Se permite la total reproduccin de este documento, mencionando la fuente.
Primera edicin, marzo de 2014 Hecho el Depsito Legal en la Biblioteca Nacional del Per N Diseo y diagramacin: Romy Kanashiro & Omar Gavilano Impresin: Spondylus ediciones Foto portada: Carlos Gastelumendi Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (CNDDHH) Jr. Pezet y Monel 2467 Lince Lima - Per Telfono (511) 419 1111 Fax (511) 419 1112 E-mail: info@derechoshumanos.pe Pgina web: http://www.derechoshumanos.pe Facebook: http://www.facebook.com/cnddhh Twitter: @cnddhh Este informe ha sido posible gracias al apoyo de: DIAKONIA, AECID, Hivos, Unin Europea, Fundacin Ford Cualquier consulta o aporte sobre este documento puede dirigirse a: info@derechoshumanos.pe Coordinadora Nacional de Derechos Humanos Informe Anual 2012-2013. Lima, CNDDHH. Marzo del 2014. C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s DIEZ aos del Informe Final de la CVR 3 PRESENTACIN Balance General de la situacin de DDHH INSTITUCIONALES Premios ngel Escobar Jurado 2012 y 2013 Premiacin de Derechos Humanos 2012 Premiacin de Derechos Humanos 2013 Un adis a Pilar Coll, la primera Secretaria Ejecutiva de la CNDDHH Reconocimiento pblico a Javier Diez Canseco BALANCE POST-CVR: A DIEZ AOS DEL INFORME FINAL DE LA COMISIN DE LA VERDAD Y RECONCILIACIN Renovar el compromiso con la memoria y justicia DERECHOS CIVILES Y POLTICOS 1. Conictos sociales: enfermedad o sntoma? 2. La situacin de la tortura en el Per y el mecanismo nacional de prevencin 3. El Plan Nacional de Derechos Humanos 4. Informe sobre condiciones carcelarias OTROS TEMAS DE PREOCUPACION 5. Informe sobre la situacin del derecho a la educacin 6. Informe sobre el derecho a la salud 7. Informe sobre el derecho a la vivienda 8. Informe sobre el derecho a un medio ambiente sano y adecuado 9. Informe sobre la situacin de los derechos laborales 10. Informe sobre los derechos de los nios y las nias 11. Situacin de los pueblos indgenas 12. Balance de los derechos de las mujeres 13. Situacin de los derechos sexuales y reproductivos 14. Derecho a la igualdad y a la no discriminacin 15. Derechos de la comunidad LGTBI 16. Derechos de las personas con discapacidad 17. Situacin de los derechos humanos de las personas adultas mayores del Per 5 7 13 15 17 19 21 23 24 27 41 43 53 59 62 73 75 81 87 96 103 112 122 129 139 149 159 167 172 NDICE SISTEMA INTERAMERICANO DE DERECHOS HUMANOS 18. Balance del ltimo proceso de reforma de la Comisin Interamericana de Derechos Humanos: la reforma eterna? ANEXO Organizaciones que integran la CNDDHH 2013 183 185 191 193 PRESENTACIN C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s DIEZ aos del Informe Final de la CVR 7 Cul sera la mejor manera de caracterizar el ao 2013 para los derechos humanos en el Per? Quizs podra decirse que la inaccin de instituciones que deben velar por ellos se cruza con ciertas buenas intenciones de los actores del Estado peruano: lamentablemente en la prctica implic que, los derechos humanos, siguieron siendo violentados y que el Estado no ha podido implementar las normas necesarias para garantizarlos. La primera cifra que no revela en toda su dimensin lo que implica por ella misma es esta: 17 personas muertas desde setiembre del 2012 hasta diciembre del 2013 en conflictos sociales. Entre ellas, la historia cruel de Kenllu Sifuentes Pinillos, joven de 22 aos que viva en Barranca, y que cuando tena doce aos en el 2004 recibi una bala de un efectivo del Ejrcito peruano en un paro agrario en Pativilca. Fue operado en el Hospital del Nio, es- tuvo internado varios meses, hasta que finalmente se recuper y pudo terminar el colegio. Diez aos despus, durante una protesta convocada por la Municipalidad de Barranca, Kenllu Sifuentes vuelve a ser impactado por un proyectil, esta vez en el esternn, y a las pocas horas muere. Acaso el Estado peruano no pudo prevenir esta situacin equipan- do a sus policas antimotines con armas no letales? En Lima la prensa apenas le dedic algunas lneas: acaso la historia de Kenllu Sifuentes, atravesado dos veces por dos balas que salan para reprimir a los protestantes, no es tan impactante como la de cada uno de los cados en las protestas venezolanas? Pero regresemos sobre lo que le ha faltado a varias de las instituciones tutelares del Esta- do para garantizar nuestros derechos. Ni se ha implementado el Mecanismo de Preven- cin contra la Tortura, ni se ha promulgado el Plan Nacional de Derechos Humanos, ni se ha derogado el Decreto Legislativo 1095 por el contrario hay mayor impunidad para PNP y Ejrcito durante represin en conflictos sociales con la dacin de la Ley 30151 ni se han anulado los marcos legales que permiten los convenios entre PNP y empresas extrac- tivas. Los peruanos y peruanas seguimos estando divididos entre ciudadanos de primera, con un Estado que garantiza su vida y sus propiedades, y ciudadanos de segunda, cuyas vidas y propiedades, sobre todo cuando son rurales o de pueblos indgenas, siguen sien- do subalternas a los intereses de las grandes empresas extractivas que, por sobre todo, tienen garantizadas sus inversiones con la finalidad de que aquellos que gozan del creci- miento sigan gozndolo. Al otro lado de la balanza siempre se encuentran los ms dbi- les: las mujeres campesinas, los comuneros quechuahablantes, los nios afectados por la contaminacin de sus aguas y sus cielos. Estas palabras parecen maniqueas, pero en nuestro contexto poltico actual, no lo son: si al Estado verdaderamente le interesaran los derechos humanos de las mujeres, de los pueblos indgenas y de los nios no priorizara la flexibilidad de las normas ambientales, de los estudios de impacto ambiental y de la am- pliacin de proyectos extractivos sobre la vida, la salud y la integridad de sus ciudadanos. BALANCE GENERAL DE LA SITUACIN DE DERECHOS HUMANOS C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s Informe ANUAL 2012-2013 8 Por eso mismo, este informe de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos es largo, grueso, lleno de cifras, lleva varios artculos firmados, un balance completo sobre los 10 aos de la entrega del Informe Final de la Comisin de la Verdad y Reconciliacin (CVR) pero sobre todo, rezuma cierta desesperanza. Para evitarla, para poder plantear estrate- gias que nos permitan una visin de largo plazo, proponemos en esta parte del texto, no quedarnos simplemente en la presentacin de lo que ustedes, lectores, podrn revisar en el ndice y en cada una de estas pginas; proponemos tratar de entender cules son las relaciones que puedan existir entre esta realidad de 2013 y nuestro pasado inmediato; proponemos analizar las relaciones que puedan existir entre el conflicto armado interno y los conflictos sociales en la actualidad, entre las estrategias de control desde los aparatos del Estado de las protestas sociales hoy y la subversin de ayer. En ese sentido, esta propuesta ms bien personal, se divide en cuatro acpites: despres- tigio, visiones de desarrollo, protesta y disidencia. DESPRESTIGIO A pesar de que el proceso de la CVR ha planteado un antes y un despus de los derechos humanos en el pas, debemos dar cuenta de los golpes que nuestro discurso post-conflic- to y de justicia transicional ha recibido. Nuestra manera de entender y defender los dere- chos humanos ha sido todo este tiempo duramente atacada por los sectores vinculados a la necesidad de impunidad. Estos sectores son: el fujimorismo activo y congresal, ciertos sectores de las FFAA y FFPP que estn procesados en juicios pblicos, cierto sector del aprismo que est vinculado con el comando Rodrigo Franco o los hechos relativos a casos como Cayara o El Frontn, algunos sectores amplios de la opinin pblica que tienen intereses en vincularnos como defensores de terroristas. La idea que han difundido estos sectores es que en el movimiento de derechos humanos, adems de ser caviares y de defender a los terroristas, nos aprovechamos de la humil- dad e ignorancia de los familiares y de las vctimas para cobrar ingentes sumas de dinero por reparaciones y quedarnos con l para solventar un modo de vida elitista y cosmopolita. Esto es absolutamente falso porque, por lo menos desde las diferentes instituciones de la Coordinadora, jams hemos cobrado un solo centavo por la defensa de las vctimas, ni por el trmite en torno a sus reparaciones. La diferentes instituciones que conforman la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos financian sus actividades con proyectos de diverso rubro, y en el caso concreto de la Secretara Ejecutiva, debido al cierre de las diversas financieras o el retiro de algunos pases que antes apoyaban estos temas, lo que hacemos es presentarnos a concursos pblicos de la Unin Europea o de diferentes pases con la finalidad de solventar nuestras necesidades institucionales que son, a todas luces, muy reducidas. Los profesionales que trabajan en nuestras instituciones tienen un alto sentido de compromiso con este tema y as queremos que sigan siendo, porque de lo contrario, ya se habran ido a trabajar al Estado peruano que paga muchsimo mejor que cualquier ONG. C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s DIEZ aos del Informe Final de la CVR 9 Entonces por qu calan profundamente estos discursos de desprestigio de nuestras ins- tituciones y de nuestros quehaceres?, por qu no se reconoce la valenta con que algu- nos abogados siempre menciono el caso de Gloria Cano porque me parece que es una de las ms emblemticas se la han jugado en nuestro pas para defender los derechos? ngel Escobar Jurado, por ejemplo, fue un defensor de derechos humanos en Huancaveli- ca que muri en 1990 precisamente cumpliendo su labor, pero no tiene mayor trascenden- cia ni mayor recuerdo que el premio que actualmente otorgamos desde la CNDDHH con la finalidad, precisamente, de reconocer el esfuerzo de muchos defensores. Hace poco Vctor Rodrguez Rescia, miembro del Comit de Derechos Humanos de la ONU, nos coment impresionado que el desprestigio de los defensores de derechos hu- manos en el Per es peligrosamente alto y que saltar a las agresiones y la justificacin de la criminalizacin desde diferentes instancias pblicas y privadas puede ser el prximo paso. Todava no vivimos como en Colombia una situacin de violencia y vulnerabilidad tan alta donde el sicariato ha desaparecido a muchos defensores la historia del doctor Hctor Abad en Medelln es paradigmtica pero creo que debemos de tener en con- sideracin la alta tolerancia a la impunidad de los violadores de derechos humanos que estamos constatando con la cantidad de sentencias absolutorias que se vienen dando en la Sala Penal Nacional. LA LUCHA DE DOS VISIONES DEL DESARROLLO Por lo antes mencionado es fundamental discutir sobre el tema de la criminalizacin de las acciones vinculadas con la defensa de los territorios, con la defensa de los liderazgos y con la defensa, en suma, de los derechos humanos en lugares donde, precisamente, el territorio es el espacio de disputa entre dos maneras de ver el desarrollo: el cortoplacismo que representa el Gobierno de Ollanta Humala y su gran giro de transformacin a solo acomodamiento para paliar el golpe del capitalismo neoextractivista, por un lado, y una manera de entender el bienestar desde una perspectiva eco-poltica considerando la de- fensa del agua y del territorio como la garanta de la reproduccin de la especie humana a largo plazo, en el otro lado. Me refiero, en primer lugar, al neoliberalismo a la peruana de la mano con el consumismo-emprendedor y, en segundo lugar, a una incipiente manera de entender el sumak kausay (buen vivir) que es un concepto poco reflexionado en el Per ni acadmica ni mediticamente, excepto en espacios restringidos a Cumbres de los Pueblos o a asociaciones de pueblos indgenas. Es fundamental analizar cmo desde dcadas anteriores se fue organizando una urdimbre de lgicas y prcticas que vinculan diversos aspectos de la violencia como recurso de la poltica. Cmo comprender las lgicas de los actuales movimientos de pueblos indge- nas o de los pueblos afectados por las actividades extractivas que presentan memoriales, cartas, exigen mesas de dilogo, y tras ser ignorados o puenteados o mecidos, finalmente optan por la toma de una carretera para tener una presencia en los medios y as poder hacerse or en Palacio de Gobierno?, qu vnculos existen o no existen entre las formas de reprimir esas manifestaciones y la manera como policas y soldados pensaban que deban intervenir en los pueblos altoandinos de Ayacucho o Huancavelica para repelar la actividad subversiva de Sendero Luminoso y el MRTA?, cules son las lgicas que siguen operando entre ese mundo andino subyugado por la violencia de los aos 80 y 90 y los C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s Informe ANUAL 2012-2013 10 pueblos como Espinar, Celendn, Bambamarca, Paita, Sechura, Tayacaja, entre otros, que son a su vez tambin duramente reprimidos con balas de guerra desde helicpteros o francotiradores posicionados en los cerros?, por qu siguen muriendo peruanos, pero esta vez, no por una violencia sistemtica planteada como una salida a la dominacin sino por lo que Rolando Luque, defensor adjunto para Prevencin de Conflictos Sociales y Gobernabilidad, ha denominado estallidos de ira que son, como su nombre lo indica, desembalses de frustraciones acumuladas? Debemos de entender la situacin actual de la sociedad peruana como un proceso, como un continuum, que no solo se articula con formas y prcticas violentas y que en zonas como Ayacucho, Hunuco o Huancavelica hoy se traducen tambin en pandillaje y vio- lencia contra las mujeres, sino sobre todo con maneras de pensar, con constructos, con imaginarios sociales que alientan este tipo de salidas no consensuadas y confrontaciona- les. La justificacin de los excesos, de la violencia, de la instrumentalizacin del otro, es la primera piedra de un camino lleno de gestiones peligrosas y que puede terminar con masacres y muertos en niveles inconcebibles. PROTESTA Por lo expuesto, es necesario emprender el giro de la criminalizacin de la protesta hacia la criminalizacin de la disidencia como lo ha sealado Raphael Hoetmer en el seminario que la CNDDHH y la UNMSM organizara en octubre del 2013. Esta conceptualizacin no solo ampla la nocin sino que permite indagar en las maneras de instituir un pensamiento nico: el desarrollismo extractivista. Plantear la posibilidad de un post-extractivismo en el Per casi se ve como ser anti-sistema, que fue el alias acuado para Ollanta Humala du- rante las elecciones del ao 2006 y que hoy nadie recuerda, pero se ha transformado en una categora utilizada por todos los medios, por los agentes de las grandes empresas, por los directorios de las sociedades de minera e hidrocarburos y en suma por todos los concurrentes al PERUMIN de Arequipa: los antimineros. Si el desprestigio y el estigma de los defensores de derechos humanos se planteaba des- de el apelativo de caviares hoy tambin se suma el de antimineros. Lamentablemente este sentido comn ha calado en la opinin pblica y es muy complejo y difcil poder romper con esta idea para tratar de discernir a los defensores de derechos humanos solo como activistas o profesionales que tienen un genuino compromiso con la justicia y la de- mocracia. Este adjetivo no se centra en la descalificacin por las acciones que se realizan, sino incluso, por tener una posicin diferente al enfoque del neoliberalismo del Ministerio de Economa y Finanzas y ahora, del Presidente de la Repblica. Entonces, en tanto que cuando hablamos de protesta nos referimos a acciones en contexto determinados de lucha, pero cuando nos referimos a disidencia estamos hablando de la pura posicin poltica frente a sentidos comunes que operan en los ciudadanos como lo correcto, considero personalmente que la criminalizacin que se da en el Per no se limita a las ac- ciones de protesta en diversos espacios de lucha sino tambin a la sola accin de pensar a contrapelo de las propuestas de desarrollo que son el eje de la modernidad entendida como el proceso de superacin del atraso. C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s DIEZ aos del Informe Final de la CVR 11 DISIDENCIA La disidencia no es solo la protesta: la protesta requiere una accin o una palabra. En cambio la disidencia solo requiere de una reflexin en torno a algn sentido comn. Solo requiere estar en desacuerdo. Segn el diccionario de la Real Academia Espaola de la Lengua, la disidencia (Del lat. dissidenta) es f. Accin y efecto de disidir o f. Grave desacuerdo de opiniones. Y disidir (Del lat. dissidre) significa separarse de la co- mn doctrina, creencia o conducta, cuya etimologa literal compuesta significa separar, no permanecer. En el caso de disidencia por diversos traslados metonmicos su signifi- cado se extiende tambin a las sinonimias de no desear estar o pertenecer a un mismo grupo o criterio. Se refiere a tener un criterio diferente al criterio de la mayora. La disidencia est referida, entonces, a un estado situacional y de opinin, a una actitud. Por tanto, puede ser manifestada por actos, pero tambin puede ser igualmente un modo de vida o una opcin en torno a un modo de vida (por ejemplo, ser un anticonsumista). La disidencia remite a una filosofa de vida, a un compromiso total de un individuo o de un grupo que asume todas las consecuencias materiales y espirituales de sus elecciones. La disidencia es una actitud que no necesariamente est dirigida contra algo, sino que ms bien implica un desacuerdo o una distancia tomada con un poder o una autoridad poltica. No entra forzosamente en conflicto directo, sino que se aleja, busca otras vas o espa- cios de legitimidad. De esta manera, el trmino disidencia se distingue de los trminos contestacin y oposicin, que indican una confrontacin al interior mismo del sistema poltico en vigor. En el Per de hoy no solo se criminaliza la protesta como en muchos otros lugares ante la necesidad del avance de derechos si no fuera por las mltiples protestas sociales, des- de la Revolucin Francesa hasta Mayo del 68, no habran avances en los derechos sino que se trata de minimizar y confrontar a aquellos que no estn de acuerdo siquiera con el modelo de desarrollo gastronmico-extractivista-neoliberal. Muchas veces hemos sido testigos de linchamientos mediticos por opinar en contra. Considero que las apuestas de los Guardianes de las Lagunas en Conga o de scar Mollohuanca en Espinar, de los apus awajn en Supayacu o de Santiago Manuin en Bagua, no solo pasan por considerar que quitar tranqueras o llamar a movilizaciones son la lucha fundamental de sus propsitos sino, simplemente, porque ellos mismos como ncleo duro mantiene una diferencia en el sentido de desarrollo al que aspiran. Disentir, es hoy por hoy en nuestro pas, ganarse una estigmatizacin que se vincula adems con la discriminacin de clase y tnica que, por supuesto, lleg a su sumum con la teora del perro del hortelano de Alan Garca que, lamentablemente, no ha muerto sino que se est transformando en otras maneras de separar, discriminar y desautorizar una opcin de vida ecolgica y diversa. Por eso desde esta gestin en la CNDDHH no solamente alzamos la voz para sealar cules han sido los derechos humanos que se han violado o los que se han protegido du- rante el ao 2013 o para pedir normativas y polticas pblicas que permitan que la mayora de la poblacin pueda ejercerlos, sino que adems consideramos necesario ejercer una disidencia frente a la flexibilizacin de derechos con la finalidad de mantener un modelo C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s Informe ANUAL 2012-2013 12 de desarrollo que no beneficia a todos sino que acrecienta las brechas y las diferencias entre peruanos y peruanas. Roco Silva Santisteban Secretaria Ejecutiva Coordinadora Nacional de Derechos Humanos INSTITUCIONALES C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s DIEZ aos del Informe Final de la CVR 15 ANGEL ESCOBAR JURADO La desaparicin forzada de personas fue una de las ms duras expresiones de la violencia poltica que vivi nuestro pas. El ao 2009 se conmemoraron precisamen- te 20 aos de la desaparicin de nuestro ms querido hroe: ngel Escobar Jura- do, en homenaje al cual lleva su nombre el Premio Anual de Derechos Humanos. ngel Escobar Jurado era periodista y activista de derechos humanos y un lder com- prometido con los asuntos pblicos de su regin y con la democracia: fue Subsecretario General de la Federacin Provincial de las Comunidades Campesinas de Huancavelica, Secretario Administrativo del Comit de Derechos Humanos de Huancavelica y colabora- dor de la Asociacin Pro Derechos Humanos (APRODEH). Dice de l la Comisin de la Verdad y Reconciliacin: Siendo miembro del Comit de Derechos Humanos de Huancavelica se dedic durante ocho aos a realizar labores de registro y denuncia de casos de vulneracio- nes de derechos por parte de la agrupacin subversiva Sendero Luminoso y de las Fuerzas Armadas. Entre 1987 a 1989, se encarg de la elaboracin de solicitudes de garantas por la posicin amenazante que ejercan las Fuerzas Armadas en la poblacin, especial- mente los miembros del Ejrcito. Asimismo, se encarg de la elaboracin de de- nuncias por desapariciones, tortura y asesinatos de personas, dirigidas al Comando Poltico Militar de Huancavelica. ngel Escobar Jurado, en el ejercicio de su funcin como Secretario Administrati- vo del Comit de Derechos Humanos de Huancavelica, emiti el Informe Anual N 03-CODEHH-H-89-HVCA con fecha 25 de noviembre de 1989, donde detalla de ma- nera cronolgica 56 hechos de violencia ocurridos en Huancavelica entre enero y noviembre de 1989. Cada hecho de violencia era registrado despus de haberse comprobado su realizacin en base a diversas fuentes, especialmente el testimonio de familiares y testigos de los hechos. PREMIOS "NGEL ESCOBAR JURADO" 2012 Y 2013 C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s Informe ANUAL 2012-2013 16 El da martes 27 de febrero de 1990, a las 7 de la noche ngel Escobar Jurado fue detenido por cinco individuos vestidos de civil (no identificados), presuntamente miembros de las Fuerzas Armadas [] Al da siguiente de su detencin la familia de ngel Escobar realiz infructuosas denuncias y bsquedas en la comisara, la sede de la Polica de Investigaciones y los centros de Inteligencia; en todos estos lugares le indicaron que no se encontraba detenido. Desde entonces, se desconoce su paradero. Veintitrs aos despus, ngel Escobar sigue siendo ejemplo de nuestra labor como de- fensores de derechos y su recuerdo no es cosa del pasado, sino un compromiso real con el presente. C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s DIEZ aos del Informe Final de la CVR 17 El premio intenta reconocer simblicamente a aquellos personajes que a pesar de todas las limitaciones, no tambalearon a la hora de defender alguna lucha y causa justa durante el respectivo ao. Y a pesar de los ataques que defienden intereses adversos, han podido lograr cambios significativos en la vida de muchos peruanos, defendiendo sus derechos humanos. En la premiacin de 2012 conmemoramos la labor de Pilar Coll Torrente, quien fue la primera secretaria ejecutiva de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos, una es- paola de nacimiento pero peruana por conviccin, defendi hasta sus ltimos das los derechos humanos de muchos peruanos con valenta y sin ambages. Padre Isaac Shaguano en la Premiacin de Derechos Humanos Premio Nacional de Derechos Humanos El Padre Isaac Shaguano Murrieta, Prior de la Iglesia y repre- sentante de la institucin franciscana en Per, recibi el Pre- mio Nacional de Derechos Humanos por su generoso apoyo y solidaridad con la protesta social llevada a cabo durante el ao 2012 en defensa del agua y cuestionando al Proyecto Minero Conga. Jorge Chvez en la Premiacin de Derechos Humanos Premio Periodismo y Derechos Humanos Jorge Chvez Ortiz es un periodista de Celendn, en Caja- marca, conocido bloguero y autor de Mi mina corrupta; asimismo, es integrante de la Plataforma Interinstitucional Celendina, activo colaborador del blog Celendn Libre de la PIC y corresponsal de varios medios de prensa del Per y del extranjero. Durante el mensaje a la nacin del 28 de ju- lio, fue arrestado arbitrariamente por la polica mientras rea- lizaba su trabajo, para luego ser golpeado y trasladado a la ciudad de Chiclayo. Chvez haba difundido desde meses antes videos y fotos sobre los abusos en Celendn. PREMIACIN DE DERECHOS HUMANOS 2012 C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s Informe ANUAL 2012-2013 18 Reconocimiento Especial de Derechos Humanos Francisco Sobern Garrido es defensor y promotor histrico de los derechos huma- nos en nuestro pas. Fund la Asociacin Pro Derechos Humanos, donde actualmen- te es director; es ex Secretario Ejecutivo de la CNDDHH. Adems, tuvo una activa participacin durante el periodo de violencia vivido en nuestro pas, especialmente en temas como los desaparecidos y el Grupo Colina. Padres de Gerson Falla Mencin especial Marco Antonio Falla del Solar, padre de Gerson Falla, joven que fue torturado en la comisara de San Borja, ha empren- dido una larga lucha por lograr justicia para su hijo: ha soste- nido en los diferentes medios que la causa de muerte de su hijo no fue por exceso de drogas como afirma la polica, sino que en las pericias al cuerpo de Gerson se determin que se debi a los letales golpes recibidos durante la detencin de su hijo. Desde entonces, Marco Antonio Falla ha sido un luchador y activista contra la tortura que trasciende el caso de Gerson. C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s DIEZ aos del Informe Final de la CVR 19 En este ao la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos realiz la XXIII entrega de los premios de derechos humanos en las siguientes categoras: Premio Nacional de Dere- chos Humanos, Premio Periodismo y Derechos Humanos y Premio Especial de Derechos Humanos. As, los premios permiten otorgar reconocimiento a quienes han destacado en su arduo trabajo por la defensa y promocin de los derechos fundamentales en nuestro pas. Roco Silva Santisteban y Mara del Carmen Gmez Premio Nacional de Derechos Humanos La misionera espaola Mara del Carmen Gmez Calleja re- cibi el Premio Nacional de Derechos Humanos gracias a su trabajo para esclarecer los sucesos violentos del Baguazo. La hermana Maricarmen rechaz firmar un informe con irre- gularidades sobre el conflicto social y fue una de las autoras de una publicacin que cuestiona los datos oficiales en re- lacin al Baguazo. Elas Navarro y Glatzer Tuesta Premio Periodismo y Derechos Humanos Elas Jess Navarro Palomino es un periodista ayacuchano, corresponsal del diario La Repblica, cuyo trabajo destaca por cubrir temas sobre narcotrfico, terrorismo y derechos humanos. Los graves resultados de sus investigaciones pro- vocaron que sufriera un atentado en su vivienda; no obstan- te, Elas Navarro contina con su labor periodstica. PREMIACIN DE DERECHOS HUMANOS 2013 C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s Informe ANUAL 2012-2013 20 Sadit Gmez, en representacin del Padre Gerald, y Francisco Sobern Premio Especial de Derechos Humanos El Padre Geradl Veilleux, en sus 39 aos de sacerdocio en Ucayali, ha trabajado incansablemente por los derechos de los nios soldados en el VRAEM y para que los excesos del Ejrcito durante el conflicto armado interno no queden impunes. El religioso canadiense persiste en el fortaleci- miento de la cultura de paz en la zona; su compromiso con los derechos humanos es intachable. Germn Vargas junto a las representantes de las madres de la Asociacin Tamar - Hunuco Mencin Honrosa Tamar es una asociacin de madres que luchan para que no queden impunes los casos de violacin sexual de nias y nios en Hunuco. Las madres de Tamar denunciaron ms de 1300 delitos de abuso sexual solo en 2012 y su lucha por el acceso a la justicia contina. C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s DIEZ aos del Informe Final de la CVR 21 UN ADIOS A PILAR COLL, LA PRIMERA SECRETARIA EJECUTIVA DE LA CNDDHH Me resulta difcil recoger la densidad de lo vivido en la CNDDHH. Los pro- blemas fueron muy fuertes en ese tiempo, pero siempre pude contar con apoyos firmes de los miembros del Comit Directivo con los que se gener una autntica amistad y de muchas personas amigas que supieron estar muy cerca. Me senta protegida a pesar de los riesgos y senta una fuerza interior que estoy segura vena de lo ms alto y de ms lejos, que me permita seguir con buen nimo y creo que sin miedo.... Retazos de vida Autobiografa de Pilar Coll Pilar Coll Torrente (Huesca 1929 - Lima 2012) fue una pe- ruana por adopcin y por su amor a la defensa de los dere- chos humanos de todos, sin distincin alguna, amor que se concret en una accin valiente, digna y perseverante. Una extraordinaria y generosa mujer que se bati en defensa de la vida en los duros aos 80, cuando sus propuestas eran ata- cadas tanto por los violadores de derechos humanos desde el Estado como por los mismos terroristas durante el conflic- to armado interno, e incluso, por algunos obispos que no supieron valorar su capacidad personal ni su autntico compromiso con el evangelio de los pobres. An a los 83 aos, con su bastn y su paso lento, participaba de todas las actividades en apoyo a los derechos humanos en Lima con valenta y voz muy alta, por eso mismo, hasta el ltimo da de su vida apoy distintas acciones para difundir las recomendaciones de la Comisin de la Verdad y la Reconciliacin o para analizar las posibilidades penitenciarias de mujeres encarceladas. Pilar fue consejera del Consejo Nacional de Reparaciones. Su labor pastoral en las crceles, su compromiso por la verdad y la justicia, sus batallas por- que las vctimas reciban reparaciones dignas, son un ejemplo de resistencia, tenacidad y lucha. Pilar Coll pidi expresamente que el dinero que puedan invertir en flores para su acom- paamiento a la ltima morada sea entregado a las internas del Establecimiento Peniten- ciario Chorrillos, donde ella realizaba labor pastoral todos los jueves desde hace ms de veinte aos. Por eso, pero sobre todo, por su tenacidad en la lucha pos de la justicia, Pilar Coll es un ejemplo de persistencia en la esperanza por la dignidad y la verdad de todos. C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s Informe ANUAL 2012-2013 22 Pilar Coll Torrente muri el 15 de setiembre del 2012 en el Hospital Centenario Peruano Japons, debido a una operacin urgente de ltimo minuto. Sus restos fueron velados en el Colegio de Jess, ese lugar al que cada Pascua de Resurreccin ella acuda para participar de la misa de Gustavo Gutirrez. Esa maana once obispos celebraron la misa de cuerpo presente, antes de que sus restos visitaran por ltima vez el Establecimiento Penitenciario Chorrillos II, Mxima Seguridad, en donde una multitud de mujeres le dieron la despedida final. Por ltimo, fue cremada en Lurn y sus cenizas, en parte, fueran llevadas a su Cdiz natal y otra parte reposan en la Iglesia de la Virgen de Ftima en Miraflores. Su magisterio, su tenacidad, su posicin de encarar la vida de manera frontal, permanecern en nuestra memoria. C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s DIEZ aos del Informe Final de la CVR 23 RECONOCIMIENTO PBLICO A JAVIER DIEZ CANSECO 1 Las organizaciones agrupadas en la Coordina- dora Nacional de Derechos Humanos manifes- tamos nuestro reconocimiento pblico a Javier Diez Canseco Cisneros, por su trayectoria polti- ca dedicada a la defensa de la vida, la democra- cia y los derechos humanos. En 1980, Javier Diez Canseco, en su calidad de diputado, form parte de la primera Comisin de Derechos Humanos de la Cmara de Diputa- dos del Congreso de la Repblica. Desde enton- ces ha participado en varias comisiones investi- gadoras de casos de violaciones a los derechos humanos, siendo un aporte fundamental para investigar y sancionar los crmenes que se pro- ducan esos aos. Producto de ese trabajo, su- fri un conjunto de atentados contra su vida y la integridad fsica de su familia, la voladura de su casa, entre otras agresiones directas, adems de reglaje, seguimiento y hostigamientos varios. Sin embargo, jams cej en su defensa de las vctimas. En los ltimos aos ha jugado un rol muy importante en la defensa de las personas con discapacidad, siendo uno de sus ltimos logros en accin coordinada con diversas or- ganizaciones de ste mbito, la Ley General de la Persona con Discapacidad 29973. Ahora que ya no est con nosotros, valoramos su trabajo, como el de un poltico, de- dicado a defender causas a favor de la vigencia irrestricta de los derechos humanos en nuestra patria. 1 Javier Diez Canseco Cisneros (Lima, 24 de marzo de 1948 - 4 de mayo de 2013) fue un socilogo, escritor y poltico peruano, fundador del Partido Socialista del Per y Congresista de la Repblica. Fue miembro de la Asamblea Constituyente y congresista del Per, cargo para el que fue elegido en seis ocasiones (1980, 1985, 1990, 1995, 2001, 2011). Postul a la Presidencia de la Repblica en las elecciones generales del Per de 2006. BALANCE POST-CVR A DIEZ AOS DEL INFORME FINAL DE LA COMISIN DE LA VERDAD Y RECONCILIACIN C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s DIEZ aos del Informe Final de la CVR 27 La Comisin de la Verdad fue creada durante el gobierno de transicin del presidente Valentn Paniagua mediante Decreto Supremo 065-2001-PCM, 4 de junio de 2001, en- cargndosele esclarecer el proceso, los hechos y las responsabilidades de la violencia terrorista y de la violacin de los derechos humanos producidos desde mayo de 1980 hasta noviembre de 2000, imputables tanto a las organizaciones terroristas como a los agentes del Estado, as como proponer iniciativas destinadas a afirmar la paz y la concor- dia entre los peruanos. Los objetivos de la Comisin no se limitaron al esclarecimiento de los crmenes y la elaboracin de propuestas de reparacin; incluyeron el anlisis de las condiciones polticas sociales y culturales que contribuyeron a la violencia, as como el recomendar reformas institucionales, legales y educativas que garantizasen la preven- cin de episodios similares en el futuro. Al ampliarse su nombre Comisin de la Verdad y Reconciliacin se aadi el objetivo de sentar las bases para un profundo proceso de reconciliacin nacional, a partir del esclarecimiento de los hechos as como del restableci- miento de la justicia (DS N 101-2001-PCM, 4 de setiembre de 2001). La instalacin de la Comisin signific un enorme logro para el movimiento de derechos humanos. Si bien el origen de la decisin estuvo en el desenlace de la crisis del rgimen fujimorista, se abra la posibilidad de investigar y juzgar el conjunto de las violaciones ocurridas en el pas desde el inicio del conflicto armado en 1980. El movimiento haba participado en la comisin ad-hoc (tres ministerios, dos representantes de iglesias y la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos) que defini las caractersticas y alcances del organismo. Al final de cuentas, la composicin plural de la Comisin, con una pre- sencia mayoritaria de personas ajenas al movimiento de derechos humanos, ampli su legitimidad y el compromiso de sectores muy diversos de la sociedad peruana. La relacin Coordinadora/Comisin de la Verdad y Reconciliacin fue, desde un inicio, de colabora- cin estrecha. Tal como repetidas veces lo ha reconocido el presidente de la Comisin, el doctor Salomn Lerner: Las organizaciones de derechos humanos tuvieron una actitud generosa para entregarnos los resultados de las investigaciones que tenan, sus datos. Comprendieron que la CVR, como toda comisin de este tipo, tena corta vida, un breve trmino. Ellos haban trabajado antes, tendran que trabajar luego 3 . Los aportes fueron mltiples, incluyendo experiencia en los temas del Informe y un tejido de relaciones internacionales. Pero sin duda el ms importante fue una relacin de dca- 2 Este documento ha sido elaborado por Eduardo Cceres Valdivia. 3 Declaracin de Salomn Lerner, 7 de marzo de 2005, citado por Pablo Rojas en Foro de COMISEDH (2009). RENOVAR EL COMPROMISO CON LA MEMORIA Y LA JUSTICIA 2 C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s Informe ANUAL 2012-2013 28 das con la memoria viva de la historia de violencia y violaciones: la relacin con las vcti- mas y sus familiares, con sus organizaciones; relaciones de confianza y solidaridad que les permitiran testimoniar y pasar a ser protagonistas del proceso que se abra. Para todos los activistas de derechos humanos, los momentos ms intensos del proceso fueron las audiencias pblicas. El impacto fue mltiple. En primer lugar, fue un momento privilegia- do para la voz de las vctimas. En segundo lugar, a pesar de las limitaciones que tuvo su difusin, fue un momento de escucha -en muchos casos con estupor, en otros con horror, sin estar ausente el rechazo- de parte de la sociedad hacia los olvidados de siempre. En tercer lugar, las audiencias fortalecieron a los comisionados, a colaboradores y voluntarios del proceso, en su compromiso con la verdad. EL INFORME FINAL El 28 de agosto de 2013, fue presentado a la Nacin el Informe Final de la Comisin de la Verdad y Reconciliacin. El Informe recoga no solo los resultados de dos aos de inves- tigaciones, entrevistas a ms de 17 mil personas, audiencias pblicas y debate; tambin sintetizaba un largo proceso de lucha por la verdad y la justicia. Al recibir el Informe, el presidente Toledo expres su compromiso de implementar las recomendaciones, y el 28 de noviembre de 2003 present una disculpa a nombre del Estado. El Informe Final es mucho ms que un inventario de casos, acompaado del anlisis de las causas y un conjunto de recomendaciones. Su Primera Parte, la ms extensa, da cuenta de una mirada en profundidad sobre el proceso de la violencia, que busca sacar a la luz, a partir de los hechos, a las vctimas. Tras una periodizacin del proceso, dife- renciando escenarios regionales as como los rostros y perfiles de la violencia, el Informe pasa al anlisis de los actores: no solo los armados, tambin los institucionales, polticos y sociales. La Segunda Parte del Informe se aboca a desentraar los factores que hicieron posible la violencia. Claramente se seala la responsabilidad central de Sendero Lumi- noso, al decidir iniciar la lucha armada. Sin embargo, el impacto que tuvo la violencia no se atribuye exclusivamente a tal decisin. Resulta de la conjuncin de esta con factores histricos de largo plazo, con factores institucionales y coyunturales, sin los cuales no se explica ni la duracin ni la crueldad que alcanz el conflicto en varias regiones del pas. En la Tercera Parte del Informe se analizan las diversas secuelas de la violencia: psicoso- ciales, sociopolticas y econmicas. Y culmina el Informe con la seccin dedicada a las recomendaciones: hacia un compromiso nacional por la reconciliacin. Recapitular la estructura del Informe apunta a llamar la atencin sobre algunas caracters- ticas fundamentales del mismo. En primer lugar, el Informe comporta una visin del pas. No solo es un brillante ejemplo de anlisis histrico, sociolgico y jurdico. Es, a la vez, un juicio moral -siempre difcil y riesgoso- sobre el devenir histrico del Per desde una determinada perspectiva, en este caso la perspectiva de los derechos humanos. Y si bien el anlisis articula la perspectiva histrica con el anlisis estructural, pone en el centro de su inters a las personas en sus diversas dimensiones y adscripciones. Apela a la histo- ria como raz pero no como explicacin ltima, saca a la luz fracturas sin desconocer los intentos de sntesis, juzga el presente desde principios que no son abstracciones sino promesas vivas en las aspiraciones y sueos de peruanas y peruanos. En segundo lugar, el Informe propone una autntica refundacin moral del pas que sustente un nuevo pacto C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s DIEZ aos del Informe Final de la CVR 29 social y una institucionalidad poltica renovada. Es por ello que la evaluacin de su cumpli- miento no puede reducirse al inventario de las polticas pblicas que se hayan puesto en marcha, o al nmero de casos que se haya logrado judicializar exitosamente. Una evalua- cin comprensiva del cumplimiento o no de las recomendaciones del Informe exige mirar el curso que ha tomado la vida peruana en la dcada transcurrida. IMPACTOS GLOBALES DEL INFORME: LOGROS Y CUESTIONES PEN- DIENTES Ms all de los avatares de la opinin pblica muchas veces interrogada de manera tendenciosa en medio de intensas campaas de desprestigio de la Comisin y el Infor- me-, en ningn momento el apoyo al mismo ha estado por debajo del 40%. En relacin a mensajes centrales del mismo y frente a casos emblemticos de violacin de derechos, el respaldo ha superado largamente el 60% de la opinin pblica. En momentos cruciales de la vida reciente la extradicin y juicio a Fujimori, el voto en la segunda vuelta de 2011- las responsabilidades que el Informe identifica han sido cruciales en las opiniones y decisio- nes de los ciudadanos. No solo la agenda general de los derechos humanos ha ganado en visibilidad y legiti- midad. Tambin algunas agendas especficas que responden a la situacin de doble o triple exclusin que afecta a sectores significativos de nuestra sociedad. En primer lugar, los pueblos indgenas que sufrieron los embates ms duros de la violencia (75% de las vctimas); junto con ellos, las mujeres que adems de la violencia asesina sufrieron vio- laciones sistemticas y otras formas de agresin sexual. No es casual que en la dcada transcurrida se hayan hecho visibles grupos de la poblacin particularmente vulnerables (personas con discapacidad) y/o fuertemente discriminados (personas con diversas op- ciones sexuales). Como consecuencia directa del Informe se cre una Sala Penal para conocer delitos contra la Humanidad y delitos que hayan constituido casos de violacin a los derechos humanos (2004) y, en torno a ella, un subsistema para el mismo fin 4 ; se estableci la Co- misin Multisectorial de Alto Nivel (CMAN) responsable de dar seguimiento a las acciones y polticas del Estado en reas de paz, reparaciones colectivas y reconciliacin nacional (2004). Adicionalmente, el mismo ao, se aprobaron dos importantes leyes de contenido reparador: la Ley N 28223 que cre el registro para personas desplazadas a cargo del Ministerio de la Mujer y Desarrollo Social- y la Ley N 28413 que cre el registro de las personas desaparecidas bajo responsabilidad de la Defensora del Pueblo. Aunque con retraso, en julio de 2005 se promulg la Ley 28592 que crea el Plan Integral de Reparacio- nes (PIR). Hubo que esperar un ao para la promulgacin del reglamento que viabilizara el inicio de su implementacin. En el segundo semestre de 2006 se cre el Consejo de 4 El subsistema incluye la sala penal nacional y cinco juzgados supra-provinciales (cuatro en Lima y uno en Ayacucho). En el Ministerio Pblico tambin se crearon fiscalas especializadas: tres fiscalas superiores, ocho fiscalas supra-provinciales (cuatro en Lima, dos en Ayacucho, una en Hunuco y una en Huancavelica). C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s Informe ANUAL 2012-2013 30 Reparaciones y con l se puso en marcha la elaboracin del Registro nico de Vctimas. A estas iniciativas nacionales, se sumaron diversas iniciativas regionales y locales 5 . En general se puede afirmar que los principales partidos polticos peruanos han estado o frontalmente en contra o de espaldas al Informe. El caso ms evidente es el del Fujimo- rismo que ha mantenido su vigencia a lo largo de la dcada asumiendo la reivindicacin y defensa de lo actuado por su fundador. A su lado, en el cuestionamiento a aspectos centrales del Informe, ha estado el APRA. Esto a pesar de su actitud inicial de dialogar con el Informe, reivindicando para ello mensajes centrales de su identidad originaria (pro- nunciamiento del CEN del PAP, 14 de octubre de 2003). Accin Popular ha eludido un pro- nunciamiento institucional, asumiendo la mayora de sus dirigentes una actitud defensiva y crtica frente al Informe. Es en el terreno de la produccin cultural donde se encuentran quiz los impactos ms significativos y duraderos del Informe. Ya desde inicios del proceso de violencia hubo una produccin cultural crecientemente comprometida con las vctimas de la violencia y que apunt a sacar a la luz las races de esta. Desde maestros retablistas ayacuchanos hasta cineastas dieron su testimonio del proceso en curso. Durante el proceso de elaboracin del Informe y luego de su entrega al pas, la actividad cultural comprometida con los dere- chos humanos ha continuado desarrollndose. En el terreno de la literatura se menciona que existen ms de 280 ttulos relacionados con el tema 6 . No es casual que la nica pe- lcula peruana que la llegado a ser nominada para un premio Oscar sea una pelcula que trata uno de los efectos de la violencia (La Teta Asustada). En el terreno de la cultura en su sentido ms amplio (creencias y representaciones colectivas, prcticas sociales, etc.), los mensajes del Informe han tenido que disputar intensamente con dos corrientes adversas. Por un lado, un modelo que privilegia el xito individual a travs de una competencia des- enfrenada, que reduce al ciudadano casi exclusivamente a su dimensin de propietario y consumidor. Por otro, la visin autoritaria y controlista que se promueve desde propuestas neo-conservadoras. JUSTICIA: CONDENAS EMBLEMTICAS Y LA AMENAZA DE LA IMPU- NIDAD La CVR document 47 casos que ejemplifican patrones de criminalidad de violaciones cometidas durante el conflicto y que fueron enviados al Fiscal Nacional y a los tribunales para su investigacin. En febrero de 2001, el gobierno de Paniagua lleg a un acuerdo amistoso con la Comisin Interamericana de Derechos Humanos en relacin a 165 casos, comprometindose a ofrecer reparaciones para las vctimas y a garantizar la investigacin y sancin penal de los crmenes. La Defensora por su parte investig y present doce casos al Ministerio Pblico. A las tres fuentes mencionadas se sum un nmero indeter- minado de casos denunciados directamente por vctimas o familiares. Corresponda al 5 En Polticas Pblicas de Verdad y Memoria en 7 pases de Amrica Latina (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay, Per y Uruguay) [Francisca Garretn Kreft, Marianne Gonzlez Le Saux y Silvana Lauzn, 2011]; se da cuenta de 79 iniciativas de polticas pblicas sobre el tema: diecinueve corresponden al nivel nacional, trece a nivel regional y 47 son polticas locales. En estas polticas locales se observa en muchos casos una fuerte participacin de organizaciones de la sociedad civil, ya sea en la iniciativa o en la ejecucin de las polticas. 6 Segn el especialista Vctor Quiroz existen ms de 140 novelas que tratan el tema del conflicto armado interno peruano y los cuentos pasan hace rato los 300 ttulos (El tinkuy postcolonial. Utopa, memoria y pensamiento andino en Rosa Cuchillo, Lima: Fondo Editorial UNMSM, 2011). C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s DIEZ aos del Informe Final de la CVR 31 Ministerio Pblico denunciarlos y al Poder Judicial procesarlos y sentenciarlos adoptando para ello los principios y jurisprudencia del derecho penal desarrollados en el contexto de los procesos transicionales 7 . Sin duda la condena a Fujimori (7 de abril de 2009, ratificada por la Corte Suprema el 3 de enero de 2010), marc un hito en el proceso de judicializacin de las violaciones a los derechos humanos. Ms an, si se toma en cuenta que ha estado acompaada de con- denas a Vladimiro Montesinos, al ex general Nicols Hermoza Ros y a los integrantes del Grupo Colina. Sin embargo, el anlisis del curso del conjunto de los casos en curso deja un balance ms bien de preocupacin frente a los resultados de la justicia peruana. En su balance de los diez aos del Informe de la Comisin de la Verdad y Reconciliacin 8 , la Defensora del Pueblo incluye un cuadro resumen de la situacin en la que se encuen- tran los 200 casos que ha monitoreado de manera sistemtica (se trata de los casos que present la CVR, los que aport la misma Defensora y los que resultaron del acuerdo amistoso con la CIDH): Cuadro N7 Cuadro general de los casos supervisados por la Defensora del Pueblo - Mayo 2013 Estado de Trmite CVR DP CIDH Total Investigacin preliminar 5 4 27 36 Instruccin 8 0 2 10 Pendiente de jucio oral 7 0 4 11 Jucio oral 10 0 2 12 En reserva 5 0 1 6 Archivo 4 6 67 77 Sentencia 14 2 16 32 No se ha recabado informacin 0 0 16 16 Total 53 12 135 200 Fuente: Fiscala Superior Penal Nacional; Sala Penal Nacional; fiscalas y juzgados penales suprapro- vinciales; Aprodeh y Paz y Esperanza. Elaboracin: Defensora del Pueblo. Si se examina el contenido de las sentencias emitidas se constata que solo el 9% de las mismas han sido condenatorias, el 34% absolutorias y un 57% mixtas (es decir condenan- do a algunos de los acusados y absolviendo a otros). De un total de 285 sentenciados, 223 fueron absueltos (78%) y 62 recibieron condena (22%). A lo largo de la dcada la ten- dencia principal ha sido a resolver los casos con sentencias absolutorias. Un factor determinante en el resultado de los casos Fujimori-Montesinos fue la clara e irrefutable relacin entre los crmenes que se juzgaban y el rgimen que acababa de ser 7 Entre otras publicaciones sobre el tema, destacan: Quinteros, Vctor Manuel; ed.; Temas de derecho penal y violacin de derechos huma- nos. Lima. Instituto de Democracia y Derechos Humanos de la Pontificia Universidad Catlica del Per (IDEHPUCP), 2012. Coordinadora Nacional de Derechos Humanos; Retos de la Judicializacin: en el proceso de verdad, justicia, reparacin y reconciliacin. 2a ed., Lima, Coordinadora Nacional de Derechos Humanos, 2005. 8 Informe Defensorial 162. Lima. Defensora del Pueblo. Agosto 2013 C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s Informe ANUAL 2012-2013 32 depuesto por la movilizacin social y poltica de 2000 y 2001. Fueron meses de intensa movilizacin ciudadana, con particular protagonismo de los familiares de las vctimas en los casos emblemticos (Cantuta, Barrios Altos, Santa). Los abogados del movimiento lo- graron una relacin positiva con el Ministerio Pblico aportando entre ambos la presencia de 83 testigos, ms de una veintena de peritos nacionales e internacionales y una gran cantidad de material probatorio, recogido en ms de 110 tomos. En total se desarrollaron ms de 140 audiencias. El proceso fue acompaado por 312 observadoras/es nacionales y 149 internacionales, casi la totalidad de los cuales fueron movilizados por las redes de las cuales forman parte la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos y los organismos que la integran. El 7 de abril de 2009 Fujimori fue condenado a 25 aos de prisin por su responsabilidad en los delitos de asesinato con alevosa, secuestro agravado y lesiones graves, tras ser hallado culpable intelectual de las matanzas de Barrios Altos, en 1991, y La Cantuta, en 1992, cometidas por el Grupo Colina, as como del secuestro de un empre- sario y un periodista. Fujimori apel la sentencia pero esta fue ratificada en enero de 2010. A nivel internacional se ha reconocido que la sentencia a Fujimori es ejemplar en el terreno de la jurisprudencia del derecho penal transicional. Asume y desarrolla la idea de que es- tos crmenes son casos complejos en los cuales las pruebas deben ser establecidas con criterios especficos. La nocin de prueba indiciaria es utilizada repetidas veces junto con la de dominio de las circunstancias y la de cadena de mando. La sentencia identi- fica la existencia de una estructura de poder que condujo la guerra sucia como resultado de la cual se produjeron los crmenes motivo del juicio. Las dificultades y retrocesos en el terreno de la justicia tiene que ver, entre otras razones con la desnaturalizacin del subsistema penal espacial al que se hizo alusin anterior- mente. Paulatinamente se le ha ido asignando nuevos temas, ajenos a su mandato inicial: delitos de contrabando, tributarios, narcotrfico y crimen organizado. A esto se suma una regresin doctrinal. Tal como sealan los abogados de las vctimas 9 , los jueces reclaman la presentacin de pruebas directas, rechazando en la prctica el uso de pruebas indicia- rias (tal como se hizo en el caso Fujimori 10 ), as como la presentacin de rdenes escritas y firmadas para probar la atribucin de hechos criminales a los mandos a cargo de las zo- nas de emergencia. Ms escandaloso an, es el descalificar a los familiares como testigos por considerar que son parte interesada en los casos que se juzga. En cuanto al Ministerio Pblico, si bien se reconoce desde el movimiento de derechos humanos la presencia de varios fiscales que tienen una real voluntad de investigar, los resultados son magros por factores institucionales diversos. Al 2008, solo el 3% de los ca- sos presentados a las fiscalas fueron materia de denuncia formal, en tanto el 28% fueron archivados. La formulacin de denuncias ha continuado siendo extremamente lenta en el quinquenio 2008-2013. La tendencia a archivar casos ha crecido en forma escandalosa, particularmente en las fiscalas que operan en el departamento de Ayacucho. En este contexto no es extrao que se haya intentado repetidas veces obtener la excarce- lacin de Fujimori aduciendo diversos motivos y recurriendo incluso al indulto presidencial. O que se haya dado el Decreto Ley 1097 que afirmaba: la Convencin sobre la impres- 9 En lo que sigue se recogen las opiniones de la doctora Gloria Cano (IDL) y el doctor Carlos Rivera (IDL). 10 Es de notar que en ms de 30 sentencias posteriores a la del ex Presidente, solo en una se la mencione como antecedente. C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s DIEZ aos del Informe Final de la CVR 33 criptibilidad de los Crmenes de Guerra y de los Crmenes de Lesa Humanidad () surte efectos y rige para el Per a partir del 09 de noviembre de 2003. O que en julio de 2012 un fallo de Villa Stein redujese la pena al grupo Colina. Si bien ambas maniobras fueron revertidas, expresan claramente la voluntad encubridora que mueve a actores instituciona- les de primera importancia. EL ESCNDALO DE LOS DESAPARECIDOS Y LAS EXHUMACIONES Particularmente indignante es la situacin de los desaparecidos. Al culminar su trabajo, la CVR entreg una lista con 8558 casos de desaparicin forzada. Asimismo, entreg un Registro Nacional de Sitios de Entierro, que inclua 4644 lugares a nivel nacional, 2234 en Ayacucho. A la fecha, se han identificado 1818 sitios ms solo en Ayacucho. El Equipo Forense Especializado (EFE) del Instituto de Medicina Legal (IML) del Ministerio Pblico, ya en 2011, asuma la existencia de al menos 15000 personas desaparecidas. A la fecha, los resultados son muy limitados: Cuadro N8 Proceso de exhumacin, identicacin y entrega de restos (2002 - abril 2013) Ao Individuos recuperados Individuos identicados Individuos recuperados 2002 81 74 74 2003 18 15 12 2004 56 43 39 2005 62 40 33 2006 125 36 37 2007 108 37 24 2008 200 148 112 2009 513 211 219 2010 311 178 112 2011 497 313 253 2012 449 330 259 2013 58 58 143 Total 2,478 483 1,317 Fuente y Elaboracin: Instituto de Medicina Legal. A este ritmo, exhumar e identificar a los desaparecidos que faltan tomar ms de cinco dcadas. C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s Informe ANUAL 2012-2013 34 REPARACIONES COLECTIVAS E INDIVIDUALES, MATERIALES Y SIM- BLICAS Tal como se seal anteriormente, a inicios del 2004 se estableci la Comisin Multisec- torial de Alto Nivel (CMAN) responsable de dar seguimiento a las acciones y polticas del Estado en reas de paz, reparaciones colectivas y reconciliacin nacional. A pesar de las mltiples iniciativas desde la sociedad civil, hubo que esperar hasta julio de 2005 para obtener la promulgacin de la Ley del Plan Integral de Reparaciones (PIR). El Plan defini como beneficiarios a las vctimas por desplazamiento, encarcelamiento arbitrario, tortura, violacin y secuestro, as como a miembros del cuerpo militar, policas y comits de auto- defensa lesionados como resultado del conflicto. Los familiares de los muertos y desapa- recidos tambin eran elegibles, como lo fueron algunas vctimas indirectas: nios nacidos como resultado de las violaciones, nios reclutados por los comits de autodefensa, los acusados injustamente por cargos de terrorismo o traicin, y aquellos que se convirtieron en indocumentados como resultado del conflicto. La ley ratific el rol de la CMAN en el proceso de implementacin. En octubre de 2006 se cre el Consejo de Reparaciones cuya primera tarea fue elaborar un registro unificado de todas las categoras de vctimas (RUV), sean individuos o colectivos. Beneficiarios colectivos podan ser comunidades indgenas, campesinas y otros asentamientos afectados por la violencia, as como a los grupos organizados de personas desplazadas que no haban regresado a sus lugares de origen. El Consejo declar explcitamente que no registrara terroristas como vctimas. Al 31 de julio de 2013, el Consejo haba registrado 182350 vctimas individuales, 5697 comunidades y 46 organizaciones de desplazados. Como muestra del dinamismo del pro- ceso hay que sealar que al 31 de diciembre de 2012 se tena un registro de 160429 vc- timas individuales. El 96% de las solicitudes individuales y el 91% de las solicitudes de las comunidades han sido evaluadas, dando como resultado su inclusin en el registro. Sin embargo, es probable que exista un importante nmero de vctimas por registrar. Cuando se inici el proceso se previ tenerlo culminado al 2009 con un total de aproximadamente 280000 vctimas.
