole
en nonbre de sant Juan muy afincadamente, al qual dio el rey un anillo muy pre[f.
12b]cioso; mas después a muchos días, un cavalllero de Inglaterra que estava en las
partidas del ultramar ovo el anillo del rey de aquel pelegrino, e tráxolo al rey, diziendo:
“Veesic aquel a quien diste el anillo te le enbía”. Por esto fue manifiesto que sant Juan
pareció aquél en forma de pelegrino quando le dio el anillo.

[V ]
Disposición de los Inocentes e de la su estoria

Los Inocentes son dichos non nocentes en tres maneras: por razón de vida, por razón de
pena, por razón de inocencia. Por razón de vida son dichos inocentes por esto, ca vida
non nociente ovieron en aquesto que ninguno en ningunt tienpo non nocieron, nin a
Dios por desobedeciasic, nin a su próximo por non derechera, non nocieron nin a sí
mismos por maldad de ningunt pecado non nocieron. Por aquesto es dicho los inocentes
en el salmo: “Los derechueros se ayuntarán comigo, los inocentes en vida e los
derechureros en fe”.62 E por razón de pena fueron dichos inocentes, ca inocentemente e
non derechureramente sofrieron pasión. Porque fue dicho en el salmo: “Esparcieron la
sangre del nociente”.63 E por razón de inocencia fueron dichos inocentes, por esto que
en el martirio consiguieron inocencia del [f. 12c] bautismo, esto es que fueron
alinpiados de los pecados originales. De la qual inocencia verás igual, esto es guarda de
los inocentes por bauptismo, e después verás igualdat de buena obra.

61
LA (151): “Recedente autem lumine manna fovea plena invenitur quod in loco illo usque hodie
generatur, ita ut in fundo fovee instar minute arene scaturire videatur sicut in fontibus fieri consuevit”.
Ms. h-I-14: “E faciendo su oración vino tanta claridat sobre él e non fallaron otra cosa si non la fuesa
vacía llena de mana que se cría ý fasta oy” (f. XXXIId).
62
Salmos (24, 21).
63
Salmos (105, 38).

146
Título V. De los Inocentes e de sus miraglos

Los Inocentes fueron muertos por Herodes Escolonica. Onde en la Escriptura64 que tres
Herodes fueron,65 quales eran omnes de gran fama, mas su crueldat fízolos ser sin fama.
El primero fue dicho Erodes Escalonica, so él nasció nuestro Señor. El segundo fue
dicho Antipas, el qual descabeçó a san Juhan. El tercero fue dicho Erodes Agripa, aquel
mató a Santiago e encarceló a sant Pedro. De los quales fueron fechos aquestos versos
dizientes:
Escalónica mató a los infantes, Antipas a sant Juan.
Agripa a Santiago e él encerró a sant Pedro en la cárcel.

Mas agora veamos del primero Erodes la su estoria brevemente. Herodes


Antipasic fue de la tierra que es dicha Icunea,66 segunt que en las Estorias Escolásticas es
leído. E tomó la nieta del rey de Arabia por muger, de la qual ovo fijo, el qual ovo
nonbre Herodes así commo él, el qual fue dicho después Escolonica. E aquel Herodes
recebió de César Agusto el reino de Judea. Onde entonces primeramen[f. 12d]te fue
tollida la corona de Judea. El qual Herodes ovo seis fijos: Antipas [...].67 E Alexánder,
Ariscobulus fueron engendrados de una madre misma judía, e fueron a Roma por
aprender las artes liberales. E después del estudio de Roma, tornáronse a Judea. E
Alexandre era ome muy sotil de saber. E luego que fueron venidos, ovieron gracia con
el padre del prendimiento del reino, por lo qual el padre fue movido contra ellos porque
onró a Antipater más que a ellos de su reino. Onde como ellos tratasen de la muerte del
padre, e por aquesto el su padre los desterrase de su reino, fuéronse a querellar al
enperador César del tuerto que les fazía el padre. En aquel tienpo los reyes de oriente
vinieron en la tierra de Jherusalem, e demandaron afincadamente del nascimiento del
nuevo rey. Por la qual cosa Herodes, quando lo oyó dezir, fue mucho irado e turbado
por esto, ca tenía que allí fuese nascido de algund rey verdadero que lo echase de su
reino. Porque rogó a los reyes que quando aquél fuese fallado, que lo viniesen a él dezir,
diziendo a ellos que el lo iría adorar; mas lo quería saber por esto que lo pudiese fazer
matar. Por la qual cosa los tres reyes por otra carrera se tornaron a ir a su tierra, e

64
LA (8): “scriptura sacra”. Ms. h-I-14: “Fallamos segunt cuenta la Estoria” (f. XXXIIIa).
65
Sobre la genealogía de Herodes, cfr. Mateo (2, 1-22; 14, 1-12; 16, 13); Marcos (6, 14-29); Lucas (3, 1;
13, 31-32; 23, 7-12) y Hechos (12, 1-25; 25, 23-26, 32).
66
LA (15): “Ydumeus”.
67
LA (17-18): “Huic sex filii nati sunt, scilicet Antipater, Alexander, Aristobulus, Archealus, Herodes
Antipas et Philippus. Alexandrum autem et Aristobulum ex eadem matre Iudea”.

147
quando el rey Herodes vio que a él non venían, cuidose que por la vi[f. 13a]sión delsic
estrella ellos fuesen engañados, e por vergüença a él non quesiesensic tornar, e por esto
él dexó de preguntar por el infante; mas como él oviese oído dezir que los pastores
avían dicho aquello que Simeón e Ana68 avíamsic prophetizado, muy fuertemente se
temía porque se cuidó que los tres reyes lo oviesen escarnido. Onde Herodes començó a
tratar de la muerte de los infantes que eran de Betlem, por esto que con ellos fuese
muerto aquél el qual non conoscía.
Por Josep se fuyó por el amonestamiento del ángel con el infante e con la madre
en Egipto, en la cibdad que es dicha Eliopolina,69 e aí estuvo siete años fasta que fuese
muerto. Quando él entró con el infante en Egipto, segund que Isaías avía dicho,70 todos
los ídolos cayeron de Egipto. E dezían algunos que así commo en el de los fijos de
Israel de Egipto non fuese cosa en toda Egipto, Dios, queriendo que el primero nacido
non estuviese muerto, así non fue tenplo en Egipto que todos los ídolos non cayesen.
Recuenta Casidolus,71 en la Estoria en tres maneras de partida, que en la cibdad
de Enjopoli Tembayde72 es un árbol que dizen Persides que vale mucho a salud de
muchas emfermedadessic, si el fruto, o la foja o una parte de la corteza es atado en el
cuello del enfermo. E co[f. 13b]mo santa María fuese venida en Egipto, aquel árbol
inclinose fasta tierra, a Jhesu Christo humildosamente le adoró.
E demientra que Erodes tratava de la muerte de los infantes, fue llamado e citado
por letras de César Agusto, por esto que respondiese a las acusaciones de sus fijos. E
commo él pasase por Tarsa, entendió que las naves de los tarsienses pasaron los tres
reyes, e por aquesto fizo quemar todas las naves en un momento muy sudosamente,
segunt que ya era dicho por el profeta deziente en Spíritu: “Mucho aína desmenuzaras
las naves de Tarsa”.73 E tomose el padre Herodes a disputarse con los fijos delante
César, fue determinado que los fijos obedeciesen al padre en todas cosas, e él que
dexase el reyno a quien quisiese. E quando Erodes fue tornado al su reyno por la
confirmación que le fue fecha del reino, fue el más osado porque fizo matar todos los
infantes que eran en Belen de imatu e infra,74 segund que el tienpo él avía demandado a
los reyes. Aquesta palabra ymatusic e infra ha dos entendimientos: el primero que quiere

68
Lucas (2, 25 y subsiguientes).
69
LA (29): “Hermopolim”.
70
Isaías (2, 18).
71
Historia Scholastica Tripartita (VI 42, 22), de Casiodoro.
72
LA (32): “Hermopoli Thebayde”.
73
Salmos (47, 8).
74
LA (44): “a bimatu et infra”.

148
dezir orden de tienpo, e el seso de la palabra ymatu e infra, esto es de los infantes de dos
años fasta los infantes de una noche. Segund avía preso Herodes de los tres reyes, que
aquel día en el qual la es[f. 13c]estrellasic apareció avía nascido el infante; mas ya avía
un año pasado por esto, ca él era ido a Roma, e tornado, él se cuidó que Jhesu Christo
fuese en edat de un año e demás. Onde por aquello, sobre hedat de una noche fasta dos
años, fízolos infantes matar por esto, ca se cuidó que el infante fuese mudado en otro
lugar, e cuidose que la estrella lo oviese mudado en otra forma. E aquesta ciencia es más
usada e es más verdadera avida, que no las otras.
Empero, en otra manera segunt que dixo Crisóstomo75 es puertasic, así que
imfrasic quiere dezir orden de nonbre, e es seso de ymatu e infra, esto es de los infantes
de dos años fasta los infantes de cinco años. E aquello fue por esto, ca la estrella por un
año ante del nacimiento del Salvador aparesció a los tres reyes, e Herodes, después que
aquesto ovo sabido de los reyes, fue a Roma e alongó aquella muerte por un año a fazer
después. Creyó después Herodes que Jhesu Christo era nascido quando la estrella
apareció a los tres reyes, onde por aquello él se cuidó que nuestro Señor fuese en hedat
de dos años, porque todos los infantes de dos fasta cinco fizo matar él, e non los que
eran menores de dos años. Al qual firmamiento es vista fazerse aquestos, que algunos
visto de aque[f. 13d]llos infantes son tan grandes que non es tan semejante que fuesen
de dos años;76 empero puede dezir que mucho mayores eran entonce los omnes que non
son agora. Entonce fue conplido aquello que fue dicho por el profeta:77 “Más de lloro e
alongamiento de mugeres piadosas”, esto es de madres, “Oído en Roma”,78 esto es en
alto.
Mas Dios que mucho derechurero, segunt que en las Estorias Escolásticas es
leído,79 non sofrió que tan grand maldad de Herodes fincase sin pena, ca por divinal
juizio de Dios fue fecho que aquel que avía los fijos muertos, mal que le matasen los
suyos mezquinamente. Por esto toca Alexander e Ariscobulus son avidos otra vegada
sospechosos al padre por esto, ca un conpañero de los suyos avía confesado que
Alexander le avía aprometidosic que le daría mucho si él le diese benino a su padre
Herodes a bever. E el barbero confesó aquello que era prometido, porque él, mientra
que le raía la barba, lo degollase, deziendo que Alexander le avía dicho que non devía

75
Opus imperfectum in Matthaeum (f. 165r), de pseudo Juan Crisóstomo.
76
LA (56): “Cui assertioni fidem facere videtur quod quedam ossa innocentium habentur adeo grandia
quod bimorum esse non possunt”.
77
Cfr. Mateo (2, 17-18); Jeremías (31, 15).
78
LA (61): “audita est in Rama”.
79
Historia Scholastica (Ev. 17), de Pedro Coméstor.

149
omne poner su esperança en omne viejo que tiene cabellos que parezca mancebo. Por la
qual cosa el padre irado fizo matar a sus fijos, e fizo rey Antipater depués de sus días,
delante todos estableció, mas que Antypater se estableció sobre todo el reino.80 [f. 14a]
Herodes Agripa e Erodiaden, muger de Filipo, los quales avía avidos de Ariscobolus e
amávalos con padernalsic amor, e después por aquellas dos cosas Antipater fue mucho
desordenado, e oyó contra su padre e concebió en tanto que le ensayó por matarlo con
venino, lo qual, quando lo supo Herodes, fízolo meter en una cárcel. Onde como
aquesto oyese dezir Agusto César, que Herodes fazía matar a sus fijos, dixo a María:
“Ser muerto de Herodes que ser su fijo, ca él perdona a los puercos que los non mata, e
mata a sus fijos”.81
E como Herodes fuese ý de hedad de LXX años, cayó en muy grand enfermedat,
esto es que sufría muy grand fiebre, e comezón del cuerpo, e grandes tormentos en el
cervigal, e finchamiento de los pies, e avía gusanos en los cojones, e muy gránsic fedor
que salía de su cuerpo e todo el día sospirava muy gravemente. Onde fue por físicos a
sentado en oro, e fue levantado de aquel lugar así commo muerto. E oyó dezir que los
judíos esperan la su muerte con gozo, e preso los más nobles e más mancebos de toda
Judea e metiolos en cárceles, e dixo a Salomé, que era su hermana: “Yo sé que los
judíos son muchos alegres de la mi muerte; mas yo podré aver muchos lloradores e
noble conpaña al soterrar si tú quieres o[f. 14b]bedecer a los mis mandamientos. Así
que quando yo fuere muerto, que fagas matar todos aquellos que yo tengo presos porque
toda Judea me llore, quiera o non”. Avía costunbre Herodes que después de todo comer
apartava una mançana, e después comía así con el cochillo que él tenía en la mano,
commo por grant cosa fuese estreñido reziamente. E guardávase que si alguna cosa le
enbargavan, que así mismo feriese con el cochillo, porque alçó la mano derecha de suso
en que tenía el cuchillo, mas un su pariente sotovosic la mano, e guardole que non se
feriese con el cochillo. E luego commo si el rey fuese muerto, levantose muy gran lloro
por el palacio del rey. Antipater oyó lloro e alegrose mucho, e prometió a las guardas
grandes dones si lo soltasen. E commo sopiese Herodes el grand alegramiento de su fijo
que avía oído de la su muerte, enbió allá los sus degolladores, a los quales le fizo matar.
Onde fizo rey a Archelao, su fijo, después de sí. E después a cinco días murió, el qual
fue en otras cosas mucho aventurado, mas en las cosas de sus fijos fue desaventurado. E

80
LA (67): “Antipatrem autem futurum regem instituit, sed ipsi Antipatri Herodem Antipam in regnum
substituit”.
81
LA (72): “Mallem esse Herodis porcus quam filius, quia cum sit proselitus, porcis parcit et filios
occidit”.

150
después Salomé su hermana soltó todos los judíos que eran presos, los quales avía el
rey mandado matar. Remige82 dixo sobre Mateo, que Herodes con el cochillosic que
aparó83 [f. 14c] la mançana mató a sí mismo. E Salomé, su hermana, fizo matar todos
los judíos, así como por su hermano le era mandado e hordenado.

[VI]
Disposición de sant Silvester

Silvester es dicho de file, que es luz, e de tierra, que quiere dezir así como luz de tierra,
esto es luz de Iglesia. O Silvestre es dicho de silvas e trayente, por esto canes silvestres,
esto es, salvages e non creyentes él traxo a la fe. E segund que es dicho en un libro que
es dicho Glosario, Silvestre quiere dezir tanto como verde, o salvage, o omnes o
montes. Es dicho verde, que amó las cosas celestiales; es dicho salvage, que así mismo
guardó; es dicho omne, por esto, ca fue de toda codicia refrenado; es dicho monte, que
fue entre los apóstolos del cielo plantado. La leyenda del qual conplió Eusebio de
Cesarea, la qual leyenda sant Galasio en un concilio de LXX obispos atenticósic leedera
por los católicos, segund se puede ver en el decreto.84

Título VI. De sant Silvestre

Silvestre por la madre que avía nonbre [Justa].85 Fue por nonbre e por fecho
engendrado, e por Cirino preste en la sancta fe enseñado, el qual dio ospitalidat
soberanamente con todo su po[f. 14d]der. Onde recibió Timotheo, que era varón santo e
muy buen cristiano, en su hostal, el qual otro ninguno non quería albergar por la
persecución de los cristianos. E después a un año, ganó la corona demientra que
predicava muy fuertemente la fe de Jhesu Christo. E commo Tarquinio, que era pretor
de Roma, se cuidase que Thimotheo fuese rico ombre, demandole mucho
espantablemente por las sus riquezas a sant Silvestre, diziéndole que le faría matar muy
vilmente si non ge las diese. Mas como Timoteo non oviese aquellas riquezas, el pretor
mandó a sant Silvestre que sacrificase los ídolos, en otra manera, él lo faría otro día

82
Homiliae super Matthaeum (VI), de Remigio de Auxerre.
83
Aparar: (del lat. apparāre). Preparar una fruta para comerla, pelándola o mondándola”.
84
Decretum Gelasianum de libris recipiendis et non recipiendis (IV, 4).
85
LA (8): “Silvester a matre re et nomine Iusta genitus”. Ms. h-I-14: “Sant Silvestre ovo una madre que la
dicían Justa” (f. XXXIXc).

151
matar con diversos tormentos, al qual dixo sant Silvestre: “¡O follón!86, aquesta noche
morirás e recibirás perdurables tormentos. O quieras o non, conocerás verdadero Dios
ser aquel que nós adoramos”. Por las quales palabras sant Silvestre fue metido en la
cárcel e Tarquino fue conbidado a yantar, e demientra que comía, travósele un hueso de
pez en la garganta, en tal manera que non ge lo podieron tirar nin él pudo tragar, por la
qual cosa él morió a la medianoche. E después fue traído con muy grand lloro al
sepulcro, e sant Silvestre fue sacado de la cárcel con muy grand gozo.
E muerto [f. 15a] Melchiade, obispo de la cibdat de Roma, e sant Silvestre, por
toda la cibdat de Roma fue elegido contra su voluntad por apostólico. El qual en un su
libro avía escripto todos los nonbres de los infantes huérfanos, e de las biudas pobres, e
de los pobres e vergonçantes, e dava a todos lo que les era menester. E mandó en Roma
quarto e sesto día e el sábado ayunar. Mandó guardar el quinto día así como el
domingo, porque los christianos griegos dixeron que más devíamos cobrir el sábado que
el quinto día, a los quales sant Silvestre respondió, e dixo que aquello non se devía fazer
por esto que aquello era establecido por el apostólico, e por esto, que el domingo era
celebrado aquel mismo onramiento por la sepultura de Jhesu Christo. En el qual una
vegada ellos dixieron: “Uno es el sábado e la sepultura de Jhesu Christo, en el qual una
vegada en el año devía omne ayunar”. A los quales sant Silvestre respondió, e dixo que
así como los días dominicales por la iglesia de la resureciónsic eran noblecidos, así eran
todos los días del sábado noblecidos por la sepultura de Jhesu Christo nuestro Señor.
Por la qual razón del sábado los gentiles se callaron, el qual otorgaron de ayunar; mas
del sesto día más fuertemente contestaron diziendo que los christianos non le deuríansic
celebrar nin [f. 15b] egualar al domingo. Porque sant Silvestre, la divinidad dél enseñó
mayormente en tres maneras: por esto, ca en tal día subió nuestro Señor a los cielos; el
sacramento del su cuerpo e de la su sangre fue establecido en tal día; e la Iglesia en tal
día faze la Crisma Sagrada. Por las quales razones los griegos consintieran a su
voluntad.
Onde quando Constantino perseguía los christianos, sant Silvestre salió de la
cibdat de Roma, e estido en un monte con sus clérigos. E Costantino, por la persecución
que fazía a los christianos, cayó en enfermedad de malatería, porque con consejo de los
obispos de los ídolos fueron traídos tres mill infantes, de los quales querían fazer matar
por esto que en la su sangre fresca e caliente se vañase el emperador. E así como

86
Follón: (del lat. follis, fuelle). Vano, arrogante, cobarde y de ruin proceder.

152
Constantino truxiese al lugar do el baño se devía aparejar, las madres de los infantes
venieron corriendo contra él, las quales descabelladas llorando muy doloridamente,
porque Costantino mandó estar la carreta en que le traían e levantose suso, e dixo:
“¡Oyades condes, e cavalleros, e todo el pueblo que aquí sois! La di[g]nidat romana e el
inperio es nacido de la fuente de piedad, la qual dinidat dio aquesta ley: que todo omne
que matase niño en batalla que moriese. Onde, ¿quán cruel sería la crueldat que nós
feziése[f. 15c]mos matar a los fijos de nuestras gentes? Ca nós vedamos que non sea
fecho de los estraños ayuda a los varones vencidos e sobrados por crueldad. Ca vencer
estrañas naciones, fuerza es de los lidiadores; mas vencer vicios e pecados, es virtud de
costunbres. E las batallas nós fuemos más fuertes que ellos; mas en aquesta batalla nós
seremos mas fuertes que nós mismos. E aquellos que serán en aquesta batalla sobrados,
abrán la vitoria ganada en el vencedor, después de la vitoria es vencido de piedad e por
maldat. Vénçanos pues piedat en aquesta batalla. Ca de todo seremos vencedores si de
toda piedat nós somos vencidos, ca de todos se mostrará ser Señor que de todos se
mostrará ser siervo. Pues es mejor que yo muera e sea salvada la vida de los infantes
non nocientes, que si por la su muerte yo recobrava vida cruel, de la qual sanidad, si la
yo cobraría, non so cierto, e como yo sea cierto si por aquello la recobraría, ca sería muy
cruel cosa”. Por la qual cosa mandó Costantino que los infantes rendidos fuesen a sus
madres, que los librasen e que les diesen mesiones87 e muchas carretas en que
tornansensic. Onde así como las madres que eran venidas llorando, tornáronse a su tierra
con alegría. Después el emperador tornose a su palaci[f. 15d]o. En la noche seguiente,
apareció sant Pedro e sant Pablo a Costantino, deziendo en visión: “Por esto que non as
querido que sea [e]sparzida la sangre de los infantes inocentes nos ha embiado nuestro
Señor Jhesu Christo a ti, por esto que te demos consejo de recobrar sanidad. Porque te
dezíamos que fagas venir a ti a sant Silvestre, obispo de Roma, que es en el monte de
Siratín ascondido, el qual te enseñará una fuente en la qual tú tres vegadas serás bañado
e serás sano de toda la leprosía; mas empero fazeste honor a Jhesu Christo que
destruyas todos los tenplos de los ídolos, e que refagas las iglesias de Jhesu Christo e
que de aquí adelante serás tú defensor dellas”. Quando fue despertado Costantino, enbió
luego sus caballeros a san Silvester. E quando sant Silvester vio los cavalleros, cuidose
que fuesen venidos a la vitoria del santo martirio, por la qual cosa acomendose a Dios e

87
LA (43): “dona plurima”. Ms. h-I-14: “muchos dones” (f. XLa).

153
llamó a sí a sus conpañas. E después fue traído coitosamente a Costantino, al qual se
levantó Costantino:
– Bien seades venido, alegrémosnos yo e tú.
E sant Silvestre le respondió, e dixo:
– Paz sea contigo.
E después recontole la su visión toda por orden, e asmava Constantino que
fuesen aquellos dioses, e eran apóstolos de Jhesu Christo, e que non eran dioses los que
a él aparecieran. Onde le dixo sant Silvestre que aqué[f. 16a]llos, que eran apóstolos de
Jhesu Christo e que non eran dioses. Porque entonce, por ruego del enperador, tráxol
sant Silvestre la imagen de los apóstolos, e quando el enperador los vio que atales
omnes eran aquellos que él aparecieron enesic visión, alegrose mucho. Onde entonce
sant Silvestre crismolo e fízole ayunar por una semana, e fizo abrir todas las cárceres. E
quando el enperador fue entrado en la fuente del agua del baptismo, maravillosamente
resplandeció con resplandor de luz, de la qual fuente salió el enperador limpio e
mondado88 e sanó, diziendo que avía visto a Jhesu Christo.
Porque el primero día de su bauptismo, dio el emperador Costantino aquesta ley:
que Jhesu Christo por la cibdad romana fuese homradosic como Dios verdadero. El
segundo estableció que si algund omne dixese mal de Jhesu Christo, que fuese açotado.
El tercero día estableció que qualquier onbre que dixese mal de christiano, que perdiese
la mitad de sus bienes. El quarto día estableció que, así como el emperador de Roma era
de todo el mundo, así el obispo de Roma fuese cabeça de todos los obispos de todo el
mundo. El quinto día estableció que todo omne que fuese a las iglesias, que fuese
guardado de prender mal. En el sesto día estableció que ninguna iglesia que fuese
dentro de los moros89 de alguna cibdad non hedificase [f. 16b] omne sin licencia de su
obispo. El sétimo día estableció que, a la hedificación de la iglesias, fuesen dados los
diesmos de las posesiones reales. En el otavo día vino el emperador a la iglesia de sant
Pedro, en la qual llorando se acusava de las culpas. E después él començó a fazer el
fundamento de una iglesia, e él abrió primeramente el fundamento e echó fuera doze
espuertas90 de tierra a sus cuestas.
Las quales cosas oyó dezir Elena, madre de Costantino, que estava en Betania.
Onde por sus letras loó mucho a su fijo por esto, ca el avía renunciado a los ídolos; mas

88
LA (59): “inde mundus exivit”. Ms. h-I-14: “linpio de la gafedat” (f. XLc).
89
LA (65): “muros”.
90
LA (68): “cophinos”. Ms. h-I-14: “cestos” (f. XLc).

154
duramente los denostó que avía dexádo aos dioses de los judíos, e por qué manera
onrava omne crucificado por Dios. Porque Costantino le refuyó que ella veniese luego a
él con muchos judíos sabios, e que él avría cristianos sabios, por los quales venidos,
disputando entre ellos, que aparaeciese la verdad de la verdadera fe.
Porque sancta Elena traxo consigo ciento y sesenta e un91 judío[s] muy sabios,
entre los quales eran doze que por sabiduría e bien fablar delante todos los otros
parecían más sabios. E como sant Silvestre con sus clérigos e los sobredichos judíos
fuesen venidos por disputar delante el emperador en uno de comunal consentimiento,
escog[i]eron dos [f. 16c] judíos gentiles, que eran muy sabios e provados, por nonbre en
Tratone e en92 Zinófilo,93 a los quales dieron poder que diesen sentencias sobre sus
dichos. Onde fue dicho entre ellos e afirmando, que uno estando en pie e fablando, que
los otros callasen. Porque començó primeramente uno de aquellos doze, por nonbre
Nabiatad:
– E como aquestos christianos digan que tres dioses son, Padre, e Fijo e Spíritu
Sancto, magnifiestosic es que ellos dizen aquesto contra la ley que dixo: “Veades que yo
soy sólo Dios, e non es otro sinon yo”. [A]demás ellos dizen que Christo es Dios por
esto, ca fizo muchas señales. En la nuestra ley fueron muchos omnes, los quales
fezieron muchos miraglos; enpero que ningund tienpo non quesieronsic que fuesen
dichos así como fizo aquel vuestro Jhesu Christo al qual vós honrades.
Aquestas palabras respondió sant Silvestre, e dixo:
– Nós un Dios honraremos, mas non dezimos que él sólo sea así que non aya
gozo del su fijo. E aquesto en los vuestros libros nós vos podemos mostrar la trinidad,
ca nós dizimos ser Padre aquel del qual dixo el profeta:94 “Él llamará a mí, tú eres mi
Padre, yo te engendré, yo”. E dezímos aquel ser Fijo, e del qual aquel mismo profeta
dixo: “Tú eres mi Fijo, yo te engendré, yo”. E aquel dezimos ser Spíritu Santo, del qual
aquel mismo profeta elsic Spíritu Santo dixo: “E de la boca dél, e toda la [f. 16d] virtud
dellos e en aquello”. Aún más, que dixo: “Dios quando fizo omne es magnifiesto la
trinidad quando dixo: ‘Fagamos omne a imagen e anransic semejanza’”.95 Onde en
aquestas palabras magnifiestamente demuestra el departimiento de las personas e la

91
LA (71): “centum quadraginta unum”. Ms. h-I-14: “ciento e cinquanta e dos” (f. XLd).
92
En el incunable: “eu”.
93
LA (72): “Craton et Zenophilum”. La versión del incunable pone “en” antes de la mayoría de los
nombres de los judíos sabios. Transcribo estos nombres siguiendo la narración de la fuente latina.
94
Salmos (88, 27; 2, 7; 32, 5).
95
Génesis (1, 26).

155
unidad de la divinidad. Sea ya esto, que sean tres personas, uno ya es Dios, el qual por
enxienplo veíble en alguna manera podemos demostrar.
E tomó la pórpula96 del enperador, e fizo della tres pliegos deziendo:
– Vedes aquestos sont tres pliegos, son un trapo; así tres personas son un Dios.
E desto que es dicho, que por miraglos no97 devemos de creer que él sea Dios, como
otros muchos santos ayan fecho muchos miraglos e por esto non son dichos dioses, así
como aquel nuestro Dios Jhesu Christo dezimos no que por aquesto se dixo ser Dios;
ciertamente, por las sobervias que se levantavan contra él, el qual en ningund tienpo non
sofrió pasión sin grand pena, segund que fue magnifiesto en Datán e en Abirón e en
otros muchos. Pues, ¿cómo pueden los judíos mentir, cómo ellos han mentido que él se
dezía Dios, el qual nonbre es de grand sobervia aquel que non es Dios. E él deziendo así
mismo Dios por Dios ninguna pena sofrió, antes lo aconpañava mucho con virtudes
magnifiestamente?98
Entonçe los juezes dixeron:
– Magnifies[f. 17a]to es que Nabiatad es vencido por Silvestre en sus razones, ca
aquesta razón lo enseña que si él non fuese Dios e Dios se dixese por sus gentes, él non
podría dar vida a los muertos.
Vino el II, en Jonás, e dixo:
– Abrahán por la circuncisión fueronsic justificadossic Dios que recibió,99 por nós
fue justificado e todos los fijos de Abrahán por la circuncisión fueron justificados, pues
aquel non será circunciso non será justificado.
En las quales palabras respondió sant Silvestre, e dixo:
– Magnifiesto es que Abrahán ante de la circuncisión plazía a Dios e fue dicho
amigo de Dios, por la qual cosa es manifiesto que circuncisión non le sanctificó más fe,
e derechereramentesic lo fizo plaziente a Dios. Non recibió pues circuncisión por
santificación, mas por departimiento100 e por señal que fuese entre él e entre aquellos
que non serían con Dios.

96
Pórpula: (del lat. purpŭra). Prenda de vestir, de color rojo a violado, que forma parte del traje
característico de emperadores, reyes, cardenales, etc.
97
En el incunable: “nos”. LA (86): “non”. Ms. h-I-14: “non” (f. XLd).
98
LA (87): “Quomodo ergo mentiri potuerit et se deum dicere quod non erat, cum eum se deum dicentem
nulla pena secuta fuerit et virtutum efficacia comitabatur”. Ms. h-I-14: “e en otros muchos que non
pueden decir e mentir que es Dios el que lo era quanto en diciendo que era Dios non ovo ninguna pena,
ante fiço e obró muchas virtudes” (f. XLIa).
99
LA (92): “Abraham circumcisionem a deo accipiens iustificatus fuit”. Ms h-I-14: “Abrahán
circuncidado fue, e justificado” (f. XLIb).
100
Departir: (del lat. departīre, de de y partīre). Enseñar, explicar.

156
E así en Jonás, sobrado por sant Silvestre, vino en Godolías, e dixo:
– ¿En quál manera el nuestro señor Jhesu Christo puede ser Dios, como
afirmades el ser nacido, e tentado, e traído, e despojado, e abebrado con fiel, e atado, e
muerto e soterrado. E cómiosic todas aquellas cosas en Dios ser non puede?101
A las quales palabras respondió sant Silvestre, e dixo:
– Aquello que yo digo de Jhesu Christo todo lo provaré por los vuestros libros
que así fue, ca del su nascimiento dixo [f. 17b] Isaías: “He que virgen concebirá e parirá
fijo e será dicho el nonbre del Hemanuel”.102 Del tentamiento dél dixo Zaqarías: “Yo ví
Jhesu grand preste estante, delante el ángel e el diablo estante a la diestra dél”.103 Del su
traimiento dixo David en el salmo diziendo: “Aquel que comía los panes contra ellos
multiplicó sobre mí suplantación de su despojamiento”.104 Dixo David: “Departirán
entre sí lassic mi vestidura e echarán suerte sobre la mi vestidura”.105 Del su bever de la
fiel dixo David: “Darán a mí a comer e en el mi bever darán a mí vinagre”.106 Del su
atamiento, Esashoras:107 “Atédesmesic non así como a padre que vos sacó de tierra de
Egipto, llaméstesme delante la silla del juez, e humillástesme colgándome en el qual me
distes la muerte”. De la su sepultura dixo Jheremías: “En la su sepultura resucitarán los
muertos”. E como Godolías non sopiese responder, dada fue la sentencia contra él, onde
fue removido.
[...]108, e dixo:
– Aquellas cosas que de los otros son dichas, dixo sant Silvestre que fueron
dichas del su Christo. Porque es mester que él prueve que del su Christo fuesen dichas.
A las quales palabras dixo sant Silvestre:
– Tú darás otro omne el qual aya virgen concebidasic, e que después sea tornado,
e crucificado, e muerto, e soterrado, e después resucitase e sobiese a los cielos.
Por[f. 17c]que entonce dixo Constantino:
– Si otro [non]109 da que sea tal, sepas que es vencido.

101
LA (98): “cum hec omnia in deo esse non possint?”.
102
Isaías (7, 14).
103
Zacarías (3, 1).
104
Salmos (40, 10).
105
Salmos (21, 19).
106
Salmos (68, 22).
107
LA (105): “Esdras”.
108
Falta este fragmento en el incunable, y gran parte del debate entre Silvestre y los doctores judíos no
está presente en el ms. h-I-14. Sólo el debate con el primero y el último doctor judío, argumentando que
esta omisión se debe: “porque non se enojen los que lo lieren” (f. XLIb). LA (108-109): “Quartus, qui et
Annam accedens ait. Ea que de aliis dicta sunt, Silvester iste de suo Christo predicta fuisse affirmat”.
109
LA (113): “Si alium non dederit, sciat se superatur”.

157
E como esto fazer non podiesesic, fue quitado del su lugar e luego vino el quinto,
en Doad, e dixo:
– Si Jhesu Christo es nacido e sanctinficadosic, segund que es dicho, pues non se
deviera batear por esto que otra vegada fuese sanctinficado.
A las quales palabras sant Silvestre respondió, e dixo:
– Así como en circuncisión en Jhesu Christo recibió fin, así baptismo en el
baptismo de Jhesu Christo ovo començamiento de santificación. Non fue pues bateado
por que fuese sanctinficado, mas por esto que sanctinficase.
E como en Doat callase, dixo Constantino:
– Non callara en Doat si sopiese remsic contradezir que contra Silvestre podiese
dezir.
Onde vino el sesto, en Cusi, que dixo :
– Nós queremos que Silvestre esposiese a nós aquellas cosas del virginal parto.
A las quales palabras sant Silvestre respondió, e dixo:
– La tierra de la qual Adán fue formado era non corronpida e virgen, ca aún non
era abierta por bever sangre humana nin maldeción de espinas. Aún non avía recebida
sepultura de omne muerto, nin la serpiente aún non era dada a comer. Convino pues que
de santa María fuese fecho nuevo Adán, por esto así como la serpiente venció al omne
nacido de la tierra virgen, así por el omne nascido de la Virgen fuese vencida aquel que
Adán venció; enpero, [f. 17d] aquel fue tentador de Jhesu Christo en el desierto. E fue
menester que naciese por esto que aquel que Adán avía vencido comiendo, fuese
vencido por el fijo de la Virgen, ayunando por él.
Onde vencido en Cusi, vino Benjamín, el VII, e dixo:
– ¿En quál manera puede ser Fijo de Dios Jhesu Christo que por el diablo fue
deziendo a él que por saber feziese tornar las piedras pan, nin en la alteza del tenplo lo
levase, nin que le dixese que le adorase?
A las quales palabras respondió sant Silvestre, e dixo:
– Si el diablo por aquesto vence, ca fue obedecido por Adán comiendo la
mançana, pues manifiesto es que él por aquello fue vencido. Ca por Jhesu Christo
ayunando fue despreciado, e non quanto él era Dios, mas en quando él era omne
dezimos nós que fue tentado. E fue por aquello tentado en tres maneras, por esto que
quitase de nós todas tentaciones, e que nos diese manera de nacer por esto. Ca muchas
vegadas, en el omne, la vitoria de astinencia síguese la tentación de humana gloria, nace

158
delante de señorío sobrepujança de conpañía.110 Onde por aquesto que de Jhesu Christo
que por aquestas cosas fue vencido, por esto que fuese dada a nós manera de nacer.
E Benjamín vencido, vino el otavo, Narbel, que dixo:
– Manifiesto es que Dios es altamente perfeto e que non ha mengua de cosa,
pues, ¿quál mester fue a Jhesu Christo que na[f. 18a]ciese? ¿Nin en qual manera dixo
palabra otra vegada Jhesu Christo? Ca aquesto manifiesto es que Dios, ante que oviese
Fijo, non pudo ser Padre; dicho pues, si él fue dicho ser Padre de Jhesu Christo, pues él
fue venible.
A las quales palabras respondió sant Silvestre, e dixo:
– El Fijo ante del tienpo fue engendrado del Padre, por esto que feziese aquello
que non era, en tienpo es nacido por esto que refiziese aquello que era perecido. E fuese
ya esto que él, por sola palabra, él lo podiese todo refazer. Pasión, si omne non fuese
fecho, non podiera recebir, ca non era convenible de la sofrir en la su divinidad. E por
esto non era que fuese perfeto, enantes era de grand perfeciónsic si en la su deidad non
era posible. E por aquello dexemos el Fijo ser palabra de Dios el Padre, segund que dixo
manifiestamente el profeta, diziendo: “Echará el mi corazón buena palabra”.111 E Dios
fue ciertamente todo tienpo Padre, por esto que el su Fijo fue sienpre, ca el Fijo dél fue
la palabra dél, e la sapiencia dél fue la virtud dél; mas en el Padre fue todos tienpos la
palabra, esto es el Fijo segund que dixo el profeta, diziendo: “Echo el mi coraçón buena
palabra”.112 E todos tienpos fue en el saber, segund que aquella palabra de sapiencia
dize: “Yo salí de la boca del muy alto”.113 “E fue engendrada an[f. 18b]te que todos los
montes e aún non eran fuentes de agua e c”.114 Onde como el Padre ningund tienpo non
fuese sin palabra, ensín saber en virtud, ¿en quál manera cuidades que aqueste nonbre
sea venido a él por tienpo?
Onde vencido Narbel, vino el noveno, en Jobal, que dixo:
– Manifiesto es que Dios non daña matrimonios nin los maldize. Pues, ¿por qué
negades de matrimonio ser nacido vosotros aquel Jhesu Christo que onrades si non por
esto que queredes estruirsic matrimonio? E aún más, ¿es tentado aquel que es poderoso,
sufre aquel que es poderoso de virtud, e muere aquel que es de vida? Onde por aquesto
serás costrenidosic que digas ser tres fijos, uno el qual engendró el Padre, e otro el qual

110
LA (131): “Sepe namque in homine victoriam abstinentie sequitur temptatio humane glorie et
temptationem humane glorie appetitus dominii et excellentie comitatur”.
111
Salmos (44, 2).
112
Id.
113
Eclesiástico (24, 5).
114
Proverbios (8, 24-25).

159
engendró la Virgen. Digasme tú, ¿en quál manera se puede fazer que sufriese pasión el
omne que fuese preso por Dios sin ferida de aquel por el qual es preso?
A las quales palabras respondió sant Silvestre, e dixo:
– Nós non dezímos Jhesu por aquello ser nacido de la Virgen que condenemos
matrimonio, mas las quales cosas del parto de la Virgen recibímoslas razonablemente, e
por este matrimonio non se denegrece, enante se noblece, ca aquella Virgen, la qual
parió a Jhesu Christo, de matrimonio fue nascida. E fue tañidasic de Jhesu Christo por
esto, que todas tentaciones del diablo ven[f. 18c]ciese. Sofrió pasión, que de todas las
nuestras pasiones sometiese. Murió por esto, que inperio de la muerte subjuzgada. El
Fijo de Dios vino en Jhesu Christo, el qual así como verdadero Fijo de Dios, non veíble,
así es non veíble Jhesu Christo. Es pues non veíble aquel que es Dios e es veible aquello
que es omne; empero, sofrir puede pasión de aquel que preso. Onde por ensienplo se
puede enseñar, por aquella presente púrpura del emperador, la qual fue de lana e aquella
lana ayuntada con sangre recibió color de púrpura. E demientra que se teníasic con los
dedos e se torcía el filo, ¿quál cosa se torcía aquello que es bermeja color o aquello que
era lana ante que fuese fecho púrpura? La lana es semejable a omne, e la color
púrpurança a Dios; fue en uno en la pasión con omne demientra que el omne sufría
pasión en la Cruz, mas Dios non fue subjuzgado a pasión en ninguna cosa
E así Enojabalsic vencido, vino el décimo, en Tara, que dixo:
– A mí non plaze aquel enxienplo que as puesto de la color e de la lana.
Al qual, como todos contradixesen, sant Silvestre dixo:
– Tomad pues otro ensienplo de un árbol que aya sobre sí el resplandor dél,
demientra que omne lo corta, recibe el golpe, mas el resplandor está sin todo tajamiento.
E así el omne, sufriendo pasión, non fue la divinidad [f. 18d] subjugada a ninguna
pasión.
E así vencido en Tara, vino el XI, Casyleón, que dixo:
– Si del tu Jhesu Christo han prophetizado aquestas cosas, de tan grand
escarnimiento, e de la pasión, e de la muerte, de las quales cosas queremos saber.
Porque sant Silvetres le respondió, e dixo:
– Jhesu Christo ovo fanbre por esto, que mostrase a nós. E ovo sed por esto, que
mostrase bever de vida a la nuestra sed. E fue tentado por esto, que librase a nós de
tentaciones. E fue preso porque sacase a nós de captividad del diablo. E fue escarnido
porque librase a nós de los escarnimientos del diablo. Fue atado porque desatase a nós
del ligamiento de maldición. Fue umillado por esto, que se alçase a nós. E fue

160
despojado por esto, que el nuestro despojamiento que nós avíamos115 perdido por
desobediencia nos cubriese por perdón. Sufrió corona despinas porque viese las flores
del Paraíso el humanal linage. E fue colgado del madero por esto, que él dañase la
codicia que fue en el madero engendrada. Fue abebrado de fiel e vinagre por esto, que él
diese al omne en la tierra leche de corriente e miel e que abriese a nós fuentes mucho
dulces. Recibió muerte por esto, que diese a nós la su vida. E fue soterrado por esto, que
resucitase las sepulturas de los santos [f. 19a] benditos de muerte. E por esto, que
rindiese vida a los muertos. Subió al cielo por esto, que abriese a nós la puerta del cielo.
Asentose a la diestra de Dios Padre por esto, que abriese a nós la puerta e oyasic a los
creyentes.
E aquestas palabras diziendo sant Silvestre, todo esto es: el emperador e los
juezes e los judíos en loor de sant Silvester con buena voluntad llamaron altamente.
Onde entonce irado el XII, en Sabri, por grand desdén dixo:
– Maravíllome de vosotros juezes que sois muchos sabios. Cómo podés creer
aquellas sus vanas palabras, nin cómo podedes creer que todo el poder de Dios se puede
encerrar por humana razón; mas de aquí adelante queden las palabras e vengamos al
fecho. Mucho son locos aquellos que honran a Jhesu Christo que fue crucificado. Onde
como yo el nonbre de Dios poderoso sepa, la virtud del qual non sufrió penas nin oír
non le podría ninguna criatura. E por esto que yo digo, si yo digo verdad, traed a mí un
toro muy bravo, por esto que yo diga en la oreja del toro aquel nonbre, el qual morirá
luego quando lo oyere.
A las quales palabras respondió sant Silvestre, e dixo:
– ¿E tú quando aquel nonbre oíste e lo aprendiste, por qué non moriste?
E en Sabri dixo:
– Non es por ti saberlo aquello como tú seas enemigo de los judí[f. 19b]os.
Porque luego le fue traído un toro muy bravo por cien onbres. E en Sabri luego
en la oreja del toro dixo el nonbre que él sabía, porque luego el toro mudeando e
tornando [...]116 fuerte contra sant Silvestre, a los quales sant Silvester dixo:
– En Sabri non dixo nonbre de Dios, mas nonbre de malvado diablo. Ca el mi
Dios Jhesu Christo non tan solamente los bivos mortifica, antes los muertos faze tornar
bivos. Ca poder de matar e fazer mal es de leones, e de serpientes e de bestias salvages;

115
Esta palabra se repite dos veces en el incunable.
116
LA (198-199): “continuo taurus mugiens oculosque eiciens expiravit. Omnes igitur Iudei vehementer
acclamant et Silvestro insultat”. Ms. h-I-14: “e luego el thoro començó de bramar e saliéronsele los ojos
de la tiesta e murió. E todos dieron grandes boces e escarnescían a sant Silvestre” (f. XLIc).

161
mas si quisiere en Sabri que yo crea aquello que a dicho en la oreja del toro non sea
nonbre del diablo, diga aquesto mismo otra vegada, por esto que el toro torne bivo que
es muerto. Que escrito es de Dios por el profeta que dize: “Yo mataré e yo faré
bevir”.117 La qual cosa si fazer non puede en Sabri, con nonbre del diablo lo ha muerto
que puede matar el bivo.
E como en Sabri fuese constreñido a resucitar el toro por los juezes, dixo:
– Resucítelo sant Silvester en nonbre de Jhesu Christo de Galilea, e nós luego
todos creeremos en él. Ca si él podía bolar con péñolas non podía fazer aquello.118
E luego todos los judíos prometieron creer en Jhesu Christo. Por entonce sant
Silvester, fecha la oración a la oreja del toro, allegándose a él, dixo:
– ¡O nonbre de maldición e de [f. 19c] muerte! ¡Sal fuera por mandamiento de
Jhesu Christo en el nonbre del qual a ti es dicho: “Toro levántate suso e vete a la tu
conpañía”!
Por la qual cosa el toro resucitó luego, e fuese con muy grand mansedu[n]bre.
Onde entonce la reina, e los judíos, e los juezes e los otros todos convertiéronse a la fe
de nuestro Señor Jhesu Christo.
E después, a pocos de días, los obispos de los ídolos venieron al emperador, e
dixeron:
– ¡O sancto emperador!, aquel dragón que es en la cueva, después que la fe de
Jhesu Christo tu creíste e recebiste, mató más de CCC omnes cada día con su
soplamiento.
De la qual cosa ovo su consejo Costantino con sant Silvestre sobre aquel fecho,
e después sant Silvestre respondió, e díxole:
– Yo, por la virtud de Jhesu Christo, lo faré quedar de todo aquello que ya mal
non fará a ninguno.
Porque los obispos prometieron a sant Silvestre que si él aquello fazía, que todos
creerían en Jhesu Christo. E así sant Silvestre estava en oración, apareciole sant Pedro,
e díxole: “Desciende seguramente al dragón tú e dos prestes que vayan contigo, e
quando tú serás con él, saludarlo as en tal manera: ‘Nuestro Señor Jhesu Christo de la
Virgen nacido, e crucificado, e soterrado, el qual resucitó, e está a la diestra de Dios
Padre e es venidero así para juzgar los bivos como los muertos. E tú diablo le esperarás

117
Deuteronomio (32, 39).
118
LA (208): “Nam etsi pennis posset volare, istud tamen non valet perficere”. Ms. h-I-14: “Ca quanto
puede facer que buele tanpoco lo puede facer que viva” (f. XLId).

162
en aques[f. 19d]te lugar fasta que él venga’. E después atarás la boca dél con un filo, e
atarás sobre él un anillo que aya señal de cruz. E después vosotros vernedes a mí sanos
e sin mal, e comeredes el pan que vos yo abré aparejado”.
Por la qual visión, sant Silvester con dos prestes decendió en la cueva, por los
119
grados, levantado consigo dos linternas. E dixo al dragón aquellas palabras, e atolo
muy fuertemente por la boca. E sobrante, segund que él fue visto, así como él subió
falló dos enqantadores que los avían seguido por esto que viesen si descendería fasta el
dragón. Los quales eran muertos por el sollamiento del dragón, e trúxolo consigo fuera
de la cueva sano e sin mal. Por la qual cosa luego se convertieron muy grand
muchedunbre de gente. E así el pueblo de Roma es delibrado de doble muerte, esto es:
onramiento de los demonios e del venino del dragón.
E después sant Silvestre acercose a la muerte, onde amonestó a toda la clericíasic
de tres cosas, esto es: que oviese entre sí caridat, e que dilegentemente governasen sus
iglesias e guardasen bien su pueblo de los bocados de los lobos. E después de aquellas
palabras, adurmiose fielmente con nuestro Señor.

[VII]
Título VII. Cómo fue circuncida[f. 20a]do Jhesu Christo120

El día de la circuncisión de nuestro Señor Jhesu Christo quatro cosas le fazen onradero:
la primera razón es las ochavas del su nacimiento; la II razón es en qual día le fue puesto
el saludable nonbre; la tercera razón es el esparzimiento de la su sangre; la quarta razón
es la señal de la circuncisión.
La primera razón es las ochavas del su nacimiento. Ca si las ochavas de los otros
santos son solepnes, quánto más el otavo día del santo de los santos deve ser solepne.
Mas no es visto quel nascimiento de nuestro Señor deve aver ochavas por esto que el
nacimiento dél iva a la muerte, mas la muerte de los santos por aquello han ochavas. Ca
ellos entonce nascían por aquel nascimiento que es vida perdurable. E por aquella
misma razón es visto que non devía aver ochavario el nacimiento de sancta María nin
de sant Juan Baptista, nin la resurreción de nuestro Señor Jhesu Christo, ca ya era fecha

119
LA (227): “per gradus CL duas”. Ms. h-I-14: “ciento e cinquanta grados” (f. XLIIb).
120
Esta lectura aparece exclusivamente en el ms. k-II-12 de la Compilación B; no obstante, la versión
manuscrita medieval es ajena a la Legenda aurea, y por lo tanto, diferente de la del Flos sanctorum con
sus ethimologías.

163
aquella resurreción. En verdad es notadera cosa que así como dixo Perposicinus,121 que
las ochavas son de conplimiento, así como el ochavario de nuestro Señor Jhesu Christo
en el qual conplimos lo que era menguado en la fiesta del nacimiento, esto es el oficio
del encaecer.122 Onde era cos[f. 20b]tunbrado en el tienpo pasado cantar en la misa el
oficio que comiença: “La tu cara Señor”; mas las ochavas de Pascua, e de Pentecostesic,
e de sant Juhan Bautista e del nacimiento de la Virgen son de honor. Las ochavas de los
otros santos son de devoción. E son de figuración, así como son las ochavas de los
santos establecidos, que significan las ochavas de la resurreción.
La segunda razón por que aquel día es honradero, es por ponimiento del noble
nuevo nonbre saludable. Ca en aquel día le fue puesto nuevo nonbre, el qual la boca de
nuestro Señor Jhesu Christo nonbró. El qual nonbre es tal, que otro tal non es sobre el
cielo. En el qual nonbre nos conviene que seamos salvos. El qual nonbre dixo sant
Bernaldo:123 “En la boca así como miel, en las orejas muy plaziente, en el coraçón muy
alegre”. El qual nonbre, así como dixo sant Bernaldo: “Ha semejança de olio, que da
luz; e predicando, farta al omne; e prepensando, aplanarsic”.124
Es dicho a Jhesu Christo tres cosas nobles, segund que por el Evangelio es
manifiesto. Esto es: Fijo de Dios, e Christo e Jhesu. Es dicho fijo de Dios en quanto es
de Dios. Es dicho Christo en quanto es omne por personal divinal, en quanto puso la
humanal natura. Es dicho Jhesu en quanto es Dios humanal. De aquestos tres nonbres,
dixo sant Ber[f. 20c]nardo: “Vós, que en polvo estades, departid vos e load a Dios.
Vedes que el Señor viene con salud, e viene con grand ungüento e viene con gloria. Nin
Jhesu Christo sin salud nin Christo sin unción nin sin g[l]oria el Fijo de Dios; pues vino
él fue la salud, él fue unción e él fue gloria”.125
Onde quanto ha él aquestos tres nonbres, antes ha la pasión perfetamente él non
era conoscido. Que quanto al primero nonbre por algunos era conoscido por
pensamiento, así como por los dimonios, que era Fijo de Dios. Quando al segundo
nonbre en partida, por algunos más por pocos era conocido Christo. Quando al tercero
nonbre vulgar, era conoscido por dezir Jhesu, ca quanto aquesta boz Jhesu era conocido;
mas no quanto a la razón del nonbre, que es salud[a]ble.

121
Tractatus de oficiis (1, 47), de Prepositino de Cremona.
122
Encaecer: parir.
123
Sermones super Cantica (15, 6), de Bernardo de Claraval.
124
LA (18): “nomen quod, sicut dicit idem Bernardus, instar olei lucet predicatum, pascit recogitatum,
lenit et ungit invocatum”.
125
Sermo in vigilia nativitatis domini (1, 2), de Bernardo de Claraval.

164
Mas después de la resurreción fueron demostrados aquestos tres nonbres: el
primero quanto a christiandad, el segundo quanto a esparzimiento, el tercero quanto a la
razón del nonbre. El primero nonbre, pues, es Fijo de Dios. E que aqueste nonbre
derechamente convenga a él, así lo dixo Ilario en el Libro de Trinidad,126 diziendo:
“Verdaderamente, el Fijo de Dios vino engendrado. Nuestro Señor Jhesu Christo es
conoscido ser muchas maneras, demientra que el Padre, testimonio dél, e demientra que
los religiosos creen, e demientra que los demo[f. 20d]nios confesavan él ser, e
demientra que los judíos lo negavan, e demientra que los judíos gentiles lo conocieron
en la pasión”. Aquel mismo:127 “Señor, nuestro Señor Jhesu Christo conoscido es por
aquestas maneras, esto es: por nonbre, e por natura e por profesión”.
El segundo nonbre es Christo, que quiere dezir tanto como untado, por esto, ca
él fue untado en olio de alegría delante de los sus participantes; mas por aquesto que es
dicho unado, es demostrado que él fue profeta, e batallador, e preste e rey. Aquestas
personas en otro tienpo se solían ayuntar. Fue verdaderamente profeta en enseñamiento
de la ley de doctrina, fue él lidiador en conbatimiento del diablo, fue él preste en la
reconciliación del Padre, fue él rey en partimiento e donamiento de donas. E de aquel
segundo nonbre somos nós nonbrados, ca por Christo somos nós dichos christianos. Del
qual nonbre así como dixo sant Agostín: “Aquel nonbre de christiano es de derechurera
bondad, e de claridat, e de linpieza, e de divinidad, e de inocencia e de piedat. E aquel
omne ha divinidad, e aquel nonbre recibió e que segund el nonbre así como es yo”.128
El tercero nonbre es Jhesu; mas aqueste nonbre, Jhesu, segund que dixo sant
Bernaldo, es dicho ser comer, e fuente, e melezina e luz. Aquel comer ha acabami[f.
21a]ento en muchas maneras, por esto ca aquel comer es confortación e engruesa e
esfuerça e vigitación.129 Aquestas cosas dixo sant Bernaldo: “Aqueste nonbre Jhesu es
comer, por esto, ¿qué a tantas vegadas te confortará quantas vegadas lo remembrares?
¿Quál cosa engruesa la boluntad así igualmente de aquel que engruesa piensa en él?
Nin, ¿quál cosa es que así certifique los sesos de los omnes, ca la virtud conforta así
buenas costunbres e honestas, e defiende castas voluntades?”.130
El II nonbre es dicho sea fuente, por que dixo sant Bernaldo aquesto mismo,
diziendo que: “Jhesu es fuente de vida confortable, la qual fuente se departe en quatro

126
De Trinitate (6, 22), de Hilario de Poitiers.
127
Se refiere a la fuente anterior.
128
Liber de vita christiana (col. 1036), de pseudo Agustín de Hipona.
129
LA (48): “vegetatiuus”.
130
Sermones super Cantica (15, 6).

165
ríos en las plagas. Onde aquel que es dicho a nós saber en predicación derechurera, e en
sanctificación, e redención en la su pasión”.131 Estas palabras dixo san Bernaldo. En
otro lugar132 dixo que: “Así commo tres ríos que corren de Jhesu Christo, esto es
palabra de dolor, en la qual es conpasión”.
El tercero es melezina, porque dixo así: “Aqueste nonbre Jhesu es melezina por
esto, ca monda todo el embargamiento de vida, e pacifica el inchamiento de sobervia, e
sana el encardenacimiento de la llaga, e destruye el decorrimiento de luxuria, e mata la
flama de la voluntad de la luxuria, e atienpra la sed de avaricia, e quita la comezón de
aci[f. 21b]dia”.133
Qual cosa viene al omne es luz, onde dixo un sancto:134 “¿Dónde te cuidas que
en todo el mundo sea tanta luz so fe como es aquel nonbre Jhesu? Ca aquel nonbre es el
que traía sant Pablo delante de las gentes, e delante los reys así como lunbre puesta
sobre candelero”.
E aún más, aquel nonbre Jhesu es de mucha suavidad. Onde dixo sant Bernaldo:
“Si tú escrivieses alguna razón, non me avría sabor si non leyese en aquella estoria el
nonbre de Jhesu, si disputas oraciones comigo, non me han sabor las palabras si non me
nonbras aquel nonbre Jhesu”.135 E dixo Ricardo que aquel nonbre Jhesu es nonbre muy
dulce, e nonbre muy deletable, e nonbre que es muy deletable, e nonbre que es mucho
confortable al pecador, e es nonbre de bienaventurança, porque pues dixo: “Jhesu, tú
seas comigo Jhesu”.
E aquel nonbre es de grand astinencia, de muy grand dignidad. Onde dixo sant
Bernaldo: “Mas el nonbre del Salvador, de mi ermano, de la mi carne e de la mi sangre
ascondido a los infieles, mas en fin de los siglos será descobierto. Nonbre que non es
menos de grand reverencia diziendo. Nonbre que non recibe ninguna estimación
gracioso, e por él es omne a los otros agradable”.136
E más aún, aquel nonbre de Jhesu es de muy grand virtud. Onde dixo sant Pedro:
“Llamarás el [f. 21c] nonbre de Jhesu, el qual nonbre es aquel que da a los ciegos ver, e
a los sordos oír, e a los contrechos andar, e a los mudos fablar, e a los muertos vida, e
todo el poder del diablo fuir de los cuerpos en que era la virtud de aquel nonbre”.137

131
Ibid. (22, 4).
132
Sententiae (II, 124), de Bernardo de Claraval.
133
Sermones super Cantica (15, 6).
134
LA (62): “Quarto est lux, unde ait”.
135
Sermones super Cantica (15, 6).
136
Sermo in canticum B. Virginis Mariae (coll. 1121).
137
Sermones (144), de Pedro Crisólogo.

166
E aquel nonbre Jhesu fue a Él puesto por Dios perdurable, por los ángeles e por
el padre putativo, este es Josep. E aquel nonbre Jhesu quiere dezir como Salvador es
dicho Salvador en tres maneras: por Padre de salvar, o por ábito o por fecho. Segund
que es dicho, por padre de salvar conviene a Él aquel nonbre del perdurable Dios, e así
es dicho ser puesto por el perdurable. E segund que es dicho, por el ábito de salvar, así
fue a Él aquel nonbre puesto por el ángel, e conviene a él del començamiento del su
nacimiento. Segund que es dicho, por fecho de salvar, es dicho ser fecho puesto a él por
Josep, por razón de la advenidera pasión. Onde dixo la Glosa sobre aquesta palabra:
“Llamarás el nonbre de Jhesu, que es dicho: ‘Nonbre puesto por el ángel e por Dios
perdurable’”.138 Porque trata de aquesto la Glosa, diziente: “aqueste nonbersic dicho
nonbramiento”, esto es como en tres maneras Jhesu Christo sea llamado, es dicho
nonbre puesto a él por Josep, e por el ángel e por Dios perdurable.
La tercera razón por que aquel día de la circuncisión es [f. 21d] onrado, e el
esparzimiento de la sangre de Jhesu Christo. Por esto, ca en aquel día esparzió
primeramente la su sangre por nós, el qual quiso después esparzir por muchas maneras.
Ca por cinco vegadas esparzio por nós la su sangre: primeramente, en la circuncisión,
onde aquel esparzimiento fue començamiento de la nuestra redenpción; en la segunda
vegada, esparzió su sangre en oración, e en aquello mostró el deseo de la nuestra
redención por esto, ca en el cardenecimiento de los golpes dél somos nós sanos; en la
tercera manera, Jhesu Christo esparzió su sangre quando fue crucificado, onde aquel fue
el precio de nuestra rede[n]ción, porque entonce fizo él paga de aquello que non avía
robado; en la quarta manera, Jhesu Christo esparzió su sangre quando le fue abierto el
costado, e aquello le fue sacramento de la nuestra redención. Por la qual llaga salió
sangre e agua, la qual figura que nós por el baptismo somos lavados de los nuestros
pecados, el qual baptismo devía aver confirmamiento de la sangre de nuestro Señor
Jhesu Christo. La quinta razón, por aquel día de la circuncisión es celebrado, es la señal
de la circuncisión, la qual señal Jhesu humildosamente dev[i]ó recebir.
Onde quiso ser circuncidado Jhesu Christo por muchas razones. Primeramente,
por razón de sí, por esto que enseñase que avía verdadera [f. 22a] carne humana
recebida. Ca él sabía bien que algunos eran venideros, que él non avía verdadero
cuerpo, antes avía recebido cuerpo fantástigosic. Onde, por aquesto que destruxiese la
era dellos, que quiso ser circuncidado e por aquesto quiso él sangre perder, por este

138
Cfr. Mateo (1, 21); Lucas (1, 31).

167
cuerpo que fantástigo non echaría sangre de sí. Por la II razón quiso ser circuncidado:
“Ca en todas139 maneras se faze circuncisión”, segund que dize sant Bernaldo, “Las
quales deven ser fechas en nós esto: la de fuera, que se faze en la carne; e aquella que se
faze de dentro en la voluntad. La circuncisión de fuera está en tres cosas: Christo es en
ábito que non sea omne notable, en fecho; que non sea reprehendedor, en palabra; e que
non sea menospreciador. [...]140 En cogitación, que sea sancta; en acabamiento, por esto
que sea puro; en entención, por esto que sea pura e derechurera”. Estas son las palabras
de sant Bernaldo.
E aún más, Jhesu Christo quiso tomar circuncisión por amor de nós, por esto que
nos salvase. Así como faze, él se dañó en un mienbro del cuerpo por esto que todo el
cuerpo sea sano. E si Jhesu Christo quiso tomar el sedano141 de circuncisión por esto
que así todo el cuerpo humanal fuese sano del mal del pecado, segund que se ley en la
Espístola a los Colosenses, en el segundo capítulo, diziente: “Circuncisio sodes por
circuncisión que non [f. 22b] fue fecha por mano en despojamiento de la carne; mas
circuncisio sodes por la circuncisión de Jhesu Christo”.142
La tercera razón, fue circunciso Jhesu Christo por razón de los judíos, por esto
que se non podiesen escusar del recebir. Ca si circunciso él non fuera, podiéranse
escusar los judíos, e dezir: “Por esto que non te dizimos ‘recebimos’, ca non eras
semejable a los nuestros padres”.
Por la quarta razón, fue circuncidado Jhesu Christo por razón de los demonios,
por esto que el misterio de la encarnación non conosciesen. Onde como circuncisión se
fiziese contra el original pecado, crey el diablo que Jhesu Christo, por esto que omne lo
circuncidava, que fuese pecador, e que oviese menester remedio de circuncisión. E por
aquella misma razón quiso que la su madre, la qual quiso que sienpre fuese virgen, que
oviese esposo, por esto que el diablo se cuidase que Jhesu Christo fuese de omne e de
fenbra nascido.
E por la quinta razón, fue circuncidado Jhesu Christo, esto es perfetasic e
derechurera cosa a conplir. Ca así como quiso ser bateado, esto es, que perfeta humildat
conpliese, e así quiso ser circuncidado por demostrar la su humildad, porque aquella
humildad fusesic demostrado que él, que era donador de ley e Señor, se era sujuzgado a
la ley.

139
LA (102): “Duplex”. Sermones diversi (15, 32), de Bernardo de Claraval.
140
LA (104): “Interior autem similiter in tribus consistit”.
141
LA (106): “cauterium”.
142
Colosenses (2, 11).

168
E por la sesta razón, fue circuncidado Jhesu Christo por la ley de [f. 22c] Moisén
alabar, a la qual ora buena e sancta e conplidera. Ca non era venido por la ley
quebrantar, mas por la conplir, segund se ley en la Estoria a los romanos en el XV

capítulo, diziente: “Digo yo, verdaderamente, que Jhesu Christo ovo menester
circuncisión”.143
E por la virtud de Dios, e por qué se fazía la circuncisión en el otavo día, muchas
razones se pueden asinarsic. La primera razón a tal era el entendimiento de la estoria o de
la letra, por la qual se demuestra que el otavo día se deve fazer la circuncisión. Ca
segund dixo Moisén,144 que fue grand filósofo e grand teólogo, que ya fuese esto que el
infante judío fuese al tercero día en tan grand ternedunbre, como era estante en el
vientre de la madre, en el otavo día recebiera grand fortaleza de natura, porque el
infante podría mejor sofrir el tal dolor de la circuncisión. Por la qual cosa, segund que
dixo Moisén, non quiso nuestro Señor que los infantes fuesen circuncidados ante del
otavo día, porque non les fiziese mal por la grand terneza que de antes han; mas quiso
nuestro Señor que la circuncis[i]on non se alongase más del otavo día. E aquesto quiso
Dios por tres razones, las quales demostró e dixo Moysés: “La primera razón es por esto
que si el infante en aquel medio moría, que por el alongamiento que se fazía de la
circuncisión non fuese dañado, on[f. 22d]de quiso Dios esquivar aquel peligro. La
segunda razón es que Dios quiso que fuese providosic al dolor de la circuncisión a los
infantes pequeños, onde quiso nuestro Señor que aquel dolor sufriesen ellos en aquella
hedad por esto que non han aí [i]maginación, que es a mal e que oviesen e sentiesen más
dolores en aquel lugar. La tercera razón es por esto que sea consejado a la tristeza de los
parientes, ca quando algúnsic infante muere por tal de la circuncisión, menos de mal
sabor non han los parientes, por esto ca el infante era pequeño e con menos de plazer,
que quando es grande e después morir de tan poco mal.
La segunda razón, tomada por el entendimiento celestial. Onde por aquesto se
fazía la circuncisión en el otavo día, que fuese dado a entender a omne que la ochava de
la resurreción fue omne de toda pena e de toda mesquindad circuncidado. E segund
aquestos ocho días serán ocho hedades. La primera hedat fue de Adán fasta Noé; la
segunda hedad fue de Noé fasta Abrahán; la tercera hedad fue de Abr[a]hán fastatasic
Moisén; la quarta hedad fue de Moisén fasta David; La quinta hedad fue de David fasta

143
Romanos (15, 8).
144
Véase Dux neutrorum vel dubiorum (III, 49), de Maimónides.

169
Jhesu Christo; la sesta hedad fue de Jhesu Christo fasta la fin del mundo; la sétima
hedad será quando todas las gentes morirán; [...]145
E por los ocho días son entendidas ocho cosas que nós avía[f. 23a]mos en la vida
perdurable, las quales nonbra sant Agostín, diziendo: “Yo seré Dios de aquellos, e si yo
non era con ellos, ¿donde serían sanctificados? Ca yo sé todas cosas que honestamente
por omne se pueden desear, e esto es vida, salud, habundancia, virtud de todos bienes,
gloria, honra, e paz e todo bien”.146
E en otra manera por los siete días es entendido por omne que está por ánima e
por cuerpo. Ca los [qua]tro días significan los quatro elementos,147 de los quales es
fecho el cuerpo del omne. E los tres días significan tres poderes que son en el ánima,
esto es: codizia, ira, razón. Que ha omne que agora ha siete días, quando fuere ayuntado
a la gloria perdurable avrá entonces ocho días, en aquel otavo día será él circuncidado
de toda pena e de toda culpa.
La tercera razón se toma del entendimiento mortal. Onde segund aquestos ocho
días se pueden rescebir en diversas maneras. Esto es, que el primero día puede ser
conocimiento de pecado, onde se dize en el salmo: “Que yo con[o]sco la maldad”.148 El
segundo día puede ser asinado por ponimiento de desmanparar mal e de fazer bien. La
qual cosa fue notada en el fijo de Gualer,149 que dixo: “Levantarme he, e iré al mi
padre”.150 Por el tercero día es significado vergüença de pecado, onde dixo el apóstol:
“¿Quél fecho ovistes entonce por el qual avedes a[f. 23b]gora vergüença?151 Por el
quarto día puede ser significado el temor del avenidero juizio de Dios, onde dixo Job:
“Así como por de corrimientos hinchados sobre mí, yo tomo Dios”.152 E dixo sant
Jherónimo: “Sé que yo beva e coma o faga otra cosa, sienpre me es visto que yo oya
señal en las mis orejas aquella boz que dirá, diziendo: ‘Levantadvos suso muertos e
venid al juizio’”. Por el quinto día que será sinificada la oración del omne, porque dixo
Jheremías: “El lloro dél engendrará fe a ti”.153 El sesto día puede significar confesión,
onde es dicho en el salmo: “Confesamos”.154 El seteno día significa esperança de venir,

145
LA (129): “octava resurgetium”.
146
De civitate Dei (XXII, 30).
147
En el incunable: “elequeentos”.
148
Salmos (50, 5).
149
LA (141): “filio prodigo”.
150
Lucas (15, 18).
151
Romanos (6, 21).
152
Job (31, 23).
153
Jeremías (6, 26).
154
Salmos (31, 5).

170
esto es, de perdón. Ca ya fuese esto: Judas confesase el su pecado non ha esperança de
perdón, por la qual cosa non le ha Dios misericordia que le perdonase su fallecimiento.
El otavo día sinifica sastisfaciónsic de pecado, onde aquel día ombre espiritualmente es
circuncidado, non tan solamente de culpa, antes lo es de toda pena.
Los dos días primeros sinifican el dolor que omne deve aver emenadar el
fallecimiento. Los otros dos días significan la confesión que nós fazemos de los
pecados, e de los bienes que podieramos aver fecho. Los otros quatro pueden significar
oración e esparzimiento de lágrimas, e aflición de cuerpo e donamiento [f. 23c] de
limosnas.
Los siete días pueden significar siete cosas,155 por las quales omne que
diligentemente se quiera pensar, se circuncidará de toda voluntad de pecado. Así que
una de las dos cosas cuídase diligentemente en sí grand dieta, esto es grand astinencia
faría las siete cosas. Nonbra sant Bernaldo, diziendo: “Siete cosas son que son de ser
omne, las quales, si omne las pensava, ningund tienpo non pecaría. Una de las quales es
la materia vil, de que el omne es fecho; e la otra es leidasic; e el enchimiento, que omne
ha flaco; e del estamiento, que omne es feble; e la muerte triste; e el salvamiento del
cuerpo, que es mesquino; e la danación del omne, que non es deseada”. La otava cosa
puede ser el asinamiento de la iglesia deseada.
La quarta razón es recebida por entendimiento tenporal o espiritual. Onde
segund aqueste entendimiento serán cinco días asinados, que significan cinco libros de
Moisén, en los quales es contenida la ley. E los otros dos días significan los profetas e
los salmos. E que el otavo día sea asignado por la dotrina del evangelio; mas en los siete
días primeros non se fazía perfeta circuncisión. En el otavo día se fazía perfeta
circuncisión de toda culpa e de toda pena, e agora se faze por esperança; mas en la fin,
se fará por verdad. Seis cosas [f. 23d]son porque fue dada la circuncisión las quales son
notadas en aquestos versos:
caraytersic, señal, merecimiento, melezina, figura,
e enxienplo fue otro tienpo la circuncisión dura.

De la carne de la circuncisión de nuestro Señor, es dicho que el ángel la traxo a


Carlos el Magno. Onde él la puso muy honradamente en una iglesia de santa María, que
es en una cibdad dicha Aquisgrán. Mas después, segund es dicho, Carnel156 traxo

155
LA (155): “Vel octo dies possunt octo quorum”.
156
LA (164): “Karolus”. Se refiere de nuevo a Carlomagno.

171
aquella carne a otra cibdad, que es dicha Cariosi.157 Mas agora dizen que es en Roma,
en la iglesia que es dicha Santa Santorun, en la qual se ley que la carne que fue
circuncisa de Jhesu Christo e el onbligo claramente es demostrado porque en aquel día
se muestra en la iglesia de Santa Santorun; mas si aquesto es verdad, maravilla es que
aquella carne sea segund verdad de natura humanal. Nós creemos que quando Jhesu
Christo resucitó que la tornó a su cuerpo glorioso. Otros dizen que ya sea esto, que
aquello que dizen que sea verdad, segund opinión de los que dizen que aquello sólo fue
en verdad de natura humanal, la qual cosa fue de Adán avida, onde aquella cosa tan
solamente dizen que resucitó.
Notadera cosa es que el otro tienpo que por los paganos o por los gentiles eran
muchas calendas celebradas, las quales apenas pueden ser vedadas por los santos
christianos, de los quales faze memoria sant Agostín [f. 24a] en un su sermón,158
diziendo que los gentiles creíen que enero era un grán Dios, porque en las calendas ellos
lo onravan mucho, e figuraron su cabeça con dos caras, una delante e otra detrás, e
aquesto fazían, ca era término del año pasado e era començamiento del año venidero. E
a las otras calendas ellos fazían formas maravillosas, así que a los unos fazían vestidos
de pieles de vestias, e a los otros fazían con forma de cabeças de bestias, por la qual
cosa ellos demostravan en ellos ábito de bestias. E algunos se vestían vestidos de
mugeres, de la qual cosa non avían vergüenza quando los sus dioses demostravan atales
con desformadas vestiduras. E eran algunos gentiles que guardavan agüeros, que de sus
casa fuego non dexavan sacar en las calendas de enero, nin darían algund beneficio a
omne poderoso; mas bien tomavan otros que les querían algo dar. Eran algunos que en
la primera noche de enero ponían la mesa con muy fermosas tovajas159 e así le fazían
estar aparejada toda la noche, por esto que creían que en todo el año estarían en gozos y
en conbites. E después dixo sant Agostín que aquello querían guardar las costunbres de
los paganos, que ellos que deverían ser temerosos por esto que non los aprovechó. E
dixo [f. 24b] que quien a locos omnes diese por alguna humanidad, que era
parcionero160 de los pecados suyos. E en esto ninguno non deve dudar porque vosotros
cunple que vos guardedes de mal fazer, e aún vos es menester que aquellos a los quales
viéredes mal fazer, que los castiguedes e los reprehendades”. Aquesto dixo sant
Agostín.

157
LA (164): “Carosium”.
158
Sermones (198), de pseudo Agustín de Hipona.
159
Tobaja: toalla.
160
Parcionero: (del fr. ant. parçonier). Partícipe.

172
[VIII]
Título VIII. De la apareción de nuestro Señor

La fiesta de la aparición de nuestro Señor es noblecida por quatro miraglos, onde por
aquesto es dicha en quatro maneras: aqueste día los reys adoraron a Jhesu Christo; e
sant Juhan batizó a Jhesu Christo; e el agua fue tornada en vino; e Jhesu Christo fartó
cinco mill omnes de cinco panes.
Onde quando Jhesu Christo fue de hedad de treze días, los reys vinieron a él por
guiamiento de la estrella, e por esto aquel día es dicho epifanía ab epi, que quiere dezir,
de sobersic; e sanos, que quiere dezir, aparicio,161 ca desuso a ellos apareció la estrella.
Onde por la estrella que fue de suso vista fue Jhesu Christo a los reyes verdadero Dios e
demostrado. En aquel mismo día, pasados veinte e nueve años, e por esto que avía
veinte e nueve años e doze días (“e así comiençan ser en los treinta años”, segund que
dixo sant Lucas162 o segund que dixo Beda,163 en la i[f. 24c]glesia de Roma conplidos
avía treinta años), onde entonces fue batizado en la fuente Jordán. E por aquesto aquel
día es dicho diafanía a theos, que quiere dezir deus e fanos, que quiere dizirsic, aparició,
ca entonce apareció Dios en la Trinidad, esto es: el Padre, en boz; el Fijo, en carne; el
Spíritu Santo, en enseñança de paloma.
Ca en aquel día, pasado un año, como él fuese en hedad de treinta o treinta e un
años e de treze días, tornó Jhesu Christo de agua vino. Onde por aquesto es dicho aquel
día befanía, a besa, que quiere dezir, casa,164 ca por el miraglo que fue fecho en la casa
aparició el verdadero Dios.
E en aquel día mismo, pasado un año, como él fuese de hedad de treinta e un
años o de treinta e dos años, fartó Jhesu Christo de cinco panes cinco mill omnes,
segund dixo Beda, ca segund es dicho en aquel imno: “Alunbra el muy alto”. E por
aqueste día es dicha figafama de fague, que quiere dezir boca o comer. Mas de aqueste
quarto miraglo es duda si es fecho en aqueste día, por esto ca non es fablado espreso en
el labro original de boca165, e es duda por aquesto que sant Jherónimo166 dixo en el VI
167
Libro, en el qual se trata de aqueste miraglo: “Que era cerca pascua quando se fizo”.

161
LA (4): “et inde dicitur epiphania ab epi, quod est supra, et phanos, apparitio”.
162
Lucas (3, 23).
163
Expositio in Lucam (I, 3, 23), de Beda el Venerable.
164
En el incunable: “cosa”. LA (8): “domus”.
165
LA (11): “tum quia in originali Bede non sic expresse”.
166
LA (11): “Iohannis”.
167
Juan (6, 4).

173
Onde en aqueste día fueron fechas quatro apareciones por Jhesu Christo; mas la primera
fue fecha por la estre[f. 24d]lla, que le enseñó estando en el pesebre; la segunda
aparición fue fecha por la boz del Padre, en la fuente Jordán; la tercera fue fecha por el
mudamiento del agua en vino, quando Jhesu Christo fue conbidado a las bodas; la
quarta cosa fue por el multiplicamiento del pan,168 que fue fecho en el disierto. Mas la
primera aparición mayormente es celebrada en aquel día, porque siguamossic la estoria
della.
Quando Jhesu Christo fue nacido, tres reis vinieron en la tierra de Jherusalem
delante Jhesu Christo, los nonbres de los quales en ebraico son dichos: Apulius, e el
otro Amerius, e el otro Damascus; en griego son dichos: Gualguat, e el otro Magulad, e
el otro Farraim; en latín son dichos: Baltasar, Meechior, Gaspar. Mas qué reys fueron
aquellos, en tres maneras fue demostrado. Aquel nonbre que es dicho magus es
nonbrado, ca magus quiere dizir escarnidor, e escantador e sabio. Onde dizen algunos
que aquellos tres reys fueron por razón dichos ser escarnidores, por esto que escarnieron
a Herodes, quando a él non tornaron, onde es dicho de Herodes que se vio escarnido por
aquellos reyes.169 Aún más, aquel nonbre magus, que quiere dezir encantador. Onde
fueron dichos encantadores de Far[a]ón Magi,170 e por esto dixo Grisóstomus171 que
aquellos tres reyes eran dichos Magi, los quales dixo que eran [f. 25a] encantadores.
Mas después fueron convertidos aquéllos, por los quales quiso Jhesu Christo su
nacimiento demostrar e quísolos traer a sí por esto: por aquellos diese perdón a los
pecadores. E aún más, aquel nonbre magua quiere dezir tanto como sabio. Ca por sí
mismo aquel nonbre magus en ebraico quiere dezir escrivano; mas en girego quiere
dezir filósofo; e en latín quiere dezir sabio. Porque después fueron dichos sabios, porque
eran grandes en saber.
Venieron después aquellos tres sabios e reyes con grand conpaña en la tierra de
Jhesu Christo e de Jherusalem; mas, ¿por qué vinieron los tres reyes sabios en
Jherusalem como aquí fuese nacido Jhesu Christo? Sobre aquesto demuestra
Remigeo172 quatro razones. La primera razón es que los tres reyes sabios conoscieron el
nacimiento de Jhesu Christo, mas non sabían el lugar, ca Jherusalem era ciudad real e
aquí era el soberano preste. Ellos asmaron que allí fuese aquel infante noble, por la

168
Falta la palabra en el incunable. LA (12): “panum”.
169
Mateo (2, 16).
170
Éxodo (7, 22).
171
LA (22): “Chrysostomus”.
172
Homiliae super Matthaeum (VII), de Remigio de Auxerre.

174
nobleza de la cibdad. La segunda razón es porque ellos ý vinieron por esto que supiesen
aína el lugar del su nacimiento, ca aquí estavan los sabios de la ley e los escrivanos. La
tercera razón es porque los tres reyes venieron en Jherusalem por esto que judíos non
oviesen escusación que pudiesen dezirnos: “Bien conoscimos el lugar del nacimiento,
mas el tienpo non [f. 25b] sopimos, e por aquesto non creemos en Jhesu Christo”. Onde
los tres reyes enseñaron por aquesto a los judíos el tienpo del nacimiento de Jhesu
Christo, e los judíos enseñaron a los reyes el lugar dó era nacido. La quarta razón
porque los tres reyes vinieron demandar a Jhesu Christo fue por esto, que por la su
diligencia fuesen condenados la pereza de los judíos. Ca aquellos tres reyes creyeron en
Jhesu Christo por un profeta, mas los judíos non quisieron en Jhesu Christo creer por
muchos profetas. A que los tres reyes demandaron rey estraño, mas los judíos non
quisieron demandar nin recebir el su rey propio. Los tres reyes vinieron de alexos a
Jhesu Christo, mas los judíos estavan cerca.
Aquellos tres reyes fueron sucesores de Balam,173 los quales vinieron a Jhesu
Christo quando vieron la estrella por aquel profeta de su padre que dixera: “Nacerá
estrella en Jacob, e levantar se a omne de Jherusalem, e c”.174
Otra razón muestra Crisóstomus sobre Matheo en el Original, por qué vinieron
aquellos tres reyes a Jhesu Christo. Dixo Crisóstomus que aquellas gentes fueron, que
eran acatadores de los secretos del cielo, los quales dixeron que escogiesen de sí
mismos doze, e quando alguno de aquellos moriese, que su fijo fuese sucesor e aquel
otro su cercano. Onde aquellos doze, cada año por un mes subían suso a un [f. 25c]
monte, el qual dizían Vitorial, e por tres días estava cada uno allí lavando a sí mismos
de los pecados, e rogando a Dios que les mostrase la estrella que les avía profetizado
Balam. Porque ellos ayunavan una vegada, en el día del nacimiento de nuestro Señor
demientra que ellos estavan allí sobre el monte, que les apareció veniendo sobre ellos, la
qual avía forma de muy fermoso infante e sobre la cabeça dél resplandecía una muy
fermosa cruz, la qual estrella falló a los tres reyes, diziendo: “Andat muy toste175 en la
tierra de Judea, e allí fallaredes vós el rey nacido, aquel que vosotros demandades”.
Onde ellos muy cuitosamente començaron ellos a venir contra la tierra de Judea; mas,
¿en quál manera podieron aver andado tanto de tierra en tan poco de tienpo, esto es: que
fuesen venidos de oriente fasta Jherusalem en treze días, el qual dizen que es en medio

173
Adivino llamado por Balac para maldecir la avaricia a Israel, vid. Números (22, 5-20).
174
Números (24, 17).
175
LA (44): “Ite velocius”.

175
de mundo firmado? Esto es diziendo, segund la razón de Remigi,176 que aquel infante, al
qual andavan buscar, los pudiese fer venir ý en menos de tienpo. Es pues dezir, segund
sant Jherónimo, que los tres reyes vinieron ý en dromedarios, que eran bestias muy
livianas, las quales corren en un día tanto quanto un cavallo corre en tres días. Porque
es dicho dromedario a dromos, que quiere dezir, cuerpo e aires, que [f. 25d] es virtud.
Quando los tres reyes fueron, vinieron en Jherusalem, ellos demandaron,
diziendo: “¿Dó es el rey de los judíos que es nacido?”. Non dixeron si era nacido, por
esto que ellos crean firmemente que era nacido, mas demandaron en quál lugar era
nacido. E así como si omne los demandase, “¿cómo sabedes vosotros que aquel rey será
nacido?, ellos respondieron diziendo: “Nós vimos la estrella del oriente, porque
venimos adorarlo”.177 Esto es: “Que demientra que nós estavamos en oriente, vimos la
estrella dél puesta sobre Judea que nos enseñó el su nacimiento”; o “nós estando en la
vuestra tierra, vimos la estrella del oriente”, esto es en la parte oriental.
Por aquestas palabras, segund que dixo Remigio en el libro que es dicho
original,178 e es demostrado que aquellos reyes confensaron que Jhesu Christo era
verdadero omne, e verdadero rey, e verdadero Dios. E dixeron: “Él será verdadero
omne”, quando dixeron: “¿Ó es aquel que es nacido?”; confesaron: “Él será verdadero
rey”, quando le dixeron: “Rey de los judíos”; e confesaron: “Él será verdadero Dios”,
quando dixeron: “Venimos adorarle”. Ca mandamiento era de Dios que omne adorase
sólo Dios tan solamente. Mas quando Herodes oyó aquesto, fue mucho irado, e turbado
e todas las gentes de Jherusalem con él. Fue por tres razones el rey Herodes turbado.
Primeramente, por [f. 26a] esto que avía miedo que los judíos le recibiesen por su rey
aquel infante que era nacido, e echasen a él de su reyno de Judea, así como a omne
estraño. Por la segunda razón fue turbado Herodes, por esto que avía temor que fuese
muerto por los romanos si alguno se llamase rey en su reino que non fuese establecido
por el enperador. Por la tercera razón fue Herodes turbado por esto ca, segund dixo sant
Grigorio,179 quando fue nacido el rey del cielo, fue turbado el rey de la tierra, e non fue
maravilla que la alteza de la tierra se confondasic quando la alteza celestial sobra.
E todas las gentes de Jherusalem fueron turbados con él por tres razones: la
primera fue que non se podían alegrar los malos del avenimiento del justo; por la
segunda razón, fueron irados por esto que pluguiesesic al rey así que se mostrasen

176
Homiliae super Matthaeum (VII), de Remigio de Auxerre.
177
Mateo (2, 2).
178
LA (61): “Hiis verbis, sicut dicit Remigius in originali”.
179
XL homiliarum in evangelia libri II (1, 10, 1), de Gregorio I.

176
turbados desto que era turbado el rey; la tercera razón, porque ellos fueron turbados que,
así como las ondas de la mar se fieren las unas con las otras, así por los reyes, quando
conquistan entre sí, se turba el pueblo. Onde por aquesto temieron ellos que fuese
brigasic el rey que era e aquel que dezía que era verdadero, e así por la su briga fuesen
ellos enbueltos en trabajos.180 Aquesta razón muestra Crisóstomus del su turbamiento.
E entonce Herodes fizo ayuntar [f. 26b] delante sí todos los sacerdotes, prestes e
todos los escrivanos, a los quales demandaron dó sería nacido Jhesu Christo. Los quales
le dixeron que en Belén era nacido. Porque ascondidamente fizo venir delante sí los tres
reyes, e los preguntó diligentemente e los demandó el tienpo de la apareción de la
estrella, por esto que sopiese él qué faría de Jhesu Christo si los reyes non tornasen a él.
Onde dixo a los reyes que tornasen a él quando oviesen el infante fallado, diziéndoles
que él lo iría adorar, el qual quería aver muerto.
E es cosa verdadera que quando los tres reyes fueron entrados en Jherusalén,
luego perdieron el guiamiento de la estrella. E aquesto fue fecho por tres razones. La
primera, por esto que ellos fuesen costreñidos de demandar el lugar del nacimiento de
Jhesu Christo, por el perdimiento de la estrella que los guiava. E así, que ellos
certificados fuesen del su nacimiento por la apareción de la estrella por el afirmamiento
del profeta, así como dicho es. La segunda razón por que ellos perdieron de ver la
estrella fue, ca derechurera cosa fue que ellos querían ayuda de omne, que perdiesen la
de Dios. La tercera razón por qué ellos perdieron de ver la estrella fue, ca señales son
dadas a los non fieles, segund que dixo el apóstol: “Más pacífica181 fue dada a los non
fieles”. Onde por aquesto la señal [f. 26c] dada aquestos, demientra que ellos eran non
fieles, non devía aparecer a ellos, demientra que eran contra los judíos, que eran fieles.
Aquestas tres razones son demostradas en la Glosa: “E quando los tres reyes fueron
fuera de Jherusalem, la estrella les andava delante fasta que fueron venidos en aquel
lugar do estava el infante de aquella estrella”. Quál fue, son tres opiniones las quales
pone Remigio en el libro que es dicho original:182 “Algunos dizen que fue Spíritu
Sancto en semejança de estrella, aquel que después descendió en semejança de paloma
sobre Jhesu Christo, quando fue batizado. Otros dizen, así commo Crisóstomus, que
aquella estrella fue ángel, la qual apareció a los pastores, apareció a los reyes; mas los
pastores eran judíos, por esto ca usavan de razón, aparecioles en forma razonable; e a

180
LA (72): “et ideo ex hoc timuerunt ne scilicet presente et venturo rege ad invicem certantibus ipsi
perturbationibus involuerentur”.
181
LA (81): “prophetia”.
182
LA (84): “tres sunt opiniones quas ponit Remigius in originali”.

177
los reyes, que eran gentiles, aparecioles en forma non razonable. E en otro lugar se lee
aquesto: que es más verdad que aquello fue más estrella de nuevo criada, la qual,
quando ovo fecho aquesto que fazer devía, luego tornó en su propia materia de que era
fecha.
E aquella estrella, segund que dixo Fulgencio,183 era departida de las otras
estrellas en tres cosas. Esto es: en el estamiento, ca non era allegada nin firmada con las
otras en el firmamiento, antes estava en medio del aire cerca de la tierra; era [f. 26d]
departida de las otras estrellas por resplandor, ca más resplandeciente era que las otras
estrellas. La qual cosa fue magnifiesta por esto que el resplandor della non podía ser
fecho oscuro por el resplandor del sol, antes aparecía mucho luziente en ora de medio
día; era desemejante de las otras estrellas en el su movimiento, por esto ca delante los
tres reyes andava en manera de omne que iva por su camino, non andava por atal
movimiento como las otras estrellas que van por el firmamiento; por esto cierto ante los
tres reyes andava e manera de cuerpo e ánima por el aire a paso. Onde quando los tres
reyes vieron la estrella, luego fueron mucho alegres de grand gozo que ovieron.
Notadera cosa es que cinco maneras son de estrellas: una de las quales fue
aquella estrella que apareció a los reyes, esta es estrella material, o estrella spiritual, o
estrella en entendimiento o estrella razonable sustancial. La primera estrella, esto es
material, vieron los tres reyes en oriente. La segunda estrella, esto es spiritual, que es fe,
vieron los tres reyes en sus coraçones, ca si aquesta estrella, esto es fe, non
resplandeciese primeramente en sus coraçones, non podieran venir a la visión de la
primera estrella. Ca los tres reyes ovieron fe del nacimiento de [f. 27a] Jhesu Christo
quando dixeron: “¿Ó es aquel que es nacido rey de los judíos?”, porque parece que ellos
ovieron fe de la real dignidad dél, en aquesto que dixeron: “Rey de los judíos”, e
ovieron fe de la deidad, de la qual cosa fue magnifiesto quando dixeron: “E nós
venimos adorarlo”. La tercera estrella ovieron, esto es en entendimiento, la qual cosa
fue, el ángel que vieron en sueños antes, fue el mismo que les amonestó que non
tornasen a Herodes; ya sea esto que sea dicho segund una Glosa, que non fue ángel que
vieron en sueños, antes fue el mismo nuestro Señor que les amonestó que non tornasen
a Herodes. La quarta estrella ovieron los tres reyes, esto es la razonable, la qual fue la
bien aventurada Virgen, la qual vieron en aquel lugar dó yazía. La quinta estrella vieron

183
Cfr,. De epiphania domini (3); De ephiphania deque innocentium nece et muneribus magorum (8), de
Fulgencio de Ruspe.

178
los reyes, la sustancial, la qual fue Jhesu Christo que vieron en el pesebre, e de aquesta
doble estrella es dicha en el Evangelio, diziente: “E entraron en la casa e c”.
E cada una de aquestas cosas es dicha estrella, de la primera es dicho en el
Salmo que dize: “La luna e las estrellas que tú feziste”.184 De la segunda es dicho en el
Eclesiástico XLIII capítulo, en que dize: “Las figuras del cielo”, esto es del omne
celestial, “que fue iglesia185 de los cielos”, esto es de virtudes.186 De la tercera estrella
dixo Barut propheta en el IIIº capítulo, en que dize: “Las estrellas da[f. 27b]rán lunbre
en las sus guardas e c.”.187 De la quarta estrella es dicho en la añasic en que dize: “Dios
te salve estrella de la mar e c.”.188 De la quinta estrella es dicho en el Apocalipsi en el
postrimero capítulo, en que dize: “Yo só raíz e linage de David estrella reluziente e muy
resplandeziente”.189
Onde por la visión de la primera estrella e de la segunda, fueron mucho alegres
los tres reyes; e por la visión de la tercera estrella fueron mucho alegres los reyes, de
muy grand gozo que ovieron de la su vista; e por la visión de las otras estrellas fueron
muy alegres de grand gozo que ovieron. E segund que dize la Glosa: “Aquel se alegra
por verdadero gozo que se alegra de Dios que es verdadero gozo”, e aí es ayuntado,
“mas esto es grand gozo, por esto que ninguna cosa non es mayor gozo que Dios”. E
aquestas palabras quiso mostrar el Evangelista, que los omnes se alegran más de las
cosas perdidas e después falla, que de las cosas que todavía han tenido.
Quando los tres reyes fueron entrados en la casa do estava santa María la Virgen
con su Fijo, ellos todos tres fincaron los finojos, e ofrecieron al infante atales tres dones,
esto es: oro, e encienso e mirra. Onde sobre aquesta palabra fabló sant Agostín, e dize:
“En niñeza, ¿a la quál las estrellas se sometieron, del quál es aquesta grandeza e [fol
27c] de la sovervia gloria, a los trapos de los quáles los ángeles se cubren, e las estrellas
se ponen, e los reyes triemen, e los pensadores de sabidoría se engendran? Onde yo só
espavorido quando veo los trapos, e acato el cielo, e só todo espantado quando yo
guardo a Dios en el pesebre mesquino, e después lo veo más claro que las estrellas”.
E dixo sant Bernaldo: “¿Qué fazedes vós, reyes, que avéis fecho el infante de
leche a Erodes so el cobrimiento vil, e en viles paños? Pues, ¿aqueste tal non es Dios?
¿Qué fezistes quando el oro le ofrecistes? Semejante es que sea rey, e ¿dó es su palacio

184
Salmos (8, 4).
185
LA (106): “gloria”.
186
Eclesiástico (43, 10).
187
Baruc (3, 34-35).
188
LA (108): “De quarta: Ave maris stella etc.”.
189
Apocalipsis (22, 16).

179
real, e dó es la su silla, e dó es la su corte real e quáles son que están dentro? ¿En el su
palacio real es la establia, e la su silla es pesebre, e aquellos que están en su corte, Josep
e María? E aquestos atales fechos non son sabios”.190
Onde de aquesto dixo Ilario, en el Libro segundo de la Trinidad,191 en que dixo:
“Parió la Virgen, mas el su parto es de Dios. Onde por aquesto la dignidad del poder nos
pierde, demientra que la humildad de la carne se magnifiesta. Vedes en quál manera
fueron en Jhesu Christo quando era infante las humillosas condiciones, e aquellas que
non eran firmes, tan solamente aquestas, mas antes fueron las condiciones.
De aquesta materia fabla Jherónimo sobre la Ephístola a los Ebre[f. 27d]os,192 en
que dize: “¡Ved las cortes de Jhesu Christo quando vedes cielo tierra! E quando vedes
el infante yaziendo en el pesebre, ¡escuchad a los ángeles cantando e loando a Dios en
uno! Herodes lo persiguió malamente, mas los reyes lo adoraron. Los fariseos non le
conoscieron, mas la estrella lo demostró. Fue batizado por el su siervo, e la boz de Dios
sonante sobre él fue oída. Cubierto fue de agua, mas el Spíritu Sancto descendió sobre
él en semejança de paloma”.193
Muchas razones son por que los tres reyes traxieron aquellos dones a Jhesu
Christo. La primera razón fue por esto: ca así era acostunbrado entre los omnes
antiguos, segund que dixo Remigio, deziente que ninguno a Dios non entrase nin al rey
sin presente. E los Persianos e los Caldeos avían acostunbrado de fazer atales dones. La
segunda razón es, segunt dixo sant Bernaldo,194 porque los tres reyes ofrecieron horo a
santa María, por esto que los acorriesen a su mengua; e ofreciéronle encienso, del qual
oviese buena odor contra el pudor del establo; e ofreciéronle mirra, con la qual
confortase los mienbros del infante, e que echase dél con aquel ungüento todos los
malos veninos. La tercera razón por que le ofrecieron los reyes aquellas tres cosas, fue
que el oro le ofrecieron por tributo, e el [f. 28a] encienso por sacrificio e la mirra, que
pertenence a la sepultura de los muertos. Onde por aquestas tres cosas es mostrado en
Jhesu Christo el poder real, e la divina magestat e la muerte humanal. La quarta razón
por que los tres reyes le ofrecieron estos dones, fue por esto: ca el oro sinifica amor, e el
encienso sinifica oración e la mirra significa la carne de la muerte del omne, las quales
tres cosas nós devemos ofrecer a Jhesu Christo. La quinta razón por que los tres reys

190
Sermo in epiphania domini (1, 5).
191
De Trinitate (2, 27).
192
LA (133): “Ephesios”.
193
Commentarii in IV epistulas Paulinas (2).
194
Sermo in ephifania domini (3, 1).

180
ofrecieron estos dones a Jhesu Christo es por esto: que por aquellos tres dones eran
significadas tres condiciones que eran en Jhesu Christo; esto es, por el oro que le
ofrecieron, la divinidad muy preciosa; e por el encienso, la su ánima, que era muy
devota; e por la mirra, la sinceridad de la su carne non corronpida. E aquestas tres
razones eran sinificadas por aquellas tres cosas que eran en el Arca. Ca la verga a que
floreció, sifinica la carne de Jhesu Christo que resucitó, segund que dicho es en el salmo
que dize: “Refloreció la nuestra carne”.195 E las tablas en las quales era escripta la santa
ley de Dios, esto es, los sus mandamientos, significan la ánima, en la qual son todos los
tesoros de la ciencia e de la sapiencia de Dios ascondidos. La madera que era en el Arca
significa la divinidad, la qual a to[f. 28b]do saber e toda suavidad. Por el oro, pues que
es más precioso que ningund metal, es entendida la divinidad de Jhesu Christo que es
mucho preciosa. Por el encienso es entendida la su ánima, la qual fue mucho devota por
esto: ca encienso significa odor e devoción, segund que es dicho en el salmo: “Sea
endereçada la mi oración en el tu esguardamiento”.196 Por la mirra, que guarda la carne
del omne de toda corrubción, es significada la sinceridad e la su formidunbre del su
cuerpo glorioso.
E amonestados los tres reyes por el ángel en visión que non tornasen a Herodes,
por otra carreta, se tornaron a sus tierras. Vedes en quál manera aprovecharon los tres
reyes, ca por la estrella que los guió, fueron por omnes, e non tan solamente por omnes,
antes fueron por prophetas demostrados, e por el ángel que los guió, se tornaron e
folgaron con Jhesu Christo en la su fin.
Los cuerpos de los quales solían estar en Anula,197 en la iglesia que agora es de
la orden de los predicadores, mas agora yazen en la cibdad de Colonia.

[IX]
Título IX. De sant Polo, primero hermitaño198

Sant Polo fue el primero hermitaño, segund que dixo sant Jherónimo que escrivió la su
vida,199 el qual fuyó por la persecución del emperador Decio [f. 28c] en un yermo, en el

195
Salmos (27, 7).
196
Salmos (140, 2).
197
LA (162): “Mediolani”.
198
Esta lectura no aparece registrada en ninguno de los manuscritos de la Compilación B.
199
Vita Pauli heremitae.

181
qual lugar estuvo dentro en una cueva cincuenta años200 que nunca vio omne nin muger.
E aquesto fizo sant Polo por miedo de los tormentos que veía fazer a los christianos, por
que fuyó aquel lugar yermo.
E en aquel tienpo fueron presos dos mancebos christianos, e fue untado el
cuerpo del uno con miel, e después fue puesto al rayo del sol, por esto que moscas e
távanos e abiespassic le atormentasen más. El otro mancebo fue puesto en muy buen
lecho muy muelle, en el qual avía muy grand tempramiento de aire, e cerca el lecho avía
muy plaziente sueno de ríos, e aguas, e de cantos dulces e adoramientos de flores que
eran en diversas colores; mas avía las manos atadas e los pies, así que non se podía
mover nin ayudar. E asentaron acerca dél una infanta mancebilla muy fermosa, la qual
era mala muger, porque con grandes cuidados tratava el mancebillo, que era lleno del
amor de Dios. Mas commo el infante oviese desordenados movimientos de la carne por
aver el tañimiento de la mala muger, e non oviese armas ningunas con que se
defendiese, con los dientes tollió la su lengua propia e escupiola por la cara de la mala
muger, por la qual cosa él murió, porque era venida la ora de la vitoria. Por las quales
pe[f. 28d]nas sant Polo fue espavorido en la hermita.
El qual tienpo, demientra que Antonio primeramente cuidase entre los monges el
lugar en que podiese fazer una hermita, él vio en sueños otro lugar, que era mucho
mejor lugar. Onde como él por los montes buscase el lugar, vino un omne contra él, que
avía nonbre Ipancetabro, que le enseñó la carrera derecha de aquel lugar. Después él
falló una bestia que traía dátiles, la qual era sobre la imagen de omne muy bella e noble
de fuera, enpero, avía nonbre de cabra. E demientra que ella lo conjurava por Dios, que
dixiese ella quién era, la bestia respondió, e dixo que ella era sancto dios de los montes,
e que era lloro e tristeza de los gentiles. E después él falló un lobo que le traxo do estava
sant Polo.
Onde quando sant Polo sentió venir contra sí a sant Antonio, él trancó la puerta,
mas sant Antonio rogole que abriese la puerta, e díxole que en ningund tienpo de allí se
partiría, mas que en aquel lugar sabio moraría. Porque Polo le abrió la puerta, e luego
abraçáronse, e abraçados, cayeron en tierra.
E como fuese ora de comer, un cuerbo traxo dos tanto de pan a Polo, que non
solía. Onde como de aquello se maravillase Polo, le respondió, e dixo que Dios le dava
así de comer cada día. E que agora le avía enbiado dos [f. 29a] atanto que non solía,

200
LA (1): “LX annis”.

182
porque él era huésped. E luego ellos començáronse quál partiría el pan brevemente, por
que sant Polo dixo a Antonio, por onra, que él lo partiese; mas sant Antonio non lo
quiso partir, por honor de Polo, que era más viejo. Por la qual cosa amos pusieron las
manos sobre el pan, e partiéronlo por iguales partes entre ellos.
Onde commo sant Antonio se acercase a su casa, él vio los ángeles que levavan
el ánima de Polo, porque se tornó contra Dios.

[X]
Título X. De la vida de sant Julián*

Sant Julián fue de Antiochía natural, e de noble linage, e fue buen clérigo en gramática,
en dialéctica e retórica.
E sus parientes, non aviendo más de aqueste de quién se onrasen, siendo él
donzel de diez y siete años, rogáronle e afincáronle mucho que casase. E sant Julián, lo
uno, que avía fecho voto a Dios en su coraçón de mantener virginidad; e lo otro, por dar
a entender a sus parientes que tal voto non avía fecho, quería fazer con consejo
demandando plazo de siete días para verse e aver su acuerdo. Entretanto, sant Julián
nunca quedó de fazer oración rogando a Dios que le guardase en limpieza, así commo lo
avía propuesto en su voluntad. E a cabo de los siete días, en la noche, estan[f. 29b]do
muy cansado del trabajo, tomando sabor de dormir, apareciole Jhesu Christo que le
dezía: “Non ayas pavor nin miedo de cumplir voluntad de tus parientes. Tú abrás una
muger yo te ayudando, que bien así commo eres virgen, mantenga ella eso mismo
virginidad contigo, así lo guardeis amos”. E la visión vista, levantose sant Julián e dio
por ello a Dios muchas gracias, vino a sus parientes e cumplió lo que le mandaron. E los
parientes, con grand alegría, traxiéronle una donzella de sus parientas mismas egualsic
de linaje, e de riquezas, e mucho más en fermosura, que avía nonbre Basilisa.
Quando vino el tienpo de las bodas, sant Julián cantava e rogava a Dios,
diziendo: “Domine Jhesu Christe uresic renessic meos e cor meus. La serpiente antigua
non levante batalla de la su luxuria contra mí”. Entrando amos y dos201 a la noche, en el
tálamo en su poridad, dixo la donzella a sant Julián:

*
Lectura ajena a la Legenda aurea, vid. subapartado 3.2.1 del estudio introductorio.
201
En el incunable: “amos i dos”. Se trata de una expresión polémica, ya que algunos editores la han
resulto como “amos a dos”, argumentando que su uso es más frecuente en los textos de la época (vid.
Poema de Fernán González, ed. de Juan Victorio, v 493). En la base de datos CORDE del portal web de
la RAE aparecen reflejadas las dos entradas: “amos y dos” como “amos a dos”, en textos contemporáneos

183
– Maravíllome que siendo imbierno, ¿cómo es que siento grandes olores, e
nobles, e muy plazientes e departidos de muchas maneras? Que me semejan quantas
flores e especiales olores son en todo el mundo, están en este tálamo, así que me faze
aborrecer el ayuntamiento carnal.
Sant Julián respondió con grand gozo:
– Aqueste tan plazentero olor nunca ha acabamiento, aqueste es [f. 29c] olor que
da Jhesu Christo a los que aman virginidad e castidad. E la guardan por su amor e los
trae después a la vida perdurable.
Respondió Basilisa, e dixo:
– Así creo yo commo tú dizes.
Entonces sant Julián echose a preces, diziendo:
– Confirma hoc Deus quod operatus es in nobis.
Ella fizo eso mismo.
E ahe do se movieron los fundamientos de la cámara do estavan, e apareció una
gran claridad que la non podría omne contar. E con aquella claridad tan grande apareció,
de la una parte do estava, Jhesu Christo con muchos ángeles blancos sin cuento; e de la
otra parte, vírgenes sin cuenta de tod[o]s los linages, las quales estavan con la Virgen
sancta María. E de la parte del rey llamavan, e dezían: “¡Venciste Julián, venciste!”. E
da la parte de la reina dezían, e llamavan: “¡Bienaventurada eres Basilisa!, que así
consentiste los mandamientos de salud, e todos los falagos del mundo desanparaste e
menospreciaste”. Otra vez llamaron a la parte del rey: “Los mis cavalleros que
vencieron el entendimiento de la serpiente antigua levantose del sueño de la tierra, de
todo coraçon conoscan aquel lecho que les fuera aparejado, que en el libro de la vida
está puesto”. E luego los de amas las partes respondieron, e dixeron: “Amen”. E
vinieron dos ángeles en vestiduras blancas, tenían [f. 29d] cerca los pechos cintas de
oro, e tenían sus manos sendas coronas de oro. Levantáronlos, e dixeron: “¡Levantadvos
que ya vencistes, lo que vedes en el lecho que vos está aparejado, e leedlo, e conoced lo
que Dios verdadero es con sus palabras!”. E tomáronlos los ángeles por las manos e
levantáronlos. E estava en aquel lecho un libro que resplandecía siete,202 atanto que la
plata en que estava, en el qual libro estavan escritas letras de oro, e dixieron: “¡Llegad, e
leed lo que manda la sancta Trinidad: sant Julián e sancta Basilisa, por el mi amor, el

al Flos sanctorum con sus ethimologías. En la presente edición regularizo todos los casos “amos i dos”
como “amos y dos”; y respeto “amos a dos” cuando así se consigne en el incunable.
202
Siete: (más que -). Muchísimo, excesivamente, en demasía.

184
mundo desanparad!”. Luego desapareció la visión, así amos velaron la noche en
cantares de Dios. E así sirviendo a Dios, guardaron su linpieza e virginidad en puridad,
e non lo sabiendo sus parientes.
Entretanto, finaron sus parientes. E de aquel patrimonio que eredaron, fizieron
dos monesteriossic muy nobles, del un monesterio fue sant Julián padre de muchos
monges, e del otro monesterio fue sancta Vasilisa madre de muchas monjas. En los
quales lugares venieron muchos e muchas con buena fe, e vieron muchos a los ángeles
ser ayuntados a su conpaña.
Santa Vasilisasic, recelando al diablo, que andava como león rugiente por enlazar
las almas de aquellos que quieren servir a Dios con grand enbidia; otrosí, [f. 30a]
veniendo que non le derramase la grey de las ovejas que Dios le acomendara, que eran
las santas vírgenes de que ella era mayoral. E trabajose con ellas de rogar a Dios
muchas vezes que las guardase, e las librase de la serpiente antigua, que las non
ensuziase por fecho, nin por consejo; mas que las mantoviese en linpieza, e en caridad,
porque non es tan buena la castidad sin la caridad.
E entretanto, muchas visiones viendo, e oyendo muchas bozes del cielo que la
consolovan, e la esforçavan, e la fezieron cierta del tienpo que avía de acabar ella e sus
religiosas, faziéndolas ciertas de la gloria del Paraíso. Así que una vegada, estándoles
predicando, apareció entre una colunasic como pilar que salió un gran resplandor, e
començó tremer la tierra y el lugar donde ellas estavan, e apareció un pilar de grand
claridad en medio dellas, e testimonio escrito, e salió una boz de aquella coluna, e dixo
de sí un signo de cruz con grand resplandor, e olor muy suave, e plazentero, e dixo
aquella boz:
– Basilisa, el tu nonbre ave lo que está escrito, ley que esto es lo que estava
escrito en el testimonio: “Dicit primus e novisimus”. Todas aquellas vírgenes de quien
tú eres caudillo, por vasos limpios son recebidos ante los mis ojos, que ninguna cosa de
deseo nin de malo se puede [f. 30b] fallar en él. Ellas las quales tú, así como luna de
justicia, lunbreste en santas palabras amonestándolas, e así como el buen oro provado
en el fuego cortido las apreteste.
Entonce dieron muchas gracias a Dios, diziendo santa Basilisa:
– Gracias a ti Señor Jhesu Christo, que así venciste las tentaciones de las
nuestras carnes.

185
E diziendo estas cosas, e otras muchas que serían luengas de contar, con muy
gran gozo començó a tratar amaduramiento con el rucio203 de justicia, e dar de sí fruto
de justicia de bendición.
Así que por la gracia de Dios, cerca del tienpo que Dios le avía prometido, todas
se fueron a Paraíso. E esta Basilisa segura del fruto que avía puesto en guarda, ca lo que
tenía en el cielo, estando en oración a ora de sesta, segund lo avía de costunbre, tomole
sabor de dormir, e vido muy grand coro de vírgenes en que avía por cuento fasta mill,
vestidas de vestiduras blancas más que la nieve, cercadas de cercas reales, e trayendo
ante sí la seña del Rey, que es la cruz de Jhesu Christo. Dixeron todas por una boz a
sancta Basilisa: “Aquesta respuesta recibimos, que contigo vayamos al Rey. E a ti
esperamos todas, porque tu nós ofrescas a Jhesu Christo para que seamos llegadas a
Él”. Respondió santa Basilisa estando con grand gloria de la visión. E con grand
alegría, acontolo a sant Julián.
E ellos, estan[f. 30c]do en oración, segund su costunbre por la misericordia de
Dios, santa Basilisa finose e fuese para Paraíso. E sant Julián enterrola onradamente, así
como a ella convenía.
En aquel tienpo eran Diocliciano e Maximiano enperadores, e enbiavan a todas
partes a perseguir los christianos. E fue a Antiochía Marceliano, embiado por
adelantado, a do non dexava a ningunos conprar nin vender ninguna cosa si ante non
fuesen sacrificar los ídolos. E qualquier que la immagensic de Jobis non sacrificase, que
le matasen.
E imbió Marceliano a sant Julián que viniese con todos sus compañeros
sacrificar los dioses, en otra manera, que los faría matar. Luego sant Julián vínose a él
con mucha conpaña, e díxole: “Nós un Dios adoramos, e por esta razón nós somos
aparejados a tomar muerte tenporal porque bivamos sienpre en el cielo, mas que
biviendo en aqueste mundo, mucho suframos penas e tormentos en el otro, que dura sin
fin”.
Quando esto oyó el príncipe, fizo a todos sus conpañeros quemar en el fuego, e a
sant Julián, los mienbros estendidos, ferir muy fuertemente con palos. E quando le
ferían, uno de los que le ferían perdió el un ojo yendo contra él, por la qual cosa fue el
adelantado muy sañudo. E díxole sant Julián:

203
Corominas: “Rociar [...] rocío es derivado castellano de rociar y rucio lo es de su variante ruciar, por
compararción de la cabeza cana, o de la piel entrecana de las bestias, con una superficie cubierta de rucio.
1ª. doc: ruciar, Berceo”.

186
– Faz agora a todos tus sacerdotes de tus dioses venir aquí, e tór[f. 30d]nenle
aquel ojo; si non, yo en el nonbre de Jhesu Christo le alunbraré, e aún más los ojos del
coraçón.
Sobre esto, por mandado de el adelantado, fueron ayuntados todos los
sacerdotes, preguntándoles que diesen respuesta. E entendiéndolo la gente, respondieron
los demonios en los ídolos la oración de Julián:
– ¡Más que el fuego nós quema a todos!, e cómmo daremos a este omne lumbre,
ca esta es la cosa que nós mucho deseamos.
Entonce dixo sant Julián a aquel que era privado del ojo, que fuese luego al
tenplo de los sus dioses, que ellos demandavan por él. E quando entró, vio todos los
ídolos que eran más de cincuenta quebrantados e menudos, e començó llamar a bozes:
– ¡O, quántos son los maleficios de los encantadores!
E tornándose sant Julián, rogó a Jhesu Christo, e tornó al mancebo su ojo, e
dixo:
– Non es otro de adorar sinon sólo Dios de los christianos.
E luego mandolo matar el adelantado con una espada.
Sant Julián, quebrantado de muchas penas, e atado con cadenas de fierro,
mandole traer por las plaças de la cibdad, e trayéndole ante la puerta de uno que tenía
escuela donde aprendían los moços, salió el fijo del adelantado, que dezían Celso, de la
escuela al roído de la gente. E vido grand muchedunbre de omnes blancos commo la
nieve que traían cercado a sant Julián, [f. 31a] e cómo le ponían en la cabeça una corona
de oro llena de piedras preciosas. E contándolo a su maestro e a los dicípulos que
aprendían con él lo que viera, desanparó sus vestidos e el libro, e despojado, echose a
los pies de sant Julián. E creyendo en Jhesu Christo, siguió a sant Julián afirmando e
diziendo que non avía otro Dios de adorar, sinon el que creía sant Julián. La qual cosa
oída, aqueste moço fue luego oído por toda la cibdad, llorando sus parientes, queriendo
retener el moço con sant Julián para dar con él en el fondón de la cárcel fonda, e
tenebrosa e fedionda. Los pusieron treinta cavalleros, e Celso, creyeron en Jhesu
Christo.
Aquella noche, siete hermanos de linaje de Carimo, enperador, descendieron con
Antonio, sacerdote. Guiándolos el ángel de Dios, abriose la cárcel, e dieron muchas
gracias a Dios, e Antonio bateó a Celso e a los veinte cavalleros. E quando sopo
Marcelino, de consejo de los enperadores Deocliciano e Maximiano, quemó los siete
hermanos en el fuego.

187
Otro día, siendo en la plaça asentado como juez, mandó traer ante sí a sant
Julián, e a Celso e a Antonio. E él preguntando, los entendió que el su propósito, nin la
voluntad non era mudada de la fe de Dios. E en esto estando, vio traer un cuerpo muerto
de uno que dizían Anastasio, que llevavan a soterrar, e mandole trae[r] [f. 31b] ante sí.
Dixo sant Julián que, en el nombre de Jhesu Christo, él le resucitaría. E faziendo su
oración, resucitole. E después que Anastasio fue resucitado, dixo:
– ¿Cómo estó agora aquí, e dónde só agora traído?
Dixo el adelantado:
– ¿Qué as començado?
Dixo Anastasio:
– Siendo la mi alma salida del cuerpo, venieron muchos demonios negros que
avían dientes como leones, e los ojos ardientes como el fuego, e traían la mi ánima al
infierno sin ninguna misericordia; mas quando fizo oración sant Julián, todo el infierno
fue conturbado, e fue una boz oída del trono al cielo que tornase el alma al cuerpo. E
después de aquesta boz, vinieron dos ángeles blancos, e traxiéronme a esta presente vida
por que conosciese a Dios, e meresciese ser salvo por aquel que me resucitó.
E quando lo oyó el juez, ante que se fiziese ruido en el pueblo, mandolos poner
en guarda, e cerrar las puertas selladas con sus sellos. En el día segundo batizado,
esperava el martirio.
Otro día seguiente, mandó Marciano fenchir treinta cubas de piedra sufre, e de
podres, e de betún, e de leña seca, e so ellas e darles fuego. E después que fueron
encendidas, mandó poner en ellas a los santos. E por la virtud de Dios, non sintieron
ninguna cosa de pena.
Marciano mandolos sacar de allí e levarlos a la cárcel. E rogó Cel[f. 31c]so a su
padre, que le otorgase su madre que estuviese con él tres días en la cárcel. El padre
otorgógelo, que era adelantado, asmando que por la madre tornaría el fijo a la seta que
tenía de primero. E quando vino la madre de Celso a la cárcel, vio dentro tanta claridad,
e resplandor, e tan plazenteros olores, e nobles, que luego creyó en Jhesu Christo, e
batizose. Al tercero día pasado, traxiéronlos de la cárcel, e entendió el adelantado que su
muger que era christiana. Mandó a dos cavalleros que la presiesen. Qualquier que a ella
quería llegar, luego era ciego. Viendo aquesto el adelantado, mandola tornar a la cárcel.
E dixo a los sacerdotes que aparejasen e onrasen el tenplo de los ídolos que dizían Jovis.
E mandó sacar los santos de la cárcel, e díxoles:

188
– ¡Si non fazedes sacrificio a los ídolos, e non los adorades, luego seredes
degollados!
Aquí respondió sant Julián:
– Mando allegar todos los sacerdotes e los ministros, porque vean el sacrificio
que avemos de fazer.
Llegados los sacerdotes del tenplo, sant Julián fincó los finojos, e faziendo
oración, cayó el tenplo, e quebrantáronse los ídolos, e fiziéronse todos menudos. E a los
sacerdotes, más de mill, matolos. En aquel lugar sale fuego fasta oy en día.
Marciano mandó los santos tornar a la cárcel. Estando sant Julián con los [f.
31d] otros santos encerrados en la cárcel, trabajando en alabar a Dios toda la noche,
aparecioles santa Basilisa, con los dichos siete hermanos, e con los veinte cavalleros e
con muchas vírgines, diziendo: “Los reinos de los cielos abiertos son para vós, venir
con Jhesu Christo. El día que muriedes, vos recebirá con el coro de los santos en el
reigno de los cielos”.
Otro día siguiente, mandolos sacar de la cárcel, e viendo que los non podía sacar
de lo que tenían començado, nin de su propósito, mandolos atar de los dedos de los pies
e de las manos a maderos e estacas, e mojados con olio bien embevidos, e que les
posiesen lumbre. Mas los santos non lo sintieron, nin les fizo mal nin daño, mas antes
aparecieron sanos.
Después mandó desollar las cabeças de sant Julián, e de su fijo del adelantado,
que llamavan Celso. E mandó sacar los ojos de Anastasio e de Antonio, el preste.
E quando los vio sanos e guaridos, mandolos traer al mercado, e que traxiesen
bestias bravas de muchas maneras que los despedaçasen. E non querían aquellas bestias
moverse nin fazerles mal, mas antes los lamían los pies.
E quando esto vio, fízolos degollar, con su madre e a sant Celso, do dañavan los
malos. Sant Julián dixo: “Gloria sea a ti Señor Jhesu Christo”. E la su sangre [f. 32a]
fízose blanca como la leche, e fízose como elada. E así estando sobre la tierra, que non
osó tornar en sí; mas luego fue fecho grand terremoto que cayó la tercera parte de la
cibdad, e sumiose. E otrosí fizo atantos e tan grandes truenos, e relánpagos, e graniço
que mató la tercera parte de los paganos. Marciano, medio muerto, fuyó. E a pocos días,
llenó de gusanos que le bullían en el cuerpo, así murió.
E así esa noche vinieron el pueblo de los christianos. E los sacerdotes, e por la
muchedunbre d[e] las cabeças, non podían conoscer las santas reliquias de los santos. E
faziendo su oración fincados los finojos, la oración conplida, aparecieron las almas de

189
los santos en semejança de vírgenes, cada uno resucitó sobre su cuerpo. E así cogieron
las sanctas reliquias de los santos cuerpos.
Los sacerdotes enterraron cerca del altar otro día de la epifanía, la qual fiesta es
celebrada, es día de sant Julián e de sancta Basilisa. Del qual lugar manó luego una
fuente que faze muchos miraglos. En el día de la su fiesta guarescieron diez leprosos, e
guarecieron muchos demoniados, sanaron ciegos e contrechos. E non tan solamente allí
do fueron enterrados, mas adoquier que es la su iglesia, o el su altar qualquier, o
qualesquier que vayan con devoción o con pura fe, Dios, por los [f. 32b] merecimientos
destos santos, acórrelos e enbíales consolación, a los cuerpos e a las ánimas.

[XI]
Disposición de sancto Ilario204

Ilarius quiere dezir tanto como cosa alegre, en el servicio de Dios fue muy alegre. O
Ilarius quiere dezir tanto como cosa alta o virtuosa, ca fue alto en ciencia, e virtuoso en
la vida. O Ilarius es dicho ab ile, en griego,205 que quiere dezir comienço material que
fue escuro. E ha en sus dichos grand escuridad e fondura.

Título XI. De santo Ilario

Sant Ilario fue obispo de la cibdad de Piteus. Nacido en la región Equitanea, salió así
commo luzero resplandeciente entre las estrellas.
Aqueste, seyendo casado primero e aviendo una fija, fizo vida de monje. En
cabo, aprovechando en la vida e ciencia, escogéronle para obispo. E después sant Ilario,
maltrayendo e estrañando la eregía, non solamente en la cibadsic, mas en toda Francia,
por su traimiento de dos obispos falsos e aconsejo que era en la eregía, fue echado de la
tierra, e desterrado con santo Heusebio, obispo de Versiella.
Después, creciendo la eregía de los arrianos en todos los lugares, fue dada
sentencia del enperador, que se ayuntasen todos los obis[f. 32c]pos, disputasen la fe.
204
Esta lectura no aparece registrada en nigún manuscrito de la Compilación B. El ms. h-I-14 posee una
lectura sobre un sant Elario (ff. CCCXIIIId-CCCXXIId), pero se trata de otro santo diferente al de la Legenda
aurea.
205
LA (3): “vel Hylarius dicitur quasi ab yle quod est quasi primordialis materia que obscura fuit”. El
detalle “en griego” es ajeno a la Legenda aurea; no obstante, es cierto. Yle o hyle significa materia o
sustancia en griego. Esto es un indicio de que el responsable de este pequeño agregado textual fue obra de
un autor muy culto. Quizá este nuevo dato ya estaría presente desde aquel testimonio manuscrito hoy
perdido cercano a h-I-14 o en “Proto-W”. Vid. el apartado II del estudio introductorio.

190
Veniendo sant Ilario por pedimiento de los dichos obispos, que non podían sofrir la su
fabla, fiziéronle tornar a Piteus. Mas llegando a una isla que dizen Galinaria, que era
toda llena de serpientes, e descendiendo en ella, de la sola vista eran todas espantadas. E
idas, fincó un palo en medio de la isla, e de allí adelante non les dio libertad de ocupar
lo que les vedó. E aquella ínsula non fue después tierra, mas mar.
Después, estando en Piteus, resucitó un infante muerto sin bautismo con sus
oraciones, ca estuvo demientra en el polvo fasta que se levantaron en uno, el viejo de la
oración, e el infante de la muerte.
Mas Apra, su fija, queriéndose casar, Ilario, su padre, predicola e consagrola en
propósito de santa virginidad. La qual, él viendo muy fermosa, temiendo que alguna
vegada se abaxaría a mal pensar, rogó luego a Dios muy afincadamente que la quisiese
recebir e levar, e que la non dexase más bevir, e así fue fecho. E después de pocos días,
traspasola al Señor, la qual soterrola él por sus manos. E pensando en esto la madre de
Apra, demandó al obispo que demandase para ella lo que acabara para su fija. E él
faziéndolo, por su ruego e por su oración, enbiola a Dios y al su reino.
En ese tienpo del papa León, malbado en la profía de los here[f. 32d]ges, llamó
a todos los obispos a concilio. Llamados, non llamaron a sant Ilario, e vino. Oyéndolo el
papa, mandó que non se levantase ninguno nin le diese lugar. Entrando él, díxole el
papa:
– ¿Eres Ilario Galu?
Díxole:
– Non soy yo Galu, nin soy nascido de Galia, que es Francia; mas só obispo de
Galia.
Díxole el papa:
– Si tú eres Ilario de Galia, soy yo León papa Aplinco, e juez en la silla de
Roma.206
Dixo Ilario:
– Si tú eres León, non en el tribu de Judá. E si te asientas en la silla juzgando,
non en la silla de magestad.
Entonce el papa con grand saña e desdeñamiento levantose, diziendo:
– Espérame un poco fasta que torne, e darte he lo que meresces.
Dixo sant Ilario:

206
LA (24): “Et si tu es Hylarius de Gallia ego sum Leo, Romane sedis apostolicus et iuex”.

191
– Si non tornares, ¿quién me responderá por ti?
E dixo el papa:
– Luego tornaré, e humillaré la tu soberbia.
E después, yendo el papa a fazer lo que la natura manda, a pagar el tributo del
vientre, ronpiéronsele las entrañas, e echando ý los estentinos, acabó su vida muy
mesquinamente.
Entretanto, viendo sant Ilario que ninguno se levantava a él, sofriéndolo en
paciencia, posose en tierra diziendo: “Domini est terra”. E luego, por mandado de Dios,
alçose la tierra con él en que estava suso fasta la igualdad de los otros obispos.
Después, contando cómo el papa moriera tan mesquinamente, levantose sant
Ilario, afirmó [f. 33a] todos los obispos a la fe católica confirmados, enbiolos a sus
lugares propios.
Mas aqueste miraglo del papa León dudança ay en él entonce, ca la estoria
eclesiástica o tipartitasic non fabla nada desto, ca entonce non avía papa que tal nonbre
oviese, nin se falla en ninguna corónica. Que dize sant Jherónimo: “La sancta Iglesia de
Roma sienpre quedó sin manzilla, e fincará adelante sin ningund mal traimiento de los
hereges”.
En cabo, acabados e fechos muchos miraglos, sant Ilario conosciendo la su
muerte e la su enfermedad, llamó a un clérigo que dezían Leoncio, que amava mucho. E
veniendo la noche, mandole que saliese fuera, e que si oyese alguna cosa, que ge lo
dixese él. Conpliendo su mandado, espuso que oyera ruido en la cibdad e bozes velando
cerca. Él esperando la su fin, a la media noche, mandole otra vez salir e que dixese lo
que viera. E diziendo que non viera nada, luego mano a mano entró muy grand claridad,
tal que la non pudo sofrir el clérigo. E así, partiéndose la lunbre poco a poco, traspasó al
Señor, era de CCC e XL años en tienpo de Constantino, el emperador.

[XII]
Disposición de sant Macario207

Macarius dicitur a mata, que es engenio, e ares, que es virtud; o a mata, que es
firmamiento, e rique, que es maestro: que fue engenioso contra los en[f. 33b]gaños del

207
Esta lectura no aparece en ningún manuscrito de la Compilación B.

192
diablo; fue virtuoso, quanto a la vida; fue firmamiento, quanto al domamiento del
cuerpo; fue maestro en el regimiento de la prelacía.

Título XII. De sant Macarosic

Sant Macaro abad decendió del desierto, e entró a dormir en un monimentosic do estavan
enterrados dos cuerpos de los paganos. E sacó un cuerpo e púsole so su cabeça, así
commo cabeçal o almoada; mas los diablos, queriéndole engañar e traer así, fizieron
enfinta que llamavan una muger, diziendo:
– Levántate e ven conusco al baño.
E otro diablo fablava so él, así commo por el muerto, e dezía:
Un peregrino tengo sobre mí e non puedo venir.
Mas Macario non ovo miedo, mas apremiava el cuerpo diziendo:
– Levántate si puedes e ve.
E oyéndolo los diablos, fuyeron, llamando, dando grandes bozes, diziendo:
– ¡Vencístenos veniendo sant Macaro!
Algunas vezes, del desierto a su camarerilla, corrió a él el diablo con una foz
segadera. E queriéndole ferir con la foz, non pudo, mas díxole:
– Muchos ronpimientos e quebrantos sufro por ti, Macaro, ca non puedo aver
contra ti. Ahe que qualquier cosa que tú fazes, fago yo: ayunas tú, yo de todo en todo
non commo; velas tú, yo non du[f. 33c]ermo en ninguna manera. Solamente en una cosa
me sobras.
E dixo el abad:
– ¿Quál cosa es esa?
Dixo el diablo:
– La tu humildad, por la qual cosa yo non puedo prevalecer contra ti.
E costriñiéndole muchas tentaciones malas, levantose e tomó un grand saco de
arena sobre ombros, e así andava muchos días por el desierto. E fallándole uno que le
dezían Teusebio díxole:
– Abad, ¿por qué traes tan grand cargo?
Dixo él:
– Atormento a quien me atormenta.

193
Después vio sant Macario a satanás do pasava en ábito de omne. E traía
vestidura de lino despedaçada, e por todos los foracos208 colgavan muchas enpollas. E
dixo el abad:
– ¿Dó vas?
Dixo el diablo:
– Vó enponçoñar los frayres.
E dixo Macario:
– ¿Por qué lievas tantas enpollas?
Respondió:
– Lievo aquí bebrajos a los frayres. E si alguno non quisiere lo uno, darle he lo
segundo, o lo tercero, e así lo otro dende en adelante por orden fasta en cabo, porque si
non le pluguiere lo uno, tome otro.
E tornando, dixo Macario:
– ¿Qué feziste?
Respondió el diablo:
– Todos son sanctificados, e non me otorgó ninguno,209 sinon uno que dizen
Teostisto.
Levantándose sant Macaro, fuese para allá. E fallando el fraile tentando,
amonestándole, convertiole.
E después dixo sant Macario otra vez al diablo:
– ¿Dó vas?
– Vó a l[o]s frayres.
E [f. 33d] tornando, corrió a él sant Macario, e díxole:
– ¿Qué fazen aquellos frayres?
E dixo el diablo:
– Mal.
E dixo el viejo:
– ¿Por qué?
Dixo el diablo:
– Porque todos son santos, y el mayor mal es uno que tenía, perdile. E es fecho
más santo que todos.

208
Corominas: “Furaco, vid. Horadar: derivado del antiguo horado ‘agujero’, procedente del lat. tardío
Foratus ‘perforación’, que a su vez es derivado de Forare ‘agujerear’, ‘perforar’. 1ª doc., Cid”.
209
En el incunable: “nignno”.

194
E oyéndolo el viejo, dio gracias a Dios.
Un día falló sant Macaro una cabeça de un muerto, fizo oración, e preguntole
quién era aquella cabeça. E respondió que era pagana. Preguntole sant Macario:
– ¿Do es la tú alma?
Díxole que en el infierno.
Preguntole que si era en más fondón.
Respondió que tanto en fondo como avía del cielo a la tierra. E díxo sant
Macario:
– ¿Son algunos más en fondón más que tú”.
Respondiole:
– Los judíos.
Dixo sant Macario:
– Allende los judíos, son aí otros más baxos.
E dixo:
– Ellos más baxos: los falsos christianos que son redemidos de la sangre
preciosa de Jhesu Christo, precian tan poco tan grand precio.
Andando sant Macario por un desierto muy espeso e fondo, cada trecho que
entrava, fincava una vara, porque sopiese por do tornar. Mas ya entrando andadura de
nueve días, e folgando en un lugar, el diablo cogió aquellas varas, e pusógelas en la
cabeça. Onde en la tornada ovo muy gran trabayo.
Un frayre era muy triste por muchos malos pensamientos, cuidándose que non
aprovechava nada en la celda do esta[f. 34a]va encerrado. E pensando que si vesquiese
entre los omnes, que podría aprovechar en muchas cosas. E diziendo sus pensamientos a
sant Macario, dixo: “El fijo, responde así a los pensamientos: ‘Si al non fago, guardo
estas paredes desta celda por amor de Jhesu Christo’”.
Comiéndole una pulga una vez, matola con su propia mano. E saliéndole mucha
sangre della, reprehendíase que por qué vengara su saña en cosa tan vil. E anduvo seis
meses desnudo en el desierto, después salió dende todo despedaçado de escaravajos e de
mosquitos.
Después, lleno de muchas virtudes, folgó en paz.

195
[XIII]
Título XIII. De la Setuagésima210

La Setuagésima significa tienpo de desviamiento, e andar sin carrera; la LX, tienpo de


enbiudamiento; la L, tienpo de remisión; la XL, tienpo de spiritual penitencia.
Enpiéçase la Setuagésima de la dominicasic en que se canta: “Circundederunt me
gemitus mortis e c.”.211 E acábase en el sábado después de Pascua.
Mas la Setuagésima es establecida por tres razones, segund se demuestra en las
Sumas de maestre Juhan de Beleth:212 si por la redenpción, ca los santos padres
establecieron, por la honra de la ascensión en el qual la nuestra natura subió a los cielos,
e fue ensalçada sobre los co[f. 34b]ros de los ángeles que fuese aquel día guardado e
honrado el día del jueves, así como el día del domingo, e en aquel día non ayunase
ninguno commo el día del domingo. Ca en los primeros ordenamientos de la Iglesia
igual fazían el día del jueves del día del domingo. Onde entonces fazían el día del
jueves procesión honrada, a presentar la procesión que fizieron los apóstolos en los
ángeles en uno. Por ende fue paladinado e tornado en romance que el día del domingo
era hermano del jueves, ca antiguamente fue igualmente honrado. Mas porque las fiestas
de los santos vinieron después, e era muy grand premia en guardar tantas fiestas; por
ende, quando aquella solenpnidad, e por redención, e quitamiento de aquellos días,
eñadieron los padres santos una semana por astinencia en Quaresma, e llamáronla la
Setuagésima.
Otra razón es por significación o demostramiento, ca por aquesto se demuestra el
desviamiento, e desterramiento, e tribulación de todo el mundo, del humanal linage
fasta la fin del mundo. El qual desterramiento se acaba, ciertamente, so renovamiento de
siete días, e se encierra so siete mill años. Pues por setenta días entendemos LXX cientos
de años. Que desde el comienço del mundo fasta la ascensión, seis [f. 34c] mill años
contamos. Mas de entonce, fasta la fin del mundo, qualquier cosa del tienpo que se
sigue so siete mill años lo conprehendemos, el qual término non sabe si non sólo Dios.
Pues Jhesu Christo, en la sesta hedad, libró a nosotros deste desterramiento en
esperança de gualardón perdurable, e tornada la vestidura de inocencia que es non saber
de mal este libramiento fue del baptismo. Mas significando el tienpo del desterramiento

210
Esta lectura no aparece en ningún manuscrito de la Compilación B.
211
LA (2): “Circumdederunt me”. Salmos (17, 5; 114, 3).
212
Summa de ecclesiasticis officiis (78), de Juan Beleth.

196
dexamos el canto de alegría; mas enpero, el sábado de Pascua cantamos una aleluya
glorificandonos, así como en esperança de la tierra perdurable, e recobrando la primera
vestidura de inocencia en la sesta hedad por Jhesu Cristo, después de la qual cantamos
trato,213 por lo qual se demuestra el trabajo que devemos aver agora en conplir los
mandamientos de Dios. Mas en el sábado de post Pascua, segund que es dicho en que se
acaba la LXX, cantamos dos aleluyas, porque conplido el término deste mundo
figuramos dos vestiduras de gloria, que son del cuerpo e del ánima.
Otra razón es por demostramiento, ca la setuagésima demuestra LXX años en que
los fijos de Israel fueron en la cibdad de Babilonia, e en qué manera dexaron de cantar
en sus órganos, diziendo: “Cómo tañeremos el cantar del Señor en la tierra agena”.214
Así nós dexamos [f. 34d] los cantos de alegría e de alabança. Mas después les fue dada
licencia del rey Ciro de tornarse, en cabo de los sesenta años començaron alegrarse e
nós en el sábado de Pascua así como en el sesagésimo año cantamos aleluya,
representando la alegría de aquellos. Mas empero, aquellos en el aparecimiento de la
tornada, e encogiendo sus sarcinos,215 e tomando sus talegas trabajaron mucho, e nós,
después de la aleluya, luego cantamos el trato que significa el trabajo que ellos ovieron.
Mas en el sábado que se acaba la Setuagésima cantamos dos aleluyas, significando la
alegría llena de aquellos quando venían a su tierra ciertamente. Aqueste tienpo de la
captividat e desterramiento de los fijos Israel representa el nuestro desterramiento, que
así como ellos fueron librados en el sesagésimo año, así nós fuemos librados en la sesta
hedad del mundo. E así como ellos trabajaron en coger sus sarcinos e sus talegas, así
nós trabajamos en conplir los mandamientos de Dios. Mas así como el trabajo es
quitado quando llegaron a su tierra, así será a nós gloria doblada, e acabada, e
cantaremos doble aleluya del cuerpo e de la ánima. Pues en este tienpo de
desterramiento, la Iglesia es apremiada por muchas tribulaciones, e poco menos puesta
en desespera del in[f. 35a]fierno, e trayendo sospiros de alto lloro, e dize:
“Circundederunt me gemitus mortis e c.”. Que quiere dizir, “cercáronme los gemidos de
la muerte e los dolores del infierno”. E demuestra la Iglesia tribulación en muchas
maneras de sí, que a la mesquindad acometida, e por la doble pena, e por la culpa
acometida a los otros; mas enpero, porque non desespere, esle puesto remedio e
galardón saludable en tres maneras en el evangelio e en la epístola de este día. Remedio

213
LA (14): “tractus”.
214
Salmos (136, 4).
215
LA (18): “sarcinulas”.

197
le da el evangelio que, si quiere ser librado de las cosas dichas, que labre e trabage en la
viña de la su alma, maltrayendo e quitándose del pecado. E después, corra en aquel
estado que dize la epístola, que quiere dezir, trecho de legua. Entonce es en la presente
vida que devemos correr por obras de penitencia, e dende, lidie en la contienda contra
todos los tentamientos del diablo.
E quien estas cosas fiziere avrá galardón en tres maneras, ca el que labrare, darle
han el dinero; e al que más corriere, darle han la joya o el precio; e al que bien lidiare,
darle han corona. Que así como el dinero es redondo en non ha comienço nin cabo, bien
así la gloria de Dios non ha comienço nin cabo.

[XIV]
Título XIIII. De la Sesagésima216

[f. 35b] La Sesagésima se comiença en en la dominica que canta: “Exurge domine e


c.”,217 e acábase en la quarta feria después de Pascua. Mas fue establecido por redención
e por significación.
Por redención, porque el papa Melchiade e el papa Silvestre establecieron que,
porque la astinencia que los omnes toman en el día del viernes, que es de ayunar en todo
tienpo, la natura e las carnes non adelgazarían. Por eso, por redenpción e quitamiento de
los sábados de todo tienpo, añadieron una semana a la Quadragésima, e llamáronla
Sesagésima.
Otra razón es por sinificación, que la Sesagésima sinifica tienpo de señeridad e
de biudeza de la Iglesia, e lloro della por la mengua del marido. Ca el fructo de los LX

años es devido a las biudas por consolación della, e por señeridad del marido que fue
arrebatado al cielo. Por eso son dadas alas a la Iglesia, que son usar de seis obras de
misericordia e conplimiento de los diez mandamientos. Onde la Sesagésima suena por
seis días es por los seis entendimientos, seis obras de misericordia, e por los diez218
mandamientos.
La tercera razón es por representación. La Sesagésima non solamente significa
el tienpo de la biudez; mas representa ciertamente el misterio de la nuestra redención. [f.
35c] Ca por los diez se entienden las diez madexas, e por el omne se entiende la XII

216
Esta lectura no aparece en ningún manuscrito de la Compilación B.
217
Salmos (43, 23).
218
Esta palabra se repite dos veces en el incunable.

198
madexa perdida; por ende, fue fecho el omne porque recobrase e reparase la caída e la
pérdida de las nueve órdenes de los ángeles. O se entiende por los diez que cuelga el
omne, e es firme quatro humores quanto al cuerpo, e a tres poderes en el alma:
memoria, e entendimiento e voluntad, que son fechos para que sirvan a la muy alta e
noble Trinidad, porque creemos en ella muy firme e fielmente la avemos con muy grand
fervor, e la tengamos sienpre en memoria e remenbrança. Por los seis entiéndense seis
misterios, por los quales dizimos que fue el omne redemido, que son la encarnación, e
la natividad, e la pasión, el descendimiento que fizo a los infiernos, la resurreción, e la
ascensión que fizo a los cielos.
E alcança la Sesagésima fasta la quarta feria post Pascua en que cantan el oficio:
“Venite benedicte patris mei e c.”.219 Ca en aquellos que versan de la obra de
misericordia oirán aquello que es dicho segund que Jhesu Christo mismo lo dize, e lo
afirma. Entonce será la puerta a la esposa, e folgará abraçada con el esposo.
En la espístola de este día, segund semejança de sant Pablo, amonesta que deve
sofrir con paciencia la tribulación de la señeridad del esposo, en el evangelio que deve
estar sienpre en se[f. 35d]mejança de buenas obras, e la que así como desperada avisic
llama: “¡O, cercáronme los dolores del infierno! e c.”;220 mas agora tornando en sí, pide
e demanda en el oficio ayuda en las sus tribulaciones. E serésic librada de los gemidos e
de los dolores, diziendo: “Exurge domine e c.”, que quiere dezir: “¡Levántate, Señor!”,
cántase tres vezes. Que algunos en la Iglesia son apremiados por tribulaciones, mas non
son der[r]ibados algunos, nin son apremiados, nin son der[r]ibados maguer que sufren
cosas contrarias e tribulaciones. Después llama la Iglesia a Dios que se levante. Quanto
a los primeros, confortando, diziendo que Dios duerme e non les quiere librar. Llama
quanto a los segundos, que se levante esforçarnos, de los quales parece que les bolvió la
cara e que los repoyó en toda manera. Llama quanto a los terceros, que se levante
ayudándolos e librándolos en cosas de bien andança.

219
LA (13): “Venite benedicti filii patris mei”. Mateo (25, 34).
220
LA (14): “et que quasi desperans clamaverant Circumdederunt me etc.”.

199
[XV]
Título XV. De la Quinquagéssimasic221

La Quinquagésima dura de la dominica en que se canta: “Esto mich in e c.”,222 e acábase


en el día de Pascua. Mas la Quinquagésima fue establecida por conplimiento, e por
sinificación e por representación.
Por conplimiento, porque devemos ayunar quarenta días a semejança de Jhesu
Christo. E non son ý de ayu[f. 36a]nar más de treinta e seis días, porque en los días de
los domingos non ayunan; empero, por la alegría e reverencia de la resurreción de Jhesu
Christo, porque en el día de la resurreción comió dos vezes, conviene a saber: quando
entró a los dicípulos las puertas cerradas, e le ofrecieron parte del pez asado e panarsic de
miel; otra vez con los dicípulos que iva contra Emaús que comió con ellos, segund que
algunos dicen. Por ende, por conplir los días de los domingos, eñadieron quatro días en
Quadragésima. Otrosí los clérigos, viendo que así como son delanteros del pueblo en la
orden, que así debrían ser en sanctidad. Por eso es comiençan delante astenerse e ayunar
dos días, e así eñadensic del domingo fasta el miércoles corvillo223 e es llamada
Quinquagésima. Aquello ordenó el papa Teleforo, segund que dize sant Ánbrosio.224
La otra razón es por significación. Ca la Quinquagésima significa tienpo de
remisión e de penitencia, ca en este son quitados los pecados a los omnes. Otrosí,
Quinquagésima era año de jubileo e de remisión en que todas las debdas eran soltadas e
dexadas, e los siervos eran libres, e tornávanse todos a sus heredades e posesiones. Por
lo qual es demostrado, e significa, que por la penitencia son dexadas las debdas de los
pecados, son muy libres e quitados [f. 36b] de la servidunbre de los diablos, e son todos
tornados a las posesiones de las moradas celestiales.
La tercera razón es por representación. Ca la Quinquagésima non solamente
representa el tienpo de la remisión, mas representa el estado de la bien andança. Ca en el
Quinquagésimo año eran los siervos fechos libres. En el Quinquagésimo día del día que
sacrificaron el cordero fue dada la ley a Moisén. Ca cincuenta días después de Pascua
fue dado el Spíritu Santo, e por ende, representa aqueste cuento: bien andança do será
eñadimiento de libertad, conoscimiento de verdad, conplimiento de caridad.

221
Esta lectura no aparece en ningún manuscrito de la Compilación B.
222
LA (1): “Esto mihi in deum protectorem”. Salmos (30, 3).
223
LA (5): “per duos iterum dies ante illos quatuor abstinere et ieiunare incipiunt et sic una septimana
addita est”.
224
Chronicon (327), de Sigeberto de Gembloux.

200
Mas tres cosas nos son de menester, que se proponen en la epístola e en el
Evangelio, porque las obras de penitencia sean acabadas, conviene a saber: la caridad,
que se pone en la epístola; remenbrança de pasión de Jhesu Christo; e la fe, que se
entiende por alunbramiento del ciego. E aquestas cosas se ponen en el Evangelio, ca la
fe faze esas obras ser recebidas, ca sin fe non se puede fazer plazer a Dios. La memoria
de la pasión de Jhesu Christo faze todas las cosas ser ligeras. Onde dize sant Grigorio:
“Si la pasión es puesta en memoria, non ay cosa que non se sufra con buen coraçón”. La
caridad faze todas las cosas ser continuadas, ca segund dize sant Gregorio: “El amor de
Dios non puede ser enbar[f. 36c]gar, e si es amor de Dios, obra grandes cosas; mas si
non obra, no es amor de Dios”.225
E así como en comienço la Iglesia, así como desesperada llamara: “Cercáronme
los gemidos de la muerte”,226 e después, tornando en sí, pedía ayuda. E así toma fiuza e
esperanza de227 perdón e ruega por penitencia. E dize dende quatro cosas: cobrimiento,
firmeça, acogimiento de fuida e traimiento. Ca todos los suyos, o son en gracia, o son
en culpa, o en tribulación, o en bienandanças, para aquellos que son en gracia.
Demanda firmeza, para que sienpre sean firmes en ella; demanda acogida, para
aquellos que son en culpa, que los acoja Dios; demanda cobertura, para los que son en
tribulación; mas demanda remedio, para los que son en bienandança, para que anden
con onesta vida e que los guarde Dios.
Mas acábase la Quinquagésima el día de Pascua, segund es dicho. Ca la
penitencia faze tornar e levantar el omne a la novedad de la vida, e por esto cantamos
muchas vezes “Miserere mysic Deus” 228
en este tienpo, porque es el quinquagésimo
Salmo, e es remissión e quitamiento de la penitencia e de pecados.

[XVI]
Título XVI. De la Quadragésima229

La Quadragésima se comiencasic en la dominica que se canta: “Invocavid me e c.”.230


Donde demuestra la Iglesia que a seído apre[f. 36d]miada de tantas tribulaciones, llorara

225
XL homiliarum in evangelia libri II (I, 19, 3).
226
Salmos (17, 5).
227
Esta palabra se repite dos veces en el incunable.
228
Salmos (50, 1).
229
Esta lectura no aparece en ningún manuscrito de la Compilación B.
230
Salmos (17, 4).

201
e llamara: “Cercaron me los gemidos de la muerte”.231 Desupués respiró llamando
ayuda, e diziendo: “¡Levántate e non me alances!”.232 E después desto diziendo: “Sey tú
mi Dios e mi defensor”.233 Agora demuestra que es ya oída, e dize: “Invocavit me e c.”,
que quire dezir: llamome e oíle.
Mas saber devemos que en la Quadragésima ha en ella XLII días con los
domingos, e sacando seis domingos, quedan treinta e seis días de astinencia, que son
diezmos de todo el año. Ca en el año ay trezientos e sesenta e cinco dias e destos son
diezmo treinta e seis, mas eñaden los quatro de ante, e con estos son quarenta, el qual
número consagró el nuestro Salvador por el su ayuno.
Mas por qué celebramos el ayuno en el cuento de quarenta días puédese
demostrar por tres razones. La primera dize sant Agostín:234 “Porque sant Mathe[o]
puso quarenta generaciones en el su Evangelio”, pues por aquesto el nuestro Señor
descendía a nós por la su quarentena, porque nós subamos a él por la nuestra
quarentena. E dize otra razón ese mismo: “Para que ayamos el quinto del
quinquagésima eñadamos sobre quarenta diez, así saremossic acabado el cuento de
quinquagésimo. Ca para que vengamos morar a la sancta folgura perdurable
conviénenos de [f. 37a] trabajar todo el tienpo desta presente vida. Onde el nuestro
Señor quarenta días folgó con sus dicípulos, e después a los diez enbiolos al Spíritu
Sancto Paráclito. La tercera demostró él sobredicho maestro en la suma de oficio,
diziendo:235 “El mundo en quatro partes es partido, e el año en quatro tienpos. El omne
es establecido de quatro elementos, e quatro conplisiones. E la ley nueva en quatro
evangelios se contiene, e la vieja, que traspasamos en los diez mandamientos; pues
conviene que el cuento de los diez sea eñadido al cuento de los de los quatro diezes, e
así que fagamos cincuenta, porque se entiende que cunplamos los mandamientos de la
ley vieja e de la nueva en todo el tienpo de la nuestra vida. Pues fírmase el nuestro
cuerpo de quatro elementos, segund suso diximos que ha en nós bien, así como en
cuatro sillas. Ca el fuego se asienta en los ojos, el aire en la lengua, el agua en las
orejas, en los mienbros de la natura, la tierra e en todos los otros mienbros.236 Pues
asiéntase en los ojos la loçanía, e la orgullía en la lengua, e en las orejas espurrimiento
231
Salmos (17, 5).
232
Salmos (43, 24).
233
Salmos (30, 3).
234
Sermones (52, 32).
235
LA (10): “Tertiam assignat magister Prepositiuus in summa de officio dicens”. Tractatus de officiis
(116-118), de Prepositino de Cremona.
236
LA (14): “Nam ignis oculis, aer in lingua et auribus, aqua in genitalibus, terra in manibus et aliis
membris dominatur”.

202
de escarnecer genitivos el deleitamiento de la carne,237 en las manos e en todos los otros
miembros la crueldad. Aquestas cosas manifestava el publicano: en el Evangelio
estando alexos confesava la luxuria que es muy fedi[f. 37b]onda, así como si dixiese:
“Señor, non oso llegar nin acercarme a ti, porque fieda a las tus narizes”. Quando osa
alçar los ojos al cielo, entonce confiesa la orgullía. Quando fiere los pechos con su
mano, entonce confesava la crueldad. Quando dize: “Señor, sey tu bueno a mí,
pecador”,238 entonce confiesa la su escurulidad. Ca escura solían llamar por los
escarnidores e maldizientes”. Aquesto dize el maestro sobredicho.
Otrosí, dize sant Grigorio239 e pone tres razones en la omelía, diziendo: “¿Por
qué se guarda el cuento de quarenta días en astinencia, sinon porque la virtud de los dies
mandamientos se cunplen por los quatro libros de los quatro Evangelios? Cierto, en este
cuerpo mortal de quatro elementos, nós firmamos, e por el deleite del cuerpo, contra los
mandamientos del señor Dios, pues porque menospreciamos los mandamientos por los
deseos de la carne, dina e derecha razón es que quebrantemos esa carne por cuatro
diezes. Deste presente día fasta pascua son seis semanas e son quarenta e dos días, de
los quales, sacando de la astinencia seis días de los domingos, fincando treinta e seis
días de astinencia; mas pues que el año trae CCC e LX e VI días,240 por ende, damos estos
quarenta días así diezmo de nuestro año”. Aquesto dize sant Gregorio.
Mas la [f. 37c] razón por que non celebramos el ayuno en el tienpo que nuestro
soñorsic Jhesu Christo le ayunó, ca él luego le enpeçó después del baptismo, mas
continuámosle con la Pascua, mayormente e aquesto demuéstrase por dos241 razones;
esto dize maestre Juhan de Beleth en la Suma de Oficio.242
La primera es que si queremos resucitar con Jhesu Christo, que sufrió por
nosotros muchas crueldades, e nós devemos sofrir por él algunas afliciones.
La segunda razón es porque en aquesto semejemos a los fijos de Israel que
salieron primeramente de Egito, después en ese tienpo salieron de Bavilonia, lo qual se
prueva que tanbién, los unos como los otros, luego quando salieron celebraron Pascua.
E así nós semejando a ellos ayunamos en aquel tienpo, porque meresquemos salir de
Babilonia, que es de aqueste mundo, e ir entrar en la heredad de la tierra perdurable.

237
LA (15): “In oculis igitur curiositas, in lingua et auribus scurrilitas, in genitalibus voluptas”.
238
Lucas (18, 13).
239
XL homiliarum in evangelia libri II (I, 16, 5).
240
LA (28): “CCCLXV”.
241
LA (29): “quadruplex”.
242
Summa de ecclesiasticis officis (78).

203
La tercera razón es porque la saña de la luxuria se suele encender más en el
tienpo del verano; por ende, ayunamos mayormente en este tienpo, porque refrenemos
la calentura de los nuestros cuerpos.
La quarta razón es que luego después de los ayunos devemos recebir el cuerpo
de Dios, pues los fijos de Israel, ante que comiencen el cordero, se atormentavan e
comían azederas lechugas y estas canpías243 e amargas. Así nós devemos atormentar [f.
37d]nos, primeramente por penitencia, porque dignamente podamos comer el cordero
de la vida.

[XVII]
Título XVII. De los ayunos de la santa Quaresma244

Los ayunos de las quatro ténporas estableció el papa Calixto, e fázense estos ayunos
quatro vezes en el año. Mas las quatro ténporas son dichas por muchas razones.
La primera es porque el verano es caliente e úmido, e el estío es caliente e seco,
e el otoño es frío e seco, e el ivierno es frío e húmido; pues ayunamos el verano porque
tenpremos en nós el crudo humor, que es luxuria; ayunamos el estío porque castiguemos
en nós el calor enpecible, que es la avaricia; en el otoño, porque castiguemos el
secamiento de la sobervia; en el ivierno, porque castiguemos el frío de la infidelidad de
malicia.
La segunda razón es porque ayunamos quatro vezes en el año. Ca el primero
ayuno es en março, la primera semana de Quaresma, que se sequen en nós los pecados e
los vicios malos. Ca non se pueden del todo afogar mayormente por nacer en nós rosas e
flores de virtud. La segunda vez se faze en el estío, en la semana de Cincuesma, porque
entonce vino el Spíritu Sancto e [f. 38a] nós devemos ser fervientes en el Spíritu
Sancto. La tercera vez se faze en el otoño245 ante de la fiesta de sant Miguel, porque
entonce se cogen los frutos e nós devemos dar a Dios fruto de buenas obras. La quarta
vez se fazen en dizienbre, porque entonce se mueren todas las yervas e nós devemos
mortificarnos al mundo.

243
LA (36): “comedebant agrestes lactucas et amaras”.
244
Esta lectura no aparece en ningún manuscrito de la Compilación B.
245
LA (11): “septembri”.

204
La tercera razón es porque semejemos a los judíos, ca los judíos ayunan en el
año quatro vezes: ante de Pascua, ante de Cincuesma, ante de la Cenofagiasic e ante de
la Encenia.
La quarta razón es porque omne se firma por quatro elementos, quanto al
cuerpo; e por tres poderes, quanto al ánima racionable, e codiciable e aborrecible. Pues
porque estos tienpos nós ayunamos quatro vezes en el año por tres días. Por que los
quatro se recuenten al cuerpo, e los tres al ánima. Aquestas razones dize maestre Juhan
de Beleth.
La quinta razón es, segund dize maestre Juhan Demaceno,246 porque en el
verano se acrecienta la sangre, en el estío la cólorasic, en el otoño la malenconía, en el
invierno la flema. Pues ayunamos en el verano, porque se adelgaze la sangre de la
codicia de la carne, e de la alegría desmesurada. Ca el sanguino es luxurioso e alegre; en
el estío, porque se delgaza la cólera de la saña e de la falacia. El colórico es natural[f.
38b]mente sañudo e contrario en sí; en el otoño, porque se adelgaze la malecolíasic de la
tristeza e de la codicia. Ca el malencónicosic naturalmente es codicioso e triste; en el
invierno porque se adelgaza la flema de la enbotaduembre e de la pereza. Ca el
flemático naturalmente es flemoso e boto.
La sesta razón es porque el verano es conparado al aire, el estío al fuego, el
otoño a la tierra, el invierno al agua. Pues ayunamos en el verano, porque se dome en
nós el aire de la sobervia; en el estío, porque se tienpren [en] nós el fuego de la codicia e
de la avaricia; en el otoño, porque se dome en nós la tierra de la friura e de la inorancia
tenebrosa; en el inbierno, porque se dome el agua de la livianeza e de la flaqueza.
La sétima razón es porque el verano representa la mocedad, el otoño la
mancebía o la madureza, el inbierno la vegez. Pues ayunamos en el verano porque
seamos moços en inocencia e sinpleza; en el estío, porque seamos mançebos por
fortaleza e firmeza; en el otoño, porque seamos maduros por tenpramiento; en el
inbierno, porque seamos viejos por sabiduría o por vida honesta, mayormente que
emendemos lo que corrompimos por aquellas quatro hedades.
La otava razón es, segund dize maestre Guillén de Altisiodora,247 [f. 38c] por
ende ayunamos ciertamente quatro vezes en el año, porque entendemos lo que pecamos
en aquellos quatro tienpos del año; e fázese por tres días, porque entendemos en el día

246
LA (18): “Iohannes Damascenus”. Cfr. De mundi coelestis terrestrisque constitutione (881), de pseudo
Beda el Venerable; Suma de ecclesiasticis officiis (133), de Juan Beleth.
247
Summa aurea 1. (III, tr. XXII,c. iv 45), de Guillermo de Auxerre.

205
lo que quebrantamos en el mes; e fázese en la quarta feria porque en tal día fue vendido
Jhesu Christo de Judas; en la feria VI, porque en tal día estuvo en el sepulcro; e porque
fueron tristes los apóstolos de la muerte de su Señor.

[XVIII]
Título XVIII. De la vida de sant Antón e de sus miraglos
[...]248
San Antón, aviendo veinte años, oyó en la iglesia un evangelio en que dizía: “Si quieres
ser acabado, ve e vende quanto has, e dalo a los pobres”.249 E tornose a su casa, e fízolo
así. E después fue hermitaño e sufrió muchas tentaciones del diablo.
E una vegada, venciole el spíritu malo de fornición. E él, por la fe e por la su
virtud, rogó a Dios que le mostrase vesiblemente al diablo que se trabjava de meter a los
omnes en pecado de luxuria. Entonce apareciole el diablo en semejança de una cosa
muy negra, e echósele a los pies, e díxole sant Antón:
– ¿Quién eres tú?
Respondiole el diablo, e díxole:
– Yo só el diablo a quien tu venciste.
E confesó cómo le venciera, esto fue, porque lo ganara de Dios por su ruego que
viese al diablo. E después [f. 38d] que así le vio, dixo sant Antón:
– ¡Suzio!, pues que así pareciste non te he miedo d[e] oy más.
Entonce dixeron los diablos:
– Pues que non podemos con él por engaño, démosle muchas penas fasta que le
matemos. Que él alabose que non nos avía miedo, e que nos ha vencidos e conbídanos a
la lid cada día.
Otra vez, demientra que yazía escondido en un monimento, vino a él grand
conpaña de diablos e despedaçáronle tanto que un frairezillo, su serviente, le ovo de
levar a sus cuestas como por muerto a la villa. Llorándole todos como muerto, quantos
ý eran, e levantose Antón adesora, e fizo señas que non podía fablar e que lo levase su
serviente otra vez al monumento. Ca comoquier que él estoviese quebrantado de dolor,
enpero, combidava a los diablos a la lid con la virtud del coraçón. Entonce ellos
aparecieron otra vez muy cruelmente e espantables, con los dientes como serpientes, e
con los cuernos como toros, e con las uñas, e dávanle con ello e atormentáronle muy

248
Igual que en el ms. h-I-14, falta la etimología del nombre (LA: 1-9).
249
Mateo (19, 21).

206
mal, de guisa que le dexaron como muerto. Entonçe le apareció una claridad
maravillosa e fuyeron todos los diablos, e Antón luego fue sano. E conosciendo que
estava aí Jhesu Christo, dixo:
– ¡O Jhesu bone! ¿Dó estavas, por qué non fuiste aquí en el comienço de la lid
que me ayudases e sanases las mis llagas?
E dí[f. 39a]xole Jhesu Christo:
– Aquí estava yo, mas esperava si vencerías o si te vencerían. E agora, porque
lidieste bien, faré que todo el mundo sepa la tu fama.
E tan grande era el amor que tenía con Jhesu Christo, que quando el enperador
Maximiano matava a los christianos, él iva entre ellos, porque sofriesen martirio. E
pesávale de coraçón, porque le non davan martirio.
E andando sant Antón una vez por el yermo, falló un grial de plata, e otra vez
una masa de oro. E él pensó dezir entre sí: “¿Por aquí non andan omnes? Ca si se cayera
algund omne, tan grande es ello que non se podiera encobrir; mas creo que es el diablo
que me quiere engañar con ello, e engaño a cuyo es. Enpero, non podrá mover mi
voluntad por aver”. Entonce tornose como se vino, así fue al monte do bivió XX años,
faziendo muchos miraglos.
E quando le alçavan los ángeles algunas vegadas en el aire, luego eran los
diablos ý enbargarle que non pasase, poniéndole los pecados que feziera después que
naciera. E dixeron los ángeles: “Non le devedes contar aquéllos que le perdona Jhesu
Christo; mas si sabedes otros que él fizo después que fue monge, aquéllos dezid”.
Entonce fallecieron los diablos en prueva. E así sant Antón francamente en el aire
descendió después.
Una vez vino a él el diablo allí do estava, e comencósic de llamar a la puerta a
grandes bo[f. 39b]zes que abriesen. E él cuidando que era otro alguno que venía con
alguna priesa, salió a la puerta. E pareciole el diablo tan luengo que semejava que dava
en el cielo con su cabeça. E preguntole sant Antón que quién era, dixo que Satanás, e
dixo:
– ¿Por mí bendizen así los religiosos, e maldizen los christianos?
E díxole Antón:
– Con derecho lo fazen, ca tú sienpre te trabajas de los fazer mal e pesar.
E dixo:
– Ya nunca lo fago, mas ellos se turban unos con otros. Ca yo non valgo nada,
pues que Jhesu Christo reina en todo el mundo.

207
[...]250
Preguntó una vez a sant Antón, diziéndole:
– ¿Qué deve guardar en tal que plega a Dios e a mí?
E díxole sant Antón que:
– Doquier que vayas, ten siempre a Dios en ti. En quanto ovieres de fazer, toma
testimonio de las sus escrituras. E en lugar do estuvieren en oración, non te partas dende
aína. E guardando estas tres cosas serás salvo.
[...]251
E mientra que sant Antón estava en el yermo, muy enojado dixo:
– Señor Dios, querría yo ser salvo, mas non me dexan mis cogitaciones.
E levantose e salió fuera. E vio uno que seía e labrava, e deendesic, que se
levantava e que orava, este era el ángel e díxole:
– Así faz tú Antón, e serás salvo.
E demientra que los fraires le demandavan del estado de las almas, llamole una
noche una muy gran boz, e díxole: “¡Sal fuera e verás!”. E vio luengo que tañía al cielo
con [f. 39c] la cabeça, e estendiendo las manos, enbargava algunos que querían bolar al
cielo e otros que bolavan; sin enbargo, non los podía retener, e por ende, era gozo
mesclado con grand dolor. E conosció que el sobir era de las almas sanctas, e aquel
defendedor, que era el diablo que retenía los que eran culpados, e pesávale de los que
ivan al cielo.
Era un príncipe de Egito que dizían Baberchia,252 que perseguía mucho la
Iglesia, así que açotava públicamente a los christianos e los monges desnudos. E por
ende, enbiole sant Antón su letra diziéndole: “Veo que la ira de Dios es sobre ti, e non
te partes de perseguir los christianos. Sepas que morirás aína”. El desaventurado abrió
la carta e leyola, e echola en tierra, e açotó a los que la traían, e embió dezir a sant
Antón: “¿Por qué tamaño cuidado has de los christianos? Lo que fago a ellos, faré a ti”.

250
Curiosamente, tanto en el incunable como en el ms. h-I-14, falta un espisodio muy particular de la
Legenda aurea (52-59), el del arquero que recrimina a san Antonio y a un grupo de monjes su recreo. San
Antonio pide que tire flechas con su arco, el arquero tira algunas hasta que declara que podía estropearse
su arco debido a tanta tensión. San Antonio demuestra que es igual para los consagrados a la
contemplación, que necesitan por momentos hacer un alto en las prácticas de penitencia o corren el riesgo
de estropearse por la tensión constante: “Quidam sagittarius beatum Antonium cum fratribus gaudentem
quadam vice conspexit et ei displicuit. Cui Antonius: “Pone sagittam in arcu et trahe”. Quod et fecit.
Cumque ho secundo et tertio fieri mandasset, dixit sagittarius: “Tantum thahere potero quod de eius
fractione dolebo”. Cui Antonius: “Sic est in opere dei, quoniam si supra mensuram tendere vellemus,
citius frangeremur; expedit ergo rigore, aliquando relaxari”. Hoc audiens ille edificatus recessit”.
251
Igual que en el ms. h-I-14, falta el segmento textual (LA: 67-87).
252
LA (103): “Balachius”.

208
E después, a cabo de cinco días, estando en su cama muy manso, mordiole un can, e
echole en tierra, e royole e comiole las piernas. E acabó de tres días murió.
[...]253
E después desto, sant Antón cunplió ciento e cinco años,254 e fuese a Paraíso.

[XIX]
Título XIX. De sant Fabiano e sant Sebastián255

Sant Fabiano e Sebastiano fueron dos hermanos fijosdalgo [de]256 un omne muy noble
que dixeron Sabino, enpero que [f. 39d] era pagano. E ovo dos mugeres, en la primera
muger ovo a Sabino e en la segunda a Sabina, e púsoles a amos y dos el su nonbre.
Leyendo aquel verso: “Asperges me domine ysopo”, demandava qué quería dezir
este verso, mas non le podía entender. Entrando en su cámara, yaziendo en ceniza e en
celicio, dezía que más quería morir que non que entendiese el seso de aqueste verso. E
pareciole el ángel, e díxole: “Non te quieras matar, ca es la gracia de Dios contigo.
Quando fueres batizado, serás más alvo que la nieve, e entonce entenderás lo que
demandas”. E partiose dende el ángel.
Fincó él alegre, e non queriendo de oy más onrar a los ídolos, maltrayele el
padre, e diziéndole el padre muchas de vegadas: “Mejor es pues que non adoras los
ídolos, que tú solo mueras ante que nós muramos contigo”. E fuyó en ascondido, e fuese
a una cibdad que dezían Eretasma. E veniendo al río de Seria, e rogando a Dios que le
batizase ý, en él fue batizado. E díxole nuestro Señor: “Agora falleste por lo que
trabageste grand tienpo buscando”. E fincó luego el blago en tierra, e fecha la oración,
floreció el blago, e echó fojas, en tal manera, que mill e ciento e veinte e ocho omnes se
tornaron a la fe.
E oyéndolo esto el emperador Aurelino, enbió muchos cavalleros que le
traxiesen. E fallándolo orando, non osaron a [f. 40a] llegar a él, e el emperador enbió
más cavalleros que le traxiesen. E viéndolo ellos, enpeçaron a orar con él, e
levantándose, dixéronle: “El emperador te quiere ver”. E veniendo con él, feríanlo, e
dixo Fabiano: “Si puedes, dame más tormentos”. Entonce mandole levar al medio de la

253
Igual que en el ms. h-I-14, falta el segmento textual (LA: 109-122).
254
LA (122): “CV anno vite”. Ms. h-I-14: “ciento e veinte e cinco años” (f. XLIIIc).
255
Se trata en realidad de la vida de san Sabiniano y santa Sabina. Con este error se ha producido un
enorme salto en el orden del calendario litúrgico; pues a las festividades de enero se les ha intercalado –
con esta pareja de santos– una celebración propia del día 30 del mes de agosto.
256
Corrijo a partir del ms. h-I-14 (f. CCXXXVId).

209
cibdad, e atarle sobre un escaño. E atáronle, e levávanle deyuso olío e fuego, e mandole
así quemar. E el rey paró mientes, e viole estar en medio de la llama orando, e
maravillándose ende mucho, cayó en tierra e levantose. Dixo:
– Mala bestia, non te conplió que engañaste las ánimas que aun a nós quieres
eng[añ]ar por encantamentossic.
E díxole Fabiano:
– Aún muchas ánimas, por mí en arriba, creerán en Dios.
E el emperador, blasfemando por esto el nonbre de Dios, mandole otro día el
emperador atar a un estelo257 e que le asaetasen. E las saetas estavan colgadas en el aire,
de la una parte e de la otra, e ninguna non le fizo mal. E el enperador vino otro día a él,
e díxole: “¿Dó es el tu Dios? ¡Venga agora, e líbrete destas saetas!”. E saltando una
dellas, ferió al enperador en el ojo, e cegole. E por ende irado, mandole meter en la
cárcel, e que le degollasen otro día.
E orando Fabiano, porque veniese al lugar do fuera batizado, las cadenas
quebradas e las puertas abiertas, pasó por medio de los cavalleros e fuese para allá. E
oyén[f. 40b]dolo el enperador, mandó ir en pos dél, e que le descabeçasen. E viendo
Fabiano que los cavalleros ivan en pos dél, andava sobre el agua como sobre piedra,
fasta que vino allí do fuera batizado. E pasando el río los cavalleros, e aviendo miedo de
ferirle, díxoles él: “Seguidme e feridme, e levad de la mi sangre al vuestro enperador,
porque reciba la lunbre de los ojos e conosca la virtud de Dios”. E descabeçándole,
tomaron la su cabeça e leváronle quarenta e nueve pasos. E el enperador, poniendo la
su sangre en sus ojos, luego vio, diziendo: “En verdad, bueno es el Dios de los
christianos”.
E oyéndolo uno que avía quarenta años que perdiera la lunbre de los ojos, fízose
levar aquel lugar. E fecha la oración, luego fue sano.
[...]258

257
Estelo: (del lat. stilus). Columna, poste.
258
Falta la continuación de la historia presente en la Legenda aurea (41-87) y en el ms. h-I-14 (ff.
CCXXXVIId-CCXXXVIIIc).

210
[XX]
Título XX. De la estoria de sant Sebastián

[...]259
San Sebastián cavallero era muy buen christiano. Naciera en Narbona, e morava en
Milán. Era mucho amado de los emperadores Diocliciano e Maximiano, tanto, que era
príncipe de los cavalleros, e mandávanle los enperadores que sienpre estudiese ante
ellos. E traía manto de cavallero, porque conosciesen los christianos a él quando los
atormentavan.
Demientra que Marceliano e Marco, amos hermanos de un vientre, [f. 40c]
omnes muy nobles, e devían ser descabeçados por amor de Jhesu Christo. Venieron
todos sus parientes a ellos, por tal que non tomasen esta pasión. Vino la madre
rasquedasic e mesada,260 e mostrándoles los pechos, diziendo: “¡O fijos muy dulces,
mesquindad e muy grand lloro me cerca enderredor! ¡Ay mesquina, por qué pierdo mis
fijos que van de grado a la muerte! Si por aventura los enemigos los levasen, yo iría
entre ellos, por medio de la hueste arrebatarlos; e aun si los juzgasen por fuerça a
muerte, aunque sopiese morir, quebrantaría a las cárceres. Esta es la manera nueva de
perecer,261 que ruegan al matador que fiera, que desean departirse de la vida, e codician
la muerte que venga. ¡Ay dolor nuevo en que se pierde de grado la mancebía de mis
fijos en la vegez! ¡Mesquina de mí e de su padre se encubra que biva!”.
E esto diziendo la madre, hevos los vasallos en las manos a su padre muy viejo.
La cabeza llena de polvo, dando estas bozes contra el cielo: “Vengo dezir saludes a mis
fijos que van de grado a morir, porque yo espenda en el enterramiento de mis fijos lo
que tenía para ellos. ¡Fijos, blago de mi vegez, e lumbre de mis ojos! ¿Por qué amades
tanto la muerte? ¡Venid viejos, e llorad sobre estos mancebos que perecen de su grado!
¡E llorad comigo sobre mis fi[f. 40d]jos! ¡Mis ojos falleced llorando, en tal que non
veades los mis fijos descabeçar!”.
El padre diziendo esto, venieron las mugeres de los mancebos, trayendo los sus
fijos delante ellos, llorando a grandes bozes: “¿A quién nos dexades, o quién serán
señores destos infantes? ¿E quién partirá las heredades muchas que vós avedes?

259
Igual que en el ms. h-I-14, falta la etimología del nombre (LA: 1-6).
260
LA (10): “ut luto capite scissisque vestibus”. Ms. h-I-14: “mesada e rascada” (f. XLIIIc).
261
En el incunable: “parecer”.

211
¡Crueles sois, que despreciades el padre e a la madre, que non dais nada por ellos, nin
por las mugeres, nin por los fijos, e ides de grado a la muerte!”.
Oyendo tales cosas como éstas, ívanse venciendo. Entonce sant Sevastián, que
era aí a la sazón, levantóse, e dixo: “¡Cavalleros muy fuertes de Jhesu Christo!, non
querades perder la corona que sienpre ha de durar, e por estos mesquinos de falagos.
Non creades los parientes, nin ayades miedo. Non se partirán de vós, mas antes vos van
aparejar las moradas celestiales. Ca desde el comienço del mundo, esta vida engaña a
los que della fían. Así que nunca dixo cosa cierta, porque devedes creer e tener que es
mentirosa, que dize el ladrón que furte, e faze pecar al omne. Mas esta persecución que
aquí sofrimos, oy parece e cras non es nada, oy se enciende e cras se enfría, e non dura
más de una ora. Mas el dolor que siempre ha de durar, siempre se renueva porque más
enpesca,262 enciéndese porque más se atormente. Por ende, [f. 41a] esforcémonos para
tomar martirio por amor de Dios. Ca en esta se vence el diablo: demientra que prende,
es preso; e demientra que atormenta, es atormentado; demientra que tiene, es vencido; e
demientra que deg[ü]ella, es degollado; e demientra que escarnece, es escarnecido”.
Predicando sant Sevastián estas cosas, hevos la muger de Nicostrato,263 en cuya
casa guardavan los sanctos que non fablava. Echose a sus pies, e demandó perdón de
señas. Entonce, dixo sant Sevastián:
– Si yo só siervo de Jhesu Christo, e si verdad es lo que oyó de mi boca esta
muger e lo creyó, abrá la su boca el que abrió la de Zaquerías, profeta.
Entonce dixo la muger a grandes bozes:
– ¡Bendita sea la palabra de la tu boca e los que creen lo que tú dizes! Ca vi el
ángel ante ti que tenía un libro en que heransic escriptas todas las cosas que tú dizes.
E su marido, oyendo aquesto, cayó a los pies de sant Sevastián e demandóle
perdón. E luego soltó los mártires que fuesen a buena ventura, los quales dixeron que,
por ninguna razón non desanpararía lo que tenían començado. E por ende, tan grand
gracia e tan grand virtud pusiera Dios en las palabras de sant Sebastián, esforçó
Marceliano e convertió a la fe a su padre, que dizían Tranquilión. E a su madre, con
otras, las batizó Policarpo.
E Tranquilión, que era mal enfermo, quan[f. 41b]do fue batizado luego fue sano.
El senador de Roma, otrosí que era enfermo, rogó a Tranquilión que le truxese aquel
quien le sanara. Veniendo Policarpo, el sacerdote, rogávale que le sanase. E díxole sant

262
Empecer: (del lat. impediscere, de impedire, impedir). Dañar, ofender, causar perjuicio.
263
LA (40): “Tunc Zoe uxor Nicostrati”. Ms. h-I-14: “Hevos la muger de Nicostrato” (f. XLIIIIb).

212
Sebastián que negase primeramente los ídolos, e le diese poder de los quebrantar, e sería
luego sano. E díxol Cromacio alcalde él que los faría sus vasallos. Díxole señor sant
Sebastián: “Los que son medrosos temen quebrantar los sus dioses; mas si por esta
razón el diablo los feziese mal que fuesen alevosos”.
E así Policarpio e Sebastián quebrantaron más de CC ídolos. Mas Cromacio non
fue sano, e díxole sant Sebastián: “Porque avemos quebrantado los ídolos tú devieras
ser sano; mas cierto es que tú non crees bien como deves, e guardaste algunos ídolos”.
Entonce mostrole su cámara en que estava pintada la diciplina de las estrellas, porque su
padre e su madre avían despendido más de dozientos quintales de oro. E en esta cámara
dezían lo que avía de venir. E dixo sant Sebastián: “Demientra que tú tuvieres este
tesoro, no avrás sanidad”. E queriéndole otorgar que lo quebrantase, dixo Tiburcio, su
fijo, que non sofriría que tan preciada cosa de obra, como aquella, que la destruyesen:
– Mas enpero, que non quiero que la salud de mi pa[f. 41c]dre [...].264 Enciendan
dos fornos, que destruyendo esta obra non fuese sano mi padre, que vos queme a amos
bivos.
Dixo sant Sebastián:
– Sea así como tú dizes.
Demientra que destruía esta obra, apareciole el ángel al padre, e dixo que le
sanava. E luego fue sano, e fue besar los pies a sant Sebastián, e él non lo quiso sofrir.
Su fijo Tuburcio e mill e trezientos de su casa fueron luego batizados. E Zoe, la
muger de Nicostrato, tiniéndola los gentiles, atormentándola, muriose e fuese a Paraíso.
E oyéndolo Tranquilino, dixo: “Las mugeres se van ante nós a Paraíso, ¿e nós para qué
venimos?”. E a pocos de días, fue apedreado por amor de Jhesu Christo.
Ordenado fue que posiesen a Tiburcio sobre las brasas e le encendiesen, por tal
que adorase los ídolos, o que handoviese sobre ellas descalço. E santiguándose, entró
sin miedo, e andando sobre ellas descalço, dizía:
– Seméjame que ando sobre rosas e flores, en el nonbre de Dios.
E dixo Fabiano, el alcalde:
– Non ay dubda que Jhesu Christo vos mostró encantar.
Díxole:
– ¡Calla mesquino!, que no te conviene nombrar tan dulce nonbre.
Entonce ensañose Fabiano, e mandole degollar.

264
LA (61): “esse contrarius”. Ms. h-I-14: “empero que querría salut para mi padre. E dixo Tiburcio:
Enciendan” (f. XLVa).

213
E Marcelino e a Marco díxoles el adelantado:
– ¡Dexadvos desa locura e librad vos della!
E ellos dixeron que nunca en jamás tan bien les fuera:
– ¡E póngate Dios en tu coraçón [f. 41d]que nos dexes así estar mientras que
visquieremos!
Entonce el adelantado mandolos alancear, e así conplieron su martirio.
Después desto, el adelantado dixo mal de sant Sebastián a Diocliciano, el
enperador, e mandole llamar, e díxole:
– Yo siempre te tove entre los príncipes en el mi palacio. E andoviste encobierto
fasta agora contra mi salud, e torciendo los dioses.
Díxole sant Sebastián:
– Yo siempre onré a Jhesu Christo por la tu salud, e rogué siempre a Dios, que
es en el cielo, por el estado del Inperio de Roma.
Entonce, sañudo Diocleciano, mandole ligar en medio de un canpo e que le
asaeteasensic los cavalleros. E finchéronle de saetas en manera que semejava cosido,
fueronse sospechando e creyendo que era muerto, e fue sano en pocos días. E estando
en un poyo en palacio, començó reprehender a los emperadores que venían de fazer mal
a los christianos. Díxole el emperador:
– ¿Non es este Sebastián el que mandé matar el otro día a saetas?
Díxole Sebastián:
– Mi señor me resucitó porque vos reprehenda de los males que fazedes a los
christianos, siervos de Jhesu Christo.
Entonce el emperador mandole castigar fasta que dio el alma a Dios. E fizo
echar el cuerpo en una cámara privada, en tal que non le fallasen los christianos, nin le
enterrasen como mártir.
Sant Sebastián [f. 42a] apareció otra noche a santa Lucía, mostrole su cuerpo, e
mandola que le enterrasen a los pies de los apóstolos, e así lo fezieron.
Cuenta sant Gregorio265 que una muger casada era en Costaña;266 conbidáronla
las otras que fuese con ellas, otro día, a la consagración de la iglesia de sant Sebastián.
Ella, aquella noche, conplió su voluntad con su marido. Otro día en la mañana fuese a la
iglesia aviendo más vergüença de los omnes que non de Dios. Luego que entró en la
iglesia, do eran las reliquias de sant Sebastián, tomola el diablo e enpeçola atormentar

265
Dialogi de vita et miraculis patrum Italicorum (I, 10).
266
LA (98): “Tuscia”. Ms. h-I-14: “Costana” (f. XLVd).

214
ante todos muy fuertemente. Entonce el capellán de la iglesia tomó una sábana de sobre
el altar e cobriola con ella, e a la sazón, el capellán e sus amigos trayéronla a los
encantadores, porque la sacasen el diablo del cuerpo. Mas luego que la enpeçaron a
267
encantar, entraron en ella seis mill DCC LXXX e VI diablos, e atormentávanla. Un
obispo que era muy santo, que dezían Fortienato, rogó a Dios por ella, e luego fue sana.
Fallamos en las Estorias de los Lombardos268 que en el tienpo del rey Umberte,
en toda Italia avía una pestilencia que non podían conplir a enterrar los omnes; mas
mayor pestilencia avía en Roma, en Papía. Entonce apareció el ángel de Dios, a muchos
mandó el diablo que seguía e levava en la mano un venablo, [f. 42b] e fería matava
quantas vezes fería en la casa, tantos omnes matava. Entonce fue dicho a un omne, de
parte de Dios, que non quedaría esta pestilencia fasta que fiziesen un altar de sant
Sebastián en Papía, en la iglesia de sant Pedro. Quando lo fizieron, quedó la pestilencia,
e trayeron de Roma las reliquias de sant Sevastián.
[...]269

[XXI]
Título XXI. De la vida de santa Inés virgen e mártir

[...]270
Santa Inés virgen muy sabia, segund dize sant Ambrosio,271 diez e seis años predicó la
muerte e falló la vida.272 Era niña en hedad, mas vieja en entendimiento; fermosa en el
cuerpo, más fermosa en el ánima.
En tornándose de la escuela el fijo del adelantado, demandole de su amor, e
prometiole piedras preciosas e otras riquezas sin cuento si le otorgase lo que le
demandava. Respondió Inés: “Quítate de mí como de muerte, ca he otro mejor
entendedor que tú, que es más fijodalgo que tú, e más fermoso, e poderoso e más
fuerte”. Ca estas cosas suelen demandar los esposos a las esposas. “Su madre es virgen,
su padre nunca supo de fecho de muger, los ángeles le sirven, el sol y la luna se
maravillan de su fermosura, las sus riquezas nunca fallecen, los muertos biven en el su
267
LA (103): “id est sex milia sexcenti et sexaginta sex”. Ms. h-I-14: “seis mill e quinientos e treinta” (f.
XLVd).
268
Historia Langobardorum (VI, 5), de Pablo el Diácono.
269
Igual que en el ms. h-I-14, falta el segmento textual final (LA: 111-112).
270
Igual que en el ms. h-I-14, falta la etimología del nombre (LA: 1-4).
271
De virginibus (I, 2).
272
LA (5): “tertio decimo anno etatis sue mortem perdidit et vitam invenit”. Ms. h-I-14: “aviendo trece
años perdió la muerte e falló la vida” (f. XLVIa).

215
olor, sana los enfermos, ta[f. 42c]niéndolos; el su amor, en castidad; el su cantar,
sanctidad; el su ayuntamiento, virginidad”. “A mí dio el su anillo, puso en el mi cuello
aljófares muy preciosos, diome una vestidura toda cubierta de oro, ónrame con muchas
joyas, púsome en señal de mi cara que nunca ame a otro sinon a él, las mis mesillas son
bermejas en la su sangre, e ya el mi cuerpo es ayuntado con el suyo. E mostrome
muchos tesoros, e prometiome que me los daría solamente que persevere en él”.
Oyendo esto el mancebo, bien como loco echose en el lecho, e dixiéronle los
físicos que era enfermo de amor. El padre prometiendo eso mismo que el fijo, ella
diziendo que non podría quebrantar lo que prometiera al primero.
Esa ora, demandó el adelantado quién era este esposo de quien tanto se alavaba
Inés. E por ende, diziendo algunos que este esposo era Jhesu Christo, començóla
primero a falagar, e desdendesic amenazar. E díxole Inés:
– Faz lo que quieres, que lo que demandas non lo puedes alcançar.
Dixo el adelantado:
– De dos cosas escoge: la una, o sacrifica con las nuestras vírgenes a la nuestra
creencia; o enbiarte he al lugar de las malas mugeres.
Dixo Inés:
– Non sacrificaré los tus dioses porque non me ensuzie las sus suziedades, ca
tengo por guardador el ángel de Dios.
Dixo el a[f. 42d]delantado:
Mandarte he despojar e levar desnuda al dicho lugar.
Levándola allá, fue toda cubierta de cabellos así como de vestiduras. Entrando
Inés en el lugar de la suziedad, falló el ángel de Dios presto, e alunbró todo el lugar, e
diole una vestidura muy blanca. Vino aí el fijo del adelantado con otros conpañeros, e
conbidolos que primero entrasen a ella. E entrando, vieron el miraglo e tornáronse con
gran dolor. Él, denostándolos, entró a ella como loco e quísola tener. E afogole el diablo
e murió. Oyéndolo el adelantado, vínose allí con grand lloro e demandó cómo muriera.
Dixo Inés:
– Aquel cuya voluntad quiso conplir, ovo sobre él poderío e matolo, ca sus
conpañeros espantáronse del miraglo que vieron e tornáronse, e si él fiziera, non
muriera.
Dixo el adelantado:
– Si lo resucitares, parecerá que non lo feziste con entendimiento.

216
Rogó Inés e resucitó el mancebo, començó a predicar firmemente la fe de Jhesu
Christo. Los obispos de los ídolos, quando lo oyeron, fizieron grand ruido al pueblo, e
dixeron a bozes:
– ¡Mata esta encantadora e malfechora que mata la voluntad de los omnes e
sácalos de seso!
El adelantado, quando vio el miraglo, quísola librar de muerte, mas temía que le
vernía dende mal. Fuese dende, e dexó su juez, e partiose [f. 43a] muy triste porque la
non podía librar.
Entonce el juez, que le dezían Aspasio, mandola echar en grand fuego; mas
partiose la llama en dos partes, e quemó muchos dellos. Enpero Aspasio mandola ferir
en la garganta con un cuchillo. E así Jhesu Christo, su esposo blanco e bermejo, ayuntó
así e consagró su esposa. E tomó martirio, segund creemos, en tienpo de Constantino el
grande, el año de la encarnación de Jhesu Christo CCCIX años.
Los christianos, su padre e su madre, enterraron el cuerpo con grand gozo; mas
mala vez escaparon de los gentiles que los apedreavan. E santa Emerenciana, su
hermana de leche, virgen sancta, empero non batizada, estava mientra cerca el sepulcro
respondiendo muy atrevidamente a los paganos. E apedreándola, tremió la tierra, e
fizieron relánpagos, e truenos, e rayos, e mataron muchos paganos. E por ende, los que
venían al sepulcro della, de allí adelante non los fazían mal. E el su cuerpo pusieron
cerca del sepulcro de santa Inés, decimo calendas febroari.273
Su padre e su madre, a cabo de ocho días velando el sepulcro, vieron coto de
muchas vírgenes vestidas de vestiduras de oro. E entre ellas, vieron a santa Inés así
vestida como ellas, e a la su diestra un cordero más alvo que la nieve. Dixo ella: “Parad
mientes e non lloredes como [f. 43b] a muerta, mas aved conmigo gozo e alegría con
todas estas vírgenes estó en el cielo”. Por esta razón faze la Iglesia la fiesta de Agnetis
IIº.

Costancia, la infanta virgen fija de Costantino el emperador, siendo gafa e


oyendo dizir este miraglo, fuese para el sepulcro. E demientra que rogava, adormiose e
apareciole santa Inés, e díxola. “Si creyeres en Jhesu Christo, luego serás sana”. Recibió
bautismo, e fizo muy noble iglesia sobre el sepulcro de santa Inés. E veniendo aí en
virginidad, fizo un monesterio de muchas vírgenes.

273
Esta sentencia latina no se registra en la Legenda aurea ni en el ms. h-I-14.

217
Un capellán, que dizían Paulino, que dizía misa en la iglesia de santa Inés, fue
muy tentado de los pecados de la carne; mas non queriendo fazer pesar a Dios, demandó
licencia al papa que podiese casar. El papa, viendo su voluntad e su sinpleza, diole un
añillosic con su amoradgo.274 E dixo que demandase de su parte a la imagen de sancta
Inés, muy fermosa que era pintada en la Iglesia, que quiere casar con ella. Demientra
que esto demandava el sacerdote, la imagen estendió su dedo en que le solía poner el
añillo, tomándole, apretó su mano, e el sacerdote perdió la tentación. El qual añillo
parece oy275 en día.
[...]276

[XXII]
Título XXII. De la estoria de sant Basilio

[...]277
[f. 43c] En tienpo de sant Basilio fue un omne muy fidalgo que dizían Erachio.
Avía una fija que quería meter monja, mas el diablo, que siempre trabaja en mal, viendo
esto, encendió en el amor de la niña uno de sus mancebos. Mas paró mientes que le non
convenía fazer tal fecho, e fuese para un encantador e prometiole grand aver si le
ayudase en este fecho. Díxole el encantador:
– Yo non lo puedo fazer, mas vete para mi señor el diablo, e si fizieres lo que él
te dixere, conplirte ha tu deseo.
E dixo el mancebo:
– Faré quanto mandare.
E por ende, el encantador fizo una carta para el diablo, e enbiósela con el
mancebo, diziendo: “Porque me conviene quanto pudiere trabajar de engañar los
christianos, e quanto supiere traerlo a ti, por tal que la tu conpaña se acreciente, enbíote
este mancebo que ha grand amor de tal niña. Ruégote que le ayudes porque cunpla su
deseo, porque yo tome plazentería e te pueda otros ayuntar”.
Dándole la carta:
– Vete en tal ora de la noche e está sobre aquel sepulcro de aquel gentil. E llama
aí los diablos, e echa esta carta en el aire, e luego serán contigo.

274
LA (61): “cum smaragdo”. Ms. h-I-14: “con su piedra esmeralde” (f. XLVIIc).
275
En el incunable: “yo”.
276
Igual que en el ms. h-I-14, falta el segmento textual final (LA: 67-73).
277
Igual que en el ms. h-I-14, falta el segmento textual inicial (LA: 1-41).

218
Él fuese, e fizo lo que le dixeron. E ahevos el príncipe de los diablos con gran
conpaña dellos, e viendo la carta, dixo al mancebo:
– ¿Creis en mí porque [f. 43d] pueda conplir tu voluntad?
E díxole:
– Sí creo, señor.
Díxole el diablo:
– ¿Niegas a Jhesu Christo?
– Niégole.
Dixo el diablo:
– Los christianos sois falsos, ca quando queressic alguna cosa venís a mí, e
después que avedes lo que deseades, a la sazón me negades, e tornaisvos a Jhesu
Christo. E él, commo es piadoso, recíbeos; mas si quigeressic que cunpla tu voluntad,
fazme un escripto con tu mano en que reniegues a Jhesu Christo, e al tu bautismo, e a la
christiandad que tomaste. E seas mi vasallo, e dañado comigo del día juizio.
Escrivió luego todo esto con su mano, e tornose su vasallo. E luego, mano a
mano, Satanás fizo al diablo que es sobre el fornicio venir, e mandole que fuese aquella
niña, e que la encendiese en fecho de luxuria. E luego la encendieron en tanto que se
echava en tierra e llamava a su padre con grand lloro:
– ¡Ave merced de mí padre, ave merced de mí ca muero por amor de tal
mancebo! ¡Ave piedad de mí e dámele por marido a tal ombre por quien muero; si non,
sabe que so muerta, e serás juzgado por mí el día del juizio!
El padre despertó, diziendo:
– ¡Ay mesquino! ¿Qué aqueció a la mesquina de mi fija, o quién me furtó el mi
tesoro, o quién me cegó de la lunbre de los mis ojos? Yo quería dar e desposar con
Jhesu Christo, así como lo ordenara, e non quieres en [f. 44a] mi vegés que vayas al
infierno con dolor.
Ella llamava, diziendo:
– Mi padre, cunple mi deseo, si non, evame muerta a poco de tienpo.
E llorando con grand amargura a su padre como loca. Su padre como muy
desonrado, e con consejo de sus amigos, fizo quanto ella demandava, e casola con aquel
mancebo. E diole quanto el tenía, diziendo: “¡Ay mi fija, non muriríasic mesquina!”.
Estando en uno, nunca él se sanctiguava nin entrava en la Iglesia nin se
acomendava a Dios. Onde muchos pararon mientes a esto, e dixéronlo a su muger:
“Sepas que tu marido non es christiano, nin entra en la iglesia”.

219
Oyéndolo ella, ovo muy grand miedo, e echándose en tierra, començó de rascar
e ferir en sus pechos, e dizía: “¡Ay mesquina! ¿Por qué nací, e por qué non me murí
luego?”.
E quando contó a su marido lo que oyera, e él diziendo que non era así, mas que
era mentira quanto le dixeran, dixo ella: “Si quieres que lo crea, entremos yo e tú cras
en la iglesia”.
E él viendo que non se podía encobrir, díxole quanto avía fecho. E ella, quando
lo oyó, ovo muy grand miedo. E fuese para sant Basiliso, e contole todo el fecho. E sant
Basiliso llamó al mancebo, e contole todo el fecho quanto fiziera, díxole:
– Fijo, ¿quiéreste tornar a Dios?
E díxole:
– Sí señor, mas non puedo, que fize profesión al diablo.
E díxole Basiliso:
– Non ayas [f. 44b] ende cuidado, ca Dios es piadoso, e arrepentiéndote recebirte
ha.
Fízole luego la señal de la cruz en la fruente, e encerrole por tres días. E después
visitole, e díxole el mancebo:
– Señor, soy en grand cuita, que non puedo sufrir las sus bozes, e los sus
espantos, e los males que me dizen teniendo el escrito en la mano, e tráenme en pleito,
diziendo: “Tú veniste a nós e nós fuimos a ti”.
Díxole Basiliso:
– Non temas fijo, solamente crey.
E diole un poco a comer, e fízole otra vez la señal de la cruz. E encerrole e rogó
a Dios por él, e a pocos días, viole e díxole:
– ¿Cómo te va fijo?
Díxole:
– Padre, oyo las sus bozes e las menazas dellos alexos, mas non los veo.
Diole otra vez a comer e santiguole. E cerrole la puerta e fuese, e fizo oración
por él, e torno a él ese día, e díxole:
– ¿Cómo te va?
Respondió él:
– ¡Santo de Dios!, bien me va, ca vite yo lidiar con los diablos, e vencístelos.
Después desto sacolo fuera e llamó a todos los clérigos, e los religiosos, e todo
el pueblo, e amonestolos que rogasen a Dios por él.

220
E teniéndole por la mano, e levándole a la iglesia, vino Satanás a él con grand
conpaña de diablos. Non le viendo ninguno, tomó el diablo al moço e queríalo arrebatar
de su mano, e començó el moço a llamar:
– ¡Santo de Dios, ayúdame!
E tan afincadamente [f. 44c] lo acometió, que tirando el mancebo278, enpuxó a
sant Basilio, e dixo:
– ¡Malo e falso! ¿Non me cunple la tu perdición si non contares la fechura de
Jhesu Christo?
Dixo el diablo oyéndolo:
– Todos fazes nos tuerto Basiliso.
Entonces cantaron todos:
– Quirie leyson.
Díxole sant Basiliso:
– ¡Fágate Dios mal!
Díxole el diablo:
– ¿Por qué me fazes tuerto? Yo non fui a él, él vino a mí e negó a Jhesu Christo.
E a mí fizo profesión e ahe aquí el escrito que tengo en mi mano.
E dixo Basilio:
– Non quedaremos de orar fasta que des el escrito.
E orando Basilio, alçó las manos al cielo, afevos la carta por el aire, e todos la
vieron e púsose en la mano de Basilio, e dixo al niño:
– Fijo, ¿conosces estas letras?
E dixo el moço:
– Sí, yo las escriví por mi mano.
E ronpiéndola por su mano sant Basilio levole a la iglesia, e mostrole qué avía de
fazer así como a buen christiano. Diole a su muger ante que muriese.
[...]279
El obispo sant Basilio amava mucho a un judío físico bueno que dizían Josep,
porque sabía que se avía de tornar a la fe. E llamole como si le oviese menester, e
catándole el pulso, vio que avía de morir aína, e dixo a las conpañas que toviesen sus
cosas prestas para el enterramiento, que luego avía de morir. E oyéndolo Basilio:
– Non sabes que te dizes

278
En el incunable: “manceob”.
279
Igual que en el ms. h-I-14, falta el segmento textual (LA: 137-153).

221
E dixo el judío:
– Creo señor que tu murirás oy al sol puesto.
E dixo [f. 44d] Basilio:
– ¿Qué farás si non muero oy?
E dixo Josep:
– Señor, non puede ser.
E sant Basilio:
– ¿Qué farás si biviere fasta cras a ora de medio día?
Dixo Josep:
– Si bevieres fasta esa ora, que me maten.
– Quiera Dios que mueras quanto al pecado que estás, e que bivas con Jhesu
Christo.
Díxole Josep:
– Bien sé qué dizes, e si bivieres fasta aquella ora, faré lo que tú dizes e quieres.
Entonce sant Basilio, porque devía segund natura morir luego, ganó de Dios
treguas que non muriese, e bivió fasta otro día a ora de nona. Quando lo vio Josep,
maravillose e creyó en Jhesu Christo. E Basilio, venciéndole la flaqueza del corazón,
levantose del lecho e fuese para la iglesia e batizole con sus manos mismas. E tornose
luego e finose.

[XXIII]
Título XXIII. De la estoria de sant Vicente

[...]280
Sant Vicente fue omne fijodalgo, e muy noble en fe e en religión. E fue diácono
de sant Balerio, obispo. E el obispo, porque era enbargado en la lengua, diole todo su
poder, e él diose a oración e contemplación.
E mandolos Daciano emperador levarlos amos y dos a Valentina, e meterlos en
la cárcel muy fuerte. E cuidando que fallecerían de fanbre, mandolos traer ante sí. E
viendo que eran sanos e gozosos, e él muy sañudo, començolos a dezir:
– ¿Qué di[f. 45a]zes tú Valerio, que fazes contra las leis de los príncipes so
semejança de religión?

280
Igual que en el ms. h-I-14, falta la etimología del nombre (LA: 1-6).

222
E respondió sant Valerio manso. Díxole sant Vicente:
– Padre onrado, non quieras responder como medroso tibiamente fablar; mas
llama como libre e franco a grandes bozes. E por ende, si tú padre santo mandas,
acometerle he yo a este a lid.
Respondió él, e díxole:
– El mi fijo amado, ya pieça ha que te di yo todo el mi poder de fablar. E agora
dote que respondas por la nuestra ley e que la defiendas.
Entonce Vicente tornose a Daciano, e dixo:
– Fasta aquí fablaste tú que neguásemossic la ley e fe; mas sepas que es cosa muy
descomunal entre los christianos blasfemar e denegar el nonbre de Dios.
Entonce fue irado él, Daciano, e mandó al obispo desterrar, e a Vicente, aspar e
despedaçar todos los mienbros, bien como a mancebo atrevido e menospreciador,
porque los otros se espantasen por el su enxienplo. E díxole Daciano:
– Dime Vicente, ¿dó veis tú agora el tu cuerpo?
Díxole reyendo:
– ¡Mesquino!, esto es lo que yo deseo siempre.
Entonce el adelantado, muy sañudo, empeçole amenazar, que de todas las
maneras que fueren de los tormentos, que de tantas le mandaría dar sinon consentiese a
lo que él mandava. Díxole Vicente:
– Entonce seré yo más bienandante, quanto tú as más de ser mayor follón. E abrá
Di[f. 45b]os más piedad de mí. E agora mesquino, levántate e ensáñate en todo tu
espíritu de maldad, ca verme has con la virtud de Dios más poder, e quando me
atormentares, tú non podrás fablar.
E el adelantado, quando oyó esto, començó de llamar:
– ¡Id los carniceros e feridle con pértigas de fierro e con fustes!
E dixo sant Vicente a Daciano:
– ¿Qué dizes? Que cata, tú mismo me vengarás destos tus carniceros.
Entonce el adelantado, como loco, dixo a los carniceros:
– ¡Malandantes!, ¿qué fazedes, por qué vós fallecen vuestras manos? Ca ya
podistes vencer los que matavan a sus padres en manera que non podían encobrirse
entre los tormentos que sufrían, e agora, sólo Vicente vós puede a todos vencer.
Entonce los carniceros fincaron los peines de fierro fasta las enrañas, e corrió
sangre de todo su cuerpo, e entre las junturas de las costillas parecíanse las entrañas. E
díxole Daciano:

223
– Ave piedad de la tu mancebía porque la puedas recobrar e escapar de los
tormentos que son aún de venir.
E díxole Vicente:
– ¡O lengua del diablo veniniento! Yo non temo tus tormentos, mas solamente
estó en gran miedo que has de aver piedad de mí. Ca quanto te veo más sañudo, tanto
más alegre, ca non quiero que ninguna cosa mengue de tus [f.45c] tormentos, porque
digas que en todo eres vencido.
Entonce fízole aspar, e levándole al tormento de fuego, iva muy alegre a la pena,
e reprehendía a los carniceros porque tardavan. E sobiendo de grado en la parrilla,
asáronle e quemáronle en ella. E fincavan en todos los miembros dardos e tornos de
fierro. E demientra que la sangre se esparzía por la llama, abríanse las llagas, e sobre las
llagas echavan sal, por razón que el su cuerpo todo llagado e sovado, saltando la sal de
las brasas, le quemasen más cruelmente. Ya non echavan dardos a los mienbros de
fuera, mas a las entrañas, porque pareciesen saliendo fuera del cuerpo.
Él, entre todo esto, estava muy pagado, alçando los ojos al cielo, e rogando a
nuestro Señor. E contando los ministros esto a Daciano, dixo Daciano: “Ya somos
vencidos, mas pues que así es, encerralde agora en la cárcel muy oscura. E ayuntad
cascos de vidrio agudos e metedle los pies en el cepo, e non le faga ninguno solaz, e
tendelde sobre los cascos e dexalde. E quando falleciere, dezídmelo”. E los ministros
crueles fazían muy aína lo que mandava el señor, e más cruel. Mas evad el rey Jhesu
Christo, por quien el cavallero esto sufría, mudole la pena en gloria. Ca la cárcel
tenebrosa fue alunbrada por la luz, e la aspere[f. 45d]za de los cascos fue en folgura de
todas las flores, e sacole los pies del cepo, e los ángeles le fazían conpañía, e andava él
por las flores con los ángeles cantando muy dulcemente, e maravill[o]so olor de las
flores se esperzían muy alexos.
E las guardas espantadas, catando por entre las puertas e viendo lo que era
dentro, tornáronse a la fe. E oyendo esto Daziano, e él fecho loco por ende, dixo: “¿Qué
le faremos más, que ya somos vencidos? Mas traelde al lecho e ponelde sobre
cocedras,281 e sobre sávanas muy blancas e non le fagades ál, más él glorioso si por
aventura falleciere entre los tormentos”. E trayéndole al lecho blanco, e folgando aí un
poco, luego se fino.

281
LA (57): “Transferatur ad lectulum et stramentis”.

224
E oyéndolo Daciano, doliose mucho dél, porque era vencido dél, e dixo: “Si non
le pude vencer quando era bivo, si ál que non, vengarme he dél quando muerto”. E por
ende, mandó Daciano que le echasen el cuerpo en el canpo, por tal que le comiesen las
aves e las bestias. Mas los ángeles las espantavan e guardavan el cuerpo dellos. E aun el
cuerbo, su guarda, las espantava las otras aves mayores con las alas, e tornava con
muesos,282 e con bozes, e tornava la cabeça, e catava el cuerpo santo. E maravillávanse
mucho viendo sobre él la guarda de los ángeles. E oyéndolo Daciano, dixo: “Aún asmo
que [f. 46a] muerto non podremos con él aver derecho”. Por ende, mandole atar una
muela al cuerpo e echarle en la mar, por razón pues que en la tierra non le podieron
comer las bestias, si ál que non cómanle los pescados en la mar. E los marineros levaron
el cuerpo a la mar e echaronle aý. Mas el cuerpo vino más aína a la ribera que non ellos.
E descobriéndolo, fallolo una buena dueña con otros muchos e enterráronle muy
honradamente.
[...]283

[XXIV]
Título XXIIII. De la conversaciónsic de sant Pablo

En el tienpo de Foca, el emperador,284 sant Pablo fue convertido en el año que Jhesu
Christo fue muerto e sant Estevan apedreado. E la razón por la que la Iglesia faze esta
fiesta e non otra es esta:
Priemeramente, porque ningund pecador, por malo que sea, non deve desesperar
del perdón de los pecadores, quando dio tan grand gracia atán grand pecador como éste.
Desdendesic, por el miraglo que mostró Dios en tan cruel perseguidor, fue después tan
buen predicador. Ca la su conversión fue maravillosa en que mostró Jhesu Christo su
poderío, quando de lobo robador fizo adesora cordero, ca el que ante perseguía los
christianos fue ya obediente a Jhesu Christo.
Otrosí mostrole su sabiduría en quando, de muy sovervioso que era, fízole [f.
46b] muy humilloso. E fue otrosí maravilloso en quanto cercó adesora claridad del cielo
muy grande en que le quebrantó la soberbia, e abaxole a la tierra, e diole entendimiento
spiritual de la Iglesia. Ca era fijo de perdición e es fecho baso de escogimiento; fue tres

282
Mueso: (del lat. morsus, mordisco). Mordedura que se hace con los dientes.
283
Igual que en el ms. h-I-14, falta el segmento textual final (LA: 68-82).
284
Frase que no se registra en la Legenda aurea ni en el ms. h-I-14.

225
días e tres noches ciego, e después fue alunbrado e arrebatado al cielo. Ca entonce
pensó quanto después predicó, e sopo sufrir cuita e trabajo por amor de Jhesu Christo,
ca las andancias e la muerte que por él sufrió así lo semejava a él como juego de moços,
e queríalos mucho. E por más onrado se tenía quando estava en la cadena que si toviese
corona de oro en la cabeça, e más de gracia a do recebía açotes e llagas por amor de
Jhesu Christo, que non otras joyas.
[...]285

[XXV]
Título XXV. De la vida de sant Julián

[...]286
Sant Julián fue obispo. E fue dicho sant Simón el que Jhesu Christo sanó de la lepra
quando lo cobidósic a ayantar éste. Fizieron los apóstolos obispo después que Jhesu
Christo subió a los cielos. Fizo en vida muchas virtudes e resucitó tres muertos. E a este
sant Julián ruegan los que andan camino que los dé buen ostal, porque él recibió a Jhesu
Christo en su casa. Mas verdaderamente, es el otro sant Julián que mató a su padre e a
su madre non lo sabiendo, despu[f.46c]és contaremos de la su estoria.287
Otro sant Julián fue de Olimia, omne muy fijodalgo, mas fue más fijodalgo en la
fe. Por tal que sofriese por ella martirio, parávase de grado ante los perseguidores. E
quando vino Crispino, adelantado de la tierra, enbiole que le matasen. Él, quando lo
supo, salió fuera muy de grado e parose ante él sin miedo ninguno, e luego fue
descabeçado. E tomaron la cabeça e leváronla a Fereola, su conpañero, e a él
menazáronle de muerte si non sacrificase los dioses. E el non lo queriendo fazer,
matáronle luego e pusieron la cabeça de sant Julián con el cuerpo de sant Fereolo. E
después de muchos años, fallaron la cabeça de sant Julián entre las manos deste santo,
así sana e entera, como si entonce fuese enterrada.
Entre los miraglos deste sancto, suelen contar que avía una vez un diácono que
robó las ovejas de la iglesia de sant Julián, e los pastores, defendiéndoselo de su parte,
respondiolos: “El sant Julián non come carneros”. E a poco de tienpo, tomole la fiebre
muy fuerte. E creciéndole la fiebre, dixo que le encendíe el mártir, e fizo echar agua

285
Falta la parte final, presente en la Legenda aurea (37-48) y en el ms. h-I-14 (ff. LIIIc-LIIIIa).
286
Igual que en el ms. h-I-14, falta la etimología del nombre (LA: 1-4).
287
La historia de este otro san Julián será la que se encuentre líneas abajo asignado con el título número
veinticinco.

226
sobre sí en tal que enfriase; mas a la sazón, salió de su cuerpo tan grand fumo de fedor,
que quantos ý estavan fuyeron, e murió a poco de tienpo.
Otro Julián fue hermano deste Julio. E amos hermanos fuéron[f. 46d]se al
enperador Teodosio, que era muy noble christiano, e demandáronle que doquier que
sintiesen tenplo de los ídolos de los judíos, que los destruyesen. El emperador
otorgóselo de grado, e mandó a todos so pena de las cabeças que los ayudasen. E
mientra que Julián e Julio fazían una iglesia en un lugar que dizian Gaza, e ayudávanlos
quantos por aí pasavan por mandado del emperador, acaeció que pasavan por aí unos
carreteros, e dixeron entre sí: “¿Cómo escusaremos que podamos pasar en tal que los
non ayudemos?, mas echemos el uno de nós en el carro, la faz arriba e cubrámoslo, e
diremos que levamos un omne muerto, e así pasaremos”. E fizieronlo así, e echaron el
uno en el carro, e dixéronle: “Tú calla e cierra los ojos, e fasta que pasemos yaz como
muerto”. E cubriéronle como muerto, e venieron así fasta los siervos de Dios, e dixeron:
– ¡Fijos!, estad un poquillo e ayudadnos en esta obra.
Respondieron:
– Non podemos aquí estar, ca traemos un omne muerto.
Díxoles sant Julián:
– Fijos, ¿por qué mentides?
Dixeron ellos:
– Non mentimos, que así es como dizimos.
E dixo sant Julián:
Así vos contecerá, segund la verdad que dizides.
E aguijaron los bueyes e pasaron. Quando fueron pasados, llamaron a su
conpañero por nonbre diziendo: “Levántate dende de doy288 más, e aguija los bueyes [f.
47a] porque pasemos aína”. E él non respondiendo, llegáronse a él e descobrieron e
falláronle muerto. E así fueron ellos, e los otros medrosos, que ninguno de allí adelante
non les osó mentir.

Títulusic XXV. De otro sant Julián

E otro sant Julián fue que, non lo sabiendo, mató a su padre e a su madre. Ca un día,
este sant Julián mancebo muy fidalgo, andando a caça, començó de ir en pos de un

288
LA (47): “Surge amodo”. Ms. h-I-14: “Levántate de oy más” (f. LIIIId).

227
cierbo, e tornose a él el cierbo, e fablole: “¿E tú me sigues, que as de matar a tu padre e
a tu madre?”. E oyendo esto, ovo muy grand miedo, e temiendo que le acaecería lo que
le dezía el cierbo, fuyó e ascondiose. E bínose a una tierra e ívale aí muy bien, en el
palacio e en las lides. El rey, viendo esto, fízole cavallero, e díole una biuda por muger
muy rica e un castillo en arras.
En este comedio, su padre e su madre, aviendo grand dolor de su fijo que así
perdieran, fuéronse desterrar e buscar su fijo. Dende, vinieron al castillo a do morava
Julián. E a la sazón, partiose dende Julián, e recibiolos su muger, e preguntolos dónde
eran o quién eran. E dixieron lo que acaeciera de su fijo. Entendió que eran padre e
madre de su marido, que por aventura muchas vezes se lo oyera dezir. [f. 47b] E
recibiolos muy bien, por amor de su marido, e dioles el su lecho e ella fuese a otro. E de
grand mañana, fuese para la iglesia.
Ahevos la mañana venida, entró Julián en su casa e a su cámara para despertar a
su muger. E fallando aí dos que dormían en uno, cuidando que era su muger e alguno
otro callando, matolos amos y dos. Saliendo de su casa, vio venir a su muger de la
iglesia, e maravillose mucho quién eran, e preguntola:
– ¿Quién son aquellos que dormían en el lecho?
E dixo ella:
– Vuestro padre e vuestra madre, que vos andan buscando muy grand tienpo ha,
e echelos en el vuestro lecho.
E él oyéndolo, cayose en tierra muerto. E començó a llorar con grand amargura,
diziendo:
– ¡Ay mesquino! ¿Qué faré, que mate a mi padre e a mi madre que me
engendraron? ¡Ahevos complida la palabra del cierbo, e queriéndolo escusar, conplido
lo he como omne sin ventura! ¡Por ende, mi señora, amiga e mi dulce amor, non folgaré
de aquí adelante fasta que sepa si me perdonará Dios este pecado!
Dixo ella:
– ¡Nunca lo Dios quiera mi amor dulce que te yo desanpare e vaya sin ti, mas
pues fui contigo en gozo, seré en tribulación!
Entonce se fueron amos, e fizieron un ospital cerca de un río muy grande, do
venían muchos en tal que fiziesen su penitencia aý, e pasasen quantos quisiesen pasar el
río, e [f. 47c] recibiesen todos los pobres en casa. E a cabo de tienpo, demientra que
Julián folgava en su cama, que estava echado e elava muy fuerte, oyó una boz de un
mesquino que llorava e llamava a Julián que le pasese el río. E quando le oyó, levantose

228
apriesa, e fallándolo como yerto del yelo, tráxole a su casa e encendió fuego. E
escalentándolo, mas non le podía escalentar, e temiendo que moriría allí, púsole en su
lecho e cubriole muy bien. A poca de pieça, el que apareciera así enfermo como gafo,
subiose a los cielos muy claro, e dixo a su huésped: “Julián, Dios me enbió a ti porque
sepas que Dios recibió tu penitencia”. E así desapareció aquél, e a poco de tienpo, sant
Julián con su muger, conplidos de buenas obras e de limosnas, acabaron bien su vida e
fueron a Paraíso.
[...]289

[XXVI]
290
Título XXV. De la vida de santo Inacio
[...]291
Sant Inacio fue dicípulo de sant Juhan, obispo de Antiochía. Éste enbió una carta a
sancta María en esta manera: “¡O María que traxiste a Jhesu Christo! Yo, Inacio, te me
encomiendo, e tú devieras me conortar e consolar porque non era aún bien arraigado en
la fe; empero que fuesic dicípulo de sant Juhan, oí cosas maravillosas del tu Jhesu e estó
espantado. E por ende, deseo que tú que fuiste si[f. 47d]empre con él e supiste todas sus
puridades, que me fagas ende cierto. Dios sea siempre contigo”.
E santa María respondiole así: “Amado Inacio e dicípulo, la sierva de Jhesu
Christo omillosa, salud. Lo que oíste de Jhesu Christo e apresiste, verdad es, e créelo, e
tenlo así, e guarda fieramente el voto de la christiandad e costunbres. E la vida otorgue
con el voto, e verné yo e sant Juhán a verte a ti e a los que son contigo. E está firme en
la fe, e faz obras de varón, e non te espanten las persecuciones. E la tu alma alégrese e
esfuerce con Jhesu Christo, e non fallescas”.
Demientra que Inacio rogava a Jhesu Christo muy afincadamente por la paz, non
aviendo temor de sí, mas de los otros que eran flacos en la ley. E encontró al emperador
Gargiano de la lid,292 e amenazava a los christianos. E él afirmó que era christiano. E
mandó Gargiano ponerle en cadenas, e diole a diez cavalleros e mandó que le levasen a
Roma. E amenazándole que le faría comer a las bestias, e trayéndole a Roma, enbió sus

289
Igual que en el ms. h-I-14, falta historia de otro Julian –el Apóstata– (LA: 79-128).
290
A partir de aquí comienza la numeración erronea de los títulos. En adelante transcribo el número de
cada título tal y como se presenta en el incunable, y entre corchetes –como lo he venido indicando–, el
número que correspondería a cada lectura.
291
Igual que en el ms. h-I-14, falta la etimología del nombre (LA: 1).
292
LA (20): “Traiano imperatori, qui cepit anno domini C, de victoria redeunti”. Ms. h-I-14: “al enperador
Trajano que se tornava de la lid” (f. LVIa).

