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[I] Propsito
[p. 3]
Uno de los rasgos que llaman la atencin en el estilo de las obras burlescas,
satricas y satrico-morales de Quevedo es la parodia de palabras y frases
vigentes en la lengua. Estudiar algunos ejemplos para ver de qu modo y
con qu propsito se ha realizado la parodia, y a qu disposicin psquica
obedece, es el objeto de este modesto artculo.2
hortaliza, que termina con unos maliciosos versos: Y para la batalla que
quieren darse / aperciben sus flores tas y madres. / Aperciban los nabos la
puntera / a las alca-madres y getas-tas (v. 369 a). Lo pensado
(`alcagetas que se fingen madres o tas de una muchacha galante) podra
haberse formulado as: a las alcagetas madres y tas, pero entonces la
expresin resultara menos divertida que la troquelada por Quevedo. La
pareja alca-madres y getas-tas es un eufemismo cmico, que condensa y
enmascara en cada uno de sus miembros el sentido de alcageta y lo
desvela en el conjunto.
La idea de `caballero que acta por vez primera en una fiesta de toros o la
de `casado que comienza a ser marido paciente estn bien alejadas de la
de `sacerdote que dice o canta su primera misa. Sin embargo, la nota de
`iniciacin en una profesin, menester o actividad, comn a esas tres
ideas, permite a Quevedo relacionarlas y formar sobre misacantano,
significante de la tercera, sendos neologismos para expresar la primera y la
segunda. Describiendo una fiesta de toros celebrada en honor del prncipe
de Gales, alude al miedo de algunos caballeros, que, en vez de acercarse al
toro, se aproximaban a otros caballeros que toreaban con valenta: Y bien
s quin procur, / para no venir a menos, / llegarse siempre a los buenos, /
no a toritos zamoranos, / porque los tori-cantanos / son enemigos de
truenos (v. 173 b). Y en El siglo del cuerno, un cornudo avezado le dice a
otro cornudo novicio, que no le extraa que se ande escondiendo, como
afrentado de serlo, pues ahora es vuesa merced cornicantano, como
misacantano, y realmente se hallar atajado; pero con los das vuesa
merced se har a las armas, como todos, y se comer las manos tras ello
(p. 38 b) [p. 10].
Fabio, ante las rejas y balcones de Aminta, se queja del negro sino que le ha
impuesto su nacimiento y que ni siquiera le consiente que, adorndola
Entre los consejos que una ta, vieja de larga experiencia, da a su joven
sobrina, figura el de acoger a los amantes generosos y huir de los tacaos:
A los paganos te llegas, / de los quitanos te vas; / Santo Tom te defienda /
del amante Guardn. / Dtiles de Berbera, / nia, valen mucho ms / que
quitales de Toledo, / que es una fruta infernal (v. 266 b). Como se puede
observar, las dos estrofas expresan con reiteracin la anttesis dar/quitar.
Primero, paganos `los que pagan, sobre el cual y por oposicin de sentido
se ha formado quitanos `los que quitan; luego, Santo Tom, equvoco [p.
13] entre el nombre del santo y el pretrito de tomar, que convierte a aqul
en patrono de las damas aventureras, y Guardin, tambin equvoco entre
la dignidad as denominada y `el que guarda y no gasta, el tacao; por
ltimo, dtiles `frutos de la palmera y, por sugerencia de la slaba da-, `los
que dan, y quitales, que, por ser parodia de dtiles, evoca un fruto
imaginario, y, por el semantema quita, recoge la significacin de `los que
quitan.
Podemos incluir en este grupo neolgico los vocablos que nuestro poeta
obtiene jugueteando con las palabras abernuncio, `abrenuncio, voz con que
se significa la oposicin a cosas que pueden ser de mal agero, o de dao
conocido y quiromntico, `persona que profesa el arte de adivinar por las
rayas de las manos. En el entrems Del marido pantasma, el personaje
Mendoza expresa su repugnancia hacia los parientes femeninos de la mujer,
diciendo: y como hay abernuncio, no habra / aber-madre, abersuegra y
aber-ta? (v. 563 b). Y en el Libro de todas las cosas, despus de burlarse
de la quiromancia, aade: haba de haber, si fuera verdad (como hay
quiromnticos), nalguimnticos y frontimnticos y codimnticos y
pescuecimnticos y piedimnticos (p. 59 b).
barbas son las de los letrados, tan tradas y llevadas por Quevedo, que en
otra ocasin las llama barbas jurisconsultas. Hablando de la araa dice: De
manojos de zancas rodeada, / barba jurisconsulta a tu cabeza / forjas, con
presunciones de letrada (v. 188 b). De la enunciacin directa, meramente
definitoria, del objeto, que sera `barbas de letrado, pasamos a una
formulacin afectiva con la pareja de sustantivos en [p. 14] aposicin barbas
jurisconsultas, y de sta, parodindola, a otra ms cmica: barbas
jurisjueces.
