Está en la página 1de 1861

Redpsicologa.

Biblioteca de psicologa y ciencias afines


Vocabulario de psicologa
NOTAS:
1) El presente material no es un diccionario sino un vocabulario donde se recopilan en forma no
sistemtica abstracts de artculos cientficos, resmenes de libros, informacin obtenida de otras fuentes
y citas bibliogrficas que pueden ser utilizadas en monografas, tesinas, tesis y artculos.
2) Para enterarte de las ltimas novedades en psicopatologa, puedes suscribirte al boletn de
www.psiquiatria.com
Psicologa general
A priori Abadi, Mauricio - Abduccin Aberastury, Arminda Aborto - Absolutizacin Abstraccin
Abuelo Aburrimiento - Acatamiento - Accin refleja - Acontecimiento - Acoso moral - Acting out Actitud
- Activacin Actividad - Actividad fsica Acto Actual Actuar - Adaptacin Adler, Alfred Adolescencia - Adopcin Adultez - Afectividad - Afecto Aferente - Afrontamiento - Agresividad
Aislamiento Ajuste - Alegra Alfa - Algolagnia - Alianza - Alimentacin Alocutario - Alocutor Aloerotismo Aloplstica, conducta Altrusmo - Alzheimer, Alois - Ambisexualidad - Ambivalencia
Amistad - Amor Anaclisis - Anlisis Analizador Analoga - Anamnesis Andrognia - Andropausia Angustia - Anima/Animus Ansiedad Antipsiquiatra Anulacin - Aparato psquico Apego - Apercepcin
- Apgar Aprecio - Aprendizaje Aptitud Arco reflejo - Arquetipo Arte - Ascetismo Asertividad Asociacin Asociacionismo Atencin Atraccin - Atribucin - Aulagnier, Piera Autenticidad /
Inautenticidad - Autoconcepto Autoconocimiento Autoeficacia Autoerotismo - Autoestima
Autoestimulacin - Autoinforme - Autoplastia Autorrealizacin Aversin Baranger, Willy - Barbitrico
- Barrera Batera - Bebe prematuro - Behaviorismo Bienestar psicolgico Binet, Alfred Binswanger,
Ludwig - Biografa Bion, Wilfred Biorritmo Biorretroaccin - Biotipo Boss, Medard - Cafena Calibracin - Calidad de vida Cambio - Campo Cncer - Canibalismo Cannabis - Capacidad Carcter
Caracterologa- Crcamo, Celes - Crcel Caruso, Igor Castigo Casustica - CAT Catarsis - Catstrofe
Categorizacin - Cattel, James Celos Cenestesia - Cerebro Ceremonia Charcot, Jean Chiozza, Luis
Alberto - Chiste - Ciclotimia CI - CIE - Ciencia cognitiva - Ciruga plstica Clarividencia Climaterio Clivaje Cocana Cociente de desarrollo Codependencia Cohesin - Colesterol Color Coma
Competencia - Complejo - Complejo de Edipo - Complejo de Edipo temprano Comprensin
Comportamiento no verbal Compulsin Comunicacin - Conacin - Concepcin del mundo Concepto Conciencia Condicionamiento - Conducta Conductismo Confianza - Conflicto Congnito / Hereditario
Congruencia - Conocimiento Consejo Conservacin Consideracin positiva Contiguidad Constitucional, tipo - Construccin Contrato Control Convergencia Couseling Craving - Creatividad
Crecimiento - Criminalidad - Cronopsicologa Cualidad - Cuerpo - Culpa Cunnilingus - Darse cuenta
Dasein Daseinpsychologie Decisin - Defensa Dficit - Defusin Deja eprouv Deja Recont Deja
vu - Delincuencia Delito - Delusin - Dependencia Deprivacin Dereflexin - Desapego - Desarrollo
Descarga - Desempleo - Deseo Desinformacin - Desmayo - Desoille, Robert Desplazamiento - Destino
Destrudo Detector de mentiras - Detencin Diagnstico estructural Dieta - Dinero Dipsomana Discurso Disociacin Disomnia Disonancia cognitiva Distimia Distorsin - Diurno, sueo - Divorcio
Dolor Dominancia Droga DSM - Duda - Duelo Ebbinghaus, Hermann Ectomrfico Edad mental Edipo Educcin Efecto Barnum - Efecto de halo - Eferente Eficiencia Ehrenfels, Christian Elaboracin - Elacin - Embarazo - Emocin Enamoramiento Endgeno Endogrupo Endomorfo Endorfinas Eneagrama - Engrama - Empata Encuadre Energa mental - Entrevista - Entrevista
diagnstica Enunciado fundamental - Envejecimiento - Envidia Epifenomenalismo - Epidemiologa
Epinsico - Equilibrio psquico - Error Escala Holmes-Rahe Escena temida - Escisin Escritura
automtica - Espacio transicional - Espacio vital Esquema Esquizoide Estadio del espejo - Estado de
nimo Estandarizacin Estereognosis Estereotipo - Estigma Estilo - Estmulo - Estrategia Estroboscopio Estructura Estructura de significado - Estructuralismo Etcheverry, Jos Luis Etnopsicologa - Etografa - Etologa Eustrs Evaluacin - Evasin Exhibicionismo Existencia,
existencialismo - Existenciales Excitacin - xito - Experiencia - Expresin corporal xtasis - Extincin
Extrovertido Ey, Henry Fachada - Factor Facultad - Fairbairn, Ronald Fascinacin - Falo Falso
recuerdo - Familia - Fantasa Fase del espejo - Fatiga mental Fausee reconnaissance Fechner, Gustav
Feighner, criterios - Felicidad Fellatio Fenmeno transicional - Fenomenologa Ferenczi, Sandor
Fetiche - Figura y fondo Fijacin Filicidio - Fisiognoma Fliess, Wilhelm Folclore Formacin reactiva
- Formacin sustitutiva - Frankl, Vktor Frenologa - Freud, Sigmund - Fromm, Erich Frontera Frustracin Fuego - Funcin materna Funcin paterna - Funcionalismo - Galton, Francis Garma, ngel
- Gemelos - Gnero - Gentica Genio - Gesell, Arnold Gestalt - Grafologa Green, Andr - Guerra
Guin Habilidad Hbito Habitus Habla privada - Hptico Helmholtz, Herrmann Herbart, Johann Herencia psquica Hermenutica - Hic et nunc Higiene mental - Hipnaggico, estado Hipnopmpico Hipnosis Hiptesis Historia clnica - Historia de la psicologa Historia del psicoanlisis Holn Hombre - Homeostasis Homogamia - Homosexualidad - Hora de juego diagnstica Horney, Karen Hospital HTP - Huella anmica - Humor ICD - Idea Ideacin Ideal del yo Idealizacin - Identidad
Identificacin Ideologa - Ilusin Imagen Imagen corporal - Imaginacin Imago IMC - Imitacin
Implicacin Impotencia - Impronta Impulso Inautenticidad - Incesto - Inconciente - Inconciente
colectivo Indefensin - Individuacin - Infancia Inferencia inconciente - Inferioridad, complejo de Infidelidad Informacin - Informe psicolgico - Informacin Inhibicin - Inimputabilidad - Imputabilidad
Insight - Instinto Intelectualizacin - Inteligencia Inteligencias mltiples Interaccionismo simblico Inters Interioridad - Internacin Internalizacin - Interocepcin - Interpretacin Intimidad
Intoxicacin - Introspeccin Introversin - Introyeccin Intuicin Irona Isakower, fenmeno de - ISO

- Isomorfismo Jackson, John James, William Janet, Pierre Jaspers, Karl Jubilacin - Juego Juguete Juicio Jung, Carl Kardiner, Abraham Keller, Helen - Kernberg, Otto Kircher, experimento de - Klein,
Melanie - Kohut, Heinz Kraepelin, Emil Krafft-Ebing, Richard von - Kretschmer, Ernst - Laberinto Lacan, Jacques Laing, Ronald Lmina en blanco Langer, Marie - Lanzamiento Lashley, Karl
Lateralidad Lavado de cerebro - Lenguaje Letargia Lvi-Bruhl, Lucien - Ley Liberman, David Libertad - Libido Lombroso, Cesare Lpez Ballesteros y Torres, Luis - Lorenz, Konrad Lourau, Ren LSD - Madre - Maduracin Madurez Malinovski, Bronislaw - Mandato familiar Maniquesmo - Mannoni,
Octave MAPS - Marihuana Martnez Luque, Eduardo Masoquismo - Matrimonio Maslow, Abraham Meditacin Memoria Menopausia Mente - Mentira Metacognicin Metaforizacin - Metempsicosis
Meyer, Adolf - Microambiente Miedo Migracin Miller, Jacques-Alain - MIPS Mirada - Mito - Modelo
activador Modelo biopsicosocial Modelo mdico - Modorra Modularidad - Moldeamiento Monogamia
- Moral Morfina Mrtido - Motivacin - Muerte - Mundo Narcisismo Narctico - Necesidad - Negacin
Neoconductismo Neoconexionismo Neoestructuralismo - Neonato Neurociencia Neuropsicodiagnstico Neuropsicologa - Neuropsicologa cognitiva Ninfomana - Niez - Nombre del
padre - Normalidad Nostalgia - Obesidad Objetividad Objeto - Olvido Omnipotencia - Optimismo
Oniromancia - Ontogensis Opinin Ortico - Orgone Organicismo Organizador - Orientacin
Orientacin sexual - Orientacin vocacional Originalidad - Ostrov, Len Otro generalizado - Padre
Padres - Palabra - Pampsiquismo Paralenguaje - Paranormal - Parapsicologa - Pareja Parto - Pasin
Patobiografa Pavlovsky, Eduardo Pattern - Pena - Pensamiento Percepcin Prdida - Prdida
temprana - Perdn Perfeccionismo - Persona Personalidad Persuasin - Pesadilla - Planificacin
Poder - Policratismo - Poligamia Portavoz - Posicin Posparto - Praxia Precocidad Prejuicio
Preobjeto - Preocupacin Prevencin Problema Prodigio - Proceso secundario Profeca
autocumplidora Programacin neurolingustica - Prosodia Prostitucin - Prtesis Protesta viril Protofantasa Proyeccin Proyecto Prueba mental Prueba psicomtrica - Psi - Psicoanlisis
Psicodlico Psicodiagnstico Psicodrama - Psicofrmaco Psicofarmacologa - Psicofsica
Psicofisiologa - Psicognesis Psicogerontologa - Psicolingustica Psicolingustica cognitiva - Psicologa
Psicologa animal Psicologa clnica Psicologa cognitiva Psicologa de la conciencia - Psicologa de
la educacin Psicologa de la gestalt Psicologa del comportamiento Psicologa diferencial - Psicologa
existencial Psicologa experimental Psicologa forense - Psicologa humanista Psicologa individual Psicologa infantil - Psicologa proyectiva Psicologa sistmica - Psicologismo Psiclogos - Psicometra
Psicomotricidad Psiconeuroinmunoendocrinologa Psicopedagoga Psicoprofilaxis - Psicoquinesia
Psicosomtico Psicotecnia Psicotropo - Psique Psiquismo fetal - Pubertad Puerperio - Pulsin
Punto G - Raciocinio Racionalidad - Racionalizacin Racismo Racker, Heinrich - Rapport - Rasgo
Razonamiento RDC Reactancia - Realidad - Realidad virtual Recurrencia Red social - Reflejo
Reflexin Reflexologa Reforzador Regeneracin - Regresin Relacin de objeto Relacin
interpersonal Religin - Reminiscencia - Remordimiento Rendimiento - Reparacin Representabilidad
Representacin Represin - Reproduccin Repudio Repugnancia Resentimiento - Resiliencia
Resistencia - Resolucin de problemas Responsabilidad - Respuesta Retest Retroactividad Retrosignificacin Rey Ardid, Ramn - Riesgo - Risa Ritmo circadiano - Ritual - Rogers, Karl Role
playing - Rorschach , Hermann Rosenthal, Ludovico - Sabidura Sadismo - Salud - Salud/enfermedad
Salud mental Salud pblica Salvaje de Aveyron Sanitarismo - Screening - Secreto profesional
Seguridad - Sensacin Sentido comn Sentimiento - Self - Sensopercepcin Sentido del humor Ser
en el mundo Ser humano - Series complementarias Sexualidad Shamn - S mismo Siesta
Significante Signo - Simbolizacin - Smbolo Sincronizacin cerebral Sinestesia - Sistema nervioso Situacin Skinner, Burrhus Sobreaprendizaje - Sobrenatural - Soledad Solipsismo - Solucin de
problemas Somatotipo Sombra Somniloquio - Somnolencia Sopor Subjetividad - Sublimacin
Subliminal - Sueo Sueos Sufrimiento Sujeto Sullivan, Harry Superdotacin - Superioridad
Supersticin Superyo - Suprasentido Suspiro - Tab de la virginidad Tapping Taquitoscopio TAT Taxia - Tcnica psicolgica Tcnicas proyectivas Telegonosis Telepata Telequinesia Telescopaje Temperamento Tensin - Teorema de Thomas Teora de la accin razonada - Teora de la Gestalt
Teora del campo Teoras psicolgicas Tercera ola - Terceridad - Terman, Lewis - Terror Test Test de
inteligencia Test de la familia kintica - Test de la pareja educativa Test grupal Test proyectivo Testamento - Testosterona Thorndike, Edward Tiempo Tipo Tipologa Tolerancia - Toma de
decisiones Ttem Trance - Transferencia Tratamiento biolgico Trauma Triangulacin Triangularidad Tristeza TRO - Umbral - Vacaciones - VADS Validez Valls, Jos Luis - Valor - Vejez
Vctima Vida cotidiana Viejismo Vnculo - Violacin Violencia - Virtual Virtual Visualizacin
espacial - Voluntad Watson, John - Weininger, Otto - Winnicott, Donald Wundt, Wilhelm Yo Zona de
desarrollo proximal - Zurdera
Psicopatologa
Abasia - Abatimiento - Aberracin - Aberraciones sexuales - Abulia - Abuso Acalculia - Acatamatesia
Acatisia Adiccin - Adiccin a internet Afasia Afectacin Agitacin psicomotora - Agnosia
Agorafobia Agrafia Agramatismo Agudo Anhedonia - Alcoholismo Alexia - Alexitimia Alienacin
Alogia - Alucinacin Alucinosis Amencia - Amnesia - Amok Anancstico - Anhedonia Anorexia
Anorgasmia Anormalidad Anosognosia Ansiedad Antidepresivos - Apata Aplanamiento afectivo Apraxia Aprosexia Aprosodia - Arterosclerosis Asma - Astenia Ataque - Ataque de pnico Ataxia
Atmsfera delirante Audimudismo Aura - Ausencia mental - Autismo - Autismo infantil Autolesin Automatismo - Bariglosia Baritimia - Belle indifrence - Bolo histrico Bordeline Bovarismo
Bruxismo - Bulimia Cncer - Capgrs, sndrome de - Caracteropata Catafasia - Catalepsia Cataplexia
Catatimia - Catatonia Cefalea - Ciclotimia Cleptomana Comorbilidad Compulsin - Conducta
antisocial Confusin mental - Conversin Coprolalia - Costo de enfermedad - Dao psquico Debilidad
mental - Deficiencia mental Delincuencia sexual - Delirio - Delirium tremens Demencia Dependencia Depresin - Depresin mayor - Depresin polar - Depresin posparto - Depresin vacacional - Desorden
alimenticio Desorientacin - Despersonalizacin Desrealizacin Desviacin - Diagnstico -

Diagnstico estructural - Diagnstico psicolgico Dimorfismo sexual - Disartria Discapacidad - Discurso


automtico Disestesia Disfasia - Disforia Disfuncin - Disgrafa Disgregacin - Dislalia Dislexia
Dislogia - Dismegalopsia Dismnesia Dismorfia - Dismorfopsia Disociacin - Dispareunia - Distimia
Distona - Distrs Doble Dolor - Drogadiccin Eco Ecoacusia Ecocinesia Ecolalia Econimia Encopresis Enfermedad Enfermedad de Huntington - Enfermedad mental - Enfermo mental Enuresis
Epilepsia - Episodio afectivo Episodio depresivo mayor - Episodio psictico - Escoptofilia - Esquizofrenia Estilo neurtico Estrs Estresor - Estupor - Etiologa Euforia - Fabulacin Fagofobia Fagomana
Falso recuerdo - Familia - Familia alcohlica - Fatiga crnica Fetiche Fetichismo - Fobia - Fobia social Folie deux - Frigidez - Fronterizo Globo histrico Glosolalia - Gerstman, sndrome de - Gran mal Heminegligencia Hermafroditismo - Hialofobia Hidrofobia - Hiperactividad Hiperestesia
Hiperintencin - Hipermnesia - Hiperprosexia Hiperreflexin - Hipersomnia Hipervigilancia Hipocondra - Hipomnesia Hipomana - Hipoprosexia - Histeria - Hombre golpeador Hospitalismo
Hostigamiento sexual - Idioptico Idiot savant - Idiotez Imbecilidad Impulsividad - Incidencia Insana
- Insomnio - Intuicin delirante Jet Lag Koro - Laguna temporal - Locura Logoclonia Ludopata - Mal
de Alzheimer - Maltrato infantil - Mana - Manierismo - Melancola Metafrenia Metamorfopsia Microcefalia - Migraa Mitomana Mobbing - Monomana Mrbido - Morbilidad - Mujer maltratada
Mutismo - Narcolepsia Necrofagia Necrofilia Negativismo - Neurastenia - Neurosis - Neurosis infantil Neurosis obsesiva Neurosis traumtica - Ninfomana - Nosologa Obesidad - Obnubilacin Obsesin Oligofrenia Onicofagia - Organoneurosis - Paidofilia Palifrasia Palilalia Palilogia Palimbulia
Palinfrasia - Parafilia - Parafrenia Parlisis cerebral infantil - Paramnesia - Paranoia - Paraprosexia Parasomnia Paratimia - Patologa dual Patolgico - Personalidad melanclica - Personalidad narcisista
- Patoneurosis Perseveracin - Perversin - Petit mal - Pitiatismo - Prevalencia Prosoagnosia Pseudoalucinacin - Psicastenia - Psicodiagnstico - Psicolepsia - Psiconeurosis - Psicopata Psicopatologa - Psicosis - Psiquiatra Recada - Recuerdo delirante Recuperacin Recurrencia Remisin - Retardo mental - Retraso mental - Riesgo suicida Rigidez - Satiriasis - Semiologa psiquitrica
- Seudodemencia Seudopercepcin - Sndrome - Sndrome amnsico Sndrome catatnico - Sndrome
de abstinencia - Sndrome de bajo logro - Sndrome de Burnout Sndrome de Capgrs - Sndrome de
Charles Bonnet Sndrome de dficit atencional - Sndrome de dependencia - Sndrome de Down
Sndrome de Frgoli - Sndrome de Koro - Sndrome de Korsakoff Sndrome de Munchausen - Sndrome
de Rett - Sndrome de Turner Sndrome del espejo - Sndrome del maullido de gato - Sndrome delirante
- Sndrome esquizo-lmbico - Sndrome lobar - Sndrome obsesivo - Sndrome postvacacional - Sndrome X
frgil - Sntoma Somatizacin - Sonambulismo Sueo - Suicidio - Tabaquismo Taquifemia Tartajeo
Tartamudez Tema delirante - Terror nocturno Tic Toxicofilia - Toxicomana - Transexualidad Trastorno - Trastorno adaptativo - Trastorno afectivo - Trastorno antisocial de la personalidad - Trastorno
bipolar - Trastorno ciclotmico - Trastorno corporal dismrfico Trastorno de acumulacin - Trastorno de
angustia Trastorno de ansiedad social - Trastorno de conversin - Trastorno de dolor - Trastorno de
estado de nimo - Trastorno de pnico - Trastorno de personalidad - Trastorno del control de impulsos Trastorno del desarrollo - Trastorno del estado de nimo Trastorno del sueo - Trastorno delirante Trastorno depresivo - Trastorno depresivo de la personalidad - Trastorno depresivo mayor - Trastorno
disocial Trastorno disociativo - Trastorno distmico - Trastorno dual Trastorno lmite - Trastorno
narcisista - Trastorno neurolgico - Trastorno obsesivo-compulsivo - Trastorno por ansiedad de
separacin - Trastorno por dficit de atencin - Trastorno por estrs agudo - Trastorno por estrs
postraumtico - Trastorno por somatizacin - Trastorno psicomotor - Trastorno psictico agudo Trastorno psictico breve - Trastorno respiratorio - Trastorno sexual - Trastorno somatoforme Trastornos del sueo Travestismo - Tricomana - Vaco existencial Vaginismo - Violencia - Violencia
conyugal - Violencia familiar Vitiligo - Voyeurismo
Psicoterapias
Abandono del tratamiento Abreaccin Absolucin - Acercamiento centrado en la persona Acupuntura
- Adiccin - Admisin Agorafobia Ajuste psicosocial - Alianza teraputica - Anlisis directo - Anlisis
transaccional Antipsiquiatra - Atencin mdica Apoyo Arteterapia - Atribucin - Autoayuda
Autoexploracin Automedicacin - Balneoterapia - Biblioterapia Biodrama Bioenergtica
Biofeedback Boicot - Breuer, Josef - Comunidad teraputica Consulta Contrato Contratransferencia
Crisis Desbordamiento - Desensibilizacin sistemtica Devolucin - Dramaterapia Ejercicio fsico Electroshock - Ensayo de conducta - Ensueo dirigido Entrenamiento autognico - Entrevista
Ergoterapia - Escritura - Escucha analtica - Esquizofrenia - Estrategias de ayuda Exposicin
Farmacoterapia Fe, curacin por la - Fisioterapia Hipnoanlisis - Hipnoterapia Hospitalizacin Implosin - Intencin paradjica Interpretacin Intervencin psicosocial - Intervencin teraputica Intervencin verbal Inundacin - Laborterapia Lobotoma Ludoterapia - Medicina psicosomtica Megabrain Musicoterapia Narcoanlisis - Narcoterapia Paciente Paradoja Placebo Prevencin Provocacin Psicagoga - Psicoanlisis infantil Psicociruga Psicodrama Psicoeducacin - Psicofona
Psicooncologa Psicosis - Psicoterapeuta Psicoterapia - Psicoterapia analtica - Psicoterapia breve Psicoterapia cognitiva - Psicoterapia cognitivo-conductual - Psicoterapia cognitivo-conductual
interpersonal - Psicoterapia constructivista - Psicoterapia de accin social - Psicoterapia de apoyo Psicoterapia de grupo - Psicoterapia de expresin - Psicoterapia de pareja - Psicoterapia estructural
intensiva - Psicoterapia existencialista - Psicoterapia familiar - Psicoterapia familiar estratgica Psicoterapia focal - Psicoterapia gestltica Psicoterapia grupal - Psicoterapia humanstica - Psicoterapia
individual - Psicoterapia infantil Psicoterapia institucional - Psicoterapia interpersonal - Psicoterapia
mstica - Psicoterapia psicoanaltica - Psicoterapia racional emotiva - Psicoterapia rogeriana Psicoterapia sistmica Rapport - Reatribucin Recuperacin - Red familiar - Redefinicin Reeducacin
Rehabilitacin cognitiva - Reingreso - Relacin teraputica - Relajacin Religin Renacimiento Resistencia Sistema asistencial Situacin analtica - Socioterapia Solucin de problemas Somatoterapia Sueo lcido Sugestin - Telepsiquiatra Terapeuta - Terapia - Terminacin -

Transferencia Trastorno de personalidad - Trastorno depresivo mayor Tratamiento - Tratamiento


psiquitrico - Urgencia psiquitrica Yoga - Zooterapia
Psicologa social y grupal
Acatamiento - Accin social - Actitud - Adaptacin social - Apoyo social - Autoconcepto - Autopercepcin Autoritarismo - Clase social - Comunicacin - Conflicto - Conformidad - Construccionismo social Cooperacin - Coordinacin Dinmica de grupos - Discriminacin - Disonancia cognitiva - Estereotipo Etnopsicologa Exogrupo - Grupo - Grupo de trabajo - Grupo pequeo - Grupos T - Habilidad social Identidad - Imaginario - Individualismo - Influencia social - Interaccin - Interaccionismo simblico Intersubjetividad - Justicia social - Liderazgo - Marginacin - Marginalidad - Mead, George - Medios de
comunicacin - Migracin - Minora Norma - Orden social Otro generalizado - Persuasin - Poder Presentacin Problema psicosocial - Proxemia - Psicoanlisis grupal - Psicologa grupal - Psicologa
social - Reality show - Red social - Representacin social Ritual - Rol - Secta - S mismo - Sistema social Socializacin - Sociedad Sociobiologa - Sociocentrismo Sociograma Sociolingustica - Sociometra
Status - Transubjetividad - Universo simblico Vnculo - Xenofobia
Psicologa laboral y organizacional
Acoso - Anlisis organizacional - Autoridad Capacitacin - Cargo - Clase institucional - Consultor Contracultura - Cultura organizacional - Desempeo - Desocupacin - Empresa unipersonal - Entrevista de
seleccin - Evaluacin de desempeo - Grupo Institucin - Liderazgo Management Marketing - Mayo,
Elton Mtodo Deming Organizacin Organizacin escolar Organizacin filantrpica Organizacin
hospitalaria Organizacin no gubernamental Perfil Psicologa industrial Psicologa institucional
Psicologa laboral- Psicopedagoga laboral Puesto Reclutamiento Recursos humanos Reingeniera
Rol Seleccin de personal Tarea - Trabajo

Actualizado Mayo 2011. Ms informes: pcazau@gmail.com


PSICOLOGA GENERAL
A PRIORI
Definicin.- El a priori psicolgico contiene aquellas condiciones psquicas previas que determinan la
direccin de la atencin y la formacin del juicio. Desde Kant llmase a priori todo conocimiento cuya
validez no depende lgicamente de la experiencia (percepcin). El a priori gnoseolgico comprende las
condiciones de validez del conocimiento; el a priori psicolgico, las de existencia. Ant: a posteriori.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

ABADI, MAURICIO
[psicoan.](naci en 1917, en Damasco, Siria) Siendo pequeo, su familia se instala en Miln, all realiza
sus estudios y recibe una slida formacin humanstica. En 1935 emigra a Buenos Aires, donde estudia
medicina y donde se incorpora al movimiento psicoanaltico argentino, por entonces incipiente. Habr que
comenzar enumerando y/o comentando sus mltiples publicaciones, sus aportes al pensamiento
psicoanaltico, ricos, valiosos y variados. Se podra hacerlo relatando su actuacin institucional. Fue
presidente de la Asociacin Psicoanaltica Argentina en 1977-78, momentos crticos y difciles, ya
instalada la dictadura militar que sera conocida como El Proceso. Haba colegas desaparecidos, otros
torturados, amenazas de intervenir la APA Adems, en 1977 se concret la escisin por la que surge la
Asociacin Psicoanaltica de Buenos Aires (APdeBA). Todas estas vicisitudes hicieron que la gestin de
Mauricio fuera especialmente difcil. Habr que hacer referencia a su paso por la docencia universitaria.
Fue profesor titular de una ctedra en la carrera de psicologa en la Universidad de Buenos Aires. All
ense psicoanlisis, sus alumnos apreciaban mucho su claridad expositiva y su sentido del humor lo que
le aseguraba xito de pblico. Sus clases estaban siempre muy concurridas y esto le resultaba muy
placentero. Se podra comentar su frecuente presencia en los medios de comunicacin (radio, TV); donde
tambin ejerca una forma de docencia difundiendo el psicoanlisis, ya sea su utilidad teraputica o su
particular manera de considerar la realidad humana. En algn momento su presencia en los medios fue
casi cotidiana; programas informativos o de inters general lo convocaban muy frecuentemente para
interrogarlo a veces sobre temas especficamente psiquitricos, otras veces sobre cuestiones de inters
general que circunstancialmente estaban instaladas en la sociedad argentina como pudo ser en su
momento el tema del divorcio. Posea un cierto carisma y la facilidad de expresar en palabras simples y
elegantes cosas complicadas. Sala airoso de trances difciles; todo esto lo llev a convertirse en un
personaje conocido por el pblico argentino. Yo dira que adquiri un cierto halo de voz oracular. Era visto
no solo como experto en salud mental sino como opinin responsable y vlida en cosas de la vida. En
televisin lleg a conducir su propio programa, uno de corte cultural; donde participaron escritores,
filsofos, historiadores, etc. Tambin cre, en la TV un ciclo especialmente atractivo en el que un experto
en algn autor (Nietzsche, por ejemplo) era invitado a representarlo y un panel de notables interrogaba a
dicho autor sobre aspectos de su vida, de su obra o de su poca. Uno de los rasgos ms que le son mas

propios es su gran sentido del humor, se dira que esta es una de sus caractersticas ms distintivas, era
capaz de rerse incluso frente a la adversidad; y sobre todo hacerlo de s mismo, no se tomaba
demasiado en serio, a pesar de tenerse alta estima. Persona de trato fcil aunque a veces un poco
esquiva; quienes le estaban prximos sentan que podan contar con l en situaciones difciles.
Estimulante y permisivo con las iniciativas de los otros, les ayudaba a sacar lo mejor de s mismos. Todo
lo que emprenda lo haca con gran placer si no puedo poner mi libido en eso prefiero no hacerlo lo
escuch decir alguna vez, toda iniciativa suya tena siempre un componente ldico, a la manera de un
nio grande, a quien le gustaba jugar, ensayar, experimentar; disfruta mucho del aplauso y del
lucimiento personal. Jugaba en la TV cuando invitaba a personajes que jugaban a ser Freud o Jung o
Heidegger; su campaa por la presidencia de APA, sus rivalidades polticas dentro de la Institucin,
tuvieron para l mucho de competencia deportiva. Su inters por lo ldico era tal que tambin le
despert inquietudes tericas; escribi sobre el jugar (1964) y el juego (no en el sentido de la tcnica del
juego utilizada por los analistas de nios), sino sobre el significado inconsciente de esta actividad y de lo
que implica en el desarrollo y en la cultura, agrup y clasific los distintos tipos de juego y sus
significaciones. Tambin el humor despert su inters (Teora del chiste y Hedon, 1982); crea en su
capacidad curativa; comparta con Winnicott la idea de que el psicoanlisis es el juego mas sofisticado del
siglo XX y en la importancia de la creatividad para dotar de sentido a la existencia. Fue de los primeros
en Buenos Aires en explorar las posibilidades teraputicas del psicodrama psicoanaltico que es otra
forma sofisticada de juego. Siempre mantuvo actitudes y opiniones muy independientes; no adhiri ni
perteneci a ninguna ortodoxia ni a escuela psicoanaltica alguna, se consideraba a s mismo un
francotirador, esto hace que en sus escritos las referencias bibliogrficas a otros autores psicoanalticos
es en general escasa, casi sus nicas citas se refieren a Freud. En cambio menciona a muchos filsofos,
escritores, historiadores, y alude a los mitos. Ms fiel al espritu del maestro (Freud) que a su letra, de la
que frecuentemente aunque no siempre se apart. Sola decir, citando a Whitehead, que las ciencias que
permanecen muy dependientes de sus fundadores no progresan. Esta independencia de criterio lo llev
muchas veces a enfrentar situaciones conflictivas frente a quienes sostenan posiciones ms
conservadoras y menos innovadoras que las suyas, por ej.: ensay junto a otros colegas el uso de
agentes psicotrpicos (cido lisrgico) en psicoterapia con la esperanza de que esto facilitase el acceso al
material reprimido. (Poco despus se prohibi el uso teraputico de estas drogas y casi simultneamente,
pero con independencia, Abadi afirm que no se advertan sus ventajas). En APA se pens que este
proceder era contrario a una conveniente ortodoxia psicoanaltica. A comienzos de los 60. el psicoanlisis
despertaba en Buenos Aires curiosidad e inters. En esas circunstancias hizo su primera aparicin en las
pantallas de televisin. El programar era auspiciado por Claudia, una revista femenina, y se llamaba
Claudia mira la vida. Excelentes actores ponan en escena personajes conflictuados, en difciles
situaciones de pareja o de familia. Luego Abadi ensayaba la comprensin psicoanaltica. El programa era
excelente, se haba logrado un alto nivel de seriedad en lo que se presentaba; el nivel de las
intervenciones del analista que eran claras y comprensibles. En APA, esta iniciativa produjo cierto
malestar; se pensaba que el psicoanlisis no estaba suficientemente consolidado por entonces en la
sociedad argentina como para soportar una exposicin pblica de esa naturaleza, esta situacin podra
eventualmente desgastarlo prematuramente al generar polmicas que lo daaran. Pero Abadi no era una
oveja ms en el redil.1[1][1] Como dijimos, no practic ortodoxia alguna. Aceptaba otras realidades, fuera
del consultorio. Pensaba que el psicoanlisis es un instrumento privilegiado para la exploracin de la otra
realidad (la del inconsciente) y que esto, precisamente, no lo ata a la clnica, que ni siquiera es su
aplicacin privilegiada, imbuido como estaba, muy imbuido, de la muy freudiana idea de que el
psicoanlisis est ms prximo a las humanidades que a la medicina y que la sociologa, los mitos, la
historia, la filosofa, antropologa, el humor, etc., eran campos tan apropiados para el estudio de esa
otra realidad como la clnica. De manera que su produccin bibliogrfica no se limit a temas de teora
o de clnica sino que abund en enfoques humansticos. Sus escritos, en especial los de los ltimos
tiempos, estn redactados a la manera de ensayos (Montaigne era uno de sus autores preferidos,
tambin por la claridad de su escritura). En estos artculos, un tema especfico es abordado desde
distintas perspectivas: filosficas, histricas, epistemolgicas; estas perspectivas no podran estar
ausentes en estos trabajos dada la naturaleza de los temas que aborda (el tiempo, la realidad, el mito, la
historia), pero a pesar de este multienfoque nunca pierden su condicin de psicoanalticos, el abordaje
psicoanaltico predomina en ellos y las conclusiones de fondo a las que arriba son impensables fuera del
psicoanlisis que provee las herramientas intelectuales idneas para el procesamiento de fondo de los
temas. A propsito del comentario del prrafo anterior (que sus trabajos son ensayos tratados desde
varias perspectivas) comentar un hermoso escrito sobre el Tiempo publicado en la Revista de
Psicoanlisis de APA que ilustra la fructfera convivencia, en estos escritos, entre el psicoanlisis y otros
enfoques; en el mismo se discute la naturaleza del tiempo de acuerdo a distintas concepciones:
cientficas (Einstein, Newton) filosficas (Kant, Hegel, el ro de Herclito, Heidegger, San Agustn), tiempo
biolgico; y se concluye analizando las categoras que sobre el tiempo estn incluidas implcita o
1[1][1]

Por supuesto, la oracin puede que no te guste. La borraremos. Pero lo que s o s haba que cambiar
eran los nexos expositivos.

explcitamente en psicoanlisis (Nachtraglickkeit, eterno presente del inconsciente, regresin, el tiempo


de la ausencia etc.) Luego examina fantasas inconscientes conectadas con el tiempo como el miedo a la
muerte; finalmente se pregunta-contesta2[2][2] el tiempo podra no ser ms que una ficcin con una
apariencia de una estructura en las que las huellas mnmicas y los deseos se enhebran de tal manera
que entretejen el concepto y/o fantasa de temporalidad y si tal vez la verdadera cuestin no reside en
que el tiempo es una ficcin de ser como opuesto a nada, vaco, no-ser. Tambin es enjundioso su
aporte a la nocin de construccin psicoanaltica [poner la fecha].3[3][3] Abadi ubica las construcciones
entre el mito y la historia. Postula una posible coincidencia entre la historiografa y el mtodo
psicoanaltico; en ambos de lo que se trata no es de la bsqueda de una supuesta verdad material sino
ms bien de un sentido que es siempre mtico, ilusorio. El objetivo de la construccin es rescatar la
historia mtica expresada en el sntoma y reemplazarla por otra que mienta menos y sirva ms. No
hemos hablado todava de su multilingismo, hijo y padre de su multicuriosidad. Con Susan Hale Rogers
public Reality and/or Realities. En uno de sus captulos discurre sobre la memoria. Slo puede ser
entendida, sostiene, como la elaboracin de un duelo; un intento de evocar el objeto ausente (Proust)
presentificndolo. La forma del recuerdo es la de una narrativa, no una fotocopia de una escena, es algo
narrable, secuencial con predominio sintagmtico. De s mismo deca Abadi que era un pensador no
sistemtico, que se haba ocupado de muchos temas centrales del psicoanlisis y que haba propuesto
muchas ideas originales pero sin que el conjunto de sus trabajos constituyese un cuerpo doctrinario,
coherente y ensamblado, un sistema de pensamiento, a lo que por otra parte era no era afecto, pues,
pensaba que eso facilitaba los dogmatismos; y que la realidad era demasiado diversa como para ser
atrapada en un sistema coherente y ordenado. Incluso lo escuch abogar por un psicoanlisis catico, y
algo escribi al respecto, pero hasta donde s lo dej indito. conciliador por una vez. Cito algunos
prrafos: La calificacin de catico para el psicoanlisis que a m me gusta, me interesa y me parece
creble, apunta a la idea de un conjunto de descubrimientos, cuyo impacto, no solo en la medicina, sino
en el de la cultura contempornea, nadie puede razonablemente negar. Psicoanlisis catico? Qu es
eso? Pues un puado de verdades muy probables, por no decir ciertas, que yo tirara desordenada y
caticamente sobre la mesa valorndolas en cuanto tales. Sin preocuparme para nada de la coherencia o
de las articulaciones lgicas que puedan inventarse entre ellas. [...] Descreo -son aos- de los
esquemas supuestamente racionales, de los ordenamientos, estructuras, armazones, estanteras,
construidas para ofrecer un albergue, ni siquiera transitorio, sino con pretensin de estable y definitivo, a
verdades que no lo necesitan. [...] Hblenme del complejo de Edipo, de la sexualidad infantil, de los
significados inconscientes. De la transferencia. Del maravilloso proceso del darse cuenta gracias al
estmulo de una interpretacin o de cualquier otro estmulo verbal. Hblenme de los sntomas que hablan
y dicen cosas. De la conducta, como discurso preado de sentido [...] Creo que las teoras psicoanalticas
(no excluyo para nada ni siquiera al mismo Freud y a ciertas elucubraciones de la metapsicologa) tienen
puesta demasiada atencin en el encadenamiento lgico y en la postulacin de coherencia. [...] Gritemos
a voz en cuello: Vivan los desafortunadamente pocos- conocimientos que hemos sabido
trabajosamente arrancar a nuestro enigmtico universo y sustraer al des-conocimiento del que quiere no
saber. O sea que el psicoanlisis es un conjunto de verdades sueltas y las articulaciones que se han
intentado hallar entre esas verdades en busca de un sistema coherente no siempre han resultado en una
ganancia. Psicoanlisis es ese conjunto de herramientas intelectuales que permiten develar ciertas
verdades ocultas en el alma humana, tiles en la clnica y que no necesitan sistematizacin. Los aportes
de Abadi al pensamiento psicoanaltico son numerosos: es autor de una rica y variada bibliografa, ha
escrito sobre diversos temas del psicoanlisis, gran parte de sus escritos aparecieron en forma de
artculos en la Revista de psicoanlisis de la APA Mencionemos: Psicoanlisis, recorte y montaje (1982),
El psicoanlisis y la otra realidad (1982) Rodrguez Pea esquina Independencia [nombres de la calles en
que estaban ubicadas la APA y la Facultad de Psicologa]. Sin embargo, su trabajo de envergadura, tal
vez su obra predilecta, es Renacimiento de Edipo (1960). Abadi no refuta la versin freudiana del Edipo,
pero piensa que el tringulo no se agota, no se limita a parricidio e incesto; l cree que otros dramas se
juegan crptica y simultneamente en la situacin, que no fueron advertidos por Freud; pero que tienen
peso y que al ser tomados en cuenta enriquecen la teora y aumentan las posibilidades de comprensin
en el trabajo clnico. Uno de los puntos de partida de sus ideas es la descripcin de los actores del drama
en trminos de roles, no de personas involucradas, estos roles son complementarios y estn en conflicto
entre s; son los roles: materno, paterno y filial o como tambin los denomina: el rol retentivo,
desempeado por la madre pero no nicamente por ella, el rol extractor, protagonizado por el del padre,
que oficia de partero, que extrae al hijo del interior del vientre retentivo (en sentido metafrico) de la
madre y el rol del hijo, que es quien que quiere liberarse de los que pretenden mantenerlo cautivo. Lo
que motoriza la situacin, lo que est en el origen de esta es la interseccin de dos frentes de lucha que
se dan simultneamente: la generacional, es decir la que mantiene el hijo contra los padres, por su
2[2][2]

Puede no gustarte la palabra pregunta-contesta. La puse por el Moro no se interroga como el que est
en babia. Se interroga como quien se ha interrogado muchas veces. En lo que no tengo dudas es en que
deben eliminarse los juicios de valor demasiado obvios.
3[3][3]
Complet el dato.

liberacin, la que expresa su deseo de nacimiento, de separacin de quienes intentan retenerlo, la madre
o los padres retentivos y la lucha de los sexos, es decir la que mantienen ambos padres entre s, lucha
que tiene por objeto disputarse la posesin del hijo; posesin que implica para los padres fantasas de
supervivencia, de inmortalidad, poseerlo es perpetuarse en l, defensa contra la ansiedad de muerte y
contra la soledad (fantasa de retenerlo para siempre, fantasas de embarazo eterno). El hijo lucha por
independizarse, separase, individualizarse, advenir como sujeto de deseo, su lucha es por su libertad, por
el acceso a su vida propia. El hijo se siente tironeado entre dos alternativas: permanecer en el adentro
del mbito materno, fantasa de embarazo eterno, quedar encerrado en el narcisismo primario de la
relacin dual, donde rige un eterno presente que implica anular el paso del tiempo, evitar la muerte o
emigrar al afuera, que es vivir, devenir sujeto, pero esta eventualidad implica aceptar el paso del tiempo
y por ende la muerte. Adentro (de la relacin con la madre- metafricamente, en su vientre) se siente
seguro protegido y acompaado, pero sin libertad, sin vida pulsional; optar por el afuera, por la vida
extrauterina, implica libertad, pero tambin soledad, desproteccin, aceptar el paso del tiempo. El rol
filial es una polarizacin constante: el adentro o el afuera; la madre o el padre, dependencia o libertad.
En este interjuego entre los roles, cada uno puede ser alternativa o simultneamente jugado por
cualquiera de los tres vrtices del tringulo est sustentado por el interjuego de las tres posiciones:
adentro intrauterino, prenatal, afuera extrauterino, postnatal y el proceso de mudanza, intranatal, el
parto. A cada una de estas posiciones corresponden fantasas bsicas, angustias arquetpicas: encierro en
una prisin que tambin es refugio; afuera que es libertad pero tambin soledad y desamparo y miedo a
la mudanza con los peligros inherentes a la situacin del parto. Fantasa de embarazo eterno en la
madre, rol de partero-separador en el padre, deseo de nacimiento y libertad en el hijo. Pero el deseo de
apoderamiento del hijo por el padre podra llevarlo a que ste (el padre) adoptara el rol materno, es decir
retentivo, el hijo tiene deseos de nacer, pero miedo al cambio y a la soledad del afuera, anhela la ayuda
del padre para liberarse pero teme caer en otro encierro (que el padre asuma el rol retentivo), siente
protoculpa frente a su deseo de nacer, violentar un nacimiento impedido, abandonar es matar a la
madre. Esta pauta o estructura se repite a lo largo de la vida donde permanentemente nos volvemos a
encontrar con situaciones que nos resultan aprisionantes, encerrantes, de deseo de escapar, pero de
miedo y culpa frente al cambio, con miedo a lo nuevo, al afuera, al desamparo. El nacimiento, es una
metfora, un modelo conceptual inspirado en ese contexto, el del nacimiento independientemente del
grado de verdad fctica o realidad biogrfica que subyacen a ese modelo; es un contexto paradigmtico,
ilustrativo, que sirve para ubicar las distintas fantasas posibles en el tringulo y los diferentes roles.
Desde 1952 hasta 1960 public trabajos clnicos, algunos sobre psicosomtica (obesidad, etc.), otros
sobre psicopatologa, en especial se ocup de la melancola y la mana, sobre todo, trat de dilucidar el
autorreproche melanclico que es el sntoma nuclear de esa psicosis. El Espacio de la Magia (1960) y
una aproximacin a la comprensin de los delirios (1957) fueron trabajos dedicados a la comprensin de
otras afecciones psicticas. En el rubro mal llamado (segn Abadi) psicoanlisis aplicado citemos un
muy interesante trabajo sobre Dante y La Divina Comedia (1961) en el que se aplican algunas de las
ideas expuestas en Renacimiento de Edipo. (Por l fue invitado a Italia para participar en una
conmemoracin del Alighieri). Se ocup tambin de Dioniso y el culto dionisaco (1952). En 1959, escribe
El grupo psicoanaltico como sociedad secreta, es uno de ellos y El coro y el hroe, trabajos sobre el
rol del psicoanalista como terapeuta y como sujeto de la cultura. Hacia un psicoanlisis abierto (1961)
insiste en esos temas. Entre 1976 y 1983 vuelve sobre Renacimiento de Edipo, lo enriquece y
complementa. El trmino renacimiento, aclaremos, alude a la presencia de fantasas en el nio de un
segundo nacimiento esta vez desde el padre, como en el mito de Dioniso quien renace del muslo del
Zeus, luego de haber sido arrebatado del vientre materno e insertado por ste en su propio muslo.
Vanse El significado inconsciente del rol del padre (1976), Meditacin sobre (el) Edipo (1976) y
Contribucin al estudio del complejo de Edipo (1983). Citar toda su obra sera interminable, por lo que
mencionaremos solo algunos tpicos ms sobre los que se ocup y sobre los que adelant propuestas
interesantes e innovadoras: narcisismo (Yo me amo, porque me amas t a quien yo amo, 1984),
Deseo edpico o mandato endogmico?; transferencia (Pulsin de muerte o muerte de la pulsin);
interpretacin (varios artculos), qu es la cura y cmo cura el psicoanlisis. Era un eclctico? Un
iconoclasta? Te quiero...pero es una especie de ensayo, destinado no slo al gran pblico, sobre el amor,
el sexo, la relacin de pareja. Deseo, luego existo son conversaciones, reportajes, dira, con Gloria
Gitaroff. Tiene mucho de autobiogrfico, contiene respuestas sobre el amor, la pasin, la naturaleza del
psicoanlisis, etc. Y una biografa de Mauricio Abadi no puede sino terminar as, abierta.
Benjamn Resnicoff
Aporte de Ricardo Bruno

ABDUCCIN
Generalidades.- Las abducciones extraterrestres que algunas personas aseguran haber experimentado
son una construccin mental propia de individuos susceptibles a los "falsos recuerdos", segn un estudio
difundido ayer en Londres. Segn el profesor Chris French, director de la Unidad de investigacin de
psicologa de lo anmalo del londinense Goldsmiths College, quienes dicen haber sido secuestrados por

marcianos tienen un perfil psicolgico concreto, con tendencia a alucinar, a creer en todo lo paranormal y
a disociar la realidad, lo que puede conducir a padecer una alteracin de los estados de conciencia.
French, experto en la relacin psicolgica con lo paranormal, compar el estado psicolgico, que ha sido
presentado en el Museo de la Ciencia de Londres, de 19 supuestos "abducidos" y 19 voluntarios elegidos
al azar.
Las abducciones por extraterrestres son propias de individuos con tendencia a alucinar. EFE. 2005 OCT

ABERASTURY, ARMINDA
[psicoan.] (1910-1972) En la ciudad de Buenos Aires, el 24 de septiembre de 1910 nace a su azarosa
vida Arminda Aberastury, La Negra. Su madre, una mujer muy culta e interesada en la pedagoga, fue
hija de Francisco Fernndez, escritor y pedagogo. Su to Mximo Aberastury, que tuvo mucha influencia
en su formacin, era mdico y profesor de dermatologa. Debido a ello, quiso estudiar medicina, pero los
prejuicios de la poca no la ayudaron en sus logros, aunque sus futuro estuvo estrechamente ligado a las
ciencias mdicas. Se recibi de maestra y luego, ya en la Universidad de Buenos Aires, llega a profesora
en Ciencias de la Educacin, egresada de la Facultad de Filosofa y Letras. All lleg a ser docente en la
Ctedra de Psicologa de la Niez y de la Adolescencia. En 1937 se casa con el psiquiatra y luego socio
fundador de la Asociacin Psicoanaltica Argentina Dr. Enrique Pichn Rivire, amigo ntimo de su
melanclico y trgico hermano Federico, con el que tiene tres hijos: Enrique, Joaqun y Marcelo. Entre
1942 y 1953, hace su anlisis didctico con el Dr. ngel Garma, pionero del psicoanlisis en Amrica
latina, en especial en Buenos Aires. Se la designa miembro adherente de la APA en el ao 1948, con la
presentacin de los trabajos Psicoanlisis de un nio esquizofrnico y Fobia a los globos de una nia de
11 aos. En 1950 presenta su Estudio sobre el juego de construir casas, su interpretacin y valor
diagnstico y con Algunos mecanismos en la neurosis y pasa a la categora de miembro titular de la
APA. En 1953, con la presentacin de: La transferencia en el anlisis de nios, en especial en los anlisis
tempranos, pasa a ser designada psicoanalista didacta. Ya en 1946, estudia la obra de Melanie Klein,
manteniendo correspondencia cientfica con dicha autora, con quien llega a tener en 1951 controles
personales en cuyos grupos se leyeron sus trabajos. Lleg a traducir el libro de M. Klein Psicoanlisis de
nios en 1948. Su adhesin al pensamiento kleiniano no impidi una actitud integradora con la obra de
Ana Freud. Fue profesora del Instituto de Psicoanlisis de la APA. Su directora, entre 1956 y 1958.
Introduce en la formacin de todo candidato a psicoanalista el aprendizaje del psicoanlisis de nios, por
considerarlo indispensable para la comprensin del funcionamiento del psiquismo humano ya adulto. (Dos
aos despus de su muerte en 1974 se aprueba la creacin del departamento de nios y adolescente que
lleva su nombre).Con criterio independiente y creativo, desarrollo un concepto terico original en
psicoanlisis: la existencia de una fase del desarrollo evolutivo del nio, anterior a la etapa anal a la que
denomin fase genital previa, concepto que incluye desde el primer momento la identidad genital del
nio y de la nia y al padre en la relacin madre-hijo. Por su inters en lo social, aplic la psicoterapia
psicoanaltica de grupo a la atencin de madres y padres, tanto en forma privada en su consultorio,
donde cre la Escuela para padres, como en forma oficial en hospitales y universidades. En una
compilacin pstuma de sus escritos sobre la paternidad hecha por el autor de esta sntesis biogrfica, en
1978, muestra su inters en la investigacin terica.(Ed. Kargieman 2a.edicin en 1984 y traduccin en
portugus publicada por Ed. Artes Mdicas Porto Alegre en 1984.). El 24 de noviembre de 1972,
marcada por la melancola, decidi quitarse la vida. Algn destino gentico, como a Alfonsina Storni
pariente cercana a ella, como a su hermano Marcelo, como los intentos de su hermano Federico, debe de
haber contribuido a este misterioso, enigmtico y trgico desenlace. Entre 1946 y 1974, se publican en la
revista de la APA .24 de sus escritos. En esa publicacin se puede consultar la lista cronolgica de su
produccin literaria.
Eduardo Salas
Aporte de Ricardo Bruno

ABORTO
Aborto, trastornos mentales y comportamiento suicida.- Objetivo: La mayora de los estudios
previos que han investigado la relacin entre el aborto y la enfermedad mental han presentado
resultados mixtos. Examinamos la relacin entre aborto, trastornos mentales y suicidio utilizando una
muestra representativa a nivel nacional de los EE.UU.
Mtodos: Se tomaron los datos desde la Replicacin de la Encuesta Nacional de Comorbilidad (n = 3310
mujeres, de 18 aos de edad y mayores). Se utiliz la Entrevista Diagnstica Internacional Compuesta de
la Organizacin Mundial de la Salud para evaluar los trastornos mentales basados en el Manual
Diagnstico y Estadstico de los Trastornos Mentales, Cuarta Edicin, criterios y la vida de aborto en las
mujeres. Se utilizaron anlisis de regresin logstica mltiple para examinar las asociaciones entre el
aborto y el estado de nimo de vida, ansiedad, consumo de sustancias, trastornos del comer y
comportamiento disruptivo, as como ideacin suicida e intentos de suicidio. Se calcul el porcentaje de
encuestadas cuyo trastorno mental se produjo despus del primer aborto. Se explor tambin el papel de

la violencia. Se calcularon fracciones atribuibles a la poblacin para asociaciones significativas entre el


aborto y los trastornos mentales.
Resultados: Despus de ajustar las caractersticas sociodemogrficas, el aborto se asoci con una mayor
probabilidad de varios trastornos mentales-trastornos del estado de nimo (proporcin ajustada de
posibilidades [AOR] que va desde 1.75 hasta 1.91), trastornos de ansiedad (AOR que va desde 1.87
hasta 1.91), trastornos por consumo de sustancias (AOR que va desde 3.14 hasta 4.99), as como
ideacin suicida e intentos de suicidio (AOR que va desde 1.97 hasta 2.18). El ajuste de la violencia
debilit algunas de estas asociaciones. Para todos los trastornos examinados, menos de la mitad de las
mujeres informaron que su trastorno mental se haba iniciado despus del primer aborto. Las fracciones
poblacionales atribuibles variaron de 5.8% (ideacin suicida) hasta 24.7% (abuso de drogas).
Conclusiones: Nuestro estudio confirma una fuerte asociacin entre el aborto y los trastornos mentales.
Se discuten los posibles mecanismos de esta relacin.
Natalie P Mota; Margaret Burnett; Jitender Sareen. Asociaciones entre aborto, trastornos mentales y comportamiento
suicida en una muestra nacional representativa. CANADIAN JOURNAL OF PSYCHIATRY. 2010 ABR; 55(4):239-247.

ABSOLUTIZACIN
Definicin.- Al.: Verabsolutierung. Expresin del Crculo Viens de Psicologa Profunda para denominar
el intento de reducir lo humano, sea somtico, psquico o espiritual, a las afirmaciones dogmticas del
Psicoanlisis Aqu aparece el Complejo de Edipo como fondo y origen de la vida psquica humana, de la
sociedad misma. La religin no es ms que la neurosis de los pueblos; y una produccin artstica no es
ms que sublimacin de los instintos sexuales, etc. Si los dientes duelen demasiado, parece que toda
el alma no es ms que un dolor de dientes, dice Jung sobre la absolutizacin humana y agrega: as
hace Freud absoluto el instinto sexual monopolizndolo, e inunda con l el campo psquico.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

ABSTRACCIN
Definicin.- (P.A.) Desde el punto de vista de C. G. Jung, puede definirse como la extraccin o
aislamiento de un contenido, como un carcter general, etc., de una conexin que contiene otros
elementos, cuya combinacin como totalidad es algo nico o individual, y por lo tanto no plausible de
comparacin. Es una actividad perteneciente a las funciones psicolgicas en general. Existe un ente
pensante que abstrae, hasta cuando puede existir una sensacin, un sentimiento y una intuicin
abstractos. El pensamiento abstracto destaca un contenido que se distingue de otros elementos por sus
cualidades intelectuales o lgicas. El sentimiento abstracto hace lo mismo con el contenido caracterizado
por el sentimiento, y lo mismo puede decirse con respecto a la sensacin y a la intuicin. (Juang,
Psychologische Typen, 1921). Deben distinguirse dos tipos de abstraccin: a) abstraccin total, la que
abstrae lo universal de lo individual (p. ej. El concepto universal del hombre, de los individuos humanos)
y b) abstraccin formal, la que abstrae la forma o sea, una determinacin, una perfeccin ontolgica del
sujeto (p. ej.: la humanidad del hombre concreto). (De Vries).
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

ABUELO
Complejo del abuelo.- (Psicoanlisis) Dice Jones: Una razn ms profunda para esta asociacin entre
nieto y abuelo es la siguiente: entre muchos nios existe un deseo vvido de ser los padres de sus
propios padres. Esta curiosa construccin de la imaginacin, que es probablemente una de las fuentes de
la creencia en la reencarnacin, se relaciona evidentemente con deseos incestuosos, pues es una forma
exagerada del deseo ms comn de ser el padre de s mismo (Papers on Psycho-Analysis).
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

ABURRIMIENTO
Definicin.- 1. En general: Emocin que sobreviene cuando el individuo no puede descubrir intereses y
actividades que lo comprometan totalmente. Puede resultar de limitaciones externas (confinamiento
solitario, privacin sensorial, trabajo montono) o de una inhibicin interna.
2. En psicoanlisis: Segn Fenichel, el aburrimiento neurtico resulta de la desaparicin de la meta
pulsional, con lo cual la persona aburrida busca un objeto que lo ayude a encontrar la meta de la que
carece. Sabe que quiere algo, pero no sabe qu. A diferencia de la apata, en el aburrimiento hay
entonces intranquilidad, tensin y hasta irritabilidad.
ACATAMIENTO

Definicin.- Cambio de conducta que no se sustenta en un cambio de actitud, o sea, que carece de
aceptacin ntima.
Vander Zanden James, Manual de Psicologa Social, Barcelona, Paids, 1986, pg. 614.

ACCIN REFLEJA
Generalidades.- Medio simple de transformar sensaciones en movimientos. Se recibe un estmulo
(dolor, tacto, presin, calor, fro, visin, audicin y as sucesivamente) y el mensaje pasa al sistema
nervioso central donde se le capta y donde se le emite otro mensaje hacia los nervios motores para
producir movimiento. Puede que la persona o el animal no tengan conciencia del evento, mas su voluntad
no interviene en la reaccin. Ejemplo grfico es lo que se produce cuando se golpea la rodilla con el canto
de la mano; se le enva un impulso a la mdula espinal desde donde parte otro hacia los msculos de la
rodilla haciendo que sta se contraiga y haga levantar la pierna con movimiento brusco (Speck,
1966:10).
Speck G (comp) (1966) Diccionario cientfico ilustrado. New York: Editors Press Service.

ACONTECIMIENTO
Acontecimiento vital.- Suceso cotidiano o fuertemente traumatizante, que acostumbra a preceder a
las situaciones de stress. De entre los acontecimientos vitales destacan la muerte de un familiar cercano,
el divorcio, el desempleo, el abandono de la casa por un miembro de la familia y las enfermedades
crnicas; pero tambin otras circunstancias que, a pesar de ser positivas (matrimonio, embarazo,
ascenso laboral, etc.), pueden ser fuente de stress. La incidencia que en una persona pueda tener un
acontecimiento vital, depende de la evaluacin que haga del mismo, evaluacin que suele estar influida
por la novedad del suceso, la duracin del mismo, la incertidumbre o la excesiva ambigedad del
evento.
Farr Mart J (1999) Diccionario de psicologa. Barcelona: Ocano.

ACOSO MORAL
Generalidades.- El "mobbing" o "acoso moral", bautizado as por la psiquiatra Marie-France Hirigoyen,
es un problema que se trata, segn la definicin de Hirigoyen, de "procedimientos abusivos, palabras o
sobreentendidos, gestos y miradas que, por su frecuencia y sistematizacin, afectan la integridad
psquica o fsica de una persona". El Acoso Moral es un ejercicio de intolerancia, de intransigencia, de
discriminacin, de envidia El acoso moral es realizado por personas con caractersticas perversas que
utilizan a quien toman por vctima, como un objeto destinado a satisfacer la propia necesidad de ejercicio
del poder.
Algunos de esos signos de alerta pueden ser: a) Ataques a las condiciones laborales y o de la relacin
vincular que los una (presiones y crticas injustas, hacer que cometa faltas o errores, desacreditacin
personal, profesional, darle objetivos y negarle los medios para conseguirlos, alentar lo mismo que
impedir realizar, etc.); b) Aislamiento y rechazo de la comunicacin (hacerle el vaco, aislamiento
fsico, no se la deja hablar, no se la escucha, se hace como si no estuviera, se anima la relacin con
terceros dejando en evidencia el aislamiento al que somete a la vctima ); c) Atentados a la dignidad
(descalificaciones, crticas y injurias personales, burlas, gestos de menosprecio, se hacen correr falsos
rumores, se dice que es una persona enferma mental, se atacan sus creencias, su origen, su fsico); d)
Violencia verbal, fsica o sexual (amenazas fsicas, empujones, portazos, gritos, invasin de su vida
privada: llamadas telefnicas o en su casa, estropearle o revisarle sus pertenencias ).
Por lo que respecta al agresor hay que tener en cuenta que el objetivo del mobbing es controlar y
dominar al otro invadiendo su territorio psquico. No se trata de reacciones temporales que implican una
descarga de agresividad a causa de malas condiciones de trabajo o una situacin determinada de la vida
cotidiana, sino de una firme voluntad de destruccin que persiste en el tiempo de manera invariable.
Mara Adela Mondelli, El Acoso Moral. Sutiles formas de maltrato en la familia, los grupos y la empresa.

Generalidades.- La palabra "mobbing" deriva del trmino ingls "mob" cuyo significado en castellano
sera el de una multitud excitada que rodea o asedia a alguien (una persona) o a algo (un edificio, un
objeto) bien sea de forma amistosa o bien de forma hostil. El sustantivo "mob" es el gento, el vulgo, la
plebe o "populacho", mientras que el verbo "to mob" describe la accin de ese gento de agolparse o
atestarse en torno a algo o bien la de asediar o atacar en masa a alguien. El origen de la palabra
describe, por tanto, una accin colectiva de un grupo de personas frente a algo o alguien, y curiosamente
no siempre de modo negativo, tal y como ahora est siendo tratada en el mbito de las condiciones de
trabajo.
Es en dicho mbito en el que el concepto "mobbing" o "bullyng" o acoso moral ha sido desarrollado
histricamente por diversos cientficos y psiclogos, principalmente por el Profesor Heinz Laymann cuya
definicin se recoge en la Nota Tcnica Preventiva (NTP) 476 del Instituto Nacional de Seguridad e

Higiene en el Trabajo (INSHT) como una situacin en la que una persona (o en raras ocasiones un grupo
de personas) ejercen una violencia psicolgica extrema, de forma sistemtica y recurrente (como media
de una vez por semana) y durante un tiempo prolongado (como media unos seis meses) sobre otra
persona o personas en el lugar de trabajo con la finalidad de destrur las redes de comunicacin de la
vctima o vctimas, destruir su reputacin, perturbar el ejercicio de sus labores y lograr que finalmente
esa persona o personas acaben abandonando el lugar de trabajo.
Javier Crespn Echegoyen Inspector de Trabajo y seguridad Social, Espaa -www.bdntraining.com

ACTING OUT
Definicin.- Durante el tratamiento analtico, el fenmeno del acting out "consiste en los intentos del
paciente de usar la transferencia no solamente como una manera de rendir cuenta de los conflictos que
se van movilizando, sino tambin de volver a vivirlos en relacin con el analista. Algunas personas se
conducen de este modo incluso fuera de la situacin analtica. Sus actos, ms que formas de actividad
racionalmente emprendida, son repeticin de situaciones infantiles o intentos de poner fin a conflictos de
la infancia. Utilizan una situacin real, de algn modo vinculada, por asociacin, con un conflicto
reprimido, como una oportunidad de descarga".
Fenichel O., Teora psicoanaltica de las neurosis, Buenos Aires, Paids, 1966, pg. 565.

Definiciones.- Fuera del psicoanlisis, en el mbito de la clnica psiquitrica, la expresin acting-out


designa "actos impulsivos, violentos, agresivos, delictivos (crimen, suicidio, atentado sexual, etc.); el
sujeto pasa de una representacin, de una tendencia, al acto propiamente dicho. Por otra parte, en su
utilizacin clnica, este trmino no hace referencia a una situacin transferencial" (1).
En psicoanlisis, acting-out es un trmino utilizado para designar acciones que presentan casi siempre
un carcter impulsivo relativamente aislable en el curso de sus actividades, en contraste relativo con los
sistemas de motivacin habitual del individuo, y que adoptan a menudo una forma auto o heteroagresiva.
En el surgimiento del 'acting-out' el psicoanalista ve la seal de la emergencia de lo reprimido. Cuando
aparece en el curso de un anlisis (ya sea durante la sesin o fuera de ella), el 'acting-out' debe
comprenderse en su conexin con la transferencia y, a menudo, como una tentativa de desconocer
radicalmente sta (2).
Implicancias clnicas.- Freud haba afirmado que el analizado puede no recordar nada de lo olvidado o
reprimido, sino que lo vive de nuevo a travs de la transferencia. Es decir que no lo reproduce como
recuerdo sino como acto: lo repite sin saber naturalmente qu es lo que repite. As, "mientras el sujeto
permanece sometido el tratamiento no se libera de esta obsesin por repetir, y acabamos por
comprender que este fenmenos constituye su manera especial de recordar" (5).
Agrega ms adelante que cuanto ms intensa es la resistencia, ms ampliamente quedar sustituido el
recuerdo por la repeticin (acto). Freud forzaba al paciente a una continua lucha por mantener en el
terreno psquico todo impulso que intentaba derivar hacia la motilidad, considerando un xito de la cura
si lograba conseguir algo por el recuerdo y no por la derivacin al acto.
En este contexto, deberamos diferenciar el acting-out dentro de la cura y fuera de ella. Freud nos da una
pista al respecto cuando seala que "en modo alguno es deseable que el paciente, fuera de la
transferencia, 'lleve a la accin' en lugar de recordar; lo ideal, para nuestra finalidad, sera que se
comportase lo ms normalmente posible fuera del tratamiento y que slo manifestase sus reacciones
anormales dentro de la transferencia" (7).
Segn Laplanche, esta distincin parece responder a preocupaciones primordialmente tcnicas, en el
sentido de que el individuo que lleva a la accin los conflictos fuera de la cura sera menos accesible a la
toma de conciencia de su carcter repetitivo, y capaz, fuera de todo control y de toda interpretacin del
analista, de satisfacer hasta el final, hasta el acto completo, sus pulsiones reprimidas (8).
Sin embargo, el acting-out tiene un elemento rescatable, como lo sealaron Fenichel y otros autores: el
acting-out puede resultar un elemento positivo en la transferencia, ya que permite rescatar aspectos
inconcientes que de otro modo resultan reprimidos.
Otro enfoque distinto es el que ve en el acting-out una manifestacin netamente patolgica. Por ejemplo,
"la psicopatologa del acting out se explicita como una tcnica defensiva que se produce por la ruptura
del precario equilibrio entre las partes neurticas y psicticas de la personalidad, con predominio de estas
ltimas. Su finalidad funcional es expulsar los aspectos psicticos excesivos en un nuevo depositario y
recuperar el precario equilibrio homeosttico. Esto aparece en las sesiones como un ataque al encuadre
para modificarlo segn las necesidades y controlar con tcnicas omnipotentes. El acting-out funcionara
pues como una 'vlvula de seguridad' extrema que demarca la separacin mnima entre neurosis y
psicosis y procura evitar la cada en esta ltima" (6).
Implicancias tericas.- Desde el punto de vista pulsional, el planteo que hace Fenichel resulta adecuado.
Segn este autor (3), el acting-out neurtico es una conducta que inconcientemente alivia la tensin
interna y produce una descarga parcial de los impulsos evitados. La situacin presente, de algn modo
asociada con el contenido reprimido, se usa como una ocasin para la descarga de energas. Como se ve,
desde la postura de Fenichel el enfoque es predominantemente econmico, y, ms concretamente, sus

consideraciones parecen relacionar el acting-out con un predominio del principio del placer por sobre el
de realidad, ya que la conducta en cuestin parecera tender predominantemente a la descarga de
tensiones que amenazan con perturbar el equilibrio interno.
Desde el punto de vista objetal, el acting-out podramos entenderlo como el resultado del establecimiento
de relaciones objetales perturbadas desde la infancia. Grimberg, por ejemplo, relaciona la dinmica del
acting-out con la intolerancia psquica frente a experiencias de prdida (duelos infantiles no resueltos) y a
la necesidad de evacuar el dolor en objetos externos.
Dicho autor remarca la importancia de la identificacin proyectiva al respecto, y seala tambin que
"tales pacientes han mantenido vnculos (predominantemente narcisistas) con objetos idealizados
tratados ambivalentemente con admiracin, envidia y avidez" (4). En cuanto a la relacin con los padres,
seala que los mismos no funcionaron como buenos y rechazaron los sentimientos de dolor, ansiedad y
culpa persecutoria proyectados en ellos. De esta forma la madre identific proyectivamente sus propios
conflictos en el nio, incrementando la necesidad de ste de realizar el acting-out.
El enfoque objetal, como se ve, nos aclara los aspectos gentico-evolutivos del acting-out, al referirlo a
situaciones infantiles tempranas. Un intento en esta misma direccin lo realiza Greenacre, un autor que
ha estudiado detenidamente el problema del acting-out.
Segn este pensador, durante el segundo ao de vida se estructuran el lenguaje y la deambulacin, y
parece haber un aumento de la actividad general. En aquellos individuos en que ha habido una
perturbacin severa en el periodo preverbal, la estructuracin del lenguaje resulta dificultosa, y se
conservan en cambio numerosas formas no verbales de comunicacin (9). En el acting-out predominan
justamente las formas no verbales de comunicacin, originadas en perturbaciones ms tempranas y
manifiestas, por el uso de la accin como modelo de comunicacin.
Las perturbaciones tempranas precen estar relacionadas con las demandas insatisfechas de la etapa
oral, con lo cual nuevamente volvemos al enfoque pulsional. Para Liberman (10), tales perturbaciones se
relacionan con las dificultades del nio para transmitir su necesidad en un lenguaje apropiado.
De tal modo, si el objeto externo depositario no puede decodificarlas, no logra desempear el papel que
el nio necesita para satisfacer su necesidad. El nio puede detectar sus necesidades internas y puede
relacionarlas con el objeto que est en condiciones de satisfacerlas, pero no puede codificarlas
adecuadamente para transmitir el mensaje que quiere transmitir. Como consecuencia de la insatisfaccin,
se refuerza el sufrimiento intrapsquico y se incrementan las inclinaciones del Yo a recurrir al lenguaje de
accin. Podramos entender esta idea de Liberman diciendo que, como el nio no logr un aprendizaje del
lenguaje verbal para expresar sus necesidades, recurre a la accin para hacerse entender en ese sentido.

Citas
(1) Laplanche J. y Pontalis J., "Diccionario de Psicoanlisis", Barcelona, Labor, 1981, 3 edicin, pgina 6.
(2) Laplanche J. y Pontalis J., Op. Cit, pginas 5-6.
(3) Fenichel O., "Teora psicoanaltica de las neurosis", Nova, Buenos Aires, 1957.
(4) Grimberg L., "Sobre acting-out y su rol en el proceso psicoanaltico", relato oficial al Congreso Internacional de
Psicoanlisis, 1967.
(5) Freud S., "Recuerdo, repeticin y elaboracin", Obras Completas, Amorrortu, Buenos Aires, 1996.
(6) Zac Joel, "Relacin semana - fin de semana. Encuadre y acting-out", en Revista de Psicoanlisis, editada por la
APA, Tomo XXV, N1, Enero-Marzo 1968, pgina 58.
(7) Freud S., "Compendio de Psicoanlisis", Obras Completas, Amorrortu, Buenos Aires, 1996.
(8) Laplanche J. y Pontalis J., Op. Cit. pgina 7.
(9) Greenacre P., "Problemas generales del acting-out", Revista Psicoanaltica (en ingls), 1950.
(10) Liberman D., "Enfoques conceptuales para la comprensin psicoanaltica de las psicopatas", en "Psicoanlisis de
la mana y la psicopata", Paids, Buenos Aires, 1966.

Definicin.- Trmino utilizado en psicoanlisis por el cual se designan acciones que ofrecen un carcter
impulsivo relativamente aislable, en relativo contraste con los habituales sistemas de motivacin del
individuo, y que a menudo adoptan una forma auto o heteroagrasiva. Segn el psicoanlisis, el
surgimiento del acting out es la seal visible de la emergencia de lo reprimido. Su aparicin en el curso
de un anlisis debe comprenderse en conexin con la transferencia, y frecuentemente, como una
tentativa de desconocimiento de sta. El psicoanalizado, por temor a sus conflictos inconcientes, trata de
transferirlos, desplazarlos o fingirlos, encontrndoles ilusorias soluciones inmediatas. Lo opuesto al acting
out est constituido por la prueba de la realidad, consistente en el intento de encontrar soluciones a los
conflictos descubiertos recientemente.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Acting out y actuacin.- Trmino que corresponde a la traduccin al castellano de la expresin inglesa
acting out, o de la alemana Agieren, con el que S. Freud describi un fenmeno observado en el
tratamiento psicoanaltico, y por el cual el sujeto, en lugar de recordar sucesos olvidados y reprimidos,
los repite en forma de accin dentro del campo de la transferencia y en su relacin con el mdico o el
psiclogo.
Farr Mart J (1999) Diccionario de psicologa. Barcelona: Ocano.

ACTITUD
Definicin.- Tendencia a reaccionar de manera positiva o negativa a algn objeto, persona o situacin.
Aiken L (2003) Tests psicolgicos y evaluacin. Mxico: Pearson. 11 edicin (pgina 458).

Definicin.- Casi todas las definiciones del concepto de actitud -tal como ha sido elaborado por la
psicologa social- tienen en comn el caracterizarla como una tendencia a la accin adquirida en el
ambiente en que se vive y derivada de experiencias personales y de factores especiales a veces muy
complejos. En general, el trmino actitud designa un estado de disposicin psicolgica, adquirida y
organizada a travs de la propia experiencia, que incita al individuo a reaccionar de una manera
caracterstica frente a determinadas personas, objetos o situaciones.
Ander-Egg E., Tcnicas de investigacin social, Hvmanitas, Buenos Aires, 1987, 21 edicin, pg. 251-252.

Definicin.- Tendencia o predisposicin adquirida y relativamente duradera a evaluar de determinado


modo a una persona, suceso o situacin.
Vander Zanden James, Manual de Psicologa Social, Barcelona, Paids, 1986, pg. 614.

Generalidades.- La actitud es la unidad de anlisis de la psicologa social (pgs. 1-4), puede ser definida
como orientacin sistemtica de la conducta hacia determinados objetos del mundo social, como pueden
ser personas, hechos o grupos.
Las actitudes no son conductas sino predisposiciones adquiridas para actuar selectivamente, conducirse
de determinada manera en la interaccin social. Tienen que ver con una forma de actuar. Operan como
parte de un sistema de representacin de la realidad, una vez incorporadas regulan la conducta.
Presenta cuatro caractersticas (pg. 2).
a- Direccionalidad: la actitud implica una relacin sujeto- objeto que le da direccionalidad y la
diferencia del rasgo de carcter o el hbito.
b- Adquirida: Aprendidas en interaccin, no existen actitudes innatas.
c- Ms o menos durables: son relativamente durables pero al mismo tiempo son factibles de ser
modificadas por influencias externas.
d- Polaridad afectiva: De la aceptacin, hasta el rechazo.
Toda actitud incluye 4 aspectos: (pg. 4)
Toda actitud posee un aspecto cognitivo: Se basa en creencias y opiniones hacia diferentes objetos o
situaciones. Informacin que el sujeto adquiere en el medio social.
Volviendo al ejemplo de los chicos en la plaza, el componente cognitivo estara formado por las opiniones
y creencias que los jvenes poseen acerca de los viejos.
Un aspecto afectivo: Las creencias y opiniones poseen componentes afectivos que generan atraccin o
rechazo. Rechazo hacia la vejez por parte de los jvenes.
Un aspecto normativo: como debe el sujeto comportarse ante determinada situacin u objeto.
Un aspecto comportamental: En una situacin especfica estas creencias, opiniones, sentimientos y
normas se traducen en accin. Por ejemplo, la discriminacin.
Se considera a la actitud como el producto final del proceso de socializacin, son aprendidas en el seno
social y condicionarn las respuestas del sujeto hacia determinados grupos, objetos, hechos y
situaciones. Se van construyendo y anclando en cada relacin interpersonal. Los individuos incorporan
valores, hacen atribuciones y actan en funcin de ellas.

Muchinik G y Seidman S (1983): La Nocin de actitud. Ficha de Ctedra de psicologa social, Buenos Aires, Univ. De
Belgrano.

ACTIVACIN
Definicin.- Tornar algo activo o reactivo; preparacin para la accin. Se refiere a un rgano o sistema
actuante sobre otro. El nivel de activacin total del sistema es el grado de tensin. En la actualidad se
utiliza este trmino para referirse en especial a las acciones del sistema reticular activador ascendente
(ARAS); este sistema regula por una parte el nivel de atencin con respecto a los estmulos del ambiente,
y por otra los procesos cerebrales.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

ACTIVIDAD
Definicin.- (Psicoanlisis) Cuando el desarrollo sexual ha llegado a la fase genital, se llama actividad
a lo masculino y pasividad a lo femenino. Segn Freud, no hay caractersticas psquicas del sexo fuera
de lo activo y pasivo. En la teora de los instintos el Psicoanlisis Distingue entre la finalidad activa del

instinto (el instinto es satisfecho por una accin) y la finalidad pasiva del instinto (el instinto es satisfecho
por un sufrimiento). Un ejemplo de aqulla es el sadismo y de sta el masoquismo.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Concepto.- Comprende todas las manifestaciones de la actividad psquica de la personalidad humana:


actos, lenguaje oral, escrito y mmico; voluntad y conducta. Se distinguen los siguientes actos
supeditados a la actividad psquica: a) Acto instintivo: perfecto, sin necesidad de aprendizaje previo;
resultado de una disposicin hereditaria filogentico; especfico y comn a la especie. b) Acto habitual:
resultado de un largo aprendizaje por repeticin de los mismos movimientos que permite alcanzar un alto
grado de perfeccin. No pertenece a la filogenia sino al individuo. c) Acto voluntario: Condicionado y
dirigido por la voluntad y bajo estricta vigilancia de la conciencia. En su ejecucin: movimientos ya
conocidos o creados en el momento (Betta, 1984:223).
Betta Juan (1984) Manual de Psiquiatra. Buenos Aires: CEA, Octava edicin.

Patologa de la actividad.- Betta (1984:226) distingue las siguientes patologas de la actividad:


Alteraciones
del perodo
de
elaboracin

Alteraciones
del perodo
ejecutivo

Alteraciones
del lenguaje
oral

Cuantitativas

Abulia: Falta de deseos y decisiones. Hay abulias neurastnica,


esquizofrnica, melanclica y catatnica.
Hipoabulia: Disminucin de la actividad voluntaria. En un grado menor
que la abulia.
Hiperabulia: Aumento de la actividad voluntaria. Normalmente: mayor
rendimiento en las acciones. Patolgica: manacos, excitados, delirantes.
Cualitativas
Impulsos: Actos descontrolados que escapan a la decisin. Respuesta
instintiva. Impulsos patolgicos: Pica, coprofagia (instinto de nutricin).
Masoquismo, fetichismo, homosexualidad (instinto sexual). Homicidio,
cleptomana, piromana (instinto gregario).
Compulsiones: Estados patolgicos originados en dos fuerzas opuestas: el
deseo o tendencia que produce un impulso morboso y la resistencia del
individuo en su ejecucin (en neurosis obsesivas).
Apraxias: Imposibilidad de ejecutar actos adecuados al objetivo, sin que haya parlisis, ni
ataxia, ni agnosia. Apraxia ideatoria de Pick. Apraxia motriz de Liepmann.
Ecopraxias: Imitacin de actos que realizan otras personas (en oligofrnicos y
esquizofrnicos).
Amaneramiento Falta de simplicidad y espontaneidad en los actos, por el agregado de
movimientos innecesarios que complican su ejecucin corriente (en esquizofrnicos,
oligofrnicos y algunos delirantes).
Extravagancias: exageracin del amaneramiento.
Estereotipias: Extravagancia repetida persistentemente.
Interceptacin cintica: Interrupcin brusca de un acto o movimiento en ejecucin (en
esquizofrnicos).
Negativismo: Resistencia a cambiar de actitud o a ejecutar cualquier acto o movimiento:
manifestacin catatnica (en esquizofrnicos, melanclicos, histeria).
Obediencia automtica: Obediencia y ejecucin automtica y pasiva de todos los actos y
movimientos sugeridos.
Flexibilidad crea: Blandura y plasticidad muscular que permite la exageracin y
persistencia de la actividad postural.
Catalepsia: Poco frecuente. Prdida total del tono muscular. Aparicin sbita y de corta
duracin.
Por causas
Disartria: Alteracin en la articulacin en las palabras. En la PGP,
orgnicas
oligofrenia, intoxicacin alcohlica, etc.
Dislalia: Trastornos de pronunciacin por malformacin de la lengua, velo
del paladar, etc.
Afasia: Prdida del lenguaje hablado o escrito con conservacin del
sensorio y sin impotencias musculares. Afasia de Wernicke: sensorial o
de comprensin. Afasia de Broca: motriz.
Disfemia: Alteracin en la emisin de la palabra; integridad de los rganos
de expresin, (tartamudeo, balbuceo).

Por causas
psicolgicas

Alteraciones
del lenguaje
escrito

Alteraciones
del lenguaje
mmico

Disfonas: Alteraciones del tono y timbre de la voz, por causas que radican
en el aparato fonador (afona, voz feminoide, voz infantil, voz montona).
Taquilalia: Verborrea. Aceleracin del ritmo de emisin de las palabras
(excitacin psicomotriz).
Bradilalia: Disminucin del ritmo de emisin de las palabras (en la
depresin psicomotriz, confusin mental).
Verbigeracin: Repeticin de frases sin sentido y carentes de lgica.
Mutismo: Silencio motivado por causas mltiples. Esquizofrnicos: por
negativismo. Melanclicos: por tristeza. Algunos delirantes: por miedo de
comprometerse. Simuladores.
Musitaciones: Murmurar constantemente.
Monlogos: en voz alta y gesticulando.
Neologismos: Creacin o deformacin de palabras slo comprensibles para
el enfermo; absurdo para el lenguaje corriente.
Jergafasia: Emisin continua de palabras sin ilacin lgica; lenguaje
incoherente ensalada de palabras.
Ecolalia: Repeticin a manera de eco de palabras dirigidas al paciente.
Ecolalia de apoyo.
Estereotipia verbal: Repeticin anormal de un vocablo intercalado en la
conversacin.
Disgrafia: Por trastornos de mecanismos menores, parlisis por lesiones de centros o de
fibras nerviosas, por temblores como en el alcoholismo, PGP, seniles, estados
emocionales.
Agrafia, alexia: Trastornos de los centros mnemnicos que provocan amnesia de los
caracteres grficos, lectura y escritura, generalmente asociadas.
Manacos: Escritos copiosos; reflejan la fuga de ideas y contienen ideas megalmanas.
Caracteres caligrficos grandes, desiguales y dirigidos hacia arriba.
Melanclicos: Escasa tendencia a la escritura: expresan vivencias tristes e ideas de ruina y
autoculpabilidad. Caracteres caligrficos dbiles, mal conformados; omisin de letras o de
slabas.
Paralticos generales: Caracteres grandes, gruesos rasgos temblorosos. No adaptan el
tamao de las letras al espacio que disponen para escribir. Omisin de letras, slabas o
palabras.
Delirantes: Trazos son mayores alteraciones. Subrayados, signos y dibujos.
Esquizofrnicos: Se repiten estereotipias, interpretaciones, neologismos.
Cuantitativos
Hipermimia: Exageracin de los rasgos fisonmicos. Depresin
psicomotriz. Excitacin psicomotriz. Estados emocionales (miedo, amor,
clera).
Hipomimia: Disminucin general de la mmica. Parlisis general progresiva
(cara planchada): esquizofrenia.
Amimia: Rasgos fisonmicos inmviles. Estados estuporosos: melanclico,
esquizofrnico y confusional.
Cualitativos
Paramimia: Expresiones que no traducen el verdadero estado de nimo.
(Simulaciones y disimulaciones).

Betta Juan (1984) Manual de Psiquiatra. Buenos Aires: CEA, Octava edicin.

La actividad en los sndromes mentales.- a) Sndrome frenastnico: Actividad caprichosa y


determinada sin finalidad bien definida; movimientos estereotipados; impotencias motoras. Lenguaje no
desarrollado o imperfecto. b) Sndrome demencias: Actividad disminuida por debilitacin psquica. Mayor
impulsividad. Trastornos de conducta: exhibicionismo. c) Sndrome confusional: Actividad variable segn
el grado de la confusin. Desaparece en la forma estuporosa. Muy activa en la forma onrica. d) Sndrome
esquizofrnico: Exaltada en las formas hebefrnicas. Abolidas en las formas catatnicas. Impulsos
frecuentes. Flexibilidad crea. Interceptacin cintica, estereotipias de actitud, amaneramientos. e)
Sndrome excitante: Exaltacin general de la actividad. Gesticulaciones y actitudes exageradas.
Verborrea y graforrea. f) Sndrome depresivo: Inhibicin de la actividad general. Tendencia al suicidio y a
la automutilacin (Betta, 1984:226).
Betta Juan (1984) Manual de Psiquiatra. Buenos Aires: CEA, Octava edicin.

ACTIVIDAD FSICA
Actividad fsica y depresin.- En un reciente estudio publicado en la revista American Journal of
Preventive Medicine se concluye que la prctica de ejercicio resulta ser beneficiosa para los pacientes
afectados con depresin. El descubrimiento es especialmente importante para los 150 millones de

personas en todo el mundo que sufren depresin, ya que tan slo un 23% de los afectados busca
tratamiento para esta enfermedad mental y nicamente el 10% recibe la terapia adecuada. Los pacientes
pueden experimentar una gran mejora gracias a las bicicletas estticas o las cintas para correr. Y,
adems, mejoran su estado de salud general. La investigacin, realizada en la Universidad Southwestern
de Texas entre 1998 y 2001, observ a 80 personas con sntomas moderados de depresin y con edades
comprendidas entre los 20 y los 45 aos. Los participantes fueron divididos en cuatro grupos distintos
que realizaban ejercicios a diferente intensidad. Los individuos que hicieron ejercicios aerbicos de
manera moderada o intensa, durante 30 minutos, de tres a cinco das por semana experimentaron una
reduccin de sus sntomas depresivos del 47% despus de 12 semanas. Por otro lado, en los
participantes que realizaron actividad fsica de menor intensidad tres das a la semana los sntomas de
depresin disminuyeron en un 30% y en el grupo que efectu ejercicios de flexibilidad durante 15-20
minutos el porcentaje fue del 29%.
La prctica de ejercicios aerbicos durante 30 minutos al menos tres das a la semana disminuye considerablemente
los sntomas de una depresin. AMERICAN JOURNAL OF PREVENTIVE MEDICINE. 2005 ENE; 28(1)

Actividad fsica y depresin.- La investigacin epidemiolgica que examina la relacin entre la


actividad fsica y la depresin se ha llevado a cabo casi exclusivamente con muestras comunitarias.
Examinamos las asociaciones entre la actividad fsica, la realizacin de ejercicio y la depresin, en una
muestra de pacientes depresivos iniciales, utilizando cuatro segmentos de datos en un rango de 10 aos.
Un grupo de adultos depresivos (n=424) completaron una serie de medidas sobre actividad fsica,
realizacin de ejercicio, depresin y de otras medidas demogrficas y psicosociales al inicio del estudio, al
ao, a los 4 y a los 10 aos, con un ndice de retencin del 90%. Se utiliz un modelo multinivel para
analizar la trayectoria individual de la depresin.
Una mayor actividad fsica fue asociada a una menor depresin concurrente, incluso despus de controlar
el gnero, edad, problemas mdicos y eventos negativos en la vida. La actividad fsica contrari los
efectos de las condiciones mdicas y de los eventos negativos en la depresin. Sin embargo, la actividad
fsica no estuvo asociada a la depresin subsecuente. Los resultados de la decisin a hacer ejercicio
fueron comparables.
Las medidas de actividad fsica y realizacin de ejercicio abarcaron un conjunto limitado de actividades, y
no incluyeron informacin sobre la duracin o intensidad de la misma.
Nuestros resultados sugieren que una mayor actividad fsica est asociada a una menor depresin
concurrente. Adems, parece ser que una actividad fsica puede ser especialmente provechosa en el
contexto de problemas mdicos y de factores de estrs importantes en la vida. Clnicamente, el animar a
los pacientes depresivos a iniciar una actividad fsica, es probable que conlleve a beneficios potenciales
con pocos riesgos obvios.
Alex H y otros, Actividad fsica, realizacin de ejercicio y depresin en un estudio de diez aos de un grupo de
pacientes depresivos. J AFFECT DISORD. 2006 JUL; 93(1).

ACTO
Definicin.- 1. Proceso mental o fenmeno psquico con contenido intencional y orientado hacia un fin.
Brentano diferencia tres categoras generales de actos: a) ideacin (ver, or, imaginar, etc.); b) odioamor (sentir, desear, etc.); c) juicio (reconocer, recordar, anhelar, etc.). 2. Husserl en su fenomenologa
excluye toda idea de actividad por no considerar los actos como actividades psquicas sino como
vivencias intencionales. 3. (Psicoanlisis) En oposicin a la antigua nocin psicolgica segn la cual los
actos eran procesos concientes de la vida psquica, el Psicoanlisis Clasifica como actos tambin a ciertos
procesos del aparato psquico tales como el sueo, los actos fallidos y los sntomas neurticos.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

ACTUAL
Definicin.- 1. Dcese del material psicolgico que nos ofrece la vida cotidiana del enfermo, en
contraposicin al material infantil. 2. El Psicoanlisis Activo se esfuerza por dilucidar en el material
psicolgico actual las fuerzas infantiles subyacentes. La experiencia ensea que el contenido psquico del
material es siempre una repeticin de los afectos infantiles.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

ACTUAR
Definicin.- (Psicoanlisis) Dentro y fuera del tratamiento, el analizado no solo relata sus recuerdos
infantiles, sino que tambin los revive y los dramatiza. En el tratamiento, ello da origen a una neurosis
artificial de transferencia. La fuerza motriz de esta actuacin es la obsesin de repeticin.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

ADAPTACIN
Definicin.- Interaccin entre el individuo y el medio en que vive. La adaptacin marca, por una parte,
la modificacin armoniosa de la conducta respecto de las condiciones del medio; por otra parte, la
evolucin del medio en el cual y sobre el cual el individuo acta.
Virel A., Vocabulario de psicoterapias, Barcelona, Gedisa, 1985, pg. 27.

Definicin.- Caracterstica fundamental de toda materia viviente de ajustarse o adaptarse a las


condiciones dentro de las cuales vive y asistirle en la supervivencia en medios donde la vida tiene que
luchar por su existencia. Los ejemplos de adaptacin son mltiples pero los siguientes dan idea exacta de
lo que se quiere decir con caractersticas de adaptacin: luminosidad de los peces de grandes
profundidades, cuello largo de las jirafas para permitirles alimentarse con las hojas de los rboles, las
pezuas del panda gigante que le permiten ingerir renuevos de bamb, la coloracin de aves y peces,
plantas como el cacto que viven prcticamente sin agua, bacterias y virases que viven y se multiplican en
temperaturas extremadamente altas o bajas (Speck, 1966:17).
Speck G (comp) (1966) Diccionario cientfico ilustrado. New York: Editors Press Service.

Definicin.- Puede ser tanto un estado como un proceso. Como estado, representa un conocimiento y
adaptacin recprocos de una posicin relativa existente. Como proceso, se refiere a un modo de
transicin de una posicin relativa a otra. La herencia social, la cultura y la organizacin social son
acomodaciones de personas a otras personas y al ambiente, que se transmite de generacin en
generacin. El concepto de adaptacin se usa en el anlisis de actitudes y situaciones de superordenacin
y de subordinacin, como la esclavitud, la casta, la clase, el comando, etc.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Definicin.- Estado de equilibrio entre la asimilacin y la acomodacin, es decir, entre la adecuacin del
ambiente al individuo, y la adecuacin del individuo a la influencia ambiental, respectivamente. Cuanto
ms equilibrio exista entre asimilacin y acomodacin, tanto mejor adaptado estar el individuo. La
adaptacin es, junto a la organizacin una de las dos invariantes funcionales. Piaget distingue una
adaptacin orgnica y una adaptacin funcional, constituyendo la adaptacin inteligente el ejemplo ms
evolucionado de sta ltima.
Piaget J, "Psicologa de la inteligencia", Buenos Aires, Psique, 1979, pg. 17.

Generalidades.- La adaptacin tiene lugar cada vez que alguna interaccin entre la personalidad y
situacin modifica la primera de modo tal que resultan acrecentadas por posteriores interacciones
favorables a la preservacin de la persona. Un acto adaptativo supone siempre una organizacin
subyacente, que es la personalidad.
Kauffman F y Eroles A (1973) La naturaleza de la psicologa. Buenos Aires: Ctedra.

ADLER, ALFRED
Biografa.- Al principio mdico oftalmlogo, luego fue psiquiatra. Se interes desde el comienzo por la
psicologa infantil, de donde surgieron sus estudios sobre la inferioridad de los rganos. Al principio
enrolado en el psicoanlisis, sus diferencias con Freud fueron agudizndose cada vez ms, criticndole a
ste aspectos como los siguientes: Adler minimiz el concepto de inconciente, mostrando que lo
determinante de la vida psquica es en rigor el complejo de inferioridad; rechaz la estratificacin de la
personalidad en instancias: neg importancia a lo sexual como determinante; neg el carcter natural del
complejo de Edipo, asignndole un carcter de epifenmeno cultural; refut el origen sexual de la
neurosis; introdujo profundas modificaciones en la psicoterapia analtica.
En El carcter neurtico, adopta una postura holstica: la totalidad psquica es irreductible a cualquier
elemento, con lo que se opone tanto a los atomistas como a los fisiologistas porque enfatizan el papel de
los instintos o de lo gentico. Resalta as la importancia del ambiente en el carcter y el estilo de vida. Se
opone tambin al determinismo, postulando que hay una responsabilidad individual y una libertad. De
Nietszche tomar el concepto de voluntad de podero.
Para Adler, detrs de toda neurosis se oculta un complejo de inferioridad, como estructura cristalizada de
los naturales sentimientos de inferioridad de la infancia. Esos sentimientos fundan la conducta humana (y
no la sexualidad), o sea la necesidad de sobrevivir en un medio hostil, o vivido como tal. As, la conducta
busca superar este sentimiento de inferioridad logrando normalmente la propia estima, desarrollando
estrategias de supervivencia y haciendo ms soportable la vida a pesar de las continuas renuncias y
frustraciones. Lo que importa es el fin que se oculta tras toda conducta. Los llamados caracteres
personales son entonces resultado de mecanismos compensatorios para superar la condicin primordial
de inferioridad.

El sistema de Adler abarca tres aspectos: 1) es una teora del carcter basado en la psicognesis del
mismo, y que implica una tipologa y una pedagoga, 2) es una tcnica de exploracin del carcter, y 3)
es una psicopatologa que implica tambin una psicoterapia.
El carcter es el estilo de vida propio de cada persona, y es lo que lo define como ser nico, individual.
Se va estructurando genticamente mediante ciertas fases. Primeramente el nio busca un punto de
apoyo que le sirva de referencia en un mundo para l desconocido, punto que encuentra en primer lugar
en s mismo. Luego este punto de referencia sern los padres, se compara con ellos y surge un
sentimiento de pequeez, inferioridad, por lo que su primer objetivo ser estar arriba como lo estn sus
padres. En este contexto el papel del sexo es importante: el nio ve la condicin social de la mujer,
inferior, y a su meta de superioridad agrega entonces un objetivo de masculinidad. En la nia esto toma
la forma de protesta viril, que aparece cuando ella ve en lugar que ocupa el hombre en la sociedad.
Tanto el nio como la nia, para lograr el objetivo de superioridad, van estructurando cierta lnea de
conducta que configura la base de su carcter, y todo esto ya ocurre en los primeros aos de vida. El
carcter es nico, siempre igual y en cada rasgo del mismo se expresa el carcter como totalidad.
Paralelamente, se va gestando tambin un sentimiento de comunidad, de pertenencia o cooperacin, que
es un mecanismo compensatorio de la inferioridad que es normal y adaptado a la realidad. Pero puede
ocurrir tambin que el sentimiento de inferioridad busque ser compensado no a travs de la cooperacin,
sino mediante el dominio del otro, lo que implica una direccin patolgica.
El sistema de Adler como tcnica de exploracin del individuo debe centrarse en descubrir la forma
original y nica como cada sujeto ha elaborado sus experiencias, como ha hecho su estilo de vida y los
objetivos en torno a los cuales ese estilo se ha configurado. Esta exploracin es retrospectiva, teleolgica
y totalizante.
Retrospectiva porque busca remontarse a los primeros aos por una reconstruccin mnsica que
descubra los sentimientos y experiencias que fueron formando el carcter desde la infancia: se trata de
ver la psicognesis del carcter.
Teleolgica longitudinal pues es necesario captar el sentido del estilo de vida. Ac interesan las metas.
Holstica o totalizante porque el rasgo de carcter del individuo debe interpretarse en funcin del
contexto vital del mismo. Esta comprensin global no debe quedarse en el anlisis de un rasgo sino verlo
en funcin del todo, incluyendo lo social.
El sistema de Adler como psicopatologa y psicoterapia recurre a criterios de salud y enfermedad
derivados de los presupuestos bsicos de cmo se form el carcter. Para Adler las neurosis son
desajustes psicosociales siempre derivados de un egocentrismo bsico. Este egocentrismo impide al
individuo superar la inferioridad inicial llevndolo a cristalizar esos sentimientos iniciales en forma de
complejo, o bien sobrecompensatoriamente mediante la superioridad y el dominio sobre los otros.
El estado idealmente sano se deriva, en cambio, del sentimiento de comunidad que lleva al inters por
las metas sociales. Salud implica esfuerzo y responsabilidad individual en relacin con el cumplimiento de
ideales sociales.
As, la psicoterapia adleriana implica el reconocimiento de que la propia realizacin como persona slo se
consigue por el trabajo en pro de guas comunes que benefician a la sociedad y permiten su desarrollo,
pero no a expensas de los otros. Sano es quien puede subordinar su inters egocntrico al bien comn.
En este sentido se asemeja al deber-ser de Kant.
La meta de la psicologa individual es hacer claras y concientes las exigencias egocntricas regidas por la
voluntad de poder, para subordinarla al logro de metas interpersonales. El sistema de Adler se llama
psicologa individual porque apunta a esclarecer al individuo como ser nico: no es una psicologa
individualista, como la que segn Adler sostena Freud.
Condensado de Kauffman Mara del Pilar C, Historia de la psicologa. Clases dictadas en la Ctedra de Historia de la
Psicologa, Facultad de Psicologa, Universidad de Belgrano. Buenos Aires, 1986.

Su pensamiento.- Adler nace el 1870 y pronto comparte con Freud sus ideas biolgicas. Sostendr en
una tesis -aceptada por Freud- que as como en el nivel fisiolgico un defecto de un rgano es
compensado por la funcin de otro rgano similar, as tambin puede ocurrir en el nivel mental: ser un
ser humano implica poseer un sentimiento de inferioridad que constantemente ejerce presin hacia su
propia conquista, busca su compensacin.
El nio al nacer est desvalido siempre y por ello desarrolla un sentimiento de inferioridad. Para
compensar dichos sentimientos el nio, en los primeros aos de vida, desarrolla un estilo de vida, que
marcar su carcter adulto. Buscar as como compensacin una meta social, una elevacin de la
autoestima personal, una meta de superioridad. Esta puede tener varias expresiones: conquista til,
prestigio personal, dominacin de los dems, conquistas sexuales, defensas contra peligros, etc.
El carcter resulta ser as un conjunto entrelazado de actitudes que cada sujeto adopta para enfrentar
su situacin de inferioridad, inferioridad dada por el cuerpo, el sexo, etc.
Hay tres resultados posibles que surgen de superar los sentimientos de inferioridad: 1) compensacin
exitosa: el esfuerzo lleva a una buena adaptacin a los tres desafos de la vida: sociedad, trabajo y
sexo; 2) exceso de compensacin: que produce desadaptacin: el sujeto engredo, etc.; 3) el refugiarse

en la enfermedad como medio de obtener poder: la neurosis es para Adler una tentativa de liberarse de
los sentimientos de inferioridad para ganar un sentimiento de superioridad.
El neurtico se propone objetivos ficticios (perfeccionamiento) con el cual tapa su inferioridad. No es l
quien no puede alcanzarlos, sino su propia enfermedad a la que toma como excusa. El mvil de la
conducta no es el instinto sexual (Freud) sino la lucha por la superioridad, dice Adler. La frigidez, es por
ejemplo, una tentativa de la mujer por humillar a su amante y as ser superior a l.
Las ideas de Adler se difundieron rpidamente, pues daba una solucin sencilla a los problemas
mentales, y pona el sexo en su lugar, adems de reducir la terapia a una charla amistosa. No obstante
Adler, no pudo explicar porqu se daban ciertas neurosis y otras no; su esquema de reducir todo
desorden mental a un intento por superar la inferioridad es demasiado simplista. Adler postulaba la
influencia del entorno cultural como decisiva: la mujer socialmente se siente inferior, y desarrolla as la
protesta masculina o reaccin de envidia hacia los hombres. Los factores innatos son secundarios.
Las ideas de Adler obligaron al psicoanlisis a rever la importancia de factores no sexuales en la
etiologa de la neurosis, y desarrollar ms la psicologa del yo. Ejemplo: K. Horney y W. Steckel. Este
ltimo dijo que se haba exagerado el inconciente y la represin: el hombre no reprime ideas
envindolas al inconciente, sino ms bien se torna ciego a ellas (escotomizacin). Steckel insisti
tambin en la idea adleriana de los objetivos ficticios del neurtico, postulando que ste se cura
insistiendo en mostrarle lo ficticio de dichos objetivos. La transferencia es ms bien una tcnica para
obtener lo mejor del terapeuta, y la resistencia no es resistencia a lo prohibido, sino al tratamiento
mismo.
Brown J (1989) Freud y los post-freudianos. Los primeros cismticos.

Prctica y teora de la psicologa del individuo.- En este libro Adler indica que la psicologa del
individuo ha mostrado que las aspiraciones humanas surgen inicialmente de una mezcla de sentimientos
de comunidad y de tendencias hacia el logro de una posicin de personal superioridad. Ambos factores
esenciales se pueden encontrar en la vida social: uno, innato, es el que refuerza la comunidad entre los
hombres; el otro, producto de la educacin, es la tentacin de usar a la comunidad en el beneficio del
propio prestigio. Es decir hay un sentimiento de comunidad y uno de superioridad. El trabajo, el amor, la
solidaridad son exigencias comunitarias: contra ellas se opone el afn personal de poder, o se busca
evitarlas con la astucia.
Adler plantear que la idea directriz o hilo conductor de todo proceso psquico es el objetivo: no puede
comprenderse ningn fenmeno sino como preparativo para un objetivo que est en su mente.
En psicologa individual la mxima bsica del tratamiento es reducir todos los sntomas a una mnima
base comn: una situacin psquica en la temprana infancia, una situacin que implica fracasar frente a
una aspiracin: desde aqu las neurosis se revelan como intentos por compensar este fracaso, esta
inferioridad, buscando triunfos muchas veces vanos, o inventando seguridades frente a otro posible
fracaso. En este sentido la neurosis protege al sujeto pero lo paraliza, impidindole afrontar activamente
la vida.
De lo anteriormente dicho se desprende que toda neurosis debe entenderse como una tentativa
culturalmente equivocada de liberarse de un sentimiento de inferioridad y procurarse un sentimiento de
superioridad. Dicha neurosis asla al individuo en lugar de integrarlo a la comunidad, a travs de la
intolerancia y la hipersensibilidad.
El tratamiento se basa sobre la causa (etiologa) de la neurosis: sta es toda una superestructura
psquica con la que se busca compensar un sentimiento de inferioridad oriundo de la primera infancia,
superestructura que recurre a ciertos arreglitos como un orgullo excesivo o una postura demasiado
precavida que termina alejando al sujeto enfermo de la realidad. La alucinacin es otro de los recursos o
arreglitos del enfermo y no meramente un desorden orgnico del sistema nervioso.
El origen de la neurosis puede rastrearse hasta el primer o segundo ao de vida, pues aqu se constituye
la actitud del nio frente al ambiente.
En el captulo 8 se afirma que todos los fenmenos neurticos tienen como premisa un orgullo que todo
lo supera y, simultneamente, una falta de confianza en la fuerza de la propia personalidad desalentada.
Se describen cuatro modos diversos mediante los cuales el paciente logra poner una distancia entre l y
la decisin o accin que debera enfrentar.
Los restantes captulos del texto de Adler estn dedicados a los siguientes temas ms especficos: dolor
de cabeza, sifilofobia, insomnio, homosexualidad, posicin masculina en neurticos femeninos, la
resistencia en el tratamiento, la neurosis compulsiva, la huelga de hambre neurtica, el sueo y su
interpretacin, el inconciente y el sustrato orgnico en la neurosis, mentira de vida y responsabilidad en
neurosis y psicosis, melancola y paranoia, la educacin, la prostitucin, y finamente la infancia
abandonada.
En suma:
1. El concepto de vida, orgnica o psquica, implica una compulsin a fijarse un objetivo, pues la vida
exige que actuemos (carcter finalista de la vida psquica).
2. El incentivo a seguir u objetivo es dado por el sentimiento de insuficiencia; el instinto no es ms que el
camino hacia el objetivo y tambin la capacidad de querer.

3. As como un rgano insuficiente genera una bsqueda de compensacin hasta quedar el organismo
nuevamente adecuado a las exigencias del ambiente, as tambin en su inseguridad el nio apela a
fuerzas de reserva para crear una superestructura que compense su inseguridad.
4. La investigacin del psiquismo debe tener en cuenta todas esas tentativas y logros.
5. Cada fenmeno psquico solo puede entenderse, pues, como una expresin parcial de un plan de vida
unitario.
6. Este tender hacia un objetivo se ve en la actividad real y en la fantasa. En la actividad real, por
ejemplo, como entrenamiento de la capacidad para el logro de la superioridad, medirse con el ambiente,
acumular conocimiento y habilidades, etc., y en la fantasa, aparece como desarrollo del como-si, uso de
la debilidad, postergacin de decisiones y sustraerse a las exigencias de la vida.
7. Hay un objetivo de omnipotencia muy alto, que debe quedar inconciente para ser eficaz. El hombre se
libera cuando entiende a este objetivo como absurdo.
8. La concrecin del afn de superioridad se hace comnmente sobre la base del esquema hombremujer: lo masculino es el ideal, y lo femenino el enemigo que a ese ideal se opone.
9. Todo esto se acenta en el neurtico, que no ha revisado crticamente sus juicios infantiles errneos.
10. Por ello no debe extraar que el neurtico acta como probando a cada momento su superioridad,
incluso frente a las mujeres.
Sinopsis de Adler Alfred (1967) Prctica y teora de la psicologa del individuo. Buenos Aires: Paids. 4 edicin.

ADOLESCENCIA
Definicin.- Es "la etapa de la vida durante la cual el individuo busca establecer su identidad adulta,
apoyndose en las primeras relaciones objetales-parentales internalizadas y verificando la realidad que el
medio le ofrece, mediante el uso de los elementos biofsicos en desarrollo a su disposicin y que a su vez
tienden a la estabilidad de la personalidad en un plano genital, lo que slo es posible si se hace el duelo
por la identidad infantil".
Knobel M., El sndrome de la adolescencia normal, includo en Aberastury A. y otros, "La adolescencia normal", Paids,
Buenos Aires, pp 39-40.

Generalidades.- El trmino proviene del latn adolescer, y significa ir creciendo, desarrollarse hacia la
madurez, hacerse adulto. Hay diferentes conceptualizaciones sobre el trmino. Algunos ubican la
adolescencia como un periodo vital entre la infancia y la adultez. Otros la conciben como un segundo
nacimiento, en tanto entienden que en ese periodo se reavivan ciertos conflictos relacionados con el
estado de indefensin del beb, enfrentado a un mundo que le es catico y desconocido (Rascovan,
2000:23).
Como los socilogos muchas veces equiparan adolescencia y juventud, algunos autores plantearon la
necesidad de dividir ambos grupos, por ejemplo, en estos trminos: jvenes menores o adolescentes
(15-19 aos), jvenes mayores o tardos (20-24 aos), y adultos jvenes (25-29 aos) (Rascovan,
2000:23).
Rascovan S (2000) Los jvenes y el futuro. Buenos Aires: Psicoteca.

Generalidades.- Mauricio Knobel describi el sndrome de la adolescencia normal con las siguientes
caractersticas: bsqueda de s mismo y de la identidad, tendencia grupal, necesidad de fantaseo e
intelectualizacin, crisis religiosa, desubicacin temporal, evolucin de la sexualidad desde el
autoerotismo hacia la heterosexualidad, actividad social reivindicatoria, contradicciones sucesivas en la
conducta, separacin progresiva de los padres, fluctuaciones del humor (Rascovan, 1998:77).
Rascovan S (1998) Orientacin vocacional. Buenos Aires: Ediciones Novedades Educativas.

Definicin.- Etapa de la vida que se extiende desde la niez hasta la edad adulta. Se prolonga desde
que comienza a producirse la madurez sexual hasta que el sujeto alcanza la condicin social de adulto e
independiente (Farr Mart J, 2000:16).
Farr Mart J (2000) Diccionario de psicologa. Barcelona: Ocano.

Definicin.- Mauricio Knobel describi el sndrome de la adolescencia normal con las siguientes
caractersticas: bsqueda de s mismo y de la identidad, tendencia grupal, necesidad de fantaseo e
intelectualizacin, crisis religiosa, desubicacin temporal, evolucin de la sexualidad desde el
autoerotismo hacia la heterosexualidad, actividad social reivindicatoria, contradicciones sucesivas en la
conducta, separacin progresiva de los padres, fluctuaciones del humor (Rascovan, 1998:77).
Rascovan S (1998) Orientacin vocacional. Buenos Aires: Ediciones Novedades Educativas.

Adolescencia y psicosis.- Un alto porcentaje de las enfermedades mentales comienzan en la


adolescencia. Una de las formas clnicas de la esquizofrenia, la hebefrnica, comienza precisamente en
esta etapa de la vida. Algunos autores han descrito algunos sntomas previos, que pueden aparecer
desde aos antes a la aparicin del primer brote psictico (Koldobsky N, 1995). Otro cuadro psictico en

el trastorno bipolar. En un 20% de los casos, los trastornos bipolares comienzan en la infancia o la
adolescencia. En la adolescencia la mayora de las formas son depresivas, y por ello pueden ser
confundidas con el trastorno unipolar o con la esquizofrenia. Las depresiones con sntomas psicticos no
suelen ser iguales a la de los adultos, ya que es ms difcil que aparezca la melancola con sus delirios de
ruina y culpa. Los sntomas psicticos delirantes pueden tener caractersticas depresivas, con ideas de
culpa o muerte, pero tambin suelen ser de contenido paranoide y son ms variables en su temtica. En
el caso de las psicosis inducidas por sustancias psicoactivas, la enfermedad suele ser breve y reversible y
tarda lo que demora el organismo en eliminar la sustancia txica (horas o das) aunque existen casos de
flash backs, donde durante das o semanas reaparecen los sntomas sin que el paciente haya vuelto a
consumir la droga.
Koldobsky N (1995) La personalidad y sus desrdenes. Buenos Aires: Salerno.

Depresin y conducta social.- Este trabajo se propuso explorar el grado de asociacin entre la
sintomatologa depresiva y la percepcin de la conducta social en los adolescentes. Tambin se evalu la
influencia de las variables sexo, edad y tipo de escuela a la que asisten los jvenes. La muestra estuvo
compuesta por 627 adolescentes, 316 mujeres y 311 varones de escuelas pblicas y privadas de la
ciudad de Mar del Plata, Argentina. La conducta social se evalu con la Batera de socializacin (BAS-3)
de Silva y Martorell, y la depresin con el Cuestionario de depresin para nios (CDS) de Lang y Tisher.
Los resultados generales indican que la consideracin hacia los otros, la capacidad de liderazgo y el
autocontrol en las relaciones sociales presentan dbiles correlaciones negativas significativas con los
puntajes totales de depresin. En cambio, tal como se supona, el retraimiento social, la ansiedad y la
timidez presentan asociaciones significativas positivas con la depresin.
Mirna Viviana Prez. Facultad de Psicologa, Universidad Nacional de Mar del Plata. Depresin y conducta social en los
adolescentes. Interpsiquis (2003).

Adolescencia y padres.- Al parecer, los adolescentes son ms proclives a tener sexo a una edad
temprana si sus padres fuman, toman o vulneran ciertas leyes. Segn un informe de la Universidad
Southwest del estado de Texas, EEUU, existe un fuerte vnculo entre lo que describen como
comportamientos riesgosos entre adultos, y el sexo entre menores. El estudio describe una conexin
entre padres que fuman y toman en exceso, y nios que se involucran con las drogas o con el crimen.
Por ltimo, agrega que los chicos que permanecen bajo vigilancia de los padres tienen menos
probabilidades de tener sexo tempranamente, algo tambin cierto en los nios cuyos padres estn en
casa antes y despus de que regresen del colegio, y a la hora de acostarse.
La influencia de las conductas riesgosas de los padres sobre los hijos. Diario La U, Buenos Aires, 2 de setiembre de
2002.

Tratamiento familiar.- Cuando la perturbacin del joven es grave, lo caracterstico es que el terapeuta
se encuentre en una situacin de incongruencia en la jerarqua familiar: por su conducta trastornada, el
joven est en una posicin superior en la familia. Lo normal es que los padres digan a su hijo lo que debe
hacer y ste obedezca; lo patolgico que hay que corregir, es cuando los hijos dicen a sus padres lo que
hay que hacer y stos lo hacen, o cuando los padres dicen lo que hay que hacer y el hijo no lo hace, o
cuando los padres no le dicen que hay que hacer, sino solo se quejan de lo que hace, etc. As, la
estrategia teraputica pasa por redistribuir los centros de poder en la familia.
Resumen de Madanes Clo (1984) Terapia familiar estratgica. Buenos Aires: Amorrortu. Captulo 6.

Enfoque para una nosologa psiquitrica en la adolescencia.- Aqu se plantea una teora referida al
periodo entre 12 y 18 aos (pubertad y mediana adolescencia), y se propone una nosologa que no siga
solamente el criterio clnico tradicional, que es inclusivo, sino otro criterio de interseccin de clases. Por
ejemplo, no nos proponemos solamente ver qu elemento clnico est dentro de la definicin de
esquizofrenia, sino intersectar esquizofrenia con adolescencia, o bien pubertad femenina con rasgo de
carcter flico-narcisista, etc. As, al asumir este rasgo de carcter caractersticas propias de la pubertad,
se convierte en un fenmeno transitorio, que resulta de la interseccin de ambos conceptos.
Se entra en la adolescencia iniciando un proceso de duelo que remueve situaciones de prdida muy
primitivas, as como situaciones de persecucin ante lo desconocido, que en el adolescente se expresan
en las tres reas de la conducta:
reas de expresin de la
conducta
CUERPO rea 1
MENTE rea 2
MUNDO EXTERNO rea 3
Ante la ansiedad...
Se instrumentan defensas...

Prdidas (duelos)

Adquisiciones

Cuerpo infantil
Antiguas identificaciones
Antiguas funciones del Yo
Vnculos familiares
Depresiva (temor a la prdida)
Manacas

Cuerpo adulto
Identificaciones modificadas
Funciones del Yo modificadas
Vnculos sociales nuevos
Persecutoria (temor al ataque)
Esquizoides

Surge la fase perversa-polimorfa de la adolescencia, o sea, reaparecen impulsos y fantasas orales,


anales y flicas, a las que se agrega un tinte sdico. En este contexto, el pber deber aceptar sus
deseos genitales, sus relaciones sociales y sus pensamientos, hasta que pueda asimilarlas hacia los 15
aos con un Yo ms organizado. En este proceso influye tambin la cultura con sus normas.
Tambin debe enfrentarse al complejo de Edipo pues en la adolescencia se alcanza la identidad sexual
genital, lo que permitir al adolescente incorporarse a la sociedad y formar pareja. El problema es que
tienen un cuerpo genital desarrollado, pero an deben lidiar contra los impulsos pregenitales, de lo que
resulta o bien inhibicin sexual o bien hipergenitalidad defensiva.
Veamos ahora los cuadros psicopatolgicos en la adolescencia entre 12 y 18 aos, basndonos en este
esquema:
ETAPA

PUBERTAD
(12-15 aos)

El Yo se defiende de las ansiedades de


origen edpico mediante
RASGOS DE CARCTER
Si no controlan la ansiedad, se
configuran
NEUROSIS TPICAS (o edpicas) Son
La neurosis fbica y la neurosis
histrica

EN EL VARN
Genitales externos/
Poluciones
Apremios sociales

EN LA MUJER
Genitales internos
Menor presin social

PASIVO-COMPULSIVOS

FLICONARCISISTAS

NEUROSIS FBICA
(fase flica)

ADOLESCENCIA
MEDIA
(15-18 aos)

Mayor presin social


Estimulacin rel.
heterosexuales

Si la ansiedad es ms primitiva, se
configuran
NEUROSIS ATPICAS (o preedpicas)

NEUROSIS OBSESIVA
(fase anal)

Si la ansiedad es an ms primitiva,
se configura ESQUIZOFRENIA

ESQUIZOFRENIA
(fase oral)

NEUROSIS
HISTRICA
(fase flica)
NEUROSIS
DEPRESIVA
(fase oral)
ESQUIZOFRENIA
(fase oral)

Se puede delinear un proceso psicopatolgico que parte de rasgos de carcter tpicos, en un polo, hasta
la esquizofrenia en el otro:
1) Rasgos de carcter.- Al ingresar en la pubertad, el Yo se defiende de las ansiedades edpicas mediante
rasgos de carcter, que son pasivo-compulsivos en el varn y flico-narcisistas en la mujer. En la
mediana adolescencia tales rasgos no son tan ntidos, y se reemplazan con la tendencia a formar barras.
En el varn, los rasgos pasivo-compulsivos sirven como defensa frente a la heterosexualidad genital al
encerrar la bisexualidad transitoriamente, pues expresan los aspectos femeninos en la pasividad y los
masculinos en la compulsin.
En la mujer, el rasgo de carcter flico-narcisista es ideal para controlar las ansiedades edpicas, pues no
entran en conflicto ni con las normas sociales ni con la sobreexcitacin sexual de los varones, por tener
los genitales internos. Como la mujer se percibe fsicamente como receptiva (aunque fantasee con tener
un pene), no es tan importante la estimulacin externa como la seduccin. El Yo se ve ms libre para
reprimir y manejar la angustia, que no es tanto de castracin flica como en el varn sino de tipo oral, de
no recibir y ser vaciada. Por ello, la bisexualidad defensiva expresada en el rasgo flico-narcisista es tan
til para tolerar la angustia de castracin flica: no temen tanto que le saquen o castiguen por algo dado,
ya que como flicas no temen la castracin flica real y tampoco el castigo por sus deseos edpicos.
Por lo tanto, nuestra hiptesis ser: "En la pubertad las mujeres adquieren por identificacin ante la
prdida evidente de su masculinidad (primera menstruacin) un pene flico idealizado e irreal, y los
varones ante el desarrollo genital y las poluciones, son puestos ante la evidencia real al que deben negar
como tal". Todo ello como defensa para no enfrentar la situacin edpica, que durante un tiempo estar
bajo la influencia de las fantasas preedpicas y homosexuales.

Los varones idealizan a las viriles chicas flicas para negar la rivalidad edpica: as no son ellos quienes
matarn al padre. A su vez las chicas desvalorizan a los varones pues ello les permite negar la rivalidad
edpica de desear al padre: genitalmente ya lo tienen. Ambos, con esta configuracin preedpica, niegan
asimismo el duelo por la bisexualidad fantaseada, pues cada uno se queda en fantasa con el sexo
opuesto que debe dejar de poseer omnipotentemente, no sintiendo necesidad de l.
La prdida de la bisexualidad fantaseada permite aceptar la bisexualidad real en la cual, bajo la primaca
de la heterosexualidad, existen aspectos del otro sexo muy importantes de integrar (modalidades:activopasivo, intrusivo-receptivo, etc.).
2) Neurosis tpicas.- Cuando los rasgos de carcter no controlan la ansiedad, aparecen los sntomas como
transacciones, fbicos en los varones e histricos en las mujeres, estructurando neurosis tpicas delatoras
del conflicto edpico: neurosis fbica en varones y neurosis histrica -o histeria de conversin- en
mujeres.
En los varones, el incremento pulsional y el poco apoyo cultural para la prolongacin de la latencia infantil
hacen menos tiles los rasgos de carcter pasivo-compulsivos, exponiendo al Yo a una neurosis fbica.
Esta neurosis tpica del varn seala el fracaso de la moratoria psicosocial necesaria para enfrentar el
conflicto edpico con menor contenido pregenital y con un Yo ms organizado (15 aos). El mecanismo
fbico elegido est ligado a la morfologa y psicologa masculinas, que manejan la angustia de castracin
en el rea tres (medio ambiente) controlada por los sentidos exteroceptivos, como a sus propios
genitales. Tal angustia est ligada a un cuerpo amenazado desde fuera por un objeto castrador:
mediante el mecanismo fbico primero lo proyecta, luego lo percibe en el futuro y luego lo evita.
As, el fbico dira: "lo peligroso (padre castrador o madre tentadora) est afuera y no debo dejarme
alcanzar por l, porque me mata o me castra". La eleccin del rea tres para ubicar el objeto temido est
tambin ligada a la predileccin con que el hombre maneja su agresin: hacia afuera.
Los rasgos de carcter pasivo-compulsivos no son muy eficaces para combatir la ansiedad edpica, por lo
que el varn hace rpidamente una neurosis fbica dentro mismo de la pubertad, con lo cual es este un
periodo psicopatolgico fundamentalmente masculino. A esa edad los varones soportan el conflicto
edpico ms intensamente. Por un lado, por la sobreexcitacin tanto epidrmica como visual de la zona
genital (por ser genitales externos y visibles); por otro, a causa de la presin social ejercida por los
rituales de iniciacin de la identidad sexual, normas sociales, roles asignados, etc., o sea, el apremio
cultural para que el varn enfrente el conflicto edpico. El Yo, todava en crisis, lo percibe como angustia
de castracin.
En la mujer, el periodo puberal est ms libre de enfermedad, pues el rasgo de carcter flico-narcisista
es ideal para controlar las ansiedades. La conflictiva edpica sigue su curso sin gran angustia hasta los 15
aos, donde las defensas fracasan instaurndose una neurosis histrica, de aqu que la mediana
adolescencia sea tpicamente el periodo psicopatolgico femenino.
La causa es doble. Por un lado la presin social (tal como pasaba en el pber varn), empuja a la mujer a
asumir su identidad sexual. Por otro, la estimulacin de las relaciones heterosexuales la impulsan a
querer recibir y rompen la defensa caracterolgica bisexual, poniendo al descubierto la conflictiva edpica
y la neurosis histrica. La ansiedad es manejada de manera femenina, es decir, en el rea cuerpo, pues
los genitales femeninos son internos.
El miedo no es a la castracin flica, como en el varn, sino al rechazo y al vaco, y de ah la importancia
de la seduccin frustradora con la que necesita manejar y controlar su angustia de no recibir ("no recibo
no porque no puedo, sino porque no quiero").
Recordemos entonces que en la pubertad hay ms consultas de varones por neurosis fbica, y en el
comienzo de la adolescencia media hay ms consultas de mujeres por neurosis histrica. Hacia la
adolescencia final, las consultas se equilibran.
3) Neurosis atpicas.- Cuando la ansiedad tiene orgenes ms primitivos, el Yo sufre una nueva regresin
para controlar la angustia. Se estructuran neurosis preedpicas con especificidad sexual ms limitada,
conservndose una franca supremaca masculina para la neurosis obsesiva, y femenina para la depresin
(o neurosis depresiva).
En el varn, cuando con conflictos son preedpicos, la neurosis fbica no sirve para controlar la angustia,
requirindose un nivel defensivo ms regresivo (anal) y mecanismos ms primitivos: la negacin de la
castracin. Es cuando aparece la neurosis obsesiva que evita la angustia de castracin negando el objeto
castrador puesto afuera y manejado mgicamente, negando su existencia real en el tiempo futuro o
negando la existencia de sus impulsos, que apareceran en cuanto hay que esperar. De ah su rigidez por
un lado y su movilidad limitada y con mecanismos mgicos por el otro (pensamiento, rituales, dudas,
etc.).
En la mujer, la depresin es la modalidad receptiva de manejo del objeto peligroso generador de
angustia. La adolescente se identifica melanclicamente con ste, requiriendo constantes suministros
narcissticos para su autoestima deteriorada (equivalente oral de la seduccin) pero no por lo que tiene
sino por lo que no tiene (seduccin flica): no entra en rivalidad edpica.

4) Esquizofrenia.- Es el ltimo engranaje del deterioro psicopatolgico de la adolescencia. Como ltimo


eslabn regresivo, en la esquizofrenia la angustia de castracin no existe porque l es lo deseado, no
necesita del tiempo ni del futuro percibidos como peligrosos.
El esquema propuesto admite variaciones, de las cuales se mencionan dos que ensombrecen el
pronstico:
a) Hacia los 15 aos se supone que los rasgos de carcter dan lugar a cierto tipo de relacin en grupos,
pero sin embargo se afianzan generando verdaderas caracteropatas histricas y obsesivas. Es un
pronstico reservado porque tal vez se est encubriendo una psicosis melanclica o esquizofrenia por
imposibilidad de enfrentar el conflicto edpico.
b) En vez de una mujer sea una varn quien haga una neurosis histrica a los 16 aos (aqu hay un serio
problema homosexual latente), o bien que una mujer haga una neurosis obsesiva a los 14 (aqu hay un
fondo melanclico muy importante).
Para entender los planteos de F. Moujn, tengamos presente el siguiente esquema (por P. Cazau):
EDAD

Series
complementarias

FASES (Freud)

POSICIONES
(Klein)

ETAPAS (F.
Moujn)

Patologas

Factor
constitucional
0-4
meses

Factor
disposicional

4-12
meses
2 aos

Oral (pregenital) Esquizoparanoide

Esquizofrenia

Depresiva

Depresin

Anal (pregenital)

N. obsesiva

3-5 aos

Flica (Edipo)
(genital infantil)

N. fbica
N. histrica

6-11 aos

Periodo de
latencia

12-15
aos
15-18
aos
18-21
aos

Factor actual

Fase genital
propiamente
dicha

Pubertad
Adolescencia
media
Adolescencia
final

Resumen de Fernndez Moujn Octavio (1988) Abordaje terico y clnico del adolescente. Buenos Aires: Nueva Visin.
Captulo 2.

Duelo adolescente.- Se puede ver el duelo en las tres etapas: pubertad, media adolescencia (15-17
aos) y adolescencia final, y lo describiremos de acuerdo a sus caractersticas clnicas: cambios de
carcter, cambios en el pensamiento y cambios en las conductas sociales.
En la pubertad el duelo se centra en el cuerpo como objeto, en la adolescencia media en la identidad
sexual (resolucin del conflicto edpico genital) y la nueva forma de pensar, y en la adolescencia tarda en
los roles sociales.
En todos los periodos, el adolescente lucha por restablecer el equilibrio roto por el monto de prdidas
objetivas (duelo por objetos externos) y subjetivas (duelo por el yo, objetos internos) a lo que se suman
nuevas adquisiciones desconocidas, vividas con mayor o menor persecucin.
Para combatir la ansiedad persecutoria, el yo se muestra mas bien pasivo ante las circunstancias y
recurre a defensas primitivas. Aparecen actitudes de protesta, autoerticas, inhibitorias, aislacionistas,
etc.
El pber siente peligroso el cuerpo adulto que empieza a surgir, y busca controlarlo mediante el deporte.
Desea y teme al mismo tiempo la dependencia infantil, y busca identificaciones pasajeras fuera de la
familia (fluctuaciones del yo o facilidad para hacer identificaciones), constituyndose sus rasgos de
carcter sobre esta base. Tales rasgos son fenmenos transicionales: sin ser externos, tampoco estn
asimilados al yo. En el varn hay rasgos pasivo-compulsivos que expresan lo femenino perdido y lo
masculino por asumir. En la mujer los rasgos son flico-narcisistas, que expresan lo masculino perdido y
lo femenino por asumir.