229
cartas a todos los christianos e confortolos en la fe de Jhesu Christo. Entre las quales,
escrivió una carta a los de Roma, que non embargasen el su martirio, e ponían estas
palabras: “Desde Siria fasta Roma. Yo Inacio lidio con las bestias por la mar e por
tierra, de día e de noche. Ligado e encadenado me traen diez [f. 48a] cavalleros, que son
como leones pardos. E espero a estas bestias que me son aparejadas. ¿Quándo vernán e
quándo las embiará por tal que se puedan fartar de mis carnes? E combidarlas he que
non ayan miedo de comer el mi cuerpo, así como fizieron a otros ante. E si ellas
fuyeren, yo de grado iré en pos ellas; e por ende, vos ruego que non embarguedes la mi
pasión, ca yo sé que me conviene de sofrir. Fagan fuegos e tormentos, e vengan bestias,
e esparzan los mis huesos, e descuyúntense quantos ay en mi cuerpo e ayunten quantas
penas pudieren ayuntar. Todo terné que non es más de una pena que recibo yo por amor
de Jhesu Christo”.
Quando vino a Roma, traxiéronlo ante Trajano. Díxole Trajano:
– Inacio, ¿por qué non fazes lo Antiocho manda a mí e a mi gente, que se torne a
los ídolos?293
E díxole:
– Dios quisiese que podiese convertir a ti, por tal que ovieses otro Señor más
fuerte.
Díxole Trajano:
– Faz sacrificio a los ídolos e serás compañero de los sacerdotes.
E díxole Inacio:
– Non codicio la onra de oy de más. Faz quanto pudieres, que non me podrás
vencer.
E dixo Trajano:
– ¡Quebrántenle las espaldas con plomo, e desolladle los costados, e fregadle las
llagas con sal, e con piedras asperas e duras!
E faziéndole todas estas cosas, él non se movió a ningu[f. 48b]na parte. E dixo
Trajano:
– ¡Traed carbones encendidos e fazedle descalçar e andar desuso!
Díxole Inacio:

293
LA (31): “Ignati, cur Antiochiam rebellare facis et gentem meam ad christianitatem convertis?”. Ms. h-
I-14: “Ignacio, ¿por qué faces que Antiochía non sea mandada a la mi gente que se torne a los
christianos?” (f. LVIb).

230
– Nin el tu fuego quemador, nin la tu agua valentina294 non podrá matar en mí la
claridad de Jhesu Christo.
Díxole Trajano:
– Este encantador es, que tan grandes penas sufre e non fallece.
“Díxole Inacio:
– Nós los cristianos non somos encantadores; mas según la nuestra ley, non nos
dexamos bevir, mas vós, que adorades los ídolos, sois encantadores.
Dixo Trajano:
– ¡Desolladle el espinazo e fregadle las llagas con sal!
Díxole Ynacio:
– Quantas penas dizes non son nada en conparación del bien que esperamos.
Dixo Trajano:
– ¡Tomad las cadenas de fierro e atadle, dad con él en fondón de la cárcel e non
le dedes a comer nin a bever, e después de tres días, echarle edes a las bestias que le
coman!
Desdende, al tercero día, vino el emperador, e los sabidores, e todo el pueblo de
Roma, ver cómo lidiaría con las bestias. Dixo Trajano:
– Porque eres sovervio, Inacio, e menosprecias lo que te dezimos: ¡atadle e
echadle dos leones, que non dexen dél ninguna cosa!
Entonce dixo sant Inacio al pueblo que aí estava:
– ¡Romanos que venistes acá aver esta lid, sabed que por esta pena he de aver
grand galardón, ca non la sufro por mi maldad, mas por piedad!
Entonce començó a dezir:
– Trigo [f. 48c] só de Jhesu Christo, e molerme han los dientes de las bestias
porque sea pan linpio.
Diziendo esto, dixo el emperador:
– Grande es el poder de los christianos, ca non ay griego en el mundo que esto
sufriere por Dios el que crey.
Respondió Inacio:
– Esto non lo fago yo por mi virtud, mas súfrolo por amor del Señor Dios.
Enridávanle295 los leones que le veniesen a comer. E veniendo dos leones muy
fuertes, afogáronle solamente, e non comieron de la su carne. Trajano, quando lo vio,

294
LA (40): “ebulliens”. Ms. h-I-14: “ferviente” (f. LVIc).
295
Enridar: (del lat. inritāre). Enrizar: (del lat. irritiāre). Azuzar.

231
partiose dende con grand maravilla, mandando que non defendiesen si alguno quisiese
tomar el su cuerpo. Por ende, los christianos tomáronlo, e enterráronlo onradamente e
con grand onra.
Recebió Trajano unas cartas, en que Polemio alabava mucho a los christianos
que el emperador mandava matar. Doliose mucho de lo que el emperador avía fecho a
Inacio. E mandó que non fiziesen mal a ningund christiano, si non, que muriese por
ello.
Cuenta la su estoria que, mientra que le davan aquellos tormentos, que nunca
quedava de llamar a Jhesu Christo. E demandávanle los que le atormentavan, que por
qué llamava tantas vezes a Jhesu Christo, e díxoles: “Así lo tengo escrito en el mi
coraçón, que non puedo callar que le non llame”. Después de su muerte, éstos que lo
oyeron quisiéronlo provar. E sacáronle el coraçón, e fendiéronle por [f. 48d] medio, e
falláronle todo escripto del nonbre de Jhesu Christo de letras de oro. E por ende,
muchos se tornaron a la fe.

[XXVII]
Título XXVI. De la purificación de la virgen María y miraglos

La purificación de santa María se fizo a los quarenta días que nasció Jhesu Christo. E
dízenle tres nonbres: el primero Purificación; el segundo Ipapanty; el tercero
Candelaria.
E dízenle Purificación, porque después de quarenta días que nasció Jhesu
Christo fue la Virgen al templo para conplir la ley que manda, que después que la
muger pariese, fasta los XL días non entrase en el tenplo. Entonce que ofreciese el
infante con sus ofrendas, e si pariese niña, que se doblasen los días.
E mandó nuestro Señor en fin de los quarenta días que ofreciese el infante en el
tenplo. E esto por muchas de razones que non quiero agora contar, salvo esta que agora
diguosic:296 que aquellos merecen entrar en el tenplo que guardan los dies mandamientos
con los quatro Evangelios.
Pero que non se dobla el tienpo quando a la niña, dexando todo lo que el omne
puede dezir, digo: porque pecó más la muger más que el omne, así como las sus penas
son dobladas, así deven de ser en el nascimiento. Pero que santa María no devía guardar

296
Igual que en el ms. h-I-14, sólo se ofrece la tercera razón, omitiendo las dos primeras (LA: 9-10).

232
[f. 49a] aquesta ley, quísola conplir primeramente por dar enxienplo de humildad. Onde
sant Bernaldo dize: “¡Verdaderamente Virgen bien andante!, non avías razón por que tú
devieses purificar, tan poco como tu Fijo circuncidar; mas sey entre las mugeres como
una dellas, así como fue Jhesu Christo entre los niños”.297 Esto fue muy grand
humildad, bien así como mostró Jhesu Christo en sí. Esto mismo tal ofreció sancta
María en el templo, donde ayunó sancta María, XL días e XL noches. E la Virgen ofreció
con él dos palominos, por mostrar que quiso ser pobre. Por nós quiso ser circuncidado e
batizado de sant Juan Bautista, dende porque se acabase esta ley de la purificación.
Ca bien así como la tiniebra se parte quando viene la luz, e la sombra quando
viene el sol, así quando vino Jhesu Christo, que nos alunbró de los pecados, cesó toda la
ley vieja, quanto a la semejança que tenía. Por ende, todos los christianos de aquí
adelante non son tenudos los padres de fazer sacrificio por los fijos, nin las madres de
no entrar en la iglesia quando quisieren e pudieren, nin los fijos dar por sí ningund
precio.
[...]298
Dende ha nonbre esta fiesta Ipapanti, que quiere dezir prestamiento, porque
Jhesu Christo fue en tal día como oy presentado en el tenplo. Otrosí dizen la Candelaria,
porque traemos en tal día las candelas encen[f. 49b]didas en las manos.
Si la Iglesia ordenó esto por algunas razones, lo primero, por destruir una mala
costrunbre que avían los romanos en comienço de febrero e de Febraria, que era madre
de Mars, que es dios de la lid. De cinco en cinco años andavan cercando la villa con
cirios e con fachas encendidas, porque su fijo les ayudase en las lides contra sus
enemigos, pues que ellos tanto onravan a su madre.
Otrosí las mugeres de Roma fazían esta fiesta a onra de una muger que dizían
Prosepina, que fue muy fermosa, porque el Dios del infierno, que le dizían don Pluntón
que la arrebató e fízola deesa. E buscáronla su padre e su madre por montes, e por silvas
muy grand tienpo con fachas e con linternas, esto fazían las mugeres romanas a onra
desta deesa. E porque es muy grave desanparar las costunbres antiguas, los christianos,
que de los gentiles se tornavan de nuevo a la ley, non podrían tan de ligero dexar estas
costunbres. Por ende, Sergio papa, mandó esta costunbre mudar en mejor a los
christianos a onra de santa María. Cada año, en aqueste día, que traxiesen por todo el
mundo candelas e cirios benditos encendidos.

297
Sermones in Purificatione beatae Mariae virginis (3), de Bernardo de Claraval.
298
Igual que en el ms. h-I-14, falta el segmento textual (LA: 70-86).

233
E desdende, para mostrar la linpieza de la virgen María e la su santidat, ca
empero que ella era muy fermosa, nunca omne del mundo pu[f. 49c]do pecar contra
ella, ca la verdad de la sanctidad e la claridad de la castidad suya se encendía a todos, e
así non podía ninguno aver mala codicia contra ella. E por ende es dicha cedro, que bien
así como el cedro mata a las serpientes con el su olor, así la claridad de la Virgen
alunbra a los omnes e matávalos quanto a las codicias. Otrosí es dicha mirra, que así
como la mirra mata los gujanossic, bien así la su sanctidad matava la codicia mala de la
carne en los omnes. Esta gran estremada ovo sobre todos los que fueron sanctificados
en los vientres de sus madres, e sobre todas las otras vírgenes. Ca la castidad e la
santidad de las otras non se escogía sobre los omnes así como la desta. Ca la virtud
desta Virgen pasava fasta las raízes de los coraconessic de los omnes luxuriosos, luego
los fazía castos.
Después, por mostrar e presentar la procesión de oy, ca santa María, e Josep, e
Simeón e Ana fizieron oy onrada procesión, e presentaron a Jhesu Christo el niño al
templo. E así nós fazemos la procesión e levamos el cirio encendido en las manos fasta
la iglesia, en que damos a entender a Jhesu Christo. Ca en el cirio ay tres cosas: cera, e
pavil e fuego. E por estas tres cosas da a entender otras tres cosas que fueron en Jhesu
Christo: ca la cera [f. 49d] significa la su carne que nació de santa María sin
corrunpimiento alguno, e así como las abejas fazen la cera sin mesclamiento de otra
cosa; el pavil, que está encerrado dentro de la cera, es la su alma que está encerrada en
la carne; e el fuego significa la divinidad.
[...]299
Una buena dueña fijadalgo avía gran devoción en sancta María, e por ende, fizo
una capilla cerca de su casa. E avía aí un capellán e quería cada día oír misa de la
Virgen. E acerquándosesic a esta fiesta de santa María, el su capellán alongó para
recabdar un su pleito, e la dueña aquel día non pudo aver misa, e doliéndose ende
mucho dentro en la iglesia, echose ante el altar de sancta María. E entonce, adesora, fue
puesta fuera de su entendimiento de sí, semejávala que estava en una iglesia muy
fermosa, e catando, vio una grand conpaña de vírgines que venían a la iglesia, e venía
ante ellas una Virgen muy fermosa e traía en la cabeça una corona muy noble. E
seyendo cada una destas vírgenes por orden, ahevos otra conpaña de mancebos que se
asentaron otrosí por orden. E ahevos uno que traía una grand pieza de cirios, e dio el

299
Igual que en el ms. h-I-14, falta el segmento textual (LA: 143-151).

234
primero a la Virgen que venía ante las otras, e después dio a las otras vírgenes e a los
mancebos. De sí vino a aquella dueña buena e diole un [f. 50a] cirio, e ella tomole de
grado. E después, parando mientes, vio venir dos niños que traían los cirios encendidos,
e después el diácono, e el subdíchonosic e el sacerdote, vestidos de vestiduras muy
nobles, e fuéronse para el altar como si quesisensic dezir misa. E semejávala que los que
levavan los cirios, que eran sant Llorente, e sant Vicente; e el diácono e subdiáchono,
dos ángeles; e el preste, Jhesu Christo. E la confesión fecha, venieron en medio del coro
dos mancebos muy fermosos e començaron la misa muy alta, e quantos estavan en el
coro començaron a cantar. E quando vino el tienpo del ofrecer, la reina de las vírgenes e
todas las otras, e quantos estavan en el coro, ofrecieron sus cirios al sacerdote e
fincando los finojos como es costumbre. E el sacerdote esperando que aquella buena
dueña veniese a ofrecer el su cirio e ella non quería venir, la reina de las vírgines
enbiola a dezir con un mensajero que era villana en fazer tardar el sacerdote. E ella
enbiole a dezir: “Que cante el sacerdote su misa”, que ella non ofrecería su cirio.
Entonce la reina enbiole otro mensagero, e ella respondiole que non le daría aquel cirio,
que más le quería para síísic. Mandó la reina al mensagero: “Ve e ruégala otra vez que le
ofresque, si non, arrebátagelo por fuerça”. El mensage[f. 50b]ro yendo, e ella non
queriendo, díxole que le era mandado que ge lo tomase. Entonce tomole el cirio por
fuerça queriéndogelo arrebatar, mas ella teniendo fuertemente, e defendiéndose quanto
ella podía. Estando así amos lidiando e tirando, el uno al otro por fuerça quebró el cirio
por medio, e la mitad fincó en la mano del mensagero e la otra mitad en la dueña.
Después desto, tornó en sí misma, e fallose cerca el altar do se posara, e el cirio
quebrado en las manos. E por ende maravillose mucho, e dio muchas gracias a Dios e a
santa María, porque la feziera oír misa aquel día tan noble. E guardó aquel cirio muy
bien, e túvole por grandes reliquias, ca quantos enfermos eran en el mundo que le
tenían, luego eran sanos.
[...]300

300
Igual que en el ms. h-I-14, falta el último milagro (LA: 178-180).

235
[XXVIII]
Título XXVII. De la estoria de sant Blas

[...]301
Sant Blas, porque era omne muy sancto e muy manso, los christianos de la ciudad de
Capadocia escogiéronle por obispo. E fuyó e ascondiose en una cueva por miedo del
emperador Diocleciano que perseguía los christianos. Bivía allí como hermitaño, e las
aves le governavan, e las bestias del monte venían todas a él, e nunca se partían dél fasta
que ponía las manos sobre ellas e las bendizía. E si algunas enferma[f. 50c]van, venían
para él, e tornávanse sanas e guaridas.
En este comedio, el adelantado de la tierra, enbiando sus cavalleros a caça, e
trabajando en vano en los otros lugares, venieron a la cueva por ventura do estava sant
Blas. Fallaron muchedunbre de bestias con él, e non las podiendo prender, fueron
mucho espantados, e tornándose, dixéronlo así a su señor. Embió allá más cavalleros, e
mandoles que le prendiesen a él e a todos los christianos, e que ge los diesen.
Aquella noche, apareciole tres vezes Jhesu Christo, e díxole: “Levántate e faz
sacrificio”. E ahevos los cavalleros do vienen, diziendo:
– ¡Sal fuera! Que te llama el adelantado.
Díxoles sant Blas:
– ¡Bien seades venidos, fijos! Agora que Dios non me ha olvidado.
E yendo con ellos, nunca quedó de predicar, e fizo ante ellos muchos miraglos.
Entonce una muger cayó a sus pies, e un su fijo poco menos muerto, ca se le atravesara
un hueso de pescado en la garganta. E púsole la mano sant Blas, diziendo: “Que este
niño, e quantos demandasen salud en su nonbre, que la oviesen”. E luego fue sano.
E otros muchos miraglos fizo que serían luengos de contar.302
Entrando en la cibdad, mandole el príncipe poner en la cárcel. Otro día, mandole
poner ante sí, e viéndole, saludole con palabras dulces, diziendo:
– ¡Gozo te dé [f. 50d] dios,303 Blas!
– ¡E a ti adelantado, el muy noble Dios te dé gozo! E non quieras a estos dezir
dioses, mas diablos. Ca ellos e los que los adoran arderán en el infierno.

301
Igual que en el ms. h-I-14, falta la etimología del nombre (LA: 1-3).
302
Falta el siguiente milagro, presente en la Legenda aurea (20-23) y en el ms. h-I-14 (f. LIXd).
303
LA (27): “amice deorum”. Ms. h-I-14: “amigo de los dios” (f. LIXd).

236
Entonce el adelantado fue muy sañudo, e mandole açotar e fízole poner otra vez
en la cárcel. Díxole Blas: “¿Qué cuidas, que por tus penas perderé el amor de Dios, que
tengo en mí arraigado mucho en el mi corazón?”.
Oyendo esto la biuda que recobrara el su puerco que le levava el lobo. E
acomendole a sant Blas, e mandole los pies e la cabeça, e luego el lobo traxo el
puerco por la oreja a la biuda.304 E luego la biuda mató el pueercosic e enbiole la
cabeça e los pies a sant Blas, e candelas e pan. E él gradeciógelo mucho, e comió dello,
e díxole: “Cada año te ofreceré una candela” “A ti, e a todos los que lo fizieren, en la mi
iglesia venirles ha bien”.305 Por ello fízolo ella siempre, e fue por ello bien aventurada.
Después desto, mandole el adelantado sacar de la cárcel, e non podiendo con él
que adorase los ídolos, mandole colgar de un madero, e que le despedaçasen sus carnes
con peines de fierro. E así mandole otra vez tornar a la cárcel, e siete mugeres que le
seguían, cogían las gotas de la sangre. E prendiéronlas los gentiles, e mandávanlas que
sacrificasen los ídolos. Dixeron las mugeres: “Si tú quieres que nós adore[f. 51a]mos los
tus dioses con grand reverencia, mételos en el agua, e lavando aí nuestras caras poder
los emos adorar más limpiamente”. El adelantado, mucho alegre, mandolo conplir muy
aína. E ellas tomaron los ídolos e echáronlos en medio de un lago, diziendo: “Agora
veremos si son dioses”. Él, quando lo oyó, fue muy sañudo. E feriéndose a sí mismo,
dixo a sus servientes:
– ¿Por qué non tomastes los dioses que non los echasen en fondón del agua?
Dixeron ellos:
– Aquellas mugeres fabláronte engaño, e echáronlos en el agua.
E díxolas el adelantado:
– ¿Por qué me engañastes?
Dixeron ellas:
– Dios verdadero non se puede engañar. E si los vuestros fuesen dioses, supieran
por cierto qué los queríamos fazer.
Entonce el adelantado asañose mucho, e mandó regalar plomo, e poner de una
parte peines de fierro, e siete lorigas ardientes como el fuego; e de la otra parte, siete
camisas de lino, diziéndoles que escogiesen quál querían más desto. E una dellas corrió

304
Los personajes del milagro arriba omitido. El compilador o el cajista aquí intenta corregir este
descuido. Destaco en negrita el segmento añadido y ajeno a esta parte de la narración en la Legenda aurea
y en el ms. h-I-14.
305
LA (33): “Singulis annis candelam in ecclesia nominis mei offeras, et tibi et cuicumque qui hoc fecerit
bene erit”.

237
atrevidamente, e avía dos fijos, e tomó las camisas e echolas en el fuego. E dixeron los
niños a la madre: “¡Señora, non nos dexes en pos de ti! Como nos farteste del dulçor de
la tu leche, así nos farta del dulçor del reino de Dios”. Entonce el adelantado mandolas
colgar e despedaçar las [f. 51b] sus carnes con peines de fierro. E las sus carnes, más
alvas que la nieve, e en lugar de sangre, corría leche. E sufriendo estas penas por amor
de Dios, vino el ángel a ellos, e confortolos, e díxoles: “¡Non temades!, que el obrero
bueno que bien comiença, e bien acaba, meresce bendición por su obra de aquel que le
plugo. E rescibirá galardón por el su trabajo, gozo e merced”. Entonces el príncipe
mandolas descolgar e meterlas en el fuego. E luego el fuego fue muerto por mandado de
Dios, e non les fizo mal ninguno. Díxoles el adelantado:
– ¡Dexad este encantamiento e adorad los nuestros dioses!
E ellas respondieron:
– ¡Acaba lo que comenceste, que nos llaman para el reino de Dios!
Entonce mandolas degollar, e demientra que devían ser degolladas, fincaron sus
finojos e rogaron a Dios, diziendo: “Señor Dios que nos aparteste de las tiniebras e nos
traxiste a esta luz, que nos tú feziste sacrificio, recibe las nuestras ánimas, e liévalas a la
tu gloria perdurable”. E así descabeçadas, fuéronse para Paraíso.
Después desto, el adelantado mandó que le traxiesen a sant Blas, e díxole:
– ¿Agora adorarás los dioses?
Dixo sant Blas:
– ¡Faz lo que quisieres malo sin piedad, que non te he miedo!
Entonce mandó echar en el lago, e sant Blas sanctiguó el agua [f. 51c] e a la
sazón fue firme como en tierra, e dixo:
– Si los vuestros dioses son verdaderos, mostrad el poder e entrad acá.
E entraron LXV omnes, e luego se afogaron. E descendió a él el ángel, e díxole:
“Blas, sal fuera e toma corona que te tiene Dios aparejada”.
E saliendo, díxole el adelantado:
– ¿Por ninguna cosa non quieres creer en los dioses?
Díxole sant Blas:
– ¡Mesquino!, conosce que só siervo de Dios, e non adores los diablos.
E mandole luego descabeçar a él e a los fijos de la muger. E rogó a Dios que
todos los que rogasen por enfermedad de la garganta, e por otra cosa qualquier, que

238
Dios que los acorriese por su ruego. E ahevos una boz del cielo que vino a él, que le
otorgó quanto le demandava. E así le degollaron con los otros dos niños.306

[XXIX]
Título XXVIII. De santa Aguada virgen e sus miraglos

[...]307
Santa Ágada, virgen fijadalgo, fermosa en el cuerpo, más fermosa en el ánima, onra
sienpre a Dios en la ciudad de Acatania en toda sanidad.308 Quinciano, el adelantado de
Cecilia, porque era omne villano, e luxurioso, e escaso e servía de grado a los ídolos,
semejávale que prendiendo a santa Ágada que le abrían todos miedo como a fijodalgo.
E porque era luxurioso, que quería fa[f. 51d]zerse de fermosura; e porque era avariento,
quería tomar de sus riquezas; e porque era idólatra, quería que sacrificase a los ídolos. E
por ende, fízola traer ante sí, e de que fue traída, conosció su talante, que non quería
fazer nada de lo que él pensava. E dizía Afpodisasic, que era mala muger, e a diez sus
fijas, tan malas como ella, que a XXX días mudasen su coraçón. Una vez prometiole
buenas cosas, e otra vez, espantávala, e esperava que la podría trestornar. Díxoles
Ágada: “La mi voluntad está así arraigada e firmada en Jhesu Christo. E verdaderas
palabras non son nada, e verdaderas promisiones son como llama. Vuestros espantos
son como ríos que, como quier que éstas lidien contra mí, el cimiento de la mi cara non
puede caer”. Diziendo esto, llorava cada día, e rogava a Dios deseando venir a la gloria
dél por martirio. E viendo Afrodisa que non la podía trastornar, más de ligero se podían
moler las piedras, e el fierro tornarse plomo blando, que trastornar la voluntad de la niña
de la fe de Jhesu Christo. Entonce Quinciano fízola traer ante sí, e díxola:
– ¿Quién eres tú?
Dixo ella:
– Só muger fijadalgo e de muy noble linaje, segund dizen mis parientes.
Díxola Quinciano:
– Si tú eres fijadalgo, ¿por qué bives e te das por villana en tus palabras?
Dixo ella.

306
El ms. h-I-14 termina con un pequeño agregado ajeno a la Legenda aurea y al incunable: “E así
degolláronlo con otros dos niños fijos de la muger sancta que lançara las camissas en el fuego. E fuéronse
con el bien aventurado mártir sant Blas a la gloria del paraíso” (f. LXIa).
307
Al igual que en el ms. h-I-14, falta la etimología del nombre (LA: 1-8).
308
LA (9): “sanctitate”. Ms. h-I-14: “santidat” (f. LXIa).

239
– Porque [f. 52a] soy sierva de Jhesu Christo, e por eso me muestro por villana.
Dixo Quinciano:
– Si eres fijadalgo, ¿por qué te llamas sierva de Jhesu Christo?
Respondió ella:
– Este es el linage de prueva, el servicio de Jhesu Christo.
Díxola Quinciano:
– Escoge quál más quesieres, o sacrifica los ídolos o sufrir muchos tormentos.
Dixo Ágada:
– Sea tu muger tal como es la deesa de Venus, e tú tal como tu dios Júpiter.
Entonce Quinciano mandola dar muchas palmadas, diziendo:
– Non quieras ser muy garrida en denostar al alcalde.
Respondió Ágada:
– Maravíllome mucho, omne tan sabio como tú, por qué tomeste tan grand
locura que digas aquestos son los mis dioses. E non quieras tú nin tu muger semejarlos
diziendo que fago tuerto, diziendo que bivas así como ellos. Ca si son dioses, querrán tu
bien; mas pues aborreciste su conpañía, quieres semejar a mí.
Dixo Quinciano:
– ¿Por qué andamos en tantas palabras? O sacrifica los dioses o fazerte he matar
muy atormentadamente.
Respondió Ágada:
– Si me posieres entre las bestias crueles, nonbrando a Jhesu Christo, fazerse han
mansas; e si me metieres en el fuego, los ángeles de Dios enbiarme han esfuerço del
cielo e matarlo han; e si me llagares e me atormentares, ahe el Spíritu Sancto, por que
desprecio todas tus menazas, que me [f. 52b] guarda.
Entonce mandola levar a la plaça, porque la confondía por plaça.309 E ella iva
muy leda e muy gozosa, como si fuese conbidada a buen comer. Otro día díxola
Quinciano:
– Niega a Jhesu Christo e adorarás los dioses.
Diziendo que non quería, mandola aspar e darla tortejones. Dixo Ágada:
– Agora tomo sabor en estas penas, así como ove buen mensagero, o como quien
ha tienpo que lo desea, o quien falla muchos e grandes tesoros. Que non puede poner el

309
LA (45): “Tunc iussit eam trahi ad carcerem quia voce eum publica confundebat”. Ms. h-I-14:
“Entonces mandola Quinciano levar a la cárcel porque le confondía por plaça” (f. LXId).

240
trigo en el alfollínsic310 o orreo si non fuere fuertemente la su caña quebrantada e toda
fecha paja. Así la mi ánima non puede ir a Paraíso con pluma de martirio si non fiziere
todo el cuerpo desmenuzado.
Entonce, ensañose Quinciano, e mandola tajar la teta. E dixo Ágada:
– ¡Omne sin piedad cruel e falso! ¿Non oviste vergüença en tajar en mí lo que tú
mameste en tu madre? Empero, yo tengo otras tetas dentro en la mi alma de que se crían
todos los mis sesos,311 e ofrecila de pequeña a Dios.
Entonce mandola poner en la cárcel, e defendió que ningund físico non entrase
allá e non la diesen pan nin agua. E acerca de la media noche, vino a ella un omne
anciano, e iva ante él un niño que levava lumbre e muchas melezinas, e díxola:
– Maguer te tajó la teta e te atormentó en ella; empero, más es él atormantadosic
[f. 52c] e amargo. E porque lo sofriste con paciencia, vine acá porque la tu teta puede
bien sanar.
Dixo Ágada:
– Nunca melezina de carne fagas a mi cuerpo. E seméjame muy sin guisa, que lo
que guardé fasta aquí, que lo pierda agora.
Díxola el anciano:
– Yo christiano só, e non ayas de mí vergüença ninguna.
Dixo Ágada:
– ¿Por qué te avré vergüença, ca tú eres viejo e anciano, e yo soy malandante,
que non ay omne en el mundo que de mí tomase plazer? Empero, gradéscotelo padre
señor, porque quesiste aver cuidado de mí.
E díxola:
–¿Por qué non quieres que te sane?
Respondió ella:
– Porque he nuestro Señor Jhesu Christo, que solamente por la palabra sana
todas las cosas, e las atrae a su estado. Éste me puede sanar si quigeresic.
E díxole el anciano, riyéndose:
– ¡Yo soy sant Pedro, el apóstol! E él me enbió acá, e sepas que en el su nonbre
serás sana.
E desaparesciola a la sazón sant Pedro.

310
Alfolí: (del ant. alhorí, este del ár. hisp. alhurí, y este del ár. clás. hury; cf. egipcio mhr y copto ahor).
Granero o pósito.
311
LA (56): “sensus”.

241
Sancta Ágada cayó en tierra, e agradeciógelo mucho, e fallose sana e la teta
entera en sus pechos.
Las guardas espantáronse de la visión, e de la grand lunbre que vieron, e fuyeron
e dexaron la cárcel abierta. E rogávanle algunos que se fuese, dixo ella:
– Non quiera Dios que fuya e pierda la corona que he ganada, e sean las guardas
por mí malandantes.
Respondió Quinciano, e dixo que adorase los dioses, que [f. 52d] non sofriese
mayores tormentos. Dixo santa Ágada:
– Las tus palabras son locas e vanas, e ensuzian el aire. ¡Mesquino sin seso e sin
entendimiento! ¿Por qué quieres que adore las piedras e dexe a Jhesu Christo que me
sanó?
Dixo Quinciano:
– ¿Quién te sanó?
Dixo Ágada:
– Jhesu Christo.
Dixo Quinciano:
– ¿Aún osas nonbrar a Jhesu Christo, que non quiero yo oír?
Dixo Ágada:
– Sienpre llamaré a Jhesu Christo mientra que biviere, e le traeré en la boca e en
nelsic coraçón.
Dixo Quinciano:
– Agora veré si te sanará Jhesu Christo.
E mandó poner muchos tiestos quebrantados, e poner carbones encendidos sobre
los tiestos, e que la desnudasen e la enbolviesen en ellos. E demientra que lo fazían,
tremió mucho la tierra, en manera que se engrameció312 toda la tierra e la cibdad, e cayó
una pieça de paredes que mató dos consegeros de Quinciano. E todo el pueblo fuese
para él dando bozes, e diziendo:
– ¡Tales cosas sofrimos porque fazes mal e sin razón a santa Aguada!
Entonce Quinciano, aviendo temor de la una parte de la tierra, e de la otra del
pueblo, mandola poner en la cárcel. E ella rogó a Dios, diziendo:
– ¡Señor Jhesu Christo, que me criaste, e sienpre me guardaste que sienpre mi
cuerpo fuese linpio, e me diste poder e fuerça que pudiese sofrir estos tormentos, e me

312
Engramear: Sacudir, menear.

242
diste paciencia en ellos! ¡Tú, Señor, toma [f. 53a] la mi alma, e mándame venir a la tu
iglesia!
E esto diziendo, dio grand boz e saliose el alma.
E los christianos tomaron el su cuerpo, e enbolbíronlesic en muchas especias e
posiéronle en el sepulcro.
E un mancebo vestido de paños de sirgo, con él más de ciento omnes muy
fermosos e muy onrados, todos vestidos de blanco, quales nunca fueron vistos en
aquella tierra, venieron a su cuerpo. E poniendo una tabla de mármol a su cabecasic,
nunca la más vieron, e fallaron escrito en la tabla: “Aquí estido alma santa que recibió
martirio por amor de Dios, Mentemsic sanctazsic spontaneam onorem Deo patrie
liberacionem”.313 ‘Mártir de grado, e diola Dios onra e franqueola su tierra’. E quando
supieron este miraglo, los gentiles e los judíos oravan mucho el sepulcro.
E mientra que Quinciano fue buscar sus riquezas, e dos cavalleros ante sí, e los
cavallos relinchando, alçaron las cervices e echáronlo en el río, e nunca podieron fallar
el su cuerpo.
E a cabo del año que murió, ronpiose un monte muy grande cerca la cibdad.
Salió dél grand fuego, en manera que regalava las piedras, e la tierra venía muy
arremetida contra la cibdad. Entonce, grand conpaña de los paganos descendieron del
monte, e fuyeron al monumento. E tomando un velo que estava sobre el sepulcro, e
torná[f. 53b]ronle contra el fuego e mano a mano estido quedo, e non fue adelante.
[...]314

[XXX]
Título XXIX. De la estoria de sant Valentino

[...]315
Sant Valentino fue un sacerdote muy onrado. E Claudio, el emperador, fízole parecer
ante sí e preguntole, diziendo:
– Valentino, ¿qué es? ¿Por qué tú non quieres nuestra amistança e non adoras los
dioses? Echa de ti esta voluntad en que andas.
Dixo Valentino:

313
LA (96): “Mentem sanctam, spontaneam, honorem Deo et patrie liberationem”.
314
Falta el segmento textual final (LA: 105-108). El ms. h-I-14 presenta otro milagro final ajeno a la
fuente latina, muy probablemente se ha interpolado la narración de alguna otra lectura (ff. LXIIIb-LXIIIc).
315
Al igual que en el ms. h-I-14, falta la etimología del nombre (LA: 1-4).

243
– Si tú supieses la gracia de Dios, non dirías estas cosas; mas quitarte ías dellas e
de los ídolos, e adorarías a Dios verdadero.
Entonce, un amigo de Claudio, dixo:
– Valeriano, ¿qué quieres dezir de las santidades de los nuestros dioses?
Dixo Valeriano:
– Non digo ál dellos, sinon que fueron omnes mesquinos, e llenos de toda
mesquindad.
Dixo Claudio:
– Si Jhesu Christo es Dios verdadero, ¿por qué non me dizes la verdad?
Dixo Valeriano:
– Verdad te digo que Jhesu Christo es Dios verdadero. E si tú creyeres en él,
salvarás tu alma, e creerán los del pueblo, e vengarte as de tus enemigos.
Dixo Claudio:
– ¡Oyo los omnes de Roma!,316 que sabiamente e con derecho fabla este omne.
Entonce dixo el adelantado:
– Engañado es el enperador. ¿E cómo dexaremos lo que tovimos dende que
nacimos fasta agora?
Entonce mudose la vo[f. 53c]luntad de Claudio, e mandole dar un príncipe que
le guardase. E levanrole a su casa, dixo Valentino:
– Señor Jhesu Christo que eres verdadera lunbre, alunbra esta casa en tal que se
conosca que eres verdadero Dios.
Díxole el príncipe.
– Maravíllome porque dizes que Jhesu Christo es verdadera lunbre.
E dixo uno dellos:
– Si alunbrara la mi fija, que es ciega grand tienpo ha, faré lo que tú mandas.
Entonce Valentino, rogando a Dios, alunbró la ciega. E quantos en casa estavan,
convertiéronse e creyeron en Jhesu Christo.
Entonce el emperador mandole descabeçar.

316
LA (15): “Viri Romani audite”. Ms. h-I-14: “¡O varones de Roma!” (f. LXIIIIc).

244
[XXXI]
Título XXX. De la estoria de santa Juliana virgen

Santa Juliana fue esposa de Blasio, adelantado de Nicomedia. E non queriendo casar
con él, si non recebiese la fe de Jhesu Christo, mandola su padre despojar, e açotar muy
cruelmente e darla a su esposo. Dixo su esposo:
– La mi dulçe Juliana, ¿por qué me escarneces así e me repoyas en tal manera?
Dixo ella:
– Si tú adoras el mi Dios, faré lo que tú mandas, en otra manera nunca serás mi
señor.
Dixo el adelantado:
– Señora, non podría fazer eso, ca tajarme ha el emperador la cabeça.
Dixo Juliana:
– Si tanto temes al enperador que ha de morir, ¿cómo quieres que tema al mío
que nunca ha de morir? [f. 53d] Faz quanto quesieres, que a mí non me podrás engañar.
Entonce su esposo mandola açotar muy cruelmente, e que estudiese colgada de
los cabellos medio día, e echarle plomo derretido en la cabeça. E viendo que non la
podía enpecer con esto, mandola poner en una cadena e encerrar en la cárcel. Vino el
diablo a ella en semejança de ángel de Dios, e díxola:
– Yo só el ángel de Dios que me enbía a ti amonestarte que fagas sacrificio a los
dioses, e non sufras tantos tormentos e mueras como mala muger.
Entonce Juliana, rogando a Dios:
– ¡Señor Jhesu Christo!, non quieras que peque más, mas muéstrame quién es
este que tales cosas me dize.
Díxole una boz que le prendiese, “e él mismo te dirá quién es”. E prendiole ella
e preguntole quién era. E dixo quién era: el diablo, que veniera por engañarla. E dixo
Juliana:
– ¿Qué es tu padre?
E dixo:
– El Belzebud que nos enbía a fazervos todos males. Quando nos vencen los
christianos, mándanos açotar gravemente. E por ende sé que por mi mal vine acá,
porque non te puedo vencer.
Entre todas las otras cosas que él confesó, dixo que entonce se arredravan más
los pecados de los christianos quando cantan misa, e quando oran e quando predican.

245
Entonce Juliana atole las manos atrás e echole en tierra, e feriole cruelmente con la
cadena en que estava presa. [f. 54a] El diablo dando bozes, e diziéndola:
– ¡Juliana, mi señora! ¡Apiádate de mí e ave merced de mí!
Entonce mandó el adelantado que la sacasen fuera de la cárcel, e saliendo, traía
al diablo preso en la cadena, en pos de sí. E rogava el diablo:
– ¡Juliana, señora mía! ¡Non quieras fazer de mí más escarnio! Ca de aquí
adelante non podré más vencer a ninguno. E dizen que los christianos son piadosos, e tú
non as piedad ninguna de mí.
E así le trixosic por todo el mercado, después echole en una cámara privada.
E viéndolo el adelantado, mandola estender en una rueda fasta que le quebrantó
todos los huesos, e fasta que le salían todos los meollos.317 Vino un ángel de Dios, e
quebrantó la rueda, e sanó a ella luego. E viendo esto los que aí estavan, creyeron en
Jhesu Christo. E luego a la sazón, fueron degollados quinientos varones e ciento e
treinta mugeres.
E dende pusieron a ella en una olla de plomo, bien como baño tenprado. E el
adelantado maldixo todos sus dioses, porque non podían atormentar una niña que les
fazía tan grand tuerto. Entonce mandola degollar, e mientra que la levavan a degollar,
apareció el diablo en semejança de mancebo, diziendo a grandes bozes:
– ¡Non la perdones en ninguna manera, ca denostó a nuestros dioses e a mí me
açotó esta noche fieramente!
[f. 54b] E abriendo Juliana los ojos un poco por al diablo ver, fuyó dando
grandes bozes, diziendo:
– ¡Ay mesquino! ¡Aún me quieres prender e ligar!
E siendo degollada, entró por la mar con viento, e quatro omnes, e ovieron
tempestad, e morieron aí todos.318 E la mar echó sus cuerpos dellos fuera, e venieron
bestias e aves e comiéronlos todos.

317
LA (31): “medullarum”. Ms. h-I-14: “sesos” (f. LXVb).
318
LA (41): “prefectus navigans in mari cum XXXIV viris orta tempestate submersus est”. Ms. h-I-14: “el
adelantado yendo por el mar con treinta omnes ovieron tenpestat e murieron ý todos” (f. LXVc).

246
[XXXII]
Título XXXI. De la estoria de la fiesta de la cátedra de sant Pedro
[...]319
La cátedra de sant Pedro onra mucho la Iglesia por razón que, en tal día como oy, le
fizieron cáthedra onrada en Antiochía. E la razón por que fazemos esta fiesta es en tres
maneras.
La una es porque predicando sant Pedro en Antiochía, díxole Teóphilo, príncipe
de la cibdad: “Pedro, ¿por qué engañas el pueblo de la mi cibdad?”. E predicándole sant
Pedro la fe de Jhesu Christo, fízole poner en cadena, e que non le diesen a comer nin a
bever. Mas falleciendo aí sant Pedro, tomando fuerça en sí, alçó los ojos al cielo, e
dixo:
– ¡Jhesu Christo, que ayudas a los mesquinos! ¡Ayuda a mí en estas
tribulaciones, ca fallesco!
Respondió Jhesu Christo a sant Pedro, e díxole:
– ¿Asmas que te he desanparado de bondad? Pues faz si as miedo, aquí está
contigo quien te ayude.
E oyendo Pablo que Pedro estava preso en cárcel, [f. 54c] vino a Teófilo. E
díxole que era maestro de muchas artes, e que sabía entallar madera e tablas, e que sabía
pintar tapetes, e obrar todas cosas maravillosas. E Teófilo rogóle por esto que estuviese
con él en su corte. E acabo de pocos días, fuese Pablo a la cárcel a Pedro
ascondidamente, e viéndole cerca de muerto e todo desfecho, començó a llorar con
grand amargura. E abraçándole, todo se desfeazía en lágrimas. Fabló así a sant Pedro:
“¡Mi hermano, e mi gozo, e mi gloria, la mitad de la mi ánima! ¡Ruégote que te
esfuerces por mi amor!”. Entonces abrió Pedro los ojos, mas non le pudo fablar. E
Pedro non podía abrir la boca, e diole a comer, e esforçole. E quando fue esforçado con
el comer, besó a sant Pablo, e loaron mucho a Dios. E tornose Pablo ascondidamente, e
dixo a Teófilo:
– ¡O Teófilo bueno! Grande es la gloria e el tu enseñamiento de toda honestidad.
E pequeño mal faze toda desonestidad: acuérdate qué feziste al siervo de Dios que dize
Pedro. Que si fuese algund omne vil, non te parecería más feo, nin más desfecho de
quanto parece, e non quedó en él sinon la palabra. E non conviene que le tengas en la
presión nin en la cárcel. Ca si por ventura lo librares, poder te ha ser provechoso en

319
Igual que en el ms. h-I-14, falta la introducción (LA: 1-2).

247
alguna manera. Ca segund dizen omnes dél, que sana [f. 54d] los enfermos e resucita los
muertos.
Dixo entonce Teófilo:
– Pablo, lo que tú dizes paréceme chufa. Ca si él resucitase los muertos, poderse
ýa librar a sí mismo de la cárcel.
Dixo Pablo:
– Bien así como tú dizes, Jhesu Christo resucitó de muerte a vida; empero, non
quiso descendirsic de la cruz. Así Pedro, segund que dize, non se quiere librar en esta
manera, e non teme morir por Jhesu Christo.
Díxole Teófilo:
– Pues faz que resucite a un mi fijo que ha quatorze años que es muerto, e que
me lo dé sano.
E tornose Pablo a Pedro, e díxole cómo avía prometido que resucitase al fijo del
príncipe. Dixo Pedro: “Pablo, muy grand cosa prometiste; empero que lo Dios puede
fazer de ligero”.
E quando sacaron a Pedro de la cárcel, abrieron el monumento, e rogó a Dios
por él, e luego fue bivo e sano. Entonce Teófilo, e todo el pueblo e Antiochía, e otros
muchos creyeron en Jhesu Christo. E fizieron una iglesia muy maravillosa, e en medio
della pusieron una cátedra muy alta, e pusieron en ella a sant Pedro, por tal que todos lo
sopiesen e lo oyesen. E estuvo en ella siete años, e después vino a Roma, e bivió aí
veinte e cinco años. E la Iglesia faze fiesta de la primera onra, ca entonce comenzaron
los prelados de la Iglesia aver onra, e poderío, e mandar e ligar.
[...]320
Porque ha poderío de librar [f. 55a] de tres maneras de pecados, que son
pensamientos, e fabla, e obra. E dende porque ningund pecador non se desespere de la
misericordia de Dios; empero sant Pedro negó tres vezes a Jhesu Christo, e así se
confesó por coraçón, e por boca e por obra.
Otra razón ay, la qual fue tomada del consejo e del camino de sant Clemente.
Por qué la Iglesia faze esta fiesta, porque sant Pedro, andando predicando, vino a
Antiochía. E quantos avía en la cibdad saliéronlo a recebir vestidos de celicio, e
posieron polbo sobre sus cabeças, e fizieron penitencia porque, por el defendimiento,
ovieron conpañía con Simón Mago. E sant Pedro, viendo su penitencia, dio gracias a

320
Igual que en el ms. h-I-14, falta el segmento doctrinal (LA: 41-60).

248
Dios. E ofreciéronle entonces quantos enfermos e demoniados avía, e mandolos sant
Pedro poner delante sí. Nonbrando el nonbre de Jhesu Christo, sobre ellos apareció
grand lunbre, e luego aparecieron todos sanos. Entonce vinieron luego [...]321

[XXXIII]
Disposición de sancto Mathía

Mathías en ebraico e en latín quiere dizir cosa dada de Dios, o cosa omillosa, o cosa
pequeña. Ca dado fue del Señor, ca escogiolo del mundo e contolo con los setenta e dos
dicípulos. Fue donado del Señor quando, por suerte, mereció ser contado con los
apóstolos. Pequeño fue por verdadera humildad que él ovo siempre; mas la humildad es
en tres ma[f. 55b]neras segund dize sant Ambrosio:322 la primera es aflición, por la qual
es dicho qualquier humildoso; la segunda de buena consideración, que va adelante en el
buen pensamiento de sí; la tercera es la devoción, que va adelante por conocimiento del
Criador. La primera ovo sancto Mathía recibiendo martirio; la segunda ovo
despreciando a sí mismo; la tercera ovo alabando a la magestad de Dios. O es dicho
Mathías a manu, griego, que es bueno, puesto por Judas, el malo. La su vida que se ley
por las iglesias e conpúsola maestre Beda.

Título XXXII. De santo Mathía apóstol e de su miraglos

Santo Mathía apóstol fue escogido en lugar de Judas. Mas lo primero, veamos el
nacimiento deste Judas traidor.
Ca léese en una estoria, maguer que es dubdosa apócrifa, que fue omne en
Jherusalem que dezían Rubén, e dezíanle otro nonbre, Simón, del tribu de Judá; o
segund sant Jerónimo, del tribu de Isacar, e avía una muger que llamavan Aborea.
Después, una noche, yaziendo amos en uno durmiendo, Aborea, vio un sueño por el
qual fue espantada, e con grandes gemidos e sospiros, contolo a su marido, diziendo:
– Seméjame que paría un fijo [f. 55c] engañoso, que destruía toda la gente de
los judíos.

321
La versión del incunable se encuentra incompleta. Faltaría, o el largo segmento textual de la Legenda
aurea (67-99); o, más probablemente, una breve y resumida versión textual próxima a la del ms. h-I-14.
Termino la frase final a partir de esta última: “E estonce vinieron todos e besáronle los pies” (ff. LXVId-
LXVIIa).
322
Expositio evangeli secundum Lucam (I, 2).

249
Dixo Rubén:
– Dizes cosa vana e dubdosa, e es por spíritu del diablo.
E díxo ella:
– Si oy sintiere que concibo e pariere fijo, sin duda no es spíritu del diablo, mas
fue revelación cierta.
Después, pasando el tienpo, parió fijo. El padre e la madre temieron mucho, e
començaron de pensar qué farían dél. Non queriendo matar a su fijo, e otrosí, non
queriendo que fuese destruidor de la su gente, metiéronle en una cestela e echáronle en
la mar. E las ondas de la mar echáronle en una isla que dizían Escarioth. Mas la reina de
aquel lugar, non aviendo fijo, fuese a la ribera de la mar, por razón de espaciarse. E
viendo la cestela, que la lançaron las ondas a la ribera, mandola abrir, e viendo el moço
muy fermoso, sospirando, dixo: “¡O!, si mi linage tan alto oviese tal generación porque
el reino non fuese privado de sucesor”.
Después fízole criar ascondidamente. E ella fizo en finta que era preñada. En
cabo mentió, diziendo que pariera fijo, e fue muy grand fama de onra por todo el reino.
E los príncipes de la tierra tomaron grand alegría por aver generación de erencia. E todo
el pueblo fue muy alegre por este fecho.
Después fízole traer por el reino, segund grandeza de fijo de rey. E después de
poco tienpo, la reina concibió del rey, [f. 55d] e en su tienpo, parió un fijo. Mas
creciendo los moços, amos muchas vezes trobejavansic, e Judas maltraía muchas vezes
al fijo del rey, diziéndolo muchos denuestos, e fazíale muchas vezes llorar. Mas la reina
era muy triste viendo esto, e sabiendo que non pertenecía a Judas, aquello feríale
muchas vezes. En cabo, fue manifiesto que Judas non era fijo del rey, mas que fuera
fallado. E sabiéndolo Judas, enbermegeció323 e mató aquel que asmavan que era su
hermano ascondidamente.
Después, temiendo que le matarían por ello, fuese con los que cogían el tributo.
E fuyó a Jherusalem e allegose a la corte de Pilato, que era entonce adelantado, porque
fazía cosas ligeras e ardidas. E fallándole Pilato muy bien acostunbrado, tomole para sí,
e amávale mucho. Dende, Judas era muy ensalçado en la corte de Pilato, más que todos
e todos le fazían onra e le davan cuenta.
Después dende Pilato, parando mintessic de su palacio, vio un maçanosic. E tanta
fue la codicia que ovo de aquellas mançanas, que parecía que quería morir por ellas. E

323
LA (32): “vehementer erubuit”. Ms. h-I-14: “ovo muy grant vergüença” (f. LXVIId).

250
aquel huerto do estava aquel mançano era de Rubén, padre de Judas. Mas Rubén non
conosciendo su fijo, nin Judas a su padre, ca Rubén cuidava que perecería en las ondas
de la mar, e Judas, de todo en todo, non sabía quién era su pa[f. 56a]dre e qué tierra era
la suya; por ende, Pilato dixo a Judas que estava muy presto e ardido: “Si de aquel fruto
de aquellas mançanas non he, por aquellas me saliera el alma”. Dende, movido Judas,
saltó en el huerto e tomó muy ligeramente las mançanas. Entre tanto vino Rubén, e falló
a Judas tomando sus mançanas. Dende, contendieron mucho amos, e eñadieron barajas,
después de las barajas, venieron ferirse, e feriéronse el uno al otro.324 En cabo, Judas
firió a Rubén en aquella parte que se ayunta la cruz al cuello, e matole. Después levole
las maçanassic a Pilato, e contole lo que le acaeciera. E después, pasado el día e venida
la noche, fallaron a Rubén muerto, e cuidaron que muriera muerte sopitaña.325 Entonces
Pilatos dio todos los bienes de Rubén a Judas, e casole con Aborea, su muger.
E después un día, Aborea, su muger e madre de Judas, sospirando e
amargándose muy gravemente, Judas, su fijo e su marido, preguntole muy
afincadamente qué avía. Respondiole ella, diziendo: “¡Ay mesquina, más desaventurada
que todas las fenbras! Que un fijuelo que avía echele en las ondas de la mar, e fallé a mi
marido muerto. Mas Pilato eñadiomesic la mesquindad e el dolor sobre dolor, que me
fizo a mí mesquina, yo casar conbusco yo non queriendo casar”. E contando [f. 56b] ella
todas las cosas que le acaeciera del fijo, e Judas contando lo que le acaeciera, fallaron
que Judas casara con su madre, e matara a su padre.
E después, amonestándole Aborea, fuese tomar penitencia, e al nuestro Señor
Jhesu Christo e demandarle perdón de todos los pecados. Mas nuestro Señor fízole su
dicípulo, e de discípulo escogiole en apóstol. E tanto le quiso e le amó, que le fizo su
procurador e su despensero. Empero, después le fue traidor, e le vendió, e era ladrón, ca
traía bolsones en que furtava lo que le davan a Jhesu Christo. Mas doliéndose en el
tienpo de la pasión de Jhesu Christo, porque aquel ungüento que valía trezientos dineros
non fuera vendido, por tal que él furtase el diesmo de aquellos dineros, fuese e vendió a
su Señor por treinta dineros, de los quales, cada uno dellos valía diez dineros de los que
usavan. E así el traidor pensó el daño de los trezientos dineros del ungüento. Ca segund
algunos dizen, todas las cosas que davan a Jhesu Christo furtava el diesmo. E por ende,
por el diesmo que perdiera en el ungüento, vendió a su Señor por treinta dineros.

324
LA (42): “Fortiter igitur ambo contendunt et iurgia superaddunt, post iurgia surgunt ad verbera et
mutuis se iniuriis”. Ms. h-I-14 “vinieron amos a palabras, e sobre las palabras, vinieron a las feridas” (f.
LXVIIIa).
325
LA (45): “subitanea”.

251
Empero después arrepentiéndose, tornolos e fuese a colgar. E colgose de un lazo, e
colgado, quebró por medio, e fueron derramadas aí todas sus entrañas. En aquesto non
vino cosa alguna a la boca [f. 56c] porque por la boca saliese: ca non era cosa dina que
la boca que besara tan gloriosa boca, como la de Jhesu Christo, fuese ensuziada. Más
dina razón era que las entrañas que concibieron la traición cayesen ronpidas, e salió el
alma por el vientre. Ca dina non era que saliese por la boca que beso la boca de Jhesu
Christo. E la golilla326 por do salió la boz de la traición, fuese apretado en el lazo, e fue
puesto en el aire. Porque aquel que ofendiere a los ángeles en el cielo, e a los omnes en
la tierra, que fuese apartado de la región de los ángeles e de los omnes, e que fuese
aconpañado con los diablos.
E después, estando los apóstolos en uno en el cenáculo entre la ascensión e la
Cincuesma, viendo sant Pedro327 que el número de los doze apóstolos era desmenuzado;
empero que el Señor los escogiera en aqueste número, para que predicasen la fe de la
sancta Trinidad en quatro partes del mundo, levantose en medio de los hermanos,
diziendo: “¡Varones e hermanos! Conviene que establescamos alguno en lugar de Judas
que dé testimonio connusco de la resurreción de Jhesu Christo. Ca Él nos dixo: ‘Vós me
seredes testigos en Jherusalem, e en toda Judea e Samaria, fasta en cabo de la tierra’. E
porque el testigo non deve dar testimonio sinon de aquello que vee, por ende es de
escojer uno de aquestos de que fueron siempre [f. 56d] connusco, e vieron los miraglos
del Señor, e oyeron la su dotrina”.
Establecieron dos de los setenta e dos dicípulos: a Josep, que llamaron justo, por
la su santidad, que era hermano de Santiago, el Alfeo; e a Mathía, la alabança del qual
fallamos, ca abasta a él por alabança que fue escogido en apóstol. Rogaron, todos
dixeron: “¡Señor! Tú que sabes los coraçones de todos, demuestra quál quieres escoger
de aquestos dos que tome el lugar del apostolado que perdió Judas”. E dadas aquellas
suertes, cayó la suerte sobre sancto Mathía, e fue contado con los onze apóstolos.
E devemos saber, segund dize sant Jherónimo,328 por el enxienplo no es de usar
de suertes, ca los previllejos de pocos non fazen ley común de todo el pueblo. Segund
que dize maestre Beda,329 fasta que viniese la verdad conviene guardar la figura. Ca la
verdadera hostia fue sacrificada en la passiomsic, mas consumida en el día de
Cincuesma. Por ende, usaron de suertes eleción de sancto Mathía, porque non se

326
LA (61): “guttur”. Ms. h-I-14. “garganta” (f. LXVIIIc).
327
Hechos (1, 15-26).
328
Commentarii in prophetas minores (in Ionam c. I, 7).
329
Expositio in Act. Apostolorum (c. I).

252
partiesen de la ley en la qual el sacerdote era escogido por suerte. Mas después de la
Cincuesma, ya la verdad mostrada, fueron escogidos siete diáconos, non por suerte, mas
por elemento de los dicípulos. Mas de aquesta cosa, aquestas suertes fueron firmes por
dos sentencias de dos pa[f. 57a]dres santos.
Cierto, sant Jherónimo e Beda quieren que aquestas suertes sean tales quales
eran del uso muy honrado en la ley vieja; mas Dionisio,330 el qual fue dicípulo de sant
Pablo, piensa aquesto, albedriarlo así, cosa onesta e religiosa, afirmando que aquella
suerte non le parece ser otra cosa sinnon aquel resplandor divinal e rayo que fue enbiado
sobre sancto Mathía, por el qual fue tomado por apóstol. Ca dize así el Libro de la
Jerarchía Eclesiástica: “De la divinal suerte que cayó sobre santo Mathía, otros dizen
otras cosas que non fue religiosamente; mas la mi entención diré, que parece a mí estas
fablas nonbrar suerte, lo qual fue por eleción de Dios”.
Aqueste Mathía apóstol tomó en suerte a tierra de Judea, e estando aí,
predicando e faziendo muchos miraglos, folgó en paz. E más en muchos lugares se falla
que tomó martirio de cruz e corona, do de tal martirio subió a los cielos. E dizen que el
cuerpo déste está en sancta María la mayor de Roma, e so una piedra de pulfido331 e aí
demuestran la su cabeça al pueblo.
Mas en otra leyenda, que es más creedera, se falla, e entre las otras cosas se ley:
Así Mathía, del tribu de Judá, fue nacido en la cibdad de Belem de una noble
generación. E poniéndole a letras, aprendió en poco espacio toda la ciencia de la ley [f.
57b] e de todos los profetas. E aborreciendo la loçanía, siendo moço, traía costunbres de
madureza de viejo. E enformava su coraçón a virtud, para que fuese convenible al
entendimiento, e ligero a la misericordia. En las bienandanças non sobervio; en las
cosas contrarias, firme e esforçado. E sin miedo para que lo que començara, por el
talante, que lo conpliese por la obra. E lo que demostrava por la boca, que lo obrase por
las manos. Aqueste predicando en Judea, alunbrava los ciegos, sanava los leprosos,
enpuxava los demuniados, dava a los cojos andar, a los sordos oir, a los muertos vida.
E acusando en muchas cosas delante el obispo de los ídolos, respondía a las
cosas que le farían:
– A esto que vós dezides, non conviene a mí dezir nin responder a ello. E a los
christianos non es tormento lo que vós contradezides, mas gloria.
E díxole el obispo:

330
De hierarchia ecclesiastica, in Dionysiaca 5 (sez. 87).
331
LA (84): “lapide porphiretico”.

253
– ¿Si te dan espacio de treguas, arrepentirte as?
E díxole él apóstol:
– Non quiera Dios que me parta de la verdad que fallé una vez por apostasía.
Mathía era en la ley muy enseñado; en el cuerpo, muy linpio; en el coraçón, muy
sabio; en asolver questiones de la sancta escritura, muy agudo; en consejo, muy
proveído; en el sermón de la predicación, muy presto a fablar. E predicando la palabra
de Dios por Judea, convertía a muchos por las señales e mara[f. 57c]villas que fazía.
Onde los judíos, aviéndole enbidia, pusiéronle en el consejo. Después, viniendo los
falsos testigos que le acusaron, primero lançaron contra él piedras, las quales piedras
fizo que soterrasen con él en testimonio. E apedreándole, firiéronle con una segur332, e
alçadas las manos contra el cielo, dio el spíritu a Dios, e soterráronle aí. E fue
traslaudadosic el su cuerpo de Judea a Roma, e de Roma a Travero.
Mas léese en otra leyenda que veniendo Mathías a Macedonia, e predicando aí la
fe de Jhesu Christo, diéronle un bebrajo enponçoñado a bever, el qual, los que le
tomavan, tanto crecía la tos que perdieron la vista. E él beviéndole, en el nonbre de
Jhesu Christo, non le fazía ningund daño. E cegando con esta ponçoña a los omnes,
poniéndoles las manos sobre ellos, luego eran sanos, e alunbrolos todos.
Mas el diablo, apareciendo a los de Macedonia en semejança de infante,
amonestó que matasen a sancto Mathía, que avía destroído todos los onramientos de los
ídolos. E ellos catándole tres días, e él estando en medio dellos, nunca le podieron
conoscer nin fablar, mas en el tercero día, manifestose, diziendo: “Yo só al que atastes
las manos atrás”. E puesta la soga al cuello, atáronle, e así le encerraron en la cárcel. E
pareciéronle aí los diablos. Remordían [f. 57d] los dientes contra él, mas non pudían a él
llegar. Mas el Señor veniendo a él con grand lunbre, levantole de la tierra, e soltándole
todas las presiones, confortávale muy dulcemente. Abriole la puerta, e él saliendo
dende, predicava la palabra de Dios. E algunos contradeziendo lo que dezía, dezíales:
“Fágovos saber que bivos descenderedes en el infierno”. E mano a mano, se abrió la
tierra e sorbió todos aquellos que le contrallavansic su palabra. E los otros
convertiéronse a Dios e fueron salvos.

332
Segur: (del lat. secūris). Hacha grande para cortar.

254
[XXXIV]
Disposición de sant Gregorio

Gregorius quiere dezir grey e gore, griego, que quiere dezir, predicar, o dezir, o enseñar.
Onde Gregorius es, tanto como predicador de la grey, o Gregorius es dicho escogido, e
noble e dador. Gregorius, en la nuestra lengua, quiere dezir así como velador. Ca él veló
a sí mismo, e a Dios e a la grey. A él mismo, por guarda de linpieza; a Dios, por entera
contemplación; e a la grey, por muchas predicaciones. E por aquestas tres cosas merece
ver la vista de Dios. Onde dize sant Agustín en el Libro de la Orden: “Aqueste vey a
Dios que vey bien, e bive bien, e estudia bien, e ora bien”.333 La vida déste escrivió
maestre Paulo de Lonbardía, e después la conpiló maestre Juhán Diácono muy
cuciosamente.

[f. 58a] Título XXXIII. De la estoria de sant Grigorio

Sant Gregorio fue nascido de la generación de los senadores de Roma. E dizían a su


padre Gordiano, e a su madre Silvia. E alcançando a muy grand alteza de la filosofía, e
siendo abundado e muy rico de todas las cosas, empero pensó que todas estas cosas eran
fallecederas, e pensó de traspasar en religión. Mas yéndose muy lexos a tomar religión
de monge, pensó que serviría más seguramente a Dios si andudiese en ábito de alcalde
de Rua, en semejança de Ruano.334 Encomençáronle crecer muchos cuidados del
mundo, así que non solamente en la semejança, mas en la voluntad.
En cabo, muerto su padre e él huerfano, començó seis monesterios en tierra de
Cecilia, e fizo el sétimo entre las menas de la cibdad de Roma, en las sus casas, en las
quales ha echado los paños de sirgo, e el oro e las piedras preciosas reluzientes.
Vestiose de ábito de monge muy vil, do en poco tienpo, vino a tanta conversión que non
le podían ya conoscer en semejança de quando començara las primeras cosas. La su
perfeción de las sus palabras, que pone en el prólogo en el Libro del Diálogo, do se
entiende en otra manera, do dize así: “El mi coraçón desleal, tañido por [f. 58b] llaga de
la su ocupación, se remiembra quél fue a las vezes en el monesterio, cómo le sufrían
todas las cosas fallecederas, quanto se demostrava en todas las cosas que se rebuelven,

333
De ordine (2, 19).
334
LA (9): “si sub pretoris urbani habitu mundo specie tenus deserviret”. Ms. h-I-14: “que sirviría más
seguramente a Jhesu Christo que siendo senador de Roma, semejávale que sirvía el mundo” (f. LXIXb).

255
que avía acostunbrado de pensar ningunas cosas sinon las cosas celestiales. E él retenido
en su cuerpo, estava siempre en la claustra por contenplación de la carne. E amava
mucho la muerte, la que es a todos pena, e amávala por galardón de su trabajo”.335 En
cabo, tanto tormento e apretamiento dio a su cuerpo, que enfermado el estómago,
malabés se podía tener.
Una vez, estando escriviendo algunas cosas en el su monesterio, en el lugar do él
era abad, apareciole el ángel de Dios en semejança de marinero, rogándolo con muchas
lágrimas que le quisiese dar por amor de Dios. E faziéndole dar sant Gregorio seis
dineros de plata, fuese con ellos en ese mismo día. Tornó otra vez, e díxole que mucho
más perdiera él en la mar que aquello. E dándole otros tantos dineros, fuese. E al tercero
día, tornó otra vez con grandes lloros e bozes, pidiendo que le fiziese merced; mas
Gregorio, sabiendo verdad del su mayordomo, que non avía otra cosa en el su
monasterio que le diese sinon una escodilla de plata, que le solía traer e enbiar su madre
con legunbres, mandógela dar luego, e to[f. 58c]mándola el pobre, fuese con ella muy
alegre. Mas aqueste fue el ángel de Dios, segund que él se manifestó a él después.
Un día sant Gregorio, pasando por el mercado de la cibdad de Roma, paró
mientes e vio unos moços muy fermosos e apuestos en las caras, e otrosí muy apuestos
en los cabellos resplandecientes. E traíanlos a vender unos mercaderes de Roma. E
preguntando sant Gregorio dónde los trayeran, dixeron que de Bretaña, e mostravan ser
dende por resplendor de su fermosura, ca son en aquella tierra más fermosos que en
otras tierras. Preguntávales otra vez si eran christianos, dixo el uno de los mercaderes:
– Non, mas son de los que tienen el error de la gentilidad.
Entonce sant Gregorio començose a dolerse e gemir fuertemente, diziendo:
– ¡Ay dolor! ¡Qué fermosas caras tiene aquí agora el príncipe de las tiniebras!
Sobre esto, preguntó que qué vocablo avía esta gente. Dixo el mercader que
Inglaterra.336 Dixo Gregorio:
– Bien los llaman ingleses, así como ángeles, ca caras han de ángeles en esa
provincia.
E dixo el mercadero:
– Llámanlos sañudos.337
Dixo Gregorio:

335
Dialogi de vita et miraculis patrum Italicorum (prol. 17).
336
LA (28): “Anglici”. Ms. h-I-14: “ingleses” (f. LXIXc).
337
LA (31): “Provinciales illi Deiri”. Ms. h-I-14: “Provinciales de Ros” (f. LXIXc).

256
– Bien los llaman sañudos, que de la saña son de librar.
Preguntó cómo dizían al rey, e dixo el mercadero que le dizían Allan. E dixo
sant Gregorio:
– Bien le dizen Allan, [f. 58d] ca en esas tierras conviene de cantar aleluya, que
es predicación.
E luego se fue para el papa, e con grand afincança e con grandes ruegos, muy a
duro pudo ganar que le embiase acometerlos. Ya començado el camino, los romanos
turbados mucho de la su mengua fueron al papa, e fabláronle en tal manera:
“Quebrantaste el dicho e destruiste a Roma, dexaste ir a Gregorio”. E así el papa,
espantado, embió apriesa mensageros a llamarle. E aviendo ya Gregorio andado tres
días, tornándose en un lugar e apartándose a leer, los otros quedados, una langosta
estava ascondida e vino sobre él, costriniéndole que dexase de leer e que folgase, que
non devía ser en aquel lugar. E por pensamiento del su nonbre, demostrole que non avía
de estar en aquel lugar. Él entendiendo aquello por Spíritu Sancto, començó de
amonestar a los conpañeros que se fuesen, que luego se iría él. Mas viendo otros
mensageros del papa, fiziéronle tornar por fuerça, maguer que él fue triste por ello.
Entonce el papa sacole de su monesterio, e fízole su diácono e cardenal.
Un tienpo, el río de Tiberi saliendo de madre, creció en tanto que sobrepujó el
muro de la cibdad e derribó muchas casas. Entonce descendió grand muchedumbre de
serpientes con un [f. 59a] muy grand dragón de la mar por el río de Tiberi. Mas
afogándolos las ondas e echándolos a las riberas, de la su pudedumbre, corronpieron el
aire. Así que se seguía dende una plaga muy mala que llamavan inguinaria, en tal
manera, que veían venir saetas del cielo que ferían a cada uno. E la primera ferio al papa
Pelayo, e afogole luego en tal manera. Después se encrueleció en el todo el pueblo, que
muertos los moradores, muchas casas fincaron vazías en la cibdad. Mas porque la
Iglesia de Dios non puede estar sin governador, todo el pueblo escogió a sant Gregorio,
maguer que le despreciava con sus fuerças.
E después, queriéndole bendezir, e aquella pudedumbre destruyendo al pueblo,
fizo sermón al pueblo, e faziendo todos procesión, estableció las ledanías, e amonestó a
todos que rogasen muy afincadamente a Dios. E rogando todo el pueblo a Dios, aquella
pudedumbre encrueleciese, en tanto, que en una otra murieron ochenta personas. Mas él
non quedó de amonestar al pueblo que non quedasen de rogar, nin se partiesen de las
oraciones fasta que la piedad de Dios quitase aquella pestilencia. Acabada la procesión,

257
sant Gregorio quiso fuir, mas non pudo, ca guardavan [f. 59b] las velas338 las puertas de
la cibdad por él, de día e de noche. En cabo, mudada la vestidura, ganó de unos
mercaderos que le sacasen en una carral339 sobre una carreta, fuera de la cibdad. E
saliéndose, metiose luego en la silvas, e en los montes, buscando cuevas do se
ascondiese. E ascondiéndose aí tres días e tres noches, empero catándole muy
acuciosamente, una coluna de luz que descendió del cielo apareció sobre aquella cueva
do él yazía ascondido. En aquella coluna vio un enparedado los ángeles sobir e
descendir.340 E luego prendiole todo el pueblo, e traxiéronle, e consagráronle en papa;
mas él subiendo en aquel grand estado gemiendo.
Quien leyere las sus palabras, entender las ha abiertamente. Ca dize así a Marso
patricio en la su carta, que era su dicípulo: “Quando me embiades a lanças de la mi
contemplación, renovades a mí los mis gemidos de la mi trabucança. E yo que dixiera:
‘Perdí dentro quando de fuera sobí a la alteza non lo mereciendo’. Mas conoscedme ser
ferido de tan gran lloro que malabés puedo fablar, pues non me llamedes Neumi, que
quiere dedirsic, fermoso; mas llamadme Marat, que quiere dezir amargo”.341 E dize en
otro lugar: “Los que me sabedes venir a este estado [f. 59c] de papa, si me amades,
llorad por mí, ca yo lloro tadavía sin detenimiento. E ruégovos que roguedes a Dios por
mí”. E dize en el prólogo sobre el Libro del Diálogo así: “El mi coraçón sufre negocios
de los omnes seglares por ocasión del estado pastoral. E después de tan fermosa
semejança de la su folgança, ensúsiase en el polvo de los fechos terrenales. Por ende,
paro mientes de cómmo soy tan alçado, e entiendo lo que perdí. E quando paro mientes
lo que perdí, fázeseme grave lo que tengo. Ca agora muero en las ondas de la grand mar,
e so quebrantado en las grandes tempestades de la nave de la tempestad voluntad. Mas
de que paro mientes a la vida pasada, así commo tornando los ojos atrás, e vista la
ribera, sospiro”.342
Mas aún porque la pestilencia que destruía a Roma, ordenó que en el tiempo de
pascua feziesen cerco cada año en derredor de la cibdad, segund solían fazer. E fizo
traer muy onradamente la imagen de santa María ante la procesión. E dizen que esta
imagen es agora en Roma, e es la que fizo sant Lucas, que era muy buen pintor. E es
semejable en todas las cosas a santa María misma. E toda la suzidadsic del aire e toda la

338
Velar: Centinela o guardia que se ponía por la noche en los ejércitos o plazas.
339
Carral: Barril o tonel a propósito para acarrear vino.
340
LA (53): “in qua columpna angelos descendentes et ascendentes quidam reclusus aspexit”. Ms. h-I-14:
“E un enparedado vio los angeles subir e descender sobre este pilar” (f. LXXd).
341
Registrum epistularum (I, 6).
342
Dialogi de vita et miraculis patrum Italicorum (prol. 27).

258
oscuridad davan [f. 59d] lugar a la imagen, e fuía de aquella imagen, que non podía
sofrir la su virtud de la su presencia. E así fincava empossic de la imagen muy grand
clareza e limpieza del aire. Entonce, segund dizen, que oyeron en el aire las bozes de los
ángeles que cantavan: “Regyna celi letare virgo alelulia refurexit sicut dixit aleluluia”.
Luego señor sant Gregorio ayuntó ál que se sigue: “Ora pro nobis rogamus aleluyasic”.
Entonce [vio]343 Gregorio, sobre la morada de sant Crecencio, el ángel de Dios que
alinpiava el cuchillo de la sangre, e le tornava a la vaina. E allí entendió sant Gregorio
que era quedada la pestilencia, e así fue fecho. De allí adelante aquel lugar fue llamado
el Castillo del Ángel.
En cabo sant Gregorio, por conplir aquello que deseava, embió a Agustino,
Melito e a maestre Juan con otros ha Inglaterra. E por las sus plegarias e merecimientos,
tornolos a la fe cathólica.
Mas de tanta humildad fue sant Gregorio que non quería en ninguna manera que
le alabasen. Ca embió al obispo don Estéfano a dezir así, porque le alabara en sus cartas:
“E demostrastes a mí muy grand alabança en vuestras cartas; mas dellas yo non soy
dino de oír. Empero escrito es: ‘Non alabes al [f. 60a] omne en su vida’.344 Empero si
yo non soy dino de oír tales cosas, ruégovos que por las vuestras oraciones meresca ser
dino, porque si los bienes que vós dixistes non son en por mí, por ende, sean porque los
vós dixistes”.345
Otrosí embió dezir en su carta ha Anastasio patriarcha de Antiochía: “Vós me
llamades boca de Dios, e me llamades candela luziente, e que aprovecho a muchos
fablando, e que la boca es a muchos luz. Segund la mi asmança, vós fablastes grandeza,
ca pienso quién só e deprehendo en mí mucho; mas pienso quién sois vós, e non asmo
que vós podades mentir. Después, quando quiero creer lo que vós dezides, contradize la
mi flaqueza quando quiero desputar, o contradezir que es dicho por alabança de mí,
contradízeme la vuestra santidad. Mas varón santo, ruégovos que convenga a mí alguna
cosa de aquesta vuestra contienda, porque si así non es como vós dizides, que quiera
Dios que sea así”.346
Esquivava todas las alabanças, e todos los fablares de alabança todos los avía
por devaneo. Onde embió dezir a Eulogio, patriarca de Alexandría, que le llamara papa
de todo el mundo: “E esta es la palabra de sobervia, e por esta razón me quesistes

343
En el incunable: “embió”. LA (71): “vidit”. Ms. h-I-14 “vio” (f. LXXc).
344
Eclesiástico (11, 30).
345
Registrum epistularum (I, 6).
346
Ibid. (I, 25).

259
apremiar. [f. 60b] Porque vos pido que la vuestra santidad non lo faga de aquí adelante,
ca a vós se torna la alabança que vós dades a otro sin razón. Ca yo non quiero ser
alabado por palabra, mas por costumbres, nin asmo yo aquella honra. Pues pártanse de
mí las palabras que inflan vanidad e llaguansic la mi caridad”.347 De aquí es que es
obispo don Juan de Costantinopla, como por fuerça aqueste vocablo de vanidad, e le fue
otorgado en el signodo engañosamente de llamarse papa de todo el mundo. E entre
todas las otras cosas, dize dél sant Gregorio así: “¿Quién es este que tomó nombre
nuevo por fuerça contra los ordenamientos del evangelio, e contra los judgamientos del
dicho? Por la mi voluntad sería menuzado, e tornado a uno sólo señero, aquel que se
codicia ser señor de todo el mundo”.348 Onde dize en su carta Eulogio, obispo de
Alexandría: “Vuestra caridad me fabla a mí diziendo: ‘Así como vós mandastes’; pero
que demándovos que me non queráis alabar, ca bien sé quién só yo e quién sois vós. En
el lugar, o en la dignidad, sois mis ermanos e mis iguales; e en las costumbres, sois mis
padres”.
E sobre todo aquesto, por grand humildad que en el avía, non quería que al[f.
60c]gunas dueñas buenas de la cibdad se llamavan sus siervas. Onde embió dezir a
Rusticano una buena dueña, que era su parienta: “Una cosa fallé en tus cartas que me
fue muy mal enferma, ca lo que una vez se puede dezir, se dizía por muchas vezes:
‘Vuestra sierva só’.349 Ca yo, por el cargo del obispado, só fecho siervo de todos, pues,
¿por qué te dizes mi sierva? Ca ante del obispado tomado tu pariente era. E por ende, te
ruego por Dios Padre poderoso en todas las cosas, que non falle estas cosas escritas en
tus cartas de aquí adelante”.
Éste fue el primero que se llamó siervo de los siervos de Dios en sus cartas, e
dende adelante, lo estableció llamar.
Aqueste non quería publicar los sus libros por grand humildad mientra que
biviere. E non pensava que era nada a comparación de los otros dotores. Onde embió
dezir ha Inocencio, adelantado de la tierra de África: “Gozámonos por el vuestro
estudio, porque nos quesiste enbiar la esposición del santo Job; mas si vós queredes
fartar de codicioso manjar, leed la leyenda de sant Agustín, nuestro hermano, e de
nuestra tierra. E a comparación del su centeno, non querades de las nuestras somassic. Ca

347
Ibid. (VIII, 29).
348
Registrum epistularum (XI, 26).
349
LA (99-100): “Unde Rusticane patricie scribens ait: Unum in tuis epistolis egre suscepi quia, quod
semel esse poterat, sepius dicebatur ancilla vestra et ancilla vuestra”.

260
yo non quiero, mientra en [f. 60d] esta carne só, que las cosas que yo avía dichas sean
demostradas a los omnes”.350
Léese en un libro trasladado de griego en latín, que un abad santo, que dizían
don Juan, veniendo a Roma a visitar las iglesias de los apóstolos, e viendo a sant
Gregorio pasar por medio de la cibdad, quiso correr para él, así como para fazerle
reverencia. E viendo sant Gregorio que se quería derribar en tierra, corrió él primero e
cayó ante él, e nunca se dende levantó, fasta que se levantó primero el abad. Non lo
detardemos, que tanta fue la su humildad, que sería enojo de contar.
Mas tanta fue la su largueza, que non solamente a los que moravan cerca dél,
mas los que moravan alexos, aun los monges que moravan en el monte Sinaí, dava todas
las cosas que avían menester. Ca él avía escrito los nonbres de todos los pobres, e
acorríalos muy libremente. Fizo un monesterio en Jherusalem, e mandó a los siervos de
Dios que aí moravan todas las cosas que avían menester, que eran muy menesterosos.
Dava a los siervos de Dios todo el año cada día ochenta libras de oro cada día.
Combidava a su mesa quantos podía fallar, entre los quales, un día vino uno, e por
grand humildad [f. 61a] queriéndole dar agua a manos, tomó la jarra, e desque quiso
echar el agua, adesora non vio al que quería dar el agua a las manos. E maravillose
mucho deste fecho. E apareciole esa noche nuestro señor en visión, e díxole: “Los otros
días recebiste a mí en los mis miembros, que son los mis pobres, mas ayer recebiste a
mí mismo”.
Otro tiempo mandó a su chancillero que conbidase doze pregrinos a ayantarsic.
Él fue e cumplió su mandado. Después, asentándose, paró mientes el papa, vio ý estar
treze, e luego mando llamar a su chancillero. E preguntóle que por qué pasara él su
mandado, por qué conbidara más de doze. El chanciller contolos e non falló más de
doze, e dixo: “Creedme, padre señor, que non son más ellos de doze”. E señor sant
Gregorio paró bien mientes, e él pensando, vio aquel que estava más cerca dél que se le
mudava la cara: agora parecía viejo, agora parecía moço, e semejava que traía canas
mucho onradas. Acabado el comer, metiole en su cámara, e conjurole mucho por Dios
que le quisiese dezir cómo era su nombre, siendo tan maravilloso: “Empero yo soy
aquel marinero pobre a quien tú diste la escudilla de plata que te embiara [f. 61b] tu
madre con las legunbres. E sabe por cierto, que de aquel día que tú me diste la escudilla,

350
Registrum epistularum (X, 16).

261
te estableció el Señor que fueses papa después de sant Pedro, apóstol”. E dixo sant
Gregorio:
– ¿E tú cómo sopiste aquesto que entonce me escogió Dios para perlado de la
Iglesia?
Dixo:
– Porque yo so el ángel de Dios que me embió a ti agora para que te guarde
siempre. E todo quanto demandares a Dios que lo acabes por mí delante.
E luego desapareció.
En ese tiempo fue un hermitaño de santa vida e de grand virtud que avía dexadas
todas las cosas que avía por lo de Dios. E non mantenía otra cosa sinon una gata. E
criándola como a compañera, falaguávalasic en su regaço muy espesamente. Después
rogó a Dios que le quisiese demostrar con quién avía de aver gualardón en el otro
mundo; ya que, por su amor, non mantenía riqueza ninguna. Después una noche fuele
demostrado que avía de aver morada e gualardón con Gregorio, papa de Roma. E
començó a llorar muy fuertemente, pensando qué poco le avía aprovechado la su
pobreza que él avía mantenido tanto tiempo avía, si él avía de aver morada e gualardón
con él, que él que tantas riquezas de todo el mun[f. 61c]do avía mantenido. E la otra
noche oyó a nuestro Señor, que le dixo: “Las riquezas non fazen al omne rico, mas la
codicia. ¿Pues por qué osas amparar la tu pobreza a los algos de Gregorio? Que más
plazer tomas tú en palpar e falagar esa gata que tú tienes que aquél non queriendo las
riquezas, mas despreciándolas, e partiendo a los pobres libremente”. Por ende, el
hermitaño dio gracias a Dios, porque el su merescimiento pensara. E sabiéndolo sant
Gregorio, començole de rogar que mereciese algunas vezes, o algund tiempo, morar con
él.
[...]351
En ese tiempo, el emperador Mauricio, persiguiéndole a Gregorio e a la Iglesia
de Dios, entre las otras cosas que le embiava, enbiole dezir así a Mauricio, Gregorio:
“Porque ciertamente só yo pecador, creo que tanto amansedes a Dios poderoso quanto
atormentades a mí que le sirvo mal”.
Después, una vez estando uno delante el emperador de ábito de monge, teniendo
una espada sacada, e esgrimiéndola muy esforçadamente, dixo que le mataría con ella. E
espantado Mauricio, quedó de perseguir a Gregorio. E rogole que rogase a Dios por él,

351
Falta la epístola (LA: 138-142) en la que san Gragorio se defiende, ante el emperador Mauricio, de ser
falsamente acusado de la muerte de un obispo.

262
en tal manera, que Dios quisiese demandarle en este mundo los pecados que avía fe[f.
61d]cho, e darle tormentos en este mundo, e non en el otro, que son más fuertes e muy
más crueles.
E después, una vegada, Mauricio viose estar ante la cátedra del juez. E el juez
llamando a grandes bozes:
– ¡Tomad a Mauricio!
E tomáronle los ministros, pusiéronle ante el juez.
Díxole el juez:
– ¿Dó quieres que te pene de los males que feziste en este mundo?
E respondió:
– ¡Señor! Aquí me lo da e non en aquel otro mundo.
E luego vino una boz del cielo que mandó que Mauricio, e su muger e sus fijos,
fuesen dados a un su cavallero, que dizían Foca, para que los matase. Así fue fecho, que
después a poco de tienpo, Foca, aquel su cavallero, degolló a él e a toda su conpaña, e
fue emperador después dél.
En santa María la mayor, en Roma, celebrando sant Gregorio misa en el día de
pascua, e diziendo: “Pax domini”, el ángel de Dios respondió en alta boz: “¡Et cum
espiritu tuo!”. Onde el papa faze agora estación en aquella igelsiasic el día de pascua, e
quando dize: “Pax domini”, non le responde ninguno, en testimonio de aqueste miraglo.
En un tiempo, Trajano, el emperador de Roma, yendo muy aquexosamente a una
batalla, corrió ha él una biuda llorando y diziendo:
– [f. 62a] ¡Ruégote que bengues la sangre de un mi fijo que me mataron a muy
grand sin razón!
E díxole Trajano:
– Yo te faré justicia si sano bolviere.
E dixo la biuda:
– ¿Quién me dará a mi bengança si tu allá por ventura murieres?
E dixo Trajano:
– Aquel que fuere emperador después de mí.
E díxole la biuda:
– ¿A ti qué te aprovechará o qué onra te será si el otro a mí fiziere justicia?
E díxole Trajano:
– Por cierto no, ninguna cosa.
E dixo la biuda:

263
– ¿Non sería mejor que me fizieses tú justicia e que ganases tú la merced que
non darla a otro?
Entonce Trajano fue movido de piedad, e descendió del cavallo, e vengó aí la
sangre del muerto a sin razón.
Cuéntase que un fijo de Trajano, cavalgando muy loçanamente, corriendo por la
cibdad, mató un fijo de una biuda. E demostrándolo la biuda a Trajano con muchas
lágrimas, Trajano dio a la biuda su fijo que avía fecho aquel mal en lugar de su fijo
muerto. E fízole grande en su lugar.
Después, una vez ya muerto Trajano ya tiempo avía, sant Gregorio pasando por
el mercado de Trajano, e recordándose de la manseza dél, vino a la sepultura de sant
Pedro, e lloro aí muy amargamente por el error de Trajano. Entonce ovo respuesta de [f.
62b] Dios: “Ahe ya conplí la tu petición e perdoné a Trajano; mas de aquí adelante, non
ruegues por ningún dañado”.
Mas Damaceno cuenta352 en un lugar de sermón que sant Gregorio, rogando a
Dios por Trajano, oyó una boz que le dixo: “Oí la tu boz, e otorguele perdón a Trajano”.
Dixeron otros que Trajano fuera tornado a la vida, donde ovo gracia e mereció
aver perdón. E así ovo gloria, ca non era dañado en el infierno por sentencia difinitiva.
Mas, segund algunos dizen, el alma de Trajano non fue librada del infierno. E
muchas vezes Dios, a merced al omne, maguer que desea la penitencia e non la toma, e
la su alma non es librada del infierno nin puesta en el Paraíso, mas es librada
simplemente de los tormentos del infierno. Ca segund dize sant Gregorio: “El alma que
está en el infierno, non sentir los tormentos por la misericordia de Dios”.353
Otros dizen que las penas del infierno están en dos cosas: en pena de sentido e
en pena de daño, que es carecer de non ver la cara de Dios; pues la pena, quanto a la
pena es dexada, quanto a la segunda es retenida.
Cuenta en otro lugar que dixo el ángel a sant Gregorio: “Porque rogaste por el
dañado, de dos cosas te da a es[f. 62c]coger mi Señor: o que seas atormentado dos días
en el purgatorio; o todo el tienpo de la tu vida bivas enfermedades e dolores”. Mas él
escogió que más quería ser ferido de tormentos e de dolores, que non ser dos días
atormentado en el purgatorio. Onde así fue fecho, que de allí adelante fue siempre muy
atormentado: o que de la fiebre quebrantado, o de muchos dolores fuertes, y del dolor

352
De his qui in fide dormierunt (I, 6).
353
LA (185): “Valet enim, ut dicit, anima et in inferno existere et inferni cruciatus per dei misericordiam
non sentire”.

264
del estómago fue muy más atormentado fuertemente. Onde dize él en una epístola: “De
tanto dolores, e de tantas tristezas del vientre só apremiado, que en toda mi vida siempre
avré muy grand pena. Ca cada día fallesco por gran dolor e sospiro esperando el
remedio de la muerte”.354
Otrosí dize en otro lugar: “El mi dolor a las vezes es muy fuerte, a las vezes es
liviano; mas non es tan liviano que se parta, nin es tan fuerte que mate. Donde es fecho
que cada día soy en la muerte e non me viene la muerte. Mas así me beve el umor
destemprado, que el bevirme es muerte e pena, e pido deseadamente la muerte, la qual
sola yo creo ser remedio a los mis gemidos”.355
Una buena dueña ofrecía cada día de domingo un pan. E después de la misa, un
día dándole sant Gregorio el cuerpo de [f. 62d] Dios, e diziendo: “Corpus domini nostri
Jhesu Christi custodiad te in vitam eternam”. Ella començose de reír, e él tirándole la
mano de la boca, luego se puso aquella parte del cuerpo de Dios sobre el altar. Después
preguntó a la buena dueña por quál razón pensara de reír, e dixo ella: “Porque el pan
que yo fize por mis manos llamavas tú cuerpo de Dios”. Entonce señor sant Gregorio,
por la incredulidad de aquella muger, echose en oración, e levantose, e falló aquella
partezilla de pamsic fecha carne, en semejança de dedo. E así convertió a la buena dueña
a la santa fe. Rogó otra vez e vio aquella carne tornada en pan, e diolo a comer a la
buena dueña.
Unos príncipes, pidiendo algunas reliquias preciosas, señor sant Gregorio dioles
un poco de la almática356 de sant Juan apóstol e Evangelista. E tomándolo ellos,
despreciaron las reliquias así como cosas cevilessic, e tornárongelas muy sañudamente.
Entonce señor sant Gregorio fizo su oración, e fecha, demandó un gañivete,357 e punçó
en aquel paño, e salió luego de aquellas punçadas sangre. E ansí fue mostrado de Dios
que aquellas eran preciosas reliquias.
Uno de los más ricos de Roma, dexando a su mu[f. 63a]ger, andava
dexcomulgado del papa. E él andando muy triste por esta razón, e él non podiendo
contradezir la autoridad de tan grand perlado, demandó acorro a unos encantadores
acorrimiento desta razón, ellos prometieron que lo farían por sus encantamentos. E
embiando al diablo que atormetasesic el cavallo del papa fasta que le fiziese peligrar con

354
Registrum epistularum (IX, 232).
355
Ibid. (X, 14).
356
Almática: (del lat. tardío dalmatĭca). Vestidura sagrada que se pone encima del alba, cubre el cuerpo
por delante y detrás, y lleva para tapar los brazos una especie de mangas anchas y abiertas.
357
Gañivete: (del fr. canif). Especie de cuchillo pequeño.

265
su señor el papa. E pasando sant Gregorio algunas vezes sobre su cavallo, embiado el
demonio, tanto atormentavan los magos aquel cavallo que non le pudía ninguno tener.
Entonce sant Gregorio, revelándogelo el Espíritu Santo, e conosciendo aí el arte del
diablo, fecho el signo de la cruz tanbién sobre el cavallo, luego fue sano de la ravia. E
así como sobre los magos encantadores luego fueron ciegos para siempre, e confesando
ellos sus pecados, batizáronse e físolos enformar en los sacramentos de la santa Iglesia;
empero non les quiso tornar la vista, porque non tornasen en aquella arte mágica.
Léese en un libro que se dize Limón,358 que un abad era mayoral del monesterio
de sant Gregorio papa. Enbiole dezir que un monge que tenía tres dineros de oro en sí, e
sant Gregorio descomulgole, por castigar a los otros. [f. 63b] E después de poco tienpo,
murió el fraire non lo sabiendo sant Gregorio, e fue muy pesante, por ello que era
muerto non aviendo absolución. E escrivió una oración en su petafosic, que le absolvía
del lazo de la dexcomunión, e diola a un cardenal, mandando que la leyese sobre la
fuesa del fraile muerto. E cumpliendo su mandamiento, a la noche siguiente apareció al
abad, aquel que fuera muerto, diziendo que él fuera en la cárcel preso fasta agora, e dixo
que ayer fuera libre e suelto della.
Otrosí sant Gregorio estableció el canto, e todo el oficio, e escuela de los cantos.
E por aquestas cosas estableció dos moradas e habitáculos: e el uno cerca de la iglesia
de sant Pedro, e el otro cerca de sant Juan de Letrán, do fasta el día de oy está guardado
el lecho en que él se acostava cantando e demostrando, e el açote con que amenazava
los moços, e el antiphonario en que les cantava. E añadió él en el canon: “Diesque
nostros in tua pace disponas adque ab eterna danacione nos eripi e in electorum
tuorum iubeas grege numerari”.
En cabo sant Gregorio, seyendo papa XVI años e seis meses e X días, e complido
de toda santidad, fuese para Paraíso. En su sepultura [f. 63c] son escriptos estos versos:
Suscipe terram tuo corpus de corpore sumptum
Redere quod valeas vivificante deo.
Spiritus astra petit, leti nil iura nocebunt.
Cuy vite alterius mors magis vita ipsa est.
Pontificis sumi claudumtur osa sepulcro.
Que innumeris semper vivit ubique bonis.359

358
LA (218): “Legitur quoque in libro qui a Grecis Lymon”.
359
LA (229): “Suscipe terra tuo corpus de corpore sumptum / Reddere quod valeas vivificante deo. /
Spiritus astra petit, leti nil iura nocebunt / Cui vite alterius mors magis ipsa via est. / Pontificis summi hoc
clauduntur membra sepulchro, / Qui innumeris semper vivit ubique bonis.

266
Que quiere dezir los versos: Toma tierra, toma el cuerpo tomado del tu cuerpo. E
porque puedas dar a Dios Padre bivo el espíritu, demanda las estrellas e los dichos de la
muerte non enpeeceránsic aí algo, a la qual vida la muerte de otro más vida es esa vida.
Los huesos del grand prelado yazen en el sepulcro, e él bive siempre en los bienes que
non han cuento.
Murió en el año de la encarnación de seis cientos e VI años.
Después de la su muerte, ovo muy grand fambre en aquella región. Por ende, los
pobres que él solía governar venieron al otro papa que fue después dél, e dixeron:
– Señor, padre santo, non quieras que nos perdamos de fambre los que solía
governar sant Gregorio.
El papa, sañudo contra ello, dixo así:
– Si Gregorio vos quería governar, por fama de su alabança, nós non lo podemos
fazer.
E así los enbíava descornortados. E por esto que dezía, apareciole [f. 63d] sant
Gregorio tres vezes, e castigole blandamente de su escaseza, e porque dezía mal dél. Él
non se queriendo emendar en ninguna manera, después apareciole la quarta vez muy
espantable, e reprehendiéndole gravemente, e firiole mortalmente en la cabeça. E así,
aviendo gran dolor, finó a poco tienpo.
Aún durando esta fanbre, algunos enbidiosos dezían mal dél, que desgastara todo
el tesoro de la Iglesia, así como omne gastador. E por se vengar dél, movieron a los
otros, e quemaron todos los sus libros. E aviendo ya quemados algunos, e queriendo
quemar los otros, sant Pedro, el cardenal que fue mucho su amigo e su familiar, con
quien él avía disputado los quatro Libros del Diálogo, contradíxoles muy fuertemente,
diziendo que esto non valía cosa alguna, porque non se acordasen dél en todo el mundo
donde avía ya muchos libros de los suyos. E díxoles que fazían grand pecado de
sacrilegio en quemar tantos en tan buenos libros del padre santo, sobre cuya cabeça él
viera muy muchas vezes el Espíritu Santo en semejança de paloma. Entonce puso esta
sentencia sobre ello: que aquello que él dixera jurando, que si así era, muriese luego.
Ellos non quemasen los [f. 64a] libros, e si por ventura él diziendo esto non muriese,
que le ayudase a quemar los libros. Que dizen que, sant Gregorio, lo avía dicho que non
publicase la visión de la paloma, si no, que non viviera más. E porque él estando vestido
así como si quisiese dezir el evangelio, e luego que dixo testimonio de la verdad de sant
Gregorio, sin ningund dolor de muerte, le salió el alma.

267
Un monge del monesterio de sant Gregorio allegó en sí grand aver. Mas sant
Gregorio, apareciendo a otro monge, dixo que le dixese que partiese aquel aver, e que
fiziese penitencia, que fasta el tercero día avía de morir. E oyendo él, tomó gran pavor e
fizo penitencia, e dio aquel aver. E mano a mano fue tomado de la fiebre, en manera
que, de la mañana que del tercer día fasta la tercia, sacando la lengua fuera de la boca
con gran encendimiento que tenía, pareció que se le saliera el alma. Mas los monges,
estando delante él, cantando los salmos, començaron maltraer dél. Mas él luego,
rebisviendo, e sacodiendo los ojos e sonrisándose, dixo: “Hermanos, perdónevos Dios.
¿Por qué començastes maltraer de mí? Que non me fezistes pequeño embargo, que así
de vosotros, commo del diablo [f. 64b] acusado, en un tienpo non sabía a quién
reponder primero. Mas quando alguno vieres traspasar, non le dedes embargo de
retraimiento, mas de compasión, por ende que entonce va a juizio ante el fuerte juez con
su acusador. Ca estuvo en juizio delante el diablo, e ayudándome sant Gregorio,
respondió bien a los haceriossic que dezían contra mí; mas envergonçó solamente de
hacerio que me dixo, por lo qual só atormentado así commo vistes, e aún non me puede
librar”. E demandáronle los monjes, respondió: “Non lo oso dezir. Ca mandome sant
Gregorio venir a vos; el diablo está quexándose mucho, pensando que Dios me
perdonaría. Por aquella razón, faziendo penitencia, por la qual cosa di a sant Gregorio
por fiador que non manifestase alguno la caluña començada”. E luego dixo a grandes
bozes: “¡O Andrés! ¡O Andrés! ¡En este año perescas porque me traxiste a peligro por el
tu mal consejo!”. E luego rebolvió los ojos espantablemente e saliósele el alma.
Mas era en la cibdad uno que dizían Andrés, que en ese mismo movimiento que
el monje fuera muerto, fue luego en la enfermedad, e muy gravemente fue ferido que
desgastó todas las carnes. Codiciava ser muerto, mas non po[f. 64c]día morir. Entonces,
llamados los monges del monesterio de sant Gregorio, confesó que robara con el dicho
monge algunos libros del monesterio, e tomados los precios, que los diera a los
estraños. E aquel que non pudía morir ante, estando confesando, se le salió el alma.
Segund que se lee en la vida de sant Eugenio, guardando más el oficio e la regla
de sant Ambrosio que la de sant Gregorio en las iglesias, el papa de Roma, que dizen
Adriano, allegó el concilio e aí establecido que se devía guardar el oficio de sant
Gregorio en todo el mundo. E el emperador Carlos, escusándose de esta razón, andando
las nuevas por todas las provincias, e constriñendo todos los clérigos por menazas, e por
tormentos por aquesta razón, e quemavan los libros de los oficios de sant Ambrosio, e

268
encarcelava los clérigos360 rebeldes. Mas el obispo Eugenio, yendo su camino al
concilio, falló ya el concilio soltado tres días avía, e traxo al señor papa así por su
artería, que mandó llamar todos los perlados que avían estado al concilio, que avían ya
andado cada tres jornadas. Después, llamando e juntado el concilio, la sentencia de
todos los padres fue una: que pu[f. 64d]siesen el misal de sant Gregorio e de sant
Anbrosio sobre el altar de sant Pedro apóstol, e que cerrasen muy bien las puertas, e que
las sellasen con los sellos de todos los obispos, e ellos todos, que estuviesen en oración
toda la noche porque nuestro Señor les demostrase alguna señal e quál de aquestas
quería que se guardase en las iglesias. E faziendo así todas las cosas que ordenaran e en
la manera, abriendo ellos las puertas de la iglesia, fallaron amos y dos los misales
abiertos sobre el altar. O segund otros afirman, fallaron el misal de san Gregorio
desparziendo acá e aculla suelto, mas fallaron el de sant Ambrosio solamente abierto en
aquel mismo lugar sobre el altar do le dexaron. Por la qual señal de Dios, supieron que
devía el oficio de sant Gregorio esparzirse por todo el mundo, e el de sant Ambrosio
solamente en la su iglesia. E así establecieron los santos padres, segund les fue
demostrado de Dios, e así se guarda fasta el día de oy.
Cuenta sant Juan Diácono, que conpuso la vida de sant Gregorio, que él,
escriviendo la su vida, aparesciole uno vestido en manera de sacerdote, estando
durmiendo así commo si escriviese al candil. E era ves[f. 65a]tido de una vestidura
blanca e delgada, en manera que parecía de yuso una saya muy negra. E allegándose a
él, tenía los carrillos finchados como de reír. E preguntóle Juan por qué omne de tan
gran oficio commo él, por qué se reía de grand locura, e dixo él:
– Porque tú escrives de los muertos que viste bivos.
E díxole Jhuansic:
Maguer que non lo vi por la cara aquel de quien yo escrivo, empero, conóscole
por sus dichos.
E dixo el otro:
– Segund que me semeja, tú feziste lo que quisiste, e yo non quedaré de fazer lo
que pudiere.
E amatole a la sazón la lumbre del candil. E él espantado de tal manera, dio muy
grandes bozes, afirmando que le avía degollado con un cuchilosic. Entonces apareciole

360
Esta palabra se repite en el incunable.

269
luego sant Gregorio, e con él, sant Nicolás a la diestra, e con él, sant Pedro el Diácono a
la siniestra, e díxole:
– ¡O de poca fe! ¿Por qué dudaste?
E estando el diablo detrás de la cortina del lecho, tomó sant Gegorio, segund que
le semejava, de la mano de Pedro Diácono una grand facha encendida, e quemole la
cara, e la boca e tornose más negro que la pez. E una centella muy pequeña quemole
toda la vestidura blanca que traía, e tornose luego negro. Entonce dixo a sant Gregorio:
– ¡Asaz [f. 65b] es ya encendido e ennegrecido!
E dixo sant Gregorio:
– Nós non lo avemos ennegrecido, mas avemos mostrado commo es negro.
E dexando aí mucha lunbre, fuéronse al cielo muy onrados.

[XXXV]
Título XXXIIII. De la vida de sant Longino

Sant Longino fue cavallero de cient cavalleros, e quando crucificaron a Jhesu Christo,
estava aí con los otros cavalleros. E mandógelo Pilato, alançeó el costado de Jhesu
Christo, e viendo los miraglos que aí se fazían: que se escureció el sol e tremió la tierra;
mayormente que era ciego, e vio luego, poniendo la sangre que corría por la lança en
sus ojos. E por esta razón quitose de la cavallería, e creyó en Jhesu Christo e fue
christiano.
E lassic apóstoles enbiáronle a Cesarea, do fue ermitaño XXVIII años. E convertió
muchos a la fe de Jhesu Christo por pedricación e por enxienplo de santa vida.
Entonce prendiéronle, e non queriendo sacrificar los ídolos, el adelantado mandó
que le sacasen todos los dientes e la lengua; empero Longino por todo esto non perdió la
palabra. Mas tomó una segur, e quebrantó los ídolos todos, e des[f. 65c]menuzolos,
diziendo: “Ansí agora veremos si son dioses”. Entonce, los diablos saliendo de los
ídolos, entraron en el adelantado e en sus conpañas, e enloqueciéndose, e llorando,
echáronse a los pies de Longino, e díxoles Longino:
– ¿Por qué [morades]361 en los ídolos?
E dixeron ellos:

361
En el incunable: “me orades”. LA (8): “habitatis”. Ms. h-I-14: “morades” (f. LXXIIIc).

270
– Do no es nonbrado Jhesu Christo, e do no es puesta la su señal, allí es puesta
nuestra morada.
El adelantado, ensañándose e perdiendo los ojos, dixo Longino: “Sepas que non
puedes ser sano, sinon quando me matares. Ca luego que me matares, rogaré a Dios por
ti, e ganarte he salud para tu cuerpo e para el alma”. E luego, mano a mano, mandole
degollar. E después desto fuese para el su cuerpo, e echose ante él con muchas lágrimas,
e faziendo arrepentimiento del mal que avía fecho, luego fue sano. Después cumplió su
vida en buenas obras, e fuese para Paraíso.

[XXXVI]
Disposición de sant Benito

Este nombre, benedictus, quiere dezir tanto como que bendixo muchas cosas, o que ovo
muchas bendiciones en aqueste mundo, o que todos dezían bien dél, o que mereció
bendición per[f. 65d]durable. E la su vida escrivió sant Gregorio.

Título XXXV. De la vida de sant Benito e de sus miraglos

Sant Benito nasció en la provincia de Murcia,362 e fue en Roma criado, e aprendió aí las
siete artes liberales. Mas siendo moço, desamparó la ciencia del mundo e fuyó al
desierto. E su ama que le criara, e que le amava e que le quería mucho, fuese en pos dél,
fasta un lugar que dezían Exido. E una vez demandó su ama un harnero prestado para
ahechar trigo, e de que le ovo traído, púsole sobre una mesa, e cayó e quebrose por
medio. Después, viendo sant Benito que llorava su ama por esto, echose en oración, e
levantándose, fallole sano.
Después desto, fuyó de su ama ascondidamente, e ascondiose en un lugar do
estuvo tres años, que nunca le vio omne del mundo, salvo un monge que dizían
Romano, que le servía muy bien. E estando en una cueva, el monge non aviendo carrera
por do saliese allá, atava el pan que avía de comer san Benito en una cuerda muy
luenga, e así ge lo dava cada día. E porque supiese sant Benito quán[f. 66a]do le traía el
pan, ató una canpanilla en cabo de una cuerda, porque quando tañiese, que lo oyese e así
saliese a comer su pan. Mas el diablo, aviendo embidia de la caridad del uno e del

362
LA (3): “Nursia”. Ms. h-I-14: “Murcia” (f. LXXIIId).

271
comer del otro, quebrantó la canpanilla con una piedra; mas por todo esto el monge non
dexó de servirle muy bien.
Después de esto, apareciole nuestro Señor el día de pascua a un sacerdote que
estava faziendo de yantar para él, por visión, diziendo:
– Tú adereças manjar para ti, e el mi siervo perece de fanbre en aquel lugar.
E él levantándose, mano a mano, con grand quexa, fallándole, dixo:
– ¡Levántate! Comamos este ayantar, ca oy pascua es de nuestro Señor.
Dixo Benito:
– Sé yo que es pascua, porque te merecí ver.
Que él estava alexos de los omnes, e non sabía que era pascua.
E díxole el clérigo:
– Verdaderamente es oy día de la resurrección, e por ende, non te conviene
ayunar, ca por esto só a ti enbiado.
E así comieron su manjar bendiziendo a Dios.
Una vez, una ave que dizían merla, començó a bolar delante la su faz, tan acerca,
que la pudiera tomar con la mano; mas santiguándose, luego se partió dende, en tal
manera que el diablo pintó luego una muger delante él, la qual él viera en al[f. 66b]gund
tiempo. E encendiole en tal manera en su amor, que ya tenía en coraçón dexar el yermo
e tornar al mundo; mas por la gracia de Dios, tornose a sí mismo e despojose luego, e
echose en las espinas e en los cardos que estavan aý, y enbolviose en ellos en tal manera
que las llagas del cuerpo sacaron las llagas del pecado de su voluntad. E de aquella ora
en adelante, nunca sintió en su cuerpo tal temtaciónsic.
E creciendo la su fama mucho, e muriendo un abad de un monesterio, todos los
monjes de aquel lugar vinieron a él, e rogáronle mucho quél quisiese ser su abad. E él
ívagelo alongado de día en día, diziéndoles que las sus costunbres non podrían convenir
con las suyas; empero, venciéndose por ruego, otorgógelo. E fazíales guardar la orden
más fuertemente que solían, reprehendíanse ellos mismos que lo sufriesen, que ellos se
le avían escogido, e viendo que non podían fazer con él lo que solían, e non queriendo
dexar las sus malas obras e costunbres, diéronle vino a bever con venino. Mas él
finándolo luego, se quebró el vaso commo si le dieran con una piedra. Entonce viendo
sant Benito que le querían dar la muerte, levantose en medio dellos muy alegre, [f. 66c]
e dixo: “¡Hermanos! E perdónevos Dios, que yo vos lo avía dicho, que non podría
morar con vosotros”. E así tornose al lugar do solía estar, donde fazía penitencia, e
donde fazía muchos miraglos.

272
Ayuntáronse muchos monjes en manera que fizo doze monesterios. E en el uno
dellos era un monje que non podía estar con los otros en oración; mas quando los otros
estavan en ella, ívase él fuera, e fazía cosas non convenibles. E el abad de aquel
monesterio díxolo a sant Benito. Entonce sant Benito fuese luego para allá, e vio que un
niño negro que le sacava por la mano aquel monje fuera, e non podía estar en la oración.
Entonce dixo sant Benito al abad del monesterio, e a otro monge que llamavan Mauro:
– ¿Non paredes mientes esic quién deve ser éste que le saca fuera?
E dixeron ellos:
– Nós non lo podemos saber.
E dixo sant Benito:
– Roguemos a Dios que lo veamos aína.
E rogando a Dios, violo Mauro el monge, mas el abad non lo pudo ver. Otro día,
fecha la oración, sant Benito vio al monge fuera, e diole una diziplina con una pértiga
por la suziedad. E de allí adelante fincó siempre en su oración con los otros. E de allí
adelante el diablo non le osó tentar, mas bien como si fu[f. 66d]ese él diciplinado.
E de aquestos monesterios, algunos eran fundados en tan altas peñas del monte
que decendían abaxo a tomar agua con grand trabajo, e aquellos frailes rogando a sant
Benito que quisiese mudar aquellos monesterios, una noche, subió al monte con un
moço, do iva rezando muy alongadamente. Puso en aquel lugar tres piedras por señal. E
viniendo a casa, e los frailes rogándole por aquella razón, dixo: “Id, e do fallaredes en
una peña puestas tres piedras, allí cavat un poco, ca puede Dios sacarvos ende agua”. E
yendo ellos, e fallando ya la peña sudando, fizieron un lugar cavado. E luego le vieron
lleno de agua, que fasta agora mana tan abundosamente, que del altura del monte
desciende fasta abaxo.
Una vez, cavando el varón de Dios cerca el monesterio con un açadón, e
cortando los cardos, saltó el fierro del astil, e cayó en una fondura de un lago. E el varón
santo, amargándose mucho por esta razón, puso el astil en el lago, e a la sazón, nadó el
fierro fasta el astil.
Un monge niño, que dezían Plácido, yendo tomar agua cayó en el río, e el agua
luego le arrebató, e le llevó ayuso más que un tiro de vallesta. Estando sant Benito en su
celda, [f. 67a] luego le vio por Spíritu Santo, e llamó al monge Mauro e dixo lo que
acaeciera al otro. E mandole que fuese sacar, e tomando la bendición de santo Benito,
fuese para allá muy aína. E andando sobre el agua parecíale que andava sobre la tierra,
fasta que vino do estava el monge, e tomándole por los cabellos, sacole del agua. E

273
tornándose a sant Benito, contole lo que acaeciera. Mas él juzgó que no por sus
merecimientos, mas por la obediencia del monge acaeciera esto.
Un sacerdote, que dezían Florencio, aviendo embidia a la vida que fazía sant
Benito, pensó esta maldad: que le imbiase pan lleno de venino. E sant Benito recibiolo
de muy buen grado, e mandó al cuerbo, que solía comer de su mano, que lo tomase en el
nombre de Jhesu Christo, e que lo echase en tal lugar que ningund omne lo fallase nin
lo comiese. Entonce, la boca abierta el cuerbo e las alas esparzidas, andava enderredor
del pan, dando bozes como si dixese que él quería fazer lo que le mandava, mas non lo
pudía complir. E sant Benito mandole que lo echase, e tomolo e fuelo echar como le era
mandado. E a cabo de tres días, se tornó e tomó su ración de sus manos así como solía.
Entonce Florencio, [f. 67b] viendo que non podía matar al maestro, pensó cómo matase
las almas de los dicípulos. En manera que metió siete niñas desnudas e muy apuestas en
la huerta del monesterio que trobejasensic e cantasen en ella, en tal que los monges
oviesen su talante de pecar con ellas. Entoce, viéndolo sant Benito de su celda, e
temiendo que por ventura errarían los monges con ellas, e guardándose de la inbidia del
clérigo, fuese dende e muy pocos monges con él. Mas estando Florencio en su
sobrado,363 viendo que iva Benito, e gozándose mucho por ello, adesora cayó el sobrado
e matole. Entonce, viéndolo Mauro el monge, fuese en pos de sant Benito, e díxole:
“¡Tórnate acá!, que muerto es aquel que te perseguía”. E oyéndolo sant Benito, pesole
mucho porque muriera así su enemigo. E porque se gozava el dicípulo de su muerte,
mandole que fiziese penitencia porque fiziera tales cosas gozándose de su muerte.
Después desto, yéndose dende para Italia, mudó el lugar mas no el enemigo, que
veniendo al monte Asino, fizo el templo de Apolo que era una iglesia a onra de sant
Jhuansic Bautista, e convertió todo el pueblo de enderredor de aquella tierra a la fe de
Jhesu Christo. Mas el di[f. 67c]ablo non pudiendo esto sufrir, ensañose contra él, e
apareciole vesiblemente con los ojos bermejos, llamándole así e diziéndole: “¡Benito!
¡Benito! ¡Benito!”. Mas él non respondió nada, después díxole: “¡Maldito e non
benedito! ¿Por qué me sigues?”.
Una vez los monges querían alçar una piedra que estava en tierra para poner en
una casa que fazían, mas non la pudían alçar en ninguna manera. Estando aí muy grand
conpaña para alçarla, e non lo pudiendo fazer, vino sant Benito, e bendíxola, e luego se
levantó muy ligera, porque pensaran ellos que el diablo estava sobre ella asentado e por

363
Sobrado: (del part. de sobrar). Tejado. Cada uno de los altos o pisos de una casa.

274
eso non la pudían mover. Después, quando los monges alçaron algún poco la pared, el
diablo apareció a sant Benito, e dixo que iva a los monges que labravan. Entonce sant
Benito embioles dezir por sus mensageros así: “Fraires, guardadvos, que el diablo va a
vós”. E malabes vuiosic llegar el mensajero, quando el diablo derribó la pared e mató un
monge niño. Mas sant Benito fizo traer ante él niño, e fecha la oración, resucitó luego, e
mandole que se tornase a labrar.
Un monge, lleno de onestidad, solía venir cada año ayuno visitar a sant Benito.
Después, un día yéndose allá, falló a otro que [f. 67d] dixo que iva allá, e levava panes
que comiese por el camino. E faziéndose tarde la ora, dixo: “Hermano, ven e comamos
deste pan, porque non fallescamos por el camino”. Respondió que non quería comer
fasta la ora en aquel camino. Después, conbidole otra vez, mas non lo quiso consentir. E
en cabo, pasada ya la ora e cansandosic del camino, luego fallaron un prado, e una fuente
e lo que avían menester para fartar sus cuerpos. Entonce, el conpañero mostrándole
aquesto, rogole que folgasen allí un poco e que comiesen. E falagándole las palabras a
las orejas, e los pulgares a los ojos, consentió en aquella razón. E veniendo a sant
Benito, dixo sant Benito: “¡Ahe ermano!, el enemigo antiguo non te pudo amonestar la
una vez e la segunda non pudo; mas la tercera te sobró”. Entonce él cayó a sus pies, e
llorando, confesó que pecara.
E Totila, rey de los godos, queriendo saber si sant Benito avía Espíritu Santo, dio
sus vestiduras a un su vallestero, e enbiole al monesterio con todo su aparejamiento real.
E viéndole sant Benito, parándole mientes, dixo él: “Fijo, pon eso que traes que no es
tuyo”. E luego cayó en tierra, e porque quiso escarnecer atán grand varón, luego murió.
Un clérigo, tomándole el di[f. 68a]ablo, traxieron a sant Benito para que le
sanase. E echando el diablo dél, díxole: “Ve e de aquí adelante non comas carnes nin
hordenes de orden sacra, si non, qualquier día que te quieras hordenar de hórdenes
sacras te atormentará el diablo”. Mas guardándolo algund tiempo, e tomando las
ordenes menores, e olvidando las palabras del varón santo así como de luengo tiempo,
ordenose de orden sacra, e luego le tomó el diablo de manera que non le dexó fasta que
le sacó el alma.
Un buen omne enbió a sant Benito dos barriles de vino con su moço; mas él
ascondió el uno en la carreta, e levole el otro. Mas el santo varón tomó el vino dando
gracias a Dios. E yéndose el moço, amonestole364 el santo varón, diziendo: “Ve fijo,

364
En el incunable: “amonestole que”.

275
mas non bevas del barril que ascondiste, mas trastórnale, e verás lo que yaze dentro”. E
él, envergonçado e confundido, partiose dél. E tornándose, queriendo provar lo que le
dixera, trastornando el barril salió luego dél una gran serpiente.
Una vez sant Benito cenando tarde, un monje estando delante él, teniendo la
candela, pensó de pensar entre sí sobervia, diziendo: “¿Quién es este que está comiendo,
e estó yo delante teniéndole la candela, e fazien[f. 68b]dole servicio? ¿E quién só yo
que sirvo a este?”. E díxole sant Benito: “¡Signa el tu coraçón hermano! Signa el tu
coraçón, ¿qué es lo que hablas?”. Llamados los monjes, mandole tomar la candela de las
manos, e a él mandole ir al monesterio: “E estarás folgando”.
Enbiando algunos monjes a fundar un monesterio, estableció un día que vernía a
ellos, e mostroles en qué manera se devía començar. Mas aquella noche que él
prometió, relumbrava así commo de día, e apareció entre sueños a aquel monje que él
pusiera por mayor de allí. E mostrole muy sotilmente todos los lugares do se devía
hedificar cada cosa. Mas ellos non lo creyendo aquella visión, e esperándole en cabo,
tornando a él, dixeronle:
– Padre, esperámoste que vinieses, así como prometiste, e non veniste.
E díxoles él:
– ¿Por qué dezides estas cosas, hermanos? ¿Non vos aparescí e vos demostré
todas las cosas que se devían de fazer? Id, e segund lo vistes por visión, ordenad cada
cosa en su lugar.
Cerca de ese monesterio, eran dos monjas fijasdalgo en un monesterio que non
refrenavan las lenguas, mas fazían muchos malos sabores, e muchas sañas a la abadesa.
E contándolo ella a sant Benito, mandolas dezir: “Re[f. 68c]frenad vuestras lenguas, si
non, descomulgarvos he”. Aquesto dezía él por castigar, mas non por descomulgar. Mas
ellas non castigando, después de pocos días murieron. E soterráronlas en la iglesia, e
mientra que decían las misas, e el diácono, segund que solía, dezía: “Aquel que está
descomulgado, salga fuera”. La su ama que las avía criado, que ofrecía sienpre su
ofrenda por ellas, violas levantar de los sepulcros, e salir de la iglesia. E contándolo a
sant Benito, ofreció él con su mano las ofrendas, diziendo: “Id e ofreced por ellas esta
ofrenda, e de aquí adelante non serán descomulgadas”. E faziéndolo así, el diácono fazía
segund solía e dezía lo que solía; mas no las vieron salir de la iglesia de aí adelante.
Un monge, yendo a ver a su padre e a su madre sin licencia, en ese día que vino
a ellos, murió. E soterrándole, la tierra echole una vez e dos adesuso que non le cogía.

276
Los parientes, tomando el cuerpo de Dios e poniéndole sobre la sepultura, la tierra
retovo en sí el cuerpo, e dende adelante non le echo fuera el cuerpo.
Un monje, non podiendo fincar en el monesterio, tanto afincó a sant Benito fasta
que fue sañudo dél e dexole ir. Luego que salió del [f. 68d] monesterio, falló en el
camino un dragón la boca abierta. E queriéndole sorber, dio grandes bozes, diziendo:
“¡Acorred, acorred, que este dragón me quiere levar e tragar!”. E corriendo los monges,
non vieron al dragón, mas traxieron al monge tremiendo e con gran miedo al
monesterio.
Un tiempo, aviendo muy mucho grande fanbre en toda aquella tierra, e el santo
de Dios aviendo dado todo quanto pudo aver a los pobres, así que non quedava nada en
el monesterio sinon un poco de olío en una redoma de vidrio, e mandó al cillerizo que
dieze aquello poco de olio a un pobre; mas él oyéndolo, non lo quiso cumplir por quanto
non quedava olio para los monges. E lançándolo sobre unas grandes piedras, nin quebró
el vidrio, nin se esparzió el olio, e mandolo él alçar e darlo a un pobre que lo
demandava. E maltrayendo aquel monge de la obediencia e de la desfuzíasic, echose en
oración, e luego pareció una cuba que estava aí llena, en tanto que parecía que se vertía
por el suelo.
Una vez descendió a visitar a su hermana. Siendo a la mesa, rogole mucho que
quisiese esa noche quedar con ella, mas él non lo queriendo otorgar en ninguna manera,
ella humilló su cabeça en las manos, rogando a Dios. E [f. 69a] alçando los ojos, dende
estava todo el aire esclarecido, fizo tan grandes relámpagos, e truenos, e tanta lluvia que
no pudo mover el pie con la gran lluvia. Ca aquella, derramando ríos de lágrimas, tornó
el esclarecimiento del aire en lluvia. Díxole sant Benito muy triste:
– Perdónetelo Dios, hermana, ¿que feciste?
Dixo ella:
– Rogué a ti e non me oíste, rogué al mi Señor e oyome, pues agora vete si
puedes.
E así fue fecho, en toda aquella noche toda la velaron fablando todavía en las
santas palabras de Dios, e non se fartavan. E después de tres días, tornando al
monesterio, alçando los ojos, vio la alma de su hermana traspasar los cielos en
semejança de paloma. E fizo traer luego el su cuerpo al monesterio, e meterle en un
monumento que tenía fecho para sí.
Una noche, parando mientes por la finiestra de la celda, e rogando a Dios, vio
sobre sí una grand luz derramada, e espantar todas las tiniebras de denoche. Mas

277
adesora apareció así como todo el mundo ayuntado so un rayo de sol traído ante sus
ojos. E viendo el alma de Capuano obispo, su hermano, levarla al cielo, después lo falló
manifiesto que en aquella ora traspasara deste mundo.
En aquel mismo a[f. 69b]ño que él avía de finar, demostró a sus monges quál
devía ser; mas seis días ante de su muerte, mandó abrir el sepulcro. E tomándole luego
la fiebre, e enflaqueciéndole cada día más, al sesto día fízose levar a la iglesia, e ante
que finase, recibió el cuerpo de Dios. E teniéndole en las manos sus dicípulos, muy
flaco de los mienbros, alçando los ojos al cielo, faziendo oración, saliósele el alma. En
ese mismo día fue demostrado a dos monges, a uno dese monesterio, en su celda; e a
otro que morava alexos. Vieron una carreta cubierta de mantos, e de paños preciados, e
lámparas resplandecientes que començavan de la celda de sant Benito contra oriente e
tendía fasta el cielo. E un omne vestido de onrada vestidura e muy claro que estava,
preguntó cúya era aquella carrera que catavan. E ellos dixeron que non sabían. Dixo:
“Aquesta es la carrera en que va el bienaventurado señor sant Benito, por la qual va al
cielo”.
E yaze en la iglesia de sant Jhuansic Bautista, que edificó en el templo de Apolo e
floreció en la era de quinientos e diez e ocho años, en el tiempo del Justino el viejo.

[XXXVII]365
[San Patricio]

Antesic Patricio començó a predicar en la era de CCCLXXX366 años.


E predicando al rey de Escocia de la pasión de [f. 69c] Jhesu Christo, estando
acerca dél, acostándose sobre el blago que tenía en la mano, por desaventura, púsole
sobre el pie del rey, e con el fierro del cuento, foradole el pie.367 Mas el rey, cuidando
que el obispo santo fazía esto con artería, e que otra manera que non podía recebir la fe
de Jhesu Christo, sinon sufriendo algunas cosas semejables a él, sufriolo en paciencia.
En cabo, el obispo santo embahereciósic, e rogando a Dios, sanó el rey.368 E ganó de
Dios que non oviese en aquella provincia ninguna animalia ponçoñosa nin veninosa,

365
No se registra número ni título para la vida de san Patricio. No hay división evidente entre esta
narración y la precedente.
366
LA (1): “CCLXXX”.
367
LA (1): “cum aculeo pedem perforavit”. Ms. h-I-14: “[...] foradógelo” (f. LXXVIIb).
368
LA (3): “Sanctus hoc tandem intelligens obstupuit et precibus regem sanavit”. Ms. h-I-14: “e sufriolo
en paciencia, e en cabo entendiolo e fue muy espantado. E por ende rogó a Dios san Patricio e sanó el
rey” (f. LXXVIIb).

278
como lagartos e otras animalias tales. E non solamente ganó esto, mas que doquier que
los maderos e los cuerpos369 de aquella región estudiesen, non pudiese aí estar cosa
ninguna ponçoñosa.
Un omne furtó una oveja de un su vezino e comiola. E el santo varón,
amonestándolo muchas vezes que qualquier que furtara aquella oveja que fiziese
emienda, e non pareciendo ninguno, veniendo todo el pueblo a la iglesia, mandó, por la
virtud de Jhesu Christo, que la oveja balase dentro en el vientre del que la comiera. E
así fue fecho, e él culpado fizo penitençia, e todos los otros se guardaron de fazer furtos
dende en adelante.
Era costumbre deste [f. 69d] santo de onrar las cruzes a doquier que las vedía
muy devotamente. Mas pasando delante de una cruz muy fermosa, non la viendo, sus
criados dixéronle que por qué non la viera. E rogando mucho a Dios, con muchas
plegarias, oyó una boz de so tierra, que dixo: “¿Por aventura [non] me viste?,370 ca yo
pagano que só aquí so terra, e non só digno de aver la señal de la cruz”. Onde fizo tomar
de allí aquella cruz.
Después, predicando sant Patricio en tierra de Ibernia, e non faziendo aí fruto
alguno, rogó a nuestro Señor que demostrase aí alguna señal, porque, si ál que non, se
tornasen por miedo. Después, por mandado de Dios, fizo aí un cerco muy grande con el
blago, e abriose la tierra en aquel cerco, e pareció aí un pozo muy grande. E fue
revelado a Patricio que allí era lugar parte del purgatorio, e quien allí quisiese descendir,
non le fincaría otra pena, nin abría otro purgatorio por sus pecados.
Muchos descendían allá, mas non tornavan dende, mas los que tornavan,
conviene que estudiesen del alba del día fasta otra alba. Mas muchos entravan que
nunca tornavan.
Después de grand tiempo muerto san Patricio, un omne noble que dezían
Nicolás, que avía fecho muchos pe[f. 70a]cados, queriendo purgar sus pecados, e
queriendo sufrir aquel purgatorio de sant Patricio, ante de los ocho días, púsose en
astinencia, segund que fazían los otros, e quebrantávase por grandes ayunos.
En cabo, descendió en el pozo, e falló una puerta abierta de cuesta del pozo, e
entrando, falló aí un monesterio de monges. E entraron con él unos monges blancos
cantando sus oras. Dixeron a Nicolás que fuese firme e non desesperase, que avía de ver
muchos tormentos de los diablos. E él demandando qué cosa le defendería, dixeron:

369
LA (4): “ligna et coria”. Ms. h-I-14: “los maderos e los cuervos” (f. LXXVIIb).
370
LA (8): “Non vidisti”. Ms. h-I-14: “Non la viste” (f. LXXVIIc).

279
“Quando te vieres en los tormentos de las penas, luego llama a grandes bozes, e di:
‘¡Jhesu Christo, Fijo de Dios bivo, ave merced de mí pecador!’”.
E partiéndose aquellos, e cerraron su monesterio, vieron aí muchos demonios
para que los obedeciese. Lo primero, amonestándole con muchos falagos que le
guardarían, e que le tornarían sano e salvo a su tierra; mas él non queriendo obedecer en
ninguna manera, luego oyó bozes de muchas animalias, e bestias fieras e muy
espantables de todas animalias. E tremiendo él con grand miedo e espantado, llamó
luego, e dixo: “¡Jhesu Christe, fili Dei vivi, miserere michi pecatori!”. E luego aquella
tempestad, e aquel [f. 70b] ruido de aquellas bestias fieras e bravas cesó.
E fue adelante a otro lugar, e ahe muchos diablos que dezían: “¿Cuidas que as
escapado de nuestras manos, non? ¡Non, mas agora començarás ser atormentado!”. E
pareció allí muy grand fuego e muy espantable, e dixeron los diablos: “Si non nos
obedecieres, echarte emos en este fuego e quemarte hemos”. E él non lo queriendo
otorgar, tomáronle e echáronle en aquel fuego espantable. E estando atormentado en él,
luego llamó: “¡Jhesu Christe, fili dey vivi!, e c.”. E luego fue el fuego afogado.
E fue adelante a otro lugar, e vio unos varones arder bivos en el fuego. E los
diablos açotarlos con varas de fuego ardiente blanco, que parecían las entrañas. E otros
que estavan colgados boca ayuso, e con el grand dolor mordían la tierra, diziendo:
“¡Perdonad! ¡Perdonad!”, mas entonce los diablos açotávanlos muy más gravemente. E
vio otros que los comían serpientes los miembros, e los sapos sacávanles las entrañas
con gajos371 de fuego. E non les consentiendo, echáronle en aquel fuego, e açotávanle
con aquellas baras. Mas él llamando: “¡Jhesu Christe! e c.”, luego, mano a mano, fue
librado de aquella pena.
Después vio un palacio muy grande lleno de fojas, e aquellas fojas [f. 70c] llenas
de todos los metales ferviendo e bulliendo. E en aquellas fojas unos tenían el un pie
dentro, otros amos372 los pies, otros yazían dentro fasta los pechos, otros fasta el cuello,
otros fasta los ojos. E fue adelante e vio un pozo muy ancho e muy fondo, e salía dél
muy grand fumo muy espantable, e muy grand fedor. E salían dende los omnes
ardientes blancos en manera de puvisassic.373 E dixeron los diablos: “Aqueste lugar que
tú aquí veis es el infierno, do mora nuestro señor Belzebud. Pues en él te echaremos si
non fazes lo que quisiéremos. E después que aí fueres caído, non abrás ningund remedio

371
Gajo: (del lat. vulg. gallĕus, semejante a una agalla de roble o de encina). Cada uno de los vástagos o
puntas de las horcas, bieldos y otros instrumentos de labranza.
372
En el incunable: “aoms”.
373
LA (35): “favillarum”.

280
de escapar dende”. E él despreciando lo que le dezían, tomáronle e echáronle en aquel
pozo, mas el llamando: “¡Jhesu Christe! e c,”, luego salió dende sin lesión. E toda la
compaña de los diablos, así como vencidos, desparcieronsic.
Después, queriéndose tornar, vio unasic puente por do le convenía pasar, que era
muy estrecha, e aguda, e puesta en semejança de yelo, e muy lezne,374 e corría so ella un
grand río. E pasando por ella, tanto fue el espanto, que quiso desesperar. En cabo,
acordándose de la palabra que le avía librado de tantos males, llegó osadamente. E
poniendo el un pie [f. 70d] sobre la puente, començó de dezir: “¡Jhesu Christe! e c”.
Mas tomó muy grand espanto, en manera que malabes se pudía tener diziendo las dichas
palabras; pasó seguro, dende puso el otro pie diziendo aquellas palabras, e a cada paso
dizía aquellas palabras, e así pasó seguro.
Después, ya pasado, vino a un prado muy deletoso, do olían muy bien flores de
muchas maneras maravillosas. E ahe do le aparecieron dos mancebos muy fermosos que
le levaron fasta una cibdad muy fermosa que resplandecía muy maravillosamente de oro
e de piedras preciosas, e dixéronle que aquel era el Paraíso. E queriendo Nicolás entrar
dentro, dixeron los mancebos que tornase primero a sus parientes, e después de XXX

días folgaría en paz, e entonce entraría en aquella cibdad para morar aí siempre.
Entonce Nicolás, partiéndose dende, fallose puesto sobre el pozo primero. E
contando a todos lo que le acaeciera, después de XXX días moró en paz.

[XXXVIII]
Título XXXVI. De la Anunciación de Santa María

Leemos375 que en tal día como oy vino el ángel a santa María a dezirle cómo [f. 71a]
Jhesu Chirsto venía tomar carne della.
E conviene que viniese la su mensagería del ángel ante la encarnación del Fijo
de Dios por tres raçones: la primera, porque la orden de la redención responde a la
orden de la predicación. Onde así como el diablo tentó a la muger, por tal que la fiziese
dudar, después consentir, después pecar, así el ángel vino a santa María, porque la
fiziese creer, e después consentir, e después que concebiese el Fijo de Dios.

374
Lezne: (de lene, infl. por deleznarse). Que se deshace o disgrega fácilmente.
375
Lucas (1, 26 y subsiguientes).

281
Dende, porque el ángel, e ministro e siervo de Dios, e santa María fue escogida
que fuese madre de Dios, conviene que el ángel, serviéndola, que viniese con la
mensagería.
La otra razón es porque Jhesu Chrsito non tan solamente viniera por salvar los
omnes, mas emendar el daño de los ángeles. E por ende, non deviera echar los ángeles
del quiñón376 deste bien. Onde bien como las mugeres fueron sacadas del conocimiento
de la encarnación, bien así el ángel mensagero non convino que lo supiese. Ante quiso
Dios que este bien de la encarnación lo supiesen las mugeres por el ángel. Bien así
como santa María supo por el ángel la encarnación, e la Madalena, la resurreción.
E por ende, la Virgen gloriosa, de tres años después que na[f. 71b]ció fasta los
quatorze, estido en el templo con las otras vírgenes. E fizo voto de guardar castidad,
salvo si lo ordenase Dios en otra manera. E por ende, mostrándolo Dios, e queriéndolo,
desposose con Josep. E fue mostrada señal de esto, ca floreció la su pértiga, segund que
diría en la Estoria de santa María, del su nacimiento.377 E fuese para Belem, do naciera,
para ordenar e catar las cosas que avía menester para las bodas. E la Virgen fuese a
Nazareth, a casa de su padre e de su madre, e apareciole aí el ángel e saludola, diziendo:
“Ave María, gracia plena, Dominus tecum”. Esto así deve ser, ca Nazareth, tanto quiere
dezir como flor.
Mas devéis saber que quiso Dios que su madre fuese desposada por que el diablo
non supiese este beneficio de la encarnación, e por guardar la fama, e la vergüenza de la
Virgen. E porque todos los estados de las mugeres, tanbién las casadas, como las
vírgenes e las biudas, non oviesen en sí algund hazerio.378 Ca en todos los estados fue la
Virgen gloriosa, e por otras muchas razones que serían luengas de contar.
Pues díxole el ángel: “Ave María, gracia plena”. Ca en el vientre fue la gracia de
la divinidad; en el coraçón, [f. 71c] la gracia de la claridad; en la boca, la gracia del bien
fablar; en las manos, la gracia de la misericordia e de piedad. E fue aún llena de gracia,
que del su cumplimiento todos tomaron alguna cosa. Ca tomaron los captivos rendición;
los tristes, consolación; pecadores, perdón; los justos, gracia; e los ángeles, alegría; toda
la Trinidad, gloria; Jhesu Christo Fijo de Dios, la sustancia de la nuestra natura.
“Dominus tecum”, el Padre Dios que te fizo Dios Fijo, que floreciese el Spíritu Santo de

376
Quiñón: (del lat. quinĭo, -ōnis). Parte que alguien tiene con otros en una cosa productiva,
especialmente una tierra que se reparte para sembrar.
377
Liber de nativitate Mariae, in Evangelia apocrypha (VIII y subsiguientes).
378
LA (20): “obprobrium”. Ms. h-I-14: “profacio” (f. LXXIXd).

282
quien concibes, e Dios Fijo que vistes de la tú caridad. E dize así sant Bernaldo:379
“‘Benedita tú entre las mugeres’ e sobre todas mugeres, ca serás madre virgo, e madre
de Dios”.
E oyendo ella esta salutación, maravillose mucho quanto al oír, ca oyó e calló;
sic
quanto [al talante, que]380 ovo vergüença; quanto al pensamiento, ca fue sabia e fue
maravillada en la palabra del ángel, e non en la visión. Que mucho a menudo veía los
ángeles, mas les veía tales cosas fablar.
Entonces conortola el ángel, diziendo: “Non ayas miedo, ca falleste gracia ante
Dios”. “E de Dios gracia, paz de los omnes, destruición de muerte, refacción de vida”. E
así podría omne esplanar e esponer todo el evangelio; mas [f. 71d] sería luengo e enojo.
E por ende, contemos algunos miraglos de los que ella fizo oy.381
Un cavallero muy rico, e noble e fijodalgo, dexada la vida del siglo, entró en la
orden de Cístel. E porque non sabía leer con los monges, avían muy grand vergüença
porque un noble omne como aquel estudiese entre los legos. Por ende, diéronle un
maestro si por aventura pudiese aprender aí, por que por este achaque pudiese estar
entre los monges. Mas estando muy gran tiempo con su maestro, non pudo aprender
más de estas dos partes: “Ave María”. Empero éstas aprendió tan bien, que doquier que
andava o fazía algo, siempre las rezava. En cabo, murió, e enterráronle con los otros
monges fuera, en el ciminterio. E ahevos a do nació sobre la su fuesa un lilio muy
fermoso, e en cada foja ésta escrito, de letras de oro, “Ave María”. E corriendo todos a
grand maravilla como está, abrieron la fuesa, e fallaron que aquella raíz de aquel lilio
salía de la boca de aquel finado. E por ende, entendieron que con gran devoción rezava
siempre aquellas dos palabras, porque Dios le quisiera honrar con tan fermoso miraglo.
Otro cavallero avía un castillo cerca de una carrera por do pasavan [f. 72a]
muchos omnes. E quantos por aí pasavan, los robavan sin ninguna piedad; empero cada
día dezía aquel omne “Ave María”, a onra de la Vírgen santa María. E nunca la dexava
por ninguna cosa cada día, por priesa que tuviese, nin por embargo. E acaeció que un
omne religioso pasava por aí una vez, e este cavallero fízole robar, e él rogó a los que le
robavan que le levasen ante su señor, que le avía de dezir algunas cosas de puridad, e
ellos fiziéronlo así. E luego que llegó al cavallero, díxole que fiziese ayuntar toda su
compaña, que les quería predicar. E quando fueron juntados, dixo:

379
Homiliae super Missus est (in laudibus virginis matris) (3, 4).
380
En el incunable: “adelante”. LA (41): “in affectu verecundia unde turbata est”. Ms. h-I-14: “quanto al
talante que ovo vergüença” (f. LXXXa).
381
Igual que en el ms. h-I-14, falta el segmento textual (LA: 50-124).

283
– Non son aquí todos.
E diziendo ellos que todos eran allí, díxoles:
– Buscadlos bien, que fallaredes que algunos fallecen.
Entonce dixo el uno:
– El camarero non es aquí.
E dixo él:
– Verdaderamente, ése fallece. E embiad por él, apriesa venga aquí en medio.
E luego vino, e viendo al religioso, rebolvía los ojos muy espantablemente, e
esgremecía382 la cabeça como loco, e non se osava allegar a él. Entonce este santo dixo:
– Conjúrote por el nombre de Jhesu Christo que nos digas quién eres e por qué
veniste aquí.
E respondió él así:
– Ya que conjurado só, e por fuerza he de dezir la verdad, [f. 72b] yo non só
omne, mas só diablo que tomé forma de omne. E ha XIIII años que ando así, con este
cavallero. Que el nuestro príncipe me embió acá que parase bien mientes que el día que
él non dixese “Ave María”, que le pudiese afogar; mas empero que yo fuy muy
acucioso en esta razón, e nunca fue día que non la dixiese.
E el cavallero, oyendo esto, fue muy espantado. Echose a los pies deste santo
omne, e demandole perdón. E ganógelo de Dios e mejoró en su vida.
E el omne sancto dixo al diablo:
– Mándote, en nonbre de Jhesu Christo, que te vayas luego de aquí, e de oy más
que en tal lugar estés que non puedas empeecersic a ninguno que llamare a la Virgen
gloriosa.
E luego que ge lo mandó, mano a mano desapareció e se fue luego.

[XXXIX]
Título XXXVII. De la estoria de la Pasión de nuestro Señor Jhesu Christo

La pasión de Jhesu Christo fue muy amarga quanto al dolor, muy despreciada quanto al
escarneniosic, muy aprovechosa quanto al fruto.
El dolor fue muy amargo, porque fue fecha la pasión en lugar muy vil, ca fue allí
do solían justiciar los malos. Otrosí por el tor[f. 72c]mento que recibió, porque le

382
LA (137): “agitabat”. Ms. h-I-14: “meneava” (f. LXXXc).

284
pusieron en la cruz en que solían poner los ladrones así. Empero que ante fue a grand
desonra, agora grand onra dende. Porque la compaña era muy vil, ca fue puesto entre los
ladrones, e dixeron al uno Dimas, e porque él creyó en Jhesu Christo, ovo el reino de
los cielos; e el otro, que dixeron Gestas, porque non se arrepentió, fuese para el infierno.
[...]383
Otrosí esta pasión fue muy sin justicia, ca Él nunca fizo mal nin engaño. E por
esto era el dolor grande, ca le acusavan de tres razones falsamente: que dezían que
mandava dar las rentas al rey, e que se fazía rey, e dezía que era Fijo de Dios. E contra
estas tres acusaciones dezimos el día de la cruz, en persona de nuestro Señor, tres
acusaciones: “Popule meus e c.”. Do prueva Jhesu Christo tres beneficios que les fizo:
lo primero, que los libró de Egipto; lo segundo, que los governó e los fartó en el
desierto; lo tercero, que los plantó commo viña en buen lugar. Por eso dize Jhesu
Christo: “Acúsasme de la tornada de Egipto, dígote que mayormente me ovieras dar
gracias, porque te libré; acúsasme del tributo del rey porque me dixe rey, mayormente
me ovieras dar las gracias, porque te governé e[f. 72d]n el desierto; acúsasme que me
fize Hijo de Dios, mayormente me ovieras dar gracias, porque384 te escogí por mi viña e
te planté en el buen lugar”.
Lo tercero: fue muy amargo por ende que fue de los amigos. Ca más ligero se
sufriría el dolor si fuese de los agenos, o de los estraños, o de otros a quien él oviese
fechos algunos tuertos; mas solamente lo sufriría de los amigos, e de aquellos que le
devieran defender; otrosí de aquellos de la generación de que él venía. E de aquestas dos
razones dize en el Salmo: “Amici mei e proximi mei e c.”.385 Otrosí Job, XXX386 capítulo:
“Los mis amigos, así commo agenos, se partieron de mí”. Otrosí sufrió muerte de
aquellos a quien él fiziera muchos bienes, e Job,387 VIII capítulo: “Muchos bienes, e
muchas buenas obras fize, e c.”.388 Sant Bernaldo dize: “¡O Jhesu Christo bueno! ¡Qué
dulcemente participaste con los omnes! ¡Quánta abundancia de bienes les diste, e
quántas durezas e asperezas sofriste por ellos! ¡Palabras duras, açotes muy duros,
tormentos de la cruz muy más duros”.389

383
Igual que en el ms. h-I-14, falta cita de san Ambrosio (LA: 12-13).
384
En el incunable: “pooque”.
385
Salmos (37, 12).
386
LA (27): “XIX”. Job (19, 13).
387
LA (29): “Ioh.”.
388
Juan (10, 32).
389
Tractatus de diversi materiis praedicabilibus (II, 4, ms. Fir., f. 155r), de Esteban de Borbón.

285
Lo quarto: por razón de ternez del cuerpo. Onde dize David en figura dél, en el
segundo Libro de los Reyes, en el postrimero capítulo: “Aqueste es tierno commo
gusanillo que yaze [f. 73a] en el madero”.390 De que dize sant Bernardo:391 “¡O judíos!,
más fuertes sois que las piedras e ferides la piedra blanda, de la qual suena ternedumbre
de piedad, e mana olio de caridad”. Otrosí dize sant Jherónimo: “Dieron a Jhesu Christo
a los cavalleros que le açotasen, e los açotes tajaron aquel cuerpo sagrado, e tomando
todo de Dios padre”.392
Lo quinto: fue en todo el cuerpo. Ca fue en todas las partes del cuerpo, e en
todos los sesos del cuerpo. El primero dolor fue en los ojos, ca lloró, segund dize ad
Ebreos, segundo capítulo.393 Bernaldo dize que subió en alto, porque le oyesen allende:
“Llamó muy fuerte porque ninguno non se escusase, e al llamar, añadió lágrimas de
conpassión, por quel ombre fuese piadoso”.394 Lloró Jhesu Christo otras dos vezes: la
una en la resurresción de sant Lázaro, e la otra sobre Gerusalem; así las primeras
lágrimas fueron de amor, onde unos viéndole llorar, dixeron: “¡O!, commo le amava”;
las segundas fueron de compassión; mas las terceras fueron de dolor.
Lo segundo fue en el oír, diziéndole muy muchos denuestos, e muy grandes
escarnios, muy muchos vituperios. Ca Jhesu Christo ovo en sí quatro cosas por las
quales oyó muchos denuestos e escarni[f. 73b]os: ca ovo muy alta nobleza, ca quanto a
la divinal natura, fue Fijo de rey perdurable; e quanto a la humanal natura, fue de linaje
de reyes. Así que, en quanto Dios e en quanto omne, fue de linaje de reyes e señor de
los señores. Ovo verdad sin fabla e sin cuenta, ca él es carrera e verdad e vida. Onde
dize de sí otra vez: “La tu palabra es verdad”,395 ca el Fijo es palabra del Padre. Ovo
poderío non vencido, ca todas las cosas fueron fechas por Él e sin Él ninguna cosa es
fecha.396 E ovo señera bondad, ca ninguno bueno sino sólo Dios.397
En aquestas cosas oyó denuestos e blasfemias:
Lo primero, quanto la nobleza, dize sant Matheo, XIII capítulo: “¿Éste no es fijo
de ferrero e a su madre non la dizen María?”.398

390
Samuel (23, 8).
II
391
Sermo in feria IV hebd. sanctae (9, 5).
392
Id.
393
Hebreos (5, 7).
394
Daniel (4, 11).
395
Juan (17, 17).
396
Juan (1, 3).
397
Lucas (18, 19).
398
Mateo (13, 55).

286
Lo segundo, quanto al poderío, dize sant Matheo, XII capítulo: “Aqueste non
sana los demoniados, sinon en nonbre de Berzebud o príncipe de los demonios”.399
Otrosí dize sant Matheo, XXVII capítulo: “A los otros fizo salvos, e a sí mismo non
puede fazer salvo”.400 E seyendo él poderoso en todas las cosas, dezían que non avía
poderío, ca derribó a todos aquellos que le perseguían de la boz sola. Ca preguntando:
“¿A quién queredes?”, e ellos respon[f. 73c]dieron que a Jhesu Christo de Nazareth,
luego cayeron en tierra.401 Sant Agostín:402 “Una vez sola firió aquella compaña cruel
por mal querencias, e espantable por armas. Sin ningund dardo empuxolos e derribolos
por la virtud de la verdad divinidad que estava ascondida en el su cuerpo. ¿Quánto más
fará Él quando juzgare, pues fizo esto quando le juzgaron? ¿Quánto más podrá quando
reignare, que pidió aquesto muriendo?”.
Lo III, quanto a la verdad, dize Job403 VIII capítulo: “Tú das de ti testimonio, el tu
testimonio no es verdadero”.404 Aquí paresce que le dizen que es mintiroso, maguer que
él es carrera, e vida e verdad. Enpeçó el juizio en la verdad, mas non estuvo firme en
ella. E por ende empeçar, meresció la quistión de verdad; mas non meresció oír
absolución. Otra razón es, segund dize sant Agostín,405 que non oyó la absolución. Ca
faziendo aquella quistión, luego le vino a la voluntad la costunbre de los judíos, que
solían dexar por la pascua uno de los que tenían presos. E por ende, salió luego fuera e
non esperó la absolución. La tercera razón era porque sabía que la quistión era tanto
fuerte, que avía menester mucho tienpo para departirla, e librarla, e [f. 73d] librar a
Jhesu Christo. E por ende, salió luego fuera; empero, léese en el Evangelio406 que Pilato
preguntó a Jhesu Christo:
– ¿Qué cosa es verdad?
Jessusic Christo le respondió que la verdad es el cielo. E díxole Pilatos:
– ¿E la verdad non es en las tierras?.
Dixo Jhesu Christo:
¿Cómmo puede ser la verdad en las tierras, seyendo juzgada e condenada en las
tierras?

399
Mateo (12, 24).
400
Mateo (27, 42).
401
Juan (18, 4-6).
402
In Iohannis evangelium tractatus (112, 3).
403
LA (62): “Ioh.”.
404
Juan (8, 13).
405
In Iohannis evangelium tractatus (115, 5).
406
Evangelium Nicodemi, in Evangelia apocrypha (III, 2).

287
Lo quarto, a la bondad, dízenle que era pecador. Onde dize Job: “Nós sabemos
que aqueste ombre es pecador e encantador”.407 E san Lucas: “Movió todo el pueblo,
por toda la tierra de Judea por palabra, començando en Galilea e viniendo por todas las
tierras fasta acá”.408 E es despreciador de la ley por las obras. Dize Job IX capítulo:
409
“Aqueste ombre no es de Dios, ca non guarda el sábado”.
Lo tercero fue en el olimento, ca olió e él sintió muy gran fedor en el monte de
Calvaria do yazen los cuerpos de aquellos que matavan por justicia, e estavan fediendo.
Onde se dizen las estorias que Calvaria quiere dezir, propiamente, lugar de cabeças de
ombres desnudos. Ca allí degollavan a los malos malfechores, e estavan por aí
esparzidas muy muchas cabeças, e dezíanle por nonbre lugar de Calvaria.
Lo quarto fue en el gustar. Onde llaman[f. 74a]do a grandes bozes que avía sed,
e ellos diéronle a bever vinagre mesclado con mirra e con fiel, e porque con el vinagre
muriese muy más aína, e porque aquellos que le guardavan pudiesen muy más aína ser
librados de allí. Ca dizen, que a los que matavan en la cruz, dávanles vinagre a
beveversic porque muriesen más aína; e de la mirra, sufriese olor; e de la fiel,
gustamiento.
Lo quinto fue en el gustar,410 que de la planta del pie fasta ençima de la cabeça,
non fincó en él cosa sana. E de aquesto, en quál manera ovo dolor en todos los sesos,
dize sant Bernaldo: “La cabeça que los ángeles tenían es espinada, de muy grand
espesedumbre de espinas; la cara, que era más fermosa que de todos los ombres, es
desafeada de las escopetinas de los malvados judíos; los ojos, que luzían más que la
luna e que el sol, son escurecidos en la muerte; las orejas, que solían oír los cantos de
los ángeles, oyen denuestos de los pecadores; la boca, con que demostravan los ángeles,
beve fiel e vinagre; los pies muy santos, que se solían adorar, son fincados con muy
crueles clavos en la cruz; las manos, que formaron los cielos e la tierra, son estendidas
en la cruz [f. 74b] con clavos muy crueles; todo el cuerpo fue açotado y el costado
foradado. Para qué diré más, non quedó en él cosa sana, si non la lengua con que rogase
al Padre por los pecadores, e que acomendase la madre al dicípulo”.411
Otrosí dize sant Anbrosio: “El acrecentador de piadad, colgado en la cruz,
partía los oficios de la piedad en los negocios del mundo: a los apóstoles,

407
Juan (9, 24).
408
Lucas (23:5).
409
Juan (9, 16).
410
LA (88): “Quinto fuit in tactu”.
411
Tractatus de diversi materiis praedicabilibus (II, 4, ms. Fir., f. 154v), de Esteban de Borbón.

288
persecuciones; a los dicípulos, paz; en el su cuerpo a los judíos; la su alma al
padre; al vasallo la madre; el Paraíso al ladrón; el infierno a los pecadores;
acomendava la cruz a los christianos que se repintieren. Este es el testamento que
fizo Jessu Christo estando en la cruz”.412
Lo segundo, la su passión fue despreciada por escarnio muy grande. Ca por
quatro vezes fue escarnido:
La primera en casa de Anna, quando le escupieron, e le dieron palmadas e le
cubrieron los ojos. Onde dize sant Bernaldo: “¡O Jhesu Christo bueno!, la tu cara que
los ángeles deseavan ver los judíos la ensuziaron con escopetinas, e la firieron con
palmadas, e la cubrieron por escarnio un velo, e le llagaron todo”.413
Lo segundo en casa de Herodes, quando le vistió la vestidura blanca por muy
grand escarnio, cuidando que [f. 74c] era loco por quanto non le quería responder a lo
que le demandava. Onde dize sant Bernaldo: “Tú eres ombre, e tienes cercamiento de
flores, e yo, que soy Dios e ombre, tengo corona de espinas; tú tienes guantes en las
manos, yo tengo fincados clavos en ellas; tú bailas con vestiduras blancas, e yo, por
escarnio, fui vestido de vestiduras blancas por ti; tú sotas414 con los pies, e yo trabagé
mucho con los pies; tú estendidos los braços en las danças, en manera de cruz con
alegría; yo estendilas en la cruz por escarnio por ti; yo ove dolores en la cruz, e tú te
alegras con la cruz; e tú traes el costado abierto, en señal de vanagloria, e yo ove el
costado foradado por ti; empero tórnate a mí, e recebirte he”.415
Más, que nuestro Señor Iessusic Christo callava ansí ante Herodes, e delante
Pilato: la primera razón es que non heran dignos de oír la su respuesta; la segunda es
porque Eva pecara por mucho fablar, por ende, Jhesu Christo quiso fazer enmienda por
callar; la tercera, porque qualquier que fablava luego ge lo acaluñavan, e le maltraían e
reprochavan; la quarta, porque en casa de Pilato le vistieron la vestidura amarilla, e le
pusieron la vara en [f. 74d] la mano, e la corona de espinas en la cabeça, e fincando los
finojos, dezían: “Dios te salve, rey de los judíos”.416 Mas aquella corona dizen que fue
de juncos de la mar, e las puntas dellos traspasavan así como muy fuertes espinas. Onde
dizen que traspasavan aquellas espinas fasta que sacavan sangre de la cabeça. Onde dize

412
Destaco en negrita la cita de san Ambrosio (LA: 12-13) omitida al inicio de la narración y colocada
aquí. El ms. h-I-14 no la presenta, pues la versión manuscrita omite la mayoría de las citas bíblicas.
413
Sermo de vita et passione domini (8, 8), de pseudo Bernardo de Claraval.
414
LA (97): “tripudias”.
415
Tractatus de diversi materiis praedicabilibus (II, 4, ms. Fir., f. 155r), de Esteban de Borbón.
416
Cfr. Mateo (27, 29); Marcos (15, 18) y Juan (19, 3).

289
sant Bernaldo: “Aquella cabeça divinal es espinada de muy muchas espinas que llegan
fasta los sesos”.417
E del alma, que son tres opiniones dó tiene el alma su silla: en el cuerpo, o en el
coraçón: “E por esto salen dende malos pensamientos”; o en la sangre Leviticia, porque:
“Toda el alma es en la sangre”; o en la cabeça, porque: “Inclinada la cabeça se le salió
el alma”.418 Aquestas tres opiniones vieron los judíos en Jhesu Christo quando le
quebrantaron el cuerpo, ca quisieron sacarle el alma del cuerpo. Buscáronle el alma en
la cabeça, quando le firieron e fincaron corona de espinas fasta que llegavan a los sesos;
buscáronle en la sangre, quando le abrieron las venas en los pies e en las manos;
buscáronla en el coraçón, quando le foradaron el su muy precioso costado. E contra
estos tres escarnios, dezimos el viernes en dolencias, ante que demuestren [f. 75a] la
cruz, tres vezes “Agios”, así commo honrándole tres vezes a aquel que fue escarnecido
por nós.
Lo quarto fue en la cruz, segund dize sant Matheo, XVII capítulo: “Los más
viejos e los príncipes de los sacerdotes con los escrivanos, escarneciéndole, dezían: ‘Si
eres rey de Israel, deciende de la cruz e luego te creeremos’”.419 Onde dize sant
Bernaldo420 en aqueste lugar: “Él da paciencia, él acomienda humildad, él cumple la
obediencia, él acaba la caridad. Pues en aquestas quatro piedras de virtudes son
honradas las cruzes en quatro braços. Ca en lo más alto está la caridad, a la parte diestra
está la obediencia, e a la parte signiestra está la paciencia, que es raíz e madre de todas
las virtudes; la humildad está en lo baxo”. Aquestas sufrió nuestro señor Jhesu Christo.
Onde dize sant Bernaldo, ayuntándolo todo, muy brevemente diziendo:421 “Siempre me
acordaré, en quanto yo biviere, de los muy grandes trabajos que él sufrió, en
predicando; e de los grandes enojos, andando; e de la vigilias, en orando; e de las
tantaciones, ayunando; e de lo que lloró, aviendo compasión; e de las asechanças,
quando fablava después en la muerte. De los de[f. 75b]nuestos, e de los my grandes
escarnios, e de las palmadas, e de las escopetinas, e de los sosaños422 e de los clavos”.
Lo tercero: la pasión fue muy aprovechosa e frutuosa, el qual provecho puede
ser en tres maneras: que por ella ovimos perdón de los nuestros pecados; ovimos
ayuntamiento de gracia; e ovimos la gloria de Paraíso que teníamos perdida. E aquestas

417
Tractatus de diversi materiis praedicabilibus (II, 4, ms. Fir., f. 154v), de Esteban de Borbón.
418
Mateo (15, 19); Levítico (17, 14) y Juan (19, 30).
419
Mateo (27, 41-42).
420
Sermo in Resurrectinone domini (I).
421
Sermo in feria IV hebd. sanctae (II).
422
Sosaño: (de sosañar). Mofa o burla.

290
tres cosas son llamadas en el título de la cruz. Quanto a lo primero, llamaron a Jhesu
Christo Nazareno; quanto a lo segundo, rey de los judíos; quanto a lo tercero, que todos
seremos allí reyes.
Del su provecho, dize sant Agostín: “Jhesu Christo deslió la culpa presente, e la
pasada e la por venir. Quitó los pecados pasados en perdonando los presentes, quitando
a los omnes dellos, los que son de venir, dando gracia que se guarden dellos”. Otrosí e
del su provecho, dize sant Agostín: “Maravillémosnos, gozémosnos, amemos a Dios,
laudemos, adoremos, porque por el nuestro redemptor somos llamados de muerte a vida,
del desterramiento a la tierra, del lloro al gozo”.423
En esta manera, de la nuestra redempción, fue muy aprovechosa por algunas
razones:
Lo primero, porque plugo mucho [f. 75c] a Dios padre, ca puso paz entre nós e
Él. Onde dize sant Agostín de esta manera, e fabla en persona de Jhesu Christo contra
los omnes de mal conoscer, diziendo: “Tú eras enemigo, e puse paz entre ti e Dios mi
Padre; tú eras arredrado e fízete yo allegar; tú andavas errado en los montes e en las
silvas, e tomete en los ombros, porque non te comiesen los lobos e los leones; e yo
busquete entre las piedras e los árboles, e fallete. Trabajé por ti, e sudé, e puse la mi
cabeça a las espinas e las mis manos a los clavos; e abrí con la lança el costado e non
diré de las asperezas que sofrí, derramé la mi sangre, puse la mi alma por ti para que te
ayuntases a mí. E tú partístete de mí dende, porque fue cosa combenible para sanar la
nuestra enfermedad en quanto al tiempo. Ca Adam fue e empeçó en el mes de março, en
día de viernes; e por ende, Jhesu Christo quiso morir en el mes de março, e en día de
viernes. Ca en el día que fue anunciado, fue muerto en viernes a ora de sesta”.
Lo segundo fue de par del lugar. Ca el lugar de la su pasión en tres maneras se
piensa: o común, o especial o singular. El lugar común fue la tierra de promisión; en
especial calvarie locus; el singular fue [f. 75d] la cruz. Mas en el lugar común, fue la
tierra de promissión, fue formando Adam, ca dize que en aquella tierra, cerca de la
cibdad de Damasco, fue formado en un canpo de Damasco. E fue enterrado en el lugar
especial, ca dizen que do murió Jhesu Christo fue enterrado Adam; maguer que ello non
es auténtico. Ca segund dize sant Jherónimo:424 “Adam fue soterrado en el val de
Hebrón. En el lugar singular fue engañado, que es la cruz. Non porque en aquel lugar
que Jhesu Christo sufrió muerte fue Adam engañado; mas dízese ansí, que así commo

423
Sermo de adsumptione sanctae Mariae (c. 7), de Ambrosio Autperto.
424
Commentarii in evangelium Matthaei (IV 27, 33-34).

291
Adam fue angañado en madero, así Jhesu Christo quiso morir en madero”. Empero,
dízese en una estoria de los griegos, que en aquel mismo madero fue puesto nuestro
Señor.
Mas cosa muy cierta es que lo tercero fue por parte de manera de nos querer
sanar. La qual manera fue por muchas cosas semejables e por contrarias. E por
semejables ombres mortales libró a los muertos por su muerte. Otrosí dize sant
Ambrosio:425 “De tierra virgen fue fecho Adam, Jhesu Christo nasció de Virgen; aquél
fecho a la imagen de Dios, aquesta es imagen de Dios; por la muger vino la locura, por
muger vino la sabiduría; Adam fue desnuyo, Jhesu Christo [f. 76a] desnudo; la muerte
vino por árvol, e la vida por árvol; Adam fue en el disierto, Jhesu Christo fue en el
disierto”. Por contrarias, dize sant Gregorio que segund el omne pecara por sobervia, e
por desobediencia, e por gula, porque traspasó el mandamiento de Dios, porque gustó la
dulcedunbre de la mançana. Por ende, conviene que venga sanidat por el contrario. E
por ende, la manera de fazer la emienda desto fue muy convenible, ca fue por umildat, e
por conplimiento de la voluntad de Dios, e por el tormento que rescibió. Por estas tres
cosas dize el filósopho, II capítulo: “Humillose Él mismo, quanto a lo primero; fízose
obediente, quanto a lo segundo, fasta la muerte”.426
Quanto a lo tercero, dize sant Bernardo que non se arrebatara a esperar aí a ver
suzia427 parando mientes al ordenamiento del su cuerpo: “¿Cómmo, ca humilló la
cabeça, al beso; estendió los braços, al abraçar; las manos foradadas, para dar; el
costado abierto, para amar; el fincamiento de los clavos de los pies, para morar
conusco; el estendimiento del su cuerpo, para darse todo a nós?”.428
Lo quarto, f[u]e muy sabio para vencer el nuestro enemigo. E desta istoria dize
sant Agustín:429 “Vino el nuestro redenptor e venció al enemigo engañador. ¿E qué fizo
el nuestro redentor al engañador?, paró reptera la cruz, [f. 76b] puso en ella la su carne e
la su sangre, así commo debdor. Por la qual cosa perdió el enemigo todos los debdores
que tenía a tuerto”.
Mas el debdo deste mundo llama el apóstol cirógrafo, que es carta partida por a
b c, aquesta tiró Jhesu Christo e la fincó en la cruz.430 De aquesta carta, dize sant

425
Expositio evangelii secundum Lucam (IV 86).
426
Filipenses (2, 8).
427
LA (162): “fiduciam”.
428
Commentaria Biblica (ms. München clm. 23447, f. 23v).
429
Sermones (130, 2).
430
LA (172): “Huiusmodi autem debitum apostolus vocat cyrographum, quod quidem Christus tulit et
cruci affixit”.

292
Agostín:431 “Eva tomó prestado el pecado del diablo, e escrivio carta partida por a b c,
dio fiador, e cresció el logro. Ca entonce tomó el diablo prestado el pecado, quando
traspasó el mandamiento de Dios, e consintió lo que le dixo. Escrivió el cirógrafo
quando estendió la mano a la mançana vedada. Fiador dio quando fizo a Adam
consentir en el pecado, e fizo crecer el logro a los que della viniesen, e después todos
creyeron dende acá en pecado”. E por ende, a los que son de mal conoscer a este
redenptor, dize sant Bernardo, denostándolos de Jhesu Christo, diziendo: “¡O mi
pueblo! ¿Puede fazer e non quise? ¿Qué razón as por ti, que más quieres servir al diablo
que a mí? Enpero, él non vos governó, nin vos crió, e maguer que esto vos semeja, él
non vs redemió, mas Yo. ¿E por quál precio? Non por precio de oro, nin de plata, nin
por el sol, nin por la luna, nin por ningunt ángel; mas yo vos redemí por la mi sangre
propia”.432
E porque Judas, el traidor, mató a Jhesu Christo por cobdicia; e los judíos, por
enbidia; [f. 76c] e Pilato, por temor, digamos algo de la pena de cada uno destos que les
dio Dios, por este pecado. E de la pena de Judas ya dicho es, en la estoria de santo
Mathía apóstol. De la pena, e del mal de los judíos, diremos en la vida de Santiago el
Menor. E por ende, digamos agora del nascimiento e de la pena de Pilato:
Cuenta una estoria, de un rey que dixeron Tiro, que se echó con una donzella,
que dizían Pila. E era fija de un molinero, que dizían Atus, e fizo en ella un fijo. E Pila,
de su nonbre e del nonbre de su padre, conpuso aqueste nonbre: Pilatus.
E después que ovo tres años, enbiole al rey. E avía el rey en la reina un fijo, que
era de sus días de Pilatus. E él e su hermano, jugando, a las vezes luchando e
apuñeándose, e jugando con la fonda; mas así commo el fijo del rey era más noble por
linaje, ansí podía más que Pilatus en todos sus fechos e dichos. E por ende, Pilatos, con
grant saña e con grant enbidia, fue muy sañudo e mató a su hermano. El rey sabiéndolo,
pesole mucho, e ayuntó todos sus consegeros e demandoles qué faría deste traidor. E
todos juzgaron que devía morir; mas el rey, parando mientes que sería esto muy grant
mal, non lo quiso matar, mas [f. 76d] enbiolo a Roma en rehenes por las parias que avía
de dar a cada año a los romanos.
En aquel tienpo, estando él en rehenes, por esta misma razón un fijo del rey de
Francia, aconpañaron a Pilato. E viendo Pilato que era mejor que non él en maneras e en

431
Contra Iulianum (I, 26 col. 658).
432
Declamationes de colloquio Simonis cum Jesu ex S. Bernardi sermonibus collectae (coll. 464-465), de
Gofredo abad.

293
costunbres, matóle por enbidia. E viendo los romanos, e aviendo consejo sobre esto,
dixieron: “Este que mató a su hermano e mató al fijo del rey de Francia, si biviere, será
bueno para levar adelante las cosas de común. E él que es tan cruel e tan malo domará a
los omnes que son contra nós rebeldes, e malos e crueles”. E dixieron: “Pues que él
meresce muerte, enbiémosle asia433 de Poncio, e será aí juez. E aquellas gentes, que non
quieren sufrir ningunt juez, si por aventura con su maldat pudiere domar la rebeldía de
aquellos, e si non, darle han la muerte que meresce”.
E ansí enbiáronle aquella gente, que matavan a los juezes e alcaldes que allá
enbiavan. Él començó pensar entre sí qué faría, e llegó allá e apremió aquella gente
mala con promesas, e con amenazas, e con tormentos e con donadíos. Porque venció
aquella gente tan cruel, ovo de aquella ínsula, e dixéronle Poncio Palato.
Erodes, oyendo la su fama, e gozándose mucho porque era muy artero,
conbidole con donas e con mensajeros [f. 77a] que se veniese para él. E desque vino,
diole todo su poderío sobre tierra de Judea e de Jherusalem. E ayuntó muchos algos non
lo sabiendo Herodes, e dio muy grant aver al enperador Tiberio, por tal que toviese por
la tierra que tenía por Herodes. E por aquesta razón fueron enemigos Pilatus e Herodes
fasta el tienpo de la pasión de Jhesu Christo, que ge lo enbió.
Mas otra razón de enemistança se falla en las Estorias Eclesiásticas.434 Que uno,
faziéndose Fijo de Dios, tornó así muchos de tierra de Galilea, trayéndolos aquel lugar
do él avía dicho que avía de subir a los cielos. E temiendo Pilato que traería así los
judíos, mató a todos aquellos con Jhesu Christo. E por aquesta, fueron amigos Herodes
e Pilatus, ca Herodes era entonce señor de Galilea. E qualquier destas razones pudo ser
verdadera.
Mas Pilato donara a Jhesu Christo a los judíos para que le crucificasen. Enpero,
temiendo la saña del emperador Tiberio, porque matara a omne justo sin razón, por
escusarse dél, enbió un cavallo que amava mucho al emperador. Entre tanto Tiberio,
siendo mucho enfermo, dixéronle que en Jherusalem avía un físico, que de la palabra
sola, sanava todas las enfermedades, non sabiendo que los judíos e Pilatus le avían
muerto. Por ende, dixo a Volusiano, su privado: “Ve muy aína allende [f. 77b] la mar, e
dirás a Pilatus que me enbíe ese físico que me dé luego sanidad”. Viniendo a Pilato,
esponiendo el mandamiento del enperador, Pilato espantado desta razón, demandó

433
LA (204): “insula”. Ms. h-I-14: “ysla” (f. LXXXIId).
434
Historia Scholastica (Ev. 94), de Pedro Coméstor.

294
espacio de catorze días. Entre tanto, Volusiano preguntó a una buena dueña435 que fuera
mucho amiga de Jhesu Christo dó le fallaría, dixo ella:
– ¡Ay, mío Dios e mi Señor era!, e Pilatus diole a los judíos que le matasen por
enbidia que avían.
Entonce él doliose mucho, e dixo:
– Mucho me duelo, porque aquello que mi señor me encomendó non lo puedo
conplir.
Díxole Verónica:
– El mi Señor, andando predicando a todas partes, e yo non le podiendo ver
todavía, por eso pinté una imagen a la su figura, porque si ál que quando non pudiese
aver la su preferencia, que podiese aver solaz con la su figura de la su imagen. Ca yo,
trayendo un paño de lienço para pintarle, encontrome mi Señor Jhesu Christo. E
preguntome dó iva e por qué razón, e tomome el paño e alinpió con él la su cara
honrada, e fincó en él la su significança. Pues si tu señor catare la semejança desta
figura, desta imagen luego abrá salud.
E dixo él:
– ¿Esa imagen non es conprada por oro nin por plata?
E dixo ella:
– Non, mas del solo talante de devoción que tome luego será guarido. Mas iré
contigo, e mostraré esta [f. 77c] imagen al emperador e tornarme he luego.
E después Volusiano vínose con Verónica a Roma, e dixo al enperador cómmo
Pilatus diera a Jhesu Christo a los judíos, e cómmo le mataron e le pusieron en la cruz
por enbidia: “Mas vino conmigo una dueña que trae una imagen dese Jhesu Christo, e si
la adorares devotamente, luego avrás sanidat”.
Dende, el enperador mandó tender paños de seda por la carrera que viniese, e
que ge la traxesen. E luego que paró mientes a ella e la cató, luego ovo sanidad.
Después, mandó prender a Poncio Pilato e se le truxesen a Roma. E estando lleno de
saña contra él, fízolo traer ante sí. Mas Pilatus traía vestido la saya de nuestro Señor
Jhesu Christo, en que no avía costura ninguna, e ansí entró con ella ante el emperador.
E así como le vio el enperador, así fue desensañado, e levantándose a él non le pudo
fablar ninguna palabra áspera. E quando non estava delante, parávase tan espantable e
cruel, e desque estava presente non parescía nada de esto, mas muy manso. E luego que

435
LA (217): “nomine Veronica”.

295
dende se partía, luego era la saña en él. Era tan espantable llamándose mesquino porque
non podía, commo quería, mostrar la grant saña del su coraçón. E luego fízole de cabo
llamar, jurando e testimoniando que el fijo de la muerte non [f. 77d] era de bevir sobre
la tierra. E luego que le vio, luego le saludó e echó de sí toda la crueldat que tenía. E
maravillávanse todos, e aun él mismo se maravillava, porque contra Pilato así se
remordía, e mietras que estava delante, non le podía fablar cosa áspera.
En cabo, por demostramiento de Dios, o de algunt christiano, fízole despojar la
saya e luego mostró contra él grant crueldat. E el enperador, maravillándose muy mucho
de aqueste misterio, fuele dicho que aquella saya fuera de Jhesu Christo. Entonce el
enperador mandole meter en la cárcel fasta que oviese consejo con sus sabios qué
convernía fazer dél. Después dio sentencia contra Pilato, que le matasen por muerte
muy torpe. E oyéndolo Pilato, tomó el su cuchillo e matose con él, e acabó su mala vida.
E sabiendo el enperador de la muerte de Pilatus, dixo asaz: “Murió muerte muy torpe
quando él mismo se mató con su mano”.
Después, atáronle una muela muy grande e echáronle en el río de Tribe. Mas los
spíritus malinos e suzios, gozándose con el cuerpo suzio e malo, e rapando el cuerpo,
agora le subían al aire, agora le sumían en el río, e movían muy maravillosas ondas en el
agua, e fazían truenos e relámpagos, e granizos, e tenpestades en el aire, en [f. 78a]
manera que todos los que aí estavan fueron muy espantados. Por la qual razón, los
romanos, sacándolo del río de Tibre, por escarnio, leváronle a Vigena e sumiéronle en el
Ruédano. E Vigena quiere dezir lugar de maldición. E luego fueron allí los diablos a
fazer eso mismo que solían, e los omnes, non pudiendo sufrir tantos tormentos, echaron
de sí aquella plaga de maldición e soterrávanle en un torontero en la cibdat de Lisania. E
non podiendo sofrilos denuestos de los diablos, echáronle en un pozo que era muy
fondo e todo cercado de montes, e segunt que algunos cuentan, aún agora veen los
diablos aí rebolver muchos tormentos.
Enpero devemos saber que se lee en las Estorias Escolásticas436 que Pilatus,
siendo acusado de los judíos ante Tiberio, porque matara los inocentes, e tomava los
ídolos de los gentiles, e los ponía en el tenplo, e que de los dineros del arca del concejo
fiziera venir el agua a su casa por caño, e por estas cosas dizen que fue desterrado e vino
a Ludón, donde fuera nacido, porque muriese aí por desonra de sus parientes. Enpero es
de ver si esta estoria es verdadera.

436
Historia Scholastica (Ev. 28), de Pedro Coméstor.

296
Es dicho de las estorias que corren del tienpo del avenimiento, que comiença de
Adam fasta Moisén, el qual tienpo representa la Iglesia de [f. 78b] la Setuagésima fasta
la Pascua. Sequitur ver de las fiestas que vienen entre el tienpo de la reconciliación, que
representa la Iglesia de Pascua fasta las Ochavas de Cinquesma.437

[XL]
Título XXXVIII. De la Resurresción de nuestro Señor

La Resurreción de Jhesu Christo fue fecha a tercero día después de la su Pasión.


Ciertamente en esta resurresión devemos pensar algunas cosas:
Lo primero: que yogo tres días en el sepulcro, tomando la postrimera parte del
primero día, que fue el viernes, e el sábado todo e la primera parte del domingo. E cada
día ovo su noche, ca ante de la Pasión el día era ante que la noche, e agora es ante la
noche que el día, porque da a enter[der] que, primeramente, el omne del día de la gracia,
en la noche de la culpa, torna al día de la gracia.
Otrosí devemos saber que non devía resucitar luego que fue muerto, mas devía
esperar al tercero día. Esto por dar a entender que la luz de la su muerte yogo un día
entero e dos noches en el sepulcro, e destruyó dos muertes nuestras, que se entienden
por dos noches. Donde, por provar que muriera verdaderamente, que ansí commo en las
bocas de [f. 78c] dos o tres testigos están todas las pruevas, así en tres días e en tres
noches se prueva aqueste fecho. E por ende, porque bien puede provar la su muerte e
después demostrarla, por eso quiso yazer tres días e tres noches en el sepulcro.
Otrosí devemos saber que se levantó muy poderoso. Ca en la VI feria fue muerto,
en la sétima folgó en el sepulcro, en la octava, que es el domingo que resucitó, aún
agora lo guardamos nos en esta vida. Ca nós estristesemos en la sexta feria por dolores e
por angustias; mas en el sábado folgamos ansí commo en el sepulcro, ca fallaremos
folgança después de la muerte; e el domingo nós levantamos todos de la muerte, que
gozar nos hemos en la gloria en cuerpo e ánima. Ca el dolor se comi[en]ça en la VI feria,
e la folgança en la sétima, e la gloria en la ochava. Aquesto dize sant Gregorio.438
En quál manera resucitó: Él resucitó muy poderoso, con virtud muy propia.
439
Onde dize Job, IX capítulo: “Poder he de poner la mi alma e otra vez de tomarla”. E

437
Este último párrafo es ajeno a la Legena aurea y al ms. h-I-14.
438
Homiliae in Hiezechihelem prophetam (2, 4, 46).
439
LA (31): “Ioh. X”.

297
otrosí dize: “Derribat ese tenplo e yo le rehazeré en tres días el tenplo”,440 dezía Él por
el su cuerpo.
Otrosí levantose muy bienandante, ca dexara toda la mesquindat. Josías,441 XXVI
capítulos: “Después que me levantare, iré delante [f. 78d] vós contra Galilea”. Galilea
quiere dezir traspasamiento, pues quando Jhesu Christo se levantó delante fue a Galilea,
ca dexada la mesquindat, fue a la gloria.
Otrosí resucitó maravillosamente: que bien así commo salió del vientre de la
Virgen, estando cerrado, así pudo del sepulcro estando cerrado, e así pudo entrar a los
dicípulos estando las puertas cerradas. Onde dize, en las Estorias Eclesiásticas,442 que
un monje de sant Llorencio, en Roma estando, maravillose cómmo le cayera la cinta que
ceñía en tierra non la soltando ninguno. Dize que vino una boz del cielo, que le dixo así:
que bien así saliera Jhesu Christo del sepulcro cerrado.
Otrosí muestra cómmo resucitó con cuerpo propio, e provó en seis maneras443
cómo resucitara verdaderamente: primero, por el ángel que non miente; lo II, por el
aparecimiento que fizo muchas vezes, por aquestas dos cosas se demuestra que resucitó
verdaderamente; l[o] III, porque comió después, por lo qual se prueva que en verdadero
cuerpo; lo IIII [V], por demostrar de las llagas, por lo qual se prueva que en ese mismo
cuerpo que fuera muerto; [VI], por la entrada que fizo a los dicípulos estando las puertas
cerradas, por lo qual se demuestra que se levantó con gran gloria. Ca aquestas dudas
ovieron los dicípulos en la Resurreción de [f. 79a] Jhesu Christo.
Lo VI: non mortal, ca nunca más tiene de morir. Onde Rubertus,444 VI capítulo,
dize: “Jhesu Christo levantose de la muerte e non morirá más”. Enpero, dize sant
Dionisio, en una carta445 a Demófilo, que Jhesu Christo, después de la Ascensión, que
aparesció a un santo varón que dezían Carpo, e que le dixo: “Presto estó para morir otra
vez para salvar los omnes”. Por lo qual se demuestra que sí pudiese ser que estava
presto para morir otra vez por los omnes. Otrosí cuenta Carpo, de maravillosa santidat,
a sant Dionisio, segunt que se contiene en esa misma carta: que un pagano, trastornando
a un christiano, Carpo tomó muy grant tristeza por esta razón, en manera que ovo grant
enfermedat. Mas de tan grant santidat era que nunca quería sacrificar viendo las visiones
440
Juan (10, 18; 2, 19).
441
LA (34): “Mt.”. Mateo (26, 32).
442
Historia Scholastica (Ev. 184), de Pedro Coméstor.
443
De las siguientes seis maneras, sólo las primera y la segunda se corresponden con la Legenda aurea. El
resto, es una no muy lograda traducción de este segmento doctrinal (50-55), el cual no se halla en el ms.
h-I-14.
444
LA (56): “Rom.”. Romanos (6, 9).
445
Epistola ad Demophilum (90), de pseudo Dionisio Areopagita.

298
del cielo; mas queriendo rogar a Dios, por la conversión del uno e del otro, rogava a
Dios cada día que los quisiese quemar, segunt que se queman los maderos. E cerca la
media noche, faziendo oración, luego adesora fue partida en dos partes la casa do
estavan e apareció aí un forno muy grande. E parando mientes arriba, vio el cielo
abierto e vio a Jhesu Christo cercado de muchos ángeles. E dende, vio aquellos dos
varones que estavan tremiendo, e mordíanlos unas serpientes que salían de aquel forno e
o[f. 79b]tros muchos omnes que los aguijonavan. E viendo esto Carpo, deleitávase
mucho en ver aquella vengança de aquellos, en tanto, que non parava mientes arriba a
ver la visión. E más todo se deleitava en ver aquella vengança, e entristecíase mucho,
porque non caían luego en aquel forno. En cabo, parando mientes contra el cielo e
viendo aquella visión, ahe el Señor que ovo mercet de aquellos omnes. E levantose
sobre la silla del cielo, e descendió a ellos con muchos ángeles, e estendió la mano e
librolos de allí. E dixo Jhesu Christo a Carpo: “De aquí adelante estiende la mano e
fiere contra mí, ca presto só para sufrir muerte otra vez para salvar los omnes. E
aquesto digo commo amigo, mas non pequen ni se esfuercen otros omnes a pecar”.
Otrosí devemos saber que non quiso esperar la Resurresción que ha de ser el día
del juizio por tres cosas:
La primera, por demostrar la su divinidat del su cuerpo. Que non convenía que
aquel cuerpo, en que era Dios ayuntado, yoguiese tan grant tienpo so tierra. Dende, por
mostrar la ferredunbre de la fe. Ca si non se levantara, entonce non creyeran que era
Dios verdadero todo en la Pasión, salvo santa María, que toda la fe fincó en ella, e
mostrada la Resurreción, todos recobraron la fe. Onde dize ad Corinthios, XV capítulo:
446
“Si Jhesu Christo non resuci[f. 79c]tó, vana es la nuestra fe”. Otrosí, luego quiso
resucitar por nuestros provechos, porque oviésemos remisión de nuestros pecados, e que
emendásemos en nuestras costunbres, e que oviésemos esperança de aver galardón de la
Resurreción.
Otrosí devemos saber que el día que él resucitó, apareció cinco vezes, e en los
otros días siguientes, otras cinco vezes:
Lo primero: aparesció a santa María Madalena. Onde dize sant Matheo:447
“Levantándose Jhesu Christo de la muerte la primera mañana del sábado, aparesció a
santa María Madalena”. Mas quiso aparescer a la Madalena por cinco razones: lo
primero, porque la amava con grant ardor. Onde dize sant Luchas: “Dexádosle son

446
I Corintios (15, 17).
447
LA (105): “Ioh. XX, item Marci ultimo”. Cfr. Juan (20, 1); Marcos (16, 9).

299
muchos pecados, porque amó mucho a Dios”;448 lo II por mostrar que muriera por los
pecadores. Onde dize sant Matheo, IX capítulos: “No vine llamarlos justos, mas los
pecadores”;449 lo III que las casadas van delante, las vírgenes en el reino del cielo; lo IIII
que, así commo la muger fue mensajera de la muerte, así fuese mensajera de la vida; lo
V, porque da abondo el pecado, mas abondase la gracia.
Después aparesció a las mugeres que se tornavan del monumento, quando les
dixo: “Dios vos salve”, e ellas, llegándose a él, besáronle los pies;450 e después de
aquesto apareció a sant Pedro; después apareció a los [f. 79d] dicípulos, quando ivan
contra Emaus, que quiere dezir, desto dé concejo. E sinifica los pobres de Jhesu Christo
que codician conplir e ver aquel deseo.451 Onde dize: “Vende todo lo que as e dalo a los
pobres”;452 E después apareció a todos los dicípulos ayuntados en uno, e finificasic los
relisiosossic que están con flores. E aquestas cinco apareciones, que fueron fechas en el
día de la Resurresción, representa el nuestro sacerdote, que se torna cinco vezes al
pueblo mientra se dise misa. E la tercera torna en silencio, en que da a entender la
apareción que fue fecha a sant Pedro, que non sabemos dónde nin quándo le fue fecha.
La sexta vegada fue fecha quando aparesció a todos los discípulos a los ocho
días, estando todos en uno. Estando con ellos santo Tomás, que dixo que non creería
que resucitara Jhesu Christo fasta que le viese, e sinifica a los que dubdan en la fe.
La VII vegada fue quando a los dicípulos que estavan pescando, e sinifica los
predicadores, que son pescadores de los omnes.
La VIII vez que apareció a los discípulos en el monte Tabor, e sinifica los
contenpladores, ca en aquel monte fue trasfigurado.
La IX vegada fue en la cámara del cenátulosic, adonde estavan los honze
discípulos. E en aquel lugar les fazeriósic la duda en que estavan, e la dureza del
coraçón, por los que [f. 80a] les entendemessic que son los pecadores, que traspasan los
mandamientos de Dios. El nuestro Señor llama e visita alguna ves misericordiosamente.
La X vegada apareció a los dicípulos que estavan en el monte Olivete, por los
quales entendemos los misericordiosos, e que aman el olio de la misericordia. E de
aqueste lugar subió al cielo.

448
Lucas (7, 47).
449
Mateo (9, 13).
450
Mateo (28, 9).
451
LA (124-125): “Quarto apparvit discipulis euntibus in Emaus, quod interpretatur desiderium consilii; et
significat pauperes Christi qui volunt illud consilium adimplere”.
452
Mateo (19, 21).

300
Son otras tres apareciones, que dizen que fueron en el día de la Resurresción
fechas; mas enpero non son recontadas en este libro.453
La primera vegada aparesció a Santiago, el Alfeo, lo qual fallarás en la leyenda
dese mismo Santiago.
La otra dizen que fue quando aparesció a Josep, segunt que se lee en el
evangelio de Nicodemus.454 Ca oyendo los judíos que Josep pidiera a Pilatus el cuerpo
de Jhesu Christo para que le enterrasen e le pusiesen en el monumento, pesoles mucho
dello; e por ende, encerráronle en una casa, e selláronle la puerta para que le querían
matar después del sábado. En esa noche de la Resurresción, alçada la casa de tierra de
todos quatro rincones, entró Jhesu Christo a él do estava colgado entre el cielo e la
tierra, e alinpiole la cara e besole. E sanos los sellos, sacole dende e púsole en su casa,
en Arimatia.
Otrosí devemos creer, enpero que non lo fallamos en escrito, que aparesció a su
Madre ante que a los otros en semejança. Desto que se[f. 80b]a verdat la Iglesia de
Roma faze el día de Pascua la estación a santa María, la mayor. Ca si esto no creemos
por qué, porque non lo cuentan los evangelistas, e así non devemos creer que aparesció
después nunca de la Resurreción. Ca nunca fallamos que ningunt evangelista dixiese dó
nin quándo le aparesciese. Mas non lo quiera Dios que atán grant Madre fiziese atan
grant desonra su Fijo. Mas por aventura fallaron los evangelistas, que era de su oficio de
traer testigos de la Resurreción; mas non convenía que traxesen a la Madre por testigo
del Fijo. Ca, segunt las palabras de las mugeres estrañas parecen ser baldías, quánto más
que creerían que mentía la Madre por amor del Fijo; pues por eso non quesieron
escrevir los evangelistas aquesto, mas dexáronlo por firme. Ca razón era que la Madre
fuese primero alegrada de la Resurreción ante que los otros, pues fuera más doliosa en
la su muerte. Aquesto dize sant Anbrosio455 en el Libro de las Vírgenes, diziendo: “Vio
santa María la Resurreción del Señor, e ella primero vio e creyó”.
Otrosí, santa María Madalena, cuenta sant Agustín en qué manera sacó los que
yazían en el linbo de la tierra. E dize que, luego que le salió el alma del cuerpo,
ayuntada con la divinidad, descendió fasta en fondón [f. 80c] de los infiern[o]s. E
entrando fasta el fondón de las tiniebras, en manera de robador, e quando le vieron los
diablos, espantáronse dél, e començaron a demandar: “¿Quién es este tan fuerte, e tan

453
LA (141): “sed tamen hoc ex textu non habetur”. Se refiere a que no está presentes en los textos de la
Biblia; pero sí en los apócrifos, que son los que a continuación se narran.
454
(I, 15).
455
De virginitate (c. 3).

301
espantable, e tan resplandeciente e tan claro? Ca el mundo que solía ser nuestro subjeto
nunca nós enbió tal muerto commo éste, e nunca nós enbió tales donas a los infiernos.
¿E quién es este que tan sin miedo entra en nuestra tierra, e non solamente teme las
nuestras penas, mas liévanos los nuestros captivos? Evat que los solíamos atormentar,
ya profaçan de nós porque han salud. E non solamente nos temen, mas amenázannos.
Nunca estos muertos así fueron sobervios, nin estos captivos así se podieron alegrar
commo agora. ¡O nuestro príncipe!, ¿para qué quesiste acá aduzir tal omne commo este,
que toda tu alegría parecesic, e todos tus gozos son tornados en lloro? E después que tú
le feziste poner en la cruz, non sabes quánto mal sufres”.456 E después destas bozes del
infierno muy crueles, mandándogelo nuestro Señor, los berrojos del infierno, que eran
de fierro, fueron quebrantados. E ahevos muchos pueblos de santos que se echaron a sus
pies e llorando, dezían: “¡Vino el Salvador del mundo! ¡Veniste el que deseávamos e
esperávamos cada día! ¡Descendiste por [f. 80d] nós a los infiernos! ¡E Señor, non nos
quieras olvidar quando subieres a los cielos! ¡Sube Señor Jhesu Christo a los infiernos,
e despójalo, e lígalo al diablo acrecentador de la muerte en fuertes cadenas, e da alegría
Señor al mundo e acorre para matar las penas muy crueles! ¡Ave merced de nós e
sácanos de aquí! ¡Pues que eres aquí, pues que acá descendiste, perdona a nós que
somos culpados, e defiende los tuyos, pues que acá eres venido!”.
Leemos en el evangelio de Nicodemus457 que Carino e Lencio, fijos de Simeón
el viejo, que resuscitaron con Jhesu Christo. E conjurándolos Anás, e Caifás, e
Nichodemus, e Jossep e Gamaliel, qué feziera Jhesu Christo en el infierno, e ellos
contárongelo todo, e dixieron:458 “E estando con nuestros padres en ascoridat en el
infierno de teniebras, adesora, apareció una color de sol e commo el oro, e la luz que nos
alunbrava era muy clara. E luego Adam, nuestro padre, allegose diziendo: ‘Aquesta luz
es de Dios Padre, que nos prometió de nos enbiar la luz perdurable, que es el su Fijo’”.
Esto mismo dixo Isaías: “Esta luz es del Fijo de Dios, así commo yo lo dixe quando era
bivo en la tierra: ‘El pueblo de las gentes que andavan en tinieblas vio muy grant
luz’”.459 Entonce vino nuestro padre Simeón con alegría, e dixo: “¡Dad gracias a Dios
nuestro Señor!, ca [f. 81a] este es el infante Jhesu Christo que yo tuve en mis manos en
el tenplo, e dixe por Spíritu Santo: ‘Agora vieron los mis ojos la tu salut’”.460 Después

456
Tractatum in Psalmos series altera (Ps. 93b), de Jerónimo de Estridón.
457
(II).
458
El siguiente relato acaba al final del capítulo.
459
Isaías (9, 2).
460
Lucas (2, 30).

302
desto vino uno commo hermitaño, e preguntámosle quién era, e díxonos que era sant
Juhan Bautista, que baptizara a Jhesu Christo e fuera delante dél aderesçar las sus
carreras, e que le mostrara con el dedo, diziendo: “‘Ecce agnus Dei’,461 e decendí para
mostrarvos que cerca es para que nos visitara”. Entonce Set dixo: “Yo, yendo a las
puertas del Paraíso rogar a nuestro Señor que enbiase el su ángel, e que me diese del
olio de la misericordia para untar a mi padre Adam, que estava enfermo, aparesciome el
ángel sant Miguel, e dixo: ‘Non trabajes orando con lágrimas por el olio de la
misericordia, ca non podría ninguno tomar dello agora fasta que sean conplidos los
cinco mill e quinientos años’”.
E oyendo esto los patriarchas e prophetas, alegráronse muy mucho. Entonce,
Satanás, el príncipe del infierno e adalit de la muerte, dixo al infierno:
– Apercíbete e recibe a Jhesu Christo, que se llama Fijo de Dios. Ca omne es,
teme la muerte, diziendo: “‘Triste es la mi ánima fasta la muerte’.462 E muchos que yo
fize coxos, sanos los he; e los contrechos alço, e los sordos fago oír”.
Respondió el infierno, e dixo:
– Si tú eres tan poderoso, ¿qué omne es a[f. 81b]quel Jhesu Christo que,
temiendo la muerte, es contrario al tu poderío? Que dize que teme la muerte, enpero
quiere prender a ti e a todos los tuyos que no serán sienpre contigo.
E díxole Satanás:
– Yo le tenté en el disierto, e fize levantar el pueblo contra él, e yo aguzé lança, e
aparejé la cruz, e mezclé el vinagre e la miel, e matarle han luego e traerle he acá.
Dixo el infierno:
– ¿Non es éste el que resuscitó a Lázaro, el que yo tenía muerto?
Dixo Satanás:
– Ése es.
Dixo el infierno:
– Conjúrote por las tus virtudes, e por las mías, que non lo trayas acá. Que yo,
luego que oí el su mandamiento, tremí e no pude tener a Lázaro, más bien ligero, así
commo águila, boló e partiose de nos.
E demientra que ellos fablavan esto, ahevos do vino una boz commo trueno que
dixo: “¡O príncipes del infierno, abrit las puertas e entrará el Rey de la gloria!”.463 E

461
Juan (1, 36).
462
Cfr. Mateo (26, 38); Marcos (14, 34).
463
Salmos (23, 7).

303
oyendo los diablos esta boz, corrieron las puertas con sus berrojos de fierro. Entonce
dixo Davit: “Esto non vos aprovecha nada. ¿No profectizésic yo de aquesto, diziendo:
‘Confesar se han al Señor las sus misericordias e las sus maravillas a los fijos de los
omnes, ca quebrantó las puertas de alanbre e quebrantó los berrojos de fierro?’”.464
Entonce vino otra boz muy grande, diziendo: “¡O príncipes del infier[f. 81c]no, abrit las
puertas e entrará el Rey de la gloria!”.
E viendo el infierno que avía ya llamado dos vezes, preguntando commo quien
no sabe, dixo:
– ¿Quién es este Rey de gloria?
Dixo Davit:
– Es el Señor fuerte, e el Señor fuerte e batalla e poderoso. Es ese Rey de gloria.
Entonce vino el Rey de la gloria e alunbró todas las tinieblas perdurables.
Estendió la mano, e tiniendo por la mano derecha de Adam, dixo: “Dios te salve e te dé
paz, a ti e a todos los justos mis fijos”. E saliendo del infierno todos los sanctos, se
fueron en pos dél. E teniendo a Adam por la mano, diolos a sant Miguel, ángel, que los
levase a Paraíso. E saliéronlos a rescebir dos viejos de Dios, preguntáronles:
– Santos, ¿quién sois vós que non fuestes aún muertos con nosotros en el
infierno e estades en cuerpo e en ánimas enesic sancto Paraíso?
Respondió el uno de ellos, e dixo:
– Yo soy Enoc, que fui traslapdadosic aquí. E aqueste que está comigo es Elías,
que fue tomado en carro de fuego e traido aquí. E aún non morimos, mas somos aquí
guardados fasta la venida del Antechristo para que peleemos con él, e matarnos ha. E
después de tres días e medio, sobiremos al cielo.465
E diziendo esto, vino otro que traía la señal de la cruz en los onbros, e
preguntándole quién era, dixo: “Yo fuesic [f. 81d] ladrón, e fue crucificado con Jhesu
Christo. E creí que él era el criador e poderoso, e roguele, diziendo: ‘Remiénbrate de mí
quando fueres en el tu reino’. E díxome: ‘Yo te digo, amigo, que oy serás comigo en
Paraíso’.466 E diome la señal de la cruz diziendo: ‘Lieva ésta, vete para Paraíso, e si non
te dexare entrar el ángel que guarda el Paraíso, demuéstrale la señal de la cruz, e dezirle
has: Jhesu Christo, el que agora fue crucificado, me enbió acá’. E yo, en diziendo esto,
luego me abrió el ángel, e me dexó entrar, e me asentó a la diestra parte del Paraíso”.

464
Salmos (106, 16).
465
Apocalipsis (11, 3).
466
Lucas (23, 42-43).

304
E contando estas cosas, Carino e Leuciosic luego se trasfiguraron, e non los
vieron dende adelante.
[...]467

[XLI]
Título XXXIX. Disposición de sant Secundo

Secundus quiere dezir tanto commo conpuesto468 de onestidat de buenas costunbres; o


Secundus quiere dezir caudillo de sí mismo; o quiere dezir tenprado en los
mandamientos de Dios. Fue caudillo de sí, ca traxo su entendimiento a fazer toda buena
obra. Ca dos carreras son para ir a la vida perdurable: la primera, por lloro de
penitencia; la otra, por martirio. E aqueste mártir precioso non solamente andubo por [f.
82a] la una, mas por amas.

Vida de sant Secundo cavallero

Sant Secundo, cavallero muy ardido en armas, mas fue cavallero de Jhesu Christo muy
noble, e muy glorioso mártir. E rescibió martirio en la cibdat de Aste, e por el glorioso
cuerpo que yaze en ella, es toda la cibdat muy honrada e le tienen por poder. Ca este
mostró la fe de Jhesu Christo sant Calcedo, estando preso en la cárcel de Sapricio, el
adelantado en la cibdat de Aste.
Estando preso sant Marciano en la cibdat de Tarsona, Sapricio quiso ir allá por
fazerle sacrificar los ídolos. E sant Segundo quiso ir con él, commo en solaz, ca deseava
ver a sant Marciano. E estando fuera de la cibdat de Aste, descendió una paloma sobre
sant Secundo e posó sobre su cabeça. E díxole Sapricio: “Cata cómmo te aman los
nuestros dioses, que andan bolando por el cielo, te enbían que te visiten, commo ves”.
Después, veniendo a un río que dezían Tagno, vio Secundo andar el ángel de
Dios sobre las aguas, que dizía: “Secundo, ave fe e así andarás sobre aquellos que onran
los ídolos”. E dixo Sapricio:
– Hermano Segundo, oye cómmo te fablan los dioses.
E dixo Secundo:
– Andemos fasta do deseamos ya.

467
Falta el segmento textual final (LA: 232-235).
468
En el incunable: “cspuesto”.

305
E viniendo fasta [f. 82b] un río que dizían Burenean, apareciole aí el ángel otra
vegada, e dixo así commo primero:
– Secundo, ¿creéis en Dios o por ventura dudas?
E dixo Secundo:
– Creo verdaderamente en la su Pasión.
E díxole Sapricio:
– ¿Qué es esto que oyo?
E entrando en la cibdat de Tarsona, salió Marciano de la cárcel, mandándoselo el
ángel. E aparesció a Secundo, e díxole:
– Secundo, entra en la carrera verdadera e anda por ella, por tal que tomes
corona de la fe.
Dixo Sapricio:
– ¿Quién es este que nos fabla commo entre sueños?
Dixo Secundo:
– A ti semeja sueños, a mí paresce amonestamiento e confortamiento.
Dende, fuese Secundo a Milán, e el ángel de Dios tráxole fuera de la cibdat a
Faustino e a Jonita, que estavan presos en la cárcel. E baptizáronle ellos del agua que
dava una nuve sobre ellos. E ahevos do viene una paloma del cielo que traía el cuerpo
de Dios e la su sangre, e diolo a Faustino e a Jonita, ellos diéronlo a Secundo, que lo
levase a Marciano.
E tornándose Segundo, e siendo ya media noche, e veniendo a la ribera del vado
el ángel de Dios, tomó el cavallo por el freno, e pasó Segundo sobre el vado. E
levándole fasta Tarsona, metiole en la cárcel do estava Marciano, e dio Secundo a
Marciano la joya que le enbiava Faustino. E tomándolo él, dixo: “El cuerpo e la [f. 82c]
sangre comigo sienpre en la vida perdurable”. Entonce mandó el ángel a Secundo que
saliese de la cárcel e se fuese para su casa. Después, descabeçaron a Marciano. E sant
Secundo tomó el cuerpo e enterrolo. E oyendolo Sapricio, mandole llamar, e dixo así:
– En quanto me semeja, tú christiano eres.
E díxole Secundo:
– Por cierto, christiano só.
Díxole Sapricio:
– ¿En quánto as deseo de mala muerte?
Díxole Secundo:
– Atal commo esto a ti conviene.

306
E non quiriendo sacrificar, mandole desposar.
E luego, el ángel de Dios fue aí, e diole una vestidura. Entonce, Sapricio
mandole aspar, e tan grant tienpo darle tortojonessic fasta que los sus braços fueron
descoyuntados; mas Dios diole sanidad. E mandole meter en la cárcel, e en esto vino el
ángel de Dios, e dixo: “Levántate, Secundo, e sígueme, e levarte he al criador”. E
entonce trúxole fasta la cibdat de Aste, e púsole en guarda de un omne que dizían
Calocero, do estava el Salvador. E quando lo vio Secundo, echose a sus pies. E díxole el
Salvador: “Secundo, non ayas miedo. Ca yo só el tu salvador Dios que te librará de
todos los males”. E dándole su bendición, fuese para los cielos.
E Sapricio enbió a la cárcel de mañana e falláronla cerrada, e non fallaron a
Secundo. E saliendo [f. 82d] Sapricio de Tarsona, fuese para la cibdat de Aste, si ál que
non para que atormensasensic a Calocero. E mandó que ge lo trusiesen luego, e
dixieronle que Secundo estava con él. E él, quando lo oyó, mandolos aduzir ante sí a
amos y dos, e díxoles: “Porque saben los nuestros dioses que los despreciades, quiere
que murais amos y dos”.
E ellos non queriendo sacrificar, fizo regalar pez e resina, e echáronlo sobre sus
cabeças e en las sus bocas. E ellos beviéndolo así commo agua dulce, e con grant deseo,
dizían a grandes bozes: “¡Señor, qué dulces son las tus palabras en las nuestras bocas!”
Entonce Sapricio dio sentencia contra ellos, que degollasen a Secundo en la
cibdat de Aste, e que levasen a Calocero a Bergoña. E quando Sacundo fue degollado,
ahevos los ángeles de Dios do tomaron el su cuerpo, e enterráronle alabando mucho a
Dios. E diziendo cantares maravillosos, murió II469 calendas aprilis.

[XLII]
Título XL. Estoria de santa María de Egibto

Santa María de Egipto, que era dicha pecatris, bivió en el desierto vida muy estrecha
470
XLVI años. Esto fue en el tienpo del enperador Claudio, en la era de la encarnación de
CCLXX a[f. 83a]ños.
E un abat que dezían Zózimas, pasando el río de Jordam, andando un grant
yermo, catando si por ventura podiese fallar algunt padre sancto, vio una muger que
andava desnuda, e era muy negra e quemada de la calentura del sol. Ella luego que le

469
LA (262): “III”.
470
LA (1): “XLVII”. Ms. h-I-14: “quarenta e seis años” (f. LXXXVIIb).

307
vio, començó de foír, e Zózimas començó de correr muy fuerte en pos de ella. Entonce
dixo ella: “Abat Zózimas, ¿por qué me sigues? Perdóname que non puedo tornar la cara
contra ti, porque so muger e estó desnuda; mas dame el tu manto que me cubra, porque
te pueda ver sin vergüença”.
E oyendo que le nonbrava, estava espantado. E luego diole el manto e echose a
sus pies, e rogole que le diese su bendición. Dixo ella: “Padre, tú deves a mí bendezir,
porque eres sacerdote”. E él oyendo que ella le sabía el nonbre e él oficio maravillose
mucho, e por ende, rogávala afincadamente que le bendixese. Entonce dixo ella:
“¡Bendito sea Dios, que bendixo las nuestras almas!”. E entonce, alçadas las manos
contra el cielo, viola alçada de a tierra quanto un codo. Entonce Zózimas començó a
dudar que era el diablo, e que fazía enfinta de oración. E ella dixo: “Perdónete Dios,
padre, que cuidas que soy diablo, mas soy muger pecatriz”. Entonce Zózimas conjurola
por Dios que le quisiese contar su fazienda. [f. 83b] Dixo ella: “Padre, perdóname, que
si te yo contare el mi estado, fuirás de mí espantado commo de serpiente. E las tus
orejas se ensuziarán con las mis palabras, e el aire se ensuziará con las suziedades”. E
rogándola él muy afincadamente, dixo ella: “Hermano, yo nací en Egipto, e aviendo XII
años vine a tierra de Alexandría, e biví aí diez e siete años commo mala muger pública,
e nunca fue omne en el mundo a quien me negase. E los omnes de aquella tierra, yendo
a Jherusalem para adorar la cruz, rogué a los marineros que me dexasen ir consigo, e
ellos demandáranme el flete de la nao, e dixe: ‘Yo, hermanos, non he ál que vos dar sino
este mi cuerpo’. E ansí me rescibieron en la nao, e por el flete ovieron el mi cuerpo.
E quando llegué a Jerusalén e vine fasta la puerta de la Iglesia con los otros, para
adorar la cruz, adesora non lo viendo, enpuxáronme fuera e non me dexaron entrar allá.
Esto prové por muchas vegadas, viniendo fasta el unbral de la puerta, adesora me
enpuxavan fuera, e non me dexavan entrar enpero que todos entravan e non avían
ningunt enbargo. E con esta razón tornándome a mi casa, e pensando en esto que me
acaeciera, e que era por los mis pecadoesic, comencé a ferirme en mis pechos, e llorar
con grant amargura, [f. 83c] e sospirar muy fuertemente. Entonce, parando mientes a
toda parte, vi estar una imagen de santa María, comencela a rogar con muchas lágrimas
que me ganase perdón de mis pecados, e que me dexase adorar la cruz. E prometiéndole
que desanpararía el siglo e que manternía castidat. E yo rogando esto, e aviendo fiuzia
en el nonbre de la Virgen, fue me otra vegada a la puerta de la iglesia, e entré dentró sin
enbargo ninguno. E adorando la santa cruz con grant devoción, vino uno e diome tres
dineros, de que compré tres panes. Entonce, oí una boz que me dixo: ‘Si pasares el río

308
de Jordán serás salva’. E yo, por ende, pasé el río Jordán, e vine en el desierto que agora
estó, do moré quarenta e siete años que nunca vi omne del mundo. E aquellos tres panes
que truxe comigo endurescieron en manera de piedra, e cunpliéronme dies e siete años
comiendo muy poco dellos. E las mis vestiduras tienpo ha que son ronpidas. Diez e siete
años ha que sufro tentaciones de la carne en este disierto; enpero que todas las vencí con
la ayuda de Dios e con la su gracia. Évate, agora que te he contado todas mis obras, por
ende, pídote por mercet que ruegues a Dios por mí”.
Entonce el abat cayó en tierra e rogó a Dios por esta su sierva. Dí[f. 83d]xole
ella: “Ruégote, padre, que el jueves de la cena que tornes al río de Jordán, e que traigas
contigo el cuerpo de Dios en la tu mano. Ca, después que acá vine, nunca comulgué”.
E él tornose al su monesterio. E quando vino el jueves de la cena, tomó el
cuerpo de Dios, e viniendo al río de Jordam, vio de la otra parte estar la muger, e
faziendo ella la señal de la cruz, sobre las aguas andudo sobre ellas, e vino fasta do
estava el abad. E él viendo esto, maravillose mucho, e echose a sus pies con grande
humildat. Dixo ella: “Cata non lo fagas porque tienes el sacramento de Dios contigo e
eres sacerdote. Mas, padre, ruégote que quieras al otro año tornar a mí”. E pasó sobre el
agua del río de Jordam, e fuese para el yermo. E el abad tornose a su monesterio.
Después, en el otro año, vínose para aquel lugar mismo e fallola aí muerta. E
començola de llorar e non la osó tomar, e dixo entre sí: “Yo quería enterrar el su cuerpo,
mas he miedo que le pesara”. E él pensando en esto, vio a su cabeça unas letras
escriptas que dizían ansí: “Zózimas, entierra el cuerpo de María, e da el polvo a la tierra,
e ruega a Dios por mí, que me mandó salir deste mundo el primer día de abril”.471
Entonce el abad conosció por cierto que, luego que el [f. 84a] cuerpo de Dios
tomó, e se fue al disierto, que luego salió de este mundo. E del disierto, que malabes
anduvo Zózimas en treinta días, andúvolo ella en una ora, e fuese para Paraíso. E
queriendo el viejo cavar la tierra e non pudiendo, vino un león muy manso, e díxole
Zózimas: “Aquesta santa me mandó que enterrase el su cuerpo, mas yo, commo só
viejo, non puedo cavar sin estrumento; por ende, tú, con las tus manos, cava la tierra
porque la podamos enterrar”. Entonce el león començó de cavar la tierra, e fizo muy
buena sepultura, e enterráronla allí amos dos.
El león, luego que lo ovo fecho, bien ansí commo cordero manso, fuese su
carrera. E el abat, alabando a Dios, fuese a su monesterio.

471
LA (52): “secunda die Aprilis” Ms. h-I-14: “segundo día de abril” (f. LXXXVIIId).

309
[XLIII]
Título XLI. Disposición de sant Anbrosio

Anbrosio es dicho desta dición ab raam,472 que es una especia muy preciosa que huele
muy bien, ca él fue muy precioso e bien oliente en la Iglesia, e en sus dichos e en sus
fechos. Anbrosio es dicho ab anbra e suissic, que quiere dezir Dios, ca Dios huele bien
en todo lugar por él, así commo por aquella especia, ca él fue buen olor de Jhesu Christo
en todo el lugar. O es dicho [f. 84b] ab anbar, que es padre de la lunbre; e sior, que es
pequeño, ca es pequeño que es padre de muchos fijos, quanto en lo spiritual, fue
alunbroso en la esposición de la santa escriptura, fue pequeño en la su grant humildat. O
en el Glosario Anbrosio quiere dezir manjar de los ángeles. O Anbrosio es dicho panar
de miel celestial, que fue olor celestial, porque dava olor de la su buena fama; fue sabor,
por la contenplación de su cuerpo; fue panar de miel celestial, por la su dulce
conposición de las escripturas; fue manjar celestial, por la su gloriosa usança. La su
vida escrivió Paulino, obispo de Nola.

Estoria de sant Anbrosio

Sant Anbrosio fue fijo de Anbrosio, senador de Roma. E yaziendo en el vraço,473 en el


palacio de su padre, vino una enxanbre de abejas e cobriéronle la cara e la boca, así
commo si entrasen en su panar e saliesen. E después bolaron tan alto, que malabez las
podieren ver. E por esto su padre estava muy espantado, e dixo: “Si biviere este infante,
ha de ser muy grande en merescimientos”.
Después que creció, viendo que su padre e su hermana virgen que besavan las
manos a los sacerdo[f. 84c]tes, e trebejando,474 dava la diestra mano a la hermana a
besar, afirmando que eso mismo devía fazer a él. E ella fuía, ca veía que fazía commo
niño e non sabía qué se dezía.
Depués, estando en Roma, aprendió e fue grant clérigo, en tanto, que en todos
los pleitos era razonador. E por ende, el enperador Valentiniano enbiole a las provincias
de Liguria, e de Milán, que fuese adelantado en ella, para poner paz en ellas.

472
LA (1): “ab ambra”.
473
LA (11): “cum in cunabulis in atrio”. Ms. h-I-14: “E yaciendo en el braço” (f. LXXXIXa).
474
Trebejar: Travesear, enredar, juguetear, retozar.