Reparaciones colectivas El Informe Final incluy la propuesta de un programa de reparaciones colectivas que re- construyera y consolidara las instituciones de las comunidades y asentamientos que ha- ban perdido su infraestructura fsica y social y que sufrieron incremento en la pobreza y en la exclusin como consecuencia de dos dcadas de violencia. El gobierno de Alan Garca inici, en junio de 2007, la implementacin de las reparaciones colectivas sin esperar a la finalizacin del registro de las vctimas. Estas reparaciones se efectan mediante pe- queos proyectos en comunidades altamente afectadas. La mayor parte de estos se han enfocado en recuperacin y reconstruccin de la infraestructura econmica, productiva y comercial; desarrollo de capacidades humanas y acceso a oportunidades econmicas; recuperacin y expansin de los servicios bsicos de educacin, salud, saneamiento, electrificacin rural; y, en menor proporcin, la recuperacin de la herencia comunitaria. En 2007, la CMAN eligi 440 asentamientos rurales, comunidades nativas y centros pobla- dos rurales para recibir proyectos de inversin de hasta 100000 soles en cada caso. Otras comunidades fueron priorizadas en los aos siguientes a un ritmo similar, con excepcin C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s DIEZ aos del Informe Final de la CVR 35 de 2010 y 2011, cuando el nmero descendi a una tercera parte respecto a los aos an- teriores. Hasta 2011, 165 millones fueron asignados para 1672 proyectos, implementados en 1649 comunidades. Durante el gobierno de Ollanta Humala desde julio de 2011 a la fecha-, el ritmo ha sido desigual. Inicialmente se anunci para el 2012 una ejecucin global en reparaciones de 149 millones de soles (el promedio anual previo fue de 40 millones), destinndose 100 millones de soles para reparaciones individuales y de los 49 millones restantes, 32 millo- nes para reparaciones colectivas y 14 millones para reparaciones en salud, educacin y simblicas. En el presupuesto de 2013 se asign 39 millones de soles para reparaciones, incluyendo 19 millones para reparaciones colectivas, lo que significa una meta de 190 comunidades para este ao. El resultado global es que 1946 comunidades habrn sido beneficiadas para finales de 2013, lo que es significativo, pero muy lejano de las 5697 co- munidades afectadas por el conflicto registradas por el Consejo de Reparaciones 11 . Reparaciones econmicas individuales En julio de 2010, el gobierno de Alan Garca anunci que comenzara la implementacin de reparaciones econmicas, creando para ello una comisin ad-hoc. La mitad del pre- supuesto de reparaciones de 2011 se reserv para esto (20 millones de soles), mientras que el resto se asign al quinto ao de la implementacin del programa de reparaciones colectivas. La CMAN se opuso a realizar pagos parciales o en cuotas a las vctimas, por- que disminuira el efecto reparador al considerar insuficiente la cantidad que se pagaba en cada ocasin. Es de notar que en ningn momento las organizaciones de vctimas fueron convocadas a tomar parte en este proceso. Finalmente, el programa fue aprobado en forma unilateral a travs del Decreto 051-2011- PCM incluyendo un conjunto de precisiones que han sido fuertemente cuestionadas: a) se estableci como monto de reparacin la suma de 10000 soles por vctima (sin explicacin de cmo se lleg a dicha cantidad); b) se prioriz a los adultos mayores por su mayor vulnerabilidad; y c) se cerr el registro de beneficiarios de las reparaciones econmicas a partir del 31 de diciembre de 2011. Con estas limitaciones, el gobierno de Garca pag reparaciones a 1021 vctimas antes de terminar su mandato. De hecho, el tema del monto de las reparaciones haba sido discutido entre organizaciones de vctimas y de la socie- dad civil. En una sesin llevada a cabo en noviembre de 2011, la CMAN defini un pago, similar para todas las vctimas, de 36000 soles, equivalente a 10 UIT (Unidad Impositiva Tributaria). Lo aprobado mediante el DS 051 representa menos de un tercio de este monto. A este problema se suma el asunto del mecanismo de reparto del exiguo monto entre los sucesores de las vctimas mortales. El gobierno de Humala ha seguido pagando las reparaciones con las cantidades definidas durante el gobierno de Garca 12 . Hasta julio de 2012, 1878 personas haban recibido algn tipo de reparacin econmica. En la segunda mitad de 2012, este programa recibi un fuerte apoyo financiero y para diciembre el nmero total de beneficiarios se increment a 11 Segn el mencionado Informe Defensorial, a mayo del 2013 han sido beneficiadas 1892 comunidades. 12 El 15 de enero de 2013 fue publicada la Ley N 29979, que aunque no tom en cuenta la sugerencia de ampliar las prioridades estable- cidas por el DS 051, facult al MINJUS para que establezca, mediante un reglamento, otros criterios complementarios. C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s Informe ANUAL 2012-2013 36 17652 vctimas, con una inversin total de 96 millones de soles. El actual gobierno pare- ce querer reducir su compromiso financiero en las reparaciones. El Ministerio de Justicia envi a la CMAN una solicitud para interpretar las regulaciones de manera que las vcti- mas que sufrieron ms de una violacin o aquellas que perdieron a ms de un miembro de su familia recibieran slo una cantidad. La sociedad civil y Defensora del Pueblo se han opuesto y la CMAN unnimemente tom la decisin de no aceptar la interpretacin propuesta por el Ministerio de Justicia. En junio de 2012 el Congreso aprob una ley que ampla la definicin de vctimas con derecho a reparaciones, incluyendo vctimas de vio- lencia sexual, no slo vctimas de violacin. El gobierno ha bloqueado la promulgacin de la ley aduciendo que implica un compromiso adicional de recursos no aprobados en el presupuesto nacional. Restitucin de derechos civiles y polticos Hasta junio del 2013, la Defensora del Pueblo ha entregado 1890 constancias de au- sencia por desaparicin forzada, documento que permitira a sus familiares obtener una declaracin judicial de ausencia debido a desaparicin forzada. El Registro Nacional de Identificacin y Estado Civil (RENIEC) ha implementado diversos programas y campaas para ayudar a las vctimas a obtener su documentacin; se realizaron en las reas ms afectadas, y continan hasta hoy. Se simplific requisitos y fueron libres de costo. En 2012 se destino un importante presupuesto a RENIEC para estas iniciativas. Reparaciones en el terreno educativo Un problema reiterado en este campo ha sido la definicin de los beneficiarios. Si bien el Decreto Supremo 015-2006-JUS dio una definicin amplia de los mismos, esto se modi- fic en 2008 excluyendo a los hijos de las vctimas directas e indirectas, restringiendo los beneficios slo para las vctimas que, como resultado del crimen sufrido, haban tenido que interrumpir sus estudios. Las vctimas de reclutamiento forzado fueron excluidas, se restringi el programa de becas, se ampli la educacin para adultos y se incluy acceso a capacitacin tcnica. De las vctimas directas registradas por el Consejo de Reparacio- nes hasta junio de 2012, el 92% tenan 30 aos o ms, y el 72% estaba por encima de los 40 aos. Entre los hijos de las vctimas con derecho a reparaciones, despus de sucesivas reducciones, el 74% tenan 30 aos o ms y la mitad de estos ms de 40 aos. En setiem- bre de 2012, la CMAN y el Ministerio de Educacin crearon una beca que se brindara a las vctimas acceso a la educacin universitaria; siendo un total de 50 becas, su nmero es exiguo frente a un registro de 13511 hijos de vctimas de asesinatos, desapariciones y violaciones de entre 18 y 29 aos. Reparaciones en el plano de la salud En el CMAN se aprob de manera consensual un plan sobre reparaciones en salud, cuya implementacin ha sido desigual. El programa ms serio en este campo es el que se dise y comenz a implementar durante el perodo de Pilar Mazetti como Ministra de Salud (2004-2006). Con el apoyo de la Cooperacin Japonesa (JICA) y en alianza con la Universidad Mayor de San Marcos, el Ministerio puso en marcha Proyecto de Fortaleci- miento de la Atencin de Salud Integral para personas Vctimas de la Violencia y Violacin C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s DIEZ aos del Informe Final de la CVR 37 de Derechos Humanos. Se focaliz en Lima Este, Cusco, Ayacucho, Junn y Huancavelica, culminando en 2007. Las demandas en salud mental comenzaron a ser atendidas por equipos itinerantes de diversos hospitales a partir del 2003. Con el Plan Integral de Reparaciones en Salud Men- tal, que se enfoca en las diez reas ms afectadas por el conflicto, se ha cubierto ms de cincuenta mil atenciones durante el ao pasado. Dada la generalizada precariedad de la atencin en salud en el pas, lo especfico de la atencin a las vctimas de la violencia tiende a diluirse en mecanismos como el Seguro Integral de Salud (SIS). A junio del 2012, 29012 vctimas estaban registradas en el SIS. Las batallas por la memoria, las reparaciones simblicas y la reconciliacin en pers- pectiva Una de las recomendaciones del Informe fue sugerir que la Defensora del Pueblo, de- positaria del acervo documental de la CVR, implemente un sistema de difusin amplia del mismo, promoviendo la investigacin cientfica y acadmica respecto de los temas aqu sealados. En abril de 2004 se abri el Centro para la Memoria Colectiva, lo que ha contribuido de manera significativa al incremento del nmero y la calidad de los trabajos de reconstruccin de la verdad histrica, proponindose, en la mayora de los casos una comprensin ms completa y compleja del proceso vivido. Son relevantes los trabajos desarrollados en torno al IDEHPUCP (creado en 2004); as como en el IEP, liderados por el excomisionado Carlos Ivn Degregori (fallecido en el 2011). La memoria no es simplemente la recoleccin de informacin sobre el pasado. Es un proceso intencional de reconstruccin de lo vivido en funcin de comprender el presente. La hacen los sujetos, sucede al interior de ellos y es, por ello, subjetiva. Pero a su vez, refiere a eventos que han tenido lugar en el mundo y que han dejado huellas que pueden ser verificadas pblicamente. Por ello la memoria es (o puede no ser) objetiva. Las ba- tallas por la memoria se ubican en esta delicada interseccin entre ambas dimensiones. En la dcada transcurrida, ms all de las argumentaciones jurdicas, se han intentado reconstrucciones de la memoria alternativas a las del Informe Final de la Comisin desde distintas perspectivas. Por un lado, desde la ptica de las Fuerzas Armadas. Los ttulos son bastante elocuentes en relacin a su perspectiva 13 . La publicacin ms reciente desde este campo tiene una autora institucional, la Comisin Permanente de Historia del Ejr- cito del Per, y se titula En honor a la verdad (Lima, 2012). Ms all de las evidentes discre- pancias, es de notar que en meses pasados el texto fue presentado y discutido en el IEP. Una crnica del evento incluye el siguiente comentario: el General Merino ley la pgina 311, que aqu citamos: El Ejrcito del Per lamenta que oficiales y suboficiales surgidos de sus filas hayan participado en actos no regidos por la ley, lo que ha ensombrecido la brillante labor de muchos de sus miembros. Fue interesante que luego de la lectura del 13 Ex-Comandantes Generales del Ejrcito Peruano: Injusticias Contra los que Combatieron y Derrotaron a los Terroristas (1980 - 2000), Lima, Julio del 2007; Asociacin de los Defensores contra el Terrorismo (ADDCOT): El Terrorismo en el Per 1980-2000: Versin de los Militares que lo Combatieron, Lima, junio 2006; Jos Cabrejos Samam: La Verdad Sobre Accomarca: Ayacucho 1985, Lima, Junio del 2006; Jos Rolando Valdivia Dueas: CAYARA: Derrota de Sendero Luminoso en su "teatro principal" y manipulacin psicolgica pro subversiva, Lima, Octubre del 2001. C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s Informe ANUAL 2012-2013 38 prrafo completo, el mismo General sealara que un prrafo en un libro ciertamente no es una disculpa suficiente 14 . Desde la otra orilla se han publicado diversos textos. En el caso de Sendero Luminoso, su viraje a la propuesta de acuerdo de paz no es sino un reclamo apenas encubierto de impunidad sin la ms mnima autocrtica de lo actuado durante los aos del conflicto. En esto, los dirigentes encarcelados no se diferencian de quienes los critican, como es el caso del director de El Diario Internacional, Luis Arce Borja 15 . Hay, sin embargo, algunos textos, como el libro de Eduardo Ibarra 16 , que desarrollan una crtica al senderismo a partir de sus propios supuestos (el maosmo, en particular). Por el lado del MRTA, su principal lder, Vctor Polay, public en 2007 un libro en el que reivindica para s y su movimiento la condicin de guerrillero, provocando una fuerte reaccin de diversos sectores 17 . Otro de sus lderes, disidente desde los aos finales del conflicto armado, Alberto Glvez ampli la autocrtica del voluntarismo vanguardista que ya haba puesto de manifiesto ante la Comisin de la Verdad 18 . Sin embargo, salvo algunas actividades del grupo Memoria del Instituto de Estudios Pe- ruanos, no se han desarrollado espacios en los cuales estas diversas visiones puedan confrontarse y dialogar en la perspectiva de abrir un proceso que, sin relativizar la ver- dad histrica ni las responsabilidades morales y jurdicas, apunte a construir un nosotros inclusivo. Cada vez que se hace evidente la presencia de los remanentes de Sendero Luminoso, en particular del MOVADEF, suenan las alarmas en el Estado y la opinin p- blica en relacin a los peligros del olvido. Sin embargo se oculta que buena parte de la responsabilidad en relacin con esto recae directamente sobre el Estado. Basta recordar los diversos episodios en los que se han bloqueado iniciativas para introducir el Informe Final de la CVR en el currculum escolar. La produccin ms rica y densa sobre memoria es, sin embargo, la que se ha desarrolla- do fuera de los espacios acadmicos e institucionales, en la sociedad misma. Particular- mente entre las poblaciones afectadas directamente por el conflicto. Poblaciones que tal como el mismo Informe recoge- muchas veces estuvieron involucradas en el conflicto. Sea porque se alinearon con la subversin o con las fuerzas estatales, sea porque en el marco del vaco de poder, dirimieron violentamente conflictos intracomunales o interco- munales. Hubo quienes se quedaron (resistentes) y quienes se fueron (retornantes), y que al culminar la violencia tuvieron que recomponer su vida en comn. Para esto, ha sido indispensable desarrollar procesos de restauracin individual y social, uno de cu- yos componentes es la (re)construccin de una memoria compartida. Durante el proceso de la Comisin y luego se han desarrollado numerosos procesos y eventos de este tipo. Algunos han sido recogidos en publicaciones acadmicas y de organismos de derechos humanos, pero muchos ms han debido quedar inditos por la gravedad de los hechos que testimonian los participantes 19 . 14 Coloquio en el IEP, 24 de enero de 2013. 15 Memoria de una guerra. Per 1980-2000. Centre dEtudes Sociales sur Amrique Latine (CESAL). Abril 2009; Historia de la guerra revolu- cionaria en Per. S.f. 16 El pez fuera del agua: Crtica al ultraizquierdismo gonzaliano, J. Gutemberg, 2010. 17 En el banquillo terrorista o rebelde? Lima, Canta Editores, 2007 18 Alberto Glvez Desde el pas de las sombras.Lima, SUR, 2009 19 Uno de los textos ms reveladores en esta perspectiva es el trabajo de Kimberly Theidon: Entre prjimos. Lima. Instituto de Estudios Peruanos. 2004. C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s DIEZ aos del Informe Final de la CVR 39 Los lugares y eventos de memoria han sido y son terreno de confrontacin. Ejemplo de esto son los avatares del memorial El ojo que llora, establecido en el Campo de Marte como parte de un espacio ms amplio de conmemoracin. El monumento no solo ha sido atacado repetidas veces por simpatizantes fujimoristas, sino que ha sido amenazado por el mismo alcalde del distrito. Tampoco la muestra fotogrfica Yuyanapaq. Para Recordar ha escapado a la controversia, tal como se puso de manifiesto en el cierre de su acceso a los representantes internacionales que participaban en una reunin en el mismo local donde la muestra se exhiba. En el sitio web del movimiento ciudadano Para que no se re- pita se encuentra informacin en torno a ms de 120 lugares de memoria establecidos en diversos departamentos del pas. En su totalidad responden a iniciativas de autoridades locales/regionales y/o movimientos ciudadanos. A diferencia de otros componentes del mensaje central del Informe, el tema Reconcilia- cin ha recibido limitada atencin tanto en cuanto a iniciativas desde la sociedad civil como a polticas pblicas desde diversos niveles del Estado. Probablemente, debido a la distorsin del tema en manos de quienes lo identifican por uno y otro lado- con las amnis- tas y los indultos. Sin embargo el movimiento de derechos humanos ha sido un decidido promotor de la reconciliacin en espacios locales donde la violencia fractur y polariz comunidades. As se puede referir el proceso promovido por COMISEDH en Lucanamar- ca 20 . Uno de los testimonios al respecto es el que recogi el EPAF: Nuestro reto ahora es alcanzar el perdn interno y aprender la leccin y escribir una nueva historia, sin ocultar ni tapar los hechos, tal cual han pasado, de lo contrario nunca llegaremos a reconciliarnos. Estamos curando la herida dialogando entre nosotros, para darles a nuestros hijos una comunidad donde haya armona, esperanza y donde todos podamos soar con un futuro diferente 21 . Compromisos a modo de conclusiones El Informe Final signific un punto de quiebre en relacin a la impunidad de los crmenes cometidos en los aos de la violencia. An cuando existen corrientes en contra, existe una clara mayora social en torno a que la impunidad ha sido y es no solo un dao para las vctimas de las violaciones sino tambin un factor de grave corrosin del tejido social. Este clima ha contribuido a la judicializacin de numerosos casos de violaciones de derechos y la condena de los responsables de algunos de los casos emblemticos. Sin embargo, se corre el riesgo que lo avanzado en la lucha contra la impunidad se pierda o debilite seriamente dado el curso que estn tomando las sentencias que se emiten des- de las salas del subsistema penal especial. El trasfondo de estas sentencias no es solo la renuencia a utilizar los criterios y jurisprudencia del derecho penal transicional. Confluyen en ellas la limitada atencin que la opinin pblica nacional e internacional tiene sobre estos procesos (a diferencia de lo que sucedi con los que involucraron a Montesinos, el Grupo Colina y Alberto Fujimori), la articulacin de una estrategia pro-impunidad que 20 Carola Falcon Edilberto Jimnez Giovanni Alfaro. Lucanamarca: memorias de nuestro pasado. COMISEDH, Lima, octubre 2007. Se refiere que el objetivo fue promover un proceso de dilogo y recuperacin histrica en Lucanamarca, as como la reconciliacin local y la afirmacin de un proceso colectivo. 21 Orlando Janampa, Presidente de la comunidad de Saccsamarca. 28 de mayo de 2013. C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s Informe ANUAL 2012-2013 40 involucra a algunas instituciones del Estado, partidos polticos y medios de comunicacin, la situacin de indefensin de miles de vctimas. Uno de los dficits ms serios en el terreno del cumplimiento de las recomendaciones tiene que ver con las exhumaciones de los restos de miles de personas desaparecidas durante el conflicto y que permanecen en ms de cinco mil sitios de entierro identificados. Es necesario articular en un solo movimiento diversas demandas y propuestas que se han hecho para solucionar este problema en el ms breve plazo. El primer paso que el Estado debe dar es aprobar un Plan Nacional de Intervencin Antropolgica Forense dotado con los recursos suficientes. Un criterio elemental de justicia debe llevar a modificar las restricciones que existen para el acceso de las vctimas a las reparaciones, particularmente a las reparaciones individuales. El movimiento de derechos humanos insiste en la necesidad de revisar el DS 051-2011, de manera que el monto se homologue con el que recibieron en su momento los ronderos que fueron tambin vctimas del conflicto, se elimine la restriccin de una sola reparacin por beneficiario y se elimine la fecha tope para reconocimiento de la persona inscrita en el RUV como beneficiaria del programa de reparacin econmica. Asimismo, la Coordina- dora considera que es una discriminacin inaceptable la negativa del Gobierno de incluir en el RUV a las personas que han sufrido cualquier tipo de agresin sexual durante el conflicto. Son mltiples las reformas institucionales que el Informe Final propuso y estn pendien- tes. En los ltimos aos, la reiteracin de episodios de uso indiscriminado de la fuerza por parte del Estado ha hecho patente la necesidad de insistir en las reformas que tienen que ver con el orden interno. Desde la regulacin de los estados de excepcin hasta los procedimientos de la Polica Nacional. La Coordinadora y sus organismos ha promovido el debate y la accin frente al peligroso proceso de criminalizacin de la protesta social, vincular estos esfuerzos con las recomendaciones correspondientes del Informe Final es fundamental para abrir un curso alternativo en las relaciones entre Estado y sociedad. DERECHOS CIVILES Y POLTICOS C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s DIEZ aos del Informe Final de la CVR 43 Per, junto con Bolivia y Argentina, encabeza las cifras de la conflictividad social a nivel la- tinoamericano de acuerdo con una investigacin realizada en el 2012 por el PNUD 23 . Solo en octubre de 2013, la Defensora del Pueblo da cuenta de la existencia de 220 conflictos sociales y 90 acciones colectivas de protesta 24 . Respecto al origen de los conflictos, la Defensora seala que casi el 70% tiene carcter socioambiental. De estos, el 76% est vinculado al ejercicio de competencias a nivel del Gobierno Central 25 . Ello nos permite afirmar que existe una estrecha relacin entre la con- flictividad social y la inexistencia, a nivel de gobierno nacional, de cauces institucionales adecuados para el ejercicio de la ciudadana ambiental en el Per. Algunos de los mbitos en los que, de manera recurrente, se evidencia esta ausencia son: la participacin efectiva en las decisiones sobre temas ambientales, la proteccin frente a la contaminacin, el ordenamiento territorial, el aseguramiento hdrico, la participacin en los beneficios econ- micos generados por la actividad minera, y los derechos de los pueblos indgenas. Sin embargo, la respuesta del Gobierno Central frente a la conflictividad social ha eludi- do abordar decididamente las causas estructurales del fenmeno. Es decir, ha eludido abordar la vulneracin de derechos y ms bien se ha centrado en medidas paliativas, abocadas en el mejor de los casos al desarrollo de una institucionalidad especfica y a la generacin de capacidades para afrontar los problemas sociales. El resultado de este tratamiento enfocado en atender los sntomas y no la enfermedad es, evidentemente, el fracaso. En este sentido, la conflictividad social total en el pas se ha mantenido en niveles supe- riores a los que existan cuando Ollanta Humala asumi el poder en julio de 2011. Y en particular, se ha incrementado de manera sostenida la referida a temas socioambientales. 22 Elaborado por Mar Prez Aguilera, responsable del rea DESCA de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos. 23 PNUD: La protesta social en Amrica Latina. Coordinado por Fernando Caldern.- 1 ed.- Buenos Aires: Siglo Veintiuno Editores, 2012. (Cuaderno de Prospectiva Poltica 1) p.121 Disponible en http://www.undp.org/content/dam/undp/library/crisis%20prevention/Understan- ding%20Social%20Conflict%20in%20Latin%20America%202013%20SPANISH.pdf. 24 DEFENSORA DEL PUEBLO DEL PER: Reporte de conflictos sociales n 116. Disponible en http://www.defensoria.gob.pe/conflictos- sociales/objetos/paginas/6/65reporte-mensual-de-conflictos-sociales-n-116-octub.pdf. 25 Porcentaje calculado en base a los datos proporcionados por la Defensora en el Reporte 116. 1. CONFLICTOS SOCIALES: ENFERMEDAD O SNTOMA? 22 C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s Informe ANUAL 2012-2013 44 Grco: evolucin de la conictividad social durante el gobierno de OHT 300 250 200 150 100 50 0 j u l - 1 1 a g o - 1 1 s e p - 1 1 o c t - 1 1 n o v - 1 1 d i c - 1 1 e n e - 1 2 f e b - 1 2 m a r - 1 2 a b r - 1 2 m a y - 1 2 j u n - 1 2 j u l - 1 2 a g o - 1 2 s e p - 1 2 o c t - 1 2 n o v - 1 2 d i c - 1 2 e n e - 1 3 f e b - 1 3 m a r - 1 3 a b r - 1 3 m a y - 1 3 j u n - 1 3 j u l - 1 3 a g o - 1 3 s e p - 1 3 o c t - 1 3 no de casos de conflictos sociales no de casos de conflictos socioambientales La otra cara de la llamada gestin del dilogo en el abordaje de la conflictividad social es la poltica de mano dura. El gobierno de Ollanta Humala ha continuado desarrollando las estrategias represivas desplegadas por los gobiernos anteriores en relacin con la pro- testa social. Nuevamente el abordaje gubernamental consiste en enfrentar los sntomas en lugar de la enfermedad. A este nivel, sin embargo, ya no se trata solo de una intervencin relativamente amable, pero ineficiente del Estado, sino de una poltica estatal de alto im- pacto en materia de derechos humanos. IMPACTOS SOBRE LA VIDA Y LA INTEGRIDAD POR USO ABUSIVO DE LA FUERZA Durante el gobierno de Ollanta Humala Tasso se han sucedido los casos de uso abusivo de la fuerza en situaciones de protesta social. El uso de armas letales, inclusive armas de guerra, constituye una prctica habitual. Tambin se han recogido numerosas denuncias sobre el uso de la fuerza de manera indiscriminada, injustificada, y desproporcionada. Durante la gestin del actual gobierno 29 civiles han perdido la vida como resultado de la intervencin de las fuerzas del orden en situaciones de protesta social. El 86% falleci por heridas infringidas con armas de fuego, el 10% de los fallecidos fueron menores de edad. Los abusos policiales tienen un perfil marcadamente discriminatorio, ya que todas las per- sonas fallecidas residan fuera de la capital del pas, en zonas rurales, o zonas urbanas po- bres. Adems, ms de la mitad de los muertos fueron personas indgenas o personas que C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s DIEZ aos del Informe Final de la CVR 45 protestaban para reivindicar los derechos indge- nas, lo que constituye un impacto marcadamente desproporcionado sobre este grupo poblacional, que representa el 16% de la poblacin nacional segn el INEI 26 . Sin embargo, las manifestaciones en la capital del pas tampoco se han librado de la violencia poli- cial. Por ejemplo, durante las protestas en Lima, mayoritariamente integradas por estudiantes, en contra de la llamada Repartija 27 se produjeron violentas cargas policiales. Se registraron disparos de bombas lacrimgenas directamente al cuerpo de los manifestantes, y se us el material lacrim- geno de forma masiva e injustificada, afectando a personas que ni siquiera participaban en las movi- lizaciones, como son las vendedoras ambulantes con sus bebs cargados a la espalda o personas que coman en los restaurantes de la zona. La Defensora del Pueblo ha dado una serie de recomendaciones 28 que podran evitar este tipo de situaciones, pero hasta el momento no se han implementado. Entre las menciona- das recomendaciones cabe destacar por su relevancia las siguientes: 1. Asegurar la dotacin de armamento no letal y equipos protectores para los efectivos. 2. Garantizar la capacitacin de los policas en el manejo de disturbios. A la fecha es comn la intervencin de efectivos entrenados para acciones antisubversivas, capa- citados para un uso extremo de la fuerza. 3. Regular de manera precisa los procedimientos que deben usarse en el control del orden interno.
PRCTICAS EN EL PROCESO PENAL QUE GENERAN IMPUNIDAD Hasta el momento no se ha encontrado responsabilidad penal por ninguna de las 159 muertes de civiles, ocurridas en contextos de protesta social, desde el gobierno de Ale- jandro Toledo hasta la fecha. Ni una sola de las vctimas ha accedido a reparaciones por la va judicial. 26 Otras fuentes identifican hasta un 40% de poblacin indgena, ya que siguiendo estndares internacionales no restringen la identidad indgena al elemento lingstico. 27 Las movilizaciones cuestionaban que los cargos de cabecera del Tribunal Constitucional, el Banco Central de Reserva y la Defensora del Pueblo hubieran sido asignados en bloque y por invitacin, en virtud de un acuerdo entre las principales fuerzas polticas represen- tadas en el Congreso, en lugar de individualmente, mediante un concurso pblico basado en los mritos probados de los candidatos y la naturaleza de cada puesto. Como resultado de las movilizaciones masivas llevadas a cabo entre el 22 y el 27 de julio de 2013 en Lima el Congreso anul los nombramientos. Para ms informacin ver http://derechoshumanos.pe/2013/08/cnddhh-denuncia-abuso-policial- detenciones-arbitrarias/. 28 Ver DEFENSORIA DEL PUEBLO Violencia en los conflictos sociales Informe Defensorial N 156, disponible en http://www.defensoria.gob. pe/modules/Downloads/informes/defensoriales/informe-156.pdf. Elmer Campos lvarez tiene 30 aos y lleva dos aos en una silla de ruedas. Est parapljico porque en noviembre del 2011 la polica le dispar por la espalda con una ametralladora cuando protestaba contra el proyecto Conga en Cajamarca. Tiene dos hijos que mantener y gasta ms de 3000 soles mensuales en medicinas. C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s Informe ANUAL 2012-2013 46 La mayora de los procesos de los que se tiene conocimiento se ciernen sobre los autores materiales de las muertes. Los procesos as encaminados acaban archivndose por insu- ficiencia probatoria, ya que resulta muy difcil identificar a los efectivos que directamente dispararon, sobre todo porque generalmente no se practican oportunamente las pruebas de absorcin atmica, los cuadernos de afectacin de armas presentan adulteraciones, y el Ministerio del Interior es extremadamente reticente a brindar la informacin que se le solicita. Los jueces y fiscales tienen mucha resistencia a procesar a los mandos policiales y res- ponsables polticos de las operaciones de control del orden interno, pese a que en estos supuestos habitualmente concurren los elementos para imputar responsabilidad por au- tora mediata por dominio de un aparato organizado de poder. Entonces acaba repro- ducindose una situacin de injusticia: los responsables de la mala organizacin de los operativos, quienes debieron garantizar la dotacin de armamento no letal, equipos pro- tectores y entrenamiento adecuado a los efectivos, y quienes dieron las rdenes de usar armas letales -inclusive armas de guerra- contra civiles desarmados, escapan al escrutinio judicial; mientras tanto, los efectivos policiales participantes en estos operativos son pro- cesados y deben buscar su propio patrocinio legal. Finalmente, una circunstancia que tambin dificulta enormemente el acceso a la justicia es el traslado de estos procesos a jurisdicciones muy distantes de donde se produjeron los hechos. Este traslado de competencia viene operando a raz de una resolucin ad- ministrativa del poder judicial 29 que ha determinado que los procesos por la muerte de cinco personas, en el contexto de las protestas contra el proyecto minero Conga durante el 2012, se lleven a cabo en Chiclayo. Por la misma disposicin el proceso por la muerte de dos ciudadanos espinarenses en el contexto de las protestas contra el proyecto Xs- trata Tintaya se realiza en la ciudad de Ica, a 900 kilmetros de distancia del lugar de los hechos. Adems, el poder judicial ha otorgado a la Sala Penal Nacional la competencia sobre todos los procesos derivados de la conflictividad social que se susciten, estando vigente una declaratoria de estado de emergencia 30 . FALTA DE REPARACIN La situacin de impunidad descrita va estrechamente ligada a una situacin de falta de re- paracin, ya que la va penal es la que suele usarse para demandar una reparacin por los daos causados por una accin delictiva en el Per. El uso de la va civil es prcticamente imposible para las personas afectadas por lo oneroso del procedimiento y por el corto plazo de prescripcin establecido (dos aos). Por todo ello la sociedad civil demanda al estado la habilitacin de un procedimiento administrativo adecuado para el acceso a una reparacin por parte de las personas afectadas. 29 El Consejo Ejecutivo del Poder Judicial (CEPJ) dict la Resolucin Administrativa 096 2012 CE PJ, que dispuso que las conductas delictivas que se investigan a raz de la convulsin social en Cusco y Cajamarca, sern de conocimiento de rganos jurisdiccionales que tendrn competencia supraprovincial. De ese modo, el Primer Juzgado de la Investigacin Preparatoria, el Primer Juzgado Penal Uniper- sonal, el Juzgado Penal Colegiado y la Sala Penal de Apelaciones, con sede en Ica Distrito Judicial del mismo nombre ampliaran su competencia territorial a la regin del Cusco. El Primer Juzgado de la Investigacin Preparatoria, el Primer Juzgado Penal Unipersonal, Juzgado Penal Colegiado y la Sala Penal de Apelaciones con sede en Chiclayo, Distrito Judicial de Lambayeque, tendran competencia territorial adems en la regin Cajamarca. 30 Ver Resolucin Administrativa N 136-2012-CE-J disponible en http://www.justiciaviva.org.pe/webpanel/doc_int/doc19072012-153440. pdf. C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s DIEZ aos del Informe Final de la CVR 47 Actualmente las personas que han quedado heridas como consecuencia de la represin de las fuerzas del orden, deben asumir el costo de su tratamiento y recuperacin. El Se- guro Integral de Salud (SIS) que da cobertura a las personas sin recursos no es aplicable en caso de lesiones generadas por terceros, en este caso la Polica Nacional del Per. Aunque en algunos casos se ha logrado cierto nivel de cobertura a travs del llamado SIS extraordinario, los trmites a realizar revisten tal complejidad que en la prctica se han constituido en barreras insalvables para el acceso a la rehabilitacin de las personas involucradas. Un caso que ilustra esta situacin es el del seor Flix Yauri Usca que muri al infectarse una herida en el ojo fruto de la represin policial en Espinar. El fallecimiento se produjo ms de dos meses despus de que fuera herido, por falta de atencin mdica adecuada. Tanto en los casos de personas heridas que han quedado discapacitadas como en el caso de las personas fallecidas, la situacin es especialmente grave si consideramos que la mayora de los afectados jugaban un papel clave en el sostenimiento de la economa fa- miliar. Efectivamente, casi el 90% de los afectados son personas entre los 20 y los 50 aos de edad, con un promedio de 2,6 hijos a su cargo 31 . Esto arroja una cifra de 820 nias y nios afectados solo durante el gobierno de Ollanta Humala. MILITARIZACIN Un fenmeno preocupante que viene dndose en el pas es la creciente intervencin de las fuerzas armadas en operaciones de control del orden interno, en un marco de reduc- cin de los requisitos y estndares para el uso de la fuerza letal en estos supuestos. Durante lo que va del actual Gobierno se han dado ocho habilitaciones para que las Fuer- zas Armadas (FFAA) intervengan en el control del orden interno en situaciones de conflicti- vidad social, siempre en relacin con conflictos ambientales. Cinco de estas habilitaciones se dieron en situaciones donde exista una declaratoria de estado de emergencia. Un caso que evidencia las graves consecuencias que tiene la participacin de las FFAA en el control de protestas es la intervencin represiva que cost la vida a cuatro civiles en la ciudad de Celendn en junio de 2012. Pero adems la poblacin de Celendn ha sufrido dao sostenido a su integridad, como consecuencia de la permanencia, por ms de seis meses consecutivos, de las tropas en esta pequea ciudad. Cabe destacar que no se ha emitido ninguna de estas habilitaciones durante 2013. Tampo- co se han apreciado niveles de escalamiento de la conflictividad social, semejantes a los del ao pasado. Habr que ver a futuro si nos encontramos ante un indicador de progreso. 31 Estimacin en base a la tasa de fecundidad femenina observada total al 2011, de acuerdo al Instituto Nacional de Estadstica. Entre las mujeres sin instruccin la cifra es de 3,8 hijos por mujer. Ver http://www.inei.gob.pe/Sisd/index.asp C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s Informe ANUAL 2012-2013 48 ESTADOS DE EMERGENCIA Durante el gobierno del Presidente Ollanta Humala se ha continuado vulnerando el carc- ter excepcional de los estados de emergencia, emplendose esta medida frente a situa- ciones de conflictividad social, generando un escenario de riesgo injustificado para los derechos humanos. Resulta tambin cuestionable la amplitud temporal de las declara- ciones efectuadas. Por ejemplo, a raz del conflicto social suscitado en torno al proyecto minero Conga en Cajamarca, la zona se mantuvo en estado de emergencia durante dos periodos, de 60 y 120 das cada uno respectivamente, a lo largo de un ao (noviembre de 2011 hasta diciembre de 2012). Las declaratorias de emergencia frente a situaciones de protesta social se llevaron a cabo de manera maximalista, limitando todos los derechos que pueden ser restringidos de acuerdo a la Constitucin, y argumentando solo de manera genrica la necesidad de de- clarar el estado de emergencia. A pesar de que las declaraciones de emergencia han respetado el procedimiento legal- mente establecido, y han mantenido la posibilidad de utilizar el recurso de hbeas corpus, en estos escenarios se han reiterado las muertes y atentados a la integridad de civiles, las detenciones arbitrarias y las torturas de defensores de derechos humanos, dirigentes sociales y periodistas. ATAQUES A DEFENSORES La conflictividad socioambiental se configura como el principal escenario de riesgo para los defensores en el pas, con un impacto especialmente grave en los defensores indge- nas y vinculados a organizaciones sociales de base. Post cvr Ambientales/PPII 74% 62% 8% 6% 10% 29% 8% 3% ONG Iglesia Corrupcin Laborales Organizacin de base Estado
Las principales modalidades en el pas de ataque a defensores con participacin de agen- tes estatales son el hostigamiento judicial, la detencin arbitraria y la tortura. A continua- cin nos referiremos a cada una de estas modalidades. C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s DIEZ aos del Informe Final de la CVR 49 Hostigamiento judicial y administrativo La principal forma de ataque a los defensores en el Per es actualmente el hostigamiento judicial. Este se expresa en vulneraciones del derecho al debido proceso y el inicio de procesos manifiestamente infundados y abusivos contra defensores en el contexto de la conflictividad social, con mandatos de detencin que no respetan la excepcionalidad de estas medidas, traslados de competencia injustificados, entre otros problemas. La CNDDHH cuenta actualmente con un registro de alrededor de 2000 personas procesa- das en contextos de conflictividad social, con un 70% de los procesos instaurados a raz de conflictos de carcter socio ambiental. Por ejemplo, a raz de la resistencia contra el proyecto Conga, se han abierto 73 procesos, que involucran a 303 personas. El ejercicio del derecho a la defensa por los afectados se ve seriamente obstaculizado por el traslado de jurisdiccin a la ciudad de Chiclayo, a ms de tres horas de viaje. De la misma forma, los procesos iniciados a raz de las protestas ocurridas en Espinar contra la minera Xstrata Tintaya se han trasladado a la ciudad de Ica, a ms de 900 km de distancia. Constituye una prctica habitual en los operadores de justicia imputar responsabilidad a los dirigentes sociales por acciones de violencia que responden ms a la psicologa de masas que a una planificacin previa. Es por este mecanismo que el Ministerio Pblico solicit la cadena perpetua por los hechos ocurridos en la llamada Curva del Diablo (Ba- gua, Amazonas) durante el paro amaznico de 2009, para el Presidente de la Asociacin Intertnica de Desarrollo de la Amazona- AIDESEP, Alberto Pizango y varios conocidos lderes locales como Santiago Manuin. Otro problema importante es el hostigamiento administrativo contra los operadores de justicia que defienden los derechos de los defensores criminalizados o emiten resolucio- nes contra la impunidad de las fuerzas del orden, mediante la degradacin de jueces y fiscales provisionales o el inicio de investigaciones disciplinarias. Una muestra de ello es la no ratificacin en su cargo y la apertura de un proceso disciplinario ante la Oficina de Control de la Magistratura (OCMA) del juez provisional David Amrico Olivera Sarmiento quien, mientras estaba a cargo del Juzgado de Investigacin Preliminar de Espinar, resol- vi contra la detencin de los defensores Jaime Borda, Romualdo Tito y Sergio Huaman y del dirigente campesino Herbert Huamn. En el mismo sentido cabra referir la apertura de una investigacin disciplinaria ante la OCMA contra los magistrados que anularon la prisin preventiva del alcalde de Espinar, scar Mollohuanca. Torturas, detencin arbitraria y uso abusivo de la fuerza Durante la gestin del presidente Ollanta Humala se han incrementado los casos de tortu- ras, detenciones arbitrarias y uso abusivo de la fuerza contra defensores. Inclusive perso- nal de dos organizaciones afiliadas a la CNDDHH han sido directamente agredidos. Nos referimos a la abogada Amparo Abanto, de la organizacin GRUFIDES quien, junto con Genoveva Gmez, representante de la Defensora del Pueblo, fue brutalmente agredi- da por personal policial cuando trataba de entrevistar a un grupo de personas detenidas C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s Informe ANUAL 2012-2013 50 en la comisara de Cajamarca. La investigacin fiscal iniciada a raz de esta agresin ha sido archivada, porque result imposible individualizar a los policas que golpearon a las defensoras. Asimismo en Cajamarca el 4 de julio de 2012 se detuvo arbitrariamente, a golpes, y por un comando de treinta efectivos de la Divisin de Operaciones Especiales, al ex sacerdote y miembro de GRUFIDES Marco Arana, mientras se encontraba sentado en una banca de la Plaza de Armas de la ciudad, en un operativo brutal que termin con golpes y torturas realizadas en un local de Seguridad del Estado de Cajamarca. El resultado de esta golpiza fue una fractura del maxilar superior, fisuras del trax y policontusiones en los riones con secuelas hospitalarias posteriores. En Espinar, en circunstancias anlogas a las referidas, Romualdo Tito y Jaime Borda, dos integrantes de la Vicara de la Solidaridad de Sicuani, fueron detenidos y torturados por personal policial al interior de las instalaciones de la empresa minera Xstrata. EL MARCO LEGAL DE LA REPRESIN Desde 2007 se viene desplegando en nuestro pas todo un entramado normativo abocado a la persecucin penal de la protesta social, con penas de hasta 25 aos por bloquear vas, bajo la figura de extorsin. Del mismo modo se vienen flexibilizando los requisitos para el uso de la fuerza letal por policas y militares, y favoreciendo la impunidad del uso abusivo de la fuerza en manifestaciones. El Decreto Legislativo 1095, que regula el uso de la fuerza por el Ejrcito en el control del orden interno es una muestra de esta tendencia, y se encuentra cuestionado por una accin de inconstitucionalidad que el TC todava no ha zanjado desde que fuera presentada en noviembre de 2011. En el ltimo ao este marco legal ha continuado desarrollndose mediante nuevos dispo- sitivos: A comienzos de ao se promulg la Ley N 29986, que modifica el artculo 239 del Cdigo Procesal Penal, y el artculo 195 del Nuevo Cdigo Procesal Penal. La nueva ley permite que policas y militares realicen el levantamiento de cadveres de civiles en zonas declaradas en estado de emergencia, sin la participacin del Ministerio P- blico. Esta disposicin favorece la impunidad de los abusos policiales al contravenir el estndar de debida diligencia en la investigacin de vulneraciones de derechos humanos, el cual exige la imparcialidad e independencia de los funcionarios que participan en el esclarecimiento de los hechos. En este sentido, como seala CEJIL, es clave resguardar la investigacin de la contaminacin o alteracin de la prueba que puedan realizar los posibles perpetradores 32 . En junio se modific el numeral 11 del artculo 20 del Cdigo Penal, eximiendo de responsabilidad penal a los policas y militares que en el cumplimiento de su deber causen la muerte o lesiones, eliminando la exigencia de que estos resultados sean 32 Ver CEJIL: Debida diligencia en la investigacin de graves violaciones a derechos humanos, Buenos Aires, 2010, pp. 29 a 31. C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s DIEZ aos del Informe Final de la CVR 51 producidos mediante el uso reglamentario de las armas. Aunque este dispositivo no es suficiente para impedir que un juez o fiscal cumpla su deber de responsabilizar a los violadores de derechos humanos, constituye un claro mensaje para los policas y militares, as como para las propias vctimas y para los operadores de justicia, so- bre cul es la posicin del Estado frente al uso abusivo de la fuerza en contextos de protesta social. A todo ello se suman las Resoluciones del Consejo Ejecutivo del Poder Judicial ya mencionadas lneas arriba que, en contraposicin del derecho al juez natural, trasla- dan la competencia para conocer procesos derivados de la conflictividad social a la Corte Suprema en Lima, o a jurisdicciones sumamente distantes de las que corres- ponderan, dificultando la defensa de los procesados y el acceso a la justicia de las vctimas. Finalmente, lamentamos sealar que no se ha cumplido con el compromiso de este Go- bierno de eliminar los servicios privados policiales mediante contratos con las industrias extractivas, acuerdos que generan una grave situacin de vulnerabilidad para los dere- chos humanos. No solo continan en marcha estos convenios en la prctica, sino que la nueva Ley Orgnica de la PNP, promulgada mediante Decreto Legislativo 1148 los mencio- na explcitamente, sealando en el artculo 49 inc. 5 que son recursos de la PNP los que se generan por la prestacin de servicios extraordinarios complementarios a la funcin policial. 33
RECOMENDACIONES A objeto de reducir las vulneraciones de derechos humanos en el contexto de la conflicti- vidad social el Estado peruano debera: 1. Optimizar los canales institucionales para el ejercicio de la ciudadana ambiental a nivel central, especialmente en los mbitos referidos a la participacin efectiva en las decisiones sobre temas ambientales, la proteccin frente a la contaminacin, el ordenamiento territorial, el aseguramiento hdrico, la participacin en los beneficios econmicos generados por la actividad minera, y los derechos de los pueblos ind- genas. 2. Asegurar la dotacin de armamento no letal y equipos protectores para los efectivos que participan en el control del orden interno. 3. Garantizar la capacitacin de los policas en el manejo de disturbios. 4. Regular de manera precisa los procedimientos que deben usarse en el control del orden interno, asegurando la adecuacin de esta normativa a los estndares inter- nacionales sobre el uso de la fuerza. 33 Para un estudio exhaustivo sobre este tema ver APA y otros: Polica mercenaria al servicio de las empresas mineras, 2013, disponible en https://ia601903.us.archive.org/27/items/InformeSobreConveniosEntreLaPnpYLasEmpresasMineras/Inf_ConvPNP_esp.pdf C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s Informe ANUAL 2012-2013 52 5. Eliminar la participacin de las FFAA y la declaracin de estado de emergencia, con herramientas para el control del orden interno en situaciones de conflictividad social. 6. Garantizar a los afectados, por el uso abusivo de la fuerza en situaciones de protesta social, el acceso a la justicia y reparacin. Habilitar de manera urgente un proce- dimiento administrativo para la reparacin de los afectados, incluyendo mujeres y nios dependientes de los primariamente afectados. 7. Garantizar el debido proceso a las personas procesadas en el contexto de la protes- ta social, y derogar las normas que criminalizan la protesta. 8. Eliminar la prestacin de servicios privados de seguridad por las fuerzas del orden a las empresas extractivas, sea cual sea la forma jurdica por la que se brinden estos. C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s DIEZ aos del Informe Final de la CVR 53 SITUACIN ACTUAL EN EL PER La tortura constituye una de las ms graves violaciones contra los derechos humanos. Durante las ltimas dcadas la tortura ha sido en nuestro pas una prctica aberrante que ha vulnerado la dignidad de la persona humana al no respetarse la integridad fsica ni psquica de las vctimas. En los ltimos aos se ha podido apreciar que la prctica de la tortura contina. Hasta junio del ao 2012, la Defensora del Pueblo registr 18 denuncias 34 Elaborado por el Grupo de Trabajo contra la Tortura de la CNDDHH. 2. LA SITUACIN DE LA TORTURA EN EL PER Y EL MECANISMO NACIONAL DE PREVENCIN 34 C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s Informe ANUAL 2012-2013 54 por presuntas torturas y tratos crueles, inhumanos o degradantes 35 ; esta cifra representa slo una fraccin de las vctimas de tortura en nuestro pas. A pesar de que la tortura es una de prcticas frecuente en nuestro pas, las autoridades an no han adoptado medidas eficaces para prevenirla y sancionarla. Si bien es cierto, se han presentado recomendaciones tales como el establecimiento de un Mecanismo Nacio- nal de Prevencin, adems de exigencias de sancin y desarrollo de procesos judiciales en los que se garantice el acceso a la justicia de las vctimas, estas recomendaciones no se han implementado o no han garantizado an el acceso a la justicia para las vctimas y la debida reparacin en su dimensin integral. Segn informacin recopilada por COMISEDH, pese a las directivas y capacitaciones de personal, la tortura sigue siendo practicada por las fuerzas del orden, siendo sus autores mayoritariamente miembros de la Polica Nacional del Per (PNP). Las estadsticas revelan que el 71.8% de los autores corresponden a la PNP, el 15.62% son miembros de las Fuer- zas Armadas y 12.51% son miembros de los serenazgos municipales 36 . Adems, en la prctica los jueces y magistrados en diversos casos no han logrado san- cionar a los responsables o perpetradores de estas prcticas debido a la interpretacin restrictiva que hacen del artculo 321, indicando para ello que el sufrimiento y las lesiones sufridas por las vctimas deben ser lo suficientemente graves, esto quiere decir que requie- ren 30 das de atencin mdica, a fin de calificarlas como tortura; o que es necesario un contexto de conflicto poltico para que los actos de violencia fsica en estado de inde- fensin de la vctima se constituyan en tortura. Como resultado de estas interpretaciones restrictivas que reducen de facto la definicin de la tortura, al vincular el nivel de gravedad a la duracin del tratamiento mdico de las vctimas o a ciertas situaciones contextuales, los fiscales y los jueces frecuentemente califican los actos que constituyen tortura en virtud del derecho internacional como un delito de lesiones o abuso de poder 37 . ESTADO DEL TRMITE RESPECTO A LOS CASOS ESPECFICOS SOBRE EL DELITO DE TORTURA EN LOS AOS 2012- 2013 Casos emblemticos: a. Caso Abanto - Gmez El da 21 de junio de 2012, en horas de la noche, Amparo Abanto, abogada de GRUFIDES y de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos, junto con Genoveva Gmez, abo- gada de la Defensora del Pueblo, se acercaron a la Primera Comisara de Cajamarca para preguntar por los siete detenidos que venan de la Plazuela Bolognesi, y quienes fueron llevados a un cuarto en la parte posterior de la comisara. Al llegar al lugar de detencin 35 Nota de Prensa No 167/DP/OCII/2012Carta N 016-2012 del 20 de junio de 2012. Defensora del Pueblo. http://www.defensoria.gob.pe/ modules/Downloads/prensa/notas/2012/NP-167-12.pdf. 36 Informe alternativo de la sociedad civil peruana sobre la aplicacin del Pacto de Derechos Civiles y Polticos. Lima- Ginebra. Febrero 2013 http://www2.ohchr.org/english/bodies/hrc/docs/ngos/CCPR%20_CNDDHH_Peru107.pdf. 37 Informe Alternativo de la sociedad civil peruana sobre la aplicacin del Pacto de Derechos Civiles y Polticos. (Respuestas a la Lista de Cuestiones - CCPR/C/PER/Q/5). Febrero del 2012. Prrafo 104. Disponible en: http://www2.ohchr.org/english/bodies/hrc/docs/ngos/ CCPR%20_CNDDHH_Peru107.pdf. C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s DIEZ aos del Informe Final de la CVR 55 ambas encontraron a los detenidos en el suelo, mientras estaban siendo golpeados por efectivos policiales. Cuando estas decidieron intervenir para evitar la golpiza de parte de los policas, estos reaccionaron violentamente contra ellas, arrastrndolas de los cabellos, las golpearon e insultaron, y finalmente, fueron echadas de la comisaria. Esto motiv que las abogadas junto con Agustn Cavero, representante del Colegio de Abogados se pre- sentaran ante el Coronel PNP Gonzales a presentar cargos por las agresiones que haban sido vctimas, y obtuvieron en respuesta que ellas eran responsables de las agresiones por no haber vestido los chalecos que las identificaran como miembros de la Coordinado- ra de Derechos Humanos y de la Defensora del Pueblo respectivamente 38 . b. Caso Arana El da 4 de julio de 2012 Marco Arana Zegarra, directivo de la ONG GRUFIDES y lder ambientalista, fue vctima de una golpiza por parte de las fuerzas del orden en la ciudad de Cajamarca. En circunstancias que Arana se encontraba sentado en una banca de la Plaza de Armas de la ciudad cuando fue intervenido violentamente por aproximadamente 40 efectivos policiales, quienes le propinaron golpes en la cara y en diversas partes del cuerpo; posteriormente fue conducido a la comisara en donde fue nuevamente golpeado por efectivos del orden. c. Caso Wilhem Calero El da 10 de octubre de 2013 se llev a cabo la ltima audiencia ante la Sala Penal Nacional contra siete policas acusados de haber torturado y causado la muerte de Wilhem Calero el 14 de julio de 2010 39 . Con fecha 11 de octubre de 2013, tras aproximadamente dos aos, el Colegiado B de la Sala Penal Nacional fall condenando a los siete policas implicados. Siendo la mxima pena impuesta de doce aos para Marcial Francisco Soria, responsable directo de la muerte de Calero; al resto de los participantes, se les impuso una pena de prisin efectiva de 8 aos. As mismo, la Sala dispuso el pago de 100000 (cien mil nuevos soles) por concepto de reparacin civil a favor de la esposa de la vctima 40 . d. Caso A.T.C. (menor de 17 aos) El 30 de septiembre de 2013 la Sala Penal Nacional emiti sentencia absolutoria arguyen- do que no exista el Protocolo de Stress Post Traumtico, por lo que no se podra probar la tortura. Este caso se remonta al 9 de septiembre de 2007, cuando alrededor de las 20:00 horas, los Tenientes Gobernadores Abdn Morales Sosa y Gregorio Guzmn Morales, el Vicepresidente de la Junta Directiva Macario Valle Rojas y los comuneros Tito Jess Valle Robles y Hugo Travesao, llegaron al domicilio del menor de 17 aos de edad, A.T.C. (agraviado), ubicado en la estancia Shashicucho del CPM Uchumarca, se entrevistaron con su padre, Hermes Teodosio Tolentino Mayta, y le indican que deben llevarse y conducir al agraviado hasta la DIVINCRI PNP-Pasco para ser sometido a una investigacin. Durante el trayecto el automvil en que viajaban se desvi fuera del camino, para someter al ado- 38 Coordinadora Nacional de Derechos Humanos. Publicado el 02 de julio de 2012. Disponible en: http://derechoshumanos.pe/2012/07/ cnddhh-exige-investigacion-ante-golpiza-de-policias-a-abogadas-en-cajamarca/. 39 Ver en: http://elcomercio.pe/actualidad/1642781/noticia-caso-wilhem-calero-manana-dictaran-sentencia-contra-policias-implicados. 40 Ver en: http://elcomercio.pe/actualidad/1643319/noticia-caso-wilhem-calero-policias-fueron sentenciados-12-anos-prision. C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s Informe ANUAL 2012-2013 56 lescente a mltiples torturas durante dos das, 9 y 10 de septiembre de 2007. La etapa de Juicio Oral se inici el 7 de Junio de 2013, en contra de Abdn Morales Sosa y Gregorio Guzmn Morales como autores del delito contra la humanidad en la modalidad de tortura en agravio de A.T.C; y, contra Macario Valle Rojas, Tito Jess Valle Robles, Edgar Rebelino Nolasco Ayre, como cmplices primarios. A pesar de las evidencias, el 30 de septiembre de 2013, la Sala Penal Nacional concluy absolver a los procesados. MECANISMO NACIONAL PARA LA PREVENCIN DE LA TORTURA - MNP Si bien es cierto que mediante Decreto Supremo 044-2006-RE del 26 de julio de 2006, el Poder Ejecutivo ratific el Protocolo Facultativo de la Convencin contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos y Degradantes; y que, en virtud a ese instrumento internacional, que entr en vigencia el 14 de octubre de 2006 el Per fue obligado a imple- mentar el Mecanismo Nacional de Prevencin (en adelante MNP) previsto en el Protocolo; lamentablemente el MNP an no ha sido constituido, rebasando largamente el plazo que tena el Estado peruano para ello. La situacin del Proyecto de Ley del MNP se ha dificul- tado de tal manera, lo que ha motivado que la Defensora del Pueblo remita un oficio al Ministerio de Justicia y Derechos Humanos indicando que si no se asigna los recursos econmicos necesarios no asumir dicho rol 41 . Como se manifest al inicio del presente informe, la tortura es una prctica persistente en la realidad de nuestro pas, es por ello que resulta necesaria la pronta implementacin de un mecanismo de prevencin. En tal sentido, el Protocolo Facultativo de la Convencin contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes de las Nacio- nes Unidas ha brindado la posibilidad de instituir un mecanismo de prevencin, e inclusive ha facultado al Estado para que ste designe a un rgano ya existente a fin que cumpla con la labor de lo dispuesto en el referido instrumento internacional. Por ello, en el artculo 1 del captulo 1 del proyecto de ley N 1618-2012/CR, se propone designar a la Defenso- ra del Pueblo como entidad encargada del MNP. La Defensora del Pueblo, en ejecucin del MNP, tendr por mandato visitar de manera peridica e inopinada los lugares donde se encuentren, o se presuma que se encuen- tren, personas privadas de libertad. Tambin tendr como competencia, emitir informes y formular recomendaciones a las autoridades competentes. Funciones que ya ha venido desempeando por el mandato constitucional que tiene. Asimismo, mediante el Proyecto de Ley N 1618, se propone crear un Comit Consultivo, con participacin de la sociedad civil, a fin de asesorar y, en general, coadyuvar a la labor que realice el MNP. Tambin podr manifestar su opinin en relacin a cualquier asunto que el MNP ponga en su conocimiento. Tomando en cuenta la situacin de la tortura y los malos tratos en el pas, es necesaria la implementacin del MNP sin ms demora y que el Estado peruano otorgue los suficientes 41 Oficio N 184-2012-DP del 7 de marzo del 2012 dirigido por la Defensora del Pueblo al Ministerio de Justicia sobre el Mecanismo Nacional de Prevencin de la Tortura. C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s DIEZ aos del Informe Final de la CVR 57 recursos financiaros, humanos y materiales con el fin de que cumpla su mandato con eficacia. MECANISMOS INTERNACIONALES a. Examen Peridico Universal y Comits contra la Tortura y de Derechos Huma- nos de Naciones Unidas El Examen Peridico Universal (EPU), es un mecanismo que tiene como objeto mejorar la situacin de derechos humanos respecto de cada uno de los 193 pases miembros de la ONU; mediante este mecanismo, la situacin de derechos humanos de los pases miem- bros de ONU es revisada cada cuatro aos. Es as que el Per fue sometido a su primer EPU en mayo de 2008, del cual se derivaron una serie de compromisos internacionales, entre ellos estatuir el Mecanismo Nacional de Prevencin de la Tortura, para garantizar las condiciones de las personas privadas de libertad. Recientemente, en el segundo EPU que ha sido sometido el Per en el Consejo Nacional de Derechos Humanos en noviembre de 2012 (sesin del Grupo de Trabajo del EPU) y marzo de 2013 (sesin del Consejo de Derechos Humanos), se ha reiterado este compromiso asumido por el Estado peruano. A ello hay que agregar que en las Observaciones Finales del Comit Contra la Tortura (noviembre de 2012) y del Comit de Derechos Humanos (marzo de 2013), de la revisin del quinto y sexto informe peridico del Estado peruano respectivamente, se seal la necesidad que el Estado peruano estableciera, sin demora, el MNP en plena conformidad con el Protocolo Facultativo y, en particular, otorgndole suficientes recursos financieros, humanos y materiales con el fin de asumir su mandato con eficacia. Subcomit para la Prevencin de la Tortura El Subcomit para la Prevencin de la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes (SPT), es un nuevo tipo de rgano de tratados del sistema de derechos humanos de las Naciones Unidas, establecido de conformidad con las disposiciones del Protocolo Facultativo de la Convencin de las Naciones Unidas contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, inhumanos o Degradantes (OPCAT); inici sus trabajos en febrero de 2007. El SPT es el nico rgano del sistema de derechos humanos de las Naciones Unidas con el mandato de centrarse exclusivamente en la prevencin de la tortura. El Subcomit para la Prevencin de la Tortura concluy su primera visita a Per el 20 de septiembre de 2013. La visita del SPT al Per, tuvo como principal objetivo central realizar visitas a lugares de detencin para evaluar cmo es el trato de los detenidos y verificar si las condiciones de detencin se adecuan a los estndares internacionales. As, durante su estada realiz visitas a diversos lugares de privacin de libertad, incluidos estableci- mientos penitenciarios, comisaras, centros de detencin de menores e instituciones psi- quitricas de Lima y en las provincias de Cajamarca, Chiclayo, Puno y Trujillo. Entre los establecimientos penitenciarios que visit se encuentran: C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s Informe ANUAL 2012-2013 58 Establecimiento penitenciario de Lurigancho. Establecimiento penitenciario de Mujeres Chorrillos I. Establecimiento penitenciario de Mujeres Chorrillos II Anexo. Establecimiento penitenciario de Ancn II. Establecimiento penitenciario Huajariz (Cajamarca). Establecimiento penitenciario de Chiclayo. Establecimiento penitenciario Yanamayo (Puno). Establecimiento penitenciario de Juliaca. Establecimiento penitenciario de Trujillo (varones). Establecimiento penitenciario de Trujillo (mujeres). De la misma manera el Subcomit visit los establecimientos policiales de: Comisara La Pascana de Comas (Lima). Comisara Laura Caller de Los Olivos (Lima). Comisara Csar Llatas (Chiclayo). Comisara del Norte (Chiclayo). Comisara I de Cajamarca. Comisara II de Cajamarca. Comisara I (Puno). Divisin Anti-Drogas, DIVANDRO (Lima). Divisin de Investigacin Criminal, DIVINCRI (Chiclayo). Divisin Anti-Drogas, DIVANDRO (Puno). Divisin de Investigacin Criminal, DIVINCRI (Lima). El SPT tambin visit establecimientos del Poder Judicial como: Centro Juvenil de Diagnstico y Rehabilitacin (Lima). Centro Juvenil de Diagnstico y Rehabilitacin (Trujillo). Centro Juvenil de Diagnstico y Rehabilitacin Santa Margarita (Lima). Carceleta del Palacio de Justicia (Lima). Carceleta del Tribunal Superior de Justicia (Trujillo). Carceleta del Poder Judicial de Puno. Por ltimo, el Subcomit visit la Casa de la Juventud, centro de rehabilitacin de perso- nas con drogodependencia, localizado en San Juan de Lurigancho, as como el Hospital psiquitrico Larco Herrera ubicado en el distrito de Magdalena del Mar. El Subcomit de Prevencin de la Tortura tuvo tambin como objetivo propulsar el Meca- nismo Nacional de Prevencin, exhortando al Estado a que asigne suficientes recursos financieros, humanos y materiales con el fin de asumir su mandato con eficacia y por ende salvaguardar los derechos de las personas privadas de libertad. C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s DIEZ aos del Informe Final de la CVR 59 El Estado peruano no cuenta con un Plan Nacional de Derechos Humanos (PNDH), ha- biendo concluido la vigencia del PNDH 20062010, prorrogado hasta el 2011. El proceso participativo de elaboracin del PNDH 20122016 ha quedado inconcluso, una vez que el Gobierno peruano present un borrador del mismo en diciembre de 2012, formulado por el gabinete del Vice Ministerio de Derechos Humanos y Acceso a la Justicia, sin incorporar de modo efectivo los importantes avances del proceso anterior. Sin embargo, hasta la fecha el Plan no ha sido promulgado. El proceso participativo de elaboracin del PNDH 20122016 se inici el ao 2011, al empezar el presente gobierno, con la responsabilidad de la Secretara Ejecutiva del Con- sejo Nacional de Derechos Humanos (CNDH), a cargo del MINJUS. Los acuerdos fun- 42 Elaborado por Javier Monroe, Coordinadora Nacional de Derechos Humanos. 