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LA AGUANIEVE

Origen de una confusión


lingüística
Juan Carlos Paniagua Montero

No poseo toda la documentación que desearía para afirmar lo que voy a exponer, puesto que
lo ideal sería disponer de un atlas lingüístico donde se recogiera la palabra. Sin embargo, el
excelente trabajo del doctor González Salgado1 no incluye esta voz, el Atlas Lingüístico de
Extremadura aún no ha visto la luz y no he podido acceder al magnífico Diccionario de
nombres vernáculos de aves de Francisco Bernis2. No obstante, creo que merece la pena el
paseo lexicográfico al que les invito y que serpentea por los múltiples rincones de la palabra
aguanieve.

LA VERDADERA AGUANIEVE: LA AVEFRÍA Probablemente, en


casi toda Extremadura
el avefría recibe el
nombre de
aguanieves, hasta el
punto de que la
palabra avefría es
desconocida en
muchas comarcas.
Personalmente puedo
asegurarlo de la Tierra
de Granadilla y de los
pueblos cercanos a
Zorita. No obstante,
veremos cómo su
extensión parece ser
mucho más amplia.
Para empezar con el
problema, les animo a
que consulten las
últimas ediciones del
DRAE, allí encontrarán
que la voz aguanieves
remite a lavandera,
Vanellus vanellus.En extremeño, aguanievi. En castellano, un ave que tiene poco
avefría que ver con la avefría.
Esto se debe, como
veremos, a que en
algunas regiones de España, la lavandera también recibe el nombre de aguanieves o
aguzanieves. La descripción de la avefría, según el DRAE, es ‘f. ave limícola migratoria de
unos 20 centímetros de largo, de color verde oscuro en el dorso y blanco en el vientre, con
alas y pico negros, timoneras externas blancas, tarsos largos y delgados, y en la cabeza un
moño de cinco o seis plumas que se encorvan en la punta’. El nombre científico es Vanellus
vanellus. Es un ave del orden de las caradriformes y la familia carádridos; según la mayoría
de las guías de aves el tamaño de un adulto oscila entre los 28 y los 31 centímetros.

Aunque en las últimas ediciones no se recoja la palabra aguanieve como sinónimo de avefría,
sino de lavandera, esto no siempre ha sido así. La primera aparición de la palabra aguanieve
en un diccionario académico se remonta a 1770. Podemos encontrarla en el Diccionario de
Autoridades del siguiente modo: ‘aguanieve. s.f. (provinc. de Estremad.) Ave parecida en el
tamaño y color á la urraca: las alas son mas largas, y su pico es semejante al de la
chochaperdiz. Anda regularmente en sitios húmedos ó aguanosos. Avis picae similis.’ Vemos
que la definición corresponde a la de la avefría y cómo aparece la referencia geográfica a
Extremadura.

Del mismo modo aparece en el DRAE de 1780, 1783, 1791 y en el de 1803. En el de 1817,
sin embargo, se modifica ligeramente la definición ‘s.f.p. Extr. Ave de un pie3 de larga,
cenicienta por encima y blanca por el vientre, habita en lugares pantanosos. Tringa
squatarola’. Con esa misma definición aparece en los diccionarios de 1822, 1832, 1837,
1843, 1852, 1869 (ya sin la anotación de Tringa squatarola), 1884 (con remisión también a
agua nieve). En estos diccionarios académicos la definición de aguanieve remite a
Extremadura y define con una precisión aceptable el ave.

A partir de 1899, sin embargo, la LA FALSA AGUANIEVE:


suerte de la palabra dará un giro. EL AGUZANIEVES
En el diccionario de 1899 la voz
aguanieve tiene dos remisiones:
agua nieve y aguzanieve Si leemos
cómo se define aguzanieve
encontramos: ‘f. Pájaro de unos
ocho centímetros de largo, sin
incluir la cola, que tiene casi otro
tanto; ceniciento por encima,
blanco por el vientre, y con cuello,
pecho, alas y cola negros. Vive en
parajes húmedos, se alimenta de
insectos y mueve sin cesar la cola.
Abunda en nuestra península
durante el invierno.’ El pájaro al
que se refiere esta definición se
conoce también como lavandera
blanca, Motacilla alba4.Es extraño
el cambio que da la definición de la
palabra, y tal vez deba atribuirse a Motacilla alba. En extremeño, churubía o churubita.
la procedencia de quien se encargó En castellano, aguzanieves o lavandera blanca
de definirla.