Un caso anlogo es el de pelijudas (p. 720 a), adjetivo con el que marca
Quevedo a la muchacha que otras veces califica de bermejuela o bermeja.
Como, segn la tradicin, Judas era rubio, Quevedo contrahace por chiste el
adjetivo pelirrubia, convirtindolo en pelijudas.
Y Pacas Mazo, uno de los dineranos, en vez de decir que han inventado un
tsigo o ponzoa para las almas, dir que han compuesto una contratriaca
(p. 263 a), es decir, `un frmaco contrario al remedio del veneno (triaca).
Con el sufijo -ario, que la lengua utiliza para formar nombres que significan
`coleccin (diccionario, recetario), y pensando ante todo en vocabulario,
inventa Quevedo el trmino disparatario, dndole el sentido de `coleccin
de vocablos y modos de decir disparatados, suma de las significaciones de
vocabulario y disparate. Lleva [p. 17] leemos en el prtico de La culta
latiniparla (p. 652) un disparatario, como vocabulario, para interpretar y
traducir las dems jerigonzas que parlan el Alcorn macarrnico.
Con los sufijos -a o -era, de que se sirve la lengua para formar palabras que
significan ciencia, arte u oficio /filosofa, chapinera), `calidad o condicin
/caballera, glotonera), `produccin o generacin /volatera, ganadera), o
bien `lugar de una ciudad donde se hallan establecidos los de un mismo
oficio, o donde viven aparte gentes de otra raza y religin /zapatera,
judera), fabrica tambin [p. 18] nuestro autor vocablos que incorporan
ficciones provocadas por las realidades designadas por aquellas palabras:
tigresa `ciencia o saber acerca de los tigres (hacer a la tigre maestra de
esgrima y dalle montante, es todo cuanto se puede hacer en buena
tigresa, p. 725 b), maridera `oficio y arte de marido (hay platicantes de
cornudos y aprendices de maridera, p. 194 a), zurdera `calidad de zurdo
(el primero rey zurdo que en Poniente / se ha visto, por honrar la zurdera,
v. 197 b), cultera `estilo culto (si dura la visita o conversacin mucho,
suele acabarse a algunas cultas la cultera, y tienen conversacin
remendada de lego y docto, p. 655 b; cfr. con cultedad, neologismo
tambin usado por Quevedo: es un romance a la boca de una mujer, en
toda cultedad, p. 652 a), arbitrera `simiente o generacin de arbitrios,
que se ha concebido como una peste o plaga (era tan inmensa la arbitrera
que produca aquella tierra, que los nios en naciendo decan arbitrio por
decir taita, p. 235 a), cabellera `calle de los calvos con peluca (y que,
segn hay de calvos, / que como hay zapatera, / ha de haber cabellera /
para poblallos all, v. 79 b) y cornudera `barrio de los maridos pacientes
(y que fuera muy grande providencia / que, como en Roma tienen judera /
para apartar esta nacin, daada, / tuviera este lugar cornudera, v. 108 b;
cfr. p. 39 a).
Entre los neologismos burlescos de Quevedo hay que citar tambin algunos
compuestos coordinativos o subordinativos forjados sobre los esquemas
propios de la lengua. De dos sustantivos: putidoncella `la que presume de
doncella y es prostituta (v. 183 a), bolsi-calavera `bolsa vaca (v. 551 b).