3. EL PLAN NACIONAL DE DERECHOS HUMANOS 42 C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s Informe ANUAL 2012-2013 60 damentales fueron que el PNDH 20122016 tuviese como base el PNDH 20062010 y se elaborara mediante un proceso participativo en alianza estratgica con la sociedad civil. Se form entonces el Equipo Central del PNDH, integrado por representantes de algunos ministerios que forman parte del CNDH, de la Defensora del Pueblo y de la sociedad civil. Se incorporaron despus representantes de la Mesa de Concertacin de Lucha contra la Pobreza y la Municipalidad de Lima Metropolitana. La Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (CNDDHH) seal desde un principio su preocupacin por la limitada presencia de los ministerios en el Equipo Central. Por la sociedad civil participaron la CNDDHH, Amnista Internacional, CEDAL, el Movi- miento Para Que No Se Repita, Per Equidad y la Plataforma Interamericana de DDHH. Las instituciones de la sociedad civil se articularon en el Grupo Impulsor, que desarroll su actividad y conserv su coordinacin autnoma durante todo el proceso. La CNDDHH particip desde un inicio en el proceso, siendo el PNDH 20122016 un tema de agenda en sus diversos procedimientos de consenso y direccin, incluida su Asamblea General. Adems, form la Mesa de Trabajo del PNDH, integrndose al aporte de institu- ciones que contribuyeron a dar el soporte tcnico necesario. La hoja de ruta poltica del proceso fue la siguiente: Despus de su elaboracin partici- pativa, la propuesta del PNDH 20122016 sera aprobada primero por el CNDH, quien la pondra a consideracin del Consejo de Ministros, mediante los procedimientos del Poder Ejecutivo. El nuevo PNDH 20122016 sera promulgado por medio de un decreto supre- mo, al igual que el PNDH 20062010. La secuencia seguida por el proceso de elaboracin del PNDH 20122016, fue anloga a la del PNDH anterior, cumplindose las siguientes actividades: 1. Elaboracin de un balance del PNDH 20062010, contndose con diversas pro- puestas previas, una de la CNDDHH. 2. Elaboracin de un diagnstico de la situacin de los DDHH en el pas (en realidad, la actualizacin del diagnstico realizado para el PNDH anterior). 3. Desarrollo de 21 audiencias pblicas regionales y de Lima Metropolitana sobre la misma materia del diagnstico, incluyendo a todas las regiones del pas (el informe de sistematizacin del IDEHPUCP no menciona a Tumbes). 4. Sistematizacin de los resultados de las audiencias pblicas por IDEHPUCP. 5. Realizacin de once talleres de validacin con representantes de los colectivos de los sectores sociales puestos en condiciones de mayor vulnerabilidad en el ejercicio de sus derechos: adultos mayores; afrodescendientes; migrantes y sus familiares; mujeres; nios, nias y adolescentes; personas con discapacidad; personas LTGB; personas afectadas por el VIH SIDA; personas privadas de su libertad; pueblos indgenas; y vctimas del conflicto armado interno. 6. Elaboracin de la propuesta del documento del PNDH, incorporando los resultados de los pasos anteriores, y mediante una consultora cuyos resultados no alcanzaron a ser socializados con el Grupo Impulsor. As, se cumplieron todos los pasos previstos, excepto la formulacin de la propuesta del PNDH con participacin de la sociedad civil. C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s DIEZ aos del Informe Final de la CVR 61 Las audiencias pblicas regionales tuvieron una participacin significativa, a pesar de la limitada presencia de representantes de las provincias ms alejadas. El Equipo Central no alcanz a realizar una evaluacin de conjunto de los talleres de validacin, aunque sabemos que hubo aportes importantes de diversos colectivos, como los de personas con discapacidad, mujeres y personas LGTB; adems hubo deficiencias importantes en algunos talleres, como el taller de pueblos indgenas. Hubo una primera crisis cuando el titular del Vice Ministerio de Derechos Humanos y Ac- ceso a la Justicia present una propuesta de esquema del PNDH distinto al consensuado por el Equipo Central (sesin de este del 17 de setiembre de 2012). Los participantes del Grupo Impulsor sealaron su discrepancia sobre esta propuesta, argumentando que no reflejaba el proceso participativo avanzado, ni era conforme con las exigencias de un PNDH. El Vice Ministerio seal que se tratara de hacer una integracin entre los dos es- quemas. No obstante, por un tiempo ms, el proceso de elaboracin del plan continu tal como estaba previsto. Posteriormente, el Vice Ministerio de DDHH y Acceso a la Justicia del MINJUS present el borrador del PNDH 20122016 (fechado 26 noviembre 2012) en la sesin del CNDH del 3 de diciembre de 2012, elaborado por su gabinete de asesores y distribuido das antes entre las instituciones. En los hechos, este borrador sustituy al documento encargado al consultor por la Secretara Tcnica del CNDH. El borrador no alcanza a ser un PNDH ni incorpora los resultados del proceso participativo coordinado por el Equipo Central. La posicin de la Secretaria Ejecutiva de la CNDDHH, presente en esta reunin, fue el no validar el procedimiento ni el borrador del Vice Ministerio. Por su parte, CEAS, por distintas razones, tampoco respald el borrador. Ms adelante, la CNDDHH tuvo acceso a una segunda versin del borrador del plan, fechada en enero de 2013, que no modifica sus- tancialmente el primero. C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s Informe ANUAL 2012-2013 62 La situacin de las personas encarceladas y el respeto a sus derechos es un asunto sumamente complejo que requiere del Estado, no solo la implementacin de polticas pblicas a mediano y largo plazo, como las 10 medidas de reforma penitenciaria, pre- sentadas en abril de 2012 por el Instituto Nacional Penitenciario (INPE), sino tambin, la adopcin de medidas inmediatas necesarias para hacer frente a situaciones urgentes que afectan derechos humanos fundamentales de la poblacin penitenciaria. Muchos de los problemas actuales de la realidad carcelaria responden a serias deficien- cias estructurales que impiden que en la prctica la pena privativa de libertad sirva para resocializar a las personas que son sometidas a ella, por lo tanto, la respuesta del Estado para hacer frente a estas deficiencias estructurales, debiera darse de manera integral y ar- ticulada con todos los sectores; la problemtica penitenciara est lejos de ser un problema exclusivamente del INPE. De otro lado, la crisis penitenciaria est directamente ligada a la crisis del sistema de jus- ticia penal, y a pesar que dicho sistema est conformado por un conjunto de subsistemas que actan interrelacionados (Polica Nacional, Ministerio Pblico, Poder Judicial y el Ins- tituto Nacional Penitenciario), la mayora de las reformas se han concentrado en proponer cambios formales en la legislacin penal y procesal y en la estructura y funcionamiento del Poder Judicial, con una notoria tendencia a olvidar y descuidar la crcel. Tambin existen factores externos que refuerzan y, en otros casos, exacerban esta situa- cin, entre ellos: la sensacin de inseguridad ciudadana reforzada en ciertos casos por los medios de comunicacin social- y la difusin de encuestas de opinin que juegan un papel predominante en el diseo de la poltica criminal. Las nociones de miedo, riesgo y seguridad tienen mayor relacin con la actual tendencia al expansionismo penal. Asi- mismo, el tema de los derechos humanos en sede carcelaria es difcil de abordar. Regu- larmente la opinin pblica considera que quienes estn en la crcel son responsables de la inseguridad ciudadana. As, lo que ocurre en la crcel no interesa y toda sugerencia sobre la necesidad de abordar su problemtica no despierta simpatas cuando se trata de quienes han delinquido. 4. INFORME SOBRE CONDICIONES CARCELARIAS C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s DIEZ aos del Informe Final de la CVR 63 ALGUNOS DE LOS PROBLEMAS MS GRAVES DE LA SITUACIN CAR- CELARIA En diciembre de 2011, la Comisin Interamericana de Derechos Humanos present su Informe sobre los derechos humanos de las personas privadas de libertad en las Amri- cas 43 , en l seala los problemas ms graves en las crceles de la regin 44 ; lo que compro- bamos en nuestro pas es que, la mayora de ellos, no son ajenos a la realidad que existe en las crceles peruanas. El hacinamiento y la sobrepoblacin Es este uno de los problemas ms serios y con una alarmante tendencia de crecimiento de la poblacin penitenciaria. Segn datos oficinales del INPE, a octubre 2013, el nmero de presos ascenda a 67299, albergados en 68 penales a nivel nacional, de los cuales, 50 es- tablecimientos presentan la condicin de hacinados. Actualmente, ya no podemos hablar solo de Lurigancho como la crcel ms emblemtica de sobrepoblacin y hacinamiento, en tanto tenemos penales como los de Huaral, Callao, Chanchamayo, Jan y Moquegua que, a julio de 2013, presentaban un nivel de sobrepoblacin por encima del 400%, siendo el total nacional de sobrepoblacin del 117%. Un factor que explica esta sobrepoblacin es la poltica de criminalizacin que prevalece en nuestro pas como reaccin al crecimiento de la delincuencia, del crimen organizado y de la inseguridad ciudadana. De all que se piense en seguir agravando la penalidad a veces de manera indiscriminada, restringiendo beneficios penitenciarios cada vez a un mayor nmero de delitos. Prueba de ello fue el ltimo paquete de leyes dadas entre junio y agosto del presente ao 45 , que presentaron modificaciones en su conjunto, de tipo sustan- tivo, procesal y de ejecucin, elevando la cantidad de poblacin penitenciaria sin acceso a beneficios penitenciarios, del 16% que exista en julio, al 73% a partir del 19 de agosto 46 . Encontramos en la poltica de sobrecriminalizacin, sino la principal, una de las principa- les razones de la actual tendencia de crecimiento de la poblacin penal. En general, esta poltica para hacer frente a la delincuencia organizada y que genera un fuerte impacto en la seguridad de la ciudadana, comprende medidas como: incremento de penas efectivas, aplicacin de sumatoria de penas para casos de reincidencia y habitualidad, restriccin y prohibicin de beneficios penitenciarios cada vez a un mayor nmero de delitos, aplica- cin de la cadena perpetua, uso excesivo de la prisin preventiva, carga procesal que an origina demora en la resolucin de procesos, entre otros. 43 Informe sobre los Derechos Humanos de las Personas Privadas de Libertad en las Amricas. CIDH. Diciembre 2011. 44 As, la CIDH ha observado que los problemas ms graves y extendidos en la regin son: (a) el hacinamiento y la sobrepoblacin; (b) las deficientes condiciones de reclusin, tanto fsicas, como relativas a la falta de provisin de servicios bsicos; (c) los altos ndices de violencia carcelaria y la falta de control efectivo de las autoridades; (d) el empleo de la tortura con fines de investigacin criminal; (e) el uso excesivo de la fuerza por parte de los cuerpos de seguridad en los centros penales: (f) el uso excesivo de la detencin preventiva, lo cual repercute directamente en la sobrepoblacin carcelaria; (g) la ausencia de medidas efectivas para la proteccin de grupos vulnerables; (h) la falta de programas laborales y educativos, y la ausencia de transparencia en los mecanismos de acceso a estos programas; y (i) la corrupcin y falta de transparencia en la gestin penitenciaria. (Informe sobre los Derechos Humanos de las Personas Privadas de Libertad en las Amricas. Pg. 2. CIDH. Diciembre 2011). 45 Leyes Ns 30054, 30068, 30076 y 30077. 46 Por iniciativa del INPE y haciendo incidencia ante el Congreso de la Repblica, el 02.11.2013 se aprob la Ley 30101, establecindose que las modificaciones a los beneficios penitenciarios no se aplicarn de modo retroactivo a los condenados que se encuentren encarce- lados a la fecha de la entrada en vigencia de las Leyes 30054, 30068, 30076 y 30077. A pesar de esta norma, la repercusin negativa en el sistema penitenciario, que tendrn las primeras leyes aprobadas, empezando por el incremento de la poblacin, no ha sido solucionado, simplemente se ha pospuesto el problema. C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s Informe ANUAL 2012-2013 64 Respecto al uso de la prisin preventiva y la demora en la resolucin de los procesos, cifras que ilustran la situacin las proporciona el INPE. A agosto de 2013, el 55% de la poblacin penal nacional se encuentra en condicin de procesada. Frente al problema del hacinamiento y la sobrepoblacin es de destacar los avances que el INPE ha logrado en la construccin y remodelacin de un nmero importante de estable- cimientos penitenciarios, desde el 2011 a la fecha; sin embargo, esta parece ser la nica medida que se est tomando por parte del Estado, la cual resulta por dems insuficiente. La corrupcin En relacin a la crcel se debe sealar, en principio, que la corrupcin no solo est pre- sente en los establecimientos penitenciarios y en el personal que tiene a cargo su custodia (INPE y polica, en algunos casos), sino que se encuentra instaurada en todo el sistema penitenciario; sin embargo, habra que reconocer que los actos de corrupcin ms visibi- lizados son los que se dan en el mbito interno de un penal. Es dentro de un penal donde los internos declaran que son los propios servidores y funcio- narios del Estado quienes estaran vinculados al otorgamiento de privilegios a internos que pagan para poder obtenerlos, as tambin al ingreso de objetos prohibidos como son armas, drogas, licor y celulares (por citar los ms comunes). Asimismo, se sindica al per- sonal de realizar acuerdos ilegales con los proveedores de alimentos y con las mafias de internos que existen en los penales. Se conoce tambin de los pagos irregulares que los internos realizan al personal de tratamiento penitenciario para conseguir informes favora- bles para el otorgamiento de beneficios penitenciarios, entre otro tipo de trmites. La Defensora del Pueblo, en su ltimo informe sobre el sistema penitenciario 47 , ha realiza- do una importante descripcin de lo que ha llamado las zonas de riesgo, en las que se produciran los actos de corrupcin 48 : 1. Tramitacin de beneficios penitenciarios. 2. Clasificacin y ubicacin en ambientes de reclusin. 3. Visitas (autorizacin de personas que ingresan y revisin de paquetes). 4. Servicios penitenciarios. 5. Otros. Por su parte, la actual gestin del INPE, ha sido contundente en el reconocimiento de la existencia de la corrupcin en el sistema penitenciario y ha asumido la descripcin de las zonas de riesgo de actos de corrupcin descritas por la Defensora del Pueblo. Asimis- mo, los miembros del Consejo Tcnico Penitenciario, en diversas presentaciones pbli- cas, han sealado que, junto con el hacinamiento, es la corrupcin uno de los primeros problemas al que deben hacer frente, tomando medidas inmediatas desde el inicio de su gestin (agosto 2011). 47 Informe Defensorial N 154-2011/DP. El sistema Penitenciario: Componente clave de la Seguridad y la Poltica Criminal. Problemas, Retos y Perspectivas. Lima, octubre 2011. 48 Informe Defensorial N 154-2011/DP. El sistema Penitenciario: Componente clave de la Seguridad y la Poltica Criminal. Problemas, Retos y Perspectivas. Pg. 113. Lima. octubre 2011. C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s DIEZ aos del Informe Final de la CVR 65 En mayo de 2012 el INPE estableci la creacin de un Grupo Especial Anticorrupcin, el cual adscrito a la Oficina de Asuntos Internos, aportar al fortalecimiento de toda la labor anticorrupcin que se realice. Se ha potenciado la funcin de investigacin preliminar que desarrolla el INPE ante presuntos hechos de corrupcin detectados, se vienen realizando importantes visitas inopinadas a diferentes penales del pas, se ha abierto una lnea telef- nica para las denuncias de corrupcin, que viene promocionndose ampliamente a nivel nacional, entre otras importantes medidas. Es de destacar, asimismo, que el incremento de investigaciones de actos de corrupcin en la actual gestin penitenciaria pas de 58 casos en el ao 2010, a 128 casos a julio de 2012. Tratamiento penitenciario La realidad del tratamiento en las crceles del Per contradice el principio-derecho de resocializacin. Las causas son varias. Una fundamental es el insuficiente personal para realizar esta labor: 157 asistentes sociales, 186 psiclogos, 119 abogados y 82 mdicos 49
a nivel nacional. Cada crcel debera contar con cada uno de estos profesionales, pero en la prctica no es posible, hay penales en el interior del pas que no cuentan con profesionales en el rea de tratamiento, o que no los tienen completos. La educacin y el trabajo penitenciario, siendo ambos aspectos componentes claves del tratamiento penitenciario, han sido desbordados por la cantidad de internos. El ao 2012 solo se lleg a atender, en educacin, al 20% y en el rea de trabajo al 38% 50 . Frente a estas limitaciones, resulta importante el aporte de organizaciones de la sociedad civil y de las Iglesias que desarrollan programas educativos y laborales para el desarrollo de las capacidades de las personas encarceladas. El INPE ha demostrado apertura para el desarrollo de estas actividades, apreciando y, en algunos casos, aprehendiendo en sus propios programas, la perspectiva de economa solidaria y comercio justo con las que estas organizaciones han enriquecido las propuestas laborales que desarrollan. Las situaciones de gobierno de hecho En la actualidad, en algunos de los establecimientos penitenciarios a nivel nacional, sobre todo en los que presentan un mayor nivel de hacinamiento, se presenta una grave situa- cin de gobierno de hecho, es decir, el control real del penal est a cargo de grupos de internos, quienes establecen sus propias formas de organizacin y normas internas que significan, muchas veces, una situacin de sometimiento del resto de los internos al gru- po lder de determinado pabelln o al delegado del mismo. El penal de Lurigancho sigue siendo el emblemtico en relacin a este tipo de situaciones. Dentro de las llamadas normas internas, son preocupantes las situaciones de abuso y corrupcin que se presentan, por ejemplo, el cobro de alquiler de celda y cama a los in- ternos nuevos, as como tambin el pago que se hace a determinados grupos de internos 49 Informe Estadstico de Tratamiento INPE. Diciembre 2012. 50 Informe Estadstico de Tratamiento INPE. Diciembre 2012. C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s Informe ANUAL 2012-2013 66 encargados de brindarles seguridad, particularmente son vctimas de estos abusos los internos de nacionalidad extranjera. Hasta hace aproximadamente cinco aos atrs era en los penales de Lima (particularmen- te el E.P. de Lurigancho y el E.P. Sarita Colonia) donde se presentaba estas situaciones, sin embargo, actualmente, es una prctica extendida que viene dndose tambin en algunos penales de provincia. Muchas veces el gobierno por parte de los internos o gobierno compartido que existe en los penales se da con el consentimiento de la autoridad penitenciaria o, al menos, con su conocimiento; pero, la realidad se impone ante la imposibilidad del INPE de poder contro- lar estas situaciones, en otros casos, son consentidas debido a situaciones de corrupcin. Mujeres encarceladas La poblacin femenina representa el 6% de la poblacin nacional, 4201 internas 51 ; apro- ximadamente, el 60% de mujeres se encuentra bajo la condicin jurdica de procesadas. Es importante apreciar que el delito con mayor poblacin penal femenina es el de Trfico Ilcito de Drogas (63%), seguido por el delito contra el patrimonio (18%), lo que nos permite sostener que en el Per, el delito de Trfico Ilcito de Drogas tiene rostro femenino, pues este mismo delito, en los varones recluidos, representa solo al 28% 52 . En muchos casos las mujeres detenidas y privadas de libertad son madres de nios me- nores de tres aos que solicitan el ingreso de los mismos para su cuidado, por lo que el INPE debe brindarles albergue, alimentacin, educacin y otros servicios en cumplimiento de la normatividad establecida. En otros casos son recluidas cuando se encuentran en gestacin y al nacer sus hijos forman parte de la poblacin de nios a cargo del Sistema Penitenciario. Por ltimo, se da el caso de las mujeres recluidas que se embarazan al re- cibir su visita conyugal. Al mes de diciembre de 2012, el INPE tiene a su cargo a 215 nios: 117 varones y 98 mujeres, la mayor concentracin se encuentra entre las edades de cero a dos aos. La cantidad ms grande se encuentra en los establecimientos penitenciarios de mujeres de Chorrillos (Lima) y Ayacucho. Desde la perspectiva de gnero, incluso la legislacin refleja el modelo masculino de do- minacin, ya sea a travs de normas que privilegian su posicin y disminuyen la femenina o simplemente la obvian, esto se constata, con mayor facilidad en los establecimientos penitenciarios mixtos, en donde las mujeres son prcticamente invisibilizadas frente a una gran mayora masculina, por ejemplo, a las mujeres se les priva o limita la participacin en programas educativos y laborales porque no est permitido que varones y mujeres tengan contacto directo dentro del penal, asimismo de actividades recreativas, y, cuando stas se desarrollan solo pueden realizarlas dentro de su pabelln. An para que puedan tener acceso a la visita ntima, a las mujeres se les exige y controla el cumplimiento de los 51 Informe Estadstico del INPE. Agosto 2013. 52 Informe Estadstico INPE. Agosto 2013. C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s DIEZ aos del Informe Final de la CVR 67 requisitos establecidos para tal fin, lo que no sucede con los varones a quienes no se les aplica ningn tipo de control ni restricciones. En los penales mixtos no existe un ambiente separado para los nios, stos deben per- manecer todo el tiempo con sus madres, inclusive, comparten para dormir, el camastro de cemento, de un metro de ancho, instalado en las celdas. Referente al acceso a la salud de las mujeres encarceladas se debe poner en relevancia que el INPE no cuenta, a nivel nacional, con ningn mdico especialista en salud femeni- na, tampoco con pediatras para la atencin de los nios. El acceso a la salud Los servicios penitenciarios de salud son insuficientes para atender los requerimientos de la administracin penitenciaria: el hacinamiento, la falta de presupuesto, el insuficiente personal mdico/tcnico, la infraestructura inadecuada, entre otros, son problemas que enfrentan las autoridades penitenciarias y las personas privadas de libertad. En la actua- lidad, el INPE carece de una estructura organizativa orgnica que le permita el diseo de polticas de salud penitenciaria, de realizar un adecuado manejo de sus escasos recursos humanos y materiales. A partir del mes de julio de 2009 se hizo efectiva la integracin de las personas privadas de libertad al Seguro Integral de Salud; sin embargo, no toda la poblacin penal ha sido afilia- da, debido, entre otras causas, al desconocimiento del procedimiento y la falta de perso- nal penitenciario que pueda realizarlo, as como tambin a la falta del Documento Nacional de Identidad de los internos que es el requisito indispensable para la afiliacin. Esta es una dificulta que no est lejos de salvarse, en la medida que el INPE suscribi a inicios de 2013 un Convenio Interinstitucional con el Registro Nacional de Identidad y Estado Civil. En relacin a recursos humanos en salud, en la actualidad existe un dficit en todas las reas, al mes de diciembre 2012 el INPE contaba con 56 mdicos a nivel nacional para una atencin de 61390 internos, es decir un ratio de un mdico por 1090 internos, en rela- cin al rea de odontologa se cuenta con 30 odontlogos con un ratio de un odontlogo por cada 2,36 internos y con un psiquiatra para toda la poblacin penal nacional 53 . Con lo cual existen, aproximadamente, 20 establecimientos penitenciarios en el pas que no cuentan con mdicos en el servicio de salud solamente con enfermeras o tcnicos. El 65% es decir 262 profesionales de salud es de condicin nombrada y el 35% es de condicin contratada es decir 140 profesionales. Una de las grandes dificultades para que una persona encarcelada sea evacuada a un centro hospitalario es el requisito indispensable de pasar por una junta mdica. Sin em- bargo, en la mayora de los establecimientos penitenciarios no existen los profesionales necesarios para realizar esta accin, retardando la evacuacin y por consiguiente el agra- vamiento de la enfermedad o padecimiento del interno o interna. 53 Informe Estadstico de Tratamiento del INPE. Diciembre 2012. C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s Informe ANUAL 2012-2013 68 Mencin aparte merecen la situacin de las personas privadas de libertad calificadas como internos psiquitricos. En lo referente a la infraestructura slo ocho establecimientos penitenciarios cuentan con ambientes destinados en forma exclusiva a hospitalizar a personas privadas de libertad con problemas de salud mental: Piura, Trujillo, Chiclayo, Callao, Lurigancho, Castro Cas- tro, Chorrillos y Arequipa. En el resto de los establecimientos penitenciarios, deben com- partir espacios y atencin con otros enfermos. Lo que se tiene como consecuencia es que, aunque estos internos son separados del resto de la poblacin penal y aislados en habitaciones del tpico de las crceles, en varios casos el nico tratamiento que reciben consiste en mantenerlos dopados y, en algunos casos extremos, se los tiene encerrados en la habitacin que ocupan en el tpico. Al mes de diciembre de 2012 la poblacin de internos psiquitricos asciende alrededor de 141 internos. Situaciones de maltrato y las dicultades para denunciar El testimonio de un interno ilustra lo que resulta ser una constante, casi generalizada, en el trato que se le brinda a la poblacin penitenciaria, general- mente, por parte del personal de seguridad, pero tambin, a veces, por parte del personal de trata- miento, a este ltimo grupo se le atribuye, sobre todo, maltratos psicolgicos y verbales. Se dan tambin los maltratos fsicos, lo ms co- mn es golpear a los reclusos con las varas lle- nas de arena que posee el personal de seguridad con la finalidad de someterlos y humillarlos ante cualquier accin menor de indisciplina o reclamos. Este tipo de hechos no suelen ser denunciados por los internos pues se asumen como inherentes a la labor del personal y por lo tanto normales dentro del penal. Hechos ms graves, incluyendo casos de tortura, no llegan a ser denunciados por los internos/as debido no solo a las amenazas y, en algunos ca- sos la consumacin, de traslados a otros centros penitenciarios, sino fundamentalmente por la larga experiencia de impunidad en delitos de este tipo. An pueden ser constatados en algunas crceles la existencia de las celdas de castigo. Estos son Por razones obvias el trato es tirante ya que existe la mentalidad de que los internos son subhumanos. Es una ardua labor de los mismos internos hacerse respetar y valer sus derechos, ya que solo hemos perdido nuestra libertad, no puedo dejar de reconocer honrosas excepciones de algunos funcionarios que han tenido un trato correcto Los abusos a los internos se han dado siempre hay muchos tcnicos que humillan verbalmente a los internos, hay quienes gustan de hostigar a los internos, buscando que les ofrezcan un sol (moneda nacional) o que el interno reaccione. TESTIMONIO C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s DIEZ aos del Informe Final de la CVR 69 ambientes que no renen las condiciones adecuadas para la permanencia prolongada de internos. En su mayora, no cuentan con servicios higinicos ni con mobiliario alguno, varios de ellos ni siquiera tienen luz elctrica. Los ambientes de castigo, formalmente, son los ambientes de prevencin, es decir, aquellos que sirven para ubicar a los internos que ingresan al penal en tanto esperan ser clasificados y ubicados en pabellones. Las condiciones en que, particularmente, se vive en estos ambientes, se agravan cuando se llega a ubicar, a la vez, a los internos nuevos (muchas veces sin tener una sentencia firme) y a internos que estn en condicin de castigados. Otra situacin que presenta serias anomalas en el trato a los internos es el que tiene que ver con el procedimiento disciplinario que debe preceder a la imposicin de una sancin. Por referencia de los internos se sabe que ellos no son informados masivamente sobre el procedimiento disciplinario, las sanciones especficas para infracciones especficas y la duracin de estas sanciones, as como de la existencia de recursos impugnatorios y la autoridad que debe resolverlos. En algunos casos los internos desconocen inclusive que las sanciones no pueden ser aplicadas por cualquier servidor penitenciario. Asimismo, difcilmente son escuchados antes de que se les imponga una sancin. En algunos centros penitenciarios se puede llegar a encontrar internos a los que primero se los castiga imponindoseles incluso castigos severos de aislamiento y despus de unos das se procede a regularizar su situacin redactando y firmando el acta del Consejo Tcnico Penitenciario (instancia responsable de imponer las sanciones). Algunas veces este documento es escrito solo por el secretario del Consejo, sin que haya mediado re- unin alguna, y luego es pasado a los profesionales que lo conforman, solo para que registren su firma. Debe llamar tambin la atencin lo que ocurre con los internos o internas que, dentro de un penal solicitan, voluntariamente, su aislamiento debido a situaciones de seguridad per- sonal o para apartarse de los ambientes de violencia que se vive en los pabellones, ms an cuando estos internos se encuentran en espera de ser traslados a otros penales por motivo de diligencias judiciales o por encontrarse de trnsito hacia otro penal. Los internos aislados, generalmente ocupan ambientes ubicados en los tpicos de los penales, en las celdas de prevencin o en otros ambientes donde se ubican las celdas de castigo. Estas personas, a pesar de no estar sometidas a ninguna medida disciplinaria, al estar prohibido el trnsito libre entre las reas de los penales, permanecen encerradas en los ambientes de aislamiento durante todo el da, teniendo nicamente un promedio de una hora diaria de patio, es decir fuera de la celda o habitacin en la que se encuentran. UN TEMA PENDIENTE: EL CIERRE DEL ESTABLECIMIENTO PENITEN- CIARIO DE CHALLAPALCA La crcel de Challapalca est ubicada a ms de 4600 metros de altura, entre los depar- tamentos de Tacna y Puno en la cordillera de los Andes, cerca de la frontera de Per con Bolivia. Dadas las condiciones extremas de detencin en ese centro penitenciario, la Co- misin Interamericana de Derechos Humanos, desde el ao 1998, luego de realizada su C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s Informe ANUAL 2012-2013 70 primera visita in loco al Per y a esta crcel en particular, recomend al Estado peruano la inhabilitacin del penal de Challapalca. Sin embargo, el Estado no ha tenido en cuenta los informes y las recomendaciones tanto de la Comisin como de la Defensora del Pueblo y ese penal contina activo. Las condiciones carcelarias del penal de Challapalca, originadas por la ubicacin geogr- fica del penal, tal como lo seal la Comisin, son un castigo adicional para los internos, sus familiares y el propio personal penitenciario que presta servicios en esa crcel. En principio, el clima extremadamente fro que llega a una temperatura de hasta 26C bajo cero, en invierno, genera una situacin que afecta especialmente a personas acostumbra- das a vivir en la costa, al nivel del mar. De otro lado, su localizacin dificulta tambin el derecho de visita de la familia por ser un lugar inhspito de difcil acceso, ya sea por el costo que significa desplazarse hasta ah y por la exposicin al dao a la salud. El Instituto Nacional Penitenciario considera necesario mantener en funcionamiento el E.P. de Challapalca como un penal de mxima seguridad para el internamiento de internos de difcil readaptacin que requieren la aplicacin de medidas disuasivas frente a acciones de indisciplina que ponen en riesgo la seguridad en centros penitenciarios de mnima y mediana seguridad. Sin embargo, dos hechos ocurridos el ao 2012, han dejado en evi- dencia la falta de seguridad de este centro penitenciario. El primero, ocurrido el 19 de febrero, corresponde a la fuga de diecisiete reos de alta pe- ligrosidad, durante la cual se produjo la muerte de uno de los internos fugados. Se logr la recaptura de los otros 16 internos y se denunci al director del penal y dos servidores ms por el delito de cohecho pasivo. Los internos recapturados fueron trasladados al E.P. de Juliaca. El segundo hecho tuvo lugar el 13 de noviembre y corresponde al motn de los internos albergados en esta crcel. El motn se mantuvo durante dos das con 14 trabajadores pe- nitenciarios tomados como rehenes. Luego de controlarse la situacin 30 internos fueron trasladados al establecimiento penitenciario de Juliaca. A diciembre de 2012, la cantidad de internos albergados en el establecimiento penitencia- rio de Challapalca ascenda a 87, siendo su capacidad de albergue de 214, segn consta en los informes estadsticos del Instituto Nacional Penitenciario. RECOMENDACIONES 1. La poltica criminal del Estado debe realizarse con un enfoque multidisciplinario. Es urgente la revisin del actual sistema de penas, los delitos sujetos a prohibicin y restriccin de los beneficios penitenciarios, as como otros factores que forman parte de la accin criminalizadora del Estado para sancionar determinados delitos. Esto debe permitir una propuesta ms acorde a los fines del derecho penal y de la ejecucin penal. C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s DIEZ aos del Informe Final de la CVR 71 2. La lucha frontal contra la corrupcin en el sistema penitenciario debe ser uno de los ejes de toda la administracin penitenciaria en todos los niveles y mbitos. Esto ha sido planteado como pare de las medidas para la reforma penitenciaria, por lo que requiere ser debidamente apoyado con la provisin de los recursos necesarios. 3. Se debe asumir la finalidad resocializadora del INPE en una combinacin equilibra- da de los criterios de seguridad, tratamiento y articulacin con otros sectores del Estado y de la sociedad, preservando el respeto a los derechos humanos funda- mentales no solo de las personas privadas de libertad, sino tambin de los servido- res penitenciarios. En esta lnea debe darse de manera urgente, el incremento del personal penitenciario. 4. Continuar con la implementacin de las 10 medidas de Reforma Penitenciaria asu- midas por el INPE, desarrollando acciones concretas para su implementacin, en tanto se encuentran en el marco del respeto a las normas internacionales de protec- cin de derechos humanos. 5. La situacin de las personas privadas de libertad y el cumplimiento del fin reso- cializador no solo es responsabilidad de las autoridades penitenciarias, compete a los diversos sectores del Estado y a la sociedad en su conjunto, por lo que debe promoverse de manera efectiva una articulacin de la gestin penitenciaria con los otros sectores del Estado, as como la participacin ciudadana. 6. El Estado peruano debe acoger las recomendaciones que han sido formuladas, en el mbito interno, por la Defensora del Pueblo en su Informe Defensorial N 154- 2011/DP El Sistema Penitenciario: Componente Clave del a Seguridad y la Poltica Criminal. Problemas, Retos y Perspectivas; y, en el mbito internacional, las formu- ladas por la Comisin Interamericana de Derechos Humanos en el Informe sobre los Derechos Humanos de las Personas Privadas de Libertad en las Amricas. 7. Cerrar definitivamente el Establecimiento Penitenciario de Challapalca.
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H u m a n o s DIEZ aos del Informe Final de la CVR 73 OTROS TEMAS DE PREOCUPACON C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s Informe ANUAL 2012-2013 74 C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s DIEZ aos del Informe Final de la CVR 75 Luego de un expectante inicio de su gestin, hace ya algo ms de dos aos, la actual ad- ministracin del Sector Educacin (MINEDU), ha continuado implementando un conjunto de estrategias y actividades que responden a las decisiones de poltica adoptadas por el gobierno del presidente Ollanta Humala Tasso. En el documento, Memoria Institucional 2012 - 2013 publicada por el MINEDU, se puede leer una sntesis de lo realizado en el pe- rodo 55 . A continuacin transcribimos, a modo de referencias de fuente directa, la siguiente informacin de dicho documento: POLTICAS Y ESTRATEGIAS EN CURSO: El perodo 2012-2013 en Educacin se encuentra marcado por la aprobacin de la Ley de Reforma Magisterial y el arranque del Plan Per Maestro, el salto cuantitativo en la ampliacin de la cobertura en educacin inicial y el desplie- gue de Beca 18, dando acceso a las mejores inteligencias jvenes del pas en las carreras que el desarrollo del Per requiere. En el mismo orden de importancia, es destacable el cambio que empieza a ocurrir en la cotidianeidad de las 70 mil escuelas pblicas del Per, sus estu- diantes y los profesores que trabajan para ellas. Este cambio se sustenta en los tres pilares de nuestra poltica educativa: la mejora de los aprendizajes y el cierre de brechas, el impulso al desarrollo profesional de los docentes, y la modernizacin y descentralizacin de la gestin. Cada escuela hoy est obligada a proponerse metas en el aprendizaje de sus estudiantes y un plan de mejora para lograrlo, con una secuencia de trabajo claramente pautada para el ao escolar. Los profesores, todos, reciben guas didcticas para facilitar su trabajo en aula y han recibido, todos, un aumento en su remuneracin. Los estudiantes, todos, tienen material didctico, cuadernos de trabajo, textos gratuitos y de calidad. Si estn en inicial y primaria reciben un desayuno escolar variado y saludable, y si tienen un problema de salud son atendidos por el Seguro Integral de Salud. En las escuelas unidocentes y multigrado del Per, adicionalmente, los estudiantes reciben tiles escolares, uniforme, almuerzo y sus profesores ya no trabajan en soledad, porque reciben mensualmente asesora pedaggica de un profesor experto. Asimismo, los ni- 54 Elaborado por IPEDEHP. 55 Ministerio de Educacin: Memoria Institucional 2012 - 2013. 5. INFORME SOBRE LA SITUACIN DEL DERECHO A LA EDUCACIN 55 C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s Informe ANUAL 2012-2013 76 os y profesores quechua, aimara y de pueblos amaznicos del Per reciben sus textos, guas y asesora pedaggica en la lengua y cultura del estudiante. A estas condiciones bsicas que estamos garantizando en toda escuela pbli- ca, incorporamos nuevas iniciativas: un sistema digital de aprendizajes deno- minado Per Educa, que da el sentido educativo al parque de computadoras existente en el 80% de escuelas pblicas del pas. El deporte y el arte regresan- do a la escuela pblica con el programa Deporte y Arte para Crecer y la masifi- cacin de los Juegos Deportivos y Florales. Las Rutas Solidarias con la entrega de bicicletas a los nios de reas rurales para ahorrar el tiempo de viaje a la escuela. El apoyo sicolgico y multidisciplinario que se empieza a implementar con el programa Escuelas Amigas a favor de una convivencia sin violencia en las escuelas. La alimentacin saludable propiciada con la iniciativa Loncheras y Quioscos Saludables. Para completar el crculo virtuoso de calidad en el 100% de las escuelas pbli- cas, hemos empezado la modernizacin del Ministerio de Educacin. Hemos adoptado una estrategia de gestin intergubernamental con los Gobiernos Re- gionales y convocado a la participacin ciudadana mediante la Movilizacin Nacional por la Transformacin de la Educacin, que nos compromete con el lema: Cambiemos la educacin cambiemos todos. Producto de estos esfuerzos, los estudiantes ganan hoy entre uno y dos meses de clases, los nios de reas rurales han empezado a mejorar sus aprendizajes luego de aos de cada en los resultados en la evaluacin censal. Regiones como Moquegua y Tacna consolidan sus progresos y surgen regiones emer- gentes como Apurmac, Pasco y Huancavelica que muestran mejoras signifi- cativas en los aprendizajes de sus estudiantes, a pesar de las difciles circuns- tancias en que viven. Teniendo como horizonte el Proyecto Educativo Nacional al 2021, nos hemos propuesto hacer ms y hacer mejor. Eso significa trazarnos una ruta con mayor ambicin con metas ms altas en la calidad del servicio educativo, una gestin articulada y estratgica y una movilizacin de todos los sectores de la ciudada- na a participar de este esfuerzo por encarar los viejos lastres de la educacin nacional. Todos estos avances, como se dice en la transcripcin que acabamos de sealar, res- ponden a las siguientes diez polticas priorizadas por el MINEDU: DIEZ POLTICAS PRIORIZADAS POR EL MINEDU 1. Aprendizajes de calidad para todos con nfasis en comprensin lectora, matemtica, ciencias y ciudadana. 2. Reduccin de brechas en el acceso a servicios educativos de calidad para los nios y nias menores de 6 aos. C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s DIEZ aos del Informe Final de la CVR 77 3. Mejora significativa de logros de aprendizaje para los nios, nias y ado- lescentes en zonas rurales. 4. Reduccin de brechas en el acceso a servicios educativos de calidad: estudiantes que tienen como lengua materna el quechua, el aimara, o al- guna lengua amaznica, aprenden en su propia lengua y en castellano. 5. Formacin y desempeo docente en el marco de una carrera pblica renovada. 6. Fortalecimiento de instituciones educativas en el marco de una gestin descentralizada, participativa, transparente y orientada a resultados. 7. Reduccin de brechas en el acceso a la educacin superior para jve- nes de menores ingresos. 8. Desarrollo de competencias laborales, profesionales y de creacin de conocimiento en articulacin con la demanda productiva y las necesida- des de desarrollo del pas. 9. Promocin de la actividad fsica regular, la recreacin y el deporte a nivel escolar, juvenil y adulto. 10. Promocin del deporte competitivo 56 . En trminos cuantitativos, el documento de la Memoria Institucional del MINEDU, 2012 2013, seala los siguientes logros: Ampliacin del acceso a la educacin 150 000 nuevos puestos escolares para nios y nias de 3 a 5 aos. 5 113 nuevas plazas para docentes de educacin inicial. 2 010 comunidades por primera vez tienen instituciones de educacin inicial 90 016 940 nuevos soles invertidos. Atencin a estudiantes con discapacidad 10 654 estudiantes asisten a instituciones educativas (IIEE) inclusivas. 25 085 estudiantes atendidos en Centros de Educacin Bsica Especial. 2 258 nios de 0 a 3 aos asisten al Programa de Intervencin Temprana (PRITE). Materiales y recursos educativos 32 052 173 textos y materiales educativos para inicial, primaria y secundaria distri- buidos en las IIEE. 252 719 159 nuevos soles invertidos. 53 000 docentes y padres de familia participaron en 546 talleres de capacitacin en uso de materiales educativos. 56 Ibid. C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s Informe ANUAL 2012-2013 78 Materiales en lenguas originarias 1 100 000 cuadernos de castellano como segunda lengua. Textos y cuadernos en 7 lenguas originarias: Aimara, Quechua Chanka, Quechua Collao, Shipibo, Ashninca, Awajn y Shawi, para todos los grados y reas de pri- maria. 5 700 000 nuevos soles invertidos. Tecnologa Educativa 5 700 escuelas conectadas al Sistema Digital de Aprendizaje PER EDUCA. 109 110 usuarios registrados a nivel nacional en el Sistema Digital de Aprendizaje PER EDUCA. 300 000 alumnos acceden a Red Educativa Satelital. 40 000 kits (4 DVD c/u) repartidos a las escuelas. 60 000 000 nuevos soles invertidos. Deporte y arte 150 000 estudiantes de 1 477 distritos del pas han participado en Deporte y Arte para crecer (DEPARTE). Reforma Magisterial 251 249 profesores nombrados en Educacin Bsica y Tcnico-productiva, por prime- ra vez en un solo rgimen laboral, con 8 escalas magisteriales y 4 reas de desempeo laboral. Inversin en capacitacin docente 110 112 profesores capacitados a nivel nacional. 368 572 plazas para cursos cortos y actualizaciones. 69 058 049 nuevos soles invertidos. Guas pedaggicas 350 547 docentes con aula a cargo y 31 877 coordinadores han recibido guas pedaggicas. 17 fascculos de Rutas del Aprendizaje (4 para nivel inicial, 4 para primaria, 4 para secundaria y 5 de contenidos generales distribuidos). A modo de evaluacin Dentro de la enumeracin arriba indicada, puede destacarse lo siguiente: a. El inicio de la ejecucin de la Ley de Reforma Magisterial y la aprobacin de su respectivo reglamento generaron la movilizacin y resistencia de gran parte del ma- gisterio nacional. La razn est en la ausencia de dilogo y consulta con los intere- C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s DIEZ aos del Informe Final de la CVR 79 sados. Al respecto, no puede desconocerse la positiva intencin de la actual gestin del MINEDU de querer unificar la normatividad y darle una nueva tnica y proyeccin a la estructura de la carrera pblica magisterial. Sin embargo, el MINEDU perdi una oportunidad para ganar la confianza de los maestros y maestras a nivel nacional y construir una relacin ms transparente y democrtica. b. Las mejoraras remunerativas de los docentes, que resultan del proceso de imple- mentacin de la Ley de Reforma Magisterial y su respectivo reglamento, tienen un impacto limitado en la economa de los docentes. Los docentes contratados (23.6% del total) siguen relegados, siendo una incgnita su situacin futura, toda vez que ella depende de las decisiones que adopte el Ministerio de Economa y Finanzas57. c. Es de destacar el impulso a la Educacin Inicial, no solo por la ampliacin de la cobertura, con especial atencin en las reas rurales de menor desarrollo, sino tam- bin por la asignacin financiera y presupuestal. Queda la preocupacin en relacin a la disponibilidad de personal idneo, as como en torno a la sostenibilidad finan- ciera de esta iniciativa. d. El programa Beca 18 ofrece oportunidades de estudio a nivel superior a jvenes en situacin de pobreza que poseen capacidades para poder superarse, compro- metiendo su aporte al desarrollo del pas. Se requiere, sin embargo, medidas que garanticen la transparencia, control y acompaamiento al programa. e. La descentralizacin de la gestin de la Educacin, que transfiere atribuciones a los Gobiernos Regionales, no ha logrado superar una serie de vicios burocrticos, en la perspectiva de impulsar verdaderos cambios que permitan transformar la pesada estructura de la administracin en el sector con un enfoque tico. Por un lado hay un movimiento excesivo de personal en las instancias ms altas de las administracio- nes de la educacin a nivel nacional y regional; por otro, permanecen inamovibles funcionarios y agentes intermedios en la administracin del sector, aferrados a con- cepciones, procedimientos y estilos administrativos tradicionales e ineficientes. f. La propuesta de participacin ciudadana, mediante la denominada Movilizacin Nacional por la Transformacin de la Educacin no ha logrado convocar de manera efectiva a la poblacin ya sea por temor, desconfianza o falta de informacin. Podra decirse que la mayora de la poblacin peruana, (incluyendo a un amplio sector del magisterio nacional) no conoce lo que viene planteando y haciendo la actual gestin en el MINEDU. Como puede desprenderse de lo antes sealado, no son pocas las acciones desarrolla- das por la actual gestin en el MINEDU, las mismas que, como ya lo dijimos, responden a decisiones de la poltica educativa del gobierno del presidente Ollanta Humala. Justo es reconocer la positiva y honesta intensin de plasmar dicha poltica, la misma que, como se desprende de la Memoria Institucional 2012 2013, se enmarca dentro de una opcin ideolgica que corresponde al modelo de desarrollo econmico y social asumido por el actual gobierno. En tal sentido, desde el enfoque y perspectiva de la educacin como un derecho huma- no integral, y teniendo en cuenta el acelerado y profundo desplome de la estructura de 57 Remuneraciones Docentes: Algo se ha mejorado Blog, S. Chiroque, 27/10/13 - www.schiroque.blogspot.com C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s Informe ANUAL 2012-2013 80 valores en el pas -aspecto que tiene una profunda y estrecha relacin con la educacin-, surgen de inmediato una serie de interrogantes: La propuesta de transformacin y cambio de la educacin que se viene implemen- tando, (10 Polticas), se orienta a lograr la transformacin y cambio del actual mo- delo de desarrollo socioeconmico adoptado por el gobierno, cuyos fundamentos son de corte pragmtico y utilitarista? O por el contrario, se orienta a reforzarlo? Si bien algunas de las medidas en curso, adoptadas por la poltica educativa son vlidas (prioridad de la atencin a la primera infancia; oferta de oportunidades edu- cativas para jvenes en situacin de pobreza; reordenamiento de la Carrera Pblica Magisterial; reparto de materiales educativos; atencin a la equidad de gnero y a la interculturalidad), por qu, a dos aos y medio de gestin, no se ha priorizado y puesto especial atencin, adoptando medidas efectivas, para enfrentar los proble- mas de carcter moral y tico que subsisten en el sector, no solo al interior de su estructura administrativa como tal, sino tambin en el ejercicio de la docencia? Es acaso posible intentar cambio alguno, manteniendo niveles de inconductas funcio- nales (que no solo tienen que ver con el manejo doloso de bienes y recursos), en los diversos niveles de la estructura administrativa del sector?. Los avances y logros de la actual poltica educativa adoptada por el MINEDU, (que, segn se sabe, est implicando un activismo desgastante), hacia qu tipo de sociedad y pas apuntan? La crisis global que enfrenta en la actualidad el mundo entero, no es una crisis solo de carcter material, econmico o financiero. Es, fundamentalmente, una crisis de humanidad, de valores morales y ticos que se sustenten en el reconocimiento y respeto de la dignidad y derechos de los seres humanos. El actual proceso de transformacin y cambio de la educacin, no puede estar de espaldas a esta realidad, no slo porque la educacin no es ni puede ser neutral frente a cualquier contexto social, econmico, poltico y cultural, sino porque tiene una responsabili- dad que es esencialmente tica. La transformacin y cambio de la educacin en el que se encuentra abocado el gobierno, no se est quedando en la epidermis de la realidad y necesidades urgentes del pas? La educacin en el Per tiene hoy una responsabilidad crucial, siempre y cuando se la entienda no solo como un servicio, sino, fundamentalmente como un derecho humano integral. A escasos dos aos para el trmino de la gestin del actual gobier- no, no se habr perdido una vez ms la oportunidad de hacer de la educacin un verdadero instrumento de y para el cambio que el Per y los peruanos necesitamos? En esta perspectiva, como ya se seal en el Informe Anual de la CNDDHH del ao pasa- do, es necesario recordar que la actual gestin en el MINEDU, sigue dejando de lado el cumplimiento de su responsabilidad como parte del Estado, en torno a la implementacin del Programa y Plan Mundial de Educacin en Derechos Humanos que fue iniciado en 2005, por acuerdo de la Asamblea de las Naciones Unidas, y cuya Tercera Etapa culmina- r el ao 2014. C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s DIEZ aos del Informe Final de la CVR 81 El Per ha ratificado los diversos tratados en materia de derechos humanos, los ha incor- porado al ordenamiento jurdico del pas a travs del art. 55 de la Constitucin Poltica y la Disposicin Final y Transitoria IV de la Constitucin. Para profundizar ms el compromiso en materia de salud, en la Dcimo Tercera poltica del Acuerdo Nacional el conjunto de partidos polticos se comprometen a garantizar a todos los peruanos el acceso universal y gratuito a los servicios de salud. Por estas razones, es que el Gobierno del Presidente Ollanta Humala debe incorporar en la definicin de las polticas pblicas sanitarias, el cumplimiento de estos compromisos y as lo entendimos en el dilogo del 9 de febrero de 2011, cuando, en reunin con diversas fuerzas de la sociedad civil, el entonces candidato Ollanta Humala Tasso dijo: Estoy muy 58 Elaborado por Mario Ros Barrientos, Profesor de la Universidad Peruana Cayetano Heredia y Presidente de la Asociacin Civil Justicia en Salud. 6. INFORME SOBRE EL DERECHO A LA SALUD 59 C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s Informe ANUAL 2012-2013 82 agradecido a ForoSalud por venir al Partido Nacionalista del Per y hacernos partcipes de la situacin de la salud; coincidimos plenamente en que el problema central de la salud en el Per es un problema del sistema. La poltica de salud que corresponde al Estado ha sido entregada al mercado y el mercado funciona para consumidores; para tener acceso hay que tener plata. Si se tiene plata se puede adquirir un seguro; si no hay que madrugar en los hospitales a hacer su cola. Planteamos recuperar la poltica de salud porque que- remos una poltica de salud para todos, donde el sistema pblico sea igual o mejor que la salud privada. Esta orientacin fue ratificada en la Hoja de Ruta, cuando el 5 de junio de 2011, luego del triunfo electoral en segunda vuelta, el Presidente electo en el mitin de celebracin de la victoria electoral, realizado en la Plaza Dos de Mayo, insista en la necesidad de construir un Sistema Universal de Salud como respuesta a un sistema de salud discriminatorio, ex- cluyente y que consolida las condiciones de desigualdad en nuestro pas. AVANCES Y PROBLEMAS DEL SISTEMA DE SALUD Ante los compromisos planteados en el periodo electoral, se esperaba un cambio sustan tivo en las polticas de Estado en materia de salud. Estos cambios no se dieron y por el contrario se han venido profundizando las errneas polticas del gobierno del seor Alan Garca, es decir, continuar la segmentacin del acceso de las poblaciones a los servicios de salud y profundizar un enfoque de salud basado en la enfermedad. Como aspectos ms relevantes de lo ocurrido en el presente periodo podemos destacar: a. Se ha aprobado la Resolucin Ministerial N 325/2012 que aprueba el listado de enfermedades de alto costo, lo que permite que la poblacin afiliada al Seguro Inte- gral de Salud, bajo el Rgimen subsidiado, tenga acceso a prestaciones de salud de Cncer de Cuello Uterino, Mama, Coln, prstata, estomago, linfomas, leucemias e insuficiencia renal crnica terminal. Esto se materializa en la aprobacin del Plan Esperanza y en el financiamiento del FISSAL con una asignacin de 200 millones de soles del tesoro pblico. b. Se ha aprobado el Decreto Supremo N 005/2012 que permite el intercambio pres- tacional entre ESSALUD, SIS y Gobiernos Regionales. Este Decreto posibilit que la mayora de Gobiernos Regionales haya firmado estos convenios. c. Los graves conflictos laborales, la prdida de la autoridad sanitaria en el sector, el incumplimiento de compromisos con los trabajadores, y las paralizaciones constan- tes son el signo de una falta de poltica de recursos humanos que incremente los salarios y reduzca las brechas de necesidades de personal en el conjunto de las redes de servicios. d. El impulso de un proceso de reforma de la salud de espaldas a los principales acto- res sin construccin de consensos sociales. Este es el rasgo del documento Per: Saluda la Vida, aprobado por mayora en el Consejo Nacional de Salud con voto en contra de las Organizaciones Sociales de la Comunidad y abstencin del Colegio Mdico del Per. Lo que ha derivado en una solicitud de las facultades legislativas del Poder Ejecutivo para realizar una Reforma de Salud que tiene como objetivo la C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s DIEZ aos del Informe Final de la CVR 83 definicin del rumbo de las polticas sanitarias sin consenso nacional. Se ha reduci- do la discusin de la reforma a un debate tecnocrtico al interior del Poder Ejecutivo. e. El Poder Ejecutivo persiste en no aprobar el reglamento de la Ley N 29414, Ley de Derechos de las Personas Usuarias y se niega a construir un sistema autnomo e independiente de proteccin de los derechos de las personas usuarias de los servi- cios de salud. f. La lamentable indiferencia del MINSA frente a las vulneraciones, por parte del Esta- do, de los derechos de las personas, como el caso de los siete nios contagiados con polio post vacuna; los casos de cuatro personas fallecidas por la vacuna contra la fiebre amarilla en la regin de Ica y los 21 nios infectados con hepatitis B del servicio de neurologa peditrica del Instituto Nacional de Salud del Nio. Frente a la indolencia de las autoridades las personas que son afectadas se ven obligadas a buscar apoyo meditico, y slo entonces son escuchadas y se les restituyen los de- rechos violados, pero de no hacer uso de los medios de comunicacin los procesos de lucha por justicia podran durar aos. Un ejemplo que logr reparacin econmi- ca, aunque no del todo justa, es el conseguido por los siete nios contagiados con polio post vacuna. Pero an falta el Plan de Atencin Integral de Rehabilitacin y de Salud que el MINSA lamentablemente hasta el momento no ha aprobado. LA DECISIN DE FONDO EN EL SISTEMA DE SALUD PERUANO Y HA- CIA DNDE VA LA REFORMA Para el desarrollo de polticas gubernamentales de Salud, se han planteado tres enfoques: a. El enfoque centrado en el mercado. La salud, es un problema individual, que cada quien debe resolver en funcin de su capacidad. b. El enfoque basado en la compensacin frente a programas de ajuste. El Estado debe subsidiar hasta donde puede a los sectores de mayor pobreza que han sido excluidos. c. El enfoque de derechos humanos. La responsabilidad del Estado es reconocer al ciudadano como sujeto de derecho, formular y ejecutar las polticas pblicas sanita- rias y la solidaridad como ejes centrales de dichas polticas. Estos tres enfoques estn presentes en las luchas de los diferentes actores de la salud en el pas. La expresin de estos intereses se va alineando en funcin de los intereses. Lo que encontramos es que contraria a la lnea de compromiso del presidente Ollanta Humala, en el Ministerio de Salud el enfoque predominante es el de mercantilizacin de la salud acompaado de programas de compensacin, con claro inters de fortalecer la respuesta privada en desmedro de la capacidad de respuesta del sector pblico. Contrario a esta posicin hegemnica en la sociedad se viene construyendo un tejido social formado por los gremios de profesionales, trabajadores del sector salud y de im- portantes sectores ciudadanos que se adscriben al enfoque de la salud como derecho humano. C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s Informe ANUAL 2012-2013 84 UNA REFORMA BASADA EN EL MERCANTILISMO CON COMPENSA- CIN POR AJUSTE Este modelo de reforma tiene su expresin mayor en modelos ya fracasados y recusados por sus ciudadanos, como son el modelo colombiano y el cuestionado modelo estadou- nidense. Algunos elementos caractersticos expresados en nuestro pas son: a. Desregulacin y falta de rectora del sistema de salud. Debilitamiento del rol del Estado con poca capacidad de atender la salud pblica (cada vez estn ms pre- sentes diferentes enfermedades que ya deban estar superadas: clera, peste, rabia humana, altos ndices de TBC extremadamente resistente, bajas coberturas de in- munizaciones, etc.) y ausencia de autoridad sanitaria que promueve el desgobierno profundizando la fragmentacin y segmentacin del sistema de salud. b. La Ley Marco de Aseguramiento Universal en Salud no ha logrado la universaliza- cin del acceso y tampoco de la afiliacin. Cerca del 30% de la poblacin no tiene ningn tipo de seguro y para los que tienen no est garantizado el acceso. Contina existiendo la brecha entre oferta de servicios y las necesidades de la poblacin, a lo que se suma la ausencia de especialistas. c. Un compromiso de los promotores de la Ley Marco de Aseguramiento en Salud fue que sta iba a garantizar la proteccin financiera, es decir disminuir el gasto de bol- sillo. Lejos de lograr este objetivo, el gasto se ha incrementado en los ltimos cuatro aos, pasando de 8 mil millones de soles a cerca de 12 mil millones de nuevos so- les. d. Un sistema de salud basado en la enfermedad. Como la lgica es de mercantilismo, la fuente de recursos se encuentra en la mayor cantidad de oportunidades de nego- cio, es decir en el consumo de medicamentos, el uso de servicios de recuperacin de las dolencias, etc. A ello responde la masificacin de las boticas y farmacias como fuente principal de expendio de estos recursos. e. Reconociendo que hay un incremento en cifras absolutas de soles en la asignacin de recursos del sector pblico, esto no ha significado una elevacin significativa del gasto en relacin al PBI. La asignacin actual es de 1.7%, cifra que no se ha incre- mentado en los ltimos aos y est por debajo del promedio de Amrica Latina que asigna hasta 4% como promedio. Sumado el sector pblico con el gasto de bolsillo y las otras fuentes de financiamiento llegamos a 2012 a 5.1% del PBI. Es decir el incremento efectivo del gasto en salud est muy por debajo de lo deseable para el sistema de salud peruano, que debera cuando menos alcanzar el 8% del PBI que es el promedio latinoamericano. La profundizacin de una reforma regresiva y mercantilista consolidar la vulneracin cr- nica y estructural del derecho humano a la salud, adems impedir que los ciudadanos veamos garantizado el acceso a los bienes y servicios de salud, afianzando de esta mane- ra un Estado no respetuoso de sus obligaciones y que basa su organizacin en la atencin de la enfermedad. Todo esto contrario a los compromisos internacionales en derechos humanos. C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s DIEZ aos del Informe Final de la CVR 85 EL RETO DE LA REFORMA ES ORGANIZAR UN SISTEMA UNIVERSAL DE SALUD EN BASE AL DERECHO HUMANO A LA SALUD La Reforma de la Salud ha sido una demanda de los ciudadanos debido a que el actual sistema de salud ha colapsado. Tal como est organizado, no responde a las necesidades de los ciudadanos y por lo tanto vulnera sus derechos, el reto del proceso de reforma es lograr hacer que el sistema de salud se organice sobre la base de los derechos humanos, cumpliendo los compromisos nacionales e internacionales. Por ello, en este proceso de debate de la reforma de la salud, creemos importante incorporar las siguientes medidas: a. Fortalecimiento del Estado en sus roles de: Gobierno (rectora, regulacin, modu- lacin), financiamiento (incremento de la participacin del Estado en la proteccin financiera, incremento del gasto pblico hasta el promedio latinoamericano), pres- tacin (organizacin de las redes de servicio, fortalecimiento del primer nivel, po- tenciamiento de los hospitales en su capacidad de respuesta del segundo y tercer nivel, reduccin de brechas de infraestructura, equipamiento, recursos humanos), y garantas de calidad (seguridad en los servicios para trabajadores y personas usua- rias, sistemas de proteccin de derechos y reparacin de los daos, supervisin de los servicios de salud y desarrollo de la capacidad sancionadora de los organismos responsables). b. Participacin ciudadana con carcter vinculante que permita a los ciudadanos in- volucrarse en las decisiones polticas en los distintos niveles de gobierno (nacional, regional y local). La participacin debe involucrar la vigilancia y el monitoreo, com- prometiendo al 50% + 1 de representantes de los ciudadanos en estos espacios de decisin. Esto se basa, en el art. 9 de la Constitucin Poltica que plantea al Estado como ente que determina la poltica nacional de salud. Los ciudadanos somos parte del Estado. c. Iniciar el proceso de articulacin (camino a la unificacin) de los distintos subsis- temas de financiamiento y prestacin de servicios y fortalecimiento de las capaci- dades desarrolladas por cada uno de los subsistemas a fin que se complementen. Por ejemplo: Potenciar en ESSALUD su capacidad de respuesta a los problemas de salud de ms alta complejidad y fortalecer las redes de primer nivel a partir de las acumulaciones logradas por las redes MINSA y los gobiernos regionales. d. Garantizar el financiamiento para el acceso universal a los servicios de salud a todos los ciudadanos. Los que tienen seguros privados o seguro social se incorporarn con sus aportes y el tesoro pblico financiar a la poblacin no asegurada. Aquellos cuyo aporte contributivo no alcance la universalidad de las prestaciones, stas se harn bajo la asignacin del sector pblico. Una medida complementaria ser revi- sar todas aquellas condiciones que impiden o debilitan la capacidad de respuesta del Estado, ejemplo: corrupcin, cajas en los servicios pblicos, altos precios de los medicamentos, consumo de productos que hacen dao a la salud de las personas, limitaciones para la actividad fsica, pobreza, etc. e. Fortalecer la seguridad social en el pas, esto implica incrementar los aportes hasta un 12% tal como lo establece el estudio actuarial de la OIT. Recuperar los aportes de las gratificaciones y democratizar su gestin bajo el sistema de eleccin democrti- ca de los representantes de los trabajadores, representantes del gobierno (nacional, regional y local), de los empresarios y que sea el directorio el que elija al Presidente C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s Informe ANUAL 2012-2013 86 de ESSALUD, quin debe ser de confianza de los asegurados, empleadores y el Estado, no solo del Presidente. f. Las remuneraciones de los trabajadores y profesionales de la salud del sector p- blico debern estar sostenidos sobre la asignacin del tesoro pblico. Eliminar cual- quier bonificacin sobre la base del pago del bolsillo de las personas usuarias de los servicios de salud. g. Eliminar cualquier barrera de acceso a los servicios de salud basados en cualquier condicionamiento administrativo y burocrtico, como: DNI, adscripcin, SISFOH y otras que impidan el ejercicio de un derecho fundamental. Estas medidas entre otras, deben apuntar a la construccin de un sistema universal de sa- lud que tenga como centro el derecho humano a la salud, se trata que el sistema de salud ponga por delante las necesidades de los ciudadanos y el pleno respeto a sus derechos. Ningn peruano debe morir o ver agravada su situacin de salud y econmica por una enfermedad que es perfectamente tratable. Los movimientos de derechos humanos, debemos estar vigilantes frente al riesgo que im- plica las actuales decisiones del Ministerio de Salud y del Gobierno que ponen en riesgo la realizacin del derecho a la salud, colocndonos frente a una reforma regresiva y mer- cantilista, lejos de la aspiracin de una Reforma por el derecho humano a la salud C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s DIEZ aos del Informe Final de la CVR 87 La poltica de vivienda en el actual periodo mantiene las caractersticas generales que han predominado en la ltima dcada: la lgica del mercado decide qu se hace y qu no. Se prioriza la dinmica empresarial inmobiliaria en desmedro de necesidades sociales. Es en los municipios donde se observa iniciativas diferentes, tal es el caso de la poltica mu- nicipal de vivienda en Lima Metropolitana que, de consolidarse, puede ser favorable para el derecho a la vivienda de poblaciones de escasos recursos. Asimismo se han creado varios programas y se han anunciado proyectos en los mbitos urbano y rural. En los siguientes prrafos analizamos los aspectos que consideramos ms relevantes para medir el grado de atencin del gobierno en relacin al derecho universal a una vivien- da digna y adecuada y observar sus posibilidades de concrecin, entre ellos, el acceso al suelo y la seguridad jurdica de la tenencia, la habitabilidad y disponibilidad de servicios e infraestructura, los gastos soportables y accesibilidad, mejoramiento del hbitat rural y el movimiento social. 