El pensamiento aparece erotizado y hay intelectualizacin, as como inhibicin del pensamiento como
forma de protesta por el duelo que estn atravesando.
Los 15 aos son una edad clave: surge un vaco creado por prdidas de partes del yo, culpa creada por
las nuevas pulsiones edpicas y desorientacin frente a nuevos vnculos, que ahora discrimina mejor.
En la pubertad el yo se disocia, pero en la adolescencia media flucta en identificaciones pasajeras. Estas
no deben confundirse con seudoidentidades, o rasgos adultos an no integrados al yo.
Fallas en el pensar o en la integracin grupal pueden hacer fracasar los duelos, generndose depresin,
histerias, histrionismo, etc.
En el duelo, luego de los 17 aos la desesperacin se convierte en soledad: la separacin es definitiva y
el compromiso con el otro sexo, consigo mismo y la sociedad se realiza en forma ms personal.
Los enemigos del duelo en la adolescencia son el resentimiento, el miedo y el triunfo manaco, y de
persistir el duelo se resuelve patolgicamente: negacin de la culpa, etc. Esto a veces se manifiesta como
psicopatas, caracteropatas, sociopatas, etc.
El duelo va resolvindose normalmente mediante objetos continentes, como la conducta social, el
pensamiento, el cuerpo, los rasgos de carcter y seudoidentidades, etc.
Resumen de Fernndez Moujn Octavio (1988) Abordaje terico y clnico del adolescente. Buenos Aires: Nueva Visin.
Captulo 4.

Adolescencia e identidad.- El concepto de identidad encierra una idea integradora, totalizadora de la


persona, que es percibida, negada o deformada por el yo. Nos referiremos a la identidad como el logro de
una integracin entre el Ideal de vida para el yo y el de la sociedad donde el hombre vive.
Crisis de identidad es la percepcin que tiene el yo de una ruptura no slo en el tiempo (continuidad),
sino tambin en el propio self (unidad) y en su propia relacin con la familia y la sociedad (mismidad). La
adolescencia es una de las crisis de identidad ms intensas: ellos luchan por su identidad, que se da en
tres campos: lucha por construir un nuevo esquema corporal, por construir un nuevo mundo interno, por
construir una nueva sociedad.
En la pubertad, estn en un periodo transitorio donde han de romper con la identidad infantil,. pues
percibe su cuerpo como extrao, con nuevos impulsos y sensaciones, se percibe a s msmo como
diferente a lo que fue, con ideas cambiadas, etc.,, y ve que los dems no lo perciben como antes. El yo
flucta sus objetos de identificacin, es muy cambiante, y esto crea un sentimiento de no identidad
permanente. Tales fluctuaciones se manifiestan en las reas cuerpo, mente y mundo externo.
Eventualmente, el proceso puede desembocar en la despersonalizacin.
Segn Erikson, la confianza da al yo la capacidad de integrar el mundo interno de las fantasas, siempre
en evolucin. Por otro lado, la confianza depende de cmo fueron las primeras experiencias: proyecciones
y luego introyecciones van modificando el mundo interno de las fantasas. Cada nueva eleccin
reactualiza los conflictos vinculados con la identidad. Las identificaciones positivas (constructivas)
fortalecen su confianza, y compensan las identificaciones negativas (persecutorias).
Hambriento de identidad, el yo acepta identificaciones introyectivas ideales, no asimiladas, que le dan al
menos una fachada (un como si): as es como se forman las seudoidentidades. Cuando la ansiedad de
persecucin es muy grande por exceso de identificaciones negativas, el yo renuncia a su identidad y se
identifica con los objetos ms indeseables y rechazados.
Tres ideas componen el concepto de identidad: unidad, mismidad, y continuidad. Cada uno de estos
aspectos se manifiesta a nivel del cuerpo, la mente y el mundo externo. La unidad tiene que ver con una
integracin espacial: el cambio fsico del adolescente en su cuerpo amenaza esta unidad.
Si unidad tiene que ver con el espacio, continuidad tiene que ver con el tiempo: ser l mismo a travs del
tiempo (rea mente). La mismidad tiene que ver con la tercer rea, mundo externo, y apunta a la
necesidad de ser reconocido por los dems.
En suma, hay tres configuraciones de la identidad del yo: la identidad del yo psicolgico, o configuracin
interna formada por las identificaciones infantiles. En segundo lugar la identidad del yo social, basada en
el reconocimiento que la comunidad hace del sujeto, y la tercera configuracin es la identidad del yo
corporal, dado por los sucesivos esquemas corporales y las vicisitudes de la libido del desarrollo fsico.
A estas tres configuraciones corresponden tres disociaciones: mente-cuerpo, pensamiento-accin, e
individuo-sociedad. En la pubertad la disociacin recae sobre el yo corporal, durante la adolescencia
media en el yo psicolgico, y en la adolescencia final sobre el yo social.
Resumen de Fernndez Moujn Octavio (1988) Abordaje terico y clnico del adolescente. Buenos Aires: Nueva Visin.
Captulo 5.

Complejos de Edipo temprano y tardo en la adolescencia.- El pber enfrenta sus nuevas pulsiones
con fantasas incestuosas, y adems pregenitales y sdicas.
Para Freud el complejo de Edipo se instala a partir de los tres aos, pero M. Klein habla de un Edipo
temprano, provocado por un superyo tambin temprano. En realidad no hay diferencia sustancial entre
ambos. Por ejemplo, el superyo temprano de Klein son las primitivas identificaciones que no se producen
por incorporacin desde Freud, que se produciran luego de los seis meses, dentro de la fase oral sdica.

El Edipo se reactualiza en la adolescencia, donde podemos decir que hay dos etapas: la puberal (12-15
aos) ms centrada en el cuerpo (pregenital) y en el Edipo temprano, y la etapa subsiguiente (15-18
aos) ms centrada en las relaciones objetales externas (genital), y que es la etapa edpica genital.
De los 12 a los 15 aos, reprimidos totalmente los impulsos genitales, hay un clima de confusin y
sadismo similar al que haba antes del destete. Se intensifican los mecanismos de proyeccin e
introyeccin promoviendo una precaria discriminacin objetal y de identidades. Vuelve a ser importante
la figura de la madre flica, y se da el Edipo en las cuatro posiciones: odio y amor al padre, odio y amor a
la madre.
Hacia los 15 aos vuelve a primar lo genital: los objetos externos estn bien discriminados, al igual que
las figuras de identificacin: el padre para el varn, la madre para la mujer.
La angustia en los varones no aparece frente a la castracin flica, sino frente al abandono del objeto. La
angustia de las mujeres surge en relacin con el interior del cuerpo, porque ahora la excitacin
clitoridiana ya no domina sobre la vagina.
El pber, ante el incremento de sus deseos pregenitales y su sadismo, tiene tres posibilidades: 1) se
somete al yo represor, o sea hace una regresin instrumental que moviliza el sadismo y la libido
pregenital (polimorfa); 2) se somete al superyo, bloqueando esos impulsos; y 3) se somete al ello,
desbloqueando los impulsos.
En el adolescente hay una tendencia a desplazar los impulsos libidinales en impulsos agresivos, pues son
ms controlables, y en impulsos epistemoflicos, pues son moralmente ms aceptables.
Resumen de Fernndez Moujn Octavio (1988) Abordaje terico y clnico del adolescente. Buenos Aires: Nueva Visin.
Captulo 6.

El Yo adolescente.- Sinteticemos las vicisitudes del Yo adolescente entre los 12 y los 18 aos.
El Yo adolescente se ve enormemente 'empobrecido' y confundido por los procesos propios de duelo
propios de esta etapa de la vida, perdiendo momentneamente su funcin de mediador entre las
pulsiones, (ello), las normas (supery) y el mundo externo. No es, sin embargo, un duelo "puro",
centrado en lo que se perdi, porque el Yo adolescente puede fantasear con ideas prospectivas,
proyectos y nuevas adquisiciones.
La tensin del Yo le dificulta descargar sus necesidades biolgicas de amor y odio mediante acciones
especficas, pues a esa descarga se opone tanto la cultura como el Supery. Como el Yo tiene an poca
capacidad para asumir la frustracin, le es imprescindible la ayuda especial del mundo externo para
desarrollarse y no caer en derrumbes psicticos y falsos self, y permitir el desarrollo del verdadero self
mediante la creacin de una zona transicional o ilusoria.
Dicha ayuda externa es 'especial' porque los objetos deben ser idealizados para poder satisfacer las
necesidades imperiosas y autnticas del self. Si en la infancia se satisfacan realmente, ahora el Yo se
gratifica usando defensas regresivas y conductas orientadas hacia objetos transicionales que le permiten
mantener la ilusin de una gratificacin incondicional de las necesidades por el mundo externo.
Estas gratificaciones pueden realizarse sobre el Yo (rea mente), sobre el cuerpo (rea cuerpo), o sobre
objetos externos (rea mundo externo). Cuando la gratificacin es puramente imaginaria o
representacional, se hace sobre el Yo (Yo Ideal), que contiene las necesidades bsicas de esta edad.
Cuando recae sobre el cuerpo, ste pasa a ser el objeto gratificador (masturbacin, exhibicionismo),
controlando el miedo a la frustracin. Y cuando recae sobre alguna figura exterior, dolos, etc. el
adolescente se siente interpretado. Todo esto equivale a la solucin normal: la creacin de una zona
transicional idealizada. Pero antes veamos otras posibles soluciones, que son patolgicas
Frente a la situacin de duelo que debe enfrentar, a las exigencias pulsionales y los mandatos
superyoicos y culturales, el Yo puede reaccionar de varias maneras, de las cuales las cuatro primeras son
patolgicas pues implican no poder alcanzar su verdadera identidad.
a) Derrumbe psictico.- Es un caso extremo, y ocurre por una labilidad del Yo debida no slo al
desamparo objetal (prdida de vnculos familiares) sino tambin al desgaste psicolgico que implica
mantener la idealizacin de ciertos vnculos con la mayor distancia posible de lo rechazado y/o
persecutorio.
b) Rigidez.- El Yo se somete al Supery, tornndose ms rgido y sentando las bases de un proceso
melanclico.
c) Impulsividad.- El Yo se somete al Ello, dando rienda suelta a sus necesidades ms elementales y
convirtindose en un Yo impulsivo e infantil.
d) Formacin de un falso self.- En este caso el Yo queda sometido a la realidad externa, adquiriendo as
un falso self (base de la formacin de pseudoidentidades). Es frecuente que las instituciones, la familia o
la cultura trate de imponer al adolescente determinadas maneras de existir sin dar lugar a la emergencia
del verdadero self.
e) Creacin de una zona transicional.- La creacin de un 'pequeo mundo' idealizado es esencial para que
el Yo realice una regresin no psictica, en la cual tenga la ilusin de estar identificado nicamente con lo
deseado, lo bueno, o sea que prime el yo Ideal en su mundo interno, y adems se rodee de objetos
tambin idealizados (el Ideal del Yo) con los que logra la gratificacin, al igual que el beb que necesita
ilusionarse de que la madre le es incondicional.

En esta zona transicional no hay una clara diferencia entre autorrepresentaciones y representaciones de
objeto, los objetos son manipulados ilusoriamente (por la disociacin e idealizacin), y no son ni
puramente objetivos ni puramente subjetivos. Se puede sobre ellos crear, hacer experiencias e ir
formando nuevas representaciones.
En esta zona elaborativa el Yo adquiere la experiencia de reconocer que su identidad es algo que
construye l con una parte cada vez ms amplia del mundo circundante. Descubre que los deseos que no
poda controlar o las exigencias tirnicas del ambiente pueden conformar una unidad donde advierte que
puede modificarse l mismo (transformacin subjetiva) y modificar el medio segn sus necesidades
(transformacin objetiva).
Hacia los 15-16 aos esa zona del Yo idealizada empieza a resquebrajarse y aceptar ms lo disociado y
rechazado del self y del mundo externo. Empieza la integracin de lo bueno y lo malo, y la zona
transicional va dando cabida a un nuevo tipo de relacin con la realidad muchos ms amplio que
podramos llamar de 'compromiso', ya que el Yo renuncia a muchos deseos debiendo aceptar relaciones
ms artificiales o reactivas, pero que no llegan a anular la propia identidad. Ya hacia los 15-18 aos
renuncian a la omnipotencia infantil y pueden tolerar mejor las relaciones ambivalentes, principales
generadoras de culpa. A los 18 aos se abandona totalmente la zona transicional y se acepta en el
contexto social el nuevo ncleo de pertenencia que conformar la identidad naciente. Los Yo corporal,
psicolgico y social se integran definitivamente. El empobrecido Yo psicolgico de la pubertad es
fortalecido por el Yo corporal (zona transicional) para luego fortalecerse por el Yo social (zona de
compromiso). Se fortalecen tambin en el Yo sus capacidades de mediador.
Los mecanismos de defensa regresivos que usa el Yo adolescente son bsicamente: disociacin,
identificacin proyectiva, identificacin introyectiva, idealizacin y omnipotencia; la idealizacin se hace a
costa de la disociacin y proyeccin de los aspectos ms persecutorios o rechazantes.
Las defensas son para mantener la coherencia yoica y el contacto con la realidad, aunque a veces dan
lugar a sntomas o rasgos de carcter que pueden parecer patolgicos.
Las siguientes son algunas conductas frecuentes en adolescentes, que podran preocupar a un terapeuta
desprevenido o a los padres por lo 'desadaptadas' que suelen ser. Estas conductas pueden expresar
realmente una patologa, o bien ser manifestaciones del curso normal de la adolescencia:
Inhibicin intelectual.- Al no poder sublimar o gratificarse sexualmente, el Yo bloquea su capacidad de
pensar por el significado inconciente ertico que tienen las ideas.
Intelectualizacin.- El Yo se defiende de la opresin del medio que lo obligara a disociarse y desconocer
lo que ese medio rechaza, como la sexualidad, los afectos, el cuerpo, etc.
Aislamiento e indiferencia.- Hay un reforzamiento del narcisismo (identificacin con el Yo Ideal) para
evitar la excesiva envidia y frustracin ante deseos no alcanzables ni siquiera ilusoriamente, o la rpida
devolucin que hace el ambiente de sus aspectos ms rechazados, o como barrera de contencin de las
proyecciones ambientales (por ejemplo el adolescente como chivo emisario del grupo familiar).
Irritabilidad, anorexia y rebelda.- El Yo expresa su profundo displacer (porque no lo dejan tener vida
propia) y un excesivo narcisismo defensivo que le permite cierta autonoma.
Temeridad.- Al renunciar el Yo a su vieja identidad infantil en poco tiempo enfrenta nuevas tensiones
derivadas de impulsos internos intensos, que traen mucha ansiedad por ser desconocidos y peligrosos.
Tambin enfrenta exigencias de la vida real. Ante ello, el Yo busca una solucin en la experiencia ilusoria,
una zona transicional donde puede permitirse un manejo ms omnipotente de pulsiones y objetos,
disminuyendo la tensin y aumentando as la operatividad del Yo. Si el adolescente no tiene esas
experiencias transicionales, o sea si carece de representaciones que den cuenta de sus nuevos impulsos y
sensaciones, buscar en la realidad situaciones riesgosas de las que debe salvarse, apareciendo as la
temeridad.
Algunas de estas conductas tienden a la introversin (aislamiento, indiferencia, etc.), mientras que otras
tienden hacia la extroversin (rebelda, temeridad, irritabilidad, etc).
En sntesis:
1) El Yo adolescente no puede hacer frente a la triple exigencia del ello, el supery y el mundo exteror,
debido a la labilidad yoica por un lado, y la intensificacin de esas exigencias por el otro.
2) As abandonado, el yo puede desintegrarse (est tironeado de tres lados: derrumbre psictico), o
puede verse arrastrado y dominado por una de esas tres instancias: por el ello, por el superyo, o por el
mundo exterior (impulsividad, rigidez, falso self).
3) Para evitar esto, el Yo crea una zona transicional entrre los 12-15 aos, poblada de objetos
idealizados. Ejemplos de estos objetos o representaciones: el cuerpo en rea 1 (masturbacin), un yo
omnipotente en el rea 2 (Yo Ideal), un dolo en rea tres (Ideal del Yo).
4) Hacia los 15-18 aos la zona transicional se va resquebrajando: el yo ya no la necesita pues se va
fortaleciendo. De los 18 aos en adelante desaparece la zona transicional.
Si tuviermos que sintetizar las etapas expuestas por Fernndez Moujn, seran las siguientes:
1) El Yo no puede hacer frente a la triple exigencia del ello, el Supery y la realidad exterior, debido a la
labilidad yoica y la intensificacin de esa triple exigencia. Como resultado: a) se desintegra tironeado por

los tres lados: derrumbe psictico, o b) es dominado o arrastrado por el Ello, o por el Supery, o por la
realidad exterior (falso self).
2) Para evitar todo lo anterior, construye una zona transicional entre los 12 y los 15 aos, poblada de
objetos idealizados. Ejemplos: el cuerpo en el rea 1 (masturbacin), un Yo omnipotente en el rea 2 (Yo
Ideal), y un dolo en el rea 3 (Ideal del Yo).
3) Entre los 15 y 18 aos se va resquebrajando la zona transicional: ya no la necesita pues el yo se va
fortaleciendo. De los 18 aos en adelante no hay ms zona transicional.
Resumen de Fernndez Moujn Octavio (1988) Abordaje terico y clnico del adolescente. Buenos Aires: Nueva Visin.
Captulo 8.

El pensamiento adolescente.- En la pubertad encontramos el pensamiento "mgico" que controla el


objeto en forma omnipotente, en la adolescencia media se acepta la prdida de la omnipotencia del
pensamiento aunque no totalmente, porque se mantiene en los grupos donde el control es compartido.
En la adolescencia final se adquiere totalmente el pensamiento lgico-formal, que la pone a la par de los
adultos, o sea se piensa a partir de ideas y no slo de objetos reales.
El pber busca conjugar el mundo infantil y la nueva realidad, para lo cual reemplaza los objetos
primitivos por abstracciones simblicas, palabras, que luego se estructuran en teoras que parecen
adultas pero que tienen el contenido mgico infantil. Son una transicin: por un lado se alejan de los
objetos infantiles reemplazndolos por smbolos abstractos, pero por otro son usados mgicamente como
si fueran palabras-juguetes.
Resumen de Fernndez Moujn Octavio (1988) Abordaje terico y clnico del adolescente. Buenos Aires: Nueva Visin.
Captulo 9.

Adolescencia y familia.- La psicopatologa y los rasgos de carcter de los adolescentes estn


fuertemente influenciados por la estructura familiar. Una excesiva rigidez en las normas y valores del
ambiente familiar y social pueden rigidizar precozmente los rasgos de carcter, convirtindolos en
verdaderas caracteropatas.
Existen diferentes tipos de familias, y cada una puede ayudar o perturbar el proceso adolescente para
enfrentar y resolver sus ansiedades y duelos.
En las familias aglutinadas, el adolescente encuentra aqu problemas para elaborar su sexualidad y su
agresividad, pues no puede instrumentar esos impulsos: mal manejo del cuerpo, racionalizacin
defensiva, facilidad para juzgar y criticar, etc., todo lo cual enfrenta al adolescente con el rol materno.
Discriminarse es sentido como romper con la familia. Hay una sexualidad indiscriminada, sin estructura
edpica, bsicamente matriarcal. La agresividad es disociada y reprimida produciendo personalidades
depresivas (autoagresin), epileptoides (agresin explosiva), psicoptica (agresin proyectada). La falla
en la simbolizacin se ve en el lenguaje concreto usado en la familia.
En las familias uniformadas, el adolescente, smbolo de lo nuevo, tiene dificultades para elaborar sus
impulsos, sus deseos sexuales son muy reprimidos y contratacados, lo que fomenta sexualidad cargada
de agresin y conductas fbicas, contrafbicas e histricas.
En las familias mixtas, los adolescentes ven que sus necesidades de elaborar la sexualidad y la agresin
son posibles si cumplen con ciertas formalidades. La familia se cierra a lo nuevo que representa la
adolescencia, y lo peligroso no es tanto la sexualidad o la agresin como el hecho de ser algo nuevo
como factor de cambio.
En las familias aisladas, lo imaginario y el autoerotismo estn desarrollados en los adolescentes de estas
familias, como mundos aparte. La elaboracin de los impulsos sexuales y agresivos se realiza dentro de
ese 'mundo', lo que impide cualquier transformacin dentro de la familia. Los salva el hecho de que
pueden conectarse con el mundo externo.
En las familias integradas, el adolescente se siente contenido por el grupo familiar, lo que hace que no
sienta su sexualidad y su agresividad como algo tan peligroso y capaz de ser valorado de otra manera, y
no desde la posicin de nio asustado o irresponsable. El grupo familiar reprime en el sentido que puede
poner lmites lo suficientemente flexibles como para permitir un nivel de frustracin capaz de mantener la
fuerza impulsora intacta como algo transformador.
Condensado de Fernndez Moujn Octavio (1988) Abordaje terico y clnico del adolescente. Buenos Aires: Nueva
Visin. Captulo 11.

Adolescencia y neurosis.- En los varones la patologa se instala preferentemente en la pubertad (las


fobias son tpicas) y en la mujer hacia los 15 aos o sea en la mediana adolescencia (histerias de
conversin). Los conflictos se controlan segn las modalidades de cada sexo: en los varones proyectando
lo temido en el exterior, y en las mujeres en el propio cuerpo. Cuando estas neurosis tpicas fracasan
surgen las neurosis atpicas, donde aumenta la agresividad. Los varones lo realizan con la anulacin
(neurosis obsesiva) y las mujeres mediante mecanismos masoquistas (neurosis depresiva).
El problema de la neurosis en la adolescencia se centra en tres hechos fundamentales: 1) hay un
desplazamiento de la libido entre objetos imaginarios y reales con el fin de resolver el problema actual
de dependencia-independencia; 2) el yo trata primero de resolver con diferentes tcnicas (conversivas,

fbicas, obsesivas) el duelo objetal (separacin-encuentro); 3) si fracasan esas tcnicas de relaciones


objetales a nivel caracterolgico lo busca mediante los sntomas neurticos, una transaccin entre la
pulsin y la prohibicin.
Aqu consideramos la neurosis como emergente de una crisis de identidad, que se manifiesta en forma
distinta segn la edad y el sexo. Segn Fairbairn hay tres angustias que el adolescente por ejemplo
enfrentar con ciertas tcnicas: la angustia histrica seduciendo al objeto aceptado para compensar as al
objeto rechazado; la angustia fbica evitando los objetos que exponen al aislamiento o encierro; y la
angustia obsesiva controlando para no expulsar, y anulando para no estallar.
Histeria de conversin: tenemos aqu cuatro sntomas bsicos. 1) las conversiones (parlisis, etc) que
expresaran la transaccin neurtica en una parte del cuerpo que participa disociadamente del deseo
prohibido y coartado, 2) paroxismos, crisis, etc, que expresan el conflicto disociando la conciencia del yo
de las realizaciones prohibidas que el cuerpo efecta o efectu en el pasado, 3) trastornos viscerales
como espasmos, etc., que expresan la disociacin a nivel neurovegetativo, y 4) trastornos del carcter:
seduccin, exhibicionismo, etc, y todo otro sntoma que exprese la disociacin entre lo que se es y lo que
se muestra o imagina.
Neurosis fbica: Si la histeria es la neurosis edpica de la mujer, la fobia lo es del varn. Aparecen aqu
fobias de origen flico, que surgen de un deseo edpico positivo (caso Juanito), y las de origen anal, que
surgen de un deseo edpico negativo (caso hombre de los lobos). Se usan defensas como la sustitucin,
la proyeccin, la evitacin, etc, y ms que en el cuerpo (histeria) se centrar en el mundo externo,
mientras que la neurosis obsesiva en el rea mente.
Neurosis obsesiva: Es tpica de los varones. Implica un control interno de los objetos, y puede compensar
los objetos rechazados mediante cierta omnipotencia de los actos (rituales) y las ideas. Los rasgos
caracteropticos son muy tpicos y estn centrados en el erotismo y sadismo anal. En el erotismo aparece
obstinacin, avaricia, control, etc, y en el sadismo suciedad, crueldad, irona, rebelda, etc. En la neurosis
obsesiva el objeto bueno est puesto dentro del self y en la histeria afuera.
Neurosis de angustia: En la adolescencia los sntomas neurticos espordicos se consideran totalmente
normales, pues la misma situacin de crisis impone al yo hacer regresiones. Si la situacin no mejora
luego a los 15 aos, se suelen agregar estados de ansiedad que son como neurosis actuales en el
sentido de que dependen del monto de frustracin al que est sometido. Otro significado sera la culpa
subyacente que hace vivir a los adolescentes su sexualidad y su agresividad con una exagerada angustia
de castracin o abandono, lo cual es natural si recordamos las fantasas que acompaan sus pulsiones y
la culpabilidad que se respira en ciertos ambientes.
Resumen de Fernndez Moujn Octavio (1988) Abordaje terico y clnico del adolescente. Buenos Aires: Nueva Visin.
Captulo 15.

Adolescencia y esquizofrenia.- La esquizofrenia es el trastorno ms serio de identidad durante la


adolescencia. La esquizofrenia sera mucho ms frecuente si junto a los mecanismos esquizoides (sobre
todo disociacin) a los que recurre el yo regresivo, no hay tambin una capacidad de flexibilidad del yo
adolescente.
Esta flexibilidad es la capacidad del yo de fluctuar su relacin con su mundo interno y externo desde
diferentes objetos de identificacin sin perder su sentido de identidad. Al fallar esta flexibilidad, domina la
disociacin, y aparece la esquizofrenia.
La confusin que sufre el adolescente por sus grandes cambios, genera en l una crisis de identidad,
que es una desintegracin instrumental para lograr una nueva integracin, superior.
En el adolescente ocurren procesos de centralizacin y expansin, que lo llevarn hacia una individuacin
y una socializacin.
El yo se sita entonces ante una alternativa para salir de la crisis: perderse en el sometimiento, ser
castigado por la diferenciacin (al comienzo exagerada) o refugiarse en la regresin enferma.
La crisis de identidad provoca sentimientos desagradables, que sern combatidos con defensas que
nieguen lo ms posible la realidad y el cambio, buscando preservar la cohesin yoica. Buscarn las
formas de calmar la ansiedad tanto de prdida del estado anterior como de ataque de la nueva situacin.
La adolescencia es una etapa confusional provocada por las prdidas y cambios en las tres reas: cuerpo,
relaciones objetales externas, y relaciones objetales internas. El yo, ante estas prdidas, siente
modificada su continuidad en el tiempo, su unidad en el esquema corporal, y su mismidad en las
relaciones de objeto. Decimos aqu que el sentimiento de identidad del yo est en crisis.
La despersonalizacin aparece en la adolescencia como sntoma, no como sndrome. Como sntoma es
agudo y est siempre asociado a ansiedades de tipo homosexual o a depresiones, fobias, reacciones
disociativas esquizoides, estados fronterizos, comienzo de la esquizofrenia, toxicomanas y epilepsia
temporal.
Esta situacin psictica no lleva necesariamente a un proceso esquizofrnico y su posterior restitucin.
Todo lo contrario, puede significar la condicin necesaria para la maduracin. A pesar de la fragmentacin
del yo, no llega an a haber esquizofrenia por la propiedad del yo de la flexibilidad referida antes.

En la esquizofrenia, hacia los 15 aos no se produce una progresiva integracin. Lo normal sera que a
esa edad a pesar del periodo psictico previo, la fortaleza del yo aumente, y por lo tanto disminuya su
estado regresivo y tambin sus disociaciones.
La esquizofrenia comienza en rigor cuando hay una vivencia de extraamiento (cambio en el cuerpo),
despersonalizacin propiamente dicha (rea mente) y desrealizacin (cambio en los objetos), siguiendo
luego un curso de pensamiento incoherente al carecer de una idea directriz; se vuelve rgido como
necesidad de adherirse estereotipadamente a palabras o ideas.
Una vez que la estructura neurtica deja de serle til, aparecen las formas clnicas, definidas por los
distintos mecanismos restitutivos. Hay dos excepciones: 1) cuando hay una personalidad previa
esquizoide, que se resuelve en psicosis sin solucin de continuidad, y b) cuando el cambio es brusco y de
entrada el sujeto empieza a delirar (forma de comienzo delirante, que corresponde tanto a la forma
hebefrnica como paranoide).
Como hiptesis final, se establece que la psicosis es una manera de mantener la identidad a nivel grupal,
o sea una identidad determinada desde el exterior, en detrimento de la determinacin individual (yo
corporal y yo psicolgico). El sujeto se percibe como alguien influenciado desde afuera.
Resumen de Fernndez Moujn Octavio (1988) Abordaje terico y clnico del adolescente. Buenos Aires: Nueva Visin.
Captulo 19.

Adolescencia y psicopata.- En la adolescencia encontramos rasgos psicopticos instrumentales y


transitorios, que debemos distinguir de la psicopata como enfermedad. Marquemos tres diferencias:
A nivel de pensamiento, en el adolescente las palabras como smbolos transicionales le sirven para
retener aspectos infantiles, que cuando son muy persecutorios se inhiben para convertirse en ecuaciones
simblicas que las proyectan. En cambio el psicpata confunde el smbolo con lo simbolizado pues sus
vnculos primitivos son indiscriminados y se mezclan durante el pensamiento mediante fantasas
inconcientes muy persecutorias que impiden la formacin de smbolos, teniendo que proyectarlos va
pensamiento concreto que lo impulsa a la accin.
A nivel de actividad en grupos, el adolescente participa activamente de ellos: los grupos son importantes
porque entre otras cosas all estn los Ideales del Yo que deben cuidarse, y que sustituyen a los antiguos
ideales familiares. El psicpata en cambio tiene tambin inters en los grupos, aunque no en forma
transitoria sino permanente. No participa del grupo, lo usa, no busca el Ideal del Yo como el adolescente
sino el Yo Ideal, proyectando en los dems el objeto destruido que luego controla omnipotentemente
para evitar su reintroyeccin. Es exigente, controlador y explotador en el grupo.
3) En cuanto a la identificacin proyectiva, en el adolescente son poco violentas, transicionales, dirigidas
a objetos en las tres reas, y no pierden conexin con la realidad. Se busca preservar al objeto, a
diferencia de la psicopata, donde las identificaciones proyectivas son defensivas, estereotipadas
omnipotentemente y estn al servicio de la negacin de lo destruido y la identificacin del Yo con el
objeto ideal. En el psicpata, la estructuracin infantil subyacente es la oral sdica. En dicha poca,
cuando la madre fracasa en devolver objetos ms discriminados al nio que calmen su ansiedad, ste
empieza con conductas impulsivas sin espera que luego repetir configurndose la psicopata.
Condensado de Fernndez Moujn Octavio (1988) Abordaje terico y clnico del adolescente. Buenos Aires: Nueva
Visin.

Rasgos de carcter en la pubertad y mediana adolescencia.- Consideramos los rasgos de carcter


en la pubertad como transicionales y con una doble finalidad: elaborar una prdida y permitir una espera.
Por medio del rasgo de carcter se expresaran en el Yo las identificaciones del objeto perdido, y, al
mismo tiempo, las del esperado.
Los rasgos de carcter son normales y muy importantes en la pubertad, donde funcionan como
verdaderos objetos transicionales en tanto tienen una doble finalidad: elaborar la prdida y permitir la
espera.
En la pubertad, la adquisicin de los rasgos de carcter en el varn tiene el mismo sentido que en la
mujer: por un lado expresarn la posibilidad de elaborar un duelo (fuerte identificacin con el sexo
perdido) adquiriendo caractersticas transitorias de los dos sexos, y por otro la paulatina aceptacin de su
identidad sexual (dbil identificacin con el propio sexo). Ambas identificaciones (masculina y femenina)
aparecen en el varn en el rasgo de carcter pasivo-compulsivo, y en la mujer en el rasgo de carcter
flico-narcisista.
En cualquiera de los dos casos, los rasgos de carcter estn entonces destinados a funcionar
defensivamente contra la ansiedad depresiva por lo perdido, y a la ansiedad persecutoria por el temor al
ataque de lo nuevo. En suma, la pubertad o preadolescencia es un periodo que tiene como finalidad
permitir un comps de espera antes de afrontar el conflicto edpico genital que marca el verdadero
comienzo de la adolescencia (15 aos).
El rasgo de carcter se reemplaza en ambos sexos por la "barra", que interviene como un objeto
transicional, pues la barra es el ltimo baluarte de bisexualidad o sea la ltima posibilidad de sentir
impulsos sexuales confundidos con los del otro sexo, no formando ya parte de s como el carcter, sino

como miembro del grupo. Por identificacin proyectiva, en la barra cada uno vive a los dems -tambin a
los del sexo opuesto- como parte de s.
La aceptacin de la bisexualidad real es la base para la futura aceptacin de la pareja en trminos de
unin objetal en vez de unin narcisstica.
Para terminar estos comentarios sobre los rasgos de carcter y la barra como objetos transicionales
bisexuales, digamos que la psicopatologa depende directamente de la falla en estas dos defensas
normales para elaborar el duelo bsico de la adolescencia: la prdida de la bisexualidad fantaseada y la
aceptacin de la bisexualidad real. Rotas estas defensas y aceptada la bisexualidad real surge con toda
claridad el conflicto edpico, que de pregenital para a plantearse en trminos de genitalidad adulta a los
15 aos.
Resumen de Fernndez Moujn Octavio (1988) Abordaje terico y clnico del adolescente. Buenos Aires: Nueva Visin.
Captulo 10.

Adolescencia y trastorno de carcter.- Cuando la estructura de carcter constituida en la


adolescencia media se estereotipa e intensifica sus rasgos, estamos ante un trastorno de carcter, que se
dividen clnicamente en: a) caracteropatas leves, b) neurosis de carcter, y c) caracteropatas graves.
Las caracteropatas sern leves si el ncleo psictico de la personalidad no es importante, y graves
cuando este ncleo es una amenaza importante para la integridad del Yo, el cual se defender con falsas
integraciones o seudointegraciones (seudoidentidad). El desequilibrio de estas caracteropatas puede
sobrevenir durante la adolescencia y estructurar cuadros patolgicos como el bordeline o la esquizofrenia.
Condensado de Fernndez Moujn Octavio (1988) Abordaje terico y clnico del adolescente. Buenos Aires: Nueva
Visin.

Adolescencia y estados fronterizos.- Son estados ms graves (y ms graves an son la psicopata y


la esquizofrenia), donde hay un estado esquizoide donde la identidad est poco definida. Es un trastorno
en la formacin del "ncleo" del Yo.
El trastorno se centra en la identidad: esta debe ser negada o evitarse su integracin para evitar la
exposicin al abandono, los que llevara a ansiedades intolerables. Por ello hay que distinguir un estado
fronterizo compensado, de otro que seala la defensa extrema del Yo por medio de la actuacin para
evitar la depresin grave: la descompensacin del fronterizo, desde donde puede llegarse a regresiones
psicticas, neurticas o psicopticas, reversibles.
Para el fronterizo la pubertad es descompensatoria porque reitera una experiencia de separacin individuacin importante que lo lleva a la regresin. Usa entonces para controlar la ansiedad de
abandono identificaciones por imitacin, que restituye la simbiosis.
En el fronterizo la distincin entre realidad interna y externa es lbil, como as tambin entre impulsos del
ello y del Yo, y por esto hace actuaciones (actividad excesiva, adicciones, conductas antisociales, etc.).
Condensado de Fernndez Moujn Octavio (1988) Abordaje terico y clnico del adolescente. Buenos Aires: Nueva
Visin.

Adolescencia e identidad.- El trastorno fundamental de la psicopatologa adolescente es un trastorno


de identidad. Este trastorno presenta varios grados que van desde el ms normal (llamado crisis de
identidad), hasta el ms grave (en la esquizofrenia), habiendo una serie de trastornos de gravedad
intermedia. Cada grado de trastorno de identidad corresponde con un determinado cuadro
psicopatolgico.
Condensado de Fernndez Moujn Octavio (1988) Abordaje terico y clnico del adolescente. Buenos Aires: Nueva
Visin.

ADOPCIN
Definicin.- Aceptacin en carcter de hijo por eleccin, de un nio que no es hijo biolgico del
adoptante, situacin que encuadrada legalmente determinar el carcter de hijo legtimo del nio
adoptado, respecto del o de los adoptantes (Szkely B, 2000:45).
Szkely B (2000) Diccionario de psicologa, Tomo I. Buenos Aires: Claridad. 9 edicin.

ADULTEZ
Definicin.- Etapa del desarrollo que corresponde a la edad adulta. Se inicia normalmente a partir de
los 20 aos, momento en que ya se ha alcanzado la plena madurez fsica. Se trata de la etapa temprana
de la edad adulta que se extiende hasta los 40 aos, cuando comienza la etapa media. Los 65 aos
marcan el inicio de lo que se ha llamado la <<tercera edad>>, que dura aproximadamente hasta los 75
aos, a partir de los cuales se entra ya en la edad adulta tarda. En cualquier caso, estas subdivisiones
son arbitrarias y poco uniformes, puesto que dependen de diferencias individuales. El cambio fsico que
ms afecta a la adaptacin psicosocial de las mujeres es la menopausia, mientras que en los varones no
se observa una modificacin tan clara y sealada, si bien algunas opiniones defienden la presencia en los

mismos de un proceso equivalente (andropausia) que evidentemente no afecta a la fertilidad. Desde el


punto de vista de las habilidades cognoscitivas, la memoria sufre una serie de variaciones que se
manifiestan fundamentalmente en la vejez. En cuanto a la inteligencia, los procesos cristalizados
(vocabulario y conocimiento mecnico) no solamente se mantienen sino que se incrementan con la edad.
En cambio, las habilidades fluidas (razonamiento lgico o inductivo y velocidad intelectual) dependen
mucho ms de las capacidades fisiolgicas, por lo que tienden a decrecer a medida que avanzan en el
tiempo vital. Lo ms relevante de la adultez es el desarrollo social o secuencia de acontecimientos
relacionados con el trabajo, los afectos o la familia. El <<reloj social>> est determinado no tanto por la
edad cronolgica como por la secuencia de los diversos acontecimientos vitales (cambios en el trabajo, la
pareja, abandono del hogar paterno).
Farr Mart J (1999) Diccionario de psicologa. Barcelona: Ocano.

AFECTIVIDAD
Definicin.- La afectividad es la suma de todas las reacciones afectivas. Bleuler dice que: Todo
psiquismo puede dividirse en dos partes: intelectual y afectiva. Agrega que el trmino comprende los
afectos, las emociones y los sentimientos de placer y dolor. La afectividad y la motilidad son los dos
mtodos de la descarga psquica. La afectividad se manifiesta esencialmente en la descarga motriz
(secretoria y circulatoria, por ejemplo) del cuerpo del sujeto, sin referencia alguna al mundo exterior.
Ferenczi llama la atencin sobre la inhibicin general intelectual, que describe como debilidad mental
afectiva. Es un estmulo o un motivo para la accin, de tipo afectivo o sensitivo, pero que no se presenta
como finalidad.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Generalidades.- La afectividad es el engranaje que impulsa toda la vida psicolgica. Los estados
afectivos son agradables o desagradables; oscilan entre los dos extremos: el placer y el displacer. La
afectividad tiene un origen comn con el instinto (ncleo instintivo-afectivo). Impregna toda la vida de la
personalidad pues participa de todas sus elaboraciones intelectuales y de la actividad en general.
Condiciona la conducta. Los contenidos de los estados afectivos son las emociones, los afectos, los
sentimientos y las pasiones (Betta, 1984:200).
Betta Juan (1984) Manual de Psiquiatra. Buenos Aires: CEA, Octava edicin.

Psicopatologa de la afectividad.- La afectividad puede presentar alteraciones patolgicas de orden


cuantitativo y de orden cualitativo (Betta, 1984:202).
Alteraciones
cuantitativas

Alteraciones
cualitativas

La afectividad
en algunos
sndromes

HIPERTIMIA: Exaltacin de la afectividad.


Hipertimia placentera: Euforia simple; moria; hipomana, mana.
Hipertimia displacentera: Depresin simple.
Hipertimia mixta: Melancola agitada, melancola con fuga de ideas, furor manaco,
beatitud, xtasis.
HIPOTIMIA: Disminucin del potencial afectivo. Hay escasas y poco marcadas
reacciones afectivas.
ATIMIA: Falta absoluta de reaccin afectiva.
TENACIDAD: Persistencia y fijacin patolgica de determinados estados afectivos
(epilpticos).
LABILIDAD: Cambios bruscos y repentinos en el humor sin causa justificable. Se
observa en los nios, en oligofrnicos, dementes, en histricos y distmicos.
INCONTINENCIA: Incapacidad de contener las reacciones emocionales, aun las
desencadenadas por estmulos pequeos (oligofrnicos y dementes).
AMBIVALENCIA: Sentimientos opuestos dispensados simultneamente a la misma
persona (esquizofrnicos).
PERPLEJIDAD: Sentimiento complejo en el que intervienen: la extraeza, el
desconcierto, el asombro y la desconfianza (confusos, esquizofrnicos, melanclicos).
NEOTIMIAS: Sentimientos nuevos, extraos y fuera de lo comn (cambio y
transformacin de la personalidad), (esquizofrnicos, melanclicos).
CATATIMIA: Estado de intenso colorido afectivo que embarga la psique provocando la
interferencia de los juicios.
SNDROME DE EXCITACIN PSICOMOTRIZ: Gran hipertimia, con labilidad afectiva
oscilando desde la alegra y la euforia hasta la clera y el furor. Optimistas,
emprendedores, eufricos. Liberacin de la vida instintivo-afectiva.
SNDROME DE DEPRESIN PSICOMOTRIZ: Humor triste con franca hipotimia.
Sentimientos de impotencia, de ruina, de cambios y transformacin de la personalidad
(neotimias), angustia y ansiedad.
SNDROME DELIRANTE: Hipertimia en relacin con las concepciones delirantes. En las

paranoias: sentimientos de orgullo, sobrevaloracin, desconfianza y susceptibilidad.


SNDROME ESQUIZOFRNICO: Hipoafectividad en relacin con el mundo exterior.
Vivencias afectivas intensas referidas a la vida interior; desplacenteras
(despersonalizacin, prdida del autodominio, neotimias).
SNDROME CONFUSIONAL: Confusin mental leve: sentimientos de extraeza y
perplejidad. Estado confusional estuporoso: hipotimia. Confusin mental onrica: miedo
y agresividad.
SNDROME DEMENCIAL: Hipotimia; reactivacin de la vida instintivo-afectiva; prdida
de sentimientos elevados; inestabilidad del humor. Estados avanzados: mnima
expresin de vida psquica.
SNDROME OLIGOFRNICO: Idiotas profundos: casi no se observan reacciones
afectivas. Idiotas de menor grado: experimentan alegra o tristeza; inestabilidad e
incontinencia afectivas. Imbciles: la afectividad se insina con ms firmeza. Dbiles
mentales: reacciones emocionales; labilidad e incontinencia afectiva.
Betta Juan (1984) Manual de Psiquiatra. Buenos Aires: CEA, Octava edicin.

Generalidades.- La vida afectiva es el conjunto de estados y tendencias que el individuo vive de forma
propia e inmediata (subjetividad), que influyen en toda su personalidad y conducta (trascendencia),
especialmente en su expresin (comunicatividad), y que por lo general se distribuyen en trminos duales,
como placer-dolor, alegra-tristeza, agradable-desagradable, atraccin-repulsin, etc (polaridad).

Vallejo Ruiloba J y otros, Introduccin a la psicopatologa y la psiquiatra, Masson, Barcelona, 1999, 4 edicin, pg
222.

AFECTO
Definicin.- El afecto es la inclinacin natural que mediante el aporte emocional primario conduce el
humor hacia el polo placentero o displacentero. a) En el desplacer priman las emociones primarias de
miedo y clera. En un plano ms elevado: pena, angustia, ansiedad, pesimismo, todo lo relacionado con
los intereses del individuo, sujeto al instinto de conservacin. Estas manifestaciones intelectualizadas dan
lugar a las inclinaciones egostas. b) En el placer domina la emocin primaria de amor; en un plano ms
elevado, alegra, satisfaccin, optimismo. Al intelectualizarse dan lugar a las inclinaciones altruistas
(Betta, 1984:201).
Betta Juan (1984) Manual de Psiquiatra. Buenos Aires: CEA, Octava edicin.

Definicin.- Expresin observada de la emocin; puede no ser congruente con la descripcin de la


emocin hecha por el paciente (pgina 314).
Kaplan H, Sadock B y Grebb J (1997) Sinopsis de psiquiatra. Buenos Aires: Editorial Mdica Panamericana. 7 edicin.

Afecto inducido.- Tcnica dirigida a liberar emociones, utilizada con pacientes vctimas de un suceso
traumtico, como un asalto o violacin. Primero se le ensea a relajarse, luego se lo interroga sobre el
suceso traumtico pidindole detalles. Se estimula la libre expresin de emociones y se lo apoya para
aclarar sus sentimientos en relacin al suceso. El procedimiento ayuda al paciente a ponerse en contacto
con diversas emociones presente en el momento del suceso, incluyendo las olvidadas o bloqueadas, y a
aceptar y enfrentar los sentimientos (pg. 263).

Striegel-Moore R y Slaikeu K, (1993) Glosario de tcnicas de terapia en crisis. Includo en Slaikeu K, Intervencin en
crisis. Mxico: El Manual Moderno.

Generalidades.- 1. Warren dice que el afecto denota cualidades sentimentales en general. Sostiene el
concepto de que el afecto es ms bien un estmulo del sentimiento de una concepcin intelectual. (H. C.
Warren, Dictionary of Psychology, Boston, 1934). Healey, Bronner y Bowers definen el afecto como una
tonalidad del sentimiento; el acompaamiento placentero o doloroso de una idea o de una representacin
mental, diferencindolo de la emocin, dando como ejemplo que la emocin del odio puede ser
placentera o dolorosa, pues la emocin es la expresin plena o la reaccin ante una representacin
mental. Un sentimiento es una actitud mental ms abstracta y subjetiva. Shand y McDougall la definen
como un sistema organizado de tendencias emocionales alrededor de algn objeto. McDougall dice que
nuestras emociones primarias tienen por eje nuestras predisposiciones instintivas, y ese origen instintivo
y la expresin emocional no sino dos aspectos inseparables de una sola actividad. Agregando luego que
el afecto seala el aspecto emocional-conativo de toda actividad mental, reconocindose que las
sensaciones de placer y de dolor estn condicionadas y que en su turno reaccionan sobre la causa de tal
actividad en proporcin a la intensidad de las mismas. McCurdy define el afecto como toda experiencia
subjetiva que examinada retrospectivamente se considera como originada o perteneciente al organismo
individual del sujeto. Puede sentirse como mental o como fsica, puede estimularse por una percepcin
sensual, por un pensamiento, o puede no tener causa. Pero nunca se piensa como cualidad de estmulo,
excepto en relacin al sujeto. 2. (Psicoanlisis) Sostiene Freud que los afectos son derivados de

ancestrales experiencias traumticas de la especie, por ejemplo, el miedo es el derivado de la experiencia


de nacer. Esta concepcin se aproxima al concepto darviniano, segn el cual los afectos son rudimentos
de instintos. En general, los afectos significan una descarga de energas psquicas que, por estmulos
internos y externos han sido llevadas al aparato psquico. La otra posibilidad de descarga es la motilidad.
Los afectos son mucho ms intensos que los sentimientos y abarcan toda una personalidad. Son siempre
energas instintivas del Ello las que dan origen a los afectos, pero es siempre en el campo del Yo donde
stos se desarrollan y manifiestan como descarga motora y excretora acompaada de placer y displacer.
Cuando el afecto es reprimido, el estmulo no entra en la esfera conciente y las energas que dicho
estmulo ha llevado al aparato psquico permanecen en el Ello, donde pueden ser desplazadas,
destruidas, transformadas o elaboradas en sntomas neurticos. Puede darse tambin el caso de que la
represin bloquee el camino que conduce de lo inconciente a la conducta motora excretora, de suerte que
el afecto no pueda desarrollarse. Entonces, la energa psquica del Ello que hubiera sido descargada por
los afectos se desva por cauces normales y se pone de manifiesto bajo formas de angustia. sta puede
tambin ser contenida, para lo cual ha de ser mantenida alejada del Yo por medio de contra-descargas.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Bloqueo de los afectos.- Es la insuficiencia en descargar los afectos de placer o de desplacer en forma
adecuada, esto es, con arreglo al estmulo (Affektsperre). Segn W. Reich se trata de un mecanismo de
defensa del Yo contra estmulos inconcientes intensos. El bloqueo de los afectos es en general la
consecuencia de abrumadoras experiencias infantiles. La incapacidad para alegrarse y entristecerse se
considera se considera generalmente no como un estado patolgico, sino como particularidad del
carcter. Suprimir el bloqueo de los afectos es una de las tareas ms arduas del mtodo del Psa.
(Sterba).
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Los afectos segn Freud.- Freud teoriza sobre el afecto en cuatro etapas de su pensamiento:
1) Hasta La Interpretacin de los sueos (1893-1900).- En Estudios sobre la histeria, el afecto es cierta
cantidad de energa que el yo busca descargar, sea por la motricidad, sea por lazos asociativos. Adems,
el afecto puede ser bloqueado en su descarga, produciendo un trauma. Freud relaciona adems los
afectos con una base biolgica, filogentica, con la condicin animal del hombre.
En Proyecto de una psicologa para neurlogos, considera en afecto como un factor desorganizador del
aparato psquico, y por ello este debe dominarlo mediante el pensamiento. Considera dems que afecto
no es tal cual la vivencia primitiva emocional, sino su reproduccin, o sea, se basa en la memoria (en una
huella mnmica). El afecto aparece cuando una vivencia amenaza con despertar una vivencia anterior,
sea de placer o de displacer.
En La Interpretacin de los sueos, dice que los afectos, al igual que las representaciones, son
sometidos, deformados por la condensacin y el desplazamiento. Por ejemplo, en un sueo el afecto
puede quedar sofocado.
2) Trabajos sobre metapsicologa (1915-1917).- Sigue aqu desarrollando una idea del periodo anterior,
segn la cual, en la represin, el afecto se separa de la representacin, y a partir de all puede seguir
varios caminos distintos: conversin somtica, desplazamiento a otra representacin, y transformacin
en angustia.
El pensamiento tiene relacin con la representacin, la huella mnmica, mientras el afecto con un
proceso de descarga de esta representacin. En Lo Inconciente, indica que los afectos pueden ser
concientes e inconcientes, mientras que las representaciones pueden, adems, ser preconcientes, como
la representacin de palabra.
Pero el afecto no es solamente una cantidad de energa, o sea adems de este aspecto cuantitativo tiene
uno cualitativo: unos afectos pueden transformarse en otros distintos. Por ejemplo el placer de la pulsin
puede transformarse en angustia, que es un afecto displacentero.
3) En El yo y el ello (1923).- Aqu plantea la segunda tpica, donde diferencia inconciente (donde hay
representaciones y cargas de afecto) del ello (donde solo hay pulsiones que buscan descargarse).
Sostiene que la diferencia entre afecto y representacin es que el primero no puede unirse a una
representacin de palabra. La verbalizacin induce el afecto, pero casi siempre por vas indirectas. Freud
concluye que se reprime el afecto (antes sostena que lo que se reprima era la representacin).
4) En Inhibicin, sntoma y angustia (1926).- Da aqu Freud ms importancia a lo cualitativo, al
discriminar varios tipos de angustia, tanto en cuanto a su manifestacin clnica (traumtica, somtica,
repetitiva aguda, etc) como a su origen (ante la amenaza de la prdida de objeto, del amor del objeto y
ante el superyo).
Distingue Freud la angustia traumtica de la angustia seal, siendo que la primera se descarga
masivamente y la segunda en forma anloga al pensamiento, o sea como pequeas cantidades de
energa. Asimismo, Freud desplaz su inters de la angustia de castracin hacia la angustia de
separacin.
Condensado de Green Andr (1994) De locuras privadas. Captulo 6.

Los afectos despus de Freud.- Hartmann: los puntos de vista gentico, estructural y adaptativo.Hartmann escribi poco sobre los afectos, pero influy en otros pensadores como Rapaport, para quien
los afectos son predisposiciones hereditarias, tienen funcin de descarga y adems una funcin sociocomunicativa.
En general, los afectos pueden verse desde el punto de vista gentico (por ejemplo diciendo que resultan
de un trauma original. Tambin, los afectos estn ligados al desarrollo del self, y as por ejemplo un
fracaso en el dominio del self lleva a afectos de vergenza y humillacin,, y un dominio a afectos
positivos.
La perspectiva de las relaciones de objeto y el influjo de M. Klein.- Se cuestiona aqu la idea de afecto
como descarga, y se destaca el afecto en su vinculacin con las relaciones de objeto que establece el
sujeto ya desde el primer ao de vida. Se habla entonces menos de cargas afectivas de las
representaciones, y ms de investiduras de objeto. El afecto slo es concebible en el marco de un vnculo
sujeto-objeto.
Afecto y lenguaje en los debates tericos de Francia.- Mallet distingue afectos apetitivos (que originarn
los afectos aceptados por el yo), y los inhibitorios (rechazados por el yo, y cuyo prototipo es la angustia).
La fuente de los afectos es el ello, pero el yo es quien los domina, y pueden producirse tensiones entre
ambos.
En Lacan, el afecto es la expresin del funcionamiento de un psiquismo indiferenciado. Retoma la idea de
ligazn o asociacin, de Freud, ya vista. Lacan se centra en el lenguaje ms que en los afectos. Pero
Green dice que no hay que oponer ambas cosas, sino buscar un fundamento comn a ambos, o sea tanto
a la comunicacin no verbal (afecto) como a la verbal (lenguaje). Un lenguaje sin afecto es un lenguaje
muerto, y el afecto sin lenguaje es incomunicable. Lenguaje y afecto estn unidos como lo estn las
representaciones de palabra y las catexias a ellas cargadas.
Condensado de Green Andr (1994) De locuras privadas. Captulo 6.

Los afectos segn Green.- En psicoanlisis hace falta una teora de los afectos. Este aspecto es
importante porque una cura supone un cambio afectivo. Es difcil hablar sobre los afectos porque no son
fcilmente verbalizables, pero s podemos hablar acerca de las diversas teoras que se dieron sobre los
afectos.
Green distingue dos tipos de afecto: el afecto integrado y el afecto traumtico. El primero est
organizado, es una carga que va descargndose en diversas representaciones en forma organizada y
dirigida, como ocurre en el pensamiento o el proceso secundario. En cambio el afecto traumtico inunda
todo el aparato psquico desbordando las representaciones, buscando por donde sea una descarga y
funciona, por tanto, segn el proceso primario.
Cabe distinguir, segn Green entre un afecto de funcin semntica en tanto elemento de la cadena
significante, y un afecto que desborda la concatenacin y que se difunde rompiendo los eslabones de la
cadena.
Este ltimo afecto suele cumplir funciones defensivas: el afecto inunda todo el aparato psquico para
defenderse de la intromisin de un objeto externo (por ej. del analista con sus interpretaciones) y poder
llenar as un vaco, ya que el paciente siente que experimentando afecto se puede sentir como alguien
existente, y no una nada.
Sin embargo esta intromisin del afecto es vivida por el yo como una amenaza a su integridad, pues se
ve invadido por afectos contradictorios, y adems le impiden su propia autoobservacin. Surgen afectos
como la angustia de intrusin (por la intrusin del analista en la intimidad del paciente), y por otro lado
angustia de separacin (el self se desvincula del objeto y esto lo deja indefenso).
La inundacin de afectos en el psiquismo no debe sin embargo, borrar o desdibujar el objeto (analista)
internalizado, pues ese vnculo con l debe seguir para el buen fin del anlisis.
Segn Green, antes de instalarse huellas mnmicas derivadas de percepciones, habra huellas de
vivencias afectivas (esto lo llama simbolizacin primaria), que en s mismas tienden a difundirse
anrquicamente, mientras que las huellas mnmicas o representaciones tienden a articularse entre s.
El proceso luego contina cuando, sobre la base de las vivencias afectivas originales, se establecen
representaciones que, al cargarse con energa afectiva, forman los afectos propiamente dichos.
Condensado de Green Andr (1994) De locuras privadas. Captulo 6.

Afectos segn Kernberg.- Los afectos son la base biolgica en el comienzo de la vida intrapsquica, y
abarca reflejos neurovegetativos, respuestas psicomotoras y sobre todo movimientos expresivos, como la
sonrisa.
La comunicacin con la madre es bidireccional, pues el nio tambin es capaz de comprender las
relaciones afectivas. Ms tarde, se comunicar con ella mediante el lenguaje.
Cada estado afectivo fijado en la memoria incluye una relacin objetal gratificante o frustrante.
As como los afectos son biolgicos, las pulsiones son psquicas, pues son sistemas motivacionales
inconcientes y que conocemos por sus derivados: las representaciones y los afectos. Hay afectos de amor
y de odio que luego devienen en las llamadas pulsiones libidinales y agresivas. La libido o o pulsin

sexual resulta de la integracin de afectos positivos y gratificantes, (excitacin sexual), mientras que la
pulsin agresiva resulta de la integracin de afectos negativos y frustrantes (rabia).
Condensado de Abadi Sonia y otros (1997) Desarrollos posfreudianos: escuelas y autores. Buenos Aires: Editorial
Universidad de Belgrano.

Importancia de los afectos.- En trminos generales, gracias a la profunda influencia del legado
filosfico de Descartes, histricamente la cultura occidental ha tendido a considerar que las emociones
son en esencia fenmenos desventajosos, disruptivos, disfuncionales e inferiores en comparacin con los
poderes de la razn. Sin embargo, en las ltimas dcadas esta comprensin unilateral y tendenciosa de
los afectos se ha transformado de modo radical al quedar de manifiesto con creciente claridad el error
de Descartes (Damasio, 1994) esto es, la injustificada separacin categrica entre mente y cuerpo y, en
este sentido, entre la mente y su necesario e irremediable enraizamiento en los procesos afectivos que se
producen y experimentan en el cuerpo.
Segn Maroda (1999), la creencia de que la cognicin funciona de mejor manera sin la interferencia de
las emociones es un mito moderno: la evidencia emprica y clnica seala que todo aprendizaje se ve
facilitado por la presencia de afectos que se mantienen en un nivel manejable. As, ha surgido un
renovado entendimiento de la vida emocional que la ha vuelto a valorar como faceta crucial del
funcionamiento ptimo del individuo y los vnculos interpersonales y que, incluso, la ha ubicado en el
centro de la existencia humana.
En la actualidad, se considera que las emociones son fenmenos organsmicos de gran complejidad, con
componentes somticos y psicolgicos, que incluyen al menos los siguientes aspectos interrelacionados:
(1) un patrn especfico de activacin fisiolgica y endocrina, que afecta la actividad del sistema nervioso
autnomo y central y de la mayora de los sistemas funcionales del organismo; (2) un estado especfico
del sistema motor-muscular, que incluye una determinada tendencia psicofsica a la accin; (3) una
alteracin especfica de la forma de expresin corporal, incluyendo la expresin facial, el tono de voz, la
gestualidad y el cuerpo en su totalidad; (4) una experiencia subjetiva, que incluye la percepcin que el
individuo tiene de todos los cambios mencionados, una evaluacin cognitiva de estmulos internos y
externos y la interpretacin que el individuo hace de esta percepcin a partir de tal evaluacin; y (5) la
percepcin e interpretacin que el entorno hace de los cambios que transcurren en un individuo (Gross,
1999; Sjdin, 1998; Traue, Deighton & Ritschi, 2005). Desde el punto de vista de la evolucin
psicobiolgica, tal como indica Gross (1999), las emociones representan soluciones filogenticas
probadas de ciertas problemticas adaptativas y se puede considerar que originalmente emergieron
porque son capaces de coordinar de manera eficaz diversos sistemas funcionales de accin y respuesta
propios del organismo, ayudando con ello a enfrentar desafos importantes que se presentan en el
ambiente.
Andr Sassenfeld J. Afecto, desarrollo y psicoterapia. REV DE LA ASOCIACIN DE PSICOTERAPIA DE LA REPBLICA
ARGENTINA. 2009 MAR;(1)

AFERENTE
Definicin.- En neurologa, vas nerviosas que conducen los impulsos desde la periferia hacia los
centros. Por ejemplo las vas sensitivas son aferentes. Sinnimo: centrpeto (se acerca al centro).
Cazau, Pablo (2002), Vocabulario de Psicologa. Buenos Aires: Redpsicologa.

AFRONTAMIENTO
Definicin.- Lazarus y Folkman definen afrontamiento como aquellos esfuerzos cognitivos y
conductuales constantemente cambiantes que se desarrollan para manejar las demandas especficas
externas y/o internas que son evaluadas como excedentes o desbordantes de los recursos del
individuo... As se plantea al afrontamiento como proceso y no como rasgo... La dinmica que
caracteriza al afrontamiento como proceso no es fruto del azar, los cambios acompaantes son
consecuencias de las continuas evaluaciones y reevaluaciones de la cambiante relacin individuoentorno (Lazarus y Folkman, 1986).
Lazarus R y Folkman S (1986) Estrs y procesos cognitivos. Barcelona: Martinez Roca.

Definicin.- Es el conjunto de esfuerzos cognitivos y conductuales, permanentemente cambiantes,


desarrollados para hacer frente a las demandas especficas externas y/o internas, evaluadas como
abrumadoras o desbordantes de los propios recursos. Esta definicin se orienta hacia el planteamiento de
un proceso u no de un rasgo, por cuanto se refiere a lo que el individuo realmente piensa o hace en un
contexto determinado y a los cambios que se operan cuando el contexto cambia. La definicin tambin
distingue entre esfuerzos de afrontamiento y conductas adaptativas automatizadas, evitando el problema
de confundir el afrontamiento con sus resultados, razn por la que el primero es definido con
independencia de los segundos (Lazarus y Folkman, 1986:200).
Lazarus Richard y Folkman Susan (1986) Estrs y procesos cognitivos. Barcelona: Martnez Roca.

Generalidades.- Los planteamientos tradicionales sobre afrontamiento derivan de dos corrientes


distintas: la experimentacin animal y la psicologa psicoanaltica del Yo. El modelo animal se centra en el
concepto de drive (o arousal o activacin) y generalmente define el afrontamiento como aquellos actos
que controlan las condiciones aversivas y, por tanto, que disminuyen el grado de drive o de activacin.
Se insiste principalmente en la conducta de evitacin y huida. En nuestra opinin, lo que puede
aprenderse sobre el afrontamiento humano a partir de este modelo es muy poco ya que en l no se
incluye el afrontamiento cognitivo y los mecanismos de defensa.
Cuando el concepto de afrontamiento se formula dentro de la tradicin psicoanaltica del Yo, se relaciona
sobre todo con la cognicin, distinguiendo entre varios procesos utilizados por el individuo para dominar
las situaciones conflictivas. Los sistemas de afrontamiento basados en el modelo de la psicologa del Yo,
generalmente conciben una jerarqua de estrategias que van desde mecanismos inmaduros o primitivos,
que producen una distorsin de la realidad, hasta mecanismos ms evolucionados.
La medicin del afrontamiento basada en el modelo psicoanaltico ha tendido a considerar los rasgos en
lugar de los procesos. Los rasgos de afrontamiento se refieren a las caractersticas del individuo que le
predisponen a reaccionar de una forma determinada. El concepto de estilo es similar al de rasgo,
difiriendo de ste principalmente en una cuestin de grado: el estilo hace referencia a formas ms
amplias de designar individuos o situaciones.
El patrn A de conducta, que apareci como resultado de la observacin clnica y no a partir de la
psicologa del Yo, puede considerarse como un estilo de afrontamiento que incluye caractersticas
conductuales, motivacionales y cognitivas. Es necesaria ms investigacin para determinar la estabilidad
de la conducta atribuida a este patrn y poder entender as su papel en la aparicin de enfermedad.
El modelo de psicologa del Yo ha desarrollado mucha ms investigacin y pensamiento terico sobre los
estilos o controles cognitivos. stos hacen referencia a la actividad de afrontamiento, as como a la
influencia que pueden ejercer sobre ella, aunque no puedan considerarse explcitamente como estilos.
El planteamiento de rasgos y estilos de afrontamiento es incompleto; las mediciones de tales parmetros
no son buenos predictores de los procesos reales y subestiman tanto la complejidad como la variabilidad
de las formas con que el individuo afronta realmente las situaciones.
La actividad de afrontamiento tambin debe diferenciarse de la conducta adaptativa automatizada. La
primera implica esfuerzo y la segunda no, como se infiere de su adjetivacin. En principio, muchas
conductas son producto de un esfuerzo, pero ms tarde se convierten en automticas, cuando actan los
procesos de aprendizaje.
Como concepto, el afrontamiento se identifica tpicamente con el xito adaptativo, especialmente en los
modelos psicolgicos del Yo, donde los fracasos o las estrategias, no realmente eficaces, reciben el
nombre de mecanismos de defensa.. Ello favorece la confusin entre el afrontamiento y sus resultados. Si
se intenta avanzar en la comprensin de la relacin entre afrontamiento y resultado, es decir, lo que
ayuda o perjudica al individuo y de qu forma lo hace, debe considerarse el afrontamiento como aquellos
esfuerzos encaminados a manipular las demandas del entorno, independientemente de cul sea su
resultado. De acuerdo con ello, no debe considerarse ninguna estrategia esencialmente mejor o peor que
otra; las consideraciones sobre la adaptatividad de una estrategia deben hacerse de acuerdo con el
contexto en el que se da. Por ejemplo, las conductas de negacin pueden ser adaptativas en cierto
sentido en algunas situaciones y/o en algunas fases de la misma situacin. Tambin se hacen necesarios
principios que guen la evaluacin de la adaptatividad de las estrategias de afrontamiento.
Por ltimo, el afrontamiento no debera confundirse con el dominio sobre el entorno; muchas fuentes de
estrs no pueden dominarse y en tales condiciones el afrontamiento eficaz incluira todo aquello que
permita al individuo tolerar, minimizar o, incluso, ignorar aquello que no puede dominar (Lazarus y
Folkman, 1986:162).
Lazarus Richard y Folkman Susan (1986) Estrs y procesos cognitivos. Barcelona: Martnez Roca.

Etapas del afrontamiento.- Los cambios que se dan en el afrontamiento a menudo se conceptualizan
como correspondientes a etapas. Hay que tener cuidado con las formulaciones de este tipo cuando
impliquen una secuencia invariable; la evidencia sugiere variaciones sustanciales entre las personas en
cuanto a la regulacin y duracin de las distintas situaciones estresantes, e incluso en una misma
situacin. Ms aun, lo que a veces pueden parecer etapas de afrontamiento originados por el propio
individuo, realmente pueden representar una secuencia de demandas externas, como ocurre con los
conceptos de anticipacin (o aviso), confrontacin y postconfrontacin, que aparecen en las
investigaciones sobre desastres.
Lazarus Richard y Folkman Susan (1986) Estrs y procesos cognitivos. Barcelona: Martnez Roca.

Funciones del afrontamiento.- El afrontamiento sirve para dos funciones primordiales: manipular y
alterar el problema con el entorno causante de perturbacin (afrontamiento dirigido al problema), y
regular la respuesta emocional que aparece como consecuencia (afrontamiento dirigido a la emocin). A
partir de los casos observados y de la investigacin emprica, se puede sostener la idea de que existen
estos dos tipos de funciones. El afrontamiento dirigido al problema, y el dirigido a la emocin se influyen

el uno al otro y ambos pueden potenciarse o interferirse. El moco de afrontamiento de un individuo viene
determinado por los recursos de que dispone (como la salud y la energa fsica), las creencias
existenciales (como la fe en Dios), las creencias generales sobre el control, los compromisos que tienen
una propiedad motivacional que puede ayudar al afrontamiento, los recursos para la resolucin de
problemas, las habilidades sociales, el apoyo social y los recursos materiales.
El afrontamiento tambin viene determinado por las coacciones que limitan la utilizacin de los recursos
disponibles. Los condicionantes personales incluyen valores y creencias culturales interiorizadas, que
proscriben ciertas formas de conducta, y los dficit psicolgicos. Los condicionantes o factores coactivos
ambientales incluyen las demandas que compiten por los mismos recursos y las empresas o instituciones
que impiden los esfuerzos de afrontamiento. Los altos grados de amenaza tambin pueden evitar que un
individuo utilice sus recursos de afrontamiento de forma efectiva.
Los esfuerzos para ejercer control sobre las situaciones es sinnimo de afrontamiento. Por otro lado, el
control en el sentido de creencias generales y/o situacionales acta influyendo en los procesos de
evaluacin. La distincin entre control como afrontamiento y control como evaluacin resulta esencial
para que ambos conceptos queden claros en el campo terico y experimental.
Aunque ya ha sido aceptado que el afrontamiento per se cambia a lo largo de la vida, esta suposicin no
ha sido demostrada empricamente. La investigacin actual sugiere que las fuentes de estrs cambian a
medida que el individuo envejece, y, como consecuencia de ello, el afrontamiento tambin ha de variar
para poder atender las nuevas demandas. Para tratar esta cuestin a fondo son necesarios los estudios
longitudinales (Lazarus y Folkman, 1986:201-202).
Lazarus Richard y Folkman Susan (1986) Estrs y procesos cognitivos. Barcelona: Martnez Roca.

Estrategias de afrontamiento.- De qu defensas o estrategias de afrontamiento (coping strategies)


dispone el sujeto para hacer frente a la experiencia estresante?
En primer lugar, puede oponerse a la situacin o al agente estresante, bien a travs de mecanismos de
defensa o bien procediendo a la accin para modificar el contexto objetivo. Entre los mecanismos de
defensa se puede hablar de la defensa perspectiva -que responda a una percepcin selectiva del entorno,
gracias a la cual se evita la cognicin de la amenaza- y de la negacin, que se tratara de una cognicin
de la que se han suprimido los significados amenazantes. La distraccin puede ser considerada como otro
mecanismo que operara reduciendo la tensin emocional y el procesamiento de informacin perturbadora
(Jaremko, 1983).
Dentro de los mecanismos defensivos tambin es incluible el aislamiento mental (mental isolation),
estrategia cognitiva de distanciamiento emocional, que permite al sujeto compartimentar su experiencia
mantenindola dentro del plano racional. Tal capacidad ha demostrado su poder protector en sujetos
sometidos a condiciones aversivas externas (Sorason y cols., 1978, citados por Valds y Flores, 2000) y
hay que suponerla dependiente del control emocional. Esta ltima consideracin podra establecer
diferencias individuales de acuerdo con las puntuaciones en la dimensin neuroticismo (N), a las que
habra que aadir otras caractersticas cognitivas congruentes con la capacidad para aislarse
emocionalmente (por ejemplo, cabe destacar la alta autoestima o la confianza en las propias habilidades)
(Valds y Flores, 2000:32-33).
El apoyo social (social support) es otra variable protectora que cabe mencionar. Como el modelo en que
se integran estas variables pretende operar con inferencias hechas desde el plano de los fenmenos
subjetivos, es ms correcto hablar de la percepcin de tener apoyo social (perceived social support).
Dicha percepcin parece ser eficaz hasta el extremo de estimular y mejorar las estrategias de
afrontamiento y de hacer menos necesaria la utilizacin de otros mecanismos de defensa. Aunque ello
sea as, hay tipos de apoyo social que coartan la libertad del sujeto para tomar decisiones (como en le
caso del divorcio), o transmiten valores generadores de conflicto para el individuo, como lo demuestran
las escalas de acontecimientos vitales estresantes (Valds y Flores, 2000:32-33).
Valds Manuel y Flores Toms (2000) Psicobiologa del estrs. Conceptos y estrategias de investigacin. Barcelona:
Martnez Roca.

Estrategia de afrontamiento.- Las estrategias de afrontamiento son, junto a los mecanismos de


defensa, mecanismos psicolgicos que reducen las consecuencias de un acontecimiento estresante, de
modo que el individuo pueda seguir funcionando normalmente. El trmino estrategias de afrontamiento
se refiere a actividades de las que el individuo es conciente, mientras que el trmino mecanismo de
defensa denota procesos mentales inconcientes. Las estrategias de afrontamiento pueden ser tanto
adaptativas como inadaptativas. Las primeras incluyen evitacin de aquellas situaciones que provocan
malestar, resolver los problemas y aceptar la situacin. Las segundas son, entre otras, consumo excesivo
de alcohol y drogas, conductas histrinicas o agresivas y gestos autolticos. Las estrategias mencionadas
como adaptativas pueden transformarse en inadaptativas si se emplean durante mucho tiempo. Por
ejemplo, la evitacin es una adecuada respuesta precoz a la situacin estresante, pero si se mantiene
durante mucho tiempo impide los procesos de resolucin y aceptacin de los problemas (Gelder y otros,
1999:90).
Gelder M, Mayou R y Geddes J (1999), Oxford Psiquiatra. Madrid: Marbn, 2da. Edicin.

Afrontamiento y edad.- Lazarus y Folkman afirman que en el afrontamiento se dan diferencias


relacionadas con la edad, pero stas dependen de las distintas tensiones que afectan a los ancianos y a
los jvenes... Las tensiones que ofrecen retos positivos se hacen menos frecuentes con la edad. Aunque
las prdidas no aumentan mucho con los aos tal vez las que experimentan los ancianos estn ms
estrechamente relacionadas con su identidad, y por lo tanto, resulten ms amenazadoras. De igual
manera con la edad cambia la naturaleza de los pequeos problemas que tambin causen estrs (Craig,
2001).
Craig G (2001) Desarrollo psicolgico. Mxico: Prentice Hall, 8 edicin.

Afrontamiento y edad.- Algunos estudios sealan que las habilidades de afrontamiento decaen
durante la senectud, pero otros indican que la gente madura en cuanto a su estilo de afrontamiento. Hay
pruebas de que los estilos de afrontamiento de hombres y mujeres cambian de manera distinta (Craig y
Baucum, 2001:601).
Algunas investigaciones revelan que los estilos de afrontamiento cambian con la edad. Los jvenes
suelen utilizar ms estilos activos y orientados a la solucin de problemas; los ancianos son ms pasivos
y se concentran ms en las emociones (Craig y Baucum, 2001:601).
Craig G y Baucum D (2001) Desarrollo psicolgico. Mxico: Pearson Educacin, 8 edicin.

Afrontamiento en la terapia de la esquizofrenia.- Aunque hay en la actualidad datos convincentes


que confirman la eficacia de las terapias psicolgicas en la esquizofrenia, los procesos teraputicos que
activan se desconocen en gran medida. Para aplicarlas de manera efectiva en la prctica clnica, la
identificacin de estos procesos es esencial. En un estudio controlado, se examin la eficacia de un
enfoque de terapia orientado al afrontamiento para los pacientes de esquizofrenia. Adems, el estudio
pretenda establecer hiptesis preliminares sobre los factores relevantes teraputicamente. Se
encontraron efectos del tratamiento en la importancia de las manifestaciones psicopatolgicas, el grado
de conocimiento del trastorno y el nivel de funcionamiento social. Adems, el dominio de los pacientes de
estrategias de afrontamiento activas centradas en el problema inmediatamente despus de la conclusin
de la terapia predeca mejor una evolucin psicopatolgica y social ms favorable medida 12 y 18 meses
despus de ese momento. Los hallazgos subrayan la relevancia clnica de estilos de afrontamiento
especficos y corroboran la conveniencia de centrarse en aspectos de la conducta de afrontamiento en las
intervenciones psicolgicas para los pacientes de esquizofrenia.
Karl Andres; Mario Pfammatter; Alexander Fries; Hans Dieter Brenner, La significacin del afrontamiento como
variable teraputica para el desenlace clnico de la terapia psicolgica en la esquizofrenia. EUROPEAN PSYCHIATRY.
2003; 18(4):149-154.

Estrategias de afrontamiento y felicidad.- Resumen: Objetivo: Se pretende analizar el papel de las


estrategias de afrontamiento en la felicidad. Material y mtodo: Sujetos: 110 estudiantes universitarios
de Psicologa de la Universidad Autnoma de Barcelona con una edad media de 19,3 aos (DE=2,1).
Procedimiento: Los participantes cumplimentaron de forma individual un cuestionario en el que se
incluan, entre otros aspectos: la escala TMMS (Trait Meta-Mood Scales) de Mayer y Salovey (1997) en la
versin castellana de Fernndez Berrocal et al (2004) para evaluar la inteligencia emocional percibida; la
escala de felicidad general de Lyubomirsky y Lepper (1999), y la versin abreviada del cuestionario COPE
en su adaptacin espaola (Perczek, Carver, Price, & Pozo-Kaderman, 2000) para determinar las
estrategias de afrontamiento, as como algunas variables demogrficas como sexo, edad, curso, etc.
Resultados y conclusiones: a) la mayora de los estudiantes se consideran a si mismos felices; b) la
escala de felicidad correlaciona significativa y positivamente con la estrategia de afrontamiento
denominada reestructuracin positiva y, negativamente con la estrategia de abandono: c) los estudiantes
ms felices se diferencian por usar, en mayor medida, como estrategias de afrontamiento ante una
situacin difcil la reestructuracin positiva y el abandono del afrontamiento cuando la situacin no se
puede controlar o no se conseguir el objetivo deseado. Los resultados parecen indicar que las personas
ms felices usan determinadas estrategias de afrontamiento ante situaciones difciles.
Joaqun T. Limonero; Joaqun Toms-Sbado; Jordi Fernndez-Castro; Amor Aradilla Herrero, Relacin entre
estrategias de afrontamiento y felicidad: Estudio preliminar1. INTERPSIQUIS. -1; (2008).

AGRESIVIDAD
Definicin de agresin.- Comportamiento socialmente definido como afrentoso o destructivo. Se
diferencia la agresin hostil, que tiene como propsito infligir deliberadamente un dao o sufrimiento a
otra persona, de la agresin instrumental, que persigue otro objetivo que el del padecimiento de la
vctima.
Vander Zanden James, Manual de Psicologa Social, Barcelona, Paids, 1986, pg. 614.

Generalidades.- Para Winnicott (Nelken, 2001) la agresin es un hecho positivo que hace sentirse al
nio, vivo, sobre todo cuando la organiza y canaliza bien. La agresin no es lo mismo que la
destructividad. No liga la agresin con el instinto de muerte, sino que tiene que ver con el erotismo
muscular, con la necesidad de descargar. La agresividad y sus derivados tienen que ver con el fallo en la
provisin ambiental en las distintas etapas (dependencia absoluta y dependencia relativa).
Segn Winnicott (1965) cuando se produce un fallo en la provisin ambiental en la etapa de dependencia
relativa, el beb experimentar la desposesin, cuyas manifestaciones sern conductas agresivas,
actos destructivos, robo, compulsin a la crueldad, ciertas perversiones sdicas, que engloban la
tendencia antisocial, como intento por recuperar el momento previo a la desposesin, cuando el ambiente
era sostenedor y confiable.
Ellen Wachtel, sostiene que al observar con detenimiento el entorno y la historia familiares de los nios
que manifiestan sentimientos de ira extremos, por lo comn se comprueba que han tenido que soportar
reales frustraciones y privaciones intensas, aunque tambin la gratificacin excesiva es fuente de ira y
sentimientos de privacin, aunque esto parezca paradjico, debido a que el nio no tuvo que aprender a
superar la frustracin ya que los padres han prestado tanta atencin a las necesidades y deseos de su
hijo que ste responde ante cualquier cambio en la familia con ira extrema (Wachtel, 1994:86).
La experiencia clnica demuestra que los chicos pueden desarrollar expectativas quimricas sobre la
cantidad de atencin y acomodacin a las necesidades que deben recibir, por lo que les resulta difcil
adaptarse a situaciones interpersonales ms exigentes, crendose un crculo vicioso de ira y culpa
instaurndose en sentimiento de mala semilla. Willock tambin describe su trabajo con nios
sumamente agresivos, y seala, que amenazas o desaires leves o imaginarios son tomados por peligros
reales y graves. Al sentirse tan vulnerable, el nio cree necesario mantenerse siempre listo para apelar a
operaciones de seguridad primitivas y agresivas, y defenderse as de tales ataques (Wachtel, 1994:33).
Algunos se entregan a conductas impulsivas y peligrosas con la esperanza inconsciente de que, al ver
que corren peligro sus padres se preocuparn por su bienestar. Willock, describe lo que l denomin
Self desatendido y despreciado, estos chicos abrigan el temor de no ser slo insignificantes y
despreciables para el mundo, sino ser absolutamente repulsivos.
Nelken, A. (2001). El pensamiento de Donald Winnicott en la WEB. Disponible en: http://www.edupsi.com/winnicott
Wachtel, E. (1994). La Clnica del Nio con Problemas y su Familia. Buenos Aires. Amorrortu.
Winnicott, D. (1965). Los procesos de Maduracin y el Ambiente Facilitador.

Agresividad y narraciones.- Segn un estudio hecho en los EEUU, las nias que relatan temas
agresivos cuando se les pide que narren una historia tienen mayores problemas de conducta en la
escuela y en el hogar que sus compaeras. El trabajo realizado por el Centro Nacional Judo para la
Investigacin Mdica de Denver (Colorado), film y examin ms de 5000 historias contadas por 625
mellizos de cinco aos del mismo sexo, y ser publicado en agosto en la revista American Academy of
Child and Adolescent Psychiatrie. Kim Kelsay, miembro del equipo de investigaciones del Kelsay, indic
que la agresin en las historias de las nias estaba dirigida a sus padres y maestros. Por otra parte,
Joseph Hagan, vocero de la Academia de Pediatras de EEUU, se mostr crtico al sostener que es muy
difcil predecir el comportamiento normal de un nio de cinco aos, ya que no slo depende de este sino
del ambiente que lo rodea.
(Cuentos que esconden una mala accin. Diario La Razn, Buenos Aires, 28-7-2000).

Definicin.- La agresin es cualquier forma de comportamiento dirigida a herir o daar a otra persona,
la cual trata de evitarlo. La agresin implica tambin el deseo de herir que puede inferirse por los
acontecimientos que preceden o siguen a los actos de agresin. La agresin y la violencia estn
presentes en muchas situaciones clnicas, que van desde la intoxicacin por alcohol u otras sustancias,
hasta los trastornos cognitivos en nios maltratados, pasando por las actitudes antisociales crnicas. La
violencia se ha descrito como el resultado de la ruptura del equilibrio entre los impulsos y el control
interno (pgina 176).
Kaplan H, Sadock B y Grebb J (1997) Sinopsis de psiquiatra. Buenos Aires: Editorial Mdica Panamericana. 7 edicin.

Etimologa.- AGREDIR: (del latn aggred) acometer a alguno para matarlo, herirlo o hacerle cualquier
dao. AGRESIN: (del latn agressio-onis, de agre-di, acometer) accin y efecto de agredir. // Forense:
acto contrario al derecho de otro. AGRESIVIDAD: (de agresivo) acometividad. AGRESIVO / VA: (del latn
agressus, p.p. de agressi, agredir) propenso a faltar el respeto, a ofender o a provocar a los dems. //
Que implica provocacin o ataque. Discurso agresivo, palabras agresivas. AGRESOR / RA: (del latn
agressor,-oris) que comete agresin.// Forense: se dice de la persona que viola o quebranta el derecho
de otra. // Forense: aplcase a la persona que da motivo a una querella o ria, injuriando, amenazando,
desafiando o provocando a otra persona de cualquier manera.
Diccionario de la Lengua Espaola Espasa Calpe (1970).

Definiciones.- Lorenz, desde la Etologa, definir la agresividad en trminos de un mecanismo que


permite la supervivencia. Lorenz explica el porqu de la agresividad en relacin al instinto. Los instintos

estn al servicio de la supervivencia de la especie y se activan cuando sta se ve amenazada (Lorenz,


1938, 1985).
Desde la psiquiatra, la agresin puede definirse como una constelacin de pensamientos, sentimientos y
acciones especficas que se movilizan por frustracin de un deseo o necesidad, y cuyo objetivo es
suprimir la frustracin al permitir la descarga pulsional (Kaplan, 1992).
En un contexto psicoanaltico, la agresividad es la tendencia o conjunto de tendencias que se actualizan
en conductas reales o fantasmticas, dirigidas a daar a otro, a destruirlo, a contrariarlo, a humillarlo,
etc. (Laplanche J y Pontalis, 1981).
Asimismo, el Diccionario de Psicoanlisis de Charles Rycroft (1976) concibe la agresin como una fuerza
hipottica, instinto o principio que se supone que acta sobre una amplia gama de actos y sentimientos.
Se lo considera con frecuencia como antittico de sexo o libido, en cuyo caso es utilizado para hacer
referencia a impulsos destructivos. An cuando es usado como sinnimo de destructividad, existe la
controversia sobre si es impulso primario, o sea, si hay un instinto agresivo, destructivo, o si es una
reaccin contra la frustracin.
La agresin puede adoptar (Farr Mart J, 1999:23) modalidades distintas de la accin motriz violenta y
destructiva; no hay conducta, tanto negativa (negacin de ayuda, por ejemplo) como positiva, tanto
simblica (por ejemplo la irona) como efectivamente realizada, que no pueda funcionar como agresin.
Farr Mart J (1999), Diccionario de Psicologa. Barcelona: Ocano.
Kaplan H y Sadock B (1992) Compendio de Psiquiatra. Mxico: Salvat. 2 edicin.
Lorenz K (1938), Etologa. Madrid: Espasa-Calpe.
Lorenz K (1985) Consideraciones sobre las conductas animal y humana. Barcelona: Planeta-Agostini.
Laplanche J y Pontalis J (1981) Diccionario de Psicoanlisis. Barcelona: Labor, 3 edicin.
Rycroft C (1976) Diccionario de Psicoanlisis. Buenos Aires: Paids.

La agresividad segn Lorenz.- Cuando Lorenz traslada el estudio de la agresividad a los seres
humanos, homologa los descubrimientos en torno a los animales, considerando que las conductas
agresivas de todas las especies se pueden agrupar en dos tipos:
Interespecficas: entre animales de diferente especie. Pueden llegar a comportar la muerte del
contrincante (lucha por el territorio, etc).
Intraespecficas: entre animales de la misma especie. Estas conductas, excepto en algunas especies, no
acostumbran a llevar a la muerte del contrincante, sino lo que se busca es la sumisin del otro.
Lorenz expresa que los animales tienen un instinto inhibitorio de las conductas agresivas, que se activa
cuando realizan conductas agresivas dentro de la misma especie, y permite la inhibicin de la conducta.
Despus de estudiar el comportamiento de algunos vertebrados superiores, Lorenz entiende que tiene
cada vez ms indicadores que emparentan al hombre con aquellos. Al respecto expresa: No cabe
ninguna duda, en opinin de cualquier hombre de ciencia, de que la agresin interespecfica y la
intraespecfica son, en el hombre, un impulso espontneo en el mismo grado que en la mayora de los
vertebrados superiores. El principio de sntesis entre los hallazgos de la etologa y el psicoanlisis no deja
tampoco ninguna duda de lo que Freud ha denominado instinto de muerte no es mas que la desviacin
de este instinto que, en si msmo, es tan indispensable, para la supervivencia como cualquier otro
(Lorenz, 1938).
Lorenz K (1938), Etologa. Madrid: Espasa-Calpe.

La agresividad segn la neuroendocrinologa.- El factor biolgico de la agresividad, objeto de


estudio de las neurociencias en las ltimas dcadas, es el menos conocido y el que mayores interrogantes
plantea a los cientficos en su afn por explicar las conductas violentas. A pesar de que los experimentos
con seres humanos no alcanzan en cantidad a los realizados con especies de laboratorio, como ratones o
simios, la ciencia actual est en condiciones de detectar y de identificar los rincones cerebrales donde se
esconde la agresividad, as como las reacciones neuroqumicas que se establecen en el organismo ante
situaciones de violencia, miedo, peligro, etc.
Mtodos como la estimulacin elctrica del cerebro (EEC) han servido para localizar los diversos centros
encargados de modular el placer, el dolor o la agresividad. As, por ejemplo, se ha comprobado que una
corriente aplicada en una zona del sistema lmbico puede desencadenar una reaccin de furia, de afecto o
incluso de hambre. En el campo clnico, los modernos procedimientos de anlisis de imgenes
(tomografa de emisin de positrones, resonancia nuclear magntica, resonancia magntico-nuclear
funcional, magnetoencefalografa, etc.) permiten profundizar en la investigacin visual de la relacin
entre la estructura y la funcin del cerebro.
Tambin se utilizan drogas capaces de reducir la impulsividad y la agresividad, se investiga con la
posibilidad de sustituciones hormonales e intervenciones quirrgicas para controlar la violencia e incluso
hay quien predice que est prximo el momento en el que un anlisis de sangre o una exploracin
cerebral puedan servir para pronosticar el potencial violento de un individuo y establecer tratamientos
preventivos.
Pero, cules son los resortes fisiolgicos que condicionan esta conducta? Qu mecanismos neuronales
determinan el grado de agresividad de un individuo o el paso a un comportamiento violento?

Las emociones que producen un comportamiento especfico se originan en determinadas reas del
cerebro y son el resultado de reacciones electroqumicas dentro de su intrincada red neuronal. Las
emociones estn condicionadas por la actividad en el tlamo, en el mismo centro del cerebro; en el
hipotlamo, justamente debajo de aqul; en el sistema lmbico, y en el sistema reticular.
Concretamente, las bases neurobiolgicas de la agresividad se hallan en la corteza prefrontal y en la
amgdala del cerebro, considerada como la estructura dominante en la modulacin de la violencia. La
amgdala y el hipotlamo trabajan en estrecha armona, y el comportamiento de ataque o agresin puede
ser acelerado o retardado segn sea la interaccin entre estas dos estructuras. Del mismo modo, se ha
comprobado en laboratorio que el estmulo elctrico de la amgdala aumenta todos los tipos de
comportamiento agresivo en los animales y hay signos que sugieren una reaccin similar en seres
humanos.
Por otra parte, estudios realizados en distintas regiones del crtex prefontal del cerebro, sobre reas
especficas de control de las emociones negativas, han puesto de manifiesto la interrelacin entre el
crtex frontal orbital, el crtex anterior cingular y la amgdala. Algunos cientficos sostienen que la
corteza prefrontal acta como freno ante los impulsos agresivos y as parecen confirmarlo los
experimentos realizados con gatos, que dejaron de atacar a los ratones al recibir un estmulo en ese
rea. As queda establecido que, mientras el crtex frontal orbital desempea una funcin decisiva en el
freno de impulsividad, el crtex anterior cingular moviliza a otras regiones del cerebro en la respuesta
frente al conflicto.
En este sentido, resultan tambin aclaratorias las investigaciones con humanos (Locke, 1992), que
relacionan la violencia con lesiones producidas en esa zona. Estas investigaciones concluyeron que
personas violentas, psicpatas y gente condenada por asesinato tenan una reducida actividad en la
corteza prefrontal. A pesar de estas confirmaciones no hay que olvidar que tambin existen muchas
personas con daos en la corteza prefrontal que no cometen actos violentos... Segn se ha demostrado
en investigaciones con monos, los niveles de serotonina en el organismo tienen una influencia directa
sobre los estados de nimo. Agotando sus niveles de este neurotransmisor aumentaba su
comportamiento violento, mientras que al incrementar los niveles de serotonina se reduca la agresin
favoreciendo las interacciones pacficas con otros individuos. En humanos con conductas de agresin
impulsiva se ha comprobado lo mismo e incluso se han detectado niveles bajos de serotonina en el
lquido espinal cerebral de individuos que se suicidaron de una manera violenta. Aunque estos resultados
presentan una correlacin interesante, an no se comprende bien la relacin causa efecto, pues cabe
tambin la posibilidad de que el propio comportamiento agresivo induzca niveles bajos de serotonina y no
a la inversa (Fernndez Elvira).
Adems de la serotonina, otros neurotransmisores implicados en el gobierno de las emociones son las
endorfinas, la acetilcolina, la noradrenalina, la dopamina y el cido gama-amino-butrico (GABA). En
concreto, la impulsividad y el descontrol emocional se relacionan tambin con un dficit de endorfinas.
Con el descubrimiento en 1975 de las endorfinas (morfinas endgenas) nacieron tambin las tcnicas de
estimulacin qumica para experimentacin. Estas tcnicas consisten en la estimulacin de determinados
circuitos de las redes neurales del cerebro con la inyeccin de diversas sustancias qumicas con el fin de
producir diferentes respuestas emocionales. Se ha observado as que los animales muestran patrones de
conducta muy similares a los del hombre y pueden, por ejemplo, aprender rpidamente a mover una
palanca para recibir inyecciones de sustancias adictivas, como opiceos, barbitricos, alcohol, cocana,
etc.
Por su lado, las glndulas endocrinas de secrecin interna tambin son capaces de liberar sustancias,
hormonas, que influyen en la conducta emocional del individuo, como la hormona del crecimiento, la
tirotropina, las gonadotropinas, los estrgenos, la progesterona y, en lo que atae a la agresividad,
especialmente la testosterona y la vasopresina.
Aunque es conocida la relacin entre testosterona y agresin, y ello condiciona, en parte, que los
individuos masculinos sean fsicamente ms agresivos que las mujeres, an quedan puntos a aclarar de
su funcionamiento. En animales, la reduccin de la testosterona elimina su estatus social de dominio, que
se recupera con el restablecimiento, por inyeccin, de la hormona. Sin embargo, esta reaccin slo se
produce en individuos que ya tuvieran una posicin previa dominante, es decir, la administracin de
testosterona a individuos con menos estatus no los coloca en una jerarqua superior. En cuanto a otra
hormona implicada en la modulacin de la agresividad, la vasopresina, experimentos recientes con
ratones de monte parecen abrir un campo de esperanza para los tratamientos de conductas violentas,
desviaciones sexuales y hasta autismos. El experimento consisti en realizar una modificacin gentica
en los receptores de esta hormona con lo que se consigui transformar la conducta de los ratones,
considerados polgamos y solitarios, logrando que se convirtieran en mongamos y con un marcado
instinto de proteccin de sus cras.
Otras sustancias, como el cortisol, estn siendo investigadas por su relacin con las conductas agresivas,
y se ha comprobado que los niveles salivares bajos de cortisol pueden encontrarse inversamente
relacionados con una conducta agresiva. As, en situaciones de miedo o de alto estrs aumentan las tasas

de cortisol en el organismo y su bajo nivel indicara ausencia de miedo, lo que incrementara la


posibilidad de una respuesta agresiva en una situacin de castigo, por ejemplo.
Condensado de:
Fernndez Elvira (1987) Bases neurobiolgicas de la agresividad.
Locke Steven, (1992) El mdico interior. Buenos Aires: Sudamericana, 1992.

La agresividad segn la neurobiologa.- La neurobiologa ha explicado tambin la importante relacin


existente entre comportamiento agresivo y estados afectivos (especialmente emociones violentas).
Cuando enfrentamos algn peligro normalmente experimentamos alguna emocin: miedo, clera, terror,
etc. Desde ya, tambin se suscitan emociones en otras circunstancias, como por ejemplo cuando las
personas son acariciadas, estimuladas sexualmente, elogiadas, admiradas, etc.
Existen diferentes teoras para explicar las emociones, desarrolladas desde fines del siglo XIX.
Pueden citarse por ejemplo, la teora perifrica de James-Lange de 1885, la teora cognoscitiva de
Schachter (Legewie H. y Ehlers W, 1974:164), la teora talmica de Cannon-Bard de las primeras
dcadas de nuestro siglo, la teora de los niveles de activacin de Lindsley de 1951 (Woodworth R. y
Schlosberg H, 1971:107). Las teoras de James-Lange y la de Cannon-Bard durante ms de 20 aos
llenaron la literatura psicolgica de interminables discusiones, concretamente el periodo 1885 a 1905.
Estableciendo una secuencia cronolgica en la aparicin de estas teoras, podemos consignar lo siguiente
(Szkely, 2000):

La primera fue desarrollada por W James (1884) e independientemente, por V. Lange (1885).

La teora de Cannon-Bard fue desarrollada por Walter Cannon (1871-1945), un fisilogo y


psiclogo americano que investig la fisiologa de las emociones y plante el concepto de
homeostasis. Su teora de las emociones vio la luz en un texto de 1915: Bodily changes in pain,
hunger, feer and rage, en colaboracin con F. Bard.
Segn ambas teoras (Legewie H. y Ehlers W 1974), las emociones surgen porque en el entorno aparece
alguna situacin peligrosa que el organismo percibe como tal. Para James-Lange, inmediatamente luego
de la percepcin de un suceso excitante sobrevienen una serie de cambios corporales perifricos (en la
superficie del cuerpo) tales como llorar, ruborizarse, ponerse a temblar, respirar agitadamente, etc., y
luego, como consecuencia de estas sensaciones corporales sobreviene la emocin, por ejemplo la
experiencia de sentir terror. La corteza cerebral entonces percibe la excitacin, esto produce alteraciones
corporales y estas a su vez desembocan en la emocin. James-Lange dira: estamos aterrorizados porque
temblamos (y no al revs, estamos temblando porque estamos aterrorizados), o tambin: estamos
tristes porque lloramos (y no al revs). En una palabra: primero percibimos el peligro, despus humos
(reaccin corporal) y luego nos aterrorizamos (emocin).
Cannon y Bard sostienen, en cambio, que el estmulo peligroso es primero captado por el hipotlamo, un
pequeo rgano situado en la base del cerebro, y desde all se irn a producir una serie de descargas:
hay una descarga ascendente, hacia la corteza cerebral, gracias a la cual experimentamos la emocin de
miedo o terror, y simultneamente se produce una descarga descendente, hacia el resto del cuerpo, y
que es la que produce las modificaciones corporales correspondientes.
Por lo tanto, en oposicin a James-Lange, la emocin como experiencia conciente resulta de una
descarga del hipotlamo hacia la corteza cerebral y NO de un retorno de impulsos desde los msculos o
la periferia del cuerpo. Para James-Lange, los cambios corporales preparan el terreno para experimentar
emociones, mientras que para Cannon-Bard, las emociones intensas preparan al organismo para una
vigorosa actividad durante el estado de peligro, por la mediacin de las estructuras sub- corticales del
cerebro (hipotlamo, tlamo, sistema lmbico en general).
Los partidarios de Cannon-Bard acumularon muchos elementos de juicio en contra de James-Lange, entre
los cuales podemos citar los siguientes: a) Si desconectamos artificialmente las descargas descendentes
que producen las alteraciones corporales (por ejemplo seccionamiento del nervio vago), esto no impide
experimentar las emociones, y por lo tanto stas no son consecuencia de alteraciones corporales, ya que
stas no se produjeron; b) Las mismas alteraciones corporales pueden estar asociadas con distintas
emociones, lo cual tiende a mostrar que esas alteraciones no producen las emociones. Tanto la ira como
la alegra, emociones muy distintas, pueden ambas estar asociadas con el temblor. Del mismo modo,
podemos llorar de tristeza pero tambin de felicidad; c) La induccin artificial de alteraciones corporales
no produce ninguna emocin natural: si nos provocamos lgrimas usando una cebolla, estas lgrimas no
nos producirn tristeza. Hoy da, la teora de James-Lange ha quedado en el olvido.
Legewie H. y Ehlers W (1974) Psicologa moderna. Barcelona: Omega.
Szkely B (2000), Diccionario de psicologa. Buenos Aires: Claridad. 9 edicin.
Woodworth R. y Schlosberg H (1971) Psicologa experimental. Buenos Aires: Eudeba, 3 edicin.

La agresividad segn Anna Freud.- Anna Freud ha asignado especial importancia al tema de la
agresividad, como se desprende del siguiente prrafo: La agresin, la destruccin, sus expresiones y su
desarrollo, constituyen actualmente el centro de inters para la Psicologa dinmica, de la misma manera
que el desarrollo de la funcin sexual lo constituy a comienzos de siglo (Freud A, 1947).

Anna Freud va a diferenciar entre los impulsos agresivos dirigidos contra el propio cuerpo del nio, y los
impulsos agresivos dirigidos contra el mundo de los objetos.
En relacin a los primeros hace un paralelismo entre la energa agresiva y la sexual, dice en fases muy
tempranas la energa agresiva puede descargarse en el propio cuerpo del mismo modo en que la energa
sexual (libido) se descarga en actividades auto erticas (falta agregar referencia bibliogrfica: estoy
buscandola).
Va a tomar como ejemplo de esto las actividades de golpearse la cabeza en nios pequeos, un
equivalente auto-destructivo de las actividades rtmicas de balanceo auto ertico. Se refiere a este hecho
como de ocurrencia ocasional, el golpearse la cabeza ocurre con menos frecuencia que el balanceo,
considerndose esta conducta casi anormal y puede resultar en un dao verdadero.
Otra actividad autodestructiva que considera es la actividad de los bebes y nios pequeos de tirarse los
cabellos. Hoffer (1953) describe el caso de una nia dbil mental, que se haba daado gravemente sus
brazos mordindose, a pesar de que era incapaz de morder el alimento. Anna Freud coincide con Hoffer
cuando este postula que mientras en el primer ao la succin del pulgar o cualquier otra parte de la
mano es una expresin autoertica normal, el morder como actividad auto ertica es anormal y se
encuentra en nios deficientes o psicticos.
Ana Freud agrega a la posicin de Hoffer la idea de que es esencial para la normalidad del nio que sus
impulsos destructivos sean efectuados contra objetos animados o inanimados del medio ambiente.
Tambin entiende que en una etapa posterior la agresin se utilizara de nuevo normalmente de un modo
auto-destructivo, pero entonces estar empleada por el super yo y dirigida contra el yo y no contra el
cuerpo del sujeto.
En relacin a los impulsos agresivos dirigidos contra el mundo de los objetos dice que los elementos
erticos y destructivos esta tan ntimamente ligados entre si que resulta difcil determinar cual ha sido la
contribucin de uno u otro grupo de instintos en una reaccin cualquiera. En cada una de las fases
sucesivas del desarrollo pregenital la energa agresiva es un componente indispensable para el impulso
sexual.
Las manifestaciones de ambos impulsos para Anna Freud, estaran por ejemplo en la conducta hacia los
alimentos, desplazamiento del ligamen emocional del nio con el pecho de la madre. Considera que en la
etapa oral el componente agresivo se expresa en la accin de succionar hasta vaciar su objeto, tratar de
incorporar todo dentro de s.
En la etapa anal la fusin entre las tendencias autoerticas y agresivas se manifestara en lo que Anna
Freud describe como: amor posesivo, atormentador y agotador que le demuestran a sus madres y que
resulta en una relacin exigente. Este prrafo resulta particularmente esclarecedor de la hiptesis
sostenida en esta tesina: la incidencia del factor social en la conducta agresiva: una madre
partricularmente exigente operar en ese momento como factor desencadenante para que el nio libere
su agresividad como manera de expresar su disconformidad.
Por otro lado va a considerar la agresin dirigida a los juguetes y animales. Los juguetes y animales
serian amados y maltratados, y dice al respecto que los animalitos amados deben ser rescatados de la
agresin que acompaa invariablemente al amor que les brindan sus pequeos amos.
Durante la etapa flica la integracin entre la sexualidad y la agresin seria ms adulta, segn la autora.
Manifestaciones de ambas tendencias serian la conducta protectora y dominante de los nios varones con
sus madres. Varones en este nivel de desarrollo dominan, pero tambin protegen a sus madres o a otros
objetos de amor. Cuando el elemento agresivo esta ligado a tendencias exhibicionistas, la finalidad
combinada seria de impresionar y por lo tanto, someter el objeto de amor.
El factor cuantitativo de la agresin tiene fundamental importancia en el desarrollo y la expresin de la
agresividad. Entiende Anna Freud que las diferencias individuales deben ser atribuidas a este factor.
Dice: esta fusin de impulsos agresivos y sexuales es normal y tpica. Las diferencias individuales se
deben a la variacin de las cantidades de energa con que contribuyen los dos grupos.
Por ejemplo, una mayor cantidad de agresin en la conducta de un nio en la etapa anal da el cuadro de
una perversin sdica, una disminucin en el componente agresivo de la conducta en el nivel flico da
lugar a la timidez y falta de comportamiento viril.
Refirindose al comportamiento del nio en la escuela Anna Freud atribuye al factor cuantitativo las
diferencias entre los nios buenos y malos, entiende que ambas variaciones se encuentran dentro de
la normalidad.
Solo da importancia patolgica a algunos estados de agresividad donde los nios demuestran o placer o
indiferencia hacia el da que han hecho a objetos o el sufrimiento que causan a personas. As expresa :
En los ltimos anos han merecido inters ciertos estados de agresividad patolgica en nios pequeos
que ocasionalmente son hijos de familia, pero que en su mayora proceden de orfelinatos o de hogares
destruidos bajo condiciones de guerra, con numerosos cambios de padres adoptivos, de instituciones
residenciales, campo de internacin (falta referencia). Contina, despus de esta presentacin
describiendo las manifestaciones de agresividad patolgica en estos nios; destruyen sus juguetes, su
ropa, sus muebles, son crueles con los animalitos, daan a los nios menores que ellos y son desafiantes
o indiferentes hacia los adultos.

Profundizando en estas conductas entiende que el factor patolgico no se encuentra en las tendencias
agresivas en si, sino en su falta de fusin entre ellas y los impulsos libidinosos. El carcter patolgico se
hallara en el terreno del desarrollo emocional ertico que ha sido detenido debido a las condiciones
adversas, ya sea internas o externas como la falta de objetos de amor, la falta de respuesta emocional
del medio ambiente adulto, la ruptura de los lazos emocionales en cuanto se forman.
Anna Freud considera que debido a estos defectos del aspecto emocional, los impulsos agresivos no se
fusionan y por consiguiente no quedan ligados y parcialmente neutralizados, sino que permanecen libres
y buscan expresarse en la vida en forma de destructividad pura, independiente y no alterada.
Los esfuerzos de controlar estos estados patolgicos de agresin infantil por medio de la fuerza
resultaran intiles. Para Anna Freud la terapia adecuada seria dirigirse al desarrollo libidinal. Expresa:
Se debe, en los casos en que sea posible, ayudar a normalizar los impulsos libidinosos detenidos o
perturbados del nio, seguir automticamente la fusin entre los impulsos erticos y los destructivos y
la agresin caer bajo el influjo beneficioso de los impulsos erticos.
Freud Anna (1947) La agresin en relacin con el desarrollo normal y patolgico. Revista de Psicoanlisis TVII. Ao
1950. Num.3.
Hoffer Hoffer W. (1953) Hand, Mouth and Ego Integration, citado por Freud, A. en La gresin en relacion con el
desarrollo normal y patolgico.

La agresividad para Melanie Klein.- Para Klein los impulsos agresivos, ntimamente ligados a los
libidinosos, constituyen un elemento radical y bsico en la formacin de la personalidad. Desde el
principio el Yo se siente amenazado por el instinto de muerte, provocndole gran ansiedad.
Queda planteado, desde el comienzo, que Melanie Klein le otorga categora de innato al instinto de
muerte. La posibilidad de construir un mundo poblado de objetos agresivos, que estimule la agresividad
propia del nio, va a depender casi exclusivamente del quantum de instinto de muerte con el que
devenga el nio. Cabe entender que este casi deja una margen para admitir la posibilidad de que la
agresividad infantil est tambin estimulada desde un entorno familiar ambiental. Por ejemplo, una
madre o un padre particularmente hostiles hacia el nio pueden actualizar con inusual intensidad las
fantasas destructivas del nio y, con ello, procurar un medio para la liberacin del instinto de muerte.
Klein acepta la existencia primera de sentimientos de amor y odio que libran combate en la psique
infantil. Siguiendo a Karl Abraham, la autora valora en el lactante la necesidad de morder y devorar; al
faltarle satisfacciones en la etapa oral de la succin, la buscar en la etapa oral de la mordedura.
Indica Melanie Klein, en El desarrollo temprano de la conciencia en el nio (1933): No puede uno dejar
de preguntarse si el psicoanlisis puede dejar de ir mas all del individuo en su esfera de operaciones,
para influir sobre la vida de la humanidad en su conjunto. Los repetidos intentos que se han hecho para
mejorar a la humanidad - en especial para hacerla mas pacfica fracasan, porque nadie entendi toda la
profundidad y el vigor de los instintos de agresin innatos en cada individuo.
El Yo inmaduro del beb est expuesto desde el comienzo a la ansiedad provocada por la polaridad de los
instintos.
Como se ve enfrentado con la ansiedad que le provoca el instinto de muerte, el yo produce operaciones
como la deflexin (entendiendo por tal el proceso en virtud del cual los instintos de muerte son separados
y externalizados sobre los objetos mediante mecanismos de escisin y proyeccin). As una parte se
proyecta para construir en el mundo externo un objeto atemorizante, y otra, es en parte la conversin
del instinto de muerte en agresin. En este sentido la agresin seria la forma en que adopta el instinto de
muerte.
El yo se escinde y proyecta fuera su parte que contiene el instinto de muerte, ponindola en el objeto
interno origina, el pecho. El pecho se experimenta como malo y amenazador para el yo, dando origen a
un sentimiento de persecucin. La intrusin del instinto de muerte en el pecho lo escinde en muchos
pedazos, de manera que el yo se encuentra ante un montn de perseguidores.
Parte del instinto de muerte que queda en el yo se convierte en agresin y se dirige contra estos
perseguidores.
Este momento, que no corresponde con un momento evolutivo, es lo que la autora denomina posicin
paranoide.
En el contexto de la posicin esquizo-paranoide, Klein considera que el nio est en un conflicto pulsional
entre la libido y la agresividad desde los inicios, conflicto que encara a travs de la deflexin del instinto
de muerte y la constitucin de un objeto escindido, es decir, objetos parciales: bueno y malo.
Supone la existencia de un yo temprano, dbil y no integrado pero no obstante capaz de instrumentar,
bajo la accin de las pulsiones de vida, los primeros mecanismos de defensa: escisin, proyeccin,
introyeccin. Estos mecanismos son de defensa ante la ansiedad de aniquilamiento. Ese yo incipiente
registra la angustia, se relaciona con un primer objeto y opera mecanismos de defensa primitivos y, por
lo tanto, extremos. Dicho de otro modo, opera con fantasas relacionadas con un objeto. En relacin a las
caractersticas de ese yo, Klein manifiesta su acuerdo con Winnicott en cuanto a considerarlo carente de
cohesin y con una tendencia a integrarse que alterna con una tendencia a desintegrarse.
Un yo que posee ciertos rudimentos de integracin y cohesin y progresa constantemente en esa
direccin. Tambin realiza desde el comienzo de la vida postnatal algunas funciones fundamentales; por

ejemplo usa los procesos de escisin y la inhibicin de deseos instintivos como algunas de sus defensas
contra la ansiedad persecutoria, vivenciada por el yo a partir del nacimiento (Segal, 1986).
Desde el punto de vista de las relaciones objetales, tal como se desprende de lo dicho anteriormente
parecemos asistir a una etapa en la que un yo en formacin se relaciona con objetos parciales.
Al mismo tiempo se establece una relacin con el objeto ideal, se proyecta la libido a fin de crear un
objeto que satisfaga el impulso instintivo del yo a conservar la vida. El yo proyecta parte de ella afuera y
la restante la utiliza para establecer una relacin libidinal con ese objeto ideal.
La ansiedad predominante de la posicin esquizo-paranoide es que el objeto persecutorio se introduzca
en el yo y aniquile tanto al objeto ideal como al yo (ansiedad paranoide).
Fuente consultada: Klein M (1933) El desarrollo temprano de la conciencia en el nio. Includo en Klein M, Obras
Completas Tomo II. Buenos Aires, Paids, 1974.

La agresividad segn Winnicott.- Como punto de partida para explicar la teora sobre agresin se
tomar una cita extractada del libro Las races de la agresin de Winnicott: "La agresin tiene dos
significados por un lado, es directa o indirectamente una reaccin ante la frustracin; y por el otro, es
una de las dos fuentes principales de energa que posee el individuo" (Winnicott D, 1952).
En su obra, Donald Winnicott habla de un potencial agresivo que evoluciona con el desarrollo emocional.
En el comienzo de la vida, la agresin es equivalente a la "energa viviente", sinnimo de actividad, de
motricidad y constituye la fuerza que va hacia el encuentro con el objeto, formando parte del gesto
espontneo y del amor primitivo. Se podra decir que esta crueldad primitiva tiene una "cualidad preintencional", dice Winnicott: "...no es propsito del beb destruir ya que el impulso se experimenta en la
era previa a la piedad...". (Winnicott D, 1950-1955).
Este potencial agresivo constituye la agresividad, que fusionada con las races erticas, forma parte del
amor. Esta "agresin ertica" sera la matriz fundamental del narcisismo, est presente en las primeras
identificaciones y se encuentra en la base de las relaciones de objeto.
En relacin a la agresividad expresa: ... es potencialmente destructiva, pero que lo sea o no depender
del objeto, si sobrevive o reacciona" (Winnicott D, 1950-1955).
La agresin, adquiere sentido y se la reconoce como tal, en la fase de "inquietud", cuando se fusionan las
races libidinales y agresivas, y el nio comienza a hacerse responsable de su agresin potencial.
La agresin destructiva intencional se refiere a los actos violentos y tiene la connotacin de las acciones
compulsivas (atacar, denigrar, destruir, etc.) que buscan alterar al objeto para hacerlo menos excitante y
menos deseable.
De acuerdo a lo aqu presentado se infiere que la mayor o menor potencialidad destructiva de la
agresividad, depende del comportamiento del objeto, as debemos considerar que: en los primeros
estados del desarrollo, la madre por su funcin de medio ambiente (Phillips A, 1997) se constituye en el
primer objeto social, representando a ese otro cultural que es investido como un objeto omnipotente por
un nio, que es incapaz de valerse por s mismo.
Ms adelante cuando se inicia la etapa de dependencia relativa -que Winnicott define como la etapa
donde el nio toma conciencia que l msmo puede satisfacer ciertas necesidades sin recurrir a un otro
(Winnicott D, 1963)-, el nio se autopercata de s y reconoce al otro, como otro- adquiere nocin de su
dependencia- y comienza a preocuparse por la sobrevida y el destino del objeto. En sntesis, el objeto del
que depende en la realidad, es el mismo que destruye en su fantasa inconsciente.
El objeto deber sobrevivir a la experiencia pulsional, y el ambiente (lo social) proveer el campo y el
marco que le permitir al nio integrar la serie amor - odio - inquietud - reparacin y slo as el beb
podr, en palabras de Winnicott "aceptar su responsabilidad de la fantasa total derivada del impulso
instintivo que antes era despiadado.La crueldad da paso a la compasin la indiferencia, a la inquietud."
(Winnicott D, 1963).
La agresin en este momento, comienza a adquirir sentido en cuanto a su potencialidad destructiva
generando en el nio, un desarrollo de angustia al que Winnicott llama "sentimiento de inquietud" o de
"preocupacin" que lo hace sentir responsable de su accionar en relacin al objeto.
En el desarrollo sano, sabemos, que se logra un despliegue considerable de la agresin, sin poner en
riesgo lo que se ama. Esto es posible debido a que se ha podido internalizar un marco que opera como
represin estructurante y el logro del control de la agresin depende: de la calidad e historia de la
relacin con los objetos primarios y se corresponde con el desarrollo emocional logrado.
En esta etapa del desarrollo cobran sentido la crueldad y la ternura.Tambin, el reconocimiento del otro
como un ser humano independiente; sobre el que no se tiene un control mgico-omnipotente; implica la
posibilidad de comenzar a experimentar: la empata, el deseo de reparacin, la culpa y la posibilidad de
realizar duelos. Si el gesto reparatorio del nio- que da cuenta de la responsabilidad que asume sobre su
agresin- no es reconocido por su ambiente social, los logros adquiridos en la fase de inquietud corren el
riego de ser inhibidos, se distorsionan o se pierden, incrementndose la frustracin y en consecuencia la
agresin.
Cuando la frustracin se hace intolerable, deviene en traumtica, provocando en el nio sentimientos de
impotencia, soledad y desvalimiento. Pierde la confianza en el mundo, y en casos extremos, lo nico que
quiere es destruirlo todo, destruirse l, destruir al objeto.

Cabe examinar ahora como Winnicott conceptualiza la vertiente patolgica de la agresin: la violencia.
Cuando lo que predominan son las experiencias traumticas, se refuerza la vertiente patolgica de la
agresin; en relacin a la posibilidad de ligadura de esta ltima, Winnicott dir: "slo una pequea
proporcin del potencial agresivo se fusiona con la vida ertica y el beb queda entonces cargado con
impulsos que no tienen sentido y que terminan por llevar a la destructividad en la relacin con los objetos
o, peor an, por formar la base de una actividad que carece por completo de sentido [....]" (Phillips A,
1997).
En la base de los desarrollos de la agresividad y la violencia se encuentran procesos psicodinmicos
clsicos. Es posible sintetizarlos tomando en cuenta el pensamiento de Winnicott:
1) Una vez instalada la situacin traumtica y por efecto de la deprivacin (al no encontrar el anclaje en
lo social) el sujeto -poco a poco- se va perdiendo el valor simblico de los objetos, que slo pasan a ser
reales por si mismos. El afecto y la confianza en el otro social se pierden o se tornan irreales.
2) Se producen fallas en la simbolizacin, como si las representaciones no pudieran funcionar como
eslabones o puentes sobre los que trabaja la simbolizacin y esta situacin puede terminar expresndose
en acting-out, en pasajes al acto, en somatizaciones, etc.
3) Como consecuencia de la deprivacin, se produce una desorganizacin de la dialctica entre la realidad
psquica y la realidad exterior, perdindose -en grado diverso- la capacidad representacional y la
posibilidad de atribucin de significado a las percepciones y emociones.
4) Se altera la capacidad del psiquismo para establecer ligaduras entre las lgicas de la realidad y las
fantasas inconscientes. Podemos decir que el lmite entre la realidad y la fantasa es difuso.
5) Encontramos una activacin precoz de la vertiente patolgica de la agresin particularmente por
situaciones de carencia.
6) Anhelo de recrear imaginariamente una relacin de objeto fusional que recupere el equilibrio
narcisista.
7) Violencia que lleva la connotacin de la destruccin del objeto, pero que permite darle figurabilidad en
el mundo exterior.
8) Cuando el objeto interno queda contaminado por el odio, se libera la fuerza destructiva de las
pulsiones.
9) La fuerza destructiva no ligada se manifiesta por descargas directas en lo real. Mediante las
respuestas actuadas, el sujeto hace frente a la tensin psquica, que remite al sistema de descarga de la
tensin mediante la actividad motriz.
Cuando aparece este estado de cosas, en palabras de Winnicott "El individuo para salvarse, busca
volcarse hacia fuera, dramatizando la vida interior, acta el papel destructivo y trata de conseguir que
alguna autoridad externa ejerza el control." (Winnicott D, 1939).
Cuando se ve imposibilitado de procesar la agresin que le despierta la frustracin por su destitucin
social (exclusin, marginalidad, etc.), se defiende del miedo a la desproteccin con la violencia, que por
definicin implica el empleo de la fuerza. Para controlar la creciente tensin psquica y lograr un grado de
homeostasis, se ve enfrentado - en los casos ms graves - a la disyuntiva narcisista de la destruccin de
su propio self o la destruccin del otro en una expresin violenta.
A este respecto conviene recordar a Freud cuando seala que: "parece realmente como si tuviramos
que destruir otras cosas y a otros seres para no destruirnos a nosotros mismos, para protegernos contra
la tendencia a la autodestruccin" (Freud, S, 1933).
Cuando Winnicott seala que la agresin tiene dos significados: por un lado, es directa o indirectamente
una reaccin ante la frustracin; y por el otro, es una de las dos fuentes principales de energa que posee
el individuo, a nuestro modo de entender est dejando en claro que con el primer significado est
destacando los factores ambientales de la agresividad, mientras que con el segundo significativo, sus
componente innato.
Fuentes consultadas:
Freud S (1933) Conferencia 32: Angustia y vida instintiva. En Obras Completas, gresi 22. Buenos Aires, gresin,
1996.
Phillips Adam (1997) Winnicott. Buenos Aires: Lugar Editorial.
Winnicott D. (1939) Deprivacin y delincuencia. Segunda Parte, Cap. 10: La agresin y sus races. Buenos Aires:
Paids.
Winnicott D (1952) Las races de la agresin. Deprivacin y Delincuencia. En Escritos de pediatra y psicoanlisis.
Buenos Aires: Paids.
Winnicott D (1950-1955), Escritos de pediatra y psicoanlisis. Cap. 6: La agresin en relacin con el desarrollo
emocional. Buenos Aires: Paids.
Winnicott D. (1963) Los procesos de maduracin y el ambiente facilitador. Estudios para una teora del desarrollo
emocional. Primera Parte, Cap.6: El desarrollo de la capacidad para la preocupacin por el otro. Buenos Aires: Paids.

Generalidades.- Ante la dificultad para definir qu es agresin, algunos autores propusieron distinguir la
agresin hostil (buscar daar o hacer sufrir deliberadamente) y la instrumental (que persigue un fin
distinto al sufrimiento de la vctima). Para la mayora de los fines, en psicologa social se entiende
agresin como una conducta destructiva.

Agresin pre-programada: la bestia humana.- Para K. Lorenz, la agresin viene en los genes, es
instintiva, est preprogramada bioqumicamente. Se trata de un mecanismo adaptativo que sirve a la
supervivencia de la especie. Incluso los animales pueden frenar su agresividad evitando matar al otro
mediante conductas rituales.
Para Lorenz el hombre, en cambio, no tiene estos mecanismos inhibidores de la agresin por ser dbil,
inofensivo y omnvoro (los leones, por caso, todo lo contrario: necesitan inhibir su fuerte agresividad para
no exterminar a la especie). Adems el hombre con su inteligencia ha creado armas letales.
Otros pensadores siguen estas opiniones, sosteniendo que el hombre disfruta de la agresividad, es una
bestia, con lo cual las guerras son inevitables.
Otros autores sostienen que la agresin no proviene slo de los genes sino que tambin est influida por
el ambiente. Por ejemplo, si un gato no hubiese jugado con ratones y accidentalmente no los hubiera
mordido, no desarrollara una conducta agresiva hacia ellos. Muchos sostienen que el hombre no es
intrnsecamente bueno ni malo, sino que ello depende del ambiente: hay tribus muy belicosas pero en
cambio los esquimales son muy pacficos. La idea del hombre primitivo malo es slo una justificacin de
porqu hoy el hombre es violento: la culpa es de nuestros antepasados.
Agresin por frustracin.- Otra teora popular sostiene que la frustracin genera agresin, y sta ltima
nunca ocurre sin una previa frustracin. Por frustracin se entiende una interferencia en el logro de
alguna meta.
Sin embargo, se vio que la frustracin puede producir otros comportamientos no agresivos, como por
ejemplo buscar otra meta, redoblar el inters y el esfuerzo por conseguir la misma meta, etc. Adems, la
agresin est condicionada culturalmente: ciertas culturas la permiten, otras no.
Lewin defendi la teora de la frustracin, viendo que nios frustrados destrozaban juguetes. La
frustracin activara un impulso agresivo que deja de dirigirse hacia la causa de la frustracin y se
desplaza hacia otras personas u objetos. Esta es la teora del desplazamiento, o bsqueda del chivo
emisario, con la cual se busc explicar la violencia racial, por ejemplo.
Adems del desplazamiento, otro proceso ligado a la teora frustracin-agresin es el de catarsis,
proceso que permite eliminar la energa agresiva mediante su descarga a travs de la conducta agresiva.
Factores sociales que influyen en la agresin.- Hoy en da la agresin se nos aparece ms complicada que
la simple teora de Dollard de la frustracin, de hace cuarenta aos. Se sabe hoy que son mucho ms los
factores sociales que determinan la conducta agresiva, y no simplemente la frustracin. Por ejemplo, una
persona puede ser violenta con cierto tipo de persona porque cuando nia vio como sus mayores eran
violentos con ese mismo tipo de persona. Otro ejemplo de factor causante de agresividad es que una
persona es ms agresiva si ve en el otro la intencin deliberada de causar dao.
Desindividuacin.- La agresin se despierta en individuos que integran una muchedumbre o multitud
(linchamientos, etc) debido a que se desindividualiza, se vuelve borrosa su propia identidad y conciencia
de s. El anonimato contribuye a ello: si la persona se siente ms annima, escondida en la multitud, ms
agresiva ser. Sin embargo a veces el anonimato genera conductas de afecto; por ejemplo la oscuridad
sugiere intimidad, ms que agresividad.
Agresin institucional.- Son actos violentos que realiza una persona dentro de un contexto institucional, o
sea como parte de su tarea. Por ejemplo la polica, o en ciertos deportes. Es una agresin
institucionalizada.
Material ertico y agresin.- Los estmulos erticos textos, pelculas- pueden incitar a cometer delitos
sexuales. Por ejemplo los hombres se vuelven ms agresivos hacia la mujer luego de haber visto escenas
de violencia sexual. Tambin, observar el placer de la mujer al recibir castigo puede servir para justificar
la propia violencia sexual.
Violacin sexual.- Detrs de las violaciones hay mitos, creencias, como por ejemplo la idea de que las
relaciones sexuales son relaciones entre contrincantes, o la idea segn la cual si una mujer acepta la
primera invitacin es que desea mantener relaciones sexuales, con lo cual la violacin queda justificada.
La amenaza de violacin tambin influye en la conducta femenina: se cuida ms, no vuelve tarde por la
noche, etc.
Condensado de Vander Zanden J (1986) Manual de psicologa social. Barcelona: Paids.

