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Este documento compara un Kouros de Anavisos del periodo arcaico griego (540-515 a.C.) con una copia romana del Doríforo de Policleto (450-440 a.C.). Describe las características de cada obra, como el uso del contrapposto y la representación de un atleta desnudo. Explica el contexto histórico-artístico de la escultura arcaica y clásica griega, incluyendo convencionalismos como la frontalidad y el tratamiento de la luz. Finalmente, analiza cómo el Dorí
Descripción original:
un ejemplo de como se comparan obras de arte
Título original
Ejemplo de Comentario comparado de obras de arte II-A
Este documento compara un Kouros de Anavisos del periodo arcaico griego (540-515 a.C.) con una copia romana del Doríforo de Policleto (450-440 a.C.). Describe las características de cada obra, como el uso del contrapposto y la representación de un atleta desnudo. Explica el contexto histórico-artístico de la escultura arcaica y clásica griega, incluyendo convencionalismos como la frontalidad y el tratamiento de la luz. Finalmente, analiza cómo el Dorí
Este documento compara un Kouros de Anavisos del periodo arcaico griego (540-515 a.C.) con una copia romana del Doríforo de Policleto (450-440 a.C.). Describe las características de cada obra, como el uso del contrapposto y la representación de un atleta desnudo. Explica el contexto histórico-artístico de la escultura arcaica y clásica griega, incluyendo convencionalismos como la frontalidad y el tratamiento de la luz. Finalmente, analiza cómo el Dorí
1. Compara las siguientes imágenes. Sigue el modelo de comentario de la actividad inicial.
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Kouros de Anavisos Copia romana del Doríforo de Policleto,
Doryphoros_MAN_Napoli_Inv6011.jpg: Marie-Lan Nguyen Dominio Público Bronce original perdido
1. Catalogación
Anónimo Autor Polícleto
Kouros de Anavisos Título (se facilitará) Doríforo
540-515 a. C. Fecha 450-440 a. C.
Etapa arcaica. Arte griego Movimiento/estilo/periodo Etapa clásica. Arte griego
Museo Nacional Arqueológico Museo Arqueológico Nacional Ubicación actual de Nápoles (hay más copias, de Atenas hay más ubicaciones) 2. Descripción Nos encontramos ante dos estatuas que representan a un atleta, varón, desnudo, con una pierna avanzada sobre la otra. La más antigua tiene una pose estática frente a la otra que parece captar un movimiento de marcha (pie semilevantado, balanceo de los brazos, posición de la cadera, contrapeso de los hombros, etc.). El Kouros de Anavisos es un original que está realizado en mármol y en el que se observa un gran dominio de la técnica escultórica con trabajo de puntero, cincel y trépano (es fácil apreciar que para la realización del Doríforo fue necesario dominar una técnica más compleja de tallado). Así mismo, el Kouros de Anavisos está pensado para ser visto de manera frontal mientras que el Doríforo es una obra destinada a ser rodeada para ser contemplada en toda su integridad. Por otro lado, el material de las obras es mármol pero el original del Doríforo fue bronce (esta y otras copias que se conservan son de mármol de diferentes calidades). El Kourós de Anavisos representa a un joven atleta en pie y desnudo, con una larga melena trenzada que descansa sobre sus hombros y espalda. El Doríforo representa a un joven atleta de pie, con un brazo flexionado donde seguramente portaría una lanza, o jabalina que conserva ciertos rasgos arcaicos (está tallada con cierta rudeza, los músculos de los pectorales son planos, sin apenas relieve, y las líneas de cadera y cintura están perfectamente marcadas) y cuyo movimiento está acompasado, con una pierna avanzada hacia delante y la otra un poco más retrasada, a imagen del kouros. En cuanto a las composiciones, observamos el uso del "contrapposto", donde la mayor parte del peso apoya en una pierna. En el caso del Doríforo, esta tensión se libera con una ligera inclinación de la pelvis y en los hombros; debido a que el peso recae sobre una pierna, el copista incluyó un estribo, en forma de roca, junto a la pierna que soporta el peso. En la parte superior, la tensión recae sobre el brazo contrario a la pierna que soporta el peso, brazo, que aparece flexionado al portar una lanza, mientras que el brazo contrario queda libre de tensión, la talla de la cabeza, mirando hacia un lado, permite romper, asímismo, con el frontalismo arcaico y abrir la escultura a diferentes puntos de vista. Es precisamente la utilización del "contrapposto", lo que confiere movimiento y dinamismo a la composición que se aleja de la rigidez estática y geométrica del kuroi.