59 Elaborado por el Instituto de Desarrollo Urbano CENCA. 7. INFORME DERECHO A LA VIVIENDA 60 C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s Informe ANUAL 2012-2013 88 ACCESO AL SUELO Y LA SEGURIDAD JURDICA DE LA TENENCIA Si bien el 6 de enero de 2012 se cre el Programa Gestin de Suelo Urbano, mediante D.S. N 003-2012; el Manual de Operaciones del mismo tard un ao y medio en su elabora- cin, y se aprob finalmente el 21 de agosto de 2013, mediante Resolucin Ministerial N 207-2013-vivienda. Segn el decreto supremo antes mencionado el objetivo del progra- ma, adems de urbanizar terrenos de propiedad de Estado y recuperar espacios y predios deteriorados y/o sub utilizados, es promover el desarrollo de inversiones encaminadas a dar un mayor y mejor uso del suelo, mediante la modalidad de asociaciones pblica - pri- vada u otras permitidas por la legislacin vigente, as como por mecanismos de facilitacin urbana para el desarrollo de proyectos de vivienda social y sus servicios complementarios. Este programa gubernamental proyecta subastar 2000 hectreas en 20 ciudades del pas, para la ejecucin de proyectos inmobiliarios de los programas de Adquisicin de Vivienda Nueva (Techo Propio) y Nuevo Crdito Mivivienda, aunque cabe manifestar que se con- tinua con la poltica de subastar los terrenos del estado a la empresa privada para que se encarguen de desarrollar los programas de vivienda social. El gerente del Fondo Mi- vivienda anunci que la primera etapa a ejecutarse dentro del ao 2013 comprendera el concurso pblico de siete terrenos estatales, tres en Lima y cuatro en Provincias. COFOPRI, encargada de la formalizacin, seala que el presupuesto asignado ha sido in- suficiente para atender la demanda de formalizacin existente. Sin embargo, segn fuen- tes del Ministerio de Vivienda entre agosto de 2011 y septiembre de 2013 habra otorgado 160108 ttulos de propiedad. En lo referente a la prescripcin adquisitiva administrativa de dominio, a pesar de ser esta una competencia municipal, el gobierno municipal de Lima Metropolitana, en la gestin de Castaeda, suscribi un convenio con COFOPRI a fin de que sta asuma las compe- tencias por delegacin de funciones, esto no ha variado en el actual gobierno municipal. A la fecha existen expedientes de asentamientos humanos sin resolver en algunos casos desde hace trece aos. Por otro lado, en el caso de Lima Metropolitana, entre agosto de 2012 y septiembre de 2013, se han realizado, en el centro de la ciudad, demandas de desalojos por ocupacin precaria, pese a existir una ley de saneamiento fsico legal de predios tugurizados, cabe sealar que esta norma no ha sido recogida en la Ordenanza Municipal de Lima Metropo- litana. Asimismo, por la especulacin del suelo urbano en el sector Lomo de Corvina de Villa El Salvador donde existe una poblacin asentada sobre zonas declaradas de riesgo, existen demandas de desalojo por ocupacin precaria lo que afecta a familias de extrema pobreza. Frente a la ausencia de mecanismos que posibilitan a los sectores empobrecidos de la ciudad el acceso a la vivienda, estos invaden, en las laderas de los cerros, tierras inade- cuadas para la construccin, terrenos clasificados como zonas de riesgo. Sin embargo, la existencia de traficantes confundidos con funcionarios que hacen visar planos, engaan a familias necesitadas de vivienda, lo que agudiza el trfico de tierras. C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s DIEZ aos del Informe Final de la CVR 89 Frente al trfico de tierras, la respuesta del Estado ha sido promulgar la Ley N 30076 que sanciona la usurpacin simple con penas de 2 a 5 aos y la usurpacin agravada con penas de 4 a 8 aos. Las poblaciones de menores ingresos han continuado con sus dificultades para acceder a suelo seguro, a ello ha contribuido la aplicacin de polticas inadecuadas. Consideramos que es necesario enfrentar con fuerza el trfico de tierras, pero es necesario establecer polticas preventivas de acceso al suelo y la vivienda, para los ms empobrecidos de la ciudad. En este tema el Estado an carece de un compromiso, una voluntad poltica clara que posibilite establecer mecanismos de acceso al suelo y vivienda popular. GASTOS SOPORTABLES Y ACCESIBILIDAD El desempeo del Estado en relacin a la garanta en el acceso de la poblacin a viviendas adecuadas, con gastos posibles de asumir por las familias de bajos ingresos, se ha cen- trado en la implementacin del programa Techo Propio y la creacin de nuevos programas como Mi Construccin y Mis Materiales. Cabe resaltar sin embargo que estos programas resultan insuficientes e inadecuados para abordar la demanda de esta poblacin, la que debe seguir recurriendo a la autoconstruccin para resolver sus necesidades de aloja- miento. En el mbito normativo el gobierno aprob, mediante la Resolucin Ministerial 208-2013 Vivienda 60 , la modificacin de postulantes al Bono Familiar Habitacional, flexibilizando el requisito de ingreso familiar de 1650 nuevos soles. TECHO PROPIO Entre los aos 2012 y junio de 2013, Techo Propio entreg un total de 27891 Bonos Fami- liares Habitacionales (BFH). Como puede observarse en el siguiente cuadro, un 65% de BHF (18191), fueron destinados a tres regiones: Ica, Lima y Piura. Los BHF se concen- traron sobre todo en Ica, a favor de los afectados por el terremoto de 2007. Estas cifras demuestran que los BFH entregados son insuficientes, toda vez que constituyen slo un 15% de las 90 mil soluciones habitacionales anuales que se requiere para sectores de bajos recursos, cifra fijada como meta en el Plan Nacional de Vivienda 2007-2015. Esta situacin es consecuencia, entre otros factores, del alto valor del suelo, que encare- ce la vivienda y empuja a construir en zonas inadecuadas. A todo esto se suma que las soluciones habitacionales no forman parte de planes locales de vivienda, las potenciales familias beneficiadas con este programa, corren el riesgo de ser desarraigadas y de per- der su entorno social. Si a ello se agregan factores tales como dimensiones y calidad de las soluciones ofrecidas, se puede entender mejor por qu la demanda contina sin ser atendida de manera significativa. Los habitantes de menores recursos prefieren seguir 60 Resolucin Ministerial 208-2013Vivienda el 27 de agosto de 2013. C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s Informe ANUAL 2012-2013 90 optando por la ocupacin de terrenos, monitoreada cada vez de manera ms explcita por los traficantes de terrenos. Techo propio al 15 de Junio 2013 BONOS FAMILIARES HABITACIONALES DESEMBOLSADOS Enero 2012 - Junio 2013 Departamentos 2012 2013 Nro. Inversin S/. Nro. Inversi n S/. Ica 9,070 157,438,056 3,267 61,944,119 Lima 2,006 30,910,760 1,280 25,023,356 Piura 1,200 20,453,360 1,368 27,059,865 Otros 12,276 208,802,176 5,915 114,027,340 Total 17,500 298,985,481 10,391 200,550,643 Fuente: Oficina General de Estadstica e Informtica - Unidad Estadstica, Fondo Mivivienda Elaboracin: CENCA Desde otro ngulo, la informacin del Ministerio de Vivienda mediante el Fondo Mivivien- da permite observar que, si bien es cierto que la gran mayora de estos bonos contina siendo otorgada el mejoramiento de vivienda, bajo la modalidad de Construccin en Sitio Propio, esta tiene algunas limitaciones: Techo propio N DE BONOS AL 15 DE JUNIO 2013 POR MODALIDAD Ao MODALIDAD Total Vivienda Nueva Construccin en Sitio Propio Mejoramiento de Vivienda Construccin en Sitio Propio Rural 2013 1,842 8,547 2 10,391 2012 4,498 12,597 405 17,500 2011 5,991 5,947 432 124 12,494 2010 5,353 12,833 549 18,735 2009 4,078 22,902 1,744 28,724 2008 2,396 6,113 772 9,281 2007 1,887 398 109 2,394 2006 1,991 26 8 2,025 Total 28,036 69,363 4,019 124 101,542 Fuente: Oficina General de Estadstica e Informtica - Unidad Estadstica, Fondo Mivivienda Elaboracin: CENCA Si bien se ha mencionado que el 80% del problema de la vivienda para sectores de bajos ingresos se condensa en el rubro de malas condiciones de habitabilidad, lo que debera llevar a incentivar el mejoramiento de las viviendas, dotando a los ciudadanos de mayores recursos, esta modalidad alcanz el mayor nmero de BFH en el ao 2009, desde enton- ces se ha ido reduciendo hasta alcanzar 5947 BFH en el ao 2011. Se calcula que el ao C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s DIEZ aos del Informe Final de la CVR 91 2013 podra llegar a 17000, lo que representara solamente el 19% de las necesidades ha- bitacionales del sector social de menores recursos. Por otra parte la modalidad especfica de Mejoramiento de Vivienda es prcticamente inexistente, en el ao 2012 solo tuvo 405 BFH y a junio 2013 solo 2 BFH. Pero no solo los programas gubernamentales no se enfocan adecuadamente en el sector ms necesitado, sino que la oferta inmobiliaria en general se concentra en viviendas cuyo valor oscila entre 40000 y 100000 dlares. El BBVA Research en su reporte Per Situacin Inmobiliaria 2012 citado por el Diario Gestin 61 indica que solo el 4% de la oferta se dirige al segmento que prefiere unidades de un precio inferior a US$ 40000, a pesar de que sta constituye ms de la mitad de la demanda efectiva. En ese contexto no llama la atencin que muchas familias sigan recurriendo a la auto- construccin de sus viviendas. Tal como lo corrobora el mismo gerente general del Fondo Mivivienda quien manifiesta que el 60% (100000) de las 167000 mil viviendas que se cons- truyen al ao son autoconstruidas, 47000 financiadas y 20000 subsidiadas. 62 Por su parte un estudio de Arellano Marketing 63 encontr que el 55% de toda la venta de materiales de construccin y acabados se destina a obras de autoconstruccin, lo que equivale al 3.6% del Producto Bruto Interno (PBI). En el periodo de julio 2012 a septiembre 2013, el Estado ha visto que la solucin al acceso a la vivienda debe pasar por el mercado o por la iniciativa del propio ciudadano, mediante la autoconstruccin. Al programa Fondo Mivivienda se ha aadido Mi Construccin y Mis Materiales, ambos programas son manejados u operados por el Fondo Mivivienda bajo un esquema burocrtico y se los difunde a travs de los medios masivos; ya no existen promotores en los barrios populares que impulsen su implementacin, como ocurra con el desaparecido programa Banco de Materiales. PROGRAMA METROPOLITANO DE VIVIENDA POPULAR Luego de un proceso de luchas, reivindicaciones y propuestas del Movimiento Sin Techo y la sociedad civil, la Municipalidad de Lima Metropolitana ha iniciado el proceso de insti- tucionalizacin de la poltica municipal de vivienda, ha aprobado en diciembre de 2012 la Ordenanza 1643 que crea el Programa de Vivienda Popular. El Programa de Vivienda Popular tiene como objetivo general promover el acceso de la poblacin de los sectores populares de Lima Metropolitana, a una vivienda adecuada para una vida digna en la ciudad, teniendo como objetivos especficos el mejoramiento de las condiciones habitacionales de los sectores populares en zonas centrales de la ciudad, promover la densificacin en zonas urbano-populares de consolidacin media y promover el acceso a la vivienda a travs de la generacin de nuevas urbanizaciones para sectores populares. 61 Diario Gestin, edicin del 07 de Enero de 2013. 62 Fuente: RPP 08/01/2013. 63 Estudio: Multiclientes: Autonstruccin, encuesta realizada a 550 personas del segmento C y D. C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s Informe ANUAL 2012-2013 92 Esta decisin constituye el hecho ms resaltante y positivo del presente perodo en favor al derecho a la vivienda. En febrero de 2013 se aprob el manual de organizacin y fun- ciones, restando definir el modelo de gestin. Desde la sociedad civil, el movimiento de los Sin Techo Metropolitano y del Per y el Movimiento de Renovacin Urbana CPRU estn concertando en la Comisin de Vivienda de la Mesa para la Lucha Contra La Pobreza de Lima un planteamiento para el modelo de gestin y su presupuesto de implementacin. Otros hechos de importancia en el mbito municipal han sido la aprobacin del Plan Re- gional de Desarrollo Concertado de Lima Metropolitana, mediante Ordenanza 1659 con fecha 19/02/2013, que contempla como meta al 2025 la promocin e implementacin de 100000 viviendas. A la fecha est en proceso de elaboracin el Plan de Vivienda de Lima Metropolitana en el marco del desarrollo del Plan de Desarrollo Urbano de Lima. De igual importancia ha sido el fortalecimiento de la Asamblea Metropolitana, que en la anterior gestin solo cumpli un rol decorativo, pero que en esta gestin aprob el Acuerdo por Lima (junio de 2012); al finalizar el ao 2012 contribuy en la aprobacin de la Ordenanza del Plan Regional de Desarrollo Concertado; la aprobacin del Reglamento del presu- puesto participativo y la conformacin de la Comisin de seguimiento del Plan Regional de Desarrollo Concertado. HABITABILIDAD, DISPONIBILIDAD DE SERVICIOS MATERIALES E IN- FRAESTRUCTURA El mejoramiento de las condiciones de habitabilidad de las viviendas y los barrios, inclu- yendo la disponibilidad de servicios e infraestructura de los sectores de menores ingresos no ha recibido atencin preferente y efectiva. En este campo lo ms importante ha sido el desempeo del programa Barrio Mo, conducido por la Municipalidad de Lima Metropoli- tana, aunque su nivel de concrecin es an inicial. De acuerdo a informacin de su pgina web Barrio Mo est invirtiendo alrededor de S/. 300 millones. El Ministerio de Vivienda, que en enero del 2012 haba creado el programa de Mejoramien- to Integral de Barrios, en julio de 2012 anunci que invertir 1500 millones de soles en la construccin de pistas, veredas y sardineles en asentamientos humanos y centros pobla- dos con ndices de pobreza. Sin embargo, por la informacin proporcionada por la pgina web del Ministerio, no se habra alcanzado la meta establecida, ya que considerando un periodo mayor (de agosto 2011 a septiembre 2013) e incluyendo en un mismo dato el monto ejecutado y transferido, ambos suman 1310 millones. Los medios de prensa priorizaron su atencin en las inversiones inmobiliarias y la burbuja inmobiliaria, reclamando mayores terrenos para poder ofrecer viviendas, sin especificar cuantos iran a los sectores de menores ingresos, pero lo ms grave es que con ese ar- gumento se busca expandir la ciudad a distritos de Lurn y Chilca, sumado a la intensa actividad inmobiliaria en el distrito de Carabayllo, afectando de esta manera el remanente agrcola de la aglomeracin limea. Mientras la rentabilidad econmica funcione sin res- tricciones basadas en el desarrollo sustentable, el destino de las reas agrcolas ser con- vertirse en terrenos urbanos y las condiciones de habitabilidad de la ciudad en su conjunto se resentirn notablemente. C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s DIEZ aos del Informe Final de la CVR 93 El Ministerio de Vivienda anunci la creacin de cinco nuevos proyectos inmobiliarios con ms de 16 mil viviendas en Lima, Ica, Tacna e Iquitos. Entre ellos el Proyecto Habitacional de Inters Social en Laderas de Cerro El Agustino; Ciudad Alameda de Ancn; Ciudad de la Concordia en Tacna; Parque Conmemorativo de la Independencia en Pisco (Ica); Alame- da del Litoral en Pisco; as como un proyecto telefrico en Lima, un hipermercado en Beln (Iquitos) y Mdulos Multideportivos a nivel nacional. MEJORAMIENTO DEL HBITAT RURAL, SANEAMIENTO Y VIVIENDA El mbito rural se refiere principalmente a poblaciones que habitan en centros poblados de menos de 400 viviendas y que por lo general se ubica en el quintil ms bajo de pobreza, habla lengua nativa y tiene bajo nivel educativo. A ello deben sumarse sus precarias con- diciones de alojamiento y saneamiento que requieren una atencin urgente del Estado, sobre todo las poblaciones que se ubican en los pisos ms altos y sufren el embate de las heladas. EL SANEAMIENTO RURAL El problema en el Per radica en que no ms del 30% de aproximadamente 8 millones de personas de los hogares del medio rural tiene saneamiento mejorado. En este contexto resulta de gran importancia la resolucin del 28 de julio de 2010 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, que declar al acceso seguro al agua potable salubre y al sanea- miento como un derecho humano fundamental, para el completo disfrute de la vida y de todos los dems derechos humanos. En este sentido el Gobierno ha realizado un paso importante al establecer en la Resolucin Ministerial 065-2013-Vivienda que la inversin en saneamiento rural, en zonas dispersas en adelante, ser de un bao apropiado para una vida digna, es decir no ms letrinas. El bao se constituye en una unidad bsica de sa- neamiento que contiene: una caseta con material de la zona, un lavatorio, inodoro, ducha, as como urinario y tanque de almacenamiento de agua de ser necesario. Asimismo se ha presentado una Gua de Opciones Tcnicas para Abastecimiento de Agua Potable y Saneamiento para Centros Poblados del mbito Rural, se han precisado dos tecnologas apropiadas como es el UBS con arrastre hidrulico con biodigestores y la UBS Ecolgico y Compostero de doble cmara. Para este ao el Gobierno se ha propuesto atender, con servicios de agua y saneamiento de calidad, a un milln de pobladores rurales de 3000 centros poblados, con una inversin de 3600 millones de nuevos soles. Para el ao 2016, la meta es atender con servicios de agua y saneamiento al 58% de las 11640 localidades rurales que concentran el 39% de la poblacin rural. LA VIVIENDA RURAL La vivienda rural es uno de los aspectos ms olvidados en el pas; el primer Informe Na- cional de Vivienda en el Per, realizado por el Arq. Crdova en el ao 1959, indicaba un problema cualitativo de la vivienda rural tan igual como lo que sucede ms de medio siglo C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s Informe ANUAL 2012-2013 94 despus: casas de adobe rajadas o de madera en deterioro, techos de paja que no prote- gen de la humedad ni del frio, dficit de agua y saneamiento, es decir, alta vulnerabilidad fsica. Ello nos indica que ha existido un abandono total de esta parte del pas por parte del Estado. El actual gobierno ha anunciado una poltica de inclusin social de la poblacin rural, con una inversin de 2500 millones de soles en el mejoramiento de las viviendas rurales, a travs del Programa de Apoyo al Hbitat Rural (PAHR). La estrategia para implementar este proceso se basa en la implementacin de los Centros de Servicio de Apoyo al Hbitat Rural, denominados Tambos que operarn como centros de apoyo del gobierno nacional, para lo cual contarn con una cuadrilla tcnica o de proyectos que desarrollar acciones orientadas al mejoramiento de viviendas (a travs de Sencico), ya sea para el mejoramien- to de pisos de cemento, mejoramiento de techos, solucin sanitaria, solucin de dotacin de energa elctrica alternativa y renovable, etc. Sin embargo, hasta la fecha se han cons- truido aproximadamente 200 en quince regiones del pas, de los cuales estn funcionando la mitad, pero no hay una iniciativa masiva de accin de mejoramiento de las viviendas rurales. El programa se limita a acciones piloto en reaccin a situaciones de riesgo, como es el caso del proyecto emblemtico Beln Sostenible donde se beneficiarn a ms de 14 mil pobladores de Beln, construyendo 2051 viviendas en madera, as tambin en Puno y Arequipa por el friaje. Asimismo, el Gobierno ha ofrecido 11204 intervenciones de mejoramiento de vivienda rural, se ha previsto 700 en Piura, 1200 en Cajamarca, 300 en Hunuco, 500 en Pasco, 700 en Junn, 2500 en Ayacucho, 800 en Huancavelica, 400 en Arequipa, 1254 en Loreto, 900 en Apurmac, 700 en Cusco y 1250 en Puno. Para ello se han realizado diagnsticos, inventarios y prototipos de vivienda rural para la intervencin en los mbitos de jurisdiccin de los Tambos. MOVILIZACIN SOCIAL El surgimiento del Movimiento Sin Techo en la escena social nacional modifica la tendencia de las organizaciones vecinales de organizarse y movilizarse en reivindicacin de su dere- cho a acceder al suelo y servicios bsicos. En este caso contamos con una organizacin que reivindica su derecho a la vivienda digna y reclama a diversas instancias del Estado el establecimiento de polticas acordes con este derecho. El proceso de constitucin de este movimiento ha tenido dificultades internas, pero se ha mantenido fortalecido a nivel nacional y en Lima Metropolitana. El 5 de junio de 2013 realiz movilizaciones solicitando al Congreso de la Repblica agendar el debate sobre el proyecto de Ley N 1000 Vivien- da orientada a los sectores de menores recursos econmicos, que cuenta con dictamen aprobatorio; a la Municipalidad de Lima para que asigne presupuesto e implemente el Programa Municipal de Vivienda Popular y a la Presidencia del Consejo de Ministros se transfieran tierras a la Municipalidad de Lima para la implementacin del Programa Muni- cipal de Vivienda Popular. C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s Informe ANUAL 2012-2013 96 A dos aos de iniciada la gestin del presidente Ollanta Humala Tasso, nuestra aprecia- cin es que el Estado peruano borra con una mano lo que hace con la otra. Desde la nueva transformacin a la Hoja de Ruta han pasado dos aos y la situacin del derecho a un ambiente sano y equilibrado en el Per no ha mejorado sustancialmente. En los ltimos doce meses, se han dado avances en materia de gestin ambiental, pero tambin se han presentado importantes retrocesos que dan como saldo un balance negativo ya que el Es- tado no garantiza los derechos ambientales de la poblacin. Es ms, en los ltimos meses del perodo que evaluamos, los cambios en el marco normativo que favorece la inversin privada, afectaban la precaria institucionalidad ambiental de nuestro pas. La tendencia de los conflictos sociales se ha mantenido. El 50% de los conflictos conti- nan siendo de carcter socioambiental 65 y tambin se mantiene la tendencia a que un 70% de los mismos se produzcan por la presencia de actividades mineras. Los temas crticos, respecto al derecho que tenemos los peruanos y peruanas a un medio ambiente equilibrado y adecuado para la vida, estn referidos a un conjunto de polticas pblicas, marcos normativos y prcticas gubernamentales y privadas que lejos de garan- tizar este derecho, lo vulneran por accin o por omisin. Temas clave como el ordenamiento territorial (OT), la calidad de aire, la calidad de agua, la calidad de los suelos, la proteccin de zonas productoras de agua y ecosistemas fr- giles, la certificacin ambiental, los lmites mximos permisibles, el tratamiento de aguas residuales, la remediacin de pasivos ambientales, la gestin de los recursos hdricos en un contexto de cambio climtico, la participacin ciudadana, entre otros, son los temas de una agenda ambiental pendiente que tiene el Estado peruano con la poblacin. En mayo de 2013, en el marco de una fuerte presin de grupos econmicos y medios de comunicacin, fueron publicadas una serie normas que modifican los controles ambien- tales, flexibilizndolos. En rueda de prensa con los medios especializados el presidente Humala anunci siete medidas, que segn el Ministro de Economa Luis Castilla, junto con otras medidas, destrabaran inversiones por ms de 15 mil millones de dlares. Entre las medidas anunciadas, se seal la creacin de un equipo de especialistas del sector privado, que hara seguimiento a las principales inversiones, vera el aspecto normativo y propondra mejoras en la eficiencia de procesos, con la finalidad de reducir y mejorar 64 Elaborado por Julia Cuadros Falla, CooperAccin 65 Reportes de Conflictos de la Defensora del Pueblo. 8. INFORME SOBRE EL DERECHO A UN MEDIO AMBIENTE SANO Y ADECUADO 65 C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s DIEZ aos del Informe Final de la CVR 97 los trmites. La Ley N 30025, tambin denominada Ley de Expropiaciones fue otra de las medidas anunciadas; esta norma busca agilizar el uso de los terrenos para obras de infraestructura, en particular para el sector de transportes y comunicaciones. En este marco se inscriben los decretos supremos 054 y 060 que establecen disposicio- nes para facilitar la inversin tanto pblica como privada y que en nuestra opinin reducen los filtros ambientales y sociales necesarios para una gestin ambiental responsable y respetuosa de los derechos ambientales. El DS 060-2013-PCM del 25 de mayo, agiliza la aprobacin de los Estudios de Impacto Ambiental (EIA) detallados y semi detallados, estableciendo un plazo mximo de 81 das, con el agravante que la institucionalidad ambiental que est en los sectores no est pre- parada para realizar evaluaciones ambientales rigurosas. La norma establece un plazo de 30 das para opiniones tcnicas de otras entidades pbli- cas como el ANA, SERNANP, Ministerio de Cultura, distintas al evaluador. Pero, pueden los sectores en 30 das evaluar seriamente un EIA y dar una opinin tcnica rigurosa y confiable? Igualmente son insuficientes los diez das que se establecen para pronunciarse sobre el levantamiento de las observaciones, por parte del titular del proyecto (quien no tiene un plazo lmite para levantar las observaciones). Finalmente, para ponerle la cereza al pastel de la flexibilizacin, la autoridad evaluadora slo contar con 20 das para tomar una decisin final; todo ello sin contar con mecanismos de participacin ciudadana, que ahora s han sido obviados por la norma. Como hemos venido sealando, la poltica para la aprobacin de los EIA estaba marcada por el principio de aprobarlos s o s; es ms, uno de los indicadores de eficiencia, por ejemplo, del Ministerio de Energa y Minas (MINEM) era el nmero de EIA aprobados por ao, como difunda la oficina de prensa de esa entidad. Ahora con esta norma queda con- firmado que la aprobacin de EIA es solo un mero trmite administrativo mas no, como debera ser, un instrumento tcnico y riguroso que garantice un ambiente sano y adecuado para las poblaciones y ecosistemas donde se van a desarrollar actividades extractivas. Acompaa a esta medida una sancin a la que pueden hacerse acreedores los funciona- rios que la incumplan. Lo mismo ha sucedido con el DS 054-2013-PCM, que establece la aplicacin del silencio administrativo positivo para la aprobacin del Certificado de Inexistencia de Restos Ar- queolgicos (CIRA), quitndole la competencia al sector correspondiente y nuevamente configurndose el sector energa y minas en juez y parte, en lo que se refiere a patrimonio cultural. Esta norma, adicionalmente, vulnera las obligaciones que el Estado peruano tiene a nivel internacional. Pero un tema que preocupa aun ms que la reduccin de plazos para la aprobacin de EIA, son los cambios que se establecen respecto a los trminos de referencia comunes (TDR-C) para su elaboracin. Los TDR-C, tienen un plazo de 20 das contados a partir de la vigencia de la norma y deberan haber sido elaborados por las autoridades que partici- pan en la evaluacin de los EIA (ministerios sectoriales); sobre esta propuesta inicial, las entidades que emiten opinin en procedimientos de aprobacin de EIA tienen cinco das dentro de los 20 das sealados para alcanzar sus observaciones y/u opiniones. El Mi- C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s Informe ANUAL 2012-2013 98 nisterio del Ambiente (MINAM) slo tomara conocimiento del documento consensuado entre los sectores, limitndose de esta manera su rol regulador, ya que no podr emitir opi- nin al respecto de lo consensuado entre los sectores. Asimismo, la norma no establece la necesidad de contar con trminos de referencia especficos, toda vez que nuestro pas cuenta con una gran diversidad de ecosistemas y donde no es lo mismo evaluar el impacto ambiental en una zona de costa que en una zona altiplnica, amaznica, de pramo, etc. A ello se aade el agravante que las entidades que emiten opinin sobre EIA no podrn pronunciarse o pedir informacin sobre aspectos no claros o tcnicamente incorrectos en los que incurra el EIA. Con esta medida se curan en salud para que no vuelva a suceder lo que pas en el Caso Conga, donde el MINEM identific una serie de irregularidades en un EIA que ya haba sido aprobado. Estos cambios debilitan an ms la frgil institucionalidad ambiental que tiene nuestro pas. Por otro lado, la aprobacin del Servicio Nacional de Certificacin para las Inversiones Sostenibles (SENACE), creado y aprobado a fines de 2012 y que forma parte del Sistema Nacional de Evaluacin de Impacto Ambiental (SEIA), recin comenzar a operar en abril de 2014. A inicios de junio pasado, el titular del MINAM seal que en esa quincena se iba a elegir al Jefe del SENACE; antes, en febrero se haba anunciado que en dos meses se le elegira. Sin embargo, a la fecha no ha sido nombrado. Si bien se ha dado un paso importante con la creacin de este organismo, el mismo ha nacido con graves deficiencias porque deja abierta la posibilidad de que si un proyecto extractivo es considerado como estratgico, la revisin y aprobacin del EIA est a car- go del propio MINEM; de este modo, nuevamente el MINEM es juez y parte en un proceso que debe ser eminentemente tcnico y dejar de ser un proceso administrativo. A pesar de los esfuerzos que parecen desplegarse desde el MINAM, lamentablemente, a estas deficiencias de carcter estructural, se agrega el recorte de competencias y el dbil rol de evaluacin y fiscalizacin ambiental por parte del Estado. La Oficina de Evaluacin y Fiscalizacin Ambiental (OEFA), creada en 2008 junto con el MINAM, naci con una falla de origen, ya que la funcin de evaluacin ambiental se qued en los sectores, particular- mente energa y minas. Respecto a las funciones fiscalizadora y sancionadora, a pesar de los esfuerzos realizados por fortalecerlas, lo real es que con la creacin del SENACE se pone en tela de juicio el rol que la OEFA puede cumplir. Segn el Viceministro de Gestin Ambiental, la OEFA se encargara de fiscalizar operaciones activas y verificar se cumplan las obligaciones de cierre de las industrias extractivas, extendiendo su rol fiscalizador a otras actividades industriales en las que no se exige la aprobacin de un EIA. Sin embar- go, nos preguntamos si se est complejizando la institucionalidad ambiental, sin forta- lecer realmente las instituciones que se requiere para garantizar la proteccin ambiental. En este escenario, se present una controversia respecto a la vigencia del Estndar de Calidad de Aire ECA para dixido de azufre, aprobado en el ao 2009, al ser cuestionado por la Sociedad Nacional de Minera, Petrleo y Energa y por un funcionario de la empresa Southern Per. El ECA establece que el lmite mximo de emisiones de SO2 es de 80 mi- crogramos por metro cbico (80 ug/m3), cifra que deber reducirse a partir del 1 de enero C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s DIEZ aos del Informe Final de la CVR 99 de 2014 a 20 g/m3, lmite que deber ser acatado por todas las fuentes generadoras de SO2 en las zonas urbanas. Lamentablemente, frente a la presin de los poderes econmicos, se emiti el DS 006-2013-MINAM, del 19 de junio pasado, el propio viceministro de Gestin Ambiental, Mariano Castro, seal que las empresas podan aplicar el numeral 2.2 del Anexo Dis- posiciones Complementarias del citado DS. El viceministro declar que Se ratifica la vigencia de los 20 g/m3 a partir del 2014. Pero si hay informacin de que, por la naturale- za misma, existen cuencas atmosfricas que superan el nivel de 20g/m3, los titulares de actividades econmicas (empresas) que estn en esas cuencas deben dar cuenta de ello, y presentar un informe donde se acredite que no hay tecnologa disponible (para cumplir el estndar); se abre, de este modo, la posibilidad de que empresas como Southern Peren Ilo -que opera con niveles cercanos a 365 g/m3- o DoeRun Per -en el Complejo Metalrgico de La Oroya, que trabaja con un circuito de zinc y otro de plomo, que opera con un estndar de 80 g/m3- continen afectando el derecho a un ambiente sano y ade- cuado, y afectando el derecho a la salud de las personas. El impacto de la industria, principalmente extractiva, en las fuentes hdricas en un contexto de cambio climtico, agrava nuestra vulnerabilidad como pas frente a eventos extremos. El impacto con efluentes que superan los LMP en los cursos de las aguas superficiales y subterrneas, afecta el medio ambiente y la salud de las personas. Contina la afectacin en la cantidad, disponibilidad y calidad del agua en aquellas zonas donde se desarrollan actividades extractivas mineras e hidrocarburferas, agroindustriales, o de agricultura in- tensiva. Los contratos internacionales para proveer de energa hidroelctrica a una industria alta- mente consumidora de agua y energa, como la actividad minera, producen un alto impac- to en la vida de las personas, en su mayora pueblos indgenas y en el medio propiamente dicho. Ac debemos destacar el impacto en el medio ambiente y, por tanto, en la calidad de vida de la poblacin, del proyecto de realizar 22 hidroelctricas sobre el ro Maran. Pensar que una intervencin de esa magnitud y naturaleza no va a tener graves impactos negativos es no considerar el grave riesgo actual y futuro en cuanto a deterioro ambiental y social se refiere. Segn el MINEM, en nuestro pas a diciembre de 2012, existan aproximadamente 7000 pasivos ambientales mineros, de los cuales el 10% eran considerados de alto riesgo. Se- gn el informe de la Direccin General de Minera, Ancash es la regin con el mayor nme- ro de pasivos ambientales cuenta con 1115, le sigue Cajamarca con 1019, Huancavelica con 830 y Puno con 522. Segn la Autoridad Nacional del Agua (ANA), todos los ros de nuestro pas se encuentran contaminados por diferentes tipos de pasivos ambientales, destacndose la contamina- cin por pasivos ambientales mineros y por aguas residuales. Las cuencas ms afectadas son la cuenca del Santa (Ancash), la cuenca del Vilcanota (Cusco) y los ros Rmac y el Mantaro. Un caso emblemtico es el referido al Lote 192, los pueblos indgenas Kichwas del Pas- taza, han sealado que la reparacin de los pasivos ambientales dejados por la empresa C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s Informe ANUAL 2012-2013 100 Oxy en 40 aos de explotacin, es una condicin para el proceso de consulta previa que debe realizarse en ese lote. Hace un ao el MINEM anunci que estaba invirtiendo recursos propios en la remediacin de pasivos ambientales, con la esperanza de que luego pudieran cobrar a las empresas concesionarias. Seal que en Cajamarca el Estado asumira la remediacin de 119 pa- sivos ambientales, por un valor de 8 millones de soles. Respecto a los pasivos ambien- tales del sector hidrocarburos la Direccin General de Asuntos Ambientales Energticos, seal que no se contaba con un inventario de estos pasivos; y que se habra producido una controversia entre los sectores energa y minas y medio ambiente, respecto a qu organismo es el que tiene que realizar este conteo. El 18 de marzo pasado, el MINEM, mediante Resolucin Ministerial N 094-2013-MEM/DM, dispuso que la empresa Activos Mineros ejecute la remediacin de pasivos ambientales calificados de muy alto riesgo en las regiones Ancash, Lima, Cajamarca, Huancavelica, Pasco, Junn e Ica 66 ; que identifique a los responsables de estos pasivos e inicie las acciones legales correspondientes, a fin de exigir la devolucin del monto invertido ms los intereses respectivos. Sin embargo, remediar slo diez pasivos mineros de 7000 inventariados es un saludo a la bandera, no aborda con seriedad la solucin de este grave problema. Otro tema de gran relevancia por la afectacin directa a los derechos de la poblacin a un medio ambiente sano y adecuado, son los impactos producidos por la pequea minera y minera artesanal, principalmente ilegal, en costa, sierra y selva. Esta actividad afecta fuentes de agua superficial y subterrnea, ecosistemas frgiles como el bosque seco y los bosques primarios amaznicos. Madre de Dios es vctima de una visin de corto plazo de parte del Estado que consider durante dcadas a la Amazona como un territorio vaco; que privilegi las grandes operaciones mineras; que subvalor la necesidad de la gente de agenciarse medios de vida para enfrentar el ajuste estructural, la crisis econmica y la violencia poltica, mezcla mortal que se vio aderezada con el alza del precio internacional del oro. La situacin se ha agravado por la ausencia del Estado, justamente en aquellas zonas donde los megaproyectos y las actividades extractivas mineras, petroleras, foresta- les, gasferas se desarrollan. Constatamos la existencia de una alianza perversa entre Estado y empresa privada o titu- lares de concesiones, que permite actividades ilegales en concesiones legalmente otorga- das, que promueven la ilegalidad a travs de la venta de maquinaria pesada utilizada en la minera aluvial, la venta de combustibles e insumos qumicos como cianuro y mercurio. En resumen, acciones ilegales ejecutadas por parte de empresas formalmente constituidas y de renombre nacional e internacional. De otro lado, el mar peruano afronta una grave situacin de depredacin y contaminacin altamente peligrosa para la subsistencia de las especies, lo que tiene un impacto directo en la seguridad alimentaria de la poblacin y en la calidad de su medio ambiente. Existe una situacin de sobrepesca de especies como la anchoveta y la merluza. Asimismo, la zona marina costera se ve impactada por la contaminacin proveniente de relaves mine- 66 Los proyectos de remediacin son RelaveraTicapampa, Acombamba, Lichicocha, Pacococha, Chugur, Santa Rosa 2, Azulmina, Delta Upamayo y Ro San Juan, y Saramarca. C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s DIEZ aos del Informe Final de la CVR 101 ros y del vertimiento de desechos con altas dosis de elementos txicos, adems de las aguas servidas. En esta situacin, los impactos y la vulneracin del derecho a un medio ambiente sano y equilibrado, afecta en forma diferenciada a varones y mujeres; la afectacin se agrava en zonas de mayor pobreza y en zonas rurales. La contaminacin ambiental y la depreda- cin de los recursos naturales afecta directamente a las mujeres, que aprovechan estos recursos existentes en sus territorios, en los bosques y otros ecosistemas, para obte- ner alimentos, plantas medicinales y combustible, generando ingresos que se destinan a complementar la economa familiar. De all que las mujeres estn alcanzando un nivel de liderazgo importante en la defensa del medio ambiente, como lo han demostrado las mujeres organizadas en Conga o Ro Blanco. Nuestro pas ser sede de la Conferencia de las Partes (COP20) sobre cambio climtico en diciembre de 2014; sin embargo, somos un pas que an no cuenta con una poltica pblica sobre este tema. Las polticas pblicas de promocin de la inversin privada con- tradicen en su esencia principios elementales de proteccin ambiental y de reduccin de emisiones de gases de efecto invernadero. Lamentablemente, los diversos gobiernos que vienen administrando nuestro pas, estn demostrando que el Estado peruano est atravesado por la corrupcin y la existencia de malos funcionarios. Existe una falta de voluntad poltica para abordar los temas de fondo, de carcter estructural que permitiran avanzar hacia un real desarrollo de nuestro pas. Tenemos un Estado y un gobierno que presionados por grandes intereses econmicos son incapaces de cumplir sus propios ofrecimientos, que buscan la salida fcil, rpida. La violacin al derecho a un medio ambiente sano y adecuado siempre estar acompaa- da de la violacin de otros derechos, a la salud, al trabajo digno, a servicios adecuados, a la participacin ciudadana y a la decisin sobre nuestros propios destinos; confirmndose as la esencia de los derechos humanos interrelacionados, interdependientes e indivisi- bles. La promocin desde el gobierno de un modelo econmico primario exportador, depen- diente de las industrias extractivas, que lejos de diversificar la economa promueve la ex- plotacin intensiva de recursos naturales con grave afectacin ambiental, atenta contra el derecho que tenemos los peruanos y peruanas a un ambiente sano y equilibrado, segn lo sancionan la Constitucin Poltica del Per, la Ley General del Ambiente y los instrumentos internacionales. RECOMENDACIONES Producir cambios en las polticas pblicas relacionadas al medio ambiente, requiere un Estado con una mirada de largo aliento e integral, respecto a la concordancia que debe existir entre diferentes aspectos y diferentes sectores. C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s Informe ANUAL 2012-2013 102 Requerimos dotarnos de una Ley de Ordenamiento Territorial, que permita el crecimiento ordenado de las diferentes actividades productivas. Una ley que indique dnde s y dnde no se pueden realizar actividades extractivas y de qu naturaleza y dimensin. Se requiere fortalecer la institucionalidad ambiental, lo que no debe significar dotarnos de un sinfn de organismos, sino de una poltica integral de carcter estratgico y transversal a todos los sectores, con una autoridad ambiental autnoma con competencias y funcio- nes definidas. No se puede seguir flexibilizando los controles ambientales, cediendo a las presiones. Se requiere continuar ponindole fuerza al proceso de formalizacin de la mi- nera en pequea escala, continuar con la interdiccin de la minera ilegal, desarrollar pro- gramas integrales para los mineros que s podrn formalizarse, y alternativas econmicas viables para aquellos que no podrn hacerlo, en estrecha coordinacin con los gobiernos regionales, fortaleciendo sus capacidades y dotndolos de los recursos necesarios. Se requiere una inteligencia entre los tres niveles de gobierno, desechando la prctica centralista de continuar tomando las decisiones en la Capital de la Repblica. Requerimos un Estado y una administracin pblica que no ceda a las presiones de los grupos de poder, que aplique una poltica de transparencia y rendicin de cuentas, para que sea menos vulnerable a la corrupcin; que ponga el inters de la mayora de peruanos y peruanos, por encima de los intereses de los grupos econmicos de todo tipo. Requerimos que se tomen medidas urgentes, adecuadas, oportunas para remediar los pasivos ambientales producidos por las diferentes actividades productivas, que se repare a las vctimas de la contaminacin y se sancione a los responsables. Requerimos un Estado que consulte a la poblacin, que facilite e institucionalice los es- pacios de participacin ciudadana, que tome en cuenta la opinin de la gente, que la escuche y que no piense que los conflictos son el resultado de un grupo de agitadores. Ello implicar modificar una serie de normas que estn obviando la participacin como un principio de la democracia. Requerimos un Estado que no sacrifique la calidad ambiental por la inversin a cualquier costo.Un Estado con voluntad poltica para abordar las causas estructurales del deterioro ambiental y de la violacin del derecho a un medio ambiente sano y equilibrado; que no borre con una mano lo que hace con la otra. C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s DIEZ aos del Informe Final de la CVR 103 En respuesta a sucesivos informes del Estado peruano al Comit de Derechos Econmi- cos, Sociales y Culturales, este organismo emiti un conjunto de recomendaciones el 30 de mayo de 2012. El Comit recomend adoptar medidas para velar por la igualdad de la remuneracin entre hombres y mujeres por el trabajo de igual valor. Asimismo, mostr su preocupacin porque el 30% de los asalariados cobre un sueldo inferior al mnimo vital, el volumen de empleo no registrado y la escasa capacidad de las unidades de inspeccin del trabajo 68 . Con ello, recomend al Estado peruano tomar medidas para promover el empleo de las personas con discapacidad, protegerlas contra la discriminacin en el trabajo y asegurar el cumplimiento de la asignacin de la cuota de 3% a las personas con discapacidad en las instituciones pblicas 69 . Asimismo, recomend adoptar medidas efectivas para aumentar la tasa de empleo, espe- cialmente en zonas rurales, y superar las dificultades para elaborar y aplicar las polticas de empleo 70 . De otro lado, inst al Estado a adoptar medidas contra el trabajo forzoso mediante la aplicacin efectiva y evaluacin del Plan Nacional para la Lucha contra el Tra- bajo Forzoso, asignndole los recursos necesarios 71 , as como la lucha contra el trabajo infantil, garantizando que la proteccin de los nios contra la explotacin econmica y la exposicin al trabajo peligroso o abusivo 72 . Entre otros puntos, destac: i) la necesidad de modificar las normas de promocin del sector agrario (para que no se les pague un sueldo inferior al salario mnimo, que no se le exija hacer horario especial y que se les indemnice por despido improcedente); ii) garanti- zar los derechos de los trabajadores, incluidos los migrantes y extranjeros, especialmente para la formacin de sindicatos; iii) garantizar la cobertura universal de la seguridad social, sobretodo de las personas con discapacidad y del sector privado, etc. 73 67 Documento preparado por el Equipo Laboral de CEDAL. 68 COMIT DE DERECHOS ECONMICOS, SOCIALES Y CULTURALES. Observaciones Finales del Comit a los informes peridicos com- binados segundo al cuarto del Per. E/C.12/PER/CO/2-4. 30 de mayo de 2012. Prrafos 9 y 10. 69 Ibid. Prrafo 6. 70 Ibd. Prrafo 7. 71 Ibid. Prrafo 8. 72 Ibid. Prrafo 15. 73 Ibid. Prrafo 12, 13 y 14 respectivamente. 9. INFORME SOBRE LA SITUACIN DE LOS DERECHOS LABORALES 68 C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s Informe ANUAL 2012-2013 104 Estas recomendaciones derivan de las obligaciones que el Estado Peruano ha adquirido en materia de derechos laborales a travs de los convenios de la OIT. De manera suscinta estos incluyen: Jornada de trabajo Convenio N 1 OIT sobre las horas de trabajo en la industria (1919) Convenio N 30 OIT sobre las horas de trabajo en el comercio y oficinas (1930) Convenio N 47 OIT sobre las cuarenta horas (1935) Descanso semanal remunerado Convenio N 14 OIT sobre el descanso semanal en la industria (1921) Convenio N 106 OIT sobre el descanso semanal en el comercio y la oficina (1957) Vacaciones Convenio N 52 OIT sobre las vacaciones pagadas (1936) Convenio N 132 OIT sobre las vacaciones pagadas revisado (1970) Estabilidad laboral Convenio N 158 - OIT (1982) Seguridad e higiene en el trabajo Convenio N 155 - OIT (1981) Salario justo Convenio N 95 OIT sobre la proteccin del salario (1949) Convenio N 131 OIT sobre las fijacin de salarios mnimos (1970) Igualdad y no discriminacin Convenio N 100 OIT sobre igualdad de remuneracin (1951) Convenio N 111 OIT sobre la discriminacin en el empleo y la ocupacin (1958) Convenio N 156 OIT sobre los trabajadores con responsabilidades familiares (1981) Trabajo forzoso Convenio N 29-OIT sobre el trabajo forzoso (1930) Convenio N 105-OIT sobre la abolicin del trabajo forzoso (1957) En el mbito nacional, hasta el momento el Tribunal Constitucional se ha pronunciado so- bre cuatro casos de especial relevancia en el mbito laboral. El primero de ellos alude a la adecuada proteccin contra el despido arbitrario. El segundo al igual que el tercero, trata el tema de la reduccin de las remuneraciones, y como se podr apreciar ms adelante, en ambos casos, el Tribunal emiti dos sentencias contradictorias. Finalmente, en el cuar- to caso se analiza la reserva de las comunicaciones y la revisin de correos electrnicos de los trabajadores por sus empleadores. C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s DIEZ aos del Informe Final de la CVR 105 DIAGNSTICO NORMATIVO Los derechos laborales cuentan con proteccin constitucional. En este sentido, el artculo 2 numeral 15 de la Constitucin del Per seala que toda persona tiene derecho a (...) trabajar libremente, con sujecin a la ley. De igual manera, el artculo 22 establece que el trabajo es un deber y un derecho; y agrega que el trabajo, en sus diversas modalidades, es objeto de atencin prioritaria del Estado, el cual protege especialmente a la madre, al menor de edad y al impedido que trabajan, respectivamente. Desde el artculo 23 al artculo 29, la Constitucin establece las siguientes garantas: Proteccin especial para los nios, mujeres que son madres y personas con disca- pacidad que estn trabajando. El Estado promueve condiciones para el progreso social y econmico, en especial mediante polticas de fomento del empleo productivo y de educacin para el trabajo. Derecho a una remuneracin equitativa. Los Estados deben regular las remuneraciones mnimas, con participacin de los trabajadores y de los empleadores. Jornada ordinaria de trabajo es de ocho horas diarias o cuarenta y ocho horas se- manales, como mximo. En caso de jornadas acumulativas o atpicas, el promedio de horas trabajadas en el perodo correspondiente no puede superar dicho mximo. Derecho a descanso semanal y anual remunerados. Su disfrute y su compensacin se regulan por ley o por convenio. Respeto a los principios de igualdad de oportunidades sin discriminacin, carcter irrenunciable de los derechos establecidos por la Constitucin y la Ley. Interpretacin favorable al trabajador en caso de duda insalvable sobre el sentido de una norma. Proteccin adecuada al trabajador ante el caso de despido arbitrario Reconocimiento al derecho de sindicacin, negociacin colectiva y huelga. El Estado reconoce el derecho de los trabajadores a participar en las utilidades de la empresa y promueve otras formas de participacin. Bajo este contexto, se ha establecido una legislacin que trata de ser acorde con las dis- posiciones constitucionales. En este sentido, el Decreto Legislativo N 72874, Ley de Fomento al Empleo, regula los siguientes temas: Una proteccin preventiva frente al despido. Presuncin de la existencia de un contrato de trabajo a plazo indeterminado. Modalidades de celebracin de los contratos de trabajo. Proteccin frente al despido arbitrario. Formas de concluir una relacin laboral. 74 Publicada el 12 de noviembre de 1991. C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s Informe ANUAL 2012-2013 106 Al amparo de facultades legislativas otorgadas por el Congreso, se dict el Decreto Le- gislativo N 854, para regular las facultades de direccin de los empleadores. Su artculo 8 aprueba los turnos de trabajo de acuerdo a las necesidades del empleador. La jornada de trabajo de 48 horas semanales y ocho horas diarias es establecida por el artculo 1. El sobre tiempo es regulado por el artculo 10 que requiere el pago de una sobre tasa de 25% adicional al valor de la hora ordinaria de trabajo por las dos primeras horas en sobre tiempo y de 35% por las dems, hasta un mximo de cuatro. En caso de jornadas acumulativas el sobre tiempo se paga con descanso. Mediante el Decreto Legislativo N 713 (1991) se consolid la legislacin sobre descansos remunerados de los trabajadores sujetos al rgimen laboral de la actividad privada. Los derechos laborales de los trabajadores sujetos al rgimen laboral de la actividad pri- vada son tambin regulados por el Decreto Supremo N 001-96-TR, Reglamento de la Ley de Fomento del Empleo, publicado el 26 de enero de 1996. En cuanto concierne a los trabajadores del sector pblico, estos estn sujetos al Decreto Legislativo N 276 75 , Ley de Bases de la Carrera Administrativa y de Remuneraciones del Sector Pblico, publicada el 24 de marzo de 1984 y al Decreto Supremo N 005-90-PCM, Reglamento de la Ley de Bases de la Carrera Administrativa, publicado el 18 de enero de 1990. Por otro lado, mediante la Ley N 2404 76 1 se dispuso que los servidores pblicos contratados para labores de naturaleza permanente, que tuvieran ms de un ao ininte- rrumpido de servicios, no pueden ser cesados ni destituidos sino por las causas previstas en el captulo V del Decreto Legislativo N 276 y con sujecin al procedimiento establecido en l. En este punto, cabe sealar que mediante Ley N 29157 77 el Congreso de la Repblica deleg al Poder Ejecutivo facultades para legislar sobre diversas materias relacionadas con la implementacin del Acuerdo de Promocin Comercial Per - Estados Unidos y su Protocolo de Enmienda, y el apoyo a la competitividad econmica para su aprove- chamiento, entre las que se encuentran las destinadas al fortalecimiento institucional y a la modernizacin del Estado. Frente a ello, se public el Decreto Legislativo N 1057 que regula el Rgimen Especial de Contratacin Administrativa de Servicios (CAS), cuyo artculo 1 sentaba como finalidad de la norma la de garantizar los principios de mritos y capacidad, igualdad de oportunidades y profesionalismo de la administracin pblica. El rgimen CAS fue creado para aplicarse a toda entidad pblica sujeta al Decreto Legisla- tivo N 276, Ley de Bases de la Carrera Administrativa y de Remuneraciones del Sector Pblico, y a otras normas que regulan carreras administrativas especiales; asimismo, a las entidades pblicas sujetas al rgimen laboral de la actividad privada, con excepcin de las empresas del Estado. Mediante demanda contenida en el Expediente N 00002-2010-PI-TC se cuestion la cons- titucionalidad del rgimen CAS. En efecto, los demandantes (ms de 5000 ciudadanos) fundamentaron su petitorio en que la citada norma y su reglamento, Decreto Supremo N 075-2008-PMC, introducen un rgimen administrativo carentes de derechos laborales 75 Publicada el 24 de marzo de 1984. 76 Publicada el 28 de diciembre de 2012. 77 Publicada el 20 de diciembre de 2007. C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s DIEZ aos del Informe Final de la CVR 107 por encima incluso de los regmenes existentes, lo que vulnera el artculo 22 de la Cons- titucin Poltica del Per, rgimen que convivira con otro que provee derechos mnimos, generando una situacin de desigualdad en el mismo centro de laborales. Sealando asimismo que su articulado se contradeca al buscar garantizar los principios de mritos y capacidades, igualdad de oportunidades y profesionalismo, pero a la vez sealando que no se le confunda con los otros dos regmenes laborales, siendo a la vez de carc- ter temporal y determinado pero renovable ilimitadamente, recibiendo una contribucin econmica. Asimismo, basaron su inconstitucionalidad en que el rgimen no otorgaba beneficios laborales ms all de quince das de vacaciones, as como impeda el ejercicio de la sindicalizacin y la negociacin colectiva violando lo establecido en la Constitucin, entre otros argumentos. Mediante sentencia del Tribunal Constitucional 78 , se declar infundada la demanda sea- lando que toda actividad interpretativa hecha sobre el rgimen deba entenderse que dicho contrato es propiamente un rgimen especial de contratacin de servicios para el sector pblico, el que resulta compatible con la Constitucin (FJ 47). Asimismo, sobre los bene- ficios laborales seala que su acceso y goce estn determinados por la ley ordinaria por lo que no emite pronunciamiento (FJ 41). Finalmente, advierte una omisin constitucional en la regulacin de los derechos de sindicacin y huelga 79 , ordenndole al Ministerio de Trabajo y Promocin del Empleo su reglamentacin 80 . Posteriormente, mediante Ley N 29849 81 se dispuso la eliminacin gradual del Rgimen CAS a partir de 2013, con la implementacin del nuevo Rgimen del Servicio Civil, mo- dificndose el Decreto Legislativo en el sentido de sealar que el CAS constituye una modalidad especial de contratacin laboral, privativa del Estado. En ese sentido, esta ley reconoce derechos laborales a las personas bajo el rgimen, insertndose adems un beneficio importante a las trabajadoras otorgndoseles el ntegro de su remuneracin por maternidad. Por otro lado, el Congreso ha aprobado en setiembre de 2009 la Ley N 29049 que conce- de licencia por paternidad a los trabajadores de la actividad pblica y privada. Asimismo, el Ministerio de Trabajo aprob los Lineamientos de Poltica Socio Laboral 2009-2011, mediante R.M. N 160-2009-TR del 2 de julio de 2009 (modificada por R.M. 348-2009-MINTRA del 25.11.09), el cual dispone que el Ministerio de Trabajo y Promocin del Empleo fomentar, dirigir, supervisar y evaluar la poltica socio laboral orientada al empleo con proteccin social, particularmente por los sectores con mayores dificultades de acceso al mercado de trabajo, como los jvenes, las personas con discapacidad, las mujeres con escasos recursos y el adulto mayor. Respecto a la pequea y micro empresa en agosto de 2008, se aprob el Decreto Su- premo N 007-2008-TR, Texto nico Ordenado (TUO) de la Ley de la Promocin de la Competitividad, Formalizacin y Desarrollo de la Micro y Pequea empresa y del Acceso 78 Cuya sentencia fue publicada el 20 septiembre de 2010. 79 Fundamento Jurdico 42. 80 Puntos resolutivos 2 y 3. 