Agresividad y agresin.- Algunos autores psicoanalticos proponen distinguir entre agresin y


agresividad. En idioma corriente, agresin es el acto de lanzarse contra alguien para herirlo, golpearlo
o causarle cualquier dao, mientras que agresividad puede ser la cualidad de ciertas plantas de
competir con otras y dominarlas. Freud habla de instinto de agresin y ocasionalmente de instinto de
dominio.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Una investigacin sobre agresividad infantil.- Se realiz una investigacin en la Facultad de


Psicologa de la Universidad de Buenos Aires en el marco del Programa de Programa de Asistencia
Psicolgica Comunitaria. La investigacin describe la presencia de indicadores de violencia en los nios,
atribuyendo esta conducta, en parte a la ausencia de situaciones de contencin familiares y sociales. En
dicha investigacin se ponen de manifiesto interesantes aspectos tales como los factores de riesgo, y se

proponen algunos factores determinantes de la conducta agresiva directamente vinculados con


determinantes familiares y sociales, lo cual permite establecer que la simple predisposicin innata, si bien
necesaria, no alcanza a ser suficiente para dar cuenta del amplio espectro de conductas agresivas en la
especie humana.
Detalles del proyecto.- El Subprograma de Psicologa Clnica de Nios, creado por la Segunda Ctedra de
Psicoanlisis: Escuela Inglesa de la Facultad de Psicologa de Buenos Aires, integra un Programa de
Asistencia Psicolgica Comunitaria que desarrolla la Universidad desde 1990. Es un Servicio abierto a las
necesidades actuales de una poblacin en riesgo.
En el Subprograma se brinda asistencia psicoteraputica psicoanaltica grupal e individual a nios entre 6
y 12 aos, derivados por escuelas y juzgados, mayoritariamente por severos problemas de conducta y,
consecuentemente, por dificultades en el rendimiento escolar. Los padres o adultos responsables son
asimismo asistidos en grupos de orientacin y se mantiene relacin sistemtica y continua con las
instituciones derivantes mediante entrevistas de asesoramiento y talleres de reflexin.
Las actividades de investigacin comenzaron a desarrollarse en forma exploratoria desde el inicio del
Subprograma, y a partir de 1994 en forma sistemtica. Durante los dos primeros aos de trabajo del
Subprograma (1990-1992), la patologa consultante estaba referida a situaciones neurticas casi
exclusivamente: problemas de aprendizaje asociados a inhibiciones de tipo neurtico, fobias, trastornos
del sueo y de la alimentacin.
A partir de 1992 no slo aument geomtricamente la demanda, sino que se registr un cambio en los
motivos de consulta: la mayora estaba vinculada con situaciones de violencia tales como agresiones
entre alumnos, desafo a los maestros y autoridades escolares, destruccin de muebles escolares, etc.
El primer proyecto de investigacin desarrollado por el equipo (Varios autores, 1995-97). Tuvo como
objetivo el estudio de los problemas de conducta de nios entre 6 y 12 aos de edad, su relacin con
situaciones de duelo y prdidas y la contencin familiar y social.
Resultados ms significativos.- 1. Se consider una muestra no aleatoria de 50 nios con tendencia
antisocial. Se registran diferencias de gnero y edad en las manifestaciones de violencia. En los varones
prevalece la destructividad (44 casos), asociada adems con otras formas de violencia (desafo a la
autoridad, vagabundeo, robo y fugas). En las nias hay prevalencia de robo y mentiras, asociado
mayoritariamente con fugas. En los varones aparecen ms tempranamente las manifestaciones de
violencia (en 31 casos ocurre antes de los 7 aos de edad), revistiendo mayor gravedad tanto por su
intensidad como por su manifestacin simultnea en distintos mbitos (escuela, hogar, barrio).
2. Las manifestaciones de violencia tienen una fuerte asociacin con situaciones de prdida (48 casos),
siendo prevalentes la separacin de los padres y el abandono por parte de uno o de ambos, situaciones
siempre acompaadas de episodios de violencia entre los padres y hacia los nios. En esos casos las
manifestaciones de violencia irrumpen tempranamente, no registrndose sntomas clnicos de duelo. Slo
se registran manifestaciones de duelo posteriores a la prdida cuando se trata de la muerte de un
progenitor (5 casos).
3. Los nios con tendencias antisociales presentan un grado de estructuracin psquica evolucionado, a
partir del estudio de la capacidad simblica, observndose adecuacin a la realidad y relativa tolerancia a
la frustracin. A partir del anlisis del material recogido mediante los instrumentos psicodiagnsticos se
confeccionaron protocolos que incluyen diversas dimensiones de las variables en estudio, observndose
que la capacidad de simbolizacin es buena, con amplitud de recursos expresivos: hay preponderancia de
verbalizaciones, apareciendo en segundo lugar las expresiones ldicas y, por ltimo las expresiones
grficas; esto se observa en todas las edades y en ambos sexos. Las verbalizaciones refieren a
situaciones vividas, describen acciones o informan acerca de sucesos. Los nios muestran capacidad de
representar situaciones conflictivas de su entorno, en particular las de naturaleza hostil. Es caracterstico
de sus juegos el excesivo apego a la realidad, que se manifiesta en los temas seleccionados y en el uso
de juegos de personificacin con personajes reales. En estos nios hay poco lugar para la ficcin;
demuestran inteligencia prctica, necesaria para la sobrevivencia. Tienen dificultades para utilizar la
capacidad simblica alcanzada, ya que sta est restringida al control y dominio del objeto, ms que al
servicio de actividades sublimatorias y reparatorias. Estas conclusiones son observadas por los
investigadores en la totalidad de los nios, sin que haya diferencias significativas en cuanto a edad,
gnero, tipo de tendencias antisocial y tipo de situacin de prdida.
4. La investigacin tambin explor la contencin familiar en trminos de la actitud emocional de los
adultos responsables. En relacin a esto se vio que en la mayora de los nios estudiados se registran
fallas en la contencin familiar. La mayora de los adultos responsables de los nios con conductas
violentas tienen una actitud emocional negativa frente a ellos (42 casos).
5. Se registraron separacin de los padres y posterior abandono de uno o ambos en 29 casos. De ellos,
17 nios quedaron bajo el cuidado de la madre, manifestando todas ellas una actitud emocional negativa
hacia los hijos; 5 nios quedaron a cargo del padre, de los cuales slo 1 registr actitud emocional
positiva; 4 nios quedaron a cargo de la familia extensa y en 3 de ellos los adultos responsables
manifestaron actitud emocional positiva. Tres nios padecieron reiteradas separaciones y uniones de los
padres (en todos estos casos ambos padres manifestaron actitudes emocionales negativas). En sntesis,

los investigadores relevaron que de 29 casos slo en 4 de ellos se registr una actitud emocional positiva
por parte de la familia extensa (3 casos) y del padre (1 caso).
6. La contencin social fue evaluada a partir de entrevistas a informantes claves del mbito escolar y
cuestionarios semiestructurados aplicados a docentes de las 17 escuelas donde concurren los nios de la
muestra. El equipo registra en relacin a los docentes una actitud evitativa y negadora, tanto de las
situaciones de riesgo de los nios como de las acciones punitivas que suelen adoptarse en el mbito
escolar (reduccin de jornada; expulsin), por carencia de estrategias docentes, psicopedaggicas o
institucionales para el abordaje de los problemas de conducta de los nios.
7. Las principales conclusiones de estos estudios son: a) que la violencia pareciera ser un sndrome que
afecta a la comunidad en su conjunto: hogares, barrio, escuela misma. Muchos de los nios que
concurren a las escuelas estudiadas (se trata de una muestra de seis escuelas que derivan sus alumnos
al Subprograma de Psicologa Clnica de Nios) han experimentado o recibido violencia en exceso. Las
condiciones econmicas en que transcurren sus vidas son sumamente precarias, con dficit alimentarios,
carencias habitacionales y desocupacin de los adultos responsables. Por otra parte, el castigo corporal,
adems del maltrato verbal result ser una norma de acuerdo con los resultados de las encuestas a
hogares. Los adultos utilizan el castigo corporal en el hogar como una norma disciplinaria. Si se asume
que los modelos y estilos para orientarse hacia el otro se desarrollan y estructuran en la interaccin
social, ms all de las causas profundas, estructurales o psicolgicas, la vida de la mayora de los nios
se desenvuelve en un mbito de violencia. Pero fundamentalmente, la sociedad est ausente. Le ha
dejado a la escuela una responsabilidad que no es su funcin especfica. La escuela puede y debe ser un
organismo de prevencin y proteccin frente al maltrato de los nios y de denuncia a la justicia. En las
escuelas estudiadas, los orientadores escolares se hacen cargo de los problemas, son mediadores entre el
nio y la familia. Llevan los casos a la justicia y deben seguirlos, la mayora de las veces con escasos o
infructuosos resultados. Mientras tanto el nio reproduce en la escuela el ejercicio del poder sobre el ms
dbil: sus conductas violentas a veces irrumpen en sus juegos, otras se van insinuando como un estilo de
comportamiento, pero tambin pueden entenderse como un mecanismo de ejercer presin sobre el
medio reproduciendo lo que sucede en el mundo adulto. Entre los adultos responsables de estos nios los
agresores emplean diversas estratagemas para ejercer su superioridad, la que siempre es ejercida sobre
alguien real, o supuestamente ms dbil.
Otros hallazgos.- No siempre la violencia escolar queda circunscripta a peleas entre pares. Aunque la
escuela trata de preservarse de los problemas del entorno, los docentes y el edificio escolar no son
inmunes a las agresiones: roturas, robos, maltrato a los docentes por parte de los alumnos y de los
padres. A pesar de lo cual, segn los testimonios recogidos las estrategias de algunas escuelas de
tolerancia y conciliacin han resultado bastante exitosas.
Los talleres organizados por el equipo de investigacin con los docentes permitieron observar que stos
opinan que frente a las demandas que la sociedad les hace a los maestros, se encuentran con nios que
no estn interesados en aquello que la sociedad les est pidiendo que cumplan, ya que se trata de nios
poco interesados en el aprendizaje. Y la familia, que se espera sea el soporte en el cual los maestros
puedan apoyarse para que el nio valore eso que la sociedad quiere que los maestros transmitan,
tampoco est interesada ni valoran a la escuela ni a los docentes. Los educadores perciben que no
cuentan actualmente con los recursos subjetivos adecuados ni con la apoyatura institucional apropiada ni
con la capacitacin necesaria para ejercer sus funciones con nios provenientes de familias con alta
conflictividad social y psico-social. Los nios llegan a la escuela con serios problemas de relacin y,
aunque disponen de capacidad simblica, tienen dificultades en la aceptacin de normas y pautas,
resistindose por ende su posibilidad de realizar aprendizajes que den riqueza, complejidad y continuidad
a los procesos de socializacin.
En relacin con la historia escolar del nio, de acuerdo con las opiniones que tienen los padres acerca del
rendimiento de sus hijos, se atribuyen las dificultades en una alta proporcin, a problemas cognitivos del
nio. Habra entonces una correspondencia entre las representaciones parentales y las exigencias
curriculares dadas por el Ministerio de Educacin. Los adultos focalizan las causas del bajo rendimiento en
el ms vulnerable: el nio. Por ende, se estructura un encadenamiento de atribuciones que termina
responsabilizando casi exclusivamente al nio por sus problemas en la escuela, acentuando de esta
manera su vulnerabilidad.
En el Subprograma de Psicologa Clnica de Nios, a partir de 1997 se comenz a observar, adems, un
incremento de la consulta por nios con organizacin psictica de la personalidad, aunque
mayoritariamente no presentaban sntomas francos de psicosis y la derivacin era por dificultades en el
aprendizaje, apata y dispersin, o impulsividad y descontrol en el mbito escolar.
Este cambio en la consulta impuls a investigar la caracterizacin psicopatolgica de los nios, en
especial profundizando el estudio de las conductas violentas de nios en edad escolar. La carencia de
anlisis sistemticos acerca de las conductas violentas de los nios motiv el inters en retomar algunas
de las ideas originales de los autores clsicos del psicoanlisis -S. Freud, M. Klein, D. Winnicott, W. Bion y
D. Meltzer-, en especial los aportes de la Escuela Inglesa acerca del tema de la destructividad y su

relacin con los trastornos del carcter o con la parte psictica de la personalidad, as como la relacin
entre la emergencia de manifestaciones de violencia y dificultades en la elaboracin de duelos.
Se ampli el estudio del componente de contencin familiar analizando las condiciones para la
elaboracin de situaciones de duelo de los adultos responsables de los nios. A los fines del estudio de la
poblacin asistida y de su comparacin con otras poblaciones, a partir 1998 se comenz a realizar un
relevamiento epidemiolgico sistemtico mediante la administracin de Child Behaviour Check List
(Ackenbach & Edelbrock, 1983). El estudio epidemiolgico de la poblacin permiti ubicar estas
patologas en el conjunto de las problemticas psicopatolgicas y psicosociales de la niez, ampliando la
base de datos ya existente, construida a partir de las historias clnicas.
A partir de este proyecto se procuraba la caracterizacin psicopatolgica de las manifestaciones de
violencia de los nios desde el marco conceptual de la Teora de las Relaciones Objetales, teniendo en
cuenta la personalidad y el tipo de defensas y ansiedades predominantes. Se construy un protocolo de
anlisis de la Hora de Juego Diagnstica y un protocolo de anlisis de Dibujo libre cuyo objetivo fue la
identificacin de indicadores en ambos instrumentos que discriminen diferencias en la estructuracin
psquica en nios con problemas de conductas y de aprendizaje.
Aspectos metodolgicos y el anlisis de los datos.- A fines de complementar los diagnsticos se solicit la
colaboracin de la Ctedra de Rorschach de la Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires,
para la administracin del Psicodiagnstico de Rorschach en el inicio y con un retest en un lapso no
menor de seis meses y no mayor de un ao de iniciado el tratamiento. El retest permiti evaluar
modificaciones acontecidas en el curso de las psicoterapias. Los retests de la primera muestra piloto
arrojaron resultados que revelaban que en todos los nios se haba producido un incremento y variedad
de recursos defensivos y un mayor reconocimiento de los aspectos infantiles adems de cambios
estructurales significativos de las funciones yoicas de realidad a travs del Rorschach.
A los fines del estudio se consider, del total de nios admitidos para su asistencia durante 1998 (107
casos), aquellos que fueron derivados por problemas de conducta, conformndose as una muestra
intencional de 75 casos, la que fue a su vez dividida en tres grupos siguiendo criterios y resultados de
investigaciones anteriores acerca de la violencia en nios, basadas tambin en hiptesis terico-clnicas
del marco conceptual de la Teora de las Relaciones Objetales.
Grupo A: Las conductas violentas son manifestaciones de la tendencia antisocial (Winnicott) entendida
como la emergencia de impulsos inconscientes en un individuo que involucran y compelen a otros
padres, maestros, jueces, terapeutas, etc.- a hacerse cargo de su manejo. Pueden presentar dos
orientaciones bsicas: el robo y la destructividad. Sus manifestaciones coinciden con la descripcin del
F91.8 trastorno disocial de inicio temprano (DSM-IV, 1995). En la base de la tendencia antisocial hay
una buena experiencia temprana que se ha perdido. Esta prdida se produce en un momento en el que
ya hay cierto grado de estructuracin psquica que le posibilita al nio percibirla en relacin con una falla
ambiental. En caso de persistir la falla ambiental la tendencia antisocial puede organizarse en un
trastorno del carcter, que podra devenir en psicopata al llegar a la adolescencia, si no se dieran las
oportunidades para la modificacin de la falla originaria. Las manifestaciones de violencia estn asociadas
en algunos casos a dificultades en el aprendizaje y propensin a sufrir accidentes.
Grupo B: Las conductas violentas son expresin del funcionamiento de la parte psictica de la
personalidad (Bion W, 1957). Estos nios poseen un menor grado de estructuracin psquica y los
rasgos psicticos aparecen enmascarados por manifestaciones neurticas, en especial de tipo obsesivo
(Klein M, 1957). En los nios de este grupo no se encuentran sntomas clnicos de psicosis franca en el
momento de la consulta. Las manifestaciones de violencia aparecen en forma intempestiva y adems, el
motivo de consulta suele estar relacionado con dificultades de aprendizaje o dificultades en el desarrollo
del pensamiento y de la socializacin.
Grupo C: Las conductas violentas son expresin de un psiquismo ms evolucionado, donde la agresin es
expresin de fantasas de celos, exclusin y rivalidad edpica (Klein M, 1957). A diferencia de las
manifestaciones de violencia de los nios de los Grupos A y B, stas no tienen caractersticas disruptivas
ni requieren imperiosa contencin. En este grupo se incluyen los nios cuyas manifestaciones de violencia
son reactivas a situaciones traumticas actuales, especialmente de ndole familiar.
Muestra intencional de nios con problemas de conducta: 75 casos

Varones
Mujeres
Total de nios
Total de nios en porcentajes

GRUPO A
38
4
42
56%

GRUPO B
12
1
13
17.34%

GRUPOC
19
1
20
26.66%

Este trabajo se circunscribe al anlisis de indicadores formales de la Hora de Juego Diagnstica y a la


puntuacin de signos suicidas en el Rorschach.

Los resultados del anlisis de la Hora de Juego Diagnstica indican que no hay diferencias significativas
por edades salvo las esperables evolutivamente. No se hacen consideraciones por gnero ya que el
porcentaje de mujeres incluidas en la muestra es irrelevante.
Para el Grupo A se ratifican resultados de investigaciones anteriores sobre nios con tendencia antisocial
(Varios autores, 1995-1997).
Es el grupo que presenta mayor porcentaje de comprensin y aceptacin total de las consignas, de
pertinencia de la actividad, uso adecuado del espacio y uso adecuado del tiempo, esto es, de todos los
componentes relativos al encuadre.
Respecto de la relacin con el entrevistador, son nios que muestran actitudes y conductas adecuadas en
el primer contacto con l aunque tienen dificultad en el vnculo, anticipando conflictos que aparecern
posteriormente, en el transcurso de las sesiones psicoteraputicas.
Los indicadores del encuadre sealan un funcionamiento psquico con un cierto nivel de desarrollo y
estructuracin. Desde el punto de vista de la Teora de las Relaciones Objetales, son nios que tienen
acceso a la posicin depresiva aunque tienen dificultades para sostenerla. Sus actitudes y conductas de
adecuacin a la realidad y tolerancia a la frustracin producen impacto en el entrevistador y se
interpretan como el resultado del uso de mecanismos sobreadaptativos de control y dominio sobre los
objetos y de postergacin de la descarga.
Con respecto de la modalidad de acercamiento al material de la Hora de Juego Diagnstica predomina la
previa estructuracin del campo que indicara cierta capacidad de anticipacin a la accin, aunque
entendida como expresin de una inteligencia prctica.
En segundo lugar aunque en un porcentaje mucho menor se registra la modalidad evitativa, que en
este grupo de nios no est asociado a defensas neurticas (del tipo de las defensas fbicas) sino a
mecanismos de defensa propios de una organizacin psquica que podra devenir en psicopata de no
mediar alguna intervencin psicoteraputica. Dentro de esta clase de modalidad evitativa se incluyen
conductas tales como rehur la mirada o mirar de soslayo y actitudes defensivas destinadas a bloquear el
compromiso emocional frente a temas y situaciones conflictivas. Estas dificultades, asociadas con las que
surgen en la relacin con el entrevistador, se interpretan como expresin de defensas manacas para
lidiar con ansiedades persecutorias y depresivas, que pueden dar lugar a una situacin transferencial
negativa en el decurso de una psicoterapia.
En cuanto a la modalidad de utilizacin del material hay un predominio de una modalidad adecuada, que
da cuenta de un funcionamiento psquico que admite el principio de realidad.
En segundo lugar, aunque en un porcentaje mucho menor, se registra una modalidad de utilizacin
inadecuada evitativa que, al igual que lo interpretado respecto de la modalidad de acercamiento al
material, se entiende como una defensa para bloquear el compromiso emocional.
En cuanto a la caracterizacin de la actividad, se registra un leve predominio en la capacidad de
sostenimiento por sobre los obstculos y casi no hay diferencias en los porcentajes relativos a la
capacidad de cierre. Estos valores, notoriamente ms bajos que los correspondientes a las actitudes
frente al encuadre, ponen en evidencia la existencia de dificultades en la produccin simblica, que se
interpretan como producto del ejercicio de mecanismos de control y dominio que, en tanto formas de la
defensa manaca, son precarios y limitan los logros de la sobreadaptacin inicial.
El alto porcentaje de inters y el relativamente bajo porcentaje de indiferencia demostrados en la
actividad, asociados a los resultados de los indicadores ya descriptos, se interpretan como la expresin
de una necesidad de control sobre el mundo externo vinculado a ansiedades persecutorias. No se tratara
de un inters genuino, fundado en el despliegue de una curiosidad orientada a la exploracin y
experimentacin de recursos para el desarrollo de procesos simblicos. Se tratara en cambio, de un
estado de alerta movilizado por ansiedades persecutorias, para la deteccin de peligros que deben ser
neutralizados mediante mecanismos de control y dominio. Implica un uso rgido y montono de los
recursos, que no enriquece el desarrollo de procesos simblicos.
Llama la atencin que, tratndose de nios derivados para su atencin por sus problemas de conducta,
presentan bajos porcentajes de desafo al comienzo de la actividad que adems, desaparecen en el
decurso de la Hora de Juego Diagnstica y se pueden entender como expresin del intento de
aplacamiento del objeto. La presencia de angustia y excitacin durante el desarrollo de la actividad y su
cierre, inexistentes al comienzo, tambin indica la precariedad y el fracaso parcial de los recursos
defensivos utilizados y, por ende, es un indicio de buen pronstico; seala que las defensas no son
todava rasgos de carcter y que en un proceso psicoteraputico pueden producirse cambios importantes.
El Grupo B es el que registra mayores dificultades en los indicadores del encuadre: presenta los menores
porcentajes en la comprensin y aceptacin de consignas, en la pertinencia de la actividad y en el uso
adecuado del espacio y del tiempo, dando cuenta de dificultades en el desarrollo de los procesos
simblicos.
Tambin se registran los menores porcentajes de adecuada relacin con el entrevistador. Las
inadecuaciones se relacionan predominantemente con conductas de retraccin y, en menor porcentaje,
de desafo y se interpretan como modos primitivos de lidiar con ansiedades, que son exclusivamente
persecutorias en este grupo de nios.

La inadecuacin en el uso del espacio, que tiende a ser de uso restringido o expansivo y las dificultades
en la relacin con el entrevistador se pueden entender por la presencia de ansiedades persecutorias
intensas, que interfieren la exploracin adecuada de los objetos del mundo externo, necesaria para el
desarrollo de actividades ldicas. Esto indicara restricciones en la capacidad de simbolizacin; de hecho,
se trata de nios que, adems, tienen dificultades de aprendizaje.
La inadecuacin en el uso del tiempo, que tiende a ser de uso discontinuo y en menor medida, acelerado,
se interpreta como la existencia de mecanismos de escisin y como la expresin de un uso abusivo de las
identificaciones proyectivas (Bion, 1955).
En sntesis, las dificultades en todos los indicadores del encuadre se interpretan como carencia de
recursos yoicos adaptativos frente al impacto de la situacin a afrontar.
En cuanto a la modalidad de acercamiento al material, presentan el menor porcentaje en la modalidad de
previa estructuracin del campo anticipatoria de la accin y los mayores porcentajes en las
modalidades evitativa e impulsiva.
En este grupo de nios, la modalidad evitativa no es expresin de defensas neurticas sino de un
retraimiento, en tanto defensa primitiva frente a intensas ansiedades persecutorias, que interfieren la
exploracin adecuada de los objetos del mundo externo y el establecimiento del principio de realidad.
Asimismo, la impulsividad emerge como consecuencia de sus falencias en el contacto con la realidad
interna y externa, tambin en relacin con ansiedades persecutorias intensas.
Respecto de la modalidad de utilizacin del material, registran iguales porcentajes de utilizacin
adecuada e inadecuada, aunque cabe destacar que, comparativamente, la modalidad de utilizacin
adecuada es baja. Las inadecuaciones son, en primer lugar, destructivas en correspondencia con la
impulsividad registrada en el tem de modalidad de acercamiento al material - y en segundo trmino,
evitativas, lo que subrayara las interpretaciones anteriormente formuladas acerca de las dificultades de
conexin con los objetos.
En cuanto a la caracterizacin de la actividad, registran los mayores obstculos para sostenerla, lo que
dara cuenta de la precariedad de las defensas utilizadas para lidiar con la ansiedad y se vincula con el
retraimiento mencionado en temes anteriores.
Aunque en el cierre de la actividad se registran menores obstculos, esto no se entiende como expresin
de la elaboracin de ansiedades depresivas, sino como un automatismo frente a la indicacin de
finalizacin de la actividad, ya que simultneamente se observan actitudes y conductas tem
correspondiente al uso del tiempo -, cuyo anlisis permite interpretar que la percepcin del paso del
tiempo no responde a criterios de realidad.
En cuanto a las emociones, es el grupo que presenta menor porcentaje de inters y, consecuentemente,
mayor grado de indiferencia al comienzo, en correspondencia con las actitudes de retraccin ya
analizadas. Los porcentajes de inters aumentan y los de indiferencia disminuyen de manera abrupta a lo
largo de la Hora de Juego Diagnstica y esto se interpreta como expresin de la utilizacin masiva de
mecanismos de identificacin proyectiva, ms que como una genuina conexin con el mundo externo.
Los porcentajes pequeos de vergenza que, aunque van disminuyendo, estn presentes en toda la Hora
de Juego y los escasos porcentajes de angustia en el desarrollo de la actividad, seran las nicas
expresiones emocionales del funcionamiento de la parte no psictica de la personalidad.
La excitacin, que se manifiesta en el desarrollo y aumenta en la finalizacin de la actividad, se asocia a
la impulsividad registrada en el tem de modalidad de acercamiento al material y se interpreta como
desborde de una emocionalidad difusa.
El Grupo C no presenta dificultades en los componentes del encuadre. Se registran altos porcentajes en
la comprensin de las consignas, en la pertinencia de la actividad, en el uso adecuado del espacio y del
tiempo y de los materiales; hay adecuada relacin con el entrevistador.
Sin embargo, presentan un porcentaje menor de aceptacin total de las consignas respecto del Grupo A,
lo que indicara mayores posibilidades de expresin de sus conflictos emocionales y de su ambivalencia,
desde el inicio de la actividad y, a su vez, que no utilizaran mecanismos de sobreadaptacin para
afrontar la situacin de evaluacin.
En cuanto a la modalidad de acercamiento al material, el mayor porcentaje en la modalidad de previa
estructuracin del campo dara cuenta de posibilidades adaptativas frente a situaciones nuevas, sin el
costo de la sobreadaptacin.
Asimismo, es el grupo que presenta el mayor porcentaje de utilizacin adecuada del material, segn
criterios de realidad.
En lo que respecta a la caracterizacin de la actividad, es el grupo que mejor puede desarrollar
secuencias de actividad, dndoles un cierre adecuado; slo un porcentaje reducido presenta obstculos
en el sostenimiento de la actividad ldica.
Analizando las emociones, mantienen el inters predominantemente a lo largo de la Hora de Juego. En la
finalizacin, se observa un tenue descenso de esta emocin, junto con la presencia de tristeza, ansiedad
y enojo. Es el nico grupo que manifiesta estas emociones, que ponen en evidencia la existencia de
ansiedades depresivas y son pertinentes al momento de cierre de la actividad.

La adecuacin al encuadre, la fluidez en la expresividad y la capacidad de sostener la actividad sin


obstculos relevantes, permiten interpretar que este grupo es el que tiene mayores posibilidades para la
elaboracin de sus conflictos, ya que cuenta con recursos yoicos adecuados y la ansiedad no interfiere en
la capacidad para simbolizar sus conflictos.
En cuanto a los indicadores de riesgo suicida, utilizando la ESPA (Passalacqua y Casullo, 1997), se
registra que la media de signos de riesgo suicida en Rorschach del Grupo B se acerca considerablemente
a la obtenida por adolescentes no consultantes, segn los resultados de una investigacin anterior. Cabe
destacar que los adolescentes constituyen una poblacin comprobada de riesgo, dada la similitud de su
media de signos suicidas con muestras de potencial suicida de adultos.
Se produce una disminucin de signos en el Grupo A y ms an en el Grupo C, resultando de cualquier
modo todas las medias elevadas, si se comparan con las de adultos no consultantes, lo que es tambin
alarmante.
Es significativo tambin, que en el Grupo A ms que en el B, y en ste ms que en el C (en donde slo
hay un caso), algunos casos individualmente alcanzan el puntaje significativo de riesgo. Esto indicara
que los nios que tienen manifestaciones de defensas que podran devenir en psicopticas, tambin
pueden dirigir la agresin hacia s mismos, aunque en menor proporcin que en los casos de desrdenes
graves como son los del Grupo B. En tal sentido, una de las hiptesis con respecto a la propensin a los
accidentes registrada en las historias clnicas de los nios del Grupo A, sera que, probablemente, en este
grupo esa propensin a accidentarse est asociada al uso de mecanismos manacos omnipotentes, ms
que a la presencia de ideacin suicida.
Otro aspecto llamativo es que, al realizarse una comparacin (Passalacqua et al, 1997) con otros nios
de ese mismo medio, derivados por problemas no relacionados con conductas violentas (N=23) sino,
fundamentalmente, de aprendizaje, su media result superior a la de los otros grupos. Esto parece
confirmar que el hecho de que no se exprese explcitamente la violencia no indica que no haya
posibilidades de actuarla (al menos en contra de s mismos).
En conclusin, los trastornos psicopatolgicos serios, tal como se da en los adultos, parecen implicar
tambin un potencial autoagresivo importante en caso de ser actuado, ya que los nios con rasgos
psicticos (Grupo B) tuvieron, en promedio, ms indicadores de riesgo suicida que el Grupo A y que el
Grupo C, en los cuales, como en todo el resto del material, hay menores indicadores de patologa.
Pareciera entonces que en estos nios habra mayor potencial suicida, en parte por las graves
distorsiones de sus funciones de realidad, que les impediran encontrar soluciones lgicas a sus
problemas y, en parte por no poder descargar en el medio sus aspectos agresivos de manera adecuada,
probablemente por sus deficientes interacciones. Conservaran entonces todo el poder de la conducta
agresiva hacia s mismos; el componente de culpa persecutoria (Abadi et al, 1973) que parece haber
entre los suicidas, conlleva la dificultad de exteriorizar hostilidad hacia figuras de las que dependen, por
lo que sta termina revirtiendo sobre s.
Con respecto a la edad (Passalacqua et al, 1997), la predominancia de signos alrededor de los 10 aos,
podra sugerir un cierto adelanto de la etapa puberal, en la que recrudece la simbiosis; se produce una
regresin a la primitiva etapa del deambulador - etapa de transicin en cuanto a la separacin y retorno
a la madre (ansiedad de separacin y satisfaccin con el retorno a la figura materna) - producindose un
vaco de identidad cuando no se la encuentra disponible.
Otro observable es que el nmero de signos de riesgo suicida de las nias del Servicio de Psicologa
Clnica de Nios, de modo similar a los de las consultantes provenientes de otros niveles
socioeconmicos, es mayor al de los varones. Esto sucede a pesar de la significativa reducida cantidad de
derivaciones que hay entre las nias, que merece un anlisis ms pormenorizado.
Esto puede deberse a que la menor expresin agresiva que, en general, ellas manifiestan, por un lado
determina que pasen desapercibidas para sus maestros, poco advertidos en su mayor parte, sobre el
modo de detectar psicopatologa grave, particularmente cuando se trata de nios que no molestan en la
clase, debido a su pasividad. Sin embargo, esto parece constituirse en un factor de riesgo mayor, en lo
que se refiere al potencial suicida.
Esto se ve acentuado por la cantidad de contenidos significativos que se han encontrado en los Rorschach
administrados a la poblacin estudiada, muchos relacionados con las fantasas que son comunes en los
protocolos pertenecientes a poblacin de riesgo (Passalacqua et al, 1997), y que corresponden a las
siguientes temticas:

Relacionadas con la muerte en general.


Fantasas acerca del modo de matarse (independientemente de ser luego efectivamente el
mtodo elegido).
Relacionadas con el suicidio en especial y sus fantasas asociadas.
Relacionadas con los psicodinamismos subyacentes, fundamentalmente una intensa ansiedad
persecutoria ellos consultaron por problemas de aprendizaje.

La conclusin ms importante de este trabajo es que la hiptesis de la predisposicin innata es


insuficiente para explicar el fenmeno de la agresividad, siendo necesaria la consideracin de la
incidencia del medio social para procurar una explicacin ms adecuada para tan complejo fenmeno
humano. Esta investigacin ha permitido aportar elementos de juicio favorables a la hiptesis segn la
cual un componente esencial del comportamiento agresivo proviene del entorno familiar-social.
Bibliografa consultada
Abadi et al, (1973). Desarrollos posfreudianos. Buenos Aires: Ed. de Belgrano.
Ackenbach & Edelbrock (1983), Child Behaviour Check List.
Bion W, (1955) "Lenguaje y esquizofrenia". Contribuciones al Psicoanlisis, Paids, Bs. As. "Desarrollo del pensamiento
esquizofrnico" (1956) en Volviendo a pensar Ed. Horm S.A.E. 1990 Bs. As.
Bion W, (1957) "Diferenciacin entre personalidades psicticas y no psicticas". Volviendo a pensar. Ed. Horm S.A. E.
1990 Bs.As.
DSM-IV, (1995) Manual diagnstico y estadstico de los trastornos mentales. Barcelona: Toray-Masson.
Klein M (1957) Envidia y gratitud. Includo en Klein M, Obras Completas Tomo VI. Buenos Aires: Paids, 1974.
Passalacqua y Casullo (1997) Comportamiento suicida adolescente: anlisis de los principales factores de riesgo.
Programacin UBACYT 1995-97.
Varios autores (1995-97) PS 043 Las situaciones de prdida y las tendencias antisociales en nios. Contencin familiar
y social, Programacin UBACYT 1995-97.

AISLAMIENTO
Definicin.- (Psicoanlisis) El sujeto recuerda muy a menudo sucesos importantes ocurridos en su
primera infancia, pero tales recuerdos han sido ms o menos desprovistos de su tonalidad afectiva y han
perdido toda conexin con otros sucesos o excitaciones semejantes. Aparecen as aislados como un
cuerpo extrao, y casi todas las asociaciones de contacto que conducen de ellos a los sntomas estn
suprimidas. El aislamiento sirve para inhibir y mantener alejadas de la conciencia las asociaciones
indeseables. Lo mismo la inhibicin asociativa que la actuacin motriz encaminaba a la defensa, poseen
un carcter mgico.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Generalidades.- Defensa tpica de la neurosis obsesiva consistente en que despus de un suceso


desagradable o de un acto significativo desde el punto de vista de la neurosis, se interpone una pausa
donde nada debe suceder, ni percibirse ni hacerse. Lo desagradable no es olvidado pero se interrumpen
sus conexiones asociativas.
La forma de aislar es interponer intervalos espaciales o temporales de manera que las ideas 'no se
toquen entre s'. El intervalo temporal estara vinculado con la compulsin neurtica a contar. Ejemplos
de aislamiento son las pausas en el pensamiento, los rituales, etc. Un aislamiento tpico se da entre lo
sexual y lo ertico, lo que hace que una persona slo pueda desear sexualmente a quien no ama.
El origen del aislamiento est en el tab de contacto (de la pulsin con el objeto satisfactor), tanto
corporal como ideativo. Un ejemplo de aislamiento normal se da en la concentracin, til para realizar
mejor una tarea.
Celener G. y otros, "Los mecanismos de defensa y las tcnicas proyectivas", Publicacin interna de la Ctedra de
Teora y tcnicas de exploracin y diagnstico Mdulo II, Facultad de Psicologa, Universidad de Buenos Aires, 1996.

Generalidades.- El aislamiento permite considerar un hecho penoso desde un punto de vista puramente
intelectual, sin dar cabida a la emocin: las personas pueden hablar de un problema grave sin manifestar
ni sentir casi emociones. Hasta cierto punto es un mecanismo eficaz en relacin con el trato con las otras
personas, y stas pueden sentirse sorprendidas a incluso admirar la forma en que el otro toma las
cosas. El inconveniente es que mantener la ansiedad y las emociones bajo el nivel de la conciencia
requiere gran desgaste psquico, y puede quedar muy poca energa disponible para las actividades
normales.
Isaacson Robert (1996) El nio retardado mental. Buenos Aires: Paids, pg. 43.

Generalidades.- Esta defensa hace que un determinado acto o idea que resulta intolerable para el yo,
sea separado de su afecto permaneciendo en la conciencia en forma debilitada. As, por ejemplo, una
persona puede relatar un episodio traumtico (un accidente, una operacin) con la misma tonalidad
afectiva que usa para hablar del clima.
Berenbaum L y Ferrari R, Acerca de las defensas del psiquismo. Incluido en Fundamentos de psicologa, pgs. 107108.

Segn M. Klein.- Este mecanismo defensivo "consiste en la disociacin primaria entre vnculos de amor
y vnculos agresivos. Tiende a apuntalarla y mantenerla, evitando que los pares de disociados se unan en
la fantasa o en la realidad pues dicha unin significara la desorganizacin del yo fantaseada como caos o
locura".
Piccolo E., "Defensas en los tests grficos", Editorial Paids.

Estudios experimentales.- Se investig la conducta de los monos cuando se los dej solos. Este
aislamiento social puede ser total o parcial.
El aislamiento social total es el ambiente ms dramtico y destructivo. Cuando a los monos se los aislaba
socialmente desde el nacimiento hasta los tres meses, al ponrselos nuevamente en contacto con monos
algunos a sufrieron un profundo shock y llegaron a morir de anorexia. La mayora sin embargo
sobrevivi y pudieron adaptarse socialmente mediante el juego.
Al aislarlos durante los seis primeros meses de vida, despus no manifestaron la cantidad normal de
conductas de autoabrazo y amontonamiento. En cambio, aparecieron conductas de balanceo y
estereotipadas, consideradas anormales. Frente a otros monos de la misma edad criados normalmente,
se sintieron atemorizados, y con bajo nivel de respuestas de amenaza. No se puede aprender en un
vaco social. El juego tambin estuvo prcticamente ausente en los monos aislados. Cuando estos fueron
creciendo, de adolescentes se mostraron anormalmente agresivos y anormalmente temerosos. Atacaban
incluso a las cras y a compaeros ms grandes que ellos.
Los monos que fueron aislados durante los primeros 12 meses mostraron luego una carencia total de
respuestas sociales cuando fueron reintegrados con los dems. Tampoco aprendieron a jugar.
En el aislamiento social parcial los monos estn separados por mallas de alambre en jaulas diferentes, o
sea no pueden tener con los otros un contacto fsico. En estos monos se observa un aumento de
conductas de automordisqueo y conductas estereotipadas, pero una disminucin de la conducta de
balanceo. A veces sube el brazo y se asusta de su propio brazo. La conducta agresiva progresa ms
lentamente, y tienden a asumir conductas y poses depresivas.
Otro experimento es el de deprivacin, o sea tomar monos normales y privarlos del entorno social. En
estos casos, cuando volvieron al seno social mostraron mayor adaptabilidad que los monos que nunca
haban conocido el medio social.
El solo transcurrir del tiempo deja igual o empeora la situacin de los monos privados socialmente. En
cambio no pudo detectarse la influencia del tiempo para mejorarlos una vez recontactados socialmente.
Las pautas afectivas bsicas de los monos (amor materno, paterno, heterosexual, etc) se basan en
contactos corporales. Los monos que fueron aislados socialmente revelan conductas de rechazo corporal,
no de contacto.
A algunos monos luego de privarlos del medio social, se los puso con un congnere de felpa al que
podan tocar, y revelaron, al reintegrarlos al medio, que no haban perdido la capacidad de contacto.
Fueron as rehabilitados, aunque no totalmente.
Es posible actuar teraputicamente en monos deprivados socialmente, cuando se los pone en una jaula
en contacto con uma mona "terapeuta" con la cual pueden interactuar. Cuando ello ocurre, se nota una
disminucin significativa de conductas anormales en ellos. Esta terapia de la conducta logr tambin
conductas de juego, pero no en el nivel de los monos normales.
Kaplan H y Sadock B, Compendio de psiquiatra. Mxico: Salvat. Captulo 3, punto 4.

AJUSTE
Definicin.- Capacidad para enfrentar las situaciones sociales y obtener la satisfaccin de las
necesidades.
Aiken L (2003) Tests psicolgicos y evaluacin. Mxico: Pearson. 11 edicin (pgina 458).

Definicin.- Trmino que define un proceso en dos sentidos: terico y la ocurrencia de tal proceso en la
realidad. Tericamente, ajuste significa armona entre el individuo y el objetivo o ambiente social; esta
armona tiene carcter de equilibrio esttico, estado en el cual no existe cambio alguno que demande una
respuesta, todas las necesidades son satisfechas y las funciones continuativas del organismo proceden
normalmente. En la prctica, puede lograrse un ajuste relativo, proceso por el cual el individuo opera los
cambios necesarios en s mismo o en el medio que favorecen la obtencin de satisfacciones para un gran
nmero de sus propias necesidades, y lo disponen a la aceptacin de las exigencias fsicas y sociales que
debe enfrentar.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

ALEGRA
Definicin.- 1. Es un movimiento total del alma no idntico al placer. Su definicin nos la da San
Agustn: Gaudet, exaltat et triumphat. Es el jbilo con exaltacin, como consecuencia de un triunfo sobre
una angustia. No es un estado esttico sino un trnsito, un movimiento ascendente hacia la plenitud y
lo perfecto. Spinoza define laetitia como trnsito en el hombre de una mayor a la menor perfeccin. 2. El
jasidismo considera que la alegra es uno de los dos pilares de la colaboracin del hombre con Dios (el
otro: la caritas). 3. Bergson dice: La alegra anuncia siempre que la vida ha logrado su propsito, ha
ganado un terreno, logr una victoria. En la alegra el alma llega a sorprenderse de su propia existencia.
La alegra es una especie de aligeramiento total del alma por cuyo medio queda suprimido el esfuerzo

mientras el contenido de la conciencia se hace extrao a s mismo. 4. En la alegra hay tambin


humildad de triunfo, como la alegra de San Francisco.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

ALFA
Definicin.- 1. En psicodiagnstico, designa una famosa prueba de inteligencia colectiva para sujetos no
analfabetos, utilizada hacia fines de la segunda guerra mundial en EEUU para clasificar rpidamente gran
nmero de soldados segn su capacidad intelectual, y as poder determinar sus destinos ulteriores dentro
o fuera de las filas del Ejrcito. 2. En neurofisiologa, designa un registro electroencefalogrfico bastante
regular que aparece en el hombre adulto en reposo corporal y mental, y con los ojos cerrados. Se ve
como una onda de unos 50 microvolts de amplitud y de frecuencia equivalente a 8-12 ciclos por segundo.
Otros registros distintos son las ondas beta, theta y delta.
Cazau Pablo (2002) Vocabulario de Psicologa. Buenos Aires: Redpsicologa.

ALGOLAGNIA
Definicin.- Goce del dolor.
ALIANZA
Definicin.- Designa una afinidad positiva entre dos unidades del sistema. No se trata de una definicin
formal, sino del uso popular del trmino. Una alianza es potencialmente neutra, pero es inherente a ella
la virtualidad de ir dirigida de manera efectiva contra un tercero. En los casos en que las alianzas se
sitan en oposicin a otra parte del sistema, se puede hablar de coaliciones. Ver Coalicin.
Umbarger C, Terapia familiar estructural, Barcelona, Paids.

ALIMENTACIN
Alimentacin y psiquismo.- Nueva York, EEUU (DEM).- Los nios que siguen una dieta de bajo
contenido en grasa no sufren por ello ningn deterioro psicolgico, como se ha defendido en alguna
ocasin.
De acuerdo con un nuevo estudio, publicado en Health Psychology (una revista de la Asociacin
Americana de Psicologa de EEUU), este tipo de alimentacin no hace que los infantes se sientan
agresivos ni padezcan ansiedad o depresin. Para llegar a esta conclusin, los autores del estudio,
dirigido por el doctor John V. Lavigne, del Children's Memorial Hospital en Chicago (EEUU), estudiaron la
evolucin de ms de 600 nios de entre ocho y 10 aos que tenan el colesterol elevado. A la mitad de
ellos se les asign una dieta de tres aos de duracin para solucionar este trastorno y, el resto, sigui
con su alimentacin habitual.
Al concluir el estudio, y aunque los resultados del rgimen eran modestos, los especialistas comprobaron
que la dieta para reducir el colesterol no produca trastornos psicolgicos relevantes ni era el origen de
posibles problemas en el colegio o en casa.
Alimentos contra el colesterol y psicologa infantil. Copyright 2000 Psycologia.com

ALOCUTARIO
Definicin.- En teora de la comunicacin, el que recibe un mensaje. En ingeniera de la comunicacin
se lo llama receptor. Los trminos alocutor y alocutario son preferidos actualmente por los lingistas y los
que estudian psicologa de la comunicacin.
Marn Marta (1997) Conceptos claves. Gramtica, lingstica, literatura. Buenos Aires: Aiqu, pg. 15.

ALOCUTOR
Definicin.- En teora de la comunicacin, el que elabora o produce un mensaje. En ingeniera de la
comunicacin se llama emisor, pero la psicologa de la comunicacin y la lingstica prefieren los trminos
de alocutor y alocutario.
Marn Marta (1997) Conceptos claves. Gramtica, lingstica, literatura. Buenos Aires: Aiqu, pg. 15.

ALOEROTISMO
Definicin.- (Psicoanlisis) Jones define este trmino como el erotismo relacionado con la idea de otro
ser humano. Si bien la primera etapa del desarrollo de la sexualidad es autoertica, aunque pueden
presentarse estmulos aloerticos, como chupar el pecho de la madre o las caricias del nio, ya ms
adelante es siempre aloertica.

Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

ALOPLSTICA, CONDUCTA
Definicin.- Para satisfacer una exigencia del Ello normalmente tratamos de modificar el mundo
externo. Con el mismo proceso queremos apartar un displacer que nos origina una causa exterior.
Ferenczi denomina este proceso aloplasta. Pero puede ocurrir que en lugar de modificar el mundo
externo, sea el Yo el que modifica. Este proceso ha recibido el nombre de autoplasta por S. Ferenczi. Las
reacciones autoplsticas en la evolucin se convierten en reacciones aloplsticos.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Aloplstica.- Trmino empleado por autores como Lagache y Ferenczi, por ejemplo, y que designa toda
conducta dirigida hacia el medio externo, y por tanto capaz de modificarlo. Por ejemplo hablar con
alguien, asir un sonajero, etc. Antnimo: Autoplstica.
ALTRUSMO
Definicin.- Conducta efectuada en beneficio de otro sin esperar una retribucin externa.
Vander Zanden James, Manual de Psicologa Social, Barcelona, Paids, 1986, pg. 614.

ALZHEIMER, ALOIS
(Marktbreit, actual Alemania, 1864-Breslau, id., 1915) Neurlogo alemn. Se licenci en medicina por la
Universidad de Wurzburgo en 1887 y seguidamente entr a trabajar como asistente clnico en el Asilo
Irrenanstalt de Frankfurt. En esta institucin inici sus estudios sobre la patologa del sistema nervioso,
en colaboracin con el neurlogo Franz Nissl. Entre 1904 y 1918, ambos publicaron la obra en seis
volmenes Estudios histolgicos e histopatolgicos del crtex cerebral, en la que abordaron, entre otras
cuestiones, el delirio alcohlico, los tumores cerebrales, la epilepsia, la parlisis general y, sobre todo, la
demencia, una de cuyas formas ms extendidas recibi el nombre de enfermedad de Alzheimer. En
1895 accedi a la direccin del Instituto Irrenanstalt, puesto desde el cual prosigui sus investigaciones,
fruto de las cuales fue la distincin entre la atrofia arteriosclertica cerebral y la demencia senil.
Fuente: http://www.biografiasyvidas.com/

AMBISEXUALIDAD
Definicin.- Relacin comunicativa, afectiva, amorosa o sexual con personas del mismo o diferente
sexo. Se da de manera simultnea. Potencialmente, estamos capacitados para ello. Es preferible este
trmino al de bisexualidad. No se trata de la conjuncin de los dos sexos en una sola persona sino de la
capacidad de satisfaccin sexual.
Barragn Medero F, (1991), La educacin sexual. Gua terica y prctica. Barcelona: Paids, pg. 151.

AMBIVALENCIA
Definicin.- 1. La existencia simultnea de emociones contradictorias hacia la misma persona. 2.
(Psicoanlisis) El sentimiento compuesto de odio y amor que le inspiran a un nio el padre, la madre o el
maestro, es un caso de ambivalencia emocional. Se crey originariamente que la composicin del odio
era innata o instintiva; pero el Psa. Opina que el odio se desarrolla de las frustraciones de los impulsos
de amor que se dan necesariamente en toda cultura. Se sostiene que cualquier persona puede, y, segn
algunos analistas, deben tener ambos valores afectivos opuestos al mismo tiempo. 3. En psiquiatra
significa: coexistencia de tendencias contrapuestas y equipotentes. Debido a ello existe una
desorganizacin de la conducta y una prdida de la sntesis ideoafectiva. Bleuler la considera como uno
de los sntomas primarios de la esquizofrenia.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

AMISTAD
El papel protector de la amistad sobre los efectos del abuso en la infancia y la depresin.Antecedentes: Este estudio explor las relaciones entre el maltrato infantil (abuso sexual, fsico y
emocional, as como tambin negligencia), depresin adulta y apoyo social percibido por parte de la
familia y amigos.
Mtodos: Como parte de un estudio financiado por el NIH de riesgo y resiliencia en un hospital pblico
urbano en Atlanta, 378 hombres y mujeres reclutados de las salas de espera de atencin primaria y de la
clnica obstetricia de ginecologa; contestaron a preguntas sobre el historial de desarrollo, experiencias
traumticas, apoyo de relacin actual y sntomas depresivos.

Resultados: El abuso emocional en la infancia y la negligencia fueron los predictores ms importantes de


la depresin en la edad adulta ms que el abuso sexual o fsico en la niez. nicamente en las mujeres,
el apoyo social percibido por parte de amigos, sirvi como proteccin contra la depresin en la edad
adulta incluso despus de explicar las contribuciones del abuso emocional y la negligencia.
Conclusiones: Estos resultados pueden explicar la importancia particular de la comprensin de los efectos
que el abuso emocional y la negligencia tienen sobre la depresin en la edad adulta, y en cmo el soporte
percibido por parte de amistades puede proporcionar un escape para las mujeres con un historial de
estrs en edad temprana y quienes estn en peligro de desarrollar depresin en la edad adulta.
Abigail Powers; Kerry J. Ressler; Rebekah G. Bradley. El papel protector de la amistad sobre los efectos del abuso en
la infancia y la depresin. DEPRESSION AND ANXIETY. 2009 ENE; 26(1):46-53.

AMOR
Definicin.- 1. Amars a tu prjimo como a ti mismo (Biblia); magna res est amor (el amor es una gran
cosa) Kempis, Imitatio Christi); ama et fac quod vis (ama y has lo que quieras San Agustn). 2. La
felicidad suprema no consiste en que dos seres se digan ntimamente: queremos vivir el uno para el
otro, sino que esta promesa signifique en sus pensamientos: queremos vivir juntos para algo. (Albert
Schweitzer). 3. Se distingue con toda claridad entre el amor y sexualidad. Amor es la fuente espiritual en
la bsqueda de la felicidad, en tanto que la sexualidad busca la descarga placentera carnal del instinto
sexual en servicio de la procreacin o solamente el placer del goce sexual, en el hombre como ser
zoolgico. El amor como concepto puramente psicolgico tiene dos formas: a) Amor a los otros (amars
a tu prjimo), b) Amor por uno mismo (como a ti mismo); una tercera forma, el amor caritatis, define
al conjunto de la relaciones vitales, existenciales del ser humano, es decir: su relacin con otros, con las
cosas (trabajo, arte, naturaleza), y con el Universo (Dios), en una palabra: ser s mismo. Debemos
admitir tambin otra forma de amor que espiritualizada a lo sexual. Otra distincin fundamental es el
amor como relacin productiva, denominacin de Fromm, entre los seres humanos y el amor como
pasin que vence a uno o un afecto por el cual uno es afectado. En la existencia humana se encuentran
dos direcciones opuestas como una paradoja; el ser humano busca simultneamente la convivencia, o la
unin armnica con los otros y al mismo tiempo la conservacin de su individualidad y de su
particularidad. El apego y el desapego son, como nos demostr Szondi, y Charles Morris (en Tatas of Life)
factores circulatorios en nuestra vida anmica. La energa de esta circulacin no es lo sexual sino el amor
como potencia espiritual en el ser humano, fuerza reguladora entre apego y desapego (altruismoegosmo). El amor no existe por enamorarse sino est potencialmente en nosotros y acta junto con la
razn para comprender al mundo y relacionarse con l, mental y emocionalmente. Relacionarse quiere
decir: actuar, pues el amor productivo se define por el logro de su propia realizacin. Enamorarse no es
la culminacin del amor, sino su comienzo, la oportunidad para lograr al amor que nace pero muere si no
se hace. Dice Fromm al respecto: El amor genuino es una expresin del amor productivo e implica
cuidado, respeto, responsabilidad y conocimiento. No es un afecto, en el sentido de estar afectado por
alguien, sino en un esfuerzo activo por el desarrollo y la felicidad de la persona amada, arraigada en la
propia capacidad de amar. Amar es una capacidad de amar, y amar a alguien es la actualizacin y
contraccin de esta capacidad respecto a una persona (Erich Fromm: Egoism and Love). Amar a una
persona productivamente implica internarse en ella y trabajar por ella, conocerla, sentirse responsable
por su vida, no nicamente por su existencia fsica, sino por el conocimiento y desarrollo de todos sus
poderes humanos. La salud y el apetito sexual fomentan la capacidad de enamorarse, pero no hay nada
misterioso en ello -dice Fromm- y no se ama accidentalmente, sino que el propio poder de amar produce
el amor productivo.
Hay una relacin ntima entre el amor de dos personas y el amor por la humanidad y no pueden ser
separados el uno del otro. El amor por la humanidad es posterior al amor hacia el individuo. La extensin
ms amplia, ms perfecta del amor es entre hijos y padres y el amor entre hermanos. El cuidado tiene su
fondo en el amor maternal que es la raz del amor integral. El trmino hebreo que expresa el amor de
Dios por el hombre y el amor del hombre para con sus semejantes es rachamin, cuya raz es rechem:
matriz. Dios explica a Jons que la esencia del amor es trabajar por algo y hacer crecer algo. Es
justamente eso lo productivo en el amor. Lo que se refiere a la responsabilidad no es un deber impuesto
por la sociedad (por el Supery freudiano) sino el dictamen de la conciencia que est genuinamente en
la subconciencia como contenido dominador de toda existencia humana. Esta responsabilidad que tiene
por el bienestar psicofsico y espiritual del otro, se nota todava ms en el amor que une a los amantes.
En esta unin es la mujer la que sufre las consecuencias, es decir, en la verdadera unin la amante se
transforma en el acto sexual mismo en madre potencial. Respetar en el amor productivo quiere decir no
apoderarse del otro pero tampoco ser apoderado. La unin en amor no puede anular la peculiaridad del
uno y de la otra, no puede formar una tercera individualidad con dos cuerpos, sino significa una unidad
una comunidad en el logro del amor por los hijos, por toda la humanidad. En el amor hay una
coincidencia existencial de las dos peculiaridades, una correspondencia espiritual, y es esta coincidencia,
esta correspondencia la que hace sagrado el matrimonio, como nica frmula terrestre de amor
productivo. El conocimiento es la base del respeto. Respeto quiere decir: mirar (respicere, lat.) mirar con

cario. No es posible respetar a una persona sin conocerla. En muchos idiomas se usa la palabra conocer,
para expresar que los amantes se han encontrado en el amor. Conocerse tiene dos aspectos: comprender
y dejarse comprender. Mentir quiere decir: ocultarse; lo que se oculta es una mentira no de un hecho
ocurrido sino de la persona misma en su valor verdadero, y hace imposible comprenderse. Cualquier
mentira degrada al amor a un falso aspecto o simplemente a un afecto, y como tal hace efmero lo que es
eterno, porque abarcar generaciones pasadas y futuras en el eslabn, llamado: humanidad. 4. Segn
Sartre: el amor es: una tentativa mutua de seres diferentes para posesionarse de la libertad del otro
ser, de apropirselo para s, de esclavizrselo. 5. La teora de Scheler sobre el amor es la teora ms
radical con que se enfrenta al pensamiento del siglo IXI. El amor no se identifica con la simpata, ni es en
general sentimiento alguno. No presupone ningn juicio, no es ningn acto de esfuerzo humano. Nada
tiene de social en s, y lo mismo puede orientarse hacia uno mismo como hacia los dems. Se ha
identificado al amor con el altruismo y otras formas parecidas de la mentalidad moderna se basan en un
resentimiento, es decir, en el odio a los valores superiores y, en ltima instancia, a Dios. El amor genuino
(como el odio genuino) tiene que ver siempre con el valor, pero es siempre amor de una persona, no de
un valor en cuanto tal; Scheler llega a firmar que no es posible ni amar el bien. Se endereza a las
personas como realidad a travs del valor de la persona. El anlisis de amor por una persona muestra
que la suma de los valores de una persona amada no puede cubrir ni con mucho nuestro amor por ella.
Siempre queda un plus insondable. Este plus, la persona concreta del amado, constituye el objeto
verdadero del amor. El punto cimero del amor es el amor de Dios, concebido no como amor al Dios
infinitamente bueno, sino como coejecucin de su amor por el mundo (amare mundum in Deo).
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Generalidades.- Alfred Adler distingui distintos tipos de amor: fraternal, maternal, ertico, a Dios, y a
uno mismo. Este ltimo es un prerrequisito para amar a los dems, y no debe ser confundido con la
satisfaccin exagerada de deseos narcisistas. La capacidad de amar requiere, para Fromm, vencer el
narcisismo.
Segn Alfred Adler, entre padres e hijos pueden establecerse tres tipos de relacin: a) simbiticas, donde
una de las partes pierde o no alcanza nunca su independencia: una persona es absorbida por otra o
puede absorber a otra; b) de retraimiento-destructividad: en vez de cercana hay distancia, apata,
retraimiento cuando no hostilidad y agresin; c) de amor, que es la relacin productiva, marcada por el
respeto mutuo y el fomento de la independencia mutua.
Engler Barbara, Introduccin a las teoras de la personalidad. Mxico: McGraw-Hill, pg. 145.

Amor y depresin.- El duelo y la melancola, sobrevienen como consecuencia de la prdida de algn


objeto o situacin amada; en ambos casos existe un estado de nimo doloroso, una prdida de inters
por el mundo exterior, una prdida de la capacidad de amar y una inhibicin general de todas las
funciones psquicas (Freud, Duelo y melancola).
La resolucin del duelo implica que el sujeto va comprendiendo gradualmente que el objeto amado no
existe ms. Este trabajo de duelo culmina cuando el yo queda libre y sin inhibiciones, depositando la
libido sobre un nuevo objeto, es decir, es capaz de recatectizar el mundo.
En la base del proceso melanclico hay una eleccin de objeto narcisista, es decir, el sujeto elige como
objeto amoroso a uno que lo representa en algn sentido. El sujeto aqu se retrotrae a formas primitivas
de identificacin, que es la identificacin oral (ya que 'incorpora' al objeto perdido).
A partir de estas afirmaciones de Freud, podemos considerar que la depresin existe tanto en el
melanclico como en la persona normal que sufri una prdida y est haciendo un duelo. En ambos casos
el objeto perdido es un objeto muy valorado o amado por el sujeto, y la diferencia estribara en que en la
melancola se trata de libido narcisista, y en la persona normal en duelo en libido objetal.
A partir de all, en la persona normal elaborar el duelo implicar reconstruir un nuevo vnculo objetal
depositando en un nuevo objeto la libido objetal, mientras que en el melanclico, la solucin sera
transferir la libido narcisista depositada en el objeto perdido nuevamente al yo, por cuanto hay una
identificacin con el objeto perdido.
Adems, segn refiere Freud (Duelo y Melancola), la melancola tiene un contenido ms amplio que el
duelo, ya que en la primera la relacin con el objeto aparece complicada por la ambivalencia: en la
melancola el amor y el odio luchan entre s, el primero para desligar a la libido del objeto, y el segundo
para evitarlo.
Esta relacin entre amor y depresin es abordada tambin por D. Liberman, cuando indica que todos los
pacientes presentan da a da oscilaciones del humor que son expresin de estados cambiantes de la
autoestima. En la persona depresiva este proceso adquiere marcada intensidad, y unida a sta se
presenta un grado de sensibilidad extrema ante dichas oscilaciones (Liberman, pg. 114).
Liberman (pgs. 114-115) reinterpreta desde la teora de la comunicacin la idea psicoanaltica segn la
cual los pacientes depresivos buscan en las otras personas aportes narcisistas, diciendo que los mensajes
que intercambian con las otras personas no son otra cosa que una transposicin al plano interpersonal de
la relacin que el paciente mantiene con su Supery, al que trata de apaciguar para mantener el precario
equilibrio de su autoestima. Existe un Supery cruel y exigente que priva de afecto, con lo cual la

persona buscar ese afecto en los dems despertando su atencin o admiracin generando un humor
depresivo.
As, la preocupacin central del depresivo es segn Liberman regular su autoestima (Liberman, pg.
117). Podramos pensar que si sta desciende como consecuencia de alguna prdida, el depresivo
intentar compensarla, subirla, recibiendo aporte libidinal narcisista del entorno, de las otras personas.
Este define un vnculo entre los conceptos de amor y depresin, y en esto podemos encontrar una
semejanza con la idea freudiana que podemos resumir en lo siguiente: en los estados depresivos, el
amor involucrado es un amor narcisista, no un amor objetal, y ello es as porque el paciente depresivo,
acosado por la prdida que le representa una herida narcisista, compensa esta ltima acopiando ms
libido narcisista de las personas de su entorno, que son su reservorio de libido narcisista.
Para M. Klein, tambin la relacin entre depresin y amor es muy ntima, y en tal sentido retoma
conceptos de Freud y Abraham. De acuerdo a estos autores, el proceso fundamental de la melancola es
la prdida del objeto amado. La prdida verdadera de un objeto real, o alguna situacin similar que tenga
el mismo significado, da por resultado la instalacin del objeto dentro del yo. Debido, sin embargo, a un
exceso de impulsos canibalsticos en el sujeto, esta introyeccin se malogra y la consecuencia es la
enfermedad (Klein M, pg. 269).
Freud S (1917), Duelo y melancola, en Obras Completas, Tomo II, Ed. Biblioteca Nueva, Madrid, 1968.
Klein M (1935) Contribucin a la psicognesis de los estados manaco-depresivos, incluido en Obras Completas Melanie
Klein (Volumen I: Amor, culpa y reparacin), Buenos Aires, Paids, 1999.
Liberman David (1978) Comunicacin y psicoanlisis, Buenos Aires, Alex Editor.

Erotomana, amor y enamoramiento.- Proponerse hablar del amor es una empresa intil y poco
esperanzadora. Viene a ser como pretender abordar lo inabordable, acotar lo que no tiene lmites y
objetivar lo que no puede suceder sin que lo coloree la impresin subjetiva de cada uno. Por eso Ferrand,
en su Melancola ertica, se una a la opinin galnica de descalificar a los que intentaban dar una
definicin esencial de algo que cada uno conceba a su manera. Tachaba, por tanto, de sofistas a los
lgicos de turno que intentaban dar con la clave de asuntos que no pueden sino explicarse a travs de
una experiencia propia.
El amor ha sido uno de los temas ms abordados por la filosofa, la literatura, la antropologa, la religin
e incluso la medicina. Todas las ciencias que se han ocupado de los distintos aspectos del ser humano
han hecho un hueco para estudiar eso que tantos, y con tanta razn, han calificado de locura. Sin duda,
intentar comprender qu es el amor resulta una de las mejores y ms arriesgadas formas de bucear en
las profundidades del hombre.
Agustn nos dej dicho que si quieres conocer a alguien, no le preguntes lo que piensa, sino lo que
ama. Quedamos definidos por el amor y por lo que amamos. Desde nuestra profesin, y en ocasiones a
pesar de ella, nos es fcil encontrarnos con situaciones que nos acercan a estos reveladores modos de
observacin. Tan es as, que siempre resulta til echar un vistazo al acompaante del paciente que
espera fuera de la consulta si queremos enriquecer la impresin clnica que vamos construyendo. Del
mismo modo que, no pocas veces, se nos escapa una sonrisilla maliciosa cuando un amigo nos presenta
a su nueva pareja, que resulta cortada por el mismo patrn que esa anterior que le desilusionaba.
La pareja, el amado, el amigo predilecto, no son ancdotas de nuestra existencia sino un reflejo de las
cartas con las que jugamos en la vida. El amor decide por fuera de la razn. No elegimos racionalmente
entre varias posibilidades presentes, sino que es nuestra oculta intimidad la que apuesta por nosotros
como si supiera de antemano quin ser el ganador. Adems, el amor acta de modo determinante sobre
el destino de las personas. Nuestra biografa no slo es un inventario de relaciones amorosas, sino que es
el efecto de los amores que se han ido sucediendo. Deca Ortega y Gasset que, en caso de contar con
ms de uno, una persona nunca tendra ms de dos o tres amores importantes a lo largo de su vida.
stos, adems, coincidiran con cambios significativos en su modo de ser. De ah provendran las
similitudes y diferencias entre las parejas que acumula una misma persona: mientras las similitudes
responden a la repeticin, las distintas personas a las que se ama dan cuenta de los cambios sucedidos
en cualquier trayectoria vital. S, lo que nos proponemos llevar a cabo es un sinsentido, pues queremos
adentrarnos en un tema cuyos mrgenes sabemos de antemano que se escapan.
La intimidad se resiste a ser cientfica, a cumplir reglas o respetar lmites convencionales. Enfrentados a
esta tarea y sus dificultades irreductibles, podemos intentar apoyarnos en el resultado de las miradas que
nos anteceden. De su repaso, a nuestro juicio, surgen dos proposiciones. Por un lado, registramos la
insistente exigencia a lo largo de los siglos de elaborar una teora del amor y fundarla en una filosofa de
las pasiones. Pero, por otro, damos cuenta tambin de la imposibilidad de lograrlo sin derrumbar los
cimientos de esas mismas hiptesis. Esto demuestra el carcter paradjico de todo lo que acercamos al
amor. Tanto las explicaciones que el hombre atribuye a sus sentimientos, como el manejo con que el
propio amor gobierna al sujeto, se encuentran rodeados de esa esencia contradictoria que caracteriza a
Eros.
Las pasiones no quieren tener razn, por eso el nico lenguaje que conoce el amor es el de la
contradiccin. La palabra es el lmite del amor y, pese a ello, no disponemos de un arma distinta para

acercarnos a esa sinuosa profundidad que tanto despierta nuestro inters. No se puede decir nada sin
contradecirse, deca Lacan.
Laura Martn Lpez-Andrade. Erotomana, amor y enamoramiento. Contradicciones. REVISTA DE LA ASOCIACIN
ESPAOLA DE NEUROPSIQUIATRA. 2009; 29(103):157-169.

La Gradiva: el amor feliz.- En 1907 Freud public un trabajo sobre la Gradiva que titul El delirio y
los sueos en la Gradiva de W. Jensen. Jung le haba recomendado su lectura porque haba notado la
honda captacin psicolgica de Jensen y la afinidad que la novela tena con los descubrimientos
psicoanalticos sobre los sueos, sexualidad infantil y represin.
La trama de la novela es conocida. Su hroe es un arquelogo retrado que haba encontrado en Roma un
bajorrelieve en el que una refinada joven caminaba colocando el pie de una manera caracterstica. La
atraccin que siente Norberto Hanold es de tal intensidad, se prende tan fuertemente de su intelecto y de
su sensibilidad que Freud la califica enamo-ramiento.
Un sueo en el que ve a la joven del bajorrelieve durante la erupcin del Vesubio en el ao 79 y el
impacto de sensaciones inefables, entre ellas las producidas por el canto de un pjaro vecino y por una
mujer que ve pasar caminando con un paso semejante al del bajorrelieve, lo instan a iniciar un viaje a
Italia. Las vicisitudes del viaje y un nuevo sueo lo conducen rpidamente a Pompeya, ciudad donde
Gradiva habra vivido, amado y muerto trgicamente. All, entre las ruinas y despus de un nuevo sueo,
despertar la pasin dormida.
Antes de que esto suceda, el arquelogo cree ver en Pompeya, a Gradiva revivida. Mientras tiene sueos
y despliega sus fantasas delirantes, conversa con la aparecida que es en realidad Zoe, la amiga amada
y olvidada de la infancia. Se inicia as una cura que Freud compara con la cura analtica.
Freud se percat de que Jensen remita la trama de Gradiva a una realidad psquica no literaria
descubriendo as la funcin que tiene la literatura de lograr transformar la realidad interna y la realidad
externa en un proceso literario. Freud todava no haba desarrollado las ideas que luego se cristalizaron
en sus trabajos sobre duelo y melancola, narcisismo, pulsin de muerte, lo siniestro, sepultamiento del
complejo de Edipo y fetichismo.
En El delirio y los sueos en la Gradiva de W. Jensen Freud ubic a la sexualidad y a la represin en el
ncleo del amor y atribuy los caracteres fenomnicos del enamoramiento y de la pasin a lo Inconciente
reprimido, al amor que se abre paso a la conciencia y se despliega en libertad. La existencia de la
represin por un lado y la liberacin de la sexualidad de las ataduras defensivas de la represin por otro,
constituan la encrucijada afectiva por la que transit el enamoramiento del protagonista de Gradiva.
Con anterioridad, el amor transferencia durante el anlisis de Dora le haba revelado la relacin que toda
pasin tiene con el pasado infantil yla importancia de su despliegue durante el tratamiento.
La funcin de la sexualidad infantil, la represin y la atraccin ejercida por los primeros objetos de amor
mantendrn siempre su vigencia en las futuras ideas de Freud sobre el amor. No puede dejarse de
considerar que si el levantamiento de la represin reverdece los afectos, desde que sacude al Yo y
conmociona su estructura, sobre el destino de la nueva relacin amorosa suele caer la sombra de la
repeticin en sus aspectos ms sombros, como compulsin a repetir. La idea de la repeticin est
presente en el destino trgico de la pasin amorosa.
De la misma Gradiva surgen algunas preguntas pues es el carcter infantil de la sexualidad lo que da la
pauta de lo ms relevante del amor? Se podra pensar que es justamente lo contrario, que hay algo que
levanta las represiones y permite una inundacin afectiva que antes no se mostraba y que no se limita a
lo infantil reprimido. De hecho, la experiencia amorosa, desde el enamoramiento a la pasin, entraa un
cierto desarraigo de lo infantil. Y nadie, despus de experimentarla, es nunca ms el mismo.
Freud seal que el despertar de los sentimientos de Norberto Hanold coincidi con el enamoramiento
inicial de un bajorrelieve. Eventualmente, lo primero no fue la irrupcin de la sexualidad infantil sino algo
inesperado, disruptivo, que produjo un efecto de desarraigo ligado a una experiencia de lo bello. Sin duda
el florecimiento afectivo incluye la sexualidad de la infancia y el recuerdo olvidado de su amor infantil
por Zoe.
Pero el enamoramiento de Gradiva incluye tambin la idealizacin de un objeto cuya reaparicin tuvo
ciertas caractersticas traumticas. Por tratarse de un bajorrelieve, el objeto primero de la idealizacin y
del enamoramiento es un objeto arqueolgico, por lo tanto esttico. Como tal, tiene ese grado de
desrrealizacin que nos recuerda que en el amor, el difcil camino hacia la realidad est jalonado de
objetos perdidos, abandonados o abandonantes. Siempre idealizados.
Hay que destacar otros puntos de vista que Freud vislumbra sin darles acabada conceptualizacin pese a
que su participacin en el enamoramiento, es amor y la pasin, pueden ser reconocidas en el texto:
1. El azar tiene una funcin fundamental en el estallido del enamoramiento y en el destino repetitivo o
indito del resurgimiento pasional. La relacin entre el objeto externo del azar y el objeto perdido que
estudia el psicoanlisis se expresa en la intensidad y extraeza con que el fantasma de amor irrumpe en
la vida psquica. El azar objetivo despierta la nostalgia y con ella se inicia la bsqueda pasional de lo
pedido en un tiempo irrecuperable.
2. La esttica forma parte del enamoramiento. Dice Jensen: y recogiendo un poco su vestido, Zoe
Bertang, Gradiva revivida, envuelta por los ojos de l la miran ensoados, cruza por las piedras de la

calzada hasta el otro lado de la calle con su andar caluroso y grcil, en medio del resplandeciente brillo
solar. Y dice Freud: La hermosa realidad ha triunfado, pues, sobre el delirio.
3. Los procesos de duelo son reactualizados mediante el enamoramiento. Cuando los dolos muertos
deben ser reemplazados por personas vivas y actuales, se desarrolla un juego entre la vida y la muerte,
entre Eros y Tnatos. El pasaje del objeto arcaico del deseo a un nuevo objeto de amor agudiza el
sufrimiento psquico por la descatectizacin de objetos de la realidad psquica que fueron esenciales en la
construccin de la vida ertica.
4. El cambio psquico. La Gradiva muestra el elemento indito, original, que est incluido en la
experiencia intensa del amor y que se va construyendo cuando la crisis afectiva que se produce durante
el pasaje del registro fantasmtico del deseo al registro de la realidad se resuelve en un cambio psquico
con nuevos investimientos libidinales.
El Primer Sueo
El azar El muerto vivo Trauma y Duelo El Juego del amor La locura del Amor
En el primer sueo de la Gradiva asistimos al juego del amor reprimido y su liberacin, entre Gradiva
muerta y Zoe viva, entre el fetiche y el cuerpo femenino. Juego en el que el Ms All es una invitacin
fantica y una promesa de mutacin. Pompeya pone en relieve el escenario bello y arcaico, realstico y
fantstico, ertico y mortuorio en el que la literatura hace converger: el deseo, el duelo, el trauma y la
desmentida en los inicios de la pasin amorosa.
El Segundo Sueo
La escena primaria La esttica de la diferencia Desvinculacin y pasin
Ya iniciado el peregrinaje hacia el sur, Norberto Hanold tiene un segundo sueo en Roma. El pasaje de la
violencia de a escena primaria a la iluminacin del genital materno durante el sueo corresponde a una
realidad psquica que no es ajena a la antigua atraccin ejercida por el descubrimiento de los sexos. El
bienestar que experimenta Norberto Hanold en el momento des despertar, el placentero momento, sin
angustia ni temor, descarta que el soante estuviese bajo la accin de la angustia ante el encesto, ante
el placer prohibido de la profanacin del cuerpo materno.
La metamorfosis sensorial y sensual que acompaa a la segunda parte del sueo es reveladora del
cambio psquico fundamental que se cumple durante la experiencia amorosa: la desvinculacin del objeto
del amor incestuoso infantil. El enamoramiento de Norberto Hanold comienza a adquirir con este sueo
un crescendo pasional. Surge una nueva organizacin del campo amoroso que deber luchar contra la
organizacin incestuosa del pasado. Una estructura amorosa que no es equivalente a la sexualidad
reprimida infantil ni al amor idealizado del narcisismo ni al amor cristalizado por un muerto-vivo.
Introduccin del Tercer Sueo:
La necesidad subjetiva de fantstico - El contrapunto Gradiva Zoe - La nostalgia. El discurso amoroso
En la experiencia amorosa de Norberto Hanold lo visual tiene participacin decisiva. La repeticin en la
novela del elemento lumnico refuerza la idea popular de que el enamoramiento es un renacimiento, un
despertar a la vida que hace ver las cosas de otra forma, que hace percibir el mundo de otra manera.
A. Garma en sus escritos sobre el sueo desarroll la importancia de la relacin entre la imagen visual
luminosa y la fantasa del nacimiento. D. Meltzer habl del impacto terrorfico y a la vez sensual y
esttico que tiene el mundo externo para el beb que pierde el contacto kintico y auditivo intrauterino.
Son modelos de trauma, tan antiguos como la vida misma, que articular el nacimiento y la rdida de la
unin intrauterina con la experiencia esttica visual.
El Tercer Sueo
La Situacin Lagartija Deseo y angustia La pasin y lo maravilloso El acto de amor
El Sueo: En un lugar del Sol estaba Gradiva, haca un lazo con hilo de hierbas para cazar una lagartija,
y deca sobre eso: Por favor, mantente inmvil; la colega tiene razn, el recurso es realmente bueno y
ella lo ha empleado con el mejor de los xitos.
Todava dormido se defiende de este sueo con la crtica de que es una rematada locura y se resuelve es
su lecho para liberarse de l. Lo consigue con ayuda de un pjaro invisible que profiere un breve grito
riente y se lleva la lagartija en el pico.
Han desaparecido los contenidos mticos, romnticos y trgicos de los dos sueos anteriores. No hay
elementos depresivos ni alusiones a la muerte. La actividad onrica se centra en los objetos simblicos de
la sexualidad y la misteriosa Gradiva va dejando su lugar a la joven alemana que ya sabe lo que desea y
est decidida a lograrlo.
Freud realiza un cuidadoso estudio de los restos diurnos y de los mecanismos que organizan el delirio y el
sueo Bisagra entre la realidad y la locura, el sueo hace ingresar a Zoe en la realidad cotidiana. En el
delirio, el prendedor verde se constitua en una prueba de que Gradiva existi y muri al lado de su
amante mientras que la desaparicin de la lagartija y de la mujer a travs de una grieta eran
confirmaciones de que la muerta regresaba de su tumba. En el sueo, la verdad se hace luminosa. Zoe
vive, se hospeda con su padre en el Albergo del Sole, la pareja que crea hermanos son enamorados, el
padre de Zoe no es otra cosa que el profesor de zoologa. Final feliz. Lo irrecuperable sucumbe ante lo
posible.

La condensacin de Gradiva y el padre de Zoe conduce a ese punto en que incesto y castigo se unen
provocando la angustia que perturba el sueo de Norberto Hanold. El drama edpico se agita entre la
fuerza del deseo y la mirada del Supery. El Romanticismo como antes el Manierismo, recurri con
frecuencia a la imagen de Medusa.
A igual que Medusa que converta en estatuas a quienes la muraban, Gradiva -tambin ella estatua
petrificada en el mrmol-, le pide inmovilidad al soante.
En conclusin:
El delirio y los sueos de Gradiva de W. Jensen no slo es la primera aplicacin de los descubrimientos
psicoanalticos a una obra literaria, sino que es el primer trabajo psicoanaltico que explora en la
literatura. Era inevitable que tratndose de una novela que narra una historia de amor, el texto freudiano
recayese voluntaria o involuntariamente en el estudio de los despliegues del enamoramiento y de la
pasin amorosa. De hecho, en la Gradiva subyace un estudio metapsicolgico del amor anterior a que
Freud presentara la Metapsicologa. Por lo tanto, una relectura de la Gradiva freudiana que se centre en
la estructuracin psquica del amor debe nutrirse de las nociones posteriores a 1905.
Detrs del sndrome mrbido que aqueja al protagonista pueden reconocerse, vivos y esclarecedores, los
procesos psquicos de los amores y pasiones que, en mayor o menor grado, protagoniza el hombre
comn. Un tema que no est concluido ni saturado y que permanece incluido en el corazn mismo de la
teora y de la clnica psicoanaltica. Gradiva introduce al psicoanalista en lo ms universal de la
experiencia amorosa. Sin embargo no pueden obviarse aquellos fenmenos psquicos que tienen en sello
de las singularidades inconcientes y de los intereses de los autores. Y, si bien se trata de una novela con
un final feliz, los duelos, los sufrimientos y los fantasmas de Edipo y de Narciso se deslizan por el alma de
los personajes.
Desde la atraccin inicial por el bajorrelieve hasta la escena en que Zoe cruza la calzada con su paso
peculiar, recogiendo el vestido ante los ojos embelesados de Norberto, antes de que juntos abandonen
Pompeya, se va cristalizando una estructura amorosa.
Para Freud era fundamental demostrar que se cumpla una recidiva del amor reprimido y que la misma
era imprescindible para que se consumara el restablecimiento de todos los mltiples componentes de la
pulsin sexual. Cuesta pensar que semejante recuperacin no implique un nuevo ordenamiento de las
fuerzas pulsionales.
En Gradiva el amor se concreta como algo diferente a la sexualidad infantil. Se presenta como un cambio
psquico, como una de las creaciones ms relevantes del hombre, como un trabajo que, al igual que el
del arte, implica rupturas y transmutaciones, repeticiones y elaboraciones, sueos, ensueos y locuras.
En esta relectura de Gradiva se destaca la importancia que tienen en el desarrollo de la experiencia
amorosa: el muerto vivo y los duelos no resueltos, la escena primaria y la atraccin por el sexo diferente,
los conflictos entre idealizacin y sexualidad, las servidumbres de amor. He querido destacar una
organizacin caracterstica del amor pasional: la ntima relacin entre la idealizacin del objeto de amor y
la idealizacin del cuerpo pasional.
El Tercer Sueo revela que la elaboracin de duelos, el levantamiento de represiones y escisiones, el
placer de la transgresin tienen el efecto de liberar el romance mtico, brbaro, que perdura en el anhelo
humano de amar. Paradoja del amor pasional que siendo una creacin cultural fundamental del hombre,
lo acerca a la vez, a lo ms natural y dionisaco de la condicin ertica, al punto de partida en que la
pulsin es acto y cuerpo.
Resumido de Melgar Mara Cristina (1997) Amor, enamoramiento, pasin. Buenos Aires: Kargieman.

Ana Karenina: el amor trgico de la pasin narcisista.- Tolstoi escribi una de las ms grandes
historias de amor de la literatura universal. Una historia de amor con una gran originalidad la agudeza
perceptiva para mostrar la transformacin de caracteres que provoca la pasin. Los amantes, Ana y
Wronsky, se conocen en una estacin de ferrocarril y esa nica escena cambiar la vida de ambos.
Para el psicoanalista tiene un especial inters ya que muestra la estructuracin de una pasin narcisista.
Es una metfora de ese viaje al sin sentido que es la pasin narcisista, de esa pesadilla fantica en que
puede convertirse el amor.
Ana Karenina es un texto sobre los destinos trgicos de la pasin narcisista y fantica. Ana adquirir la
conviccin sentimental de que no hay otra opcin que la simbiosis narcisista o la muerte.
Ana Karenina deja la incgnita, la pregunta de si la pasin narcisista es una tentacin que todo sujeto
mantiene en el fondo de s mismo, una potencialidad pasional que puede transformarse en psictica.
La Pasin
Freud mostr los efectos mortferos sobre los destinos del amor de lo que hoy puede entenderse como un
Supery cruel. La pasin no impresiona entonces como la expresin ms salvaje de la pulsin sino como
una estructura sofisticada y compleja. Como una especial
articulacin entre las pulsiones erticas y las fanticas. La pasin es un llamado del Yo Ideal que evoca
experiencias anteriores de amor nico, claramente las tenidas con la madre.
El Encuentro
La fausse reconnaissance La circulacin narcisista La idealizacin y la negacin

Ana y Wronsky se conocen en una estacin de ferrocarril. Ana desciende del tren y Wronsky se vuelve
para mirarla no porque su belleza, distincin y elegancia le impresionaran, sino por la expresin de su
rostro, suave y afectuoso. Ana vuelve el rostro en el momento en que l la mira y sus ojos grises a los
que unas pestaas espesas daban apariencias de oscuros, le dirigieron una mirada amable y benvola
como si lo reconocieran. Enseguida, al ser presentados, con el primer contacto fsico, Wronsky
experimenta una extraordinaria felicidad.
Junto a la idealizacin, Wronsky recurre al mecanismo de la negacin y piensa que no eran la belleza y la
elegancia lo que lo impresionaron. Hay dos claras razones que subyacen en su actitud defensiva. La
hostilidad inconciente hacia la belleza y la vida ertica de la madre que debe haber causado dolor
psquico a un hijo que no conoci a su padre. La otra, es la fantasa incestuosa que siempre infiltra el
deseo. El comienzo del enamoramiento es presentado como el encuentro mgico del placer especular
compartido del narcisismo lo que no excluye el reencuentro con el objeto perdido del deseo.
El Accidente
La situacin traumtica La ruptura de la reciprocidad La fantasa erotmana La separacin de
cdigos semnticos El narcisismo y el odio y el amor
Instantes despus de ser presentados, un obrero muere atropellado por el tren. La muerte del obrero no
es otra cosa que una metfora literaria iluminadora de la presencia de Tnatos en el ncleo de la pasin.
A partir del accidente los cdigos erticos de Ana y de Wronsky se separan. El de Ana estar centrado en
la entrega total al amor, con una visin hostil y paranoide del resto del mundo.
El Viaje
La instalacin del campo pasional
En las siguientes horas Ana tiene sensaciones extraas y contradictorias. Cuando durante un baile
Wronsky slo tiene ojos para ella dejando de lado a la joven a quien cortejaba, siente su triunfo con
orgullo. Teme por la consecuencia de emociones que no comprende.
Hay una equivalencia clnica entre las vivencias de Ana durante el viaje y los momentos generativos de la
experiencia psictica primaria cuando el narcisismo interviene con fantasas de cambio y renacimiento
confirmando la idea de que est cumpliendo una mutacin. Es la experiencia de lo maravilloso que habita
en el interior de la idea de que se est cumpliendo la fundacin de una transformacin indita,
excepcional en la vida.
Simbiosis o Muerte
Los sueos correspondientes de Ana y Wronsky La simbiosis pasional La angustia psictica La
pasin se devora a s misma El suicidio
En San Petersburgo, ana y Wronsky ya se amaban abiertamente e iban a tener una hija aunque todava
no vivan juntos y Alexis Karenina no pareca dispuesto a divorciarse. En esa poca tienen sueos
correspondientes con similitudes y coincidencias fantasmticas que expresan notablemente la posesin
demonaca que instala la pasin narcisista y anuncia la tragedia final.
En su sueo, Ana percibe un bulto que se levanta, una sombra inquietante, amenazadora. Una
interioridad desconocida, oculta hasta entonces, adquiere volumen -presencia imaginaria-, se pone de pie
y se revela. Lo siniestro tambin entr en su sueo. Deseara huir, encontrar salidas, despertarse, pero
no puede evitar la fascinacin de lo negativo repetitivamente evocada.
El bulto que se yergue ante Ana, puede entenderse como la sombra del Supery cruel. Siguiendo esta
idea, el otro bulto, la bolsa violenta, muestra al mundo ntimo, privado, desprotegido ante la violencia de
la pasin fantica. Abrir su interior, mirar y conocer lo descocido ominoso que habitaba su vida cotidiana
y su maternidad, era equivalente a caer en pedazos, romperse, despedazarse.
Los sueos correspondientes de Ana y Wronsky muestran en los protagonistas, el destino destructivo la
de simbiosis narcisista. Desde el punto de vista psicoanaltico, en los sueos hay una cierta percepcin de
la parte psictica que subyace en la simbiosis.
Ana Karenina es la trgica herona literaria de un amor nico absorbida por la pretensin de un goce de
amor sin interrupciones ni ausencias y por una exigencia de exclusividad, de absoluto, de fusin amorosa
que est destinada al fracaso. Como sucede en la psicosis pasional, Ana no poda desprenderse del dolor
y de la angustia psictica que tiene por referente la imposibilidad de hacer un trabajo de duelo de la
simbiosis.
La Muerte
La carga imaginaria de una pasin narcisista sin terceros, dirige los excesos de amor y de odio hacia un
mismo objeto. Rechazada la idea de un tercero, la ausencia del objeto se hace intolerable. Ana no poda
saber que el gran descubrimiento freudiano, -el deseo-, requiere de la ausencia, no poda concebir este
origen paradjico. Tolstoi tiene la originalidad de mostrarlo literariamente, identificando la pasin de Ana
con un dficit de deseo. Ana no poda mantener su deseo de amar si no era permanentemente amada.
Si la pasin narcisista adquiere la desmesura que tuvo en los sueos, tampoco permite un conocimiento
intuitivo de que el vaco es constitutivo del psiquismo. Las ausencias, las separaciones, los intereses de
Wronsky, fueron la Ana un abismo que engluta sentimientos, fantasas y pensamiento.

La simbiosis pasional produjo en Ana un desdichado empobrecimiento de la parte de placer y de deseo


que le da fundamento de vida al amor; un desmantelamiento de recursos para luchar contra el dolor
psquico. En estas condiciones, la muerte fue vivida como renacimiento.
Ana recuper la libertad de amar. La iluminacin, la luz, transfiguran la disposicin vengativa y Ana se
desprende de la angustia. Se desvincula de las relaciones humanas tensas y conflictivas, se desentiende
de conveniencia, intereses y prudencias, de los entredichos entre el ideal y la sexualidad. Tolstoi le hace
percibir a Ana las iluminaciones fugaces del narcisismo que subyacen bajo el escndalo pasional. El amor
vive y crece en la libertad. Una libertad para que los protagonistas acepten sus diferencias y al mismo
tiempo visualicen la identificacin de uno a la imagen del otro. Ana no acept el primer postulado y se
precipit en la pasin narcisista y sus consecuencias fanticas.
Resumido de Melgar Mara Cristina (1997) Amor, enamoramiento, pasin. Buenos Aires: Kargieman.

ANACLISIS
Definicin.- El nio siente una dependencia y busca un apoyo llamado anaclisis hacia su madre o hacia
el sustituyente de ella. El anaclisis del nio puede ser conservado durante toda la vida y caracterizar las
actitudes de un hombre afeminado (Al.: Anlehnung; Fr.: tayage; I.: Leaning.)
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

ANLISIS
Definicin.- 1. Descomposicin de las partes de una experiencia total para estudiar sus componentes y
el mecanismo de los mismos. 2. Sin. de psicoanlisis. 3. Analtico significa las ms de las veces lo
obtenido o lo que va a obtenerse con el anlisis (Ant. sntesis). 4. El psa. Exige un anlisis sistemtico de
las vinculaciones psicofsicas y, a base de lo obtenido, una sntesis existencial. 5. El anlisis elemental
descompone un total de partes, sin considerar las relaciones entre ellas; el anlisis causal busca las
relaciones causales entre las partes; el anlisis lgico investiga la cohesin lgica que haya entre las
partes; el anlisis fenomenolgico descompone el contenido de conciencia para investigarlo en su
carcter.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Anlisis existencial.- Es un anlisis de la existencia humana. El nombre analtica existencial y su


fundamento filosfico proviene de Heidegger. Este filsofo ve la estructura fundamental de la existencia
en el ser-en-el-mundo, modo de comportamiento esencial a la existencia del hombre. El hombre es ante
todo ser-e-n-el-mundo.
El anlisis existencial es una actitud cientfica, no filosfica, pero no en el sentido tradicional de ciencia
como descripcin y dominio de la naturaleza, sino como descripcin fenomenolgica, esto es, como
interpretacin de un sentido.
Si la ciencia tradicional utiliza el mtodo experimental inductivo (que describe y compara hechos y arma
teoras explicativas), el anlisis existencial utiliza un mtodo experimental fenomenolgico basado en la
interrogacin para llegar al sentido.
Tampoco debe confundirse esta fenomenologa con la fenomenologa pura o eidtica de Husserl,
centrada en la esencia, en lo que la cosa es; la fenomenologa en el anlisis existencial se centra sobre la
existencia concreta, es una fenomenologa emprica.
Binswanger L, De la direccin analtico-existencial de la investigacin psiquitrica. Incluido en Binswanger L, Artculos
y conferencias escogidas.

Anlisis institucional.- El origen y sentido de lo que ocurre en los grupos humanos, puede entenderse,
pero no solo a nivel visible o de dinmica de grupo, sino fundamentalmente a nivel latente, lo que se
llama hacer un anlisis institucional.
Este anlisis institucional puede realizarse en tres niveles mutuamente independientes: el grupo, la
organizacin y la institucin.
El grupo es la unidad bsica, por ejemplo, aula, taller, oficina. A este nivel, ya hay algo institucional como
horarios, normas, sistemas de control, etc. a nivel manifiesto, pero tambin a nivel profundo como
relaciones de produccin, explotacin, sexualidad, etc.
La organizacin es ms amplia: por ejemplo, la universidad, la empresa, etc. Son grupos formados por
grupos. Tambin a este nivel se ve lo institucional, por ejemplo, en cmo la organizacin est organizada
jurdicamente.
La institucin en sentido amplio, es todo aquello que est establecido o instituido. La institucin es el
Estado, que hace la ley. En perodos revolucionarios, lo instituyente ya no es el poder de la cumbre, sino
la base, la creatividad colectiva, que inventarn nuevas instituciones.
En la prctica pedaggica podemos ver estos tres niveles: el primer nivel es el aula, el segundo es la
escuela o la universidad, y el tercero es el Estado que establece las normas generales de la actividad
pedaggica, concursos, programas de estudio, etc.

Lapassade (1986) Grupos, organizaciones e instituciones. Mxico: Gedisa.

Anlisis transaccional.- El anlisis transaccional nace desde cierta perspectiva de la prctica


psiquitrica y psicoanaltica. Berne dise un diagrama estructural de la personalidad padre, adulto y
nio y estudi las posibles transacciones entre dos personas teniendo en cuenta estos estados del ego.
Igualmente se preocup por los juegos desempeados y descubri en las escenas familiares el destino
humano y lo que denomin guiones o argumentos.
El tiempo se estructura a corto plazo en las conductas sociales: aislamiento, rituales (caricias por
ejemplo) pasatiempos, juegos, actividades y relaciones ntimas. Los juegos son series de transacciones
ulteriores de naturaleza repetitiva con motivaciones ocultas, trampas o trucos y fundamentalmente con
un pago psicolgico bien definido.
Cada persona tiene un plan de vida preconciente o guin, segn el cual estructura el curso de su vida
mediante rituales, pasatiempos y juegos.
Ruiz-Ruiz, F. Fundamentos de la psicoterapia de grupo en la prctica mdica (I): anlisis crtico de las tcnicas
gestlticas y transaccionales. Anales de psiquiatra. 2004; 20(2):41-45.

ANALIZADOR
Generalidades.- Las estructuras sobre las cuales obran los estmulos se denominan analizadores. El
concepto se refiere a una unidad funcional que incluye el rgano receptor perifrico, las vas de
conduccin hacia el cerebro y las zonas centrales correspondientes. Se acostumbre clasificar los
analizadores en base a la localizacin de los estmulos: a) analizadores exteroceptivos: encargados de la
recepcin, transmisin y coordinacin de las estimulaciones exteriores al organismo. Corresponden a la
sensibilidad visual, auditiva, gustativa, olfativa y cutnea. b) Analizadores interoceptivos: encargados de
la recepcin, transmisin y coordinacin de las estimulaciones internas. Determinan la sensibilidad
kinestsica y del equilibrio (propioceptiva) y la sensibilidad visceroceptiva.
Kaufmann M, La sensibilidad. Publicacin interna de la Ctedra de Psicologa General I del Departamento de Psicologa
de la Facultad de Filosofa y Letras de la Universidad de Buenos Aires. Ficha N 319. 1971.

ANALOGA
Generalidades.- Definamos aqu la esencia del razonamiento analgico como la transferencia de
conocimiento de una unidad de informacin a otra por un proceso de mapeo o bsqueda de
correspondencias estructurales entre ambas de modo que se pueda, por su intermedio, establecer
relaciones entre contenidos de dominios diferentes y, lo que es ms importante, entre estructuras que
subyacen a fenmenos de campos diversos (pg. 42).
Adrover J y Duarte A, El uso de analogas en la enseanza de las ciencias. En Investigaciones en Psicologa, Revista del
Instituto de Investigaciones de la Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires. Ao 1 N 1, 1996.

Generalidades.- El pensamiento analgico-metafrico es un proceso de pensamiento productivo


caracterizado por la educcin de algn gnero de relacin de similitud entre dos sistemas
representacionales, ideas o estados de conciencia (pg. 8).

Azzolini S y Gonzlez F, Esbozo para una conceptualizacin del pensamiento analgico-metafrico. En Investigaciones
en Psicologa, Revista del Instituto de Investigaciones de la Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires.
Ao 2 N 2, 1997.

ANAMNESIS
Generalidades.- Anamnesis significa interrogatorio. Despus de la entrevista clnica, el mdico debe
recoger de forma sistemtica los datos que le permitan elaborar una patografa de su paciente. La
anamnesis, parte de la historia clnica, recoge datos como la filiacin, el motivo de consulta, los
antecedentes familiares y personales, etc., aunque de algunos ya tendremos extensa noticia a travs de
la entrevista realizada anteriormente. El interrogatorio sistemtico nos debe permitir conocer los
sntomas ms relevantes y su devenir en la biografa del paciente. Se trata de realizar una hiptesis
diagnstica que nos permita recoger los datos para confirmarla o no.
Vallejo Ruiloba J y otros, Introduccin a la psicopatologa y la psiquiatra, Masson, Barcelona, 1999, 4 edicin, pg
84.

ANAMNESIS
Definicin.- Recopilacin de datos previstos de tal extensin y detalle que puede sintetizar el presente y
el pasado el sujeto, su salud y enfermedad. Incluso puede hacerse con fines estadsticos y estar a cargo
de personal auxiliar, pues la finalidad es recopilar datos.
Condensado de Bleger J (1989), Temas de psicologa. Buenos Aires: Nueva Visin.

Generalidades.- O historia personal. Adems de estudiar la enfermedad y la situacin vital actuales, el


psiquiatra necesita una visin panormica del pasado del paciente y de la influencia que puede ejercer
sobre el problema emocional presente. La anamnesis de la historia personal se divide habitualmente en
los principales perodos del desarrollo: etapa prenatal y perinatal, primera infancia, infancia media,
infancia tarda y edad adulta. Deben reflejarse las principales emociones (por ejemplo, dolorosa,
estresante, conflictiva) asociadas con cada etapa. En funcin del tiempo y de la situacin, el psiquiatra
puede ahondar en detalle en cada una de las etapas (pgina 283).
Kaplan H, Sadock B y Grebb J (1997) Sinopsis de psiquiatra. Buenos Aires: Editorial Mdica Panamericana. 7 edicin.

ANDROGINIA
Definicin.- Patrn de conducta que permite a los individuos expresar toda la gama de emociones y
todas las posibilidades vinculadas con los roles, sin atender a los estereotipos sexuales.
Vander Zanden James, Manual de Psicologa Social, Barcelona, Paids, 1986, pg. 614.

ANDROPAUSIA
Andropausia y trastornos del estado de nimo.- Los trastornos del nimo en el varn mayor son un
problema importante de salud pblica. Recibe un subdiagnstico y tratamiento, debido a su forma de
presentacin con sntomas inespecficos, sobreposicin con sntomas de enfermedades mdicas y
reticencia por parte del paciente a consultar por sus molestias. Esta condicin presenta alta letalidad, y
se estima de 4 a 10 veces ms frecuente en varones que en mujeres mayores de 65 aos.
Qu es la andropausia?, cmo se diagnostica?, cul es su influencia en la gnesis, la evolucin y el
tratamiento de los trastornos del nimo?, habr alguna subpoblacin de varones con depresin que se
beneficiaran con la terapia de reemplazo con testosterona? stos son algunos de los aspectos que se
discuten en este artculo.
Se realiz una bsqueda en la base de datos MEDLINE (entre enero de 1990 y julio de 2005) combinando
los trminos "hipogonadismo y depresin" o "testosterona y depresin". Se incluyeron los artculos que
hicieran referencia a la testosterona y nimo depresivo o administracin de testosterona y monitorizacin
de los sntomas depresivos. En la base de datos Scielo, se realiz una bsqueda con los trminos:
"andropausia y depresin en el adulto mayor", para incluir datos epidemiolgicos locales. Por ltimo, se
realiz una bsqueda dirigida en las referencias de los artculos de revisin y casos clnicos, en el mismo
intervalo de fechas.
El papel exacto de la testosterona en la depresin mayor an no est claro. La evidencia sostiene una
asociacin dbil entre bajas concentraciones de testosterona y sntomas depresivos en varones adultos
mayores. El hipogonadismo puede ser una causa de mala respuesta a antidepresivos en pacientes con
depresin larvada, que se beneficiaran de tratamiento corto con testosterona. Son necesarios ms
estudios clnicos para evaluar la eficacia real de la testosterona en la distimia, en este tipo de poblacin.
Alejandra Rodrguez, Marco Ceroni, Soledad Celis, Andropausia y trastornos del nimo. REVISTA INTERNACIONAL DE
ANDROLOGA. 2007 ABR; 5(2).

ANGUSTIA
Segn Freud.- Romero y Sauane sintetizan la evolucin del concepto de la siguiente manera:
1895.- "Neurosis de angustia": plantea la primera teora de la angustia segn un modelo somtico: la
represin produce angustia. Recordar que es el caso de las neurosis actuales donde hay conflicto pero no
'psquico', es decir, no implica un trabajo de elaboracin, simbolizacin, historizacin.
1914.- "Introduccin al narcisismo": Sigue con la primera teora de la angustia.
1926.- "Inhibicin, sntoma y angustia": plantea su segunda teora, segn la cual la angustia produce
represin: la seal de angustia, ante la catectizacin de la representacin ligada a la amenaza de
castracin, disparar la represin.
Condensado de Romero R y Sauane S (1995) Grupo, objeto y teora, Tomo III. Buenos Aires: Lugar Editorial. Se
incluyen agregados de las clases del Lic. R. Romero 5-9-95, 12-9-95 y 3-10-95 (Ctedra de Teora y Tcnica de
Grupos II, Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires).

Clasificacin psicoanaltica.- En "Inhibicin, sntoma y angustia" Freud formula su teora definitiva


sobre la angustia, donde expresa que hay dos formas: la 'angustia primaria' (o 'angustia automtica' en
la traduccin de Laplanche) y la 'angustia seal' siendo, ambas, respuestas del yo a los incrementos de la
tensin instintiva o emocional; la angustia seal es un mecanismo de alerta que advierte al yo de una
amenaza inmediata contra su equilibrio, y la angustia primaria es la emocin que acompaa a la
disolucin del yo. La funcin de la angustia seal es asegurar que la angustia primaria nunca sea
experimentada, ya que permite al yo la puesta en marcha de precauciones defensivas.
Rycroft Ch., Diccionario de Psicoanlisis, Buenos Aires, Paids, 1976.

Teoras psicoanalticas.- A grandes rasgos tenemos dos teoras: 1) La no descarga sexual o la


descarga inadecuada produce angustia (neurosis actuales). 2) La angustia produce la represin y el
sntoma (psiconeurosis).
Freud siempre relacion angustia con deseo sexual, y aisl a la primera como sndrome, identificando en
ella varias caractersticas, tales como diversas manifestaciones corporales y, sobre todo, la llamada
expectativa angustiosa. Esta tiene relacin con la articulacin deseo-angustia, y con la represin primaria
o primordial.
Condensado de Sal, Lo inconciente, sntoma, angustia y represin. Clases dictadas en la ctedra de Psicopatologa de
la Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires, 1996.

Angustia y represin.- La represin primaria genera angustia (primera teora de la angustia), y esta a
su vez promueve la represin secundaria (segunda teora de la angustia).
Condensado de Sal, Lo inconciente, sntoma, angustia y represin. Clases dictadas en la ctedra de Psicopatologa de
la Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires, 1996.

Angustia y sntoma.- El sntoma es como una prtesis, algo burdo y extrao, pero que al yo le sirve
para no quedar desamparado a merced de la angustia: si a un obsesivo por la limpieza le robamos el
jabn, se angustia mucho. El sntoma detiene la descarga pulsional, mediante una descarga sustitutiva
tolerable para l (por ejemplo, temblor ante la inminencia de una situacin de seduccin). El sntoma
representa las exigencias del ello y del yo (pulsin y defensa).
Condensado de Sal, Lo inconciente, sntoma, angustia y represin. Clases dictadas en la ctedra de Psicopatologa de
la Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires, 1996.

Tipos.- El estudio de estructuras no neurticas lleva a Green a distinguir dos tipos de angustia: de
separacin y de intrusin, que corresponden, respectivamente, a la angustia de castracin y la de
penetracin. Ambos pares se refieren a entidades clnicas distintas y a niveles desiguales de desarrollo, y
fueron descriptos en otros trminos por otros autores:
Separacin
Castracin
desligazn
separacin
Contenido

intrusin
penetracin
ligazn (Freud)
reunin (Winnicott)
continente

Otros autores hablan de distancia del objeto, como Bouvet, y otros de tiempo ptimo, como Winnicott.
Este ltimo habla del tiempo ptimo de espera para el lactante. Si este tiempo es cero (o sea la madre
responde de inmediato a la necesidad del chico) le impide a este elaborar la separacin, y si el tiempo es
excesivo origina en el nio reacciones catastrficas con experiencias de desintegracin. Hay que buscar
entonces el punto medio.
Condensado de Green Andr (1994) De locuras privadas. Introduccin.

Evolucin del concepto de angustia en Freud.- Green distingue tres periodos: 1) 1893-1895:
angustia, cuerpo y neurosis de angustia; 2) 1909-1917: angustia y libido reprimida; y 3) 1926-1939:
angustia y aparato psquico.
1) 1893-1895.- La fuente de la angustia debe buscarse no en la esfera psquica sino en la esfera fsica, y
depende de transformaciones cuantitativas y cualitativas. Su origen es un factor cuantitativo de
acumulacin de tensin fsica sexual que, pasado cierto umbral, no puede transformarse en afecto por
elaboracin psquica. Normalmente cuando pasa ese umbral, la tensin fsica sexual forma parte
psquicamente o sea, se contacta con ciertos contenidos ideativos que ponen en marcha la accin
especfica permitiendo la descarga. Cuando este montaje sufre ciertos desarreglos (por insuficiencia o
declinacin de la vida psicosexual, por prohibicin excesiva, etc) la tensin se transforma en angustia, lo
que supone la transformacin cualitativa. Es lo que ocurre en la neurosis de angustia. La causa principal
de la angustia es entonces el hecho que un afecto sexual no puede ser formado, la tensin fsica no
puede ligarse psquicamente.
2) 1909-1917.- En artculos como el caso Juanito, el Hombre de los Lobos o la Metapsicologa de 1915 es
acento comienza a desplazarse sobre un conflicto psquico. Si la angustia responde a una aspiracin
libidinal reprimida, ella no es dicha aspiracin: la represin es el motivo de su transformacin en
angustia. Consiguientemente la represin es inseparable de una situacin de peligro, que puede ser real
o neurtico, y que generarn respectivamente una angustia real y una angustia neurtica, donde en sta
ltima el peligro tiene origen interno. Esta angustia patolgica puede manifestarse como flotante o como
ligada a un objeto localizado. En las psiconeurosis los sntomas (histeria, fobia, obsesin) sirven para
impedir la aparicin de la angustia. Sin embargo, en este periodo la teora de la angustia permanece ms
econmica que simblica: la angustia aparecera como consecuencia de la represin y no, como sostiene
ms tarde, como causa de la represin.

3) 1926-1939.- A partir del artculo Inhibicin, sntoma y angustia (1926) Freud comienza a considerar a)
que la angustia es experimentada slo por el yo; b) no es la represin lo que produce angustia, sino la
angustia la que produce represin; c) la angustia es el llamado por el yo, en funcin de una exigencia
pulsional nueva, de una situacin de peligro antigua; d) la seal de displacer (la angustia) suscita por
parte del yo una reaccin pasiva (invade al sujeto) o activa (una contracarga se instala formando un
sntoma o un rasgo de carcter); e) la energa pulsional puede seguir diversos destinos; f) en yo en su
relacin de conjuncin o de disyuncin con el ello est, por un lado, bajo la dependencia de ste, por otra
se revela menos impotente puesto que est preparado para poner en marcha la represin por
desencadenamiento de la seal de alarma; g) la angustia neurtica es causada por la aparicin en el
psiquismo de un estado de gran tensin sentida como displacer, donde la liberacin por descarga es
imposible; h) la evolucin libidinal implica que el peligro corrido no es el mismo en las distintas etapas del
desarrollo. El peligro de abandono psquico coincide con el despertar del yo, el peligro de prdida de
objeto o de amor del objeto con la dependencia infantil, el peligro de castracin con la fase flica, el
miedo al supery con el periodo de latencia; i) la angustia depende del doble dispositivo de la represin
originaria y posterior; j) los dos aspectos de la angustia, seal de alarma o e expresin de una situacin
traumtica, responden al papel jugado por las instancias.
Green Andr, La concepcin psicoanaltica del afecto, pginas 72-82.

ANIMA/ANIMUS
Segn Jung.- La nima y el animus son representaciones arquetpicas no de cualidades personales,
sino de predisposiciones o potenciales que no se han personalizado o ingresado en la conciencia. Son
impulsos humanos bsicos y universales de los que se desarrollan tanto las cualidades concientes como
inconcientes de los individuos. Como incluyen la feminidad no desarrollada de un hombre (nima) y la
masculinidad no desarrollada de una mujer (animus), aparecen en la imaginacin inconciente como
personas del sexo opuesto (pgina 107).
Kaplan H y Sadock B (1992) Compendio de psiquiatra. Mxico: Salvat. 2 edicin.

Generalidades.- Segn Jung, en el hombre, el aspecto femenino se halla personificado en lo inconciente


por el anima, y en la mujer, su aspecto masculino est representado en lo inconciente por el animus.
Jung refiere factores genticos: lo hombres tienen genes que configurarn cualidades masculinas y
femeninas, y las mujeres tambin (bisexualidad originaria). Normalmente, anima o animus son el lado no
desarrollado de la personalidad que es rechazado, ignorado o reprimido por la conciencia (pues la
persona asume un rol sexual definido), aunque pueden llegar a irrumpir en la conciencia bajo ciertas
circunstancias, engendrando conductas neurticas.
As, cuando el anima se expresa en el hombre aparecen estados de nimo mezquinos, srdidos y astutos,
y cuando el animus se expresa en la mujer produce opiniones arbitrarias, beligerantes, quisquillosas.
Cuando aparecen rasgos del sexo opuesto, generalmente lo hacen en forma desadaptativa o produciendo
desagradables consecuencias. Por ejemplo, una mujer que asuma una profesin masculina.
El anima y el animus pueden aparecer en los sueos, lo que indica la activacin de las figuras
arquetpicas correspondientes. En el hombre el anima suele aparecer como una mujer irreconocible, y en
la mujer, el animus como una pluralidad de hombres.
Progoff Ira, La psicologa de Jung y su significacin social, Buenos Aires, Paids, 1967, pg. 117-121.

Generalidades sobre nima.- La psicologa no debe ser solamente cientfico-natural, terica,


explicativa, sino tambin y fundamentalmente descriptiva, fenomenolgica. Ya antes Freud, Pierre
Janet, haban considerado imprescindible adoptar un punto de vista fenomenolgico en la psicologa,
una metodologa descriptiva, sin cargarla con demasiadas hiptesis tericas o derivadas de una
concepcin del mundo.
Toda ciencia natural se vuelve descriptiva cuando llega el punto ms all del cual ya no puede avanzar
experimentalmente y este cambio hace que de ningn modo deje de ser cientfica. La psique no termina
all donde termina el alcance terico de una hiptesis de ndole fisiolgica o de cualquier otro tipo. Esto
significa que al investigar cada caso, debemos tomar en cuenta las manifestaciones de la psique en su
totalidad.
El nima no es, por ejemplo, un producto terico sino emprico, resultado de nuestra descripcin de la
psique, del inconciente colectivo. La psique en general es algo incognoscible, y solo la reconocemos por
sus manifestaciones. El nima es un concepto emprico que se proyecta en forma inconciente y
automtica sobre un objeto, de modo que este contenido aparece como perteneciendo al objeto. Pero la
proyeccin cesa en el momento en que se hace conciente, o sea, en el momento en que el contenido es
visto como perteneciente al sujeto.
Las imagines son otro arquetipo tpico que equivale a la pareja de los padres, que en los mitos suele
aparecer como la ley y la reina, o como una pareja de dioses. La psicologa sabe cun grande es la
relacin de las ideas religiosas con las imgenes de los padres. La experiencia psicolgica nos ensea

que hay representaciones testicas asociadas a las imgenes de los padres, la mayora de las veces en
forma inconciente.
El arquetipo de las representaciones religiosas tiene, como todo instinto, su energa especfica, y el
arquetipo no pierde su energa aunque el sujeto no tenga conciencia del mismo. Las representaciones
colectivas tienen fuerza y por ello no debe extraarnos que sean reprimidas con la ms fuerte
resistencia. Cuando estn reprimidas no se ocultan atrs de cualquier fenmeno sin importancia, sino
tras aquellas representaciones y figuras que ya no son problemticas por otros motivos, lo cual
complica su interpretacin.
La imagen del nima, que presenta brillo sobrehumano a la madre a los ojos del hijo, es abandonada
poco a poco frente a la banalidad de lo cotidiano y por ello se torna inconciente, sin que disminuya por
ello su plenitud instintiva, su energa, su tensin original. Desde este momento est como lista para el
salto y ser proyectada en la primera oportunidad. Esta oportunidad se presenta cuando un ser
femenino hace una impresin que quiebra la cotidianeidad.
En la proyeccin, el nima tiene siempre una forma femenina con determinadas propiedades, lo que no
quiere decir que el arquetipo en s, tenga esa propiedad o esa naturaleza. El nima es solo uno de los
pares de un complejo de arquetipos opuestos: frente a lo masculino representa lo femenino, pero puede
referirse a otros tipos de opuestos.
Si el nima predomina en el hombre, afemina su carcter y lo hace sensible, susceptible, caprichoso,
celoso, vanidoso, etc. El joven que va madurando debe poder dejar de recibir la influencia fascinadora
del nima, representada por la madre. Por lo general, la homosexualidad se explica como una
identificacin con el nima.
En la juventud se puede soportar la prdida aparentemente total del nima, pero en la vejez no, ya que
aqu la prdida aparente del nima lleva a la estereotipia, al encasillamiento dogmtico y a la
resignacin.
Resumen de Jung C (1984) Arquetipos e inconciente colectivo. Buenos Aires: Paids. Captulo 2.

ANSIEDAD
Definicin.- (Psicoanlisis) Melanie Klein prefiri el trmino ansiedad al de angustia. Un diccionario
de la lengua, el Kapelusz, las define como sigue.
Ansiedad: Angustia que suele acompaar a muchas enfermedades -particularmente, a ciertas neurosisy que no permite sosiego a los enfermos. Angustia: Malestar a la vez psquico y fsico, caracterizado por
un temor difuso que puede ir de la inquietud al pnico, y por impresiones y trastornos corporales
penosos. En Inhibicin, sntoma y angustia (1926) Freud le dio a la angustia un carcter estructural,
adems de la posibilidad de manifestaciones patolgicas, que seran las nicas psicoanalizables. Escribe:
() la angustia debe considerarse como producto del estado de desvalimiento psquico del lactante, que
evidentemente constituye la contrapartida de su estado de desvalimiento biolgico. Muy ligeramente
puede diferenciarse entre miedo, provocado por un objeto real o psquico, y angustia, sin objeto. Szkely
define ansiedad como displacer acompaado por una caracterstica serie de sensaciones constrictivas
torcicas, pero tambin Bleuler, en su Lehrbuch der Psychiatry, dijo casi lo mismo de la angustia. Hay
correlacin entre la ansiedad (o la angustia) y sus manifestaciones psquicas y fsicas? O la angustia es
(la ansiedad es) eso que slo con fines didcticos se puede presentar separado? Ms que una distincin
entre angustia y ansiedad, encontraremos en Melanie Klein el empleo del ltimo trmino en expresiones
combinadas: ansiedad paranoide ansiedad depresiva ansiedad de castracin. Ansiedad es la respuesta
del Yo ante el instinto de muerte, que debe ser deflexionado.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Generalidades.- La ansiedad es un proceso psicobiolgico variable en cuanto a su aparicin y, a cierta


intensidad, se vuelve desagradable, parecida a un sentimiento de peligro, asociado al miedo.
No hay ansiedad, sino personas ansiosas, porque la personalidad de cada uno le da su propio matiz. No
debe confundirse con la angustia, donde la ansiedad se acompaa de problemas neurovegetativos como
palpitaciones, sudor, etc. La ansiedad puede ser expresin de conflictos internos o con el ambiente, pero
se desarrolla a partir de factores bioqumicos, Conviene tratar la ansiedad buscando aliviar dicho sntoma,
mientras se buscan las causas ms ntimas. La ansiedad aparece en etapas de cambio, cuando hay que
hacer nuevas adaptaciones. Prdidas, enfermedades, etc, o cuando deben empezar a depender de los
hijos.
Condensado de Strejilevich Mario (1985) Temas de psicogeriatra (artculo).

Segn M. Klein.- "Respuesta del yo a la actividad del instinto de muerte. Cuando el instinto de muerte
es deflexionado, la ansiedad toma dos formas principales: paranoide y depresiva".
Segal H, Introduccin a la obra de Melanie Klein, Buenos Aires, Paids, 1987, pg. 121.

Definicin.- El DSM-IV define ansiedad como la anticipacin aprensiva de un dao o desgracia futuros,
acompaadas de un sentimiento de disforia o de sntomas somticos de tensin. El objetivo del dao
anticipado puede ser interno o externo.
Varios autores (1995) DSM-IV. Barcelona: Masson, pg. 780.

Ansiedad normal y patolgica.- Cuando se evala a un paciente con ansiedad, el especialista debe
distinguir entre la ansiedad normal y la ansiedad patolgica. A un nivel prctico, la ansiedad patolgica se
diferencia de la normal por la evaluacin que hacen de ella los pacientes, sus familias, amigos y el propio
clnico. Esta evaluacin est basada en la informacin que aportan los pacientes sobre sus estados
internos, sus conductas, y su nivel de funcionamiento. Un paciente con ansiedad patolgica necesita que
se le practique una evaluacin neuropsiquitrica completa, y que se aplique un tratamiento
individualizado. El especialista no debe perder de vista que la ansiedad puede ser un componente de
muchas patologas mdicas y otros trastornos, en especial los trastornos depresivos.
Debido a las ventajas que supone para la propia supervivencia el responder con ansiedad ante
determinadas situaciones amenazantes, se puede hablar de ansiedad normal frente a la ansiedad
anormal o patolgica. Por ejemplo, la ansiedad es normal en un nio que est asustado por la posibilidad
de una separacin de sus padres o una prdida de amor; en su primer da de escuela, es normal que
sientan ansiedad; en los adolescentes es normal en la primera cita, en los adultos, cuando se enfrentan a
la vejez y a la muerte, y para cualquiera cuando debe enfrentarse a una enfermedad. La ansiedad es un
acompaante normal del crecimiento, de los cambios, de la experimentacin de cosas novedosas, y del
hallazgo de la propia identidad y sentido de la vida. Por el contrario, la ansiedad patolgica es una
respuesta inapropiada a un estmulo concreto en base a su intensidad o a su duracin (pg. 588).
Kaplan H y Sadock B (1992) Compendio de psiquiatra. Mxico: Salvat.

Tipos de ansiedad segn Freud.- Hace casi cien aos, Sigmund Freud acu el trmino de neurosis
de ansiedad e identific dos formas de ansiedad: un tipo de ansiedad era el resultado de una represin
de la libido. En otras palabras, un incremento fisiolgico de la tensin sexual produca el correspondiente
incremento en la libido, la representacin mental de este estado fisiolgico. La consecuencia normal de
esta tensin es, segn Freud, el acto sexual (coito). Sin embargo, otras prcticas sexuales como la
abstinencia o el coitus interruptus impiden la liberacin de esta tensin produciendo una neurosis. Entre
las patologas resultado de esta ansiedad excesiva relacionada con la contencin libidinal se encuentran la
neurastenia, hipocondriasis y neurosis de ansiedad, de todas las cuales Freud postul que tenan una
base biolgica.
La otra clase de ansiedad se caracterizaba por un sentimiento difuso de preocupacin o temor que se
originaba en un deseo o pensamientos reprimidos histerias, fobias, y neurosis obsesivas. Freud pensaba
que estas patologas y la ansiedad asociada a ellas estaban bsicamente relacionadas con factores
psicolgicos ms que fisiolgicos. El conflicto intrapsquico era el responsable de la ansiedad y las
psiconeurosis, y Freud observ que este tipo de ansiedad era menos intensa que la observada en las
neurosis de tipo fisiolgico.
Con la publicacin en 1926 de Inhibiciones, Sntomas y Ansiedad, Freud cre una nueva teora de la
ansiedad que consideraba tanto la ansiedad externa real como la interna neurtica, como una respuesta
a situaciones peligrosas. Identific dos tipos de situaciones provocadoras de la ansiedad. Una de estas
situaciones es la estimulacin instintiva desmesurada, el prototipo de la cual es la experiencia del
nacimiento. En situaciones de esta clase la excesiva presin del ambiente penetra en las barreras
protectoras del ego, produciendo un estado de indefensin y trauma. La segunda situacin y la ms
comn implica a la ansiedad que se desarrolla a partir de la anticipacin de un peligro en s mismo. Esta
alarma del organismo, conocida como signos de ansiedad, opera a nivel inconciente y moviliza los
recursos del ego para apartar este peligro. Tanto las fuentes de amenaza internas como externas
producen tal seal, que conducen al ego a poner en marcha mecanismos de defensa especficos para
protegerse o para reducir el grado de excitacin instintiva (pg. 588).
Kaplan H y Sadock B (1992) Compendio de psiquiatra. Mxico: Salvat.

Ansiedad y miedo.- La ansiedad es un signo de alerta; nos avisa de un peligro inminente y permite a
la persona tomar las medidas necesarias para hacer frente a la amenaza. El miedo, es un signo de alerta
similar, debera diferenciarse de la ansiedad. El miedo es una respuesta a una amenaza concreta,
conocida, externa y no originada por un conflicto; la ansiedad es una respuesta a una amenaza
especfica, interna, vaga u originada por algn conflicto.
La distincin entre miedo y ansiedad apareci por accidente. El primer traductor fue Freud, tradujo
errneamente el trmino alemn angst que significa miedo, por ansiedad. Freud ignor en general esta
distincin que asociaba la ansiedad a un objeto inconciente y reprimido, y el miedo a un objeto externo y
conocido. Por ejemplo, un chico puede asustarse ante unos perros que ladran porque en la actualidad
teme a su padre, e inconscientemente lo asocia a esos perros.
De acuerdo con las formulaciones psicoanalticas posfreudianas, la separacin del miedo y la ansiedad
puede justificarse desde el punto de vista psicolgico. La emocin causada por un coche que se acerca a

gran velocidad mientras una persona cruza la calle, difiere del malestar vago e inespecfico que uno
puede experimentar cuando se conoce gente nueva en un ambiente no habitual. La principal diferencia
psicolgica entre las dos respuestas emocionales es la naturaleza aguda del miedo frente a la cronicidad
de la ansiedad.
Charles Darwin seal que la palabra miedo derivaba de palabras que significaban sbito y peligroso.
La duracin tambin parece ser un aspecto de gran relevancia en el fenmeno neurofisiolgico de la
ansiedad y el miedo. En 1896, Darwin proporcion la siguiente descripcin psicofisiolgica de un miedo
agudo convirtindose en pnico (pg. 589).
Kaplan H y Sadock B (1992) Compendio de psiquiatra. Mxico: Salvat.

Teoras sobre la ansiedad patolgica.- Segn Kaplan y Sadock, tres grandes escuelas psicolgicas
-psicoanaltica, conductual y existencia- han contribuido a crear un concepto terico sobre las causas de
la ansiedad patolgica. Cada una de ellas es til en el tratamiento de los pacientes con trastornos de
ansiedad, tanto desde el punto de vista conceptual como prctico (pg. 590).
a) Teoras psicoanalticas.- La evolucin de las teoras de Freud sobre la ansiedad puede trazarse desde
el texto Fobias y Obsesiones en 1895, el libro Estudios sobre la Histeria del mismo ao, y el libro
Inhibiciones, Sntomas y Ansiedad, de 1926. En esta ltima obra Freud propuso que la ansiedad es un
signo del ego de que algn impulso inaceptable est presionando para hacerse conciente, y as,
descargar. Como signo, la ansiedad impulsa al ego a defenderse de forma activa contra las presiones del
interior. Si la ansiedad se eleva por encima de su nivel de intensidad caracterstico, puede adquirir toda la
furia de un ataque de pnico. Tericamente, la represin por s misma provoca una restauracin del
equilibrio psicolgico sin que aparezcan sntomas, ya que una represin efectiva contiene todos los
impulsos y los afectos y fantasas asociados, devolvindolos al nivel inconciente. Si la represin no es
efectiva como defensa, otros mecanismos de este tipo (como la conversin, el desplazamiento y la
regresin) pueden producir formaciones sintomticas, provocando as el cuadro tpico de un trastorno
neurtico (como las neurosis histricas, fbicas y obsesivo-compulsivas).
Dentro de la teora psicoanaltica, se consideran cuatro pitos de ansiedad, dependiendo de la naturaleza
de las consecuencias temidas: la ansiedad del impulso o el Ello, la ansiedad de separacin, la ansiedad de
castracin y la ansiedad del superego. Estas variedades se ha especulado que se gestan en diferentes
estadios del crecimiento y el desarrollo. La ansiedad del impulso o del Ello est relacionada con
malestares difusos y primitivos de los bebs cuando se sienten abrumados por necesidades y estmulos
sobre los cuales su estado de indefensin no les proporciona ningn control. La ansiedad de separacin
aparece en nios ms mayores pero aun en la fase preedpica, que temen perder el amor e incluso temen
el abandono de sus padres si fracasan en el control y direccin de sus impulsos hacia las demandas y
estndar de stos. Las fantasas de castracin que caracterizan la fase edpica, particularmente en
relacin con el desarrollo de los impulsos sexuales en el nio, se reflejan en la ansiedad de castracin del
adulto. La ansiedad del Supery es el resultado directo des desarrollo final de esta instancia que marca el
paso del complejo de Edipo y el inicio del perodo prepuberal de lactancia.
Los psicoanalistas difieren sobre las fuentes y naturaleza de la ansiedad. Otto Rank, por ejemplo, fij la
gnesis de la ansiedad en el trauma del nacimiento. Harry Stack Sullivan destac la relacin precoz entre
la madre y el nio y la transmisin de la ansiedad materna a ste. A pesar de las discrepancias entre las
diferentes escuelas, el tratamiento de los trastornos de la ansiedad suele ser de larga duracin, mediante
psicoterapias introspectivas o psicoanlisis dirigidos a la formacin de una transferencia que permita
volver a trabajar sobre el desarrollo del problema y la resolucin de los sntomas neurticos (pg. 590591).
b) Teoras conductuales.- Las teoras conductuales o basadas en el aprendizaje sobre la ansiedad han
proporcionado algunos de los tratamientos ms efectivos para los trastornos de este tipo. Las teoras
conductuales afirman que la ansiedad es una respuesta condicionada a estmulos ambientales especficos.
En un modelo de condicionamiento clsico, una persona que no tiene alergias a los alimentos puede
enfermar tras comer pescado en mal estado en un restaurante. Las siguientes exposiciones al pescado
puede hacer que la persona se sienta enferma. A travs de la generalizacin, esta persona puede
desconfiar de la comida preparada por los dems. Como una causa alternativa, las personas pueden
aprender a tener respuestas internas de ansiedad imitando las respuestas de ansiedad de los padres
(teora del aprendizaje social). En cada caso, el tratamiento suele ser alguna forma de desensibilizacin
mediante la exposicin repetida al estmulo ansigeno, todo ello complementado con algn tipo de
abordaje cognitivo.
En los ltimos aos, los defensores de las teoras conductuales han mostrado un marcado inters por los
abordajes cognitivos a la conceptualizacin y tratamiento de los trastornos de ansiedad, y los tericos
cognitivistas han propuesto alternativas a los modelos de aprendizaje tradicionales en este tema. La
conceptualizacin cognitiva de los estados de ansiedad no fbica sostiene que patrones van acompaados
o precedidos de las conductas maladaptativas y a los problemas emocionales de pensamiento
distorsionados, defectuosos y contraproducentes. De acuerdo a un modelo, los pacientes que sufren
trastornos de ansiedad tienden a sobreestimar el grado de peligro y la probabilidad de perjuicio en una
situacin dada, y tienden a infravalorar sus capacidades de afrontar las amenazas que perciben contra su

bienestar fsico y psicolgico. Este modelo afirma que los pacientes con un trastorno por crisis de
angustia suelen tener pensamientos de prdida de control y miedo a morir que siguen a las sensaciones
fisiolgicas inexplicables (como palpitaciones, taquicardia, etc.), pero que preceden y despus
acompaan a las crisis de angustia (pg. 591).
c) Teoras existenciales.- Las teoras existenciales sobre esta emocin proporcionan modelos para el
trastorno de ansiedad generalizada, en la cual no existe ningn estmulo especfico identificable para los
sentimientos crnicos de ansiedad. El concepto central de la teora existencial es que una persona toma
conciencia del profundo vaco de su vida, sentimientos que pueden ser incluso ms desagradables que la
aceptacin de la propia muerte. La ansiedad es la respuesta de la persona al enorme vaco de su
existencia y a la falta de sentido de la misma. La preocupacin existencial puede verse incrementada por
el desarrollo de armas nucleares (pg. 591).
Kaplan H y Sadock B (1992) Compendio de psiquiatra. Mxico: Salvat.

Segn el existencialismo.- Kierkegaard, Heidegger y otros existencialistas usan la palabra Angst,


Ansiedad, para referirse a la aprehensin que sentimos cuando nos movemos hacia la incertidumbre de
nuestro futuro. A veces se traduce como pavor para enfatizar la angustia y el desasosiego que viene
junto a la necesidad de escoger, pero ansiedad es la palabra que ms globaliza el concepto. La ansiedad,
a diferencia del miedo o el pavor, no tiene un objeto bien definido. Es ms un estado del ser que
cualquier otra cosa ms especfica.
Los existencialistas hablan muchas veces de la nada en relacin con la ansiedad: dado que no somos
como tablas, ngeles y marmotas, determinados de forma preciosa, a veces sentimos como si furamos
a caer en la nada. Nos gustara ser rocas (slidas, simples, eternas), pero nos damos cuenta que somos
remolinos. La ansiedad no es un inconveniente temporal que nos pueda quitar el amigable terapeuta; es
parte de ser humano.
Boeree George (2002) Teoras de la Personalidad. Captulo sobre Ludwig Binswanger. Traduccin de Gautier Rafael.

Perfil cognitivo del ansioso.- El perfil cognitivo de los pacientes ansiosos consiste en la formulacin
de cierto set o conjunto de creencias, expectativas, actitudes y experiencias, como las siguientes: 1)
creencia de estar en peligro ante situaciones u objetos corrientes de la vida; 2) expectativa de ansiedad
al imaginar el afrontamiento; 3) actitud evitativa ante aquello temido; 4) experiencia de sufrimiento
variable, a menudo intensa cuando se afronta el objeto o situacin; 5) cuando la persona afronta la
situacin temida, aparecen sntomas de ansiedad;: palpitaciones, sudoracin, sensacin de tener un nudo
en el estmago, etc. acompaados generalmente por el deseo inminente de escapar o evitar; y 6) a
menudo est presente la ansiedad anticipatoria, que suele hacer muy penosa cualquier circunstancia
previa al afrontamiento de una situacin temida con slo imaginarla. Piensan excesivamente antes de
actuar, como antnimo de la impulsividad en donde se acta sin pensar.
Franchi S, Estrategias y tcnicas cognitivo-comportamentales de los trastornos por ansiedad. Buenos Aires: sin
indicacin de editor.

Ansiedad anticipatoria.- Vctor Frankl cree que el vaco existencial se llena con frecuencia de ciertos
crculos viciosos neurticos. Por ejemplo, de ansiedad anticipatoria: alguien puede estar tan asustado
de sufrir ciertos sntomas relacionados con la ansiedad, que llegar a tener esos sntomas se torna
inevitable. La ansiedad anticipatoria causa aquello mismo de lo que la persona est asustada. Los tests
de ansiedad son un ejemplo obvio: si tienes miedo de fracasar en los exmenes, la ansiedad llegar a
prevenirte de hacer bien los exmenes, conducindote a tenerles siempre miedo. Una idea similar es la
hiperintencin.
Boeree George (2002) Teoras de la Personalidad. Captulo sobre Vktor Frankl. Traduccin de Gautier Rafael.

Ansiedad de castracin segn M. Klein.- "Ansiedad especialmente de tipo paranoide y se origina en la


proyeccin que hace el nio de su propia agresin, pero puede contener tambin elementos depresivos,
por ejemplo la ansiedad de perder el propio pene como rgano de reparacin".
Segal H, Introduccin a la obra de Melanie Klein, Buenos Aires, Paids, 1987, pg. 121.