310
E viniendo a Milán, entonce non avía aí obispo, e todo el pueblo ayuntado,
acordaron que fiziesen obispo. Mas aviendo grant discordia entre los católicos e los
arrianos para escojer obispo, vino aí sant Anbrosio, para poner paz entre ellos. E a la
sazón, sonó una boz de un niño, diziendo: “¡A Anbrosio tomar por obispo!”, e todos
consintieron de un coraçón: “Anbrosio sea obispo”. E quando lo supo, por tal que los
espantase, subió en el lugar de alcalde, e maguera que non era costunbre, mandávalos
atormentar. E aunque esto fazía al pueblo, todos dezían: “¡El tu pecado sobre nos!”.
Entonce, pesándole mucho, tornose para su casa, e començó a dezir que era filósofo,
porque non ge lo fiziesen ser. E él que se iva, fizieronle tornar. E fizo él entonce que
entrasen a él las mugeres públicas, por tal que el pueblo, viendo esto, non le tomasen
por o[f. 84d]bispo. E maguer que esto fizo, non le aprovechó nada, e el pueblo
llamávanle, diziendo: “¡El tu pecado sea sobre nos!”. E quiso otra vez fuir a media
noche. E asmando que se iva contra el río, que dezían Tuicio, fallose otro día de mañana
a la puerta de la cibdat de Milán, que dezían Roma, e falláronle, e guardáronle e
enbiáronlo a dezir al enperador Valentiniano muy aprisa. E él, quando lo oyó, ovo muy
gran plazer, porque los juezes le enbiavan a dezir que le escogiesen por obispo. Otrosí
se alegrava mucho porque la su palabra fue muy conplida, porque le dixera quando le
enbiara: “Ve e faz no commo juez, mas commo obispo”. E demientra que estava en este
pleito, escondiose otra vegada, e fallándolo, mas enpero que non era baptizado, e
baptizáronle. E a los ocho días fue consagrado para obispo, e dende, a cabo de quatro
años, fuese para Roma. E su hermana la virgen santa, luego que le vio, besóle la mano
diestra, e él riose un poco, e díxole: “Évate conplido lo que te dixe, que me besarías la
mano así commo a sacerdote”.
Viniendo una vegada a una cibdat, para fazer obispo, e la enperatriz Justina e los
otros herejes contradezíanle, que cedo475 alguno fuese de la su seta e tommó una virgen
de los arrianos, más desvergonçada que las otras todas, a [f. 85a] sant Anbrosio por las
vestiduras, e queríale tirar contra las mugeres, por tal que le firiesen, e después que le
echasen de la iglesia a mala honra. Dixo sant Anbrosio: “Enpero que yo non soy digno
de tal oficio como éste, non conviene a ti, nin pertenece a ti, poner las manos en ningunt
sacerdote. Onde deviéraste temer del juizio de Dios, porque te non contesca algunt mal,
lo que podría acaescer”. Después otro día murió, e levola él fasta el sepulcro, dándole

475
Cedo: (del lat. cito, pronto). Luego, presto, al instante.

311
grandes palmadas por la desonra que le fiziera. E quantos lo vieron, fueron espantados
después de aquesto.
Tornóse a Milán, donde Justina, la enperatriz, le fizo muy muchos tuertos.
Señaladamente que le quiso desterrar, mas non pudo. Entonce eran muchos demoniados
en Milán, e dizían a grandes bozes que Anbrosio los atormentava. E Justina, la
enperatriz, e muchos arrianos hereges, morando en uno, dizían: “Anbrosio da dineros a
los omnes, por tal que metan bozes diziendo que son demoniados”. Entonce, adesora,
uno de aquellos que lo dizían, tomole el diablo, e púsose en medio dellos e començó
dezir: “¡Dios lo quisiese, que todos fuesedes atormentados así commo yo, los que non
creís a sant Anbrosio!”. E los confondidos por este fecho mataron aquel en una pila de
agua.
Un encantador encantava los dia[f. 85b]blos, e enbiolos a Anbrosio a su casa
para que le enpeciesen. Mas non solamente non pudieron llegar a él, tanpoco pudieron
llegar a las puertas de su casa, por razón que, en derredor de la casa, estava un fuego
muy grande, en manera que los quemava a todos. Estando arredrados, e atormentando el
juez al encantador, por males que fiziera, llamava que sant Anbrosio le atormentava.
E otros muchos miraglos que fizo contra los diablos, refrenando el su poder.476
Otra noche, entró uno en su casa, porque se lo mandó Justina, la enperatriz,
dándole prescio porque le matase. Mas alçando la mano para ferir a Anbrosio con el
cuchillo, luego se le secó la mano.
Uno, tomándole el diablo, llamava a grandes bozes diziendo que Anbrosio le
atormentava. E díxole Anbrosio: “¡Calla diablo!, que non te atormenta sant Anbrosio,
mas la tu enbidia. Ca tú vees cada día los omnes sobir do tú caíste muy desonradamente,
que Anbrosio non sabe inflarse”. E luego calló el diablo.
Una vegada, andando sant Anbrosio por la cibdat, por aventura, resvaló e cayó
en tierra. E viéndolo otro, començó reír. Dixo sant Anbrosio: “Tú que estás enfiestosic,
guarda non cayas”. E él diziendo esto, luego se dolía de su caída aquel que se riyera de
la agena.
Otra vegada, sant Anbrosio [f. 85c] fuese para el palacio de Macedonio, que era
maestro de los oficios, para rogar por uno. Mas falló las puertas cerradas e non pudo
entrar. E díxole: “Tú vendrás a la Iglesia e non fallarás las puertas cerradas, mas

476
Frase ajena a la Legenda aurea y presente también en el ms. h-I-14 (f. XCb).

312
aviertas, e non podrás entrar”. E a cabo de tienpo, Macedonio, aviendo miedo de sus
enemigos, fuyó a la Iglesia. E estando las puertas aviertas, e non pudo entrar.
Fue de grant astinencia, en tanto, que sienpre ayunava, salvo el sábado e el
domingo, e las fiestas mayores; fue de grant limosna, en manera que, quanto podía
aver, todo lo dava a las Iglesias e a los pobres; fue de tan grant piedat, que quando
alguno se le confesava de algunt pecado, luego llorava él, en tal manera, que fazía al
otro llorar, que dizía que convenía al que se confisasic que llorase; era de tanta humildat
e de tanto trabajo, que los libros que él fazía por su mano los escrivía, salvo si era
enfermo; e era de tanta piadat e de tanto dulçor, que quando sabía muerte de algunt
sacerdote o de obispo, así llorava con grant amargura, que non se podía consolar. E
quando le preguntavan por qué llorava así con grant amargura, que non se podía
consolar, dizía que por los omnes santos que se ivan a la gloria, e dizíales él: “No
penséis que lloro por ellos, porque se van de aquí; mas porque se van ante de [f. 85d]
mí, ca muy grave será de fallar otro que sepa deste oficio”. Era de tan grant coraçón e
tan fuerte, que non avía miedo al enperador, nin a príncipe ninguno, mas reprehendíales
públicamente de los males que avían fecho.
Un omne, faziendo un grant pecado, e trayéndole ante él, díxole sant Anbrosio:
“Aqueste conviene darle al diablo que le atormente la carne, porque de aquí adelante
non ose fazer otro atal pecado commo éste”. E él diziendo esto, en esa misma ora, le
començó el diablo atormentar.
Una vegada, yendo a Roma, posó en una villa que dizían Tostanasic, en casa de
un omne muy rico. E demandole muy afincadamente de su estado e de su manera. E
respondió él: “El mi estado es sienpre bienandante e muy glorioso, ca catat cómmo he
muchas riquezas, e muchos vasallos, e muchos fijos mancebos, e muchas fijas e nietos.
Nunca ove ninguna cosa que me enpeciese, nin que me fiziese mal, e todas la cosas
vinieron a mí commo quise”. E oyendo esto sant Anbrosio, fízose mucho maravillado, e
dixo a aquellos que eran de su conpaña: “Levantémonos e fuyamos de aquí aína, ca non
es aquí Dios en este lugar. ¡Aprisa fijos, aprisa, e non tardemos!, e fuyendo ellos477 non
nós conprehenda Dios aquí por los nuestros pecados”. E fuyendo ellos, e partién[f.
86a]dose dende un poco, luego adesora se abrió la tierra e sumió a aquel omne con
todas las sus cosas que a él pertenescían, así que nunca paresció nada. E viéndolo sant

477
Destaco en negrita tres palabras interpoladas ajenas a este segmento textual. LA (83): “Festinate, filii,
festinate nec in fugiendo moram facite, ne nos hec divina ultio apprehendat et in peccatis istorum pariter
nos involvat”. Ms. h-I-14: “¡Apriesa, fijos, apriesa e non tardedes!, non nos conprehenda Dios aquí por
los peccados de éstos” (f. XCd).

313
Anbrosio, dixo: “En verdat, piadoso es Dios en dando aquí al omne algunt mal, e con
derecho se asañó dando aquí sienpre bien andança”. E segunt que dizen, parece en este
mismo lugar el día de oy una fuesa, en testimonio deste fecho.
Viendo sant Anbrosio que más crecía la codicia en los omnes, que es raíz de
todo mal, e señaladamente en los príncipes, e en los prelados de la Iglesia, que vendían
las casas que non devían por dineros, ovo muy grant pesar en su coraçón. E rogó a Dios
que le levase deste mundo a él, gozándose mucho porque lo ganara de Dios. E dixo a los
fraires, que era religioso, que fasta el domingo de Pascua sería con ellos, e que ante de
pocos días enfermaría. E esponiendo él con el notario el XLIIII salmo, e adesora,
viéndolo un escrivano, en manera de un escudo pequeño el fuego e cubrió la su cabeça
poco a poco, entró por la su boca commo si entrase en casa para morar en ella. Entonce
la su cara fue fecha blanca, commo la nieve; mas después tornose ansí commo estava de
primero. E de aquel día adelante, non pudo más escrivir, nin pudo más acabar el salmo
que tení[f. 86b]a començado. E a pocos días, començó a enfermar. Entonce, el conde de
Italia, estando en Milán, llamó todos sus fijosdalgo, e díxoles que grant peligro vernía
en Italia si tal omne commo aqueste muriese. E rogoles que fuesen a él, e que le rogasen
que quisiese ganar de Dios espacio de bevir. E él, quando lo oyó, respondioles así:
“Nunca biviré en tal manera entre vós que aya vergüença de bevir, nin he miedo,
gracias a Dios, la muerte, ca es muy buen Señor”.
En ese tienpo, viniendo en uno quatro su[s] diáconos tratando entre sí quién
sería bueno después de la su muerte de sant Anbrosio, mas siendo alexos dende el lugar
do yazía sant Anbrosio, e llamándole ellos que era omne muy sinple,478 en callando, en
manera que malavés se podían oír los unos a los otros, e él estando alexos dellos, dixo
tres vezes: “¡El viejo sea bueno!”. E ellos espantáronse e fuyeron, e non escogieron otro
después de la su muerte sinon aquél.
Don Oriaraco, obispo de Vercellos, esperando quándo muriera sant Anbrosio,
adormiose un poco, e oyó una voz que le dixo tres vegadas: “¡Levántate!, que agora se
irá”. E levantose aína e vínose para Milán. E dándole el cuerpo de Dios a sant Anbrosio,
puso las manos en manera de crus, e orando, saliósele el alma. E finó en la era [f. 86c]
de la encarnación de CCCLXXX años.
En la noche de Pascua, levando el cuerpo con grant honra a la Iglesia, muchos
niños bateados viéronlo ansí, que los unos dizían que estavan asentado en una cátreda

478
LA (98): “Simplicianum”. Este milagro no se registra en el ms. h-I-14.

314
muy fermosa; e otros lo mostravan con el dedo a los padres e a las madres que subían al
cielo; algunos dizen que vieran una estrella sobre el su cuerpo. 479Así que bien paremos
mientes, segunt esto que diximos, fallaremos que fue virgen que fuera rescebir muerte e
pasión por amor de Dios. E que avía muchas lágrimas echadas dellas por los pecadores,
e dellas por los santos. Otrosí fue firme e fuerte en defender la fe de Jhesu Christo, e la
verdat, e en sanar los demoniados e fazer otros miraglos.
Un clérigo, estando con otros muchos en conbite, e enpeçando de retraer de sant
Anbrosio, luego, mano a mano, ovo una plaga. E levándole del conbite al lecho, adesora
morió.
En la cibdat de Cartajena, viniendo en uno dos omnes,480 el uno dellos començó
de retraer de sant Anbrosio. E dixéronle lo que acaeciera al clérigo, él despreciándolo,
luego ovo una llaga mortal, e ese día murió.
Mas sant Anbrosio en muchas maneras fue comendable:
Lo primero, en libertat. Ca todas las cosas que avía eran de los pobres. Onde
cuenta de sí mismo, al enperador que [f. 86d] le pidía la Iglesia, e respondió ansí, es en
el Decreto: “Si a mí pidiese lo que es mío, oro o plata, non me scusaría, ca todas las mis
cosas son de los pobres”.481 Lo segundo, en sinpleza, ca fue virgen, onde cuenta sant
Jerónimo,482 que dixo él: “Non solamente trahemos virginidat, mas guardámosla”. Lo
tercero, en firmeza de la fe, ca pidiéndole el enperador la Iglesia, e en ese mismo
capítulo: “Mejor es que tuelga el alma, que la fe”. Lo IIII, en cobdicia de martirio, onde
se lee en una su epístola para que non diese la Iglesia, segunt que dize el adelantado
Valetiniano:
– Yo te tolleré la cabeça.
Dixo sant Anbrosio:
– Dios te dexe conplir lo que amenazas, e Dios torne aquellos que son contra la
Iglesia, e lancen todos los dardos contra el diablo, e cunplan la su set en la mi sangre.
La V, en afincamiento de oración. Onde dize dél en el honzeno libro de la
Estoria Eclesiástica: “Anbrosio, contra la enperatriz, non se defendía con su mano ni483
con dardo, mas con ayunos, e con vigilias continuadas. Puesto su altar, fizo muchos

479
Estas oraciones finales son ajenas a la Legenda aurea. Estas mismas se encuntran presentes y ponen
fin a la versión del ms. h-I-14 (f. XCIc).
480
LA (108): “tres episcopi”.
481
Epistulae (LXXVI = 20, 8).
482
Epistulae (XXII, 23).
483
En el incunable: ui

315
ruegos por sí e por la Iglesia”.484 Lo VI, en acrecestamiento de lágrimas, ca ovo tres
maneras de lágrimas: las primeras, quebranto de la culpa de los otros, onde dize
Paulino, en la su Leyenda, que quando alguno se le confesava su pecado, así llorava
amargamente, que fazía [f. 87a] llorar al otro. Lloró lágrimas de devoción por deseo de
la gloria de Paraíso, onde, segunt que diximos de suso, quando le preguntavan por qué
llorava ansí por los que murían, respondió él: “Non penséis que yo lloro porque murió,
mas porque fue a la gloria ante que yo”. Lloró lágrimas de conpasión por los yerros de
los otros, onde dize él de sí mismo de suso,485 contra los cavalleros de los godos: “Las
mis lágrimas son mis armas, e tales guarnimentos deven ser de los sacerdotes, e
otramente non, ni puedo defenderme”. Lo VII, fue por grant firmeza, la qual firmeza e
fortaleza parescen en tres cosas: la primera, en defender la fe cathólica. Onde dize en el
honzeno libro de la Estoria Eclesiástica486 que Justina, madre del enperador
Valetiniano, criada de la heregía de los arrianos, començó a conquistar el estado de la
iglesias, e amenazar a los sacerdotes, e mandarlos desterrar si non quisiesen tener los
estatutos que tienen los de Armenia. En la qual batalla maltraía a Anbrosio, que era
cerca e torre muy fuerte de la Iglesia. Onde se cantasic en la su istoria, en la alabança
dél: “En tanta fortaleza firmeste a Anbrosio, e de tantos dones del cielo le onraste, que
por él fueron muchos demoniados sanos. E la crueldat de los arrianos fue de[f.
87b]rraigada, e los príncipes de la tierra sobervios son todos humillados”. [...]487

[XLIV]
Título XLII. Vida de sancto Toribio*

Sancto Toribio fue obispo de Astorga. En aquel tienpo, avía un apostólico en Roma que
avía nonbre León, e supo que avía en Palencia e en su comarca muchos herejes. E fizo a
este santo Toribio que viniese a predicar a Palencia. E santo Toribio, por ser obediente,
cunplió su mandado.
E quando vino a Palencia, posó en casa de una muger menguada del aver deste
mundo. E predicó muy afincadamente los sanctos evangelios, en aquel lugar, a todas las
gentes. E comía cada día pan e agua. E largos del lugar dávanle muchos presentes, e non

484
Historia ecclesiastica (XI, 16), de Eusebio de Cesarea.
485
Contra Auxentium (2).
486
LA (138): “Unde dicitur in libro II ecclesiastice hystorie”. Hist. eccl. (II, 15), de Eusebio de Cesarea.
487
Falta el segmento textual (LA: 141-212).
*
Lectura ajena a la Legenda aurea, vid. el subapartado 3.2.2 del estudio introductorio.

316
los quería tomar, que non eran para él. E estudo muchos días predicándoles. E ellos,
commo eran herejes e de la fe de los gentiles, preciavan muy poco su predicación. Iva
en vano e non se la querían escuchar, e non podía convertir ninguno.
Saliose del lugar e fuese a un otero que estava camino de Monçón, fazia oriente. E
estido allí. E fizo su oración contra nuestro Señor, que quisiese mostrar algunt miraglo
contra aquel lugar, porque non estudiese aquella gente en [f. 87c] aquella seta mala. E
començose dar muchas penas a la carne, de muchos ayunos e de malas manidas.488
Nuestro Señor oyole, e començó muy fuertemente de llover, dende medio día fasta otro
día, a ora de tercia. De guisa que creció Carrión, tanto, que pujó el agua fasta el otero do
él estava, e cubriole toda la cibdat a toda parte a golpe, de guisa que sumió la cibdat e
murieron quantos aí avía que ninguno non escapó. E santo Toribio, quando vio tan
grant tenpestad, ovo muy grant dolor, e dixo: “¡Señor, rogava yo, mas no por tanto!
¡Mas ruégote, pues tu voluntad as fecho, tú tengas por bien de sosegar esta tenpestad!”.
E quedó luego la tenpestad.
E quando él vio sumida la cibdat, fuese para Astorga, a su obispado, e estuvo aí
muy poco tienpo, ca non lo avía por talante. E despidiose de sus canónigos e fuese para
las montañas de Liévana. E sufrió aí mucha fanbre, e frío e sed por amor de Dios. E fizo
allí su morada buena, e puso aí, en una peña, una buena viña de que se mantoviesen los
que viniesen aquel lugar, que para sí poco le cunplía. E en aquel lugar predicó a muchos
hereges e convertiolos a la fe de Jhesu Christo.
E Dios enbió por él, e finó en aquel lugar. E él se metió en un luzillo,489 que ante
avía fecho, e vinieron los ángeles aquel lugar a él, con muy grant honra, [f. 87d] e
levaron la su alma al buen lugar.
E allí faze Dios muchos miraglos, por el su amor de señor sancto Toribio.

[XLV]
Título XLIII. Disposición de sant Jorge

Quiere dezir Jeorgius a geus, que es tierra; e orge, que es cavar o labrar, ansí commo
labrador de tierra que es la su carne. Otrosí dize sant Agustín,490 en el Libro de la
Trinidat: “Buena es la tierra en la alteza de los montes, e en el tenpramiento de los

488
Manida: (de manir). Lugar donde un hombre o animal se recoge y hace mansión.
489
Lucillo: (del lat. locellus, dim. de locus, sarcófago). Urna de piedra en que suelen sepultarse algunas
personas de distinción.
490
De trinitate (8, 3).

317
collados, e en la llañezasic de los canpos. La primera es buena para enverdecer las
yervas; la segunda, para las viñas; la tercera, para las mieses”. Así, sant Jorge fue alto
despreciando las baxezas, e por ende, ovo resplandor de linpieza; fue tenprado por
sabiduría, e por ende, ovo vino de alegría perdurable; fue llano por umildat, e por ende,
ovo mieses de buenas obras. O es dicho a gerar, que es santo; e gion, que es arena, que
quiere dezir, arena santa. Ca fue él arena por grand pesadunbre de buenas costunbres;
fue guarnecido de umildat; fue seco de talante de la carne. O es dicho a gero, que es
pelegrino e consejador. Ca el fue pelegrino en menospreciar el mundo; fue precioso en
corona de martirio; fue con[f. 88a]sejador en predicar el reino de Dios. La su liyenda es
contada entre las escripturas dudosas,491 por ende que el su martirio non ha cierto cuento
en qué manera fue. Ca en el calendario bien dize que fue muerto en tierra de Persia, en
la cibdat de Diospoli, que la llamavan primero Lica.
Dize en otro lugar492 que le mataron en tienpo de Diocleciano e Maximiano,
enperadores; dize en otro lugar493 que le mataron por mandado de Diocleciano,
enperador de Persia, estando aí sesenta494 reyes del su inperio. Aquí dize que le mató
Daciano, adelantado, por los enperadores Diocleciano e Maximiano.

Título XLIII. De la estoria de sant Jorge

Sant Jorge fue infançón muy noble e fue natural de Capadocia. E una vegada, vino en la
provincia de Lilia, en una cibdat que dizen Silena. E cerca de la cibdat avía una gran
laguna, que semejava mar, e escondíase en ella un dragón muy mortal e muy fuerte, en
tal manera, que muchas vegadas venía el pueblo armado contra él. E él fazíalos fuir, e
allegándose al muro de la cibdat, enponzoñava los omnes con su sollo. E por esta razón
dávanle cada día dos ovejas, porque amansase [f. 88b] la su saña. E luego que esto no le
davan, veníase fasta el muro de la cibdat e enponçoñava con su sollo, e murían muchos
omnes por las calles. E desque fallescieron las ovejas, que las non podían aver, ovieron
[entre] sí consejo, e acordaron que le diesen una oveja e un omne. E echando suertes
sobre los fijos e fijas de todos, e aquel que cayese la suerte, que diese el fijo o la fija
fasta que todos fuesen comidos. E todos los otros comidos, cayó la suerte sobre la fija
del rey, e fue judgada que la diesen al dragón. Entonce, dixo el rey:

491
Decretum Gelasianum de libris recipiendis et non recipiendis (V, 8).
492
Speculum Historiale (XII, 131), de Vicente de Beauvais.
493
Martyrologium (IX kal. Mai), de Rabano Mauro.
494
LA (16): “LXX”.

318
– Tomad oro, e plata e la meitad de mi reino. E dexatme a mi fija, e non muera
en tan mala manera.
Entonce respondió el pueblo con grant saña, e dixo:
– ¿Tú, rey, pusiste este pleito connusco, e agora son comidos todos los nuestros
fijos e quieres salvar tu fija? Sepas que si non cunplieres en tu fija lo que en nuestros
fijos hordenaste, que te quemaremos a ti e a tu fija, con todos quantos ay en tu casa.
E viendo el rey aquesto, començó a llorar a su fija, e dizía:
– ¡Ay, mi fija dulce! ¿Qué faré o diré, que ante veré la tu muerte que las tus
bodas?
E tornose el rey al pueblo, e díxoles:
– Ruégovos que me deis plazo de ocho días.
Tornáronse para él muy sañudos, diziéndole:
– Rey, ¿por qué pierdes el tu pueblo por tu fija? Sepas [f. 88c] por cierto que
todos morimos con el sollo deste dragón.
Entonce, viendo el rey que non pudía escusar su fija, vistiola de vestiduras de
reina. Abraçándola, e llorando fuertemente, dixo a ella: “¡Ay, mi fija muy dulce!, yo
esperava de ti ver fijos que criase, e agora vaste a que te coma el dragón. ¡Ay, la mi fija,
e mi dulçor, e mi ayuda!, yo cuidava conbidar príncipes a las tus bodas, e fenchir el
palacio de aljófares, e oír laudes, e viuelas e otros muchos estrumentos, e agora liévante
que te coma el dragón”. E besándola, díxole: “¡Ay, mi fija!, si ordenara Dios que
muriera ante que te ansí perdiera”. Entonce, echose ella a sus pies, e demandole la
bendición. E el padre bendíxola con muchas lágrimas, e fuese con ella fasta do estava el
dragón, e tornose luego.
En este comedio, pasava sant Jorge por aí, e vio aquella donzella que estava muy
triste e llorava. E preguntole por qué llorava, e díxole ella:
– Sube en tu cavallo priado495 e fuye, e non mueras aquí comigo.
Díxole Jorge:
– Non ayas miedo, fija, e dime qué fazes aquí, e por qué te espera toda aquella
gente.
E dixo ella:
– Eres muy atrevido, ¿ca por quál razón deseas morir comigo? E fuye aprisa.
Díxole Jorge:

495
Priado: Presto, luego, al punto.

319
– Fija, non me partiré de aquí fasta que me digas qué has.
Ella diziéndoselo todo, [f. 88d] dixo Jorge:
– Non ayas miedo fija, ca yo te ayudaré en el nonbre de Jhesu Christo.
Díxole:
– ¡Cavallero, vete en paz tu carrera e non perezcas aquí comigo! Que cunple que
perezca yo sola e non amos, que tú non podrías a mí librar.
E demientra que fablavan aquestas cosas, ahevos do venía el dragón, la cabeça
alçada sobre el agua. Entonce la infanta Nina començó a tremer, e dixo:
– ¡Señor, fuye aína!
E luego sant Jorge subió en su cavallo, e armándose de la cruz, fue con grant
osamiento al dragón que venía contra él. E él esgrimiendo la lança fuerte, e
acomendándose a Dios, firiolo de muerte, e echolo en tierra. E dixo a la infanta:
– ¡Desciñe la tu cinta e échasela al cuello, e non dubdes, fija, en ninguna cosa!
E ella fízolo ansí, e el dragón fuese en pos dellos, así como un can ravioso, e fue
muy manso. E truxéronlo a la cibdat, e viendo las gentes que venía contra la cibdat,
començaron a fuir por los montes e por las fortalezas, diziendo:
– ¡Ay Dios, que todos peresceremos!
Entonce sant Jorge fízoles señas que non oviesen miedo, diziendo:
– ¡Non temades!, que por esto me enbió Dios acá, porque vos librase de las
penas deste dragón. Solamente creed en Jhesu Christo, e baptízese cada uno de
vosotros, e yo mataré este dragón.
Entonce el rey tomó grant [f. 89a] plazer con él, e todo el pueblo, e baptizáronse.
E sant Jorge sacó la espada e firió al dragón, e matolo. Entonce truxeron quatro pares de
bueyes, e echáronlo fuera, en un grant canpo, e baptizáronse en aquel niños día bien
XXLL omnes sin lossic e las mugeres.496
E el rey fizo, a honra de santa María e de sant Jorge, una Iglesia muy grande e
maravillosa. E manava so el altar una fuente biva, e qualquier enfermo que bevía de
aquella agua, luego era sano.
E el rey ofreció muchos averes a sant Jorge, mas él non los quiso tomar, e
mandolos dar a los pobres. Entonce sant Jorge mostró al rey quatro cosas que oviese en
sí cuidado en ellas, e fazerle ý a Dios mercet e bien: lo primero, que oviese sienpre
cuidado de las iglesias de Dios; lo segundo, que sienpre honrasen los sacerdotes; lo

496
LA (69): “Baptizati autem sunt illa die XX milia hominum, exceptis parvulis et mulieribus”. Ms. h-I-14.
“E bautiçaronse en aquel día veinte mill omnes e mugeres sin los niños pequeños” (f. XCIIIb).

320
tercero, que oyesen bien el oficio de la misa, e que non se partiese dende fasta que la
misa fuese acabada; lo quarto, que se remenbrase sienpre de los pobres, que son fijos
de Dios. Desque le ovo acomendado todo esto, partiose dende, e fuese a otra tierra, do
fue descabeçado por amor de Jhesu Christo.
En aquel tienpo, siendo enperadores Diocleciano e Maximiano, e Daciano
adelantado, tan grande fue la persecución que fazía en los christianos, que en un mes
fueron martirizados bien dizisiete mill o[f. 89b]mnes. Onde, entre tantas maneras de
tormentos, fallescían de la fe muchos christianos e sacrificavan a los ídolos. E viéndolo
sant Jorge, ovo muy grand dolor en su coraçón, e todo lo que avía diolo a los pobres, e
echó de sí el ábito de la cavallería, e vestiose ábito de los christianos. E púsose en
medio dellos, llamando e diziendo:
– Todos los dioses de los gentiles son demoniados; mas Dios del cielo fizo el
cielo, e la tierra, e el mar e las arenas.
E el adelantado, muy sañudo, díxole:
– ¿Cómmo fuiste atrevido llamar los nuestros dioses demonios? Dinos, ¿dónde
eres e cómmo te dizen?
E dixo él:
– Jorge me dizen, e só fijodalgo de tierra de Capadocia. E fiándome mucho en
Jhesu Christo, vine en Palstinasic; mas todo lo desanparé, por tal que pudiese mejor ser a
Dios del cielo.
E el adelantado, non le pudiendo vencer por esto, mandole aspar, e despedaçar
mienbro por mienbro e ponerle las ascuas encendidas en los costados. E luego,
partiéndole las entrañas, mandole fregar las llagas con sal. En esa misma noche, le
apareció Jhesu Christo con grant lunbre, e conortole muy dulcemente. E tal manera fue
conortado con esta visión, que non dava nada por los tormentos.
E viendo Daciano que non le podía vencer, fízo venir un encantador, e díxole:
– Los christianos, con [f. 89c] sus encantamentos, escarnecen los nuestros
tormentos, e menosprecian los sacrificios de los nuestros dioses.
E díxole el encantador:
– Si non le pudiere convertir, descabéçame.
E él con sus maleficios, llamando los sus dioses, mescló venino con vino e diolo
a bever a Jorge. E él contra esto fizo la señal de la cruz, e bebiéndolo, non le fizo mal
ninguno.

321
Otra vegada, el encantador mescló otro vino más fuerte que el primero, e el
santo de Dios, faziendo la señal de la cruz, beviolo todo sin ningunt daño. E el
encantador, viendo esto, cayo luego a sus pies llorando con muchas lágrimas
demandándole perdón, e que le fiziese christiano. E por esto que fizo, mandole el
adelantado luego degollar.
Luego, otro día de mañana, echaron a Jorge en una rueda de cuchillos agudos de
amas partes. Mas luego estudo queda la rueda, e fallaron a Jorge sin ningunt daño.
Entonce el adelantado mandole echar en una sartén de pez regalado, e faziendo el sino
de la cruz, entró en ella. Mas por la virtut de Dios, estava en ella bien commo un vaño.
E viéndolo Daciano, pensó en sí que le vencería con falagos, pues non le podía vencer
por menazas, e díxole:
– Vees, fijo Jorge, qué mansos los mis dioses contra ti, que tan mal los
blasfemaste e aún súfren[f. 89d]te con grant pacencia, e quiérente perdonar si te
tornares a ellos. E por ende, el mi fijo dulce, faz lo que te yo ruego, que dexes esta
locura de los christianos que tienes, e sacrifica los nuestros dioses, en tal que dellos e de
nós recibas grandes onras.
E díxole Jorge, así commo riendo:
– ¿Por qué non me falagaste así en el comienço, que lo devieras más fazer que
non atormentarme? E évate que lo quiero todo fazer quanto dizes.
E por ende Daciano quedó estar necidosic con esta promesa, e maguer que era
leído, mandó pregonar que todos viniesen a él,497 e verían a Jorge, que tan rebelde fue,
caer en tierra e sacrificar los ídolos. E allegada498 toda la cibdat, e fecha apuesta por
gozo que Jorge devía entrar en el tenplo de los ídolos e sacrificarlos, e todos estando en
el tenplo con grant gozo, fincó los finojos Jorge, e rogó a Dios que destruyese el tenplo
de los ídolos, en tal manera que non fincase nada dél, porque él fuese loado y el pueblo
convertido.
E a la sazón descendió fuego del cielo, e quemó el tenplo con los ídolos e con
los sus sacerdotes. E abriose la tierra, e sorvió todo lo que dellos fincó. Onde dize dél
sant Anbrosio: “¡O, bienaventurado el buen cavallero e lidiador de Dios! Que las

497
LA (107): “Hac Dacianus promissione delusus letus efficitur iussitque sub voce preconis ut omes ad se
convenirent”. Ms. h-I-14: “E Daciano fue mucho [...] por esta respuesta, e echó pregones que todos
viniesen a él” (f. XCIIIIb).
498
En el incunable: “alleyagada”.

322
promesas blandas del rey tenporal non le podieron trastornar; mas engañado ha al
perseguidor. Todos [f. 90a] los ídolos echó en los abismos”.499
E oyendo esto Daciano, fizo a Jorge venir ante sí, e díxole:
– ¡Omne malo! ¿Qué son estos tus maleficios, que fiziste tan grant traición?
Dixo Jorge:
– Non creas, rey, que ansí es fecho, mas ve comigo, e ver me as fazer el
sacrificio otra vegada.
E dixo él:
– Yo entiendo bien tu engaño, que quieres fazer que me sorva la tierra, así
commo feziste sorver el tenplo de los mis dioses.
Dixo Jorge:
– ¡Dime, mesquino! ¿Los tus dioses que non pueden ayudar así, cómmo
ayudarán a ti?
E el enperador, muy sañudo, dixo a su muger, Alexandría:
– Morré fallesciendo, ca veo que me500 desprecia este omne.
E dixo ella:
– ¡Carnicero malo e traidor! ¿Non te dixe muchas vezes que non quieras fazer
mal a los christianos? Ca el su Dios lidia por ellos, e pues sepas agora que quiero ser
christiana.
El enperador maravillose mucho, e dixo:
– ¡Ay dolor! ¿Tú trastornada eres?
E luego fízola colgar por los cabellos e açotar muy cruelmente. E demientra la
llevanansic, dixo ella a Jorge:
– Jorge, que eres lunbre de verdat, ¿dó asmas que iré, ca non so baptizada?
Dixo Jorge :
– Fija, non dudes en ninguna cosa, ca en la tu sangre te batizarás e serás
coronada.
Entonce ella rogando a Dios, saliósele el alma del cuerpo e fuese derecha a
Paraíso. E aquí fabla sant Anbrosio alabán[f. 90b]dola, e dize: “La reina de Persia, aún
no siendo baptizada, dando sobre ella su marido muy cruel sentencia, meresció aver

499
Ambrosianae praefationes (ed. Frei CLVII, p. 321).
500
Falta esta palabra en el incunable. LA (121): “me”. Ms. h-I-14: “me” (f. XCIIIId).

323
corona. Onde non devemos dubdar que la sangre derramada, que semejava rosa, que
falló las puertas del cielo abiertas, e que reina con Dios”.501
Otro día dieron sentencia contra Jorge: que le arrastrasen por toda la cibdat, e
después, que le descabeçasen. Enpero, rogó él a Dios que todos aquellos que
demandasen su ayuda, que le pedía por merced, que ge la otorgasen por aquel martirio
que recibíe por su amor. E vino una boz del ciellosic que le dixo que todo le era
otorgado, commo lo él rogara. E fecha la oración, descabeçáronle. E tornándose
Daciano del lugar do fuera descabeçado, vino fuego del cielo, e quemó a él e quantos
ivan con él.
Una vez, levando unos omnes las sus reliquias, e pasando por la iglesia de
mañana, non se pudo mover dende, fasta que dexaron ý las dos partes dellas.
Léese en una Estoria de Antiochía,502 que los christianos, yendo a cercar a
Jherusalem, vino aí un mancebo muy fermoso. E aparesció a un sacerdote, diziendo que
era sant Jorge, que venía por cabdillo de los christianos. E amonestoles que levasen
consigo las sus reliquias a Jherusalem, e que él sería con ellos. E después, cercando a
Jherusalem, e los moros defendiendo, e non osando subir por las escalas, [f. 90c]
aparescioles sant Jorge, vestido de vestiduras blancas e cruzado de una cruz bermeja,
diziendo que subiesen en pos dél, e que ganarían la cibdat. E ellos tomaron grant
esfuerzo por aquesto, e subieron e tomaron la cibdat, e mataron a los moros.503

[XLVI]
Título XLIIII. Disposición de sant Marchos

Marchus quiere dezir humildoso al mandamiento, o cierto, o omilde o amargo.


Humildoso al mandamiento, en razón de perfección en su vida, ca non solamente
guardó los mandamientos comunes, mas los más baxos, ansí commo les consejó. Fue
cierto en razón de certidunbre, en la enseñança, ca dio enseñança cierta del su
evangelio, por ende, porque la aprendió de sant Pedro, su maestro. Fue inclinado en
razón de muy fonda humildat, e por razón de grant humildat, se fizo tajar el dedo
pulgar, porque le desechasen de ser sacerdote. Fue amargo en razón muy cruel pena,
que arrastrando por toda cibdat, e así entre los tormentos se finó. O Marchus quiere

501
Ambrosianae praefationes (ed. Frei CLVII, pp. 321-322).
502
Historia Nicanea vel Antiochena (c. 55).
503
Este último párrafo (LA: 139-142) no se encuentra presente en el ms. h-I-14.

324
dezir más grande, que el su golpe doma el fierro, engendra sueños, e afirma la yunque.
E ansí sant Marchos doma, por la su enseñança del su e[f. 90d]vangelio, la profíasic de
los ereges, ensancha la alabança de Dios, e confirma la Iglesia.

Vida de sant Marchos Evangelista

Sant Marchos Evangelista fue sacerdote, e baptizole sant Pedro, e fue su discípulo e fue
con él a Roma. E predicando aí sant Pedro el evangelio de Jhesu Christo, rogaron los
christianos, que eran en Roma, a sant Marchos que se lo escriviese, porque oviesen dél
memoria. E él escriviolo bien así commo lo oyera a la boca de sant Pedro. E sant Pedro
provolo con grant cuidado, e fallando que era todo conplido de verdat en la fe, mandó a
todos los christianos que le recibiesen.
E viéndolo sant Pedro muy firme en la fe, enbiole a Aquilea, para que predicase
ý la fe de Jhesu Christo e la palabra de Dios. E convertió aí muchas gentes a la fe de
Jhesu Christo. Otrosí escrivió el su evangelio aí, e está con grant honra, e fasta el día de
oy, en la iglesia de Aquilea, e fázenle todos muy grant onra.
E después desto, truxo sant Marchos a sant Pedro un cibdadano de Aquilea,
que504 dizían Hermo, que convertió a la fe de Jhesu Christo. E fízole sant Pedro obispo
de aquella cibdat. E governando bien esta iglesia, en cabo, prendiéronle los gentiles, e
fiziéronle [f. 91a] mártir de Jhesu Christo.
E enbió sant Pedro a sant Marchos a Alexandría. E predicó aí primeramente la
palabra de Jhesu Christo. [...]505
E segunt que dizen, fue de tan grande humildat, que por tal que no fuese obispo,
fízose cortar el dedo pulgar. Enpero, más valió la ordenación de Dios e la abtoridat de
sant Pedro, que le fizo obispo de Alexandría. E desque fue en Alexandría, luego fue el
çapato roto e descosido, e él entendió que esto, que venía por Spíritu Santo, e dixo: “En
verdat Dios a esconbrado el mi camino, que me non pueda el diablo enbargar”. E
viendo sant Marchos un çapatero coser, diole el çapato que se lo cosiese. E cosiendo el
çapatero, entró en la alesna506 por la mano siniestra, e començó llamar muy fuertemente:
– ¡Verdaderamente uno es Dios!
E oyéndolo sant Marchos, dixo:

504
Esta palabra se repite dos veces.
505
Igual que en el ms. h-I-14, falta segmento textual (LA: 18-24).
506
Alesna: (de lesna) Instrumento que se compone de un hierro con punta muy fina y un mango de
madera, que usan los zapateros y otros artesanos para agujerear, coser y pespuntar.

325
– Verdaderamente Dios endereçó mi camino.
Entonce fizo lodo de escopezina507 e untole la mano, e luego fue sano. E viendo
aquel omne grand virtud, recibiole en su casa, e començole demandar que quién era.
Díxole sant Marchos:
– Vasallo só de Jhesu Christo.
E dixo él:
– Querría ver ese Jhesu Christo.
Dixo el santo:
– Yo te lo mostraré.
E començole a predicar, e convertió a él e a toda su conpaña. Entonce, oyéndolo
los omnes de aquella cibdat, que viniera ý un omne de Galilea que despreciava los
sacrificios de los í[f. 91b]dolos, pusiéronle asechanças. E él sabiéndolo, ordenó que
aquel omne que él sanara, que dizían Aniano, que fuese obispo de aquella cibdat, e él
fuese dende a Pentápolin. E estudo aí dos años, e después, tornose a Alexandría, e falló
ya muchos cristianos.
E los obispos de los tenplos de los ídolos queríanlo prender, e el día de Pascua,
cantando sant Marchos la misa, ayuntáronse todos, e echáronle una cuerda al cuello, e
traíanle por la cibdat, diziendo: “Levemos este villano al lugar de los villanos”.508 E las
sus carnes caían todas por la tierra a pedaços, e regava las piedras con la su sangre. E
después desto, pusiéronle en la cárcel. E estando aí, conortole el ángel, mas aun lo visitó
Jhesu Christo e conortole, diziéndole: “¡Marchos, Dios te dé paz! ¡E non ayas miedo, el
mi Evangelista, ca yo estaré contigo e te anpararé!”.
Otro día de mañana, pusiéronle la cuerda al cuello, e arrastráronle por todas las
calles de la cibdat, diziendo: “Llevad el villano al lugar de los villanos”. E demientra
que le arrastravan, gradeciolo mucho a Dios, diziendo: “¡Señor, en las tus manos
encomiendo la mi alma!”. E diziendo esto, finose e fuese para Paraíso.
E queriéndole quemar los paganos, adesora fue turbado el aire, e vino tan grant
granizo, e tan grandes truenos e rayos, que [f. 91c] cada uno se ascondía por do podía,
por razón de escapar. E dexaron aí el cuerpo de sant Marchos e non le truxeron. Entonce
los christianos tomaron el cuerpo, e enterráronle en una iglesia con muy gran honra.

507
Escopecina: Saliva o flema que se escupe.
508
LA (45): “Trahamus bubalum ad loca Bucculi”. Ms. h-I-14: “Levemos este villano al lugar de los
villanos” (f. XCVd).

326
E la figura de sant Marchos fue tal: la naríz luenga, las cejas perfiladas, los ojos
fermosos, calvo un poco, la barva luenga, non muy grande, non muy chico e lleno de
gracia de Dios.
[...]509
En el año de la encarnación de mill e trezientos e setenta e siete años510 fue
trasladado el cuerpo de sant Marchos de Alexandría a Venecia, a una iglesia a honra dél,
muy noble e muy fermosa. [...]511
En el año de la encarnación de mill e dozientos e quarenta e un años, en Papía,
en el convento de los Fraires Predicadores, fue un fraire que dizían Subián, muy
relisioso e de santa vida. E era natural de Favencia, e era mancebo en hedat, mas viejo
en bondat. E enfermando de una dolencia, donde se finó, demandó al prior de la casa
sobre su estado. E diéndolesic que él vevíasic cerca la muerte, luego fue muy alegre. E
gozándose con todo el cuerpo, començó a tender las manos, e a llamar, diziendo:
“¡Fraires, dadme lugar!, ca sabet que con alegría va la mi alma fuera del cuerpo, porque
oí nuebas que me pluguieron mucho”. E alçan[f. 91d]do las manos al cielo, començó
dezir: “¡Señor, saca la mi alma desta cárcel, o omne malavenrradosic! ¿Quién me librará
el cuerpo desta muerte?”.512 E diziendo esto, adormizose un poco, e vio a sant Marchos
que vino a él, e asentose con él en el lecho. E ahevos una boz, que le dixo:
– ¿Qué fazes aí, Marchos?
Respondio él:
– Vienesic a este omne que se fina, que Dios recebió el su merecimiento.
Díxole la voz otra vegada:
– ¿Por qué veniste tú a él, más que otro santo alguno?
Díxo él:
– Porque ovo él en mí espiritual devoción, e muchas vezes fue él allí do yazía el
mi cuerpo con grant devoción. E por esto que él fizo, véngole a visitar en la ora de la su
muerte.
Ahevos muchos con vestiduras blancas, e fincheron toda la casa. Díxoles sant
Marchos
– ¿A qué venistes acá?
Díxeron ellos:

509
Igual que en el ms. h-I-14, falta cita de san Ambrosio (LA: 60-63).
510
LA (64): “CCCCLXVII”. Ms. h-I-14 “quatrocientos e sesenta e siete años” (f. XCVIb).
511
Igual que en el ms. h-I-14, falta un extenso segmento textual (LA: 65-122).
512
Salmos (141, 8).

327
– Nós veníamos para presentar el alma delante de Dios.
E despertando este fraire, enbió mano a mano por el prior, e contole esta visión,
e él fizo esta leyenda. E desque ovo contado todo lo que vido, finose luego.513
E unos mercaderes de Venecia vinieron a Alexandría. E falagando a los
clérigos que guardavan el cuerpo de sant Marchos, con ruegos e con promesas,
rogáronlos que les dexasen levar, escondidamente, el cuerpo de sant Marchos a
Benecia. E alçando el cuerpo del lu[f. 92a]zillo, tan grande fue el olor que dende
salió, que todos fueron maravillados dónde salía tan buen olor. E poniéndole en
una nave, preguntó a los otros marineros en qué manera devían levar el cuerpo de
sant Marchos, dixo el uno dellos: “Quizá, por aventura, vós traedes algunt cuerpo
de los de Egibto que vos dieron, e vós cuidades que trahedes el cuerpo de sant
Marchos”. E luego, mano a mano, aquella nave en que iva el cuerpo de sant
Marchos trastornose ella misma muy ligeramente, e firió en la nave en que el otro
iva, e quebrantó muy grant parte de la una costanera, e nunca la dexó, fasta que
todos, dando grandes bozes, creyeron que era el cuerpo de sant Marchos.
Una noche, yendo muy rezias las naves, e los marineros cansados con la
tenpestad, e rebueltos con la grant tiniebla, non sabiendo dó se ivan, sant Marchos
apareció a un monje, que guardava el su cuerpo, diziendo: “A estos omnes, que
derriben muy aprisa las velas, que cerca están de la tierra”. Así que derribaron las
velas. Viniendo la mañana, falláronse cerca de una ínsola, e pasando por muchas
riberas della, e escondiendo el santo tesoro que traían, venían los de enderredor,
diziendo a grandes bozes: “¡O, qué bien aventurados sois, ca traedes el cuerpo de
sant Marchos!; pero ro[f. 92b]gámosvos que nos dexéis adorarle con grant
devoción”.
Un marinero, non creyendo aquesto, luego le tommó el demonio. E tanto le
atormentava, fasta que le truxeron al cuerpo de sant Marchos e creyó
manifiestamente que aquel era. E librado dél, dio gracias a Dios, e ovo a sant
Marchos en grant devoción dende adelante.

513
La Legenda aurea y el ms. h-I-14 terminan su narración con este milagro. La versión del incunable
prosigue con varios de los milagros de la fuente latina –destacados en negrita– omitidos líneas arriba y
ausentes en la versión manuscrita. Dichos milagros se corresponden, respectivamente, con los siguientes
segmentos en LA: 64-69, 70-75 y 76-77.

328
[XLVII]
Título XLV. Vida de sant Marceldino papa

Sant Marceldino fue papa en Roma IX años e quatro meses. E Diocleciano e


Maximiano, enperadores, fiziéronlo prender, e traerle que sacrificase los ídolos. E él
non quiso consentir, enpero que le amenazavan que le atormentarían mucho. E por
miedo de la pasión, puso dos granos de encienso a los ídolos. E entonce todos los
gentiles ovieron grant alegría, e los christianos gran tristeza, porque la cabeça era
enferma, e los mienbros levantados e muy fuertes, e despreciavan las amenazas del
enperador.514 Entonce los fieles christianos fueronse para el papa e reprendiéndole
mucho, pesándole mucho de coraçón, de lo que avía fecho, e dexó el papadatgo; mas
toda la gente escogiéronle otra vegada.
Oyendo los enperadores, fiziéronlo prender de ca[f. 92c]bo, e mandáronle
descabeçar, porque en ninguna manera non quiso sacrificar los ídolos. En este comedio,
tamaña fue la saña de los enperadores, que en un mes mataron diez e siete mill
christianos. Mientra que descabesçavan a Marceldino, dixo que le non devían enterrar
en el cimenterio de los christianos, e descomulgó a todos quantos le enterrasen. E por
esta razón fincó el su cuerpo desenterrado treinta e cinco días.
Después desto, sant Pedro apóstol aparesció a sant Marceldo papa, que fue
después de sant Marceldino, diziendo:
– Hermano Marceldo, ¿por qué non me entierras?
Díxole él:
– Señor, ¿no ha tienpo que eres enterrado?
Díxole el apóstol:
– Tengo que non soy enterrado demientra que viere a Marceldino desenterrado.
Dixo él:
– Señor, ¿no sabes que él descomulgó a quantos le enterrasen?
Dixo sant Pedro:
– ¿Sabes tú qué dize la escritura: “Quien se humilla será ensalçado”? E a esto
devieras parar mientes. Mas vé e entiérralo a los mis pies.
E él ansí lo cunplió.

514
LA (5): “Verumptamen infirmato capite fortiora membra resurgunt et minas principum parvipendent”.
Ms. h-I-14: “Empero que la cabeça era enferma, los mienbros levantados e muy fuertes e despreciavan
las amenazas de los emperadores ficieronle prender commo de cabo” (f. XCVId).

329
[XLVIII]
Título XLVI. Disposición de515 sant Vidal

Vidal quiere dezir que qual paresce en la vista de fuera en buena vida, tal traía el
coraçón de dentro. O Vidal quiere [f. 92d] dezir vida, ca él fue ansí commo una de las
animalías de Dios, que vio Ezechiel que avían en sí quatro alas: la primera ala fue de
esperança, con que boló contra el cielo; ovo otra ala de amor, con que bola contra Dios;
ovo otra ala de temor, con que boló contra el infierno; ovo otra ala de consentimiento,
con que boló contra sí mismo. E la su pasión se cuenta en la estoria de sant Gervás e
Protagio.

Vida de sant Vidal mártir

Sant Vidal fue cavallero e senador, e ovo dos fijos, a Gervasio e Protasio. E éste entró
en Revena con Paulino, juez, e commo viese un christiano físico, que dizían Ursiano,
después de muchas maneras de tormentos que le davan, mandávanle degollar. Este
físico, aviendo grant miedo, llamó sant Vidal contra él, e dixo: “¡O hermano Ursiano,
físico que a los otros sueles sanar! Non te quieras matar para sienpre jamás, ca veniste a
la palma del martirio. Mas por muchas pasiones non quieras perder la corona que te
tiene Dios presta”.
Oyendo esto Ursiano, conortose mucho, e pesole mucho del miedo que viera, e
rescibió el martirio de buen talante. Mas sant Vidal fízole enterrar muy honradamente, e
dende adelante, no quiso tornar [f. 93a] a su señor Paulino. Mas él, muy sañudo porque
no quiso tornar a él, e porque retraxo a Ursiano que non adorase los ídolos, otrosí
porque se mostró ser christiano, mandole levar, e asparle e que le atormentasen mucho.
Díxole sant Vidal:
– Muy sotil eres si me cuidas en ganar que asme de librar a ti e a los otros.
Dixo Paulino a sus siervos que le levasen a matar:
– E si non quisiere sacrificar, ¡fazet un foyo muy fondo, e enterralde aí bivo
papasic arriba!516
Ellos fiziéronlo ansí, e encerraron a sant Vidal bivo en tienpo de Nero, el
enperador, en la era de LVII años.

515
Esta palabra se repite dos veces.
516
LA (15): “supinum sepelite”. Ms. h-I-14: “boca arriba” (f. XCVIIc).

330
E luego el sacerdote del tenplo, que diera el consejo, tomole el diablo. E
tiniéndole por siete días, e faziéndole grandes tormentos, dava grandes bozes, diziendo:
“¡Sant Vidal enciendes!”. E en el seteno día derribole el diablo en el río, e murió allí
muy mesquinamente.
Después, la muger de sant Vidal, tornándose a Milán, falló unos que sacrificavan
a los ídolos. E amonestándola que comiese de los sacrificios de los ídolos, e respondió
ella: “Christiana só, e non me conviene comer de vuestros sacrificios”. Oyéndolo ellos,
açotáronla, muy cruelmente que la truxeron sus omnes medio muerta fasta Milán. E a
cabo de tres días murió, e fuese a Paraíso por quanto estuvo en la creencia firmemente.

[XLIX]
[f. 93b] Título XLsic. Disposicón de sant Phelipe apóstol

Philipus quiere dezir uso de lánpara o hueso de manos. O es dicho a filos, que quiere
dezir amor; e inper, que quiere dezir, amador de las cosas celestiales, por la
contenplación celestial que en él avía.

Estoria de sant Philipe e de sus miraglos

Sant Phelipe, el apóstol, predicando veinte años en tierra de Sicia, prendiéronle los
gentiles. E él non queriendo, fiziéronle venir para que sacrificase el tenplo de Mares.
Entonce, adesora, salió del ídolo un dragón que mató al fijo del obispo que encendía el
fuego para el sacrificio. E dos cavalleros, infançones de la conpañía de los que tenían
preso a sant Phelipe, e a todos los otros, así los enpeçoñósic, que todos se tornaron
enfermos. Díxoles sant Phelipe:
– Credme de consejo, e quebrantat este ídolo, e adorat la cruz en su lugar por
que sean sanos los vuestros enfermos, e los muertos resucitados.
Los que eran atormentados llamavan, e dizían:
– ¡Fas que seamos sanos e luego quebrantaremos el ídolo!
Entonce Phelipe mandó al dragón que se fuese para el disierto, en mane[f.
93c]ra que non enpeciese a ninguno, e él luego se fue, e nunca más paresció. Phelipe
entonces sanolos a todos, e resuscitó a los tres muertos. E así creyendo todos, aun les
predicó a todos por un año, e ordenoles capellanssic e diáconos.

331
E dende vino a una cibdat de Asia, que dizían Gerápolin. E destruyó la iglesia de
los ebranicos, que dizían que Jhesu Christo no tomara verdadera carne en santa María.
E él ovo dos fijas, santas vírgenes, por las quales convertió Dios a muchos a la su fe.
Sant Phelipo, ante que muriese, llamó a todos los obispos e capellanes, e díxoles:
“Dios me dio vida estos siete días por tal que vos amonestase”. Avía ochenta e siete
años. Después de esto, tomáronle los gentiles, e pusiéronle en la cruz, ansí commo a su
maestro Jhesu Christo, de quien él predicava. E así acabó su vida en bienandança, e
fuese para Paraíso. E enterraron amas sus fijas cerca dél, la una, a la una517 parte; e la
otra, a la otra.518
Deste Philipo, dize sant Ysidro,519 en el su Libro de la vida e del nacimiento e de
la muerte de los santos: “Philipo predicó a los franceses la fe de Jhesu Christo, e tornó
muchas gentes de los bárvaros, e de otros que bivían en tiniebla, cerca el grant mar, a la
lunbre verdadera. Dende, crucificáronle en Gerápolin, en la provincia de Frigia, e ansí
apedreándole, [f. 93d] murió, e allí yaze con sus fijas”.
Otrosí dize sant Jherónimo520 de otro Philipo, que fue uno de los siete diáchonos
que, predicando en Cesarea, e faziendo aí muchas señales e muchas maravillas,
matáronle. E yaze aí él e tres sus fijas, cerca dél. E la quarta yaze en la cibdat de
Éfrsosic.
Mas departimiento ay entre el primero Phelipo e éste, ca el otro fue apóstol, e
éste fue diáchono; e el otro yaze en Gerápolin, e este en Cesarea; e el otro ovo dos fijas,
e este ovo quat[r]o. E maguer que la Estoria Eclesiástica dize que sant
Philipo, el apóstol, ovo quatro fijas todas profetizas,521 más es de creer sant Jherónimo.

[L]
Título XLVIII. Disposición de Santiago

Quiere dezir Jacobus suplantador, o quiere dezir aparejante, o Jacobus quiere dezir
carga, o quiere dezir tanto commo muerto con dardos. Pues dízenle suplantador, por
desprecio del mundo; dízenle aparejante, por acuciamiento de la su buena obra; es dicho

517
En el incunable: “a la una” se repite dos veces.
518
Aquí termina la versión del ms. h-I-14.
519
De ortu et obitu patrum (c. 73).
520
Martyrologium (a. d. VIII Id. Iun), de Usuardo de San Germain-des-Prés.
521
Historia ecclesiastica (III, 31), de Eusebio de Cesarea.

332
carga divinal, por graveza de buenas costunbres; dízenle muerto con dardos, por el
martirio.

Vida de Sanctiago, el Alfeo apóstol

[f. 94a] El apóstol Santiago es dicho Jacobo, el Alfeo; e Jacobo, el hermano de Jhesu
Christo; e Jacobo, el menor; e Jacobo, el justo. Fue dicho fijo del Alfeo, que quiere
dezir enseñado e enseñamiento de los otros. Fue dicho hermano de Jhesu Christo,
porque le semejava mucho, en tanto que muchos se engañavan en la semejança del uno
e del otro. Onde quando los judíos fueron prender a Jhesu Christo, Judas, el traidor,
dioles la señal en besándole, ca sabía entre ellos departimiento, que bivía con ellos. Fue
dicho hermano de Jhesu Christo, porque Jhesu Christo e Jacobo fueron fijos de dos
hermanas, e así pensavan que eran fijos de Josep Cleofás. Que non fue dicho hermano
de Jhesu Christo fasta que fue fijo de Josep, esposo de santa María, que le ovo de otra
muger así commo algunos dizen, mas porque era fijo de otra María, fija de Clefás, que
fue hermano deste Josep. Otrosí fue dicho Jacobo el Menor, a dep[ar]timiento de Jacobo
el Zebedeo, ca maguer que nasció ante que este Jacobo, enpero después le llamó Jhesu
Christo. Onde esta costunbre es en algunos de los religiosos que aquel que entró
primero en la orden es dicho mayor, e el que después, menor, maguer que sea mayor de
días o de santidat. Fue dicho Jacobo justo, por grant santidat que ovo en sí, ca segunt
dize sant Jerónimo:522 “De [f. 94b] tan grant onra e santidat fue en el pueblo, que todos
corrían para tocarle en las sus ropas”.
E en el vientre de su madre fue santo, ca nunca bevió vino,523 nin sidra, nunca
comió carne, nunca rayó la cabeça,524 nunca usó vaño nin otro beneficio alguno, sienpre
vistía una sávana de lino. Tantas vega[das] fincó los finojos en oración, que tenía callos
en las rodillas, así commo en los calcañares de los pies. E por esta razón fue dicho justo.
Otrosí dizen que él fue el primero de los apóstoles, que primero cantó misa en
Jherusalem. Esto fizieron los apóstoles e le dieron esta honra por razón de la santidat
que avía en él ante que fuese obispo. Fue dicho virgen, segund que dize sant
Jherónimo:525 “El día del viernes, quando murió Jhesu Christo, fizo promesa que non
comería fasta que viese a Jhesu Christo resucitado. E el día de la resurreción, ante que

522
Commentarii in IV epistula Paulinas (I, col. 355).
523
En el incunable: “viuo”.
524
LA (29): “ferrum in caput eius non ascendit”. Ms. h-I-14: “ nunca raxó la cabeça” (f. CVIIIc).
525
De viris illustribus (II).

333
Jacobo comiese, aparesciole Jhesu Christo e dixo a los que eran con él: ‘Ponet la mesa e
el pan’, dende tommó él, e bendíxolo e diolo a Jacobo el justo, diziendo: ‘Levántate
hermano e come, ca el Fijo de la Virgen resucitó de muerte a vida’”.
Después, el seteno año de su obispado, quando los apóstoles vinieron a
Jherusalem el día de Pascua, preguntoles Santiago quántas maravillas fiziera Dios por
ellos, e contáronlo ante todos. Predican[f. 194c]do Jacobo con los otros apóstoles VII

días, ante Cayfas e ante los otros judíos, era ya cerca que se querían todos baptizar,
adesora entró uno en el tenplo, e dixo: “¡O varones de Israel! ¿Qué fazedes o por qué
vos dexades engañar destos encantadores?”. E así, con estas razones, movió a todo el
pueblo en manera que querían apedrear los apóstoles. E aquel omne subió en el lugar
donde estava Jacobo predicando, e despeñole dende ayuso, e de entonce coxqueo
mucho. En el seteno año, después de la ascensión de Jhesu Christo, fue muerto
Santiago.
526
En el XIII año de su obispado, viendo los judíos que non le podían matar
manifiestamente porque llamara enperador, enbiáronle a Roma, e trastornaron al
príncipe e levantaron persecusión contra Jacobo, quiriéndole matar. E vinieron a él
judíos, diziendo: “Rogámoste que fagas que el pueblo non crea en este Jhesu Christo, ca
cuidan que él es este Jhesu Christo. E tú faziendo esto en el día de Pascua, amonestando
a todos los omnes que aí vinieren, nós faremos quanto tú mandares, ca tenemos que eres
justo e egual entre nós”. Por ende, pusiéronle encima de la piña del tenplo, llamando a
grandes bozes, diziendo:
– ¡O, el más justo de quantos ay en el mundo, todos te devemos obedescer!
¡Dinos qué te semeja de Jhesu Christo crucificado, [f. 94d] que todo el pueblo era aí
contra él!
Entonce, a grandes bozes, respondió:
– ¿Qué me preguntáis del Fijo de la Virgen? Ahevos que see a la diestra del
Padre, en el cielo. E ha de venir judgar bivos e muertos.
Oyendo esto los christianos, gozáronse mucho e oyéronlo de buenamente.
Entonce dixeron los fariseos e los otros judíos:
– Mal fezimos que dexamos dar tal testimonio de Jhesu Christo, mas subamos a
él e despeñémosle ayuso, porque los otros ayan miedo e non se atrevan a creerle.
E llamando todos a bozes dizían.

526
LA (50): “XXX”. Ms. h-I-14: “treceno” (f. CIXa).

334
– ¡O, o, erró el justo!
E sobieron a él e despeñaronle a fondón, e despeñando, apedreáronle, diziendo:
– ¡Apedreemos a Jacobo el justo!
E así solamente despeñándole no pudo morir, mas levantose, e fincó los finojos,
e dixo:
– Ruégote Señor que los perdones, ca non saben qué se fazen.
Entonce un sacerdote de Racab dixo a grandes bozes:
– ¡Ruegovos que estedes en paz! ¿O qué fazedes? Que este justo que apedreades
ruega a Dios por vos.
Entonce uno dellos tomó una batedera, e firiole con ella un grant golpe en la
cabeça e esparziole los meollos. E así rescibió martirio por amor de Jhesu Christo. En el
tienpo de Nero el enperador, en la era de la encarnación de LVII años, le enterraron cerca
del tenplo. El pueblo, quiriendo matar los malfechores, por esto [f. 95a] fuyeron luego
todos.
E dize Josepho527 que por el pecado deste Santiago fue destruída Jherusalem, e
los judíos desterrados; e mas non solamente por esto, mas por la muerte de Jhesu
Christo: “Creo que Jhesu Christo non quiere que el pecador se pierda”. E pues ellos non
se podían escusar de su pecado, esperoles XL años para que uviesen penitencia,
amonestándoles por los apóstoles, e mayormente, por la pedricación de Santiago. E non
pudiendo con ellos por la predicación de los apóstoles, si ál que no, quísolos espantar
por sinos, que en estos quarenta años que les dio para fazer penitencia acaescieron
miraglos muchos. E vieron que una estrella muy clara, que parescía cuchillo, e aparesció
sobre la cibdat en todo aquel año que ardía a grandes llamas. E un día de fiesta de
Pascua, a ora de nona de la noche, vino una grant claridat, e cercó el tenplo e el altar que
todos vían que era fiesta.
Una vezerra, que truxeron para sacrificar, adesora parió una cordera. Otrosí, a
cabo de pocos días, quando anochecíe, parescía que andavan por toda la tierra muchos
cavalleros armados que se mesclavan con las nuves e cercavan las cibdades para
conbatirlas.
Quatro años ante de la guerra, un omne que dizían Jhesu Anamía, en la su fiesta
de las Cabañuelas, començó de llamar a gran[f. 95b]des bozes, diziendo: “¡Vosotros de
oriente e vosotros de ocidente, e vós de los quatro vientos, id vós sobre Jherusalem e

527
Speculum Historiale (IX, 4), de Vicente de Beauvais.

335
sobre el tenplo, e sobre las esposas, e sobre los esposos e sobre todo el pueblo de
Israel!”. E por ende, prendiéronle e firiéronle; mas él non podía ál dezir sinon esto;
quanto más le açotavan, tanto más llamava: “¡Id, id!”. E por eso traxiéronle delante el
alcalde, e diéronle más tormentos, e después arrastráronle fasta que se le parescían los
huesos; mas el non los rogava nin llorava, mas con grant alarido dizía en cada açote que
le davan: “¡Id, id!”. E dávanle más açotes e después dizía : “¡Ay, ay, por Jerusalén!”.
Mas non se convertiendo los judíos, nin por amonestamientos nin por señales, después
de quarenta años enbió Dios a Vaspasiano e a Tito, su fijo, a Jherusalem, para que
destruyese la cibdat por suelo e quantos en ella moravan.
E la razón porque vinieron a Jherusalem es ésta: ca viendo Pilato que justiciaran
a Jhesu Christo non lo meresciendo, e temiendo la ira de Tiberio, el enperador, enbiole
un mensajero, que le dizían Albano. Ensic aquel Vaspasiano era señor en Galizia,528 por
Tiberio, el enperador. El mensajero de Pilato ovo tenpestad en la mar, e echole en
Galizia, e los marineros levaronle a Vaspasiano. E avía ý tal costunbre que todos
quantos [f. 95c] ý arribavan por tenpestad, los averes e los cuerpos, era todo del señor
de la tierra. E demandole Vaspasiano quién era, o dó iva, de dó venía. E díxole él:
– Señor, soy de tierra de Jherusalem, do vengo agora. E vo a Roma.
Díxole Baspasiano:
– Tú vienes de la tierra de los sabios. Si sabes el arte de la física, e porque eres
físico, dévesme sanar.
E Vaspasiano, desque era niño fasta entonce, traía un panar de abispas en las
narizes, e por esto le dizían Vaspasiano. Respondió él:
– Señor, yo non soy físico, e por ende, non te puedo sanar.
Díxole Vaspasiano:
– Si non me sanas, sepas que morirás.
Díxole él:
– Sabe que el que alunbra los ciegos, e sana los demoniados e resucita a los
muertos, aquél te puede sanar, ca yo no sé la física.
Díxole Vaspasiano:
– ¿Quién es ese que tales cosas faze commo tú dizes?
Díxole él:

528
LA (95): “Galatia”. Ms. h-I-14: “Gallicia” (f. CXb).

336
– Jhesu Christo Nazareno, el que mataron los judíos por enbidia. E si crees en
Él, serás luego sano.
Dixo Vaspasiano:
– Creo que es aquel, que sana los enfermos e resucita los muertos, que me puede
a mí sanar desta enfermedat.
E él diziendo esto, cayeron las abispas de sus narizes e luego fue sano. Entonce
Vaspasiano, con grand gozo, dixo:
– Cierto só que es el Fijo de Dios el que a mi pudo sanar, e si el enperador me
diere licencia, iré yo con todo mi pueblo a [f. 95d] Jherusalem. E todos los que mataron
a Jhesu Christo, destruirlos he de raíz.
E dixo a Albano, mensajero de Pilato:
– Con nuestra licencia torna a tu tierra con todas tus cosas, sano e bienandante.
E Vaspasiano fuese para Roma, e ganó licencia del enperador Tiberio para
destruir a Jherusalem e a toda tierra de Judea. E estuvo muchos años en allegar la
conpaña e la hueste, en el tienpo del enperador Nero. Segunt dizen en las Corónicas,
non fizo esto por amor de Jhesu Christo; mas porque eran rebeldes al inperio romano.
Por ende, Vaspasiano fue con su hueste a Jerusalén, e cercola el día primero de Pascua
con muy grant poder. E encerró en ella muy grant conpaña de omnes que vinieron a la
fiesta; mas, ante grant tienpo que Vaspasiano viniese a Jherusalem, el Spíritu Santo
dixo a los christianos que aí eran que se fuesen dende. E los christianos fuéronse a un
castillo que dizían Pella, allende Jordán, por tal que, sacados dende los omnes santos,
Dios que tomase bengança de la cibdat mala e del pueblo.
E primeramente conbatió una cibdat de Judea que dizían Jonepra, en que morava
Josapheo, príncipe mayoral dellos. E defendiéndose muy fuertemente con los suyos, e
viendo que se perdía la cibdat, tomó consigo honze judíos e entró con ellos en una casa
soterraña. E estrujeron aí quatro días que non comieron, e querían ya [f. 96a] más morir
por consejo de Josafeo que ser vasallos de Vaspasiano. E por ende, queríanse matar
unos a otros, e sacrificar la su sangre a Dios. E porque Josapheo era el mayoral dellos,
queríanle matar primero, por tal que Dios se ensañase. Por ende, Josafeo, commo omne
sabio, e non quiriendo morir, fízose a sí mismo alcalde de la muerte e del sacrificio. E
mandó echar suertes dos a dos, e aquel sobre quien cayese, muriese primero. E así
echando suertes, agora el uno, agora el otro, murieron todos fasta que vino al
postrimero, con quien Josafeo avía de echar suertes. Entonce Josafeo, commo omne
esforçado e lijero, tomóle el cuchillo de la mano, e demandole que quál quería más, la

337
muerte o la vida. E mandole que luego escogiese lo que más quería. E él temiendole,
respondió: “Más quiero la vida, si tú me la quisieses dar”. Entonce Josapheo fabló en
poridat a un privado de Vaspasiano e mucho su amigo de Josapheo, e pidiole que le
diese la vida. E lo que demandó, acabolo, e trayendo a Josafeo ante Vaspasiano, díxole:
– Deberías morir sinon por este que te libró.
Dixo Josapheo:
– Si alguna cosa es fecha non tan bien, puédese mejorar.
Díxole Vaspasiano:
– ¿El vencido qué puede fazer?
Dixo Josapheo:
– Algo puedo fazer si tú me quieres creer.
Dixo [f. 96b] Vaspasiano:
– Séate otorgado todo bien que fables. E oírte emos todo quanto tú dixeres.
Entonce dixo Josapheo:
– El enperador de Roma es muerto, e los senadores fizieron a ti enperador.
Dixo Vaspasiano:
– Si tú eres propheta, ¿por qué no adivinaste que esta cibdat avía de ser mía?
Dixo Josafeo:
– Yo se lo dixe bien quarenta días ante desto.
Entre todo esto, vinieron los mensajeros de los romanos e dixeron a Vaspasiano
que era enperador de Roma. E leváronle a Roma, e Vaspasiano dexó a su fijo Tito sobre
Jherusalem. E Tito, quando oyó dezir que su padre era enperador de Roma, ovo tan
grant alegría e tan grant gozo que todo fue resfriado, e fue fecho parlaticosic del un
costado. E oyendo Josapheo que Tito era enfermo, començó de demandar la razón de la
enfermedat, e en el tienpo que le contesciera. Mas non sabían la razón de la enfermedat,
nin la enfermedat del tienpo, salvo que le dixeron que acaesciera esto quando le dixeron
que su padre era enperador, con grant alegría que ovo que le acaesciera esto. Josapheo,
commo omne sabio e entendido de pocas palabras, tomó mucho la razón, e del tienpo
que le acaesciera, falló la enfermedat e la razón, ca sabía que, con grant alegría e gozo,
ovo enflaquescido. E pensando que la cosa contraria sana contra la contra[f. 96c]ria, e
sabiendo que lo que gana omne con alegría se pierde a las vegadas con dolor, començó
a demandar si avía alguno que quisiese mal. Dixéronle que avía aí un rapaz tan mal
quisto de Tito, que luego que le veía era muy mal sañudo e non quería oír el su nonbre.
E por ende Josapheo dixo a Tito:

338
– Si quisieres ser sano, conviene que perdones a todos quantos vienen en mi
conpañía.
Díxole Tito:
– Quantos vienen en la tu conpaña, todos vengan salvos e seguros.
Entonces Josafeo fizo fazer a Tito que fiziese fazer grant yantar. El yantar fecho,
puso la mesa de Tito, e fizo ser aquel rapaz a la diestra de Tito. E viéndolo Tito, fue
muy turbado de grant pesar e ensañose muy malamente. E el que fue primeramente
esfriado con gozo, fue todo encendido con calentura por saña. E encendido todos los
nervios, fueron sueltos, e él fue luego sano. Después desto, rescibió Tito a este rapaz en
su gracia, e Josapheo fue mucho su amigo.
E tovo Tito cercada a Jerusalén dos años, e entre todos los otros males que avían
los que estavan dentro, señaladamente era aí muy grant fanbre, en manera que nin los
padres perdonavan a los fijos, nin los fijos a los padres, ni los maridos a las mugeres,
nin las mugeres a los maridos. E non tan solamente se arrebata[f. 96d]van los comeres
de las manos, mas aun de la boca se lo sacavan. E los mancebos que eran más fuertes
quanto a la hedat, quiriendo mostrar su fuerça, andando por las calles se caían muertos
de fanbre. E los que enterravan los muertos muchas vezes se caían sobre ellos, muertos.
E non pudiendo sufrir el fedor de los muertos, davan precio de mancomún a quien los
enterrasen; mas ya fallesciendo aquesto, e venciéndolos la muchedunbre de los cuerpos
muertos, derríbavanlos del muro ayuso. E Tito, cercando la cibdat enderredor, viendo
las cárcavas529 llenas de cuerpos, e toda la tierra corronpida del su fedor, alçó las manos
al cielo llorando, e dixo: “¡Dios, Tú non sabes qué lo yo fago!”.530 E tan grande era la
fanbre que tenían, que comían los çapatos e las correas.
E una buena dueña fijadalgo, entrando los ladrones en su casa, robáronle quanto
en el mundo tenía. E non le fincó otra cosa salvo un fijuelo pequeño que mamava, e
teniéndole en las manos, dixo: “Desaventurada só yo agora en guardarte para guerra, o
para fanbre o para que te descabecen; mas ven agora el mi fijo, e comerte he yo, e
maravillarse an los ladrones e fablará todo el mundo dello”. Diziendo esto, degolló a su
fijo, e coziole, e comió la meitad luego dél, e ascondió la [f. 97a] otra meitad. Ahevos
luego que venían los ladrones, e sintiendo el olor de la carne cozida, entraron en la casa,
e amenazáronla diziendo que la matarían si non les diese de la carne. Entonce descubrió

529
Cárcava: Hoya o zanja grande que suelen hacer las avenidas de agua.
530
LA (162): “Deus, tu vides quia hoc ego non facio”. Ms. h-I-14: “¡Dios, Tú sabes que yo non lo fago!”
(f. CXIIc).

339
ella los mienbros del niño, e dixo: “Evadvos aquí la mejor parte que vos guardé”.
Quando lo ellos vieron, fueron muy mal espantados, e non pudiendo fablar, díxoles ella:
“Este es el mío fijo, e mío es el pecado, e por ende, comer seguramente, ca ya yo comí
primero de lo que engendré. E non queráis ser más relisiosos que la madre, nin más
flacos que las mugeres. E si por aventura vos doledes dél, o lo aborrescedes, o lo
dexades, yo lo comeré, pues que comí la otra meitad”. Ellos espantados e tremiendo,
fueronse.
En cabo que en el segundo año Vaspasiano fue enperador, tomó Tito a
Jherusalem, e destruyola toda e trastornó el tenplo de raíz. Así commo los judíos
vendieron a Jhesu Christo por trintasic dineros, así vendió él XXX judíos por un dinero.
531 532
Segunt cuenta Josapheo, que XCVII [mi]ll judíos fueron vendidos por él, e honze
vezes cient mill fueron muertos por fierro, sin los que murieron de fanbre.
Otrosí léese533 que, entrando Tito en Jherusalem, vio un muro muy fuerte
tapiado e mandole foradar. E fecha la forança, fallaron dentro un viejo muy honrado
llena la cara de ca[f. 97b]nas. Preguntole quién era, respondió él, e dixo que Jossep
Abarimatía, una cibdat de Judea, e que le tapiaran allí los judíos porque enterrara a
Jhesu Christo. E desde aquel tienpo fasta agora, sienpre fuera mantenido de manjar
celestial e alunbrado de la lunbre del cielo. Enpero dize en el evangelio de
Nichodemus534 que quando los judíos le enterraron, después que Jhesu Christo resucitó,
sacole dende e levole a Barimatía; enpero, pueden dezir que después que fue sacado,
predicando la fe de Jhesu Christo, tapiáronle los judíos otra vegada.
Después muerto Vaspasiano el enperador, Tito, su fijo, fue enperador en pos él e
fue mucho piadoso. E fue de tamaña bondat, que segunt dize Eusebio de Cesarea, e lo
afirmava en su Corónica, e dize sant Jherónimo,535 que recordándose un día en la tarde
que él, aquel día, non avía fecho bien ninguno, e dixo: “Amigos aqueste día perdí”.
E después aluengo tienpo, unos judíos queriendo edificar nuevamente a
Jherusalem, saliendo grant mañana, fallaron muchas cruzes del rucío de la tierra, e ellos
espantados dellas, fuyeron. Otro día de mañana tornando, cada uno falló cruzes de
sangre en sus vestiduras puestas, segunt dize Mileto en una Corónica.536 E ellos

531
De bello Iudatico (VI, 9), de Flavio Josefo.
532
LA (177): “nonaginta septem milia”. Ms. h-I-14: “ochenta e siete veces mill” (f.CXIIIa).
533
De ortu Pilati (f. 120r), en Historia apocrypha.
534
(I 15, 5).
535
Commentarii in IV epistulas Paulinas (3).
536
Brevis temporum expositio (f. 76r).

340
espantados muy fuertemente, fuyeron, e tornando al tercero día, [f. 97c] tan grant baho
de fuego salía de la tierra, que luego los quemó a todos.

[LI]
Título XLIX. Cómmo fue fallada la Cruz537 e quién la falló

El fallamiento de la sancta Veracrus es. Dize que en tal día commo oy fue fallada la cruz
de Jhesu Christo, ca dizen que ante la falló Sed en el paraíso terreñal. Segunt que se
cuenta deyuso, fallola Salamón en el monte de Líbano. Fallola la reina Fabba en el
tenplo de Salamón. Falláronla los judíos en el agua de la pecina. Fallola oy santa Elena
en el monte de Calvarie e Locus.538

Cómmo fue fallada la Cruz de nuestro Señor Jhesu Christo

La cruz de Jhesu Christo fue fallada después de CC años que Jhesu Christo resucitó. Ca,
segund se lee en el evangelio de Nicodemus,539 que quando Adam enfermó, Sed, su fijo,
fuese a la puerta de paraíso terrenal, e demandó el olio de la misericordia para untar el
cuerpo de su padre para que oviese salut. E aparesciole el ángel sant Miguel, e díxole:
“Non trabajes por ello, nin llores por aver el olio del madero de la misericordia, ca non
lo puedes aver agora en ninguna manera, sinon quando fueren [f. 97d] conplidos los
cinco mill e quinientos años”. E maguer que dizen que del tienpo de Adam fasta la
pasión de Jhesu Christo fueron cinco mill e trezientos e treita e tres años; enpero léese
en otro lugar540 que el ángel que le dio un ramo, e mandó que le plantase en el monte de
Líbano. Otrosí, léese en una Estoria de los Griegos,541 maguer que el ángel de Dios que
le dio del madero en que pecó Adam, diziendo que, quando fiziese fruto, sanaría su
padre. E tornándose, falló muerto a su padre, e plantó el ramo sobre el sepulcro de su
padre. E plantando, creció, e fízose grant árvol e duró fasta tienpo de Salamón. Esto no
es cierto si es verdat o non, por quanto no parece en Estoria ni en Corónica abténtica. E
por ende, finque en el juizio del leedor. Mas el rey Salamón, viendo aquel árvol del
monte Líbano tan fermoso, que quando fazía el tenplo, fizo cortar aquel árvol; mas,

537
En el incunable: “crnz”.
538
Destaco en negrita dos palabras ajenas a la Legenda aurea.
539
(19).
540
Tractatus de diversis materiis praedicabilibus (II, 5, f. 160r), de Esteban de Borbón.
541
Otia imperalia (p. 118), de Gervasio de Tilbury.

341
segunt dize maestre Juhan de Belehcsic,542 nunca los maestros pudieron fallar lugar do le
asentasen, ca a las vegadas le fallavan corto, e a las vegadas muy luengo. E por ende,
despreciáronle e pusiéronle sobre una agua, así commo por puente, por donde pasavan
los omnes. E la reina de Fabba vino a oír la sabiduría de Salamón, e quiso pasar sobre
aquel madero, mas vio, por Spíritu Santo de Dios, que en aquel madero avía [f. 98a] de
ser puesto el Salvador del mundo que avía de salvar pecadores. E por ende, no quiso
pasar ella, mas luego lo adoró. Quando fue en su casa, enbió dezir a Salamón que en
aquel madero avía de ser crucificado uno, que por la muerte dél, todos los judíos avían
de ser destruídos. Por eso mandole tomar dende e meter en fondón de la tierra. E
después fue aí fecha una fuente en que todos se vañavan, e luego guarescían de sus
enfermedades por la virtud deste madero.
E llegándose el tienpo de la Pasión de Jhesu Christo, començó el madero a nadar
sobre el agua, los judíos viéndole, tomáronle e fizieron dende la cruz. Esa cruz fue de
quatro maderos: palma, e cedro, e oliva e ciprés.
[...]543
E ese madero precioso de la cruz yogo so la tierra CC años ascondido; mas la
reina Elena, madre de Costantino, el enperador, la falló en esta manera: En aquel tienpo,
ayuntose grant conpaña de los bárbaros cerca del río de Danubio, e queríanle pasar para
tomar la tierra toda, fasta oriente que fuese suyo. E quando lo supo Costantino, el
enperador, vínose para allí con toda su hueste, e puso su real e ordenó sus huestes cerca
del río de Danubio. E creciendo muy mucho la conpaña de los bárbaros, e pasando ya el
río, Costantino ovo muy grant miedo, viendo que otro día avía de [f. 98b] entrar en la
fazienda. Esa noche dormiendo, despertole el ángel, e amonestole que catase suso al
cielo, e vio la señal de la cruz que avía en sí escripto este título de letras de oro e muy
claro además, e díxole en aquesta señal: “Vencerás”. E él fue muy conortado además en
la visión que viera celestial, ca luego fizo la significança de la cruz, e mandola levar
delante la su hueste. E acometió a los enemigos, e fízolos fuir e mató muchos dellos.
Entonce Constantino ayuntó muchos obispos de los ídolos, e demandoles muy
afincadamente que de quál dios era aquella señal. Ellos respondieron que non sabían, e
vinieron unos christianos, e contáronle el fecho de la cruz e la fe de la Trinidad. Entonce
creyó en Jhesu Christo muy acabadamente e baptizole.
[...]544

542
Suma de ecclesiasticis officis (151).
543
Igual que en el ms. h-I-14, falta el segmento textual (LA: 25-32).

342
Entonce enbió a Helena, su madre, a Jherusalem, para que buscase la cruz de
Jhesu Christo. Beniendo ella en Jherusalem, mandó ayuntar quantos judíos eran en toda
la tierra. Mas sant Jerónimo dize aquí,545 que santa Helena fue primero mesonera, e por
la su hermosura, Costantino, padre de Costino enperador, tomola por muger. Dize aquí
sant Anbrosio: “O, que buena huéspeda que tan afincadamente busca el pisebresic del
Señor. O, qué buena establera que más quiso a Jhesu Christo e menospreció a este
mundo así commo estiercosic. E [f. 98c] por ende, Jhesu Christo levantola del estierco e
levola al su reino”.
Ayuntados todos los judíos más sabidores que eran en toda la tierra, e muy
medrosos, dixeron entre así:
– ¿Asmades por qué nos faze la reina aquí ayuntar?
Uno dellos, que dezían Judas:
– Sé que quiere saber de nós dó es el lino de la cruz en que fue crucificado Jhesu
Christo; mas catad que non se lo diga ninguno, ca en otra manera sabed por cierto que
perecería la nuestra ley. E todo nuestro estado será destruído, ca mi abuelo Zacheo dixo
a mi padre, Simón, e mi padre, quando murió, dixo a mí: “Fijo mío, quando buscaren la
cruz de Jhesu Christo, luego la descubre ante que sufras muchos tormentos, ca de allí
adelante los judíos nunca abrán poder; mas todos adorarán aquel que crucificaron en la
cruz, ca él es Jhesu Christo, Fijo de Dios”. Entonce, díxole yo: “Padre si los vuestros
conoscieron que era Fijo de Dios, ¿por qué le posieron en la cruz?”. Respondíome:
“Sábelo Dios que nunca fui en su consejo; mas ante se lo contradixe muchas devegadas.
Ca Él, porque predicava contra los pecadores de los phariseos, fiziéronle crucificar, e
resucitó al tercero día, e viendo los sus discípulos, subió a los cielos. E Estavan, tu
hermano, creyó en él, e por ende, le apedrearon los judíos. Onde fijo, para mientes, non
seas osado de dezir, nin fazer [f. 98d] mal contra Él, nin contra sus dicípulos”.
Dixeron los judíos:
– Nós nunca tales cosas oímos dezir de Jhesu Christo commo tú dizes; enpero, si
la reina te demandare alguna cosa desto, cata que non se lo digas.
E llegados ante la reina, preguntoles del lugar dó fuera Jhesu crucificado, e en
qué lugar yazía la cruz. Ellos non queriendo mostrar el lugar santo do estava la cruz,

544
Igual que en el ms. h-I-14, falta el segmento textual (LA: 43-65).
545
La versión del incunable intenta resumir –no sin cometer errores– el contenido de la Legenda aurea.
Así pues, aunque en esta última se declara (60): “Hoc idem dicit Ieronimus in chronica”, esta sentencia
está relacionada con el segmento anterior (el omitido). Esta referencia a santa Helena se corresponde con
otro segmento (67): “Hec autem Helena prius stabularia fuerat”, y su fuente es De obitu Theodosii (42),
de Ambrosio de Milán. La versión del ms. h-I-14 no presenta cita alguna.

343
mandó encender muy grant fuego e quemarlos dentro a todos. Ellos, con temor, diéronle
a Judas, diziendo:
– Este es fijo de Justo e de propheta, e sabe bien la ley. E él mostrará todo lo que
demandares.
Entonce dexó ella a todos los otros, e tomó a Judas, e díxole:
– Évate la muerte o la vida, qual más quisieres. Muéstrame el lugar donde fue
Jhesu Christo crucificado porque pueda fallar la cruz.
Dixo Judas:
– Señora, ¿cómmo lo puedo yo fazer, ca más ha de CC años, e en aquel tienpo
non era yo nacido?
Dixo la reina:
– Yo te juro, por el crucifijo de mi Señor Dios, que yo te mate de fanbre si non
me dizes verdat.
Mandole echar en un algibe, e que non le diesen de comer. E estido sin comer e
sin beber seis días. Al seteno día, mandó que le sacasen, e prometió que demostraría la
cruz. Sacándole, fue al lugar do fuera echada, e cavando en el lugar, tremió toda la tierra
adesora, e sentieron [f. 99a] un olor e un fumo de especias muy maravillosas. Así que
Judas, maravillándose, enpeçó a ferir de las manos, e a dezir: “¡En verdat tú eras
Salvador del mundo!”. Cavando, fallaron luego una cruz. Cavando más, fallaron dos, e
la una era mayor que las otras, mas non sabía quál era la de Jhesu Christo.
Estava en este lugar el tenplo de Venus que fiziera Adriano, el enperador, por tal
que si algunt christiano guareciese, o quisiese adorar en aquel lugar, que semejase que
adorava a Venus, e que por esta razón guarecerían e era ya alongado aquel lugar. E la
reina fizo destroir todo el tenplo de raíz e fizo arar aquel lugar. Después Judas enpeçó a
cavar muy afincadamente, e cavando veinte pasos, falló tres cruzes ascondidas. E
mostrolas luego a la reina, non sabiendo departir la cruz de Jhesu de las de los ladrones.
E posiéronlas en medio de la cibdat, e esperavan aí la gracia de Dios. Cerca a ora de
nona, ahevos do traían un mancebo muerto, e Judas fizo poner el lecho en tierra. Puso
sobre el muerto la primera cruz e la segunda, mas por eso non se levantó; e pusieron la
tercera curzsic, e levantose luego el muerto.
Otrosí, léese en las Estorias Eclesiásticas,546 que una muger mayoral de la
cibdat, yaziendo medio muerta, el obispo Macario de Jherusalem puso [f. 99b] sobre

546
Historia ecclesiastica (X, 7), de Eusebio de Cesarea.

344
ella la primera cruz e la segunda, mas non aprovechó nada; mas despu[é]s puso la
tercera, e mano a mano fueron abiertos sus ojos, e levantose sana. Enpero dize sant
Anbrosio547 que fue esta cruz conocida entre las otras por el título que sobrepuso Pilato,
fallando este título, leyeron e conociéronla. El diablo dava vozes en el aire, diziendo:
“¡Judas, qué as fecho, ca feziste cosas contrarias de otro mi Judas! Que yo,
poniéndoselo a él en el coraçón, fizo la traición. E tú, contra la mi voluntat, fueste e
fallaste la cruz de Jhesu Christo. Porque gané yo muchas almas de los pecadores, e por
ti, que eras adelantado de los judíos, perdí yo las ganadas. E por él reinava yo todo el
pueblo, e por ti só yo echado del mi reino. Enpero tornarte he yo la vez, e traeré contra
ti un rey que negará la fe de Jhesu Christo. E fará a ti, dándote tormento, negar esa
misma fe que tú tienes”.
E semeja que fue dicho por Juliano el Apóstota, que fizo a este Judas, siendo
obispo de Jherusalem, mártir de Jhesu Christo. Oyendo estas bozes del diablo, dixo:
“Jhesu Christo te meta en fondón de los abismos, del que sienpre ha de durar”. Después
este Judas baptizose, e dixiéronle Ciriaco, e muerto el obispo de Jherusalem, fue obispo
dende.
E Helena, non aviendo los cla[v]os de [f. 99c] Jhesu Christo, rogó al obispo
Ciriaco que fuese e demandase e buscase estos clavos. Vino allí él rogando a Dios, a la
sazón, parecieron los clavos en tierra más claros que el oro, e tomolos e diolos a la
reina. Ella, fincando los finojos en tierra, e enclinando la cabeça en tierra, adoro la cruz
con los clavos con muy grant reverencia. E partió la cruz por medio, e aduxo la mitad a
su fijo, la otra mitad, cobriola de plata e dexola ý. E aduxo los clavos consigo, que
fueron fincados en los pies e en las manos de Jhesu Christo, de los quales, fizo los
frenos que levava Costantino quando entrava en la lid, e los otros puso en el yelmo. E
ordenó que cada año fiziesen fiesta muy onradamente.
Después Juliano Apóstota mató a Ciriaco, obispo de Jherusalem, porque falló la
santa cruz. Ca se trabajava mucho en destruir mucho la sancta e vera cruz doquier que la
fallava. Ca yendo a lidiar contra los de Persia, conbidó a Ciriaco para que sacrificase los
ídulossic. Él non lo queriendo fazer, fízole tajar la mano diestra, diziendo:
– Esta mano scrivió muchas cartas por que se tornaron muchos christianos e
desanpararon los sacrificios de los nuestros ídolos.
Díxole Ciriaco:

547
De obitu Theodosii (45).

345
– Omne tan sin seso, fecísteme muy grant provecho, ca ante que creyese en
Jhesu Christo, escriví yo muchas cartas a las sino[f. 99d]gassic de los judíos, porque
criesen en él. Évate que agora tajaste el escándalo del mi cuerpo.
Entonce Julian Apóstota fizo regalar el plomo, e echárselo en la cabeça e en la
voca. Después fizo aduzir un lecho de fierro, e estender en él a Ciriaco, e esparzer de
yuso carbones con pez, e sal e grasa; mas Ciriaco, non le diciendo nada, díxole Juliano:
– Si quisieres sacrificar, si non di si ál que non548 eres christiano. Si non,
mandarte he dar otros tormentos más fuertes.
Él non lo queriendo dezir, e siguiendo mucho con él, mandó fazer una fuesa muy
fonda, e poner ý serpientes veninosas e echar en ella a Ciriaco; mas luego murieron las
serpientes. E mandó Juliano poner a Ciriaco en una caldera de olio muy ferviente, e
mientra que se santiguava queriendo entrar de grado, rogó a Dios que quisiese que se
baptizase otra vez en el baptismo del martirio. E Juliano, muy sañudo, mandole ferir por
los pechos con cochillo, e así murió mártir de Jhesu Christo.
Quánta es la vertud de la cruz parece en aquel encantador que engañó un omne
notario, e trúxole a un lugar do ayuntó los diablos, prometiéndole que le daría mucho
aver. Ahevos do vio ser un grant diablo negro commo moro sobre una silla muy alta, e
alrededor de los otros, tan ne[f. 100a]rossic commo él, armados. Entonce preguntó él a
este encantador:
– ¿Quién es este niño?
Dixo él:
– Señor, tu vasallo.
Dixo el diablo:
– Si me quisieres adorar, e ser mi vasallo, e negar a Jhesu Christo, el tu señor,
fazerte he yo ser a la mi diestra.
Luego que lo oyó, santiguose, e llamó a grandes vozes que era siervo de Jhesu
Christo. E luego que la señal de la cruz fizo, toda la conpaña de los diablos
desparzieron.
Después desto, estando el notario una vegada con su señor en la iglesia de Santa
María,549 estando amos ante la imagen del Salvador, vio su señor que aquesta imagen
acatava muy aficadamentesic a aquel su notario. E viéndolo su señor, fízolo pasar a la
diestra parte. E vio que esta imagen le començó catar muy afincadamente de aquella

548
Estas dos últimas palabras se repiten en el incunable.
549
LA (162): “templum sancte Sophie”. Ms. h-I-14: “en la iglesia de sancta Sofía” (f. CXVIb).

346
parte. E fízole pasar aína de la siniestra parte. E ahevos que la imagen tornó otra vez los
ojos, e començole de catar bien commo de primero. E entonce conjurole su señor, e
díxole550 qué mereciera a Dios porque así le acatava aquella imagen. E díxole que non
sabía, que ningunt bien fiziera, salvo que non quisiera negar a Dios ante el diablo.

[LII]
Título CXXXIXsic. De la vida de sant Juan Apóstol Evangelista

[f. 100b] Sant Juhan Apóstol Evangelista, demientra que predicava en Éfeso, prendiole
el adelantado de la cibdat, e conbidole que sacrificase a los ídolos. Él non lo
queriéndolo fazer, metiéronle en la cárcel. E enbió su carta al enperador de Damaciano,
en que nonbrava a sant Juhan, diziendo que era encantador, e menospreciador de los
ídolos e onrador del crucifixo de Jhesu Christo. E por ende, mandole el enperador levar
a Roma. E levando, fízole tajar, por escarnio, los cabellos de la cabeça ante la puerta de
la cibdat, que llamavan Latina.
Mandole meter en una tina de olio ferviente, enpero non sentió ý ningunt dolor,
mas salió dende sin ningund daño. Por ende, fizieron los christian[o]s una iglesia en
aquel lugar. E en aquel día es esta fiesta como el día del martirio. Enpero mandole
dsterrarsic Domaciano e echarle en la isla de Pathmos. E los enperadores non solamente
seguían a los apótolessic porque predicavan la palabra de Jhesu Christo, mas porque
dezían que era Dios sin atoridatsic ninguna, e los senadores, lo que ellos non dexavan
fazer a ninguno.551 Onde fallamos que Pilato, enbiando una vez sus cartas a Tiberio, por
mandado de Jhesu Christo, e Tiberio mandó a los romanos que recibiesen la su fe. E los
senadores repoyáronlo mucho, porque le lla[f. 100c]maron Dios sin su mandamiento.
La madre de sant Juhan, quando supo que su fijo estava preso en Roma, así
commo madre, aviendo ende piedat, vínose a Roma para que lo viese. Mas veniendo e
oyendo que era su fijo desterrado, tornose dende, e fuese para Canpania e finó en la
ciudat que dezían Inmola. E el su cuerpo fue ascondido muy grant tienpo en una cueva
soterrado, mas después sant Pedro revelolo a Jacobo, su fijo.552 E fallándole que olía

550
Esta palabra se repite en el incunable.
551
LA (8): “sed quia ipsum sine senatus auctoritate deificatum aiebant, quod ipsi de Nerone fieri
prohibuerant”. Ms. h-I-14: “mas aún los senadores facían mal contra ellos, que non querían que
predicasen que Jhesu Christo era Dios” (f. CXVId).
552
LA (18): “Cuius corpus in quodam specu sepultum multo tempore latvit, sed postmodum a filio suo
Iacobo revelatum fuit”. Ms. h-I-14: “El su cuerpo yogó escondido muy grant tienpo en una cueva, mas
sant Juan e Sanctiago, quando lo sopieron, fueron allá” (f. CXVIIa).

347
mucho bien, e faziendo muchos miraglos, traslaudáronlesic dende con muy grant honra a
la cibdad de Roma.

[LIII]
Título CXL. Por qué se fazen las Ledanías

Las Ledanías se fazen dos vezes en el año: la una el día de sant Marcos, que es dicha
Ledanía Mayor; la otra es a tres días antes de la Ascensión. E Ledanía quiere dezir
humildat e rogamiento.

La primera Ledanía ha tres nonbres: lo primero, es dicha Ledanía Mayor porque lo


mandó fazer sant Gregorio, papa de Roma. E porque fue fecha en Roma, que es señora e
cabeça del mundo, ca yaze ý el cuerpo de sant Pedro, príncipe de los apóstolos. E por
razón de una enfermedat muy grande que aí acaesció, [f. 100d] ca los romanos,
ayunando en la Quaresma, e comulgando el día de Pascua, e después comiendo, e
beviendo, e jugando, e faziendo luxuria e otros pecados muchos, enbioles Dios una
grand enfermedat, que es dicha inchadunbre de ingre. E era esta pestilencia atan cruel,
que los omnes, estando en la carrera, e en la mesa, e en trobejando e en fablando se
morían adesora, en manera que, segunt dizen, estornudando se morían. Onde quando
alguno estornudava e lo oía otro, dezía: “Dios te ayude”. E esta costunbre es aún agora
entre los omnes. Otrosí fallamos, que quando alguno bozezava, luego se moría. Mas
quando alguno bozezava, luego se santiguava, e esta costunbre dura fasta agora.
Otrosí es dicha procesión de siete órdenes. Porque sant Gregorio, las
processiones que entonce se fazían, ordenávalas en siete maneras: lo primero, los
clérigos; lo segundo, los monjes e los religiosos; lo tercero, las monjas; lo quarto, todos
los infantes; lo v, todos los legos; lo sesto, las viudas; lo sétimo, las casas. Mas lo que
agora non podemos fazer en las personas fazémoslo en el cuento de las Ledanías, ca las
dezimos siete vegadas ante que dexemos las señas.
Otrosí son dichas cruzes ne[f. 101a]gras. Ca en la señal del lloro, porque morían
tantos omnes, e en señal de penitencia, vestían paños negros. E por aventura, por esa
misma razón, covrían las cruzes e los altares de celicio. E los christianos deven tomar
vestiduras de penitencia.
Otra Ledanía es menor que se faze tres días ante de la Acensión, que estableció
sant Mamerto, obispo de Viena. E es dicho Ledanía Menor a departimiento de la

348
primera, ca establecida fue del obispo menor, e en menor lugar e por menor enfermedat.
Ca entonce tremía la tierra muy amenudo, en tal manera, que echava las casas e muchas
iglesias en tierra. El día de Pascua cayó fuego del cielo, e quemó el palacio del rey. E
bien así que los diablos entraron en los puertos, porque lo consentió Dios; así entravan
en los lobos e en las otras bestias por los pecados de los omnes. E non solamente en los
caminos, mas en la cibdat, adoquier que podían, comían los niños, e las niñas, e los
viejos, e los omnes e las mugeres. Así, acaeciendo esta tribulación cada día, el obispo
fizo ayunar tres días, e estableció esta Ledanía, e de allí adelante non sentieron esta
pestilencia. E por ende, ordenó la Iglesia que guardasen esta Ledanía por todo el mundo.
Otrosí son di[f. 101b]chas rogaciones, ca entonce demandamos salud de todos
los santos, e devemos ayunar estos tres días porque nos dé Dios paz. Ca en este tienpo
se suelen fazer las guerras. Otrosí porque fazen crecer los frutos, e por cosas muchas
que serían luengas de contar [...]553.
Otrosí dizen que la procesión que entonce faze la Iglesia es procesión general. E
en esta procesión traemos la cruz e tañemos las canpanas, porque espantemos los
diablos que fuyan. Ca así commo el rey en su hueste ha trompetas e pendones, así el
nuestro Señor Jhesu Cristo, que es rey que sienpre ha de dudar, ha en este mundo
canpanas por tronpetas, e cruzes por pendones. Bien así commo omne quando oye un
enemigo en su tierra, las tronpetas de algunt otro poderoso, e vienen los sus pendones e
oviese miedo, bien así los diablos, que son en este mundo e en el aire escuro, an muy
grand miedo quando oyen tañer las tronpepetassic, que son las canpanas, e catan los
pendones, que son las cruzes. E esta es la razón porque en la Iglesia suelen tañer las
canpanas quando veyen que quiere fazer tenpestad, porque los diablos que lo fazen oyan
las tronpetas del rey, e que fuyan espantados por los aires, e que non enpescan las
tenpestades. E [f. 101c] Jhesu Christo non ha otro pendón sinon la cruz, e a esta temen
mucho los diablos, segunt que dize Grisóstomo, que doquier que la veen luego fuyen
della. E por ende, en algunas Iglesias sacan las cruzes quando veen la tenpestad, porque
fuyan los diablos quando las vieren. Este pendón levamos delante en las procesiones,
por dar a entender que bien así commo el pueblo sigue la cruz, así los sanctos muchos
dellos siguieron a Jhesu Christo quando subió a los cielos, e lo que cantamos de cada
día da a entender los cantores de los ángeles, que le salieron a recebir.

553
Igual que en el ms. h-I-14, falta el segmento textual (LA: 34-41).

349
En algunas iglesias, mayormente en Francia, es costunbre que en los primeros
dos días lievan un dragón con grant cola finchada e llena de paja o de otra cosa alguna
ante la cruz. E al tercero día, vazíanle, e liévanle detrás de la cruz, por dar a entender
que el diablo, que reinava en el pueblo, en este mundo ante que Jhesu Christo, muriese
después que perdió su poderio.
[...]554
Mas cuenta sant Juhan Damaceno555 que en Costantinopla, que por una
tribulación que ý acaeció, fazían Ledanías. E un niño fue arrebatado de medio del
pueblo, e levado al cielo e deprendió ý este cantar: “Sante deus, sancte fortis, sancte
misericors e in mortalis miserere nobis”. E tornándose ende, contolo en medio del
pueblo [f. 101d] ante todos, e luego cesó aquella tribulación.

[LIV]
Título CXLI. De la disposición de sant Pedro

Petrus quiere dezir tanto commo conosciente o quiere dezir descançante. Quiere dezir a
petros, que es cosa firme. E por aquestas tres cosas se entienden tres previllegios que
fueron en sant Pedro. Ca fue muy noble predicador, e dende es dicho conosciente, ca
ovo e sopo acabadamente toda la escritura. E en la predicación sopo lo que convenía a
cada uno. Lo segundo, fue virgen muy linpio, e dende es dicho descançante, ca él
descalçó e despojó todo el su amor de los pies, e de los sus pensamientos, non
solamente del cuerpo, mas de la voluntad fue virgen. Lo tercero, fue mártir de Jhesu
Christo, e dende fue firme en el mérito por defendimiento de la fe católica.

Estoria de sant Pedro e de sus miraglos

Sant Pedro, nuevo mártir de la Orden de los Predricadoressic, lidiador muy noble por la
fe cactholicasic, fue nascido en la cibdat de Verona. E aqueste [f. 102a] salió así commo
lunbre resplandiciente del fumo, e commo lilio blanco de las espinas, e así commo rosa
bermeja. Ca levantose buen predicador luzible del padre e de la madre, ciegos por error.
E de los llagados del cuerpo e del alma salió onra virginal de las espinas, que es el fuego

554
Igual que en el ms. h-I-14, falta el segmento textual (LA: 62-73).
555
De fide ortodoxa (III, 10).

350
perdurable; salió muy noble mártir. Ca sant Pedro ovo padre e madre que fueron
hereges e descreídos, enpero él todo se guardó de este error.
E siendo de siete años, veniendo de la escuela, preguntole un su tío, que seguía
la heresía, que qué aprendía en la escuela. E él respondió:
– Credo in Deum Patrem omnipotentem factorem celi e terre.
E dixo él:
– Non digas criador del cielo e de la tierra, que él non crió las cosas vesibles;
mas el diablo crió todas estas cosas que se veen.
Mas el moço afirmava que, segunt que leyera, así diría. E que segunt lo fallara
escripto, así lo creería. Entonce el moço començole amonestar por abtoridades quanto
podía, las quales, él lleno de Spíritu Santo, arguyó contra él. Él, queriendo ferir con el
cuchillo, porque él non avía de foir, e tomando grant saña porque así fuera escarnecido
de un moço, fue e contolo todo a su padre lo que les acaeciera, afincándole mucho que
en todas maneras quitase a Pedruelo de la escuela, ca dixo: “Ten[f. 102b]go que si
Pedruelo víasic ser sabidor, él destruirá e confundirá toda la nuestra fe”. E él non
sabiendo la verdad, dixo e profethizó, así commo el otro Caifás, que Pedro avía de
destruir la fe de los herejes. Mas que por esta cosa venía de Dios, el padre non otorgó
los amonestamientos del hermano, esperando que por alguna arte le tornaría a la seta de
la heresía, e siendo criado a la gramática.556
E después, viendo al moço que non era seguro, despreciando el padre e la madre,
fuyó e entró en la Horden de los Predicadores. E tanto visco linpiamente e con grand
alavança en la horden, que le alabó el papa Inocencio en su carta, diziendo: “El
bienaventurado sant Pedro, queriéndose partir de los engaños del mundo en el tienpo de
su mocedad, traspasose a la orden de los fraires pedricadores. E bibiendo ý muy
limpiamente fasta los treinta años, con la compaña de las557 virtudes: la fe, que era
delantera; e la esperanza, que era ý; e la caridad, que le aconpañava. Así pudo más e
apobrechó en la defensión de la fe, por la qual se enardecía todo. E él usando, e
contendiendo contra los enemigos de la fe, muy crudamente e muy sin miedo de la
voluntad, e con ferviente espíritu. En cabo, veció la su contienda [f. 102c] e sufrió
martirio. E acabó muy aventuradamente, ca si sant Pedro fue firme en la piedra de la fe,
e quebrantó en cabo con la piedra de la pasión, sobió dignamente a la piedra, que es

556
LA (19): “sperans quod per aliquem heresiarcham ad suam sectam eum trahi faceret, cum in
grammaticalibus fuerit eruditus”. Ms. h-I-14: “esperando que algunt herege tornare a la su fe quando
supiese algo en la gramática” (f. Ca).
557
En el incunable: “de los de las virtudes”.

351
Jhesu Christo, a recebir corona. E toda la su vida guardó virginidat, non solamente del
cuerpo, mas de la voluntat. Nunca cayó en pecado mortal, segunt que los sus confesores
afirman por testimonios verdaderos. E porque el que sienpre es criado delicadamente se
encruelece contra el Señor, e estraña mucho la su carne en comiendo, e en beviendo
muy tenpradamente. E porque él temía ser corrupto estando ucioso, nunca se partía de
rezar continuadamente en las leys de nuestro Señor, e porque él fuese seguro de los
engaños del diablo,558 e las cosas non conbenibles non oviesen lugar. Mas él sienpre se
trabajaba en los silencios de las noches, después que dormía un poco, contávalos por
folgura de la carne, e por eso sienpre se ocupava en estudiar e leer. E el tienpo del sueño
todo se gastava en velar, e en todos sus días se espendía en provecho de las almas de los
omnes, e en predicaciones, e sermones e confesiones. E confondiendo por muchas e
fuertes razones la crencia de los hereges, en lo qual se demuestra que fue esclarecido de
don de gracia spiritual. Pu[f. 102d]es él fue sobre todo aquesto muy agradable: por
grand devoción fue manso; por grand humildat fue muy pacible; por grand
obedidienciasic fue suablesic; por grand divinidat fue muy paciente; por grant piedat fue
muy firme; por grant paciencia fue muy prestable; por grand caridat fue conpuesto en
todas las cosas, por madureza de buenas costunbres. Otrosí traía derramando ungüentos
de virtudes, él era ferviente, e amador, e grand onrador de la fe cathólica e lidiador muy
fuerte por ella. E ansí enxirió la fe en su coraçón, e así se dio todo a su servicio, que
todas sus palabras, e todas sus obras, davan buen olor, por la vertud de la fe católica. E
cuidando morir por ella, principalmente es provado que demandó a Jhesu Christo muy
afincadamente con muchos, ruegos que non le quisiese partir deste mundo fasta que
tomase muerte por ella. E en cabo, todo fue cunplido su deseo muy honrado”.
E alabado fue por muchos miraglos que fizo en su vida, ca en Milán, teniendo
los cristianos presos un obispo de los herejes, e sant Pedro esaminándole, e viendo ý
muchos obispos, e religiosos e muy grand parte de la cibdad. E alongándose el día con
la grand predicación, e con la examinación, fazía muy grand calentura que los quemava
a todos. E dixo [f. 103a] aquel patriarcha de los hereges a Pedro:
– Falso, di si tú eres sancto así commo este pueblo loco afirma. ¿Por qué los
dexas morir con tan grant calentura. ¿Non ruegas al Señor que ponga alguna nuve entre
medias porque non muera aqueste pueblo loco con tan grant calura?
Respondió sant Pedro:

558
En el incunable: “diaalo”.

352
– Si tú quieres prometer que negarás la tu heresía, e que recibirás la fe católica,
yo rogaré al mi Señor Dios, e fará lo que dexiste.
Entonce, los mayores de los hereges dixieron a grandes bozes a su patriarcha:
– ¡Promételo, promételo!
Ca non creían que se pudiese fazer. E prometió sant Pedro delante todos que lo
faría, mayormente non estando ninguna niebla, nin nuve chica, nin grande en el aire.
Mas los cathólicos, sobre esta obligación de sant Pedro, començaron entristecer,
temiendo que la fe cathólica sería desfecha por aquesto. Después el herege, non se
queriendo obligar, dixo sant Pedro con grand fuzíasic:
– Porque Dios verdadero, criador de las cosas vesibles, e non vesibles, se
demuestre. E por consolación de los christianos fieles, e por confondimiento de los
hereges, ruego yo al mi Señor Jhesu Christo que decienda alguna nunezillasic, que se
ponga entre el sol e el pueblo.
E luego, echo el signo de lesic cruz, fue fecho así. Una nuvezilla que cubrió el
pueblo, en [f. 103b] manera que ella parecía tienda por muy grant ora.
Un contrecho que dizían Arselio, aviendo cinco años que era contrecho, en tal
manera, que le traían en un carro por la tierra. E aduxiéronlo a Milán, a sant Pedro. E
faziendo el signo de la cruz, luego se levantó sano.
El papa Inocencio trata en dicha carta, diziendo de algunos miraglos que Dios
fizo por él mientra bivió en este mundo: “Sanó un fijo de un rico omne, que por grand
inchamiento que tenía en la gragantasic, e muy espantable, non podía fablar nin resollar.
E alçando las manos al cielo, e faziendo la señal de la cruz, e poniendo la su capa sobre
el enfermo [...]559.
E aquel rico omne, estando muy triste, creyendo e temiendo que después avría
algunt peligro de muerte, por grant torcimiento que fazía en el cuerpo, mandó traer muy
honradamente la capa de sant Pedro, que avía guardasic deste entonce. E poniéndola
sobre los pechos, echó por la boca uno que tenía dos cabeças e todo belloso de muchos
cabellos. E dende adelante, fincó todo sano e libre.
Un mancebo que era mudo, metiéndole en la boca el dedo, suelta la trava de la
lengua, luego fabló commo devía. Aquestas cosas, e otras muchas, obró nuestro Señor
por él mientra que visco en este mundo”.

559
Falta el final de este milagro. LA (48): “et infirmo superponente loco, sanavit”. Ms. h-I-14: “luego fue
sano de su dolencia” (f. CIb).

353
Ca en la [f. 103c] provincia de Lonbardía levantose una pestilencia de heresía. E
aviendo ya enponçoñadas muchas cibdades con aquel ensuziamiento mortal, el papa
enbió muchos inquiridores de la Orden de los Predicadores, e de sant Francisco, en
todas las tierras de Lonbardía para destruir aquella pestilencia del diablo. Mas en Milán,
siendo muchos hereges, e non solamente muchos por cuento, mas agudos por poderío
seglar, siendo llenos e conplidos de grand fabla, e de grand ciencia diabólica,
contradezían la fe cathólica. El papa, sabiendo que sant Pedro era fuera de coraçón e
non abría miedo de tantos enemigos, e pensando que él era de granb virtud, por la qual
sabía que vencería aquella maldat de los hereges, e los sus engaños muy ligeramente; e
sobre todo aquesto, sabiendo que él era conplido de sabiduría divinal, por la qual
entendía que con razón confondería los argumentos de los herejes, enbiole a Milán así
commo fuerte lidiador por la fe cathólica. E fízole inquiridor, e diole todo su poder
lleno. E él tomando el oficio, e usándole, perseguía560 muy acuciosamente los herejes
doquier que eran, non los dexando folgar en ninguna manera, mas confondiéndoles e
enpuxando muy poderosamente; e venciéndolos sabiamente, en manera que non [f.
103d] podían contradezir a la su sabiduría, e al Espíritu Sancto que fablava en él.
Viéndolo los hereges, e doliéndose mucho, començaron a tratar cómmo le matasen,
pensando que si a él tirasen de medio, luego vernían en paz. Después, este predicador
tan firme e tan sin miedo, yendo su camino para Milán, sopo que ý avía de recebir
mérito, segunt que el papa Inocencio dezía en aquestas palabras: “Saliendo él de la
cibdat de Cuniana, do él era prior de los fraires de su orden que moravan ý. E yéndose
para Milán a perseguir la maldat de la heresía, segunt que le fuera mandado del papa,
predicando públicamente contra ellos, uno desos ereges rogándole los otros e dándole
precio, saltó muy cruelmente contra el perseguidor de la verdat. Saltó el lobo en el
cordero; e[l] despiadado en el piadoso; el sañudo en el manso; el descomulgado en el
sancto. E arremetiéndose, feriole muy cruelmente en la cabeça. E él recibiendo los
golpes, recibiolo todo en paciencia, e doblándole las feridas el renegado en el siervo de
Dios, él non dando vozes nin murmurando, mas sofriendo en paciencia, la su alma a
Dios encomendó, diciendo: “Señor, en las tus manos encomiendo el mi spíritu”.561
Començó a dezir el artículo de la fe, que es: “credo in Deum Patrem omnipoten[f.

560
En el incunable: “perquería”. LA (55): “perquirebat”. Ms. h-I-14: “buscava” (f. CId).
561
Lucas (23, 46).

354
104a]tem [...]”.562 Mas aún el mártir de Dios, ponpandosic aquel sayón cruel, arrebatole
el cuchillo e trespasolo por el costado.
Aqueste mereció ser en el día del su martirio confesor, e mártir, e profetha e
dotor. Confesor, porque confesó la fe de Jhesu Christo muy firmemente en el tienpo de
la muerte, porque en ese día, faziendo la confesión, segunt solía, dio el alma a Dios. Fue
mártir, por defensión de la fe de Roma, no la su sangrasic.563 Fue profetchasic, ca es
aviendo la quartana e diziendo a su conpañeros que non pordrían llegar a Milán,
respondió él: “Si non podiéremos llegar a casa de los fraires, podremos ospedar en sant
Sinplicio”, e así fue fecho. Ca levando el santo cuerpo los fraires, por la grand espesura
del pueblo que ý venía, non podiendo ese día llegar a su monesterio, e posieron el
cuerpo sancto en sant Sinpliciano. E allí fincó aquella noche. Fue doctor, ca mientra que
le matavan, enseñó la verdadera fe, ca començó cantar: “Credo in Deum”.
La su pasión onrada semeja mucho a la Pasión de Jhesu Christo. Ca Jhesu
Christo murió por verdat que predicava, sant Pedro por la fe que defendió. A Jhesu
Christo mataron los judíos renegados, a sant Pedro los hereges malos. A Jhesu Christo
mat[a]ron en el tienpo de la Pascua, a sant Pedro en ese mismo tienpo. Jhesu Christo,
quando le mataron, [f. 104b] dixo: “In manus tuas Domine comendo espiritum meum”,
sant Pedro, quando le mataron, dixo esas mismas palabras. Jhesu Christo fue vendido
por treinta dineros porque le matasen, sant Píedro por quarenta libras de parpallonas564
porque le matasen. Jhesu Christo, por la su pasión, çornósic muchos judíos; sant Pedro,
por la su muerte, tornó muchos hereges.
E maguer que en su vida muchos de los herejes derraigó de la su seta mortal,
muchos más tornó a la sancta Iglesia después de la su muerte. En tanto que toda la
cibdat de Milán, e toda su tierra, fue linpia de aquella mala seta. Que los unos
desterrados, e los otros convertidos, non fue ý ninguno que osase ser en aquella seta de
error. Mas muchos de los poderosos e más honrados se fizieron de la Horden de los
Predicadores, los quales fasta agora persiguen cruelmente los hereges. Ca así, el nuestro
sansón moriendo, él mató muchos felisteossic en la muerte más que en la vida. E así el
grano de trigo que se amorteció so la tierra e la tomaron los christianos, e traxo muchos
granos en la espiga.

562
LA (62): “et quidam frater Dominicus, qui comes illius erat et ab ipso lictore percussus diebus
aliquibus supervixit, postea retulerunt’”. Ms. h-I-14: “E después prendieron los fieles a fray Domingo,
que era su conpañero. E feríale ese mismo que vesquido algunos días después” (f. CIIb).
563
LA (66): “Martyr in eo quod pro defensione fidei sanguinem suum fudit”. Ms. h-I-14: “Mártir fue en
quanto murie por la fe” (f. CIIb).
564
LA (77): “Papiensium”. Ms. h-I-14: “de la moneda de Papía” (f. CIId).

355
Después de la muerte del santo varón, Dios le enflacó por muchos miraglos. El
papa Inocencio afirma muchos dellos, diziendo que se vían [f. 104c] las lánparas que
estavan sobre el su sancto sepulcro, que se encendían por mandado de Dios sin ayuda de
ningunt omne terrenal. Ca convenía que aquel que calecíasic por fuego, e por lunbre de
la fe,565 que apareciese del miraglo del fuego e de lunbre.
Uno estando comiendo con otros, e maltraía la su grand sanctidat e los sus
miraglos. Comiendo un bocado, e non le podiendo tragar nin tornar fuera de la boca, e
queriéndose afogar, e arrepintiéndose luego, era mudado el color de la cara así commo
tenía cerca de la muerte. Fecho su boto entre sí, que nunca de aquí adelante soltaría la
lengua atales cosas, echado aquel bocado por la boca, luego fue librado.
Uno que avía tropigo,566 viniendo al lugar do mataron a sant Pedro, fecha su
oración, fue luego sano.
Unas mugeres, que eran demoniadas luengo tienpo, avía fecha su oración. Luego
se los fizo lançar sant Pedro por la boca enbuelta de mucha sangre.
Muchos sanó de la fiebre e otras muchas enfermedades.
[...]567
Después, el papa Inocencio quarto, escribiendo a sant Pedro en el martinojosic de
los sanctos, ayuntáronse todos los frailes en Milán a cabildo. Queriendo trasladar el su
cuerpo a más alto lugar, e aviendo más de un año que yazía so tierra, así le fallaron sano
[f. 104d] e sin fedor. E enterró bien commo si en ese día fuera enterrado. E los fraires
traxiéronle con muy grant reverencia e posiéronle en una cátreda muy alta en la plaça. E
allí fue mostrado a todo el pueblo sano e entero, e le adoraron muy omildosamente.
Otros muchos miraglos se cuentan que fizo fuera los que cuenta dél el papa. Ca
sobre el lugar dó murió, vieron muchas vezes muchos religiosos, e otros muchos
descendir e sobir lánparas del cielo. Entre las quales, dizen que vieron dos fraires en
ábito de predicadores.
Un mancebo que dizían Grifedo, de la cibdad de Roma, teniendo un pedaço de la
saya de sant Pedro, e un erege dizíale por escarnio si creía que sant Pedro era sancto,
que lançase aquel paño en el fuego, e si non se quemase, sin duda era sancto e que él
luego creería en la su fe. E luego el mancebo lançó aquel paño sobre las ascuas bivas;

565
LA (87): “quia conveniens nimis erat ut quoniam igne ac lumine fidei”. Ms. h-I-14: “Ca convenible
cosa era que aquel que avie en sí lunbre e fuego de la fe” (f. CIIIa).
566
LA (87): “Hydropica”. Ms. h-I-14: “Ytropiga” (f. CIIIb).
567
Faltan los milagros 92-94 de la Legenda aurea, los cuales sí están presentes en el ms. h-I-14 (ff. CIIIb-
CIIIc).

356
mas el paño saltó muy alto del fuego. Dende él, por sí tornándole sobre las ascuas
ardientes, matolas de todo en todo. Entonce aquel descreído dixo: “El paño de la mi
saya fará todas estas cosas”. Después posieron el paño del erege de la una parte sobre
los carbones encendidos, e de la otra parte, el paño de sant Pedro. Mas el paño del erege
luego [f. 105a] sentió el calor, e fue todo quemado. E el paño de sant Pedro venció el
fuego e matolo, en tal manera, que a un pelo non fue quemado dél. E viendo el herege,
tornose a la carrera de la verdad, e publicó a todos este miraglo.
En Florencia, un mancebo corrupto en la maldat de la heresía, estando en la
iglesia de los frailes de Florencia con otros mancebos ante una tabla do estava pintado el
martirio de sant Pedro, e viendo aquel matador que estava feriéndole, e sacado el
cochillo, dixo: “Agora estudiera yo ý quando fuertemente le feriera”. Esto dicho, luego
fue fecho mudo. Preguntándole sus conpañeros qué oviera, non respondiendo nada,
traxiéronle a casa. E veniendo por la carrera, vio una iglesia de sant Miguel, e
tomándole el demonio, e apretándose de sus conpañeros, entró en la iglesia. Fincó los
finojos, rogó de coraçón a sant Pedro que le perdonase, e faziendo su voto, e
obligándose que qual ora sanase, luego confesaría todos sus pecados e negaría toda la
heresía, entonce cobró luego la fabla. E veniendo a la casa de los frailes, jurada la
heresía, confesose todos sus pecados. Dada la licencia que predicase aquesto delante
todo el pueblo, él levantose en la predicación que fazía a los frailes, predicolo
públicamente ante todos.
Una nao estando [f. 105b] en medio de la mar para perderse por grant peligro de
las ondas, e todos los de la nao non vían nada con obscuridat de la noche. E todos los
marineros llamavan a todos los sanctos, e demandavan todo su acorro; mas non aviendo
ningunt acorro de ser librados, tenían mucho e aver peligro. E uno de los de la cibdat de
Génuva, callando todos, díxoles así: “¿O hermanos, non oístes cómmo el otro día uno
que dezían frey Pedro, de la Horden de los Pedricadores, por defendimiento de la fe
cathólica, matándole los hereges, Dios demuestra muchos miraglos por él? Pues
llamemos muy devotamente el su acorro, ca soy cierto que non seremos engañados en
ello”. E otorgáronlo todos, e llamando a sant Pedro en su acorro e en su ayuda, estando
así rogando, vieron la cuerda delantera, en que prende el velo, llena de cirios
encendidos, en tal manera, que toda aquella obscuridat fue luego afogada por muy grand
resplendor de aquellos cirios. Aquella noche muy obscura fue mudada en día muy claro.
Parando mientes, vieron uno con ávito de frailes predicadores que estava sobre el velo,
onde non podría ser duda ninguna que sant Pedro non fuese. E luego quedó la mar e fue

357
muy amansada. E después venieron los marine[f. 105c]ros al lugar de Génuva. Venieron
a casa de los frailes predicadores, dando gracias a Dios e a sant Pedro que los libró de
aquella tribulación. E ellos contáronlo todo por orden a los fraires.
Una muger en Flandes, aviéndo ya parido tres fijos muertos, e su marido
aviéndole saña, por ello rogó ella a sant Pedro que la quesiesesic acorrer. Después, la
quarta vez pariendo, el quarto tanbién muerto, la madre tomándole, ofreciose toda con
él a sant Pedro, rogándole muy devotamente que le quisiese tornar aquel fijo biviosic. E
malaves acabara la oración, quando aquel que era muerto apareció bivo. E trayéndole
ya a baptizar, e siendo ya ordenado que le llamasen Juhan, el sacerdote deviéndole dezir
su nonbre, e non sabiendo cómmo le d[i]xiesen, dixo el niño: “Díganle Pedro”.
En la provincia de Teoconia, en la villa de Traedo, unas mugeres estando en la
plaça filando, e viendo muy grant conpaña de omnes ir a la iglesia de los fraires
predicadiores en honra de sant Pedro, callando, dixeron así: “Ha estos fraires
predicadores solían engañar todo el mundo, ca porque podrían ayuntar grant aver, e
fazer grandes palacios e fallando un nuevo mártir”. E estando fablando estas cosas, e
otras tales, luego fue el filo y dedo con que le torcía todo en[f. 105d]sangrentado.
Viéndolo,568 e maravilládose ellas mucho dello, torcieron muy aprisa los dedos, porque
non les acaesiese alguna tajadura; mas viendo los dedos sanos y el filo sangriento,
tremiendo e arrepentiéndose, dixieron verdaderamente: “Porque nós dezimos mal de la
preciosa sangre del mártir, por ende, nos vino este miraglo de la sangre tan
maravillosa”. Después fueron muy corriendo a casa de los fraires, e contáronlo todo al
prior, e presentáronle el filo569 ensangrentado. El prior fizo llamar muchos omnes aprisa
para que viniesen a la predicación, e contolo todo lo que conteciera aquellas mugeres
ante todos, e mostró a todos el filo ensangrentado. Onde un maestro de gramática,
estando en esa predicación, començó a escarnicer de aquel fraire, e a dezir a los que
estavan enderredor: “Ved cómmo estos omnes sinples, ca fablaron con unas mugeres, e
dixéronles que truxiesen un filo enbuelto en sangre. E que dixiesen que acaeciera este
miraglo”. Estando él diziendo estesic, enbiole Dios una grant plaga por razón de
vengança. Ca estando en aquella predicación, tomole tan reziamente la fiebre viéndolo
todos, que le vieron levar sus amigos por la mano a su casa. Mas la fiebre creciendo, e
tremiendo la muerte que se le acer[f. 106a]cava, fizo llamar al prior. E confesando su
pecado, prometió delante del prior, a Dios e a sant Pedro, que por los sus merecimientos

568
En el incunable: “Uleudolo”.
569
En el incunable: “fijo”. LA (136): “filum”. Ms. h-I-14: “filo” (f. CIIIId).

358
recibiese sanidat, que le abría sienpre en devoción especial. E de aquí adelante, que
nunca laxaría570 su lengua atales cosas commo éstas. ¡O que maravillosa cosa Dios fizo!,
que luego que prometió el voto, luego recibió sanidat entera.
Una vegada, un su prior del dicho monesterio, trayendo unas piedras muy
grandes e muy fermosas en una nao, adesora aquella nao allegose a una ribera, en tal
manera que non se podía mover. Los marineros descendieron della, e todos en uno
enpuxándola non la podieron mover. Después desto, todos en uno pensando que se
perdería a la nao, vino el su prior e todos los otros arredrados, puso la mano a la nao, e
enpuxando la muy livianamente, dixo: “Anda, vete en el nonbre de sant Pedro mártir, en
cuya onra traemos estas piedras. ¡Muévete!”. Luego la nao partiose muy ligeramente
sana de la ribera. E los marineros subieron en ella, e tornaron sanos todos a sus tierras e
lo que levavan.
En la provincia de Francia, en la cibdad de Senona, una moça pasando una agua
rezía, e arrevatándola el agua, estido grand piçasic so el agua, sacaronla muerta [f.106b]
del río. De lo qual parecen quatro argumentos de muerte: lo primero, que estido so el
agua; lo II, ser arrebatado reziamente; lo III, el cuerpo frío; lo IIII, que estava negro.
Después unos omnes traxiéronla a la iglesia de los frailes. Prometiéndola a sant Pedro,
mano a mano, se levantó sana e salva.
Un fraire que dizían fray Juhan de Volonia, aviendo quartana, avía de predicar
otro día a la clerezía en la fiesta de sant Pedro. En esa noche, esperando que le vernía la
ceciónsic segund solía, començó de temer mucho que, quando predicase, que fallescería.
E tornándose a sant Pedro, començole de rogar mucho, con grand devoción ante el su
altar, que le quisiese ayudar: “Cuya gloria el día de oy tengo que predicar”. E así fue
fecho, que en aquella noche le dexó toda la fiebre e después nunca le más tomó.
Una buena dueña que dizían Giralda, aviendo quatorze años que era demoniada,
vino un sacerdote, e díxole: “Yo só demoniada e el diablo atorméntame mucho”. E el
sacerdote fue muy espantado, e fue e entró en la sacristanía, e tomó el Libro de las
Conjuraciones, e la stola, muy ascondidamente so la capa, e tornó a la muger con buena
amistad. E viéndolo luego, dixo: “Ladrón malo, ¿dó fuiste o qué traes so la capa
ascondido?”. Mas el sacer[f. 106c]dote, faziéndole sus conjuraciones, e ella asañándose,
vino a sant Pedro siendo bivo a demandar que le ayudase. Respondiole commo profecta,
diziendo: “Cree fija e non desesperes, ca si yo non puedo acabar lo que demandas

570
Laxar: (del lat. laxāre). Aflojar, ablandar, disminuir la tensión de algo.

359
demientra que soy bivo, enpero, tienpo vendrá en que acabarás todo lo que
demandares”. E así fue fecho, despu[é]s de la su muerte, veniendo la muger al su
sepulcro, luego fue sana del todo e de aquel tormento del diablo.
Una muger que dezían Eufemia, del obispado de Milán, siendo atormentada del
diablo siete años avía. Veniendo al sepulcro de sant Pedro, començaron los diablos
atormentarla mucho, e a dezir por su boca, oyéndolo todos: “Marinela, Marinela de
Pedruelo”. Entonces los diablos, saliendo della, dexáronla bien así commo muerta; mas
después de poco espacio, levantose ella sana del todo. E afirmava que en los días de los
domingos, e en las fiestas, quando dizía la misa, la atormentavan más mayormente los
diablos.
Una muger que dizían Buena, siendo demoniada siete años avía. E trayéndola al
sepulcro de sant Pedro, malabez la podían tener los omnes. Entre los quales, era ý un
herege que dizían Corado, que viniera allí por ver los miraglos de sant Pedro. E
temiendo la muger con los otros, dixeron los diablos por la bo[f. 106d]ca de aquella
muger: “¿Por qué nos tienes tú? ¿No eras nuestro e nós non te levamos a tal lugar e
mataste ý un omne? ¿E non te levamos a tal lugar e a tal e pequeste con una muger
casada?”. Diziéndole muchos pecados que feziera que non los sabía otro, si non él sólo,
e espavoreciose mucho. E luego los demonios rascañando en el cuello e en los pechos
de la muger, e saliendo della, dexáronla medio biva. A poco de pieça se levantó sana.
Mas el herege, viéndolo maravillosamente, e tornose a la fe cathólica.
Un omne, que dizían Opizo siendo hereje, veniendo con una su parienta, que era
hereja, a la iglesia de los frailes, al sepulcro de sant Pedro, parando mientes, vio dos
dineros, e tomándolos, dixo: “Bueno es que los bevamos”. E luego començó a tremer en
una manera que se non pudo mover dende. E viendo la virtud de sant Pedro, desanparó
la eresía e tornose a la fe cathólica.
Una muger de Alimania, estando encerrada en la horden de sant Sisto, aviendo
grand gota en el inojo más avía de un año, en manera que nunca pudo aver remedio de
salud, mas, porque non podiera vesitar el sepulcro de sant Pedro con el cuerpo propio,
por quanto estava so obediencia, pensó si ál que no de vesitar el sepulcro sancto con la
voluntad, e con muy grand devoción. Mas diziendo que podría ir [f. 107a] fasta Milán
en quatorze días del lugar que ella estava, començó de tomar dieta. Por cada dieta dizía
C pater nostres a honra de sant Pedro. E fue grand maravilla, ca començando estas
dietas de la voluntad, en tal manera las fazía sienpre, que cada día se sentía mejor. Mas
fizo la postrimera dieta, e vino al sepulcro sancto por la volunptat de Dios. Fincados los

360
inojos, así commo si estudiese delante la sepultura suya, e començó a rezar todo el
salterio con muy grant devoción. E acabado el salterio, sentiose así librada de aquel
peligro, que dende adelante nunca más sintió de aquella enfermedat.
Un omne que dizían Rufino ovo muy grand enfermedat, ca siendo corrupto del
vientre, en tal manera que echava mucha sangre por el fondón sin cuento e sin manera,
en tal figura que non avía físico alguno que le pudiese dar remedio. Después, la sangre
saliendo continuadamente por seis días e por seis noches, él llamo a sant Pedro que le
quisiese acorrer. E tan adesora que lo dixo, luego fue sano, ca faziendo oración non ovo
ý detenimiento en la salud. Mas después adormiendo, se vio un fraire en ávito de la
Horden de los Predicadores, grueso en la cara e pequeño. En tal manera, que pensava
que era el conpañero de sant Pedro, que fuera tal e de tal forma [f. 107b] que le ofrecía
un ungüento. E untándole las manos e las palmas que tenía llenas de sangre, mas
diziendo: “Aún la sangre reziente es; mas ven a la sangre de sant Pedro que está aún
reciente”. E él despertando, luego pensó de ir visitar el sepulcro sancto de sant Pedro.
Más: unas condesas del obispado de Iporia, aviendo muy grant devoción en sant
Pedro, ayunando la su vigilia, yendo a la su iglesia para oír sus vísperas, una dellas puso
una candela ante el altar de sant Pedro Apóstol, por honra de sant Pedro Mártir. E
tornándose a su casa el sacerdote, lleno de avaricia, solló la candela, e queriéndola
matar, luego tornó la lunbre e encendiose commo de primero. Él sollando commo de
primero la segunda, e la tercera vegada, la lunbre luego se tornó a su lugar. Onde el
sacerdote enojado tornó e entró en el coro, e falló ante el altar mayor una candela
encendida que posiera el clérigo a onra de sant Pedro, e ayunava el su día. El sacerdote
quísola matar por dos vezes, mas non pudo. E viéndolo, el clérigo dixo: “O diablo, non
vees miraglo avierto? Demostrole a sant Pedro, e díxole que non quería que matase la su
candela”. Después fincó espantado, e maravillándose mucho el clérigo e [f. 107c] el
sacerdote, fueron aquel lugar e contaron este miraglo a todos.
Un omne, que dizían Oroba de Medus, jugando e perdiendo todo fasta las
vestiduras que tenía, e tornándose a su casa, en la tarde fuese a su lecho con su candela
encendida. E viéndose tener atan viles paños, e que avía tanto perdido, e pensando por
muy grant desesperança, començó de llamar los demonios, e acomendarse a ellos,
descreyendo e renegando. E luego fueron ý tres demonios, e lançando la candela
encendida en el suelo, arrebatáronle por el cuello e apretáronle fuertemente, en tal
manera que non podía fablar, e quebrantándole mucho. Dixieron los que estavan en casa
deyuso:

361
– Oroba, ¿qué es lo que fazes?
Respondieron los diablos en su persona:
– Id en paz a vuestros lechos.
Ellos cu[i]daron que era la boz dél, e tornáronse luego. Ellos partidos dende,
començáronle atormentar más fuertemente. E viéndolo los omnes, llamaron aprisa al
sacerdote. E conjurándo los demonios por sant Pedro, salieron luego dél los dos. Otro
día de mañana, traxiéronle al sepulcro de sant Pedro. Llegándose a él fray Guillelmo de
Verceo,571 començó de maltraer al diablo. E él nunca le viendo, llamole por su nonbre,
diziéndole:
– Fray Guillelmo, por ti nunca saliré de aquí, que aqueste nuestro es, e las obras
nuestras fizo.
E él preguntole cómmo le [f. 107d] dizían, díxole:
– A mí me llaman Balcefax.
Onde conjurándole sant Pedro, e lançándole en tierra, luego salió dél. E luego
fincó sano del todo e fizo penitencia verdadera.
Un herege, muy cruel, e disputador e de grant fabla, disputándose con sant
Pedro, e proponiendo muy sotilmente e agudamente aquellos herrores, e costriniendo a
sant Pedro que respondiese luego, sin detenimiento, a las cosas que proponían, él
demandó delibramiento desto que proponía. Entró una muger en una iglesia que estava
ý cerca, e él rogando a Dios, con muchas lágrimas, que le quisiese defender la razón de
la su fe, e que tornase aquel parlero falso a la verdat, o que le quitase la lengua, porque
non se podiese soverviar de aquí adelante contra la verdat de la fe. E tornándose al
herege, dixo manifiestamente ante todos que proponiese otra vez sus razones. E luego
fue fecho mudo, que solamente una palabra non pudo fablar. Onde todos los hereges
fuyeron, e los cathólicos dieron gracias a Dios.
Un día de Ramos, siendo vivo sant Pedro e predicando en Milán fasta que fue
cansado, e estando ý grant conpaña, dixo públicamente a altas bozes: “¡Por cierto, que
los hereges tratan la mi muerte; e por ende, es ya dado aver [f. 108a] por qué me maten.
Mas fagan quanto podieren, que más los perseguiré muerto que bivo!”.
E porque ello sea verdat, magnifiesto es en Florencia, en un monesterio que
dizen de las riberas, una monja, estando en oración el día que sant Pedro tomó muerte,
vio a la Virgen María ser con grand gloria en una cáthedra muy alta. E vio subir al cielo

571
LA (221): “Guillelme Vercellensis”. Ms. h-I-14: “Guillen de Vercellas” (f. CVIc).

362
dos fraires de los predicadores, e estar asentados cerca della, de la una parte e de la otra.
E preguntando qué era aquello, oyó una boz del cielo que le dixo que aqueste es fray
Pedro, que subió ante la cara de Dios padre, así commo fumo de aromatos bien olientes.
Por cierto, fue fallado que, en aquel día que la monja viera la visión, tomara él muerte, e
subió muy glorioso al cielo. Onde aviendo un omne muy grand enfermedat e luenga,
rogando a sant Pedro con grand devoción, luego ovo sanidat entera.
Un scolar veniendo de Magalona a Monpesler,572 de un salto que dio, fue
ronpido en la ingle, en manera que con el grand dolor non podía andar. E aqueste
algunas vezes oyendo predicar que una muger que avía cáncer, poniendo la tierra do
cayera la sangre de sant Pedro sobre aquella enfermedad, luego fue sana, e dixo: “Señor,
yo non tengo de aquella tierra; mas tú que diste a aquella tierra tanta virtud, por el ruego
de sant Pe[f. 108b]dro mártir, puedes la dar a esta”. E tomando de aquella tierra, con el
signo de la cruz e nonbrando el mártir, e poniendo sobre aquel lugar, luego fue sano.
En el año de la encarnación de mil e CC e LIX años, en la cibdat de Postela,573
fue uno que dizían Benito que tenía las piernas finchadas en manera de odres, e el
vientre finchado que parecía preñado, e la cara muy espantada por el grant
finchamiento, e todo el cuerpo finchado, que era por maravilla. Aqueste, teniéndose
malabes con un palo, e demandando limosna a una buena dueña, respondió ella: “Más te
es menester la fuesa574 que comer ninguna cosa; mas toma mi consejo, si quisieres, e
vete a casa de los fraires predicadores, e confiesa tus pecados e demanda ayuda a sant
Pedro”. En la mañana, veniendo a casa de los fraires e fallando la puerta cerrada, púsose
cerca della, e adormiose. E ahe un omne onrado do le pareció en ávito de los
predicadores, e cobriéndole con la capa, metiole dentro de la iglesia. Él, despertándose,
fallose dentro de la iglesia, e fallose sano del todo. E muchos fueron dende
maravillados, porque le vieron tan inchado e después librado tan aína.

[LV]
[f. 108c] Título XLII. Cómo subió nuestro Señor Jhesu Christo a los cielos

La Acensión de nuestro Señor Jhesu Christo fue quarenta días después que resucitó. E
en esta Acensión devemos entender siete cosas: lo primero, dónde subio; lo II, por qué

572
LA (240): “Magalona ad Montem Pessulanum”. Ms. h-I-14: “Madalona yendo a Monpesler” (f. CVIIa).
573
LA (244): “Compostella”. Ms. h-I-14: “Santiago” (f. CVIIb).
574
Fuesa: (del lat. fossa). Fosa.

363
non subió luego que resucitó, mas esperó tantos días; lo III, en qué manera subió; lo IIII,
con quáles subió; lo V, por qué merescimiento subió; los VI, dó subió; lo VII, por qué
subió.
Lo primero, se demuestra que subió a los cielos del monte Oliveti contra
Vetania. El qual monte, segund otra esposición, es dicho monte de tres lunbres, ca de
noche era alunbrado de parte de ocidente, de la lunbre del tenplo; de día de parte de
oriente, primero ferían los rayos del sol que en la cibdat; sobre esto, avía grant abondo
de olio, que es criamento de la lunbre, e por ende es dicho monte de tres lunbres. Pues a
este monte enbió Jhesu Cristo a sus dicípulos. Que en el día de la Ascensión apareció
dos vezes: la una vez a los honze apóstoles, estando comiendo en el cenáculo. Ca todos,
tan bien los apóstolos commo los otros dicípulos, e aun sancta María e las otras
mugeres, todas moravan en tierra de Jherusalem, en el lugar que dizían Melos, que
quiere dezir [f. 108d] Monte Sion, do fizo Davit un palacio para sí. E allí era el
cenáculo, e el grant estrado ado mandó Jhesu Chrisctosic aparejar la Pascua. En aquel
cenáculo moravan los XI apóstolos, e los otros dicípulos e las mugeres moravan
enderredor dende, cada día en su posada. Después, estando comiendo en el cenáculo,
aparecioles Jhesu Christo. E estrañoles la su incredulidat, porque non creían
verdaderamente la resurrección. E comiendo con ellos, mandoles que se fuesen al monte
Olivete contra Betania, e aparecioles ý otra vez, e demandándogelo ellos, bendíxolos, e
dende, delante ellos, sobió a los cielos. Onde de aqueste lugar do subió, dize sant Plicio
obispo de Jherusalem575 que fizieron aí una iglesia en que nunca podieron poner suelo
de piedra. Ante los mármoles saltavan en las caras de los que fazían ý. Aún parece el
polvo de la tierra e las pisadas de los pies de Jhesu Christo.
Lo segundo. Por qué non subió luego, mas quiso esperar quarenta días.
Demuéstrase que lo fizo por tres razones: la primera, certificación de la Resurrección,
ca más fuerte cosa era de provar la verdat de la Resurreción que non de la Pasión, ca del
primero día fasta el tercero se pudo provar verdaderamente la Pasión; mas para provar
la Resu[f. 109a]rreción verdadera, muchos días eran menester. Mayor tienpo entre la
Resurreción e la aparición, que entre la Pasión e la Resurrección. De aquesto dize León
papa,576 en el sermón de la Ascensión, onde dize: “Oy es conplido el cuento de los
quarenta días por ordenamiento de Dios. Ordenó para el provecho de nuestro
criamiento, por que mientra la tardança corporal se espendía en aqueste espacio

575
Speculum Historiale (VII, 64), de Vicente de Beauvais.
576
Tractatus septem et nonaginta (73, I).

364
presente, fuese firmada la fe de la Resurreción. Damos gracias al ordenamiento divinal e
a la tardança necesaria de los sanctos padres: que por eso dudaron ellos, por que non
dudásemos nós. La segunda razón fue por consolación de los apóstoles, ca las
consolaciones que les dio pujaron más que las tribulaciones. El tienpo de la Pasión fue
tribulación de los apóstoles; por ende, dividieron ser estos días más que los otros días.
La tercera razón fue por significación figurable, porque por esto se diese a entender que
las consolaciones divinales son conparadas a las tribulaciones, así commo el día a la
hora, e así commo el año al día. E porque se conpare así commo el año al día,
demuéstrase por aquello que se lee en el LXI capítulo: “Predicaría el año plaziente al
Señor, e el día de vengança al Señor Dios”.577 Ahe por qué el día de tribulación da el
año de consolación. E porque se conpare [f. 109b] así commo el día a la ora,
demuéstrase en aquello que nuestro Señor yogo XL oras muerto que fue tienpo de
tribulación. Onde dize la Glosa578 que: “Quarenta oras fue muerto, por esto afirma
ayunar quarenta días”.
Lo tercero. Devemos entender en qué manera subió. Ca subió muy
579
poderosamente, con fuerças propias, Isaía XLVI, capítulo dize: “¿Quién es este que
viene de Edón con grant fortaleza e muchedunbre de virtud?”. Otrosí, dize sant Juan
que: “Ninguno non sube al cielo con propia virtud, sinon quien descendió del cielo, el
Fijo de Dios que es en el cielo”.580 E maguer que la nube descendió así commo pella,581
aqueste enpero non lo fizo ca non lo avía menester; mas porque por aquesto se
demostrase que toda criatura deve de seguir su criador, ca él subió por poderío de la su
divinidat. En aquesto se demuestra departimiento, segund que dize en las Estorias
Escolásticas.582 Ca Enoch fue trasladado al paraíso terrenal, e Helías fue alçado de la
tierra; mas non por propria virtud, segund que Jhesu Christo subió; el primero, que fue
Enoch, segunt que dize sant Gregorio,583 engendrado por ayuntamiento de omne e de
muger, e engendrante; e el segundo, que fue Helías, engendrado, mas no engendrante; el
tercero, que fue Jhesu Christo, nin [f. 109c] engendrado, nin engendrador. Lo segundo,
subió magníficamente, ca viendo los dicípulos, dize: “Videntibus ilis e c”.584 Otrosí,

577
Isaías (61, 2).
578
Biblia latina cum Glossa Ordinaria (Hechos 1, 3).
579
Isaías (63, 1).
580
Juan (3, 13).
581
Pella: (del lat. pilŭla, dim. de pila, pelota). Especie de pelota compuesta de mixtos, que en la artillería
antigua se arrojaba para incendiar.
582
Historia Scholastica (Ev. 198), de Pedro Coméstor.
583
XL homiliarum in evangelia libri II (29, 6, 29).
584
Hechos (1, 9).

365
dize sant Juan XVI capítulo: “Vo a quelque me enbió, e ninguno de vós non me pregunta
dó vas”.585 E dize la Glosa: “Así subió magnifiestamente, que non era menester
preguntar dó vas”.586 Ca bíanlo sobir con la vista corporal; e por ende, quiso subir
viéndolo todos, porque ellos fuesen testigos de la Ascención, e se gozasen porque sobía
al cielo la humanal natura e deseasen seguirle. Lo tercero, subió alegremente, ca
cantando los ángeles, onde dize el Salmo: “Subió Dios con canto de alegría”,587
subiendo Jhesu Christo, espántase el cielo, marav[í]llanse las strellas, alégranse las
conpañas del cielo, suena la tronpa, los coros muy alegres mesclan cantos muy dulces.
Lo IIII, subió muy ligeramente, onde dize en el Salmo: “Saltó commo gigante para
correr su carrera e c”.588 Ca muy ligeramente subió quando corrió en tanto spacio,
quanto es un momento. Ca cuenta rabí Mose,589 muy grand filosofo, que qualqquiersic
cerco de qualquier planeta ha en grueso, e en redondo, tanto espacio quanto podría
andar un omne en quinientos años por carrera llana. E ha en longura otro tanto en el
cielo e la ti[f. 109d]erra, e entre cerco e cerco, otro tanto. E por ende, commo sean siete
cielos, segunt dize este filósofo, que de medio de la tierra fasta el seteno cielo de
Saturno, que es el sétimo cielo, ay andadura de siete mill e quenientos años si omne
visquiese para lo andar. Así, enpero que qualquier de los años sea conpuesto de CCC e
LXVI días,590 e el camino de cada día que sea de XL milias, e cada milia de dos mill
pasos que de cada día ande su jornada. E aquesto que sea verdat Dios lo sabe, ca él sabe
esta medida, que fizo todas las cosas e las fizo por peso e por medida; pues aqueste fue
grant salto que fizo Jhesu Christo de la tierra al cielo. E de aqueste salto, e de todos los
otros, dize sant Anbrosio591 así: “E un salto vino Jhesu en aqueste mundo, del Padre
vino en la Virgen, traspasó al pisebre, descendió en Jordán, subió en la cruz, decendió al
sepulcro, levantose dél e see a la diestra del padre”.
La IIII razón. Devemos entender con quién subió, ca subió con grant conpaña de
omnes e con muchedumbre de ángeles. E por qué subió con tan grant prea592 de omnes,
demuéstrase en aquello que dize el Salmo: “Ascendisti in altum e c”.593 Sobiste en alto e
tomaste la catividat, e tomaste dones de los omnes. E por qué subió [f. 110a] con

585
Juan (16, 5).
586
Biblia latina cum Glossa Ordinaria (Juan 16, 5).
587
Salmos (46, 6).
588
Salmos (18, 6).
589
Dux neutrorum vel dubiorum (III, 4), de Maimónides.
590
LA (55): “CCCLXV diebus”.
591
De Isaac vel anima (4, 31).
592
LA (63): “preda”.
593
Salmos (67, 19).

366
muchedunbre de ángeles, demuéstrase por aquellas preguntas que fazían los menores
ángeles a los mayores subiendo Jhesu Christo, segunt que dize Isaías LXIII capítulo:
“Quis est qui venit de Edon tin[c]tis vestibus de Bosra?”.594 Onde dize la Glosa que
algunos ángeles non sabiendo ciertamente misterio de la encarnación, viendo subir a
Jhesu Christo con muchos ángeles, e muchos omnes sanctos, maravillándose de la
Encarnación e de la Pasión, dizían a los ángeles que aconpañavan al Señor: “¿Quién es
este que viene del mundo?”.595 Ese mismo dize el Salmo: “¿Quién es este rey de
gloria?”.596 E demuestra sant Dionisio, en el libro De la Gerarchía angilical, VII

capítulo,597 que quando nuestro Señor subió fueron fechas tres quistiones de los ángeles:
la primera fizieron los ángeles, así los unos a los otros; la segunda fizieron los mayores,
diziendo: “¿Quién es este que viene de Edón?”. Edón quiere dezir sangriento, Bosra
quiere dezir muchedunbre de sangre o guarnecido de sangre. Así commo que diga:
“¿Quién es este que viene del mundo sangriento por el pecado e guarnido por la malicia
contra Dios?”, o “¿quién es este que viene del mundo sangriento e del infierno
guarnecido?”. Aquí respondió nuestro Señor: “Yo só el que fablo justicia”. [f. 110b]
Dionisio pone tal escriptura fablando en persona de Dios, diziendo: “Yo disputo justicia
e juizio de salud en redenption del humanal linaje”. Fue justicia en quanto retornó la su
criatura e la sacó del señorío ageno. E fue juizio grande en quanto derribó al diablo
enganadorsic muy poderosamente, que tenía al omne e la juridición agena. Mas segunt
aquesto, faze aquí Dionisio una quistión, diziendo: “Pues los mayores ángeles son muy
cercanos de Dios, e son cada día alunbrados de la su cara, ¿por qué preguntan los unos a
los otros, así como codiciando aprender los verbos de los otros?”. Mas, segunt que él
mismo suelta, e el esponedor lo espone, en aquello que preguntan significan codiciar
saber ciencia. Mas aquello que se preguntan primero entre sí demuestran que non osan
ir ante la procesión de Dios; mas primero lo libran entre sí preguntando, que por
abentura non pierdan aquel esclarecimiento que han de Dios, por aquexamiento de
pregunta. La segunda questión es la que fizieron los mayores ángeles a Jhesu Christo,
diziendo: “¿Por qué traes la tu cobertura bermeja e los tus bestidos colorados commo de
los que pisan en el xarayz?”.598 Aquí dize nuestro Señor que ovo la su cobertura
colorada, que es su cuerpo en[f. 110c]sangrentado en sangre. Ca quando subió aún tenía

594
Isaías (63, 1).
595
Biblia latina cum Glossa Ordinaria (Isaías 63, 1).
596
Salmos (23, 8, 10).
597
De hierarchia caelesti, in Dionysiaca (7, 3).
598
LA (87): “Quare ergo rubrum est indumentum tuum et vestimenta tua sicut calcantium in torculari?”.

367
las llagas, segunt que dize maestre Beda,599 por cinco razones. E dize así: “Guardó
nuestro Señor las sus sobresanaduras, e guardarlas ha fasta el día del juizio porque
afirme la fe de la Resureción, e porque las represente al Padre rogando por los omnes.
Porque los buenos vean quánto misericordiosamente fueron redemidos, e porque los
malos conoscan quánto derechamente son dañados. E porque traía vitoria cierta del su
vencimiento perdurable”; pues responde nuestro Señor a esta questión así: “Yo solo
pisé en el xarayz,600 e ningund varón de los de las gentes non fue conmigo”. Onde la
cruz puede ser llamada xarayz,601 en el qual así fue apretado, con viga lagar fasta que la
sangre se derramó toda. O llama al diablo xarayz,602 que así enbolvió el humanal linaje
en cuerdas de pecados, que qualquier cosa spiritual que en ellos estava todo lo apretava.
E solamente los pecados fincavan así como los brujos, que fincan apretados; mas el
nuestro Señor lidiador pisó el xarayz,603 ronpió los lazos de los diablos, e subiendo al
cielo, después abrió la taverna e derramó el vino del Spíritu Sancto. La III questión es
qué fizieron los menores ángeles a los mayores, diziendo: “¿Quién es este Rey de
gloria?”. E responden ellos: “El Señor de las [f. 110d] virtudes, ese es el Rey de la
gloria”. E de aquesta quistión de los ángeles, e de la responsión convenibles de los
otros, dize sant Agustín así:604 “La conpaña de Jhesu Cristo santiguó al aire muy grande,
e toda la canpaña de los monges, que andavan bolando por el aire, fue derramada e fuxo
atrás; sobiendo Jhesu Cristo, e corriendo los ángeles a ellos, preguntándole quién era,
diziendo: ‘¿Quién es este Rey de gloria?’. Respondieron los otros, e dixeron: ‘Aqueste
es el blanco e colorado que non ovo semejança de fermosura; fue enfermo en el madero,
fue fuerte en la batalla, fue vil en el cuerpo, fue armado en la batalla, fue feo en la
muerte, fue fermoso en la Resurrección, fue blanco en la Virgen, fue colorado en la
cruz, fue sordo en los denuestos e escarnios, fue claro en el cielo”.

599
Expositio in Lucam (6, 24, 40).
600
LA (93): “torcular”.
601
LA (94): “Et potest vocari torcular crux”.
602
LA (95): “Vel torcular vocat dyabolum”.
603
LA (96): “torcular”. Torcular, aris: “Prensa, máquina para prensar [...] lagar”. (Agustín Blánquez
Fraile: Diccionario Latino-Español, t. K-Z, 1988). La palabra “xarayz” aparece con dos entradas en el
corpus CORDE de la página web de la RAE. El primer caso yace en un texto anónimo titulado: Tratado
de plantar o enjerir árboles o de conservar el vino (BNM Ms. 10211, c. 1385-1407). El segundo caso se
encuentra en un texto de Gabriel Alonso de Herrera, que aparece con el título: Obra agricultura. Alcalá,
1513. En ambos casos, la palabra “xarayz” se emplea para denominar un brebaje tipo vino, sin aludir
específicamente al jerez. Corominas: “Jaraiz, v. Zafariche: Covarrubias en xarayz remite jaraiz, donde no
hay nada [...] Autoridades s. v. xaraiz, define ‘lo mismo que lagar; en algunas partes se toma por lagar
pequeño’”.
604
Sermones (179, 2), de pseudo Agustín de Hipona.

368
La quinta razón. De[be]mos entender por quál merecimiento subió, ca subió por
tres merecimientos, de los quales dize sant Jherónimo605 así: “Señor, subiste por la
verdat, ca cunpliste todas las cosas que prometiste por los profethas; sobiste por
mansedumbre, ca así testificaste commo oveja mansa por la vida de los omnes; por
justicia, ca libraste el omne non por poderio, mas por justicia”. E traerte a la tu diestra
maravillosamente, que es el tu pode[f. 111a]río, e la tu virtud que te traerá al cielo.
Lo sesto, dó subió. Devemos saber que subió sobre todos los cielos, segunt que
dize ad Efesios, IIII capítulo: “El que descendió es e el que subió; e subió sobre todos los
cielos para que cunpliese todas las cosas”.606 Dize sobre todos lo cielos, ca muchos son
los cielos sobre los quales Él subió: el cielo material, cielo razonal, cielo intelectual,
cielo sustancial. El cielo material es de muchas maneras: cielo acreo, cielo ethereo, cielo
olinpo,607 cielo ineo, cielo sidereo, cielo cristalino, cielo inpirio. El cielo razonal es el
omne justo, e es dicho cielo por razón que mora en la morada de Dios. Ca así commo el
cielo es dicho seja608 e morada de Dios, segunt que dize en el Libro de Isaías, en
persona de Dios: “El cielo es mi seja”, así la alma del justo, segunt que dize en el Libro
de la Sapiençia: “La alma del justo es seja de la sabiduría”.609 Por razón de la sancta
vida que faze, ca los sanctos, por la sancta conversión e deseo, moran en el cielo, segunt
que dize el apostol: “La nuestra conversión es en el cielo”.610 Otrosí, justo es dicho
morada de Dios, por razón de las buenas obras continuadas que faze. Ca así commo el
cielo se mueve todavía, así los sanctos se mueven por las buenas obras. El cielo
intelectu[f. 111b]al es de los ángeles, que los ángeles son dichos cielo, ca son muy altos
en semejança de cielo por razón de dignidat muy sobrepujada, de la qual dinidat e
excelencia, dize así Dionisio en el Libro de Divinis Hominibus, IIII capítulo: “Las
voluntades divinales son sobre la otra existencia”. Lo segundo, muy fermosos por razón
de naturaleza de Gloria. De la qual fermosura, dize Dionisio en ese mismo libro: “El
ángel es declaramiento de la lunbre ascondida; es espejo puro, e muy claro, sin
manzilla, e non tañido, es ataleador;611 e sí se puede dezir, con razón que ha parte en la
fermosura de Dios”. Lo III, son fuertes por razón de fortaleza e de poderío. De la qual
fortaleza dize sant Damaceno en el Libro II, III capítulo: “Fuertes son sienpre, e

605
Breviarium in Psalmos (col. 1015), de pseudo Jerónimo de Estridón.
606
Efesios (4, 10).
607
Estas dos últimas palabras se repiten en el incunable.
608
LA (118): “sedes”.
609
Isaías (66, 1). Cfr. Sabiduría (7).
610
Filipenses (3, 20).
611
LA (128): “immaculatum, suscipiens”.

369
aparejados para cunplir la voluntad de Dios doquier que el su mandamiento es”. El cielo
sustancial es la egualeza de Dios muy ensalçada, donde vino Jhesu Christo e subió
después fasta ella, onde dize el Salmo: “A summo celo egresio ejus e c.”;612 pues subió
sobre todos los cielos fasta el cielo sustancial. E para qué subió sobre los cielos
materiales parece por aquello que dize el Salmo: “Elevata este magnificencia e c.”.613
Alçada es la tu grandeza sobre todos los cielos, ca subió sobre todos los cielos [f. 111c]
materiales fasta el cielo, no así commo Helías, ca subió en carro fasta do estava la luna;
mas traspasó dende adelante e fue traslaudadosic en el paraíso terrenal. E así aparece
fasta el lugar do está la luna, e non traspasó dende adelante; pues en este cielo inperiose
Jhesu Christo, e allí es su morada, e de los ángeles e de los sanctos. Ca aquel cielo es
más alto que todos los cielos por dignidat, por linpieza, por asentamiento, por redondeza
e acrecentamiento. E por ende, es convenible morada de Jhesu Christo, que aqueste
cielo traspasa todos los otros racionales, intelectuales, por dignidat, e por más durable, e
por asentamiento, que nunca se mueve, e por cercamiento de poderio. El qual cielo es
de una forma, e non movible; es de lunbreza acabada; e derechamente es bueno a los
ángeles e a los sanctos que fueron una forma, que es una voluntad en obramiento;
fueron firmes, non movibles, en dileción e caridat; fueron lunbrosos en la fe e en la
coniciónsic; fueron prendedores en el recibimiento del Spíritu Sancto. E para qué
subiese Jhesu Christo sobre todos los cielos, que son los sanctos, parece por aquello que
dize en el Libro de los Cantares, II capítulo: “Ahe aqueste viene saltando por los montes
traspasando los collados”614. E llama aquí Jhesu Cristo a los615 ángeles montes, e a los
[f. 111d] omnes sanctos collados. E para qué subiese sobre los cielos intelectuales, que
son los ángeles, parece por aquello que dize el Salmo: “Qui penis nubem ecétera”.616
Aquí quiere dezir: “Tú que pones la tu subida, así commo nube andas sobre las péñolas
de los bientos”; otrosí si subió sobre la orden de cherubín e serafín, que son los más
altos ángeles del cielo, onde dize: “Ascendid super cherubín e serafín e bolvit e c”.617 E
para qué subiese sobre el cielo sustancial, que es la igualdat de Dios Padre, demuéstrase
por aquello que dize sant Mathe:618 “Dominus quidem Jhesus e c.”, que quiere dezir:

612
Salmos (18, 7).
613
Salmos (8, 2).
614
Cantar de los cantares (2, 8).
615
Estas dos últimas palabras se repiten en el incunable.
616
Salmos (103, 3).
617
Salmos (17, 11).
618
Marcos (16, 19).

370
“Dende que Jhesu Christo fabló con sus discípulos, fue tomado en el cielo. E see a la
diestra de Dios Padre; es seer igual de Dios”.
Cerca las siete razones, por qué nuestro Señor subió al cielo, son nueve fructos,
o nueve provechos: el primer provecho es la morada de la divinidat, que es morar con
Dios. Onde dize sant Juan: “Si yo non fuere el mensagero” –que es el Espíritu Sancto–
“non verná a vós; mas si yo non fuere, enbiarlo he a vós”.619 Onde dize sant Agustín:620
“Si carnalmente me amáredes, el espíritu non verna a vós”. El segundo provecho es
mayor conoscimiento de Dios. Sant Juan dize: “Si me amásedes, [f. 112a] gozaríades
que vo al padre”.621 Onde dize san Agustín: “Por ende, trayo aquesta forma de siervo en
la qual es el Padre mayor que yo, porque podades ver a Dios espiritualmente”.622 El
tercero provecho es merecimiento de la fe. El IIII provecho es nuestra asigurança. E por
ende, quiso subir para que sea nuestro abogado ante Dios Padre, ca muy seguros somos
quando tal abogado tenemos ante el Padre. Onde dize sant Juhan, II capítulo: “El
nuestro abogado, que es Jhesu Christo justo, tenémosle cerca del Padre. E Él está
rogando por nuestros pecados”. De aquesta segurança, dize sant Bernardo así: “Sugurasic
subida as omne delante de Dios, quando está la madre delante el Fijo, e el Fijo delante
el Padre. La madre demuestra los pechos e las tetas que mamó el Fijo, e el Fijo
demuestra al Padre el costado, e las llagas; pues ningunt ruego podrá ser repoyado do ay
tantas señales de caridat”.623 El quinto provecho es nuestra dignidat. Ca muy grant
dignidat es la nuestra quando la nuestra natura es alçada cerca del padre. Onde los
ángeles, parando mientes que aquesta dignidat avían los omnes dende en adelante, non
quisieron que los adorasen los omnes. Onde dize el Apocalisis, XIX capítulo: “Caí ante
los pies del ángel para que le adorase, e díxome: ‘Ve non lo fa[f. 112b]gas, ca tu siervo
só e de los tus hermanos’”.624 Onde dize la Glosa: “En la ley vieja, non vedó de
adorarse; mas después de la Ascensión, viendo el omne ser más alçado, que él non osó
adorarse del omne”.625 El VI provecho es firmadunbre de la nuestra fe. Onde dize ad
Hebreos IIII, capítulo: “Nós avemos grant obispo que traspasó todos los cielos, que es
Jhesu Christo. E aqueste tengamos por confesión de nuestra esperança”.626 El sétimo
provecho es demostramiento de nuestra carrera. Onde dize el propheta Michías, II

619
Juan (16, 7).
620
Sermones (265a).
621
Juan (14, 28).
622
Tractatus septem et nonaginta (74, 67), de León I.
623
Tractatus de diversis materiis praedicabilibus (II, 6), de Esteban de Borbón.
624
Apocalipsis (19, 10).
625
Biblia latina cum Glossa Ordinaria (Apocalipsis 19, 10).
626
Hebreos (4, 14).

371
capítulo: “Subió demostrando el camino delante ellos”.627 Onde dize sant Agustín,628
fablando al omne: “El tu Salvador es tu carrera; pues levántate, e anda e non perezeyes”.
El VIII provecho es la primera abertura de la puerta celestial. Ca así commo Adán abrió
primero la puerta del infierno, así Jhesu Christo segundo abrió la puerta del Paraíso.
Onde canta la Iglesia: “Tu devicto morctissic aculeo e c.”. Tú abriste los reinos de los
cielos a los que creyeron en ti después que venciste a los aguijones de la muerte. El IX

provecho es aprovechamiento del lugar. Onde dize sant Juan, XIIII capítulo: “Vo
aparejarvos lugar”.629 Dize sant Agustín:630 “Señor, apareja lo que aparejas, ca Tú te das
a nós, e a nós das a ti; e Tú te pones en [f. 112c] nós, e a nós pones en ti”.

[LVI]
Título XLIIII. Cómmo nuestro Señor inbió el Spíritu Sancto a los apóstoles

El Espíritu Sancto fue enbiado en tal día commo oy sobre los apóstolos, segunt que dize
la Sancta Escritura, en lenguas de fuego. En este enbiamiento son de parar mientes ocho
cosas: lo primero, de quién fue enbiado; lo II, de quántas maneras fue enbiado; lo III, en
qué tienpo fue enbiado; lo IIII, quántas vezes fue enbiado; lo V, en quál manera fue
inbiado; lo VI, sobre quáles fue enbiado; lo VII, por qué fue enbiado; lo VIII, en qué fue
enbiado.
Cerca la primera razón devemos parar mientes de quién fue enbiado. Ca fue
enbiado del Padre, e eso mismo le inbió el Fijo, e el Espíritu Sancto se dio a sí mismo e
se inbió. De la primera cosa dize sant Juan, XIIII capítulo: “El Espíritu Santo consolador
que inbía el mi Padre, en el mi nonbre, vos demostrará todas las cosas”.631 De la
segunda razón, dize él mismo, en el XVI capítulo: “Si yo fuere, enbiarlo he a vós”.632
Que el enbiamiento en estas baxesas de la tierra á conparación aque[l] que le enbía en
tres maneras. Ca si commo el dar ser, [f. 112d] así commo el sol que enbía los rayos a
dar virtut; así commo la piedra que de la mano del lançador sale a dar poder e abtoridat;
bien así commo el papa, o algund rey, inbía un su legado e le da todo su poderío, segunt
que estas tres maneras de inbiamiento pueden convenir al Spíritu Santo. Ca es inbiado
del Padre e del Fijo así commo el aver e saber, aviendo dellos virtut e abtoridat en

627
Miqueas (2, 13).
628
Sermones (141, col. 777).
629
Juan (14, 12).
630
In Iohannis evangelium tractatus (68, 3).
631
Juan (14, 26).
632
Juan (16, 7).

372
obrando. Enpero ese Spíritu Sancto, él mismo dio a sí mismo, e se inbió, por lo qual se
demuestra, segund que dize sant Juhan, XVI capítulo: “Quando viniere el Espíritu
Sancto consolador, él vos demostrará toda la verdat”.633 Ca segunt dize el papa León634
en el Sermón de Pentecostés: “La divinidat de la sancta scriptura, e de la sancta
Trinidat, es cosa non movible en una sustancia, non departida en la obra, acordable en
la voluntad, igual en todo poderío, igual en la gloria”. Mas la misericordia de la Trinidat
partió la obra de la nuestra redemptión, el Padre que perdonase, el Fijo que otorgase, el
Espíritu Sancto que lo ayuntase. E porque el Espíritu Sancto sea Dios, por ende, es
dicho derecha que se dio él mismo. E demuéstralo sant Anbrosio635 en el Libro del
Spíritu Sancto, diziendo así: “Por estas quatro cosas se manifiesta e se prueva la gloria
de la Divinidat. Conoscimos ser Dios, por esto [f. 113a] que es sin pecado, e que
perdona los pecados; e que non es criatura, mas criador; e que non adora, mas es
adorado”. E aqueste enxienplo se demuestra así en quál manera la sancta Trinidat se nos
dio magnifiestamente del todo entera. Ca el Padre nos dio todas las cosas que ovo, ca
segunt dize sant Agustín: “Inbionos a su Fijo en precio de nuestra redenpción, e el
Spíritu Sancto en previlegio de la nuestra donación. E a sí mismo todo guarda en
heredat”.636 E el Fijo se nos dio todo eso mismo, ca segund dize sant Bernaldo:637 “Él es
pastor, Él es redenptión”. Ca Él dio la su alma a nós en precio la su sangre, en bever; la
su carne, en manjar; la su divinidat, en galardón. Eso mismo el Spíritu Sancto, dio todos
sus dones e nos da, ca segunt dize la primera Epístola ad Corintios, XIII capítulos: “A
unnosic es dada, por Spíritu Sancto, palabra o fabla de sabiduría; a otros, grant fuerça
por ese mismo Spíritu; a otros, grand fe en ese mismo Spíritu”.638 E así, en esta
semejança, es partido el Spíritu Sancto, ca segunt dize sant León papa:639 “El Spíritu
Sancto es spirador de fe, enseñador de ciencia, fuente de amor, señal de castidat e de
toda salud”.
La segunda razón, por quántas maneras es inbiado. Devemos saber que el
Spíritu Sancto es inbiado en dos maneras: vesiblemente e non vesiblemente. Non vesi[f.
113b]blemente, quando entra en las volunptades devotas e buenas; vesiblemente,
quando entra e se demuestra por algunas señales o miraglos que faze del enbiamiento

633
Juan (16, 13).
634
Tractatus septem et nonaginta (76, 30).
635
De spiritu sancto (III 18, 132).
636
De spiritu et anima (6), de Alcherus de Claraval.
637
Sermones super Cantica (31, 10).
638
1 Corintios (12, 8).
639
En el incunable: “papapa”. Tractatus septem et nonaginta (75, 102).

373
invisible. Dize sant Juan, tercio capítulo: “El Espíritu Sancto do Él quiere espira, e
donde es la su boz; mas non sabes dónde venga o dónde vaya”.640 E non es maravilla, ca
segunt dize sant Bernado641 de la razón non vesible: “Non entró por los ojos, ca non es
cosa colorada que pueda establecer el ojo; nin por las orejas, ca non faze sueño; nin por
las narizes, que non se mésela con el aire para que se huela; mas solamente entra en la
voluntad; nin entra por la garganta, que non es cosa que se pueda comer, nin bever; nin
por las manos, ca non es cosa que se pueda palpar. Pues, ¿quieres saber cómmo non se
pueden ver las sus carreras? Yo estando commo muerto entendí la su presencia en el
solo movimiento del coraçón. E sentí el su poderío con el derramamiento de mis
pecados, que yo tenía ascondidos. E maravilleme de la fondura de la su sabiduría, e del
emendamiento de las mis costunbres. Pobre la bondat de la su manseza en el
reformamiento e renovamiento de la mi voluntad. Entendí quán grande es la semejança
de la su [f. 113c] fermosura, e parando mientes en estas cosas, espanteme por la
muchedunbre de la grand grandeza”. Esto fasta aquí dize sant Bernardo. Mas el
inbiamiento del Spíritu Santo vesiblemente es quando se deve mostrar en alguna señal
vesible. Fazemos entender que se demuestra en cinco maneras: lo primero, en
semejança de paloma sobre Jhesu Christo quando se baptizó. Onde dize sant Luchas, IIII
capítulo: “Descendió el Spíritu Sancto642 corporalmente sobre él en semejança de
paloma”.643 Lo II, en semejança de nuve clara sobre Jhesu Christo, quando se
transfiguró. Onde dize sant Mathe, XIIII capítulo: “Estando él fablando, ahe una nuve
clara que los cubrió”.644 Lo III, en semejança de sol. Onde dize sant Juhan, XX capítulo:
“Solló en ellos, e dixo: ‘Tomat el Spírtu Sancto e c.”’.645 Lo IIII, en semejança de fuego.
Lo V, en semejança de lengua. E en aquestas dos maneras pareció el día de oy. Mas por
ende es demostrado en aquestas cinco semejanças, por dar a entender que la propiedat
destas cosas obra en los coraçones. Que entra la paloma, ha gemido, por tanto, e non ha
fiel, mora en las foranças de piedra. Así el Spíritu Sancto faze gemir aquellos en que Él
está por sus pecados. Onde dize Isaías, LIX capítulo: “Nós bramaremos así commo osos;
e pensando, así commo la paloma, nós lloraremos”.646 [f. 113d] Onde dize sant Pablo,
en la su epístula a los de Corinthio: “El Espíritu Sancto demanda perdón por nós con

640
Juan (3, 8).
641
Sermones super Cantica (74, 5-6).
642
Esta palabra se repite en el incunable.
643
Lucas (3, 22).
644
Mateo (17, 5).
645
Juan (20, 22).
646
Isaías (59, 11).

374
muchos gemidos, e nos faze llorar demandando perdón”.647 Lo II, es sin fin amarga.
Onde dize en el Libro de la Sapiencia, XII capítulo: “¡O señor, quán bueno e suave es el
tu espíritu en nós!”. Otrosí dize en ese mismo lugar, VIII capítulo: “E la llama suave e
benigno humano”. Por ende, que nos faze suabes, e benignos e humillosos. Suaves, en
la palabra; benignos, en el coraçón; humillosos, en la obra. Lo tercero dize: “La paloma
mora en las foranças de piedra, que son las llagas de Jhesu Cristo, ca Jhesu Cristo es
piedra”. Onde dize en el Libro de los Cantares, V capítulo: “Levántate mi amiga, e mi
esposa e mi paloma. Levántate e ven, cría los mis pollos en las foranças de la piedra por
derramamiento del Espíritu Sancto”.648 Onde podemos dezir: “Jhesu Christo es espíritu
de la nustra boca, que fue preso por los nuestros pecados. A quien dezimos:
‘Beviremos’, en gemidos. ‘Sola tu sonbra’, que es la tu Pasión. Así commo si diga que
es boca de la nuestra boca, e nuestra carne”. E fázenos dezir: “Jhesu Christo, biviremos
cada día en la memoria de la tu sonbra, que es la tu Pasión”. En la qual Jhesu Christo
649
fue tenebroso e despreci[f. 114a]ado. Lo III, el Espíritu Sancto es demostrado en
semejança de nuve. La nuve es alçada de tierra, e da refrigerio de la calentura a los
omnes, e engendra lluvia. Así el Espíritu Sancto alça de tierra aquellos que son llenos
dél por menos preciamiento de las cosas terrenales. Onde dize el profeta Ezechiel:
“Alçome el Spíritu entre el cielo e la tierra”.650 Lo II, da refrigerio contra los
entendimientos de los pecados. Onde fue dicho a sancta María: “el Spíritu Sancto
vendrá en ti, e la virtud del muy alto te cobrirá e te refriará de toda calura de pecados”.
Onde el Spíritu Sancto es llamado agua, ca ha poder e fuerça de esfriarse. Lo III,

engendra la lluvia de lágrimas. Onde dize el Salmo: “Flavit spiritus eius e c.”.651 Solló
el Espíritu Sancto e corrieron la aguas que son las lágrimas. Lo quarto,652 el Espíritu
Sancto es demostrado en semejança de resollo. El resollo es ligero, e manso e caliente.
Es ligero e manso, e conviene para respirar. Así el Espíritu Sancto es ligero e manso
para derramarse sobre aquellos que en él creen. E él es más movible que todas las cosas
movibles, non sabe tardar la gracia del Espíritu Sancto en la obra que ha de fazer. Lo II,
el resollo es caliente para quemar e encender. Onde dize sant Luchas, [f. 114b] XII

capítulo: “Veni ignem mitere in terram: Vine meter fuego en la tierra, ¿e qué quiero si

647
Romanos (8, 26).
648
Cantar de los cantares (2, 13-14).
649
LA (64): “Secundo”.
650
Ezequiel (8, 3).
651
Salmos (147, 18).
652
LA (78): “Tertio”.

375
non que arda?”.653 Vine meter fuego del Espíritu Sancto para quemar los que son llenos
dél. Lo III, es liviano para falagar. Lo IIII, mucho necesario para respirar, ca si una ora
estubiese omne que non respirase, luego morir. Así es de entender del Spíritu Sancto,
onde dize el Salmo: “Quitarles has el Spíritu, e fallecerán e serán tornados en su polvo.
Envía el tu Spíritu, e criarse an”.654 Onde dize sant Juhan: “El Spíritu es el que faze
bevir”.655 Lo IIII, el Spíritu Sancto es demostrado en semjança de fuego. Lo V, en
semejança de lengua. E la razón por que pareció en estas dos semejanças, dizirlo ha
deyuso.
La III razón, en qué tienpo fue inbiado. Devemos saber que fue inbiado a
cinquanta días después de Pascua; mas por eso fue inbiado a cinquenta días, por dar a
entender que el Espíritu Sancto es perfición de la ley, galardón perdurable, remisión de
los pecados. Ca segunt dize la Glosa, en la ley vieja, del día que sacrificavan el cordero
fasta el día quinquagésimo, fue dada la ley en el monte Sinaí; E en el Nuevo
Testamento, a cinquanta días de la resurrección de Jhesu Cristo, decendió el Espíritu
Sancto en semejança de fuego, e la ley decendió en el monte Signaí; [f. 114c] el Spíritu
Sancto en el monte de Sión; la ley en el monte más alto; El Spíritu Sancto fue inbiado
en el cenáculo. Onde por aquestas cosas se demuestra que Jhesu Cristo es perfección e
dileción de toda la ley. Lo segundo, es galardón perdurable. Onde dize la Glosa: “Así
commo Jhesu Christo estido XL días después de la Resurreción con sus discípulos, así el
día quinquagésimo significa el día presente, en el qual fue dado el Spíritu Sancto. Saca
el cuento de diez que es galardón perdurable, e por este cuento se entienden los diez
mandamientos”.656 Lo III, es remisión de los pecados. Onde dize la Glosa que en la Ley
Vieja a cada cinquenta años era jubileo, que quiere dezir, perdonança. Ca en aquel año
los que estavan presos eran sueltos; e los que fazían omicidio, o otros maleficios, eran
perdonados; e los que devían deudas de grandes tienpos, todos eran quitos; e los que
tenían heredades enpeñadas, o enagenadas, todas era libres e quitas. Pues así se sigue en
el jubileo espiritual, que por el Espíritu Sancto son dexados los pecados, los culpados
son sueltos, las deudas son sueltas, los desterrados son tornados en sus tierras, la heredat
perdida es tornada a sus herederos, los siervos, que son los omnes vendidos por los
pecados que fazen, son librados de la ser[f. 114d]vidunbre; es dexada la deuda de los
pecados, ca la caridat cubre la muchedunbre de los pecados que fazen; e para que los

653
Lucas (12, 49).
654
Salmos (103, 29-30).
655
Juan (6, 64).
656
Biblia latina cum Glossa Ordinaria (Hechos 2, 1).

376
desterrados sean tornados en sus tierras. Onde dize el Salmo: “Spiritus tuus bonus
deducet e c.: el tu buen Spíritu me traera en la tierra de verdat”.657 Pues ahe que se torna
la heredat perdida.
La quarta razón. Devemos entender quántas vezes fue inbiado. Devemos saber
que fue inbiado e dado a los apóstoles tres vezes: la primera, antsic la Pasión; la segunda,
después de la Resurreción; la III, después de la Acensión. La primera vegada le fue
inbiado para fazer miraglos; la II, para consolar; la III, les dio poderío sobre todos los
demonios, e para que sanasen todas las enfermedades. E aquestos miraglos, todos se
fazen por Espíritu Sancto, segunt que dize sant Mathe, XII capítulo, en persona de Jhesu
Christo: “Si yo, por el Espíritu de Dios, echo los demonios fuera, luego vendrá en vós el
reino de Dios”.658 Enpero non se siguen que qualquier que ha el Spíritu Sancto que faga
miraglos, ca segunt dize sant Agustín:659 “Los miraglos non fazen al omne sancto, mas
demuéstrale. Nin qualquier que faga miraglos ha en sí el Spíritu Sancto, ca los malos,
algunas vezes, se afirman que fizieron miraglos, diziendo: ‘Señor, [f. 115a]
prophetízanos en el tu nonbre’”.660 Que Dios faze miraglos por poderío que ha; los
ángeles, por ligereza de materia; los diablos por virtudes naturales enxeridas en las
cosas, ca las cosas pesadas han naturaleza de se baxar, e las livianas de se alçar. Los
malos encantadores fazen miraglos por contratos ascondidos, bolviéndose con las artes
del diablo. Los buenos christianos, por justicia pública; los malos christianos, por
señales de pública justicia. Lo II, les dio el Spíritu Sancto quando solló en ellos,
diziendo: “Tomat el Spíritu Sancto, a quantos relaxáredes los pecados séanles relaxados
e quitos”.661 Enpero, non puede qualquier quitar los pecados, quanto a la manzilla, que
es en el alma, quanto a la culpa, e a la obligación de la pena perdurable, e quanto al
yerro e ofensa que fizo a Dios. Ca solamente Dios lo puede quitar por contrición del
coraçón; enpero dizen que el sacerdote lo puede absolver. Por ende que demuestra ser
absuelto de la culpa, porque la pena del purgatorio la ha en tenporal, e porque la ha
tenporal, relaxa parte della. Lo III, les dio el Spíritu Sancto en este día quando los sus
[c]oraçones fueron esforçados, en tal manera, que non temiesen algunos tormentos.
Onde dize el Psalmo: “Spiritu oris ejus omnis virtus eorum: el Spíritu Sancto de la boca

657
Salmos (142, 10).
658
Mateo (12, 28).
659
LA (121): “Gregorius”. XL homiliarum in evangelia libri II (2, 29, 4).
660
Mateo (7, 22).
661
Juan (20, 22-23).

377
de Dios [f. 115b] es fortaleza dellos”.662 Onde dize sant Agustín: “La tierra del Spíritu
Sancto es tal, que si falla tristeza, quítala; si falla deseo contralloso, consúmele; si falla
trabamiento en el coraçón, échale fuera”.
La quinta razón, en qué manera fue enbiado. Devemos saber que fue enbiado
con sueño en lenguas de fuego. E estas lenguas aparecieron sobre los apóstoles estando
asentados, orando; mas el sueño fue venido, adesora fue celestial, fue muy fuerte, fue
conpliente. Pues digo que fue adesora que el Spíritu Sancto non faze ninguna tardança;
fue celestial, que faze ser celestiales aquellos en que está; fue muy fuerte, que fázelos
ser fijos de Dios por temor grande; fue conpliente, que el Spíritu Sancto les finchó e
cunplió a todos de la su gracia. Onde dize: “Repleti sunt omnes Spíritu Sancto e c.:
llenos son todos de Spíritu Sancto e començaron fablar las grandezas de Dios”.663 Mas
tres señales son de llenedunbre, o de conplimiento, que fueron en los apóstoles. La
primera es non sonar, e parece en la cuba que quando es llena non faze sueño alguno.
Onde dize Job, VII capítulo: “¿Non budiará664 el buey ante el pisebre quando estudiere
lleno?”.665 Así commo si dixiese: “Por el conplimiento del pisebre del coraçón, ca ha
lugar de gracia, e non de budíos en la paciencia”. E a[f. 115c]questa señal ovieron los
apóstoles, que en las tribulaciones, por la paciencia, non sonavan nin davan bozes, caían
gozosos delante de los que los acusavan. La II señal es non recebir nin caber más
quando tiene asaz. Que quando el orço está lleno de algunt liquor, non puede más
caber; eso mismo el omne, quando está farto; bien así los sanctos, quando están llenos
de gracia, non pueden recebir otro liquor de deletamiento terrenal. Onde dize sant
Agustín: “Quién biviere del río de Paraíso, del qual una gota sola es mayor que la mar,
finca que pierda toda la sed de aqueste mundo”. Pues aquesta señal ovieron los
apóstoles, que non quisieron aver ninguna cosa propia, mas quisiéronlo todo partir en
común. La III señal es sobrepujar, lo qual se demuestra en el río, quando sale de madre
que va ondeando. Onde Eclesiasticis, XXIIII capítulo: “Dize él que es lleno de sabiduría,
así commo aquel río que dizen Fisón”.666 Puede regar todo lo de enderredor; así commo
riega todas las heredades de enderredor, quando crece, así los apóstoles començaron de
escorrerse, e de regar todas las tierras de enderredor, ca començaron de fablar por
muchas lenguas que fablavan todos los lenguages. Onde dize la Glosa: “La señal de

662
Salmos (32, 6).
663
Hechos (2, 4).
664
LA (140): “mugiet”.
665
Job (6,5).
666
Eclesiástico (24, 35).

378
llenedunbre, ca el cántaro que estava lleno ya sale, [f. 115d] e el fuego non se puede
ascender en el seno, ca enpeçaron otra vez regar todas las tierras de enderredor. Onde
luego sant Pedro començó de predicar, e convertió tres mil omnes”.667 Lo segundo, el
Spíritu Sancto fue inbiado en lenguas de fuego. Aquí devemos parar mientes dos cosas:
lo primero, en qué lenguas de fuego; lo II, por qué más en fuego que en otro elemento.
De lo primero, devemos saber que pareció en lenguas de fuego por tres razones: la
primera, porque traxiesen palabras encendidas de fuego; la II, porque predicase la ley de
fuego, que es ley de amor. De aquestas dos razones dize Santiago668 e sant Bernardo:669
“Vino el Spíritu Sancto en lenguas de fuego por que fablasen palabras de fuego por las
lenguas de todas las gentes, e las lenguas de fuego predicasen la ley de fuego”. La III

razón, porque todas las gentes, por ellos, conociesen fablar el Spíritu Sancto, que es
fuego, e todos conociesen e oyesen las palabras dellos. De la segunda razón devemos
saber que fue enbiado en semejança de fuego por muchas razones. Lo primero, se toma
en si[e]te maneras de gracia. El Spíritu Santo, en manera de fuego, omilla las cosas
altas, por don de temor; e mollece las cosas duras, por don de piedat; alunbra las cosas
duras, por don de ci[f.116a]encia; aprieta las cosas escorribles, por don de consejo;
afirma las cosas muelles por fortaleza; esclarece los metales quitando el orín, por don de
entendimiento; va sienpre arriba, por don de sabiduría. Lo II, el fuego es más alto que
todos los otros elementos, e es más virtuoso por luz. Lo tercero es de muchas maneras, e
aquesto afirma maestre Rahfano, diziendo: “El fuego a quatro naturalezas: quema,
alinpia, escalienta, alunbra. Eso mismo el Espíritu Sancto, quema los pecados, alinpia
los coraçones, sacude el abatimiento del coraçón, alunbra las Inorancias”.670 Lo II, el
Spíritu Sancto ha significança de fuego en tres maneras, que el fuego sienpre es
movible, que nunca queda de quemar quanto le dan. Así el amor del Spíritu Sancto,
aquellos en que está, nunca los dexa estar quedos, ca los faze sienpre mover en
buenas671 obras. Onde dize sant Gregorio:672 “El amor de Dios nunca está en vagar, ca
obra sienpre grandes cosas si amor es”. Mas si non obra, non es amor, e así faze el
fuego, que nunca queda de quanto falla quemarlo. [...].673 Lo III, es de saber por qué
vino más en lengua de fuego que en otro mienbro. Esto es por tres razones, ca la lengua

667
Biblia latina cum Glossa Ordinaria (Hechos 2, 4).
668
Este nombre no aparece en la Legenda aurea.
669
Sermo in die Pentecostes (I, 161).
670
Biblia latina cum Glossa Ordinaria (Hechos 2, 4).
671
En el incunable: “bnenas”.
672
XL homiliarum in evangelia libri II (30, 2, 30).
673
Falta el segmento textual (LA: 190-197).

379
es mienbro encendido de fuego infernal, [f. 116b] e es fuerte de reglar, e si es reglado,
es muy provechoso; pues que la lengua era encendida en fuego infernal, avía menester
que veniese en ella el fuego del Spíritu Sancto. Onde dize Santiago, III capítulo: “La
nuestra lengua fuego es”, e por esto era menester en ella la gracia del Spíritu Sancto,
que en los otros mienbros. Dize Santiago otra vez: “Todas las bestias doma el omne,
mas non la lengua del omne”,674 ca es mucho provechosa si bien es reglada. Por ende, es
menester que oviesen en la lengua el Spíritu Sancto por governador. Otrosí apareció en
la lengua a demostrar que era menester a los predicadores, ca los faze fablar muy
firmemente, e sin tropetamiento, e por ende, fue inbiado en semejança de fuego. Onde
dize sant Bernardo:675 “Vino el Spíritu Sancto sobre los dicípulos en lenguas de fuego,
porque fablasen palabras encendidas sin temor”. Onde dize en los Fechos de los
apóstoles, IIII capítulo: “Repleti sunt omnes Spiritum Sancto: dize así: Llenos son todos
de Spíritu Sancto, e començaron a fablar la palabra de Dios con muy grand osadía”.676
La III razón, les aparecieron esas lenguas estando ellos asentados, por lo qual, se
demuestra que era nescesario a los obispos, e a los mayorales e a los juezes, ca da
abtoridat para quitar los [f. 116c] pecados. Onde dize sant Juan: “Tomad el Spíritu
Sancto, e a los que quitáredes los pecados, serles han perdonados”.677 Da sabiduría para
juzgar el derecho. Onde dize en el Libro del profetha Isaías: “Porné el mi Spíritu sobre
él, e dar a juizio a las gentes”.678 Da mansedunbre para soportar las tribulaciones.
La VI razón, en quáles fue enbiado. Devemos saber que fue inbiado en los
dicípulos que fueron vasos linpios, e ligeros para recebir el Spíritu Sancto. Por siete
cosas que fueron en ellos: lo primero, fueron ellos mansos en el coraçón, lo qual se
demuestra en esto que dize: “Dum conplerentur dies Pentecostes e c.”,679 que quiere
dezir, conpliéndose los cinquenta días, ca Pentecostés quiere dezir día de folgança, ca
aquesta fiesta era escogida para folgar. Lo II, fueron todos ayuntados en un amor, lo
qual se demuestra en esto que dize: “Eran todos ayuntados en un lugar”,680 ca eran todos
de un coraçón e de una voluntad. Ca, segunt que el spíritu del omne non faze venir los
mienbros del cuerpo si estubieren disjuntados o tajados de en uno, bien así el Spíritu
Sancto, los bienes spirituales, que son las almas. Ca así commo el fuego se amata

674
Santiago (3, 6-8).
675
Sermo in die Pentecostes (I, 161).
676
Hechos (4, 31).
677
Juan (20, 22-23).
678
Isaías (42, 1).
679
Hechos (2, 1).
680
Id.

380
arredrándole la leña, así el Spíritu Sancto se arriedra de los omnes por mala discordia e
malquerencia. E por ende, cantamos dellos: “Fa[f. 116d]lló los concordados en la
caridat, e alunbrolos la Sancta Trinidat”. Lo III, fueron todos en un lugar, lo qual se
demuestra en aquesto que dize: “En aquese mismo lugar”,681 que es el cenáculo. La IIII

razón, fueron muy afincados cada día en la oración. Onde dize: “Encima estavan todos,
perseverando de un coraçón en la oración”.682 E para que la oración fuese nescesario
para recebir el Spíritu Sancto, demuéstrase en el Libro de Sapiencia, VII capítulo, do
dize: “Llamé, e vino sobre mí el Spíritu de la sabiduría”.683 La V razón, fueron muy
honrados por humildat en aquesto que dizen que estavan asentados. Onde dize el Salmo:
“Qui etitsic fontes inconvalibussic e c.”: que enbía las fuentes en los valles”,684 que es la
gracia del Spíritu Sancto en los humildosos. La VI razón, fueron ayuntados por paz e
por amor, lo qual se demuestra en aquello que dize: “Estavan en Jherusalem”, ca
Jherusalem quiere dezir visión de paz; mas por qué la paz fuese necesaria para recebir el
Spíritu Sancto, demuéstralo sant Juhan, diziendo, XX capítulo: “Lo primero dioles paz,
diziendo: ‘Paz sea convusco’, dende, sopló en ellos, e dixo: ‘Tomat el Spíritu
Sancto’”.685 La VII razón, fueron alçados por contenplación, lo qual se demuestra en
aquello que dize que recebieron el Spíritu Sancto en el más alto cenáculo. Onde dize la
Glosa: “El que desea el [f. 117a] Spíritu Sancto, aprime la morada de la carne por
contenplación de la voluntad”.686
La VII razón es por qué fue inbiado. Devemos saber que por seis razones fue
inbiado, que se demuestran en abtoridat, que dize sant Juhan: “Paraclitus autem spiritus
sanctus que me mitter pater e c.: el Spíritu Sancto Paráclito, que es dicho consolador,
que inbiará el mi Padre en el mi nonbre, aquel vós demostrará la ley e todas las
cosas”.687 La primera razón, fue inbiado por consolar los que estavan tristes, lo qual se
demuestra en esto que dize Paraclitus, que quiere dezir consolador. Onde dize sant
Gregorio:688 “El Spíritu Sancto es consolador, ca apareja sperança de perdón a los que
lloran sus pecados que fizieran, e levanta las voluntades de aquella aflición de la
tristeza”. La II razón, fue inbiado a vivificar los muertos, lo qual se demuestra en

681
Id.
682
Hechos (1, 14).
683
Sabiduría (7,7).
684
Salmos (103, 10).
685
Juan (20, 19-22).
686
Biblia latina cum Glossa Ordinaria (Hechos 2, 1).
687
Juan (14, 26).
688
XL homiliarum in evangelia libri II (30, 3, 16).

381
aquesto que dize: “Spiritus” tasic[...],689 el Spíritu es el que faze bevir. Onde dize el
propheta Ezechiel, XXXVII capítulo: “Huesos secos, oíd la palabra de Dios, e yo inbiaré
en bós Spíritu e biviredes”.690 Lo III, fue inbiado a santificar los que bivían suziamente,
lo qual se demuestra en aqueste que dize: “Sancto”, ca así commo el Espíritu vivifica e
faze vevir, así el Spíritu Sancto santifica e alinpia. Onde aqueste nonbre sanctus quiere
dezir linpio o mundo. Onde dize el Salmo: “Fluminis inpectussic lectificat [f. 117b]
civitatem Dei e c.”, que quiere dezir: “Las ondas del río alegran la cibdat de Dios”.691
Por el qual río se entiende el Spíritu Sancto, que alinpia e abonda de gracia la cibdat de
Dios, que es la Iglesia. E por aqueste río sanctificó el muy alto poderoso la su casa, que
fue la Vírgen sancta María. Lo IIII, fue inbiado por poner amor e paz entre los
descordantes, e los que se quieren mal. Lo qual se demuestra en aquesto que dize: “El
Padre”, ca padre se demuestra en aquesto, por ende, que nos ama naturalmente. Onde
dize sant Juan, XIII capítulo: “El Padre nos ama”;692 pues Él es Padre, e nós fijos suyos,
e somos hermanos, deve ser caridat e amistança acabada entre los hermanos”. Lo V, fue
inbiado para salvar los justos. Lo qual se demuestra en aquesto que dize: “In nomine
meo”, que es el nonbre de Jhesu Christo. Ca este nonbre, Jhesus, quiere dezir tanto
commo salud, pues en este nonbre, Jhesus, que es salud, enbía el Padre e el Spíritu
Sancto, porque demuestre que vino a salvar las gentes. Lo VI, fue inbiado para
demostrar los non sabientes. Lo qual se demuestra en aquesto que dize: “Ille vos docebit
omnia: aquel bos demostrará todas las cosas”.693
La VIII razón en que fue inbiado. Devemos saber que fue dado, o inbiado, en la
primera Iglesia, que fueron los apó[f. 117c]stoles, que fueron comienço de la Iglesia.
Onde dize: “Orantibus apostolis”.694 Lo segundo, el Spíritu Sancto fue inbiado porque
el oimiento de la palabra de Dios fuese devoto e aténtico. Lo III, por las obras
continuadas de cada día, lo qual se demuestra en aquesto que dize: “Tunc inponebant
manus super illos”, que quiere dezir: “Ponían las manos sobre ellos e recibían luego el
Spíritu Sancto”.695 El ponimiento de las manos significa la absolución que se faze en la
confesión.

689
Inmediatamente después de esta sílaba hay un pequeño espacio en blanco, como si se hubiera tratado
de evitar una palabra errónea. LA (256): “spiritus, quia spiritus”.
690
Ezequiel (37, 4-5).
691
Salmos (45, 5).
692
Juan (16, 27).
693
Juan (14, 26).
694
Hechos (1, 24).
695
Hechos (8, 17).

382
[LVII]
Título LIIII. Disposición de sant Gordiano

Es dicho Gordianus a geussic, griego, que quiere dezir casa e don, que es cosa clara que
quiere dezir casa clara en que morava Dios. Segunt dize sant Agustín en el Libro de la
Trinidad:696 “La buena casa es fecha o ordenada de cabrios iguales, es ancha, es
luzible”. Así este sancto fue ordenado igualmente, por virtud de acordança; fue ancho,
por grant caridat; fue luzible, por la verdat.
Epimachus quiere dezir tanto commo fuso e machi, que es rey, que quiere dezir
alto rey.

Vida de sancto Gordiano

[f. 117d] Sant Gordiano, vicario de Juliano Apóstota, faziendo fuerça a un christiano,
que dezían Januario, que sacrificase, predicándole este Januario, tornose él con su
muger a la fe de Jhesu Chrsito. E oyéndolo Juliano, mandó desterrar a Januario, e a
Gordiano, si non quisiesen sacrificar, que le tajasen la cabeça, e fue degollado. Por
ende, el cuerpo de Gordiano fue echado por siete días a las bestias que le comiesen; mas
porque non lo consentió Dios, non le tañieron.
E después tomaron, su fija e su conpaña, el su cuerpo. E enterráronle con sant
Epímacho, que avía tienpo que le matara este Juliano cerca de la cibdat de Roma,
quanto a una milla, en la era de la encarnación de LX697 años.

[LVIII]
Título LV. De sant Nereo e Archileo mártires

[...]698
Sant Nereo e Archileo eran camareros de Domecila, nieta del enperador Domiciano. E
bateolos sant Pedro, el apóstol. E siendo Domecila desposada con Aurelio, fijo del
enperador de Roma, estos sanctos predicáronle la fe. E alabáronle mucho la virginidat,
mostrándola que era muy quista de Dios, e hermana de los ángeles, e que nace con los

696
De Trinitate (8, 3, 4).
697
LA (8): “CCCLX”.
698
Igual que en el ms. h-I-14, falta la etimología del nombre (LA: 1-6).

383
omnes, maguer que ella era vestida de piedras preciosas e de paños de pe[f. 118a]so.
Enpero la muger era a mandamiento del marido, era muchas devegadas apuñeada, e
açotada, e acaeciole, a las devegadas, muchos de peligros en los partos, e los fijos non
recibían a las vegadas las palabras dulces de las madres. E ella oyendo esto e otras
muchas cosas, dixo:
– Sé yo que mi padre fue muy celoso. E mi madre sufrió muchos tormentos, e
denuestos e facerios dél. E mi marido ha de ser a mí tal.
E dixéronle ellos:
– Demientra que son esposos, son buenos; e después que son maridos, son muy
crueles. E a las vegadas, fazen que las mancebas valen más que las señoras. E toda la
santidat que pierde, puede recobrar por penitencia; e la virginidat, si se pierde, nunca se
puede cobrar.
Entonce Domecila fizo voto virgen. Creyó e fizo voto de guardar virginidat, e
bateola sant Clemente. E oyéndolo su esposo, con el poder de Domiciano, desterró la
virgen con los sanctos en la isla de Poncio, pensando que por esto podría mover el
talante de la virgen. E después, a cabo de tienpo, fuese para la isla, e començó a falagar
los sanctos, dándole muchas joyas porque amonestasen a la virgen que se quitase desta
carrera. E ellos non lo quisieron fazer; mas ante la confortavan en la fe de Jhesu Christo.
E por esto, faziéndoles fuerça que sacrificasen, e ellos non lo queriendo [f. 118b] fazer
por ninguna razón, ca eran batizados de sant Pedro, el apóstol, mandolos descabeçar. E
los sus cuerpos son enterrados cerca el cuerpo de santa Petronila.
E otros sanctos, Bitorino, e Enticen, Marqués,699 a quien se llegava Domecilla,
fazíeles así commo siervos todavía cavar e labrar en sus heredades. E a la tarde, dávales
a comer vellinos. E mandó tanto açotar a Entincen fasta que se le salió el alma. E fizo a
sant Vitorino afogar en el agua ferviente. E e sobre el Marqués, mandó echar una piedra
muy grande, que era tan pesada que sesenta omnes aduro non la podían mover. E él
tomola en sus ombros e levola una legua, así commo paja liviana. E por esta razón
creyendo muchos, mandole açotar el adelantado.
E después de esto, Valeriano aduxo a Domecila del desterramiento, e enbió a dos
vírgines, Frosia, Teodora, que fueran criadas con ella porque la tirasen de aquesta
carrera. E Domecila convertiolas a la fe.

699
LA (21): “Macronem”. Ms. h-I-14: “Marqués” (f. CXXIa).

384
Entonce Aurelio, con sus esposos dellas, e con tres joglares, vino a Domecila a
fazer sus bodas, e si non, que la f[o]rçase. Domecila convertió aquellos dos mancebos.
Aurelio metió a Domecila en la cámara, e fizo ý cantar los juglares e todos los otros
saltar consigo. E quísola después forçar, mas fallesciendo, los juglares cantando e los
otros saltan[f. 118c]do, mas él non quedó dos días, que tanto falleció fasta que murió.
Su hermano, Luxurio, ganó licencia e mató quantos creyeron. E quemó la casa
donde moravan las vírgines. E rogando ellos a Dios, así murieron allí. Sant Cesáreo
falla de manera los cuerpos sin lisión ninguna, e enterrolos.

[LIX]
Título LVI. Disposición de sancto Urbano

Urbano quiere dezir omne cortés o bien enseñado. Urbanus es dicho ab ur, que es
lunbre, o fuego; e banal, que es responsión. Fue lunbre, por onesta vida e conversación;
fue responsión, por dotrina; o fue lunbre o luz, ca la lunbre es amable, es en la esencia
non material en el finchamiento celestial, en el fecho aprovechable. Así, este sancto fue
amable en la conversación, que es fazer vida sancta e buena; fue non material, en
despreciamiento del mundo; fue celestial, en la contenplación; fue aprovechable, en la
predicación.

Vida de sancto Urbano

Sant Urbano fue papa después de Calisto. E en su tienpo fue grant persecución de los
christianos, que fazía Alixandre, ante que fuese enperador, cuya madre [f. 118d]
convertió este Urbano a la christiandat. E ella rogó al fijo, ansí commo madre, que se
quitase de perseguir a los christianos. Enpero Almachio, que era adelantado de Roma,
que degollara a santa Cecilia, e era muy cruel contra los christianos, e por ende fizo
buscar a sant Urbano. E fallándole en una cueva con tres capellanes e con tres
diáchonos, mandole meter en la cárcel. Después mandole traer ante sí, e acusándole,
dixo que engañara cinco mill omnes con la falsa de Cecilia, e con los buenos omnes, e
Tirburcio e Valeriano. E demandole los theso[ro]s de la Iglesia. E díxole Urbano:
– Segund que me sem[e]ja, más cruel eres tú en los sanctos por codicia que non
por honra de los tus dioses. El tesoro de Cecilia, las manos de los pobres lo levarán al
cielo.

385
E luego mandó açotar a sant Urbano con plomo, e a sus conpañeros. E Urbano
llamava el nonbre de Dios, e el adelantado, riendo, dixo:
– Este viejo quiere semejar sabio e fabla cosas que non son sabidas.
E non los podiendo vencer, mandolos otra vegada meter en la cárcel, do baptizó
sant Urbano tres infançones, que venieron a él a la cárcel, con la guarda, que dizían
Anolino,700 que era christiano. E fízole venir ante sí, e porque non quiso sacrificar,
mandole degollar.
E traxiéronle a sant Urbano con sus conpañeros al ídolo, e mató [f. 119a] XXII

sacerdotes que fazían el pueblo para sacrificar. E luego rascañáronle todo gravemente;
después aduxéronle otra vez que sacrificase, ellos escopiendo en el ídolo, e
sanctiguándose e dándose paz, descabeçáronlos. Mas luego este Carpasio, el adelantado,
tomole el diablo, e blasfemando los sus dioses, e aunque non quiso, loándolos, afogolo
el diablo.
E viéndolo su muger, Marmonia, con su fija Lucina, e con toda su conpaña,
fueronse a sant Fortunato, e baptizolos. E después desto enterró los cuerpos de los
sanctos muy honradamente.

[LX]
Título LVII. De la vida de sancta Petronila virgen e de sus miraglos

Sancta Petronila, cuya vida conpuso sant Marcelo, fue fija de sant Pedro Apóstol. E era
muy fermosa. E por voluntad de su padre, aviendo muy grand fiebre, estando en su casa
della con sus dicípulos, díxole Tito:
– Pues que sanas los enfermos todos, ¿por qué sufres que yaga así Petronila?
Dixo sant Pedro:
– Esto le es menester; enpero porque non tengades que lo non puedo fazer...
Díxole:
– ¡Petronila, levántate e sírvenos!
E ella levantose luego muy sana, e sirviolos. E acabado el servicio, díxole sant
Pedro:
– ¡Petronila, [f. 119b] tórnate a tu lugar!

700
En el incunable: “Auolino”. LA (16): “Anolinus”.

386
E luego se tornó, e tomole luego la fiebre así commo de primero. E después que
començó acabadamente ser en el amor de Dios, sanola luego acabadamente.
E el conde estando Flaco vínose para ella,701 para la tomar por su muger porque
era muy fermosa. Respondiole ella: “Si me deseas aver por muger, manda venir acá
algunas vírgines que me aconpañen fasta tu casa”. E él començó de las aguisar para ge
las enbiar. E Petronila, entretanto, començó de ayunar e rogar a Dios. E tomando el
cuerpo de Dios, e echándose en su lecho, a cabo de tres días fuese para el reigno de
Dios.
E viendo el conde que estava engañado, tornose a Fenícula, conpañera de sancta
Petronila, e demándala que se casase con él o que sacrificase a los ídolos. E ella
negando amas las demandas, fízola estar siete días en la cárcel sin comer e sin bever. E
después mandola aspar, e murió, e echó el su cuerpo en las privadas. Enpero sacole
dende después Nicomedes,702 e enterrole. Por esto, el conde Flaco fízole aduzir ante sí, e
non queriendo sacrificar, mandole açotar con plomo. E después que fue muerto, fizo
echar en el río de Tibri; mas sacole dende el su clérigo, e soterró el su cuerpo muy
onradamente.

[LXI]
[f. 119c] Título LVIII. De la estoria de sant Pedro

Sant Pedro, que era de corona, demientra que le tenían en la cárcel, Archemio e su fija
siendo demoniados, llorava el padre muchas vegadas. E díxole Pedro si creyese en
Jhesu Christo, que luego sanaría su fija. E díxole Archemio:
– Maravíllome cómmo podrá sanar el tu Dios la mi fija e librarla, pues que non
puede a ti librar que tanto sufres por Él.
Díxole sant Pedro:
– El mi Dios poderoso es, e puédeme sacar de aquí si quisiere; mas quisiere que
por esta pena que se pasa luego, venga a la gloria que por sienpre ha de durar.
E díxole Archemio:
– Si yo te echare en cadenas dobladas, e te librare de ellas el tu Dios; e sanare la
mi fija, luego mano a mano creeré en Él.

701
LA (12): “Comes igitur Flaccus ad eam”. Ms. h-I-14: “E el conde Franco vínose para ella” (f. CXXIIIb).
702
LA (18): “Nychodemus”. Ms. h-I-14: “sant Nicomedio” (f. CXXIIId).

387
E fecho esto apareció sant Pedro, vestido de vestiduras blancas, teniendo la cruz
en la mano, e él echose a sus pies luego, e su fija luego fue sana. E él, con toda su
conpaña, tornose christiano. E dexó a todos los otros que estavan presos que se fuesen
libres, e que se tornasen christianos si quisiesen. E muchos otros creyendo en él,
bateolos sant Marcelino.
Oyéndolo el adelantado, fizo aduzir ante sí todos los encarcelados, los quales
llamó Archemio. Besándoles las manos, díxoles si alguno [f. 119d] quería venir a
martirio, que beniese sin miedo, si non, que se fuese sin ninguna lisión.
E fallando el alcalde que los batearan cierto Marcelino e Pedro, mandolos aduzir
ante sí. E apartándolos, mandolos meter en la cárcel. A Marcelino echáronle desnudo
sobre vidrio quebrantado, e non le dieron agua nin lunbre. A sant Pedro posiéronle en
un cepo muy estrecho. E el ángel de Dios vesitó a Marcelino, e soltole, e adúxole a él, e
a sant Pedro, a casa de Archemio, por que conortasen el pueblo siete días, e después,
que pareciesen ante el alcalde. E el alcalde, non los fallando en la cárcel, fizo venir
Archemio, e porque non quiso sacrificar, mandole quebrantar en tierra, a él e a su
muger. E oyéndolo Marcelino e sant Pedro, veniéronse para ellos. E en aquella cueva
cantó misa Marcelino, defendiéndole los christianos. E dixeron éstos sanctos a los que
non creían: “Vedes que podemos librar a Archemio, e nós ascondernos; mas non
quisimos fazer ninguna cosa destas.”
Entonce los gentiles sañudos mataron a Archemio con espada, e la muger e la
fija cobriéronlas de piedras. E levando a Marcelino e a sant Pedro a la Isla Negra, que
agora es dicha Blanca, por el su martirio, degolláronlos ý, en el tienpo de Diocleciano,
el enperador, en el año de la encarnación de CCLXXXVII años. [f. 120a]
E el que los mató, que dizían Torotheo, vio levar las sus almas a los ángeles al
cielo, vestidos de vestiduras blancas, e claras, e de piedras preciosas. Onde por esta
razón fue christiano, e después murió en paz e fuese al Paraíso.

[LXII]
Título LVIIII. De la vida de sancto Primo e Feliciano

Sancto Primo e sant Feliciano eran obispos de los tenplos. E acusáronlos ante los
crueles703 enperadores, Dioclianosic e Maximiano, diziendo que si non quisiesen

703
En el incunable: “crneles”.

388
sacrificar, que non podrían aver ningunt beneficio de Dios. E por ende, mandaron los
enperadores que los poniesen en la cárcel; mas el ángel de Dios vino ý, soltolos.
E después, presentáronse ante los enperadores. E ellos estando firmes en la fe, e
despedaçados, e cruelmente atormentados, apartaron el uno del otro. E dixo el
adelantado a Feliciano:
– Ave piedad de la tu vegedat e sacrifica a los dioses.
Díxole Feliciano:
– Ya he LXXX años, e XXX años ha que conosco la verdat. E escogí bevir segunt
Dios me mandó, e Él me puede librar de las tus manos.
Entonce el adelantado mandole atar, e fincar clavos en los pies e en las manos. E
díxole:
– Así estarás sienpre, fasta que fagas lo que te [f. 120b] mandamos.
E él estando muy alegre e pagado, mandole dar tortojones, e que le non704 diesen
ninguna cosa. E después fizo aduzir a sant Primo e dixo:
– Eva705 tu hermano que fizo quanto mandó el enperador, e por ende es muy
honrado en el su palacio. E tú, pues que así es, faz eso mismo.
Díxole él:
– Aunque seas fijo de diablo; maguer en parte verdat dixiste, que mi hermano
fizo lo que le mandó el enperador del cielo.
Entonce el enperador, muy sañudo, mandole encender los costados con fachas, e
echarle el plomo regalado por la voca, e viendo esto Feliciano, por tal que se espantase.
E sant Primo biviósic así el plomo commo si fuese agua fría. Entonce el adelantado, muy
sañudo, mandoles echar dos leones, e echáronse a sus pies. E estudieron ý, ante ellos,
así como corderos mansos. Después enbió contra ellos dos osos muy bravos, que
fizieron eso mismo, así commo los leones. Estavan a ver esto más de XII mill omnes, de
los quales quinientos creyeron en Jhesu Christo. El adelantado fizo degollar los sanctos,
e echar los cuerpos ante los canes e a las aves; mas non los traxieron.706 Los christianos
enterráronlos muy honradamente.

704
En el incunable: “uon”.
705
LA (14): “Ecce”. Ms. h-I-14: “Hevas” (f. CXXVb).
706
LA (23): “sed tamen ab hiis illesa”. Ms. h-I-14: “mas non los tanxieron” (f. CXXVc).

389
[LXIII]
Título LX. Estoria de sant Barnabé y de su disposición

[f. 120c] Barnabás quiere dezir fijo de biviente, o fijo de consolación, o fijo de propheta
o fijo de enterrante. Quatro vezes se pone fijo, por quatro maneras de fijamiento del
mismo: ca el fijo es dicho en la scritura, por razón e nudrimiento; ca este fue regenerado
de Jhesu Christo por baptismo, e por nudrimiento; ca por el evangelio semeja a Jhesu
Christo por el martirio, fue honrado o enrequecido dél por galardón celestial. E aquesto
quanto a sí mismo, quanto a los fijos fue biviente, fue consolante, fue prophetante, fue
encerrante. Pues fue biviente di[s]curriendo e predicando, lo qual se demuestra en que
fue conpañero de sant Pablo; fue consolante, ca fue muy buen consolador de los pobres
e de los desconsolados, ca los pobres dava limosna; esclareció los desconsolados, ca les
enbió una carta de parte de los apóstolos; otrosí los esclareció por spíritu,
profethizándolos; fue encerrate de encerro, e adevinó gran muchedunbre de omnes en la
fe, segunt que parece quando fue enbiado a Antiochía. E la su pasión conpuso Juan, su
sobrino, que dizían sobrenonbre Marchus. E Marchus quiere dezir mayormente, que lo
vio este Juan poco menos fasta la fin.707 E sacola maestre Beda de griego en latín, e de
latín en romance.

[f. 120d] Vida de sant Barnabé apóstol

Sant Barnabé fue diáchono en un lugar que dizían Cipro, fue uno de los LXXII dicípulos
de Jhesu Christo. E alávale la escritura en muchas cosas: que fue muy bien ordenado,
quanto al alma; e fue enformado, quanto a sí, e quanto a Dios e quanto a los
christianos. Ca ovo la su alma muy alvidriadasic e alunbrada para conoscer la verdat;
que la ovo muy linpia, quanto a la codicia del mundo; que la ovo muy esforçada en
gracia de bien. Esto en acometiendo cosas muy esforçadas, esforçadamente cosas muy
grandes de perseverar en las cosas que començava. E sufría muy bien todas la[s] cosas
que le venían, así commo parece, quando convertió la cibdat de Antiochaisic.
Otrosí, después que Sanctiago708 fue convertido, fuese para Jherusalem. E
queriéndose allegar a los otros apóstoles, fuían todos dél commo los corderos del lobo.