81 Publicada el 6 de abril de 2012 C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s Informe ANUAL 2012-2013 108 al Trabajo Decente. Dicha norma establece en el Ttulo VII el aseguramiento en salud y el sistema de pensiones sociales. Asimismo, en setiembre de 2008 se adopt el Decreto Supremo N 008-2007-TR, Reglamento del TUO, el cual en el Ttulo V establece que los trabajadores y conductores de la microempresa sern afiliados al Componente Semisub- sidiado del SIS, con acceso al listado priorizado de intervenciones sanitarias establecido en el Decreto Supremo N 004- 2007-SA y que los trabajadores de la pequea empresa son afiliados regulares del Rgimen Contributivo de ESSALUD. En el contexto de estas normas, resulta positiva la aprobacin de un Rgimen Especial Semicontributivo de Salud y un Sistema Subsidiado de Pensiones Sociales para los tra- bajadores de dichas empresas. No obstante, la Nueva Ley PYME fue dada en el marco de las facultades otorgadas al Ejecutivo con el fin de adecuar el derecho interno para la implementacin del TLC y se utiliz el argumento de la formalizacin de las MYPES para disminuir sustancialmente el goce de los derechos y beneficios laborales de los trabaja- dores, es decir, para producir un resultado contrario al propsito de la medida consignada en el Plan Nacional de Derechos Humanos. La discriminacin (trabajadores de PYMES con menores derechos que los del rgimen comn) es contraria a los compromisos inter- nacionales asumidos por el Per en materia laboral. No se han adoptado medidas especficas respecto a la normativa que se aplica en la agroindustria. La Ley establece en el Art. 29 que la microempresa sujeta al Rgimen Especial Agrario de la Ley N 27360, Ley de Promocin del Sector Agrario, puede optar por acogerse al rgimen laboral especial de salud y pensiones si se trata de trabajadores contratados con posterioridad a la vigencia del Decreto Legislativo N 1086, publicado el 28 de junio del 2008. De otro lado, cabe recalcar la importancia de la Nueva Ley Procesal del Trabajo- Ley N 2749782, la que busca convertirse en un instrumento para la resolucin de conflictos jur- dicos que se originan por las prestaciones de servicios de carcter personal, de naturaleza laboral, formativa, cooperativista o administrativa, estando excluidas las prestaciones de carcter civil, entrando en vigencia de forma progresiva en diferentes distritos judiciales del Per. LA CUESTIN DE LOS REGMENES ESPECIALES EN LAS RELACIONES LABORALES La expedicin de regulaciones especficas en las que las relaciones con el rgimen ge- neral no son nada claras es una fuente de confusin que amenaza la efectividad de los derechos en el trabajo. Hemos visto como: Algunas de las regulaciones especiales declaran la supletoriedad del rgimen labo- ral de la actividad privada. Otras declaran la aplicacin conjunta de la regulacin especial y del rgimen laboral de la actividad privada, y dentro de este grupo incluso encontramos normas que no 82 Publicada el 15 de enero de 2010. C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s DIEZ aos del Informe Final de la CVR 109 siempre solucionan la concurrencia normativa con el principio de norma especial, sino que se establece la aplicacin del principio de norma ms favorable. Existen regulaciones que no declaran nada. En estos casos, a veces la regulacin especial en insuficiente y plantea la necesidad de recurrir a los mtodos de integra- cin. Los problemas no siempre se resuelven de la mejor forma. Pongamos otro caso. La regu- lacin del trabajo del hogar establece la aplicacin concurrente de las reglas especiales y las que regulan el rgimen laboral de la actividad privada. Adems, seala que en caso de regulaciones concurrentes se aplicar la ms favorable al trabajador. Esto significa que: Se aplican las reglas especiales. Se aplican las reglas generales, que son las aplicables al rgimen laboral de la acti- vidad privada. En caso concurrencia de ambas regulaciones se aplica la ms favorable. Bajo este marco, es difcil encontrar la razn de derecho que sustente la no aplicacin de la remuneracin mnima a los trabajadores del hogar. De conformidad con la Constitucin este derecho es de todos los trabajadores e incluso las normas que la reajusta peri- dicamente sealan que alcanza a los trabajadores bajo rgimen laboral de la actividad privada (limitacin que es cuestionable). En la regulacin especial no hay exclusin alguna de este derecho (que tambin resultara cuestionable bajo perspectiva constitucional). REGMENES PROMOCIONALES El establecimiento de diferencias de trato con objetivos promocionales o el derecho des- igual igualatorio es un hecho aceptado y forma parte de la tutela antidiscriminatoria que establece condiciones a cumplir: orientarse a garantizar la igualdad en el goce de los derechos y libertades o acelerar la igualdad real; deben ser de carcter temporal y cesar cuando se hayan alcanzado los objetivos propuestos, lo que implica un monitoreo de su impacto. El surgimiento de diferencias de trato legislativo con objetivos promocionales no es un dato reciente. Ya en 1978 el contrato de exportacin no tradicional plante que la inobservancia del principio de causalidad permitira lograr el objetivo econmico de promover las expor- taciones no tradicionales. Lo que preocupa ahora es la proliferacin de esta idea (Regme- nes Agrario, MYPE y CAS) cuya justificacin u objetivo se asocia ahora a la lucha contra el empleo informal. Ciertamente, parece enteramente legtimo y acorde con el objetivo de lograr la igualdad sustancial, implementar polticas activas que procuren progresivamente el goce de condiciones de empleo dignas. Es ms, tambin es de aceptacin unnime que el impulso y desarrollo de, por ejemplo, las MYPE, requiere de medidas que reviertan el empleo informal. Pero, cuestin distinta y carente de fundamento, es sealar, como lo hace el TC del rgimen laboral agrario, que el combate contra el trabajo no declarado justifica la aplicacin de medidas legislativas de contenido laboral, o que las cuestiones de promocin del empleo puedan recurrir a la rebaja del estndar de proteccin laboral. C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s Informe ANUAL 2012-2013 110 El argumento es el siguiente: dado que el empleo informal (causa) determina la inaplica- cin del estndar de proteccin laboral (consecuencias), rebajar dicho estndar de pro- teccin a travs de una ley especial (causa) revertir el empleo informal y proveer la efectividad del estndar en su plenitud si la reduccin fuese transitoria (consecuencia). Analicemos ms a detalle este enunciado: El enunciado supone que el empleo informal es un gran problema en tanto motiva la inaplicacin del estndar de proteccin laboral. Cree- mos que aqu se acierta. Segn el segundo enunciado, rebajar el estndar de proteccin (solamente o en conjunto con otras medidas) reducir el empleo informal. Este enunciado s es discutible en tanto supone que existe un vnculo causal entre el costo de la proteccin laboral y la decisin de los empleadores de regularizar el empleo. Aqu las objeciones son de distinto calibre: Se garantiza el efecto de la regularizacin del empleo en base a una eleccin del empleador (de raigambre en la teora de la eleccin racional) sin considerar que el empleo informal tiene tambin causas estructurales y obedece tambin a la falta de informacin. No existe evidencia emprica que permita sostener que una poltica con componen- tes legislativos basada en la rebaja del estndar de proteccin laboral haya logrado algn resultado positivo en el objetivo de la formalizacin del empleo, de la lucha contra el desempleo o del fomento de la competitividad. Es pertinente mencionar una sentencia de la Corte Constitucional de Colombia. El artculo 252 del Cdigo Sustantivo del Trabajo de Colombia fue declarado INEXEQUIBLE por la Corte Cons- titucional mediante Sentencia del 16 de febrero de 1995, justamente por afectar el principio de igualdad, esto es porque los ingresos del empresario no son causa para alterar la aplicacin igualitaria de un derecho. Tambin recordar que la Ley Argentina 24467 incluye como factor sustancial de despegue de la MYPE (de hasta 40 traba- jadores) el bono de acceso al crdito bsicamente para acceso a bienes de capital e innovacin tecnolgica, servicios de asesoramiento e informacin y cuando recae en materia laboral no rebaja ningn derecho laboral y se limita nicamente a simpli- ficar la gestin administrativa del personal. De hecho, en nuestro medio, las leyes MYPE y Rgimen Agrario son una muestra de inidoneidad con el objetivo propuesto de lucha contra la informalidad. A octubre de 2007, a cuatro aos de su vigencia, el nmero de empresas registradas era de 30 mil, lo que representaba al 4% de las MYPE con asalariados. Sin duda la inscrip- cin aument desde la reforma del rgimen MYPE (la publicidad se ha incremen- tado considerablemente) y si consideramos la ampliacin del rgimen a empresas de hasta 100 trabajadores y confiamos en el dato del Viceministro de Empleo que seala que a marzo estaban registradas 59 mil empresas, tenemos que esto repre- sentara ahora menos de 4% de las MYPE con asalariados en el Per. Pero incluso a pesar de la reforma ha aumentado el nmero de trabajadores sin contrato. Segn la Encuesta de Hogares del INEI para el ao 2009 el nmero de trabajadores sin contrato en las empresas de entre 1 a 100 trabajadores se sigue incrementando (en un 2,5% con relacin al ao 2008, llegando a 5 millones 200 mil), lo que hace que el porcentaje de trabajadores inscritos en el REMYPE disminuya. Si el nmero de tra- bajadores inscritos desde octubre del ao 2008 llega a los 150 mil, esto representa poco ms de 3% de los trabajadores sin contrato. C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s DIEZ aos del Informe Final de la CVR 111 En el rgimen agrario, en cambio, los resultados evidencian objetivos escondidos, muy distintos a la lucha contra el desempleo y que pueden ser objeto de un nuevo cuestio- namiento en va de inconstitucionalidad. En el ao 2005 el propio Presidente de Essalud sealaba que el 80% de los trabajadores bajo este rgimen laboran en empresas formales de la actividad agroexportadora, el 50% de lo recaudado proviene de diecisiete grandes empresas, sin problemas de informalidad (o que si los tiene no es porque no pueden pa- gar) que gracias a esta ley gozan de un subsidio, que desfinancia el sistema de seguridad social. Un reciente estudio sobre este tema seala que el 26% de las empresas inscritas declaran un solo trabajador, que solo puede ser el propietario de la empresa, lo que con- firma que el rgimen no solo funciona como subsidio sino que adems otorga cobertura a quin no corresponde, manteniendo en situacin de informalidad a los restantes traba- jadores. Adicionalmente a ello, el estudio reporta que aun cuando las grandes empresas slo representan el 6% de empleadores del sector, concentran el 82% de los trabajadores asegurados. Pero, asumamos por un momento que la relacin es correcta y la medida es idnea y razo- nable. Son proporcionales estos regmenes especiales? O, siguiendo con el tema MYPE la pregunta ms especfica sera: es el empleo informal un problema en las empresas de 11 a 100 trabajadores? La respuesta es negativa. Los niveles de trabajo no registrado trabajadores sin contrato alguno- son extremadamente alarmantes slo en empresas con menos de 10 trabajadores, pero las empresas con ms de 10 trabajadores presentan niveles similares y menores de trabajo no registrado. Ello indica que, aunque se piense necesario adoptar medidas como la rebaja del estndar de proteccin para fomentar la formalizacin del empleo, estas medidas deberan circunscribirse al segmento en el que esta situacin es problema. En una empresa de 10, 50, 100 o 200 trabajadores el impacto del trabajo no registrado es similar. Cosa muy similar ocurrira con la proteccin social. Esto quiere decir que la extensin del RLE resultara excesiva en comparacin con el pro- blema que se pretende afrontar, esto es, desproporcionada. Igual de serias son las implicancias de este rgimen en el ejercicio de los derechos sindi- cales. Estos estn ausentes en la regulacin CAS (y ahora con la sentencia del TC dejados a la regulacin por el Poder Ejecutivo, el empleador) y son inefectivos en el rgimen agrario por la alta tasa de temporalidad en la contratacin y en las empresas de menos de dieci- nueve trabajadores en el rgimen MYPE por la imposibilidad de conformar sindicatos de empresa y de negociar a nivel de rama. En balance sobre la cuestin laboral en el Per al cabo de dos aos de administracin del gobierno del Presidente Ollanta Humala, es crtico, pues no logra an implementar las reformas prometidas durante la campaa electoral del ao 2011 en materia laboral en la bsqueda de la consolidacin del empleo decente y de polticas pblicas tendientes a su afirmacin progresiva. El prximo ao, el gobierno se somete a un nuevo examen peridico universal del Comit del Pacto Internacional de los derechos econmicos, sociales y culturales (Comit del Pidesc), donde no tendr avances significativos que mostrar. C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s Informe ANUAL 2012-2013 112 Tomando en cuenta los derechos garantizados por la Convencin sobre los Derechos del Nio (CDN) podemos analizar la situacin de los derechos de los nios y nias en el Per, desde los siguientes ejes: DERECHO A EXPRESAR SU OPININ (ART. 12 DE LA CDN) En el pas faltan espacios dnde se pueda escuchar y tomar en cuenta las opiniones de los nios, nias y adolescentes. Esta problemtica deriva en gran parte de la ausencia de 83 Elaborado por Grupo de Iniciativa Nacional por los Derechos del Nio (GIN). 10. INFORME SOBRE LOS DERECHOS DE LOS NIOS Y NIAS 84 C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s DIEZ aos del Informe Final de la CVR 113 un marco conceptual claro sobre la participacin de los nios, nias y adolescentes con voz propia. Documentos como el Plan Nacional de Accin por la Infancia y Adolescencia y el Cdigo del Nio y del Adolescente no definen claramente los lineamientos para cons- truir programas y proyectos a travs de los cuales las autoridades puedan promover la participacin de nias, nios y adolescentes en las familias, las escuelas y los espacios pblicos. DERECHO A LA IDENTIDAD (ART. 8 DE LA CDN) La situacin de indocumentacin que concierne al 6% de los nios, nias y adolescentes 84
representa una limitacin severa al ejercicio de sus derechos, dificultando su acceso a los servicios pblicos de salud y educacin, as como a los programas sociales orientados a la primera infancia. Asimismo, aumenta el grado de exposicin al riesgo de ser vctimas de delitos como trata, trfico de menores, trfico de rganos, entre otros. A lo largo del ciclo de documentacin, que se inicia con el Certificado de Nacido Vivo y que concluye con la obtencin del Documento Nacional de Identidad, se encuentran va- rias barreras que impiden que las poblaciones ms vulnerables accedan a este importante derecho. Entre otros podemos mencionar la falta de capacitacin de los registradores, los cobros indebidos, la inadecuada coordinacin e interconexin entre el Registro Nacional de Identificacin y Estado Civil (RENIEC) y las municipalidades. Las barreras son an ms difciles de superar para las familias que tienen una lengua materna distinta al espaol, que viven en zonas ms aisladas o agrestes o que estn en situacin de pobreza extrema. DERECHO A LA PROTECCIN DE LOS NIOS, NIAS Y ADOLESCEN- TES PRIVADOS DEL MEDIO FAMILIAR (ART. 20 DE LA CDN) En el Per existen ms de 16 mil nios, nias y adolescentes 85 que han perdido el cuida- do de sus padres y se encuentran institucionalizados en Centros de Atencin Residen- cial (CAR) a cargo del Programa Integral Nacional para el Bienestar Familiar (INABIF), los gobiernos regionales y las sociedades de beneficencia pblica. Este tipo de casos son catalogados como nios, nias y adolescentes que han sufrido abandono por parte de la familia, ocultando de esta manera la obligacin que tiene el Estado de restituir sus de- rechos vulnerados. A pesar de una abundante normatividad en materia de proteccin a los nios, nias y ado- lescentes en situacin o riesgo de abandono, existen varios retos pendientes: la ausencia de una poltica pblica de prevencin con programas contra el descuido y abandono de este grupo etreo por parte de las familias; la falta de articulacin entre los diferentes nive- les del Estado que impide la ejecucin de programas que aseguren el cuidado de nios y nias que necesitan proteccin especial; la debilidad del sistema de recopilacin de datos que no permite conocer de manera integral la problemtica de los nios, nias y adoles- 84 http://reniecdigital.tumblr.com/post/54027539378/onu-otorga-premio-al-reniec-por-documentar-a-ninos-y 85 Estimaciones del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables en el Per a nivel nacional. Informe Defensorialn.153 de la Defensora del Pueblo titulado Nios, nias y adolescentes en abandono: aportes para un nuevo modelo de atencin. C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s Informe ANUAL 2012-2013 114 centes sin cuidados parentales y de los CAR; y para terminar, la ejecucin casi automtica y facilista de medidas de institucionalizacin (centro que sustituye al ncleo familiar) sin buscar medidas alternativas cuando los nios, nias y adolescentes estn en situacin de riesgo, lo que dificulta una adecuada reinsercin familiar y social de los chicos y chicas que pasan por esta situacin. DERECHO A SER PROTEGIDO FRENTE AL ABUSO SEXUAL (ART. 3, 19 Y 39 DE LA CDN) Los recursos tcnicos, materiales y econmicos destinados a la atencin y proteccin de vctimas de abuso sexual son insuficientes. A diciembre de 2011 solo quince distritos judiciales contaban con cmara Gessell y, en todo el pas, solo existe un total de 24 de estas cmaras. Los servicios de medicina legal se concentran en algunas ciudades y el personal no est especializado en atencin de nias, nios y adolescentes vctimas de abuso sexual. Asimismo existen pocas casas de acogida o CAR especializadas para es- tas vctimas. Las comisaras son las nicas instituciones del Estado que estn presentes en casi todo el territorio nacional. Sin embargo, el 86% de comisaras no tiene un horario especial para informar a la poblacin sobre el estado de sus denuncias y el 48% no cuenta con ambientes que garanticen la privacidad. La mayora no tiene movilidad o combustible para trasladarse hasta el lugar de la agresin, por ello los gastos de traslado, en muchos casos, deben ser cubiertos por la familia de la vctima 86 . Esta problemtica se agrava por la inexistencia de un protocolo y sistema de registro nico de atencin y proteccin de los nios, nias y adolescentes vctimas de violencia y por la falta de coordinacin entre los diversos servicios de proteccin. Por tanto, cada institucin que presta servicios en alguno de los campos registra casos sin cruzar informacin con los otros; de ese modo, se tiene informacin dispersa del Ministerio Pblico, de la Polica Nacional del Per y del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables a travs de sus Centros de Emergencia Mujer. DERECHO A SER PROTEGIDO CONTRA TODA FORMA DE MALOS TRA- TOS (ART. 19 Y 28 DE LA CDN) En el Per se sigue practicando el castigo fsico en las familias y, en muchos de los casos, tambin en los colegios, debido a que este mecanismo se mantiene arraigado y legitima- do como una forma de disciplinar a los nios, nias y adolescentes. La forma de castigo ms frecuente que el padre utiliza para reprender o castigar a sus hijos e hijas es la re- primenda verbal (78.5%) y el castigo fsico (31.7%). Segn la Encuesta Demogrfica y de Salud Familiar 87 24% de las mujeres entrevistadas considera que para educar a sus hijos es necesario el castigo fsico. Una de las principales preocupaciones que ha generado la propuesta de modificacin del Cdigo del Nio y Adolescente de la Comisin de Justicia del Congreso en 2012 es 86 Reporte de la segunda supervisin nacional de comisaras realizado por la Defensora del Pueblo, 2010. 87 Encuesta Demogrfica y de Salud Familiar 2011. C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s DIEZ aos del Informe Final de la CVR 115 que no se incluye la prohibicin expresa del castigo fsico y humillante como mecanismo de correccin o disciplina. Tampoco elimina el trmino correccin moderada que figura en el artculo 74 del actual Cdigo de Nios, Nias y Adolescentes. Esta forma jurdica indeterminada legitima el uso de mtodos violentos por parte de los padres, hermanos, familiares, entre otros. Adems no existen estrategias pblicas para prevenir, detectar y derivar los casos de maltrato infantil a los servicios de proteccin; tampoco se ha adecuado la ruta de las de- nuncias para los nios, nias y adolescentes (fortalecer las defensoras escolares y muni- cipales en las ciudades y las defensoras comunitarias a nivel rural). DERECHO A UNA VIDA PLENA DE LOS NIOS, NIAS Y ADOLESCEN- TES CON DISCAPACIDAD (ART. 23 DE LA CDN) Los recursos para la prevencin, deteccin oportuna y atencin integral a los nios, nias y adolescentes con discapacidad son notoriamente insuficientes. El Ministerio de Salud no cuenta con personal capacitado en los niveles de atencin primaria para la deteccin de discapacidades. En todo el pas, solo hay 350 mdicos facultados para certificar la discapacidad, requisito para la inscripcin en el Registro Nacional de la Persona con Dis- capacidad (RNPC). El Plan Nacional de Igualdad de Oportunidades para Personas con Discapacidad 2009- 2018 88 no incluye el paquete de medidas de prevencin de la violencia hacia nios, nias y adolescentes con discapacidad recomendado por el Comit en la Observacin General n9 (recomendacin 43). Los servicios pblicos que atienden casos de violencia no reci- ben orientacin ni cuentan con personal capacitado para atender a vctimas de violencia con discapacidad. La cobertura y calidad de los servicios educativos para nios, nias y adolescentes con discapacidad es dbil. Segn el Informe Defensorial 89 52% de las instituciones educativas de nivel primaria no se encuentran preparadas para recibir a estudiantes con discapaci- dad, por no contar con la infraestructura adecuada. Existen nicamente 381 Centros de Educacin Bsica Especial de gestin pblica que tienen capacidad para la atencin edu- cativa de nios, nias y adolescentes con discapacidades severas o multidiscapacidades; de estos, solo seis (1.3%) 90 se encuentran en zonas rurales. 88 Aprobado por el Decreto Supremo n. 007-2008-MIMDES (23/12/2008). 89 Informe Defensorial n. 155 Los nios y las nias con discapacidad: Alcances y limitaciones en la implementacin de la poltica de edu- cacin inclusiva en instituciones educativas del nivel primaria, 2011. 90 Idem. C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s Informe ANUAL 2012-2013 116 DERECHO AL DISFRUTE DE LA BUENA SALUD (ART. 24 Y 27 DE LA CDN) Entre 2007 y 2011, la desnutricin crnica infantil en el Per disminuy de 28.5% a 19.5% 91 . Sin embargo, este avance no se ha dado de manera homognea; hay lugares como Huan- cavelica con ndices altos de desnutricin, uno de cada dos nios est desnutrido (54%) y dnde la desnutricin es uno de los problemas ms serios de la regin. Otro problema asociado a la desnutricin infantil es la anemia. Tambin es verdad que existen logros en la disminucin de la anemia y que las cifras indican que, entre 2007 y 2011, esta disminuy de 56.8% a un 41.6% 92 en nios y nias de 6 a 36 meses de edad. Actualmente, sin embargo, la anemia an afecta al 62% de los nios y nias entre los 6 y 11 meses de edad que vive en las zonas rurales. En Puno, el porcentaje llega a 74,3%, en Huancavelica 64.3%, en Madre de Dios 59.5 %, en Loreto 57.3% y en Ayacucho 56.2% 93 . Finalmente, se estima que en todo el pas existen 668 mil nios y nias menores de cinco aos que sufren de desnutricin crnica y 743 mil entre los 6 y 36 meses de vida que pa- decen de anemia. Por otro lado, se observan avances en la reduccin de la mortalidad infantil. En 2011 los registros indicaban que el ndice haba cado a 18 por cada mil. Pero, al igual que la des- nutricin y la anemia, la tendencia general a la baja, oculta que se trata de una disminucin no equitativa, porque en los estratos de mayor pobreza, en las zonas rurales y en las po- blaciones nativas continan producindose muchas muertes tempranas por causas que podran evitarse. DERECHO A LA PROTECCIN Y REPARACIN DE LOS NIOS, NIAS Y ADOLESCENTES CONTAMINADOS POR DAOS AL MEDIOAMBIENTE (ART. 24 DE LA CDN) Por lo menos en diez regiones 94 del Per existen nios, nias y adolescentes que presentan metales pesados en la sangre. Segn un informe de 2013 de la Federacin Internacional de Derechos Humanos, La Oroya es una de las zonas ms afectadas por la intoxicacin con Plomo. En esta regin el 97% de los nios y nias entre los seis meses y los seis aos y el 98% entre los siete y doce aos presentan altos niveles de plomo en la sangre. Por su parte, Cerro de Pasco realiza denuncias desde 1996 sobre la contaminacin por plomo y el perjucio en la salud de los nios, nias y adolescentes de la regin. En el marco de la Declaratoria de Emergencia Ambiental de las poblaciones impactadas por la actividad minera en 2012 se desarroll el dosaje de plomo en el distrito de Simn Bolvar, donde se encuentra el centro poblado de Paragsha. En marzo se evalu a 181 personas (169 nios y nias menores de doce aos y doce mujeres gestantes) y en mayo 91 Encuesta Demogrfica y de Salud Familiar 2011. 92 Encuesta Demogrfica y de Salud Familiar 2011. 93 Encuesta Demogrfica y de Salud Familiar (ENDES), 2012. 94 Decisin N 1268 del Parlamento Andino Desintoxicacin de Plomo en la Sangre en la Poblacin Infantil, 21 de junio del 2010. C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s DIEZ aos del Informe Final de la CVR 117 a otras 940 personas (917 nios y nias menores de doce aos y 23 mujeres gestantes). Los resultados se encuentran en las categoras I, II, III y IV. En el Per, un total de 30000 familias se dedican a la minera artesanal. En dos de cada tres familias los nios trabajan de forma ilegal. Su distribucin aproximadamente es como sigue: 14000 familias en Rinconada (Puno), 6000 en Ocoa-Nazca (Ica), 830 en Pataz (La Libertad) y 9500 en Madre de Dios. Del total de las familias detectadas existen 61000 nios y adolescentes que se dedican a la extraccin minera 95 . Segn el estudio Minera aurfera en Madre de Dios y contaminacin con mercurio realizado en 2011 por el Ministerio del Ambiente y el Instituto de Investigaciones de la Amazona Peruana, se estima que la pro- duccin de oro es de18000 kilogramos al ao. El estudio, adems, concluy que por cada kilogramo de oro se utilizaron 2.8 kilogramos de mercurio. DERECHOS SEXUALES Y REPRODUCTIVOS (ART. 24 DE LA CDN) Existe un porcentaje cada vez mayor de embarazo adolescente: el 13.2% de las mujeres entre 15 y 19 aos de edad ya son madres o estn gestando por primera vez. Los mayores porcentajes de madres adolescentes o de adolescentes embarazadas se presentan en mujeres sin ningn grado de educacin (56.7%), en las residentes de la selva (27.5%), en aquellas que se encuentran en el quintil inferior de riqueza (26.1%) y en las que viven en las zonas rurales (21.5%) 96 . Segn informacin reportada por la Mesa para la Lucha contra la Pobreza, a partir de la informacin del Ministerio de Salud, se observa una tendencia al incremento en el por- centaje de muertes maternas en adolescentes entre los 12 y 17 aos de edad (de 4.6% a 9.6%) 97 entre los aos 2010 y 2012. Las principales causas directas de muertes maternas en adolescentes son la hipertensin inducida por el embarazo (41%) y el aborto (29%). Asimismo, la principal causa indirecta de muerte materna en adolescentes es el suicidio (56%) 98 . Por otra parte, existe un acceso limitado de los adolescentes a los servicios de salud se- xual y reproductiva. El artculo 4 de la Ley General de Salud dispone que, para cualquier tratamiento, los y las adolescentes deben ir acompaados por sus padres, madres o tuto- res, lo que vulnera el derecho a la privacidad y confidencialidad. Derechos de los nios, nias y adolescentes con VIH/SIDA (art.23, 24, 25, 26 de la CDN) En el Per existen 1461 nios, nias y adolescentes que viven con SIDA; de este total, el 50% tiene menos de 15 aos 99 . Mediante el Decreto Supremo 003-2002-SA, referente a las prestaciones del Seguro Inte- gral de Salud (SIS), el Estado asumi la responsabilidad de dar tratamiento antirretroviral 95 El Peruano 10/10/13 96 Encuesta Demogrfica y de Salud Familiar 2013. Pginas (105-107). 97 Para el ao 2012. el Ministerio de Salud report 41 casos de muertes maternas en adolescentes entre 12 y 17 aos. 98 Mesa de Lucha contra la Pobreza. Programa Presupuestal Salud Materna Neonatal (SMN). Reporte de Seguimiento Concertado: Ba- lance de ejecucin mayo, 2012 (p. 4). 99 Situacin epidemiolgica mensual. Noviembre, 2012. Direccin General de Epidemiologa del Ministerio de Salud. http:www.dge.gob.pe/ vigilancia/vih/Boletin_2012/noviembre.pdf C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s Informe ANUAL 2012-2013 118 de gran actividad (TARGA) a las personas infectadas con VIH/SIDA, entre las cuales se incluyen a nios y nias de 0 a 17 aos. La norma tcnica MINSA/DGSP V.01 del ao 2009 seala que los establecimientos de salud son los responsables de la adquisicin y provi- sin de este tratamiento; sin embargo, se enfrenta el problema del constante desabasteci- miento de medicinas para el TARGA. La interrupcin del TARGA aumenta el riesgo de que los nios, nias y adolescentes padezcan infecciones oportunistas y mueran. DERECHOS DE LOS NIOS, NIAS Y ADOLESCENTES CON TUBER- CULOSIS (ART. 6 Y 24 DE LA CDN) Segn la OMS, en el 2010 se notificaron 33 mil casos de tuberculosis (TB) en el Per, concentrndose el 60% en Lima Metropolitana y en el Callao. En estas mismas regiones se presenta, adems, el 83% de casos de tuberculosis multidrogorresistente (TBMDR) y el 90% en la forma de TB extremadamente resistente 100 . En cuanto al primer tipo, el nmero de casos en el Per se considera sumamente alto (2190) 101 . Los nios, nias y adolescentes representan el 10% de las personas que siguen tratamien- to por esta afeccin; el 80% se encuentra entre los diez y los diecinueve aos. El efecto sobre el desarrollo social y psicolgico por sufrir TB a esta edad es sumamente doloroso y genera exclusin social. Adems, el problema es ms complejo debido a la comorbilidad entre la TB, el VIH/SIDA y la TBMDR. La cadena de atencin es problemtica. Se puede destacar, sobre todo, la demora en la entrega de los resultados de los anlisis y en la provisin del tratamiento, la inexistencia de medicamentos dosificados para nios, nias y adolescentes y la falta de especialistas en tuberculosis infantil. DERECHOS DE LOS NIOS, NIAS Y ADOLESCENTES CON POLIO POST-VACUNAL (ART. 6 Y 24 DE LA CDN) A septiembre de 2013 suman ocho los casos de nios y nias afectados como conse- cuencia de la aplicacin de la vacuna oral contra la polio en centros de salud pblicos. El ltimo caso, pese a todas las evidencias diagnsticas, todava no ha sido reconocido por el Ministerio de Salud, an no recibe rehabilitacin y no fue incluido con el grupo de los siete nios afectados con polio post-vacunal para recibir su plan de atencin integral en salud y la reparacin econmica entregada a los padres de estos menores. 100 Reporte de Supervisin a la Estrategia Sanitaria de Prevencin y Control de la Tuberculosis en 43 Establecimientos del Ministerio de Salud en Lima, Callao e lca. Agosto, 2012. Defensora del Pueblo. 101 Tuberculosis. Organizacin Panamericana de la Salud, Per. C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s DIEZ aos del Informe Final de la CVR 119 DERECHO A LA EDUCACIN (ART. 28, 29, 30 Y 31 DE LA CDN) En el nivel primario se alcanzan altos niveles de cobertura (94%) 102 pero se observa una brecha de acceso en las reas rurales en el nivel inicial y secundario. En el rea rural, la tasa de matrcula para el nivel inicial es de 61.2% y en el rea urbana es de 77.0%; en se- cundaria, los porcentajes son del 70.5% y 84.8% respectivamente 103 . Por otra parte, en cuanto a la desercin escolar se mantiene la brecha urbano-rural. Mien- tras en el rea rural la tasa de desercin escolar en el nivel primario es de 1.7%, en el rea urbana esta alcanz 1.1%. En secundaria, la desercin escolar en el medio rural es de 9.5% y en el espacio urbano de 8.4% 104 . Existen tambin brechas en el acceso a la educacin de la poblacin con lengua materna indgena. La mayora de los nios, nias y adolescentes indgenas no recibe una educa- cin intercultural bilinge a pesar de las polticas educativas establecidas en el marco jur- dico del Per. En el 2011 la cobertura de la Educacin Intercultural Bilinge (EIB), que solo atiende el nivel Primario, era de apenas 12% y no ha tenido mayor incremento en el 2012. Asimismo, en dicho ao se hizo un registro de escuelas que deberan ser EIB en el pas y el nmero fue de 18217; sin embargo, no se tiene informacin actualizada sobre cuntas realmente ofrecen EIB ni cuntos docentes se requieren para hacerlo 105 . Lo ms preocu- pante es la baja calidad de la educacin de los nios y nias indgenas. En el 2011, poco ms del 75% de los nios y nias quechuas y aimaras y ms del 98% de los nios y nias indgenas amaznicos, como los aguaruna y shipibo no logra el nivel 2 de comprensin lectora en castellano como segunda lengua 106 . DERECHO A LA PROTECCIN CONTRA EL TRABAJO INFANTIL (ART. 32 A 36 DE LA CDN) La Poblacin Econmicamente Activa incluye a 1 952 000 menores de edad 107 . Esto equi- vale al 26.7% del total de nios, nias y adolescentes del Per. El 47.7% de todos estos menores tiene entre seis y trece aos, es decir, trabaja por debajo de la edad mnima de admisin al empleo y, en muchos casos, en condiciones de riesgo y maltrato. A pesar de que la legislacin nacional prev la figura del Registro Nacional (adolescentes que traba- jan independientemente en los gobiernos locales y trabajo adolescente dependiente en el Ministerio de Trabajo) an no se ha logrado que los adolescentes trabajadores sean inscritos. Esto se debe a que los registros son incipientes y, prcticamente, recin se estn institucionalizando en cinco gobiernos locales, lo que aumenta su desproteccin y desconocimiento. En el caso del registro del Ministerio de Trabajo que tiene varios aos de gestin, el registro de adolescentes es mnimo. Si bien se ha establecido la lista de trabajos peligrosos para adolescentes, no se cuenta con un mecanismo para implementar esta disposicin. 102 Escale 2005-2011, MINEDU. 103 Escale 2005- 2011, MINEDU. 104 Encuesta Nacional de Hogares 2011. 105 Fuente: http://www.digeibir.gob.pe/registro-nacional-eib. 106 Fuente: MINEDU, UMC, ECE 2010, 2011. 107 Encuesta Nacional de Hogares 2011. C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s Informe ANUAL 2012-2013 120 DERECHO A LA PROTECCIN CONTRA LA EXPLOTACIN SEXUAL IN- FANTIL Y LA TRATA DE PERSONAS (ART. 34, 35 Y 39 DE LA CDN) El Sistema de Registro y Estadsticas del Delito de Trata de Personas de la Polica Nacio- nal del Per (RETA-PNP) registr entre 2010 y 2012 un total de 1808 vctimas; 25% de los casos eran menores de edad y el 94% eran mujeres. La mayora de casos tuvieron fines de explotacin sexual seguida de explotacin laboral. Se enfrentan varias dificultades con relacin a la trata de personas: la inadecuada implementacin de la Ley n 28950 contra la trata de personas 108 y su reglamento (DS 007-2008-IN); la falta de recursos financieros y tcnicos de los sectores para la implementacin del Plan Nacional de Accin contra la Trata 2011-2016 y la ineficacia para combatir la corrupcin que envuelve el desarrollo de este delito 109 . En cuanto a la explotacin sexual infantil, el Estado no ha asumido su rol protector, lo cual se expresa en los escasos y limitados servicios de prevencin, atencin, proteccin y reinsercin de las vctimas. La normativa, si bien ha evolucionado, no permite una ade- cuada implementacin de la asistencia y proteccin de las vctimas de explotacin sexual (menores de edad) y de la penalizacin de la demanda. Asimismo, no se puede estimar la magnitud de esta problemtica porque no existe un sistema de registro nico en manos de un solo rgano pblico. DERECHOS DE LOS ADOLESCENTES EN CONFLICTO CON LA LEY (ART. 37 Y 40 DE LA CDN) La principal preocupacin en el tema de administracin de justicia para adolescentes en conflicto con la ley penal se refiere a la eficacia en la utilizacin de medidas privativas de libertad para casos que podran manejarse de otra manera 110 , tal como lo establecen las observaciones finales del Comit de los Derechos del Nio al Estado Peruano en el ao 2006, especficamente en la observacin n. 72, a, b y c relativas a la creacin de tribunales especializados para adolescentes en conflicto con la ley penal en todo el pas, la creacin de un sistema funcional de medidas socioeducativas y de remisiones fiscales que permi- tan recurrir a la privacin de libertad solo como ltimo recurso y por el perodo ms breve que se estime adecuado, as como el mejoramiento de las condiciones de detencin de los menores de dieciocho aos. As tambin se manifiesta una importante preocupacin por la inadecuada intervencin policial con adolescentes en conflicto con la ley penal y la carencia de una defensa pblica efectiva que garantice el respeto a sus derechos en las distintas etapas del proceso fiscal y judicial, lo cual genera altos riesgos de maltrato, abuso y corrupcin. Del mismo modo, preocupa la persistencia de iniciativas de ley para rebajar la edad penal genrica y dar tratamiento penal de adultos en casos de infracciones graves. 108 Informe Defensorial n 158 La trata de personas en agravio de nios, nias y adolescentes. Defensora del Pueblo, 2012. 109 Capital humano y social alternativo. Informe Per, 2012. 110 La proporcin de adolescentes en conflicto con la ley penal en medio cerrado en el ao 2010 era de 63.06%, contra 36.94% en medio abierto, agravando las condiciones de los centros de detencin, y a la vez representando un costo alto para la sociedad y el Estado. C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s DIEZ aos del Informe Final de la CVR 121 DERECHOS DE LOS NIOS, NIAS Y ADOLESCENTES AFECTADOS POR EL NARCOTRFICO (ART. 39 DE LA CDN) El 90% de los nios, nias y adolescentes que viven en las zonas cocaleras estn dedica- dos al cultivo de la coca, ya que sus familias, en su mayora, desplazadas por la violencia poltica o la pobreza, y/o pobreza extrema, viven de este cultivo por ser el ms rentable. El trabajo en los campos de coca se hace en condiciones deplorables que vulneran su de- recho a la salud (manipulacin de objetos punzocortantes, exposicin a productos agro- qumicos altamente txicos etc.) y su derecho a la educacin (los nios, nias y adoles- centes tienen bajo rendimiento en la escuela y comnmente la abandonan por dedicarse al trabajo en los cocales). C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s Informe ANUAL 2012-2013 122 El balance que hacen los pueblos indgenas sobre el desempeo del gobierno de Ollanta Humala Tasso respecto a sus obligaciones con los derechos de los pueblos indgenas es de preocupacin y desilusin ante las expectativas que el Presidente de la Repblica haba despertado con sus promesas de una gran transformacin. Sin embargo, Humala mantiene la poltica econmica de su antecesor Alan Garca, ha priorizado la inversin en industrias extractivas como principal actividad econmica, lo que conlleva atropellos a los derechos individuales y colectivos de los pueblos originarios y la criminalizacin de sus protestas bajo el supuesto de priorizar un inters nacional que excluye a las comu- nidades indgenas. De este modo, la conflictividad social en el pas se mantiene elevada y coincidentemente sucede en las regiones que tienen mayor nmero de concesiones y actividades econmicas extractivas. 111 El presente informe se basa en gran parte en el Informe Alternativo 2013 sobre el cumplimiento del Convenio 169 de la Organizacin In- ternacional del Trabajo (OIT) que elaboran cada ao las organizaciones indgenas del Pacto de Unidad con el apoyo del Grupo de Trabajo sobre Pueblos Indgenas de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos. Ver: http://www.dar.org.pe/archivos/publicacion/115_Informe_Alternativo_2013.pdf 11. SITUACIN DE LOS PUEBLOS INDGENAS 112 C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s DIEZ aos del Informe Final de la CVR 123 TERRITORIOS Y RECURSOS NATURALES El incremento de las concesiones mineras ha venido aumentando en todo el territorio na- cional, causando una fuerte presin sobre el uso de los territorios que usufructan y com- pitiendo con las comunidades campesinas y nativas por el uso de los recursos naturales como el agua. Las concesiones alcanzan 26 millones 752220 hectreas de terrenos lo que representa un 21.02% del territorio nacional. En el Per las concesiones son otorgadas sin que medie consulta previa a las poblaciones afectadas por su dacin y sin ninguna evaluacin previa respecto al territorio. Tampoco se informa previamente a la poblacin asentada en el territorio entregado en concesin ni a las autoridades locales encargadas de la gestin del territorio de dicha concesin. La superposicin de las concesiones sobre tierras de comunidades campesinas y comu- nidades amaznicas evidencia que el 48.6% de los territorios de las comunidades campe- sinas estn dentro de las concesiones mineras siendo esta la raz de la conflictividad entre empresas y comunidades. La presin sobre el territorio comunal se expresa en los procesos de compra de tierras, muchas veces en condiciones de asimetra en la informacin que reciben los pueblos afectados, lo que originan acuerdos injustos e inequitativos entre las partes dejando una sensacin de insatisfaccin y confrontacin. Esto ocurre mientras que no existe un avance efectivo en la titulacin de tierras comuna- les, vulnerndose el derecho al territorio. Peor an, se debilita el rgimen de proteccin de la propiedad de las tierras de las comunidades, debido a la ausencia de un ente rector o autoridad especializada en materia de titulacin de tierras, tal como lo ha observado la Defensora del Pueblo 112 . Sobre las 6069 comunidades campesinas y 1469 comunidades nativas reconocidas por el Organismo de Formalizacin de la Propiedad Informal (COFOPRI) un 16% an no cuenta con ttulo de propiedad. Entre 2006 y 2010 solo se otorgaron diecinueve nuevos ttulos a comunidades nativas y 23 ampliaciones territoriales. Desde el 2010, cuando se transfirie- ron las competencias de COFOPRI a los gobiernos regionales no se ha entregado ni un solo ttulo a las comunidades amaznicas y solo cuatro a comunidades campesinas. La falta de proteccin a los derechos territoriales indgenas se agrava cuando el Estado, de forma agresiva, contina otorgando derechos de aprovechamiento a terceros sobre los recursos naturales ubicados en territorios indgenas titulados y no titulados. Entre estos derechos se encuentran las servidumbres de ocupacin gratuita, como las entregadas a la empresa Pluspetrol en predios ubicados en la regin Loreto 113 . 112 Defensora del Pueblo, nota de prensa N 19/OCII/DP/2013. 113 Ver resoluciones supremas 060-2006-EM y 061-2006-EM emitidas por la Direccin General de Hidrocarburos del Ministerio de Energa y Minas. C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s Informe ANUAL 2012-2013 124 INSTITUCIONALIDAD La inestabilidad de una institucionalidad pblica para pueblos indgenas es una caracte- rstica del Estado peruano que ha visto surgir numerosas entidades que luego han sido desmanteladas. Con el nuevo gobierno de Ollanta Humala las funciones del Instituto Na- cional de Desarrollo de Pueblos Andinos, Amaznicos y Afroperuano (INDEPA) fueron ab- sorbidas parcialmente por el Viceministerio de Interculturalidad, adscrito al Ministerio de Cultura. Este viceministerio es la autoridad estatal en materia de pueblos indgenas pero una de las debilidades de este modelo institucional es que carece de espacios formales de dilogo y participacin para los pueblos indgenas. Un Grupo de Trabajo sobre Institucionalidad Pblica en materia de Pueblos Indgenas con- cluy en abril de 2013 con el consenso de una institucionalidad estatal con las siguientes caractersticas: a. Esta autoridad deben ejercer la rectora intra e intergubernamental de las polticas indgenas. b. En esta se debe incluir la participacin efectiva de representantes de los pueblos a travs de un mecanismo permanente de evaluacin y propuesta. c. Debe contar con rganos desconcentrados a nivel nacional. d. Deber tener acceso al ms alto nivel dentro de la jerarqua del Poder Ejecutivo, a fin de incluir eficazmente en las decisiones gubernamentales. Segn la nota de prensa del Viceministerio de Interculturalidad el informe final fue entre- gado al ministro de Cultura el 18 de julio en una ceremonia interna, pero el documento no ha sido publicado en el portal de la entidad, tal como las actas de las reuniones del grupo de trabajo. Cabe mencionar que mientras el grupo de trabajo sostuvo ocho reuniones en un lapso de 120 das, a espaldas de este grupo se efectuaba el rediseo del sector Cultura, el cual se aprueba mediante el DS 005-2013-MC, publicado el 20 de junio de 2013, en el cual se reforma el Viceministerio de Interculturalidad cambiando a sus direcciones generales y creando nuevas direcciones en cada una de ellas. Por su parte, las organizaciones in- dgenas concluyeron en proponer la creacin de un Ministerio de Pueblos Indgenas u Originarios como institucin del Poder Ejecutivo del ms alto nivel. DERECHO A LA CONSULTA PREVIA La principal crtica y cuestionamiento es la falta de voluntad poltica para impulsar los procesos de consulta previa, con diversos pretextos. Por un lado, la consulta de manera desconcentrada est a cargo de los mismos sectores pblicos encargados de promover las medidas a ser consultadas, lo cual es un contrasentido. Esto es mucho ms obvio tra- tndose del sector de Energa y Minas, ms interesado en destrabar los obstculos para la inversin privada que en tutelar el cumplimiento efectivo de este derecho. Uno de los temas crticos es la Directiva 03-2012/MC que regula el funcionamiento de la Base de Datos Oficial de pueblos indgenas y originarios, que impone un criterio restrictivo C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s DIEZ aos del Informe Final de la CVR 125 para la identificacin de los pueblos y comunidades como sujetos del derecho de con- sulta, y que ha venido cobrando mayor importancia en el discurso oficial. Se trata de dos elementos objetivos: lengua indgena y tierras comunales, los que deben concurrir para evidenciar la continuidad histrica de un pueblo indgena. A esto se suma el afn por desconocer a las comunidades campesinas de la costa y los andes como pueblos indgenas. As se han expresado diversos voceros del gobierno. Incluso el primer ministro Juan Jimnez Mayor, quien el 19 de abril mencion que catorce proyectos mineros no estarn sujetos a consulta previa y que se pensaba destrabarlos de este proceso. Ollanta Humala, Presidente de la Repblica declar en una entrevista televisada el 28 de abril de 2013 que la consulta previa se dirigir fundamentalmente a poblaciones amazni- cas y no contactadas, evidenciando un grave desconocimiento de la situacin de dichas poblaciones. Peor an, desconoci pblicamente la identidad indgena de las comunida- des campesinas andinas y costeas al sealar, errneamente, que fueron creadas por la Reforma Agraria. Otra limitacin es la visin restrictiva acerca de los sujetos de consulta contenida en la Gua Metodolgica publicada el 2 de abril de 2013. Adems de no haber sido consultada a los pueblos indgenas, la mencionada gua no precisa la nocin de afectacin directa, no define con claridad todos los casos en los que el consentimiento es obligatorio, tampoco los momentos en que debe aplicarse la consulta, dejando que sean los sectores los que lo determinen. De otro lado, las organizaciones indgenas mantienen su exigencia de mo- dificar siete artculos de la Ley 29785 y su Reglamento para establecer un estndar inferior al contenido en el Convenio 169 de la OIT. CRIMINALIZACIN La poltica de criminalizacin de la protesta social emprendida por el pasado gobierno aprista se ha venido acentuando con el gobierno de Ollanta Humala, que agrede de forma constante y sistemtica a lderes y lideresas indgenas defensores de sus derechos co- lectivos a la vida y al territorio. El Estado y los grupos de poder siguen presentando a los dirigentes comunales como violentos, irracionales y opositores al desarrollo, para intentar legitimar una poltica de criminalizacin mediante el uso extremo de la fuerza pblica, la persecucin penal de dirigentes y la militarizacin de territorios indgenas. De otro lado, prosigue la coercin mediante el uso abusivo de la fuerza con empleo de armas letales, incluso armas de guerra como prctica recurrente. Esto ha derivado en 29 civiles fallecidos como resultado de la intervencin de las fuerzas del orden en situaciones de protesta social o en protestas relacionadas con la vulneracin de los derechos de los pueblos indgenas. El 86% de las muertes fueron por proyectil de arma de fuego, el 10% fueron menores de edad y el 45% indgenas. Un fenmeno preocupante es la creciente intervencin de las Fuerzas Armadas (FFAA) en operaciones de control interno. Hasta el mes de julio fueron aprobadas ocho habilitacio- C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s Informe ANUAL 2012-2013 126 nes para que las FFAA interviniesen en situaciones de conflictividad social y cinco de estas habilitaciones se dieron en situaciones que fueron declaradas de emergencia. La poltica de criminalizacin del actual gobierno se expresa al convertir el derecho de libre expresin y protesta en delito mediante denuncias preventivas; al interpretar de ma- nera extensiva e ilegal las normas penales para encarcelar dirigentes mediante procesos infundados; al determinar la amenaza de imponer penas de 25 aos a cadena perpetua; al aplicar la figura de presunta instigacin o autora mediata a los dirigentes, convirtiendo as el ejercicio de un derecho en un delito y permitiendo la grosera vulneracin del debido proceso de parte de la polica durante su intervencin en materia penal, como son los traslados arbitrarios de jurisdiccin y los mltiples procesos por los mismos hechos. Por ejemplo, en el contexto de las protestas contra el proyecto Conga existen actualmente 73 procesos en curso contra 303 defensores. Mencin aparte merece el caso injusto, inhumano e ilegal de tres personas indgenas pri- vadas de libertad desde el ao 2009 por los sucesos de Bagua: Feliciano Cahuasa, Asterio Pujupat y Danny Lpez, para los cuales se ha solicitado libertad inmediata o arresto en su propia comunidad. PUEBLOS EN AISLAMIENTO Y EN CONTACTO INICIAL (PIACI) Los pueblos indgenas en aislamiento y contacto inicial (PIACI) estn considerados entre los grupos poblacionales en estado de mayor vulnerabilidad debido a su carencia de de- fensas para combatir enfermedades virales e infecciosas, comunes y curables en nuestro medio. En la dcada de 1980 se registr la muerte de casi la mitad de la poblacin Nahua debido al contacto con trabajadores de la empresa Shell que exploraban la zona de Cami- sea. Ello llev a que el Estado creara en 1990 la Reserva Territorial Kugapakori Nahua Nanti y otros (RTKNN) como reserva del Estado. Sin embargo, el nuevo marco legal sobre PIACI expresado en la Ley 28736 del ao 2006 y su reglamento aprobado en 2007 establecen adecuar las reservas territoriales existentes a las reservas indgenas, lo que determina un rgimen ms dbil de proteccin porque permite actividades extractivas en su interior, si estas son declaradas de inters nacional y se aprueba el estudio de impacto ambiental (EIA). Luego que se afectara un rea de la RTKNN para el proyecto Camisea en el ao 2003, se promulg el DS 028-2003-AG que prohibi el otorgamiento de nuevos derechos que impliquen el aprovechamiento de recursos naturales. Una preocupacin de las organi- zaciones indgenas es que se debilite esta prohibicin cuando se realice la adecuacin, ms an si existen grandes presiones del Estado por ampliar las actividades del proyecto Camisea en el Lote 88 y que se superpone a otra rea de la reserva, actividad que est a cargo de un consorcio liderado por la empresa Pluspetrol. La peticin es que el estndar de proteccin alcanzado por la RTKNN debe ampliarse a las dems reservas existentes y a las pendientes de creacin. Lo cierto es que el Estado peruano no ha brindado una proteccin efectiva a las poblacio- nes vulnerables que habitan en la reserva, habindose denunciado casos de infecciones diarreicas agudas en la poblacin Nanti que habita en el rea de expansin del proyecto C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s DIEZ aos del Informe Final de la CVR 127 Camisea. El Plan de proteccin de la RTKNN fue abandonado hace aos y existen infor- mes del propio Estado que advierten del grave dao y riesgo que conllevan dichas activi- dades. Un comunicado suscrito por organizaciones indgenas y de la sociedad civil, tanto del Per como el extranjero suscrito en octubre de 2013 114 , exige que el Estado priorice las polticas transectoriales, especiales para los Pueblos Indgenas en Aislamiento Voluntario y en Contacto Inicial, garantizando la vida y la salud como bienes supremos; estas polticas deben materializarse urgentemente con la implementacin de mecanismos e instrumentos concretos y diferenciados para los Pueblos Indgenas en Aislamiento Voluntario y para los Pueblos Indgenas en Contacto Inicial, considerando que estos ltimos han decidido relacionarse con la sociedad occidental. Asimismo, emplazaron al Estado a implementar protocolos de proteccin estricta para los Pueblos Indgenas en Aislamiento Voluntario, implementar protocolos de proteccin y relacionamiento con los Pueblos Indgenas en Contacto Inicial, analizando a profundidad las consecuencias culturales de este proceso, y garantizando un adecuado relacionamiento e interaccin con la sociedad occidental. SOBERANA ALIMENTARIA Un tema de preocupacin de los pueblos y comunidades indgenas del Per concierne a la ausencia de polticas pblicas que impulsen o mejoren la agricultura familiar. Ms del 70% de los alimentos de los que dispone el pas es producido por los pequeos agricul- tores y no menos de 6.7 millones de mujeres trabajan en labores de cultivo y cosecha. Sin embargo, es poco lo que se hace a favor de este sector poblacional, estando pendiente de agenda en el Congreso de la Repblica la aprobacin del dictamen de la dictamen de la Ley de Soberana y Seguridad Alimentaria y Nutricional, una exigencia de la Alianza de Organizaciones Agrarias (AOA). EDUCACIN INTERCULTURAL BILINGE Y SALUD INTERCULTURAL A pesar de los esfuerzos desplegados por la actual gestin de la Direccin General de Educacin Bilinge y Rural (DIGEIBIR) an subsisten carencias estructurales en la apli- cacin de las polticas priorizadas para atender a la niez indgena: la falta de maestros nombrados y contratados con formacin en Educacin Intercultural Bilinge (EIB) que hablen y utilicen en el aula la lengua de los alumnos; la incorporacin, en el currculo, de los saberes y aspiraciones de los pueblos y comunidades; aadido a una incapacidad del sistema educativo para garantizar el derecho al acceso, permanencia y el logro de los aprendizajes de los estudiantes indgenas; as como la vigilancia y fiscalizacin del sector. En el Informe Anual de la Defensora del Pueblo 115 se resaltan algunos avances del sector en la implementacin de la poltica EIB, aun cuando estas acciones todava no se ex- presen en una educacin de calidad para los pueblos indgenas. Se requiere que estos 114 Ver: http://servindi.org/actualidad/95136 115 Dcimo sexto Informe Anual de la Defensora del Pueblo, enero-diciembre 2012. En: http://www.defensoria.gob.pe/modules/Downloads/ informes/anuales/Decimosexto-Informe-Anual.pdf C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s Informe ANUAL 2012-2013 128 esfuerzos sean permanentes y sistemticos, en particular para garantizar la incorporacin de cerca de un tercio de nios y nias de zonas rurales, entre tres y cinco aos de edad que se encuentran fuera del sistema educativo, y de ms del 10% de adolescentes que deberan cursar la secundaria. Una seria y grave amenaza al proceso de mejora fue la intencin del Ministerio de Educa- cin de disolver la DIGEIBIR, a finales del ao 2013, la que -segn el nuevo organigrama del sector Educacin- pasara a formar parte de una divisin menor adscrita a la Direccin General de Equidad que acogera a las reas de Educacin Especial, Alternativa, Tutora y, a partir de ahora, la Educacin Intercultural Bilinge, la cual en adelante solo trabajara las lenguas pendientes de normalizacin y aquellas que no cuentan con materiales edu- cativos. SALUD A la ausencia de avances para garantizar el acceso a los servicios de salud de la poblacin indgena, se agrega la escasa informacin actualizada y disponible que permita identificar las necesidades de salud de cada pueblo. Una deficiencia importante es la falta de ac- tualizacin de los Anlisis de la Situacin de Salud (ASIS) por el personal de cada regin, lo que impide contar con diagnsticos actuales sobre la salud de los diferentes pueblos. Por otro lado, el Estado no cumple con atender adecuadamente a las comunidades en materia de salud y es evidente la ausencia de polticas pblicas que incorporen el conoci- miento de los pueblos indgenas, como la medicina ancestral o la falta de establecimientos de salud, equipos, medicamentos, insumos y personal tcnico en zonas alejadas, y la falta de un seguro integral que cubra a los pobladores indgenas. La desnutricin infantil es una de las principales afecciones que aquejan a los pueblos indgenas y la mortalidad materna se mantiene en niveles altos, por encima del promedio nacional. La carencia de establecimientos de salud es una situacin recurrente. En 2007 el II Censo de Comunidades Indgenas de la Amazona Peruana report que en solo el 40,99% de las comunidades amaznicas dispona de establecimientos de salud. Un in- forme de la Defensora del Pueblo de junio de 2013 corrobora que el sistema de atencin sanitaria no cuenta con los recursos humanos suficientes para afrontar con efectividad, calidad y equidad los principales desafos de salud del pas116. La Estrategia Sanitaria Nacional Salud de los Pueblos Indgenas (ESNSPI) creada en el ao 2004 y cuya coordinacin est a cargo del Centro Nacional de Salud Intercultural (CENSI) se vio afectada a raz de una resolucin ministerial del 2012, que dispuso la creacin de mecanismos para darle estructura a la ESNSPI y en la prctica elimin a su Comit Tcni- co Permanente y a su Comit Consultivo, lo que ha resultado un obstculo para que estos se vuelvan a reunir y coordinar. Actualmente, el CENSI lleva en consulta una propuesta de Poltica Nacional de Salud Intercultural que debi realizarse en 2011. 116 Defensora del Pueblo (2013). Camino al aseguramiento universal en salud, resultados de la supervisin nacional a hospitales. Lima: Defensora del Pueblo. En: http://www.defensoria.gob.pe/modules/Downloads/informes/defensoriales/informe-161-pdf C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s DIEZ aos del Informe Final de la CVR 129 El ao 2013 transcurri sin cambios trascendentales positivos para las mujeres en materia del reconocimiento de sus derechos humanos. Salvo la sentencia emitida por el Tribunal Constitucional que despenaliza las relaciones sexuales voluntarias con y entre adoles- centes, as como la creacin de un tipo penal de feminicidio autnomo, no se avanz en el reconocimiento de sus derechos o la implementacin de polticas pblicas a su favor. Por el contrario, vivimos un escenario de posibles retrocesos en materia de derechos se- xuales y reproductivos liderados por congresistas conservadores, los que desconociendo el marco nacional e internacional de derechos humanos pretenden eliminar la obligacin 117 Elaborado por Jeannette Llaja, directora de DEMUS, Estudio para la Defensa de los Derechos de la Mujer. El informe se hizo con la asis- tencia de Sara Ramrez Subillaga. 12. BALANCE DE LOS DERECHOS HUMANOS DE LAS MUJERES 118 C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s Informe ANUAL 2012-2013 130 estatal de brindar educacin sexual a adolescentes 118 o incluso poner en riesgo la vigencia del aborto teraputico, legal en el Per desde el ao 1924. En ese marco es importante evidenciar que frente al discurso comprometido por los de- rechos de las mujeres que lidera el gobierno, el que adems ha designado un gabinete casi paritario, lo cierto es que no se han iniciado cambios estructurales que podran hacer previsible un cambio en el futuro cercano 119 . Muestra de ello es la pobre asignacin presu- puestal del Estado a la lucha contra la violencia hacia la mujer por parte del Poder Ejecuti- vo 120 , la demorada aprobacin del Plan Multisectorial para la Prevencin del Embarazo en Adolescentes 121 o la resistencia a aprobar el Protocolo de Aborto Teraputico. A continuacin abordaremos algunos temas especficos de especial preocupacin, los que adems fueron recogidos por el Comit de Derechos Humanos de las Naciones Uni- das en sus Observaciones finales sobre el quinto informe peridico del Per, en marzo de este ao 122 . VIOLENCIA SEXUAL EN EL CONFLICTO ARMADO INTERNO El Estado parte debera redoblar sus esfuerzos para garantizar que las violaciones graves de los derechos humanos, perpetradas durante el conflicto armado entre 1980 y 2000, incluidos los relativos a la violencia sexual, no queden impunes. Comit de Derechos Humanos al Estado peruano, marzo 2013. "El Estado parte debera redoblar sus esfuerzos para garantizar que todas las vctimas del conflicto armado entre 1980 y 2000, incluyendo todas las vctimas de la tortura y de abuso sexual, reciban una reparacin". Comit de Derechos Humanos al Estado peruano, marzo 2013. Las mujeres que han sido violentadas sexualmente durante el conflicto armado interno vivido por el Per siguen esperando justicia y reparacin. Hasta el momento nadie ha sido sancionado y existen aproximadamente diecinueve casos tramitndose en el sistema de justicia, la mayora en el Ministerio Pblico 123 . Asimismo, hasta el mes de octubre de este ao, el Consejo de Reparaciones ya haba acreditado a 3282 vctimas de violacin sexual y 1274 vctimas de otras formas de violen- 118 El Congreso, a travs de la Comisin de Justicia y Derechos Humanos as como en la Comisin de la Mujer y la Familia, abord el Pro- yecto de Ley del Nuevo Cdigo de los nios, nias y adolescentes (Proyecto de Ley 495/2011-CR) y en ese marco propone que los padres o tutores sean los responsables de orientar la educacin sexual de sus hijos o adolescentes, dejando al Estado en una funcin supletoria. La propuesta que inicialmente adoptada por la Comisin de la Mujer y la Familia seala que la funcin del Estado se restringe a brindar asistencia a los padres o tutores para que cumplan esta funcin. 