Ansiedad depresiva segn M. Klein.- "Ansiedad motivada por la posibilidad de que la propia agresin
aniquile o haya aniquilado al propio objeto bueno. Se la experimenta por el objeto y por el yo que, en
identificacin con el objeto, se siente amenazado. Se origina en la posicin depresiva, cuando se percibe
al objeto como objeto total y el beb vivencia su propia ambivalencia".
Segal H, Introduccin a la obra de Melanie Klein, Buenos Aires, Paids, 1987, pg. 121.

Ansiedad paranoide segn M. Klein.- "Ansiedad debida a la proyeccin del instinto de muerte en un
objeto u objetos, a los que entonces se siente como perseguidores. La ansiedad se refiere a que estos
perseguidores lleguen a aniquilar al yo y al objeto ideal. Se origina en la posicin esquizo-paranoide".
Segal H, Introduccin a la obra de Melanie Klein, Buenos Aires, Paids, 1987, pg. 121.

Ansiedad paranoide segn M. Klein.- "Intenso temor a ser atacado por objetos 'malos', ya sea
internos, internos proyectados o externos. Cuando se lo utiliza en su sentido estricto, kleiniano, est
referido a la ansiedad que se infiere como el resultado de que el paciente proyecte en objetos sus propios
impulsos destructivos".
Rycroft C, Diccionario de psicoanlisis, Buenos Aires, Paids, 1976, pg. 32.

Ansiedad psictica segn M. Klein.- "Trmino usado generalmente por los analistas kleinianos para
referirse a la ansiedad depresiva y paranoide (persecutoria). Estas dos formas son consideradas
'psicticas' sobre dos bases: (a) se considera que surgen de niveles de la personalidad y de etapas del
desarrollo en las que se originan las psicosis, esto es, la posicin depresiva y la posicin esquizoparanoide".
Rycroft C, Diccionario de psicoanlisis, Buenos Aires, Paids, 1976, pg. 32.

Control de la ansiedad.- Desde una perspectiva interpersonal, la autoestima de un individuo y su


sentido bsico de seguridad en el mundo son una funcin del sentido que tiene de su posibilidad de
entablar relaciones. A la inversa, un individuo experimenta ansiedad cuando su sentido de seguridad o de
poder entablar relaciones se ve amenazado (Sullivan, 1953). Una vez que esta ansiedad lo alerta
respecto de la posibilidad real o fantaseada de que se produzca la desintegracin de una relacin
interpersonal, existen tres operaciones principales que pueden restablecer la autoestima y el sentido de
relacin del individuo: realizar una accin, procesar selectivamente informacin externa y procesar
selectivamente informacin interna.
La eleccin de operaciones que haga el individuo estar determinada por su esquema interpersonal. Por
ejemplo, al ponerse ansioso, un individuo cuyos padres valoraban la inteligencia posiblemente trate de
dar prueba de su inteligencia. Otra persona, a cuyos padres les diverta el ingenio de su hijo, quizs se
enfrente a la ansiedad mostrndose divertido.
Condensado de Safran y Segal (1991) El proceso interpersonal en la terapia cognitiva. Captulo 4.

Ansiedad y depresin.- La escasez de estudios complementarios a largo plazo de muestras basadas en


la comunidad y las diferencias en la metodologa en estudios existentes destacan la necesidad para
disear una investigacin que examine la estabilidad, la comorbilidad, y los umbrales de diagnstico de la
depresin y de la ansiedad en la comunidad. El estudio prospectivo, publicado en la ltima edicin de la
revista Archives of General Psychiatry se llev a cabo en una muestra basada en la comunidad, con
edades comprendidas entre los 19 y 20 aos en Zurich, Suiza. Se administraron entrevistas diagnsticas
semiestructuradas por entrevistadores clnicamente experimentados en 5 puntos de evaluacin durante
un perodo de 15 aos. El formato de la entrevista permiti la evaluacin de trastornos mentales
importantes en los niveles diagnsticos y subliminales. La ansiedad y la depresin comrbidas tendieron
a ser ms persistentes que cualquier trastorno slo. Los individuos con estados de la ansiedad solamente
tendieron a desarrollar tanto depresin solamente como ansiedad comrbida y depresin mientras que
progresaron en la edad adulta. En contraste, la depresin sola y la depresin comrbida con ansiedad
tendieron a ser ms estables que la ansiedad sola en un cierto plazo. Los modelos de estabilidad fueron
similares para los trastornos del nivel subliminal y umbral. Estos resultados tienen importantes
implicaciones para la clasificacin y el tratamiento de los trastornos afectivos. La mayor estabilidad de la
ansiedad comrbida y de la depresin que cualquier trastorno solamente ilustra la importancia de la
investigacin adicional de los estados comrbidos comparados con los estados no comrbidos en la
investigacin etiolgica y del tratamiento.
Kathleen Ries Merikangas; Heping Zhang; Shelli Avenevoli; Suddhasatta Acharyya; Martin Neuenschwander; Jules
Angst, Trayectoria longitudinal de la depresin y de la ansiedad en un estudio prospectivo de la comunidad. ARCHIVES
OF GENERAL PSYCHIATRY. 2003 OCT; 60(10):993-1000.

Ansiedad y depresin.- Est llegando a ser cada vez ms evidente que, aunque la depresin y la
ansiedad son trastornos separados y que pueden ser identificados como tales, existe una considerable
coincidencia de sntomas clnicos y procesos patofisiolgicos.
Los datos indican que la comorbilidad entre la ansiedad y la depresin es ms comn que cualquier
trastorno en solitario. Un gran estudio llevado a cabo en los EEUU encontr que el 58% de los individuos
con un historial de depresin tambin tenan trastornos de ansiedad, y un informe llevado a cabo por la
Organizacin Mundial de la Salud demostr que la ansiedad y la depresin eran los problemas
psicolgicos coexistentes ms comunes en la atencin primaria.
El trastorno generalizado de ansiedad es fuertemente comrbido con, y precede comnmente, la
depresin mayor. Las implicaciones de la comorbilidad entre la ansiedad y la depresin son significativas,
con deterioro social y psicolgico.
La alteracin de los neurotransmisores de la serotonina y la norepinefrina estn implicados en la ansiedad
y la depresin, y las nuevas evidencias sugieren que estos sistemas pueden proporcionar una relacin
mecnica entre los dos trastornos.

Baldwin DS; Evans DL; Hirschfeld RM; Kasper S, Podemos distinguir la ansiedad de la depresin? Psychological
Bulletin. 2002; 36.

La ansiedad en el hombre moderno.- Rollo May desarrolla esta temtica en los captulos 2, 3, 4 y 5
de su libro La psicologa y el dilema del hombre. Estos captulos pueden resumirse de la siguiente
manera.
LA PERDIDA DE SIGNIFICACIN DEL HOMBRE MODERNO.- Uno de los grandes problemas del hombre
occidental actual, es una crisis de identidad, es un ser carente de significacin como individuo, y siente
que lo que haga ser pequeo en comparacin con el avance tecnolgico. Quin soy, adnde voy, qu
sentido tiene mi vida, son algunos de estos interrogantes. El problema de identidad de los aos 50 ha
devenido hoy en prdida de la significacin. Los estudiantes en EEUU, han advertido esto y han hecho
una resistencia pasiva, rebelndose contra el no tengo significado aplastado por el colectivismo y la
tecnologa masiva, la amenaza de una guerra termonuclear.
La impotencia frente a esta guerra se transform en ansiedad (ansiedad de la falta de sentido, ansiedad
como temor a la nada), en regresin y apata, stas a su vez en hostilidad, y la hostilidad en una
alienacin entre los hombres (crculo vicioso). La guerra de Vietnam es otro ejemplo. El problema sin
embrago no est en la tecnologa en s, sino en cmo se la utiliza, es decir, como autodestruccin de la
humanidad.
LA IDENTIDAD PERSONAL EN UN MUNDO ANNIMO.- Hay una ansiedad normal que me permite hacer
frente a situaciones amenazantes, y otra neurtica que me paraliza y entro en pnico. Esta ltima es
destructiva, y consiste en el replegamiento de la conciencia, el bloqueo de los sentidos y, cuando se
prolonga, conduce a una sensacin de despersonalizacin y apata, a una prdida del sentido de uno
mismo en relacin al mundo objetivo. Implica perder el mundo propio al no percibir claramente la
diferencia entre subjetividad y la objetividad.
Tal ansiedad negativa acontece en nuestra sociedad, a causa de una amenaza a los valores que una
persona identifica con su existencia como persona. Esto se ve por ejemplo en el sexo y la eleccin de
pareja. El sexo se toma como una salida para salir de la apata, y el formar pareja tempranamente, da
una sensacin de seguridad. El sexo se convierte as en algo cada vez ms impersonal, sin sensibilidad ni
intimidad.
Tambin hay ansiedad en la educacin, ansiedad por tener notas altas y poder acceder a estudios
superiores, y los padres alientan esto. Los valores de los estudiantes se han desplazado hacia signos
externos (lo que opinan quienes califican). Querer conocerlo todo, querer estar siempre actualizado (cosa
imposible), genera ansiedad. Se desechan valores como la originalidad y la creatividad, pues no son
tiles. Se enaltece el acumular hecho sobre hecho y no se ven sus relaciones significativas.
Para reducir esta ansiedad estudiantil, debemos replantearnos los fines de la educacin: la ampliacin y
la profundizacin de la conciencia, el desarrollo de la sensibilidad, y la capacidad de percibir formas
significativas. Se puede hacer frente a la ansiedad en tanto estos valores sean ms fuertes que la
amenaza. Es preciso entonces fomentar estos valores en las universidades, y fomentar el acto mismo de
valorar, comprometerse con valores.
RACES HISTRICAS DE LAS TEORAS MODERNAS SOBRE LA ANSIEDAD.- La ansiedad del individuo y su
manera de enfrentarla, depende de cada poca y cultura, por ello cada poca y cultura tiene su propia
forma de entender la ansiedad. Veamos ejemplos de teoras sobre la ansiedad, segn filsofos de
distintas pocas.
En la edad media las emociones deban ser canalizadas mediante un sistema rgido de ceremonias
religiosas y comunitarias, pues de otro modo la pasin y la crueldad hubieran hecho estragos. En el
Renacimiento, la ansiedad era canalizada a travs de nuevos descubrimientos, ms conocimientos y
desarrollo de capacidades creativas y racionales del individuo. Sobre todo con Descartes, en plena edad
moderna, se desarroll la idea de que los fenmenos del cuerpo podan ser explicados con la matemtica
o la mecnica. Esta esperanza hizo disipar la ansiedad del hombre al abrir la esperanza del control de la
naturaleza, y se abri una va para liberar al hombre de los miedos irracionales, para disipar la multitud
de temores a los demonios, hechiceros y otras formas de magia.
Spinoza lleg a decir que las emociones humanas podran controlarse con la razn matemtica. A esta
pretensin se opuso Pascal, para quien la naturaleza humana era mucho ms compleja que la
matemtica, y que el problema de la ansiedad haba que experimentrselo en forma ms directa. A pesar
de Pascal, el predominio de la razn termin imponindose durante los siglos XII y XIII.
Durante el siglo IX sigui mantenindose la importancia de la razn, pero cada vez ms trasladada a las
tcnicas, a la tecnologa. Marx denuncia aqu el peligro de esta ltima como causa de la deshumanizacin
del hombre. Freud y Kierkegaard, Nietszche y Schopenhauer, cada cual a su modo, buscaron redescubrir
los orgenes reprimidos e inconscientes, denominados irracionales, de la conducta humana, y unirlos con
sus aspectos racionales. Kierkegaard en particular rechaz el racionalismo tradicional, destacando la
expansin de la conciencia a travs de la libertad, pero esta libertad encierra una ansiedad potencial, ya
sea que est vinculada con la relacin con el prjimo, siempre riesgosa.
Para Rollo May, la situacin en nuestro siglo XX, sera la siguiente: hoy en da hay una ansiedad tan
importante derivada del hecho de que, al estar en una poca de cambios, los valores no son firmes, no se

sabe bien qu defender o contra qu luchar. Es distinto cuando los valores estn firmemente establecidos
y entonces a las amenazas se responde con miedo, no con ansiedad. En el miedo identificamos bien el
peligro, en la ansiedad hay incertidumbre, un no saber hacia donde ir o qu valores defender.
LA ANSIEDAD Y LOS VALORES.- El hombre es el nico ser que valora, que interpreta su vida y el mundo
en base a smbolos. Cuando sus valores son amenazados, se produce ansiedad. La ansiedad debemos
definirla como aprensin desentrelazada por la amenaza a algn valor que el individuo considera esencial
para su existencia como persona. Ejemplos de estos valores: el patriotismo, el amor hacia otra persona,
el prestigio, la devocin a una verdad cientfica o a una creencia religiosa. (Incluso algunas personas
prefieren morir antes que renunciar a algn valor.
El primer valor del hombre es que lo cuiden y protejan cuando es beb, pero los que luego va
adquiriendo no son una simple extensin de esos valores primeros, pues llega un momento que puede
desafiar esos primeros valores, o sea el cuidado ya no es algo que se recibe pasivamente, sino que el
sujeto puede reaccionar frente a esos valores enfrentndolos, aceptndolos, etc., con un cierto grado de
conciencia de s mismo. Esta nueva actitud se llama autorrelacin,
Esta autorrelacin es la capacidad del hombre para permanecer fuera de s mismo, de saber que es a la
vez sujeto y objeto de la experiencia, y de verse como una entidad que est actuando en el mundo de los
objetos.
Cuando los valores son amenazados, el hombre siente ansiedad, y una forma de la ansiedad es por
ejemplo la soledad. Bsicamente hay dos tipos de ansiedad: la normal y la neurtica. La primera es
proporcional a la amenaza, no implica represin y se la puede confrontar positivamente en el nivel
consciente (o puede aliviarse si cambia la situacin objetiva). La ansiedad neurtica, en cambio, es una
reaccin desproporcionada a la amenaza, implica represin y otras formas de conflicto intrapsquico, y es
gobernada por distintos tipos de bloqueo de la actividad y de la conciencia. Esta ansiedad aparece cuando
la persona no fue capaz de enfrentar la ansiedad normal en el momento de una verdadera crisis en su
crecimiento y de una amenaza a sus valores.
La terapia busca aliviar la ansiedad neurtica, para poder hacer frente normalmente a la ansiedad
normal. Cuanto ms firmes sean los valores del sujeto, con mayor efectividad podr hacer frente a
peligros que los amenacen.
Resumen de Rollo May (1990) La psicologa y el dilema del hombre. Mxico: Gedisa. Captulos 2-3-4-5.

ANTIPSIQUIATRA
Generalidades.- La antipsiquiatra es un movimiento sociocultural radicalmente crtico de la psiquiatra
occidental oficial en el que participan especialmente personas con formacin psiquitrica, psicolgica y
sociolgica. Sus puntos de partida fueron la crtica de la prctica psiquitrica tradicional, considerndola
regresiva, acientfica, adaptadora a una sociedad injusta, muestra de la hostilidad del psiquiatra y de la
sociedad hacia el loco y la locura, etc. A partir de ah la antipsiquiatra ha ido realizando una amplia
espiral crtica dentro de la cual ha incluido las instituciones psiquitricas tradicionales (mquinas de
segregacin productoras de segregados), los conceptos y doctrinas psiquitricos ms respetados, la
familia occidental -moralista, rgida y ambivalente-, la sociedad que permite (y necesita) de tales
instituciones, etc (pgina 417)..
Tizn J, Psiquiatra y antipsiquiatra. Incluido en Quintanilla M (dir) (1979) Diccionario de filosofa contempornea.
Salamanca: Ediciones Sgueme. 2 edicin.

ANULACIN
Generalidades.- Como mecanismo de defensa, "es la utilizacin de un pensamiento, una palabra o un
acto con la intencin de borrar (anular) otro que lo precedi y resulta inaceptable. Es caracterstico del
estilo de funcionamiento obsesivo, y est en la raz de lo que llamamos pensamiento mgico. Ejemplos:
rituales como el lavado compulsivo de manos, siguiendo ciertas reglas fijas e inviolables que
frecuentemente 'anularan' un sentimiento interior de suciedad"
Poliak J., "Fundamentos del enfoque centrado en la persona. Teora de la personalidad", includo en Snchez Bodas A.
y col., "Couseling humanstico, teora y prctica", Vol I, Buenos Aires, Ediciones del Instituto Holos, 1999, p. 130.

Generalidades.- Operacin defensiva donde el sujeto se esfuerza por hacer como si sus pensamientos,
palabras o actos pasados no hayan ocurrido, utilizando para ello otro pensamiento o conducta opuesta
que 'anula' la primera. Es tpica de la neurosis obsesiva, y se ve en los rituales obsesivos con dos
tiempos: el primer acto es anulado por el segundo, es decir, se trata de una anulacin retroactiva.
Sin embargo no debe pensarse que el primer acto representa la pulsin y el segundo la defensa. Casi
siempre lo pulsional interviene en ambos tiempos, en forma de ambivalencia amor-odio. Lo pulsional
aparece en el segundo tiempo cuando, por ejemplo, el yo encuentra como aliado a otra pulsin opuesta a
la primera.
La anulacin se presenta bajo tres modalidades: a) Un comportamiento es anulado por otro opuesto; b)
Un acto es anulado por el mismo acto repetido, pero que tiene un significado opuesto; 3) Cuando debido

a la persistencia de lo reprimido, algo del impulso primitivo se insina de nuevo en la repeticin


expiatoria, con lo que puede resultar necesaria una tercera, cuarta, etc., repeticin del acto. Todos los
sntomas expiatorios corresponden a una anulacin retroactiva.
Como proceso normal, la anulacin implicar por ejemplo retractarse de una afirmacin, corregir un
dao, atenuar el significado de un pensamiento, palabra o acto mediante una negacin que hasta puede
ser anticipada, como cuando se dice "no vaya a creer que...".
Como defensa patolgica, la anulacin apunta a anular la realidad misma del acto original como si no
hubiera ocurrido nunca, lo cual no respeta el principio de realidad: se trata de una anulacin mgica. En
la neurosis obsesiva vemos muchas repeticiones del acto porque ninguna ofrece la seguridad total de ser
eficaz como expiatorio. Aparece tambin la duda obsesiva, relativa a si la anulacin tuvo o no xito. La
anulacin es similar a la formacin reactiva, pero no consiste simplemente en adoptar una actitud
opuesta sino en ejecutar un acto positivo que anula el anterior.
Celener G. y otros, "Los mecanismos de defensa y las tcnicas proyectivas", Publicacin interna de la Ctedra de
Teora y tcnicas de exploracin y diagnstico Mdulo II, Facultad de Psicologa, Universidad de Buenos Aires, 1996.

Generalidades.- Mediante esta defensa se intenta hacer que ciertos pensamientos, palabras o actos se
anulen, desaparezcan, como si nunca hubiesen sido realizados. En general se trata de actos compulsivos
llevados a cabo en dos tiempos, donde el segundo tiempo anula al primero. Por ejemplo, si la persona
pens en un hecho desgraciado mientras suba la escalera, bajar la misma para volverla a subir con el
objeto de que no suceda lo malo que pens.
Berenbaum L y Ferrari R, Acerca de las defensas del psiquismo. Incluido en Fundamentos de psicologa, pgs. 107108.

Segn M. Klein.- Defensa que "se apoya en el mecanismo de disociacin, y como los otros mecanismos
obsesivos [aislamiento y formacin reactiva] controla el vnculo agresivo con el objeto. Apela a fantasas
mgico-omnipotentes muy intensas, cuyo contenido es que una fantasa 'buena' o un acto 'bueno'
pueden borrar, anular, otra fantasa o acto previo 'agresivo'".
Piccolo E., "Defensas en los tests grficos", Editorial Paids.

APARATO PSQUICO
La estructuracin del aparato psquico segn S. Freud.- Freud anuncia su segunda teora del
aparato psquico (o segunda tpica) ya en Esquema del psicoanlisis, cuando indica que "suponemos
que la vida mental es la funcin de un aparato al cual atribuimos las caractersticas de estar extendido en
el espacio y de estar formado por diversas porciones (o sea el ello, el yo y el Supery)".
En El yo y el ello, Freud propone llamar ello a lo psquico en lo cual el yo se contina, y que nos es
desconocido e inconciente. El yo se extiende desde una superficie constituida por el sistema P, y hacia
abajo se contina con el ello confluyendo con l, sin estar totalmente separado del mismo.
Puede constatarse as que el yo es una parte del ello modificada por la influencia del mundo exterior
(sistema P-Cc): es una continuacin de la diferenciacin de su superficie. El yo se esfuerza en transmitir
al ello las influencias exteriores y aspira a sustituir el principio del placer vigente en el ello, por el
principio de realidad. La percepcin es para el yo lo que los instintos para el ello: el yo representa la
razn, y el ello las pasiones.
La importancia funcional del yo es que rige normalmente el acceso a la motilidad: as como un jinete
controla su caballo, el yo controla al ello utilizando la energa de ste. En la gnesis del yo a partir de su
diferenciacin del ello, parece actuar an otro factor, adems de la influencia del sistema P, y tiene que
ver con el hecho de que el yo es ante todo un ser corpreo y no una simple superficie.
Nuestro propio cuerpo es una fuente privilegiada de percepciones tanto externas como internas
(percibimos nuestro cuerpo desde afuera, y tambin desde dentro, como cuando sentimos dolor). El yo
se forma tambin a partir de las percepciones de nuestro propio cuerpo: incluso los aspectos inconcientes
del yo, como la autocrtica, la conciencia moral y los sentimientos de culpabilidad identificados en los
neurticos. Como se ve, tales elementos son, contra lo que podra suponerse, inconcientes. De hecho,
muchas funciones superiores como la intensa reflexin sobre un problema tampoco son concientes:
pueden ser objeto de una elaboracin preconciente (como cuando nos despertamos con una solucin
luego de haber pensado mucho en el problema el da anterior).
Las cosas seran sencillas si el yo fuese simplemente una parte del ello modificada por las percepciones, o
sea, un mero representante de lo real en lo anmico. Dentro del yo hay una diferenciacin: el Supery. Lo
novedoso que se examina en El yo y el ello es la idea segn la cual el Supery presenta una conexin
menos firme con la conciencia. En sus intentos por aclarar esta idea, Freud aborda el problema de la
gnesis del Supery en relacin con el concepto de identificacin y el complejo de Edipo.
Originalmente, en la fase primitiva oral no es posible diferenciar la carga de objeto de la identificacin.
Ms adelante, el yo tiene noticia de las cargas de objeto, y las aprobar o bien las rechazar mediante la
represin.

Cuando tal objeto sexual ha de ser abandonado, la carga de objeto es sustituida por una identificacin
del yo con alguno de sus aspectos, proceso importante en la constitucin misma del yo y que da origen a
su carcter. Se tratara de un mecanismo de introyeccin oral: nos identificamos con el objeto perdido
incorporndolo dentro nuestro. Ejemplos de esta sustitucin: a) En la melancola, el objeto se pierde y la
carga sobre el objeto es sustituida por una identificacin, es decir por una reconstruccin en el yo del
objeto perdido (problema ya tratado en "Duelo y melancola"); b) En la comida totmica, en la comunin
cristiana y en el canibalismo: los primitivos crean que ingiriendo el objeto incorporaban sus cualidades,
lo cual es otro ejemplo de sustitucin de una eleccin de objeto por una identificacin.
Como resultado de las identificaciones, el carcter del yo sera un residuo de las cargas de objeto
abandonadas, y contiene toda la historia de tales elecciones de objeto, diferente en cada persona.
La sustitucin de una eleccin ertica de objeto por una modificacin del yo es para el yo una forma de
dominar al ello que implica profundizar sus relaciones con este: as, cuando el yo toma los rasgos del
objeto, se est ofreciendo al ello intentando compensarle la prdida, como si le dijera: "puedes amarme,
pues soy parecido al objeto". Tal vez la sustitucin de la carga de objeto por la identificacin sea la
condicin precisa para que el ello abandone sus objetos.
La sustitucin de una eleccin de objeto por una identificacin con el mismo implica una transformacin
de libido objetal en libido narcisista, con lo cual el yo pasa a ser un gran depsito de libido. La libido que
fluye hacia el yo constituye el narcisismo secundario.
Las variadas identificaciones del yo pueden ser muy intensas e incompatibles entre s, produciendo as
una disociacin del yo.
Hasta aqu, el ser anmico queda dividido en un ello, un yo y un Supery. Como el yo no es sino una
diferenciacin del ello, como ste quedar tambin sometido a la influencia de los instintos, adems de la
influencia exterior.
Freud encarar entonces, siempre en El yo y el ello la relacin entre la estructura ello-yo-Supery y las
dos clases de instintos (vida y muerte), hacindolo desde el punto de vista del principio del placer.
En esta discusin Freud reconoce haber aceptado inadvertidamente una hiptesis presupuesta: que hay
cierta energa indiferenciada (en s misma ni constructiva ni destructiva) que intensifica ora el amor, ora
el odio. Debemos preguntarnos entonces de donde viene esta energa, y cul es su significado.
En efecto, es dable observar que un instinto sexual parcial puede ceder su energa a otro instinto sexual
parcial. Tales procesos nos animan a plantear la hiptesis segn la cual esa energa indiferenciada
proviene de la libido narcisista, es decir, se trata de Eros desexualizado. En efecto, el instinto ertico es
ms fcilmente desplazable que el de destruccin. Esta libido desplazable est el servicio del principio del
placer: evita estancamientos de libido y facilita la descarga. Este comportamiento es tpico del proceso
primario y del ello, que busca la descarga a toda costa, an la descarga del impulso agresivo sin
consideracin de si quien la recibe es inocente o no.
Si la energa desplazable es libido desexualizada, tambin podemos decir que es sublimada, pues
mantiene siempre la intencin del Eros. Sabemos que el yo es quien se encarga de sublimar, y lo hace
acogiendo en s libido sustrada a las cargas de objeto del ello, formando libido del yo, o libido narcisista.
Consecuentemente, Freud se ve obligado a modificar la teora del narcisismo. Cuando an el yo est en
constitucin, toda la energa est concentrada en el ello. El ello usa parte de dicha libido para cargar
objetos pero luego el yo, ya ms robustecido, busca apoderarse de esa libido objetal imponindose a s
mismo como objeto ertico al ello. El narcisismo del yo es as un narcisismo secundario sustrado a los
objetos.
Comprobamos as que todos los impulsos instintivos investigados se nos revelan como ramificaciones del
Eros. Incluso los instintos de muerte fueron desviados hacia el exterior por la intervencin del Eros,
fuerza de la cual entonces parte todo el fragor de la vida, siendo en comparacin los instintos de muerte,
mudos. En efecto, el principio de constancia sostiene que las tensiones se reducen, pero nunca hasta
quedar anuladas. Los instintos sexuales de vida introducen de continuo nuevas tensiones que permiten
que la vida del ser contine. Mientras tanto el ello, guiado por el principio del placer, busca
permanentemente anular esas tensiones. El yo facilitar al ello esta labor, sublimando parte de la libido
para sus fines propios.
En suma, el yo est en gran parte constituido por identificaciones sustitutivas de cargas abandonadas del
ello, y las primeras de esas identificaciones forman una instancia especial, oponindose al yo en calidad
de Supery. Este Supery est relacionado con el yo y con el ello: veamos brevemente ambas relaciones.
El Supery es particularmente importante para el yo, por dos motivos: primero, es la primera
identificacin que ocurri siendo an dbil el yo, y segundo, introduce en el yo los objetos ms
importantes (complejo de Edipo). El Supery conserva toda la vida su capacidad de oponerse al yo y
dominarlo: es como el monumento conmemorativo de la primitiva debilidad y dependencia del yo.
El Supery se diferencia del yo, y este a su vez se forma por identificaciones que sustituyen las primeras
cargas del ello. Esto hace que el Supery entre en relacin con las adquisiciones filognicas del ello
convirtindolo en una reencarnacin de formas anteriores del yo, que han quedado como residuos en el
ello. As, el Supery queda muy prximo al ello, lo representa frente al yo y est ms alejado de la
conciencia que este ltimo.

El yo tiene varias funciones: a) A travs de la percepcin ordena temporalmente los procesos psquicos
sometindolos al examen de la realidad; b) Al interpolar los procesos mentales consigue aplazar las
descargas motoras, dominando los accesos a la motilidad, dominio que es ms formal que efectivo por la
influencia que sobre l ejerce el ello. El yo intenta dominar o refrenar al ello: sustrae libido de l y
transforma sus cargas de objeto en formas propias.
El yo se nos aparece como una pobre cosa sometida a tres distintas servidumbres o amenazado por tres
grandes peligros: el mundo exterior, la libido del ello, y el rigor del Supery, a los que reacciona con
otras tantas clases de angustia.
Cazau P (1998) Vocabulario de Psicologa. Buenos Aires: Redpsicologa.
Bibliografa consultada
Freud S (1923) El yo y el ello. En Obras Completas, Tomo II. Madrid: Editorial Biblioteca Nueva, 1968.
Freud S (1910) Esquema del psicoanlisis. En Obras Completas, Tomo II. Madrid: Editorial Biblioteca Nueva, 1968.

La estructuracin del aparato psquico segn M. Klein.- Paula Heimann, en Algunas funciones de
introyeccin y proyeccin en la temprana infancia (pg. 117) comienza sintetizando el desarrollo
ontogentico del aparato psquico segn Freud. A partir de all, formula su hiptesis que surge de su
marco terico kleiniano- segn la cual los mecanismos de introyeccin y proyeccin tienen un papel
fundamental en estos cambios que devendrn en un aparato psquico constituido.
Es esencial que el yo admita el ingreso slo a los estmulos que son adecuados y se lo impida a los
peligrosos. En ambos aspectos de la percepcin funcionan la introyeccin y la proyeccin. Cuando el yo
recibe estmulos de afuera, los absorbe y los hace parte de s, los introyecta. Cuando les impide la
entrada, los proyecta, porque la decisin sobre su nocividad es posterior a a una introyeccin a modo de
prueba (pg. 119).
Sigue indicndonos Heimann que la percepcin y las operaciones que la componen (atencin, memoria,
pensamiento), estn ligadas a la introyeccin y a la proyeccin, y son estos procesos de agregar algo
nuevo al yo o desembarazarlo de algo propio los que tienen una participacin inestimable en la
transformacin del ello original en yo (pg. 120). Para Heimann, entonces, la accin combinada de la
introyeccin y la proyeccin explica la transformacin de una parte del ello en yo. El Supery es asimismo
un producto de una operacin de introyeccin. Si el inters del nio se centra en cualidades de su
progenitor que admira, como habilidades e inteligencia, el objeto introyectado es principalmente
incorporado al yo, pero si su inters en los atributos ticos del progenitor en el curso de un conflicto
amor-odio con l, entonces el objeto introyectado contribuye a la formacin del Supery.
Segn Susan Isaacs, por otra parte (Naturaleza y funcin de la fantasa), la introyeccin y la proyeccin
son la base de la vida de la fantasa.
La proyeccin y la introyeccin, son formas particulares de accin de la vida mental, como medio para
manejar tensiones y conflictos internos. Esos mecanismos estn ligados a fantasas, como por ejemplo la
fantasa de incorporacin con el mecanismo de introyeccin. La fantasa es para Isaacs el vnculo activo
entre el instinto y el mecanismo yoico.
La fantasa acta en las fases ms tempranas de la vida, por ejemplo en la alucinacin (alucina el pezn
ausente). Esta alucinacin aparece cuando el impulso no es demasiado intenso, en cuyo caso la
alucinacin cesa. Los objetos placenteros son introyectados, y los displacenteros (excesiva tensin) son
proyectados al exterior. La fantasa inconciente es el producto de la introyeccin.
La fantasa es contenido primario pues es el representante psquico del instinto. No hay impulso instintivo
que no sea vivido como fantasa inconciente. Luego, las fantasas pasan a ser modos de defensa contra
los impulsos (reparacin). La fantasa tiende a considerar que el impulso se satisface realmente, o bien,
si acta como defensa, que el impulso es realmente inhibido o controlado.

Cazau P (1998) Vocabulario de Psicologa. Buenos Aires: Redpsicologa.


Bibliografa consultada
Heimann Paula (1974) Algunas funciones de introyeccin y proyeccin en la temprana infancia. En Klein M, Obras
completas. Buenos Aires: Paids-Horm, Vol III.
Isaacs Susan (1974) Naturaleza y funcin de la fantasa. En Klein M, Obras completas. Buenos Aires: Paids-Horm,
Vol III.

Algunas comparaciones entre las posturas de S Freud y M Klein.- 1) Para Freud, la constitucin del
aparato psquico se completa con una tercera instancia diferenciada a partir del Yo, el Supery, que se
instaura con la declinacin del complejo de Edipo hacia los 5 aos. En cambio, segn la escuela de
Melanie Klein existira, desde la fase oral, un Supery que se formara por introyeccin de objetos
'buenos' y 'malos' y que el sadismo infantil, que entonces se encuentra en su punto ms alto, hara
particularmente cruel. Esta instancia se conoce como Supery temprano. Refiere Segal que los padres
ambivalentemente amados introyectados durante la posicin depresiva forman el ncleo del Supery
(pg.122).
2) En el momento del nacimiento, para Freud el aparato psquico se hallara totalmente indiferenciado (es
todo ello), y slo despus, por el contacto con la realidad, comienza a diferenciarse en su superficie un
yo. En el caso de Melanie Klein, habra ya desde el momento del nacimiento un yo, slo que se encuentra

escindido en un yo bueno y un yo malo, disociacin correlativa del par objeto bueno objeto malo
producido por la deflexin del instinto de muerte.
3) Freud describe tres etapas en el yo: el yo-realidad primitivo, propio de la etapa autoertica, el yoplacer o yo de placer purificado, propio del narcisismo, y finalmente el yo-realidad definitivo, regido ya
por el principio de realidad. El primero percibe todo lo displacentero dentro de s, mientras que la realidad
exterior le es indiferente. En una segunda etapa el yo introyecta lo placentero que advierte en la realidad
exterior y proyecta hacia afuera todo lo displacentero ('qued purificado'), constituyndose as el yoplacer, donde todo lo placentero est dentro de l y todo lo displacentero queda afuera. Y finalmente en
una tercera etapa, el yo intentar encontrar afuera una fuente de placer: un objeto real que corresponda
a la representacin del objeto primitivamente satisfactor y perdido: esto corresponde a la prueba de
realidad: el yo-realidad definitivo se ha instalado. Segn Slemenson, el Yo-placer no responde a una
realidad objetiva sino a un estado del aparato subjetivo. Este funcionamiento coincide con el mecanismo
de disociacin, tal como lo describe M. Klein, y que constituye para ella el primer organizador del caos
(pg. 3).
4) Podramos decir, por ltimo, que la construccin del aparato psquico no podra llevarse a cabo sin un
interjuego con la realidad externa, tanto en Freud como en Klein. Adems, tanto uno como otra hablaron
de un mecanismo de introyeccin. Sin embargo, ambas escuelas teorizan de manera diferente esta
interaccin. En el caso de Freud, el yo no podra constituirse como tal si no hubiera un contacto del ello
con la realidad exterior. Esto produce la gnesis del yo como funcin (percepcin, memoria,
pensamiento, etc.) Desde la ptica de Susan Isaacs, para citar una autora kleiniana, a travs de la
experiencia externa las fantasas se elaboran y pueden expresarse, pero no dependen de la experiencia
externa para su existencia. Las fantasas no dependen de las palabras aunque pueden, bajo ciertas
condiciones, expresarse en palabras. Las primeras fantasas se experimentan como sensaciones; ms
tarde, toman la forma de imgenes plsticas y de representaciones dramticas. La adaptacin a la
realidad y el pensamiento realista requieren el apoyo de fantasas inconcientes concurrentes. La
observacin de las formas en que se desarrolla el conocimiento del mundo externo demuestra cmo la
fantasa del nio contribuye al aprendizaje.
Cazau P (1998) Vocabulario de Psicologa. Buenos Aires: Redpsicologa.
Bibliografa consultada
Isaacs Susan (1974) Naturaleza y funcin de la fantasa. En Klein M, Obras completas. Buenos Aires: Paids-Horm,
Vol III.
Segal Anna (1992) Introduccin a la obra de Melanie Klein. Buenos Aires: Paids.
Slemenson Pablo (1998) A qu llamamos una madre suficientemente buena? Metapsicologa, artculo.

Estructuracin del aparato psquico segn Aulagnier.- Piera Aulagnier ofrece un modelo del aparato
psquico centrado en una de sus tareas especficas: la actividad de representacin.
Define actividad de representacin como la tarea comn a todos los procesos psquicos cuya meta es
metabolizar un elemento heterogneo, convirtindolo en un elemento homogneo a la estructura de cada
sistema del aparato psquico.
El trmino elemento alude a dos clases de objetos: los que son necesarios para el funcionamiento del
sistema, y los que se imponen a ste ltimo, el cual no puede ignorar su accin.
La actividad de representacin es una actividad psquica que presenta semejanzas y diferencias con la
actividad metablica, que es un proceso orgnico:
a) Semejanza: Ambos rechazan todo elemento heterogneo a la estructura o, inversamente, se lo
transforma en un material que se convierte en homogneo a ella.
b) Diferencia: el elemento metabolizado es un cuerpo fsico, mientras que el elemento representado
psquicamente es un elemento de informacin. Una es una actividad orgnica, y la otra una actividad
psquica.
La actividad psquica est constituida por tres modos de funcionamiento o procesos de metabolizacin: el
proceso originario, el primario y el secundario, cada cual con las siguientes caractersticas (ver esquema).
Tomaremos 'conciente' y 'inconciente' en sentido descriptivo, o sea como cualidad de que puede o no ser
conocida por el yo.
Los tres procesos indicados en el esquema no estn presentes desde un comienzo, sino que van
sucedindose temporalmente: se ponen en marcha por la necesidad de la psique de conocer una
propiedad del objeto exterior, propiedad que el proceso anterior estaba obligado a ignorar. Todo induce a
pensar que el lapso entre el proceso originario y la aparicin del primario es muy breve y, de igual modo,
la aparicin del proceso secundario es tambin muy precoz. La aparicin de un nuevo proceso no anula la
actividad de los anteriores, que siguen funcionando en espacios propios diferentes.
Los elementos a metabolizar son tanto objetos exteriores o de la realidad fsica, como objetos endgenos
al psiquismo, aunque heterogneos en relacin con uno de los tres sistemas. As, los objetos psquicos
producidos por lo originario son tan heterogneos respecto a lo secundario como los objetos exteriores
que el Yo encuentra.

Hay una homologa entre los objetos psquicos y los objetos fsicos: de ambos, y para cada sistema, slo
hay una representacin que ha metabolizado al objeto originado en esos espacios, transformndolo en un
objeto cuya estructura se ha convertido en idntica a la del representante.
Toda representacin representa al objeto, pero tambin representa a la instancia o sistema a la que
pertenece, pues cada sistema debe representar al objeto de modo tal que su estructura se convierta en
idntica a la del representante.
Tres modos de
funcionamiento
de la actividad
psquica
PROCESO
ORIGINARIO

Tales funcionamientos
generan
REPRESENTACIONES

En la reflexin de esta
actividad sobre s
misma, se originan
INSTANCIAS
REPRESENTANTE

ESPACIOS: lugares
hipotticos de las
actividades y
representaciones
ESPACIO
ORIGINARIO

PROCESO
PRIMARIO

FANTASEADAS
(Fantasa)

FANTASEANTE (el que


pone en escena)

ESPACIO PRIMARIO

PROCESO
SECUNDARIO

IDEICAS (Enunciado)

ENUNCIANTE (El Yo o
Je)

ESPACIO
SECUNDARIO

PICTOGRAFICAS (o
Pictograma)

Postulado rector de
funciona miento

AUTOENGEN
DRAMIENTO: Todo
existente es
autoengendrado por el
sistema que lo
representa.
Todo existente es un
efecto del poder
omnmodo del deseo
del Otro.
Todo existente tiene
una causa inteligible
que el discurso podr
conocer.

Esta ltima afirmacin la podemos ejemplificar en el proceso secundario, cuya instancia es el Yo. Al
respecto, debemos diferenciar y relacionar tres tipos de actividad: la actividad representativa, la
cognitiva y la interpretativa.
El Yo busca forjarse una imagen de la realidad exterior, para lo cual ejerce una actividad representativa.
Al ejercerla, se ilusiona acerca de que est conociendo los objetos en s, es decir, se ilusiona acerca de
que ejerce una actividad cognitiva, pero en rigor esto no es as: el Yo transforma el objeto exterior
asimilndolo a su propia estructura, con lo cual su actividad no es cognitiva sino interpretativa: interpreta
el mundo segn su propia lgica y su propia causalidad.
Estas consideraciones sirven para mostrar que cada sistema funciona de acuerdo a una ley o postulado
propio (ver esquema de arriba).
La actividad de representacin responde a una ley general: cada sistema se representa los objetos de
acuerdo a un esquema relacional que confirme o est de acuerdo con el postulado propio de dicho
sistema. Por ejemplo: antes del descubrimiento del inconciente, y aunque ste exista, el Yo no tena una
representacin ideica del mismo: era un objeto heterogneo, pero cuando fue descubierto por Freud, el
Yo pudo metabolizar ese objeto adecundolo a su propia lgica y tornndolo, as, inteligible.
Examinemos ahora la relacin entre el funcionamiento de los sistemas, y el elemento que informa a stos
sobre la propiedad de un objeto. Por empezar, no existe informacin neutra, porque siempre est teida
de libido ('informacin libidinal'), ya que el acto de representacin implica un acto de catectizacin,
derivado a su vez de la tendencia del psiquismo a preservar o reencontrar una experiencia de placer.
El placer no se alcanza plenamente en el mbito del Yo, que no puede realizar esta meta. Esto no debe
hacernos pensar que la actividad de representacin del Yo no implique una experiencia de placer, pero se
trata de un placer mnimo necesario para que haya vida, es decir, debe haber un placer mnimo necesario
para que haya actividad de representacin y para que haya representantes psquicos de objetos externos,
y mismo an objetos psquicos.
Sin embargo, la existencia del placer es tan importante como la de displacer: esta dualidad pulsional
enfrenta al Yo con una paradoja: cmo puede haber displacer en un objeto de deseo? Cmo puede
surgir el placer del displacer? La teora resuelve la contradiccin diciendo que la actividad psquica, ya
desde el proceso originario, forja dos representaciones antinmicas de la relacin representanterepresentado: de un lado se define un 'deseo' en relacin al placer, y del otro se define un 'deseo no
tener que desear', en relacin al displacer.
En el primer caso, la realizacin del deseo implicar reunificar el representante con el objeto
representado, unin que causar placer. En el segundo caso, la no realizacin del deseo implicar
separarlos, es decir, hacer desaparecer todo objeto que pueda suscitarlo. Para decirlo en trminos de
amor y odio: en el primer caso se busca la unin con el objeto (amor), y en el segundo su rechazo y
destruccin (odio).
El estado de encuentro y el concepto de violencia.- El estado de encuentro se establece entre el mundo
externo y la psique, y es coextensivo con el estado de existente.
Explicaremos mejor este estado de encuentro para entender los conceptos centrales de Aulagnier:
violencia e interpretacin, pero antes aclaremos algo: el discurso terico psicoanaltico intenta describir

tal cual como ocurre este proceso pero no puede: ejerce una violencia, pues impone al proceso un marco
terico que lo desnaturaliza, es decir, slo puede concebir los procesos como sucesivos, no simultneos.
Por ello se describe una sucesin que va desde un estado originario a otro secundario, pasando por el
primario.
1) Instauracin del proceso originario: A medida que evoluciona el sistema perceptual, la actividad
psquica establece un estado de encuentro: percibe un mundo heterogneo cuyos efectos padece en
forma continua e inmediata. Gracias a que la psique puede representarse tales efectos, puede forjar una
primera representacin de s misma: tal es el hecho originario que pone en marcha la actividad psquica.
El proceso originario puede metabolizar los objetos si stos tienen representabilidad, es decir, la
posibilidad de situarse en el esquema relacional propio, en este caso, del sistema primario. Estos objetos
no son cualquiera: es material exgeno que dispara la actividad psquica, y que tiene que ver con las
informaciones emitidas por los objetos soportes de catexia.
Lo que la psique encuentra son dos espacios: su espacio corporal y el espacio psquico de quienes lo
rodean, en especial el de la madre. El proceso originario se configura cuando la psique percibe que tanto
su propio cuerpo como su madre son fuentes de experiencias tanto de placer como de displacer. Estas
dos cualidades son entonces las importantes a considerar para la instauracin del proceso originario.
2) Pasaje del proceso originario al primario: El proceso primario comienza cuando la actividad psquica
puede reconocer una nueva propiedad de los objetos placenteros o no: su extraterritorialidad, es decir,
reconocer la existencia de un espacio exterior y uno propio, informacin que slo puede ser metabolizada
por el proceso primario.
3) Pasaje del proceso primario al secundario: El proceso secundario comienza cuando la actividad
psquica puede reconocer una nueva propiedad en los objetos: su significacin o sentido. En efecto, el
proceso secundario se ocupa de significar, lo que implica reconocer que la relacin entre objetos
exteriores est definida por la relacin entre las significaciones que el discurso proporciona sobre dichos
elementos: o sea, el mundo empieza a adquirir un sentido adecuado al esquema relacional del
representante, en este caso el Yo. Tal informacin slo es metabolizable por el proceso secundario, el que
as se pone en marcha.
En sntesis, las cualidades que tienen que tener los existentes para poder ser metabolizados por el
proceso respectivo, son las siguientes:
PROCESO
Proceso originario
Proceso Primario
Proceso Secundario

CUALIDAD DEL OBJETO


Representabilidad
Placentero / Displacentero
Extraterritorialidad
Significacin o sentido

Si hay algo que caracteriza al hombre es el llamado efecto de anticipacin, por el cual enfrenta una
experiencia, un discurso o una realidad que se anticipan por lo general a sus posibilidades de respuesta,
y siempre a lo que puede saber y prever sobre las razones, el sentido o las consecuencias de dichas
experiencias. Cuanto menos edad tiene el sujeto, ms excesiva es esta anticipacin: exceso de sentido,
de excitacin, de frustracin, de gratificacin o de proteccin.
Las palabras y los actos maternos, su discurso anticipatorio se anticipan siempre a lo que el nio puede
conocer de ellos: el pecho es dado antes que la boca sepa que lo espera, desfasaje que ilustra la
violencia primaria que la madre ejerce sobre el infans. La madre habla al nio dicindole cosas a l o de
l (es lo que se llaman las producciones psquicas maternas), discurso al que el infans no puede asignarle
significacin, pudiendo slo metabolizarlo en un material homogneo respecto de la estructura
pictogrfica.
La madre se constituye en el portavoz del ambiente frente al infans, en cuanto con su discurso ambiental
le transmite en forma premoldeada desde su propia psique las obligaciones, prohibiciones, etc., que de l
espera, forjndose as una representacin ideica del nio y que definir el 'ser' de ste ltimo al insertarlo
en una estructura de parentesco, una estructura lingstica y en la estructura afectiva de la otra escena:
tales son las tres condiciones previas que gobiernan los enunciados maternos. Es la manera de tiene la
madre de ejercer una violencia primaria sobre su hijo, es decir, a travs de un discurso que ejerce un
efecto de anticipacin que ofrece al nio significaciones que no puede metabolizar segn el proceso
secundario.
Definimos violencia primaria como la accin mediante la cual se le impone a la psique de otro una
eleccin, un pensamiento o una accin motivados en el deseo del que lo impone, pero que se apoyan en
un objeto que corresponde para el otro a la categora de lo necesario. La violencia primaria es necesaria
para la constitucin del Yo del nio, pues le presta a ste un soporte identificatorio. Sin embargo, esta
violencia no debe extenderse ms all de lo necesario, porque en este caso el Yo no puede acceder a una
autonoma. Cuando esta violencia impide tal autonoma, representando un exceso por lo general
perjudicial y nunca necesario para el funcionamiento yoico, estamos en presencia de una violencia
secundaria, y que suele ser amplia y persuasiva al punto tal de ser desconocida por sus propias vctimas.

La autonoma se opone a dependencia. Esta dependencia puede ser fsica (por ejemplo un discapacitado)
o psquica. La vida psquica se caracteriza por tender hacia la autonoma, entendiendo por tal toda forma
de actividad psquica orientada hacia dos fines: la supervivencia del cuerpo y, para ello, la persistencia de
una catexia libidinal que resista a una victoria definitiva de la pulsin de muerte.
Resumen de Aulagnier Piera (1985) La violencia de la interpretacin. Captulo 1.

Generalidades.- El aparato psquico es un modelo terico para explicar la conducta. Segn l, existira
un 'ello', enraizado en los biolgico y de donde emergen las pulsiones, tanto biolgicas como espirituales,
tanto amorosas como agresivas, tanto de vida como de muerte.
El ello satisface sus pulsiones a travs del 'yo', que ya desde su origen es corporal, pues es mediante el
cuerpo como se satisfacen las necesidades pulsionales (comer, etc). Posteriormente el yo se sigue
construyendo en base a identificaciones (con la madre, padre, etc), y hacia los 4 aos las relaciones con
la realidad se complejizan: empieza a buscar una relacin ntima con el padre del sexo opuesto, mientras
toma como rival al de su mismo sexo (complejo de Edipo). Normalmente el nio debe renunciar a sus
deseos incestuosos, constituyndose aqu otra instancia, el 'Supery', que representa los valores
culturales de lo permitido y lo prohibido. Mientras tanto, el yo debe oficiar de mediador entre el ello, la
realidad exterior y el Supery, y en este sentido puede decirse que no es ni tan autnomo ni tan libre.
Frente a dichas dificultades, el yo montar mecanismos de defensa, que le permiten sobrellevar lasa
cargas pulsionales reprimindolas, proyectndolas, sublimndolas, buscando un placer sustitutivo. El yo
se defiende de la angustia, cuyo prototipo, para Freud y segn Rank, es la angustia del trauma de
nacimiento.
Todas estas interacciones anmicas ocurren en gran parte en el inconciente, que es atemporal, inespacial,
y carente de una lgica formal. Es la parte escondida del iceberg, siendo la parte visible la conciencia.
Entre ambos hay una zona intermedia, el preconciente, donde estn los contenidos que s pueden tener
acceso a la conciencia.
Con este aparato psquico, el ser humano puede alcanzar o no una libertad interna que le permita tener
valores, trascendencia, intimidad, pensamientos, afectos y placer: podr vivir plenamente o no su
singular condicin humana.
Condensado de Knobel M (1987) Psicoterapia breve. Buenos Aires: Paids. Captulo 1.

Segn Freud.- Romero y Sauane sintetizan la evolucin del concepto de la siguiente manera:
1895.- "Proyecto de una psicologa para neurlogos": Anticipa muchas ideas que luego aparecen en "La
interpretacin de los sueos" en relacin con el aparato psquico.
1900.- "La interpretacin de los sueos": Aparece aqu la primera tpica, en base al modelo del arco
reflejo.
1914.- "Introduccin al narcisismo": artculo que articula como una bisagra la primera y la segunda
tpica. Comienza a cuestionarse la primera tpica. El conflicto Prec-Inc ya no le serva para explicar
nuevos cuadros como la homosexualidad y la psicosis.
1923.- "El yo y el ello": Plantea la segunda teora del aparato psquico.
Condensado de Romero R y Sauane S (1995) Grupo, objeto y teora, Tomo III. Buenos Aires: Lugar Editorial. Se
incluyen agregados de las clases del Lic. R. Romero 5-9-95, 12-9-95 y 3-10-95 (Ctedra de Teora y Tcnica de
Grupos II, Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires).

Primera y segunda tpica.- El concepto de estructura que voy a emplear en este trabajo es el
concepto psicoanaltico de estructura funcional tal como puede leerse en Freud, y en especial en la
llamada teora estructural o segunda tpica (Aslan, 2006:57).
La estructura psicoanaltica se define como estructura funcional, en tanto se designa a una estructura a
partir de una agrupacin de funciones y/o sus funcionamientos. El trmino que us Freud (1900) en su
primera teora (primera tpica), denominado sistemas (sistema conciente, sistema preconciente y
sistema inconciente) al distinguir diferentes aspectos del aparato psquico por sus modos de funcionar
(por ejemplo, energa libre o ligada), ya nos est indicando una concepcin dinmica y funcional. As,
pudo definirse el Yo como un conjunto coherente de procesos psquicos (Aslan, 2006:58).
En la segunda tpica o teora estructural, esta tendencia se acenta. Un ejemplo claro es el de Freud,
cuando describe el Supery como una parte del Yo que se diferencia de l, que es ms notable en dos
afecciones, la neurosis obsesiva y la melancola, y que permanentemente observa, critica, juzga y castiga
al resto del Yo, el cual, como resultado de la tensin entre ambas instancias, experimenta sentimientos
de culpa/bsqueda de castigo. Es decir, define esta estructura psquica por su modo de funcionar (Aslan,
2006:58).
En el pensamiento freudiano se encuentran tres niveles de supuestos estructurales: 1) la estructura de
los fenmenos clnicos, 2) su conceptualizacin metapsicolgica (por ejemplo, el Supery como
estructura residual de identificaciones con las funciones interdictorias [del Supery] de los padres) y 3) un
supuesto fundamento estructural orgnico. ([...] debe recordarse que todas nuestras provisionalidades
psicolgicas debern asentarse alguna vez en el terreno de los sustratos orgnicos. (Freud, 1914)
(Aslan, 2006:59).

Quiero proponer una hiptesis alternativa, que me parece lgica y plausible. De manera simplificada:
Freud nos habl de misterioso salto de la mente al cuerpo en la histeria de conversin. Me parece ms
misterioso aun el salto del cuerpo a la mente, el modo como los estmulos endosomticos alcanzan
representacin mental (Aslan, 2006:68).
Pienso que el Ello ocupa en la segunda tpica el lugar de la pulsin en la primera, es decir: un concepto
lmite entre lo somtico y lo psquico. Una concepcin estructural, funcional y plausible sera considerar al
Ello como un proceso, como un trayecto (y no como un sitio, un topos) que ira desde los estmulos
endosomticos, desde el cuerpo donde las pulsiones no son cognoscibles [...]) hasta alcanzar
representacin psquica en en el Yo inconciente ([...] sino por medio de sus representantes) (Aslan,
2006:68).
Recordamos que para Freud el representante pulsional (Trieb Vorstellung) consta de dos partes: una
idea o representacin (Vorstellung Representanz, representante representativo segn Echeverri,
representante ideativo, segn Strachey), y una fuerza o impulso latente, la cuota de afecto (Aslan,
2006:68).
A quin se refiri Freud con representante ideativo? Al esbozo del objeto de la necesidad, de la
satisfaccin, a un esbozo abarcador, primitivo, de algo a encontrar, a un objeto vaco a llenar (Bion),
a un ambiente expectable promedio, etc.? (Aslan, 2006:68).
Con este esquema se podra aportar una solucin a la alternativa instinto/pulsin. En esta hiptesis, por
efecto del proceso o funcionamiento que denominamos Ello, el instinto, gentico y corporal, se
transformara en algo psquico, en pulsin, por un proceso hasta ahora no conocido de psiquizacin y
alcanzara su representacin psquica en la parte inconciente del Yo (Aslan, 2006:68).
La repeticin (ms tarde llamada compulsin a la repeticin) fue explicada en 1914 (Freud, 1915a)
como otra manera de recordar. En 1920, en Ms all del principio del placer, le sirvi para introducir la
idea de la pulsin de muerte. Creo que por eso la compulsin a la repeticin qued como ligada, de un
modo errneo, a la pulsin de muerte, como producida por esta ltima (Aslan, 2006:72).
Las pulsiones, por sus ciclos de incremento y acumulacin, de acm y de descarga, producen un efecto
de repeticin. Es decir, la repeticin sera una caracterstica pulsional (Aslan, 2006:73).
Personalmente, he tratado de demostrar (Aslan, 1993) que, movilizadas una y otra vez por las pulsiones
y las motivaciones, lo que percibimos es la repeticin de estructuras psquicas y sus interrelaciones,
subyacentes a rasgos de conducta, tipos de personalidad, reacciones, etc., tanto normales como
patolgicas. En fin, modos constantes, similares e idiosincrsicos de procesar, de significar, de codificar,
devolver y responder, tanto los estmulos e informaciones que les llegan del mundo interno como desde
el mundo externo. Puesto que estas caractersticas son estructurales, se repetirn, formando parte de la
conducta habitual en cada ocasin adecuada (Aslan, 2006:73).
Aslan Carlos M (2006) Acerca de la estructura, la repeticin, la historia y la temporalidad. Incluido en Fiorini Leticia
(comp) Tiempo, historia y estructura. Su impacto en el psicoanlisis contemporneo. Buenos Aires: APA editorial.

Ello, yo y supery.- A la ms antigua de esas provincias o instancias psquicas la llamamos ello; tiene
por contenido todo lo heredado, lo innato, lo constitucionalmente establecido; es decir, sobre todo, los
instintos originados en la organizacin somtica que alcanzan en el ello una primera expresin psquica...
Bajo la influencia del mundo exterior real que nos rodea, una parte del ello ha experimentado una
transformacin particular... que desde entonces oficia de mediadora entre el ello y el mundo exterior. A
ese sector de nuestra vida psquica le damos el nombre de yo.... Como sedimento del largo periodo
infantil durante el cual el ser humano en formacin vive en dependencia de sus padres, frmase en el yo
una instancia especial que perpeta esa influencia parental y a la que se ha dado el nombre de super-yo
(Freud S, 1938:3380-3381).
Freud S (1938) Compendio de psicoanlisis. En Obras Completas, Tomo III. Madrid: Biblioteca Nueva, 1981, cuarta
edicin.

Conciente, preconciente e inconciente.- En el marco de este planteo del aparato psquico, Freud
diferenciar lo conciente, lo pre-conciente y lo inconciente como cualidades psquicas. Dice al respecto:
No es necesario caracterizar lo que denominamos conciente, pues coincide con la conciencia de los
filsofos y del habla cotidiana... Todo lo inconciente que puede trocar tan fcilmente su estado
inconciente por el conciente, convendr calificarlo como susceptible de conciencia o preconciente...
Otros procesos y contenidos psquicos no tienen acceso tan fcil a la concientizacin, sino que es preciso
inferirlos, adivinarlos y traducirlos a la expresin conciente... Para estos procesos reservamos, en
puridad, el calificado de inconcientes (Freud, 1938:3388).
Freud S (1938) Compendio de psicoanlisis. En Obras Completas, Tomo III. Madrid: Biblioteca Nueva, 1981, cuarta
edicin.

Aparato psquico segn Kernberg.- Las etapas de la estructuracin del aparato psquico son 5:
1) Autismo normal o periodo indiferenciado primario, donde no se diferencian yo y no-yo (0-1 mes).
Patologa: psicosis autista.

2) Simbiosis normal o periodo de representaciones primarias indiferenciadas de s mismo y objetales (2 a


6-8 mes). La imagen s-mismo placentera se convierte en el ncleo del sistema s-mismo y organiza la
integracin del Yo. Patologa: psicosis simbitica, donde falta una definicin de los lmites yoicos.
3) Diferenciacin entre las representaciones de s mismo y las del objeto (6-8 mes a 3 aos). Se
discrimina yo del no-yo y se integran las representaciones buenas y malas en representaciones totales.
Patologa: border o fronterizo (difusin de identidad).
4) Integracin: Se consolidan las estructuras intrapsquicas: el yo, el Supery y el ello (3-5 aos). El yo
produce la represin. Complejo de Edipo. Patologa: neurosis y personalidad narcisista.
5) Consolidacin de la integracin del Supery y Yo: conformacin del self coherente, integrado, social.
Estabilizacin de la individualizacin y la despersonificacin.
Condensado de Abadi Sonia y otros (1997) Desarrollos posfreudianos: escuelas y autores. Buenos Aires: Editorial
Universidad de Belgrano.

Aparato psquico segn Lacan.- Los grafos que utiliza Lacan aqu no intentan representar al aparato
psquico mediante una imagen o grfico, sino una gua para analizar lgica o conceptualmente como
entiende l al aparato psquico. Aqu consideraremos solamente el Grafo I. Este grafo es explicado por
Lacan en: Las formaciones del inconciente (Seminario), El deseo y su interpretacin (Seminario), y La
subversin del sujeto... (Escritos).
Para explicar este grafo, partiremos del punto D (ver grafo adjunto). Este punto representa un ser
viviente con necesidades que debe satisfacer. A partir de aqu, el proceso ser diferente en el animal y en
el ser humano.
Si se trata de un animal, ste buscara su satisfaccin en forma directa mediante un determinado objeto
O. Esto no est representado en el grafo, y equivaldra a una flecha plena (sin punteado) que ira desde
el ser viviente D hasta el objeto O, que satisfacera su necesidad.
Por lo tanto, el grafo de Lacan mostrar lo que sucede en el caso del hombre, y es esto lo que a
continuacin describiremos.
El ser humano no va directamente al objeto: tiene que pedirlo, tiene que hacerse entender, y para ello
recurre a un cdigo lingstico C, punto en el cual el individuo se encuentra con lo sincrnico del
lenguaje.
"El punto C indica el lugar donde se encuentra con el lenguaje como obstculo al hallazgo del objeto, esto
lo desva hacia el punto M, donde el mensaje (pedido) se produce".
Esta dimensin diacrnica aparece representada por el segmento SS'. Esta lnea est compuesta por
significantes o unidades discretas. Dentro de ella, el segmento MC tiene trazo pleno para indicar que se
trata de un mensaje, de algo sancionado con una cierta significacin: son los significantes antes discretos
que se han convertido en continuos porque surge una unidad de sentido.
El circuito de la significacin no se cierra en la produccin del mensaje: debe esperar la sancin del
cdigo. Lacan, para explicar la produccin del mensaje recurre al punto capiton usado en tapicera,
donde la ltima puntada cierra todo. Por ejemplo, en el lenguaje sucede igual: la expresin "Un hombre
bien parecido..." cierra su significado cuando le agregamos "...a un mono". Es decir, esta ltima
expresin da nuevo sentido a la primera (esto se llama efecto retroactivo, aprs coup o nachtraglich).
Hasta aqu entonces, el locutor (el que habla) se encuentra con C y produce un sentido en M, que debe
llegar a un interlocutor en C para ser sancionado como un mensaje. Por ejemplo, el locutor dice "un dulce
lamentar de dos pastores", pero el interlocutor escucha "un dulce lamen tarde dos pastores".
Como se ve, hay una comunicacin fallida: el locutor dice una cosa y el interlocutor dice otra. Ello ocurre
porque C es un significante que no remite, como tal, a un nico significado sino a muchos diferentes. Por
ello C es llamado por Lacan el tesoro del significante, y lo designar con la letra A (Otro). Tambin
cambiar M (mensaje) por s.A (significado del Otro), puesto que "ahora la cuestin es cmo A sanciona
un decir retrospectivamente".
El segmento Delta-A (antes Delta-C) est en lnea punteada para indicar como las necesidades (en vez de
satisfacerse directamente: lnea continua), son afectadas anticipadamente por el significante.
En cuanto a S/, est al final del circuito y es el sujeto barrado o tachado, o sea, el hombre original D pero
anulado en su intencionalidad por el poder de la sancin del Otro. El grafo de Lacan no es entonces
cronolgico sino lgico: no existe un sujeto D desde el vamos, sino que aparece formulado por un efecto
retroactivo. Incluso antes de que hable est barrado en tanto el lenguaje lo preexiste.
Grafo I
D = Punto de Partida (delta): un ser con necesidades
C = Cdigo [luego reemplazado por Lacan por la letra A]
M = Mensaje [luego reemplazado por s. (A)]
S/ = Sujeto barrado o tachado (sancin del Otro)
S = Significante
S' = Significante
SS' = Lnea de la diacrona del significante

MC = Trazo pleno

S/

Aparato psquico segn Aulagnier.- Aulagnier aborda el tema de las identificaciones y del proyecto
identificatorio, del cual el Yo es constructor: el Yo construye su propia historia en relacin con sus
objetos. Para la autora, el infans se enfrenta con la realidad, que le impone sus exigencias. Propone un
modelo de aparato psquico representacional, siendo la actividad de representacin similar al proceso de
metabolizacin del cuerpo, pues busca transformar algo heterogneo en algo homogneo. La psique est
inmersa en un espacio ajeno y debe investirlo para conocerlo y metabolizarlo.
La actividad psquica presenta tres modos de funcionamiento o procesos de metabolizacin: los procesos
originario, primario y secundario.
1. Lo originario.- Se origina en el encuentro entre la boca y el pecho (zona oral denominada 'imagen del
objeto-zona complementario'), y esta informacin sensorial debe ser metabolizada: se acepta lo que
produce placer y se rechaza lo displacentero. Cada displacer produce una reaccin para recuperar el
placer. Desconoce la necesidad: se alucina el pecho. El displacer, as, desencadena un proceso que
permite la representacin psquica.
Las representaciones de la unidad boca-pecho se organizan en el pictograma como recurso de
metabolizacin, proceso guiado por el postulado del 'autoengendramiento', segn el cual la psique no
registra que el estmulo que gener la representacin proviene del mundo externo. El pictograma es la
representacin que la psique se da de s misma.
La representacin requiere un placer mnimo, un placer tal necesario para la vida, para que se
desencadene la actividad de representacin. A ello debe agregarse, sin embargo, una 'prima de placer', o
satisfaccin real de la necesidad, para que el aparato psquico comience a funcionar. Esta prima o plus de
placer puede reconocerlo la psique a pesar de la no diferencia entre pecho alucinado y pecho real.
2. Lo primario.- Modo de representacin fantaseada, realizada mediante el proceso primario e instaurado
por el principio de realidad. A diferencia del modo pictogrfico, donde por el autoengendramiento no
haba diferencia entre engendrado y engendrador, en lo primario el aparato psquico reconoce algo
distinto a l, por las ausencias y retornos de los objetos satisfactores de la necesidad. Lo propio y lo otro
estn sometidos sin embargo por el deseo de uno de ellos: la madre. El nio queda sometido al deseo de
esta.
El modelo de relacin est dado por la escena primaria donde la madre es algo independiente del nio
(en el pictograma eran una unidad boca-pecho).
3. Lo secundario.- Surge en el psiquismo del nio una nueva representacin de su relacin con el mundo,
mediante prototipos referidos a la realidad, el Yo, la castracin y el Edipo.

S'

"El Yo no es ms que el saber del Yo sobre el Yo", lo que significa que el Yo est formado por enunciados
que hablan de la relacin de la psique con los objetos del mundo catectizados por la madre.
La escena edpica aparece con el padre, un otro sin pecho capaz de satisfacer al nio y de agredir a la
madre. El ingreso del padre est condicionado por los 'edipos' de la pareja parental, con lo cual hay una
'historizacin del deseo humano'. Historizar es la principal actividad del Yo para poder dar significacin a
una versin personal de su realidad, y as distinguirse de los dems.
La angustia de castracin est desde el comienzo y se vive como angustia de perder una parte del
cuerpo, y en el proceso secundario se metaboliza como angustia por perder las fuentes del placer.
La represin acta primero en la madre y luego en el infans. El proceso secundario usa para
representacin el mundo la representacin ideica, nica que se compatibiliza con las leyes del lenguaje.
El proceso secundario busca comunicarse con el otro, busca establecer relaciones causales entre
fenmenos, lo que permite mantener una investidura a pesar del sufrimiento transitorio causado por el
objeto. Cuando el individuo accede al lenguaje puede reflexionar sobre s mismo e historizar. Nuevos
encuentros impondrn nuevas metabolizaciones.
Condensado de Abadi Sonia y otros (1997) Desarrollos posfreudianos: escuelas y autores. Buenos Aires: Editorial
Universidad de Belgrano.

APEGO
Definicin.- El apego es una propiedad de las relaciones psicosociales donde un sujeto ms dbil y
menos capaz confa en la proteccin que le brinda otro sujeto ms competente y poderoso. Ambos
sujetos desarrollan vnculos emocionales recprocos y construyen una representacin interna de la
relacin vincular llamadoa modelo activador o working model.
El sistema de apego se activa en momentos de peligro, estrs y novedad y su finalidad es propiciar y
mantener la proximidad y el contacto con la figura de apego. El sistema de apego se mantiene activo
durante todo el tiempo y est continuamente monitoreado por el ambiente y por la disponibilidad de
figuras de apego. As, por ejemplo, un nio puede explorar con confianza su ambiente con el soporte
activo de su cuidador en la certeza de que la figura de apego est all para socorrerle en caso de que sea
necesario. Mary Ainsworth y sus colaboradores denominaron fenmeno de base segura a esta
interaccin entre el nio y su cuidador y lo postularon como central en la teora del apego. Es posible que
existan varias figuras de apego, aunque Bowlby destaca el concepto de monotropa, entendido como el
sesgo a tener una jerarqua de preferencias en la que existe una Figura Central Principal de Apego.
Brenlla M y otros (2001) Evaluacin de los estilos de apego en adultos (publicacin interna de la Ctedra de Tcnicas
Psicomtricas de la Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires).

Apego adulto.- La diferencia entre el apego adulto-adulto y nio-adulto reside en que el sistema de
conductas del adulto es recproco: los adultos no son asignados a tomar el rol de figura de apego /
cuidador o individuo apegado / receptor. Los vnculos de apego se distinguen de otras relaciones
adultas en el hecho de que proveen sentimientos de seguridad y pertenencia sin los cuales habra
aislamiento e inquietud. Su funcin es distinta de las que proveen gua o compaa, gratificacin sexual,
compartir intereses o experiencias comunes, sentimientos de competencia o alianzas y asistencia. Los
elementos comportamentales del apego en la vida adulta son similares a los observados en la infancia.
Brenlla M y otros (2001) Evaluacin de los estilos de apego en adultos (publicacin interna de la Ctedra de Tcnicas
Psicomtricas de la Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires).

Estilos de apego.- En 1987, Hazan y Shaver empezaron sus estudios sobre el Apego Romntico,
adoptando la tipologa de Ainsworth de los tres tipos de apego (evitativo, seguro, ambivalente). Pero en
los ltimos aos se han hecho nuevas propuestas, como la de Bartholomew (Brenlla, 2001).
Bartholomew (1994) distingue cuatro patrones o estilos de apego: seguro (positivo-negativo), ansioso
(negativo-positivo), evitativo (positivo-negativo) y temeroso (negativo-negativo), donde el primer
positivo o negativo se refiere al modelo de si mismo (merecedor de amor y atencin o no merecedor), y
el segundo positivo o negativo se refiere al modelo de otros (los otros son vistos como disponibles y
protectores o bien los otros son poco confiables o rechazantes).
Los individuos seguros mantienen una percepcin positiva de si mismos y de los otros, mostrndose bien
predispuestos para poder acercarse e involucrarse afectivamente con otros. Se sienten cmodos con la
intimidad y la autonoma. Los sujetos ansiosos buscan intimar con otros pero temen siempre ser
rechazados o desvalorizados. Las personas evitativas otorgan importancia a la realizacin personal y la
autoconfianza a costa de perder la intimidad con otros. Defensivamente, desvalorizan la importancia de
los vnculos afectivos. Los individuos temerosos desean intimar con otros pero desconfan de los dems,
por lo que evitan involucrarse sentimentalmente. Son muy dependientes y temen ser rechazados
Bartholomew K (1994) Assessment of individual diferencies in adult attachment. Psychological Inquiry, 5, 23-27.
Brenlla M y otros (2001) Evaluacin de los estilos de apego en adultos (publicacin interna de la Ctedra de Tcnicas
Psicomtricas de la Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires).

Pulsin de apego.- J. Bowlby propone la idea de la existencia de una pulsin de apego, pulsin
primaria que no est ligada a la libido. Esta pulsin definira los comportamientos de apego en los dos
primeros aos de vida, siguiendo direcciones que estn unidas al desarrollo del nio. Bowlby describe
cinco conductas de apego sucesivas: la succin, el abrazo, el grito,. la sonrisa y la tendencia a ir-hacia, a
agarrarse-a (Lebovici S, 1990:78).
Lebovici S y otros (1990) Interacciones teraputicas. Madrid: Tecnopublicaciones.

Definicin.- En la terminologa de Szondi el contacto aparece como polaridad entre apego-desapego. Al


primero, corresponde la exigencia de apegarse a objetos viejos (cosas, personas); al otro la de
desapegarse de ellos. Con una bsqueda permanente de nuevas personas, de nuevas cosas, a costa de
otras. El apedo ms pronunciado en el nio es: a la madre; pero ya interviene la eterna ambivalencia de
la adolescencia: desapegarse, buscar otras personas, querer nuevas cosas, seguir nuevos ideales. Estas
dos tendencias polares, en la patologa instintiva, aparecen como enfermedades mentales circulares. Al
apego, corresponde: la mana; al desapego: la depresin.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Generalidades.- La conducta de apego es un patrn de objetivo establecido de fundamental importancia


en los seres humanos. Tienen una funcin biolgica especfica de mantener la proximidad entre el beb y
la madre o la persona a cuyo cuidado se encuentra. Cuando el beb se separa de la madre, hay varios
sistemas conductales componentes y especficos que pueden ser activados para reducir la distancia entre
ambos o mantener su proximidad. Algunas de esas conductas funcionan en el sentido de llevar a la
madre hacia el beb, como por ejemplo las de llorar y sonrer. Otras conductas funcionan en el sentido de
llevar al nio hacia la madre, como las de aferrarse a ella o seguirla (Bowlby, 1963).
Condensado de Safran y Segal (1991) El proceso interpersonal en la terapia cognitiva. Captulo 4.

Teora del apego.- En las dcadas del 30 y 40 se investig como influa negativamente sobre el
desarrollo de la personalidad el prolongado cuidado del nio en instituciones y los frecuentes cambios en
la figura materna. En la dcada del 50 Bowlby comenz a ocuparse de estos problemas, o sea, de como
influa negativamente sobre el nio el cuidado maternal inadecuado, su pena por verse separado de los
seres a quienes aman, y las consecuencias de todo ello a corto y largo plazo. Por esta poca hubo
psicoanalistas que criticaron esta postura diciendo que lo que cuentan son las fantasas de los nios y no
tanto sus experiencias reales de privacin.
Otros estudios que influyeron sobre Bowlby sobre la privacin en los nios fueron los de Mary Ainsworth
(1962) y Harry Harlow (1971).
El vnculo del nio con su madre.- Bowlby no est de acuerdo con la teora segn la cual el nio
desarrolla un vnculo estrecho con la madre porque ella lo alimenta (vnculo primario) y establece una
relacin personal de dependencia con ella (vnculo secundario). Si fuese cierto cualquier nio se apegara
a quien lo alimenta.
Bowlby vio, por las investigaciones etolgicas en animales de Lorenz, que se poda desarrollar un fuerte
vnculo con la madre sin necesidad de que esta lo alimentara. A partir de aqu Bowlby comenz sus
investigaciones en humanos, llegando a la conclusin siguiente: "la conducta de apego es cualquier forma
de conducta que tienen como resultado el logro o la conservacin de la proximidad con otro individuo
claramente identificado al que se considera mejor capacitado para enfrentarse al mundo", lo cual se ve
especialmente claro cuando la persona est enferma o asustada.
La funcin biolgica atribuida al otro es distinta a la alimentacin o al sexo: es la proteccin, es decir,
poder contar con el otro porque se sabe que est dispuesto a ayudar en momentos difciles. As se
establece una relacin de apego al otro (no conviene usar la expresin 'dependencia', ms peyorativa.
Esta teora del apego de Bowlby fue ubicada como una teora conductista, pero este autor no est de
acuerdo porque l distingui apego de conducta de apego. El apego es una disposicin a buscar la
compaa o proximidad de alguien, atributo que persiste en el tiempo y no depende de la situacin
ambiental del momento.
Por lo tanto, la teora del apego fue desarrollada como una variante de la teora de las relaciones
objetales, por cuanto postula la existencia de una organizacin psicolgica interna que incluye
representaciones del s-mismo y de la (o las) figuras de apego.
La ansiedad de la separacin.- Es la ansiedad por perder al ser amado o quedar separado de l. Para
Bowlby, esta ansiedad se produce no porque haya una situacin de peligro o riesgo real, sino por estar
aumentada la probabilidad de dicho riesgo. Por lo tanto, la ansiedad de separacin no aparece algunas
veces sino que es una disposicin humana bsica: por ello la ansiedad no surge solo cuando se abandona
al nio, sino cuando se amenaza con abandonarlo (aumenta el riesgo). Tal amenaza produce tambin ira
para disuadir al que quiere abandonar, ira que puede volverse disfuncional (por ejemplo que lleve a
matarlo).
Otra situacin patgena es cuando la madre sobreprotege al hijo, o bien cuando la misma madre
pretende que su hijo sea su figura de apego, con lo cual el nio ha de soportar la responsabilidad de
cuidarla.

Duelo.- Mientras que la ansiedad de separacin es la reaccin habitual a una amenaza u otro riesgo de
prdida, el duelo es la reaccin habitual ante la prdida cuando sta ha ocurrido. En un comienzo, el
psicoanlisis sostuvo que los nios no podan hacer duelos, mientras que M. Klein sostena lo contrario,
todas conclusiones obtenidas a partir del anlisis de sujetos mayores. Bowlby, en cambio, decidi hacer
un estudio prospectivo observando directamente a los nios: protesta, desapego, desesperacin, etc.,
como reaccin frente a una separacin temporal de la madre, reacciones que por lo dems se observan
tambin en el duelo de personas sanas. Los nios y los adultos pueden asimismo sufrir perturbaciones en
su proceso de duelo.
Mecanismos de defensa.- Cuando un nio se reencuentra con su madre luego de una separacin
temporal, es normal que la trate como si fuese una desconocida, aunque luego de un tiempo se pone
ansioso por temor a perderla nuevamente. Esta situacin momentnea de rechazo de la madre se llama
desapego, y es para Bowlby y Robertson un mecanismo de defensa, y ms concretamente una exclusin
defensiva (exclusin de la conducta de apego) equiparable a lo que Freud denomin represin. Como se
ve, la conducta de apego puede estar momentneamente desactivada, como en el caso descrito de
abandono temporal.
Una estructura alternativa.- Una estructura conceptual alternativa a la aqu descripta es la que propuso
M. Mahler, aunque ella no se apoy en observaciones directas sino en ideas psicoanalticas preconcebidas
cuando elabor su teora del desarrollo normal (incluyendo las fases de autismo y simbiosis).
A partir de las concepciones de Bowlby continuaron nuevas investigaciones, que entre otras cosas
descubrieron a) que dos o ms experiencias adversas multiplican el riesgo de perturbacin psquica, b)
que alguien que tuvo una experiencia adversa aumenta el riesgo de vivir otra similar, y c) que
perturbaciones psquicas derivadas de privaciones en los padres producen efectos negativos sobre sus
hijos (una madre ansiosamente apegada por su historia infantil es propensa a buscar el cuidado de su
propio hijo, lo que puede tornar a ste ansioso y culpable).
Resumen de Bowlby J (1989) Una base segura. Buenos Aires: Paids. Conferencia 2.

APERCEPCIN
Definicin.- 1. Segn Leibniz, es la conciencia de la percepcin. Kant hace distincin entre Apercepcin
Emprica, o sea la conciencia de las representaciones con referencia al Yo, y la Apercepcin
Trascendental, o sea la conciencia que se tiene, a travs de las representaciones, de la identidad del Yo.
Actualmente se entiende por apercepcin la conciencia, sinttica, de las representaciones no concientes.
2. Desde el punto de vista de la psicologa analtica, la apercepcin es un proceso psquico por el cual el
nuevo contenido se adecua a contenidos similares ya existentes de modo de ser comprendido,
aprehendiendo o aclarado. Discriminamos la percepcin activa de la pasiva; la primera es un proceso por
cuyo medio el sujeto por s mismo, por motivos suyos propios, conciente y atentamente, aprehende un
nuevo contenido y lo asimila a otro contenido que est a disposicin; el segundo es un proceso en el cual
un nuevo contenido proviene del exterior (a travs de los sentidos), o del interior del sujeto (de lo
inconciente), entra empujando en la conciencia y durante cierto tiempo, impele sobre l la atencin y la
aprehensin. En el primer caso el acento de actividad descansa con el ego; en el segundo con el
entrometido nuevo contenido (Jung, Psychologische Typen).
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Definicin.- Definimos apercepcin como una interpretacin (dinmicamente) significativa que un


organismo hace de una percepcin. En un extremo encontramos la percepcin objetiva, no interpretada
(para todos tal lmina es un hombre junto a un violn), y en le otro una percepcin subjetiva, llamada
distorsin aperceptiva (un esquizofrnico ve en la misma lmina un hombre junto a un lago). La
percepcin totalmente objetiva no existe: en los detalles, cada persona ver algo distinto en la lmina.
Como se ve, hay distintos grados de distorsin aperceptiva, o sea distinto grado de influencia de
percepciones pasadas en la percepcin actual.

Condensado de Bellak L (1988) Sobre los problemas del concepto de proyeccin: una teora de la distorsin
aperceptiva.

Generalidades.- La apercepcin es una interpretacin (dinmicamente) significativa que un organismo


hace de una percepcin. Implica la influencia de recuerdos sobre la percepcin de estmulos
contemporneos.
Para Murray, el sujeto supone que cada objeto es portador de algo beneficioso o daio para su
organismo, y lo llama "influyente". La "percepcin influyente" es reconocer que algo es beneficioso o
perjudicial. Interesa, sin embargo, la "apercepcin influyente", definida por Murray como una situacin
generada por un estmulo que excita imgenes (concientes o inconcientes), representativas de pasadas
situaciones "influyentes", con lo cual lo ya vivido es actualizado. As, apercepcin equivale a "proyeccin
externalizadora".
Celener Graciela, Fundamentos tericos para la inclusin de lminas en blanco (Ort-Tat), publicacin interna de la
Ctedra de Tcnicas psicodiagnsticas II de la Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires, 1996.

Formas de la distorsin aperceptiva.- En un extremo est la percepcin totalmente objetiva (no


existe) y en el otro est la forma mxima de la distorsin aperceptiva: la proyeccin.
Proyeccin: el autor habla de una proyeccin invertida, donde el primer paso es una formacin reactiva
y luego viene la distorsin aperceptiva. Por ejemplo: se daran estos casos 1) yo lo amo (algo
inaceptable por el yo por ser hacia un objeto homosexual), 2) yo lo odio por formacin reactiva, 3) este
odio es tambin inaceptable y se reprime, y 4) por proyeccin ese odio pasa a ser l me odia.
Proyeccin simple: proceso muy comn, donde directamente la percepcin actual es distorsionada por
algn recuerdo. Por ejemplo, enojarse con alguien porque le hace recordar a su hermano en el pasado:
se proyecta en la persona actual el odio que se haba experimentado hacia el hermano.
Sensibilizacin: es por ejemplo el caso de quienes perciben enojo en los dems an cuando no exista
objetivamente: quedaron sensibilizados. Se diferencia de la proyeccin anterior en que en vez de captar
un percepto objetivamente inexistente, hay aqu una percepcin ms sensible de estmulos existentes. El
autor cita otros ejemplos.
Externalizacin: los tres procesos anteriores eran inconscientes, pero la externalizacin es preconsciente:
puede hacerse fcilmente consciente, pues se trata de una configuracin de imgenes ligeramente
reprimida. Por ejemplo cuando alguien dice: supongo que esto que digo era lo que me ocurri en el
pasado con mi madre.
Percepcin puramente cognoscitiva y otros aspectos de la relacin estmulo-respuesta: esta percepcin
totalmente objetiva no existe, pero es un referencia para entender las conductas adaptativas, conductas
que buscan percibir las cosas tal cual son, sin distorsin. En rigor siempre hay alguna apercepcin bsica
de cualquier estmulo. La conducta congruente con esos aspectos de la realidad objetiva ha sido
llamada conducta adaptativa. Por ejemplo adaptarse al hecho que en la lmina se ve un hombre junto a
un violn.
Cabe enumerar algunos principios:
La conducta es tanto ms adaptativa cuanto ms definido y estructurado sea el estmulo. Ej.: el
Rorschach es no estructurado respuestas aperceptivamente distorsionadas.
La conducta adaptativa depende tambin de la disposicin: hay ms conducta adaptativa si se pide al
sujeto que describa la lmina, en vez de hacer un relato sobre ella (aqu agregar ms elementos
subjetivos).
El grado de conducta adaptativa y de conducta proyectiva vara con cada persona, y an dentro de una
persona en distintos momentos.
Adems de la conducta de la conducta adaptativas y la proyectiva (esta ltima, donde hay distorsin
aperceptiva), est la conducta expresiva, que apunta al cmo de la respuesta: si usa frases cortas o
largas, si hablan alto o bajito, etc. Los tres tipos de conducta siempre coexisten.
En suma, la proyeccin es uno de los procesos de la distorsin aperceptiva, distorsionales que son el
resultado de la influencia estructuradora de los recuerdos de las apercepciones pasadas sobre las
presentes. El enfoque psicoanaltico de la personalidad, as, puede entenderse como una historia de las
apercepciones pasadas (por ejemplo de los padres, etc.) y su influencia sobre las apercepciones
presentes.

Condensado de Bellak L (1988) Sobre los problemas del concepto de proyeccin: una teora de la distorsin
aperceptiva.

Intento de integracin de los conceptos de la distorsin aperceptiva con los conceptos


psicoanalticos bsicos.- Hay una falta de integracin entre el psicoanlisis y la psicologa no analtica
(tipo Gestalt) para constitur una psicologa aperceptiva integrada. Una forma de integracin pasara para
mostrar que los conceptos psicoanalticos bsicos pueden expresarse en forma experimentalmente
verificable.
Cabe entender al psicoanlisis como una teora del aprendizaje que estudia en especial cmo se
adquieren los perceptos, su interaccin recproca y su influencia sobre las percepciones posteriores. Esta
concepcin, el psicoanlisis la plantea desde la teora de la libido, pues esta teora habla sobre la
percepcin de estmulos orales, anales y genitales y sobre la reaccin de los adultos (figuras parentales)
frente a ellos. Todo ello influir sobre las percepciones posteriores: el psicoanlisis afirma todo ello pero
sin hacer un estudio sistemtico, experimental, de la cuestin.
Plantea el psicoanlisis que los distintos perceptos, por ej. de la madre, luego se integran en una
configuracin posterior, quedando los primeros perceptos inconscientes. Una configuracin posterior
puede ser un sueo manifiesto, en el cual se esconden los perceptos primitivos (sobredeterminacin).
Los perceptos del pasado entonces interactan entre s modificndose mutuamente, y a su vez
interactan con el percepto presente. La teora de los mecanismos de defensa es, en realidad, una teora
relativa a la influencia selectiva de los perceptos mnmicos sobre la percepcin de hechos actuales. Tales
conceptos pueden reformularse para ser verificados experimentalmente. Por ej. el concepto de formacin
reactiva puede reformularse diciendo: cuando un estmulos evoca recuerdos de perceptos que producen
actitudes agresivas y gratificadoras a las vez, y la actitud agresiva ha sido objeto de desaprobacin,

entonces se suprime lo desaprobado y se refuerza lo que se aprueba. Esto puede demostrarse en


principio en forma experimental.
Lo dicho por Freud puede entenderse tambin desde la teora de la Gestalt. Por ejemplo el sntoma sera,
como transaccin, una mejor forma o gestalt posible.

Condensado de Bellak L (1988) Sobre los problemas del concepto de proyeccin: una teora de la distorsin
aperceptiva.

Algunos problemas dinmicos especiales vistos como casos de distorsin aperceptiva.- a)


Hipnosis.- Mediante la hipnosis podemos introducir grandes distorsiones y alterar as la apercepcin de un
sujeto. Bajo hipnosis, disminuyen las apercepciones del sujeto y se limitan slo a la apercepcin de la voz
del hipnotizador. El hipnotizador es aperceptivamente distorsionado por la imagen del padre que antes
nos haca dormir. Si bajo hipnosis ordenamos al sujeto sintase enojado, ste evoca una situacin
pasada de enojo que distorsionar la percepcin de las lminas del TAT.
b) Fenmenos psicolgicos colectivos.- Igual que en la hipnosis, el grupo es temporariamente visto como
una figura autoritaria que ejerce influencia sobre casi todos los otros recuerdos de imgenes. Mientras
forma parte del grupo, el sujeto ve el mundo a travs de los ojos de la masa.
c) Transferencia.- Si entendemos transferencia como racional emocional entre paciente y analista,
entonces el paciente transfiere al analista sentimientos previamente aprendidos, y distorsiona
aperceptivamente sus reacciones. Es tarea del analista mostrarle la diferencia entre sus distorsiones y los
hechos. En la situacin transferencial el paciente distorsiona su apercepcin del analista con imgenes
cada vez ms tempranas de los progenitores y los primeros aos de vida. En delirios y alucinaciones
psicticas las imgenes tempranas surgen con tanta fuerza que su influencia distorsionadora es mayor
que en cualquier otra situacin.
d) Terapia.- Se puede reformular la teora psicoanaltica de la terapia en estos trminos:
Comunicacin: el paciente se comunica con asociaciones libres, gracias a las cuales el analista conoce la
conducta del paciente y algunos de sus denominadores comunes.
Interpretacin: ese denominador comn es sealado al paciente, tanto desde un estudio horizontal (su
conducta en el presente) como vertical (sus orgenes en la infancia), como en su relacin con el
terapeuta (situacin transferencial, caso particular de estudio horizontal). La interpretacin seala en
rigor los denominadores comunes de las distorsiones aperceptivas del paciente.
Insight: es la capacidad del paciente para percibir la relacin entre un sntoma dado y las distorsiones
aperceptivas previamente inconscientes, subyacentes a sus sntomas. El insight tiene un aparte
intelectual (captar la relacin horizontal y vertical, hacer un cierre gestltico) y otra emocional (sentir el
afecto correspondiente al insight intelectual).
Elaboracin: o nuevo insight, que se da entres planos: intelectual (el paciente aplica lo aprendido a otras
situaciones similares). Si comprendi una distorsin aperceptiva con su jefe, puede trasladar esto ahora a
otra figura de autoridad, pasada o presente; el segundo plano es teraputico o emocional, y el tercero es
conductal (fuera de la sesin el paciente sigue enfrentando situaciones ya examinadas y otras nuevas).
Condensado de Bellak L (1988) Sobre los problemas del concepto de proyeccin: una teora de la distorsin
aperceptiva.

APGAR
Definicin.- Calificacin determinada al minuto y a los cinco minutos del nacimiento para evaluar a los
neonatos. Se asigna una calificacin de 0 a 2 mediciones del ritmo cardaco, respiracin, tono muscular,
reflejos y color. Una suma de calificaciones entre 7 y 10 es normal para los recin nacidos.
Aiken L (2003) Tests psicolgicos y evaluacin. Mxico: Pearson. 11 edicin (pgina 458).

ndice Apgar.- El ndice Apgar es una prueba que se toma al recin nacido. Se dan tres posibilidades:
Estado ptimo.- El resultado ptimo es Apgar = 10, es decir, 2 puntos por cada indicador.
Normalizacin progresiva.- El beb se va normalizando si el ndice Apgar tiende hacia 10 en los 30-60
segundos siguientes.
Anomala.- Se produce cuando al seguirlo cada 30 segundos, el ndice Apgar se mantiene bajo.
INDICADOR
Frecuencia
cardaca
Respiracin
Llanto
Tono
muscular
Irritabilidad
refleja

0 (Cero)
No hay
No hay
Flaccidez
miembros
inferiores
No reacciona

1 (Uno)
Menos de 100 por minuto

2 (Dos)
Ms de 100 por minuto
(1)
Llanto vigoroso

Hiperventila
Llanto dbil
de Algo de flaccidez
extremidades

en Movimientos activos
Flexin completa

Reacciona con mueca

Reacciona con llanto

Color

Azul plido total

Cuerpo rosado
Cianosis en manos y pies

Rosado total

(1) 140-160 normal en el feto. 120-140 normal en el recin nacido. 60-70 normal en el adulto en reposo.

APRECIO
Generalidades.- Para Rogers, el aprecio es uno de los elementos esenciales que aporta el profesional
asistencial a la relacin con el cliente. Es la experimentacin por parte del asesor de una actitud clida,
positiva, benigna hacia lo que existe dentro del cliente. Esa actitud significa que aprecia a su cliente de
forma parecida al del progenitor hacia su hijo, estimndolo como individuo sin entrar a considerar su
conducta en ese momento; implica preocuparse por l de un modo no posesivo; implica que el cliente
est dispuesto a exteriorizar los verdaderos sentimientos o sensaciones que experimente en ese
momento, sean cuales fueren: hostilidad o ternura, rebelin o sumisin, etc; en el asesor, implica el
amor hacia el cliente tal cual es, pero no amor en el sentido usual de algo romntico y posesivo. Cuando
ms incondicional sea el aprecio positivo, tanto ms eficaz ser la relacin, entendindose por
incondicional el hecho de que el asesor aprecia al cliente de una manera total, en vez de condicional. No
acepta algunos de sus sentimientos y desaprueba otros, pero siente un aprecio positivo e incondicional
por esa persona: es un sentimiento que aflora sin reservas ni evaluaciones e implica no juzgar.
Rogers C, La relacin interpersonal: ncleo de la orientacin. Includo en Rogers C, Stevens B y otros, Persona a
persona. Buenos Aires: Amorrortu, pg. 96.

APRENDIZAJE
Definicin.- Modificacin ms o menos permanente en la conducta o capacidades de un organismo,
como resultado de su experiencia en el entorno.
Vander Zanden James, Manual de Psicologa Social, Barcelona, Paids, 1986, pg. 614.

Generalidades.- "Los animales y el hombre poseen una caracterstica esencial, son capaces de modificar
su comportamiento en virtud de la experiencia previa que han adquirido de una u otra manera. Esta
modificacin sistemtica de la conducta de un organismo se llama 'aprendizaje'. Bajo este ttulo se
agrupan infinidad de manifestaciones objetivas que se extienden desde el reflejo condicionado hasta la
educacin superior".
Battro A., "Manual prctico de psicologa moderna", Buenos Aires, Emec, 1970.

Generalidades.- Para los conductistas, gran parte de la conducta de los seres humanos es aprendida y
depende de las contingencias ambientales. Explican el aprendizaje en forma descriptiva como un cambio
estable en la conducta, de lo cual se desprende que el inters es conseguir que el alumno adquiera o
aprenda un repetorio de conductas a travs, principalmente, del reforzamiento.
Hernndez Rojas G., Paradigmas en psicologa de la educacin, Buenos Aires, Paids, 1998, pg. 95.

Generalidades.- Para los humanistas, y en particular para K. Rogers, el ser humano tiene una capacidad
innata para aprender, y este aprendizaje llega a ser significativo cuando involucra a la persona en su
totalidad (procesos afectivos y cognitivos) y se desarrolla en forma experiencial (que se entreteja con la
personalidad del alumno). Para lograr esto, el aprendizaje debe ser autoiniciado, y debe ser visto por el
alumno como algo importante para su desarrollo personal.
Hernndez Rojas G., Paradigmas en psicologa de la educacin, Buenos Aires, Paids, 1998, pg. 111.

Aprendizaje por observacin.- Transmisin social de la conducta, de manera deliberada o no,


mediante los ejemplos que ofrecen las personas influyentes. Tendencia de los individuos a reproducir las
acciones, actitudes o respuestas emocionales que presentan los modelos reales o simblicos.
Vander Zanden James, Manual de Psicologa Social, Barcelona, Paids, 1986, pg. 614.

Aprendizaje social.- El aprendizaje perceptual, social, por imitacin u observacional, es un proceso por
el cual un individuo logra realizar una conducta nueva o alterar la frecuencia de una previamente
aprendida, por la observacin de modelos. Si bien este fenmeno fue conocido desde los comienzos de la
psicologa del aprendizaje (por ejemplo, Miller y Dollard, 1941), es Bandura quien, a partir de los 60,
establece algunas de las condiciones necesarias y suficientes para el aprendizaje imitativo (ejemplo,
Bandura y Walters, 1963). Entre ellas estn que el modelo debe recibir reforzamiento por lo que realiza,
que haya similaridad entre modelo y observador, que el modelo tenga prestigio ante el observador, que
el observador tenga los componentes de la respuesta a ejecutar y que el imitador reciba tambin
reforzamiento por la imitacin.
Mustaca A., Rol de la imitacin en la ejecucin de una tarea que provoca miedo, includo en Revista Investigaciones
en Psicologa, Ao 2 Nmero 3, Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires, 1997, pg. 81.

Teora del aprendizaje social.- La teora del aprendizaje social se fundamenta en el sistema de roles,
la identificacin y la interaccin humana. Una persona puede aprender imitando a otra, pero hay tambin
involucrados factores personales. Es poco probable que se produzca un comportamiento imitativo hacia
una persona que, por algn motivo, desagrada al sujeto. Los tericos del aprendizaje social combinan las
teoras de condicionamiento clsico y del condicionamiento operante. Por ejemplo, aunque la observacin
de modelos sea un factor esencial en el proceso de aprendizaje, esta imitacin se puede ver reforzada o
recompensada si dichos comportamientos llegan a incorporarse al repertorio personal.
Albert Bandura es uno de los principales representantes de la escuela de aprendizaje social. El
comportamiento se produce como resultado de la interaccin entre factores cognitivos y ambientales, un
concepto llamado determinismo recproco. Las personas aprenden observando a los otros, voluntaria o
accidentalmente; este proceso se conoce como seguir un modelo o aprender por imitacin. Hay factores
que determinan que el sujeto opte por tomar una persona concreta como modelo, tales como la edad, el
sexo, el estado civil y las posibles similitudes con uno mismo. Si el modelo elegido refleja normas y
valores sanos, el sujeto desarrolla lo que se llama autoeficacia, es decir, la capacidad de adaptarse a la
vida cotidiana y a las situaciones amenazantes. Se pueden eliminar patrones de comportamiento
negativo enseando al sujeto tcnicas alternativas procedentes de otros modelos de conducta. Por
ejemplo, los nios miedosos se sienten aliviados cuando ven a otros nios actuar con valenta en
situaciones semejantes a las que a ellos les producen miedo. De la misma manera demostrar un
acercamiento valeroso a una situacin fbica puede ser eficaz para conseguir que el paciente se enfrente
al objeto o a la situacin que teme.
Tambin se han utilizado las tcnicas de modelado en programas para adelgazar o dejar de fumar. Es un
factor fundamental en los planes para tratamientos de grupos, en la que cada uno de los miembros
aprende de los otros (pginas 174-175).
Kaplan H, Sadock B y Grebb J (1997) Sinopsis de psiquiatra. Buenos Aires: Editorial Mdica Panamericana. 7 edicin.

Aprendizaje vicario.- Aprendizaje obtenido por medio de la imitacin de la conducta de otros. Tambin
denominado aprendizaje observacional, modelado o aprendizaje social.
Belloch A y otros, Manual de Psicopatologa, Volumen I, Madrid, McGraw-Hill, 1995, pg. 87.

Definicin.- El aprendizaje se define como cambio de una persona en una situacin dada, que se
produce mediante la repeticin de la experiencia en dicha situacin, siempre que dicho comportamiento
no pueda ser explicado como una respuesta innata en el individuo, o como consecuencia de su madurez o
estado temporal (pgina 169).
Kaplan H, Sadock B y Grebb J (1997) Sinopsis de psiquiatra. Buenos Aires: Editorial Mdica Panamericana. 7 edicin.

Definicin.- 1. El proceso que conduce a la adquisicin de cierta habilidad para responder en forma
adecuada a una situacin que puede ser tanto nueva como ya conocida. 2. La modificacin favorable de
la forma de responder, basada en la experiencia previa y particularmente en el desarrollo de una nueva
serie de respuestas motrices, coordenadas en forma compleja entre s. 3. La fijacin de datos en la
memoria, de manera que los mismos son recordados y reconocidos. 4. El proceso que conduce a la
comprensin de una comprensin determinada. 1) y 2) son aplicados generalmente a la adquisicin de
respuestas combinadas que colocan al individuo en condiciones de resolver en condiciones de resolver en
forma ms econmica los problemas que les presentan ciertas situaciones complejas o variables; en este
sentido el trmino aprendizaje tiene un significado ms amplio que el de la Formacin de Hbitos. Los
progresos alcanzados en el transcurso del aprendizaje son medidos habitualmente a base de la eficiencia
adquirida, esto es, usando como criterio la velocidad con que se trabaja, la ausencia de errores, la
complejidad de la coordinacin alcanzada, la economa de fuerzas con que se trabaja o la perfeccin
formal del producto. (Al.: Lernen; Fr.: 1) y 2) Apprentisswage; 3) Acquisition; I.: Learning.) (Warren).
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Aprendizaje laboral.- La creencia tan arraigada de que el aprendizaje se adquiere en las aulas es el que
le concede gran importancia a las credenciales y certificado acadmicos. A pesar de ello, la investigacin
en el mercado de Recursos Humanos para la bsqueda y seleccin laboral no se gua por ese criterio, sino
por las capacidades e idoneidad del candidato.
El aprendizaje del trabajo implica diversos niveles de anlisis e integracin: a) Construccin de un saber
hacer requeridos en la realizacin de una tarea. Se trata bsicamente de un contenido procedimental. b)
Consideracin de la vida afectiva, eje y fundamento de la dinmica de las relaciones personales y
grupales, lo que incluye, entre otras cosas, temores, ansiedades y conflictos vinculados con la situacin
de aprender un trabajo. c) La estructura socioeconmica que determinan la cultura del trabajo vigente y
las caractersticas del mercado laboral.
El aprendizaje del trabajo comienza en el momento en que el trabajador construye su proyecto de vida
laboral, cuando elige qu hacer y cmo hacerlo. A partir de aqu comienza la bsqueda de empleo. El
aprendizaje del trabajo tiene que ver con lo que Knowls denomin autodireccin, conocimiento de uno
mismo y anlisis autocrtico. Para aprender un trabajo el adulto tiene que tener inters. Segn una

expresin de Dewey para que exista inters tiene que existir un problema que merezca ser solucionado,
que est relacionado con las necesidades del trabajador, y que estn ligadas a la vida cotidiana.
Hernndez Liliana (2002) El aprendizaje laboral.

Enfoque psicoanaltico.- El siguiente material resume algunos puntos de vista sobre el enfoque
psicoanaltico del aprendizaje y los problemas de aprendizaje.
Silvia Bleichmar: Clsicamente, el psicoanlisis consider el trastorno de aprendizaje como una
inhibicin. Para ello parti de la idea de un inconciente ya constitudo desde los orgenes, y de que todo
trastorno relativo a la constitucin psquica era efecto del inconciente y la represin.
Otra versin del mismo Freud refiere que el inconciente no est constitudo desde los orgenes, sino que
es producto o efecto de la relacin con el otro y de la represin. Desde esta perspectiva un problema de
aprendizaje no siempre ser una inhibicin o sntoma, pudiendo tambin ser la expresin de un problema
en la constitucin misma del psiquismo.
El inconciente no est regido por la lgica habitual: no existe la negacin, la duda, la certeza ni la
temporalidad; no hay memoria sino inscripciones que la conciencia podr recuperar mediante la
memoria. Si fuera solamente por el inconciente no habra conocimiento, ni aprendizaje ni problemas de
aprendizaje: estos se entienden desde el sistema preconciente-conciente. El inconciente tampoco es
omnisciente como a veces se dice ("si se levanta la represin el sujeto va a saber", etc.). El inconciente
no 'sabe' nada.
En el inconciente operan representaciones-cosa que estn cerradas a todo referente o comunicacin con
el otro: no hay lenguaje (es lo histrico-vivencial, segn Freud).En el preconciente-conciente est la
posibilidad de establecer comunicacin con el semejante o de apropiarse de objetos externos. All
encontramos retranscripciones, resimbolizaciones.
Debemos diferenciar dos tipos de problemas en la adquisicin de la inteligencia: aquellos que se
producen cuando ya est constitudo el aparato psquico y el proceso secundario (son las inhibiciones
como efectos de un sntoma), y aquellos que se producen como resultado de un problema en la
constitucin misma del aparato psquico en su totalidad, que ocurre alrededor de los 5 o 6 aos.
Un ejemplo del primer caso es una nia que haba constitudo la lgica del proceso secundario, pero que
su problema para escribir tena que ver con que su padre haba sido echado por 'escribir' cosas
peligrosas, y la nica manera de preservarse era entonces no escribiendo.
Un ejemplo del segundo caso es un nio donde aparecen complejos engarces del proceso primario con el
secundario. Al preguntarle "qu ests haciendo? " contestaba "pintar", o sea, en infinitivo, no deca
"pinto", haba una ausencia de sujeto e imposibilidad de manejar los tiempos verbales. El chico no haba
plasmado la temporalidad, la negacin, la identidad.
No es sostenible, por ltimo, el causalismo lineal del tipo "a este nio le pasa esto... porque la madre tal
otra". Por ello, debemos diferenciar las condiciones estructurantes de un fenmeno y las determinaciones
estructurales que producen la emergencia sintomal especfica. Es a partir de estas diferencias como
podremos abordar y discriminar trastornos en la constitucin de la inteligencia, o sntomas como
productos inhibitorios.
Emilio Tenti: Mi punto de vista es sociolgico, y el aprendizaje me interesar ac como una variable
dependiente, es decir, dependiente de factores sociales. La sociologa estudia la interaccin maestroalumno en tanto se da en un contexto institucional que la define. Antiguamente por ejemplo, no haba un
lugar fsico especial para ensear y aprender, pero hoy s (hay aulas, escuelas), as como nuevos roles
especializados como el de profesor, etc.
Si bien determinantes del rendimiento escolar son educacin paterna, ingresos, tipo de vivienda, etc.,
hay otra dimensin menos analizada y que permite dar cuenta de desigualdades en el aprendizaje y
explicar por qu variables socioeconmicas como las indicadas producen desiguales rendimientos.
Ello se debe a que los sujetos hacen diferentes interpretaciones acerca de esas cosas sociales. Por
ejemplo, para estudiar el impacto de la clase social sobre el aprendizaje se toma en cuenta no slo la
clase social misma sino la percepcin que tienen los maestros de la clase social de sus alumnos. Tambin
interpretan o significan de diferente forma sus edades, sexos, altura, peso, y dems variables objetivas.
Investigadores norteamericanos ya haban visto la relacin que hay entre las expectativas del maestro y
el rendimiento escolar. Cuando dice "este alumno es burro" el maestro est tambin dando una
expectativa ("le ir mal") y esto influir sobre su rendimiento. As, la tipificacin que hacen los maestros
influir en la interaccin maestro-alumno, y podr tambin influir en los desiguales rendimientos
escolares.
Jos Luis Cao: No creo que haya lugares especficos para educar, como escuelas, etc. En realidad siempre
hay educacin porque el hombre es, adems de sujeto del inconciente, sujeto de la cultura y siempre
est aprendiendo ritos y asimilando creencias de su cultura o sociedad. Tales creencias y rituales son
propios de cada cultura, son siempre significantes que tienen un sentido, aunque a la gente de otra
cultura le parezcan absurdos.
Las culturas tambin tienen sus utopas (como los ensueos de igualdad, libertad, justicia, etc), que son
proyectos que no se plantean en trminos de cambios graduales en funcin de metas posibles.

Las utopas pueden ubicarse en un pasado remoto y en un futuro lejano, y no son siempre
compensaciones a desgracias cotidianas, sino tambin planteos ticos, propuestas ideales que hace una
sociedad. La "Repblica" de Platn es una utopa poltica, y el "Emilio" de Rousseau es una utopa
pedaggica.
En rigor el hombre est siempre entre "El porvenir de una ilusin" y "El malestar en la cultura", o sea,
planteando utopas y despus desengandose con el malestar que encuentra en las propias instituciones
en las que crey encontrar bienestar (ya que la mayora de las utopas intentan transformar el hombre
natural en hombre social).
La utopa plantea un ideal, y en las utopas pedaggicas est en juego precisamente el ideal que los
alumnos transfieren sobre los maestros, as como los ideales que stos buscan en los alumnos.
Jos Antonio Castorina: El aprendizaje en una perspectiva interdisciplinaria aparece como un fenmeno
complejo donde incide lo neurofisiolgico, lo psquico, lo social, y es abordado desde la psiconeurologa,
la psicologa gentica, el psicoanlisis, la sociologa de la educacin, la psicologa institucional, etc.
Mencionemos finalmente algunas opiniones sobre el estado actual de la investigacin interdisciplinaria en
los problemas de aprendizaje. Respecto de sus mecanismos ms generales, no parece haber experiencias
interdisciplinarias, pero s esfuerzos multidisciplinarios rescatables. Respecto de problemas ms
especficos, se han abordado cuestiones como los trastornos del aprendizaje en la institucin escolar, los
fracasos escolares, y el proceso de enseanza - aprendizaje.
Respecto de este ltimo, por ejemplo, se ha analizado el deseo como fundante del aprendizaje, el
contrato didctico que vincula al alumno con el maestro y el saber, etc. Valioso es el aporte de G.
Sacristn, al mostrar el desarrollo independiente de las teoras del aprendizaje y las teoras de la
enseanza, los intentos por reducir unas a otras y la importancia de una realimentacin entre ambas
para generar una fructfera interdisciplinariedad. Esta ltima es an un proyecto, y no una actividad
efectivamente consolidada.
Condensado de: Bleichmar S, Cao J, Tenti E. y Castorina J. (panelistas), Condiciones y determinantes del aprendizaje.
Buenos Aires: Temas de Psicopedagoga, Anuario N 4.

Aprendizaje retardado.- Es aquel aprendizaje donde la extincin se presenta antes que el


condicionamiento, lo que trae como consecuencia que el condicionamiento tarde ms en formarse
(aprendizaje retardado). Si primero castigamos a un nio, haga lo que haga (extincin de la respuesta,
no har nada), y luego cambiamos la situacin y castigamos slo las conductas malas, entonces tardar
mucho ms tiempo en superar la primera etapa donde no responda con ninguna conducta.
Rachlin Howard (1985) Comportamiento y aprendizaje.

Obstculos.- Para Freud y para Piaget, el obstculo del aprendizaje es inconciente. Poco a poco ese
obstculo va luego hacindose conciente, cuando Piaget habla de conciencia del conflicto y Freud de la
aparicin del preconciente, cuando lo inconciente puede unirse a representaciones verbales.
Pichon sintetiza (Epistemologa Convergente) ambos enfoques delimitando el concepto de "normalidad
del obstculo". Hablar de un obstculo epistemolgico en relacin a los mbitos comunitario e
institucional, y de un obstculo epistemoflico que alude a lo psicosocial y psicodinmico.
El obstculo epistemolgico es la dificultad o confusin que se asienta en la produccin del conocimiento
cientfico (por ejemplo, no hay una teora totalizadora para comprender algo, y entonces se lo ve desde
dos lugares disociados, como el mito de ver placer en el juego y sufrimiento en el trabajo).
El obstculo epistemoflico son las trabas producidas por elementos motivacionales que dificultan la
aprehensin del objeto de conocimiento. Mediante una serie de identificaciones, el sujeto que aprende
debe ir identificndose con lo que estudia (el objeto de conocimiento) pero tambin distancindose de l,
no verlo desde sus motivaciones y conflictos porque as lo deforma. Debe buscarse una distancia ptima
en la relacin con el objeto, que supere la identificacin masiva y el excesivo alejamiento.
Condensado de Jaitin (1993) Clnica grupal en nios.

APTITUD
Definicin.- Capacidad para aprender a realizar una tarea o habilidad particular. Tradicionalmente, se
pensaba que la aptitud dependa ms del potencial innato que de la experiencia y la prctica.
Aiken L (2003) Tests psicolgicos y evaluacin. Mxico: Pearson. 11 edicin (pgina 458).

Definicin.- Conjunto de condiciones positivas existentes en el individuo para un ptimo desarrollo del
rendimiento acadmico y profesional.
Farr Mart J (2000), Diccionario de Psicologa. Madrid, Ocano, pg. 45.

Definicin.- Conjunto de condiciones positivas existentes en el individuo para un ptimo desarrollo del
rendimiento acadmico y de la vida profesional. Se relaciona estrechamente con la complejidad de la vida
real y se orienta hacia determinados valores. El concepto de aptitud no incluye el origen de las
correspondientes caractersticas individuales (adquiridas o congnitas) ni los condicionamientos que

pueden influir entre competencia y capacidad, por un lado, y motivaciones e impulsos, por otro. La
aptitud la componen las caractersticas del comportamiento relativamente duraderas del individuo,
aquellas que se mantendrn en un futuro ms o menos prximo, y que se suponen fundamentales e
incluso <<primarias>>. Respecto a la aptitud profesional, se ha de tener en cuenta la diversificacin real
de las actividades en relacin con las caractersticas de los sujetos, as como la correspondiente
<<multipontencialidad>> de los sujetos respecto a dichas profesiones. / Aptitud social, capacidad de un
individuo para desenvolverse en la vida social y establecer relaciones interpersonales adecuadas. Implica
responsabilidad hacia uno mismo y hacia los dems.
Farr Mart J (1999) Diccionario de psicologa. Barcelona: Ocano.

ARCO REFLEJO
Definicin.- La unidad bsica de la actividad nerviosa integrada en el arco reflejo. Este consta de un
rgano sensitivo, de una neurona aferente, de una o ms sinapsis en una estacin central integradora, de
una neurona eferente y de un efector. En los mamferos, la conexin entre las neuronas aferente y
eferente somticas se halla en el encfalo o en la mdula espinal (pg. 79).
Ganong William (1980) Manual de fisiologa mdica. Mxico: El Manual Moderno. 7 edicin.

ARQUETIPO
Definicin.- 1. Tipo o forma ideal original o principal, prototipo. 2. Formacin fundamental del llamado
<<inconciente colectivo>>, constituido por las fuentes primigenias como fbulas, mitos, leyendas o arte
popular. Los arquetipos son los esquemas bsicos que conforman las actitudes y creencias de alcance
universal. Para C. G. Jung, su origen es primitivo y en ella se sustentan los productos de la fantasa
colectiva, as como tambin muchas de las creencias individuales. Arquetipos como el del padre
(autoridad, proteccin), la madre (amor, reproduccin), el hijo (continuidad, abandono) y el hroe
(superacin, cada-retorno), se consideran universalmente enraizados en el inconciente colectivo
humano.
Farr Mart J (1999) Diccionario de psicologa. Barcelona: Ocano.

Definicin.- En Arquetipos e inconciente colectivo, en la dcada del 30 Jung llega a la conclusin que
tanto los fenmenos fsicos como los psquicos responden a un factor ordenador, no visible pero
sospechado por sus efectos: los arquetipos (Costa, 1997:37).
El factor emocional del arquetipo es lo numinoso, un neologismo de Rudolf Otto que designa las
experiencias provenientes del inconciente que abarcan lo emocional profundo, lo irracional y lo que
fascina por ser misterioso y desconocido (Costa, 1997:45).
Costa Nstor (1997) Sincronicidad y saber absoluto en la teora de Carl Jung. Centro Editor Argentino, Buenos Aires.

Arquetipos y smbolos.- Lo simblico es lo que permite vehiculizar lo arquetpico. Los mitos, las
leyendas, el folklore seran formas de revelar lo arquetpico a travs de lo simblico, que son su
expresin ms acabada (Costa, 2003:80).
Solamente puede accederse a los arquetipos o formaciones arquetpicas a travs de los smbolos, que
operan como vehiculizadores de los contenidos del inconciente colectivo, tambin llamado inconciente
objetivo (Costa, 1997:43).
Una imagen, una figura, una accin no es el arquetipo en s, sino slo lo que se manifiesta de l de una
forma determinada. De ello se deduce que el arquetipo es forma y energa, y as la imagen toma una
forma determinada en funcin de la energa para expresar el arquetipo, o bien puede tambin decirse
que la energa propia del arquetipo otorgas a la imagen la posibilidad de expresarse de cierta forma
(Costa, 2005:71).
El smbolo no solo opera como transformador de la energa psquica, sino que vela y devela conjuntos de
sentidos y significados. El smbolo genera la posibilidad de expresin tanto de los contenidos inconcientes
como concientes. El smbolo no es simple, oculta una realidad compleja, relativamente desconocida, y es
por tanto todo un desafo a la comprensin (Costa, 2005:123).
Costa Nstor (1997) Sincronicidad y saber absoluto en la teora de Carl Jung. Centro Editor Argentino, Buenos Aires.
Costa Nstor (2003) Temas de psicologa junguiana. Centro Editor Argentino. Buenos Aires.
Costa Nstor (2005) Jung: un mundo de imgenes y smbolos. En prensa: Buenos Aires.

Arquetipos e inconciente colectivo.- La conciencia aparece como dependiendo de dos factores: de la


conciencia colectiva o conciencia social, por un lado, y por el otro de los arquetipos del inconciente
colectivo. Estos se subdividen a su vez en dos categoras: la instintiva y la arquetpica. La primera incluye
los impulsos naturales y la segunda aquellos dominantes universales (o imgenes primordiales) que
entran en la conciencia como ideas generales (Costa, 1997:97).
Dice Jung que es el inconciente colectivo donde se encuentran las experiencias ms terribles pero
tambin las ms maravillosas y emocionantes de la humanidad. Forman el sedimento, las huellas

mnmicas de viejsimas experiencias acumuladas en el transcurso de millones de aos (Costa,


2003:79).
Los arquetipos son mas bien formas y contenidos que pertenecen al inconciente colectivo, al alma
humana, imgenes e ideas dotadas de un poderoso contenido emocional, precisamente lo numinoso.
Jung calific como psicoideo la capa ms profunda del inconciente colectivo y sus contenidos los
arquetipos (Costa, 1997:50).
Costa Nstor (1997) Sincronicidad y saber absoluto en la teora de Carl Jung. Centro Editor Argentino, Buenos Aires.
Costa Nstor (2003) Temas de psicologa junguiana. Centro Editor Argentino. Buenos Aires.

Arquetipo del vado.- El arquetipo del vado, por su parte, se prefigura en imgenes de un ro con agua
que corre y que resulta peligroso cruzar. En un sueo podra aparecer como una corriente de agua que
ahoga y angustia, y que lo va arrastrando hasta un borde u orilla que simboliza un lmite sobre lo que
puede hacer (Costa, 2003:50).
El arquetipo del vado puede ser visto tambin como un ritual de pasaje, que algunos investigadores
identifican con el ritual de iniciacin, o pruebas que en la antigedad sometan a los hroes quienes
deban as demostrar su sagacidad y arrojo para superarlas (Costa, 1997:154).
Costa Nstor (1997) Sincronicidad y saber absoluto en la teora de Carl Jung. Centro Editor Argentino, Buenos Aires.
Costa Nstor (2003) Temas de psicologa junguiana. Centro Editor Argentino. Buenos Aires.

Generalidades.- En la obra de Freud, el inconciente designaba el lugar de reunin de contenidos


olvidados y reprimidos. De acuerdo con esto entonces, el inconciente aparece como algo
exclusivamente personal, ya que cada uno reprime los acontecimientos que vivi. A pesar de esto, ya
Freud haba visto el carcter arcaico-mitolgico de lo inconciente, es decir, que trascenda lo
meramente personal.
El inconciente personal de Freud est en un estrato superficial. Ese estrato descansa sobre otro ms
profundo que no se origina en la experiencia ni en la adquisicin personal, sino que es innato, y lo
llamaremos inconciente colectivo. Es universal, idntico en todos los hombres y constituye as el
fundamento anmico de naturaleza suprapersonal.
Los contenidos del inconciente personal son complejos de carga afectiva, mientras que los contenidos
del inconciente colectivo se llaman arquetipos, los cuales se expresan por ejemplo, a travs de los
mitos y las leyendas.
Desde el punto de vista estrictamente psicolgico, el arquetipo es la expresin de un acontecer
psquico, nos acerca algo de la naturaleza del alma. No le basta al hombre primitivo con ver la salida y
la puesta del sol, sino que esta observacin exterior debe tener para l, significado psicolgico, debe
representar el destino de un dios o un hroe, el cual no es ms que una simbolizacin de s mismo.
Jung cita algunos ejemplos para ilustrar que en esta tesis, los arquetipos no son meras descripciones de
acontecimientos externos, sino que reflejan aspectos ntimos, psicolgicos del ser humano como
especie.
Justamente la investigacin de los arquetipos es una puerta para entrar en nuestra propia intimidad, es
un camino de autoconocimiento. Ese s-mismo que es cada uno de nosotros es la sombra, un arquetipo
que aparece frecuentemente en mitos y leyendas, por ejemplo cuando nos miramos en el agua y nos
vemos a nosotros mismos (el mito de Narciso que se haba enamorado de su propia imagen). El
encuentro consigo mismo significa en primer lugar el encuentro con la sombra.
Otro arquetipo muy importante es el nima. No es el nico arquetipo ya que hay otros; el nima
expresa slo una parte de nuestro inconciente, de nuestro ser. Representa concretamente nuestros
aspectos femeninos (seamos hombres o mujeres). Cada sexo lleva dentro de s, en cierta medida, el
otro sexo, pues biolgicamente, solo la mayor cantidad de genes masculinos es lo que decide nuestra
masculinidad. En los mitos y leyendas entonces, el nima aparece representada por figuras femeninas
como sirenas, slfides, etc.
Sin embargo un arquetipo no agota su significacin en un solo significado, sino que sus sentidos son
inagotables: por ejemplo, el nima representa tambin el impulso, la vitalidad.
Otro arquetipo es la figura del anciano sabio que puede adoptar distintas personificaciones, pero su
sentido apunta al saber, a alguien que atraviesa con la luz del sentido las oscuridades caticas de la
vida, alguien que es sabidura viviente.
Todos estos arquetipos se expresan como personajes, pero tambin pueden adquirir forma de
situaciones, lugares, medios, caminos, etc., es decir, debemos concluir que los smbolos no son
estticos, van sufriendo transformaciones y estn dotados de significados inagotables. El juicio
intelectual siempre trata de hacerlos unvocos (de un solo sentido), perdiendo de vista as su riqueza.
Existe el peligro de sucumbir al flujo fascinador del arquetipo. Esto ocurrir probablemente si una no
toma conciencia de las imgenes arquetpicas. Si hay una predisposicin psictica, puede ocurrir que las
figuras arquetpicas -que de todos modos tienen una cierta autonoma- se liberan del control de la
conciencia y alcancen independencia, es decir que produzcan fenmenos de posesin. Es una posesin
por el nima, por ejemplo, el enfermo se transforma por autocastracin en una mujer llamada Mara, o
teme que se le imponga por la violencia algo semejante.

En las neurosis, el arquetipo queda oculto pero desde esa profundidad influye sin embargo sobre la
conciencia. Cuando mediante el anlisis penetramos en el fondo de los fenmenos de la conciencia,
descubrimos all, las mismas figuras arquetpicas que animan los delirios de los psicticos. El elemento
patolgico no consiste en la mera existencia de estas representaciones, sino en la disociacin de la
conciencia, que ya no puede dominar lo inconciente. Por eso cuando hay disociacin, se hace necesaria
la integracin de lo inconciente en la conciencia. A esto ltimo Jung lo llam proceso de individuacin.
Esta integracin no puede hacerse simplemente por la va racional, sino que requiere un mtodo
dialctico, una verdadera discusin.
Resumen de Jung C (1984) Arquetipos e inconciente colectivo. Buenos Aires: Paids. Captulo 1.

Generalidades.- Segn Jung, los arquetipos o imgenes primordiales son formas o imgenes colectivas
que se dan en toda la tierra como elementos constitutivos de los mitos y, al mismo tiempo, como
productos autctonos e individuales de origen inconciente. Son patrones de formacin de smbolos que
se repiten a lo largo de la historia y las culturas, en la humanidad entera, y a travs de ellos buscan
expresin las energas psquicas. Los arquetipos en s mismos son inaccesibles: los llegamos a conocer, y
nunca totalmente, porque se materializan en smbolos concretos. Su carcter primordial no alude solo a
que son muy antiguas en la historia del hombre, sino que pueden generarse en cualquier otro periodo
histrico, incluso en el actual. Los arquetipos no son ideas innatas heredadas tal cual, sino formas,
tendencias, patrones que subyacen a la formacin de smbolos. Ejemplos: el arquetipo del nio milagroso
(por ejemplo Cristo, Hermes, Zeus, etc.), el arquetipo de la madre universal (por ejemplo la madre
naturaleza, la abuela en ciertos indios, o el principio femenino de las religiones orientales), el arquetipo
del hroe, el arquetipo de la conservacin (el fuego eternamente vivo de Herclito o el principio de
conservacin de la fsica), etc. En ciertas ocasiones (por ejemplo en los mitos y los sueos), el individuo
puede sacar a la superficie estos arquetipos
Progoff Ira, La psicologa de Jung y su significacin social, Buenos Aires, Paids, 1967, pg. 93-103.

Generalidades.- Dentro del inconciente colectivo se encuentran, segn Jung, los arquetipos o imgenes
primordiales. Un arquetipo es una forma de pensamiento universal o predisposicin a responder ante el
mundo de ciertas maneras (Jung, 1936). La palabra predisposicin enfatiza potencialidades. Los
arquetipos no pueden ser conocidos o descritos por completo pues nunca entran por entero en la
conciencia. Se nos presentan en forma pictrica, personificada o simbolizada y pueden penetrar en la
conciencia por medio de mitos, sueos, arte, rituales y sntomas. Es til estar en contacto con ellos
porque nos llevan ms all del desarrollo de nuestras potencialidades individuales y nos incorporan en el
proceso csmico eterno. Jung indic (1954): El arquetipo es una especie de predisposicin para producir
una y otra vez las mismas ideas mticas o ideas similares.
Engler Barbara, Introduccin a las teoras de la personalidad. Mxico: McGraw-Hill, pg. 82.

ARTE
El arte y la sistemtica freudiana.- La sistemtica es un punto de vista freudiano, segn el cual un
fenmeno psquico es explicable a partir del aparato psquico (Yo-ello-supery, o Inc-Prec-Co) y a partir
del enfoque econmico y dinmico, donde se coloca al fenmeno en un sistema de fuerzas que circulan y
se oponen.
Freud estudi desde este punto de vista sistemtico, a los fenmenos estticos, diciendo de ellos que el
arte es la forma no obsesional, no neurtica, de la satisfaccin sustituida; el encanto de la creacin
esttica no procede, como en la religin, del retorno de lo reprimido. El anlisis psicoanaltico del arte se
hace difcil, porque all no hay asociaciones libres, ni relacin mdico-paciente. La forma en que procede
Freud, es sobre todo, por analoga, comparando por ejemplo, poesa con sueo, pero esto no llega a ser
suficiente para poder penetrar la creacin esttica en su profundo dinamismo. Ricoeur plantea que se
puede ahondar en este dinamismo, examinando las relaciones entre la tcnica de la obra esttica y el
efecto de placer que produce en el artista y en quien admira la obra: es una forma de exploracin del
deseo. No obstante el psicoanlisis no habr de limitarse a interpretar el arte como un sueo, sino ir ms
all: comprenderlo como producto de la cultura, como manifestacin del hombre, como realidad esttica
y no nica ni simplemente como realidad psquica.
Condensado de Ricoeur P (1975) Hermenutica y psicoanlisis. Buenos Aires: Megpolis.

Interpretacin de la obra de arte segn Jung.- El relato de nuestras fantasas y sueos contiene
siempre, no slo nuestros problemas ms perentorios, sino tambin lo ms doloroso de nuestros
problemas ntimos. Lo mismo ocurre con una obra de teatro, que es como una elaboracin pblica de
complejos. En este captulo cita Jung un ejemplo de Miss Miller, donde aparecen relatados diversos
complejos y problemas ntimos.
Jung da tambin ejemplos del pensamiento no dirigido en base a trozos literarios de Miss Miller. Aborda
entonces aqu una interpretacin psicolgica de esos textos y dice que la interpretacin debe abordar no
solamente lo sexual (o esfera inferior del psiquismo). Es tanto o ms importante tambin el espiritual,

por ejemplo la creacin intelectual, esttica y religin. En el himno al creador aparece el smbolo Dios.
Psicolgicamente, la imagen de Dios es un complejo de representaciones de naturaleza arquetpica: es el
representante de una cierta cantidad de energa (libido) que se presenta proyectada. No es meramente la
imagen paterna, sino el smbolo de lo terrible, de lo omnipotente, de lo amante, etc.
Sigue analizando aqu Jung trozos literarios de Miss Miller, e interpretndolos para descubrir su
significacin inocente. En este caso se trata de una poesa que hizo Miss Miller cuando vio volar una
paloma: la cancin de la palomilla, donde habla de una paloma que quiere alcanzar el sol y se quema las
alas, y de un insecto que quiere la luz inmortal. Esta palomilla es Miss Miller, y el astro, sol o estrella
hacia el cual va es Dios. Dios es el nombre dado a un complejo de representaciones agrupadas alrededor
de un sentimiento muy intenso. Relaciona a Dios con el sol porque los atributos lumnicos e gneos (Luz y
fuego) describen la intensidad de la tonalidad efectiva y son, en consecuencia, expresiones de la energa
psquica que se manifiesta como libido. Segn Jung la libido o energa psquica crea la imagen de dios
aprovechando un modelo arquetpico, y el hombre termina tributando honores divinos a la fuerza anmica
que acta en l. Asimismo, la idea de acercarse dios es un fortalecimiento del individuo frente a la
debilidad e inseguridad en la vida personal.
Condensado de Jung C (1982) Smbolos en transformacin. Buenos Aires: Paids.