707
LA (12): “Eius passionem compilavit Iohannes qui et Marchus euis consobrinus, maxime a visione
ipsius Iohannis usque fere in finem”.
708
LA (22): “Paulus” Ms. h-I-14: “sant Pablo” (f. CXXVd).

390
Sant Bernabé dio muy grant lazerío a su cuerpo, e grant trabajo, ayunando, orando e
predicando, e sofrió todo mal que le venía.
Otrosí fue muy bien ordenado quanto a Dios, dando honra a la su abtoridat, que
non quiso predicar sinon por mandamiento de Dios e a la su magestad. Ca algunos
queriéndole onrar, así commo a Dios, dieron bozes él e sant Pa[f. 121a]blo, e dixieron:
“¿[Qué] fazedes varones? Omnes somos commo vós, que predicamos que dexedes estas
vanidades e que vos tornedes”. E dio honra a la bondat de Dios, ca algunos dizían que
non se podían salvar los omnes sin la circuncisión. E mostrándoles él e sant Pablo que
esto non era segunt bondat, nin segunt la ley, sinon la gracia de Dios.
Otrosí fue muy bien ordenado quanto a los omnes, ca predicó sienpre la palabra
de Dios, e porque la su vida sienpre fue espejo de santidat, e de religión. Ca fue muy
esforçado en sus obras, e muy conpuesto en sus costunbres, e lleno de la gracia del
Spíritu Sancto, e fue muy claro en todas las virtudes e en la fe.
Otrosí fue bueno a los omnes, faziéndoles limosna tenporal, e en trayendo de
comer a los dicípulos que eran en Jherusalem quando fue muy grant fanbre, en el tienpo
de Claudio, el enperador. E perdonó a todos aquellos que le erraran, ca perdonó a
Juhan, que le dizían Marchus, quando desanparó a él e a sant Pablo, que tornándose e
pesándole de lo que fiziera, perdonole sant Bernabé, e tomole otra vez por dicípulo; mas
sant Pablo non le quiso tomar por dicípulo, e fue fecho departimiento entre ellos. El uno
e el otro fiziéronlo así en entención de piedat, ca quando le tomó sant Bernabé, fízolo
con dulceza de misericordia. E sant Pablo non lo quiso [f. 121b] tomar, e aquesto fizo
por fervor de castigamiento. E aqueste departimiento non fue fecho por razón de
pecado, mas por mandamiento de Spíritu Sancto, porque predicasen a muchos cabos e
así fue después fecho.
Ca estando Bernabé en la cibdat que dezían Icamo, apareció ý un omne muy
claro a este Juhan, su sobrino, e díxole:
– Juhan, esfuérçate ca de aquí adelante non te dirán Juhan, mas dizirte han Alto.
E contándolo él a sant Bernabé, respondió, e díxole:
– Guárdate lo más que podieres que non digas a ninguno lo que viste, ca a mí
apareció Dios esta noche, diziendo: “Sey esforçado Barnabás, ca recibirás galardón de
Dios en Paraíso, porque dexaste la tu gente e posiste la tu alma por el mi nonbre”.
Estando sant Pablo e sant Bernabé predicando en Antiochía, apareció el ángel
de Dios a sant Pablo, e díxole: “Vete aprisa a Jherusalem, ca algunos apóstoles de tus
hermanos te están ý esperando”. E quería ir Barnabás a Cipro, ver a sus parientes, e

391
Paulo a Jherusalem, partiéronse dende en uno, e esto ordenándolo el Spíritu Sancto;
enpero diziendo Paulo a Barnabás lo que le dixera el ángel, e respondiole Barnabás:
– Yo sé ya la voluntad de Dios, e yo agora iré a Cipro, e ý feneceré mis días e
jamás nunca te veré en este mundo.
E llorando, echose a sus pies con grant humildat. Sant Pablo, avi[f. 121c]endo
dél duelo, díxole:
– Non llores, ca así es la voluntad de Dios. Ca otrosí Dios me apareció esta
noche, e me dixo: “Non enbargues a Barnabás que vaya a Cipro, que a muchos
alunbrará e recibirá martirio por el mi nonbre”.
E yéndose Barnabás a Cipro con Juan, su sobrino, levó consigo el Evangelio de
sant Matheo, e poniéndole sobre los enfermos, sanó muchos en el nonbre de Dios. E
saliendo de Cipro, fallaron un encantador que dizían Burién, que le cegara sant Pablo a
tienpo, e contrallolos que non los dexavan entrar en la cibdat. E un día sant Barnabás
vio los omnes e las mugeres correr desnudos, e ellos faziendo así sus fiestas, ensañose
por esto, e maldixo el tenplo, e adesora cayó el tenplo, grant partida dél, e mató a
muchos dellos. Dende vínose para Salamina, e el encantador fizo turbar toda la cibdat
contra él. Prendiéronle los judíos a sant Bernabé, e fiziéronle muchos escarnios e traían
a grand prisa el juez de la cibdat que lo matase. Sabiendo los judíos que era ý Eusebio,
un grant omne e poderoso, del linaje del enperador Nero, aviendo grant miedo que ge lo
sacaría de sus manos, e que le dexaría ir a buena ventura, atáronle una cuerda al cuello,
e sacáronle fuera de la puerta e allí le quemaron luego. E aún non se fartaron dél los judí
[f.121d]os falsos, tomaron los huesos, e pusiéronlos en una arca de plomo e queríanlos
echar en la mar.
Vino Juan, su dicípulo, con otros dos sus conpañeros, levantáronse de noche e
furtáronlos. E posiéronlos ascondidamente en una cueva, e fueron ý los huesos fasta el
tienpo del enperador Ceno e del papa Pelagio. E estudieron ý fasta quinientos años, e
entonce los fallaron ý, revelándolos él.

392
[LXIV]
Título LXI. Vida de sant Vito

[...]709
Sant Vito, niño muy noble e fiel, a cabo de doze años recibió martirio por amor de Dios,
en Cecilia. Éste fería muchas vegadas su padre, porque menospreciava los ídolos e non
los quería adorar. Oyéndolo Valeriano, el adelantado, fizo traer el niño ante sí, e non
quiriendo sacrificar, mandole açotar con fustes; mas los braços de aquel que le açotava e
las manos del adelantado luego se secaron. El adelantado dio grandes bozes, diziendo:
– ¡Ay mesquino, que perdí mi mano!
E díxole Vito:
– Vengan los tus dioses e sánente si pueden.
Dixo el adelantado:
– ¿Tú poder lo as fazer esto?
Díxole Vito:
– Podré en el nonbre de Dios.
E rogó por él, e luego fue sano. Dixo el adelantado a su padre:
– Castiga este niño, que non peresca malamente, [f. 122a] despreciando al
adelantado.
710
Tanbién quando le falagava, commo quando le amenazava, dezía que era
christiano. E fablava segund el tienpo que avía, enpero que el Spíritu Sancto fablava
por él. E preguntando que quién se lo mostrara, dixo: “Adelantado, maravíllome de la tu
locura, que vees que só niño, e non he aún tres años conplidos, e demándasme que quién
me mostró la sabiduría de Dios”. E quando lo ferían, llamava: “¡Christiano só!”. E
quantas vegadas esto dizía, tantas vegadas recibía mayor esfuerço.
El adelantado fizo tajar por medio e por mienbros, la madre con el moço. E
porque los christianos no los soterrasen, mandolos esparzer; mas cogíalos el ángel de
Dios. E de noche, enterráronlos los christianos los sus cuerpos destos sanctos. E fueron
fallados en el tienpo de Costantino, enperador, aviendo ya la Iglesia paz, e
descobriéndolos una de sus mancebas, siendo aún viva. E todo el pueblo ha muy grant
devoción en ellos.

709
Igual que en el ms. h-I-14, falta la etimología del nombre (LA: 1-7).
710
Los siguientes dos párrafos son una malograda síntesis de lo que se cuenta en el ms. h-I-14 (ff.
CXXVIIc-CXXVIIIc), el cual es mucho más fiel a la narración de la Legenda aurea (20-45).

393
[LXV]
[Santa Marina virgen]711

El padre de santa Marina virgen non avía más desta fija. E el padre, entrado en un
monesterio, mudo el ávito [de su fija],712 por tal que non semejase muger, mas varón. E
rogó al abad e a los fraires que recibiesen este su fijo en el monesterio, que non avía
más deste. E ellos otorgáronge[f. 122b]lo, e recibiéronle por monge, e començó de vevir
muy religiosamente e ser muy obediente. E llamávanle todos fray Marino.
E siendo ya de XVII años, e el padre viendo que se le llegava la muerte, llamó a
su fija, e confirmola en el su buen propósito. E mandole que non descubriese, en
ningunt tienpo del mundo, que era muger.
E iva muy amenudo con el carro e con los bueys al monte, e traía leña para el
monesterio. E ella solía posar en casa de un omne, e avía una fija que concebía de un
cavallero.713 E preguntándola, dixo que concebiera deste mancebo. Preguntando a este
Marín por qué fiziera tan grant pecado, respondió que sí pecara, que demandava perdón
a Dios, e echáronle luego del monesterio e fincó a la puerta.
E estando ý tres años, non comía más de un poco de pan cada día. E desque el
niño fue criado, enbiáronle al abad, e él dixo a Marín que le criase. E moró ý dos años
con el niño e sufriéndolo todo en paciencia. En cabo, los frailes, aviendo piedat de la su
humildat e de la su paciencia, recibiéronlo en el monesterio, e diéronle los más viles
paños e más viles oficios que podieron aver de la casa. E recibiolos con grand alegría, e
recibiolos en paciencia e fazíalos con devoción.
En cabo, faziendo santa vida e con buenas obras, salió [f. 122c] deste mundo e
fuese al Paraíso. E queriendo levar el su cuerpo, e teniendo ordenado que le enterrasen
en lugar vil, parando mientes, vieron que era muger. E todos espantados, e tremiendo,
fuyeron, e dixieron que pecaran malamente contra la sierva de Jhesu Christo. E corrían
todos a ver este miraglo, e demadavan todos perdón deste pecado, que non supieran que
era muger.714 Enterraron el su cuerpo en la iglesia, muy honradamente.
Aquella muger que la enfamara, tomola el diablo, e confesando el su pecado, e
veniendo al sepulcro de la virgen, fue librada del diablo. E de todas las partes del

711
No hay título ni numeración para esta narración, sólo un apunte manuscrito (posterior a la fecha de
composición del incunable) que dice: “S. Marina monje S. Marino”.
712
Corrijo a partir de la Legenda aurea (2): “filie sue” y del ms. h-I-14: “de su fija” (f. CXXXVIId).
713
Junto a esta palabra aparece escrito “u soldado” en letra manuscrita posterior a la fecha de
composisción del incunable.
714
En el incunable: “mnger”.

394
mundo venían al sepulcro, e fazía ý Dios muchos miraglos por los merecimientos de la
virgen.

[LXVI]
Título LXIII. Disposición de Gervasio

Es dicho Gervasius a gerarsic, que es sancto vaso; o gena, que es peregrino; e sior, que
es pequeño; que quiere dezir que fue santo por merecimiento de la su vida, fue vaso
linpio por muchas virtudes, fue peregrino por despreciamiento del mundo e de sí.
Protasius es dicho a protos, que quiere dezir primero; e sius, que quiere dezir
que es Dios, o cosa divinal; o alexos e taxio, que es puesto, ca él [f. 122d] fue primero
por divinidat, fue divinal por grand amor, fue puesto alexos de la codicia del mundo. La
pasión de aquestos falló sant Anbrosio escripta en un ladrillo, puesta a la cabecera
dellos.

Vida de sant Gerbás

Sant Gervás e sant Potrás fueron hermanos de un vientre, fijos de sant Vidal e de sancta
Baleria. E dando quanto avían a pobres, fincaron con sant Nazareo que fazía un oratorio
en Ebrín. Escelso, el niño, dava las piedras. E trayéndolos todos al enperador, el niño
Escelso seguiéndoles llorando, feriole un caballero e diole pescoçadas. Nazareo, en que
lo vio mal, traxo al caballero por qué fería aquel niño. E los cavalleros, sañudos, dieron
muchos açotes a Nazareo, e encerráronle con los otros en la cárcel. E después,
echáronlos en la mar, e a sant Gervás e a sant Protás, traxiéronlos a Milán. En aquel
tienpo, veniendo el conde Astasio, que iva lidiar contra los Martomanos, vinieron a él
los que servían a los ídolos, diziendo que los dioses non le querían responder si non
sacrificasen sant Gervás e sant Protás primeramente. E prendiéronlos luego, e
conbidáronlos que sacrificasen. [f. 123a] E deziéndole Gervás que todos los ídolos que
eran sordos e mudos, e mostrándole que devía demandar bengança a Dios poderoso, e
sañudo el conde, mandole tanto açotar fasta que le salió el alma. E luego fizo venir a
Protás, e díxole:
– ¡Mesquino malandante! Trabájate para bevir e non quieras morir mala muerte
commo tu hermano.
Díxole Protás:

395
– ¿Quién es más mesquino, o yo que non te he miedo, o tú que me temes?
Díxole el conde:
– ¿Cómmo, yo te temo a ti?
E díxole Protás:
– En aquesto me temes, ca temes que te faré daño si non sacrificare a los ídolos e
a los tus dioses. Ca si esto non ovieses miedo, nunca me farías fuerça que sacrificase a
los tus dioses.
Entonce el conde fízole aspar e colgar. Dixo Protás:
– Conde, non me ensaño yo contra ti, que veo que los ojos del tu coraçón son
ciegos; mas he de ti grant pesar, porque non sabes qué te fazes. Enpero acaba lo que
començaste, porque me salgan a recebir con mi hermano e con la gracia de Dios.
Entonce el conde mandole degollar.
E Filipo, siervo de Jhesu Christo, con su fijo, tomó los sus cuerpos de noche
ascondidamente. E enterrolos en su casa, en una arca de piedra, e puso a su cabecera un
libro en que eran scriptas sus nacencias, e las sus vidas e la su fin. E pasó muy grand
tienpo que non fueron fallados los sus cuerpos [f. 123b] de los sanctos; mas, en el tienpo
de sant Anbrosio, fueron fallados en esta manera: Estando sant Anbrosio en oración en
la Iglesia [de]715 sant Nabor e de sant Felices, nin bien dormiendo nin velando,
apareciéronle dos mancebos muy fermosos, vestidos de vestiduras blancas, orando con
él, las manos alçadas. Mas sant Anbrosio rogó que si era algunt escarnio que non
paresciese más; e si era verdat, que pareciese otra vegada. E cantando el gallo,
apareciéronle otra vegada estos mancebos, en esa misma figura, orando con él. En la
tercera noche, el cuerpo muy cansado por ayuno, e non dormiendo, mas maravillándose
sobre esto, apareciéronle otra vegada consigo. El tercero, que semejava mucho a sant
Pablo, segunt que le viera pintado. E callando ellos, dixo el apóstol: “Estos son los que
non codiciaron ninguna cosa deste mundo, mas siguieron sienpre los mandamientos de
Jhesu Christo. E fallarás los cuerpos destos en este lugar do estás, e fallarás el arca do
yazen cobierta de tierra en cabo de XII pies, e a su cabecera, fallarás un libro en que está
scrita la su naceniasic, e su vida y fin”. E llamando todos los obispos de enderredor,
primeramente començó él a cavar, e fallolo todo bien commo se lo dixo sant Pablo.
Enpero avía más de CCC años que eran enterrados, e así fallaron los sus cuerpos commo
si en[f. 123c]tonce fuesen ý puestos, e salió dende muy buen olor.

715
Corrijo a partir del ms. h-I-14: “de sant Nabor” (f. CXXXIXb).

396
E un ciego, tañiendo el su sepulcro, luego fue alunbrado, e otros muchos fueron
ý guaridos por los sus merecimientos.
En la su fiesta destos santos mártires ovieron paz los romanos e los lobardos. E
por ende el papa Gregorio estableció que cantasen en el comienço de la su misa:
“Loquetur Dominus pacem in plebem suam”.
Cuenta sant Agustín716 que estando ý él, e el enperador e grant conpaña, que fue
un ciego alunbrado al sepulcro destos mártires en Milán. Otrosí cuenta que un mancebo
en una villa que dizían Vitoriana, que es a XV leguas, que dizen Iporgio, un omne717
lavando el cavallo en el río, tomole el diablo luego, echole en el río bien commo muerto.
E a la tarde, cantando Vísperas en la Iglesia de estos mártires que era ý cerca dél, así
commo si le firiesen con aquellas bozes, e con grant bramido, entró dentro en la Iglesia,
e travó del altar, e non le podían dende tirar, bien commo si ý fuese atado. Conjurando
el diablo que saliese dél, amenazávale el diablo que le tollería los mienbros quando
saliese dél. E así conjurándole, e saliendo dél, sacole el ojo, e teníale colgado de la
mexilla de una cuerda muy delgada. Mas posiéronle el ojo en su lugar, así commo
pudieron. E a pocos de días fue sano, por merecimiento destos sanctos mártires.

[LXVII]
[f. 123d] Título LXIIII. Del nacimiento de sant Juhan Baptista y de sus miraglos

[...]718
De la nacencia de sant Juhan Baptista fue mensajero Gabriel en esta manera: el rey
David, quiriendo fazer grand honra a Dios, estableció XXIIII sacerdotes; eran commo
obispos, entre los quales era uno mayor e príncipe dellos. E los XVI dellos fueron del
linage de Leaçar, e los ocho fueron del linaje de Senaçar. Dio a cada uno, segunt su
suerte, la semana que serviese. E Abías, el sacerdote, ovo la VIII semana; del linaje de
aqueste fue Zacharías. E él e su muger non avían fijos, que eran viejos. Entrando
Zacharías en el tenplo de Dios, por servir su semana, e esperándole todo el pueblo fuera,
apareciole el ángel Gabriel, e temiendo Zacarías quando le vio, e díxole: “Non temas
Zacharías, que Dios oyó la tu oración”. Ca segunt dizen los sanctos,719 los buenos
ángeles sienpre conortan a los espantados, e los malos son en contrario dellos, que

716
De civitate Dei (XXII, 8).
717
Se refiere al “mancebo” del inicio de la oración.
718
Igual que en el ms. h-I-14, falta la etimología del nombre (LA: 1-3).
719
Biblia latina cum Glossa Ordinaria (Lucas 1, 13).

397
tomando forma dellos sienpre los espantan. Mas díxole Graviel que avría fijo, que le
llamarían Juan, e que non beverían vino, nin sidra, que vernía ante que Jhesu Christo
veniese en el mundo, en el sancto, e en la virtud de Helías. Sant Juan fue dicho Helías
quanto al lugar, ca amos moraron en el desierto vestidos de piel [f. 124a] de gamellos. E
así podría dar él, ante otras razones muchas, por qué fue dicho sant Juan, Helías.
Mas Zacharías, pensando en su vegedat, e dudando en la muger, que era mañera,
e segunt costunbre de los judíos, demandó sobre esto señal al ángel. E el ángel, porque
lo non creyó,720 fízole perder la palabra [...],721e fue mudo por muchas razones. Segunt
dize Beda,722 primero, porque pareciese mayor mir[a]glo en la nacencia de sant Juhan,
ca entonce fabló; otrosí porque devía nacer aquel que era luz, que avía de fazer callar la
Ley Vieja; otrosí porque demandaron señal a Dios, dioles esto en señal.
Saliendo Zacharías fuera del tenplo, el pueblo todo vio que non podía fablar. E
ellos conoscieron, él faziendo la señal, que algunas cosas viera en el tenplo. E conplida
su semana de su oficio, fuese a su casa. Helisabed concebió, e estido ascondida cinco
meses. Ca segunt dize sant Anbrosio,723 avía vergüença, porque siendo vieja,
concebiera; enpero gozávase porque la dezían mañera.
A cabo de los seis meses, concebió santa María a Jhesu Christo, e avía en sí
gozo porque pareciese Helisabed. Vínose para ella, e saludola. Sant Juhan, lleno de
Spíritu Sancto, sentió que el Fijo de Dios era en ella, e aviendo grant gozo, començó a
saltar en el vientre de su madre, e moviéndose, saludole; mas [f. 124b] non pudo por
palabra. Estido santa María con su hermana tres meses serviéndola. E el niño nacido,
alçole de tierra santa María con sus manos, e fízole oficio de ama.
Ovo sant Juan nueve gracias especiales e apartadas: primero, que el ángel fue
mensagero a sancta María quando concibió a Jhesu Christo, ese mismo fue de sant
Juhan; la otra, que le alçó santa María de tierra; la otra, que fizo fablar a su padre; la
otra, que bateó a Jhesu Christo e lo mostró, deziendo: “Ecce agnus Dei”;724 la otra, que
le alabó Jhesu Christo sobre quantos eran en el mundo; la otra, que decendió al linbo
del infierno [a] dezir a los que yazían que Jhesu Christo que era venido; la otra, parece
en los miraglos que fizo, ante que fuese concebido, que fueron éstos: que el ángel fue

720
En el incunable: “crio”. LA (21): “credidit”. Ms. h-I-14: “creyó” (f. CXLc).
721
Falta el segmento textual (LA: 22-33).
722
Expositio in Lucam (1, 317). El nombre de esta autoridad no aparece en el ms. h-I-14.
723
Biblia latina cum Glossa Ordinaria (Lucas 1, 24).
724
Esta frase no aparece en la Legenda aurea; pero sí en el ms. h-I-14: “diciendo: Ecce agnus dei con su
dedo” (f. CXLIb).

398
mensagero e púsole nonbre Juhan. Otros fizo, después que fue concebido: que fue poco
menos contra natura e santificado en el vientre; e la otra, que ovo gracia de propheta.
Otrosí fue muy sancto porque loó la Trinidat, el Padre llamándole ángel; el Fijo
dél dando testimonio, diziendo que tan grand omne nunca naciera de muger; el Spíritu
Sancto quando dixo, por la boca de su padre: “Tú, niño, serás llamado ángel propheta
de Dios”.
E fazemos la fiesta de su nacencia, e non de otro sancto ninguno, porque fue
ante sancto que nacido. E por[f. 124c]que vino ante que Jhesu Christo, commo el luzero
ante el sol, porque todo el mundo725 recibe grant gozo. Otrosí ovo bien conplida gracia e
ayuda departida de la que ovieron los otros sanctos. Ca fue profecta diziendo de Jhesu
Christo: “Aquel que verná después de mí, es ante de mí”; fue más que propheta, que él
mostró a Jhesu Christo con el dedo; fue apóstol, que le enbió a predicar; fue mártir, que
sufrió muerte e pasión por justicia; fue confesor, que confesó la verdat e non la negó;
fue virgen, e por eso fue dicho ángel.
Fueron dos doctores en teología, el uno alabava a sant Juan Evangelista, e el otro
a sant Juan Bautista. E començaron a dispustar ante todos, e cada uno avía cuidado de
catar abtoridades e razones, las más fuertes que podiesen aver para alabar e onrar al su
sancto. Acercándose el día de la disputación, cada uno de los sanctos apareció a su
amigo, e díxole: “Nós en paz estamos en el cielo, vós non disputedes de nós en la
tierra”. Entonce dixiéronse la visión el uno al otro, e predicáronlo ante el pueblo e
bendixieron a Dios.
Fue en la iglesia de Roma un cardenal que le dixieron Paulo, monge del monte
Tarsino. E una vegada, aviendo de consagrar el cirio pascual, enronquecía, e primero
avía la boz clara. Porque sant Juan le diese la boz, así commo la diera a Za[f.
124d]carías, su padre, fincó los inojos a honra de sant Juan, e conpuso el impno: “Ut
queant laxissic resonare fibris”.726
En tal día commo oy cogen algunos los huesos de todas las bestias ayuntados en
uno. Esto por dos razones: la una es porque lo fazían los antiguos. Ca eran unos
dragones que bolavan por el aire, e por el agua e por la tierra; e por ende, morevansic
muchos. Contra este venino fezieron fuego de los huesos de las bestias, e este fumo
fazíalos foir. E porque esta pestilencia era mayormente en este tienpo, por ende

725
En el incunable: “muudo”.
726
LA (10): “Ut queant lassis etc.”. Esta frase en latín no aparece en el ms h-I-14. “fincó los inojos a onra
de sant Johán e ovo luego su boz bien e conplida” (f. CLIIVIa).

399
algunos727 fazían esto. Otra razón es para representar que los huesos de sant Juan
quemaron los gentiles en la cibdat de Sebasteni.
Una vegada fue uno enterrado muy honradamente cerca la Iglesia de sant Juan
Baptista. E uno movido por codicia, de noche, abrió la huesa, e tomó quanto ý falló.
Apareciole sant Juan, e díxole: “¿Por qué fuiste osado a tañer al que a mí
encomendaron? De aquí adelante non podrás entrar en la mi iglesia”. E así acaeció, que
cada ora que quería entrar en la iglesia, luego venía muy esforçado, e dávale en la
garganta, e caía atrás, e non podía entrar en la iglesia.

[LXVIII]
Título LXV. Vida de sant Juan e sant Pablo mártires

[f. 125a] Sant Juhan e sant Pablo fueron muy privados de Costancia. E en aquel tienpo
la [gente de]728 Escocia, entrando por fuerça la tierra de Decia e de Tracia, mandó
enbiar contra esta gente a Galicano, que es adalid desta gente e de la hueste de los
romanos. E demandava por su trabajo a Costancia, la fija del enperador, por muger. E
los príncipes de Roma, e los senadores, demandavan muy afincadamente que se fiziese
esto.
Al enperador pesávale muy de coraçón, sabiendo que ante la podría matar que
consentir el casamiento, porque prometiera virginidat después que la sanó sancta Inés.
Enpero que la fija consejó al padre que se lo prometiese quando viniese de la hueste, si
venciese sus enemigos; pero que le dexase dos fijos que oviera de otra muger, porque
pudiese saber dellos su voluntad e las costunbres de su padre. E ella darle ý a dos sus
privados, Juhan e Paulo, si se lo otorgase, en señal de mayor firmedunbre. Rogando a
Dios que convertiese sus fijos a la fe.
Mas la gente titaga729 quebrantó las huestes, e cercaron a él en la cibdat de
Tracia. Entonce allegáronse a él Juan e Paulo, e dixieron: “Faz voto a Dios del cielo e
vencerás a tus heneminossic mejor que non feziste”. E él faziéndolo, apareciole un
mancebo que levava una cruz en el onbro, e díxole: “To[f. 125b]ma tu espada e
sígueme, e tómala”. Él entró por medio de la hueste, e vino fasta el rey, matando e
venciendo la lid. E la hueste, solamente por temor, fízoles ser so el señorío de Roma, de

727
En el incuanble: “algnoos”.
728
En el incunable: “la grant Escocia”. Corrijo a partir de las siguientes referencias: LA (2): “cum gens
Scithica”. Ms. h-I-14: “la gente de Cicia” (f. CXLIIc).
729
LA (5): “sed tamen a Scithicarum gente”. Ms. h-I-14: “la gente de Cicia” (f. CXLIIIa).

400
los romanos e de los cavalleros. E todos los otros lo afirmavan que lo vieran esto. E por
ende, fízose christiano, e tornose a Roma e recibiéronle con grant honra.
E rogó al enperador que le perdonase si no casase con su fija, porque de aquí
adelante tenía en coraçón de bevir en castidat, por amor de Jhesu Christo. E plúgole
mucho al enperador. E los dos sus fijos de Galicano tornolos Costancia, la virgen, a
Jhesu Christo, con los sus siervos en reverencia. E fazía muchos miraglos, en manera
que catando a los demoniados, luego eran sanos. Tanta fue la fama de la su santidat en
todo el mundo, segunt que dixieron dos cavalleros en testimonio, que a parte de oriente
le venieron ver en ocidente, que aquel fuera senador de Roma, e adalid de la hueste de
los romanos, e que lavava los pies a los pobres, e poníales la mesa, e dávales agua a
manos e servíalos muy acuciosamente.
E muerto Constantino, el fijo de Drufiano el grande, fue enperador después de
Constantino. E ovo dos fijos, al uno dixieron Gallo, al otro Juliano. Costantino, el
enperador, fizo a Gallo e enbiole a Judea, [f. 125c] que era revelle; pero que después le
mató Costancio. E Julio, teniendosic que le mataría Costancio, así commo a su hermano,
entró en un monesterio, e faziendo enfinta de grant religión, ordenáronle de corona. E
demandó consejo al diablo, por sus encantamentos, en qué manera podría ser enperador.
A cabo de tienpo Costantino, aviendo muchos e grandes pleitos, ovo a fazer por
fuerça a este Julio enperador. E enbiole contra Francia, e fizo muy conplidamente lo que
le fue mandado. E muerto Constancio, este Juliano traidor, e apóstota, que quiere dezir:
renegado enperador, mandó que sacrificasen a los ídolos, especialmente a Galicano, o
que se fuese de la tierra, ca non osava matar tan grand omne commo éste. E él fuese
para Alexandría, mas los gentiles firiéronle en el coraçón, e fue mártir.
Este Juliano, avariento e codicioso, colorando su maldat con el evangelio,
tomando las riquezas de los christianos, dizía: “Vuestro señor Jhesu Christo dixo en el
evangelio: ‘Quién non desanparare quanto ha, non puede ser mi dicípulo”’. E oyendo
que Juhan e Paulo mantenían los christianos pobres, mandoles que así commo fueron de
la conpaña de Costantino, así fuesen de la suya. Ellos dixiéronle que:
– Mientra los enperadores gloriosos, Costantino e su fijo Costancio, avían gloria
en quantos eran siervos de Di[f. 125d]os, nós servíamosbos. E porque dexaste la
religión llena de virtud, por tanto nos partimos de ti en todo. E menospreciamos todos
los tus dichos e non te queremos obedecer.
Mandoles dezir Juliano:

401
– Yo fuesic clérigo en la Iglesia, e si quisiera podiera ser papa; mas cuido que era
vanidat seguir pereza e estar vagaroso, torneme a la cavallería e sacrificar a los dioses, e
por su ayuda fuesic enperador. E por ende, vosotros que fuestes criados del enperador,
non vos querades partir de mí, porque vos aya bien commo los mis primeros privados en
el mi palacio. E si vós me menospreciades, e a los mis dioses, yo faré que non me
menospreciedes.
Ellos dixieron, poniendo a Dios delante:
– Nós non te avemos miedo a ti nin a tus amenazas, por que nós seamos
enemigos de Dios.
Dixo Juliano:
– Si fasta diez días non vinieres a mí de grado, faredes mal, que vos pese lo que
non queredes fazer de volunptat.
Estos santos enbiáronle, dezir:
– Los diez son pasados, faz oy lo que dizes que farás entonce.
– Asmades, dixo Juliano, que los christianos nos fagonsic mártires. Si non me
consentiéredes, atormentarvos he non commo a mártires, mas commo a públicos
enemigos.
Entonce Juhan e Paulo nunca ál fizieron en aquellos X días, sinon [f. 126a]
limosnas e dar todo lo suyo a pobres. E a los X días vino Terenciano a ellos de parte de
Juliano, que les dixo:
– Nuestro señor Juliano vos enbía esta imagen de oro de Júpiter, e que fagades
sacrificio, si non que en otra manera perescades amos en uno.
Dixieron los sanctos:
– Si Juliano es tu señor, ave parte con él, que nós non avemos otros señor sinon
a Jhesu Christo.
Entonce mandolos degollar en ascondido, e enterrolos en su casa dentro,
diziendo que eran desterrados.
E después desto, tomó el diablo al fijo de Terenciano, e començó dar bozes
dentro en casa, que llamava el diablo. Oyéndolo Terenciano, confesó su pecado, e fízose
christiano, e escrivió la pasión destos sanctos, e su fijo fue luego sano. E fueron
muertos estos sanctos mártires después que murió Jhesu Christo, a cabo de CCLXXIIII730
años.

730
LA (54): “CCCLXIV”. Ms. h-I-14: “docientos e sesenta e quatro años” (f. CXLVa).

402
Cuenta sant Gregorio731 que una buena dueña, yendo a menudo a la iglesia
destos sanctos mártires, e tornándose un día, falló dos mugeres estando so un ábito de
peregrino. E cuidando que eran romeras, mandoles dar limosna; mas ante que el
mayordomo viniese, llegáronse cerca della, e dixeron: “Tú nos visitas agora, e nós
visitaremos a ti el día del juizio e darte hemos quanto podiéremos”. E diziendo esto,
desaparecieron.
Otrosí cuenta sant Anbrosio732 que estos dos mártires, sant Juan e sant Pa[f.
126b]blo, conplieron lo que dixo David: “Ecce quam bonum e c.”.733 Ca fueron
conpañeros en la ley de nacer, e fueron juntados a la conpaña de la fe, fueron semejables
en la igualeza de la pasión, fueron sienpre gloriosos en un Señor.

[LXIX]
Título LXVI. Estoria de sant Pedro apóstol

[...]734
Sant Pedro apóstol, más que los otros apóstolos, ovo en sí mayor amor a Jhesu Christo.
Ca quiso saber quién era el traidor de Jhesu Christo, ca si lo sopiera, todo lo
despedaçara con los dientes, segunt dize sant Agustín. E por ende, non quiso nuestro
Señor nonbrarle. Grisóstomo: “Luego se levantara sant Pedro lo matara”.735
Este andudo sobre el agua, llamando a Jhesu Christo. E escogiole Dios quando
fue trasfigurado. E quando resucitó la niña, diole Dios las llaves del Paraíso. E diole que
governase el su Pueblo en Pentápolin. Convertió tres mil omnes por su predicación. E
prophetó la muerte de Anamas e de su fijo, e baptizó a Cornelio, e resucitó a Tabita, e
sanó muchos enfermos con la sonbra de su cuerpo.
Púsole Herodes en la cárcel; mas librolo dende el ángel. ¿E quál fue su comer?
Dize sant Clemente:736 “Comió pan con olivas, sólo pocas vegadas, con verças; non
vestía ál si non una saya e un manto; esto le conplió [f. 126c] mucho”. E sienpre traía un
sudario en el seno, para alinpiar las lágrimas que corrían de sus ojos muy a menudo.
Quando se acordava del dulçor de la fabla, e de la predicación de Jhesu Christo, non
podía tener las lágrimas.

731
XL homiliarum in evangelia libri II (32, 7).
732
Ambrosiane praefationes (ed. Frei CLXXII, p. 336).
733
Salmos (132, 1).
734
Igual que en el ms. h-I-14, falta la etimología del nombre (LA: 1-18).
735
Liber epilogorum in gesta sanctorum, de Bartolomeo Tridentino.
736
Recognitiones Clementinae (VII).

403
Cuenta sant Clemente, en las Estorias Eclesiásticas, que quando la muger de
sant Pedro lebavan a la cárcel, él iva muy gozoso, llamando en pos ella: “Muger,
acuérdate de Jhesu Christo”.
Una vegada, enbiando sant Pedro dos sus dicípulos a predicar, aviendo ya XX

jornadas andadas, murió el uno dellos. El otro tornose a sant Pedro, e contole lo que le
acaeciera, este fue sant Marcial. Entonce sant Pedro diole el su blago, e mandole que
tornase a su conpañero e que le pusiese sobre él. E fízolo, e avía nueve días que era
muerto, e levantose bivo.
En aquel tienpo, avía en Jherusalem un mago, que dizían Ximón, que se llamava
que era primera verdat; e los que le creían, que los fazía sienpre durar; e dizían que non
avía cosa en el mundo que él non fiziese. Otrosí, leemos en el Libro de sant Clemente737
que dixo este Ximón mago: “Yo seré adorado así commo Dios, e seré dado
públicamente a las horas divinas que faré quanto quisiere”. Él dizía, que algunas
vegadas, le mandava su madre, Rachel, ir segar al rastrojo, e viendo la foz puesta,
mandava que segase por sí misma, e [f. 126d] segava dos tanto que los otros. Dixo: “Yo
siervo de Dios, yo só fermoso. Yo só Spíritu Sancto. Yo só muy poderoso. Yo sé todas
las cosas de Dios, fago andar las serpientes, e las imágenes de Arabia, e las piedras reír
e los omnes cantar”. Éste, queriendo diputar con sant Pedro e mostrarse que era Dios, a
día cierto e a plazo cierto, vino sant Pedro al lugar de la disputación. Dixo sant Pedro:
– Dios vos dé paz a los que amades verdat.
Dixo Ximón:
– Non avedes mester paz, ca si oviésemos paz e concordia, non podríamos
aprovechar para la verdat fablar, que los ladrones han entre sí paz. E por ende, non
quieras llamar paz, mas la guerra. Ca lidiando dos omnes, en uno es paz quando el uno
es vencido.
Dixo sant Pedro:
– ¿Por qué temes tanto oír la paz? Ca de los pecados nacen las guerras, do no ay
pecado, ay paz. Ca en las disputaciones se falla la verdat, e en las obras, la justicia.
Dixo Ximón:
– Non dizes nada, mas yo demostraré el poderío de la mi divinidat porque me
adores adesora. Yo só la primera virtud, e puedo volar por el aire, e fazer árbores

737
Ibid. (II, 9, 6).

404
nuevos e mudar las piedras en pan, e durar en el fuego sin ninguna lisión, e puedo fazer
las cosas que quisiere.
Sant Pedro disputó contra éste, e descobrió todos los maleficios [f. 127a] suyos.
Entonce, viendo Ximón que non podría contradezir a sant Pedro, todos los libros de la
nigromancia que avía echolos en la mar, teniendo que fallarían por aventura que era
encantador, e fuese para Roma, do le tenían commo a Dios. Quando lo supo sant Pedro,
vínose en pos él e fuese fasta Roma.
E al quarto738 año de Claudio, el enperador, llegó sant Pedro a Roma. E fue ý
papa XX años, e segunt que dizen, ordenó ý dos obispos, Almo e Acleto, el uno dentro el
muro de Roma, e el otro fuera. E él predicando sienpre, convertió muchos a la fe e
sanava muchos enfermos; mas en la predicación, loando sienpre la castidat. E convertió
a Dios quatro barraganas739 del adelantado Agripa, que nunca más a él tornaron. Onde
fue muy sañudo contra sant Pedro, e buscavan muchos achaques. E después apareciole
nuestro Señor Jhesu Christo, e díxole: “[...]740 piensan contra ti muchas cosas; mas non
temas, que yo soy contigo. E anpararte he, e darte he solaz del mi siervo Paulo, que cras
entrará en Roma”. E por ende, sant Pedro, segunt que dize Lino,741 que aína avía de
salir deste mundo, e estando en medio de los dicípulos, tomó la mano de Clemente, e
ordenole obispo ante todos, e fízole asentar en la cáthedra, en su lugar.
Después vino sant Pablo a Roma, segunt que dixiera Dios, e començó a [f. 127b]
predicar con sant Pedro. Nero, el enperador, amava tanto a Ximón mogosic, que pensava
que por él avía la vida, e teníalo así, e avía salud sin duda e por él era la cibdat de Roma
defendida. E un día, segunt que dize sant León papa,742 estando ante Nero, mudósele la
su semejança: viejo, agora mancebo. Viéndolo Nero, pensó que era fijo de Dios
verdadero. E dixo: “Mándame degollar, e fasta tres días resucitaré”. Mandó Nero a un
carnicero que le degollase, e él pensó que degollava a él, e degolló un carnero; mas
Ximón, por su encantamento, escapó sin lisión, e cayendo el carnero muerto,
escondiole. E escondiose él tres días, e fizo la sangre del carnero ý elada, e al tercero
día, mostrose a Nero, deziendo: “Faz coger la mi sangre que es esparcida, ca fuesic
degollado e resucité al tercero día, así commo te prometí”. E quando lo vio Nero,
espantose e pensó que era fijo de Dios verdadero. E a las vegadas, estando encerrado,

738
En el incunable: “qurato”.
739
LA (61): “quatuor concubinas”. Ms. h-I-14: “tres mancebos” (f. CLIIa).
740
Esta palabra se encuentra tachada en el incunable. LA (64): “Symon et Nero contra te cogitant”. Ms. h-
I-14: “Sinón e Nerón, el enperador cuidan mucho mal contra ti” (f. CLIIa).
741
Passio Petri (BHL 6664).
742
Ibid. (BHL 6657).

405
fablava fuera en su semejança con el pueblo. Por ende, los romanos onrávanle mucho, e
tanto, que le fezieron una imagen e escrivieron sobre ella un título que dezía: “Ximón el
Dios sancto”.
E sant Pedro e sant Pablo entraron a Nero, e descobriéronle todos los maleficios
de Ximón. Eñadió sant Pedro, e dixo:
– Bien commo en Jhesu Christo son dos naturas e sustan[f. 127c]cias: una de
omne, otra de Dios, así en este mago son dos naturas: una de omne, otra de diablo.
Dixo Ximón:
– ¿Por qué sufro tanto a este mi enemigo? Mandaré a los mis ángeles que me
venguen dél.
Dixo sant Pedro:
– Yo non temo los tus ángeles, mas ellos temen a mí.
Dixo Nero:
– ¿Non temes a Ximón, que por obra e por fecho prueva la su divinidat?
Dixo sant Pedro:
– Si él es Dios, dígame agora lo que pienso e fablo. E dezirte he primero a ti, a la
oreja, porque non ose mentir de lo que pienso.
Dixo Nero:
– Allégate acá e dime lo que piensas.
E llegándose sant Pedro a él, díxole en poridat:
– Mándame traer un pan de ordio e que me lo dé en ascondido.
E traxiéronse, e bendíxolo sant Pedro e ascondiolo so su manto. E díxole:
– Diga Ximón, qué se faze Dios, ¿qué he pensado, e dicho e fecho?
Respondiole Ximón:
– Mas diga Pedro qué pienso yo.
Dixo Pedro:
– Mostraré lo que pienso yo, quando dixiere yo.
Entonce Ximón, co[n] grand saña, dixo:
– Salgan canes grandes e cómanlo.
Adesora, aparecieron canes muy grandes e arremetionsesic a sant Pedro. E él
echoles el pan bendito, e començaron luego a fuir. Entonce dixo sant Pedro a Nero:
– Evaste que muestro lo que pensava Ximón contra mí, non por palabra, mas por
fecho. Ca él prometió que enbiaría ángeles contra mí, e el traidor enbió canes [f. 127d]
que me comiesen. E por esto se muestra que non ha ángeles de Dios, mas canes.

406
Dixo Ximón a Pedro e a Paulo:
– Oídes, aquí non vos puedo nada fazer, vernemos a do vos juzgue. Por eso
perdónovos agora.
E con grant sobervia començó alabarse que podría resucitar muertos. E acaeció
que murió un mancebo grande, que era pariente del enperador. E llamando a Pedro, e
así movido, todos, firmaron esta sentencia: que el que non pudiese resucitar el muerto,
que moriese por ello. E mientra que Ximón fazía sus encantamentos, semejava a
quantos ý estavan que el muerto esgremecía la cabeça. Entonce, dando todos bozes,
dezían que querían apedrear a sant Pedro; mas sant Pedro, malabes podiéndoles fazer
callar, dixo:
– El muerto es bivo, levántese e fable. Onde si non lo faze, sabed que lo fizo con
engaño, quando la cabeça del muerto se movió.
Dixo sant Pedro:
– Apartadle del lecho, por que más e mejor se descubran las sus traiciones e los
engaños del diablo.
E apartáronle del lecho, e el mancebo non se movió. E sant Pedro, estando
arredrado, fecha la oración, llamole, diziendo:
– En el nonbre de Jhesu Christo. Nazareno crucificado.
E luego se levantó, e andudo e fabló. Queriendo todo el pueblo apedrear a
Ximón mago. Dixo Ximón:743
– Sabed, Pedro, [f. 128a] grant pena es ésta que conosca que es vencido en todas
sus artes, ca nuestro maestro nos mostró que por mal feziésemos bien.
Dixo Ximón:
– Sabed, Pedro e Paulo, que non vos contradiga lo que codiciades, que vos faga
mártires.
Respondieron amos:
– Acá está lo que codiciamos. E tú nunca ayas bien, ca en quanto fablas, en tanto
mientes.
Entancessic Ximón fue a casa de Marcelino, dicípulo de sant Pedro, e ligó un
grant can a la puerta, diziendo:
– Agora veré si Pedro, que suele acá venir a ti, si podrá acá entrar.

743
Es Pedro el que habla. LA (118-119): “ait Petrus: ‘Satis est illi ad penam quod agnoscit se in suis
artibus superatum’”. Ms. h-I-14: “E sant Pedro rogó por él que non lo matasen. E dixo: asaz es esto
muerte para él” (f. CLIIId).

407
E a poco tienpo, vino sant Pedro, e soltó el can. Faziendo la señal de la cruz, el
can era a todos manso e falaguero, solamente perseguía a Ximón, e tomole, e echole en
tierra so sí e queríalo afogar. Corrió sant Pedro, e diole vozes que non le fiziese mal, e
non le enpeció nada en el cuerpo, mas despedaçole e desmenbrole los vestidos, en tal
manera que fincó todo desnudo. El pueblo, mayormente los moços, con el can,
corriendo en pos dél fasta que le echaron fuera de la villa, commo a loco. E viéndose él
confondido así, e profaçandosic, estido un año ascondido, que nunca pareció.
Viendo Marcelo estos miraglos, nunca se quitó de sant Pedro. Después tornó
Ximón otra vegada, e recibiole en su amistança. E llamó todo el pueblo, e dixo que avía
recebido muchos despesares destos omnes de Galilea, e [f.128b] que quería desanparar
la cibdat que el solía defender e guardar. E un día señalado, que quería subir a los
cielos, que non quería más morar en la titierrasic. E aquel día subió en una torre muy
alta, segunt dize Lino papa, e echándose dende, levava una corona de laurel en la
cabeça, e començó de bolar. Dixo Paulo a sant Pedro:
– Yo he de rogar e tú has de ganar.
Dixo Nero:
– Éste es omne verdadero e vós sois engañadores.
Dixo Pedro a Paulo:
– Alça la cabeça, e cata arriba e para mientes.
E alçó los ojos, e vio que volava Ximón. Dixo Paulo a sant Pedro:
– Non quedes de acabar lo que començaste, ca nos llama ya Dios.
Entonce dixo sant Pedro:
– Conjúrovos, ángeles de Satanás que levades por el aire a Ximón, por nuestro
Señor Jhesu Christo crucificado, que non le levedes más, que le dexedes caer.
E luego ellos le dexaron caer, e quebrantose las cerbizes e murió. E oyéndolo
Nero, pesole mucho, porque avía perdido tal omne commo éste. Dixo a los apóstolos:
– Posistes sospecha en el mi coraçón, por ende, fazervos he morir malamente.
E dioles en guarda a Paulino, omne muy honrado. E Paulino dioles en guarda a
Mamerto, e púsolos en guarda de los cavalleros Proceso, Martiniano. E estos cavalleros
convertió después sant Pedro a la fe. Onde abrieron la cárcel, e daxávanlos [f. 128c] ir si
quisiesen.
Paulino, después de la muerte de los apóstoles, fizo venir ante sí a Proceso e a
Martiniano. E fallando que eran christianos, por mandado de Nero, fízolos descabeçar.

408
E rogavan todos los apóstoles a sant Pedro que se partiesen dende de Roma. E
él, por su ruego, partiose dende. E veniendo a la puerta, que agora dizen sancta María
de los Pastos, vio venir a Jhesu Christo, e díxole:
– Señor, ¿dó vas?
Respondiole:
– Vengo a Roma, ser crucificado otra vegada.
Entendió que lo dezía por la su pasión. E contando él esto a los apóstoles, los
vasallos de Nero prendiéronle. E enpresentáronle a Agripa, el adelantado, e quando fue
ante la su cara, fue clara commo el sol. Dixo Agripa: “¿Tú eres aquel que tomas grant
plazer en los pueblos e en las mugeres, que las fezes tirar de sus maridos?”. E el apóstol
denostando esto, dezía que la su gloria era en la cruz de Jhesu Christo. Entonce mandó
el adelantado crucificar a sant Pedro, porque predicava la cruz; e sant Pablo descabeçar,
porque era fijodalgo e cibdadano de Roma. De aquesta sentencia, segunt dize Dionisio,
en la epístola ad Timoteum,744 de la muerte de sant Pablo en estas palabras: “¡O, mío
hermano Timotheo!, si vieses la muerte de contienda de la muerte de aquellos dos,
fallecerías en viéndolo, por contienda de tristicia. ¿Quién no lloraría por dolor en esa
ora, quando fue dada sentencia contra ellos? Que sant Pedro fuese [f. 128d] crucificado,
e sant Pablo degollado. Entonce los judíos e los gentiles dávanles palmadas en las caras,
e apartaron el uno del otro e ligáronlos. Entonce, dixo sant Pablo a sant Pedro:
– Tú eres pastor de las ovejas de Jhesu Christo, e fundamento de las iglesias, ve
en paz.
Dixo sant Pedro a sant Pablo:
– Tú eres predicador de la verdat, e medianero de los pecadores, e llave de la
salud de los justos, ve en paz.
E alongados, los mataron a amos y dos en lugares arredrados”.
Pedro, viniendo a la cruz, dixo: “Porque mi Señor Jhesu Christo descendió a la
tierra del cielo; por ende, fue puesto en la cruz derecha. E a mí, porque deva llamar de la
tierra al cielo, conviene que esté cabeça ayuso en la cruz, los pies alçados al cielo,
porque non só digno de estar en la cruz así commo mi señor Jhesu Christo. ¡Tornad la
cruz!”. Entonce ellos tornáronla, e crucificáronle los pies arriba e las manos ayuso.
El pueblo, muy sañudo, quería matar a Nero e al adelantado, e librar al apóstol.
E rogávalos que no enbargasen la su pasión. Entonce abrió los ojos de quantos ý

744
Mombritius II, p. 355.

409
estavan, e vieron los ángeles estando con coronas de laurel, e de lilios e de rosas, e sant
Pedro estar con ellos, e tomar un libro de la mano de Jhesu Christo, e leía en él lo que
les predicava estando en la cruz, deziendo: “Señor, sienpre deseé [f. 129a] semejar, mas
non quise atreverme que me crucificasen commo a ti, que Tú sienpre eres derecho e
alto, e nós que somos fijos de Adam, por el su pecado nacemos boca ayuso sienpre e
enclinámonos a la tierra. E Señor, Tú que eres mi bien, e non te ofresco otra cosa sinon
lo que tú me diste, e gradéscotelo con el tu Santo Spíritu, porque bivo e te ruego
entendiendo que en este lugar le entienden otras cosas, porque non quise ser crucificado
derecho”. Viendo sant Pedro los christianos, e viendo la su gloria, dando gracias a
Dios, acomendándole el su pueblo, finose. Entonce Marcelo e Paulo, hermanos e
dicípulos de sant Pedro, tomáronle con muchas especias, e enterráronle.
[...]745
E Nero non fincó sin pena, mas por este pecado e por los otros que feziera él
mismo se mató. E digamos algunos de sus pecados: Séneca, su maestro, esperando dél
alguna merced por el trabajo que dél levaría, mandole Nero que escogiese un ramo de
qualquier árbol donde le colgasen, diziendo que este era el galardón que dél tenía de
aver por su trabajo. E demandó Séneca, ¿por qué mereciera tal muerte commo aquesta?
Fizo Nero esgremir una espada muy a menudo aguda sobre la su cabeça, e a la una parte
e a la otra, fuía con la cabeça temiendo la muerte. Dixo:
– Maestro, ¿por qué me riedras así fuyendo la cabeça de la espada?
Respondió Séneca:
– [f. 129b] Porque só omne e he miedo a la muerte, mayormente moriendo así.
Díxole Nero:
– Así te temo aún agora, commo te solía temer quando era moço. Por ende,
mientra que vibieres, nunca podré venir en folgura.
Dixo Séneca:
– Si me conviene morir, si ál que non, dame que escoja quál muerte yo quisiere.
Dixo Nero:
– Escógela apriesa e non tardes.
Entonce Séneca fizo fazer un vaño de agua, e físoze sangrar de amos braços. E
así corriendo sangre, moriose.

745
Igual que en el ms. h-I-14, falta el segmento textual (LA: 203-209).

410
Otrosí fizo matar a su madre, por ver commo fuera engendrado en el vientre. E
otras cosas muchas malas fizo que serían luengas de contar.746
Dende, maravillándose quánta e quál fuera la quema de Troya, fizo encender a
Roma siete días con sus noches. E él catando de la una parte e de la otra, e alegrándose
porque ardía tan bien, començó a cantar, en manera que sobrava todos citoleros e
violeros: “Este pescava con redes de oro”. Los romanos, viendo la su locura, e non lo
podiendo sofrir, levantáronse en pos él, e corrieron en pos él fasta fuera de la cibdat. E
viendo que non podía escusar la muerte, aguzó un fuste con sus dientes, e metiósele por
el vientre, e así murió en el tienpo de Cornelio Papa.
Los christianos de Grecia furtaron los cuerpos de sant Pedro e sant Pablo, e
levávanselos. Mas los diablos, aún en los í[f. 129c]dolos, por fuerça de la virtud de
Jhesu Christo, dieron vozes, diziendo: “¡Acorred los omnes de Roma, ca lievan los
vuestros dioses!”. E los christianos entendieron por los apóstoles; e los gentiles, por los
sus dioses. E los christianos fueron en pos ellos, onde los gentiles, temiendo, echaron
los cuerpos sanctos de los apóstoles en un pozo, en el lugar Centatubatur;747 mas
después los sacaron dende los christianos. Segunt dize sant Gregorio,748 que tanta nieve,
e truenos e relánpagos los espantó, e los derramó, que los dexaron en el lugar dicho.
Mas dudando quáles eran los huesos de sant Pedro e quáles los de sant Pablo, orando e
ayunando ovieron respuesta del cielo: “Los mayores son del predicador, e los menores
del pescador”. E así apartaron los unos de los otros, e posiéronlos en sus iglesias, que
les fezieron otrosí.
Dizen que el papa Silvestre, queriendo consagrar las iglesias, puso los huesos
con grant reverencia, tanbién los mayores commo los menores, la mitad en una iglesia e
la otrosic meatadsic en la otra iglesia.
E amassic idos sofrieron en un día martirio e pasión, porque en uno fuesen a
Jhesu Christo; e en un lugar, porque amos fuesen en Roma; so un perseguidor, por
crueldat igual los matase a amos. Enpero que en un día murieron, ordenó sant Gregorio
que en tal día commo oy fuese señaladamente la fiesta de sant Pedro, [f. 129d] e cras
que fiziesen la remenbrança de sant Pablo. Esto porque aquel día fue consagrada la
iglesia de sant Pedro, e porque fue mayor en la dignidat, e porque fue primero
convertido e fue papa en Roma.

746
Frase ausente en la Legenda aurea; pero presente, con los mismos propósitos, en el ms. h-I-14 (ff.
CLVIc-CLVId).
747
LA (255): “catacumbas”. Ms. h-I-14: “en un lugar que decían Catabundo” (f. CLVIIa).
748
Registrum epistularum (IV, 30, 160).

411
[LXX]
Título LXVII. Estoria de sant Pablo apóstol

[...]749
Sant Pablo apóstol, después que fue convertido, ovo muchas persecuciones que cuenta
sant Ilario brevemente, diziendo: “Sant Paulo fue açotado con pértigas tres vezes en
Felipos, e fue puesto en la cárcel, e tovo los pies en el cepo dentro, en la cárcel; e fue
apedreado con Icenio; e perseguiéronle los judíos, en Tesolónita; fue echado a las
bestias, e a los lobos, en Éfeso; e en Damasco, echáronle en una espuerta; e fue levado a
Jherusalem; e así fue atormentado; e a cabo, fue encarcelado; e en Cesarea fue
encerrado; viniendo por la mar ovo tormenta, en manera que un día e una noche fue en
fondón de la mar; e vino a Roma. Nero, el enperador, dio sentencia contra él, que le
descabeçasen, e así le mataron ý”.
E de los gentiles sanó un contrecho; resucitó un muerto mancebo, que cayera de
una finiestra e murió; una abiespa, que le mordió en la mano, non le enpeció, mas
sacodiéndola de la mano, echola en el fuego e murió. Otros [f. 130a] muchos miraglos
fizo, que serían luengos de contar.750
Otrosí dizen que todos los que son del linaje de aquel omne, que recebió a sant
Paulo, nunca los enpece cosa enpeçoñada. Onde quando nacen los niños, pónenles
serpientes en los braços, para provar si son fijos verdaderos. Sant Paulo, desque
cantavan los gallos fasta tercia, sienpre labrava. E de allí adelante, predicava en manera
que muchas vegadas alongava la predicación fasta la noche. E el otro tienpo comía, e
dormía e orava.
Veniendo a Roma, e aún Nero no era bien confirmado en el inperio, oyendo que
sant Pablo e los judíos disputavan sobre las leys, non fazía gran fuerça. E sant Paulo,
andando por do quería, sin recelo ninguno, predicava la su sabiduría e la su religión.
Todo el mundo lo sabía e todos los omnes lo sabían. E avía muchos amigos en casa del
enperador, e convertiolos a la fe de Jhesu Christo. E quando leían los escritos ante
César, todos los omnes le amavan, los senadores tenían que era muy grant omne.

749
Igual que en el ms. h-I-14, falta la etimología del nombre (LA: 1-18).
750
Frase ausente en la Legenda aurea; pero presente, con los mismos propósitos, en el ms. h-I-14 (f.
CLVIId).

412
Una vegada, sant Paulo predicando en un sobrado, cerca de las vísperas, un
mancebo, que dezían Atruçuelo, escanciano751 del enperador, e mucho amado dél, por
tal que viese mejor a sant Paulo, porque la gente era mucha, sobió en una finiestra, e
dormiose, e cayó dende e morió. E oyéndolo Nero, doliose mucho de su muerte. E puso
luego otro [f. 130b] en su lugar dél, en el su oficio. Sabiendo esto por Spíritu Santo, que
se lo dixo, dixo a los que aí estavan que fuesen allá, e que le aduxesen a Patrucelo
muerto, que amava mucho Nero. E aduziéndoselo, resucitolo sant Pablo, e enbiole con
sus conpañeros al enperador. E llorando él por su muerte, dixéronle que Patruçuelo
estava a la puerta. E oyendo Nero que Patruçuelo era bivo, de quien sopiera poco ante
que era muerto, ovo muy grant miedo, e escusávase que non entrase a él; enpero
rogándole sus amigos, dexole entrar. Dixo a Patruçuelo:
– ¡Eres bivo! ¿Quién te fizo bivir?
Dixo:
– El mi Señor Jhesu Christo, que es rey de todo el mundo.
Díxole Nero sañudo:
– ¿Pues el rey ganará por sienpre jamás, e deste irá todos los reignos deste
mundo?
Entonce Nero diole una palmada, diziendo:
– Tú, ¿cavallero eres de aquel rey?
Dixo él:
– Sólo me resucitó.
Entonce los servientes del enperador, que estavan ante él sienpre, dixiéronle al
enperador:
– ¿Por qué fieres al mancebo que te responde la verdat? Ca nós cavalleros
[somos]752 de aquel rey que nunca lo puede ninguno vencer.
Oyéndolo Nero, mandolos encerrar en la cárcel, porque aquellos que más amava
más los atormentasen. Entonce mando buscar todos los christianos, e non los
preguntando, fízolos açotar e atormentar en muchas maneras. Entonce Paulo ligado
entre los otros, traziéron[f. 130c]losic ante Nero. E díxole Nero:
– ¡O omne!, vasallo del muy grant rey e mi preso, ¿por qué me tiras mis
cavalleros e júntaslos a ti?

751
LA (36): “Patroclus, picerna”. Ms. h-I-14: “Patrunculo, sevidor” (f. CLVIIIb).
752
Corrijo a partir de las siguientes referencias: LA (55): “Nam et nos illi regi”. Ms. h-I-14: “ca nos
cavalleros somos de aquel” (f. CLVIIId).

413
Díxole Paulo:
– Non tan solamente cojo yo basallos del tu reino, mas de todo el mundo, a
quien da nuestro Señor soldadas que nunca fallescan, e fázelos ser muy conplidos. E tú,
si quieres ser su vasallo, serás salvo. E es grand poderío que vendrá juzgar todo el
mundo, en juizio de fuego, en manera que fallará la figura deste mundo.
Oyendo esto Nero, fue muy sañudo, mayormente porque dixiera Paulo que este
mundo se avía de desatar por fuego. E por ende, mandó todos los cavalleros de Jhesu
Christo quemar en fuego. Mando descaveçar a Paulo, porque pecara contra él. En tanto,
mató tantos christianos que todo el pueblo de Roma entraron por fuerça elsic palacio del
enperador. E queriendo levantarse contra él, enpeçaron a dezir a grandes bozes: “¡César,
pone manera e atienpra el tu entendimiento, que éstos que tú matas nuestros son, e
defienden el señorío de Roma”. Temiendo el enperador, mandó pregonar que non
tocasen a ningunt christiano fasta que él juzgase esto mas conplidamente. E por ende,
aduxeron a Paulo otra vegada. E pusiéronle delante Nero. E quando le vio, començó a
dezir a grandes vozes:
– ¡Tiradme delante deste encantador, e degolladle e non le dexedes más bevir!
Dixo Pa[f. 130d]ulo a Nero:
– Poco tienpo es en que sufra ya esta pena; mas beviré por sienpre jamás con
nuestro Señor Jhesu Christo.
Dixo Nero:
– ¡Cortadle la cabeça, porque entienda que só más fuerte quel su rey! E veremos
si podrá vevir sienpre.
Dixo Paulo a Nero:
– Por tal que sepas que bivo por sienpre jamás después de mi muerte, después
que me tajaren la cabeça, aparecerte he bivo. Entonces podrás conoscer que el mi Señor
Jhesu Christo es Señor de vida e non de muerte.
E dicho esto, aduxiéronle al logar do le avían descabeçar. E levándole, dixieron
tres cavalleros que le levavan:
– Dinos, ¿quién es este vuestro rey que tanto amades, que más escojedes por él
la muerte que non la vida? ¿E qué mercet avredes por ende?
Entonce Paulo començoles predicar el reino de Dios, e de la pena del infierno, e
convertiolos a la fe. E rogándole ellos que se fuese do quisiese, dixo:
– Non quiera Dios, hermanos, que yo fuya, ca non soy fuidor, mas cavallero de
Jhesu Christo legítimo. Ca soy cierto que pasaré desta vida fallecedera aquella que

414
sienpre ha de durar. E luego que fuere descabeçado, los christianos tomarán el mi
cuerpo. E vos parad mientes en el lugar, e venid allí en la mañana, e fallaredes cerca del
mi sepulcro dos omnes, el uno dizen Tito, e el otro Luca, onrado[s]. E dezirles hedes
que yo vós enbío a ellos, e baptizarvos han, e fazervos [f. 131a] hedes herederos del
reino del cielo.
E fablando en esto, Nero enbió dos cavalleros ver si era ya Paulo descabeçado. E
queriéndolos convertir, dixieron:
– Quando fueres muerto e resucitares, creeremos esto que tú dizes. E agora
verná aína que tomes lo que mereces.
E aduziéndolo al lugar de la su pasión, encontró a la puerta de Hestina una buena
dueña, que dizían Plácida, su dicípula. E llorando, començó de rogar e acomendarse a
sus oraciones. Dixo Paulo:
– Ve Plácida, fija de salud que sienpre a de durar, en préstame ese velo con que
cubres tu cabeça, e ataparme he con él los mis ojos. E después desto, dártele yo.
E dándosele, fazían escarnio della los carniceros, diziendo:
– ¿Por qué das a este mago encantador tan precioso paño por que le pierdas?
E veniendo Paulo al lugar de la pasión, e tornándose a oriente e alçando las
manos al cielo, oró muy grant pieça con muchas lágrimas, e fizo gracias a Dios. E
después, deziendo a todos con gracia, ligose con el velo de Pláucila, e fincando amos
los inojos en tierra, paró el cuello, e así le descabeçaron. E a la sazón que le cortaron la
cabeça, enpeçó a loar a Jhesu Christo en ebraico, que era su lengua propia, en alta boz,
el qual nonbre fue tan dulce en su vida. E fallós que le nonbró quinientas vegadas en las
epístolas. E luego que fue descabeçado, sa[f. 131b]lió una onda de leche en la vestidura
del cavallero, e después salió sangre, e apareció en el aire grant lunbre, e sentieron del
su cuerpo un olor muy delitoso. E descabeçándole, desató sant Paulo el velo, e cogiendo
la su sangre en él, atole e enbolviole, enbiole e diole a la buena dueña. E tornándose el
cavallero que le mató, díxole Plauçliasic:
– ¿Dó dexaste a mi maestro Paulo?
Respondió él allí:
– Yaze con sus conpañeros fuera de la cibdat en val do yazen los otros. E la su
faz está cobierta con el tu velo.
Respondió ella, e dixo:

415
– Hevos do entraron agora Pedro e Paulo vestidos de vestiduras nuevas e muy
claras. E avían coronas en753 sus cabeças, más claras que otra luz ninguna. E sant Paulo
diome el mi velo sangriento.
E mostrógelo, e por ende creyeron muchos en Jhesu Christo e fueron
christianos.
Tiomimus, oyendo lo que le acaeciera, ovo grant miedo, e començó a fablar con
sus amigos. E demientra que ellos fablavan desto, vino sant Paulo, estando cerradas las
puertas. Estuvo aí ante César, e dixo: “Enperador, eva aquí a Paulo, cavallero del rey
perdurable. E agora crey que só muerto, ante soy bivo; mas tú, malandante, morirás
mala muerte, porque matas los santos de Dios a tuerto e sin derecho”. Diziendo esto,
desapareció.
Nero, aviendo muy grant miedo e gran temor, así commo lo[f. 131c]co non
[sabía] qué se fiziese.754 E por consejo de sus amigos, soltó a Patruçnelosic e a Barnavá
con todos los otros que mandara prender, e mandolos que se fuesen do toviesen por
bien.
E aquellos cavallersssic que convertiera sant Paulo quando lo levavan a
descabeçar, al uno dezían Longino, el negro, e al otro Aresco. E venieron de grant
mañana al sepulcro de sant Paulo, commo les él dixiera. E fallaron ý a Tiro e a Luca
llorando, e vieron en medio dellos estar a sant Paulo. E Tito e Luca, viéndolos, ovieron
muy grant miedo, e enpeçaron a foir e desapareció san Paulo. E ellos davan bozes en
pos ellos, deziendo: “Non temades, que non vos persigueremos segunt cuidades; mas
queremos que nos baptizedes, así commo vós sant Paulo, que vimos agora convusco”. E
ellos oyendo esto, tornáronse, e baptizáronlos con grant gozo.
E la cabeça de sant Pablo echáronla en un valle, en una foya. E non la podían
fallar, porque yazía con otras muchas de los que mataron. Enpero segunt que dize
Dionisio, en su epístula,755 que a tienpo falláronla en esta manera: ca allinpiando aquella
foya, e echando ende la cabeça de sant Paulo con las otras, un pastor alçola en el
cayado, e fincole cerca del corral de las ovejas. E vieron el su señor continuadamente
grant claridat luzir sobre aquella cabeça. E dixéronlo [f. 131d] al obispo e a los
christianos: “Verdaderamente esta es la cabeça de sant Paulo”. E salieron el obispo e los
christianos, e con muy grant honra, e traxieron consigo la cabeça. E trayéndola,

753
En el incunable: “eu”.
754
LA (121): “Nero autem ex nimio timore velut amens effectus quid ageret ignorabat et suasu”. Ms. h-I-
14: “E entonce Nero ovo muy grant temor así commo lo oyó, e non sabía que se ficiese” (f. CLXd).
755
Epistula ad Timotheum (Mombritus II, p. 357).

416
posiéronla en una mesa de oro, e queriéndola juntar en el cuerpo, díxoles el patriarcha:
“Nós sabemos que muchos christianos fueron allí muertos, e las sus cabeças fueron allí
esparzidas. Onde dudo juntar esta cabeça al cuerpo de sant Paulo; mas pongamos la
cabeça a los pies del cuerpo, que si es la su cabeça, que se torne al cuerpo e se junte con
él. E en esto roguemos a Dios poderoso que lo quiera ordenar así”. E en esto plogo a
todos, e posieron la cabeça a los pies del cuerpo de sant Paulo. E todos orando e
maravillándose, tornose el cuerpo e juntose con la cabeça en su lugar e así todos
alabaron a Dios. En esto conocieron que aquella era la cabeça de sant Paulo
verdaderamente.
Cuenta sant Gregorio756 que un omne, queriéndose colgar de una soga, sienpre
llamava el nonbre de sant Paulo, e dizía:
– ¡Sant Paulo, ayúdame!
Entonce vino una voz muy espantada, que le dixo:
– ¡Buen omne, faz lo que fazes e non tardes!
E él diziendo sienpre:
– ¡Sant Pablo, ayúdame!
E echando ya la soga, ahevos una sonbra así commo de omne, que dixo a la
primera:
– ¡Fueste mezquino. Evas aquí a sant Paulo que le llama[f. 132a]ron!757
Entonce desapareció aquella sonbra. E el omne tornó a sí mismo, e echó él lazo
de que se quería colgar e fizo deste pecado penitencia, qual devía.
[...]758

[LXXI]
Título LXVIII. De la vida de los Siete Hermanos

Siete hermanos fueron, e todos fijos de sancta Felícitas. E dixiéronlos Januario, e Felis,
e Felipo, e Silvano, e Alexandre, e Vital e Marcial. E todos éstos mató Julio, el
adelantado, con su madre, por mandado del enperador Otaviano. E dezía [a] la madre759
el enperador que oviese piedat della e de sus fijos. Dixo ella: “Non me podrás tú inclinar

756
Libri miraculorum (I, 29), de Gregorio de Tours.
757
LA (144): “Fuge, miserrime, quia Paulus advocatus advenit!”. Ms. h-I-14: “¡Fuye, mesquino, que f[u]e
aquí sant Pablo!” (f. CLXId).
758
Falta un largo segmento textual (LA: 146-355). El ms. h-I-14 continúa hasta el f. CLXIIb con el
recuento de algunos de los milagros de san Pablo.
759
LA (3): “suasitque matri”. Ms. h-I-14: “E decían a la madre” (f. CLXIIb).

417
con tus falagos nin quebrantar con tus amenazas, que soy segura del Spíritu Sancto, que
es comigo, que te venceré biva, e mejor te venceré muerta”. E tornándose a los fijos,
díxoles: “¡Fijos, ved el cielo e catad arriba, que allí vos espera Jhesu Christo! ¡E lidiat
fuerte por el su amor, e fazed commo buenos christianos por él!”. E el alcalde, oyendo
esto, mandoles dar bozinadas; mas la madre e los fijos firmes en la fe. E viéndolo la
madre, e conortándolos todos, fueron muertos en muchas maneras.
E sant Gregorio760 llama a esta sancta Felícitas más que mártir, porque fue
muerta siete vegadas, con siete fijos; e la otava, con su cuerpo [...]761.

[LXXII]
[f. 132b] Título LXVIIII. De la estoria de santa Teodora

Santa Teodora, muger fijadalgo e fermosa, fue a Alexandría en el tienpo del enperador
Ceno.762 E ovo marido muy rico, e temía a Dios. E el diablo, aviendo enbidia de la
santidat de Teodora, metió en el coraçón a un omne rico que le demandase su amor. E
enbiávala a menudo mensajeros e muchas donas. Ella repoyava los mensajeros, e
repoyava las donas e menospreciávalas. E tanto la afincavan, que non la dexavan estar
en paz, así que semejava que fallecía.
E en cabo, enbíola una encantadera que la amonestase, e que oviese duelo de
aquel omne, e que le consentiese. E ella dixo que nunca sería tan grant pecado commo
éste ante los ojos de Dios, que vee todas las cosas. Dixo la encantadera:
– Lo que se faze de día, esto vee Dios. E lo que se faze a la noche, después que
se pone el sol, esto non vee nin lo sabe.
Dixo Teodora a esta encantadora:
– ¿Dízesme verdat?
Dixo ella:
– Verdat te digo que así es.
E ella, engañándola estas palabras desta mala muger, dixo que ella, por fazer
bevir aquel omne, que cunpliríe su voluntad. E quando lo oyó la encantadora, alegrose

760
homiliarum in evangelia libri II (I, 3, 3).
XL
761
Ms. h-I-14: “que quando veía matar a cada uno de sus fijos de muertes muchas, que les luego le era a
ella muerte. En cabo murió ella muerte mucho cruel por amor de Dios. E así son todos sanctos en el
paraíso” (f. CLXIId).
762
LA (1): “Zenonis”. Ms. h-I-14: “Ceno” (f. CLXIId).

418
mucho, e fuégelo dezir. E luego vínose para [f. 132c] ella a la ora que la enbiara a dezir,
e pecó con ella, e partiose dende.
E Teodora, tornándose a sí misma, lloró con grant amargura, e feriose en su cara,
e dizía: “¡Ay mezquina!, perdí mi alma e destruí mi fermosura”. E su marido,
tornándose a casa, e biendo a su muger así desconsolada e llorando, e non sabiendo por
qué, fazía mucho por consolarla. E ella non quería tomar ninguna consolación; mas,
otro día mañana, fuese a un moneserio. E preguntó a la abadesa que si podría Dios saber
un pecado muy malo que f[e]ziera al sol puesto. Dixo ella:
– Non ha cosa en el mundo que se asconda a Dios. E Dios vey e sabe quanto se
faze, e en qualquiera ora que se faze.
E llorando ella con grant amargura, dixo:
– Datme el Libro de los Evangelios, porque sepa qué he de fazer.
E abriéndole, falló estas palabras: “Quod scripsitsic, scripsitsic”.763 E tornose a su
casa.
E un día mientra que su marido non era aí, cercenose commo varón. E tomó las
vestiduras de su marido, e fuese muy aprisa a un monesterio de monjes que era alexos, a
quatro leguas.764 E demandó a los monjes que le recibiesen, e otorgáronselo. E
preguntándole cómmo le llamavan, e díxoles que Teodoro. E ella fazía con grant
umilldatsic quanto le mandavan. E a todos plazía con su servicio.
E después de luengo tienpo, el abad llamó a frai Teodoro, [f. 132d] e mandole
que veniese los bueys e que traxiese olio de la cibdat. E su marido llorava mucho
temiendo que se fuera con otro alguno. E ahevos el ángel de Dios, que le dixo:
“Levántate mañana, e está en la carrera que dizen el martirio de sant Pedro apóstol. E lo
que te encontrare, es tu muger”.
E esto fecho, Teodora venía con su carro, e viendo a su marido, e conociéndole,
dixo entre sí misma: “¡Ay, mezquina, mi marido bueno! ¡Quánto trabajo sufro porque
salga del pecado que pequé contra ti!”. E allegándose a él, saludole, deziendo: “El mi
Señor Dios te dé gozo”. Mas él non la conosció; mas estúvola esperando muy grant
pieça. E viendo que era engañado, dava bozes. Vino una boz a él, que le dixo: “Aquel
que te saludésic era tu muger”.
E Teodora fue de grant sanctidat, ca fizo muchos miragossic: que resucitó un
omne que maltarasic el león e despedaçara. E yendo en pos de la bestia, maldíxola, e

763
Juan (19, 22).
764
LA (22): “XVIII miliaria”. Ms. h-I-14: “a quatro leguas” (f. CLXIIId).

419
luego morió. E el diablo non podiendo sofrir la su sanctidat, e apareciola, e díxola:
“Mala muger, más que quantas fueron, dexaste tu marido por que venieses acá, e que
menospreciases a mí. Yo lo juro para las mis vertudes que temen que yo te guerrearé, e
si non te fago negar a Jhesu Christo, e digas que yo só”. E ella santiguose e luego
desapareció.
E una vegada, demientra que se tornava de la cibdat con los camellos, posose en
un lugar. Una man[f. 133a]ceba vino a él de noche, diziendo: “Peca comigo”. E
repoyándolo él, fue a pecar con otro que yazía en el ostal. E creciéndola el vientre,
preguntándola de quién concebiera, dixo aquel monje: “Teodoro dormió comigo”. E
después que parió el niño, enbiáronle al abat del monesterio. El abat maltraxo a
Teodoro, e mandó que le echasen del monesterio. E posiéronle el niño en las espaldas e
echáronle fuera. E ella echada, fincó fuera del monesterio siete años. E crió el niño con
leche de los ganados. El diablo, aviendo enbidia de su paciencia tan grande, tomó la
semejança de su marido, e díxola:
– ¿Qué fazes aquí mi señora? Cata cómmo soy malandante por amor de ti, e non
recibo consolación. Por ende mi muger vete para mí. Que oviste que ver con otro omne,
todo te lo perdono.
E ella, creyendo que era su marido, díxole:
– Nunca más fincaré contigo, que el fijo de aquel cavallero Juan pecó comigo, e
quiero fazer penitencia de mi pecado.
Conosció que era el diablo.
Otra vegada, el diablo quísola espantar, ca vinieron los diablos a ella en
semejança de vestias espantadas, e un omne enrizándolas, diziendo: “¡Comed esta mala
muger!”. Rogando ella a Dios, desaparecieron otra vegada.
Venía una grant conpaña de cavalleros, e ante ellos un grant príncipe. Respondió
ella: “A[f. 133b]doro yo el mi Señor Jhesu Christo”. Deziendo esto, el príncipe mandola
traer ante sí, e darle tantos tormentos fasta que la dexasen por muerta. E después
desapareció toda aquella copañasic.
Otra vegada, uno que le llevavan un canastillo lleno de muchos comeres, dixo a
ella: “Dize el mi príncipe que te mandará oy açotar si non comes desta vianda. ¡Toma e
come, que non sabe esto segunt que otros comeres!”.765 Ella santiguose e luego
desapareció.

765
LA (69-70): “Tolle, comede!, quia nesciens fecir hoc”. Ms. h-I-14: “que comiesses destos manjares e
perdornar te ha” (ff. CLXVb-CLXVc).

420
Acabados los siete años, el abad pensando en su penitencia, perdonola. E tráxola
al monesterio con su niño, que después bivió dos años muy bien e con muchas vertudes.
E tomó el niño, e encerrándose con él en su cela, e el abad sabiendo esto, enbió allá
algunos monges que la escuchasen qué fablava con su fijo. E ella abraçando e besando
al moço, deziendo: “Fijo muy dulce, ya vino el tienpo de mi vida, déxote a Dios padre
ayudador. Fijo mío dulce, date ayuno e oración, e sirve con devoción a tus fraires”. E
deziendo esto, finose e fuese a Paraíso.
E viéndolo el niño, començó de llorar fuertemente. En esa noche apareció una
visión al abat, en esta manera: que fazían muy grandes bodas, e que venían órdenes de
ángeles, e de profetas, e de los mártires e de todos los santos. E en medio dellos una
muger sola, cercada de [f. 133c] grant gloria, a maravilla. E vino fasta las bodas e
asentose sobre el lecho, e estando todos alrededor, adorávanla. E ahevos una boz que
dixo al abad: “Aqueste es Teodoro, el que fue acusado con grant falsidat sobre razón del
niño, e estido en penitencia siete años”. E el abad despertó aprisa, e vino fasta su celda
con los fraires. E fallola muerta, e entrando, e descobriendo, fallaron que era muger. E
enbió el abad por el padre de la muger que la infamara. E díxole: “Cata que el marido de
tu fija muerto es”. E descobriéronla e falláronla todos que era muger, e quantos aí
estavan lo vieron, e ovieron grant miedo. El ángel apareció al abat, e díxole: “Levántate
aína, e sube en tu cavallo e ve a la cibdat. E si encontrares alguno, tómale e traile
contigo”. Él yendo, encontró un omne, e preguntole el abad dó iva, dixo: “El mi muger
morió, e vo a verla”. E tomole el abat en su cavallo, e vinieron allí do estava. E lloraron
mucho sobre ella, e enterráronla con muy grant onra. E su marido tomó la celda de
Teodora, su muger, e fincó en ella fasta que morió e fuese para Paraíso.
E el niño, siguiendo la vertud, ovo en sí onestidat de todas buenas costunbres, en
manera que quando morió el abat, fiziéronle abat del monesterio. [...]766

766
El ms. h-I-14 continúa la narración con un breve fragmento ajeno a la Legenda aurea y al incunable:
“E fiço ý muchos bienes e acabó bien su vida, e quando finó, fuese a paraíso. E después mostró Dios
muchos bienes por el su amor” (f. CLXVIb).

421
[LXXIII]
[f. 133d] Título LXX. De la estoria de santa Margarita e de sus miraglos767

Santa Margarita, que fue dicho Pelayo, virgen muy fermosa, e rica, e muy fijadalgo, así
la criaron su padre e su madre. E tan buenas costunbres ovo en sí, e así guardava
castidad, que non quería que la viese omne del mundo. Enpero, demandola por muger
un mancebo muy fidalgo. E plaziendo a los padres e a las madres dellos, aparejaron lo
que avía menester para las bodas. Los niños e las moças, e quantos nobles avía en la
cibdad, fazían fiesta con grant gozo en el tálamo. E la virgen, metiéndogelo en el
coraçón, pensó con muchas lágrimas que non era de conparar la iglesia de la virginidat a
los vanos gozos de las bodas. E despreció todos los gozos desta vida, así commo
estiercol. Onde, guardándose de su marido aquella noche, acomendose a Dios, e
trasquilose los cavellos. E en vestidura de omne fuyó a la media noche.
E yendo a un monesterio muy lexos, llamávase frey Pelayo. E recibiole el abad
por monge en la orden con grant henmencia.768 E fizo tan sancta vida, e tan religiosa,
que muerto el provisor de los monjes, enpero que le pesó, por consejo de los ancianos e
por mandamiento del abad, fezieronle prelado del mo[f. 134a]nesterio de las monjas. E
serviolas bien e sin culpa ninguna, non solamente quanto a los cuerpos, mas quanto a las
almas.
E el diablo, aviendo envidia, travajase cómmo la engañase e la enbargase su
carrera bienaventurada. Púsole un pecado delante, ca una virgen, que era portera, fizo
adulterio. E creciendo el vientre, e non lo podiendo ya encobrir tan grande, fue la
vergüença e el dolor que ovieron todas las monjas e los monjes de amos monesterios,
que sólo Pelayo fue condenado de todos, sin yuiziosic e sin prueva, bien commo su
familiar dellas e su prelado. Echáronle fuera con mala fonta, e encerráronlo en una
cueva de una peña, e diéronle por servidor a un monge muy cruel, que le dé ordio e agua
muy poca.
Esto fecho, fuéronse los monges, e dexaron a Pelayo solo. E él sofriéndolo todo
en paciencia, non fue turbado en ninguna cosa; mas dando gracias a Dios, consolávase
contignuadamentesic en los enxienplos de los sanctos. En cabo, sabiendo el día de la su

767
Se trata de la vida de santa Margarita (dicha Pelayo). La Legenda aurea y el ms h-I-14, tras la vida de
santa Teodora, dan cuenta de la otra Margarita, la de Antioquía (conocida bajo el nombre de Marina). El
incunable ha incurrido en un gran salto cronológico en el santoral cristiano, error debido a la similitud de
los nombres.
768
LA (6): “diligenter instructus”. Ms. h-I-14: “con grant femencia” (f. CCLXXVIIb).

422
muerte, enbió sus letras al abad e las monjas, deziendo: “Yo fue dicha Margarita en el
siglo e fue muy fijadalgo. E porque podiese pasar el peligro de las tentaciones, púseme
nonbre Pelayo. Omne só, enpero non mentí por engaño lo que mostré por fecho, e por el
pecado que me aposieron, ove ende vertud, e fize penitencia non lo mereciendo [f.
134b] sin culpa. E por ende, pidovos por Dios, pues acá non sopiéronlo omnes que era
muger, que me entierren las monjas. E sea el demostramiento de la muerte
alinpiamiento de las bivas, porque las mugeres conoscan la virgen que juzgaron los
acaluniadores que fiziera adulterio”.
E oyendo esto los monjes e las monjas, corrieron a la cueva, e conoscieron las
mugeres que Pelaysic que era muger virgen. E faziendo todos penitencia de lo que
fizieron, enterráronla muy onrdamente en el monesterio de las monjas.

[LXXIV]
Título LXXI. De la vida de santa Taís

Santa Taís fue muger pública, segunt que fallamos en escrito.769 Fue tan fermosa, que
muchos por razón della vendían quanto avían, e venieron a grant pobreza. Los sus
amigos, por razón de los alcahuetes, entre sí juntados, muy a menudo finchían los
inbrales de la puerta de su casa de la sangre de los garçones. E oyéndolo el abad
Penuncio, tomó una vestidura de seglar e fuese para ella a una cibdat de Egipto. E
díxola:
– Toma este sueldo por precio del pecado.
E tomándole ella, dixo:
– Entremos amos y dos en la cámara.
E entrando, conbidole ella que sobiese en el lecho, que era cobierto de paños
preciados. E dixo él a ella:
– Si as otra [f. 134c] cámara, vayamos a ella.
Dixo ella:
– He una cámara do no entra ninguno; mas si por ventura temes a Dios, non ay
lugar do se le asconda.
Oyendo esto el anciano, dixo:
– ¿E tú sabes qué es Dios?

769
Speculum Historiale (XIV, 77) de Vicente de Beauvais.

423
Respondió ella que sabía qué era Dios, e el reino del otro mundo que avía de
venir, e que los pecadores han de aver tormentos.
Dixo él:
– Si esto sabes, ¿por qué feziste perecer tantas almas? E serás dañada, ca eres
tenuda de dar razón a Dios, non solamente de tu alma, mas de los que perecieron por ti.
Oyendo ella esto, echose a los pies del abat Penuncio, rogávale con lágrimas
diziendo:
– Padre, bien sé qué penitencia ay. E yo fío que si tú rogares a Dios por mí, que
abré remisión de mis pecados. Solamente demando perdón de tres oras, e después desto,
iré do tú mandares e faré quanto tú quisieres.
E estableciole el lugar do oviese de venir ella. E ayuntadas las cosas que ganara
en pecado, e puestas en medio de la cibdat, e viéndolo todo el pueblo, quemolas,
diziendo: “¡Venit todos quantos pecastes comigo, e ved cómo quemaré quanto
conbusco gané!”. El oro valía quanto quarenta libras de oro. E quemándolo todo, fuese
para el lugar do le dixiera el abat Penuncio.
E él púsola en un monesterio que avía muchas vírgines en una celda pequeñuela.
E cerrole la [f. 134d] puerta con plomo. E dexó aí una finiestra pequeñuela, porque le
diesen a comer poco. E mandó a las otras que le diesen cada día un poco de pan e de
agua. E partiose dende el anciano, e díxole Taís:
– Padre, ¿dó me demandais fazer aquello que manda e ha menester la natura?
Dixo él:
– Aquí en tu celda, así como lo tú mereciste.
E demandole quánto e cómmo devía rogar a Dios. Respondió él:
– Non eres tú digna de rogar a Dios, nin traer en tu boca el nonbre de la
Trinidad, nin aún las manos alçar al cielo; ca la tu boca, e las tus manos llenas son de
suziedad. Mas solamente yaziendo en tierra, cara contra oriente, diziendo muchas vezes
esta palabra: “Señor que me feziste, ave piedat de mí”.
Estudo tres años encerrada, arrepentiéndose de sus pecados. El abad Penuncio
fuese al abad Antonio, por que supiese dél si perdonaría Dios a Taís los sus pecados. El
abad contando la razón a sant Antonio, llamando a todos sus dicípulos, mandolos que
todos velasen aquella [noche],770 e que estodiesen en oración por que Dios mostrase a
alguno dellos la razón porque viniera el abad Penuncio. Orando todos muy

770
LA (33): “precepit eis ut ila nocte vigilantes”. Ms. h-I-14: “mandoles que cada uno que velase aquella
noche” (f. CCLXXVIIIc).

424
afincadamente, el abad Paulo, que era mayor de todos los decípulos de Antón, vio
adesora un lecho cobierto de paños preciosos, e guardávanle tres vérgines muy
fermosas. E diziéndolos Paulo que aquella gracia era tan sola[f. 135a]mente de sant
Antón, respondiole: “Nuestro Señor non es de tu padre sant Antón, mas de la mala
muger Taís que fue pecadora”. Contando el abat Paulo, en manera que el abat Penuncio
se partió dende sabiendo la voluntad de Dios.
E yéndose al monesterio, luego abrió la puerta de la celda, ella rogávale que la
dexase aún encerrada. Dixo:
– ¡Sal acá, que Dios te ha perdonado todos tus pecados!
Respondió ella:
– A Dios llamo en testimonio que después que aquí entré, fiz commo carga de
todos mis pecados, e púselos ante los mis ojos, e bien commo non parto el mi resollo de
las mis narizes, así non se partieron los mis pecados de ante los mis ojos. Mas pensando
en ellos sienpre, llorava.
Dixo el abad Penuncio:
– Non te perdonó Dios los pecados por la penitencia, mas porque oviste sienpre
este temor en tu coraçón.
E sacándola dende, vibió quinze años, e dende fuese para Paraíso.
El abad Efrén quiso convertir otra mala muger en esa misma manera. Ca
conbidando esta mala muger sin vergüença para pecar, dixo él:
– Sígueme.
Él yendo, ella en pos él, venieron a un lugar do estavan muchos omnes, e dixo
él:
– Aquí yagamos amos en uno.
Dixo ella:
– ¿Cómmo lo podemos esto fazer en este lugar do está tanta conpaña de omnes?
Entonce dixo él:
– Más debes tener vergüença de Dios que te crió, e que descubre todas las co[f.
135b]sas encobiertas, que non destos.
Ella partiose dende con grant vergüença.

425
[LXXV]
Título LXXII. De la estoria de la Exaltación de la Cruz

[...]771
La Exaltación de la Cruz faze la Iglesia muy honrada. Ca el año de la encarnación de
772
DCV años, sofriéndolo Dios, atormentaron el su pueblo por la crueldat de los paganos.
Cosdroe, rey de Persia, fue señor de toda la tirreasic, e viniendo a Jherusalem, espantose
del sepulcro de nuestro Señor, e tornose. Enpero levó consigo la parte de la santa cruz
que dexara aí santa Helena, e destruyó muchas iglesias.
E queriendo que le onrasen todos commo a dios, fizo una torre de oro e de plata,
puso aí muchas piedras preciosas e claras, e puso aí la imagen del sol, e de la luna e de
las estrellas. E fizo can[al]es sotiles e ascondidos, e cayó agua de suso, así commo
dios.773 Fizo una cueva soterraña en que andavan las vestias enderredor que traían las
ruedas, bien así commo si moviesen la torre, e semejava que atronava.
E dio el reino a su fijo. E él, commo falso e malo, estando en este lugar, fizo
poner cerca de sí la cruz de nuestro Señor. E mandó que todos los omnes le llamasen
Dios. Segunt que fallamos escripto,774 Cosdras, siendo en la silla así commo Di[f.
135c]os Padre, el lino de la cruz a la diestra, en el lugar del Fijo, e un gallo a la siniestra,
en lugar del Spíritu Santo. E a él mandó llamar Padre.
Entonce el enperador Erácleo ayuntó muchos e fizo grant hu[e]ste. E vino para
lidiar contra el fijo de Cosdras, cerca del río Nubio. En cabo, plugo mucho a los
príncipes que ellos lidiasen sobre la puente, e aquel que venciese al otro, que tomase el
reino e más. Las huestes posiéronle ý entresí que ninguno non se atreviese ayudar al su
príncipe, que le tajasen la cabeça e los braços, e que le echasen en el río. Erácleo
ofreciose todo a Dios, e acomendose a la cruz con aquella devoción que él pudo. E
lidiando amos y dos, venció Erácleo con el poderío de Dios. E fue señor de toda la
hueste, en manera que todo el pueblo de Cosora fueron baptizados, e se tornaron
christianos.
E desto non sabía nada Cosdre, en cómmo se encimentara la lid. Que, porque
todos le querían mal, non se lo querían dezir. E estando Cosdroe en la silla de oro,

771
Igual que en el ms. h-I-14, falta la etimología del nombre (LA: 1-13).
772
LA (15): “DCXV”. Ms. h-I-14: “siete cientos e quince” (f. CCLIIIIb).
773
LA (18): “per subtiles etiam et occulos ductus quasi deus”. Ms. h-I-14: “e puso agua en somo de la
torre commo si él fuese dios” (f. CCLIIIIc).
774
Mitrale (44), de Sicardo de Cremona.

426
díxole Erácleo: “Porque onraste, segunt tu manera, el lino de la santa cruz. Si quieres
recebir baptismo e la fe de Jhesu Christo, aún darte he el reino, e la vida, dándome a
rehenes. Que si lo menospreciares, cortarte he la cabeza”. Él non lo queriendo otorgar,
sacó la espada e descabeçole. E porque fuera rey, mandole enterrar. E a su fijo, que era
de IX [f. 135d] años775 que fallaron con él, fízole baptizar, e fue él su padrino, e dexole
el reino del padre. E destruyó aquella torre, e dio la plata a los suyos en soldada. E
guardó el oro e las piedras preciosas para adobar las iglesias que avía destroído
Cosdras. E tomó la sancta cruz, e tornola Jherusalem.
E descendiendo del monte Olivete, e queriendo entrar por la puerta que nuestro
Señor entrara quando le levavan a la Pasión, en cavallo, e con honra de enperador,
adesora descendieran las piedras de la puerta. E cerráronse unas e otras commo pared, e
maravilláronse todos deste ángel teniendo la cruz en la mano. Apareció sobre la puerta,
deziendo: “Quando al rey de los cielos levavan a la Pasión, entró por esta puerta, e non
entró con honra de enperador, mas sobre un asno muy humildoso. E dexó enxienplo de
humildad a aquellos que le quieren honrar”. E dicho esto, fuese el ángel. Entonce el
enperador, cobierto de lágrimas, descalçose e desnuyose fasta la camisa, e tomando la
cruz de Dios, tráxola con grant humildad fasta la puerta. E luego la dureça de la piedra
sentió el señorío del cielo, e en punto se levantó la puerta suso, e abriose e entraron
todos libremente. Entonce vino un olor muy suave e sabroso, que se perdiera en aquella
sazón que la cruz fuera tomada de la torre [f. 136a] de Cosdras, e cortó a todos con
sabor delotososic. E el rey fue muy devoto, e loó a la cruz en esta manera: “¡O, cruz más
clara que todas las estrellas, muy honrada en el mundo, amada más que todas las otras
cosas, que siñera fueste digna e mereciste sofrir sobre ti el precio del mundo. Dulce
madero, dulces clavos, dulce lança, dulce asta que sufriste dulce carga sobre ti, salva
esta conpaña que está aquí, ayuntada para alavarte e tiene la tu sañal!sic”.
E así puso la cruz preciosa en su lugar. E renovaron los miraglos antigussic, ca
resucitó aí un muerto, e sanaron quatro paralíticos, e diez malatos, e alunbró quinze
ciegos, e sano demaniadossic e otros muchos enfermos. E así el enperador, adovando las
iglesias, e dando las riquezas del rey Cosdras, tornose a su tierra.
[...]776
En Constantinopla, un judío entró en la iglesia de santa Sufía, e vio aí una muger
de Jhesu Christo. E él estando sólo, tomó un cochillo, e allegose e ferió a la imagen en

775
LA (31): “X annorum”. Ms. h-I-14: “nueve años” (f. CCLVa).
776
Igual que en el ms. h-I-14, falta el segmento textual (LA: 45-55).

427
la garganta. E salió luego sangre, e saltó en la cabeça e en la cara del judío. E él
espantado, tomó la imagen, e echola en un pozo e fuyó. Encontrole un christiano, e
díxole:
– ¿Dó vienes judío? ¿Algunt omne mataste e por eso estás cobierto de sangre?
Dixo el judío:
– En verdat grande es el Dios de los christianos. E pruévase en todas cosas que
la su fe es firme. [f. 136b] E yo nunca ferí omne, mas ferí la imagen de Jhesu Christo, e
salió luego sangre de su garganta.
El judío traxo aqueste christiano al pozo e sacó la imagen. E segunt que dizen,777
oy día parece la sangre en la garganta de Jhesu Christo. E el judío tornose christiano.
En Siria, en una cibdat que dizen Baruch, un christiano avía una casa alquilada,
e puso aí, en la pared, la imagen de Jhesu Christo contra la faz del lecho, e fazía allí
sienpre sus oraciones. E a cabo del año, alquiló otra casa e olvidó aí la imagen, e un
judío alquiló esta casa. E un día este judío conbidó a uno de sus parientes, e estando
comiendo aquel que fuera conbidado, cató adesora e vio la imagen de Jhesu Christo
Nazareno fincada en la pared. E el otro judío, que morava en la casa, nunca avía visto la
imagen, e afirmava conjuras quantas podía que nunca avía vido allí aquella imagen.
Entonce el conbidado enfingió que iva muy bien pagado, e espediose dél, e fuese para
el su mayoral e acusó al judío de lo que viera. Juntáronse los judíos, e veniéronse a su
casa. E viendo la imagen, denostáronla muy mal. E feriéndole, echáronle fuera de la
sinoga commo por muerto. E acoceando la imagen, renovaron en ella todo aquello que
le fezieron el día de la su Pasión. E foradándole el costado con la lança, luego salió
conplidamente sangre e agua, e fenchieron un vaso que [f. 136c] posieron de yuso. E los
judíos enbaherecidos,778 levaron esta sangre a la sinagoga, e untando todos los enfermos
con ello, sanaron luego. Entonce los judíos contáronlo por orden al obispo de la tierra, e
todos en uno baptizáronse e tornáronse christianos. E el obispo puso esta sangre en
enpollas de cristal e de vidrio. E mandó venir aquel, e demandó quién fiziera esta
imagen tan fermosa, e él dixo que Nichodemus la fiziera. E él moriendo, dexola a
Gamaliel, e Gamaliel dexola a Zacheo, e Zacheo dexola a Jacob, e Jacob dexola a
Ximón. E así estudo en Jherusalem fasta que la cibdat fue destruida, e fasta que la
levaron los christianos a la cibdat de Agripa: “E dende, truxéronla a mi tierra, e de allí
vino a mi padre, e de mi padre vino a mí, así commo heredamiento”. E esto fue fecho en

777
Speculum Historiale (XXI, 92), de Vicente de Beauvais.
778
LA (79): “Stupefacti Iudei”. Ms. h-I-14: “los judíos estavan enbaerecidos” (f. CCLVIb).

428
779
el año de la encarnación de CCXL años. Entonce el obispo consagró todas las
sinagogas de los judíos, e fízolas iglesias. E de allí adelante es costunbre que consagran
las iglesias, que ante solamente consagravan los altares. E por este miraglo, ordenó la
Iglesia que quinto kalendas setenbris780 fiziesen remenbrança de la Pasión de Jhesu
Christo. Onde en Roma fue consagrada una iglesia a onra del Salvador, do está una
enpolla guardada con aquella sangre, e entonce fazían esta fiesta con solepnidat.
La vertud de la cruz es provada muy grande entre [f. 136d] los descreídos. Ca
segunt dize sant Gregorio, in tercio diagolorumsic,781 que el obispo de la cibdat de
Fandana, que dezían Andrés, sofriendo que morase con él una monja, el diablo començó
a representarle, con los ojos de su veluntad, la figura della, en manera que pensava
muchas cosas de mal estando en el lecho. Un día, yendo un judío a Roma, e siendo muy
tarde, non podía fallar lugar do albergarse, e entró en un tenplo de Apolo, por tal de
dormir aí. Teniendo este lugar descumulgadosic, enpero que nin oyese, nin sopiese la fe
de la cruz, pensó que se defendiera con la señal de la cruz. Cercose todo en derredor de
cruzes, e despertando a la media noche, vio muy grant conpaña de diablos que ivan con
su mayoral, así commo si fuesen servir a su señor. Aquel que era su mayoral estava en
medio dellos, e començó a contar los fechos e los pleitos de cada uno de los diablos que
le servían, por saber quánto fazía cada uno dellos de mal. Esta manera contava sant
Gregorio, brevemente porque non sean los omnes enojos. Mas podémoslo saber, segunt
que lo fallamos en otro enxienplo, en la Vida de los santos padres.782 Ca entrando uno
en el tenplo de los ídolos, vio a Satanás estar e a toda su cavallería alrededor dél. E
veniendo uno de los diablos, adorole. E dixo él:
– ¿Dónde vienes?
Él respondió:
– [f. 137a] Fuesic en tal provincia. E fize aí muchas vatallas e turbaciones, e
mataronse aí muchos omnes. E véngocelo dezir.
E dixo Satanás:
– ¿En quánto tienpo feziste esto?
E díxole que en XXX días. Dixo Satanás:
– ¿Por qué feziste esto en tan grant tienpo?

779
LA (85): “DCCL”. Ms. h-I-14: “docientos e cinquenta” (f. CCLVIb).
780
LA (87): “V kal. Decembris”.
781
Dialogi de vita et miraculis patrum Italicorum (III, 7, 1 y subsiguientes).
782
Vitae patrum (IV, 54).

429
Mandó a los otros que le açotasen muy cruelmente. Vino el segundo diablo, e
dixo:
– Señor, yo fuesic en la mar, e fize muchas tenpestades, e fize sumir muchas
naves e maté aí muchos omnes.
Dixo Satanás:
– ¿En quánto feziste esto?
Dixo que en veinte días. Mandole açotar, diziendo:
– ¿Tan grant tienpo te trabajaste en tan poca cosa?
Vino el tercero, que dixo:
– Yo fuesic en una cibdat, e volví varaja en unas vodas, e fize esparzer mucha
sangre e maté el novio. E vínetelo dezir.
Díxole:
– ¿En quánto tienpo feziste esto?
Dixo que en diez días. E díxole:
– ¿En tanto tienpo non feziste más desto?
Mandó que le açotasen. E mandó venir el quarto, que dixo:
– Yo moré en el yermo, e trabajé bien quarenta años con un monje, e malaves le
fize pecar con una muger.
E levantose Satanás, e besole, e tomó la corona de la su cabeça e púsogela en la
suya. E fízole estar consigo, deziendo:
– Grant cosa feziste e mucho trabajaste, más que los otros.
Esta manera puede ser aquella que dixo sant Gregorio,783 diziendo cada uno lo
que feziera: “Levantose uno en medio, e mostró quántas [f. 137b] tentaciones fizieran
en el coraçón de Andrés, el obispo, por razón de aquella monja. E eñadió que ayer a
viésperas que le traxiesen atanto, que le diera una palmada en las espaldas, commo
falagándola. Entonce el diablo mayor, mandado que acabase lo que avía començado,
por que oviese estrañada onra, entre todos los otros, si le feziese pecar. E mandó que
viese quién era aquel que dormía en el tenplo. El judío, por ende, ovo muy grant miedo.
E los diablos que fueran enbiados vieron que estava cercado de cruces, espantáronse e
dieron vozes, deziendo: ‘¡Ay, ay. Ahevos aquí un vaso vazío!’. Mas señanladosic e
oyendo esta voz, desparzieron aquella conpaña de los diablos. El judío vínose luego
muy aprisa para el obispo, e contole por orden quanto le acaeciera. E oyendo el obispo

783
Dialogi de vita et miraculis patrum Italicorum (III, 7, 1 y subsiguientes).

430
esto, doliose mucho, e echó todas las mugeres de su casa e de su vezindat. E bateo al
judío”.
Cuenta sant Gregorio in libro Diagolorumsic que una monja, entrando en un
huerto, vio una lechuga e codiciola. E olvidósele de fazer la señal de la cruz, e mordiola
atrevidamente e luego fue demoniada. E veniendo a ella sant Equecio, el diablo
començó a llamar, e dezir: “¿Qué fize yo?, estávame la lechuga, e vino ella e
mordiome”. Enpero mandole salir este sancto, e luego salió della.
[...]784

[LXXVI]
[f. 137c] Título LXXIII. Estoria de santa Marina e de sus miraglos785

[...]786
Santa Marina fue de la cibdat de Anctiochíasic, fija de Teodosio, patriarcha de los
gentiles, e fue dada a criar. E después que fue de VII años bateose,787 e por eso su padre
quería muy mal. E un día aviendo quinze años, guardando ovejas de su amo con otras
vírgines, Olibrio, adelantado de la tierra, pasando per aí, e parando mientes que la niña
era [a]puesta, mano a mano la codició. E enbió a sus omnes muy aprisa, diziendo: “It e
tomalda, e si es franca, tomarla he por muger.788 E si es manceba, tomarla he por
varragana”. E adoziéndola entre él, demandola de su linaje, e de su nonbre e de su vida.
Respondiole ella que era fijadalgo, e que la dizían Marina e que era christiana. Dixo el
adelantado: “Las primeras dos cosas te conviene bien de fazer, ca sin duda eres
fijadalgo e muy fermosa; mas la tercera cosa non te conviene fazer, que niña tan
fermosa e tan fijadalgo biva por Dios, el crucificado”. E Marina afirmando que de grado
fuera crucificado, por redemir a nós; mas agora, que bive, e nunca avía de morir; por
esto fue airado, e mandola meter en la cárcel. E otro día, fízola venir ante sí, e díxola:

784
Igual que en el ms. h-I-14, falta el último milagro (LA: 141-144).
785
Se trata de la vida de santa Margarita (de Antioquía). Al respecto, Fernando Baños (2000: 203) señala:
“La denominación de Marina para referirse en realidad a santa Margarita era común en la Iglesia griega y
se extendió también al Occidente medieval, como muestran el Libro de Buen amor (3c) o el Poema de
Fernán González (106c)”. Este hecho pudo haber causado una confusión y provocado que la vida de santa
Marina careza de título (vid. título [LXV]).
786
Igual que en el ms. h-I-14, falta la etimología del nombre (LA: 1-5).
787
LA (7): “Hec nutrici traditur et ad adultam etatem veniens baptizatur”. Ms. h-I-14: “E después que fue
de ocho años, bautiçose” (f. CLXVIc).
788
En el incunable: “mguer”.

431
– Niña vana, ave piedat de tu [f. 137d] fermosura e adora los nuestros dioses, por
tal que ayas bien.
E dixo ella:
– Aquél adoro yo ante quien trieme la tierra, e la mar, e le han miedo los vientos
e las criaturas.
Dixo Olibrius:
– Si non consentieres aquesto que te digo, faré despedaçar todo tu cuerpo.
Díxole Marina:
– Jhesu Christo tomó muerte por mí, e yo moriré por Él.
Entonce el adelantado mandola aspar, e tan cruelmente la rescuñar, fasta que
salió la sangre de su cuerpo, commo de fuente muy clara e linpia. Los que aí estavan,
dezían:
– ¡O, Marina!, avemos duelo de ti porque vemos el tu cuerpo despedaçar tan
cruelmente. Onde por esta crueldat, si ál que non, ora agora por tal que bivas.
Dixo ella:
– Consegeros malos, ¡partidvos de aquí e id vuestra carrera!, ca este tormento de
la carne es salud del alma.
E dixo al adelantado:
– ¡Sinvergüença! ¡León que nunca te has de fartar! ¡Tú has poderío en la carne,
mas Jhesu Christo guarda el alma!
El adelantado cobría la cara con el manto, que non podía ver el su cuerpo: tanta
era la sangre que corría della. E después fízola poner en tierra, e mandola poner en la
cárcel.
E estando allí, rogó a Dios que la mostrase el enemigo con quien avía de lidiar e
lidiava. E ahevos apareció aí un dragón, e púsole la boca sobre la cabeça, e sacó la
lengua fasta el calcañar, e luego se la sorbió; mas demientra que la [f. 138a] tragava,
ella santiguose, e por la vertud de Dios e de la cruz, quebró el dragón, e salió la virgen
sin lisión.
E otra vegada, por tal que la engañase, el diablo tomó semejança de omne. E
viéndole ella, púsose en oración, e levantándose, allegose a ella el diablo. E teniéndola
por la mano, díxole:
– ¡Cúnplete lo que has fecho de oy de más, Quítate de mí! [...] “Ayuntad cascos
de vidrio muy agudos, e méte[d]le los pies en el cepo e non le faga ninguno solaz. E
tiéndele sobre los cascos e dexadle. E quando falleciere, dezídmelo”. E los maestros

432
crueles fiziéronlo muy aína lo que mandava el señor, e más cruel; mas evadvos el
rey Jhesu Christo, por quién el cavallero esto sofría, mudole la pena en gloria789 [...]
E ella tomole por la cabeça, e echole en tierra so sí. E púsole el pie diestro sobre
el cuello, diziendo:
– ¡Yaz en paz diablo sovervioso, so los pies de la muger!
El diablo llamava:
– ¡Santa Marina, vencísteme! Si algunt omne me venciera, non me fiziera
fuerça; mas vencísteme tú, niña tan pequeña. E por ende he yo más pesar, ca tu padre e
tu madre fueron mis amigos.
Santa Marina preguntole que la dixese por qué tentava en tantas maneras a los
christianos. Él respondió que avía muy malquerencia con los omnes santos. E maguera
que muchas vegadas le echan de sí, él sienpre ha deseo de engañarlos: “E sabe que nos
pe [f. 138b]sa de la bienandança que en el omne ha, porque la perdamos nós. Enpero
que nunca la podemos cobrar, e por eso nos trabajamos que la pierdan los otros”. E dixo
más: que Salamón encerrara en un vaso muy grand conpaña de diablos; mas después de
su muerte, los diablos echando fuego de aquel vaso, cuidando los omnes que estava aí
muy grant tesoro, quebrantáronlo, e los diablos saliendo dende, fenchieron el aire.
Después que esto ovo dicho, alçando la virgen el pie, desapareció luego. Por eso
fue segura que, pues venciera al príncipe, que venciera sin duda al su vasallo.
Otro día, veniendo grandes pueblos, presentáronla ante el juzssic, e non
queriendo sacrificar, despojáronla. Así que se maravillavan todos cómmo podía sofrir
una niña tal commo ésta tantos tormentos. E desendesic, fízola atar, e poner en una tina
llena de agua, por tal que, mudando las penas, oviese mayor dolor. Mas adesora tremió
la tierra, e aviendo todos grant miedo, la virgen salió dende sin lesión. E fueron entonce
e creyeron bien cinco mill omnes, e todos fueron descabeçados por el nonbre de Jhesu
Christo.
E temiendo el juzssic que los otros se convertieran, mandó aína degollar a santa
Marina. E ella ganó espacio de orar, e oró muy devotamente por sí, e por los suyos e por
todos aquellos que oviesen memoria della, eñadiendo que toda muger que oviese peligro
en el parto, que la lla[f. 138c]mase, que pariese sin lisión. E vino voz del cielo, que
sopiese que avía ganado lo que demandara. Levantose de la oración, e dixo al que la

789
Destaco en negrita un fragmento interpolado ajeno a la vida de santa Margarita. El diálogo con el
diablo continúa inmediatamente después del segmento textual en negrita.

433
avía de descabeçar: “Levantose790 e toma un cochillo”. E feriéndola, cortole la cabeça
de un golpe, e así ovo corona de martirio por su Salvador.

[LXXVII]
Título LXXIIII. De la vida de sant Alexo

Sant Alexo fue fijo de Enfamianosic, un omne muy fidalgo de los de Roma, e fue muy
privado del palacio del enperador, e servíanle tres mill moços, que avían cintas de oro, e
vestían vestiduras de sirgo. Este Enfamiano era muy misericordioso, e cada día parava
tres mesas en su casa: a los pobres, e a los huérfanos, e a los peregrinos e a las biudas, e
servíalos muy noblemente.791 E él comía a la ora de nona con temor de Dios, e commo
omnes religosossic. E avía una muger que dizían Agacia, así religiosa, e dese mismo
talante que él. E non aviendo fijo, enpero rogando a Dios, ovieron uno. E después de
aquesto sienpre bivieron en castidat. E posieron al niño aprender las siete artes. E
después que las supo, era ya de hedat para casar, e792 diéronle por muger una del linaje
del enperador.
Así que vino el tienpo que él devía entrar en su cámara con su muger. Etoncesic,
el santo començó mostrar a su muger cómmo [f. 138d] biviese en temor de Dios, e
dizíala cómmo guardase virginidat. Después diola él su anillo de oro, e la fevilla de la
cinta que ceñía que ge lo guardase, e díxola: “Toma esto e guárdalo fasta que Dios
quiera e sea connuscosic”.
Después de esto, ovo mucho aver e fuese para la mar. E entrando en ascondido
una nave, vino a Leodocia. E dende, fuese para una cibdat de Siria, que dezían
Edisendo. E estava aí la imagen de Jhesu Christo, que es dicho Verónica.793 E llegando
allí, dio quanto avía a los pobres, e vestiose unas vestiduras muy viles. E estávase con
los otros pobres, en la iglesia de santa María Madre de Dios. E de las limosnas que
dava, él tomava para sí quanto le abastava, e lo ál dávalo a los pobres.

790
Ms. h-I-14: “Levántate” (f. CLXVIIId).
791
LA (2): “in domo sua tres mense pauperibus, orphanis, peregrinis et viduis parabantur”. Ms. h-I-14:
“cada día parava tres mesas en su casa: a los pobres, e a los huérfanos, e a los pelegrinos e a las viudas, e
servíalos muy noblemente” (f. CLXIXa).
792
Esta palabra se repite en el incunable.
793
LA (11): “sine humano opere facta in sindone habebatur” Ms. h-I-14: “que es dicha Verónica” (f.
CLXIXc).

434
El padre doliéndose mucho por él, porque así se fuera, enbió omnes por todo el
mundo que le buscasen, de los quales794 algunos venieron a Edisendo la cibdat, e non le
conocieron; mas él conociolos muy bien. E diéronle limosna, así commo a los otros
pobres. E él tomándola dellos, gradeciolo a Dios, deziendo: “Señor, gradéscolo porque
me traxiste a este tienpo, que tomé limosna de mis vasallos”.
E tornándose, dixeron al padre que non le podían fallar. E a su madre dél,
después que dende se partió, puso margas795 e fizo estrado della en su cámara, e
aullando, dava vozes, diziendo: “¡Dolorida, Señor, estaré en esta marga fasta que
recobre el mi fijo!”. E la [f. 139a] esposa dixo a su suegro: “Fasta que yo oy oya796 algo
de mi esposo muy dulce, a manera de tortolilla, fincaré contigo”.
Fincando Alexo XVII años en la dicha iglesia, en servicio de Dios, en cabo
aquella imagen de santa María que aí estava, dixo al sacristán de la iglesia: “Faz que
entre el omne de Dios, ca te digo que es del reino de los cielos, e el Spíritu Sancto es
con él. Ca la su oración así sube ante Dios commo el encienso”. E el sacristán, non
sabiendo por quién lo dizía, díxole otra vegada: “Aquel que está fuera, en el portal, es
él”. Entonce el sacristán salió fuera aprisa, e metióle en la iglesia, e quando esto
sopieron todos, onrávanle mucho. E él fuyó muy aína de la iglesia, e partiose del
mundo, e vino a Leodocia, donde era. E entrando aí una nave, cuidando ir encelado a la
cibdat de Tarso, e queriéndolo Dios, la nave arribó al puerto de Roma. E viéndolo
Alexo, dixo. “Irme he a casa del mi padre, que non me conoscerán e non faré enojo a
otro alguno”. Él esto diziendo, encontró con su padre, que se tornava del palacio muy
aconpañado. Él enpeçó llamar en pos: “El siervo de Dios, mándame a mí, que só
peregrino, recebir en tu casa. E fazme governar de las migajas de tu mesa, porque Dios
aya piedat del tu fijo peregrino”. Oyendo esto el padre, mandole recebir por amor de su
fijo. E dexóle el lecho propio de su casa, e dávale cada día a comer de su mesa, e diole
su servidor [f. 139b] señalado que le servía. E él sienpre estava en oración, e consumía
el su cuerpo en ayunos e en vigilias. E los servidores de la casa de su podresic fazían dél
escarnio en muchas maneras, muchas vegadas. E echavan el agua de las lavanduras
sobre su cabeça; mas797 él todo lo sofría en paciencia. E así bivió en casa de su padre
XVII años, que nunca lo conosció ninguno.

794
En el incunable: “lquaes”.
795
Marga: (de márfega). Jerga que se emplea para sacas, jergones y cosas semejantes, y antiguamente se
llevó como luto muy riguroso.
796
LA (22): “Donec audiam”. Ms. h-I-14: “Fasta que yo oya” (f. CLXIXc).
797
En el incunable: “mar”.

435
E después desto, viendo por gracia de Spíritu Santo que se llegava a la muerte,
demandó papel e tinta, e escrevió toda su vida. E un día después de misa oyeron una boz
del cielo en la sacritanía, que dixo: “Venidvos a mí todos los que trabajastes e ovistes en
este mundo alguna tribulación por amor de mí”. E oyendo esto, todos fueron
espantados, e cayeron en tierra, e oyeron otra vegada otra boz, que dixo: “Demandat al
omne de Dios que ruegue por Roma”. Ellos, demandándole, e non lo fallando, fueles
dicho otra vegada: “Demandat a Eufamiano, e dezírvoslo ha”. E demandáronle por él.
Él dixo que non sabía nada desto. Entonce los enperadores, Artario e Honorio, con el
papa Ignocencio, venieron en uno a la casa del dicho omne. E ahevos los servidores de
Alexo do venieron a su señor, e dixéronle: “Parad mientes798, señor, ca por ventura es
aquel vuestro peregrino. Ca es omne de muy buena vida e de mucha paciencia”. E
Eufamiano, que lo fue catar, fallolo muerto, e vio la su cara commo cara de án[f.
139c]gel. E él quiso tomar la carta que tenía en la mano, mas non pudo. E saliendo, e
contando esto a los enperadores e al papa, e ellos entrando con él, dixiéronle:
“Enperador, somos pecadores. Señores somos del mundo, e este es pastor de todos los
christianos. E por esta conviene que nos des la carta, porque sepamos las cosas que
están escriptas en ella”. E allegose el papa, e tomó la carta en la mano e diógela él
luego. E fízola leer ante todo el pueblo e quantos aí estavan. E su padre Eufamiano,
oyendo esto, ovo muy grant espanto, e fue muy maravillado, e fue todo fuera de su
entendimiento, e perdió toda la fuerza e cayó en tierra, amortecido. E tornándose a sí
mismo algunt poco, ronpió sus vestidos, e començó a mesar sus cabellos, e su barva, e
rascarse todo, e echarse sobre el cuerpo de su fijo. E dava muy grandes vozes, diziendo:
“¡Ay, mi fijo, por qué me feziste tan grant pesar, e tantos años me feciste aver muchos
dolores e gemidos! ¡Ay mezquino, véote aquí mi fijo, e tú que eres guarda799 de mi
salud, véote yazer en el lecho, e non me quieres fablar! ¡Ay por mí, de oy mas qué
consolación puedo aver”! E la madre oyendo esto, así commo leona que ronpe la red,
ronpió sus vestiduras, e toda descabeñada alçava los ojos al cielo. E non podiendo llegar
al cuerpo santo, por razón de los omne[s], que eran muchos, dava bozes, deziendo:
“¡Varones, dadme lugar que pueda ver mi fijo, que vea consolación de la mi alma, [f.
139d] que mamó las mis tetas!”. Mas después que vino al cuerpo, echose sobre él, e
dizía: “¡Ay, mezquina, mi fijo muy amado, lunbre de mis ojos, por qué nos feziste esto!
¡Vías a tu padre e a mí mezquina llorar, e no te nos mostravas! ¡E los tus vasallos te

798
Esta palabra se repite en el incunable.
799
En el incunable: “guar guarda”.

436
fazían tuerto, e tú sofríaslo!”. E echávase muchas devegadas sobre el cuerpo, la una, ora
echavan los braços sobre él; la otra, ora ponía las manos sobre la su cara, que era como
de ángel. E besándole, dezía: “Todos quantos aquí estades llorar conmigo, ca XVII años
le tuve en mi casa, e nunca lo supe, enpero que non tenía más deste fijo. E los vasallos
le denostavan e dávanle palmadas. ¡Ay, mesquina, quién dará los mis ojos fuente de
lágrimas porque llore de día e de noche el dolor de la mi alma!”. E su esposa oyéndolo,
e vestida de paños de duelo, corrió llorando, e deziendo: “¡Ay, mezquina, cayo
desconsolada e biuda só. E yo non he por quién cate, nin en quién ponga mis ojos.
Agora es el mi sepulcro abierto, e falleció la mi esperança e de oy más comiença el mi
dolor que nunca avrá fin”. El pueblo oyendo esto, lloravan muy fuertemente.
Entonce el papa, con los enperadores, posieron el su cuerpo en el lecho muy
honradamente. E posiéronlo en medio de la cibdat, e dixeron a toda la gente que fallaran
al omne de Dios que demandavan, e salieron todos a recebirle. E si algunt enfermo tañía
el cuerpo santo, a la sazón luego e[f. 140a]ra sano, e los ciegos alunbrava, e los
demoniados sanavan, e todos los enfermos alunbrava, que le tañían de qualquier
enfermedat que oviesen. E los enperadores, viendo tantos miraglos, enpeçaron ellos aí,
[e]800 el papa, levar el lecho, por tal que ellos recebiesen algunt bien deste cuerpo santo.
Entonce mandaron los enperadores echar mucho oro e mucha plata por las
plaças, porque los [omnes]801 codiasen, e dexasen el cuerpo levar a la iglesia. Mas las
gentes dexavan el aver, que más cudiciavansic tañer el cuerpo santo que el aver. E así
con grant trabajo, malabes le podían levar a la iglesia de sant Bonifacio. Estando aí ocho
días alabando a Dios, fezieron un monimento de oro e de piedras preciosas. E posieron
en él el cuerpo santo con muy grant onra. Allí faze muchos miraglos nuestro Señor por
él.

[LXXVIII]
Título LXXV. De la estoria de santa María Magdalena

[...]802
Santa María Magdalena fue así llamada por un castillo que avía nonbre Magdalo. Fue
muy fijadalgo, ca venía de linaje de los rey[s]. Al padre dixeron Siro e a su madre

800
Corrijo a partir del ms. h-I-14 (f. CLXXIIa).
801
LA (82): “turbe”. Ms. h-I-14 “omes” (f. CLXXIIa).
802
Igual que en el ms. h-I-14, falta la etimología del nombre (LA: 1-8).

437
Encanasic. Ésta, e su hermano Lázaro e su hermana Marta, avían por heredat el castillo
de Magdalo, que es a una legua de Genafasi, e Vetania, que es acerca de Jherusalem, e
muy grant parte de Jherusalem. Enpero partiéronlo entre sí en esta manera: que santa
María oviese a Madalo, donde fue después nonbrada; e Lázaro ovo la parte de
Jherusalem; e Mar[f. 140b]ta ovo a Betania. E la Madalena faziendo todo talento de su
cuerpo; e Lázaro usando de fecho cavallerías; e Marta, que era más entendida,
endereçava bien su heredat, e de la hermana e del hermano; e dava a los cavalleros de su
hermano, e a los vasallo[s], e a los pobres, lo que avían menester. Enpero que después
que Jhesu Christo subió a los cielos, todo lo vendieron, e lo posieron a los pies de los
apóstoles.
E la Madalena, oviendo mucho vicio, e la voluntad que seguía, e conplimiento
de las cosas, por quanto era rica e más fermosa, tanto se dio al talante del cuerpo, en
manera [que]803 perdió el nonbre propio, que la dezían Magdalena, e llamávanla
pecatriz. Mas Jhesu Christo, predicando allí en otros lugares, él, por la gracia de Spíritu
Santo, vino a casa de Ximón, el malato. Ca sonó que allí posava, e non osando parecer
entre los justos, estido aí a las espaldas dellos, e echose a los sus pies de Jhesu Christo.
E lavole los sus pies con las sus lágrimas, e alinpiolos con los sus cabellos, e untolos
con ungüento muy precioso, ca los omnes de aquella tierra, por razón de las calenturas,
que son muy grandes, usavan de vaños e de ungüentos. E pensando Ximón entre sí que
si este fuese propheta, non consentería que le tanxiese esta pecatris, el nuestro Señor
reprehendiole de justicia soverbioso, e perdonó a ella sus pecados.
Aquesta es aquella María Magdalena a quien Jhesu Christo fizo tanta gracia e
mostrole tanto amor. Que sacó della VII diablos, e ovo [f. 140c] muy grant amor, e fue
muy famliarsic, e fue su huéspeda, e quiso que fuese su procuradora en el camino; e
escusola del fariseo, que la llamava suzia; e de su hermana, que la llamava gastadora. E
viéndola llorar, lloró con ella. Por su amor resucitó a Lázaro, su hermano, que avía
quatro días que era muerto; e por su amor guareció a Marta, su hermana, que avía siete
años que corría della sangre; e por los sus merecimientos quiso que Martela, manceba
de su hermano, dixese aqueste latín: “Bien andante es el vientre que te engendró”.804
Aquesta es la primera que començó fazer penitencia muy nonbrada después que
Jhesu Christo vino; e ésta fizo el ungüento para el cuerpo de nuestro Señor Jhesu
Christo; e los dicípulos, partiéndose del monumento, ella nunca se dende partía; e

803
Corrijo a partir del ms. h-I-14 (f. CLXXIIc).
804
Lucas (11, 27).

438
quando resucitó Jhesu Christo, apareciole primero; e fue predicadora con los apóstolos
después que Jhesu Christo sobió a los cielos.
805
E a cabo de XIII años de la Pasión de Jhesu Christo, después que los judíos
mataron a Jhesu Christo e sant Estevan, los apóstolos fueron por muchas partes del
mundo a predicar la palabra de Dios. En aquel tienpo era con los apóstoles sant
806
Maximiano, que fuera uno de los XII dicípulos de Jhesu Christo. Sant Pedro apóstol
encomendara a santa María Magdalena, e a Lázaro, e Marta, e a Marcela, su manceba,
e Cebedonia, que nasciera ciega, e alunbrola Jhesu Christo, e otros muchos
crisptianossic que posieron los judíos en una nao, por tal que moriesen en la mar. E
guiándolos Dios, venieron a Marsilla. E non fallando [f. 140d] ninguno que los quisiese
recebir en su casa, moravan en un portal, que era un tenplo de la gente de aquella tierra.
E viendo santa María Magdalena que la gente iva aquel tenplo para sacrificar a los
ídolos, levantose muy alegre, e la faz risueña, e con buenas palabras e lengua dulce,
fazíalos quitar de sacrificar a los ídolos. E predicávalos muy fuertemente de Jhesu
Christo, e maravillávanse todos de su fermosura, e su razonar, de su hablar tan dulce.
Ca la boca que besara los pies de Jhesu Christo, conviene807 que más dulcemente
predicase la palabra de Dios que todos los otros.
Después desto vino el príncipe de la provincia con su mugeres, que fiziese
sacrificio a los ídolos, por tal que oviesen fijo. E la Magdalena, predicándoles de Jhesu
Christo, desmayolos dstornandosic los sacrificios. En este comedio, apareció a pocos
días la Madalena en visión a la buena dueña, e díxole: “¿Por qué dexas morir de hanbre
e de frío los fijos de Dios, aviendo vós tan grandes riquezas?”. E amenaszola, si non lo
dixiese a su marido. E ella ovo miedo de demostrar esta visión a su marido. E otra
noche, apareciole diziendo eso mismo; mas menospreciándolo, mostrolo. E la tercera
noche, apareció a la media noche amos y dos, sañuda e muy follona, e así encendida,
que semejava que ardía la casa, e díxole: “Tirano cruel, mienbro de tu padre, Satanás,
¿duermes con tu muger serpentina, que non te quiso dezir lo que yo mandé?. Tú,
enemigo de la cruz [f. 141a] de Jhesu Christo, fuelgas bien farto e lleno de muchos
manjares, ¿e dexas perecer los santos de Dios de fanbre e de sed? Yazes en el palacio
enbuelto en paños de seda, ¿e veis aquellos desconsolados, e vaste tu carrera? Falso,
non escaparás sin aver pena por ello, porque tardaste tanto de los fazer bien”. E

805
LA (33): “XIV”. Ms. h-I-14: “catorce” (f. CLXXIIIb).
806
LA (34): “LXXII”. Ms. h-I-14: “setenta e dos” (f. CLXXIIIb).
807
En el incunable: “couviene”.

439
fablando así, desdesapareciósic. E despertando la buena dueña, ovo miedo. E dixo a su
marido que avía miedo por aquella razón:
– Señor, ¿viste el sueño que yo vi?
Dixo él:
– Vi e non dexo de mmaravillarmesic e de espantarme. Por ende, ¿qué faremos?
Díxole la muger:
– Más valdrá que fagamos lo que nos manda, por que non ayamos la saña del su
Dios que ella predica.
E por esto recebiéronlos todos en su casa, e dávanles a comer e a bever lo que
avían menester.
Una vez predicando santa Magdalena, díxole este príncipe:
– ¿Cuidas que podrás defender la fe que predicas?
Dixo ella:
– En todo en todo la puedo defender así commo cosa provada e afirmada, por los
miraglos de cada día, e por la predicación de mi maestro que está en Roma.
Díxole el príncipe con su muger:
– Evas que queremos hazer quanto dizes si nos ganares fijo deste tu Dios.
La Madalena entonce apartose, e rogó a Di[o]s por ellos que les quisiese dar
fijo. E oyó Dios su ruego y concibió la buena dueña. E su marido dixo que quería ir a
sant Pedro, para provar si era verdat lo que santa María Magdalena predicava de Jhesu
Christo. Dixo su muger:
– ¿Cómmo, Señor, asmas de ir sin mi? Nunca lo quiera Dios, que tú yendo iré yo
contigo, [f. 141b] e tú viniendo, verné yo contigo.
Díxole su marido:
– Señora, non púedese, ca tú eres preñada, y en la mar ay muchos peligros, e de
ligero podrías perecer. E por esto quedarás en casa, abrás cuidado de nuestros bienes.
E ella era muy afincada en bien commo muger; mas non quiso mudar razón, e
llorando ella, echose a sus pies, en cabo, ganó lo que demandava. E santa María puso la
señal de las cruz en las spaldassic, porque el diablo non los enbargase en la carrera. E
cargando la nave de lo que avían menester, e dexando lo que avían a la Madalena en
guarda, enpeçaron a ir su camino.
E pasando un día e una noche en la mar, e el viento era rezio, en manera que
todos avían miedo de tenpestat. E la buena dueña preñada e flaca, toda quebrantada con
las ondas del mar, començó aver grandes dolores, en manera que ovo de parir el fijo. E

440
con el dolor del parto, e con la prisa del tienpo, murió. El niño bullió, e demandó solaz
de las tetas, e llorava e dava gritos. [E estonces dixo el padre]:808
– ¡Ay que dolor! Nacido el infante e muerta la madre, conviene que muera, que
non ay quién le dé de a mamar. ¿Qué fará este peregrino, ca ve la muger muerta e el
niño llorando, demandando las tetas?
E por ende, llorava e dezía:
– ¡Ay dsaventuadosic, qué faré!, codicié aver fijo, e perdí la muger e a él.
Los marineros davan bózes:
– ¡Echen en la mar este cuerpo ante que perezcamos aquí todos! Ca demientra
fuere connusco, non cesará esta tormenta.
E tomando el cuerpo para echarlo en la mar, dixo el per[f. 141c]egrino:
– ¡Ay Dios, mesura! E si a mí non queredes perdonar, aved piedat de este niño
que da vozes. Esperad un poco, e sofrid si por ventura la muger por razón del dolor está
fuera de su entendimiento, e aún pueda respirar!
E ahevos do pareció un collado cerca de la mar, e quando le vio, pensó que
mejor sería poner allí el cuerpo, que non echarle en la mar, e al niño, que le comiesen
los pescados. E rogó a los marineros, que por precio o por ruego, que le levasen allá. E
non809 podiendo fazer fuesa, por razón que era peña, puso el cuerpo en una parte
ascondida del collado, e cobriola de su manto. E poniendo el niño sobre las tetas, dixo:
“¡O, María Magdalena!, ¿por qué veniste a Marsilla por acrescentar la mi mezquindat e
la mi pérdida? ¿Por qué, mezquino, comencé a fazer este camino amonestándomelo tú?
¿E por esto rogaste al tu Dios que mi muger concebiese e pariese? Ca porque parió,
morió; e conviene que lo que parió, muera, que non ay quién lo crie. E aquello que ove
por tu ruego, a ti lo encomiendo, así commo te encomendé las mis cosas, acomiéndolo a
Dios tuyo. E si es padre poderoso, acuérdese del alma de la madre, e por el tu ruego, aya
piedat que non perezca el niño”.
Entonce cobrió el cuerpo del niño con el manto enderredor. E después desto,
entró en la nave, e veniendo a sant Pedro, saliole a recebir sant Pedro. E viendo la señal
de la cruz sobre su onbro, demandó quién era e de dónde venía. Él contole todo por
orden, quanto le acaeciera. [f. 141d] Díxole sant Pedro: “Dios te dé paz e bien seas
venido, que sabe que creiste consejo muy sano. E non te pese, si tu muger duerme, el

808
Corrijo a partir del ms. h-I-14 (f. CLXXVb).
809
Esta palabra se repite en el incunable.

441
niño fuelga con ella. Ca Dios es con ella poderoso, e dará a quien quisiere donas, e
quitárselas; e si se las quita, dárselas ha, e mudará el lloro en gozo”.
E luego sant Pedro levole a Jherusalem, e mostrole todos los lugares do predicó
Jhesu Christo, e do fizo muchos miraglos e do murió. E sant Pedro mostrole muy bien
la fe de Jhesu Christo. E estando con él dos años, después entró en la nave, e pensó de
tomar su carrera para su tierra. E veniendo por la mar, ordenándolo Dios, venieron al
collado do posiera el cuerpo de la muger con el niño. E rogó a los marineros, e dioles
porqué, e allegáronse a ella. E el niño guárdándolo santa María Madalena sano e salvo,
e muchas devegadas venía a la ribera de la mar, e allí jugava con las pedrezuelas de la
arena, commo es costunbre de los niños. E quando llegaron cerca de las isla, vieron al
niño que jugava, así commo solía, en la ribera de la mar con las pedrezuelas. E
maravillándose qué podría fazer esto, saltó de la nave en tierra, e el niño ovo grant
miedo porque atal cosa viera. E corrió a las tetas, así commo solía, e ascondiose so el
manto. El pelegrino, porque lo viese más manifiesto, allegose a ella, e falló el niño muy
apuesto, e mamando a su madre, tomole, e dixo:
– ¡O santa Madalena, qué bien andante yo sería e quánta bienandança me sería
si mi muger espirase! Ca sélo en todo e por [f. 142a] todo, e así lo creo yo: que tú
guardaste el niño, e le criaste en esta peña por dos años; que puedes, por el tu ruego,
traer la madre al estado en que fue.
Mas aún non avía acabadas las palabras, quando resucitó la muger. E
despertando commo de sueño, dixo:
– ¡Santa María Madalena, cómmo810 es de grant merecimiento! Ca en la prisa
del mi parto, ella tomó el oficio de partera. E en quanto ove men[e]ster, me feziste
servicio de manceba.
Oyendo esto el peregrino, e maravillándose, dixo:
– ¡O mi muger amada, eres biva!
Dixo ella:
– Sí, e aora vengo de la romería donde tú vienes. E bien commo san Pedro te
levó a Jherusalem, e mostrote todos los lugares do Jhesu Christo morió, e fue sepultado
e todos lo otros lugares, en esa misma manera fuesic yo contigo, guiándome santa María
Madalena, e aconpañándome. E vi en cada lugar do andodiste, e acuérdome bien de
todo.

810
En el incunable: “cocomo”.

442
Començó a contarle todos los lugares e miraglos que viera su marido. E así los
contó conplidamente, que nin poco nin más, non falleció ninguna cosa. Entonce el
peregrino tomó a su muger, e entró en la nave con gran alegría. E a poco de tienpo
arribaron a Marsilla, e saliendo a tierra, fallaron a santa María Madalena, que predicava
con sus dicípulos. E echáronse a sus pies, e contáronle quanto les acaeciera. Baptizolos
luego sant Maximiano.
Entonce fezieron en Marsilla iglesias [f. 142b] de Jhesu Christo, e destruyeron
todos los ídolos e los tenplos, e fizieron a sant Lázaro obispo dese mismo lugar. E
dende, ordenándolo Dios, venieron a la cibdad de Acax. E por muchos miraglos que
fizo Jhesu Christo, convertieron aquel pueblo a la fe, e sant Maximiano fue dende
obispo. E después desto, santa María Madalena, codiciando estar en contenplación,
fuese para un yermo muy áspero, e bivió en un lugar que fezieron los ángeles treinta
años, ante que nunca lo sopo ninguno. [...]811
Un sacerdote, deseando fazer vida apartada, fizo una celda, acerca de aquel
lugar doze estados. E un día abrió nuestro Señor los ojos deste sacerdote, e vio,
magnifiestamente con ellos, cómmo los ángeles decendían aquel lugar do mora santa
María Madalena. E la alçavan en el aire, e a cabo de una ora, traíanla a su lugar con
cantares de Dios. E queriendo este sacerdote saber la verdad desta visión tan
maravillosa, acomendose a Dios, e rogándole, fuese a este lugar con gran atrevimiento.
E llegándose quanto una echadura de piedra, enpeçáronle a tremer las piernas, e todo el
cuerpo con grant temor. E tornándose a çaga, andava bien así commo si levase la cara
adelante; mas quería ir derecho al dicho lugar, la flaqueza e enbotamiento de todo el
cuerpo le defendía, que non podía allá allegar. E entendió el omne de Dios que sin duda
aquel sacramento era celestial, e que ningunt omne del mundo non [f. 142c] podría allá
allegar. E por ende, llamava Jhesu Christo, e dava vozes:
– ¡Conjúrote por Dios que me respondas si eres omne o otra criatura que uses de
razón e que moras en esta cueva, e que digas de ti la verdat!
E diziendo esto tres vezes, respondiole santa María Madalena, e díxole:
– Allégate más acerca, e podrás saber la verdat de quanto tú deseas.
E trimiendo él, allegándose fasta el término del medio espacio, díxole ella:

811
Falta el segmento textual (LA: 131-133), el cual sí está presente en el Ms. h-I-14 (ff. CLXXVIIb-
CLXXVIIc).

443
– Acuérdate del Evangelio que fabla de aquella María, famosa pecatriz, que lavó
los pies del Salvador con sus lágrimas, e los terció con sus812 cabellos, e mereci[ó] aver
perdón de sus pecados.
Dixo el sacerdote:
– Acuérdome, e más ha de XXX años que esto acaeció.
Respondio la santa:
– Yo só aquella, que XXX años ha que só en este yermo, que nunca lo supo omne
del mundo. E así commo lo viste ayer, queriéndolo Dios, así merecí que cada día me
alçan los ángeles en el aire. E siete vegadas en el día oía cantares muy dulces de los
ángeles del cielo, con estas mis orejas. E porque Dios me quiso mostrar que he de salir
aína deste mundo, ve a sant Maximiano, e dile esto: que el primero día del domingo que
viene, que entre solo en el oratorio en aquel tienpo que se suele levantar a maitines. E
fallarme ha aí a mí, por servicio de [f. 142d] los ángeles.
El sacerdote oía la su boz commo boz de ángel. E fuese muy aína a sant
Maximio, e díxogelo todo por orden. E sant Maximio, muy gozoso por ende, gradeciolo
a Dios mucho. E otro día, en aquella ora que le avía dicho, entrando solo en el oratorio,
vio a santa María estar en el de los ángeles, e que la alçaran de tierra quanto dos codos
en medio de los ángeles que la truxieron, e las manos alçadas, rogando a Dios. E sant
Maximiano, dudando llegar a ella, tornose a él, e díxole: “Padre, allégate acá, mas non
fuyas de la tu fija”. E allegándose, así commo lo él cuenta, así resplandeció la cara de la
Madalena, porque muy grant tienpo continuadamente viera los ángeles, porque más de
ligero podría omne ver los rayos del sol, que non la su faz. E ella mandó toda la
clerezía. El dicho sacerdote tomó ella el cuerpo813 de nuestro Señor, e comulgó de la
mano del obispo con muchas lágrimas. Dende, echada ante el altar, saliole aquella alma
santa del su cuerpo, e fuese para Paraíso con los ángeles.
E después que ella finó, quedó tanto olor en el oratorio, que por siete días
continuadamente lo olían, e aún quantos aí estavan lo sentían. Este cuerpo sancto
enterró sant Maximiano muy honradamen[f. 143a]te, enbuelto en muchas especias. E
mandó que después de su muerte que le enterrasen cerca della.
[...]814

812
En el incunable: “sns”.
813
En el incunable: “tuerpo”.
814
Igual que en el ms. h-I-14, falta el segmento textual (LA: 161-166).

444
En el tienpo del grand Carlos, en la encarneción de Jhesu Christo, en la era de
dozientos e quarenta e nueve815 años, don Generaldo, duque de Vergoña, non podiendo
aver fijo en su muger, dava quanto podía aver a los pobres, e fazía muchas iglesias e
monesterios. E después que fizo un monesterio, enbió el abad de aquel monesterio un
monje, con conpaña convenible, a la cibdad de Acax, porque traxesen dende, si podiese
aver, las reliquias de santa María Madalena. E veniendo este monje a la cibdad de
Acax, falló la cibdad destruída de raíz de los moros. E falló en aventura un sepulcro de
santa María Magdalena, que le mostrava que era de mármol. E estava la su estoria toda
entretallada en este sepulcro de obra muy maravillossa. E fízole de noche quebrantar, e
tomando ende las reliquias, tráxolas a su lugar. E en esa noche apareciole sancta María
Magdalena al monje, diziéndole que non oviese miedo, mas que acavase lo que
començara. E después, tornándose, e viniéndose a media legua del monesterio, non
podía dende mover en ninguna manera las reliquias, fasta que vino el abad con los
monjes, e recibiolas con gran honra.
Un cavallero, que cada año solía venir al sepulcro de san[f. 143b]ta María
Magdalena, matáronlo en una lid. E llorando sus parientes, diziendo e querellándose a
santa María Madalena: “Señora, ¿por qué dexaste morir el tu devoto sin confesión, e sin
penitencia”. Entonce, maravillándose todos, levantose adesora este muerto, e llamó un
sacerdote, e confesose con grand devoción, e comulgó e muriose luego.
Una nave, yendo cargada en la mar de omessic e de mugeres, ansí que ovieron de
perecer. E una muger, seyendo preñada, viendo que perecía en la mar, llamó a la
Madalena quanto ella podía, faziéndole voto que si por el su merecimiento escapase de
aquel peligro, e pariese fijo, que le daría al su monesterio. E luego le apareció una
dueña, muy honrada quanto a la su fermosura e quanto al ábito, e tomola luego por la
barva, e sacola sana e salva a la ribera. E todos los otros perecieron e ella. Después,
parió su fijo e cunplió su voto.
E dezían algunos que santa María Magdalena fuera esposa de sant Juhan
Evangelista, con quien fuera entonce desposada, quando Jhesu Christo le llamó de las
bodas. E ella muy sañuda, porque le quitaron su esposo, e porque se fue, fizo la vida que
es dicha de suso. Mas porque non conviene quel amor de sant Juhan fuese razón de su
predicación della, nuestro Señor tornola a penitencia, por ruego de sant Juhan, porque
[f. 143c] la quitó del plazer del mundo. Por ende, quísola más que a todos los otros, e la

815
LA (167): “DCCLXIX”. Ms. h-I-14: “docientos e quarenta e nueve años” (f. CLXXVIIId).

445
cunplió del su talante, que es el amor de Dios. E dizen que eso mismo fizo a sant Juhan,
por esa misma razón. Enpero que dizen algunos que esto no es verdad.
Mas un omne que viniera al monesterio, que perdiera la lunbre de los ojos, que
venía do yaze el cuerpo de la Madalena por razón que le visitase, el su adestrador,
diziendo que vinía a la iglesia a él, él començó a dar grandes bozes, e dezir a santa
María Madalena: “¡Quiera Dios que yo vea la tu iglesia!”. E luego se le abrieron los
ojos.
[...]816
Un clérigo de Flandes, tantos pecados avía fecho, e tan malos, al qual dizían
Estevan, que él faziéndolos, non tan solamente los quería fazer, mas non quería fazer
bien ninguno, nin oírlo. Mas aviendo grand devoción en santa María Madalena, e
ayunando la su vigilia e fazía la su fiesta, e demientra que él visitava el su sepulcro,
apareciole santa María Madalena, ni bien durmiendo ni bien velando, bien como muger
fermosa, aviendo los ojos llorosos e sobar[cada]817 de dos ángeles, de la una parte e de
la otra, e díxole: “Estevan, ¿por qué me das mal galardón por lo que te yo fago? ¿Por
qué no as algund dolor en el monumento de los mis labrios? Ca de que començaste en
mí aver devoción, sienpre rogué por ti muy afincada[f. 143d]mente. Por ende, levántate
e faz penitencia, que yo non te desanpararé fasta que Dios te perdone”. Él sintió luego
tanta gracia en sí mismo, que luego desanparó el mundo,818 e entró en religión e fue
omne de muy santa vida. E en la su muerte vieron estar cerca el su lecho muchos
ángeles, e levaron la su alma,819 blanca commo el sol, para la gloria del santo Paraíso
con los ángeles.

[LXXIX]
Título LXXVIII. De santo Apolinario
[...]820
Santo Apolinario, diciplosic de sant Pedro apóstol, vino a Revena de Roma, que enbió
sant Pedro por él. E sanó ý la muger del adelantado, e bateola con su conpaña toda. E
diziéndolo al alcalde, fízole venir ante sí. E leváronle al tenplo de Júpiter por que
sacrificase, el qual dixo a los sacerdotes que mejor sería aquel oro e plata, que estava

816
Igual que en el ms. h-I-14, faltan dos milagros (LA: 191-195).
817
Corrijo a partir del ms. h-I-14 (f. CLXXXa).
818
En el incunable: “muudo”.
819
En el incunable: “lama”.
820
Igual que en el ms. h-I-14, falta la etimología del nombre (LA: 1-3).

446
colgando ante los ídolos, que lo diesen a los pobres, que estarse allí. E por esto que
dixo, presiéronle e fostigándole, dexáronle por muerto; mas tomáronle los dicípulos, e
leváronle a casa de una biuda. E estudo seis meses fasta que guareció.
Dende vino a una cibdad que dizen Elasa, porque sanase aí un fidalgo mudo. E
entrando en casa, e una manceba dando grandes bozes, porque la tomava el demonio,
dixo: “¡El [f. 144a] siervo de Dios, vete de aquí, ca fazerte he sacar los pies ligados!”. E
maltrayéndolo Apolinario, fizo della sallirsic por fuerça el demonio. E llamando el
nonbre de Dios sobre el mudo, luego guareció. E tornáronse más de quinientos omnes a
la fe de Jhesu Christo, después que lo vieron.
E fostigándole los paganos, defendieron que non nonbrase el nonbre de Jhesu
Christo, e yaziendo él en tierra, llamava e dezía que es verdadero Dios. Entonce,
descalço, fiziéronle estar sobre las ascuas; mas él predicando a Jhesu Christo
afincadamente, echáronle fuera de la cibdad.
En aquel tienpo, demientra que don Rursio, patricio, duque de Revena, avía una
fija enferma, e llamó Apolinario para sanarla. E luego que entró en casa, ella muriese
luego. E díxole Rurso:
– Los nuestros dioses grandes son sañudos, e non quisieron sanar la mi fija.
Dixo a [A]polinario:
– ¿Tú poder lo as fazer?
Díxole él:
– Non hayas miedo; mas júrame solamente que si la niña resucitare, que non la
defiendas que siga al criador.
E prometiéndoselo él, e fecha la oración, levantose la niña. E él bautizose con su
madre, e con muy grant conpaña en el nonbre de Jhesu Christo, e fue sienpre virgen.
E oyéndolo el enperador, mandó escrivir una carta para el adelatadosic de la
alcalldiasic, que fisiese Apolinario sacrificar, o que le desterrase. E [f. 144b] el
adelantado mandole desterrar, porque non quiso sacrificar. E mandole primero aspar, e
darle tortojones. E demientra que predicava el nonbre de Dios, mandole echar agua
firviendo en las sus llagas frescas rezientes. E atándolo en cadenas muy pesadas,
queríanlo mandar desterrar. E viendo los christianos a tamaña crueldad, tomaron
coraçón, e fueron contra los paganos, e mataron dellos más de dozientos. E viéndolo el
adelantado, ascondiose, e puso Apolinario en una cárcel muy estrecha. E desdende, ansí

447
encadenado, púsolo en la nave, e mandole desterrar con los otros que le siguían. E
[escapando el peligro]821 de la mar, solamente con dos cavalleros, bateolos.
Desdende, tornándose a Revena, prendiéronle los paganos, e leváronlo al tenplo
a Apolinario, e viendo él el su ídolo, maldíxole, e luego cayó en tierra. E viéndolo los
obispos, presentáronlo al juez, que dezían Tauro. E creyó el alcalde en Dios, porque
sanó a su fijo que era ciego. E fízole morar quatro años en su castillo.
E después desto, acusáronle los obispos ante Vaspasiano. E mando que todo
aquel que fiziese tuerto a los dioses, que fiziese enmienda, o que le privasen de su
cibdad: “Ca dicho es que non venguemos nós a los nuestros dioses, mas ellos que se [f.
144c] venguen de sus enemigos”. Entonce, non queriendo sacrificar a los dioses de los
ídolos, Patricio mandole dar a guardar a un cavallero, que era señor de cient cavalleros,
que era ya christiano. E por el su ruego, yendo él al barrio de los malos, porque se
escondiese aí más, los paganos fueron en pos dél, e firiéronle, e siguiéronle fasta que le
dieron muerte. E bivio siete días, e amonestando a los dicípulos, saliósele el alma del
cuerpo. E los christianos enterráronle luego, muy honradamente, commo a omne
honrado.
[...]822

[LXXX]
Título LXXIX. De santa Christina virgen

[...]823
Santa Christina fue fijadalgo. E púsola su padre, Tiro de Italia, en una torre con XXII

donzellas, e avía consigo dioses de plata e de oro. E siendo muy fermosa, demandáronla
muchos ricos omnes por casamiento a su padre e a su madre, e non lo querían a ninguno
otorgar. Mas quiriendo fincar en el servicio de Dios, ella aborreció los ídolos,
mostrándoselo el Spíritu Sancto. E el encienso con que sacrificaban a los dioses
abscondíalo en la finiestra de la torre, e viendo lo que fazía, dixiéronlo las donzellas a su
padre:
– Tu fija, nuestra señora, menosprecia sacrificar a los dioses, e [f. 144d] dize que
es christiana.

821
En el incunable: “esperando el pelegrino”. Corrijo a partir del ms. h-I-14 (f. CLXXXIb).
822
Igual que en el ms h-I-14, falta el final de la narración (LA: 37-43).
823
Igual que en el ms. h-I-14, falta la etimología del nombre (LA: 1-2).

448
E falagola el padre, e convidola que sacrificase a los dioses. Dixo ella:
– Non me quieras llamar tu fija; mas fija de aquel a quien conviene fazer
sacrificio de alabança. Ca yo non sacrifico a estos dioses que mueren; mas ofresco
sacrificio a Dios del cielo.
El padre le dixo:
– Non fagas sacrificio a un dios solamente, ca por aventura ensañarse te han.
Dixo ella:
– Bien fablaste non sabiendo la verdad, ca fago sacrificio a Dios Padre, e Fijo e
Spíritu Sancto.
Díxole el padre:
– Si adoras los tres dioses, ¿por qué no adorarás a los otros dioses?
Dixo ella:
– Aquel es tres dioses so una divinidad.
E después desto, quebrantó Christina los ídolos. E dio el oro e la plata a los
pobres. E tornándose el padre adorar sus dioses, non los falló, e diziéndole las donzellas
lo que fiziera Christina, mandola despojar, e mandó a XII omnes que la açotasen, fasta
que ellos cansaron. E entonce Christina dixo a su padre:
– Los que me açotan fallecen sin honra e con vergüença, e son aborridos de
Dios. Agora demanda fuerça a los tus dioses para ellos, si puedes.
Entonce encadenada ella, mandola meter en la cárcel. E la madre oyéndolo,
ronpió sus vestiduras. E yendo a la cárcel, echose a los pies de la fija, diziendo:
– ¡Mi fija Christina, lunbre de mis ojos, apiada[f. 145a]te de mí!
Dixo ella:
– ¿Por qué me dizes tu fija, ca tú non sabes que el nonbre de Jhesu Christo he?
E non podiendo amonestarla en ninguna manera, tornose para su marido, e
díxole lo que le respondiera. Entonce el padre mandola aduzir ante sí, e díxole:
– ¡Sacrifica a los mis dioses! Si no, recebirás tormentos e non serás mi fija.
Dixo ella:
– Grant gracia me fazes, que no me llamas fija del diablo. Ca lo que nace del
diablo, diablo es. E tú eres padre Satanás.
Entonce el padre mandó raer todas las carnes, e ronperle todos los mienbros. E
tomando Christina de las sus carnes, echógelas en el rostro del padre, e dizía:
– ¡Toma cruel, come la carne que engendraste!

449
Entonce púsola en una rueda, e púsole fuego de yuso con olio; mas saliendo
ende la llama, mató más de mill e setecientos omnes.824 El padre diziendo que lo fazía
por encantamento todo, fízola tornar a la cárcel. E a la noche mandó a los omnes que la
atasen una grand piedra al cuello, e que la echasen en la mar. Faziéndolo luego ellos,
tornáronla luego los ángeles, e discendió a ella Jhesu Christo, e bautizola en la mar,
diziendo: “Yo te bautizo en Dios, mi Padre; e en mí, Jhesu Christo, su Fijo; e en el
Spíritu Sancto”. E acomendola a sant Miguel Arcángel, que la traxo a su tierra.
E oyéndolo el padre, firiéndose en la [f. 145b] fruente, dixo:
– ¿Qué encantamentos son estos que tú fazes e aún usas dello en la mar?
Dixo ella:
– ¡Loco malandante, esta gracia uve de Jhesu Christo!
Entonce mandola meter en la cárcel, e mandó que la degollasen de mañana. E en
esa noche fallaron a su padre della, que le dezían Urbano, muerto. Después dél vino un
alcalde, e fizo aparejar una cozina con olio, e con pez e con rezina. E echárongela a
sancta Christina. E mandó a tres omnes que la traxiesen al derredor commo tizón, por
que más aína se consumiese. Entonce Christina alabava a Dios, porque en el otro día la
fiziera christiana, e agora la fazía meter en el breço,825 commo a niña. Entonce, el
alcalde irado, fízola raer la cabeça, e desnuda, traerla por la cibdad fasta que llegó al
palacio. E mandó al ídolo que cayese, e que se tornase todo en polvo. Oyéndolo el juez,
ovo miedo, e muriose luego.
Después desto vino Juliano, e fizo encender un forno e echar en él a Christina. E
fincó sin lisión por espacio de cinco oras, cantando e andando con los ángeles.
Oyéndolo Juliano, dizía que lo fazía con encantamentos, e fizo enbiar por áspides, e por
dos bívoras e por dos culebras; mas las sirpientes lamíanla los pies, e los áspides
colgáronse de las tetas, e non la fazían mal ninguno; e las cule[f. 145c]bras rebolvíanse
al cuello, e lamían el sudor. Juliano dixo al encantador: “Pues tú eres encantador,
¡enrida las sirpientes en ella!”. E él faziéndolo, saltaron las sirpientes en él, e matáronle.
Entonce Christina mandó a las sipientes que se fuesen al desierto, e resucitó al omne
muerto. Juliano entonce mandole tajar las tetas, e salió dellas leche en lugar de sangre.
Entonce mandole tajar la lengua; enpero Christina non perdió la fabla por esto, e tomó
la tajadura, e echola en el rostro de Juliano, e firiéndole con ella, cegolo. Juliano, muy

824
LA (36): “mille quingentos occiddit”. Ms. h-I-14: “mill e seiscientos omnes” (f. CLXXXIIc).
825
Brezo: (de brezar). Cuna.

450
sañudo, mandole fincar dos saetas cerca del coraçón, e una cerca del costado. E ella,
ansí ferida, dio el alma a Dios que la crió, e fuese a Paraíso.

[LXXXI]
Título LXXX. De Santiago Zebedeo e de sus miraglos

[...]826
Santiago, fijo del Zebedeo, después que Jhesu Christo subió a los cielos, predicó en
Judea e en Samaria. E después vino a España, porque senbrase aí la palabra de Dios;
mas viendo que non podía aí aprovechar, e porque non ganara aí más de IX dicípulos,
dexó aí dos dellos, por que predicasen, e tomó los otros VII consigo, e tornose otra
vegada a Judea. E él predicando aí la pala[f. 145d]bra de Dios, un mago, que le dizían
Hemógenes, enbió a Santiago con los fariseos e un su dicípulo, que le dizían Fileto, por
que le venciese Fileto ante los judíos, e mostrase que la su predicación era falsa. Mas el
apóstol venciéndole ante todos, e faziendo muchos miraglos ante él, tornose Fileto a
Hermógenes, alabando la dotrina e predicación de Santiago, e diziendo los sus
miraglos, e testiguando que quería ser su dicípulo. Entonce Hermógenes, muy sañudo,
encantole, en tal manera, que non se podía mover, diziendo: “Veremos si vós soltará
Santiago”. Enbiándolo a dezir Fileto a Santiago, por un moço, enbiole Santiago el su
sudario, e díxole: “Toma este sudario e dágele, e diga ansí: ‘Dios alça los quebrantos e
suelta los presos’”.
E luego que tomó el sudario fue suelto, e fazía escarnio de los encantamentos de
Hermógenes, e fuese aína para Santiago. E sañudo Hermógenes, conjuró los diablos, e
mandoles que truxiesen a Santiago con Fileto atados, por se vengar dellos, e porque los
dicípulos suyos non sean osados de oy más de fazer escarnio dél en esta manera. E
viendo los diablos a Santiago, començaron a aullar en el aire, diziendo:
– ¡Jacobo apóstol, ave merced de nós, ca ya ardemos ante que venga el nuestro
tienpo!.
Díxoles Jacobo:
– ¿Por qué venistes acá a mí?
[f. 146a] Dixieron ellos:

826
Igual que en el ms. h-I-14, falta la etimología del nombre (LA: 1-18).

451
– Hermógenes nos enbía que te levásemos a ti e a Fileto; mas luego que
veníamos a ti, el ángel de Dios nos ató en cadenas de fuego, e nos atormenta mucho.
Díxoles Jacobo:
– Suéltevos el ángel de Dios, e tornadvos para él, e traémelo aquí atado; mas
non le fagades mal.
E fuéronse, e tomáronle, e atáronle las manos atrás. E ansí atado, truxéronlo ante
Jacobo, diziendo:
– Enbiástenos do fuésemos encendidos e gravemente atormentados.
Dixeron los diablos a Jacobo:
– Danos poderío en él, que podamos vengar los tus tuertos e los nuestros males
encendidos.
Dixo Jacobo:
– E Fileto ante vós está, ¿por qué non le prendedes e non le tenedes?
Dixeron ellos:
– Nós non podemos tocar ninguna cosa con la mano, nin la formiga que está en
la tu cama.
E dixeron Jacobo e Fileto:
– Porque ternemos por mal bien,827 ansí commo vos mostró Jhesu Christo, suelta
tú a Hermógenes, enpero que él te ató.
E suelto Hermógenes, estuvo confondido, e díxole Jacobo:
– Vé do tú quisieres. Ca non es de nuestra ley que ninguno crea por fuerça en
Dios.
E díxole Hermógenes:
– Yo conosco las señas de los diablos, e si non me dieres alguna cosa que tenga
comigo, matarme an.
E diole Santiago el su blago, e él fuese. E truxo al apóstol todos los sus libros de
nigromancia, que los [f. 146b] quemase. E fízolos Jacobo echar en la mar, temiendo que
por aventura el fumo del fuego faría algunt mal a los que non lo sabían. Después que los
echó, tornose al apóstol, teniéndole de los pies, díxole:
– Tú que libras las ánimas de pecado, recibe a mí a penitencia, al que sofriste
agora fasta aquí, enbidioso contra ti.

827
LA (44-45): “Dixitque Iacobus ad Philetum: Ut bona pro malis”. Ms. h-I-14: “ Dixo Santiago a Fileto:
Porque el nuestro Señor manda facer bien por mal” (f. CLXXXIIIIc).

452
E dende començó de ser muy acabado en temor de Dios, en manera que fazía
Dios por él muchos miraglos. E los judíos, viendo que Hermógenes era convertido,
aviendo pesar e enbidia, fuéronse a Santiago, e maltraxéronle por qué predicava Jhesu
Christo crucificado. E provándoles él, por las escrituras, firmemente la venida de la
Encarnación e la Pasión de Jhesu Christo, e muchos dellos se tornaron a la fe de Jhesu
Christo.
E Abiatar obispo, que era de ese tienpo, fizo grand ruido en el pueblo. E ató una
cuerda al cuello del apóstol, e fízole traer a Herodes Agripa. E mandole él levar a
degollar. E un paralítico que yazía en la carrera, començó llamar a grandes vozes que le
diese sanidat. E díxole Jacobo: “Levántate sano, en el nonbre de Dios e de Jhesu
Christo, por quien me lievan a degollar, e vendize al criador”. Luego levantose sano, e
vendixo a Jhesu Christo. E aquél que atara la cuerda al cuello, que le levava a degollar,
que le dezían Josías, echose a sus pies, e demandole [f. 146c] perdón, e tornose
christiano. E viendo esto Abiatar, dixo que lo non creyese, e que le perdonaría, e que
maldixiese el nonbre de Dios; si non, que sería degollado con Jacobo. Díxole Josías:
“Maldito seas tú, e malditos sean todos los tus dioses. E el nonbre de Jhesu Christo sea
loado, e bendito para sienpre jamás”. E entonce Abiatar mandole dar muchas puñadas
en la boca, e ganó de Herodes, por el mensajero que le enbía, que le degollasen con
Jacobo. E quando los avían de degollar a amos, demandó Santiago a aquel que los avía
de degollar una orça de agua, e bautizó aí a Josías. E, mano a mano, fueron amos ý dos
descabeçados e mártires.
E luego que feuronsic degollados, de noche tomaron los sus cuerpos por miedo de
los judíos. Tomaron el cuerpo de Santiago, e posiéronle en una nave, e acomendándose
a Dios, entraron en la nave sin ningún governamiento. E guiándolos el ángel de Dios,
vinieron a Galizia, que era reino de la reina Loba, ca en España avía una reina que la
dizían ansí, por merecimiento e segund la vida. E sacando el cuerpo de la nave,
pusiéronlo sobre una grant piedra, e esta piedra abriose luego como sepulcro, e rescibió
el cuerpo en sí. E entrando los dicípulos a la reina Loba, dixéronle: “Nuestro Señor
Jhesu Christo te enbía el cuerpo [f. 146d] de Santiago, su dicípulo. El que non quesiste
rescebir en vida, si ál que no, recibas muerto”. E contáronle el miraglo, cómmo, sin
ningund govierno del mundo, arribaron allí, e demandáronle lugar en que le fiziesen
convenible sepultura. E oyéndolo la reina, con muy grant engaño, enbiolos al rey de
España, que era muy cruel, porque oviesen su otorgamiento sobre esto. E prendiolos, e
mandó ponerlos en la cárcel, e yaziendo ellos, estando en su oración, ahevos el ángel de

453
Dios do abrió la cárcel, e dexolos ir sin enbargo ningund.828 Después que lo sopo el rey,
enbió en pos dellos cavalleros que los prendiesen. E estos cavalleros, pasando sobre una
puente, quebró con ellos, e todos murieron en el agua. Oyéndolo el rey, pesole mucho, e
aviendo miedo de sí e de los suyos, enbió en pos dellos, rogándoles que se tornasen a él,
e que ganarían del todo quanto quisiesen a su plazer. Ellos tornáronse, e convertieron el
pueblo de la cibdad a la fe de Jhesu Christo. E quando lo oyó la reina Loba, pesole de
coraçón. Tornándose los discípulos, e mostrándole la voluntad del rey, respondió ella:
“Tomad los toros, amos que yo he que andan en tal montaña, e unid vuestro carro, e
traed el cuerpo de vuestro señor, e fazed qual lugar quisiéredes”. Esto dize la Loba con
pensamiento [f. 147a] de lobo, ca sabíe que los toros eran bravos e salvajes, e pensó que
los non podrían unir, nin ayuntar. E si los uniesen, que irían corriendo fasta que los
matasen; mas non ha ningund saber contra Dios e ellos, non pensando este engaño,
salieron al monte. E un dragón esperándolos para comerlos, e cometiéndolos
fuertemente, [...]829 Ellos faziendo la señal de la cruz sobre los toros, luego amansaron, e
uniéronlos en el carro. E pusieron el cuerpo de Santiago con la piedra sobre que fuera
puesto encima dél. E los bueyes, sin guiamiento ninguno, truxeron el cuerpo fasta en
medio del palacio de la Loba. E viéndolo ella, fue muy maravillada, e creyó en él, e
fízose christiana e dioles quanto demandaron. E su palacio fincó iglesia a Santiago, e
enrriqueciola mucho e acabó su vida en buenas obras.
Un omne que dizían Bernaldo, del obispado de Mondonendo, estando preso e
encadenado, e puesto en fondón de la cárcel, llamando sienpre a Santiago, aparestiolesic,
e díxole: “Ven, e sígueme en Galizia”. E quebrantadas las cadenas, él desapareciendo,
salió a somo de la torre, sus cadenas colgadas al cuello, saltó dende, sin ninguna lisión;
enpero que la torre era alta de LX codos o más.
Un omne, faziendo un pecado muy feo, e su confesor non lo sabía, non lo osava
asolver; mas en[f. 147b]bió este omne a Sanctiago, con una carta en que era aquel
pecado escrito. Poniendo en la fiesta de Santiago esta carta sobre el altar, rogó a
Santiago que por sus merecimientos destruyese este pecado. Después de esto, abrió la
carta, e falló el pecado desatado, e gradesciolo mucho a Dios e a Santiago. E publicó el
fecho ante todos.

828
En el incunable: “uingund”.
829
LA (93): “et in eos irruentem cruce opposita per medium ventrem scindunt”. Ms. h-I-14: “mas ellos
faciendo la señal de la cruz, quebró el dragón por medio del vientre, con la señal de la cruz” (f.
CLXXXXVIb).

454
Treinta omnes de tierra de Lonbardía, en el año de la encarnación en la era de
mill e LXX años, yendo a Santiago, todos, salvo uno, prometiéronse la fe el uno al otro,
que se sirviesen en el camino. El uno dellos enfermó, e esperáronle los conpañeros
830
XVII días; e en cabo, todos le desanpararon. Aquel que non le prometiera ninguna
cosa guardole al pie del monte de sant Miguel, e a la tarde, muriose. El uno ovo grant
miedo, en lugar desanparado que estava, e el muerto presente, e la tiniebla de la noche
que venía, e la costunbre de la gente era muy cruel. Luego aparesciole Santiago en
semejança de cavallero, e conortándole, dixo: “Dame este muerto, e tú sube en pos de
mí, en este cavallo”. E aquella noche anduvieron quinze jornadas, e vinieron a aquella
Monjoya, a media legua de Santiago, ante que el sol saliese. Sanctiago púsolos allí
amos y dos, e mandó que llamasen los canónigos de Santiago e que enterrasen este [f.
147c] cuerpo. E que dixese a sus conpañeros que, porque quebrantaron la fe, que poco
les valía su romería.
Un alemán con su fijo, viniendo en romería, en el año de la encarnación de mill
e XC años, yendo a Santiago, e entrando en Tolosa, porque quería aí posar, enbriagolos
el huésped, e ascondió un vaso de plata en su esportilla. E yéndose el romero de
mañana, fue el huésped en pos ellos, e fízolos tornar diziendo que eran ladrones, porque
le furtaran su vaso de plata. E ellos diziendo que los fiziese matar si ansí era, e adúxolos
ante el alcalde. E dieron sentencia contra ellos, que diesen todas sus cosas al huésped. E
judgaron que enforcasen al uno dellos; mas quiriendo el fijo morir por el padre, e el
padre por el fijo, en cabo enforcaron al fijo. E el padre fuese para Santiago muy triste. E
tornándose a cabo de XXXVI días, yendo al cuerpo del fijo, dando bozes, e faziendo
sobre él grant llanto, ahevos aún el fijo colgando, començole de consolar, d[i]ziendo:
“Mi padre muy dulce, non lloréis, que nunca tan bien me fue commo agora. Que fasta
agora Santiago me sufre, e me tiene con la su mano”. E oyéndolo el padre, corrió
apriesa a Tolosa, viendo esto todo el pueblo, descolgáronle su fijo sano e salvo, e
pusieron, en lugar dél, al huésped.
[f. 147d] Cuenta luego que un romero, yendo a Santiago, apareciole el diablo en
su semejança, diziéndole muchas cosas de la mezquindad deste mundo. E afirmole que
sería bien andante quien se matase por su amor. Tomó luego el cuchillo, e matose él
mismo. Aviendo sospecha su huésped, e temiendo mucho que muríe; por ende, aquel
que era muerto levantose mano a mano, diziendo que mientra el diablo le consejara que

830
LA (103): “XV”. Ms. h-I-14: “quince” (f. CLXXXVIIIb).

455
se matase, le levara luego para el infierno. “E luego vino Santiago, e sacome de su
mano, e levome ante el juez, los diablos acusándome. Sanome Santiago la vida para
sienpre jamás”.
Un mancebo de tierra de León, que era del Ruédano, que solía ir a Santiago muy
a menudo con grant devoción, una vegada, quiriendo ir allá, en aquella noche pecó con
una muger, e él yéndose, aparseciolesic el diablo una noche, en semejança de Santiago, e
díxole: “¿Conócesme?”. Diziendo él que no, díxole el diablo: “Pues yo só el apóstol que
tú sueles visitar cada año. E sepas que me gozava mucho con tu devoción; mas el otro
día, saliendo de tu casa, pecaste con una muger. E non te confesando, atrevístete de
venir a mí. Por ende, non me plaze con la tu romería, nin conviene que fagas ansí; mas
todo aquel que quiere venir a mí en romería, con[f. 148a]viene que confiese
primeramente todos sus pecados, e después que faga penitencia dellos en su romería”.
E en diziéndole esto, desaparesció el diablo. Entonce el mancebo pensava de se
tornar a su casa, e confesar sus pecados, e desdende, ir su camino. E ahevos el pecado
do le apareció otra vegada, en semejança de Santiago, e transtornole que non lo fiziese.
E diziendo que non le perdonaría Dios sus pecados, si non se tajase la natura de raíz;
pero que sería más bienandante si se matase, e que sería mártir por el su nonbre. El
mancebo, esa noche durmiendo sus conpañeros, tomó el cuchillo, e fizo la penitencia
primera, e después matose. Despertándose los conpañeros, e viendo esto, aviendo muy
grant miedo uyeron luego, porque non fuesen apuestos en la muerte. E faziendo la
sepultura para enterrarle, levantose este muerto, e fuyendo todos, maravillándose,
contoles lo que le acaesciera, diziendo: “Matándome por consejo del diablo, e los
diablos tomáronme, e levávanme contra Roma. E ahevos onde corría en pos de nós
Santiago, e maltraxo mucho a los diablos, porque ansí me engañaran. E razonando
sobre esto unos con otros, vinimos a plazos. E faziendo fuerça a los diablos, ahevos
Santiago do estava cerca de Santa María, e fa[f. 148b]blando con muchos santos, e
querellándosele mucho por mí, e ella denostó mucho a los diablos, e mandó que
tornasen al cuerpo allí, al sepulcro do estava. E tomome Santiago, e fízome bevir así
como vedes. E después de tres días finqué sano e salvo de todas las llagas, e fueme mi
camino, e fallando a mis conpañeros, contégelo todo por horden”.831
Un francés, yendo con su muger e con sus fijos a Santiago, e quiriendo fuir de la
pestilencia que era en Francia, viniendo a Panplona, murió aí su muger. E su huésped

831
En el incunable: “hordeu”.

456
tomole, por fuerça, los dineros con la bestia que iva. E él yendo muy desconsolado, los
unos niños levava en los honbros, e los otros levava por las manos. Un omne, trayendo
un asno, aviendo duelo dél, enprestósele para que levase en él los niños. E llegando a
Santiago, e orando e velando, aparesciole Santiago. E demandole si le conocía, e él dixo
que non. Díxole: “Pues yo só Santiago, el apóstol, que te presté el asno, e aún te lo
enpresto para tornar a tu casa; mas sepas por cierto que el tu huésped caherá del
sobrado, e morirá, e fazerte han tornar todo lo tuyo que te tomó”. E acaesciendo todo
esto, ansí tornose muy alegre a su casa. E descavalgó los niños del asno, e luego
desaparesció el asno.
Un [f. 148c] mercader que fue robado de un príncipe muy malo, así commo non
devíe, guardávanle muy bien, e él llamava en su ayuda, muy devotamente, a Santiago. E
aparesciole Santiago, e las guardas estando despiertas, tomole Santiago e levole fasta
encima de la torre. E luego abaxó tanto la alteza de la torre, que fue igual de la tierra, de
la qual descendió sin salto, e fuese libre. E yendo en pos dél las guardas, maguer que le
veían acerca, nunca le pudieron tomar nin aver.
Demientra que tres cavalleros del obispado de León ivan a Santiago, al uno
dellos, rogándole una muger, por amor de Santiago, levole un saquillo sobre su rocín. E
dende fallan un enfermo en la carrera, púsole sobre su rocín; mas el quebrantando, por
la calura del sol, e por el trabajo del camino muy grande, viniendo a Galizia, enfermó
muy mal. E rogándole los conpañeros que pensase de su alma, e estuvo mudo tres días.
Mas en el quarto día, esperando los conpañeros que se moriríe, sospirando gravemente,
dixo: “Gradéscole mucho a Dios e a Santiago que soy librado por los merecimientos
suyos. Ca yo, quiriendo fazer lo que dizíades, vinían los diablos a mí. E apretávanme
tan fuertemente, que non podía fablar cosa de mi alma. E a vos bien vós oía, mas non
vos podía [f. 148d] responder. E agora entró aquí Santiago, trayendo en la su mano
siniestra el saco de la muger, e el bordón del que le ayudara en la carrera, en tal manera
que avía el bordón por lança, e el saco por escudo. E acometiéndolos bien Santiago, así
bien sañudamente a los diablos, e alçado el bordón, espántolos e fízolos fuir. E agora la
gracia de Santiago me ha librado, e me ha fecho fablar. Por ende, llamadme un
sacerdote, que yo non puedo ser mucho en esta vida”. E dixo al uno dellos: “Torna,
amigo, e non quieras más ser cavallero de tu señor. Ca sepas por cierto que es dañado e
aína se morirá mala muerte”. E tornando el conpañero, e diziéndole el otro esto a su
señor, e él non faziendo cuenta dello, e en menospreciándolo, en manera que después
fue alanceado en la lid, e muriose luego.

457
Yendo a Sanctiago, e fallesciéndole los dineros, e aviendo vergüença de pedir
las raciones, dormiendo so un árbol, soñava que le davan a comer Sanctiago. E
despertando, falló a su cabecera un pan ordio de que comió quinze días fasta que tornó a
su tierra. E cada día comía dél dos veçes quanto quería, e otro día fallávalo en el saco
entero.
Un cibdadano de Barcelona, viniendo a Santiago, dizen que solamente le
demandó un don: que nunca le podiesen pren[f. 149a]der sus enemigos. E tornándose
para su tierra,832 prendiéronle los moros en la mar. E vendiéronle los moros por muchas
vezes. En las ferias, soltávansele las cadenas en que estava ligado, e siendo ya vendido
XIII vegadas, e ligado en dos cadenas, e llamando a Santiago, aparesciole, diziendo:
“Porque833 estando en mi iglesia, non te acordando de la salud del alma, demandeste
libramiento del cuerpo; por ende, caíste en estos peligros. Mas porque es Dios piadoso,
enbíame para que te redima”. E ronpió las cadenas en que estava, e truxo parte dellas en
testimonio de miraglo por tierra. E [venía así por]834 los castillos de los moros, viéndolo
e maravillándose, tornose a su tierra sano e salvo, que quando algunos le querían
prender, e viendo la cadena, luego fuían. E aun los leones e otras animalias fieras,
quiriéndose levantar contra él en el desierto, luego que veían la cadena tomavan grant
espanto, e fuían dél.
Mas todos estos miraglos e otros muchos, que serían luengos de contar, fallamos
que fizo Santiago.835

[LXXXII]
Título LXXXI. De sant Christóval

[...]836
Sant Christóval era de Canahán, e era muy grande de cuerpo, e avía la cara muy
espantable, avía en luengo doze [f. 149b] codos. Estando con un rey de Canaánsic, vínole
a coraçón que buscase el mayor rey que fallase, e que se vernía morar con él. E por

832
LA (171): “Rediens igitur per Siciliam”. Ms. h-I-14: “E después fue para tierra de Cicilia” (f.
CLXXXIXd).
833
En el incunable: “qne”.
834
Corrijo a partir del ms. h-I-14 (f. CXCa).
835
Este final, presente también en el ms. h-I-14 (f.CXCb), es ajeno a la Legenda aurea, en donde se
registra otro milagro (177-181).
836
Igual que en el ms. h-I-14, falta la etimología del nombre (LA: 1).

458
ende, vino a un grant rey de que era grant fama dél que en el mundo non avía tan grant
príncipe. E viéndolo el rey, rescibiole muy de grado, e fincó con él en su corte.
E una vegada, un juglar cantando un cantar delante del rey, en que nonbrava
muchas vezes al diablo, e el rey era christiano, e luego se santiguava. E viéndolo
Christóval, maravillose mucho por qué fazía esto el rey, e qué quería dezir aquella
señal. E preguntolo al rey esto qué era, e él non se lo quiso dezir. E díxole Christóval:
– Si non me lo dizes, non fincaré más contigo.
E por ende, el rey óvoselo a dezir ansí como a fuerça, e dixo:
– Pues tú has gana que te lo diga, cada ora que yo oya nonbrar al diablo, fago la
señal de la cruz, porque non me faga mal.
Díxole Christóval:
– Si tú has miedo al diablo, mayor e más poderoso es que tú, pues tanto le temes.
Por ende, yo perdí mi esperança pensando que avía fallado el mayor e más poderoso del
mundo. Por ende, despídome de ti, e quiero ir a buscar al diablo, e tomarle he por señor,
e fazerme he yo su vasallo.
E partiose del rey e va a buscar al diablo. E yendo por un yermo grande, [f.
149c] vio gran conpaña de cavalleros, de los quales, vio uno muy cruel muy espantable.
E demandole dó iva. Respondiole Cristóval, e dixo:
– Voy a buscar el diablo que sea mi señor.
Díxole este cavallero:
– Pues yo soy aquel que tú demandas.
Gozóse mucho Christóval por ello, e fizo omenaje para sienpre jamás e tomole
por señor. E yéndose amos en uno, toparon una cruz fecha en el camino. E luego que la
vio el diablo, espantose della, e fuyó luego la carrera llana, e entrose al desierto, e
andodiera tanto por tan áspero lugar. E él non ge lo quería dezir por qué non fuera por la
carrera llana. E díxole Christóval:
– Si non me lo dizes, luego me parto de ti.
El diablo óvogelo a dezir por fuerça, dixo:
– Un omne, que dixieron Christo, fue puesto en la cruz, e quando la veo, he
miedo e grant espanto, e fuyo della.
Díxole Christóval:
– Este Jhesu Christo es mayor e muy más poderoso que tú, pues que tú tanto le
temes de la señal de la cruz. Por ende, en vano trabajé contigo fasta agora, pues aún non

459
fallé el mayor príncipe del mundo. E de aquí adelante con tu gracia, ca yo partirme
quiero de ti, e ir buscar Jhesu Christo.
E buscando muy grant tienpo a quien le mostrase a Jhesu Christo, en cabo, vino
a un hermitaño que predicó Jhesu Christo. E mostrole muy bien la su fe, e dixo el
hermitaño:
– Este rey [f. 149d] a quien tú deseas servir, es el servicio que él quiere de ti, ca
te converná [ayunar]837 muy a menudo.
Díxole Christóval:
– ¿En otra le podría fazer servicio?
Otra vegada dixo el hermitaño:
– Conviene que fagas muchas oraciones.
Dixo Christóval:
– Non puedo nin podría fazer tal servicio.
Dixo el hermitaño:
– ¿Sabes tú el río que pasan por él muchos, e han peligro e mueren.
Dixo Christóval:
– Séle muy bien.
Dixo el hermitaño:
– Christóval, pues tú eres grande e rezio de fuerça, e si estudieres allí, cerca de
aquel río, e pasares a todos quantos quisieren pasar, plazería mucho a Jhesu Christo,
aquel rey que tú deseas servir. E cierto allí te aparecerá.
Dixo Christóval:
– Este servicio le puedo yo fazer bien en esto.
Después desto fuese a este río, e fizo ý una morada. E traía una pértiga en que se
sofría, en lugar de blago, en su mano, en el agua, e pasava a todos quantos querían
pasar. E pasando muchos días, e estando folgando en casilla, oyó una boz de un niño
que le llamava, e dizía: “¡Christóval, pásame allá!”. Christóval salió aprisa; mas non vio
ninguno, e tornándose a su casilla, oyó otra vegada esa misma boz, que le dixo:
“¡Christóval, pásame allá!”. Salió fuera aprisa, mas non falló ninguno. Llamó la tercera
vegada, e salió otrosí fuera, e falló un niño cerca de [f. 150a] la ribera, e rogándole muy
afincadamente que le pasase. E Christóval, tomando el niño en sus onbros, e su blago en
la mano, entró en el río para pasarle allende. E ahevos el río do crecía poco a poco, e el

837
LA (33): “quia te frequenter ieiunare oportebit”. Ms. h-I-14: “a ti converná ayunar muy a menudo” (f.
CXVCIb).

460
niño pesava mucho, bien ansí como plomo muy pesado. E quanto más pesava, e iva
adelante, tanto más crecía el agua. E el niño sienpre pesava más, en manera que sant
Christóval se vio en muy grant angostura. E avía muy grant miedo de perecer, e el niño;
mas, escapando malabés e pasando el río, puso el niño en la ribera, e díxole:
– Niño, pasaste en grant peligro. E tanto pesavas commo si todo el mundo
tuviera sobre mí, que malabés sufriera mayor carga.
Díxole el niño:
– Non te maravilles, ca non solamente toviste todo el mundo sobre ti, mas aun
aquel que con el cielo, e la tierra, e el mundo todo, truxiste sobre tus onbros. Que yo só
Jhesu Christo, el tu rey a quien tú serviste en este mundo. E por tal que prueves que te
digo verdad, quando pasares allende, fincarás el blago cerca de tu casilla en tierra, e
verás, mano a mano, en él flores e fruto.
E luego le desapareció. E viniendo Christóval, fincando su blago en tierra,
levantose de mañana, e falló en manera de palma con fojas e con dátiles.
E después desto vino a la ciudad que dezían Samón, de ti[f. 150b]erra de Licia.
Onde non entendió el lenguaje de aquella gente, e rogó a Dios que le diese
entendimiento de aquel lenguaje. E demientra que estava rogando a Dios, los juezes,
cuidando que era loco, dexáronle estar. Christóval, después que ganó de Jhesu Christo
lo que le demandara, cubrió su cara, e vino al lugar de la lid, e confortava a los
christianos de Jhesu Christo que martirizavan. Entonce un juez firiole en la cara, e
descubriendo la su cara, Christóval dixo: “Sinon porque eres838 christiano, bengaría este
mi tuerto”. Entonce Christóval fincó su pértiga en tierra, e rogó a Dios que floresciese,
porque convertiese aquel pueblo a la fe de Dios. E mano a mano que esto fue fecho,
creyeron en Jhesu Christo ocho mill omnes.
E el rey enbió dozientos cavalleros por él, que le truxesen. E falláronle orando, e
non le osaron dezir nada. E tórnanse, e dixéronle cómmo le fallaran. El rey enbió otros
ál tantos cavalleros, e echáronse luego con él en oración. Levantose Christóval, e
díxoles:
– ¿Qué es lo que demandades?
Viendo ellos su faz, dixéronle:
– El rey nos enbía a ti, que te prendiésemos e que te levásemos a él.
Díxoles Christóval:

838
LA (66): “essem”. Ms. h-I-14: “só” (f. CXCIIb).

461
– Si yo quisiere, nin suelto nin preso non me podréis levar.
Dixeron ellos:
– Diremos nós al rey que te non fallamos.
Dixo Christóval:
– Non sea ansí, mas yo iré con vós, e convertir he a todos a la fe de [f. 150c]
Jhesu Christo.
E fizo que le ligasen las manos atrás, e que le levasen preso ante el rey. E
viéndole, espantose e cayó de su silla. Después, alçándole sus vasallos, preguntole de su
nonbre e de su tierra. Díxole Christóval:
– Ante que me bateasen, dixéronme Robrebio, e agora Christóval.
Díxole el rey:
– Tomaste nonbre de loco, de Jhesu Christo crucificado, el que non aprovechó.
Así non aprovechará a ti, e agora di, cananeo encantador, ¿por qué non sac[r]ificas a los
nuestros dioses?
E dixo Christóval:
– Con derecho te llaman Daguno, ca tú eres muerte del mundo e conpañero del
diablo; e los tus dioses, los omnes fizieron con sus manos.
Díxole el rey:
– Tú fueste criado entre las bestias, e por ende non puedes fablar sinon cosas de
bestias, e lo que los omnes non saben. E si agora quieres sacrificar a los mis dioses,
rescibirás por mí grandes honras, si non, serás atormentado por muchas maneras.
Él non quiriendo sacrificar, mandole meter en la cárcel. E fizo degollar aquellos
cavalleros, por el nonbre de Jhesu Christo, que enbiara él a Christóval. E fizo encerrar
con él dos donzellas niñas, muy fermosas, en la cárcel, a la una dizían Nizeya, e a la otra
Aquilina, prometiéndoles mucho si le pudiesen fazer pecar con ellas. E viéndolo
Christóval, echose en oración luego; mas las niñas, fa[f. 150d]ziéndole fuerça, e
dándole palmadas e abraçándole, levantose. E díxoles:
– ¿Qué demandades e por qué entrastes acá?.
Ellas viendo la claridad de su cara tan espantada, dixeron:
– Santo de Dios, ave merced de nós, por que podamos creer en aquel Dios que tú
predicas.
Oyéndolo el rey, fízolas traher ante sí, e díxoles:
– Vós ya sois engañadas. Yo lo juro por los mis dioses, que si non los
sacrificades, que moriredes mala muerte.

462
Dixeron ellas:
– Si quieres que sacrifiquemos, manda alinpiar las plaças, e todos ayuntarlos en
el tenplo.
E fecho esto, entrando ellas en el tenplo, desciñieron sus cintas, e poniéndolas en
los cuellos de los dioses, e trayéndolos a tierra, quebrantáronlos, e fiziéronlos polvos. E
dixieron a los que aí estavan:
– ¡Id e llamad los físicos, e sánenvos los vuestros dioses!
Entonce, por mandado del rey, colgaron a Aquilina, e atáronle una grant piedra a
los pies, e ansí la descoyuntaron todos los sus mienbros. E muriendo así esta virgen,
fuese para Dios. E a su hermana, Nizeya, echáronla en el fuego; mas saliendo dende sin
lisión alguna, luego fue descabeçada.
Después desto enpresentaron a Christóval al rey, e mandole açotar con pértigas
de fierro, e poner en su cabeça un yelmo de fierro caliente. Después desto, fizo fazer
atar, [...]839

[LXXXIII]
[Nazareo e Celso]840

[...] e tra[f. 151a]éronlos ante el enperador. E viendo las sus caras tan claras como el sol,
pensó que le encantaran. E díxoles que dexasen estos encantamentos, e que sacrificasen
a los sus dioses. E truxo el enperador a Nazareo al tenplo para que sacrificasen. E
rogoles que saliesen todos del tenplo, ellos faziéndolo ansí, fizo su oración, e todos los
ídolos fueron quebrantados. Oyéndolo Nero, mandole echar en la mar, ordenando que,
si por aventura escapase, que le siguirían las gentes e que los convertiría a la fe de
Jhesu Christo;841 mas mandó que le echasen en el fuego, e los sus polvos que los
echasen en la mar, por tal que non fincasen nada dél.
Por ende, pusieron a Nazareo e a Celso, el niño, en una nave. E leváronlos fasta
medio de la mar e allí los echaron. Mas luego que los echaron, levantose muy grant
tenpestad cerca de la nave. Los santos con muy grant alegría. Ellos aviendo miedo que
perescerían, pensando el mal que avían fecho contra aquellos sanctos, ahevos do

839
En el incunable se interrumpe el final de la narración de san Cristóbal para interpolar parte de la vida
de san Nazario y san Celso.
840
El nombre de esto santos lo escribo según la manera en que son aludidos en la narración.
841
Oración interpolada. LA (41): “ut si forte evaderet ipsum insequentes igni comburerent et pulverem
eius in mare proicerent”. Ms. h-I-14 “que si por aventura escapase, que le sacasen, e que le quemasen en
el fuego, e los sus polvos que los echasen en el mar” (f. CXCVIIb).

463
aparesció Nazareo e Celso, el niño, sobre el agua. E aparesciendo, los de la nave muy
alegres, subiéronlos en la nave. E ellos creyendo en ellos, e Nazareo fecha su oración,
amansó la mar. E dende, vino con ellos a un lugar que era en cerca de la cibdad de
Genua, estando presos [f. 151b] más de seiscientos omnes por falso testimonio que les
avían levantado. Todos los soltó por la gracia de Dios.
E demientra predicó muy grant tienpo, en cabo ovo de venir a Milán, a do dexara
presos a santtsic Gervás e a sant Pertássic. E oyéndolo Ancheteclino, el adelantado,
mandole desterrar. E quedando Celso, el niño, en casa de una buena dueña, e Nazareo
viniéndose para Roma, falló a su padre ya viejo, enpero que era christiano, e demandole
cómo se convertiera a la fe. E díxole él que le aparesciera sant Pedro, el apóstol, e que
le amonestara que siguiese el camino de su muger e de su fijo, que se fueron buscar a
Jhesu Christo.
Dende, los obispos de los tenplos fiziéronle tornar por fuerça a Milán, con muy
grant desonra de Roma, a do fuera desterrado. E apresentáronle al alcalde de la villa, e
sacáronle fuera de la puerta del lugar, a do dizen romana, al lugar que es dicho la fuerça
del muro, e allí los degollaron a Nazareo e a Celso, el niño.
Los christianos tomaron los sus cuerpos, e pusiéronlos en sus huertos. Los
santos aparecieron en esa noche a un omne, que dezían Ceratón, e dixiéronle que
enterrase muy fondamente los sus cuerpos, por razón que Nero, el enperador, los avía
de dañar. Aún díxoles él: “Señores, pídovos persic mer[f. 151c]ced que sanedes mi fija
que es parláticasic”. E luego en ese punto fue sana. E tomó los sus cuerpos, e enterrolos
bien ansí como le mandaron.
E después de grant tienpo mostró Dios los sus cuerpos a sant Anbrosio, dexando
a Celso en su lugar, e fallando a Nazareo entero, e sin corrubción, e con sus cabellos e
con su barva oliendo muy maravillosamente, bien ansí como quantos olores son en el
mundo. E bien así fallaron el su cuerpo entero, como si en aquel día fuera enterrado. E
después sant Anbrosio trasladó el su cuerpo en la iglesia de los apóstolos. E enterrole
allí muy honradamente.

464
[LXXXIV]
Título LXXXII. De sanct Felis papa

[...]842
Sant Felis fue papa en lugar de Liberio. Ca Liberosic, el papa, non quiriendo consentir
en la eregía de los arrianos, mandole desterrar Costantino, el enperador, e moró allá tres
años. Por ende, toda la clerizía de Roma ordenaron en su lugar a sant Felis. E fizo
concilio general ante XLVIII obispos, e dio por hereges a Costantino, el enperador, e a
dos obispos, que aí eran en la heregía de los arrianos. Por ende, el enperador muy
sañudo echó a Felis del papadadgo, e tornó a Li[f. 151d]berio con este omenaje: que
oviese conpañía con Costantino, el enperador, e con aquellos que dañaran a Felis papa.
Por ende, Liberio, estando ya enojado de su desterramiento, consintió en la
heregía de los arrianos. E ansí, entretanto, creció la persecución, que muchos clérigos e
sacerdotes fueron defendidos que non entrasen en la iglesia, e non contradiziendo esto
Liberio, el papa. E sant Felis, echado de su papadadgo, e morando en su casa, sacáronlo
dende, e descabeçáronle por amor de Jhesu Christo.

[LXXXV]
Título LXXXV. De sanct Sinplicio e de sanct Faustino

[...]843
Estos dos bien aventurados santos, sanct Sinplicio e sant Faustino, eran hermanos. E
non quiriendo sacrificar a los dioses, por mandado de Diocleciano, el enperador,
sufrieron muchos tormentos en Roma. En cabo, dieron sentencia contra ellos que los
descabeçasen. E echaron los sus cuerpos en un río, que es llamado Tiberi. E su hermana,
Beatriz, sacó los sus cuerpos del río e soterrolos con grant honra.
E Lucrecio, el adelantado, su vicario de Diocleciano, deseando aver su heredad,
fízola prender. E mandávale que sacrificasen a los ídolos. E ella non lo quiriendo [f.
152a] fazer, fízola Lucrecio afogar. E Lucina virgen tomó el su cuerpo e enterrole cerca
de sus hermanos.
Después Lucrecio entró la heredad. E faziendo muchos conbites a sus amigos, e
diziendo mal de los mártires, un niño, que aún mamava, enbuelto en sus paños, estando

842
Igual que en el ms. h-I-14, falta la etimología del nombre (LA: 1).
843
Igual que en el ms. h-I-14, falta la etimología del nombre (LA: 1-4).

465
en regaço de su madre, que era aí, llamole oyéndolo todos, e dezía: “¡Ay, Lucrecio,
mataste e tomaste lo ageno, evaste que agora ha el diablo poder en ti!”. E Lucrecio
temiendo e tremiendo, evadvos que luego le tomó el diablo. E tóvole tres días, tan
fuertemente, que luego murió con el conbite. E viéndolo los que aí estavan, tornáronse a
la fe de Jhesu Christo. E contaron a todos la su Pasión, e de sancta Beatriz, que fuera
judgada a muerte en aquel conbite.

[LXXXVI]
Título LXXXVI. De sancta Marta, huéspeda de Jhesu Christo

Santa Marta, huéspeda de Jhesu Christo, a su padre dixeron Siro, e a su madre Encarria,
e fue de linaje de los reyes. E su padre fue príncipe e señor de Siria, e de Matricia, e de
otras muchas gentes e de otros muchos lugares. E ovo tres castillos a su ma[n]dar, e al
uno dezían Magdalo; e al otro, Betania, en parte de su madre. Mas [f. 152b] nunca
fallamos que esta Marta fuese casada; mas servía sienpre a Dios, e era huéspeda de
Jhesu Christo, e quería que su hermana sirviese con ella, ca le semejava que non podría
ella servir atán grant huésped, nin ay quién en el mundo.
E después que Jhesu Christo subió a los cielos, e persiguiendo los judíos a los
dicípulos de Jhesu Christo, ella, con su hermano, e con sancta María Magdalena, e con
sant Maximiamosic, a quien les encomendara el Espíritu Santo, e otros muchos, sin
remos e sin velas ningunas, pónenlos en una nave los judíos. E encerrados, echáronlos
en la mar. E guiándolos Dios, vinieron a Marsella. E dende, viniéronse para una cibdad
que dizían Acax, e convertieron el pueblo de aquella tierra a la fe de Jhesu Christo.
Sancta Marta era muy bien enseñada, e razonada e de buen donaire.
E en aquel tienpo era sobre el Ruédano un monte, que dizían entre Arles e
Aviñón. E avía aí un dragón: el medio era de bestia, e el otro medio era de pez, e era
más grueso que buey, e más luengo que cavallo, e avía los dientes agudos, bien así
commo espada, e avía cuernos de amas las partes. E ascondiéndose en el agua, matava
los omnes que por aí pasavan, e somurgujava las naves que vinieran por la mar de
Galizia de contra Asia. E engendrárale una ani[f.152c]mal, que es dicha sirpiente, e se
cría en el agua, e muy cruel; e de otro animal, que dizen abovata,844 e se cría en Galizia,

844
LA (11): “ab onacho”. Ms. h-I-14: “adonato” (f. CXCVIIId).

466
e echa su estiercol contra los caçadores, bien ansí commo dardo, por muy grant espacio
del monte; e quema quanto alcança, bien ansí como fuego.
E esta Marta, rogándoselo el pueblo a ella, e ellos fuéronse para el dragón, e
falláronle en el monte que comía un omne. E luego que ella le vio, echó sobre él agua
bendita, e mostrole una cruz. E así fue atado, como si fuera una oveja. E sancta Marta
atole con la su cinta, e trúxole a la villa. E después matolo el pueblo a lançadas e a
pedradas. E los omnes de la tierra llamavan a este dragón Asco. Por ende, aqueste lugar
es dicho lago negro, por razón que avía aí montes escuros e negros.
E santa Marta, por mandamiento de sanct Maximiano, e de su hermana, fincó en
este lugar845 de allí adelante. E dende, ayuntando aí muy grant conpaña de monjes, fizo
una iglesia muy grande a honra de sancta María. E allí bivía muy ásperamente. Ca
sabed que non comía más de una vegada al día; e non comía carne, nin bevía vino, nin
comía cosas del mundo. E más de cien vezes al día, e otras tantas en la noche, finca los
finojos en tierra e se levanta.
Mas una ve[f. 152d]gada, estando en Aviñón, demientra que predicava entre la
cibdad e el Ruedano,846 un mancebo, estando allende del Ruédano, e deseando oír sus
palabras, e non aviendo nave en que pasase, él començose a meter en el río. Mas la
fuerça del río ovole de arrebatar adesora, e luego lo afogó. E a cabo de dos días,
fallando el cuerpo, pusiéronlo a los pies de santa Marta para que le resucitase. Ella
echándose en tierra en manera de cruz, e rogando a Dios, en tal manera, que dizía:
“Señor Jhesu Christo, que resucitaste el mi hermano Lázaro, que ha ya muy grant
tienpo, el que tú mucho amavas, e Señor, pues fueste mi huésped que yo mucho amé,
Señor, mira la mi fe e la mi concencia, e de los que aquí están, e resucita este mancebo
por el mi amor”. E tomándolo por la mano, levantose bivo e sano. E bateole luego.
Cuenta en la estorias,847 que la muger que sanó Jhesu Christo de las
amorreidas,848 después que fue sana, fizo en su casa, dentro en un vergel, una imajen de
Jhesu Christo; con su vestidura, e con su corona, ansí commo la viera, e honrávala
mucho. E las yervas que nascían so aquella imagen, que non eran ante de ninguna
vertud, e quando comían alguna de aquellas yervas, avía en ellas muy grant vertud, así
que todos los enfermos sanavan; [f. 153a] e dize sant Anbrosio849 que esta muger, que

845
En el incunable: “lngar”.
846
En el incunable: “rnedano”.
847
Historia ecclesiastica (VII, 14), de Eusebio de Cesarea.
848
LA (23): “emorroisa”. Ms. h-I-14: “amorriadas” (f. CXCIXb).
849
Sermo XLVI (España Sagrada, t. LVI. coll. 715-722), de pseudo Ambrosio de Milán.

467
fue santa Marta. E segunt dize Julián,850 el apóstota, tiró esta imagen de su lugar e puso
aí la suya; mas una vegada cayó rayo del cielo, e quemola.
Mas nuestro Señor le dixo que ante de la su muerte, vería el día que avía a morir,
y esto que sería ante de un año. En todo este año sienpre fue enferma, e ocho días ante
que muriese, oyó los ángeles cantar que levavan el alma de su hermana al cielo. Ella
ayuntó todo el convento de los monjes e de los fraires, e díxoles: “Mis conpañeros e mis
criados muy amados, ruegovos alegredes, ca veo los ángeles levar el alma de mi
hermana a los cielos, con muy grant honra. ¡O, hermana mía, muy fermosa, e mi amiga,
vive sienpre con tu maestro e con el mi huésped en aquella vida que sienpre ha de
turar!851”. E luego, sancta Marta, sabiendo que la su muerte era cerca, amonestolos a
todos que velasen cerca della con candelas encendidas. E ante del día de la su muerte, a
la media noche, adurmiéronse los que la guardavan, e vino muy grant viento e mató las
candelas. E ella viendo las conpañas de los diab[l]os, començó a rogar a Dios, e dixo:
– Ay, mi Padre e mi Señor, e mi amigo e mi huésped, estos engañadores son
ayun[f. 153b]tados para me tragar, e tienen escritos quantos males yo fize. Señor, non
te partas de mí; mas ayudame e dame fuerça para vencer estos enemigos.
E ella vio venir a su hermana, que traía una facha en la mano, e encendió los
cirios e las lánparas. E apareciole Jhesu Christo, e díxole:
– La mi amiga e la mi huéspeda, vente para mí e serás do Yo só. Que tú me
recebiste en tu casa, Yo te recibiré en el cielo. E oiré por el tu amor a quantos me
rogaren.
E viendo el tienpo que avía de morir, fízose sacar fuera por que la pudiesen levar
los ángeles al cielo. E ordenó que la pusiesen sobre la ceniza, e que tuviesen la señal de
la cruz ante ella. E rogando a Dios, e diziendo estas palabras: “¡Ay, el mi huésped muy
amado, guarda esta pobrezilla. Ansí como te quesiste hospedar comigo Señor, así me
recibe en el tu hostal en el cielo”. E llamando que la leyesen la Pasión de Jhesu Christo,
bien así como la escrivió sanct Lucas, e demientra que dezían: “Pater noster, in manus
tuas, Domine, comendo espiritumsic meum”,852 saliósele el alma.
E otro día, demientra que se fazían las obsequias, cerca de ora de tercia,
aparesció Dios en Pintágoras a sant Frontonio, que dezía su misa. E durmiéndose en la
cátredasic, después de la epístola, díxole: “Amigo [f. 153c] Frontonio, si quisieres

850
Speculum Morale (l. I, d. XIX, p. IV), de Vicente de Beauvais.
851
Turar: (de aturar, del lat. obdurāre). Durar mucho.
852
Lucas (23, 46).

468
conplir lo que prometiste a mi huéspeda, levántate aína e sígueme”. Él cunpliendo este
mandado, vinieron amos adesora a Tarascón, e començaron a cantar amos a dos cerca el
cuerpo de sancta Marta. Los otros respondieron, e fizieron todo el oficio, e con sus
manos propias, pusieron el cuerpo en el sepulcro. E en acabando el canto en Pintágoras,
demientra que el diácono avía de dezir el evangelio, demandó la bendición; despertaron
al obispo, e malabés despertando, respondió: “O, hermanos, ¿por qué me despertaste?
Ca Jhesu Christo nuestro Señor me levó el cuerpo de sancta Marta, la su huéspeda, e
amos a dos la enterramos. E por que lo creades, enbiad luego los mensajeros allá para
que trayan el nuestro anillo de oro, e las nuestras luvas853 e las sandalias que di al
sacristán mientra que me apercebía para enterrar el cuerpo. E dexelo aí por olvido,
porque me despertastes tan aína”. E luego los mensajeros fueron enbiados, e falláronlo
todo así commo lo dizía el obispo. E truxeron solamente non más del anillo, e la una
luva, e lo ál todo detóvolo en sí el sacristán, en testimonio del fecho. E dixo más sant
Frontonio: que después del enterramiento, saliendo de la iglesia, vino en pos dél un
fraire, que era muy letrado, de aquel [f. 153d] lugar. E demandó: “¿A Jhesu Christo,
cómmo le dizían?”. Él no respondió ninguna cosa, e mostrole el libro que tenía en la
mano abierto, e non avía en él otra cosa escrita, salvo este verso que dizía así: “In
memoria eterna erit justasic hospita Christi Marta, e non avrá miedo de oír mal el día del
juizio”.854 E rebolviendo todas las fojas del libro, nunca falló aí otra cosa escrita sinon
ésta. E fizo Dios muchos miraglos al sepulcro.
E Leodonia, un rey de Francia, fízose christiano, e bateole sant Remisio. E
aviendo grant dolor en los renessic, e viniendo al sepulcro de santa Martha, luego fue
sano e guarido. E por ende, enriqueció mucho aquel lugar. E a tres leguas alderredor del
Ruédano dioles tierras, e villas e castillos, e franqueó el lugar.
Marcella, donzella de santa Martha, escrivió toda su vida. E después fuese a
Esclavonia, predicando aí la fe de Jhesu Christo. E a cabo de diez años que sancta
Martha murió, finó ella, e fuese para Paraíso.

853
Lúa: (del gót. lôfa, palma de la mano). Guante de piel, tela o punto.
854
Esta es de las pocas ocasiones que el ms. h-I-14 (f. CCb) coincide con el incunable en presentar una
oración en latín; aunque en este caso, tanto en una versión como en otra, se trata de una mitad en latín y
otra en castellano. LA (57): “In memoria eterna erit iusta hospita mea, ab auditione mala non timebit in
die novissimo”.

469
[LXXXVII]
Título LXXXVII. De sanct Abdón e de sanct Seunem

Sant Abdón e sanct Sennem fueron martirizados en tienpo de Decio, el enperador. Ca


Decio, después que ganó a [f. 154a] Bavilonia con otras provincias, falló aí unos
christianos. E trayéndolos consigo a la cibdad de Córdova, matolos dándoles muchos
tormentos. E prisiéronlos dos reyes, que los dizían Abdón e Senem, e enterráronlos; por
ende, fueron acusados. E presentáronlos al enperador, e atados en buenas cadenas,
levolos consigo a Roma.
E puestos ante Decio, el enperador, mandoles que fiziesen sacrificio, e que
avrían sus reinos libres e desenbargados; e si non, que los echarían a las bestias fieras
que los comiesen. Ellos menoscabaron e despreciaron los ídolos. E truxéronlos a la
plaça, e echáronlos dos leones e quatro osos. E non tanxeron a los santos, mas
guardávanlos. E porque non quisieron sacrificar, matáronlos con cuchillos. E tomaron a
los santos, e ataron a los pies, e truxéronlos e echáronlos ante los ídolos, escontra el sol.
E allí yogueron dos días e dos noches. E Querino, subdiácono, tomolos e enterrolos en
su casa.

[LXXXVIII]
Título LXXXVIII. De la vida de sant Germán

[...]855
Sant Germán fue omne fidalgo e de sancta vida. E nació en Altisiodoro e fue muy grant
clérigo en letras. E a[f. 154b]prendió las siete artes del mundo, e fuese para Roma por
aprender la ciencia del mundo del derecho. E ovo tan grant honra e atán grant dinidad,
que le ovieron de enbiar a Francia los senadores de Roma, porque fuese duque de
Vergoña, e governando por justicia la tierra, mejor que todos los otros.
La cibdad de Altisiodoro avía un árbol de pino en medio de la cibdad. E
colgavan en las ramas dél, por maravilla, las cabeças de la caça que traían. Mas sant
Amador, obispo de la cibdad, reprehendiéndole por muchas de vegadas de tal vanidad
que fazía, e amonestándole que mandase tajar ese árbol, por que los christianos non
tomasen ende algunt achaque de mal, él nunca lo quiso fazer. E una vegada, non estando

855
Igual que en el ms. h-I-14, falta la etimología del nombre (LA: 1-4).

470
aí Germán, mandó tajar el árbol, e mandole quemar. Oyéndolo Germán, e él non se
acordando que era christiano, vínose para él con muchos cavalleros, e quiso matar al
obispo. E el obispo, sabiendo que Germán avía de ser obispo después dél, porque se lo
mostró Dios, partiose, e dándole lugar, fuese para otra cibdad.
E después tornose a su cibdad, e encerró en la iglesia a Germán. Con grant
sabiduría, e faziéndole aí la corona, díxole que devía ser obispo después dél de aquel
lugar. E ansí fue, que a poco de tienpo, murió sant Amador, [f. 154c] e todo el pueblo
tomaron a Germán por obispo. E él dio quanto avía a pobres por Dios, e fizo a su muger
monja, en tal manera que quebrantó su cuerpo en treinta años que bivió en este mundo
desta manera: que nunca comió pan de trigo, ni bevió vino; ni nunca comió legunbre
ninguna; ni sal, por sabor, por no dar vicio a la carne. Enpero que dos vegadas en el año
bevía vino, e en tal manera le echava él agua, que matava el sabor del vino. E quando
avía de comer, primero ponía la ceniza cabe sí, e dende, comía pan de ordio. E sienpre
ayunava, e nunca comía sinon a la tarde, en invierno e en verano. E él nunca otra
vestidura traía, sinon cilicio; e la saya e la cogulla, todo era de cilicio. E tanto traía
aquella vestidura, que a pedaços se le caía. E él nunca otra vestidura vistía salvo aquella,
sino se la davan [algunos]856. E el su lecho era cubierto de ceniza, e de cilicio e de
marga, e nunca tenía cabeçal so su cabecera. E él sienpre gemía, e traía las reliquías de
los santos al su cuello. E él nunca se descalçava, nin se despojava nin se desceñía. E
todo lo que él fazía, todo lo fazía por amor de Jhesu Christo. E todo esto que fizo fue
sobre natura de omne, ca tal fue la su vida, que non lo creían los santos sinon por los
miraglos; que sinon fuera de [f. 154d] grant merecimiento, semejaran engaños que fazía.
Mas una vegada, posando Germán en un lugar, e poniéndoles la mesa después de
cena, maravillose mucho, e preguntó para quién la ponían otra vegada. Dixéronle que
para aquellas buenas mugeres que andan de noche. E él pensó en su coraçón de velar
aquella noche, e ver qué podría ser. E ahevos do vio aquella noche muchos diablos, que
venían a la mesa en manera de omnes, e mandoles él que no fuesen. E despertó toda la
conpaña de la casa, e preguntoles si conocían estas personas. E ellos dixeron que eran
sus vezinos e sus vezinas. Enbió luego a las casas de cada uno, mandando a los diablos
que non se fuesen. E falláronlos todos en sus lechos. E conjurándolos él, dixeron ellos
que eran diablos que escarnecían a los omnes.

856
Corrijo a partir del ms. h-I-14 (f. CCIb).

471
En aquel tienpo fue entre tanto en la cibdad de Cosma, un obispo santo que
dixeron Lobo. El rey Totilla, cercando esta cibdad, e sant Lobo llamando sobre la
puerta, demandó que quién era este que ansí los cercava. Díxole el rey:
– Yo, Totilla, açote de Dios.
El obispo temiendo, dixo contra él:
– Pues yo só gastador de la grey de Dios.
E mandó luego abrir las puertas, e ellos ciegos de todo en todo, e pasando de
puerta en puerta, non vieron ninguno, nin los fizieron mal nin[f. 155a]guno. E sant
Germán, tomando este obispo, fuéronse para Bretaña, do avía muchos ciegos. Mas
demientra que eran en la mar, fazía muy grant tenpestad, e faziendo sant Germán su
oración, luego fue amansado el mar. E todo el pueblo saliéronlos a rescebir con muy
grant honra. Ca los diablos les avían dicho que venían, e que los echara sant Germán de
los cuerpos de los omnes, enpero venciendo los erejes, tornándose a sus casas.
E yaziendo en un lugar, enfermó. Acaesció que todo aquel lugar se encendió
adesora, rogaron todos que le sacasen dende, por razón del fuego que escapase dél. Él
púsose contra el fuego, e quemando el fuego todo al derredor, non llegó al hostal donde
él estava.
E demientra que se tornava otra vegada para Bretaña, por convertir los herejes,
un su discípulo ívase en pos dél muy aprisa; enpero enfermando este su discípulo,
muriose. E tornándose sant Germán al dicípulo, fízole abrir el sepulcro, e llamándole
por su nonbre, demandole que qué fazía, e si quería andar con él. E asentose luego él, e
respondiole que quanto fazía, que todo era bueno e suave; e que non quería ser más en
esta vida, por niugunasic cosa. Entonce mandole sant Germán que folgase, e inclinando
la cabeça, muriose.
E otra vegada, demientra [f. 155b] que predicava en Bretaña, el rey de Bretaña,
negando a él e a sus conpañeros el hostal; e el pastor del rey, saliendo de sus pastos, e
tomando su ración en palacio, e tornándose a su cabaña, vio a sant Germán con sus
conpañeros que avían fanbre e frío. E él recibiolos muy bien en su cabaña, e mandó
matar un vezerro. Sobre la su piel, e faziendo sant Germán oración, levantose luego el
vezerro. Otro día encontró sant Germán al rey, e díxole que por qué les negara el hostal.
Entonce el rey, muy espantado, non le podía responder. Díxole sant Germán: “¡Sal, e
dexa el reino a mejor de ti!”. Sant Germán, por mandado de Dios, fizo venir al pastor
con su muger. E fízole rey, e fiziéronse todos maravillados. E de estonce acá, los reyes
de Bretaña vienen del linaje deste pastor.

472
[...]857
Viniendo una vegada a Revena, la reina Plácida e su fijo Valetinniano
rescibiéronle muy honradamente. E a ora decena, enbiole la reina una escudilla de plata
muy grande, llena de muchos manjares muy dulces. Él rescibiolo ansí, que dio todos los
manjares e detovo la escudilla para los pobres. E en lugar deste don, enbió a la reina
una escudilla de madero llena de ordio, e ella rescibiola muy de grado, e cu[f. 155c]brió
aquella escudilla de plata.
Una vegada esta reina conbidole a comer, e él otorgóselo, e levándole de su
hostal cavallero en su asno fasta el palacio, porque era muy flaco e era quebrantado por
ayunos, e por la flaqueza mucha que avía en él,858 mas él comiendo con la reina,
muriósele el asno. Oyéndolo la reina, fízole presentar un cavallo muy manso, viéndolo
él, dixo: “Enpresentadme el mi asno,859 ca el que acá truxo, él me tornará”. E yendo él
al asno, dixo: “Mustio, levántate e tornemos al hostal”. E sacudiéndose el asno las
orejas luego se levantó, como si nunca860 oviera mal. E tornose sant Germán a su hostal;
mas dixo ante que saliese de Revena, que non avía de morar mucho en este mundo.
A poco de tienpo tomole fiebre. E a cabo de siete días finose, e fuese para
Paraíso. E levaron el su cuerpo a Francia, bien así commo lo dixera la reina. Enpero
que, prometiendo sant Germán a sant Eusebio, obispo de Marcellos, que en tornándose,
que consagraría la iglesia que fiziera, e entendió Eusebio que sant Germán era muerto,
que avía de consagrar su iglesia. E mandó encender lassic cirios, mas quanto más los
encendían, tanto más se matavan ellos. E viéndolo Eusebio, que la consagración, o que
se devía fazer commo otro tienpo, o que [f. 155d] la fiziese obispo. E trayéndolo el
cuerpo de sant Germán a Marcellos, leváronlo luego a la iglesia, e luego se encendieron
los cirios por mandado de Dios. Entonce sant Eusebio acordose de sant Germán, e
conosció que lo que prometiera siendo bivo, que lo cunplió después que murió.