119 Algunos ejemplos del discurso de compromiso del gobierno con los derechos de las mujeres son la organizacin de la visita de Michele Bachelet como Directora de ONU Mujeres y Hillary Clinton en el mes de octubre del ao 2012, o el evento organizado por el Ministerio de la Mujer para conmemorar el 25 de noviembre en este ao, donde se congregaron ministras, congresistas e incluso la primera dama. 120 Un anlisis realizado por DEMUS evidenci que el Programa Nacional contra la Violencia Familiar y Sexual, a cargo de los Centros de Emergencia Mujer (CEMs), solo accede al 0.07% del presupuesto del Poder Ejecutivo. 121 Si bien el Plan se construy en el ao 2011, recin el 7 de noviembre del 2013 fue publicado el D.S. 012-2013-SA. 122 Observaciones Finales sobre el Quinto Informe Peridico del Per aprobado por el Comit en su 107 reunin (11 a 28 marzo 2013). 123 IDL, en un estudio realizado en el ao 2010 dio cuenta de diecisis casos (Instituto de Defensa Legal. Protocolo para la investigacin de casos de violacin sexual en el conflicto armado interno. Lima: IDL, 2010. P. 57) y otro de DEMUS mencion tres casos adicionales. (Portal, Diana. Acceso a justicia de mujeres vctimas de violencia sexual en el Per en tiempos de paz y guerra, la historia se repite. En: DEMUS. Para una justicia diferente III. Violencia sexual en conflictos armados. Lima: Demus, 2009.P. 87.). C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s DIEZ aos del Informe Final de la CVR 131 cia sexual 124 como: intento o amenaza de violacin, desnudos forzados, tortura a rganos sexuales o tortura a mujeres embarazadas. Es preciso sealar que en el Per, las vctimas de formas de violencia sexual, diferentes a la violacin sexual, no tienen derecho a repa- raciones integrales; el Congreso tiene pendiente pronunciarse sobre el Proyecto de Ley 719-2011-CR que fue observado por el Poder Ejecutivo en junio de 2012 y que les reco- noca este derecho. Este proyecto se encuentra nuevamente en la Comisin de Justicia y Derechos Humanos esperando que se apruebe su insistencia (en la medida que fue aprobada por el Pleno) o se archive. Por otro lado, si bien la Ley N 28592, que crea el Plan Integral de Reparaciones (PIR), plantea siete programas de reparacin para las vctimas del conflicto armado interno, a la fecha no existen lineamientos de reparacin integral especficos para quienes han sufrido diversas formas de violencia sexual. Este hecho impacta negativamente en el ejercicio de derechos de esta poblacin, que tiende a ser estigmatizada y requiere de una atencin especial. Un informe realizado por DEMUS sobre reparaciones para las vctimas de violencia sexual en Huancavelica da cuenta que las y los beneficiaros al Programa Integral de Reparacio- nes y puntualmente a las reparaciones en salud, es an limitado. Por un lado, las afecta- das por el conflicto armado interno desconocen de la existencia de las reparaciones en salud y, por otro, los y las operadoras de salud tienen conocimientos dispares sobre cmo abordar este tipo de casos. Asimismo, se detect que los y las potenciales beneficiarias del PIR hacen uso del Sistema Integral de Salud por su condicin de pobreza y no por su acreditacin como vctima del conflicto armado interno, por la estigmatizacin que eso significa, situacin que lleva a que no accedan a la atencin prioritaria y especializada que necesitan 125 . ESTERILIZACIONES FORZADAS El Comit insta al Estado Parte a que acelere la investigacin; asignar suficientes recursos econmicos, humanos y tcnicos a los rganos encargados de la investi- gacin, garantizar que los responsables sean llevados ante la justicia y sancionados adecuadamente, y que todas las vctimas reciban formas adecuadas de reparacin sin ms retrasos Comit de Derechos Humanos al Estado peruano, marzo 2013. Las mujeres que han sido esterilizadas contra su voluntad durante el segundo gobierno de Alberto Fujimori siguen esperando justicia y reparacin. La investigacin por las esterilizaciones forzadas de Mamrita Mestanza y otras 2073 mu- jeres afectadas por la poltica de salud reproductiva y planificacin familiar, implementada en el gobierno de Alberto Fujimori, fue archivada en el ao 2009 126 y reabierta en el ao 124 Carta remitida por el Consejo de Reparaciones a DEMUS, en el marco de la Ley de Transparencia, de fecha 31 de octubre de 2013. 125 Crisstomo, Mercedes. La violencia se ha inscrito en el cuerpo. Acceso, percepciones y necesidades de la reparacin en salud para mujeres vctimas de violencia sexual durante el conflicto armado interno. Lima, DEMUS, 2012. Documento Indito. P. 29. 126 El Ministerio Pblico en el ao 2002 inici un proceso de investigacin fiscal por los casos de esterilizacin forzada y el ao 2009 declar su archivamiento definitivo argumentando que los casos no configuraban delito de genocidio ni de tortura y habran prescrito enmarca- dos en el Cdigo Penal nacional, desconociendo as las formas de coaccin, cuotas y directivas al personal mdico a nivel nacional como parte de la poltica estatal. C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s Informe ANUAL 2012-2013 132 2011127. Sin embargo, no ha sido hasta el mes de junio 2013 que el Ministerio Pblico, mediante Resolucin 1676-2013-MP-FN, design a la Segunda Fiscala Penal Suprapro- vincial como ad hoc para la investigacin de este caso. Es preciso sealar que de acuerdo a la informacin vertida por el Ministerio Pblico, la investigacin comprende actualmente por lo menos 10000 denuncias de mujeres afectadas128. En este caso los investigados son los ex ministros de salud fujimoristas Alejandro Aguina- ga, Eduardo Yong Motta y Marino Costa Bauer, entre otros; y segn el Fiscal a cargo, la formalizacin de la denuncia penal se iba a dar en noviembre de 2013129. Por otro lado, este gobierno no ha impulsado ningn proceso para garantizar las repara- ciones integrales a las afectadas por este crimen de lesa humanidad, pese a que el abor- daje de esta problemtica fue trascendental en el proceso de su eleccin en el ao 2011. Es preciso sealar que el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP) si bien cuenta con el documento tcnico Elaboracin de propuestas de lineamientos y mecanis- mos de atencin frente a delitos de lesa humanidad o violaciones de derechos humanos: Esterilizacin Forzada, no ha iniciado proceso alguno para reparar a las mujeres esterili- zadas. Asimismo, se debe recordar que desde el ao 2006 el Ministerio de Salud cuenta con el Decreto Supremo 006-2006-SA y la Resolucin Ministerial 591-2006-MINSA que prev el aseguramiento en el Sistema Integral de Salud a las mujeres esterilizadas en con- tra de su voluntad; sin embargo estas normas no fueron difundidas y actualmente se en- cuentran suspendidas debido al nuevo sistema de Aseguramiento Universal de Salud130. ABORTO TERAPUTICO, ABORTO POR VIOLACIN SEXUAL Y AOE El Comit recomienda al Estado parte que: (A) Revise su legislacin sobre el aborto y prever excepciones adicionales en los casos de embarazo por violacin o incesto; (B) adoptar rpidamente un protocolo nacional que regula la prctica del aborto tera- putico; (C) Redoble sus esfuerzos para reducir el embarazo adolescente y la mortalidad ma- terna, en particular en las zonas rurales, y garantizar la disponibilidad de servi- cios de salud sexual y reproductiva, que incluyen los anticonceptivos orales de emergencia, son accesibles en todas las regiones del pas Comit de Derechos Humanos al Estado peruano, marzo 2013. 127 En el ao 2011 la Fiscala de la Nacin emiti una resolucin disponiendo la reapertura de las investigaciones de esterilizaciones forzadas de Mamrita Mestanza y otras 2073 personas afectadas. Al ao siguiente, mediante Informe N 10-2011-FSPNC-MP-FN la Primera Fisca- la Penal Supraprovincial de Lima formaliz la reapertura considerando lo ocurrido como violaciones por lo que se deban aplicar normas como las referidas a los delitos de lesa humanidad. 128 Informacin brindada por el Viceministro de Derechos Humanos y Acceso a la Justicia ante el Comit de Derechos Humanos en su 107 reunin del Comit de Derechos Humanos el 19 y 20 de marzo de 2013. 129 En: http://www.larepublica.pe/14-11-2013/a-fin-de-mes-fiscalia-formalizara-denuncia-por-esterilizaciones-forzadas (visitado el 15 de di- ciembre de 2013). 130 DEMUS. Tribunal de Conciencia por Justicia para las Mujeres Vctimas de Esterilizacin Forzada y de Violencia Sexual en Conflicto Arma- do Interno. Cartilla. C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s DIEZ aos del Informe Final de la CVR 133 En el Per slo est despenalizado el aborto teraputico, definido como el nico medio para salvar la vida de la mujer gestante o para evitar en su salud fsica y mental un mal grave y permanente. El Estado peruano est en la obligacin de establecer un mecanismo para el acceso efectivo al aborto teraputico y en ese marco aprobar un Protocolo o Gua Nacional de Atencin al Aborto Teraputico, que garantice la disponibilidad de este servicio en los es- tablecimientos pblicos y privados del pas. El pasado 4 de octubre, la Ministra de Salud Midori De Habich, en el proceso de interpelacin impulsado por el Congreso, seal: el Comit de Derechos Humanos de las Naciones Unidas recomienda al Estado peruano elaborar una sola gua de protocolo de aborto teraputico, es decir, estan- darizar los diferentes protocolos que hoy se estn aplicando. El Minsa ha elaborado un proyecto de protocolo, de una gua de aborto teraputico, el mismo que ha sido sometido a consideracin de los sectores, diferentes sectores que corresponden opinar en ese sentido; y muy recientemente ya hemos recibido las opiniones de to- dos esos sectores, que formulaban los diferentes sectores una serie de precisiones y recomendaciones, la misma que se encuentra en fase de consolidacin. No esta- mos pues lejos, entonces, de una gua ya consensuada por los diferentes ministerios y entidades, que era un paso absolutamente necesario en este tema que reviste la sensibilidad que ustedes han anotado 131 . No es la primera vez que un ministro o ministra de Salud ofrece la aprobacin del Protoco- lo Nacional de Aborto Teraputico. De hecho, desde el ao 2005 y a propsito de la deci- sin del Comit de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en el caso KL v. Per 132 , se prepararon por lo menos cuatro propuestas de Guas Nacionales de Atencin del Aborto Teraputico, sin que ninguna haya sido aprobada. De ah que el ofrecimiento de la actual ministra no necesariamente signifique un compromiso para cumplir con lo establecido por el Comit de Derechos Humanos en el caso KL o por el Comit CEDAW en el caso LC 133 , ambos casos se refieren a adolescentes a las que se les neg el aborto teraputico. No se debe olvidar que en el mes de mayo de 2013, la ex ministra de Justicia, Sra. Eda Rivas, seal que el aborto teraputico haba sido excluido del Plan Nacional de Derechos Hu- manos por ser un tema lgido 134 , como si no se tratara de un derecho ya reconocido a nivel nacional e internacional. Es preciso indicar que segn informacin del MIMP solo el Instituto Nacional Materno Perinatal y trece hospitales pblicos cuentan con protocolo de atencin al aborto tera- 131 Congreso. Diario de Debates del 10 de octubre del ao 2013. Pg. 137. En http://www2.congreso.gob.pe/Sicr/DiarioDebates/Publicad.nsf/ SesionesPleno/05256D6E0073DFE905257BFA00538649/$FILE/PLO-2013-11.pdf (visitado el 4 de diciembre de 2013) 132 Comit de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Dictamen en el caso KL v. Per. Comunicacin No. 1153/2003. 24 de octubre de 2005. 133 Comit CEDAW de las Naciones Unidas. Dictamen en el caso LC. V. Per. Comunicacin N 22/2009. 25 de noviembre de 2011 134 En: http://www.spaciolibre.net/eda-rivas-en-30-dias-sera-aprobado-plan-nacional-de-derechos-humanos/ (visitado el 5 de diciembre de 2013) C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s Informe ANUAL 2012-2013 134 putico135; nmero de servicios insuficiente si se considera que en el Per existen por lo menos 469 hospitales del sector salud y 155 del Ministerio de Salud 136 . Por otro lado, en el Per continua penalizado en el Cdigo Penal vigente el aborto por violacin sexual, mal llamado sentimental, con una pena privativa de la libertad de tres meses. El 28 de septiembre de 2012 se inici un proceso de iniciativa legislativa ciudadana para despenalizar el aborto, en los casos de embarazo a consecuencia de una violacin se- xual, inseminacin artificial o transferencia de vulos no consentidas. A este proceso se sumaron personalidades y ms de 30 organizaciones de derechos humanos, LGTBI, de mujeres de base. Hasta agosto del 2013 ya se haban recogido aproximadamente 100000 firmas 137 . El objetivo de la iniciativa legislativa, enmarcada en la Campaa Djala Decidir, es que el Congreso debata y despenalice el aborto por violacin, tal como lo han recomen- dado diferentes rganos supranacionales entre los que se encuentran el Comit contra la Tortura, el Comit de Derechos Humanos, el Comit CEDAW y el Comit de Derechos Econmicos, Sociales y Culturales. Finalmente, de cara al Anticonceptivo Oral de Emergencia (AOE) debe recordarse que ste continua fuera del alcance de las mujeres que no tienen la capacidad econmica para adquirirlo en las farmacias, nico lugar de venta debido a la sentencia del Tribunal Constitucional que orden al Ministerio de Salud abstenerse de desarrollar como poltica pblica la distribucin gratuita de la pldora del da siguiente 138 . Es preciso indicar que la sentencia no prohbe la informacin ni el uso del mtodo Yuzpe, que basado en pastillas anticonceptivas de uso regular tiene los mismos efectos que la AOE en su versin dedi- cada. Este difcil panorama se agrava si se considera el debate promovido desde el Congreso para restringir aun ms los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres. En el marco de la elaboracin de un Nuevo Cdigo del Nio, Nia y Adolescente 139 , se ha llegado a proponer que se reconozca que El concebido es sujeto de derecho para todo cuando le favorece y goza de proteccin especial y privilegiada 140 , colocando en riesgo la vigencia del aborto teraputico, as como la posibilidad de debatir en el futuro cualquier tipo de despenalizacin del aborto. Esta propuesta fue apoyada por legisladoras fujimoristas de la Comisin de la Mujer y Familia, bajo el liderazgo poltico del congresista Julio Rosas. 135 Los hospitales son (Hospital San Bartolom - Lima, Hospital Nacional Hiplito Unanue Lima, Hospital Mara Auxiliadora - Lima, Hospital Daniel Alcides Carrin Callao, Hospital Nacional Cayetano Heredia Lima, Hospital Beln Trujillo, Hospital Regional Docente Las Mercedes Chiclayo, Hospital Daniel Alcides Carrin Huancayo, Hospital La Merced - Huancayo, Hospital Apoyo II - Sullana, Hospital Regional de Pucallpa, Hospital II - Tarapoto, Hospital Antonio Lorena Cusco), cuentan con un protocolo de atencin para casos de aborto teraputico. En: MIMP. VI Informe de Cumplimiento de la Ley de Igualdad de Oportunidades entre Mujeres y Hombres. http://www. mimp.gob.pe/images/stories/novedades/vi_informe_del_cumplimiento_LIO.pdf (visitado el 1 de diciembre de 2013) 136 Ver: http://www.minsa.gob.pe/estadisticas/estadisticas/indicadoresSalud/recursos/establecimientos/ESTABMacros.asp?00 (visitado el 8 de diciembre de 2013) 137 Ver pronunciamiento del 28 de mayo de 2013 por el Da de la Salud de las Mujeres. http://redaccion.lamula.pe/2013/05/27/pronuncia- miento-final-sobre-la-campana-dejala-decidir/danielavila/ (visitado el 12 de diciembre de 2013) 138 Ver sentencia en: http://www.tc.gob.pe/jurisprudencia/2009/02005-2009-AA.html 139 Basado en el Proyecto de Ley 495/2011-CR, el que tiene Dictamen de la Comisin de Justicia y Derechos Humanos, y fue debatido en la Comisin de Mujer y Familia. 140 Propuesta aprobada para el Artculo II del Ttulo Preliminar por la Comisin de Justicia y Derechos Humanos, as como el Dictamen en mayora de la Comisin de la Mujer y la Familia. C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s DIEZ aos del Informe Final de la CVR 135 IGUALDAD EFECTIVA ENTRE HOMBRES Y MUJERES El Estado parte debera redoblar sus esfuerzos para garantizar la igualdad efectiva entre mujeres y hombres en todas las regiones del pas, si es necesario por conducto de las medidas especiales de carcter temporal. En particular, se deben tomar me- didas concretas para aumentar la representacin de las mujeres en posiciones de toma de decisiones en el sector pblico. Comit de Derechos Humanos al Estado peruano, marzo de 2013. En el Per, el 21.53% de congresistas son mujeres, no hay ninguna presidenta regional y solo el 5% de gobiernos locales provinciales y el 4% de gobiernos locales distritales tiene alcaldesas. Asimismo, el 28% de consejeros regionales, el 24% de regidores provinciales y el 28% de regidoress distritales son mujeres 141 . Esta situacin se da pese a la vigencia de normas que obligan a los partidos polticos a integrar por lo menos el 30% de mujeres en sus listas electorales para el Congreso, gobiernos regionales o gobiernos locales 142 . Para enfrentar la reducida presencia de mujeres en cargos de eleccin popular se ela- boraron diferentes proyectos de ley que buscan modificar la Ley de Partidos Polticos e integrar la alternancia entre mujeres y hombres en las listas electorales 143 . El objetivo de la propuesta es garantizar que las mujeres sean ubicadas en lugares con reales posibilida- des de alcanzar cargos de eleccin. Pese a su importancia y al apoyo poltico que el MIMP y el Jurado Nacional de Elecciones han hecho a la propuesta, la Comisin de Constitucin y Reglamento archiv la propuesta en mayo de 2013, y hasta el momento la Comisin de la Mujer no la ha dictaminado. Sin embargo, la necesidad de aprobar una medida de accin afirmativa como la Alter- nancia se ha hecho evidente en el marco de las Nuevas Elecciones Municipales de Lima Metropolitana, comisin en la que se eligi a los que reemplazaran a regidores y regidoras revocados en marzo de 2013. Segn lo sealado por Transparencia, en este proceso, nin- guna de las organizaciones polticas que se presentaron aplic la alternancia de gnero en su lista de candidatos y en todas ellas, ms del 50% de mujeres candidatas estaban colocadas en la mitad inferior, eso quiere decir en posiciones no elegibles 144 . Por otro lado, se present el Proyecto de Ley 01903/2012-CR sobre Acoso Poltico, el que fue construido en coordinacin con la Red Nacional de Mujeres Autoridades (RENAMA), quienes evidenciaron que de una muestra de 187 mujeres autoridades se identificaron 73 casos de acoso poltico (57% maltrato psicolgico, 48% coaccin con mecanismos admi- nistrativos, 14% control econmico, 14% difamacin de ndole sexual y 10% hostigamiento sexual) 145 . 141 Transparencia. Datos para el Debate: Participacin Poltica de la Mujer. En: http://www.transparencia.org.pe/www/sites/default/files/Da- tos_Participacin_Poltica_Mujer_Per.pdf (visitado el 12 de diciembre de 2013). 142 La Ley 26859 modificada por la Ley 27387 para las elecciones del Congreso; la Ley 26864 modificada por la Ley 28869 para las eleccio- nes municipales; y la Ley N 27683 modificada por la Ley 29470 para las elecciones regionales. 143 Proyecto de Ley 00760/2011-PE presentado por el Poder Ejecutivo, el Proyecto de Ley 01332/2011-CR, Proyecto de Ley 0219172012-CR, entre otros. 144 Carta de la Asociacin Civil Transparencia al Jurado Nacional de Elecciones, de fecha 12 de noviembre de 2013. 145 El estudio fue realizado por Tammy Quintanilla por encargo del Centro de la Mujer Peruana Flora Tristn, DIAKONIA y Calandria y se hizo en base a la experiencia de 187 autoridades mujeres de gobiernos regionales o locales. En: http://www.popularesydiversas.org/media/ uploads/documentos/boletin_6_mujeres_diversas.pdf (visitado el 13 de diciembre de 2013). C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s Informe ANUAL 2012-2013 136 Este proyecto de ley, promovido por la congresista Veronika Mendoza, fue remitido a la Comisin de Constitucin y Reglamento, as como de la Mujer y la Familia, ninguno de los cuales lo ha abordado ni dictaminado. Al igual que en el caso de la Alternancia, la realidad vivida da cuenta de la necesidad de aprobar una norma que sancione el acoso poltico contra las mujeres, situacin que les impide ejercer sus derechos polticos. Durante este ao la Mesa de Mujeres Parlamenta- rias report que la regidora Martha Hanco de la Municipalidad de Cojata (Huancan-Puno) denunci haber sido agredida fsica y psicolgicamente por el alcalde Celestino Miguel Hi- quise Tito, quien le tir una bofetada, la amenaz con patearla y le ha iniciado un proceso de vacancia en su contra. Asimismo, se report el caso de la regidora Isabel Ramos de La Victoria, quien fue agredida por otros regidores ante su pedido de informacin sobre un proyecto de estacionamiento cerca a Gamarra; el caso de Miriam Luna, teniente alcaldesa de la Municipalidad del distrito de Wanchac (Cuzco), vctima del alcalde Clodomiro Capa- r Jara, quien contrat a matones para amedrentarla por su labor fiscalizadora; y el caso de las regidoras Ana Mara Cabrera Hernndez y Mayra Ramrez Bautista del distrito de Subtanjalla (Ica), quienes por denunciar actos de corrupcin estn afrontando una posible vacancia 146 . VIOLENCIA CONTRA LA MUJER El Estado parte debera redoblar sus esfuerzos para prevenir y combatir todas las for- mas de violencia contra la mujer, incluida la de velar por la aplicacin efectiva de los actuales marcos jurdicos pertinentes y las polticas. El Estado parte debera adoptar una legislacin que penalice todas las formas de violencia domstica. El Estado Parte debera tambin facilitar las denuncias presentadas por las vctimas, y garantizar que todas las denuncias de violencia sean investigados y los responsables llevados ante la justicia, y garantizar que las vctimas tengan acceso a medios eficaces de protec- cin, incluyendo un nmero suficiente de centros de acogida en todas partes del pas. Comit de Derechos Humanos al Estado peruano, marzo 2013. En el Per an no se adopta un tipo penal especfico para sancionar la violencia familiar, sin embargo, en julio de este ao se public la Ley 30068 que crea un tipo penal especfico para el delito de feminicidio (Art. 108-B) independiente al de parricidio. En l se establece que mediante este delito se sanciona al que mata a una mujer por su condicin de tal en contextos como violencia familiar, coaccin, hostigamiento o acoso sexual, abuso de poder, y se considera como algunos de sus agravantes la violacin sexual previa o el so- metimiento a trata de personas 147 . Si bien esta decisin es importante, lo cierto es que uno 146 Mesa de Mujeres Parlamentarias. Basta de Acoso Poltico contra las Mujeres Autoridades. Pronunciamiento Nro. 3. En http://www.congre- so.gob.pe/I_organos/Mesa_Mujeres_parlamentarias/NotasPrensa/Pronunciamiento_MMPP-03.pdf (visitado el 13 de diciembre de 2013) 147 Ser reprimido con pena privativa de libertad no menor de quince aos el que mata a una mujer por su condicin de tal, en cualquiera de los siguientes contextos: 1. Violencia familiar; 2. Coaccin, hostigamiento o acoso sexual; 3. Abuso de poder, confianza o de cualquier otra posicin o relacin que le confiera autoridad al agente; 4. Cualquier forma de discriminacin contra la mujer, independientemente de que exista o haya existido una relacin conyugal o de convivencia con el agente. La pena privativa de libertad ser no menor de veinti- cinco aos, cuando concurra cualquiera de las siguientes circunstancias agravantes: 1. Si la vctima era menor de edad; 2. Si la vctima se encontraba en estado de gestacin; 3. Si la vctima se encontraba bajo cuidado o responsabilidad del agente; 4. Si la vctima fue sometida previamente a violacin sexual o actos de mutilacin; 5. Si al momento de cometerse el delito, la vctima padeciera cualquier tipo de discapacidad; 6. Si la vctima fue sometida para fines de trata de personas; 7. Cuando hubiera concurrido cualquiera de las cir- cunstancias agravantes establecidas en el artculo 108. La pena ser de cadena perpetua cuando concurran dos o ms circunstancias agravantes. C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s DIEZ aos del Informe Final de la CVR 137 de los principales problemas que enfrentan las mujeres es la falta de eficacia de la Ley de Proteccin frente a la Violencia Familiar, la que fue creada hace 20 aos para proteger a las vctimas de violencia familiar. Informacin del Ministerio Pblico revela que muchas de las mujeres que haban denunciado feminicidio ntimo realizaron denuncias por violencia familiar, es decir, el sistema de justicia estaba alertado del peligro que ellas corran 148 , por lo que sus muertes eran evitables. Esta realidad muestra que la creacin de tipos penales es importante, sin embargo, insu- ficiente para enfrentar la alta tasa de violencia de gnero. Es necesario adoptar medidas especficas para evitar la impunidad as como la implementacin de una poltica clara contra esta violacin de derechos humanos. Una forma de evaluar los esfuerzos realizados por el Estado peruano para enfrentar la vio- lencia contra la mujer es revisar el presupuesto que invierte. Segn un estudio elaborado por DEMUS el presupuesto pblico es la expresin ms concreta de la voluntad poltica y de los compromisos de un gobierno para abordar un problema 149 . En ese contexto, DEMUS mostr que el MIMP solo accede al 0.4% del presupuesto del Poder Ejecutivo y que el Programa Nacional contra la Violencia Familiar y Sexual, a cargo de los Centros de Emergencia Mujer (CEM), solo accede al 0.07%. A ello se suma que en muchas ocasiones el personal destinado a los CEM es utilizado para otros fines 150 . Esta situacin es grave si se toma en cuenta que para este gobierno la atencin en estos servicios es su mejor carta para mostrar la lucha contra la violencia hacia las mujeres 151 . Esta situacin coexiste con un discurso del gobierno en contra de la violencia de gnero, pero que no se articula a los temas importantes del debate nacional. Por ejemplo, en el abordaje sobre seguridad ciudadana, que el Estado viene dando a travs del Congreso y el Poder Ejecutivo, no han propuesto ni adoptado medidas sostenidas para enfrentar la violencia de gnero contra las mujeres, y menos la violencia sexual 152 . No se debe olvidar que las denuncias de violacin sexual solo son superadas por las de hurto y robo a nivel de Lima Metropolitana y el Callao, segn el Observatorio de Criminalidad del Ministerio Pblico, evidenciando que la violencia sexual contra las mujeres es ms cotidiana de lo que se piensa. 148 Un Informe del Ministerio Pblico da cuenta de que sobre los 79 feminicidios ntimos ocurridos entre setiembre de 2008 a junio de 2009, el 12,7% tena una denuncia previa por violencia familiar contra el presunto victimario. El 40% denunci violencia psicolgica, el 30% violencia fsica y el 30% violencia fsica y psicolgica. En: Villanueva, Roco. Homicidio y feminicidio en el Per. Ministerio Publico, Lima, 2009. P. 68. 149 Cedano, Dina. Seguimiento a los presupuestos asignados al Programa Nacional contra la Violencia Familiar y Sexual (PNCVFS) y al Plan Nacional Contra la Violencia Hacia la Mujer (PNCVHM) por el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP) y los otros sectores involucrados. Lima, DEMUS, 2013. Documento Indito. P. 11. 150 Por ejemplo, se dispuso que socilogos y psiclogos de los CEM atendieran a las vctimas y familiares de un accidente en las carreteras de Cuzco (ver: http://diariocorreo.pe/ultimas/noticias/6632532/ana-jara-lamenta-la-muerte-de-ninos-en-cusco) o a los familiares de mine- ros que quedaron atrapados luego de un derrumbe (ver: http://trome.pe/actualidad/1399630/noticia-continua-rescate-mineros) . Sin duda es importante la atencin de estas personas, la pregunta es si los Centros de Emergencia Mujer tienen esa funcin. 151 Igualmente respecto de sus presupuestos sectoriales, los Ministerios del interior y salud invierten apenas el 0.004% y 0,01% en la imple- mentacin del Plan Nacional contra la Violencia hacia la Mujer. En el caso de los Ministerios de Educacin y Justicia no colocan informa- cin precisa en sus portales. 152 El Ministro del Interior Walter Albn se pronunci sealando que entre enero y octubre la Polica Nacional del Per haba recibido 5123 casos de violaciones sexuales contra nios y mujeres en el pas, dando cuenta de la creacin de dos comisaras ms. Sin embargo esta informacin est desarticulada a su estrategia para enfrentar la inseguridad ciudadana. C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s Informe ANUAL 2012-2013 138 A MODO DE REFLEXIN Sin duda el discurso a favor de los derechos de las mujeres, en especial los relacionados a la lucha contra la violencia hacia la mujer, est vigente. Un ejemplo de ello es la cantidad de personas y autoridades (entre ministros/as, congresistas y alcaldes/as) que se suma- ron a la iniciativa de Un Billn de Pie contra la violencia hacia la mujer el 14 de febrero o la accin conmemorativa convocada por el MIMP alrededor del Da contra la Violencia hacia las Mujeres, el 30 de noviembre. Si bien este discurso se traduce en acciones con- cretas contra la violencia hacia la mujer, como la atencin en los Centros de Emergencia Mujer, stas son absolutamente insuficientes en trminos de articulacin intersectorial, intergubernamental y con el sistema de justicia, lo que permitira menor impunidad y ms prevencin153. Asimismo, existe inercia frente a la demanda de justicia y reparacin de las vctimas del conflicto armado interno, incluyendo las que sufrieron diferentes formas de violencia se- xual; y lo que es peor, existe un riesgo real de retroceder en el reconocimiento de los dere- chos sexuales y los derechos reproductivos de las mujeres. Esta situacin es sumamente grave, pues mucha de la violencia que se dice combatir est basada en el desprecio por la autonoma de las mujeres (feminicidio, violencia sexual, entre otras). En ese marco, es evidente que el discurso de defensa de los derechos de las mujeres tiene un techo, en el que est marcado la falta de laicidad del Estado y su permeabilidad a responder a intere- ses de grupos conservadores. De ah que no sea extrao que pese al discurso, el balance del cumplimiento de las recomendaciones que hace el Comit de Derechos Humanos al Estado peruano sea fundamentalmente negativo. 153 Ello sin mencionar que el proceso de descentralizacin de los Centros de Emergencia Mujer est suspendido. C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s DIEZ aos del Informe Final de la CVR 139 El contexto actual que atraviesa nuestro pas exige una mayor vigilancia sobre los dere- chos sexuales y reproductivos. Si bien es cierto, han existido avances en su proteccin e incluso, han sido parte importante del Plan de Gobierno [2012 2013], an se espera una clara muestra de voluntad poltica para abordar los temas crticos que mantiene el Esta- do sobre los derechos sexuales y reproductivos, tales como la aprobacin del Protocolo Nacional para la atencin del aborto teraputico o las amenazas de retroceso que se han presentado en la actual Legislatura del Congreso, al someter a debate la propuesta de Nuevo Cdigo de Nios, Nias y Adolescentes 155 . En estos como en otros casos, subyace la urgente necesidad de contar con un Estado laico que acte y decida de manera objeti- va, libre de las injerencias planteadas por posiciones conservadoras y fundamentalistas y en un marco de derechos humanos. La posibilidad de que se apruebe un Nuevo Cdigo de Nios, Nias y Adolescentes pro- pone dotar de privilegios especiales al concebido por sobre los derechos de la madre, en consecuencia, los derechos de ambos se encuentran en conflicto; y, adems, desplaza la obligacin del Estado de educar en salud sexual y reproductiva a los jvenes y adolescen- tes, los potenciales padres. Todo esto podra significar un gran retroceso para el goce de los derechos sexuales y reproductivos para la poblacin femenina. De aprobarse, tal como se encuentra el Dictamen de la Comisin de Justicia y Comisin de la Mujer, habra el riesgo de que en nuestro pas el aborto sea prohibido en todas sus formas, incluso el aborto teraputico, que es legal desde 1924. Ello, sumado a la Reforma de Salud 156 que actualmente viene realizando el Ministerio de Salud (MINSA), suscitara mayores problemas que los actuales en el acceso universal a la salud, ya que la reforma se encuentra centrada en la lgica de mercado y no en la lgica de los derechos, interesada en promover el aseguramiento de la paciente por paquetes de atencin; esto impedira el logro del acceso universal a la salud sexual y, por ende, no garantiza los derechos sexuales y reproductivos. Esto produce mayores preocupaciones, si se tiene en cuenta que an no se ha atendido necesidades como: la aprobacin del Pro- tocolo de Aborto Teraputico; la despenalizacin del aborto en casos de violacin sexual; 154 Informe elaborado por el Movimiento Manuela Ramos. 155 El Dictamen del Nuevo Cdigo de Nios, Nias y Adolescentes de la Comisin de Justicia y Derechos Humanos y de la Comisin de la Mujer y Familia que contiene graves retrocesos sobre los derechos de las mujeres y adolescentes- ha sido puesto en la agenda del Ple- no del Congreso en todas las sesiones realizadas desde el inicio de la Legislatura 2013-2014, no habiendo sido abordado por cuestiones de tiempo, sin embargo, puede ser discutido en cualquier momento. 156 La Reforma tiene serios cuestionamientos dado que no ha sido elaborada en conjunto con la sociedad civil. Asimismo, sus cambios no sientan las bases para fortalecer el sistema de salud nico, promoviendo, contrariamente, la celebracin de contratos ley, cuya lgica tiende a la privatizacin que no slo llevara a la segregacin de las y los posibles beneficiaros, sino que adems, no llega a identificar ni a sancionar a los responsables de los casos de negligencia. Por medio de la Ley N 30073, publicada el 09 de agosto de 2013 en el Diario Oficial El Peruano, se otorg las facultades al Poder Ejecutivo para legislar en materia de fortalecimiento del Sistema Nacional de Salud en 120 das. De acuerdo al plazo, antes del 17 de noviembre de 2013, estara realizada la Reforma. 13. SITUACIN DE LOS DERECHOS SEXUALES Y LOS DERECHOS REPRODUCTIVOS 155 C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s Informe ANUAL 2012-2013 140 la distribucin de la Anticoncepcin Oral de Emergencia en servicios de salud pblicos; la aprobacin de protocolos para atencin ginecolgica para mujeres lesbianas; el acceso a servicios de salud sexual y reproductiva integral para adolescentes; entre otros. No obstante que a inicios del ao 2013 se emiti la Sentencia del Tribunal Constitucional N 08-2012-PI/TC, que declara fundada la inconstitucionalidad del artculo 173 del Cdigo Penal, inciso 3, y que penalizaba las relaciones sexuales consentidas entre y con adoles- centes del rango de catorce y dieciocho aos de edad, an se encuentra pendiente su modificacin dentro del Cdigo Penal. Asimismo, es discordante que, pese a que la Sentencia reconoce que las y los adoles- centes son titulares del derecho al libre desarrollo de la personalidad (en el mbito de la libertad sexual), y que la atencin en salud sexual y reproductiva es responsabilidad del Estado y debe ser confidencial, gratuita y accesible, an existen barreras de hecho como el artculo 4 de la Ley General de Salud que imposibilitan y condicionan el acceso de estos servicios a las y los adolescentes, condicionando su atencin a la autorizacin de los tutores, lo que implica una intromisin en el mbito de su privacidad y libertad sexual. Pese a ello, el panorama es desafiante y esperanzador al mismo tiempo, pues ya conta- mos con planes nacionales que reconocen y contemplan en sus metas y ejes temticos los derechos sexuales y reproductivos. Entre las principales polticas pblicas aprobadas en el 2012 tenemos, el Plan Nacional de Accin por la Infancia y la Adolescencia 2012- 2021 - PNAIA (2012) que plantea abordar la reduccin del embarazo adolescente; el Plan Nacional de Igualdad de Gnero 2012-2016 (2012) que seala como metas incrementar la oferta pblica de servicios de atencin diferenciada para los y las adolescentes sobre salud sexual y reproductiva, reducir en un porcentaje el embarazo adolescente, mortali- dad materna y aprobar e implementar un protocolo nacional de aborto teraputico; el Plan Nacional Contra la Violencia hacia las Mujeres 2009-2015, que refiere la relacin de la vio- lencia contra las mujeres como factor de riesgo de vivir con VIH/SIDA, entre otros 157 . Asi- mismo, el Plan Multisectorial de Prevencin de Embarazos entre Adolescentes que busca hacia el ao 2021 reducir a un 20% la tasa de embarazos entre los jvenes. La eficacia de estos planes depende de su implementacin y materializacin en polticas concretas con presupuesto suficiente, compromiso y sensibilidad asegur entre las y los funcionarios de los sectores correspondientes. Es importante sealar que adems de la legislacin nacional y supranacional, contamos con instrumentos de poltica provenientes de los acuerdos suscritos por los Estados en las conferencias especializadas promovidas por la ONU como la CEPAL. En agosto de 2013, la CEPAL realiz la Primera Conferencia Internacional sobre Poblacin y Desarrollo, a un ao de cumplirse el vigsimo aniversario del Programa de Accin de Cairo (1994), que tuvo como resultado el Consenso de Montevideo 158 , firmado por el Estado peruano, documento mediante el cual los pases suscritos reafirman su compromiso en favor de los derechos sexuales y reproductivos. Asimismo, en octubre de 2013 la Conferencia Regio- 157 Informe Alternativo de la Sociedad Civil: Hacia una lectura de la plataforma para la Accin de Cairo, a 20 aos en el Per (1994-2014). Mesa de Vigilancia Ciudadana en Derechos Sexuales y Reproductivos. Lima, 2013, p. 10 158 Ver: http://www.cepal.org/celade/noticias/documentosdetrabajo/8/50708/2013-595Consenso_Montevideo_PyD.pdf C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s DIEZ aos del Informe Final de la CVR 141 nal sobre la Mujer en el Consenso de Santo Domingo precis todo un captulo sobre la igualdad de gnero y los derechos sexuales y derechos reproductivos de las mujeres 159 . A continuacin una seleccin de temas crticos en materia de promocin, proteccin y garanta de los derechos sexuales y reproductivos. ACCESO A MTODOS ANTICONCEPTIVOS Segn la Encuesta Demogrfica y de Salud Familiar (ENDES) 2012 del INEI, el porcentaje del uso actual de anticonceptivos modernos entre mujeres sexualmente activas es de 50.8%. De acuerdo a los diferentes niveles econmicos, el 58.1% de mujeres del quintil de riqueza superior actualmente unidas utiliza mtodos modernos de anticoncepcin, frente al 40.5% de las mujeres del quintil ms pobre 160 . Esto evidencia una diferencia alta de 17.6% entre clases sociales, revelando que las mujeres de nivel socioeconmico ms bajo no acceden a mtodos anticonceptivos, encontrndose ms expuestas a embarazos no deseados. Es lamentable, adems, constatar que en nuestro pas, las mujeres ms pobres, con me- nos educacin y de sectores rurales tienen menor acceso a la planificacin familiar, lo cual se observa cuando declaran el nmero deseado de hijos y el nmero de hijos que tienen. De acuerdo a la ENDES 2012 en las reas rurales una mujer tiene un promedio de 3.5 hi- jos, aunque solo quiere tener un promedio de 2.1, es decir, que tienen uno o dos ms hijos de lo que ella desea. Si lo observamos de acuerdo al nivel educativo, tenemos que las mujeres que no culminaron los estudios escolares desean tener un promedio de 2.5 hijos, sin embargo llegan a tener un promedio de 4.7 es decir, 2.2 hijos ms de lo preferido 161 . Diferencias, que adems de ocasionar problemas colaterales a las mujeres con menos recursos, evidencian una injusta e ineficiente distribucin de informacin que redunda en el acceso a servicios de salud sexual y reproductiva. Con respecto al conocimiento sobre mtodos anticonceptivos, la ENDES 2012 report que el 99.6% de mujeres en edad frtil conoce o ha odo hablar de algn mtodo de pla- nificacin familiar, siendo los mtodos modernos los ms conocidos 162 . Sin embargo, esto no significa un real acceso y uso de alguno de estos mtodos, por el contrario, sino el incremento, en los ltimos aos, del uso de mtodos tradicionales, esto debido a la falta de disponibilidad de anticonceptivos modernos 163 . Puede observarse que en la ENDES 2011, el porcentaje de mujeres en edad frtil que us el mtodo de abstinencia fue el de 91.6% y retiro 72.7% 164 , mientras que en 2012 la ENDES registr entre las mujeres en edad frtil que usan mtodos tradicionales que el 93% usa la abstinencia peridica y el 73.5% el retiro 165 . 159 Ver: http://www.eclac.cl/cgibin/getprod.asp?xml=/12conferenciamujer/noticias/paginas/6/49916/P49916.xml&xsl=/12conferenciamujer/ tpl/p18f-st.xsl&base=/12conferenciamujer/tpl/top-bottom.xsl 160 Encuesta Demogrfica y de Salud Familiar 2012. INEI. Per, 2013, p. 116. 161 Ibd., p. 172. 162 Ibd., p. 109. 163 Informe Alternativo de Organizaciones de la Sociedad Civil al Comit de Derechos Econmicos, Sociales y Culturales. Sobre la situacin de la Salud Sexual y Reproductiva en el Per. Lima, 2011, p. 33. 164 Encuesta Demogrfica y de Salud Familiar 2011. INEI. Per, 2012,p. 98. 165 Encuesta Demogrfica y de Salud Familiar 2012, op. cit., p. 110. C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s Informe ANUAL 2012-2013 142 De otro lado, el 75.5% de las mujeres en unin conyugal usaba algn mtodo anticoncepti- vo, frente al 24.5% de las mujeres en unin conyugal que no usaba ningn mtodo. Segn el mtodo anticonceptivo adoptado, el 51.8% usaba mtodos modernos y el 23.7% algn mtodo tradicional 166 . La proporcin de usuarias de un mtodo moderno fue mayor en el rea urbana (54.8%) que en el rea rural (44.7%), en cambio, la proporcin de usuarias de un mtodo tradicional fue mayor en el rea rural (30.2%) que en el rea urbana (20.9%) 167 . Anticoncepcin Oral de Emergencia (AOE): La AOE es el mtodo de prevencin del embarazo no deseado como consecuencia de relaciones sexuales sin proteccin o porque la mujer ha sido vctima de una violacin sexual y contina fuera de distribucin gratuita en los servicios de salud pblica; esto debido a la prohibicin de su distribucin por medio de la Sentencia del Exp. N 02005-2009-PA-TC del Tribunal Constitucional. Sin embargo, su venta s es permitida en farmacias, lo cual mantiene la situacin de discriminacin en funcin de quines pueden acceder a la AOE que cuentan con los recursos econmicos y quines se ven privadas de la AOE, por disposicin directa del Tribunal Constitucional, por carecer de los recursos necesarios. Se ha establecido as una brecha innecesaria e injusta entre las mujeres peruanas, gracias a la presin de los sectores conservadores religiosos fundamentalistas ejercida sobre el accionar del rgano constitucional. Anticoncepcin Quirrgica Voluntaria - Esterilizacin Forzada: En la dcada de 1990 las esterilizaciones forzadas fueron parte de una poltica de Estado del Gobierno fujimoris- ta realizada en el marco del Programa Nacional de Salud Reproductiva y Planificacin Fa- miliar 1996-2000, de la que fueron vctimas alrededor de 280 mil mujeres, la gran mayora de zonas rurales andinas y de la periferia urbana, en estado de pobreza. Luego de que la primera investigacin ante el Ministerio Pblico fuera archivada, a finales del ao 2011, los representantes del Estado peruano ante la Comisin Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) dieron a conocer que la Fiscala de la Nacin dispuso la rea- pertura de las investigaciones sobre el caso de esterilizacin forzada de Mara Mamrita Mestanza y de otras mujeres afectadas. Durante el ao 2012, la Primera Fiscala Suprapro- vincial tom la decisin de reabrir el caso como crimen de lesa humanidad. A mediados de 2013, muy acertadamente, el Ministerio Pblico tom la decisin de implementar una Fiscala Ad Hoc y designar al Fiscal Marco Guzmn Baca, titular de la Segunda Fiscala Penal Supraprovincial, como responsable exclusivo del caso de esterilizaciones forzadas. Esta situacin, dado el largo tiempo transcurrido, genera una enorme expectativa sobre las posibilidades de obtencin de justicia para las mujeres vctimas luego de casi quince aos de impunidad. Para alcanzar la justicia y reparacin, es necesario adems, que el Poder Ejecutivo adopte reparaciones integrales para las 2074 mujeres vctimas, entre las que se encuentra el caso de Mara Mamrita Mestanza, denunciado ante la CIDH y por el cual se logr un acuerdo de solucin amistosa, en el cual el Estado peruano admiti su responsabilidad en esta poltica violatoria de derechos humanos de las mujeres. 166 Ibd., p. 113. 167 Ibd., p. 116. C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s DIEZ aos del Informe Final de la CVR 143 EMBARAZO ADOLESCENTE Y SERVICIOS DE SALUD SEXUAL Y REPRO- DUCTIVA EN ADOLESCENTES El Plan Multisectorial de Prevencin de Embarazos entre Adolescentes -aprobado en no- viembre de 2013- tiene como meta hacia el ao 2021 reducir en un 20% la tasa de embara- zos entre las adolescentes; sin embargo tendr que enfrentar una dura realidad posterga- da por dcadas. Segn los Lineamientos Educativos y Orientaciones Pedaggicas para la Educacin Sexual Integral, el 60% de tutores escolares sienten que no estn capacitados para abordar la educacin sexual 168 . En cuanto a los Lineamientos en s solo se menciona la orientacin sexual en una oportunidad y no hay referencias a la diversidad sexual 169 . En el Per, el comportamiento sexual y la edad de inicio de las relaciones sexuales de las adolescentes, as como la incidencia del embarazo entre adolescentes, varan segn la identidad tnica, la regin de procedencia, el nivel educativo y el estrato socioeconmico al que pertenecen 170 . En el 2012, la tasa de fecundidad adolescente fue de 13.2%. A nivel nacional, las ENDES muestran que el porcentaje aument en 1.8%, entre el periodo de 1991-1992 hasta el ao 2012. El porcentaje de madres adolescentes en las reas rurales es de un promedio de 21.5% y en las reas urbanas de 10.2%, una diferencia de ms del doble de embarazos adolescentes en las reas rurales 171 . La maternidad adolescente se diferencia notablemente segn el nivel educativo, el rea geogrfica, el nivel socioeconmico, y el departamento de residencia. As, por ejemplo, se observa que los porcentajes ms crticos se presentan en las mujeres sin educacin (56.7%) y en las residentes de la selva (27.5%), las cuales se encuentran en el quintil in- ferior de riqueza (26.1%) y en las reas rurales (21.5%). Por ejemplo, observamos que en ciudades como Arequipa slo el 5.2% de mujeres adolescentes eran madres o estaban embarazadas, mientras que en el departamento de Loreto 32.2% de las adolescentes se encontraban en la misma situacin. En Lima Metropolitana, el porcentaje de adolescentes madres o embarazadas fue de 7.7%, con educacin superior 4.5%, y 2.6 % se hallan en el quintil superior de riqueza 2.6% 172 . El embarazo adolescente tiene consecuencias en el desarrollo personal y educativo de las adolescentes, pues el 56.7% de estas no tiene educacin y slo el 4.4% de las adolescen- tes embarazadas tiene educacin superior 173 . El embarazo adolescente tiene una mayor incidencia de muertes maternas y perinatales debido a complicaciones obsttricas vinculadas con la inmadurez biolgica de la adoles- cente, adems la mayora de estos embarazos no han sido planificados, los que pueden terminar en abortos realizados en condiciones inseguras, por insalubres y por la improvi- sacin de la atencin de la partera u obstetra 174 . 168 Informe Alternativo de la Sociedad Civil, p.cit, p. 56. Citando a Apprende 2012: 5. 169 Ibd., p. 57. 170 Grupo de trabajo para la prevencin del embarazo adolescente seguimiento concertado. Alerta N 01-2012. Junio 2012,p. 1. 171 Encuesta Demogrfica y de Salud Familiar 2012, op. cit., p. 374-375. 172 Ibd., p. 104-105. 173 Informe Alternativo de la Sociedad Civil, op. cit., p. 15. Citando INEI 2013-7. 174 Grupo de trabajo para la prevencin del embarazo adolescente seguimiento concertado, op. cit., p. 2. C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s Informe ANUAL 2012-2013 144 MORTALIDAD MATERNA Segn la ENDES 2012, la tasa de mortalidad materna en el Per es de 93 casos por cada 100 mil nacidos vivos, cifra que dista mucho de la meta para el ao 2015, esto es 66.3 defunciones por cada 100 mil nacidos vivos 175 . Un estudio publicado a inicios de 2013 revela que entre el periodo 2002-2011, ocurrieron 6691 muertes maternas, con un promedio de 669 muertes al ao 176 . Este estudio de la Direccin General de Epidemiologa del Ministerio de Salud (MINSA) tambin revela que entre el 70 y el 90% de estas muertes relacionadas al embarazo seran evitables si todas las mujeres tuvieran acceso a servicios efectivos de salud reproductiva 177 . Del total de muertes maternas entre el periodo 2002-2011, se deduce que el perfil de la mortalidad materna en el Per est representado por una mujer adulta de 30 aos a ms (50%), con mayor riesgo entre los 35 a 39 aos de edad, cuya ocupacin es ama de casa (84.9%), que alcanz el nivel educativo primaria (46.7%), y cuyo parto o aborto fue atendi- do en el domicilio (34.9%), que falleci principalmente por hemorragia obsttrica (48.8%) en un establecimiento de salud sea hospital o clnica (45.8%). Es preocupante adems que el 62.7% de las mujeres que fallecieron durante su gestacin no recibieron visitas do- miciliarias por parte del personal de salud 178 . Se constata que las mujeres que viven en zonas rurales y de exclusin social, corren ms riesgo de muerte durante su embarazo, parto o puerperio. Durante 2012, los departamen- tos con mayor nmero de muertes maternas por causas directas o indirectas fueron: Lima (69), Cajamarca (43), Piura (34), Libertad (32), Loreto (30), Puno (29), Ancash (22), Cusco (21), Arequipa (16), Amazonas (14), San Martn (14) y Apurmac (13). Un dato adicional es que los hospitales siguen siendo el lugar principal donde fallecen las gestantes (56%) 179 . Entre los aos 2010 y 2012, las causas directas de muerte materna, con mayor alcance fueron, 40.2% por hemorragias, 32% por hipertensin inducida por el embarazo, 17.5 % por aborto y 4.1 % por infeccin relacionada con el embarazo 180 . Finalmente, cabe afirmar que las muertes maternas relacionadas con el aborto, han incrementado notablemente en los ltimos aos. ABORTO El aborto teraputico es legal en el Per desde 1924 pero no existen las normas para su aplicacin. El artculo 119 del Cdigo Penal lo presenta como nica excepcin con la que se permite la interrupcin del embarazo. Este tiene por finalidad salvaguardar la salud de la madre gestante y debe existir una intervencin externa que ponga fin a la vida que se 175 Encuesta Demogrfica y de Salud Familiar 2012, op. cit., p. 371. 176 Ministerio de Salud. Mortalidad Materna en el Per 2002-2011. Direccin General de Epidemiologa. Lima, junio 2013, p. 12. 177 Ibd., p. 17. 178 Ibd., pp. 329 -330. 179 Mesa de Lucha Contra la Pobreza. Programa Presupuestal Salud Materna Neonatal (SMN). Reporte de Seguimiento Concertado: Ba- lance de ejecucin 2012. Lima, 2013, p. 9. 180 Ibd., p.10. C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s DIEZ aos del Informe Final de la CVR 145 encuentra en gestacin, solo puede ser realizado por un mdico profesional. Sin embargo, la aplicacin de la norma no est garantizada ya que desde hace 89 aos est pendiente de aprobacin el protocolo nacional de atencin mdica en caso de aborto. Todas las dems formas de aborto son ilegales en nuestro pas. Es sabido que las legis- laciones prohibitivas o restrictivas del aborto no tienen como como resultado la reduccin de su prctica, pero s incrementan el nmero de mortalidad materna y problemas sociales que este ocasiona debido a las condiciones inseguras que presenta el aborto en la clan- destinidad, y las barreras legales que impiden a las mujeres acceder a servicios pblicos de salud cuando sufren complicaciones a causa de la interrupcin de sus embarazos. Durante 2012, Uruguay se sum a la lista de pases que ya han despenalizado totalmen- te el aborto en Amrica Latina, mientras en nuestro pas, la aprobacin del Protocolo de Aborto Teraputico ha sido considerada por el Plan Nacional de Igualdad de Gnero 2012- 2017 como meta para el ao 2017 181 . Se espera que en el Plan Nacional de Derechos Humanos 2012-2016, que ha sido presentado como propuesta ms no publicado, se con- sidere y atienda esta urgencia como una prioridad. La Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en noviembre de 2012, emiti la Sentencia del Caso Artavia Murillo y otros vs. Costa Rica, en la cual se pronuncia sobre los alcances de la proteccin del derecho a la vida del concebido, concluyendo que el em- brin no puede ser entendido como persona () que la proteccin del derecho a la vida con arreglo a dicha disposicin no es absoluta, sino es gradual e incremental segn su desarrollo (). A pesar que nuestro pas ha ratificado la Convencin y que todo poder pblico debe tomar en cuenta las recomendaciones, interpretaciones, y jurisprudencia de la CIDH al ser vincu- lantes, la Comisin de Justicia y la Comisin de la Mujer del periodo legislativo 2012-2013 del Congreso de la Repblica, aprobaron el Dictamen del Nuevo Cdigo de Nios, Nias y Adolescentes, el cual contiene riesgosas disposiciones, como el artculo IV del Ttulo Preliminar 182 y artculo 27 del cuerpo del Cdigo 183 , que atentan directamente contra los derechos de las mujeres y adolescentes, y que, de aprobarse por el pleno del Congreso, podran ubicarnos en la misma situacin de los nicos seis pases en el mundo donde se prohbe el aborto en todas sus formas. La ENDES 2012 en lo referente al embarazo no deseado en adolescentes sostiene que muchos de estos embarazos terminan en abortos practicados por personas sin la debida formacin profesional y en condiciones sanitarias inadecuadas porque los servicios m- dicos especializados son escasos y costosos y adems porque el aborto es ilegal en el Per 184 . 181 Plan Nacional de Igualdad de Gnero 2012-2017. Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables. Objetivo estratgico 4: Mejorar la salud de las mujeres y garantizar los derechos sexuales y reproductivos de mujeres y hombres 4.2. Vase aqu: http://www.mimp.gob. pe/files/planes/planig_2012_2017.pdf 182 Artculo IV de Ttulo Preliminar del Dictamen del NCNNA: El concebido es sujeto de derecho para todo cuanto le favorece y goza de proteccin especial y privilegiada. 183 Artculo 27 del Dictamen del NCNNA Educacin sexual integral: Es deber de los padres o tutores () orientar la educacin sexual integral de sus hijos o adolescentes bajo su cuidado. El Estado brinda asistencia a los padres o tutores para asumir este deber (). 184 Encuesta Demogrfica y de Salud Familiar 2012, op. cit., p. 104. C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s Informe ANUAL 2012-2013 146 Evidentemente, la falta de acceso al aborto legal en el Per, contina siendo una de las principales causas de la alta tasa de mortalidad materna. Segn un informe de Delicia Ferrando, 371420 abortos inseguros se realizan cada ao 185 , mil por da; una de cada siete mujeres que se someten a un aborto es hospitalizada por complicaciones derivadas 186 . El Estudio Mortalidad Materna en el Per 2002-2011 publicado a inicios del ao 2013, por la Direccin General de Epidemiologa del Ministerio de Salud - MINSA, confirma que el aborto inducido complicado es ms frecuente en las mujeres de condicin socioeconmi- ca modesta, con muchos hijos 187 . El aborto es una de las cuatro causas principales de muerte materna en el Per, razn por la que fallecieron 650 mujeres en edad frtil entre los aos 2002 a 2011, y que en trminos de Razn de Muerte Materna se estima suceden 10.7 muertes maternas por cada cien mil nacidos vivos 188 . El departamento de Lima ocupa el primer lugar en el nmero de muertes maternas a causa de aborto inseguro, acumulando el 13% del total de muertes por esta causa. Sin embargo, Tacna es el departamento con mayor riesgo, con una Razn de Muer- te Materna de 72.8 por cada cien mil nacidos vivos 189 . Esto, sin tener en cuenta los casos que no son reportados, ya que no existen estadsticas oficiales que den cuenta del nmero de abortos practicados en el pas, pues se trata de una prctica ilegal. El Balance de ejecucin 2012 de la Mesa de Lucha Contra la Pobreza revela que el aborto se encuentra como la segunda causa ms importante de muerte entre las causas directas de muerte materna entre adolescentes, el suicidio figura como la principal causa indirecta de muerte materna entre adolescentes, lo que representa un 56.0% de los casos 190 . El anlisis se hace ms crtico al tener en cuenta que aproximadamente 35 mil embarazos anuales son como producto de agresiones sexuales en el Per 191 . Ante este alarmante contexto, la Articulacin Feminista del Per 192 , el 28 de setiembre de 2012 en el marco del Da por la Despenalizacin del Aborto en Amrica Latina y el Caribe inici la Campaa Nacional Djala Decidir para la recoleccin de firmas con el propsito de presentar una iniciativa legislativa ciudadana para despenalizar el aborto en casos de violacin. Entre setiembre de 2012 y setiembre de 2013 se han recogido firmas en todo el pas, logrando alcanzar ms de 100 mil, duplicando el mnimo de ley para que el antepro- yecto pueda ser presentado ante el Jurado Nacional de Elecciones y posteriormente ante el Congreso de la Repblica para su debate. El Per es el pas con ms denuncias por violacin sexual de Sudamrica, y ocupa el pues- to dcimosexto en el mundo 193 de pases con alto ndice de denuncias por violacin sexual de mujeres. Del total de denuncias por violacin sexual el 78% de vctimas son menores de edad, y el 5% de ellas, como consecuencia de la violacin, salieron embarazadas. El patrn del agresor es que este procede del ambiente cercano de la vctima, es familiar 185 Ferrando, Delicia. El aborto clandestino en el Per. Revisin. Centro de la Mujer Peruana Flora Tristn. Lima, diciembre 2006, p. 20. 186 Amnista Internacional. Deficiencias fatales: Las Barreras a la Salud Materna en Per. Espaa, 2009, p. 14. 187 Ministerio de Salud. Mortalidad Materna en el Per 2002-2011, op. cit., p. 24. 188 Ibd., p.58. 189 Ibd., p. 59. 190 Mesa de Lucha Contra la Pobreza, op. cit., p. 13. 191 Informe Alternativo de la Sociedad Civil, op. cit., p. 33. 192 Integrada por Manuela Ramos, Demus, Promsex, Flora Tristn, Catlicas por el Derechos a Decidir, y CLADEM Per. 193 Mujica, Jaris Violaciones sexuales en el Per 2000-2009. Un informe sobre el estado de la situacin PROMSEX Centro de Promocin y Defensa de los Derechos Sexuales y Reproductivos. Lima. 2011. C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s DIEZ aos del Informe Final de la CVR 147 cercano y frecuenta el hogar de sta. Se debe tener en cuenta que la mayora de casos de violacin sexual queda impune. Es una cuestin de justicia y derechos humanos que una mujer que ha sido violada sexualmente y resulta embarazada producto de esa violacin que evidentemente no dese, pueda decidir sobre continuar o no su embarazo 194 . VIH SIDA En el Per, el VIH/SIDA tiene presencia desde hace 25 aos. Desde el diagnstico del primer caso de VIH en 1983 hasta junio de 2012 se han notificado 47186 casos de VIH y 29197 casos de SIDA (62% del total de casos), lo que muestra que la mayora de diagns- ticos se realizan tardamente, impidiendo conocer el nmero de personas infectadas por el virus y dar cuenta de manera precisa, la real evolucin de la enfermedad 195 . El porcentaje de las mujeres unidas en edad frtil que sabe cmo evitar la transmisin de VIH es de 89.6%. Las brechas sociales resaltan al observar que el porcentaje en mujeres sin educacin es de 50.6%, y el de mujeres con educacin superior 96.9%, existiendo una diferencia de 46.3% 196 . Respecto al conocimiento de aspectos relacionados con el VIH/ SIDA, se observa que mientras el 0.1% de mujeres con educacin superior, y el 0.2% de mujeres que pertenecen al quintil superior de riqueza tiene conocimientos de aspectos relacionados con el VIH/SIDA, el 27.1% de mujeres que no tienen educacin, y el 15.7% de las que pertenecen al quintil inferior de riqueza desconocen sobre el VIH/SIDA y sus formas de prevencin 197 . ORIENTACIN SEXUAL El Plan Nacional Contra la Violencia Hacia las Mujeres 2012-2015, reconoce como una de las formas de violencia contra las mujeres, la que se comete contra las mujeres lesbianas, sin embargo la denomina homofobia en lugar de lesbofobia, lo cual invisibiliza a las lesbianas y los problemas particulares que las afectan en la sociedad que las rechaza por su modo de vivir las relaciones de gnero y su propia identidad sexual. Si bien es un avan- ce visibilizar la homofobia y las varias formas de violencia (verbal, fsica, discriminacin en lugares pblicos o privados) contra la poblacin LGTBI, y las lesbianas en particular, no existen acciones concretas para enfrentarla y educar a la sociedad al respecto; no se cuenta con informacin estadstica a nivel nacional sobre poblacin lsbica peruana vc- tima de violencia homofbica; tampoco se ha elaborado un solo indicador en el Plan de Accin que permita el seguimiento y monitoreo de este tipo de violencia contra las lesbia- nas en el pas 198 . 194 Marco legal para la despenalizacin: El aborto es considerado delito por el Cdigo Penal en sus artculos 114 y 120, a excepcin del artculo 119 - Aborto Teraputico. Producto de esta penalizacin, slo en el departamento de Lima durante el 2012, las Fiscalas Penales y Mixtas del Ministerio Pblico, han registrado 112 casos de delitos comprendidos en el Captulo II Aborto de los delitos contra la Vida, el Cuerpo y la Salud. Es decir, 112 procesos penales por la criminalizacin del derecho a decidir de las mujeres. No obstante, no es slo en el Cdigo Penal donde se enmarca la legislacin restrictiva, sino que tambin existen normas paralelas que refuerzan la penalizacin, y obligan a los operadores de la salud a denunciar a las pacientes que buscan atencin pos aborto, como es el caso del artculo 30 de la Ley N 26842, Ley General de Salud. 195 Encuesta Demogrfica y de Salud Familiar 2012, op. cit., p. 287. 196 Ibd., pp. 377-379. 197 Ibd., p. 295. 