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El tropismo

El tropismo es el desplazamiento que realizan las plantas (o algunas veces sólo determinados
órganos de ella) para responder a un estímulo del exterior. Debido a que hay diferentes tipos de
movimientos y desplazamientos, existen varios tipos de tropismo, dependiendo también de la
naturaleza del estímulo al que responde.

Un primer ejemplo es cuando el estímulo al que responden las plantas proviene de la fuerza de la
gravedad terrestre y su aceleración. Se le llama gravitropismo y en consiste en el crecimiento de
las raíces hacia el suelo mientras que los tallos se van desarrollando hacia arriba hasta salir a la
superficie.

Otro ejemplo es el fototropismo por el cual las plantas reaccionan a la luz y permite el desarrollo
de la fotosíntesis. El que más destaca es el heliotropismo que se basa en el movimiento de la
planta según la orientación del sol. Nos encontramos con los girasoles que son capaces de
moverse en dirección al sol para aumentar la tasa de fotosíntesis y ser más eficiente.

Existen otros tipos de tropismos distintos, como por ejemplo el quimiotropismo, que es capaz de
poder vincular las respuestas de las plantas frente a elementos químicos. Por ejemplo, hay plantas
que son capaces de moverse para conseguir determinados nutrientes químicos o, por el contrario,
para “huir” de ellos. También nos encontramos con estímulos como el aire (aerotropismo) en el
que las plantas se orientas en las regiones más aireadas de la superficie o el agua (hidrotropismo).
La nastia

La nastia también se corresponde a un movimiento de las plantas respondiendo a estímulos.


Entontes, ¿en qué se diferencian ambos términos? La diferencia básica entre un tropismo y una
nastia es que, en el tropismo, la respuesta a los estímulos es algo continuo, es decir, lo hacen
siempre. Por ejemplo, en el aerotropismo, las plantas siempre van a crecer y a orientarse a los
lugares con mayor aire. Sin embargo, en la nastia, la respuesta a los estímulos externos se realiza
sólo durante unas horas o unos minutos.

También en la nastia, la dirección del estímulo no influye en el movimiento de la planta. Por


ejemplo, tenemos a las plantas carnívoras que son capaces de responder a un estímulo como es el
hecho de que el insecto se pose en la hoja, pero solo lo hace durante un instante. Una vez que
responde al estímulo, vuelve a recuperar la posición inicial.

Entre los ejemplos de las nastias tenemos tigmonastia que es el movimiento de la planta en
respuesta pasajera al contacto con ella. Hay plantas que por el simple hecho de tocarlas se
mueven. Esta respuesta indica que la planta es más sensible a cambios en el ambiente.

También tenemos otras plantas que se mueven por exceso de humedad o, por el contrario, por
falta de humedad. Se llama hidronastia y sólo ocurre cuando se da cambios en la humedad. Si no
hay cambios, no hay movimiento. Sin embargo, en el hidrotropismo la planta sí crecía siempre en
dirección a donde haya más agua.

Otro tipo de nastia es la nictinastia, también más conocida dado que se trata de la apertura y
cierra de las hojas de las plantas dependiendo del día y la noche. O la termonastia que se trata del
movimiento dependiendo de la temperatura del ambiente.

Como podéis ver, las plantas también responden a estímulos externos del ambiente. Existen
plantas que crecen buscando las condiciones más óptimas de aire, alimento, agua, etc. Y otras que
son capaces de moverse para poder alimentarse, protegerse o actuar en un determinado
momento. Con esto ya sabéis algo más sobre las plantas y podéis estar más cercanos a ellas.

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