857
Igual que en el ms. h-I-14, faltan dos milagros (LA: 53-60).
858
LA (66): “ille benigne annuens ab hospitio suo usque ad palatium eo quod ieiuniis et laboribus esset
confectus asino deferente portatus est”. Ms. h-I-14: “E sant Germán otorgógelo, e leváronlo en un asno de
su posada fasta el palacio, porque era muy flaco por el ayuno e por el trabajo” (f. CCIIb).
859
LA (70): “Meus mihi asinus presentetur”. Ms. h-I-14: “traetme el mi asno” (f. CCIIb).
860
En el incunable: “uunca”.

473
[LXXXIX]
Título LXXXIX. De sant Pedro apóstol e de sus miraglos

La fiesta de sant Pedro apóstol, que es dicha los sus rogamientos, lo qual se entiende
que por quatro razones fue establecida.
La primera razón es que nos acordemos cómmo fue librado de la prisión. Ca
segunt que fallamos que Erodes Agripa vino a Roma, e fue aí muy privado de Gayo, el
nieto de Tiberio, el enperador. E un día, demientra que estava Erodes en el carro con
Gayo, él alçando las manos al cielo, dixo: “¡Dios lo hordenase, que valiese la muerte
deste viejo; [e]861 a ti, señor de todo el mundo”. El carcelero de Tiberio oyolo esto, e
díxolo luego a Tiberio. E Tiberio, por esto muy sañudo, mandole poner en la cárcel. E
[Herodes]862 estava aí un árbol, e estando arrimado a él, estava aí un búho, e un agorero
que yazía preso ý, [e]863 era sabido en esta arte, e díxole: “No ayas miedo, que [f. 156a]
aína serás librado de aquí, e tornarás otra vegada a tu honra. E dende, tus amigos avrán
de ti grant enbidia, e en esta buena andança morirás. Enpero sepas que la vez que vieres
tal ave commo esta sobre ti, a cabo de cinco días morirás”.
E a poco de tienpo murió Tiberio, e fue Gayo enperador. E soltó a Herodes de la
cárcel, e fízole rey de Judea. Entonce Herodes començó a seguir a los christianos, e
mató a Santiago, hermano de sant Juhan, ante de Pascua. E viendo que plazía mucho a
los judíos de lo que fazía en aquel tienpo, prendió a sant Pedro e púsole en la cárcel. E
quiriéndole dar al pueblo después de Pascua, estando con él, en aquella noche Dios
Padre, soltole de las cadenas en que estava a gran maravilla, e mandole ir a la
prediacicónsic que avía començado, e el pecado del rey non lo quiso más sofrir. Mas
luego ese día mandó venir las guardas ante sí, e queríales dar penas crueles, porque
fuyera sant Pedro; mas fue enbargado, e non lo pudo fazer que la soltura de sant Pedro
enpeciese a ninguno.
E por cierto, fue luego a Cesaria, e allí, firiéndole él ángel de Dios, murió. Ca él
viniéndo a aquel lugar, e vistiéndose una vestidura muy clara, labrada de oro e de plata
maravillosamente, e en esa manera, vino a la pla[f. 156b]ça. Por los rayos del sol,864 e
tanto era el resplandor que dava de sí aquella vestidura, que los que la catavan en cierto
doblávales la vista, en tal manera que tomavan muchos dellos grant espanto en los ojos.

861
Corrijo a partir del ms. h-I-14 (f. CCIIIIc).
862
Corrijo a partir del ms. h-I-14 (f. CCIIIIc).
863
Corrijo a partir del ms. h-I-14 (f. CCIIIIc).
864
Ms. h-I-14: “E el sol, quando salía los sus rayos” (f. CCIIIId).

474
E para mostrar esto que sea verdad, dezían que más era en ella que non podría fazer
ningunt maestro en carne. E por ende, todo el pueblo, muy sañudo, començaron de
denostarle e desonrarle. E diziendo él: “Fasta agora me ovistes miedo commo omne;
mas, de aquí adelante, temer me eis más que a omne”. E demientra que estava
enbevecido todo en estas honras de lisonja, e non reprochava las honras que le davan,
vio estar cantando sobre su cabeça el búho que era mensajero de la su muerte que venía
acerca. E parando mientes al pueblo, díxoles: “Ahevos el vuestro Dios a do me mejoró,
ya que viene segunt dixera el agorero, que a cabo de cinco días avía de morir”. E luego
fue ferido, que los gusanos continuadamente, por cinco días, le ruyeron las entrañas, e
muriose luego. Por ende, la iglesia, en remenbrança del príncipe de los apóstoles que
fue ansí librado, e tan cruelmente que fazía este príncipe falso, en esta fiesta que dicha
es, e los ligamientos que les fazía.865
La [segunda]866 razón desta fiesta, porqué lo fazía. Porque Alexandre papa, que
[f. 156c] fue en Roma el sexto papa después de sant Pedro; [e] el adelantado de Roma,
que dizen Hermes, fue convertido a la fe por Alexandre. E estava en guarda de Querino,
señor de muchos cavalleros en lugares arredrados. E dixo Querino a Hermes:
– Maravíllome mucho de ti que eres omne sabio, ¿por qué dexaste la honra que
tenías e fueste tomar vida de semejança de sueño?
Díxole Hermes:
– Yo todas estas cosas escarnecí ante deste tienpo, e cuidava que solamente era
esta vida.
Respondié Querino:
– Pues pruévame tú, si sabes que ay otra vida. E mano a mano seguiré la tu fe e
seré tu discípulo.
Díxole Hermes:
– Sant Alexandre, el que tú tienes preso, te mostrará esto mejor que yo.
Entonce Querino, maldiziéndole, dixo:
– Yo te dixe que tú me fizieses esto provar, e agora enbíasme a Alexandre que
tengo yo preso por sus pecados. Por ende, doblaré la guarda sobre ti e sobre él. E si
fallare sobre él, o sobre ti o pudiere fallar otra cosa, mandaros he echar en una tina, a ti e

865
LA (28): “In memoriam igitur tam mire liberationis principis apostolorum a vinculis et tam dire
vindicte in tyrannum protinus subsecute ecclesia festum sancti Petri ad vincula sollempnizat. Ms. h-I-14:
“E por ende, la eglisia, en remenbrança del príncipe de los apóstoles, que fue así liberado de tan cruel
muerte que ovo en este falso rey, face esta fiesta, que es dicha los ligamientos” (f. CCVa).
866
Corrijo a partir del ms. h-I-14 (f. CCVa).

475
a él. E si ansí lo fallo lo que tú dizes, en todo e por todo, creheré las tus obras e las
suyas.867
E fizo todo lo que dixo, e luego enbiolo a dezir a Alexandre. Estando Alexandre
orando, vino el ángel a él, e truxo a Hermes a la cárcel, e fallándolos Queri[f. 156d]no
en uno, maravillose mucho. E contando Hermes a Querino cómmo resucitara Alexandre
su fijo estando muerto, dixo Querino a Alexandre:
– Pues yo he una fija que ha la papera, e dízenla Balmaña, porque te prometo
que reciba la tu fe si la sanares.
Díxole Alexandre:
– Ve aína e liévala a la mi cárcel.
Díxole Querino:
– Tú estando aquí, ¿cómmo te podrá fallar en la tu cárcel?
Dixo Alexandre:
– Ve priado868 e liévala, que aquel que me acá traxó, él me tornará allá aína.
E yéndose Querino, truxo a su fija a la cárcel de Alexandre, e fallándole aí,
echose a sus pies. E enpeçó a besar las cadenas con muy grant devoción, por tal que
sanase, díxole Alexandre: “Fija, non quieras besar estas mis cadenas; mas demanda por
las cadenas de sant Pedro, el apóstol, e buscándolas con gran devoción, luego serás
sana”. Por ende, Querino fizo buscar en la cárcel do fueran puestas las cadenas de sant
Pedro, e fallándolas, diolas a su fija que las besase. E luego que las besó fue sana, atán
enteramente, commo si nunca oviera mal ninguno. Entonce Querino demandó perdón, e
sacó a Alexandre de la prisión. E bateose él, e toda su conpaña e otros muchos. E esta
fiesta mandó fazer la iglesia en comienço de agosto, a honra de sant Pedro, donde puso
Querino las [f. 157a] cadenas de sant Pedro, e fizo Alexandre fazer en Roma grant
iglesia do las puso. E llaman a esta fiesta commo dicho es. E en este lugar ha mucha
gente, e vienen a esta iglesia, e en ella adoran a estas cadenas.
La tercera razón es por los enperadores. Otaviano, que fue enperador de
ocidente, e de Italia, e de Francia e de España; e Antonio, en oriente, e en Asia, e en
Ponto e en África. E Antonio, siendo muy orgulloso e muy luxurioso, e aviendo la

867
LA (41-42): “Ego tibi dixi ut me probare hoc faceres et nunc me mittis ad Alexandrum quem pro suis
sceleribus teneo vinculatum. Verumptamen super te et Alexandrum custodiam duplicabo et si ipsum
tecum vel te cum illo invenire potero, vere fidem tuis et eius sermonibus adhibebo”. Ms. h-I-14: “Yo te
dixe que me ficieses esto provar, e agora enbíasme a Alixandre que tengo yo preso por sus
merescimientos. E por ende, doblaré la guarda sobre ti e sobre él. E si a él contigo o a ti con él puedo
fallar en uno en todo, creeré las tus palabras e las suyas” (f. CCVb).
868
Priado: Presto, luego, al punto.

476
hermana de Otaviano por muger, reprochávala, e tomó por muger Ateopacia,869 la reina
de Egibro. Otaviano, muy sañudo por ende, armose con grant conpaña, e fuese para
Asia contra Antonio, e venciole en todas las cosas del mundo. Entonce Antonio e
Cleopacia, que fueron vencidos, matose cada uno a sí mismo, con muy grant dolor. E
por ende, Otaviano destruyó el reino de Egibto, e fízole que fuese de la provincia de
Roma. E dende fuese a Alexandría, e tomaron quantas riquezas fallaron, e truxéronlas
para Roma. Onde tanto acrecentó el común, que davan agora más por un dinero que
ante por quatro. E porque acrecentó el común, fue dicho Agusto, que quiere dezir tanto
commo noble. E por ende, todos quantos enperadores fueron después dél, fueron ansí
llamados, [f. 157b] así commo los enperadores son todos dichos Césares, de Julio César,
su tío. Onde éste llamó al mes de agosto del su nonbre, que ante era llamado el mes
sexto, porque tantos meses avía de março fasta él; e en memoria e en remenbrança de
aquella bengança que él ovo el primero día de agosto.
Otaviano e todos los romanos fazían fiesta este día, fasta el tienpo del enperador
870
Teodosio, que enpeçó a reinar en la era de la encarnación de CCCCXXV años. E
Teodosia, fija de Teodosio el enperador, [l]a muger de Valetiano, aviendo muy grant
devoción en Jherusalem, fuese para la cibdad. Un judío ofreciole aí muy grant don, e
diole por presente la cadena de sant Pedro, con que fue atado en el tienpo de Herodes. E
tornándose a Roma, e viendo que en comienço de agosto los romanos fazían muy gran
fiesta, en honra del enperador gentil que era allí, e dezían que a tal omne como éste
fazían fiesta e tal honra, pensando que de ligero non los podría tirar de aquella costunbre
mala, mas dixo que se fiziese a honra de sant Pedro, e ella ordenándolo ansí, que
estuviese esta costunbre así. E aviendo871 su consejo con sant Pelayo, el papa, falagaron
al pueblo, e diziéndoles a éstos que olvidasen la memoria del príncipe, que tomasen la
me[f. 157c]moria de los apóstoles. E plaziendo esto a todos, sacó aquellas cadenas que
truxo de Roma, e mostrolas al pueblo. E el papa sacó la otra cadena en que estuviera
atado el apóstol en tienpo del enperador. E así aconpañando esta Teodosia a esta
cadena, así se ayuntaron por miraglo que fazían aquellas cadenas, bien así commo si
fuesen unas.872 Onde el papa e la reina establescieron luego aquella fiesta, que los
romanos fazían a aquel gentil, que la fiziesen a sant Pedro el apóstol. E mudada en

869
LA (63): “Cleopatram. ” Ms. h-I-14: “Aleopatra” (f. CCVd).
870
LA (72): “CCCCXXVI”. Ms. h-I-14: “nueve cientos e quince años” (f. CCVIa).
871
En el incunable: “avaviendo”.
872
LA (78): “Hac ergo illis sociata ita miraculose una catena facta est ac si semper una et eadem
extitisset”. Ms. h-I-14: “e allegó la una con la otra, e ayuntáronse en uno por miraglo de Dios, commo
sienpre fuera una” (f. CCVIb).

477
mejor e más convenía. E la reina e el papa pusieron estas cadenas en la dicha iglesia de
sant Pedro, e enriqueciolas con muchas joyas e con muchos previllejos. E mandó que
fiziesen por todo el mundo esta dicha fiesta.
E quanta vertud fue en esta cadena tanta fue mostrada a toda la cibdad. Ca el
diablo tomó tan fuertemente a un conde del enperador, su pariente, ante quantos aí
estavan, que él mismo se comía todo a dientes. Entonce mandole el enperador levar a
Juhan, el papa, e que le pusiesen la cadena de sant Pedro en su cuello; mas poniendo
otra cadena al cuello del demoniado, non ovo salud. E no es maravilla, ca non avía en
ella vertud; enpero, sacaron la cadena de sant Pedro, que era verdadera, e pusiéronsela
al cuello. E el diablo non pudo sofrir tan grant vertud, e cosa tan [f. 157d] pesada; mas
luego, ante todos, salió dél dando bozes. Entonces Teodocio, el obispo de Inot, tomó
esta cadena, e dixo que non la dexaría por ninguna manera, si no le tajasen las manos. E
aviendo sobre esto grant reyerta entre el obispo, e el papa e los otros clérigos, en cabo el
enperador partió esta refierta, e ganó del papa para el obispo una sortija desta cadena.
Cuenta un sabio que dixeron Nubeto873 que en aquel tienpo apareció un dragón
grande e feo. E sant Donato, omne muy santo, escupiendo en su boca del dragón matolo
luego, en tal manera que siete pares de bueys malabés le pudieron levar al lugar do le
avían de quemar. Este mismo sabio cuenta que en ese mismo lugar el diablo se puso en
semejança de Moisén. E ayuntando muchos judíos, de muchos lugares, levolos a una
grant altura de un monte cerca de la mar. E prometioles que él los levaría a la tierra de
promisión, e que él iría ante ellos. E después mató dellos, muchos sin cuenta, onde
crehemos que lo fizo el diablo sañudo, e que se bengó dellos en tal manera por razón del
judío que dio las cadenas de sant Pedro, e porque ovo César la honra de Otaviano.874
[...]875
La quarta razón que es de esta fiesta, podemos dezir que es ésta: Que Dios soltó
a sant Pedro por mira[f. 158a]glo de las cadenas. E diole poder de ligar e soltar los
pecadores. Ca nós somos debdores obligados; por ende, con los ligamientos de los
pecados avemos menester absolución. E nós por ende fazemos ésta, que así commo
Jhesu Christo soltó a él de las cadenas, ovo poderío de Dios para soltar los pecadores.
Que así nos suelte él nuestros pecados, e que pueda absorver, a las devegadas, los que
pueden ser dañados en el infierno.

873
Speculum Historiale (XIV, 36), de Vicente de Beauvais.
874
LA (93): “Octaviani cessavit de eis se taliter vindicavit”. Ms. h-I-14: “ovo la onra de César e de
Octaviano” (f. CCVId).
875
Igual que en el ms. h-I-14, falta el segmento textual (LA: 94-96).

478
Manifiesto es, en los miraglos de santa María,876 que en el monesterio de sant
Pedro era un monje liviano, e argullososic e luxurioso. E éste muriendo, adesora los
diablos acusávanle, e de la otra parte, todas las maneras de los pecados acusávanle. E877
davan bozes contra él, el uno dizía:
– Yo só la cobdicia, que tú sienpre cobdiciaste contra los mandamientos de Dios.
El otro dizía:
– Yo só la vanagloria con que te alabaste ante todos los omnes.
El otro dizía:
– Yo só la mentira en que tú pecaste.
E así de cada uno de los otros; e de la otra parte, unos pocos de bienes que
fiziera escusávanle, diziendo:
– Yo soy la obediencia que fize a los mayores.
– Yo só el salterio que tú rezaste muchas vezes.
Sant Pedro, cuyo monje era, allegose a Jhesu Christo, e rogó por él. Díxole
[nuestro]878 Señor:
– Non dixo el papa, por vertud del mi Spíritu: “Señor, ¿quién [f. 158b] morará
en la tu casa, e quién folgará en el tu reino? Aquel que entrare sin manzilla, e quien
fiziere justicia”.879 E éste non entro así, nin fizo justicia.
E rogando por él sant Pedro e santa María, Madre de Dios, dio Jhesu Christo
esta sentencia: que tornasen el alma al cuerpo e que fiziese penitencia. Entonce sant
Pedro espantó el diablo, e fízole fuir con la llave que tenía en la mano. E diole el alma
deste monje en mano de otro que fuera monje en este monesterio, e mandole que la
tornase al cuerpo. E a él, porque la truxera, demandole por galardón que dixese por él
cada día el salmo de Miserere mei deus;880 e que alinpiase a menudo, con la escoba, la
su sepultura. E él, tornándose de muerte a vida, contó a todos lo que le acaesciera.

876
Liber miraculorum (ms. cit., f. 72r), de Bartolomeo Tridentino.
877
Esta palabra se repite en el incunable.
878
Corrijo a partir del ms. h-I-14: (f. CCVIIa).
879
Salmos (14, 1-2).
880
Salmos (50, 3). Cfr. Salmos (6, 2).

479
[XC]
Título XC. De sant Estevan papa

Sant Estevan papa convertió muchas gentes por la palabra e por enxenplos. E con
muchos cuerpos de los santos mártires se encerrara. Valeriano e Galiano, siendo
enperadores, fiziéronlos buscar con muy grant bemencia, por tal que a él, e a los otros
clérigos, los fiziesen sacrificar o que les diesen muchos tormentos. E dieron pregón, que
todo aquel que los [f. 158c] descubriese, que les darían toda su heredad. Por ende, diez
clérigos de los suyos, siendo presos e non los oyendo, fueron descabeçados.
E otro día prendieron a sant Estevan, e leváronle al tenplo de Mares, porque
adorase el ídolo o que le descabeçasen. Mas entrando en el tenplo, e rogando a Dios que
le destruyese, luego cayó grant parte del tenplo. E todos quantos aí estavan, aviendo
grant miedo, fuyeron; e él fuese al cimenterio de santa Luzía. E viéndolo Valeriano,
enbiole más cavalleros que de ante. Viniendo ellos, sacáronle dende diziendo misa, e
degolláronle aí luego; él non les aviendo miedo, acabando la misa de dezir que avía en
començado a servicio de Dios.

[XCI]
Estoria de sant Estevan e de sus miraglos

El cuerpo de sant Estevan, el primero mártir, que881 fue en el año de la encarnación de


Jhesu Christo de CCCCXVII, e en el séptimo de Honorio papa, el enperador.
Fallando un clérigo que dezían Luciano en término de Jherusalem, en su lecho
folgando, era un viernes, e estando velando, aparesciole un omne grande de cuerpo, e
fermoso de cara, e la barva luenga, cubierta de un manto blanco; e lleno en derredor de
piedras preciosas, e [f. 158d] de oro, e todo texido de cruzes, e calçado de calças
cubiertas de oro; e tenía en su mano una pértiga de oro. E taniolesic diziendo que oviese
cuidado de abrir los nuestros luzillos:
– Ca somos enterrados ansí commo non conviene en lugar muy despreciado. E
por esta razón, di a Juhan, obispo de Jherusalem, que nos ponga en lugar más honrado.

881
En el incunable: “qne”.

480
Ca enpero grant tribulación vino al mundo; enpero que por vuestras oraciones Dios
hordenó de aver merced dél.882
Díxole Luciano, el sacerdote:
– ¿Quién eres tú, señor, que esto dizes?
Díxole él:
– Yo só Gamaliel, que crié al apóstol sant Pablo; e mostrele la ley siendo a los
sus pies. El que yaze comigo es sant Estevan, el que apedrearon los judíos e le echaron
fuera de la cibdad, porque le comiesen las bestias e las aves; mas este guardó Jhesu
Christo, porque defendió conplidamente la su fe. E yo tomé el su cuerpo con grant
[a]cucia, e enterrelo en el luzillo nuevo. El otro que yaze comigo es Nicodemus, mi
sobrino, el que fue de noche a Jhesu Christo e a sant Juhan e le batearon. E por ende,
los príncipes de los sacerdotes quisiéronle matar sinon por nuestra reverencia; enpero
que le destruyeron quanto en el mundo avía, e tiráronle el señorío, e dándole muchos
açotes, dexáronle commo por muerto. E trayéndole yo a [f. 159a] mi casa, bivió algunos
días. E después que murió, fízelo yo enterrar a los pies de sant Estevan. El tercero que
es comigo es Abibas, mi fijo. E aviendo veinte años bateose comigo, e siendo virgen,
aprendió la ley con Paulo, el mi dicípulo. E mi muger Egea e mi fijo Sellenis, porque
non se quisieron batear, non merecieron de enterrarse connusco, mas fallarlos has en
otro lugar, e los luzillos vazíos e sin pro.
E esto dicho, desapareció sant Gamaliel, e despertando Luciano, rogó a Dios que
si esta visión era verdadera, que aún apareciese otras dos vegadas. E dende, el viernes
adelante, apareciole commo de primero, e demandole que por qué despreciara lo que le
mandara. E dixo él:
– Señor, non lo desprecié; mas rogué a Dios que si esto venía por bien e por Él,
que me aparesciese la tercera vegada.
Díxole Gamaliel:
– Porque pensaste en tu coraçón, que si nos fallases, cómmo podrías conocer las
reliquias de cada uno.
E mostrole quatro canastillos de oro, el uno era lleno de rosas coloradas; e los
otros dos de rosas blancas; e el quarto canastillo era lleno de açafrán blanco. Díxole
Gamaliel:

882
LA (7): “concusserit nostrorum sufragiis Deus mundo propitari decrevit”. Ms. h-I-14: “mas por las
nuestras tribulaciones Dios ordenó e quiso aver merced dél” (f. CCVIId).

481
– Estos canastillos son los nuestros luzillos, e estas rosas son las nuestras
reliquias. El canastillo de las rosas coloradas es lu[f. 159b]zillo de sant Estevan, porque
él solo entró entre nosotros e recibió martirio; los otros dos canastillosssic llenos de rosas
blancas son los luzillos de mí e de Nicodemus, que somos confesores; el que está lleno
de açafrán es de plata, e es de mi fijo Abibas, que fue virgen en el cuerpo en el alma.
E esto dicho, desaparesció.
El otro viernes, a la tercera semejança, aparesciole muy irado, e maltráxole
gravemente porque tanto tardava, e así lo despreciava. E luego a la sazón Luciano fuese
a Jherusalem, e contolo todo por horden al obispo Juan. E por ende, fueron con los otros
obispos, e llegaron al lugar donde fue mostrado a Luciano. E començando a cavar,
tremió luego la tierra, e sintieron atan grant olor, que sesenta883 omnes fueron sanos de
sus dolencias por la vertud de éstos. E así los trasladaron en la iglesia de Sión, que es
Jherusalem, do fuera sant Estevan arcediano, e las reliquias de estos santos tomáronlas
con grant honra.
[...]884
E trasladáronlas, segunt cuenta sant Agostín,885 que fue fecho en tal manera:
Alexandre, senador de Calcedonia, fuese con su muger a Jherusalem, e fizo aí muy
fermosa iglesia a sant Estevan. E después que murió, fízose enterrar cerca del sepulcro
de sant Estevan; mas a cabo de siete años, Juliana, su muger, quiriéndose [f. 159c]
tornar a su tierra, por razón que resbiciósic tormentos de los príncipes de la tierra; e
quiriendo levar el cuerpo de su marido consigo, ganándolo el obispo con muchos
ruegos, el obispo mostrole dos luzillos de plata, diziendo:
– Non sé quál destos es luzillo de tu marido.
Ella dixo:
– Señor, yo le conosco.
E arremetiose e tomó el cuerpo de sant Estevan, cuidando ella que tomava el
cuerpo de su marido. Tomaron el cuerpo de sant Estevan e pusiéronlo en la nave.
Entrando dentro con el su cuerpo, oyeron cantares de los ángeles, e sintieron olor muy
suave. E los diablos davan bozes e fazían grant tenpestad en la mar, diziendo:
– ¡Ay por nós, que sant Estevan pasa por la mar, que mandonos el fuego muy
fuerte!

883
LA (38): “LXX”. Ms. h-I-14: “setenta” (f. CCVIIIb).
884
Igual que en el ms. h-I-14, falta el segmento textual (LA: 41-49).
885
Translatio Stephanus protomartyr (Mombritius II, pp. 480-482).

482
E los marineros aviendo muy grant miedo de perecer, llamaron a sant Estevan, e
luego les aparesció, diziendo:
– Yo soy, non ayaessic miedo.
E luego en aquella ora fue amansada la mar. E entonces oyeron las bozes de los
diablos, que dizían:
– ¡El nuestro príncipe sin piedad enciende la nave! Ca el nuestro príncipe
abaxado es, e el nuestro contrario es en ella.
Entonce el príncipe de los diablos enbió cinco diablos que la encendiesen; mas el
ángel de Dios sumurgujávalos en la mar. E viniendo a Calcedonia, los diablos davan
bozes que el siervo de Di[f. 159d]os venía, el que los falsos judíos apedrearon. E así
vinieron sanos, e guaridos, e salvos e sin ninguna lisión a Costantinopla. E fizieron aí
una iglesia, e pusieron el cuerpo de sant Estevan allí, con muy grant honra.
El cuerpo de sant Estevan fue ayuntado con el cuerpo de sant Llorente en esta
manera: acaesció que el diablo atormentava muy fuertemente a Teodosia, fija de
Teodosio, el enperador. E sabiéndolo el padre que estava en Costantinopla, mandola
levar allá por tal que tanxese las reliquias de sant Estevan. El diablo llamava, e dezía en
ella: “Non saldré della, por razón que sant Estevan no vino a Roma, ca así lo creyeron
los apóstolos”. E oyéndolo el enperador, ganó de la clericía e del pueblo todo de
Costantinopla que diesen el cuerpo de sant Estevan a los romanos, e ellos que tomasen
el cuerpo de sant Llorente. Entonce el enperador enbió sus cartas a Pelayo, papa; el
papa, por consejo de los cardenales, otorgó al enperador lo que demandara. Por ende,
enbiaron los cardenales a Costantinopla, para que truxesen dende a Roma el cuerpo de
sant Estevan a los romanos; los griegos vinieron con ellos para tomar el cuerpo de sant
Llorente. El cuerpo de sant Estevan recibiéronle en Capua, e los capuanos, rogándoles
muy afin[f. 160a]cadamente que les diesen el braço diestro de sant Estevan, e fizieron
en la iglesia catedral un lugar muy honrado adonde le pusieron.
Viniendo a Roma, e quiriendo levar el cuerpo a la iglesia de sant Pedro, que es
llamada suso ad monelle,886 e estuvieron los que le levavan, e non le pudieron ir más
adelante. El diablo yaziendo en una niña, enpeçó a dar bozes, e a dezir: “¡En vano
trabajastes, ca non escogió aquí su morada, mas acerca de su hermano, sant Llorente!”.
E por ende levaron el cuerpo allá. E trayendo la niña al cuerpo sancto, luego fue sana. E
sant Llorente dava a entender que le plazía, porque venía su hermano morar allí cabe sí;

886
LA (79): “ad vincula”. Ms. h-I-14: “av monela” (f. CCIXb).

483
pareciendo que se reía, diole lugar en el su sepulcro, dexándole quanto la meitad del
vazío. E los griegos quiriendo tomar a sant Llorente, bien ansí commo muertos cayeron
en tierra; mas rogando el papa e toda la clericía por ellos a Dios, malabés pudieron
resucitar fasta ora de bísperas, e después todos murieron a cabo de días. E los latinos
que se lo otorgaron, todos fueron flemáticos, e malabés pudieron guarescer fasta que
fueron enterrados los cuerpos de amos los santos. Entonce oyeron una boz del cielo que
dixo: “¡O Roma, bienandante que encierras en un sepulcro glo[f. 160b]riosos mártires,
que son los cuerpos de sant Llorente, de España; e de sant Estevan, de Jherusalem.
E cuenta sant Agostín887 que al cuerpo de sant Estevan fueron resucitados más
de seiscientos888 omnes muertos. E uno siendo muerto, e yaziendo así en tal manera que
le atavan los pulgares e las manos, e él llamando a sant Estevan, luego resucitó. Otra
vegada, un niño aviéndole un carro quebrantado por medio del cuerpo, e levándole su
madre a la iglesia, al cuerpo de sant Estevan, luego resucitó. Otrosí una monja, estando
ya para morir, traxéronla a la iglesia; e llegando aí, maravillándose todos, levantose
sana e guarida. Otrosí una niña, en la cibdad Iponia, levando su padre la su saya a la
iglesia de sant Estevan, e depués tornándose dende, púsola sobre el cuerpo de su fija, e
levantose luego. Otrosí, en esta misma cibdad, un mencebo dándole la unción e
muriendo, levándole a las reliquias de sant Estevan, e llamando el su nonbre, luego fue
sano e guarido.
[...]889

[XCII]
Título XCI. De sancto Domingo e de sus miraglos

[...]890
[f. 160c] Santo Domingo fue duque e padre noble. Es llamado de la Orden de los
Pedricadores. E fue de España, de una villa que se llama Caleruega, del obispado de
Osma. E a su padre dixeron don Felizes, a su madre, doña Juana. E a su madre, ante que
naciese, vínole en sueños que traía un pereznillo891 en el vientre, e que tenía en la boca

887
Abbreviatio in gestis sanctorum, de Jean de Mailly. Cfr. De civitate dei (XXII, 8).
888
LA (89): “sex”. Ms. h-I-14: “diez” (f. CCIXc).
889
Igual que en el ms. h-I-14, falta el segmento textual (LA: 95-103). El ms. h-I-14 termina con la fórmula
retórica: “Otros muchos miraglos fiço Dios por el ruego del mártir sant Estevan que serían luengos de
contar” (f. CCIXc).
890
Igual que en el ms. h-I-14, falta la etimología del nombre (LA: 1-11).
891
Ms. h-I-14: “perrillo” (f. CCIXd).

484
una facha ardiente, que semejava que nacía de ella todo el mundo e que le encendía con
ella. E semejava una muger que fue muy noble, su madrina, de Domingo, el niño,892 e
avía en la fruentesic una estrella que alunbrava893 todo el mundo.
E él siendo niño, fallaron por cierto que estando so la guarda de su ama, que
dexava muchas vegadas el lecho, e ech[á]vase en tierra. E dende enbiáronle Palencia
para que aprendiese ciencia, por tal que mejor podiese aprender. Mas non bevió vino en
diez años. E siendo muy grant fanbre en la tierra, vendió los libros e quanto avía, e
diolo a los pobres. E creciendo la su fama de bien en mejor, el obispo de Osma fízole
canónigo reglar en su iglesia. E después siendo tal como espejo de vida, feziéronle ser
todos prior. Él sienpre, de noche e de día, sienpre leía, e orava e rogava a Dios
continuamente que le quisiese dar esta gracia con que podiese procurar la [f. 160d]
salud de las almas de los christianos. E yendo con él el su obispo a Tolosa, falló quel su
husepedsic que era erege, e convertiole a la fe de Jhesu Christo. E ahevos a do le
presentó a Dios bien a premicias.
Demás fallamos que un día santo Domingo, pedricandosic contra los ereges,
escrevía las abtoridades, e diolas a un erege por que oviese tienpo de responder a ellas.
Estando aquella ora los ereges ayuntados al fuego, mostró aquella carta que avía
tomado, e dixéronle sus conpañeros que la echasen en el fuego, e si se quemase, que la
su fe que sería e era verdadera; e si no se quemase, que pedricarían que la fe de los
christianos que era verdadera. E por ende echaron en el fuego, e estudo grant pieça en el
fuego dentro, e saltó fuera e non se quemó. E maravillándose todos, uno que era más
duro que todos los otros, dixo: “Echadla otra vegada, e así provaremos mejor la verdat”.
E la carta salió otra vegada fuera, e non se quemó. E dixo aquél otra vegada: “Echalda
otra vez; e entonce, viendo, creeremos la verdat sin duda ninguna”. E echaron la tercera
vegada, e salió del fuego e no se quemó. E los ereges, estando en su dureza, juraron
entre sí mucho estrechamente en que nunca dixesen este miraglo, nin ninguno dellos.
Enpero un cavallero que fuera en [e]llo, e en algunt tienpo se allegava a [f. 161a] la
nuestra fe, después poblicó este miraglo.
E tornándose todos los otros a sus tierras, e muerto el obispo, santo Domingo
fincó aí con muy pocos omnes que le aconpañavan. E pedricando fuertemente contra los
ereges la palabra de Dios, e escarneciéndole ellos, e escopiéndole, e faciéndole otros

892
LA (14): “Cuidam etiam matrone que ipsum ex sacro fonte levaverat videbatur quod puer Dominicus”.
Ms. h-I-14: “E soñó una su madrina, que fue después que él nació que le decían Domingo” (f. CCIXc).
893
En el incunble: “albrauuna”.

485
escarnios tan malos e tan feos que le fazían: alegávanle a las espaldas las pajas ardiendo
por escarnio; e amenazándole, e deziendo que le matarían, respondioles él, sin ningunt
miedo, e dezía: “Non só894 yo dino de recebir martirio, ca nunca merecí tal muerte”. Por
ende, pasando por el lugar a do le acechavan para matarle, pasava atán sin miedo, mas
ante atán alegremente cantando, como si nunca oviese miedo a la muerte. E ellos
maravillándose mucho, dixéronle:
– ¿E tú no as miedo a la muerte? ¿Pues qué farías si te prendiésemos?
E díxoles él:
– Yo rogar a vós que non me prendiérades, nin me matásedes adesora; mas que
tajásedes poco a poco mis mienbros, cada mienbro sobre sí; e dende poniéndolos ante
mis ojos, en tal man[e]ra que me sacásedes los ojos, ca si el cuerpo despedaçado, e
medio muerto, que le dexásedes enbolver en su sangre; e luego que me matásedes, como
vós toviésedes por bien.
E fallando uno una vegada, que por muy [f. 161b] grant mengua se allegava a los
ereges; pensó que si vendiese a sí mismo, por tal que deste precio quél sacase a éste
desta eregía, e que cunpliese la su mengua. E feziéronle a su salvo.
E acorriole Dios otra vegada: deziendo que una muger, que tenía a su hermano
captivo en tierra de moros, e llorando fuertemente, porque non fallava ningunt consejo
por que le podiese librar; e él, aviendo della grant conpasión, díxole que le vendiese, e
que redemiese su captivo. Mas non lo consentió Dios, que le guardava para redemir
muchos del poder del diablo.
E ospedado en tierra de Tolosa, en casa de unas buenas dueñas; e engañadas de
los ereges, por semejança de religión e ayuno. Él [e]895 su conpañero, toda la quaresma
con pan e agua; toda la noche estando en oración e velando; e quando cansava, echávase
sobre una tabla sola. E así viéndolo estas dueñas, tornáronse a la carrera de la verdat.
E después desto començó a pensar cómo faría la Orden de los Pedricadores, e
que pedricasen por todo el mundo, e que defendiese la fe contra los ereges. E fincando
en tierra de Tolosa X años,896 después que morió el obispo de Osma, fasta que fezieron
el concilio general en Roma, e fuese para Roma con don Salco, obispo de Tolosa, e
demandó al papa Ignoscencio que le confirmase la Orden [f. 161c] de los Pedricadores.
E él faziéndolo, soñó que se quería caer la iglegiasic de sant Juhan de Letrán. E él viendo

894
En el incunable: “si”.
895
Corrijo a partir del ms. h-I-14 (f. CCXc).
896
En el incuanble: “christianos”.

486
e temiendo, venía santo Domingo de la otra parte, e sofríala toda con los sus onbros. E
desper[t]ando e viendo, e entendiendo la visión, recebió la demanda de santo Domingo
muy alegre, amonestándole que se tomase para ello a sus fraires, e que escogiese alguna
regla de las provadas, e después que tornase para él, e que le confirmaría la orden. E
897
tornándose, dixo la respuesta del papa a los fraires, e eran por todos XV. E ellos
estando todos ayuntados, e esperando la gracia del Espíritu Santo, escogieron todos de
un coraçón la regla de sant Agostín, que era muy noble dotor, e muy noble pedricador;
porquellos avían de ser pedricaderessic, por fecho e por nonbre. Por ende, que tomaron
después por sí algunas cosas más estrañas e estrechas, que non son en la regla. En este
comedio morió Ignocencio papa, e fezieron papa a Honorio. E ganó dél la confirmación
de la orden en el año de la encarnación de [mi]ll CCXVI años.
E demientra que rogava a Dios, en la iglesia de sant Pedro de Roma, que
acrecentase la Horden de los Predicadores, vio venir contra sí los gloriosos sant Pedro e
sant Pablo, príncipes de los apóstoles. E sant Pedro le dava el blago, e sant Pablo [f.
161d] le dava el libro, e dezíanle que fuese a predicar: “Que para aquesto te escojó
Dios”. E luego, a poco de tienpo, semejávale que todos los sus fijos andavan por todo el
mundo, dos a dos, e predicavan la palabra de Dios a los pueblos. E tornándose a Tolosa,
enbió sus fraires por las tierras del mundo: unos enbió a España, e los otros enbió a
París, e los otros enbió a Babilonia; e él tornose a Roma.
Un monje de Cístel, ante que fuese a la Horden de los Pedricadores, estando en
contenplación, vio a santa María estar los finojos fincados, e las manos alçadas, e
rogando al su Fijo bendito por los pecadores que él reprochava. E su madre rogándole
por muchas vezes, enpero afincándole, díxole así: “¡O madre! ¿Qué puedo o qué devo
más fazer? Enbieles los patriarcas e profetas, e non se emendaron de sus maldades; fui
yo a ellos, e dende enbieles los apóstoles, e mataron a mí e a ellos; e enbieles los
mártires, e los confesores, e los doctores, e nunca los quisieron creer; mas porque non
conviene que898 te niegue nada, darles he los mis predicadores que los puedan alunbrar e
alinpiar. En otra manera seré contra ellos”.
E otra vegada vio otra tal semejança un omne, en aquel tienpo en que los doze
abades de Cístel fueron e enbiaron a Tolosa con[f. 162a]tra los ereges. E rogando la
madre al Fijo, respondió él como de suso. E díxole la madre:
– Fijo, no deves tú fazerles segunt la su maldad; mas segunt la tu grant ánima.

897
LA (61): “XVI” Ms. h-I-14: “quince” (f. CCXd).
898
En el incunable: “qne”.

487
Entonce el Fijo, vencido por su ruego, díxole:
– Pues que lo tú quieres, fazerles he yo aún esta misericordia. Ca los enbiaré yo
a predicar; e que los amonesten, e que los informe[n] en la fe. E si non quisieren
emendarse jamás, nunca los perdonaré.
E cuenta un fraire menor, que fuera muy grant tienpo conpañero de sant
Francisco, e muchos fraires de la Horden de los Predicadores, que santo Domingo,
afincando mucho al papa en Roma por la confirmación de la horden, rogando a Dios
una noche, vio en visión a Jhesu Christo estar en el aire; e tenía tres lanças en la mano,
engrameávalas899 contra el mundo. E la madre, veniéndose contra él, demandole que
qué quería fazer. Díxole Él:
– Madre, evad que todo el mundo es lleno de cobdicia, e de sobervia, e de
avaricia e dotros pecados; e por ende, quiérole matar con estas tres lanças.
Entonce la Virgen echose a sus pies, e díxole:
– Fijo, ave piedad dellos, e tu justicia tiénplala con misericordia.
Díxole Jhesu Christo:
– ¿No vedes quántos tuertos me fazen?
Díxole ella:
– Fijo, desta sañ[a] espera un poco.
Dize aquí:
– Un siervo fiel, un lidiador andando por [f. 162b] todo el mundo, lidiará contra
los malos, e ponerlos ha en tu poderío. E darle ha otro tu siervo que lo ayude otrosí a
lidiar.
Dixo el Fijo a la madre:
– Evad que rescibo el vuestro ruego; mas quería ver quáles son aquellos que
queréis enbiar a este oficio.
Entonce ella enpresentó a santo Domingo. E díxole Jhesu Christo:
– Verdaderamente es bueno e atrevido. E será lidiador e fará muy conplidamente
lo que dixere.
Otrosí ella en presentó a sant Francisco, e alabole ansí commo al otro.
E sancto Domingo pensando bien en esta visión, aquel que nunca viera,
fallándole otro día en la iglesia, conosciole muy bien, segunt lo que viera dél ante

899
Engramear: Sacudir, menear.

488
noche, maguer que nunca se lo avía mostrado ninguno; e besándole, e abraçándole.
Díxole:
– Tú eres mi conpañero, e tú andarás comigo e yo contigo. E estaremos en uno, e
no ay ninguno que pueda ir contra nós.
E contole todo por horden, lo que le conteciera en la visión; e de entonce acá
fueron juntados en uno, segunt de coraçón e de alma. E mandaron a los suyos que lo
guardasen para sienpre jamás, así commo a omne que avía de servir.
[...]900
E estando en tierra de Tolosa, e pasando un río, los sus libros cayeron en el agua,
e no aviendo ningnntsic anparo, a cabo de tres días, un pescador echando un anzuelo
pensando que tomaría algunt pescado [f. 162c] grande, e él sacando el anzuelo,
cuidando que sacava pez, sacó los libros sin daño ninguno, bien así commo si estovieran
en un almario guardados muy bien.
E veniendo a un convento, e dormiendo ý, a los fraires non les queriendo fazer
ningunt enojo faziendo su oración, e entrando en el monesterio, fallando las puertas
cerradas amas a dos, ellas, por virtud de Dios, se abrieron. E eso mismo se falló otra
vegada estando disputando con un erege de Cístel; ca siendo ya tarde, e veniendo a una
iglegiasic fallando la puerta cerrada, faziendo santo Domingo su oración, luego adesora
se fallaron dentro; e toda la noche estodieron en oración.
Un escolar aviendo grant tentación de la carne, vino a casa de los fraires a oír
misa. E acaeció entonce que santo Domingo dezía misa, e quando fue el tienpo de
ofrecer, allegose el901 escolar a él, e besole la mano con muy grant devoción. E tan grant
olor sintió della quanto nunca sintiera en toda su vida. E de alísic adelante nunca jamás
sintió aquella tentación, en tal manera que él era vano e luxurioso; e fue de alísic
adelante linpio e casto. ¡Pensáis quánta linpieza ovo santo Domingo en la su carne; pues
así linpiava atán maravillosamente las suziedades malas de la voluntad!
Un día un cape[f. 162d]llán, viendo que santo Domingo con sus conpañeros que
predicavan tan afincadamente, asmó de se allegar a ellos. E solamente que podiese aver
el Libro del Testamento Nuevo a vender, falló luego un mancebo que le traía, e
conprole luego con grant gozo. E aún dudando algunt poco, rogó a Dios de coraçón e
abrió el libro, e falló escripto en lo primero lo que fe dicho a sant Pablo, en que dezía:

900
Igual que en el ms. h-I-14, falta el segmento textual (LA: 101-120).
901
En el incunable: “le”.

489
“Levántate, e ve con ellos e non dudedes; ca yo los enbié”.902 E levantose luego e fue
con ellos.
En Tolosa era un maestro muy grant clérigo en teulogía. E cantando sus liciones
ante del alva, un día aviendo grant sueño, puso su cabeça sobre el escriptorio, e
semejole que le paravan delante siete estrellas que alunbraban todo el mundo. E
despertando maravilosesic mucho qué quería ser esto. E él entrando en la escuela,
mientra que leía, ahevos santo Domingo, e con él siete fraires dese mismo ábito. E
fueron con muy grant umildat al maestro, e mostroles su talante, e ellos dixéronle que
codiciavan mucho ir a la su ecuela. E él acordándose de la visión que viera, entendió
que éstos eran las siete estrellas que él viera.
[...]903
904
Un mancebo, sobrino de don Estevan cardenal, corriendo un cavallo, cayó dél
en una ca[...]rava.905 E sacándole dende muerto, traxiéronle a santo Do[f. 163a]mingo. E
faziendo su oración por él, luego fue resucitado.
Acaeció una vegada, en Roma, que venían quarenta fraires e non fallavan qué
comer, salvo un poco de pan. E mandó santo Domingo que esto poco, que lo partiesen,
e que lo posiesen en las mesas. E tomando cada uno su poco de pan, ahevos dos
mancebos semejables en las vestiduras, e en la quantía del cuerpo; entraron en el
refitorio, e traían los mantos a los cuellos llenos de pan, e poniéndolo muy callando en
cabo de la mesa, do estava santo Domingo, fuéronse adesora. Entonce santo Domingo
estendió la mano de la una parte e de la otra, e dixo: “Comed mis fraires”.
[...]906
Una vegada en tierra de Tolosa, pasando una agua en una nave, el marinero
demandávale por el pasage su dinero. E santo Domingo dixo que era dicípulo de Jhesu
Christo, e que non traía oro, nin plata, nin dinero. E tirávale fuerte de la capa, e díxole:
– ¡Tú me darás el dinero o la capa!
Entonce santo Domingo alçó los ojos al cielo, e fizo un poco oración, e cató
luego a tierra, e vio un dinero yazer en tierra. E non cuidando que fuera por mandado de
Dios, díxole:
– O hermano, cata aquí tu dinero, e déxame ir en paz.

902
Hechos (10, 20).
903
Falta el segmento textual presente en la Legenda aurea (143-166) y en el ms. h-I-14 (ff. CCXIIa-
CCXIIb).
904
Los siguientes dos milagros no se encuentran en el ms. h-I-14 (LA: 167; 170-174).
905
LA (167): “foveam”.
906
Falta el milagro presente en la Legenda aurea (175) y en el ms. h-I-14 (ff. CCXIIb- CCXIIc).

490
907
Una vegada ofreciéronle un demoniado en que yazían muchos demonios.
Tomó santo Domingo la estola, e púsogela sobre el [f. 163b] cuello, e mandó a los
diablos que saliesen de aquel omne. Ellos enpeçaron a dar grandes vozes en el cuerpo
deste omne, e a dezir:
– ¡Déxanos salir! ¿Por qué nos atormentas aquí?
Díxoles:
– Non vos dexaré salir si non me dades fiadores que nunca más en este cuerpo
entraredes.
Dixeron ellos que los non podían dar. Díxoles:
– Datme estos mártires que908 yazen en esta igligiasic. En otra manera non vos
dexaré de atormentar.
Entonce dixeron ellos que farían aí quanto podíen. A cabo de tienpo, dixeron:
– Évate que lo ganamos; enpero que non lo merecemos, que estos mártires sean
nuestros fiadores.
Demandoles la señal déste. Dixeron:
– Id al altar en que yazen las cabeças de los mártires, e fallarla edes trastornada.
E buscáronlo, e falláronlo así commo ellos dixeron.
E él pedricando a unas buenas dueñas engañadas de los ereges; echadas a sus
pies, dixeron:
– ¡Siervo de Dios, ayúdanos! Ca si estas cosas que tú pedricas son verdaderas,
tienpo á que somos nós ciegas.
Díxoles él:
– Sed firmes, e esperad un poco por que veades aquel señor vós allegados.909
E vieron ellas luego salir un gato negro, que semejava un grant can; e avía los
ojos bermejos, e la lengua muy negra, e luengo, e ancho, e buelto toda en sangre, e
colgada fasta el vientre, e la cola tornada [f. 163c] fasta arriba; e salía dél fedor que non
lo podían sofrir. E andando enderredor de aquellas dueñas un poco de tienpo, en cabo
subió por la cuerda de la canpana al canpanario, e dexando mal rastro en pos de sí,
desaparesció.
En tierra de Tolosa venció santo Domingo unos hereges. E quiriéndolos quemar,
paró mientes e vio entre ellos un mancebo que dizían Remondo. E dixo a los sayones:

907
Los siguientes dos milagros no se encuentran en el ms. h-I-14 (LA: 183-196; 197-203).
908
Esta palabra se repite en el incunable.
909
LA (200): “ut videatis quali domino adhesistis”.

491
– ¡Guardat este moço, non lo matades!
E fablando con él, dixo:
– Mi fijo, aún tú serás buen omne.
E después estuvo en la heregía XX años; e después, tornose christiano e acabó
bien su vida.
[...]910
911
Era un maestro en Alemania, que dizían Corado; e deseávanle los fraires que
entrase en la horden. E falló santo Domingo con él, el prior, diziendo que era su amigo:
– Dígote que nunca cosa demandé a Dios que luego no me la diese ansí commo
yo quise. Esto non lo digas a ninguno en mi vida.
E el prior díxole que por aventura moriríe él ante que sancto Domingo. E díxole
santo Domingo, bien commo profecta, que el prior beviríe después dél grant tienpo, e
así fue. Entonce dixo el prior a santo Domingo:
– Pues padre, demanda que te dé a maestro de Corado.
Díxole sancto Domingo:
– Hermano, fuerte cosa demandas.
E después de cunpletas, yogo en la iglesia toda la noche, commo solía. Otro día,
vinien[f. 163d]do los fraires a prima, enpeçando el cantor: “Jamsic lucis orto sidere”,
ahevos maestre de Corado, que avía de ser nuevo rayo de nueva luz. E echose a los pies
de snactosic Domingo, e demandole el ábito para fincar sienpre con él, e así le tomó.
Era muy firme santo Domingo, e estable en sus fechos, e de muy grant piedad
contra aquellos que avían alguna tribulación. De día, quando estava con sus fraires, era
de grant solassic, guardando su honestidad; e de noche estava sienpre en oración; e cada
noche del mundo se dava a diciplina tres vegadas con una cadena de fierro: la primera,
por sí; la segunda, por los pecadores del mundo; la III, por los de purgatorio.
Entonce escogiéronle por obispo de Cartagena; mas no lo quiso recebir, que ante
dexaría la tierra, que nunca consintiese en ello. E otras muchas honras le fazían, mas
nunca lo quiso rescebir.
Una vez estando santo Domingo en Bolonia en la iglesia, en oración, de noche,
aparesciole el diablo en figura de fraire. E afincávale mucho que se fuese a dormir con
los otros fraires. E él respondió por aquestas mismas señas. Santo Domingo, quiriendo
saber cómmo le dizían, que así despreciara su mandado, encendió la candela en la

910
Falta el milagro presente en la Legenda aurea (209-215) y en el ms. h-I-14 (f. CCXIId).
911
El siguiente milagro y los dos párrafos que le siguen no se encuentran en el ms. h-I-14 (LA: 218-243).

492
lánpara; e catándole en la cara, conosciole que era diablo. E de[f. 164a]mostrándole
muy fuertemente, luego el diablo començó a responder que por qué quebrantara el
silencio. Dixo santo Domingo que bien lo podía fazer, que era maestro de los fraires, e
podía fablar con quien quisiese. E fízole dezir por qué tentava a los fraires.
Respondiole: “Fagoles venir tarde e irse aína”. E dende trúxole al dormitorio, e
preguntole eso mismo, e díxole: “Fágoles dormir, e ir tarde a maitines, e a las vegadas,
fágoles aun malos pensamientos”. Levole al refitorio, e preguntole eso mismo. Entonce
el diablo saltó sobre las mesas; mas santo Domingo preguntole qué quería esto dezir,
dixo el diablo: “Fago algunos comer demasiado, e bever más que deven. E por ende,
son flacos para servir a Dios, e a su horden”. E después trúxole al parlatorio, e
preguntole eso mismo. Entonce él, moviendo la lengua muy aprisa, fazía un suenosic
muy confondido, e preguntole santo Domingo que qué quería esto dezir. E él dixo:
“Fágote saber que ese lugar es todo mío”. E después levole al cabildo, mas estando a la
puerta del cabildo, el diablo non osava entrar, e dixo: “Aquí no entraré, que este lugar es
de maldición, e todo pierdo aquí quanto gano en los otros cabos. E quando fago a algunt
fraire alguna melezina, todo se alinpia della en este lugar maldito. E acúsase ante todos,
[f. 164b] e así pésame que pierdo aquello que ganava en los lugares donde avía gozo”. E
diziendo esto, desaparesció.
En cabo, viniendo el tienpo de su acabamiento, estando en Bolonia, començó a
enfermar de fuerte enfermedad. E fue demostrado ante que avía de morir, e vio un
mancebo muy fermoso que le llamava, e dizía: “¡Mi amigo, vente para mí e a los mis
gozos!”. Después fizo llamar XII fraires del convento de Bolonia, por que non los
dexase deseredados e huérfanos, e fizo su testamento, diziendo: “Esto es lo que vos
dexo en heredad, así commo a mis fijos. Aved caridad e amor entre vosotros, e con
grant umildad, mantened pobreza de voluntad”. E defendió, lo más afincadamente que
él pudo, que ninguno non oviese posesión tenporal en la horden; e dando la maldición
de Dios, e la suya, a qualquier que ensuziase la Horden de los Predicadores en polvo de
riquezas tenporales. E consolando los fraires dulcemente, porque se dolían mucho de su
muerte, díxoles: “Fijos, non vos doláis de mi muerte. Non dubdedes, en ninguna
manera, que más faré por vosotros muerto que bivo”. Después de esto, salió deste
mundo, e fuese a Paraíso en el año de la encarnación de mill CCXXI años.
E la su muerte fue mostrada ese día, en la memasic ora, a fray Geraldo, porque
era [f. 164c] de los fraires pedricadores que morava en Bixio. E después fue obispo desa
cibdat, en esta manera: Estando arrimado al canpanario de los fraires, adormiose, e vio

493
el cielo avierto, e decendían dél escaleras muy blancas; e teníalas encima Jhesu Christo,
con su Madre; e los ángeles sobían e decendían por ellas con grant alegría. E en medio
de las escaleras, e en fin dellas, estava una silla puesta, e sobre la silla estava uno, la
cara cobierta. E Jhesu Christo e su Madre alcançavan las escaleras arriba, fasta que le
recibían en el cielo. E veniendo este fraire luego a Bolonia, conosció que este día
mismo, e en esa ora, finara santo Domingo.
Un fraire que dezían Rael, estando en Tibur, ese día mismo e en esa ora que finó
santo Domingo, fue para dezir misa. E oyendo que era enfermo en Bolonia, vino en la
misa en aquel lugar que suele el sacerdote rogar por los bivos, e rogando a Dios por su
salud, salió adesora del entendimiento. E vio a santo Domingo salir fuera de Bolonia
con una corona de oro en la cabeça, muy clara; e con él, otros dos omnes muy onrados
aconpañándole, de la una parte e de la otra. E paró mientes al día e a la ora, e falló por
cierto que entonce finara santo Domingo.
E estubo el cuerpo muy grant tienpo so la tierra, e crecían los [f. 164d] miraglos
dél mucho, e non se podían encobrir. E los christianos fieles tovieron por bien de
traslavdarsic el su cuerpo al lugar más noble. E abriendo el su monimentosic, tiraron la
piedra de suso, e salió tan grande olor, e tan deleitoso, que non semejava sepulcro, mas
cámara llena de quantos olores buenos avía en el mundo. Este olor semejava todas las
especias deste mundo; mas non semejava otro ningunt olor en los uesos o en el polvo
del cuerpo santo tan solamente, mas en la tierra que estava enderredor; en manera que,
levándole a otra tierra muy lexos, por grant tienpo tovo este olor en sí mismo. E así se
pegó a las manos de los fraires que le trixeronsic que, maguer que las lavava[n] e las
fregavan mucho sienpre, estubo aí testimonio deste olor.
912
En Ungría, un noble omne, con su muger e su fijo pequeño, vino a bigitarsic
las reliquias de santo Domingo, que eran en la isla. E enfermando su fijo, amanesció
muerto. E el padre puso a su fijo ante el altar, e començó a dezir: “¡Santo Domingo,
vine a ti muy alegre, e tórnome muy triste; e vine a ti con fijo, e tórnome sin él! ¡Pídote
por merced que me des mi fijo, e tornarme a mi alegría de mi coraçón! E ahevos, cerca
de la media noche, bivió el niño.
E un mancebo, vasallo de una fijadeal[f. 165a]go, estando pescando en un río,
cayó en el agua, e afogose; e a grand tienpo después, sacáronle muerto. E su señora rogó
a santo Domingo que le resusitase, e aprometió que vernía descalça a las sus reliquias, e

912
El siguiente milagro no se encuentra en el ms. h-I-14 (LA: 299-304).

494
que si le resucitase, que le faría forro. Levantose luego el muerto viéndolo todos, la
dueña conplió913 todo lo que aprometió.914
Bien avía XVII915 años que era un omne enfermo e ciego, e deseava venir a estas
reliquias de santo Domingo a vegitarlassic. E provando si se podría levantar del lecho,
sentió en sí grant virtud e fortaleza. E adesora, que en poco andar, tanto más se
esforçava en el cuerpo, e se le alunbravan los ojos; e cada día andava más fasta que vino
a las reliquias de santo Domingo. E luego recibió sanidat del cuerpo e de los ojos.
En Cecilia, en una cibdat que dezían Angusta, queriendo fender una muger que
avía piedra, e su madre acomendola a Dios e a santo Domingo por razón deste peligro.
E en la noche916 que se seía dormiendo la niña, púsole en su mano la piedra, e
despertando, la niña fallose sana. E dio la piedra a su madre, e díxole quanto viera; e la
madre levó la piedra a casa de los fraires, e colgáronla delante la imagen, en
remenbrança de tan grant miraglo.
En tierra de Cecilia, en otra cibdat que dezían Pa[f. 165b]lacia, una muger pobre
avía un fijo que era enfermo de lanparones, e agraviávanle mucho, e non podía fallar
para esto ningunt remedio. E fizo voto a Dios e santo Domingo, que si sanase, que le
daría para labrar en la iglesia de los fraires, que fazían entonce. E en la noche adelante,
apareciole uno commo fraire, e díxole:
– O, buena muger, ¿conocedes estas cosas: el verde, e la pez, e el xugo del
puerro?
E dixo ella:
– Conózcolas.
E dixo él:
– Ve e méscalassic en uno con el xugo del puerro; e ponlo sobre el algodón, e
ponlo al cuello de tu fijo; e luego será sano.
E despertando, fízolo así. E luego fue sano. E conplió lo que la madre
prometiera.
En la cibdat de Angusta, en la fiesta de la trasladación de santo Domingo, unas
buenas mugeres oyeron sus misas en casa de los fraires. E vieron una buena muger que

913
Esta palabra se repite en el incunable.
914
Con este milagro termina la versión del ms. h-I-14, no sin antes añadir: “E por este santo Domingo
fiço Dios muchos miraglos que serían luengos de contar” (f. CCXIIIc- CCXIIId). Los milagros que a
continuación se narran en el incunable se corresponden con los siguientes de la Legenda aurea: 313; 324-
327; 328-335; 338-342; 364-384.
915
LA (313): “XVIII”.
916
LA (325): “Sequenti ergo nocte”.

495
estava a su puerta, filando; e començaron a reprehenderla en buena manera, por qué
labrava en tal fiesta commo ésta. E respondioles ella con gran saña, deziendo: “Las que
sois amigas de los fraires predicadores, guardat la fiesta de santo Domingo”. E luego le
fincharon los ojos con grant comezón, mano a mano, començaron a salir gujanos dellos,
en manera que una su vezina le sacó de los veinte e quatro917 gujanos. E pensó luego,
vino a la iglesia [f. 165c] de los fraires, e confesó sus pecados. E fizo voto que nunca
diría mal de aquí adelante de santo Domingo, e que onraría las sus fiestas. E luego fue
sana.
Cuenta maestro Alexandre que un escolar, estando en Bolonia, diose a muchas
vanidades del mundo. E vio una tal visión: que le semejava que estava en un grant
canpo, e que venía sobre él grand tenpestad. E vino a una casa, e fallándola cerrada,
llamó a la puerta, e demandava que le recibiesen dentro. Una huéspeda que estava aí,
respondiole: “Yo soy la justicia que moro aquí, e aquí es la mi casa; e por ende, porque
en ti no ay justicia, no puedes aquí morar”. Él oyéndolo, partiose dende llorando mucho.
E vio otra casa adelante, e fuese para allá e llamó a la puerta, e demandava que le
recebiesen; mas la huéspeda que estava dentro, respondió: “Yo soy la verdat que moro
aquí, esta es la mi casa, e no te recebiré acá; que la verdat non libra sino aquel que la
llama”. Enpartiose dende, e fuese a[d]elante a la tercera casa. E rogava que le
recebiesen dentro, por razón de la tenpestad, e la huéspeda respondiole: “Yo soy la paz
que moro aquí. Mas la paz no es con los malos; mas mora con los omnes de buena
voluntadatsic. Enpero, que yo sienpre quiero paz, e non mal, dote por buen consejo:
allende mí mora mi herma[f. 165d]na, que sienpre acorre a los mezquinos. Vete para
allá e faz lo que te madaresic”. E fuese para allá e llamó a la puerta, e dixo la huéspeda
que estava dentro: “Yo soy la misericordia que moro aquí, onde si quisieres guarecer
desta tenpestad que tú veis, vete a casa de los fraires perdicadoressic que moran en
Volonia. E fallarás establo de ciencia, e pesebre de la escriptura, e el asno de la
sinplicidat con el buey muy entendido; a santa María, que le alunbró; e a Jhesu Christo,
que te salvará”. E despertando este escolar, vino a la casa de los fraires, e contoles la
visión así commo acaesciera. E demandó el ábito de la orden, e recibiole.

917
LA (341): “XVIII”.

496
[XCIII]
Título XCII. De la Trasfiguración de nuestro Señor en el monte Tabor e cómmo mostró
su claridat a Helías e a Enoch*

En tal día fazemos fiesta de la Trasfiguración de Jhesu Christo, que mostró su claridat
en el monte Tabor a sant Pedro, e a sant Juan e a Santiago. E la cara era commo el sol, e
la su vestidura commo la nieve; e fablando dende, apareció aí con él Moisés e Helías.
E muy pacífico, entendemos que el día del juzio será mi Señor Jhesu Christo
muy pacífico. E dirá a los buenos: “Venid venditos del mi Padre, e recebid el reino que
vos [f. 166a] está apresto del comienço del mundo”.
E por Helías, que fue omne fuerte, entendemos que Jhesu Christo será fuerte a
los malos, que dirá: “¡Id malditos en el fuego perdurable del infierno!”.
E ellos estando allí, dixo sant Pedro a Jhesu Christo: “Señor, bueno nos es
estemos aquí, e fagamos aquí tres moradores: para ti uno, e para Helías uno, e para
Moisén uno.” E diziendo esto, vino una nube del cielo que los cobrió todos. E oyeron
una boz del cielo, que dixo: “Aqueste es el mi Fijo que yo mucho amo”. E oyendo esta
boz, cayeron en tierra amortecidos. E Jhesu Christo levantose, e llegose a ellos, e
díxoles: “Non digades a ninguno esta visión fasta que yo sea resucitado de muerte”.

[XCIV]
[Sante Yusto e Sante Pastor]*

En este día fueron martirizados dos amigos de Dios, sante Yusto e sante Pastor.
Que Daciano, que era príncipe, pasava por una cibdat, que dezían Conplutezia; e fazía
mucho mal a los christianos.
Estos dos paráronse ante el jues, para dezirle algunas cosas, para que le
convertiesen las gentes que traía. E mandolos luego descabeçar en un canpo.
E los christianos que allí eran, ascondidamente soterraron los cuerpos, e fezieron
iglesias sobre ellos. E las sus ánimas son en Paraíso.

*
Lectura ajena a Vorágine, vid. el subapartado 3.2.4 del estudio introductorio.
*
No existe numeración ni título que separe esta narración de la anterior. La denominación de estos santos
la tomo del incunable. Se trata también de una lectura ajena a Vorágine, vid. el subapartado 3.2.4.

497
[XCV]
[Sant Sisto]918

Otrosí este día fueron martirizados sant Sisto, papa, e otros dos diáconos, Felecísimo e
Gapite. E prendiolos Decio, el enperador, [f. 166b] e Valeriano, que era su merino; e
mandoles presentar ante sí. E dixo el enperador a sant Sisto papa:
– Si quisieres bevir tú e tus clérigos, sacrifica a los dioses.
Dixo sant Sisto:
– Yo e ellos sacrificaremos a Dios poderoso.
Entonce mandó el enperador que le levasen al tenplo do estavan los ídolos, e si
non los quisiese adorar, que les descabeçasen. E levándole preso por la calle, sant
Lorente, que era arcidiano, començó a dezir:
– ¡O padre, dó irás sin mí que só tu fijo! ¡Que tú nunca solías sacrificar sin mí,
que só tu menistro, e yo iría contigo de buenamente a ese martirio!
Dixo el papa Sisto:
– Fijo, non te dexo, nin te desanparo; mas mayores tormentos recebirás que non
yo por amor de Jhesu Christo fasta tercero día. Mas toma las mis riquezas, e los mis
tesoros, e dalos a los pobres.
E él fízolo así.
E después que él conplió su mandamiento, mandó el adelantado que levasen a
Sisto para el tenplo de Mares; e si non quisiese adorar, que le descabeçasen. E
levándole, llamava sant Llorente: “¡Padre, non me desmanpares!”.
E sant Sisto faziendo su oración contra el tenplo que le destruyese Dios, todos
los christianos respondieron: “Amén”. E el tenplo fue luego en tierra.
El enperador airado mandó luego descabeçar a sant Sisto, e Felicísimo, e
Agapito e quatro diáchonos con ellos. Ento[f. 166c]cesic los clérigos venieron de noche,
e soterraron los sus cuerpos en Roma. E las sus ánimas son en Paraíso.
Este sant Sisto fue nacido en Atenas. E fue papa en Roma quatro años e seis
meses e veinte e quatro días.

918
No existe numeración ni título que separe esta narración de la anterior.

498
[XCVI]
Título XCIII. De la vida de sant Donato

[...]919
Santo Donato fue criado e enseñado con Juliano, enperador. Enpero, entonce este
Juliano primero fue diácono; mas fecho enperador, mató al padre e la madre de sant
Donato. E fuyó sant Donato a la cibdat de Apentina, e fincó aí con Ilario, el monge. E
fizo aí muchos miraglos.
Ca el adelantado de la cibdat avía un fijo demoniado, e tráxole a sant Donato. E
el diablo començó a llamar, e dezir: “Dígote, en nonbre de Jhesu Christo, que non me
quieras fazer pesar que salga de mi casa. ¡A, Donato!, ¿por qué me fazes salir con
tormentos?”. E orando sant Donato, luego fue sano.
Un omne, que dezían Anastasio, cogedor de los pechos, dexó todos los dineros
en guarda de su muger, que dizían Enfratia.920 E él fuyó de sus enemigos, e destroyendo
la provincia, non podía fallar los dineros. E ya levavan a su fijo a matar; e fuese para
sant Donato, e sant Donato fue con él, [f. 166d] al sepulcro de su muger que era ya
muerta. E fizo oración, e dixo a Enfrandisia a vozes:
– ¡Mando, por Esprítu Sancto, que nos digas dó posiste los dineros!
E oyeron una voz del sepulcro, que les dixo:
– A la entrada de mi casa los fallaréis, que allí los escondí.
E fueron, e fallaronlos aí.
E a cabo de tres días, morió el obispo de la ciudat. E toda clerezía escogieron a
Donato por obispo. Un día, cantando él misa, e el pueblo comulgando; e el diácono
dándoles la sangre de nuestro Señor Jhesu Christo, venieron los paganos adesora;
enpuxaron al diácono, e cayó él diácono en tierra, e quebró el cálice que era de christal.
E por ende, él e todo el pueblo fueron muy tristes. Sant Donato cogió todos los pedaços
del cálice, e con su oración, fízole tal commo de primero. El diablo ascondió una parte
del cálice, e fallecía en él. E ésta conplía mucho para afirmar el miraglo; e los paganos,
viendo este miraglo, convertiéronse a la fe. E fueron LXXX los que se batearon.
Una fuente era así enponçoñada que quantos bevían della, tantos morían. E fuese
allá sant Donato, cavallero en su asno, porque por su oración sanase esta agua. E salió
dende un dragón, muy espantable, envolviendo los pies del asno con su cola. Levantose

919
Igual que en el ms. h-I-14, falta la etimología del nombre (LA: 1-5).
920
LA (13): “Euphrosine”. Ms. h-I-14: “Frondigia” (f. CCXIIIIb).

499
luego contra santo Donato, feriole con un açote, [f. 167a] e escopiole en la voca. E
luego le mató, e echó el venino de la fuente. E rogó a Dios, e fizo aí otra fuente en otro
lugar, por su oración.
Siendo la fija del enperador, Teodosia, demoniada, traxiéronla a sant Donato, e
díxole:
– ¡Diablo, sal della e no quieras morar en la fechura de Dios!
Dixo el diablo:
– Dame pasada por do vaya.
Díxole Donato:
– Tórnate al lugar do veniste.
Dixo el diablo que del infierno venía. Dixo Donato:
– Tórnate allá.
Dixo el diablo.
– Veo la señal de la cruz en ti, de que sale muy grant fuego contra mí. Miedo é,
non sé dó me vaya; mas dame lugar por do vaya, e irme he.
Dixo Donato:
– Eva que te do pasada, ¡tórnate a tu lugar!
E engrameando toda la casa, salió.
E levando un omne a enterrar, vino uno con una carta partida por abc; deziendo
que le devía docientos sueldos, non le dexava enterrar en ninguna manera. E su muger
biuda, mostrolo a sant Donato con muchas lágrimas, deziendo que aquel omne recebiera
todos aquellos dineros. Levantose, e fuese al lugar do yazía. E tocó la mano del muerto,
e díxole:
– ¡Oíme!
Respondiole:
– Yo só.
Díxole Donato:
– Levántate e vee, que as de fazer con este omne que non te dexa enterrar.
Levantose e venciole ante todos, provándole que le avía dado todos sus [f. 167b]
dineros. E tomó la carta e ronpiola. Dende, dixo a sant Donato:
– Padre, mándame dormir otra vegada.
Díxole:
– Fijo, vete de oy más para tu folgura.

500
En aquel tienpo estubo tres años que non llovía, e avía grant sequedat en la
tierra. E venieron los g[en]tiles a Teodosio, el enperador, demandaron que les diese a
sant Donato. E salió fuera, e rogó a Dios, e llovió muy conplidamente; e todos se
mojaron, e él solo tornó enxutas las vestiduras.
En aquel tienpo los godos destruyeron toda tierra de Italia, e muchos dexaron la
fe. E reprehendiendo sant Donato e sant Ilario, porque se desanparavan la fe de Jhesu
Christo, el adelantado, Encleciano, prendiolos. E mandó que sacrificasen a Júpiter, e si
non lo quisiesen fazer, açotar a sant Ilario, despojado, atán grant tienpo fasta que le salió
el alma. E a sant Donato púsole en la cárcel, e mandole degollar.

[XCVII]
Título XCIIII. De sancto Ciriaco

Sancto Ciriaco fue ordenado en diáchono de Marcelo papa. E prendiéronle después, e


leváronle a Maximiano. E mandáronle que tomase tierra con sus conpañeros, e que la
levase en sus onbros, al lugar do labrava. Entre éstas era sant Satirnín, muy viejo; e a[f.
167c]yudávanle Ciriaco e Cisino a levar. En cabo, puesto Ciriaco en la cárcel, mandó el
adelantado que le levasen ante él. E levándolo a Proviano, vino una boz del cielo, que
dixo: “Venid los venditos del mi Padre”.921 Entonce creyó Proviano, e fízose baptizar. E
vino al adelantado confesando la fe de Jhesu Christo. Dixo él:
[– Tú Prinio, ¿eres christiano?
E él dixo que sí. E luego començó a dar boces, e decir:]922
– ¡Ay, mezquino, que perdí los mis dioses!
Respondió el adelantado:
– En verdat agora pierdes los tus dioses.
E mandole degollar.
E sant Sadornín e Sesino, porque non querían sacrificar a los dioses, mandolos
primeramente açotar, e después degollar.
La fija de Diocleciano, que dezían Artemia, era demoniada. E el diablo dava
vozes en ella, deziendo:
– ¡No saliré de aquí si non biene Ciriano!

921
Mateo (25, 34).
922
LA (7-8): “Cui prefectus: Numquid tu christianus factus es? Qui respondit: Ve mihi, quia perdidi dies
meos!”. Corrijo a partir del ms. h-I-14 (f. CCXVb).

501
E veniendo Ciriano, mandole que saliese de allí. Dixo el diablo:
– Si quisieres que salga de aquí, dame adó entre.
Respondió Ciriano:
– Eva aquí el mi cuerpo, si podieres entrar en él.
Dixo el diablo:
– Non puedo yo entrar en el tu cuerpo, ca todo está en derredor cercado depsic
cruces; mas si me echas de aquí, sepas que te faré ir a Bavilonia.
E salió dende por fuerça, e llamó Artemia, deziendo que viera a Jhesu Christo, el
que predicava Ciriaco. E bautizola Ciriaco, plaziendo a su padre, Diocleciano; e a su
madre, Senue.
E beviendo seguro en su casa que le dieron ellos, vino un mensajero del rey [f.
167d] de Persia, rogando a Diocliciano que le enbiase a Ciriaco, ca avía una fija
demoniada. Él rogole, e diole una nave, e todas las cosas que avía menester.
E Ciriaco vino muy alegremente a Bavilonia, con Largo e Marado. E luego que
vio a la niña, començó el diablo a llamar por su voca, e dezir:
– Ciriaco, ¿cansado eres?
Respondiole Ciriaco:
– Non só cansado; mas ove el ayuda de Dios por todos los lugares.
Dixo el diablo:
– Enpero tráxete yo a do quise.
Díxole Ciriaco:
– ¡Mándate Jhesu Christo que salgas della!
Salió luego della, e dixo:
– ¡O, que nonbre tan espantable, que aunque me pese, me faze salir!
E así bauptizó la niña sana, con padre, e madre e con otros muchos; dándole
muchos dones, mas non los quiso recebir. E ayunó quarenta días en pan e agua, e
después tornose a Roma.
E a cabo de dos años murió Diocleciano, e fecieron enperador a Maximiano; e
pesándole de su hermana, Artemia, prendió a Ciriaco. E mandole despojar, e atar en
cadenas e traerle ante el su coro. E man[d]ó a Caprasio, el vicario, que le feziese
sacrificar con sus conpañeros; si non, que les diese muchos tormentos, e así moriesen.
Echósele la pez regalada sobre la cabeça, e aspole; en cabo, fízole degollar a él [e] a sus
conpañeros.

502
E Capracio, ganando la casa de sant Ciriaco, comiendo e bevien[f. 168a]do con
diez e nueve conpañeros, adesora morieron todos. E desde entonce, los gentiles
cerráronle, e temían923 los christianos, e onrávanlos.

[XCVIII]
Título XCV. De la vida de sant Llorente e sus miragloossic

[...]924
Sant Llorente mártir e diácono fue de España, e sant Sisto, papa, levole consigo a Roma.
Ca segunt dize Juan Bolech,925 sant Sisto vino a España, e falló dos mancebos, a
Llorente e a Vicencio su cormano, muy onestos, en costunbres muy buenas, e en sus926
fechos, e levolos consigo a Roma. E sant Llorente quedó en Roma con él, e sant
Bicente, su cormano, tornose a España, e allí acabó su vida gloriosa, por martirio. E
sant Sisto fizo a sant Llorente su diácono.
En aquel tienpo, Felipo, el enperador, e su fijo, que le dezían así, convertiéronse
a la fe de Jhesu Christo. E siendo christianos, cuidavan onrar mucho la iglesia. Felipo,
el enperador, avía un cavallero, que dezían Decio, muy fuerte en armas e muy fermoso
en lidiar. En aquel tienpo alçose Francia contra el enperador, e enbió a Decio contra
ellos, porque trixesesic a Francia, la rebelde, al señorío de los romanos. E fizo Decio
quanto nunca ovo de fazer, muy bien e conplidamente. E benció los enemigos, [f. 168b]
así commo él quiso, e tornose a Roma. E sabiendo el enperador que venía, saliole a
recebir una jornada muy onradamente; mas las voluntades de los malos, quanto más se
veinsic onrados, tanto más son sobervios. Éste, oviendo en sí gran sobervia, començó a
cobdiciar el inperio, e pensar cómo mataría a su señor.
El enperador folgando en su lecho, en su tienda, entró Decio en ascondido, e
degolló él a su señor, que dormía. E ayuntó así la conpaña que venía con el enperador, e
con ruego, e con precio, e con joyas e con promesas, fuese para Roma muy apresurado.
E oyendo esto Felipo, su fijo, ovo grant miedo, e acomendó todo su tesoro, e de su
padre, a sant Sisto e sant Llorencio; que si por ventnrasic lo matase Decio, ellos que lo
diesen a las iglesias, e a los pobres. E dende fuyó Felipo, e ascondiose de ante Decio.

923
En el incunable: “tenían”. LA (41): “timere”. Ms. h-I-14: “temían” (f. CCXVb).
924
Igual que en el ms. h-I-14, falta la etimología del nombre (LA: 1-11).
925
Suma de ecclesiasticis officiis (145).
926
En el incnable: “sns”.

503
E los senadores saliéronle a recebir a Decio, e fezieronle enperador. E porque no
semejase que non matara a su señor a traición, e por de los ídolos, enpeçó a perseguir a
los christianos muy cruelmente. E mandava que los matasen e non oviesen misericordia
dellos. En esta persecución, fezieron muchos millares de mártires, entre los quales fue
Felipo, el menor, coronado por martirio. Después desto, fezieron pesquisa del tesoro de
su señor, e diéronle a sant Sisto, a[f. 168c]sí commo aquel que creía en Jhesu Christo e
avía los tesoros del enperador. Entonce Decio mandole meter en la cárcel, e que le
diesen muchos tormentos fasta que negase a Jhesu Christo, e que descobriese los
tesoros. E iva sant Llorente enpos dél, deziendo:
– Padre, ¿adó vas sin tu fijo? E tú, que eres sacerdote, ¿dó vas sin tu ministro?
Ca tú nunca solías fazer sacreficiosic sin mí, ¿fallaste en mí qué te pesase o me provaste
que no era tal commo devía? Enpero prueva si escogiste buen ministro, a quién
acomendaste la sangre de Jhesu Christo, que fuese su mayordomo.
Díxole sant Sisto:
– Fijo, no te desanpararé nin te dexo; mas tú deves sofrir mayores penas por la fe
de Jhesu Christo. E nós, porque somos más viejos, avemos de sofrir menores penas. E
tú, que eres mancebo, vencerás a este falso con tu grant gloria. E después de tres días
me seguirás, así commo el diácono al sacerdote.
E dexole todos los tesoros, e mandó que los diese a los pobres e a las iglesias. E
sant Llorente buscó bien afincadamente los christianos de noche,927 e dava a cada uno
todo lo que avía menester. E vino a casa de una buena dueña biuda, que tenía muchos
christianos ascondidos en su casa. E avía gran dolor en la cabeça, e sanola sant Llorente.
E lavando los pies de los pobres, dava a todos su limos[f. 168d]na. E vino esa noche a
casa de un christiano, e fallole muy ciego. E fizo la señal de la cruz, alunbrolo.
E non queriendo sant Sisto creer a Decio, nin sacrificar a los dioses, mandole
degollar. Sant Llorente, yendo en pos dél, llamando: “¡Padre santo, non me quieras
desanparar, que ya despendí todos los tesoros que me diste!”. Entonce los cavalleros, de
que dixo tesoros, prendieron a sant Llorente. E dixéronlo a Patremio, que era señor de
los cavalleros. E él en presentole a Decio César, e díxole Decio: “¿Dó los tesoros de la
iglesia? Que sabemos que tú los oviste ascondidos”. E non le respondió. E mandole dar
a Valerio, el alcalde: “O que dé los tesoros, o que faga sacrificio a los ídolos o que le
faga morir, con tormentos e penas”. E Valeriano diole a otro alcalde, que le dezían

927
LA (50): “die ac nocte”. Ms. h-I-14: “de noche e de día” (f. CCXVIIa).

504
Ipólito, que le guardase. E metiolo en la cárcel con otros muchos. Estava aí un gentil
encarcelado, que dezían Lucilo, que perdiera la lunbre de los ojos, llorando; e
prometiole sant Llorente sanidat, si creyese en Jhesu Christo e si se baptizase. Él
demandó aprisa el baputismosic, e tomando el agua, sant Llorencio dixo: “To[d]os los
pecados se lavan en la confesión”. E preguntole, con grant devoción, los artículos de la
fe, e dixo él que todo lo creía. E esparzió el agua sobrasic la su cabeça, e baptizole en el
nonbre del Padre, e del Fijo e del Spíritu Sancto, e lue[f. 169a]go fue alunbrado. E por
ende, venían a él muchos ciegos, e alunbrávalos a todos.
Viéndolo Ipólito, dixo:
– Muéstrame los tesoros.
Dixo sant Llorente:
– Ipólito, si tú creis en Jhesu Christo, mostrarte he los tesoros, e prométote vida
que sienpre ha de durar.
Dixo Ipólito:
– Si lo que dizes provares por fecho, faré quanto mandares.
E creyó luego Ipólito, e baptiçose él e toda su conpaña.
Luego que fue baptizado, vio las almas de los justos gozarse. E después mandó
Valeriano a Ipólito que le aduxese a sant Llorente. Dixo sant Llorente: “Vayamos amos
en uno, que la gloria está aparejada a mí e a ti”. Venieron amos al adelantado, e
demandole otra vegada los tesoros. Sant Llorente demandó espacio de tres días, e
otorgógelo Valeriano, siendo Ipólito fiador. En estos tres días allegó sant Llorente
pobres, coxos e ciegos, e presentolos todos a Decio, en el palacio de Salustino,
deziendo:
– Evad aquí los tesoros que sienpre han de durar, e nunca han de menguar; mas
sienpre crecen, e son sienpre fallados. E las manos déstos lievan los tesoros al cielo.
Dixo Valeriano, estando Decio delante:
– ¿Qué andas desvariando por muchas cosas? ¡Sacrifica a los dioses, e déxate de
tus encantamentos!
Díxole sant Llorente:
– ¿A quién devemos adorar: aquel que es fecho o [f. 169b] [a]quel que es
fazedor?

505
Encesic, mandó Decio açotarle con vendas de cavallo, e traerle ante él todas las
maneras de penas e de tormentos.928 E mandole que sacrificase a los dioses e a los
ídolos, e non sofriese estos tormentos. Respondió sant Llorente, e dixo:
– Desaventurado yo, sienpre deseé estos manjares.
Dixo Decio:
– Si estos son tus manjares, descubre e demuestra tus encantamentos que a ti
semejan, porque todos comades en uno.
Dixo sant Llorente:
– Ya sus nonbres en el cielo son, a ti non conbiene de verlos.
Entonce mandole desnudar, e fostigarle mucho. E posieron a los costados fojas
de fierro ardientes, dixo sant Llorente:
– Señor Jhesu Christo, Tú eres Dios verdadero, ave merced de mí, tu siervo; que
maguer que me provaron, nunca te negesic; e pregúntame, sienpre te confesé.
Díxole Decio:
– Bien sé que farás escarnio de los tormentos; enpero, a mí non me podrás
engañar. E fago testigos de los dioses e de las diosas, que si non sacrificas a los dioses,
sofrirás penas e muchos tormentos.
Entonce mandolo açotar con pértigas de fierro e plomo, muy cruelmente.
E sant Llorente rogava a Dios, deziendo:
– Señor Jhesu Christo, recive la mi ánima.
Entonce oyólo Decio, e con grant saña, dixo:
– Romanos, oístes cómmo los diablos consuelan a este falso que no quiere crersic
los [f. 169c] dioses; nin á miedo de los tormentos, ni á pavor de los príncipes sañudos.
E mandole açotar otra vegada, commo de primero.
Sant Llorente, reyéndose, dio gracias a Dios, e rogó por los que aí estavan. En
esa ora creyó un cavallero, que dezían Romano, e dixo a sant Llorente:
– Beo estar ante ti un mancebo muy fermoso, e alinpiar los tus mienbros con una
sávana de lino. Por ende, conjúrote por Dios que non me desanpares; mas aprisa me ven
a baptizar.
Dixo Decio a Valeriano:
– Ya somos vencidos por sus encantamentossic déste.

928
LA (88): “Iratus Decius iussit eum scorpionibus cedi et omne genus tormentorum ante ipsum afferri”.
Ms. h-I-14: “Decio mandole açotar con riendas de cavallo” (f. CCXVIId).

506
E mandole soltar donde estava atado, e ponerle en guarda de Ipólito. Traxo
Romano un orço de agua, e echose a los pies de sant Llorente, e tomó baptismo dél.
Sópolo Decio, e mandole castigar a Romano; e díxole él que era christiano, e
degolláronle, por mandado de Decio. E llorando Ipólito, dezía que era christiano, díxole
sant Llorente: “Ten a Jhesu Christo en tu ánima, e quando yo te llamare oy, e ven”. E
trixeron ante Decio todas las maneras de tormentos, dixo Decio César a sant Llorente:
– O sacrificarás a los dioses o toda esta noche despenderemos en tus tormentos.
Dixo sant Llorente:
– La mi noche no es escura; mas todas las mis cosas son claras en luz.
Dixo Decio:
– ¡Trayan un lecho de fierro!, porque Llorente, que menosprecia a los dioses, [f.
169d] fuelgue en él.
E los ministros despojaron a sant Llorente, e estendieron sobre aquella parrilla
de fierro, e posieron brasas de yuso. E dixo sant Llorente a Valeriano:
– ¡Mezquino!, aprende que los tus carvones me son a mí refriserio, e a ti darán
tormentos que sienpre duren. Al mi Señor, maguer que me acusaron, nunca le negué; e
preguntándome, sienpre le confesase; asáronme por su amor e agradecígelo.
E dixo muy alegre a Decio:
– ¡Evate mezquino, asaste la una parte, tómala e cómela! ¡E gradéscolo a Dios,
porque merecí entrar en el su reino!
E así le salió el alma.
E Decio fue después confondido, e andava con Valeriano en el palacio de
Tiberio, e el cuerpo dexando sobre el fuego. E Ipólito tomole de mañana, e enterrole
enbuelto en muchas especias en el canpo de Veronco, con Justino, el sacerdote. E los
christianos ayunaron tres días, e feziéronle sus vegilias, e lloráronle mucho.
[...]929
930
Cuenta sant Gerónimo931 que fue una monja en Sabina, que era muy casta,
mas era parlera. E siendo enterrada en la iglesia de sant Llorente, ante el su altar, los
diablos serrávanla por medio. E dexáronla una parte sin lisión, e la otra parte
quemáronla, en manera que parecía quemada.

929
Igual que en el ms. h-I-14, falta el segmento textual (LA: 138-155).
930
Este milagro no se encuentra en el ms. h-I-14 (LA: 156-157).
931
LA (156): “Referet Gregorius”. Dialogi de vita et miraculis patrum Italicorum (IV, 53), de Gregorio I.

507
Dize sant Gerónimo, obispo de Ocoas,932 que un capellán, aderezando la iglesia
de sant Llorente, una vegada933 era peque[f. 170a]ña. E rogó a sant Llorente que, él que
mantoviera a los pobres, que le ayudase en esta mengua. E así creció adesora, que una
parte pequeña fue de más, e tajola muy menuda; sanó después con ella muchas
enfermedades.
Un capellán, que dezían Celso, queriendo adovar una iglesia de sant Llorente,
que quemaron los lonbardos, alquiló muchos maestros; e una vegada, non tenía cosa que
les poner adelante que comiesen. Fecha su oración a Dios, vio un pan muy blanco; mas
pareciole que malabés podría fartar tres personas a un yantar. Sant Llorente, non
conpliendo que faleciesensic sus maestros en tal manera, fizo acrecentar aquel pan que
bastó a todos los maestros por dies días, comiendo dél cada día quanto querían.
En Milán, en la iglesia de sant Llorente, avía un cálice de cristal muy fermoso. E
trayéndole una fiesta el diácono al altar,934 cayósele de las manos en tierra, e quebrole
todo. E llorando el diácono, cogió todos los pedaços, e púsolos sobre el altar de sant
Llorente; luego falló el cálice sano e entero.
935
Leemos en los Santos miraglos de santa María, que era un alcalde en Roma,
que dezían Estevan, que tomava de grado dones e dava falsos juizios.936 E éste tomó tres
cosas de sant Llorente, e un huerto de sant Inés, e mantóvola[s] sin justicia. E acaesció
que morió, e traxi[f. 170b]éronle ante el juizio de Dios. E mirándole sant Llorente,
allegose a él muy sañudo, e apretole muy duramente el braço tres vezes, e fízole mucho
dolor. E santa Inés, e otras vírgenes, non le querían catar; mas antes le tornavan las
caras. Entonce el juez dio sobre él su sentencia, dixo que, porque forçara lo ageno, e
tomando dones, vendió la verdad: “Pónganle en el lugar de Judas, el traidor”. E luego él
tornose a sant Llorente e a santa Inés, demandava perdón. Rogando santa María que él,
que tornase el alma al cuerpo, porque fiziese treinta días penitencia. E mandole santa
María que en su vida dixiese cada día el salmo de: “Beati inmaculatisic”.937 E tornándose
al cuerpo, el braço era cárdeno e quemado, así commo si lo oviera bivo. E en quanto
bivió, ovo esta señal. E dio lo que tomó a sus dueños, e fizo penitencia. E a cabo de
treinta días fuese a Paraíso.
932
LA (158): “Gregorius quoque Turonensis”. Libri miraculorum (I, 41). Ms. h-I-14: “sant Gregorio
obispo de Creas” (f. CCXVIIId).
933
LA (158): “trabs”. Ms. h-I-14: “viga” (f. CCXVIIId).
934
LA (166): “in quadam sollempnitate ad altare a diacono portaretur”. Ms. h-I-14: “e tayéndolo un día el
sacristán para el altar” (ff. CCXVIIId-CCXIXa).
935
Los dos milagros siguientes no aparecen en el ms. h-I-14 (LA: 168-196).
936
Liber miraculorum (ms. 1794, f. 73v), de Bartolomeo Tridentino.
937
Salmos (118, 1).

508
Fallamos en la estoria de sant Eredito,938 enperador, que él e su muger,
Radegunda, guardavan virginidat. E procurando el diablo, ovo sospecha della con un
cavallero. E mandola que andoviese quinze leguas, los pies descalços sobre las tejas
ardientes. E soviendo sobre ellas, dixo:
– Señor, así commo tú veis que nunca ove que ver con él, así me ayudasic Tú.
Dixo una voz:
– La Virgen María te librará, porque tú eres virgen.
E por ende, [f. 170c] entubosic sobre los fierros calientes, e non le enpecieron. E
moriendo el enperador, pasava grant conpaña de los diablos ante la celda de un
hermitaño. E abrió la feniestra, e preguntó quién era él. Dixo el postrimero dellos:
“Somos VILL de LXVI diablos939 que imos a la muerte del enperador, por ventura
fallaremos algo de lo nuestro en él”. E conjurole el hermitaño que tornase por aí. E
quando tornaron, dixo que non aprovechara nada, que posieron los bienes e los males en
el peso. Sant Llorente, el quemado, traxo una olla de oro que pesava mucho: “E yo
quebranté la una asa della”. E llamava olla al cálice que feziera el enperador a onra de
sant Llorente para la iglesia suya; e avía dos sortijas porque le podiesen tomar, porque
era muy grande. E fallaron que moriera entonce el enperador.
Cuenta sant Gregorio940 quel papa que fuera ante quél codiciava mejorar algunas
cosas cerca del cuerpo de sant Llorente; mas non sabía dó era el su cuerpo, e abriose
adesora el lugar do yazía. E todos quantos aí eran, tanbién los monges, como los otros
que vieron el sepulcro, a cabo de diez días morieron todos.
[...]941

[XCIX]
Título XCVI. De santo Ipólito mártir

[...]942
Sant Ipólito, después que enterró el cuerpo de sant Llorente, vino a su casa. E dio paz a
quantos en su casa vía. E comulgaron todos con el cuerpo de Dios. E puesta la mesa

938
Liber miraculorum (ms. 1794, f. 99r), de Bartolomeo Tridentino.
939
LA (189): “Legio demonum sumus”.
940
Registrum epistularum (V, 30).
941
Igual que en el ms. h-I-14, falta un extenso segmento textual (LA: 198-312).
942
Igual que en el ms. h-I-14, falta la etimología del nombre (LA: 1-4).

509
ante que comiesen, venieron pieça de cavalleros, e tomáronlo, e leváronle al enperador.
E biendo el enperador Decio, sonrriose, e díxole:
– Fecho eres encantador e levaste el cuerpo de sant Llorente.
Dixo él al enperador:
– Esto fize yo no commo encantador, mas commo christiano.
Entonce Decio, mucho sañudo, mandole despojar de la vestidura que traía
commo christiano. E quebrantáronle la voca con piedras.
Dixo Ipólito:
– Non me despojaste; mas vestísteme más.
Díxole Decio:
– ¿Cómmo, eres loco que no has vergüença de cómmo estás desnudo? Por ende,
faz agora sacrificio, e no perescas así commo Llorente.
Díxole Ipólito:
– Yo só cavallero de Jhesu Christo.
Entonce Decio, muy sañudo, dixo a Valeriano, el adelantado, que le tomase
quanto en el mundo avía, e que le matase con tormentos e penas. E falló que toda su
conpaña era christiana. E trixéronlos todos ante él. E faziéndoles fuerça que
sacrificasen, respondió por todos santa Concordia, ama de Ipólito, deziendo:
– Más queremos morir con nuestra castidat que bevir aquí en suziedat.
Dixo Valeriano:
– Los que son siervos nunca se ven[f. 171a]cen, sinon con tormentos.
Entonce, estando presente Ipólito, e gozándose, mandola ferir grant tienpo con
correas de plomo, fasta que le salió el alma. Dixo Ipólito:
– Señor, gradézcotelo que enbiaste a mi ama ante los tus santos.
Dende Valeriano fízole levar a Ipólito, con toda su conpaña, fuera de la puerta,
que dezían Tiburcia. E Ipólito, catando a todos, dixo:
– Hermanos, no ayáis miedo, ca vosotros e yo un Señor avemos.
Mandó Valeriano a todos cortar las cabeças ante que la de Ipólito. E fizo ligar
los pies de Ipólito a los cuelossic de los cavallos bravos, e arrastrarle por los cardos, e
por las espinas grant tienpo, fasta que dio el alma a Dios.
E Justino, el capellán, tomó los sus cuerpos, e enterrolos cerca del cuerpo de sant
Llorente. E non pudo fallar el cuerpo de santa Concordia, ca le echaron en las cámaras.

510
Un cavallero, que dezían Porfirio, creyendo que santa Concordia avía en sus
vestiduras oro, e plata, e aljófar e piedras preciosas, díxole Justino:943 “Muéstrame el
lugar, e guardarte he poridat, e dezirte he lo que faré”. E cataron, e non fallaron nada. E
luego fuyó aquel cavallero. Uno, que dezían Irineto, llamó un christiano, que dezían
Heimando, e tuixeronsic este cuerpo a Justino. E tomole de noche, e enterrole cerca del
cuerpo de sant Ipólito [f. 171b] e de los otros. E oyendo Valeriano, tomó a Ireneto e al
otro, e mandó echar en las cámaras bivos. E Justino tomó estos cuerpos, e soterrolos con
los otros.944
Después desto sobió Decio con Valeriano por una torre dorada, e ivan al lugar
do solían ir los christianos. E tomó el diablo a Decio, e llamava a grandes vozes: “¡O
Ipólito, liévasme atado con cadenas de fuego!”. [E otrosí tomó otro diablo a Valeriano e
decía: “¡O Lloreinte, traesme ligado con cadenas de fuego!”].945 E luego adesora morió
Valeriano.
E tornándose946 Decio a casa, penava al diablo tres días, e dava bozes, deziendo:
“¡Conjúrote, Laurencio, que quedes un poco de me atormentar!”. E deziendo esto,
moriose. E viendo esto Crístoma, su muger, que era muy cruel, dexó quanto en el
mundo avía, e fuese para Justino, con su fija Cirila. E fízola que la batease, a ella e a
otros muchos.
E otro día, Crístoma, estando en oración, finose. E Justino enterró el cuerpo
cerca de sant Ipólito. E quarenta quatro947 cavalleros, oyendo que la reina e su fija eran
christianas, vinieron a Justino con sus mugeres, que los baptizase. E baptizolos Dionis
papa, que fue después de sant Sisto. E el enperador Claduyosic fizo degollar a Cirila,
porque non quiso sacrificar, e a los otros cavalleros.
948
Un villano, que dezían Pedro, uniendo sus bueyes e su carro, en la fiesta de
santa María Madalena, e yendo en pos dellos, maldeciéndo[f. 171c]los, vino un rayo del
cielo que quemó los bueys e el carro, porque esta maldición les diera. Fue muy
atormentado e quemole el fuego, en manera que, quemadas las carnes e los nervios de
las piernas, parecían los huesos, e toda la pierna fue descoyuntada. E él fuese para la
iglesia de santa María, e ascondió la pierna en un foraco de la iglesia. E rogó a santa

943
Ms. h-I-14: “E díxole a Yrerendo” (f. CCXIXd).
944
El incunable confunde nombres y omite parte de la narración de este milagro. El ms. h-I-14 (f.
CCXIXd), recoge de manera más comprensible lo que narra la Legenda aurea (33-39).
945
Corrijo a partir del ms. h-I-14 (f. CCXXa).
946
En el incunable: “tordánose”.
947
LA: (52): “XLVI”. Ms. h-I-14: “quarenta e seis” (f. CCXXa).
948
Este milagro no aparece en el ms. h-I-14 (LA: 63-75).

511
María que le guareciese, con lágrimas e con lloros. E una noche apareciole santa María
con sant Ipólito, e mandó a este Ipólito que sanase a Pedro. Tomó luego Ipólito la pierna
del forado, e púsola en su lugar; e a cabo de rato, sentió atan grant dolor, que a las sus
bozes despertaron quantos eran en casa. E levantose e acendió la lunbre, e fallaron que
avía Pedro dos piernas; mas pensando que eran engañados, cortáronle otra vegada la
misma pierna, e fallaron que eran sus piernas verdadera malabés. Demandáronle que de
dónde veniera esto; mas él pensando que fazía dél escarnio, paro mientes al fecho, e
maravillose. Mas no se podía la pierna nueva mover para sostener el cuerpo, ca era más
blanda que la vieja, e coxqueó un año, en señal de miraglo. E aparesciole santa María,
otra vegada, e dixo a sant Ipólito que le sanase enteramente. E despertando, fallose sano
[f. 171d] del todo, e metiose enparedado. E el diablo apareciole muchas vezes, en
semejança de muger desnuda, e echávase con él desnudo; e quanto más fuerte la
repoyava, tanto más se allegava a él, e penávale mucho. En cabo tomó la estola del
sacerdote, e echósela al cuello, e luego se partió dende el diablo. E quedó aí un cuerpo
muy fidiondo; e tan grande era el fedor que dél salía, que todos los que lo veían tenían
que aquel cuerpo fuese de alguna muger, que tomava semejança el diablo.949

[C]
Título XCVII. Cómmo nuestra Señora la Virgen María sobió a los cielos

Cómmo sobió Santa María al cielo. Fallamos un libro, que fizo sant Juan Evangelista,950
en que dize que los apóstoles fueron esparzidos por todo el mundo a pedrica[r]. E santa
María quedó en su casa, que era acerca del monte de Sión. E visitava con grant
devoción los lugares de Jhesu Christo: do ayunara, e baptizara, e tomara Pasión, e do
fuera enterrado, e do resucitara e do subiera a los cielos; esto fizo sienpre mientra bivió.
Enpero, dize que quando murió avía sesenta e dos años; e después de su muerte, bivió
doze años; e así bivió sesenta e dos años fasta que [f. 172a] subió a los cielos;951 e tanto
tienpo predicaron los apóstoles, en tierra de Judea e de Galilea.

949
LA (74-75): “Cui dyabolus in specie nude mulieris frequentissime apparebat et nudam ei se ingerens
quanto ille fortius resistebat tanto illa ei impudentius incumbebat. Cum ergo ad illa plurimum vexaretur,
tandem ille stolam sacerdotalem arripiens collum eius cinxit et mox dyabolo abscedente cadaver putridum
ibidem remansit tantusque fetor inde exhalavit ut nullus qui hoc vidit ambigeret quin corpus alicuius
mulieris fuisset quod dyabolus assumpsisset”.
950
Speculum Historiale (VII, 75-80), de Vicente de Beauvais.
951
LA (3-5): “Et, secundum quod ait Epiphanius, XXIV annis post ascensionem filii sui supervixit. Referet
ergo quod beata virgo quando Christum concepit erat annorum XIV et in XV ipsum peperit et mansit cum
eo aniis XXXIII et post mortem Christi supervixit annis XXIV et secundum hoc quando obiit erat annorum

512
Un día, estando encendido su coraçón en el deseo de su Fijo, moviósele toda la
voluntad. E començó de llorar muy fuertemente, que avía tan grant tienpo que non
oviera solaz de su Fijo. Estando ella ansí, vio al ángel con grant lunbre, e saludó la
madre de Dios con grant reverencia, deziendo:
– ¡Bendita, sálvete Dios!, recibe la bendición de Dios, tu Fijo. Évate aquí,
señora, este ramo de palma que te trayo de Paraíso. E fazerle as levar delante el tu lecho,
ea III días te salirá el ánima del cuerpo. El tu Fijo te espera así commo madre muy
onrada.
– E si es la tu gracia, ruégote me quieras dezir cómmo has nonbre; enpero esto te
ruego más afincado: que ante que muera que sean aquí juntados los apóstoles, mis fijos
e mis hermanos, que los vea antes que muera, e que me entierren ellos, e que estén ellos
aquí quando me saliere el alma. Otrosí te demando e te ruego, que quando la mi ánima
seliere del cuerpo, que non vea ningunt diablo que se me pare delante.
Dixo el ángel:
– Señora, ¿por qué deseas saber mi nonbre, que es maravilloso e grande? Évate
que todos los apóstoles serán aquí oy ayuntados, e farán muy honrad[a]s vigilias ante el
tu lecho, e estando ellos delante, te sali[f. 172b]rá el alma. Ca aquel que truxo adesora el
profeta de Judea a Bavilonia en un cavallo, puede traer a ti los apóstoles en un
momento. ¿E por qué has miedo al diablo, que tú le quebraste la[s] cadenas, e tolliste
todo su poderío? Enpero cúnplase la tu voluntat que no veas al diablo.
E esto dicho, subiose el ángel con grant claridat. E aquella palma avía en sí grant
claridat, e grant lunbre, e era ansí bien commo pértiga verde, mas las fojas avía claras,
commo el luzero.
Estando sant Juhan predicando en Éfeso, fizo un grant trueno adesora, e tomole
una nuve muy clara e blanca, e púsole ante la puerta de santa María. E llamó a la
puerta, e entró; e él, que era virgen, saludó a la Virgen con grant reverencia. E viéndola
bienaventurada, fízose maravillada mucho, e aviendo grant gozo, non pudo ser que non
llorase. E dixo a sant Juan:

LXXII. Probabilius tamen videtur quod alibi legitur, ut XII annis filio supervixerit et sic sexagenaria sit
assumpta”. Ms. h-I-14: “Enpero que dicen que quando ella murió que avía setenta e dos años; mas es
verdat lo que fallamos escripto en otro lugar, segunt cuenta Godofredo en el Pateón. Dice que visquió
santa María quatro años e medio después que Jhesu Christo murió. Ca el año que Él nació, cunplió ella
trece años que nasciera; e visquió con Jhesu Christo treinta e dos años e medio. E después de la Passión
de Jhesu Christo, visquió sancta María quatro años e medio. E así son por todos cinquanta años” (ff.
CCXXb-CXVIc).

513
– Acuérdate de las palabras de tu maestro, quando acomendó a ti que fueses mi
fijo. Évate que me llamó Dios de aqueste mundo, e he de morir, e acomiéndote mi
cuerpo que ayas cuidado dél. Ca los judíos ovieron oy su consejo, deziendo:
“Hermanos, esperemos quando morirá aquella que truxo a Jhesu Christo, e levaremos
luego el su cuerpo, e echarle hemos en el fuego, que se queme”. Por ende, farás levar
esta palma ante el le[f. 172c]cho quando leváredes el cuerpo a enterrar.
Dixo sant Juhan:
– Dios lo quisiese, que fuesen aquí todos los apóstoles, mis hermanos, porque
pudiésemos fazer las vigilias que les a ti pertenecen, e loarte así commo conviene.
E diziendo esto, tomaron las nuves a los apóstoles adonde predicavan, e
truxéronlos ante las puertas de santa María. E viéndose aí todos ayuntados,
maravilláronse, e dizían:
– ¿Qué razón es? ¿Por qué Dios nos ayuntó aquí a todos?
Salió a ellos sant Iohán, e díxoles en cómmo avía de morir sancta María, e
díxoles:
– Hermanos, parad mientes que non llore ninguno quando muriere, ni lo vea el
pueblo, porque non digan que tememos la muerte, predicando la resurreción.
E viendo santa María los apóstoles ayuntados ante sí,952 bendixo a Dios ý
estando en medio las lánparas encendidas. E cerca de la tercia ora de la noche vino
Jhesu Christo con las hórdenes de los ángeles, e con las conpañas de los patriarcas, e
con el puebbosic de los mártires, e con la hueste de los confesores, e con los coros de las
vírgenes; ordenávanse todos ante el lecho de la bienaventurada Virgen consolada santa
María. E cantavan todos muy dulcemente, e primero començava Jhesu Christo, e dezía:
– Veni, eletasic mea, et ponam in te tronumsic meunsic quia concupivitsic rexsic
spemesic tuam: Vente para mí, la mi escogida, e ponerte [f. 172d] he en la silla, ca te
amó mucho el Rey de la gloria.953
Dixo ella:
– Paratum, cor meum, deussic!: ¡Señor, aparejado es el mi coraçón!954
Entonce, quantos vinieron con Jhesu Christo, començaron a cantar dulcemente,
diziendo:

952
En el incunable: “sante y”.
953
El ms. h-I-14 no presenta las sentencias en latín, sólo su traducción.
954
Salmos (107, 2).

514
– Hec est que nescivit thorumsic in delictosic habebit fructum in respicionesic
animarum sanctarum: Aquesta es la que nunca pecó; e por ende, avrá fructo con la[s]
ánimas santas.955
Ella, cantando de sí misma, dezía:
– Beatam me dicent omnes generaciones, quia fecit michi magna qui potens est
et sanctum nomen eius: Todos los omes del mundo me dirán bienaventurada. Ca aquel
es poderoso, el su nonbre es santo, e fízome grandes cosas.956
Entonce, el cantor de los cantores, Jhesu Christo, començó más alto que todos,
diziendo:
– Veni de Libano, veni coronaveris: Ven la mi esposa, ven a recebir la corona de
la gloria.957
Respondió ella:
– Ece, veni quia scriptum est et esultavit spiritus meus in Deo salutari nuestrosic:
Aheme que vengo, que devo conplir la tu voluntad, e la mi alma se alegra muy mucho
contigo.958
E salió así la su alma del cuerpo, e boló en los braços del su Fijo. E así commo
nunca fue corronpida en la carne, así nunca sentió dolor quando morió. E dixo Jhesu
Christo a los dicípulos:
– Levad el cuerpo de la Virgen, mi madre, al valle de Josafat, e ponedle en un
monimento que fallarede[s] aí, e esperatme [f. 173a] tres días, fasta que venga a vós.
E luego le cercaron de las flores: de las rosas, que son la onra de los mártires; e
los lirios de los valles, que son las conpañas de los ángeles, e de los confesores e de las
vírgenes. E en pos de ellos ivan los apóstoles, diziendo:
– Virgo prudentisima, quo progrederis? Esto nostri memor, domina: ¿Dó vas,
Virgen muy sabia? Miénbrate de nos.
Entonce las conpañas de los ángeles, que fincaron en el cielo, maravillándose de
los cantares dellos, saliéronlos a recebir muy aprisa. E viendo al su Rey que traía el
alma de su madre en sus braços, e a ella sobarcada, maravilláronse mucho, e
començaron a dezir:
– Que est justa que ascendit de deserto deliciis afluenssic ennixasic super suum?:
¿Quién es ésta que viene del mundo, conplida de riquezas e sobarcada del su Fijo?959

955
Sabiduría (3, 13).
956
Lucas (1, 48-49).
957
Cantar de los cantares (4, 8).
958
Salmos (39, 8-9); Lucas (1, 47).

515
Dixeron los que ivan con Jhesu Christo:
– Ista est speciosa inter filias Iherusalem, sicut vidistis plenam caritate e
dileccionem. Quia in celunsic gaudessic suscipitur e adestris filii in trono glorie
collocatur: Esta fue la más fermosa que en el mundo nunca fue, e bien commo la vistes,
que era de grant amor. E así entra gozosa en el cielo, e see a la diestra parte del su Fijo,
en la gloria de Paraíso.
E los apóstoles vieron la su ánima, que era tan blanca que no ha lengua en el
mundo que [f. 173b] lo pudiese contar. E tres vírgenes que se acercaron ý en esa sazón,
querían lavar el su cuerpo, e tan grande era la claridat que della salía, que non la podían
tocar, nin la podían ver para lavarla; mas tanto estuvo aí esta claridad, fasta que las
vígenes lavaron el su cuerpo. E los apóstoles tomaron el cuerpo con grant onra, e
pusiéronlo en el lecho. Entonce dixo sant Johán a sant Pedro:
– Tú deves levar esta pluma ante el lecho, ca Dios te fizo nuestro príncipe, e
mayor e te hordenó pastor general de las sus ovejas.
Dixo sant Pedro a sant Johán:
– A ti conviene levarla, ca nuestro Señor te escogió por virgen. E por eso
conviene que tú, que eres virgen, lieves la palma de la Virgen. E tú, mi hermano,
mereciste más que todos, que dormiste en el regaço de Jhesu Christo, donde beviste
fuentes de sabiduría e de gracia, más que nosotros. E paresceme de derecho; pues
meresciste mayor don que nós, que onres a la Virgen. E por ende, tú la deves levar esta
palma de luz, e las obsequias de la santidat; que beviste más de la fuente de la claridat
que sienpre ha de durar. E yo levaré el cuerpo sancto con el lecho, e los otros apóstoles,
nuestros hermanos, estén enderredor.
Dixo luego sant Pablo:
– Yo que só el menor de quantos aquí son, ayudarte he a levar.
Alçando Pedro e Pablo el lecho, enpeçó [f. 173c] Pedro a cantar: “Jerusalén sale
de Egibto”, e todos los otros cantavan muy dulcemente. E Jhesu Christo cubrió el lecho
de una nuve, e los apóstoles, en manera que los non veía ninguno. E fueron los ángeles
cantando con los apóstoles, e finchían toda la tierra de sueno e de grant sabor. E
despertando todos atán dulce canto, salieron fuera de la cibdat, e preguntavan qué cosa
era esta. E entonce fue alguno, que dixo:
– ¡Los discípulos de Jhesu Christo que lievan a santa María muerta!

959
Cantar de los canteres (8, 5).

516
Entonce fueron todos muy aprisa a tomar armas, e esforçávanse los unos a los
otros, diziendo:
– ¡Venit, venit e matemos los discípulos, e quememos el cuerpo que truxo aquel
engañador!
Entendiendo esto el obispo, maravillose, e dixo con grant saña:
– Evadvos el tavernáculo de aquel que travó a nos, e a nuestro linaje, que gloria
recibe.
Deziendo esto, echó mano al tabernáculo, queriéndole derribar en tierra. Entonce
sacáronse las manos, e pegáronsele al lecho, en manera que estava colgado del lecho de
las manos. E sofría muy grant pena e aullava, llorando. E todo el pueblo que aí estava
fue luego ciego. El obispo començó a dar bozes a sant Pedro:
– ¡O Pedro, ayúdame en stasic tribulación, e pídote por merced que ruegues a
Dios por mí! Ca te deves acordar en cómmo yo te ayudé en al[f. 173d]gunt tienpo;
cómmo te escuse quando te acusava la manceba portera.
Díxole sant Pedro:
– Somos enbargados en las obsequias de nuestra Señora. E por ende, non
podemos agora parar mientes por la tu salud; enpero si creyeres en nuestro Señor Jhesu
Christo, e en aquesta que a él truxo, cierto só que luego serás conplidamente.
Él respondió:
– Creo que Jhesu Christo es Fijo de Dios verdadero, e esta es la su Madre santa.
E luego se despegaron las manos del lecho; enpero, que le fincó grant dolor en
los braços, e grant sequedad que se non partió dél. Díxole sant Pedro:
– Besa el lecho e di: “Creo verdaderamente en Jhesu Christo que ésta truxo en el
vientre e fincó virgen después que le parió”.
E fízolo él, e luego fue sano. Díxole sant Pedro:
– Toma esta palma de mano de sant Juan, nuestro hermano, e ponla sobre el
pueblo ciego. E quantos non quisieren crersic, nunca jamás podrán ver, e los que
quisieren creer, luego verán.
E así fue fecho.
E levaron los apóstoles a santa María, e posiéronla en el monimento, e
estovieron aí, así commo Jhesu Christo les mandó. E al tercero día, vino Jhesu Christo
con tan grant conpaña de ángeles, saludoles, diziendo:
– Dios vos dé paz.
Respondieron ellos, deziendo:

517
– Señor, gloria sea a ti, que Tú sólo eres el que fazes las cosas maravillosas.
Dixo nuestro Señor a los apóstoles:
– ¿Qué vos semeja, qué [f. 174a] onra puedo dar a mi madre?
Dixeron ellos:
– Señor, seméjanos a nós, tus siervos, que bien así commo tú eres en el cielo, en
tu cuerpo e en ánima; que así resucites el cuerpo de la tu madre, e que la pongas a la tu
diestra parte por sienpre jamás.
E otorgándolo él, vino luego sant Miguel ángel, e presentó al ánima de santa
María ante Dios. Entonce fabló el Salvador del mundo, diziendo:
– Levántate la mi madre, la mi paloma, tabernáculo de gloria, vaso de vida,
templo celestial; que bien así commo nunca sentiste manzilla de pecado, bien así non
tornarás polvo en el sepulcro.
E luego tornó el ánima al cuerpo de santa María, e salió glorioso del
monumento, e así subió al cielo, con grant conpaña de ángeles. E non siendo aí santo
Tomás, tornose, ca non lo creía que era muerta. E adesora, recibió la cinta de santa
María del cien que era ceñido el cuerpo de santa María. E las sus vestiduras quedaron
en el sepulcro, e de una parte dellas cuenta que acaeció un miraglo:
960
Cercando el duque de Lonbardía la cibdat de Carces, el obispo dende puso en
una lança la saya de santa María, en una manera de seña. E todo el pueblo seguíala e
ivan seguros con ella contra sus enemigos. E luego los enemigos fueron ciegos, e locos,
e estavan tremiendo todos e flacos de coraçón. E viéndolos [f. 174b] los de la cibdat,
añadieron más de lo que Dios fiziera, e mataron muchos dellos muy cruelmente. E cosa
provada es que pesó mucho santa María esto, porque luego desaparesció aquella saya. E
el pueblo ciego vio luego.
Fallamos en las visiones de santa Helisabet,961 que demientra que Helisabet fue
una vegada arrebatada en spíritu, vio en un lugar muy arredrado un sepulcro, todo
cercado de lunbre grande; e arredrada dél, grant conpaña de ángeles. E a poca de ora
alçose dende, e levantose dende una dueña muy alta con aquella muchedunbre de
ángeles. E ahevos do venía a recebirla un omne muy maravilloso del cielo glorioso, e
traía la señal de la cruz en la mano diestra, e venía con él grant conpaña de ángeles sin
cuento. E así la recebieron con grant ale[gría], e con dulce cantar, leváronla al cielo. E a

960
A partir de aquí hasta el milagro que inicia: “Un cavallero muy poderoso e rico”, no aparecen
registrados los siguientes segmentos textuales en la versión del ms. h-I-14 (LA: 132-168; 196-210).
961
Visiones (II, 31), de Elizabeth de Schönau.

518
poco de tienpo preguntó Elisabet al ángel con quien solía fablar desta visión. E
respondiole, e díxole: “Mostrado te fue en la visión que nuestra Señora, santa María, es
en el cielo en cuerpo e en ánima”. Ca santa María fablando con ella, díxole: “Después
que sobió Jhesu Christo a los cielos, bivió un año entero; mas quanto ha del día de la
Acensión, fasta que yo sobí a los cielos, todos los apóstoles fueron en la mi fin, e
enterraron el mi cuerpo con grant onra; mas a quarenta días [f. 174c] resucité, e sobí a
los cielos”. E preguntole Elisabet esto si lo avía de dezir a los omnes carnales, e a los
que no lo creíen. “Nin lo devedes esconder, ni encobrir. E decildes que deven creer que
santa María es en el cielo, en cuerpo e en ánima”.
E esto cree la Iglesia, e pruévanlo muchos santos, así commo sant Bernardo, e
sant Gerónimo e sant Agustín. E esto prueban por muchas razones, de las quales,
porque non vos enoje, non vos pongo más de dos. La primera, que dize así: “la
corrución, e los gusanos, es penas de los omnes por el pecado. E esto no ovo Jhesu
Christo; e por ende, saquemos ende la natura de santa María, que Jhesu Christo tomó
della”. La segunda es la virginidat, que ella ovo entera en el cuerpo e en el alma. Onde
si dize: “Sancta María, toma en ti alegría, que non se puede dezir nin contar en el
cuerpo e en el alma, con tu fijo, e por el tu fijo. Ca non deve aver en sí corronpumiento
alguno en que non ovo corrubción de la virginidad pariendo tan noble fijo, porque
sienpre sea sin corronpimiento aquella que en sí ovo atan grant gracia. Bien enteramente
en cuerpo e en ánima que engendró vida de todos, entera e acabadamente. Este es aquel
que ella aduxo en el su sancto vientre, e razón es que sea cerca del que engendró,
mamantó e crió, e esta es la santa María de Dios, su servido[f. 174d]ra. E por ende, yo
no só osado dellatorasic cosa consentir, nin oso dezir”.962 Enpero que otras maneras, e
muchas razones, podría omne traer para provar esto; mas paréceme bueno en dexarlas
por la razón que es ya suso dicha.
Era un monje muy luxurioso, mas era muy devoto a santa María. E yendo una
vegada a su pecado, pasó ante el altar de sancta María, e saludola, e salió luego de la
iglesia; e pasando una agua, cayó en ella, e murió. E tomaron los diablos la su alma, e
ahevos muchos ángeles do vinieron por liberarla de su poder. Dixeron los diablos:
– ¿Para qué venistes acá? Que non avedes en ella nada
E vino luego santa María, e maltráxolos por qué la tomaron. E dixeron ellos que
porque la fallaran que acabara su vida en malas obras. Díxoles ella:

962
El párrafo anterior intenta resumir un largo un segmento textual (LA: 149-168).

519
– Todo es falso quanto dezides, que yo cierta só que doquiera que iva, ante me
saludava; e quando tornava, fazía eso mesmo. E sí dezís que vos fago fuerça,
pongámosle en juizio del muy alto Rey.
E razonando éste ante Dios, plogó a Él quel alma tornase al cuerpo, e que fiziese
penitencia de sus pecados.
E en este comedio, viendo los monjes que tañía tarde a miatinessic, buscaron al
sacristán. E yendo fasta el río, falláronlo afogando en el agua. E sacaron el cuerpo, e
maravillándose todos qué sería aquesto, [f. 175a] levantose el que fuera muerto. E contó
todo lo que le acaesciera, e cómmo le librara santa María. E acabó su vida en buenas
obras.
Un cavallero muy poderoso e rico, queriendo ser muy franco, despendió todos
sus bienes en locuras. E vino atán grant pobreza que él, que solía dar grandes cosas, avía
menester las pequeñas. E avía una muger muy entendida, e muy devota a santa María;
siendo cerca de una fiesta en que solía dar este cavallero muchos dones, no avía ya qué
dar. E fue muy confondido e envergonçado, e fuese para un lugar muy desanparado,
que era amigo del otro, fasta que pasase la fiesta, porque llorase ý su andança, esquibase
vergüença. E ahevos adesora un cavallero sobre un cavallo muy espantable. E llegose a
él, e fablole, e demandole:
– ¿Qué razón es, por qué aquí tú estás triste?
E contole todo commo acaesciera. Dixo él:
– Si me quisieres un poco creer, fazerte he yo que ayas más conplimiento de
riquezas e mayor gloria, que non oviste de ante.
E él fízole omenaje al príncipe de las tinieblas que faría quanto le mandase,
solamente que le conpliese lo que le prometiera.
Dixo el diablo:
– Vete para tu casa, e busca en tal lugar, e fallarás aí oro, e plata, e piedras
peciosas; e fazerme has a mí omenaje, que tal día me trayas a tu muger.
E fecho es[f. 175b]te omenaje, tornóse el cavallero a su casa. Buscó en aquel
lugar que le dixeron, e falló quanto le dixo el diablo. E conpró luego palacios, e dio
dones, e pagó todo lo que devía e conpró vasallos. E veniendo el día que aprometiera,
llamó a su muger, e díxole: “Cavalgad, ca vos conviene ir conmigo a un lugar muy
alexos”. Ella temía e avía pavor; mas ovo de fazer lo que la mandava su marido. E
acomendose a santa María muy devotamente, e fuese con su marido. E yéndose ya de su
lugar muy arredrado, fallaron en la carrera una iglesia, e decendió ella del palafén, e

520
entró en la iglesia. E esperando su marido, acomendose a santa María con grant
devoción, e adormiose adesora. E la Virgen gloriosa, semejando a esta buena dueña en
todas las costunbres, pensó su marido que era su muger, e fuese con él. E veniendo al
lugar que le aprometiera, ahevos el príncipe de las tinieblas, ado vino963 con grant roído.
E llegándose, ensañose luego; tanto tremía e avía miedo, que non se osava allegar. E
dixo al cavallero:
– ¡Desleal e falso! ¿Por qué me engañaste? ¡De tanto bien fecísteme tanto mal, e
tan grant traición! ¡Yo te dixe que truxeses a tu muger e truxiste a la madre de Dios!
¡Yo quería a Marta e tú truxiste a María! ¿Por qué me faze tu muger tantos tuertos? [f.
175c] ¡Quisiérame bengar della, e turxistesic ésta que me atormenta, e me mete en el
infierno!
Oyéndolo el cavallero, maravillose mucho, e non podía fablar, aviendo temor e
espanto. Dixo santa María:
– Espíritu malo e falso, ¿dónde oviste tal atrevimiento para enpecer a la mi
devota? Por ende, no escaparás sin pena. E agora te digo, e dote esta sentencia, que te
vayas al infierno, e no enpezcas de aquí adelante al que a mí alabare con devoción.
Él, dando muy grandes bozes, fuese. E el cavallero echose a sus pies della, e
maltráxole la Virgen, e mandole tornar a su muger que dormía en la iglesia. E echó de sí
todas las riquezas del diablo.
E tornose, e falló a su muger dormiendo. E despertola e contole todo lo que le
acaeciera. E fincaron sienpre en la devoción de santa María, e loándola. E ovieron
muchas riquezas que les dio después santa María.
964
Un omne fue arrebatado, segunt que le pareciera, a juizio; que avía en sí
muchos pecados. E ahevos Satanás, dixo a los ángeles:
– Non avedes cosa en esta alma, es toda mía, segunt la sentencia de Jhesu
Christo. E dende he yo mi estrumento público.
Dixo nuestro Señor:
– Muéstrame el estrumento:
Dixo el diablo:
– El estrumento que tú dexiste por la tu boca, e ordenaste que durase por sienpre
jamás, que dize así: “En qual ora [f. 175d] comiéredes deste árvol, moriredes”.965 E

963
En el incunable: “vivo”.
964
Este milagro no aparece en el ms. h-I-14 (LA: 245-290).
965
Génesis (2, 17).

521
porque este es del linaje de los que comieron lo que tú les vedaste, por razón deste
esturmentosic público deve morir, comi[g]o en el juizio.
Dixo nuestro Señor:
– Omne bueno, fabla por ti.
E él calló, dixo el diablo:
– Esta alma mía es, que treinta años ha que la mantengo, e a mí sirve e obedece
commo vasallo.
E él calló, dixo otra vez el diablo:
– Mía es, que maguer que algunos bienes fizo, tantos son los males, que vencen
a los bienes.
E non queriendo nuestro Señor dar sentencia contra él, diole espacio de ocho
días; e a cabo de ocho días, que pareciese allí otra vegada, a responder a quanto le dezía
el diablo. Estando ante nuestro Señor, llorava e tremía. E yéndose dende, encontrole un
omne, e demandole por qué iva así triste, e contole quanto le aconteciera. Díxole el
omne:
– Non hayas miedo nin temas, que yo te ayudaré en lo primero.
Él preguntole cómmo le dezían. Dixo:
– A mí me dizen verdat.
E falló otro que le apromotiósic que le ayudaría en lo segundo. Él preguntole
cómmo le dezían, e dixo que le dezían justicia. E a cabo de los ocho días, vino a juizio,
e acusole el diablo de lo primero. E respondió la verdat, e dixo:
– Nós fallamos dos muertes: una del cuerpo, e otra del infierno. E tú, diablo, este
estrumento que tú razonas, por ti [f. 176a] non fabla de la muerte del infierno; mas de la
del cuerpo. E esto es manifiesto, que maguer que todos mueran, por aquella sentencia,
non van todos al infierno.
Viendo el diablo que era vencido quanto a esto, encomençó a razonar de lo
segundo; mas luego la justicia començó a razonar desta manera:
– Enpero quel sabio muchos años maguer a la razón contradize, e le pesa e
murmurava, porque servía atán cruel señor.966
Contra lo tercero no avía ninguna ayuda. E dixo nuestro Señor Jhesu Christo:
– Traed un peso, e pesen los bienes e los males.
E dixeron la verdat e la justicia al pecador:

966
LA (281): “Licet eum multis annis servum possederit, tamen ratio semper contradixit; semper enim
ratio murmurabat quod tam crudeli domino serviebat”.

522
– Tórnate de coraçón a la Madre de misericordia que está cerca de nuestro
Señor, e llámala que te ayude.
Él fízolo así, e santa María ayudole, e púsose la Madre de Dios en el peso, a la
otra parte que estavan pocos bienes. El diablo trabajava en levar el peso a la otra parte,
mas non pudo. E la Madre de misericordia tirole del su poder, e tornó en sí mismo, e
mejoró en su vida.
En la cibdat de Vedies, comulgando los christianos el día de Pascua, un niño de
los judíos llegose al altar con los niños de los christianos, e tomó el cuerpo de Dios con
ellos e tornose a casa. Viéndole su padre, preguntole dónde venía. El niño respondió que
fuera al iglesia con los [f. 176b] moços de los christianos, con quien iva a la escuela, e
que comulgara con ellos. Entonce el padre, muy sañudo, prendiole e metiole en un
forno; mas luego santa María, en semejança de la imagen que viera sobre el altar,
guardole que non le enpeciese. La madre del niño ayuntó aí muchos judíos a los
apellidos, e viendo el niño en el forno que non le enpecía el fuego, sacáronle dende, e
preguntáronle cómmo escapara así, respondió él que: “Aquella Señora que estava sobre
el altar muy onrada me acorriera, e esparciera el fuego todo”. Entonce los christianos
entendieron que era la imagen de santa María. E tomaron a su padre, e echáronle en el
fuego, e luego fue todo quemado.
967
Unos monjes estavan ante el agua del río, e fablavan aí cosas vanas e fallosas.
E ahevos unos marineros do venían por el agua remando a grant prisa, dixeron los
monjes:
– ¿Quién sois?
Respondieron a grandes bozes:
– ¡Nós somos los diablos que levamos el alma de Bravio, mayordomo de la casa
del rey de Francia, porque fue apóstota, e salió de la orden del monesterio de sant Gallo.
E levámoslo al infierno!
Oyendo los monjes esto, ovieron grant miedo, e llamaron a grant poder:
– ¡Santa María, ruega por nós!
Dixeron los diablos:
– Guareciovos que la llamastes,968 que vos [f. 176c] queríamos engañar, e
metervos so el agua, porque vos fallamos fablando así commo non devíades.
Entonce tornáronse a su monesterio, e los diablos fuéronse al infierno.

967
Este milagro no aparece en el ms. h-I-14 (LA: 300-309).
968
En el incunable: “llaamstes”.

523
Una muger sofría muchos pesares del diablo, que le parecía visiblemente, en
manera de omne, e fazía quanto mal podía contra ella. Agora con agua vendita, agora
con esto, agora con aquello, mas con todo esto nunca la dexava folgar. E confesola un
omne santo, que quando veniese a ella, que alçase las manos, e dixese: “¡Santa María,
ayúdame!”. E faziéndolo ella, el diablo estudo mucho espantado, e dixo: “¡El diablo
entre en su voca, de aquel que te lo mandó!”. Luego desapareció, e jamás nunca vino a
ella.
[...]969

[CI]
Título XCVIII. De la vida de sant Vernardo e de sus miraglos

[...]970
Sant Vernardo fue de Bregondia, e su padre e su madre fueron fijosdalgo e de religiosa
vida. A su padre dixeron Tecelino, e fue cavallero muy noble, fue religioso quanto a
Dios; e a su madre dixieron Alench, e ovo siete fijos e una fija, e todos fueron monjes, e
la fija monja; e luego que paría el fijo, luego le ofrecía a Dios con sus manos, e no
quería que otro lo criase sinon ella, porque [f. 176d] con la leche de ella misma que les
diese commo natura del su bien; e fasta que crecían, sienpre los tenía en su guarda; e
criávalos para el yermo, antes que no para el palacio, dándoles de comer manjares
comunales e más gruesos, commo si los enbiase al yermo.
E trayendo aún en el vientre el su tercero fijo, que dixeron Vernardo, soñó que
traía un perreznillo todo blanco, e el espinazo vermejo, e que ladrava. Descobriolo a un
omne santo, e respondiole commo profeta, deziendo: “Tú serás madre de buen
pereznillo, que será guarda de la casa de Dios, e dará grandes ladridos contra los
enemigos de la fe. Ca será pedricador muy noble, e sanará muchos con la melezina de la
lengua”.
E siendo Vernardo niño, enfermó de grant dolor de la cabeça. E vino a él una
muger para escantarlo.971 E llamó él a grandes vozes, e echola de sí sañudo. E non
fallesció la misericordia de Dios a la niñez, e al buen amor que ovo, luego se levantó e
se falló sano.

969
Igual que en el ms. h-I-14, falta un largo segmento textual (LA: 316-528).
970
Igual que en el ms. h-I-14, falta la etimología del nombre (LA: 1-3).
971
Escantar: Encantar.

524
En la noche de Navidat, Vernardo esperando el oficio de maitines, codiciava
saber en qué ora naciera Jhesu Christo. E apareciole Jhesu Christo, así commo niño
bien, así como si naciera otra vegada ante él, del vientre de su madre. Onde mientra
bivió, sienpre tubo que aquella ora naciera Jhesu Christo. E de allí adelante ovo [f.
177a] el entendimiento más conplido, e la palabra más aguda para fablar aquestas cosas
que pertenecen a este sacramento. Onde después, en comienço de sus fechos, fizo una
obra maravillosa en loor de santa María e de Jhesu Christo. Esta obra depuso todo aquel
Evangelio que dize: “Misus est Graviel angelus”.972
Viendo el diablo la voluntad del niño tan buena, pesávale mucho. E aviendo dél
muy grant envidia del proponimiento de la su caridat; e púsole muchos lazos de
tentaciones. Ca catando una vez a una muger, fincando los ojos en ella más que devía,
pero ovo en sí vergüença, e fizo de sí vengança muy cruel, que metiose en una laguna
de agua muy fría e elada. E tan grant tienpo estudo aí, fasta que poco menos fue muerto.
E así, por la gracia de Dios, fue todo refriado de la codicia de la carne.
En ese mismo tienpo, por consejo del diablo, una manceba echose en el lecho do
él dormía. E sentiéndolo él, dexola toda la parte del lecho en paz. Él callando, tornose a
la otra parte, e dormiose. E ella, siendo mezquina, esperando, e faziendo malos vejares
contra él, e viendo que estava él muy quedo en paz, fue ella muy en vergonçada e
espantada. E maravillada, levantose, e fuese su carrera.
Pasando una vegada en casa de una dueña, en ese mismo tienpo, [f. 177b] viole
ella que era muy fermoso e apuesto. Tomole codicia de plazentería, e mandó fazer una
cama apartada. E levantose ella sin vergüença, e callando de noche, fuese para él. E
sentiéndola, començó llamar: “¡Ladrones, ladrones!”. E oyéndolo ella, fuyó. E
levantáronse todos, e non fallaron nada. E tornáronse todos a dormir cada uno. En su
lecho fuelgan todos; mas la desventurada, no. E levantose otra vegada, e fuese para el
lecho do dormía, commo de primero. E viendo ella que así la repoyava, en cabo, por
miedo o porque la despreciva, estubo en paz. Otro día, yéndose su camino,
reprehendíanle los camineros por qué tantas vegadas sentía ladrones, enpero que nunca
antes lo quiso dezir. Pregúntandole que fuera esto, díxoles: “Verdaderamente esta
noche ove celadas de ladrones; ca la mi huéspeda me quería toller el tesoro de la
castidat, que nunca la recobrara”.

972
Lucas (1, 26).

525
E por ende, viendo que no era seguro de morar con la serpiente, començé a
pensar cómmo fuiría del mundo, e cómmo entraría en la Orden de Cístel. Sabiéndolo sus
hermanos, e trabajando lo más que podían por tirarle desta carerra buena, diole Dios tan
grant gracia, que no solamente podieron enbargar a él en esto mas ganó él para la orden
a todos sus hermanos, e a muchos. Enpero su hermano Gir[f. 177c]aldo, que era muy
buen cavallero, pensava que todas las palabras eran vanas, e non fazía fuerça de todos
sus amonestamientos. Entonce Vernardo, todo encendido en la fe de Jhesu Christo, e
por amor del hermano que maltruxera, poniendo la mano en el costado, díxole: “Por
cierto hermano, que será este tu costado alanceado con una lança, e dará al tu coraçón el
consejo que tú desprecias”. En cabo de pocos días, prendieron a Giraldo sus enemigos.
E traíanle así commo dixera Bernardo, levando la lança en el costado, do él posiera el
dedo. E posiéronle e començó a dar muy grandes vozes, deziendo: “Hermano Giraldo,
sepas por cieertosic que aína nos iremos, e entraremos en el monesterio”. En esa mesma
noche se quebrantaron las cadenas por sí. E dixo a sant Vernardo que quería dexar el
mundo, e ser monje.
Aviendo Vernardo veinte e dos años, e avía la casa de Cístel quinze años que era
fecha, en el año de la encarnación de mill e cientos e doze años; entró con treinta
conpañeros en la orden del Cístel. Saliendo Vernardo de casa de su padre con sus
hermanos, cuidó el mayor, viendo a su hermano vencido,973 que trebejava en la plaça
con los otros moços, dixo:
–O, hermano, en ti finca toda nuestra heredat.
Respondió no commo moço, e dixo:
– ¿Vós avredes so[f. 177d]laz en el cielo, e a mí dexades solamente la tierra?
Non la partistes igualmente.
Esto dicho, fincó el moço algunt tienpo con su padre; mas después fuese en pos
de sus hermanos.
Vernardo, siervo de Dios, después que entró en la Orden, así fue todo espiritual,
e dado al servicio de Dios, en manera que no usava de ningunt deseo de su cuerpo. Ca
ya cunpliera un año en la casa de los novicios, e non sabía si era fecha [l]a bóveda, el
techo della. Entrando e saliendo en la iglesia grant tienpo, pensava que no avía en la
capilla más de una finiestra, maguer que avía tres.

973
LA (49): “videns Nivardum fratrem suum minimun puerum”. Ms. h-I-14: “E el mayor, viendo a su
hermano Bernaldo” (f. CCXXVb).

526
El abad de Cístel enbió monjes a hedeficar la casa de Raval. E fizo a Vernardo
abad de los que ivan allá, e estubieron aí muy grant tienpo, en grant pobreza. Ca fazía
conducho de las fojas de las havas; e sienpre velava de noche e de día el siervo de Dios,
más que conplía a la fuerça del cuerpo. Ca dezía que no avía en el mundo tienpo más
perdido que quando omne dormía, pensando que asaz era de una natura el sueño e la
muerte, que así semejava a los omnes, que los que dormían, son muertos. Onde si via
alguno que roncava fuerte que yazía tan apuesto, non lo podía sofrir en paciencia, e dize
que dormía commo carnal. E commo seglar, nunca comía delitosamente por sabor que
oviese, mas ta[n] so[f. 178a]lamente porque non falleciese. E así iva a comer, commo si
fuese alguna pena. E después que avía comido, pensava quánto era lo que comiera, e si
por ventura fallava que algunt poco comía más de lo que solía, reprehendíase a sí
mismo, e dávase luego alguna pena. E así domava luego el savor de la garganta, e
perdió la mayor parte del gusto. Que algunt tienpo diéronle, non lo sabiendo, ollo974 en
lugar de vino, él beviolo, e nunca lo entendió. E comía mucho saín975 crudo en lugar de
manteca, que le fue dado non lo sabiendo. E dezía que en el agua tomava savor, porque
mientra lo bevía, enfriava la voca e la garganta.
E supo todas las escrituras sin maestro, por gracia del Spíritu Santo, andando en
las silvas e en las montañas. Ca estando en oración, e pensando, púsole el Spíritu Santo
toda la escritura.
Sienpre le plogo con pobreza en el vestir, mas non en suziedat. Onde muchos
años truxo celicio, lo más escondido que pudo; mas después que lo entendían, luego lo
dexó, e vestía commo los otros.
Nunca en manera rió que non tomase buen continente.
Un abat enbiole una vegada quinientos marcos de plata, para fazer un
monesterio; mas rováronlos unos ladrones en el camino. Oyéndolo él, non dixo ál,
sinon: “Vendito sea Dios que nos quitó de mala carga. E [f. 178b] aquellos que lo
rovaron, Dios ge lo perdone”.
Un canónigo reglar vino a él, e demandó la orden, e plugole976 mucho
afincadamente. E él non ge lo queriendo otorgar, mas ante deziéndole que tornase a su
iglesia, dixo él:

974
LA (67): “oleum”.
975
Saín: (del lat. vulg. sagīnum, y este del lat. sagīna; cf. fr. ant. saïn y prov. sa[g]in). Grosura de un
animal. Aceite extraído de la gordura de algunos peces y cetáceos.
976
LA (87): “rogavit”.

527
– ¿Por qué alavas tanto en tus libros la perfeción si non la quieres dar a quien la
codicia? ¡Dios lo quisiese, que agora tubiese todos tus libros, yo los ronpería!
Díxole él:
– Tú non leíste en ninguno dellos que non te podría salvar tu orden. Los mis
libros alavé yo, enmendé de las costunbres, non mudamiento del lugar.
Él commo sandio arrimose a él, e feriole tan fuertemente en la mexilla, que
luego ge la envermegeció e finchó; que los que aí estavan, queríanle matar por este
fecho. [Mas luego el siervo de Dios començó a decir, e a conjurarlos, que ninguno non
le ficiese enojo, nin tuerto por este fecho].977
978
Unos novicios queriendo entrar en la orden, e él avía de costunbre de les
dezir: “Fulano, si vós queredes llegar a las cosas más altas, que son de dentro, dexad
aquí defuera las vestiduras que truxistes del siglo. El espíritu solo entre, ca la carne no
aprovecha ninguna cosa”.
E su padre que fincó solo, entró después en la orden. E duró aí algunt tienpo, e
acabó bien su vida. Su hermana casada en el siglo, andando en peligro, en las riquezas e
en los deleites del mundo, vino un día al monesterio, por ver a sus hermanos. E vino
con grant conpaña e con adovos de sovervia. Él aborrecíala, así [f. 178c] commo red del
diablo para prender las almas, e non quiso salir a ella. Viendo ella que non querían salir
a ella ninguno de sus hermanos, dixo el uno de los que guardavan la puerta, e era
portero del monesterio entonce, que era estiercol enbuelto. Enpeçó ella a llorar lágrimas
vivas, e dixo: “Si yo só pecadora, por los tales murió Jhesu Christo. E porque só
pecadora, por eso demando consejo de los buenos. E si mi hermano desprecia la mi
carne, el siervo de Dios no desprecie la mi alma: venga e demande todo quanto toviere
por bien, que todo lo cunpliré”. E teniendo esta promesa, salió a ella con sus hermanos.
E porque la non podían partir de su marido, primeramente la defendió toda la gloria e
plazer del mundo, e mandó que toviese la tierra de su padre, e dexola ir su vía. E
tornándose ella, así fue adesora mudada, que estando en el mundo, fazía vida de
hermitaña, e fazíase muy estraña de todos los del siglo. Enpero rogó mucho a su
marido, e soltó el casamiento, e metiose monja.
El siervo de Dios enfermó una vegada, en manera que cuidaron que morería. E
semejole que le llamavan a juizio de nuestro Señor. Ahevos aí Satanás acusándole
fuertemente. Desque ovo dicho quanto quiso, dixeron al siervo de Dios que razonase

977
Corrijo a partir del ms. h-I-14 (f. CCXXVIa).
978
Este párrafo no se encuentra en el ms. h-I-14 (LA: 95-98).

528
por sí. Él non timiendo, nin avía [f. 178d] miedo, dixo: “Dígovos que ya puedo ganar la
gloria de Paraíso, non por mis merecimientos; enpero mi Señor Jhesu Christo le ganó en
dos maneras: la una, por heredat de su Padre; la otra, por la Pasión. Lo uno cunple a él;
e lo ál, dalo a mí. E pues él me lo da, non he vergüença de lo tomar”. Oyéndolo el
diablo, fue confondido. E partiéndose dende, e quantos aí estavan.
Sant Bernardo tornó en sí mismo, con grant astinencia e travajo en vegilias; e
quebrantó el cuerpo, que sienpre fue enfermo muy gravemente, que non podía seguir el
convento. Rogaron a Dios los monjes por estas sus enfermedades, e después que algunt
tienpo mejoró. Ayuntados todos los monjes, dixo: “¿Por qué tenedes aquí a este omne
mezquino? Fuistes muy fuertes e podientes; mas ruégovos que me perdonedes, e que me
dexedes ir deste mundo”.
979
Un tienpo, visitando los fraires de Cístel, fincaron ellos muy alegres e
consolados dél. Una casa fue que movió algunt poco al prior deste lugar:980 que la silla
en que cavalgava sant Bernardo era un poco guarnida, e non mostrava pobreza. El prior
díxolo a uno de los monjes, e el monje díxolo a sant Bernardo. E él non se maravilló
ende menos que ellos, e demandava qué siella era aquella. E así apareció en otros
muchos lugares, porque toda [f. 179a] España era enbevida en el amor de Dios, así
commo dicho es de suso.981 [...] Sienpre estando orando o leyendo, e escriviendo, e
pensando en lo de Dios e amostrando a los fraires buenas cosas.
Predicando una vegada al pueblo, todos le oían muy de grado, vínole una
tentación al coraçón, e començó a dezir entre sí: “Verdaderamente bien predicas, e
todos te oyen de grado, tienen que eres sabio”. E sentiendo él esta tentación, calló un
poco, e pensó entre sí si diría más o si callaría. Confortado luego de la ayuda de Dios,
dixo al diablo, callando: “Ni por ti lo [co]mencé, nin por ti lo dexaré”. E así seguía su
predicación fasta en fin.
Un monje que fuera muy grant ribaldo, e grant jugador en el mundo, metiole el
diablo en el coraçón que se tornase al mundo. E sant Bernardo non le podía retener. E
preguntole que de qué bevía, respondiole:
– Jugar a los dados, e dende puedo bevir.
979
A partir de aquí hasta el milagro: “Enbiando el papa a sant Bernardo a Milana”, el siguiente segmento
textual no aparece registrado en el ms. h-I-14 (LA: 125-126; 136-156).
980
LA (125): “Quodam tempore cum frates Cartusienses visitasset et ipsi ab eo in omnibus plurimum
edificati fuisset, unum fuit quod predicti loci priorem aliquantulum movit”.
981
Destaco en negrita una sentencia ajena a la Legenda aurea. No creo que se trate de una fórmula
retórica para resumir el segmento 127-135, donde el único sitio que se menciona es el lago de Lausana;
más probablemente se trata de un fragmento interpolado de otra narración ajena a la vida de san
Bernardo.

529
Díxole sant Bernardo:
– Si yo te diere caudal, tornarás a mí cada año, e partirás conmigo todo lo que
ganares.
Él oyéndolo, fue muy gozoso, e aprometiole que así lo faría de grado. E mandole
dar veinte sueldos, e fuese con ellos.
Esto fazía sant Bernardo por tal de tornarle al monesterio otra vegada; e así
acaeció después. E yéndose, perdiolo todo, e tornose al monesterio confondido. E
oyéndolo sant Bernardo, [f. 179b] salió muy alegre, e estendió su almanto982 para que
partiesen la ganancia, díxole el padre:
– Non gané nada, mas ante perdí el caudal. E si queredes, recebir a mí por el
vuestro caudal.
Díxole sant Bernardo, con buen talante:
– Si así es, más te quie[ro] recebir, que non perderlo todo.
Enbiando el papa a sant Bernardo a Milana, para que pusiese paz entre ellos e la
iglesia, e tornándose para el papa, adúxole uno a su muger que era demuniadasic. E
luego, por la voca desta mezquina muger, enpeçó a denostarle, diziendo:
– Éste me echará agora de la mi corderuella, que come los puerros e gostasic las
fojas de las havas.
Entonce sant Bernardo non la quiso sanar. E traxiérongela otra vegada, entonce
el diablo començó a dezir mezquindades por su voca, diziendo:
– Este Sirano non me echará de aquí, nin Bernardo non me echará de aquí.
E dixo sant Bernardo:
– Nin te echará Sirano, nin Bernardo, mas echarte ha Jhesu Christo.
E faziendo él su oración, dixo el diablo que:
– De grado saldría desta corderuela, que me agravia mucho, mas non puedo, ca
non me dexa el grant Señor.
Dixo sant Bernardo:
– ¿Quién es este grant señor?
Dixo el diablo que Jhesu Christo Nazareno. Dixo sant Bernardo:
– ¿Bístele tú nunca?
Díxole que sí.
E díxole:

982
Corominas: “Almanta: poner las vides a almanta puede resultar de una mera aliteración mecánica de
poner las vides a manta ‘ponerlas juntas y sin orden’, para lo cual vid. Manto”.

530
– ¿Cómmo saliste acá de allá?
Díxole él:
– Con Lucifer caímos muchos.
[f. 179c] E fablando todas estas cosas, commo lloroso, por la voca de aquella
muger, díxole sant Berbardo:
– ¿Quieres tornar a la gloria e al reino de Dios maravillosamente?
Díxole:
– Tarde es.
Entonce el diablo salió de la muger; mas partiéndose dende sant Bernardo, entró
en ella el diablo otra vegada. E su marido corrió en pos dél, e díxole lo que le acaeciera.
E él mandole poner al cuello della una carta en que era escripto esto: “Diablo, mándote,
en aquel nonbre de Jhesu Christo, que de aquí adelante non oses tañer esta muger”.
Fecho esto, nunca jamás osó llegar a ella.
En Aquitania fue una muger muy mezquina, a quien fazía mucho mal el983
diablo, que seis años ovo que984 ver con ella, e sienpre por fecho de luxuria. E veniendo
aí sant Bernardo, el diablo començola amenazar, que non llegase a él, que non le
aprovecharía nada. E quanto se fuese sant Bernardo, que él que la amartillaría mucho.
Ella fuese a sant Bernardo muy segura, e contole con grant dolor lo que sofría. Díxole
sant Bernardo: “Toma este mi blago, e ponle en tu lecho, e faga quanto podiere contra
ti”. E ella fízolo así, e ahevos el demonio luego, mas non fue osado de llegar al lecho,
nin fazer lo que solía. Mas amenazávala muy cruelmente, que ido sant Bernardo, quél se
vengaría della. E contolo todo ella [f. 179d] a sant Bernardo. Él llamó al pueblo, e
mandoles que tornasen candelas en las manos encendidas, e con quantos aí estavan,
descomulgó al diablo, e mandole que nunca fuese osado ni oviese que ver con ella, nin
con otra muger. E así fue ella librada deste pecado.985
[...]986
Recebió una vegada un cavallero muy noble a la orden. E seguiendo un tienpo a
sant Bernardo, començó aver muy grandes tentaciones. E viéndole un monje tan triste,
demandole la razón por qué era. Respondiole él: “Sé por cierto que nunca he de ser más
alegre”. E contó este monje esta palabra a sant Bernardo, e rogó por él muy

983
En el incunable: “le”.
984
En el incunable: “qne”.
985
Con este milagro termina la versión del ms. h-I-14, añadiendo al final: “E éstos e otros muchos
miraglos fiço Dios por ruego de sant Bernaldo, que serían luengos de contar” (f. CCXXVIIIa).
986
Falta el segmento textual (LA: 214-225).

531
afincadamente. E aquel monje, que era tan tentado e tan triste, luego fue más alegre, e
de mayor solaz que todos los otros. E fazíanle a este monje, así commo amigo, esta
tristeza que oviera. Respondió él: “Yo dixe que nunca sería más alegre; mas agora digo
que nunca seré más triste”.
E otros muchos miraglos fizo en su vida, que serían luengos de contar.987
988
Un monesterio que sant Bernardo avía fecho, avía tantas moscas, que non
podían sofrirlo. Dixo sant Bernado: “Yo las descomulgo”. E en la mañana falláronlas
todas muertas.
Una vegada, veniendo el siervo de Dios al reino de Germentidia, por muy grant
discordia que era entre ellos, un arçobispo onrado [f. 180a] enbiole un clérigo al
camino. El clérigo dixo cómmo le enbiava allá su señor el arçobispo. Respondió sant
Bernardo, e dixo:
– Otro señor te enbió acá.
E maravillose mucho el clérigo, e afirmava que su señor el arçobispo le avía
enbiado a él. E el siervo de Dios contradizíale, diziendo:
– Mientes fijo, mientes. Ca mayor Señor es Jhesu Christo, que te enbió acá.
Entendiéndolo el clérigo, dixo:
– ¿Cuidas que quiero ser monje? Non seré, nin lo cuidé nin puse en el coraçón.
¿Para qué diré muchas cosas? En aquel mismo camino desanparó el siglo, e
tomó el ábito del siervo de Dios.
En muchas cibdades fue sant Bernardo escogido por obispo, mayormente en la
cibdat de Génova, e en la cibdat de Madulana. Él non lo quiso ser, mas menospreciolo;
ca dizía que él mismo no era suyo, que era dado al servicio de los omnes. Mas todos los
monjes, por consejo del siervo de Dios, e con abtoridat del papa, non consentieron que
ninguno les tomase su gozo.
Fray Roberto, monje e siervo de sant Bernardo, siendo mancebo, e cercano del
siglo, fue engañado de algunos, e metiose en el monesterio de Cruniego; mas el onrado
padre sant Bernardo, después que de poco tienpo allí bivió, estableció escrevir una carta
para enbiar por él. E un monje escriviendo la carta, e notándola sant Bernar[f. 180b]do,
vino adesora una llubia. E aquel que la escrevía, quísola asconder, díxole sant Bernardo:

987
Sentencia ajena a la Legenda aurea.
988
A partir de aquí, hasta el milagro “Moriendo sant Malachia obispo de Ybornia”, los siguientes
milagros se encuentran desordenados; pues en Legenda aurea ocupan un lugar diferente en la narración y
se corresponden con los siguientes segmentos textuales: 172-174, 226-237, 123-124, 166-171.

532
“Escrive fijo, non temas, ca misterio es de Dios”. E escrivió la carta en medio de la
llubia, e non se mojó, ca la vertud de la caridat enpuxó el agua.
Moriendo sant Malachía, obispo de Ibornia, en el monesterio do morava sant
Bernardo, la vida de aquel obispo él la escrivió, la qual era llena de virtudes. E rogó a
Dios por el santo varón, e deziendo el sacrificio, demostrándolo Dios, bio la gracia e la
gloria que tenía este santo obispo en el cielo. E después de la comonicada en la oración
de requiensic, dixo con voz muy alegre: “Dios, que te allegaste a santo Malachía a la
conpaña de los tus santos, demandámoste que nos otorgues todos aquellos que
celebramos la fiesta de aqueste santo merezcamos seguir los sus ensienplos”. El cantor
que cantava los cantos, díxole que errava. Respondió él, deziendo: “Non yerro, mas yo
sé que digo”. Den[de] que encomençó el canto a besar las pisadas de sant Bernardo.
En ese tienpo fue un día sant Bernardo visitado de muchos garçones. E quería
ser entonce quaresma, e él rogoles que si ál que non en aquellos días santos, que se
quisiesen partir de aquellas loçanías e locuras; mas ellos non ge lo otorgaron. Sant
Bernardo mandoles dar del vino, dizi[f. 180c]endo: “Beved el bever de las almas”. E
bevido el vino, luego adesora fueron mudados, e donde avían negado, poco tienpo
después todo el tienpo de la su vida se dieron a Dios.
989
Una vegada, yendo sant Bernardo cavallero en una mula, falló un omne de
poco saber. E encomençole a reprehender de la su vida, e de la mudança del coraçón en
la oración. E oyéndolo el necio, menospreció a sant Bernardo. E dixo que avía buen
seso, e firme e estable. E queriéndole vencer sant Bernardo, díxole: “Apártate de mí un
pacosic, e enpieça a dezir el “Pater noster” con toda entención de tu coraçón, quanto
más podieres; e si le acavares, sin ninguna mentira o sin algunt pensamiento del
coraçón, prométote de te dar luego esta mula en que yo vengo cavallero. Mas tú me
juraras en la tu fe, que si alguna cosa mentieres o pensares, que non me lo niegues”. Él
alegrose mucho, cuidando que ya tenía ganada la mula. E partiose dende ya de
buenamente, e recogiose en sí mismo, enpeçó a dezir la oración dominica, que es “Pater
noster”. E malavés avía dicho el medio, ahevos do vino a él un pensamiento dentro en
el coraçón, adesora dixo: “Si por aventura, ¿sí me dará la silla con la mula?”. E
pensando esto, vínose para sant Bernardo, díxole lo que pensara en la oración, e non
pen[f. 180d]só de sí después así commo de primero locamente.

989
Este milagro ocupa un sitio diferente en la narración de la Legenda aurea (157-165).

533
En cabo, sant Bernardo, padre bienandante, llegándose ya con grant santidat a la
muerte, dixo a los sus fraires tres cosas: “Vos dexo que guardedes, que yo guardé en el
estado de la presente vida. Nunca quise fazer a ninguno pesar, e si alguna vez lo fise,
luego lo amansé en quanto yo pude. E menos creía a mí mismo que a otro. E si alguno
me fizo mal, nunca demandé a Dios vengança dél. E agora dexo a vos caridat, e omildat
e paciencia”. E después que fizo muchos miraglos, fizo e acabó ciento e setenta990
monesterios; e fizo muchos libros, e tratados. E avía setenta e tres991 años, e salió deste
mundo entre las manos de sus fijos para Paraíso, año domini millo CXXIII.992
E después de su muerte demostró la su gloria a muchos. E apareció a muchos, e
apareció a un abad en un monesterio, e amonestole que se fuese para allá, en pos dél. E
él seguiéndole, dixo sant Bernardo:
– Évate que venimos al monte de Líbano, e tú quedarás aquí; mas yo sobiré
acullá.
Preguntóle el abad a qué quería sobir acullá. Respondiole sant Bernardo, otra
vegada:
– Quiero ir aprender.
E maravillose mucho el abad, e dixo:
– Padre, ¿qué quieres ir aprender? Ca non creemos que ay en el mundo oy quien
te semeje en ciencia.
[f. 181a] Dixo él:
– Aquí non ay ninguna ciencia, ni ningunt conocimiento de verdat. Ca en el cielo
son estas cosas.
E deziendo esto, desapareció. El abad señaló aquella ora, e falló por cierto que
entonce avía salido sant Bernardo deste mundo. E otros muchos miraglos sin cuenta que
obró nuestro Señor por su servicio.

990
LA (261): “CLX”.
991
LA (261): “LXIII”.
992
LA (262): “MCLIII”.

534
[CII]
Título XCIX. De la vida de santo Timotcheo

[...]993
Sant Timotcheo sofrió muchas penas e muchos tormentos del adelantado de Roma por
amor de Jhesu Christo. Ca echáronle cal biva en las llagas; mas él dio en estas cosas
gracias a Dios. E apareciéronle dos ángeles, deziendo: “Alça la cabeça al cielo e para
mientes”. E él catando el cielo, vio los cielos abiertos, e a Jhesu Christo que tenía una
corona preciada en la mano, e díxole: “Ésta tomarás de mi mano”. Viéndolo un omne,
que dezían Apolinario, fízose baptizar; por la qual cosa, los fizo degollar el adelantado,
porque estavan firmes en la fe de Jhesu Christo. Circa anos Domini quinquagésimo VII.

[CIII]
Título C. De la estoria de sant Sinforiano

[...]994
[f. 181b] Sant Sinforiano nació en una cibdat que dezían Agostodino. E siendo
mancebo, avía tantas buenas costunbres en sí, que semejava que tenía vida de viejos.
E los paganos fazían la fiesta del ídolo Benus, que traían la imagen ante Erodio,
el adelantado. E estava aí Sinforiano, e non quiso adorar, e mandole el adelantado grant
pieça açotar e meter en la cárcel. E sacándole de la cárcel, fazíanle fuerça que adorase, e
diéronle por ello muchos dones. Díxole él: “Así sabe nuestro Señor guardar e dar
galardón, commo saben dar penas los pecadores. E la vida que devemos saber ensalçar a
Dios por canto, e mostrárgelo por voto. Ca penitencia es tardinera temerle quando le
viéremos en juizio.995 E los vuestros dones son frutos malos, e por dulçor dan venino. E
las voluntades que la creíen, e la vuestra codicia, aunque avían todas las cosas, non á
nada. Ca obligados sois a las artes del diablo, e estades presos en sus cadenas. E los
vuestros gozos parecen claros commo vidrio, mas luego quebran así commo vidrios que
non duran”.
Entonce el adelantado, muy sañudo, mandole que le matasen. E trayéndole allí
ado le avían de degollar, llamole su padre del muro: “¡Mi fijo, acuérdate de la vida del

993
Igual que en el ms. h-I-14, falta la etimología del nombre (LA: 1-4).
994
Igual que en el ms. h-I-14, falta la etimología del nombre (LA: 1-4).
995
LA (10): “Sera penitudo est sub iudicis timuisse conspectum”.

535
Paraíso, e cata suso e vey al tu Rey del cielo! Ca [f. 181c] non te tira la vida; mas ante te
la mejora”. E luego le degollaron.
E tomaron los christianos el su cuerpo, e enterráronle muy onradamente. E fazía
aí Dios muchos miraglos, en tanto que los paganos le onravan mucho.
Cuenta un sabio dél que un christiano tomó tres cavellos de los suyos,
sangrientos, del lugar donde fue degollado. E púsolos en una arca de plata cercada en
derredor de tablas de fuste. E púsolos en un castillo, e quemándose todo el pueblo, e el
castillo, sacaron la arca entera de medio del fuego.

[CIV]
Título CI. De la vida de sant Bartolomé apóstol e de sus miraglos

[...]996
Sant Bartolomé apóstol, veniendo a Indi[a], que es en fin del mundo, do estava aí un
ídolo que dezían Astarocht, e morava aí bien commo pelegrino. E estava en este ídolo
un diablo, que dezían que sanava los enfermos; mas non sanando, acorríalos, e quedava
de no les fazer enojo. Mas estando el tenplo lleno destos enfermos, non podían aver
respuesta del diablo. E fueron a otra cibdat, donde onravan a otro ídolo que dezían
Berich. E preguntáronle que por qué non les dava respuesta el su santo Asteroch. E
respondio Berich, e dixo:
– El vuestro Dios está muy apartado, [f. 181d] en cadenas de fuego; que non
puede respirar, nin osa fablar, de aquella ora que el apóstol de Dios entró aí.
E dixeron:
– ¿Quién es este Bartolomé?
Dixo el diablo:
– Amigo es de Dios poderoso; e por ende vino a esta tierra, porque eche los
diablos fuera della.
Dixeron ellos:
– Dinos las sus señales, por que le podamos conoscer.
Dixo el diablo:
– Ha los cavellos negros e crespos, e la carne muy blanca, e los ojos muy
grandes, e las narizes iguales e derechas, e la barva luenga, e pocas canas en la cabeça, e

996
Igual que en el ms. h-I-14, falta la etimología del nombre (LA: 1-10).

536
derecho el cuerpo; trae una vestidura blanca, labrada en manera de púrpura, e cubre un
manto blanco, e en las finbrias997 de yuso tiene piedras preciosas; veinte e seis años ha
que nunca sus vestiduras, nin sus calçados, se ensucian. Cien vezes ruega a Dios de día
e cien vezes de noche, fincados los inojos; los ángeles de Dios andan con él, e nunca le
dexan cansar, nin aver fanbre. Sienpre está alegre e de un talante; todas las cosas sabe,
ante que venga, e todas las casas conoce, e todas las lenguas del mundo fabla. Esto que
yo vos digo yo, ya lo sabe él. E quando le buscáredes, si él quisiere, non le podreis
fallar. E ruego vós, que quando le fallares, que le roguedes que non venga acá, porque
los sus ángeles non me fagan lo que fizieron a mi conpa[f. 182a]ñero.
E buscáronle muy acuciosamente, por dos días, e non le fallaron. Un día, un
demoniado dava vozes, diziendo:
– ¡Bartolomeo, apóstol de Dios, enciéndeme las tus oraciones!
Dixo el apóstol:
– ¡Calla e sal dél!
E luego fue librado.
Oyéndolo Polimio, rey de aquella tierra, que avía una fija demoniada, enbió al
apóstol, rogándole que veniese e sanase a su fija. E veniendo el apóstol a ella, vio que la
tenía ligada en cadenas, porque mordía los omnes que se llegavan a ella. E mandola
soltar, e non la osando soltar, dixo él: “Yo tengo ligado al diablo que está en ella”. E
luego que fue suelta, luego fue sana. Entonce el rey mandó cargar los camellos de oro, e
de plata, e de piedras preciosas, e fizo buscar al apóstol; mas non lo fallaron. E otro día
de mañana, apareció el apóstol con el rey solo en su cámara, e díxole: “¿Por qué me
feciste buscar con oro e con plata? Esto han menester aquellos que demandan las cosas
terrenales e carnales”. Entonce sant Bartolomé començó a demostrarle muchas cosas de
la natura umanal. Mostrole cómmo Jhesu Christo venciera al diablo por poderío, e por
justicia e por sabiduría. Ca convenible cosa es que aquel que venciera a Adam, fijo de
virgen, que fue fecho de tierra virgen, e non quebrantada, que fuese vencido por fijo de
virgen. Otrosí venciole por pode[f. 182b]río, que do le echó, de su reinado, el qual tenía
forçado por el derribamiento del primero omne; e así commo quando algunt rey bence a
su enemigo, enbía a los condes a cada lugar que pongan aí su señal, e que destruyan la
del enemigo, así Jhesu Christo, que venció al diablo, enbía a todas las tierras sus
mensajeros, que destruyan la obra que fazía el diablo e establezca la suya. Otrosí

997
Ms. h-I-14: “febras” (f. CCXXVIId).

537
vencido por justicia, ca derecho es que aquél que venciera al omne, porque comió del
árbol e teníale preso, que fuese vencido de Jhesu Christo, que ayunara, e de aquí
adelante no oviese poder sobre el omne. Venciole por sabiduría, que demientra que el
arte del diablo fue escarnecido por la muerte de Jhesu Christo; la arte del diablo fue que,
así commo al ave arrebata el vallestero en el tiro de la vallesta, así quiso él arrebatar a
Jhesu Christo en el desierto en esta manera: qual ayunando, si no oviese fanbre, sin
duda era Dios; e si oviese fanbre, que le venciera commo al primero omne por comer.
Mas non le pudo conoscer que era Dios, porque ovo fanbre; nin le pudo vencer, porque
non quiso dar lugar a su tentación.
E predicando así al rey los sacramentos de la fe, dixo al rey que si se quisiese
baptizar; si non, que le ataría en cadenas.998 Otrosí, sacrificando los obispos al ídolo
cerca del palacioosic del rey, enpeçó llamar [f. 182c] el diablo, e dezir: “¡Mezquinos,
quedat de sacrificar a mí!, que vós contecerá peor que a mí que só atado en cadenas de
los ángeles de Jhesu Christo, el que crucificaron los judíos cuidando que sienpre sería
muerto, e él captivó la muerte, que es nuestra reina; e ligó el nuestro príncipe, marido de
la muerte, en presiones de fuego”. E luego, todos echaron cuerdas e sogas al ídolo para
derribarle; mas non podieron. E mandó el apóstol al diablo que saliese dél, e que
quebrantase el ídolo. E él saliendo dende, quebrantó eso e todas las otras cosas que eran
en el tenplo. Desdende, faziendo el apóstol su oración, sanó todos los enfermos que aí
eran. E el apóstol consagró el tenplo a onra de Dios, e mandó al diablo que se fuese al
desierto. E entonce apareció aí el ángel de Dios, bolando enderredor del tenplo,
entretalló con su dedo los quatro cantos del tenplo, la cruz, diziendo esto: “Dize Dios:
‘Bien así commo a vós sané de vuestra enfermedat, así sané este tenplo de toda suziedat.
E el que aí morava, mandole ir el apóstol al desierto; enpero primero vos lo mostraré, e
viéndole, non le ayades miedo; mas fazed en vuestras fruentes la señal de la cruz, tal
qual yo la fize en estas piedras’”. Entonce mostrolos al diablo commo moro negro, más
negro que la pez, e avía la cara aguda, e la barva aguda, e los [f. 182d] cavellos fasta los
pies, e los ojos vermejos, commo el fierro encendido, e salían dellos candelas, e de la
voca llamas de piedra sufre, e ligado con cadenas de fuego e las manos atadas atrás. E
díxole el ángel: “Porque oíste el mandamiento del apóstol, e quebrantaste los ídolos del
tenplo, suéltote que te vayas a tal lugar, donde no mora omne ninguno, e está aí fasta el

998
LA (49): “Cum sacramenta fidei predicasset dixit regi quod si baptizari vellet deum suum catenis
ligatum sibi ostenderet”. Ms. h-I-14: “E predicando así los sacramentos de Jhesu Christo e de la su fe,
dixo a el rey: Si te quisieres bautiçar, mostrar te he al dios en que vos creedes atado en cadenas” (f.
CCXXVIIIc).

538
día del juizio”. E soltándole, desapareció luego con grant ruido e con grant aullido. E el
ángel de Dios fuese para el cielo, viéndole todos. Entonce baptizáronse todos, e el rey,
con sus fijos e su muger, e con todo su pueblo. E dexó el reino, e fízose dicípulo del
apóstol.
Entonce juntáronse todos los obispos de los tenplos, e venieron al rey Astriages,
su hermano. E querelláronse del apóstol: cómmo perdiera sus dioses, e destruyera los
tenplos e engañara al rey con sus encantamentos. El rey Astriages, muy sañudo, enbió
mill omnes armados que le prendiesen al apóstol. E veniéndo ante él, díxole:
– ¿Eres tú aquel que trastornaste a mi hermano?
Díxole el apóstol:
– Yo no le trastorné; mas convertilo.
Dixo el rey:
– Así commo tú feciste a mi hermano que dexase al su dios, e creyese en el tuyo;
así faré yo a ti que dexes el tu Dios, e que fagas sacrificio al mío.
Dixo el apóstol:
– Yo lig[u]é al tu dios, que [f. 183a] adorava tu hermano, e así ge lo mostré, e
fízele que quebrantase el ídolo. E si así podieres fazer tú al mi Dios, podrasme fazer
adorar; si non, yo te amenguaré todos tus dioses, e tú crey en el mío.
E diziendo esto, dixeron al rey que cayera el su dios Baradach, e que todo era
menudo. E oyendo esto el rey, despedaçó la púrpura que traía vestida. E mandó açotar al
apóstol; después, mandole desollar vivo. E los christianos tomaron el su cuerpo, e
enterráronle muy onradamente. E el rey Astriages, e los obispos de los tenplos, luego
fueron demoniados, e morieron todos. E fizieron obispo al rey Polemio, e bivió en el
obispado veinte años. E él, lleno de muchas virtudes, fizo todo su oficio conplidamente
en el obispado. E después fuese para Paraíso.
999
Opinión departida es en qué manera fue la su pasión. Ca sant Dorotheo1000
dize que fue crucificado, e dízelo: “Sant Bartolomé predicó a las Indias, predicoles en su
lenguaje el Evangelio, segunt que le dixo sant Matheo. E morió en la cibdat de Abana,
en la tierra de la grant Armenia, e fuese crucificado la cabeça ayuso”. E dize sant
Teodoro1001 que fue desollado, mas leise en muchos libros que fue tan solamente
degollado. Esta contrariedat puede ser soltada en tal manera: que sea dicho que fue

999
Este párrafo no aparece en el ms. h-I-14 (LA: 79-88).
1000
Index apostolorum discipulorumque domini (T. Schermann, p. 209).
1001
Sermo de vita et translatione beati Bartholomaei auctore Theodoro Studita (Studia Latina
Stockholmiensia 9, p. 32), de Anastasio, el Bibliotecario .

539
crucificado, e dende ade[f. 183b]lante que moriese aí; fue decendido de la cruz, por
darle mayor tormento, fue desollado, e a postre de todo fue descabeçado.
El año de la encarnación de trecientos e de treinta e un años, entraron los moros
a correr a Cecilia. E destruyeron la isla de Lípara, ado yazía el cuerpo de sant Bartolomé
enterrado. E quebrantaron el su monumento, e desfezieron los sus huesos. Ca segunt
dizen, en esta manera bino el su cuerpo a esta isla: Los paganos, viendo que el su cuerpo
era muy onrado, porque se fazían aí muchos miraglos e muy amenudo, pesoles, e por
ende, posieron el su cuerpo en una arca de plomo, e echáronle en la mar. E
endereçándolo Dios, bino a esa misma isla. Después que los moros esparzieron sus
huesos, idos todos ellos, apareció el apóstol a un monje, deziendo:
– Levántate dende e coge los mis huesos, que están esparcidos.
Dixo él:
– ¿Por qué razón te devemos coger los huesos, nin fazer ninguna onra; pues que
si nos dexaste destroir?
Dixo el apóstol:
– Grant tienpo ha que perdonó Dios este pueblo, por mis merecimientos; mas
creciendo muchos los sus pecados, e sobiendo al cielo, non pude ganar más perdón.
Mas preguntole él:
– ¿Cómmo podremos fallar los tus huesos entre los otros?
E díxole él:
– Irás de noche, e cogerás aquellos que fueren a[f. 183c]sí commo fuego
luzibles.
E fallolo así commo ge lo avía dicho, e cogió los huesos del apóstol. Entrando en
una nao, tráxolos a Venavente, que es la mayor iglesia de Epula; mas dizen algunos que
son estos huesos en Roma. Otrosí los benaventados afirman que tienen ellos el su
cuerpo.
Una muger que traía una olla llena de olio para poner en la lánpara de sant
Bartolomé, e maguer que trastornava la olla en la lánpara, non salía nada; e maguer que
metía los dedos en la olla, sentía el olio regalado, mas tanpoco quería caer. Entonce vino
uno, dio grandes bozes, diziendo e afirmando que non le plazía a sant Bartolomé esto,
que se ponga este olio en esta lánpara. E echándose este olio en otra lánpara, corrió
luego.1002

1002
Con este milagro termina la versión del ms. h-I-14.

540
Leise en un libro de los miraglos de los santos, que un maestro onrava cada año
la fiesta de sant Bartolomé. E predicando este maestro, apareciole el diablo en
semejança de una monja a manera de esposa, e echando en ella los ojos, conbidola a
yantar. E estando a la mesa, contendía ella mucho por falagarle, para meterle en amor;
mas luego fue sant Bartolomé a la puerta, en semejança de pelegrino, e rogávales que le
dexasen entrar dentro, por amor de sant Bartolomé. El maestro preguntole muy
afincadamente por él; e ella, por tal que [f. 183d] no entrase, fízole levar un pan. Sant
Bartolomé non le quiso tomar, enpero rogó al maestro, con el mensajero, que le dixese
quál cosa avía omne más propia en sí. E deciéndogelo el mensagero, riendo, díxole la
moça: “El pecado con el que se concibe el omne, e nace e bive”. Dixo sant Bartolomé
que respondiera bien; más la muger le consejó. El pelegrino enbió la segunda vegada al
maestro que le dixese quál era el lugar en que ay un pie, do Dios mostrara en la tierra
mayores miraglos. E deziendo el maestro que fuera el lugar donde fuera puesta la cruz
de Jhesu Christo, en que Dios obró muchos miraglos. Dixo ella: “Ciertamente es la
cabeça del omne, en la qual estubo el mundo, así commo menor”. E alabó el apóstol la
ciencia del uno e del otro. E demandó, la tercera vegada, quánta fondura avía de encima
del cielo fasta la fondura del infierno. El maestro, non sabiendo que le responder, dixo
ella: “Agora veo que ando trabucando; mas yo lo sé, que caí de allá ayuso, e conbiene
que te lo muestre”. Entonce el diablo cayó llorando en el infierno, e desapareció. E
buscaron al pelegrino, e non le fallaron. Otro tal ensienplo leemos de sant Andrés.
[...]1003

[CV]
Título CXII. De la disposición de sant Agustín

[f. 184a] El nonbre de sant Agustín es sortido: o por sobrepujança de dinidat, o por
fervor de amor o por atimolosíasic del nonbre. Por escelencia de dinidat: Que así commo
el enperador Agusto sobrepujava todos los reys, así éste sobrepujava todos los dotores,
segunt dize Remisio.1004 Que los otros dotores son conparados a las estrellas;1005 mas
aqueste fue conparado al sol, segunt que se demuestra en una epístula que se canta dél,
en que dize: “Que así commo el sol en el tienpo de Dios”. Lo segundo es dicho por

1003
Falta el segmento textual (LA: 127-174).
1004
Didascalicon (p. 88), de Hugo de san Víctor.
1005
Daniel (12, 3).

541
fervor de amor: Que así commo el mes de agosto fierve con muy grant calura, así éste
fervió con grant amor de Dios. Onde dize de sí mismo en el libro de las Confesiones:
“Tú, Señor, sanaste el mi coraçón con la tu caridat”. Es dicho lo tercero, por timolosíasic
de nonbre: Agustinus deste verbo augeo es, e Agustín, que quiere dezir, cibdat; e ama,
que quiere dezir de suso; dende Agustinus, acrecentador de la cibdat muy alta. O en el
Glosario, Agustinus es dicho muy manificado, e muy fiel, e muy claro; fue manificado e
grande en buena vida honesta; fue muy claro en dotrina e en sabiduría; fue muy fiel en
la gloria.

Vida de sant Agustín e de sus miraglos

[f. 184b] Sant Agustín, dotor muy noble, fue nacido en la provincia de África, en la
cibdat de Cartagena, que es dicha Marruecos. A su padre dixeron Patricio, e a su madre,
Moica, e fueron omnes muy fijosdalgo. E él supo las siete artes, en tanto que fue muy
grant filósofo, e muy bien razonado. Ca todos los libros de Aristóteles, e otros quantos,
podía leer; todos los aprendió por sí mismo. Así commo él dize, en el su libro de las
Confesiones,1006 en esta manera: “El vasallo malo, de las malas cobdicias, por sí mismo
ley e entiende las siete artes, e quantos libros pudo leer”. E porque muchas vegadas la
grant clerecía aduze a mal, cayó en la eregía de los mancebos, que dizen que Jhesu
Christo non fue omne verdadero, e niegan la Resurreción. E fincó en esta eregía
demientra que fue mancebo nueve años; e uno1007 vino a creer estas chufas, que dizen
que llorava la figuera, quando le cortavan el figo a la foja.
E después desto, siendo de diez e nueve años, leyendo un libro de un filósofo
que demuestra cómmo devemos menospreciar la vanidat deste mundo, plogole mucho
por ello; mas pesávale, porque non fallava el nonbre de Jhesu Christo, que le mostrara
su madre. E su madre, mucho llorosa por él, trabajava mucho por traerle a la fe de
nuestro Señor. [f. 184c] Una vegada, viose ella estar en una regla de madero. E paró
mientes, e vio ante ella un mancebo muy fermoso. E demandole por qué estava así
triste. E díxole ella que llorava el perdimiento de su fijo, Agustín. [E dixo: “Sey segura,
que ado tú estás, estará él”. E contando ella esto a Agostín],1008 dixo él:
– Madre, engañada eres, e non fue así dicho; “mas do yo estó, serás tú”.

1006
(4, 16).
1007
Ms. h-I-14: “aún” (f. CCXXIXd).
1008
Corrijo a partir del ms. h-I-14 (f. CCXXXXa).

542
Ella diziendo:
– Al contrario fijo, non fue así dicho a mí: “que do tú estavas, estaría yo”; mas:
“do yo estava,1009 estarías tú”.
E su madre, con muy grand cuidado, rogava muy afincadamente a un obispo que
rogase a Dios por su fijo. Él, tan afincado della, respondiola commo profecta: “Ve
segura, que non puede ser que perezca este fijo conprado con tantas lágrimas”.
E viendo, e mostrando, en Marruecos muy grant tienpo el arte de fablar apuesto
suyo, e non lo sabiendo su madre, vínose a Roma, e ayuntó aí muchos decípulos. En
aquel tienpo los de Milán demandaron a Simaco, senador de Roma, que les diese dotor
que les demostrase en la dicha arte. Entonce sant Anbrosio era obispo en Milán, e por
ruego dellos, enbiaron allá a Agostín. E su madre, non podiendo folgar, vino a él con
grant trabajo. E falló que non era verdadero manicheo, nin verdadero católico. Agustín
començó a allegarse [f. 184d] a sant Anbrosio, e oír amenudo sus predicaciones. Era
muy agudo en la predicación, e parava mientes que non dixese algo contra la heregía de
los manicheos, nin por ella; enpero una vegada disputó mucho sant Anbrosio contra esta
eregía e herror. E destruyole por muchas abtoridades, e en muy fermosas razones, en
manera que secó el coraçón de Agustín. E porque se fallara después desto que era muy
arredrado de Dios, enpezó a plazerle mucho con la carrera de Jhesu Christo; mas,
enpeçando a andar por estas carreras angostas, púsole Dios en coraçón que se fuese a
Sinpliciano, en que era la gracia de Dios en que era,1010 por que le dixese sus des[e]os, e
que le mostrase la manera de vevir, e de andar en la carrera de Dios, en que andavan
unos así, e otros así. E pesávale quanto en este mundo fazía por el dulçor de Dios, e por
la fermosura del cielo, que sienpre amara. Enpeçó Sinpliciano a amonestar, e él mismo
se amonesta, e dezía: “¿Quántos niños e niñas sirven a Dios, e tú non fazes lo que éstos
fazen con esfuerço de Dios? Tú que estás aquí, vente para Jhesu Christo; e recebirte ha,
e sanarte ha”. E fablando ellos así, acordáronse del bituperio.1011 E por ende, muy
alegre, Sinpliciano cuenta quél, siendo gentil, los romanos fizieron la su imagen, porque
era muy sabio; que era más [f. 185a] grant cosa que entonce. Después, commo se tornó

1009
Esta palabra se repite en el incunable.
1010
LA (57): “ut ad Simplicianum, in quo lucebat gratia divina”. Ms. h-I-14: “que se fuese para
Sinpliciano e que era la gracia de Dios” (f. CCXXXb).
1011
LA (64): “Inter horum colloquia memoria Victorini venit in medium”. Ms. h-I-14: “E fablando así
amos, acordáronse de Victoriano” (f. CCXXXc).

543
christiano, respondíale Agustín,1012 diziéndole muchas vezes que él era christiano.
Dizíale Sinplicio:
– Non te lo creo; que si non, te viere en la iglesia.
Dixo Agustín en juego:
– ¿Las paredes fazen al omne christiano?
En cabo, movieron a la iglesia, e diole commo envergonçado el libro en que
estava el “Credo in Deum” que le leyese escondido. E él sobiose en alto, e leía a
grandes vozes.
Entonçe vino de África un amigo de sant Agustín, que dezían Ponciano, e
contole la vida e los miraglos que fiziera sant Antón, poco tienpo después que moriera
Costantino, el enperador. Oyendo sant Agustín estos ensienplos, e por ende, sañudo e
encendido, tan bien la cara commo en la voluntat, fuese a su conpañero, apellidando e
dando muy fuertes vozes, diziendo: “¿Qué sofrimos o qué oímos? ¡Levántanse los
necios, e vanse a los cielos! ¡E nós, con nuestra ciencia, imos al infierno! ¿E avemos
vergüença de ir ante ellos, porque van ante nos?”. E fuese corriendo a un huerto e
echose so una figuera, e llorando con muy grant amargura, dava muy grandes vozes,
diziendo: “¡Fas[ta] quando estaremos aquí tardando!”. E desta tardança suya, él así
querellándose mucho, así commo después lo escrivió en el libro de las Confesiones:1013
“¡Ay, mezquino yo! ¡O Dios, que alto eres en los altos, e baxo en los ba[f. 185b]xos;
mas faz, Señor, lo que deves, e despierta e llámanos! ¡O fermosura tan antigua e tan
nueva, tarde te amé, que tú eras dentro en el mi cuerpo, e yo andava fuera! ¡E yo te
demandava, e andava trabucando estas cosas fermosas que tú feciste de cosas feas! ¡Tú
eras comigo e yo no era contigo! ¡Llamásteme, e ronpiste la mi sordedat resplandeciente
e espantaste la mi ceguedat! ¡Gusté, e aún he fanbre por ti; beví, e aún he sed por ti;
tocásteme e enardecísteme por ti en la paz!”. E llorando así muy amargamente, oyó una
voz, que dixo: “¡Levántate e ley!”. E abrió luego un libro en que eran las Epístulas de
sant Pablo, e leyó en el primero capítulo, que dezía: “Vestid a nuestro Señor Jhesu
Christo”. E luego perdió todas las dudas que avía en sí.
Enpero, en este comedio, ovo tan grant dolor en los dientes, fasta que ovo de
creer. Segunt él dize, lo que dize un filósofo: quel mayor dolor del cuerpo es non sentir
ningunt dolor. E tan grande era aquel dolor, que perdió la palabra. E por ende, escrevió

1012
Es Victoriano el que responde. Igual que en el ms. h-I-14 (f. CCXXXXa), se comete el error de
confundir a Agustín como protagonista de este diálogo; pues en realidad se trata del diálogo entre
Simpliciano y Victoriano, que éste primero narra a san Agustín (LA: 64-70).
1013
(8, 3-5; 10, 27).

544
unas palabras en una tabla de cera: “Que todos rogasen a Dios por él que le amansase
aquel do[l]er”. E fincando los inojos con los otros, luego fue sano.
E por ende, enbió sus cartas por enbiar a sant Anbrosio, su voluntat para que le
mostrase qué libro leería de la Bri[f. 185c]viasic, por tal que podiese recebir mejor la fe
de los christianos. E mandole que leyese el propheta Isaías, porque él fabló
conplidamente el fecho del Evangelio, e de la conversación de los gentiles. E él non
entendió el comienço desta profecía; cuidando que todo era tal, non quiso le[e]r más en
él fasta que sopiese más en las escrituras de Dios.
E veniendo el tienpo de la Pascua, por merescimiento de su madre, e por la
predicación de sant Anbrosio; siendo Agustín de treinta años, batizose con su fijo, que
dezían Adeodato, que engendrara siendo mancebo gentil e filósofo; e baptizose con él
Elinpio, su amigo. Segunt dize sant Honorio, en el Libro que dizen Especulum
Ecclie,1014 que sant Anbrosio e sant Agustín conposieron: “asic Te Domine laudamus”.
Respondía sant Agustín: “Te Dominum confitemur”. E cantaron fasta en cabo. E luego
fue confirmado en la fe de Jhesu Christo, e desanparó toda quanta esperança avía en el
siglo, e las escuelas en que demostrava.
Más que grant dulçor ovo en el amor de Dios, de allí adelante. En el libro de las
Confesiones:1015 “Saetearás Tú el mí coraçón con el tu amor. E tenía fincadas las tus
palabras en las mis entrañas. E los ensienplos de los tus siervos, los quales fezías de
negros, claros; e de muertos, bivos; quemavan el seno de los mis pensamientos. E
tomavan grant [f. 185d] torpedat e dietas, a mí que sobía del valle del lloro, e cantava:
‘Canticum grado’, saetas agudas e carvones destruidores. Non me fartava en aquellos
días, de maravillosa dulcedunbre, pesar1016 la alteza del consejo de Dios sobre toda la
salut del umanal linaje. E yo, movido muy ligeramente, ¡quánto lloré en los tus hipnos,
e en los tus cantos, suablemente sonando con bozes de la Iglesia! E aquellas bozes
sonavan en las mis orejas, e la virtud estendía la fama en el mi coraçón. E corríanme las
lágrimas, e érame muy bien con ellas. E ciertamente entonce fueron estas cosas
establecidas cantarse en la iglesia de Milán. E llamava en alta voz e con alto roído del
mi coraçón: ‘¡In pace in idipsum!’. O que dixo: ‘¡Dormían e tomare sueño!’.
Ciertamente, tú eres ese mismo que non te demudas. En ti es la folgança de todos los
trabajos. Leía yo todo aquel salmo, e ardía yo que fuera ladrador, e amargo e ciego

1014
Speculum Historiale (XVII, 49) de Vicente de Beauvais.
1015
(9, 2).
1016
LA (109): “considerare”.

545
contra las letras enmeladas de la miel del cielo; e lunbrosas de la tu lunbre, e
enonojávamesic sobre las escrituras. Jhesu Christo es mi ayudador, ¡qué suable cosa fue
fecha adesora a mí, partirme de las mis mentiras, de las quales non me podía partir”. E
así se iva razonando con Dios del fecho de toda su vida.
Después desto, tomó consigo a su madre, e Nebrodio e Enodio, a[f. 186a]migos,
e tornose a África; mas estando a la puerta de Tiberi, finose aí su madre. E después de
su muerte, tornose Agustín a su tierra. E ayunava, e rogava sienpre a Dios con aquellos
que se le aconp[a]ñavan, e escrivía libros e mostrava a los necios. La su fama corría por
todo el mundo, e era maravilloso en todos sus fechos. E fuía de no ir a la cibdat, do
sabía que no avía abispo, por tal que1017 él no fuese en este oficio.
En aquel tienpo, era en la cibdat de Ipón un omne rico mucho, e enbió a dezir a
sant Agustín que si él veniese a él, e oyese de la su boca las palabras de Dios, que luego
se quitaría del mundo. E oyéndolo Agustín, fuese para allá muy aprisa. E sabiéndolo
Valerio, obispo de la cibdat, aunque le pesó, ordenolo en su iglesia de misa; maguer que
él llorava mucho por ello, e algunos con envidia, judgavan en otra manera. E
consolávanle, deziendo que él [era]1018 dino de mayor onra que ésta; maguer que era
más acercado de ser obispo.
E fizo aí luego un monesterio de clérigos, e començaron a bevir segunt la regla
de los apóstoles. E deste su monesterio fueron después dos obispos. E porque el obispo
de Ipón era griego, non sabía tan bien la lengua latina, nin las letras, dio su poderío a
Agustín, que predicase delante él en la iglesia, a contra las costunbres de la iglesia de [f.
186b] Oriente, maguer que non era costunbre. Enpero, profaçando1019 del obispo otros
muchos obispos, por esta razón, él non fazía fuerça que feziese a otro lo que él non
podía fazer.
En este tienpo perseguió e venció a Fortunato, obispo de los manicheos. E otros
muchos ereges que será luengo de contar. E sant Valerio avía miedo que le demandasen
a Agustín para obispo en otro lugar. Ca, alguas vezes ge le quisieron tomar, salvó que
se ascondía en manera que non le podían fallar. E por esto, ganó Valerio el arçobispado
de Marruecos perquesic feziesen a Agustín obispo de Ipón en su lugar. E a postre, non lo
quería fazer, enpero por fuerça lo ovo de tomar. Enpero, después lo dixo él, e lo
escrivió, que nunca tal cosa commo esta se devía fazer, e dixo que: “Non ha cosa en el

1017
En el incunable: “qne”.
1018
Corrijo a partir del ms. h-I-14 (f. CCXXXIIc).
1019
Profazar: Abominar, censurar o hablar mal de alguien o algo.

546
mundo que tanto me pese commo ésta: que non sopera governar a mí, e posiéronme
para governar la Iglesia”.1020
Las sus vestiduras, e el su calçar, non eran muy biles, nin muy preciosos; mas
eran en buen talle. Ca él dezía de sí mismo: “Digovos verdat, que grant vergüença he de
vestir vestidura preciosa e noble. Por eso, quando me la dan, véndola, porque la
vestidura non la puedo dar a todos, porque sea el precio común a todos”. La su mesa
non era escasa, mas mesurada. E por razón de los huéspedes, e de los [f. 186c] enfermos
a las vezes, entre las verças e la legunbre, comía carne estando a la mesa; más amava
disputación o leción, que oír mal de los otros. Ca algunt tienpo, algunos obispos, dizían
mal a sus familiares. E dezía él que callasen, en otra manera, que se levantaría de la
mesa. E dizía que tres cosas aprendiera de sant Anbrosio: la primera, que nunca
andodiese casamiento a ninguno, que si oviesen mala vida, entre sí dar le ían su
maldeción; la segunda, que si alguno quisiere ser cavallero, que non ge lo alavase, que
si los cavalleros oviesen entre sí lides, algunas dirían que él era en la culpa; la tercera es
que, quando le conbidasen a comer, que non fuese allá, que por ventura comería más de
quanto le conpliese.
Tan grande fue la su sinpleza e la su umildat, que los pecados que nós tenemos
que non son nada e pequeños, que los él confiesa ante Dios. E se acusa dellos así
commo quando era moço: que en lugar de ir a la escuela, que jugava a la pella;1021 e non
quería leer, nin aprender, sinon con premia del maestro o del padre; e que de grado oía
las chufas que dezía o que furtava de casa de su padre lo que podía, e lo dava a los
moços con quien trebejava; e en los juegos engañava a los moços; e furtara peras de un
árbol que estava cerca de su viña, aviendo dieseséis años; e en [f. 186d] cómmo se
deleitava en comiendo, e en beviendo.
E así se confesava de todos los sesos de su cuerpo. E dezía así: “Me semeja a mí,
enpero só engañado, que ninguno non deve ser seguro en esta vida que toda es
tentación, si puede ser de peor, mejor; o de mejor, peor”.
[...]1022
Este santo omne confondió los hereges muy fuertemente, en manera que dezían
ellos, públicamente, que non sería pecado que matasen a sant Agustín, bien así como al
lobo. E dezían que Dios le perdonaría sus pecados a qualquier que le matase. Muchas

1020
Epistulae (21, 1).
1021
Pella: (del lat. pilŭla, dim. de pila). Pelota.
1022
Igual que en el ms. h-I-14, falta el segmento textual (LA: 177-193).

547
vezes le pusieron celadas para matarle doquier que iva; mas ordenándolo Dios, los que
estavan en la carrera error, non le podieron fallar.
Sienpre se acordava de los pobres, e quanto podía aver, todo ge lo dava. En
manera que los vasos e los cálices de las iglesias, fazíalos quebrar e fondir, e dava lo
que valían a los que lo avían menester. E non quería conprar tierras, nin viñas, nin casas,
nin heredades; nin quería tomar heredades que le dexavan por los muertos. Dezía que
ante lo avían de aver sus fijos e sus parientes. Non se entremetía mucho de las
posesiones de la Iglesia; mas de día e de noche sienpre pensava en las en las escripturas
de Dios, e en las sus cosas. Nin quería fazer casas, nin palacios nuevos, por tal que non
se enbolviese en ello, e que non recebiese en ello pesar. [f. 187a] Enpero, si algunos los
querían fazer, non ge lo defendía, salvo si quisiese fazer grandes cosas tienpra.1023
1024
E alavava mucho a los que querían morir. E sobre esto contava ensienplo de
tres obispos. Ca sant Anbrosio, quando quería morir, rogáronle que rogase a Dios por su
vida, respondió: “Él bive asina, que ya vergüença he de bevir entre vós. E non he miedo
de morir, que muy buen Señor avemos”. E esta respuesta alava mucho sant Agustín. E
contava de otro obispo, a quien diziendo que era mucho menester para la iglesia, e por
ende, que aun Dios lo quería librar, que: “Nunca me fue bien en algunt tienpo, e non
agora”. E de otro obispo dixo que contava sant Cipriano, que siendo muy enfermo,
rogava a Dios que le diese sanidat. E apareciole un mancebo muy fermoso, e
asañándose contra él mucho, e díxole: “Miedo avedes de las penas, e por eso non
queredes salir”.
Nunca quiso que con él morase fenbra ninguna, nin hermana, nin sobrina, fijas
de su hermano, que servían a Dios tan bien. Ca dizían, que dixeron algunas personas,
que non podría ser que aquestas non biviesen sin algunas tentaciones, que serán
enfamadas por malas sospechas de los omnes. E nunca quería fablar solo con muger. E
sus parientes, en tal manera les fazía bien que non oviesen muchas riquezas, mas que
oviesen algu[f. 187b]na falta. E pocas vezes rogava por ningunos, nin por letra, nin por
palabra. Acordávase de un filósofo, que por grand fama, non quería dar mucho a sus
amigos; dizía que muchas vezes, la onra e el poderío que omne demanda, mata; enpero,
quando lo avía de fazer en tal manera, rogava que non fuese enojo; mas que le oyesen
con cortesía. Muchos le rogaron que predicase en sus iglesias. E predicó, e convertió a
muchos del error que tenían. E a las vezes, dizía algunas cosas en la predicación,

1023
LA (202): “nisi forte immoderate fieri conspexisset”.
1024
Los siguientes dos párrafos no forman parte de la versión del ms. h-I-14.

548
diziendo que esto ordenara Dios por salut de alguno. Así commo pareció en la
conversación de los manicheos, que eran mercaderes; que él teniendo esta manera en su
predicación, convertiéronse de su herror.
En aquel tienpo lo godos tomaron a Roma. E los paganos, e los gentiles, dizían
mucho mal contra los christianos. E por ende, sant Agustín fizo un libro que llaman de
la Cibdat de Dios, en que mostró que los buenos deven aver muchas tribulaciones en
este mundo; e los malos, mucha buena andança. E fabla en él de dos cibdades,
Jherusalem e Bavilonia, e de los reys de ellas. Ca el rey de Jerusalem es Jhesu Christo;
el rey de Bavilonia es el diablo. Las quales dos cibdades, segund que dizen, fazen dos
amadores, el amor del diablo estableció la su cibdad, cre[f. 187c]ciendo fasta el
menospreciamiento de Dios; e el amor de Dios estableció la su cibdat, fasta el
menospreciamiento del diablo.
En su tienpo, el año de la encarnación de Jhesu Christo de quatrocientos e
quarenta e siete años,1025 los ubándalos prendieron toda la provincia de África, e
destruyéronla toda. E non perdonavan a omne, nin a muger, nin a ordenado, nin a
ninguna hedat. Después desto vinieron a Ipóy, e cercáronla. En esta tribulación ovo sant
Agustín en su vejez vida amarga, e más llorosa que todos los otros. Ca en lugar de pan,
comía lágrimas de día e de noche, viendo los unos muertos, e los otros desterrados, e las
iglesias biudas de clérigos, e las cibdades destruidas. E entre todos estos males,
consolávase con una palabra que dixo un sabio: “No tengas que es grant cosa que
caen1026 los maderos e las piedras, e mueran los que han de morir”. E llamó a todos sus
fraires, e dixo: “Yo ruego a mi Señor que vos saque de aquestos peligros, o que vos dé
paciencia, o que saque a mí desta vida, que non vea tantas mezquindades”. E ganó esta
tercera cosa que demandó. E a cabo de los tres meses que cercaron la cibdat, ovo fiebre,
e ovo de yazer en la cama e entendió que avía de morir. Fizo escrevir los siete salmos
penitenciales. E teníalos puestos contra la pa[f. 187d]red; yaziendo en su cama, leíalos
sienpre. E llorava muy amenudo, e muy conplidamente, e porque podiese mejor leer, e
más francamente pensar en lo de Dios, e porque ninguno non le envagase, diez días ante
que moriese, mandó que ninguno no entrase a él, salvo quando entravan los físicos, e
quando le davan a comer.
Vino a él un enfermo, e díxole que le posiese las manos sobre la cabeça, e que
luego sería sano de la enfermedat. Respondiole sant Agustín: “Fijo, ¿qué es esto que tú

1025
LA (228): “CCCCXL”. Ms. h-I-14: “quatrocientos e quarenta años” (f. CCXXXIIb).
1026
En el incunable: “canten”. Corrijo a partir del ms. h-I-14 (f. CCXXXIIc).

549
demandas? ¿Piensas que, si tal commo estó, yo sopiese fazer, non lo fiziese a mí?”. Él
demandógelo muy afincadamente, diziendo que le1027 fuera mostrado en visión que
veniese a él, e que luego sería sano. E viendo sant Agustín la su fe, rogó a Dios por él, e
luego fue sano. E después sanó a muchos demoniados. E fizo muchos miraglos en su
vida.
[...]1028
E después de su muerte, la gente destruida de los moros tomaron toda la tierra, e
ensuziaron las iglesias e los lugares. E los christianos tomaron el cuerpo de sant
Agustín, e leváronle a Cerdeña. E esto acaeció a cabo de dozientos e ochenta años
después que él morió.
E Lupardio, rey de los lonbardos, omne muy devoto, oyendo que los moros
avían destruido aquella tierra de Cerdeña, e despoblada, enbió mensajeros a grant [f.
188a] prisa que truxiesen los huesos de sant Agustín a Papin. E por esto dio muy grant
aver, e tomaron los huesos de sant Agustín e trixéronlos fasta Génova. E oyéndolo el
rey, saliolo a recebir con grant gozo e con grant onra a la dicha cibdat. E queriéndole
dende sacar, non le podieron mover en ninguna manera, fasta que le prometió que, si
dende se dexase soltar, que faría una noble iglesia en el su nonbre. E fecho el omenaje,
luego se dexó sacar dende, sin grant fuerça. El rey conplió lo que aprometiera, e así
fazía en cada lugar do posava de noche iglesia a onra de sant Agustín. E de miedo que
se quedaría en algunos destos lugares; en cabo trixéronle con gran onra e gozo a Papía.
E posieron en la iglesia de sant Pedro, que dizen Cielo de Oro, con grant onra.
1029
Un molinero avía grant devoción en sant Agustín, e avía una enfermedat que
dizían flema salsa1030 en la tibia de la pierna. E llamava a sant Agustín devotamente, que
le quisiese ayudar en aquella enfermedat. Aparesciole sant Agustín en visión, e apalpole
la tibia con la mano, e recebió entera sanidat. E despertando, fallose sano, e dio gracias
a Dios e a sant Agustín.
Un niño tenía piedra, e consejavan los físicos, a su madre, que le fendiese. E
ella temiéndose que morería desto, rogó a sant [f. 188b] Agustín muy afincadamente
que acorriese a su fijo. E la oración fecha, echó luego el niño la piedra con la orina e
luego fue sano.

1027
Estas dos últimas palabras se repiten en el incunable.
1028
Igual que en el ms. h-I-14, falta el segmento textual (LA: 244-297).
1029
Los siguientes tres milagros no forman parte de la versión del ms. h-I-14 (LA: 309-314).
1030
LA (309): “flegma salsum”.

550
En un monesterio, que dizían Helemosina, en la capilla de sant Agustín, vio un
monje, en visión, una nuve muy clara que decendía del cielo. E que estava sobre ella
sant Agustín, vestido commo obispo. E los sus ojos como el rayo del sol, que alunbrava
toda la iglesia, e salía dende muy buen olor e muy grande.
Un omne quería mucho a sant Agustín, e dio muchos dones a un monje que
guardava el su cuerpo, que le diese un dedo de los sus dedos. Tomó los dones, e diole
un dedo de un muerto enbuelto en un cendal, faziendo enfinta que era el dedo de sant
Agustín. E tomando el dedo con grant onra, adorávale sienpre con grant devoción. E
poníale amenudo sobre sus ojos, e sobre su cabeça e sobre los pechos, abraçándole. E
viendo Dios su fe, e echando aquel dedo de sí, diole un dedo de los de sant Agustín, por
miraglo e por misericordia. E tornándose a su tierra, fazía aí Dios muchos miraglos. Así
que vino la fama al papa, e afirmando el monje que era el dedo del muerto, abrieron el
sepulcro de sant Agustín, e fallaron que avía un dedo menos de los suyos. E sabiendo el
abat la verdat, quitó al monje del o[f. 188c]ficio, e diole muy grandes penas.
1031
Una vegada sant Bernardo, estando en matines, e dormiéndose un poco
leyéndose las liciones de un tratado de sant Agustín, vio un mancebo muy fermoso que
estava aí, de la voca del qual salía tan grant caño de agua ondeando que fenchía toda la
iglesia, en semejança de fuente.
En Lonbardía, en un monesterio que dizen Fontadona, era un monje que dezían
Ugo. E avía grant devoción en sant Agustín, e avía sabor en leer sus escripturas. E
rogávale muy afincadamente que non le dexase salir deste mundo, salvo el día de la su
fiesta. E por ende, quinze días ante de la su fiesta, enfermó este monje, en manera que
en la su vigilia, posiéronle en tierra, commo muerto. E ahe do entraron muchos
fermosos e claros, vestidos de blanco, con pozesión en la iglesia del monesterio; en pos
dello, un monje muy onrado, en manera de obispo. E un monje que estava aí, en la
iglesia, viendo esto, maravillose mucho, e demandó quién eran o adó ivan. Dixo el uno
dellos que era sant Agustín con sus canónigos, que ivan al su devoto que se moría para
levar la su ánima para la gloria de Paraíso. E después de esto, entráronse todos en la
enfermería; aí estando un poco, salió aquella ánima santa de la carne. E tomola [f. 188d]
el su amigo, dulce e segura contra las celadas del diablo, e levola al gozo del Paraíso.
E leemos dél que un día, siendo vivo, e leyendo algunas vezes, vio al diablo que
pasava ante él. E levava un grant libro a cuestas, e cogiole luego que le mostrase lo que

1031
Este milagro se cuenta antes del anterior en la Legenda aurea (315-316). Éste y los dos siguientes, no
se registran en la versión del ms. h-I-14.

551
aí levava escripto. E dixo él que los pecados de los omnes, que cogía por todo el mundo,
que los escrevía allí. E demandó que luego, mano a mano, le mostrase e leyese si tenía
algunt pecado de los suyos escriptos. E mostrándole el lugar, sant Agustín non falló aí
nada escripto, salvo una vegada que dexó las conpletas por olvido. E mandó al diablo
que le esperase en la iglesia un poco. E entró, e rezó sus conpletas, e fizo sus oraciones
que solía con grant devoción. E tornándose, dixo que le mostrase otra vegada este lugar,
para leerle. E él tornando las fojas muchas vezes, en cabo falló aquel lugar vazío; e por
ende, dixo: “Engañásteme malamente, e pésame”. E diziendo esto, desaparesció.
[...]1032
En el año de la encarnación de ochocientos e doze años, bien quarenta omnes
muy mal [enfermos]1033 salieron de Germania, e ivanse para Roma en romería de sant
Pedro e de sant Pablo. E los unos levavan en carretillas, e los otros en contrechos de
pies e de manos, e los otros ciegos. Así ivan [f. 189a] todos, e yendo así, venieron a un
lugar que dizían Carbona. E saliendo dende, venieron cerca de Papía, a una legua. E
ahevos sant Agustín saliendo de la iglesia de Cosma e Damiano, aparecioles vestido
commo obispo, e saludolos, e demandoles dó ivan. E ellos respondieron que ivan a
Roma. E díxoles él: “Id vos para Papía, e preguntat por el monesterio de sant Pedro, que
dizen Cielo de Oro. E aí abredes la misericordia que deseades”. E preguntándole ellos
cómmo le dizían, e dixo él que Agustín, el que fue obispo de la cibdat de Ipón. E luego
despareció. E yendo ellos para Papía, venieron al dicho monesterio. E sopieron que era
aí el cuerpo de sant Agustín, e començaron a dar vozes: “¡Sant Agustín, ayudanos!”. E
oyendo los monjes e los burgeses las vozes, venieron todos a ver estas maravillas. E
estendiéronse1034 los mienbros dellos; dellos començó a salir mucha sangre, en manera
que de la entrada del monesterio, fasta el sepulcro de sant Agostín, luego fueron todos
sanos e guaridos, commo si nunca oviesen mal. E de allí adelante creció mucho la fama
de sant Agustín, e venían ý muchos enfermos, e dexavan muchas señales de salud al su
sepulcro; en manera que tantas eran las señales, que non podían los omnes entrar, nin
salir; e por ende, los monges fiziéronlos [f. 189b] ende tirar.
E devedes saber que, maguer que sean tres cosas en los omnes codicia: e
deleytes, e riquezas e onras, este sancto aborreciolo todo e menospreciolo, segunt que
muestra en esta manera, ca preguntándole la razón a él, e diziéndole:

1032
Falta el segmento textual en el ms. h-I-14 (LA: 342-378). El incunable sí lo presenta más adelante, tal
como se indicará en su momento.
1033
En el incunable: “fermosos”. LA (379): “infirmi”. Corrijo a partir del ms. h-I-14 (f. CCXXXIIIb).
1034
En el incunable: “ascondiendo”. LA (391) “distentione”. Corrijo a partir del ms. h-I-14 (f. CCXXXIIIc).

552
– ¿Codicias e riquezas?
Respondió Agustín:
– Non las codicio agora, que primeramente, aviendo treinta1035 años, comencé
fazer esto. E ha bien quatorze que nunca las codicié, nin quiero dellas otra cosa salvo lo
que me cunple para vestir, e para comer mayormente; que esto me mostró el libro del
philósofo Cicero, que por ninguna manera non las desease.
Eso mismo preguntole la razón suya de las onras. E dixo Agustín:
– Dígote en verdat que en los días de agora las aborrecí; eso mismo de los
deleites de la carne, e quanto al casamiento e quanto al comer.
E preguntándole la razón quanto al casamiento, diziéndole:
– ¿Non te plaze aver muger que sea fermosa, e casta, e honesta, e de buenas
costunbres e rica, mayormente si fueses cierto que nunca faría tuerto?
Respondió Agustín:
– Píntala quanto quisieres, e pon en ella quanto quisieres de los bienes del
mundo, e que sea de buen donario: nunca fallé cosa que así me pesase como casar.
E díxole la razón:
– Yo non te demando que tú ordenaste sobre ello; mas si oviste en ello [f. 189c]
plazer.
Respondió sant Agustín:
– En verdat te digo que yo non busco tal cosa commo ésta, nin la deseo; ante,
acordándome dello, he muy grant espanto en mí, e muy grant dolor e aborrecimiento.
E preguntole del comer. Respondió Agustín:
– Non me preguntes nada del comer, e del bever, e de los vaños e de otro plazer
del cuerpo. Ca tanto demando, e busco en esto, quanto me cunple para mantener el
cuerpo.1036
1037
Unos omnes de Papía fueron presos, e metidos en cárcel de Antiocha, de
Malaespina. E mandó que non les diesen a bever en ninguna manera, porque podiesen
dellos sacar grant aver. Onde muchos dellos moríanse de sed, e muchos bevían la su
orina misma; mas un mancebo avía entre ellos que avía grant devoción en sant Agustín,
e llamole, que le quisiese acorrer. Entonce, cerca de la media noche, apareció sant
Agustín a aquel mancebo. E commo tomándole por la mano derecha, tráxole fasta el río,

1035
Estas dos últimas palabras se repiten en el incunable.
1036
Con este párrafo termina la versión del ms. h-I-14.
1037
A partir de aquí, los siguientes milagros se encuentran desordenados en relación con la Legenda
aurea (365-378; 342-351; 362-364).

553
que dizen de Granulón. E allí le refrió la lengua, mojando una foja de vid en el agua; en
manera que aquel que codiciava bever la su orina, non deseava bever vino pemente.
Un prioste de una iglesia avía grant devoción en sant Agustín, e avía grant tienpo
que tenía grant enfermedat, en manera que avía tres años que non se levantava de la
cama. E venía la fiesta de [f. 189d] sant Agustín, e ya en la su vigilia, tañían a viésperas.
E fízose levar con grant devoción a rogar a sant Agustín. E apareciole sant Agustín con
vestimentas blancas, e acercándose a él llamelesic por su nonbre, díxole: “Ahe presente
só, de tantas vezes que me has llamado. Levántate aína, e ve fazerme el oficio de las
viésperas mucho onrado”. E maravillándose todos, levantose sano e entero en la iglesia.
E acabó el oficio muy devotamente.
Un pastor tenía una llaga muy grande nacida entre las espaldas, en manera que
era ya todo desfecho. E rogó a sant Agustín muy devotamente, e apareciole en visión, e
poniendo la mano sobre él, sanole acabadamente. Ese mismo omne, pasando un tienpo
ciego de los ojos, rogó a sant Agustín. En un día grande del medio día apareciole, e
fregandole los ojos con sus manos, diole luego sanidat.
Una muger pasava muy grant injuria de unos omnes maliciosos. E ella vino a
sant Agustín, e rogole que le diese consejo sobre esto. E fallándole estudiando, saludole
muy onradamente; mas él nin la respondió, ni la cató ninguna cosa. E ella, cuidando que
por ventura lo fazía por gran santidat, que non quería catarla, llegose más cerca. Díxole,
callando, todo su negocio; mas nin la quiso catar, nin la dio respuesta ninguna. E [f.
190a] ella fuese con muy grant tristeza. E otro día, mientra que sant Agustín dizía misa,
estava aí la muger, e alçando el cuerpo de Dios, fue arrebatada de spíritu. E viose puesta
ante la cátedra de la santa Trenidat, e vio allí a sant Agustín, la cara inclinada,
disputando muy sotilmente de la iglesia de la santa Trenidat. E oyó una voz que la dixo:
“Quando tú fueste a sant Agustín, él desputava de la iglesia de la santa Trenidat; e por
ende, non paró mientes a ti; mas ve agora a él seguramente, e fallarle has muy piadoso,
e darte ha consejo muy saludable”. E faziéndolo ella, oyola de buenamente.
Dizen que, siendo un omne arrebatado del spíritu, e commo viese los santos en
la iglesia, vio que sant Agustín era contado en el número de los santos. E dixo a aquel
omne: “Sant Agustín sey en los cielos, do disputa de la iglesia de la muy alta Trinidat”.