De dos adjetivos: culti-picao `culto y picaresco, `jocoserio (Anilla, dame
atencin, / que es ddiva que no empobra, / mientras que cultipicaa / mi
musa se desabrocha, v. 340 b). De sustantivo y verbo (sea forma personal
o no personal): calvi-casadas `casadas con calvos (Antes que calvicasadas / es mejor verlas difuntas; / que un lampio de mollera / es una
vejiga lucia, v. 338 b), latiniparla `(que) habla latn (la doa Tal
Latiniparla suelta la tarabilla, p. 655 b; cfr. con La culta latiniparla, ttulo
De los verbos derivados con -ear, que son mucho ms escasos, slo vamos
a citar tres: letradear ` hacer oficios de letrado (en tiempo de paz
medrarn los vicios, valdrn los ignorantes, gobernarn los tiranos,
tiranizarn los letrados, letradear el inters, porque la paz es amiga de
pcaros, p. 183 a), maridear ` hacer proposiciones de matrimonio (Don
Lesmes, que en una silla / la estaba marideando, / al ruido se levant / con
olor de sobresalto, v. 344 a) y calaverear, que no significa aqu ` hacer
calaveradas, sino ` sermonear, reprender, gruir, ya que la vieja, por falta
de dientes, hablaba tableteando las quijadas, como si fuese una calavera
(Sin sonar a dientes, / vejecilla ronca / calavereaba / las bellezas choznas
v. 252 a).
Pocos son tambin los verbos del tipo a- + nombre + -ar que inventa
Quevedo. Valgan como ejemplo abernardarse `convertirse uno en Bernardo
del Carpio (En el captulo de La Hora que cuenta [p. 21] el encuentro de un
espaol y tres franceses en las montaas de Vizcaya, leemos: Los
demonios me estn retentando de mataros a pualadas, y abernardarme y
hacer Roncesvalles estos montes, p. 247 b), que, indudablemente, est
sugerido por el lugar de la accin y por la naturaleza y situacin polmica
de los actores, y avisionarse `transformarse en visin (te avisionas de
talle, p. 533).
Son, en cambio, bastantes los verbos nuevos del tipo en- + nombre + -ar,
que, conforme al sentido del esquema, significan `introducir a uno, o
introducirse uno en lo significado por el primitivo, o bien meter en otra cosa
lo denotado por el primitivo. He aqu algunos: encalvar `casarse con calvos
(Si a los hombres los queremos / para pelarlos ac, / y pelados vienen ya;
/ si no hay que pelar, qu haremos? / Antes morir que encalvemos; / alerta,
hijas de Adn, v. 339 b); embodarse `casarse (Dice un casamentero en el
Infierno: Si la esposita me entendiera, antes la triste diera con su
doncellez en unas tocas que embodarse, p. 213 b); encabellarse `ponerse
cabellera postiza (Calvo que no quiere encabellarse es el ttulo de un
soneto, p. 189 b); emborrullarse, `alterarse, alborotarse (Alza Dios su ira,
y emborrllanse en remolinos furiosos los arbitristas, chasqueando barbulla,
llamndole de borracho y perro, p. 235 b); enagelar `dar abuela a uno,
servirle de abuela y encarroar `contagiar, pegarle a uno la vejez (En
En el camarn de Satans observa Quevedo que todas las poyatas (que son
los estantes) estaban llenas de vrgenes hocicadas, doncellas penadas como
tazas (p. 165 b). Evidentemente, la expresin doncellas penadas ha sido
calcada sobre la locucin tazas penadas `tazas en las que se beba con
dificultad por ser de boca muy estrecha o tener el borde hacia afuera.
Expresin equvoca y maliciosa: por un lado, con el adjetivo penadas
tomado en sentido recto, se denota la condicin de condenadas de tales
doncellas, y por otro, merced a la comparacin con esa clase de tazas, se
alude a su virginidad pasada de sazn o fiambre, que dira nuestro autor.
La comparacin entre los condenados por haber sido testigos falsos, que,
dirigidos por uno de ellos, se entregan a su aficin favorita, y la actuacin
de los msicos y cantores de una iglesia, le sugiere a Quevedo este pasaje:
Estaba un testigo falso entre infinita caterva dellos, en lugar ms
preeminente que todos, hecho maestro de falsos testimonios como de
capilla. Llevbales el dicho como el comps, y todos juraban a un son (p.
203 b). Como se ve, la frase maestro de falsos testimonios se ha formado
sobre la locucin maestro de capilla y recoge su sentido para adaptarlo a la
situacin fantaseada. De la comparacin han surgido, adems, las
expresiones llevar el dicho y jurar a un son, parodias, respectivamente, de la
frase llevar el comps y del modo adverbial a una voz `de comn acuerdo.