Arte y esquizofrenia.- Este estudio pretende identificar las preferencias estticas de pacientes
esquizofrnicos que eligen entre el arte figurativo y el arte abstracto. Este grupo est formado por 60
pacientes diagnosticados de esquizofrenia (n = 60) segn criterios CIE-10. Fueron estudiados mediante
las escalas PANSS, EEAG y CGI y el test MEC-30. Se estudia la relacin de la variable categrica de dos
posibles valores (preferencia por parte de los pacientes entre arte figurativo y abstracto) con cada uno de
los resultados de las diferentes pruebas, que son variables numricas. Para ello se utiliz el anlisis de la
varianza de un factor. Es decir, si el resultado de cada una de las pruebas (PANSS y MEC-30) presenta
diferencias significativas entre si el paciente prefiere arte figurativo o arte abstracto. Despus se realiza
el ANOVA y no se encuentran diferencias significativas. Los hallazgos encontrados ponen de relieve que
las preferencias de eleccin artstica no se ven influidas por el estado clnico ni por el deterioro cognitivo.
Los sujetos tienden a preferir el arte figurativo.
Gonzlez Pablos, E; Prez del Ro, F; Alonso del Teso, F; Sanguino Andrs, R. Preferencias estticas entre el arte
figurativo y el arte abstracto de un grupo de pacientes con esquizofrenia. ANALES DE PSIQUIATRA. 2008 JUN;24(3)

ASCETISMO
El ascetismo de la pubertad.- Alternando con los excesos instintivos, las irrupciones del ello y otras
actitudes aparentemente contradictorias, en el adolescente siempre podemos observar un antagonismo
frente a los instintos, cuya magnitud sobrepasa en mucho la habitual en la represin instintiva de la vida
normal y en las condiciones ms o menos graves de las neurosis. En la modalidad y extensin de sus
manifestaciones este ascetismo no se asemeja tanto al de las neurosis declarada, cuanto a la actitud
frente a los instintos propia de ciertos fanticos religiosos (Freud A, 1979:169).
Freud Anna (1979), El yo y los mecanismos de defensa. Buenos Aires: Paids.

ASERTIVIDAD
Definicin.- Es la capacidad para expresar sentimientos, ideas, opiniones, creencias, en situaciones
interpersonales, de manera efectiva, directa, honesta y apropiada, sin que se genere agresividad o
ansiedad.

Da Dalt E y Difabio H, Aservidad y su relacin con los estilos educativos familiares. Buenos Aires, Revista de Psicologa
y Ciencias Afines, Volumen 19, Nmero 2, pgina 119.

Definicin.- Habitualmente se entiende por asertividad la disposicin a emprender y a hacer algo que
sea beneficioso para la persona o los dems, o bien a participar activa y entusiasmadamente de
cualquier tarea. Implica entre otras cosas asumir una actitud "positiva", de "querer hacer algo" con
ganas, buen nimo y disposicin. Algunos tests miden, entre otras cosas, la asertividad, y dan su propia
definicin operacional sobre este constructo. Por ejemplo, el NEO PI-R (un Inventario de Personalidad),
describe la personalidad asertiva como un sujeto dominante, animoso y socialmente destacado que
habla sin titubeos y a menudo se convierte en lder (en oposicin a quien prefiere permanecer en la
sombra y dejar hablar a los dems).
Cazau P (2002), Vocabulario de Psicologa. Buenos Aires: Redpsicologa.

Definicin.- Alberti y Emmons (1970) definen la conducta asertiva como la que permite a la persona
actuar con su mejor inters, levantarse por s mismo sin sentimientos de ansiedad indebidos, expresar
sentimientos honestos de comodidad y ejercer sus derechos sin negar los de otros (pg. 269).
Striegel-Moore R y Slaikeu K, (1993) Glosario de tcnicas de terapia en crisis. Incluido en Slaikeu K, Intervencin en
crisis. Mxico: El Manual Moderno.

ASOCIACIN
Definicin.- Ligazn entre dos o ms elementos psquicos, cuya serie constituye una cadena asociativa.
En filosofa, Aristteles y el empirismo ingls hablaron de asociacin en funcin de conexiones de
semejanza, contigidad y causa-efecto. En psicologa, el concepto es retomado por el asociacionismo (por
ejemplo Wundt, Pavlov, Watson), y, dentro de un contexto ms holstico, por la teora de la Gestalt. El
psicoanlisis habla tambin de esta idea en trminos de asociacin libre.
Cazau Pablo (2002) Vocabulario de psicologa. Buenos Aires: Redpsicologa.

Definicin.- 1. Cuando determinadas imgenes estuvieron simultneamente y en sucesin prxima en


la conciencia, la presencia de la vivencia de una suscita, segn ciertas leyes, a la otra, y otras imgenes.
La mayor parte de los psiclogos modernos juzg este proceso de ndole puramente mecnica, material,
considerando la asociacin, al igual que toda la conciencia, como una conexin de elementos de los
cuales uno provoca mecnicamente a otro. Dice Gemelli: La unidad era la neurona; la unidad elemental
del mundo psquico era la imagen; cada una de esas imgenes tena su sede en una neurona. Las
nuevas investigaciones de Ach, Messer, Marbe, Michotte, Lindworsky, etc. Han dejado de lado esta
concepcin mecanicista que los asociacionistas haban puesto de moda y segn la cual la conciencia era
como un mosaico, rgido y mecnico de elementos unidos en un conjunto por sexos asociativos. Son
Head, Goldstein, Grnbaum, Bianchi y Piern, los que se ocuparon de los dinamismos de la memoria de
la afasia, y de la asociacin misma. Ebbinghaus encontr diferentes formas de asociacin fuera de la
principal, de la directa. Hay asociaciones secundarias, de saldos, regresivas de psicosis, en la
formacin de las cuales intervienen otros factores, en primer lugar, afectividad, lo subconsciente, etc. La
base de las asociaciones es una disposicin compuesta de un elemento material y otro psquico. La
excitacin ligada a la imagen primera por disposicin psquica llega a la imagen asociada. 2. La psicologa
de Gestalt sostienen que hay dentro de la estructura relaciones asociativas, sin negar la presencia de las
relaciones mecnicas.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Definicin.- La asociacin de las ideas es el mecanismo que relaciona, conecta y encadena las ideas y
representaciones mentales. Es el primer paso importante hacia la elaboracin del pensamiento. La
asociacin de ideas tiene lugar en virtud de ciertas leyes asociativas: contiguidad espacial, y temporal,
semejanza externa e interna, y contraste (Betta, 1984:136).
Betta Juan (1984) Manual de Psiquiatra. Buenos Aires: CEA, Octava edicin.

Psicopatologa.- La asociacin de ideas presenta dos tipos de alteracin: del ritmo y de la coherencia.
1) Alteraciones del ritmo: a) Ritmo normal: Debe tenerse en cuenta como punto de referencia. Es el que
permite seguir el curso de un pensamiento elaborado en forma lgica formal. Las variantes dependen del
tempo psquico de cada uno. b) Ritmo acelerado: Por aceleracin del tempo psquico. Asociaciones
rpidas y fugaces. Fuga de las ideas. c) Ritmo retardado: Por retardo del tempo psquico disminuyen las
asociaciones en la unidad del tiempo Hay entorpecimiento y dificultad para hallar los trminos que han de
formar la cadena asociativa. 2) Alteraciones de la coherencia: La coherencia normal se perturba cuando
se debilitan la concentracin psquica y la atencin. Se enturbia la lucidez de la conciencia y se
descontrola la actividad psquica, no se asocia con las leyes lgicas normales y se cae en la incoherencia
asociativa (Betta, 1984:137).
Betta Juan (1984) Manual de Psiquiatra. Buenos Aires: CEA, Octava edicin.

Asociacin libre.- Las pruebas de asociacin libre se utilizan como exploraciones proyectivas al servicio
de la clnica o de la investigacin, desde que fueran utilizadas por Jung y luego por psiclogos cognitivos,
entre otros. Por ejemplo, puede utilizarse para investigar cul es la representacin que tienen los
adolescentes sobre el sexo. Adems de pedirles que digan diez palabras que asocien con sexo,
convendr tambin luego pedirles que las ordenen segn su importancia. Tambin sera interesante
comparar las respuestas entre adolescentes varones y mujeres, adolescentes con y sin instruccin
escolar, adolescentes de diferentes estratos sociales y adolescentes en diferentes edades. Tambin,
puede ser interesante clasificar las respuestas en trminos de las expectativas que despierta la palabra
sexo. Por ejemplo: positivas si relacionan sexo con placer, y negativas si lo relacionan con
enfermedades.
Cazau P (2002) Vocabulario de Psicologa. Buenos Aires, Redpsicologa.

ASOCIACIONISMO
Definicin.- 1. Este concepto filosfico de Hume (contigidad, semejanza, causalidad) se aplica en la
psicologa pura denominndose asociacionismo psicolgico. 2. (G.) En la psicologa estructurada le dan
una importancia especial amplindolo con otros elementos: frecuencia, simultaneidad, etc. 3. El

asociacionismo hace de las leyes de la asociacin el principio de toda vida psquica cuyos nicos
elementos eran las sensaciones. Esta opinin destruira el valor universal de los principios lgicos y
metafsicos, base de toda ciencia. El enlace lgico se distingue de la asociacin en que aqul tiene como
fundamento la inteligencia de la conexin entre los significados, lo cual no ocurre en la asociacin. Otros
reconocan elementos psquicos superiores, pero vean en la asociacin la nica causa de la presencia de
nuevos elementos en la conciencia. En tal caso no sera posible dominar a voluntad los pensamientos. En
realidad la asociacin hace que aparezcan nuevos elementos, pero la voluntad los conserva o los rechaza
gobernando as el curso del pensamiento en el estado de vigilia.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Definicin.- Doctrina psicolgica que considera que la realidad psquica puede reducirse a elementos
ltimos que, al asociarse entre s, generan elementos mentales ms complejos. Por ejemplo, a partir de
los datos primarios de los sentidos se edifican los recuerdos, los juicios de la inteligencia, etc. El
asociacionismo est muy emparentado con la doctrina filosfica del atomismo, para la cual la realidad se
reduce a elementos ltimos indivisibles llamados tomos.
Cazau Pablo. Buenos Aires, 1989.

Generalidades.- El asociacionismo o psicologa de la asociacin se funda en las leyes de la asociacin


mental (semejanza y contigidad) de Aristteles. Hartley (1705-1757) inicia esta corriente postulando
que la base de la vida mental es fisiolgica, pues est en las sensaciones, las cuales a su vez resultan de
las vibraciones nerviosas que se vinculan entre s asocindose por contigidad.
Ms extremista ser J. Mill (1773-1836), para quien las ideas complejas se explican por adicin de ideas
simples, de modo que la suma de sensaciones da lugar a una idea compleja. Su hijo J. Stuart Mill (18061873) transforma esta aditividad en una qumica mental: las ideas simples se fusionan entre s perdiendo
cada una su identidad original, y forman ideas complejas. Dicha fusin se da por asociacin, la cual
cumple entonces el papel de catalizador. Por eso el sujeto percibe una idea compleja como si fuera
simple, porque sus elementos perdieron identidad al fusionarse: la idea flor es compleja pero captada
como simple, pues se fusionaron color, forma, perfume, textura, etc.
Bain (18181-1903), que funda la primera revista psicolgica, ampla las leyes de la asociacin al
especificar los distintos tipos de semejanza y contigidad que puede haber. Adems, sintetiza las ideas
de aditividad de Mill y de fusin de Stuart Mill, reunindolas bajo el concepto de creatividad. La
creatividad es el principio general de la actividad mental por el cual las ideas complejas surgen de la
adicin y de la fusin o generacin de ideas simples. Agrega adems la idea de que las asociaciones
tienen una determinada fuerza segn qu consecuencias tengan para el sujeto: las asociaciones sern
ms fuertes cuanto ms positivas sean para el sujeto las consecuencias posteriores. Esto es un
antecedente de la ley del efecto de Thorndike y del refuerzo de Skinner.
Condensado de Kauffman Mara del Pilar C, Historia de la psicologa. Clases dictadas en la Ctedra de Historia de la
Psicologa, Facultad de Psicologa, Universidad de Belgrano. Buenos Aires, 1986.

ATENCIN
Definicin.- La atencin es un concepto terico que engloba, a su vez, tres conceptos derivados de las
investigaciones psicofisiolgicas: 1) La alerta, respuesta comportamental fisiolgica a la entrada de
estmulos o bien receptividad incrementada a stos. 2) La atencin como efecto selectivo, subsidiario del
primero, respecto de la categorizacin de los estmulos. 3) La activacin (o intencin) como una
preparacin o disposicin psicolgica (o cognitiva) para la accin.
Vallejo Ruiloba J y otros, Introduccin a la psicopatologa y la psiquiatra, Masson, Barcelona, 1999, 4 edicin, pg
159.

Definicin y caractersticas generales.- La atencin es una actitud mental mediante la cual es


posible concentrar la actividad psquica sobre un objetivo, que pasa a ocupar el punto de mayor
concentracin en la conciencia.
1) Debe tenerse en cuenta el concepto de unidad e indivisibilidad de la psique. Totalidad cuyo
funcionalismo se evidencia por variadas formas de expresin de la actividad psquica.
2) La atencin es una modalidad de dicha actividad, que entra en juego por toda suerte de
elaboraciones mentales y la estimulacin externa e interna.
3) Poner o prestar atencin, cuando se coloca el objetivo en el punto de mayor concentracin de la
conciencia. Prueba de que la atencin no es una funcin sino una actitud.
4) Todas las manifestaciones psquicas estn ntimamente ligadas; atender es percibir, percibir es
comprender; para esto es necesaria la actividad de todo el mecanismo de pensar.
5) La atencin es inseparable de lo afectivo, se atiende con mayor solicitud lo que ms interesa. La
atencin es movida por el mecanismo afectivo bajo la forma de inters. La atencin espontnea es
atrada por lo que interesa y agrada a cada uno. La voluntaria obliga a reparar tanto en las cosas
agradables como en las desagradables.

6) La voluntad participa en gran escala en el acto de atender. La atencin aumenta la claridad del
objetivo sobre el que se fija voluntariamente
7) La atencin mantiene a la personalidad en estado de alerta, para su perfecta adaptacin a los
mundos externo e interno (Betta, 1984:65).
Otros aspectos a considerar en la psicologa de la atencin son los siguientes (Betta, 1984:67):
Efectos de la
atencin
Intensidad de la
atencin
Fatigabilidad de
la atencin
Concentracin y
dispersin

Formas o tipos
de atencin

Factores
estimulantes
atencin
Extensin de la
atencin

1) Aumenta la claridad del objetivo. 2) Limita la actividad intelectual al reducir el


campo de la conciencia. 3) Favorece la memoria estimulando la fijacin. 4) La
concentracin atentiva es el primer paso hacia las elaboraciones psquicas.
Tambin llamada agudeza de la atencin. Cantidad de energas que se vuelcan en el
acto de atender. Depende de circunstancias fisiolgicas: fatiga nerviosa y muscular;
accin de estimulantes: caf, alcohol; de circunstancias patolgicas: debilitacin o
insuficiencia psquica.
Segn el vigor psquico: unas personas son ms fatigables que otras. En condiciones
normales, es ms fatigable por la noche y por la persistencia del mismo estmulo. En
condiciones patolgicas: fatigable en todos los estados deficitarios.
El grado de concentracin: depende de la energa y dedicacin que la psique le
dispensa. La concentracin atentiva produce la tensin de diversos grupos
musculares y la adopcin de actitudes determinadas.
Desviacin de la atencin: cuando es atrada por otro estmulo que acapara la
conciencia, continuando en forma automtica la ejecucin del acto que primero lo
requiri
Distraccin de la atencin: cuando en estado de laxitud extrema, el individuo no
ordena el curso de sus ideas y no repara en los estmulos, la atencin es dispersa.
Siguiendo a Ribot: 1) Atencin espontnea (fisiolgica, automtica, refleja o
reactiva); 2) Atencin voluntaria (dirigida o psicolgica). Son dos aspectos
diferentes de la atencin. La espontnea es la forma ms natural y simple; llamada
refleja o sensorial, pues es requerida por toda la estimulacin externa e interna. La
voluntaria constituye un grado ms intenso y avanzado; la voluntad lleva a la
concentracin psquica sostenida sobre un objetivo.
1) El estmulo debe tener: una intensidad suficiente, que impresione los centros
sensoriales. 2) Una magnitud determinada. 3) La repeticin del estmulo atrae la
atencin. 4) Su desaparicin la activa. 5) La novedad, la variedad y la rareza de
los estmulos atrae la atencin.
Se entiende por extensin de la atencin a la amplitud del campo de atencin,
medido por el nmero de unidades de percepcin en la unidad de tiempo (de 4 a 5).

Betta Juan (1984) Manual de Psiquiatra. Buenos Aires: CEA, Octava edicin.

Psicopatologa de la atencin.- Las perturbaciones son esencialmente de orden cuantitativo; la


capacidad de atencin se halla supeditada a la cantidad de energa psquica que se le dispense. Dichas
perturbaciones son: aprosexia, hipoprosexia, hiperprosexia y paraprosexia.
El estado de la atencin en los diferentes sndromes mentales es el siguiente: 1) Sndrome de excitacin
psicomotriz: atencin muy inestable, constantemente mvil. Existe paraprosexia; la atencin del manaco
es casi exclusivamente espontnea. Capta mayor tipo de unidades en la unidad del tiempo, Superficial y
con muchos errores. Atencin voluntaria difcil. 2) Sndrome de depresin psicomotriz y 3) Sndrome
delirante: existe aparente hipoprosexia con respecto a sus conexiones con el mundo externo. Desde el
punto de vista de su introversin, hay intensa vida interior; captacin de estmulos endgenos y estados
reflexivos. Atencin variable. Generalmente normal. En los delirios interpretativos hay marcada
hiperprosexia, que llega a los estados reflexivos y su meditacin. Atencin activa en los alucinados. 4)
Sndrome esquizofrnico: en general hipoprosexia; es posible activarla por la estimulacin. Al comienzo la
atencin est introvertida, atrada por los trastornos cenestsicos graves, sentimiento de transformacin
de la personalidad y despersonalizacin. 5) Sndrome confusional: marcada hipoprosexia por la
suspensin ms o menos intensa de la actividad psquica. Se debe al embotamiento del sensorio, que no
capta los estmulos. La hipoprosexia vara con el grado de la obnubilacin. 6) Sndrome demencial: Se
observan diversos grados de hipoprosexia en relacin con el grado de la debilitacin. En los estados
avanzados hay gran fatigabilidad y en grados extremos se llega a la aprosexia. 7) Sndrome
frenastnico: diferentes grados de hipoprosexia de acuerdo al grado de la insuficiencia. En los dbiles
mentales suele haber buena atencin, sobre todo en los fronterizos (Betta, 1984:67).
Betta Juan (1984) Manual de Psiquiatra. Buenos Aires: CEA, Octava edicin.

Alteraciones de la atencin.- Algunas alteraciones de la atencin son las siguientes: 1) Fatigabilidad


de la atencin: modificacin producida por el efecto de mantener la atencin, acompaada por escasos
rendimientos y abundancia de errores; 2) Indiferencia atencional: "Trmino clsico que designa una

considerable falta de atencin para interesarse por los acontecimientos, siendo ineficaces los estmulos
que despiertan inters en situaciones normales"; 3) Perplejidad atencional: "Alteracin cualitativa de la
atencin que se caracteriza porque el sujeto no logra la sntesis del contenido de la atencin, careciendo
de la concreta significacin de los fenmenos y sus efectivas relaciones, de suerte que no acierta a
comprender sus actos y las circunstancias que le rodean". Vase tambin aprosexia.
Belloch A y otros, Manual de Psicopatologa, Volumen I, Madrid, McGraw-Hill, 1995, pg. 183.

Definicin.- 1. Aplicacin selectiva de la conciencia sobre un elemento determinado, que queda


destacado en el campo mental. Aplicada a hechos exteriores, recibe el nombre de observacin, y a
estados de conciencia, reflexin. En la filobiologa de Burrow: atencin partitiva, 1) porque escoge un
elemento o prrafo parcial de un objeto que habr de constituir su signo o smbolo, y 2) porque el
proceso de atencin se ve entonces invariablemente envuelto en elementos afectivos secundarios,
extraos, que tendern ya a reencaminar el sentimiento bsico del hombre, ya a separarlo de los canales
enfticos de activacin primarios del organismo. Las funciones especiales de la atencin son: a) enfocar
determinadas partes de una experiencia; b) la adaptacin del aparato sensorial que facilita la excitacin
ptima de determinado estmulo o complejo de estmulos, rechazando al mismo tiempo la accin de
todos los dems; c) concentracin de la mente. Se consideran dos tipos de atencin: 1) primaria:
espontnea, pasiva, automtica o reflejada; 2) secundaria: activa o voluntaria.
2. Es un modo de responsabilizarse, de hacerse cargo. Atendemos nuestra persona. Atendemos lo que
nos rodea. Atender es un estilo de vida. Estar alerta es una manera de sentir la vida, de discriminar y
de darse cuenta. Castaneda habla de la atencin como una de las cuatro armas imprescindibles en el
camino del guerrero (el camino de los hombres de conocimiento, los Cristos y los Budas que
marcaron derroteros a la humanidad). De ah que Huxley, en La isla, haga decir entre otras cosas a sus
mirlos: Atencin a la atencin! Esto significa atencin al estilo de vida que elegiste, atencin a tu
compromiso de hacerte responsable.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Generalidades.- Un ingenioso experimento, realizado por investigadores del University College de


Londres, en el Reino Unido, y del Instituto de Tecnologa de Pasadena, en California (EEUU) demuestra
-segn un artculo que publica la revista Science- que la informacin que procesa el cerebro es tan slo
aquella a la cual las personas prestamos atencin.
Es decir, no siempre lo que se ve se procesa y los despistes no son sino una falta de atencin. El
experimento combina series de imgenes, palabras reconocibles y letras sin sentido con imgenes de
resonancia magntica funcional para ver si el cerebro procesa la informacin que est a la vista directa
de la persona, pero que no ocupa su atencin, segn informa Europa Press. Los resultados indican que no
se procesa informacin cuando no prestamos atencin, lo que significa que la mente es realmente ciega
ms que olvidadiza.
El cerebro no procesa aquello que ve sin prestar atencin. Copyright 2000 Psycologia.com

Generalidades.- Williams James ya defina la atencin como la toma de posesin por la mente, de un
modo claro y vvido, de uno entre varios objetos o cadenas de pensamientos simultneamente posibles.
Es mi experiencia conciente de lo que yo decido atender.
Hoy se entiende que la mente abarca dos grandes partes: el sistema de procesamiento de la informacin
y el sistema atencional: este ltimo seleccionara la informacin para controlar el procesamiento y
alcanzar las metas del organismo.
La atencin como constructo psicolgico.- Como constructo, es una etiqueta para nombrar un conjunto
de problemas relacionados con la definicin habitual de atencin. Esta es una actividad interna
relacionada con la intencionalidad, la toma de decisiones y la planificacin de acciones.
El problema del homnculo.- No debe confundirse la atencin con el yo o sujeto. No es un pequeo
hombrecito que nos susurra la informacin que debemos seleccionar.
Problemtica atencional y teora atencional.- Segn Tudela, la problemtica atencional denota un uso
descriptivo del concepto atencin, mientras que la teora atencional denota un uso explicativo que invoca
un mecanismo hipottico subyacente a la problemtica atencional.
Selectividad atencional, limitacin de capacidad y prioridad de procesamiento.- Muchos autores definen
la atencin bajo el supuesto de la limitacin de la mente, cuando dicen que es el proceso mental que,
cuando nos enfrentamos a una situacin con mltiples estmulos equipotenciales, permite seleccionar
uno de ellos para guiar la conducta.
Estas capacidades limitadas corresponderan a la percepcin (que actuara como un acto de unir
diferentes estmulos para identificar un objeto: color, forma, tamao, etc), a los sistemas de memoria
(solo se puede retener cierta informacin durante determinado tiempo), y a los sistemas de respuesta
(no pueden hacerse dos cosas la mismo tiempo).
Sin embargo, hay aspectos de la atencin que escapan a la idea de limitaciones de capacidad, ya que la
atencin funciona an cuando los estmulos son muy simples y no requieren sobrecarga y capacidades
limitadas.

De acuerdo a Van der Heijden, as, la atencin es una fuerza interna que establece prioridades en el
procesamiento de la informacin, justamente para proteger al sistema de una sobrecarga.
Ms genricamente, Tudela define atencin como un mecanismo central cognitivo cuya funcin principal
es controlar y ordenar la actividad conciente del organismo de acuerdo a un objetivo determinado.
Naturaleza no unitaria del sistema atencional.- Posner encontr evidencia de la existencia de al menos
dos redes atencionales subordinadas entre s: el ejecutivo central o atencin interior, y la atencin
espacial, exterior o sensorial. En otras palabras, atencin para la introspeccin y atencin para la
observacin, respectivamente.
La atencin espacial.- Para estudiar la atencin exterior espacial Posner dise un experimento llamado
tarea de costos y beneficios.
La persona debe fijar su vista en un punto en el centro de la pantalla donde aparecer una flecha, la cual
puede apuntar hacia la izquierda, hacia la derecha o ser una doble flecha, que indican la direccin ms
probable de la aparicin de un estmulo. Luego de unos milisegundos, aparece el estmulo (llamado
objetivo), y el sujeto debe indicar que lo ha visto (por ejemplo apretando una tecla). Si el objetivo
aparece en la direccin de la flecha, el ensayo es vlido, y si aparece en el lado opuesto, es invlido. La
doble flecha ofrece una lnea de base para calcular los efectos atencionales.
Ensayo vlido (beneficios)
Ensayo invlido (costos)

Estmulo
------------

-----------Estmulo

Los efectos atencionales en esta tarea pueden ser: beneficios (en los ensayos vlidos), consistentes en
un menor tiempo de reaccin (o errores) frente a la condicin neutra de doble flecha, o costos (en los
invlidos), consistentes en un mayor tiempo de reaccin (o errores) que en la condicin neutra.
Hay atencin abierta cuando coinciden la mirada y la atencin, o sea, el sujeto fija su vista sobre el lugar
que atiende. Sin embargo, mirar y atender pueden disociarse, fenmeno llamado atencin encubierta,
como cuando alguien simula mirar algo pero est atendiendo otra cosa. El experimento de beneficios y
costos permite estudiar esta ltima.
Se conoce como asincrona de comienzo de los estmulos el intervalo temporal entre la aparicin de la
flecha y la aparicin del estmulo objetivo. Manipulando esta variable independiente podemos estudiar el
curso temporal del cambio atencional.
La seal espacial que orienta la atencin puede ser central, cuando el smbolo se presenta en la fvea y
proporciona informacin sobre el lugar a atender (ejemplo una flecha). O puede ser perifrica, cuando el
smbolo ocurre en la periferia visual, como un movimiento o cambio de intensidad luminosa donde
aparecer el estmulo objetivo.
Ambos tipos de seal se asocian a dos modos de control de la orientacin atencional: endgeno o bajo
control del sujeto, y exgeno o bajo control del estmulo.
De estos estudios se concluye que puede entenderse la atencin espacial como un foco de linterna,
cuyas ideas centrales son: a) La atencin visual selecciona una regin del campo visual, regin que es de
tamao fijo. b) Cualquier estmulo dentro de dicha regin ver facilitado su procesamiento, no
importando si el sujeto espera que en dicha regin aparezca o no el estmulo. c) No se puede atender a
la vez a dos regiones contiguas.. d) Si el foco es nico y de tamao fijo, solo hay un modo de atender a
dos posiciones espaciales no contiguas: en sucesin, mediante un desplazamiento del foco desde su
posicin actual a la nueva.
Estos estudios permiten explicar el llamado Reflejo de Orientacin Espacial como una manifestacin
descubierta de un movimiento encubierto de la atencin espacial exgena.
El ejecutivo central.- Ubicado en reas cerebrales anteriores, acta cuando deben sobreimponerse a
acciones automticas, buscar respuestas nuevas o planificar acciones y tomar decisiones. Tiene una
capacidad limitada y funciona de manera unitaria.
Ejecutivo central y control.- El hombre, adems de actos voluntarios, posee respuestas automticas,
reactivas. Por ejemplo, no se puede evitar leer una palabra (se produce interferencia cuando el sujeto
est frente a la palabra azul escrita en tinta verde: tarda ms en responder de qu color es la tinta). En
estos casos el ejecutivo central busca sobreimponerse a las respuestas automticas. Pacientes con
lesiones frontales han perdido el control voluntario sobre sus actos, actuando automticamente.
Ejecutivo central y conciencia.- La conciencia es un dispositivo la aumentar la probabilidad de sobrevivir,
pues selecciona la informacin y tiene capacidad limitada para inducirnos a la accin.
No hay mucha relacin entre conciencia y atencin (tenemos poca conciencia de guiar nuestros ojos a la
localizacin de objetos), pero s entre conciencia y Ejecutivo Central (tenemos conciencia de nuestros
fines).
Atencin y emocin: la inteligencia emocional.- La limitada capacidad de la conciencia tiene relacin con
nuestra capacidad o incapacidad para ser racionales.
La inteligencia emocional se refiere al conocimiento de nuestras emociones, la capacidad para
controlarlas, la capacidad de automotivarse, el reconocimiento de emociones ajenas y al control de las
relaciones.

El principal componente del ejecutivo central es la inteligencia, y tiene tambin relacin con las
emociones. Cuando se atiende a un estmulo, cesan momentneamente las emociones. En situaciones de
alerta se produce este fenmeno, llamado de limpieza de conciencia, que evita la interferencia de
emociones negativas cuando se realiza una tarea con gusto.
Experimentos han mostrado que un sujeto ansioso tarda ms en responder a estmulos que generan
miedo, es decir, encuentra problemas en atender y emocionarse al mismo tiempo. El miedo controla la
atencin y perturba la eficacia de la tarea.
Conclusiones.- La atencin no es unitaria, pues tiene al menos dos componentes: la atencin espacial y
el ejecutivo central. La primera permite observar el entorno, y se estudi mediante el experimento de
costos y beneficios. La atencin espacial da prioridad al procesamiento de la informacin contenida en el
foco de la linterna. Por otro lado, el ejecutivo central permite la introspeccin y el control de la accin.
Est ubicado en el lbulo frontal y tiene relacin directa con la conciencia y el aprendizaje. Sus
relaciones con la emocin podran ser el ncleo de la inteligencia emocional. Resumen: P. Cazau
Resumen de Torres S y colaboradores, Procesos psicolgicos bsicos. Captulo 1.

Atencin y esquizofrenia.- Los dficits de atencin contribuyen significativamente a la imagen clnica


de la incapacidad funcional que se ha observado en la esquizofrenia, pero no hay un consenso sobre si
esta funcin cognitiva puede ser fraccionada para permitir una mejor descripcin del dao. Examinamos
quince pacientes con esquizofrenia crnica y 15 controles usando pares de tareas designadas para medir
cuatro aspectos hipotticos del control de la atencin: la habilidad de focalizar la atencin, de resistir a la
distraccin, de cambiar la atencin, y de dividir la atencin. El grupo con esquizofrenia mostr una
significativamente mejor precisin en la tarea de repeticin con un lapso de un dgito cuando un box
simultneo y se cruzaba en la tarea y era agregado (condicin de atencin dividida). A pesar de que el
grupo de pacientes mostr una menor ejecucin a lo largo de casi todas las tareas, no fueron
desproporcionadamente afectadas durante las condiciones de las tareas asumidas como demandantes de
una atencin mayor. Estos resultados sugieren que los aspectos de atencin y de funcin ejecutiva de
este estudio no estn significativamente afectados por la esquizofrenia e indican la necesidad de una
mayor concrecin del dao usualmente observado en la utilizacin de los tests convencionales de
atencin en pacientes con esquizofrenia.
Birkett P y otros, El control de la atencin en la esquizofrenia. FUENTE: JOURNAL OF PSYCHIATRIC RESEARCH. 2006
OCT; 40(7)

Generalidades.- La atencin es un sistema de capacidad limitada que realiza operaciones de seleccin


de informacin, y cuya disponibilidad o estado de alerta flucta considerablemente (De Vega, 1984). Esta
definicin est apuntando a tres caractersticas esenciales del mecanismo atencional:
a) Primero, nos est diciendo que la atencin selecciona informacin, vale decir, decide activamente a
cada instante qu aspectos de los inputs (informacin recibida) son relevantes y requieren alguna
elaboracin cognitiva. El resto de la informacin, no relevante, quedar amortiguada y recibir un
procesamiento mnimo o incluso nulo. Por ejemplo: en una fiesta atiendo la msica en vez de escuchar lo
que me estn diciendo, o viceversa.
b) Segundo, la atencin tiene un lmite, una capacidad limitada. De hecho no podemos atender a la
realizacin de dos tareas simultneas o, si lo hacemos, el rendimiento decae bastante. Por ejemplo:
estudiar y al mismo tiempo escuchar el noticiero. O, para alguien que est aprendiendo a manejar,
atender el manejo y atender el trfico simultneamente. Obviamente estamos considerando que ambas
tareas requieren atencin, ya que si una de ellas es automtica, la atencin puede concentrarse en la
otra y habr un rendimiento eficaz. Tal es el caso de quien ya sabe manejar: maneja prcticamente en
forma automtica, y puede atender el trfico ms fcilmente.
c) La atencin implica, por ltimo, un estado de alerta que es fluctuante. La alerta es entendida como un
factor endgeno, como una disposicin general del organismo para procesar informacin, y vara
bastante por ejemplo en la vigilia y el sueo. Mientras en la vigilia el estado de alerta es alto, en el sueo
es al revs: el hecho que haya bajo nivel de alerta hace que no podamos prestar adecuada atencin a lo
que hacemos (o no prestarla en absoluto), y entonces aparece una conducta desorganizada o poco
eficaz, o bien ausencia de conducta.
An si consideramos solamente el estado de vigilia, all el alerta tambin flucta considerablemente, ya
que no siempre estamos con la misma disposicin para prestar atencin a algo. As, los estados de alerta
pueden presentar oscilaciones rpidas (alerta fsica) u oscilaciones lentas (alerta tnica).
La alerta fsica implica un estado transitorio de preparacin para procesar determinado estmulo
especfico, como cuando al corredor le gritan Preparado!. En este momento entra en alerta fsica, est
muy expectante, muy atento a la seal que vendr despus (por ejemplo un disparo que le indica que
debe empezar a correr). La alerta tnica en cambio no dura segundos, como la anterior, sino horas e
incluso aos. A lo largo de ese tiempo el estado de alerta podr aumentar o decrecer en forma paulatina.
Por ejemplo, a lo largo del da la alerta tnica aumenta, tenemos cada vez ms disposicin para atender,
mientras que a lo largo de los aos este estado disminuye.

Por ltimo, distingamos el concepto de atencin de otras dos ideas muy relacionadas: conciencia y
memoria activa. Atencin y conciencia no son la misma cosa pero s son fenmenos concurrentes, en el
sentido que somos concientes de aquello a lo cual prestamos atencin. La conciencia (o el estar
conciente) es la experiencia subjetiva correlativa del proceso atencional. As por ejemplo, el sujeto es
conciente de la tarea que eligi, y no conciente de la tarea rechazada. Del mismo modo es conciente de
la tarea controlada, pero no conciente de la tarea automtica, que se ejecuta sin necesidad de prestarle
atencin.
Respecto del segundo punto, las ltimas investigaciones tienden a mostrar que en realidad es lo mismo el
proceso atencional controlado y la memoria activa, tambin llamada memoria a corto plazo (MCP),
entendida esta en su funcin de coordinar y controlar procesos de pensamiento como calcular, razonar,
etc (ya que la otra funcin de esta memoria es el almacenamiento de la informacin que puede ser til a
corto plazo).
Modelos atencionales.- La psicologa cognitiva ha elaborado desde la dcada del '50 en adelante varios
modelos que intentan explicar el fenmeno de la atencin, y que a grandes rasgos pueden clasificarse
como modelos de filtro y como modelos de recursos limitados (De Vega, 1984).
Esta distincin se basa, entre otras cosas que iremos viendo, en que investigan especialmente ciertos
aspectos de la atencin. Los modelos de filtro estudian la atencin como seleccionadora de informacin
(los filtros hacen esta seleccin), mientras que los modelos de recursos limitados estudian la atencin
como un sistema que tiene una capacidad limitada. Iremos examinando ahora estos diferentes modelos,
siguiendo la clasificacin que aparece en el esquema 1.
Esquema 1 Clasificacin de modelos atencionales
MODELOS TRADICIONALES O DE FILTRO
Explican la atencin a partir de su funcin de seleccionar
informacin

MODELOS MODERNOS O DE RECURSOS LIMITADOS


Explican la atencin a partir de su propiedad de
capacidad limitada

FILTRO PRECATEGORIAL
1958 Filtro rgido (Broadbent)
1969 Filtro atenuado (Treisman)
FILTRO POSCATEGORIAL
1963 Deutsch y Deutsch
1968 Norman
1973 Kahneman
1975 Norman y Bobrow
Otros

A. MODELOS DE FILTRO.- Estos modelos, surgidos entre 1958 y 1968, proponen que la atencin implica
un mecanismo bsico de seleccin de la informacin, es decir, sta es 'filtrada' a travs de un filtro.
Atender es entonces, ante todo seleccionar la informacin.
El experimento tpico que realizaron (o paradigma experimental) es la llamada 'escucha dictica', donde
los sujetos reciban simultneamente dos mensajes verbales (uno en cada odo) y el experimentador
instrua al sujeto para que prestara atencin a uno solo de ellos. Resultado: el mensaje atendido poda
recordarse porque era memorizado, pero el otro no.
Los modelos de filtro intentan responder cuestiones como: a) con qu criterios de filtra la informacin, b)
qu pasa con la informacin que no es filtrada, y c) en qu etapa del procesamiento de la informacin
est el filtro.
Esta ltima cuestin es importante en cuanto nos permite clasificar los modelos de filtro en dos grandes
grupos: los modelos de filtro pre-categorial, y los modelos de filtro post-categorial. Para los primeros, el
filtro est al comienzo de todo el proceso, lo que significa que primero de todo se filtra la informacin y
recin despus se la procesa o categoriza (de aqu el nombre 'pre-categorial').
Para los segundos, en cambio, primero de todo se procesa o categoriza la informacin y, en funcin de
ella, despus de filtrar la informacin pasando solamente la ms relevante.
Dentro de los modelos de filtro pre-categorial encontramos el modelo de filtro rgido y el modelo de filtro
atenuado, y entre los modelos de filtro postcategorial, los modelos de Deutsch y Deutsch, y de Norman.
a) Modelos de filtro rgido.- Ante todo, filtro rgido significa filtro que deja pasar la informacin relevante,
pero la irrelevante no pasa. En un filtro atenuado, en cambio, algo de informacin irrelevante pasa, al
menos en sus rasgos ms groseros.
Hemos dicho que los modelos de filtro en general usan como prototipo experimental la escucha dictica.
Tales experimentos no muestran solamente la limitacin de la atencin (no se puede atender a dos cosas
al mismo tiempo), sino tambin su selectividad (se atienden y procesan ciertos estmulos y otros no).
Este prototipo experimental admite muchas variantes, pero hay dos de ellas que ejercieron especial
influencia en la creacin del modelo de filtro rgido de Broadbent: el paradigma de seguimiento y la
tcnica de la amplitud dividida.

Paradigma de seguimiento: A un sujeto se le ponen auriculares, y por cada odo recibe simultneamente
dos mensajes distintos (por ejemplo series de palabras), con la consigna que debe atender a uno slo de
ellos segn de qu lado se prende una lamparita que est frente al sujeto. Resultado: las personas
recordaban bien el mensaje atendido, pero no recordaban el mensaje irrelevante, salvo en algunos casos
en sus rasgos ms groseros de tipo sensorial (las palabras como ruidos, no como entidades con
significado). Esta captacin grosera del mensaje irrelevante fue considerada especialmente luego por los
modelos de filtro atenuado.
Tcnica de amplitud de memoria dividida: A diferencia del experimento anterior, aqu no se pide al sujeto
atencin selectiva, sino se lo insta a repetir ambos mensajes (por ejemplo series de nmeros)
inmediatamente despus de recibirlos en el orden que elija. Se comprob que los sujetos recordaban
primero todos los estmulos de un odo y despus los del otro, o sea agrupaban la informacin por canal
(canal izquierdo y canal derecho). Algunos sujetos podan tambin, dentro del canal elegido, recordar los
nmeros en el mismo orden en que fueron percibidos.
Tambin se comprob que, cuando la velocidad de presentacin se haca ms lenta (por ejemplo un
nmero cada dos segundos), los sujetos ya no recordaban las series segn el canal sino segn la
secuencia temporal, es decir de acuerdo como iban llegando los estmulos ms all de si venan del lado
izquierdo o derecho.
Otra diferencia con el experimento anterior es que aqu no hay una seleccin tan importante de la
informacin: aunque por canales, se recuerdan los dos tipos de estmulos (odo izquierdo y odo derecho).
Para explicar este fenmeno, Broadbent postula una memoria transitoria que retiene la informacin de
ambos canales por un instante: el filtro acta despus de esto seleccionando uno u otro mensaje.
El lapso de dos segundos arriba indicado es importante: una pausa de dos segundos entre cada par de
tems escuchados simultneamente alcanza para que el filtro procese uno de ambos mensajes y
enseguida pueda centrarse en el otro, lo que hace que pueda recordarlos en un orden temporal
determinado.
En suma, por debajo de los dos segundos la informacin se selecciona por canal, y por encima de los dos
segundos por orden temporal de aparicin.
Basndose en estos resultados experimentales y en las teoras de la comunicacin vigentes en su poca,
Broadbent pudo sacar las siguientes conclusiones:
a) La informacin concurrente que ingresa por canales perifricos (por ejemplo los odos) se procesa
inicialmente y al mismo tiempo en paralelo, y se retiene transitoriamente en la memoria sensorial.
b) En procesos ms complejos (por ejemplo en el anlisis semntico de las palabras) la mente funciona
como un canal nico (canal central) de capacidad limitada, esto es, slo puede procesar un mensaje por
vez: opera secuencialmente o en serie (no en paralelo).
c) Como este canal central recibe informacin de varios canales perifricos (que son los rganos
sensoriales), puede sobrecargarse y perder eficacia, razn por la cual hay un filtro selectivo que permite
el acceso de la informacin al canal central, perdindose el resto de la informacin (ver esquema 2). La
seleccin depende del estmulo (por ejemplo de su intensidad, su localizacin, etc), y del sujeto
(necesidades, impulsos, 'drives', etc). d) La transicin del filtro desde un mensaje a otro no es
instantnea, y requiere aproximadamente dos segundos.
Reiteremos por ltimo que De Vega llama a este modelo de 'filtro rgido' porque el filtro selecciona por
todo o nada: selecciona un canal (por ejemplo el odo izquierdo)y no el otro, o bien un determinado
mensaje y no el otro, perdindose esos otros que son simultneos.
Esquema 2 - Modelos de filtro

Filtro rgido

FILTRO

Canales
perifricos

Memoria
sensoria
l

MCP
Memoria corto
plazo
(Canal de
capacidad
limitada)
Canal central

MLP
Memoria
largo plazo

Filtro atenuado
F
F

F
F
FILTRO
Canales
p
p
perifricos

MCP
Memoria corto
plazo
(Canal de
capacidad
l
limitada)

Memoria
sensoria
ll

MLP
Memoria
llargo plazo

Canal central
C
C

Deutsch y Deutsch
D
D

I
N
P
U
T
T
T

A
A
A
Memoria
sensoria
ll

F
F
FILTRO

ANALIZADO
R

A
A
A

B
B
B

Ca1, Ca2

B
B
B

C
C
C

Cb1, Cb2

C
C
C

ATENCIO
N
Memoria
a
a
activa

Cc1, Cc2
C
C
Nive
ll

P
P
Pertinencia

N
N
Norman

B
B
Bi

B
B
Bh

B
B
Bg
R
R
Rg

I
N
P
U
T
T
T

F
F
FILTRO

R
R
Rh
Procesa
miento
sensoria
ll

A
A
Ai
A
A
Aj

R
R
Ri
R
R
Rj

ATENCIO
N
Memoria
a
a
activa

A
A
Almacenamiento

b) Modelo de filtro atenuado.- Los mismos experimentos que venimos comentando mostraron tambin
que el filtro no es tan rgido, ya que los estmulos no atendidos eran de alguna forma procesados, al
menos en sus caracteres sensoriales groseros. En base a estos resultados Treisman postul su modelo de
filtro atenuado, segn el cual los estmulos no atendidos no se pierden totalmente quedando,
precisamente, atenuados.
Treisman llev a cabo experimentos donde se peda a los sujetos que detectaran determinada letra en
cualquiera de ambos odos, cosa que los sujetos realizaban bien. Esto prueba que el filtro no es tan
rgido, y la explicacin suministrada por Treisman fue que el mecanismo central de atencin limitada
distribuye su capacidad entre 'todos' los mensajes, solo que el mensaje relevante atraviesa el filtro con
mayor intensidad que los otros (ver esquema 2), mientras que stos ltimos pasan con menor intensidad
el filtro a fin de no sobrecargar el mecanismo central de procesamiento. Ejemplo: cuando estamos

estudiando y de repente escuchamos nuestro nombre o una sirena, prestamos atencin, es decir no
tenemos un filtro rgido que capta una cosa y otras no, sino un filtro atenuado donde los estmulos como
la sirena se captan groseramente aunque no le prestemos atencin. La prueba est en que al escuchar la
sirena podemos atenderla.
Esto significa que captamos ciertas caractersticas del mensaje que en ese momento es irrelevante, tales
como sus rasgos fsicos (intensidad de la sirena) y hasta semnticos (nuestro nombre).
La idea segn la cual se captan tambin los rasgos semnticos surgi adems a partir de algunos
experimentos, donde se presentaban al sujeto dos palabras sinnimas simultneamente (una por cada
canal u odo), y los sujetos vacilaban. Se observ tambin que este procesamiento semntico simultneo
ocurra solamente durante la aplicacin de los primeros estmulos, porque despus el sujeto tenda a
atender y procesar solamente el mensaje relevante.
En cuanto a los mensajes irrelevantes, se constat que haba un procesamiento automtico de ciertas
propiedades sensoriales del estmulo, pero, sin embargo, su integracin perceptiva requera de un
mecanismo atencional central (ubicado despus del filtro).
Algunos criticaron este modelo aduciendo que la expresin 'atenuado' es ambigua, y no se sabe si ello
significa atenuacin de los rasgos fsicos del estmulo. Si esto fuera as sera poco verosmil, pues
precisamente los rasgos fsicos parecen recibir un procesamiento ms intenso.
Seleccin de la informacin visual: Si bien Broadbent y Treisman utilizaron solamente estmulos
auditivos, generalizaron sus modelos a todos los otros canales, incluyendo los visuales. Sin embargo, hay
dos diferencias entre el auditivo y el visual: a) el odo no puede acomodarse para seleccionar un estmulo
y otro no (el odo oye todo lo que sea sonido, no puede or una cosa y otra no), y entonces la seleccin
debe realizarse a nivel central, no perifrico. No sucede lo mismo con el ojo que, con sus movimientos,
puede seleccionar lo que ve. b) los odos pueden recibir dos estmulos diferentes (de un lado una
trompeta y del otro una conversacin), pero los ojos no: ambos estn enfocados en el mismo estmulo.
Para que el ojo pudiese captar dos mensajes diferentes se disearon experimentos especiales, como por
ejemplo mostrar una pelcula en dos planos superpuestos (un ojo vea uno y el otro otro), o mostrar dos
pelculas distintas, una para cada ojo, mediante un juego de espejos. El primer caso se llama visin
binocular, y el segundo visin dicptica. Resultado: se comprob que a nivel visual, los mensajes
irrelevantes, en la gran mayora de los casos, se perdan totalmente, y no eran ni atendidos ni
procesados.
c) Modelos de filtro post-categorial.- Los modelos tradicionales que acabamos de examinar ven el filtro
como un dispositivo pre-categorial, que opera inmediatamente despus del registro sensorial: el estmulo
se percibe y se comprende slo despus de haber sido seleccionado por el filtro.
Esta hiptesis sin embargo resultaba contradictoria, porque, si el mensaje no fue percibido ni procesado,
con qu criterio se haca la seleccin? Adems, haba cierta evidencia emprica de la presencia de algn
anlisis semntico que se efectuaba antes de la seleccin.
Todo ello llev finalmente a ubicar el filtro 'despus' de la percepcin y la categorizacin del estmulo, en
los estadios finales del procesamiento de los datos. As nacieron los modelos de filtro post-categorial, que
describirn todo el proceso de la siguiente manera (y que podemos seguir con el esquema 2):
1) Los mensajes provenientes de las vas sensoriales se registran momentneamente en la memoria
sensorial.
2) A continuacin, los estmulos se procesan en paralelo mediante un sistema analizador. Este sistema
equivale funcionalmente al canal central de Broadbent, slo que el sistema analizador seran varios
canales que analizan al mismo tiempo varios mensajes.
3) Despus de dicho anlisis opera el filtro, seleccionando el mensaje relevante.
4) El mensaje seleccionado se recoge en la memoria a corto plazo (MCP) o mecanismo central de la
atencin. Recin en este momento el mensaje es percibido concientemente por el sujeto y es entonces
donde se produce el fenmeno atencional. Antes de esto, la seleccin de los mensajes se hace sin un
control conciente. Examinemos ahora dos ejemplos de modelos de filtro post-categorial.
a) Modelo de Deutsch y Deutsch.- Siguiendo el esquema 2, observaremos que en el modelo de Deutsch y
Deutsch las seales sensoriales A, B, C, etc., son procesadas por el analizador en sus caractersticas Ca1,
Ca2, Cb1, etc., transformndose entonces en seales A', B', C', etc. Por ejemplo, una seal A puede ser
una meloda que escuchamos, una seal B puede ser las imgenes de la pelcula donde un conjunto toca
esa meloda, etc. Si tomamos la primera seal, de tipo auditivo, sus caractersticas pueden ser la
meloda, el ritmo, la voz del cantante, el timbre del piano, etc. Luego de procesar estas caractersticas, el
analizador emite una seal resultante A', que puede ser por ejemplo el ritmo, o la voz articulada con la
meloda, etc. El selector o filtro evala a continuacin todas estas seales resultantes, selecciona la ms
relevante y la transmite a la memoria activa o atencin. Este modelo de Deutsch y Deutsch no detalla el
funcionamiento del analizador, pero s indica el mecanismo del filtro. Este ltimo no acta comparando
las distintas seales entre s segn sus rasgos relevantes, lo que implicara un proceso lento e ineficaz.
En realidad, la seal ms relevante de todas (en el esquema es la B') mueve o desplaza el nivel del
selector hasta su propia altura, y por ende ser la seal seleccionada, porque se seleccionan las seales

que precisamente alcanzan ese nivel. Este nivel de la seal ms relevante no est predeterminado ni es
absoluto, sino que puede desplazarse hacia la izquierda o la derecha segn se lo indique la seal ms
relevante. Por ejemplo, si no existiese la seal B', el nivel del selector quedara a la altura de la siguiente
seal ms relevante, en este caso C'.
b) Modelo de Norman.- Este otro modelo post-categorial detallar mejor el funcionamiento del analizador
que el modelo anterior. En primer lugar, se procesa sensorialmente la informacin, de lo cual resultan las
seales Ai, Aj, Ak, etc. (esquema 2). Estas seales pasan a su vez al sistema analizador, que las va a
analizar de acuerdo a dos procesos bsicos: el reconocimiento y la pertinencia.
Reconocer significa aparear o comparar las seales con ciertas huellas mnmicas almacenadas en la
memoria. As, la seal es reconocida si hay una coincidencia con alguna huella mnmica.
La pertinencia, por otro lado, es un mecanismo endgeno que, independientemente de las seales
sensoriales, genera sus propias seales Bi, Bh, Bg, etc. Estas seales endgenas activan a su vez las
correspondientes representaciones alojadas en la memoria (Ri, Rg, Rh, etc).
Como resultado, la representacin ms relevante ser aquella que resulta activada simultneamente por
el reconocimiento y por la pertinencia, en este caso, la representacin Ri, y ser la nica que atravesar
el filtro para pasar al sistema atencional. Notemos que Rh no es relevante porque, aunque activada por la
pertinencia, no fue reconocida. Del mismo modo, tampoco Rk ser relevante porque, aunque reconocida,
no resulta pertinente respecto de las expectativas internas del sujeto, vinculadas a su vez con
expectativas sobre futuros inputs o al contexto generado por los inputs incorporados en este momento.
As, la seleccin no depende solamente de la intensidad de las seales sensoriales (como sugera el
modelo de Deutsch y Deutsch), sino tambin del mismo sistema cognitivo (pertinencia), vale decir de las
expectativas propias del organismo. Es as que los mismos estmulos sensoriales sern ponderados en
forma distinta segn cada persona, por influencia del factor subjetivo pertinencia.
Ejemplo: para una persona que por ejemplo est aprendiendo a cantar, una seal relevante puede ser la
inflexin de la voz de un cantante debido a que es pertinente (coincide con sus expectativas de aprender
a cantar) y a que fue reconocida (por ejemplo porque canta tan bien como aquella otra persona que una
vez escuch anteriormente).
En suma, para los modelos post-categoriales en general, una gran parte de la informacin se analiza y se
procesa automticamente 'antes' del filtrado (salvo ciertos procesos cognitivos complejos que requieren
un nuevo procesamiento posterior al filtrado), y slo despus de haber atravesado el filtro se hace
conciente, se le presta atencin. La denominacin 'post-categorial' alude a que el filtro 'viene despus'
del procesamiento o categorizacin. En el esquema 3 sintetizamos las principales caractersticas y
diferencias de los distintos modelos de filtro entre s.
Esquema 3 Comparacin entre modelos de filtro

Con qu criterios de
filtra la informacin

Qu pasa con la
informacin no
relevante
En qu parte del
proceso est el filtro

Filtro precategorial
Filtro rgido
Filtro atenuado
Segn propiedades del
Se agregan
estmulo (intensidad,
especialmente los
etc.) y segn estados
rasgos semnticos de
del sujeto
las seales
(necesidades, etc)
Se pierde
Queda atenuada
El filtro es precategorial:
1) Filtrado
2) Procesamiento (categorizacin)
3) Atencin

Filtro poscategorial
Deutsch: La seal con ms
alto nivel de relevancia.
Norman: Segn
caractersticas de la seal y
segn la pertinencia.
Se pierde
El filtro es poscategorial:
1) Procesamiento
(categorizacin)
2) Filtrado
3) Atencin

B. MODELOS DE RECURSOS LIMITADOS.- Estos nuevos modelos, surgidos a partir de la dcada del '70,
presentan algunas diferencias con los tradicionales modelos de filtro, que pueden sintetizarse en los
siguientes puntos (ver esquema 4):
Esquema 4

Cules son
Fenmeno atencional

Modelos de filtro
Filtro rgido
Filtro atenuado
Filtro poscategorial
Seleccin de informacin

Modelos de recursos limitados


Kahneman
Norman y Bobrow
Otros
Proceso de capacidad limitada

estudiado
Paradigmas
experimentales
Tipo de modelo
Sencillez
Cuestionamientos

Escucha dictica (investiga


fenmenos receptivos)
Estructural (ms rgido)
Ms fciles de captar
intuitivamente
Antes de ser seleccionada por el
filtro, la informacin debe
procesarse, y por tanto el filtro ha
de ser poscategorial

Atencin dividida o doble tarea


(investiga realizacin de tareas)
Funcional (ms flexible)
Menos fciles de captar (no se pueden
representar con diagramas de flujo)
La atencin no es tan selectiva, pues
se pueden hacer dos tareas
simultneas.

a) Estudian especialmente las limitaciones de la atencin, ms que sus propiedades para seleccionar la
informacin.
b) Por tanto, el nfasis no recae tanto en la recepcin de informacin (que implica una seleccin de la
misma), sino sobre la atencin que ponemos al realizar tareas (que implica una cierta capacidad
limitada).
c) Abandonan el paradigma experimental de la escucha dictica, y utilizan el paradigma de la atencin
dividida o de doble tarea.
d) Abandonan los modelos estructurales (como los de filtro) y utilizan modelos funcionales, ms flexibles.
e) Los modelos de recursos limitados son ms difciles de captar intuitivamente, ya que por ejemplo, no
pueden representarse mediante diagramas de flujo.
Examinemos previamente el tipo de experimento usual en estos modelos, que es el paradigma de la
atencin dividida.
Se pide a los sujetos que realicen dos tareas ms o menos simultneas, y se considerar que el bajo
rendimiento en una de ellas es un indicio de la demanda de atencin que exige la otra tarea.
A diferencia de lo que pasaba en la escucha dictica, aqu s dos tareas pueden realizarse
simultneamente, siempre que sean sencillas. Por ejemplo caminar y hablar, cantar y dibujar, etc.
Si una tarea es muy compleja, la otra se realiza defectuosamente, lo cual indica que ambas tareas hacen
uso de los mismos recursos (si una utiliza muchos recursos la otra se quedar con pocos).
Por ejemplo, manejar en un lugar de mucho trfico es una tarea difcil, y si al mismo tiempo estamos
realizando otra tarea, en el manejo de habrn de cometer ms errores.
Estos experimentos permiten as conocer las limitaciones de la atencin o, lo que es igual, las demandas
atencionales de las tareas. Las teoras surgidas de estos experimentos constituyeron los modelos de
recursos limitados, as denominados porque consideran a la atencin como un sistema cuyos recursos
limitados se distribuyen en tareas concurrentes. En el paradigma experimental que utilizaron, se
considera una de las tareas como la central o principal, y la otra como la secundaria, entendiendo por tal
la tarea que puede sufrir algn deterioro debido a que gran parte de los recursos estn puestos al
servicio de la tarea principal.
Existen varios modelos de recursos limitados, de los cuales examinaremos dos, que estn entre los
primeros en haber sido formulados: el modelo de recursos centrales de Kahneman, y el modelo de
Norman y Bobrow.
a) Modelo de Kahneman.- Cuando llevamos a cabo dos tareas al mismo tiempo, la nocin de filtro resulta
innecesaria, ya que en las tareas, al ser simultneas, la informacin no se selecciona: las tareas no se
seleccionan sino que se interfieren. De esta manera, estos nuevos modelos consideran a la atencin
como un conjunto de recursos indiferenciados, sin localizacin especfica e independientes de las
estructuras de procesamiento y seleccin.
Tales recursos atencionales se distribuirn entre las estructuras y los procesos en funcin de las
demandas, tal como el combustible puede distribuirse en diferentes motores para hacerlos andar. Tales
recursos son entonces ante todo energa (similar a la libido en Freud, o al arousal en la neurofisiologa), y
por ende, estos nuevos modelos son econmicos. En el modelo de Kahneman (esquema 5) se busca
explicar entonces qu sucede con los recursos disponibles cuando debemos distribuir la atencin en dos
tareas concurrentes (simultneas).
Esquema 5 Modelo de Kahneman

AROUSAL
Capacidad
d
d
disponible
Disposicion
es
d
d
duraderas
Intenciones
momentne
a
as

Poltica de
d
distribucin
d

Posibles operaciones
P
P

Evaluacin:
De
demandas
De
c
capacidad

Si debemos realizar ambas tareas, lo primero que hacemos luego de haber incorporado informacin del
entorno (inputs) es evaluar qu posibles operaciones debern realizarse en esas tareas, y, en funcin de
ellas, hacemos una evaluacin de las demandas de capacidad, es decir evaluamos con qu capacidad o
cantidad de recursos atencionales deberemos contar (por ejemplo si alguna tarea es difcil deberemos
contar con una mayor demanda de capacidad atencional).
Tal demanda se comparar con la capacidad disponible en ese momento, con la energa (arousal) que en
ese momento podemos utilizar para realizar las tareas. En funcin de esta disponibilidad, a continuacin
entra en funcionamiento la poltica de distribucin, que permitir establecer cmo distribuir la energa
disponible entre las diferentes operaciones posibles que exigirn las tareas.
La poltica de distribucin de la capacidad o energa va a depender a su vez de cuatro factores:
a) Disposiciones duraderas: que hacen que los recursos atencionales se concentren en ciertas actividades
que tienen que ver con nuestra forma de ser, en ciertas tareas vinculadas con nuestras disposiciones
habituales (atender una conversacin donde se pronuncia mi nombre, atender una tarea que gratificar
ms mis expectativas permanentes, etc). Las disposiciones duraderas gobiernan la atencin involuntaria.
b) Intenciones momentneas: o criterios selectivos activados en cierto momento o circunstancia (dada
una cierta circunstancia de mi vida, en ese momento me interesar concentrarme ms en cierta tarea
que en otra).
c) Evaluacin de demandas: que permite decidir a donde enviar los recursos atencionales. La demanda
de atencin ser menor en tareas automticas y mayor en tareas que exigen un control conciente. En
este ltimo caso a su vez, tambin vara la demanda: sta aumenta a medida que termina el
procesamiento de la informacin y estamos prximos a ejecutar la tarea (respuesta).
En otras palabras, aumenta nuestra atencin a medida que nos acercamos a la ejecucin de la tarea.
d) Arousal o activacin: Cantidad de energa que exige la tarea a realizar. El arousal es menor en
personas extravertidas, en nios y en ancianos (o sea, les cuesta ms poner atencin en lo que hacen
por tener menor energa disponible para ello). Si el nivel de arousal (o estrs, como tambin se lo califica
en este modelo) es bajo y empieza a subir, los recursos para la atencin suben, pero luego de cierto
punto de aumento del arousal, la atencin empieza a decaer. Por ejemplo, cuando hay un estrs o
arousal moderado, la atencin tiene gran eficiencia, pero si est muy aumentado ella se reduce
drsticamente, con el consiguiente deterioro en la conducta debido a que sta no queda ya tan dirigida
por la atencin.
En efecto, niveles de arousal o estrs altos indican que hay una situacin lmite en el entorno, y entonces
casi todos los recursos deben ir hacia las estructuras perifricas (sentidos, etc) quedando pocos recursos
para el procesamiento central, que dirige la atencin. Por este motivo en situaciones extremas o lmite es
bueno contar con un repertorio de rutinas automatizadas que apenas consuman atencin, para lograr
mayor efectividad y organizacin en la conducta de ese momento.
Aclaramos que arousal es un constructo psicofisiolgico, un concepto que se expresa tanto a nivel
fisiolgico como mental. Fisiolgicamente se expresa en la pupila y el ritmo cardaco (a mayor arousal
mayor dilatacin pupilar y menor ritmo cardaco). En cuanto a sus correlatos psquicos, estos son la
capacidad atencional disponible y el esfuerzo puesto en atender la tarea.
En los experimentos de base de estos modelos, el grado de interferencia entre dos tareas concurrentes
es un indicio del consumo atencional de una de ellas. Tal interferencia puede ser de capacidad, como
cuando ambas tareas compiten solamente por los recursos centrales, o estructural cuando compiten por

alguna estructura motriz o perceptiva (de aqu se nos resulte ms fcil ver y or algo, que or dos cosas
distintas o ver dos cosas diferentes).
b) Modelo de Norman y Bobrow.- Este modelo es una ampliacin del anterior, por cuanto agrega una
nueva idea: la realizacin de una tarea puede estar limitada por los recursos o por los datos.
Debemos pensar que para ejecutar una tarea, debe haber un umbral mnimo de recursos necesarios para
atenderla y realizarla. Si los recursos se dirigen solamente hacia esa tarea, el rendimiento mejora (por
ejemplo, estudiamos mejor si apagamos la radio).
Otras veces la adicin de recursos no mejora la tarea sino los mismos datos que estn ingresando
(input): la atencin se ver ms dificultada si escuchamos un sonido con otros ruidos de fondo, que
cuando lo escuchamos en una habitacin silenciosa. El modelo de Norman y Bobrow permite explicar dos
fenmenos: a) permite entender porqu dos tareas se interfieren mutuamente (interferencia simtrica);
la explicacin es que los recursos generales deben distribuirse entre las dos, con lo cual cada una recibe
un suministro inferior al ptimo; b) tambin permite entender porqu una tarea interfiere a otra pero
sta no interfiere a la primera (interferencia asimtrica); la explicacin es que una de ellas, la interferida,
est limitada por los recursos, mientras que la otra, la no interferida, por los datos.
Procesos automticos y controlados.- El sistema cognitivo dispone de medios para contrarrestar las
limitaciones de la atencin, ya que puede realizar procesos automticos que casi no requieren atencin, y
que no interfieren, por tanto, apreciablemente con los procesos controlados voluntariamente. Las
diferencias entre ambos procesos, pueden resumirse en el esquema siguiente.
Procesos automticos
Escaso consumo atencional
Son aprendidos
Difciles de modificar
Requieren esfuerzo conciente
Eficaces en situaciones de arousal alto y cuando hay
pocos recursos atencionales
No interfieren mayormente en situaciones de doble
tarea

Procesos controlados
Consumen atencin
No son rutinas aprendidas
Flexibles, se adaptan a lo nuevo
Concientes con impresin de esfuerzo
Pierden eficacia en situaciones de arousal elevado
Gran interferencia en situaciones de doble tarea

Globalmente, es posible establecer tres criterios empricos para saber si un proceso es automtico o
controlado:
a) Sensibilidad al nmero de alternativas: Hay un proceso automtico cuando, aunque vare el nmero de
alternativas a elegir, el tiempo en ejecutar la tarea es ms o menos el mismo.
Alternativamente, hay un proceso controlado cuando esta tardanza en responder aumenta a medida que
aumenta el nmero de alternativas a elegir.
b) Interferencia sobre nuevos aprendizajes: los procesos automticos interfieren bastante en al
aprendizaje de nuevas conductas, ya que son procesos rgidos. Si a una persona le pedimos que nombre
un color escrito en letras negras responder rpido, automticamente, pero ante una nueva situacin
(por ejemplo la palabra est escrita es 'rojo') tardar un poco ms en responder: el tiempo de latencia (o
tiempo entre la presentacin del estmulo y la respuesta) ser mayor.
c) Interferencia entre dos tareas concurrentes: la tarea primaria es automtica si interfiere poco en la
secundaria, sea cual fuere la dificultad de sta ltima. Es, en cambio, controlada, si a medida que la
secundaria se hace ms difcil, la primera tarea interfiere cada vez ms a sta ltima.
Cazau P (1989) Vocabulario de Psicologa. Buenos Aires: Redpsicologa.
Referencias bibliogrficas
De Vega, Manuel (1984) Introduccin a la Psicologa Cognitiva. Barcelona: Alianza.

ATRACCIN
Atraccin hombre-mujer.- Elegir pareja es un proceso muy complejo, del cual no somos totalmente
concientes. Los hombres tienden a desear a aquellas mujeres con caractersticas que sugieran juventud y
fertilidad, lo que incluye una ajustada relacin cintura-cadera, labios carnosos y rasgos faciales suaves.
Estudios recientes confirman que las mujeres tienen gran preferencia por la belleza masculina viril, de
cuerpos firmes, amplios hombros, buena piel y rasgos faciales masculinos, todo lo cual puede indicar
potencia sexual y buenos genes. Tambin sabemos que las mujeres se ven atradas por los hombres con
apariencia de ser ricos o que tengan la habilidad de adquirir riqueza, y que tanto hombres como mujeres
valoran mucho la inteligencia de la pareja. Las preferencias por estas cualidades -belleza, cerebro y
recursos- son universales.
Haselton M (2006) Cmo opera la "qumica del amor". Los secretos detrs de la eleccin de pareja. Londres: New
Scientist. Disponible en www.lanacion.com.ar

Atraccin hombre-mujer.- Un fascinante trabajo sobre gentica y eleccin de pareja ha demostrado


que cada uno de nosotros se ve atrado por personas que poseen un particular conjunto de genes,
conocido como principal complejo de histocompatibilidad, que tiene un papel crucial en nuestra capacidad
para combatir las enfermedades.
Las parejas que tienen diferentes complejos de histocompatibilidad producen retoos ms sanos y con
mejores sistemas inmunolgicos. Y la evidencia muestra que estamos inclinados a elegir personas que se
nos acomoden en este aspecto: las parejas tienden a tener complejos de histocompatibilidad mucho ms
diferentes que si se hubieran unido por casualidad.
Cmo se encuentra la gente que es diferente en su complejo de histocompatibilidad? Esto no se
comprende totalmente, pero sabemos que el olor es un factor importante. La gente parece literalmente
elegir a su pareja por el olor.
Sin embargo, las mujeres que toman anticonceptivos prefieren hombres que tienen genes similares a los
propios. As, las mujeres que las toman tienen el riesgo de elegir a un compaero que no sea
genticamente adecuado (mejor, primero sentirle el olor y luego tomar la pastilla). Este es un buen
ejemplo de cmo la atraccin qumica puede depender de las circunstancias.
Otro ejemplo: la atraccin puede fluctuar a lo largo del ciclo menstrual. Los hombres evalan los aromas
de las mujeres como ms atractivos cuando stas estn cerca de la ovulacin y en nuestros estudios de
la Universidad de California en Los Angeles, hemos visto que los hombres estn ms afectivos con sus
compaeras a medida que la ovulacin se acerca.
Las preferencias de las mujeres por ciertos aromas masculinos y otras caractersticas de los hombres
cambian a lo largo del ciclo. Cerca de la ovulacin, prefieren los rasgos masculinos; en otras fases de su
ciclo, prefieren menos sexualidad y ms estabilidad. Todo esto sugiere que el camino hacia el amor es
algo casual, particularmente en las mujeres.
Haselton M (2006) Cmo opera la "qumica del amor". Los secretos detrs de la eleccin de pareja. Londres: New
Scientist. Disponible en www.lanacion.com.ar

Atraccin hombre-mujer.- Una encuesta en Argentina (Diario la U, 2004) revel que los jvenes de 13
a 30 aos: a) en la pareja privilegian la compaa y el entendimiento, restan importancia al sexo y no
creen en los vnculos a largo plazo; b) entre los hombres, el atractivo fsico de la mujer ocupa el lugar 5
en las preferencias; c) entre las mujeres, el atractivo fsico del hombre ocupa el lugar 9 en las
preferencias.
Diario la U. Buenos Aires, 18 agosto 2004.

ATRIBUCIN
Definicin.- Proceso por el cual el individuo explica e interpreta los hechos que le acontecen.
Vander Zanden J., Manual de psicologa social, Barcelona, Paids, 1995.

Teora de la atribucin.- La teora de la atribucin, tal como fue originalmente propuesta por Fritz
Heider (1944, 1958), sostiene que todos somos psiclogos ingenuos que intentamos explicar las causas
de las acciones propias y ajenas, relacionando por proximidad y similitud, causa y efecto, actor y acto.
As un mal acto se conecta con facilidad con una mala persona (el actor) y los actos quedan imbudos
de las caractersticas de las personas que los realizan. Por ejemplo, Juan est solo porque es agosta,
desconsiderado. [...] Heider distingue dos tipos de causas: las personales y las situacionales, ya sea que
las acciones dependan de la persona (capacidad, esfuerzo, intencin, habilidad) o de factores del entorno
(relaciones con la tarea, suerte, desgracia). Esta divisin lleva a una primera clasificacin de la atribucin
en interna versus externa, en funcin del origen de la causalidad percibida.
Muchinik E y Seidmann S, Aislamiento y soledad, Eudeba, Buenos Aires, 1998, pgs. 91-92.

Generalidades.- Al percibir tambin interpretamos lo percibido, le atribuimos caractersticas. La


atribucin es el proceso por el cual explicamos e interpretamos los hechos que nos acontecen.
Causalidad interna o externa: cuando queremos explicar un comportamiento o caracterstica de alguien
podemos atribuirlo a una causa interna (el mismo sujeto) o a una causa externa (el ambiente, etc). En
relacin a los dems buscamos explicaciones internas, y en relacin a nosotros mismos mas bien causas
externas.
Influencia del status: atribuimos causas externas a personas de bajo status, y causas internas a personas
de alto status social.
Influencia del xito o fracaso: atribuimos nuestros xitos a una causa interna, y nuestros fracasos a una
causa externa.
Causalidad y motivacin: podemos atribuir un cierto suceso a la capacidad o esfuerzo nuestro o ajenos, a
la mera suerte o a la dificultad de la tarea, o sea a una causalidad externa (pues la causalidad interna
significa atribuir la tarea a la capacidad personal).
Funciones de la atribucin: 1) nos suministra explicaciones deterministas sobre las personas, o sea, sus
conductas no obedecen al azar, sino que son estables; 2) por tanto, podemos hacer predicciones sobre

ellas; 3) las atribuciones sirven para proteger creencias acerca de nosotros mismos, pues por ejemplo,
atribuimos el xito a nosotros, no al azar; 4) las atribuciones ayudan a plasmar nuestra conducta, pues
frente a los dems podemos presentarnos como una determinada clase de persona, con la esperanza de
obtener ciertos resultados; o sea, influyen en nuestra conducta.
Condensado de Vander Zanden J (1986) Manual de psicologa social. Barcelona: Paids.

Generalidades.- La teora de la atribucin pertenece al campo terico de la psicologa cognitiva y de la


psicologa social, comenzando su desarrollo hacia 1944 cuando Heider escribe un artculo sobre la
causalidad fenomnica.
Consideraremos aqu los planteos de Heider (1944), Jones y Davis, Kelley, Abrahamson (1978), Weiner
(1979-1986), y Peterson-Seligman, entre otros.
La expresin 'atribuir' puede ser empleada con significados diversos: atribuir puede querer significar
conferir, otorgar, asignar, destinar, acusar, etc. Sin embargo, el significado concreto que cabe darle al
trmino en la psicologa social es el siguiente: atribuir significa bsicamente dar una explicacin, es decir,
asignar una causa o razn a los propios comportamientos o a los de los dems.
Empleando un lenguaje aristotlico, el trmino causa se refiere, adems, principalmente a la causa
eficiente, no a la causa final. Una cosa es afirmar "me drogo porque no puedo resistir la tentacin", y otra
distinta es decir "me drogo para sentirme bien". En el primer caso se da una explicacin causal
propiamente dicha, mientras que en el segundo se da una explicacin teleolgica, es decir, una
explicacin en trminos de motivos, razones o fines (Bochenski, 1969:213). Lo que los tericos de la
atribucin causal refieren como causa es la causa eficiente, y tal es el sentido principal que cabe adoptar
en la teora de la atribucin en psicologa social.
Una vez consignadas estas aclaraciones, convendr ahora especificar qu clase de conducta es la que se
intenta explicar causalmente, es decir, sobre qu clase de conductas se hacen las atribuciones en el
contexto de la teora de la atribucin.
A tal efecto, las atribuciones pueden hacerse con respecto a:
Creencias (soy depresivo porque...).
Comportamientos (siempre me equivoco porque..., o me drogo porque..., o soy impuntual para ir a
terapia porque...).
Afectos (estoy contento porque...).
Estados o experiencias subjetivas (tengo alucinaciones porque...).
etc.
La teora de la atribucin "es un enfoque cognitivo que se interesa por cmo percibe la gente las causas
del comportamiento. Segn esta teora, 1) las personas suelen atribuir su propio comportamiento a
causas situacionales, pero tienden a atribuir el comportamiento de los dems a una disposicin interna
estable (rasgos personales), y 2) la causa concreta a la que una persona atribuye un hecho dado
condiciona sus sentimientos y su conducta futura" (Bochenski, 1969:213).
La atribucin puede ser definida como el proceso cognitivo en virtud del cual las personas intentan
explicar o interpretar las caractersticas y propiedades de sus experiencias y/o las de los dems en
trminos de conclusiones. Vander Zanden define sintticamente la atribucin como un proceso por el cual
el individuo explica e interpreta los hechos que le acontecen (Bochenski, 1969:213).
As, cuando el individuo intenta explicar su comportamiento o alguna caracterstica propia, puede
atribuirlo a s mismo, (causalidad interna), o al ambiente, (causalidad externa). Por lo general, las
personas atribuyen sus propios xitos (aprobar un examen) a s mismas, mientras que tienden a atribuir
sus fracasos (reprobar un examen) al entorno. Por ejemplo: cuando hacen afirmaciones del tipo "Aprob
porque me esforc en estudiar" o "Reprob porque el profesor se ensa conmigo".
Dentro del marco de las investigaciones llevadas a cabo en la teora de la atribucin, se ha podido
constatar, tambin, que suelen atribuirse causalidades externas a la conducta de personas de bajo status
social, y causalidades internas a las de alto status.
Para esta teora, las atribuciones, cumplen algunas funciones importantes:
a) suministran explicaciones deterministas sobre las otras personas, es decir, sus conductas no obedecen
al azar, son estables;
b) por lo tanto, es posible hacer predicciones sobre ellas y tornar controlable el vnculo con el otro (por
ejemplo, si se piensa que las conductas de otra cierta persona obedecen a una causa ambiental externa,
se tender a operar sobre estas causas para inducir cierta conducta en el otro);
c) las atribuciones sirven tambin para proteger las propias creencias que sobre s misma tiene cada
persona, en la medida en que atribuye sus propios xitos a una causalidad interna y no al azar; y
d) las atribuciones ayudan a las personas a modelar sus propios comportamientos influyendo sobre estos.
Por ejemplo, en la tendencia a presentarse ante los dems como una 'determinada' clase de persona
(como una vctima de las circunstancias, si se cree en causalidades externas, como un individuo
autodeterminado si se cree en causalidades internas).
Por su parte Hewstone (Bochenski, 1969:213) describe tres funciones bsicas de la atribucin causal:
control, autoestima y autopresentacin. La funcin de control se refiere a la posibilidad de poder
controlar conductas atribuyndolas a un factor interno: 'si mi comportamiento depende de m, podr

controlarlo'. Se han comprobado procesos de autoatribucin en enfermos o vctimas de accidentes que se


autoinculpaban por lo que se haba sucedido. Esta autoinculpacin permite evitar que el acontecimiento
desagradable (enfermedad o accidente) vuelva a ocurrir.
La funcin de autoestima se refiere al hecho de que el general, las atribuciones son internas en lo
referente a xitos, y externas en lo referente a los fracasos.
Finalmente, y en cuanto a funcin de autopresentacin, puede decirse que "el individuo puede controlar
potencialmente la visin que otros tienen de l, comunicando atribuciones planeadas para ganarse la
aprobacin pblica y evitar toda turbacin" (Hewstone, 1992:81).
Cabe repasar brevemente, por ltimo, los principales aportes a la teora de la atribucin desde sus
orgenes (Heider) hasta los desarrollos ms recientes. En este recorrido deber tenerse en cuenta que
muchos autores consideraron que la clasificacin de Heider en atribuciones internas y externas es pobre y
confusa, con lo cual han propuesto nuevas categorizaciones tales como las atribuciones globales y
especficas, estables e inestables, y controlables e incontrolables.
Heider.- A partir de 1944, Heider publica una serie de artculos que se consideran los impulsores de la
teora de la atribucin. Segn este pensador, las personas presentan diferentes maneras de atribuir
causalmente sus propias acciones o las de los dems a un sinfn de factores que, globalmente, pueden
categorizarse como causas internas o disposicionales, y causas externas, ambientales o situacionales. A
partir de aqu obtuvo otra serie de resultados, entre los cuales, por ejemplo, se cuenta la idea segn la
cual es ms fcil atribuir causas personales o internas de conductas intencionales que a conductas no
intencionales (Bochenski, 1969:213).
Jones y Davis.- La llamada teora de la inferencia correspondiente de estos autores intenta formalizar
algunas de las ideas de Heider. Segn esta teora, "la finalidad del proceso atributivo es deducir que el
comportamiento observado y la intencin que lo produce se corresponden con ciertas cualidades estables
subyacentes en la persona o actor" (Bochenski, 1969:213). Esta teora intenta entonces explicar con
mayor detalle y profundidad la idea de Heider segn la cual si el comportamiento es intencional, entonces
ser ms fcil que la persona lo adjudique a causas internas o personales.
Kelley.- Las aportaciones de Kelley (Bochenski, 1969:213) datan de la dcada del '70, y se refieren
fundamentalmente a la informacin que las personas utilizan para concluir atribuciones causales.
Al respecto, este autor concluy que pueden agruparse en dos los tipos de informacin que la gente
utiliza para hacer atribuciones: la covariacin y la configuracin.
En el primer caso, las personas obtienen informacin de mltiples fuentes y pueden percibir la
covariacin de un efecto observado y sus causas posibles. Por ejemplo, si una persona observa que cada
vez que suena un trueno o explota una bomba la gente se asusta, entonces tender a adjudicar las
reacciones de miedo a un factor situacional externo.
En el segundo caso, las personas obtienen informacin a partir de una nica observacin, y han de tener
en consideracin la configuracin nica de aquellos factores que son causas plausibles del efecto
observado.
Sobre la base de las investigaciones descriptas -ya clsicas- y de otras investigaciones ms recientes, es
posible sintetizar del siguiente modo las diferentes categorizaciones atribucionales:
Atribucin externa y atribucin interna
Atribucin global y atribucin especfica
Atribucin estable y atribucin inestable
Atribucin controlable y atribucin incontrolable
Atribucin compleja y atribucin simple
Autoatribucin y heteroatribucin
Las atribuciones externas se refieren a causas situacionales, exteriores al sujeto, mientras que las
internas conciernen a disposiciones personales.
La atribucin global se refiere a causas inespecficas, vagas o demasiado generales, en oposicin a la
atribucin especfica.
Las atribuciones estables conciernen a causas permanentes, que estn actuando siempre, mientras que
las atribuciones inestables se refieren a causas ocasionales.
La diferencia entre atribucin controlable y atribucin incontrolable hace referencia, por su parte, al grado
de control que el sujeto puede tener sobre las causas de su conducta. Si el sujeto hace una atribucin
controlable, considerar que puede mantener bajo control su propia conducta controlando sus causas.
Las atribuciones complejas y simples se refieren al grado de complejidad atribuido a los factores
causales. Ms adelante se expone con mayor detalle esta categorizacin.
Finalmente, las autoatribuciones son las atribuciones que el sujeto realiza sobre su propia conducta,
mientras que las heteroatribuciones (o, segn la bibliografa consultada, 'atribuciones ajenas') son las
que el sujeto realiza sobre la conducta de los dems. Heider fue quien inici las investigaciones sobre las
diferencias entre ambos tipos de atribucin, llegando a sostener, por ejemplo, que "la persona tiende a
atribuir sus propias reacciones al mundo objetivo, y las ajenas, cuando difieren de las propias, a
caractersticas personales" (Kaplan, 1996:174).

Debe tenerse en cuenta que cualquier atribucin concreta que una persona realice, puede ser clasificada
se acuerdo a todos los criterios categoriales indicados. Por ejemplo, una atribucin puede ser
autoatributiva, externa, compleja, controlable y estable.
Ciertas configuraciones atributivas son significativas. Por ejemplo, algunos autores estimaron que
"quienes hacen atribuciones internas, estables y globales de su comportamientos negativos, estn
predispuestos a la depresin" (Vander Zanden, 1986:615).
El siguiente esquema suministra algunos ejemplos de tipos de atribucin, aplicados a dos situaciones
diferentes: desaprobar un examen y consumir droga.
Tipo de
atribucin
Externa
Interna
Global
Especfica
Estable
Inestable
Controlable
Incontrolable

Conducta a explicar: desaprobar un


examen
Desaprob porque el profesor se
ensa conmigo

Conducta a explicar: consumir droga

Nadie que viva en mi barrio llegar a ser


un consumidor de droga (Vander
Zanden, 1986:615).
Desaprob porque yo no estudi
Soy adicto fsicamente al alcohol y mi
organismo no puede sobrevivir sin l
(Vander Zanden, 1986:615).
Desaprob porque no sirvo para nada
Me drogo porque es mi forma de ser.
Desaprob porque esta materia en
Me drogo porque la herona en particular
particular no es mi fuerte
me cop.
Desaprob porque yo soy as, es algo
Me drogo porque drogarse es parte de la
tpico de mi personalidad
naturaleza humana.
Desaprob porque hoy no era mi da
Me drogo porque hoy me siento mal.
Desaprob porque no estudi
Me drogo porque no me quiero cuidar (si
(estudiando puedo aprobar)
quisiera cuidarme, no sera adicto).
El azar quiso que desaprobara (por ms Me drogo porque no me puedo
que estudie, puede irme mal)
desprender de la droga.

Deben agregarse a las categorizaciones propuestas las atribuciones disfuncionales y funcionales, y las
atribuciones teraputicas y las no teraputicas, las que sern definidas en los tems siguientes. Ambas
categorizaciones constituyen aportes originales del autor, adems de la consideracin de la atribucin
como mecanismo de defensa.
Cazau P (2001) Vocabulario de Psicologa. Buenos Aires: Redpsicologa.
Referencias bibliogrficas
Baumeister, 1982), A self-presentational view of social phenomena. Psychological Bulletin, 91, 3-26.
Beck A y otros (1999) Terapia cognitiva de las drogodependencias. Barcelona: Paids.
Bochenski I (1969) Los mtodos actuales del pensamiento. Madrid: Rialp, 6 edicin.
Hewstone Miles (1992) La atribucin causal. Buenos Aires: Paids.
Kaplan H y otros (1996) Sinopsis de Psiquiatra. Madrid: Mdica Panamericana, 7 edicin.
Marlatt G (1985), Cognitive factors in the relapse process. En G. Marlatt y J. Gordon (comps), Relapse prevention:
Maintenance strategies in the treatment of addicitive behaviors, Nueva York, Guilford, Pginas 128-200.
Tedeschi J y Riess M (1981), Verbal strategies in impression management. En C. Antaki (comp.), The psychology of
ordinary explanations of social behaviour. Londres: Academic Press.
Vander Zanden J (1986) Manual de psicologa social. Buenos Aires: Paids.

Teora de la atribucin.- La teora de la atribucin es una psicologa de la percepcin de personas,


donde no solo atribuimos ciertas conductas a ciertas personas, sino que tambin explicamos el porqu, lo
que hacemos en funcin de disposiciones internas del sujeto o situaciones externas. La estabilidad de la
atribucin depende de si la nueva informacin puede reemplazar a la anterior (un seor a pesar de su
apariencia, no era un ladrn). Las primeras impresiones son muy importantes para atribuir: tenemos
nociones preconcebidas sobre la relacin entre apariencia y disposiciones. Una actitud as, es una
predisposicin adquirida que se traduce en conductas.
Condensado de Muchinik E y otros (1987) Temas de psicologa social. Buenos Aires: Tekn.

La teora de la atribucin y las adicciones.- Marlatt (Vander Zanden, 1986:615) describe cuatro
procesos cognitivos relacionados con las adicciones que reflejan los modelos cognitivos: autoeficacia,
resultados esperados, atribuciones de causalidad y procesos de toma de decisiones.
Nos interesan particularmente las atribuciones de causalidad, las cuales se refieren a "las creencias de un
individuo acerca de si la utilizacin de la droga es atribuible a factores internos o externos. Por ejemplo,
un individuo puede creer lo siguiente: "nadie que viva en mi barrio llegar a ser un consumidor de droga"
(factor externo), o "soy adicto fsicamente al alcohol y mi organismo no puede sobrevivir sin l" (factor
interno)" (Baumeister, 1982).
Marlatt seala que este tipo de creencias que atribuyen causalidad externa es muy probable que lleven al
consumo continuado de droga, por cuanto el adicto percibe su utilizacin como algo a lo cual est

predestinado y fuera de control. En estos casos suele usar expresiones del tipo "me falta poder de
voluntad", o, en ocasin de una recada, "he fallado, as que de todas maneras seguir consumiendo".
Cuando la atribucin es externa el paciente considera que su malestar se origina en situaciones
provocadas por las otras personas o por circunstancias ajenas a l, sintindose perjudicado por ello. En
cambio, cuando la atribucin es interna, ubicar el origen de su malestar en alguna dificultad interna, una
forma de incapacidad intelectual o emocional que lo ha llevado a su condicin actual. Por regla general,
estas personas suelen ser menos resistentes y demuestran mayor predisposicin para el trabajo
teraputico.
En psiquiatra, "la teora de la atribucin puede ayudar a explicar por qu algunas personas atribuyen un
cambio en su conducta a un acontecimiento externo (situacin) o a un cambio en la situacin interna
personal (disposicin o capacidad). De la misma manera, los cambios de comportamiento pueden
atribuirse al uso de drogas o a acontecimientos interpersonales. La investigacin sobre los efectos de las
sustancias por tericos de la atribucin ha mostrado que podra ser un sinsentido definir una sustancia
como fuerte o efectiva porque, si produce el efecto deseado, el paciente creer que es la nica razn por
la que mejora" (Tedeschi y Riess, 1981).
Cazau P (2001) Vocabulario de Psicologa. Buenos Aires: Redpsicologa.
Referencias bibliogrficas
Baumeister, 1982), A self-presentational view of social phenomena. Psychological Bulletin, 91, 3-26.
Marlatt G (1985), Cognitive factors in the relapse process. En G. Marlatt y J. Gordon (comps), Relapse prevention:
Maintenance strategies in the treatment of addicitive behaviors, Nueva York, Guilford, Pginas 128-200.
Tedeschi J y Riess M (1981), Verbal strategies in impression management. En C. Antaki (comp.), The psychology of
ordinary explanations of social behaviour. Londres: Academic Press.
Vander Zanden J (1986) Manual de psicologa social. Buenos Aires: Paids.

Estilo atribucional.- Es la tendencia idiosincrsica de cada paciente de hacer atribuciones respecto de


su malestar, las que han de ser consideradas incluyendo tambin las atribuciones funcionales y
disfuncionales, teraputicas y no teraputicas.
El concepto de estilo atribucional es originalmente un constructo elaborado por varios autores con el fin
de medir diferencias individuales en atribucin causal. Se trata de una caracterstica de la personalidad
que puede ser definida como "una tendencia a realizar determinados tipos de inferencia causal y no
otros, tanto en situaciones diferentes como en funcin del tiempo" (Metalsky y Abramson, 1981, citados
por Hewstone M, 1992:62).
Se han confeccionados diversos cuestionarios para medir el constructo estilo atribucional, entre los cuales
cabe citar el ASQ (Attributional Style Questionnaire), de Peterson y Seligman, herramienta que mide
concretamente el grado hasta el cual el individuo explica sucesos adversos en tres dimensiones: internaexterna, estable-inestable y global-especfica.
Otros cuestionarios, como el ACS (Attributional Complexity Scale) (Fletcher y col) proponen una medicin
del estilo atribucional en trminos de complejidad, ya que existen atribuciones causales ms simples y
ms complejas, con toda la variedad intermedia. Por ejemplo, hay personas cuya tendencia es hacer
atribuciones causales complejas (invocando procesos causales abstractos y multideterminados) y otras
que tienden a las atribuciones simples (invocar, por ejemplo, una nica causa concreta).
Considerado como variable, el estilo atribucional en principio puede ser categorizado como estilo
atribucional funcional, estilo atribucional disfuncional y estilo atribucional mixto. Seguramente lo que
podr encontrarse es ste ltimo, si consideramos que la mayora de las personas utilizan atribuciones
funcionales y disfuncionales, con un predominio de unas u otras. Segn como quede as cada paciente
categorizado, podrn ser evaluados los procesos diagnsticos y pronsticos. Los procesos teraputicos
sern evaluados, en cambio, en trminos de atribuciones teraputicas o no teraputicas.
Las atribuciones que hacen los pacientes adictos sobre su malestar y sobre las vicisitudes (avances,
retrocesos, estancamientos) del tratamiento evolucionan con el tiempo, siendo la modalidad de esta
evolucin un indicador esencial para evaluar la eficacia del tratamiento y el progreso del paciente.

Cazau P (2003) Vocabulario. Buenos Aires: Redpsicologa.


Referencias bibliogrficas
Fletcher G. y otros, "Attributional complexity: An individual differences measure". Journal of Personality and Social
Psychology, 51, 875-884.
Hewstone Miles (1992) La atribucin causal. Buenos Aires: Paids.

Estilo atribucional y diagnstico.- Es habitual considerar como parte del psicodiagnstico y las
entrevistas diagnsticas algn tipo de conocimiento acerca del grado de conciencia de enfermedad que el
paciente tiene (Fernndez Alvarez, 1997:150).
Pero la conciencia de enfermedad no est necesariamente relacionada con la atribucin interna del
malestar, ya que el paciente puede atribur su malestar a que "yo me enferm" (atribucin interna) o a
que "los dems me enfermaron" (atribucin externa), con lo cual parte de la tarea diagnstica implicar
tambin la exploracin de los estilos atribucionales del paciente.
Cuando el DSM-IV diagnostica dependencia de sustancias, no incluye entre sus criterios la consideracin
del estilo atribucional del adicto.

Las atribuciones en tanto funcionales o disfuncionales pueden ser un punto de referencia til a los efectos
de la realizacin del diagnstico. Las atribuciones funcionales son aquellas que ponen de manifiesto los
aspectos 'sanos' del funcionamiento cognitivo del paciente, en oposicin a las atribuciones disfuncionales,
que ponen de manifiesto los aspectos patolgicos.
Estos aspectos sanos y patolgicos a su vez, se evalan en trminos de si las atribuciones -no o salteran significativamente el juicio de realidad. Por ejemplo, si un paciente atribuye su condicin de
adicto a la influencia del demonio o al resultado de una confabulacin mundial en su contra, el carcter
delirante de esta atribucin revela una grave afectacin del juicio de realidad, y entonces puede
considerrsela disfuncional.
Esta cuestin trae a la discusin el tema de lo que podra llamarse las atribuciones verdaderas y las
atribuciones falsas, segn que se correspondan o no con la realidad. De hecho, tanto Heider como Jones
y Kelley llegaron a admitir que los procesos de atribucin podan estar "sujetos a error" (Hewstone,
1992:69) en trminos de adecuacin o no con la realidad.
Cazau P (2003) Vocabulario. Buenos Aires: Redpsicologa.
Referencias bibliogrficas
Fernndez Alvarez Hctor (1997) Desarrollos en psicoterapia. Buenos Aires: Editorial de Belgrano.
Hewstone Miles (1992) La atribucin causal. Buenos Aires: Paids.

Mecanismos de defensa y atribuciones.- Puede tomarse el ejemplo -hipottico pero plausible- del
adicto cuya madre, al no haberse ocupado de l, es en una importante medida la responsable de su
adiccin. Sin embargo, esta creencia es evaluada inconcientemente por el adicto como potencialmente
peligrosa, porque entonces debera aceptar que su madre es una persona desaprensiva, irresponsable e
incapaz de protegerle y darle seguridad. Para evitar el displacer que esto le provoca, recurre
defensivamente a una atribucin interna, y termina creyendo que es l es nico responsable de su
adiccin.
De hecho, algunos de los procesos psquicos que el psicoanlisis ha descripto como defensas, pueden ser
considerados como atribuciones. Un ejemplo es la racionalizacin, entendida como "dar explicaciones
falsas pero socialmente aceptables de la conducta" (DSM-IV, 1995) y, ms especficamente, como un
procedimiento para dar una explicacin coherente desde el punto de vista lgico o aceptable desde la
perspectiva moral sobre algn comportamiento cuyos motivos verdaderos el sujeto no percibe (Laplanche
y Pontalis, 1981:349).
Por qu resulta conveniente la consideracin de la atribucin como recurso defensivo a los efectos de una
estimacin diagnstica?
Para responder a esta pregunta ha de comprenderse que el proceso diagnstico incluye una estimacin
de la gravedad de la patologa diagnosticada, lo cual a su vez puede determinarse a partir del tipo de
defensa utilizada por el paciente, ya que hay defensas ms o menos primitivas, ms o menos fallidas,
ms o menos adaptativas que otras. De hecho, el psicoanlisis freudiano ha utilizado como un criterio de
distincin entre neurosis y psicosis el tipo de defensa utilizado, y, ms adelante en el tiempo, Otto
Kernberg diferenci neurosis, psicosis y fronterizos en funcin de -junto con el juicio de realidad y la
identidad- la modalidad de las defensas utilizadas en cada caso.
Incluso fuera del contexto psicoanaltico, se han intentado clasificaciones de los mecanismos defensivos
en trminos de ms adaptativos o menos adaptativos, como el que realiz el DSM-IV al establecer una
escala de mecanismos que van desde aquellos que implican un nivel adaptativo elevado (afiliacin,
altrusmo, etc.), hasta los que implican un nivel importante de desequilibrio donde las defensas fracasan
en su fincin de contener las amenazas (como la negacin psictica y la proyecin delirante) (DSM-IV,
1995:768).
De esta manera, analizar el estilo atribucional en trminos defensivos permite evaluar la gravedad de la
patologa y, con ello, construr un diagnstico correcto. Podra entonces decirse que, cuanto ms fallida o
menos adaptativa es una defensa utilizada al atribur causalidad a la conducta propia, tanto ms grave
debera ser considerado el padecimiento del paciente.
Por ltimo, ser conveniente aclarar que el empleo del trmino 'defensa' no presupone un marco terico
especficamente o nicamente psicoanaltico, ya que puede ser entendido en un sentido amplio, como por
ejemplo el utilizado por el DSM-IV cuando homologa mecanismo de defensa con estrategia de
afrontamiento del estrs. En este sentido amplio, los mecanismos de defensa "son procesos psicolgicos
automticos que protegen al individuo frente a la ansiedad y las amenazas de origen interno o externo"
(DSM-IV, 1995:767).
Cazau P (2003) Vocabulario. Buenos Aires: Redpsicologa.
Referencias bibliogrficas
DSM-IV (1995) Manual diagnstico y estadstico de los trastornos mentales. Barcelona: Masson.
Laplanche J. y Pontalis J., "Diccionario de Psicoanlisis", Barcelona, Labor, 1981, 3ra. edicin, pg. 349

Estilo atribucional y pronstico.- Seala Fernndez Alvarez que "las diferentes formas de atribucin
constituyen uno de los elementos que permiten discriminar ms finamente las resistencias del paciente y

estimar las necesidades y posibilidades de cambio a que puede aspirar efectivamente una psicoterapia"
(Fernndez Alvarez, 1996:304).
El mismo autor refiere que por regla general, las personas que hacen atribuciones internas suelen ser
menos resistentes y ofrecen mayor predisposicin para el trabajo teraputico. Por lo tanto, "cuando la
atribucin comienza siendo externalizada deber explorarse cuidadosamente la capacidad del paciente
para vincular esa atribucin a circunstancias internas. Cuando esto es muy dificultoso, es altamente
probable que el inicio de una psicoterapia conduzca a un fracaso" (Fernndez Alvarez, 1996:305).
Sin embargo, la atribucin interna no garantiza tampoco xito en el tratamiento, habiendo personas con
grandes resistencias que no tienen problemas en hacer atribuciones internas de su malestar: al
autodesvalorizarse, es decir, al no confiar en sus propios recursos, creen y sostienen que no podrn
mejorar ni curarse.
Algunas veces (Fernndez Alvarez, 1996:306) los pacientes no son concientes de hacer ninguna
atribucin definida y delegan en el terapeuta esta decisin. En otros casos, como qued dicho, el paciente
cree saber en qu medida el origen de su problema es externo o interno, y, por lo tanto, en qu direccin
deben avanzar los cambios deseados.
Weiner (1985) y Graham (1990) y que investigaron la teora de la atribucin en el mbito educacional,
estn de acuerdo en que los estudiantes que creen que su bajo desempeo es debido a factores que
estn fuera de su control, no pueden ver ninguna razn para desear mejorar.
Podramos extender razonablemente la misma hiptesis al caso de las adicciones, sealando que los
adictos que creen que su problema de dependencia es debido a factores ajenos a ellos, tampoco podrn
ver ninguna razn para desear mejorar, con lo cual el pronstico quedar ensombrecido.
Otro aspecto importante a considerar a los efectos pronsticos es lo que podra denominarse el grado de
congruencia entre el estilo atribucional del paciente y el estilo atribucional del futuro terapeuta.
No todos los terapeutas, es bien sabido, tienen la misma orientacin terica. Un terapeuta conductista o
sistmico tender a hacer atribuciones externas sobre el comportamiento de su paciente, mientras que
un terapeuta de orientacin psicoanaltica o cognitivista tender a hacer heteroatribuciones internas, por
cuanto adjudicar la conducta del paciente, respectivamente, a dinamismos inconcientes y a creencias o
cogniciones disfuncionales.
En principio, debera existir un cierto grado de congruencia entre el estilo del terapeuta y el del paciente
cuando se trata de hacer un pronstico sobre las posibilidades teraputicas del tratamiento. Por ejemplo,
si un terapeuta es conductista y su paciente, al revs, insiste en las autoatribuciones internas, ello podra
amenazar la eficacia teraputica por cuanto los esfuerzos de ambos estaran encaminados hacia
direcciones opuestas: el terapeuta intentar cambiar los determinantes externos, mientras que el
paciente -en el mejor de los casos- har lo mismo respecto de los determinantes internos, desvalorizando
los esfuerzos del terapeuta.
Cazau P (2003) Vocabulario. Buenos Aires: Redpsicologa.
Referencias bibliogrficas
Fernndez Alvarez H (1996) Fundamentos de un modelo integrativo en psicoterapia. Buenos Aires: Paids.
Weiner B. (1985), "An attributional theory of achievement motivation and emotion. Psychological Review, 92(4), 548573. EJ 324 684.
Graham S. (1990) "Communicating low ability in the classroom: bad things good teachers sometimes do". In Graham
and V. Folkes (Eds.), "Attribution Theory: applications to achievement, mental health, and interpersonal conflict" (pp.
17-36). Hillsdale, NJ: Erlbaum.

Estilo atribucional y psicoterapia.- La creencia de que "el cambio se produce como resultado de la
comprensin por parte del individuo de los orgenes histricos de sus problemas formaba parte de los
primeros planteamientos del psicoanlisis de Freud" (Safran y Segal, 1994:160).
Este planteamiento freudiano nos lleva a considerar la posibilidad de atribuciones mixtas, es decir, que
son al mismo tiempo internas y externas. Por ejemplo, si un paciente llega a considerar que su malestar
se debe a ciertos significados personales que otorg a ciertas experiencias sufridas en etapas tempranas
de su vida, estar haciendo una atribucin interna porque el significado es personal, y una atribucin
externa porque la experiencia fue entendida como engendrada por alguien externo a l (los padres, por
ejemplo).
Uno de los valores que se intentan inculcar en la comunidad teraputica para adictos es la
responsabilidad, lo cual supone que el adicto debe poder realizar una atribucin interna de su conducta.
Elena Goti seala que el adicto debe poder llegar a decirse que "...no debo ser responsable porque los
dems me lo exijan, sino porque yo mismo decido serlo. Tambin implica no responsabilizar a otros por
lo que me pasa ni por lo que me pas. Implica el reconocimiento de mi cuota en aquellas cosas que sigo
haciendo con prejuicio para m y para los otros" (Goti, 1997:48).
De lo anteriormente dicho se desprende la necesidad de distinguir atribuciones teraputicas y
atribuciones no teraputicas.
Puede convenirse en llamar atribucin no teraputica a aquella que obstaculiza el progreso del
tratamiento o, al menos, que no impide su avance, y llamar atribucin teraputica a aquella que
contribuye al avance del tratamiento.

En este ltimo sentido, resulta tan importante que el paciente pueda atribur su avance teraputico a s
msmo como al terapeuta. En el contexto de las comunidades teraputicas, por ejemplo, Goti (1997:73)
seala que la autoayuda es la estructura que hace a la parte activa del tratamiento, y puede ser
entendida de varias maneras. Dos de estas formas son el "me ayudo a m msmo" (atribucin interna) y
el "me ayuda el otro" (atribucin externa). Este ltimo tipo de atribucin permite mantener intacta la
confianza en el terapeuta, lo cual es una condicin importante para el xito del tratamiento.
Beck y otros (1983:272) en su abordaje de la terapia cognitiva de la depresin, sostienen que los
pacientes suelen tener una serie de creencias 'antiteraputicas' que operan obstaculizando el
tratamiento.
Si analizamos estas creencias, es posible reconocer que algunas son el producto de atribuciones externas
y otras resultan de atribuciones internas. Entre las primeras se cuentan, por ejemplo, "yo no estoy
deprimido porque distorsione la realidad sino porque las cosas van realmente mal. Cualquiera de
deprimira en estas circunstancias", o "mi esposa es la causa de mi depresin". Traduciendo estas
atribuciones al paciente adicto, podramos decir: "cualquiera se drogara estando desempleado", o "el que
me provee la droga es la causa de mi adiccin".
Entre las atribuciones internas citadas por Beck y otros para la depresin se cuenta, en cambio, por
ejemplos: "s que interpreto las cosas en un sentido negativo, pero no puedo cambiar mi personalidad",
lo que, traducido al caso de las adicciones, podra parafrasearse como "s que no puedo estar sin droga:
esto forma parte de mi personalidad".
De todas maneras, ms all de la comparacin entre las atribuciones de estado de nimo depresivo y las
atribuciones de adiccin, sigue siendo importante considerar las primeras en s msmas dada la alta tasa
de comorbilidad entre depresin y adiccin. Sealan Beck y otros, en efecto, que los trastornos del
estado de nimo suelen aparecer frecuentemente como un aadido a los trastornos por abuso de
sustancias (Beck y otros, 1999:301).
"Construmos concepciones de nosotros mismos que nos sirven para volver estable, predecible y
manejable la visin que tenemos de nosotros. Al atriburnos rasgos estables y disposiciones
permanentes, nos sentimos ms capaces de comprender nuestra propia conducta y de planear nuestras
acciones futuras" (Vander Zanden, 1986:178).
Segn Beck y otros, si los pacientes con PTF (baja tolerancia a la frustracin) pueden "atribur la
responsabilidad a otro y a su vez pueden reprochrselo, podrn recuperar en parte la sensacin de poder
perdido. Si se insulta a otra persona, es como si el paciente estuviera diciendo: "no soy tan dbil e
indefenso. Soy suficientemente fuerte como para castigarte a t". Evidentemente, si dichos pacientes
perciben en s msmos la causa del problema, se autocritican y se sienten an ms indefensos" (Beck y
otros, 1999:331).
Como qued indicado, cuando se trata de analizar el papel del estilo atribucional en el transcurso de un
tratamiento, convendr distinguir la atribucin funcional de la atribucin teraputica. Mientras la
atribucin funcional es aquella que permite disiminur los montos de malestar o dolor psquico, la
atribucin teraputica es aquella que colabora con los objetivos de la terapia.
La atribucin teraputica puede ser inducida por el terapeuta, en colaboracin con los padres del
paciente. Un ejemplo importante es la tcnica sistmica del reencuadre (Minuchin y Fishman, 1981) que
consiste en connotar el abuso cmo mala conducta antes que como enfermedad. Ms concretamente, se
trata de lo que podra calificarse como una atribucin interna forzada, por cuanto la tcnica del
reencuadre implica inducir al paciente a practicar una atribucin interna.
Sin embargo, debe insistirse en este punto que la efectividad de la tcnica del reencuadre no reside en el
carcter interno de la atribucin, sino en su carcter teraputico, y de aqu la necesidad de discernir
nuevas modalidades de atribucin, entre las cuales se haba propuesto en este trabajo la atribucin
teraputica, es decir, aquella que puede colaborar con los objetivos del tratamiento.
Finalmente, cabe consignar que para que una atribucin pueda ser considerada teraputica no es
suficiente con que sea una atribucin verdadera. Indudablemente, no ha de tratarse de una atribucin
delirante que viole en juicio de realidad, pero ello no es an suficiente porque adems de verdadera
deber ser tambin oportuna.
Por ejemplo, si un paciente atribuye su adiccin a las condiciones socio-econmicas del pas o al aumento
del trfico de estupefacientes en su hbitat, probablemente est haciendo una atribucin verdadera. No
es, sin embargo, oportuna, porque el objetivo de la terapia no es actuar sobre ese tipo de causas
externas sino sobre aquellas otras que puedan ser controlables. La oportunidad de la atribucin es,
entonces, funcin del grado en que -en determinado momento de la terapia- el paciente puede comenzar
a ejercer un control sobre las causas invocadas para revertir su condicin de adicto.
Cazau P (2003) Vocabulario. Buenos Aires: Redpsicologa.
Referencias bibliogrficas
Beck A y otros (1983) Terapia cognitiva de la depresin. Bilbao: Desclee de Brouwer, 5 edicin.
Beck A y otros (1999) Terapia cognitiva de las drogodependencias. Barcelona: Paids.
Goti Elena (1997) La comunidad teraputica. Un desafo a la droga. Buenos Aires: Nueva Visin, 2 edicin.
Minuchin y Fishman (1981) Family Therapy Techniques. Cambridge Mass: Harvard University Press.
Safran Jeremy y Segal Zinder (1994) El proceso interpersonal en la terapia cognitiva. Barcelona: Paids.

Vander Zanden J (1986) Manual de psicologa social. Buenos Aires: Paids.

Estilo de atribucin en depresin.- Antecedentes. Pocos estudios han examinado si el estilo de


atribucin (explicacin individual del porque los eventos suceden) es un factor de vulnerabilidad
genticamente influenciado para la depresin. Objetivos. Investigar si el estilo de atribucin es un rasgo
de vulnerabilidad duradero para la depresin recurrente. Mtodo. Como parte del estudio de depresin de
Cardiff, entrevistamos a 108 personas con depresin y sus hermanos, y a un grupo control de 105
individuos sanos y sus hermanos, utilizando los programas para valoracin clnica en Neuro-Psiquiatra y
el programa de eventos de vida y dificultades. Los participantes tambin completaron el cuestionario de
estilo de atribucin. Resultados. Los anlisis de regresin mostraron que el estilo atribucional resulta del
estado anmico y no es un factor de riesgo familiar para la depresin. Sin embargo, la tendencia a
internar eventos negativos estuvo relacionada con el haber tenido un episodio de depresin anterior,
sugiriendo un efecto de miedo. Tambin, los eventos no severos estuvieron asociados a un subconjunto
de atribuciones optimistas. Conclusiones. El estilo de atribucin principalmente mide el estado anmico
actual y no refleja un factor de riesgo familiar para la depresin.
Harriet A. Ball; Peter McGuffin; Anne E. Farmer. Estilo de atribucin y depresin. BRITISH JOURNAL OF PSYCHIATRY.
2008 ABR;192(4):275-278.

AULAGNIER, PIERA
Biografa.- Psicoanalista italiana radicada en Francia (1923-1991), ex-discpula de Lacan, se aparta de la
Escuela Freudiana de Pars fundando el "Cuarto Grupo". Desarrolla un planteo original que propone, entre
otras ideas, los primeros enunciados maternos como origen del yo, la existencia de un proceso anterior al
primario, llamado proceso originario, y una revalorizacin del pensamiento y el entorno histrico del
sujeto.
Nacida en Italia con el nombre de Piera Aulagnier Spairani, estudia en Francia como discpula de Lacan.
Colabora con l en el hospital St. Anne en la presentacin y el control de pacientes, y cuando Lacan funda
en 1964 la Escuela Freudiana de Pars, ella queda a cargo del departamento de enseanza. Al ao
siguiente, presenta trabajos sobre la perversin, encarando luego el problema del desarrollo de la
femineidad.
En 1967 publica la revista "L'inconscient", que incluye temas como la transgresin, la perversin, la
identificacin, la paternidad y la enseanza del psicoanlisis. Al ao siguiente, Piera cuestiona la forma
que aceptar a los candidatos a la Escuela Freudiana, y en 1969 renuncia fundando el llamado "Cuarto
Grupo" (pues antes haban habido tres escisiones), con un enfoque ms sociolgico y culturalista, y ms
abierto a las diferentes corrientes psicoanalticas. Son sobre todo mujeres, lo que refleja las aspiraciones
del momento en cuanto a la liberacin femenina. Piera edita la revista "Topique".
Aulagnier cuestiona la reduccin de la realidad psquica a un puro deseo del Otro, sin ninguna atadura al
mundo donde naci y donde est inserto. Propone que el yo se origina en los primeros enunciados del
discurso materno, estructurndose desde el lenguaje, pero a diferencia de Lacan no es un yo condenado
al desconocimiento, ni totalmente pasivo al discurso del Otro. No se considera estructuralista,
jerarquizando mas bien la realidad histrica.
Describe una 'potencialidad psictica' que podr o no manifestarse, segn las vicisitudes de la vida,
pudiendo quedar enquistada y nunca manifestarse sintomticamente.
Propone una vuelta a la clnica, una 'teorizacin flotante' que evitara una cierta tendencia a llevar el
psicoanlisis hacia la filosofa o la literatura.
Segn L. Horstein, Piera revaloriza la ilusin y el pensamiento como constitutivos y transformadores de la
realidad, frente a una epistemologa pesimista influenciada por la modernidad y la posmodernidad que
habla de 'crisis de la razn', 'era del vaco', etc. Denuncia el olvido del paradigma freudiano de la
preocupacin por la cura, frente al paradigma imperante de los 'largos silencios y la extensin del
tiempo', que solo conducen a una idealizacin del analista y por ende, a una alienacin.
Incluye una categora anterior al proceso primario, que llama 'proceso originario', concepto que utiliza
para dar cuenta del proceso psictico. Habla del proceso de 'metabolizacin', entendido como la
transformacin de una informacin externa en representacin. Se refiere tambin a la pulsin de muerte
considerndola una desinvestura de objeto, pero no para ser reemplazado por otro objeto, sino un 'deseo
de no deseo'. En este caso no quedan huellas, slo un vaco: la amenaza es general, se borra toda
investidura.
Piera se casa con Cornelius Castoriadis, cuyas ideas respecto de la revalorizacin del pensamiento, del
sentido social y la historicidad, aparecen destacadas en la obra de Aulagnier. Muere en 1991.

(Condensado de Mancas, Amparo, "Biografa de Piera Aulagnier", includo en Abadi, Sonia y otros, "Desarrollos
posfreudianos: escuelas y autores", Buenos Aires, Editorial de Belgrano, 1997).

Biografa.- [psicoan.] (1923-1990) Naci en Miln, en octubre de 1923. Su nombre: Piera Spairani. Vivi
sus primeros aos en Egipto y luego retorn a Italia. Estudi medicina en Francia a los comienzos de los
aos 50. Su primer marido, Aulagnier; de ah el apellido con el que es conocida. De ese matrimonio tuvo

un nico hijo que actualmente es psiquiatra. Despus de unos aos de matrimonio con Aulagnier se
separ y se cas con Cornelius Castoriadis, filsofo, escritor, psicoanalista, con quien comparti no slo
aos de matrimonio sino tambin desarrollos tericos a los que ambos remitieron mutuamente como
complemento de sus propias tesis. Durante los 10 primeros aos como psiquiatra se dedic a trabajar
con pacientes psicticos. Entre 1955 y 1961 se analiz con Lacan. Fue su discpula hasta 1968, ao en
que se alej definitivamente de la Escuela Freudiana de Paris. Sus filiaciones fueron Freud y Lacan.
Filiaciones erticas y no fijaciones tanticas que le permitieron seguir avanzando en la investigacin
de los conceptos psicoanalticos. Como deca Freud: lo que has heredado de tus padres adquirelo para
poseerlo. Adquirirlo y poseerlo no es reproducirlo, es proseguir la obra, transformarla. En el invierno de
1967 public junto con Jean Clavreul la revista L Inconscient que despus de apenas ocho nmeros
interrumpi su publicacin en medio de las tormentas que haban estallado en la Escuela Freudiana de
Pars por la cuestin del pase y que terminaron en la escisin de 1968. Desde 1962 dict junto con
Clavreul seminarios en Saint Anne, con la misma intensidad con que analiz, investig y teoriz. Los
seminarios fueron un lugar de encuentro privilegiado donde sus pensamientos y su tarea clnica podan
ser hablados, obligndola a hacer comunicable, cuestionable, conceptualizable el camino recorrido por
su reflexin y su escucha da tras da. En 1968 se alej de la EFP, entre otras cosas por no aceptar la
concepcin jerrquica que rega la formacin de los analistas. En enero de 1969 Piera Aulagnier y otros
diez psicoanalistas de la EFP fundaron el Quatrime Groupe. Como el grupo es independiente, sin
adhesin ni a la IPA ni a la ortodoxia lacaniana, al nombre le agregan una sigla, OPLF, Organizacin
Psicoanaltica de Lengua Francesa. Subrayan as que es posible y deseable una pluralidad de referencias,
y que ningn grupo tiene derecho a reivindicar la exclusividad de una herencia. En sus comienzos Jean
Paul Moreigne y Jean Paul Valabrega fueron los que dieron cuenta de las nociones del funcionamiento
colectivo de la organizacin. P. Aulagnier tom en sus manos la direccin de la revista Topique, cargo que
conservar hasta su muerte. (En el otoo boreal del 69 sali el primer nmero, con artculos consagrados
a la fundacin del Cuarto Grupo y a la formacin de los psicoanalistas). Ese nombre, Topique, no era
casual. Tambin l reenviaba a las diferentes zonas de la metapsicologa freudiana y a una
representacin plural del psicoanlisis. Desde esta separacin reflexion cada vez sobre el proceso
analtico y sobre la teora que lo sustenta. En un comienzo escribe sus artculos ms polmicos,
consecuencia de su divergencia con la modalidad que fue asumiendo la prctica lacaniana.
Posteriormente en el resto de sus publicaciones -varios artculos publicados en revistas, congresos, y
conferencias en distintas partes del mundo- pone en juego una renovadora propuesta metapsicolgica,
testimonio de un pensamiento sistemtico y esencialmente antidogmtico y de un trabajo de elaboracin
sobre los fundamentos que no pierde la referencia constante a los hechos que lo han suscitado. Quien se
sumerja en su obra y la escale advertir tres perodos: 1961-1968, 1969-1975 y 1976-1990. y tambin
los hitos de un paisaje visto desde varias perspectivas: - problemtica identificatoria - proceso
identificatorio - construccin identificatoria - conflicto identificatorio. Propuesta metapsicolgica fuerte
que indaga en lo ms genuino y profundo de la constitucin de la subjetividad. Entre 1961 y 1968, sus
trabajos sobre deseo de saber, demanda e identificacin, perversin y psicosis, muestran an la neta
influencia del pensamiento lacaniano. Desde 1968 hasta 1975 escribe sus artculos ms polmicos sobre
todo en lo que se refiere a la teora y a la tcnica en la prctica psicoanaltica. En 1975, su primer libro,
La violencia de la interpretacin, marca el comienzo de la tercera etapa. Muestra en sentido pleno la
imbricacin terico-clnica a la vez que propone las bases para una nueva concepcin metapsicolgica, a
partir, fundamentalmente, del estudio sobre la psicosis. Su obra propone una nueva visin psicoanaltica
de la madre con el recin nacido, una nueva metapsicologa de la representacin, a la vez que abre con
su novedosa propuesta sobre el yo el trabajo de auto-historizacin y su relacin con los otros, otra
manera de pensar la cuestin del sujeto muy cercana al pensamiento de Freud de sus ltimos escritos.
Problemticas fundamentales. Su obra terico-clnica la ubica entre los pensadores que harn historia en
el psicoanlisis contemporneo. Reformula algunos conceptos fundamentales en resonancia con los
desarrollos actuales de la ciencia, de la historia y de la cultura. Intenta una teora sobre la ontognesis
psquica sin encerrarse en una propuesta tmporo-espacial lineal. La historia de un sujeto no est
sobredeterminada desde el inicio ni puede ser totalmente anticipada, lo cual desestimara el valor del
azar. Tras la conciencia reviven las trazas de lo visto, lo odo y lo vivenciado sexualmente en la
prehistoria [del yo] que en su articulacin con los aconteceres del presente se actualizan en recuerdos,
fragmentos de recuerdos, en sueos, en fantasas, en una psiconeurosis. Su propuesta sobre la
subjetividad evoca nuevas ideas que las ciencias de la complejidad proponen para la inteligibilidad de las
formas vivas. Cualquier objeto real divide al mundo en dos partes: l mismo y el resto del mundo.
Ambas porciones universales pueden influirse mutuamente a travs de una superficie comn real o
imaginaria: la frontera. Cambios en uno inducen cambios en el otro. Algunos objetos de este mundo,
muy pocos, exhiben una rarsima propiedad: tienden a independizarse de la incertidumbre de su
entorno. Hablar del sujeto en psicoanlisis es hablar de la psiquis como pluralidad de personas
psquicas. El sujeto no puede plantearse sin relacin con esta instancia fundada sobre el lenguaje
organizado e inseparable de su relacin con otro que es el yo. Al mismo tiempo es el sujeto lo que
subvierte la pretensin del yo de unicidad respecto a la totalidad de la psique y del pensamiento, lugar

que igualmente intenta defender contra viento y marea. Protagonista de una historia, el sujeto es fruto
de sucesivas remodelaciones y reconstrucciones fantasmticas sustentadas en las teorizaciones del yo y
en el trabajo de simbolizacin que ste hace desde el presente, apoyado en un fondo de memoria que se
inscribe en el psiquismo a partir del impacto afectivo de los distintos aconteceres de su vida. La
reformulacin metapsicolgica se alimenta, al igual que en Freud, del rigor de la clnica, siempre
renovada. Entrama en sus textos aos de escucha del discurso psictico. Por eso da en pensar en la
prehistoria del yo. La metapsicologa es pos-escritura de algo que se ha notificado en la cosa clnica. El
conocimiento de la materia del psicoanlisis, el inconsciente, se logra desde el nico espacio capaz de
conocer: el yo. Por eso el yo piensa, sufre, se relaciona, conoce, duda. Y ella, que ha dicho que el sujeto
est condenado a investir, a lo largo de su obra est condenada a investir la dilucidacin terica del yo.
Sus compatriotas, polemizando con la psicologa del yo, han tirado al nio y no slo el agua de la baera.
Ella retoma la segunda tpica, retoma conceptos centrales de Freud: el yo como un polo del conflicto, la
importancia del supery y del ideal, el valor de la historia, el concepto de elaboracin y la dimensin
teraputica del psicoanlisis. En Freud la nocin de yo se haba ido complejizando. Alcanza su
advenimiento pleno entre 1915 y 1924, a partir del descubrimiento del narcisismo, la importancia de las
identificaciones en la constitucin del psiquismo y las instancias ideales. Entonces el yo deviene objeto de
amor debido al precipitado de las identificaciones con los otros significativos y es inconcebible pensarlo
por fuera de la relacin con esos otros. Enfatizar la segunda tpica freudiana, volver a ella, es acentuar la
fuerza constitutiva de lo identificatorio y del conflicto entre las diferentes identificaciones. Tpica ms
cercana a la experiencia clnica, que es el campo de los afectos y de lo relacional. Es un giro
escandaloso que hace referencia a un yo-morfismo no feliz para quienes privilegian la primera
descripcin del aparato psquico ms abstracta y psicologizante. Es slo desde el yo y gracias al proceso
secundario que podemos acceder a todo espacio fuera del yo, nico decodificador del ello y nica
instancia para pensar el placer y/o el sufrimiento que toda experiencia vivencial produce. La complejidad
del yo lo vuelve inseparable del proceso identificatorio que hace posible su constitucin, su continuidad y
su devenir, siempre en relacin a los otros que forman su entorno. P. Aulagnier privilegia el lugar del
encuentro en la constitucin de la subjetividad, en el desencadenamiento de potencialidades y en el
despliegue de la tarea clnica. Encuentro entre un cuerpo y un mundo exterior que el infans desconoce
como tal; encuentro entre una psiquis y un discurso deseante, el de la madre, y finalmente, encuentro
entre el yo y el tiempo. Inscripcin psquica implica trama relacional, aun cuando en la relacin con el
otro significativo, ste no sea diferenciado como otro. Esta trama deviene de enigmticos mensajes
cargados de sentido, del misterio de los gestos, de los silencios sustitutos de una palabra de amor o de
un grito de odio. Conocer la ontognesis del deseo de que un yo sea es sostn simblico, marca de
identidad que hace posible referir siempre a un pasado evitando quedar adherido a puntos de fijacin que
detendran la marcha del proceso identificatorio. La problemtica identificatoria (ese hilo conductor) y la
del trabajo del yo y el pensamiento son sus cuestiones fundamentales, los disparadores de una
metapsicologa propia, que no abandona el conocido (o desconocido?) triple registro indicado por Freud:
tpico, dinmico y econmico. Cuestiones que retoma en la tarea clnica y al privilegiar un itinerario
terico. Escuchar, cuestionar. Eso: escuchar. No silenciar los dictados de la clnica, las dudas, lo
interrogantes, los xitos, los fracasos, el pensamiento de autores que privilegiaron o indagaron otros
itinerarios es una necesidad a la que obliga la complejidad del campo terico y clnico que nos ocupa. En
la concepcin metapsicolgica no hay lugar para un ello-yo indiferenciado en los orgenes como pensaba
Freud. El yo para poder constituirse debe apropiarse de los enunciados identificatorios que la madre
ofrece. La indiferenciacin de los comienzos sera entre un yo anticipado por la madre y un yo por venir.
El yo se apropia de los enunciados identificatorios que aporta la madre en un comienzo, para luego ser
identificante de s mismo y de los otros. El proceso de identificacin exige un trabajo de elaboracin, de
duelo, de apropiaciones que se operan sobre las representaciones identificatorias que el otro primordial le
aport. Durante el tiempo de la infancia el yo parental es una prtesis necesaria para el nio. A partir de
esta ntima dependencia con la madre el nio podr formular sus primeras palabras, investir sus primeros
referentes identificatorios, reconocer la exterioridad de sus soportes de investimiento, tener la intuicin
de un movimiento temporal que lo pone ante la necesidad de investir un momento posterior al presente.
Podr, en suma, investir el proyecto. Prtesis invalorable que posibilita la organizacin y la forma de
funcionamiento del yo, cuyo devenir depender de una serie de factores internos, los productos de su
organizacin (nunca definitiva) y de otra serie de factores externos, no previsibles con los que se
encontrar a lo largo de su existencia: experiencias, logros, frustraciones, encuentros felices o
desgraciados que el medio externo (el conjunto de los otros, la sociedad, y tambin su propio cuerpo) le
impondrn inevitablemente. En los comienzos el yo es un simple repitiente de los enunciados con los que
la madre lo piensa, pero son esos enunciados el apoyo que tiene para reconocerse e investirse a si
mismo. Este narcisismo del yo, tomarse como objeto de amor, es un requisito para dejar de depender de
los anhelos identificatorios que la madre le formula y pasar a tener los propios. El cuando seas grande
sers... que anhela la madre para su hijo tendr que transformarse en cuando sea grande ser... Y
tendr que asumir un compromiso con la realidad que si bien lo pone ante el riesgo de sentir lo solitario
del desprendimiento parental, le da un grado de libertad y un sentimiento de estima de s para investir y

realizar sus propios proyectos. Un proceso que aproximadamente termina cuando termina la
adolescencia. Junto al advenimiento del yo se pone en juego para la psique la categora de temporalidad
y junto a ella la incertidumbre, la duda y la imprevisibilidad, inseparables de la necesidad de alteracin,
modificacin y alteridad que el yo requiere para poder persistir. Piera Aulagnier condena al yo a tres
trabajos: pensar, investir, sufrir. Pensar e investir son dos funciones sin las cuales el yo no podra advenir
ni preservar su lugar sobre la escena psquica. Y sufrir es el precio que deber pagar para lograrlo.
Recuper esa cuarta instancia freudiana, la realidad, tan soslayada en otros desarrollos posfreudianos. El
sujeto oscila permanentemente entre el principio de placer y el principio de realidad. Es la realidad de las
necesidades del cuerpo, de las necesidades narcisistas, de las condiciones que el infans encontrar en el
ambiente fsico y psquico que lo rodea el que revelndose diferente a lo pictogrfico y a lo fantasmtico
del deseo exigir el reconocimiento de su existencia fuera de la psique y el de sus exigencias. Desconocer
la relacin realidad psquica-realidad en la constitucin del psiquismo como perpetuo devenir del proceso
identificatorio implica desconocer la realidad de los acontecimientos que resignifican a cada paso lo
histrico vivencial. Para P. Aulagnier la realidad histrica es el conjunto de acontecimientos que marcan
la primera infancia de todo sujeto, cuyo surgimiento confronta al nio con experiencias afectivas,
somticas, psquicas, que lo obligan a una reorganizacin exitosa o fallida de su mundo interno, a una
reevaluacin estructurante o desestructurante de su economa psquica, a una reorganizacin ms rica o
ms pobre de sus referentes identificatorios. Esas experiencias vividas sern o reprimidas, o
reconstruidas cuando lo permite el recuerdo, o exhibidas como heridas siempre abiertas. El trabajo
analtico podr darle al sujeto la oportunidad de transformar su significacin, de relativizar el impacto que
pudieron haber producido o bien de imputarles otra causalidad, pero sin dejar de reconocer que en el
momento que se produjeron tuvieron un rol determinante para el funcionamiento psquico del nio. Su
trabajo con los psicticos la llev a una conceptualizacin metapsicolgica propia. La psicosis, dice, no es
slo efecto de una carencia o de una represin que no se ha producido, aun cuando ambas situaciones
estn presentes, sino tambin del trabajo de construccin que debe hacer el sujeto psictico para poder
dar cuenta de una teora de los orgenes que le d la posibilidad de insertarse en una temporalidad que
no lo condene a vivir indefinidamente lo que vivi en el pasado. Para el Yo, la esquizofrenia y la paranoia
son dos formas de representar su relacin con el mundo cuando se ve enfrentado a ciertas condiciones
de arbitrariedad que no le permiten compartir con el discurso social una teora sobre los orgenes. Segn
P. Aulagnier, la psicosis nunca es reductible a la proyeccin de una fantasa sobre una realidad neutra. No
es que falte la proyeccin fantaseada pero para que se desencadene una psicosis se requiere un
potenciamiento entre la fantasa y lo que aparece en la escena de la realidad. Por otra parte, as como el
yo no es un destino pasivo del deseo de la madre, la psicosis tampoco lo es. De ah la importancia que en
la teora de Aulagnier tiene el concepto de remodelacin de las escenas fantasmticas propias del proceso
primario y el trabajo de interpretacin y resignificacin del yo. Coherentes con este pensamiento terico
fueron la tarea clnica y la trayectoria profesional de Piera Aulagnier. Es all donde emerge ese
subterrneo trabajo de ligazn que pone en relacin lo que omos en nuestros encuentros clnicos y las
adquisiciones sedimentadas gracias a la teorizacin flotante. La meta del anlisis es desencadenar la
apertura de un movimiento interpretativo con el fin de que el yo pueda modificar la versin de sus
vivencias infantiles. La bsqueda y el develamiento de nuevas causalidades apuntan a operar una
transformacin del espacio psquico a partir de la apropiacin de la nueva relacin de los objetos
libidinales que se establece como consecuencia de los desplazamientos que en el registro causal produce
la interpretacin analtica, cuya meta es permitirle al yo librarse de un sufrimiento neurtico. La
reinterpretacin del pasado puede modificar el vivenciar presente, romper con las fijaciones, las
conductas repetitivas, la huida ante lo imprevisto, la negacin; desconstruir una realidad que se volvi
rgida sustituyndola respecto tanto de s mismo como de los otros segn la posibilidad que el encuentro
con el anlisis y el analista le permitan. Tiempo, memoria e historia, tres trminos indisociables en la
constitucin de la subjetividad como en la relacin del analista con la interpretacin. La concepcin de la
interpretacin que propone P. Aulagnier est inscripta en el reconocimiento de la existencia de tendencias
y posiciones tericas diversas que se fundamentan en los diferentes discursos metapsicolgicos que cada
analista privilegia. La clnica psicoanaltica no puede quedar aislada de la metapsicologa que la sustenta.
El nfasis en la articulacin terico-clnica que Piera Aulagnier muestra a lo largo de su obra, tanto en los
escritos tericos como en los historiales, se pone en juego en su concepto de teorizacin flotante:
trabajo preconsciente del analista en el que est presente la teora del funcionamiento psquico as como
los elementos que ste conoce y guarda en su memoria referidos a la historia de su paciente y a la
historia transferencial que ambos construyeron conjuntamente. El analista escucha las palabras del
paciente tomando aquellas que tienen una particular resonancia afectiva tanto en su propia fantasmtica
como en esos otros espacios de memoria que son su capital terico, para transformar una hiptesis
terica de valor universal en un elemento singular de la historia de ese sujeto. Pero no confunde la
fantasa de su analizando con la propia. Por el contrario es en el punto de deslinde de ambas donde se
pone en juego la interpretacin. Y la primera tarea del psicoanlisis, la primera meta, es la de traer a la
luz el conflicto psquico que est en la base del sufrimiento al servicio de objetivos singulares que
refuercen la accin de Eros a expensas de Tnatos, ampliar el derecho y el placer de pensar, de disfrutar,

de existir facilitando un trabajo de sublimacin que posibilite al sujeto, sin pagarlo demasiado caro
renunciar a ciertas satisfacciones pulsionales que se oponen al ideal del yo. Tarea slo posible si se
establece una relacin de intercambio entre analista y analizando que implique compartir fines, objetivos,
conocimientos, sin dejar de mencionar ese plus de placer que todo trabajo creativo posibilita. Creacin
como transformacin singular y producto del trabajo compartido. [www.pieraaulagnier.com]
Cristina Rother de Hornstein
Aporte de Ricardo Bruno

AUTENCIDIDAD / INAUTENTICIDAD
Generalidades.- El hombre logr crear muchas cosas por la tecnologa, pero no ha podido crearse o
producirse a s mismo (autocreacin). No tiene la posibilidad de autoproducirse, pero segn Heidegger
tiene otra posibilidad que debe enfrentar: la de su propia muerte. Frente a ella se pueden asumir dos
actitudes:
1) Vivir para la muerte, o sea, emprender la bsqueda de una existencia autntica. Ante la muerte la
existencia es imposible, pero s es posible comprender dicha imposibilidad, lo cual genera en el Dasein,
un estado de angustia frente a la nada, o sea, frente a la imposibilidad de la existencia.
2) Huir de la muerte, negar su inevitabilidad, su insuperabilidad y su carcter incondicionado. Para ello el
Dasein (ser-en-el-mundo) se refugia en la cotidianeidad, o sea, se transforma en un uno, el cual
aparece por ejemplo, en las cosas cotidianas: se va al cine, se usa este tipo de traje, etc., todo esto
sin hacer un anlisis tico-valorativo (axiolgico) sino simplemente ontolgico.
Autenticidad e inautenticidad.- Estos dos caminos, o sea, asumir la angustia frente a la propia muerte o
refugiarse en el annimo e impersonal uno, son los dos polos antitticos entre los cuales deambula la
existencia para Heidegger, y se llaman inautenticidad y autenticidad.
Autenticidad significa aceptar nuestra finitud, comprometernos con los dems y con nosotros mismos, e
inautenticidad significa negar nuestras limitaciones y coquetear con la omnipotencia y la inmortalidad.
El animal no puede ver cuales son sus posibilidades de ser-en-el-mundo, pero el hombre s: autenticidad
e inautenticidad. En el hombre prima la existencia sobre la esencia: el animal tiene una esencia fija, el
hombre una existencia que puede adoptar distintas formas, para eso es libre de elegirlas.
Tanto en la autenticidad como en la inautenticidad, el hombre asume ciertas actitudes hacia los dems
Dasein, hacia las cosas y hacia s mismo.
En la autenticidad puede vincularse sin perder su libertad de pensar autocrtica, ni renunciar a sus
compromisos existenciales, ni a su angustia.
En la inautenticidad no hay autocrtica, no hay duda como motor del cambio y hay negacin de la
muerte. Esta opcin conduce al se (das Man), o sea, un ser annimo, impersonal, al que nos referimos
antes.
Caractersticas distintivas del impersonal.- 1) Habladuras: el discurso del ser inautntico da ms
importancia a la forma que al contenido. Se habla mucho y no dice nada, y adems se pretende llegar al
fondo de la cuestin, sin lograrlo nunca. Hablamos para huir de nuestra propia realidad.
2) Avidez de novedades: satisfacer la curiosidad con lo ltimo novedoso. En realidad ello implica buscar
lo nuevo solo para saltar a otro tema nuevo, y no resulta as posible quedarse con un tema determinado.
Esta avidez de novedades conduce a la habladura o charlatanera. Es una pseudo-curiosidad y no un
ansia autntica de saber. Esto nos conduce a la tercera caracterstica:
3) Ambigedad: La novedad parece ser clara y nuestra comprensin de ella parece ser buena, pero no lo
es. La novedad y la charlatanera esconden otro sentido: el de la inautenticidad, pues por ellas creemos
saberlo todo.
Nuestro sometimiento a la dictadura del impersonal se nos impide conectarnos autnticamente con
nuestra condicin de seres finitos, nos lleva a nuestra despreocupacin por el otro, hacindonos olvidar
que este otro ser puede ser una posibilidad que podra ser la nuestra. En el impersonal se, tambin
estamos esclavizados por las cosas, los bienes, que terminan convirtindose en un fin en s mismo, en
vez de usarlas para desarrollar nuestra posibilidad autntica de ser-en-el-mundo.
Aplicacin del planteo del ser-ah de la cotidianeidad a un problema de nuestro tiempo.- La drogadiccin
es una forma de existencia inautntica. El adolescente sumergido en el ser-ah de la cotidianeidad se
desliga de sus autnticas responsabilidades frente a s mismo y los dems buscando la avidez de las
novedades (y la droga es una novedad). Ella proporciona adems un efmero sentimiento de
omnipotencia. El joven, al identificarse con los otros que consumen drogas, se funde con ellos en el
impersonal se y comienza su autodestruccin. La droga permite la evasin de la realidad que nos toca
vivir y no enfrentar nuestra propia finitud y, en tercer lugar, no nos permite el dilogo fructfero con
nosotros mismos y los dems.
En suma, tanto la insercin en el impersonal como la adiccin a las drogas, nos alejan de nuestra
angustia de finitud y de nuestros compromisos existenciales, implcitos en cualquier proyecto de vida
enriquecedor.
Otro tanto pasa con una droga socialmente aceptada: el cigarrillo. Al respecto hay dos cuestiones
importantes:

a) El fumador siente culpa por fumar, conciente o inconscientemente, porque se est autodestruyendo y
con el ejemplo destruye a los dems, especialmente a sus hijos.
b) Este grado de culpabilidad generalmente no es adecuado al dao enorme que produce el tabaquismo,
pues la culpa de anestesiada o acallada cuando el fumador se refugia en el ser-ah de la cotidianeidad.
Fumar es lo que se hace cuando estamos ansiosos; adems se acostumbra a fumar, o sea, se refugia
en el se impersonal. Es una forma de reducir la culpa repartindola entre muchos. El ex-fumador se
deslig de la tirana del ser-ah de la cotidianeidad y de su postura omnipotente frente al dao que puede
ocasionarle.
Condensado de Roviralta P (1991) La dictadura del ser ah de la cotidianidad de Martn Heidegger y su aplicacin a un
problema de nuestro tiempo (artculo).