198 Garca Orbegoso, Romy. Mapeo del estado de la implementacin del Plan Nacional contra la Violencia hacia la Mujer 20092015, un acercamiento desde el CLADEM Per. CLADEM, Lima, mayo 2013, p. 12. C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s Informe ANUAL 2012-2013 148 Para garantizar los derechos sexuales de las mujeres de la comunidad LGTBI es necesa- rio que desde el Ministerio de Salud se implementen mayores polticas pblicas de salud, como un protocolo especfico para la atencin ginecolgica de lesbianas, desde el Minis- terio de Salud. Asimismo, es necesario que desde el Ministerio de la Mujer y Ministerio de Justicia, se incluya a las personas LGTBI dentro del Plan Nacional de Igualdad de Gnero 2012-2017, y el Plan Nacional de Derechos Humanos 2012-2016. C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s DIEZ aos del Informe Final de la CVR 149 INTRODUCCIN Por primera vez en la historia del Per se comienzan a desarrollar desde el Estado polticas contra el racismo y la discriminacin. Se trata muchas veces de medidas incipientes, que muchos funcionarios desconocen o son reticentes en aplicarlas, pero se aprecia una cre- ciente voluntad poltica por enfrentar un tema que tradicionalmente era un tab. Al mismo tiempo, se han realizado sostenidos avances por enfrentar la discriminacin estructural que sufren los ms pobres y especialmente los habitantes de las zonas rurales, a travs de los programas sociales. Tenemos as el notable incremento de beneficiarios de los Programa Nacional de Apoyo Directo a los ms Pobres Juntos y el Programa Na- cional Cunams, y a centenares de miles de adultos mayores que reciben los beneficios del programa Pensin 65. Se han entregado bicicletas a miles de estudiantes para que puedan llegar a tiempo al colegio, adems los uniformes escolares son entregados gratui- tamente. Tambin, el Programa Nacional Beca 18 viene permitiendo a miles de jvenes de las zonas ms empobrecidas del pas el acceso a la educacin universitaria. De otro lado, en el mbito de la salud, se ha dispuesto prestar atencin fluvial itinerante a los pobladores aledaos de los ros amaznicos. Otro ejemplo de cmo se busca atender a la poblacin rural son los 330 llamados Tambos -o Centros de Servicios de Apoyo al Hbitat Rural- in- augurados el ao 2013, que permiten ayudar a mejorar las viviendas rurales y enfrentar problemas como la indocumentacin. Este proceso no est exento de contradicciones, como los escandalosos sueldos de los funcionarios que dirigen los programas de gobierno Cunams, Juntos o de Qali War- ma (Programa Nacional de Alimentacin Escolar) que sobrepasan los 20000 soles. Es decir que un solo funcionario recibe el costo equivalente de doscientas (200) familias be- neficiarias. Debemos reconocer que, gracias a estas acciones -que en algunos casos mejoran sus- tantivamente las que iniciaron gobiernos anteriores- en varias regiones del pas se estn revirtiendo las cifras de analfabetismo, desnutricin y mortalidad materna, habindose producido en este ltimo tpico los resultados ms alentadores. Tambin debe precisarse que, conforme pasan los aos, los indicadores ms graves son los relativos al embarazo adolescente y la mortalidad materno-infantil, que van desplazndose desde la sierra hasta la selva, y ha crecido especialmente en los departamentos de Loreto y Amazonas. 199 Elaborado por Wilfredo Ardito Vega. 14. DERECHO A LA IGUALDAD Y A LA NO DISCRIMINACIN 200 C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s Informe ANUAL 2012-2013 150 Paradjicamente, conforme se ver en el presente artculo, los mismos pobres a los cuales el Estado beneficia en los programas sociales estn en riesgo de sufrir maltratos de parte de las instituciones que estn a cargo de dichos programas, a tal punto que estos deben arriesgar sus vidas por la necesidad de recibir la ayuda social. LA DEFENSORA DEL PUEBLO Y EL MINISTERIO DE CULTURA En el ao 2013 se ha manifestado nuevamente el compromiso decidido de la Defensora del Pueblo contra la discriminacin, pero se ha incorporado como nuevo actor el Ministerio de Cultura, articulado desde el Vice-Ministerio de Interculturalidad. La Defensora del Pueblo enfrenta todas las formas de discriminacin que subsisten en las instituciones estatales, este ao se han recibido especialmente denuncias sobre discrimi- nacin por discapacidad, orientacin sexual, estado civil, embarazo. La Defensora ha in- tervenido activamente para lograr corregir las situaciones de discriminacin y presentado acciones legales en los pocos casos en que no fue suficiente su labor de persuasin con los funcionarios involucrados. Llama especialmente la atencin la discriminacin por religin, un problema del cual la mayora de peruanos no es muy consciente. La Defensora ha mostrado cmo en varios colegios del Per las autoridades obligan a que las nias que asisten a sus planteles que son miembros de la iglesia evanglica Misin Israelita del Nuevo Pacto Universal, se qui- ten el velo que les cubre el cabello. De igual forma, algunos profesores pretenden obligar a los nios a cortarse el pelo que suelen usarlo largo. En este caso, encontramos que la discriminacin se aplica por una percepcin errada de lo que es una religin que no es la catlica, se vincula al racismo y a la discriminacin por la condicin social, dado que esta iglesia evanglica tiene acogida entre las personas ms pobres, de marcados rasgos andinos. Durante el ao 2013, la Defensora del Pueblo busc especialmente supervisar la calidad de los servicios que reciben los habitantes de las zonas rurales, durante esta encontr mu- chas deficiencias en los programas de educacin rural y en el caso especfico de la mani- pulacin de las raciones alimenticias de los nios beneficiados del Programa Nacional de Alimentacin Escolar Qali Warma. Sin embargo, consideramos que su ms destacada actuacin fue la medida cautelar presentada contra el sorteo por el cual el Ministerio de Defensa buscaba restablecer el Servicio Militar Obligatorio. La Defensora, junto a la opinin pblica y la opinin del ciudadano, sostuvo que el proce- so de seleccin de 400 mil jvenes entre los dieciocho y los 25 aos para el Servicio Militar Obligatorio era discriminatorio porque este propona la exoneracin para los estudiantes universitarios, y una nica salida a quienes no queran ser soldados, pagar una multa de 1850 nuevo soles, as la poblacin joven y ms pobre del pas no tena otro camino que servir a su pas en el Ejrcito. As se hizo evidente el menosprecio por la libertad o el pro- yecto de vida de los jvenes ms pobres, de parte del Estado y de las Fuerzas Armadas que demandaron proveer con ms reclutas que arriesgasen sus vida sin mayor formacin o entrenamiento militar en la zona del VRAEM. Gracias a la intervencin de la Defensora C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s DIEZ aos del Informe Final de la CVR 151 del Pueblo, en las horas previas al anunciado sorteo, el Poder Judicial dispuso su suspen- sin. A nivel de acciones simblicas, la Defensora convoc a diversas instituciones estatales para conmemorar el Da Mundial contra el Racismo y organiz por segundo ao la carrera contra el racismo y la discriminacin. En esta ocasin, la carrera no solamente se realiz en Lima, sino en ciudades como Hunuco y Huancayo. MINISTERIO DE CULTURA A lo largo del ao se modific el organigrama del Ministerio de Cultura existiendo actual- mente direcciones especiales para la problemtica afroperuana, la problemtica indgena y la lucha contra la discriminacin racial. A esta ltima corresponde la plataforma Alerta contra el Racismo que desde el pasado febrero ha promovido la denuncia sobre los he- chos discriminatorios por motivos tnico raciales. En su portal de internet el Ministerio ha colocado un listado de casi todas las Ordenanzas aprobadas contra la discriminacin. De igual forma, han sido elaborados materiales de difusin y se ests impulsando polticas pblicas al respecto en los dems sectores del Estado. Desde Alerta contra el Racismo, por ejemplo, se ha brindado tambin respuesta rpida a muchos hechos que tuvieron impacto meditico, aunque debe sealarse que en aos anteriores se asumieron temas que en el ao 2013 han sido omitidos, como la abrumadora presencia de muecas rubias que se ofrecen a las nias peruanas , una oferta que tiene un sesgo discriminatorio ya que presenta un ideal esttico irreal y confuso a las nias, que as crecen con una idea distor- sionada de lo que las normas sociales exigen a las mujeres. Debe sealarse que la mayora de peruanos todava desconoce que la plataforma Alerta contra el Racismo existe y cree que el Estado no hace nada contra la discriminacin, como seal una reciente encuesta publicada por el Ministerio de Justicia. Sera necesario tam- bin un mejor seguimiento de las denuncias que presentan para posibilitar su sancin por los entes responsables. Por otro lado, a diferencia de la Defensora del Pueblo, los funcionarios a nivel de las regiones- del Ministerio de Cultura no han asumido el rol de liderazgo contra la discrimi- nacin. De hecho, muchos de ellos provienen de la poca en que se asociaba la gestin cultural con la labor de proteccin del patrimonio artstico y arquitectnico y les cuesta asumir la problemtica intercultural como parte de su desempeo como funcionarios. A nivel programtico, Alerta contra el Racismo ha convocado a instituciones pblicas y de la sociedad civil para promover un Plan Nacional contra el Racismo, como existe en Brasil, Ecuador y varios pases europeos. Adems, se ha incidido para que el Ministerio de Justicia creara la Comisin Nacional contra la Discriminacin que estar conformada exclusivamente por organismos estatales. Pese a todos estos esfuerzos, consideramos que est pendiente realizar una campaa masiva contra todas las formas de discriminacin existentes en nuestra sociedad. C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s Informe ANUAL 2012-2013 152 REFORMAS LEGALES Y SANCIONES A lo largo del ao 2013, existieron varias denuncias por discriminacin racial en un cono- cido local del distrito de Barranco, pero estas no fueron formalizadas ante las instituciones pertinentes, en consecuencia no se produjo ninguna investigacin ni sancin. Como en aos anteriores, las denuncias ms insistentes han sido de las personas con dis- capacidad que sufren atropellos regularmente; as se lograron dos importantes sanciones por parte del INDECOPI: en primer lugar, se sancion a Peruvian Airlines por impedir que un grupo de personas sordas aborde uno de sus aviones, y en segundo lugar, a los super- mercados Metro por impedir el ingreso de un grupo de nios con habilidades diferentes a uno de sus locales en la ciudad de Piura. Para muchas personas que acuden a Metro en Lima les puede parecer incomprensible esta falta, pero debe sealarse que en algunas ciudades de provincias, as como en algunos distritos de Lima, los supermercados son percibidos como espacios de prestigio y por eso, equivocadamente, sus administradores establecen restricciones para el ingreso de cualquier persona que no es considerada igual al promedio de los clientes (aspecto fsico, gestos corporales, color de la piel, capaci- dad de consumo, etc.). Por ello, la aplicacin de criterios de diferenciacin sobre quienes deben o no deben ingresar al supermercado y ser considerados clientes es un acto de discriminacin. Debe destacarse que INDECOPI sancion tambin al Hotel Plaza de Tacna, el ms pres- tigioso de dicha ciudad, por discriminar a una pareja de homosexuales al negarles una habitacin matrimonial. INDECOPI tambin sancion la discoteca Gtica por discriminar a Godfrey Arbul. De esta manera, INDECOPI est aplicando de manera extensiva el nuevo Cdigo del Consumidor pues, aunque la norma no alude explcitamente a la discrimina- cin por orientacin sexual, esta causal debe deducirse de la expresin de cualquier otra ndole (artculo 38.1). Por su parte, el Ministerio de Transportes y Comunicaciones sancion a Frecuencia Latina por el personaje racista Negro Mama, personificado por Jorge Benavides. Lamentable- mente, continan las transmisiones de La Paisana Jacinta, igualmente racista y tambin protagonizado por Benavides. Es importante sealar que un comercial protagonizado por este actor puede generar en los prximos meses un importante precedente: el futbolis- ta Jefferson Farfn ha anunciado que demandar a la empresa transnacional Frito Lay por la publicidad racista en que Benavides pretendi personificarlo en el ao 2011. Tampoco hubieron avances sustantivos en el proceso que se le sigue a la empleada de la empresa estatal SEDAM por insultar de manera racista a la seora Azucena Algendones, en un in- cidente producido en el ao 2012. Por otro lado, el Cdigo Penal fue modificado en dos oportunidades durante el ao 2013: en agosto la Ley 30076 dispuso que es constituye un agravante cuando un delito se co- mete con motivacin discriminatoria por cualquier causa (artculo 46, 2 d); y en noviembre, la Ley 30096 modifica el artculo 323 del Cdigo Penal sobre discriminacin, incluyendo como agravante el empleo de medios informticos. Debe sealarse que el fenmeno del racismo en internet sigue siendo muy violento, como el reciente caso de la actriz Magaly Solier. C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s DIEZ aos del Informe Final de la CVR 153 A nivel de normas locales, tambin se produjeron avances: despus del vergonzoso mal- trato que sufrieron varios grupos de baistas, impedidos de ingresar a un sector de la playa de Ancn, que haba sido cerrado prohibiendo el ingreso libre a cualquier baista. Por este motivo, la Municipalidad de Ancn decidi promulgar una ordenanza contra todas las formas de discriminacin. El problema, sin embargo, an no se ha solucionado y las playas exclusivas en Ancn continan existiendo, al igual que otras al sur de la Capital. Otras municipalidades que aprobaron ordenanzas contra la discriminacin fueron Casti- lla, que incluye zonas muy comerciales de la ciudad de Piura, y Characato (Arequipa). La Municipalidad de Concepcin (Junn) tambin promulg una nueva Ordenanza contra la discriminacin, incrementando los supuestos que existan en una norma anterior. De igual forma, el Gobierno Regional de Ica aprob una ordenanza de alcance regional, lo cual es muy importante porque en Ica no exista ninguna norma en este sentido, y por la fuerte discriminacin que sufren en esta regin las personas provenientes de la zona andina y la comunidad afroperuana. Llam la atencin que en abril, la Municipalidad de San Borja aprobara una ordenanza contra la discriminacin, omitiendo la causal de orientacin sexual y sealando que tam- bin que se proteger a la familia. De hecho, se ha dispuesto que los establecimientos comerciales coloquen carteles donde se seale tanto la prohibicin de discriminar como la obligacin de respetar a la familia. Al parecer, se tratara de una forma de oponerse a la discriminacin por orientacin sexual. Hasta la fecha, la ordenanza no ha sido difundida, al parecer porque algunos funcionarios municipales se han dado cuenta que los aadidos respecto a la familia podan ser malinterpretados. Precisamente, el tema de la orientacin sexual impidi que la Municipalidad de Lima apro- bara la ordenanza contra todas las formas de discriminacin. Un grupo de regidores con- servadores se opone radicalmente a dicha ordenanza, que permitira desarrollar polticas pblicas a nivel metropolitano para muchos sectores vulnerables de la poblacin. Respecto a la Ley Nacional contra la Discriminacin no ha habido mayores avances en el Congreso de la Repblica, pese a que el proyecto fue presentado a comienzos del ao 2012 y que, aparentemente, todas las bancadas lo respaldaran. Respecto al desempeo del Congreso, un gran retroceso ha sido la clausura del Museo Afroperuano, un espacio que permita a los ciudadanos conocer mejor la cultura y la problemtica de la comunidad de los peruanos afrodescendientes. LA VIDA DE LOS POBRES VALE POCO Una de las peores demostraciones de la discriminacin en el Per es la forma como inter- viene la Polica Nacional cuando se producen protestas fuera de la capital, especialmente en las zonas rurales. As tenemos las muertes de los mineros informales Joel Mendoza y Ojler Fernndez que murieron durante el brutal desalojo que lleva a cabo la Polica Nacio- nal en unos terrenos que le perteneceran a la empresa Minera Horizonte en Pataz (La Li- bertad); el caso de Kenllu Sifuentes, muerto en Barranca tambin debido a los disparos de la polica y el soldado Javier Rengifo Mosombite fallecido en medio de los enfrentamientos que se produjeron en la localidad de Nauta (Loreto), entre quienes protestaban contra el C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s Informe ANUAL 2012-2013 154 alcalde y la Polica Nacional en Nauta. Su familia asegura que no tena ninguna relacin con la protesta y que los policas le dispararon a quemarropa. Es verdad que el nmero de muertes se redujo sustancialmente desde que Wilfredo Pe- draza asumi el Ministerio del Interior, pero creemos que no debera producirse ninguna. Por su parte, el Ministerio de Defensa es tambin responsable de la absurda muerte del campesino Paulino Huamn Vilcapoma, fallecido durante el bombardeo de la operacin area disuasiva -segn un informe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas- a un centro poblado del VRAEM que dej varias personas heridas. En este incidente varios ni- os de un colegio cercano al lugar del bombardeo pudieron morir como resultado del ope- rativo. Otro ejemplo de ataque indiscriminado a civiles durante los combates en el VRAEM ocurri en la localidad cusquea de Kepashiato, donde una combi llena de pasajeros fue ametrallada por una patrulla militar. Varios pasajeros quedaron gravemente heridos. Sin embargo, existen otros casos de muertes que expresan discriminacin, son los acci- dentes de carretera. El Estado peruano sigue invirtiendo ms recursos en asegurar la vida de los pasajeros del transporte areo, vinculados al sector ms moderno de la economa (sectores clase media y alta) que la vida de los pasajeros de transporte terrestre, que son mucho ms numerosos y en su mayora ms pobres que los primeros. Entre los peores casos tenemos las decenas de personas muertas en accidentes durante la Semana Santa, los cuarenta pasajeros de un mnibus de la empresa Horna fallecidos en abril 2013 en un accidente de carretera en Otuzco. A la imprudencia de conductores y pasajeros, se suman la mala calidad de las pistas, las deficiencias de sealizacin y la pasividad de la Polica de Carreteras. En algunos casos, las propias instituciones estatales pueden tener responsabilidad en las muertes. El hecho ms grave se produjo en octubre, cuando 51 campesinos obliga- dos a viajar en un camin proporcionado por la Municipalidad de Santa Teresa (Cusco) fallecieron al caer a un abismo. Resulta indignante que una municipalidad proporcione un vehculo que no cumple con requisitos de seguridad y no est permitido para trasladar personas. Das despus murieron varias ancianas en Ayacucho, que viajaban en otro camin para cobrar la Pensin 65. En las mismas circunstancias fallecieron en abril diez campesinas, que regresaban de cobrar los subsidios del programa Juntos en Ancash. La- mentablemente, ni Juntos ni Pensin 65 han tomado medidas para garantizar la vida de sus beneficiarios en casos de desplazamiento de pobladores de localidades distantes y aisladas a los centros de los programas de subsidios para poder cobrar sus pensiones. ENFRENTANDO EL RACISMO AMBIENTAL Uno de los problemas a escala global que enfrentan los integrantes de grupos tnicos menospreciados por polticas econmicas y actividades de explotacin extractiva es la contaminacin ambiental. Es lo que suele ocurrir con los indgenas y los afrodescendien- tes en muchos pases y lo que sucede en el Per. Una muestra ha sido la reticencia de las autoridades peruanas de implementar la Ley de Consulta Previa en los proyectos am- bientales. Es ms, el propio Presidente de la Repblica declar en entrevista televisiva (28 C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s DIEZ aos del Informe Final de la CVR 155 de abril 2013) que la mayor parte de comunidades andinas eran comunidades agrarias producto de la reforma agraria, negando as su carcter indgena; lo cual motivo la renun- cia del Viceministro de Interculturalidad Ivn Lanegra y de otros destacados funcionarios. Las consecuencias de la poltica gubernamental se vieron en muchos momentos, como la violenta intervencin de la Polica Nacional contra los campesinos de Caaris (Lamba- yeque), quienes protestaban por la presencia de la empresa canadiense Candente en sus tierras. Varios campesinos quedaron gravemente heridos y otros fueron detenidos. Sin embargo, la principal responsabilidad es del Ministerio de Energa y Minas (MEM) que ha- ba avalado la usurpacin de las tierras de la comunidad y sostena que no haba consulta previa posible porque los comuneros no eran indgenas, reproduciendo el argumento del Presidente de la Repblica. En este contexto, la Defensora del Pueblo precis que desde los aos cincuenta los campesinos haban sido reconocidos como indgenas y meses despus, la empresa anunci la suspensin de sus actividades. Al finalizar el ao, el Ministerio de Cultura public la Base de Datos de Pueblos Indgenas. Se incluye a los aymaras y los quechua hablantes, sobre quienes el propio Presidente y otros funcionarios haban sealado que no eran indgenas. Sin embargo, para la poblacin que no se reconoce como indgena, pero que es discriminada por ser pobre y vivir en una zona rural, los problemas pueden ser mayores, porque las autoridades menosprecian su opinin. Un ejemplo sucedi en Cocachacra (Arequipa), donde el Ministerio de Energa y Minas (MEM) viene apoyando las pretensiones de la empresa Southern de realizar el proyecto minero Ta Mara Southern. A fines de diciembre se realiz una audiencia para debatir el estudio de impacto ambiental con la presencia de 2000 policas fuertemente armados para evitar cualquier expresin disidente. El prroco de la zona sostuvo que no conoca a los asistentes a la audiencia, lo cual quiere decir que eran personas llevadas por la empresa. Pese a estas irregularidades flagrantes, el MEM sostiene que el proyecto ha sido aprobado por la poblacin. Por su parte, en Tacna, miles de habitantes de Ciudad Nueva participaron en la consulta vecinal organizada por la Municipalidad Distrital sobre el proyecto minero Pucamarca de la empresa Minsur. Una abrumadora mayora de votantes expres su rechazo. La desproteccin que sufren las personas que defienden el medio ambiente puede tener resultados trgicos: en mayo Mauro Po Pea, histrico dirigente ashninka jefe de la co- munidad Nuevo Amanecer Hawai, fue asesinado por dos sicarios en Satipo (Junn). Su muerte se atribuye a un enfrentamiento de los ashaninka con un grupo de madereros, por causa de las tierras que eran apropiadas por estos ltimos. LA DISCRIMINACIN EN EL MBITO LABORAL A mediados de marzo ocurri un hecho clave en la lucha contra la discriminacin laboral: la Universidad Telesup public un aviso en el suplemento Aptitus del diario El Comercio solicitando recepcionistas con tez clara. En realidad, desde haca varios aos, activistas antirracistas le advertan a esta empresa que eran ilegales los requisitos de buena pre- sencia y determinada estatura que sola publicar. En este caso, los activistas decidieron difundir el aviso de Telesup en las redes sociales, logrando un fuerte impacto meditico. C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s Informe ANUAL 2012-2013 156 Como consecuencia, la plataforma Alerta contra el Racismo y la Defensora del Pueblo decidieron incidir para que el Ministerio de Trabajo aplicara las leyes que desde 1998 prohben este tipo de requisitos. La Ministra de Trabajo se pronunci de manera tajante anunciando multas muy elevadas y finalmente, desde junio, el suplemento Aptitus y los dems medios impresos han dejado de publicar requisitos discriminatorios. Sin embargo, subsiste la discriminacin en la propia contratacin del personal, tomndose en cuenta los rasgos fsicos, el apellido, la universidad de origen, la edad o el sexo. La Universidad del Pacfico en recientes investigaciones ha demostrado que quienes poseen apellidos andinos tienen mucho menos posibilidades de ser contratados por quienes po- seen apellidos europeos. Al respecto, es importante que el Ministerio de Trabajo haya publicado la Gua de Buenas Prcticas en materia de igualdad y no discriminacin en el acceso al empleo y la ocupa- cin. EDUCACIN La gestin de la Ministra de Educacin Patricia Salas, es la que ms ha enfrentado los pro- blemas estructurales de discriminacin en la historia del Per. Su gestin puso un nfasis sin precedentes en la educacin rural y la promocin de los derechos de los indgenas y los afrodescendientes, pero tambin ha trabajado en el apoyo a otras minoras, como el caso de la comunidad nikkei. Igualmente en el mbito de la Educacin Bilinge Intercultural, se ha logrado revertir los retrocesos que origin el gobierno del presidente Alan Garca: decenas de Institutos Pe- daggicos Bilinges han vuelto a funcionar y el propio ministerio ha elaborado numerosos materiales en quechua, aymara y diversos idiomas amaznicos. Lamentablemente, pa- rece ser que dentro del ministerio algunos asesores estn planteando que se elimine la Direccin de Educacin Bilinge, pero esperemos que no prospere esta medida. Sin embargo, frente a las peores manifestaciones cotidianas de discriminacin, que cons- tituyen el bullying, la intervencin de las autoridades educativas ha sido insuficiente. Han continuado los suicidios de nios y adolescentes e inclusive casos de homicidio, como ocurri con un caso trgico en el Cusco. Precisamente, la Corte Superior de dicha ciudad impuso en agosto una multa al Colegio Salesiano porque el director y profesores haban tolerado prcticas permanentes de bullying por parte de un grupo de escolares autodeno- minado los fighters. Igualmente, se dispuso que el colegio pague una indemnizacin a un estudiante que haba sido maltratado. Este puede ser un precedente importante para que cesen los maltratos por racismo, lugar de origen, homofobia, contextura fsica, etc- tera. C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s DIEZ aos del Informe Final de la CVR 157 IDIOMAS INDGENAS Adems del mayor uso de los idiomas indgenas en la educacin, las Municipalidades de Andahuaylas y Cusco vienen implementando polticas para fortalecer el uso del quechua entre sus funcionarios. De otro lado, ms de 4000 policas de Apurmac, Cusco y Ayacu- cho recibieron el Manual para el empleo del quechua en las comisaras, elaborado por varios profesores de la Pontificia Universidad Catlica del Per. El Ministerio de Cultura ha dispuesto la elaboracin de un manual para el manejo del quechua en la administracin de justicia y se cree que durante el 2014 se elaborar un documento similar en awajn. EL RIESGO MEDITICO A lo largo del ao 2013 los medios de comunicacin han buscado identificar situaciones de discriminacin protagonizadas por actrices o personajes pblicos, estas han sido mag- nificadas al punto que pareciera que el resto de la sociedad no discrimina. En algunos casos, se llega a linchamientos mediticos que parecieran ms bien cortinas de humo convenientemente utilizadas por los medios. Inclusive, se lleg a difundir una falsa denuncia contra la Universidad del Pacfico, una de las universidades que ms ha trabajado la problemtica de discriminacin. La falta de responsabilidad de varios medios llev a que muchas personas actualmente crean que en dicha universidad efectivamente se impide el ingreso de los estudiantes que tienen rasgos andinos o apellidos indgenas. Es fundamental que las entidades que luchan contra la discriminacin enfaticen que ste tiene carcter estructural y sistmico y que muchos casos graves no son denunciados. De lo contrario, se corre el riesgo de banalizar uno de los problemas ms serios de nuestra sociedad. C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s DIEZ aos del Informe Final de la CVR 159 Durante 2013, cada semana se produjo un crimen de odio contra lesbianas, trans, gais y bisexuales (LTGB) en Per: 48 durante el ltimo ao. Estos crmenes constituyen formas de violencia extrema motivadas en la orientacin sexual o identidad de gnero (real o per- cibida) de sus vctimas, se caracterizan por el ensaamiento con el que son ejecutados e implican la deshumanizacin tanto del receptor de violencia como de la comunidad a la que pertenece, constituyndose en actos criminales contra el sujeto y en advertencias contra aquellos que comparten caractersticas con la vctima. Y esta es solo la parte ms visible del amplio y denso constructo que constituye la homofobia y su impacto en la vida de millones de peruanas y peruanos. 200 VIOLENCIA EXTREMA Y CRMENES DE ODIO Estos casos suelen permanecer silenciados e impunes. Las vctimas sobrevivientes o sus familiares no los denuncian por vergenza a asumir pblicamente su orientacin sexual o identidad de gnero, por desconfianza en las instituciones encargadas de administrar justicia o porque los sistemas judiciales y la propia idea de justicia constituye lejana a su cotidianidad. Los casos denunciados se enfrentan al desconocimiento y a los prejuicios de los operadores de justicia: policas que hostilizan a las vctimas, se niegan a registrar las denuncias o lo hacen incorrectamente, fiscales que no generan las acusaciones contra los victimarios, y jueces que demoran la vista de las causas o no motivan sus sentencias acordes a la Constitucin y los tratados internacionales de derechos humanos de los que Per es parte. Y si ello no fuera suficiente, cuando estos procesos se hacen pblicos, se enfrentan a la justificacin social de la violencia como justo castigo al escndalo, peca- do; enfermedad o delito que an constituyen la homo/bisexualidad y la transgeneri- dad para grandes sectores sociales. Por ello, el MHOL -siguiendo la metodologa propuesta por la Comisin Ciudadana Contra los Crmenes de Odio por Homofobia de Mxico- ha identificado los casos reportados por la prensa y ha aplicado un factor de proyeccin: por cada caso aparecido en medios de comunicacin escrita, habra otros dos que no seran reportados. As, de los 48 casos proyectados por MHOL durante 2013, 42 corresponden a muertes por odio y seis a formas extremas de violencia homicida. Las muertes, a su vez, se subdividen en 33 asesinatos motivados en la orientacin sexual o identidad de gnero de las vctimas, seis suicidios de 200 Elaborado por Giovanny Romero Infante, Director Ejecutivo del Movimiento Homosexual de Lima (MHOL). 15. DERECHO DE LA COMUNIDAD LGTBI 201 C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s Informe ANUAL 2012-2013 160 adolescentes y jvenes LTGB por el rechazo de sus familias y tres muertes por la desidia e inaccin estatal. Mes Vctima Regin Descripcin Asesinatos Enero Kerwin Lzaro Morales (26) Piura Enterrado con el crneo destrozado y un trapo sujetndole el cuello en la zona industrial de Piura. Abril Dulce (Jos Antonio) Centeno Taipe (38) Lima Estrangulada por un ciudadano argentino con el que viaj a Lima. Pre- tenda realizarse operaciones estticas antes de visitar a su madre en Huancavelica y migrar a Francia. Mayo Rogelio Vilcamango (24) Lima Joven gay asesinado con cinco cortes en el cuerpo en un hostal de San Martn de Porres. Julio Alex Quiroga (Germn Alexander Huambachano Quiroga) (46) Lima Estilista golpeado, estrangulado, maniatado de pies y manos y dejado desnudo en su cama en su saln de belleza. Habra bebido con sus asesinos la madrugada previa al crimen. Julio Martina (Martn) Flores Garca (42) Piura Estilista y dirigente vecinal asesinada con varios cortes en el cuerpo, uno de ellos en la yugular. Fue encontrada en su domicilio. Fue vista por ltima vez bebiendo con tres sujetos. Julio Juanola (Juan) Malacatos Gaona (30) Tumbes Travesti acribillada a la salida de una discoteca en Zarumilla. Julio Zulma (Walter) Chorres Lama (27) Tumbes Travesti acribillada a la salida de una discoteca en Zarumilla. Noviembre Angie Saori (Mengster Abraham) Prez Rojas (32) Lima Estilista hallada ahorcada en su saln de belleza cuatro das despus de celebrar su cumpleaos. La Polica seal que se tratara de un asesinato por los restos de sangre encontrados en la cuerda utilizada para el crimen. Noviembre Franzua (Julin) Alcntara Inga (61) Junn Estilista encontrado sin vida en su vivienda de Satipo. Fue visto por ltima vez en un karaoke con un joven que visitaba su local. Noviembre Joel Arqumedes Molero Snchez (19) Amazo- nas Joven gay asesinado en Chachapoyas: fue degollado, le cercenaron los genitales y los dedos de los pies y de las manos, metieron su cuerpo en un colchn de paja, lo abandonaron al pie de la carretera hacia la provincia de Rodrguez de Mendoza y le prendieron fuego a su cadver. Diciembre Rub (Segundo Fernando) Bravo Quiroz (24) La Liber- tad Trans trabajadora en una esparraguera y activista de la Asociacin TLGB por la Igualdad asesinada por un sujeto apodado El Gato luego de negarse a invitarle ms cerveza en una fiesta en el AAHH Fujimori. Suicidios Mayo Jos Antonio Pacaya Saboya (20) Loreto Encontrado colgado de una viga de una casa abandonada en el casero Cahuide. Su padre lo recrimin por su homosexualidad y expuls de la casa familiar tres das antes. Julio Luis Enrique R. O. (15) Lima El adolescente se ahorc luego de que su hermana le diera una paliza y le tirara orines mientras lo insultaba de maricn. Durante su sepe- lio, la madre declar que los homosexuales deben ser considerados delincuentes. Muertes por desidia e inaccin estatal Diciembre Tyra Nycol (Carlos Andrs) Rengifo del guila (27) Lima Muri por infeccin generalizada luego de inyectarse silicn industrial para aumentar sus senos y glteos. Esta peligrosa prctica generali- zada entre las personas trans constituye su nica forma accesible de feminizar sus cuerpos ante la inexistencia de protocolos y programas pblicos de adecuacin del cuerpo de las personas trans. Violencia homicida Abril Roger B. P. (22) Loreto Su padre lo roci con gasolina y le prendi fuego por las burlas que reciba por su homosexualidad. Vive con VIH y tuberculosis. Se salv de morir calcinado gracias a la intervencin de sus vecinos. Mayo Elizabeth Medina Vsquez (21) Lima Escolar hostilizada por su compaera de aula por su orientacin sexual y luego golpeada por el hermano y la pareja de esta a la salida del centro educativo. Luego de hacer la denuncia en la comisara del sector, fue amenazada por sus agresores con un arma de fuego. Uno de ellos pertenece a las Fuerzas Armadas. C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s DIEZ aos del Informe Final de la CVR 161 Estos crmenes son reflejo de la deshumanizacin de la que son objeto las personas LTGB y evidencian la urgencia de que el Estado reconozca explcitamente la condicin humana y ciudadana de estas comunidades, sancionando explcitamente la violencia motivada en la orientacin sexual e identidad de gnero, y considerndola una forma delictiva agrava- da por erigirse sobre una situacin de vulnerabilidad social. Sin embargo, el accionar del Estado no solo no ha adoptado este enfoque, sino que lo ha desechado. En 2010 el proyecto de ley 3584/2009-CR que propona la incorporacin de los crmenes de odio en el Cdigo Penal obtuvo un dictamen favorable de la Comisin de Justicia y De- rechos Humanos del Congreso y debi ser debatido en noviembre, pero fue archivado lue- go que el APRA retirara su apoyo por un acuerdo con sectores evanglicos anti-derechos. En diciembre de 2011, en el nuevo Congreso, se present el proyecto de ley multiparti- dario 609/2011-CR contra las acciones criminales originadas por motivos de discrimina- cin que inclua, entre otros, la orientacin sexual e identidad de gnero como categoras protegidas para aumentar hasta en un tercio la sancin a estos delitos. Sin embargo, el dictamen emanado de la Comisin a mediados de 2013 exclua la proteccin explcita a las personas LTGB y el Pleno vot una mocin del congresista Carlos Bruce para restaurar estas causales en el proyecto, obteniendo 56 votos en contra, 27 a favor y dieciocho abs- tenciones. Finalmente, se aprob la creacin del delito sin la inclusin explcita de ninguna categora, lo que deja la proteccin a las personas y comunidades LTGB a entendimiento de los operadores de justicia. HOMOSIDIO: LA MUERTE DE TRANS Y GAIS CON VIH POR DESATEN- CIN DEL ESTADO Otra forma de violencia estructural contra estas comunidades es lo que acontece con la epidemia del VIH que desde su origen se ha concentrado en las poblaciones de trans, gais, hombres bisexuales y otros hombres sin identidad homo/bisexual que tienen sexo con hombres o trans (TGB/HSH) donde alcanza prevalencias de hasta el 20.8% (Vigilancia centinela 2011) en contraste con el 0.2% en el resto de la poblacin (Vigilancia centinela 2002). Sin embargo, a lo largo de sus tres dcadas de existencia, el Estado peruano ha actuado como si se enfrentara a una epidemia generalizada, desatendiendo la evidencia cientfica y las recomendaciones internacionales. El programa nacional de prevencin del VIH del Ministerio de Salud para estas poblacio- nes se reduce a la obligacin legal (segn una norma tcnica) de que las personas TGB/ HSH se sometan a exmenes peridicos de sangre. Adems, se ha subestimado el uni- verso de personas a atender, pasando del 6% al 3% de hombres entre 15 y 49 aos, y ha reducido sus niveles de alcance a estas poblaciones del 12.76% en 2009 a 8.4% en 2012, desmantelando el sistema de promotores educadores de pares en el que se sostena la intervencin, a pesar de que organismos especializados como ONUSIDA sealan que los Estados deben garantizar diagnsticos oportunos y atencin a por lo menos el 80% de estas poblaciones para controlar y empezar a revertir la epidemia. A esto se suman los constantes desabastecimientos de condones, insumos para la aten- cin y diagnstico, as como de tratamientos antirretrovirales para garantizar la calidad de vida de las personas con VIH. Y no existe ningn programa que vincule la entrega de un C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s Informe ANUAL 2012-2013 162 resultado reactivo a VIH con el inicio oportuno del tratamiento. As, se estima que cada da mueren tres personas por causas asociadas al VIH en Per (DGE 2013), de las cuales 2.37 seran TGB/HSH, 17 a la semana. EL DERECHO COMO CAMPO DE LUCHA CONTRA LA DISCRIMINA- CIN La negacin de la condicin humana y ciudadana de las personas LTGB tiene su expre- sin ms cotidiana en la discriminacin, y probablemente por ello tambin constituye el campo en el que se concentran los mayores avances formales: ordenanzas regionales, provinciales y distritales que sancionan la discriminacin e incluso algunas explicitan la orientacin sexual e identidad de gnero como categoras protegidas, y las cada vez ms frecuentes sanciones a las empresas que recortan los derechos de las personas por estas causas. En junio el Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Proteccin de la Pro- piedad Intelectual (INDECOPI) ratific en segunda instancia administrativa su resolucin contra el Plaza Hotel de Tacna (Plaza Hotel EIRL) por haber discriminado en marzo de 2012 a Jos Enrique Snchez Canales y Patrick Michael Finn, pareja gay casada en los Es- tados Unidos a la que neg hospedaje en una habitacin con una cama matrimonial por respeto a las dems personas y le ofreci una con dos camas separadas. El hotel, en un intento de eludir su responsabilidad, indic que todo se debi a un error de su recepcio- nista quien actu sin conciencia ni voluntad de discriminar, sin embargo el INDECOPI ha sealado en resoluciones anteriores que el sistema de proteccin al consumidor no hace distincin dentro de la estructura organizativa de los establecimientos. As, concluy que se afect la dignidad de la pareja gay y su derecho a la igualdad en toda transaccin co- mercial, por lo que sancion al hotel con una multa de dos unidades impositivas tributarias (UIT) y el pago de costas y costos. Meses antes, en abril de 2013, la artista transexual Godfrey Arbul fue discriminada en la discoteca Gtica (Gothic Entertainment SA): acudi a un evento al que fue invitada, pero luego de pedirle su DNI, el personal de seguridad condicion su ingreso al pago de una suma mayor a la cobrada al resto de asistentes. Luego de la denuncia pblica, la Munici- palidad de Miraflores orden el cierre de la discoteca por siete das hbiles y el pago de una multa de media UIT en virtud de su ordenanza antidiscriminatoria aprobada en 2008 que incluye la orientacin sexual y cualquier otra ndole como categoras protegidas. En agosto, el INDECOPI tambin sancion a la empresa por haber violado el Cdigo de Pro- teccin y Defensa del Consumidor, y le orden el pago de una multa de 100 UIT, costas y costos, as como medidas correctivas: que la empresa remita una carta a la agraviada ofrecindole disculpas, la publicacin durante 6 meses de un aviso en su pgina web y de un letrero a la entrada del establecimiento sealando que se encuentra prohibida la discriminacin por opcin sexual o cualquier otro motivo, as como la capacitacin de su personal para evitar la repeticin de estos hechos. Estas resoluciones son expresin de concreta del carcter progresivo del Derecho en el reconocimiento y garanta de los derechos de las personas y comunidades LTGB. Algunas aristas que debieran ser profundizadas en el futuro son que la discriminacin en el con- C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s DIEZ aos del Informe Final de la CVR 163 sumo viene siendo sancionada con multas a favor de las autoridades administrativas, sin embargo estas no son invertidas en el desarrollo de campaas antidiscriminatorias ni en supervisiones de oficio que permitan identificar y sancionar nuevos casos; las disculpas por discriminacin debieran ser pblicas a fin de reparar la dignidad personal de la vctima y la de la comunidad a la que esta pertenece; los avisos de no repeticin en los locales sancionados debieran ser permanentes y estar redactados en una frmula que seale que estos actos no se repetirn nunca ms, en lugar de los textos que anuncian que en determinado local simplemente no se discrimina. Y debiera nombrarse adecuadamente las categoras que motivan la discriminacin: la orientacin sexual en el caso de lesbianas, gais y bisexuales, y la identidad de gnero en el caso de las personas trans. No obstante estos avances, el primer caso de discriminacin por orientacin sexual en el Per contina a la espera de justicia. En agosto de 2004, el ex director del MHOL Crissthian Olivera Fuentes y su pareja fueron discriminados en Santa Isabel (Supermercados Pe- ruanos SA) por darse un beso e iniciaron una queja que, a pesar de diversas pruebas en vdeo, INDECOPI declar infundada. La resolucin emitida en mayo de 2006 dispuso que la Comisin de Proteccin al consumidor organice y realice operativos destinados a identificar posibles conductas discriminatorias por opciones sexuales en establecimientos abiertos al pblico, sin embargo se han negado a informar su cumplimiento. La Corte Suprema declar no tener competencias para determinar si haba o no habido discrimina- cin, agotando la va nacional. En noviembre de 2011, DEMUS present el caso de violacin de los derechos a la igual- dad y no discriminacin, vida privada, libertad de pensamiento y de expresin, debido proceso y proteccin judicial de Olivera como peticin ante la Comisin Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), el mismo que contina en fase de admisibilidad. En mayo de 2013 la CIDH notific al Estado peruano del caso y en septiembre este traslad su res- puesta sealando, cmo no, que no se ha afectado los derechos de la vctima pues recibi sendas respuestas en la va administrativa y judicial, y que el hecho de que no se hayan satisfecho sus expectativas no es motivo para acusar al Estado de violacin de derechos. Es decir, el Estado peruano resume la violacin a los derechos humanos a un asunto de pareceres. Adems, deduce excepcin de falta de agotamiento de los recursos internos pues sostiene que derechos como la dignidad y la libertad de pensamiento y expresin no han sido alegados ni discutidos en sede interna. La argumentacin del Estado fue rebatida mediante un escrito presentado en diciembre. UNIN CIVIL: HACIA EL RECONOCIMIENTO DE LAS FAMILIAS HO- MOPARENTALES Si los asesinatos por homofobia constituyen la expresin ms brutal de la deshumaniza- cin de las personas LTGB, la negativa a reconocer la existencia de las familias homo- parentales constituye la expresin ms simblica de la desigualdad. En un contexto en el que los matrimonios igualitarios dejan de ser un exotismo nrdico para convertirse en realidad en pases de la regin (Mxico, Argentina, Brasil y Uruguay) o son parte de su debate congresal (Colombia, Chile y Ecuador), en septiembre se present el proyecto de ley 2647/2013-CR de unin civil no matrimonial para parejas del mismo sexo. C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s Informe ANUAL 2012-2013 164 La Constitucin de 1993 no menciona la heterosexualidad del matrimonio, pero define que el concubinato o unin a manera del matrimonio es entre un hombre y una mujer, por lo que los matrimonios entre parejas del mismo sexo no seran constitucionales. Sin embar- go, el Tribunal Constitucional ha reconocido que el ius connubii (capacidad para contraer matrimonio) es parte del derecho al libre desarrollo de la personalidad y es a travs de este que se fundamenta el derecho de las personas a contraer matrimonio. Sin embargo, este debate solo se zanjara con una pareja homosexual exigiendo casarse en una Muni- cipalidad, una probable negativa que derivara en accin de amparo, una sentencia del Tribunal Constitucional e incluso, quizs, un fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. O una reforma constitucional que explicite que el matrimonio es entre dos per- sonas libres de impedimento. O con una forma distinta de reconocimiento: la unin civil. Esta no es una demanda nueva. Ya en 1993, durante el Congreso Democrtico Constitu- yente, el legislador de izquierdas Julio Castro propuso sin xito que el Estado garantizar la proteccin del derecho que tiene la persona a decidir su opcin sexual, as como la posibilidad, sin exclusin, de formar pareja. Diez aos despus la congresista fujimorista Martha Moyano present una propuesta de ley de unin civil para parejas homosexuales y en 2010 el aprista Jos Vargas hizo lo propio, aunque se trat de una cortina de humo: present el proyecto 24 horas antes del cambio de la mesa directiva del Congreso y ni l ni ninguno de sus partidarios acudi a sustentar la iniciativa en Comisin, quedando ar- chivada. Es decir, la actual iniciativa, presentada por Carlos Bruce, es la cuarta en su tipo en nuestro pas. El proyecto plantea el reconocimiento de la unin civil como la unin voluntaria confor- mada por dos personas del mismo sexo con el fin de establecer y garantizar derechos y deberes el uno para con el otro, se inscribira en el Registro Civil, modificara el estado civil en el DNI de los contrayentes, les permitira recibir el mismo tratamiento y derechos que un pariente de primer grado (visitas en hospitales, toma de decisiones quirrgicas de emergencia, seguro social, entre otros) as como formar una sociedad de gananciales (copropiedad y herencia). Es decir, reconocer a las parejas homosexuales como familia, las legitimar, reducir su vulnerabilidad social, acabar con la absoluta desproteccin actual y permitir generar mejores condiciones para luchar contra la violencia que viven cotidianamente las personas LTGB. Por eso ha recibido rpidamente un gran soporte social. En octubre las encuestas sea- laron que el 31% de ciudadanos est a favor del reconocimiento de las uniones civiles de parejas homosexuales y el apoyo crece a 43% cuando se informan sobre los derechos que contiene. Los principales lderes de opinin explicitaron su apoyo en entrevistas, colum- nas y artculos, e importantes iniciativas como un comunicado encabezado por el Premio Nobel Mario Vargas Llosa y firmado por ms de 500 personalidades destacadas de todas las reas respaldando el proyecto, la campaa Parejas Imaginarias que retrat a figuras influyentes de la sociedad peruana apoyando a las parejas homosexuales, y la formacin del colectivo Unin Civil Ya! que ha logrado vincular a nuevos activistas por los derechos LTGB. Una movilizacin ciudadana sin precedentes rumbo al prximo debate de la inicia- tiva en la Comisin de Justicia y Derechos Humanos del Congreso y contra el rechazo de los sectores ms recalcitrantes del catolicismo y el evangelismo, expresados en lderes religiosos como en sus operadores polticos (Juan Luis Cipriani, Martha Chvez y el PPC, en el primer caso, y Julio Rosas en el segundo), una movilizacin ciudadana desde C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s DIEZ aos del Informe Final de la CVR 165 muy diversos frentes que hace pensar que nunca antes estuvimos tan cerca de nuestros derechos. A MODO DE CIERRE La grave situacin de exclusin de las personas y comunidades LTGB constituye una de las ms claras expresiones de la fragilidad de la democracia peruana y de la ausencia de vnculo social en una sociedad de postguerra. El Per es un pas que, en lugar de abordar madura y reflexivamente las causas e impactos del conflicto armado interno, ha preferido ver a otro lado y pretender que el captulo ms doloroso y vergonzoso de su historia nunca sucedi. As, por ejemplo, se prolongan hasta nuestros das muchas de las violaciones a los derechos humanos propias del conflicto armado interno, como son las polticas de limpieza social contra homosexuales: antes fueron Sendero Luminoso y el MRTA quienes asesinaban a personas LTGB y dejaban sus cadveres abandonados con carteles que decan as mueren los maricones, hoy son agentes civiles que torturan y matan impune- mente sin que al Estado le importe realmente y, cuando hay un emplazamiento pblico al respecto, las vctimas son tachadas por los agresores o por el propio Estado que seala en instancias internacionales que el gran avance social es que la homosexualidad no es (oficialmente) perseguida ni condenada. Un pas que se pretenda moderno, occidental y democrtico tiene el reto de hacer de los derechos humanos su sentido de existencia, y de no tolerar ninguna situacin que ponga en desventaja o humille a uno de sus miembros. El camino ser largo, pero tenemos el deber de recorrerlo. C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s Informe ANUAL 2012-2013 166 La discapacidad es un trmino que, a lo largo de la historia, ha evolucionado a la par de los avances cientficos y los aportes intelectuales que generan una nueva forma de pen- samiento, que le dan al hombre una perspectiva distinta sobre el mismo mundo en el que habita. Es importante tener en cuenta el enfoque actual que se tiene sobre el tema, ya que es una visin ms completa, integral, que abarca a la misma sociedad y nos involucra a todos, en tanto miembros de la sociedad. 201 Elaborado por Sonia Povis Medina y Enrique Lpez Ziga, del Programa de Personas con Discapacidad de la Asociacin Pro Derechos Humanos (APRODEH). 16. DERECHOS DE LAS PERSONAS CON DISCAPACIDAD 202 C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s DIEZ aos del Informe Final de la CVR 167 Actualmente contamos con herramientas jurdicas internacionales y nacionales que nos permiten acceder de manera ms eficaz a los derechos fundamentales que nuestra Cons- titucin reconoce para todos; pero no hay que olvidar que esto no siempre ha ocurrido as. Si miramos atrs, y revisamos la historia, nos encontraremos con que la forma de tratar a las personas con discapacidad ha tenido todo un proceso de desarrollo, de acuerdo a la cultura y las costumbres de cada poca, y que no ha sido favorable. EL MODELO DE PRESCINDENCIA La primera fase, puede ejemplificarse muy bien en los modelos adoptados por la sociedad griega y la romana, que no tomaban en cuenta a la persona que naciera con alguna dis- capacidad; de manera que, al nacer, se les privaba del derecho a la vida, o vivan siempre bajo la marcada sombra de la discriminacin. Este modelo de tratamiento de las personas con discapacidad se denomina Modelo de Prescindencia, y se caracteriza por la creencia de que la discapacidad tiene un origen religioso, equiparando la discapacidad a lo que sera un castigo divino y desvalorando a la persona en virtud a su condicin; asimismo, no se les tomaba en cuenta, porque se adoptaba la idea de que no eran capaces de contri- buir a la satisfaccin de las necesidades de la colectividad. Podemos ver claramente cmo esta cosmovisin desfavorece histricamente a la persona con discapacidad, porque se le priva de los derechos ms esenciales en los que creemos hoy. Sin embargo, tambin hay que comprender que, tanto la misma realidad como los va- lores que sobre ella se erigen, van modificndose constantemente, cambiando las formas de pensar, la idiosincrasia de los pueblos y su forma de convivir; es decir, para compren- der la visin que tenemos hoy sobre la discapacidad, es necesario tambin comprender el pasado, y asimilar que tal modelo de tratamiento era un producto socio cultural que corresponda inevitablemente al desarrollo de la poca. EL MODELO MDICO REHABILITADOR - ASISTENCIAL Como dijimos en un principio, los avances de la ciencia, la tecnologa y el pensamien- to, van transformando el mundo, y, con ello, la forma de pensar de la humanidad. Con el desarrollo de la ciencia y su impacto en las relaciones sociales se obtuvo una nueva manera de comprender el concepto de discapacidad, dando nacimiento a la segunda fase o segundo modelo de tratamiento, denominado Modelo Rehabilitador. Este modelo tiene como fundamento la premisa de que las causas que originan la discapacidad co- rresponden a razones cientficas, dejando en el pasado la antigua etiologa divina de la discapacidad. Para la concepcin asistencial-rehabilitadora la persona con discapacidad no es considerada como alguien intil o innecesario para la sociedad, siempre que sean tratadas y rehabilitadas; es decir, se persigue como finalidad normalizar a la persona con discapacidad y despojarlo en la medida de lo posible de sus deficiencias fsicas, sensoria- les o mentales para que recin pueda ser apto a contribuir en el desarrollo de la sociedad en la que vive. Esta perspectiva que se forma del concepto de discapacidad, identifica como problema a la misma persona con discapacidad, a quien se le debe curar y normalizar para inser- C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s Informe ANUAL 2012-2013 168 tarlo en la vida social. Las consecuencias prcticas de este enfoque se visibilizan en las polticas legislativas con una orientacin de asistencia y seguridad social, beneficiando con servicios sociales a las personas con discapacidad, ya que se les consideraba como un problema individual, y que carecen de los medios para enfrentarse por s mismos a la sociedad. Otro aspecto importante de esta definicin es que, la necesaria insercin en la sociedad de la persona con discapacidad tiene como contrapartida la desaparicin de la discapa- cidad de la persona. Si bien este enfoque supera notablemente la fase anterior (el deno- minado Modelo de Prescindencia), tiene muchos puntos dbiles que no son compatibles con la actual perspectiva de derechos humanos, recogidos por la normativa internacional. Para comenzar, el hecho de tratar de ocultar o desaparecer la discapacidad, significa pasar por alto el derecho a ser reconocido como persona, y el respeto por la diferencia y la diversidad del gnero humano. Estas caractersticas particulares de cada individuo son un elemento ms, que conforma, junto con muchos otros, la identidad de una persona; no podra concebirse en la actualidad que para que las personas puedan contribuir en el desarrollo de la sociedad en la que viven, deban ser despojados de sus caractersticas individuales. Una visin tal, constituira un atropello a los derechos fundamentales en lo concerniente al respeto de su dignidad y de su identidad. La Declaracin Universal de los Derechos Humanos, en su artculo primero seala que todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos; de modo que, en consonancia con esto, cmo podra aceptarse una poltica social con una tendencia a la discriminacin, en tanto no se aceptan algunas de las caractersticas con las que nacen las personas? Frente a esta interrogante, es que la sociedad progresivamente contesta con un nuevo modelo de tratamiento de las personas con discapacidad: el llamado Mo- delo Social. EL MODELO SOCIAL INCLUSIVO Este Modelo Social tiene un enfoque basado en el respeto de los derechos humanos y sus principales preceptos: el reconocimiento de libertad e igualdad de las personas en digni- dad y en derechos. Desde este planteamiento, la persona con discapacidad ya no es vista como un problema frente a la sociedad, no se le atribuye a la discapacidad un origen de corte religioso ni cientfico, sino social. La situacin cambia notablemente, y lo que otrora anduvo de cabeza, hoy camina sobre los pies. Ya la persona con discapacidad no es tra- tada con conmiseracin, ni con paternalismo o afn de buscar su rehabilitacin; es tratada como lo que es: una persona con las mismas facultades y capacidades para contribuir a satisfacer las necesidades de la sociedad en la que vive, una persona con derechos y obligaciones como cualquier otra, a la que se debe respetar. La sociedad, al no estar preparada para aceptar a las personas por su diversidad, cons- tituye un problema que debe superarse. Frente a las personas con discapacidad, es la misma colectividad la que constituye el problema, ya que muchas veces genera barreras que impiden que stas puedan desenvolverse normalmente. C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s DIEZ aos del Informe Final de la CVR 169 Hoy, tenemos un cuerpo normativo de corte internacional: la Convencin Sobre los Dere- chos de las Personas con Discapacidad. Esta Convencin recoge el contenido esencial de los derechos humanos reconocidos en la mayora de tratados y constituciones, si no en todas y desarrolla el concepto de discapacidad desde la idea de la sociedad inclu- siva. Esto significa que la sociedad debe preocuparse por derribar esas barreras que no permiten a las personas con discapacidad gozar efectivamente de esos derechos que proclaman las normas internacionales y nuestra propia Carta Magna. Lo que genera la discapacidad no son las personas que tienen alguna deficiencia fsica, mental o sensorial, sino la nueva forma de violencia o agresin social cuando no se tiene en cuenta a las per- sonas con discapacidad, y se las discrimina por razn de ello. Por lo tanto, teniendo claro que el problema no radica en una persona, sino en el colectivo, la solucin o el tratamiento deben apuntar hacia la misma sociedad para su propia reha- bilitacin, y sta debe basarse en la bsqueda de la inclusin por medio de la igualdad de oportunidades. Esto debe desarrollarse desde una perspectiva transversal a toda poltica pblica para que se incluya el tema de discapacidad en su eje de desarrollo. La Convencin seala como objetivo principal promover, proteger y asegurar el goce ple- no, y en condiciones de igualdad, de los derechos humanos, para lo cual exhorta a los pases parte a que implementen polticas legislativas y administrativas que permitan la consolidacin del concepto de inclusin social como cultura de desarrollo. El punto ms importante, que tiene que ver con la libertad de las personas, es el que se refiere al dere- cho a vivir de forma independiente y a vivir en comunidad, que se puede leer en la redac- cin del artculo 19 de la Convencin, y significa que toda persona con discapacidad tiene el derecho a vivir de forma independiente dentro de su comunidad; no se les puede privar de su autonoma en razn a su deficiencia, sea sta fsica, mental o sensorial, y que se les reconozca como personas independientes, con la capacidad suficiente para satisfacer sus necesidades ms elementales por s mismos y con derecho a ser tratadas en igualdad de condiciones que las dems. Pieza fundamental de este proceso de inclusin social es la denominada Accesibilidad, que viene a ser las medidas que se adoptan para que las personas con discapacidad pue- dan encontrar el goce efectivo de sus derechos, como lo son vivir de forma independiente, y participar activamente en diferentes aspectos de la vida social, que implica la igualdad de oportunidades antes mencionadas. Como podemos apreciar, en la actualidad existe todo un trabajo y un proceso de adopcin de polticas normativas que se decantan por el Modelo Social Inclusivo, en el que se res- cata el valor de la persona y el reconocimiento de sus derechos fundamentales, aquellos de los que no pueden ser despojados, menos an en razn a una discapacidad. No son ya la religin ni la ciencia quienes estigmatizan y marcan a las personas con dis- capacidad, sino la misma sociedad, en tanto sta no sea sensibilizada, o mientras no se concientice sobre la igualdad de derechos que debe imperar sobre todo ser humano. La vida de una persona con discapacidad tiene el mismo sentido que la vida de una persona sin discapacidad. En esta lnea, las personas con discapacidad remarcan que ellas tienen mucho que aportar a la sociedad, pero para ello deben ser aceptadas tal cual son, ya que su contribucin se encuentra supeditada y asimismo muy relacionada con la inclusin y la C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s Informe ANUAL 2012-2013 170 aceptacin de la diferencia. El objetivo que se encuentra reflejado en este paradigma es rescatar las capacidades en vez de acentuar las discapacidades. Asimismo, se considera que las personas con discapacidad tienen mucho que aportar a la sociedad, o que, al menos, la contribucin ser en la misma medida que el resto de personas sin discapacidad. LA SITUACIN DE LAS PERSONAS CON DISCAPACIDAD EN NUESTRO PAS De nuestro pas podra decirse que se encuentra en un perodo de trnsito desde el mode- lo anterior modelo mdico asistencial o rehabilitador, hacia el modelo social inclusivo que acabamos de desarrollar. Si bien este cambio ha comenzado hace algn tiempo, es determinante para poder visibilizar los avances y pormenores de este proceso la suscrip- cin del Per a la Convencin sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad y su Protocolo Facultativo, ambos ratificados por el Congreso de la Repblica el 1de noviembre de 2007. La Convencin es el instrumento normativo internacional sobre discapacidad que tiene como fundamento el respeto absoluto de los derechos humanos, los reivindica y consa- gra. Desde su aprobacin en el Per, se convierte en objeto de cumplimiento por parte del Estado. Es a raz de esto que se vienen implementando, de forma paulatina, polticas pblicas orientadas a promocionar el respeto de los derechos que tiene toda persona con discapacidad, por medio de la inclusin social como cultura del progreso y desarrollo. Es importante saber que existe una obligacin por parte del Per para hacer que se cum- pla lo dispuesto en la Convencin, y ms importante todava es conocer que efectiva- mente se vienen aplicando ciertas medidas y polticas pblicas para su implementacin. Un primer paso, quiz el ms importante, fue la aprobacin de nuestra Ley General de la Persona con Discapacidad (ley 29973), que es la adecuacin del contenido de la Con- vencin a nuestra legislacin interna y que parte de la iniciativa de las organizaciones de personas con discapacidad. Sin embargo, hay muchos aspectos que falta apuntalar, de manera que todava queda mucho trabajo por hacer. Para graficar el panorama, basta con mencionar el avance en educacin, en el que menos de la cuarta parte de la poblacin con discapacidad hablamos de un 22.5% del total de personas con discapacidad tienen instruccin a nivel secundaria (dato obtenido segn la Encuesta Nacional especializada sobre Discapacidad del INEI), y donde solo el 11.4% logra acceder a la educacin supe- rior. Estos ndices, como se puede observar, son bajos, y demuestran que las barreras sociales para alcanzar la igualdad de derechos y de condiciones siguen apareciendo, lo cual deviene en obstculo para afrontar y combatir la desigualdad social. La educacin es un tema de primer orden en tanto se la considere como una herramienta importante, de la cual no deben prescindir las personas con discapacidad para acceder al trabajo. Siendo el conocimiento y la especializacin elementos importantes que debe re- unir el trabajador de hoy, cmo podra pasarse por alto un tema como el de la educacin, cuando es precisamente lo que permite que las personas estn mejor preparadas para ofrecer su fuerza de trabajo. Esta realidad dificulta ms la lucha contra el desempleo de C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s DIEZ aos del Informe Final de la CVR 171 las personas con discapacidad. Mientras no se eduque correctamente, o mientras no se proponga el Estado fomentar polticas educativas que permitan a las personas con disca- pacidad el acceso a la educacin, en igualdad de condiciones que las dems personas, ms difcil todava ser el esfuerzo por ofrecer igualdad de condiciones y de acceso a un trabajo. De esta manera, no acceder a una educacin de calidad constituye un factor dis- criminante para la poblacin de personas con discapacidad. No es de extraar que en mbito laboral se halle que la gran parte de personas con dis- capacidad son trabajadores independientes, sin una renta segura ni beneficios sociales. Habr una cierta correspondencia entre el estado de la educacin de las personas con discapacidad y sus posibilidades de conseguir mejores empleos. El trabajo es un derecho social, una actividad que permite al hombre alcanzar su realizacin personal y le genera los medios para poder llevar una vida digna; por ese motivo es tan importante fomentar el empleo y mejorar las polticas pblicas del Estado con la finalidad de mejorar las condi- ciones laborales para la persona con discapacidad, en igualdad de condiciones y con los ajustes razonables que sean necesarios. Existen otras necesidades para las personas con discapacidad, tales como acceder al espacio fsico en iguales condiciones que los dems. Para lograr esto, se viene trabajan- do en la accesibilidad, que viene a ser un medio por el que se alcanza el derecho antes mencionado, de acceso al espacio fsico. Hay importantes avances, como por ejemplo la implementacin de medios que permiten a las personas con discapacidad visual poder desplazarse por terminales terrestres con mayor facilidad, de forma autnoma, sin depen- der de alguien para lograr satisfacer una necesidad tan bsica, como lo es el acceso al espacio fsico. Del mismo modo, se ha adecuado las edificaciones para que las personas con discapacidad motriz puedan acceder a lugares pblicos por su propia cuenta. Tambin hay todo un proceso orientado al respeto de la dignidad de las personas con discapacidad intelectual y psicosocial, toda vez que se trata de que vivan en la medida de lo posible en situacin de autonoma y ejerciendo los derechos que tienen, por cuenta propia, como cualquier persona, y tomar sus propias decisiones. Esto tiene que ver muy de cerca con la libertad de las personas, el derecho a vivir de forma independiente y a vivir en comunidad que se puede apreciar en el contenido del precitado artculo 19 de la Convencin. C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s Informe ANUAL 2012-2013 172 El Per, como el resto de Amrica Latina y el Caribe, vive un proceso acelerado de enve- jecimiento demogrfico. En nuestro pas el sector poblacional de 60 a ms aos crece a una tasa del 3.43%, mientras que a nivel nacional la poblacin crece a un ritmo de 1.44%. Segn los registros de la RENIEC, en el Per la poblacin adulta mayor ahora sobrepasa los 3 millones de personas, es decir alcanza el 10% de la poblacin nacional. De este total, el 53% son mujeres y el 77% vive en el rea urbana. Por su parte, el INEI da cuenta de un crecimiento constante y estima que para el bicentenario de la independencia nacional, las personas mayores de 60 llegarn a ser el 11.2%. 