554
[CVI]
Título CIII. De cómmo fue degollado sant Juan

Cómo fue sant Juan degollado. E fue establecido por quatro razones, segunt que se
contiene en un libro que se llama Mortal.1038 Lo primero, por qué fue degollado; lo
segundo, por qué fueron quemados los sus huesos; lo tercero, por qué fue fallada la su
cabe[f. 190b]ça; lo quarto, por qué el su dedo fue trasladado, e por consagramiento de la
iglesia. E segunt estas quatro razones, esta fiesta puede aver muchos nonbres, ca puede
ser dicha decolación, tolecio, inuencio, dedicacio.
Pues que en lo primero, faze la iglesia esta fiesta que dizen “Decolacio sancti
Iohanis”, e fue fecha en esta manera: Herodes Antipas, fijo del grant Herodes, viniendo
a Roma, pasó por do estava su hermano, Filipo. E fizo omenaje en poridat con su muger
dél, Herodides, hermana de Herodes Agipa, que quando se tornase, dexase a su muger,
e que casase con ella. E súpolo su muger, fija de Aretas, rey de Damasco. E por ende,
non esperó a su marido que tornase, mas fuese para su padre aprisa. E tornándose
Herodes, tomó a Felipo, su hermano, la muger. E ganó por esta razón por enemigos al
rey Aretas, e a Herodes Agipa e a Felipo, su hermano. E sant Juan reprenhendiole por
esta razón; dizíale que, segunt la ley, non conbiene que tomase la muger a su hermano
en su vida. E viendo Herodes que sant Juan tan duramente le reprehendía por este fecho,
e por la predicación e por el baptismo ayuntava muy grant pueblo, mandole poner en la
cárcel; queriendo fazer plazer a su muger, e quísole matar, sinon que avía miedo al
pueblo que siguiría a [f. 190c] sant Juan. E Herodes e Herodías deseavan fallar algunt
achaque porque podiesen matar a sant Juan. E parece que ordenaron entresí que Herodes
fiziese la su fiesta a todos los mayorales, e príncipes e ricos omnes de Galilea. E fazía
gran solepnidad porque era día de la su fiesta. E juró a la fija de Herodías, que era
joglaresa, que le daría quanto en el mundo demandase, e demandó ella la cabeça de sant
Juan. E él, por la jura que avía fecho, mandógelo dar; mas fizo enfinta que le pesava por
la jura que feziera. E cortando la cabeça a sant Juan, mandola dar a la moça porque
feziera ante ellos sus juegos. E ella diola a su madre.
E porque sepamos que esto fue enfinta que le pesase, leese en las Estorias
Eclesiásticas,1039 do dize así: “Creedera cosa es que Herodes, e su muger, trataron ante,
en poridat, la muerte de sant Juan, so tal achaque fazedero”. Otrosí, dize sant Gerónimo

1038
LA (1): “mitrali”. Mitrale (41), de Sicardo de Cremona.
1039
Historia Scholastica (Ev. 73), de Pedro Coméstor.

555
en la Glosa: “Por aventura, por eso juró, porque fallase achaque de matarle; que si ella
demandara la cabeça del padre, non lo otorgara él; pues la moça, amonestada de la
madre, fue presente en el conbite, e plazía a todos por los juegos que fazía. El rey juró
de dar todo lo que demandase, e por la jura que feziera, conbenía fazerse aquella; mas él
tray tristeza en la cara, e alegría en la vo[f. 190d]luntat; escusa la traición con la jura, e
la su maldat so covertura de piedat”.1040
E desta jura, cuenta sant Agustín en un Sermón1041 que fizo de la decolación de
sant Juan Bautista tal enxienplo: “Fue un omne santo e muy fiel que me contó lo que
agora quiero dezir. Que un omne a otro negávale lo que le prestara o lo que le devía. El
otro llamole a fazer la jura, e él perdió lo suyo. E dezía que, en aquella noche, fuera
arrebatado del alcalde en spíritu al juizio. E preguntole por estas palabras:
– ¿Por qué llamaste aquel omne a jurar, sabiendo que juraría falso?
Respondió él:
– Negome lo mío.
Dixo el alcalde:
– Mejor fuera perder tú, que non fazerle perder el alma, jurando falso.
Echáronle en tierra, e açotáronle tan fuertemente que quando despertó fallaron
en sus espaldas las llagas. E así se perdonaron dél; pues que fue castigado”.
E por ende Herodes dio a su fijo tal penitencia, ca fue desterrado. E Herodes
Agripa, siendo omne muy fardido en armas, mas era muy pobre e desesperado de sí
mismo, entró en una torre por tal que muriese ý de fanbre. E oyéndolo su hermana,
Herodías, rogó a su [marido]1042 que lo sacase dende, e fízolo. E comiendo en uno amos,
Herodes Antipas, estando bien farto de vino, començó a facerir a Herodes los bienes que
le feciera; mas él doliéndose mu[f. 191a]cho, fuese para Roma. E Gayo, el enperador,
recibiole muy bien, e diole tierra Alisania e Abilina, e fízole rey de Judea. E biendo
Herodías que su hermano era rey, rogava a su marido muy afincadamente que se fuese
para Roma, e que ganaría el reino. E él, porque era muy rico, non ge lo quería otorgar,
que más quería bevir así que aver onra con trabajo; enpero venciole ella e fuese para
Roma. E sabiéndolo Herodes agripa, enbió sus letras al enperador, en que le enbiava a
dezir que Herodes avía fecho amistat con el rey de los turcos, e que se quería alçar
contra el señorío de Roma; e esto afirmávale, diziendo que él tenía armas para sesenta

1040
Biblia latina cum Glossa Ordinaria (Mateo 14, 1-10).
1041
(308, coll. 1409-1410).
1042
En el incunable: “hermana”. Corrijo a partir del ms. h-I-14 (f. CCXXXIIIIc)

556
mill cavalleros. E leída la carta, Gayo començó a preguntar a Herodes de Alexos de su
estado, e entre todo lo ál, demandole si avía tantas armas en su tierra commo él leyera. E
él negógelo que non. Entonce Gayo, creyendo que era verdat lo que le enbiava dezir
Herodes Agripa, mandole desterrar. E mandó a su muger, porque era hermana de
Herodes, que él amava mucho, si quisiese, que se tornase a su tierra; mas ella quiso ser
desterrada con su marido; diziendo que, pues fuera con él en la bienandança, que quería
ser con él en el peligro. E llegaron a León del Ruedano, e allí morieron muy mezquinos.
La segunda razón por qué es esto. Porque en tal día commo oy [f. 191b]
quemaron los huesos, e muchos dellos cogieron los christianos. Onde en quemando los
huesos recebió la segunda vegada martirio; e por ende, faze la iglesia esta fiesta. Ca,
segunt leemos, los dicípulos de sant Juan enterraron el su cuerpo en Sobasten, cibdat de
Palentina, entre Olis e Abdia. E faziendo Dios aí muchos miraglos por él, mandó asic
Juliano, apóstota, a los gentiles que esparziesen sus huesos. E por eso, non quedando los
miraglos, tomáronlos destruidos, e quemáronlos, e fiziéronlos polvos e esparziéronlos
por el canpo. E por eso muchos necios, sin saber, cogen los huesos en el su día por
doquier que los fallan, e los queman, porque los huesos de sant Juan fueron derramados
e cogidos. E segunt dizen algunos: “O sí, parece que sufrió el segundo martirio, en la
manera que parece que los cogían para quemarlos”.
Unos monjes de Jherusalem, pasando por aí de noche ascondidos, posiéronse
con los que los cogían, e cogieron grant parte dellos. E leváronlos a Felipo, obispo de
Jherusalem. E enbiolos a Atenasio, obispo Alexandría. E después Teófilo, obispo que
fue desa cibdat, alinpió el tenplo de Sejapaz de toda suziedat, e púsolos aí, e consagró la
iglesia de sant Juan Bautista; mas agora, segunt que Alexandre tercio e Inocencio
quarto, que fueron papas, dan tes[f. 191c]timonio de la verdat en sus previllegios, estos
huesos son en Génova.1043
[...]1044
Así commo Herodes, que le cortó la cabeça, ovo pena por sus pecados, en esa
misma manera dio Dios vengança de Juliano, apóstota, que mandó quemar los sus

1043
La Legenda aurea no dice nada sobre esta ciudad italiana (61): “quod etiam multis miraculis est
ostensum”. El ms h-I-14 coincide con la versión del incunable: “dan testimonio de verdat que son en
Gén[o]va” (f. CCXXXVb).
1044
Igual que en el ms. h-I-14, falta el segmento textual (LA: 62-67).

557
huesos. E de la pena deste Juliano ya dicho es suso, en la estoria de sant Julián,1045 que
cay después de la conversión1046 de sant Pablo.
[...]1047
La quarta1048 razón es por qué en tal día commo oy fallaron su cabeça. Ca sant
Juan fue preso en un castillo de Arabia, que dizen Maceronta. Allí fue descabeçado. E
Herodías fizo levar la su cabeça a Jherusalem, e enterrola cerca del palacio de Herodes,
e temiendo que si fuese enterrado con el cuerpo, que resucitaría con él. En tienpo de
Marciano, enperador, mostró sant Juan la su cabeça a dos monjes que venieron a
Jherusalem. E yendo al palacio de Herodes, fallaron la su cabeça enbuelta en celicio, e
por ventura, fueron las vestiduras que vestió en el desierto. E tomaron ellos esta cabeça,
e tornáronse a su tierra. E aconpañolos un omne de la cibdat de Emisa, que era ollero e
pobre. E dándole los monjes el çurrón en que levavan la cabeça, mandógelo sant Juan, e
fuyó de noche, e fuese con ella para su cibdat. E demientra que vivió, onrava la cabeça
de sant Juan en una cueva, e fue bien andante. E moriendo él, descobrió esto de la [f.
191d] cabeça a una su hermana, en poridat. E así unos a otros, quantos fueron de su
linaje. E después desto a grant tienpo, sant Juan mostró la su cabeça a Marcelo, monje
que fazía penitencia en esta misma cueva. E semejábale, dormiendo, que ivan grandes
conpañas cantando e diziendo: “Ahevos do viene aquí sant Juan Bautista”. E dende vio
a sant Juan que le traían descabeçado, e bendizía a todos quantos a él venían. E
veniendo a él este Marcelo, alçándole e tomándole por la barba, diole paz. Entonce
preguntole Marcelo, diziendo:
– Mi señor, ¿dónde veniste a nós?
E dixo él:
– De Sabaster
Despertando, maravillose mucho desto que viera dormiendo.
E otra noche vino a él otro que le despertó. E estando despierto, vio estar una
estrella muy clara en la puerta de la cela. Levantándose, quísola tomar adesora, e fuese a
otra parte. Él enpeçó a ir en pos ella, fasta que llegó al lugar donde estava la cabeça de
sant Juhan. E catando allí, falló un orço, e en él, este tiesto sancto. E uno dellos non lo
quería creer, e metió mano al orço, mas luego se le secó la mano. E apegose al orço, e

1045
LA (69): “in hystoria sancti Iuliani”. Ms. h-I-14: “en la lienda de Santiago” (f. CCXXXVb).
1046
En el incunable: “conversación”. LA (69): “conversionem”.
1047
Falta el segmento textual en el ms. h-I-14 (LA: 70-111). El incunable registra sólo una parte del
mismo; el cual se halla intercalado al final de la cuarta razón, tal como se indicará más adelante.
1048
LA (112): “Tertio”. Ms. h-I-14: “tercera” (f. CCXXXVb).

558
rogando por él sus conpañeros, despegose la mano; mas nunca della se ayudó en
ningund tienpo. E apareciole sant Juan, e díxole: “Quando levaren la mi cabeça a la
iglesia, e tanxieres el orço, luego [f. 192a] serás sano”. E fízolo así, e fue sano. E
Marcelo díxolo a Valeriano, obispo de aquel lugar. E tomáronla e leváronla a la cibdat,
e de allí adelante, enpeçaron a fazer esta fiesta en este lugar; mas después la levaron a
Costantinopla. E dende, en tienpo del rey Pepino, leváronla África, a un monesterio que
dizen Pateos, do fueron muchos muertos resucitados por los merecimientos de sant
Juan.
E así commo Herodes, que mandó degollar a sant Juan, fue atormentado, e Julián
apóstota, que mandó quemar los sus huesos, así eso mismo fue atormentada la moça que
demandó la cabeça de sant Juhan. Dizen algunos que Herodías non fue desterrada con
su marido, nin murió aí; mas teniendo la cabeça de sant Juan en las manos, e
alegrándose mucho por ello, queriéndolo Dios, solló esta cabeça en su cara, e luego
murió. Esto dizen los omnes; mas porque suso dize que fue desterrada con Herodes e
murió mezquinamente, por esto dizen los santos esta otra razón en las corónicas, e es
más verdat. Su fija andando sobre el yelo, quebró adesora, e cayó en el agua e afogose;
mas dizen en las corónicas de los santos1049 que la traxo biva la tierra. E puédese
entender así, commo los de Egipto que fueron afogados en la mar bermeja.
E otrosí, la quarta razón es por la traslación del su [f. 192b] dedo, e por la
consagración de la Iglesia que fizieron. Ca segunt verdad, aquel dedo que mostró a
Jhesu Christo non se pudo quemar. Onde los dichos monjes fallaron este dedo; esic mas
sancta Tecla lo aduxo de Jherusalén a Lonbardía. E fizo ý muy onrada iglesia a onra de
sant Juhan, la qual iglesia, segund dizen algunos e afirman, fue consagrada en aquel día.
Onde fue establecido del papa, que de allí adelante, esta fiesta fue mucho onrada por
todo el mundo en este día.
En Francia, en la cibdat de Mariena, una buena dueña, devota de sant Juhan,
rogava a Dios muy afincadamente que le diese alguna cosa de las reliquias de sant
Juhan. E viendo que non aprovechava ninguna cosa el su ruego, juró que dende, en
adelante, non comería fasta que le diese Dios lo que le demandava. E ayunando algunos
días, vio el pulgar de sant Juhan muy alvo sobre el altar, e tomole con grant alegría,
porque era don de Dios. E vieron allí tres obispos, e cada uno dellos quería tomar su
parte de aquel pulgar. E maravilláronse porque destellaron tres gotas de sangre en una

1049
Chronographia tripertita (C. De Boor, p. 64) de Anastasio, el Bibliotecario .

559
sávana, que estava deyuso. E fueron muy alegres porque mereció cada uno dellos tomar
la suya.
Un sancto que dizían Santulo, en el libro que dízen Diálogo, segunt dize sant
Gregorio,1050 tomó en guarda un diáchono que [f. 193c] prendieron los Lonbardos, con
tal condición que, si se fuese, que descabeçasen a él, por él. Este Sanctulo forçó a este
diácono que se fuese e escapase; e por ende, levavan a Sanctulo a descabeçar. E
escogieron para esto el más fuerte sayón que fallaron, que non dudase a ninguno que le
tajase la cabeça de un golpe. E él estendió el cuello, e el sayón alçando el braço con la
espada, dixo luego Sanctulo: “Sant Juan, recibe la mi ánima”. E mano a mano se secó el
braço del sayón, e estubo la espada enhiesta e non pudo doblar el braço. E juró de no
matar a ningut christiano dende en adelante. Este santo rogó a Dios por él, e luego baxó
el braço.1051
1052
Otrosí, segunt que dize suso del galardón que ovo Herodes, que mató a sant
Juan; conbiene dezir de Juliano, que mandó quemar los sus huesos:1053 Costancio,
hermano del grant Costantino, ovo dos fijos, a Gallo e Juliano. E muerto Costantino,
Costancio, su fijo, fizo a Gallo enperador;1054 enpero matole después. E Juliano,
temiendo ser muerto, fízose monje de un monesterio. E siendo monje, avíanle todos por
bueno e fiavan dél, en tanto que una buena dueña diole en guarda tres ollas llenas de oro
e encima cobiertas de ceniza. A cabo de tienpo, vino esta muger a demandar el aver que
le diera. E él jurava que non le die[f. 192d]ra nada, salvo tres ollas llenas de ceniza. E
guardando él este oro para sí, començó aver consejo con los monjes, que sabían arte del
diablo, si podría venir a ser enperador. E después, Costantino fízole enperador, e
enbiole a Francia, para que subjudgase el reino al señorío de Roma. Él fuese para allá e
fizo ý muchas vitorias, e todos los cavalleros le llamavan enperador. E luego renegó la
christiandat que tenía. E por do iva, abría los tenplos de los ídolos e fazía los
sacrificio[s]. E nonbrávase obispo de los paganos, e doquier que fallava la señal de la
cruz, luego la destruía. E veniendo por aventura a Costantinopla, falló a Mario, obispo
de Calcidonia, que por grand vegez avía perdida la vista de los ojos. E allegándose a él
Juliano, llamole el obispo apóstota, que quiere dezir renegado. E que tenía el inperio sin
Dios. Dixole Juliano:

1050
Dialogi de vita et miraculis patrum Italicorum (III, 37).
1051
Con este milagro termina la versión del ms. h-I-14.
1052
Segmento inercaldo (LA: 70-98).
1053
Sentencia ajena a la Legenda aurea.
1054
LA (72): “Mortuo autem Constantino Constantius eius filius Gallum cesarem fecit”.

560
– El tu Jhesu Galileo non te pudo sanar.
Dixo el obispo:
– Desto dó yo gracias a mi Señor Dios, que me privó de la lunbre de los mis ojos
por que non me vea desnuyo de piedad.
Juliano non le respondió nada e fuese.
En Antiochía fizo allegar todos los cálices consagrados, e los corporales e las
palias.1055 E echávanlas en tierra, e asentávase sobre elassic, e meávalas e fazía lo ál,
diziendo: “Ahe estos son los vasos [f. 193a] en que sirven al Fijo de María”. E diziendo
esto, tornose la boca en culo; en manera que lo que devía fazer por el fondón, fazíalo
por la boca. E bivió así toda su vida.
E un día, viniendo a un monesterio de monjes, fizo de los altares pesebre a las
bestias. E demandó afincadamente que le adobasen de comer. Dixo el1056 abad que non
tenía qué le dar. Dixo él:
–Yo tornaré e vos destruiré.
Dixo el abat:
– Póngolo en Dios.
E yendo dende Juliano, levantose un cavallero que yazía aí enterrado. E tomó un
escudo que estava aí, que fuera suyo, e una lança. E fuese para allá, e entró por medio
de la hueste, e diole una lançada que le pasó de parte a parte, e así murió. E los monjes
preguntando quién levara las armas del cavallero, e fallaron que las levara él. E en tanto
estudo sienpre el monumento abierto e vazío, que non estava en él nada. E después,
falláronlo todo commo ante.

[CVII]
Título CIIII. De la vida de sant Félix

Fueron dos hermanos, e a cada uno dellos dixeron sant Félix, e fueron capellanes e
ofreciéronlos a Diocleciano e a Maximiano, los enperadores. E trayendo al más anciano
dellos al tenplo de Serapis, porque fiziese aí [f. 193b] sacreficio, e solló en la cara del
ídolo, e cayó luego. E aduxéronle después al tenplo de Diana, e fizo eso mismo. E
dándole tortijones, aduxéronle a un árbol descomulgado, por tal que ý sacrificasen. E
fincando los inojos rogando a Dios, e sollándo en él, derraigole todo. E cayendo el

1055
Palia: Lienzo sobre el que se extienden los corporales para decir misa.
1056
En el incunable: “le”.

561
árbol, quebrantó el tenplo e el altar. E oyéndolo el adelántado, mandole degollar, e
dexar el cuerpo a los lobos e a los canes, que le comiesen. Entonce saliendo adesora un
omne, e dixo que era christiano, dándose amos y dos paz, degolláronlos en uno. E los
christianos, non sabiendo su nonbre, posi[e]ron nonbre Adantero, porque se allegó a
santo Félix para recebir martirio. E los christianos enterráronlos en el foyo que fizo el
árbol. E los paganos, queriéndolos desenterrar, fueron todos demoniados.

[CVIII]
Título CV. De la vida de sancto Mamertino

Sant Mamertino fue primero pagano, e faziendo una vegada onra a los ídolos, perdió el
ojo e secósele la una mano. E él pensando que fazía pesar a los dioses, e yendo al tenplo
para onrarlos, encontró un omne que dizían Sabino, que le demandó dónde viniera tan
grand enfermedat. Dixo él:
– Yo fize pesar a mis dioses y por ende, volos a honrar [f. 193c] e rogar que me
den lo que me tiraron los sañudos contra mí.
Díxole el hermano:
– Yerras malamente si piensas que los diablos son dioses; mas vete para sant
Germán, que es obispo de Altisidoro, e si le creyeres de consejo, luego serás sano.
Él tomó luego su camino, e vínose al sepulcro de sant Amador e de otros
muchos santos. E aquella noche, por razón de la lluvia, estuvo en una celda que estava
sobre el monimento de sant Concordio. E él dormiendo, apareciole una visión, que
venía un omne a la puerta de aquella celda, e que llamava a sant Concordio que viniese
a la fiesta que fazían sant Pelegrín e sant Amador, con otros obispos. E respondiole él
del sepulcro, e dixo: “Non puedo agora venir, ca me conviene de guardar un huésped
que non le coman las sierpes que aquí son”. E dixo lo que oyera. E tornándose, dixo:
“Sant Concordio, levántate e ven, e trae contigo a Julián, el acólito, que faga su
sacrificio; que Alixandre guarda el tu huésped”. E semejole a este Mamertino que le
tomava por la mano sant Concordio, e que le aduzía consigo. E viniendo a ellos sant
Amador, dixo:
– ¿Quién es este que entra acá?
E dixo sant Concordio:
– El mi huésped es.
E díxole:

562
– Échale fuera, que es suzio e non puede estar connusco.
E echándole fuera, echesesic ante ellos, e ganó la gracia de sant [f. 193d] Amador.
E mandole ir muy aprisa sant Germán.
E despertando, vino a sant Germán, e echándose ante él, demandole perdón, e
contándole lo que le acaeciera, e fueron amos y dos al sepulcro de sant Concordio. E
tirando la piedra, fallaron aí muchas serpientes, que avía, en cada una en luengo, diez
pies. E fuyendo todas, mandolas sant Germán que se fuesen a tal lugar do nunca osasen
a ninguno. E así bauptizose Mamertino e sanó. E fízose monje luego, en el monesterio
de sant Germán, do fue abat después de sant Alodio.
En tienpo dél fue en su monesterio sant Moriano. E queriendo sant Mamertino
provar la su obidencia, encomendole el más vil oficio que era en todo el monesterio, e
fízole pastor de los bueys e de las vacas. E fue de grant piedat, que las aves venían a él,
e criávalas con su mano misma. Unos ladrones que le despojaron, e levaron consigo sus
vestiduras, e dexáronle desnudo, salvo un mantillo. E él iva en pos dellos, dando bozes,
e díxoles: “¡Señores, tordatsic acá, que fallé un dinero en el mi mantillo, que por
aventura lo avéis menester!”. E tornándose ellos luego, tomáronle el mantillo con el
dinero, e dexáronle todo desnudo. E fuéronse muy1057 aprisa a asconderse, e andando
toda la noche, e falláronse al alva a su celda. E saludolos él, e recebiolos [f. 194a] muy
bien. E maravillándose ellos, pensaron lo que fizieran, e tornáronse christianos.
Una vegada, morando con unos monjes mancebos, ellos pararon lazos a una osa,
e cayó de noche en ellos. E ella estando presa, súpolo este santo. E levantose del lecho,
e fallándola así, dixo: “¿Qué fazes aquí, mezquina? Fuye aína, non te fallen aquí presa”.
E soltola, e dexola ir. Enpero, después que morió, levaron el su cuerpo Altiodosoro. E
estando en una villa, non podían mover su cuerpo, fasta que un preso quebró las
cadenas, e salió libre, e vino al cuerpo e levolo con los otros fasta la cibdat. E
enterráronlo aí con muy grant onra, en la Iglesia de sant Germán.

1057
En el incunable: “mny”.

563
[CIX]
Título CVI. De la vida de sant Gil monje

[...]1058
Sant Gil fue de Atenas, del linaje de los reys, e de pequeño supo las escripturas de Dios.
E yendo un día a la iglesia, falló un enfermo que yazía en la plaça, e demandole
limosna. E sant Gil despojó la saya que vistía, e diógela, e luego fue sano. E después
que murió su padre, fizo heredero a Jhesu Christo de su patrimonio.
Una vegada, viniendo de la iglesia, encontró un omne que firiera una serpiente.
E sant Gil rogó a Dios por él, e luego fue sa[f. 194b]no.
Un demoniado, estando en la iglesia, enbargava con sus vozes a los fieles
christianos. E sant Gil espantó al demonio, e luego fue sano.
E después fuese para la mar. E viendo unos marineros estar en grant peligro en
la mar, e rogando a Dios por ellos, luego quedó la tenpestat. E saliendo los marineros al
puerto, supieron que iva a Roma. E gradeciérongelo mucho lo que fiziera, e prometieron
que le levarían sin precio de grado consigo. E viniendo a una cibdat que dizían Arlés,
quedó aí dos años con santo Cesarico, obispo. Dende, sanó aí a uno que avía tres años
que tenía la fiebre.
E codiciando el yermo, fuese en ascondido, e moró con un hermano, que dizían
Veredinun, grant tienpo. Era omne de grant santidat, e sacó la fanbre de la tierra por los
merecimientos suyos. Mas fizieron aí amos y dos muchos miraglos. E temiendo el
peligro de la vanagloria, desanparó a este omne bueno, e fuese a otro yermo más de
dentro, do falló una cueva e una fontezilla. E ovo aí una cierva que le enbió Dios que le
governase, dándole leche de sus tetas e a sus oras; mas por los caçadores del rey,
andando por aí, venieron a esta cierva, e dexaron todas las otras caças, e corriéronla con
sus canes. E corriéndola mucho con los canes, fuyó a los pies de su criado. E
maravillose él, por[f. 194c]que veniera más aquexada que solía. E salió e oyó los
caçadores, e rogó a nuestro Señor que le guardase el ama que le diera. Por eso no osó
ninguno de los canes llegar a ella con un tiro de piedra; mas tornáronse a los caçadores,
aullando. E fuyendo ya noche, tornáronse a casa; e otro día, tornáronse para allá; e
travajando, tornáronse otra vegada para casa. E oyéndolo el rey, tomó ende sospecha, e
fuese para allá con el obispo, con grant conpaña de caçadores. Mas los canes, así

1058
Igual que en el ms. h-I-14, falta la etimología del nombre (LA: 1-2).

564
commo de primero, non se osaron allegar, mas tornáronse aullando. E cercaron la cueva
toda enderredor, e non podían entrar con la espesura de las espinas que estava aquel
lugar todo cercado dellas. E uno dellos lançó la saeta por aventura, cuidando ende sacar
la cierva, e firió ende mal al siervo de Dios, que rogava por aquella su ama. Mas los
cavalleros, faziendo carrera e cortando los espinos, vinieron fasta la cueva, e viendo un
viejo vestido ábito de monje, e todo cano, e muy onorable, por razón de la hedat, e la
cierva echada a los sus pies. El obispo solo con el rey entraron a pie, e mandaron a los
otros estar de fuera. E preguntaron que quién era, o de dónde veniera, o por qué entrara
en este yermo tan espeso o quién le llagara tan malamente. Él respondio[f. 194d]les a
todo. E ellos, con grant humildat, demandáronle perdón, e prometiéronle que le darían
físicos que le sanasen e que le darían muchas joyas, mas él non quiso ninguna melezina,
e menospreció sus dones e non los quiso tomar. E sabiendo que en la enfermedat se
prueva la paciencia, rogó a Dios que demientra que biviese, nunca fuese sano commo de
ante. Mas visitávale el rey muy amenudo, e recebió dél comer de la salud de la alma. E
dávale grandes riquezas, mas él non las quiso recebir, e mandole que feziese dello
monesterios, do biviesen algunos religiosos. E faziéndolo el rey así, venciose sant Gil
por las lágrimas e por el ruego del rey, enpero que ante lo escusara mucho, tomó aquel
monesterio en su encomienda, para reglarse.
El rey Carlos, oyendo la fama, ganó que viniese a él, e recebiole de grado e con
grant onra. E entre todo lo ál que fablaron de la salud del ánima, rogole el rey muy
afincadamente que rogase a Dios por él, que feziera un pecado muy sin guisa, e que
nunca le confesara salvo a él. En el domingo adelante, cantando sant Gil su misa, e
rogando a Dios por el rey, apareciole el ángel de Dios. E púsole una cartilla sobre el
altar en que era escripto por orden el pecado del rey, e que le era perdonado por ruego
de sant Gil, [f. 195a] enpero confesándose e arrepentiendose dél, e de oy más que se
quitase dél. En fin dél era escripto que todo omne que rogase a Dios e a sant Gil por
qualquier pecado, enpero si se quitase dél, que non dudase que ge lo perdonaría Dios,
por su ruego. E él dando la cartilla al rey, conoció su pecado, e demandó perdón con
grant umildat. E tornándose sant Gil con grant onra, resucitó al fijo del príncipe que
murió entonce en la cibdat de Atenas.
E después de poco tienpo, diziendo que los enemigos avían de quebrantar sus
monesterios, fuese para Roma. E ganó del papa previllejos para su iglesia, e dos puertas
de ciprés en que eran entretalladas las imágenes de los apóstoles. E púsolas en el río de
Tíberi, e acomendolas a Dios que las guiase e tornase a su monesterio. Falló las puertas

565
en un puerto, e gradeciolo mucho a Dios, que las guardara entre los peligros de la mar.
E alçó los unbrales por apostura de su monesterio, en testimonio de la iglesia de Roma.
En cabo, nuestro Señor mostrole el día en que avía de morir. E él mostrole a los
monjes, e díxoles que rogasen a Dios por él. E murió el bienaventurado segunt Dios, do
dieron testimonio muchos, e vieron los coros de los ángeles que levavan su ánima al
cielo. E finó en la era de siete cientos años.

[CX]
[f. 195b] Título CVII. De la vida de sant Antolín*

Sant Antolín fue natural de Pamia, e de linaje de los reys. E de niño fue muy linpio, e
noble en santidat. E salió así commo lilio, que echa más fermosas rosas que las otras
rosas. Así sant Antolín salió más siervo de Dios que su padre e su madre, ca su padre e
su madre eran gentiles.
E en aquel tienpo era enperador Pepino, en Roma; e era rey de aquella tierra
Teodorico, su tío de sant Antolín. E tanto salía de bueno sant Antolín, que la su fama
andava ya corriendo por aquellos lugares: en cómmo andava en servicio de Dios, e fazía
Dios por él muchos miraglos. Era en la ley de Dios muy profundado e muy sabido,1059
de noche e de día nunca quedava de andar en servicio de Dios, por quantas maneras él
podía e sabía; ca era afortalecido en el coraçón, e lleno de Spíritu Santo.
E commo buen cavallero serviendo a Dios, súpolo su tío Teodirico, e mandó
enbiar por él, que le quitasen de aquella carrera en que andava, e que catase de adorar e
de crersic do adoravan e creían todos sus parientes. E quando esto le contaron a sant
Antolín, que su tío le mandava así dezir, despediose de su padre e de su madre. E
saliose de Pamia e [f. 195c] fuese para Roma; e de Roma fuese para una cibdat que se
llamava Salericana. E falló en aquel lugar omnes buenos e de religión, que avían todas
las cosas cestialessic e desanparavan las terrenales por amor de Dios, e bivían allí con
gran pobreza. E sant Antolín bivió allí con ellos, en aquel monesterio, diez e ocho años
en aquel yermo. E ordenáronle allí de Evangelio.
E después acaeció que venieron omnes malos gentiles a quebrantar aquel
monesterio. E començaron allí a fazer mucho mal. E sant Antolín salió a ellos a rogarlos
que lo non quisiesen fazer. E uno dellos, commo era más valiente que los otros, quiso

*
Lectura ajena a la Legenda aurea, vid. el subapartado 3.2.3 del estudio introductorio.
1059
En el incunable: “absido”.

566
allegar a fazerle mal, e cayó luego en tierra el cavallero. E después, quando los otros
cavalleros vieron aquello, ovieron miedo e echaron a fuir. E los otros que estavan en
aquel lugar, quando vieron que Dios fazía por san Antolín, e él tanto bueno salía, e tan
entendido, rogáronle que predicase por aquella tierra a aquellos gentiles, que avía aí
muchos. E él començó muy fuertemente a predicar la fe de Jhesu Christo contra
aquellos que creían en los ídolos. E predicó a muy grant pieça de los gentiles, e Dios
fazía muchos miraglos por él: en aquella tierra muchos ciegos alunbrava; e a muchos
sordos fazía oír; e a muchos mudos fablar; e a muchos de[f. 195d]monidos sanó; e otras
muchas enfermedades, quantas los omnes avían, de todas los sanava Dios por sus
ruegos de sant Antolín. E quando estava predicando entre los gentiles, así relunbrava la
su cara entre ellos; e reluzía commo el sol reluze entre las otras cosas todas del mundo.
E tanta claridat echava de sí quando predicava, que malavés le podían ver los gentiles. E
muchos creían quantas cosas predicava, e dezía del fecho de Jhesu Christo, e se
tornavan christianos.
E después tomó sant Antolín aquellos que se tornaran christianos, e fuese con
ellos a otra cibdat, que era de christianos, e moró aí muy grant tienpo. E todavía
perseverando cómmo podría ganar corona de martirio por amor de Jhesu Christo, e
nunca quedava de predicar muy fieramente la santa escriptura de Jhesu Christo.
E después salió de aquel lugar, e fuese para otra tierra a predicar, ca entendía
que allí pasava su tienpo en valde. E yendo su camino, él e otros que le servían e se
avían llegado a él, ivan por una montaña muy fuerte, que allí non avía poblado ninguno.
E aquexoles allí la sed muy fuerte, que non podían aver agua, que quexávanse con la
grant sed. E esforçándose sant Antolín del buen servicio que a Dios fazía, fincó los
inojos e fizo su oración contra Dios de buen cora[f. 196a]çón, que los acorriesen en
aquel lugar con agua, ca era mucho menester. E luego que su oración fue acabada, dio
en una piedra un golpe con un bordón que levava en su mano, e luego salió de aquella
piedra, por virtud de Dios, una fuente muy clara e muy linpia, que manava muy dulce
agua. E bevió él, e todos sus conpañeros que ivan con él. Esta fuente fue después de
muy grant virtud, que qualquier omne o muger que avía enfermedat, e bevían de aquel
agua, luego eran sanos.
En aquel tienpo el rey Pepino, su tío, entró en Roma con muy grant conpaña
por1060 ser enperador. E estando allí el rey, dixéronle en cómmo andava allí un su

1060
En el incunable: “pro”.

567
pariente, predicando muy fuertemente la fe de Jhesu Christo, e denostando la suya. E
quando el rey oyó la su fama de sant Antolín, fizo enbiar por él. E sant Antolín fuese
para él con los mensajeros que fueron por él. E quando paresció ante el rey, alegrose
mucho con él, ca cuidava él sacarle de aquella buena carrera en que andava, e tornarle a
la suya, por algo o por prometimientos.
E tráxole consigo el rey quando se ovo de ir de allí, e fuese a una cibdat que avía
nonbre Burconosa. En aquella cibdat avía un obispo, que avía nonbre Octubenio. E avía
allí un omne, que era demoniado, e con la fuerça de aquel demonio, quemava grant [f.
196b] parte del lugar. E quando lo oyó sant Antolín, tornose al pueblo de aquel lugar a
predicarles muy fuertemente que se tornasen a la fe de Jhesu Christo, e que creyesen en
él, e que luego serían librados de aquel mal. E por mostrárgelo sant Antolín que era
verdat, fizo contra Dios su oración de buen coraçón, e luego que la oración fue acabada,
fuyó dende aquel demonio, e fueron librados del su mal aquéllos de aquella cibdat. E
quando ellos vieron a tamaño miraglo, tornáronse a la fe de Jhesu Christo.
E después salió de allí, e fue a predicar a otra cibdat, que avía nonbre Val Noble.
Era señor de aquella tierra un rey, que avía nonbre Festo. E començole a predicar la fe
de Jhesu Christo, e tornole christiano, e baptizole, e a otros muchos con él. E después
aquel rey tomó con él grant amor, e diole lugar do morase, e fizo allí una iglesia do
fiziese oración. E duró con él allí un grant tienpo. E después sant Antolín dixo al rey
que le perdonase, que quería ir a otras tierras a predicar, que allí semejávale que non
fazía servicio a Dios. El rey Festo pesole mucho, e quando vio que con él non podía,
rogóle que le viniesen a ver. Entonce el mártir despidiose dél, e fuese a predicar la fe de
Jhesu Christo por todas las tierras que falló.
E sonaron las nuevas al rey Roderico de sant Antolín. E pesole mucho al rey
Ro[f. 196c]derico de sant Antolín; e pesole mucho al rey quando vio que tamaño daño
le fazía en la tierra. E supo cómmo venía a una cibdat a predicar, e salió su tío, el rey, a
recebirle con grant onra, por asosegarle consigo. Después, quando vio el rey la su
santidat que tan grande era, dávanle muchas riquezas, e mucho algo e quería que fuese
obispo. E sant Antolín entendió que non podía así servir a Dios, e non lo quiso recebir,
nin quiso nada de sus averes. El rey, quando vio que le non podía vencer por ninguna
manera, nin tornar así, fue muy sañudo contra él. E quando vieron los mayordomos del
rey que el rey así era sañudo contra él, començáronle de volver mucho mal con el rey. E
el rey, muy sañudo, mandole prender, e meter en una cárcel muy escura e en grandes
cadenas. E defendió que ninguno non le diese de comer, nin de bever.

568
E yaziendo allí el mártir, nuestro Señor Dios oyole, e enbiole el ángel que le
conortase. E estuvo con el ángel siete días con siete noches que non comió ni bevió. E a
cabo de los siete días, el nuestro Señor Dios enbió gracia de Spíritu Santo sobre un fijo
de Patricio, que avía nonbre Almachio. E metiole en aquella cárcel do yazía el mártir
sant Antolín. E ayudávale a sostentar el peso de las cadenas, e dávale a comer lo que
avía mester. [f. 196d] El rey cuidava que era muerto ya su sobrino, el mártir sant
Antolín, con el peso de las cadenas, e no comer e del bever. E fue a verlo a la cárcel, e
falló allá aquel moço que le sostenía las cadenas. E quando le vio, fue muy airado
contra él, e mandole luego despeñar al moço. E después que le ovieron despeñado, ellos
cuidavan que le dexavan muerto, e el nuestro Señor Dios, que nunca quiso desanparar a
los que tienen su voz e tubieron con él, enbió el su ángel sobre aquel moço Almachi, e
diole sano e gu[a]rido, que non sentió mal ninguno. E acaeció aquel rey, Teodorico, que
ovo de ir a grant prisa a una cibdat que dezían Ponto. E el moço, que cuidava que
dexava muerto, fallolo predicando muy fuertemente el nonbre de Dios. El rey
maravillose mucho dél, e mandole llamar. E el niño vino ante el rey e falagole. E
preguntole que cómmo escapara, ca los sus omnes por muerto le dexaran. El moço dixo
que por la oración del bien aventurado sant Antolín, e por el ángel de Dios que le
guardara, le librara de aquel peligro. Luego dixo al rey aquel moço Almachio: “Ya
acerca el tienpo que vengue el nuestro Señor Jhesu Christo las penas que son de sant
Antolín, que le tu das. Ca sabe por cierto, que en una fazienda as agora de entrar, e
morirás tú e tú gente”. E [f. 197a] quando esto le oyó el rey, fue mucho maravillado, e
non ge lo preció nada. E luego, a pocos de días, el rey Rodorico sacó su hueste para
entrar en una villa, que dizían Magoluos, que era del enperador Pepino. El enperador
Pepino, quando lo supo, fizo allegar su mesnada, e fuese para él. E lidió con él rey
Teodorico, e murio aí, con toda su gente, así commo ge lo avía profetizado el moço.
Quando el rey Galazio oyó dezir que era muerto el rey Teodorico, plúgole de
coraçón, ca cuidava ver a sant Antolín mucho, e fuese para aquel lugar do estava preso.
E començó a falagarle: que le sacaría de allí, e que le daría mucho algo, que dexase la
creencia de Dios, e que adorase a los sus ídolos, así commo fizieran aquellos que dél
venían. Sant Antolín díxole que lo non dexaría, por el su reinado todo, de creer en Dios
por creer en el diablo. E non preció nada quanto el rey le mandava, nin dezía más; ante,
encomençó allí a predicar muy fuertemente la fe de Jhesu Christo, de guisa que muchos
que aí eran con él rey, se convertieron. Entonce fue el rey muy sañudo contra sant
Antolín, e contra aquellos que creían en aquello que les avía predicado. Él mandoles dar

569
muy grandes penas, e echar en muy grandes cadenas, e metiéronlos en la cárcel con sant
[f. 197b] Antolín. E él començoles muy fuertemente a conortar, e mostrar cómmo Jhesu
Christo tomara por ellos muerte para salvar del mal lugar, e que no oviesen miedo a
pena ninguna, nin a tormento. Estando en esto, vino a la cárcel un ángel con muy grant
claridat a conortar a sant Antolín e las cadenas a los otros, e sacolos de la cárcel. E
quando esto vieron los que guardavan la cárcel, convertiéronse todos, e tomaron
baptismo.
Estas nuevas sonaron al rey Galacio, e fue muy triste por ello. E començoles a
dezir que non creyesen por aquel encantador, e que luego, pie a pie, dexasen la fe que
tenían, e que adorasen sus ídolos commo ante fazían; si non, que los mandaría matar a
todos. E todos estovieron fuertes en la fe de Jhesu Christo, e dixeron al rey que fiziese
lo que quisiese contra ellos; mas ellos non querían quitarse de la buena fe que tenían, e
que creían verdaderamente en Dios, e que denegavan la fe e la creencia de los ídolos. E
el rey fue muy sañudo contra ellos, e mandolos a todos a degollar. E quando los
mataron a todos, vieron muchos que aí estavan levar las ánimas al cielo con grant
alegría que los ángeles fazían. E convertiéronse allí muchos en sus coraçones a la fe de
Jhesu Christo.
El rey mandó sacar a sant Antolín, e fízole meter en una tina, e echaron [f. 197c]
sobre él mucho plomo derretido e piedra sufre. E estubo allí sant Antolín dos días e dos
noches, que non le enpeció cosa ninguna, nin sintió cosa alguna; mas ante dizía que
estava en muy dulces vaños, e en grant folgura. E commoquier que él tenía las manos e
los pies muy fuertemente atados, non dexava por eso de volverse muy bien por do
quería en la tina, commo en buen vaño. E quando vieron aquellos todos que aí estavan
faziendo esto, que Dios mostrava vesiblemente tamaño miraglo, e ellos se quemavan
alderredor de la lunbre do estavan, que ardía tanto so la tina de la lunbre, e que sant
Antolín non lo sentía, convertiéronse todos a la creencia de Dios. E quando vio sant
Antolín que todos se tornaron a la fe de Dios, mandolos a todos llegar así cerca de la
tina. E quando los vio todos allegados cerca sí, bendixo sant Antolín el plomo, e a la
piedra sufre en que yazía, e tornose luego agua, muy claro e muy fermoso. E tomó con
las sus manos de aquel agua, e echávalo sobre todos aquellos, diziendo que les dava
baptismo del agua que Dios mandava. E todos creyeron muy de coraçón en Dios. En
tanta fue la gente que se llegó a ver este miraglo, quando vieron el plomo que era agua,
tantos eran sin cuento, que por llegar los unos e los otros, acaeció que mataron un [f.
197d] niño entre medias pequeño, fijo de una muger biuda. E quando vio la muger así

570
su fijo muerto, fuese con lloro a sant Antolín, e dixo: “¡Dame mi fijo que me mataste!”.
E sant Antolín tomó muy grant algría consigo de quanto servicio avía fecho a Dios. E
fincó los inojos e fizo su oración a Dios, e rogole que diese a la muger su fijo bivo. E
luego que la oración fue acabada, el niño levantose sano e sin mal ninguno, alavando el
nonbre de Dios. E dixo una voz alta: “Yo vi al mi Señor Jhesu Christo, que dizía a los
ángeles: ‘Por el mi siervo sant Antolín, tórnese el alma deste moço al1061 cuerpo, e biva
commo de primero’”. Entonce los gentiles dieron muy grandes vozes, e dixeron:
“¡Verdaderamente non aí otro Dios, salvo éste que pedrica sant Antolín”. E todos
entonce convertiéronse todos a Dios, e fizieron baptizar.
E quando lo vio el rey Galacio, fizo ayuntar todos los sus sabios, que avía en su
reino; e los sus prelados, que avía en los sus tenplos. E que fuesen a sant Antolín a
disputarse con él, e viesen si podrían tornarle que adorase sus ídolos. E después de todos
ayuntados, mandó sacar a sant Antolín el rey, de la cárcel do yazía. E después que él
estubo con aquellos sabios quel rey avía traído contra él, començaron todos a disputarse
con él muy fuertemente. E de[f. 198a]zíanle que andava en vano, e otras muchas cosas.
E sant Antolín calló, e dexóles bien dezir toda su sabiduría, e quanto le dixeron. E él
mostrava de su sabiduría, e él negóselo todo; e él non se lo preció nada, e tóvolo en
poco. E començoles a predicar e a mostrar, por muchas cosas e señales ciertas, en
cómmo Dios enbiara su mandadero a santa María; e cómmo concibiera ella de Espíritu
Santo; e cómmo Aquel, que de ella quisiera nacer, que era Dios e omne; e cómmo
recibiera muerte en la cruz; e otras cosas muchas, de guisa que los enbaçó, que ninguno
dellos ovo voca para dizir ninguna cosa contra ello, sinon que todos, que creían
verdaderamente que era verdat quanto sant Antolín dizía. E que creían ellos en aquel
Dios que sant Antolín les predicava, e tornáronse a la fe.
E quando vio el rey que non podían éstos con sant Antolín, e éstos así creían lo
que él predicava, muy sañudo contra ellos, e mandolos echar de su tierra. E fizo traer
una muela muy grande, e una cadena muy fuerte, además; fízole la cadena echar al
cuello, e después ataron la cadena a la muela. E fízole despeñar en un río, que dizían
Garona, mas por la virtud de Dios, la muela andando sobre el agua quatro días, e sant
Antolín andava sobre la muela. E quando esto vieron los que le despeña[f. 198b]ron,
entraron en el agua, e demandáronle perdón, e tornáronse a la fe de Dios. E sant Antolín
dioles luego baptismo en el agua, allí donde andava. E otros muchos se tornaron

1061
Esta palabra se repite en el incunable.

571
christianos, e fueron allí baptizados de sant Antolín. E Dios, que lo quería, fizo la muela
apartar allende el agua con él, e sacole a salvo. E después fue a predicar por muchos
lugares, e tornó muchos a la fe, e fizo Dios muchos miraglos por él.
E después tornose a Pamia, donde era natural. E falló allí a Almachio, el que
fuera su conpañero. E contole todo lo que le acaeciera después que dél se quitara. E
después salieron amos de aquel lugar, e fuéronse luego a una fuente que estava en un
lugar que avía nonbre Auriental. E fizieron allí do estubiesen, e servían a Dios en sus
ayunos, e en sus oraciones de noche e de día.
E después, estando allí un rey, que dizían Metorio, enbió sus omnes a caçar. E
acaecieron por aquel lugar, e fallaron allí a sant Antolín e a Almachio, que estavan en
oración contra nuestro Señor. E después, quando tornaron a sus posadas, contáronlo al
rey, en cómmo estavan allí, a la fuente oriental, sant Antolín. E que le confondía la tierra
predicando la voz de Dios, e otro con él. E luego, esa noche, mandó el rey que los
aguardasen, e si los fallasen, que los trixiesen ante él. E aca[f. 198c]eció que en aquella
ora mesma, apareció un ángel a un preste, que dezían Juan, e díxole que se fuese para
sant Antolín e para Almachio, que estavan a la fuente oriental; e díxole cómmo, con
ellos, avía de tomar martirio. E él luego se fue para ellos.
E ellos estando allí, vinieron cavalleros del rey Metopio que los asechavan, e
prendiéronlos e leváronlos ante el rey. E quando el rey los tovo ante sí, plógole, que
mucho los codiciava tomar. E díxoles el rey:
– ¿Sois vós aquellos encantadores de las gentes, que por vuestras predicaciones
se convierten? Partidvos de mal, e adorad los mis ídolos, e fazed los mandamientos de
los reys.
Sant Antolín respondió:
– Non somos encantadores, nin engañadores; mas enseñamos a los omnes que
non pequen en adorar los ídolos, en quien los diablos entran e confonden los omnes. E
enseñámosles que adoren e crean en aquel Dios que non ay otro sobre Él, e fizo todas
las cosas del mundo.
E quando vio el rey que non podía con él por ninguna manera, fue muy sañudo
contra él, por quanto le predicava tanto la palabra de Dios. E mandó a sus omnes que le
sacasen a sant Antolín fuera de aquel lugar, e que le matasen cerca de la ribera del río, e
que le echasen allá porque le comiesen los peces o que le diesen a comer a las aves
bravas.

572
E luego tomaron a sant [f. 198d] Antolín, e a los otros, e leváronlos ribera del
río, que dezían Aregia, que corría cerca de un castillo que dezían Pamia. E quando le
tovieron allí a sant Antolín, tomó uno de aquellos del rey, que se atrevía por más recio,
e diole un muy grant golpe, e cuidole cortar la cabeça, e bolviósele la espada, e cortole
la cabeça con el onbro e con el costado diestro, e cayó en tierra. E sant Antolín fue muy
obediente a recebir este martirio por amor de Dios, por ganar el su reino en lugar del
reino terrenal, que por él dexó. E vieron luego, vesiblemente, los ángeles levar su ánima
a los cielos. E Almachio e Juan, sus conpañeros, degollaron allí cerca dél. E estando allí
los cuerpos, que los dexavan porque los comiesen las aves e los canes, quiso Dios que
nunca los encentósic ninguna cosa; mas ante los estavan guardando.
E una reina, que dezían Fregia, quando vio que los canes non comían ninguna
cosa dellos, por tal que los christianos non los guardasen para reliquias; e teniendo que
los fazía desonra, fízolos echar en el río todos tres cuerpos. E luego que fueron echados
en el río, non corrió por aquel lugar.
E después los del castillo de Pamia, quando vieron que el río non corría,
maravilláronse e cuidaron que quebrara alguna pesquera, porque [f. 199a] non corría por
allí. E fueron a ver qué podría ser, e fallaron aquellos tres cuerpos do yazían allí, e
después asmaron todos qué podría ser. E algunos christianos, que venían allí, enterraron
el cuerpo de sant Antolín en un luzillo muy fermoso, e los otros santos en otro lugar
cerca dél. E fue así, porque quiso Dios que toda la sangre que dellos salió, maguera
cayó en el río, que non se perdió dello ninguna cosa, mas todo do se allegó a los
cuerpos. E lo fallaron allí ayuntando, e tomáronlo para reliquias los christianos. E la
cabeça, con el costado diestro de sant Antolín, echáronla en aquel río que avedes oído. E
los ángeles vinieron a ello, e echáronlo en una varqueta, e començaron a guiarlo por
aquel río. E después saliron de aquel río, e entraron en otro río, que dizían Garona, entró
en otro, en otro, que dizían Tornís, e de Tornís, entró en otro río, que dizían Abario; e
por la gracia de Dios, ivan todavía con ello dos ángeles por medio de los aires, en
semejança de dos águilas blancas, que guiávan la cabeça con el costado por aquellos
ríos, fasta que llegaron a un lugar que dizían Val Noble, do morava el rey Festo, al qual
avía convertido el mártir sant Antolín, quando le rogó que le viniese a ver, e codiciava
mucho verle.
E quando el rey Festo lo vio venir por el río, maravillose mu[f. 199b]cho qué
podría ser, e estubo orilla del río, esperándole. E después, por gracia de Spíritu Santo,
entendió que en aquella varqueta podría venir el mártir, su amigo. E quando le vio

573
acerca, conoció la cabeça que era del mártir sant Antolín. E dixo a los sus capellanes:
“Mirad qué gracia de Dios: éste, quando era bivo, a mi demandó morada, e agora es con
Dios coronado; e éste me prometió de verme en la vida, e agora que es muerto, quísolo
Dios conplir por él”. E tomó la cabeça con el braço muy onradamente, e púsola sobre un
altar. E fizo una iglesia muy noble a su onra, e guardó allí la cabeça con el onbro.
E después, los cuerpos de sant Antolín, e de Almachio e de Juan estovieron allí
grant tienpo enterrados, que nunca supo ninguno dellos. E acaeció así: que una buena
dueña avía muchas vacas, e enbiávalas a pacer a una montaña de muchos árboles e muy
espesos. E andava con aquellas vacas un toro muy bravo e muy grande, e aquel toro
entrava por una senda de las vacas, e iva por aquella senda a aquel lugar donde yazían
estos cuerpos santos, e lamía en el luzillo del mártir sant Antolín. E tornávase a las
vacas en la tarde, e todavía estava lamiendo en aquel luzillo. E después, aquella buena
dueña preguntó al pastor que por qué anda[f. 199c]van aquellas vacas tan magras, e el
toro tan gordo. El pastor dixo que non sabía, que todas andavan paciendo en un lugar
mas que vía muchas vezas al toro apartarse de las vacas, e que se iva por la senda non
sabía dónde, nin dónde no. E si fallava lugar do pacía, que lo non sabía, que nunca le
vía venir, fasta la noche, que se tornava a las vacas. E la buena dueña mandó al pastor
que aguardase al toro quando le viese entrar por aquella senda. El pastor que levó las
vacas aquel lugar mismo, el toro metiose por aquella senda misma, por do solía entrar;
el pastor fuese en pos dél, e paró mientes e viole cómmo estava lamiendo en aquella
piedra do ante lamía. El pastor, quando vio al toro lo que fazía, maravillose. E contolo a
su señora en cómmo viera lamer aquella piedra, e que otra cosa ninguna non viera. La
buena dueña, quando esto le contó el pastor, entendió e cuidó esa noche en ello, qué
podría ser. E entendió por Spíritu Santo que algunos cuerpos santos yazían allí, do aquel
toro fazía aquello.
E luego, otro día de mañana, fizo tomar clérigos, e otros omnes de religión e
orden, e fuéronse para aquel lugar. E fallaron allí el cuerpo de sant Antolín, e de
aquellos dos mártires que con él morieron. E tomáronlos con muy alegría e onra, e
leváronlos a una iglesia de sant Mar[f. 199d]tín, que era edificada en la ribera de aquel
río, que dizían Aregia. E enterráronlos a par de el [al]tar.
E en aquel lugar fazía Dios muchos miraglos, por amor de sant Antolín e de
estos dos santos.

574
[CXI]
Título CVIII. De la estoria del nacimiento de nuestra Señora la Virgen María

Santa María, Virgen gloriosa, nasció del tribú de Judá e del linaje de David. Sant
Matheo e sant Lucas1062 non cuentan el linaje de santa María, mas de Josep, enpero él
non fizo nada en la concepción de Jhesu Christo. Ca dizen que costunbre fue de la
Escriptura que non contasen la generación de las mugeres, mas de los varones. Enpero
por cierto, la Vírgen María era del linaje de David, que parece mayormente por esto: ca
segutsic da testimonio la Escriptura muchas vezes, que Jhesu Christo fue de linaje de
David. E por Jhesu Christo nació de la Virgen santa María, solamente cosa cierta e
manifiesta es que santa María vino de ese mismo linaje, e esto por el linaje de Natán.
Ca David, entre todos los otros fijos, ovo dos fijos, Natán e Salamón. E de Natán, fijo
de David, segunt dize sant Juan Damaceno:1063 “Leví engendró a Melchi e a Pantera; e
Pantera enengendrósic a Joachín; e Joachín a la Vír[f. 200a]gen María. E del linaje de
Salamón, Natán ovo una muger, de la qual engendró a Jacob. E muerto Natam Melchín,
del linaje de Natam, que fue fijo de Leví, e hermano de Pantera, casó con la muger de
Natán. E murió Helí, que era del linaje de …1064 e [non ovo]1065 fijos. E Jacob, su
hermano, que era del linaje de Salomón, segunt la ley, casó con la muger dél porque non
pereciese el linaje de su hermano; e engendró de ella a Josep. E así Josep, segunt natura,
es fijo de Jacob, que era del linaje de Salomón. Mas segunt la ley, era fijo de Helí, que
era del linaje de Natán; ca el hijo que nacía, así segunt natura, era de aquel que
engendrara; e segunt la ley, era fijo del muerto”. Esto dize sant Juan Damaceno.
E todas las generaciones de los judíos, e de los estraños, eran guardadas en los
armarios del Tenplo, que eran más en poridat. E Herodes mandolos todos a quemar,
pensando que podría semejar noble. E si falleciesen todas las pruevas, que semejaría el
su linaje al linaje de Israel; enpero algunos fueron dichos señores, e eran así llamados
porque eran parientes de Jhesu Christo, de parte de la madre. E fueron dichos
Nazarenos, porque mostravan la orden de la generción de Jhesu Christo quanto podían,

1062
Mateo (1, 1-16); Lucas (3, 23-38).
1063
De fide ortodoxa (IV, 14).
1064
En el incunable hay un espacio en blanco, casi la mitad de una línea de la columna a. El segmento
textual ausente se corresponde con el siguente de la Legenda aurea (10): “Facti sunt autem frates uterini
Iacob et Hely, Iacob quidem ex tribu Salomonis, Hely autem ex tribu Nathan”. Ms. h-I-14: “E así Iacob e
Eli fueron hermanos, e Jacob del linage de Salomón e Helí del linaje de Natán” (f. CCXLVd).
1065
En el incunable: “ovo dos”. LA (11): “Defunctus est autem Hely ex tribu Nathan sine liberis”. Ms. h-
I-14: “e non ovo fijos” (f. CCXLVd). En el incunable: “ovo dos”.

575
segunt que de lo que deprendieron de parte de sus avue[f. 200b]los en los libros que
tenían en sus casas.
Mas Joachín casó con una que dizían Ana, que ovo una hermana que dixeron
Ismaría, e esta Ismaría parió a Elisabet, e Elisabed a sant Juan Bauptista. Ana ovo tres
maridos: Joachín, e Cleofá e Salomé. Del primero, que fue Joachín, ovo una fija, que
dixeron María, que fue madre de Dios, con quien se desposó Iosep. E muerto Joachín,
casó Cleofá, hermano de Josep, e ovo dél otra fija, que dixeron María; ésta fue casada
con el Alfeo, e ésta ovo de su marido quatro fijos, Santiago el Menor, e Josep el justo,
que dixeron Barsavás, e a Simón e a Judas. E muerto Cleofás, casó con Salomé e deste
ovo una fija, que dixeron otrosí María; e ésa casó con el Zebedeo, e ovo dél dos fijos, a
Santiago el Mayor, e sant Juan Evangelista.
[...]1066
E Joachín, que era de Galilea, de la cibdat de Nazared, tomó por muger a Ana,
que era de Beldén. E eran amos y dos santos, e sin ningunt reprehendimiento, e
guardava todos los mandamientos de Dios. E de quanto en el mundo avían, la una parte
davan al tenplo e a los clérigos; e la otra, a los romeros e a los pobres; e la tercera,
gurdavan para sí e para su conpaña. E biviendo así veinte años, non avían fijo nin fija.
E fizieron voto a Dios, que si les diese algunt fijo, que le ofrecerían a su servicio. E por
ende ivan [f. 200c] cada año a Jherusalem, entre fiestas principales, con aquellos que
eran del su linaje. E allegáronse al altar para querer ofrecer, e vino el sacerdote e echole
dende. E maltráxole porque era osado de llegar al altar, diziendo que non convenía que
el que era maldito, segunt la ley, fiziese ofendra; e el que non avía fijos, nin acrecentava
el pueblo de Dios, que avía aí de estar. E Joachín, viéndose confondido, ovo vergüença.
E non quiso tornar a su casa, avía miedo que los de su linaje ge lo acererían,1067 pues
que lo vieron. E por ende partiose dende, e fuese para sus ganados. E estando algunt
poco de tienpo, un día apareció a él solo un ángel con grant claridat, e él viendo la
visión fue muy turbado, e amonestole que non oviese miedo, diziéndole: “Yo soy el
ángel de Dios, que me enbió a ti porque te diga que oí el tu ruego, e las tus limosnas son
ante la su faz. Ca vi la tu vergüença e oí el tu profacio que te dixeron de la mañería;1068
enpero, que a tuerto que a Dios vengase del pecado, e non de la natura; e por ende,
quando alguno es mañero, por eso lo faze Dios, porque faga aí alguna maravilla, e sepan

1066
Igual que en el ms. h-I-14, falta el segmento textual (LA: 26-36).
1067
LA (42): “qui hoc audierant tantum obprobrium sustineret”. Ms. h-I-14: “facererían” (f. CCXLVIb).
1068
Mañero: Esteril.

576
lo omnes que lo que dende naciere non es de luxuria, mas de Dios. Sarrasic, que fuera la
primera madre de la nuestra gente, ciertamente fue mañera fasta los noventa años; en[f.
200d]pero, engendrara a Isac, a quien prometiera Dios la vendición de todas las gentes.
Rachel, ¿non fue grant tienpo mañera?; enpero engendró a Josep, que fue después señor
de toda Egipto. ¿Ovo nunca más fuerte que Sansón, nin más santo que Samuel?; enpero
estos amos ovieron las madres mañeras. E por ende crey la razón e a los enxienplos que
te ha dicho Dios, que Él vengó los tus concibimientos e los partos mañeros, por que
sean más maravillosos. E por ende Ana, tu muger, parirá una fija, e dezirla ás María, e
estará sienpre en el servicio de Dios, así commo tú aprometiste. E ante que nazca, será
llena de Spíritu Santo, e non andará fuera con las otras, mas sienpre en el tenplo de
Dios, por que ninguno non aya sospecha de mal. E así commo ella naciere de su madre
mañera, así nacerá della el Fijo de Dios maravillosamente, e dezirle han Jhesu Christo, e
todos los omnes se salvarán por Él. E dote cierta señal desto: quando vinieres a la puerta
de Jherusalem, que dizen Dorada, encontrarás tu muger, Ana, que ha grant cuidado de
tu trabajo e de tu tardança, que quando te viere, gozarse hesic”. E esto dicho, partiose el
ángel dél.
E llorando Ana con grant amargura, e non sabiendo dó fuera su marido,
apareciole eso mismo el ángel, e díxole aquellas cosas que dixera a su marido. [f. 201a]
E eñadió diziendo que, por que esto fuese cierto, que se fuese a Jherusalem, a la puerta
que dizían Dorada, e que en contraría aí a su marido quando se tornase; enpero entre
amos y dos, así commo les dixera el ángel, se encontraron, e alegráronse porque se vían.
E de la generación que les era aprometida, adorando a Dios, tornáronse a casa muy
alegres, esperando lo que les prometiera Dios. E concebió Ana, e parió fija, e pusiéronla
nonbre María, e criáronla en su casa tres años.
E conplido este tienpo, levaron a la Virgen al tenplo con sus ofrendas. E eran
cerca del tenplo quinze gradas por do sobían al altar, ca porquel tenplo era en el monte,
el altar era fuera en que fazían los sacrificios, e non podían sobir a él sinon por grandes
gradas. E posieron a la Virgen en la postrimera déstas, e subiolas todas sin ayuda
alguna, tan bien commo si oviese hedat acabada. E fecha por ella su ofrenda, dexáronla
en el tenplo con las otras vírgenes, e tornáronse a su casa. E la Virgen creciendo en
santidat, cada día visitávanla los ángeles muy amenudo, e Dios visitávala muchas vezes.
E aviendo ya quatorze años, mandó el obispo que quantas vírgenes eran en el
tenplo que cunplieran el tienpo de su hedat, que se tornasen a sus casas e que se casasen.
E faziendo las otras todas como mandara, res[f. 201b]pondió la Virgen María que esto

577
non lo podía ella fazer, porque su padre e su madre la dieron al servicio de Dios para
sienpre, e porque ella fiziera voto a Dios de virginidat. Entonce el obispo fue muy
acuitado, porque non fiziese contra la Escritura que manda quel omne cunpla el voto
que fiziere, e que non quebrante esto, nin traya costunbre nueva. E siendo una grant
fiesta, e ayuntados todos los más ancianos, otorgaron en esto, porque esta cosa era tan
dudosa, que demandase consejo a Dios. E luego oyeron una voz que dixo que todos
aquellos que eran de casa de David que fuesen por casar, que truxese cada uno su
pértiga, e que las posiesen todas sobre el altar: “E aquel cuya pértiga floreciese en somo
della, segunt dixo Isaías: ‘E estodiese el Spíritu Santo commo paloma’; sin duda, aquel
era el que devía ser esposo de santa María”. E entre estos era Josep, de la casa de David.
E semejole cosa sin guisa, que omne tan viejo commo él, casase con virgen tan niña. E
levando los otros todos sus pértigas, él sólo non levó la suya. E non apareciendo nada,
segunt lo que Dios avía dicho, el obispo pensó de demandar consejo a Dios otra vegada.
E díxole nuestro Señor que: “Aquel sólo que non traxera la pértiga, devía ser esposo de
santa María”. E este Josep trayendo su pértiga, floreció mano a mano, e vi[f. 201c]no
una paloma del cielo que se asentó sobre ella, que la fizo florecer luego. Entonce vieron
todos que aquel devía ser esposo de santa María.
E fecho este desposorio entre él e ella, él fincó en Veldén, para ordenar su casa e
lo que avía menester para las vodas. E la Virgen tornose a Nazareb, a casa de su padre,
con siete vírgenes de la su hedat que se criavan con ella, que ge las diera el obispo por
testimonio del miraglo. En aquel tienpo apareciole el ángel sant Graviel, e díxole que
naciera della el Fijo de Dios.
E algunt tienpo los christianos non sopieron de lasic nacimiento de santa María,
segunt cuenta sant Bedel:1069 Acaeció una vegada que un omne santo, estando en
contenplación muy afincado cada año muy grant tienpo, estando en el mes de setienbre
seis días en oración, oyó grant alegría de los ángeles. E él demandó por qué fazían cada
año esto en aquel día, e non en otro. Respondiéronle, de parte de Dios, que la Virgen
María naciera en tal día commo éste, porque los ángeles se gozavan en el cielo e
ala[ba]van al fijo de Dios; y él, que los manifestase a los fijos de la Iglesia, por que ellos
acuerden con la corte del cielo en aquesta fiesta. E él mostrolo al papa e a los otros.
Ellos fallaron por verdat, por oraciones, e por ayunos, e por escripturas e por testimonio

1069
Summa de ecclesiasticis officiis (149a).

578
de los ancia[f. 201d]nos, e establecieron por todo el mundo que fiziese esta fiesta por
todo el mundo, en onra de la Virgen María.
Otro tienpo non fazían ochavas a esta fiesta, mas el papa Inocencio las mandó
fazer, e lo ordenó en el concilio de León del Ródano. E la razón fue ésta: que moriendo
el papa Gregorio, los romanos encerraron a los cardenales en una cámara, que fiziesen
aí papa; mas non podiendo acordar por muy grant tienpo, los romanos fazíanles fuerça e
pesar. E prometieron ellos a la reina del cie[lo], que si les diese e fiziese acordar, e que
se podiesen ir libres, que le farían de oy más fazer las ochavas desta fiesta. E así
acordaron, e fizieron papa a Celestino. E Inocencio, librándolos, cunplieron lo que
aprometieron, ca Celestino bevió poco tienpo, e por eso non lo pudieron conplir.
E devedes saber que la Iglesia faze fiesta de tres nacimientos: de lasic de Jhesu
Christo, e de santa María e de sant Juan Baptista, que dan a entender tres nacimientos
espritualessic. Ca nacemos con sant Juan, en el baptismo; con santa María, en la
penitencia; con Jhesu Christo, en la Iglesia. E los primeros dos nacimientos han vegilias
e ayunos, porque los que se baptizan, e son ya grandes, conviene que se duelan de sus
pecados. E esto mismo por la Iglesia de Paraíso; mas que toda la penitencia es [f. 202a]
en lugar de vigilia, por tanto, esta fiesta nonbra vigilia; mas todas las fiestas han
ochavas, porque todos deseamos la Resurreción.
Un cavallero, muy fijodalgo e muy ardido en armas e muy devoto a santa María,
yendo a un torneo, falló en la carrera un monesterio fecho a onra de santa María, e entró
dentro por oír misa. E diziendo una misa en pos de otra, él non quería dexar ninguna
misa por onra de santa María. E en cabo, salió del monesterio e fuese muy aprisa al
torneo. E ahevos los que se tornavan, encontráronle; dixéronle que fuera en aquel
torneo, e afirmavan todos quantos aí estavan e dizían por una voz, que fiziera commo
buen cavallero; e aun dizían algunos que él sólo los prendiera. E ofreciéndose el omne,
entendió e paró mientes que la Reina muy cortés le feziera onra tan enseñadamente; e
díxo lo que le acaeciera. E tornándose al monesterio, fízose cavallero de Dios.
Un obispo avía muy grant devoción e grant reverencia en esta María. E iva
sienpre a una iglesia de santa María, por grant devoción que avía. A la media noche,
ahevos la Virgen con todo el coro de las vírgines, e salió a recebir a este obispo. E
tomáronle e leváronle a la iglesia, donde iva con grant onra. E dos vírgenes de aquellas
començaron el canto, e dizían: [f. 202b] “Conpañeras, cantemos al nuestro Señor”. E
todas las otras dizían: “El dulce amor de Jhesu Christo suene en la piadosa voca”. E
levaron con tal procesión a la iglesia.

579
Era una buena dueña biuda e avía un fijo. E sus enemigos prendiéronle, e
oyéndole la madre, llorava e rogava a santa María, a quien ella mucho amava, que
librase a su fijo de la presión. E a cavo, viendo que así non le aprovechava nada, entró
sola en una iglesia que era de la Virgen María. E estando delante ella, razonava con ella
en esta manera: “Santa María Virgen, yo te rogué muchas vezes que librases a mi fijo, e
non me fue ningunt provecho; e por ende, así commo levaron a mí el mi fijo, así levaré
yo el tuyo, e ponerle he en rehenes en mi arca”. E diziendoosic esto, allegose más cerca e
tomó el niño que santa María tenía en su regaço. E fuese para su casa, e envolvió esta
imagen en una sávana muy blanca, e púsole en su acarcasic e cerrola muy bien con su
llave. En la otra noche apareció la Virgen al mancebo, e abrió la puerta de la cárcel, e
mandole que se fuese, e díxole: “Mi fijo, di a tu madre que me dé el mi fijo; pues que do
yo a ella el suyo”. E saliendo él, dende vino a su madre, e contole todo quanto le
acaeciera e cómmo le librara santa María. E alegrándose ella mucho por ello, to[f.
202c]mó la imagen del niño, e fuese para la iglesia, diziendo: “Santa María,
gradézcotelo mucho Señora, porque me diste a mi fijo que avía perdido; e por ende,
dote el tuyo, ca de ti recebí yo el [mío]1070”.
Era un ladrón que sienpre andava a furtar, enpero amávale mucho santa María,
porque dizía muy amenudo el “Ave María”. E una vegada furtando, prendiéronle e
juzgáronle que le forcasen. E colgándole luego, fue aí santa María, e sufriole tres días en
sus manos, segunt que a él parecía en manera que non sentía ningunt mal. E aquellos
que le enforcaron pasaron por aí, e falláronlo bivo e muy alegre. E pensando que el lazo
de la soga non fuera bien apartado, quisiéronle degollar; mas santa María paró la mano
ante el cochillo, e así non le podieron degollar. E sabiendo ellos que santa María le
ayudava, ca ge lo dixo él, maravilláronse, e decendiéronle por amor de santa María e
dexáronle ir. E yéndose, entró en un monesterio. E demientra que bivió, sienpre servió a
Dios e a santa María.
1071
Fue un clérigo que amava mucho a santa María, e dizía las sus oras con grant
devoción. Mas moriendo su padre e su madre, e non aviendo otro eredero, dexáronle
muy grant fazienda. E sus amigos afincáronle que se casase, e que non dexase tanta
heredat perder. Un día yendo para fa[f. 202d]zer sus vodas, falló en la carrera una
iglesia; acordándose del servicio de santa María, ahevos do le apareció santa María, e

1070
En el incunable: “tuyo”. Corrijo a partir del ms. h-I-14 (f. CCXLVIIId).
1071
A partir de aquí hasta el milagro que inicia: “Un omne e una muger avían sola una fija”, ninguno de
los siguientes milagros se registran en la versión del ms. h-I-14 (LA: 128-134; 141-160).

580
díxole: “Cruel, malo, desleal, ¿por qué desanparaste así la tu amiga e la tu esposa, e
amaste a otra más que a mí?”. Él pesándole desto, tornose a sus conpañeros, e
encobriose dellos, e non fizo bodas, e dexó quanto en el mundo avía. E a media noche
fuyó de casa e entró en un monesterio. E sienpre sirvió aí a santa María.
Era un clérigo vano e luxurioso, enpero amava mucho a santa María e dizía sus
oraciones muy devotamente. E vio, una noche que estava nuestro Señor e él, que dizía a
los que estavan enderredor:
– Vós juzgad qué juizio ha menester éste que vos cata, que tanto tienpo ha que
sufro, e nunca en él fallé enmienda nin señal della.
Entonce nuestro Señor dio sentencia contra él, e ahevos que se levantó la Virgen
María, e díxole:
– Ruégote por éste que quites la sentencia que diste contra él, e biva por mi amor
el que por sus merecimientos avía de morir.
Díxole nuestro Señor:
– Otórgotelo así commo tú lo demandas, si ál que non que se enmiende.
E tornose la Gloriosa a él, e díxole:
– Vete e no quieras más pecar; si non, acaecerte ha peor que esto.
Él despertando, mudó su vida e fízose religioso. E acabó bien su vida en buenas
obras.
En Cecilia avía [f. 203a] un omne que dixeron Teófilo, que era señor en lugar de
obispo, que por grant sabiduría ordenava la iglesia so el obispo. E muerto el obispo,
todos dizían que merecía el obispado; mas él teníase por conplido del oficio en que
estava, e quiso más que fiziesen a otro obispo. E en cabo, este obispo tirole de su oficio,
aunque le pesó, e fue por ende así quebrantado. E porque podiese cobrar el su oficio,
demandó consejo a un judío, que sabía nigromancia. Este judío conjuró al diablo, e
ahévosle muy presto. E Teófilo, que ge lo mandó el diablo, negó a Jhesu Christo, e a
santa María e a la christiandat. E desto fizieron una carta partida por abc, e sellada con
su sello, e diola al diablo e así fízose su basallo. E otro día, procurando el diablo, ovo la
gracia del obispo, e tornole a su oficio. E en cabo, tornándose al mismo, pesole mucho
de lo que avía fecho, e tornose a santa María que le acorriese en esta cuita. Apareciole
santa María en visión, e reprehendiole mucho de la su falsedat que fiziera, e mandole
que renegase al diablo, e fízole confesar a Jhesu Christo, e a toda la christiandat, e así
recobró la gracia de Jhesu Christo e la suya. E por mostrarle que le perdonó Dios,
apareciole otra vegada, e diole la carta que él diera al diablo, e púsola sobre sus pechos,

581
porque non temiese al diablo commo su si[f. 203b]ervo; mas que se gozase porque le
librara santa María. E recibiendo la carta Teófilo muy alegre, contolo ante el obispo, e
ante todo el pueblo, lo que le acaeciera alabando a santa María. A cabo de tres días
muriose, e fuese a Paraíso.
Un omne e una muger avían sola una fija, e casáronla con un mancebo, e por
amor de la fija, tenían al yerno en su casa. E la madre amávale tanto, que le quería más
su suegra que su muger. En este comedio, los maldizientes començaron a dezir que este
amor non era por su fija, mas por sí misma. E sabiendo ella esto, e temiendo que sería
disfamada entre los omnes, fabló con dos villanos, que les daría cada [uno]1072 veinte
sueldos si quisiesen afogar a su yerno. E un día metiole en ascondido en la vodega, e
enbió al marido e a la fija afuera, e encobriolos en su casa. Entonce el yerno, por su
mandado, entró en la vodega para que truxese vino, e los villanos afogáronle, e ella
levole luego a la cama de su fija. E estando a la mesa, mandó a su fija que llamase a su
marido, e que le despertase, que dormía, e que viniese a comer. E fallándole muerto,
començaron luego todos a llorar, e la que le matara tanbién llorava con ellos. En cabo,
esta muger que fizo el pecado, doliose mu[f. 203c]cho ende, e confesó a un sacerdote
así commo lo fiziera. E a cabo de tienpo, varajaron el sacerdote e la muger, e el
sacerdote haceriole1073 que matara a su yerno. E sabiéndolo el padre e la madre del
mancebo, leváronla ante el alcalde, e dio sentencia que la quemasen. E viendo ella que
avía de morir, tornose a santa María, e entrose en su iglesia, e echose en oración con
muchas lágrimas. En cabo, fiziéronla salir fuera, e echáronla en el fuego, e quatos aí
estavan, vieron salir sin lisión e sana. E los parientes del muerto, cuidando que fuera el
fuego pequeño, van aprisa por sarmientos, e echáronlos en el fuego. E viendo que aún
non le enpecía, començáronla a ferir con lanças, con dardos. Entonce el alcalde que
estava aí, maravillose mucho, e mandó que la non fiziesen mal, e cataronla muy
afincadamente, e non fallaron en ella ninguna señal de las lanças. E truxéronla sus
parientes a su casa, e fiziéronle melezinas, las que pudieron. E non queriendo Dios que
más se ensuziase por sospecha de los omnes, después de tres días, salió desta vida
perseverando en servicio de santa María.1074

1072
Corrijo a partir del ms. h-I-14 (f. CCXLIXa).
1073
LA (172): “et a sacerdote sibi generi homicidium irrogatur”. Ms. h-I-14: “faceriole” (f. CCXLIXb).
1074
Con este milagro termina la versión del ms. h-I-14.

582
1075
Un sacerdote non sabía decir otra misa, salvo la de santa María, la qual él
dizía muchas vezes. Acusáronle delante del obispo, e provole el obispo, e non supo
dezir otra [f. 203d] misa, sinon aquella. El obispo pensando que era engañador, privole
del oficio, que non cantase de aí adelante. E luego, esa noche, apareció santa María al
obispo, e maltráxole mucho, e díxole entre todo lo otro, que si non le tornase el capellán
al oficio acostunbrado, que morería el obispo ante de treinta días. El obispo, muy
espantado e temiendo, mandó llamar al sacerdote, e demandole perdón, e mandole que
nunca otra misa dixese de aí adelante, sinon de santa María.

[CXII]
Título CIX. De la estoria de sant Adrián

Sant Adrián sufrió martirio en tienpo de Maximiano. Sacrificando a los ídolos, en la


ciudat de Nicomedia, e todos persiguiendo a los christianos, por su mandado,
levávanlos atormentar, los unos, por temor de la pena, los otros por los dones que les
prometían los vezinos e los parientes. En este comedio, truxiéronlos al rey, e díxoles el
rey:
– ¿Non oístes quánta pena está presta e dada contra los cristianos?
Dixeron ellos:
– Oy fezimos nós escarnio de la tu locura que mandaste.
Entonce el rey, muy sañudo, mandolos açotar con nervios crudos, e mandolos
quebrantar las vocas con piedras. E notando la confesión de cada uno, li[f. 204a]gados,
mandoles meter en la cárcel. E Adriano, el prior de los cavalleros, viendo la
firmedunbre, díxoles:
– Conjúrovos por el vuestro Dios, que me digades qué galardón esperáis en
sufrir tales penas.
E dixeron los santos:
– Non ay ojo que lo viese, nin oreja que lo oyese, nin la voluntat podría pensar el
bien que Dios tiene para dar aquellos que le aman.
Entonce Adriano, saltando en medio dellos, dixo:
– Escrividme con ellos, que yo christiano só.

1075
Este milagro se encuentra en un sitio diferente del que ocupa en la narración de la Legenda aurea
(135-140).

583
Oyéndolo el enperador, e non queriendo sacrificar, ligado en fierros mandole
meter en la cárcel. E su muger, Natalia, oyendo que su marido era encarcelado, ronpió
sus vestiduras; mas sabiendo la razón por qué, ovo grant gozo, e corrió a la cárcel, e
començó a besar las presiones de su marido e de los otros, ca era christiana, mas por la
persecución non lo osava mostrar. E dixo a su marido:
– Señor, bienandante eres que fallaste riquezas, las que non ovieron tu padre e tu
madre, que han menester muchas cosas quando non será tienpo de ganar, nin de tomar
donas. Ca non ay alguno que a otro libre de la pena, nin padre a fijo, nin madre a fija,
nin siervo a señor, nin señor a siervo, nin amigo a amigo, nin riquezas a aquel que las
ha.
E amonestándole que despreciase la gloria del mundo, e los parientes, e los
amigos, e toviese sien[f. 204b]pre en las cosas celestiales, dixo Adrián:
– Hermana, vete agora. E al tienpo de la mi pasión enbiaré por ti, que veas la mi
fin.
E así acomendando a su marido a los otros, que le cononortsensic, tornose a su
casa. E después Adrián, sabiendo el tienpo de la su pasión que se allegava, dando dones
a las guardas, e fiadores a los santos que eran con él, e fuese a la su casa a llamar a
Natalia, su muger, así commo se lo aprometiera jurando. E viéndolo uno, fue corriendo
a su muger, e díxola:
– ¡Suelto es Adrián e felo aquí donde viene!
E viéndolo ella, non lo creía, diziendo:
– ¿Quién lo pudo soltar de la presión? Nunca lo Dios quiera que se suelte, e que
sea suelto e apartado de los santos.
E diziendo ella esto, ahevos un moço de casa, que dixo:
– Ya dexado han a mi señor.
E ella pensando que fuía del martirio, llorava con grant amargura. E viéndole,
levantose muy aprisa, e cerró la puerta de casa. Díxole:
– ¡Arredrado sea de mí el que se arriedra de Dios! ¡E non quiera Dios, nin
acaezca fablar1076 con aquel que negó a su Señor!
E tornándose a él, dixo:
– ¡O, mezquino! ¿Quién te forçó a tomar lo que non podiste acabar, o quién te
apartó dellossic santos, o quién te engaño que te apartases del convento de paz? Dime,

1076
En el incunable: “fabllar”.

584
¿fuiste ante que fuese lid e ante que vieses lidiar contra ti? ¿Cómmo fuese llegado non
rece[f. 204c]biendo saeta? E yo me maravillava de la gente que es sin Dios e del linaje
de los malos, grave sería ofrecido a Dios.1077 ¡Ay mezquina, qué faré que soy juntada
con aqueste que es de linaje de los malos! ¡Non me fue otorgado que por una ora me
llamase muger del mártir; mas que me digan muger del falso! ¡Poco tienpo fue
ensalçada, mas sienpre seré abatida!
E oyendo esto Adrián, avía en sí grant gozo, maravillándose de su muger
manceba, e muy fermosa e fijadalgo. E non avía más de treze1078 meses que era casada:
¡cómmo fablar tales cosas! Onde deseando más el martirio de grado, oyó sus palabras, e
viéndola quebrantada, díxole:
– ¡Natalia, mi señora, ábreme! Que non cuides que fui la pasión, mas véngote a
llamar, así commo te lo aprometí.
E ella non lo queriendo oír, dixusic:
– ¡Catat cómmo me quiere engañar el traidor, e cómmo me miente! ¡Mezquino,
pártete de mí; si non, yo me mataré por el tu amor, por tal que te fartes!
E tardando ella de abrir, dixo:
– ¡Ábreme ya; si non, en otra manera irme he! Nunca me verás, e después
llorarás que nin verás a mí, nin a mi muerte. Ca di a los santos mártires por fiadores, e si
me demandaren los ministros, e non me fallaren, los santos sufrirán los mis tormentos e
los suyos.
Oyendo esto Natalia, abrio[f. 204d]le. E echándose amos en tierra, fueronse para
la cárcel amos en uno. E alinpiava Natalia siete días, con sávanas muy blancas, las
llagas de los santos.
E mandó el enperador que se los presentasen a día señalado. Quebrantados con
las penas, non podían andar e levávanlos commo vestias. E Adrián iva en pos dellos, las
manos atadas. Dende, levando a Adrián do sofriese pasión, presentáronle ante el
enperador. E Natalia ayuntándose a ellos, dizía: “¡Mi señor, non ayas miedo quando
vieres las penas! Ca agora sufrirás algunt poco, mas llegarte as para sienpre jamás a los
ángeles”.

1077
LA (36): “Et ego mirabar si ex gente sine deo et de genere impiorum aliquis offerretur deo”. Ms. h-I-
14: “Yo me maravillo, porque alguno que es de la gente sin Dios e de los malos, que non se ofrescían a
Dios” (f. CCLc).
1078
LA (40): “XIV”. Ms. h-I-14: “trece” (f. CCLc).

585
E Adrián non queriendo sacrificar, açotáronle muy cruelmente. E corriendo
Natalia con grant gozo a do estavan, enpeçó el martirio. Amonestándole el rey que non
baflemasesic los dioses suyos. Díxole él:
– Si así me atormentas porque blasfemio aquellos que non son dioses, ¿quánto
más serían atormentados si negase a Dios verdadero?
Dixo el enperador:
– ¿Estas palabras te mostraron aquellos engañadores?
Díxole Adrián:
– ¿Por qué llamas aquellos engañadores, que son dotores de la vida perdurable?
E Natalia fue corriendo a los santos, e contóselo con grant gozo la respuesta de
su marido. Entonce mandó el rey a quatro omnes muy rezios que le açotasen muy cru[f.
205a]elmente. E Natalia contávalo luego a los otros mártires que eran en la cárcel, e
todas las preguntas, e las penas que le fazían e las sus respuestas. E tanto fue açotado,
que le salían las entrañas. Entonce posiéronle en la cadena, e encerráronle en la cárcel
con los otros.
Adrián era mancebo muy fermoso e tierno de veinte e ocho años. E Natalia,
viendo a su marido yazer [boca]1079 arriba todo despedaçado, metió la mano so su
cabeça, diziendo: “Bien andante eres, la mi lunbre, que sufres pena por aquel que murió
por ti; e agora, mi señor e amigo, porque veas la su gloria”.
Oyendo esto el enperador, que muchas buenas dueñas servían a los santos en la
cárcel, mandó que la non dexasen entrar allá. Oyendo Natalia que non querían que
entrasen allá, cercenose toda, e tomó vestidura de omne e servía a los santos en la
cárcel. E las otras mugeres, de que vieron esto, fizieron eso mismo. E rogó a su marido,
que quando finase, que rogase a Dios por ella, que la guardase en este mundo e la
sacase dél aína.
Oyendo el rey lo que las buenas dueñas fazían, mandó traer unasic yunque, e
quebrantar sobre ella las piernas de los santos e que así muriesen. E Natalia temiendo
que su marido tomaría espanto de las penas de los otros, rogó a los sayones que
començasen [f. 205b] en él. E cortándole las piernas, e quebrándole los pies, rogóle
Natalia que se dexase cortar la mano, por tal que apoderase a los otros santos que avía
sofrido ya más penas. Esto fecho, moriose Adrián. E los otros santos dieron de grado los
pies a cortar, e así se fueron todos a Paraíso.

1079
Corrijo a partir del ms. h-I-14 (f. CCLIa).

586
E mandó el rey que quemasen los sus cuerpos, e Natalia escondió la mano de su
marido en el su seno. E echando los cuerpos de los santos en el fuego, quísose Natalia
echar con ellos; mas vino grant lluvia adesora que mató el fuego, e guerdó los cuerpos
de los santos que non se quemaron. E los christianos ovieron consejo, e fizieron
trasladar los cuerpos de los santos a Costantinopla, fasta que la iglesia de Dios oviese
paz. E Natalia tovo consigo la mano de su marido, e tovola sienpre en solaz de su vida a
cabeça de su lecho.
E después desto, un señor de treinta cavalleros, viendo a Natalia tan fermosa, e
tan rica e tan fijadalgo, ovo voluntat della. E el enperador envió unas buenas dueñas
onestas para que casase con él. Respondió Natalia: “¿Quién es ése que me faría a mí esa
gracia que oviese tal marido? Yo más demándole que me dé espacio de tres días que lo
pueda fazer”. Esto dizía ella porque podiese dende foír, e rogando a Dios que la
guardase, adormiose lu[f. 205c]ego. E ahevos uno de los mártires que la apareció, e
consolola muy bien, e mandola que se viniese al lugar donde eran los cuerpos de los
santos mártires. E despertando, tomó la mano de Adrián, e entró e una nave con otros
muchos christianos. E oyendo esto el cavallero, fuese en pos della por la mar con otros
muchos cavalleros. E vino un viento contrario que mató muchos dellos, e fizo a los
otros tornar por do avían ido. E a la media noche apareciola el diablo, en guisa de
marinero, con una nave falsa a aquellos que eran con Natalia, e díxoles:
– ¿Dónde ides o dónde venides?
Dixeron ellos:
– Venimos de Nicomedia e imos a Costantinopla.
Díxoles el diablo:
– Errados ides; mas id a la siniestra parte, porque navegedes más derecho.
Esto dizía él por los meter en la mar quejada, porque pereciesen.1080 E mudando
las naves a do el diablo dizía, apareció Adrián adesora, siendo en la nave con ellos
[...]1081

1080
LA (106): “in pelagus mitteret e perirent”.
1081
Falta el final de la narración (LA: 107-113) presente también en el ms. h-I-14 (f. CCLIIa).

587
[CXIII]
Título CX. De la vida de Pronto e Jacinto mártires

Sant Pronto e sant Jacinto fueron escuderos e conpañeros en el estudio de filosofía de


Eugenia, fija de Felipo, muy noble romano. Este Felipo fue adelantado de Alexandría
por man[f. 205d]dado de los senadores, e levó allá consigo a Claudia, su muger; e a sus
fijos, Vito e Sergio; e a su fija, Eugenia. Esta Eugenia era grant eclegiástica en las siete
artes e en todas las otras ciencias. E Aquilino, fijo de Aquilino, demandó a Eugenia por
muger, que era senador de Roma e avía quinze años. Dixo ella: “No deve ninguna
escolar casar nin aver marido en linaje, mas en costunbres”. E ovo de aver las epístulas
de sant Pablo, e començó a ser christiana en su coraçón. Entonce non dexavan morar a
los christianos en Alexandría. Onde tomó en solaz yendo a la villa, e pasando, oyó a
christianos contar esto: “Omnes dii gentium demonia, Dominus autem celos fecit:
Todos los dioses de los omnes son demonios, nuestro Señor fizo los cielos”. Entonce
dixo ella a los mancebos que ivan con ella, a Pronto e Jacinto: “Pasamos los silogismos
de los filósofos con estudio sin saber. E quanto dizen los filósofos, e los gramáticos e
los retóricos, todo encierra en esta palabra. E el poderío que yo avía me fizo vuestra
señora, seamos hermanos, e sigamos a Jhesu Christo”. E plógoles alsic consejo.
E tomó vestidura de omne, e fuese al monesterio do era abad Eleno, omne de
Dios que non dexava ninguna muger venir a él. Una vegada, disputando con un erege
que dizían [f. 206a] Cereas,1082 e non podiendo sofrir los sus argumentos fuertes que le
fazía, mandó fazer muy grant fuego, e que entrasen amos en él, e aquel que non se
quemase, que la su fe fuese más verdadera. E este santo omne entró primero en él
fuego, e non le enpeció; el erege, non queriendo entrar, forçáronle todos que entrase, e
luego fue quemado.
E llegose Eugenia a él diziendo que era un varón, ca siendo muger, defendiose
commo varón. El abat Eleno dioles el ábito a ella e a ellos, a Pronto e a Jacinto, e mandó
que todos le llamasen fray Eugenio. E su padre e su madre, viendo la silla de Eugenia en
casa vazía, busacáronla por todas las partes, mas non la podieron fallar en ningunt lugar
del mundo. E preguntando los adevinos qué era de su fija, respondieron que los dioses
la avían puesto entre las estrellas del cielo. E por ende, mandó su padre fazer una
imagen, e ponerla muy alta en la plaça e que todos la adorasen.

1082
Sólo en la versión del incunable tiene nombre este hombre (LA: 16). Ms. h-I-14 (f. CCLIId).

588
Ella quedó en servicio de Dios con sus conpañeros. E después que murió el abat,
fizieron abat a ella. Entonce en Alexandría avía una buena dueña, rica e fijadalgo, e avía
por nonbre Melancia; e sanola Eugenia, con el olio en el nonbre de Jhesu Christo. E por
ende, enbiole ella muchas presentes, mas non lo quiso recebir. Esta buena dueña,
pensando [f. 206b] que era omne, visitávala muy amenudo. E viéndole muy apuesto e
muy fermoso en el cuerpo, cuidó que era terrenal, e començole a amar mucho. Ella,
muy cuitada por esto, pensó entre sí cómmo lo podría aver, e fizo enfinta que era
enferma, e enbió por él que la visitase. E viniendo, mandole abrir la puerta, e entró e
descobriola toda su coraçón, cómmo le amava mucho, e que le rogava que pecase con
ella. E tomó, abraçole, e besole e conbidole al pecado. Fray Eugenio estorbole,
diziendo: “Con grant derecho te llaman Melancia, ca llena eres de maldat e de negrura;
e con derecho eres dicha negrura, e oscura, e fija de las tinieblas, amiga del diablo,
adalid de prodeciónsic, nudrimiento de luxuria, hermana de angustura, fija de muerte que
sienpre ha de durar”. E viendo ella que era engañada, e temiendo que la descubriría este
pecado, quísolo ella ante descobrir, e començó a dar apellido, diziendo que Eugenio la
quisiera forçar. E por esto fuese a Felipo, el adelantado, e querellose dél, diziendo: “Un
mancebo mal christiano, entrando a mí por razón de física, quísome forçar malamente; e
si non porque me anparó mi moça, que estava aí, oviera de yazer conmigo por fuerça”.
Oyendo esto el adelantado, fue muy sañudo, e enbió grant conpa[f. 206c]ña de peones
que le prendiesen a Eugenio e a todos los otros christianos. E truxéronlos a todos presos
en cadenas. E estableció un día que los echasen a los osos, e a los leones e a las otras
bestias bravas que los comiesen. E llamándolos ante sí, dixo a Eugenio:
– Dinos, omne malo e del diablo, ¿esto vos mostró el vuestro Señor Jhesu
Christo, que vos avéis corronpido e que con grant locura forçades las buenas dueñas?
Dixo Eugenio, catando a tierra, porque la non conociese:
– Nuestro Señor nos mostró castidat, e aquellos que la guardan, prometió la vida
que ha de durar para sienpre. E podemos provar que esta Melancia es testigo falso; mas
más vale que nós suframos penas que non ella quando fuere vencida, e la nuestra
paciencia parezca. Enpero trayan la moça que dizen que vio nuestro pecado, porque
veades que miente por la su voca misma.
E trayendo la moça, bien commo se lo mostrara su señora, acusávale muy
atrevidamente que quisiera forçarla. E quantos eran de su conpañía, porque se lo
mostrara ella, que testiguase eso mismo. E viendo Eugenio que la falsedat crecía, e los
mandava matar, dixo:

589
– Ya pasó el tienpo de callar e vino tienpo de fablar. Non quiero que esta suzia
ponga falso testimonio a los siervos de Dios. Porque non aya gloria en el su engaño, e
porque la verdat sobre a la [f. 206d] mentira, e la sabiduría vença esta su maldat, e
porque muestro la verdat, non por alavarme, mas por la gracia de Dios.
E diziendo esto, fendió la saya desde arriba fasta abaxo, e pareció que era muger.
E dixo al adelantado:
– Tú eres mi padre, e Claudia mi madre, e estos dos que están conmigo son Vito
e Sergio, son mis hermanos; e yo só Eugenia, tu fija, e estos dos son Pronto e Jacinto.
Oyéndola el padre, començó a conoscer a su fijo, e abraçola, e con su madre,
llorando mucho. E vistieron a Eugenia de tartalí, e de peso e onraronla mucho. E vino
fuego del cielo e quemó a Melancia ante todos los suyos. E así Eugenia convertió a la fe
de Jhesu Christo a su padre, e a su madre, e a sus hermanos e a toda la conpaña. En
manera que el padre dexó la alcaldía, e los christianos fixiéronle obispo. E estando en
oración, matáronle los gentiles.
E Claudia, e Eugenia e sus hermanos tornáronse a Roma. E convertieron aí
muchos a la fe de Jhesu Christo. E a Eugenia, por mandado del enperador, atáronle una
piedra al cuello, e echáronla en la mar, e andava sobre las ondas. Entonce echáronla en
un forno ardiente; mas luego se mató, e estava ella folgando. E dende encerráronla en
una cárcel muy escura; mas ovo luego muy grant claridat. E estando diez [f. 207a] días
que non comió, apareciole el Salvador del mundo, e tráxole pan muy alvo, e dixo:
“Toma este pan de mi mano, ca yo soy el tu salvador que tú amaste de todo tu coraçón.
E en este día vernás para mí, e yo recebirte he”. E día de Navidat de Jhesu Christo1083
enbiaron un sayón que la degollase. E después apareció a su madre, e díxole que la
siguiese día de domingo. E así un día de domingo, estando Claudia en oración, muriose.
E Pronto e Jacinto leváronlos al tenplo, e faziendo oración, quebraron el ídolo. E
non queriendo sacrificar, conrtáronlessic las cabeças, e así fueron mártires.

1083
LA (69): “In die igitur natalis Domini”. Ms. h-I-14: “E en las ochavas de Nabidat de Jhesu Christo,
cinco días después de Nabidat” (f. CCLIIIIa).

590
[CXIV]
Título CXI. De la vida de sant Cornelio e de Cibrián mártires

[...]1084
Sant Cornelio fue papa después de sant Sabián, e desterrole Decio, el enperador, con
todos sus clérigos. E estando aí sant Cibrián, obispo de Marruecos, enbiole sus letras de
consolación. En cabo, truxéronle do él estava, e enpresentáronle a Decio, e él non
moviendo por ninguna cosa, mandole açotar con plomo, e mandó que lo levasen al
tenplo de Mares, por tal que sacrificase o que le descabeçasen. E levándole allá, rogole
un cavallero que llegase a su casa, porque rogase a Dios por su muger, que dizían
Salustia, que avía cinco años que [f. 207b] yazía parlíticasic; la qual, siendo sana por su
oración, veinte e un cavalleros con ella e con su marido creyeron en Jhesu Christo. E
mandándolo Decio, fueron traídos al tenplo de Mares, e escopiéndole, todos
martirizados con sant Cornelio.
E después presentaron a sant Cebrián, obispo de Marruecos, a Patervo,
adelantado de esa misma ciudat; e non podiendo con él que dexase la fe, mandole
desterrar. E tornole Galerio, que fue después de Paterno, e mandole descabeçar. E sant
Cebrián gradecióselo mucho a Dios. E viniendo el sayón al lugar del martirio, mandó a
los suyos que le diesen quinze dineros de oro por su trabajo. E tomando una sávana,
cobrió sus ojos con su mano, e así recebió martirio.

[CXV]
Título CXII. De la vida de santa Eufimia virgen

[...]1085
Eufemia santa, fija del senador, viendo en tienpo de Diocleciano los christianos sofrir
tormentos departidos, fuese para el alcalde, e confesando por plaça la fe de Jhesu
Christo, tornava los coraçones de los omnes. El alcalde mandó los christianos, a uno e a
otro estar delante, porque si ál que non, se espantasen porque sacrificasen. Enpero, los
que eran firmes en la fe, víanlos descabeçar muy cruelmente, [f. 207c] e destroçar e
matar los santos ante Eufemia. E ella enbevida en el amor de Jhesu Christo, porque vía

1084
Igual que en el ms. h-I-14, falta la etimología del nombre (LA: 1-6).
1085
Igual que en el ms. h-I-14, falta la etimología del nombre (LA: 1-5).

591
los santos firmes, enpeçó a dezir al juez que les fazía tuerto. Entonce el alcalde gozose,
cuidando que quería sacrificar. E demandola qué tuerto fazía. Dixo ella:
– Que sabes que só fijadalgo, ¿por qué fazes éstos que non sé quién son e son
abenedizos ir ante mí e fazer los he ir ante Jhesu Christo, a la Iglesia de Paraíso?1086
Díxole el juez:
– Asmava1087 mucho porque eras tornada a la tu voluntad. E gozávame porque te
acordavas de la tu nobleza. Si ál que non, agora estarás encerrada en la cárcel.
E otro día, traída con los presos sin cadena ninguna, prendioles otra vegada muy
cruelmente, por qué la perdonava de las cadenas, faziendo esto contra la ley de los
enperadores. Entonce dieron las palmadas, e posieron en la cárcel. E siguiéndola el
alcalde, por razón de pecar con ella, quísola forçar; mas ella contradiziéndole bien
commo ome, Dios fízole contrecho de las manos. Entonce enbió su mayordomo de su
casa, aprometiéndole muchas cosas si ella fiziese por él; mas él non pudo abrir la cárcel
cerrada, nin con llaves, nin la podieron quebrantar con ninguna cosa fasta que fue
demoniado. E dando [grandes boces],1088 e despedaçándose a sí mismo, fuésele el alma.
E sacando dende a ella, [f. 207d] pusiéronla en una rueda que avía todos los
fierros llenos de carbones. E él mostró dentro en la rueda, e fizo él tal señal a los que la
traían, que quando él fiziese sueno, que la moviese todos en uno, e que saliendo el
fuego de los berrojos, quemasen el cuerpo de la virgen. Mas ordenándolo Dios, el fierro
que trenpava la rueda cayó de su mano e fizo sueno, e moviendo ellos la rueda,
desmenuzose todo el maestro, e guardó a Eufemia, que estava sobre sin ningunt daño.
Entonce los parientes del maestro, llorando, pusiéronla fuego, queriéndola
quemar; mas quemando la rueda, el ángel de Dios soltó a Eufemia, e fízola estar en un
lugar muy alto, ado la vían todos. Entonce dixo Apoliano al juez: “La vertud de los
christianos non se vence sinon [por]1089 fierro, e por esto te consejo que la fagas
degollar”. E alçando las escaleras para la tomar, uno quería aprenderla, luego fue
parlático, así que malavés le sacaron dende vivo. E otro que dizían Sotenes, sobiendo a
ella, luego fue mudado en otro estado; demandole perdón, e sacando el cuchillo, enpezó

1086
LA (11): “Cum sim genere nobilis, cur mihi ignotos et advenas anteponis et priores facis ad Christum
pertingere et ad promissan gloriam pervenire?”. Ms. h-I-14: “Bien sabes tú que só muger fijadalgo; e por
ende, ¿por qué tú faces esto a éstos que non se quién son, e son abenediços, e fácelos ir ante que a mí a la
gloria del paraíso?” (f. CCLVIId).
1087
En el incunable: “amava”. LA (12): “Putabam”. Ms. h-I-14: “Asmava” (f. CCLVIId).
1088
Corrijo a partir del ms. h-I-14 (f. CCLVIIIa).
1089
Corrijo a partir del ms. h-I-14 (f. CCLVIIIb).

592
a dezir al juez que más mejormente le matataríasic, que non poner mano en aquella que
los ángeles guardavan.
Después sacola dende, e mandó el juez al carcelero, e a quantos garçones
podiesen aver, para que la es[f. 208a]carneciesen; mas él entrando a ella, vio muchas
vírgines muy fermosas cerca della que oravan, amonestándole. El alcalde colgola de los
cabellos, e non la podiendo mover, nin la dando a comer, nin a bever, mandola poner en
la cárcel, que a las siete días la estruxasen commo azetuna entre grandes piedras. E a
ella esforçávala cada día el ángel, e al seteno día posiéronle entre las piedras duras. E
faziendo ella oración, tornáronse las piedras así commo ceniza menuda.
Onde enbergonçado el juez, porque así le vencía una niña, mandola echar en una
cueva, ado estavan tres vestias, tan crueles e tan malas, que a todos los omnes tragavan.
E ellas vinieron a la virgen, e falagándola, ayuntaron las colas en uno, e dándola commo
silla para asentarse. El juez se confondía porque lo vía. Onde él moriendo con grant
angustura que avía, entró el sayón por vengar el tuerto de su señor, e metiole un cochillo
por el costado, e así la fizo mártir de Jhesu Christo e fuese a Paraíso. El alcalde diole
por su jornal vestidura de sirgo, e púsole sartas de oro al cuello; mas saliendo dende,
tomole el león e comiole todo. Onde buscándole muy fuertemente, malavés fallaron
pocos huesos dél, con la vestidura toda despedaçada e con las sartas sin oro. [f. 208b]
Enterraron a santa Eufemia en Calcedura con grant onra, e por los sus merecimientos,
todos los judíos e los gentiles de Calcedura creyeron en Jhesu Christo.

[CXVI]
Título CXIII. De la vida de sant Lanberto

Sant Lanberto fue omne fijodalgo e noble, mas fue más noble [en sanctidat].1090 De niño
fue maestro de las artes, e tanto le amavan todos por su santidat, que después de
Teodardo, su maestro, le fizieron obispo de Tenencesa.
E el rey Elederico amávale mucho, e fue su amigo más que todos los otros
obispos; mas creciendo la maldat de los enbidiosos, obuscandosic los malos, privaron él
de su tierra e de su onra. E posieron a otro en su lugar, que llamavan Fernantmendo.
E Lanberto entró en un monesterio, e bevió aí siete años en grant santidat. E una
noche, levantándose a oración, fizo roído en el suelo non lo sabiendo. E oyéndolo el

1090
Corrijo a partir del ms. h-I-14 (f. CCLIXa).

593
abat, dixo que: “Quienquier que sea, váyase luego a la cruz”. Entonce Lanberto fuese
luego para allá descalço. E estubo aí tanto tienpo en la nieve e en el yelo fasta que los
fraires ovieron rezado sus maitines. E levantándose, vio el abat que non estava aí. E
diziéndole un fraire que él era al que man[f. 208c]dara ir a la cruz, fízole entrar, e
demandole perdón con los monjes. E él solamente los perdonó con grant piedat; mas
predicoles muy altamente de la paciencia.
E a cabo de siete años, mandó el rey que echasen a Fernatmendo del obispado, e
que trxuxesen a Lanberto. E siendo muy santo commo primero, por palabra e ensienplo,
levantáronse dos malos contra él, e començáronle a perseguir muy fuertemente. E los
amigos del obispado matáronlos así commo merecían. E un pariente de los muertos, que
dizían Dido, privado en el palacio del rey, ayuntó grant conpaña, e cercó la casa del
obispo enderredor, queriendo vengar la muerte de sus parientes en sant Lanberto; mas
un niño díxolo a sant Lanberto, que estava en oración. E él confiando en Dios, tomó la
espada para lidiar con ellos. E tornándose a sí mismo, echó la espada de la mano,
juzgando que mejor vencería estando muerto, que non ensuziar las manos sangradas en
la sangre de los malos. Entonce amonestó a todos los suyos que se confesasen bien, e
que sufriesen la muerte en paciencia. E los falsos entraron luego, e mataron a sant
Lanberto, que estava en oración. E yendo a ellos algunos de sus parientes, e de sus
servidores que escaparon, tomaron el su cuerpo en ascondido, e tru[f. 208d]xeron en una
nave a su iglesia, e enterráonlesic aí, pesando mucho de su muerte a todos los de la
cibdat.

[CXVII]
Título CXIIII. De la dispusiciónsic de sant Mathe

Ovo sant Mathe dos nonbres, Mateus e Leví. Matheus quiere dezir dende, quexura o
dador de consejo. Ese nonbre, Mateus, quiere dezir en griego “a maussic tesic o deus”,
que quiere tanto dezir commo grande a Dios, o quiere dezir mano de Dios. Fue
ciertamente don de quexura, por presurada conversión. Fue dador de consejo, por
saludable predicación. Fue muy grande a Dios, por la perfeción de la su vida; fue mano
de Dios, por el escrivimiento el Evangelio.

594
Vida de sant Mathe apóstol e de sus miraglos

Sant Mathe, el apóstol, predicó en Etiopía, en una cibdat que dizen Vedabel. E falló aí
encantadores, al uno dezían Zaroes e al otro Alfaxar, e así enloquecían los omnes con
sus artes, que parecía que quitavan los mienbros a los que querían, e a los otros
saninatsic. E tanta sovervia ovieron en sí, que se fazían adorar commo a Dios. El apóstol
sant Mathe, entrando en aquella cibdat, posó en ca[f. 209a]sa del enemigo de la reina de
Capadocia, que baptizara sant Felipo; en manera que descobría los encantamentos de los
magos, e todo lo que ellos fazían en perdición de los omnes, todo lo tornava en salud
dellos.
E preguntando aquel enemigo a sant Mathe cómmo fablava tantas lenguas, e las
entendía, esplanándoselo sant Mathe, cómmo lo viera por Spíritu Santo; e así commo
aquellos que querían, por sobervia, fazer la torre de Bavilonia alta fasta el cielo,
quedaron de fazerla por el confondimiento de las lenguas; bien así los apóstoles, por
sabiduría de todas las lenguas, fagan torre, non de piedra, mas de virtudes, por do suban
al cielo quantos creyeren en Jhesu Christo.
Entonce vino uno que dixo que aquellos magos vinieran con dos dragones, que
echavan de sus vocas, e de sus narizes, fuego de piedra sufre, que matava a los omnes.
El apóstol santiguose e salió fuera, seguro contra ellos. E luego que le vieron los
dragones, cayeron muertos en tierra. E dixo a los magos: “¡O encantadores! ¿Dó es la
vuestra arte? Despertadlos agora e fazedlos bevir si pudieres; que si non, porque rogué a
mi Señor, aquello que pensastes en mí, en vós lo tornará”. E viniendo el apóstol, en
nonbre de Jhesu Christo, mandó a los dragones que se fuesen non faziendo mal a
ninguno, e fué [f. 209b]ronse luego.
Después encomençó al pueblo grant sermón de la gloria del paraíso terrenal,
diziendo que es más alto que todos los montes, e que es cerca del cielo e que non ay
espinas; mas, que el omne, sienpre es mancebo, e sienpre suenan aí órganos de los
ángeles e las aves que llaman, luego ovedecen. E dixo que deste Paraíso fuera echado el
omne; mas, por el nacimiento de nuestro Señor Jhesu Christo, fuera levado al cielo.
E diziendo esto al pueblo, ahevos adesora muy grant ruido, que lloravan por el
fijo del rey que moriera. E non le podiendo resucitar los magos, llamó al apóstol, e
resucitolo luego por su oración. E por ende, el rey de Egipto, enbió por todas sus
provincias: “¡Venid e veredes un Dios que semeja omne!”. E vinieron luego con
coronas de oro, e con muchas maneras de sacrificios, queriéndole sacrificar. E

595
defendiógelo sant Matheo, diziéndoles: “Varones, ¿qué fazedes? Que yo non só Dios,
mas soy siervo de Jhesu Christo”. E ellos fizieron una grant iglesia de oro e de plata,
que truxeron mandándoselo el apóstol. E fiziéronla en treinta días, en la qual moró el
apóstol treinta e dos años, e convertió toda tierra de Egipto. El rey de Egipto, con su
muger, e con todo su poderío, baptizose. E el apóstol fizo monja a su fija, Eufegemia, [f.
209c] e fízola abadesa con dozientas vírgines.
E después desto fue rey Irtaro, e codiciando esta virgen, prometió la meitad de
su reino al apóstol si se la diese en casamiento. Díxole el apóstol que al domingo viniese
a la iglesia, así commo fazía el rey, e oiría qué bueno era el casamiento. Estando delante
Eufemia, con todas las otras vírgines, e oyéndolo el rey, fuese allá con grant gozo,
pensando que consejaría a Eufegemia que quisiese casar con él. E estando ellas, e todo
el pueblo, ayuntado e fablando tan grant tienpo del bien que avía en el casamiento,
alabole mucho al rey. E él creyó que dizía esto porque fiziese consentir a la virgen en el
casamiento. Dende, callando todos, él tornose a su sermón otra vegada, diziendo:
“Enpero, quel casamiento sea bueno si guarda el uno al otro la verdat; enpero sabedes
los que aquí estades, si algunt vasallo quisiese o se atreviese tomar la esposa del rey,
non solamente avría la saña del rey, mas1091 de todo en todo merecía muerte. Non por
que le fuese provado que le tomava la muger, mas porque fue vencido, que tomando la
esposa de su señor, quería ronper el su casamiento. E así tú, rey, ¿sabiendo que
Eufegemia es esposa de aquel que es más poderoso que tú, quieres casar con ella?”. E
oyéndolo el rey, ovo grant pesar por ella, e fuese [f. 209d] muy sañudo. E el apóstol,
estando muy firme e sin temor, confortávalos todos a paciencia e firmeza. E vendixo a
Eufegemia e a todas las otras vírgines, que yazían en tierra con grant temor.
E después de misa, enbió el rey a un mancebo, que era montero, que matase a
sant Mathe, que estava cerca del altar. E teniendo las manos alçadas contra el cielo
orando, feriole de parte de çaga con un cochillo, e así se fizo mártir. E oyéndolo todo el
pueblo, fueron a casa del rey para quemar a él, e a todas sus cosas; mas teniéndolos
malabés los sacerdotes e los diáconos, fizieron la fiesta del apóstol, con grant gozo.
E el rey non podiendo, por ninguna manera, mover su voluntat de Eufegemia,
nin por buenas mugeres que le enbiava, nin por los magos, cercó toda la casa con fuego
enderredor, por tal que la quemasen con las otras vírgines. E aparecioles el apóstol, e
esparció todo el fuego, e quemó todo el palacio del rey e todas las sus cosas. E él

1091
En el incunable: “mao”.

596
estando sólo con un fijo que avía, tomo el diablo a su fijo, e confesava los pecados del
padre. E fuese aprisa al sepulcro de sant Mathe el padre, e fue gafo, e non podiendo
sanar, matose él mismo.
E los del pueblo fizieron rey a un hermano de Eufegemia, que baptizara el
apóstol, e fue [f. 210a] rey setenta años. E faziendo a su fijo rey, amó mucho la onra de
los christianos, e finchó toda la provincia de Etiopía de iglesias de Jhesu Christo. E
Zaores e Alfaxar fuyeron aprisa, de aquel día en adelante que el apóstol resucitó al fijo
del rey; mas después, los vencieron sant Ximón e Judas.
[...]1092
E devedes saber que bien así commo leen en la Iglesia el salterio de David, e las
epístulas de sant Pablo, que otra escriptura ninguna, así leen más el Evangelio de sant
Mathe que otro ninguno. Esto es porque dize sant Juan que tres maneras son de
pecados: de sobervia, e de luxuria e de avaricia. En el primero pecó sant Pablo, por
sobervia, ca perseguía mucho los christianos e las iglesias de Dios; en el segundo pecó
David, que pecó, que fizo adulterio e mandó después matar a Urías, cavallero muy fiel;
en el tercero pecó sant Mathe, que por razón de la avaricia fazía muchas malas
ganancias, ca estava en el puerto de la mar, e tomava los portazgos de la[s] naos.
Enpero que fueron pecadores, plugo mucho a Dios con la su penitencia. Ca non
solamente perdonó las culpas, mas dioles muchas gracias e dones, ca sant Pablo fizo
predicador, a David fizo propheta, e a sant Mate fizo apóstol e Evangelista. E por ende
leemos los dichos dellos más que [f. 210b] de los otros, porque ninguno, por pecador
que sea, si se quisiere arrepentir, non desespere de la misericordia de Dios, pues que
tales commo éstos ovieron tales gracias.
[...]1093

[CXVIII]
Título CXV. De la vida de sant Mauriz

[...]1094
Sant Mauriz fue duque e adalid de una legión de Tebas –e la legión es seis mill e seis
cientos e setenta e seis cavalleros–.1095 Esta tierra es en oriente, muy cunplida de

1092
Igual que en el ms. h-I-14, falta el segmento textual (LA: 49-71).
1093
Igual que en el ms. h-I-14, falta el segmento textual (LA: 83-114).
1094
Igual que en el ms. h-I-14, falta la etimología del nombre (LA: 1-4).

597
riquezas, e de fruta, e muy deleitosa de árboles. E los omnes que moran en ella son muy
grandes de cuerpos, e nobles en armas, muy fuertes en batalla, e de grant sotileza de
coraçón, e muy abastados en sabiduría. E esta cibdat avía cien puertas, e era asentada
sobre el río de Villo, que sale del paraíso terrenal. De la qual cibdat dizen: “Ahe, la
vieja Debas yaze quebrantada so cient puertas”. E a éstos predicó Santiago, el hermano
de Jhesu Christo.
E Diocleciano e Maximiano enperadores, queriendo desatar de todo en todo la fe
de Jhesu Christo, enbiaron tales cartas por todo el mundo, e por todas las provincias do
moravan los christianos: “Si non convenía que alguna cosa fuese determinada o sabida,
así que todo el mundo se ayuntase de la una parte, e sola Roma, que [f. 210c] estoviese
de la otra, que vencería todo el mundo, e que fuiría ante ella. E Roma fincaría en alteza
de ciencia. E porque vós sois un pueblo pequeño, ides contra los mandamientos, e sois
tan locamente sovervios contra sus ordenamientos; e por ende, o tomad la fe de dios que
non mueran, o daremos sentencia contra vós, que seades dañados para sienpre”. E los
christianos recebiendo estas cartas, enbiaron los mensajeros sin onra, non dando nada
por ellos. Entonce los enperadores, muy sañudos, enbiaron a todas las provincias que
todos los que fuesen para armas tomar, que viniesen, e porque les fueron rebeldes, los
metiesen so el señorío de Roma. Estas letras vinieron a los del pueblo de Tebas. E este
pueblo, faziendo segunt que el mandamiento de nuestro Señor, dando a Dios lo que era
de Dios, e al enperador lo que era del enperador, e ayuntada muy escogida conpaña de
cavalleros, que eran seis mill e secientos e sesenta e seis cavalleros, enbiáronlos a los
enperadores que los ayudasen en la lid derecha, e non lidiasen contra los christianos,
mas mayormente que los defendiesen. E desta sancta conpaña era duque e caudillo
mayor e más noble Mauriz, e los alferzessic eran Cándido e Inocencio.
E Diocleciano enbió a Maximiano, que tomara por conpañero del inperio [f.
210d] contra los franceses, con hueste sin cuento. E diole en ayuda a la sancta conpaña
de los tebanos. E a éstos amonestolos sant Marcelo papa, que ante muriesen todos que
desanparasen la fe de Jhesu Christo que avían tomado. E pasando toda la hueste las
alturas e los montes, mandó el enperador que todos los que eran con él, que sacrificasen
a los ídolos, e que jurasen, todos en uno, contra los rebeldes al señorío romano,
mayormente, contra los christianos. E oyendo esto los cavalleros santos, partiéronse de
la hueste quatro millares,1096 e asentáronse en un lugar muy delitososic, cerca del

1095
Este dato sólo aparece en la narración del incunable y del ms. h-I-14 (f. CCLXIb).
1096
LA (26): “octo milibus”. Ms. h-I-14: “quanto ocho millias” (f. CCLXId).

598
Ródano, que llamavan Agano. Oyéndolo Maximiano, enbió los sus cavalleros dezirles
que viniesen aprisa con los otros a fazer sacrificio a los dioses. Respondieron ellos que
lo non podrían fazer, ca eran christianos. Entonce el enperador, con grand saña, enbió
cavalleros, e mandó que los forçasen a sacrificar a los dioses o que luego, manasic a
mano, de diez degollasen uno. Entonce levantose Mauriz entre todos los otros, e dixo:
“Conpañeros cavalleros, gózome mucho, porque os veo ir a morir de grado por la fe de
Jhesu Christo. E guardat el mandado de nuestro Señor Jhesu Christo, que dixo a sant
Pedro: ‘Pon el cuchillo en la baina’.1097 E aquellos que avemos nuestras vestiduras
vermejas, con los cuerpos de los cavalleros, [f. 211a] e con la sangre de los conpañeros,
nós mismos seguamossic el martirio. E si vos plaze, inbiemos esta respuesta al
enperador: ‘Enperador, tus vasallos somos, e tomamos armas para defender el tu
señorío, e non es a nós traición nin temor, mas non queremos desanparar la fe de Jhesu
Christo’”.
E oyendo esto el enperador, mandó que degollasen de diez uno. Esto fecho,
Exuperio, que era alferze, tomasic la seña, e estando entre los cavalleros, dixo: “El
nuestro señor duque glorioso, Mauricio, fabló de la gloria de nuestros conpañeros. Nin
yo, que só alfeze, tomé estas armas porque lidiemos contra éstos; mas echad estas armas
terrenales, e armatvos de virtudes. E si queréis, inbiemos esto dezir al enperador:
‘Enperador, tus vasallos somos, enpero deximos por plaça que éramos siervos de Jhesu
Christo. A ti devemos cavallería, aquél linpieza; de ti tomamos soladad de trabajo, e de
aquél comienço de ser de vida. Prestos somos para sofrir por amor de Jhesu Christo
quantas penas nos dieres, e nunca nos partiremos de la fe’”.
Entonce el enperador, sin piedat, mandó a su hueste matar aquella conpaña, así
que ninguno no escapase. Así que los cavalleros del diablo cercaron a los cavalleros de
Jhesu Christo, matáronlos con las manos descomulgadas, e acoceávanlos con los pies de
los ca[f. 211b]vallos. E así fueron todos mártires de Jhesu Christo. E fueron muertos en
el año de la encarnación de dozientos e ochenta años.1098
E quiso Dios escapar muchos dellos, por tal que predicasen por las otras tierras
en el nonbre de Jhesu Christo, e que tomasen gloriosas muertes en otros lugares por el
su amor. De los quales, fueron en morir Solutor, e Aventor, e Otavo, e Enborgamón, e
Alexandre, e Envitu, e Nolo secundo, e sant Costancio, e Vito, e Viso e otros muchos.

1097
Juan (18, 11).
1098
LA (51): “CCLXXXVII”.

599
Aquellos que los mataron, partiendo sus vestiduras, e comiendo en uno,
convidaron a un viejo que pasava por aí por aventura, que dizían Vítor. E él començó a
demandar cómmo podrían comer con gozo entre tantos millares de muertos. E oyendo él
que fueran muertos por amor de Jhesu Christo, sospiró muy fuertemente, e con grandes
gemidos dixo que en todo se ternía por bienandante si con ellos moriera. E sabiendo que
era christiano, arremetieron a él, e luego le mataron.
E después desto, Maximiano en Milán, e Diocleciano en Nicomedia, un día
despojaron la púrpura que vestían, porque fiziesen más suelta vida. E fuesen otros más
mancebos, Costantino, e Maximiano e Galerio, los quales avían fecho enperadores, se
enseñoreasen; mas Maximiano, queriendo cruelmente e por fuerça ser otra vegada
enperador, perseguiéndole su [f. 211c] yerno, Costantino, acabó su vida con muy grand
enojo e sin plazer.
En cabo, el cuerpo de santo Inocencio, desa misma legión, echáronle en las
ondas del Ródano. E tomáronle Greco, e Agustino e Protasio, obispo dese mismo lugar.
E soterráronle en la iglesia con los otros. En el cementamiento desta iglesia era un
maestro gentil, e todos los otros guardando la fiesta del domingo, él solo labrava; vino
la conpaña de los sanctos, arrebatáronle, e açotáronle e reprehendiéronle porque labrava
aquel descomulgado. Los otros estavan el día del domingo en las obras de Dios, e él
sólo fazía las obras descomulgadas. E así constreñido, fue a la iglesia, e demandó que le
tornasen christiano, alavando esta santa conpaña.
1099
Sant Anbrosio dize así:1100 “O Señor, la conpaña de los fieles alunbrada de
divinal lunbre, veniendo de las tierras estrañas, se omilló a ti muy fielmente. En la
legión de los batalladores, cercada tanbién de espadas corporales, commo cercada de
armas spirituales, se cercó a ti al martirio con velable firmeza. Los quales, aquel
príncipe, cruel portador de pestilencia, por espantarlos con miedo, asmó dos vegadas
inquisición de cochillo de tormento. E después desto, estando ellos muy firmes en la su
fe de Jhesu Christo, mandolos todos degollar; mas, a[f. 211d]questos tanto servían, con
tan grand amor e ardor de caridat, que echadas todas las armas, fincaron todos los
finojos para que recibiesen los dardos de aquellos que los ivan a matar. Entre los quales,
sant Mauriz, encendido del amor de la tu fe, peleando, ganó martirio”.
Una muger avía un fijo, e diole al abat del monesterio do yazían los cuerpos
destos sanctos. El qual murió luego, e llorava ella sin remedio ninguno. E apareciola

1099
Párrafo ajeno a la versión del ms. h-I-14 (LA: 64-68).
1100
Ambrosianae praefationes (ed. Frei CCIII, p. 367).

600
sant Mauriz, e demandó que por qué llorava así a su fijo. Respondió ella que en su vida
nunca qeudaríasic de llorar. Dixo él: “Non quieras llorar así commo muerto mas sepas
que mora connusco, e si lo deseas provar,1101 mañana, e en toda tu vida, si te levantares
a maitines oirás su boz entre las otras bozes de los monges que cantavan”. E fízolo ella
así, e sienpre oyó la su boz cantar.
El rey Guguturando dexó las ponpas del mundo, e dexó todos sus tesoros a las
iglesias e a los probres. E enbió un clérigo que traxiese de las reliquias de los sanctos. E
tornándose con las reliquias que ganara, pereció la nave en la mar. E puso el arca con
las reliquias contra la tenpestad. E luego el mar fue asegurado.
En el año de la encarnación de trezientos e sesenta e tres años,1102 unos monges
ganaron, por ruego del rey Carlos, de Nicholao pa[f. 212a]pa, que levasen los cuerpos
de sant Urbán e de sant Tiburcio. Visitaron la iglesia de los mártires, ganaron del abad e
de los monges que levasen el cuerpo de sant Mauriz consigo, e la cabeça de sancto
Inocencio papa a la iglesia de sant Germán, que él fiziera a onra destos mártires.
E cuenta la escritura que en Burgandia fue un clérigo muy sobervio e
cobdicioso, que tomara una iglesia de sant Mauriz; enpero que ge lo refertó1103 un
caballero poderoso. E cantando un día missa, e diziendo en fin del Evangelio esta
palabra: “Todo omne que se ensalce, será umillado”,1104 escarnecio él commo
mezquino, e dixo: “Esto es falso, ca si yo me omillase ante mis enemigos, non abría oy
día tantas riquezas”. E afevos do entró por su boca con que blasfemara un rayo en
manera de cochillo, e matole adesora.

[CXIX]
Título CXVI. De la vida de santa Justina virgen

[...]1105
Santa Justina virgen, de la ciudat de Antiochía, fue fija del sacerdote de los ídolos. E
estando cada día a la finiestra, oyó el diáchono que dizía el Evangelio, que la convertió
después a la fe. Diziendo a su padre e a su madre, que dormían en el lecho, e ellos
dormiendo, aparecioles Jhesu Christo con los ángeles, diziendo: [f. 212b] “Venid vós

1101
En el incunable: “pronar”.
1102
LA (77): “DCCCCLXIII”. Ms. h-I-14: “trecientos e sesenta e tres años” (f. CCLXIId).
1103
Referta: Reñir, altercar, contender.
1104
Lucas (14, 11; 18, 14).
1105
Igual que en el ms. h-I-14, falta la etimología del nombre (LA: 1-2).

601
para mí, e darvos he el reino de los cielos”. E despertando, fiziéronse baptizar con su
fija, Justina virgen.
Persiguiéndola mucho Cibrián, en cabo covertiole ella a la fe. Este Cibrián, de
niñes fue grant gramático; e aviendo siete años, su padre e su madre ofreciéronle al
diablo. Éste usava de nigromancia, e semejava que tornava las buenas dueñas en bestias,
e fazía otros muchos encantamentos, e avía grand amor de Justina virgen. Tornose a sus
encantamentos, porque la pudiese aver, o porfió por otro omne, que dizían Aclaudio,
otrosí que la amava muy mucho. E por ende, encantó al diablo que viniese para él,
porque por él pudiese aver a Justina. E el diablo viniendo, dixo:
– ¿A qué me llamaste?
Dixo Cibrián:
– Amo la virgen de Galilea. ¿Puedes fazer que la yo aya, e que cunpla mi
voluntad con ella?
E dixo el diablo:
– Yo pude echar al omne del Paraíso; e procuré que matase Caín a Abel, su
hermano; e fize que los judíos matasen a Jhesu Christo; e turbé los omnes, ¿e non podré
fazer que ayas esta niña e que uses con ella commo quesieres? Toma este ungüento,
espárzelo fuera de su casa, e yo verné e encenderé el su coraçón en el tu amor, en tal
manera que te consienta.
El diablo entró a ella otra noche seguiente, e trabajase de encender el su cora[f.
212c]çón en el suzio amor. E sentiéndolo ella, santiguose muy devotamente. El diablo
espantose de la señal de la cruz, e fuese a Cibrián. E díxole Cibrián:
– ¿Por qué non traxiste aquella virgen?
Dixo el diablo:
– Vi una cruz en ella, e desleíme todo e falleciome toda mi fuerça.
Dexó Cibrián éste, e llamó a otro diablo más fuerte. E dixo el diablo:
– Oí tu mandamiento, e vi la flaqueza del otro diablo; mas yo lo enmendaré
todo, e conpliré la tu voluntad. Ca iré, e llegaré su coraçón en amor de luxuria, e tú
usarás della segunt tú deseas.
E entrando el diablo a ella, trabajávase de aduzirla a esto, e de encender el su
coraçón en este amor suzio. E ella acomendose a Dios muy devotamente. E afirmándose
en la señal de la cruz, echó de sí esta tentación toda. E sollando contra el diablo, luego
se arredró de sí. Dixo Cibrián:
– ¿Dó es la virgen por que te inbié?

602
Dixo el diablo:
– Dígote que só vencido. En la manera que es yo non lo oso dezir, ca vi en ella la
señal de la cruz, e luego perdí toda mi fuerça.
Entonce Cibrián, escarneciéndole, dexole ir. E conjuró al príncipe mayor de los
diablos. E viniendo, dixo Cibrián:
– ¿Qué fortaleza es la tuya atán pequeña que una niña te vence?
Dixo el diablo:
– Évate que vó e faré que le tome la fiebre, e encenderé muy sin me[f. 212d]sura
el su coraçón, e porné en ella tanta tentación de fuego, que la faré flemática por ti. E
porné ante ella muchas semejanças.
E a la media noche tomó semejança de una moça virgen, e veniendo a ella, dixo:
– Évate que vengo a ti, por venir contigo en castidat; enpero ruégote que me
digas, ¿qué merced avremos deste trabajo?
Dixo la virgen:
– La merced es muy grande y el trabajo muy pequeño.
Dixo el diablo:
– ¿Pues que mandó Dios: “creced, e muchiguadsic e fenchid toda la tierra”?1106 E
por ende, buena conpañera, he miedo que guardaremos virginidat, que pasaremos el
mandamiento de Dios, e seremos en mal juizio, así commo menospreciadoras y
desobedientes, y en lugar de galardón, sofriremos grandes penas.
Entonce començó el coraçón de la virgen a tremer con pensamientos malos,
encendiose fuertemente en su ardor de codicia, en manera que se levantó e se quería ir.
E entonce la virgen santa tornose en sí misma, e entendió quién era aquel que fablava
con ella. E santiguose luego, e sollando contra el maldito diablo, luego se regaló todo en
manera de cera, e nunca jamás sentió ninguna tentación. Después, el diablo tomó figura
de omne muy fermoso, y entró en su cámara; yaziendo ella, saltó sin vergüença en el
lecho, queriéndola abraçar. [f. 213a] E viendo Justina quién era, luego santiguose, e ansí
desatose el diablo.
Entonce, consentiéndolo Dios, púsola el diablo en grant fiebre, e mató muchos
omnes con los ganados, y en los bustos predicava, por las bocas de los demoniados, que
avía de venir grant mortandat en toda Antiochía si Justina non casase.1107 E por ende,

1106
Génesis (1, 28).
1107
LA (54): “Quapropter tota civitas morbo languens ad ianuam parentum Iustine convenit clamans ut
Iustinam coniugio traderent et sic civitatem a tanto periculo liberarent”. Ms. h-I-14: “e predicava por la

603
enfermó toda la ciudat. E vino a la puerta de su padre e de su madre dando bozes, que si
fiziesen casar a Justina, que sería librada la ciudat de grand peligro; mas ella non lo
quiso consentir por ninguna1108 cosa; e por ende, amenazáronla que la matarían. E a
cabo de siete años de la mortandat, rogó por ellos, e librolos desa pestilencia.
E viendo el diablo que non le aprovechava nada, tomó semejança de Justina, por
ál que la disfamase, e fuese para Cibrián así para le engañar. E quísole besar, porque
avía dél grant amor e se quería morir. E viéndole Cibrián, e creyendo que era Justina,
alegrose mucho, e díxelesic: “Bien seas venida, Justina, la más fermosa que en el mundo
ay”. E luego que la nonbró Cibrián, el diablo non pudo sofrir su nonbre, e luego se
desfizo commo fumo. E Cibrián, viéndose engañado, fincó muy triste, e yogo grant
tienpo a la puerta de la virgen. E segund que semeja[f. 213b]va muchas devegadas,
aquel diablo se tornaba en muger, por nigromancia, e a las vegadas en ave; mas quando
venía a la puerta, nin semejava muger, nin ave, mas luego parecía Cibrián. E Claudio,
por parte del diablo, mudose en semejança de páxaro, e bolando a la finiestra de Justina,
luego que le vino, la virgen le conosció que era Claudio. E començó mucho a tremer, e
ensangostársele el coraçón, ca non podía saltar, nin bolar. E temiendo Justina que caería
e se quebrantaría, fízole descendir por una escalera, amonestando que se quitase desta
locura; si non, que le matarían segunt las leis, commo a malfechor. E vencido el diablo
en todo, tornose a Cibrián, e estido ante él muy confondido, e díxole Cibrián:
– ¿Tú eres vencido? Mesquinos, ¿qué flaqueza es la vuestra? Non podistes
vencer una niña, nin aver poderío en ella, mas ella vos venció muy desonradamente
Enpero ruégote que me digas, ¿en qué ha ella tan grant fortaleza?
Dixo el diablo:
– Si me jurares que te non partirás de mí, dezirte he la verdat e la su fortaleza
que nos vence.
Dixo Cibrián:
– ¿Por quién te juraré?
Dixo el diablo:
– Júrame por las mis virtudes grandes que non te partas de mí.
Dixo Cibrián:
– Júrote por las tus virudessic gran[f. 213c]des que non me parta de ti nunca.

boca de los demoniados que avía de venir grant tempestad de mortandat en Antioquía si non casasen a
Justina” (f. CCLXIIIIa).
1108
En el incunable: “ninguua”.

604
Entonce, dixo el diablo:
– Aquella niña me muestra la señal de la cruz, e luego me defago e perdí toda mi
fuerça. E así me desfago ante ella, commo la cera ante el fuego.
Dixo Cibrián:
– Pues aquel Crucificado, ¿es mayor que tú?
Respondió el diablo:
– Sin duda es mayor que nós todos; a nós, e a quantos aquí engañamos, nos
traerán al fuego que nunca será amatado, e seremos atormentados.
Dixo Cibrián:
– Pues que así es, yo devo ser su amigo del Crucificado, porque non aya en
algunt tienpo grant pena.
Respondió el diablo:
– Ya me juraste por las mis grandes virtudes de la mi hueste, porque non puedas
ser perjuro, que nunca te partieses de mí.
Dixo Cibrián:
– Deniego a ti e a las tus virtudes, que son commo fumo. E llégome a la señal del
Crucificado, que es de salud.
E luego se partió dél el diablo, confondido.
Entonce Cibrián fuese luego para el obispo. E viéndole él venir, e temiendo que
trastornaría algunos christianos, e que los pornía en error, dixo: “Cibrián, cúnplete los
tuyos, que son contigo, que non podrás fazer ninguna cosa contra la Iglesia de Dios, ca
la vertud e el poder de Diosssic non se puede vencer”. E contando él lo que le acaeciera,
físoze baptizar. E después, aprovechando mucho en ciencia [f. 213d] y en santa vida,
muerto el obispo, fizieron a él obispo desta cibdat, a a santa Justina virgen, fízola
monja, e fízola abadesa de otras muchas vírgenes. E sant Cibrián enbiava muchas vezes
sus cartas a los mártires, esforçándolos en las muertes y en las pasiones.
El conde de aquella tierra, oyendo la fama de Cibrián y de Justina, fízolos aduzir
ante sí, e demandolos si quiríansic sacrificar. E ellos estando muy firmes en la fe de
Jhesu Christo, fízolos poner en la cárcel; e después, en una sartén llena de pez e de
grosura, mas Dios dioles muy grande e maravillosa folgura, e non les fizo ninguna pena.
E el capellán de los ídolos dixo al conde: “Manda estar a mí ante la sartén, e luego
vencerá toda la su virtud”. E veniendo ante la sartén, dixo: “¡Grande es el dios Ércoles,
que es padre del dios Júpiter!”. E salió adesora fuego de la sartén que le quema todo.

605
Entonce sacaron a Cibrián e a Justina de la sartén, e dieron sentencia contra ellos que
los degollasen.
E los cuerpos santos yoguieron siete días en el canpo a los canes, sin lisión
ninguna. E después trasladáronlos a Roma; agora son en Plazencia. E murieron VII
sic 1109
kals octubris circa años domini CCLXXX sub Diocleciano.

[CXX]
[f. 214a] Estoria de sant Miguel arcángel1110

La fiesta de sant Migeulsic archángel es dicha apareción, o vengança, o consagración o


remenbrança. E la aparición deste arcángel es de muchas maneras. La primera aparición
fue en el monte Gárgano, ca en Apulio es un monte que dizen así, e es acerca de una
cibdat que dezían Sinponto.
1111
En el año de la encarnación de CCCXCIX era en esta cibdad un omne, que
dizían así, Gárgano; e avía nonbre del monte, e avía ý muchos ganados sin cuento. E
andando por el monte paciendo, acaesció un toro dexar los otros bueys, e non tornó a
casa. E tomó el señor grand conpaña de omnes, e buscole por todo el monte. E en cabo,
fallole encima del monte, cerca de una voca de una cueva. E moviendo contra él, que
andava solo, tirole luego una saeta encoxada,1112 mas bien luego, como si la tornase el
viento, ferió aquel que la echara. E los cibdadanos turvados por aquesta razón, fuéronse
para el obispo, e demandáronle qué podría ser esto tanto de maravillar. E mandoles que
ayunasen tres días, e díxoles que lo demandasen a Dios. E esto fecho, aparescioles sant
Miguel, diziendo: “Sabet que aquel omne fue ferido de la su saeta misma porque lo
quise yo; ca yo só el arcángel Michael, que quiero onrar este [f. 214b] lugar en la tierra
e guardarle seguro. E quise provar en esta figura deste toro; ca yo só guarda deste
lugar”. E luego el obispo e los cibdadanos fueron aquel lugar, con grand processión. E
non osando entrar, echáronse a la puerta en oración.
La segunda aparición fue que cerca de la encarnación de siete cientos e diez
años, acaesció en un lugar que dizían Tunba, cerca de la mar, a siete1113 millas de la
cibdat que dizen Abuazer. Sant Miguel apareció al obispo desta cibdat, e mandole que

1109
LA (104): “CCLXXXVII”.
1110
La etimología del nombre se encuentra al final del incunable (f. 287c).
1111
En el incunable: “·CCC· XC· IX·”. LA (17): “CCCXC”. Ms. h-I-14: “trecientos e diez” (f. CCLXVId).
1112
LA (20): “sagittam toxicatam”. Ms. h-I-14: “saeta enerbolada” (f. CCLXVIIa).
1113
LA (28): “VI”. Ms. h-I-14: “siete” (f. CCLXVIIb). Sin embargo, líneas antes, en el mismo folio del
manuscrito, se refiere que la segunda aparición tuvo lugar en al año: “quatrocientos e diez”.

606
fiziese en este lugar una iglesia, e así fiziese remenbrança, como la fazía en el monte
Gárgano. E dudando el obispo en qué lugar faría esta iglesia, mostróselo él, que allí ado
los ladrones escondieran el toro; e dudando qué tan grande la faría en luengo e en
ancho, mandósela fazer tamaña quanto cercava el toro con sus pies. E eran ý dos peñas,
que por ninguna manera las podían mover los omnes. Entonce sant Miguel aparesció a
un omne, que aí á doze fijos, que fuese a aquel lugar, e que tirase de allí aquellas peñas.
E yendo allá, movió aquellas peñas como sinon oviesen peso ninguno. E fecha la
iglesia, tomaron una parte del manto que sant Miguel avía dexado sobre el altar en el
monte Gárgano; e una parte del mármol sobre que estudo, e traxiéronlo a la su iglesia. E
aviendo mengua de [f. 214c] agua, por mandamiento de ángel, fezieron un forado en
una piedra. E tanta agua manó luego, que fasta agora sienpre ovieron abondo. E esta
aparesción se suele celebrar en el dicho lugar a XVII del mes de novienbre.
En ese mismo lugar acaesció una vegada un grand miraglo que devemos contar.
E aquel monte cercole todo enderredor el grand mar; mas el día de sant Miguel ábrese
dos vezes, e da camino al pueblo porque vayan a la iglesia de sant Miguel. E yendo una
muy grant conpaña a la iglesia, iva ý una muger preñada, en días de parir. E yendo todos
así, vino adesora una onda, e aviendo miedo toda aquella conpaña, fuyó a la ribera, e
sóla esta muger non pudo fuir, mas la mar tomola dentro. E sant Miguel guardó la
muger sin lisión; en manera que, estando dentro en la mar, parió un fijo, e tomole en los
braços e amamantole. E la mar abriose otra vegada, e dándole carrera, salió alegre con
su fijo.
La tercera apareción fue en Roma, en tienpo de sant Gregorio papa. E como sant
Gregorio estableció las Ledanías mayores, por una enfermedad que avían todos en las
iglesias, rogó a Dios, con grant devoción, por salud del pueblo. E vio sobre un castillo,
que dizían otro tienpo Memoria de Adán, el ángel de Dios, que a[f. 214d]linpiava un
cuchillo sangriento, e metiolo en la vaina. Onde sant Gregorio entendió que Dios avía
oído su ruego, e luego fizo aí una iglesia a onra de los ángeles, e agora llaman aquel
castillo, el castillo de sant Miguel. E aquesta apareción se celebra en mayo, ca entonce
dio vengança a los de Sinponto, e apareció en el monte Gárgano.
E otras muchas apareciones fueron, que serían luengas de contar.1114
[...]1115

1114
Esta sentencia es ajena a la Legenda aurea. El ms. h-I-14 la registra con variantes (f. CCLXVIId).
1115
En el ms. h-I-14 falta el segmento textual (LA: 49-98). El incunable intercala parte del mismo al final
de la narración, tal como se indicará más abajo.

607
La quarta1116 es dicha vengança. Ca fallamos que, muchas vegadas, venció sant
Miguel a los otros ángeles. La primera fizo sant Miguel en la cibdat de Sinponto. Ca
después de algunt tienpo, fallando este lugar los de Napolín, que eran gentiles,
començaron a pelear con los de Sinponto e los de Benavente, que no ay más, de la una a
la otra, de quarenta millas. E por consejo del obispo, demandaron treguas de tres días
por que podiesen ayunar, e rogar a Dios que mandase a sant Miguel, su padre, que los
ayudase. E en la tercera noche, pareció sant Miguel al obispo, e díxole que las sus
oraciones eran oídas e que él faría vencer a los enemigos. En el quarto día mandoles
que, a la ora de medio día, fuesen contra sus enemigos, e que los vencerían. E corriendo
en pos ellos, tremió todo el monte Gárgano, e volavan rayos muy spesossic, e la tiniebra
era mucho grande, que cobrió todo el monte; [f. 215a] en tal manera, que murieron de
los enemigos seiscientos omnes, de los feridos de fierro, e de los de saetas de fuego. E
los otros, sintiendo la vertud del ángel, dexaron el error en que estavan, e tornáronse
christianos.
La segunda vegada de vengança fue quando sant Miguel lidió con el diablo,
Lucifer, e con todos sus engañadores, quando se quiso igualar con Dios, e le derribó del
cielo en este aire escuro, del qual sponesic en el Apocalipsi: “Factum est prelium, in celo
e c.”.1117 Ca commo Lucifer quiso igualarse a Dios, vino sant Miguel archángel, con
toda la cavallería celestial, e derribole del cielo en el aire tenebroso, e estarán ý fasta el
Día del Juizio. Ca non les fue otorgado que morasen en las más alta cibdat, nin más
clara, nin más deleitosa; nin que morasen connusco en la tierra, para que nos enpiecen;
mas entre el cielo e la tierra, porque quando cantaren arriba, vean la gloria que
perdieron e ayan ende dolor; e quando cantaren ayuso, vean ellos sobir a los omnes a la
gloria que ellos perdieron e ayan ende envidia; pero, queriéndolo Dios por nuestros
peccados, descienden a nós muchas vezes a darnos guerra. Onde así commo muchos
santos vieron muchas vegadas bolar entre nós, así commo moscas, en manera que todo
el aire está lleno dellos, así commo los rayos del sol de los pol[f. 215b]vos menudos. E
maguer ellos son tantos, segund lo dizen los sabios, tengamos que la su hueste es muy
pequeña, e algunt sancto vence alguno dellos, e nunca jamás puede tentar a otro ninguno
de aquel pecado.

1116
LA (99): “Secundo”. Ms. h-I-14: “la segunda” (f. CCLXVIId).
1117
Apocalipsis (12, 7-9).

608
La tercera vengança es quando nos libra de las tentaciones del diablo, refrenando
el su poderío, e poniendo en nuestras volunptades la memoria de la Passión de Jhesu
Christo.1118
La quarta vengança es la que él abrá con el Antechristo, quando le matará.
1119
Entonce sant Miguel, grand príncipe, segund dize David sabio, en el XII capítulo:
“Levantarse á, así commo lidiador e defendedor, a lidiar por los justos contra él
Antecrispto”.1120 Segund dize la Glosa, capítulo XIII: “Ubi unum de capitibus eius e
c.”,1121 fazerse ha muerto e asconderse ha por tres días, e después aparescerá, diziendo
que resucitó, esto por arte de mágica. E levantándole los demonios en el aire, subirá e
adorarle han todos maravillándose; en cabo, subirá al monte Olivetti, segunt dize Tesa
1122
en la Glosa, capítulos II: “‘Quem dominus Jhesus interficiatsic’. Estando él en
Babilonia en su cáthedra, contra aquel lugar en que nuestro Señor Jhesu Christo subió a
los cielos, verná sant Miguel e matarle ha”. De la qual pelea se entiende, segund dize
sant Gregorio1123 en el Apocalipsi: “Factum est silencium in celo e c.”. E aquella
palabra de [f. 215c] aquesta pelea de sant Miguel en tres maneras se espone: lo primero,
de la primera pelea que ovo con Lucifer, quando le derribó del cielo; lo segundo, de la
pelea que ha con los demonios, que los maltrae.1124
Lo tercero, es dicha esta solenpnidat consecración, porque en aqueste día reveló
sant Miguel aqueste lugar ser consagrado. E esta revelación fue en el monte Gárgano. E
tornándose los sinpontinos de la vengança que ovieron de sus enemigos, así como es
dicho, començaron dudar si entrarían este lugar, o si devían ý morar o si devían
consagrar. Entonce el obispo demandó consejo al papa Pelayo. E dixo él que si omne
oviese de consagrar esta iglesia, esto devía de fazer mayormente en aquel día que
ovieron la vengança. E si otra manera pluguiere a sant Miguel [que lo demandase a
él].1125 El papa y el obispo, con todo el pueblo, ayunaron tres días. E en el tercero día
aparesció sant Miguel al obispo, diziendo: “Non deves consagrar la iglesia que yo fize,

1118
Este párrafo abrevia un segmento textual (LA: 116-127), presente también, con sus respectivas
variantes, en el ms. h-I-14 (f. CCLXVIIIb).
1119
Este párrafo es ajeno a la versión del ms. h-I-14. La narración del incunable y la del manuscrito no
vuelven a encontrarse sino hasta la oración que dice “tornándose los sinpontinos de la vengança que
ovieron de sus enemigos”.
1120
Daniel (12, 1).
1121
Biblia latina cum Glossa Ordinaria (Hechos 13, 3).
1122
Ibid. (II a los Tesalonicenses 2, 8).
1123
XL homiliarum in evangelia libri II (2, 34, 9).
1124
LA (133): “Illud enim verbum de triplici prelio Michaelis exponitur, scilicet de prelio quod habuit
cum Lucifero cum ipsum de celo expulit et de prelio quod habet cum demonibus nos infestantibus et de
isto”.
1125
Corrijo a partir del ms. h-I-14 (f. CCLXVIIIb).

609
que yo la consagré”. E mandó que, otro día seguiente, entrase dentro con todo el pueblo,
e que le rogasen ý sienpre e que sopiesen que era su patrón especial. E dioles señal de la
dicha consagración, que sobiesen de parte de oriente por la puerta, que fallarían ý las
pisadas puestas del omne en el mármol. En la mañana, entrando todo el pueblo con el
obispo en este [f. 215d] lugar, fallaron en la cueva grand iglesia e tres altares en ella; e
los dos eran contra meridie, e el otro era contra oriente, e era muy más onrado, cobierto
con un paño bermejo. E cantada la misa, comulgaron todos, e tornáronse a sus casas con
grand gozo. El obispo puso ý sacerdotes e clérigos, que cantasen ý el divinal oficio. En
esta cueva manava agua muy clara e muy dulce, de la qual beve todo el pueblo después
que han comulgado, e sanan allí todos de sus enfermedades. Oyendo esto el papa,
ordenó que, en tal día commo oy, feziesen por todo el mundo fiesta de sant Miguel, e de
todos los ángeles. E onrámolos todos generalmente; ca nos conviene fazer, porque
guardan de día e de noche, e nos lieven las nuestras almas al cielo, e presenten e
ofrescan las nuestras oraciones ante Dios. E son cavalleros muy nobles del Rey
perdurable, e son nuestros hermanos, e nuestras guardas, e nuestros ministradores, e
consoladores de todos aquellos que están en tribulación.
[E la quarta es dicha remenbrança de sant Miguell. Ca en esta fiesta facemos
remenbrança de todos los ángeles, e los devemos onrar todos generalmente].1126
Lo primero, los devemos onrar porque son nuestras guardas. Ca todo omne del
mundo ha dos ángeles, uno bueno e otro malo. El bueno para guardarle; el malo para
meterle en baraja. E la guarda del buen1127 ángel es dada al omne porque en el vientre, e
en la nascencia, e después que nace, e [f. 216a] se cerca, e quando criado, sienpre sea
con él.1128 Ca en el vientre podría morir, e el omne ser dañado; e después que nace,
podría morir ante del baptismo; e después que es ya grande, por muchas maneras. Ca el
diablo engaña al omne por razón e por arterías, falaga la voluntad, por blanduras; abaxa
la vertud, por fuerça. E por ende, fue menester al omne un ángel bueno, que le guardase
e que le defendiese destos peligros. E así podremos dar razón.1129
E porque nos acordemos dellos en las otras cosas; mas dexamos desto por non
vos enojar.1130 Enpero digo que la quarta apareción es así commo dizen suso, que está
sienpre en las jerarchías de sus mismos ángeles. Jerarchía es dicha a jerarsic, quod est

1126
Corrijo a partir del ms. h-I-14 (ff. CCLXVIIIc-CCLXVIIId).
1127
En el incunable: “bnen”.
1128
LA (158): “Nam dum parvulus adhuc est in utero, potest interimi et dampnari”.
1129
Con este párrafo termina la versión del ms. h-I-14.
1130
Sentencia ajena a la Legenda aurea. Desde aquí, hasta el final de la narración, se trata de un segmento
textual intercalado (LA: 49-64).

610
sacrum, que quiere dezir cosa sancta; e archos, quod est princeps, que quiere dezir
príncipe; así que gerarchía quiere dezir, príncipe sancto o principado santo. E la primera
gerarchía es dicha Epiphanía, que quiere dezir apareción más alta; e la mediana
gerarchía es dicha Epiphanía, que quiere dezir mediana apareción; la postrimera
gerarchía es dicha Epiphonía, que quiere dezir postrimera aparición, e más baxa. E cada
una destas gerarchías á en sí tres órdenes de ángeles: la más alta contiene cherubín, e
seraphín e tronos; la [f. 216b] mediana, segunt dize Dionisio,1131 contiene los señoríos, e
las vertudes e los poderíos; la postrimera, e más vaxa, contiene los principados,
archángeles e ángeles. E la ordenación e la desposición de aquestos, puédese ver por
semejable razón en los señoríos e poderes terrenales. Ca aquellos siervos que son so el
rey, de los que sirven cerca la persona del rey, así commo los camareros, e consegeros e
aquellos1132 que son semejables de la primera gerarchía. Otros han oficio para proveer el
reino, así commo los príncipes de la cavallería, los alcaldes de la corte, que tienen
tasado acá nin aculla, mas en todo el reino; e a estos son semejadas las órdenes de la
segunda gerarchía. Otros son puestos así commo adelantados, para governar alguna
parte del reino, o commo porteros, o como oficiales menores; e a estos son semejables
las órdenes de la tercera gerarchía.

[CXXI]
Título CXVII. Disposición de sant Gerónimo

Dicitur Geronimus a gerar, quod est sanctum, e nemus, quasi sanctum nemus, que
quiere dezir, monte sancto; vel dicitur a noma, quod est lex, e noma quiere dezir ley.
Onde dize en la scriptura que Gerónimus quiere dezir [f. 216c] sancta ley. Ca fue
sancto, o firme, o linpio, o tinto de sangre contado al sancto uso, así commo al vaso del
tenplo dezían sancto. Fue sancto o firme, por grand longura de perseverancia; fue linpio
en la volunptad, por grand pureza; fue tinto de sangre, por la Passiónsic de nuestro
Señor; fue asinado al santo uso, por la esposición de la sancta scriptura. E dicho monte,
porque en él fue muchas vezes trasformado; es dicho ley, por la diciplina reglar, la qual
demostró a sus monges. Otrosí Gerónimos quiere dezir vissión de fermosura; mas la
fermosura es en muchas maneras: la primera es en la ánima, que es spiritual; la segunda
es mortal, que está en honestidat de buenas costunbres; la tercera es intelligible, que es

1131
De hierarchia caelesti, in Dionysiaca (2, 6-9).
1132
LA (59): “assessores”.

611
fermosura angelical; la quarta es sobresustancial, que es de Dios; la quinta es celestial,
en la morada de los sanctos. Aquestas cinco fermosuras ovo en sí sant Gerónimo. Ca
ovo fermosura spiritual, en muy grandes virtudes; ovo la morable, en honestat de la
vida; ovo la entendible, en muy grand linpieza; ovo la sobresustancial, en muy grand
claridat; ovo la celestial, en la claridat perdurable. E pues declaró las fablas, e las
palabras suyas e de los otros; las suyas, examinándolas; e confirmando las de los otros
que eran verda[f. 216d]deras, rehusando las falsas palabras, e poniendo e declarando las
dudas.

Vida de sant Gerónimo e de sus miraglos

Sant Gerónimo nasció en un castillo, que dezían Estidián, e es en frontera de Almancia


e de Poloña. Fue fijo de Eusebio, que fue muy noble omne e muy fijodalgo. E siendo
niño, fuese a Roma, e aprendió letras griegas, e latines, ebraicos muy llenamente. En la
gramática fue su maestro Donato; en la retórica, Victorino. E estudiava de día e de
noche en las scripturas. E un tienpo, segunt él dize, viendo de día a Tulio e de noche a
Platón, porque no le plazía de los dichos de los prophetas que non eran razonar. En
medio de la Quaresma, tan adesora le tomava fiebre tan fuerte, que estando todo el
cuerpo frío, solamente se sentía la calura de la vida en los pechos. E en este comedio,
parando la mortaja, adesora leváronle ante el juez que es Jhesu Christo. Preguntáronle
de quál condición era. Él respondió que era christiano. Dixo el juez:
– ¡Mientes!, que ante eres bien cinceromanosic, que no christiano; que do es el tu
thesoro ý es el tu coraçón.
Entonce Jerónimo enmudeció. E mandole el juez que le açotasen muy
duramente. Entonce llamó, e dixo:
– ¡Ave [f. 217a] merced de mí!
E los que ý estavan rogávanle que perdonase al mancebo. Él començó a jurar, e
dezir:
– ¡Señor, nunca leeré libro de los philósopos seglares; e si nunca los leere, ten
que denegué!
E jurando así, dexáronle adesora, e tornó en sí. Entonce fallose todo cobierto de
lágrimas, e falló las espaldas todas cardenas de los açotes que le dieron ante el alcalde.
Después, con tan grand studiosic, leía los libros de Dios con quanto avía leído los de los
gentiles.

612
E siendo ya de treinta e nueve años, feziéronle cardenal en la iglesia de Roma. E
muerto el papa Liberio, todos dezían que fuese Gerónimo papa; mas él reprehendiendo
la argullia de algunos clérigos e monges, ellos muy sañudos por ello, començáronle a
desechar, e escarniéronle desta manera: que1133 yendo él a maitines, así como solía, los
que mal le querían posieron en su lecho una vestidura de muger. E fallándola él ý, cuidó
que era la suya, e vestiola e fuese así a la iglesia. E esto fizieron estos sus enemigos
porque sospechasen los omnes dél que tenía muger en su cámara. E viéndolo él,
partiose dende, e fuese a Gregorio Nazareno, que era obispo de Constantinopla. E
después que aprendió la ciencia de la divinidat, fuese al yermo.
E quanto mal sufrió por amor de Jhesu Christo, [f. 217b] cuéntalo él a Eustachio,
en esta manera: “¡O, quántas vegadas, estando yo en el yermo muy sin solaz, e todo
quemado por la calentura del sol, e morando ý con los monges, cuidava que estava en
los deleites de Roma! E los unos mienbros estavan desfigurados, e el cuerpo muy negro,
e cada día llorava1134 e sienpre gemía. E si algunt tienpo me agraviava el sueño,
echávame en la tierra desnudo, e malabés los mis huesos se escalentavan, nin tenían en
uno de comer, nin de bever. No es menester que fable, ca los enfermos non usavan de
otra cosa sinon agua fría, e tomar alguna cosa cocha1135 tienen que es luxuria. E
morando ý entre los escorpiones e bestias salvajes, enpero muchas vezes me semejava
que andava entre las niñas, en la dança. E el cuerpo ya frío y la carne commo muerta
reinava en mí encendimiento de luxuria. E así sienpre llorava, e domava esta carne
mala, por ayuno. Nin de día, nin de noche non quedava de ferirme en los pechos, fasta
que Dios me asosiegué, e así tenía la mi cella, commo pensamiento de conciencia. E por
ende salime dende irado, e rezio, e ívame al desierto así commo Dios lo sabe. E después
de estas tribulaciones, semejaba que me estava entre las conpañas de los ángeles”.1136
E estando en penitencia [f. 217c] quatro años, e así acabándola, después tornose
a Bellem do estidesic al pesebre para fincar e morar sienpre aí, commo animal sabio. “E
teniendo la mi brivia1137 que yo feziera cerrada, leía en los otros libros, e ayunava
todavía fasta las vísperas. E ayuntava ý muchos dicípulos, traslaudando muchas
scripturas. En esta vida estude cinquenta años e medio1138 guardando sienpre
verginidat”. Maguera que en esta scriptura se diga virgen que fuisic sienpre; enpero, él

1133
En el incunable: “qne”.
1134
En el incunable: “llorana”.
1135
Ms. h-I-14: “cosa de lo ajeno” (f. CCLXIXc).
1136
Epistulae (XXII 7).
1137
Brivia: (de bribia, este del ant. blibia). Biblia.
1138
LA (50): “quinquaginta quinque et sex mensibus”. Ms. h-I-14: “cinquanta años” (f. CCLXIXc).

613
mismo lo dize así, de sí mismo: “La mi virginidat es en el cielo, non porque lo yo he,
mas más me maravillo porque lo yo he”.1139 En cabo, ya cansado por razón destos
trabajos e de las enfermedades, que yaziendo en el lecho, non se podía levantar sino si
se travase a una soga, que estava colgada sobre el lecho. E así segund que podía buscava
pro del monestrio.
Un día por la tarde yendo sant Gerónimo a leer sus lecciones con sus frailes,
adesora entró por el monesterio un grand león coxeando. E viéndolo los fraires, echaron
todos a fuir, e sant Gerónimo rescibiole bien commo a huésped. El león, mostándolesic el
pie llagado, llamados todos los frailes, mandó que le levasen muy bien el pie, e que le
buscasen la llaga. E faziéndolo así, fallaron la planta del pie llagada de las spinas. E
amelezinándole, sa[f. 217d]nó el león. E dexada toda la braveza, morava con ellos
commo si sienpre fuera criado en casa. Entonce sant Gerónimo, viendo que Dios les
inbira aquel león non solamente por sanidad de su pie, mas por provecho dellos, e
aviendo consejo con los frailes, acomendáronle el asno en que traían la leña del monte,
que levase a pacer e que le traxiesen. E así lo fazía, que iva con él commo pastor a
pacer, e tornándose ende así, commo si fuese conpañero; enpero, porque él veniese a
comer, el asno por fazer su obra que solía, tornava con él a casa. E una vegada,
paciendo el asno e el león, durmiendo muy fuerte, unos mercadores pasando por ý con
los camellos vieron el asno estar solo, e leváronle consigo. Despertando el león, non
falló a su conpañero el asno, e iva rugiendo acá e allá, e non lo fallando, tornó al
monesterio muy triste. E aviendo grand vergüença dello, non osava entrar así commo
solía. E viendo los frailes que venía más tarde que solía, e sin asno, pens[a]ron que
comiera el asno con fanbre. E non le quería[n] dar su manjar, así commo ante, e dezían:
“Vete, e come lo que quedó del asno e finche tu garganta”. Enpero, dubdando si fiziera
este mal, salieron al pasto, si fallasen por aventura alguna señal del asno. E non fallando
nada, tornáronse. E dixeron esto a sanct Jerónimo. [f. 218a] Entonce por su1140 mandado
dieron al león el oficio del asno, e tajavan la leña, e poníanlo sobre el león, e él traíalo
con paciencia. E un día acabada su obra, salió al campo, e andando acá e allá, queriendo
saber qué fuera de su conpañero, ahevos do vio los mercadores alexos venir con sus
camellos grandes, e el asno entre ellos. Ca costunbre es en aquella tierra, que quando los
camelossic van alexos, por tal que vayan más derechos, atan una soga al cuello del asno,
los camellos síguenle. El león conosciendo el asno, fuese contra él con grand ruido, e

1139
Epistulae (XLIX 20).
1140
En el incunable: “sn”.

614
fuyeron los omnes. El león con muy grand ruido, muy espantablemente e feriendo la
cola, fizo los camellos espantar por fuerça, e fízolos ir al monesterio, así commo estavan
cargados. E viéndolo los frailes, dixéronlo a sant Jerónimo. El mandó, deziendo:
“¡Lavat los pies a vuestros huéspedes, e dadles de comer, e sobre esto speratsic la
merced de Dios!”. Entonce enpeçó el león andar por el monesterio, commo solía, muy
alegre, echándose a los pies de cada un fraile, e con la cola falagando a todos, commo
demandando perdón de la culpa que non feziera. E sabiendo sant Gerónimo lo que avía
de venir, dixo a los frayles: “Hermanos, id e aposentad los huéspedes que vienen lo que
han menester”. E fablando él esto, vino lue[f. 218b]go el mensajero, e dixo que los
huéspedes estavan a la puerta del monesterio, e querían ver al abat. E saliendo él a ellos,
echáronse a sus pies luego, e demandáronle perdón de lo que fezieran. Él, con
mansedunbre, dixo que tomasen lo suyo, e non tomasen lo ageno. Ellos rogaron a sant
Gerónimo que tomase la mitad del azeite, en lugar de vendición. E él non lo queriendo
fazer, en cabo, commo fuerça que le fezieron, mandolo tomar; e prometieron de dar
cada año cierto a los frailes, e que mandarían a sus herederos fazer eso mismo.
Otro tienpo fue que cada uno cantava en la Iglesia segunt que querían; mas,
segunt dize Teodosio, el enperador, rogó al papa Damasio, que acomendase alguno, a
algunt omne sancto e sabio, que ordenase el oficio de la Iglesia. E sabiendo él que
Gerónimo era sancto, e sabio en griega lengua, e en latina e en ebraico, acomendole este
oficio. E sant Gerónimo partió el salterio en cada feria de la semana, su noturno, e
ordenó que dixiesen en cabo de cada psalmo: “Gloria Patri”. E dende, ordenó las
epístolas e los evangelios de todo el año commo lo deven dezir. E todas las otras cosas
que pertenescen a la Iglesia, de su oficio, ordenó con razón sinon el canto, e enbiolo a
Bellem al papa. E él e los cardenales alabáronlo mucho, e firmáronlo por si[f.
218c]empre jamás.
Después desto, fizo un monumento en aquel lugar do yugo nuestro Señor; do fue
enterrado después que conplió noventa e ocho años e medio de su vida. [...]1141 Año
domini CCC.1142

1141
Igual que en el ms. h-I-14, falta el segmento textual (LA: 94-118).
1142
LA (119): “annos domini CCCC”.

615
[CXXII]
Título CXX. Desposición del bienaventurado sant Francisco

Franciscus fue dicho por muchas razones. Ca primero fue dicho Juhan; después,
mudando el nonbre, dixéronle Francisco. E el mudamiento deste nonbre, segunt que
dizen suso, fue por muchas razones: lo primero, fue por razón de mostrar miraglos. Ca
muéstrase que rescibió de Dios el lenguaje de los franceses maravillosamente. Onde
dize, en la su escriptura, que sienpre lleno de ardor de Spíritu Sancto, e fablava en
lengua francesa muy ardiente apuestas palabras, ardientes de fuera. Lo segundo, ovo el
nonbre mudado, por razón del oficio despeladinedo.1143 Onde dize su escriptura, que por
ordenamiento de Dios, ovo este nonbre, porque más aína mostrase a todo el mundo el su
servicio. Lo tercero es por seguir el refazimiento. E por aquesto se da a entender que él
por sí, e por los sus fijos, devía fazer muchos, que eran siervos del diablo, libres e
quitos. Lo quarto es por razón de muy [f. 218d] fuerte coraçón. Ca franceses son dichos
a feritate, que quiere dezir crueldat. Ca en ellos es natural crueldat e grand grandeza de
coraçón. Lo quinto es por razón de palabra de grand vertud. Ca la su palabra así tajava
los peccados, commo taja la asegur. Lo sesto es por razón de grand conversación de
honestidad.1144 Ca ovo sant Francisco unas señales que son asemejança de segures, que
traían en Roma ante los enperadores, que eran espantables e en onra.

Estoria de sant Francisco e de sus miraglos

Sant Francisco, siervo e amigo de Jhesu Christo, fue nascido en la cibdad de Sis. E
fecho mercadero bivió fasta veinte años, e gastó su tienpo viviendo en vanidat. E
después Dios convertiole por muchas enfermedades, e tornole adesora en otro prepósito,
en tal manera que enpeçó a fablar así commo propheta. Ca dizen que una vegada, él
siendo preso de los de Perosa, con sus conpañeros; e siendo a todo muy cruel en la
cárcel, así que los otros dolíanse, e él solo alegrávase; e reprehendiéndole sobre esto,
respondió a los presos: “Sabed que por eso me alegro, porque yo seré adorado por
sancto por todo [f. 219a] el mundo”.

1143
LA (6): “unde dicitur in legenda quia divina providentia sibi hoc vocabulum indidit ut ex singulari et
insueto nomine opinio ministerii eius toti citius innotesceret orbi”.
1144
LA (11): “Sexto ratione terroris in demon fugatione”.

616
E otra vegada, yendo a Roma con grand devoción, desnudose los vestidos, e
vestiose una vestidura pobre, e asentose entre los pobres ante la iglesia de sant Pedro. E
sabiamente comió con ellos, así commo uno dellos. E muchas vezes feziera eso mismo;
sinon por la vergüença de los que le conoscían. E el enemigo antiguo, que es el diablo,
fazía mucho por sacarle del buen propósito. E mostrole una muger gibosa, que era de la
cibdat que él. E menazávale, que si non se partiese del propósito que començara, que le
faría semejable della; mas él confortado de Dios, oyó una voz, que le dixo: “Francisco,
toma las cosas amargas por dulces, e menosprecia a ti mismo, si me quieres cognoscer”.
Después de una vegada, encontró con un gafo, el qual todos los omnes le
aborrecían. E él acordándose del amor de Dios, corrió contra él, e començole de besar.
E luego el leproso despareció –e el leproso era Jhesu Christo–,1145 por la qual razón iva
sienpre a las casas de los malatos, e besavales las manos muy devotamente e dávales del
su aver.
Una vegada, entrando en unsic hermita de sant Damiano a fazer oración, fablole
la imagen de Jhesu Christo maravillosamente, deziendo: “Francisco, ve e repara la mi
Iglesia, que vees que está toda destroida”. [f. 219b] E de allí adelante, sienpre fue en
coraçón la conpasión de la muerte de nuestro Señor Jhesu Christo. E maravillosamente
llagado, començó de grand cucíasic a reparar aquella iglesia, cuidando que le fuera dicho
por aquella; mas fuele dicho por la Iglesia de Dios. E vendió quanto tenía, e diolo a un
clérigo que era hermitaño para que él la feziese; mas él non osava tomar, por miedo de
sus parientes. E echóselo por una finiestra, e él despreciolo todo así como polvo. E
sabiéndolo su padre, prendiole e en cadenas, fasta que le dio todo su aver, aun la
vestidura que traía le dexó. E así desnudo fuese para Dios, e vestiose de celicio. E llamó
el siervo de Dios a un omne sinple, e tomándole en lugar de padre, rogole, que así
commo su padre le maldezía mucho, que feziese él al contario, que le bendixiese. Ca el
padre, siendo un mercadero rico, dava a Francisco quanto avía para fazer sus
mercadorías, e él avíalo dado todo, e por eso le maldezía. Un su hermano carnal, viendo
una vegada a sant Francisco vestido de pañizuelos viles que estava tremiendo, que era
en el inbierno, e estava en oración. Dixo a uno, por escarnio:
– Di a Francisco, pues suda, que venda una vestidura de aquellas.
Él oyéndolo, respondió muy alegremente:

1145
Esta acotación aparece sólo en el incunable.

617
– Yo vos digo en verdat, [f. 219c] que la yo venda aquésta a mi Señor Jhesu
Christo.
Un día, oyendo aquellas cosas que Jhesu Christo dixera a sus decípulos, quando
los enbió a predicar, levantose luego con toda su fuerça para guardar todas aquellas
cosas. E echó el calçado de sus pies, e vestiose una saya servil, e por cinta, nudó una
cordezuela.
E andando por el tienpo de la nieve por una silva, prendiéronle ladrones,1146 e
demandáronle quién era. E él amonestoles, e díxoles:
– Yo soy pregonero de Dios.
Ellos quando oyeron esto, tomáronlo e lançáronle en la nieve, diziendo:
– ¡Pregonero de Dios, rocío yaze aquí!
Muchos clérigos, e legos, malos e buenos,1147 dexavan la ponpa del mundo e
seguían las sus carreras a los quales el siervo de Dios demostrava la perfeción de los
evangelistas, que la conpliesen, e que tomasen pobreza, e andodiesen sienpre con grant
sinpleza.
E sobre todo aquesto escrivió la regla del evangelio, para él e para todos sus
frailes, los que entonces era[n] e avían de ser, la qual confirmó el papa Inocencio. E
entonces començó a esparzer e predicar la palabra de Dios por todos los lugares del
mundo, e amonestar los crisptianossic con maravillosos sermón e fervor.
Un fraire en su monesterio, que parescía de grant sanidat de fuera, e peresció
muy sinple; e con tanta discreción guardava [f. 219d] silenpcio, que nunca se confesava
por palabra; mas por muy grandes quebrantos, tanto, que todos le alavavan por santo. E
veniendo el siervo de Dios, dixo: “Hermanos, dexadme que non me conviene alabar las
infintas del diablo; mas sea amonestado que se confiese una vez o dos en la semana; e si
non fiziere, sabet que es tentación del diablo e es engaño”. E después de muchos días,
tornando a su costunbre, acabó su vida en fechos engañosos.
1148
Veniendo el siervo de Dios por un camino, venía con él su conpañero, que
dezían fray Leonardo. E cansando sant Francisco del trabajo del camino, cabalgó en un
asno que traía eso mismo. Fray Leonardo enojado, començó a pensar entre sí, e dezir:
“Non son igules los mis parientes e los vuestros”. E Luego sant Francisco por Spíritu
Sancto súpolo, e descendió del asno, e dixo al fraile: “Hermano, non conviene que

1146
En el incunable: “ladroens”.
1147
En el incuable: “buevos”.
1148
Los siguientes milagros, hasta el que inicia: “En la fiesta de Pascua”, no se encuentran registrados en
la versión del ms. h-I-14 (LA: 51-65).

618
cavalgue yo e tú que vayas de pie; ca mejor eres que no yo”. Maravillose el fraile, e
cayó a sus pies e demandole perdón.
Pasando una vez sant Francisco por un lugar, vino a él una muger muy noble,
muy aprisa, resollando. E él ovo merced della, e preguntola que qué quería. Dixo ella:
– Padre, señor, ruega a Dios Por mí, que yo propuse un proponimiento e non lo
puede seguir. Ca me lo enbarga mi marido, e me pone [f. 220a] enbargo en todo servicio
de Dios.
Dixo él:
– Ve, hija, que aína avrás consolación, e amonéstale de parte de Dios e de la
mía, que enmiende en su vida, que agora es el tienpo de salut e después será de igualdat.
E ella fízolo así, e amonestole mucho. E luego fue mudado, e prometió de servir
a Dios.
Una vegada, yendo sant Francisco de un lugar a otro, alogó un asno de un
aldeano. E yendo por un yermo, tomó grant sed al aldeano, que quería morir; rogó a sant
Francisco que rogase a Dios que le demostrase adó bebiese. E él fecha su oración, luego
salió dende una fuente de agua.
1149
Una vegada, encontró sant Francisco tres mugeres semejables, en el ábito, e
en la cara e en todas las cosas. E saludáronle, diziendo: “Bien seades benida, señora
pobreza”. E luego desaparecieron, que las non vio más. E estas mugeres eran la
paciencia, e la caridat e la castidat que aprometiera.
Un fraire era conpañero de sant Francisco. E una vegada, dixo sant Francisco
una poridat, que sopo por Spíritu Santo: “Oy es algund siervo de Dios sobre tierra, por
el qual, mientra biviere, no dexa Dios venir fanbre sobre los onbres. Ca así mes contado
por cierto; mas, desquél moriere, toda esta condición será tornada en contrario”. E
después que fue muerto sant Francisco, apareció a [f. 220b] aquel fraire, deziendo: “Ahe
ya viene la fanbre, que mietrasic que yo beví non la dexó Dios venir sobre tierra”.
En la fiesta de Pascua, los fraires en el yermo de los griegos posieron la mesa,
muy más fermosa e más abastada que solía. El siervo de Dios, de que vio esto, començó
a fazer e andar atrás. E tomó un sonbrero de un pobrezillo que estava aí, e púsosele en
la cabeça e tomó un grant palo. E saliose fuera, e començó de pedir a la puerta, así que
los fraires comiendo, llamava a la puerta, que le diesen limosna a aquel pobre pelegrino.
E enfermó, e llamando el pobre, en[t]ró, e posose en tierra, e puso el tescodillasic sobre

1149
Este milagro se encuentra descolocado (LA: 82-84. Ms. h-I-14: ff. CCLXXVIIId-CCLXXIXa). Asimismo,
la última oración de este párrafo sólo la registra el incunable.

619
la ceniza. E veyéndolo los frailes, maravilláronse muy mucho. E díxoles él: “Vi la mesa
parada, e onrada e non paresció de pobres, que andan a demandar a las puertas”.
Sienpre codiciava probreza para él e para los otros. E quando vía algund más
pobre que no él, luego le avía enbidia, que tenía que le vencería por pobreza. E un día
encontró un pobrezillo, e dixo a su conpañero: “Grand vergüença nos trae la pobreza
deste mundo, e mucho reprhendesic la nuestra probedat. Ca yo escogí por mis riquezas, e
por mi señora, la pobreza; agora parece que en éste reluze1150 ya”.
Una begada falló un pobre, e el siervo de Dios mo[f. 220c]viose a él con grant
piedat. E dixo su conpañero:
– Maguer que él es pobre por aventura, non ay ninguno más rico de voluntad en
toda la provincia.
Dixo el siervo de Dios:
– Despójate aína la tu saya, e dala pobr[e]s, e échate a sus pies e demándales
perdón, así commo culpado.
E él luego lo obedeció.
1151
Veniendo a la ciudad de Apescio, tenían puesta e prometida muy grant pelea
para otro día mañana. E el siervo de Dios sobre la tierra vio los diablos alegrarse. E
llamó a su conpañero, que llamavan Silvester, e dixo: “Ve a la puerta de la cibdad, e
manda aquellos diablos, de parte de Dios poderoso, que se partan dende”. E él fue para
allá, e llamó reziamente, diziendo: “¡De parte de Dios, e por mandamiento de nuestro
padre sant Francisco, vos mando diablos que vos vades dende todos!”. E después, a
poco de rato, todos los cibdadanos ovieron paz e concordia.
E este mismo Silvestre, siyendosic clérigo al mundo, vio en sueños una cruz de
oro salir de la boca de sant Francisco, e a la cabeça della alçava fasta el cielo, e los
braços della eran tan anchos que cercavan todo el mundo. El sacerdote diziendo esta
razón, desanparó el mundo e quiso semejar al siervo de Dios.
Estando una vegada el siervo de Dios en oración, el diablo llamole por nonbre
propio. E respondiole el diablo, e dixo: “Non ay ningund [f. 220d] omne en el mundo,
por pecador que sea, que1152 non le perdone Dios si a él se tornare; mas, qualquier que
se mata él mismo, con dura penitencia nunca fallará misericordia en Dios”. E luego el
siervo de Dios conosció, por revelación de Dios, que era la falsedat del diablo, que fuera

1150
En el incunable: “relnze”.
1151
Desde aquí, hasta el milgro: “Estando una vegada el siervo de Dios en oración”, los siguientes
párrafos son ajenos a la versión del ms. h-I-14 (LA: 85-92).
1152
Esta palabra se repite en el incunable.

620
osado de partirle de la oración. E viendo el diablo que así non le pudo enpecer, ni
vencer, púsole muy grant tentación de la carne. E sentiéndolo el siervo de Dios,
depojose todo, e açotose con una cordezuela muy dura, deziendo: “Ea, fraire, ea, asno,
así te conbiene fincar”. E salió con la tentación fuera, e echose desnudo en la nieve, e
tomó la nieve en manera de pella, e fizo siete montones. E echándose en ellas, començó
a fablar al cuerpo, deziendo: “Ahe, ésta mayor es tu muger, éstas quatro son tus hijas, e
las otras dos son el mancebo e la manceba; pues ven agora, e bístelas, que mueren de
frío. E si te entristece grant cuidado, sirve a un Señor”. El diablo, biéndose confondido,
partiose luego dél. E el siervo de Dios tornose a su cámara, dando gracias a Dios.
Estando en la corte con don León, cardenal que le rogó que beviese con él
algund tienpo, por la santidat que vía con [é]l, una noche venieron a él dos demonios, e
açotáronle muy gravemente. E llamando a su conpañero, e díxole: “Los dia[f. 221a]blos
son sayones de nuestro Señor, para atormentar aquellos que sobresalen d[e] los
mandamientos; mas, yo no fize yerro a Dios, que no me lavé por sastifación por la
misericordia de Dios; mas por aventura enbió los sus sayones sobre mí, para me fazer
mal, porque yo estó en la corte de los grandes. Ca, por aventura, los mis fraires pobres
non ternán buena sospecha, ca cuidarán que estó abondado de todos los deleites”. E
levantose de mañana e fuese dende.
1153
Estando a las vegadas él en oración, oyó conpaña de los diablos sobre el
techo de la casa faziendo grand ruido. E salió luego fuera, e faziendo el sino de la cruz,
deziendo: “Demonios, dígovos, de parte de Dios poderoso, que fagades en mi cuerpo
todo aquello que vos es mandado, que yo solo sofriré de buenamente. Ca yo non he
enemigo mayor quel cuerpo, e vengarme [e]des del mi contrario”. Entonce los diablos,
confondidos, desaparecieron.
Un fraire, que era conpañero de sant Francisco, fue una vegada salido de su
memoria. E vio, entre las otras sillas del cielo, una silla muy digna, que resplandecía
con maravillosa gloria. E él maravillándose para quién era guardada tan clara silla, oyó
una boz, que dixo: “Esta silla fue de uno de los príncipes que cayeron del cielo por
sobervia,1154 e agora está presta para Fraciscosic, el omildoso. E salien[f. 221b]do de la
oración, preguntó al siervo de Dios:
– O, padre, ¿qué asmas de ti?

1153
Los siguientes milagros hasta “En el reino de Castilla” se encuentran descolocados en la versión del
ms. h-I-14; en este caso la narración del incunable es más fiel a la Legenda aurea (112-134).
1154
En el incunable: “sobervvia”.

621
E dixo él:
– Véome muy pecador.
Mas el Spíritu Santo dixo en el coraçón del fraire, deziendo: “Conoce que es
verdadera la visión que viste. Ca la umildat lieva al omildoso a la silla que fue perdida
por sovervia”.
E vio el siervo de Dios al ángel Seraphín sobre sí, crucificado en visión de Dios,
en manera de crucifixo. E púsole todas sus señales, en manera quel siervo de Dios
semejava crucificado. E señallole las manos, e los pies e él costado; mas sienpre las
escondía que las non viese ninguno las llagas. Enpero, algunos las vieron en la vida e
muchos en la muerte. E porque esto sea creído e verdadero, demostrado es por muchos
miraglos, de los quales se demuestran dos que contecieron después de su muerte.
En la Pulla era un omne que dezían Merio.1155 E estando ante la imagen de sant
Francisco, començó de pensar e dezir si fue verdadera cosa que en éste fuese tal miraglo
demostrado, o si fue escarnio malo, o en fingimientos que se fizieron los sus fraires. E
en rebolviendo esto en su voluntad, oyó adesora un sueno commo de saeta que salía de
vallesta, e sintiose ferido gravemente en la mano. E tiniendo la luna1156 en la mano, non
pareció lisión ninguna en la luna, e sacan[f. 221c]do la luna de la mano, paresció gran
llaga en la palma, e salía della tan grant ardor, que semejava que todo se quería desfazer
del grant dolor e ardor. E después, confesándose e arrepentiéndose, creía
verdaderamente las llagas de sant Francisco. E después de dos días rogando a sant
Francisco por las sus [l]lagas, luego fue librado.
En el reino de Castilla un omne avía muy grant devoción con sant Francisco;
yendo a las conpletas, otro que le quería mal, poniéndole asechanças, feriole
mortalmente, en manera que le dexó por muerto. E dende, el malo cruel fincole el
cochillo por la garganta, e non le podiendo sacar, fuese. Entonce fízose grant roído a
toda parte, e llorávanle por muerto. E a la media noche, tañíase la canpana de los fraires
a maitines, e començó su muger a llamar: “¡Mi señor, levántate e ve a maitines, que
llama la canpana!”. E entonce él alçó la mano, e parecía que mandava a alguno que le
sacase el cochillo. E viéndolo todos quantos aí estavan, saltó el cochillo alexos, así
como si omne le arrojase con la mano. E luego el ferido sanó acabadamente, e alçose,
deziendo: “Sant Francisco vino a mí, e puso a las mis llagas los sus estremos, e desató
todas las mis llagas con dulçeza de las suyas, e tañiéndome, soltome maravilosamentesic.

1155
LA (130): “In Apulia vir quidam nomine Rogerius”.
1156
LA (132): “cyrotheca”.

622
E él, queriéndose ir, rogávale que me [f. 221d] sacase el cuchillo, que otramente no
podía fablar. E luego él tomole, e echole reziamente, e falagando la garganta llagada
con los sus estremos, sanome acabadamente”.
1157
En la cibdat de Roma, aquellas dos claras candelas del mundo, santo
Domingo e sant Franciso, estásic ante el cardenal de Ostia, que fue después papa. E
díxoles el papa:
– ¿Por qué no fazedes de vuestros fraires obispos e prelados, que más valían que
todos los otros, por ciencia e por enxienplos?
E fue entre ellos grant contienda quién respondería. En cabo, venció la humildat
sant Francisco, que non quiso ante oviar. E venció a santo Domingo, que obedeciese;
primero que respondiese, con grant umildad. E respondió sancto Domingo, e dixo:
– Señor, si los mis fraires lo conocen asaz, son ensalçados en buen grado y, en
quanto yo pudiese, nunca les dexaré que suban a otra dinidad.
Despu[é]s desto, respondió san Francisco, deziendo:
– Señor, por eso los mis fraires son dichos menores, porque non se atrevan a ser
mayores.
Llevó sant Francisco de sinpleza de paloma, todas las criaturas traía al amor de
Dios, predricava a las aves, e oíanle, taníanlas, e no se querían ir dende, fasta que las
bendezía e las dava licencia. E las golondrinas, que cantavan mientra él predicava,
callavan todas, mandándolo él.
En un lugar que dezían [f. 222a] Porto, muy acerca de la su celda, una ave, que
dezían ficada, que posava en una figura muchas vezes e cantava, e viéndolo el siervo de
Dios, llamó e estendió la mano, deziendo: “O, hermana fincada, ven a mí”. Ella
obedeciole, e sobió luego en la mano, e díxola él: “Canta agora, hermana fincada, e
alava al tu Dios”. Ella cantó luego, e nunca se quiso dél partir, fasta que la dio licencia.
E perdonava a las cande[l]as e a las lánparas, non queriendo ensuziar la claridat
con su mano. De grado andava sobre las piedras, por amor de Jhesu Christo, que es
dicho piedra. E tomava los gujanillos del camino porque los non follasen los que
pasavan, e llamávalos hermanos. E mandava poner miel e buen vino a las avejas en la
iglesia, porque non pereciesen en el yermo en el tienpo del invierno. E a todas las
animalias llamava hermanas. E quando vía el sol, e la luna, e las estrellas avía grant
gozo, quanto ome non podría contar, e conbidávales al amor de Dios e del criamiento.

1157
Desde aquí hasta: “E siendo él ospedado en Alexandría”, ninguno de los siguientes milagros forman
parte de la versión de ms. h-I-14 (LA: 146-168; 208-214).

623
Mandava que le non fiziesen grant corona, deziendo: “Quiero que los mis fraires sinples
ayan parte en la mi cabeça”.
El siervo de Dios, pasando por Apulia, falló en la carrera una grant bolsa llena
de dineros. E viéndola su conpañero, quísola tomar para darlos a los pobres; mas él non
lo consintió, [f. 222b] deziendo: “Fijo, no cobiene tomar lasic ageno”; mas, afincándole
su conpañero mucho sobre esto, sant Francisco rogado a Dios un poco, tenía ý una
culebra en lugar de dineros. E viéndolo el fraire, ovo miedo; mas, por conplir
obediencia, tomó la bolsa en la mano, e salió della una grant culebra. E dixo el santo:
“Los dineros a los siervos de Dios non son sino diablos e serpientes veninosas”.
E siendo él ospedado en Alexandría, en casa de un omne bueno, rogándole él
que, por conplir el evangelio, que comiese de quanto le diesen, otorgóselo, cantando su
devoción. Él fue corriendo, e mandó adovar el capón de siete años para comer. E ellos
comiendo, vino un descreído, e demandole limosna por amor de Dios. El siervo de
Dios, oyendo el nonbre bendito, mano a mano le enbió un mienbro del capón. El
desaventurado guardó lo que le dieron. E otro día, predicando sant Francisco, mostrolo,
deziendo: “¡Mirat vós qué carne come este Francisco que vós tenedes por santo, que a
mí, mesquino, me dio esto!”; mas el mienbro del capón semejava, a quantos ý estavan,
que era pez,1158 e maltraxéronle todos que era loco. E viéndolo él, pesole mucho de lo
que fiziera e pidiole perdón. Entonce, la carne tornó en su natura. E después que este
malo se tornó a su coraçón.
E estando una vegada a la mesa sant [f. 222c] Francisco, fablando de la pobreza
de santa María e de su Fijo, levantose luego de la mesa, aviendo e dando solloscossic de
grant dolor. E llorando, comió su pan estando sobre la tierra desnudo.
E muchos otros miraglos fizo en su vida, ca los panes que le davan a vendezir, a
muchos dieron salut.
1159
Un ome que era seglar, fallando a sant Francisco pedricando en un lugar, que
dizen Sobereno, mostrándogelo Dios, vio a sant Francisco con dos espadas relocientes e
señalando en manera de cruz; la una, alçava de la cabeça fasta los pies; e la otra, tendía
de la mano por los pechos. E él nunca viendo tal demostramiento, entró en la orden e
acabó en buena vida.

1158
En el incunable: “paz”.
1159
Los siguientes milagros se encuentran intercalados (LA: 169-207; 215-223; 235-238). Ninguno de
éstos se registran en la versión del ms. h-I-14. La narración de éste último y la del incunable vuelven a
encontrarse en el párrafo que inicia: “Acercándose ya los días de la su vida”.

624
Aviendo el siervo de Dios grant enfermedat de los ojos, de lloro que fazía,
mucho amonestávanle los sus fraires que lo non fiziese. E respondioles él así: “No es de
dexar la visitación de la luz perdurable, por amor de la lunbre comunal que avemos con
las moscas”. Contendían los fraires con él que tomase algund remedio de la enfermedat
de la vista. El çurujanosic enblanqueció el fierro en el fuego, e teníale en la mano para
que le feziese fuente. Entonce dixo el siervo de Dios: “¡O fuego, mi hermano, sey tú a
mí bueno e manso en este menester. E ruego al mi Señor, que te crió, que ati[f.
222d]enpre el tu calor”. E deziendo esto, fizo el sino de la cruz, e poniéndole el fuego
rosiosic, non sentió calor ninguno.
Estando en un monesterio de sant Urván, el siervo de Dios, con muy grant
flaqueza e desfalescimientosic, demandó que le diesen a vever un poco de vino, e non lo
avía, ca era yermo. E diéronle agua, e faziendo sobre ella el sino de la cruz, bendíxola, e
fue luego tornado en buen vino. E lo que la pobreza del lugar desierto non pudo aver, lo
quel varón de Dios con grant pureza, e veviendo dello, luego arreció.
Más quería sienpre oír denuestos que alavanças. E por ende, los pueblos
ensalçávanle mucho por los sus merecimientos de la su santidat, e mandava algund
fraire que dixiese dél cosas malas. E el fraire, aunque non quixo, llamole necio, e
aldeano, e vellaco e omne sin provecho. Él, alegrándose, dezía: “El mi Señor te bendiga,
que tú fablas cosas muy verdaderas e conbiéneme oír tales cosas”.
Y el siervo de Dios nunca quiso ser mayor que otros, mas menor que otros. Nin
quixo aver a quien ma[n]dase, mas quien mandase a él. Era señor general, demandó ser
guardián porque sienpre fuese siervo de los otros. E prometía sienpre obediencia al
fraire con quien solía ir. E guardávala siendo guardián.
Un fraire, faziendo alguna cosa contra la [f. 223a] ley de obidiencia e aviendo su
penitencia, enpero, el varón de Dios mandole echar el capítulo1160 en el fuego, por
espantar los otros. E yaziendo el capítulo en medio de las llamas por una ora, mandole
sacar e darle al fraire. E sacándole del fuego, non fallaron cosa alguna quemada.
Andando1161 el siervo de Dios un tienpo por los setos de un monte, falló muy
grant conpaña de aves cantando en el seto, e dixo a su conpañero: “Nuestras hermanas
las aves alavan al su criador, vayamos nós e cantemos las oras de Dios en medio
delassic”. Entrando en el monte, non se oían con el cantar de las aves, e dixo: “¡O, aves,
hermanas, quedat de cantar fasta que paguemos a Dios las oras que le devemos!”.

1160
LA (188): “capucium”.
1161
En el incuanble: “Audando”.

625
Cesando ellas, acabaron sus alabanças e dioles licencia de cantar. Entonce cantavan
ellas segund solían.
Siendo conbidado muy devotamente con un caballero, díxole: “¡O, hermano,
huésped!, otorga tú a mis amonestamientos e confiesa tus pecados, que aína comerás en
otro lugar”. E él otorgándolo, ordenó su casa e tomó penitencia verdadera. E entrando a
la mesa, moriose el huésped.
Fallando el siervo de Dios una vegada muchedubre de aves, saludolas así como
si fuese su parcionero,1162 e díxoles: “¡O, aves, mis hermanas!, mucho devedes alabar a
vuestro cri[f. 223b]ador, que vos vistió de plumas, e vos dio péñolas para bolar, e vos
otorgó andar por el aire e vos govierna sin aver vós cuidado ninguno”. E las aves
començaron de estender sus colas, e estender las alas, e abrir los picos e parando
mientes, catávanle. E él pasando por medio dellas, cobríalas con la saya, mas ninguna
dellas non se quería ir sin su licencia.
Predicando sant Francisco en castro Almadio, non le podían oír con el roído de
las golondrinas, que criavan aí mu[c]has. E díxolas: “¡O, hermanas, golondrinas, ya
tienpo es que fable oy, que vós asaz dexistes; tened silencio fasta que se acabe la
palabra de Dios!”. E obedeciéndolo luego, callaron.
Commo un fraire oviese grave tentación de la carne, començó a pensar que si
alguna carta truxese escripta de mano de su padre, sant Francisco, que luego fuiría dél
aquella tentación; mas no ge lo osava dezir por ninguna manera. Una vegada, el siervo
de Dios llamole, deziendo: “O, fijo, traime papel e tinta, que quiero escrivir unas
alabanças de Dios”. E después que las escrivió, dixo: “Toma esta carta, e traila contigo
e guárdala sienpre, fasta la muerte, ascondidamente”. E luego fue la tentación partida
dél. Este mismo fraire, yaziendo sant Francisco enfermo, començó a pensar entresí,
deziendo. “Ya se alle[f. 223c]ga a la muerte nuestro padre que mucho me consolava, si
oviese la saya del mi padre después de la muerte”. Después de poco rato, llamole el
siervo de Dios, deziendo: “Yo te dó esta mi saya para que la ayas después de mi muerte
por derecha razón”.
A los clérigos presentes, que fazen el cuerpo de Dios, sienpre los catava grant
reverencia, donde muchas vezes dezía que: “Si encontrase algund santo que beniese del
cielo, e si encontrase algunt sacerdote pobrezillo, más aína iría a besar las manos del
sacerdote. E dería al santo: ‘Espera, ca la mano de aqueste trató la palabra de la vida’”.

1162
Parcionero: (del fr. ant. parçonier). Partícipe.

626
E otros muchos miraglos fizo en su vida, que non se podrían contar.
Acercándose ya los días de la su vida, aviendo grant enfermedat, fízose poner
desnuyo1163 sobre la tierra, e fizo llamar a todos los fraires que aí estavan presentes e
bendíxolos; poniendo las manos de suso, e a la manera de la cena de Jhesu Christo, dio
a cada uno su pedaço de pan. E conbidava a todas las criaturas a alabar al su Señor,
segund que lo avía de costunbre. Ca la muerte que todos temen, e aborrecen,
amonestávala él, e rogava en alavança de Dios. E saliéndola a recebir, convidávala a su
ostal con grant alegría, deziendo: “¡Bien sea venida la muerte, mi hermana!”. E
veniendo [f. 223d] la postrimera ora, segunt Dios, vio un fraire el ánima en manera de
estrella; era tan grande como luna e clara como el sol.
El ministro de los fraires menores, que dezían Agostín, en tierra de lavor estando
a la ora de la muerte, avía ya perdido la palabra tienpo avía. Adesora començó a llamar,
e dezía: “¡Padre, espérame, que aheme aquí, ado bo contigo!”. E demandavan los fraires
que qué dezía. E dixo: “¿No vedes a nuestro padre, sant Francisco, que va al ciellosic?”.
E moriendo luego en paz, siguió a su padre.
Una buena dueña, que fuera muy devota a sant Francisco, siendo muerta, los
clérigos e los sacerdotes que estavan al lecho deziendo las obsequias, adesora levantose
la muger en el lecho, e llamó uno de los sacerdotes que aí estavan, deziendo: “¡Padre,
quiérome confesar! Ca yo, siendo muerta, avíanme de poner en una cárcel muy dura,
que non me confesé el pecado que te agora quiero descobrir; mas, rogando sant
Francisco por mí, otorgáronme que tornase al cuerpo, que descobriese este pecado e aya
el perdón. E luego que lo confesare, viéndolo todos vosotros, me veredes ir a la gloria”.
E después confesada, asuelta del pecado, moriose e fuese a Paraíso.
E los friressic del monesterio de sant Francisco, demientra demandaron a un
omne un ca[f. 224a]rro prestado, e él sañudo, respondioles: “Ante desollaría dos de vós,
con sant Francisco, que prestaros mi carro”; enpero, tornándose en sí mismo,
reprehendiose a sí mismo, e pesole de lo que blasfemara, temiendo la saña de Dios.
Luego enfermó su fijo, e llegó a la muerte; bolcávase en tierra llorando, e llamando a
sant Fanciscosic, deziendo: “¡Yo só el que pequé, a mí devieras matar! ¡O, sant
Francisco, dame a mi fijo, yo te lo ruego, el que me tolliste blasfemando de ti, así como
non devía!”. E levantándose luego su fijo bivo, defendiendo que non llorase, díxole:
“Padre, siendo yo muerto levome sant Francisco por una carrera luenga e escura;

1163
En el incunable: “desmuyo”.

627
enpero, en cabo púsome en un vergel muy fermoso, e después díxome: ‘Tórnate a tu
padre, que non te quiero aquí más detener’”.
Un ome deviendo a un rico una quantía de marabedís,1164 rogava a1165 sant
Francisco que alongase el plazo. Él respondió sobreviosamente, deziendo: “Encerrarte
he en tal cárcel, que sant Francisco nin otro non te pueda valer”. E luego púsole en
cadenas, e encerrole en una cárcel muy escura. E a cabo de poco tienpo fue aí sant
Francisco e quebrantó la cárcel e las presiones. E sacó al ome sano e salvo, e enbiole a
su tierra.
Un caballero deziendo mal de los miraglos e de las obras de sant Francisco, una
[f. 224b] vegada, jugando a los dados, lleno de locura e de vanidat, dixo a los de
arrededor: “Si sant Francisco es santo, venga agora en los dados dies e ocho puntos”. E
luego parecieron en cada dado seis puntos, fasta IX vezes senassic;1166 más encendió su
locura, dixo otra locura: “Si verdat es que este Francisco es santo, aun yo sea
acochillado, e si él no es santo, escape yo sano”. En cabo del juego, porque la su oración
fue fecha en pecado, e faziendo tuerto a un su sobrino, tomó un cochillo, e metiógelo
por el cuerpo e luego murió.
Un ome aviendo perdido la pierna, en manera que se non podía mover, llamava a
sant Francisco, con tales vozes: “¡Acuérdate sant Francisco de la devoción e del servicio
que te yo fize! ¡Ca te traxe en el mi asno, e besé los tus pies, e las tuas manos e só
muerto con tormento deste dolor!”. E luego apareciole sant Francisco, con un blago
pequeño que avía en sí la señal de la cruz. E tanxo en el lugar del dolor, e quebrantó la
postema e ovo salut; mas sienpre quedó aí la señal de la cruz, en aquel lugar. Ca sant
Francisco sienpre solía señalar las sus letras con aquella señal.
1167
En castro Pomateo, en las montañas de Epula, una moça que no avía otra su
padre nin su madre, seyendo muerta, la madre era [f. 224c] muy devota a sant
Francisco, e quebrantándose toda con grant tristeza, apareciole este, deziendo: “No
llores, que la lunbre de la tu candela que tú lloras por ser muerta, aún tornará por mi
ruego”. E por ende, la madre teniendo esta fiuzia, non dexó soterrar el cuerpo afogado,
mas llamó en el nonbre de sant Francisco; alçó a su fija, que era muerta, sana e salva.

1164
Maravedí: (del ár. hisp. murabití, relativo a los almorávides, y este de mitqál murabití, dinar [de oro]).
Moneda española, efectiva unas veces y otras imaginaria, que ha tenido diferentes valores y calificativos.
1165
Ms. h-I-14: “rogole por” (f. CCLXXVa).
1166
Ms. h-I-14: “señales” (f. CCLXXVa).
1167
Estos últimos milagros no forman parte de la versión del ms. h-I-14.

628
En la cibdat de Roma, un moço pequeño cayó de una finiestra de un palacio. E
luego en punto murió. E llamó a sant Francisco e luego fue sano.
En la cibdat de Sevena cayó una casa e mató un mancebo. E levando el cuerpo a
la iglesia para enterrarle, la madre llamava a sant Francisco, con toda devoción quanto
más podía. E acerca de la media noche, resucitó el mancebo, bozezando, sano e salvo
dando gracias a Dios.
Un fraire, que dezían Jacobo, pasando un río con otros fraires en una varca,
pasados todos los otros a la ribera, quedó a postre; mas, e pasando, revolviose la varca e
sumiose. E los otros rogavan muy devotamente a sant Francisco que lo quisiese librar, e
él mismo lo rogó, en quanto pudo con el coraçón. E ahe a do andava el dicho fraire, por
la fondura del agua, así como sobre la tierra seca. E tomando su varca, vínose con ella a
la ribera. E así [f. 224d] quiso Dios, que aun los vestidos non se mojaron.

[CXXIII]
Título CXXI. De sant Dionís e de su desposición

Dionisius quiere dezir fientesic fuertemente. Dionisius es dicho a dia en griego, que
quiere dezir dos cosas; e nisius quiere dezir ensalçamiento, que fue ensalçado segunt
dos cosas: segunt el cuerpo e el ánima. Onde es dicho a dione en griego, que quiere
dezir Venus, que es señora de la fermosura; Bisiossic, griego, quiere dezir tanto como
fermoso a Dios. O, segunt algunos dizen, Dionisyus es dicho deste nonbre, Dionisia,
que segunt dize sant Gregorio,1168 es una piedra preciosa negra, buena para la enbriagez.
Pues digo que fue Dionis uyiente muy fuertemente, ca fuyó e aborreció muy
afincadamente el mundo; fue ensalçado, por la contemplación de las cosas perdurables;
fue fermoso a Dios, por fermosura de vertudes; fue podiente a los pecados, contra la
enbriagés de los pecados. Aqueste ovo muchas alabanças, ante de la conversión1169 es
llamado Arriopacita, de aquel varrio ado morava que dezían así; otrosí es dicho
Teosefus, que quiere dezir sabio de Dios; otrosí es dicho ala del cielo, ca él bolo
maravillosa[f. 225a]mente contra el cielo, con ala de entendiemiento spiritual; otrosí es
dicho Jónicus, segunt la tierra, ca Jónica, segunt dizen Papías, es una de las lenguas de
los griegos. Fue ala del cielo, por contenplación de la cosas celestiales; fue
bienabenturado, por proponimiento de las cosas celestiales e perdurables. Por otras

1168
LA (4): “ut dicit Ysidorus”. Etymologiarum sive originum libri XX (XVI, 4, 7), de Isidoro de Sevilla.
1169
En el incunable: “conversación”. LA (9): “conversionem”.

629
cosas se demuestra quél que fue maravilloso retor, por fablamiento; fue grant sotenedor
de la Iglegiasic, por enseñança; fue muy pequeño a sí mismo, por umildat; fue muy
grande a los otros, por grant caridat. E deste dize sant Agostín en un libro,1170 que
Jonicum es linaje de los filósofos, ca departe dos linajes de filósofos: Itálico, de parte
de Italia; e Jánicosic, de parte [...] altares de los dioses, falló aquel que era de parte de
dios non conocido.1171

Vida de sant Dionís


[...]1172
Dixo a los filósofos:
– Lo que non sabedes, onrades. De aqueste só yo mensajero, e éste vos digo que
es Dios verdadero, que fizo el cielo e la tierra.
E dende, dixo a Dionís, que porque le vía más enseñado en las cosas de Dios que
los otros:
– ¿Quién es este dios non conoscedero?
E dixo Dionís:
– Este es el dios verdadero, que aún no es mostrado entre los otros. [f. 225b]
Dios aún nós non le conocemos, e á de venir en el otro siglo e á de reinar por sienpre
jamás.
Dixo sant Pablo:
– ¿Será solamente ome o spíritu?
Dixo Dionís:
– Ome es ome, e poniendo no es conocido, que solamente la su conversación es
en el cielo, e el su nonbre e en la su vida.1173
Dixo sant Pablo:
– Este es el que yo vos pedrico, que descendió del cielo, e tomó carne de la
Virgen María, sufrió muerte, e Pasión e resucitó en el tercero día.

1170
De civitate Dei (VIII, 10).
1171
Destaco en negrita una oración que no forma parte de la etimología del nombre. Ésta pertenece a la
narración de la vida de san Dionisio, la cual se halla incompleta en el incunable, pues falta el inicio de la
misma (LA: 22-70).
1172
La versión del incunable inicia con un diálogo de san Pablo que se encuentra hasta el segmento
textual 71 en la Legenda aurea. El ms. h-I-14 no presenta este error (f. CCLXXIXa).
1173
LA (76): “Deus et homo est, sed ideo incognitus est, quia eius tantum in celis conversatio est”. Ms. h-
I-14: “Será Dios omne, e por esto decimos que non es conocido el su nonbre, nin la su vida, porque
solamente es en el cielo” (f. CCLXXIXc).

630
E despuntando Dionís con sant Pablo, por aventura, pasó entre ellos un ciego por
la carrera. E dixo Dionís a Pablo:
– Si dixeres a este ciego que bea, en el nonbre de tu Dios, e viere, luego creeré;
mas non sea por arte de encantamiento; ca, por aventura, sabes los que han este poder.
Mas yo te escriviré las palabras desta manera, e en esta forma le dirás: “En el nonbre de
Dios, nuestro Señor Jhesu Christo, veye; que nasció de la Virgen, e fue crucificado, e
resucitó e subió a los cielos”.
Mas, porque toda la sospecha fuese aparte, dixo Paulo a Dionís que él mismo
dixese estas palabras al ciego, por que viese. E dichas, luego cobró la vista de los ojos.
E luego a la sazón fue baptizado Dionís con Tamas, su muger, e con toda su
conpaña. E después que fue christiano, mostrole sant Pablo la fe de Jhesu Christo por
tres años. E [f. 225c] después fue obispo de Atenas.
E después fue pedricando a menudo, muy afincadamente, convertió toda la
cibdat e muy grant parte de aquella tierr[a] a la fe de Jhesu Christo. E dizen que sant
Pablo descobrió a este Dionís las cosas que viera en el tercio, quando fue arrebatado
allá. Así lo da a entender este Dionís a muchos, en muchos lugares. Onde tan claramente
fabló de todas las órdenes de los ángeles, que no parecían que él aprendió de otro, mas
quél mismo fuera arrebatado fasta el tercio cielo, e que él vio aí todas estas cosas.
Éste ovo en sí el spíritu de profeta, segunt que parece en el epístula1174 que
enbió1175 a sant Juhan Evangelista quando estava desterrado en la ínsula de Patinos, que
profetizó que avía de tornar, deziendo: “Así Dios te dé gozo a ti, que eres
verdaderamente amado, e deseado e querido. Ca aína escaparás del desterramiento en
que estás. E serás tornado a la tierra de Asia, e farás aí muchas semejanças de Dios e
dexarlas has a los que serán después de ti”.
Este Dionís fue en el finamiento de santa María, segunt quél dize en el Libro de
los Nonbres Divinales.
E oyendo que Nero tenía presos a sant Pedro e a sant Pablo en la cárcel, fizo otro
obispo en su lugar. E fuese a Roma visitarlos, enpero los apóstoles eran ya muertos. E
sant Clemente, siendo [f. 225d] papa después de poco tienpo, enbió a sant Dionís a
Francia, e fueron con él Rústico e Eleuterio. E vino a París, e convertió aí muchos a la
fe, e fizo muchas iglegiassic, e puso en ellas clérigos e muchas órdenes. Tanta gracia
puso en él nuestro Señor, que maguer que muchas vezes los obispos de los ídolos fazíen

1174
Epistola ad Iohannem apostolum, in Dyonisiaca (p. 1572).
1175
En el incunable: “eubió”.

631
concilio en el pueblo contra él, muchas vezes ivan con armas para matarle; mas luego
que le veían, se caían a sus pies mansos, sin braveza; e aviendo grant miedo, lugosic
foían delante él. Mas el diablo aviendo grant enbidia, porque la su onra menguava cada
día, e la iglegia de los christianos crecía, puso tal crueldat en el coraçón de Domiciaosic,
el enperador, que mandó que doquier que fal[l]asen algunt christiano, le fizíen sacrificar
o que le atormentasen de muchas maneras.
Por ende, Fretemino, el adelantado, veniendo de Roma a París, falló a Dionís
predicando al pueblo. E mandó luego que la abacinasensic, e que le escupiesen, e que le
atasen con riendas muy duras, e que le truxesen delante él, con Rústico e Eleuterio.
Estando los santos ante él, muy firmes en la confesión de Dios, ahevos do viene una
dueña fijadalgo, que dezía que su marido fuera malamente engañado destos
encantadores. E enbiaron por su marido muy aína, e él estando firme en la fe de Jhesu
Christo, [f. 226a] matáronlo sin justicia. E açotaron los santos doze cavalleros, e ligados
en grandes cadenas, posiéronlos en la cárcel.
E otro día estendieron a Dionís desnudo sobre una parrilla de fierro, dando
llamas de fuego de yuso. Entonce començó él a cantar, deziendo: “Señor, la tu palabra
así es encendida como el fuego; mas el tu siervo la amó mucho”. Entonce quitáronle
dende, e echáronle a los leones e a las bestias bravas, que estavan muertas de fanbre. E
arremetieron a él; mas faziendo la senalsic de la cruz, luego fueron muy mansos, e
echáronse a sus pies. E dende, metiéronle en un forno encendido; mas el fuego fue
luego muerto, e non fizo en [é]l lisión ninguna. E asparon, e açotáronle, atormentáronle
muy grant tienpo en la cruz; mas quitáronle con sus conpañeros, e metiéronle en la
cárcel. E mientra que dizían la misa, e comulgavan al pueblo, apareciole Jhesu Christo
con grant lunbre. E tomando paz, dixo: “Toma el mi amigo, la mi merced1176 muy
grande que está contigo”. E después presentáronlos ante el jues, e diéronles tormentos
nuevos, e cortaron las cabeças de todos tres santos con segures. E levantose el cuerpo de
sant Dionís, e levó la su cabeça entre los braços, yendo el ángel delante con la lunbre
del cielo, por dos leguas, del [f. 226b] lugar que dizen Monte de los Mártires fasta el
lugar do yaze agora su cuerpo enterrado, que él se lo escogió, e Dios lo ordenó. aí sonó
tant gran claridat e cantar de los ángeles, que entre otros muchos que aí estavan, lo
vieron e crieron. Aun la muger del adelantado, que dezían Lubio, dixo a grandes vozes
que era christiana. E luego la degollaron los descreídos, e así murió, bautizada en su

1176
En el incunable: “mecrd”.

632
sangre. E su fijo, que dezían Nubio, fue cavallero de tres enperadores en Roma. E dende
tornose a París, e bautizose, e fue en la fe en la conpañía de los religiosos. E temiendo
los descreídos que los christianos enterrarían los cuerpos de los santos e Alenteriosic,
madáronlesic echar en un río, que dezían Secana.
E una buena dueña, que era fijadalgo, conbidó a los que traían a los santos
cuerpos a yantar. E ellos comiedosic, ella furtó los cuerpos de los santos, e fízolos
soterrar en ascondido en un canpo. E después que quedó la persecución, sacolos dende,
e aconpañolos muy honradamente al cuerpo de sant Dionís. Fueron muertos estos santos
en el año de la encarnación de noventa e seis años.
En una cibdat que dezían Arlés, deziendo misa el obispo sant Régulo, e
nonbrando los nonbres de los apóstoles en el canon, ayuntó aí: “Los santos [f. 226c]
mártires tuyos, Dionisio, Rústico e Eleveriosic”. E deziendo esto, cuidava que aún estos
santos eran bivos. E començose mucho a maravillar, porque los non vio non lo
sabiendo. E ahevos tres palomas que le aparecieron, e sobieron sobre la cruz del altar,
que avían los nonbres destos santos mártires escritos en los1177 pechos con letras de
sangre. E cantándolas él con gran bemencia, entendió que estos santos eran en Paraíso.

[CXXIV]
Título CXXII. De sant Calixto papa

Sant Calixto papa, en el año de la encarnación de mill dozientos e siete años, sufrió
martirio de Alexandre, el enperador, por amor de Jhesu Christo.
En el tienpo déste fue quemada la más alta parte de Roma, por fuego del cielo; e
la siniestra parte que era de Júpiter, que era dorada, fue regalada. Entonce venieron
todos los sacerdotes de los ídolos Alexandre, e demandáronle que amansase los dioses,
que estavan sañudos, con sacrificios. Mientra que sacrificavan, adesora estando en el
cielo claro, era el día de jueves, en la montaña, vino un rayo, e mató los quatro
sacerdotes de los ídolos, e quemó el altar de Júpiter. E el sol se escureció, en manera
que fuyeron los romanos fuera de la cibdat. E oyendo Palmacio, el adelantado, que
Calixto morava allende el río de Tiberi con sus clérigos, rogó que le matasen quantos
christianos estavan en Roma, por quien este mal veniera a la cidat, porque la cibdat fue
alinpadasic. E Palmacio, aviendo para esto poderío, fuese para allá con sus cavalleros, e

1177
En el incunable: “len os”.

633
fueron luego todos ciegos e espantados, porque lo contó todo adesora a Alexandre.
Entonce mandó el enperador quel día del miércoles se ayuntase todo el pneblosic, e
sacrificasen al ídolo de Mercurio, por tal que les respondiese sobre estas cosas.
Mientra que fazían esto, una virgen del tenplo, que dezían Juliana, tomola el
diablo, començó a dar bozes, deziendo: “¡El diablo de Calixto es dios verdadero, e bivo
e es muy sañudo contra las nuestras suziedades!”. Oyéndolo Palmacio, fuese allende el
río de Tiberi a sant Calixto, e fízole bautizar a él, e a su muger e a toda su conpaña. E
oyéndolo el enperador, mandole venir ante sí, e diole el senador Sinplicio, e díxole que
le falagase por palaarassic mansas para que le sacasen desta carrera, porque era mucho
menester para las cosas del mundo; mas Palmacio perseverando en ayunos e en
oraciones, vino a él uno, prometiéndole que si sanase a su muger, que era [f. 227a]
parlática, que luego crería. E rogando Palmacio a Dios por ella, luego fue sana. E ella
fue a Palmacio, deziendo: “Bautízame en el nonbre de Jhesu Christo. Ca él me tomó por
la mano e me sanó”. Entonce vino Calixto, e bateola a ella, con su marido e con otros
muchos. El enperador oyéndolo, mandó degollar a todos los bautizados. E fizo que
Calixto non comiese nin beviese fasta cinco días. E viendo él que todavía se confortava
más, mandole hostigar cada día. E dende, mandole atar una piedra al cuello, e despeñar
de una ventana e echarle en un pozo.
E el capellán Asterio sacole del pozo, e enterrole en [e]l ciminterio de Calipodio.

[CXXV]
Título CXXIII. Desposición de sant Luchas

Luchas quiere dezir levantado, o quiere dezir luz. Quiere dezir levantado, ca levantose
del amor del mundo al amor de Dios; pues fue luz que alunbró todo el mundo. Onde
dize sant Matheo V capítulos: “Vós sois luz del mundo”.1178 E la luz del mundo, el sol;
porque ciertamente la luz era grande en el alteza, en el fincamiento. Ecliasticis XXVI
1179
capítulos: “El sol nace en el mundo, en las cosas más altas de Dios”. E ha [f. 227b]
el sol en el su acatamiento grant plazentería. E Ecliastices XI capítulos: “Dulce lunbre e
deletable es a los ojos ver el sol”.1180 Ha el sol muy grant ligereza en [e]l movimiento,
segut dize Eldras: “La tierra es grande, e el cielo es alto e el corrimiento del sol es muy

1178
Mateo (5, 14).
1179
Eclesiástico (26, 21).
1180
Eclesiástico (11, 7).

634
ligero”.1181 Ca [a]sí sant Luchas ovo alteza, por contenplación de las cosas celestiales;
ovo plazentería, por la dulce conversación; ovo ligereza, por el ardor de la pedricación;
ovo provecho, por la escriptura de la su enseñança.