Los trajes de camino eran de color, y los de calle o ra, negros. Remedando
la expresin traje de ra, Quevedo forja la de ojos de ra para designar unos
ojos negros, y sugiere la de ojos de camino para mentar los de otro color. En
la Perinola nos presenta la figura de una pelinegra, que se serva de la
contradiccin de su propia blancura, con ojos de ra, vestidos de negro (que
las nias de color miran de camino) (p. 719 b).
Con la locucin de lo caro se entenda `el vino puro y bueno que se vende al
precio ms subido. Haba tabernas y taberneros de lo barato, que
expendan slo vino corriente, y tabernas y taberneros de lo caro, que
vendan, adems del ordinario, vino bueno y de precio. Cambiando el nomen
actoris, Quevedo consigue las chistosas frmulas de un letrado de lo caro (v.
229 b), una nia de lo caro (v. 351 b) y un tallazo de lo caro (para este
tallazo de lo caro, / que con dos miraduras delincuentes, / pas a pestaa
infinidad de gentes, v. 556 a).
Una amante con tas que le den consejo y compaa, o un texto culterano,
lleno de vocablos raros y oscuros, son para el Caballero de la Tenaza y para
Quevedo entidades igualmente malas, nocivas y perversas, que evocan la
idea de persona endemoniada. Y puesto que lanzar, o sacar los espritus es
`expulsar, por medio de exorcismos, los demonios del cuerpo de un
individuo, el Caballero y el escritor inventan un sacar las parientas y un
lanzar los obsoletos para designar la misma accin realizada sobre la mujer
y el texto, respectivamente. No la hablar dice el de la Tenaza (p. 35 a)
[p. 29] hasta que le haga sacar las parientas, como los espritus. Y en La
culta latiniparla leemos (p. 653 a): le conjuramos; y a poder de exorcismos
se descubrieron dos medios renglones, que iban en hbito de Pacuvios, y le
lanzamos los obsoletos, como los espritus.
Despus de contar cmo l y otros criados dieron muerte a dos cerdos que
se haban entrado en la casa, Pablos nos dice que su amo y el mayordomo
se enojaron grandemente con l, temiendo las consecuencias de aquella
fechora. Preguntbame don Diego aade que qu haba de decir, si me
acusaban y me prenda la justicia. A lo cual respond yo que me llamara a
hambre que es el sagrado de los estudiantes (p. 82 a). Y en la premtica
contra los poetastros se ordena que anden sealados en la repblica, y que
a los furiosos los aten, concedindoles los privilegios de los locos, para que
en cualquier travesura, llamndose a poetas, como prueben que lo son, no
slo no los castiguen por lo que hicieren, sino les agradezcan el no haber
hecho ms (p. 30 a). Llamarse a hambre y llamarse a poetas son
manifiestas parodias de la expresin, entonces corriente, llamarse a Iglesia,
o Iglesia me llamo. Y como sta significaba `acogerse un delincuente al
sagrado de un templo para evitar caer en manos de la justicia, las dos
construcciones quevedescas tienen el sentido de `alegar como disculpa el
hambre, en el primer caso, y `el ser poeta, en el segundo.
explica (p. 222 a): Estn hirviendo ah Penseque y otro picarn, que da
mal sabor a toda la caldera y me tiene aturdido; que ni sabe lo que se hace,
ni lo que se dice, ni lo que se caldera.
Boga arrancada, es, segn el Diccionario acadmico, `la que se hace con
mayor fuerza y precipitacin, y echando muy a proa las palas de los remos
al meterlos en el agua. Usado adverbialmente, primero con verbos de
movimiento, y despus tambin con otros verbos, el sintagma tiene la
significacin de `con todo el mpetu. Quevedo, por ejemplo, hace decir a
uno de los sablistas del captulo XXII de La Hora de todos; lo que conviene
es hurtar de boga [p. 36] arrancada y con consideracin (p. 240 a). Pero
nuestro autor, parodiando tal expresin, obtiene un de daca arrancada para
recalcar el mpetu y prontitud con que las mujeres responden al anuncio de
un presente. Hallndose el autor y tres jvenes jugando a la perinola, entr
en la habitacin un mancebito, diciendo: `Aqu traigo. Dejronse todas
en el bufetillo el `saca [i. e. la cara de la perinola marcada con la letra s]
hacia arriba, y acudieron al `traigo de daca arrancada: andaba el `venga y
el `saque muy aprisa (p. 719 a).
[V] Final