El Diccionario Histórico de 1933


podría haber arreglado el error, pero ocurrió lo contrario. Por un lado, recoge la palabra
aguanieve y remite escuetamente a la voz agua nieve. Documenta, por otro lado,
aguanieves por medio de dos testimonios literarios del siguiente modo: ‘f. Aguzanieve. ||
"Quáles se entretenían en los regajos y lagunas, inquietando los ánades, cerceras,
aguanieves y gansos." Maldonado, Peregr. de Fernán Méndez Pinto, cap. 159. ||
"Aguanieves: pajarita de las nieves." Castellarnau, Aves, ed. 1877, p. 196.’ Si atendemos a
la palabra aguzanieve o aguzanieves, a la que remite, vemos que la define como sigue: ‘f.
Pájaro de unos ocho centímetros de largo, sin incluir la cola, que tiene casi otro tanto;
ceniciento por encima, blanco por el vientre, y con cuello, pecho, alas y cola negros. Vive en
parajes húmedos, se alimenta de insectos y mueve sin cesar la cola. || "Aguzanieve: avecita
motacilla. Nebrija, Dicc. Esp-Lat., s. v. Aguzanieve’. La definición, casi idéntica a la de 1927,
corresponde a la lavandera blanca.

Causa extrañeza que se identificara la avefría (con el nombre de aguanieves) con la


aguzanieves, puesto que las otras aves que cita el texto de Maldonado son de un tamaño
considerable, casi idéntico al de la avefría. La aguzanieves es mucho menor y no parece
tener demasiado sentido su inclusión en la relación de aves de la que habla el autor. Como
curiosidad, diremos que la aguzanieves es conocida en Extremadura con distintos nombres,
recogemos al final un extenso artículo de Miguel Becerra muy bien documentado sobre esto
5.
Como es de suponer, con la documentación que poseía la Real Academia Española, en los
diccionarios que siguen a los de 1927 y 1933 la palabra aguanieve remite a agua nieve y
aguanieves remite a aguzanieves.
Por si la confusión no fuera ya considerable, uno de los grandes aclaradores del léxico
castellano, Joan Corominas, contribuye a que nuestro desconcierto sea aun mayor. En su
famoso Diccionario Etimológico se trata la voz aguzanieves, refiriéndose a la lavandera
blanca. Corominas y Pascual aportan una nota de interés fonológico al recoger que ‘en
Cáceres se dice aguzanieves con z sonora, tal como aparece en Nebrija’. Es casi imposible
pensar que estos magníficos etimologistas desconocieran que la voz aguanieve se recogió en
trece diccionarios académicos como sinónimo de avefría.

Aunque se puede pensar que tal vez sus conocimientos


ornitológicos no les permitieron dar con la clave del
problema, quizá lo más razonable sea considerar que la
documentación que poseían sobre la palabra en
Extremadura no era la más adecuada si atendemos al final
del artículo donde añaden una explicación redactada de un
modo algo confuso: ‘Existió además una variante [de
aguzanieves] ave de nieves (AVEM NIVIS) apocopada en
avdenieves, au(d)enieves (o bien aunives, avnieves) que
se halla en la forma aguanieves en la trad. de Méndez
Pinto por Maldonado (1620) y hoy en el pueblo más
occidental de la Sierra de Gata (Espinosa, Arc. Dial.) y que
por lo demás es corriente en la mayorparte de Castilla.’ El
texto al que se refieren es el que cita el Diccionario
Histórico de 1833. Parece que en la fala de Jálama
(recordemos que el pueblo más occidental de la Sierra de
Gata es Valverde del Fresno) se utiliza agudanievis como
sinónimo de lavandera blanca. En San Martín de Trevejo
está documentado el término avifría6, mientras que
aguanevi7 se define como ‘agua y nieve’ lo cual nos
permite pensar que aquel dato es correcto.

Lamentablemente, el Diccionario Extremeño no ha podido


contribuir a que los lexicógrafos de la Real Academia
Española se aclaren sobre el término, puesto que vuelve a
Aguanievi
perderse en el mismo laberinto. Por un lado, define
aguanieve (aguaniebe) como ‘avefría’en Torrejoncillo 8;
mientras que, por otro, recoge aguanieves (aguaniebeh) como ‘aguzanieves’ en Arroyo de
san Serván.