3. Contexto histórico-artístico de la obra
La escultura arcaica griega se caracteriza por el uso de algunos convencionalismos heredados el arte egipcio. Entre ellos destaca la concepción de escultura-bloque, que nos deja intuir el bloque de mármol original y que se plasma por formar una figura cerrada y simétrica, con los brazos pegados al cuerpo que transmiten una enorme rigidez apenas quebrantada por la posición de una de las piernas que aparece adelantada. Otro de los convencionalismos que encontramos es el recurso a la esquematización o utilización de formas geométricas como podemos observar en la talla de las rodillas, las abdominales, el pliegue inguinal y la anatomía en general o en el tratamiento de los cabellos. También observamos cierto hieratismo o falta de expresión que trata de paliarse con un recurso expresivo conocido como "sonrisa arcaica" que junto con los ojos almendrados tratan de dotar de vida al bloque de mármol. También se recurre al uso de la ley de la frontalidad ya que está concebida para ser contemplada desde una posición frontal, sin empleo de escorzos o diagonales que planteen otros puntos de vista distintos. Así mismo el tratamiento de la luz es plano sin que se busquen juegos de luces y sombras o claroscuros expresivos. En cuanto a la técnica se observa el uso de varias texturas diferentes, una más pulida y brillante para la piel, y otra más mate y rugosa para los cabellos. Los "kuroi" representaban atletas y su función era votiva o conmemorativa que se ofrecían a los dioses, como es el caso del Kouros de Anavyssos, que se trata de una escultura funeraria en honor al joven Kroisos, como reza la inscripción en su basa. Desde el comienzo de la escultura en su periodo arcaico, se establecieron unos tipos "kuroi" y "korai" que representaban por un lado el gusto por la representación de la figura humana y por otro lado la búsqueda de la belleza ideal. De premisas heredadas del arte egipcio irían incorporándose nuevas concepciones estéticas como la proporción, la armonía y en un plano expresivo la serenidad o equilibrio de las emociones, que culminarán en la etapa clásica con obras como el Discóbolo de Mirón, el Doríforo de Policleto o el Apoxiómeno de Lisipo. Contemplando el Doríforo observamos la encarnación quizá más pura, del cuerpo masculino perfecto. Además cumple con todas las características de la escultura griega en su periodo clásico como son la elegancia austera, alejada de las formas hercúleas o los amaneramientos posteriores. Su significado último, está en la intención del autor, de plasmar su ideal personal de belleza. Representando de una forma tangible, lo que Policleto llamó el "Canon", es decir, el tipo ideal de belleza, en este caso, masculina. Debido a la interpretación de la belleza, como armonía y proporción, y éstas como equilibrio entre las partes. Policleto utiliza esta escultura para mostrar, así la altura de la escultura corresponderá con la medida de 7 cabezas y media. El torso, puede dividirse en tres partes iguales tomando como medida, la existente entre el pliegue inguinal y el ombligo. También, la cara, aparece divida en tres partes iguales coincidentes con la frente, la nariz y el mentón. Buscando en todo momento alcanzar, esa proporción y armonía que conduzca a la belleza ideal. En el "Doríforo" podemos resumir, todos los aspectos, que Policleto plasmó en un libro, por desgracia perdido, conocido como "Kanon", y que aspiran a encontrar la belleza ideal del cuerpo humano. Esta escultura, junto con el "Discóbolo" de Mirón, inician el Periodo Clásico de la Escultura Griega, y serán, modelos a seguir, tanto en su composición, como en su interpretación de la belleza, a partir de variables como la proporción y la armonía, que tendrán reflejo en artistas posteriores como Lisipo o Praxíteles, aún con ciertas diferencia palpables. Más tarde, en el Renacimiento, podremos seguir su impronta en obras tan importantes como el David de Donatello, o incluso en el David de Miguel Ángel, así como en otros periodos posteriores como el Neoclasicismo.