Vida de sant Luchas Evangelista

Fue sant Lucas de Siro, e nasció en Antiochía, e fue físico e, segunt dizen algunos, fue
de los setenta e dos decípulos de Jhesu Christo. E fue de tan grant perfeción, e de tan
santa vida, que fue muy bien ordenado, quanto a Dios, e quanto así mismo, e quanto a
los omnes e quanto a su oficio. E segunt estas quatro ordenaciones, ovo quatro faces: de
ome, e de león, e de novillo e de ágilasic. Ca segunt que fue mostrado a Ezechiel,
profeta,1182 cada uno de los animales en que entendemos los evangelistas avían quatro
fazes e quatro alas. E porque esto podamos mejor ver, pintemos un madero en que aya
una [f. 227c] cabeça quadrada; e de parte delantera, cara de león; e a la diestra aya cara
de bezerro; e de parte de çaga aya cara de águila, que es más alta que todas las otras,
por el cuello que ha luengo, e por ende es dicho que es más alta. E cada una destas
animalias avía quatro alas. E podemos pensar que cada una animalia era quadrada, en
cada quadra eran quatro esquinas, e en cada esquina, una ala. E por estas quatro
animalias entendemos quatro evangelistas; enpero que cada una dellas avía quatro
caras, escriviendo de la umanidat, de la Pasión, e de la Resurreción, de la devinidat de
Jhesu Christo; enpero cada una destas caras conviene a cada uno evangelista, segunt su
propiedat. Segunt dize sant Gerónimo,1183 Sant Matheo fue figurado al omne, porque
principalmente escrivió de la umanidat de Jhesu Christo; sant Lnchassic en bezerro,
porque fabla de la Pasión de Jhesu Christo; sant Marcos en león, porque fabla de la
resurreción. Ca os leonzillos, segunt que dizen, yazen commo muertos fasta en el tercero
día; mas, quando ruge sobre ellos, despiértalos al tercero día; otrosí porque comiença en
medio la pedricación. Sant Juhan ovo la figura del águila, que buela más en alto que las
otras aves, porque escrivió de la devinidat de Jhesu Chirsto. De quien éstos [f. 227d]
fablan, estas quatro cosas ovo en sí; ca fue omne, en quanto nació de santa María; e fue
vezerro, quanto a la Pasión. E bien así commo lievan el vecerro a la carnecería, así fue
levado Jhesu Christo a la muerte. Fue león en la Resurreción, ca bien así commo el león

1181
III Esdras (4, 34).
1182
Ezequiel (1, 6).
1183
Biblia latina cum Glossa Ordinaria (Ezequiel 1, 6).

635
ha más fortaleza que otra animalia, así Jhesu Christo quebrantó los infiernos, con grant
fortaleza. E fue águila en la Ascensión quando subió a los cielos, que bien así commo el
águila buela más alto que todas las otras aves, así Jhesu Christo boló al cielo, que es
más alto que todo el mundo.
E por estas quatro fazes fue mostrado sant Luchas, commo cada uno de los otros
evangelistas da a entender, que fue ordenado en estas quatro maneras. E por la cara del
omne da a entender que fue ordenado quanto a los omnes, que los deve mostrar por
razón traerlos con mansedunbre, e dévelos guardar en franqueza; e por la cara de la
águila muestra que fue ordenado quanto a Dios, ca con el ojo del entendimiento veye a
Dios por contenplación, aguza el rostro del talente en Jhesu Christo por pensamiento, ca
así commo la vegez del talante por nueva vida e conversación. El águila es de tan aguda
vista que cata el sol en su rueda e nunca cierra los ojos; e, alçada en el alto, vee
maravillosamente los pececillos en fondon de la mar; [f. 228a] e quebranta la piedra el
rostro quando le tiene corvo, porque non la enbargue en tomando1184 el comer; e quando
es bien cerrada, tuéstase al rayo del sol; después arremétese, e échase en una fuente
grande e fría; e allí dexa la veges el calor del sol; después, consume la escuridat de los
ojos e alínpialos con las péñolas. Por la faz del león muestra cómmo fue muy bien
ordenado quanto así mismo, ca fue fijodalgo por buenas maneras; fue artero contra las
asechanças de los enemigos; ovo grant conpasión de los atormentados, ca el león es
fijodalgo, ca es rey de todos las otras bestias e animalias; es artero que desata las
pisadas con la cola quando fuye porque non le fallen; otrosí ha Pasión quando le toma
la quartana. Del vezerro muestra que fue bien ordenado quanto a su oficio, que fue en
escrevir el evangelio; ca començó en la niñes de Jhesu Christo, e así poco a poco fue
yendo fasta que lo acabó; e enpeçolo con grant sabiduría, ca enpeçó después de los otros
dos evangelistas, porque si ellos dexaron alguna cosa, que lo conpliese él. Enpero
podemos mejor entender e mostrar cómmo fue bien ordenado, quanto a Dios, en tres
cosas.
Primeramente, quanto al talante, ca fue conplido de Spíritu Santo; e quanto al
pensamiento, que fue virgen en [f. 228b] el cuerpo en el ánima; otrosí quanto al
entendimiento, que quanto fazía, tanto fazía a onra de Dios. Destas dos cosas
postrimeras es dicho en el Prólogo de los Fechos de los Apóstoles que: “Bivió sienpre
en verginidat”.1185 E aquesto quanto a la linpieza del coraçón.

1184
En el incunable: “tomdano”.
1185
Prologus in Evangelia, in Act. Apostolorum, de Jerónimo de Estridón.

636
Lo segundo, fue ordenado quanto al amor que devemos aver con nuestros
christianos. Ca, segunt dize Pocardo,1186 tres cosas son que devemos a nuestros
christianos: nuestro poder, e nuestro saber e nuestro querer; e aún lo quarto, fazer
nuestro poder con defender el nuestro saber con consejos, el querer con deseos, el
nuestro fazer con dar. Pues quanto estas quatro cosas fue sant Luchas ordenado, ca dio
lo primero a su próximo. El su poder se demuestra en esto, que sienpre acorrió a sat
Pablo en todas sus tribulaciones, e nunca se dél partió, e fuele defensor en la
predicación, segunt que dize ad Timotheo, IIII capítulos: “Luchas sólo es comigo”.1187 E
por esto que dize “comigo” se demuestra ser defensor. E otrosí sant Luchas, ad
Corintios VIII capítulos: “Hordenador fue sant Luchas de las iglesias e conpañero de
vosotros a predicar”.1188 Lo segundo. Dio el su saber a su próximo, en consejos, quando
escrivió el evangelio para provecho de los christianos. E de aquesto él mismo se da
testimonio de sí, do dize en el Prólogo suyo a Teóphilo: “Demostrado me [f. 228c] as a
mí, seguiente de las cosas dél. En comienço a escrivir a ti con horden porque conoscas
la verdad de las palabras de aquellos que te mudescieron”.1189 Otrosí, en quál manera él
dio su saber en consejo, demuéstrase en una palabra que dice sant Jherónimo en el
Prólogo, que las palabras de Luchas son melezina del peccadorsic.1190 Lo tercero. Dio el
su querer en deseos, segunt se demuestra en aquesto, que sienpre deseó salud perdurable
a los sus próximos. Lo quarto. Dio el su saber, segunt parece, en esto que recebió a
nuestro Señor Jhesu Christo en su posada cuidando que era otro pelegrino, e fízole
servicio de caridat. Fue conpañero de Cleofás, segunt que algunos dizen, quando ivan a
Hemaús; maguer que dize sant Anbrosio1191 que fue otro, al qual no pone nonbre.
Tres cosas son, segunt dize sant Vernardo,1192 que ordenan muy bien al omne e
le fazen santo: el comer mesurado, e el fecho derecho e el fecho piadoso. E qualesquier
destas cosas se parten en tres cosas: la vianda será mesurada si biviéremos
omildosamente, e mesuradamente e en caridat; el fecho será bueno si fuere con derecho,
e sabio e frutuoso; derecho con buena entención, sabio por grant mesuramiento,
frutuoso por edeficación; el seso será piadoso si la nuestra fe siente a Dios muy
poderoso, e muy sabio e [f. 228d] muy bueno, porque por el su poderío creamos ser

1186
LA (55): “Richardum de sancto Victore”.
1187
II a Timoteo (4, 11).
1188
II a los Corintios (8, 19).
1189
Lucas (1, 3-4).
1190
Prologus in Evangelia, in Act. Apostolorum, de Jerónimo de Estridón.
1191
Expositio evangelii secundum Lucam (VII 132; VII, 173).
1192
Sermones diversi (64, 2).

637
corregidos e ayudados por la nuestra flaqueza; por el su poderío, la sabiduría, creamos
ser corregidos en la nuestra non sabiduría; por la su bondad creamos ser desleída la
nuestra maldad. Aquesto dize sant Bernardino, que en todo esto fue bien ordenado sant
Luchas:
Lo primero, ovo en sí mesurado comer. E esto en tres maneras, que él bivió muy
honestamente. Ca segunt dize sant Jherónimo1193 de sant Luchas en el Prólogo, que él
nunca ovo muger ni fijos. Lo segundo, ovo conpañía. E muéstrase en aquesto que dizen
dél e de Cleofás: “Dos discípulos ivan e c.”.1194 E demuestra ser conpañía en esto que
dizen “dos dicípulos”, ca dicípulo quiere dezir bien amostrado e bien acostunbrado. Lo
tercero, ovo umildat, la qual se demuestra en esto que dize que nonbró el nonbre de su
conpañero e calló el suyo, por umildat. Ca segunt algunos dizen: “Luchas calló el suyo
por umildat”.
Lo quarto,1195 ovo fazimiento derecho, el qual se demuestra por buena
entención. E aquesto se demuestra en la su oración do dize: “La mortificación del que
truxo sant Luchas por amor del tu nonbre”. Otrosí ovo fazimiento sabio por atenprança.
E bien es él demostrado en forma de león que ha la uña fendida, por lo qual se
demuestra la vertud de la sabiduría. Ovo seso piadoso [f. 229a] e frutuoso por grant
edificación; fue ciertamente frutuoso a sus próximos e amado de todos.
Lo tercero, ovo seso piadoso que lo crió, magnifestolo en el evangelio do dize
que Dios es muy poderoso, e de grant sabiduría e de grant bondat. De las primeras dos
cosas dize en el quarto capítulo: “Maravíllanse en la sabiduría, que en poderío era la su
palabra”.1196 Lo tercero se demuestra XVIII capítulos: “Ninguno bueno, sino sólo
1197
Dios”.
Lo quarto e postrimero. Fue sant Luchas bien ordenado quanto a su oficio, que
escrivió el evangelio. En aquesto se prueva en quál manera fue bien ordenado, que ese
su evangelio resplandece por grant verdat; mas la verdat es en tres maneras: de vida, e
de justicia e de enseñança. La verdat de la vida, ca egualamiento de la mano fasta la
lengua; la verdat de la justicia de egualamiento deseñajasic a la iglesia;1198 la verdat de la
enseñança es egualamiento de la cosa al entendimiento. E demuéstrase ese evangelio
por verdat en tres maneras: de vida, e de justicia e de enseñança. E demustra sant

1193
Prologus in Evangelia, in Lucam.
1194
Lucas (24, 13-14).
1195
LA (84): “Secundo”.
1196
Lucas (4, 32).
1197
Lucas (18, 19).
1198
LA (98): “veritas iustitie adequatio sententie ad causam”.

638
Luchas que Jhesu Christo ovo en sí esta verdat, e en tres maneras la demostró a los
otros: demuestra que Jhesu Christo ovo en sí esta verdat, por testimonio de los sus
contrarios, segunt que parece Luchas XXVIII: “Maestro, sabemos que derechamente
dizes, e enseñas e non [f. 229b] tomas aver: aquesta es vida de enseñança, la buena vida
es dicha carrera de Dios”.1199 Lo segundo demuestra que en este su evangelio que Jhesu
Christo ovo aquesta verdat en tres maneras, e la enseñó: lo primero, se contiene la
verdat de la vida en la guarda de los diez mandamientos, do dize X capítulos: “Amarás a
Dios, tu Señor, e c. Aquesto faz e bevirás”.1200 “E preguntole uno, diziendo: ¿Qué faré
para que aya vida perdurable?”.1201 E respondió: “Supiste los mandamientos, non
matarás e c.”.1202 Lo segundo, verdat de enseñança. Onde dizían a algunos que se
trastornava aquesta verdat de la enseñança, XI capítulos: “¡O, malditos fariseos que
desmades, e mandades desmar la ruda e las otras frutas; e traspasades el juizio e la
caridat de Dios! ¡Otrosí vós sabios malditos, que traedes la llave de la ciencia e c!”.1203
Lo tercero se demuestra la verdat de la justicia, do dize XXX capítulos: “Dad a César lo
que es suyo, e a Dios lo que es suyo”.1204 Otrosí dize, XIX capítulos: “Enpero, aquellos
mis enemigos que quisieron reinar sobre mí, traeldos e mataldos ante mí”.1205 Otrosí
XXX capítulos, do dirá a los malos: “Partitvos de mí los que obrastes malas obras”.1206
Lo segundo, el su evangelio es lleno de grant provecho. Onde aquel que escribió
fue físico a mostrar que os dava melezina, e es [f. 229c] en tres maneras: curativa,
preseverativa, [me]liorativasic. E aquesta melezina nos demuestra sant Luchas que nos
enbió celestial físico. La melezina curativa es que sana de la enfermedat; e aquesta es la
penitencia, que sana las enfermedades spirituales. E aquesta melezina nos dio el físico
celestial, segunt dize en el quarto capítulo: “Sanar los quebrantados de coraçón, predicar
a los cativos remisión, e c.”.1207 Otrosí, C capítulos: “Vine llamar los justos e c.”.1208 La
melezina meliorativa, la que acrecienta la sanidat, aquesta es guarda de consejos. Los
consejos fazen al omne ser mejor e más acabado. E aquesta melezina nos traxo aquél
físico, capítulo XIII, commo dize: “Vende todas las cosas que has, e dalo a los pobres e

1199
Lucas (20, 21).
1200
Lucas (10, 27-28).
1201
Lucas (18, 18).
1202
Lucas (18, 20).
1203
Lucas (11, 42-52).
1204
Lucas (20, 25).
1205
Lucas (19, 27).
1206
Lucas (13, 27).
1207
Lucas (4, 18-19).
1208
Lucas (5, 32).

639
c.”.1209 Melezina preseverativa es que guarda al omne de caer, e le faze esquivar la
ocasión del pecado e de las malas conpañías. Aquesta melezina nos truxo aquél físico
XII capítulos: “Parad mientes al Siervo de los fariseos e c.”.1210 Allí demuestra esquivar
la conpañía de los malos. O puede dezir que es lleno de grant provecho, ca en él se
contiene toda la vertud de la sabiduría. E de aquesto dize así:1211 “Sant Lucas demostró
las cosas naturales, en quanto guardó la encarnación de nuestro Señor Jhesu Christo,
certificado que era de Spíritu Santo. Onde dize David demostrando la sa[f. 229d]biduría
natnralsic: ‘Enbía el tu spíritu, e serán renovados e criados, e renovarás la faz de la
tierra’.1212 Otrosí enseñó las tinieblas santas en la Pasión de Jhesu Christo: que tremió la
tierra, e el sol perdió los rayos. E enseñó las cosas mortales, quando enseñó las buenas
costunbres con estas bien andanças. Enseñó las cosas razonables, commo dize: ‘Quien
es el fiel en lo poco, fiel es en lo mucho’.1213 Sin aquestas tres maneras de sabiduría non
puede ser la fe e la crehencia de la Trinidat. E aquesto es a lo razonable, e a lo natural e
a lo mortal”. Aquesto dize sant Anbrosio.
Lo tercero, el su Evangelio es honrado por mucha honra. E la su manera de
fablar mucho es honrada e fermosa; mas, porque algunos tengan honramiento e
fermosura en los sus dichos, tres cosas son de saber, segunt dize sant Agustín,1214
porque aquello que dixere que plega, que se demuestre en que se mueva: para que plega,
conviene fablar apuestamente; para que se demuestre, conviene fablar abiertamente;
para que mueva, conviene fablar con grant hervor. Aquestas tres maneras ovo sant
Luchas, en escriviendo e en predicando de las dos cosas primeras, II Corintios VIII

capítulos: “Misimussic enbiamos con él a Barnabás e a Luchas, la su alabança es en el


evangelio por la iglesias”.1215 En esto que di[f. 230a]ze “la su alabança e c.”, se
demuestra que fabló apuestamente. En aquesto que dize: “E fabló por todas las
iglesias”, se demuestra que fabló con hervor; demuéstrase en aquesto que dize que avía
coraçón ardiente, diziendo quando ivan a Hemaús: “El nuestro coraçón era ardiente e
c”.1216
Lo quarto. En el evangelio es acrecentado por abtoridat de muchas cosas;
ciertamente fue acrescentado por abtoridat, porque fue el primero ordenado del padre.
1209
Lucas (18, 22).
1210
Lucas (12,1).
1211
LA (134): “De hoc sic dicit Ambrosius:”.
1212
Salmos (103, 30).
1213
Lucas (16, 10).
1214
De doctrina christiana (4, 28).
1215
Biblia latina cum Glossa Ordinaria (II a los Corintios 8, 18).
1216
Lucas (24, 32).

640
Dize Jeremías, en el XXXI capítulos: “Ahe ya vienen los días, dize el Señor, e dará la mi
ley en las entrañas dellos e c.”,1217 a la letra fabla de la enseñança del evangelio. E lo II,
do dize el evangelio: “E el cielo e la tierra traspasarán”.1218 Lo III, escrito el Spíritu
Santo, onde dize sant Jerónimo en el su Prólogo sobre sant Luchas: “Demostrándolo al
Spíritu Santo que escrivió este evangelio en tierra de Caya”.1219 Lo quarto, fue ante
figurado de los ángeles. Ca fue figurado de aquel ángel del qual es dicho en el libro de
Apocalipsis, XIIII capítulos: “Vi el ángel de Dios bolando por medio el cielo que avía el
evangelio perdurable e c.”.1220 Aqueste Evangelio es perdurable de Dios. Lo quinto, fue
demostrado por los profetas. Ca Ezechiel, profecta, demostró este evangelio quando
dixo que una de las animalias avía cara de vezerro, por el qual evan[f. 230b]gelio de
sant Luchas es demostrado, segunt es dicho. Otrosí quando dixo Ezechías que viera un
libro que era escrito de dentro e de fuera, en el qual eran escritos los lloros, e los
cantares e los reptos. Ca por aqueste libro se entiende el evangelio de sant Luchas, el
qual es escrito por encubierto del muy fondo misterio; es escrito de fuera abrimiento de
la estoria, en el qual se contiene el lloro de la Pasión, e el cantar de la Resurreción, el
repto perdurable, donación do muchos reptos son puestos. Lo VI, fue manifesto a la
Virgen. Do la bienaventurada Virgen guardava en su coraçón todas estas cosas, e las
traía amadamente porque después las manifestase a los escritores. Onde es dicho que
todas las cosas que santa María oyó, e conosció ser dichas de Jhesu Christo, o fechas,
todas las guardava en la memoria, porque quando veniese el tienpo de predicar, o de
escrevir de la encarnación, que podiese declarar todos los fechos de Jhesu Christo a los
que los demandasen. Onde sant Bernardo:1221 “Así mandó, porque él anunció a la
Virgen María el concebimiento, dize Helizabet. Por eso el concebimiento de Elisabet
fue dicho a santa María, porque la venida del Salvador era cerca del precusor, e guardó
el tienpo e el ordenamiento de las cosas, porque después mejor pudiesen abrir, e
magnifestar la ver[f. 230c]dat del evangelio a los predicadores e a los escritores, la qual,
poco menos del comienço del mundo avía seído guarnecida de todos los ministros de
Dios”. Pues créese que los evangelistas muchas cosas le demandavan e ella los
certificava; especialmente se cree de sant Luchas, que así corrió a ella commo la arca
del testamento de Jhesu Christo; e della fue certificado en muchas cosas, e mayormente

1217
Jeremías (31, 31-33).
1218
Lucas (21, 33).
1219
Prologus in Evangelia, in Lucam.
1220
Apocalipsis (14, 6).
1221
Homiliae super Missus est (in laudibus Virginis Matris) (4, 6).

641
de aquellas cosas que a ella sola se afirman, así como de la Anunciación del ángel, e del
Nascimiento de Jhesu Christo, e de otras muchas cosas, de las quales sant Luchas
sólo.1222 Lo seteno, fue demostrado a los apóstoles, ca, commo sant Luchas non fue con
Jhesu Christo en los sus fechos, ni en los sus miraglos, por ende, escrivió el su
evangelio segunt que lo demostraron los apóstoles que fueron con él; e segunt se lo
recontaron; segunt lo él demuestra en un Prólogo, diziendo: “Así commo vos
demostraron aquellos que los vieron del comienço e fueron siervos del Siervo e c.”.1223
E segunt que él ovo acostunbrado a fazer dos testimonios: uno de las cosas vistas e otro
de las oídas; por ende, dize sant Agustín:1224 “Dos testimonios quiso aver de las cosas
vistas: Matheo e Juhan; e otros dos de las cosas oídas: Marcos e Luchas”. E porque el
testimonio que es por vista es más firme que el que [f. 230d] es por oídas, por ende,
segunt dize sant Agustín: “Dos evangelios, que son principales de las cosas vistas, son
puestos postrimeros; e los otros dos son de las cosas oídas, son puestos medianeros, que
non son tan ciertos, son confirmados e verdaderos por primeros e postrimeros, e ellos
puestos entre medias”. Lo octavo, fue sant Luchas maravillosamente alabado de sant
Pablo. Ca, quando sant Pablo pedricava, sienpre traía el evangelio de sant Luchas a
confirmar los dichos que dizía. Oudesic dize sant Jherónimo en el Libro de los Nobles
Varones:1225 “Algunos piensan que quántas vezes sant Pablo en las Epístolas dizía
segunt el evangelio de sant Luchas”. E alabava maravillosamente el evangelio de sant
Luchas, en que escrivió dél II Corintio, VIII capítulos: “La alabança de sant Luchas es
por todas las iglesias”.1226

[CXXVI]
Título CXXIIII. De las honze mill vírgenes

La pasión de las onze mill vírgines fue en esta manera celebrada.


En Bretana ovo un rey muy buen christiano, que dixeron Voto o Mauro, que
engendró una fija, que dixeron Úrsula, e avía en sí maravillosas e buenas costunbres, e
era muy fermosa e sabidora, en manera que la su fama bola[f. 231a]va por todo el
mundo. E el rey de Inglaterra, siendo muy poderoso, e aviendo muchas gentes so su

1222
LA (179): “et huiusmodi de quibus solus Lucas agit”.
1223
Lucas (1, 2).
1224
In Iohannis evangelium tractatus (36, 10).
1225
(VII).
1226
II a los Corintios (8, 18).

642
poderío e señorío, oyendo la fama desta virgen, teníase por mucho bienandante si la
podiese aver por muger para su fijo; e otrosí el infante deseávalo mucho. Por ende,
enbió sus mensajeros a su padre desta virgen, prometiéndola muchas cosas e
falagándola; e sobre todo esto, amenazándoles, si tornasen sin respuesta. E oyéndolo el
rey, ovo grant pesar: lo uno, porque le semejava grant sinrazón, que la fija que era
christiana, que la diesen al servicio de los ídolos; lo ál, porque sabía él muy bien que
non quería ella consentir en casamiento, e porque avía miedo al rey. Ella, por gracia de
Spíritu Santo, dixo al padre que se lo otorgase el rey con esta condición, que el rey, con
su padre, le diesen diez vírgenes muy escogidas, con que oviese solaz; e que diesen a
ella, e a cada una dellas, otras mill vírgines; e adereçadas las naos, dixeron que les
diesen treguas e espacio de tres años, en que pudiesen ofrecer a Dios su virginidad, e
que se bateasen; e al infante, en estos tres años, que le mostrasen la fe. E ella usada
deste consejo tan sabio porque le pudiesen tirar el coraçón desto que demandava, por
razón de la demanda que era muy grave; o porque, aviendo tan grant tienpo, ofreciese [f.
231b] consigo a Dios estas vírgines.
E el infante recibió de grado esta condición. E rogó muy afincadamente al padre,
e a la sazón fue bateado. E mandó conplir quantas cosas la virgen le demandara. E el
padre della hordenó que su fija, que amava mucho, que oviese los omnes en su conpañía
que ella e él avían menester para la hueste. E por ende, venían las vírgines de todos los
lugares. E los omnes venían de todas las partes del mundo a ver esta maravilla. Ca
muchos obispos venían a ellas e fuéronse con ellas; entre los quales fue Pantulo, obispo
de Basilia, que fue con ellas fasta Roma. E dende, tornose con ellas, e rescibió martirio
por amor de Jhesu Christo.
E santa Gerafina, reina de Cecilia, que fizo a su marido que era muy cruel
commo lobo, cordero, hermana del obispo Marsio; mostrándole el padre de Úrsula este
secreto por sus cartas, e ella poniéndoselo Dios en coraçón, navegó fasta Bretaña. E en
Inglaterra con estas sus fijas, Bavila, Juliana, Vitorea, Áurea e con un fijo pequeño, que
le dizían Adriano, que fizo esta romería por razón de sus hermanas. E por su amor dellas
dexó el reino a un fijo, e navegó fasta en Bretaña. E en Inglaterra, e por su consejo desta
reina, aconpañavan de muchos reeinossic a estas vírgines. E siendo su cab[231c]dillo
dellas sienpre, en cabo tomó muerte por amor de Jhesu Christo con ellas. E segunt que
lo avía ordenado, las naos e las viandas aparejadas, la reina descubrió su poridat a las
vírgines e a sus cavalleros. E fízoles fazer omenaje de nuevo, e enpeçaron a fazer
commo torneo: e agora corrían, e agora bofordavan, e a las vegadas guerreavan e a las

643
vezes fazían infinta que fuían. E usando así en todas las maneras del trebejar, non
dexavan ninguna cosa de lo que les su coraçón dizía, e tornávanse alguna vez a medio
día e alguna vegada a la tarde. E todos los mayores e ricos omes de la tierra venían a ver
esta maravilla. E todos se maravillavan e avían ende gozo.
En cabo, después que Úrsula convertió todas las vírgines a la fe, en un día
aviendo muy buen viento, vinieron al puerto de Francia, que es dicho Tielo. E dende
vinieron a Colonia, e allí aparesció el ángel de Dios a santa Úrsula, e dixo que todas se
avían de tornar allí e avían de recebir coronas de martirio. E mandóselo el ángel, e
tornáronse a Roma, e tomaron el puerto de la cibdad de Basilia. E dexadas las naos,
vinieron todas a Roma de pie. El papa Cirias, oyendo que venían, fue muy gozoso
porque fuera nacido en Bretasic. E aviendo entre ellas muchas [f. 231d] parientes,
recibiolas él con toda la clerecía e con grant onra. En esa misma noche fue demostrado
al papa, de parte de Dios, que avía de ser martirizado con ellas. E temiendo él esto,
encubierto, bateó muchas dellas que non eran aún bateadas. E viniendo tienpo
convenible, que después de sant Pedro fuera el XIX papa de Roma, un año e XI semanas,
e estando todos delante, mostroles su talante, e ante todos renunció la dinidat; mas
dando bozes, e mayormente los cardenales cuidavan que se enloquecía, porque dexando
la gloria del papadatgo, quería ir en pos de unas mancebillas locas. Él non lo queriendo
otorgar, nin aviendo en sí folgura, fizo papa en su lugar a un omne santo, que dizían
Ametus. E porque dexó el papadatgo, pesando a toda la clerezía, rayeron el su nonbre
que non fuese entre los nonbres de papas. E de allí adelante, perdió aquella conpaña de
la vírgines, e la gracia que avía en la corte de Roma.
E dos falsos príncipes de la cavallería de Roma, al uno dizían Máximo, e al otro
dizían Africano, viendo la grant conpañía de la vírgines, e que muchos e muchas se ivan
en pos dellas, ovieron miedo, porque por ellas era acrescentada mucho la fe de los
christianos. E escudriñando entre sí, e aviendo grant cuidado, enbiaron mensajeros a
Julio, su corma[f. 232a]no, príncipe de las gentes de los Umanos,1227 que fiziesen contra
ellas grant hueste, porque eran christianos. E quando viniesen a Boloña, que las
matasen todas.
E sant Ciriaco salió de Roma con aquella grant conpaña de las vírgines, e fuese
con él Jacobo, que era cardenal, e Vicente, que era de su tierra, e fuera en Antiocha
arçobispo siete años. E visitando en aquel tienpo al papa, ya siendo fuera de la cibdad, e

1227
LA (27): “Hunnorum”. Ms. h-I-14: “de los romanos” (f. CCLXXXVIb).

644
oyendo dezir que venían las vírgines, tornose muy aína, e fízose su conpañero de la
carrera e de la pasión. E Mauricio, obispo de la cibdat de Levitania, tío de Babila e de
Juliano, e aun Folario, obispo de Lucha, e Suplicio, obispo de Revena, que vinieran
entonce a Roma, fuéronse con estas vírgines. E Echarsio, esposo de Úrsula, fincando en
Bretaña, amonestándole el ángel de Dios que dixese a su madre que se tornase
christiana, ca su padre el primer año que fizo christiano murió, e este Echarcio, su fijo,
fue rey después dél.
E tornándose estas vírgines de Roma con los obispos, mandó nuestro Señor a
Echarcio que se levantase luego, e que se fuese para su esposa, e que se viniese con ella
a Bolonia, e que rescibiese ý martirio con ella. E él siendo obediente al mandamiento
del Señor, fizo baptizar a su madre. E aconpañándose a estas vírgines, e saliéndolas a
recebir [f. 232b] con su madre e con una hermana pequeña, que dizían Florentina, que
era christiana; e con ellas, el obispo Clemente, para rescebir martirio con ellas; e
Marculo, obispo de Grecia; e su sobrina Constancia, fija de Doroteo, rey de
Constantinopla, que fue desposada con un fijo de un rey que murió ante que fiziesen las
bodas, e ella prometió a Dios que guardaría su virginidad. E amonestoles Dios en
visión, e vinieron a Roma, e juntáronse a estas vírgines para rescebir martirio con ellas.
E todas las vírgines, con estos obispos, tornáronse a Colonia. E falláronla
quemada de los Humanos. E viéndolo los gentiles, fuéronse contra ellos, dándoles
grandes golpes; e bien como lobos crueles contra las ovejas, matáronlas todas. E todas
las otras degolladas, vinieron a santa Úrsula. E viendo el príncipe dellos la su
fermosura, maravillose mucho. E consolándola sobre la muerte de la vírgines,
prometiola que la tomaría por muger; mas ella menospreciole mucho. E viendose él
menospreciado, tiró una saeta, e matola e así fue mártir por amor de Jhesu Christo.
Una virgen, que dizían Cordulla, aviendo miedo, escondiose aquella noche en
una nave; mas otro día, ofreciose de grado a la muerte, e rescibió corona de martirio;
mas non la faziendo fiesta, porque non mu[f. 232c]riera con las otras. Ella, después a
grant tienpo, apareció a una enparedada. E mandó que otro día de la fiesta de las
vírgines, que fiziesen la suya. E sufrieron muerte e pasión en el año de la encarnación de
CCXXXVIII años. Mas la razón no tiene que en tal tienpo fuesen estas cosas fechas. Ca
Sicilia, nin Costantinopla, non eran entonce reinos quando esto fue fecho, quando los
reinos se juntavan a las vírgines. Enpero, más verdaderamente se cree que fue grant

645
tienpo después de Costantino, el enperador, en el año CCCCLII años, segunt que se lee en
una Corónica.1228
Un abad ganó de una abadesa de Boloña, del monesterio destas vírgines, un
cuerpo de una dellas, prometiendo que le faría una arca de plata en que la pusiese en su
iglesia; mas dexándola sobre el altar, en una caxa de madera por un año entero, una
noche, mientra que el abat cantava maitines con su convento, aquella virgen decendió
en cuerpo e en ánima al altar, e inclinose con grant devoción por medio del coro,
viéndolo todos, e maravillándose dello, fuese dende. El abat, corriendo al altar, falló la
caxa vazía. E fuese muy aprisa a Boloña, e dixo a la abadesa lo que le acaesciera. E
yendo para el lugar donde tomaran el cuerpo, fallaronlo aí, e el abad demandó perdón
desto. E demandó ese [f. 232d] mismo cuerpo o otro, prometiendo por cierto que le
faría muy preciosa arca; mas nunca lo pudo ganar.
Un relisioso, aviendo grant devoción en estas vírgines, un día, siendo muy
enfermo, vio una virgen muy fermosa que le aparesció, e demandole si la conocía. E
maravillándose él mucho desta visión, dixo que nunca la conosciera. E dixo ella: “Yo
soy una de las vírgines a quien tu as grant devoción. E porque recibas ende merced, si
por nuestro amor o por nuestra honra dixeres el Pater Noster onze mill vezes, avrás
nuestro solaz e nuestro defendimiento en la ora de la muerte”. E desaparesció ella. E él
cnnpliolosic lo más aína que pudo. E luego llamaron al abat, e físose olear,1229 e
oleándole, dixo que diesen lugar a las vírgines santas. E preguntole él abad qué era esto.
E él contando toda la promesa de la virgen, partiose ende él, e muriose e fuese a Paraíso.

[CXXVII]
Título CXXV. De sant Simón e Judas. Disposición de Simón

Simón es dicho obediente, poniente tristeza. Aquéste ovo doblado el nonbre. Ca es


dicho Simón Zelotes e Simón Cananeo. E es dicho este nonbre, Cananeo, de aquel
barrio de Galilea, que dizían Cana, en el qual nuestro Señor tornó [f. 233a] del agua
vino. Esto quiere dezir Cananeo, que de Zelotes, ca Cana quiere dezir Zelus. Ca ovo
obediencia, por seguimiento de los mandamientos; ovo tristeza, por conpasión de los
atormentados; ovo amor de todas las ánimas, por hervor muy firme.

1228
Speculum Historiale (XX, 39), de Vicente de Beauvais.
1229
Olear: Signar con óleo sagrado a una persona, para denotar el carácter de su dignidad.

646
Disposición de Judas

Judas quiere dezir tanto commo confesante o glorioso. Aqueste ovo muchos nonbres.
Judas es dicho Judas Jacobus, que es dicho hermano de Santiago, ca fue hermano de
Santiago, el menor. Lo segundo, es dicho Tadeo, tanto commo tomante príncipe; o
Tadeo es dicho a tarea, que quiere dezir vestidura real, ca él fue vestidura real de Dios
por onramiento de virtudes, por lo qual toma el príncipe; o Tadeo quiere dezir tanto
commo gracia de Dios, por enarramiento.1230 Lo tercero es dicho en la Estoria
Eclesiástica1231 que Lebeus es dicho tanto commo coraçón o pequeño coraçón, que es
dicho onramiento de coraçón. Fue Lebeus, por grandezía1232 de coraçón; fue pequeño
coraçón, por muy grant linpieza; fue dicho Lebeus, por fermosura de gracias. Ca
meresció ser así commo olla o vaso de guazía.1233
E Abdías escrivió le leitura e la pasión de aquestos en abraico. E fue obispo de
Babilonia, [f. 233b] e ordenáronle estos apóstoles e fizieronle obispo dende. E Trópulo,
dicípulo de Abdías, lo trasladó en griego; e Africano lo trasladó en latín.

Estoria de sant Simón e Judas apóstoles

El apóstol sant Simón el Cananeo, e Judas, que fue dicho Tadeo, hermanos de Santiago
el Menor, e fijos de María Cleofe, que fue casada con el Alfeo. Judas fue enbiado de
sancto Tomé a Abargo, rey de Edisia, después que Jhesu Christo subió a los cielos. Ca
fallamos en escrito que este Abargo enbió un carta a Jhesu Christo, en esta manera:
“Yo, el rey Abargo, fijo de Elcavia, a ti Jhesu Christo el Salvador que apareciste en
Jherusalem, salud. Oí dezir de ti e de las tus santidades que fazes. E que estas cosas
fazes por ti sin melezinas e sin yervas; e porque por la tu palabra fazes a ciegos ver, e a
los coxos andar, e a los gafos alinpiar, e a los muertos resucitar. E oyendo todas estas
cosas, pensé en mi coraçón de ti de dos cosas: ser la una, o que Tú eres Dios que
descendiste del cielo para fazer esto; o que Tú eres Fijo de Dios que fazes esto. E por
ende, enbíote rogar que quieras tomar este trabajo de venir fasta aquí, e sanarme as
desta enfermedat [f. 233c] que he atán grant tienpo. Ca fallé por cierto que pesa a los
dioses contigo, e profaçan de ti e ándante acechando; e por ende, vente para mí, que yo

1230
LA (13): “adoptionem”.
1231
Historia ecclesiastica (II, 11), de Orderico Vital.
1232
LA (15): “magnanimitatem”.
1233
LA (15): “quia quasi olla et vas virtutum et gratie esse promeravit”.

647
he una cibdad pequeña, e muy buena e onesta, que nos cunplirá a amos y dos para lo
que oviéremos menester”. Nuestro Señor Jhesu Christo respondió en esta manera:
“Bienandante eres, que tú creíste en mí, maguer que non me viste. Que la escritura dize
de mí, que aquellos que non me vieren, e creyeren en mí, serán bienandantes. E de lo
que me ruegas que me vaya para ti, conviéneme de conplir todas estas cosas, que por
eso fui enbiado. E después rescibirme ha aquel que me enbió. E quando subiere al cielo,
enbiaré uno de mis discípulos que te sane e te dé vida de salud”.
E oyendo Abargo que non podía aver a Jhesu Christo, enbió allá un pintor que
pintase la su imajen, pues que non podía ver la su faz; mas, viniendo a él este pintor,
non podía ver la su cara claramente, por la claridat que salía della, nin le podía pintar,
así commo le fuera mandado. E viéndolo nuestro Señor, tomó la vestidura de lino deste
pintor, e púsola sobre la su faz, e puso aí la su imagen, e enbiola al rey Abargo, que la
deseava. E la imagen de Dios, segunt dize sant Juhan de Amaceno,1234 fue en esta
manera: “Ovo las sobrecejas muy enfiestas, e [f. 233d] la cara muy luenga, e los ojos
grandes. E fue muy manso en todos sus fechos e costunbres”.
E dizen que tan grant virtud ovo en la car[t]a1235 que enbió Jhesu Christo a
[A]bargo, que en la cibdat de Edisia nunca podía ý venir ningunt príncipe cruel que les
pudiese enpecer. Ca si en algunt tienpo venían algunos enemigos armados contra ellos,
estando un moço sobre la puerta de la cibdat, leía aquella carta, e luego los enemigos, o
fuían espantados, o fazían con ellos paz. E esto fue conplido algunt tienpo; mas después
que los moros entraron aquella cibdat, por muchos males que se aí fazían, e por muchos
malos pecados, perdieron este beneficio.
E después que Jhesu Christo subió a los cielos, Tomás el apóstol enbió a Tadeo,
que fue dicho Judas, a Abagaro rey, que se lo prometiera Jhesu Cristo. E después que
vino a él, díxole que era dicípulo de Jhesu Christo, e que le enbiara a él así commo se lo
prometiera. E vio Abagaro en la cara de Tadeo una claridat muy maravillosa. E viéndola
espantose, e adoró a nuestro Señor Jhesu Christo, diziendo:
– Verdaderamente eres tú dicípulo de Jhesu Christo, Fijo de Dios, que me
dixera: “Yo te enbiaré alguno de mis discípulos que te sane e te dé vida de salut”.
Díxole Tadeo:
– Si creyeres en el Fijo de Dios, avrás los deseos de su coraçón.
Díxole Abagaro:

1234
De fide ortodoxa – versio latina Burgundii et Cerbani. (IV, 16).
1235
LA (36): “epistola”.

648
– [f. 234a] Creo verdaderamente. E muy de grado mataría los judíos que le
crucificaron si pudiese, e el poderío de los romanos non me enbargase.
E siendo este Abagaro gafo, Tadeo tomó la carta de Jhesu Christo, e trúxola por
la su cara, e luego fue guarido e sanó enteramente.
E Judas pedricó primeramente en Mesopotania e en Ponto; e sant Simón en
Egibto. E dende, viniéronse amos a dos a Persia, e fallaron aí dos encantadores que los
dizían Zaroen e Arfaxad, que echara sant Matheo de Etiopía. Entonce Varadat, el duque
del rey de Babilonia, iva a lidiar contra los indios; enpero non pudo aver respuesta de
los sus dioses, e fuese para la otra cibdad que estava aí cerca. E aí oyó que, porque los
apóstoles vinieran aí, los sus dioses non le podían responder. Entonce el duque fízolos
buscar. E fablándolos, demandoles quién eran e por qué razón vinieran. Ellos
respondieron:
– Si demandas la gente de cuyo linaje somos, sepas que somos judíos; si
demandas el estado e la vida, sepas que somos siervos de Jhesu Christo; si demandas
por qué razón venimos, buscar la vuestra salud.
Díxoles el duque:
– Quando me tornare con bienandança, oírvos he
Respondieron los apóstoles:
– Más te conviene agora conocer aquel que te puede ayudar para vencer, o por
cierto [f. 234b] que falles los tus enemigos amansados.
Díxoles el duque:
– Veovos más poderosos que los nuestros dioses; por ende, vos ruego que me
digades la fin de la lid.
E dixeron los apóstoles:
– Por tal que veades que los vuestros dioses son mentirosos, mándales que te
respondan otra vez a lo que demandas. E diziendo lo que non saben, provarlo hemos en
todas cosas que son mentirosas.
Entonce los diablos dixeron que avía de aver grant lid. E que morirían allí
muchos, de amas las partes. Entonce los apóstoles començaron de reír. Díxoles el
duque:
– ¿Yo he grant miedo e vosotros reís?
Dixeron los apóstoles:
– Non ayas miedo, ca connusco entró la paz. E mañana, a ora de tercia, vernán
los sus mensajeros, e ponerse an so el tu poderío en paz.

649
Entonce los obispos de los ídolos començaron de reír muy altamente, e dixeron
al duque:
– Por esto te quieren fazer seguro, que demientra que non estuvieres
apercediddosic te prendan tus enemigos.
Dixeron los apóstoles:
– Non, e diximos que asperases un mes más un día. E mañana avrás vengança de
tus enemigos y paz.
Entonce mandó guardar el duque los unos e los otros. E aquellos que él fallase
verdaderos, que los onraría; e los mentirosos, que los atormentaría por su pecado. E
acaesciendo otro día así commo los apóstoles [f. 234c] dixeron, el duque quería quemar
otro día a los obispos de los ídolos. E defendieron los apóstoles que lo non fiziese, ca
ellos no eran enbiados para matar los bivos, mas para resucitar los muertos. Entonce
maravillándose mucho el duque, porque non los dexavan matar, e porque non querían
tomar de sus bienes ninguna cosa, levolos delante del rey. E dixo al1236 rey:
– Éstos son los dioses que están ascondidos so semejança de omnes.
E contole el duque quanto le acaesciera. E estando los encantadores delante,
ovieron enbidia dende, e dixeron:
– Éstos son los malos omnes, e piensan cosas sotiles por destruir el reino.
Díxoles el duque:
– ¿Osaredes disputar con ellos?
Dixeron los encantadores:
– Si ý quieres ver que non osan fablar ante nos, manda que vengan aquí omnes
muy razonados, e si osaren fablar ante nós, entiende que no sabemos nada.
E aduziéndolos ante ellos, luego fueron mudos, que aun con señas non podían
fablar.
E dixeron los apóstoles al rey:
– Por que sepas que nós somos siervos de Dios, soltámoslos que fablen; enpero
que non puedan andar, e otrosí les mandaremos andar; e fazerles hemos que tengan los
ojos abiertos, e que non puedan ver.1237

1236
En el incunable: “díxoles el”. LA (72): “eos ad regem duxit dicens:”. Ms. h-I-14: “E trúxulos al rey,
diciendo” (f. CCLXXXVIIId).
1237
LA (79-80): “Dixeruntque magi ad regem: Ut scias nos deos esse, permittemus eos loqui, sed
ambulare non posse; iterumque reddemus eis gressum, sed faciemus eos apertis oculis nihil videre”. Ms.
h-I-14: “E dixieron los encantadores al rey: Otrosí los mandamos andar, e tengan los ojos abiertos, e non
puedan ver (ff. CCLXXXVIIId-CCLXXXIXa)”.

650
E faziendo todas estas cosas, así el duque traxo a los abogados, ansí malamente
confondidos, a los apóstoles. E viéndo[f. 234d]los a las vegadas vestidos de preñezuelos
viles, despreciáronlos en su coraçón. Respondioles sant Simón, e díxoles:
– Muchas vegadas acaesce que dentro en las arcas doradas e llenas de aljofares,
están encerradas algunas cosas viles. E dentro, en las arcas viles, está encerrado oro, e
plata e piedras preciosas. Por ende, quien quiere mantener alguna cosa, no deve parar
mientes a lo que es de fuera. Prometed vós que vos quitaréis de los ídolos, e que
adoraréis a Dios verdadero, e nós fazervos hemos la señal de la cruz en las fruentes, e
entonces podriedes vencer a los encantadores.
E faziendo esto, tornose al rey. E los encantadores, estando delante, e ellos non
podiendo vencer a estos abogados, mas sienpre profaçando, ensañáronse los
encantadores, e fizieron venir muchas sirpientes. E luego mandándolo el rey, vinieron
los apóstoles, e fincheron sus mantos de las sirpientes, e echáronlas a los encantadores,
diziendo:
– En el nonbre de Dios non moriredes; mas mordervos han las sirpientes, e
lidiaréis1238 commo bueys, por el gran dolor que avredes.
E comiendo aquellas sirpientes sus carnes, ellos aullavan commo lobos. El rey e
todos los otros rogavan a los apóstoles que soltasen las sirpientes, e que las matasen.1239
Respondieron los [f. 235a] apóstoles:
– A nós enbió nuestro Señor que los fiziésemos bevir e non morir.
E fecha su oración, mandaron a las serpientes que chupasen todo el venino
dellos, e dende, que se fuesen a sus lugares. E los encantadores sufrieron mayor pena
quando las sirpientes sacavan el venino que quando les comían las carnes. E dixeron los
apóstoles:
– Tres días sentiredes este dolor, e al tercero día, seréis sanos, por tal que vos
partades de vuestra maldat.
Estando tres días con grant dolor, ni comiendo, ni beviendo, ni durmiendo,
vinieron los apóstoles a ellos, e dixéronles:
– Non quiere Dios que ninguno le sirva por fuerça. Por ende, levantadvos sanos,
e idvos francos e libres por do quisiéredes.
E fuyeron ante ellos. E movieron poco menos toda Babilonia contra ellos.

1238
LA (89): “mugitum”. Ms. h-I-14: “gemeredes” (f. CCLXXXIXb).
1239
LA (90): “ut eos a serpentibus occidi permitterent”. Ms. h-I-14: “que soltasen las serpientes e que las
matasen” (f. CCLXXXIXb).

651
E después desto, una fija de un rico omne, que fiziera fornicio e concibiera,
estando de parto, enfamó un diáchono santo que él la corronpiera, e que dél concibiera.
E los parientes desta donzella, quiriendo matar al diáchono, vinieron los apóstoles, e
demandaron:
– ¿Quándo naciera el niño?
E respondiéronles que:
– Oy, a ora de prima.
Dixeron los apóstoles:
– Traed acá el infante e el diáchono que acusades.
E faziéndolo así, dixeron los apóstoles al infante:
– Infante, di en el nonbre de Dios, nuestro Señor, este diá[f. 235b]chono si fizo
este mal.
Dixo el infante:
– Este diáchono es sancto e nunca ensuzió su carne.
E afincando su padre e su madre quién fiziera este mal, dixeron los apóstoles:
– Conviene a nós de salvar a los que son sin culpa, no conviene a nós de
confonder a los que son culpados.
En aquel tienpo conteció que dos bestias, que llamavan onças, muy crueles,
estando encerradas en sus jaulas, escapáronse e comían quantos fallavan. Entonce
vinieron a ellas los apóstoles, e en el nonbre de Dios, fiziéronlas mansas, bien commo
ovejas.
E quiriéndose los apóstoles partir, dende rogáronlos, e fincaron aí un año e tres
meses. E en este comedio fueron bateados más de sesenta mill omnes, con el rey e con
los príncipes, sin las mugeres e moços chicos.
Los dichos encantadores fuéronse para una cibdat que dizían Sanais, do avía
setenta obispos de los ídolos, enridándolos contra los apóstoles, que quando fuesen,
que los fiziesen sacrificar o que los matasen de todo en todo. E cercando esta provincia,
vinieron los apóstoles a esta cibdad. E ahevos los dichos obispos con todo el pueblo,
prendiéronlos e leváronlos al tenplo del sol. E los diablos començaron a llamar por las
bocas de los ídolos, diziendo:
– Apóstoles de Dios verdadero, ¿qué avedes connusco, ca después que aquí [f.
235c] entrastes todos ardemos?
Entonce el ángel de Dios aparesció a los apóstoles, diziendo:

652
– De dos cosas escojed: la una, o que destruyamos estos encantadores; o que
seáis vosotros mártires.
E mandandoles los apóstoles que callasen, dixeron:
– Por que veades que estos ídolos son llenos de diablos, evad que les mandamos
que salgan, e cada uno dellos quebrante su ídolo.
E luego salieron dos negros commo moros e desnudos. E maravillándose mucho
todos, partiéronse dende, con grandes alaridos e bozes.
E viniendo los obispos, arremetiéronse a los apóstoles, e despedaçáronlos todos.
E faziendo aquella ora muy grant esclarecimiento, vinieron rayos del cielo, e partieron
todo el tenplo en tres partes, e quemaron aquellos encantadores e tornáronse carvones.
E el rey traslaudó los sus cuerpos a la cibdat, e fizo aí muy grant iglesia e muy fermosa,
a onra dellos.1240
De sant Ximón fállase que fue crucificado, lo qual prueva sant Isidro, en el
Libro de los Apóstoles;1241 e sant Eusebio, en la Estoria Eclesiástica;1242 e maestre
Beda, en los Fechos de los Apóstoles;1243 e maestre Juan de Beleh, en las sus Sumas.1244
E commo ellos dizen: él pedricósic en Egipto, e después vino en Jherusalem. E después
de la muerte de Santiago el Menor, los apóstoles, todos de un coraçón, feziéronle obispo
de Jherusalem.
E cu[f. 235d]éntase que, ante de la su muerte, resucitó treinta muertos. Onde se
dize dél: “Treinta muertos, e somorgujados en las ondas, tornó en la vida humanal”. E
corrigiendo por muchos años la iglesia de Jherusalem, avía ya ciento e veinte años en el
tienpo de Trejano, el enperador; siendo Actito adelantado de Jherusalem, prendió a
Simón, e atormentole por muchas sinrazones, e a postre mandole poner en la cruz. E
ansí que todos los que aí estavan maravillávanse, porque aquel viejo de CXX años
mandó el juez poner al tormento de la forca.
E algunos dizen, segunt es verdat, que este Ximón no es fijo de Cleofe, lo qual
dize Eusebio de Cesarea en la su Corónica; esto mismo dize sant Isidro. E Eusebio, en
lo primero que avía dicho, corregiéronle después en las sus corónicas, lo qual se
muestra por maestre Beda, por costitución aver sentido esto en los sus tratamientos.

1240
Con este párrafo termina la versión del ms. h-I-14.
1241
De ortu et obitu patrum (80).
1242
Historia ecclesiastica (III, 11).
1243
Expositio in Act. Apostolorum (1, 13).
1244
Summa de ecclesiasticis officiis (157a).

653
[CXXVIII]
Título CXXVI. De santo Eustachio

Sant Eustachio fue llamado primeramente Plaiçdosic. E este era maestre de la cavallería
de Trejano, el enperador. E sienpre fazía obras de misericordia, enpero que adorava los
ídolos. E avía una muger de las mismas costunbres. [f. 236a] E ovieron dos fijos que los
fezieron criar así commo como a ellos convenía. E porque fazía obra de misericordia,
mereció ser alunbrado en las carreras de piedad e de verdad.
E un día, andando a caça, falló una grey de ciervos, entre los quales vio uno
mayor e más fermoso que todos los otros. E partiéndose de la conpaña de los otros,
saltó en una isla muy grande, e los otros cavalleros yendo en pos de los otros ciervos,
Plácido enpeçó a ir en pos déste quanto podía, e esforçávase para prenderlo. E
siguiéndole con toda su fuerça, el ciervo subió encima de una peña, e allegándose
Plácido, pensava e robolvía en su coraçón cómmo le podía prender. E parando mientes
al cielo, vio entre sus cuernos una forma de cruz, más clara que el sol, e en ella, la
imagen de Jhesu Christo. E fablole por la boca del ciervo, así commo fablara otro tienpo
por la boca del asna, diziendo:
– ¿O, Plácido, por qué me sigues? Yo por amor de ti aparecite en esta bestia. Yo
soy Jhesu Christo, a quien tú onras non me conosciendo. E las tus limosnas subieron
ante mí, e por eso vine acá: que tu caças este ciervo, caçase yo a ti.
E oyendo esto Plácido, cayó del cavallo muy espantado en tierra. E a cabo de
una ora, tornose en su estado. E levantose de tierra e cató, e dixo:
– ¡Tú que fablas, [f. 236b] descúbreme, e así creeré en ti!
E díxole:
– O, Plácido, yo só Jhesu Christo, que crie el cielo e la tierra, e fiz la luz nacer e
partirla de las tinieblas, e establecí los días e los años, e fize al omne del limo de la
tierra, e aparescí en la tierra en carne por salvar los omnes, e fui crucificado, e enterrado
e resucitado al tercero día.
E Plácido, oyendo esto, cayó en tierra otra vegada, e dixo:
– Señor, creo que tú feziste todas las cosas e conviertes los errados.
[...]1245
Díxole nuestro Señor:

1245
Falta el segmento textual (LA: 20-42), el cual está presente en el ms. h-I-14 (ff. CCXCd-CCXCIa).

654
– Está firme en la mi gracia, que guardará vuestras almas.
E así el Señor desapareció.
Eustachio tornose a su casa, e díxolo a su muger. E a cabo de poco tienpo,
murieron todos los vasallos, e todas las conpañas. E dende, a pocos días, murieron1246
los cavalleros adesora, e todas las bestias e ganados.1247 E un día omnes malos vinieron
a su casa, e viéndola perdida, de noche robáronle todo quanto fallaron. E despojaron a
su casa de oro, e de plata e de todas las otras cosas que avía. Él, e su muger e fijos,
dando gracias a Dios, fuyó desnudo. E aviendo por ende vergüença, ívase a Egibto. E
quanto en el mundo avía, todo fuera echado a mal; todo por el mal del robo de los
malos.
El rey e todos los senadores dolíanse mucho del maestre de la cavallería tan
noble. E non le podían fallar en nin[f. 236c]gut lugar.
E yéndose, llegaron a la mar. E fallando una nao, començaron a navegar sobre
ella. E viendo el señor de la nave que la muger de Eustachio era tan fermosa, deseávalo
mucho aver. E después que vinieron al puerto, demandavan el precio del navío, e non
aviendo de qué se lo diesen, mandó el maestre tomar la muger por el precio, quiriéndola
aver consigo. E oyéndolo Eustachio, non lo quería consentir en ninguna manera. E
porfiando grant tienpo sobre esto, el maestre fazía del ojo a los suyos que le echasen en
la mar, e así podría aver a su muger. E sabiendo Eustachio lo que le querían fazer,
dexoles la muger con grant tristeza, e tomó sus fijos, e iva gemiendo e diziendo: “¡Ay
por mí e por vós, que vuestra madre es dada a marido estraño!”.
E viniendo a un río, porque el agua venía muy grande, non osó pasar con amos
fijos; mas dexó el uno cerca de la ribera del río, e pasó el otro allende. E puesto el niño
en tierra, pasava por el otro aprisa. E estando en medio del río, ahevos un lobo muy
apresurado, vino e arrebató el niño, e fuyó a los montes. E desanparado éste, ívase por el
otro aprisa, e ahevos un león aquende e arrebató el otro fijo, e fuese con él. Onde, non
podiendo ir en pos dél, estando en medio del río, començó de llorar, e de mesarse, e
que[f. 236d]ríase afogar en el agua, sinon que le guardó nuestro Señor.
E viendo los pastores que el león levava al niño, seguiéronle con los perros. E
ordenándolo Dios, el león echó al niño e fuese. E unos labradores, dando bozes en pos

1246
En el incunable: “umrieron”.
1247
LA (46): “deinde post aliquod tempus omnes equi et omnia eius pecora subito interierunt”. Ms. h-I-14:
“e acabo de tienpo murieron todos sus cavalleros e sus bestias. E acabo de tienpo murieron todas sus
conpañas e todos sus vasallos e todos sus ganados” (f. CCXCIb).

655
del lobo, sacáronselo de la boca al otro niño, sano e guarido. E los pastores e los
labradores moravan todos en un barrio, e criavan estos niños consigo.
Mas Eustachio no sabe nada desto, e ívase triste llorando, e diziendo: “¡Ay,
mesquino, yo que solía aver muchos cavalleros enderredor de mí, e agora finco solo e
desanparado! ¡E aun non fincaron comigo mis fijos! ¡Señor, acuérdate, e acuérdome,
que me dixiste que me convenía sofrir por muchas tentaciones commo Job; mas enpero
más me fazes! ¡Ca enpero que él perdió quanto en el mundo avía, ovo estiércol sobre
que pudo ser; mas a mí, mesquino, non me fincó ninguna cosa destas! ¡Que él ovo
amigos que se apiadavan dél, yo ove a las bestias por enemigos, que me comieron mis
fijos! ¡A él fincó su muger, que le consolava, a mí tomaron la mía! ¡Señor, da alguna
folgura a mis tribulaciones, e guárdame que no peque nin pierda tu gloria!”. E llorando,
e deziendo esto, fuese a un barrio, e dándole su soldada, que guardase las mieses de
aquellos omnes quinze años.
E a los sus fijos criávanlos en otro varrio, e [f. 237a] non sabiendo que eran
hermanos. E nuestro Señor guardó la muger de Eustachio, e nunca ovo de baratar con
ella aquel falso de maestre, mas nunca le faziendo desonra, que non quiso Dios. E así se
murió él.
E los enemigos del enperador e de los romanos, faziéndoles muchas desonras, e
corriéndoles la tierra de cada día, e acordándose el enperador del buen cavallero
Plácido, de cómmo lidiava con estos enemigos, muchas de vegadas era muy triste por él,
porque tan adesora fuera mudado. E enbió el enperador muchos cavalleros por todo el
mundo, prometiendo muchas riquezas e muchas onras a aquel o aquellos que le fallasen.
E dos cavalleros, que algunt día solían servir a Plácido, el buen cavallero,
veniendo e pasando por ventura por aquel varrio do él morava, veniendo Plácido del
canpo, de guardar sus mieses, e él viéndolos, conociolos en el andar. E acordándose de
la onra en que fuera, enpeçó de se ensañar, e dezir:
– Señor, así commo vi éstos de quien no avía esperança, que bivieron comigo
algunt tienpo, así me guía e me da algunt tienpo a mi muger, ca de los mis fijos no he
esperança de verlos, ca los comieron bestias.
E luego oyó una voz del cielo, que le dixo:
– Eustachio, confía en Dios, que aína rescibirás a tu muger, e a tus fijos e a tu
onra.
E encontran[f. 237b]do a los cavalleros, non le conoscieron, e saludándole,
demandáronle si conoscía un omne de fuera, que dezían Plácido, con su muger e con

656
dos fijos. E díxoles él que non sabía, enpero rogoles que folgasen aquella noche con él
en su casa. E serviolos Eustachio, e acordándose del tienpo e del estado que fuera,
començó a llorar. E salió fuera, e alinpió su cara, e tornó e serviolos. Ellos parando
mientes, dixo el uno al otro:
– ¡Qué mucho semeja éste a Plácido, el que nosotros buscamos!
Dixo el otro:
– Sin duda mucho lo semeja; por ende, pensemos e paremos mientes si ha ferida
en la cabeça, que recebió en una lid, e si así lo falláremos éste es.
E ellos fallando el golpe, luego conocieron que era él. E besándole,
preguntáronle qué era de su muger e fijos. Díxoles:
– E mis fijos son muertos e mi muger forçada.
E todos los vezinos corrían a ver esto, contando los cavalleros la su virtud e la su
gloria que vieran primero. Entonce los cavalleros dixéronle el mandado del enperador, e
vestiéronle muy noblemente.
E a cabo de quinze días, tornándose para el enperador, e él oyendo que venía
Plácido, saliole rescebir, e viéndole, diole paz. E contó a todos quanto le acaesciera. E
feziéronle luego maestre de la cavallería. E diéronle el oficio de la cavallería, así commo
le tenía de primero. E tomando [f. 237c] los cavalleros, falló que eran pocos contra los
enemigos. E mandó por todas las cibdades, e por todos los barrios, que le enbiasen
cavalleros noveles. E acaesció que, entre todas las otras tierras, que contaron aquella en
que fueron sus fijos criados. E diéronselos por cavalleros, todos quantos avía en aquel
lugar, al maestre de la cavallería, porque eran mejores que todos los otros. E viendo él
que eran mancebos, muy apuestos e de mejores costunbres que los otros, ovo muy grant
plazer con ellos. E ordenó que fuesen de los primeros que comiesen a su mesa. E así fue
a la lid.1248
E vencidos los enemigos, fizo folgar la hueste tres días, en aquel lugar do
morava su muger, muy pobre. E estos dos mancebos, ordenándolo así Dios, ospedaron
en casa de la madre, ellos no lo sabiendo. E cerca del medio día, estavan fablando en
uno, e dizía el uno al otro de sus niñezes. E su madre, siendo de la otra parte, oía bien
quanto dizían ellos, ca dizía el uno al otro:
– Yo, siendo niño, non me acuerdo de otra cosa, salvo que mi padre era maestre
de la cavallería, e mi madre era muy fermosa. E ovieron dos fijos, a mí, e a otro menor e

1248
LA (110): “bellum”. Ms. h-I-14: “cibat” (f. CCXCIIb).

657
mejor que yo, que era muy fermoso. E tomándonos, salieron de noche, e non sé dónde
se fueron. E pasando la mar, salimos de la nave, e non se cómmo, [f. 237d] mi madre
fincó en la mar. E nuestro padre, levándonos amos y dos llorando, vino un río, e pasó a
mi hermano, el menor, e a mí dexome sobre la ribera del río. E tornando por pasar a mí,
vino un lobo, e arrebató a mi hermano. E ante que a mí llegase, vino un león del monte,
e arrebatome e levome al monte. E los pastores sacáronme de la boca del león. E fui
criado en aquel lugar que tú sabes. E non puedo saber qué fue de mi padre, ni de mi
hermano.
E oyendo esto el menor, començó de llorar, e dezir:
– ¡Parsic Dios, segunt que yo creo, tú eres mi hermano, que aquellos que me
criaron, esto mismo dizen: que me sacaron de la boca del lobo!
E abraçándose, e besándose, lloraron mucho en uno.
E su madre, oyendo esto, pensava que ellos, contando su fazienda así
ordenadamente, trató entre sí muy grant pieça si eran estos sus fijos. E otro día fuese
para el maestre de la cavllería, e razonó delante dél, diziendo:
– Señor, pídote por merced que me mandes e me fagas levar a mi tierra. Ca yo só
de tierra de Roma, e soy aquí desterrada.
E diziendo esto, vio en él señales de su marido. E conosciéndole, non se pudo
estar en sí e echose a sus pies, e dixo:
– ¡Señor, ruégote que me digas quál fue tu vida, que cuido que eres tu Plácido,
maestre de cavallería, e eres dicho por otro [f. 238a] nonbre sant Eustachio! ¡E este
Plácido convertiole el Salvador e sufrió tal tentación! ¡E yo fui su muger que le fui
tomada en la mar, enpero que fui guardada de toda villanía! ¡E ove dos fijos, al uno
dixeron Epito e al otro Teóspito!
E oyendo esto Eustachio, paró mientes entre sí e conoció que era su muger. E
llorando con grant gozo, diole paz, loando mucho a Dios, que da consolación a los
desconsolados. Entonce dixo su muger:
– Señor, ¿dónde son nuestros fijos?
E dixo él:
– Las bestias fieras1249 me los levaron.
E díxole en qué manera los perdiera. Dixo ella:

1249
Esta palabra se repite en el incunable.

658
– Demos gracias a Dios. Ca creo que, así commo Dios quiso que nos fallemos yo
e tú, así será que conoceremos nuestros fijos.
Dixo él:
– Ya te dije que las bestias los prendieron.
Dixo ella:
– Yo, siendo en el huerto, oí dos mancebos que contavan su mancebía en esta
manera. E sospecho que son mis fijos; por ende, pregúntales e dezírtelo han.
E llamándolos Eustachio, e oyendo sus faziendas, conosció que eran sus fijos. E
abraçándolos, él e su madre lloravan mucho sobre el seneldo1250 dellos e besávanlos
muy amenudo. E toda la hueste gozávase, poequesic los fallara e porque venciera sus
enemigos.
E tornándose, acaesció que murió Trejano, el enperador. E vino después dél
Adriano, e fue peor que él en pecados. E porque falla[f. 238b]ra a su muger e a sus fijos,
e porque venciera a sus enemigos, recibiole con grat onra e fizo muy grant conbite. E
otra día fuese al tenplo de los ídolos por fazer sacrificio, porque venciera los enemigos.
E viendo que Eustachio non quería sacrificar, nin por esto, ni porque fallara a su muger
e fijos, e amonestándoles que fiziesen sacrificio, díxole Eustachio: “Yo onro a Dios y a
Él sólo fago sacrificio”. Entonce el enperador, muy sañudo, púsole a él, e a su muger, e
fijos en el arenal e fizo enbiar contra ellos un león muy cruel. E el león yendo la cabeça
muy corva, adorolos, e partiose dellos muy umildoso. Entonce el enperador mandó
encender un buey de alanbre, e mandolos meter dentro bivos. E los santos rogando, e
acomendándose a Dios, entraron dentro en el buey, e allí dieron las almas a Dios. E al
tercer día sacáronlos ante el enperador, e falláronlos todos enteros, en manera que el
fuego non tocara en ninguna cosa dellos.
E los christianos tomaron los sus cuerpos, e enterráronlos en un lugar muy
onrado e fizieron aí una iglesia muy noble.

1250
LA (143): “collum”. Ms. h-I-14: “cuello” (f. CCXCIIIa).

659
[CXXIX]
Título CXXVII. De todos santos

[f. 238c] La fiesta de todos los santos fue establecida por quatro razones.
Primeramente, porque fue echo un tenplo en Roma, ca los romanos, siendo
señores de todo el mundo, fizieron un tenplo grande, e en medio dél, todos los ídolos de
las provincias, catando todos al ídolo de los romanos. E si por aventura alguna provincia
se levantava contra el señorío de los romanos, luego el ídolo de aquella provincia, por
arte del diablo, tornava las espaldas al ídolo de los romanos, commo si diese a entender
que se partía de su señorío. E luego los romanos enbiavan aprisa contra aquella
provincia muy grant hueste, e poníanla so su señorío. E aun non les cunplía a los
romanos que avían en su cibdat ídolos de todas las provincias, mas fazían a cada ídolo
su tenplo, dando ha entender que ellos los fizieran vencedores e señores de todas las
provincias; mas porque todos los ídolos non podrían aver cada uno su tenplo, por
mostrar su locura muy grande, fizieron un tenplo muy maravilloso, e más alto que todos
los otros, a onra de todos los dioses, e llamáronle el tenplo de los dioses; e llamáronle
por nonbre Panteón. E los obispos de los ídolos, por tal que más engañasen al pueblo,
fizieron infinta que Abile, que era la madre de todos los di[f. 238d]oses e les mandara,
que si se quisiesen bengar de todas las gentes del mundo, que fiziesen un tenplo muy
grande a sus fijos, los dioses. E el cimiento deste tenplo era redondo, porque en esta
forma demostrase que estos dioses fueran e serían por sienpre jamás; mas, porque la
bóveda era muy ancha, e semejándoles que non se podría sostener, e aviendo ya fecho
algunt poco de sobre tierra, finchéronle todo de dentro de tierra; segunt que dizen,
echavan con la tierra dineros, e ansí fizieron fasta que acabaron este tenplo muy
maravilloso. Entonce mandó el enperador, que todo aquel que quisiese sacar la tierra,
que los dineros que estavan dentro, que fuesen suyos. E vino una muy grant conpaña
aprisa e vaziaron muy aína el tenplo de la tierra. E aun los romanos fizieron una piña de
alanbre dorada, e pusiéronla en somo del tenplo, e dizían que en esta piña eran
entretalladas todas las provincias del mundo maravillosamente, en manera que cada uno
que venía a Roma, podía saber a quál parte era su provincia. Esta piña en cabo, a cabo
de tienpo, cayó dende; e por ende, fincó en somo del tenplo una abertura. En el tienpo
de Foca, enperador, los romanos avía tienpo que eran christianos. E Bonifacio, que fue
el quarto papa después de sant Gregorio, ganó deste enperador este tenplo. E alin[f.
239a]piado de toda la suziedat de los ídolos, consagrole en onra de santa María e de

660
todos los mártires. E mandó fazer esta fiesta a quatro días de mayo, e llamó este lugar
Santa María de los Mártires, e agora dízenle Sancta María la Redonda. Esto fue fecho
en la encarnación de quinientos e cinco años. Mas, porque grant muchedunbre de
conpaña iva a esta fiesta, e porque non podían celebrar esta fiesta por el fallescimiento
de las viandas, que es grande en el tienpo de mayo, por ende, un papa, que dixeron
Gregorio, estableció que esta fiesta fuese celebrada en las calendas de novienbre,
quando es la mayor abastança de las viandas, porque entonces son cogidas las mieses e
las vendimias fechas. E ordenó que por todo el mundo este día fuese celebrado con
grant solepnidat, en onra de santa María e de todos los santos. Así que el tenplo que
fuera fecho para todos los ídolos, agora es consagrado para todos los santos. E do se
celebrava muchedunbre de ídolos, agora se alaba muchedunbre de santos.
La segunda razón es porque fue establecida para conplir las cosas perdidas. Ca
non podemos fazer fiesta, nin remenbrança de muchos santos que dexamos; ca non
podemos fazer la fiesta de todos los santos. Lo uno, porque son muchos que non han
cuento; lo ál, porque la nuestra flaqueza es gran[f. 239b]de, que lo non podemos
conplir; lo otro, por el tienpo que es pequeño, que non nos bastaría. E por ende, la
Iglesia ordenó por razón que non podemos fazer esta fiesta de cada un santo por sí, si ál
que no, que la fagamos generalmente de todos.
E por qué estas fiestas fue establecido de las fazer todas en uno, maestre Guillén
de Altisiodora1251 pone en suma seis razonssic: la primera, por onra de Dios; ca quando
onramos a Dios, onramos a los santos, porque señaladamente los fizo santos. La
segunda razón, porque ayuden a la nuestra flaqueza; ca, porque por nós no podemos
aver salud, avemos menester la ayuda de los santos, por ende, conviene que los
onremos, porque merescamos ser ayudados dellos. La tercera razón es por acrescentar
nuestra segurança, que así commo ellos fueron mortales commo nós, merescieron ser
ensalçados; así lo podemos nós fazer, ca Dios tan poderoso es agora commo entonce. E
por otras muchas razones que sería luengo de contarlas. [...]1252
La quarta1253 razón es por qué fue establecida, por alinpiar las nuestras
nigligencias. E aunque fazemos fiestas de pocos santos, aquellas fazemos muchas vezes
con grant nigligencia e dexamos muchas cosas, por no saber. E por ende, si algunas

1251
Summa de officiis (ms. lat. 15168, f. 127).
1252
I Igual que en el ms. h-I-14, falta el segmento textual (LA: 34-78).
1253
LA (79): “Tertio”. Ms. h-I-14: “tercera” (f. CCXCIIIIa).

661
cosas perdimos o menospreciamos en las otras fiestas, [f. 239c] en ésta lo podemos
conplir todo.
E devéis saber que los santos deste nuestro tienpo son en quatro maneras: los
primeros son los apóstoles, que fueron más nobles que los otros sanctos, que fueron
pastores de las greyes de Jhesu Christo e serán a judgar con Él [el] Día del Juicio. E
porque fueron más poderosos, ca sanavan enfermedades de los cuerpos, e los
demoniados, e mudavan los elementos, e sanavan las almas de los pecadores,
despreciavan la muerte, e avían más poder que los ángeles, en quanto fazían cuerpo de
Jhesu Christo, lo que los ángeles non pueden fazer. Lo tercero en grant santidat, onde
por la su muy grant santidat e por la muchedunbre de gracias de vida. E la conversación
de Jhesu Christo luzía en ellos así commo espejo e commo el sol, en su resplandor; e así
commo la rosa, en el su olor; así commo el fuego, en su color. Desto dize Grisóstomus:
“Enbió Jhesu Christo los apóstoles, así commo el sol los sus rayos; así commo la rosa
enbía su olor muy suave; e así commo fuego que esparze las sus centellas. Porque así
commo el sol parece en sus rayos; e así commo la rosa se siente en sus olores; e ansí
commo el fuego se acata en sus centellas; así, en las virtudes dellos, se conoscía el poder
de nuestro Señor Jhesu Christo”. Lo quarto, por la grant presura. De los quales dize sant
Agustín,1254 fablan[f. 239d]do de los apóstoles: “Son noblecidos, e son alunbrados, son
amuchiguadossic, han muy dulces fablamientos, e muy claros engenios, e son conpaña
muy abastada, e bien aventurada e enseñada”.
La segunda diferencia es de los mártires, la qual dinidat e alabança es dicha
porque sofrieron martirio por muchas maneras. Ca segunt es dicho, en tres maneras es el
martirio: un martirio sin sangre, del qual dize sant Bernardo:1255 “Tres martirios son sin
sangre: el primero es tenprança en las bienandanças, lo qual ovo David; el segundo,
largueza en la pobreza, el qual ovo Tobías; el tercero es castidat en la mancebía, la qual
ovo Josep en Egibto”. Mas, segunt que dize sant Gregorio,1256 tres martirios son sin
sangre: el primero, pacencia de los que mal le fazen, onde dize: “Mártires podemos ser
sin fierros, si guardamos paciencia en los coraçones”. El segundo, conpasión de los
menguados, onde se dize: “Que ha dolor en el menester e en la mengua agena, trae
martirio en la voluntad”. Lo tercero, amar omne a sus enemigos, onde dize: “Sufrir
denuestos, e amar al que mal faze al omne, martirio es dentro en el coraçón”. Lo

1254
Epistulae (137, 4).
1255
Sententiae (II, 148).
1256
Cfr. XL homiliarum in evangelia libri II (2, 37, 5; 2, 35, 7), de Gregorio I; Liber scintillarum (2, 25;
45, 13), Defensor Locogiacensis.

662
segundo aprovechablemente. El qual provecho es remisión de todos sus pecados, de
parte de sus martirios; es acrecentamiento de merecimientos; e es recibimiento de lassic
[f. 240a] gloria del Paraíso. Ca aquestas dos cosas mereció Jhesu Christo para sí por
precio de la su sangre. E por ende, es dicha la sangre de los santos preciosa, que quiere
dezir, llena de precio. De lo primero e de los segundo dize sant Agustín de La Ciudad
de Dios:1257 “¿Quál cosa es más preciosa que la muerte por la qual son perdonados
todos los pecados e son acrecentados los merecimientos?”. E dize: “Más precisasic es la
sangre de Jhesu Christo sin precio; enpero fizo Él preciosa la sangre de los suyos, por
quien Él dio la su sangre preciosa. Ca si él non fiziera la sangre de los sus santos
preciosa, non dirían: ‘Preciosasic in conspectu e c.’”.1258 Otrosí dize Cipiano: “El
martirio es fin de los pecados, e es acabamiento de todo peligro, e es guiamiento de
salud, e es segurança de la casa dél, que el enemigo es vencido”. De lo tercero responde
él mismo diziendo:1259 “Tres cosas son que fazen preciosa la muerte de los1260 santos: la
folgança del trabajo, e el gozo de la nov[l]eza, ca nuevo es en el cielo después que es
martirizado en la tierra”. E de la nuestra parte doblado es el provecho, ca dados nos son
los santos en enxenplo para que lidiemos. Onde dize Grisóstomo: “Tú, christiano,
delicado cavallero eres si piensas vencer la batalla sin lidiar: prueba las fuerças, lidia
fuertemente, e para muy cruel en la pelea, e da muy grant priesa, [f. 240b] firma el
pleito, para mientes la condición, conoce bien la cavallería e el pleito que prometiste,
para mientes a la cavallería de la qual tomaste nonbre. Con aqueste pleito lidiaron todos
los mártires, e con aquesta condición vencieron e con aquesta cavallería lidiaron”.
Aquesto dize Grisóstomo. Lo segundo, somos dados1261 por padrones para ayudarnos,
ca ayúdanlos con sus oraciones. De lo primero dize sant Agustín: “La grant piedat de
Dios quiere que los merecimientos de los mártires sean nuestros acorros. Ca Él prueva
aquellos porque críe a nos, Él quebranta a ellos, porque guarde a nos, e los tormentos
dellos quiere que sean nuestros provechos”. De lo segundo dize sant Gerónimo:1262 “Si
los apóstoles e los mártires, después de que recibieron martirios e coronas, vencieron,
Moisén, un omne era solo, mas ganó perdón de Dios para seiscientos mil omnes; e sant
Estevan rogó a Dios, por lo que le mataron; e después que fueron con Jhesu Christo,
¿non podían más? Sant Pablo apóstol fuéronle condenadas CCLXXVI almas en una nave,

1257
(XIII, 7).
1258
Salmos (115, 5).
1259
LA (118): “De tertio Bernardus”. Sermones diversi (64, 2).
1260
En el incunable: “lso”.
1261
LA (125): “dati sunt nobis”.
1262
Contra Vigilantium (6, col. 359).

663
que non pereciesen; después que éstos son con Jhesu Christo, ¿más pueden acabar?”. Lo
tercero, muy firmemente dize sant Agustín:1263 “Espada es el alma del mártir luziente,
por grant claridat; es aguda, por verdat con la qual él lidió; es esgremida, por virtud que
fizo batallas [f. 240c] que sobró e venció a las conpañas de los contrarios en
reprehendiéndolos; firió los que estavan fuertes e rezios en sus vanidades, e derribó
todos los contrarios”. Otrosí dize Grisóstomo: “Los atormentados estuvieron muy
fuertes, más que los que atormentavan. E ellos, despedaçando los mienbros, e torciendo
las uñas, vencieron dando bozes”.
El tercero departimiento es de los confesores, la dignidat e la exaltança de los
que les se magnifiesta porque confesaron e alabaron a Dios en tres maneras: con el
coraçón, con la boca e con la obra; mas la confesión del coraçón non cunple sin la
confesión de la boca, e así lo prueva sant Grisóstomo,1264 por quatro razones. En quanto
a la primera razón dize así: “La fe del coraçón es raíz de la confesión, e la confesión es
fruto de Dios. Que así commo la raíz es biva en la tierra, da de sí ramos e fojas, sabemos
e entendemos que la raíz es ya seca en la tierra. E así, quando la fe del coraçón es
entera, sienpre engendra confesión en la boca; mas si la confesión de la boca fuere seca,
entiende sin dubda que la fe del coraçón es ya seca”. E quanto a lo segundo, dize así:
“Si a ti aprovecha creer en el coraçón e non lo manifestar a todos, pues así aprovecha al
ipócrita, e renengado, maguer que no crea más, así non aprovecha magnifestar delante
[f. 240d] todos sin fe, nin a ti aprovecha sin confesión”. E quanto a lo tercero, dize así:
“Si abasta a Jhesu Christo que le conoscas e non le confesases delante todos, pues
abaste a ti que te conoce Jhesu Christo, maguer si te manifestare delante Dios; mas a ti
no abastan el su conoscimiento, nin a Él abasta el tu crehencia”. E quanto a lo quarto,
dize así: “Si te a ti abastese la fe del coraçón tan solamente, mas agora cría en ti la boca,
porque en el coraçón le creas, e en la boca le confieses e le alabes”. Lo quinto,1265
magnifestáronle por obra. Mas en qualquier manera le magnifieste o le niegue, ca lo
demuestra sant Jerónimo1266 en el su original, sobre aquello diziendo: “Confiesen que
conocen a Dios:”1267 “Jhesus Christos es sabiduría, es justicia, es verdat, es sanidat, es
fortaleza. Mas niégase la sapiencia, por la necesidat; niegase la justicia, por la falsedat;
la verdat, por la mentira; la santidat, por la torpedat; la fortaleza del coraçón, por la

1263
Sermones 313, 5.
1264
Opus imperfectum in Matthaeum (ms. Kk II 20, f. 239r).
1265
LA (150): “Tertio”.
1266
Commentarii in IV epistulas Paulinas (ad Titum 2, col. 611).
1267
A Tito (1, 16).

664
flaquedat. E quantas vezes somos vencidos por deleites, o por pecados, negamos a Dios;
e lo contrario, quando alguna cosa de bien fazemos, manifestamos a Dios”.
El quarto departimiento es de las vírgines, el qual ensalçamiento e dinidat se
manifiesta lo primero, porque ellas son esposas del perdurable rey. Onde dize sant
Anbrosio:1268 “¿Qui[f. 241a]én puede pensar mayor fermosura e beldat que aquella que
es amada del perdurable rey, es alabada e provada del juez, es consagrada de Dios, es
sienpre desposada e nunca casada?”. Lo segundo, que son conparadas a los ángeles.
Onde dize sant Anbrosio: “Ensalçamiento ha la virginidat sobre la umanal natura, sobre
la qual son los omnes aconpañados a los ángeles. Ca mayor victoria es la de las vírgines
que la de los ángeles: los ángeles biven sin carne; mas las vírgenes lidian en carne”. Lo
tercero, porque son más claras que todos los christianos. Onde dize Cipiano:1269 “La
virginidat es flor de la Iglesia, e fermosura e onra de la gracia espritualsic; es seña alegre
de alabança e de onra; e el su ayuntamiento es alegre, entero e sin corrución; es imagen
de Dios; es corrimiento a la santidat de Dios; es razón más clara de la grey de Jhesu
Christo”. Lo quarto, porque son más altas que las casadas. Aqueste ensalçamiento que
ha la virginidat sobre el casamiento demuéstrase por muchas conparaciones que
pertenecen a ella: la ayuntança enpreña el vientre, e la virginidat la voluntat. Onde dize
sant Agustín:1270 “Más alta cosa escogió la vigen, semejar la su vida en la carne a los
ángeles, que acrescentar la gente de los mortales por la carne. La castidat es [f. 241b]
más abastosa, e más bienaventurada, que non engrandecer en vientre”. La casada pare
fijos de dolor, e la virgen pare fijos de gozo e de alegría. Dize sant Agustín:1271 “A la
castidat non la digamos mañera, mas digámosla preñada, e madre de los fijos de gozos
de ti, marido Jhesu Christo”. Aquélla finche la tierra de fijos, e1272 el cielo. Dize sant
Jerónimo:1273 “Las bodas finche la tierra, la virginidat el cielo”. El casamiento es con
grant cuidado e acucia, e la virginidat es de grant folgura. Dize Gilberto: “La virginidat
es silencio de cuidados, es paz de la carne, es quitamiento de pecados, es señorío de
virtudes”. Aquello bueno, esto mejor. Dize sant Jerónimo a Palmacio:1274 “Tanto es
entre la muger casada e la virgen, quanto va de pecar ha bien fazer; mas, porque más
ligeramente lo diga, tanto es entre lo uno e lo otro, quanto entre bien e mejor”. Aquella

1268
De virginibus (1, 37).
1269
De habitu virginum (3).
1270
Epistulae (150, vol. 44, p. 381).
1271
Confessiones (8, 11).
1272
LA (169): “ista”.
1273
Adversus Iovinianum (I 16, col. 246).
1274
Epistulae (XLIX, 7, vol. 54, p. 361).

665
es conparada a las espinas, aquesta a las rosas. Dize sant Gerónimo a Eustachio:1275
“Alabo las bodas, mas las vírgines escogio las rosas; de las vírgines escogio, de la
tierra, el oro; e de la cueva socavada, las piedras preciosas”. Lo quinto, que la verginidat
se goza por muchos peligros. Aquellas vírgines avrán corona de oro e solaz; cantarán
canto nuevo sienpre; e serán vestidas de estas vestiduras [f. 241c] quesic Jhesu Christo e
gozarse han con Él.
Lo quarto e lo postrimero por qué fue establecida esta fiesta. Si es porque
ganemos más aína lo que demandamos por nuestras oraciones, que bien así commo los
nós onramos el día de oy, generalmente, bien así ellos todos ruegan por nós a Dios,
porque más ligeramente podamos ganar la su misericordia. Ca así commo non puede ser
que, quando muchos ruegan, que los no oyan. Aquesta razón se toca en la su oración,
que dize: “ut desideratam nobis e c.”, que quiere dezir: “Nos darsic la tú alabança de la
tu bondat por tantos rogadores”. Commo te ruegan los santos por nós, por merecimiento
e por talante. Por merecimiento, en quanto a los sus mescimientossic son nuestros
acorros por la voluntad que ellos cobdician que se cunplan los nuestros deseos. Esto
fazen segunt que saben que la voluntad de Dios se á de conplir, e porque todos los
santos rueguen a Dios por nós en aqueste día.
Cuenta en una visión, que se demuestra que acaesció en el año siguiente después
que establecieron esta fiesta, que el sacristán de la iglesia de sant Pedro de Roma, en
aqueste día, cerró la iglesia, e todos los altares della, e rogó a todos los santos. En cabo
tornose a la iglesia de sant Pedro al su altar, e folgando aí un poco, fue puesto fuera de
sí, por grant devoción. E ahevos el Rey de los reyes ser en alto lugar, [f. 241d] e todos
los ángeles estavan enderredor dél. Entonce la Virgen de las vírgenes vino allí, e traían
una corona muy clara en la cabeça. E a ésta siguían muy grant conpaña sin cuento de
vírgenes e de otros santos. E levantose el Rey a recebirla, e pusiéronle una silla e
asentola cerca de sí. Después vino uno vestido de pelos de camellos, e ivan en pos dél
grant conpaña de ancianos muy honrados. E después vino uno commo obispo, e otros
muchos con él, vestidos de esa misma manera, en pos dél. E después apareció una grant
conpaña de cavallería, e dende, grant conpaña sin cuento de muchas gentes. E todos
vinieron fasta la silla del Rey, e adoráronle los finojos fincados. E aquel que era vestido
commo obispo, començó los maitines, e los otros le siguían. E el ángel que levava este
sacristán, declarole esta visión, diziendo que la primera Virgen que estava en la primera

1275
Ibid. (XXII, 20, vol. 54, p. 170).

666
faz es la Madre de Dios; el que vestía de pelos de camellos era sant Juhan Bautista, e los
patriarcas con los profectas en uno; el que era vestido commo obispo era sant Pedro con
los apóstoles; los cavalleros eran los mártires; la otra conpañía eran los confesores. Que
vinieron por ende ante el Rey, que diesen gracias por la onra que les fazían oy los
omnes, e que le rogasen por todo el mundo. [f. 242a] E dende levole a otro lugar, e
mostrole omnes e mugeres, unos vestidos de oro, e otros gozándose en muchos deleites
e vicios, e otros desnudos, e pobres que demandavan ayuda. E dixo que este era el
purgatorio. E que los que eran vestidos de oro, e abastados, dixo que eran las almas que
avían muchas ayudas de sus amigos; los menguados eran aquellos de quien no pensava
ninguno. E mandó que lo dixiese todo al papa, porque después de esta fiesta, otro día
estableciese el día de las almas, porque si ál que no, aquel día fiziesen por ellas
oraciones generales, las quales non pueden aver especiales de cada día.

[CXXX]
Título CXXVIII. Por qual razón se da el pan sobre las sepulturas a los finados

Estableció la Iglesia que fiziesen, en tal día commo oy, remenbrança por todos los fieles
defuntossic, porque los ayudasen con beneficios generales, que non pueden aver
especiales. Así commo fue mostrado en aquella visión que diximos, así nos conviene de
ver aquí dos cosas señaladamente: lo primero, de los que son de purgar; e dende, de los
beneficios e sufragios.
E devemos primero saber quién son aquellos que se deven purgar; e den[f.
242b]de, por quién se deven purgar. Lo tercero, dó se deven purgar. Tres maneras son
de aquellos que se deven purgar; los primeros son los que mueren conplida su
penitencia que les fue dada; enpero, si ovieron en sí grant contrición en su coraçón, que
cunple para destruir el pecado, libremente se va a la gloria de Paraíso. Pongamos que si
non fizo sastifación del pecado ni la cunplió, ca la contrición del coraçón es muy grant
emienda del pecado e grant desleimiento dél. Onde dize sant Jerónimo: “La medida del
cuerpo non vale tanto ante Dios commo el dolor; nin la astinencia de los manjares non
vale tanto commo la mortificación de los pecados”.1276 Mas aquellos que non fazen
contrición, e mueren ante que cunpla la penitencia, son gravemente atormentados en el
purgatorio si non, si por aventura, algunos sus amigos fizieren sastifación por ellos, e

1276
Collectio Canonum in V libris (1, I, praef. II).

667
acabaren aquella enmienda que ellos avían de fazer. Enpero, que la dicha razón e
enmienda vala, son menester quatro razones: lo primero, que sea por abtoridat de
sacerdote; lo II, que aquel por quien lo fazen lo aya menester; lo III, aquel que lo faze sea
sin pecado, que no aya menester ayuda para sí mismo, e otrosí, si aquel que faze la
enmienda ha menester que aya en sí caridat, que la caridat faga aquella sastifación ser
meresciente e abas[f. 242c]tada; lo IIII, de parte de la penitencia que sea convenible,
conviene saber que la menor pena sea mudada en mayor. Ca mayor enmienda faze a
Dios la pena propia del mismo que fizo el pecado, que no la pena agena del que la faze
por él. Onde tres maneras son de pena: la primera, propia e de voluntad, e aquesta faze
mayor emienda; la II es propia, mas non voluntaria, e aquesta es en purgatorio; la III es
voluntaria, mas non propia, así commo dixe de suso, e aquesta faze menor emienda que
la primera porque no es propia, e mayor que la segunda porque es voluntat; enpero, si
éste por quien fazen esta satisfación es muerto, en tanto sufre pena e tormento en
purgatorio; mas, enpero por la pena que él sufre, e por lo que los otros fazen por Él, más
aína es dende librado. Ca nuestro Señor la su pena, e la de los otros, toda cuenta por él.
Onde si devió aí yazer dos meses, non yazerá más de uno o menos; enpero nunca es
dende librado fasta que el debdo es pagado, e si alguna cosa más fiziere éste después,
aprovecha a él mismo, pues que el otro non lo ha menester. E si este no lo ha menester,
aprovecha a los otros que yazen en purgatorio.
Los segundos que descienden en purgatorio son aquellos1277 que cunplieron la
enmienda que les mandaron, enpero esta pe[f. 242d]na fue menor que non deviera: o
por no saber del clérigo o por su menosprecio dél. Entonce aquéstos, si non ovieren aquí
grant contrición, conviene que lo cunplan todo en purgatorio lo que menguaron en esta
vida. Ca Dios bien sabe la medida, e las maneras de los pecados e de las penas, e non
perdona ningunt pecador si quebrara la penitencia que le fue dada, porque non finque
ninguna emienda de fazer. Onde la penitencia recebida o es mayor, o es igual o menor
que devía. Si es mayor, entonce serle ha aquello que fiziere acrecentamiento de la
gloria. Si es igual, entonce aquello que faze es remisión de toda culpa. Si es menor,
aquello que menguó finca que lo cunpla en penas de purgatorio, por justicia de Dios.
Mas, de aquellos que se arrepienten en fin de su vida, oye e para mientes, que dize sant
Agustín:1278 “El baptizado adesora e muere luego, seguro va deste mundo; el buen
christiano bien biviente, seguro va; el que faze penitencia e se reconcilia estando,

1277
En el incunable: “aqullss”.
1278
Sermones (393, col. 1714).

668
saguro va; el que faze penitencia en la postrimera, si seguro va, yo no vó seguro. Pues
que así es, tenlo que es cierto, e dexa lo que non es cierto”. Esto dize sant Agustín, que
tales commo éstos usaron de se arrepentir, mayormente por el menester, que por la
voluntad; e más por miedo de la pena, que non por amor de la [f. 243a] gloria.
Los terceros que descienden en purgatorio son los que traen consigo madera, e
feno e paja, que son los que amaron las riquezas deste mundo, e los deleites de la carne,
e las heredades, e las mugeres, e los fijos e non pensaron ninguna cosa de lo de Dios.
Onde son demostrados por tres cosas que serán atormentados segunt las sus maneras:
por las riquezas serán quemados con el madero, que dura más que el fuego; o commo el
feno, que dura menos; o commo la peja, que dura menos. El qual fuego, segunt dize sant
Agustín: “Maguera non dura sienpre, maravillosamente es muy grave, que no ha pena
en este mundo que se pueda conparar aquella. Ca en esta vida non es fallada tan grant
pena, maguer que los santos recibieron maravillosamente tormentos”.1279
Cerca lo segundo, por los quales se purgan, devemos saber que aquella
purgación e tormento se faze por los malos ángeles, no por los buenos. Ca los buenos
ángeles non atormentan a los malos, mas los malos a los buenos. Enpero devemos creer
ciertamente que los buenos ángeles visitan, e consuelan a los sus hermanos e a los sus
cibdadanos muchas vezes, e los amonestan que sufran aquellas penas en paciencia. Han
ciertamente otro remedio de consolación, que son ciertos e esperan la gloria de Dios
perdurable; son ciertos de la gloria de [f. 243b] Paraíso, menos que los que son allá; e
son más ciertos que los que son en la tierra. Ca la certificación de aquellos que son en
purgatorio es en mediana manera, ca éstos es con esperança porque esperan esa gloria
venidera, mas sin temor, que commo han ya acabado su libre alvedrío, dende adelante
saben que nunca pueden pecar. Enpero por aventura más verdadera cosa es que aquel
tormento non es fecho por los malos ángeles, mas por la divinal justicia e por el
mandamiento de Dios.
Cerca lo tercero, [dó] se deven purgar. Devemos saber que este lugar es acerca el
infierno, e es dicho purgatorio, segunt el ponimiento de muchos sabios, maguer que sea
visto a los otros que es en el aire; mas enpero que Dios ordena muchos lugares do las
almas reciben penas por muchas de razones: o porque más liviano sea el tormento, o por
más aína ser librados, o por la nuestra información, o por acabar más aína perdón de
culpa o por oración de algunt santo.

1279
Speculum Morale (1. II, d. XI, p. I), de Vicente de Beauvais.

669
Lo primero por alinpiar el tormento, así commo a algunos, segunt que fue
revelado a sant Gregorio, algunas almas ser atormentadas a las sonbras.1280
Lo II por el libramiento más cercano, porque puedan demostrar a otros el su
menester para que los acorran, e les ayuden a salir más aína de aquellas penas. [f. 243c]
Segunt se lee,1281 que unos pescadores del obispo sant Teobaldo, en el otoño prendieron
una grant parte de yelo en lugar de pescado, e fueron por ende muy gozosos, más que si
tomaran pescado, por razón que el obispo avía grant dolor en los pies. E pusiéronle este
yelo so los pies, e recibía grant folgura. E un día oyó el obispo una grant boz del yelo, e
conjurole que le dixese quién era, e respondiole: “Yo soy una alma que sufro pena por
mis pecados en este yelo, e podría ser libre de aquí si dixeses treinta misas
continuadamente por mí”. E aviendo dicho la meitad de las misas, procurándolo el
diablo, acaesció que poco menos se ovieron a matar todos los de la cibdat. E
aparejándose él para dezir misa, ovieron a llamarle porque pusiese paz entre ellos. E él
puso las vestimentas sacras, e aquel día non dixo misa. E enpeçando otra vez las misas
aviendo ya dicho las dos partes, semejava que una grant conpaña cercava toda la cibdat,
e por ende, ovo a dexar la misa. E començándola otra vez a dezir, avíalas todas
acabadas, salvo una que quería dezir. E ahevos do se encendió toda la cibdat e los sus
palacios. E dizíanle sus vasallos que dexase la misa. Dixo: “Si toda la villa se quemase,
non dexaría la misa”. E luego que fue acabada, luego se desfi[f. 243d]zo el yelo, e el
fuego que creían que veían, desfízose así commo fantasma, e non fizo daño ninguno.
Lo tercero, por la nuestra enformación, por mostrar a nós que gra[n]t pena sufren
los pecadores después de aquesta vida. E porque conoscamos cómmo son atormentados,
así commo acaesió en París:1282 El maestro Silo1283 rogó a un escolar, que era su
conpañero que era enfermo, que le aparesciese después de la su muerte e que le dixese
su estado. E a pocos días apareciole con una capa de pargamino toda escripta de razones
de engaño, e toda cubierta de llamas de fuego. Demandole el maestro qué era aquello, e
dixo:
– Yo soy el que te prometí que te vernía a ver.
Demandole de su estado. Dixo:

1280
LA (52): “Primo propter eorum levem punitionem, sicut aliquibus secundum Gregorium revelatum est
quasdam animas in umbra punitas esse”.
1281
Fabulae (80), de Odo de Ceritona. Exempla (ms. lat. 3301-A, f. 28,2r), de Martín de Opava.
1282
Speculum Historiale (III, 83), de Vicente de Beauvais.
1283
En el incunable: “solo”. LA (65): “Magister Silo”. Ms. h-I-14: “Maestre Silo” (f. CCXCVd).

670
– Aquesta capa es más pesada e más me apremia que si toviese sobre mí una
torre. E esme dada que la traía por el plazer que tomé en los engaños de razonar. E esta
llama, de que es cubierta, son la peñas veras delicadas que yo traía, e quémame e
atorméntame.1284
Mas judgando el maestro que esta pena era lijera, díxole elsic muerto que
estendiese la mano, e que así podría provar aquella pena. E estendió la mano e cayó una
gota de sudor sobre ella, que más aína se la pasó que una saeta, en manera que sufrió
muy grant dolor e tormento. Dixo el muerto:
– Tal só yo [f. 244a] todo.
El maestro, viendo tan grant pena, pensava desanparar el mundo e entrarse en
alguna relisión. E así commo lo pensó, así lo cunplió.
Onde en la maña[na], allegados los estudiantes, conpuso este verso:

Linquo croassic ranis, cra corvis vanaque vanis


Ad logican pergo que mortsic non timet ergo.

Que quiere dezir:


Desanparo croas a las ranas, e crasic a los cuervos e las vanidades a los vanos
E vome a la lógica, que nunca teme la muerte.1285
E así, desanparado el mundo, metiose en una relisión.
Lo IIII, por conplimiento de la culpa. Segunt san Agustín, a las vezes que las
almas allí son atormentados en los lugares do pecaron, se demuestra en aquel enxenplo
que dize sant Gregorio, en el quarto libro Dialogor:1286 Que un capellan iva muy
amenudo al vaño, e fallava un omne que no conoscía presto para servirle, e sirvía
sienpre muy conplidamente. E un día diole, en lugar de galardón, un pan bendito por su
trabajo. E non lo quiso tomar, mas llorando, dixo: “Padre, ¿por qué das a mí esto? Que
este pan es santo, e yo non le puedo comer. Ca yo fuesic algunt tienpo señor deste lugar;
mas, por las mis culpas, fui aquí puesto después de la muerte. Mas ruégote que ofrescas
a Dios este pan por mis pecados, entonces sabrás que Dios te ha oído quando vinieres

1284
LA (72): “Porro flamma ignis qua cooperta est pelles sunt delicate et varie quas ferebam, que flamma
me cruciat et exurit”.
1285
En la traducción que fray José Manuel Macías (1982: 708) hace de la Legenda aurea se lee la
siguiente versión: “Quédense el croar para las ranas, el graznar para los cuervos y las vanidades para los
vanos. Yo me alejo de todo eso y me voy tras unas premisas cuya conclusión no entrañe miedo a la
muerte”.
1286
Dialogi de vita et miraculis patrum Italicorum (IV, 40).

671
vañarte e non me fa[f. 244b]llares aquí”. El capellán cantó toda esa semana misa por él.
E tornándose allá, non le falló.
Lo quinto, por la oración de algunt santo. Segunt que se lee que sant Patricio
ganó algunas ánimas en la tierra en algunt lugar. La qual estoria dél fallarás después de
la estoria de sant Benito.
Cerca lo segundo, que es de ruegos, tres cosas verdaderas. La primera, de sus
ruegos que se fazen; la segunda, de aquellos por quien se fazen; la tercera, quién son los
que lo fazen. Cerca los ruegos que se fazen, conviene saber que quatro linajes son de
ruegos que mayormente aprovechan a los muertos: la oración de los fieles christianos e
de los amigos, el partimiento de las limosnas, el santo sacrificio, la guarda del ayuno.
E porque el primer linaje de los ruegos, que es la oración de los amigos,
aproveche a aquellos, demuéstrase por el exenplo de Pascual, del qual cuenta sant
Gregorio en el libro Dialogor:1287 Que fue omne de grant virtud e de santidad; mas,
entonce, escogiendo dos para papas en la Iglesia, la Iglesia otorgó en el uno dellos;
enpero este Pascual sienpre quiso más al otro, enpero que lo fazía commo por herror, y
en esta ciencia duró fasta que murió. E después que murió, estando el almática sobre el
ataút, tocándola un demoniado, luego fue sano. E después de grant tienpo [f. 244c] sant
Germán, obispo de Capua, yendo al vaño por razón de sanidat, falló aí este Pascual que
quería servirle. E viéndole, ovo grant miedo, e demandole que qué fazía aquí tal omne
commo éste. E díxole que non estava allí por otra cosa sino porque estoviera más de
quanto deviera en aquella elección e añadió, diziendo: “Ruégote que ruegues a Dios por
mí. E en esto conocerás que te oyó Dios, que quando acá tornares, non me fallarás”. E
rogando a Dios por él, e tornando aquel lugar, non le falló.
Otrosí, quantas son las oraciones muy provechosas a los finados, demuéstrase
por aquesto, segunt cuenta un cantor de París:1288 un omne, pasando por el cimenterio,
sienpre dizía el salmo De profundis por los finados. E un día, siguiéndole sus enemigos
para le matar, fuyó para el cimenterio. E luego, mano a mano, se levantaron todos los
finados: el cavallero con la espada, el escudero con el escudo, el clérigo con la estola,
los labradores con los açadones para defenderle. E espantáronse sus enemigos e
fuyeron.

1287
Ibid. (IV, 36).
1288
LA (104): “ut refert cantor Parisiensis”. Tractatus de diversis materiis praedicabilibus (I, 5), de
Esteban de Borbón.

672
E para qué el segundo linaje de ruegos, aquellos que es la limosna, manifiesto
parece, porque en el Libro de los Mancebos1289 se lee que un cavallero, que dizían
Judas, varón muy fuerte, fecho su ayuntamiento, enbió a Jherusalem doze pieças de
plata a ofrecerlas aí por los pecados de los muertos; [f. 244d] pensando derechamente e
relisiosamente en la resurreción de los muertos. E ciertamente, quánto la limosna
aproveche a los finados, entiéndese por ese mismo enxenplo que cuenta sant Gregorio
en el libro quarto Dialogor: Que un cavallero murió, mas tornándose el alma al cuerpo,
muy aína contó quanto mal le acaesciera. Ca dizía que viera una puente, e corría so ella
un río muy negro, e escuro e fidiondo. E pasada la puente, que viera unos prados muy
deleitosos. E avía en ellos muchas flores de buenos colores, e estavan aí muchas
conpañas de omnes blancos, e fartávalos el grant sabor de las flores que aí estavan. E en
aquella puente era esta prueva, que qualquier omne malo que quisiese por ella pasar,
caería en el río escuro e fidiondo; e los justos e los buenos pasavan seguros por ella. E
dixo que viera un omne que dizían Pedro, puesto en fondón, e era atado con grant
cadena de fierro. E demandole que por qué estava allí, e dixéronle: “Por esto sufre esta
pena, porque quando le mandavan fazer alguna justicia, dava mayores penas que non
devía, más por crueldad que no porque se lo mandavan”. E dixo que aunque viera aí un
pelegrino que venía a esta puente, e así la pasara commo si toda su vida biviera en
santidat. E otrosí que dizían que Estevan, quiri[f. 245a]endo pasar por ella, estorciósele
el pie e era caído de la puente más de la meitad del cuerpo. Entonce salieron unos
omnes muy negros del río, que le tiravan ayuso por las piernas, e otros alvos que le
tiravan suso por los braços. E viendo esa lucha aquel que lo contava, tornose al cuepo, e
dizía que non podía saber quién venciera. En que se dava a entender que aquellos males
de la carne que lidiavan con la limosna. Ca éstos que le traían ayuso, e los otros arriba,
parecía que amara fazer limosnas, mas non venciera acabadamente los males de la
carne.
E para que el tercero linaje de los ruegos aproveche aquellos finados, parece por
muchos enxenplos, conviene saber que es el sacrificio de la santa hostia. Ca cuenta sant
Gregorio, en el quarto libro Dialogor,1290 que un su monje, que dizían Justo, quando
ovo de morir, dixo que tenía tres dineros de oro ascondidos, e pensándole mucho desto,
muriose. E mandó sant Gregorio que le enterrasen en el muladar con sus dineros, e que
le dixesen que fuese perdido con sus dineros. Enpero mandó sant Gregorio a uno de sus

1289
Dialogi de vita et miraculis patrum Italicorum (IV, 37, 7), de Gregorio I.
1290
Ibid. (IV, 57).

673
monjes que dixiese misa por él fasta en XXX días, cada día. E él cunpliéndo lo que le
mandara, aparesciole a los XXX días el muerto a un fraire. E demandole, diziendo:
– ¿Cómmo te va?
Respondiole él:
– Fasta agora me iva muy [f. 245b] mal; mas agora bien me va, ca oy rescebí
comunión.
E esta hostia non aprovecha solamente a los muertos, mas a los bivos. Cavando
unos omnes plata en una peña, adesora cayó sobre ellos e matolos. E el uno dellos
escapó so el seno desta peña, enpero non pudo ende salir. E su muger, cuidando que era
muerto, fazía cada día cantar misa por él, e ofrecía pan, e vino e candela por él. E
aviendo el diablo por eso enbidia, aparesciole tres días continuos en semejança de
omne. E demandole dónde iva, e díxole él: “Non trabajes en vano, que ya la misa dicha
es”. E así ella perdió la misa tres días e1291 non la fizo cantar. E después desto, cavando
uno en aquella peña para sacar plata, oyó una boz, que le dixo: “Fiere un poco, ca sobre
mí está una grant piedra para caer”. Él espantose desto, e llamó muchos para que
oyesen esta boz. E enpeçó a cavar, oyó esta misma boz. Entonce acercáronse todos más
acerca, e dixeron:
– ¿Quién eres tú?
Respondioles él:
– Fazed manso, que una piedra está para caer sobre mí.
E cavando llegaron fasta él, e sacáronle sano e salvo. E demandáronle cómmo
biviera allí tan grant tienpo. Díxoles él que cada día le ofrecían pan, e vino e candela
encendida, sinon tres días solamente. E oyéndolo su muger, alegrose muy mucho por
ende. [f. 245c] E conosció e sopo que fuera governado de la su ofrenda. E que el diablo
la engañara que non fiziese cantar misa aquellos tres días.
Otrosí, cuenta sant Gregorio1292 que un marinero, aviendo grant peligro en la
mar, un sacerdote fiziera sacrificio a Dios por él. E en cabo, salió sano de la mar; mas
preguntándole en qué manera escapara, dixo que estando en medio de la mar, e ya
cansado, poco menos fallescía ya de fanbre, vino a él uno, e ofreciole un pan, e
comiéndole luego, se esforçó, e cobró sus fuerças e fue recebido en una nave que pasava
por aí. Así que se falla que en aquella hostia ovo el pan, en la qual el sacerdote ofreció
la hostia por él.

1291
En el incunable: “e días”.
1292
Dialogi de vita et miraculis patrum Italicorum (IV, 59, 2), de Gregorio I.

674
E para que el IIII linaje de ruegos e acorros, que son los ayunos, aprovechen a los
finados, muéstralo sant Gregorio, diziendo: “Las almas de los finados por quatro
maneras son asueltas: o por las oblaciones de los sacerdotes, o por las plegarias dellos, o
por las limosnas de los amigos o por los ayunos de los parientes”.
Cerca lo tercero,1293 aquellos por quien se faze, quatro cosas son de ver: lo
primero, quién son aquellos a quien puede aprovechar; lo II, por qué les deven
aprovechar; lo III, si aprovechan a todos egualmente; lo IIII, en qual manera pudiesen
ellos saber aquellos ruegos que se fazen por ellos. [f. 245d]
De lo primero, quién son aquellos a quién pueden aprovechar, devemos saber,
segunt que dize sant Agustín:1294 “Todos los que deste mundo parten, o son muy
buenos, o son muy malos o medianeros; pues los ruegos que son fechos por los muy
buenos, son acrescentamiento de gracias; e de los que por los muy malos, son
acrescentamiento de los bivos; e los que por medianeros, son alinpiamiento de
pecados”. Mas los que son muy buenos son los niños, o los mártires o los muy
acabados. Estos luego se van a Paraíso, que non sienten fuego del infierno, nin de
purgatorio. Ca amaron a Dios más que oro, nin plata, nin piedras preciosas, ni todas las
cosas del mundo. E fizieron buenas obras e despreciaron el mundo aquellos, aun
pecaron venialmente, tan grande era el fervor de la su caridat, que ansí es consumido el
pecado en ellos, luego commo la gota del agua se consume en el fuego adesora. E quien
por estos ruega, faze gran agravio. Ca segunt dize sant Agustín: “Sin razón fazen al
mártir”. E por ende, roguemos a Dios por éstos de quien avemos dubda, e loemos a
Dios en ello e a nós aprovecha.
Los muy malos son aquellos que, luego que mueren, van al infierno. E si
fuésemos ciertos que eran dañados, nunca por ellos avíamos de rogar. Segunt dize sant
Agustín: “Si yo supiese que mi padre [f. 246a] yazía en el infierno, non rogaría por él
más que por el diablo”.1295
Los medianos son dichos los que non cunplieron la penitencia que les fue dada,
ca murieron ante. E a éstos aprovechan las oraciones que fazemos, e por aquestos suele
la Iglesia partir las sufragias en tres maneras: o fazen setenario, o treintanario o
aniversario. Fazen setenario por dar a entender después que las almas fueren linpias de
los pecados que fizieron en el tienpo de su vida, que corre por siete días, vernán después

1293
LA (170): “Circa secundum”.
1294
De octo Dulcitii quaestionibus (2, 4).
1295
Summa aurea (1, XVIII, IV, I, I), de Guillermo de Auxerre.

675
a la gloria del Paraíso. Fázese el treintanario porque se purguen de lo que pecaron contra
la Trenidatsic e contra los dies mandamientos. El aniversario porque ellos ayan provecho
e nós devoción. E pueden saber las almas que estos sacrificios les aprovechan quando se
lo quiere mostrar nuestro Señor o quando se lo manifiestan los buenos ángeles. Ca los
ángeles que son aquí connusco les son mensajeros. Otrosí les aprovecha si lo fazen los
buenos e non los malos.
Onde fallamos que un cavallero, estando en su lecho con su muger, e la luna
entrava por las finiestras, e maravillávase mucho porque el omne non obedescía a Dios,
así commo la luna e las criaturas non razonables. E profaçando de un cavallero muerto,
que fuera mucho su amigo, e aparesció adesora en la cámara, e dí[f. 246b]xole:
– Amigo, non quieras sospechar mal de ninguno; enpero, perdóname si alguna
cosa te erré.
E preguntándole dende su lecho de su estado, e díxole:
– Sufro muy grandes penas, mayormente porque ferí un omne en el cimenterio, e
tomele la capa que traía de suso, e pesa más que un monte.
E rogole que fiziese por él algunas oraciones. E dixo él:
– ¿Quieres que las faga tal capellán o tal?
Él no le respondió, mas movió la cabeça commo si no le plugiese dello. E díxole
si quería que las fiziese tal hermitaño relisioso. E dixo él:
– Dios lo quisiese que rogase él por mí.
E prometiéndole que lo faría, díxole:
– Yo te digo en verdat que de aquí a dos años has de morir.
E así desapareció. El cavallero mejoró en su vida, e después finó e fuese con
Dios.
Mas commo dicho es, los ruegos que los malos fazen non pueden aprovechar.
Enpero devemos entender que la obra del sacramento aprovecha quanto en sí, ca el mal
sacerdote no puede fazer malo el sacrificio.
Otrosí, por aventura el muerto dexa testamentarios algunos omnes malos, sus
amigos que luego deven pagar sus mandas, por que non les contesca lo que contesció a
un cavallero. Ca segunt fallamos, un cavallero del rey Carlos avía de lidiar con los
moros. E rogó a un su hermano que, si muriese en la lid, que vendiese su [f. 246c]
cavallo e diese el precio a los pobres. E muerto este cavallero, al otro plógole mucho, e
tommó el cavallo para sí. E a poco de tienpo aparesciole este muerto, claro commo el
sol, diziendo: “Hermano, fezísteme sofrir pena, ocho días en purgatorio por el precio de

676
mi cavallo; porque non feziste dél lo que te yo dixe. Mas évate que oy levarán los
diablos la tu alma al infierno; mas yo, purgado e linpio, vome al reino de Dios”.

[CXXXI]
Título CXXIX. De la vida quatro mártires

Quatro santos fueron que ovieron nonbre Senero, e Senerino, Christóforo e Vitorino.
Estos fueron açotados con plomo, mandándolo Diocleciano. E non pudiendo fallar los
sus nonbres, después de muchos días, revelándolo Dios, falláronlos. E fue establecido
que fiziesen su memoria con los nonbres de otros cinco santos, Claudino, Castorino,
Sinforiano, Nichostrato, Sinplicio, que sufrieron muerte e pasión a dos años después
dellos. Ca estos mártires, sabiendo del arte de entallar, non querían fazer un ídolo a
Diocleciano, que les mandara fazer, nin consetirsic fazer sacrificio a los ídolos. E
mandolos meter bivos en arcas de plomo e echarlos en la mar.
El papa Mel[f. 246d]chiades estableció que con estos cinco onrasen los otros
quatro. E mandó que los llamasen los quatro coronados, ante que fallasen los sus
nonbres. Así es ya vido, e los llamaron después los quatro coronados.

[CXXXII]
Título CXXX. De sant Leonardo e de sus miraglos

[...]1296
Leonardo fue baptizado de sant Remisio, arçobispo de Remos. En la era de la
encarnación de quinientos años, demostrole la carrera de salud. E sus parientes eran los
mayores e los mejores del palacio del rey de Francia. E aqueste ovo grant gracia del rey,
que quantos eran encarcelados, e los él visitava, luego eran sueltos. E así, paresciendo la
su1297 fama de la su santidat, el rey fízole quedar con él mucho tienpo, fasta que oviese
tienpo convenible de le fazer obispo. E él non lo quiso, mas deseando el yermo, dexó
quantas cosas avía, e vino a Orles a predicar con su hermano Lifardo. E después que
moraron aí algunt tienpo en un monesterio, Elifardo quería morar solo sobre la ribera
del río. Leonardo, por amonestamiento de Espíritu Santo, ordenó de predicar en
Equitania. Dándose paz, partiéronse el uno e el otro.

1296
Igual que en el ms. h-I-14, falta la etimología del nombre (LA: 1-11).
1297
En el incunable: “sn”.

677
E Leonardo, predicando en todos los sus lugares, fazía muchos miraglos. E moró
aí en una isla que era cerca [f. 247a] la cibdat de Limojenes. E avía aí un palacio del rey
para quando iva a caça. E acaesció que un día, el rey andando a caça, e la reina andava
por aí por razón del deleite, e estava en punto de morir por razón del parto. E llamando
el rey toda su conpaña por razón de la reina e de su peligro, pasava Leonardo por el
monte. E oyendo las bozes de los que lloravan, ovo dellos piedat, e fuese para allá. E
llamándole el rey, conbidole; él entró luego, e preguntole el rey que quién era. E dixo él
que fuera dicípulo de sant Remisio. E el rey, aviendo buena esperança, e asmando que
fuera bien criado de buen maestro, metiole a la reina; e él rogando que recibiese e
oviese el gozo doblado: del recobramiento de la muger, e de la generación que naciera.
E él faziendo su oración, ganó lo que deman[da]ra. E dándole el rey mucho oro e plata,
e non lo quiso recebir; mas amonestávale, diziendo que lo diese a los pobres: “Yo no he
menester ninguna cosa destas, mas deseo solamente servir a Jhesu Christo en alguna
selva”. E quiriendo el rey darle todo aquel monte, díxo que lo non tomaría todo; mas,
tanto commo podría cercar toda la noche con su asnillo, tanto le otorgase. El rey
otorgóselo muy de grado. E fizo aí un monesterio, e bivió aí muy grant tienpo en
astinencia con dos [f. 247b] monjes. E tiniendo el agua quanto a legua e media alexos,
fizó aí cavar un pozo seco, e por sus oraciones, se finchó todo de agua. E llamó aquel
lugar Mobiliar, porque se lo diera noble rey. E començó aí a fazer muchos miraglos, que
todo omne que llamava el su nonbre en la cárcel luego se ronpían las cadenas, e las
prisiones, e ivan sueltos sin contrario ninguno. E muchos déstos quedavan aí con él e
sirvían a Dios. E siete mugeres de su noble linaje vendieron quanto en el mundo avían,
e fuéronse para él, e dio a cada una suerte en el monte. E faziendo aí buena vida con él,
por el su enxenplo, avían muchos de fazer con ellos.
E dende sant Leonardo, conplido de muchas virtudes, salió desta vida e fuese
para Paraíso. E después que fizo muchos miraglos, fue mostrado a los clérigos de esa
iglesia que aquel lugar era muy estrecho; e por las conpañas que venían aí muchas, que
fiziesen otra iglesia en otro lugar, e que trasladasen allá el cuerpo de sant Leonardo muy
onradamente. E ellos con todo el pueblo ayunando e rogando, vieron tres días toda la
provincia cubierta1298 de nieve; e vieron aquel lugar, do avía de quedar el cuerpo de sant
Leonardo, todo vazío. E después que fue aí trasladado, fizo aí Dios muchos miraglos

1298
En el incunable: “eubierta”.

678
por él, e mayormente por [f. 247c] los encarcelados. E es testigo desto el grant
departimiento de los fierros, que están colgados ante el su sepulcro.
El visconde de Limojenes vino para espantar los malos; fizo una cadena muy
pesada e mandola fincar en el cepo de la su torre; e todo aquel que esta cadena toviese a
su cuello, solamente que le pusiesen al sol, non semejava que recibía una muerte, mas
mill. E acaesció que fue ligado en aquella cadena un vasallo de sant Leonardo, sin
culpa. E estando para le salir el alma, entre sí lo mejor que pudo, rogó a sant Leonardo
que le acorriese. E luego aparesciole en una vestidura blanca, e díxole: “Non ayas
miedo, que non morirás; levántate e lieva esta cadena contigo a la iglesia, ca yo iré ante
ti”. E levantándose, tomó la cadena, e fuese en pos de sant Leonardo fasta la iglesia. E
contó ante todos lo que le acaesciera con sant Leonardo. E colgó aí su cadena ante el
sepulcro.
Un omne morando en este lugar de sant Leonardo, que era muy fiel, prendiole
un príncipe muy malo. E pensó este príncipe cruel entresí, e dezía: “Este Leonardo
suelta a todos los encadenados, e toda la fuerça de lessic fierros se regala ante él, bien
commo la cera ante el fuego. E si atare a éste, luego verná Leonardo e librarle á. E si
pudiese guardarle, avría por él mill sueldos. [f. 247d] E por eso faré en mi torre un foyo
muy fondo, e meterlo he dentro con buenas cormas1299 e fuertes, e porné sobre la boca
del foyo una arca de madera, e porné en ella cavalleros armados; e maguer que
Leonardo quebranta las cadenas, no entró aun so la tierra”. E cunpliolo todo bien
commo lo dixera. E este omne, llamando sienpre a sant Leonardo, vino a él de noche, e
removió el arca en que yazían los cavalleros, e dende, entró en el foyo con grant
claridat, e tommó la mano de su fiel, e dixo:
– ¿Duermes o velas? Évate aquí Leonardo, al que tú deseas.
E dixo:
– ¡El Señor, ayúdame!
E luego las prisiones fueron quebrantadas; tomándole por los braços, sacole
fuera de la torre; e fablando con él commo amigo, levole fasta su casa.
Un romero, tornándose de visitar a sant Leonardo, prendiéronle e fue encerrado
en Albernia. E rogávales mucho que le dexasen por amor de Dios e de sant Leonardo,
que nunca les fiziera pesar. E ellos respondieron que si non diese por sí grant aver, que

1299
Corma: (del ár. hisp. qúrma, este del ár. qurmah, y este del gr. κóρµος, pieza de madera). Especie de
prisión compuesta de dos pedazos de madera, que se adaptan al pie del hombre o del animal para impedir
que ande libremente.

679
nunca dende saldría. Dixo él: “Sea entre vós e sant Leonardo, que mayormente sabedes
que só encomendado”. E otra noche, sant Leonardo apareció al señor del castillo, e
mandole que le dexase su romero. E él despertando, despreció su visión, como si fuese
sueño, e non lo quiso dexar. E la [f. 248a] segunda noche, eso mismo aparesciole, e
díxole estas mismas cosas; mas tanbién lo menospreció. E a la tercera noche tomo sant
Leonardo el preso, e sacole fuera de la villa. E luego cayendo la torre, e la meitad del
castillo, mató muchos dellos. E escapó el señor del castillo, las piernas quebradas, a la
su confusión.
1300
Un cavallero fue preso en Bretaña, e estando él en la cárcel, llamava sienpre
a sant Leonardo, el qual viéndolo todos, e conosciéndole e maravillándose, aparesció en
medio de casa. E entró en la cárcel, e quebrantó las cadenas, e púsolas en manos de un
omne. E andando por medio dellos, espantolos con grant miedo.
Fue otro Leonardo de grant perfeción e virtud, e yaze su cuerpo enterrado en
Corbiel. Éste fue muy santo, e tanta umildat puso en él Dios, que siendo prelado de un
monesterio, más baxo se fazía que todos. E todo el pueblo yéndo a él, unos enbidiosos
consejaron al rey Docario que si non se guardase, que el reino de Francia todo sería
destruído por Leonardo, que ayuntava así muchos commo por manera de orden. Él,
creyéndolos de ligero, mandole desterrar. E vinieron a él los cavalleros, e oyendo sus
palabras, pesoles de lo que le fazían, e prometieron que serían sus discípulos. E
pensando otrosí al rey, deman[f. 248b]dole perdón, e destruyó los bolvedores de
quantas cosas avían, e amó mucho a sant Leonardo. E maguer que rogó a sant Leonardo
por ellos, malasbés nunca tornaron en su estado. Otrosí ganó de Jhesu Christo que todo
aquel que estoviese encarcelado, que luego que le llamase, fuese suelto.
Estando él un día en oración, una sirpiente grande tendiose de sus pies fasta la
cabeça e su boca, mas por esto non se levantó de su oración. E acabada su oración,
díxole: “Bien sé que después que fueste criada, sienpre en quanto puedes, no dexas los
omnes estar en paz; mas si poderío as en mí, faz en mí lo que merescí”. Esto dicho, salió
la sirpiente por el capillo,1301 e cayó muerta a sus pies. Después, poniendo paz entre dos
obispos que avía pelea, dixo que cras avía de morir, e así fue.

1300
Milagro ausente en el ms. h-I-14.
1301
Ms. h-I-14: “la su capilla” (f. CCLXXXIIIb).

680
[CXXXIII]
Título CXXXI. De sancto Teodoro mártir

Sancto Teodoro fue martirizado en tienpo de Diocleciano e Maximiano.


Diziéndole el adelantado que sacrificase a los ídolos, e que avría la cavallería
que solía. E respondió Teodoro:
– Yo só cavallero de Jhesu Christo.
E díxole el adelantado:
– Pues que así es, ¿ése tu Dios ha Fijo?
Díxole Teodoro:
– Sin dubda ha Fijo.
Díxole el a[f. 248c]delantado:
– ¿Poderle hemos conoscer?
Díxole Teodoro:
– Puédesle conoscer si quisieres llegar a Él.
E dándole espacio que sacrificase este santo, entró en el tenplo de Mares, e
quemole todo. Uno que lo vio, díxolo al adelantado, e pusiéronle en la cárcel para que
muriese aí de fanbre. E aparesciole Dios, diziendo: “El mi siervo, sey esfroçado, ca yo
soy contigo”. Entonce vino una grant conpaña de omnes a la puerta de la cárcel cerrada,
e entraron con él, e començaron a cantar con él. Las guardas viéronlo, e fueron muy
espantados. E sacándonle dende, rogáronle que sacrificase. E dixo: “Si quemáredes las
mis carnes, e me dieres muchos tormentos, mientra que la mi alma en mí fuere, nunca
negaré a Jhesu Christo”. Entonce mandole el adelantado colgar en un madero, e raerle
los costados con peines de fierro, tan cruelmente que le parescían las costillas. E dixo el
adelantado:
– ¿Quieres ser connusco o con Jhesu Christo?
Dixo él:
– Con mi Señor, Jhesu Christo, fui y soy y seré.
Entonce mandole quemar en el fuego, e allí se le salió el alma; enpero el fuego
nunca le enpeció en el cuerpo.

681
[CXXXIV]
Título CXXXII. Disposición de sant Martín

[f. 248d] Quiere dezir Martinus tanto commo teniente batalla, ca él tovo batalla contra
los pecadores; o Martinus quiere dezir tanto commo uno de los mártires, ca fue mártir
por la voluntad o por martirizamiento de la carne; o Martinus quiere dezir enrridador, o
llamador o señor, ca él enrridó al diablo: por merescimiento de su santidat á enbidia. E
llamó a Dios a misericordia. E fue señor de la su carne, por muy grant quebrantamiento
que le fazía cada día.
Estoria de sant Martín obispo

Fue nascido sant Martín de un castillo de Sabaria, que dixeron Panomio; mas fue criado
en la cibdad de Papía, en tierra de Italia, so su padre, que era señor de trezientos
cavalleros. E él fue su vasallo de Costantino e de Juliano, enperadores; enpero, non por
su voluntad, mas dándole Dios gracia, siendo niño de doze años, fuyó a la iglesia e
demandó que le fiziesen christiano. E de allí adelante cobdiciava bevir en el yermo,
salvo que non se lo podría sofrir el cuerpo. Mas los enperadores, ordenando que los
fijos de los cavalleros viejos fuesen cavalleros, en lugar de los padres, e sant Martín
siendo de quinze años, fiziéronle cavallero maguer que le pesó. E avía consigo tan
solamente [f. 249a] un vasallo, a quien muchas vezes sirvía sant Martín, e le descalçava
los çapatos e los alinpiava.
En el tienpo invierno, pasando por la puerta de la cibdat, encontró un omne
desnudo pobre. E non le dando ninguno limosna, sant Martín entendió que para él le
guardara Dios. E sacó la espada, e partió el manto por medio, que non tenía otra cosa. E
dio la una parte al pobre e cubriose de la otra. En la noche siguiente, vio a Jhesu Christo
vestido de aquella parte del manto que diera al pobre. E oyó que fablava con los ángeles
que estavan enderredor, en esta manera: “Sant Martín me cubrió desta vestidura non
siendo aún christiano”. E por ende, este santo non aviendo sobervia, mas conosciendo
la bondat de Dios, siendo de diez e ocho años, fízose batear. E aún estuvo dos años en la
cavallería, rogándoselo un cavallero que le fizo omenaje que desanpararía el mundo
después que oviese servido la soldada.
En este comedio vinieron bárbaros en Francia. El enperador Juliano quería ir
pelear contra ellos, e dava soldada a los cavalleros; mas sant Martín, non quiriendo
estar de oy más en la cavallería, non quería tomar soldada, mas dixo al enperador: “Yo

682
soy cavallero de Jhesu Christo e non me conviene lidiar”. Juliano, sañudo, dixo que non
dexava la cavallería por s[an]tidat, mas por mi[f. 249b]edo de la batalla que avía de ser.
Respondió sant Martín, sin miedo: “Si tú decides que lo fago por miedo, e non por
santidat, mañana estaré sin armas ante la faz e descubierto en el nonbre de Dios. E con
la señal de la cruz, e sin yelmo e sin escudo, pasaré seguro por en medio dél”. E por
ende, mandole guardar, por que cunpliese lo que dixera e prometiera. Mas otro día los
enemigos enbiaron mensajeros de paz, dándose a ellos e a todas sus cosas. Onde non es
dubda que por los merescimientos de sant Martín, se bengó el1302 enperador de sus
enemigos sin sangre. E de allí adelante dexó la cavallería, e fuese a sant Ilario, obispo
de Piteus, e ordenole acólito.
E mostrándoselo Dios por sueños, que visitase a su padre e a su madre, que eran
aún gentiles, mandole sant Ilario que fuese; enpero díxole que avía muchas cosas
contrarias en el camino. Cayendo entre las montañas, cayó en manos de ladrones. Uno
dellos queríale ferir con un segur en la cabeça; el otro detóvole el braço que non lo
fiziese; enpero ligándole las manos atrás, diéronle a uno dellos en guarda. E demandole
el ladrón si avía miedo, dixo que nunca tan seguro fuera, ca sabía que Dios ayudava a
los omnes en el tienpo de la cuita. E enpeçó a predicar al ladrón, e convertiole a la fe, e
dexó ir a sant Martín su ca[f. 249c]rrera.
Él fizo después la buena vida, e viniendo a Milán, aparesciole el diablo en
semejança de omne, e demandole dó iva. E respondiole él que iva do Dios le llamase.
Dixo el diablo:
– Do quier que fueres, el diablo será tu contrario.
Respondió sant Martín:
– Dios sea comigo [e non averé miedo a ningunt omne].1303
E luego el diablo desaparesció.
E convertió a la madre, el padre fincó en su error. Mas, cresciendo la eregía de
Arriano por todo el mundo, solamente éste fue contra él, e açotáronle por la plaça. E
echándole de la cibdat, fuese para Milán, e fizo aí un monesterio; mas el obispo de la
eregía echole dende, e fuese para la isla de Gallena, con un solo capellán. E tomó entre
todas las otras yervas alvellyno,1304 que es veninoso, e avía que se acercava la muerte, e
escapó del peligro e del dollorsic con la vertud de la oración. E oyendo que se tornava

1302
Esta palabra se repite en el incunable.
1303
Ms. h-I-14 (f. CCXCVIIId). Salmos (117, 6).
1304
LA (40): “hellebori”. Ms. h-I-14: “elveleño” (f. CCXCVIIId).

683
sant Ilario del desterramiento, saliole a recebir, e fizo un monesterio cerca de Piteus. E
aviendo aí un dicípulo que non era christiano, e partiéndose un poco del monesterio,
tornándose, fallole muerto. E levole a su celda, e poniendo el su cuerpo sobre el suyo, e
faziendo su oración, resucitole. E solía contar este omne que siendo ya judgado para el
infierno, que dos ángeles dixeron al juez que éste era aquel por quien rogara sant
Martín. E resucitó otro omne, que se [f. 249d] colgara.
En cabo los doctores, non aviendo obispo, enpero que él non quería,
demandáronle por obispo. E algunos de los obispos que le vinieron a confirmar, viendo
que era mal vestido, contradizíen que non fu[e]se entre los que les fue uno afincado, que
dezían Defensor; mas, non aviendo aí quien leyese, uno tomando el salterio, leyó este
verso del primer salmo que falló: “Señor de los infantes e de los que mamavan, fueste tú
loado porque destruías el enemigo”.1305 E el Defensor fue así de todos confondido.
Ordenado1306 en obispo, non podía sofrir el roído e la prisa de la gente del pueblo. Fuera
de la cibdat, quanto una legua, fizo un monesterio do bivió en grant astinencia con
LXXX discípulos; ca ninguno non bevía vino, salvo si era enfermo; e tr[a]er el ábito
blando, avían pecado.
E muchas cibdades tomavan ende obispos. E faziendo fiesta a uno, así commo a
mártir, e sant Martín non fallase ninguna cosa dél, nin de su martirio; estando un día
sobre su sepulcro, rogó a Dios que le mostrase qué vida o qué merescimiento oviera
éste. E tornándose a la siniestra parte, vio una sonbra negra. E conjurándole sant
Martín, díxole que fuera ladrón e que fuera muerto por su pecado. E a la sazón, mandó
sant Martín que destruyesen aquel altar.
Leemos1307 dél, que al tienpo fue por menester que avía al enperador Valeti[f.
250a]niano; mas él, sintiendo que le quería demandar lo que él non quería dar, fizo
cerrar las puertas del palacio. E sant Martín, repoyado dende dos vegadas, ayunó una
vegada una semana, en cilicio e ceniza. Entonce, amonestándole el ángel, vino al
palacio, e non le defendiendo ninguno, vino al enperador. E viéndole venir, estando
muy sañudo, porque le dexaran entrar, non se quiso levantar a él, fasta que fuego cubrió
la su silla en que estava e quemó al enperador de parte detrás. Entonce levantose a él, e
confesó la virtut de Dios, e abraçándole mucho, otorgole quanto le demandó ante que se
lo rogase. E dávale mucho aver e muchas joyas, mas non las quiso tomar sant Martín.

1305
Salmos (8, 3).
1306
En el incunable: “Ortenado”.
1307
Speculum Historiale (XVIII, 24), de Vicente de Beauvais.

684
E aun fallamos en quál manera resucitó el tercero muerto, en esta manera: un
mancebo era muerto. E rogándole su madre con lágrimas que le resucitase, él fincó los
finojos en medio del canpo, onde estavan muy grant conpaña de gentiles. E viéndolo
todos, levantose. E por ende, todos tornáronse a la fe de Jhesu Christo.
Todas las cosas le obedescían, así commo las piedras, e los árboles e las bestias;
e las cosas que non se sienten, así commo el fuego e el agua. Que una vegada ardía una
casa, e sant Martín subió sobre el techo, e púsose contra el fuego, e tornose. Luego
llamó contra el viento, e semejanasic que lidiavan [f. 250b] entre sí elementos.
Otrosí fallamos que una nave perescía. E un mercader que era en ella, non era
aún christiano, e enpeçó llamar: “¡Dios de sant Martín, sálvanos!”. E luego fue
amansada la mar.
Otrosí le obedescieron los árboles. Ca en un lugar avía un tenplo muy antiguo, e
cayó. E quiriendosic tajar un árbol de pino en que sacrificasen al diablo, e
contradiziéndole los labradores, dixo uno dellos: “Si tú as fiuzia en el tu Dios, nós
tajaremos este árbol, e quando cayere, recíbele tú. E si el tu Dios es contigo, guardarte
ha”. E otorgándoselo, él fizo la señal de la cruz contra el árvol, tajándole contra el que
tenían atado, e tornándose de la otra parte, poco menos mató a los labradores que
estavan seguros. E viendo ellos este miraglo, tornáronse a la fe.
Obedesciéronle las bestias. Que fallamos dél que viendo ir los canes en pos de
una liebrezilla, mandoles que non fuesen en pos della. Ellos luego quedaron, e
estudieron commo envergonçados. Otrosí una sirpiente, pasando por un río nadando,
dixo sant Martín: “Mándote en el nonbre de Dios que te tornes”. E luego se tornó a la
ribera del río. Entonce sant Martín sospirando, dixo: “Las sirpientes me oyen e non los
omnes”. E fizo otros muchos miraglos en esta razón que serían luengos de contar.1308
E fue sant Martín [f. 250c] de grant humildat. Ca en París, fallando un gafo que
todos le aborrecían, besole e diole su bendición, e luego fue sano e guarido.
Otrosí fue de grant divinidat que fue egual de los apóstoles. Ca la gracia del
Spíritu Sancto descendió sobre él como fuego, así como sobre los apóstoles. Onde los
apóstoles le visitan muchas vezes, así commo conpañero. Onde se lee dél en el libro de
Dialogor,1309 que una vez estando sant Martín solo en su celda, Severo e Galla, sus
discípulos, esperávanle fuera de las puertas, e fueron adesora feridos de grant herror1310

1308
Frase ajena a la Legenda aurea, presente también en el ms. h-I-14 (f. CCXCIXc).
1309
Dialogi (II, 13), de Sulpicio Severo.
1310
LA (99): “horrore”.

685
maravillosamente, que oían muchos fablando en uno en la cámara, de lo qual
preguntaron después a sant Martín. E díxoles: “El dezir vos lo he, mas ruégovos que lo
non digades a ninguno: sabed que santa Ignés, e santa Tecla, e santa María, e sant
Pedro, e sant Pablo e los otros apóstoles vinieron a mí”. E non tan solamente ese día,
mas otros muchos vinían a él.
E nunca se quería asentar en la silla catredalsic, sinon en las de los labradores.1311
Fue de grant justicia. Que siendo conbidado de un enperador, que dixeron
Maximiano, e dando a sant Martín primero a bever, esperando todos que después de sí,
que daría al rey, dio primero al su sacerdote, pensando que ninguno era más digno de
bever después dél que aqueste, e judgando que era sin razón de lo dar antes [f. 250d] al
sacerdote, y a sus siervos, que al rey.1312
Fue de mucha paciencia. Ca tanta paciencia guardava en todas las cosas que,
siendo obispo e señor, muchas vezes le erravan los clérigos gravemente; mas nunca les
demandavan los yerros, aviendo grant caridat en sí. Nunca le vio ninguno sañudo, nunca
lloroso, nunca riendo; sienpre traía en la boca el nonbre de Dios, e en el coraçón paz, e
verdat e misericordia.
Otrosí fallamos que una vegada, yendo en su asnillo vestido de sus vestiduras
negras e ásperas, viniendo unos cavalleros, descendieron en tierra, e tomaron a sant
Martín, e firiéronle: e él agora de la una parte, agora de la otra a recebir las feridas. E
los cavalleros luego fueron así en tierra, que maguer los firían, non se podían mover,
mas semejavan piedras. Fasta que se tornaron a sant Martín, e conosciendo que los
fizieran mal, e con no saber, dioles licencia e luego se fueron los cavalleros muy aprisa.
Otrosí fue de grant coraçón,1313 que nunca ál fazía sinon orar, o leer o labrar. Ca
así commo es costunbre a los ferreros, que entre lo que labran por esfuerço de algunt
trabajo, fieren en la yunque, así sant Martín, mientra que alguna cosa fazía, sienpre
orava.
Otrosí fue muy áspero contra sí mismo. Ca una vegada, yendo sant Martín a
santo Eusebio en el su obispado, los clérigos fi[f. 251a]ziéronle un lecho muy noble e
muy blando. E él non pudo aí folgar, que non lo avía ducho, que sienpre yazía en tierra
cubiero con un cil[i]cio, e por eso levantose de aquel lecho e echose en tierra. E cerca la
media noche acendiose aquella paja, e queriendo salir sant Martín, non pudo, ca cercole

1311
Frase ajena a la Legenda aurea.
1312
LA (105): “et indignum iudicans si aut regem aut regis proximos presbitero pretulisset”.
1313
LA (112): “orando”. Ms. h-I-14: “oración” (f. CCXCIXd).

686
el fuego enderredor. E ya se quemavan sus vestiduras, e tornándose a su oración segunt
solía, e faziendo la señal de la crussic, estuvo en medio del fuego e non le fizo mal. E
despertando los monjes, corrieron aprisa pensando que sant Martín era quemado. E
sacáronle de medio del fuego, que non le fizo mal ninguno.
1314
Otrosí fue de grant conpasión contra los pecadores. Ca todos los que se
arrepentían, todos los recibía en el seno de la conpasión. Ca el diablo reprehendiole una
vegada porque recibía los errados a penitencia. E respondiole él, e dixo: “¡O, mesquino!
Si te quitases de ser contrario de los omnes, e te confesases, e te arrepitieses de sus
fechos, aún avrías la misericordia de Dios!”.
Fue de grant piedat contra los pobres. Ca una vegada, yendo a la iglesia, iva en
pos dél un pobre desnudo. E mandó al arcediano que le vistiese. E faziéndolo tarde,
entró sant Martín en la sacristanía, e dio la su saya al pobre, e mandole que se fuese
luego. E diziendo el arcediano que fuese cantar la misa, e fablando [f. 251b] de sí
mismo, dixo que non podía, fasta que vistisen al pobre. E non lo entendió el arcediano,
que cuidava que non era desnudo de dentro porque le vía de fuera cubierto de la capa. E
dezía que non avía aí pobre ninguno. E dixo él: “Tráeme una vestidura, que no
fallescerá pobre a quien la vistades”. E por ende, el arcediano forçado fue al mercado, e
conpró una saya vil e corta, por cinco dineros de plata. E echola con grant saña ante sant
Martín. E vistiola en poridat, e dávanle las mangas fasta el codo, e era luenga fasta el
finojo, e ansí fue cantar la misa. E cantada la misa, apareció sobre su cabeça fuego;
viéndolo muchos, e alçando el cuerpo de Dios, parescieron los braços desnudos que non
eran muy gruesos ni muy carnosos, por razón de la saya que era muy corta. E los
ángeles truxeron armellas de oro1315 con piedras preciosas, e cubriéronle los braços. E
esto viéronlo muchos.
Ovo grant poder contra los diablos. Ca estando el diablo en una vaca, do quier
que1316 iva, matava muchos omnes. E viniendo en la carrera, muy brava contra sant
Martín e sus conpañeros, alçando la mano fízola estar queda; estando queda, vio sant
Martín al diablo que estava sobre ella. E denostándole, dixo: “¡Pártete de aquí, malo, e
queda de aquí adelante a fazer mal en esta vaca!”. E [f. 251c] luego el diablo partiose. E
la vaca tornose mansa a su grey.

1314
Párrafo ajeno al ms. h-I-14.
1315
LA (135): “torques aurei”. Ms. h-I-14: “armellas de oro” (f. CCCb).
1316
En el incunable: “qne”.

687
Fue muy agudo en conoscer los diablos. Ca quando le semejava, luego le veía en
qualquier figura que quería. Ca a las vegadas los diablos le aparecían agora en manera
de Mercurio, agora de Venus. E él conoscíalos, e nonbrávalos, e maltraíalos e dezía:
“¡Mercurio falso!”. E a Júpiter llamávalo bestia e necio. Un diablo un día aparesciole en
forma de rey, vestido de paños de oro e de peso, con una corona preciada en su cabeça,
e con calças de oro e con cara muy alegre. E callando amos a dos grant pieça, dixo el
diablo:
– Martín, conosce aquel que tú honras, que yo só Jhesu Christo. E quiriendo
descender en la tierra, ante me quise mostrar a ti.
E maravillándose mucho sant Martín desto, e callando, díxole otra vegada:
– ¿Por qué dubdas lo que yo digo? Ca me vees que soy Jhesu Christo.
Entonce sant Martín, mostrándoselo por Spíritu Sancto, dixo:
– Mi Señor Jhesu Christo non anda vestido de púrpura, nin dixo que vernía en
corona de oro resplandeciente. E yo no creo que venga sinon en aquella forma, e en
aquella manera que Él tomó muerte en la cruz.
El diablo, viendo esto, desaparesció. E fincó con grant fedor en la celda.
Después sant Martín sopo por muy grant tienpo, ante que muriese, el día de la su
muerte, e díxolo a sus frailes. E e[f. 251d]n este comedio, fue visitar el obispo de
Condon, por razón de poner paz entre ellos. E yendo, vio los esmerejones1317 que
andavan en el río acechando los peces, e prendiendo algunos dellos. E dixo él entonce:
“Aquesta es forma del diablo, que acecha a los no apercebidos, e toman los
desentendidos, e comen los tomados, e nunca se fartan de los comidos”. E mandoles que
dexasen el río, e se fuesen a las tierras desanparadas. E luego ayuntáronse todos, e
fueron a los montes e a las selvas.
Estando en aquel obispado algunt poco de tienpo, començó a enflaquecer. E dixo
a los dicípulos la su muerte. Entonce, llorando todos, dixeron:
– Padre, ¿por qué nos desanparas o por qué nos dexas desanparedos? Ca los
lobos robadores acometerán la tu grey.
Él, doliéndose de su lloro, llorando, díxoles así, orando a Dios:
– Señor, si soy menester al tu pueblo, aún non me quiero escusar; mas fágase
segunt tu voluntad.

1317
Esmerejón: (quizá del fr. ant. esmereillon, hoy émerillon). Ave rapaz diurna del mismo género que el
alcotán y el cernícalo, con el dorso gris azulado y el vientre claro con bandas oscuras, que en invierno es
bastante común en Andalucía.

688
E dubdó qué era lo que más quería: ca non los quería desanparar, nin quería ser
apartado de Jhesu Christo. E así, aquexándole la fiebre, rogávanle los dicípulos que1318
le pusiesen alguna cosa sobre el lecho sobre que yoguiese, ca non avía en él otra cosa
salvo cilicio e la ceniza. E díxoles: “Fijos, non conviene a ningunt christiano morir
sinon en cilicio e en ceniza. E si yo ál fize sinon esto, pequé”. E nunca ce[f. 252a]sava
de la oración, estando los finojos e las manos alçadas al cielo. E faziendo sienpre así,
cantando al cielo con los ojos e con las manos, rogávanle los clérigos que revelase el
cuerpo algunt poco con manseza. E dixo él:
– ¡Dexatme hermanos, dexatme catar más al cielo que a la tierra, porque el alma
vaya derecha al Señor!
E diziendo esto, vio estar al diablo ante sí, e díxole:
– Bestia mala, ¿qué fazes aquí? Ca non fallarás en mí cosa en que me traves,
mas Jhesu Christo me recibirá.
1319
En aquesta boz, en el año de la encarnación de JLLXLVJ años, e aviendo él
LXXXI años, dio el alma a Dios, mas más clara aparesciendo que el sol. E muchos lo
oyeron los ángeles cantar. E yaze enterrado en Torres.
E los de Torres e los de Piteus ovieron gran contienda, dezían los de Piteus:
– Nuestro monje es, e a nós es encomendado.
Dezían los otros:
– A vós fue tirado, e a nós fue dado de Dios.
Después a la media noche, los de Piteus dormidos con grant sueño, tomáronle
los de Torres por una finiestra. E pusiéronle en un navío ligeramente, e así lo truxeron,
con muy grant gozo, a la cibdat de Torres.

Títnlosic CXXXIII. De sant Severino1320

[f. 252b] San Severino, obispo de Colonia,1321 andando día de domingo después de
maitines, así commo solía por los lugares santos, aquella ora que murió sant Martín oyó
cantar los ángeles en el cielo. E llamando a su arcediano, preguntole si oía alguna cosa.
E respondió que non. E dixo el obispo que: “Escucha bien”. E él faziéndolo. E que

1318
En el incunable: “qne”.
1319
LA (183): “CCCXCVIII”.
1320
En la Legenda aurea se trata de una continuación de la vida de san Martín y no una narración aparte.
El ms. h-I-14 también presenta esta continuación de la vida de san Martín sin diferenciarla como la vida
de otro santo.
1321
LA (190): “Severinus Coloniensis”. Ms. h-I-14: “E Antonio, obispo de Colonia” (f. CCCIa).

689
alçase suso el cuello, e que irguiese las orejas, e que alçase el bla[g]o en alto. Mas
rogando el obispo por él, dixo que oía bozes en el cielo. Dixo el obispo: “Mi señor sant
Martín es finado, e los ángeles liévanle al cielo. E ahevos los diablosssic que le quisieron
enbargar; mas, non fallando en él ninguna cosa de lo suyo, partiéronse dende
confondidos”. El arcediano señaló el día e la ora en que fallaron por cierto que entonce
finara.
1322
Un monje que dixeron Severino, que escrivió la su vida, dormiendo un poco
después de maitines, segunt quél cuenta en una epístula, aparesciole sant Martín vestido
en vestiduras alvas, con cara de fuego, e destellándole los ojos, e con cabellos rubios,
teniendo un libro en la mano derecha, el qual escriviera ese Severo de la su vida.
Viéndolo subir contra el cielo después de la bendición, e codiciando con él subir al
cielo, començó de velar. Después, viniendo los mensajeros, sopo que esa noche finara
sant Martín.
En ese [f. 252c] mismo día, sant Anbrosio, obispo de Milán, cantando misa,
durmiose sobre el altar ante que dixesen la epístola. E non lo osava ninguno despertar,
ni el subdiácono no osava dezir la epístola fasta que lo mandase. E pasando ya dos oras
o tres, despertáronle, diziendo:
– Pasada es la ora, e el pueblo está cansado esperándote. Manda que digan la
epístola.
Díxoles él:
– Non vos turbedes, que sant Martín, mi hermano, fuese para Paraíso. E yo fui a
enterrarle; mas non pude acabar la postrimera oración, porque me despertastes.
Entonce ellos señallandosic el día e la ora, fallaron que entonce finara.
1323
Segunt que dize sant Juhan Belech,1324 los reyes de Francia solían levar la su
capa a las huestes. Onde aquellos que guardavan aquella capa eran dichos capellanes.
1325
Después de la muerte, en la era de LIIII años, ensanchó la iglesia
maravillosamente, e quería traslaudar el cuerpo de sant Martín a ella. Estando un día, o
dos o tres, en oraciones, e vigilias e en ayunos, nunca pudieron mover el su cuerpo en
ninguna manera. E quiriéndolo dexar, aparescioles un viejo muy fermoso, diziendo:
“¿Fasta quándo tardades? ¿Non vedes a sant Martín presto para vos ayudar si ponedes
las manos?”. Entonce él puso las manos con ellos, e alçaron el sepulcro con grant

1322
Párrafo ajeno al ms. h-I-14.
1323
Los siguientes dos párrafos son ajenos al ms. h-I-14.
1324
Summa de ecclesiasticis officiis (163).
1325
LA (208): “LXIIII”.

690
ligereza, e pusiéronle en el [f. 252d] lugar do se agora onra. Mas aquel viejo nunca
después paresció. Aquesta trasladación se faze en el mes de julio.
Cuéntase que eran dos conpañeros, el uno dellos era ciego; e el otro, contrecho.
El contrecho mostrava la carrera al ciego, e así ganavan mucho. E oyendo que sanava
muchos el cuerpo de sant Martín, e trasladando el su cuerpo a la iglesia con grant
procisión, ovieron miedo que pasaría cerca de la casa do ellos moravan, e así, que por
aventura, sanarían; ca non querían ser sanos, porque perderían la demanda. E por ende,
fuyeron de aquel varrio e ívanse a otro, por do no cuidavan que pasaría el cuerpo de sant
Martín. E porque Dios da muchos bienes aquellos que non los quieren, sanoles amos
contra su voluntat, enpero que les pesó mucho.1326
E sant Anbrosio dize así de sant Martín: “Destruyó los tenplos del falso error e
alçó las señas de piedat. Resucitó los muertos, e sacó los diablos crueles de los cuerpos
quebrantados, e sanó a muchos de muchas enfermedades. E así es fallado: acabado en
bondat, que cubriera a Jhesu Christo en semejança de pobre. E cubría al Señor del
mundo con la vestidura del menguado. ¡O bienandante largueza, la qual la divinidat
obra! ¡O glorioso partimiento del manto que cubrió el cavallero e el rey! ¡O don
preciado sin cuenta [f. 253a] que meresció vestir el poderío de Dios! ¡O, Señor,
dignamente e con razón diste los galardones aquéste! ¡Dignamente, e con razón, fue
derribada la crueldat de los arrianos! ¡Dignamente temió los tormentos de los
perseguidores, por amor de martirio! Aqueste será recebido por oblación de entero
cuerpo, que meresció vestir a Dios por quantía de pequeña vestidura, e verle. E así los
esperantes dio melezina, porque los unos salvase por ruegos; e los otros, por vista”.

[CXXXV]
Título CXXXV. De la vida de sant Briz

Fue sant Briz diáchono de sant Martín. E algunt tienpo fue su contrario e enbidioso
contra él. E muchos enojos fazía a este santo, ca buscando un pobre a sant Martín,
díxole sant Briz:
– Si quieres aquel loco, para mientes alenxossic, que aquel que anda sienpre
catando al cielo, así commo loco es.
Después que el pobre recibió sant Martín, llamó a sant Briz, e díxole:

1326
Aquí termina la versión del ms. h-I-14.

691
– Briz, ¿seméjote yo a ti loco?
E él negó que non lo dixera, aviendo grant verguença. Díxole sant Martín:
– ¿Non sabes tú que las mis orejas estavan cerca quando tú fablavas de mí, ca
todo lo oía yo? Enpero dígote en verdat que gané de Jhesu Christo que seas obispo
después de mí mas sepas que sufras [f. 253b] muchas tribulaciones en este estado.
E oyéndolo Briz, escarnecíale, diziendo:
– Yo digo verdat: que éste era loco.
Después de la muerte de sant Martín, escogiéronle por obispo. E de allí adelante
sienpre estava en oración, e maguer que era sobervio, era casto en el cuerpo.
E a cabo de XXX años que fue obispo, una muger que andava en manera de
relisiosa, que lavava la sus vestiduras con cilicio, concibió e parió un fijo. Entonce todo
el pueblo, quiriéndole apedrear, ayuntose a su puerta, diziendo:
– Dávamos lugar e pasada a la tu luxuria por amor de sant Martín tan gran tienpo
ha, mas non queremos ya besar las manos suzias.
Él negando esto, muy fuertemente dixo:
– Adozitme el infante.
E aduziéndolo, non aviendo más de XXX días que nasciera, díxole:
– Conjúrote, por el Fijo de Dios, que tú digas ante todos si yo te engendré.
Dixo el infante:
– Non eres tú mi padre
El pueblo, faziéndole fuerça que le demandase quién era su padre, díxoles él.
– Esto non es mío de fazer, ya fize lo que a mí pertenescía.
El pueblo dizía que lo fazía con encantamentos, e añadieron:
– Non serás con falsedat nuestro pastor.
Entonce él, por alinpiarse desto que le dizían, viéndolo todos, levó las brasas en
el manto fasta el sepulcro de sant Martín. E echadas las brasas, aparesció el manto sa[f.
253c]no e non quemado. Dixo:
– Bien ansí commo el fuego non enpeció en el mi manto, así es linpio de
tanimiento de mugeres.
El pueblo non lo creyendo, firiéronle, e denostándole, echáronle fuera del
obispado por que se cunpliese la palabra de sant Martín. Entonce sant Briz, llorando,
fuese al papa. E estando aí siete años, fizo penitencia de quanto mal fiziera e dixera
contra sant Martín.

692
El pueblo fizieron obispo a Justiniano, e enbiáronle a Roma para que
despendiese el obispado contra sant Briz. Él yendo, murió en la cibdat de Verceles, e
todo el pueblo fizo en su lugar obispo a Hermeno. E sant Briz, tornándose a cabo de
siete años con abtoridat del papa, ospedó a tres leguas de la villa. E esa noche murió
Hermeno. E viéndolo Briz en visión, díxolo a los suyos, que se levantasen e fuesen con
él a enterrar al obispo de Torres. Entrando Briz por la una puerta de la cibdat, sacavan al
muerto por la otra. E después que le enterraron fue sant Briz puesto en su obispado.
Bivió después siete años en él, faziendo muy buena vida. E al cabo de quarenta e siete
años que fue obispo, murió en su onra.

[CXXXVI]
Título CXXXV. De la consagració[n] de la Iglesia1327

[f. 253d] La consagración de la Iglesia se faze muy onradamente entre las otras fiestas.
E porque en dos maneras es fecha la Iglesia: o el tenplo material o spiritual. E por ende,
aquestas dos maneras de la consagración se deven dezir brevemente; mas, cerca la
consagración del tenplo material, tres cosas son de ver: lo primero, por qué razón se
consagra; lo segundo, por quáles se consagra; lo tercero, por quáles es corronpida.
E en la Iglesia dos cosas se consagran: el altar e la iglesia. El altar es consagrado
para ofrescer aí el sacramento de Dios. Génesis, a VIII capítulos: “Hedificavitsic
Moyses1328 altare Domino e c.”.1329 Aqueste sacramento es el cuerpo e la sangre de
Jhesu Christo que sacrificamos en remenbrança de la su Pasión. Cerca aquella palabra
que nos dixo e nos mandó: “Hoc facite in meam comemoracionensic”.1330 Ca avemos
tres memorias de la Pasión de nuestro Señor Jhesu Christo: lo primero, en la escritura;
lo segundo, en que la Pasión de nuestro Señor Jhesu Christo es figurada en imájenes, e
aquesto es figurado en quanto a la vista. Ca esa imagen de Jhesu Christo e las otras
imágenes son fechas en la Iglesia por remenbrança de la su Pasión, para despertar la
devoción e el guarnimiento de voluntat, e son así commo libros para los legos. E otrosí
lo segundo es [f. 254a] en predicar la Pasión de nuestro Señor Jhesu Christo, e aquesto
pertenece a lo ir. Lo tercero es en el sacramento en el qual se contiene verdaderamente

1327
Esta es la última lectura de la Legenda aurea, con ella termina el año litúrgico propuesto por Jacobo
de Vorágine. Esta última lectura es ajena a los manuscritos de la Compilación B.
1328
LA (7): “Noe”.
1329
Génesis (8, 20).
1330
Lucas (22, 19).

693
el cuerpo e la sangre de nuestro Señor Jhesu Christo, e es ofrecido a nós. E aquesta
remenbrança es fecha quanto al gustar; pues si la Pasión de Jhesu Christo en el
sacramento e los sus escritos encienden los nuestros coraçones, mucho más nos deve
encender la predicación della. Aquestas tres cosas son en el sacramento.
Lo segundo, por qué se consagra la Iglesia. Es para llamar e alabar aí el nonbre
de Dios. Génesis, XII capítulos: “Hedificavitsic Abraham altare Domino, qui aparvitsic ei,
invocavit ibi nomen Domini”.1331 Aqueste llamamiento segunt el Apocalipsi, II

capítulo1332 se deve hacer por grandes ruegos e oraciones, que se fazen con adjuraciones
que son per donum nostrum Jhesus Christum e c.1333 E aquestas oraciones se fazen para
recebir bienes; o por demandadas que se fazen para acrecentar las bienes; o por
fazimiento que se faze de gracias por guardar los bienes avidos. E aquel llamamiento e
ruego que se faze sobre el altar es dicho propiamente misa, por ende, que aquel celestial
mensajero, que es Jhesu Christo, enbiado del Padre, que consagra aquella hosttiasic. E
por Él nos es enbiado el Padre, por que ruegue por nós. Onde maestre Hugo de sant
Bícores:1334 “Que esa hostia consagrada puede ser dicha [f. 254b] misa, e llamada por
quanto es traspasada: lo primero, nuestro Señor Jhesu Christo es enbiado a nós por la
encarnación; lo segundo, es enbiado de nós al Padre por la Pasión”. Semejablemente en
el sacramento: lo primero es enbiado a nós del Padre por aquel santificar que
fafazemossic, por el qual comiença a ser connusco. Después es enbiado de nós al padre
por la oblación que fazemos, por la qual él ruega por nós.
E sabed que la misa en tres lenguas se canta: en griego, ebraica, latina, para
representar el título de la Pasión de Jhesu Christo, que era escrito en la cruz en ebraico,
e en griego e en latín. Otrosí saber debemos que toda lengua conviene alabar a Dios, lo
que por estas tres lenguas se entiende es esto: la latina son los evangelios, e las
epístolas, e las oraciones e los cánticos; la griega: Quirie leyson Christe eleyson, que se
canta nueve vezes porque vengamos a la conpaña de las nueve órdenes de los ángeles;
la ebraica es: aleluya, amén, sabaochsic, osana.
Entonce para cantar, Ecliastices XLVIII capítulo: “Dedit illi contra inimicos
potencian e stare fecit contra altare cantores, e in somosic eoruntsic dulces fecit
modulos”.1335 Tres semejanças son de sones que fazen tres modos. Ca fázese el son en el

1331
Génesis (12, 7-8).
1332
LA (18): “secundum apostolum I ad Tim. II”.
1333
LA (18): “que fiunt cum adivratione pro malis removendis, aut per orationes”.
1334
De Sacramentis (II VIII 14).
1335
Eclesiástico (47, 10-11).

694
tocar, e en el sollo e en el canto. Pertenesce el tocar a la cí[f. 254c]tola, el sollo al
órgano, e el canto a la boz. Aquesta consonancia de los sones se puede conparar a la
concordança de las costunbres. Si contemossic al tocar de la cítola es grant obra; e al
sollar de los órganos, devoción de la voluntat; al canto de la boz, amonestamiento de
palabra. “¿Qué aprovecha dulcedunbre de la boz sin la del coraçón? Quebrantas la boz,
quebranta la voluntat, aguardas las consonancias, guarda la concordança de las
costunbres porque por el tu enxenplo, desconcordança al tu próximo, e por la voluntat,
al Señor, e la obediencia al maestro”.1336
Aquestas maneras de cantos representan tres diferencias del oficio de la Iglesia,
segunt que dizen en el libro que llaman por nonbre Mitral del Oficio. Ca el oficio de la
Iglesia se contiene en los salmos, e en el canto e en las liciones. La primera manera del
canto es así commo tocar de los dedos en el salterio e en los otros semejables
instrumentos. E a este pertenece el salmo: “Laudate eum in cithara e salterio”.1337 Lo
segundo es así commo en el canto e en la boz, e a esto pertenecen las liciones1338 e los
salmos deziendo: “Cantad a Dios así commo en las bozes”.1339 Lo tercero es así commo
el resollo en la tronpa, e a este pertenescen el canto: “Laudate eun in sonun tube”.1340
Mas el tenplo e la iglesia se consagra por cinco razones. Lo pri[f. 254d]mero,
porque el diablo, e el su poderío, sea ende enpuxado. Onde cuenta sant Gregorio en el
libro Diagolor1341 que una iglesia de los arrianos, siendo dada a los christianos e
consagradadasic, siendo aí traídas las reliquias de sant Sebastián e de santa Águeda, el
pueblo allegado ý, por esta razón, sintieron al diablo andar entres sus pies, corriendo acá
e allá, e saliendo por las puertas de la iglesia, e firiéndolas, ninguno dellos non le puedo
ver. E movió a todos por esta razón, por grant maravilla, por ende que se demostrase e
paresciese a todos que saliera de aquel lugar aquel suzio que morava allí. A la otra
noche siguiente fue fecho muy grant roído encima del tejado de esa iglesia, semejava
que alguno andava errando e descurriendo. E en la segunda noche cresció muy más
grave sueño. E en la tercera noche, fizo tan grande espanto, que semejava que toda la
iglesia se trastornava, lo de encima ayuso. E luego se fue, e nunca después aquella
tentación del antiguo enemigo allí aparesció; mas, por aquel sueno de espanto que fizo,

1336
Summa de ecclesiasticis officiis (19), de Juan Beleth.
1337
Salmos (150, 3).
1338
LA (38): “lectiones”.
1339
Salmos (32, 3).
1340
Salmos (150, 3).
1341
Dialogi de vita et miraculis patrum Italicorum (IV, 3).

695
se demuestra que salió muy costreñido e cuitado de aquel lugar en que morava muy
grant tienpo avía.
Lo segundo. Se consagra la iglesia porque los que a ella fuyeren sean salvos.
Onde algunas iglesias, después que son consagradas, son previllejadas de los reyes e de
[f. 255a] los príncipes, porque los culpados que a ellas fuyeren sean salvos. Onde dize el
Derecho: “Los culpados de sangre defienda la Iglesia por que non pierdan la vida e los
mienbros”. E por esto Joab fuyó al tabernáculo e tomó el cuerno del altar.
Lo tercero. Se consagra porque aí sean oídas las nuestras oraciones. Lo qual se
demuestra en el tercero libro de los Reyes, VIII capítulo, do dize del tenplo consagrado:
“Qualesquier que rogare en este lugar, oírle as tú en el cielo en el lugar de la tu morada,
e quando le oyeres, serás su cercano”.1342 Mas adoramos en esas iglesias por tres
razones: o a oriente, segunt que dize el doctor Damasco1343 en el quarto libro V

capítulos, por que demostremos que demandamos la nuestra tierra. E lo segundo, que
cantemos a Jhesu Christo de cara, que fue1344 crucificado contra nós. Lo tercero, porque
nos mostremos que verná en tal manera a judgarnos, e así lo esperamos. Ca dize así:
“Dios fizo el Paraíso en oriente, do puso el primero omne que le plantara. Onde Él,
pasando su mandado, desterrole dende e fízole morar de parte de ocidente ante el
Paraíso. E agora, demandando la nuestra tierra antigua, e cantando todos a ella,
adoramos todos a Dios a oriente; mas, porque nuestro Señor Jhesu Christo catava a
ocidente quando le crucificaron, por eso catamos nós a Él de cara. E quan[f. 255b]do
subió a los cielos, así fue tomado e le adoraron los apóstoles. E ansí verná, commo le
vieron subir al cielo. E nós, esperándole, así le adoramos”.
Lo segundo.1345 Consagran la Iglesia porque en ella sean dadas alabanças a Dios.
La qual cosa se faze en siete oras canónicas: en maitines, en prima, en tercia, en sexta, e
en1346 nona; maguer que dizen algunos que se ha de alabar en qualquier ora del día,
enpero, porque la nuestra flaqueza non lo podía conplir, fue ordenado que en éstas
especialmente alabemos a Dios, porque aquestas oras son previllejadas de las otras en
algunas cosas. Ca en la media noche se dizen los maitines, fue nuestro Señor Jhesu
Christo, nacido, e preso e escarnecido de los judíos. E otra vegada, en aquesta ora,
despojó los infiernos. Dize en el libro que llaman Mitral que a la media noche

1342
III Reyes (8, 30).
1343
De fide ortodoxa (85).
1344
En el incunable: “fne”.
1345
LA (67): “Quarto”.
1346
En el incunable: “en e”.

696
quebrantó los infiernos; conviene saber que resucitó en la mañana, ante de la luz, e a la
primera ora apareció. E dizen que a la media noche á de venir a judgar. Onde dize sant
Jherónimo: “Asmo que los dos apóstoles son más verdaderos, porque non convenga a
los pueblos que están en las vigilias de Pascua, esperando la venida de Jhesu Christo a
la media noche. E después que aquel tienpo viniere, temadosic la segurança fagan fiesta
en el día”.1347 Pues en esta ora cantamos a Dios laudes por [f. 255c] que le fagamos
gracias del nascimiento, e de la pasión, e de la redenpción de los padres antiguos, e
esperamos la venida de Jhesu Christo muy acuciosamente. Añaden que en la ora de los
maitines sumió los de Egipto en la mar; pues por eso damos gracias e laudes en esta ora,
porque non seamos sumidos en la mar deste mundo con los de Egibto, que son los del
infierno. E damos a Dios gracias porque crió el mundo e por la su Resurrección. En la
ora de la prima venía Jhesu Christo al tenplo, e madrugava a él el pueblo muy de
mañana, acuciosamente. E segunt dize sant Juhan1348 en XXI capítulo: “En esta ora fue
Jhesu Christo presentado a Pilatus”.1349 En aquesta ora, levantándose del sepulcro,
aparesció primero a las mugeres; pues por eso damos laudes e gracias a Dios en esta ora
en la Iglesia, porque semejemos a Jhesu Christo. En la tercera ora fue Jhesu Christo
atado a los maderos de los judíos e fue açotado ante Pilato. E aun aora, segunt dizen en
las estorias, en aquella colupna do Él fue atado se demustran las señales de la cruz. En
esta ora fue enbiado el Espíritu Santo. En la sesta ora fue fincado en la cruz con los
clavos, e fueron fechas tinieblas por todo el mundo, en tal manera, que el sol que luzía
se tornó en color negro e tomó paños negros por la muerte de su Señor, porque non
die[f. 255d]se lunbre a los que crucificavan a su Señor. En aquesta ora se asentó el día
de la Ascención con sus dicípulos. En la ora de la nona dio el alma al Padre, e le abrió el
costado el cavallero, e la conpaña de los1350 apóstoles solían en esta ora venir a orar, e
subió Jhesu Christo a los cielos. E por aquestas veite excelencias en aquestas oras
alabamos a Dios.1351 En la ora de las bísperas estableció nuestro Señor Jhesu Christo el
sacramento del su cuerpo e de la sangre; lavó los pies de los apóstoles; e fue decendido
de la crus e puesto en el sepulcro. En ésta se mostró a los dos dicípulos en ábito de
pelegrino, e por aquestas da la Iglesia gracias a Dios. En la ora de las cunpletas sudó
nuestro Señor Jhesu Christo gotas de sangre. En ésta fue puesta guarda al monumento, e

1347
LA (75): “et postquam advenerit illud tempus, securitate presumpta festum cunctos agere diem”.
1348
LA (79): “ut dicitur Luc.”.
1349
Lucas (23, 1).
1350
Estas dos últimas palabras se repiten en el incunable.
1351
LA (87): “Propter has prerogativas deum in hiis horis laudamus”.

697
allí estovo, e resucitando, anunció paz a los dicípulos. E por estas cosas damos gracias a
Dios. Mas aquestas laudes, en quál manera las devemos soltar e pagar, dize sant
Bernardo: “¡O, mis hermanos! Quando sacrificamos, ayuntemos el seso a las palabras,
el talante al seso, e la alegría al talante; a la alegría la madureza e bondat; e a la
madureza, umildat; a la umildat, libertat”.
Lo quinto. Se consagra la Iglesia porque aí sean ministrados los sacramentos de
la Iglesia. Onde la Iglesia es fecha así commo morada o casa [f. 256a] de Dios. En la
qual, son contenidos, e ministrados, e dados a los que entran, así commo el bautismo; e
algunos a los que salen, así commo la postrimera unción. E algunos que son morantes, e
algunos déstos son ministradores, e a estos dan las órdenes. E algunos destos son
lidiadores, e aquestos lidiando, algunos caen, aquestos son los pecadores, que lidian e
caen en pecado, e a aquestos es dada la penitencia. Algunos están rezios e non caen,
aquestos es dada la osadía del coraçón para que se esfuercen. E aquestos se da el manjar
por firmeza para que se sostengan. E aquestos otros se da el cuerpo de nuestro Señor
para remover el entropieço que non cayan. E a éstos es dado el matrimonio e
ayuntamiento, por esta razón.
Lo segundo es de ver en quál manera se consagra la Iglesia; mas primero del
altar, lo segundo de la Iglesia. Mas la consagración del altar conviene muchas cosas. Ca
lo primero, figuran quatro cruzes en quatro cabos del altar de agua bendita; lo II, cercan
el altar siete vezes enderredor; lo III, esparzen siete vezes el agua bendita con el isopo;
lo IIII, queman en el encienso; lo V, úntanle con crisma; lo VI, cúbrele con paños linpios.
Aquestas cosas representan qué deven aver aquellos que quieren llegar al altar. Deven
aver caridat en quatro maneras: por la cruz que toman quando [f. 256b] llegan al altar.
Lo primero, amén a Dios, e a sí mismos en Dios, e los amigos e enemigos por Dios.
Aquesto significa fazer quatro cruzes en quatro cabos del altar. E destas quatro cosas
dichas dize en el Génesi, XLVIII capítulo: “Ensancharás a oriente, e a ocidente, e a
aquilón e a meridión”.1352 O por eso se fazen quatro cruzes en quatro cabos del altar, a
significar que Jhesu Christo salvó las quatro partes del mundo. Por las cruzes que se
fazen por demostrar que devemos traer la cruz del Señor en quatro maneras. Lo
primero, en el coraçón, por pensamiento; lo II, en la boca, por alabamiento; lo III, en el
coraçón, por amortiguamiento; lo IIII, en la cara, por apremiamiento e reverencia de
cada día.

1352
Génesis (28, 14).

698
Lo V.1353 Deve aver cuidado e vela, lo qual se demuestra por los cercos. Onde
entonce se canta: “Invenerunt me vigiles civitatur e c.”. Ca deven muy acuciosamente
velar sobre la su grey. Onde por la nigligencia del prelado, pone Guilliberto, e dize:
“Que entre las varajas e peleas, más peligrosa cosa es el ataleador ciego, e el que va
adelante coxo, el perlado nigligente, e el demostrador necio, e el pregonero que es el
predicador mudo”. O por siete cercos que ponen enderredor del altar son demostrados
siete pensamientos que devemos aver, cerca las siete virtudes de la umildat de Jhesu
Christo, e cerca [f. 256c] nós, muy espesamente por ellas. La primera virtud es que,
siendo Él rico, quísose fazer pobre; la II, que se quiso poner en el pesebre; la III, que fue
súbdito de los parientes; la IIII, que umilló la su cabeça so mano del su siervo; la V, que
esperó al dicípulo ladrón e traidor; la VI, que calló muy mansamente quando le
acusavan ante el mal juez; la VII, que rogó muy piadosamente por aquellos que le
perseguían e le mataron. O por aquellos siete cercos se demuestran siete dietas de Jhesu
Christo: la primera fue del cielo en el vientre; la II, del vientre en el pesebre; la III, del
pesebre en el mundo; la IIII, del mundo en la cruz; la V, de la cruz en el sepulcro; la VI,
del sepulcro a la resureción; la VII, resucitando e yendo al cielo.
Lo tercero. Devemos aver remenbrança de la Pasión de Jhesu Christo, que se
demuestra por la aspersión del agua. Ca siete aspersiones son del agua, e siete
desparzimientos de la sangre de Jhesu Christo. La primera fue en la circuncisión; la II,
quando fizo oración; la III, quando le açotavan; la IIII, quando le coronaron; la V,

quando le foradaron las manos; la VI, quando le foradaron los pies; la VII, quando le
abrieron el costado. Mas aquestos siete desparzimientos de sangre, con isopo de umildat
e de ca[f. 256d]ridat sin cuento. Ca el isopo es yerva humildosa e caliente. O por eso
esparzen el agua siete vezes, por demostrar que son dados en el bautismo siete dones de
Spíritu Santo.
Otrosí devemos aver oración firviente e devota, la qual se demuestra por el
quemar del encienso. Ca así commo el encienso ha virtud de subir, con la humildat del
su fumo; e de consoldar, con la su calentura; e de apretar, con el su engrudamiento; e de
confortar, con el su precioso olor; así la oración sube a la memoria de Dios.
Consueldasic al alma, quanto a la culpa pasada, ganando guarda e melezina; apriétala,
quanto a la culpa venidera, ganando melezina; confórtala, quanto a la presente, ganado
guarda. O puede ser dicho que la devota oración es sinifincada por el encienso que ha

1353
LA (110): “Secundo”.

699
de subir a Dios, Ecliastices, XXXV capítulo: “La oración de la umildat traspasó las
nuves”.1354
Lo quinto, deven aver resplandescimiento de concencia e loor de buena fama, lo
qual demuestra por la crisma que se mescla con olio e con el bálsamo. Ca deven aver
linpia concencia porque puedan dezir con el apóstol: “La nuestra Iglesia es la nuestra
concencia”. Otrosí deven aver buena fama, onde prima ad Timotheum, III capítulo:
“Conviene aver aquel buen testimonio de aquellos que son fuera”.1355 Dize Grisóstomo:
“Los clérigos non deven aver manzilla, ni por [f. 257a] palabra, ni en pensamiento, ni
en fecho, ni en asmar que ellos son fermosura e virtut de la Iglesia. E si malos fueren,
denuesten la Iglesia”.
Lo VI. Deven aver linpieza de buena obra, lo qual se demuestra por los paños
alvos e linpios con que cubren el altar, Apocalipsis, tercio capítulo: “Vestidvos de
vestiduras blancas, porque no paresca la vuestra confusión de la vuestra desnudeza”.1356
Ca poco aprovecha al que llega al altar sin muy grant dignidat e la vida muy baxa. E
dize sant Bernardo:1357 “Maravillosamente cosa es la seja muy grande e la vida baxa;1358
el grado muy grande, e el estado muy baxo; la llaga grave, el fecho pequeño; el sermón
grande, e ningunt fruto; grandeza de cada día, e flaquecimiento de coraçón”.
Lo segundo. Es de ver por qué se consagra la Iglesia. E a aquestas cosas muchas
cosas son menester. El obispo cerca la iglesia tres vezes, e quantas vezes viene a la
puerta, tañe en ella con el blago obispal, diziendo: “Atolitesic portas principes vuestras e
c”.1359 E riegan la iglesia de dentro e de fuera de agua bendita, e en el suelo fazen una
cruz de zeniza e de arena. E trastornando del rincón de oriente fasta la entrada de
ocidente, escrive aí el a b c en letras griegas e latinas. E pintan cruzes en las paredes de
las iglesias, e ponen aí candelas, e úntanlas con [f. 257b] crisma.
Lo primero, tres maneras de cercos son fechos por santificación de la misma
iglesia: el primero es por el qual descendió del cielo e vino en el mundo; el II, por el
qual del mundo descendió al linbo; el III, por el qual, levantándose del linbo e
tornándose, subió al cielo. O tres maneras de cercos se fazen para demostrar que la
Iglesia se consagra a onra de la Santa Trinidat. O tres maneras son de cercos, a sinificar
tres estados de los que se salvan por la iglesia, los quales son las biudas, e biudos, e las

1354
Eclesiástico (35, 21).
1355
I a Timoteo (3, 7).
1356
Apocalipsis (3, 18).
1357
De consideratione, in Opera omnia (2, 14).
1358
LA (151): “Monstruosa res est sedes prima et vita ima”.
1359
Salmos (23, 7-9).

700
vírgines e otros que mantienen castidat. E los casados que son demostrados por
ordenamiento material de la Iglesia, segunt que demuestra maestre Ricardo de sant
Bítores: “El altar sinifica la horden de las vírgines; el coro, la de los que mantienen
castidat; el cuerpo de la iglesia, la de los casados. Más santa cosa es el altar que el coro,
e el coro que el cuerpo, e porque más son las vírgines que los que mantienen castidat, e
más éstos que los casados, por eso es más santo lugar el altar que el coro, e el coro que
el cuerpo. E más digna cosa es la horden de las vírgines que los castos, e de los castos
que de los casados”. Aquesto dize sant Bernardo.1360
Segunt,1361 la tercera ferida de la puerta conviene saber que sinifica tres maneras
de derecho que tiene Jhesu Christo en la Iglesia, [f. 257c] porque le deven abrir en ella;
porque Él la crió, e la redemió e Él la glorificó por promisión. E de aquestas tres
maneras de derecho dize Anselmo:1362 “Ciertamente, Señor, porque me feciste, devo al
tu amor a mí mismo, todo”. Aquestos tres llamares: “Atolitesic portas principes
vuestras”, significar tres poderíos de Jhesu Christo: en el cielo, en el mundo, en el
infierno. Dize sant Bernardo: “Si todo me devo dar, porque me fizo, ¿qué añaderé
porque me refizo? Ca non es tan lijera cosa refazer commo fazer. E ciertamente,
non solamente de mí commo qualquier cosa que es fecha. Escrito es: “Dixit e fitan
sunt”; mas, ciertamente, diziendo tan solamente una vegada, fízome; mas, en
refaziéndome, dixo muchas cosas e fizo muchas cosas de maravillas. E sufrió
muchas cosas duras, e non tan duras commo desdeñosas; pues que retornaré yo al
mi Señor por todas las cosas que me dio. En la primera ora dio a mí mismo; en la
segunda, a Él e a sí mismo dio; dio otra vez a mí, de cabo a mí; pues diome a mí,1363
e otra ves diome a mí. Devo yo, e más devo dos vegadas más qual cosa es la que yo
dé por él. Ca aun si mil vezes mil yo me pudiese dar, qué só yo ante Dios”. Aquesto
dize sant Bernardo.1364
Lo tercero. Desperzen el agua bendita de dentro e de fuera de la i[f. 257d]glesia.
E aquesto se faze por tres razones: lo primero, por enpuxar dende al demonio, ca el agua
bendita ha muy grant virtud de enpuxar al diablo. Onde porque me redemiste, eso
mismo; porque me prometes tantas cosas, eso mismo, que tanto al tu amor más
que a ti mismo tú eres mayor que yo, por quien diste a ti mismo a quien prometes a

1360
LA (163): “Hec Ricardus”. Sermones (I, col. 902), de Hugo de san Víctor.
1361
LA (164): “Secundum”.
1362
Orationes sive Meditationes (3).
1363
Estas dos últimas palabras se repiten en el incunable.
1364
Destaco en negrita una cita ajena a la narración de la Legenda aurea.

701
ti mismo1365 dize en la adjuración de la agua bendita: “Ut fias aca exorzizata e c.”. Que
quiere dezir: “Porque seas fecha agua conjurada para espantar e derraigar”. E aquesta
agua bendita es fecha de quatro cosas: de agua, e de vino, e de sal e de ceniza. Las
quales cosas demuestran que son quatro cosas que mayormente enpuxan el enemigo: las
lágrimas derramadas son sinificadas por el agua; el esquivamiento del pecado, que es
sinificado por el vino; departimiento acabado, que es sinificado por la sal; muy baxa
umildança, que se demuestra por la ceniza.
Lo segundo. Esparzen el agua bendita por el alinpiamiento de la Iglesia. Ca
todas estas cosas terrenales fueron corronpidas por los pecados, e por ende, aquel lugar
derraman agua bendita en él, porque sea linpio e mondadosic de toda suziedat. Eso
mismo porque en la ley todas las cosas son linpias por el agua.
Lo tercero. Derraman el agua por remover toda maldición. [f. 258a] Ca la tierra
tomó maldición de comienço del mundo, e con su fruto, después que fue fecho el
engaño del su fruto; mas al agua non fue dada maldición alguna. E de aquí es que Jhesu
Christo comió pez, e non se falla en la ley que comió carne nonbradamente, sinon la del
cordero pascual, por mandamiento de la ley en enxenplo; mas, guardándose en algunas
maneras en las cosas convenibles. E algunas vezes comió estas cosas, pues porque toda
maldición sea removida e la bendición sea retornada; por ende, es el agua bendita
derramada.
Lo IIII. Escriven el a b c en la iglesia en el suelo, lo qual representa la comunión
del pueblo, o la carta de amas leyes, o los artículos de la nuestra fe. Ca el a b c escrito
en letras griegas e latinas en la cruz representan la unción en la fe del pueblo general, e
de los judíos por la cruz fecha de Jhesu Christo. Onde aquella cruz, que es fecha
atravesada del rincón de oriente fasta el de ocidente, sinifica que aquel que primero era
fecho derecho es siniestro; e aquel que era fecho en la cabeça, es fecho en la cola; aquel
que era ángel, es fecho diablo.
Lo II representa la escriptura de la una e la otra ley que fue conplida en la muerte
de nuestro señor Jhesu Christo. Onde muriendo, dixo: “Consumatum es”, que quiere
dezir: “Acabado es”. En la cruz traspasada en [f. 258b] aviesosic a demostrar que la una
ley se contiene en la otra, segunt dize Esechiel que viera la una rueda en la otra.1366
Lo III sinifica los artículos de la fe. El suelo de la iglesia es fundamento de la
nuestra fe. Los elementos que aí son escritos, son los artículos de la fe por los quales los

1365
Segmento textual ajeno a la narración de la Legenda aurea.
1366
Ezequiel (10, 10).

702
omnes sinples, e los conversos non aun bien informados en la fe, se nudrecen en la
iglesia; los quales deven pensar que han de ser polvo e ceniza, cerca aquello que dize
Abraham Génesis, XLMI capítulos: “Fablaré al mi Señor estando en el polvo e en la
ceniza”.1367
Lo quinto. Plantan las cruzes en la iglesia, lo qual se faze por tres razones: lo
primero, por aspantar los demonios, que fueron dende echados, tomen espanto viendo la
señal de la cruz; ca doquier que los demonios veen la señal, della fuyen temiendo el
palo con que fueron llagados.
Lo segundo, por demostramiento de vitoria con las cruzes: son señas de Jhesu
Christo, e sinifican la fuerça de la su vitoria. Onde porque se demuestra que aquel lugar
es sojuzgado al señorio de Jhesu Christo, por eso pintan aí cruzes, que aun los
enperadores lo guardan agora, e los señores, que quando toman alguna cibdat, alçan la
seña del enperador por demostrar la señal de la cruz en señal de vitoria. Onde dize
Génesis, [f. 258c] XVIII capítulo, que Jacob alçó aquella que puso so la cabeça en
alabança;1368 conviene a saber, en onra de alabança, e de remenbrança e de bengança.
Lo III, por representación de los apóstoles. Ca aquellas quinze1369 candelas que
ponen ante las cruzes sinifica doze apóstoles que alunbran todo el mundo por la fe de
Jhesu Christo; pues encienden esas candelas ante las cruzes, e untan las cruzes con
crisma, porque los apóstoles alunbraron todo el mundo por la Pasión de Jhesu Christo;
encendiéronle en el conocimiento de Dios e en resplandor de buena conciencia, que se
muestra por el olio; e olor de buena vida, se muestra por bálsamo.
Lo III, por quién es la Iglesia descomulgada e corropidasic. Devemos saber e
leemos que la casa de Dios es corronpida por tres: por Jeroboán, e por Naburzadán e
Antíochio. Ca Jerobán, segunt se lee en el tercero libro de los Rey[e]s, II capítulos,1370
fizo dos ídolos en figura de vezerros e púsolos en Judea, e el otro en Bathel, que quiere
dezir casa de Dios. E aquesto fizo por avarizia, porque non tornase el reino a Roboán. E
por aquesto sinifica que la avaricia de los clérigos ensuzian mucho la Iglesia de Dios,
porque en los clérigos reina mucho, onde Jheremías, a VIII capítulos: “Del menor fasta
1371
el mayor, todos siguen avaricia”. Onde dize sant Bernardo:1372 “¿Qué me [f. 258d]
dirás del cuento de los peeladossic mayores?, que más cuidado han de vaziar las bolsas

1367
Génesis (18, 27).
1368
Génesis (28, 18-19).
1369
LA (204): “XII”.
1370
III Reyes (12, 25-29).
1371
Jeremías (6, 13).
1372
Sermones super Cantica (77).

703
de los súbditos que amonestarles los pecados”. Los vezerros son los sobrinos e los
parientes que ponen en Bethel, que quiere dezir “casa de Dios e iglesia”. Otrosí la
Iglesia es corronpida por Jeroboán, si es fecha e hedificada de la avaricia de los logreros
e de los robadores. Onde se lee que un logrero, faziendo una iglesia de los dineros de
aquella usura, fizo muy grandes ruegos al obispo que la consagrase. Después el obispo,
con toda su clerecía, faziendo el oficio de la dedicación, vio tras el altar al diablo do
estava en una cátedra, e vestido en manera de obispo. E dixo al obispo: “¿Por qué
consagras la mi iglesia que de mi jurdición es e a mí pertenece?, ca de vestiduras e de
robos fue edificada”. Oyendo el obispo esto, espantose con la clerecía, e fuyendo luego,
el diablo con grant estruendo destruyó la iglesia.
Naburzadán, segunt que dize en el segundo1373 libro de los Reyes, XXV

capítulo,1374 quemó la casa de Dios; mas Naburzadán sinifica el príncipe de los


cozineros e tragoneros, e de aquellos que non han cuidado sinon de glotonear e luxuriar,
e aquellos que de su vientre fizieron su dios, e que precian más al su vientre que a Dios,
segunt que dize el apóstol: “Quo[f. 259a]rum deus venter est e c.”. En manera que el
vientre sea dicho dios, dízelo sant Hugo de sant Bítores en su libro que dizen
Claustral:1375 “Suelen fazer tenplos a los dioses, e fazer aí altares, e ordenar sacerdotes
para que los sirvan, e ofrecer aí ganados, e quemar ý encienso para dar buen olor a
Dios. Así el vientre, que es dios de los tragoneros, el su tenplo es cozina, el su altar es la
mesa, e los ministros son los cozineros: ofrecen las ovejas, e carneros, e ganados, son
las carnes cozidas; el fumo del encienso, el olor e sabor de las viandas”.
El rey Antíochio fue muy sobervio, e cobdicioso e corronpió el tenplo de Dios. E
le ensuzió segunt que se lee en el libro de los reyes Macabeos, primo capítulo,1376 por lo
qual se demuestra que la sobervia, e la cobdicia, reina en los clérigos que non cobdician
aprovechar al pueblo e enseñarlos, mas crecer en querer ser altos en grandeza, e así
ensuzian la Iglesia de Dios. De la sobervia e de la cobdicia, de los quales dize sant
Bernardo:1377 “Andan onrados de los bienes de Dios, al qual no dan onra; andan en
vestiduras de juglares e en vestiduras de reyes; traen oro en los frenos, e en las sillas e
en las espuelas; más resplandecen las espuelas que los altares”.

1373
LA (220): “IV”.
1374
IV Reyes (25, 9).
1375
De claustro animae (II, 19).
1376
I Macabeos (1, 37).
1377
Sermones super Cantica (33, 15).

704
E así commo por tres la Iglesia fue descomulgada, ansí [f. 259b] por otros tres
fue restoladasic e consagrada. Ca Moisén fizo la primera consagración; la segunda,
Salomón; después, Judas Macabeo. Por lo qual se demuestra e sinifica la dedicación de
la Iglesia, que devemos aver umildat, por Moisén; por Salomón, muy grant sabiduría e
entendimiento; por Judas, confesión de verdadera fe.
Lo segundo. Es de ver el tenplo spiritual, que somos nosotros, e quiere dezir
allegamiento e ayuntamiento de los fieles christianos. El qual tenplo es fecho de piedras
bivas primero, segundo capítulo Edificavit:1378 “Así commo piedras bivas, e de piedras
polidas e ascotadas”. Onde se canta en el innosic: “Tunsionibus presurissic espoliti ex
lapidibus quedratur”, que quiere dezir: “Sea fecho de piedras tajadas con el escoda,1379
e sea de piedras quadradas”. Ca quatro costados: o quadrassic han las piedras spirituales,
la fe, la esperança, la caridat e la obra, que son aquestas cosas eguales. Ca segunt dize
sant Gregorio: “Quanto crees, tanto esperáis, quanto crees, e esperáis, e amáis, tanto
obráis en este tenplo ciertamente”.
El altar es el nuestro coraçón, sobre el qual altar se deven ofrecer tres cosas: la
1380
primera es fuego, de acabada caridat e bien querencia, Levetici XI capítulo: “El
fuego del amor será perdurable e nunca fallecerá en el altar que es el coraçón”. Lo II es
el encienso de oración bien [f. 259c] oliente, II Paralipomenon, VI capítulo: “Aarón e
sus fijos quemavan encienso mezclado de muchas especias sobre el altar”.1381 Lo III es
sacrificio de justicia, el qual sacrificio se contiene en las ofrendas de la penitencia, e en
los olocaustos del amor perdurable, e en vezerros de amortiguar la carne. E de aquestas
cosas dize: “Tunc acetabissic sacrificium justicie e c.”.1382
Mas el tenplo spiritual, que somos nós, consagre a semejança del tenplo
material: lo primero, el muy grant obispo, que es Jhesu Christo, fallando la puerta del
tenplo del coraçón cerrada, cercola tres vezes. Quando torne el pecado del coraçón, e de
la boca, e de la obra, á recordarse dél. E de estras tres maneras de cercos dize Isaías
XXIII capítulo:1383 “Tomó cítola”, quanto al primero, “cerco que es del coraçón”;1384
quanto a lo segundo, “que es de la voluntat”; quanto a lo tercero, “que es de umildat”.

1378
LA (235): “I Pet II”. I a Pedro (2, 5).
1379
Escoda: Herramienta en forma de martillo, con corte en ambos lados, para labrar piedras y picar
paredes.
1380
LA (244): “VI”. Levítico (6, 13).
1381
I Paralipómenos (6, 49).
1382
Salmos (50, 21).
1383
Isaías (23, 16).
1384
LA (250): “circui cuivitatem”.

705
Lo segundo. Fiere la puerta de la Iglesia, que es el corazón, tres vezes porque le
abran; fiere el coraçón con golpe de consejo, e de beneficio, e de açote. De las quales
tres maneras de ferir dize en el Libro de los Probervios, I capítulos1385 “quantum ad
malus: Extendi manun mean”, “Porque a los malos estendí la mi mano”. E aquesto
quanto a los beneficios corronpidos. Dize: “Menospreciastes el mi consejo”, todo
aquesto quanto a los consejos menospreci[f. 260d]ados. “Menospreciastes los mis
denuestos”, aquesto quanto a los açotes corronpidos e menospreciados. O fieren tres
vezes: la primera, quando mueven al omne para fablar, e razonar a conoscerse en el
pecado; la segunda, quando se mueve a dolerse dél; la tercera, quando le faze aborrecer
de la bengança en que estava.
Lo III. Deve ser regado ese tenplo spiritual con agua de dentro e de fuera tres
vezes. Mas aquestos tres regamientos son tres derramamientos de lágrimas de dentro, e
a las vezes, de parte de fuera. Ca, segúnt dize sant Gregorio,1386 la voluntat del buen
omne, o de santidat, quebrántase por grant dolor, pensando dó fue, dó será, dó es, e dó
non es: “Dó fue, en lo pasado; dó será, en el juizio; dó es, en mezquindat; dó non es, en
la Iglesia”.1387 Pues la voluntat derrama lágrimas de dentro e de fuera, pensando que fue
en pecado, e que dará dél cuenta e razón en juizio. Entonce ese tenplo es regado una
vegada; mas, quando es espunzada al lloro por la mesquindat en que es, entonce es lo
segundo, quando derrama lágrimas por la gloria en que no es entonce; lo III, la voluntat
derrama lágrimas de agua, mas con aquesta agua mescla vino, e sal, e ceniza, que con
estas lágrimas devemos de aver vino de alegría spiritual, e sal de sabiduría acabada, e
ceniza de muy fonda [f. 260a] humildança. O por el vino mezclado se entiende la
umildat que ovo Jhesu Christo en tomar carne. Ca el vino agudo1388 es la palabra
humanal del concebimiento; por la sal se entienden la santidat de la agua vida, que es
condedura de relisión en todas las cosas; por la ceniza se entiende la su Pasión. Pues con
estas tres cosas devemos asperjar el nuestro coraçón, con beneficio de la encarnación,
por lo qual somos llamados a humildat; por enxenplo de la su conversación, por lo qual
somos informados [san]tindat;1389 por remenbrança de la su Pasión, por lo qual somos
movidos a caridat.

1385
Proverbios (1, 24-25).
1386
Moralia in Job (23, 21).
1387
LA (264): “ubi non est: in gloria”.
1388
LA (270): “vinum enim lymphatum”.
1389
En el incunable: “astindat”.

706
Lo IIII. Escriven en este tenplo spiritual del coraçón a b c, espiritual escritura.
Que es aí escrita en tres maneras: testimonios dictados e conpuestos de saber, los
beneficiosssic de Dios e la acusación de los pecados propios. De aquestas tres cosas,
Rogativo III capítulos:1390 “Ay algunas gentes que non han ley naturalmente, e fazen
aquellas cosas que son de la ley en esta manera: non aviendo ley, ellos mismos se son
ley,1391 ca demuestran la obra de la ley escrita en sus coraçones”; el primero testimonio,
“dando so la su concencia dellos”; e el segundo, “aviendo entre sí pensamiento de
acusarse e de defenderse”.
Lo quinto. Deven plantar cruzes, que sinifican tomar asperezas de penitencia. [f.
260b] Las quales cruzes deven ser untadas e alunbradas por fuego. Ca non solamente
son de traer paciblemente, mas de buenamente. Lo qual se demuestra por el
remordimiento e quebranto del coraçón. E arden por fuego de caridat, e de amor. Onde
dize sant Bernardo:1392 “Que amenazava con temor de la cruz de Jhesu Christo, que trae
en él pacientemente; que aprovecha por esperança, tráela de buenamente; mas que
acaba en caridad, abráçalo ya todo con grant amor e fervor de amos”. Eso mismo dizen:
“Muchos veen la nuestra cruz, mas non veen la nuestra unción, que es quebranto del
coraçón”. Pues quien estas cosas ovieren en sí dignamente, e llanamente, será tenplo de
Dios consagrado para en que more Jhesu Christo por gracia, porque en cabo se deve
morar en él por la Iglesia.1393 Quamsic ipse nobis prestare dignetur.1394
1395
Un sacerdote en Vasconia avía por costunbre de cercar el cimenterio el lunes
de mañana, con vestiduras sacerdotal, e con toda la perrochasic e con agua bendita. E los
cuerpos de los muertos abrieron los sepulcros, e echaron las mansssic fuera para que
recibiesen aspersión de agua bendita de la mano del sacerdote. Tomada el agua,
tornados a los sepulcros, cerrávavansesic con sus manos, e así lo fazían muchos días toda
la perrocha parando mientes. El obispo de ese obispado sabién[f. 260c]dolo, mandó que
lo fiziese cada día. E faziéndolo, non estovieron las manos así commo antes, mas
solamente lo fazían el día del lunes, segunt que lo avían de costunbre. E de allí adelante
fue establecido que lo fiziesen el día del lunes para sienpre.

1390
LA (276): “Rom. II”. Romanos (2, 14).
1391
LA (276): “ipsi sibi sunt lex”.
1392
Sermones in natale sancti Andreae (1, 5).
1393
LA (284): “per gloriam”.
1394
LA (285): “Quod ipse nobis prestare dignetur qui vivit et regnat deus per omnia secula seculorum.
Amen”.
1395
Exemplum interpolado ajeno a la Legenda aurea, vid. el subapartado 3.2.5 del estudio introductorio.
Agradezco a María Jesús Lacarra y a José Aragués la información facilitada para la identificación de este
breve texto.

707
[CXXXVII]
Título CXXXVI. Para saber del Antichristo e de otras cosas*

Si quisieres saber del Antichristo, e por qué cantan VII antífanassic, al[eluy]a
o[sanna],1396 e del día del juizio, fallarlo as en el sermón del aviento.
Por qué quiso Jhesu Christo ser crucificado, en la vida de sant Andrés.
De los doze grados de vertudes, e cómmo Dios es tres personas e un Dios, en la
vida de santo Tomé.
De la virginidat de Santa María, e de las hedades del mundo, en lo de Navidat.
De las penas del infierno, en lo de san Juhan apóstol.
De los tres Herodes, en los Inocentes.
De un clérigo que non dezía misa, sino de Santa María, en lo de sancto Tomé,
mártir.
De la comendación de sant Silvestre, e de los provervios de Costantino, e de la
disputación de los christianos e de los judíos, en lo de sant Silvester.
De las hedades del mundo, e quáles pensamientos deve omne aver por que non
peque, en la Circunsición.
De los que son más baxos en el infierno, en lo de sant Macaro. [f. 260d]
En quál manera por la luxuria entró por la conpaña de los diablos en una muger,
en la vida de sant Sebastián.
En lo que demanda el esposo a la esposa, en lo de santa Inés.
De un mancebo que negó a Jhesu Christo e fizo carta al diablo, en lo de sant
Basilio.
De uno que se fizo vender e dar el precio a los pobres, en lo de sant Juhan, el
limosnero.
De los quatro Julianos, en la su vida.
De las Quatro Ténporas, e cómmo estamos so quatro elementos, en lo suyo.
Dónde ovieron comienço las ánimas, en lo de sant Inacio.
En qué tienpo entra el alma del varón e de la fenbra en su cuerpo; e quál pecó
más, Adán o Eva; e por qué quisó Jhesu Christo ser baptizado e crucificado; e por qué
ayunó quarenta días e quarenta noches; e por qué la Virgen María ofreció un par de

*
Esta especie de índice comentado es ajeno a la Legenda Aurea, vid. el subapartado 3.2.6 del estudio
introductorio.
1396
En el incunable: “ala o”.

708
tórtolas e non cordero; e de la propiedat de la tórtola; e qué sinifica la cera o los cirios,
en la Purificación.
Quáles cosas fazen a omne santo, e de la oración: “Menten sanctan
espontanean”, en lo de santa Águeda.
De la corona de los clérigos e de la sonbra del alma; e qué virtudes han las
llaves, en la cátedra de sant Pedro.
De Judas el traidor, en lo de santo Mathía.
De la umildat de Gregorio e cómmo libró a Trejano de las penas del infierno; e
del miraglo del cuerpo de Dios; e del oficio e de la enfermedat; e cómmo [f. 261a] son
tres maneras de la manera de la tierra, en lo de sant Gregorio.
Del purgatorio, en lo de sant Patricio.
El quál mes fue Jhesu Christo muerto e Adán formado, en la Pasión de Jhesu
Christo; e la nacencia del pecado e la Verónica.
E por qué se torna el clérigo cinco vezes e la una callando; e de Helías e de
Enoch, en la Resurreción de Jhesu Christo.
De uno que fizo voto de todas las cosas, en lo de sant Anbrosio.
De Pilato e de la pena de los judíos, en lo de Santigo el menor.
De la virtut de la Cruz, en su lugar.
De cómmo los diablos fazen miraglos por spíritu, e por qué tañen canpanas, en
la Ascensión.
De las órdenes de los ángeles e por qué es la contienda; quál sant Johan es
mayor; e por qué queman los huesos, en lo de sant Johan Bautista.
De cómmo omne non pida solamente libramiento del cuerpo, en lo de Santiago.
De cómmo los diablos escarnecen a los omnes, en el lugar de sant Germán.
De los arrianos e de los herejes, en lo de sant Uesebiosic.
De la justicia, e de la verdat de la misericordia e de la caridat, en lo de santo
Domingo de los predicadores.
Si quieres buenos enxenplos: en lo de sant Anbrosio, e de sant Agustín e de sant
Bernardo.
De cómmo consiente Dios a los paganos atormentar a los christianos, en lo de
sant Bartolomé.
Por quál cosa vence Jhesu Christo al diablo de uno [f. 261b] que truxo a otro a
jurar, en decolacio sante Iohanes Bautiste.
De las propiedades del Paraíso e de la Tierra Santa, en lo de sant Matheo.

709
De la virtud de la Cruz e de la tentación del diablo, en lo de santa Justina.

[CXXXVIII]
Título CXXXVII. Disposición de santa Cecilia

Cecilia quiere dezir tanto commo lirios del cielo; o quiere dezir, carrera a los ciegos; o
es dicha, a celo e libia;1397 o Ce[ci]lia, que quiere dezir, caresciente de ceguedat; o es
dicha a celo e a lios, que quiere dezir pueblo. Ca fue lirio celestial, por guarda de la
virginidat; fue carrera a los ciegos, por información de enxenplo; fue cielo, por muy
grant contenplación; fue caresciente de ceguedat, por resplandor de sabiduría; fue cielo
del pueblo, porque en ella el pueblo acatava el sol, e la luna e las estrellas, así commo en
semejança del cielo spiritual.

Vida de santa Cecilia

Santa Cecilia fue virgen muy clara, e fue de los nobles omnes de Roma. E de
pequeñuela fue1398 criada en la fe de Jhesu Christo. E sienpre traía el evangelio de Jhesu
Christo ascondidamente en su se[f. 261c]no. E nunca quedava de día, ni de noche, de
fablar con Dios e de estar en oración. E rogava sienpre a Dios que le guardase su
virginidat.
E siendo desposada con un cavallero que dizían Valeriano, e viniendo el día de
las bodas, ella traía cilicio cerca de la carne, e de fuera, traía paños de oro vestidos. E
cantando los órganos e los juglares, ella solamente cantava en su coraçón, diziendo:
“Señor, guarda el mi coraçón e el mi cuerpo sin manzilla de pecado porque non sea
confondida”. E ayunando dos o tres vezes en la semana, rogava e encomendava la su
virginidat a Dios. Mas vino la noche de las bodas, quando devía entrar con su esposo en
la cámara. E fablole en esta manera:
– O esposo muy dulce e muy amado, dezirte ía una poridat si me jurases que la
guardarías.
E juróle Valeriano que la guardaría e que nunca la descubriría. Entonce díxole
ella:

1397
LA (1): “a celo et lya”.
1398
En el incuanble: “fne”.

710
– Yo tengo al ángel de Dios por amador, que guarda el mi cuerpo con grandes
celos. E si éste entiende que me tañes con amor suzio, ferirte ha luego, e perderás la tu
mancebía. E si conosciere que me amas en buen amor, amarte ha commo a mí, e
mostrarte ha la su gracia.
Entonce Valeriano, correpto de la gracia de Dios, dixo:
– Si quisieres que te crea, muéstrame el ángel. E si pro[f. 261d]vares que es
ángel verdadero, faré lo que mandas. E si amas a otro omne, mataré a él e a ti.
Díxole Cecilia:
– Si creyeres en Dios verdadero, e si te bateares, luego le podrás ver. E por ende,
vete a una legua de la villa, por la carrera que dizen Apia, e dirás de mi parte a los
pobres que fallares: “Cecilia me enbía a vosotros que me mostredes a sant Urbán, el
arcediano, ca le he de dezir unas cosas de su parte en poridat”. E quando le vieres,
dezirle as las palabras que yo te dixe. E después que te baptizare, tornarás e verás el
ángel de Dios.
Entonce Valeriano fuese para allá. E segunt las señales que ella le dixera, falló a
sant Urbán papa, escondido entre los sepulcros de los mártires. E diziéndole todas las
palabras de Cecilia, alçó él las manos al cielo, e dixo:
– Señor Jhesu Christo, senbrador de consejo casto, recibe los frutos de Cecilia.
Señor Jhesu Christo, buen pastor, Cecilia, la tu vasalla, bien así te sirve commo abeja;
ca el su esposo, que era así commo lobo cruel, enbiole a ti así commo cordero manso.
E adesora aparesció un anciano vestido de vestiduras blancas, teniendo un libro
escrito con letras de oro. E viéndolo Valeriano, cayó en tierra con grant miedo, commo
muerto. E levantole este anciano, e leyó ansí:
– Un Dios es, e una fe e un bautis[f. 262a]mo. Un Dios Padre de todas las cosas,
e sobre todos nós.
Él leyendo esto, dixo el anciano:
– ¿Crees que es así o por aventura dudas?
Entonce él llamó, diziendo:
– Non ha cosa que más verdadera sea so el cielo.
E adesora desapareció este anciano. E sant Urbán baptizó a Valeriano. E
tornándose, falló a Cecilia fablando con el ángel en la cámara. El ángel tenía dos
coronas en la mano, de rosas e de lirios. E dio la una a Cecilia, e la otra a Valeriano,
diziendo:

711
– Guardat estas coronas en el coraçón sin manzilla e en el cuerpo linpio. Ca las
trayo de Paraíso para vós. E nunca se secan, ni pierden el olor, ni el color, nin las puede
ninguno ver, salvo quien ha en sí castidat. E tú Valeriano, porque creíste el consejo que
te será provechoso, demanda lo que quisieres.
E díxole Valeriano:
– Non fue en este mundo que más amase que a un mi hermano; e por ende,
demándote que conosca la verdat comigo.
Díxole el ángel:
– Plaze a Dios la vuestra petición que demandastes, e amos seredes mártires e
venirvos hedes amos para Dios.
Después desto, entrando Tiburcio, hermano de Valeriano, e sentiendo muy grant
oler de rosas, dixo:
– Maravíllome onde vino este olor de rosas e de lirios en este tienpo. Ca si yo
toviese esas rosas o lirios en las mis manos, sabría si darían tan [f. 262b] grant olor, e
sabed que só demudado.
Dixo Valeriano:
– Nós tenemos coronas que non pueden ver tus ojos, e son guarnecidas de flores
e de blancos colores. E ansí commo yo fablando sientes el olor, ansí las podrás ver si
quisieres creer.
Dixo Tiburcio:
– ¿Seméjame que lo oí o en sueños, o fablas tú Valeriano comigo la verdat?
Dixo Valeriano:
– Fasta agora fuemos en sueños, mas ya agora fincamos en verdat.
Dixo Tiburcio:
– ¿Dónde supiste esto?
Díxole Valeriano:
– El ángel de Dios me lo mostró, e tú lo podrás ver si te baptizas e renegares a
todos los ídolos.
E entonce sancta Cecilia mostroles que los ídolos eran cosas mudadas, e non
sienten. En manera que respondió Tiburcio, e dixo Tiburcio:
– Quien esto non cree, tal es commo la bestia.
Entonce Cecilia, besándole en los pechos, díxole:

712
– Yo te otorgo, que eres mi cuñado, que así commo el amor de Dios fizo a tu
hermauosic mi marido, así tú, menospreciando a los ídolos, eres mí cuñado. E por ende,
vete con tu hermano a recebir bauptismo, e podrás ver las coronas de los ángeles.
Dixo Tiburcio a su hermano:
– Hermano, ruégote que me digas adó me quieres levar.
E dixo Valeriano:
– Al obispo sant Urbano.
Dixo Tiburcio:
– ¿Fablas de aquel Urbano que es tantas vezes dañado e aún está es[f.
262c]condido, que si le fallasen, quemarle ían? E quemarán a nós con él, e demientra
que demandamos la divinidat que está en el cielo, avremos la saña que nos quemen en la
tierra.
Díxole Cecilia:
– Si solamente fuese esta vida, con derecho temeríamos perderla; mas es otra
vida mejor que nunca se pierde, e ésta nos contó el Fijo de Dios. Ca este Fijo de Dios
fizo quantas cosas son fechas; el Spíritu Santo que viene de amos a dos da vida a todas
las cosas fechas; e este Fijo de Dios viniendo, nos mostró la otra vida por palabras e por
miraglos.
Dixo Tiburcio:
– Por cierto tú afirmas un Dios, ¿e cómmo dizes agora que son tres?
Respondió Cecilia:
– Así commo en una sabiduría del omne ha tres cosas: engenio, memoria,
entendimiento, bien en esa manera pueden ser tres personas en una sustancia de la
divinidat.
Entonce començole a predicar del Avenimiento e de la Pasión del Fijo de Dios, e
mostrarle muchas cosas que convienen a la Pasión:
– Ca por eso el Fijo de Dios fue preso, por que los omnes fuesen libres del
pecado en que estavan presos. E al bendito dieron sus maldiciones porque el omne
maldito oviese su bendeción; sofrió muchos escarnios porque el omne fuese libre de los
escarnios de los diablos. E traxo corona de espinas en la cabeça porque non fuésemos
nós descabeçados. [f. 262d] Bevió fiel e vinagre amargo, por tal que sanase el gustar
dulce del omne. Despojáronle por tal que cobriese a Adán e a Eva, que eran desnudos. E
posiéronle en cruz que era de madero, porque tolliese el pecado del árbol.
Entonce dixo Tiburcio a su hermano:

713
– Perdóname e liévame al omne de Dios que me baptize.
Después que fue allá levado, baptizado, muchas vezes veía los ángeles de Dios,
e ganava de Dios quanto le demandava. E Valeriano e Tiburcio fazían limosnas, e
enterravan los cuerpos de los santos que matava Almachio, el adelantado. E
llamándolos Almachio, demandoles que por qué enterravan los que él matava por sus
pecados.
Dixo Tiburcio:
– ¡Dios lo quisiese que fuésemos siervos de ésos que tú llamas malos! Que
desprecian lo que paresce ser algo, e no es nada; e fallaron aquello que non paresce, e es
algo.
Dixo el adelantado:
– ¿Qué cosa es esto?
Dixo Tiburcio:
– Lo que paresce ser e non es, es toda cosa que en este mundo trae al omne a no
ser; mas, lo que paresce non ser, es la vida de los justos e la pena de los malos.
Dixo el adelantado:
– Non parece que fablas cordura.
Entonce mandó venir a Valeriano, diziendo:
– Porque tu hermano me parece que es loco, por aventura, ¿puedes darme mejor
respuesta e más sabia? [f. 263a] Magnifiesto es que mucho errades, que repoyades los
gozos, e amades las cosas contrarias de los gozos.
Entonce dixo Valeriano:
– En el tienpo del invierno vi los vagarosos jugar e fazer escarnio de los
labradores que labran; mas, en el tienpo del verano, que vienen los frutos gloriosos, de
los sus trabajos gózanse; e enpeçavan a llorar los que semejavan corteses. E así nós
agora recebimos denuestos e trabajos; mas, en el otro mundo, recibiremos gloria
perdurable.
Dixo el adelantado:
– ¿Pues nós, que somos príncipes que non nos puede vencer ninguno que sea,
avremos lloro perdurable; e vosotros, que sois personas baxas e viles, avredes gozo para
sienpre jamás?
Dixo Valeriano:
– Vós que sois onbrezillos, e non príncipes, nacistes agora, e luego avedes a
morir, sois tenudos de dar mayor razón a Dios que los otros.

714
Dixo el adelantado:
– ¿Por qué tardamos con palabras? ¡Fazed sacrificio a los ídolos e iredes de aquí
sin daño!
Respondieron los sanctos:
– Nós todavía fazemos servicio a Dios.
Díxoles el adelantado:
– ¿Cómmo ha nonbre?
Dixeron:
– Non podrás fallar el su nonbre aunque bolases.
Dixo el adelantado:
– ¿Pues Júpiter non es nonbre de Dios?
Dixo Valeriano:
– Este nonbre es de matador e de putañero.
Dixo el adelantado:
– Pues todo [f. 263b] el mundo yerra, ¿e tú e tu hermano conocedes a Dios
verdadero?
Dixo Valeriano:
– Non somos nós solos, mas muchos sin cuenta rescibieron esta sanctidat.
Después dieron estos santos a Maximiano a guardar, díxoles él:
– Flor de mancebía apuesta e talante de hermandat tan noble, ¿por qué ides tan
apresurados a la muerte así commo a comer?
Dixo Valeriano:
– Si prometes que creerás en Dios, verás las glorias de las nuestras almas
después de la nuestra muerte.
Díxoles Maximiano:
– Mal fuego me queme si non adorare este solo Dios que vós adorades si
acaesciere lo que vós dezides.
E a este Maximiano, e a toda su conpaña, e a todos los príncipes, todos creyeron
e baptizolos sant Urbán, que viniera aí en ascondido. E por ende, viniendo el alva,
Cecilia llamó, diziendo:
– ¡Ea, ea, cavalleros de Jhesu Christo, echad de vós las obras de las tinieblas e
vestidvos las armas de la luz!
E por ende, levaron los santos a dos leguas de la cibdat, a la imagen de Júpiter. E
non queriendo sacrificar, degolláronlos en uno. Entonce Maximiano afirmó jurando que

715
viera, en la ora de la su pasión, los ángeles muy claros e las sus almas bien commo
vírgines que salían de cámara, e que estos ángeles los levaran en sus regaços al cielo. E
oyendo Almachio que Maximiano era christi[f. 263c]ano, mandole açotar con plomo
tan grant pieça fasta que se le salió el alma. E enterró el su cuerpo santa Cecilia, cerca
de Valeriano e de Tiburcio.
Entonce Almachio fizo demandar los bienes destos amos. E fizo venir ante sí a
Cecilia, así commo a muger de Valeriano. E mandole que sacrificase a los ídolos o que
rescibiese muerte. E profaçándola los sayones quanto a esto, e llorando ellos por ende
muy fuerte, porque donzella tan fermosa e tan fijadalgo así de grado iva a la muerte,
díxoles ella:
– ¡O buenos mancebessic! Esto no es perder mancebía, mas ganarla. E dar lodo
por oro, dar cosa vil e tomar cosa preciada, dar un rincón tan pequeño e tomar un lugar
tamaño e tan claro. Si vos alguno diese mucho por poco, ¿non iríades apriesa a tomarlo?
E Dios toma una e da ciento por ello, ¿creedes lo que vos digo?
Dixeron ellos:
– Creemos que Jhesu Christo es verdadero, que mantiene tal vasalla commo a ti.
Después llamando Urbano, el obispo, hechizáronse1399 más de quatrocientos.
Entonce Almachio llamó a Cecilia que veniese para él, e díxole:
– ¿Qué muger eres tú?
E dixo ella:
– Só muger fijadalgo e noble.
Dixo Almachio:
– Yo te pregunto que de qué fe e de qué relisión eres tú.
Dixo Cecilia:
– Tu pregunta toma comienço de loco, ca tú piensas aver dos respues[f. 263d]tas
en una pregunta.
Dixo Almachio:
– ¿Dónde te viene tan grant osamiento de responder?
Díxole Cecilia:
– De buena concencia de fe sin enfinta.
Dixo Almachio:
– ¿No sabes quánto poderío he yo?