AUTOCONCEPTO
Definicin.- Evaluacin que hace una persona de su habilidad para realizar con xito una tarea particular
en cierta situacin.
Aiken L (2003) Tests psicolgicos y evaluacin. Mxico: Pearson. 11 edicin (pgina 458).

Definicin.- Este trmino suele definirse, en sentido genrico, como el conjunto de imgenes,
pensamientos y sentimientos que el individuo tiene de s msmo. As, es posible diferenciar dos
componentes o dimensiones en el autoconcepto: los cognitivos (pensamientos) y los evaluativos
(sentimientos). Los primeros se refieren a las creencias sobre uno msmo tales como la imagen corporal,
la identidad social, los valores, las habilidades o los rasgos que el individuo considera que posee. Los
segundos, tambin llamados autoestima, estn constitudos por el conjunto de sentimientos positivos y
negativos que el individuo experimenta sobre s msmo.
Salvarezza L, Psicogeriatra, Paids, Buenos Aires, 1999, pg. 98.

Generalidades.- El autoconcepto suele definirse, en sentido genrico, como el conjunto de imgenes,


pensamientos y sentimientos que el individuo tiene de s mismo. Pensamientos y sentimientos que,
consecuentemente, permiten diferenciar dos componentes o dimensiones de los mismos: los cognitivos y
los evaluativos (Rosenberg, 1979). La dimensin cognitiva hace referencia a las creencias sobre varios
aspectos de s msmo, tales como la imagen corporal, la identidad social, los valores, las habilidades o los
rasgos que el individuo considera que posee. Los aspectos evaluativos del autoconcepto, a los que
tambin se suelen denominar autoestima, estn constituidos por el conjunto de sentimientos positivos y
negativos que el individuo experimenta sobre s msmo (McCrae y Costa, 1988). En la determinacin de
la influencia de ambos componentes (cognitivos y evaluativos), va siempre a representar un papel
importante la imagen que el sujeto considera que los dems tienen de l: la dimensin social que
considera que merece.
Salvarezza Leopoldo (comp) (1998) La vejez: una mirada gerontolgica actual. Paids, Buenos Aires, pg. 98.

Segn Rogers.- Para C. Rogers, el autoconcepto est compuesto de aquellas percepciones y valores
concientes de m o yo, algunas de las cuales son un resultado de la propia valoracin por parte del
organismo de sus experiencias, y en algunos casos fueron introyectadas o tomadas de otros individuos
significativos o importantes. El autoconcepto es la imagen que el individuo percibe de s msmo.
Engler Barbara, Introduccin a las teoras de la personalidad. Mxico: McGraw-Hill, pg. 330-331.

Segn Rogers.- Para C. Rogers, el autoconcepto est compuesto de aquellas percepciones y valores
concientes de m o yo, algunas de las cuales son un resultado de la propia valoracin por parte del
organismo de sus experiencias, y en algunos casos fueron introyectadas o tomadas de otros individuos
significativos o importantes. El autoconcepto es la imagen que el individuo percibe de s mismo (Engler B,
1989:330).
Engler Barbara (1989), Introduccin a las teoras de la personalidad. Mxico: McGraw-Hill.

AUTOCONOCIMIENTO
El impulso hacia el autoconocimiento.- Ciertos hechos que podemos constatar cotidianamente nos
obligan a pensar en la existencia de un impulso epistemoflico muy especial, dirigido hacia uno msmo, y
que podemos llamar el impulso hacia el autoconocimiento, un impulso que tal vez encuentre su ms
temprana manifestacin en las actividades autoerticas de la primera infancia.
Estn bastante difundidos los cursos y libros de autoayuda que se proclaman como "guas indispensables
en la aventura de conocerse a uno msmo". Si estos libros se venden tanto es porque estn satisfaciendo
una necesidad de autoconocimiento: de hecho, no es infrecuente el enorme inters que manifiestan las
personas cuando se les propone, aunque sea como un juego, hacerles un "test" o un anlisis grafolgico
para explorar su personalidad. Somos extraos para nosotros mismos, nos desconocemos y este misterio
ejerce una gran fascinacin sobre nosotros, con lo que quedamos autoseducidos. Tal vez este impulso

hacia el autoconocimiento tenga su razn de ser, al igual que la tradicional pulsin de hambre, en
mecanismos dispuestos por la naturaleza para la autoconservacin del individuo: si me conozco mejor
estoy en mejores condiciones de enfrentar las adversidades del mundo, tanto interno como externo. Este
impulso hacia el autoconocimiento sera particularmente intenso en aquellas personas que Howard
Gardner, califica como de 'inteligencia intrapersonal' (Porras, 1990).
Ahora bien, este impulso hacia el autoconocimiento va descargndose a medida que vamos develando los
misterios sobre nosotros mismos. Sin embargo, esta descarga no es nunca total, y ello por tres motivos:
a) esta descarga del impulso al autoconocimiento se enfrenta con importantes obstculos cuando
encontramos algunas cosas que no nos gustan de nosotros mismos: por el principio del placer, descarga
y displacer son procesos incompatibles; b) la no descarga total permite al sujeto mantener la ilusin de
que l sigue siendo algo que en realidad no es, o para decirlo ms psicoanalticamente, permite al sujeto
mantener la ilusin del Yo Ideal, sin defectos. Es como decir: "como no me conozco totalmente, es an
posible que sea todopoderoso, genio, etc". Un periodista de televisin lleg a decir que todos tenemos
algo de genio, aunque no lo hayamos descubierto; y c) una descarga total hara desaparecer todo inters
en el objeto conocido -nosotros mismos-, deslibidinizacin del yo que acarreara una grave amenaza para
la integridad yoica, similar a la que ocurre en la melancola, y en consecuencia tambin para la
autoconservacin.
Pero, cmo se las arregla en yo para vencer los obstculos descriptos en el punto a), es decir, como
hace el yo para autoconocerse a pesar del peligro de encontrar aspectos displacenteros o desagradables
en s mismos? La respuesta a esta cuestin podra ser la siguiente: el yo tiene que empezar por separar o
escindir sus aspectos buenos y malos, o agradables y desagradables. Para ello retomamos una idea
kleiniana: el yo proyecta en algunos objetos sus aspectos positivos y entonces amar a esos objetos, y
en otros objetos distintos proyectar sus aspectos negativos, y entonces los odiar y le resultarn
antipticos. No es raro encontrar personas que aman a sus hijos porque "son como uno", y personas que
odian a los chismosos, sin advertir que ellas mismas son ms chismosas que los dems. Tal vez la
realidad y el otro sean objetos sobre los cuales estemos proyectando esos aspectos positivos nuestros, y
que en rigor, el ansia de conocerlos esconde en realidad un ansia de autoconocimiento. Este afn
narcisista -amor hacia s msmo- estara entonces instituido como el motor del conocimiento, tanto de la
realidad en general como del otro (pareja, etc).
Cazau P (2001) Vocabulario. Buenos Aires: Redpsicologa
Referencias bibliogrficas
Porras J (1990) La hora de las siete inteligencias. Buenos Aires: Revista Conocer y Saber N24, 1990.

AUTOEFICACIA
Definicin.- Juicio que hace una persona concerniente a su habilidad para realizar con xito una tarea
particular en cierta situacin.
Aiken L (2003) Tests psicolgicos y evaluacin. Mxico: Pearson. 11 edicin (pgina 458).

AUTOEROTISMO
Definicin.- Trmino acuado por Havelock Ellis. Denomina un conjunto de manifestaciones sexuales
cuyo objeto es el propio cuerpo. Puede inclur caricias generales as como la autoestimulacin. El fin
ltimo no es siempre el orgasmo.
Barragn Medero F, (1991), La educacin sexual. Gua terica y prctica. Barcelona: Paids, pg. 151.

AUTOESTIMA
Generalidades.- La opinin sobre nosotros mismos parece variar a lo largo de la vida, con el mayor
grado de autoestima durante la niez y a mediados de la adultez, y el menor durante la adolescencia y la
vejez, segn un estudio. Lo principal es que hay dos periodos crticos en el desarrollo donde la
autoestima decae: la adolescencia y la vejez, dijo el autor del estudio, Richard W. Robins, de la
Universidad de California, en Davis. Podemos especular que si la autoestima disminuye durante la
adolescencia y la vejez, entonces quizs deberamos enfocarnos en lo que es comn a ambos periodos,
es decir, los cambios rpidos de ndole social y biolgica, aadi el investigador. Tal vez, cuando el
contexto social y nuestros cuerpos atraviesan periodos de cambios drsticos, la consecuencia ms
probable es la prdida de la autoestima. Los hallazgos se basaron en un sondeo a travs de la Web de
ms de 326 mil personas de 9 a 90 aos.
Cambios vitales y autoestima. Diario La U, Buenos Aires, 9 de octubre de 2002.

AUTOESTIMULACIN
Definicin.- Manifestacin sexual normal, tanto masculina como femenina, de relacin con nuestro
propio cuerpo, especialmente los rganos genitales. No debe ser conceptuada como sustitutiva de otras

relaciones valoradas como ms completas. Simplemente es diferente de otras formas de satisfaccin


sexual.
Barragn Medero F, (1991), La educacin sexual. Gua terica y prctica. Barcelona: Paids, pg. 151.

AUTOINFORME
Definicin.- Informacin verbal que un individuo proporciona sobre s mismo o sobre su
comportamiento. Puede considerarse como una derivacin de la autoobservacin. El mtodo de
autoinforme posibilita recabar informacin sobre las situaciones en que tiene lugar la conducta. La calidad
del autoinforme aumenta cuanto ms contrastable y accesible es la informacin solicitada. Tambin
influye en la calidad el que haya transcurrido poco tiempo respecto a lo que se informa, el que requiera
pocas transformaciones u operaciones cognitivas, y el que las inferencias realizadas sean las mnimas. No
existe un acuerdo general sobre la forma de clasificar los autoinformes. As, mientras gran parte de los
autores incluyen bajo esta denominacin todas aquellas tcnicas o instrumentos mediante los cuales el
sujeto proporciona informacin sobre s mismo, es decir, la entrevista, el autoregistro, los comentarios,
los inventarios de personalidad y las escalas, as como los pensamientos en voz alta, otros excluyen el
autoregistro como categora especfica, y algunos autores, por motivos prcticos, utilizan el trmino para
referirse nicamente a cuestionarios, inventarios y escalas, diferencindolo as de la entrevista y del
autoregistro.
Farr Mart J (1999) Diccionario de psicologa. Barcelona: Ocano.

AUTOPLASTIA
Definicin.- (Psicoanlisis) Normalmente el hombre trata de modificar el mundo externo, cuando quiere
satisfacer una tendencia del Ello. Designaremos este proceso con el nombre de aloplastia. Pero, si en
lugar de la modificacin deseada se produce una alteracin del Yo, el proceso recibe el nombre de
autoplastia (Ferenczi).
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Definicin.- Autoplstica es un trmino empleado por autores como Lagache y Ferenczi, por ejemplo, y
que designa toda conducta dirigida hacia el propio sujeto y, por tanto, capaz de modificarlo. Por ejemplo
la conversin histrica (Ferenczi). Antnimo: aloplstica.
Cazau P (2000) Vocabulario de psicologa. Buenos Aires: Redpsicologa.

AUTORREALIZACIN
Definicin.- 1. a) Proceso por el cual un individuo desarrolla sus talentos y capacidades, la comprensin
y aceptacin de s mismo; b) Estado resultante de la armona e integracin de los propios motivos. 2.
Desarrollo equilibrado y armnico de todos los aspectos de la personalidad. Sinnimos aproximados:
desarrollo de s mismo, autonoma, individualizacin, productividad.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Segn Maslow.- Segn Maslow, en general, la autorrealizacin se refiere al deseo de satisfacer el


potencial ms alto propio. En este nivel, el individuo que no aprovecha a plenitud sus talentos y
capacidades est descontento e intranquilo: un msico debe crear msica, un artista debe pintar, un
poeta debe escribir si ha de estar en paz consigo mismo, deca Maslow (pg. 356).
Maslow defini a las personas autorrealizadas como individuos que estn satisfacindose a s mismos y
realizando lo mejor de lo que son capaces de hacer, y enlist varias caractersticas que pueden
agruparse en cuatro dimensiones clave: conciencia, honestidad, libertad y confianza.
La conciencia implica rectitud interna propia y experiencias pico de la vida. El autorrealizado tiene una
percepcin precisa del mundo, es ms realista y sus sentidos estn ms desarrollados. Es receptivo a la
experiencia y no suele prejuzgar. Tiene con frecuencia experiencias pico donde expande su yo y cambia
su modo de pensar.
La honestidad les permite conocer sus sentimientos y confiar en ellos. Pueden confiar en una gama
amplia de sentimientos amor, enojo, humor- presentes en las relaciones interpersonales. Los
autorrealizados tienen un humor filosfico, inters social (se sienten profundamente parte de la
humanidad) y forman relaciones interpersonales profundas, teniendo tambin una estructura de carcter
democrtico (son tolerantes).
En cuanto a la libertad, los autorrealizados son libres para ser independientes, creativos y espontneos.
Experimentan un alto grado de libertad que les permite aislarse del caos que rodea a otros. Tienen alto
grado de desapego y necesidad de privacidad, y son autnomos e independientes, as como espontneos
(simples y naturales).
En cuanto a la confianza, los autorrealizados confan en ellas mismos, en su misin en la vida, en los
dems y en la naturaleza. Se concentran ms en el problema que en ellos mismos, demuestran

aceptacin de s mismos, de los dems y del mundo. Viven en armona con su cultura pero permanecen
algo apartados de ella, y a veces se los tilda de excntricos.
Engler Barbara, Introduccin a las teoras de la personalidad. Mxico: McGraw-Hill, pg. 356-363.

Segn Jung.- Jung sugiri que el yo est en el proceso de la autorrealizacin. No indic etapas en el
desarrollo de la personalidad ni sugiri que la infancia fuese la ms importante. De hecho, los aos
medios (35-40 aos) marcan cambios importantes.
Jung seala que la autorrealizacin implica desarrollar potencialidades hacia un fin (teleolgico) y
tambin es el efecto de causas primarias o condiciones antecedentes. La autorrealizacin de s msmo
implica individuacin y trascendencia. En la individuacin, los sistemas de la psique individual logran su
ms completo grado de diferenciacin, expresin y desarrollo. La trascendencia se refiere a la integracin
de los diversos sistemas del yo hacia el objetivo de la integridad y la identidad con toda la humanidad.
Engler Barbara, Introduccin a las teoras de la personalidad. Mxico: McGraw-Hill, pg. 88.

AVERSIN
Definicin.- Repulsin violenta, repugnancia respecto de alguna cosa o de alguien. En terapia de
conducta, terapia por aversin, mtodo teraputico que intenta conseguir la eliminacin de un hbito
patolgico, mediante la presentacin de un estmulo, fsico o farmacolgico, desagradable, junto con el
hbito que se desea eliminar. Esta presentacin conjunta de forma contingente produce un
condicionamiento o asociacin entre el estmulo desagradable (aversivo) y el citado hbito.
Farr Mart J (1999) Diccionario de psicologa. Barcelona: Ocano.

BARANGER, WILLY
[psicoan.] (Bne, 1922-Buenos Aires, 1994). En 1946 el Ministerio de Relaciones Exteriores de Francia lo
envi a Buenos Aires, como profesor del Instituto Francs de Estudios Superiores. Ese mismo ao Willy y
su esposa Madeleine, profesora de letras clsicas, se integraron a la recientemente fundada Asociacin
Psicoanaltica Argentina (A.P.A). Su formacin filosfica y humanista ejerci en l una particular manera
de pensar el psicoanlisis, preservndolo de los riesgos del enfoque gentico, econmico y objetivante.
Su obra se podra enfocar como un conjunto de trabajos sobre varios ncleos temticos referidos a la
teora de la tcnica, a la psicopatologa, al concepto de objeto en psicoanlisis, a la incidencia de lo
ideolgico en el quehacer analtico y preocupaciones por el escamoteo de la nocin de sujeto. Es esta
formacin la que le permite entender de entrada al Freud del descubrimiento del inconsciente y su accin
de subversin. Es esto tambin (y sin perder a M. Klein) lo que le lleva a leer a Lacan. Se interesa
especialmente en el Lacan de la dcada del 53 al 63, aquel del volver a Freud, el que todava no se
postula como un nuevo paradigma. Baranger es un maestro tambin en sus textos. Si cada autor est
implcito en su obra, si el estilo supone ntegramente el ser, l invita a su interlocutor imaginario a un
dilogo fecundo para pensar y repensar la teora y la tcnica psicoanalticas. Un texto de Baranger obliga
al lector a enzarzarse con l en un cuidadoso y singular cuerpo a cuerpo. Sus textos, rigurosos y
medulosos, tienen el efecto de generar en el lector el surgimiento de un desafo trfico que lo entusiasma
para adentrarse en ellos, similar a la aventura que suscita el ingreso a una ciudad desconocida para
internarse, extraviarse en sus vericuetos y rastrear su elusivo camino en un incesante proceso de
reconstruccin. Claro, se abren paso con lentitud. Se dejan leer con una incertidumbre creadora, que
deja crecer y desarrollarse orgnicamente en el lector con una mnima intervencin del autor-maestro.
Jean Genet sola dictaminar sobre la escritura de su tiempo: Si se conoce de antemano el punto de
partida y el de llegada no puede hablarse de empresa literaria, sino de trayectoria de autobs. La lectura
rigurosa de otros autores, que con criterio clnico desarrolla y sus aportes cuestionadores e innovadores
mantienen al lector en la posicin de la sorprendente aventura del descubrimiento psicoanaltico y operan
como una garanta del no cierre a un pensamiento cristalizado. Pero un texto de Willy no se contenta con
una simple lectura. Sino que requiere de un ejercicio particular: la relectura. Como observ con lucidez
Andr Gide: lo que se comprende en un abrir y cerrar de ojos no suele dejar huella, y este producto de
asimilacin instantnea est condenado de ordinario al olvido. El lector barangereano se halla
impulsado a colaborar con el autor para apropiarse de las innovaciones propuestas. Imperceptiblemente,
el lector se convertir en relector y, gracias a ello, intervendr activamente en el asedio y escalo del
texto ledo y reledo. A la postre, Baranger como autor-maestro de la obra psicoanaltica no slo crea a
sta, sino a un interlocutor con el que intercambia experiencias y estimula creativamente su pensar. Es
un autor que no fascina con la palabra; sta cumple la funcin de una suerte de palabra-ventana para
que el lector pueda abrirla-cerrarla-asomarse o dejarla entreabierta para que l mismo pueda regular la
intensidad de la luz adecuada y logre disfrutar y confrontar con el texto. Es as como el lector deviene
activamente en relector y la relectura fecunda su pensamiento. Por eso las palabras oral y escrita de
Baranger tienen el efecto elocuente de una experiencia, a la vez que profunda e ntima, imborrable y
transformadora. Muchas veces le preguntamos por sus primeros pasos en el psicoanlisis. Nos deca: en
el primer tiempo estuve muy identificado, digamos, con el pensamiento kleiniano, pero hubo un antes;

yo vena de la filosofa, y ac me encontr con Pichon, por supuesto. Pero hubo un antes de Pichon...,
que era Lautramont, el surrealismo, y con la posicin de un filsofo de posguerra, un tiempo
merleaupontiano. Cuando estuve trabajando en el Hospicio con Pichon me di cuenta claramente de algo
que yo saba desde Merleau-Ponty: que el objeto no es el objeto y el sujeto no es el sujeto, y que el
objeto y el sujeto se dan como campo y se definen uno por otro. Seguro que esto est explcito en la
teora del campo, est claro desde el principio: cuando se habla de dos personas en el anlisis es lo
mismo, uno se define respecto al otro. Y le preguntbamos por sus lecturas: Mis primeros contactos
con los libros de Freud fueron a los 16 aos, viniendo a Buenos Aires, y a travs de la Negra [Arminda
Aberastury], que era muy convincente y creadora, me encontr con Melanie Klein. No hay que olvidar
que el primer nmero de la revista de A.P.U. tiene un artculo de Melanie Klein. Eso no es casualidad.
(Recordemos que Madelaine y Willy Baranger tuvieron un papel decisivo en la creacin de la Asociacin
Psicoanaltica del Uruguay). Despus de conocer bien la obra de M. Klein me empec a preguntar:
cmo se casan Klein con Freud? Durante un tiempo coexistieron dentro mo; hasta que estas reflexiones
me llevaron a hacer cuestionamientos, por ejemplo al punto de vista econmico de Freud, al Edipo
temprano y tardo y la ausencia del padre en M. Klein. Y luego surgi mi encuentro con Jacques Lacan.
En el ao 1959, Baranger publica en la Revista de Psicoanlisis de Francia dirigida por Lagache, un
artculo acerca del Yo y la funcin de la ideologa; en el que esboza el concepto de baluarte
intrasubjetivo que es necesario diferenciar del baluarte intersubjetivo que se da en el campo analtico.
Pero qu es un baluarte? Para el analizante el baluarte representa un refugio inconsciente de poderosas
fantasas de omnipotencia. Este baluarte es enormemente diverso entre una persona y otra pero nunca
deja de existir. Es lo que el analizante no quiere poner en juego porque el riesgo de perderlo lo pondra
en un estado de extrema desvalidez, vulnerabilidad, desesperanza. En ciertas personas el baluarte puede
ser su superioridad intelectual o moral, su relacin con un objeto de amor idealizado, su ideologa, su
fantasa de aristocracia social, sus bienes materiales, su profesin, etc. La conducta ms frecuente de los
analizantes en defensa de su baluarte consiste en evitar mencionar su existencia. El analizante puede ser
muy sincero en cuanto a una multitud de problemas y aspectos de su vida, pero se vuelve esquivo,
disimulado y an mentiroso cuando el analista se aproxima al baluarte. El xito del anlisis depende de
en qu medida el paciente haya aceptado analizarlo, es decir perderlo y perder con el baluarte sus
fantasas bsicas de omnipotencia. Pero el baluarte dentro del campo psicoanaltico se produce por una
complicidad que engloba tanto la resistencia del analizante como la contrarresistencia del analista,
comunicadas inconscientemente entre s y operando juntas. Analista y analizante siguen dando vueltas
alrededor de la noria o del baluarte que han constituido juntos, sin quererlo. El baluarte en el campo
psicoanaltico es una formacin artificial. Un subproducto de la tcnica analtica. Se manifiesta como
obstculo al proceso analtico porque sustrae un sector ms o menos amplio del mundo interno del
analizante. Es una estructura cristalizada o una modalidad de relacin inamovible entre ambas partes
participantes. Proviene de la colusin entre ciertos aspectos inconscientes del analizante y aspectos
correspondientes del inconsciente del analista. Sostengo que los conceptos barangereanos cuestionan el
compromiso del analista en el proceso analtico y modifican el enfoque unipersonal o bipersonal acerca de
los trminos de: insight, resistencia y trabajo de elaboracin. Y el concepto de campo no debera ser
equiparado a la mera existencia de la transferencia del analizante y de la contratransferencia del analista.
No es slo eso. El campo es creador de un conjunto fantasmtico original: de una fantasa inconsciente
bsica, concepto que despierta variadas resistencias entre los analistas: Pero en qu se diferencia esta
fantasa de otras? Esta fantasa surge en el proceso analtico creado por la situacin del campo y por su
intermedio las cosas se suceden. No es la consecuencia de una comunicacin inconsciente, ni de un
mecnico entrecruzamiento de identificaciones proyectivas e introyectivas, sino su condicin. La fantasa
inconsciente bsica es una produccin original y originada en el campo y por su mediacin se estructura
su dinmica, incluye zonas importantes de la historia personal de los participantes que asumen un rol
imaginario estereotipado. Esta fantasa no tiene una clara existencia fuera de la situacin del campo, si
bien se enraza en el inconsciente de cada uno de los integrantes. A partir de esta fantasa inconsciente
de campo se puede comenzar a desentraar el funcionamiento psquico y la historia intrasubjetiva en
cada uno de los participantes. Desde la intersubjetividad a la intrasubjetividad. Desde el hic et nunc al
pasado y al porvenir. Desde este precipitado aparentemente atemporal, a la temporalidad de la
resignificacin. La admisin del status del concepto de fantasa inconsciente bsica de campo se halla
condicionada a la superacin de varios obstculos: Este concepto asesta una nueva herida al narcisismo y
al poder del analista porque ste vuelve a perder la ilusin de la omnipotencia y de la soberana de la
autosuficiencia. En el vnculo con el otro y con los otros, la fantasa creada en y por la situacin de campo
despliega sus alas, es autnoma y ejerce sus propios influjos sobre los sujetos a semejanza del
inconsciente que tiene sus propias leyes y psicodinamismos independientes al dominio consciente y
racional. Aceptar su presencia en toda relacin ms o menos estable y duradera, exige la inevitable
asuncin de un trabajo complejo y agregado. El analista no puede continuar sosteniendo la posicin de
un pasivo observador de una situacin que injustamente lo aliena y frustra, sino que requiere efectuar un
cambio posicional. El tambin participa en grados asimtricos, a travs de su propio funcionamiento
psquico, condicionado a sus series complementarias, en el desenlace de los destinos trficos o

destructivos de los vnculos. El trabajo psquico agregado impone la resignacin de la automtica


tendencia a depositar el torrente de proyecciones e identificaciones proyectivas en los otros o a la vuelta
masiva de stos sobre s mismo, para admitir que, finalmente cada uno de los integrantes del campo,
participa en la produccin de la fantasa intersubjetiva, que adems, es originada y original por la
particular situacin de ese campo. La fecundidad de este concepto abre caminos nuevos: el advenimiento
de la mismidad correlativamente con la consolidacin de la alteridad; permite la revisin de la historia
propia y de la ajena y el reconocimiento de los puntos de anudamiento, de semejanza, de diferencia y de
complementariedad entre los participantes.
Luis Kancyper
Aporte de Ricardo Bruno

BARBITRICO
Definicin.- Los barbitricos son derivados del cido barbitrico o malonilurea, descubiertos en 1862 y
aplicados desde 1903. Hasta la actualidad se han sintetizado ms de dos mil barbitricos.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

BARRERA
Definicin.- Concepto derivado de la psicologa topolgica o vectorial, de Kurt Lewin. Este autor describe
el espacio vital como un campo de fuerzas. Barrera es algo que impide o previene un curso de accin.
Adems de pasiva -al modo de un escudo o parapeto-, la barrera es tambin una fuerza, pero de sentido
contrario.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Generalidades.- La fuente usual del conflicto es una barrera que se opone a satisfacer un motivo. Hay
tres tipos principales de barreras:
Situacionales
Interpersonales
Intrapersonales

Bloqueo fsico
Ambigedad situacional
Por deficiencia
Por presencia de otros motivos conflictivos

Barreras situacionales: Puede ser un bloqueo fsico (el beb no puede alcanzar el juguete por estar fuera
del corralito) o, sin que haya bloqueo fsico, no se puede alcanzar la satisfaccin por haber indicios
ambiguos para llegar a ella (el que quiere llegar a cierto lugar y los carteles indicadores son ambiguos, o
el perro que no sabe cmo reaccionar frente a una elipse que parece un crculo, cuando fue entrenado
para huir con elipses y acercarse con crculos. Ambos experimentan frustracin).
La ambigedad puede estar tambin en la retroalimentacin, por ejemplo, el chico que a veces es
premiado y otras castigado por la misma conducta y en la misma situacin.
Barreras interpersonales: Cuando una persona o un grupo impide satisfacer un motivo, sea ste social
(no dan el cario que uno quiere) o no social (no nos aceptan como socios de un club).
Barreras intrapersonales: Barreras cuyo motivo de satisfaccin estn en ellas mismas. Algunas veces no
podemos lograr metas por alguna deficiencia (un atleta herido, in inmigrante que no conoce el idioma).
Otras veces es porque hay otro motivo: o estudiar o divertirse; o comprar un juguete o un caramelo.
Ejemplo clsico: el del adolescente que debe optar entre pecar y resistir la tentacin.
Muchas veces las situaciones implican varios tipos de barreras: por ejemplo, la adolescente que vive en
el campo (barrera situacional) no puede lograr su meta de popularidad no solo por la distancia fsica a la
cuidad, sino por la apata de sus compaeros (barrera interpersonal) y su propio temor a ser rechazada
(barrera intrapersonal).
Sin embargo, distinguir los tres tipos de barreras ayuda a identificar las fuentes potenciales de
frustracin.
Resolucin del problema frente a la frustracin.- Normalmente las barreras llevan a la solucin de
problemas, pero cuando se abandona el intento por resolverlos, esta frustracin obedece ms bien al
convencimiento que la persona no puede alcanzar sus objetivos.
Condensado de Mc Keachie W y Lackner Doyle C (1973) Psicologa. Bogot: Fondo Educativo Interamericano. Captulo
11.

BATERA
Definicin.- Una combinacin de tests cuidadosamente seleccionados para producir una variedad de
respuestas correspondientes y balanceadas con respecto al score total para proveer una eficiencia
mxima como instrumento de medicin.

Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

BEB PREMATURO
Escolaridad.- Un estudio revel que 25 por ciento de los bebs prematuros tuvo dificultades escolares.
Los nios nacidos entre cinco y ocho semanas antes de tiempo tienen ms probabilidades de atravesar
dificultades durante sus etapas escolares que aquellos que nacen a su debido tiempo, segn revel un
grupo de investigadores britnicos.
El estudio, publicado en la revista Archives od disease Childhood, comprendi a chicos nacidos en 1990
con entre cinco y ocho semanas de antelacin.
Los psiclogos y clnicos ingleses sealaron que de los chicos que nacieron prematuros el tres por ciento
iba a una escuela especial, el cuatro necesitaba ayuda especial en temas educativos y el 25 present
dificultades con las matemticas, la escritura y las capacidades motrices.
Estudiar es mas difcil para bebes prematuros. Buenos Aires, Diario Publimetro, 2 de Julio de 2001

Estrs postraumtico en nacidos prematuros.- Introduccin: El recin nacido prematuro es


fisiolgicamente inmaduro y vulnerable. Tras el alumbramiento, se enfrenta a un contingente de
estmulos adversos, radicalmente opuestos a la calidez del tero materno. En este estudio se pretende
evaluar la prevalencia de las alteraciones emocionales del recin nacido y la influencia del contacto fsico
con la madre durante el ingreso en una unidad de cuidados intensivos neonatales (UCIN). Pacientes y
mtodos: Estudio de seguimiento prospectivo de una cohorte de recin nacidos ingresados en una UCIN,
con grupo de comparacin de recin nacidos a trmino, no ingresados. Resultados: Comparando el
nmero de respuestas consideradas patolgicas dentro de la incubadora/cuna y fuera de la misma en
brazos de la madre, se hallaron los siguientes promedios: en brazos de la madre, 0,6/h, y en la
incubadora/ cuna, 20,6/h (p < 0,001). Se encontraron diferencias estadsticamente significativas
respecto a la presencia de reacciones patolgicas a estmulos externos que favorecan la
reexperimentacin del acontecimiento traumtico (riesgo relativo: 3,3). Conclusiones: Sin duda, son
muchos los factores que deben considerarse en la prevencin del desarrollo de trastorno por estrs
postraumtico, y son investigaciones de esta ndole las que nos impulsan a pensar en la necesidad de
realizar estudios sobre modificaciones ambientales en la UCIN.
S Reyes-Alvarado; J Romero Snchez; F Rivas-Ruiz; E Perea-Milla; R Medina Lpez; AM Len Ruiz; J lvarez Alden.
Trastorno por estrs postraumtico en nacidos prematuros. ANALES DE PEDIATRA. 2008 AGO;69(2):134-140.

BEHAVIORISMO
Definicin.- Escuela psicolgica que considera que el comportamiento es base primordialmente
importante en la psicologa y que puede ser estudiado y observado de la misma forma en que se
observan y estudian otros fenmenos fsicos. Esta escuela se deriva de los trabajos de C. Lloyd Morgan
sobre el comportamiento animal y la mejor obra, tal vez, (pgina 52) introductora de esta disciplina es
Behaviorism de J. B. Watson (Speck, 1966:51).
Speck G (comp) (1966) Diccionario cientfico ilustrado. New York: Editors Press Service.

Definicin.- La psicologa vista por un behaviorista es una rama experimental puramente objetiva de la
ciencia natural. Su objetivo terico es la prediccin y el control de la conducta. Ni la introspeccin forma
parte de sus mtodos, ni el valor cientfico de sus datos depende de la facilidad con que estos se presten
a una interpretacin en trminos de conciencia. El behaviorista, en su esfuerzo por obtener un esquema
unitario de la respuesta animal, no reconoce lnea divisoria entre el hombre y la bestia. La conducta del
hombre, con todo su refinamiento y complejidad, solo forma parte del esquema behaviorista total de
investigacin.
Watson J, La psicologa vista por un behaviorista. Psychological Review 20,158-177. Traduccin de Mara Teresa
Bollini.

Postulados.- El behaviorismo se caracteriza ordinariamente como la ciencia del comportamiento. Si


fuera as, su verdadero nombre debera ser: praxologa o antropomana o mejor aun: behaviorstica. Una
palabra terminada en ismo puede servir a lo sumo para designar a una teora. De hecho, el
behaviorismo no es una ciencia psicolgica, sino una concepcin de la psicologa como ciencia.
Brevemente formulada, plantea que la psicologa para ser una ciencia irrefutable, tal como la fsica o la
fisiologa, no puede y no debe tener otro objeto que el comportamiento (behavior) del hombre y del
animal (Tilquin A, 1969:3).
Tilquin A (1969) El behaviorismo. Ficha N 399 de la Ctedra de Historia de la Psicologa, de la Facultad de Filosofa y
Letras de la Universidad de Buenos Aires. Traduccin de Mara Anglica Palombo de Le Behaviorismo. Origine et
dveloppment de la psychologie de raction en Amrique, Libraire Philosophique J. Vrin, Paris, 2da ed, 1950).

Programa.- La psicologa humana, tal como la concibe el behaviorista, debe construirse a imitacin de
la psicologa animal objetiva y experimental, tomando prestado de ella su objeto, su mtodo, su fin, de

manera tal que haya no dos psicologas, la humana y la animal, separadas por una membrana
impermeable, ignorndose la una a la otra, teniendo objeto, mtodos, fines radicalmente diferentes, sino
una sola psicologa que ocupe su rango entre las ciencias de la naturaleza.
La psicologa as comprendida no trata del alma, la conciencia, el espritu, sino del comportamiento, es
decir, del conjunto de respuestas adaptativas, objetivamente observables, que ejecuta el organismo,
tomado como un todo, en respuesta a los estmulos, objetivamente observables tambin, provenientes
del medio fsico o social en el cual vive el organismo.
Dicha psicologa tiene por mtodo, no ya la introspeccin o sus formas larvadas, sino la observacin
ordinaria; por fin, no la descripcin analtica y estril de la conciencia, sino la formulacin de leyes de
comportamiento susceptibles de permitir previsiones y de fundamentar eventualmente una accin eficaz
del hombre sobre la naturaleza humana. La psicologa humana es entonces una ciencia indiscutible, una
ciencia concreta, porque parte de la vida corriente, es una ciencia til y fecunda, porque alcanza esta
vida y puede dar lineamientos al hombre.
Watson est convencido de que se puede definir a la psicologa humana como a la ciencia del
comportamiento, que se puede construir una psicologa que se atenga estrictamente a esta definicin sin
emplear nunca ms los conceptos condenados de conciencia, contenidos de conciencia, espritu, estados
mentales, sensaciones, imgenes, etc. Y su definicin del comportamiento muestra que realmente, es la
psicologa animal, con sus preocupaciones biolgicas, la que lo conduce a esta concepcin. Una psicologa
humana, capaz de satisfacer a los hombres de ciencia, dice Watson, debe tener por punto de partida el
hecho observable de que todos los organismos, humanos y animales, se adaptan a su medio por medio
de ajustes innatos o adquiridos, sean estos ajustes perfectos, o por el contrario, tan defectuosos que el
ser llegue muy escasamente a mantener su existencia (Tilquin A, 1969:48).

Tilquin A (1969) El behaviorismo. Ficha N 399 de la Ctedra de Historia de la Psicologa, de la Facultad de Filosofa y
Letras de la Universidad de Buenos Aires. Traduccin de Mara Anglica Palombo de Le Behaviorismo. Origine et
dveloppment de la psychologie de raction en Amrique, Libraire Philosophique J. Vrin, Paris, 2da ed, 1950).

Behaviorismo molar.- El sistema de Tolman, behaviorismo teleolgico y molar participa de la


psicologa finalista de Mc Dougall y de la psicologa gestltica, as como del behaviorismo.
Tolman se afirma behaviorista. Para l, el nico objeto susceptible de investigacin cientfica de parte del
psiclogo, es el comportamiento. Pero se adopta el behaviorismo en tanto actitud, lo repudia en tanto
doctrina. El estudio minucioso del comportamiento animal le ha mostrado las insuficiencias de la forma
del behaviorismo estricto, que encuentra simplista, para una descripcin fiel y matizada del
comportamiento. Es llevado entonces a recurrir a nociones suplementarias que tornarn ms exacta la
descripcin del comportamiento y que han sido planteadas antes por sistemas psicolgicos nobehavioristas. Es as, que toma prestado de Mc Dougall. Por intermedio de Perry la nocin de intencin
(purpose) que parece indisolublemente ligada a una concepcin mentalista e incluso vitalista de la
actividad psicolgica. Es as que incluso toma prestada de la escuela de la Gestalt, la nocin de
configuracin (de donde elabora la nocin de signo-gestalt) que es una nocin fenomenolgica, es decir,
en suma mentalista. Es as finalmente que toma de la psicologa corriente, trminos como conocimiento,
hiptesis, representacin, idea, etc. Esos prstamos pueden parecer incompatibles con la actitud
behaviorista, y lo seran ciertamente, si, por intencin, conocimiento, idea, signo-gestalt, etc., Tolman
entendiera entidades psquicas distintas del comportamiento (por medio del cual) ellas se manifestaran.
Pero su tesis es la de que se trata slo de aspectos, de rasgos inmanentes del comportamiento (en el
cual) son directamente observables. La frmula behaviorista del comportamiento, se enriquece
considerablemente entre las manos de Tolman, como ya haba ocurrido con Kantor. El estmulo, y la
respuesta no son sino las extremidades de una red muy complicada, cuyos numerosos elementos se
distribuyen en muchos casos, y quiz sobre muchos escalones, y son designados muy a menudo con
nombres inventados y difcilmente traducibles (Tilquin A, 1969:85).

Tilquin A (1969) El behaviorismo. Ficha N 399 de la Ctedra de Historia de la Psicologa, de la Facultad de Filosofa y
Letras de la Universidad de Buenos Aires. Traduccin de Mara Anglica Palombo de Le Behaviorismo. Origine et
dveloppment de la psychologie de raction en Amrique, Libraire Philosophique J. Vrin, Paris, 2da ed, 1950).

BIENESTAR PSICOLGICO
Generalidades.- Desde el punto de vista terico, el bienestar psicolgico supone poder desarrollar
actitudes positivas hacia la vida personal, tanto respecto del tiempo actual como pretrito; capacidad
para vincularse con los otros; relaciones afectivas con significacin personal; creencias respecto del
sentido de la vida; sentimientos positivos a propsito del paso del tiempo y el logro de la madurez, y un
grado de autonoma en la toma de decisiones (Casullo M, 1992).
Casullo Mara Martina (comp) (1992) Evaluacin del bienestar psicolgico en iberoamrica. Buenos Aires: Paids.

BINET, ALFRED

(Niza, 1857-Pars, 1911) Pedagogo y psiclogo francs. Especializado en psicofisiologa por La Sorbona,
trabaj junto a Charcot en el Hospital de la Salptrire. Sus investigaciones con los nios inadaptados y
con bajo rendimiento intelectual se exponen en sus libros La sugestibilidad (1900) y Estudio experimental
de la inteligencia (1903). En La escala mtrica de la inteligencia, publicado en 1905 conjuntamente con
Thodore Simon, por encargo del gobierno francs, elabor una escala de tests de dificultad progresiva
para medir el desarrollo de la inteligencia en los nios, adaptados a la capacidad de respuesta
correspondiente a la edad. Los resultados del test se expresan en trminos de coeficiente de
inteligencia, que se obtiene al dividir la edad mental, derivada de los resultados de la prueba, por la
edad cronolgica del nio multiplicada por cien. En 1908 public una revisin del test que modificaba
algunos tems del cuestionario, a la que sucedieron otras revisiones en aos posteriores.
Fuente: http://www.biografiasyvidas.com/

BINSWANGER, LUDWIG
Naci el 13 de abril de 1881 en Kreuzlingen, Suiza, dentro de una familia bastante acomodada en la
tradicin mdica y psiquitrica. Obtuvo su licenciatura de la Universidad de Zurich en 1907. Estudi bajo
la tutela de Carl Jung y como l mismo estuvo haciendo su internado con Eugen Bleuler, compartiendo su
inters por la esquizofrenia.
Jung le present a Sigmund Freud en 1907. En el 1911 Binswanger ocup la plaza de Jefe Mdico y
Director en el Sanatorio Bellevue en Kreuzlingen, posicin ocupada previamente por su padre y su
abuelo. Al ao siguiente, enferm y recibi una visita de Freud, quien raramente se alejaba de Viena. Su
amistad dur hasta la misma muerte de Freud en 1939, incluso a pesar de sus divergencias tericas. En
los primeros aos de la dcada de los veinte, Binswanger cultiv un inters especial sobre las obras de
Edmund Husserl, Martin Heidegger y Martin Buber, inclinndose paulatinamente hacia una perspectiva
existencialista ms que freudiana. En los aos 30, podramos decir con franqueza que fue el primer
terapeuta verdaderamente existencialista. En 1943, public su trabajo ms importante, Grundformen und
Erkenntnis menschlichen Daseins, el cual an no se ha traducido al ingls.
En 1956, Binswanger abandon su posicin en Bellevue despus de 45 aos como Jefe Mdico y Director.
Continu estudiando y escribiendo hasta su muerte en 1966.
Fuente: Boeree George (2002) Teoras de la Personalidad. Traduccin de Gautier Rafael.

BIOGRAFA
Generalidades.- Revisin escrita de la vida de una persona. Es una de las formas ms antiguas de
expresin literaria, y tiene como variante la autobiografa, que es una biografa del propio autor. El
trmino biografa se refiere en la actualidad a un gnero literario que emplea un amplio nmero de
recursos, estrategias y aproximaciones y, por lo general, entra en las profundidades ms ntimas de la
personalidad y de la experiencia, intentando presentar un panorama lo ms amplio posible del sujeto de
la biografa, no slo relatando los acontecimientos de su vida, sino identificndose con l en todas las
etapas de su existencia. Idealmente, el autor resea hechos de la vida del sujeto -nacimiento y muerte,
estudios, ambiciones, conflictos, medio social en el que se desarroll, trabajo, relaciones y ancdotas,
entre otros- en un libro que tiene la independencia de cualquier obra creativa y que, a la vez, es real
como la vida misma. [Encarta] Acotacin: que la vida sea un sueo, como dijo Segismundo, o real, como
afirma el redactor de Encarta, es asunto que discuten los filsofos. La que s ni es real ni la vida misma
es la biografa (o la autobiografa). Es una reproduccin verbal de la vida, ni siquiera de la vida misma. La
palabra no es la cosa. Y para Freud, la representacin-palabra no agota la representacin-cosa. En el
mejor de los casos, el bigrafo trata de ser fiel y exhaustivo. La exhaustividad estar condicionada por el
tiempo de que disponga y por el medio (revista, libro, CD, pgina Web) en que publique. La fidelidad
ser, ante todo, parcial, porque el bigrafo no es el biografiado, tampoco si se trata de una autobiografa.
Intervienen tambin los sentimientos conscientes e inconscientes del autor, sus prejuicios y sus
tendenciosidades de grupo o de escuela. Uno de ellos, la envidia (vulgarmente, mala leche), ya que el
personaje sobre el cual se escribe es alguien sobresaliente. Unas veces el bigrafo es agresivo,
intentando ponerse l en primer plano. Otras veces con aparente buena leche, omitiendo los aspectos
negativos del personaje, se presenta como alguien con buenas intenciones.
Por Ricardo Bruno. El autor fue entre 1978 y 1998 asesor literario de la Revista de Psicoanlisis de la APA, y ha
dirigido el Diccionario de Psicologa (Ed. Claridad, Buenos Aires, 2000).

BION, WILFRED
Biografa.- Wilfred Rupert Bion (1897-1979), mdico psiquiatra conocido fundamentalmente por sus
experiencias con grupos teraputicos y sus trabajos tericos sobre la vida grupal, y por sus
investigaciones sobre la esquizofrenia, a propsito de las cuales elabor un sistema terico sobre la
gnesis del pensamiento.

Bion nace en 1897 en la ciudad de Muttra (India) donde su padre, un ingeniero civil britnico se
encontraba trabajando. Permanece all hasta los 7 aos, edad a la que es enviado a Gran Bretaa para
realizar sus estudios.
A los 18 aos es incorporado al Ejrcito, del que saldr con el grado de oficial, y participa activamente en
la Primera Gran Guerra. Al finalizar sta, comienza sus estudios en Oxford, gradundose en Historia
Moderna en 1921. A continuacin estudia Medicina, recibindose en 1929.
Comienza su trabajo como mdico psiquiatra en distintos hospitales al mismo tiempo que comienza su
anlisis personal con John Rickman en 1943.
Ingresa a la Tavistock Clinic, y en la dcada 1940/1950 se dedica a trabajar con grupos teraputicos,
tanto en la Tavistock como en su consultorio particular. En 1950 comienza su anlisis didctico con M.
Klein y abandona el trabajo con grupos, aunque no sus trabajos tericos sobre la vida grupal, trabajos
que se irn elaborando a lo largo de 30 aos.
Los primeros grupos por l atendidos eran miembros del ejrcito britnico, afectados por la Segunda
Guerra Mundial y a los que haba que rehabilitar para lograr su readaptacin profesional y privada. Se
dedicar en los aos siguientes a investigaciones sobre psicosis, especialmente la esquizofrenia, a partir
de lo cual elaborar sus teoras sobre el pensar, tanto patolgico como normal, sobre el lenguaje, y sobre
las funciones y factores de la vida mental. Tambin se ocupa de los problemas relativos al crecimiento
mental y el cambio, y los fenmenos inherentes a la funcin del analista.
En 1968 decide emigrar a los Estados Unidos, donde permanece once aos, viajando adems por Europa
y Amrica dictando numerosos cursos y seminarios, y efectuando supervisiones. En aquel ao estuvo en
Buenos Aires durante dos semanas, reuniendo a su alrededor en sus clases y conferencias a todos
aqullos que desde haca aos adheran a sus teoras.
A lo largo de su extensa vida fue miembro y recibi las mximas distinciones de las distintas asociaciones
psicoanalticas europeas y americanas.
Bion fallece en Oxford, en noviembre de 1979 a los 82 aos, luego de una breve enfermedad y cuando ya
tena decidido volver a Gran Bretaa luego de su "exilio" de once aos, segn dijo, "ante el peligro de ser
decorado con medallas hasta hundirse sin dejar rastros". Su propia coherencia interna con las teoras por
l postuladas, lo llev a buscar perpetuamente otros caminos en el afn de encontrar ms o mejores
verdades.
Entre sus principales trabajos se cuenta "Tensiones intragrupales" (1943), "Psiquiatra en un momento de
crisis" (1947), "Experiencias en grupos" (1948-1952), "Lenguaje y esquizofrenia", "Desarrollo del
pensamiento esquizofrnico", "Ataques al vnculo", "Volviendo a pensar", "Diferenciacin de la
personalidad psictica y no psictica", "Sobre la alucinacin", "Sobre la arrogancia", "Los trastornos
psicticos y algunas de sus peculiaridades" (todos trabajos sobre esquizofrenia que datan de 1953/59),
"Una teora del pensamiento" (1962), "Aprendiendo de la experiencia" (1962), "Elementos de
psicoanlisis" (1963), "Transformaciones" (1965), "Atencin e interpretacin" (1970), y "Memoria del
futuro" (autobiografa novelada en tres tomos: "El sueo", "El pasado presentado" y "El amanecer del
olvido", 1979).
Condensado de Rousseau Mignon (1995) Grupo, esa posible-imposibilidad. Buenos Aires: Tekn.

BIORRETROACCIN
Generalidades.- Se distinguen miedos primarios (producidos por un peligro real, un estmulo doloroso)
y miedos secundarios (de origen desconocido, son adquiridos). Estos miedos pueden disiparse mediante
biorretroaccin, o sea estableciendo un feed-back con el ambiente y las consecuencias de la propia
conducta. Uno puede modificar sus conductas si cambia el medio (por ejemplo si aparece una
recompensa o un castigo) y a su vez la conducta cambiada influye sobre el ambiente. Ejemplos de feedback son la electromiografa y electroencefalografa, donde el paciente cambia su conducta a medida que
ve como varan sus registros elctricos en una pantalla.
Hay una biorretroaccin intrnseca y otra extrnseca. Las primeras son aquellas de las que dispone
normalmente nuestro cerebro cuando debe aprender nuevas conductas psicomotrices, y son casi
totalmente involuntarias o autnomas.
La biorretroaccin extrnseca es voluntaria, porque el paciente recibe un dato del ambiente (por ejemplo
su presin arterial en un reloj), y en funcin de ella cambia su conducta o intenta reducir su ansiedad.
La biorretroaccin se aplica en casos como por ejemplo de rehabilitacin neuromuscular luego de
lesiones, incontinencia fecal y enuresis, sndrome de Raynaud (manos y pies fros por ansiedad), cefaleas
migraosas o por tensin, arritmias cardacas, hipertensin e hipotensin, dolores articulares, Gran Mal,
hiperactividad y asma.
Kaplan H y Sadock B, Compendio de psiquiatra. Mxico: Salvat. Captulo 26, punto 8.

Generalidades.- La Biorretroaccin suministra informacin a una persona considerando uno o ms


procesos fisiolgicos en un esfuerzo por capacitar a la persona para ganar algn elemento de control
voluntario sobre las funciones corporales que normalmente operan fuera de la conciencia. La
Biorretroaccin se basa en el concepto de que las respuestas autonmicas pueden controlarse por

procesos de condicionamiento operante o instrumental. Las manifestaciones fisiolgicas de ansiedad o


tensin (por ejemplo, cefaleas, taquicardia y dolor) se pueden reducir enseando al paciente a ser
conciente entre las diferencia fisiolgicas de tensin y relajacin. La enseanza implica retroalimentacin
inmediata al paciente a travs de registros concretos luminosos o acsticos del funcionamiento biolgico
del paciente durante los estados de ansiedad versus relajacin. El procedimiento refuerza la conciencia
del paciente de que el estado se presenta y ayuda al paciente a controlarlo (pgina 869).
Kaplan H, Sadock B y Grebb J (1997) Sinopsis de psiquiatra. Buenos Aires: Editorial Mdica Panamericana. 7 edicin.

BIORRITMO
Definicin.- Ritmo de la vida, de los procesos vitales de los organismos, muy evidentes en los ciclos
peridicos femeninos, as como en la etapa adolescente de ambos sexos. Algunos supuestos no han
podido ser comprobados, por ejemplo el de Wilhelm Fliess, quien afirm que la vida de un hombre se
mueve en fases rtmicas de 23 das, y la de una mujer en fases de 28.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

BIOTIPO
Definicin.- Este trmino genrico comprende todos los individuos que se parecen uno a otro
genotpicamente.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Definicin.- 1. Conjunto de sujetos que tienen el mismo genotipo, es decir, la misma constitucin
gentica. 2. Tipo de personalidad basada en la constitucin corporal. El modelo ms sobresaliente fue
propuesto por E. Kretschmer, que distingua entre biotipos leptosmicos, pcnicos y atlticos (delgados,
gruesos y fornidos, respectivamente). Ms tarde E. H. Sheldon lleg a una clasificacin paralela, si bien
llam a sus tres grupos ectomorfo (anlogo al leptosmico), endomorfo (correspondiente al pcnico) y
mesomorfo (correspondiente al atltico). Debido a sus limitaciones, estos modelos de personalidad
poseen hoy en da poca aceptacin en la psicologa cientfica.
Farr Mart J (1999) Diccionario de psicologa. Barcelona: Ocano.

BOSS, MEDARD
Resulta imposible imaginarse una mejor preparacin en una carrera de psicoterapia. Nacido en St.
Gallen, Suiza, el 4 de octubre de 1903, Medard Boss creci en Zurich durante un tiempo donde la ciudad
era el centro de la actividad psicolgica. Recibi su licenciatura en Medicina en la Universidad de Zurich
en 1928, tomndose un tiempo en el camino para seguir estudiando en Pars y Viena y ser analizado por
el mismo Sigmund Freud.
Despus de 4 aos en el hospital Burgholzli como asistente de Eugene Bleuler, se fue a estudiar a Berln
y Londres, donde varios de sus maestros pertenecan al crculo interno de Freud, como Karen Horney y
Kurt Goldstein. Al inicio del ao 1938 se asoci a Carl Jung, quien brind a Boss la posibilidad de un
anlisis pero sin atarse a las interpretaciones freudianas.
Con el tiempo, Boss ley los trabajos de Ludwig Binswanger y de Martin Heidegger. Pero no fue hasta un
encuentro en 1946 y posteriormente una amistad con Heidegger lo que le volcara definitivamente sobre
la psicologa existencial. El impacto de Boss sobre la terapia existencial ha sido tan grande que con
frecuencia se le asocia a Ludwig Binswanger como co-fundador.
Aunque Binswanger y Boss estn de acuerdo con las bases de la psicologa existencial, el ltimo se
acerca algo ms a las ideas originales de Heidegger. Por ejemplo, Boss no comparte las ideas de
Binswanger sobre el diseo-del-mundo: El cree que la idea de que las personas vienen al mundo con
expectativas preformadas desva la atencin de un punto mucho ms existencialista de que el mundo no
es algo que interpretemos, sino ms bien que se revela a s mismo dentro de la luz del Dasein.
La analoga de la luz juega un papel importante en la teora de Boss. Por ejemplo, el fenmeno mundo
literalmente significa brillar en expansin o salir de la oscuridad, por lo que Boss considera al Dasein
como una luz que permite que las cosas fluyan en su propio brillo.
Esta idea tuvo un profundo efecto sobre cmo Boss entenda muchas cosas como la psicopatologa, las
defensas, el estilo teraputico y la interpretacin de los sueos. La defensividad, por ejemplo, es una
cuestin de falta de luz sobre algn aspecto de la vida y la psicopatologa es anlogo a escoger vivir en la
oscuridad. Por otro lado, la terapia comprende revertir esta constriccin de nuestra apertura bsica o
Aclaracin!.
Una de sus sugerencias ms importantes al paciente es dejar que las cosas fluyan (Gelassenheit). La
mayora de nosotros intentamos con mucho esfuerzo mantener las cosas bajo un estricto control. Pero la
vida es demasiado para nosotros; deberamos darle un poco de confianza al destino; saltar hacia la vida
en vez de estar probando siempre el agua a ver si est caliente o fra. En vez de mantener la luz de
Dasein muy focalizada, deberamos dejar que brille ms libremente.

Boeree George (2002) Teoras de la Personalidad. Traduccin de Gautier Rafael.

CAFENA
Cafena y estrs.- El equipo dirigido por Han-Seok Seo de la Universidad nacional de Sel en Corea del
Sur realizaron un experimento con ratas de laboratorio, en las que algunas estaban estresadas por falta
de sueo.
Los investigadores realizaron detallados estudios genticos que mostraban que la actividad de once
genes aumentaba y la actividad de dos genes disminua en las ratas que olan caf, en comparacin con
las que no lo hacan. El aroma del caf ayud a aliviar el estrs de los roedores privados de sueo.
Peter R. Martin, director del Instituto de estudios del caf en la Universidad de Vanderbilt, reconoci que
los investigadores usaron la tecnologa ms moderna para ver cmo cambiaba la expresin cerebral de
ARN.
Por otra lado Joe. A. Vinson, profesor de qumica en la Universidad de Scranton en Pensilvania, declaraba
que los compuestos aromticos responsables del olor del caf podran ser antioxidantes y stos en el caf
lquido son polifenoles, los que se encuentran en el aroma son compuestos heterociclos que contienen
tomos de azufre o nitrgeno.
La cafena entra al cerebro por el torrente sanguneo y en este caso, las molculas aromticas entran al
cerebro a travs del sistema olfatorio.
Los investigadores apuntan que en estudios anteriores se ha demostrado que el consumo de caf puede
reducir la depresin y el riesgo de suicidio, adems de aliviar el estrs, efectos generalmente atribuidos a
la cafena del caf.
El simple aroma del caf podra reducir el estrs. HEALTHDAY. 2008 JUN.

CALIBRACIN
Generalidades.- De la elaboracin estadstica de los tests surge la calibracin. Es un mtodo
psicotcnico que consiste en realizar la misma prueba en gran cantidad de sujetos recopilando y
clasificando los resultados segn la edad. Para cada grupo de edad investigado, corresponde un
promedio. Se considera como estndar, para una edad determinada, cuando el 67-75 % de los nios de
esa misma edad han resuelta bien la prueba. Cuanto ms perfecta sea la calibracin o estandarizacin, es
decir, cuanto mayor sea el nmero de grupos y, dentro de cada uno, ms elevado el nmero de sujetos
(p. ej. que la agrupacin no se haga solo por aos sino tambin por meses; as, 6 aos y 1 mes, 6 aos y
2 meses, etc.) tanto mayor ser la probabilidad de alcanzar el fin del buen test: la objetividad de sus
medidas. La gran probabilidad obtenida mediante un considerable nmero de resultados asegura una
buena calibracin de test. Se trata de una probabilidad matemtica, que se aproxima a la probabilidad
psicolgica. La objetividad matemtica excluye los efectos personales (como simpatas y antipatas), que
pueden influir en los juicios. El trabajo del psicopedagogo su apoya en la comparacin y elaboracin de
las probabilidades matemticas obtenidas por los tests, y las probabilidades psicolgicas obtenidas por
propia observacin.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

CALIDAD DE VIDA
Generalidades.- La evaluacin del concepto Calidad de Vida presenta una situacin compleja dado que
existe una amplia gama de definiciones para dicho constructo Para Dennis Williams Giangreco y Cloninger
(1993) los enfoques de investigacin de este concepto son variados pero podran englobarse en dos
tipos: Enfoques cuantitativos cuyo propsito es operacionalizar la Calidad de Vida Para ello han estudiado
diferentes indicadores: Sociales (se refieren a condiciones externas relacionadas con el entorno como la
salud el bienestar social la amistad el estndar de vida la educacin la seguridad pblica el ocio el
vecindario la vivienda etc) Psicolgicos (miden las reacciones subjetivas del individuo a la presencia o
ausencia de determinadas experiencias vitales) y Ecolgicos (miden el ajuste entre los recursos del sujeto
y las demandas del ambiente) y Enfoques cualitativos que adoptan una postura de escucha a la persona
mientras relata sus experiencias desafos y problemas y cmo los servicios sociales pueden apoyarles
eficazmente A pesar de esta aparente falta de acuerdo entre los investigadores sobre la definicin de
calidad de vida y la metodologa utilizada para su estudio el concepto ha tenido un impacto significativo
en diversos campos de aplicacin de la Psicologa durante los ltimos aos Para Schalock (1996) la
investigacin sobre Calidad de Vida es importante porque el concepto est emergiendo como un principio
organizador que puede ser aplicable para la mejora de una sociedad como la nuestra sometida a
transformaciones sociales polticas tecnolgicas y econmicas.

Mikulic Isabel (2005) Evaluacin psicolgica de calidad de vida percibida en contexto de empleo y desempleo en
Argentina. Ponencias del 30 Congreso Interamericano de Psicologa. Buenos Aires, Junio 2005.

Calidad de vida profesional.- Objetivo. Describir la calidad de vida profesional (CVP) percibida por los
trabajadores de atencin primaria (AP) y el clima de la organizacin (CO) de sus centros, y conocer la
influencia del CO sobre la CVP y las variables que explican esta relacin.
Diseo. Transversal, analtico. Emplazamiento. Centros de atencin primaria del rea de Salud de
Menorca. Participantes. Un total de 166 profesionales sanitarios y no sanitarios. Mediciones principales.
Dos cuestionarios annimos autoadministrados y validados en AP: CVP-35 (dimensiones: demandas,
apoyo directivo y motivacin) y CO (dimensiones: trabajo en equipo, cohesin y compromiso). Se
analizan la edad, la antigedad, el grupo profesional, la relacin laboral y el centro sanitario.
Resultados. La tasa de respuestas fue del 67,4%. La CVP global es 5,78, peor a mayor edad y mejor
cuanta ms cohesin. La percepcin de demandas es 5,53, ms en mdicos y menos si hay un elevado
compromiso. El apoyo directivo se valora en 4,9, mejor cuanta ms cohesin y trabajo en equipo y peor
en trabajadores fijos y administrativos. La motivacin intrnseca es 7,43 y aumenta con el incremento del
compromiso. Hay asociacin entre CO y QVP (mayor en las dimensiones motivacin [r2 = 0,26] y apoyo
directivo [r2 = 0,476]), independientemente de la edad, el grupo profesional y la antigedad laboral.
Conclusiones. El clima influye en la calidad de vida profesional, especialmente en la motivacin y el apoyo
directivo. El compromiso mejora la motivacin intrnseca y la percepcin de demandas. La valoracin del
apoyo directivo mejora si lo hacen la cohesin y el trabajo en equipo.
E Muoz-Seco, JM Coll-Benejam M Torrent-Quetglas, L Linares-Pou, Influencia del clima laboral en la satisfaccin de
los profesionales sanitarios. ATENCIN PRIMARIA. 2006 MAR; 37(4).

Salud y calidad de vida.- Antecedentes: La medida de la calidad de vida con relacin a la salud
(HRQoL) y los instrumentos basados en la preferencia genrica permite comparaciones de la severidad en
diferentes condiciones y tratamientos. Esto es necesario para la poltica de salud pblica racional.
Objetivos: Medir el decremento de HRQoL y la prdida de aos de vida ajustados por la calidad (QALYs)
asociados a las formas puras y comrbidas de trastornos depresivos y de ansiedad y de dependencia
alcohlica.
Mtodo: Se llev a cabo una encuesta poblacional general de finlandeses, en edades de 30 aos y
mayores. Se diagnosticaron los trastornos psiquitricos con la Entrevista de Diagnstico Internacional
Compuesta y se midi la HRQoL con los cuestionarios 15D y EQ-5D.
Resultados: La distimia, el trastorno de ansiedad generalizado y la fobia social estuvieron asociados con
la mayor prdida de HRQoL a nivel individual antes y despus de realizar los ajustes por comorbilidad
somtica y psiquitrica. A nivel poblacional, los trastornos depresivos sumaron el 55%, los trastornos de
ansiedad el 30%, y la dependencia alcohlica el 15% de la prdida QALY, identificadas en este estudio.
Conclusiones: Los trastornos de ansiedad crnicos y la distimia estn asociados a un HRQoL ms pobre
que lo que se crea anteriormente.
Impacto de los trastornos psiquitricos en la calidad de vida relacionada con la salud: encuesta poblacional general.
BRITISH JOURNAL OF PSYCHIATRY. 2007 ABR; 190(4).

Calidad de vida y depresin.- El presente estudio es transversal y sus objetivos son determinar las
variables predictoras de la calidad de vida percibida y analizar las diferencias entre las mujeres de
familias monoparentales y las de familias nucleares, respecto a su calidad de vida percibida, depresin e
ingreso familiar.
La muestra no probabilstica fue de 140 mujeres del rea metropolitana de Monterrey, N. L., Mxico, de
ellas 107 pertenecen a familias biparentales (nucleares) y 33 a monoparentales.
Algunos de los resultados encontrados fueron que las mujeres de familias monoparentales tienen un
menor puntaje en calidad de vida que las mujeres de familias nucleares (Z = 2.224, p = .026), un
menor ingreso (Z = 2.727, p = .006) y mayor depresin (Z = 6.143, p =.001).
Las variables predictoras de la calidad de vida en el modelo de regresin mltiple con la muestra general
(n = 140) fueron la depresin, el ingreso y el nmero de hijos, explicando el 25.4% de la varianza.
Ren Landero Hernndez; Benito Estrada Aranda; Mnica Teresa Gonzlez Ramrez. Depresin y calidad de vida de
mujeres en familias monoparentales y nucleares. THE SPANISH JOURNAL OF PSYCHOLOGY. 2009 MAY; 12(1):171183.

CAMBIO
Cambio y persistencia.- Toda percepcin y pensamiento son relativos, y operan por comparacin y
contraste. Whorf por ejemplo dice que si todo fuera azul, el concepto azul no se dara, por ausencia de
colores que sirvan de contraste. Tal principio se aplica tambin cuando estudiamos la persistencia y el
cambio, que deben ser estudiados dentro de una misma teora por ser conceptos contrastantes. Siempre
se los estudi por separado, y entonces hubo teoras que tomaban la persistencia como algo natural con
lo cual haba que explicar el cambio, y viceversa.
Dos teoras de la lgica matemtica, la teora de los grupos y la teora de los tipos lgicos pueden
ayudarnos aunque solo como analoga para hacer una teora del cambio y la persistencia.

Teora de los grupos.- Creada por E. Galois a principios del siglo XIX, tuvo luego un papel importante en
la fsica relativista. Sostiene que un grupo posee cuatro caractersticas:
1) Est compuesto por miembros, los que tienen algo en comn. Estos miembros pueden combinarse
entre s, dando un nuevo miembro del grupo. Por ejemplo 3+4=7.
2) Los miembros pueden combinarse en distinto orden y dar el mismo resultado. Hay variacin en el
proceso e invariancia en el resultado. Por ejemplo 3+4=7.
3) Todo grupo tiene un miembro llamado identidad tal que, combinado con otro miembro x, da como
resultado dicho miembro x. Por ejemplo en grupos cuya ley de combinacin es aditiva, el miembro
identidad es el cero, pues 5+0=5. O sea, un miembro puede actuar sin provocar cambio alguno.
4) Cada miembro tiene su recproco u opuesto, de forma tal que combinados entre s dan el elemento
identidad. Ejemplo 5+ (-5)=0
Con esta teora se pueden entender cambios dentro de un mismo sistema (cuanto ms cambia algo, ms
es la misma cosa), pero cuando los cambios trascienden un determinado sistema o trama de referencia,
recurriremos a la teora de los tipos lgicos.
Teora de los tipos lgicos.- Tambin considera totalidades compuestas de miembros con un elemento en
comn, slo que en vez de hablar de grupos, a esas totalidades las llama clases.
Un axioma esencial de esta teora de Whitehead y Russell, dice que cualquier cosa que abarque a todos
los miembros de la totalidad, no puede ser miembro de la misma. Ejemplo: la humanidad es la clase de
todos los seres humanos, pero ella misma no es un ser humano. En otro ejemplo: el comportamiento
econmico de una ciudad de cuatro millones de habitantes multiplicado por cuatro millones (quien s cree
esto sigue el modelo llamado Robinson Crusoe).
El axioma de Russell ayuda a discriminar niveles distintos. Por ejemplo tomando el cambio ms evidente,
el cambio de posicin, a eso lo llamamos movimiento. Pero este movimiento puede a su vez cambiar, por
ejemplo en la aceleracin, y entonces es un cambio del cambio (o metacambio), y si a su vez cambia la
aceleracin estamos en un cambio del cambio del cambio (o metametacambio). Confundir estos niveles
acarrea paradojas, lo cual se puede ver en los niveles del lenguaje cuando se confunden el lenguaje y el
metalenguaje (o lenguaje sobre el lenguaje).
De esta teora sacamos dos conclusiones importantes: a) los niveles lgicos deben ser separados a fin de
evitar paradojas y confusiones, y b) pasar de un nivel a otro supone una transformacin o discontinuidad
de gran importancia terica y prctica, pues nos conduce fuera de un sistema. La teora de los grupos, en
cambio, habla de cambios que suceden dentro del sistema, el que en s permanece invariable.
Podemos distinguir entonces dos tipos de cambio: cambio 1 y cambio 2. Este ltimo es el cambio del
cambio, lo cual implica salir fuera del sistema, situacin sta que Aristteles negaba cuando deca que
por ejemplo no puede haber movimiento del movimiento o devenir del devenir.
Ejemplo: un cambio 1 implica cambiar las escenas de una pesadilla, pero el cambio 2 implica cambiar de
estado, de sistema, o sea despertar (esto es un cambio en el soar: pasar a despertar). En otro ejemplo:
las operaciones de suma en la teora de los grupos son un cambio 1, mientras que las reglas de
combinacin, los axiomas vistos, son cambios 2, es decir son un metalenguaje.
Watzlawick y otros (1989), Cambio: formacin y solucin de los problemas humanos. Barcelona: Herder, 6 edicin.

Tipos de cambio.- Evolutivamente, la disfuncionalidad puede agravarse o bien corregirse. Esto ltimo
es por ejemplo encarar la tarea teraputica, como intento por generar un nuevo proceso de cambio.
Existen bsicamente tres tipos de cambios: progresivos, circulares y regresivos.
Los cambios progresivos marcan transformaciones en las estructuras de significado que buscan alcanzar
niveles de accin superiores en el cumplimiento del guin personal. Hay una tendencia hacia una mayor
complejidad.
Los cambios circulares promueven transformaciones que resultan en modos de significacin que
retrotraen al punto inicial, previo a la generacin del cambio. Los cambios regresivos generan el
desplazamiento de ciertas estructuras, conduciendo a que se vuelvan preeminentes otras que han sido
desarrolladas previamente.
Tanto los cambios circulares como los regresivos indican la dificultad contextual para avanzar en el
desarrollo del proyecto personal. El cambio circular impide avanzar, y el cambio regresivo desmorona
estructuras de significado. En este ltimo caso se habla de una ruptura del guin. La disfuncionalidad
aparece cuando esos cambios se vuelven estructurales.
En cambio la posibilidad de estructurar armnica y coherentemente los significados de un campo de
experiencia, depende de la riqueza de la informacin circundante, la flexibilidad de los esquemas
nucleares que gobiernan los guiones parental primero y personal despus, y la cantidad de aciertos
logrados en las acciones emprendidas.
Resumen de Fernndez lvarez H (1992) Fundamentos de un modelo integrativo en psicoterapia. Buenos Aires:
Paids. Captulo 11.

Tipos.- Existen dos tipos diferentes de cambio: uno que tiene lugar dentro de un determinado sistema,
que en s permanece inmodificado (cambio-1 o cambio de primer orden), y otro cuya aparicin cambia el
sistema mismo (cambio-2 o cambio de segundo orden).

En el cambio-1, los parmetros individuales varan de manera continua pero la estructura del sistema no
se altera, mientras que en el cambio-2, el sistema cambia cualitativamente y de manera discontinua,
pues se producen cambios en el conjunto de reglas que rigen su estructura u orden interno.
Los sistemas que tienen la capacidad de variar de manera cualitativa son mucho ms capaces de
adaptarse a las alteraciones de su ambiente que los sistemas que slo admiten cambios-1, es decir, son
los que tienen capacidad para aprender.
El cambio-1 se basa en gran medida en la retroalimentacin negativa, que equilibra las desviaciones y
mantiene el sistema en un nivel constante: por tanto, implica volver a la situacin anterior. El cambio-2
se basa en la retroalimentacin positiva, que aumenta las desviaciones e inicia as el desarrollo de nuevas
estructuras: es un cambio del cambio.
En psicoterapia familiar, se observa que muchas de las soluciones intentadas por la familia para resolver
el problema de consulta son cambios-1 (por ejemplo frente al problema de aprendizaje del nio poner un
profesor particular, cambiarlo de colegio, castigarlo, recompensarlo, etc.), ya que estos intentos no
consiguen modificar cualitativamente las relaciones entre los miembros, o sea, las estructura familiar. El
cambio-2 pasa por modificar las relaciones sin necesidad de que un miembro tenga que desarrollar un
sntoma.
El fenmeno "ms de lo mismo" es un tpico ejemplo de Cambio-1. Consiste en aplicar reiteradamente el
mismo intento de solucin, a pesar de no obtener los resultados deseables, en vez de cuestionarse la
conducta que uno aplica para la solucin del problema, el individuo parte de la premisa mental de que
esa conducta es la correcta, y la justificacin que se da al hecho de no obtener el resultado deseable es
que "no la aplica con la suficiente intensidad".
Por ejemplo, cuando una esposa exige que su marido sea ms comunicativo con ella y no lo consigue, en
vez de abandonar esa conducta de exigencia, lo que hace es incrementarla, suponiendo que mientras
"ms insista" ms cerca estar de conseguirlo. Lo que ocurre es que mientras "ms" le presiona ella
"ms" se cierra l, apareciendo un segundo problema, el que ahora su marido no slo es poco
comunicativo sino que se muestra despreciativo y rechazante. Es la "solucin aplicada" lo que crea el
problema.
Watzlawick P y otros, Cambio. Barcelona: Herder.

Cambio social.- Cualquier diferencia observable en la interaccin entre dos o ms individuos a lo largo
de cierto periodo; por lo comn el concepto se emplea nicamente para referirse a una diferencia
significativa en las conductas, no a diferencias comparativamente secundarias.
Vander Zanden James, Manual de Psicologa Social, Barcelona, Paids, 1986, pg. 615.

Cambio catastrfico.- El crecimiento mental implica siempre desestructuraciones, que pueden vivirse
como cambios catastrficos. Lo importante es poder reconocer en la nueva estructura algo de la original.
Condensado de Abadi Sonia y otros (1997) Desarrollos posfreudianos: escuelas y autores. Buenos Aires: Editorial
Universidad de Belgrano.

CAMPO
Definicin.- Llamado tambin espacio vital. La persona y el ambiente concebidos como una
constelacin de fuerzas interdependientes.
Vander Zanden James, Manual de Psicologa Social, Barcelona, Paids, 1986, pg. 615.

Generalidades.- P Bourdieu intenta, con su teora de los campos, conceptualizar los procesos de
reproduccin social en la singularidad de los actores institucionales, y entiende que la reproduccin no se
lleva a cabo en trminos de lucha de ideas sino en trminos de las relaciones que imponen un modo de
percibir el mundo. Se piensa y acta segn ciertos esquemas o categoras que determinan qu viviremos
como posible, como inalcanzable y hasta como impensable.
Hay varios campos especficos: el artstico, el poltico, el cientfico, etc, cada uno con su propia lgica. Sin
embargo, todos tienen en comn algo: un campo es una configuracin de relaciones de fuerza entre las
posiciones que ocupan los participantes, siendo tales relaciones independientes de las voluntades
individuales.
Para analizar un campo especfico, debe tenerse en cuenta:
a) Qu posicin ocupa el campo especfico en relacin al campo social total.
b) La estructura de las relaciones entre las posiciones que ocupan los agentes en competencia.
c) El capital simblico (poder simblico) que resulta valioso en ese campo (por ejemplo conocimiento,
habilidades, etc).
d) Los hbitus o disposiciones duraderas de los agentes.
Bourdieu Pierre (1990), Sociologa y cultura. Madrid: Grijalbo.

Generalidades.- Se define un campo como el conjunto de elementos coexistentes e interactuantes en


un momento dado. El concepto proviene de la fsica, donde fue introducido por Faraday, Maxwell, Hertz y

trado y estudiado en la psicologa especialmente por K. Lewin, quien da la siguiente definicin:


Totalidad de hechos coexistentes concebidos como mutuamente interdependientes. Por hechos
independientes se entienden personas y objetos. El campo es dinmico, si est permanentemente
reestructurado y modificado, por lo cual el estudio de un campo como un corte es siempre artificio, que
se puede obviar en gran medida con el estudio de campos sucesivos y continuos. Incluye siempre, como
uno de sus elementos integrantes, el sujeto o partes de su personalidad (Yo). La conducta es siempre el
emergente de un campo; emergente que puede recaer en forma predominante sobre el individuo o sobre
los otros elementos que lo integran. La parte del campo o de la situacin que rodea al individuo se
denomina Entorno o Medio, reservndose la designacin de Medio ambiente para el entorno social,
humano (pgina 37).
Bleger Jos (1965) Psicologa de la conducta. Buenos Aires: Eudeba. 3 edicin.

CNCER
Psicoprofilaxis.- Segn Buela-Casal y Moreno (1991), entre las tcnicas conductuales recomendadas en
los pacientes oncolgicos se cuentan el biofeedback, las tcnicas de relajacin, y la hipnosis, y, entre las
tcnicas cognitivas, el entrenamiento en respuestas de afrontamiento, el control de pensamientos
negativos, la expresin de sentimientos, y el entrenamiento en solucin de problemas. Las caractersticas
ms notorias del modelo cognitivo-conductual para los pacientes son (Burns, 2000): a) El paciente
aprende a resolver problemas y situaciones que anteriormente haba considerado insuperables mediante
la reevaluacin y modificacin de sus pensamientos, sentimientos y conducta. b) Se trabaja en el
presente, en el "aqu y ahora", y en la gran mayora de los casos no es necesario investigar el pasado ni
los "orgenes" para lograr los resultados. c) Se va directamente a la resolucin del problema, a la forma
de lograr los resultados deseados.
La intervencin psicoprofilctica en pacientes oncolgicos tiene particular importancia por la incidencia de
esta enfermedad en la poblacin, que es comparativamente muy alta. Por ejemplo, segn el censo
realizado en Argentina en 1995, los tumores malignos ocupan el segundo lugar entre las causas de
mortalidad en Argentina para todas las edades, inmediatamente despus de las enfermedades cardacas
e inmediatamente antes de los accidentes cerebrovasculares (Laurell, 1996).
Segn refieren Buela-Casal y Moreno, otro tanto ocurre, en general, a nivel de todos los pases
occidentales. En Espaa, por ejemplo, el nmero de muertes por cncer oscila en torno al 20 por ciento.
La intervencin psicoprofilctica quirrgica es eminentemente preventiva, por cuanto est planificada
para promover, en el funcionamiento afectivo, cognitivo, interaccional y comportamental del enfermo,
recursos que lo orienten a a) afrontar la operacin, b) reducir efectos, eventualmente adversos, para el
psiquismo, y c) facilitar la recuperacin biopsicosocial (Mucci, 1994:5).
Buela-Casal G y Moreno S (1991) Manual de Psicologa de la Salud, Fundamentos, metodologa, aplicaciones.
Burns D, (2000), Tcnicas cognitivo-conductuales. Traducido al castellano por: Juventino Reguera Baos Disponible
en: http://users.servicios.retecal.es/ jureva/tecnicasburns.htm
Laurell, Cristina (1996) Algunos problemas tericos y conceptuales de la epidemiologa social. Buenos Aires,
Publicacin interna de la Ctedra de Psicohigiene y Salud Mental de la Facultad de Psicologa de la UBA.
Mucci M (1994) Psicoprofilaxis quirrgica. Una prctica de abordaje teraputico multidimensional. Ficha CEP 78-04-58.

Tcnicas psicoprofilcticas.- El uso de las tcnicas de relajacin es el ms extendido en el tratamiento


conductual de los problemas asociados al cncer, y es adems la tcnica que ms xitos ha cosechado en
el rea de la psicooncologa (Buela-Casal y Moreno, 1991:518). Las tcnicas de distraccin procuran
centrar la atencin del sujeto en actividades o estmulos agradables a la vez que se mantiene dicha
atencin alejada de las sensaciones desagradables y aversivas (Buela-Casal y Moreno, 1991:524).
Entre otras tcnicas, se encuentran las siguientes (Burns, 2000):
Pensando en escala de grises.- En lugar de pensar sobre los problemas en trminos de blanco o negro, el
paciente evala las cosas en una escala de grises.
La Tcnica de la Fantasa Temida.- El paciente y el terapeuta representan el escenario del mayor miedo
del paciente, tal como ser rechazado debido a que no se comporta de forma suficientemente inteligente o
buena. El peor temor frecuentemente no se convierte en algo espantoso, sino que se presenta como un
globo hinchado que puede reventarse con una mnima lgica, sentido de compasin o sentido comn.
La tcnica del Qu pasara si.- Ud. pregunta "Qu pasara si pudiera ocurrir lo peor? Qu es lo que ms
teme?", Entonces responder "Cun deseable sera eso? Podra todava vivir si ello ocurriera?".
Empata teraputica.- El objetivo de la empata es para dar al paciente la oportunidad de manifestar las
emociones y sentirse comprendido. Se realiza muy poco o ningn esfuerzo en retar o refutar cualquier
cosa que este diciendo el paciente. Mas bien, el objetivo es proveer aporte emocional e intentar ver el
mundo a travs de los ojos del paciente. Intentar mostrar al paciente que se es su aliado y que puede
apoyarse - a un nivel intelectual y emocional- en uno para lo que tenga que afrontar.
La empata es particularmente importante en tres fases cruciales de la terapia: 1) Al comienzo del
tratamiento, cuando el paciente tiene que contar su historia. La catarsis emocional puede proporcionar
una importante unin entre terapeuta y paciente. 2) En cualquier momento de las sesiones de terapia

cuando el paciente repentinamente se siente abrumado por una emocin -tal como miedo, pnico, ira, o
desesperacin- El terapeuta debera inmediatamente poner todas las tcnicas cognitivas-conductuales a
un lado y ofrecer apoyo emocional. Una vez que el paciente ha expresado esos sentimientos y verse
entendido y aceptado, se puede volver a la intervencin teraputica de nuevo. 3) En cualquier momento
que haya una ruptura de la alianza teraputica debido a que el paciente se siente disgustado con el
terapeuta. Esto puede ser debido a que el paciente se siente herido, airado, desconfiado, no
comprendido, juzgado, rechazado o criticado por el terapeuta.
La comprensin emptica y las diferentes tcnicas mencionadas, adems del efecto profilctico que
producen, incidiran en el incremento de las defensas inmunolgicas. En efecto, la posibilidad de que
factores psicosociales y psicolgicos puedan contribuir al desarrollo y progresin del cncer a travs de
sus efectos sobre el sistema inmunitario es un hecho demostrado en la actualidad (Buela-Casal y
Moreno, 1991).
Buela-Casal G y Moreno S (1991) Manual de Psicologa de la Salud, Fundamentos, metodologa, aplicaciones.
Burns D, (2000), Tcnicas cognitivo-conductuales. Traducido al castellano por: Juventino Reguera Baos Disponible
en: http://users.servicios.retecal.es/ jureva/tecnicasburns.htm

Psicoterapia del cncer de mama.- La mayora de los autores estn de acuerdo en que las mujeres
que padecen cncer de mama y se someten a un trabajo psicoteraputico evolucionan mucho mejor que
aquellas que no lo hacen; de ah, que en este estudio pretendamos determinar unas metas razonables a
alcanzar en la psicoterapia con estas pacientes.
Para ello, hemos tomado un conjunto de mujeres con las que venimos realizando intervenciones
(grupales e individuales) con resultados bastante alentadores. Mediante la observacin clnica y el
seguimiento a lo largo del proceso, hemos logrado sistematizar los objetivos y actuaciones que resultaron
ms tiles.
A partir de ah, se logr descubrir que eran personas que se desbordaban con facilidad, por lo que
precisaban un lugar no slo donde expresar sus emociones, sino donde aprender a canalizarlas
adecuadamente a travs de la elaboracin psicolgica de las mismas. Asimismo, se favoreci que
tomaran decisiones, aceptaran la enfermedad y se abrieran al medio procurando no aislarse y obtener
apoyos efectivos.
Finalmente, no podemos olvidar la realizacin de un trabajo adecuado con la "imagen corporal", que se
halla fracturada por la mastectoma, algo que la medicina tradicional ha olvidado consagrndose al fin
ltimo de salvarles la vida.
Jos Manuel Garca Arroyo; Mara Luisa Domnguez Lpez. Fundamentos de la psicoterapia con mujeres afectadas de
cncer de mama. ALCMEON. 2010 MAR;16(2):125-139.

CANIBALISMO
Definicin.- Trmino que cualifica las relaciones de objeto y los fantasmas correspondientes a la
actividad oral, aludiendo al canibalismo practicado por ciertas poblaciones. Metafricamente se refiere a
las distintas dimensiones de la incorporacin oral: amor, destruccin, conservacin en el interior de s
mismo, apropiacin de las cualidades del objeto. Circunstancialmente se utiliza la expresin como
equivalente de la fase oral, o ms especficamente como equivalente de la fase sdico-oral.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Generalidades.- En la antigedad el canibalismo ha sido propiciado por factores de supervivencia ante


una necesidad extrema o por razones mgicas o religiosas. En nuestra sociedad actual estos casos son de
extrema rareza y se suelen asociar a personas con enfermedades mentales graves. Exponemos el caso
de una persona con esquizofrenia y canibalismo. El paciente, sin conciencia de enfermedad mental,
admiti los actos de canibalismo y explic detalladamente los procedimientos para la preparacin de los
cuerpos. Realiz declaraciones en televisin y prensa y se le puso el sobrenombre de el come gente,
identificacin que asumi rpidamente e integr a su sistema de delirios. Este tipo de casos son
extremadamente raros, pero el hecho de que los pacientes con esquizofrenia cometan crmenes fuera de
lo comn y no previsibles atrae a los medios de comunicacin. Esta circunstancia no slo provoc
interferencia en la evolucin natural de la enfermedad, sino tambin en la conducta teraputica y la
visin social del paciente.
. Medina Ortiz, D. Contreras Galvis, N. Snchez-Mora, Celso Arango Lpez, Canibalismo en la esquizofrenia
paranoide: a propsito de un caso. ACTAS ESPAOLAS DE PSIQUIATRA. 2006 MAR; 34(2).

CANNABIS
Definicin.- Parte de la planta femenina del camo que tienen efectos narcticos si son comidas,
bebidas o fumadas. Las ms conocidas son el hachs, que viene de la India, y la marihuana de origen
americano.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Generalidades.- Cannabis sativa. "Planta con efectos psicoactivos de la que se pueden fumar sus hojas
-en este caso se habla de marihuana (grifa, mara o hierba)- o fumar su resina -el hachs (haschs,
chocolate, mierda, costo, goma)-, recibiendo el cigarrillo de hachs nombres como porro, canuto, petardo,
etc."
Belloch A y otros, Manual de Psicopatologa, Volumen I, Madrid, McGraw-Hill, 1995, pg. 525.

Cannabis y psicosis.- Contexto. La psicosis inducida por el consumo de cannabis es considerada una
entidad clnica distinta en los sistemas de diagnstico psiquitricos existentes. Sin embargo, su validez de
diagnstico es incierta.
Objetivos. Establecer los porcentajes de tasa del desarrollo de la psicosis inducida por el consumo de
cannabis asociada con la predisposicin a la psicosis y a otros trastornos psiquitricos en parientes de
primer grado y, compararlos con los ndices de porcentaje correspondientes para el desarrollo de los
trastornos del espectro esquizofrnico.
Diseo. Se obtuvo una cohorte poblacional del Registro Central Psiquitrico Dans y vinculada con el
Sistema de Registro Civil Dans. Se utiliz el historial de tratamiento de los trastornos psiquitricos en
los miembros familiares como un indicador de la predisposicin a los trastornos psiquitricos. Se
compararon, las tasas de porcentaje de la psicosis inducida por el consumo de cannabis y la esquizofrenia
asociada a la predisposicin con los trastornos psiquitricos, utilizando anlisis de riesgo competentes.
Escenario. Muestra poblacional nacional de todos los individuos nacidos en Dinamarca entre el 1ro de
Enero de 1955 y el 1ro de Julio de 1990 (N= 2 276 309).
Pacientes. Durante el seguimiento de 21.9 millones de personas-ao entre 1994 y 2005, 609 individuos
recibieron tratamiento de la psicosis inducida por el consumo de cannabis y 6476 recibieron tratamiento
del trastorno del espectro esquizofrnico.
Resultados. En general, las tasas de porcentaje del desarrollo de la psicosis inducida por el consumo de
cannabis y el trastorno del espectro esquizofrnico asociado con la predisposicin al trastorno del
espectro esquizofrnico, a otras psicosis, y a otros trastornos psiquitricos en parientes de primer grado
fueron de magnitud similar. Sin embargo, los nios con una madre con esquizofrenia tuvieron un riesgo
creciente cinco veces mayor de desarrollar esquizofrenia y 2.5 veces mayor riesgo de desarrollar psicosis
inducida por el consumo de cannabis. El riesgo de un trastorno del espectro de la esquizofrenia seguido
de una psicosis inducida por el consumo de cannabis y el tiempo de inicio, no guardan relacin con la
predisposicin familiar.
Conclusiones. La predisposicin para ambos trastornos psiquitricos en general y especficamente los
trastornos psicticos contribuyen igualmente al riesgo de tratamiento posterior debido a la esquizofrenia
y a la psicosis inducida por el consumo de cannabis. La psicosis inducida por el consumo de cannabis
podra ser una seal temprana de esquizofrenia ms que una entidad clnica distinta.
Mikkel Arendt; Preben B. Mortensen; Raben Rosenberg... (et.al) Predisposicin familiar al trastorno psiquitrico.
Comparacin de sujetos tratados por psicosis inducida por el consumo de cannabis y esquizofrenia. ARCHIVES OF
GENERAL PSYCHIATRY. 2008 NOV; 65 (11):1269-1274.

CAPACIDAD
Definicin.- Posibilidad de lograr el xito en la ejecucin de una tarea. Este xito expresa la capacidad
del individuo y, en determinadas condiciones, permite estimar su aptitud.
Farr Mart J (2000), Diccionario de Psicologa. Madrid, Ocano, pg. 66.

Definicin.- La potencialidad de mejoramiento de una funcin determinada (habilidad, entendimiento y


gusto) bajo condiciones ptimas de entrenamiento. La capacidad es deducida de medidas de habilidad;
los individuos cuyos scores son usados en la determinacin de su capacidad, deben haber tenido montos
de entrenamiento u oportunidades iguales, con lo cual pueden ser establecidas las coparaciones.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Definicin.- Capacidad de lograr el xito en la ejecucin de una tarea. El xito expresa la capacidad del
individuo y, en determinadas condiciones, permite estimar su aptitud. La capacidad de tratamiento y la
capacidad mnsica sera la mxima capacidad de informacin que puede procesar y almacenar un
sistema cognitivo.
Farr Mart J (1999) Diccionario de psicologa. Barcelona: Ocano.

Punto de vista jurdico.- La capacidad es el conjunto de aptitudes que permiten a una persona adquirir
derechos y contraer obligaciones. La expresin adquirir derechos incluye tambin la conservacin y la
prdida de derechos. La capacidad puede ser de derecho o jurdica (le pertenece a todo ser humano por
el solo hecho de serlo) o de hecho o capacidad para obrar (aptitud que permite a una persona ejercer los
derechos y obligaciones adquiridos). La capacidad de hecho puede ser absoluta, cuando permite actuar
en toda clase de actos jurdicos, o relativa, cuando faculta a realizar algunos de ellos pero no otros (por
ejemplo puede contraer matrimonio pero no disponer de sus bienes) (Travacio, 1996:96).

Segn Nerio Rojas (1959) la capacidad civil completa supone aptitud psicolgica de discernimiento,
decisin y voluntad libre para elegir y ejecutar los actos, y reposa sobre dos condiciones: mayora de
edad y salud mental.
La incapacidad es la carencia de las aptitudes que permiten a la persona ejercer derechos y contraer
obligaciones. Es total cuando impide en absoluto la capacidad de obrar, y es parcial cuando inhabilita
para realizar determinados actos.
Indica Travacio (1996:98) que si la capacidad civil supone la existencia de aptitudes psicolgicas para
administrar sus bienes y dirigir su persona, y teniendo en cuenta que nadie puede ser declarado incapaz
(por demencia) ni inhbil (por ser alcoholista habitual, toxicmano, disminuido en sus facultades
mentales sin llegar a demencia, o prdigo) sino en virtud de un proceso judicial llamado declaracin de
insania, ser objeto de la peritacin psicolgica determinar la existencia de una alteracin de tales
aptitudes que impida al sujeto la direccin de su persona y/o la administracin de sus bienes. Como se
ve, el Cdigo Civil argentino (a diferencia del espaol, por ejemplo) contempla en forma separada la
incapacidad e inhabilidad.
El concepto de demencia, adems de un concepto psicopatolgico es un concepto jurdico. En este ltimo
sentido no importa la causa de la enfermedad sino sus efectos a cuanto a como inciden en la
administracin de la persona y/o bienes del presunto demente (Travacio, 1996:101).
Ey y otros (1978:1058) indican que para que la enfermedad mental sea causa de incapacidad, deben
cumplirse simultneamente tres criterios: 1) psicopatolgico: existir un trastorno mental lo
suficientemente intenso como para repercutir en la conducta, 2) cronolgico: permanencia o habitualidad
del mismo, y 3) jurdico: como consecuencia del trastorno el enfermo resulte incapaz de proveer sus
propios intereses, o sea gobernarse a s mismo.
Rojas N (1959) Medicina legal. Buenos Aires: El Ateneo.
Ey H y otros (1978) Tratado de psiquiatra. Buenos Aires: Toray-Masson.
Travacio M (1996) Manual de psicologa forense. Buenos Aires: Oficina de publicaciones del CBC, Universidad de
Buenos Aires.

Capacidad para estar solo.- La capacidad para estar solo es uno de los signos ms importantes de
madurez en el desarrollo emocional. Esto puede haberlo logrado el paciente cuando en sesin queda en
silencio. Hablamos no del miedo o el deseo de estar solo, sino de la capacidad.
As como antes de las relaciones tripersonales (Edipo) hay relaciones bipersonales (madre-nio), antes
an puede hablarse de relaciones unipersonales (en principio parecera ser el narcisismo). La capacidad
para estar solo no tiene que ver con estarlo realmente (quienes estn confinados en una celda pueden no
tener capacidad para estar solos), y se desarrolla despus de haberse establecido relaciones
bipersonales.
Hay una paradoja: la experiencia de estar solo no se desarrolla sino en presencia de la madre. Es una
presencia confiable para el nio, importante para l: ella es un yo auxiliar. Por lo tanto, debemos estudiar
la capacidad para estar solo en el marco de la relacionalidad del yo, o sea, en la relacin del nio con su
madre.
La capacidad para estar solo del nio depende de su aptitud para encarar los sentimientos ambivalentes
de la escena primaria, de la cual l est excluido. Supone tolerar la ambivalencia y la fusin de lo
agresivo y lo ertico. Las relaciones del ello (amor-odio) fortalecern el yo inmaduro.
Desde M. Klein, la capacidad para estar solo depende de que haya un objeto bueno en la realidad
psquica, con lo cual puede estar satisfecho an en ausencia de objetos buenos externos. El objeto
suficientemente bueno depende de un ambiente donde se hayan repetido gratificaciones instintivas
satisfactorias.
La experiencia de soledad puede producirse muy tempranamente, cuando la inmadurez del yo es
naturalmente equilibrada por el yo auxiliar de la madre. Con el tiempo, el sujeto introyecta la madre
auxiliar, constituyndose el objeto bueno interno.
En la expresin "yo estoy solo" hay tres palabras. "Yo" significa madurez, unidad, hay un yo. "Estoy"
significa que hay un yo estructurado, con defensas, que no es vulnerable como en el simple "soy", y la
palabra "solo" remite a la aceptacin de la existencia ininterrumpida de una madre confiable.
La relacionalidad del yo es importante para entender la capacidad de estar solo. Aclaremos antes que un
impulso del ello fractura a un yo dbil o puede fortalecer un yo fuerte: esto ltimo ocurre en un marco de
relacionalidad del yo. Cuando el nio est solo puede descubrir su propia vida personal, puede
"relajarse", puede momentneamente dejar de estar reaccionando a estmulos externos, con lo que
queda a expensas de estmulos internos, provenientes del ello, que entonces experimentar como reales.
En ese momento debe haber alguien presente que lo auxilie (yo auxiliar). Con el tiempo podr prescindir
de su presencia porque se form un ambiente interno (madre introyectada).
Hay un clmax en la relacionalidad del yo: el orgasmo del yo. Por ejemplo, el que se alcanza escuchando
msica, o en la amistad, o en el juego infantil feliz, sublimado. El nio normal es capaz de sentirse
satisfecho jugando sin experimentar la amenaza del orgasmo fsico de una excitacin local. El nio
deprivado con tendencia antisocial, o con defensas manacas, no puede disfrutar de su juego porque su
fsico, sus instintos quedan involucrados.

Winnicott D (1958) La capacidad para estar solo. Incluido en Winnicott D (1996), Los procesos de maduracin y el
ambiente facilitador. Estudios para una teora del desarrollo emocional. Buenos Aires: Paids.

Capacidad mental en pacientes psiquitricos.- Antecedentes: La capacidad mental es central para


los debates legales y ticos sobre el uso de la obligacin en la psiquiatra. Objetivos: Describir la
epidemiologa clnica de la incapacidad mental en pacientes con trastornos psiquitricos, incluyendo la
confiabilidad de la inter-evaluacin de valoraciones, frecuencia en la poblacin psiquitrica y asociaciones
de la incapacidad mental. Mtodo: Se revisaron sistemticamente estudios transversales de capacidad
para consentir tratamiento a pacientes psiquitricos de bases de datos de Medline, EMBASE y PsycInfo.
Se extrajo la informacin sobre la confiabilidad de valoraciones, frecuencia y asociaciones de incapacidad
mental. Resultados: De las 37 investigaciones revisadas, se identificaron 29 diferentes herramientas de
valoracin de capacidad. Los estudios fueron altamente heterogneos en su medida y definiciones de
capacidad. Las confiabilidades de inter-evaluacin entre las herramientas fueron altas. Los estudios
indican que la incapacidad es comn (promedio 29%) pero la mayora de pacientes psiquitricos
hospitalizados son capaces de tomar decisiones sobre el tratamiento. La psicosis, severidad de sntomas,
admisin involuntaria y rechazo al tratamiento fueron los factores de riesgo ms fuertes para la
incapacidad. Conclusiones: La capacidad mental puede determinarse de forma confiable. La mayora de
pacientes psiquitricos hospitalizados tienen capacidad y las variables socio-demogrficas no tienen un
impacto importante, pero las clnicas s.
David Okai, Gareth Owen, Hugh Mcguire, Swaran Singh, Rachel Churchill, Matthew Hotopf, Capacidad mental en
pacientes psiquitricos: Revisin sistemtica. BRITISH JOURNAL OF PSYCHIATRY. 2007 OCT;191 (4).

CARCTER
Definicin.- Conjunto de caractersticas personales establecidas mediante el aprendizaje y por
influencia del ambiente. Las reglas sociales y las tradiciones culturales desempean un papel
fundamental, hasta el extremo de que el carcter est marcado por los hbitos que se ajustan a las
tradiciones, tica y costumbres de la sociedad en la que el individuo ha desarrollado. El carcter se
forma, pues, tanto a causa de la interiorizacin de las normas sociales, como por el ajuste de la conducta
de las mismas que el individuo hace voluntariamente.
Farr Mart J (1999) Diccionario de psicologa. Barcelona: Ocano.

Carcter genital.- El carcter de la personalidad normal madura y sana no fue debidamente


considerado por Freud. Lo que Freud denominaba carcter genital ha permanecido como un concepto
vago. Para l no se trata de otra cosa sino de una estructura de carcter en la cual la libido oral y anal
han perdido su predominio y actan bajo el dictamen de la sexualidad genital cuyo nico fin es el placer
por la unin sexual con uno de sexo opuesto. El criterio de carcter genital es: ser capaz de confucionar
con satisfaccin sexual, y socialmente (Fromm, tica y Psicoanlisis).
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Carcter neurtico.- Personalidades patolgicas que actan segn impulsos y no bajo los dictmenes
de la realidad. El enfermo neurtico sufre y considera su sntoma como algo ajeno a s mismo; el carcter
neurtico acta y juzga su actitud personal. Se forma la vida de los caracteres neurticos por reacciones
aloplsticas. (Franz Alexander: Der neurotische Charakter).
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Carcter oral.-Depende de cmo ha pasado el sujeto su perodo de lactancia. Si bien tienen tendencias
optimistas, a veces paraliza su expansin personal. Corresponde al tipo que busca un empleo simple,
pero permanente. Tiene a veces obsesin de hablar. Si el perodo de la lactancia fue insatisfactorio, se
encuentran el ellos elementos sadsticos, chupan todo, son mordaces. Son impacientes y no tienen
constancia ni perseverancia en sus actitudes. Tipos contrarios de un carcter anal. (Karl Abraham,
Psychoanalytische Studien zur Charakterbildung).
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Carcter, rasgo de.- La tendencia pregenital originaria, ya sea persistiendo, ya sublimndose, o bien
transformada en una reaccin reactiva. Se clasifica como oral, generalmente optimista; uretral,
asumiendo la forma de ambicin; y anal, combinando orden, mezquindad y obstinacin, frecuentemente
asociada al pesimismo, odio y pulcritud excesiva.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

CARACTEROLOGA
1. La ciencia de investigar cuales son los factores que determinan al carcter y, al mismo tiempo,
individualmente, verificar el carcter de una persona. El padre de la caracterologa es Hipcrates, segn

el cual los individuaos se distinguen de acuerdo con el predominio de uno de los cuatro humores: sangre,
flema, bilis, atrabilis, que determinan a los caracteres sanguneos, flemticos, biliosos o melanclicos,
respectivamente. En nuestros das la caracterologa utiliza un grupo de ciencias, entre las cuales ocupa el
primer lugar la psicologa, pero de no menos importancia son la endocrinologa y sociologa. 2. C. G. Jung
hace una distincin dentro de lo introvertido y extravertido. Cada uno de estos tipos puede ser pensativo
o sensitivo. Los cuatro grupos principales, pues, son: a) sensitivo, b) pensativo, c) extravertido
pensativo, y d) extravertido sensitivo. Entre los investigadores de caracterologa, recordamos a Jung
(tipos psicolgicos). E. Kretschmer, Ludwig Klages, etc. En la literatura actual sobre el carcter,
mencionamos como una obra de mayor importancia: Lersch: Der Aufbau des Charakters (La estructura
del carcter), y de Knkel: Einbruch in die Charakterologie.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

CRCAMO, CELES ERNESTO


[psicoan.] (La Plata, 1903 - Buenos Aires, 1990) Pionero del psicoanlisis en la Argentina, fundador de la
Asociacin Psicoanaltica Argentina. Procedente de una familia vinculada por siete generaciones con las
Ciencias Mdicas, se doctor en Medicina en 1930. En los comienzos de su prctica se orient hacia la
Clnica Mdica, en la ctedra del Profesor Mariano Castex, en el Hospital de Clnicas de la Facultad de
Medicina de la Universidad de Buenos Aires. Hombre de una vasta cultura humanstica, interesado en la
filosofa y la historia, incursion tambin en la homeopata, atrado por una disciplina que buscaba
comprender al hombre en su totalidad. En la ctedra de Castex conoci al Dr. James Mapelli,
psicoterapeuta italiano que practicaba la hipnosis. A partir de esta relacin se interes en la psicoterapia
y se dedic a leer apasionadamente lo que pudo encontrar sobre el tema. La obra de Freud, que haba
sido recientemente traducida al castellano lo impact particularmente y decidi trasladarse a Europa para
realizar su formacin como psicoanalista. En el seno de la Sociedad Psicoanaltica de Pars, curs los
seminarios de formacin, hizo su anlisis didctico con Paul Schiff y las supervisiones con Charles Odier y
Rudolf Loewenstein, y present, en 1939 su trabajo de titularidad La serpiente emplumada. Psicoanlisis
de la religin Maya-Azteca y del sacrificio humano. En Pars conoci a ngel Garma, psicoanalista
espaol formado en Alemania, quien luego de practicar algunos aos el psicoanlisis en Madrid, se haba
exilado en Francia como consecuencia de la Guerra Civil Espaola. Juntos decidieron trasladarse a Buenos
Aires, para promover la formacin de un grupo psicoanaltico, que comenz a reunirse en 1939 y se
constituy como Asociacin componente de la Asociacin Psicoanaltica Internacional tres aos despus.
Crcamo fue Secretario Cientfico de la primera Comisin Directiva y Presidente de la Segunda.
Particularmente interesado en la aplicacin del Psicoanlisis a la prctica mdica, organiz en 1958 el
primer curso de Psicologa Mdica que se realiz en la Facultad de Medicina de Buenos Aires y, aos ms
tarde particip activamente en la creacin de la Ctedra de Psicologa Mdica y del primer curso oficial de
especializacin en dicha disciplina, en el que durante aos dict la materia psicoterapia. [Elisabetta
Gennari de Rocca]
Elisabetta Gennari de Rocca
Aporte de Ricardo Bruno

CRCEL
Sistemas carcelarios.- En Inglaterra, Benham propuso un sistema edilicio llamado panptico, para que
menos guardias pudieran vigilar mejor a ms presos, y donde estos se sintiesen vigilados
permanentemente (por ejemplo mediante mirillas).
Ejemplos de panpticos: a) En un nico pasillo, los guardias vigilan las celdas que estn en ambos
costados del mismo. b) En un sector estn todos los presos juntos, y en una sala adyacente los guardias
que pueden verlos. c) En el sistema radial, los guardias estn en el centro de un crculo, a partir del cual
se irradian pasillos en todas las direcciones, donde estn a ambos lados de los mismos las celdas.
De este sistema surgieron en EEUU dos tendencias, con el nombre de las respectivas ciudades donde se
aplicaron:
1) Filadelfia: Los reos estaban en celdas compartidas, y salan a trabajar en talleres comunes, bajo la
regla del silencio.
2) Ausburn: Ms cerrado. El preso viva y trabajaba en celdas individuales, y a ciertos horarios sala a un
patio. Este sistema pas a Europa, pues all haba que mantener aislados a los presos polticos para evitar
confabulaciones, adoctrinamientos y motines, y es el sistema que se adopt en la Argentina.
En EEUU hay celdas triangulares que permiten ver mejor todos los movimientos. Se busca siempre
optimizar el panptico para que menos personal vigile mejor a ms presos. El sistema se aplicar en
nuestro pas en los penales de Ezeiza, Marcos Paz y Campana.
Condensado de lvarez C, Clases tericas de la Ctedra de Psicologa Forense de la Facultad de Psicologa de la
Universidad de Buenos Aires, 2 cuatrimestre de 1996.

Programa de intervencin en el centro de preventivos jvenes de Carabanchel.- Se realiz un


programa de actividades con presos en una crcel de Carabanchel. Estos detenidos iban a estar poco
tiempo, por lo que no se podan programar actividades a largo plazo. La poblacin de detenidos estaba
entre 17 y 21 aos, algunos haban estado antes detenidos y otros no. Dada sus edades, caba esperar
cierta inmadurez e inseguridad, y poco conocimiento del sistema carcelario. Tambin presentaban un
dficit educacional, laboral, cultural, etc. En el programa de actividades participaran alumnos de la
universidad.
El programa se situaba al comienzo del proceso de prisionizacin, o sea cuando empiezan a consolidarse
las consistencias comportamentales resultantes del encarcelamiento. En esta primera etapa, tales
consistencias correspondan a una situacin de inadaptacin objetiva que ya traan antes de ser
detenidos. Tales caractersticas de inadaptacin son de tres tipos: sociales, escolares y laborales.
a) Habilidades sociales: comportamiento muy primitivo que busca gratificaciones inmediatas,
egocentrismo, vaco de historia personal, poca resistencia a la frustracin, comportamiento reactivo e
incontrolado, perplejidad autodescriptiva (no elaboraron una imagen de s mismos), bajo nivel de
autoestima, bsqueda incesante de prestigio. Las actividades que se proponan al recluso apuntaban a
modificar las habilidades sociales indicadas, pues an estaban a tiempo de hacerlo, y superar un
sentimiento fatalista de la vida.
b) Escolaridad: Comienzo tardo de la educacin, escuela muy distanciada de su problemtica y de su
vida, abandono temprano de la escolaridad, fracasos escolares. Las actividades propuestas buscaron
compensar estos dficits educacionales.
c) mbito laboral: los reclusos presentaban falta de especializacin laboral, falta de experiencia,
experiencia vicaria negativa (el modelo paterno no les serva), incapacidad para aceptar la relacin
laboral, desconocimiento total de las reglas de las relaciones laborales, etc. Aqu la intervencin se haca
ms difcil, porque no se parta de cero sino desde ms atrs: el individuo estaba motivado
negativamente para trabajar: no quera hacerlo.
No se poda modificar el contexto del centro penitenciario, por lo que hubo que adaptarse a sus
caractersticas peculiares, que eran las siguientes:
1. No haba una colaboracin activa por parte del personal penitenciario. De hecho, hacia el final del
programa haba hostilidad y hasta una prohibicin de continuar con el programa de actividades.
2. El aspecto arquitectnico era agresivo y despersonalizante. Oscuro, mal equipado, demasiadas rejas,
ausencia de vegetacin, poco espacio para cada individuo. Haba por lo tanto hacinamiento, acentuado
porque los detenidos que llegaban eran cada vez ms.
3. El personal que atenda el centro de detencin tena poca motivacin para trabajar, y no colaboraba
con los alumnos que tenan que llevar adelante el programa, salvo excepciones. El director del centro fue
el nico apoyo.
El centro de detencin tiene un alto grado de conflictividad, provocado tanto por las caractersticas
arquitectnicas como por su personal. La conflictividad se manifestaba como motines espordicos, clima
de tensin permanente, lo que llevaba a sentimientos colectivos de inseguridad. En este ambiente
resultaba muy difcil llevar a cabo el programa.
Los agentes del programa de intervencin fueron alumnos de cuarto ao de la licenciatura, profesores y
otros profesionales. Se hizo una seleccin de quienes iban a participar, y tambin incluso una
autoseleccin.
Los objetivos del programa de intervencin fueron los siguientes:
a. Evitar o retardar la prisionizacin: Evitar que los reclusos adoptaran una forma de vida de preso y que
la vida carcelaria dejara en ellos profundas huellas.
b. Normalizacin de la vida: Ofrecer al preso un ambiente lo ms normal posible, aunque fuera casi
utpico en este tipo de crceles. Reducir las tensiones era dificultoso para lograr un clima de normalidad.
c. Ofrecer alternativas de vida: a travs del entrenamiento en habilidades sociales, o sea fomentar
relaciones interpersonales normales basadas en la solidaridad, la comprensin, etc. Tambin ofrecer
educarlos y elevar su nivel cultural. Conseguir que pudieran trabajar productivamente en equipos. Y un
ltimo objetivo era evitar el aburrimiento mediante programas de entretenimientos.
Las actividades del programa de intervencin fueron:
a) Habilidades sociales: se aplic la tcnica del videoforum, donde los reclusos aprendan a expresarse
verbalmente, a hablar sin interrumpir a los otros, a escucharse mutuamente, etc. Tambin se realizaron
dramatizaciones, que inclua expresin libre del cuerpo, relato espontneo de grupo, relajacin, etc. Todo
ello para aprender a expresar emociones. Tambin se desarroll un taller de prensa, para motivar la
expresin escrita y estimular la comunicacin entre los mismos presos. Y por ltimo, actividades
deportivas.
b) mbito escolar: En primer lugar la alfabetizacin, y luego la iniciacin en la lectura. Esta experiencia,
al igual que la anterior de desarrollo de habilidades sociales, tuvo sus problemas por las condiciones en
que se trabajaba, ya expuestas (poca colaboracin de personal carcelario, ambiente fsico deplorable,
etc).

c) mbito laboral: Motivar y reforzar la decisin de buscar empleo, y proporcionar un aprendizaje de las
tcnicas ms apropiadas para conseguirlo para una ptima reinsercin laboral luego de dejado en
libertad. Todas las actividades indicadas se desarrollaron tambin los fines de semana, donde la tensin
aumentaba porque no haba nada para hacer.
Diseo del programa de seleccin, formacin y tcnicas de bsqueda de empleo.- Se parti de la base
que cualquier intervencin adecuada en el centro sobre la conducta desadaptada pasaba por ofrecer
alternativas de vida, obtener niveles mnimos de adaptacin social y poder luego as insertarse en el
mercado laboral. Para llevar a cabo este proyecto hubo que hacer una previa planificacin de qu
actividades se realizaran, en qu horarios y con quienes. Se consider la posibilidad de que algunos
reclusos se iran por haber cumplido su tiempo, y que se incorporaran nuevos. Se hizo una seleccin de
los presos ms idneos para adaptarse a las necesidades de las actividades del programa y a futuros
puestos laborales. A partir de all, se comenz la formacin, sobre todo mediante cursos de capacitacin
en diversos tipos de trabajo, de acuerdo a la demanda social. Se busc desarrollar habilidades laborales,
habilidades sociales de interaccin con los dems, y enseanza de contenidos especficos. Se instal
finalmente un taller de bsqueda de empleo, donde se enseaba al recluso a decidir qu tipo de empleo
deba buscar en funcin de su formacin y caractersticas personales. Se le ense tambin a buscar
fuentes de informacin para saber dnde y cmo buscar el empleo, y por ltimo facilitarle la inscripcin
en una oficina de empleos y garantizarle un subsidio por desempleo. Tambin se los entren para superar
con xito las pruebas de seleccin que se hacen en los diferentes medios laborales.
Condensado de Valverde Molina Jess (1996) La crcel y sus consecuencias. La intervencin sobre la conducta
desadaptada. Captulo 3.

CARUSO, IGOR
(1914-1981) Director del Crculo viens de Psicologa Profunda, cuyos conceptos sobre una psicoterapia
personalstica son bsicos para una nueva orientacin universal (espiritual) de la psicologa, como
mtodo psicoteraputico. Caruso da la misma importancia al anlisis sistemtico de los factores
psicofsicos, que a una sntesis existencia. Ambos estn vinculados uno con el otro y se amplan
mutuamente. Psicoanlisis y psicosntesis existencial son pilares equivalentes de una comprensin
psicolgica. Su obra maestra es: Psychoanalysys und Sythese der Existen (Anlisis psquico y sntesis
existencial, Herder, Barcelona Buenos Aires, 1954).
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

CASTIGO
La criminologa psicoanaltica ha brindado conceptos nuevos sobre la gnesis de la criminalidad entre
individuos que deben ser considerados como criminales neurticos. Ha demostrado que la base de la
criminalidad es un sentimiento complejo de culpabilidad, y que el delito se comete como consecuencia,
como fenmeno secundario. Este delito mismo es considerado por el Psicoanlisis como la provocacin de
un castigo tendiente a restablecer una relacin primitiva armoniosa, no perturbada por el pecado original.
Entre el delito y el castigo se halla interpuesta la confesin que el Psicoanlisis. considera una obsesin
de la psique humana. El deseo de castigo, como contenido anmico de todos los delitos, no solamente es
una forma de reconciliacin, el precio que se paga por el restablecimiento del antiguo contrato social,
sino tambin un anhelo de la libido. El nio, p. ej. comete algn acto prohibido para conseguir que la
madre lo castigue, y recuperar as l, a travs del castigo, su amor. Con esta provocacin del castigo por
un acto neutral, el nio a menudo busca el castigo como liberacin de su sentimiento de culpabilidad por
su masturbacin y por sus fantasas criminales originadas en el Complejo de Edipo. Igual finalidad puede
tener el auto-castigo, y como tales son considerados por el Psicoanlisis tambin los sntomas neurticos.
Hay aun otras formas de auto-castigo: el ascetismo, la penitencia, el suicidio, etc. El castigo tiene un
doble aspecto, en el sentido de que quien castiga tambin acta determinado por reglas psicolgicas, por
un deseo de castigar. (El juez representa este deseo de la sociedad). Psicolgicamente, se trata de una
venganza, y Freud afirma que el hombre no puede perdonar a otro un acto que a l mismo le hubiera
gustado cometer. Las personas muy severas en sus juicios morales quieren demostrar que otro ha
cometido el delito (Reik). Segn Freud, el castigo, como institucin jurdica, es una medida defensiva de
la sociedad contra los impulsos criminales que actan en nuestro inconciente. El deseo de castigar se
nutre de un impulso de venganza, y al mismo tiempo del miedo a una epidemia de actos delictuosos. El
otro aspecto que acompaa al deseo de castigar, es el deseo de ser castigado. La investigacin del
Psicoanlisis. ha demostrado que lo importante es la confesin y no el castigo. El castigo sin una
confesin, psicolgicamente no puede ser considerado como el restablecimiento del equilibrio, y, por otra
parte, una confesin profunda hace innecesario el castigo. Estos conceptos del Psicoanlisis.
naturalmente, pueden ser aplicados por razones sociales, solamente, en el terreno de la educacin.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

CASUSTICA

Definicin.- Trmino que designa la forma de proceder considerando la singularidad de cada sujeto, es
decir, 'caso por caso'. En psicologa, se supone que toda persona posee caractersticas generales,
compartidas con ls dems, pero tambin rasgos personales derivados de su constitucin gentica y sus
particulares experiencias de vida. La casustica centra su atencin en este ltimo aspecto.
Cazau P (2000) Vocabulario de Psicologa. Buenos Aires: Redpsicologa.

CAT
Generalidades.- El CAT es un test de apercepcin aplicable a nios de 3 a 10 aos, y es un derivado del
TAT del Murray. La letra C significa childrens (nios). Esta prueba tiene tres versiones CAT-A, CAT-H y
CAT-S.
El CAT-A contiene 10 lminas con dibujos de animales, utilizadas porque: a) el nio tiene fuertes vnculos
emocionales con los animales; b) les resulta ms fcil proyectar la agresin sobre ellos al resultarle
menos prohibido o culposo; c) los animales suelen ser importantes en las fobias y los sueos infantiles; y
d) en el Rorschach los nios suelen dar muchas respuestas animales.
El CAT-H contiene dibujos de figuras humanas y son para nios ms grandes (10-11 aos), ya que a ellos
pueden parecerle muy infantiles los dibujos de animales.
El CAT-S contiene lminas con dibujos que evocan problemas especiales como escolaridad, embarazo,
etc., es decir, no remiten tanto a las fantasas universales, como las dos primeras versiones.
Condensado de Bruzzoni Marta, El test de apercepcin temtica para nios (CAT). Clase dictada en la ctedra de
Teora y tcnicas de exploracin y diagnstico. Modulo II (Primer Cuatrimestre), Facultad de Psicologa, Universidad
de Buenos Aires, 30 de mayo de 1996.

