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    JUAN EL AGUATERO

    Hace ms de 200 ao, Juan, el aguatero, se levanto bien temprano, por que como todo
    los das lo esperaba una larga jornada de trabajo. Viva en la ciudad de Buenos Aires en
    el barrio El mondongo. No quera que se le hiciera tarde, por eso, mientras terminaba
    de vestirse, tomaba unos mates bien amargos, que le cebaba su mujer, Doa Josefa.
    Antes de partir hacia el Rio de la Plata, Juan ato a los bueyes al carro y aprovecho
    para alimentarlos. Todo indicaba que sera un da ms: sin embargo, una conversacin
    que escucho entre dos vecinas lo puso un poco nervioso.
    Ha visto, doa Carmela? La familia Basabilbaso construyo, en el patio de su casa, su
    propio aljibe- dijo un de las vecinas
    Si y lo sabia! El primer aljibe de la ciudad. quien lo hubiera dicho! Lstima que sea tan
    costoso.- respondi la otra
    Juan parti camino al rio, pero estaba muy preocupado.
    -si cada vecino construye su aljibe, yo no tendr mas trabajo pensaba
    - tengo que hacer algo y muy rpido!-dijo en voz alta
    Mientras conduca su carro, gritaba bien fuerte
    Agua fresca, agua clara
    Para que beba su dama
    Escuche a la dama, y el caballero,
    Cmprele agua a este aguatero
    Una vez que llego al rio llevo el carro a lo ms hondo.
    no cabe una gota ms! Dijo satisfecho y con el tonel lleno de agua regreso hasta la
    cuidad haciendo sonar bien fuerte la campana y pidindole al santo de su devocin que no
    lo abandonara en ese momento difcil
    Apenas escucharon las campanadas, los vecinos salieron de sus casas.
    -necesito dos baldes- dijo un vecino
    - y yo cinco - dijo el otro
    -Resrveme die, que tengo tertulia en casa- dijo doa Francisca
    Juan usaba un balde de madera para descargar el agua del carro y distribuirla entre los
    hogares

    Dos baldes para la familia Snchez


    Tres para los Azcunaga
    Y sin que se diera cuenta, el tonel se vaci:
    -uy! Doa Francisca! Va a enojarse conmigo! No tengo ni una sola gota, justo hoy que
    tiene tertulia en su casa
    En ese momento, pasaba por el lugar una de las mujeres ms distinguidas de la cuidad.
    -yo puedo ayudarlo! Y voy a darle la cantidad de balde que necesita
    -Usted? Y dnde va a sacarla?- pregunto el aguatero asombrado
    - Soy la seora de la familia Basabilbaso esa es mi residencia
    Juan respiro ms tranquilo y se dio cuenta de que, al fin y al cabo, tener el primer
    aljibe en la cuidad no era tan malo. Ya no se negara al progreso

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