1399
LA (146): “baptizati”. Ms. h-I-14: “bautiçáronse” (f. CCCIIIIa).

716
Dixo ella:
– El vuestro poder es commo odre lleno de viento, que si le foracaren con una
aguja, luego desincha. E lo que semeja que está rezio, luego se encorva.
Dixo Almachio:
– En denuestos començaste e en éstos te estás.
Dixo Cecilia:
– Nunca es denuesto nin tuerto sinon do ay palabras de blasfemio. E donde fago
yo a ti tuerto, muéstralo si fablo cosa falsa, échalo acullá e castiga a quien te fiziere
tuerto; mas nos sabiendo el nonbre de Dios santo, non lo podemos negar. Ca más vale
bien bevir que mal morir.
Dixo Almachio:
– ¿Por qué fablas con tan grant sobervia?
Dixo ella:
– Non es esto sobervia, mas es fortaleza
Dixo Almachio:
– ¡O malandante! ¿Non sabes tú que yo he tal poder de dar muerte o vida?
Dixo ella:
– Pruévote que mentiste agora contra la verdat. Ca tú bien puedes quitar a los
bivos, mas non dar a los muertos; pues eres siervo de muerte e non de vida.
Dixo Almachio:
– ¡Dexa esa locura e sacrifica los ídolos!
Dixo Cecilia:
– Non sé do has perdido los ojos, ca nós vemos que éstos que tú llamas dioses,
todos son piedras. E por ende, [f. 264a] pon la mano e táñelos, e así aprenderás lo que
non puedes ver con los ojos.
Entonce Almachio, muy sañudo, mandola tornar a su casa. E mandola quemar en
un vaño muy firviente de noche e de día. E fincó allí commo en lugar frío, que non
sintió algunt poco de sudor. E oyéndolo Almachio, mandola degollar en ese mismo
vaño. E el sayón feriola tres vegadas en el cuello, mas non la pudo tajar la cabeça. E
porque era ley e ordenamiento que non firiesen la quarta vegada al que avían de
degollar, dexola medio biva e el carnicero sangriento.
E biviendo tres días, dio quanto avía a los pobres. E quantos convertía a la fe,
todos los encomendó a sant Urbán, diziendo: “Gané tres días de treguas porque biviese;
porque encomendase éstos a la tú s[an]tidat e que consagredes esta mi casa para la

717
iglesia”. Sant Urbán enterró el su cuerpo entre los obispos. E fizo la casa iglesia, así
commo se lo rogara. E murió en el tienpo de Alixandre, enperador, en la era de la
encarnación de dozientos e veinte e tres años.

[CXXXIX]
Título CXXXVIII. Disposición de sant Clemente

Es dicho Clemenes a cleos (griego), que quiere dezir gloria;1400 e mens, que quiere dezir
voluntad. Así que quiere dezir commo glorio[f. 264b]sa voluntad, e alinpiada de toda
suziedat, e onrada por toda vertut, e onrada agora porque quiere dezir piedat, porque él
fue muy piadoso o muy misericordioso. O segunt que dizen en el glosario, Clemens
quiere dezir justo, dulce, acabado, piadoso. Fue justo en los fechos; fue dulce en las
palabras; fue acabado en la conversación; fue piadoso en la tentación. La su vida
enxiriósic él mismo en1401 su estoria, mayormente en aquel lugar do se muestra en quál
manera fue papa, después de sant Pedro.

Vida de sant Clemente mártir

Fue sant Clemente papa. Fue nascido de muy noble generación de los romanos. E a su
padre dixeron por nonbre Faustino, e a su madre, Matidiana. Ovo dos hermanos, al uno
dixeron Faustino, e al otro, Fausto.
E su madre, Matidiana, siendo muy fermosa en el cuerpo, un hermano de su
marido en emediase1402 por ella muy fuerte en amor suzio. E siguiéndola de cada día,
ella non lo quería consentir. E temiendo dezirlo a su marido, porque non pusiese entre
ellos mala amistança, pensó de partir de la tierra a fasta algunt tienpo, fasta que él
quedase deste amor malo en que él se encendía quando la vía. E porque esto podiese [f.
264c] ganar de su marido, enfinta de un sueño que contó a su marido en esta manera:
“Évate que me apareció un mancebo en visión. E me dixo que me partiese luego de
aquí, con estos dos mis fijos, Faustino e Fausto. E que estuviese allá fasta grant tienpo,

1400
LA (1): “Clemens dictus a cleos, quod est gloria”. El detalle “griego” es ajeno a la Legenda aurea; no
obstante, es cierto. Cleos significa buena fama, nombradía o gloria en griego. Esto es un indicio de que el
responsable de este pequeño agregado textual fue obra de un autor muy culto. Quizá este nuevo dato ya
estaría presente desde aquel testimonio manuscrito hoy perdido cercano a h-I-14 o en “Proto-W”. Vid. el
apartado II del estudio introductorio.
1401
En el incuanble: “eu”.
1402
LA (12): “vehementer exarsit”. Ms. h-I-14: “començó” (f. CCCIIIId).

718
fasta que él me mandase tornar. E si lo non fiziese, dixo que moriríamos yo e mis fijos”.
E oyendolo su marido, maravillose mucho, e enbiola con sus fijos, e con grant conpaña,
a Atenas, porque estoviese aí e fiziese a sus fijos mostrar las siete artes. El padre detovo
consigo para su solaz a Clemente, que era el menor, de cinco años.
E yendo la madre con los otros fijos por la mar, de noche peresció la nao
aviendo tormenta. E las ondas echáronla, e ella, sin los fijos, escapó sobre una piedra. E
cuidara que perescieran los fijos, e por grant dolor que avía ende, queríase echar en la
mar en fondón, porque si ál que non esperava fallar ý los sus cuerpos. Después que sopo
que los non pudo fallar bivos nin muertos, dava alaridos, e bozes muy grandes, e
comíase las manos a bocados, e non avía consolación de ninguno. Estando con ella
muchas mugeres que ý se acaescieran, ella non quería tomar consolación. Entrellassic,
vino una muger que dixo que su marido, siendo mancebo e marinero, peresciera en la
mar. E por [f. 264d] su amor, que nunca casara después, e recibiendo por esto alguna
consolación, ganava por sus manos lo que comía cada día. E después de poco tienpo,
ella mordiéndose las manos, ellas fiziéronse sin seso, ansí commo muertas, porque ella
non podía con ellas obrar. Aquella que la recibiera ovo paralesia, e non se podía
levantar de la cama. Así que Matidiana ovo forçado de ir a pedir, e manteníase de
aquellas cosas que fallava, así commo huéspeda.
E a cabo de un año [que Meridiana]1403 se partió de Roma con sus fijos, enbió su
marido ante a Atenas mensajeros que le dixesen qué fazían. Mas estos mensajeros
nunca tornaron dende; e enbió otros, e éstos tornando, dixeron que nunca dellos
pudieron saber. E dexando a Clemente con sus tutores, entró en una nave por buscar su
muger e sus fijos; mas nunca tornó. E ansí Clemente fue huérfano XX años, que nunca
supo de su padre, ni de su madre, ni de sus ermanos.
E enpeçó a estudiar en las artes, e fue grant filósofo, e buscava mucho por saber
que el alma non moría. E por ende, iva muy amenudo a la escuela. E quando se provava
que non moría, gozávase mucho. E si provava que moría, avía grant pesar. Por ende, en
este comedio, viniendo sant Bernabé a predicar aí la fe de Jhesu Christo, los filósofos
escarnecíanle commo a loco e sandio. Onde segunt1404 [f. 265a] algunos dizen, el
primero de los filósofos que le escarnesció fue Clemente. E despreciava su predicación,
e fizo una tal demanda a sant Bernabé, por escarnio, diziendo:

1403
Ms. h-I-14 (f. CCCVa).
1404
En el incuanble: “seguut”.

719
– ¿Por qué el mocejón, que está pequeño, á seis pies e alas; e el elefante, que es
tan grant bestia, por qué non ha alas, e tan solamente quatro pies?
Dixo sant Bernarbé:
– De lijero podría tornar respuesta a esa tu demanda loca, si lo demandases por
saber verdat; mas es sin razón fablarvos de las criaturas, que non conoscedes su criador.
E porque non le conocéis, derecho es que erredes en las criaturas.
Esta razón fincose en el coraçón de Clemente, en manera que sant Bernabé le
mostró la fe de Jhesu Christo. E después Clemente fuese a Judea, a sant Pedro, e
demostrole la fe de Jhesu Christo, e enseñole que las almas nunca muríansic.
En aquel tienpo, Simon Magus avía dos dicípulos, Aquila e Nicer. E conociendo
1405
sus engaños, desanparáronle. E fuéronse a sant Pedro, e fiziéronse sus dicípulos.
E preguntando sant Pedro a Clemente de su linaje, contó lo que acaesciera a su
padre, e a su madre e a sus hermanos por orden; diziendo que creía que la madre, con
sus hermanos, que perescieran en la mar; e el padre, que peresciera por grant dolor o
peligro de la mar. E oyéndolo sant Pedro, començó a llorar.
E vino una vez sant Pedro, con sus dicípulos, a la isla [f. 265b] do morava
Matidiana, la madre de Clemente. E estavan ý dos pilares de vidrio muy grandes
además. E sant Pedro catando con las otras, maravillándose ende, e viendo ésta que
demandava por Dios, maltráxola porque non labraum1406 de sus manos. Respondió ella:
– Señor, solamente non he semejança de manos, e así son enflaquecidas con los
muchos bocados, que las non siento en ninguna manera. E por la mi voluntat, Dios
ordenase que me echase en la mar que nunca biviese.
Díxole sant Pedro:
– ¿Qué es esto que fablas? ¿Non sabes tú que las almas de aquellos que se
matan, que sufren grandes penas?
Dixo ella:
– Dios lo quisiese, que las almas biviesen después de la muerte, que de grado me
mataría por tal que pudiese ver, si ál que no, una ora los mis fijos dulces.
Entonce sant Pedro preguntole que por qué estava tan triste. Ella contóselo todo
por horden lo que le acaesciera. Díxole sant Pedro:
– Un mancebo es connusco, que dizen Clemente, que dize que acaesció esto que
tú cuentas a su madre e a sus hermanos.

1405
En el incunable: “sns”.
1406
LA (46): “operaretur”. Ms. h-I-14: “trabajava” (f. CCCVc).

720
E oyéndolo ella, todo enmudeció, e cayó en tierra. E tornando en sí misma, dixo
con lágrimas:
– ¡Yo soy su madre de ese mancebo!
E cayendo a los pies de sant Pedro, començole de rogar que le quisiese mostrar a
su fijo.
Dixo sant Pedro:
– Quando vieres al mancebo, desconócete un poco, fasta que salgas [f. 265c] de
la isla con la nao.
Ella prometeíndolosic, teniéndola sant Pedro de la mano, tráxola a la nao do
estava Clemente. E viendo Clemente a sant Pedro, que traía a la muger por la mano,
començó a reír. Luego que la muger vio a Clemente, non se pudo sufrir, mas luego le
abraçó, e començole de besar. E él echávala de sí con grant saña, commo a muger loca.
E moviose con grant saña contra sant Pedro, e díxole sant Pedro:
– ¡O, fijo Clemente! ¿Qué fazes?, non quieras desechar a tu madre.
E oyéndolo Clemente, todo cobierto de lágrimas, echose sobre su madre, que
yazía en tierra. E començola de conortar e de conoscer. Entonce la madre preguntó a
Clemente de su padre. Díxole Clemente:
– Fue a buscarte, e jamás tornó.
E ella oyéndolo, sospiró. E aviendo grant gozo por el fijo que fallara,
consolávase de todos los otros lloros.
En este comedio, Nicea e Aquilea non eran aí, mas eran en Lodicia, do los
esperara sant Pedro. E tornándose, vieron la muger. E demandaron quién era esta
muger. Díxoles Clemente:
– Mi madre es, que me la dio sant Pedro.
Después desto, contóselo todo por horden. E oyéndolo Aquilea e Nicea,
levantáronse, e començaron a travarse, diziendo:
– Señor, ¿es verdat aquesto que nos dezís o es sueño lo que oímos?
Entonce dixo sant Pedro:
– Si non nos enloquecemos, esto es [f. 265d] verdat.
Ellos fregándose las caras, dixeron:
– Nós somos Faustino e Fausto, los que cuidó nuestra madre que pereciéramos
en la mar.
E allegándose, abraçavan a su madre, e besávanla muy amenudo. E díxoles ella:
– ¿Qué quiere esto ser?

721
E díxole sant Pedro:
– Son tus fijos, Faustino e Fausto, que cuidavas que perescieran en la mar.
E oyendo ella esto, bien commo loca, por grant gozo que ovo, cayó en tierra. E
dende, tornando en sí, dixo:
– ¡O, fijos muy dulces, ruégovos que me digáis cómmo escapastes!
Ellos dixeron:
– Quando la nao fue destruída, nós yendo sobre una tabla, falláronnos unos
ladrones en la mar e pusiéronnos en su nao. E mudándonos los nonbres, vendiéronnos a
una biuda que nos avía así commo a fijos, e fízonos mostrar todas las siete artes. En
cabo, aprendimos la filosofía. E llegando nós a Simón, el encantador, que fue criado
connusco, e conociendo sus engaños, desanparamos nós dél del todo. E fizímosnos
dicípulos de sant Pedro, por Zacheo, que nos truxo a él.
E otro día sant Pedro tomó estos tres hermanos, Clemente, Aquilea e Nicea. E
apartose a un lugar apartado para fablar con ellos. E viéndolos un anciano muy onrado,
enpero que era pobre, enpeçoles de fablar, diziendo:
– Hermanos, enpiádome de [f. 266a] vós, porque veo que so semejança de piedat
errades gravemente. Ca Dios non es nada; nin esta onra que vós fazedes no es ninguna
cosa; ni ay providencia en el mundo. Mas todas las cosas vienen a Dios e a ventura, así
commo yo lo prové en mí mismo, magnifiestamente, porque supe la disciplina de
Mathesio1407 más que otro ninguno. E por ende non erredes, ca si quiersic rogad a Dios,
si quiersic non no avredes sino lo que vuestra ventura os diere.
E catándole Clemente, firiole en el coraçón, e semejávale que le viera otras
vezes. E mandándolo sant Pedro, Clemente, e Aquilea e Nicea disputáronse con él grant
tienpo. E mostrávanle que providencia era por razones abiertas. E llamándole muy
amenudo “padre”, por reverencia, díxole Aquilea:
– ¿Qué menester es que llamemos “padre”, mayormente que nos es vedado que
non llamemos a ninguno sobre la tierra “padre”?
E después, acatando a este omne bueno:
– Padre, non te pese, nin tengas que te fago tuerto, porque culpé a mi hermano
que te llamava “padre”. Ca avemos tal mandamiento que non llamemos a ninguno
“padre” por nonbre.

1407
LA (94): “in diciplina mathesis”. Ms. h-I-14: “la diciplina de Matesio” (f. CCCVIb).

722
E diziendo esto Aquilea, rieron quantos ý estavan, e el viejo e sant Pedro.
Demandó que por qué reían. Dixo Clemente:
– Porque faze aquello en que culpa a los otros, llamando a este anciano “padre”.
E negolo él, diziendo:
– En verdat, [f. 266b] non se si le llamé “padre”.
E disputando mucho de la providencia de Dios, dixo el viejo:
– Cierto creería que era la providencia, mas la mi voluntat me defiende que non
lo crea, porque sé la ventura de mí e de mi muger. E sé lo que nos conteció, e nos
acaesció todo quanto nuestra nacencia nos aduxo. E por ende, oíd lo que nos acaesció a
mí e a mi muger, e el fin de la mi mancebía. Ca estando Mares con la Venus sobre un
punto, e la Luna en ocidente en la casa de Mares, e la Luna en fin de Saturno, fizo la mi
mancebía, e la mi muger putañear, e amar los sus vasallos propios, e se desterrase, e se
somurgujase el agua, e así acaesció. Ca ella amó a un siervo, e temiendo el peligro, e el
denuesto que dende le podría venir, fuyó con él. E peresció en la mar. Que segunt que
mi hermano contó primero, amó a él; mas, non se lo quiriendo consentir, tornó el amor
de la su luxuria en el su siervo. Enpero, non le pongo culpa, ca así avía de vevir, segunt
la su nascencia.
E contoles cómmo fiziera, enfinta de un sueño, cómmo se fuera con sus fijos a
Atenas, e pereciera en la mar. E queriéndose ir para él, e descobrir todo el fecho,
defendióselo sant Pedro, diziendo:
– Estad en paz fasta que a mí plega.
Díxole sant Pedro:
– Si yo oy te diere a tu muger muy casta, e a tus tres fijos, [f. 266c] creerás que
esta nascencia, de que tú fias, es nada.
Dixo él:
– Así commo non puede ser fecho nada sin ventura.
Díxole sant Pedro:
– Evas aquí al tu fijo, Clemente. E estos son los otros dos tus fijos, que nascieron
de un vientre, Faustino e Fausto.
Entonce el viejo cayó en tierra non sintiendo ninguna cosa de sus mienbros, e
fue commo muerto todo. E los fijos besávanle, temiendo que non podría tornar a su
seso. En cabo, tornando él en sí mismo, oyolo todo commo acaesciera. Entonce vino su
muger adesora, e començó a llamar con muchas lágrimas:
– ¿Dó es el mi marido e el mi señor?

723
E dando ella estas bozes commo loca, apresurose el viejo a venir aprisa e
abraçarla mucho.
E estando todos en uno, vino un mensajero aprisa, que dixo que sus amigos,
Fastiniano, Apión e Anubio, que ospedavan en la casa de Simón, el encantador. E
gozándose mucho Faustiniano por la su venida, fueles a visitar. En este comedio, vino
un mensajero, que dixo que veniera un vasallo del enperador a Antiochía para que
buscase todos los encantadores e que los matase. Entonce este Simón mago puso la su
cara semejante a Faustiniano, porque quería mal a sus fijos porque le dexaran; porque
todos cuidasen que era él Simón, e non Faustiniano. Aquesto fizo él porque los [f. 266d]
siervos del enperador tomasen a Faustiniano, e lo matasen por él. E ese Simón partiose
de esa tierra. E tornándo Faustiniano a sant Pedro e a sus fijos, espantáronse, e
miráronle a la cara, e parescía a Simón; e oyendo la boz, parescía a su padre. E
solamente sant Pedro era entre ellos que veía la su cara natural. E fuyendo dél su muger
e sus fijos, e denostándole, dizíales él:
– ¿Por qué denostáis a vuestro padre e fuís dél?
Respondieron diziendo que fuían dél porque semejava en la cara a Simón el
mago, el encantador. Ca este Simón fiziera una ungüento con que le untara la cara, e por
arte mágica, pusiera la su cara en la suya. E llorava él, e dizía:
– ¡Ay, mezquino! ¡Qué me acaesció, que conosciéndome mi muger1408 e mis
fijos non me puedo alegrar con ellos un día!
E por ende, la muger, toda descabeñada; e los fijos, llorando mucho. Mas este
Simón mago, siendo algunt tienpo en Antiochía, dixo mucho mal de sant Pedro,
diziendo que era encantador, e malfechor e matador. E tanto escándalo pusiera en el
pueblo contra sant Pedro, que todos le deseavan tener para que le despedaçasen las
carnes con los dientes. Entonce dixo sant Pedro a Faustidiano:
– Porque semejas a este Simón mago, vete a Antiochía, e escusarme as delante
todo el pueblo de mal que de mí ha dicho, e desdite dello en su persona. E [f. 267a]
después desto, yo iré Antiochía, e tiraré la cara ajena de ti, e darte he la tuya propia,
delante todos los omnes.
Enpero non es de creer que sant Pedro mandó mentir, ca Dios non quiere la
nuestra mentira. E por ende, el libro de sant Clemente, que es dicho Cernetario, que fue
fecho mientra estas cosas se fazían, en el qual son escritas, paresce ser dubdoso. E

1408
En el incunable: “mnger”.

724
segunt algunos dizen, non es de creer en tales cosas; enpero, por esto dize sant Pedro
que si las sus palabras fueron tomadas acuciosamente, non le dixo él que se desdixese
Simón mago, mas que demostrase al pueblo la semejança de la su cara que traía en sí, e
que alabase a sant Pedro, e que revocase los males que dél dixera. E Faustidiano dixo
que era Simón no en quanto a la verdat, mas quanto a la aparecencia. Onde lo que dixo
de yuso Faustiniano: “Yo soy Simón, e c.”, así deve tomar: “Quanto a la parescencia
semejo Simón”; pues fue Ximón por asmamiento del pueblo.
Después Faustiniano, padre de Clemente, fuese para Antiochía. E llamando el
pueblo, dixo:
– Yo só Simón, e digo que quanto dixe contra sant Pedro, todo fue mentira e lo
dixe con falsedat. Ca non es engañador nin malo, mas fue enbiado por santo del mundo.
Por ende de oy más, si algunt mal dixere contra él, tenet que só falso, e engañador, e
non me creades quanto vos dixere, e me [f. 267b] echedes por falso encantador. Agora
fago penitencia, e conosco que lo fize mal. Amonéstovos que creades ese Jhesu Christo
que sant Pedro predica, e non perescades vós e vuestra cibdat.
E conpliéndolo todo lo que le mandara sant Pedro, e poniendo grant amor entre
él e el pueblo, vino sant Pedro para él. E fizo su oración a Dios, e tirósele toda la
semejança de Simón mago. E el pueblo de Antiochía rescibieron muy bien a sant Pedro,
e fiziéronle muy alta e grande cátedra.
E oyéndolo Simón, fuese para allá, e llamando al pueblo, díxoles:
– Fágome maravillado, porque vos yo castigué, más que a otros, que vos
guardases de Pedro, el engañador. E non solamente le oístes, mas fezístesle grant
cátedra de obispo.
Entonce muy sañudos, dixéronle:
– Seméjasnos muy sandio. El otro día dizías que te pesava de quanto contra
dixeras. E agora te trabajas para echar a nós e a ti en mal.
E arremetiéndose contra él, echáronle dende con grant desonra1409.
Sant Clemente cuenta de sí mismo todas estas cosas, e enxirió esta estoria.
Después desto, viniendo sant Pedro a Roma, e viendo que le cercava la su
pasión, ordenó a sant Clemente, después de sí, en papa. Después, muerto sant Pedro,
príncipe de los apóstoles, sant Clemente, commo omne entendido, guardando que de
aquí adelante [f. 267c] por aqueste enxenplo, cada uno quería dexar e establecer

1409
En el incunable: “desoura”.

725
subcesor en pos de sí en la Iglesia de Dios, e que lo avrían por heredat mantener, quiso
que escogiesen a Lino para papa e después a Cleto; e después déste, escogieron a
Clemente, e fiziéronle por fuerça papa. E era ansí, en todos sus fechos, bueno e onesto,
que todos los griegos, e gentiles e christianos, avían con él plazer. E quantos
menguados avía en el mundo, todos los tenía escritos. E los que baptizara, non los
dexava mendigar públicamente.
E faziendo a Domicila virgen, nieta de Domiciano, monja; e convertiendo a
Teodora, muger de Sergio, cavallero amigo del enperador, a la fe de nuestro Señor
Jhesu Christo, fízola fincar en castidad. Aviendo Sergio celos desto, entró en
ascondi[d]o en la iglesia en pos de su muger, quiriendo saber por qué iva tan amenudo
a la iglesia. E después sant Clemente, orando e rogando, todo el pueblo respondió:
“Amén”. Sergio fue luego sordo e ciego del todo. E dixo luego Sergio a los sus omnes
que le sacasen de la iglesia. E los omnes andavan con él por toda la iglesia, e non podían
fallar la puerta. E viéndolos así Teodora andar errados, quitose dellos, cuidando que la
podría conoscer su marido. E después desto, demandoles que ¿qué era aquesto?
– Nuestro señor, quiriendo ver e oír lo que le non con[f. 267d]viene, es fecho
ciego e sordo.
E entonce ella echose en oración, rogando a Dios que su marido pudiese ende
salir. E después de la oración, dixo a los moços:
– Idvos agora, e leva[d] vuestro señor a casa.
E yéndose, Teodora mostró a sant Clemente lo que le acaesciera. Entonce,
rogando Teodora a sant Clemente, vínose para él. E fallole los ojos abiertos, mas non
veía nin oía ninguna cosa. E rogando sant Clemente por él, que él recibiese la vista e el
oír, vio estar a su muger cerca de sant Clemente, e luego fue fecho loco. E sospechava
que le enganavasic por encantamentos, e mandó a sus omnes que prendiesen a sant
Clemente, diziendo:
– ¡Fízome ciego con su saber, por tal que pasase a mi muger!
E mandoles que le ligasen e le levasen así atado. E ellos atándole a los pilares e a
las piedras, pensavan, segunt que les semejava a ellos, e a Sergio con ellos, que atavan a
sant Clemente, e a sus clérigos e que le levava.1410 Entonce sant Clemente dixo a
Sergio:
– Así porque las piedras llamas dioses, por ende, meresciste traer piedras.

1410
LA (194): “et ligaret”.

726
E cuidando que verdaderamente él tenía atado, díxole:
– ¡Yo te faré matar!
E partiéndose dende sant Clemente, rogó a Teodora que no quedase de rogar a
Dios, fasta que Dios visitase a su marido. E rogando Teodora a Dios, apareciole sant
Pedro apóstol, diziéndole: [f. 268a] “Por la tu oración será salvo tu marido, porque se
cunpla lo que dixo sant Pablo, mi hermano: ‘El marido descreído será salvo por la
muger’”.1411
E diziendo esto, desaparesció. E luego Sergio llamó a su muger, e rogole que
rogase a Dios por él. Entonce Teodora fuese a sant Clemente, e contole todas estas
cosas. E viniendo, mostrole la fe, e baptizola con trezientos e doze de su casa.1412 E por
este Sergio, muchos nobles omnes, e amigos del enperador, se tornaron a Jhesu Christo.
Entonce Publio, el conde de Sacras, dio grant aver a muchos que levaron grant discordia
contra sant Clemente. Entonce Mamertino, el adelantado de la cibdat, non sufriendo la
discordia del pueblo, fizo traer ante sí a sant Clemente. E repreendiéndole, provávale si
le pedríasic umillar ante sí, e díxole: “Querría que te acogieses a razón. Ca si muchos
canes ladraren a nós, e nos despertaren a bocados, por ventura nos pueden esto quitar.
Ca nós somos omnes razonables e ellos son canes non razonables. Ca esta tribulación
que han estos omnes necios entre sí, muestra que non han ninguna cosa cierta
verdadera”.
Entonce Mamertino enbiolo a dezir a Trejano, el enperador. Él enbió dezir, o
que sacrificase a los ídolos o que le desterrasen allende de la mar de Ponto, en un yermo
que yaze cer[f. 268b]ca de una cibdat, que dizen Tarsona. Entonce el adelantado,
llorando, dixo a sant Clemente: “Dios, a quien tú sirves, te ayude”. E diole una nao e
todas quantas cosas avía menester. E desterráronse con él clérigos e legos. Moviendo a
esta isla, falló ý más de dos mill christianos que fueron aí puestos en pena, e viendo a
sant Clemente, començaron a llorar. E consolándolos él, díxoles:
– Dios non me enbió a vos, por los mis merecimientos, aver parte en las vuestras
oraciones.
E diziéndole ellos que traían el agua a cuestas bien de tres leguas. Díxoles él:
– Roguemos a nuestro Señor Jhesu Christo que nos abra a nosotros, sus
confesores, caños e fuentes de agua. E aquel que firió la piedra en el desierto de Sinaí, e

1411
I Corintios (7, 14).
1412
LA (204): “CCCXIII de domo”. Ms. h-I-14: “trecientos e sesenta e dos omnes de su casa” (f. CCCVIIId).

727
corrieron aguas en abundancia, ése nos demuestre fuente corriente, porque1413 de los sus
beneficios nos gozemos.
E fecha la oración, e cantando acá e acullá, aparescioles nuestro Señor Jhesu
Christo, en manera de cordero. E entendiéndolo sólo sant Clemente, fuese a aquel lugar,
e dixo: “En el nonbre del Padre, e del Fijo e del Spíritu Sancto, cavat en este lugar”.
Mas non alcançando ninguno a aquel lugar en que el cordero estoviera, tomó un açadón
pequeño, e firió en aquel lugar, so el pie del cordero. E de un pequeño golpe, luego salió
una grant fuente, e creció un grant río. Entonce, gozándose todos, dixo Clemen[f.
268c]te: “La arremetida del río alegra la cibdat de Dios”.1414
Oyendo esta fama, muchos bateáronse aí, ese día más de quinientos. E
destruyeron los tenplos de los ídolos, e fizieron en un año, por toda la provincia, LXXV

iglesias. E dende a tres años, el enperador Trejano enbió allá un príncipe. E viendo él
que todos se1415 querían mover de grado a la muerte, dexó todos los otros, e ató a sólo
sant Clemente el su cuello a una áncora. E echole en la mar, diziendo: “Ya no te podrán
onrar los christianos así commo Dios”.
Estando muchos dellos ribera de la mar, Cornelio e Febo, sus dicípulos, los
mandaron a todos rogar a Dios, que les mostrase el cuerpo de su mártir. E luego abriose
la mar cerca de dos leguas. Entrando todos por seco en ella, fallaron una casa que fiziera
Dios, en manera de tenplo de mármol. E fallaron en ella el cuerpo de sant Clemente
mártir en una arca, e fallaron cerca dél el áncora. E fue revelado a sus dicípulos que non
levasen dende el su cuerpo. Cada año se abre por siete días la mar el día de la su fiesta, e
da lugar de camino seco a todos los que vienen aí.
En un día de la fiesta, vino una muger a este lugar con un fijo pequeño. E
conplidos los días de la fiesta, durmiéndose el niño, fízose adesora roído del agua que
creció. E la [f. 268d] muger, espantada, olvidando su fijo a la ribera con otros muchos e
después, acordándose de su fijo, llorava, e dava bozes fazia el cielo. E andava e aullava
por la ribera de la mar si viera el cuerpo de su fijo, si le echara la mar a la ribera; mas,
ya desesperada, tornose a su casa. E todo aquel año non fizo ál sinon llorar. E a cabo del
año, abriose la mar, e ella vino a aquel lugar muy aprisa, ante que todos los otros, si por
aventura pudiese fallar alguna cosa de su fijo. E echándose ante el sepulcro de sant
Clemente en oración, levantose el niño de aquel lugar do lo dexara durmiendo. E

1413
En el incunable: “porqne”.
1414
Salmos (45, 5).
1415
E el incunable: “es”.

728
cuidando que estava muerto, allegose a él para tomarle el cuerpo; mas, fallándole que
durmía, d[e]spertó aína. E parando mientes los pueblos, alçole en sus braços el niño
sano e guarido. E demandole que dó estuviera todo aquel año. E respondió que non
sabía si era pasado un año entero, mas pensara que durmiera bien toda aquella noche.
[...]1416
Cuenta León, cardenal de Ostia, que en el tienpo del enperador Migelaña, que
tenía a Roma la nueva que un capellán, que dizían Philósofo, vino a Tarsona. E
preguntava a los que aí moravan de aquellas cosas que cuenta en la estoria de sant
Clemente. Dixeron que eran advenedizos, más que moradores en aquel lugar. Ca el
miraglo de [f. 269a] la mar, commo se solía abrir, ya quedara tienpo avía por la culpa de
los que aí moravan. E los bárvaros, corriendo esa tierra, destruyeron el tenplo del arca, e
el cuerpo fue quebrantado por las ondas de la mar. E maravillándose el Philósofo desto,
fuese al mayor de la cibdat, que le dezían Georgita, e con el obispo, e con toda la
clerezía e todo el pueblo. E fueron a la isla do cuidavan que estava el cuerpo del mártir
para buscar las reliquias sanctas. E cavando, e cantando hipnos, e oraciones, e rogando a
Dios, demostróselo nuestro Señor, e fallaron el cuerpo e la áncora con que fuera echado
en la mar. E truxéronlo a Tarsona, e de allí este filósofo vino a Roma con el cuerpo de
sant Clemente. E mostrando Dios muchos miraglos, su cuerpo es enterrado en la iglesia
que dizen agora de sant Clemente.

[CXL]
Título CXXXIX. De sant Grisógono

Sant Grisógono puséronlo en la cárcel por mandado del enperador Diocleciano, do lo


governava Anastasia. E poniéndola su marido en una guarda muy estrecha, enbió tal
escritura a sant Grisógono, que la mostrara confesor de Jhesu Christo: “Yo, Anastasia,
recebí el yugo de mi marido descomul[f. 269b]gado. E quiriéndolo a Dios, dexé el su
lecho con enfermedat enfinta, e sigo la carrera de Jhesu Christo de noche. Ca éste
espendió todo mi patrimonio con grant saña, con este fecho muy noble, con los malos
que adoraron los ídolos. E aun púsome en guarda muy estrecha, bien así como a
encantadora falsa, en tanto grado, que he miedo que moriré. Ca non me finca sino que
muera, en la qual muerte maguer que tome gloria; enpero la mi voluntat es muy

1416
Igual que en el ms. h-I-14, falta el segmento textual (LA: 246-247).

729
quebranda porque las mis riquezas, que pensava dar a Dios, cómenlas los torpes e los
falsos. Dios sea contigo omne de Dios e acuérdate de mí”.
Respondió Grisógono: “Así non te maravilles, si biviendo en piedat, sufres
tribulaciones. Ca non serás engañada, mas serás provada. E aína tornará a ti el tienpo
plazentero, e así commo después de las tiniebras de la noche acatares la lunbre de Dios
florida; e después de la envernada, e del frío, vernán tienpos alegres e claros. Dios sea
contigo, e ruega a Dios por mí”.
E en cabo, estando santa Anastasia en esta guarda muy estrecha, non le davan si
non una quarta de un pan. E cuidando ya que moría, escrivió una epístola a sant
Grisógono, en esta manera: “A Grisógono, confesor de Jhesu Christo. Yo, Anastasia.
Ya viene la fin de mi cuerpo. Arremiénbrate de mí que Aquel reciba la mi ánima, por
cuyo [f. 269c] amor yo sufro aquesto, e que tú sabes de la boca desta vieja”.
A la qual escrivió otra vegada en esta manera: “Sienpre es que la lunbre
enciende las tinieblas. E así, después de la enfermedat, verná la salut; e la vida s[e]1417
promete después de la muerte.1418 Las bienandanças e las malas andanças deste mundo,
todo se encierra en una fin, por tal que ni la desesperación tome señorío en los tristes.
Uno es el mar en que andan las mares del nuestro cuerpo, e las nuestras almas han un
governador en el nuestro cuerpo. E algunas naves son fuertemente juntadas, e pasan, e
sufren sin ningunt dapño las hondas del mar muy fuerte; mas la juntura de algunos
maderos flacos en lo manso, ácese en ellos la muerte. E por ende, tú, sierva de Dios,
aprieta la vitoria de la cruz, aparejada a ti misma a las obras de Dios”.
E por ende, Diocleciano, estando en Aquilea matando los christianos, mandó
traer a Grisógono, diziendo:
– Toma el adelantança e el adelantamiento de los de tu linaajesic, e sacrifica a los
dioses.
Dixo Grisógono:
– Yo adoro a un Dios, que es en el cielo. E desprecio tus dignidades commo
loco.
E dando contra él sentencia, leváronlo a un lugar e descabeçáronlo a luego.

1417
En el incunable: “si”. Corrijo a partir del ms. h-I-14 (f. CCCIXb).
1418
En el incunable: “mnerte”.

730
[CXLI]
Título CXL. De sancta Catalina virgen

[...]1419
[f. 269d] Santa Catalina, fija del rey Gasto e de la reina, fue muy sabia en todas las
artes. E Macencio, el enperador, llamando a todos los ricos e pobres a la cibdat de
Alexandría, por que sacrificasen a los ídolos, atormentava a los christianos que non
querían sacrificar. E siendo santa Catalina de XVIII años, e fincando sin padre e sin
madre en el palacio conplido, e lleno de riquezas, e de vasallos, oyendo las bozes de
muchas bestias, e las alegrías de los que cavalgavan, enbiando allá un mensajero, mandó
saber qué era esto. E sabiendo lo que era, tomando consigo algunas de su palacio, e
faziendo la señal de la cruz en su frente, fuese para allá, e vio aí muchos christianos
aduzir1420 a sacrificar por miedo de la muerte. E aviendo por ende grant dolor en su
coraçón, fuese para el enperador muy osada, e dixo así: “La dinidat del estado, e la
carrera de la razón, me mostrava que te devía saludar si conocieses al que te crió e
tirases de tu coraçón estos ídolos”. E estando ante las puertas del tenplo, disputó muy
grant tienpo con el enperador por muchas razones finas e maravillosas. E dende,
tornando a la fabla, díxole ella:
– Lo que te dixe fasta agora, díxetelo commo a entendido. E agora demándote,
¿por qué ayuntaste aquí tan grant [f. 270a] conpaña commo ésta por onrar la locura de
los ídolos? ¿Maravíllaste deste tenplo que te fazen los maestros, e maravíllaste destas
aposturas preciosas, que son así commo el polvo que da el viento? Más te deves
maravillar del cielo, e de la tierra, e del mar e de todas las cosas que son en ellos. E
maravillarte devías de las aposturas del cielo, que son el sol, e la luna e las estrellas. E
maravillarte del su servicio que fazen dende comienço del mundo: fasta la fin de noche
e de día corren de oriente fasta poniente, e nunca cansan. E quando esto pensares,
pregunta e deprende quién es el más poderoso dellos. E quando lo entendieres,
quiriéndolo él, e non pudieres fallar ninguna cosa que le semeje, adóralo; ca Él es Dios
de los dioses, e Señor de los señores.
E disputando de la Encarnación de Jhesu Christo muchas cosas, el enperador
pasmó, e non la pudo responder. En cabo, tornándose en sí mismo, dixo:
– Muger, déxanos sacrificar, e después te hemos respuesta.

1419
Igual que en el ms. h-I-14, falta la etimología del nombre (LA: 1-9).
1420
LA (12): “duci”. Ms. h-I-14: “ traer” (f. CCCXb).

731
E mandola guardar e levar a su palacio, maravillándose mucho de su sabiduría e
de su fermosura. Ca era muy fermosa, e de todos se maravillava de la su fermosura. E
viniendo el enperador al palacio, dixo a santa Catalina:
– Oímos la tu fabla, e maravillámosnos mucho de la tu fermosura; mas, es[f.
270b]tando en los sacrificios de los dioses afincado, non podimos entender lo que
dixiste conplidamente. E agora demandamos el tu linaje de comienço.
Respondió santa Catalina:
– A esto la escritura dize que non se deve ninguno alabar e no le culparán. E esto
fazen los locos que quieren la gloria deste mundo. Enpero dígote el mi linaje, non por
razón de sobervia, mas por razón de umildat. Yo soy Catalina, fija del rey Casto.
Enpero que fui nascida, e criada, en púrpura, e en las siete artes liberales asaz sabia
enpero todas éstas desprecié e fui a nuestro Señor Jhesu Christo. E estos dioses que tú
honras non pueden ayudar1421 a ti, nin a los otros.
Dixo el rey:
– Si así es commo tú dizes, todo el mundo yerra, e tú sola dizes verdat; enpero
que el testimonio que dan dos o tres no es verdadero. E si fueses ángel, o vertut del
cielo, aun non te devría ninguno por esto creer, quanto más que sabemos que eres
donzella flaca.
Dixo ella:
– Enperador, ruégote que non me vença saña en el coraçón del omne entendido,
non reine nin esté ninguna turbación cruel. Ca así lo dize un sabio: “Entonce eres rey
quando te goviernas segunt tu coraçón, e eres siervo si sigues lo del cuerpo”.
Dixo el enperador:
– Segunt que nos semeja, quiéresnos enlazar con artería llena de venino de
muerte, que te trabajas de [f. 270c] alongar el tienpo con enxenplos de filósofos.
E viendo el enperador que non podía contradezir la su sabiduría, enbió en
ascondido mandar por sus letras, que todos los retóricos e gramáticos viniesen mucho
aprisa a la alcaldía de Alexandría, e que les daría muy grandes dones si venciesen a esta
virgen tan bien razonada con sus razones. E por ende, fueron traídos de muchas
provincias muchos sabios, que eran muy grandes sabidores en toda sabiduría sobre
quantos en el mundo avía. [E preguntándoles ellos por qué los ficiera llamar, e viníen de
tan alexos. Respondioles el enperador:]1422

1421
Esta palabra se repite dos veces.
1422
Corrijo a partir del ms. h-I-14 (f. CCCXIa).

732
– Es aquí connusco una donzella niña que no ay en el mundo quien la pueda
conparar, en seso e en sabiduría. Que vence todos los sabios, e afirma diziendo que los
nuestros dioses son diablos. E si la venciéredes, tornarés a vuestras tierras con grandes
onras.
Dixeron ellos:
– ¡O, que grant consejo del enperador! ¡Trayan ante nós esta niña porque,
venciendo la su locura, entienda el enperador y ella que nunca fallaron sabidores fasta
oy.
Mas sabiendo la virgen la lid que avía de aver, encomendose toda en su coraçón
a Jhesu Christo. E ahevos el ángel de Dios a ella, e amonestola muy fuerte que estoviese
firme, que la non podrían vencer, mas que ella los convertiría a la fe, e serían mártires.
E estando ya ante los sabios, díxole [a]l1423 enperador:
– ¿Qué juizio es éste, que ponen cinquanta sabios contra una [f. 270d] donzella
niña? ¿Si la venciéredes, promet[i]óvos muchos dones?.1424
Dixo ella:
– ¿Si me vencíen, promételes muchos dones? A mí fazes fuerça, no me
prometiendo nada, que lidie con ellos. Enpero será comigo mi Señor Jhesu Christo, que
es esperança e corona de los que lidian por Él.
E la virgen, disputando con ellos muy entendidamente, venciéndolos con
razones finas; pasmados, e non fallando qué dixesen, fueron en todo e por todo mudos.
Entonce el enperador, muy sañudo contra ellos, enpeçolos a maltraer, porque se
dexavan así, ledamente vencer de una donzella niña. Entonce un maestro de todos los
otros fabló así:
– Sepas, enperador, que nunca fue ninguno que osase estar ante nós que luego
non fuese vencido; mas esta niña, porque fabla por Spíritu Santo, así nos ha fecho
maravillar en sus palabras, que non sabemos dezir nada contra Jhesu Christo. Ante
avemos cierto muy grant miedo de1425 fablar nada contra Él. Onde, enperador, dezimos
de todo e afirmamos que non mostrarás provado que más provado sea la carrera destos
tus dioses que fasta agora éramos. Évaste que todos nos tornamos a Jhesu Christo.

1423
En el incunable: “el”. Corrijo a partir del ms. h-I-14 (f. CCCXIa).
1424
Este diálogo es de Catalina, no del rey. LA (50): “et pro victoria remunerandos promittis et me sine
spe mercedis pugnare compellis?” Ms. h-I-14: “¿e si me vencieren prométesles que les darás muchos
dones?” (f. CCCXIa).
1425
Esta palabra se repite dos veces.

733
Oyéndolo el enperador, e muy sañudo por ende, mandolos todos quemar en
medio de la cibdat. E la virgen conortándolos, fízolos muy fuertes e firmes en el mar[f.
271a]tirio. E mostroles muy bien la fe de Jhesu Christo. E santiguándose, e echándolos
en el fuego, salieron en tal manera las almas de los1426 cuerpos que el fuego nunca los
enpeció, nin en los cabellos, nin en las vestiduras. E enterrándolos los christianos, el
enperador falso fabló a la virgen, diziendo:
– ¡O, virgen, fijadalgo! Toma consejo de tu mancebía e después de mí serás
mayor en mi palacio. E faré fazer la tu imagen en medio de la cibdat, e adorarte han
todos commo deesa.
Díxole la virgen:
– Non quieras fablar tales cosas, que aún piénsalas el pecado. Yo esposa soy de
Jhesu Christo, Él es la mi gloria, Él es el mi amor, Él es mi dulçor. E non me podrán
partir de su amor falagos nin tormentos.
Entonce él, muy sañudo, mandola açotar con riendas de cavallo, e después,
meterla en una cárcel muy escura. E mandó que non le diesen a comer doze días
continuados. E el enperador, yendo a fin de su tierra, por razón de unos pleitos que
acaescieran, e la reina, aviendo grant sabor e amor de verla a media noche, fuese para la
cárcel do estava la virgen, con un rico omne, esic dizían Porfirio. Entrando con la reina,
vio la cárcel llena de claridat, e los ángeles, e untavan las llagas de la virgen. Enpeçando
fablar la virgen, començoles de pedricar la gloria del Paraíso. E convertiolos, e díxo[f.
271b]les que avían de ser mártires. E ansí les pedricó bien fasta la media noche.
Porfirio, oyendo todas estas cosas, echose a los pies de la virgen e tornose christiano
con dozientos cavalleros. E porque el enperador cruel mandara que le non diesen de
comer en estos doze días, Jhesu Christo la mantuvo en este comedio con manjar
celestial que le enbiava del cielo con una paloma blanca. E dende, aparesciole Nuestro
Señor con grant conpaña de ángeles e de vírgenes, diziendo: “Conoce al tu Criador, por
cuyo amor tomaste lid tan trabajadora. E sey firme, que yo soy contigo”.
E tornándose el enperador, fízola venir ante sí. Viéndola más fermosa que la
dexara, cuidando que sería consumida de tan grant ayuno, asmando que alguno le diera
de comer en la cárcel, muy sañudo por ende, mandava atormentar las guardas. Dixo
ella:

1426
Estas dos ultimas palabras se repiten dos veces.

734
– Sabe que omne non me dio a comer, mas Jhesu Christo me lo enbió por el su
ángel.
Dixo el enperador a la virgen:
– Ruégote que pongas en tu coraçón esto que te yo digo, e non quieras responder
con palabra de duda. Ca non codiciamos mantener commo a manceba, mas como a
reina poderosa e escogida entre las otras todas en el mi reino.
Díxole la virgen:
– Ruégote yo a ti, e pruévalo, e júsgalo, segunt verdat, quál devo más escoger:
aquel que es poderoso, [f. 271c] e glorioso, que sienpre ha de durar e fermoso; que el
que es enfermo, e ha de morir, e es villano e malo.
Entonce el enperador muy sañudo:
– ¡De dos cosas escoge la una: o sacrifica, por que bivas, [o]1427 sufre tormentos,
por que padescas!
Díxole ella:
– Non tardes de fazer quantos tormentos quisieres pensar. Ca yo deseo ofrecer la
mi carne e la mi sangre a Jhesu Christo, así commo Él se ofreció a Dios Padre por mí
misma. Ca Él es mi Dios, e mi entendedor.
Entonce el adelantado consejó al enperador sañudo, que fiziese fazer en quatro
días quatro ruedas de navajas de azero enderredor, e clavos enderredor muy agudos,
porque tajasen a la virgen con este tormento tan espantable, que espantase todos los
christianos con enxenplo de tan cruel muerte. Entonce la virgen bienaventurada rogava
a Dios que destruyese estas ruedas a loor del su nonbre, e porque se tornase a la su fe el
pueblo que aí estava. E ahevos el ángel de Dios engrameó, con grant atrevimiento,
destruyendo e arrancando toda aquella algarada, que mato bien quatro mill de aquellos
gentiles. E la reina, que estava catando esto, fasta entonce que fuera encubierta, luego
descendió e maltraxo al enperador muy malamente de tan grande crueldad. El
enperador, muy sañudo porque la reina non quería sacrificar, man[f. 271d]dola degollar,
e las tetas ante arrincadassic. Levándola a martirizar, rogó a santa Catalia que pidiese
mercet a Dios por ella. Respondió: “Non temas, reina amada de Dios, que oy ganas para
ti, por el reino deste mundo, el reino de Paraíso perdurable. E por este esposo, que ha de
morir, el esposo que sienpre ha de durar”. Entonce ella, firme, rogava a los carniceros

1427
En el incunable: “e”. Corrijo a partir del ms. h-I-14 (f. CCCXIIa).

735
que non tardasen a fazer lo que les era mandado. Ellos, llevándola fuera de la cibdat,
arrancáronle con astiles las tetas, e después, descabeçáronla.
E Porfirio, tomándole su cuerpo, enterrolo de noche. Otro día, demandó el
cuerpo de la reina, e levando muchos atormentar, mandando el enperador, levantose
Porfirio en medio dellos, e dixo:
– Yo só el que enterré la vasalla de Jhesu Christo e recebí la su fe.
Entonce el enperador enpeçó dar bozes commo loco:
– ¡Ay, mesquino mal andante! ¡Ahevos Porfirio, que era guarda de mi alma, e
solaz de todo mi trabajo, es engañado!
E diziendo él esto a los sus cavalleros, respondieron ellos luego:
– E nós christianos somos, e prestos estamos para morir, por amor de Jhesu
Christo.
Entonce el enperador enbriagose de locura, mandolos todos a degollar con
Porfirio. E dexó ý todos los sus cuerpos a las aves, mas los christianos enterráronlos de
noche. Después, [f. 272a] llamando a santa Catalina, díxole:
– Enpero que feziste morir la reina con tus engaños, si te quitares desta locura,
serás la primera e la más honrada en el mi palacio. E por ende, sacrifica oy a los ídolos,
si non, perderás la cabeça.
Díxole ella:
– Faz quanto quisieres, ca fallarme as presta para sofrir todo mal que me
fizieres.
E dando sentencia contra ella, mandola degollar. E trayéndola al lugar, alçó las
manos al cielo, rogó a Dios, diziendo:
– ¡Esperança e salut de los que en ti esperan! ¡O, onra e gloria de las vírgenes!
¡Señor Jhesu Christo bueno, pídote por merced que todos aquellos que se acordaren de
la su1428 pasión, e me llamaren en qualquier tribulación, ganen e sigan lo que
demandaren!
Vino una boz del cielo a ella, diziéndole:
– La mi esposa muy amada, vente para mí. Evaste la puerta del Paraíso abierta, e
todos aquellos que fizieren la tu pasión, prométoles ayuda dende el cielo.
E dende, degollándola, manó del su cuerpo leche en lugar de sangre. E los
ángeles tomaron el su cuerpo e leváronlo, de aquel lugar, fasta el monte de Sinaí, do ay

1428
LA (128): “mee”. Ms. h-I-14: “mi” (f. CCCXIIc).

736
veinte jornadas. E enterráronlo allí muy honradamente, e manó sienpre olio con que
sanavan los enfermos.
[...]1429
E devedes saber que santa Catarina ovo algunas gracias ayuntadas, de las quales
fueron en algu[f. 272b]nos santos algunas dellas, e non todas: la primera fue que la
visitó Jhesu Christo, así commo fizo a sant Juhan; la otra, que manó olio de su cuerpo,
así commo de sant Nicolás; lo otro, que salió leche del su cuerpo, así commo de sant
Pablo; otrosí el su sepulcro fue fecho por mandamiento de Dios, ansí commo el de sant
Clemente; e oyola nuestro Señor en sus demandas, así commo a santa Margarita. Todas
estas cosas ovo en sí santa Catalina, ansí como parece en su estoria.

[CXLII]
Título CXLI. Estoria de sant Sadurnín

Sant Sadurnín ordenándole en obispo los dicípulos de los apóstoles, enbiáronle a


Tolosa, e entrando en la cibdat, los diablos non davan respuesta ninguna. E dixo uno de
los gentiles que si non matasen a Sadurnín, que nunca ganarían de los dioses lo que
demandavan. Por ende, prendieron a sant Sadurnín, e non quiriendo sacrificar, atáronle
a los pies de un toro. E aguijoneándole los peones, despeñáronle de una torre por
mandado de los grandes del capitolio. Ansí, la cabeça quebrada e los meollos
esparzidos, el mártir bienabenturado consumió su martirio.
Dos mugeres tomaron el su cuerpo e posiéronle en [f. 272c] un lugar muy fondo,
por el miedo de los gentiles. E los obispos que fueron después dél, treslaudáronle a otro
lugar más honrado.
Fue otro Sadurnín, e el adelantado de Roma tóvole muy grant tienpo preso en la
cárcel. Fízole aspar, e açotar con nervios e con riendas. E fízole quemar los costados, e
tirándole del aspa, fízole quemar todo e degollar.
Fue otro Sadurnín en África, hermano de sant Sátiro, que fue fecho mártir. E con
él, éste dicho su hermano, e Revocato, e Feliciana, hermana deste Revocato, e con
Perpectua, muger fijadalgo, e diziendo el adelantado que sacrificasen a los ídolos, e
ellos non lo quiriendo fazer, púsolos en la cárcel. E oyéndolo el padre de santa

1429
Igual que en el ms. h-I-14, falta el segmento textual (LA: 138-196).

737
Perpectua, corrió a la cárcel llorando, e diziendo: “¿Fija, qué feziste? Desonraste a tu
linaje, ca nunca omne de tu linaje fue encarcelado”.
E oyendo que era christiana, arremetiose a ella con los dedos a los ojos, e
quíjogelos sacar. E dando ella muy grandes bozes, salió fuera. E santa Perpetua vio esta
visión, e otro día, contolo a sus conpañeros, diziendo: “Vi una escalera de oro muy alta
enfiesta fasta el cielo. E tanto era estrecha, que non podía sobir sinon uno e pequeño. E
de la una parte e de la otra eran cochillos agudos, en manera que los que subían, non
podían catar enderredor [f. 272d] de sí ayuso, mas convenía que sienpre que estuviese
derecho contra el cielo. E so ésta estava un dragón muy grande e muy espantable, e cada
uno avía miedo de sobir por ella. E vi a sant Sadurnín subir por ella fasta encima, e
catava a nós, e dizía: “Non ayades miedo deste dragón, mas subid seguros, porque
podáis ser comigo”.
E oyendo ellos esto, diéronle todos gracias, ca conoscieron que los llamava al
martirio. E presentándolos al jues, e non quiriendo sacrificar, fizo apartar a sant
Sadurnín con otros omnes e mugeres, e dixo a Felicias:
– ¿Marido?
Dixo ella:
– Helo, mas despréciolo.
Dixo él:
– Niña, ave piedat de ti, por tal que puedas bevir mayormente, que eres preñada.
Dixo ella:
– Faz de mí lo que quisieres, ca nunca me podrás traer a la tu voluntat.
El padre e la madre de santa Perpectua, viniendo con su marido, truxéronle a su
fijo, que aún mamava. E viéndola estar delante el alcalde, el padre puso la cara en tierra,
e dixo:
– Mi fija muy dulce, ave piedat de mí, e desta tu madre triste, e deste tu marido
mesquino, que non podrá bevir después de ti.
Sancta Perpectua estava muy firme. Entonce el padre echole el fijo a su cuello, e
el padre, e la madre e el marido, tiniéndolo las manos, besábanla llorando, diziendo:
– Fija, enpiadate de [f. 273a] nós e bive con nosotros.
Ella, echando al fijo, e a ellos enpuxándolos de sí, dixo:
– Partidvos de mí, enemigos de Dios, ca non vos conosco.
E viendo el adelantado que estavan muy firmes, açotándolos muy grant tienpo,
púsolos en la cárcel. E los santos aviendo duelo de Feliciana, porque avía ya ocho

738
meses que era preñada, rogaron a Dios por ella. E viniéronle adesora dolores del parto, e
parió el fijo bivo. E díxole uno de las guardas:
– ¿Qué farás quando vinieres ante el adelantado si agora, atán gravemente, eres
atormentada?
Respondió Felicia, e dixo:
– Aquí sufro yo dolor por mí.
E sacándolos de la cárcel, atáronles las manos atrás. E ansí, desnudos,
truxéronlos por las plaças. E dende, echáronlos a los leones, e comieron a Sátiro e a
Perpectua; e los leones pardos comieron a Revocato, e a Feliciana e despedaçaron a
Sadurnín.

[CXLIII]
Título CXLII. Disponimiento de sant Andrés apóstol e de su nonbre e de su vida

Andreas interpetratur que quiere dezir vello, o respondiente, o varón a baudorsic, que es
dicho cuidrosic; así antropus, que quiere dezir omne; ab ana, que quiere dezir alto e
tropus quiere dezir conversión; e así de [f. 273b] alto a las celestiales cosas convertido,
e al su criador endereçado. Fue verdaderamente vello en vida, e respondieron en sabia
enseñança, e varón en sofrir penitencia, e omne en ciencia. La pasión del qual
escrivieron los escritores de Asia.

Cómmo llamó Jhesu Christo a sant Andrés

Andrés, e algunos otros discípulos, fueron por tres vegadas llamados de nuestro Señor.
Ca primeramente, así commo estava sant Andrés un día con otro discípulo, oyó a sant
Juhan dezir: “Ahe el cordero de Dios”.1430 E vino luego con otro discípulo, e vio en
aquel lugar estar a Jhesu Christo, e estuvieron con él por todo aquel día. E falló sa[n]t
Andrés a su hermano, e trúxole a Jhesu Christo. En el siguiente día tornáronse a pescar,
e después la segunda vegada, Jhesu Christo llamolos a su conpañía. Así que un día vía
grandes conpañas Jhesu Christo, cerca el escaño1431 de Genesaré, el qual es dicho mar
de Galilea. E Jhesu Christo entró en una nave de sant Simón e de sant Andrés, e
tomaron grant muchedunbre de peces. E él llamó a Santiago e a sant Juhan, que eran ý

1430
Juan (1, 36).
1431
LA (8): “8stagnum”. Ms. h-I-14: “laguna” (f. Ia).

739
cerca la mar, que seguían a Jhesu Christo, e luego ellos tornándose a sus lugares. Mas
después la III e postrera vez, llamolos para que fuesen sus discí[f. 273c]pulos. E así
quando Jhesu Christo andava cerca la mar de la pescaduría, diziéndolos: “Venit en pos
de mí, e yo fazervos he pescadores de los omnes”.1432 E ellos desanpararon sus cosas e
siguiéronle. E después estuvieron sienpre con Él, así que después non tornaron a sus
lugares.
Cómmo se partieron los apóstoles1433

Después de la ascensión de nuestro Señor Jhesu Christo, los apóstoles partiéronse unos
de otros. E sant Andrés fue a Licia, e sant Matheo a Bergonia a predicar; mas aquellos
omnes refusaron mucho la pedricación de sant Matheo, e sacáronle los ojos, e atado,
metiéronle en una carcel. Entre tanto, el ángel de Dios aparesció a sant Andrés, e
mandole venir a sant Matheo, e él respondiole que non sabía la carrera. Él mandole que
viniese a la ribera del mar, e en la primera nave que fallase, que entrase en ella.
E luego sant Andrés mucho aína conplió aquello que el ángel le mandara e
vínose a la sobredicha cibdat. E el ángel guiándole, ovo mucho buen tienpo e falló la
cárcel abierta do estava sant Matheo. E viola, e lloró mucho sant Andrés, e rogó mucho
a nuestro Señor que tornase los ojos e el ver a sant Matheo, los quales avía perdido por
la maldat de los pecadores. E sant Matheo [f. 273d] cobró los ojos e partiose para
Antiochía. E sant Andrés fincó en la cibdat de Bergonia, e los omnes desa cibdat fueron
mucho sañudos del escapamiento de sant Matheo. E prendieron a sant Andrés, e las
manos atadas, arrastráronle por las calles e por las plaças. E así commo la sangre salía
dél, rogava a Dios por ellos. E Jhesu Christo, por la su oración, convertiolos, e después
fuese para Antiocha.
Mas aquello que es dicho sacamiento de los ojos, e de la restituición que fue
fecha por sant Andrés, non pienso que sea digno de fe, porque en tan grant miraglo de
evangelista menguase vertud por la qual, por sí, no pudo ganar, e que sant Andrés se la
ganase tan lijeramente.
Un mancebillo noble, a pesar de sus parientes, demientra que estava con el
apóstol, ellos encendiéronle la casa en la qual estava el apóstol. E así commo la llama
creció en alto, el infante tomó una redoma de agua e echola por el fuego, e fue luego el
fuego muerto. Ellos diziendo: “El nuestro fijo es encantador”. E commo quisieron sobir

1432
Mateo (4, 18).
1433
Este subtítulo es ajeno a la narración de la Legenda aurea y al ms. h-I-14.

740
por escaleras a la casa, en tal manera fueron ciegos que, de todo en todo, non podieron
ver las escaleras. Onde entonce un omne llamolos, e dixo: “¿Por quál cosa vosotros por
tan loco trabajo vos cansades? Sepades que nuestro Señor vos conbate por ellos e
vosotros non lo vedes. Quitatvos deste fe[f. 274a]cho porque la ira de Dios non venga
sobre vós”. Entonce muchos viendo aquello creyeron en nuestro Señor. Los parientes
del mancebillo, enpero, después de cinquanta días murieron e fueron enterrados en un
monumento.
Una fenbra acostose aver un omne anciano,1434 e ella preñada, commo que non
pudiese parir, dixo a una su hermana:1435 “Ve e ruega por mí a doña Diana, nuestra
señora, que me libre deste mal”. Ella fue allá, e demientra que rogava a doña Diana por
su hermana, dixo doña Diana: “¿Por qué me ruegas que no te puedo ayudar? Ve a sant
Andrés apóstol, que podrá ayudar a tu hermana”. Ella fue allá, e truxó al apóstol a su
hermana. El apóstol le dixo derechamente: “Sufres estos males, ca has fecho
matrimonio engañosamente e has concebido malamente. E sobre todo, que has
demandado consejo al diablo; mas enpero arrepiéntete e cree en Jhesu Christo, e luego
serás libre del infante”. Ella creyó en Dios, e fue luego libre e el dolor se quitó della.
Un omne bueno viejo, que avía nonbre Micolás, fue al apóstol, e díxole: “Señor,
yo he bevidosic LXX años en los quales todo tienpo he servido a luxuria. Mas alguna
vegada he oído el evangelio, e rogué a nuestro Señor que de aquí adelante me diese
castidat; mas yo en aquel pecado he envegecido, e só enlazado por mala co[f.
274b]dicia. Olvidado he el evangelio, el qual avía oído. E fuesic a una muger ado
estavan las mugeres malas, e díxome luego una muger de aquellas: ‘Omne viejo, ve
fuera, ca tú eres el ángel de Dios. E non me tangas ni quieras entrar acá, ca yo veo sobre
ti muy muchas maravillas’. E fui espantado por las palabras de aquella muger,
remiénbraseme de lo que el evangelio me dixo. Onde agora, santo de Dios, ruégote que
la tu santa oración piadosa ruegue por la mi salut”. Sant Andrés, oyendo estas palabras,
començó de llorar. E rogó a Dios dende tercia fasta ora de nona. E levantándose de la
oración non quiso comer e dixo:
– No comeré fasta que sepa si nuestro Señor avrá mercet deste omne viejo.
E commo que ayunase fasta los cinco días, vino una boz del cielo, e dixo a sant
Andrés:

1434
Destaco en negrita un fragmento textual interpolado.
1435
LA (32): “Quedam mulier cuidam homicide coniuncta cum parere non posset sorori sue dixit”. Ms. h-
I-14: “Una muger de un vil omne non podía parir, e rogó a su hermana, e díxole” (f. Ic).

741
– Acabado es aquello que tú quieres para aquel omne viejo, mas así commo tú as
trabajado, así es menester que trabaje él para que sea salvo.
E así lo fizo el omne viejo, e ayunó en pan e agua seis meses. E fue luego
conplido por las buenas obras, e fuese luego en paz para Dios. E desque fue muerto,
vino una boz del cielo, e dixo:
– Andrés, por la tu oración é yo ganado a Nicolás, el que avía perdido.
1436
Un mancebo dixo en poridat a sant Andrés: “Mi madre, viendo que era
fermoso, ensayome de cosa [f. 274c] non convenible, a la qual yo non quise consentir
en ninguna manera. E es ida al juez, e quiere poner contra mí pecado de tan grant
maldat. Porque yo te ruego, varón santo, que ruegues a Dios por mí, que yo no muera
así a tuerto e sin derecho por me acusar ante el juez”. E fue con él sant Andrés. Entonce
la madre acusava fuertemente a su fijo, e dixo que él que la quisiera forçar.1437 E
demandó el alcalde muchas vezes al mancebillo si era verdat; el mancebillo calló, que
non quiso responder. Entonce sant Andrés dixo a la madre del mancebillo:
– ¡O, fenbra, más cruel que todas las fenbras, que por la tu luxuria quieres perder
un solo fijo que tu has!
Entonce dixo ella al juez.
– Señor, mi fijo ha estado con este omne Andrés después que me quiso aquello
fazer, mas non pudo.
E por esto que ella dixo, fue el juez tan irado, que mandó meter al mancebillo en
un saco untado con pez e con engrudo, e mandole echar en el río. E sant Andrés que
fuese metido en la cárcel fasta que oviesen pensado con qué tormentos le faría matar. E
ansí commo sant Andrés lo rogó a nuestro Señor, dio un grant tronido que espantó todas
las gentes, e rogaron al apóstol que non pereciesen. Entonce tremió la tierra e cayó toda
la gente en tierra. E la mala fenbra fue ferida de el relánpago e cayó toda quemada [f.
274d] en tierra. E las otras gentes rogaron al apóstol que non pereciesen, e luego que el
apóstol rogó por ellos, e quedó la tenpestad. Entonce creyó el jues en Dios con toda su
conpaña.
Así commo el apóstol fue en una cibdat de Nicea, dixéronle los cibdadanos que
fuera de la cibdat, cerca de la carrera, eran siete demonios que matavan los omnes que
por aí pasavan. Los quales, por mandamiento del apóstol, vinieron en semejança de
canes delante todo el pueblo. E el apóstol mandoles que estoviesen en tal lugar do no

1436
Milagro ausente en la vesión del ms. h-I-14.
1437
En el incunable: “forcar”. LA (64): “quod se volverit violare”.

742
pudiezen fazer daño a ningunt omne, los quales luego se fueron. E aquellos omnes que
lo vieron, recibieron la fe de Jhesu Christo. Otrosí el apóstol sant Andrés vino a la
puerta de otra cibdat, e vio un mancebillo muerto que traían las gentes. E demandó
cómmo le era venida la muerte. E dixéronle las gentes que siete canes vinieran a él e que
le mataran. Onde el apóstol dixo:
– Verdaderamente aquellos siete demonios eran que yo eché de la cibdat de
Nicea.
Dixo el apóstol al padre:
– ¿Qué me darás si yo te resucitare tu fijo?
Al qual respondió el padre:
– Ninguna cosa non es mía tan cara commo el fijo, porque te lo daré.
E la oración fecha el apóstol resucitó al mancebo e fuese con el apóstol.
En aquel tienpo fueron siete1438 mancebos que venían en una nave a ver al
apóstol, [f. 275a] porque recebiesen dél la fe de los christianos. En guisa fue que la mar
fue movida por el diablo, porque todos igualmente perescieron; mas commo los cuerpos
dellos todos viniesen a la ribera de la mar, fueron traídos delante el apóstol. E por él,
luego fueron resucitados, los que les recontaron todo aquello que les era venido. El qual
miraglo se lee en un hipno del dicho apóstol.
El bien aventurado sant Andrés estando en Ataya edificó aí muchas iglesias, e
convertió el pueblo a la fe de Jhesu Christo. E a la muger Egeas, que era cónsul, e
regenerola por la fuente del bautismo. E quando Egeas ayó estas cosas, vino a Patras, e
desque llegó aí, fazía fuerça a los christianos sacrificar los ídolos. Al qual vino sant
Andrés:
– Convenirte ha, que tú eres jues de los omnes, que conoscieses el tu jues que es
en los cielos; e conoscido, que lo honrastessic e los sacrificases; e él honrado, que
revocases de todo en todo el tu coraçón de falsos dioses.
Entonce Egeas dixo:
– Tú eres Andrés, el que mala seta predicas, la qual los príncipes romanos
mandaron que fuese destruida.
Sant Andrés luego a la ora respondiole, e díxole:

1438
LA (86): “quadraginta”. Ms. h-I-14: “muchos” (f. IIb).

743
– Los príncipes romanos no han conoscido que al su Dios ayan ensañando que
los ídolos son diablos,1439 que aquestas cosas enseñan, de las quales Dios sea agraviado
por las gentes [f. 275b] que non oyen de cosa que le ruegan, e ellos non son oídos
porque del diablo son captivos. E la captividat tan luengamente que son escarnidos fasta
que desnudos de bien las almas salen de los cuerpos, e que ninguna cosa traen sinon
pecados.
Al qual Egeas dixo:
– Aquestas cosas vanas aquel vuestro Jhesus pedricando fue en la cruz
crucificado.
Porque sant Andrés respondió:
– Por la nuestra maldat que os fezimos, mas non por la culpa. E recibió él la
Pasión de la cruz de grado.
Al qual Edgeas dixo:
– Cómmo: fue traído por el su discípulo a los judíos, e por los judíos preso, e por
los cavalleros crucificado. ¿En quál manera dizes tú que él de grado aya rescebido la
Pasión muerte de la cruz?
Entonce sant Andrés, por cinco razones, començó a dezir e enseñar que Jhesu
Christo, de su voluntad, avía sofrido la Pasión. Esto es, a saber: por aquello que Él la su
Pasión vio ante que la recebiese, e a los discípulos lo dixo, diziéndoles: “Verés que la
ora se acerca en la qual el fijo de la virgen será traído e açotado e crucicadosic”.1440 E
aún por esta razón manifiesta es mostrado que de grado la recebió, por aquello que dixo
sant Pedro, que él quería defender que él no rescibiese la Pasión, diziendo: “Vade retro,
Satanás”.1441 E por aquello que dixo a los apóstoles que Él avía poder de recebir Pasión
e de Resucitar, e maninfestando a ellos, [f. 275c] e diziendo: “Poder he yo de poner la
mi alma e después que la reciba”.1442 E aún por otra razón semeja e es manifiesto que de
grado recibió la muerte, por aquello que, antes que la recibiese, conosció e conseñó el
traidor dándole el bocado del pan, enpero non le conbidó. E aún por otra razón semeja
que recibió muy de grado Pasión, por aquello que el lugar en el qual el traidor era
venido para traerlo, ya Él lo sabía, e allí primeramente Él quiso venir en todas aquestas
cosas.

1439
LA (96): “Romani principes nondum cognoverunt quomodo Dei filius veniens docuerit ydola esse
demonia”. Ms. h-I-14: “Los enperadores non supieron nin conoscieron cómmo el fijo de Dios vino e
mostró que estos ídolos que eran diablos” (f. IIb).
1440
Mateo (20, 18); Marcos (10, 33); Lucas (18, 31).
1441
Mateo (16, 23).
1442
Juan (10, 18).

744
Dixo sant Andrés que él fuera presente quando se fizieron, porque dixo sant
Andrés que el menester de la cruz era gracia.
[E díxole Egeas:]1443
– Non se puede dezir menester, mas tormento. Enpero, si a los mis dichos tú no
obedeces, aquel menes[ter] de la cruz faré yo ser fecha en ti.
Al qual dixo sant Andrés:
– Si por tormento de la cruz yo me espantase, la gloria de la cruz yo no la
pedricaría, porque yo quiero que tú, Egeas, el menester de la cruz conoscas, por esto
que, por aventura, quando lo avrás conoscido, que le creas e seas salvo.
Entonce començó a dezir:
– A él es menester de la redenpción a magnifestar cómmo fue convenible e
necesario.
E mostróselo por cinco razones:
– La primera razón es que, así commo el primero por el fruto del madero aduxo
la muerte sobre nós quitando así de la volutad de Dios, así convenible razón [f. 275d]
que el segundo omne, por el fuste la muerte sufriendo, quitándola de nos. La segunda
razón fue por esto que el desobediente fue fecho de tierra non labrada, onde menester
fue que de virgen non tanidasic naciese el reconciliador. La tercera razón fue que,
commo Adam desobediente estendiese las manos al comer que le era vedado,
convenible cosa fue que el segundo Adam estendiese las manos en la cruz non tañidas
obedientemente. La quarta razón fue que, commo Adam comió el comer suave que le
era vedado, convenible cosa fue aquesto que por el contrario fuese quitado, así commo
Jhesu Christo, aviendo fanbre, fuele dado el amargo comer. La quinta razón fue que
commo Christo dio a nós la su mortalidat, convenible cosa fue que rescibiese en sí la
nuestra mortalidad. Ca si Dios non fuese fecho mortal omne, non fuera fecho inmortal.
Entonce Egeas dixo:
– Aquellas cosas vanas a los otros creyentes las recuenta, obedece a mí e
sacrifica a los dioses todopoderosos.
Al qual sant Andrés dixo:
– El tu poderoso Dios, cordero sin manzilla yo ofrezco todos días, el qual pues
será comido por todo el pueblo, él bivo e entero estará.
Entonce Egeas le dixo:

1443
Corrijo a partir del ms. h-I-14 (f. IIc).

745
– ¿Aquello en quál manera se puede fazer?
Sant Andrés dixo:
– Prende forma de dicípulo, e después yo te lo enseñaré.
Al qual [f. 276a] dixo Egeas:
– Te lo demandaré con tormentos la conoscencia de aquesta cosa.
E él, mucho irado, mandó meter a sant Andrés en la cárcel. Otro día, en la
mañana, Egeas asentose en su cátedra a fazer sacrificio a los ídolos, e Egeas mandó a
sant Andrés, diziéndole:
– Si a mí non obedeces, yo te mandaré colgar en aquella cruz, la qual tú tanto
has alabado.
Amenazole muy fuertemente que le faría muy diversos tormentos, sant Andrés
le respondió:
– Toda cosa que a ti es vista que me fagas por tormentos, faz. E aun más, cata
que fagas lo que quisieres, que yo entonce seré más convenible al mi rey, en quanto yo
seré por el nonbre del más fuerte atormentado.
Entonce Egeas mandó a pieça1444 de omnes que le batiesen muy cruelmente,
ferido e açotado, por las manos e por los pies que le atasen en la cruz, porque así
rescibiese más luengo tormento. E commo le levavan a la cruz con grant gente, vino a él
el pueblo, diziendo: “Non meresció mal la sangre del justo, sin culpa es dañado”.
Enpero el apóstol rogó aquellos que le non enbargasen el martirio. E quando sant
Andrés vio la cruz que en el cuerpo de Jhesu Christo era consagrada, saludola de
luen,1445 e diziendo: “¡Dios te salve cruz, que en el cuerpo de Jhesu Christo fueste
consagrada, e por los mienbros dél, así commo con piedras preciosas, fueste onrada! [f.
276b] Ante que en ti fuese puesto el nuestro Señor oviste temor terrenal, mas agora
amaste amor celestial, por voluntad serás recibido. E yo, seguro e alegre, vengo a ti, así
que tú alegre recibas a mí, discípulo de aquel Señor que colgó en ti. Ca yo todos tienpos
fuesic amador de ti, e deseote mucho abraçar. ¡O, buena cruz, e qué nobleza e lealtat
recebiste de los mienbros de Dios, por mí luengos tienpos deseada, e mucho bien
amada, e sin toda tardança demandada! E alguna vegada, por cobdicia de coraçón
aparejada, recíbeme de todo en todo, e dame a mi Maestro, por esto que me recibas
aquel que me redimió por ti”.

1444
LA (129): “viginti uno”. Ms. h-I-14: “veinte e un” (f. IIIa).
1445
LA (133): “salutavit eam dicens”. Ms. h-I-14: “E viendo la cruz a lexos saludola, diciendo” (f. IIIa).

746
Aquestas cosas diziendo, despojose e dio las vestiduras a los atormentadores. E
commo les fue mandado, pus[i] éronle en la cruz, en la qual bivió dos días predicando a
XX mill omnes que estavan aí. Entonce todas aquestas gentes menazaro[n] a Egeas, e
dixieron que varón sancto, e mucho amado e piadoso, non deviera tales tormentos
sofrir. Porque Egeas fue allí por esto, porque le quitase de la cruz, e quando le vio sant
Andrés, dixo: “Egeas, ¿por quál cosa tú eres venido a nós? Ca si tú me quisieres quitar
de la cruz, sepas que yo non descenderé bivo de la crus, que yo veo al mi Rey que me
espera”.
E ansí commo le quisieron tirar de la cruz, en ninguna manera non pudieron
allegar [f. 276c] a él por le tañer, ca luego les començó quitar los braços. E vio sant
Andrés que el pueblo le quería tirar de la cruz, fizo esta oración en la cruz: “Así commo
dixo sant Agustín en el libro de la Penitencia:1446 ‘Non me dexes Señor vivo descendir
de la cruz, que tienpo es que acomiendes el mi cuerpo a la tierra, tan luengamente lo he
pecado, e tan luengamente lo he guardado del travajo del qual quería yo por cobdicia ser
ya librado. E de aquesta grave vestidura querría yo ser despojado, ca miénbrame que no
pesada era de traer, e argullosa en el domar, e mucho enojosa de guardar, e de me
constreñir yo me trabajé alegremente. ¡Sabes tú, Señor, quántas vegadas de la mi
contenplación me conteció tornar! ¡E quántas vegadas de la mucha folgura, por el su
grant sueño que me quitava, e quántas dio a mi dolor! Por lo qual tan luengamente,
Padre, mucho la mi batalla governaste, e por la tu ayuda, yo la vencí, porque yo,
derechureramente, ruego que de aquí adelante no me acomiedes a él. Ca yo te rendo tu
acomienda a otro, e en ninguna manera de aquí adelante non me enbargues por esto que
aquel resucitador lo guarde e lo renda, así que en galardón de su trabajo reciba el su
galardón. Acomienda el mi cuerpo a la tierra, porque non aya más de velarlo e
francamente pueda andar a ti, que [f. 276d] eres fuente de gozo non fallecedero. Así que
ninguna angustura non le torne atrás nin lo pueda enbargar’”. Estas son las palabras de
sant Agustín.
E aquestas palabras dichas, vino grant resplandor del cielo, que por media ora le
cobrió así qnesic ninguno non lo pudo ver. E quando la claridat se partió dél, enbió con
ella el espíritu a Dios.

1446
De vera et falsa penitencia (7, 6).

747
E doña Maximilla, muger de Egeas, tomó el cuerpo del apóstol e enterrolo muy
honradamente. E Egeas, ante que tornase a su casa, tomole el diablo e matolo en la
carrera ante todos.
Dizen firmemente que del sepulcro de sant Andrés salía farina que manava en
manera de olio, con muy buen olor. Por lo qual es demostrado a los labradores de
aquella tierra, e de aquella relisión, el año que ha de venir si será abondado de bienes.
Ca si sale poco, demuestra que la tierra llevará poco fruto; e si sale mucho, demuestra
que la tierra levará mucho fruto, abondadamente. E así fue verdat en el tienpo antiguo,
mas agora es el su cuerpo trasladado en Constantinopla.
Era un obispo que bivía entre los otros omnes muy religiosamente, e sobre todos
los otros avía a sant Andrés en onor, así que en todas sus obras dizía: “Aqueste
testimonio sea a honra de Dios e del bienaventurado señor sant Andrés, fago esta obra”.
E por amor [f. 277a] de aquesto, commo el diablo oviese enbidia del santo varón,
trabajar en lo engañar con toda maestría, e enformose en semejança de fenbra muy
fermosa. E vino al palacio del obispo, diziendo e afirmando que se quería confirmar e
confesar a él. El obispo mandó que se confesase al su penitenciario, al qual avía dado
todo su poder. El diablo dixo que a otro omne ninguno, sinon a él, non daría los pecados
de su concencia. Onde ansí forçado, mando el obispo a la fenbra venir ante él. Ella dixo:
– Entonce ruégote señor que ayas merced de mí, que yo he bivido muchos años
segunt vos diré. En la mi mancebía fui criada deleitosamente, e soy engendrada de linaje
de reyes. E vengo yo a ti sola en ábito de pelegrino por esto que mi padre es poderoso e
quiéreme ayuntar, por matrimonio, con un príncipe al qual dixe que todo matrimonio
avía desanparado, e avía dado la mi virginidat a Jhesu Christo. E por esto en ningunt
tienpo non avré carnal ayuntamiento. En la fin así era constrenida, porque me convenía
de fazer obedecer la su maldat o que sufriese muchos tormentos. E por esto fui acá con
miedo, ca por esto non desfalleceré de lo que prometí a Dios, que más quiero ser
desterrada que a Jhesu Christo, mi Señor e esposo, dexar nin quebrantar la mi
virginidat. Onde yo oí la boz de la vuestra santidat, so sonbra de las [f. 277b] vuestras
alas só foída, por esto que yo he esperança que con vós fallaré folgura, con el qual cuido
yo aver consejo de tentación, e con él yo cuido e pienso esquivar el peligro de la
presente vida, e fuir los lazos de aqueste mundo.
El obispo fue mucho ma[ra]villado por la nobleza del su linaje, e por la beldat
del cuerpo, e por la grant fermosura que en la cara avía e por la gran fermosura de las
sus palabras. A la qual el obispo respondió:

748
– Está tú, fija, segura e non ayas pavor, que Aquél por el qual desprecias los tus
amigos, e las tus riquezas, por Aquél recibirás acrecentamiento de gracias, e en el otro
mundo serte ha dada grant llenedunbre de gloria. E yo, que soy su siervo, ofréscote a él,
a mí e a las mis cosas. Escoje do te pluguiere tu casa, e yo quiero que tú comas oy
comigo.
Al qual respondió:
– Non quieras padre rogar de aquesta cosa, porque alguna sospecha mala
nascería contra nós. E el resplandor de la tu fama non sostenga alguna desvagación.1447
A la qual respondió:
– Fija, muchos seremos, ca non seremos solos, e por esto no avrá sospecha.
E así iva el obispo e ella a sentarse a la tabla. E los otros estavan cerca ellos, e el
obispo catola mucho, así que non dexava de catar la cara della e la su beldat, de la qual
era mucho marabillado. E así commo la él catava, el su coraçón inclinávase a ella. E así,
co[f. 277c]mmo él non dexava de catar la su cara, el diablo más llagava el su coraçón
dél gravemente por muchos pensamientos malos. La qual cosa pensava el diablo,
porque se esforçava de creer su beldat. E tanto que el obispo era cerca de consentir el
pecado, e que la tentase de cosa non convenible, quando viese tienpo para ello.1448
Entonce vino un pelegrino mucho espantado e apresuradamente a la puerta del obispo,
dando grandes golpes e llamando muy fuertemente que le abriesen la puerta. E commo
que lo non quisiesen abrir, llamó el pelegrino muy fuerte. El obispo demandó a la fenbra
si le plazía que el pelegrino entrase dentro, al qual ella dixo:
– Proponga el omne alguna quistión muy gruesa, si la podiere ante asolver,
déxenle entrar; e si non la pudiere asolver, así commo omne inorante e non digno de la
presencia del omne santo, sea partido de la puerta.
A la qual sentencia otorgaron todos, e demandaron entre sí quál sería suficiente
de poner aquella quistión. E commo non fallasen ninguno suficiente para poner aquella
quistión, dixo el obispo:

1447
LA (177): “denigrationem”. Ms. h-I-14: “[...]spreciada” (f. IIId).
1448
LA (184): “Perpendit de hoc ipse dyabolus et pulchritudinem suam cepit magis ac magis augere
iamque episcopus proximus erat consensui ut eam illicito opere attentaret, quando possibilitas se
offerret”. Ms. h-I-14: “E el obispo començola a catar muy amenudo maravillosamente de la su faz e de la
su fermosura. E así demientra que la oteava enpeçole a alegrar el coraçón, el diablo encendió esto e
començó de acrescentar en su fermosura. E ya el obispo consentió en su coraçón que, quando viese
tienpo, que peccase con ella” (f. IIIIa).

749
– ¿Quál de nós es tan suficiente commo vós, dueña, que a todos los otros
respondedes? E por amor de aquesto, que a nós por mucho fablar fermoso nos vencedes,
e por mucha sabiduría sois a nós todos respondiente, vos le proponed esta quistión.
Ella entonce dixo:
– Sé[f. 277d]ale demandado quál es mayor miraglo que Dios aya fecho en algunt
tienpo en poca cosa.
E demandó esto al pelegrino el mensajero. E dixo que el miraglo mayor que
Dios avía fecho en algunt tienpo era diversidat en las caras de los omnes:
– Ca, en todos los omnes que fueron del comienço acá, nin será fasta la fin, non
podrán fallar dos omnes que las caras dellos en todas cosas fuesen semejables. E en
aquesta tan poca cosa Dios ha puesto todos los sesos del cuerpo.
Entonce fincaron todos mucho maravillados de la respuesta dél, e dixieron:
– Verdadera es aquesta quistión e respuesta del pelegrino.
Entonce dixo la fenbra que le propusiesen otra quistión:
– En la qual nós podemos provar mejor el saber. Demándenle: ¿en quál lugar es
la tierra más alta que todos los cielos?
El pelegrino pensó en esto, e respondió:
– En el cielo, en el qual lugar está el cuerpo de Jhesu Christo. Él es más alto que
el cielo ninguno, es de nuestra carne formado, mas nuestra carne es sustancia de tierra;
pues que el cuerpo de Jhesu Christo es sobre todos los cielos, e nuestra carne aya avido
començamiento e nuestra carne sea fecha de tierra; e pues manifiesto es que allí do el
cuerpo está, sin duda es la tierra más alta que el cielo.
Contoles el mensajero aquello que avía respo[n]dido. Entonce la fenbra les
dixo:1449
– Séale fecha otra quistión, mu[f. 278a]cho más grave e mucho más ascondida.
La qual es muy grave de saber, e es muy oscura, porque veamos la sapiencia dél por
aquesta tercera quistión, si puede ser provada. E porque, commo a omne dino por sus
merescimientos, se asiente a la tabla del obispo, sélae demandado, ¿quánto espacio ay
del cielo fasta la tierra?
E demandole al pelegrino por el mensajero de aquello, díxole:
– Ve aquel que te enbía acá, e dile, muy lijeramente ante todos, que mejor lo
sabe él que no yo, que ante lo conoció que yo. E por ende, mejor te sabrá conoscer la

1449
Esta palabra se repite en el incunable.

750
verdat si quisiere que no yo. Ca él midió aquel espacio quando cayó del cielo fasta los
abismos; mas yo en ningunt tienpo alla non subí, e por ende, aquel espacio yo non lo
medí. E sepas que aquella fenbra, que esto te faze demandar, que es el diablo que ha
tomado semejança de fenbra.
Entonce el mensajero fue muy triste e muy fuerte espantado de aquello que avía
oído. E contolo ante todos, de la qual cosa se maravillaron mucho e espantáronse. E el
malvado diablo, de medio dellos, desvaneció e fuese. El obispo retornando en sí mismo
lloró e demandó a Dios perdón de aquella culpa que avía fecho, e enbió mensajeros al
pelegrino que entrase, mas non le podieroonsic fallar. Entonce el obispo fizo venir todo
el pueblo ante sí, e manifiesta[f. 278b]mente recontoles todo el fecho por orden, así
commo le avía contecido, porque les mandó que ayunasen todos e rogasen, por esto, que
Dios les mostrase quién fuera aquel pelegrino que a él de tan grant peligro avía librado.
E fue velada aquella noche, e dixeron al obispo que vieran, en visión, que fuera sant
Andrés, que por delibrar al obispo de aquel diablo tomara ábito de pelegrino. E por ende
el obispo començó de acrescentar más en la devoción de sant Andrés. E dende adelante
sirviolo muy mucho omillosamente en quanto podía.
[...]1450

[CXLIV]
Título CXLIII. Del Aviento1451

1452
La primera semana del Aviento avría fin por esto que la Iglesia de los santos bien le
será dada en el postrimero día del Avenimiento, ningunt tienpo non terminará, esto es,
que ningunt tienpo non terminará. Onde por esta razón es establecido que el primero
responso del primero domingo del Aviento canta la Iglesia: “Gloria patri” a quatro
versos, por esto que los dichos quatro Advenimientos demuestran e sinifican cada uno
dellos. Quál es aquel tienpo que más convenga, el sabio leedor lo entienda e piense.
Mas, commoquier que quatro son los Avenimientos, enpero la Iglesia de todos
especialmente es vista fazer memoria. Esto es: [f. 278c] quando vino e quiso carne
humana, e quando verná el día del juizio, segunt que en el oficio de aquel mismo tienpo
magnifestado. Porque el ayuno del Avenimiento es en partida de alegría, e en partida de

1450
Igual que en el ms. h-I-14, falta el segmento textual (LA: 223-228).
1451
Lectura ajena a los manuscritos de la Compilación B.
1452
La narración del incunable inicia con el segmento textual 2 de la Legenda aurea.

751
lloro e de tristeza. Ca por el Avenimiento en carne es dicho ayuno de alegría; en partida
de lloro, por razón del Avenimiento del juizio, es dicho ayuno de lloro e de tristeza. E
por esto demuestra la Iglesia e cantan algunos cantos de alegría. E esto faze el
Advenimiento: demuestra e dé alegría; e algunos dexan de cantar esto: fazen por el
Advenimiento de la mucho cruel justicia, e de la tristeza e del lloro.
E por amor desto en carne pueden ser vistas dos cosas, de cedarsic e del
Advenimiento.1453 Esto es, a saber: la conveniencia del venir e el provecho del
Avenimiento. La parte conpañera, demientra de parte del oír de natura, fue vencido del
divinal. Onde entonce el omne en muchos malos errores de idolatria cayó, e por aquello
forçado dixo e llamó a Dios, diziendo: “Alúnbramelos Tú, Señor Dios, que me feziste,
por esto que yo no vea vanidat; e en la tu carrera Tú me faz bevir”.1454 E de aquí
adelante vino la ley de Dios mandatesic, en la qual es vencido es el omne de non poder
commo primeramente llamase, diziendo: “Non desfalleciendo omne que cunpla la
voluntad de Di[f. 278d]os, mas desfallesceré que non es quemanda que sea conplida”.
Onde en aquellas palabras tan solamente he de dezir: “Omne fue enseñado por Dios”,
mas non fue delibrado del pecado, nin fue avido por ninguna gracia a fazer bien e
mandar su dicho, porque dixo: “Non fallaste omne que le mande fazer virtud de Dios,
mas desfallesce omne que la cunpla”. E por amor desto, covenienesic el Fijo de Dios
vino quando omne de non saber e de no poder fue vencido por esto, que así ante que
fuese vencido que omne non dixese, que por estos merecimientos ha vida e salut, e ansí
que non fuese agradable de la melezina aver del Fijo de Dios, e aún más non puede
omne ver la conveniencia del Advenimiento del Fijo de Dios. Por la segunda razón está
por la partida del tienpo, porque vino en grant llenedunbre de tienpo, segunt que es
leído en el epístola de Solatas, en el tercero capítulo en que dize: “En qual lugar vino la
llenedunbre e el tienpo”.1455 E muchos otros dizen por qué respondió por Santi Spíritus
que por eso estuvo que non vino enantes, porque aún no era venida la llenedunbre del
tienpo tenpadrosic por el qual son fechos los tienpos. Porque luego la venida llenedunbre
del tienpo vino aquel omne Fijo de Dios que nos delibrase del tienpo. E delibrados del
tienpo, somos venidos aquella perdurableza [f. 279a] en la qual no es ningunt tienpo. E
aún más puede omne ver la convenencia e el provecho del Avenimiento del Fijo de Dios

1453
LA (10): “Circa adventum igitur in carnem tria videri possunt, scilicet adveniendi”.
1454
LA (12): “Illumina oculos meos etc.”. Salmos (12, 4).
1455
Gálatas (4,4).

752
por la tercera razón, esto es, de parte de la llaga, e de la maletía1456 del pecado general
de toda umanidat universal en que omne era por pecado. Que quando la maletía era
general, melezina fuese a todos dada. Onde dize sant Agustín:1457 “Vino el grand
mensagero quando por todo el mundo vino do yazía en la grant dolencia”. Onde la
Iglesia en siete antífanas, las quales se cuentan más ignorantes, e ciegos, e obligados a
penas perdurables, e siervos del diablo, e por los males del pecado; por el qual, por
costunbre, eramos atados e enbolbidos en tinieblas, e de nuestra tierra desterrados e
echados. E por amor deste Avenimiento de sanador, e alunbrador, e salvador, e por esto
que nós eramos inorantes, avíamos menester que por él fuésemos enseñados en la
primera antífana llamamos cantando, diziendo: “¡O sapiencia que alaba la boca del muy
alto Señor, que dize: ‘Ven a enseñarlos la carrera del sabor’”. Mas, poco más
aprovechara si eramos enseñados, e non éramos redemidos. Onde por esto demandamos
por el Señor redemidos, llamamos e cantamos la segunda antífana, diziendo: “¡O
Adonay e ducsic (este es el griego) de la casa de Israel, ven a librarnos co[f. 279b]n el
braço estendido”.1458 Mas, ¿qué provecho nos ternía si non éramos enseñados e
redemidos, después de la redención éramos redemidos captivos? E por amor de aquesto,
nós demandamos ser librados de captividat quando cantamos la tercera antífana,
diziendo: “¡O raiz de Jese, ven a librarnos e non quieras tardar!”. Mas, ¿qué provecho
tenía a los captivos si eran redemidos e librados, si aún no eran de todo ligamiento de
culpa asueltos, e esto es que fuesen en poder de sí mismos, e fuesen francos, así que
anduviesen por do quisiesen? E por todo esto poco nos aprovecharía si éramos
redemidos, e si aún nos oviesen ligados. Onde por esto de ligamiento de pecado
demandamos ser asueltos quando cantamos la quarta antífana: ¡O clavis de David, ven e
saca al omne de tinieblas!”. E los que fueron luengamente en la cárcel an los ojos
tenebrogosos e non pueden ver claridat claramente. Por esto, después de la absolución
de la cárcel, fuemos luego alunbrados, porque veamos adó vemos de andar. E por esto,

1456
Maletía: (de maleta). Enfermedad.
1457
Sermones (175, 1).
1458
LA (26): “O adonay et dux domus Israel etc., veni ad redimendum nos in brachio extento”. El detalle
“este es el griego” es ajeno a la Legenda aurea; no obstante, es falso. A diferencia de los dos casos
similares anteriores (en las respectivas etimologías de san Ilario y san Clemente), donde se había acertado
en destacar la procedencia griega de las palabras, aquí se ha fallado en el intento, pues adonay es voz
hebrea y dux, como bien se aprecia, es latín. A pesar de este error no puede descartarse la posibilidad de
que el responsable de estos pequeños preciosismos fuesen obra de un autor muy culto; aunque
considerando este fallo, tampoco puede dejarse de lado la posibilidad de que en realidad se trató de un
autor atrevido y torpe. Quizá y como en los casos anteriores, este fallido pero nuevo dato al fin y al cabo,
ya estaría a presente en aquel testimonio manuscrito hoy perdido cercano a h-I-14 o en “Proto-W”. Vid. el
apartado II del estudio introductorio.

753
en la quinta acatamossic: “¡O claridat de luz perdurable, ven, alúnbranos seyentes en
teniebras e en sonbra de muerte!”. Mas, ¿sanos éramos enseñados de todo en todo de
enemigos librados, qué nos valdría si nos non salvásemos? E por esto en las dos
antífanas que [f. 279c] se siguen demandamos ser librados e ser salvos, quando
dezimos, cantando: “¡O rey de gentes, ven e salva al omne el qual de limo de tierra
formaste!”. E la otra, quando dezimos, cantando: “¡O Hemanuel, ven a salvarnos Dios
nuestro Señor”. En la primera antífana demandamos salud a las gentes; e en la segunda,
la salud de los judíos, a los quales Dios dio la ley. Onde es Emanuel guiador de nuestra
ley.
El provecho del Advenimiento. Dél por diversos santos e por diversas maneras
es demostrado. El mismo Señor, así commo manifiesto es en el evangelio de sant
Lucas,1459 en el quarto capítulo, dize en testimonio que por siete provechos es venido, e
es enbiado, diziendo: “Spíritu del Señor sobre mí”. En el qual por orden dize: “Seré
enbiado a la consolación de los pobres, e a sanamiento de aquellos que son contrechos,
e trabajados, e a libramiento de aquellos que son captivos, e abrimiento de aquellos que
non son en sí, e a redenpción de todo el umanal linaje, e a galardón de merescimientos”.
Sant Agustín1460 pone tres provechos del Avenimiento suyo, diziendo: “En aqueste siglo
malo, ¿quál cosa abonda a los omnes para trabajar e para morir? Estas cosas son
merchandías de la nuestra región. En tales merchandías aquel mercador diziendo. E
porque todo mercador da e recibe de aquello que ha, e recibe aquello que non ha, así
Christo en aquella [f. 279d] mechandía dio e recibió aquello que así conplía, esto es
nascer, e trabajar e morir. Dio que omne renaciese por agua, e por Spíritu Santo e que
por todo tienpo reinase. Él mismo vino a nós, el celestial negociador, para rescebir la
desonra, e para dar la honra, e para tomar muerte, e para dar vida e gloria.
Sant Gregorio1461 muestra e pone quatro provechos a cosas del Avenimiento,
diziendo: “Espántase todos los argullosos, engendrado de linaje de Adam, de cobdiciar
las bienandanças de la presente vida, e de esquivar todas las cosas contrarias, de fuir los
denuestos, e de seguir gloria, porque vino entre ellas, encarnando el Señor, cosas
contrarias, diziendo la bienandança e menospreciando honras, arapandosic Iglesia, e del

1459
(4, 18).
1460
Sermones (130, 2).
1461
Moralia in Job (30, 24).

754
mundo fuyendo.1462 E aquel Christo enperador vino, e viniendo, enseñó nuevas cosas e
fizo maravillas”.
San Bernardo1463 pone tres razones del su Avenimiento, diziendo: “Por tres
malatías mesquinamente trabajando que mucho bivamos: somos en engañar flacos, a
buena obra, e flacos a contestar. Que si departir queremos entre bien e mal, somos
ligeramente engañados si ensayamos a fazer bien e desfallecemos; si nos esforçarnos de
contestar, á pecado e á mal lijeramente sobrados. Onde por esto menester fue el
Advenimiento del Salvador, por esto que Él, por mo[f. 280a]rada, a nós alabase la tierra
de ceguedat. E estando connusco, quien nos ayudase a la nuestra enfermedat; e estando
por la nuestra parte, quien defienda la nuestra flaqueza, lidie por nós”.
El segundo Avenimiento es quando verná a juzgar los bivos e los muertos. Dos
cosas son verdaderas. Esto es aquello que delante va a juizio son dos. Esto es, a saber:
señales espantables e el engaño de Antechristo. Mas las señales espantables ante del
juizio son puestas en el evangelio de sant Luchas, en el XXI capítulo, diziente: “Serán
señales en el sol, e en la luna, e en las estrellas e en las tierras. Prisa en las gentes por la
grande confusión del sonido de la mar e de los ríos”.1464
Las primeras diez1465 señales son determinadas en el Apocalipsi, en el VII

capítulo, en que dize: “Es fecha bermeja, así commo sangre; e las estrellas del cielo
cayeron sobre la tierra”.1466 Mas el cielo dicho, e las estrellas e el aire supradicho, una
señal que ha semejança de estrellas, e son dichas estrellas del cielo, segunt la opinión de
las gentes vulgares quando desciende de yuso. Onde la escritura se confirma a la
comunal manera de fablar de las gentes. Mas entonce se fará mayormente a tal inpresión
de elementos, que por la claridat del fuego abondará, e esto [f. 280b] fará el Señor
espantamiento de los pecadores.
La IIII señal es en las tierras. Es oído el evangelio de sant Matheo, en el XXIIII

capítulo, en que dize: “Sea tribulación, la qual en ningunt tienpo no fue dende el
començamiento del mundo acá”.1467
La quinta señal será la confusión de la mar. Onde algunos asmarán que la mar,
con grant ruido, sin quebrantamiento perescerá de la claridat, segunt aquello que es

1462
LA (48): “Venit inter eos incarnatus dominus adversa appetens, prospera apernens, obprobria
amplectens, gloriam fugiens”.
1463
Sermo in adventu domini (7, 1).
1464
Lucas (21, 25).
1465
LA (60): “Tria signa prima”.
1466
Apocalipsis (6, 12- 13).
1467
Mateo (24, 21).

755
leído en el Apocalipsi, XXI capítulo, en que dize: “La mar ya non es”.1468 E segunt
opinión de otros, aquel sonido será sin grant roído, quando la mar se levantará sobre los
montes XL días.
Mas sant Jherónimo lo dize en el libro que es dicho Annal de los Hebreos, dize:
“Quinze señales son que deven venir ante del juizio, mas si deven continuadamente
venir, o departidamente, non espreso. En el primero día se levantará la mar quarenta
cobdos sobre la tierra, e después estará en su lugar así commo muro. El segundo día
abxarásic tanto que apenas la podrán omnes ver. El tercero día las bestias marinas
perescerán sobre la mar, e darán ruido fasta el cielo, e el roido dellas Dios sólo lo verá.
El quarto día el mar e el agua. El quinto día los árboles e las yervas darán rucío
semejable de sangre; e en aqueste día quinto, que todos afirman, todas cosas bolativas
del mundo se ayuntarán en [f. 280c] los canpos, cada uno con su linaje apartados, sinon
que non comerán nin beverán, por pavor del avenimiento del alto juez. En el sesto día
caerán todos los edeficios e todos los bastimentos; e en aqueste sesto día, segunt que es
dicho, llamas de fuego se levantarán del colgamiento del sol, de la cara del firmamiento
fasta el nacimiento del enderredor. El seteno día las piedras, unas con otras, se firiánsic, e
en quatro partes se quebrantan, e en cada una parte luego se ferirán e non sabrán dó irá
aquel ruido, sinon Dios tan solamente. En el octavo día se fará general movimiento en
tierra que será muy grant miedo, segunt que es dicho, que omne ni ninguna bestia en pie
estar no podrá, mas todas se echarán en tierra. En el noveno día la tierra se egualará, e
todos los montes, e las otras cosas, se tornarán en polvo. El dozeno día salirán los
omnes de las cuevas, e serán así commo locas sin entendimiento, e non se fablarán. En
el onzeno día se levantarán los huesos de los muertos, e estarán sobre las sepulturas; ca
cierto es que todas las sepulturas se abrirán, donde nace el sol fasta do se pone, porque
los muertos puedan salir. En el dozeno día caerán las estrellas, e todas las señales
echarán de sí fuego; e en aqueste día dozeno es dicho que todas las bestias vernán a los
[f. 280d] canpos balando e llamarán, mas no comerán ni beverán. En el quatorzeno1469
día morirán todos los bivos, por que resuciten con los muertos. En el quatorzeno día
arderá el cielo nuevo e la tierra nueva. En el quinzeno día resucitarán todos los muertos
e irán al juizio ante Dios”.1470

1468
Apocalipsis (21, 1).
1469
LA (90): “Tertia”.
1470
Tractatus de diversis materiis praedicabilibus (1, 6, 1), de Esteban de Borbón.

756
La segunda cosa que delante el juizio irá, será el engaño del Antechristo. Ca él
se esforçará a engañar todos los omnes en quatro maneras: primeramente, por gran
ciencia e por escrituras afirmará que él es el mexías que fue prometido en la ley. Onde
la escriptura de Dios e la ley tollerá e la suya establescerá así commo dize en el salmo:
“Entonce Señor dador de ley”.1471 Onde dize la Glosa: “Este es Antechristo dador de la
mala ley”.1472 Leese en Daniel, en el XI capítulo, en que dize: “E dará aborrecimiento e
desolamiento del tenplo”.1473 Onde dize la Glosa: “Antechristo en el tenplo de Dios era
así commo Dios, porque la ley de Dios quite”. Después los engaños por miraglos que
fará, segunt se lee en la segunda Epístola a los Colosenses, en el II capítulo, en que dize:
“El avenimiento de aquel será, segunt obra del diablo, en todas obras e en todas señales,
en manera de maravillosas cosas”.1474 E léese en el dozeno capítulo, diziendo: “Fizo
señales por esto que fuego fiziese caer del cielo en la tierra”.1475 Onde dize en la Glosa:
“Que así commo a los [f. 281a] apóstolos fue dado el Spíritu Santo, en manera de
fuego”.1476
En la tercera manera los engañará por dones que les dará largamente, segunt que
se lee en Daniel, en el XIII capítulo, diziendo: “Dará a ellos poder en muchas cosas, e
partirá por grado de las gentes”.1477 Onde dize la Glosa: “Antechristo, a los
decebidossic, muchas cosas dará; e la tierra a las sus conpañas partirá, por esto: que los
que non podiere sojuzgar por espanto, sojuzgarlos ha por avaricia”.1478
En la quarta manera los recibirá por tormentos que les fará, segunt que se lee en
Daniel, en el VIII capítulo, diziendo: “Sobre esto que yo non creo, por poder todas cosas,
destruirá”.1479 E sant Gregorio, fablando del Antechristo, dixo: “Los fuertes,
ciertamente, quando aquellos que por pensamiento non son vencidos, véncelos
corporalmente”.1480
E la conpaña del juizio será mucha. Primeramente, el partimiento del juez. Que
el juez descendrá en el valle de Josafat. E los buenos a la parte derecha fará estar; e a
los malos, a la siniestra parte apartará. Es cosa verdadera que en lugar magnifiesto es

1471
Salmos (9, 21).
1472
Biblia latina cum Glossa Ordinaria (Salmos 9, 21).
1473
Daniel (11, 31).
1474
II Tesalonicenses (2, 9)
1475
Apocalipsis (13, 13).
1476
LA (101): “Ut apostolis datus est spiritus in specie ignis et illi dabunt spiritum malignum in specie
ignis”.
1477
Daniel (11, 39)
1478
Biblia latina cum Glossa Ordinaria (Daniel 11, 39).
1479
Daniel (8, 24).
1480
Moralia in Job (32, 15).

757
venidero porque todos le puedan ver; mas non se entiende que todas las gentes sean
encerradas en aquel valle. Dize sant Jherónimo, que porque no sepan en lugares
enderredor, entonce en pequeña tierra serán millares de omnes. E si menester es, los
buenos serán en el aire, por levantamiento de los cuerpos, e [f. 281b] por aver dones e
por la divinal vertud. Entonce el juez, con los malos, disputará por obras de
misericordia, las quales non ovieron trabajado. Onde entonces todos llorarán, segunt
que en Isaías, Grisóstomus1481 dize: “Los judíos llorarán quando verán a Dios venir
bivificante, el qual cuidavan ser commo omne muerto, e vencerse an la su maldat por el
cuerpo llagado que verán, la qual maldat denegar no podrán. Los gentiles llorarán
porque vanas disputaciones de filósophos decebidos,1482 la non razonable follía cuidaron
ser si tuvieran a Dios crucificado. Llorarán los christianos pecadores, que más amaron
al mundo que a Christo. Llorarán los herejes, que puro omne crucificado dixeron
quando lo verán por juez, en el qual ellos dubdaron. Llorarán todos los tribus de la
tierra, que non podrán contrastar a Él por ninguna manera, ni merced, nin podrán fuir
delante de la su cara, nin será lugar de arrepentir, ni tienpo de sastifación por angustia
de todas las cosas, nin ninguna cosa non les remanecerá dellos en afuera”.1483
La segunda cosa del día del juizio será la deferencia del ordenamiento, que así
commo dize sant Gregorio: “En el juizio quatro órdenes serán: dos de la parte de los
desechados, e dos de la parte de los escogidos. Que los malos serán juzgados e
perecerán, a los quales será dicho: ‘Yo ove [f. 281c] fanbre e non me distes a comer’. E
los otros non serán jusgados, e perecerán, así commo los otros a los que les es dicho:
‘Que non creyeran en las palabras del jues’. E los otros serán juszgados e reirán, ansí
commo omnes santos que ríen, que llaman perfectos, que a los otros judgarán, non que
judgarán ellos non tan solamente, el juez lo fará; mas son dichos juzgadores porque con
el juez estarán, e aquel estar cerca dél”.1484 E serán primeramente a onra de los santos,
que grant honra es aver otorgamiento con el juez cerca. La qual cosa prometió Dios a
sus amigos, diziendo: “Seredes sobre las sillas judgantes lossic XII tribus de Israel”. Por
la segunda razón los amigos de Dios, perfectos, serán dichos judgantes, por esto serán a
la sentencia confirmar que ellos alabarán a la sentencia del juez, así commo alguna vez
fazen aquellos que son acesores de algunt juez, los quales alaban la sentencia dél, e al
provarla, escriven así commo dize en el salmo de Davit, por esto que fazen los juizios

1481
LA (121): “Chrysostomus super Matheum”.
1482
Decebir: (del lat. decipĕre). Engañar.
1483
Opus imperfectum in Matthaeum (hom. LVII), de pseudo Juan Crisóstomo.
1484
Moralia in Job (26, 27).

758
en uno escrivir.1485 Por la III razón serán vistos juzgar a la condenación de los malos, los
quales condenaron por la conparación de la su santa vida.
La tercera razón es que será del juizio las señales de la Pasión, esto es, la cruz, e
los clavos e las llagas que los pecadores verán en el cuerpo de Dios. Que aquellas cosas
en de[f. 281d]mostramiento de su vitoria son, e por este ensalçamiento de la iglesia,
onde dize Grisóstomus sobre el evangelio de sant Matheo, que la cruz e las llagas serán
más luzientes que los rayos del sol. E aun más asma: “Que tan grande será la virtud de
la cruz, que el sol se escurescerá, e la luna no dará su claridat”, por esto que digan que la
cruz es más clara que el sol ni la luna. E después, en el demostramiento de la su
misericordia, el jues se demostró por eso que por aquella pena que los misericordiosos e
los buenos serán salvos. En el començamiento de la su justicia, por esto que por aquello
será demostrado, que por eredamiento los malos sean dañados. Esto es, a saber: que
menospreciaron atán grant precio de la sangre. Onde aquellas palabras a ellos es prueva,
ansí commo dize Grisóstomus sobre el evangelio de sant Matheo, diziendo: “Yo por vós
omne só fecho, e por vós fuesic atado, e escarnido, e quebrantado e crucificado. ¿Ónde
son tan grandes tuertos, mío es el fructo, vedes el precio de la mi sangre el qual Yo di
en redenpción de las vuestras ánimas? ¿O es la vuestra servidunbre a qual a mí, por el
precio de la mi sangre, avedes fecha? Yo todos tienpos vos tove en gloria, commo fui e
só Dios, aparecí omne, e avedes fecho más vil que todas las vuestras cosas. Que toda
cosa muy vil de tierra avedes más amado que [f. 282a] la justicia ni la fe”.1486 Esto dixo
Grisóstomo, en persona de nuestro Señor.
La quarta razón del juizio será la crueldat del juez. Ca non dexará ninguno por
temor, por esto que él es poderoso mucho de todas las cosas. Grisostomus dixo que:
“Ninguna virtud non puede contra él contrastar”. Nin por servicios ninguno dexará, ca
mucho derecho es. E dixo sant Bernardo:1487 “Verna aquel día en el qual más valdrán
puros coraçones que ensañadas palabras; e concencia buena, más que bolsa llena. Ca el
juez es atal que non puede ser engañado por palabras, nin se encorva por dones”. E aún
dize sant Agustín: “Es esperado el día del juizio, e será en aquel día el juez muy mucho
iguaalsic que ninguna persona de poderíos, más que otro non recibirá el palacio dél por
oro nin por plata: ningunt obispo, ni abat, nin conde corronper non podrá”.1488 E aún

1485
Salmos (149, 9).
1486
Opus imperfectum in Matthaeum (hom. LVII), de pseudo Juan Crisóstomo.
1487
Epistulae (1, 7).
1488
Contra Iudaeos (IV, 2), Quodvultdeus.

759
más, nin por erranças, por esto que el juez es muy sabio. E dixo León papa:1489
“Aquesta es la creencia del alto jues, el acatamiento del qual es muy temeroso, al qual
es manifestado todo coraçón e es abierta toda poridat; al qual, todas las cosas
encobiertas, son manifestadas; e las mondas conciencias responden, que igualmente se
confiesan. Ca si vos la voluntat fabló, e por amor de aquesto, cómmo el señor dél sea
atal, e atán grande, que non le valdrán alegacio[f. 282b]nes de abogados, nin sofismas
de folósofos, nin bel fablar de razones, nin sotilezas de ninguno”. E de aquestas quatro
cosas dixo sant Jherónimo:1490 “En quanto los omnes son sin lenguas e mudos, más
bienaventurados serán que los mucho fabladores, e quánto más los pastores que los
filósofos, e los rústicos que non los que los muestran, e los necios que los sabios”.
La quinta cosa del juizio es acusación mucho espantable, ca estarán tres
acusadores entonce contra el pecador, el primero es el diablo, segunt dize sant Agustín:
“Aparejado estará el diablo entonce recontando las palabras del nuestro fecho. E fará
inquisiciones a nós de todo aquello que nós avemos fecho, en qué lugar, e en qué ora
nós pecamos, e dezirnos ha cómmo, e entonces, e en quál tienpo deviemos bien fazer, e
dirá aquel contrario nuestro al juez: ‘O juez, mucho igualmente jusga, aquéste es mío
por la su culpa, que tuyo non quiso ser por gracia; que el que tuyo fuera por penitencia,
es fecho mío por mesquindat; el que tuyo fuera por conpasión, e por amonestamiento, es
fecho mío; e a ti fue desobediente, e a mí obediente; de ti recebió aquetasic saya de la
qual es vestido, e la tu vestidura dexa e la mía viste sangrienta. O juez, mucho
igualmente juzga que el que sea mío, e aún ser condenado. ¡Oíd, oíd gentes! [f. 282c]
Tal pecador, ¿cómmo podrá abrir la boca de quien tales pecados serán dichos, por esto
es derecho que el diablo sea acusador?’”. Esto dixo sant Agustín. El II acusador será el
propio pecado. Que los propios pecados a cada uno acusarán, segunt que es leído en el
libro de la Sapiencia, el sesto1491 capítulo, dize: “Vernán en conoscencia los pecadores
de los sus pecados, e trasportalos han en contrallo”.1492 Dixo sant Bernaldo: “Fablarán
las obras dellos en uno e dirán: ‘Tú nos feziste, e tus obras somos, evas que non te
desanpararemos, e en todo tienpo seremos contigo e al tu juizio iremos”. Por muchos
pecados e por muchas maneras será acusado el pecador. El tercero acusador será todo el
mundo. Onde dize sant Gregorio: “O si demandas quién te acusará, yo digo que todo el
mundo”. E sant Grisóstomus dixo: “En qual día non sabremos qué respondamos, en el

1489
Tractatus septem et nonaginta (43, 92).
1490
Epistola XXXII ad Pammachium et Oceanum (32, 3).
1491
LA (179): “Sap. IV”.
1492
Sabiduría (4, 20).

760
qual día todos los cielos, e la tierra, el agua, el sol, la luna, el día, la noche, todo el
mundo será contra nós, en testimonio de los nuestros males. E si todos callasen, las
nuestras cogitaciones, e las nuestras obras especialmente, estarán contra nós delante
Dios acusándonos fuertemente”.
La sesta cosa del juizio será el testimonio. Que tres testimonios avrá el pecador
entonces contra sí, esto es: uno sobre si este es Dios que se[f. 282d]rá juez e testigo,
segunt que dixo Jheremías, en el XXIX capítulo: “Yo soy el juez e testimonio, esto dixo
nuestro Señor”.1493 El otro testimonio avrá el pecador contra sí, esto es la concencia.
Porque dixo sant Agustín:1494 “Qualquier es temeroso del avenidero juez, e la presente
concencia emiende. Ca la palabra de la tu cosa será testigo de la tu concencia”. El
tercero testigo avrá ome cerca sí, este es el propio ángel a la guarda del lado, que ansí
commo él sabe todos los pecados que avrá fechos, contra omne fará testigo. E dixo Job
en el XX capítulo: “Revelará los clérigos”,1495 esto es los ángeles, “la maldat”, esto “es
el pecador”.
La sétima cosa del juizio será el testimonio del pecador, desto así commo dize
sant Gregorio: “¡O, quán estrechas serán entonces las carreras del pecador! Ca de suso
será el juez irado e de yuso será el muy espantable infierno. E de la otra parte siniestra
serán sin fin los diablos que le levarán a los tormentos, e dentro en su coraçón ardientes
e de fuera mundo ardiente. E así el mesquino pecador será aprimiadosic, ¿en el quál
lugar foir? Non podrá, nin se podrá asconder, nin sofrir que non se demuestre”.1496
La octava cosa del juizio será la sentencia non revocada. Que aquella sentencia
en ningúnt tienpo non se podrá revocar. Ca por tres cosas non ha ape[f. 283a]lación; en
cosas juzgadas no es rescebida: la primera es por la alteza del juzgador, onde de rey que
dé sentencia omne no puede apelar; esto es, por el pecado magnifestado non puede
omne apelar. Ca quando el pecado es manifestado non puede omne apelar. [...]1497 La III
cosa, porque non puede omne apelar, es por la cosa alegadera. Ca si la cosa non recibe
alegamiento por esto, ca por aventura el alegamiento se perderá, otrosí non recibe
apelación. Onde por aquestas tres cosas de aquesta sentencia, omne non podrá apelar.
Primeramente, por la alteza del juez, que es aquel que non ha otro sobre sí, ante él es
sobre todos por sienpre, por dignidat e poder. Onde del papa e del enperador podrá

1493
Jeremías (29, 23).
1494
Enarrationes in Psalmos (CXLVII, 1).
1495
Job (20, 27).
1496
Tractatus de diversis materiis praedicabilibus (1, 6, 8), de Esteban de Borbón.
1497
LA (207): “Secundo propter criminis evidentiam, quia quando crimen notorium est appellari non
potest”.

761
omne apelar a Dios, mas de Dios non podrá omne apelar commo Él non aya ninguno
sobre sí. La segunda razón, porque non podrá omne apelar, será el manifestamiento del
pecado. Ca todos los pecados, e los males fechos de los pecadores, aquí luego serán
conocidos e manifestados. Porque dixo sant Jherónimo:1498 “Presente serán en aquel día
los nuestros fechos, así commo en una tabla serán demostrados”. La tercera razón es,
porque omne non puede apelar, será por la cosa non prolongada, que ninguna cosa que
se aquí faga non recibirá alegamiento. Ca todas las cosas se farán en un mo[f.
283b]mento, ansí commo cerrar el ojo e abrirle.

[CXLV]
Título CXLIIII. Disposición de sant Nicolás

Es dicho Nicolás a mitosic, que es vitoria; e eloessic, que es pueblo. Porque es dicho
Nicolás así: vitoria de pueblo, por esto ca muchos pueblos son, por vida e por dotrina,
enseñan a vencer vicios e pecados. Onde es dicho Nicolás de bitossic, que es dicho
vitoria e loor. La leyenda del qual escrivieron los maestros argoliages, en una cibdat de
Grecia; segunt que dixo Isidorus, onde los omnes de aquella cibdat son dichos orgullici.
En otro lugar es leído que Mecodia, patriarcha, escrivió la vida de sant Nicolás en
griego, la qual Juhan diáchono trasladó en latín e ayuntó aí muchas cosas.

Estoria de sant Nicolás e de su vida

Sant Nicolás fue engendrado de padre e de madre que fueron ricos e santos. E a su
padre dixeron Eufania, e a su madre Johana. El qual engendraron en su mancebía, e
después que ovieron este fijo, tovieron castidat e santa vida. Este niño, el primero día
que le vañavan, alçose enfiesto [f. 283c] en el bacín del agua; e demás, el miércoles e el
viernes, non mamava más de una vegada. Después que fue mancebo, fuye los
argullos1499 de los mancebos e iva sienpre a las iglesias; acordava de todo aquello que
podía entender e aprender de las escripturas de Dios. E después que el padre e la madre
fueron muertos, començó a pensar en quál manera deprendería las sus riquezas que le
dexaron, non por loamientos del pueblo, mas a servicio de Dios despender.

1498
Epistola XXXII ad Pammachium et Oceanum (coll. 247).
1499
Argullo: Orgullo.

762
Entonce un su vezino muy fidalgo que avía tres fijas vérginessic, que por razón
de mengua en que eran, queríalas fazer malas mugeres porque él se podiese governar
con la mala ganancia dellas, la qual cosa, después que lo supo sant Nicolás, aborresció
este pecado e mucho pensava. E de noche, en ascondido, tommó una masa de oro
enbuelta en un paño, e fue él mismo por sí, e echola en casa del omne por una finiestra e
fuyó. El omne levantose de mañana, e falló el oro e dio gracias a Dios. E casó la una
fija mayor. E después, a poco de tienpo, el siervo de Dios fizo otra tal cosa semejante en
casa deste omne mismo. El omne, después que esto vio, loó mucho a Dios e començó de
velar en las noches porque supiese quién era aquel que le así acorría en las sus menguas.
E después, a poco tienpo, tomó otra ma[f. 283d]sa de oro doblada, e echósela en su
casa. E el omne bueno despertó al sueno, e fuese en pos de sant Nicolás que fuía. E
díxole: “¡Atiende, atiende, e non fuyas corriendo muy aprisa!”. Alcançole e conociole
que era sant Nicolás. E echose luego a sus pies e queríaselos besar. E sant Nicolás non
se lo quiso consentir, mas rogole que non le descubriese en su vida.
E después de esto, murió el obispo de Mirea. E ayuntáronse los obispos de la
tierra para fazer obispo en aquella cibdat, entre los quales era un obispo de grant
abtoridat a quien todos los otros conoscían mejor iría. E aquél obispo mandó a todos
que ayunasen un día, e que rogasen a Dios que les mostrase omne bueno para obispo en
aquel obispado. En aquella noche oyó una boz que le dixo, cras, a ora de maitines, que
estudiese a la puerta de la iglesia e el primero que viniese a la iglesia, que le dizían
Nicolás, que le feziesen obispo. Él dixo esto a los otros obispos que mandara que
ayunasen: el que estava a la puerta de la iglesia. Sant Nicolás levantose de buena
mañana e vino a la iglesia. El obispo tomole de la mano, e dixo:
– ¿Cómmo te dizen?
Él commo omne santo abaxó, e dixo:
– Nicolás me dizen, vuestro sirviente.
Leváronlo a la iglesia; enpero que le pesó, pusiéronle en la silla del obispo. De
allí adelante, seguro él en todos sus fechos, aquella umildat e aquellas costunbres que
si[f. 284a]enpre ovo, sienpre velava en oración, e ayunava mucho, e fuía la conpañía de
las mugeres, era umildoso en recebir a todos, e muy razonado a todos, alegre en
amonestando, cruel en castigando.
Un día unos marineros ovieron grant tenpestad, e con lágrimas, rogáronle así:
– ¡Nicholás, siervo de Dios, si verdat es lo que oímos de ti provémoslo agora!
E ahevos uno do aparesció en su semejança, e díxoles:

763
– ¡Aheme aquí! ¿A qué me llamastes?
E començoles ayudar en todas las armaduras de la nave, e luego quedó la
tenpestad. E quando vinieron a la su iglesia, luego lo conocieron, pero que non se lo
mostró ninguno. Entonces rogaron a Dios e a él que los librara, él díxoles que fuera la
misericordia de Dios, e la su fe, que los ayudara.
Un tienpo aquella tierra sirvía a los ídolos de la Diana, así que fasta el tienpo de
sant Nicolás las villanas de aquella tierra sacrificavan aquella Diana so un árvol. Sant
Nicolás destruyó esta costunbre de aquella tierra, e mandó cortar aquel árbol. El diablo
por esto fue muy sañudo contra él, e fizo un olio que llamavan mediato para arder,
contra natura, en el agua e en las lánparas. E fízose commo figura de una muger
religiosa, e aconpañose con unos que ivan en un varco por la mar a sant Nicholás. E
fabloles en esta manera:
– Iría convusco [f. 284b] a este omne santo, mas non puedo. Por ende, vos ruego
que levedes este olio a la su iglesia, e acordándovos de mí, untad las paredes de la
iglesia con él.
E desque esto les dixo, desapareció luego. E mano a mano vieron otra nave con
muchas1500 personas honradas, entre los quales era uno que semejava al omne sancto
Nicolás, e díxoles así:
– ¿Qué vos dixo aquella muger o qué vos aduxo?
Ellos contáronselo todo por orden, e díxoles:
– Aquella es la suzia Diana, e porque provedes que vos digo verdat, echat este
olio que vos dio en la mar.
E ellos echáronlo, e encendiose muy grant fuego en la mar e ardió muy grant
tienpo en el agua, contra natura. E después viniéronse ellos al siervo de Dios, sant
Nicolás, e dixéronle:
– Verdaderamente tú eres aquel que nos aparesció en la mar, en que nos libraste
de la celadas del diablo.
En este tenpo mismo, una gente levantose contra el señorío de Roma. El
enperador entonces enbió tres príncipes: Nepociano, e Viso e Aprolione contra ellos.
Porque ovieron tenpestad en la mar, ovieron de arribar al puerto de Adrín. E sant
Nicholás, el obispo, conbidolos que comiesen con él en tal que le non robasen las sus
gentes, que están a la sazón en la feria. En este comedio el alcalde de aquel lugar mandó

1500
En el incunable: “mnchas”.

764
matar tres cavalleros non lo mereciendo [f. 284c] ellos por derecho. E quando lo oyó el
obispo, rogó aquellos príncipes que fuesen allá muy aína. E vino al lugar do los avían de
degollar. E fallándolos que estavan ya los finojos fincados, e las cabeças cubiertas al
que los avía de descabeçar, estando esgrimiendo el espada sobre sus cabeças. E sant
Nicolás, encendido en amor dellos, fuese muy atrevidamente para aquel que los avía de
degollar, e echole el cuchillo de las manos lexos, e soltó a los que non merecían muerte,
e adúxolos consigo en salvo. E luego fuese para el palacio del juez e abrió las puertas
que estavan cerradas. El alcalde saliole a recebir, e saludole. E mirole el santo obispo, e
díxole: “Enemigo traspasador de la ley, ¿cómmo fueste osado de parescer ante mí
faziendo tú grant enemiga commo ésta?”. E después que lo ovo maltraído por ruego de
aquellos príncipes, rescibiole a penitencia. E los mensajeros del enperador, después que
el obispo les dio su bendición, fuéronse ellos su carrera e vencieron a los enemigos del
enperador.
E quando se tornaron, recibiolos el enperador con grant onra. E algunos, aviendo
enbidia de la su bienandança, mescláronlos con el enperador malamente. E por ende, el
enperador, muy sañudo contra ellos, mandolos meter en la cárcel, e mandó que los ma[f.
284d]tasen luego aquella noche. Ellos, quando esto sopieron del carcelero, començaron
a entrestecer e aver muy grant amargura. Entonce el uno dellos, que ha nonbre
Nepociano, acordose cómmo sant Nicolás librara a los que eran sin culpa, e dixo a los
otros que demandasen ayuda a sant Nicolás. E estando en oración, en aquella noche
misma apareció sant Nicolás a Costantino, el enperador, e díxole:
– ¿Por qué prendiste aquellos príncipes tan a tuerto e mandástelos matar non te
lo meresciendo? Levántate muy corriendo e mándalos soltar. E si lo non fizieres, rogaré
a Dios que te dé lid en que mueras, e que te coman las bestias fieras.
Díxole el enperador:
– ¿Quién eres tú que osaste entrar en el mi palacio a tal ora, e cómmo osas hablar
tales cosas?
El respondiole, e díxole:
– Yo sant Nicolás, obispo de Mirea.
E espantó al que diera el consejo. E díxole:
– Tollido del seso e del entendimiento, ¿por qué otorgaste de matar a los que non
lo merescían? Ve aína e trabájate de los librar, e si otra manera aí fazes, sépaste que
serás todo lleno de gusanos. Ve muy aína e trabájate de los librar, si non, aína serán
todas tus cosas destruídas.

765
E díxole:
– ¿Quién eres tú que así nos amenazas?
Él respondió, e dixo:
– Sepas que yo só Nicolás, obispo de Mirea.
E así despertaron amos, el enperador e conse[f. 285a]jero. E dixiéronse sus
sueños, e enbiaron luego por aquellos que yazían encarcelados. E díxolos el enperador:
– ¿Qué encantamientos son éstos, que vosotros sabedes que así nos
escarnescedes entre sueños?
Ellos respondiéronle:
– Nós non somos encantadores, nin nós non merecemos por que nos matedes.
Díxoles el enperador:
– ¿Entonces vós conoscedes un omne que sea obispo, a quien dizen Nicolás?
Ellos, quando esto oyeron, alçaron las manos al cielo, e rogaron a Dios que los
librase de aquellos peligros por el buen varón sant Nicolás. E el enperador, después que
le contaron toda su vida e sus miraglos, díxoles:
– Idvos en paz, e gradesceldo a Dios que vos libró por su ruego dél. E levalde de
los nuestros tesoros, e rogalde que de oy más non nos amenaze, mas que ruegue a Dios
por nós, e por nuestro reino.
E a poco de tienpo estos omnes viniéronse para el siervo de Dios, e echáronse a
sus pies, e dixiéronle: “Verdaderamente eres siervo de Dios, e onras e amas a Jhesu
Christo”.
E después que le contaron todo lo que les acaesciera, alçó él las sus manos al
cielo, e loó mucho a Jhesu Christo. E bien mostrados los príncipes, enbiolos a su tierra.
E en el tienpo que Dios lo quería levar a Paraíso, vio en su vida que los ángeles
vinieron a él, e él dixo aquel salmo: “In te Domini esperavisic”, non confundarsic” fasta
[f. 285b] aquel lugar do dize: “In manus tuas Domine comendo spíritum meum”. E a la
sazón se le salió el alma del cuerpo, en el año de la encarnación de CCCXLVII1501 años. E
después que fue enterrado en un sepulcro de mármol, manava fuente de olio a su
cabeça, e otra de agua a sus pies. E sanó muchos dolientes que se untavan de aquel olio,
ciegos, e sordos, e mancos, e mudos, e demoniados, e otros muchos lisiados de muchas
dolencias commo sea, él benditosic para sienpre jamás.

1501
LA (107): “CCXLIII”. Ms. h-I-14: “docientos e veinte e quatro años” (f. Xc).

766
E después de esto fue allí obispo, en pos él, un omne bueno. E los cobdiciosos
echáronle fuera del obispado. E quando fue echado, quedó luego el olio de correr, mas
después que lo tornaron a su obispado, tornó el olio a correr.
Un omne tomó dineros enprestados de un judío, e porque non pudo aver otro
fiador, fiándose el judío dél, juró sobre el altar de sant Nicolás que ge los diese los más
aína que él podiese. E tovo en sí grant tienpo estos dineros, el judío demandóselos, él
juró que ge los avía dado. E tráxole a juizio, e dixeron al debdor que jurase. E él traxo
consigo al día de la jura un blago cavado, así commo cañavera,1502 e dentro de oro
molido, e sufriose sobre él. Él queriendo jurar, dio aquel blago al judío que ge lo
guardase, e juró que más le diera de quanto le devía. E después que juró, demandole[f.
285c] su blago. E el judío non sabiendo nada desta arte, diógelo. E tornándose el que
fiziera el arte, tomole muy grant sueño, e adurmiose entre dos carreras. E pasando por aí
un carro, pasó sobre él e matole, e quebrantó el blago lleno de oro e esparziolo. El judío,
quando vio esto, vínose muy aprisa para él. E quando vio el engaño, maravillose
mucho. Enpero que le dixeron muchos que tomase el oro, e dixo que en ninguna manera
non lo faría, salvo si sant Nicolás lo resucitase. E diziendo que si esto fuese, que luego
sería christiano. E a la sazón resuscitó este muerto, e el judío fue christiano.
Un judío viendo los miraglos de sant Nicolás, fizo fazer una imagen e púsola en
su casa. E quando avía de ir algunt lugar alexos, acomendávale todas sus cosas con
muchas amenazas a sant Nicolás, diziendo estas palabras: “Semejante don sant Nicolás,
a vós acomiendo todas mis cosas en guarda, e si las non guardares bien quando yo
tornare, açotarvos he”. E acaeció una vegada que él non era aí, e vinieron los ladrones e
robáronle la casa con quanto aí fallaron, salvo la imagen de sant Nicolás. E el judío
quando tornó, fallose robado, e fabló a la imagen desta manera: “Don sant Nicolás, yo
vos posiera en mi casa porque guardases mis cosas de los la[f. 285d]drones. E porque
non lo fezistes, darvos he yo muchos açotes, e levaredes las penas por los ladrones, e así
rescibiré emienda del mi daño en los tus açotes, e bengaré la mi saña en esta manera”. E
començó el judío a ferir e açotar la imajen cruelmente. E esto fue mucho de maravillar:
los ladrones, partiéndo lo que levavan robado, aparescioles sant Nicolás, bien commo si
él fuese ferido, e díxoles:
– ¿Por qué soy ferido por vós tan cruelmente, e açotado? ¡Catad todo mi cuerpo
encardenido! ¡Catad commo estó abierto e cubierto de sangre! ¡Tornat quanto tomastes,

1502
Cañavera. (del lat. canna vera, caña verdadera). Carrizo.

767
e si lo non fazedes, verná la ira de Dios sobre vós. E el vuestro pecado será publicado e
seredes puestos en justicia.
Dixiéronle:
– ¿Quién eres tú que tales cosas nos dizes?
E díxoles:
– Yo só sant Nicolás, vasallo de Jhesu Christo, a quién ferió tan cruelmente el
judío que vos robastes.
Ellos espantados, viniéronse para el judío e contáronle el miraglo. E díxoles él lo
que feziera a la imagen. E los ladrones tornáronle todas las sus cosas, e tornándose a la
carrera de la verdat. E el judío tornose christiano.
Un buen omne, por amor de un su fijo que deprendía, fazía cada año la fiesta de
sant Nicolás [...]1503

[CXLVI]
[f. 286a] Título CXLV. De la vida de sant Cosme e Damián

[...]1504
Sant Cosme e Damián fueron hermanos, e nascieron en la cibdat de Egea, e la su madre
fue muy santa, e dixéronla Teodora. E saliendo ellos muy conplidos físicos, ovieron
ellos tan grant gracia del Spíritu Sancto que guarecían ellos todos los enfermos, non tan
solamente de los omnes, mas de las bestias, e non tomavan nada de ninguno.
E una buena duenasic que dizían Peladiana, gastado su aver en físicos, vino a
estos sanctos, e sanáronla enteramente de la enfermedat. Entonce ella ofreció un don
ascondidamente a sant Damián, mas él non lo quiso tomar. Ella conjurole mucho, e él
tomolo, non por codicia, mas por conplir voluntad de la que lo dava, e porque non
pareciese que menospreciava el nonbre1505 de Dios, por quien le conjurava. Sabiendo
esto sant Cosme, mandó que non enterrasen el cuerpo de sant Damián con el suyo. Mas
luego, otra noche, apareció Dios a sant Cosma, e escusó a su hermano de la joya que
tomara.

1503
Falta el segmento textual (LA: 140-169), el cual sí está presente en el ms. h-I-14 (ff. XIc-XIIb).
1504
La etimología del nombre se encuentra al final de la narración.
1505
En el incanble: “uonbre”.

768
E Lizías, el adelantado, oyendo la su fama, fízolos presentar ante sí. E
començoles a preguntar que cómmo les dezían, e que dónde eran e en qué [f. 286b]
andavan. E los santos mártires dixeron:
– A mí dizen Cosma e a este Damíán, e somos de Arabia. Enpero los
christianos non sabían qué es ventura1506 e dixeron otros tres hermanos, al uno dizen
Autenius, e al otro Leoncius e al otro Pripius.
E mandó que traxiesen a sus hermanos, e que todos sacrificasen a los ídolos.
Mas ellos non queriendo sacrificar por ninguna manera, mandolos açotar, e en los pies e
en las manos atormentar. E ellos escarneciéndole, mandolos atar en cadenas e echarlos
en la mar. Mas el ángel de Dios librolos luego de la mar, e posiéronlos otra vez ante el
rey. E díxoles:
– ¡Nigrománticos, falsos encantadores, por los falsos dioses sois tornados
malfechores e menospreciades los tormentos! ¡Enseñatme los vuestros maleficios e yo
seguirvos he en el nonbre de dios de Adriano!
Esto dicho, vinieron dos diablos, e açotáronle muy gravemente, e dando él
vozes, dixo:
– ¡O omnes santos, ruégovos que roguedes al vuestro Dios por mí!
Ellos rogando, luego se partieron de los diablos. E dixo el adelantado:
– Vedes cómmo se ensañaron los nuestros dioses contra mí, porque pensava[n]
cómmo los dexase; e por ende, non vos sofriré de oy más blasfemar los mis dioses.
Entonce man[f. 286c]dolos echar en un fuego muy grande, mas non los fizo mal
ninguno, mas saltó llama muy lexos e mató a muchos de los que estavan enderredor. E
por eso mandolos colgar de un estelo;1507 mas guardándolos el ángel, e cansados los que
los penavan, posiéronlos ante el adelantado sin ninguna lesión. E mandó a los otros
hermanos meter en la cárcel, e a Cosma e a Damián mandolos crucificar e que los
apedrease todo el pueblo; mas tornavanse las piedras en aquellos que las echavan, e
mataron muchos dellos. Entonce el adelantado muy sañudo, sacados los otros hermanos
de la cárcel, e estando cerca de la cruz, mandó a quatro cavalleros que asaeteasen a
Cosma e a Damián, su hermano. E las saetas tornándose, llagavan a muchos, mas non

1506
Destaco en negrita un segmento textual interpolado. LA (18): “Nomina nostra sunt Cosmas et
Damianus et alios tres fratres habemus, quorum nomina sunt Antimus, Leontius et Euprepius”. Ms. h-I-
14: “A mí dicen Cosme e a este Damián, e somos de Arabia, e avemos dos hermanos, al uno dicen
Antimo e al otro Leticio” (f. CCLXVc).
1507
LA (33): “eculeum”. Ms. h-I-14: “mandolos aspar” (f. CCLXVd).

769
fazían ningunt mal a los santos mártires. E viéndose el adelantado confondido en todas
las cosas, quexávase mucho fasta la muerte, e fizo degollar a todos cinco hermanos.
E los christianos acordándose de lesic que les dixera Cosma, e non los enterrasen
en uno, pensavan cómmo o en qué lugar se querían enterrar los sanctos mártires. E
ahevos do vino adesora un gamello, llamando commo omne, e mandó los sanctos en[f.
286d]terrar en uno. E fueron muertos sub Diocleciano circa annos Domini LXXXVII.1508
Un labrador, después que trabajó en la mies, dormiose en el rastrojo, la boca
avierta, e entrole una serpiente en el vientre. E despertando, no sentió nada, e tornose a
su casa. E a la tarde sentía grandes tortojones en el vientre, e dava vozes bien commo
omne sin ventura. E rogava a sant Damián e a sant Cosma que lo ayudasen. E creciendo
sienpre el dolor, fuese para la iglesia de los mártires, e dormiendo allí, salió la serpiente
por la su boca, así commo entrara.
Un omne yendo alexos fuera de su tierra, acomendó a su muger a sant Cosma e
Damián, e diole señal en que entendiese si algunt tienpo la llamasen. Después el diablo,
sabiendo esta señal que la diera su marido, díxola:
– Tu marido me enbía a ti, de aquella cibdat do él es, para que te lieve a él.
Ella temiendo ir, dixo:
– La señal bien la conosco yo; mas porque me acomendó a los mártires, a Cosma
[e sant Damián],1509 e júrame sobre el su altar que me levarás segura, entonce iré luego
contigo.
El diablo juró luego asina commo ella ge lo demandó. E yendo ella con él, vino a
un lugar ascondido, e el diablo quísola derribar, por tal que la matase. E sentiéndolo ella
[f. 287a] dio muy grandes loores a Dios e a los sanctos mártires Cosma e Damián, dixo:
– ¡Vós ayudadme! ¡E yo a vos creí, e por eso le seguí!
E los sanctos mártires, con muchedunbre de sanctos, fueron presentes e
libráronla. E el diablo desfízose luego, e dixeron a ella:
– Nós somos Cosma e Damián, al qual juramento creíste; por ende, venimos te
ayudar.
1510
El papa Félix, VIII de sant Gregorio, fizo en Roma una iglesia noble a honra
destos mártires. En esta iglesia servía un omne a estos mártires, e la cáncer avíale ya

1508
LA (40): “CCLXXXVII”.
1509
Corrijo a partir del ms. h-I-14 (f. CCLXVIb).
1510
LA (58): “attauus”. Ms. h-I-14: “visavuelo” (f. CCLXVIc).

770
comido toda la pierna. E dormiendo él, los santos mártires aparecieron al su devoto, e
traxieron consigo ungüentos e su ferramienta. E dixo el uno al otro:
– ¿Dó tomaremos carnes por tal que, tirando la carne podrida, fincamos el lugar
vazío?
Dixo entonce el otro:
– En el nacimiento1511 de sant Pedro ad vincula enterraron oy un omne,
Mauro.1512 Por ende, tomémosla de aquél, tomemos e pongamos aquéste.
E fueron al cimient[eri]o e traxieron la coxa1513 de Mauro, e enxiriéronla a este
enfermo en su lugar, e untaron bien la llaga. E levaron la coxa del enfermo a Mauro, al
su cuerpo que era muerto. E despertando non falló dolor, e levó la mano a la coxa, e non
[f. 287b] falló ý señal niugunasic en su pierna, nin ningunndsic mal. E pensava él que era
otro ý, no él. E tornándose así como salió del lecho, con grand gozo. E contó a todos lo
que viera en sueños, e cómmo fuera sano. E fueron luego a la su huesa de Mauro, e
fallaron la coxa deste enfermo puesta en luzillo de Mauro.

De la disposición de sant Cosmas1514

Cosmas quiere dezir tanto commo forma o onrado. O Cosmas quiere dezir, en latín,
linpio. Ca fue forma a otros en ensienplo; fue honrado por buenas virtudes; fue linpio de
todos pecados.
E Damián es dicho a damiasic, que quiere dezir bestia mansa. O Damiano quiere
dezir a donasic, que es enseñança; e añasic, que es sufuso; a Damium, que es sacrificium.
O Damiá[n] quiere dezir mano del Señor. Ca él ovo manseza en la conversación e
demostró alta enseñança en la predicación; fue sacrificio en la mortificación de la carne;
fue mano del Señor en el sanamiento de la melezina.

1511
LA (64): “cimiterio”. Ms. h-I-14: “cimenterio” (f. CCLXVIc).
1512
LA (64): “Ethiops”. Ms. h-I-14: “omne negro” (f. CCLXVIc).
1513
LA (66): “coxam”. Ms. h-I-14: “la pierna” (f. CCLXVIc).
1514
Esta etimología está descolocada, puesto que debería preceder a la narración.

771
[CXX]1515
[f. 287c] Título CXLVI. Disposición de sant Miguel Archángel

Michael quiere dezir así commo inbiado del cielo, porque da a entender que ninguno no
sepa lo que quiere fazer Dios. E por ende, son dadas a este sant Miguel muchas cosas de
muy grandes virtudes. E segunt dize el propheta Daniel:1516 “Levantarse ha en el tienpo
del Antechristo, e lidiará por los escogidos de Dios, e defenderlos ha”. Él lidió con el
dragón e con los sus ángeles, e derribolos del cielo, e fizo muy grand vitoria. Él tomó la
forma de Muysén1517 e púsose en su lugar, por ende que el diablo quisiera levar el su
cuerpo delante, porque el pueblo de los judíos le adorase así commo Dios. E él recibe
las ánimas sanctas e las lieva al Paraíso de alegría. Él fue otro tienpo príncipe de la
signoga, mas agora estableciolo Dios príncipe de la Iglesia. E, segunt que dizen, él levó
las plagas de Egipto, e pa[r]tió la mar bermeja, e traxo el pueblo por el desierto e le
traxo a la tierra de promisión. Él, en[f. 287d]tre las hazes de los ángeles, lieva la señal
de Jhesu Christo. E él matara al Antechristo en el monte Oliveti ante el poderío de Dios
estando delante. E en la voz deste archángel Michael se levantarán los muertos. E él
presentará la cruz, e los clavos, e la lança, e la corona de las espinas, en el día del fuerte
juizio.

1515
Esta etimología debería preceder a la narración de san Miguel presente en el f. 214a, de ahí que repita
aquí la misma numeración.
1516
Daniel (12, 1).
1517
LA (5): “Ipse cum dyabolo de Moysi”.

772
ÍNDICE ONOMÁSTICO Y TOPONÍMICO

Abana, ciudad, CIV Alejandría, ciudad, XXXIV, XLII, XLVI,


Abario, río, CX LXVIII, LXXII, LXXXIX, CVI,
Abargo, rey, CXXVII CXIII, CXXII, CXLI
Abdía, tumba de, CVI Alejo (Alexo), san, LXXVII
Abdías, obispo de Babilonia, CXXVII Alench, madre de san Bernardo, CI
Abdón, san, LXXXVII Alenterio, CXXIII
Abel, hermano de Caín, III, CXIX Alexánder, hijo de Herodes, V
Abías, sacerdote, LXVII Alexandre, CXVIII
Abiatar, obispo, LXXXI Alexandre, emperador, CXXIV, CXXXVIII
Abibas, hijo de Gamaliel, XCI Alexandre, maestro, XCII
Abile, madre de todos los dioses, CXXIX Alexandre, papa, LXXXIX, CVI
Abilina, tierra de, CVI Alexandre, uno de los Siete hermanos santos,
Abirón, VI LXXI
Aborea, madre de Judas Iscariote, XXXIII Alemania (Alimania), ciudad, LIV, XCII
Abraham, I, VI, VII, CXXXVI Alfaxar, encantador, CXVII
Abuazer, ciudad, CXX Alisania, tierra de, CVI
Acatania, ciudad, XXIX Alixandre, LIX, CVIII
Acax, ciudad, LXXVIII, LXXXVI Almadio, castro, CXXII
Aclaudio, CXIX Almancia, región, CXXI
Acleto, obispo, LXIX Almaquio, adelantado, LIX, CXXXVIII
Actito, adelantado, CXXVII Almaquio, mártir, CX
Adán, I, VI, VII, XXXIX, XL, LI, LV, LXIX, Almo, obispo, LXIX
CIV, CXX, CXXXVII, CXXXVIII, Alodio, san, CVIII
CXLIII, CXLIV Altisiodoro, ciudad, véase Auxerre,
Adantero, mártir, CVII LXXXVIII, CVIII
Adaucto, san, véase san Félix, CVII Amador, san, LXXXVIII, CVIII
Adeodato, hijo de san Agustín, CV Ambrosio, san, XV, XXI, XXXIII, XXXIV,
Admonelle, iglesia en Roma, véase san Pedro, XXXIX, XL, XLII, XLV, LI, LV,
iglesia de, XCI LVI, LXVI, LXVII, LXXXIII,
Admudos, san, véase san Edmundo, IV LXXXVI, CV, CXVIII, CXXV,
Adrián, san, CXII CXXIX, CXXXIV, CXXXVII
Adriano, emperador, LI, CXXVIII, CXLVI Amerius, VIII
Adriano, niño, CXXVI Ametus, hombre santo, CXXVI
Adriano, papa de Roma, XXXIV Anastasia, santa, II, CXL
Adrín, CXLV Ana, CXI
Afpodisa, mala mujer, XXIX Ana, V, XXVII, XXXIX
África, XXXIV, LXXXIX, CV, CVI, CXLII Ana de Odosia, santa, II
Africano, CXXVII Ananías (Anamas), LXIX
Africano, príncipe de la caballería, CXXVI Anás, XL
Agacia, mujer religiosa, LXXVII Anastasio, X
Agano, lugar deleitoso, CXVIII Anastasio, cogedor de los pechos, XCVI
Agapito, diácono, XCV Anastasio, patriarca de Antioquia, XXXIV
Agostodino, ciudad, véase Autun, CIII Ancheteclino, adelantado, LXXXIII
Agripa, adelantado, LXIX Andrés, XXXIV
Aguapan, sirvienta, II Andrés, obispo, LXXV
Águeda, santa, XXIX, CXXXVI, CXXXVII Andrés, san, CIV, CXXXVII, CXLIII
Agustín, fraile, CXXII Aniano, XLVI
Agustín, san, I, III, VII, XVI, XXXIV, Angusta, ciudad, XCII
XXXIX, XL, XLV, LV, LVI, LVII, Anolino, cristiano, LIX
LXVI, LXIX, XCI, XCII, C, CV, Anselmo, I, CXXXVI
CVI, CXXIII, CXXV, CXXIX, Anticristo, XL, CXX, CXXXVII, CXLIV
CXXX, CXXX, CXXXVII, CXLIII, Antíoco, CXXXVI
CXLIV Antioquía (Antiochía), X, XXVI, XXXII,
Agustino, XXXIV, CXVIII XXXIV, LXIII, LXXVI, CV, CVI,
Albano, mensajero, L

773
CXIX, CXXV, CXXVI, CXXXIX, Ataya, ciudad, CXLIII
CXLIII Atenas, ciudad, CIX, CXXIII, CXXXIX
Antolín, san, CX Atenasio, obispo, CVI
Antonio, abad, LXXIV Atruçuelo, mancebo, LXX
Antonio, emperador, LXXXIX Atus, molinero, XXXIX
Antonio, sacerdote, X Áurea, mujer, CXXVI
Antonio, san, IX, XVIII, CV Aurelio, hijo del emperador de Roma, LVIII
Antruçuelo, mancebo, véase Patruçuelo, LXX Aurelino, emperador, XIX
Anubio, CXXXIX Auriental, fuente, CX
Anula, ciudad, VIII Autenius, CXLVI
Apentina, ciudad, XCVI Autun, ciudad, véase Agostodino, CIII
Apescio, ciudad, CXXII Auxerre, ciudad, véase Altisiodoro,
Apia, vía, CXXXVIII LXXXVIII, CVIII
Apión, CXXXIX Aventor, CXVIII
Apoliano, CXV Aviñón, ciudad, LXXXVI
Apolinar, san LXXIX
Apolinario, CII
Apolo, templo de, XXXVI, LXXV Babilonia, XIII, XVI, LXXXVII, XCII,
Apra, hija de san Hilario, XI XCVII, C, CV, CXVII, CXX,
Apulio (Apulia), región, CXX, CXXII CXXVII
Apulius, VIII Baltasar, VIII,
Aquila (Aquilea), discípulo de Simón el Mago, Balam, VIII
CXXXIX Baleria, santa, véase santa Valeria, LXVI
Aquilea, CXL Balmaña, hija del tribuno Quirino, LXXXIX
Aquilea, ciudad, XLVI Baradach, dios, CIV
Aquileo, san, LVIII Barberchia, príncipe de Egipto, XVIII
Aquilina, doncella niña, LXXXII Barcelona, LXXXI
Aquilino, hijo de Aquilino, CXIII Barnavá (Barnabás), LXX, CXXV
Aquisgrán, VII, Barsavás, CXI
Aquitania, véase Equitania, XI, CXXXII Bartolomé, fray I
Arabia, V, LXIX, CVI, CXLVI Bartolomé, san, CIV, CXXXVII
Archelao, hijo de Herodes, V Baruc, VIII
Aregia, río, CX Baruch, ciudad, LXXV
Aresco, LXX Basilia, ciudad, CXXVI
Aretas, rey de Damasco, CVI Basilio, san (san Basiliso), XXII, CXXXVII
Arfaxad, encantador, CXXVII Basilisa, santa, esposa de san Julián, véase
Arimatea (Arimatia o Barimatia), XL, L Vasilisa, X
Ariscobulus, hijo de Herodes, V Bavila, mujer, CXXVI
Aristodemos, IV Beatriz, santa, hermana de san Simplicio y san
Aristóteles, CV Faustino, LXXXV
Arlés, ciudad, LXXXVI, CIX, CXXIII Beda, el Venerable, VIII, XXXIII, LV, LXIII,
Armenia, CIV LXVII, CXXVII
Arquemio (Archemio), LXI Belcefax, diablo, LIV
Arriano, CXXXIV Belén, ciudad, I, V, VIII, XXXIII, XXXVIII,
Arselio, contrecho, LIV CXI, CXXI
Artario, emperador, LXXVII Belzebú (Belzebud o Berzebud), XXXVII,
Artemia, hija de Dioclesiano emperador, XXXIX
XCVII Benavente, ciudad, CXX
Asco, dragón, LXXXVI Benito, de las piernas finchadas, LIV
Asia, III, IV, XLIX, LXXXVI, LXXXIX, Benito, san, XXXVI, CXXX
CXXIII, CXLIII Benjamín, VI
Asino, monte, XXXVI Bergoña, ciudad, XLI, LXXXVIII
Asís, ciudad, véase Sis, CXXII Bernabé, san, LXIII, CXXXIX
Aspasio, juez, XXI Bernardo, del obispado de Mondonendo,
Astasio, LXVI LXXXI
Astarocht (Asteroch), ídolo, CIV Bernardo, san, I, VII, VIII, XXVII, XXXVIII,
Aste, ciudad, XLI XXXIX, LV, LVI, C, CI, CV, CXXV,
Asterio, capellán, CXXIV CXXIX, CXXXVI, CXXXVII,
Astorga, ciudad, XLIV CXLIV
Astriages, rey, CIV Betania, castillo de, LXXXVI

774
Betania, ciudad, véase Vetania, VI, LV, Castorio (Castorino), CXXXI
LXXVIII Casyleón, VI
Betel (Bathel), ciudad, CXXXVI Catalina, santa, CXLI
Bitorino, LVIII Caya, tierra, CXXV
Bixio, ciudad, XCII Cebedonia, manceba, LXXVIII
Blanca, isla, LXI Cecilia, santa, LIX, CXXXVIII
Blas, san, VI, XXVIII Cecilia, tierra de, véase Sicilia, XXIX,
Blasio, adelantado esposo de santa Juliana, XXXIV, LXIV, XCII, CIV, CXI,
XXXI CXXVI
Bolonia (Volonia, Boloña), ciudad, LIV, XCII, Celestino, papa, CXI
CXXVI Celicia, III
Bonifacio, san, LXXVII Celso, capellán, XCVIII
Bonifacio, papa, CXXIX Celso, san, LXXXIII
Borgoña (Bregondia, Burgundia), región, CI, Celso, véase Escelso, LXVI
CXVIII, CXLIII Celso, hijo del adelantado, X
Bosra, LV Ceno, emperador, véase Zenón, LXIII, LXXII
Bravio, mayordomo de la casa del rey de Centatubatur, LXIX
Francia, C Ceratón, hombre que enterró a san Nazario y
Bretaña, XXXIV, LXXXVIII, CXXVI, san Celso, LXXXIII
CXXXII Cerdeña, tierra de, CV
Bricio, san, CXXXV Cereas, hereje, CXIII
Buena, mujer, LIV César, I, V, LXX
Burconosa, ciudad, CX César Augusto, V
Burenean, río, XLI Cesarea (Cesaria), III, XXXV, XLIX, LXX,
Burién, encanador, LXIII LXXXIX
Cesarea, sabio de, véase Eusebio de Cesarea, I
Cesáreo, san, LVIII
Caifás, XL, LIV Cesarico, santo, CIX
Caín, hermano de Abel, CXIX Chipre, véase Cipro, LXIII
Calcedo, (Calocero) san, XLI Christóforo, san, véase san Carpóforo, CXXXI
Calcedonia (Calcedura), ciudad, XCI, CXV Cibrián, enamorado de santa Justina, CXIX
Caleruega, villa, XCII Cicerón, CV
Calipodio, cementerio, CXXIV Cionia, sirvienta, II
Calixto, papa, san, XVII, LIX, CXXIV Cipriano, san, CV, CXIV, CXXIX
Calvario (Calvaria o Calvarie), monte, Cipro, véase Chipre, LXIII
XXXIX, L Ciria, III
Canahán (Canaán), ciudad, LXXXII Ciriaco, obispo de Jerusalén, LI
Candido, alférez, CXVIII Ciriaco, san, XCVII, CXXVI
Canpania, región, LII Cirias, papa, CXXVI
Capadocia, III, XXVIII, XLV, CXVII Cirila, hija de Crístoma, XCIX
Capua, ciudad, XCI, CXXX Cirino, I
Capuano, obispo, XXXVI Cirino, preste, VI
Caprasio, vicario, XCVII Ciro, rey, XIII
Carbona, ciudad, CV Cisino (Sisinio), ayudante de san Saturnino,
Carces, ciudad, C XCVII
Carimo, emperador, X Císter (Cístel), orden del, XXXVIII, XCII, CI
Carino, hijo de Simeón el viejo, XL Claudia, mujer de Felipo adelantado de
Cariosi, ciudad, VII Alejandría, CXIII
Carlomagno, VII Claudio, CXIX
Carlos, emperador, XXXIV Claudio (Claudino), san, CXXXI
Carlos, rey, CIX, CXVIII, CXXX Claudio (Claduyo), emperador, XXX, XLII,
Carpasio, adelantado, LIX LXIX, XCIX
Carpo, santo varón, XL Clemente, san, XXXII, LVIII, LXIX, CXXIII,
Carpóforo, san, véase san Christóforo, CXXXI CXXVI, CXXXIX, CXLI
Carrión, río, XLIV Cleofás, L, CXI, CXXV
Cartagena (Cartajena), ciudad XLIII, XCII, Cleopatra, véase Teopacia, LXXXIX
CV Cleto, CXXXIX
Casiodoro, V Colonia, ciudad, VIII, CXXVI, CXXXIV
Castilla, reino de, CXXII Compostela, ciudad, véase Postela, LIV
Castillo del Ángel, XXXIV Concordia, santa, XCIX

775
Concordio, san, CVIII Dioclesiano, emperador, X, XX, XXVIII,
Conplutezia, ciudad, XCIV XLV, XLVII, LXII, LXXXV, XCVII,
Constancia, hija del rey Doroteo, CXXVI CVII, CXV, CXVIII, CXXXI,
Constancia, infanta virgen hija de Constantito CXXXIII, CXL
emperador, XXI, LXVIII Dionisio, LXIX, LXX
Constancio, LXVIII Dionisio Areopagita, san, XXXIII, LV, CXX,
Constancio, hermano del emperador CXXIII
Constantino, CVI Diospoli, ciudad, XLV
Constancio, san, CXVIII Diusiana, doña, IV
Constantino, emperador, VI, XI, XXI, LI, Doad (Doat), VI
LXIV, LXVIII, LXXXIV, CV, CVI, Docario, rey, CXXXII
CXXXIV, CXLV Domecila, nieta del emperador Domiciano,
Constantinopla, ciudad, XXXIV, LIII, LXXV, LVIII, CXXXIX
XCI, CVI, CXII, CXXI, CXXVI, Domiciano, emperador, IV, LII, LVIII,
CXXXVII, CXLIII CXXIII, CXXXIX
Corado, hereje, LIV Domingo, santo, XCII, CXXII, CXXXVII
Corado, maestro de Alemania, XCII Donato, LXXXIX
Córdoba, ciudad, LXXXVII Donato, maestro de san Jerónimo, CXXI
Cordulla, virgen, CXXVI Donato, san, XCVI
Cornelio, discípulo de san Clemente, CXXXIX Doroteo, rey, CXXVI
Cornelio, papa, san, LXIX, CXIV Doroteo, san, CIV
Cosdroe (Cosdras), rey de Persia, LXXV Drufiano, el grande, LXVIII
Cosma, ciudad, LXXXVIII
Cosme, san, CXLVI
Costaña, región, véase Toscana, XX Ebrín, ciudad, LXVI
Cratón, IV Echarcio, CXXVI
Crecencio, san, XXXIV Edmundo, san, véase san Admudos, IV
Crisógono (Grisógono), san, CXL Edisia, ciudad, CXXVII
Crisóstomo, véase Juan Crisóstomo, I, V, VIII Edom (Edón), LV
Cristóbal, san, LXXXII Éfeso, IV, XLIX, LII, LXX, C
Crístoma, mujer de Decio emperador, XCIX Efigenia (Eufemia, Eufegemia), hija del rey
Cristina, santa, LXXX Irtaro, CXVII
Cromacio, XX Efrén, abad, LXXIV
Cuniana, ciudad, LIV Egea, ciudad, CXLVI
Cusi, VI Egea, esposa de Gamaliel, XCI
Egeas, cónsul, CXLIII
Egipto, I, III, V, VI, XVI, XVIII, XXXIX,
Daciano, adelantado, XLV XLII, LXXIV, LXXXIX, C, CVI,
Daciano, emperador, XXIII, XCIV CXI, CXVII, CXX, CXXVII,
Daguno, rey, LXXXII CXXVIII, CXXXVI
Damaciano, emperador, véase Domiciano Elasa, ciudad, LXXIX
emperador LII Elcavia, madre del rey Abargo, CXXVII
Damasco, ciudad, XXXIX, LXX, CVI Eleazar, linaje de, véase Leaçar, LXVII
Damascus, VIII Elederico, rey, CXVI
Damasio, CXXI Elena (Helena), santa, I, VI, LI, LXXV
Damián, san, CXXII, CXLVI Eleno, abad, CXIII
Daniel, profeta, CXX, CXLIV Eleuterio, san, CXXIII
Danubio, río, LI Elías (Helías), LV, LXVII, XCIII, CXXXVII
David, rey, I, VI, VII, VIII, XXXIX, LV, Elinpio, amigo de san Agustín, CV
LXVII, CXI, CXVII, CXXIX Eliopolina, ciudad, V
David, sabio, CXX Elizabeth (Helisabed), LXVII, CXI, CXXV
Datán, VI Elizabeth, santa, C
Decia, tierra de, LXVIII Emaús (Hemaús), XV, CXXV
Decio, caballero, XCVIII Emerenciana, santa, hermana de santa Inés,
Decio, emperador, IX, LXXXVII, XCV, XXI
XCIX, CXIV Emmanuel, I, VI, CXLIV
Diana, diosa, CXLV Encana (Encarria), madre de santa María
Diana, templo de, IV, CVII Magdalena y santa Marta, LXXVIII,
Dido, privado, CXVI LXXXVI
Dimas, ladrón, XXXIX Enborgamón, CXVIII

776
Enfamiano, padre de san Alejo, LXXVII Farraim, VIII
Enfratia, mujer de Anastasio cogedor de los Fastiniano, CXXXIX
pechos, XCVI Fausta, madre de santa Anastasia, II
Enjopoli Tembayde (Hermópolis), ciudad, V Faustino, XLI
Enoc, XL, LV, XCIII, CXXXVII Faustino, padre de san Clemente, CXXXIX
Enodio, amigo de san Agustín, CV Faustino, san, LXXXV
Enticen, LVIII Fausto, CXXXIX
Envitu, CXVIII Favencia, ciudad, XLVI
Epifanio (Eufaniasic), padre de san Nicolás, Febo, discípulo de san Clemente, CXXXIX
CXLV Felices, san, LXVI
Epímaco, san, LVII Feliciana, hermana de Revocato, CXLII
Epito, hijo de san Eustaquio, CXXVIII Feliciano, san, LXII
Epula, ciudad, CIV Felícitas, madre de los Siete hermanos santos,
Epula, montañas de, CXXII LXXI
Equecio (Equicio), san, LXXV Felicísimo, diácono, XCV
Equitania, véase Aquitania, XI, CXXXII Felipo, adelantado de Alejandría, CXIII
Erácleo, emperador, LXXV Felipe, apóstol, san, XLIX, CXVII
Eraquio, XXII Felipo, emperador, XCVIII
Eredito, san, XCVIII Felipo, uno de los Siete hermanos santos,
Eretasma, ciudad, XIX LXXI
Erodiaden, mujer de Filipo, V Felipos, LXX
Erodio, adelantado, CIII Félix, papa, CXLVI
Escarioth, isla, véase isla Iscariote, XXXIII Félix, san, LXXXIV
Escelso, véase Celso, LXVI Félix, san, véase san Adaucto, CVII
Esclavonia, ciudad, LXXXVI Félix (Felis), uno de los Siete hermanos santos,
Escocia, XXXVII, LXVIII LXXI
Esdras (Eldras), VI, CXXV Felizes, padre de santo Domingo, XCII
España, LXXXI, LXXXIX, XCI, XCII, Fenícula, compañera de santa Petronila, LX
XCVIII Fereola, XXV
Esteban, alcalde, XCVIII Fernantmendo, ciudad, CXVI
Esteban, san, III, XXIV, LXXVIII, CXXX Festo, rey, CX
Esteban, san, la Invención de san Esteban Fileto, discípulo de Santiago el Mayor, LXXXI
protomártir, XCI Filipo, hermano de Herodes Antipas, V, CVI
Esteban, papa, san, XC Filipo, siervo de Jesucristo, LXVI
Estéfano, obispo, XXXIV Flandes, región de, LIV, LXXVIII
Estidián, castillo, CXXI Florencia, ciudad, LIV
Etiopía, CXVII, CXXVII Florencio, sacerdote, XXXVI
Eufemia, mujer del obispado de Milán, LIV Florentina, CXXVI
Eufemia, santa, CXV Foca, emperador, XXIV, CXXIX
Eugenia, hija de Felipo, CXIII Folario, obispo de Lucha, CXXVI
Eugenio, fray, CXIII Fontadona, monasterio, CV
Eugenio, san, XXXIV Fortienao, obispo, XX
Eulogio, patriarca de Alexandría, XXXIV Fortunato, san, LIX
Eusebio de Cesarea I, VI, CXXVII Francia, XI, XXXIX, LIII, LIV, LXVIII,
Eusebio, del linaje de Nerón, LXIII LXXXI, LXXXVI, LXXXVIII,
Eusebio, padre de san Jerónimo, CXXI LXXXIX, XCVIII, CVI, CXXIII,
Eusebio, san, obispo de Vercellis, XI, CXXVI, CXXXII, CXXXIV
LXXXVIII, CXXXIV, CXXXVII Francisco, san, LIV, XCII, CXXII
Eustaquio, CXXI, CXXIX Fregia, reina, CX
Eustaquio, san, CXXVIII Frigia, provincia de, XLIX
Eva, I, CXXXVII, CXXXVIII Frontonio, san, LXXXVI
Exido, ciudad, XXXVI Frosia, virgen, LVIII
Ezequiel, profeta, I, XLVII, LVI, CXXV Fulgencio, san, VIII

Fabba, reina, LI Gabriel, arcángel, san, III, LXVII, CXI


Fabián (Sabián), san, CXIV Galacia (Galizia), LXXXVI
Fabiano, alcalde, XX Galasio, san, véase san Blas, VI
Fabiano, san, véase san Sabiniano, XIX Galasio (Galacio, Galazio), rey, CX
Fandana, ciudad, LXXV Galerio, adelantado, CXIV, CXVIII

777
Galia, XI Guillelmo de Verceo, fraile, LIV
Galiano, emperador, XC Guillermo de Auxerre (Guillén de Altisiodora),
Galias, véase Galizia, L XVII, CXXIX
Galicano, adalid de los romanos, LXVIII Guilliberto, CXXXVI
Galicia (Galizia), LXXXI
Galilea, VI, XXXIX, XL, XLVI, LXIX, C,
CVI, CXI, CXIX, CXXVII, CXLIII Helemosina, monasterio, CV
Galinaria, isla, XI Helí, CXI
Galizia, véase Galias, L Hercules, dios, CXIX
Galla, discípulo de san Martín, CXXXIV Hermes, adelantado, LXXXIX
Gallena, isla, CXXXIV Hermeto, obispo, CXXXV
Gallo, hijo de Constantino, LXVIII Hermo, ciudadano de Aquilea, XLVI
Gamaliel, XL, LXXV, XCI Hermógenes, mago, LXXXI
Gamaliel, véase san Gabriel, III Herodes Ascalonita, V, CXXXVII
Gárgano, monte, CXX Herodes Antipas, V, CVI, CXXXVII
Garona, río, CX Herodes Agripa, V, LXXXI, LXXXIX, CVI,
Gaspar, VIII CXXXVII
Gasto, rey, padre de santa Catalina, CXLI Herodes, rey, V, VIII, XXXIX, LXIX
Gayo, emperador, CVI Herodiades, hermana de Herodes Agripa, CVI
Gayo, nieto del emperador Tiberio, LXXXIX Hilario, monje, XCVI
Gaza, XXV Hilario, san, VII, VIII, XI, LXX, CXXXIV
Generaldo, duque de Vergoña, LXXVIII Hipólito, XCVIII
Genesareth, lago, CXLIII Hipólito, san, XCIX
Génova, ciudad, LIV, CI, CV, CVI Hipona (Ipón), ciudad, CV
Gerafina, santa, CXXVI Honorio, emperador, LXXVII
Geraldo, fray, XCII Honorio, papa, XCI, XCII
Gerápolin, ciudad, XLIX Honorio, san, CV
Germán, obispo de Capua, CXXX Hugo de Cluny, san, I
Germán, san, LXXXVIII, CVIII, CXXXVII Hugo de san Víctor, CXXXVI
Germania, CV Hungría (Ungría), ciudad, XCII
Germentidia, reino de, CI
Gervasio (Gervás), san, XLVIII, LXVI,
LXXXIII Ibernia (Ibornia), tierra de, véase Irlanda,
Gestas, ladrón, XXXIX XXXVII, CI
Gil, san, CIX Icenio, LXX
Gilberto, CXXIX Icunea, tierra, V,
Giralda, dueña, LIV Ignacio, san, XXVI, CXXXVII
Giraldo, caballero, CI India, véase Judea, I, CIV
Godolías, I, VI Inés, santa, XXI, LXVIII, XCVIII, CXXXIV,
Gordiano, padre de san Gregorio, XXXIV CXXXVII
Gordiano, san, LVII Inglaterra, IV, XXXIV, CXXVI
Gragiano, emperador, XXVI Inmola, LII
Granulón, río, CV Inocencio, adelantado de África, XXXIV
Grecia, LXIX, CXXVI, CXLV Inocencio, alférez, CXVIII
Greco, CXVIII Inocencio cuarto, papa, CVI
Gregorio, san, XV, XX, XXXIV, XXXVI, Inocencio, papa, I, LIV, LXXVII, XCII, CXI
XXXIX, XL, LIII, LV, LVI, LXVI, Inocencio, san, CXVIII
LXVIII, LXIX, LXX, LXXI, LXXV, Inocentes, santos, III, V, CXXXVII
XCVIII, CVI, CXI, CXX, CXXIII, Inot, ciudad, LXXXIX
CXXIX, CXXX, CXXXVI, Ipancetabro, IX
CXXXVII, CXLIV, CXLVI Iponia, ciudad, XCI
Gregorio Nazareno, obispo, CXXI Iporgio, LXVI
Grifedo, mancebo, LIV Iporia, obispado de, LIV
Grisógono, II Irenen, sirvienta, II
Grisóstomo (Grisóstomus), véase Crisóstomo, Irlanda, véase Ibernia (Ibornia), XXXVII, CI
VIII, LIII, LXIX, CXXIX, CXXXVI, Irtaro, rey, CXVII
CXLIV Isaías, I, V, VI, LV, LVI, CV, CXI, CXLIV
Gualer, VII, Isac, CXI
Gualguat, VIII Iscariote, isla, véase isla Escaroith, XXXIII
Guguturando, rey, CXVIII Isidoro, san, IV, XLIX, CXXVII, CXLV

778
Ismaría, CXI Jonás, VI
Israel, V, XIII, XXXIX, L, CXLIV Jonepra, ciudad de Judea, L
Italia, XX, LXXX, LXXXIX, CXXIII, Jónico (Jonicus), nombre san Dionisio,
CXXXIV CXXIII
Jonita, XLI
Jordán, fuente, VIII
Jacinto, san, CXIII Jordán, río, XLII, L, LV
Jacob, LXXV, CXI, CXXXVI Jorge, san, XLV
Jacob, ciudad, VIII Josafat, valle de, C, CXLIV
Jacobo, fraile, CXXII Josafeo (Josapheo), L
Jacobo, hijo de la madre de san Juan apóstol y José de Arimatea, XL, L
evangelista, LII José de Nazaret, I, V, VII, XXVII, XXXVIII,
Jacobo el Mayor, L L, CXI, CXXIX
Jacobo el Menor, L José, hermano de Santiago el Alfeo, XXXIII,
Januario, cristiano, LVII CXI
Januario, uno de los Siete hermanos santos, José, judío y físico, XXII
LXXI José, señor de Egipto, CXI
Jeremías, I, VI, VII, CXXV Josefo (Josepho), L
Jeroboám, CXXXVI Josías, XL, LXXXI
Jerónimo, san, VII, VIII, IX, XI, XXXIII, Juan, abad, XXXIV
XXXIX, XLIX, L, LI, LV, XCVIII, C, Juan, apóstol y evangelista, san, III, IV, XXVI,
CVI, CXXI, CXXV, CXXIX, CXXX, LII, LV, LVI, LXVII, XCIII, C,
CXXXVI, CXLIV CXXIII, CXXV, CXXXVI,
Jerónimo, san, obispo de Ocoas, XCVIII CXXXVII, CXLI, CXLIII,
Jerusalén, III, V, VIII, XXXIII, XXXIV, Juan Bautista, san, V, VII, VIII, XXVII, XL,
XXXIX, XLII, XLV, L, LI, LV, LVI, LXVII, CVI, CXXIX, CXXXVII
LXIII, LXIX, LXX, LXXV, Juan Beleth, XIII, XVI, XCVIII, CXI,
LXXVIII, LXXXIX, XCI, CV, CVI, CXXVII, CXXXIV
CXI, CXXVII, CXXX Juan Crisóstomo, san, I, V, VIII
Jeshu Anamía, L Juan, compañero mártir de san Antolín, CX
Jesucristo, I, II, III, IV, V, VI, VII, VIII, X, Juan, el Limosnero, CXXXVII
XII, XIII, XIV, XV, XVI, XVII, Juan Damasceno, san, I, XVII, XXXIV, LIII,
XVIII, XX, XXI, XXII, XXIII, XXIV, LV, CXI, CXXVII
XXV, XXVI, XXVII, XXVIII, XXIX, Juan de Volonia, fraile, LIV
XXX, XXXI, XXXII, XXXIII, Juan diácono, XXXIV, CXLV
XXXV, XXXVII, XXXVIII, XXXIX, Juan, hermano de Santiago el Mayor,
XL, XLI, XLIII, XLIV, XLV, XLVI, LXXXIX
XLIX, LI, LII, LIII, LIV, LV, LVI, Juan, maestre, XXXIV
LXI, LXII, LXII, LXV, LXVI, Juan, mártir, san, LXVIII
LXVII, LXVIII, LXIX, LXX, LXXI, Juan, niño, LIV
LXXII, LXXV, LXXVI, LXXVII, Juan, nombre de san Francisco, CXXII
LXXVIII, LXXIX, LXXX, LXXXI, Juan, obispo de Constantinopla, XXXIV
LXXXII, LXXXIV, LXXXV, Juan, obispo de Jerusalén, XCI
LXXXVI, LXXXVIII, XCI, XCII, Juan, sobrino de san Bernabé, LXIII
XCIII, XCV, XCVI, XCVIII, XCIX, Juana, doña, madre de santo Domingo, XCII
C, CI, CII, CIV, CV, CVI, CIX, CX, Judá, tribu de, XI, XXXIII, CXI
CXI, CXIII, CXIV, CXV, CXVII, Judas Iscariote, XVII, XXXIII, XXXIX, L, LI
CXVIII, CXIX, CXX, CXXI, CXXII, Judas, judío, LI
CXXIII, CXXIV, CXXV, CXXVI, Judas Macabeo, CXXXVI
CXXVII, CXXVIII, CXXIX, Judas Tadeo, san, CXI, CXVII, CXXVII
CXXXII, CXXXIII, CXXXIV, Judea, I, V, VIII, XXXIII, XXXIX, L, LXXXI,
CXXXV, CXXXVI, CXXXVII, C, CVI, CXXXVI, CXXXIX
CXXXVIII, CXXXIX, CXL, CXLI, Julián, acólito, CVIII
CXLIII, CXLIV, CXLV Julián, san, esposo de santa Basilisa, X
Joab, CXXXVI Julián, san, XXV, CXXXVII
Joaquín, CXI Juliana, mujer, CXXVI
Job, XXXIV, XXXIX, XL, LVI Juliana, santa, XXXI
Jobal, VI Juliana, virgen, CXXIV
Jobis, X Juliano, emperador, XCVI, CXXXIV
Johana, madre de san Nicolás, CXLV Juliano, juez, LXXX

779
Juliano (Julián), el apóstata, LI, LVII, Lorenzo, san, XXVII, XCI, XCV, XCVIII,
LXXXVI, CVI XCIX
Juliano (Julio), hijo de Constantino, LXVIII Lubio, adelantado, CXXIII
Julio, adelantado, LXXI Luca, hombre honrado, LXX
Julio, hermano de san Julián XXV Lucas, san, VIII, XXXIV, XXXIX, XL, LVI,
Julio César, emperador, LXXXIX CXI, CXXV, CXLIV
Julio, príncipe de los romanos, CXXVI Lucha, ciudad, CXXVI
Júpiter, dios, CXIX, CXXIV, CXXXIV, Lucía, santa, XX, XC
CXXXVIII Luciano, clérigo, XCI
Júpiter, templo de, LXXIX, CXXIV Lucifer, CXX
Justa, madre de san Silvestre, VI Lucina, hija de Marmonia, LIX
Justina, emperatriz, XLIII Lucina, virgen, LXXXV
Justina, santa, CXIX, CXXXVII Lucrecio, adelantado, LXXXV
Justiniano, obispo, CXXXV Luna, CXXXIX
Justino, XCIX Luxurio, hermano de Aurelio hijo del
Justino, sacerdote, XCVIII emperador de Roma, LVIII
Justino, el viejo, XXXVI
Justo, san, XCIV
Macario, obispo de Jerusalén, LI
Macario, san, XII, CXXXVII
Lamberto, san, CXVI Macedonia, XXXIII
Largo, compañero de san Ciriaco, XCVII Macedonio, maestro de los oficios, XLIII
Lázaro, IV, XXXIX, XL, LXXVIII, LXXXVI Macencio, emperador, CXLI
Leaçar, linaje de, éase Eleazar, LXVII Maceronta, castillo de, CVI
Lencio (Leucio), hijo de Simeón el viejo, XL Madulana, ciudad, CI
Leodonia, rey de Francia, LXXXVI Meastricht, ciudad, véase Tenencesa, CXVI
León del Ródano, concilio, CXI Magalona, ciudad, LIV
León, obispado de, LXXXI Magdalo, castillo, LXXVIII, LXXXVI
León, cardenal, CXXXIX Magoluos, villa, CX
León, papa, XI, XLIV, LV, LVI, CXLIV Magulad, VIII,
León, tierra de, LXXXI Maimónides, véase Moisén, VII
Leonardo, fray, CXXII Malachía, obispo de Ibornia, CI
Leonardo, san, CXXXII Malaespina, cárcel de, CV
Leoncio, clérigo, XI Mamertino, adelantado, CXXXIX
Leoncius, CXLVI Mamertino, san, CVIII
Leví, CXI Mamerto, LXIX
Leví, nombre de san Mateo, CXVII Mamerto, obispo de Viena, san, LIII
Levitania, ciudad, CXXVI Marado, compañero de san Ciriaco, XCVII
Líbano, monte, LI, CI Marcela, manceba, LXXVIII
Liberio, papa, LXXXIV, CXXI Marceldo, papa, XLVII
Libertus, III Marceliano, adelantado, véase Marciano, X
Lica, ciudad, XLV Marceliano, hermano de Marco, XX
Licia, tierra de, LXXXII, CXLIII Marcelino (Marcelo), discípulo de san Pedro,
Liévana, XLIV LXIX
Lifardo, hermano de san Leonardo, CXXXII Marcelino, papa, san, XLVII, LXI, CXVIII
Liguria, región, XLIII Marcelo, monje, CVI
Lilia, provincia, XLV Marcelo, san, LX, XCVII
Limoges (Limojenes), ciudad, CXXXII Marchus, sobrino de san Bernabé, LXIII
Lino, LXIX, CXXXIX Marcial, san, LXIX
Lípara, isla, CIV Marcial, uno de los Siete hermanos santos,
Lisania, ciudad, XXXIX LXXI
Lizías, adelantado, CXLVI Marciano, X
Loba, reina, LXXXI Marciano, emperador, CVI
Lobo, obispo de Cosma, LXXXVIII Marciano, san, XLI
Lodicia, ciudad, CXXXIX Marco, hermano de Marceliano, XX
Lombardía, XXXIV, LIV, LXXXI, C, CV, Marcos, san, XLVI, LIII, CXXV
CVI Marculo, obispo de Grecia, CXXVI
Longino, el negro, LXX Mares (Marte), templo de, XLIX, XC, XCV,
Longinos, san, XXXV CXIV, CXXXIII

780
Margarita (de Antioquía), santa, véase santa Mercurio, dios, CXXIV, CXXXIV
Marina LXXVI, CXLI Merio, CXXII
Margarita (dicha Pelayo), santa, LXXIII Metodio de Olimpo (Metodi, Macodio), I,
María Egipciaca, XLII CXLV
María Magdalena, XXXVIII, XL, LXXVIII, Metorio, rey, CX
LXXXVI, XCIX Mesopotamia, CXXVII
María Cleofe, mujer de Alfeo, CXI, CXXVII Migelaña, emperador, CXXXIX
María, mujer de Zebedeo, CXI Miguel, san, XVII, XL, LI, LIV, LXXX, C,
María, Virgen I, V, VI, VII, VIII, X, XXVI, CXX
XXVII, XXXIV, XXXVIII, XL, Milán, ciudad, XX, XLI, XLIII, XLVIII, LIV,
XLII, XLV, XLIX, L, LI, LV, LVI, LXVI, LXXXIII, XCVIII, CI, CV,
LXVII, LXXVII, LXXXI, LXXXIX, CXVIII, CXXXIV
XCII, XCVIII, C, CI, CVI, CXI, Mileto, L
CXXII, CXXIII, CXXV, CXXIX, Mileto, obispo de Laodicea (Milet, obispo de
CXXXIV, CXXXVII Laydicia), IV
Mario, obispo, CVI Miqueas (Michías) profeta, LV
Mariena, ciudad, CVI Mirea, ciudad, CXLV
Marina, santa, véase santa Margarita de Mobiliar, lugar, CXXXII
Antioquía LXV, LXXVI, Moica, madre de san Agustín, CV
Marino (Marín), fray, LXV Moisén, véase Maimónides, VII
Marmonia, mujer de Carpasio adelantado, LIX Moisés (Moisén), III, VII, XV, XXXIX,
Marqués, LVIII LXXXIX, XCIII, CXX, CXXIX,
Marruecos, CV, CXIV CXXXVI
Mars (Marte), dios, XXVII Mondonendo, obispado, LXXXI
Marsella, ciudad, LXXVIII, LXXXVI Monje de san Lorenzo, XL
Marsio, obispo, CXXVI Montpellier (Monpesler), ciudad, LIV
Marso, patricio, XXXIV Monzón (Monçón), otero, XLIV
Marta, santa, LXXVIII, LXXXVI Murcia, véas Nursia, XXXVI
Marte, planeta, CXXXIX
Martín, san, CXXXIV, CXXXV
Martiniano, caballero, LXIX Nabiatad, VI
Mártires, monte de los, CXXIII Nabor, san, LXVI
Mateo, san, V, VIII, XVI, XXXIX, XL, LV, Nabuzrdám, CXXXVI
LVI, CIV, CXI, CXVII, CXXV, Narbel, VI
CXXVII, CXXXVII, CXLIII, CXLIV Narbona, ciudad, XX
Matías, apóstol, san, XXXIII, XXXIX, Natalia, mujer de san Adrián, CXII
CXXXVII Nathán, CXI
Matidiana, madre de san Clemente, CXXXIX Narisco, véase Aristodemos, IV
Matricia, lugar, LXXXVI Nazaret, ciudad, I, XXXVIII, CXI
Marcellos, ciudad, véase Vercellis, LXXXVIII Nazario (Nazareo), san, LXVI, LXXXIII
Marçal, III Nebrodio, amigo de san Agustín, CV
Mauricio, emperador, XXXIV Negra, isla, LXI
Mauricio, obispo, CXXVI Nepociano, CXLV
Mauricio, san, CXVIII Nereo, san, LVIII
Mauro, CXLVI Nerón, emperador, XLVIII, L, LXIII, LXIX,
Mauro, monje, XXXVI LXX, LXXXIII, CXXIII
Mauro, rey cristiano, véase Voto, CXXVI Nicea, ciudad, CXLIII
Maximiano, emperador, X, XX, XLV, XLVII, Nicer (Nicea), discípulo de Simón el Mago,
LXII, XCVII, CVII, CXII, CXVIII, CXXXIX
CXXXIII, CXXXIV, CXXXVIII Nicholao, papa, CXVIII
Maximiano, san, LXXVIII, LXXXVI Nicodemo, III, XL, L, LI, LXXV, XCI
Maximilla, mujer de Egeo, CXLIII Nicolás, hombre noble, XXXVII
Máximo, príncipe de la caballería, CXXVI Nicolás, hombre viejo y bueno, CXLIII
Melancia, buena dueña, CXIII Nicolás, san, XXXIV, CXLI, CXLV
Melchi, CXI Nicomedes, LX
Melchiade, obispo, VI Nicomedia, ciudad, XXXI, CXII, CXVIII
Melchiade, papa, XIV, CXXXI Nicostrato, XX
Melchor, VIII Nicostrato, san, CXXXI
Melito, XXXIV Nina, infanta, XLV
Melos, barrio de Jerusalén, LV Nizeya, donella niña, LXXXII

781
Nolo secundo, CXVIII Paulo, III
Noé, VII Paulo, abad, LXXIV
Nubeto, sabio, LXXXIX Paulo, cardenal, LXVII
Nubio, caballero, CXXIII Paulo, discípulo de san Pedro, LXIX
Nubio, río, LXXV Paulino, capellán, XXI
Nursia, véase Murcia, XXXVI Paulino, juez, XLVII
Paulino, hombre honrado, LXIX
Paulino, obispo de Nola, XLIII
Octaviano, emperador, I, LXXI, LXXXIX Pavía, ciudad, véase Papía, XX, XLVI, CV,
Octubenio, obispo, CX CXXXIV
Olibrio, adelantado, LXXVI Pedro Ad Vincula, LXXXIX, CXLVI
Olimia, ciudad, XXV Pedro, apóstol, san, V, VI, XXIX, XXXII,
Olivete, monte, XL, LV, LXXV, CXX XXXIII, XXXIV, XL, XLVI, XLVII,
Olis, tumba de, CVI LII, LIII, LIV, LVI, LVIII, LX,
Once mil vírgenes, CXXVI LXIX, LXX, LXXVIII, LXXIX,
Orles, ciudad, CXXXII LXXXIII, LXXXIX, XCII, XCIII, C,
Oroba de Medus, LIV CXVIII, CXXIII, CXXIX, CXXX,
Oriaraco, obispo de Vercellos, XLIII CXXXIV, CXXXVII, CXXXIX,
Osma, XCII CXLIII
Ostia, ciudad, CXXII, CXXXIX Pedro Crisólogo, VII
Otavo, CXVIII Pedro, exorcista, san, LXI
Pedro, diácono, XXXIV
Pedro, mártir, san, LIV
Pablo (Paulo), apóstol, san, VI, VII, XIV, Pedro, villano, XCIX
XXIV, XXXII, XXXIII, LVI, LXIII, Pedruelo, LIV
LXVI, LXIX, LXX, XCI, XCII, C, Peladiana, buena dueña, CXLVI
CV, CVI, CXVII, CXXIII, CXXIX, Pelagio, papa, LXIII
CXXXIV, CXLI Pelayo, fray, LXXIII
Pablo de Lombardía, XXXIV Pelayo, san, papa, LXXXIX, XCI
Pablo, esposo de santa Anastasia, II Pelegrín, san, CVIII
Pablo, ermitaño, san, IX Pella, castillo, L
Pablo (Paulo), mártir, san, LXVIII Pentápolin, ciudad, XLVI, LXIX
Palacia, ciudad, XCII Penuncio, abad, LXXIV
Paladia, III Pepino, rey, CVI, CX
Palencia, ciudad, XLIV, XCII Pepino, emperador, CX
Palestina (Palentina), ciudad, XLV, CVI Perosa, CXXII
Palmacio, CXXIX Perpectua, santa, CXLII
Palmacio, adelantado, CXXIV Persia, XLV, LI, LXXV, XCVII, CXXVII
Palmares, islas, II Persides, árbol, V
Pamia, CX Petronila, santa, LX
Pamplona, LXXXI Philósofo, capellán, CXXXIX
Panomio, castillo, CXXXIV Pila, doncella, XXXIX
Panteón, templo de los dioses, CXXIX Pilato, XXXV
Panthar (Pantera), CXI Pilato, corte de, XXXIII
Pantulo, obispo, CXXVI Piteus, ciudad, véase Poitiers, XI, CXXXIV
Papía (Papín), ciudad, véase Pavía, XX, XLVI, Plácida, dueña, LXX
CV, CXXXIV Plácida, reina, LXXXVIII
Papías, CXXIII Plácido, caballero, CXXVIII
París, ciudad, XCII, CXXIII, CXXX, Plácido, monje niño, XXXVI
CXXXIV Plasencia (Plazencia), CXIX
Pascual, CXXX Platón, CXXI
Pastor, san, XCIV Plicio, obispo de Jerusalén, san, LV
Pateos, monasterio, CVI Plinio, véase Polemio, XXVI
Patmos, isla, IV, LII Pluntón, dios, XXVII
Patras, CXLIII Pocardo, véase Ricardo de san Víctor, CXXV
Patricio, padre de san Agustín, CV Poitiers, ciudad, véase Piteus XI, CXXXIV
Patricio, san, XXXVII, CXXX, CXXXVII Polemio, véase Plinio, XXVI
Patronia, III Policarpo, XX
Patrono (Patervo, Paterno), adelantado, CXIV Polimio, rey, CIV
Patruçuelo, véase Atruçuelo, mancebo, LXX Polonia, doña, II

782
Poloña, región, CXXI LVIII, LIX, LXVII, LXVIII, LXIX,
Pomateo, casro, CXXII LXX, LXXV, LXXVII, LXXVIII,
Ponciano, amigo de san Agustín, CV LXXIX, LXXXI, LXXXIII,
Poncio, isla, LVIII LXXXIV, LXXXV, LXXXVII,
Poncio Pilato, XXXIX, XL, L, LII, CXXXVI LXXXVIII, LXXXIX, XCI, XCII,
Ponto, ciudad, LXXXIX, CX, CXXVII XCV, XCVII, XCVIII, CII, CIV, CV,
Ponto, mar de, CXXXIX CVI, CIX, CX, CXIII, CXVIII, CXIX,
Porfirio, caballero, XCIX CXX, CXXI, CXXII, CXXIII,
Porfirio, hombre rico, CXLI CXXIV, CXXVI, CXXIX, CXXXV,
Porto, ciudad, CXXII CXXXVIII, CXXXIX, CXLII,
Postela, ciudad, véase Compostela, LIV CXLVI
Prepositino, Cremona de, VII Romano, monje, XXXVI
Precaxat, padre de santa Anastasia, II Rómulo, I
Primo, san, LXII Ruano, alcalde, XXXIV
Pripius, CXLVI Rubén, padre de Judas Iscariote, XXXIII
Proceso, caballero, LXIX Rubertus, XL
Prosepina, mujer, XXVII Ruédano, río, véase río Ródano, LXXXI,
Protasio, obispo, CXVIII LXXXVI
Protasio (Protás), san, XLVIII, LXVI, Rufino, hombre enfermo, LIV
LXXXIII Rursio (Rurso), patricio duque de Révena,
Proto, san, CXIII LXXIX
Proviano, adelantado, XCVII Rusticano, XXXIV
Publio, conde de Sacras, CXXXIX Rústico, san, CXXIII
Pulla, ciudad, CXXII

Sabina, monja, XCVIII


Quinciano, adelantado, XXIX Sabina, santa, véase san Sebastiano, XIX
Quirino (Querino), subdiácono, LXXXVII Sabiniano, san, véase san Fabiano, XIX
Quirino (Querino), tribuno, LXXXIX Sabino, padre de san Sabiniano y santa Sabina,
XIX
Sabri, VI
Racab, sacerdote, L Sacras, ciudad,
Radegunda, mujer de san Eredito, XCVIII Salamina, ciudad, LXIII
Rael, fraile, XCII Salamón, LXXVI
Rahfano, maestre, LVI Salco, obispo de Tolosa, XCII
Raquel (Rachel), LXIX, CXI Salericana, ciudad, CX
Raval, casa del, CI Salomé, ama de la Virgen, I
Ravena, ciudad, véase Revena, XLVIII, Salomé, hijastra de Herodes Antipas, V
LXXIX, LXXXVIII, CXXVI Salomón, rey, LI, CXI, CXXXVI
Régulo, obispo, san, CXXIII Salustino, XCVIII
Reims (Remos), ciudad, CXXXII Samón, ciudad, LXXXII
Remigio (Remisio), san, V, VIII, LXXXVI, Samaria, ciudad, XXXIII, LXXXI
CV, CXXXII Samuel, CXI
Revena, ciudad, véase Ravena, XLVIII, San Cosme y san Damián, iglesia, CV
LXXIX, LXXXVIII San Gallo, monasterio de la orden de, C
Revocato, hermano de san Sátiro, CXLII San Germán, iglesia, CXVIII
Ricardo de san Víctor, véase Pocardo, VII, San Juan Bautista, iglesia, XXXVI
CXXV, CXXXVI San Juan de Letrán, iglesia, XXXIV, XCII
Roberto, fray, monje sirevo de san Bernardo, San Martín, iglesia, CX
CI San Miguel, monte, LXXXI
Roboán, CXXXVI San Pedro, iglesia de Roma, véase Admonelle,
Robrebio, nombre pagano de san Cristóbal, XX, XXXIV, XCI, XCII, CV, CXXIX
LXXXII San Pedro, monasterio, CV
Ródano, río, véase río Ruédano, LXXXI, Sansón, CXI
LXXXVI, CXVIII Santa María de Ara Celi, iglesia, I
Roderico, rey, CX Santa María de los Mártires, iglesia, CXXIX
Roma, I, III, V, VI, VII, VIII, XI, XX, XXVI, Santa María de los Pastos, iglesia, LXIX
XXVII, XXX, XXXIII, XXXIV, Santa María, la Redonda, iglesia, CXXIX
XXXVI, XXXIX, XL, XLIII, XLIV, Santa María, la mayor de Roma, iglesia,
XLVI, XLVII, L, LII, LIII, LIV, XXXIII

783
Santa Santorum, iglesia de Roma, VII Simón, padre de Judas, judío, LI
Santa Sofía, iglesia de, LXXV Simón, san, XXV, LIV, CXVII, CXXVII,
Santiago el Mayor (Jacobo), L, LXXXI, CXLIII
LXXXIX, CXXXVII Simón Zelotes, CXXVII
Santiago el Menor (Jacobo), V, XXXIII, Simplicio (Simpliciano), san, LIV, LXXXV,
XXXIX, L, LVI, XCIII, CXI, CV
CXXVII, CXXXVII, CXLIII Simplicio, mártir, san, CXXXI
Santulo, santo, CVI Sinaí, desierto, CXXXIX
Sapricio, XLI Sinaí (Signaí), monte, XXXXIV, LVI, CXLI
Satanás, XVIII, XXII, XL, LXIX, LXXV, Sinforiano, san, CIII
LXXVIII, C, CI, CXLIII Sinforiano mártir, san, CXXXI
Sátiro, san, CXLII Sinponto, ciudad, CXX
Saturnino, san, XCVII, CXLII Sión, monte, LV
Saturno, cielo de, LV Sirano, CI
Saturno, planeta, CXXXIX Siria (Siro), véase, Ciria, III, XXVI, LXXXVI,
Sebaria (Sabaria), población, CXXXIV CXXV
Sebaste, ciudad, véase Sobasten, CVI Siro, padre de santa María Magdalena y santa
Sebastián, san, XX, CXXXVI, CXXXVII Marta, LXXVIII, LXXXVI
Sebastiano, san, véase santa Sabina, XIX Sis, ciudad, véase Asís, CXXII
Secana, río, CXXIII Sixto (Sisto), san, LIV, XCV, XCVIII
Segundo, san, XLI Sobasten, ciudad, véase Sebaste, CVI
Sejapaz (Serapio, Serapis), templo de, CVI, Sobereno, lugar, CXXII
CVII Solutor, CXVIII
Sellenis, hijo de Gamaliel, XCI Sotenes, CXV
Senaçar, linaje de, LXVII Subián, fraile, XLVI
Séneca, LXIX Suplicio, obispo de Ravena (Revena), CXXVI
Senén, san, LXXXVII
Senona, LIV
Senue madre de Artemia, XCVII Tabita, LXIX
Seria, río, XIX Tabor, monte, XL, XCIII
Sergio, caballero, CXXXIX Tadeo, ciudad, CXXVII
Sergio, hijo de Felipo adelantado de Tagno, río, XLI
Alejandría, CXIII Tais, santa, LXXIV
Sergio, papa, XXVII Tamas, mujer de san Dionisio, CXXIII
Seth (Sed), LI Tara, VI
Sevena, ciudad, CXXII Tarascón, ciudad, LXXXVI
Severiano (Senerino), san, CXXXI Tarquino, VI
Severo (Senero), san, CXXXI Tarsa (Tarso), ciudad, V
Severo (Severino), san, discípulo de san Tarsino, monte, LXVII
Martín, CXXXIV Tarsona (Tardón), ciudad, XLI, CXXXIX
Sicia, tierra de, XLIX Tauro, juez, LXXIX
Sicilia, tierra de, véase Cecilia, XXIX, Tebas, CXVIII
XXXIV, LXIV, XCII, CIV, CXI, Tecelino, padre de san Bernardo, CI
CXXVI Tecla, santa, CVI, CXXXIV
Silena, ciudad, XLV Teleforo, papa, XV
Silo, CXXX Tenencesa, ciudad, véase Meastricht, CXVI
Silvano, uno de los Siete hermanos santos, Teobaldo, san, CXXX
LXXI Teoconia, provincia, LIV
Silvestre, CXXII Teodora, madre de san Cosme y san Damián,
Silvestre, papa, san, VI, XIV, LXIX, CXLVI
CXXXVII Teodora, mujer de Sergio caballero, CXXXIX
Silvia, madre de san Gregorio, XXXIV Teodora, santa, LXXII
Simaco, senador de Roma, CV Teodora, virgen, LVIII
Simeón, V, XXVII Teodardo, maestro de san Lamberto, CXVI
Simeón el viejo, XL Teodorico, rey, CX
Simón Cananeo, CXXVII Teodoro, fray, LXXII
Simón, de la tribu de Judá o de la tribu de Teodoro, san, CIV, CXXXIII
Isacar, XXXIII Teodosia, hija del emperador Teodosio,
Simón, el Mago, véase Ximón el Mago, LXXXIX, XCI, XCVI
XXXII, LXIX, CXXXIX

784
Teodosio, emperador, XXV, LXXXIX, XCI, Tuicio, río, XLIII
CXXI Tulio, CXXI
Teodosio, obispo de Inot, LXXXIX Tunba, lugar cerca del mar a siete millas de
Teodosio, padre de santa Margarita de Abuazer, CXX
Antioquía, LXXVI
Teodosio, san, véase santa Ana de Odosia, II
Teófilo, CXXV Ugo, monje, CV
Teófilo, obispo, CVI Umberte, rey, XX
Teófilo, señor en lugar del obispo, CXI Urbano, LXXX
Teófilo (Teóphilo), príncipe de Antioquía, Urbano, san, LIX, CXVIII, CXXII,
XXXII CXXXVIII
Teopacia, reina de Egibro, véase Cleopatra, Ursiano, físico, XLVIII
LXXXIX Úrsula, hija del rey Voto, CXXVI
Teosefus, nombre de san Dionisio, CXXIII
Teóspito, hijo de san Eustaquio, CXXVIII
Teostisto, XII Val Noble, ciudad, CX
Terenciano, LXVIII Valentín, san, véase san Valeriano, XXX
Tesalónica, LXX Valentina, ciudad, XXIII
Teusebio, XII Valentiniano, emperador, XLIII, LXXXIX,
Tiber (Tiberi, Tribe o Tibri), río, XXXIV, CXXXIV
XXXIX, LX, LXXXV, CIX, CXXIV Valeria, santa, véase Baleria, LXVI
Tiberio, emperador, XXXIX, L, LII, LXXXIX Valeriano, adelantado, LXIV, XCV, XCIX
Tibur, ciudad, XCII Valeriano, buen hombre, LIX
Tiburcia, puerta de, XCIX Valeriano, emperador, XC
Tiburcio, XX, LIX Valeriano, esposo de santa Cecilia, CXXXVIII
Tiburcio, hermano de Valeriano esposo de Valeriano, obispo, CVI
santa Cecilia, CXXXVIII Valeriano, san, véase san Valentín, XXX
Tiburcio, san, CXVIII Valerio, alcalde, XCVIII
Tielo, puerto de Francia, CXXVI Valerio, san, XXIII, CV
Tigris, río, I Valetinniano, hijo de la reina Plácida,
Timoteo, III, VI, CXXV LXXXVIII
Timoteo, san, CII Varadat, duque del rey de Babilonia, CXXVII
Tiomimus, LXX Vasconia, CXXXVI
Tiro, ciudad, LXXX Vasilisa, santa, X
Tiro, de Italia, padre de santa Cristina, LXXX Vedabel, ciudad, CXVII
Tiro, rey, XXXIX Vedies, ciudad, C
Tito, hijo de Vaspasiano, L Venavente, iglesia, CIV
Tito, hombre honrado, LXX Venecia (Benecia), ciudad, XLVI
Tobías, CXXIX Venus, diosa, XXIX, L, CIII, CXXXIV
Tolomeo, I Venus, planeta, CXXXIX
Tolosa, ciudad, LXXXI, XCII, CXLII Venus, templo de, LI
Tomás, santo, XL, C, CXXVII, CXXXVII Verceles, ciudad, CXXXV
Tomás, mártir, santo, CXXXVII Vercellis, ciudad, véase Marcellos, LXXXVIII
Toribio, santo, XLIV Veredonio (Veredinun), ermitaño
Tornís, río, CX Verona, ciudad, LIV
Torotheo, LXI Veronco, campo de, XCVIII
Toscana, región, véase Costaña, XX, XLIII Verónica, XXXIX, CXXXVII
Torres, ciudad, CXXXIV, CXXXV Verónica, imagen de Jesucristo, LXXVII
Totila, rey de los godos, XXXVI Versiella, ciudad, XI
Totilla, rey, LXXXVIII Vespasiano (Vaspasiano o Baspasiano), señor
Tracia, tierra de, LXVIII de las Galias, L, LXXIX
Traedo, villa, LIV Vetania, ciudad, véase Betania, VI, LV,
Trajano, emperador, XXVI, XXXIV, CXXVII, LXXVIII
CXXVIII, CXXXVII, CXXXIX Vicente, san, XXIII, XXVII, XCVIII
Tranquilino, XX Victoriano, maestro de san Jerónimo, CXXI
Tratone, VI Victoriano (Vitorino), san, CXXXI
Travero, véase Tréveris, XXXIII Vidal, san, XLVIII, LXVI
Tréveris, véase Travero, XXXIII Viena, LIII
Trópulo, discípulo de Abdías, CXXVII Vigena, ciudad, XXXIX
Troya, ciudad, LXIX Villo, río, CXVIII

785
Viso, CXVIII
Vital, uno de los Siete hermanos santos, LXXI
Vito, CXVIII
Vito, hijo de Felipo adelantado de Alejandría,
CXIII
Vito, san, LXIV
Vitoriana, villa, LXVI
Vitorea, mujer, CXXVI
Vitorial, monte, VIII
Volusiano, privado, XXXIX
Voto, rey cristiano, véase Mauro, CXXVI

Ximón, LXXV
Ximón, el Mago, véase Simón el Mago, LXIX
Ximón, el malato, LXXVIII

Zabel, I
Zacarías, profeta, VI, XX, LXVII
Zacheo, LXXV, CXXXIX
Zacheo, abuelo de Judas, judío, LI
Zaroes (Zaroen), encantador, CXVII, CXXVII
Zenón, emperador, véase Ceno, LXIII, LXXII
Zinófilo, VI
Zoe, mujer de Nicostrato, XX
Zózimas, abad, XLII

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ÍNDICE DE TEXTOS

I. Del nascimiento de nuestro Señor XXXII. De la estoria de la fiesta de


Jhesu Christo …………………………….. 123 la cátedra de sant Pedro ………………… 247
II. De santa Anastasia e de XXXIII. Disposición de sancto
su disposición …………………………… 131 Mathía/De santo Mathía apóstol
III. Disposición de sant Estevan, e de su miraglos …………………….…… 249
protomartir/De la vida de sant XXXIV. Disposición de sant
Estevan …………………………….. 133-134 Gregorio/De la estoria de
IV. Disposición de sant Johan sant Grigorio ……………………………. 255
Evangelista/La vida de sant Juhan XXXV. De la vida de sant Longino …….. 270
Evangelisa …………………………….… 141 XXXVI. De la vida de sant Benito
V. Disposición de los Inocentes e de sus miraglos ………………………… 271
e de la su estoria/De los Inocentes e XXXVII. De sant Patricio ……………….. 278
de sus miraglos …………………….. 146-147 XXXVIII. De la Anunciación
VI. Disposición de sant Silvester/ de Santa María ………………………….. 281
De sant Silvestre ………………………… 151 XXXIX. De la estoria de la Pasión
VII. Cómo fue circuncidado de nuestro Señor Jhesu Christo ………….. 284
Jhesu Christo …………………………….. 163 XL. De la Resurresción de
VIII. De la aparición de nuestro nuestro Señor ……………………………. 297
Señor ……………………………………. 173 XLI. Disposición de sant Secundo/
IX. De sant Polo, primero Vida de sant Secundo Cavallero ………… 305
hermitaño ……………………………….. 181 XLII. Estoria de santa María
X. De la vida de sant Julián …………….. 183 de Egibto ………………………………… 307
XI. Disposición de sancto Ylario/ XLIII. Disposición de sant Anbrosio/
De santo Ylario ………………………….. 190 Estoria de sant Anbrosio …………….….. 310
XII. Disposición de sant Macario/ XLIV. Vida de sancto Toribio …………... 316
De sant Macaro …………………….. 192-193 XLV. Disposición de sant Jorge/
XIII. De la Setuagésima ………………… 196 De la de sant Jorge …………………. 317-318
XIV. De la Sesagésima …………………. 198 XLVI. Disposición de sant Marchos/
XV. De la Quinquagéssima …………….. 200 Vida de sant Marchos evangelista …. 324-325
XVI. De la Quadragésima ………………. 201 XLVII. Vida de sant Marceldino papa ….. 329
XVII. De los ayunos de la XLVIII. Disposición de sant Vidal/
santa Quaresma …………………………. 204 De sant Vidal mártir …………………….. 330
XVIII. De la vida de sant Antón XLIX. Disposición de sant Phelipe
e de sus miraglos ………………………… 206 apóstol/Estoria de sant Philipe
XIX. De sant Fabiano e sant Sebastián e de sus miraglos ………………………… 331
(san Sabiniano y Sabina) ……………….. 209 L. Disposición de Santiago/
XX. De la estoria de sant Sebastián …….. 211 Vida de Santiago el alfeo apóstol ….. 332-333
XXI. De la vida de santa Ynés LI. Cómo fue fallada la Cruz e quién la
virgen e mártir …………………………… 215 falló/Cómo fue fallada la Cruz
XXII. De la estoria de sant Basilio ……… 218 de nuestro Señor ……………………….. 341
XXIII. De la estoria de sant Vicente …….. 222 LII. De la vida de sant Juan apóstol
XXIV. De la conversación de evangelista ……………………………… 347
sant Pablo ……………………………….. 225 LIII. Por qué se fazen las Ledanías …….. 348
XXV. De la vida de sant Julián …………. 226 LIV. De la disposición de sant
XXVI. De la vida de santo Ynacio ……… 229 Pedro/Estoria de sant Pedro
XXVII. De la purificación de la e de sus miraglos ………………………… 350
virgen María y miraglos ………………… 232 LV. Cómo subió nuestro Señor
XVIII. De la estoria de sant Blas ……….. 236 Jhesu Christo a los cielos ……………….. 363
XXIX. De santa Aguada virgen LVI. Cómo nuestro Señor inbió
e sus miraglos …………………………… 239 el Spíritu Sancto a los apóstoles ………… 372
XXX. De la estoria de sant LVII. Disposición de sant Gordiano/
Valentino ………………………………… 243 Vida de sancto Gordiano ……………….. 383
XXXI. De la estoria de santa LVIII. De sant Nereo
Juliana virgen ……………………………. 245 e Archileo mártires ……………………… 383

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LIX. Disposición de sancto Urbano/ XCV. Sant Sisto ………………………… 498
Vida de sancto Urbano …………………... 385 XCVI. De la vida de sant Donato ………. 499
LX. De la vida de sancta Petronila XCVII. De sancto Ciriaco ………………. 501
virgen e de sus miraglos ………………… 386 XCVIII. De la vida de sant Llorente
LXI. De la estoria de sant Pedro ………… 387 e sus miraglos …………………………… 503
LXII. De la vida de sancto Primo XCIX. De santo Ypólito mártir ………… 509
e Feliciano ………………………………. 388 C. Cómo Nuestra Señora la virgen
LXIII. Estoria de sant Barnabé y su María sobió a los cielos ………………… 512
disposición/ Vida de sant CI. De la vida de sant Vernardo
Bernabé apóstol …………………….….. 390 e de sus miraglos ………………………… 524
LXIV. Vida de sant Vito ………………… 393 CII. De la vida de santo Timotcheo …….. 535
LXV. Santa Marina virgen ……………… 394 CIII. De la estoria de sant Siforiano …….. 535
LXVI. Disposición de Gervasio/ CIV. De la vida de sant Bartolomé
Vida de sant Gerbas …………………….. 395 apóstol e de sus miraglos ……………….. 536
LXVII. Del nacimiento de sant Juan CV. De la disposición de sant
Baptista y de sus miraglos ……………… 397 Agustín/Vida de sant Agustín
LXVIII. Vida de sant Juan e e de sus miraglos …………………… 541-542
sant Pablo mártires ……………………… 400 CVI. De como fue degollado
LXIX. Estoria de sant Pedro apóstol ……. 403 sant Juan ………………………………… 555
LXX. Estoria de sant Pablo apóstol …….. 412 CVII. De la vida de sant Félix ………….. 561
LXXI. De la vida de los CVIII. De la vida de
siete hermanos ………………………….. 417 sancto Mamertino ………………………. 562
LXXII. De la estoria de CIX. De la vida de sant Gil monje ……… 564
santa Teodora …………………………… 418 CX. De la vida de sant Antolín ………….. 566
LXXIII. De la estoria de santa CXI. De la estoria del nacimiento
Margarita e de sus miraglos ……………. 422 de nuestra Señora la Virgen María ……… 575
LXXIV. De la vida de santa Tays ………. 423 CXII. De la estoria de sant Adrián ……… 583
LXXV. De la estoria de la CXIII. De la vida de Pronto e
exaltación de la cruz …………………… 426 Jacinto mártires ………………………… 588
LXXVI. Estoria de santa Marina CXIV. De la vida de sant Cornelio
e de sus miraglos ……………………….. 431 e de Cibrián mártires …………………… 591
LXXVII. De la vida de sant Alexo ……. 434 CXV. De la vida de santa
LXXVIII. De la estoria de santa Eufimia virgen ………………………….. 591
María Magdalena ……………………….. 437 CXVI. De la vida de sant Lanberto …….. 593
LXXIX. De santo Apolinario …………… 446 CXVII. De la disputación de sant
LXXX. De santa Chrispina virgen ……… 448 Mathe/Vida de sant Mathe apóstol
LXXXI. De Santiago Zebedeo e e de sus miraglos …………………… 594-595
de sus miraglos ………………………….. 451 CXVIII. De la vida de sant Mauriz ……… 600
LXXXII. De sant Christoval …………….. 458 CXIX. De la vida de santa
LXXXIII. Nazareo e Celso ……………… 463 Justina virgen ……………………………. 601
LXXXIV. De sanct Felis papa ………….. 465 CXX. Estoria de sant Miguel arcángel/
LXXXV. De sanct Sinplicio Disposición de sant
e de sanct Faustino ……………………… 465 Miguel Archángel …………………. 606, 772
LXXXVI. De sancta Marta, huéspeda CXXI. Disposición de sant
de Jhesu Christo ………………………… 466 Gerónimo/Vida de sant Gerónimo
LXXXVII. De sanct Abdón e de sus miraglos ………………….. 611-612
e de sanct Seunem ……………………… 470 CXXII. Desposición del bien
LXXXVIII. De la vida de aventurado sant Francisco/
sant Germán ……………………………. 470 Estoria de sant Francisco e
LXXXIX. De sant Pedro apóstol de sus miraglos …………………………. 616
e de sus miraglos ………………………… 474 CXXIII. De sant Dionis e de su
XC. De sant Estevan papa ………………. 480 desposisición/Vida de
XCI. Estoria de sant Estevan sant Dionis ………………………… 629-630
e de sus miraglos ………………………… 480 CXXIV. De sant Calixto papa ………….. 633
XCII. De sancto Domingo CXXV. Desposición de sant Luchas/
e de sus miraglos ………………………… 484 Vida de sant Luchas Evangelista …… 634-635
XCIII. De la Transfiguración de CXXVI. De las honze mill
nuestro Señor en el monte Tabor e cómo vírgenes ………………………………… 642
mostró su claridat a Helías e a Enoch …… 497 CXXVII. De sant Simón e de
XCIV. Sante Yusto e Sante Pastor ……… 497 Judas/Disposición de Judas/

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Estoria de sant Simón
e Judas apóstoles …………………. 646-647
CXXVIII. De santo Eustachio ………….. 654
CXXIX. De todos santos ……………….. 660
CXXX. Por qual razón se da el pan
sobre las sepulturas a los finados ……….. 667
CXXXI. De la vida quatro mártires …….. 677
CXXXII. De sant Leonardo
e de sus miraglos ………………………… 677
CXXXIII. De sancto Teodoro mártir ……. 681
CXXXIV. Disposición de
sant Martín/Estoria de sant Martín obispo/
De sant Severino …………………... 682, 689
CXXXV. De la vida de sant Briz ……….. 691
CXXXVI. De la consagración
de la Iglesia ……………………………… 693
CXXXVII. Para saber del Antichristo
e de otras cosas …………………………. 708
CXXXVIII. Disposición de
santa Cecilia/Vida de
santa Cecilia ……………………….……. 710
CXXXIX. Disposición de sant
Clemente/Vida de sant
Clemente mártir ………………………… 718
CXL. De sant Grisógono ……………….. 729
CXLI. De sancta Catalina virgen ……….. 731
CXLII. Estoria de sant Sadurnín ………… 737
CXLIII. Disponimiento de sant
Andrés apóstol e de su nonbre
e de su vida/Cómo llamó
Jhesu Christo a sant Andrés/
Cómo se partieron los apóstoles …… 739-740
CLXIV. Del Aviento …………………… 751
CXLV. Disposición de sant
Nicolás/Estoria de sant Nicolás
e de su vida ……………………………… 762
CXLVI. De la vida de sant Cosme
e Damián/De la disposición
de sant Cosmas …………………….. 768, 771

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