Administracin.- El CAT tiene bsicamente la misma consigna que el TRO (Test de Relaciones Objetales
de Phillipson). En primer lugar deben ordenarse las lminas con el dibujo hacia abajo, y comenzar con la
primera mostrndola al nio. A los nios de 3-10 aos se le dice Te muestro algunas lminas, hac un
cuento con cada una, decime qu pas antes, qu pasa ahora, y qu pasar. A los nios de 11-12 aos
se agrega contame un cuento como se lo contaras a un nene ms chico.
Deben tomarse notas de las historias en la forma ms textual posible. No inducir respuestas (las
intervenciones deben ser neutrales; no sugerir cosas como Se enoj la mam?, Cmo reaccion el
pap?, etc.). Si el nio describe, insistir en que haga una narracin. Si se detiene, instarlo a seguir,
preguntndole por ejemplo Qu pas al otro da?. Si un personaje se duerme, preguntarle Qu so?.
Frente a los desenlaces tipo Y colorn colorado, instarlo a que especifique un desenlace.
Condensado de Bruzzoni Marta, El test de apercepcin temtica para nios (CAT). Clase dictada en la ctedra de
Teora y tcnicas de exploracin y diagnstico. Modulo II (Primer Cuatrimestre), Facultad de Psicologa, Universidad
de Buenos Aires, 30 de mayo de 1996.

Interpretacin.- La interpretacin del CAT debe centrarse en la percepcin del estmulo y en la historia
narrada. En la percepcin del estmulo debe atenderse al contenido animal, y al contenido de realidad. En
la historia debe identificarse la coherencia, el hilo conductor, el lenguaje utilizado (regresivo,
sobreadaptado, etc.) y los aspectos dinmicos (roles y acciones adjudicados, problemtica bsica,
ansiedades y defensas, si hay o no solucin, y como es, etc.).
En el CAT-A, cada lmina remite a una problemtica especfica. Por ejemplo, en la lmina 1 hay tres
patitos y una gallina, lo que remite a las relaciones familiares, la madre gratificadora o frustradora y la
rivalidad fraterna. En la lmina 2 hay dos animales grandes y uno chico tirando de una soga
(triangularidad edpica, identificaciones). En la lmina 3 hay un len y un ratn (figura paterna,
autoridad). En la lmina 4 hay un canguro y dos canguritos, uno en una bolsa (curiosidad por el origen
de los bebs, figura materna, rivalidad fraterna). En la lmina 5 hay una cuna frente a una cama con
bultos tapados (escena primaria). En la lmina 6 hay animales en una cueva (retoma y refuerza la lmina
anterior). En la lmina 7 hay un tigre atacando un mono (agresin, castracin por los dibujos de lianas y
colas). En la lmina 8 hay monos y un monito en una tertulia (insercin en el mundo adulto). En la
lmina 9 hay una habitacin con la puerta abierta y una cuna (temor a la oscuridad y al abandono,
curiosidad). En la lmina 10 hay un perro con un perrito (castigos, control de esfnteres, fantasas
masturbatorias).
Condensado de Bruzzoni Marta, El test de apercepcin temtica para nios (CAT). Clase dictada en la ctedra de
Teora y tcnicas de exploracin y diagnstico. Modulo II (Primer Cuatrimestre), Facultad de Psicologa, Universidad
de Buenos Aires, 30 de mayo de 1996.

El CAT y la exploracin de lo preedpico y lo edpico.- Finalmente, ofrecemos algunos indicadores


tiles como ejemplos para inferir las condiciones del nio respecto de la etapa preedpica y la etapa
edpica:
Lmina

Indicador preedpico

Indicador edpico

10
1
8

El mono se paraliza de miedo (angustia


pnica).
El tigre est chistoso (inversin del
afecto).
Yo no s (negacin).
No hay historia aqu (evasin,
aislamiento).
Como se ve aparecen defensas ms
primitivas, y tambin acting-out.
Llora y patalea porque la mam se fue (No
hay constancia objetal).
Lo castig severamente (superyo severo).
El monito cuenta lo que hizo, y los dems se
ren y sienten vergenza (Vergenza y
humillacin. Egocentrismo).

El mono se sube al rbol (angustia como


seal: le permite una estrategia frente al
peligro).
En la etapa edpica se encontrarn defensas
ms elaboradas, como la racionalizacin, la
sublimacin, la formacin reactiva, etc.

La mam fue de compras, pero volver


(Constancia objetal).
Le dijo: no lo hagas ms (Superyo
moderado).
El monito cuenta que encontr un perrito
abandonado y lo cuid (Menor verguenza y
egocentrismo. Preocupacin por el otro.
Culpa).

Condensado de Bruzzoni Marta, El test de apercepcin temtica para nios (CAT). Clase dictada en la ctedra de
Teora y tcnicas de exploracin y diagnstico. Modulo II (Primer Cuatrimestre), Facultad de Psicologa, Universidad
de Buenos Aires, 30 de mayo de 1996.

CATARSIS
Definicin.- Eliminacin de la energa agresiva mediante su descarga a travs de una conducta
agresiva.
Vander Zanden James, Manual de Psicologa Social, Barcelona, Paids, 1986, pg. 615.

Definicin.- 1. Neutralizacin ms o menos completa de un estado de excitacin excesiva por una nueva
ligacin entre la emocin y la causa exterior que la originara. 2. El mtodo psicoanaltico se basa en el
concepto de catarsis (palabra griega, sinnimo de purga) de una evacuacin natural o artificial. La
palabra significa, segn Aristteles, la limpieza del alma. Fue Breuer quien pro primera vez utiliz este
mtodo en una enferma histrica, la que, contados sus recuerdos cur de su enfermedad. La confesin
de la religin catlica se considera, desde el punto de vista psicolgico, como un mtodo catrtico para
aliviar as el complejo de culpabilidad.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Catrtico, mtodo.- (Psicoanlisis) Mtodo aplicado por Breuer y Freud para el tratamiento de las
neurastenias e histerias, el cual cosiste en hacer narrar al enfermo libremente todas sus ideas, reales o
imaginarias, y tambin los acontecimientos de su vida. Debido a esta narracin que revive el pasado del
sujeto, este limpia su psique.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

CATSTROFE
Definicin.- El trmino catstrofe, se puede definir como cualquier suceso infausto que altera
gravemente el orden de las cosas. Existen otros sinnimos que tambin se utilizan de forma indistinta
como desastre, siniestro o calamidad. En conjunto estos trminos se refieren a una serie de
situaciones o acontecimientos trgicos (desgracias, prdidas, infortunios), en cierto modo, imprevisibles
(fortuitos, fatales), que se escapan al control de las personas (grupos o comunidades) y producen graves
consecuencias (prdidas de vidas humanas, destruccin de bienes materiales, desorganizacin social,
elevados niveles de frustracin y sentimientos de impotencia personal).
Las catstrofes tienen una serie de caractersticas:
1. Son acontecimientos de aparicin generalmente imprevisible, en general de forma brutal y repentina y
que producen graves consecuencias.
2. Por lo general producen gran nmero de afectados no necesariamente siempre vctimas mortales, sino
tambin un sinfn de heridos, quemados, intoxicados, siniestrados,... Incluye tanto a los sujetos
afectados directamente por la catstrofe, como a los afectados indirectamente como familiares, amigos,
testigos, equipos de socorro, servicios sociales, tcnicos, organizadores o responsables.
3. Causan importantes destrucciones materiales, en general, ya que en ocasiones pueden darse tambin
catstrofes sin destruccin material.
4. Las consecuencias de las catstrofes superan y desbordan los recursos y medios de la colectividad,
haciendo ineficaces las medidas tradicionales de respuesta y precisando ayuda exterior, sobre todo a
pases en vas de desarrollo, que poseen peores infraestructuras para la proteccin de su poblacin y
medio ambiente.

5. Las catstrofes producen una importante desorganizacin social. Las peores consecuencias de una
catstrofe son las alteraciones en medios de produccin y consumo de energa, agua potable y vveres, la
circulacin de las personas y bienes, el mantenimiento del orden, las comunicaciones, la distribucin de
cuidados sanitarios e incluso la gestin de cadveres.
Gonzlez E, Reacciones conductuales ante una catstrofe. INTERPSIQUIS. 2006; (2006)

Generalidades.- Originalmente, proviene del griego 'katastroph', que significa la ltima parte de una
pieza dramtica, y en general todo final doloroso de un poema. Pero lo que aqu interesa es ms su
sentido figurado: catstrofe como suceso desgraciado (Varios, 1978:423).
Desde un punto de vista psicolgico, se podran clasificar las catstrofes en objetivas y subjetivas: las
primeras son aquellas que efectivamente se producen en el mbito del mundo externo como terremotos,
actos terroristas, accidentes de aviacin u otros, etc. En cambio en un sentido subjetivo, una catstrofe
se refiere a un suceso imaginario, que no sucedi objetivamente pero que es vivenciado o experimentado
como si realmente hubiese ocurrido en el entorno. Acerca de esta clasificacin caben dos comentarios:
1) Esta forma de tipificar las catstrofes me fue sugerida por una observacin clnica realizada por Freud,
cuando observ y constat que en muchos pacientes poda rastrearse en su infancia una situacin de
seduccin y violacin, es decir un suceso traumtico que objetivamente no haba ocurrido, sino que era
un producto de las fantasas de los mismos pacientes. Cabe considerar a dichos sucesos como no
objetivamente ocurridos pero s 'reales', si aceptamos la distincin freudiana entre realidad externa y
realidad psquica, donde esta ltima puede quedar definida como todo aquello que, en el psiquismo del
sujeto, "presenta una coherencia y una resistencia comparables a las de la realidad material, y se trata
fundamentalmente del deseo inconciente y de las fantasas con l relacionadas" (Laplanche y Pontalis,
1981:352).
Una idea interesante derivada de esta formulacin es que, tanto las catstrofes materiales como las
fantaseadas tienen ambas capacidad para ejercer efectos psquicos importantes, de forma tal que el
aparato psquico reacciona ante la catstrofe imaginada o fantaseada del mismo modo, en cierto sentido,
que frente a catstrofes materiales u objetivas. De alguna manera, la vivencia de catstrofes imaginadas
como si fueran realmente sucedidas representa un fracaso de la prueba de realidad, es decir de la prueba
que hace el sujeto para distinguir los estmulos procedentes del mundo exterior, de los estmulos
internos.
2) Un segundo comentario se refiere al hecho de que ambos tipos de catstrofes nunca, o por lo menos
casi nunca resultan ser mutuamente excluyentes. Por ejemplo: cuando una persona sufre un accidente
automovilstico, el acontecimiento en s puede parecerle 'subjetivamente' ms catastrfico o menos
catastrfico que a su acompaante, tambin vctima del mismo accidente. Esto significa que la magnitud
o intensidad de una situacin desgraciada depende no slo de factores objetivos sino tambin de factores
subjetivos, que magnificarn o minimizarn el desgracia objetivamente ocurrida.
El presupuesto terico que me permite sustentar este ltimo comentario es la teora de las series
complementarias de Freud, que puede aplicarse perfectamente a nuestro tema. Si bien el objeto de
anlisis de mi trabajo son las consecuencias psquicas de las catstrofes objetivas o materiales (guerras,
terrorismo, etc), la consideracin de dichas consecuencias psquicas implica valorar cmo la catstrofe es
vivenciada o experimentada por las distintas personas.
Benyakar, un terapeuta que actu como tal en las diversas guerras israeles, afirma que "no siempre la
vivencia traumtica desencadenar en una patologa. A partir de la vivencia traumtica, hay una
posibilidad de resignificacin que permite una mayor libertad interna, elemento que nos lleva a
replantearnos nuestra posicin en la situacin teraputica" (1994:32).
Cazau P (1989) Vocabulario de Psicologa. Buenos Aires: Redpsicologa.
Referencias bibliogrficas
Benyakar M, Trauma y neurosis post-traumtica: de la vivencia a la reflexin terica, Buenos Aires, Revista Actualidad
Psicolgica, Julio de 1994.
Laplanche J y Pontalis J (1981) Diccionario de Psicoanlisis. Barcelona: Labor, 3 edicin.
Varios (1978) La fuerza de las palabras. Mxico: Selecciones del Reader's Digest, 2 edicin.

Alteraciones conductuales en catstrofes.- Como se ha expuesto anteriormente, las situaciones de


catstrofe afectan directamente a las personas que han visto su vida, la de sus seres queridos y/o sus
bienes amenazados. Tambin pueden verse afectados, directa o indirectamente, los testigos, socorros y
dirigentes, sobre todo si carecen de la experiencia y de la formacin necesaria para actuar en este tipo de
situaciones, al ser desbordados por el impacto del horror y la extensin de los daos producidos por la
catstrofe.
Se pueden distinguir tres tipos de reacciones posibles ante el impacto de un evento traumtico:
1) Reacciones adaptadas: Se estiman aproximadamente del 10 al 20% de los afectados, variable segn
el tipo y caractersticas del desastre. Se caracterizan por la capacidad de mantener la calma, la adopcin
de medidas de proteccin y auxiliar a los compaeros. Suelen ser personas informadas o preparadas, con
experiencia de mando y elevado sentido de la responsabilidad cvica y moral.

2) Reacciones inadaptadas: Se estima un porcentaje entre el 20 y el 25% de los sujetos afectados los
que pueden presentar conductas inadaptadas, desde reacciones emocionales intensas (pnicos) a
comportamientos de agitacin, inhibicin o estupor, o marcadamente de negacin y oposicin.
3) La mayora (50 al 60%) de los afectados es altamente influenciable, se muestran inseguros e indecisos
y actan bajo la presin de las circunstancias ambientales. Pueden dirigirse hacia un sentido positivo
(conductas de cooperacin y socorro) o hacia un sentido negativo (inhibicin, pnicos, fugas). A esta
poblacin se dirigen de forma preferente los esfuerzos y medidas preventivas como la informacin o el
entrenamiento.
En condiciones que sean favorables en la mayora de las ocasiones nos encontramos con un control por
parte de los afectados con lo que los comportamientos suelen ser adecuados, e incluso generosos y
abnegados hacia el sacrificio por los dems; aunque no es bice para encontrarnos por otro lado con
alteraciones psicopatolgicas severas. As tenemos:
- Conductas de hiperactividad, a veces frentica y desordenada, estado de exaltacin emocional,
conductas motoras incontroladas, incluso marchando directamente hacia el peligro (fuga hacia delante),
arriesgando la vida propia y/o la ajena.
- Comportamientos apticos, sin iniciativa, con inmovilidad o desplazamientos sin sentido. Dciles ante
las rdenes que les imparten, muestran conductas prximas al automatismo.
- Conductas que persiguen el distanciamiento del acontecimiento traumtico, llegando, incluso, hasta el
estupor psicgeno, con disminucin profunda o ausencia de la motilidad voluntaria y de la respuesta
normal a los estmulos externos (luz, ruido, tacto).
- Comportamientos violentos. Se pueden desencadenar, tanto por los sentimientos de frustracin
personal, ante la magnitud de la catstrofe, pero en otras ocasiones aparecen como reacciones a
determinadas medidas de los equipos de socorro y orden, (actuaciones a veces impersonales) y, sobre
todo, por la desinformacin. Estas conductas violentas, pueden materializarse sobre bienes o personas.
Gonzlez E, Reacciones conductuales ante una catstrofe. INTERPSIQUIS. 2006; (2006)

Catstrofes en trenes.- Estudios previos han mostrado que accidentes de persona bajo el tren (PBT)
causan angustia psicolgica a los conductores durante el primer ao siguiente al incidente.
Nuestros objetivos fueron evaluar las consecuencias psicolgicas de accidentes PBT en conductores
anticipadamente e identificar los factores de riesgo para los efectos psicolgicos.
En este estudio de un ao de seguimiento, una serie de conductores PBT (n = 202) se compararon con
un grupo de conductores controles combinados (n = 186). El estado psicolgico fue evaluado a los 15
das, 3 meses y 1 ao despus del acontecimiento, utilizando cuestionario GHQ-28 y una entrevista de
diagnstico estandarizada (el v4.4 MINI).
Quince das despus del acontecimiento, los conductores PBT tuvieron significativamente mayores
puntuaciones GHQ-28 (p < 0.0001) y trastorno de estrs agudo (p = 0.008) que los conductores
controles. No se encontraron diferencias significativas a los 3 meses y al 1 ao despus del accidente. Las
variables explicativas significativas fueron la presencia de estresores psico-sociales crnicos y agudos
(OR = 3.30 y 3.68) y la disponibilidad de ayuda inmediata (OR = 0.46).
Confirmamos de esta manera los hallazgos previos de que los conductores que han experimentado un
accidente PBT experimentan trastornos psicolgicos agudos. Nuestros resultados tambin resaltan la
utilidad del programa de prevencin sistemtica proporcionado.
Limosin F y otros, Un estudio sobre los efectos psicolgicos de persona bajo el tren en los conductores que sufren
este accidente. JOURNAL OF PSYCHIATRIC RESEARCH. 2006 DIC; 40(8).

Patologas mentales y huracn Katrina.- Resumen: Contexto: Existe cierta incertidumbre sobre la
prevalencia, severidad y los correlatos de los trastornos mentales entre las personas expuestas al
huracn Katrina.
Objetivo: Estimar la prevalencia y asociaciones entre los trastornos de ansiedad-estado anmico del DSMIV y los aspectos de estrs relacionados con el huracn, separando los residentes del pre-huracn del
rea metropolitana de New Orleans y del resto de las reas en Alabama, Luisiana, y Mississippi afectados
por el Katrina. Diseo: Encuesta comunitaria.
Escenario y participantes: A una muestra probable pre-huracn de 1043 anglo parlantes, residentes de
las reas afectadas por el Huracn Katrina se les administr una encuesta va telefnica entre el 19 de
enero y el 31 de marzo del 2006. La encuesta valor los aspectos de estrs relacionados al huracn y
monitore por 30 das los trastornos de ansiedad-estado anmico DSM-IV.
Principales Medidas de Resultado: La escala de revisin K6 de los trastornos de ansiedad-estado anmico
y la escala del Cuestionario de Valoracin de Trauma para el trastorno de estrs postraumtico (PTSD),
ambos calibrados para entrevistas clnicas estructuradas para aproximar la prevalencia de 30 das de
trastornos del DSM-IV.
Resultados: Se estim que los residentes del pre-huracn del rea metropolitana de New Orleans tenan
un 49.1% de prevalencia de 30 das de cualquier trastorno de ansiedad-estado anmico DSM-IV (30.3%
prevalencia estimada de PTSD) en comparacin con el 26.4% (12.5% PTSD) del resto de la muestra. La
gran mayora de los respondedores report una exposicin a los aspectos de estrs relacionados al

huracn. El grado de exposicin a aspectos de estrs, estuvo mayormente relacionado con resultados en
la sub-muestra del rea metropolitana de New Orleans que en el resto de la muestra. Los aspectos de
estrs mayormente relacionados a estos resultados fueron enfermedad/lesin fsica y adversidad fsica en
la sub-muestra del rea metropolitana de New Orleans y prdida de propiedades en el resto de la
muestra. Los correlativos sociodemogrficos no fueron explicados ni por la exposicin ni la reactividad a
los aspectos de estrs relacionados al huracn.
Conclusiones: La alta prevalencia de los trastornos de ansiedad-estado anmico DSM-IV, las fuertes
asociaciones de los aspectos de estrs relacionados al huracn con estos resultados, y la independencia
del aspecto sociodemogrfico del estrs; discuten que los problemas prcticos asociados a los aspectos
de estrs en curso, se encuentra dispersos y deben ser tratados para reducir la prevalencia de los
trastornos mentales en esta poblacin.
Sandro Galea, Chris R. Brewin, Michael Gruber, Russell T. Jones, Daniel W. King, Lynda A. King, Richard J. McNally,
Robert J. Ursano, Maria Petukhova, Ronald C. Kessler, Exposicin a los factores estresantes y enfermedad mental
despus del huracn Katrina. ARCHIVES OF GENERAL PSYCHIATRY. 2007 DIC;64(12).

CATEGORIZACIN
Generalidades.- La mente humana tiene que pensar con la ayuda de categoras. Una vez formadas, las
categoras constituyen la base del pre-juicio normal (Allport, 1962). Podemos decir que el proceso de
categorizacin tiene 5 importantes caractersticas.
Construye clases y agrupamientos amplios para guiar nuestros ajustes diarios. Nosotros ocupamos la
mayor parte de nuestra vigilia recurriendo para ese fin a categoras preformadas. Cuando el cielo se
oscurece y el barmetro desciende prejuzgamos que habr lluvia. Nos ajustamos a ese conjunto de
acontecimientos saliendo con paraguas. En esta y en otras innumerables ocasiones lo que hacemos es
tipificar un suceso aislado, ubicarlo dentro de un rubro familiar y actuar en consecuencia. A veces
estamos equivocados, el suceso no corresponde a esa categora, no llueve sin embargo nuestra conducta
ha sido racional. Aunque utilizamos una categora equivocada, no estaba en nuestras manos hacerlo de
otro modo. Esto quiere decir que nuestra experiencia en la vida tiende a conformarse en agrupamientos
(conceptos, categoras), y que si bien podemos equivocarnos de categora o de ocasin al recurrir a ellos,
es innegable, no obstante, que este proceso domina toda nuestra vida mental. Una nueva experiencia
debe insertarse en categoras antiguas. No podemos tratar cada nuevo acontecimiento como si fuera una
novedad absoluta.
La categorizacin se asimila lo ms posible al agrupamiento: La mente tiende a categorizar los sucesos
del medio ambiente de la manera ms burda que sea compatible con la necesidad de accin. Si puedo
agrupar a trece millones de mis conciudadanos bajo una simple frmula: Los negros son estpidos,
sucios e inferiores, simplifico mi vida enormemente. Sencillamente tratar de evitar a todos y a cada
uno de ellos.
La categora nos permite identificar rpidamente a un objeto por sus rasgos comunes: Cada
acontecimiento tiene ciertos rasgos que sirven para poner en accin las categoras del pre-juicio. Cuando
vemos que un automvil viene zigzagueando hacia nosotros pensamos que el que maneja est
borracho y actuamos de acuerdo a esa nocin. Una persona con piel oscura activar todos los conceptos
acerca de los negros que predominen en nuestra mente. Si la categora dominante comprende actitudes
y creencias negativas, inmediatamente evitaremos a esa persona o adoptaremos con ella aquel habito de
rechazo que nos resulte ms familiar y accesible. As las categoras tienen una vinculacin estrecha e
inmediata con lo que vemos, con el modo como juzgamos lo que vemos y lo que hacemos.
La categora satura todo lo que contiene con iguales connotaciones ideacionales y emocionales. Algunas
categoras son puramente intelectuales. A tales categoras las llamamos conceptos. No slo sabemos lo
que significa ser chino, mexicano o londinense, sino que adems el concepto puede ir acompaado en
nosotros de un tono sentimental de agrado o desagrado.
Las categoras pueden ser ms o menos racionales. Hemos dicho que en general una categora comienza
a constituirse sobre la base de un germen de verdad. Una categora racional parte de ello, y se agranda
y se solidifica a travs de la experiencia pertinente. Las leyes cientficas son ejemplos de categoras
racionales. Estn respaldadas por la experiencia.
Algunas de nuestras categoras tnicas son bastante racionales. Es probable que un negro tenga piel
oscura (auque este no siempre sea el caso). Es probable que un francs hable mejor francs que un
alemn (aunque aqu tambin hay excepciones). Pero es cierto que todos los negros son supersticiosos,
o que los franceses tienen un amoral laxa? Aqu la probabilidad es mucho menor, y su significado es casi
nulo si comparamos estos grupos con otros grupos tnicos. Sin embargo nuestra mente parece no hacer
ninguna distincin en la formacin de categoras: las categoras irracionales se forman con igual facilidad
que las racionales. Una categora irracional es aquella que se forma sin adecuada evidencia. Estas
carecen de todo fundamento real y se forman totalmente sobre la base de los rumores, proyecciones
emocionales y fantasas.
Allport G W. (1962) La Naturaleza del Prejuicio, Cap I y II . Editorial Eudeba. Buenos Aires.

CATTEL, JAMES MCKEEN


Biografa.- (1880-1944) Psiclogo americano quien, bajo la direccin de Wundt, comenz con los
experimentos sobre la reaccin del tiempo y, bajo Galton, sobre diferencias individuales. Fue de los
primeros en usas tests psicolgicos en grupos grandes. Fund, con Baldwin, la Psychlogical Review
(1894-1909).
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

CELOS
Definicin.- Forma enfermiza que Freud considera como una defensa contra impulsos homosexuales
muy fuertes. La frmula es: no soy yo quien quiere al hombre, sino ella o al revs. Se habla de delirio
de celos (actividad delirante) en que el temor de una infidelidad de su cnyuge perturba la marcha
normal del pensamiento del sujeto.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

CENESTESIA
Definicin.- 1. Totalidad de las sensaciones orgnicas que origina en el sujeto un estado general de
desagrado o de bienestar, respondiendo al proceso de su vida vegetativa. 2. Sensibilidad difusa,
caracterizada como sensibilidad general o indiferenciada. 3. La muestra dudosa de sensaciones orgnicas
que componen el tono de sensacin de un individuo en todo momento dado.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

CEREBRO
Generalidades.- La parte ms compleja y altamente desarrollada del sistema nervioso. Consta de dos
mitades o hemisferios derecho e izquierdo unidos en el medio por una ancha banda. Estas mitades
consisten de cortex o sustancia gris (materia gris) que contiene clulas nerviosas y ms abajo una capa
de materia blanca que contiene fibras nerviosas que captan y emiten los mensajes de las clulas de la
corteza o cortex. La corteza constituida por una serie de dobleces para aumentar su rea superficial,
contiene ciertas formas cuyas funciones son bien conocidas. As, en una de ellas -la zona motora- un
estmulo en distintos puntos conduce a movimientos en distintas partes del cuerpo; otra zona se
relaciona con la vista, otra con la percepcin del tacto, otra con la facultad de hablar y otras ms
relacionadas con la facultad de comprender palabras que se oyen o se ven escritas. Si una enfermedad
afecta al cerebro, declina la inteligencia; si afecta solo algunas partes, las consecuencias varan. As, si
hay trastorno en la zona motora, ciertas partes del cuerpo no pueden moverse a voluntad (parlisis).
Caracterstica curiosa es que las mitades izquierda y derecha del cuerpo estn gobernadas por las partes
opuestas de la corteza y as las lesiones en la corteza derecha conducen a parlisis del lado izquierdo del
cuerpo (Speck, 1966:74).
Speck G (comp) (1966) Diccionario cientfico ilustrado. New York: Editors Press Service.

Cerebro y conducta.- Hay dos enfoques alternativos describen la relacin entre cerebro y conducta.
Estos dos enfoques alternativos son la teora del campo agregado y la teora del conexionismo celular
sobre la funcin cortical.
La teora del campo agregado fue inaugurada por Joseph Gall, quien propuso que regiones delimitadas
del crtex cerebral controlan funciones especficas, es decir, el encfalo no funciona como un todo
unitario y que se divide en al menos 35 rganos, cada uno a cargo de una facultad mental determinada,
como por ejemplo la generosidad o la discrecin. Si cada funcin mental se ejercita, har aumentar el
volumen del rgano cerebral correspondiente. Gall intent tambin relacionar caractersticas anatmicas
con rasgos de carcter, estudio que se llam frenologa.
Posteriormente Flourens desminti en parte la teora de Gall y propuso que cualquier parte del hemisferio
cerebral puede realizar todas las funciones del hemisferio.
La teora del conexionismo celular sobre la funcin cortical sostiene que las neuronas individuales son las
unidades de sealizacin del encfalo; se organizan por lo general en grupos funcionales y se conectan
una con otra de un modo preciso. El trabajo de Wernicke demostr en particular que diferentes conductas
estn mediadas por diferentes regiones del encfalo, las cuales se interconectan mediante vas neurales
particulares. La historia del enfrentamiento de esta teora con la anterior puede verse claramente
examinando los estudios sobre la forma en que el encfalo controla el lenguaje.
Las regiones del encfalo estn especializadas en diferentes funciones.- El sistema nervioso central tiene
siete regiones bien diferenciadas: mdula espinal, bulbo raqudeo, protuberancia, cerebelo, cerebro
medio, diencfalo y hemisferios cerebrales: las tcnicas de neuroimagen permitieron visualizar esas
partes in vivo, comprobndose que cada una tiene funciones especficas.

Una de las razones por la cual durante tantos aos los investigadores no advirtieron lo anterior, es la idea
de un principio de funcionamiento del sistema nervioso conocido como procesamiento en paralelo, segn
el cual las diferentes funciones se sirven por lo general de ms de una va neural, de manera que cuando
se lesiona una regin o va, otra puede compensar parcialmente la prdida.
El lenguaje y otras funciones cognitivas estn localizadas en el crtex cerebral.- Gran parte de lo que
sabemos sobre localizacin del lenguaje procede del estudio de la afasia, que es ms frecuente en
quienes sufrieron accidentes vasculares. Por ejemplo, Broca describi un paciente que poda comprender
el lenguaje pero no poda hablar (aunque s decir palabras sueltas o cantar). El examen post-mortem
revel una lesin en el rea posterior del lbulo frontal en el hemisferio izquierdo (hoy Centro de Broca).
Otros investigadores luego estimularon elctricamente ciertas reas cerebrales de animales y vieron que
se producan respuestas en ciertas partes del cuerpo. Ello llev a concluir que hay un hemisferio
dominante, que en la mayora de las personas es el izquierdo.
Aos ms tarde, en1876 Wernicke describe un nuevo tipo de afasia donde el deterioro es la comprensin
del lenguaje ms que la expresin del mismo, y ubic su localizacin en la parte posterior del lbulo
temporal. Wernicke intent adems una teora que procuraba conciliar la teora de la conexin celular (la
corteza es un mosaico de funciones especficas) con la teora del campo agregado (las funciones mentales
no estn localizadas en regiones especficas sino que cada funcin est representada difusamente por
toda la corteza). Wernicke sostuvo que slo las funciones mentales ms bsicas (perceptivas y motoras
sencillas) estn localizadas en reas particulares, mientras que las funciones intelectuales ms complejas
resultan de la interconexin de varias zonas funcionales (procesamiento distribuido).
Propuso que el lenguaje implica programas sensoriales y motores especficos con diferente localizacin.
Dijo que ambas zonas estaban conectadas haciendo que la persona pudiera hablar normalmente. Si se
lesionaba esta conexin, se producira una afasia de conduccin, donde la persona usa incorrectamente
las palabras (parafrasia), an cuando se expresa bien y comprende bien. Esto es as porque
normalmente, de acuerdo a Wernicke, la informacin visual y auditiva se transforman en una
representacin auditiva comn del lenguaje, informacin que se transmite luego al rea de Wernicke,
donde llega a asociarse con un significado antes de ir hacia el rea de Broca como output (lenguaje
hablado o escrito).
Ulteriores investigaciones comprobaron que el procesamiento del lenguaje se da tanto en serie como en
paralelo, y que dicho procesamiento requiere de reas corticales especficas del encfalo que han de estar
adecuadamente interconectadas.
Los procesos mentales estn representados en el encfalo por sus operaciones elementales.- La idea de
las localizaciones especficas de las funciones mentales es ms complejo de lo que Gall o Wernicke se
haban imaginado. Las regiones especficas no son responsables de facultades complejas sino que ms
bien realizan operaciones elementales. Las interconexiones en serie y en paralelo de varias regiones
enceflicas posibilitan facultades ms elaboradas. Como resultado, una lesin en un rea particular no
llega necesariamente a la total desaparicin de una funcin. As, procesos como percibir, pensar,
aprender, recordar, etc., se componen en realidad de varios elementos independientes de informacin
procesamiento: la tarea cognitiva ms sencilla requiere la coordinacin de varias reas distintas del
encfalo.
Hoy en da, las tcnicas de neuroimagen ilustran cuales son las regiones implicadas en conductas
complejas especficas, y muestran como tales conductas pueden descomponerse en operaciones
mentales ms simples que tienen lugar en regiones especficas del encfalo. Resumen P. Cazau
Resumen de Kandel E, Schwartz J y Jessell T (1996), Neurociencia y conducta. Madrid: Prentice Hall. Captulo 1.

CEREMONIA
Definicin.- 1. Conjunto de ritos y prcticas consagrados e investidos de carcter simblico por la
costumbre de un grupo determinado. 2. Secuencia de conductas regidas por normas, cuya significacin
emocional desborda el acto en s. Sin: rito.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

CHARCOT, JEAN MARTN


Biografa.- (1825-1893) Neurlogo y psiquiatra francs. Famoso por las primeras investigaciones sobre
la relacin entre histeria y la hipnosis. Encabezaba aquel grupo de la Salptrire (hospital en Pars) que
se opuso a las teoras de la escuela de Nancy sobre la interpretacin de los fenmenos hipnticos y
sugestivos. Freud fue su alumno (1885-1886) y tradujo al alemn deferentes trabajos de Charcot. Obra
principal: Leons sur les maladies du systeme nerveux, 1877.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

CHIOZZA, LUIS ANTONIO

[psicoan.] Mdico psicoanalista argentino, naci en Buenos Aires en 1930 y se gradu en Medicina en
1955. Ejerci la clnica mdica durante cinco aos y luego se dedic por completo al psicoanlisis. En
1963 present en la Asociacin Psicoanaltica Argentina, bajo la forma de una comunicacin preliminar,
su primer libro, Psicoanlisis de los trastornos hepticos, en el cual expuso, siendo an muy joven, tesis
audaces y originales que despertaron, entre sus colegas y maestros, clidos elogios y duras crticas. En
ese libro, en el cual present una nueva concepcin de la relacin psique-soma, postul la existencia de
una primaca y un nivel de fijacin hepticos prenatales, lo cual implica sostener que, as como existen
fantasas inconscientes especficamente orales, existen tambin fantasas hepticas. Su planteo abre,
pues, un nuevo camino a la investigacin de la relacin psique-soma, ya que sostiene que todo proceso
corporal es, desde otro ngulo de observacin, una fantasa inconsciente especfica. Sus desarrollos
tericos trascienden, sin embargo, el mbito de la medicina psicosomtica, ya que postula una
concepcin del psiquismo fetal diferente de las que sostenan sus predecesores y sienta las bases para
una teora psicoanaltica acerca de las relaciones entre idea y materia, apoyndola en el interjuego de
dos procesos: idealizacin y materializacin. Full member de la International Psychoanalytical
Association, y analista didctico desde 1974, fund, presidi o dirigi, distintas instituciones, nacionales y
extranjeras, entre las cuales cabe destacar la fundacin que lleva su nombre, dedicada a la investigacin
en psicoanlisis y medicina psicosomtica, y el Centro Weizsaecker de Consulta Mdica, dedicado a la
asistencia de pacientes desde un enfoque psicoanaltico particular, inspirado en la obra de Vctor von
Weizsaecker, que se realiza mediante un mtodo propio, que desarroll junto al Dr. Enrique Obstfeld, y
que denomin Estudio Patobiogrfico. Ha ejercido ininterrumpidamente la investigacin y la actividad
docente, reuniendo a un grupo de colegas que lo acompaan desde hace muchos aos. Su obra, que
incluye ms de quince libros, algunos de los cuales fueron traducidos al ingls, al italiano y al portugus,
y numerosos artculos, fue publicada por primera vez en CD ROM en 1995. Miembro del comit cientfico
asesor de prestigiosas revistas extranjeras, recibi el premio KONEX en la disciplina Psicoanlisis, en
1966. Entre sus libros ms destacados figuran Por qu enfermamos?, Cuerpo, afecto y lenguaje, Hacia
una teora del arte psicoanaltico y Cuando la envidia es esperanza, adems de la serie en la cual publica
los resultados obtenidos por el grupo, en la investigacin de numerosas enfermedades, cada una de las
cuales es estudiada como la deformacin defensiva de un particular afecto que permanece inconsciente y
oculto. Su tesis acerca de la deformacin patosomtica de las claves de inervacin de los afectos, la
afirmacin de que existe un ejercicio simblico inconsciente, y de que la pulsin no se apoya en la funcin
fisiolgica, sino que meta pulsional y finalidad de una funcin fisiolgica son dos maneras distintas de
referirse a una misma realidad, constituyen los pilares fundamentales de su investigacin en el
significado inconsciente de las enfermedades somticas. En el terreno de la teora y la clnica
psicoanalticas enriqueci la metapsicologa freudiana, construida sobre un modelo fsico, con un enfoque
metahistrico, construido sobre un modelo lingstico, postul la existencia de un proceso terciario,
sostuvo la necesidad de que la constante interpretacin de la transferencia-contratransferencia debe
realizarse siempre de manera indirecta y debe dirigirse al lugar en donde los puntos de urgencia del
analista y el paciente coinciden. (Vanse psicosomatico; fantasa inconsciente).
Sergio Aisenberg
Aporte de Ricardo Bruno

CHISTE
Chiste segn el psicoanlisis.- Freud en su obra El chiste y su relacin con lo inconciente, estudia el
origen del chiste y llega a la conclusin de que se produce cuando un pensamiento preconciente es
elaborado por lo inconciente y el resultado es captado por la percepcin del conciente. Es, pues, la
elaboracin inconciente la que produce el chiste. En el chiste el Ello siempre tan cruel frente al Yo, le
permite a ste, reconcentrado en una palabra, llegar al placer, realizando as una agresin. En el chiste
hay siempre una agresin, una sentencia que distintamente se dirige contra el mundo exterior. Pero esta
agresin se vuelve despus contra el individuo mismo. Son frecuentes los chistes de contenido sexual,
como numerosas personas que experimentan un gran placer al contarlos o escucharlos. Se trata de una
sublimacin directa de la energa sexual. Esos chistes permiten decir cosas prohibidas en una forma
sancionadas por la sociedad, y expresan el deseo vehemente de llegar, a travs del poder mgico de las
palabras, al goce sexual. Mediante un chiste breve y picante se puede decirlo todo con un gasto mnimo
de energa. Y es precisamente esta economa de energa lo que nos causa placer y nos provoca risa, que
es una liberacin. El chiste solo tiene efecto si es comprendido y la comprensin significa que el que
narra y el que escucha se funden en economa y juicio. En el humorismo es el Supery el que se muestra
benevolente con el Yo. El Supery considera al Yo como el adulto considera al nio: lo halla insignificante,
e ironiza la futileza de sus intereses y cuitas, que tan importantes se le antojan al Yo. Freud escribe lo
siguiente: El Yo se niega a sentirse ofendido, a sufris las vocaciones de la realidad. Insiste en que los
traumas del mundo exterior son para l motivos de placer. El humorismo significa, por lo tanto, no solo
un triunfo del Yo, sino tambin el del principio del placer, que tiene fuerzas suficientes para dar poca
importancia a las fuentes de displacer del mundo real. El humores es siempre superior a los
acontecimientos, y esta superioridad es siempre sabidura. El Psicoanlisis ha investigado tambin la

psicologa del chiste judo, acerca del cual Freud dice: No hay sobre la tierra un pueblo que se ridiculice
con tal irona implacable, se condene y desgarre a s mismo como lo hace el pueblo juso en su chiste. La
investigacin psicolgica de este fenmeno, en particular la de Theodor Reik, la burla con que el chiste
judo persigue al judo mismo, es una burla en forma latente (que solo se revela a travs de lo
inconciente) al ambiente que persigue el judo. El judo perseguido anhela, sin embargo, el amor de su
ambiente, y est pronto a identificarse con l. La prdida del amor, o sea la persecucin, se expresa en el
chiste. Fischer defina el chiste como un juicio en broma. Freud demostr lo seria, lo profunda, que puede
ser esta broma. El chiste es un arma peligrosa contra el terror y contra toda dictadura. El chiste significa
a la vez condenacin y lecha, pero tambin representa una liberacin.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

CI
Definicin.- Coeficiente de inteligencia. "Definido inicialmente como una razn entre la edad mental y la
edad cronolgica multiplicada por 100 (CI = em/ec x 100). En los tests de inteligencia contemporneos,
el rendimiento promedio para determinada edad tiene la puntuacin 100".
Myers D., "Psicologa", Madrid, Editorial Mdica Panamericana, 3ra. edicin, pg. 319.

Definicin.- Cociente de inteligencia obtenido al dividir la calificacin de edad mental del examinado en
una prueba de inteligencia (como la antigua Stanford-Binet) entre su edad cronolgica y multiplicando el
cociente por 100. (Vea CI de desviacin).
Aiken L (2003) Tests psicolgicos y evaluacin. Mxico: Pearson. 11 edicin (pgina 458).

Generalidades.- Abreviatura de Coeficiente Intelectual. Es una calificacin derivada, usada


originalmente en la calificacin de la Escuela de Inteligencia de Stanford-Binet. Una razn CI se calcula
dividiendo la edad mental (EM) del examinado entre su edad cronolgica (ED) y multiplicando el cociente
resultante por 100. Un CI de desviacin se calcula multiplicando la calificacin z que corresponde a una
calificacin cruda en una prueba de inteligencia por la desviacin estndar del CI por desviacin y
agregando 100 al producto.
Aiken L (2003) Tests psicolgicos y evaluacin. Mxico: Pearson. 11 edicin (pgina 458).

CI de desviacin.- Coeficiente intelectual (CI) que se obtiene al convertir las calificaciones crudas
obtenidas en una prueba de inteligencia a una distribucin de calificaciones que tiene una media de 100 y
una desviacin estndar fija, como 16 para la Stanford-Binet o 15 para los Tests de Wechsler.
Aiken L (2003) Tests psicolgicos y evaluacin. Mxico: Pearson. 11 edicin (pgina 458).

CIE
Definicin.- Abreviatura de Clasificacin Internacional de las Enfermedades. Sistema diagnstico oficial
de la Organizacin Mundial de la Salud, seguido en la actualidad por ms de 140 pases, con fines
epidemiolgicos y de investigacin. A partir de la sexta edicin (CIE-6) se incorpor un Captulo V para
los problemas psicopatolgicos. La ltima edicin (CIE-10) ha introducido importantes cambios en dicho
apartado, comparativamente con las versiones anteriores.
Belloch A y otros, Manual de Psicopatologa, Volumen I, Madrid, McGraw-Hill, 1995, pg. 156.

CIENCIA COGNITIVA
Caractersticas fundamentales de la ciencia cognitiva.- Gardner plantea cinco caractersticas
bsicas de la ciencia cognitiva. Las dos primeras son supuestos nucleares, mientras que las otras tres son
rasgos metodolgicos o estratgicos.
1) Representaciones.- La ciencia cognitiva plantea la legitimidad de identificar un nivel de anlisis
llamado "nivel de la representacin". Las representaciones son smbolos, esquemas, ideas, imgenes que
se amalgaman y transforman entre s, y ello explica el funcionamiento de la mente. Como son
inobservables y superfluas para explicar esto, las representaciones son cuestionadas por el conductismo.
2) Las computadoras.- Las computadoras son concebidas como una prueba de existencia: si es posible
sostener que una mquina piensa, tiene metas, corrige su conducta, modifica informacin, etc., entonces
los seres humanos pueden ser caracterizados de la misma manera.
Pero adems de servir de modelo para la mente, la computadora es tambin usada por los cognitivistas
para analizar sus datos, y hasta simular con ella procesos cognitivos (inteligencia artificial).
3) Atenuacin de la importancia atribuida a los afectos, el contexto, la cultura y la historia.- Los
cognitivistas, en la prctica tratan de deslindar estos factores en sus investigaciones en el mayor grado
posible.

4) Creencia en la validez de los estudios interdisciplinarios.- Aunque an est lejos el ideal de una ciencia
cognitiva integrada, es preciso la colaboracin interdisciplinaria entre las diferencias ciencias cognitivas,
pues cada una puede aprovechar los datos provenientes de las dems.
5) Las races en la tradicin filosfica clsica.- Los problemas filosficos clsicos son claves en la ciencia
cognitiva contempornea, como por ejemplo qu es conocer, como conocemos, etc. El ser humano tiene
aspectos que no se asemejan a la computadora (es la llamada paradoja computacional).
Resumen de Gardner H (1989) La nueva ciencia de la mente. Captulo 2, ltima parte.

Los cimientos de la ciencia cognitiva.- Segn Gardner, los cimientos de la ciencia cognitiva son los
siguientes:
-El simposio de Hixon y el desafo del conductismo.- En 1948 se reuni el Simposio de Hixon para
estudiar la forma cmo el sistema nervioso controla la conducta, pero los debates desbordaron
finalmente el tema oficial. As, von Neuman traz una notable analoga entre la computadora y el
cerebro, y McCulloch entre el cerebro y ciertos procesos lgicos para procesar la informacin.
El psiclogo Lashley, sin conocer tanto de informtica y computacin, comenz a sentar las bases de una
ciencia cognitiva y atac las fuerzas que haban impedido su desarrollo. Aos antes, ya el conductismo
haba empezado a atacar a la psicologa de base filosfica especulativa y al introspeccionismo,
proponiendo que la psicologa deba estudiar lo objetivo: la conducta, y con un mtodo tambin objetivo
fundado en la observacin.
El conductismo haba postulado la decisiva influencia del medio en la conducta humana, y entendi a sta
como una respuesta pasiva frente a los estmulos ambientales. Lashley postul que adherir demasiado a
estos cnones conductistas obstaculizara el avance en el conocimiento de la mente humana, pues dejaba
de lado aspectos como la imaginacin, los deseos, etc., as como tambin las conductas humanas
complejas como jugar o hablar.
Tampoco la neuropsicologa poda dar cuenta de ninguna conducta ordenada en forma secuencial. Segn
Lashley, esas conductas deban ser planeadas de antemano segn una organizacin psquica jerrquica.
Lleg a la conclusin de que la forma o estructura (del sistema nervioso) antecede y determina toda
conducta concreta: la organizacin no es impuesta desde afuera sino que emana del interior del
organismo.
Critic a la neuropsicologa la idea segn la cual la mayor parte del tiempo el cerebro est inactivo, y se
activa como reflejos aislados cuando aparecen ciertos estmulos especficos. El sistema nervioso, para
Lashley, est jerrquicamente organizado y siempre est activo, y el control proviene de su centro y no
del estmulo ambiental. Para demostrar su teora, estudi especialmente el lenguaje.
-Un momento crtico en la historia de la ciencia.- El momento se vivi en el Simposio de Hixon, donde se
abran grandes posibilidades para resolver el enigma de la mente humana. Muchos estudiosos formados
en la filosofa ahora vean un campo en la psicologa, la lingstica, la antropologa, la sociologa y
diversas neurociencias para dar respuesta a aquel enigma.
Adems del conductismo, otros factores impidieron el lanzamiento apropiado de una ciencia de la
cognicin: el positivismo y el verificacionismo con su obsesin por lo observable y verificable, el
psicoanlisis con sus intuiciones poco cientficas. La situacin poltica y las guerras vinieron a retardar
ms los estudios cientficos de la mente. Pero la guerra trajo tambin un adelanto, pues el
perfeccionamiento de dispositivos blicos dio a Wiener, por ejemplo, la pauta que los mecanismos de
retroalimentacin tenan mucha semejanza con los procesos homeostticos que hacen que el sistema
nervioso desarrolle una actividad intencional. Estas ideas de retroalimentacin, planificacin, etctera,
eran totalmente antitticas con el modelo conductista.
Las lesiones cerebrales producto de la guerra, estimularon los estudios de las funciones de las diversas
partes del cerebro. Luego de la guerra, se sinti ms la necesidad de una nueva disciplina que abordase
cientficamente el problema de la mente.
-Aportes tericos claves para la ciencia cognitiva.- Fueron los siguientes:
1) Matemtica y computacin: hacia fines del siglo 19 hubo muchos progresos en matemtica y lgica,
superndose la lgica aristotlica y unificando ambas disciplinas mediante sistemas de smbolos
abstractos, lo cual influy sobre matemticos como Wiener y von Neumann, que la aplicaron a la nueva
ciencia cognitiva.
En la dcada del '30, el matemtico A. Turing invent una mquina muy simple (una tira de papel con
varios recuadros) capaz de hacer muchas operaciones usando solamente dos signos (sistema binario);
esto entusiasm a quienes pensaron que entonces podran construir computadoras sobre esa base, pero
tambin a los psiclogos, pues se haba dicho que la mquina de Turing poda incluso llegar a pensar tal
como lo haca el hombre. En base a ello von Neumann advirti la posibilidad de hacer una mquina
similar al cerebro, en el sentido de que dicha mquina tuviese una memoria interna almacenada en
funcin de la cual actuar, y no como hasta entonces donde ante cada nueva tarea haba que reprogramar
todo de nuevo a la mquina. Se pens por primera vez en la posibilidad que una mquina preparase y
ejecutase sus propios programas.
2) El modelo de la neurona: McCulloch y Pitts demostraron en 1943 que las operaciones de una neurona
y sus conexiones con otras (red neural) podan representarse mediante un modelo lgico. De A y B poda

deducirse C, aunque A, B y C fueran neuronas o enunciados lgicos. Tales circuitos eran tambin
equiparables a circuitos elctricos recorridos por ciertas seales. Desde entonces se pens en fabricar
una computadora tan perfecta como la del cerebro humano, que funcionase de acuerdo a la ley del 'todo
o nada', o sea, circuitos que se abren o se cierran, neuronas que se conectan o no se conectan, etc.
Fue un importante impulso para el desarrollo de la ciencia cognitiva la posibilidad de investigar la
analoga entre el pensar humano en la resolucin de problemas y las estrategias encarnadas en un
programa de computacin.
3) La sntesis ciberntica: von Neumann y Wiener acopiaron informacin sobre el sistema nervioso, la
matemtica y la lgica. En particular Wiener se interes por los mecanismos, tanto mecnicos como
humanos, de autorregulacin de la retroalimentacin. Qued asimismo impresionado por la analoga de
McCulloch sobre la conexin lgica y la conexin nerviosa. Wiener advirti que se estaba creando una
nueva ciencia que reuna los modos de funcionar del sistema nervioso, la lgica y la computacin, a la
que llam 'ciberntica' (1948), y que estudia segn l la teora del control y la comunicacin, ya sea en
una mquina o en un animal, o sea la forma de procesar la informacin por medios elctricos, mecnicos
o nerviosos. Esta sntesis es valiosa como aporte interdisciplinario, aunque no fue la que en definitiva
adopt la ciencia cognitiva.
4) Teora de la informacin: Shannon, fundador de la teora de la informacin, empez viendo un
paralelismo entre los principios de la lgica (verdad-falsedad) con los dos estados (abierto-cerrado) de
las llaves electromecnicas. Sobre esa base fund la teora de la informacin. El 'bit' (que significa dgito
binario) es la unidad bsica de informacin, definida como la cantidad de informacin requerida para
seleccionar un mensaje entre dos alternativas equiprobables. Por ejemplo, para elegir un mensaje entre
ocho alternativas equiprobables necesitamos tres bits: el primero limita la eleccin de 8 a 4, el segundo
de 4 a 2, y el tercer de 2 elige una, o sea la ltima. La informacin no es materia ni energa: slo es
informacin, y esta puede vehiculizarse por cualquier medio: nervios, computadora, etc.
5) Sndromes neuropsicolgicos: las lesiones cerebrales aportaron nuevo conocimiento a la ciencia
cognitiva, sobre todo porque refut la teora del estmulo-respuesta o arco reflejo lineal. Por ejemplo,
haba afasias donde se mantena la estructura de la oracin pero no se reconoca el significado de las
palabras, y al revs, en otras, se saban los significados pero se armaba mal la oracin.
-Encuentros catalizadores y escritos influyentes.- Hacia 1940 estaban ya sentadas las bases sobre las que
ms tarde habra de fundarse la ciencia cognitiva. Von Neumann, Wiener y Simon intuyeron un nuevo
campo de estudio, una ciencia interdisciplinaria que estudiara la mente (la ciencia cognitiva). El Simposio
de Hixon fue importante en la medida en que mostr la vinculacin cerebro-computadora, y en la medida
en que se opuso al conductismo prevalente. Pero este Simposio no fue lo nico determinante.
Primero se reuni la Fundacin Macy bajo el auspicio de von Neumann y Wiener, y luego, agregndose
Mc Culloch, se hicieron reuniones para estudiar la retroalimentacin, los mecanismos causales circulares
tanto en sistemas biolgicos como sociales. De aqu extrajo el antroplogo Bateson sus ideas sobre el
'doble vnculo' aplicado a la esquizofrenia. El fsico Oppenheimer se interes por estos conceptos dentro
de la psicologa, invitando a tal efecto a psiclogos como Miller y Bruner, que luego seran pilares para el
surgimiento de la ciencia cognitiva. El inters de Oppenheimer tena que ver con la percepcin, pues en
fsica exista el principio de indeterminacin que aluda justamente al problema de la observacin de
partculas subatmicas.
Por esta poca (1940-1950) hubo muchos encuentros entre todos estos investigadores y otros ms, de
todo lo cual surgieron nuevas ideas como consecuencia del intercambio de informacin entre ellos.
Aparecieron luego libros como por ejemplo el de Ashby, ingls, que buscaba dar cuenta de la mente en
forma mecanicista. Por ejemplo, la lgica poda explicar el aprendizaje y la conducta adaptativa. Entendi
la mente como una mquina que se organiza a s misma, responde a estmulos con el fin de alcanzar
estabilidad. No obstante, Ashby nunca se apart en estas concepciones del conductismo.
En lingstica, Jakobson empez a discernir en el lenguaje unidades a partir de las cuales se construyen
los fonemas o sonidos bsicos. En neuropsicologa, Hebb habl sobre el desarrollo e involucin de la
inteligencia, y en antropologa Bateson habl de la retroalimentacin en los sistemas sociales. Tambin
hubo aportes desde la matemtica, como los modelos estocsticos. Todo ello fue una preparacin de la
escena donde surgira la nueva ciencia cognitiva, cuyas bases ya estaban sentadas con los aportes de
McCulloch, Turing, von Neumann, Wiener y Pitts. Estas investigaciones no formaban an parte de la
ciencia oficial del momento, que eran el conductismo, la lingstica estructural, la antropologa
funcionalista y la neuropsicologa animal.
Resumen de Gardner H (1989) La nueva ciencia de la mente. Captulo 2.

Las primeras dcadas de la ciencia cognitiva.- Gardner plantea los primeros tiempos de la ciencia
cognitiva de la siguiente manera.
-Una fecha de nacimiento aceptada.- Hay acuerdo en considerar el inicio de la ciencia cognitiva el 11 de
septiembre de 1956, cuando se hizo un Simposio sobre la Teora de la Informacin en EEUU. Miller
recuerda dos aportes: uno de Newell y Simon (la computadora poda demostrar un teorema) y otro de
Chomsky (el lenguaje humano es como un sistema matemtico). Miller, Bruner y otros se dieron cuenta
as que las computadoras, el lenguaje, etc. eran casos especiales de un sistema ms general, objeto de

estudio de una futura 'ciencia cognitiva'. Las ciencias cognitivas entonces abarcan muchas disciplinas
diversas, desde la teora de la informacin hasta la lingstica, pasando por la neurologa y la psicologa y
hasta la etologa animal.
As, se advirtieron analogas entre la computadora y la mente: ambas tenan un soporte material, por un
lado (hardware) y estados mentales o programas (software) por el otro.
-La dcada de 1960: el movimiento toma fuerza.- Bruner y Miller fundan en Harvard el Centro para
Estudios Cognitivos dando as impulso y gran difusin a las nuevas ciencias cognitivas. En 1960 publican
"Los planes y la estructura de la conducta", anunciando all el fin del conductismo y la necesidad de un
nuevo enfoque ciberntico de la mente, reemplazando el arco reflejo simple por la retroalimentacin. Las
investigaciones continuaron, y por ejemplo en 1967 se publica "Psicologa cognitiva", de Neisser, quien
propuso una concepcin constructiva de la actividad humana: la cognicin implica procesos analticos y
sintticos inventivos. Tambin, Simon en "Las ciencias de lo artificial" propuso que tanto la computadora
como la mente humana deban concebirse como sistemas simblicos capaces de procesar, transformar,
elaborar y manipular smbolos de diversas especies.
-La iniciativa de la fundacin Sloan.- Hacia 1970 la fundacin privada Sloan impuls y financi una serie
de investigaciones, entre las cuales se encontraban una sobre neurociencias, dedicadas al estudio del
sistema nervioso, con lo cual dieron gran impulso a la ciencia cognitiva integrando las neurociencias. As,
poco a poco fueron identificndose las diferencias disciplinas o ciencias cognitivas que habran de integrar
la llamada ciencia cognitiva. Estas diferentes disciplinas fueron 6: filosofa, psicologa, lingstica,
inteligencia artificial, antropologa y neurociencia. Entre ellas se establecieron vnculos interdisciplinarios,
que fueron fuertes (de la psicologa con todas las dems, de la lingstica con todas las dems, de la
filosofa con la psicologa y la lingstica, de la antropologa con la lingstica, la psicologa y la
neurociencia, de la neurociencia con todas las otras menos con la filosofa, y de la inteligencia artificial
con todas menos con la filosofa y la antropologa). Es decir, tambin hubo vnculos dbiles. Estas seis
ciencias forman el llamado en 1978, "hexgono cognitivo", el cual informaba por esta poca sobre el
cuadro de situacin de la ciencia cognitiva.
Resumen de Gardner H (1989) La nueva ciencia de la mente. Captulo 2, primera parte.

CIRUGA PLSTICA
Ciruga plstica, autoestima y suicidio.- Muchos estudios se han centrado en analizar el posible
riesgo de los implantes mamarios, pero carecan del poder suficiente para obtener datos concluyentes. A
pesar de la creencia de que estas prtesis podran estar relacionadas con un aumento de la morbilidad y
la mortalidad, la literatura cientfica indica todo lo contrario, que las mujeres que llevan implantes tienen
un riesgo menor de muerte.
Investigadores de la Agencia de Salud Pblica de Canad analizaron las cifras de mortalidad de un grupo
de ms de 40.000 mujeres procedentes de las provincias de Ottawa y Quebec y las compararon con las
de la poblacin general. Entre las participantes, 24.558 se haban sometido a un aumento de pecho y
15.893 a otras operaciones de ciruga esttica como rinoplastias, otoplastias o blefaroplastias, entre 1974
y 1989. Un estudio publicado en la revista 'American Journal of Public Health' analiza esta cuestin. En
opinin de Howard Morrison, uno de los autores del estudio, "los resultados que hemos visto son fruto de
un efecto de muestreo" ya que las mujeres que se someten a este tipo de intervenciones "tienen mejor
salud que la poblacin general". En primer lugar, porque para pasar por el quirfano es necesario estar
sano, pero tambin porque suelen pertenecer a clases sociales altas, una variable asociada comnmente
con una mejor salud. Morrison explic que lo nico novedoso que sacan a relucir estas mujeres es el
aumento del riesgo de suicidio, que result ser un 73% mayor entre aquellas que recibieron un implante
de mama. El resto de las cirugas tambin se relacionan con un aumento de la tasa de suicidio, aunque
menor.
Entre las posibles causas de esta tendencia a quitarse la vida, los autores sealan que estas mujeres han
recibido psicoterapia ms frecuentemente y tienen adems niveles bajos de autoestima y confianza en s
mismas. Adems, trabajos anteriores indican que las complicaciones derivadas de los implantes de mama
"pueden provocar desesperacin, lo que incrementa las posibilidades de suicidarse". A la luz de estos
resultados, los autores consideran oportuno y razonable sugerir a los cirujanos plsticos que identifiquen
y deriven a las consultas de psiquiatra a aquellas pacientes con probabilidades de desarrollar trastornos
psicolgicos o de cometer suicidio.
Morrison y otros, Las mujeres que se someten a una intervencin de ciruga esttica tienen niveles ms bajos de
autoestima y de confianza en s mismas. FUENTE: AMERICAN JOURNAL PUBLIC HEALTH. 2006 AGO.

CLARIVIDENCIA
Definicin.- 1. Supuesta capacidad de ver sin intervencin de los ojos. 2. Presunto conocimiento de
hechos pasados, presentes y futuros, sin el uso de los sentidos especiales.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

CLIMATERIO
Definicin.- poca del trnsito entre la madurez sexual y el reposo genital de la vejez. Es una etapa
vital en cuyo centro est aproximadamente la ltima menstruacin, o sea, la menopausia. Hay, por lo
tanto, una fase premenopusica y otra posmenopusica.
Otte Jos (1977), Enciclopdica Mdica. Mxico: Readers Digest, pg. 714.

Definicin.- El climaterio es el periodo de la vida de la mujer en el que tiene lugar la desaparicin de la


funcin reproductiva e importantes cambios en la secrecin de las hormonas sexuales, que condicionan
modificaciones importantes no slo en el tracto genital, sino en otros lugares del organismo. Definido as
el climaterio, la menopausia es slo un signo ms del conjunto de fenmenos que definen el climaterio,
del mismo modo que la menarqua constituye slo un signo externo de la pubertad.
En el climaterio se producen cambios biolgicos y psicolgicos trascendentes, ya que marca el paso desde
la madurez sexual, con plena capacidad reproductora, hasta la senectud. Durante este periodo,
progresivamente la funcin ovrica normal da paso a la claudicacin funcional definitiva de la gnada.
Este periodo est bien definido por la prdida de la menstruacin o menopausia. Clsicamente el
climaterio se divide en dos etapas: la premenopausia y la postmenopausia. La perimenopausia
comprende los ltimos aos antes de la menopausia y el ao posterior a la misma. Se acepta una amplia
variabilidad individual, pero en general la duracin de este periodo es de tres a cinco aos, desde los 45 a
los 50 aos. La transicin perimenopusica es, en la mayora de las mujeres, irregular, con alteraciones
clnicas susceptibles de ser evitadas o, al menos, tratadas (Concepcin Carnicer Fuentes O et al,
2002:23).

Concepcin Carnicer Fuentes Olga; M Paloma Castro; Carmen Paublete Herrera (2002), Aspectos bsicos de la
fisiologa del climaterio. Cdiz: Interpsiquis.

Definicin.- El climaterio femenino es el perodo de transicin de la etapa reproductiva a la no


reproductiva en la vida de toda mujer y representa para sta una crisis vital en la cual ocurren una serie
de transformaciones somticas y psicobiogrficas que precisamente definen este periodo de la vida
(Rodrguez B, 2000:4).
Rodrguez Beatriz (2000), Climaterio femenino. Del mito a una identidad posible. Buenos Aires, Prometeo.

Definicin.- El climaterio es el periodo de la vida de la mujer en el que tiene lugar la desaparicin de la


funcin reproductiva e importantes cambios en la secrecin de las hormonas sexuales, que condicionan
modificaciones importantes no slo en el tracto genital, sino en otros lugares del organismo. Definido as
el climaterio, la menopausia es slo un signo ms del conjunto de fenmenos que definen el climaterio,
del mismo modo que la menarqua constituye slo un signo externo de la pubertad.
En el climaterio se producen cambios biolgicos y psicolgicos trascendentes, ya que marca el paso desde
la madurez sexual, con plena capacidad reproductora, hasta la senectud. Durante este periodo,
progresivamente la funcin ovrica normal da paso a la claudicacin funcional definitiva de la gnada.
Este periodo est bien definido por la prdida de la menstruacin o menopausia. Clsicamente el
climaterio se divide en dos etapas: la premenopausia y la postmenopausia. La perimenopausia
comprende los ltimos aos antes de la menopausia y el ao posterior a la misma. Se acepta una amplia
variabilidad individual, pero en general la duracin de este periodo es de tres a cinco aos, desde los 45 a
los 50 aos. La transicin perimenopusica es, en la mayora de las mujeres, irregular, con alteraciones
clnicas susceptibles de ser evitadas o, al menos, tratadas (Concepcin Carnicer Fuentes O et al,
2002:23).

Concepcin Carnicer Fuentes Olga; M Paloma Castro; Carmen Paublete Herrera (2002), Aspectos bsicos de la
fisiologa del climaterio. Cdiz: Interpsiquis.

Definicin.- El climaterio femenino es el perodo de transicin de la etapa reproductiva a la no


reproductiva en la vida de toda mujer y representa para sta una crisis vital en la cual ocurren una serie
de transformaciones somticas y psicobiogrficas que precisamente definen este periodo de la vida
(Rodrguez B, 2000:4).
Rodrguez Beatriz (2000), Climaterio femenino. Del mito a una identidad posible. Buenos Aires, Prometeo.

Definicin.- Es un ordenamiento, en que por lo comn participan varios miembros de la familia, con
una postura combativa, de exclusin, o de chivo emisario, en perjuicio de un tercero. En la acepcin
corriente, coalicin designa entendimientos entre ms de dos personas. Ver Alianza.
Umbarger C, Terapia familiar estructural, Barcelona, Paids.

Definicin.- Unin de dos o ms bandos que coordinan sus empeos para lograr sus fines contra la
oposicin de uno o ms bandos contrarios.
Vander Zanden James, Manual de Psicologa Social, Barcelona, Paids, 1986, pg. 616.

Enfoque psicoanaltico.- El psicoanlisis abord tambin la cuestin del climaterio. Las neurosis de
desencadenan frecuentemente en la pubertad y en el climaterio. La persona en cuestin ha sido capaz de
soportar una cierta cantidad de excitacin instintiva no descargada, pero tan pronto como los cambios
somticos hicieron aumentar la cantidad absoluta de excitacin, ya no fueron suficientes las
contramedidas de contencin (Fenichel, 1966:28).
El mismo autor refiere que la personalidad es repentinamente inundada por la ansiedad y las
sensaciones vegetativas, tanto ms penosas cuanto que el paciente, en razn de sus medidas defensivas,
no aprendi nunca a asimilar las emociones y adaptarse a ellas (Fenichel, 1966:508).
Freud, por ejemplo, haba observado que una mujer, debido a circunstancias externas, haba dejado de
conceder todo valor a su vida sexual genital (Freud, 1913). Fenichel indica al respecto que con frecuencia
puede observarse algo similar despus del climaterio, donde se ha producido una regresin sdicoanal
debida a factores orgnicos (Fenichel,1966:315).
Fenichel Otto (1966), Teora psicoanaltica de las neurosis. Buenos Aires: Paids.

Aspectos endocrinolgicos.- El patrn hormonal del climaterio consiste en un descenso de los niveles
de estrgenos y un aumento de los niveles de gonadotrofinas.
Los principales acontecimientos que condicionan el climaterio son: a) Agotamiento de los folculos
primordiales de los ovarios capaces de responder a estmulos de las hormonas FSH y LH. b) Importante
cada de la secrecin de estrgenos. c) Los andrgenos androstenodiona y testosterona siguen
producindose en la estroma y en los restos de la teca ovricas, aunque la cantidad secretada disminuye.
d) La produccin de progesterona es muy baja. e) La prdida del efecto feedback negativo, que los
estrgenos y la progesterona ejercen sobre las gonadotrofinas hacen que la FSH y LH, estn elevadas. f)
La hormona hipotalmica GnRh est aumentada en la postmenopausia. En resumen, el acontecimiento
ms importante del climaterio es el descenso de la produccin de estrgenos; la mayora de los restantes
hechos sealados son consecuencia de la cada de los niveles de estrgenos.
Pellicer A, Simn C. (1999), Climaterio y Menopausia. Cuadernos de Medicina Reproductiva. Volumen 4. Madrid:
Editorial Mdica Panamericana.

Cambios anatmicos.- El cuadro clnico del climaterio est originado, directa o indirectamente, por la
disminucin de estrgenos.
Los ovarios experimentan cambios muy importantes en esta poca de la vida. Disminuyen de tamao y
llegan a alcanzar dimensiones inferiores a una almendra. Su superficie es rugosa.
El tero experimenta igualmente una serie de cambios regresivos. Disminuye el tamao, pero las
modificaciones ms importantes tienen lugar en el endometrio, que se adelgaza y atrofia, lo que
constituye la base morfolgica de los trastornos menstruales del climaterio. La vagina se acorta,
desaparecen los fondos de saco y disminuye la secrecin, que puede aumentar el pH y tornarse alcalina.
Tambin la uretra, particularmente en su tercio externo, y la zona del trgono de la vejiga experimentan
cambios regresivos importantes. Todos estos cambios descritos pueden originar dispareunia y prurito
vulvar, y favorecer la aparicin de infecciones (vulvitis, vaginitis, cervicitis, endometritis, uretritis y
cistitis). La atrofia tambin afecta a los rganos de soporte de los rganos plvicos, tanto msculos como
ligamentos. Por ello, en esta poca son ms frecuentes los prolapsos genitales y la incontinencia urinaria.
Concepcin Carnicer Fuentes Olga; M Paloma Castro; Carmen Paublete Herrera (2002), Aspectos bsicos de la
fisiologa del climaterio. Cdiz: Interpsiquis.

Sntomas psquicos.- Son muy variables, tanto en intensidad como en duracin. Los ms frecuentes
son: irritabilidad, depresin, ansiedad, melancola, prdida de concentracin, disminucin de la lvido
unas veces y aumento de otras, etc. Tambin las condiciones personales y ambientales de adaptacin a
esta poca de la vida influyen en el cuadro clnico. Cuanto mejor sea el ajuste, la sintomatologa ser
menos intensa.
Mecas A, Ma M. Menopausia y autocuidados. Enfermera Cientfica Nm. 148-149 Julio-Agosto 1994: 21-24.

CLIVAJE
Generalidades.- Originalmente es un trmino de la qumica que designa, en los cristales, los distintos
planos o zonas donde la unin de los tomos es ms dbil. Se trata entonces de zonas constituidas como
posibles planos de ruptura o fractura.
El trmino fue empleado en psicologa para designar, por ejemplo, zonas de fractura o escisin del yo (en
la teora kleiniana), y tambin en psicologa institucional, para designar zonas de posible fractura dentro
de una organizacin, como por ejemplo la zona que divide a directivos y personal subalterno.
Cazau P (2004) Vocabulario de psicologa. Buenos Aires: Redpsicologa.

Generalidades.- En psicologa, y especialmente en psicoanlisis desde Lacan, la palabra clivaje


describe el efecto de la Funcin Paterna que separa al individuo del Deseo de la Madre. Si hasta que no
aparece y resulta eficaz la Funcin Paterna, todo infante es como un apndice de su madre; con el padre
(o quien realmente cumpla su funcin) se obra una separacin (tal como Freud lo describe al explicar el

complejo de Edipo), es decir, se separa al infante de la madre, se le escinde de ella, tal escisin, muy
precisa, muy determinante e integradora del sujeto en la sociedad, es precisamente el clivaje.
El clivaje es un acto de represin sin dudas, si bien de una represin (por dialctica) positiva, el idioma
alemn (idioma de Freud) distingue bien Verdrngung de Unterdruckung, la Verdrngung es la
"represin" en la cual lo reprimido es derivado o "exiliado", en el caso de lo psquico, la Funcin Paterna
significa una "represin" positiva (Verdrngung) por la cual los deseos inicialmente incestuosos son
derivados a lo Inconsciente, posibilitndose as la exogamia del sujeto, y la vida lo ms independiente
posible del sujeto en cuestin. Es as que el clivaje funda realmente al sujeto y a su inconsciente. El
sujeto escindido es llamado tambin sujeto clivado y se suele representar en psicoanlisis con el signo:
$.
http://es.wikipedia.org/

COALICIN
Generalidades.- Desde el punto de vista de la psicologa sistmica, en la coalicin las personas se unen
contra un tercero, mientras que en la alianza las personas se unen para beneficiarse mutuamente. Si A y
B se ponen de acuerdo para hacerle la vida imposible a C, formaron una coalicin, pero si A y B se ponen
de acuerdo para cubrirse mutuamente sus faltas, formaron una alianza. En la alianza hay dos
beneficiados (como en la simbiosis en la ecologa), y en la coalicin dos beneficiados y uno perjudicado
(como en una conjura).
Cazau P (2004) Vocabulario de psicologa. Buenos Aires: Redpsicologa.

COCANA
Definicin.- Sustancia que "se extrae del arbusto de la coca (Erythroxylum coca). Se puede tomar en
forma de hojas de coca masticadas a nivel tradicional, y en su estado manufacturado su alcaloide,
cocana, o el subproducto, crack. La cocana propiamente dicha es clorhidrato de cocana; el crack, pasta
base de coca amalgamada con bicarbonato sdico".
Belloch A y otros, Manual de Psicopatologa, Volumen I, Madrid, McGraw-Hill, 1995, pg. 525.

COCIENTE DE DESARROLLO
Definicin.- (Se abrevia CD). ndice que equivale aproximadamente a la edad mental, que resume el
comportamiento de un infante segn se evala por los programas de desarrollo de Gesell.
Aiken L (2003) Tests psicolgicos y evaluacin. Mxico: Pearson. 11 edicin (pgina 458).

CODEPENDENCIA
Generalidades.- El trmino codependencia nos llega desde el campo de las adicciones y fue
introducido a fines de la dcada del setenta en los centros para dependientes qumicos de
Minnesota1.Con l se intentaba definir a aquellas personas que se vean afectadas por la relacin cercana
con alguien que abusara de las drogas o el alcohol. Estas personas presentaban ciertos patrones
vinculares caractersticos.
La codependencia es un concepto que proviene del campo de las adicciones y que posteriormente fue
redefinido en el campo de la Psicologa interpersonal. Con l se hace referencia a un modelo de relacin
en el que una persona focaliza en la otra con negligencia de s misma. Se caracteriza por intentar
controlar, rescatar y salvar la vida del otro, asumiendo la responsabilidad por sus conductas.
Faur Sofa, (2003) Codependencia y estrs marital. Interpsiquis.

COGNICIN
Definicin.- 1. Los distintos significados de la palabra se pueden reducir a dos principales: a) la
representacin o captacin en trminos conceptuales de un objeto (concreto o abstracto) por percepcin,
imaginacin o conceptualizacin; b) la comprensin o explicacin: la comprensin de un objeto como
especfico, porque conviene a un sistema de relaciones que lo justifica por su misma naturaleza. En
ambos significados, la accin cognitiva determina al objeto en cuanto tal y diferencia entre lo que se
conoce y la persona que conoce. Por lo tanto, la cognicin contrasta con la pura subjetividad de los
estados de conciencia, sentimiento y creencia (M. J. Borel).
2. (PC) El significado de la palabra cognicin deriva de conocer (cognoscere). Ello implica actividad
interior, cierta actitud idealista y racional. La actividad cognitiva hace referencia a las representaciones
mentales que incluyen los pensamientos y las emociones. La cognicin humana existe dentro del
contexto de la persona, de la sociedad y la cultura. La interaccin entre ellos da forma a los procesos
cognoscitivos.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Definicin.- La cognicin es el proceso de obtener, organizar y utilizar el conocimiento intelectual. Las


teoras sobre el aprendizaje cognitivo se interesan sobre todo por el papel de la comprensin. Las
personas realizan operaciones mentales y almacenan conjuntos de informacin en su memoria parta
recuperarlos ms tarde. La cognicin implica la comprensin de la conexin que existe entre causa y
efecto, entre una accin y sus consecuencias. Las estrategias cognitivas son los planes mentales que una
persona utiliza para comprenderse a s mismo y al entorno (pginas 173-174).
Kaplan H, Sadock B y Grebb J (1997) Sinopsis de psiquiatra. Buenos Aires: Editorial Mdica Panamericana. 7 edicin.

COHESIN
Definicin.- Fuerza que mantiene a los individuos dentro del grupo impidiendo que lo abandonen;
sentimiento de constitur un <nosotros>.
Vander Zanden James, Manual de Psicologa Social, Barcelona, Paids, 1986, pg. 616.

COLESTEROL
Colesterol y salud mental.- Antecedentes. Mientras los beneficios del colesterol bajo en la salud fsica
no estn en duda, varios estudios sugieren un aspecto potencial negativo del colesterol bajo para la salud
mental. Los autores realizaron un estudio de observacin para examinar la asociacin entre el colesterol
y la salud mental.
Mtodo. De abril de 1995 a marzo de 2002, se administraron a 1972 empleados en Japn una serie de
cuestionarios concernientes a la actividad fsica, consumo de alimentos, alcohol, caf, hbito de fumar, y
salud mental. Se realiz un seguimiento de 1 a 6 aos a sujetos con colesterol menor a 150 mg/dL
(grupo con colesterol muy bajo) y a otros sujetos (grupo control), y se les compar su salud mental
utilizando casos GHQ (mediciones GHQ-12 mayores a 3).
Resultados. Las curvas de supervivencia Kaplan-Meier revelaron que el grupo con muy bajo colesterol
tena casos GHQ significativamente mayores que el grupo de control. Notablemente, estos resultados se
aplicaron a los varones pero no a las mujeres. Despus del ajuste para la salud en general, el modelo de
regresin de peligro proporcional Cox's confirm esta asociacin solamente en varones. Las curvas de
supervivencia del grupo de control fueron significativamente diferentes entre los varones y las hembras
mientras que en los grupos de colesterol muy bajo no fueron significativamente diferentes.
Limitaciones. En el anlisis de supervivencia los casos GHQ fueron tomados como "muerte". Como tal, no
es posible distinguir entre la disfuncin mental persistente y la transitoria, y por lo tanto puede conducir
a la sobrestimacin de los casos GHQ en los aos de observacin.
Conclusin. Estos resultados sugieren que el colesterol muy bajo puede estar asociado con una peor
salud mental en varones, y por el contrario es interesante indicar que los niveles moderados del
colesterol (pero no muy bajos) pueden proteger la salud mental en varones.

Shuji Soeda, Takeshi Terao, Noboru Iwata, Haruhiko Abe, Kazuhiko Uchida and Jun Nakamura, Efecto mental del
colesterol en varones: Tiene un efecto protector? J AFFECT DISORD. 2006 ABR; 91(2).

COLOR
Generalidades.- La psicologa del color indaga la correlacin entre los rasgos de la personalidad y las
preferencias por un determinado color, y examina, por ejemplo, hiptesis acerca de cmo influyen los
colores en nuestro comportamiento, o como influye nuestra personalidad en la eleccin de los colores.
Por ejemplo: cierto color en las paredes del lugar de trabajo puede aumentar la productividad de los
empleados y disminuir su estrs, el color de un envase puede decidir un aumento o disminucin en las
ventas del producto, etc. La psicologa del color ha probado ser efectiva en los campos laboral,
publicitario, entre otros. El test de los colores de Luscher indaga la psicologa de las personas a partir de
los colores que prefieren. El texto es Luscher Max (1993). Test de los colores. Barcelona, Paids.
Cazau P (2002) Vocabulario de Psicologa. Buenos Aires: Redpsicologa.

Generalidades.- 1. El valor afectivo de los colores es, desde todos los tiempos, conocido. Cada ser
humano reacciona en diferentes formas frente a los colores, segn su simpata o antipata para ellos.
Pero hay tambin una reaccin colectiva, p. ej., el color negro est considerado como el smbolo del
dolor, de la tristeza; el blanco, de la pureza; el amarillo de la envidia, etc. ya Goethe elabor una teora
no solamente de los colores como elemento fsico, sino tambin sobre su valor afectivo. 2. Hace tiempo
los psiclogos se ocupan de este problema. Con mtodos exactos fueron elaborados diferentes tests de
colores como el Test de Pirmides de Pfister-Heiss, otro de Luscher. Las investigaciones con el mtodo de
Pfister, centralizadas en la Universidad de Freiburg, han podido demostrar, elaborando
psicoestadsticamente, que el color azul y el rjo son los ms preferidos; el azul por las mujeres (22%); el
colorado ms por los varones (19,2%). En tercer lugar figura, como reaccin normal, el verde (16,4%).
La escala de valores sigue despus as: amarillo (12,6%), naranja (10%), violeta (7,3%), marrn (7%),

negro (6%), blanco 2%) y gris (1%). Las investigaciones psicodiagnsticas han demostrado que el azul
corresponde a una introversin, el amarillo a la extroversin. Para los neurticos es el colorado lo
significativo, para los histricos el violeta. La preferencia sobre el negro, el blanco y sobre todo por el
gris, demuestran, muy a menudo, una psicosis. Esta investigaciones muy lejos de estar terminadas, se
abren hacia un nuevo camino. Es interesante que, segn las investigaciones de Szkely, los aborgenes
sudamericanos reaccionan muy diferentemente de los europeos. Los colores preferidos para ellos son:
amarillo, verde fuerte, bermelln, violeta y azul. 3. El otro camino de las investigaciones es: aclarar las
relaciones entre color y tono. Es sabido que los tonos se asocian con los colores: por ejemplo:
escuchando con ojos cerrados msica, el oyente ve una msica de colores tambin. (G. Anschtz, Das
Farbe-TonProblem, 1929). Jung dice sobre el simbolismo de los colores en la cultura europea, los
siguiente: azul es el color de variedad del aire, del cielo claro y el smbolo del pensar; amarillo, es el color
del sol que luciferiente trae la luz de la oscuridad sin fondo y desaparece otra vez en la misma
oscuridad, representando la intuicin, como aquella funcin, que semejante a la luz deja aparecer y
desaparecer las ideas; colorado es el color dde la sangre pulsante, del fuego, y como tal, el smbolo de
las pasiones vivas y ardientes; verde es el color de las plantas que cubren la tierra y simboliza la funcin
de sensibilidad.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

COMA
Definicin.- Abolicin patolgica total o parcial de la conciencia, con cierta conservacin de las funciones
vegetativas (circulacin, respiracin, etc).

Castelluccio A, Clases de Correlaciones de la Clnica Mdica, Carrera de Psicologa, Facultad de Humanidades,


Universidad de Belgrano, Buenos Aires, 1983.

Etiologa.- Afecciones cerebrovasculares, lesiones traumticas (hematomas, fracturas de base de


crneo), inundacin ventricular (la sangre pasa al cuarto ventrculo, aumentando la presin
intracraneana), edemas, infartos masivos, tumores cerebrales, meningitis y encefalitis graves. Una
hemorragia, un tumor, etc, pueden producir un edema cerebral y comprimir ste ltimo el tronco
enceflico, donde estn los ncleos de los pares craneales. Precisamente la prueba de los pares craneales
se hacen a partir del coma 2 para ir detectando a qu nivel est la lesin (peduncular, protuberancial,
bulbo-protuberancial, o bulbar).
Castelluccio A, Clases de Correlaciones de la Clnica Mdica, Carrera de Psicologa, Facultad de Humanidades,
Universidad de Belgrano, Buenos Aires, 1983.

Grados.- Para que un sujeto llegue al coma, an superficial, debe estar afectada la totalidad de la
corteza cerebral. Se reconocen cuatro grados de coma, desde el ms superficial al ms profundo:
Coma 1 (subcoma): Hay depresin de la conciencia pero el sujeto no llega a estar desconectado del
medio. Est estuporoso, conserva los reflejos, el tono muscular y el control esfinteriano. Al EEG tiene
ondas alfa de 7-8 ciclos por segundo.
Hay diferencias con la persona dormida. Esta ltima tiene la reaccin del despertar, con orientacin auto
y alopsquica y espacio-temporal, reconociendo a las personas, conservando las funciones superiores y
puede responder a rdenes. En el coma 1 puede existir reaccin del despertar pero hay desorientacin y
no responde a rdenes. Adems de la corteza estn alterados los sistemas talmicos de proyeccin difusa
y lmbico. Si cuando se estimula al paciente y no despierta, ya es coma 2, 3 o 4.
Coma 2 (coma ligero): La conciencia est desconectada, baja el tono muscular, no reacciona ante
estmulos, conserva los reflejos cutneo y profundo, pierde el reflejo de succin y hay perturbaciones en
la deglucin. Pierde el control de esfnteres, conserva las funciones vegetativas, los signos vitales son
normales pero las ondas EEG se lentifican. Adems de la alteracin del sistema talmico de proyeccin y
del sistema lmbico, tambin est alterado el SARA, ya que su descarga ascendente no alcanza la
corteza.
Coma 3 (coma profundo): Conciencia abolida totalmente, as como tambin el tono muscular, el control
esfinteriano, la succin y la deglucin. Se alteran las funciones vegetativas al cambiar los ritmos
respiratorio y cardaco. Hay hipotensin arterial con una taquicardia compensadora. Hipertermia y
aumento de secresin bronquial.
Coma 4 (coma depass): Prdida de todas las funciones vegetativas (paro cardiorrespiratorio). El
paciente sobrevive por medios mecnicos. Hay parlisis midritica (indica irreversibilidad) y muerte
cerebral (el cerebro inici su autlisis). Al EEG no hay ondas (plano), pese a que el resto de los rganos
sigue su actividad celular.
Castelluccio A, Clases de Correlaciones de la Clnica Mdica, Carrera de Psicologa, Facultad de Humanidades,
Universidad de Belgrano, Buenos Aires, 1983.

COMPETENCIA

Definicin.- Es una caracterstica subyacente de un individuo que est causalmente relacionada con un
nivel estndar de efectividad y/o con un desempeo superior en un trabajo o situacin.
Spencer L y Spencer S, Competence at work, models for superior perfomance, John Wiley & Sons, Inc, USA, 1993.

Tipos.- Alles distingue dos tipos de competencias: las competencias especficas o competencia de
conocimientos, y competencias de gestin. Las primeras se refieren a los conocimientos tcnicos
necesarios para desempear un cargo, mientras que las segundas se refieren a otro conjunto de
competencias vinculadas con el cargo y que estn relacionadas con caractersticas de personalidad, tales
como autonoma, iniciativa, tolerancia a la presin, creatividad, sentido comn, dinamismo,
responsabilidad, liderazgo, trabajo en equipo, etc. Por ejemplo, un contador necesita conocer su oficio
(competencia de conocimientos), pero tambin puede ser necesario que tenga disposicin y capacidad
para trabajar en equipo (competencia de gestin).
Alles M, Elija al mejor: como entrevistar por competencias. Buenos Aires: Granica, 1999, pg. 93.

Competencia lingstica.- Conocimiento latente de una lengua que posee un hablante, permitindole
generar un habla completamente original y gramaticalmente correcta y, en teora, generar un nmero
infinito de frases en esa lengua (Chomsky) (pg. 48).
Berstein Basil (1990), Poder, educacin y conciencia. Sociologa de la transmisin cultural. Barcelona: El Roure.

Competencia comunicativa.- Trmino empleado por la sociolingstica para referirse a los


conocimientos y aptitudes necesarios para que un individuo pueda utilizar todos los sistemas de signos de
su comunidad sociocultural. Se trata del conocimiento de las reglas psicolgicas, culturales, sociales y
lingsticas que rigen en su cultura. Incluye la competencia lingstica en cuanto sta es el conocimiento
del lxico y de las reglas combinatorias de una lengua, pero va ms all de ella en cuanto es el
conocimiento del uso apropiado del lenguaje en distintas circunstancias. Incluye la competencia textual y
la competencia discursiva, pero va ms all de ellas porque la comunicacin incluye el conocimiento
acerca de las estructuras textuales y de la seleccin del discurso apropiado para la situacin
comunicativa.
Marn Marta (1997) Conceptos claves. Gramtica, lingstica, literatura. Buenos Aires: Aiqu, pg. 25.

Competencia discursiva.- Para la lingstica del discurso, es la habilidad que tiene un individuo de una
comunidad sociocultural para elegir el discurso ms adecuado a sus intenciones y a la situacin
comunicativa en que est.
Marn Marta (1997) Conceptos claves. Gramtica, lingstica, literatura. Buenos Aires: Aiqu, pg. 25.

COMPLEJO
Definicin.- 1. Jung, que introdujo el trmino complejo en la psiquiatra, lo describe como la
agrupacin de elementos psquicos alrededor de contenidos de tono emocional. Agrega que consiste en
el elemento nuclear y de gran nmero de asociaciones constelares secundarias. Aparentemente los
contenidos de un complejo pueden ser concientes o inconcientes. Se cree que el componente nuclear est
siempre en lo inconciente. Jones define el complejo como grupo de ideas investidas emocionalmente,
parcial o totalmente reprimidas. En general puede decirse que los conflictos psquicos fundamentales,
generalmente derivados durante las etapas de sexualidad infantil, pueden hacer surgir un complejo. As,
se habla de los complejos de Edipo y de castracin.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Generalidades.- Las experiencias son agrupadas en el inconciente personal en lo que Jung llama
complejos. Un complejo es un grupo organizado de pensamientos, sentimientos y recuerdos respecto de
un concepto particular, por ejemplo la maternidad. Un complejo tiene un poder constelador cuando puede
extraer ideas nuevas e interpretarlas como corresponde, y atrae a experiencias relacionadas. Por ejemplo
el complejo materno se refiere al grupo de experiencias personales resultantes de haber sido criados, y
cada nueva experiencia de maternidad es llevada hacia este complejo, que ser entendida e interpretada
por ste. Un complejo puede actuar como una persona independiente, comportndose aparte de nuestras
intenciones concientes. Algunos complejos parecen dominar la personalidad entera. Los complejos
pueden ser concientes, en parte concientes, o inconcientes.
Engler Barbara, Introduccin a las teoras de la personalidad. Mxico: McGraw-Hill, pg. 80.

Complejo autnomo.- Concepto junguiano. La energa psquica ejerce su influencia ms all del control
del individuo, de manera autnoma. Se constituyen as los complejos autnomos, partes escindidas
dentro de la personalidad total que operan in forma independiente y viven su propia vida. La energa as
desarrollada hace que ciertos contenidos psquicos se agrupen en complejos o constelaciones.
Cuando un complejo autnomo domina la personalidad, se produce un fenmeno de posesin. Jung cita
el caso de la psicosis de Nietszche, donde el complejo arquetpico dominante configur un complejo

autnomo que se apoder de su personalidad. El complejo autnomo emerge de lo inconciente y se


identifica con el yo, sin que el individuo logre distinguirlo de su actitud conciente.
Los complejos autnomos suministran frecuentemente el carcter distintivo de la personalidad de un
sujeto, y slo se vuelven peligrosos si se alejan demasiado del resto de la psique, generando el
desequilibrio consecuente. Los principales complejos descriptos por Jung, entendidos como individuos
independientes dentro de la psique, son la persona, la sombra, el anima y el animus. Vanse estos
trminos.
Progoff Ira, La psicologa de Jung y su significacin social, Buenos Aires, Paids, 1967, pg. 107-109.

Complejo de Edipo temprano segn M. Klein.- "Es la relacin edpica tal como la experimenta el beb
al comienzo de la posicin depresiva. Se la experimenta en trminos pregenitales antes de alcanzarse la
genitalidad".
Segal H, Introduccin a la obra de Melanie Klein, Buenos Aires, Paids, 1987, pg. 121.

COMPLEJO DE EDIPO
Operaciones del Edipo.- Sal desarrolla este tema siguiendo el siguiente esquema: Operaciones del
Edipo --- Deseo --- Protofantasas (escenas infantiles) --- Sntoma.
Las operaciones del Edipo son las operaciones que permiten construir el deseo. El complejo de Edipo es
una 'fbrica' de deseo, y cuando lo construye deja siempre un 'resto' (como la rebaba que queda al
construir una mesa). Este resto es lo ininteligible, un residuo que a Freud le sac canas verdes y que
termin englobando como aquello que est ms all del principio del placer (pulsin de muerte, reaccin
teraputica negativa, masoquismo primario, etc).
Pero ms all de los restos que deje, el Edipo arma un producto llamado deseo. El deseo humano es
sexual, y por tanto supone una pulsin, un empuje. El Edipo resulta ser una 'mquina de sexuar', y
tambin podramos decir que es una serie de fijaciones libidinales a modos pretritos de satisfaccin.
El complejo de Edipo logra su formulacin ms consistente a partir de "La organizacin genital infantil"
(1923), y a partir de all en adelante, podramos decir que el Complejo de Edipo supone tres operaciones.
En la secuencia de las tres operaciones hay una temporalidad lgica ms que cronolgica: cuando a un
nio le enseamos a sumar, en esa primera leccin ya est toda la estructura de la matemtica. Del
mismo modo, cuando el nio entra en el complejo materno, en la madre ya est instalada toda la
castracin y toda la trama edpica, pues la madre ya pas por su Edipo. La madre es entonces como una
maestra que va enseando al nio la trama edpica, la cual est presente en cada una de las tres
operaciones. Estas configuran complejos es decir, un conjunto de elementos que al interactuar entre s
engendran ciertas operaciones que darn un producto, el deseo, y un resto, ininteligible. Las operaciones
son puestas en marcha por las pulsiones, la falta, el narcisismo, etc.
Las tres operaciones son:
a) Complejo de la madre: instaura la categora de absoluto, sin resto, que es el narcisismo. La madre lo
introduce narcisizando al nio, quien desde aqu lo quiere todo y lo puede todo, y no distingue lo propio
de lo del otro. El nio se toma a s mismo como objeto de amor, instaurndose el Yo Ideal del narcisismo.
Se establece un nuevo acto psquico, donde el conjunto de todas las satisfacciones erticas se unifican.
Esto es estimulado por la madre, cuando ella lo considera un 'rey': lo acaricia, lo mima, etc.
Como vemos, este narcisismo es posterior al autoerotismo. Hay que entender al respecto que en el Edipo
el sujeto entra como un ser biolgico y sale erotizado. Como ser biolgico ingresa con un 'desamparo
primordial', del cual la madre lo rescatar generando en el nio una dependencia absoluta de ella. Las
primeras experiencias de satisfaccin quedan registradas en la memoria, y por tanto pueden ser
reactivadas, como en el autoerotismo. Recordar: hay placer cuando hay una reduccin 'brusca' de las
tensin, no paulatina.
Con este complejo el nio adquiere su primer lugar, lugar que le dar la madre en sus pensamientos
inconcientes, en su 'tero mental' (una boca de cocodrilo, como deca Lacan, con una lengua que lo
acaricia erotizndolo, pero rodeado de dientes).
En efecto, la madre tiene muchos posibles significados para su hijo: es algo que la consuela, o que realiza
sus deseos maternos, o ser su pene: todo depender cmo ella haya atravesado su propio Edipo.
El Edipo implica un proceso de erogeneizacin del cuerpo biolgico del nio, y la madre es quien primero
estimula esto, constituyendo al nio en objeto de satisfaccin ertica. Sin embargo, para la madre el
pene representa adems del nio, tambin otros intereses exogmicos y culturales: tiene un deseo
'bifronte' (por ejemplo deja de atender al hijo para estudiar, ir al cine, etc). Al poner la madre su ideal en
otros intereses, esto descoloca al nio precipitando el complejo de castracin.
b) Complejo de castracin: el narcisismo entra en crisis.
c) Complejo paterno: La categora de absoluto queda relativizada. Es la reconstruccin de un deseo a
partir de los pedazos, un deseo que es insaciable y condicional. El sujeto pasa de ser el rey del mundo a
ser un hombre o una mujer (sexuacin). Si se es hombre se renuncia a ser mujer, y viceversa, es decir,
la posicin sexual se constituye a condicin de una prdida. Entendemos por sujeto no una persona, sino
todo aquello que est atado a un deseo inconciente.

El complejo paterno implica que el padre ofrece al nio un camino de identificacin, tanto para el varn
como para la nia. En este ltimo caso, por ejemplo cuando la nia se identifica con la idea de mujer que
tiene el padre.
La estructura y sus supuestos (leyes) es exterior a los sujetos. Por ejemplo la convencin de regalar
flores en el aniversario. Se puede renegar de la ley, como en la perversin, o estar demasiado sujeto a
ella (sumisin). Para Lacan, el Otro es la estructura, la ley encarnada en el funcionamiento social,
mientras que los otros son sujetos que obedecen, o no, la ley.
Condensado de Sal, Lo inconciente, sntoma, angustia y represin. Clases dictadas en la ctedra de Psicopatologa de
la Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires, 1996.

Generalidades.- La investigacin del complejo de Edipo nos ha mostrado el vnculo que nos une a
nosotros, hombres modernos, con el hombre antiguo. Explorando los estratos ocultos del alma propia nos
adueamos del sentido viviente de la cultura antigua, lo que hace inmortal el problema edpico. Por ello
la psicologa individual no basta: debe incluir tambin este material histrico, y as como los
conocimientos psicolgicos pueden estimular la comprensin de las estructuras histricas, as tambin los
materiales histricos pueden arrojar nueva luz sobre las cuestiones de la psicologa individual.
Condensado de Jung C (1982) Smbolos en transformacin. Buenos Aires: Paids.

Segn Lacan.- El resorte del Edipo es el complejo de castracin. Como portador de la ley, el padre
prohbe el falo en la madre. Esto desata en el nio su posicin de identificacin a este objeto del deseo de
la madre y lo lanza a la simbolizacin de la castracin materna.
Lacan funda la transferencia en la nocin del Otro como lugar de despliegue de la palabra. Por ello insiste
en la importancia de preservar el lugar del deseo en la direccin de la cura. El deseo es pura accin del
significante. Con el acceso a este tercer tiempo del Edipo se producen efectos teraputicos en el anlisis
de nios y entonces puede terminar el mismo.
Lacan ubica los descubrimientos de Melanie Klein en el primer tiempo del Edipo, y respecto de Anna
Freud, dice que ella capt la condicin del nio en su inacabada constitucin subjetiva, pero no pudo
situarse en la estructura del inconciente como lugar de la determinacin. Lacan tambin sostiene que es
muy til la participacin de los padres en el anlisis de nios.
Segn Lacan, la neurosis tpica de la infancia se resuelve mediante una reanudacin y completamiento
del Edipo. Una identificacin normativizante lo prepara para la metamorfosis de la pubertad.
Condensado de Tkach Carlos (1992) La direccin de la cura en psicoanlisis con nios.

Generalidades.- Freud formula en "Ttem y Tab" una hiptesis antropolgica que le permite sostener
que las vivencias y la trama actuales del Edipo son el sedimento -heredado- de una historia vivida y
sufrida por nuestro antepasados remotos. El antepasado incestuoso se mantiene vivo y se reedita en
cada nio que viene al mundo.
Seala Lvi-Strauss que desear a la madre o hermana, asesinar al padre y arrepentirse son fenmenos
que no corresponden a ningn hecho concreto ubicable histricamente, sino que es una forma simblica
de un sueo antiguo y duradero. Con el Edipo, el sujeto ingresa en el orden cultural, en el orden
simblico.
Seala Lacan que el nacimiento del sujeto en el orden simblico, mediante el Edipo, se homogeneiza con
la constitucin del inconciente y la alienacin por el lenguaje. El acceso a lo simblico se hace
sincrnicamente con la constitucin de la metfora paterna (el nombre del padre) y se liga
metafricamente a la represin originaria.
Condensado de Abadi Sonia y otros (1997) Desarrollos posfreudianos: escuelas y autores. Buenos Aires: Editorial
Universidad de Belgrano.

Complejo de Edipo segn Kohut.- Kohut cuestiona el complejo de Edipo como complejo nodal de las
neurosis. Con su psicologa del self, busca complementar el limitado planteo freudiano del hombre que
busca liberar sus instintos luchando contra el superyo. Este modelo del Hombre Culpable busca
complementarlo con un modelo del Hombre Trgico, que pugna por realizar su self nuclear.
Para Kohut, el estadio edpico implica que el nio goza y se alegra por los logros que va alcanzando y
encuentra respuestas empticas de los objetos del self. Normalmente, desemboca en la capacidad
autnoma de autoafirmacin. En caso contrario, el self se quiebra en fragmentos volvindose dbil e
inarmnico. La falta de respuestas empticas durante la etapa edpica conduce a esta patologa, que
Kohut califica como Complejo de Edipo.
Condensado de Abadi Sonia y otros (1997) Desarrollos posfreudianos: escuelas y autores. Buenos Aires: Editorial
Universidad de Belgrano.

Complejo de Edipo. Replanteo de su estructura originaria.- Abadi considera que debe hacerse una
revisin del complejo de Edipo y propone un nuevo enfoque del problema desde el punto de vista del
nacimiento como momento central en la evolucin del individuo.

Considera que la situacin bsica del ser humano gira alrededor del drama de tres actos del proceso pre,
intra y postnatal: el camino de la vida transcurre desde el cautiverio del interior intrauterino hacia la
libertad del afuera extrauterino, pasando por la lnea de fractura del trauma del nacimiento.
La dinmica de esta situacin bsica surge del interjuego de tres factores:
1) El impedimento del feto al nacer o sea la prohibicin de salir del tero materno hacia la vida
(postnatal).
2) El anhelo de libertad del feto sea el intrnseco impulso a emerger de su encierro intrauterino. Esto es
lo que puede llamarse el protoanhelo de nacimiento.
Para Abadi, el nacimiento se opera a favor de un impulso que hace a la esencia misma del ser vivo. Este
nacimiento (primera expresin de un voluntario destierro o, si se quiere de una liberacin del intolerable
encierro intrauterino y de todo cautiverio que ulteriormente lo reproduzca) revela en el amor a la temida
libertad el sentido ltimo de la existencia humana, y hace del psicoanlisis en cuanto tcnica de liberacin
de la crcel de la neurosis, un mtodo especfico para el aprendizaje de un resistido nacimiento
liberador.
En suma: todo ser humano, en la medida en que representa la unin de la dualidad madre embarazada
con fantasa de embarazo eterno, y criatura encerrada y cautiva con anhelo de liberacin (la llamada
relacin simbitica) desea nacer (voluntad de curacin entendida como liberacin) y no dejar nacer
(resistencia entendida como temor a soltar y a desprenderse).
Segn Abadi nada se opone tanto a una comprensin de las angustias de muerte como la resistencia a
aceptar que un mismo molde, una misma matriz dan forma a las fantasas y vivencias tanto acerca del
nacimiento como de la muerte. En otras palabras, nacimiento y muerte, en las capas inconcientes de la
mente, son una misma cosa.
De ah tambin que la muerte haya sido postulada en muchos movimientos religiosos como la liberacin
de la crcel corprea, o sea un verdadero nacimiento a la inmortalidad, y tambin postulada como un
retorno al vientre materno, o sea al amparo de la crcel materna.
3) La culpa con que vive su nacimiento, por el crimen, cometido en contra de la prohibicin materna,
daando el cuerpo y haciendo peligrar la vida de la madre durante el desprendimiento (nacimiento del
feto como mutilacin de la madre y la subyacente fantasa del matricidio).
ste que es el acontecimiento ms traumtico en la vida del hombre, que tiene al mismo tiempo dos
significados importantes: 1) es la expresin del anhelo de vida que hace del vivir, en cuanto exitoso, un
continuo renacer; 2) el origen del sentimiento de culpabilidad, originalmente surgido a raz del Pecado
Original, por el robo de la VIDA de la madre.
Por eso se ha subtitulado este replanteo original del complejo de Edipo: protoanhelo y protoculpa del
nacimiento impedido.
Todos los conflictos ulteriores entre un determinado impulso (impulso que siendo vital para el sujeto
puede ser mortal para el objeto) y la prohibicin correspondiente de actuarlo y satisfacerlo son
principalmente reproducciones o reelaboraciones de este conflicto primordial: conflicto, que da su
peculiar connotacin psicolgica al trauma del nacimiento, haciendo de ese episodio central, no solo una
experiencia penosa sino tambin el origen de la duda y de la perplejidad.
Para la explicacin de la fantasa inconciente del nacimiento como una hazaa rebelde (heroica) el autor
postula la fantasa optativa (en la madre) de un embarazo eterno y de una oposicin a la separacin e
individuacin del hijo. ste es el origen en el nio de una fantasa de cautiverio en el cuerpo d la Madre
Terrible. Ella se niega a parir el nio y amenaza continuamente de reincorporarlo, si se evade (siendo
ste el significado psicolgico de la fantasa de persecucin oral de la madre contra el nio, como en las
brujas de muchos cuentos infantiles).
Abadi relaciona esta protoculpa del nacimiento con el antiguo tema del Pecado Original, en religiones
(Biblia) y en algunas teoras filosficas (Anaximandro, Teognis, etc.). El autor relaciona el complejo
edpico, en su primera formulacin freudiana (correspondiente a la fase flica) y en sus estructuras
pregenitales, a este primer conflicto.
Y as expone el esquema hipottico del complejo edpico originario con la siguiente configuracin
(triangular): el nio lucha por su liberacin de la madre, en un impulso prohibido, para establecerse en el
mundo exterior, a travs de una alianza con el padre, smbolo, en este contexto de la vida extrauterina
prohibida (postnatal). El castigo por esta traicin a causa de la madre (vida en el adentro) y a la alianza
con el padre (vida en el afuera) es la muerte final, el retorno al tero materno.
Despus de aludir a la leyenda de Edipo (con especial referencia a algunas versiones menos conocidas del
clsico mito) el autor presenta algunos argumentos para explicar del significado conciente de algunos
tpicos como: el mito del hroe, la fantasa del renacimiento, y el significado de la couvade, adems de
las implicaciones de esta ltima dentro del marco de la lucha de los sexos: sta es interpretada por la
lucha por la posesin del hijo en la medida en que este ltimo es el receptculo de la vida futura.
En este sentido la motivacin importante del conflicto edpico es la angustia ante la muerte, fantaseada,
como final regresin (tambin expiatoria) en el voraz cuerpo de la madre. La finalidad del incesto es el de
retornar a la madre tan solo con el propsito de renacer de ella, ms completo, o sea con aquellas partes

que haban sido supuestamente dejadas por el nio en su primer nacimiento y cuya posesin le es
necesaria para sobrevivir en el afuera, o sea necesaria para una vida inmortal.
Abadi Mauricio, Complejo de Edipo. Replanteo de su estructura originaria: Protoanhelo y protoculpa del nacimiento
impedido. Buenos Aires, Revista de Psicoanlisis, Abril-Junio 1960. Tomo XVII, n2.

Contribucin al estudio del complejo de Edipo.- El identikit del complejo de Edipo, tal cual se perfila
en los escritos freudianos, puede dibujarse mediante una docena de trazos fundamentales. Abadi pasar
en resea, a manera de introduccin, esas doce marcas que caracterizan, a su juicio, la nocin freudiana
del complejo de Edipo, para luego ocuparse de su visin actual de la problemtica edpica.
1. Es una estructura integrada por los trayectos relacionales, en la triada madre-padre-hijo. Es una
estructura compleja o, sustantivando el adjetivo, un complejo. Siempre se trata de una estructura, de
una organizacin, de una Gestalt dinmica y no de un conjunto catico o casual, puesto que est regida
por leyes ineludibles. Estas determinan las vicisitudes y los avatares de la totalidad as como que cada
uno de los elementos o, mejor dicho, roles que la integran.
2. Es la expresin de un conflicto: al comienzo es un conflicto extrapsquico (intrafamiliar o
interpersonal); luego, por internalizacin, un conflicto intrapsquico. Este conflicto intrapsquico est: a)
marcado por una desgarrante ambivalencia afectiva y b) definido por la imposicin implcita de una cierta
opcin. Se trata de la opcin ineludible entre tres alternativas posibles: el Edipo positivo, el Edipo
negativo y la posicin del tercero excluido frente a la escena primaria.
3. Es el complejo nuclear de la neurosis, Freud considera que toda neurosis es la resultante de
psicodinamismos que intentan especficamente solucionar (autocuracin) precisamente el conflicto
edpico, por la va del proceso primario.
4. El complejo de Edipo est dinamizado, en cuanto estructura, por dos diferentes clases de energa,
quiz originariamente derivadas ambas de un mismo tronco comn. Estas dos clases de energa son: la
pulsin libidinal y la energa que rige el comportamiento agresivo (sadismo y masoquismo). Esta ltima
energa en la teora dualista de las pulsiones, remite a Tnatos.
5. El complejo de Edipo abarca una subestructura incluida en l que es el complejo paterno. Ese
complejo paterno est en la Gestalt del complejo de Edipo a la manera de un caballo de Troya que impide
la solucin directa de la relacin con la madre. El padre aparece no ya como un elemento externo frente
a la relacin supuestamente didica madre-hijo, sino como alguien intrnseco a esa relacin. De tal
manera que la relacin didica, por la cual tanto el deseo como la prohibicin del hijo se dirigen hacia la
madre, no podra darse si no fuera por la identificacin con el padre: a) en el Supery, heredero del
complejo de Edipo, y b) en el Yo, por incorporacin del deseo paterno hacia la madre. La estructura
tridica, apenas enmascarada por la dada madre-hijo, moviliza el conflicto edpico. En otros trminos,
funcin bsica e imprescindible del rol padre es separar al rol hijo del rol madre.
6. La sexualidad infantil, en lo que tiene de psicosexualidad, es la protagonista del complejo de Edipo.
Es importante, en este punto, destacar que, para Freud, se trata de la sexualidad que ya ha alcanzado,
ms all de las etapas pregenitales, un nivel flico. Para Freud la sexualidad infantil pregenital es siempre
preedpica.
7. No hay posibilidad de acceder a la comprensin de la dinmica del complejo de Edipo si no se toma
en cuenta la ley fundamental que rige el funcionamiento de todas las culturas. Esa ley es la prohibicin
del parricidio y del incesto. Los hermanos, unidos en la horda totmica, heredera de la horda primitiva,
producen la Ley. Esta Ley, postulada en nombre del Padre, sacralizado despus de su muerte, intenta,
profilcticamente, prevenir el acceso de uno de los hermanos al trono paterno, por la va prohibida del
incesto.
8. El completo de Edipo est indisolublemente enlazado, en su origen y en su culminacin, con el
complejo de castracin. Desde mi particular lectura del texto freudiano, me parece que est implcita o
que, por lo menos, es legtimo deducir la idea, la sugerencia, en cierta fase del desarrollo, de acuerdo con
las pautas de las protofantasas bsicas, sino tambin de un complejo de Edipo que, desde el suelo de la
normatividad cultural, impone al sujeto su Ley y su destino.
9. Por supuesto, la diferencia de los sexos no es indiferente, en el desarrollo del complejo de Edipo. Esa
diferencia sexual marca el complejo de Edipo, el cual, precisamente en funcin de la diferencia, oposicin
y lucha de los sexos, alcanza su ms violenta y dramtica epifana. En la medida en que puedo conjeturar
el complejo de Edipo como una estructura defensiva frente a la castracin, surgirn dos diferentes
estrategias para su solucin, segn se sea -imaginariamente- poseedor o no de ese falo que parece ser el
elemento fundante del narcisismo.
10. Para Sigmund Freud, el complejo de Edipo tiene su eclosin ms manifiesta entre los 3 y 5 aos de
edad. Sin embargo creo que conviene repetir lo ya dicho: en el pensamiento de Freud, aun cuando no
est explcitamente formulado, el complejo de Edipo est presente -latiendo latente- desde antes del
advenimiento de la criatura al mbito de su universo culturalizado, Entre los 3 y 5 aos, el complejo de
Edipo se va transmutando de mito en acontecimiento biogrfico. De latente pasa a manifiesto.
11. Un aspecto importante del complejo de Edipo es su final, el complejo de Edipo ni permanece tal cual
en el inconciente del adulto, sea neurtico o no, ni es totalmente desestructurado y aniquilado, sino que

-digmoslo bajo la advocacin de Lavoisier- no se pierde sino que se transforma. Se transforma en el


Supery, heredero del complejo de Edipo y parte constitutiva de la personalidad.
12. El complejo de Edipo es una situacin sin salida, sin solucin posible. Es un juego que no tiene ms
salida que el reconocimiento de la imposibilidad de jugarlo. Es un problema que revela cruelmente la
impotencia para solucionarlo.
Para Abadi, el origen del complejo de Edipo ya est en el entrecruzamiento de la lucha generacional y de
la lucha de los sexos. Vale decir que el Edipo nace en el momento y el punto que corresponde a la
encrucijada de dos luchas que se dan simultneamente: la lucha entre la pareja parental y los hijos, por
una parte; y la lucha de los sexos o, ms exactamente, entre padre y madre por la posesin del hijo, por
otra parte. Esta lucha interparental por la posesin del hijo y la lucha del hijo por independizarse del
vnculo parental representan ya, a mi juicio, una estructura defensiva frente a la angustia de muerte y a
la relacin de perder.
En resumen:
El identikit del edipo freudiano (estructura, dinmica, roles, conflicto intrapsquico. Metamorfosis en
Supery, etc.) es susceptible a ulteriores intentos de profundizacin.
Las ideas que sugiero, ya en anteriores trabajos, vinculan el edipo al entrecruzamiento de la lucha
generacional y de la lucha de los sexos, por la posesin del hijo. Algunas de sus marcas distintivas son:
la voluntad de nacimiento, en el rol filial: la fantasa de embarazo eterno en el rol materno; y la funcin
separadora y extractora en el rol paterno: como a) partero liberador as como b) el adueamiento del
hijo por la envidia que el padre le tiene a la capacidad procreativa de la madre; las fantasas del
matricidio y el triunfo culpgeno, indisolublemente ligados al nacimiento; la protoculpa por la
transgresin implcita en el nacimiento impedido y vedado; el pnico ante la persecucin parental
reinfetante; la nostalgia del paraso perdido y al mismo tiempo el terror ante la regresin al encierro del
infierno, son algunos de los momentos que jalonan no solo la biografa sino especialmente el mito que
habita la biografa de todo ser humano.
Otro aspecto que debe privilegiarse es la posesin de Edipo -el hombre- frente a la Esfinge en cuanto
smbolo de la bsqueda del saber, entendida como liberacin del conocimiento, capturado y cautivo en el
vientre de la gran madre terrorfica, retentiva y omnisciente. Lo cual es la contrapartida aterradora del
desamparo del hombre frente al caos y al misterio del Universo. El drama del conocer signa el destino del
nthropos. Ese conocer, dilucidado por el psicoanlisis, es una oposicin dinmica y dialctica entre un
intento fallido de des-conocer (fobosofa) y un intento tambin fallido de re-conocer (filosofa).
Abadi Mauricio, Contribucin al estudio del complejo de Edipo. Buenos Aires, Revista de Psicoanlisis.

Meditacin sobre (el) Edipo.- Mito y estructura.- El mito de Edipo es el ncleo central alrededor del
cual se estructura la saga tebana. Vale decir que la saga de los Labdcidas, como suele tambin
llamrsela, debe pensarse, al igual que toda expresin mtica, en trminos de estructura y no de
secuencia temporal y lineal de hechos narrables. Los hechos mticos son slo en apariencia susceptibles
de un relato equivalente a la historiografa. En realidad, no hay en ellos un tiempo -equivalente al
tiempo histrico- en cuyo decurso se despliegue el acontecer mtico. Este se manifiesta en un contexto
estructurado al margen de la cronologa que encuadra la sucesin de los acontecimientos en el mundo
real. El mito se despliega en una dimensin atemporal que no es, sin embargo, la eternidad. Su mbito
es el indefinido presente del siempre. Sus aparentes antes y despus son partes del mito mismo, que
el pensamiento racional distribuye a lo largo de una fingida secuencia temporal. Si lo que realmente
descubrimos es el texto del mito es su condicin de estructura, vale decir contextualidad sincrnica y no
secuencia lineal diacrnica, si hemos de privilegiar por lo tanto lo paradigmtico (propio de la
intercambiabilidad y fluidez de los mitos y de los productos del inconciente) con exclusin en lo posible de
lo sintagmtico (propio del decurso de los hechos histricos), entonces se comprender que intentemos
hablar del sistema y no del relato de un mito. Y se comprender tambin que para esa exposicin
descriptiva no elijamos un inexistente comienzo y una predeterminada direccin, que arranque de los
supuestos orgenes y apunte hacia un desenlace final, sino que marquemos un significante, privilegiado
por su articulacin con los dems significantes de la red.
Lo mtico.- Mythos es la palabra. Pero en un sentido diferente del trmino es logos, que tambin significa
palabra. El psicoanlisis, con el descubrimiento de dos funcionamientos de la mente y sus dos lenguajes,
los procesos mentales primario y secundario, nos da la clave para establecer una discriminacin
semntica inapelable: hay dos palabras, el mythos y el logos, porque hay dos modos de proferir la
realidad.
Ahora bien, si el mythos es la profericin (verbo) de una saga, podemos proponer un paralelo que
correlacione la saga con las formaciones fantasmticas del inconciente y el mito con la elaboracin
(onrica, por ejemplo), pero con el marcado predominio de la elaboracin secundaria y del smbolo verbal
de esas formaciones inconcientes.
Asombro y construccin mtica.- Hay un momento particularmente valioso para el abordaje psicoanaltico,
de aparente ruptura o disyuncin, en los primitivos pensadores griegos, entre mythos y logos. La
ruptura es debido a que la mirada y el verbo mtico ya no apuntan a la saga, a los fantasmas

inconcientes para su elaboracin y profericin potica, sino a la physis, o sea a la realidad, y al logos,
para la exploracin de sus causas y principios.
Pero adems del asombro, comn al mundo de los mythos (la saga) y del logos (la realidad) me
parece que otros caracteres comunes son: 1) la bsqueda y construccin de un modelo explicativo que
permita salir del asombro (y de la angustia concomitante); 2) la instrumentacin de los procesos
mentales (primario y secundario) para esa construccin; y 3) el reconocimiento de una relacin entre
esos modos de procesos mentales, relacin de complementacin y de oposicin, de conjuncin y de
disyuncin, extrao maridaje del que solo da cuenta en forma acabada la teora psicoanaltica del
funcionamiento de la mente. Y del que son expresin el discurso potico y el discurso cientfico, en la
medida en que ambos apuntan al desvelamiento (altheia) del objeto del conocimiento.
Sentido del mito y del rito teatral.- El mito es el mbito (o espacio) instaurado por la profericin (mgica,
evocadora) del mythos, o sea de aquel verbo que es instrumento del proceso primario. La funcin del
mito es la revelacin mediatizada -a travs del verbo (contenido manifiesto)- de la teofana
(contenido latente); vale decir que es la afirmacin verbal del principio numinoso, como rector de la
convivencia tentrica. El mito se convierte la estructura fundante del rito, acto sacramental en cuanto rememorante (altheia del tymon, develacin de lo que es real) y con-memorante de lo Divino (religin
deriva de religare, consagrar la unin de dos hombres como hermanos frente a la culpa y al
desamparo). Del mito surge el rito, el cual, a travs de la rememoracin y conmemoracin del padre,
representa el intento sacramental de controlar mgicamente esa relacin de dependencia frente a lo
Numinoso.
Fuentes del mito tebano.- Una lista cronolgica de los ms antiguos textos en que se mencionan aspectos
o personajes de la saga tebana incluir las siguientes obras, que ya son obras literarias, que ya son
transvasamientos de una leyenda viva en literatura: La Ilada (en diferentes cantos del poema), pero
para aludir solamente a la lucha fratricida de los dos hijos de Edipo, que Dante calificara: La doppia
tristizia di Iocasta; La Odisea (canto XI) en que el relato de la incursin de Ulises al Hades es motivo de
una alusin a Epicasta (una Yocasta ms trabajadora por la represin); alusiones de Hesodo tanto en la
Teogona como en Los trabajos y los das; otra alusin en el verso 476 de la IV Ptica de Pndaro; la
Tebaida y la Edipodia, hoy perdidas, salvo lo que de ellas se conserva en citas y transcripciones de
escoliastas y comentaristas.
Edipo.- La genealoga de Edipo arranca de su ms lejano antepasado, consignado en la mitologa de la
saga tebana, el fenicio Agenor, cuyo hijo Cadmo se consagra como fundador de la ciudad de Tebas.
Cadmo, famoso adems por ser el inventor de la escritura, era hermano de Europa, raptada y amada por
Zeus en una de sus epifanas teriomrficas, bajo la forma de un toro. De Cadmo nace Polidoro, cuyo hijo
Labdaco, era el padre de Layo y el que da el nombre a la progenie de los as llamados Labdcidas. La
muerte de Lbdaco, ocurrida en el curso de luchas por el dominio sobre Tebas, hace de su hijo Layo un
nio prematuramente hurfano que habr de ser criado por un padrastro con funciones de regente. El
posterior destierro de Layo y su funcin de preceptor de Crisipo, hijo de Plope, en la corte de este rey
que le haba dado asilo, y el episodio del rapto y la seduccin homosexual violenta del joven prncipe
confiado a su cuidado, tienen una significacin reveladora de las secretas articulaciones del mito de
Edipo. La restauracin de Layo como rey de Tebas y su unin con Yocasta marcan, por as decirlo, el
comienzo de una de los ms importantes y significativos episodios de la leyenda de Edipo.
La versin de Apolodoro.- La versin citada de Apolodoro es aqulla a la cual se atiene tambin Sfocles
en la tragedia de Edipo rey con alguna pequea diferencia. Me parece til reproducir el texto poco
conocido de Apolodoro (III, V, 7): Despus de la muerte de Anfin, le sucedi Layo como rey. Y l se
casa con una hija de Meneceo: algunos dicen que ella era Yocasta y otros que era Epicasta. (Esta
diferencia en los nombres, siendo el nombre un significante que marca la identidad de la persona, implica
un intento de sustituir y ocultar la verdadera identidad de la madre.) El orculo le haba advertido que
no engendrara un hijo, porque el hijo que fuera engendrado por l matara a su padre; sin embargo,
emborrachado por el vino, l tuvo una relacin sexual con su esposa.
Variaciones.- Es interesante consignar otra versin segn la cual Edipo despus de enviudar de Yocasta
se cas con Astimedusa, la cual acus falsamente a sus hijastros de intentar seducirla. En cuanto a la
muerte de Yocasta colgada de su propio cinto de una viga de su alcoba, tambin deben recordarse
algunas variantes: la versin de Sneca, en la cual Yocasta se traspasa el pecho con un pual, y la
versin de Eurpides que hace que Yocasta sobrevida a la muerte de sus dos hijos y termine
apualndose tumbada sobre sus cadveres. En cuanto a la maldicin que Edipo profiere contra sus
hijos, si bien en la versin de Apolodoro es atribuida a la indiferencia y al desamor con que asisten a su
destierro, otra versin probablemente ms antigua explica la maldicin de Edipo de un diferente modo
que no deja de tener caractersticas oniroides. Se dice en esa parte de la leyenda que sus hijos
acostumbraban enviarle de cada vctima sacrificial que mataban, el hombro del animal como la parte que
le corresponda por el respeto que le deban, y que en una oportunidad le enviaron la cadera en vez del
hombro, hecho que lo enfureci hasta tal punto que los maldijo invocando de los dioses que sus hijos
pudieran morir uno a manos de otro. Esta es la versin que figura en la Tebaida.

La Esfinge.- De la Esfinge, smbolo de la Madre Terrorfica, parece importante sealar, en el mito, su


estrecha relacin de semejanza con la Yocasta de otra variante de la leyenda. Esta Yocasta, habiendo
sentado sus reales despus del asesinato de Layo (clara alusin a un intento de retorno del matriarcado,
vale decir, de la hegemona de la mujer) sobre una roca en las cercanas de Tebas, probablemente el
monte Ficio en el que se asentaba la Esfinge, propona un enigma a los ciudadanos de Tebas y los
devoraba, si no eran capaces de dar con la respuesta acertada. Para no hablar (ya que a las luchas por el
retorno del matriarcado ya alud, en la medida en que el mito de Edipo intenta hacer patente una latente
lucha de los sexos) de la versin, recogida por Filcoro de Atenas y por el famoso Suidas, segn la cual la
Esfinge era la capitana de una banda de asaltantes que operaban en el monte Ficio. Estas diferentes
versiones fueron diversamente interpretadas segn las corrientes de pensamiento en que se inscribe
cada investigador.
El enigma de la Esfinge.- Abadi expone unas pocas palabras sobre las etapas en que es fijado -tal como
si fueran en instantneas fotogrficas- ese devenir: cuatro pies, dos pies, tres pies. Origen, culminacin,
cada. Los padres unidos en coito, el hombre enhiesto y erguido sobre sus dos pies, el falso pie (bastn)
negando y por eso mismo confesando y testimoniando la castracin. Y sta, a su vez, en cuanto
incompletud espacial, simbolizando por un mecanismo su desplazamiento la incompletud temporal, la
muerte, la siempre prematura interrupcin del ciclo vital (el cual, precisamente en cuanto ciclo, crculo,
supone y pide continuidad, eternidad).
La bsqueda de la propia identidad.- Edipo indaga. Ante todo quiere saber de dnde viene, quin es l.
La pluralidad de etimologas sugeridas y postuladas hacen aun ms inapresable la identidad del hroe.
Es Oidipais, vale decir, el hijo del mar, del mar que se hincha como un oleaje que lo impulsa, hasta que
la rompiente lo entrega a la tierra esa? O bien es Odapous, etimolgicamente el que lo recuerda, el que
sabe, que sabe lo que no debe saber? Puesto que hay algo que al hombre le est vedado saber. O bien
Edipo es, segn la etimologa ms clsicamente aceptada, Oidipous, en razn de su pie hinchado, en
realidad de su pene, hinchado por ereccin, y tambin hinchado e incapacitado por la castracin?
Mito y complejo.- En primer lugar Abadi considera ineludible replantear la relacin entre mito y complejo
de Edipo. Sabemos que el complejo de Edipo es aquel complejo signado por dos hechos fundamentales,
el parricidio y el incesto, de lo cual surge la angustia de castracin como fantasa talinica de castigo, la
que determina, como medida de autopreservacin, la prohibicin del incesto. Y sabemos que Freud
denomin a este complejo, que pudo descubrir en s mismo -recurdese la famosa carta a Fliess del 15
de octubre de 1897-, con el nombre de Edipo porque el mito de Edipo mostraba de un modo manifiesto
aquel complejo que Freud descubra en el inconciente de todo ser humano. Pero al autor le parece un
gran error pensar que se pueden invertir los trminos de la ecuacin y considerar que el mito de Edipo
tiene como significado latente el complejo de Edipo.
Una segunda consideracin es la que plantea la relacin entre los dos hechos aparentemente
heterogneos que se integran y se articulan en la estructura del complejo de Edipo. O sea entre el
parricidio y el incesto. Desconfiemos de las explicaciones demasiado simples que ven solamente en el
parricidio la eliminacin del rival y en el incesto el cumplimiento de un deseo ertico que toma como
objeto a la madre, aun cuando se pueda explicar que ese deseo ertico en la retraduccin, en un
determinado nivel, de otros deseos, orales por ejemplo, o de regresin al vientre materno.
Finalmente una tercera consideracin es la que ms me acerca a la propuesta que es de alguna manera
la tesis de este ensayo. Se refiere a la necesidad, despus de haber aceptado y reconocido la tendencia al
parricidio y al incesto, de investigar cul es el sentido latente, la intencionalidad inconciente que marca
esta estructura fantasmtica. O sea, qu otro deseo, inconciente, ms profundo y radical, motiva a
Edipo y dibuja el perfil de un itinerario vital, en el que parricidio e incesto son episodios de bulto,
determinantes, pero tambin a su vez determinados?
Edipo y la muerte.- Es cierto que -desafortunadamente para nuestra necesidad de controlar la angustia
por la va del conocimiento- lo macizo de una realidad insobornable y la lgica frrea de un proceso
mental secundario, que entroniza la Razn y sus leyes, ponen en jaque una y otra vez la postulacin
mgica y la creencia autoinducida y tan tranquilizadora de que: a) nosotros sabemos y b) muerte es
nacimiento (luego, quizs, vida, otra vida). La realidad, digo, es maciza, mas los espejismos de
nuestros deseos nos llevan a alucinar, son obstinados y perdurables en cada resquicio del pensamiento
lgico.
Hemos llegado, de este modo, a instaurar en nuestras vidas -magia mediante- una equivalencia -muerte
igual nacimiento- que habr de permitir treques y manipuleos varios, todo al servicio de esa tan
humana necesidad de saber y al mismos tiempo de negar, reprimir, o sea de no saber. A partir de aqu
se puede insinuar la propuesta del autor, articulable en dos proporciones. 1) El mito de Edipo es un mito
de inquisicin, de averiguacin mgica, luego un mito que dice el conflicto entre el intento frustrado,
pero en la fantasa mgicamente exitoso, de saber, y el intento de negar lo que se sabe. Y lo que se sabe
es que no se podr nunca saber nada. Acerca de qu? Es aqu donde he de formular la segunda de las
dos proposiciones anunciadas. El saber o no saber no es la vaga expresin de una epistemofilia sin un
blanco preciso al que apunta. Saber -y no querer saber- son dos actos referidos a la muerte. De eso se

trata. El mito de Edipo es por lo tanto un mito de inquisicin de la muerte. Den cundo, dnde, por
qu, para qu, cmo habremos de morirnos.
El incesto simboliza la trampa de Edipo, el destino final del hombre: la muerte como regresin al vientre
materno, reinfetacin. Incesto-muerte del que podra salvarlo la presencia del padre, quien al preservarlo
(con su prohibicin -amenaza de castracin- del acercamiento a la madre) de caer en esa trampa, en la
seduccin del sexo, lo salvara implcitamente de la muerte. Roto el tringulo, vale decir la alianza con el
padre, el hombre Edipo solo frente a la Esfinge-madre-muerte, ya no es defendido del peligro de caer en
la trampa del incesto que es reinfetacin y retorno a la primitiva oscuridad.
Por eso Edipo se ciega -muere- cumplindose la condena que pesa sobre su pecado original, al concluir el
ciclo vital con un acto el incesto-, que es intento de renacer a travs del conocimiento de lo
incognoscible, la muerte, y que es al mismo tiempo el fracaso de ese intento. Claro que esa ceguera es
tambin su intento, a travs de la represin, de negar ese conocimiento fundante de su condicin de
hombre. Una muerte que de cualquier manera sera el desenlace de su pasin, su pathos, hecho de
una arrogante violacin y de una ley que lo marca con el sello de la culpa y del castigo expiatorio.
En sntesis, el mito de Edipo es un veneno inagotable del que es posible extraer la quintaesencia de la
condicin del hombre. La cual es -y as se nos revela en el anlisis del mito- su conflictiva necesidad de
saber y de ignorar el secreto de su muerte. As como es tambin la expresin de su anhelo de
inmortalidad y la historia de una inquisicin que, en vertiginosa sucesin e instrumentando la capacidad
de intuicin certera y de engaoso espejismo del pensamiento mgico, pasa del nacimiento impedido al
destierro de la adopcin, de la indagacin de su origen al parricidio, del desafo triunfal sobre lo
enigmtico del mundo al incesto prohibido, de la conciencia de culpabilidad a la muerte que signa el
glorioso fracaso de su aventura. Como deca el melanclico de feso, Herclito el Oscuro: Vida es el
nombre del arco, pero su trabajo es la muerte.
Abadi Mauricio, Meditacin sobre (el) Edipo. Buenos Aires, Revista de Psicoanlisis.