Internet nos ofrece un campo nuevo de investigación de la palabra. Buscando la voz


aguanieve, encontramos que aparece como avefría en las páginas de Madrigalejo, Valverde
de Llerena, Segura de Toro, en la página web redextremadura donde al hablar de las
especies cinegéticas de Extremadura cita la avefría del siguiente modo: ‘(Vanellus vanellus):
Se conoce como aguanieve. Su plumaje resalta por el contraste entre sus partes inferiores,
blancas, y las dorsales, verde oscuro. La cabeza culmina con una cresta que mantiene erecta
mientras se encuentra en el suelo’ y en un tema de cinegética de la carrera de forestales de
Plasencia donde se recoge lo siguiente:

Avefría (aguanieve): especie poco apreciada desde el punto de vista cinegético. Ave robusta
de pico y cuello corto, bastante gregaria y fácilmente identificable por los contrastes de color
negro y blanco que presenta. Su peculiar forma de vuelo recuerda al aleteo de una
mariposa. Posee una cresta típica que es más corta en las hembras. Aparece con las
primeras olas de frío procedentes del norte, aunque existen poblaciones nidificantes en
diversas zonas ibéricas. En Extremadura nidifica en zonas de influencia del Guadiana y del
extremo occidental del Tajo.

Con la forma aguanieves la


encontramos en las páginas de
Navatrasierra, Valdelacasa del
Tajo, Santiago de Alcántara y en
una revista de la Siberia
Extremeña, Alcuza. El término
aguanievi aparece en los
diccionarios de Ahigal, Torre de
don Miguel y Serradilla. En el del
Acehúche aparece aún con la
ortografía fonetizante aguaniebih.
En todos estos documentos se
identifica perfectamente al ave, a
pesar de todo, la Junta de
Extremadura no emplea nunca
esta palabra en el Diario Oficial de
Extremadura, donde se utiliza siempre la forma avefría. La Luis Landero, escritor
palabra, sin embargo, ha encontrado su pequeño espacio en la literatura universal gracias a
Luis Landero, natural de Alburquerque, que utiliza la palabra en Juegos de la edad tardía:
"Hubiera escrito la fábula del cuco y la aguanieves, desconocida hasta hoy" 9. Sería
interesante saber cómo se ha traducido a otras lenguas.

NOTAS

1. GONZÁLEZ SALGADO, J.A., Cartografía lingüística de Extremadura. Origen y


distribución del léxico extremeño. Tesis doctoral. Universidad Complutense. 1999.

2. BERNÍS, F., Diccionario de nombres vernáculos de aves, Madrid, Gredos, 1994. ISBN
84-249-1691-3

3. Hay que tener en cuenta que un pie equivalía a doce pulgadas o dieciséis dedos:
unos 28 centímetros, una medida adecuada del ave.
4. Éste es el nombre que aparece en casi todas las guías de aves.

5. Chirivía >aguzanieves, lavandera (VEL: Chirivía avezica. motacilla", junto con


"Aguzanieve, avezita, motacilla" y "Pezpita o chirivía ave . motacilla"); (DRAE:
chirivía). La voz chirivía >aguzanieves , de origen onomatopéyico, puede ser una
forma antigua cuya difusión habría quedado muy reducida o simplemente una voz
regional que no llegó a extenderse ampliamente, en ambos casos seguramente como
consecuencia de la presión de aguzanieves, aguanieves, lavandera y otras voces con
que se designa esta ave. La documentación antigua nos la muestra en Extremadura:
cherubía, de dudosa asignación, en el extremeño Torres Naharro; churuvía en el
Comendador Griego, según Correas; y chirivía en el propio Correas; y con
anterioridad a estas: cherivía en el Glosario de El Escorial, hacia 1400; y chirivía en
Nebrija (DCECH, s. v. chirivía). A. de Palencia y Covarrubias no registran este uso. En
la actualidad, esta voz y otras análogas aparecen exclusivamente en dos zonas: por
un lado, en la región leonesa y áreas limítrofes, Extremadura y puntos de la mitad
occidental de Andalucía; y por otro, en algunos lugares de las provincias de
Zaragoza, Navarra y Soria. En zonas leonesas y castellanas occidentales: chirivía en
los puntos Sa 102 y 300, y Av 501 (ALCL II, 439); y referida a otra ave: chirivía o
chiribía >zorzal en los Ancares y Salamanca (Miguélez); en Extremadura: cholflorita,
chorabita, choroba, chorobita, chuchurubía, chuchurubita, chulflorita, churobía,
churubía, churubita, churubita serrana y churumbela (Viudas); y con asignación
dudosa: chichirivía y chiri (Viudas); en Andalucía: chirivía en Se 101; churuvita en Se
102, y en Co 102 y 103; chirivita en J 303; y chirivita y chivirita en el sureste de
Málaga (ALEA II, 414). En zonas orientales: chiri en Z 301 y chire en Na 602
(ALEANR IV, 458 Aguzanieves ); y chibirita en Soria (Santos Rincón, 512). La misma
extensión geográfica es confirmada por Bernis (s. v. lavandera).