202 Elaborado por Carlos Alarcn Aliaga, IPEMIN. 17. SITUACIN DE LOS DERECHOS DE LAS PERSONAS ADULTAS MAYORES DEL PER 203 C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s DIEZ aos del Informe Final de la CVR 173 Sin embargo este acelerado crecimiento se da en condiciones muy desventajosas. Slo un 30% de los adultos mayores del pas tiene una pensin de jubilacin, el 24% es anal- fabeto, cifra que sube al 35% en las mujeres. Estas caractersticas dificultan el acceso de las personas adultas mayores a un trabajo decente, por ello se ven obligados a realizar trabajos inadecuados para su edad y salud; a esto se suma el paradigma de la sociedad que valora la juventud sumada a cierto tipo de productividad, sin tomar en cuenta el aporte que los adultos mayores continan brindando a la familia y a la sociedad. Dada la creciente importancia de este grupo etareo, los gobiernos han dictado medidas legislativas que buscan proteger a este sector de la poblacin como: los Lineamientos de Poltica para el Adulto mayor en el 2000; el Plan Nacional del Adulto Mayor 2002-2010; la creacin de la Direccin de Personas Adultas Mayores en el Ministerio de la Mujer; as como la Ley del Adulto Mayor N 28803 de julio de 2006 que estipula la creacin, en cada distrito, de los Centros Integrales del Adulto Mayor (CIAM), y en algunos gobiernos regio- nales se han instalado Consejos Regionales de Personas Adultas Mayores (COREPAM). El actual gobierno ha instalado el programa de Asistencia Solidaria Pensin 65 dirigido a personas mayores de 65 que viven en extrema pobreza y el programa Vida Digna para atender a las personas adultas mayores que viven en abandono. El ltimo ao ha aproba- do el Plan del Adulto Mayor 2013-2017 y ha impulsado la inclusin de este grupo etareo en el SIS. A nivel internacional, el Gobierno Peruano est comprometido en el impulso de la Convencin Mundial Por los DDHH de las PAM. No obstante, estas medidas son iniciales y la mayora quedan en meros dispositivos que no se cumplen o se cumplen parcialmente, pero sobre todo son concebidos como medi- das asistenciales y no como derechos humanos que le corresponde a cada adulto mayor. LIBERTAD DE ASOCIACIN Y PARTICIPACIN CIUDADANA Se introducirn mecanismos legales para fomentar las libertades de asociacin y participacin ciudadana, simplificando los requisitos que la ley establece para la constitucin, registro y funcionamiento de organizaciones y asociaciones. (Plan Na- cional de Derechos Humanos 2006-2010) Las Organizaciones de Personas Adultas Mayores (OPAM) se ven limitados en sus dere- chos de asociacin. 1. Las asociaciones promovidas por municipalidades, EsSalud, MINSA tienen un ca- rcter recreativo; si bien muchas veces se imparten talleres productivos, stos cumplen slo carcter distractivo. Las organizaciones no tienen autonoma y de- penden de la voluntad del funcionario respectivo. Las Personas Adultas Mayores no reciben capacitacin en derechos, por ello la gran mayora se encuentra sin repre- sentacin. 2. Los requisitos para la inscripcin de las OPAM en Registros pblicos, resultan muy complicados y onerosos, en particular los de nivel superior (asociacin de asocia- ciones), si alguna de las asociaciones de base no tiene al da su registro, las dis- C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s Informe ANUAL 2012-2013 174 tritales, regionales o nacionales quedan impedidas o no pueden inscribirse en los prximos consejos directivos. 3. Se ha producido un retroceso en la participacin de las OPAM en las instancias de decisin poltica. Las OPAM estaban representadas por ANAMPER y la CEPRATEC en la Comisin Multisectorial de Vigilancia y Monitoreo del Plan Nacional de las PAM, pero son excluidas de este proceso a partir de 2011. Las autoridades argumentan por un lado que no existe una organizacin que abarque todo el pas y por otro que la formacin de los lderes no es la adecuada. El MIMDES ahora MIMPV, a travs de la DIPAM, viene impulsando su propia central o red nacional, la que tendra derecho, en algn momento, a tener una representacin en dicha Comisin o su equivalente. Esta frmula corporativa es incompatible con una organizacin de personas adultas mayores autnoma, que pueda ejercer su propia representacin y que garantice el cumplimiento de sus derechos. 4. En algunas regiones existen las coordinadoras de personas adultas mayores (CO- REPAM) o Mesas de Trabajo en las que participan las OPAM, pero estas instancias carecen de capacidad de decisin de polticas. Por otra parte, las OPAM no son convocadas y reconocidas por los gobiernos locales, lo que limitada su participacin en los Presupuestos Participativos. DERECHO A LA IDENTIDAD Se implementan las reformas normativas y medidas administrativas requeridas para reforzar el ejercicio del derecho a la identidad. (Plan Nacional de Derechos Huma- nos 2006-2010) Segn los Censos Nacionales 2007 XI Poblacin y VI de Vivienda, un 6% de la poblacin mayor de 60 aos no tiene Documento Nacional de Identidad (DNI), las mujeres llegan al8 %. Entre las razones que arguyen para esta ausencia estn: nunca lo adquiri; se deterio- r; lo perdi y no lo remplaz. En muchos casos las personas adultas mayores perdieron sus documentos durante el perodo de violencia poltica que vivi el pas. Los casos, muy comunes, y ms difciles de resolver estn relacionados con la falta de partida de naci- miento, ya sea porque nunca estuvo inscrito en los registros civiles o porque extraviaron el documento por la violencia poltica. La instalacin del programa Pensin 65 visibiliz est problemtica lo que hizo que la RENIC genere un programa de orientacin y apoyo para que los adultos mayores puedan adquirir el DNI de manera gratuita. En aquellos casos que no cuenten con partida de naci- miento basta la declaracin jurada del padre, la madre o el hermano; a falta de ellos, basta la declaracin jurada de dos personas mayores de edad que conozcan al solicitante. C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s DIEZ aos del Informe Final de la CVR 175 DERECHO A LA EDUCACIN Se establecen e implementan, en coordinacin con el Consejo Nacional de Educa- cin, medidas para promover el desarrollo de la educacin y combatir los obstculos que la socaven. (Plan Nacional de Derechos Humanos 2006-2010) Segn los Censos Nacionales de Poblacin y Vivienda de Octubre del 2007, un 24% de personas mayores de 60 aos no saba leer y escribir, en el rea rural la cifra llegaba al 47% y en el caso de las mujeres al 35%. Los avances para reducir el analfabetismo son sumamente lentos, las personas adultas mayores no son prioridad en el programa na- cional de alfabetizacin, ni hay campaas de informacin y promocin para que alguna persona de edad avanzada se anime a aprender a leer y a escribir. Por otra parte, los alfabetizadores no son entrenados para atender a una poblacin que con los aos tiene muchas dificultades para manejar un lpiz. Segn el INEI al 2012 todava exista, a nivel nacional, un 21% de adultos mayores analfabetos. En el caso de las mujeres el porcentaje disminuy tres puntos porcentuales y slo un punto en el rea rural, donde siete de cada diez mujeres no sabe leer y escribir. Tampoco hay programas para superar los niveles educativos de los adultos mayores. As, segn los censos mencionados, el 40% tiene algn nivel de instruccin primaria, tan solo el 9% tiene formacin universitaria y un 5% no universitaria. Esta situacin ha mejorado un poco, el INEI en la Encuesta Nacional de Hogares 2012, seala que ha disminuido el porcentaje de personas mayores sin ningn tipo de nivel educativo y existe un 45% de per- sonas adultas mayores con nivel primario. No obstante, en cuanto a estudios superiores universitarios y no universitarios el porcentaje se mantienen estacado. Este es un factor que limita la vida digna de las personas adultas mayores, les impide acceder a oportunidades para su bienestar y desenvolvimiento independiente. El enveje- cimiento demogrfico de nuestro pas exige que, en la actualidad, las personas adultas mayores continen aportando al pas y su comunidad; los persistentes bajos niveles edu- cativos slo incrementan la vulnerabilidad en la poblacin, que tiene dificultades para salir de la pobreza. DERECHO A LA SALUD Se fortalece la normativa e institucionalidad en vigor, en orden a promover y proteger el derecho a la salud, implementando disposiciones precisas para desarrollar cada una de las estrategias sanitarias actualmente en vigor. (Plan Nacional de Derechos Humanos 2006-2010) En el 2011 el 71% de varones y el 82% de mujeres del grupo de adultos mayores tenan un problema de salud crnico 203 . Cifras concurrentes con las proporcionadas por el INEI para octubre-diciembre del 2010 donde un 76.5% tena algn problema de salud y por tanto la necesidad de atencin mdica. En la actualidad los servicios de salud an carecen de 203 Dra. Pilar Gamarra, Cmo se deben formar los geriatras en el Per?. Ponencia octubre 2012. C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s Informe ANUAL 2012-2013 176 protocolos especializados en atencin de enfermedades no trasmisibles, dolencias carac- tersticas de las personas de edad avanzada. Si bien las ltimas versiones de las encuestas desarrolladas por el INEI ya no incluyen la consulta a los adultos mayores sobre donde concurren para solicitar ayuda para sus en- fermedades; en los diferentes encuentros y reuniones de las personas mayores, mayorita- riamente pobres, ellos manifiestan que no se encuentran motivados a buscar los servicios mdicos y hospitalarios 204 . Concordante con ello, los datos del INEI 2010 sealan que un 47% de adultos mayores no busc atencin de ningn tipo y un 13% consult a la farmacia o botica, al curandero o huesero; es decir el 60% no concurri a un centro mdico. El otro 40% que busc atencin mdica, concurri mayoritariamente (un 31% del total) a los servicios del sector pblico y en menor medida a los servicios mdicos privados. Las razones que las personas mayores dieron para no concurrir a un centro de salud son: el 55% prefiri auto medicarse, recurriendo a los remedios caseros, por lo que no consideraron necesario concurrir en busca de atencin especializada; un 20% respondi que el centro de salud queda lejos; otro porcentaje seal que no tienen confianza y que la atencin demora demasiado. Respuestas que explicitan la mala calidad del servicio. Estos problemas generan falta de confianza, problema que tambin ocurre en las zonas urbanas, donde la deficiente atencin mdica ha generado la percepcin que en los hos- pitales los matan, para ahorrar los gastos que ellos generan. Por ello los adultos mayores del pas buscan atencin ms personal y ms directa en la farmacia o botica o, en el caso del rea rural, con el curandero. Otro argumento referido por los adultos mayores para no aproximarse a un centro de salud es la distancia que los separa del centro de salud con atencin especializada para adultos mayores. En el pas existen slo 131 geriatras registrados en el CMP, para una poblacin de 3 millones de habitantes; esto es un geriatra por cada 22 mil adultos mayores, cifra que contrasta con la recomendacin de la Organizacin Mundial de Salud (OMS) que sugiere que debera existir un geriatra por cada 5000 adultos mayores. Este dato se agudiza si se toma en cuenta que el 80% de los geriatras est concentrado en Lima, y tan solo un 20% en el resto de las urbes del pas. A todo lo antes mencionado se agrega el 19% que afirma carecer de dinero para acceder a atencin mdica. Una referencia repetida en las reuniones de las personas adultas ma- yores es que si bien la consulta es barata o gratis, los gastos en farmacia, anlisis, radio- grafas, hospitalizacin quedan fuera de su alcance econmico. Segn informes oficiales del gobierno el sistema de salud pblica 205 ha incrementado el cuidado de la salud de este grupo etareo. El mismo informe afirma que el 87% de adultos mayores fueron atendidos por un mdico en el ao 2013, lo cual es una mejora con res- pecto a aos anteriores; sin embargo, el 95% de estas atenciones se realiz en los cen- tros de salud urbanos, puesto que en el rea rural slo se lleg a un 58% de atenciones, 204 I y II Congresos de ANAMPER, febrero 2011 y noviembre 2013. 205 INEI: Informe Da Mundial de la Poblacin, 11-07-2013, pg. 22. C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s DIEZ aos del Informe Final de la CVR 177 donde ante la falta de un mdico los pacientes fueron atendidos por una enfermera u otro personal tcnico. Estos avances numricos de cobertura, no concuerdan con la calidad de la atencin en salud. Los testimonios de las personas adultas mayores sealan que hay un cupo limita- do de atenciones diarias y, pese a su edad y estado de salud, deben hacer cola desde la madrugada; falta informacin sobre la atencin preferencial; los adultos mayores son maltratados por el personal; no se comprende sus valores culturales; el personal no tiene formacin gerontolgica 206 . El insuficiente presupuesto del sistema de salud nacional no permite una atencin de ca- lidad, faltan equipos mdicos, existe escasez de medicamentos y reactivos, el personal est mal remunerado, etc. Por ello, en cada reunin o encuentro de personas mayores realizadas en todos estos aos, la salud y la calidad de la atencin mdica y hospitalaria siempre han sido una de sus principales preocupaciones y demandas. DERECHO AL TRABAJO Se implementan los aspectos pendientes del Programa Nacional para la Promocin del Trabajo Decente 2004-2006 planteados por la Oficina Subregional de la Orga- nizacin Internacional del Trabajo (OIT) para los pases de la regin andina. (Plan Nacional de Derechos Humanos 2006-2010) Segn los ltimos censos del 2007 la poblacin adulta mayor ocupada llega al 33% a nivel nacional, 49% son hombres y 17% mujeres. En tanto que slo un 10% de personas de edad avanzada no trabaja debido a su ancianidad o discapacidad. La poblacin considerada desocupada es el 67%. Sin embargo, el 60% de ella desarrolla actividades que no son consideradas como trabajo productivo, por el simple hecho de ser gratuito, pero que demandan desgaste de energas y capacidades como cualquier otro trabajo. Las tareas del hogar no slo son desarrolladas por mujeres adultas mayores, un 37% de varones se ocupa de estas actividades. De la poblacin adulta mayor ocupada, el 70% se encuentra en condiciones labores muy distantes de un trabajo digno o decente. El 60% est compuesto por trabajadores inde- pendientes, 21 puntos ms del promedio nacional, 8% est dedicado al trabajo familiar no remunerado y un 2% se dedica a trabajos domsticos. En el campo, la precariedad del trabajo sube al 80%. La mayora de las personas mayores ocupadas en el pas son agricultores, trabajador no calificado, pen o vendedor ambulante o similares, trabajadores de servicios personales y vendedores de comercios y mercados. 206 Talleres Red HelpAge International Per Octubre-Noviembre 2014 en Ayacucho, Huancayo, Cajamarca, Lamas. C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s Informe ANUAL 2012-2013 178 nicamente un 12% son trabajadores formales. No es nada extrao, porque el merca- do laboral es restrictivo para los peruanos conforme avanza su edad. Son conocidas las dificultades que una persona de 35 aos tiene para obtener un empleo, mucho ms las personas de 50 o 60 aos. En este contexto las personas de edad avanzada se ven obli- gadas a aceptar trabajos riesgosos, an a expensas de alguna dolencia o limitacin fsica propia de la edad. A la fecha no se ha avanzado hacia la garanta de un empleo decente para los adultos mayores. DERECHO A LA SEGURIDAD SOCIAL Se promueve una armonizacin de los sistemas de seguridad social vigentes en el Per con los estndares internacionales reconocidos en la materia. (Plan Nacional de Derechos Humanos 2006-2010) En el Per el 70% de la poblacin mayor de 65 aos no cuenta con una pensin de ju- bilacin. La casi totalidad pertenecen a la ONP, que a diciembre del 2012 tena 501791 beneficiarios, en tanto que el Sistema privado de Pensiones (AFP) llegaba apenas a 62835 beneficiarios. Los trmites para recibir la pensin de jubilacin son muy engorrosos, lo que hace que los adultos mayores pierdan aos gestionndola, muchos mueren en ese intento. La Defenso- ra del Pueblo hizo denuncia pblica contra la ONP por la gran cantidad de solicitudes, que por cualquier pretexto, no eran resueltas; sus recomendaciones fueron aceptadas parcial- mente, pero no hay una tramitacin satisfactoria hasta la fecha. El trabajador jubilado debe demostrar que ha aportado 20 aos al sistema de jubilacin, de lo contrario no puede acceder a una pensin. Tambin existen casos en los que las empresas han descontado los aportes al trabajador pero se han quedado con el dinero. De otro lado, hay que tomar en cuenta que el monto que los adultos mayores reciben como pensin es insuficiente para el sustento bsico, lo que empuja a muchos a man- tenerse trabajando. En octubre de 2007, solamente el 20% declar estar viviendo de su pensin (Censos de Poblacin y Vivienda del 2007). Frente a ello, se ha promovido la necesidad de establecer una Pensin No Contributiva para las personas adultas mayores que no tienen pensin de Jubilacin. En octubre de 2011 se puso en funcionamiento el Programa de Asistencia Solidaria Pensin 65, que al 31 de diciembre de 2013 contaba con ms de 300 mil beneficiarios inscritos. Este es posi- blemente el principal avance en el reconocimiento de los derechos de los adultos mayores del pas. Sin embargo, presenta las siguientes limitaciones: 1. Est dirigido a los adultos mayores que viven en extrema pobreza de los distritos cuyo ndice de pobreza est por encima del 40%. Si bien se baj el ndice del 50% al 40%, siguen siendo excluidos aquellos adultos mayores en extrema pobreza, que viven en un distrito calificado como no pobre. Con ello se excluye a ms del 55% de distritos del Per, pero que concentran el mayor nmero de personas en extrema pobreza. C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s DIEZ aos del Informe Final de la CVR 179 2. Los instrumentos de medicin de la pobreza del Sistema Focalizado de Hogares (SIFHO) homogeinizan la pobreza, basan su calificacin, entre otros puntos, en la propiedad. Lo que el Programa Pensin 65 ha demostrado es que los mecanismos de medicin de la pobreza de las personas de edad avanzada no pueden ser los mismos que se utilizan para medir la pobreza de un joven y/o adulto joven. Ellos al estar empezando su vida laboral, an no han logrado adquirir propiedades indivi- duales, esto pone en desventaja al adulto mayor, quien a travs del ahorro de toda su vida, se hizo de algn bien, como una casita en la falda de un cerro. Lo que, en cifras, lo hace menos pobre y menos vulnerable que otros grupos etareos. Sin em- bargo, es justo en la vejez que necesita el trabajo que nadie le da, que carece de recursos mnimos para sobrevivir y adems padece algunas enfermedades propias de la edad. Una seora deca con toda razn, los ladrillos no compran comida ni medicinas. 3. Cuando el Programa Pensin 65 dio inicio estableci la clusula que prohiba otorgar la Pensin 65 a aquellos adultos mayores que ya eran beneficiarios del comedor popular y del vaso de leche. Muchos adultos mayores se vieron en la necesidad de elegir y decidieron retirarse del programa alimenticio. Sin embargo posteriormen- te tampoco fueron incluidos en el Programa Pensin 65, esto que no fueron califi- cados como personas que viven en extrema pobreza o porque el distrito en el que viven no fue seleccionado para la distribucin de este beneficio. Si bien a la fecha ya se ha retirado este requisito, los adultos mayores que renunciaron al programa alimenticio ya no pueden ser reinscritos en el mismo. 4. El Programa focalizado tiene otro problema de fondo. El SISFHO debe verificar cada una de las viviendas de los beneficiarios para garantizar que su calificacin haya sido correcta. Este trabajo no se realiza debido a que no existen los recursos ni el personal para verificar la totalidad de los hogares. Lo que trae como consecuencia muchos errores de inclusin y exclusin. La prensa y los opositores al estableci- miento de este tipo de programas sociales, aprovechan estos errores y los utilizan de manera meditica para demostrar la ineficacia del mismo y por lo tanto promover su desaparicin, lo que pone en riesgo el mantenimiento del programa. En cuanto al seguro de salud, en la ltima dcada se ha logrado un avance significativo en la afiliacin de las personas adultas mayores a algn sistema de seguro de salud. En julio de 2013, se estableci que el 67.9% de PAM contaba con un seguro mdico, frente a solo el 56% de 2007. Este salto se debe principalmente a su afiliacin al Seguro Integral de Salud (SIS) que pas del 7% al 28% en el mismo periodo. En el rea rural las personas ma- yores de 60 se han inscrito masivamente, gracias a la promocin que hicieron las OPAM y a la gratuidad de la inscripcin para quienes son calificados como de extrema pobreza. En la actualidad el Seguro Integral de Salud (SIS) cubre la atencin de alrededor de 1100 patologas, que corresponden al 65% de la carga de enfermedad de la poblacin peruana. Sin embargo, el SIS no cuenta con las partidas presupuestales necesarias, ni con equipos y personal adecuado, particularmente para brindar un servicio de calidad a las personas mayores. Por la precariedad del servicio, muchas no lo utilizan pese a estar inscritos, es- pecialmente en las zonas rurales, como hemos visto al tratar el derecho a la salud. C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s Informe ANUAL 2012-2013 180 DERECHO AL BUEN TRATO Las PAM sufren maltrato, violencia y abuso en la familia, la sociedad y el Estado que muy pocas veces es apreciado. Entre enero a julio de 2013, el programa nacional Contra la Violencia Familiar y Sexual del MIMPV, atendi 1178 casos de violencia familiar contra las PAM, de los cuales el 79% fueron a mujeres. La principal agresin es sicolgica con el 69% de casos, seguida de la agresin fsica con el 29%, registrndose adems un 2% de agresin sexual. La mayora de los agresores estn en el entorno familiar, conocido, amigo o vecino. Pero tambin conocemos otras formas de agresin, como es la usurpacin de pensiones y bienes, por ejemplo casas y terrenos, por parte del entorno familiar. En el campo es muy comn que los padres en vida distribuyen su terreno entre los hijos, quienes los venden y migran y de ese modo termina despojado y sin ningn amparo. Es notorio el mejor sitial social que ocupan las personas mayores en el rea rural respecto al rea urbana, en el campo an respetan sus aos, su conocimiento y sus aportes a la comunidad. Los menores no tutean a los mayores, los jvenes campesinos, aun cuando hayan ido a una escuela agropecuaria o tengan educacin superior, siempre los tratan con respeto. La comunidad no acepta que alguna persona imbuida de modernidad, por haber vivido en la ciudad, trate irrespetuosamente o peyorativamente a una persona ma- yor. No son excluidos de las labores comunales, sus opiniones son valoradas en la toma de decisiones, reconociendo la sabidura que le brinda sus aos. Los aos pueden liberar- lo de obligaciones, pero no los excluye si tienen la voluntad de participar. Por ejemplo, los adultos mayores ronderos de Cajamarca, que se denominan jubilados, no porque gocen de seguridad social, sino porque ya no tienen la obligacin de participar en las rondas nocturnas, participan con voz y voto en las asambleas. La personas adultas mayores del rea urbana sienten mayor discriminacin y exclusin de parte de la comunidad. Su desvalorizacin social es extrema, la que se expresa no por un simple estado de nimo de los jvenes o adultos, sino porque forman parte de sus concepciones y valores. Existen formas encubiertas de rechazo y discriminacin, muchas veces las familias sealan que el adulto mayor est para descansar, como una forma de expresar su cario y reconocimiento a sus aos de aporte al hogar y a la sociedad, lo que lo condena a una vida inactiva, que arruina su salud y sus deseos de vivir. El conjunto social los califica como hijo; abuelito y determina que su nica necesidad es la distrac- cin. An hoy existen instancias pblicas de nivel local, regional y nacional que considera a los adultos mayores como personas inservibles y como carga social y enfatizan aquella tradicional expresin jvenes a la accin, viejos a la tumba. Las personas mayores rurales se quejan que en la ciudad el trato que reciben es diferente que en su comunidad. Los nios no los respetan. Hay personas universitarias o prepa- radas que los tutean porque son campesinos y se sienten humillados, adems que son vctimas de robos. Igualmente, en las oficinas los tratan sin respeto, cuando acuden a hacer denuncias, los hacen esperar mucho, y si tienen alguna dificultad para expresarse, les piden volver con un representante o amparados por el desconocimiento que tienen de sus derechos, les piden coimas. Esto se agrava en las regiones donde el idioma del adulto mayor es predominantemente el quechua o el aymara, en que la comunicacin es C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s DIEZ aos del Informe Final de la CVR 181 casi nula con un funcionario de habla castellana. Como consecuencia ocurre que muchos dejan de realizar gestiones, incluso para gestionar las elementales partidas de nacimiento o defuncin. Cuando hay denuncias de maltratos interviene el juez de paz, la familia o el te- niente alcalde en forma inmediata, o la organizacin comunidad o de rondas campesinas, resolviendo casos menores. Cuando tienen que incurrir en instancias superiores sienten que las dificultades crecen. Se han dado pasos iniciales para atender el maltrato y la violencia, contra las personas en edad avanzada, como el de incluir su atencin en el Programa Nacional Contra la Violen- cia Familiar y Sexual. En el Plan Nacional de las personas adultas mayores 2013-2017 hay indicaciones importantes para que los gobiernos regionales y municipales realicen accio- nes contra el abuso, maltrato y violencia que sufre este sector etareo. La Defensora, ha incluido en su agenda la instalacin de una adjuntilla para el adulto mayor y en reuniones que el Defensor del Pueblo tuvo con ANAMPER, en junio de 2013, se convino trabajar una propuesta tcnica del funcionamiento de esta adjuntilla. Se espera, que pronto se haga realidad. C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s DIEZ aos del Informe Final de la CVR 183 SISTEMA INTERAMERICANO DE DERECHOS HUMANOS C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s Informe ANUAL 2012-2013 184 C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s DIEZ aos del Informe Final de la CVR 185 El ltimo y largo proceso de reforma de la CIDH culmin casi dos aos despus de inicia- do, por un lado, con la reforma reglamentaria aprobada por la propia Comisin el 18 de marzo de 2013 mediante Resolucin 1/2013 y, por otro lado, con la Resolucin AG/RES. 1 (XLIV-E/13) aprobada por la Asamblea General Extraordinaria de la Organizacin de los Estados Americanos (OEA), que tuvo lugar en Washington D.C. el 22 de marzo de 2013, que respald la referida reforma reglamentaria. En ese lapso hubo diversos informes, resoluciones y opiniones de todos los actores del sistema interamericano, que alimentaron un intenso debate sobre la necesidad de refor- mar la Comisin con miras a fortalecerla, pero que en el camino tambin revel la intencin de algunos Estados los menos no necesariamente dirigida hacia tal fortalecimiento. De esta manera, el presente balance pretende sacar algunas lecciones sobre el futuro del sistema interamericano, a partir de este ltimo proceso de reforma de la CIDH y bajo el supuesto de que, en efecto, tanto la Comisin como la Corte interamericanas requieren seguir siendo fortalecidas y que eso pasa, entre otros aspectos, por no someterla a una reforma eterna. DEMAGOGIA PRESUPUESTAL DE LOS ESTADOS Este ltimo proceso de reforma ha demostrado, una vez ms, que una parte importante de las debilidades del sistema interamericano estn vinculadas con la escasez de recursos financieros tanto de la Comisin como de la Corte, situacin que es de exclusiva respon- sabilidad de los Estados miembros de la OEA y que ellos mismos son, los que a su vez se han comprometido en reiteradas ocasiones a resolver. 207 El presente balance ha sido publicado como artculo de David Lovatn en la Revista Aportes de febrero del 2014, publicada por la Fundacin para el Debido Proceso (DPLF, por sus siglas en ingls), Washington DC. Asimismo, una versin previa y mucho ms extensa del presente artculo se puede hallar en: David Lovatn, ltimo proceso de reforma de la Comisin interamericana de derechos humanos (2011-2013). Balance y perspectivas, Cuaderno de trabajo N 22, Departamento de Derecho de la Pontificia Universidad Catlica del Per (PUCP), Lima, 2013. disponible en: http://departamento.pucp.edu.pe/derecho/images/documentos/versin%20digital-REFORMA%20 CIDH%20VERSION%20FINAL.pdf, consultado: 9 de enero de 2014. 18. BALANCE DEL LTIMO PROCESO DE REFORMA DE LA COMISIN INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS: LA REFORMA ETERNA? 208 C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s Informe ANUAL 2012-2013 186 De esta manera, en la actualidad existe un notorio contraste entre el discurso y los hechos o gestos concretos de los Estados en cuanto al presupuesto que necesitan los rganos del sistema interamericano, y se ha instalado una suerte de demagogia presupuestal cier- tamente perjudicial, no solo para el funcionamiento sino para la legitimidad de todo el sistema. En ese sentido, resulta paradjico que Estados que an no han ratificado la Con- vencin Americana sobre Derechos Humanos como Estados Unidos y Canad sean los que ms contribuyen al financiamiento del sistema y que, por el contrario, los que ya la han ratificado y exigen que los otros lo hagan no contribuyen o lo hacen en forma exigua. LA ESTRATEGIA DE LA REFORMA ETERNA DE ALGUNOS ESTADOS Diversos indicios y hechos reflejan que el contexto en el que se desarroll el ltimo proce- so de reforma mostr la intencin de algunos Estados de debilitar a la CIDH, que contrast con la autntica voluntad de otros Estados y de organizaciones de la sociedad civil por fortalecerla. En ese sentido, valoramos positivamente que este proceso haya culminado, por un lado, con la resolucin aprobada por la Asamblea General Extraordinaria de la OEA el 22 de marzo de 2013 que cerr este proceso iniciado en el ao 2011 y, por otro lado, con la aprobacin en forma autnoma de la reforma reglamentaria por parte de la propia CIDH. Sin embargo, nos preocupa que un grupo reducido de Estados inicialmente liderados por Venezuela y ahora encabezados por Ecuador an pretendan mantener abierto el proceso de reforma, sustentados en el punto dos de la referida resolucin aprobada por la Asam- blea General Extraordinaria de la OEA 208 y, en consecuencia, pretendan seguir debatiendo ad eternum dicha reforma. Si bien la Comisin seguir requiriendo en el futuro de nuevas mejoras y ajustes, estas tienen que ser excepcionales y no permanentes; de lo contrario, el riesgo es distraer a la CIDH de su propsito principal: la promocin y defensa de los derechos humanos. En consecuencia, hay que estar atentos a la nueva estrategia que un grupo reducido de Estados parecen haber puesto en marcha ante el fracaso de sus cuestionamientos en el ltimo proceso de reforma. Esta estrategia consistira en seguir y seguir insistiendo con planteamientos de reforma, con el objetivo de distraer y agotar a la Comisin y conseguir, en forma indirecta, que no se concentre en su misin principal de defensa de los derechos humanos en la regin, al verse obligada a destinar los siempre escasos recursos humanos y econmicos de los que dispone, para reaccionar y contestar nuevos cuestionamientos en defensa de su autonoma. En ese sentido, bien haran la mayor parte de los Estados en dejar sentado que el momen- to de reforma ya concluy al menos por un buen tiempo y que ahora toca implementar dichos cambios. 208 [M]andatar [sic] al Consejo Permanente continuar el dilogo sobre los aspectos fundamentales para el fortalecimiento del SIDH, teniendo en cuenta todos los aportes realizados por los Estados Miembros, los rganos del SIDH y la sociedad civil a lo largo del proceso de re- flexin. En: Asamblea General de la OEA. Resultado del Proceso de Reflexin sobre el Funcionamiento de la Comisin Intermaericana de Derechos Humanos para el Fortalecimiento del Sistema Interamericano de Derechos Humanos. OEA/Ser.P, AG/RES. 1 (XLIV-E/13) rev. 1, 23 de julio de 2013, prr: 2. C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s DIEZ aos del Informe Final de la CVR 187 LA EXCESIVA DEMORA EN LA TRAMITACIN DE LAS PETICIONES Y LA POSIBILIDAD DE ACUMULAR ADMISIBILIDAD Y FONDO Si bien en este ltimo proceso de reforma las organizaciones de la sociedad civil asumie- ron una posicin de defensa de la CIDH ante los cuestionamientos por parte de algunos Estados, a la vez dichas organizaciones y las vctimas tienen el derecho de seguir exigien- do mayor celeridad en la tramitacin de las peticiones individuales, que es, sin duda, una de las debilidades ms serias de las que an adolece el sistema interamericano. Al respecto, la reforma reglamentaria aprobada en marzo de 2013 ha avanzado en ampliar los supuestos an excepcionales en los que cabe acumular las decisiones de admisibi- lidad y de fondo, con la finalidad de agilizar el trmite de determinadas peticiones. En esa lnea y tomando en cuenta la creciente carga procesal que soporta la Comisin, debera explorarse la posibilidad de convertir en regla lo que ahora sigue siendo excepcin: que la CIDH resuelva la admisibilidad y el fondo en un nico informe. En tal sentido, bastara que la Comisin d trmite a la peticin y notifique al Estado, luego de un examen preliminar del cumplimiento o no de los requisitos formales de ad- misibilidad de una peticin. De esta manera, consideramos que la CIDH podra agilizar la tramitacin de las peticiones individuales. EL ALTO NIVEL DE INCUMPLIMIENTO DE LAS DECISIONES DE LA CO- MISIN Y LA CORTE Otra de las debilidades del sistema interamericano es el alto nivel de incumplimiento total o parcial de sus sentencias e informes por parte de los Estados. Al respecto, si bien la Comisin podra reforzar su funcin de promocin de los derechos humanos conforme han solicitado los Estados precisamente para reducir tal nivel de incumplimiento, ello debera producirse sin sacrificar su funcin de proteccin plasmada en el sistema de pe- ticiones individuales. La solucin a esta debilidad est ms en la cancha de los propios Estados que volunta- riamente ratificaron los instrumentos interamericanos. En todo caso, la Comisin puede contribuir a reforzar su rol promotor, de asesora y acompaamiento a los Estados, sin que ello signifique de ninguna manerasacrificar o debilitar su rol de proteccin. LA NECESARIA UNIVERSALIZACIN DEL SISTEMA INTERAMERICANO No estamos conformes con que Estados como Estados Unidos y Canad hasta la fecha an no hayan suscrito luego de ms de cincuenta aos de vigencia del sistema intera- mericano la Convencin Americana sobre Derechos Humanos ni se hayan sometido a la competencia de la Corte Interamericana. Resulta inaceptable que el sistema siga teniendo diferentes niveles de compromisos jurdicos por parte de los Estados miembro y, por esa misma razn, ha sido lamentable que Venezuela haya cumplido con su amenaza de de- nunciar la Convencin Americana, lo que ha sido, sin duda, un revs en la consolidacin y universalizacin del sistema. C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s Informe ANUAL 2012-2013 188 En ese sentido, coincidimos plenamente con el punto octavo de la resolucin aprobada por la Asamblea General Extraordinaria de la OEA el pasado 22 de marzo de 2013 en Washington D.C., que resolvi [i]nstar a los Estados Miembros de la OEA a ratificar o ad- herir, cuando proceda, a todos los instrumentos jurdicos interamericanos sobre derechos humanos, en especial a la Convencin Americana sobre Derechos Humanos, y aceptar, segn corresponda, la jurisdiccin contenciosa de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Sin perjuicio de lo anterior, es indispensable precisar que esta situacin no niega la com- petencia que la Comisin no la Corte ya tiene respecto de todos y cada uno de los Esta- dos parte de la OEA, incluidos Estados Unidos y Canad. Prueba de ello son los informes, audiencias pblicas y comunicados de prensa en relacin con violaciones de derechos humanos cometidas en dichos pases. A MAYOR PRECARIEDAD DE LA JUSTICIA NACIONAL MAYOR PROTA- GONISMO DEL SISTEMA INTERAMERICANO Todos los actores han ratificado el carcter subsidiario del sistema interamericano en re- lacin con los sistemas nacionales de justicia, en el sentido que los rganos del sistema solo intervienen en caso de que las vctimas no encuentren proteccin a sus derechos en el mbito nacional. Sin embargo, esta afirmacin debe ser complementada con otro ele- mento de juicio a ser incorporado como un dato de la realidad: la debilidad y precariedad de nuestros sistemas de justicia nacionales, que en ocasiones ya no por voluntad poltica sino por debilidades estructurales no logran investigar, juzgar y condenar graves viola- ciones de derechos humanos dentro de un plazo razonable, lo que finalmente empuja a que un sistema de justicia subsidiario como el interamericano se vea en la necesidad de intervenir para proteger los derechos humanos consagrados convencionalmente. En ese sentido, consideramos que existe la siguiente relacin proporcional entre los sis- temas de justicia nacionales y el sistema interamericano: a mayor debilidad y precariedad de los primeros mayor necesidad de intervencin por parte del SIDH. A la inversa, con- forme los sistemas de justicia nacionales se vayan consolidando y legitimando en sus respectivas sociedades eso esperamos todos, por cierto-, la intervencin del sistema interamericano tender a reducirse y asumir su autntico rol subsidiario. EL DISEO ORGNICO DE LA CIDH DEBE ADECUARSE A LOS RETOS ACTUALES Si bien el diseo orgnico de la Comisin no fue parte central del debate en el ltimo proceso de reforma, queremos llamar la atencin que en la reforma reglamentaria aproba- da la CIDH ha decidido incluir dentro de su Plan estratgico la Presidencia permanente como prioridad institucional. Consideramos que esta medida responde al reparo por la naturaleza no permanente y ad honorem de los comisionados y jueces de los rganos del sistema interamericano, diseo institucional pensado para una realidad del continente que no existe ms. C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s DIEZ aos del Informe Final de la CVR 189 En la actualidad hay ms conciencia de derechos, nuevos peticionarios que han irrumpido en el escenario interamericano (como los pueblos indgenas, las personas con orientacio- nes sexuales diversas, etc.) y nuevas violaciones de derechos humanos vinculadas con problemas estructurales que persisten en nuestras imperfectas democracias: sistemas penitenciarios colapsados, demagogia punitiva en seguridad, discriminacin o exclusin de amplios sectores sociales como las mujeres que sufren violencia, conflictos sociales vinculados al ambiente y al uso sostenible de los recursos naturales, entre otros. En consecuencia, para responder ms eficientemente a estos nuevos retos que plantea el continente en materia de democracia y derechos humanos, el SIDH requiere que, en forma gradual pero sostenida, vaya migrando hasta contar con comisionados y jueces permanentes y con dedicacin exclusiva. Ciertamente ello requerir un mayor esfuerzo presupuestal, pero consideramos que es otro aspecto central para consolidar el sistema. DIFCIL EQUILIBRIO ENTRE LOS ROLES DE PROMOCIN Y DE DEFEN- SA Finalmente, de cara al futuro del sistema interamericano cabe reflexionar sobre el equilibrio entre los dos roles asignados por la Convencin Americana a la CIDH: el de promocin y el de proteccin. Si bien hay algunos Estados como Ecuador en relacin con la Relatora especial para la libertad de expresin que pretenden instrumentalizar este doble rol para proponer una igualacin hacia abajo y, por esa va, tentar un debilitamiento de las relato- ras incmodas en particular o del sistema de peticiones en general, ms all de ello es cierto que son roles distintos aunque complementarios que le han sido conferidos a la CIDH y cuya articulacin podra ser perfeccionada. Por ejemplo, se podra mejorar el cumplimiento de los pronunciamientos del SIDH por parte de un Estado, con la asesora o absolucin de consultas ex ante o ex post que la Comisin podra brindar a los funcionarios pblicos encargados de tal implementacin, aunque con una clara frontera entre equipos al interior de la Secretara Ejecutiva: aquellos encargados del rol de promocin (posible acompaamiento de algunos Estados que as lo soliciten) y aquellos a cargo de las peticiones individuales. El ex comisionado Vctor Abramovich sostiene que en los tiempos actuales la CIDH, con sus pronunciamientos sobre casos, no solo apunta a resolver una peticin individual sino que busca incidir en las polticas pblicas de un pas en un tema determinado, lo que exige, precisamente, una mejor articulacin entre los roles de promocin y proteccin209. 209 [] [E]s comn observar que las decisiones individuales adoptadas en un caso suelan imponer a los Estados obligaciones de formular polticas para reparar la situacin que da origen a la peticin e incluso establezcan el deber de abordar los problemas estructurales que estn a la raz del conflicto analizado. Vctor Abramovich, De las violaciones masivas a los patrones estructurales: nuevos enfoques y clsicas tensiones en el Sistema Interamericano de Derechos Humanos, en Derecho PUCP, Lima, Revista de la Facultad de Derecho de la Pontificia Universidad Catlica del Per, nmero 63, 2009, p. 100. C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s DIEZ aos del Informe Final de la CVR 191 ANEXO C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s Informe ANUAL 2012-2013 192 C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s DIEZ aos del Informe Final de la CVR 193 AMAZONAS ANDES Centro de Derechos Humanos Amazonas Director: Segundo Herrera Telf: (041) 474034 Jr, Andrs Avelino Cceres 671 Bagua Grande, Utcubamba, Amazonas ANCASH IPEP- CJS- CHIMBOTE Instituto de Promocin y Educacin Popular Comisin de Justicia Social de Chimbote Director: Vctor Mendoza Barrantes Telf.: (043) 321-392 Telefax.: 321-745 Direccin: Av. Enrique Meigg 570 - Chimbote E-Mail: cjschimbote@derechoshumanos.pe CODISPAS Comisin Diocesana de Servicio Pastoral Social Secretaria Ejecutiva: Zarela Trinidad Poma Telf.: (043) 428519 Direccin: Jr. Simn Bolvar 704 - Huaraz E-mail: codispas@hotmail.com AREQUIPA CEPRODEH (INVITADO PERMANENTE) Centro de Promocin y Defensa de Derechos Humanos Arequipa Director Ejecutivo: Eugenio Felix Tamayo Tamayo Telfono.: (054) 337-400 / 959-944429 Direccin: Calle Melgar 410-A Oficina 201-C Arequipa E-mail: ceprodeh@hotmail.com ORGANIZACIONES QUE INTEGRAN LA CNDDHH 2013 C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s Informe ANUAL 2012-2013 194 APURIMAC CDH APURMAC Centro para el Desarrollo Humano Director Ejecutivo: Jos Coronado Cobeas Telf.: (083) 322-220 Direccin: Urb. Los Chankas Jr. Los Jardines 432 Abancay E-mail: coronadojose28@yahoo.es AYACUCHO ANFASEP Asociacin Nacional de Familiares de Secuestrados, Detenidos, Desaparecidos en Zo- nas de Emergencia Presidenta: Adelina Garca Mendoza Telf.: (066) 317-170 Direccin: Prolongacin La Libertad 1229 Urb. La Maravillas Huamanga E-mail: anfasepayacucho@gmail.com
CAJAMARCA COMISION DIOCESANA DE PASTORAL SOCIAL CAJAMARCA Comisin Diocesana de Pastoral Social - Cajamarca Representante: Padre Efran Castillo Hervias Telf.: (076) 367-600 Direccin: Jr. Juan Villanueva 519 - Cajamarca E-mail: pastoralsocialcaj@yahoo.com GRUFIDES Grupo de Formacin e Intervencin para el Desarrollo Sostenible Directora: Mirtha Vsquez Telef.: (076) 342-082 Direccin: Jr. Dos de Mayo 1172 Cajamarca E-mail: info@grufides.org VICARIA DE LA SOLIDARIDAD DE JAEN Vicara de la Solidaridad de Jan Director: Francisco Muguiro Ibarra S.J Telf.: (076) 432-454 Direccin: Orellana 313 - Jan (va Chiclayo) E-mail: vicjaen@derechoshumanos.pe C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s DIEZ aos del Informe Final de la CVR 195 CUSCO APORVIDHA Asociacin por la Vida y la Dignidad Humana Directora: Iscra Chvez Telefax: (084) 241-209 Direccin: Av. Tupac Amaru N Q-15, 4to piso, Urb. Progreso E-Mail: aporvidha@derechoshumanos.pe CODEH- CANAS Comit de Derechos Humanos de Canas Representante: Cupertino Ramos Castro Telfono: (084) 792012 Direccin: Av. Tpac Amaru 270 - Yanaoca E-mail: cuper1160@hotmail.com CODEH- CHUMBIVILCAS Comit de Derechos Humanos de Chumbivilcas Presidente: Mauro Caldern Telfono: (084) 83-0423 Telf. Pblico Direccin: Parroquia Santo Tomas - Chumbivilcas CODEH- ESPINAR Comit de Derechos Humanos de Espinar Presidente: Yolanda Flores Telfono: 084 30-1113 Direccin: Parroquia Santa Ana Calle Zela s/n - Espinar E-mail: yflores_5@hotmail.com MCPDHQ Movimiento Cristiano Pro Derechos Humanos de Quillabamba Responsable: Saulo Covarrubias Casaverde Telf.: (084) 281-426 / 281-022 Direccin: Av. Ricardo Palma 442, La Convencin Quillabamba E-mail: mcpdhq@derechoshumanos.pe, cristiano.movimiento@yahoo.com
VICARIA DE LA PRELATURA DE SICUANI Directora: Concepcin Salazar Farfn Telf.: (084) 351-356 Fax: 352-542 Direccin: Jr. Hiplito Unanue 236, 3er piso - Sicuani E-mail: visopsic@derechoshumanos.pe DERECHOS HUMANOS SIN FRONTERAS Presidente: Jaime Borda Pari Telf: 084 242115 Barrio Profesional A8 Cusco E-mail: dhsf@derechoshumanos.pe C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s Informe ANUAL 2012-2013 196 JUNIN CEIDHU Centro de Iniciativas para el Desarrollo Humanos Directora Ejecutiva: Edith Goytenda Telf.: (064) 224-747 Direccin: Jr. Arequipa 430 Of. 302 - Huancayo E-mail: ceidhu@hotmail.com PASDIH (INVITADO PERMANENTE) Pastoral de Dignidad Humana Arzobispado de Huancayo Coordinador: Nilton Velasco Lvano Telefax: (064) 798542 Direccin: Jr. Lima 415 - Huancayo E-mail: passdiharzohyo@hotmail.com pasdij_hyo@hotmail.com HUANCAVELICA CITAQ (INVITADO PERMANENTE) Asociacin Civil Citaq Representante: Alberto Garma Malpartida Telfono: (067) 368-662 Direccin: Av Escalonada N 149, San Cristbal Huancavelica E-mail: citaqperu@yahoo.com HUANUCO CODHAH Comisin de Derechos Humanos Alto Huallaga Director Ejecutivo: Rosalia Storck Salazar Telf.: (062) 488-382 Direccin Jr. Grau 319 Aucayacu E-mail: codhah@derechoshumanos.pe CODEH- PACHITEA Comit de Derechos Humanos de Pachitea Presidente: Mauro Tulio Quispe Calla Direccin: Mercado de Abastos de Panao Pachitea E-mail: codehpachitea-peru@yahoo.com IREPAZ Instituto Regional para la Paz Directora Ejecutiva: Nidia Alegra Herrera Telfono: (062) 512-074 Direccin: Prolongacin Pedro Barroso Nro 208- Las Moras, Hunuco E-mail: irepazperuano@yahoo.es C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s DIEZ aos del Informe Final de la CVR 197 JATARISHUN Movimiento Jatarishun Directora Ejecutiva: Mnica Mirabal Berrospi Telfono: (062) 96254-2567 Direccin: Jr. Progreso 364 Hunuco E-mail: movjatarishun@yahoo.es ICA CODEH- ICA Comisin de Derechos Humanos de Ica Presidente: Gustavo Echegaray Aguirre Telefax: (056) 239-674 Direccin: Jr. Cutervo 124 - Ica E-mail: codehica@terra.com.pe
LAMBAYEQUE COSDEJ Comisin de Solidaridad, Desarrollo y Justicia Director: Norbel Mondragn Telefax: (074) 229-624 Direccin: Av. Lora y Cordero 1120 - Chiclayo E-mail: cosdejdh@hotmail.com LA LIBERTAD CODDEH- SNCHEZ CARRIN Comit de Defensa de los Derechos Humanos de la provincia de Snchez Carrin Presidente: Monseor Sebastian Ramis Vicepresidenta: Genera Prado Telfono: (044) 441-214 (obispado) Direccin: Jos Balta 555 Huamachuco CODEH- TAYABAMBA Comit de Derechos Humanos de Tayabamba Encargado: Carlos Federico Villarreal Gonzles Direccin: Jr. Sucre 393, Tayabamba Pataz. La Libertad. COPREPAS Comisin Prelatural de Pastoral Social de Huamachuco Director: Padre Wilder Henriquez Ledesma Telfono: (044) 440-229 (oficina de ODEC) Direccin: Pasaje Damin Nicolau 101, Humachuco E-mail: prelaturahuamachuco@hotmail.com C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s Informe ANUAL 2012-2013 198 CODDHT Comit de Defensa de Derechos Humanos de Taurija Presidente: Rosario Torres Telfono: (044) 797-831 Direccin: Esquina Sucre y Anselmo Hoyle 120 Taurija SEDYS Servicio Educativo para el Desarrollo y la Solidaridad Director: Csar Mariano Figueroa Vergara Telefax: (044) 446-322 Direccin: Calle San Martn N 3 Laredo, Trujillo E-mail: sedys@derechoshumanos.pe, sedystrujillo@gmail.com PROYECTO AMIGO Proyecto Amigo Oficina de Derechos Humanos Presidente: Mario Vidori Directora: Nury Garca Crdova Telfono: (044) 440-086 Direccin: Jr. Alfonso Ugarte 854 Huamachuco E-mail: nurygac@terra.com.pe/ casamarcelino@terra.com.pe Web: proyectoamigo.blogspot.com/ LIMA APRODEH Asociacin Pro Derechos Humanos Director Ejecutivo: Gloria Cano Legua Telf.: (01) 424-7057, 431-0482 / 431-4837 / 332-5995 Fax: 431-0477 Direccin: Jr. Pachactec 980 - Jess Mara E-mail: postmast@aprodeh.org.pe Pgina Web.: www.aprodeh.org.pe CAAAP Centro Amaznico de Antropologa y Aplicacin Prctica Directora: Ada Chuecas Telf.: (01) 461-5223 / 460-0763 Fax: 463-8846 Direccin: Gonzles Prada 626 - Magdalena del Mar E-mail: caaapdirec@amauta.rcp.net.pe CAPS Centro de Atencin Psicosocial Directora: Jacquely Fontela Salinas Telf.: (01) 462-1600 462-1700 Direccin: Jr. Caracas 2380 Jess Mara E-mail: psico@caps.org.pe C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s DIEZ aos del Informe Final de la CVR 199 CEAPAZ Centro de Estudios y Accin para la Paz Director Ejecutivo: Ernesto Alayza Telf.: (01) 463-5000 Direccin: Juan Roberto Acevedo 330 Pueblo Libre E-mail: ceapaz@ceapaz.org CEDAL Centro Derechos y Desarrollo Director Ejecutivo: Luis Miguel Sirumbal Telf.: (01) 205-5730 Fax: 205-5736 Direccin: Jiron Huayna Cpac 1372 Jess Mara E-mail: cedal@cedal.org.pe CENIA Centro Andino de Investigaciones Antropolgico Forenses Directora: Mara Ins Barreto Telfono: (01) 623-7057 Direccin: Av. Precursores 532 Maranga, Lima E-mail: ceniaforense@yahoo.com CEDET Centro de Desarrollo tnico Director: Oswaldo Bilbao Telfono: (01) 330-2653 Direccin: Av. Bolivia 567 Brea, Lima E-mail: cedetdir@gmail.com CENCA Instituto de Desarrollo Urbano Director Ejecutivo: Jess Quispe Romero Telfono: (01) 421-5866 Fax 266-0012 anexo 21 Direccin: Jr Coronel Zegarra 426, Jess Mara, Lima E-mail: direccin@cenca.org.pe CODEH- EL AGUSTINO Comisin de Derechos Humanos del El Agustino Responsable: Nely Carasa Telfono: (01) 327-0483 Direccin: Renn Olivera 249 El Agustino E-mail: parroquia@virgendenazareth.com, codeh_agustino@hotmail.com CODEH- HUACHO Comit de Defensa de los Derechos Humanos de la Dicesis de Huacho Secretario Ejecutivo: Jorge Guerra Telefax: (01) 232-3919 Av. Grau s/n. Obispado de Huacho - Huacho E.mail: codehuacho@derechoshumanos.pe C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s Informe ANUAL 2012-2013 200 COFADER Comit de Familiares de Detenidos, Desaparecidos y Refugiados Presidenta: Margarita Pomajambo Fernndez Telf.: (01) 636-9960 Direccin: Andamarca N 108 Urb. Tahuantinsuyo Independencia E-mail: margaritapomajambo@hotmail.com COMISEDH Comisin de Derechos Humanos Director Ejecutivo: Pablo Rojas Rojas Telfono: (01) 330-5255 Telefax: (01) 423-3876 Direccin: Av. Horacio Urteaga 811 Jess Mara, Lima E-Mail: oficina.lima@comisedh.org.pe COOPERACCION Accin Solidaria para el Desarrollo Director: Julia Cuadros Falla Telfono: (01) 444-0316 / 444-5385 Direccin: Jr. Berln 1353 Miraflores, Lima E-mail: cooperaccion@cooperaccion.org.pe Web: www.cooperaccion.org.pe DEMUS Estudio para la Defensa de los Derechos de la Mujer Directora: Mara Isabel Cedano Telfono: (01) 463-1236 / 463-8515 Direccin: Jr. Caracas 2624 Jess Mara, Lima E-mail: demus@demus.org.pe Web: www.demus.org.pe EPAF Equipo Peruano de Antropologa Forense Presidente: Jos Pablo Baraybar Telefax: (01) 261-5471 Direccin Postal: Apartado 868 Lima 18 E-Mail: epaf_peru@yahoo.com FSP Forum Solidaridad Per Director: Rmulo Torres Seoane Telfono: (01) 207-6840 / 207-6843 / 207-6845 / 207-6847 / 207-6850 Fax: (01) 261-7619 Direccin: Jr. Daniel Olaechea 175 Jess Mara, Lima E-mail: psf@psf.org.pe C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s DIEZ aos del Informe Final de la CVR 201 FEDEPAZ Fundacin Ecumnica para el Desarrollo y la Paz Directora Ejecutiva: David Velazco Rondn Telefax. (01) 425-0209 / 425-0211 Direccin: Av. General Garzn N 1253 alt cdra 12 Av. Brasil Jess Mara E-mail: fedepaz@fedepaz.com.pe IDL Instituto de Defensa Legal Director Ejecutivo: Glatzer Tuesta Altamirano Telf. (01) 617-5700 Fax Direccin: Av. Parque Norte 829 Urb. Corpac San Isidro E-mail: idl@idl.org.pe IPEDEHP Instituto Peruano de Educacin en Derechos Humanos y la Paz Director: William Lpez Prieto Telf.: (01) 616-8200 Direccin: Comandante Jimnez 489 Magdalena del Mar E-mail: ipedehp@ipedehp.org.pe LUNDU Centro de Estudios y Promocin Afroperuanos Directora: Mnica Carrillo Prieto Telfono: (01) 628-3764 Direccin: Av. Bolvar 138 A Pueblo Libre, Lima E-mail: lundu@lundu.org.pe MOVIMIENTO MANUELA RAMOS Directora: Mara Elena Reyes Melndez Telfono: (01) 423-8840 Fax: 431-4412 Direccin: Av. Juan Pablo Fernandini 1550 Pueblo Libre, Lima E-mail: postmast@manuela.org.pe Web: www.manuela.org.pe MHOL Movimiento Homosexual de Lima Director Ejecutivo: Giovanny Manuel Romero Infante. Telfono: (01) 433-5314 Direccin: Mariscal Miller 828 Jess Mara, Lima E-mail: estafeta@mhol.org.pe Web: www.mhol.org.pe C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s Informe ANUAL 2012-2013 202 OFIP Oficina de los Derechos Humanos del Periodista Responsable: Roberto Mejia Telf.: (01) 427-0687 Fax: 427-8493 Jr. Huancavelica 320 of. 501 5to. Piso - Lima E-mail: anp@amauta.rcp.net.pe, ofip@hotmail.com / Pag. Web: www.cronicaviva.com.pe PAZ Y ESPERANZA Asociacin paz y Esperanza Ministerio Diaconal Director: Germn Vargas Telf.: (01) 463-3300 Direccin: Jr. Herminio Valdizn 681 Jess Mara E-Mail: aspazes@pazyesperanza.org REDINFA Red para la Infancia y la Familia- Per Presidenta: Rosalia Chauca Sabroso Telefax: (01) 274-8012 477-4855 Direccin: Av. Brasil 1650 Of.101 Pueblo Libre E-mail: redinfa2007@gmail.com.pe RUNA Instituto Runa de Desarrollo y Estudios sobre Gnero Directora: Bellisa Anda Prez Telefax: (01) 578-0068 Direccin: Calle Eugenio de la Torre 191, 1era etapa Maranga San Miguel E-mail: runa@runa.org.pe SER Asociacin Servicios Educativos Rurales Director: Roger Agero Telfono: (01) 472-7950 / 472-7937 / 470-1734 Fax: (01) 471-6138 Direccin: Mayta Cpac 1329 Jess Mara, Lima E-mail: postmast@ser.org.pe ASOCIACIN GUARANGO CINE Y VIDEO Presidente: Ernesto Cabellos Telf: 460-1135 Jr. Cayetano Heredia 785, Int. 2 Jess Mara DAR DERECHO, AMBIENTE Y RECURSOS NATURALES Director Ejecutivo: Csar Gamboa Telf: 266- 2063 Jr. Coronel Zegarra N260 Jess Mara C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s DIEZ aos del Informe Final de la CVR 203 LIMA - INVITADOS PERMANENTES ASFADEL Asociacin de Familias Desplazadas de Lima Responsable: Tefilo Orozco Direccin: Glvez Chipoco 340 Dpto. 9 - Lima CONFENADIP Confederacin Nacional de Discapacitados del Per Presidente: Wilfredo Guzmn Jara Telfono: (01) 460-6903 / 592-3559 Anx 104 Direccin: Calle San Marcos 124 Pueblo Libre, Lima E-mail: proyectoconfenadip@yahoo.com Web: www.confenadip.org CEAS Comisin Episcopal de Accin Social (INVITADO PERMANENTE) Secretaria Ejecutiva: Humberto Ortiz Telfs.: (01) 471-0790 / 472-3715 / 472-4712 / 471-2806 Fax: 471-7336 Direccin: Av. Salaverry No.1945 - Jess Mara E-mail: ceas@ceas.org.pe CONEP Concilio Nacional Evanglico del Per Director: Vctor Arroyo Telefax.: (01) 431-4022 Direccin: Jr. Huaraz 2030 Pueblo Libre E-mail: conep@speedy.com.pe, conepperu@gmail.com GIN Grupo de Iniciativa Nacional por los Derechos del Nio Directora: Maria Watson Telefax: (01) 461-0402 Direccin: Jr. Martn Prez 866 - Magdalena del Mar E-mail: gin@terra.com.pe SECCIN PERUANA DE AMNISTIA INTERNACIONAL Director: Juan Carlos La Puente Tapia Telf.: (01) 241-5625 Telefax: 447-1360 Direccin: Enrique Palacios 735 Int. A - Miraflores E-Mail: direccion@amnistiaperu.org.pe Web: amnistia.org.pe C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s Informe ANUAL 2012-2013 204 LORETO CODHP Comit de Derechos Humanos del Distrito del Putumayo Coordinador: Javier Retegui Telfono: (065) 811-615 / 812-228 (comunitarios) Direccin: Calle 28 de Julio s/n El Estrecho Putumayo, Maynas E-mail: jreategui60@hotmail.com COMISIN DE DERECHOS HUMANOS DEL VICARIATO APOSTLICO DE SAN JOS DEL AMAZONAS Coordinadora: Jorge Luis Gutirrez Martnez Telfono: (065) 253-630 Telefax: (065) 251-922 Direccin: Calle Edilberto Valles 964 Punchana, Maynas E-mail: cdhvsja@exploratelmex.com.pe VICARIATO APOSTOLICO DE IQUITOS (INVITADO PERMANENTE) Sub. Comisin de Justicia y Paz Derechos Humanos Vicariato de Iquitos Coordinadora: Carmen Rosa Arvalo Salas Telfono: (065) 600-042 Direccin: Putumayo 318 (Plaza de Armas) Iquitos E-mail: cjpdhvai@derechoshumanos.pe MOQUEGUA CODEH- ILO Comit de Derechos Humanos de Ilo Presidente: Donald Zevallos Butron. Telefax: 953 648094, 953-630698, 988-665598 Direccin: Jr. Dos de Mayo 618 Ilo E-mail: maribel.retamoso@hotmail.com PASCO CODEH- PASCO Comit de Derechos Humanos de Pasco Presidente: Vctor Jess Vergara Espritu Telefax: (063) 421-744 Direccin: Jr. Bolognesi 415 Cerro de Pasco E-mail: codehpasco_2006@yahoo.com C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s DIEZ aos del Informe Final de la CVR 205 PIURA DICESIS DE CHULUCANAS AREA DE JUSTICIA Y PAZ rea de Justicia y Paz del Centro Pastoral Diocesano la Sagrada Familia Coordinador: Luis Martn Vidal Nez Telfono: (073) 378-616 Direccin: Av. Ramn Castilla s/n (Frente al AH Vate Manrique) Chulucanas E-mail: jpazchulucanas@gmail.com PUNO ADLPS Asociacin de Defensa Legal y Promocin Social Sub Director: Alberto Quintanilla Telefax: (051) 326-965 Direccin: Jr. Jorge Chvez 253 Juliaca E-mail: aquinta23@hotmail.com ASOCIACIN DERECHOS HUMANOS Y MEDIO AMBIENTE Presidente: Cristbal Yugra Villanueva Telfono: (051) 36-9320 Direccin: Jirn Arequipa 345, 5to Piso, Puno E-mail: derechoshumanospuno@yahoo.es CEDEH Centro de Desarrollo Humano Presidente: Oscar Canales Telf.: (051) 369-146 Direccin: Jr. Cajamarca 515, 4to piso - Puno E-mail: cedehpuno@yahoo.es FEDERH Asociacin Fe y Derechos Humanos Presidente: R.P. Luis Zambrano Director: Edwin Poir Huanta Telfono: (051) 366-940 Direccin Ofic. Principal: Jr. Puno 563 Puno. Direccin Ofic. Descentralizada: Jr. Elas Aguirre 175 Juliaca E-mail: federhpuno@hotmail.com ISADH Instituto Sur Andino de Derechos Humanos Presidente: Csar Rodrguez Aguilar Telfono: (051) 326-304 Direccin: Jr. Brasil B-15, Lote 2, Urbanizacin Taparachi Juliaca E-mail: isadhpuno@hotmail.com Web: www.isadh.org.pe C o o r d i n a d o r a
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H u m a n o s Informe ANUAL 2012-2013 206 SAN MARTN CODEH- MOYOBAMBA Comit de Derechos Humanos de Moyobamba Director: Gregorio Rafael Altamirano Telf.: (042) 56-2217 Direccin: Jr. Apurmac 385 - Sector Ingainal-Kkuyllucucha Moyobamba UCAYALI CODEH- PUCALLPA Comisin de Derechos Humanos de Pucallpa Director: Padre Grald Veilleux Telfono: (061) 572-639 Direccin: Jr. Aguaytia N 697- San Fernando, Distrito de Manantay, Pucallpa E-mail: vicpucal@derechoshumanos.pe, codehpucallpa@gmail.com OAS PUCALLPA Organizacin de Accin Social de Ucayali Director: Roberto Lee Apac Telfono: (061) 601-181 Direccin: Av. Per s/n CP Nuevo San Juan, Manantay, Pucallpa E-mail: asesorialegal_oas@hotmail.com TACNA ADEHSUR Asociacin de Derechos Humanos del Sur Director: David Pereira Flores Telfono: 052-426174 Direccin: Calle Deustua 302 Tacna E.mail: ADEHSUR@hotmail.com