6. REY YELMO, JESÚS C., A fala. La fala de San Martín de Trevejo: O mañegu (Notas y
vocabulario. Tomo I), Mérida, Editora Regional de Extremadura, 1999. p. 38.

7. Íbid. p.9.

8. VIUDAS CAMARASA, Antonio (autor-editor), Diccionario extremeño (2ª edic.),


Cáceres, 1988. p. 4.

9. LANDERO, L., Juegos de la edad tardía, Barcelona, Tusquets 1989. p. 33.

BIBLIOGRAFÍA (se cita sólo la más relevante)


BECERRA PÉREZ, Miguel. Arcaísmos de localización preferentemente occidental en
el léxico de Nebrija: un dato más en torno a las críticas de Valdés al Vocabulario.
Anuario de Estudios Filológicos, XXIV pag. 67-84. Cáceres, 2001.
COROMINAS, J. y PASCUAL, J.A. (1980-1991), Diccionario Crítico Etimológico
Castellano e Hispánico (DCECH), 6 vols., Madrid, Gredos.
LANDERO, L., Juegos de la edad tardía, Barcelona, Tusquets 1989
REAL ACADEMIA ESPAÑOLA, Diccionario de la lengua española (DRAE), Vigésima
segunda edición, Espasa-Calpe, Madrid, 2001.
REAL ACADEMIA ESPAÑOLA. Diccionario de la lengua castellana compuesto por la
Real Academia Española. Segunda impresión corregida y aumentada. Tomo
primero. A-B. Madrid . Joachín Ibarra. 1770. Reproducido a partir del ejemplar de
la Biblioteca de la Real Academia Española.
REAL ACADEMIA ESPAÑOLA. Diccionario de la lengua castellana por la Real
Academia Española. Décimatercia edición. Madrid . Imprenta de los Sres.
Hernando y compañía. 1899. Reproducido a partir del ejemplar de la Biblioteca de
la Real Academia Española.
REAL ACADEMIA ESPAÑOLA. Diccionario de la lengua castellana compuesto por la
Real Academia Española, reducido a un tomo para su más fácil uso. Madrid .
Joachín Ibarra. 1780. Reproducido a partir del ejemplar de la Biblioteca de la Real
Academia Española.
REAL ACADEMIA ESPAÑOLA. Diccionario histórico de la Lengua Española. Tomo I.-
A. Madrid . Imprenta de Librería y Casa Editorial Hernandon. 1933. Reproducido a
partir del ejemplar de la Biblioteca de la Real Academia Española.
REAL ACADEMIA ESPAÑOLA. Diccionario manual e ilustrado de la lengua española.
Madrid . Espasa-Calpe. 1927. Reproducido a partir del ejemplar de la Biblioteca de
la Real Academia Española.
REY YELMO, JESÚS C., A fala. La fala de San Martín de Trevejo: O mañegu (Notas
y vocabulario. Tomo I), Mérida, Editora Regional de Extremadura, 1999.
VIUDAS CAMARASA, Antonio (autor-editor); Diccionario extremeño (2ª edic.).
Cáceres. 1988.

PÁGINAS WEB CONSULTADAS

http://es.geocities.com/elrregajo/Diccionari/palabreru.html
http://perso.wanadoo.es/jalvarezja/diccionario.htm
http://usuarios.lycos.es/valdelacasa/PALABROS.htm
http://www.ahigal.com/rincon.htm
http://www.geocities.com/vallemorea/Vocabula.html
http://www.iespana.es/paseovirtual/medievo/%20Ft/torredonmiguel.PDF
http://www.redextremadura.com/deporte/caza/especies.asp
http://www.revistaalcuza.com/revista/200209/noticias/%
20cuaderno_siberia_extremena.htm
http://www.santiagodealcantara.com/SociedadCazadores/%20Sociedad01.htm
http://www.serradilla.com/Vocabulario_serradillano/%20vocabulario_A.htm
http://www.unex.es/plasencia/forestales/%20materiales/cinegetica/tema5.doc
http://www.valverdedellerena.com/diccionario.htm

Biblioteca Virtual Extremeña - http://biblioteca.paseovirtual.net

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