COMPLEJO DE EDIPO TEMPRANO


Generalidades.- En la definicin kleiniana de la posicin depresiva est implcito que el complejo de
Edipo comienza a desarrollarse en esta fase, de la que es parte integrante. Cuando el beb percibe a la
madre como objeto total, cambia no solo su relacin con ella, sino tambin su percepcin del mundo.
Reconoce a las personas como seres individuales y separados y con relaciones entre s; en especial
advierte el importante vnculo que existe entre su padre y su madre. Esto prepara el terreno para el
complejo de Edipo. Pero el beb percibe las relaciones entre los otros en forma muy distinta al adulto o
incluso al nio mayor. La proyeccin desfigura todas sus percepciones, y cuando se percata del vnculo
libidinal existente entre sus padres proyecta en ellos sus propios deseos libidinales y agresivos. Cuando le
dominan sus propios impulsos poderosos fantasea que sus padres estn en coito casi continuo, y la
naturaleza de este coito vara con las fluctuaciones de sus propios impulsos. Segn los impulsos que
prevalecen en l, y que l proyecta en sus padres, fantasea que stos intercambian gratificaciones orales,
uretrales, anales o genitales. Esta situacin en que percibe a sus padres en funcin de sus propias
proyecciones. Le origina intenssima frustracin, celos y envidia, ya que percibe a los padres dndose sin
cesar precisamente aquellas gratificaciones que l desea para s.
Reacciona a esta situacin con ms fantasas y sentimientos agresivos. En su fantasa ataca a sus padres
con todos los recursos agresivos de que dispone, y en su fantasa los percibe destruidos. Como la
introyeccin es muy activa en este estadio del desarrollo, introyecta de inmediato esos padres atacados y
destruidos, y siente que forman parte de su mundo interno. De modo que en la situacin depresiva el
beb no slo se encuentra con un pecho y una madre internos destruidos, sino tambin con la pareja
parental interna destruida de la situacin edpica temprana (Segal H, 1987:107).
Segal H (1987) Introduccin a la obra de Melanie Klein. Buenos Aires: Paids.

Complejo de Edipo temprano y formacin del Supery segn M. Klein.- Anlisis reales de nios
pequeos demuestran que sus frustraciones orales liberan sus impulsos edpicos y que simultneamente
empieza a formarse el supery. Klein buscar demostrar, en lo que sigue, los estadios tempranos del
Edipo y de la formacin del Supery se extienden aproximadamente desde la mitad del primer ao hasta
el tercero de vida del nio.
Si el nio no se gratifica chupando, enseguida se gratificar mordiendo. No gratificarse chupando de un
aumento anormal de sadismo oral, o sea de los impulsos destructivos. El sadismo oral si no aparece ni
muy temprano ni muy violentamente, promover un nio sano.
En origen de la ansiedad oral debemos buscarlo, segn Freud, en una ansiedad anterior derivada del
trauma de nacimiento. La libido insatisfecha, en ambos casos, se convierte en angustia. Los instintos
destructivos vuelven al propio organismo y el yo los considera peligrosos, y entonces siente ansiedad. As
la ansiedad surge de la agresin, pero tambin de la libido insatisfecha.
Freud dice que la libido narcisista desva el instinto de muerte hacia el exterior para impedir que destruya
el organismo (proyeccin). Otra parte de dicho instinto queda dentro del organismo (masoquismo
ergeno originario). El yo as, y es el primer paso para la formacin de la inhibicin instintiva y el

supery. El objeto incorporado pasa a ser una defensa contra los impulsos destructivos del interior del
organismo.
La ansiedad del nio operara de so maneras: a) lo hace temer ser exterminado por esos mismos
instintos, y b) focaliza esos temores sobre el objeto externo y aparece su sadismo (busca destruir el
objeto).
Este sadismo oral alcanza su mximo durante y despus del destete. Siente deseos de chupar y vaciar
(fantasas oral sdicas) primero el pecho y luego todo el interior del cuerpo materno. El ataque hacia el
pecho peligroso se expresa tambin como sadismo uretral (inundar, ahogar el pecho con orina).
Contra el pecho y contra el interior de la madre tambin se dirige un sadismo anal y un sadismo
muscular. Todo el sadismo empieza a declinar hacia el fin del perodo anal sdico primario.
La frustracin oral origina en el nio la creencia inconciente que sus padres disfrutan de placeres
sexuales mutuos, al principio de tipo oral. Aparece entonces envidio, y luego odio hacia los padres.
Quiere chupar y vaciar los lquidos de sus padres, incluyendo los que uno recibi del otro en la
copulacin. Segn Freud el acto sexual entre los padres es una fantasa heredada filogenticamente. El
nio empieza tambin a atacar al padre y a los penes que ste coloca en el cuerpo de su madre. Surge
as el temor a la mujer con pene. El odio y la ansiedad se transfieren del pene paterno al cuerpo materno,
desplazamiento que es causa principal de la homosexualidad masculina y otros trastornos. El pene dentro
de la madre representa una combinacin de padre y madre en la misma persona, combinacin muy
terrorfica y amenazadora.
Hay tambin fantasas del nio donde los padres se destruyen mutuamente durante el coito. El pene es
como un animal peligroso y la vagina una ratonera llena de veneno, y as se daan mutuamente los
padres. Como estas fantasas son deseadas, el nio siente culpa por el dao de los padres.
Vemos en suma que los instintos destructivos no solo aumentan cuantitativamente sino cambian
cualitativamente (son orales, anales, etc.). Sus impulsos sdicos contra padre y madre, hacen pensar al
nio que stos lo castigarn. Al sentirlos como los peligrosos los ataca todava ms.
El conflicto de Edipo aparece en el nio tan pronto como empieza a odiar el pene del padre y a querer
copular con su madre destruyendo el pene que se imagina est en el interior de ella. Este estadio
temprano del Edipo es comn a ambos sexos.
Tiene el nio deseos genitales hacia el progenitor del sexo opuesto, y celos y odio por el mismo sexo (a
quien al mismo tiempo ama). El terror hacia los padres puede luego desplazarse hacia fobias o terrores
nocturnos.
No se puede distinguir bien la fase del Edipo de las ltimas, pues los impulsos pregenitales aparecen al
mismo tiempo que los genitales.
Las fantasas de masturbacin nacen de sus primeras fantasas sdicas de sus padres en copulacin. Los
impulsos destructivos, fusionados con los libidinosos, obligan al supery a crear defensas contra la
masturbacin o su fantasa, pues sta crea en el nio, culpa. El sentimiento de culpa proviene de las
fantasas incestuosas ms tempranas.
Son principalmente impulsos de odio los que ocasionan el conflicto de Edipo y la formacin del supery.
Esta tesis se opone al planteo de Freud que dice que el supery comienza en la fase flica, y es quien
ocupa el lugar del complejo de Edipo. El Edipo se destruye -dice Freud- y toma su lugar el supery.
En realidad el ncleo del supery se encuentra ya en la incorporacin parcial de la fase canibalstica, o
sea, en estadios pregenitales.
Segn Freud la severidad del supery se deriva de la severidad del padre, con sus prohibiciones y
rdenes, y tambin de los mismos impulsos destructivos del sujeto (pero esto ltimo no ha sido
desarrollado por Freud).
Llamamos estadios tempranos de la formacin del supery a las primeras identificaciones que hace el
nio, lo mismo que ocurre en los estadios tempranos del Edipo. El supery temprano es muy cruel, pues
se forma bajo la supremaca del sadismo. Las amenazas del supery temprano contra ello y sus
impulsos, contienen la totalidad de las fantasas sdicas que fueron dirigidas hacia el objeto, as que
ahora cada una de ellas se vuelve contra el yo.
En el temprano estadio anal sdico se expulsa al objeto hostil (equiparado con el excremento). Pero
tambin aqu se expulsa al terrorfico supery que haba introyectado el perodo oral sdico. Esta
expulsin es un medio de defensa usado por el aterrorizado yo contra el supery: lo proyecta al mundo
externo. Tambin el ello trata de desembarazarse de su ello sdico, o sea, de sus tendencias
destructivas.
Las diferencias entre el normal, el neurtico y el psictico son cuantitativas, o sea diferencias de grado
son por ejemplo, en cuanto al monto de ansiedad.
Como el supery se forma antes del establecimiento de relaciones objetales, stas estarn muy influidas
por la presencia de un supery temprano, que las va modelando. El trato del yo con los objetos, es el
mismo que antes tenas el yo, el supery y ello entre s. La cantidad de odio original hacia los objetos se
aumenta por el odio adherido al ello y al supery.
En la esquizofrenia, la proyeccin del supery sobre los objetos aumenta mucho su temor y su odio a
dichos objetos: el mundo externo se transforma en un lugar terrorfico aumentando su ansiedad y

agresin muchsimo. El temor a los objetos introyectados a su vez, puede ser la causa de la hipocondra.
La paranoia a su vez nacera en los ataques del nio sobre el interior del cuerpo de la madre y contra el
pene all alojado, ataque que se hace con heces envenenados: el delirio de persecucin nace de estos
ataques. Siente que es atacado por los objetos externos a l, pero internos a la madre.
En los primeros estadios la proyeccin de las imagos aterradoras del nio al mundo externo transforma
dicho mundo en peligroso; al mismo tiempo al introyectar objetos buenos al mundo externo hace
disminuir las imagos aterradoras y su peligro. La formacin del supery y de las relaciones de objeto
surge de este interjuego entre proyecciones e introyecciones.
Resumen de Klein M, Primeros estadios del conflicto de Edipo y de la formacin del supery. Artculo includo en Klein
M, Obras completas. Buenos Aires: Paids.

COMPORTAMIENTO NO VERBAL
Definicin.- Cualquier conducta comunicativa que no implica hacer sonido de palabras o seales. Incluye
movimientos de partes corporales grandes (macrocinestsicas), distancia interpersonal o territorialidad
(proxmica), tono y tasa de sonidos vocales (paralingstica) y comunicaciones impartidas por los
asuntos prescriptos por la cultura relacionados con el tiempo, el vestuario, la pertenencia, etc.
Aiken L (2003) Tests psicolgicos y evaluacin. Mxico: Pearson. 11 edicin (pgina 458).

COMPRENSIN
Comprensin, explicacin e interpretacin.- Las relaciones comprensibles se captan mediante la
comprensin, y las relaciones causales se captan mediante las explicaciones causales. La psicologa que
comprende, en vez de explicar es la psicologa comprensiva.
En las ciencias naturales tratamos de captar slo las relaciones causales. En psicologa, en cambio, el
conocimiento se basa en la captacin de relaciones comprensibles, es decir, relaciones donde lo psquico
surge de lo psquico (por ejemplo, el engaado se vuelve desconfiado, el atacado desarrolla
mecanismos de defensa, etc.), y estas secuencias se comprenden genticamente mediante la
comprensin. As comprendemos reacciones vivenciales, desarrollo de pasiones, comprendemos el
contenido de sueos y delirios, comprendemos el curso fatal de una vida, comprendemos cmo el
enfermo se comprende a s mismo, etc.
Este comprender gentico puede ser racional o emptico. En el primer caso comprendemos
razonamientos, contenidos del pensamiento, y en el segundo comprendemos contenidos mentales
surgidos de estados de nimo. En el primer caso comprendemos lo que el paciente dice racionalmente y
en el segundo sus sentimientos. Si la comprensin racional es slo un medio auxiliar de la psicologa, la
comprensin emptica, lleva a la psicologa misma.
De comprender hablamos en la medida que lo comprendido halla su plena exposicin a travs de los
movimientos expresivos, manifestaciones del lenguaje, actos. De interpretar hablamos solo cuando
sirven algunos puntos de apoyo escasos para traspasar relaciones ya antes comprendidas al caso
presente con una cierta probabilidad.
La psicologa comprensiva no se puede aplicar mecnicamente partiendo de conocimientos generales,
sino que necesita siempre la intuicin personal.
Jaspers K (1966) Psicopatologa general. Buenos Aires: Beta, 3 edicin.

Tres direcciones de la comprensin.- La comprensin puede ser referida a tres instancias distintas:
contenido, forma y autorreflexin.
Las comprensividades de contenido se refieren a los instintos, que son en el sujeto, el origen del
movimiento; a su vez este movimiento se realiza en la relacin del individuo con su mundo, y esta
relacin se comprende a su vez, a travs de los smbolos.
Respecto a los instintos puede decirse que todo vivenciar entraa un algo automtico. En todo lo que
hacemos y sufrimos hay algo instintivo, tanto en la bsqueda, la captacin, la afirmacin y el
mantenimiento, como en el huir, en el eludir, en el desviarse o en el aniquilar.
La situacin fundamental del hombre es por otro lado, un estar en el mundo como un ser individual
finito, independiente, pero disponiendo de posibilidades de actividad dentro de un espacio de juego
alternante, limitado por fronteras obligadas. La vida es una polmica con el mundo, que llamamos
realidad, es lucha, accin, frustracin, adaptacin, aprehensin y saber acerca de l.
Los contenidos del saber bsico son los smbolos. No es el saber lo decisivo, sino lo que significa para el
hombre. En la psicologa comprensiva hay que distinguir especialmente el smbolo como vehculo de
significaciones personales vlidas de la propia biografa (smbolos referidos al inconsciente personal),
del smbolo como vehculo abarcativo de significacin de la trascendencia inmanente (referido al
inconsciente colectivo).
En segundo lugar tenemos las formas bsicas de la comprensividad: la forma del movimiento es la
oposicin y su tensin, envoltura, reconciliacin, decisin. La vida del alma y sus contenidos estn
escindidos en oposiciones, pero por estas vuelve a relacionarse todo: las representaciones suscitan

representaciones contrarias, las tendencias, contratendencias, los sentimientos, otros sentimientos


como contraste.
En tercer lugar, el fenmeno bsico de toda comprensividad es la autorreflexin: el hombre es capaz de
desarrollar una comprensin sobre su propia comprensin, adquiere un saber sobre s, y esto es
inseparable del ser-hombre.
Jaspers K (1966) Psicopatologa general. Buenos Aires: Beta, 3 edicin.

Sentidos.- Hay dos sentidos de "comprensin": un sentido fenomenolgico, que usamos cotidianamente
y se refiere a una experiencia subjetiva ('comprend' tal cosa), y otro sentido informacional. En este
sentido, comprensin es un proceso constructivo donde la informacin del estmulo se empareja con otra
existente en la memoria y por el cual se constituyen nuevas estructuras mnmicas (pero a diferencia de
la percepcin, opera a un nivel menos concreto).
Es importante distinguir ambos sentidos, porque a veces uno tuvo una experiencia subjetiva de
comprensin pero no hubo procesamiento eficaz de la informacin: la experiencia subjetiva no es
condicin suficiente. Segn la versin fuerte, tampoco es condicin necesaria, porque la computadora
comprende sin tener una experiencia subjetiva de comprensin.

Condensado de Cabeza, Temas de Psicologa cognitiva III, Publicacin interna de la Ctedra de Psicologa General II de
la Facultad de Psicologa de la Universidad de Belgrano, Buenos Aires, 1999. Captulo 10.

COMPULSIN
Definicin.- "Estado patolgico que resulta de la oposicin de dos fuerzas contrarias. Por un lado el
deseo o tendencia que origina un impulso morboso que pugna por desencadenarse; por otro lado, el
control que el individuo ejerce sobre el acto, oponindose y resistindose tenazmente a su ejecucin
mediante enrgicas inhibiciones. Esta lucha de fuerzas en pugna genera un estado de angustia intensa,
tal como es dado observar en las neurosis obsesivas".
Betta Juan C., Manual de Psiquiatra, Buenos Aires, CEA, 1984, 8va. edicin, pg. 209.

Definicin.- La compulsin es una urgencia a llevar a cabo tareas mentales o motoras. A diferencia del
impulso, la compulsin permite un cierto control volitivo, de una duracin moderada, pero al fin la tarea
debe realizarse. Una caracterstica fundamental: tratar de controlar la compulsin produce ansiedad
intensa, que se alivia llevando a cabo la tarea compulsiva.

Yaryura-Tobas Jos, El trastorno obsesivo-compulsivo de la niez y la adolescencia, incluido en Grau Martnez A y


otros (2000), Psiquiatra y psicologa de la infancia y adolescencia. Madrid: Editorial Mdica Panamericana, pg. 307.

COMUNICACIN
Definicin.- Proceso por el cual las personas se transmiten informacin, ideas, actitudes y emociones
(Vander Zanden, 1986:616).
Vander Zanden James (1986) Manual de Psicologa Social. Barcelona: Paids.

CONACIN
Definicin.- 1. Trmino aplicado por los psiclogos anglosajones al aspecto impulsor del aspecto
psquico, es decir, el conjunto de actividades referentes que se inician en la intencin y terminan en la
accin. Es, pues, la fase psicomotriz de la actividad personal. (Warren). 2. Designa las fases del ciclo
psquico que suceden entre el deseo y la accin.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

CONCEPCIN DEL MUNDO


Psicologa de las concepciones del mundo.- En su libro, Jaspers se ocupar de tres temas bsicos:
1) Disciplinas fronterizas: o semejantes a la psicologa de las concepciones de mundo, a los efectos de
poder admitir claramente el mbito de esta ltima. 2) Fuentes de la psicologa de las concepciones del
mundo: es decir a qu material de base debemos consultar para elaborar una psicologa de lneas
concepcionales del mundo, ya que ninguna disciplina surge especulativamente de la nada. As como la
psicologa general tiene como fuentes a historiales clnicos o experiencias con sujetos, as tambin la
psicologa de las concepciones del mundo, se basar en la intuicin, etc. 3) Las ideas sistemticas
fundamentales: referencia para poder ubicar las distintas ideas que vayan surgiendo para conformar
una teora o sistema de conocimientos referidos al estudio psicolgico de las concepciones del mundo.
Disciplinas fronterizas.- No debemos confundir las psicologas de las concepciones del mundo, con otras
disciplinas parecidas: la filosofa proftica y la psicologa en general. Contiene algo de las dos por ser
una sntesis dialctica entre ambas, pero es irreductible a cualquiera de ellas por separado.

Filosofa tiene que ver con conocimiento total. Cuando este conocimiento es pura contemplacin (los
griegos por ejemplo) hablamos de filosofa contemplativa, pero cuando la filosofa muestra proyectos,
vivencias, ideas e impulsos, pasa a ser una Filosofa Proftica, que tiene ms que ver con la vida que
con la contemplacin pasiva. En una poca los filsofos no fueron solo contempladores, sino tambin
impulsores y formadores del mundo: la filosofa proftica se ve as como accin, proyeccin de un
sentido hacia el futuro.
Si la filosofa proftica es un hacer, la Psicologa de las concepciones del mundo, son una reflexin, una
comprensin acerca de este hacer. Es el conocimiento de aquellas fuerzas impulsoras que hacen que los
hombres tengan tal o cual forma de obrar y tal o cual concepcin del mundo.
Si esto es lo que estudia la psicologa de las concepciones del mundo, deber pedir ayuda a la psicologa
en general, porque en la construccin de tal o cual concepcin del mundo intervienen impulsos,
pasiones, variables tpicamente psicolgicas. Si la psicologa en general es un sistema de conceptos y
mtodos, la psicologa de las concepciones del mundo, usa aquellos mtodos y conceptos para trazar
los lmites de nuestra vida anmica, los que sern determinantes de una u otra manera para que un
hombre tenga tal o cual concepcin del mundo.
Fuentes de la psicologa de las concepciones del mundo.- Cuatro son las fuentes para la psicologa de
las concepciones del mundo:
Experiencia propia: Hacemos un anlisis de cmo pensamos, cmo sentimos y cmo actuamos segn
nuestra particular visin del mundo, y comparamos esas conductas nuestras con la realidad, y as
veremos el conflicto que surge, pues ambas cosas nunca coinciden plenamente.
Esta experiencia propia no es deliberada o pensada, es viviente, o sea, dejamos que nuestro propio yo
se ensanche, se deshaga, acte espontneamente y se rena de nuevo en s, analizando el producto
obtenido.
Intuicin: No se trata de amontonar material sistemticamente para construir una psicologa de las
concepciones del mundo, sino de ir captando intuitivamente cada momento y cada acto de nuestra vida
sin pretender, de antemano, armar algo organizado. Por la intuicin captamos espontneamente cmo
pensamos, cmo vivimos, en suma, cmo es nuestra peculiar concepcin del mundo y de quienes me
rodean.
Experiencia histrica: Al psiclogo de las concepciones del mundo le interesa tambin analizar mediante
viajes al pasado cmo sentan y vivan en otros tiempos los hombres, cmo iban conformando sus
propias concepciones del mundo, que como la historia lo muestra, fueron variando en cada poca,
cultura y lugar. El psiclogo de las concepciones del mundo ve el pasado como fuente de casos
ilustrativos; para l, el pasado es como la clnica para el psicopatlogo: trata de buscar una intuicin
sistemtica del hombre en su faz de generador de una concepcin del mundo.
Psicologas previas: Estudia sobre pensadores que hayan construido una psicologa de las concepciones
del mundo. Por ejemplo, Kant, Kierkegaard, Nietszche y Weber.
Ideas sistemticas fundamentales.- Como toda disciplina reflexiva (filosofa, ciencia) tambin la
psicologa de las concepciones del mundo busca ordenar y sistematizar sus conocimientos en base a
ciertas regularidades, o sea, esquemas de pensamientos que se repiten en todas las distintas
concepciones del mundo y que por tanto sirven para estudiarlas sistemticamente. Estas regularidades
son cuatro:
Rectilinealidad: Si bien las cosas son pluridimensionales, nosotros para estudiarlas las disponemos en
forma lineal. Por ejemplo, en vez de estudiar cada concepcin del mundo en forma global, estudiamos
cmo va variando un determinado factor (por ejemplo, la actitud hacia la muerte) a travs de las
distintas concepciones del mundo.
Unidad y multiplicidad: Al ordenar observamos en nosotros la tendencia a separar lo complejo en
unidades sencillas, nexos causales simples, y luego tambin la tendencia contraria: a ver todo como
algo unitario que tiene muchas facetas o aspectos (unitas mltiplex). Cuando tratamos de comprender
una concepcin del mundo tendemos hacia estas dos actitudes mentales: el anlisis y la sntesis; por la
primera buscamos lo mltiple, y por la segunda lo unitario y simple.
Esquematismo: Inevitablemente hacemos esquemas cuando estudiamos, porque sino nos quedamos en
aforismos aislados. El nico gran peligro de esto es que predomine uno de los esquemas, restndoles
valor a los dems, ya que una concepcin del mundo puede verse desde distintos ngulos sin que
ninguno deba privilegiarse sobre el otro.
Divisin bsica: Cuando abordamos sistemticamente un estudio sobre las concepciones del mundo,
tendemos a hacer divisiones fundamentales. Estas divisiones pueden hacerse en esferas, o bien en
grados evolutivos, segn hagamos un anlisis sincrnico o esttico, o uno diacrnico o dinmico.
El dividir en esferas, tomamos en cuenta sujeto y objeto. Desde el sujeto, por ejemplo, habr
concepciones del mundo donde dominan actitudes objetivas, autorrelacionadas, msticas, reflexivas o
inmediatas, etc. Desde el objeto (la realidad), cada concepcin nos mostrar una diferente realidad: un
mundo sensitivo-espacial, un mundo anmico-cultural, imgenes metafsicas, etc.
Actitudes (sujeto) e imgenes del mundo (objeto) son elementos relativamente abstractos, estticos. La
comprensin de una concepcin del mundo, implica una sntesis dialctica entre ambas, o sea, ver

cmo cada actitud determina tal imagen del mundo, y viceversa: a esta sntesis Jaspers la llama Vida
del Espritu.
Tambin puede hacerse una divisin bsica segn los distintos grados evolutivos, y as tenemos tres
formas de dividir:
a) Estudiar las concepciones del mundo como procesos de formacin y destruccin por fuerzas
espirituales.
b) Estudiarlas dialcticamente, es decir, segn una secuencia donde aparece una concepcin del mundo
original (tesis), luego la contrapropuesta (anttesis) y luego la nueva concepcin superadora de las
anteriores (sntesis).
c) Estudiar las concepciones del mundo desde distintas formas generales de variacin, o variantes a
partir de un centro sustancial nico.
Por ejemplo, se puede tomar la autenticidad como centro sustancial, desde donde entonces habr
concepciones autnticas, inautnticas, etc. Lo mismo podemos decir si tomamos como centro la
formalizacin, la diferenciacin y la absolutizacin. Por ejemplo, desde este ltimo aspecto
estudiaremos qu absolutiza cada concepcin del mundo: si a Dios, a la materia, si al sufrimiento, etc.
En la formalizacin lo que se absolutiza es la forma, la funcin, frente a la materia o contenido de las
vivencias; o sea, importa ms cmo se siente, que lo que se siente. Por ltimo tambin se puede
estudiar las concepciones del mundo desde la diferenciacin: por ejemplo, cuando llega una poca
donde tienen importancia las libertades individuales, cada individuo construir su concepcin del mundo
de acuerdo a sus signos caracterolgicos individuales. En otras pocas en cambio, no se da tal
diferenciacin y todos responden esquemtica y rgidamente a la misma concepcin del mundo sin
variaciones individuales.
Resumen de Jaspers K (1981) Psicologa de las concepciones del mundo (Introduccin).

CONCEPTO
Definicin.- Construccin simblica en la mente que, ms all de los datos sensoriales, tiende a
alcanzar la esencia de los objetos y los agrupa en un mismo conjunto. As, la manzana, la uva y la ciruela
son frutos. El concepto de frutos, pues, es un producto de nuestra experiencia, que el lenguaje permite
expresar de modo simblico. La formacin de los conceptos, particularmente bien estudiada por J. Piaget
y agrupadas en etapas de desarrollo, es funcin de la maduracin intelectual y del desarrollo del
lenguaje.
Farr Mart J (1999) Diccionario de psicologa. Barcelona: Ocano.

CONCIENCIA
Definicin.- Grado de atencin o vigilancia espontnea. Hay dos grados normales que se alternan: la
conciencia vigil (vigilia, o conciencia propiamente dicha), y el sueo. El responsable de los estados de
conciencia es el sistema activador reticular, que tiene dos partes: el ascendente (SARA) que induce vigilia
o sueo, y el descendente (SARD), que modifica el tono muscular segn haya vigilia o sueo.
Castelluccio A, Clases de Correlaciones de la Clnica Mdica, Carrera de Psicologa, Facultad de Humanidades,
Universidad de Belgrano, Buenos Aires, 1983.

Definicin.- La conciencia es una superestructura psicolgica, lmite entre las manifestaciones


psicosomticas, que en ella se reflejan a travs de las elaboraciones psquicas, y el yo que, por su
conducto, adquiere el conocimiento de s mismo y es informado de cuanto acontece fuera de l. La
conciencia informa al hombre: a) De lo que ocurre en el mundo externo, captado por los aparatos
sensoriales externos. b) En el mundo interior, captado por los aparatos sensoriales internos. c) En el
mundo psquico; elaboracin del pensamiento, captado por la conciencia misma. La conciencia es
constantemente mvil y mutable; los persistentes registros de las innumerables captaciones se llaman
estados de conciencia. A ella llegan la totalidad de los fenmenos vitales, somticos y psquicos; es el
registro permanente de la existencia del individuo. Hace posible el triple conocimiento del mundo
exterior, del interior y del psicolgico, permitiendo la nocin del yo y de su orientacin temporoespacial
(Betta, 1984:178).
Betta Juan (1984) Manual de Psiquiatra. Buenos Aires: CEA, Octava edicin.

Orientacin de la conciencia.- Depende directamente de la lucidez de la conciencia, que permite la


ubicacin en cada uno de los instantes de la vida. a) Orientacin autopsquica: Concierne al conocimiento
de la propia personalidad y de su evolucin a travs del tiempo. b) Orientacin en el tiempo: Mediante la
medicin convencional por perodos o lapsos establecidos por clculos y por los diferentes estados de
conciencia, que permiten la nocin del presente, del pasado y del futuro. c) Orientacin en el espacio: Es
la nocin de las magnitudes y del mbito o espacio en que el hombre acta y desenvuelve su vida
(Betta, 1984:178).
Betta Juan (1984) Manual de Psiquiatra. Buenos Aires: CEA, Octava edicin.

Campo de la conciencia.- Comprende todo el mbito capaz de ser abarcado por la misma. Hay tres
zonas: a) Zona conciente: La de mayor precisin y nitidez: centro o foco de la conciencia. Es la ms
reducida; solo abarca limitados objetivos; de tres a cinco. Las elaboraciones psquicas alcanzan en ella su
mayor nitidez. b) Zona subconsciente: Se encuentra fuera del foco de la conciencia, la nitidez de los
objetivos y de sus imgenes decrece a medida que se alejan de su centro. Los elementos del
subconciente son requeridos para la elaboracin conciente del pensamiento. Algunas creaciones son
productos de elaboraciones subconscientes, pero deben pasar a lo conciente para ser aceptadas y
registradas previo razonamiento. En esta zona se hace tambin la elaboracin sensoperceptiva, por el
reconocimiento mnemnico. c) Zona inconciente: Se halla fuera de la zona subconciente. Su actividad no
es percibida por el yo. Existen manifestaciones imprevistas y sorpresivas que revelan su existencia. Todo
lo que la conciencia registra pasa a formar parte de la vida psicolgica inconciente. El material del
inconciente est formado: a) Por todo lo que ha sido vivenciado en la zona conciente. b) Por cuanto ha
pertenecido al subconciente. c) Por las vivencias originadas en el ncleo instintivo-afectivo, en relacin
con los instintos y con la vida orgnica (Betta, 1984:178).
Betta Juan (1984) Manual de Psiquiatra. Buenos Aires: CEA, Octava edicin.

Psicopatologa de la conciencia.- Diversas circunstancias patolgicas pueden empaar con mayor o


menor intensidad la lucidez de la conciencia.
1) Obnubilacin de la conciencia: Enturbiamiento que alcanza diferentes grados de intensidad: desde un
retardo de las elaboraciones hasta la suspensin completa de la actividad psquica. Marcada deliberacin
de la atencin por la gran fatigabilidad. Los diversos grados de obnubilacin con: a) Embotamiento o
torpeza: es la forma ms leve; se observa en casos de fatiga muy intensa; se entorpece la actividad
psquica. b) Somnolencia: dificultad perceptiva, con gran propensin al sueo; se observa en los
comienzos de la confusin mental. c) Coma: grado extremo de obnubilacin: prdida completa de la
conciencia. En los traumatismos craneanos; uremia; diabetes y otras afecciones.
2) Estrechamiento de la conciencia: Retraccin del campo de la conciencia. Las manifestaciones psquicas
quedan inactivas y la conciencia del mundo exterior muy reducida, conservando la personalidad algunas
actividades de orden motor. La memoria no fija nada.
3) Estado crepuscular: Percepcin entorpecida incompletamente; se perciben y comprenden situaciones
simples. La complejidad lleva a la incoherencia e incomprensin. Se observa en la confusin mental y en
la epilepsia.
4) Perturbaciones de la orientacin: Sndrome oligofrnico: Depende del grado de la insuficiencia: a) El
dbil mental, por lo general, auto o alopsquicamente; b) el imbcil se desorienta por la insuficiencia de
los juicios e incapacidad de comprender. Es difcil la nocin de individualizacin e independencia del
medio; c) El idiota, no se orienta en absoluto por la agravacin de los factores anteriores. Sndrome
demencial: La desorientacin de los dementes depende del grado de debilitacin psquica. La amnesia es
causa principal. Primero desorientacin en el tiempo, luego en el espacio y finalmente la autopsquica.
Sndrome confusional: La desorientacin, consecuencia de la obnubilacin, es una de las caractersticas
ms importantes; en el tiempo y en el espacio. La fatiga psquica debilita la atencin y la fijacin; prdida
del encantamiento normal de las ideas; incoherencia y desorientacin autopsquica. Sndrome
esquizofrnico: Desorientacin en el tiempo por el desinters del enfermo hacia el mundo exterior. Se
orienta bien en el pasado remoto y en el espacio. Sndrome delirante: Salvo excepciones, los delirantes
son lcidos y estn bien orientados. Sndrome de excitacin psicomotriz: Los excitados, siempre que no
sean confusos, son lcidos y estn bien orientados. Sndrome de depresin psicomotriz: Mala orientacin
en el tiempo, que pasa insensiblemente porque la introversin los desconecta del mundo externo (Betta,
1984:180).
Betta Juan (1984) Manual de Psiquiatra. Buenos Aires: CEA, Octava edicin.

Conciencia, estado alterado.- Cualquier estado mental causado por la intervencin fisiolgica,
psicolgica o farmacolgica que puede ser reconocido por el sujeto o por un observador objetivo como
causa de un comportamiento radicalmente diferente al normal cuando el sujeto est alerta y despierto.
En ese estado se advierten una o ms de las siguientes caractersticas: deterioro de la capacidad de
pensar, claramente y de percibir la realidad, un sentido deformado del tiempo, prdida del autocontrol,
distorsiones preceptales como alucinaciones y aumento de las imgenes visuales, cambio de la
importancia concedida a la experiencia, sensacin de haber experimentado algo imposible de verbalizar o
comunicar, sentimientos de renacimiento y un grado extremo de sugestionabilidad. Los estados alterados
de conciencia varan no slo en el carcter sino tambin en el grado. En un extremo se hallan los estados
mentales distinguibles de los normales slo por un incremento en el nmero de percepciones, actividades
intelectuales y respuestas emocionales; en el otro se encuentran cambios cualitativos radicales
Se enumeran tres funciones generales de esos estados, tradicionalmente aceptables socialmente: valor
teraputico, obtencin de nuevos conocimientos y una liberacin ritualizada de los conflictos y metas del
grupo (Morris, 1985:126).
Morris C (1985) Psicologa. Mxico: Prentice-Hall.

Conciencia vigil: definicin.- Estado psquico normal de vigilancia y atencin espontnea mediante el
cual es posible la elaboracin de las sensaciones y percepciones sensibles.
Conciencia vigil: alteraciones.- La conciencia vigil puede tener alteraciones cualitativas (la confusin y el
delirio), y alteraciones cuantitativas (la obnubilacin, el estupor y el coma).
Castelluccio A, Clases de Correlaciones de la Clnica Mdica, Carrera de Psicologa, Facultad de Humanidades,
Universidad de Belgrano, Buenos Aires, 1983.

Estados alterados de conciencia.- Los estados alterados de la conciencia son provocacin sensorial,
meditacin, hipnosis, ensueos, sueo, sueos y experiencias provocadas por las drogas. La meditacin
asume diversas formas. Una buena meditacin produce una profunda relajacin y puede servir para
disminuir el uso de drogas y otros problemas.
Los psiclogos no coinciden en que el trance producido por el hipnotismo sea un verdadero estado
alterado de la conciencia. Sin embargo, se ha comprobado que altera las percepciones y tambin su
comportamiento.
Los ensueos nos permiten evadir las exigencias del mundo real y escapar a otra parte por el momento.
Los ensueos varan segn la personalidad y pueden ser una forma de procesar algo inacabado, lo cual
es posible gracias a la reduccin de los estmulos externos. Hay tres grandes patrones de los ensueos.
El primero refleja la ansiedad en el sujeto, el segundo refleja desconfianza en s mismo y miedo al
fracaso, el tercer tipo refleja fantasas alegres sin el influjo de sentimientos de culpabilidad ni de la
ansiedad.
Aunque su funcin todava no se dilucida bien, el sueo, constituye una necesidad. Tiene cuatro etapas.
La etapa 1 dura unos cuantos minutos y es una lnea limtrofe entre el sueo verdadero y la vigilia. El
sueo se vuelve cada vez ms profundo en las etapas 2 y 3. La etapa 4, llamada sueo delta, es la ms
profunda. Luego de la etapa 4 se inicia el sueo MOR movimientos oculares rpidos). Las otras etapas
reciben la designacin comn de sueo NMOR (no movimientos oculares rpidos).
La secuencia del sueo se repite cuatro o cinco veces por noche; a la etapa 2 corresponde casi la mitad
del tiempo total del sueo y al sueo MOR casi una cuarta parte. Los patrones del sueo dependen de la
edad y son susceptibles a trastornos como el insomnio, apnea y narcolepsia.
Los sueos ocurren tanto en el sueo MOR como en el NMOR, pero son ms frecuentes y detallados en el
primero. Remoldean y recrean el material en formas nuevas y, a menudo, ilgicas, pudiendo adems ser
una fuente de ideas creativas. Un sueo puede reflejar los deseos inconcientes del sujeto, sus
necesidades y conflictos. La mayor parte dura tanto como los sucesos reales; los estmulos internos y
externos pueden modificar los sueos pero no iniciarlos.
Hasta ahora los datos revelan que no se da en el sueo verdadero aprendizaje de material complejo. La
necesidad de soar parece ser menos crtica que la de dormir. Las personas privadas de los efectos de
sueo MOR lo compensan en el sueo NROM o en la vigilia. El primer tipo de sueos quiz sea una parte
esencial de los procesos emocionales y cognoscitivos.
El empleo de drogas para alterar la conciencia tiene una historia muy larga. Los efectos que una droga
ejerce sobre la conciencia dependen de una predisposicin (tendencia) o sea, el estado mental del
individuo en el momento de tomarla, y del ambiente, o sea la atmsfera fsica, social y emocional en que
se consume.
La droga de mayor uso es el alcohol. Es un depresor capaz de reducir las inhibiciones normales del
sujeto, pero tiene un efecto estimulante temporal. El alcohol deteriora algunas clases de percepciones. En
el comportamiento del bebedor influyen ideas sobre cmo se supone que ha de actuar y sobre el licor.
La marihuana, si se usa con moderacin, no parece causar deterioro fsico ni mental. Sin embargo, el uso
prolongado puede ocasionar dao fsico. Entre sus efectos figuran la euforia, un estado de humorismo
excesivo, deterioro de la memoria a corto plazo, mayor sensibilidad, aumento de las imgenes visuales y
distorsin del sentido del tiempo.
Las anfetaminas producen sensaciones de optimismo y de energa sin lmites. Su uso puede volverse
compulsivo y, con el tiempo, dar origen a problemas graves. Los barbitricos son depresores y tienen la
misma capacidad que el alcohol para crear dependencia fsica y psquica. Unas y otras drogas afectas a la
percepcin del tiempo, la autopercepcin y la memoria.
El uso de la herona produce a la postre dependencia fsica y psquica. Los que la utilizan adquieren
tolerancia a ella y necesitan mayores dosis para lograr los mismos efectos luego de usarla por un
perodo.
Como estimulante del sistema nervioso simptico, la cocana aumenta el latido cardaco, hace que se
eleve la presin sangunea y restringe los vasos sanguneos. Tambin produce euforia. La cocana crea
adiccin fsica, pero el uso compulsivo puede ocasionar insomnio, paranoia y alucinaciones.
Entre los alucingenos se cuentan el LSD, mezcalina, peyote y psilocibina. Tienen una baja frecuencia e
dependencia y rara vez producen psicosis. Los alucingenos ejercen efectos profundos sobre la
percepcin visual y auditiva.
Condensado de Morris C (1985) Psicologa. Mxico: Prentice-Hall. Captulo 4.

Teoras.- Entre las teoras que estudiaron la conciencia se cuenta la psicologa introspectiva y el
cognitivismo. La psicologa introspectiva abarca principalmente los contenidos de la experiencia
conciente inmediata. El conductismo rechazaba la conciencia como tema de estudio legtimo de la
psicologa y consideraba que los procesos entre los estmulos y las respuestas ocurren en el interior de
una caja negra. El cognitivismo intenta comprender los procesos que tienen lugar en el interior de esta
caja negra, unos procesos que suelen ocurrir inconcientemente (). Sin embargo, los cientficos de la
corriente cognitiva intentan comprender cada vez ms los mecanismos de la conciencia, as como los
procesos del inconciente que a veces dan lugar o no al contenido conciente.
LeDeux J (1999), El cerebro emocional. Buenos Aires: Planeta, pg. 29.

CONDICIONAMIENTO
Condicionamiento clsico.- En el condicionamiento clsico, a respuesta condicionada se obtiene a
partir de un estmulo condicionado previo. Este proceso tiene lugar en tres etapas:
1) Reflejo incondicionado:
2) Reflejo condicionado en
formacin:
3) Reflejo condicionado
formado:

--------------------------- (EI comida) -------------------------------- (RI


salivacin)
(EC campana)----------(EI comida)--------------------------------- (RI
salivacin)
(EC campana)---------------------------------------------------------- (RI
salivacin)

Para que el perro aprenda a salivar frente al sonido de campana, debe reforzarse por repeticin la
conexin EI-EC.
Cazau P (2002) Vocabulario de Psicologa. Buenos Aires: Redpsicologa.

Condicionamiento operante.- En el condicionamiento operante, la respuesta condicionada se obtiene a


partir de un estmulo reforzador posterior. Este proceso tiene lugar en dos etapas:
1) Respuesta fortuita:
2) Respuesta operante:

---------------------- (R mover palanca)


-----------------------(R mover palanca) ---------------------- (E premio
comida)

Para que el gato aprenda a mover la palanca debe reforzarse la conexin R-E.
Cazau P (2002) Vocabulario de Psicologa. Buenos Aires: Redpsicologa.

Tipos.- Hay dos tipos de condicionamiento: el condicionamiento del tipo E (para conducta respondiente)
y el condicionamiento del tipo R (para conducta operante). Tambin se llaman condicionamiento clsico
(Pavlov) y condicionamiento operante (Skinner).
Skinner no asigna importancia al primero, e incluso experimentalmente no aparece en forma pura. En el
condicionamiento clsico debe relacionarse el estmulo incondicionado con el estmulo condicionado para
que pueda producirse la respuesta, en cambio en el operante debe relacionarse la respuesta con un
estmulo reforzante posterior (premio) para que la respuesta ocurra. O sea, el reforzamiento depende de
la respuesta y no de la relacin entre el EI y el EC. La ley del condicionamiento operante entonces es
similar a la ley del efecto de Thorndike: si la aparicin de una R operante va seguida de la presentacin
de un estmulo reforzante, entonces su fuerza aumenta.
Hilgard E y Bower G (1983) Teoras del aprendizaje. Mxico: Trillas.

Tipos.- Hay dos tipos de aprendizaje: 1) El condicionamiento clsico, oavloviano o respondiente, que
consiste en aprender la relacin entre s de varios sucesos del entorno; y 2) El condicionamiento
instrumental, que consiste en aprender la relacin entre varios eventos contextuales y el
comportamiento. En el condicionamiento instrumental hay cuatro principios bsicos: premio, castigo,
huda y omisin. En los cuatro casos ha de tenerse presente que primero se produce la respuesta y luego
recin se premia, o se castiga, etc. Premio: Un premio despus de la respuesta aumenta la probabilidad
que ocurra. El premio se llama refuerzo positivo, y esto fue enunciado en la ley del efecto de Thorndike.
Castigo: Un castigo despus de la R disminuye la probabilidad que vuelva a ocurrir. Es lo inverso a lo
anterior (castigo positivo). Huda: Si una respuesta es para escapar de un castigo, aumenta la
probabilidad que vuelva a ocurrir. Esto se llama refuerzo negativo. Omisin: Si el presente est presente
pero no se da, la respuesta que lleva a esta frustracin decrece su probabilidad de ocurrencia (castigo
negativo).
Rachlin Howard (1985) Comportamiento y aprendizaje.

Condicionamiento clsico.- Proceso de aprendizaje mediante el cual un organismo establece una


asociacin entre un estmulo condicionado (EC) y un estmulo incondicionado (EI), siendo el EC capaz de

elicitar una respuesta condicionada (RC). Experimentalmente se obtiene esta forma de condicionamiento
exponiendo el organismo a un EC y un EI en repetidas ocasiones. Tambin se denomina
condicionamiento pavloviano.
Belloch A y otros, Manual de Psicopatologa, Volumen I, Madrid, McGraw-Hill, 1995, pg. 87.

Condicionamiento clsico.- Proceso de sustitucin de estmulos, en el cual el estmulo que


originariamente provoc la respuesta es reemplazado por otro nuevo, antes neutral.
Vander Zanden James, Manual de Psicologa Social, Barcelona, Paids, 1986, pg. 616.

Condicionamiento operante.- Proceso a travs del cual un organismo aprende a asociar ciertos actos
con determinadas consecuencias. El organismo aprende a efectuar ciertas respuestas instrumentales para
obtener un refuerzo o escapar de un castigo. Tambin se denomina condicionamiento instrumental.
Belloch A y otros, Manual de Psicopatologa, Volumen I, Madrid, McGraw-Hill, 1995, pg. 87.

Condicionamiento operante.- Llamado tambin condicionamiento instrumental. Fortalecimiento,


mediante el refuerzo, de una respuesta que ya est contenida dentro del repertorio de conductas del
organismo. En el condicionamiento operante, la frecuencia con que acontece una conducta cambia de
acuerdo con el suceso consecuente.
Vander Zanden James, Manual de Psicologa Social, Barcelona, Paids, 1986, pg. 617.

Condicionamiento retrgrado.- En un contexto pavloviano, proceso en el cual, a diferencia de lo que


ocurre en el condicionamiento clsico, el estmulo incondicionado ocurre antes que el estmulo
condicionado. Por ejemplo, primero se administra una descarga elctrica (EI), luego se hace escuchar un
sonido cualquiera (EC) y luego se produce la respuesta de evitacin, como por ejemplo retirar la mano.
En estas condiciones se comprob que el reflejo condicionado no se formaba o era muy dbil, y que
incluso ocurra con otro EC que no fuera un sonido. Por esta razn se lo llam pseudocondicionamiento,
ya que no es debido a la asociacin EI-EC sino a una sensibilizacin refleja, es decir, en el ejemplo, una
descarga elctrica sensibilizaba al organismo de tal modo que cualquier estmulo sbito, como un sonido,
daba una respuesta de evitacin.
Woodworth R y Schlosberg H, Psicologa experimental, Buenos Aires, Eudeba, 1971, 3 edicin, pgs. 557-558.

CONDUCTA
Definicin.- Se llama conducta a los cambios de postura o posicin de un ser vivo, que un observador
describe como movimientos o acciones en relacin a un ambiente determinado (Maturana H y Varela F,
1999:216).
Maturana F y Varela F (1999) El rbol del conocimiento. Las bases biolgicas del conocimiento humano. Madrid:
Debate, 3 edicin.

Definicin.- Adoptamos como punto de partida las definiciones que da Lagache sobre la conducta,
como el conjunto de respuestas significativas por las cuales un ser vivo en situacin integra las
tensiones que amenazan la unidad y el equilibrio del organismo, o como el conjunto de operaciones
(fisiolgicas, motrices, verbales, mentales) por las cuales un organismo en situacin reduce las tensiones
que lo motivan y realiza sus posibilidades. En el ser humano este conjunto de operaciones tiene una
estructura muy compleja (pgina 23).
Bleger Jos (1965) Psicologa de la conducta. Buenos Aires: Eudeba. 3 edicin.

Conducta molar.- Aspecto significativo de la conducta total caracterizado por una unidad esencial;
aspecto de la conducta total cuya particularidad y unidad estn determinadas por el fin al cual tienden o
derivan de los efectos que genera en el mundo exterior; unidad de conducta considerada como fenmeno
emergente cuyas cualidades no son aditivas de las partes. Conducta dcil, que admite modificaciones.
Conducta descripta en constructos psicolgicos. Contrasta con la conducta molecular.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Conducta molecular.- Unidad de conducta obtenida mediante anlisis reductivo y descripta en sus
componentes motrices, glandulares o neurofisiolgicos aisladaos, ya sean estos observados, inferidos o
postulados.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Conducta y mente.- El trmino conducta (pgina 20), aplicado a las manifestaciones del individuo,
tiene siempre una connotacin de estar dejando de lado lo ms central o principal del ser humano: los
fenmenos propiamente psquicos o mentales. Estos ltimos seran realmente los fenmenos ms
importantes, dado que originan la conducta; y si estudiamos nicamente esta ltima, nos estamos
ocupando solo de productos y derivados, pero no del fenmeno central. Etimolgicamente la palabra
conducta es latina y significa conducida o guiada, es decir, que todas las manifestaciones comprendidas

en el trmino de conducta son acciones conducidas o guiadas por algo que est fuera de las mismas: por
la mente (pgina 23).
Bleger Jos (1965) Psicologa de la conducta. Buenos Aires: Eudeba. 3 edicin.

Tipos.- Las modificaciones que tiene lugar en el campo (en el sentido de Kart Lewin) constituyen lo que
denominamos conducta, la cual puede recaer, predominantemente, ya como modificacin del sujeto o ya
del resto del campo, en cuyo caso y respectivamente se denominan conductas auto y aloplsticas. Estas
ltimas conducen a una modificacin del campo ambiental, si el sentido de realidad es suficiente como
para que ocurra la coincidencia entre campo psicolgico y ambiental (pgina 75).
Bleger Jos (1965) Psicologa de la conducta. Buenos Aires: Eudeba. 3 edicin.

Conducta respondiente y conducta operante.- Conducta respondiente es la provocada por un


estmulo. La conducta operante no es provocada sino emitida por el sujeto, y no tiene que
correlacionarse con ningn estmulo conocido, o bien con estmulos desconocidos. Dice Skinner que como
no conocemos el estmulo, la fuerza de la respuesta operante no puede medirse con las leyes del reflejo,
debindose usar en cambio la tasa de respuestas como medida de dicha fuerza.
Un tipo de conducta operante es la operante discriminada, donde hay una relacin con un estmulo
previo, pero ste no es lo que provoca la conducta como en el caso del reflejo verdadero, sino que es una
ocasin de la conducta operante, aparece ocasionalmente con ella. La mayor parte de la conducta
humana es operante: comer, manejar un auto, escribir una carta, etc.
Hilgard E y Bower G (1983) Teoras del aprendizaje. Mxico: Trillas.

reas.- Considerando el desarrollo de las representaciones desde las tres reas de expresin de la
conducta: mente, cuerpo y mundo externo, puede decirse que ell cuerpo es primero un objeto-fin,
porque la accin recae sobre s. Luego, el objeto se desplaza del cuerpo al yo y al mundo externo,
quedando configuradas tres reas de expresin de la conducta:
Area 1: mente.
Area 2: cuerpo.
Area 3: mundo externo.
El rea 1 comanda la fantasa inconciente, la representacin del Yo, y desde esta representacin se
organizan las otras dos reas, pues acta como organizador de las proyecciones e introyecciones de
objetos desde y hacia el mundo externo y el cuerpo.
Al comienzo, en el beb las tres reas estn indiscriminadas o indiferenciadas. El rea 1 (mente)
comienza a diferenciarse cuando el beb interacta con su madre: l siente que su madre puede
frustrarlo, y entonces se ve obligado a representarse interiormente la prdida (por ejemplo el pecho
alucinado). Se crea as la posibilidad de representar, y cuando puede diferenciar lo representado (el
pecho real) del significante (una simple imagen), nace el lenguaje y el pensamiento, o sea, el rea 1. La
representacin de la mente como "rea" slo es posible desde la constitucin fundante de las otras dos
(cuerpo y mundo externo), ya que para que haya frustracin y prdida debe haber una necesidad (en el
cuerpo) y un objeto que la satisfaga (en el mundo externo).
Condensado de Jaitin (1993) Clnica grupal en nios.

Patrones de conducta.- Partiendo de conceptos previamente desarrollados por los etlogos, Bowlby
(1969) plantea que es conceptualmente til considerar la estructura bsica de ciertas secuencias
fundamentales de conducta social en funcin de patrones de accin que se han incorporado a la especie
humana a travs de un proceso de seleccin natural. Bowlby establece una distincin entre dos clases de
patrones conductales biolgicamente incorporados: los patrones de accin fija y los patrones de objetivos
establecidos. Los patrones de accin fija son patrones estructurados y altamente estereotipados de
movimiento, que una vez que se ponen en marcha siguen su curso tpico hasta completarse. Los
patrones de accin de este tipo son muchos ms comunes en las especies inferiores de la escala
filogentica y han sido ampliamente estudiados por los etlogos. Son ejemplos de este tipo de patrn la
conducta de apareamiento del gestersteo de tres espinas (Tinbergen, 1953) y las formas de cortejo de
los patos de ojos dorados (Dane, Walcott y Drury, 1959).
Condensado de Safran y Segal (1991) El proceso interpersonal en la terapia cognitiva. Captulo 4.

Condiciones de activacin.- En ciertas ocasiones, es inevitable que el organismo o individuo se


encuentre con ciertas condiciones de activacin que suscitan sistemas conductales o disposiciones a la
accin contradictorios. Por ejemplo, un individuo puede estar expuesto a un estmulo que normalmente
activara una conducta exploratoria, pero recibe el entorno inmediato como peligroso. O un individuo se
encuentra con una condicin de activacin que suscita a la vez conducta agresiva y de apego. La forma
en que el individuo concilia disposiciones o sistemas conductales contradictorios cumplen un rol
fundamental en el desarrollo de la identidad personal.
Condensado de Safran y Segal (1991) El proceso interpersonal en la terapia cognitiva. Captulo 4.

Conducta de la enfermedad.- La conducta de la enfermedad, es el trmino empleado para describir


las reacciones de un paciente frente a la experiencia de estar enfermo. Algunos describen determinados
aspectos de la conducta en la enfermedad como un rol de enfermo. El rol de enfermo es el papel que la
sociedad atribuye a una persona enferma por el hecho de estarlo. Las caractersticas del rol de enfermo
incluyen factores como ser excusado de determinadas responsabilidades, as como la expectativa de que
el enfermo quiera ser ayudado para mejorarse. Edward Suchman describe cinco estados o factores en la
conducta de la enfermedad: 1) la experiencia del sntoma, en la que se decide que algo no marcha bien;
2) la asuncin del rol de enfermo, en la que uno se da cuenta de que est enfermo y que necesita ayuda
de un profesional; 3) el contacto con los servicios mdicos, en la que se busca ayuda profesional; 4) el
papel paciente/dependiente, en que se transfiere el control al mdico y se sigue el tratamiento
prescripto, y 5) la recuperacin o rehabilitacin, en que se abandona el rol de paciente (pgina 2).
La conducta en la enfermedad y el rol de enfermo son influenciados por la experiencia previa y por
creencias culturales de la persona sobre la enfermedad. Debe considerarse la creencia cultural a la hora
de la presentacin de los sntomas y de la informacin acerca de stos. La relacin de la enfermedad con
los procesos flucta en las enfermedades familiares; el status social y la identidad tnica tambin son
importantes. Las actitudes personales y culturales acerca de la dependencia y el desamparo influyen en
gran medida para que una persona solicite ayuda y en cmo la solicita, de igual modo que otros factores
como el tipo de personalidad y el significado personal atribuido a la experiencia de estar enfermo. Por
ejemplo, diferentes personas reaccionan de forma diversa a la enfermedad, dependiendo de su forma
habitual de pensar, sentir y comportarse. Algunas personas tienen una experiencia de la enfermedad
como prdida irreparable, mientras que otras lo perciben como un reto al que hay que sobreponerse o
como un castigo por algo por lo que se sienten culpables (pginas 1-2).
Kaplan H, Sadock B y Grebb J (1997) Sinopsis de psiquiatra. Buenos Aires: Editorial Mdica Panamericana. 7 edicin.

Conducta molar.- Es la unidad de estudio de la psicologa, que tiene cuatro caractersticas: unidad
(cumple un ciclo motivacional), un objeto (que le imprime su direccin), intencionalidad (ir-hacia) y
finalidad (bsqueda de equilibrio). La conducta molar mantiene el significado de toda la corriente de
conducta de una persona, que es la manifestacin de su personalidad. Este significado es nico y
particular pues la personalidad es tambin nica y propia de cada uno.
Kauffman F y Eroles A (1973) La naturaleza de la psicologa. Buenos Aires: Ctedra.

Segn el psicoanlisis.- El psicoanlisis considera a la conducta desde diez puntos de vista distintos,
que son los siguientes:
1. Emprico: el tema del psicoanlisis es la conducta. En psicoanlisis, la conducta est definida de
manera amplia e incluye el sentimiento y el pensamiento tanto como la conducta manifiesta, la normal
tanto como la patolgica, y las formas de conducta repetitivas tanto como las que tienen carcter
nico.
2. Gestltico: la conducta es integrada e indivisible; los conceptos construidos para explicarla
corresponden a diferencias en los componentes de la conducta y no de las formas de la conducta. O sea,
no puede afirmarse que una conducta sea conducta del ello, del yo, o una conducta conciente, peor s
que cada forma de conducta tiene componentes concientes, del yo, del ello, de la realidad, del supery,
etc., o sea que las formas de conducta estn sobredeterminadas (determinadas de manera mltiple).
3. Organsmico: ninguna conducta est aislada; toda conducta pertenece a la personalidad integral e
indivisible. O sea que la explicacin de toda conducta debe armonizar con la teora de la actividad de la
personalidad total.
4. Gentico: toda conducta es parte de una serie gentica y, a travs de sus antecedentes, de las series
temporales que promovieron la forma actual de la personalidad. O sea que la conducta surge como
producto de un desarrollo regulado tanto por las leyes intrnsecas del organismo como por la experiencia
acumulativa. Ejemplo: las series complementarias.
5. Topogrfico: los determinantes fundamentales de las conductas son inconscientes. Esto lo aceptan
todas las psicologas, pero el psicoanlisis ahonda la cuestin conceptualizando explcitamente lo
consciente y lo inconsciente, mostrando que inconsciente se manifiesta en lo consciente y puede ser
conocido por esta va, que lo inconsciente y lo consciente se rigen por distintas leyes (procesos primarios
y secundarios respectivamente, etc.).
6. Dinmico: los determinantes ltimos de toda conducta son los impulsos. Aqu se refiere a impulsos
sexuales (entendiendo sexualidad en un sentido muy amplio). Los conceptos de fusin de impulsos,
diferenciacin del impulso en impulsos parciales, conflicto, etc., corresponden todos a este punto de vista
dinmico e indican limitaciones de la concepcin de la determinacin ltima por el impulso; con el
desarrollo de la psicologa del yo el problema ya no fue saber qu impulso era el determinante ltimo de
una conducta, sino en qu sentido y hasta qu punto cada impulso de los varios que hay era el
determinante de una conducta dada.
7. Econmico: toda conducta psicolgica consume energa psicolgica y est regulada por ella. En el
proceso primario la energa fluye libremente y los impulsos tienden a la descarga inmediata. En el

proceso secundario la descarga es demorada y dirigidas segn defensas y controles que actan como
diques.
8. Estructural: toda conducta tiene determinantes estructurales. Este punto de vista reemplaz al
topogrfico (consciente-inconsciente), y considera al aparato psquico como ello-yo-supery. Los
determinantes ltimos de los impulsos fueron conceptualizados como ello. Los co-determinantes
(conscientes o no) como yo, y supery un sector especializado del yo. Estos determinantes estructurales
son ms permanentes que los determinantes motivacionales.
9. Adaptativo: toda conducta est determinada por la realidad. Se habla de la realidad externa (estmulos
externos, incluyendo los del propio cuerpo) por oposicin a realidad interna psicolgica. La realidad era el
principio en Freud el blanco de las defensas (la defensa estaba dirigida contra el recuerdo de un hecho
real). Luego pas a ser el objeto del impulso y el proceso secundario ( los procesos secundarios del
pensamiento tienden a reflejar verdaderamente la realidad). Ms tarde Freud seala que las defensas
contra los impulsos vienen a representar la realidad (principio de realidad). Por su parte Hartmann piensa
que le organismo nace ya adaptado potencialmente a la realidad, y por ltimo Erikson extiende esta
nocin diciendo que el organismo est potencialmente preadaptado pero no slo a un medio esperable
(como deca Hartmann) sino a toda una serie de desarrollos de tales ambientes.
10. Psico-social: toda conducta est determinada socialmente. Por ej. Freud consider que al comienzo de
la existencia, los objetos elegidos por los impulsos sexuales del beb son anaclticos (es decir se eligen en
funcin de la autopreservacin), y esto implica una primera relacin social con el medio ambiente.
Rapaport David (1983) Estructura de la teora psicoanaltica. Captulo 2.

Conducta colectiva.- Manera de pensar, sentir y actuar relativamente espontneas y desestructuradas


que surgen dentro de un grupo o poblacin como consecuencia de la estimulacin mutua de los
participantes.
Vander Zanden James, Manual de Psicologa Social, Barcelona, Paids, 1986, pg. 617.

Conducta prosocial.- Actos realizados en beneficio de otras personas; maneras de responder a stas
con simpata, condolencia, cooperacin, ayuda, rescate, confortamiento y entrega o generosidad
Vander Zanden James, Manual de Psicologa Social, Barcelona, Paids, 1986, pg. 617.

Conducta prosocial.- Se entiende por conducta prosocial toda conducta social positiva con o sin
motivacin altruista. Positiva significa que no daa, que no es agresiva. A su vez se entiende por
motivacin altruista el deseo de favorecer al otro con independencia del propio beneficio. Por el contrario,
la motivacin no altrusta es aquella que espera o desea un beneficio propio adems del, o por encima
del, ajeno. Como se ve, la definicin incluye un aspecto conductal (alude a conductas) y otro
motivacional (alude a motivaciones).
Condensado de Gonzlez Portal M, Conducta prosocial: evaluacin e intervencin. Captulo 3.

Conducta prosocial y otras variables interpersonales.- Se han realizado una serie de


investigaciones donde se relacion la conducta prosocial y la antisocial con una serie de variables
interpersonales, como por ejemplo sociabilidad, liderazgo, retraimiento social, agresividad, etc. Al
respecto, se encontraron algunas correlaciones significativas mediante el anlisis factorial. Por ejemplo, a
mayor refuerzos o incentivos de ayuda en el mbito familiar, mayor socializacin del individuo. Tambin,
se comprob que no haba una relacin significativa entre conducta prosocial y miedos, pero s una alta
correlacin entre socializacin y felicidad. Se vio tambin muy poca relacin entre conducta prosocial y
creencias irracionales o prejuicios.
Condensado de Gonzlez Portal M, Conducta prosocial: evaluacin e intervencin. Captulo 3.

La conducta prosocial como alternativa a la conducta antisocial.- En las dos ltimas dcadas se
han buscado nuevas explicaciones acerca del fenmeno de la delincuencia, bsqueda motivada tanto por
factores sociales (la sociedad demanda explicaciones satisfactorias y tiles) como por factores
profesionales (los investigadores lograron avances en la comprensin del proceso individual de la
socializacin).
Aplicando la teora de Bandura del aprendizaje social, es posible desarrollar habilidades prosociales como
respuesta alternativa a la conducta agresiva. Este mtodo para reemplazar la conducta agresiva por
conductas prosociales se basa en tres tcnicas. Primero, por el modelado la persona puede ver cmo
otros se comportan en forma socialmente aceptable. Segundo, por la prctica reiterada esa persona
practica dicha conducta reiteradamente y en forma guiada. Tercero, por la planificacin del xito, es decir
que esa persona compruebe que comportarse de esa manera redita beneficios o xitos. Aplicando tal
esquema se obtuvieron buenos resultados no solo en delincuentes sino tambin en nios de
comportamiento agresivo.
Las razones que justifican el empleo de mtodos para obtener conductas prosociales son tres: a) La
deshumanizacin que ha producido el desarrollo de las grandes ciudades, b) el desarrollo enorme de los
medios de comunicacin, que han hecho aumentar la difusin de informacin y casos lmites, y c) un

paradjico aumento y reduccin convergentes de la sensibilidad de la sociedad ante situaciones de


emergencia y de necesidad experimentadas por otros.
Condensado de Gonzlez Portal M, Conducta prosocial: evaluacin e intervencin. Captulo 1.

CONDUCTISMO
Definicin.- Teora psicolgica que se ocupa principalmente de los estmulos que inciden en los rganos
sensoriales de un organismo, y de las respuestas que dichos estmulos provocan
Vander Zanden James, Manual de Psicologa Social, Barcelona, Paids, 1986, pg. 617.

Generalidades.- Corriente de la psicologa que defiende el empleo de procedimientos estrictamente


experimentales para estudiar el comportamiento observable (la conducta), considerando el entorno como
un conjunto de estmulos-respuesta. El enfoque conductista en psicologa tiene sus races en el
asociacionismo de los filsofos ingleses, as como en la escuela de psicologa estadounidense conocida
como funcionalismo y en la teora darwiniana de la evolucin, ya que ambas corrientes hacan hincapi en
una concepcin del individuo como un organismo que se adapta al medio (o ambiente).
"Conductismo" Enciclopedia Microsoft Encarta en lnea 2001
http: //encarta.msn.es 1997-2000 Microsoft Corporation. Reservados todos los derechos.

Generalidades.- El conductismo asume el punto de vista de que el comportamiento no puede ser


explicado apelando de ningn modo a estructuras internas o procesos dentro del cerebro. En lugar de
ello, los conductistas queran explicar el comportamiento humano en trminos de las relaciones entre
entradas (estmulos) y salidas (respuestas).
Parkin, A.J. (1999) Exploraciones en neuropsicologa cognitiva. Madrid: Panamericana, pg 2.

Generalidades.- El conductismo tiene su origen en torno a la obra de John B. Watson. Este autor
sostuvo que el nico medio por el que la Psicologa poda ser cientfica era estudiando la conducta
manifiesta. Para predecir y explicar dicha conducta, basta con estudiar los antecedentes y consecuentes.

Len o y Montero I (1995) Diseo de investigaciones. Introduccin a la lgica de la investigacin en psicologa y


educacin. Madrid: McGraw-Hill, pg. 39.

Programa.- El conductista pregunta: por qu no hacer de lo que podemos observar el verdadero


campo de la psicologa? Limitmonos a lo observable, y formulemos leyes solo relativas a estas cosas.
Ahora bien: qu es lo que podemos observar? Podemos observar la conducta - Lo que el organismo hace
o dice. Y apresurmonos a sealar que hablar es hacer, esto es, comportarse. El hablar explcito o con
nosotros mismos (pensar) representa un tipo de conducta exactamente tan objetivo como el bisbol.
La regla o cartabn que el conductista jams pierde de vista es: puedo describir la conducta que veo, en
trminos de estmulo y respuesta? Entendemos por estmulo cualquier objeto externo o cualquier
cambio en los tejidos mismos debido a la condicin fisiolgica del animal; tal como lo observamos cuando
impedimos a un animal su actividad sexual, le privamos su alimento, no dejamos construir su nido.
Entendemos por respuesta todo lo que el animal hace, como volverse hacia o en direccin opuesta a la
luz, saltar al oir un sonido, o las actividades ms altamente organizadas, por ejemplo: edificar un
rascacielos, dibujar planos, tener familia, escribir libros, etc (Watson J, 1985:5).
Watson J (1985) El conductismo. Buenos Aires: Paids.

Generalidades.- Para Watson (1878-1958), el hombre es un ser casi completamente modelable por las
influencias ambientales. De ello resulta la gran importancia que tiene la educacin, que puede hacer de
un hombre lo que uno desee que sea. El problema general de la psicologa, segn lo entiende un
conductista, es cmo se puede llegar a predecir y regular la conducta a travs de una serie de
condicionamientos.
Evidentemente, esta era una formidable herramienta para construir una sociedad fundada en el
capitalismo. Faltaban obreros, entonces se podan educar personas desde nios como tales; faltaban
jefes y gerentes, entonces se poda llenar esa falta educando gente para tal fin. Al mismo tiempo, la
imagen de hombre que daba el conductismo era perfectamente compatible con la concepcin capitalista,
es decir, el hombre como un engranaje de una maquinaria productiva que poda moldearse, repararse, y
eventualmente reemplazarse.
Cazau P (2001) Vocabulario de Psicologa. Buenos Aires: Redpsicologa.

Generalidades.- A partir de 1920 la psicologa pas a ser para el conductismo una psicologa del
aprendizaje. Recibe el conductismo la influencia de Pavlov y as, para Smith y Guthrie todo aprendizaje se
basa en reflejos condicionados. Thorndike, con su teora conexionista, tambin explicar as el
aprendizaje, introduciendo el concepto de aprendizaje por ensayo y error.
Watson (1878-1958) es la mxima figura del conductismo; para l la conducta se explica por cadenas de
reflejos, los cuales generan hbitos. Slo importa lo observable, y los llamados fenmenos internos con

son ms que procesos fisiolgicos. Sentimientos como el placer y el displacer no son ms que la
expresin de primitivos movimientos de acercamiento y huda, y el pensamiento es un fenmeno sensomotor que no se manifiesta al exterior.
Histricamente, en Watson podemos analizar su cosmovisin y su metodologa. Desde su cosmovisin el
hombre es poco ms que un animal ms especializado, y no existen cosas como el alma, que los
diferenciara de los animales. Su metodologa es menos criticable pues dio a la psicologa un slido marco
de referencia para observar y experimentar.
Hull (1884-1952) es el terico del conductismo. Interesado primeramente en las tcnicas psicomtricas y
la psicologa clnica, intenta luego sistematizar lgicamente la teora conductista: pasa de la investigacin
emprica a la formalizacin. Introduce el mtodo hipottico deductivo en la psicologa, haciendo de sta
una disciplina nomottica. Organiza la teora en un sistema de definiciones, postulados y teoremas: busca
definir con rigor los problemas a estudiar, luego propone postulados de un alto grado de abstraccin, a
partir de los cuales deducir teoremas o hiptesis de segundo o tercer orden, las que se ponen a prueba
experimentalmente.
Skinner (n. 1904) plantea un conductismo descriptivo: el psiclogo slo debe constatar fenmenos y
conexiones observables, sin inferir conexiones causales. Skinner distingue as dos tipos de conducta: la
respondiente y la operante (o instrumental), definiendo sta ltima muy vagamente como una conducta
espontnea donde aparentemente no hay ningn estmulo discernible que la produzca. Sostiene adems
Skinner que toda conducta es siempre una reaccin al medio, estando entonces su origen fuera del
organismo.
Este planteo emprico riguroso lo lleva no slo a crear la instruccin programada, sino tambin una
mquina de ensear que sustituye al docente. El programa de Skinner descansa sobre la idea de
reforzador, esto es, un estmulo que influye decisivamente sobre la ocurrencia o no de una respuesta.
Empleando los reforzadores adecuados (positivos o negativos) se pueden lograr conductas deseables y
hacer desaparecer las indeseables.
Condensado de Kauffman Mara del Pilar C, Historia de la psicologa. Clases dictadas en la Ctedra de Historia de la
Psicologa, Facultad de Psicologa, Universidad de Belgrano. Buenos Aires, 1986.

Generalidades.- El conductivismo, la ms influyente de las escuelas norteamericanas, tiene dos


aspectos: una positivo llamado conductivismo metodolgico o emprico, de carcter objetivo, que busca
aplicar la psicologa animal a los seres humanos. Otro negativo, llamado conductivismo metafsico o
radical, critica los conceptos mentalistas de tipo metafsico y el mtodo introspeccionista.
Tres son las tendencias principales de las que surgi el conductivismo: las tradiciones filosficas del
objetivismo psicolgico, la psicologa animal y el funcionalismo.
Las primeras tendencias hacia el objetivismo en psicologa.- Los esfuerzos por objetivar la psicologa son
previos a Watson. El objetivismo busca datos objetivos -no subjetivos- por el camino de la observacin
directa no por la introspeccin. Descartes y Le Mettrie, fueron los pioneros al respecto, al extender
explicaciones mecanicistas a la mente. Luego Cabanis explic lo psicolgico a partir de funciones del
organismo en su conjunto.
El positivismo de Comte destaca el valor del conocimiento positivo (lo indiscutible), el que no puede
obtenerse por introspeccin. As Comte neg la mente individual, pues slo el conocimiento social es
objetivamente observable.
Para Comte, el conocimiento humano sigue tres etapas: teolgico, metafsico y por ltimo el positivista.
La psicologa tradicional sera la ltima fase del pensamiento teolgico.
Solo en dos sentidos Comte postulaba estudiar las funciones afectivas e intelectuales: postulando con
precisin las condiciones orgnicas de las cuales dependen, y observar la secuencia de la conducta.
Ambas cosas sentaron las bases del posterior conductismo. Seguidores de Comte fueron los,
materialistas Cournot, Lewes y Maudsley.
La psicologa animal.- La psicologa animal surgi de la teora evolucionista de Darwin. Se requera en
efecto, una psicologa animal para mostrar la continuidad entre el animal y el hombre. Por ejemplo,
Darwin explic que la conducta emocional del hombre es un remanente evolutivo de comportamientos de
sus antecesores, los animales. Romanes escribi el primer libro de psicologa comparada demostrando la
continuidad animal-hombre, llegando incluso a adjudicar motivos humanos a la conducta animal
mediante el mtodo anecdtico basado en ejemplos de dudoso valor. Lloyd Morgan emple mtodos
semiexperimentales ms precisos, y postul la necesidad de explicar la conducta a partir de facultades
psquicas inferiores, para contrarrestar el antropomorfismo de Remanes. Morgan intent mostrar la
continuidad de la inteligencia animal y la humana al referirse al aprendizaje por ensayo y error.
Loeb explic a su vez la conducta animal mediante la idea de tropismo, o respuesta forzada frente a un
estmulo. Todos los animales inferiores tienen tropismos y muchas conductas superiores tambin lo son.
Loeb abord el problema de la conciencia, diciendo que la conciencia exista cuando haba memoria
asociativa, criterio bastante amplio, porque hasta los seres inferiores tienen este tipo de memoria.
Los bilogos Beer, Bethe y von Uexkll, propusieron reemplazar los trminos psicolgicos por otros ms
objetivos. Otros bilogos como Jennings y Driesch, criticaron el mecanismo y fueron ms vitalistas (el ser
vivo es irreductible a mecanismos fsico-qumicos). Yerkes, a pesar de usar el mtodo conductista, se

interes por el estudio de la experiencia interna. Al mismo tiempo Small diseaba el primer laberinto para
ratas.
El funcionalismo norteamericano: 1910.- A pesar que McDougall vio en la psicologa la ciencia positiva de
la conducta, acept la conciencia y se interes por la introspeccin. Meyer en cambio, es bien objetivista,
anticipndose en esto a Watson. Al mismo tiempo se desarrollaba un objetivismo en Rusia con Pavlov y
Bechterev, y en EEUU con Angell, fundador del funcionalismo, y fue quien sostuvo que la psicologa deba
empezar por ser funcional, paso previo para luego dar el paso decisivo hacia la objetividad. Reconoci
ms til el trmino conducta que los trminos alma, conciencia, etc.
El establecimiento del conductismo: J. B. Watson.- John B. Watson (1878-1958) estudi filosofa con
Dewey y filosofa y neurologa con Donaldson y Loeb. Su tesis doctoral fue sobre la conducta animal.
Aos ms tarde funda el conductismo con un artculo titulado La psicologa tal como la ve el conductista
donde ve la psicologa como una ciencia natural que busca la prediccin y el control de la conducta, y
donde critica el mtodo introspeccionista y la nocin de conciencia. Redujo las imgenes a respuestas
verbales y los afectos a respuestas viscerales, reducciones que le valieron muchas crticas.
El conductivismo watsoniano: criterios sistemticos.- Definicin de la psicologa: ciencia natural que
estudia la conducta humana, las acciones y verbalizaciones, tanto aprendidas como no aprendidas.
Intenta predecir la respuesta a travs del estmulo y viceversa.
Postulados: 1) La conducta se compone de elementos de respuesta, que pueden analizarse con mtodos
objetivos de la ciencia natural; 2) La conducta se reduce a secreciones glandulares y movimientos
musculares, o sea, es reducible a procesos fsico-qumicos. 3) Determinismo causa-efecto de la conducta:
toda conducta es causada por un estmulo; 4) La conciencia, nocin pre-cientfica, no puede estudiarse
cientficamente.
Obviamente entonces los datos cientficos son aquellos observables objetivamente, como secreciones
glandulares y movimientos musculares.
Principios de conexin: Watson adopt en un principio las leyes asociacionistas de frecuencia y recencia.
Luego reconoci en el condicionamiento la base de todo aprendizaje: los hbitos ms complejos seran
combinaciones de reflejos simples, aunque continu aferrado a la ley del ejercicio (frecuencia y recencia).
Principios de seleccin: Watson habl de muchas tendencias que eran hereditarias y de su transformacin
casi inmediata por condicionamiento, en otras ms complejas, adquiridas. La selectividad de la R y del E
suficiente dependen solo de las conexiones E-R innatas y adquiridas, no siendo necesario recurrir a
conceptos mentalistas.
Posicin frente al problema mente-cuerpo.- El conductismo adopt dos posturas frente a este problema:
1) epifenomenista: la conciencia es solo un epifenmeno, no tiene valor de causa y puede o no
acompaar cambios corporales. Tampoco tiene valor a menos que se exprese en la conducta, se haga
observable. 2) Monismo fsico: solo existe el cuerpo y la mente no existe.
Mediante tres argumentos los conductistas criticaron la conciencia:
1) Lo que se pierde en la inconsciencia no es algo llamado conciencia, sino que se bloquean circuitos
neurales y el sujeto no puede informar verbalmente sobre su estmulo. 2) La introspeccin no es
examinar la conciencia, sino simplemente, informar acerca del estmulo recibido. 3) Puesto que existe el
principio de conservacin de la energa, la energa fsica solo puede transformarse en fsica, no en mental
pura, pues esto implicara crear energa, y sta solo se transforma.
El conductismo se opuso a las doctrinas interaccionistas (mente interacciona con el cuerpo), paralelistas
(ambas son independientes) y ocasionalistas (una fuerza exterior, como Dios regula las relaciones
mente-cuerpo).
El programa experimental de Watson.- Inicialmente Watson experiment con animales, pero luego
estudi el condicionamiento de respuestas emocionales en los nios. Estudi el comportamiento de
muchos nios en sus primeros 30 das de vida, tratando de buscar sus conductas innatas, y encontr por
ejemplo, que el miedo no era una respuesta innata, salvo que el estmulo fuese un sonido fuerte o
prdida sbita de apoyo. El miedo, junto con la clera (producida por impedimentos al movimiento
corporal) y el amor (producido por caricias y acto de mecer) eran tres reacciones innatas nicas, o sea
que el beb tiene muy poca variedad de respuestas emocionales al nacer. Vio luego que a medida que
crece, el sujeto adquiere nuevas respuestas emocionales y pierde otras (explicando esto por
condicionamiento y por descondicionamiento, respectivamente). A un nio se puede condicionar a tener
miedo frente a estmulos neutros, y a no tener miedo frente a estmulos considerados peligrosos por el
sujeto.
Caracteres secundarios del conductismo watsoniano.- Las siguientes caractersticas son secundarias pues
no es necesario aceptarlas para ser un buen conductista.
Lenguaje y pensamiento: Al comienzo el beb dice slabas aisladas, probablemente estimuladas
fisiolgicamente; luego, por respuesta circular condicionada, el nio dice slabas porque las escucha de su
madre: imitacin. Y luego asocia el sonido con estmulos que ve (una mueca, por ejemplo). La evolucin
ulterior del lenguaje es solo un refinamiento de ste proceso ya descrito, y se explica por conexiones y
reconexiones cerebrales sin necesidad de recurrir a sucesos puramente mentales.

Estas conclusiones Watson las extendi al pensamiento, que no es ms que una conducta encubierta o
implcita, pues son movimientos musculares o secreciones glandulares que no se pueden apreciar con los
sentidos.
Cuando el lenguaje se hace silencioso, por presin del medio, se transforma en pensamiento. Como dijo
un humorista: usando su trquea para pensar, Watson decidi que no tena mente. En conductismo
entendi siempre el pensamiento como una actividad meramente fisiolgica.
El ambiente: Al principio Watson dio importancia a lo heredado, pero luego al ambiente como
determinante de la conducta humana adulta. Distintos ambientes producen personas diferentes.
Determinismo y responsabilidad personal: Los actos, aun los voluntarios, estn fsicamente
determinados. Para Watson por tanto, el hombre no es responsable de sus acciones (aunque admite el
castigo solo como forma de control social), y por tanto, en vez de castigarlo, debiera ser reeducado por
condicionamiento.
Otros conductistas importantes.- Para Weiss, la psicologa era rama de la fsica pues la conducta se
reduce a procesos fsico-qumicos, a energa y a fuerzas. Por ejemplo la conducta voluntaria (poder
elegir) se debe a la existencia de dos canales cerebrales y don el estmulo elige uno de ellos.
Holt intent integrar lo esencial del conductivismo con las doctrinas psicoanalticas dinmicas. Hunter por
su parte, desarroll mtodos de laboratorio para estudiar el aprendizaje animal sobre bases conductistas.
Lashley estudi sobre todo las localizaciones cerebrales mediante extirpacin cerebral en ratas. Esto lo
llev a pasar del esquema E-R a la teora del campo de Lewin, pero en lo fundamental sigui adherido al
conductismo.
F.H. Allport estudi sobre todo el desarrollo del lenguaje en el marco de una psicologa social de base
conductista. Kuo por su parte, fue ms ambientalista todava que Watson: los instintos dependen
tambin de influencias ambientales y no son pura herencia. Critic el concepto de condicionamiento: los
cambios de conducta se deben ms bien a una continuidad de esta ltima.
Conductistas contemporneos.- Tolman, Guthre, Hull y Skinner son cuatro hijos importantes en el
desarrollo del conductivismo desde Watson hasta la actualidad. Otros autores, que trabajaron sobre todo
en fisiologa, fueron: Graham, Garner, Hebb y Davis.
El conductismo watsoniano: crticas y rplicas.- Conductismo metodolgico: Woodworth critic el mtodo
objetivo de Watson diciendo que dejaba de lado muchos problemas importantes sobre la percepcin, y
que el informe verbal del sujeto no era suficiente.
McDougall critic tambin la exactitud del informe verbal y tambin su significacin (como en el anlisis
de los sueos); el enfoque objetivo tampoco era til para estudiar relaciones funcionales de las
experiencias concientes (por ejemplo, su dependencia de factores externos o corporales). Watson replic
a stos que el dato era la conducta, no la conciencia: sta es solo una herramienta para estudiar ciertas
cosas, pero el objeto de estudio en s de la psicologa.
Otra crtica fue que Watson, al traducir conceptos mentalistas a fisiolgicos, en realidad no explicaba
nada nuevo sobre los primeros. Tambin se le critic que introdujo implcitamente aspectos no
observables de la conducta, no preocupndose por probar su existencia.
Critic Tolman a Watson el no haber dado importancia a la conducta molar (o sea como fenmeno
emergente e irreductible a la suma de sus partes). Tolman encuentra en la conducta manifiesta una
intencionalidad que Watson no aceptaba. La intencin es para Tolman cierta influencia de la conducta
sobre el ambiente. Si bien Watson habl de intencin, no lo emple como concepto explicativo de la
conducta, por ser inobservable.
Conductismo metafsico: Angell critic al conductismo su negacin radical de la mente, que es algo de lo
cual puede estar seguro tanto el sabio como el tonto. Por su parte Heidbreder critica al conductismo que
ste use trminos como pensamiento y emocin sin explicar de donde los saca, pues una persona no
conoce su emocin porque se ve sonrojar frente a un espejo. Para Bergmann, por ltimo el error de
Watson fue pensar que para probar que no hay mentes interactuantes lo cual es cierto para Bergmannarguy que no haba mentes, lo cual es falso.
Crticas sobre las caractersticas secundarias del conductismo: Estas crticas se centraron sobre todo en el
determinismo de la conducta y la ausencia de responsabilidad personal. Recordar aqu que determinismo
no equivale a mecanismo: hay posturas deterministas, no mecanistas.
El conductista dice que el hecho que el electrn sea libre para seguir tal o cual trayectoria (as entiende
el conductismo el principio fsico de indeterminacin de Heisenberg), no quiere decir que esto pueda
trasladarse a la psicologa. A Watson se le critic el hecho de que se contradeca, cuando por un lado dice
que no hay libre albedro, y al mismo tiempo, por el otro dice que se puede influir en las personas, para
que obren de tal o cual manera.
Tambin se critic a Watson su excesivo ambientalismo, y su esquema explicativo de E-R, demasiado
amplio pues permite explicar cualquier resultado, cualquiera que fuese ste.
La atraccin del conductismo.- El conductismo fue muy bien recibido, no obstante, pues permita ampliar
el estudio de la conducta humana fuera de los estrechos lmites del introspeccionismo. El operacionalismo
de la fsica y el positivismo lgico, impulsaron aun ms el conductismo, pues ellos resaltan la importancia
de los datos observables.

El xito del conductismo se debi tambin a la personalidad de Wstson, a la fcil comprensin de su


doctrina y a la adecuacin de sta a la idiosincrasia norteamericana: la afirmacin de Watson segn la
cual l poda hacer de un nio sano lo que se propusiese, respaldaba la idea del sueo norteamericano
que cualquiera poda ser presidente alguna vez.
La contribucin de Watson a la psicologa.- Primeramente contribuy a fomentar un estudio objetivo de la
conducta, es decir, el aporte fue fundamentalmente metodolgico; pero el conductismo metafsico
contribuy a mostrar que el problema mente-cuerpo era infructuoso, cientficamente inabordable. Watson
contribuy a que los investigadores actuales eliminaran ese problema.
No fueron muy importantes sus contribuciones en cuanto a nuevas tcnicas o nuevas teoras sustantivas.
Muchas de sus ideas fueron solamente revisiones de ideas anteriores. Para Bergmann, la contribucin
importante de Watson fue su afirmacin que no hay mentes interactuantes (tanto con el cuerpo como con
otras mentes). La importancia de Watson radica en haber dicho que la nica interaccin entre las mentes
se da por medio de acontecimientos fsicos como palabras, por ejemplo. Intentaba desterrar las mentes
msticas.
Propiedades dimensionales del conductismo.- Las ms destacadas fueron, en orden, las siguientes: el
objetivismo del contenido, el objetivismo metodolgico, y el determinismo.
Condensado de Marx M y Hillix W (1985) Sistemas y teoras psicolgicos contemporneos. Mxico: Paids, 3 edicin.

CONFIANZA
Definicin.- Creencia que una persona deposita en la integridad de otra.
Vander Zanden James, Manual de Psicologa Social, Barcelona, Paids, 1986, pg. 617.

Definicin.- Actitud de tranquilidad derivada del convencimiento que se posee de que algo o alguien, o
incluso uno mismo, se comportar o funcionar como se espera. / Confianza, exceso de, tendencia a
sobrestimar la exactitud de los conocimientos y juicios propios. En muchas ocasiones se produce como
una combinacin entre la ansiedad por confirmar las experiencias que se tienen y la facilidad con que se
justifican los fracasos. / Confianza fundamental, sensacin de que el mundo es previsible y fidedigno. Se
establece durante la infancia mediante experiencias adecuadas con personas sensibles que cuidan al
pequeo. Los nios sometidos a una intervencin temprana positiva poseen una actitud vital de confianza
ms que de miedo.
Farr Mart J (1999) Diccionario de psicologa. Barcelona: Ocano.

CONFLICTO
Definicin.- Oposicin entre fuerzas aparente o evidentemente incompatibles. Puede haber un conflicto
interno o psicolgico entre impulsos instintivos (libidinales y agresivos, por ejemplo) o entre estructuras
(yo y ello, por ejemplo). La idea de que todo conflicto psicolgico es neurtico no forma parte de la teora
psicoanaltica; los conflictos son neurticos slo si una parte es inconciente y/o son resueltos por el uso
de defensas, salvo la sublimacin.
Rycroft Ch., Diccionario de psicoanlisis, Buenos Aires, Paids, 1976, pg. 41.

Definicin.- Forma de interaccin en que las personas (individual o grupalmente) se perciben a s


mismas como envueltas en una lucha por los recusos o valores sociales escasos.
Vander Zanden James, Manual de Psicologa Social, Barcelona, Paids, 1986, pg. 617.

Definicin.- 1. Concepto utilizado extensivamente en psiquiatra, que tomaba su significado


psicodinmico ms exhaustivo del campo del Psicoanlisis 2. (psa.) Cuando un instinto abandona su
fuente original y se dirige al medio, se encuentra con el escrutinio crtico de varias fuerzas diferentes,
cada una de las cuales exige que el instinto se conforme a ciertos requerimientos antes de que pueda dar
el prximo paso hacia delante. El instinto no quiere sufrir ninguna modificacin; no quiere sufrir
restriccin alguna. Opone las exigencias de las fuerzas sucesivas que encuentra, a saber, el Supery, el
Yo, el Yo ideal y la realidad. En consecuencia, hay un conflicto que lleva a uno de muchos resultados,
como represin, simbolizacin, etc. Desde el principio mismo nuestro punto de vista era que los
hombres caan enfermos debido al conflicto entre las exigencias de sus instintos y la resistencia interna
que se coloca contra ellos. (Freud). Una solucin al conflicto entre las fuerzas reprimidotas y las
reprimidas puede alcanzarse,, sin embargo, en cuanto la energa de la ltima diverja hacia otros
objetivos, del mismo modo que la conservacin y transformacin de energa tiene lugar en el mundo
fsico (Jones. l (Freud) demostr que tales conflictos no siempre, ni generalmente, pelean a puetazos
por una salida decisiva; sino que ms bien una de las fuerzas contenedoras, alguna fuerza instintiva
especializada hacia cierto objetivo, es apta para suprimirse o reprimirse, pero sopor ello se la priva de su
poder. (W. MacDougall, Autine of Abnormal Psychology, 1962).
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Definicin.- Estado del individuo frente a motivos fuertes no satisfechos.


Condensado de Mc Keachie W y Lackner Doyle C (1973) Psicologa. Bogot: Fondo Educativo Interamericano. Captulo
11.

Teora freudiana del conflicto.- Freud conceptualiz la personalidad como dividida en tres sistemas:
ello, yo y supery. El ello busca satisfacer impulsos, o sea, se ruge por el principio del placer, pero al no
estar preparado para adaptarse al ambiente, el yo cumple esa funcin percibiendo la realidad externa y
planear la satisfaccin del impulso: se diferencia a partir de ello y se rige por el principio de realidad.
Posteriormente se constituye el Supery, que tiene dos sub-sistemas: la conciencia y el yo ideal. La
conciencia son todas las prohibiciones morales internalizadas que penalizan los impulsos sexuales y
agresivos. Si la prohibicin se viola, aparece el sentimiento de culpa, un castigo fomentado por el
supery. El yo ideal corresponde a lo que es moralmente bueno, y resulta de internalizar ideales y
expectativas de los propios padres. Si la persona no se conduce segn su ideal del yo, se sentir mala y
falta de autoestima (no culpable). El ideal del yo puede tambin exigir la supresin de impulsos del ello,
como ocurre con la conciencia.
El yo es la instancia que debe sopesar las exigencias y prohibiciones de los distintos sub-sistemas y
buscar una solucin. Cuando el yo no es capaz de controlar los otros sub-sistemas, aparece el
sentimiento de ansiedad como seal de alerta. Y para defenderse de esta ansiedad el yo adoptar ciertos
mecanismos de defensa.
De acuerdo a la clasificacin del principio, los conflictos entre sub-sistemas son intrapersonales: el
conflicto supery-ello y ello-yo son por deficiencia de la personalidad (del yo) para solucionar conflictos.
Freud podra tambin haber llamado barreras sociales y situacionales a las barreras entre yo y ello o
entre yo y supery, pues el yo percibe que el ambiente no puede satisfacer las demandas del ello
impulsivo y del elevado supery.
Condensado de Mc Keachie W y Lackner Doyle C (1973) Psicologa. Bogot: Fondo Educativo Interamericano. Captulo
11.

Generalidades.- Es una forma de interaccin donde las personas o los grupos se perciben a s mismos
como envueltos en una lucha por los valores sociales escasos. Las personas en conflicto se sienten con
objetivos o fines distintos, y cada uno es para el otro como una amenaza que debe neutralizarse. Hay
muchas ideas sobre el conflicto: unos piensan que su ausencia es condicin para el bienestar, y otros que
su presencia es condicin para el progreso (por ejemplo Hegel y Marx). En el conflicto encontramos
intereses en pugna y valores en pugna.
Intereses en pugna.- Es cuando los individuos o grupos desean el mismo recurso escaso, como por
ejemplo la comida. Hay tambin recursos no biolgicos como el status. Lograr status (honor y mrito que
creemos tener ante los dems) es tambin fuente de conflictos entre las personas.
Valores en pugna.- El valor es un principio tico con el cual las personas sienten un gran compromiso
emocional, y que usan al juzgar las conductas. El valor hace que veamos las conductas como buenas o
malas, meritorias o deplorables, etc. Los conflictos pueden surgir cuando cada persona o grupo pretende
imponer sus propios valores frente a otras personas o grupos con distintos valores.
A veces, los valores sociales son fruto de una pugna de intereses, como ocurre en los conflictos de clase
o raciales, donde la idea de superioridad sirve para justificar la opresin del otro.
Modelos de conflicto.- Desde la psicologa social se plantean tres modelos de conflicto: 1) Modelo del
agresor y agredido: uno de los bandos concibe al otro como el agresor (por ejemplo en las guerras).
Esto es unilateral, porque tiende a descargar toda la culpa en los otros. 2) Modelo de la espiral del
conflicto: dice que todo conflicto genera un nuevo conflicto, o sea cada bando aumenta el conflicto
originado en el otro bando, y as sucesivamente. Una crtica que puede hacerse es que no toda accin
genera una reaccin, o bien un tercer bando puede aparecer como moderador. 3) Modelo del cambio
estructural: sostiene que ciertos cambios (en los valores, creencias, actitudes) producidos en un grupo
pueden perpetuar el conflicto. Tales conflictos producen a su vez cambios, que podrn ayudar a
perpetuar nuevos conflictos. Una crtica: algunas sociedades son flexibles, y luego del conflicto pueden
retornar a ser como eran antes.
Intensidad del conflicto.- Ciertos factores pueden disminuir la intensidad del conflicto, como por ejemplo
adhesiones comunes (dos bandos que comparten lealtades tienen conflictos menos intensos),
identificaciones cruzadas (los grupos son contrincantes en un terreno pero aliados en otro), terceros
bandos que moderan el conflicto, lazos cooperativos (el conflicto cede si afecta una tarea til en comn)
y costos (hay conflictos que no vale la pena el esfuerzo de mantenerlos).
Coaliciones.- Si el conflicto se da entre tres o ms personas o grupos, suelen surgir coaliciones entre
algunos de ellos para oponerse a los otros. Las coaliciones son importantes en las relaciones familiares,
empresariales e internacionales. Algunas teoras dicen que las coaliciones se forman por negociacin,
donde cada bando buscar su ventaja, aunque hay otras teoras, como la de los recursos mnimos, la del
poder de decisin, y la de la probabilidad ponderada.
Condensado de Vander Zanden J (1986) Manual de psicologa social. Barcelona: Paids.

Generalidades.- No se puede vivir sin conflictos. Desde el nacimiento vivimos situaciones conflictivas,
todas ellas relacionadas con una sintomatologa: la angustia. Hay una angustia seal, que nos previene
de posibles amenazas, una angustia automtica, resultante de comprobar una amenaza real externa, una
angustia neurtica, derivada de la represin pulsional, y una angustia psictica derivada de un mundo
interno poblado de fantasmas destructivos.
Los conflictos pueden nacer de fijaciones en el proceso de desarrollo, de una lucha entre el s-mismo y el
mundo externo, mundo que puede ser la familia o la sociedad en su conjunto.
Hay tambin conflictos entre instancias dentro del aparato psquico, que el yo buscar resolver (conflictos
intrapsquicos). Los sntomas que expresan el conflicto pueden ser somticos o psquicos, aunque en
realidad son siempre psicosomticos por estar involucrados mente y cuerpo.
Condensado de Knobel M (1987) Psicoterapia breve. Buenos Aires: Paids. Captulo 3.

Segn el psicoanlisis.- Hubo un tiempo en que el conflicto era universalmente reconocido como el
foco caracterstico del psicoanlisis, cuya mejor expresin es probablemente la sucinta definicin de E.
Kris (1947) del objeto del anlisis como la conducta humana considerada como conflicto. Esto ya no es
as.
Casi todas las escuelas psicoanalticas contemporneas se refieren al conflicto, pero nunca del mismo
modo. Algunos analistas, incluyendo algunos psiclogos del self, se centran principalmente en los
defectos, los dficit y las disociaciones o escisiones verticales (Kohut, 1971)- considerando al conflicto
como un logro evolutivo posterior y, en ciertos casos, un foco posterior para el anlisis.
Algunos analistas, incluyendo algunos europeos, trabajan con una concepcin tpica del conflicto entre
una actividad represora y las ideas o afectos que esa actividad relega a un inconsciente aislado. Algunos
analistas, incluyendo algunos relacionales, se centran en organizaciones conflictivas del self. Otros,
incluyendo los analistas kleinianos, se centran en el conflicto con los objetos internos. En cada uno de
estos ejemplos, la localizacin del conflicto que se examina y los componentes del conflicto son
diferentes. No existe un acuerdo sobre qu est en conflicto con qu.
Smith H, Concepciones del conflicto en la teora y la prctica psicoanalticas. Aperturas psicoanalticas. 2003 NOV;(15).

Conflicto neurtico.- Conflictos neurticos son los que se establecen entre las instancias del aparato
psquico, y son unidades simples. Se originan en la bsqueda de gratificaciones instintivas y las
exigencias internalizadas (precursores del superyo). Debe distinguirse el conflicto neurtico de la
neurosis propiamente dicha, que es una organizacin mucho ms compleja y que aparece en una fase
muy ulterior del desarrollo del nio. Por ejemplo, una neurosis puede incluir varios conflictos neurticos.
Tambin deben distinguirse los conflictos neurticos de otros tipos de conflictos, que se dan no entre
instancias sino entre el nio y el mundo exterior.
Estos ltimos pueden ser de dos tipos: interferencias (o trastornos) del desarrollo, y conflictos del
desarrollo.
Con frecuencia los conflictos neurticos son secuelas de conflictos de desarrollo anteriores. Normalmente
desaparecen cuando se pasa a la fase siguiente, pues hay una redistribucin de la energa. Cuando esto
ocurre hablamos de un conflicto de desarrollo neurtico transitorio, pero cuando no fue adecuadamente
resuelto en el momento oportuno hablaremos de conflicto neurtico permanente.
Los conflictos neurticos pueden aparece el cualquier momento de la infancia. A partir de all algunos
pueden mantenerse activos y pasar a integrar una neurosis infantil y posteriormente a una neurosis
adolescente o adulta.
Condensado de Nagera Humberto (1989) Neurosis infantil. Problemas de desarrollo. Buenos Aires: Horm.

Conflicto psquico segn Knobel.- Desde el nacimiento vivimos situaciones conflictivas, estando todas
ellas relacionadas con una sintomatologa ya conocida: la angustia.
Existe, desde luego, una angustia seal, que nos previene de las posibles amenazas, imaginarias o
reales, exteriores; una angustia automtica, producto de una comprobacin inmediata de una amenaza
accidental y real externa; una angustia neurtica, producto de una incesante represin de pulsiones, ya
sea por impedimento del mundo exterior o por prohibiciones del mundo interior, y tambin una angustia
psictica, resultado de un mundo interno poblado de fantasmas destructivos que impiden la percepcin
de la existencia del principio de realidad y las posibilidades que ofrece el principio del placer.
Los conflictos pueden originarse en fijaciones en el proceso de desarrollo que impiden las necesarias
discriminaciones evolutivas; pueden ser el producto de la lucha entre el s-mismo y el mundo exterior,
que en su micro-realidad de una familia conflictiva y conflictuante, o en su macro-realidad de una
sociedad injusta, violenta, represora y frustrante, nos obligan a enfrentar esa angustia real con mayor o
menor xito (lo que es improbable), o a estructuraciones patolgicas que permiten un penoso sobrevivir,
o bien pueden aparecer por enfrentamientos intrapsquicos que, al reestructurar el aparato mental,
conducen a estructuraciones psicopatolgicas diversas, como las neurosis, las caracteropatas y hasta las
psicosis.
Los sntomas pueden ser psquicos o somticos. Consideramos que siempre son psicosomticos, ya que
toda perturbacin anmica va acompaada de manifestaciones orgnicas, y, fundamentalmente, de

dificultades libidinales, en las cuales aparece la dificultad o la incapacidad para obtener el placer al que
naturalmente tenemos derecho.
Eidelberg (1968) seala que hablando metapsicolgicamente, o sea desde el punto de vista dinmico,
estructural, econmico y sistmico, toda combinacin de conflictos es posible. As, habra conflictos entre
diversas instancias del aparato psquico, entre sus cualidades (conciente e inconciente), entre lo pulsional
y lo real, entre el narcisismo y las posibilidades del mundo exterior, etc. Podran estructurarse entonces
cuadros psicopatolgicos como las neurosis, o situaciones angustiosas ms o menos estables o
transitorias, o bien desajustes temporarios.
Podemos decir, con Fedita (1979), que el conflicto tiene el valor de lo que se vivi en la forma
sintomtica y que se caracteriza por una sensacin de dificultad interna, de tensin o de angustia, que
conducir a un sentimiento de culpa.
Resumen de Knobel Mauricio, Psicoterapia breve. Buenos Aires: Paids. Captulo 3: Conflicto psquico.

CONGNITO / HEREDITARIO
Generalidades.- Lo hereditario es lo transmitido por las clulas sexuales y lo congnito es lo que est
presente en el momento del nacimiento. Existen anomalas heredadas por transmisin gentica y
anomalas congnitas que se manifiestan en el momento del nacimiento. No todas las anomalas
congnitas son de transmisin gentica, y no todas las alteraciones heredadas se manifiestan en el
momento del nacimiento. Las lesiones que padece el feto por una rubeola materna son alteraciones
congnitas no hereditarias. La corea de Huntington es una afeccin hereditaria que no se presenta hasta
mucho despus del nacimiento. Entre las alteraciones congnitas las hay de origen ambiental como la
rubola, de origen gentico como las mutaciones genticas y las alteraciones cromosmicas, y de origen
mixto, en las que pueden jugar un papel ambos factores (pgs. 12-13).
Monedero C (1982) Psicopatologa evolutiva. Barcelona: Labor Universitaria.

CONGRUENCIA
Segn Rogers.- Congruencia es uno de los elementos esenciales que aporta el profesional asistencial a
la relacin con el cliente, y significa que los sentimientos experimentados por el asesor son accesibles
para l y a su conciencia, que es capaz de vivirlos, de consustanciarse con ellos en la relacin con otro
individuo, de comunicarlos si fuese oportuno; significa que el asesor entra en un encuentro personal
directo con su cliente, un encuentro de persona a persona; significa que es l mismo, que no niega su
personalidad. Cuanto ms capaz sea el terapeuta de escuchar sin rechazo lo que ocurre dentro de s,
cuanto ms capaz sea de vivir sin temor la complejidad de sus sentimientos, tanto mayor ser su
congruencia. Si se ve invadido por sentimientos negativos, es preferible no actuar simulando inters o
simpata: ha de ser autntico.
Rogers C, La relacin interpersonal: ncleo de la orientacin. Incluido en Rogers C, Stevens B y otros, Persona a
persona. Buenos Aires: Amorrortu, pg. 93.

Segn Rogers.- Existe un estado de congruencia cuando las experiencias simbolizadas de una persona
reflejan todas las experiencias reales del organismo. Cuando estas vivencias simbolizadas no representan
todas las reales, o si son negadas o distorsionadas, hay una falta de correspondencia entre el yo como es
percibido y el yo real. En tal situacin hay incongruencia y una posible desadaptacin Cuando el
autoconcepto es congruente con las experiencias del organismo, la persona est libre de la tensin
interna y adaptada desde el punto de vista psicolgico.
Rogers da un ejemplo: una madre se auconceptuaba como buena y amorosa. No puede reconocer su
actitud rechazante hacia el hijo porque no coincide con su autoimagen. Pero tal actitud existe y busca
expresarse con agresin, pero se expresa mediante canales consistentes con su autoimagen de madre
buena, y entonces percibir mucha conducta mala en el nio para expresar sus actitudes negativas, ya
que es de buena madre comportarse agresivamente con su hijo cuando este es malo.
Engler Barbara, Introduccin a las teoras de la personalidad. Mxico: McGraw-Hill, pg. 332-333.

CONOCIMIENTO
Enfoque psicoanaltico.- Aunque el psicoanlisis no es una teora del aprendizaje, puede aportar ideas
sobre la evolucin normal y patolgica del aprendizaje y sobre el problema del conocimiento.
El inconciente es una instancia que est en relacin de conflicto o de alianza con el sistema preconcienteconciente, que es donde se define lo relativo al conocimiento. Sobre este modelo desarrolla Bleichmar
algunas ideas.
El psicoanlisis nace indagando lo patolgico, pero luego termina explicando el funcionamiento psquico
normal, concretamente, a partir de la forma en que el inconciente entra en la estructuracin psquica.
La cra humana se constituye como sujeto en el marco de relaciones con el semejante, que son de amor
y odio, se sexualizacin y de instalacin de representaciones de base. El nio es lanzado prematuramente

a un mundo sexual y simblico: est prematurado por el otro antes de tener una estructura simblica
para responder a lo que el otro le demanda. El nio est indefenso, por lo que la relacin con el otro es
asimtrica.
El nio parasita biolgicamente a la madre, pero esta lo parasita simblicamente y sexualmente, pues
desde ella se instalan los primeros sistemas representacionales o improntas. Frente a ello el "Qu quiere
de m?" del nio abre su curiosidad intelectual, que contina luego con el enigma de las diferencias
sexuales.
Considero aqu la representacin en sentido amplio, como imagen mental que se constituye en ausencia
del objeto. Como tal, lo representacional no es innato ni surge porque s, sino que es el efecto de una
complejizacin creciente del aparato psquico tendiente a encontrar vas de salida y de ligazn a una
cantidad de energa que ingresa al psiquismo precoz, sometindolo a gran esfuerzo.
As se constituye lo inconciente, algo no definido biolgica ni instintivamente; y en el mejor de los casos
se constituye como reprimido, generndose a partir de un fondo de representaciones cargadas
libidinalmente. El otro es condicin necesaria para esto.
El inconciente no conoce nada, es un existente real pero es a partir de l que luego se constituir el
conocimiento en el Yo, que mantiene vnculos con el inconciente y con lo real externo al mismo tiempo. El
inconciente no conoce y tampoco recuerda. El Yo es quien tiene memoria: en el inconciente slo hay
huellas mnmicas (son como fotos viejas que el Yo puede o no recordar).
El conocimiento es la resultante de interacciones dentro del aparato psquico y de este con la realidad
exterior. Recibe informacin de afuera, el aparato la organiza y recompone, y la devuelve hacia afuera.
A nivel puramente biolgico hay una relacin de inmediatez con el objeto. El beb satisface su necesidad
con el objeto leche, pero esta 'relacin' no garantiza una relacin sujeto-objeto a nivel psquico (no
biolgico). Para esto se requiere de un semejante que, al dar leche, genera una representacin de
distinto orden, una vivencia de satisfaccin ligada no a la simple satisfaccin del hambre sino vinculada
con lo libidinal, lo amoroso. Tales representaciones de lo vivenciado sirven para ligar la energa, y por ello
el pensamiento tiene para el psicoanlisis, en un comienzo, un carcter alucinatorio.
Los primeros modos de representacin quedan fijados al inconciente y se cierran sobre s mismos. Sin
embargo, tales circuitos se abrirn porque el pensamiento pasa de un modo alucinatorio a un
pensamiento capaz de reconocer el objeto externo, y hasta an capaz de apropiarse de l.
Para que este pasaje ocurra, es preciso que se establezca una relacin entre lo inscripto como huella y el
objeto a reconocer. Este objeto no puede ser ni totalmente idntico a la huella (pues no habra trabajo
psquico, ni crecimiento del aparato, ni posibilidad de conocimiento), ni totalmente diferente (pues no
despertara inters). En los marasmos, los nios hospitalizados abandonan todo vnculo hacia el exterior
porque el objeto no tiene nada en comn con los objetos inscriptos como representaciones.
El sujeto, ya desde los orgenes del pensamiento, intenta reencontrar algo de lo ya conocido,
producindose apropiaciones por extensin. Esto ocurre el resto de la vida. Por ejemplo, la teora de la
informacin dice que no podemos recibir ms del 40% de informacin totalmente nueva, pues sera
imposible entramarla con nada previo.
Estos objetos a reencontrar no son estrictamente objetos de la necesidad biolgica. Un nio de ocho
meses que busca su chupete no intenta encontrar un objeto de satisfaccin a una necesidad biolgica,
sino reencontrar una huella placentera ante la tensin del sueo o el hambre. La perentoriedad de la vida
no se anula, pero se posterga.
Las anorexias donde el sujeto se deja morir por no ingerir muestran que la vida representacional puede
entrar en conflicto con los intereses vitales, as como el nio puede empezar a comer por amor al otro.
Hay una reinscripcin de lo biolgico en el contexto de lo intersubjetivo, donde entre el sujeto y el objeto
externo no hay inmediatez sino que se interpone o media algo real (la madre) o imaginario (las
representaciones).
El proceso de conocimiento slo se hace haciendo una transferencia, sea sobre un objeto real exterior (un
libro), sea sobre un campo que se est invistiendo (un tema): las elecciones profesionales se producen
por o contra residuos de inscripciones.
Qued dicho que el inconciente no conoce, por cuanto se rige por la ley de la identidad de percepcin:
tiende al reencuentro de lo idntico (alucinacin donde no distingue lo que el real de lo que es
imaginario). Adems, lo inconciente no tiene temporalidad, no tiene negacin ni se rige por el principio de
contradiccin (en un sueo, una casa puede ser un barco). En el conocimiento, al revs, encontramos la
lgica del proceso secundario, y para pasar a la lgica dialctica hay que pasar por la lgica formal. Esto
es patrimonio del Yo o del preconciente.
Este Yo no es una mera diferenciacin del aparato psquico sino una representacin de s msmo que
permite la autodenominacin. Debe haber un lugar desde donde el sujeto se reconozca como idntico a s
msmo y se posicione frente al otro y frente al mundo. El Yo ubica al sujeto en un espacio que separa al
otro de m, para luego ser aquello que me separa a m del otro. Por ello el espacio se constituye en un
primer momento como invertido, y a partir del descentramiento del semejante se constituye por una
apropiacin del s-msmo en algn lugar. Una falla en la constitucin del espacio no es una falla parcial,
sino un trastorno general del sujeto. En la psicosis simbitica los lugares del nio y la madre estn

confundidos, por eso la madre debe ponerse frente a l y decirle "esta es mi derecha pero esta es tu
izquierda", para que ella misma comience a descentrarse respecto del hijo.
Con respecto al tiempo, la temporalidad guarda relacin con poder constituir la presencia-ausencia de un
objeto (al principio, de la madre, y luego por ejemplo de la luminosidad noche-da), con poder ubicarse
en una serie temporal.
Los objetos del mundo cobran inters desde desprendimientos iniciales pero son siempre metonimias, o
sea diferenciaciones progresivas, prolongaciones, desprendimientos de los objetos originarios. Algunos
pensadores hablan de los paradigmas indiciticos, o campos de conocimiento construidos en base a
indicios (como por ejemplo Sherlock Holmes, que arma una teora a partir de indicios).
El psicoanlisis considera tambin estos paradigmas indiciticos: el nio construye teoras en base a
indicios para resolver enigmas: qu quiere mi madre de m, por qu hay dos sexos, quin es este seor
llamado pap, por qu unos tienen pito y otros no (lo perdieron?), podr perderlo (en el nio), podr
recuperarlo (en la nia), etc.
El conocer se establece como un proceso de alejamiento de estos objetos de base. Slo el hombre
teoriza, teoriza sobre s msmo y el mundo buscando la verdad: por qu no me ama ms, por qu me
ama, por qu mis padres me tuvieron, por qu se separaron, etc.
Todo lo dicho puede resumirse en cinco premisas:
1) Para que haya conocimiento debe haber un sujeto cognoscente, el cual no est dado de entrada: debe
haber un aparato psquico funcionando y diferenciado en partes: lo inconciente y el Yo. 2) Tal aparato se
constituye como efecto de las primeras relaciones -asimtricas- con el semejante, que dotan al aparato
de huellas cargadas con energa cuyo destino ser el de estar reprimidas, y que son las reservas del
aparato. 3) Si no se constituye lo inconciente reprimido, el nio quedar a merced de constantes y
masivas invasiones (proceso primario) que no le permiten desarrollar procesos de conocimiento. Es el
caso de nios hiperkinticos o de atencin dispersa, etc. 4) La constitucin del Yo, concomitante con la
represin originaria, da origen al proceso secundario: temporalidad, espacialidad, negacin, etc., que se
ve en los tiempos verbales, pronombres, etc., en el uso del lenguaje. 5) La temporalidad y la espacialidad
no se constituyen linealmente sino en trminos de una recomposicin estructural.
Como conclusin, digamos que el psicoanlisis slo da algunas respuestas: no agota la totalidad de la
realidad. La psicologa gentica dar cuenta de la constitucin de una lgica del conocimiento, la
neurobiologa del sustrato fsico-qumico de estos procesos, etc.
Condensado de Bleichmar Silvia, Supuestos tericos psicoanalticos para abordar las cuestiones tericas del
aprendizaje. Buenos Aires: Temas de Psicopedagoga, Anuario N 5, 1991.

Conocimiento y vnculos segn Bion.- Bion describe tres tipos de vnculo:


K (knowledge = conocimiento).
L (love = amor).
H (hate = odio).
En el vinculo K es deseo es conocer, de saber la verdad (cerca de otra persona o a uno mismo), y ese
vnculo se perturba cuando hay un exceso de envidia o voracidad que impiden conocer lo bueno de la
madre (vnculo no-K).
Si hay una frustracin tolerable por no conocer, se puede aprender, pero si no, el proceso para llegar a la
verdad y al conocimiento no se tolera y se obtura con omniciencia (creer conocerlo todo, o vnculo no-K),
que impide un conocimiento ms autntico.
La funcin psicoanaltica de la personalidad permite el conocimiento de s mismo y los otros, y se
desarrolla segn las posiciones paranoide y depresiva, as como segn el esquema continente-contenido.
Acerca de los mitos.- Desde esta teora del conocimiento, Bion reinterpreta mitos como el Edipo como un
mito privado, que es al principio una preconcepcin, pero que luego se transforma en concepcin segn
las experiencias vividas con los padres y las investigaciones hechas por el nio. El personaje Tiresias
desalienta a Edipo a conocer la verdad, y representa el temor del ser humano a enfrentarse con la verdad
por miedo a sufrir.
Este y otros mitos permiten entender ciertos procesos primitivos de la mente como la bsqueda de la
verdad, la responsabilidad, la tendencia a no querer saber, el aprendizaje, y las partes psicticas y no
psicticas.
La relacin analtica.- Si en la relacin analtica predomina el vnculo K hay una relacin comensal: ambos
se benefician y el paciente puede establecer nombres que designan conjunciones constantes o
experiencias repetidas y comprendidas emocionalmente, y puede pasar a la posicin depresiva. Esto es
posible cuando el analista logra la capacidad de reverie.
Bion habla tambin del estado de no saturacin, o duda tolerada: el paciente no sabe a donde conducirn
sus asociaciones, y/o el analista no sabe cundo el material adquirir coherencia. Implica no cerrar el
conocimiento con certezas que conduzcan a la omniciencia y la arrogancia.
La reversin de la perspectiva es el proceso por el cual el paciente escucha al analista desde su
perspectiva propia, sin poder ponerse en el punto de vista del analista. Lo contrario ocurre cuando el
paciente ve la figura sobre el fondo, es decir, cuando entiende la interpretacin que le hacen, lo que
implica crecimiento mental.

Condensado de Abadi Sonia y otros (1997) Desarrollos posfreudianos: escuelas y autores. Buenos Aires: Editorial
Universidad de Belgrano.

CONSEJO
Generalidades.- El consejo es una recomendacin o sugerencia para pensar, sentir o actuar de
determinada manera. Algunas personas interpretan un consejo como una intromisin en sus vidas, otras
como un intento por controlarlas y otras ms se sienten subestimadas, por cuanto dar un consejo supone
un vnculo asimtrico. Los consejos se valoran cuando se sufren las consecuencias por no haberlos
escuchado.
Los adolescentes son particularmente refractarios a la palabra consejo, y de all que a veces es
preferible decir te doy una idea a te doy un consejo. Adems, habra que constatar si est preparado
o no para recibir un consejo. Una forma sera preguntndole: "si vos sabs que una semilla dentro de
unos aos producir un enorme rbol lleno de frutos, la plantaras en tu jardn?". Una respuesta
afirmativa indicara que est en condiciones de valorar un consejo, y puede agregarse entonces: "Bueno,
tengo una semilla para vos. Se llama consejo".
Cazau P (2001) Vocabulario de psicologa. Buenos Aires: Redpsicologa.

CONSERVACIN
Psicognesis.- En este artculo de Faigenbaum se parte del dato, reportado por investigaciones
interculturales, de que en ciertas sociedades la mayora de los adultos no logran la operatoriedad en
algunos de los dominios investigados por Piaget. En el marco de la pregunta por el modo en que las
"condiciones de contorno" sociales podran afectar el desarrollo de los conocimientos individuales, se
intenta precisar qu caractersticas de los modos cuantitativos de intercambio podran influir en la
adquisicin de los principios de conservacin. Se exploran una serie de analogas entre las coordinaciones
de la accin necesarias para las compraventas, y las coordinaciones de la accin necesarias para los
razonamientos operatorios relativos a la conservacin de la sustancia. Aunque las analogas aqu
sostenidas carecen de prueba emprica directa, ellas sugieren direcciones para re-pensar el marco terico
de las investigaciones en psicognesis; de ah su relevancia epistemolgica. Se postula, adems, que en
todas las situaciones de intercambio que tienen lugar en el contexto de la experiencia jurdica infantil
(incluso las pre-.dinerarias) se presentan las tres funciones del dinero (medio de pago, medida de valor,
identidad cuantitativa).
Faigenbaum G, Sustancia y valor, algunas analogas. Universidad de Buenos Aires, Facultad de Psicologa,
Investigaciones en Psicologa, Ao 2, N2, 1997.

CONSIDERACIN POSITIVA
Generalidades.- El nio pequeo tiene dos necesidades bsicas: la de consideracin positiva de los
dems y la de autoconsideracin positiva. La consideracin positiva se refiere a ser amada y aceptada
como es la persona. Idealmente, la consideracin positiva es incondicional. Si un padre dice al hijo
escribir en la pared la destruye. Usa el pizarrn, aqu el padre limita los comentarios a la conducta,
pero si le dice eres un nio malo porque escribes en la pared, pas de la desaprobacin de la conducta
a la desaprobacin del nio, y esta consideracin ya no es incondicional. La consideracin positiva
condicional se da solo bajo ciertas circunstancias. A los nios se les hace entender que sus padres no los
amarn a menos que piensen, sientan, y acten como ellos lo desean.
La autoconsideracin positiva se da en forma automtica si se ha recibido consideracin positiva
incondicional. Los nios que son aceptados por lo que son llegan a percibirse a s mismos en forma
favorable y con aceptacin. Sin embargo, es muy difcil verse a uno mismo en forma positiva si es blanco
continuo de crtica y desprecio. En el curso del desarrollo, a cualquier experiencia que sea una variacin
del autoconcepto se la rechaza debido a que es amenazadora y ansigena. Si a los nios se les ensea
que es malo enojarse, pueden percibir como peligrosa o incorrecta la emocin de enojo en s y no ciertas
expresiones de enojo.
Engler Barbara, Introduccin a las teoras de la personalidad. Mxico: McGraw-Hill, pg. 333-334.

CONSTITUCIONAL, TIPO
Generalidades.- En el sentido ms estricto, este trmino se refiere a las constelaciones de rasgos
morfolgicos, fisiolgicos y psicolgicos que se consideran asociados con algunas enfermedades fsicas y
mentales. Sin embargo, se usa frecuentemente en un sentido ms amplio, incluyendo en su significado
tipos de soma y caracteres, aunque no se postule ninguna tendencia a la enfermedad. El primer sistema
tipolgico, el de Hipcrates, distingua el habitus apoplecticus (tendencia a la apopleja en las personas
gruesas y redondeadas) el habitus phthisicus (tendencia a la tisis en los individuos delgados). Galeno lo
ampli en base a los cuatro humores, a los que se atribua la formacin del cuerpo: el sanguneo

(entusiasta, por la fuerza de su sangre); el melanclico (triste, sombro, a causa de la superproduccin


de bilis negra); el colrico (irritable por el predominio de la bilis amarilla); el flemtico (aptico por el
predominio de la flema). Esta concepcin persisti hasta que Harvey descubri la circulacin de la sangre
y Haller demostr la vaga conexin entre la sangre y los temperamentos, abriendo el camino a los
modernos tipologistas para describir los tipos en base a los sistemas anatmicos, mejor que en base a los
humores. El descubrimiento de las secreciones internas y su efecto sobre el cuerpo y la mente plante en
todas partes una nueva doctrina humoral y la clasificacin de tipos en base a la alteracin de la secrecin
de una de estas glndulas. Los prefijos hipo, hiper y dis fueron empleados para indicar una
secrecin aumentada, disminuida y alterada cualitativamente. Los sistemas tipolgicos modernos
principales fueron los desarrollados por las escuelas francesa, italiana, alemana y norteamericana. La
escuela francesa admite con Rostan (1828) los tipos: digestivo, respiratorio, cerebral y muscular. Otros
tipos aceptados por los sucesores de Rostan son: el atmico, el reproductivo, el redondo y el chato. El
sistema de la escuela italiana (De Gionvanni, 1890) formula la ley de la deformacin y describe tres
tipos de formacin corporal: la primera combinacin o de tipo tsico; la segunda combinacin o de tipo
pletrico y la tercera combinacin. Viola los distingue de acuerdo a la forma de las vsceras
(microesplcnico), o de acuerdo a las caractersticas totales externas (dolicomorfo, braquimorfo y
eumorfo). Pende modifica este sistema distinguiendo un biotipo hipovegetativo y, adems, un nmero de
tipos displsticos. Los representantes principales de la escuela alemana moderna son: Beneke (tipo
astnico o hipoplstico, tipo apopltico o hiperplstico, y tipo normal); Bauer (estado degenerativo,
hbito artrtico, tipo astnico), y E. R. W. Jaensch (tipos integrados y desintegrados).
En el campo de la psiquiatra, el sistema tipolgico de Kretschmer ha sido el ms influyente (tipos fsicos:
pnico, astnico, atltico y displstico; tipos de temperamento: ciclotmico y esquizotmico). La escuela
americana cuenta con los trabajos de Draper (tablas de la personalidad), que son los ms efectivos y
sistematizados. Otras clasificaciones son la de Davenport (biotipos grueso, delgado y medio), la de
Stockard (tipos integral y lineal), la de Lewis (tipos represivos, hipercompensatorio normal), y la de
Sheldon (tipos cetormrfico, hendi mesofrfico).
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

CONSTRUCCIN
Segn Freud.- Freud, en Construcciones en psicoanlisis, sostiene que una construccin es una labor
ms amplia que la interpretacin. A medida que el analista va realizando sus interpretaciones, se va
construyendo los acontecimientos reales o fantaseados del pasado que configuraron la situacin
patgena.
En el mencionado artculo, Freud plantea que la labor analtica no es una evocacin fiel y objetiva del
suceso traumtico o de la historia real del paciente, sino una construccin. Tericamente, esta
construccin debera terminar en el recuerdo del conflicto por parte del paciente, pero esto no es
necesario: se puede conseguir igual efecto teraputico si -an sin recuerdo- si el paciente, dice Freud,
adhiere con convencimiento a nuestra construccin" (Freud S, 1937:255).
Freud S., (1937) Construcciones en psicoanlisis, en Obras Completas, Amorrortu, Buenos Aires, Vol 23, 1996.

Carcter constructivo de la experiencia psicolgica.- Fernndez Alvarez desarrolla este tema en el


captulo 6 de su libro en los siguientes trminos.
La actividad psquica como construccin de la realidad.- La experiencia psicolgica es el conjunto de
operaciones interiores y exteriores que realizan los seres humanos como sujetos de una incesante
actividad gobernada por el afn de conocimiento. Esto tiene lugar mediante una actividad desarrollada
en tres niveles bsicos: biolgico, psicolgico y social. Lo que define la realidad humana es la
coexistencia de esos tres planos en una experiencia integrada.
En base a dicha actividad el hombre va construyendo la realidad. Definiremos construccin de la realidad
como la forma de organizacin de la experiencia personal donde cada individuo refleja su representacin
del mundo (incluyendo su autorrepresentacin). Se trata de operaciones necesarias no contingentes, y
su finalidad principal est dirigida a sostener el sentimiento de identidad personal, requerido para
preservar la actividad psicolgica.
Cognicin, conocimiento y construccin.- Todo lo que hacemos es el resultado de un diagrama de
acciones basadas en el conocimiento que creemos disponer sobre la realidad que debemos operar.
Conocimiento y construccin son por lo tanto dos trminos recprocamente necesarios para sostener la
existencia personal.
Parece indudable que existen por lo menos tres vas de acceso principales al conocimiento: los procesos
intelectuales, los procesos emocionales y los procesos evaluativos. En cada acto humano estn estos
tres componentes bsicos. Concebimos las cogniciones como actos constituyentes del conocimiento y
ellas no se reducen slo a lo intelectual, sino que incluyen los tres planos indicados, con lo cual lo
emocional no es algo subsidiario.
La construccin como un sistema de estructuras de significado.- Conocer equivale a otorgar un
significado (no a descubrirlo como dice el positivismo) a un sector de la realidad. El acto de significar

surge de los tres planos anteriormente indicados: intelectual (organizar una forma y operar con ciertos
contenidos), emocional (regular el sistema de tensiones), y evaluativo (descubrir una escala de
valoracin de las cosas).
Existen construcciones funcionales y disfuncionales (aunque no en estado puro). Las primeras estn en
la base del sentimiento de bienestar y son entonces el soporte de las experiencias de felicidad. Las
construcciones disfuncionales, en cambio, son las formas de concebir la realidad que tienen aquellas
personas que dicen no sentirse bien, que no se sienten felices y que creen que la vida debera ser de un
modo distinto a como es. Esta disfuncionalidad puede ser atribuida por las personas al azar, o bien a
causas, tanto propias como exteriores.
Determinar si hay o no funcionalidad se puede saber a partir de dos parmetros: uno, si hay o no
vivencia de satisfaccin (gratificacin corporal, participacin en la distribucin de poder, estado de
resolucin para enfrentar la propia muerte); dos, examinando las relaciones entre nuestras estructuras
de significado. La construccin es funcional cuando es sintnica (entre pasado, presente y futuro),
armnica (armona entre informacin y mecanismos para procesarla) y coherente (buena sincronizacin
de actividades), tres caractersticas bsicas.
Resumen de Fernndez lvarez H (1992) Fundamentos de un modelo integrativo en psicoterapia. Buenos Aires:
Paids. Captulo 6.

CONTIGUIDAD
Generalidades.- El anlisis del aprendizaje en trminos de contigidad-reforzamiento, establece que
una conexin E-R se inicia mediante la contigidad y se fortalece por el reforzamiento. El estudio de la
contigidad est limitado a las situaciones en las que el estmulo que provoca la respuesta se conoce y en
que la respuesta a aprender est controlada por el experimentador. El mejor ejemplo de contigidad, es
la relacin EC-RINC del condicionamiento clsico. Algunos estmulos refuerzan el aprendizaje por s
mismos, como refuerzos primarios, pero cualquier estmulo neutro se vuelve un refuerzo secundario si se
le aparea consistentemente con un refuerzo primario. Dentro de ciertos lmites, la ejecucin en una
situacin de aprendizaje aumenta con la cantidad de reforzamiento y decrece con el retardo del
reforzamiento. La cantidad de reforzamiento parece operar mediante efectos de activacin, al mismo
tiempo que a travs del aprendizaje. El retardo del reforzamiento tiene menos efectos si se presenta un
reforzamiento secundario o si se hace que el organismo est inactivo durante el retardo. Si se le compara
con el reforzamiento continuo, el reforzamiento parcial muestra una extincin ms lenta, y una ejecucin
superior cuando el reforzamiento es un estmulo atractivo (recompensa). Las principales hiptesis sobre
el reforzamiento se han hecho en trminos de reduccin de la impulsin, de confirmacin de las
expectaciones, de proteccin y de motivacin. La hiptesis todo-o-nada establece que si en un ensayo no
se lleva a cabo completamente el aprendizaje, no se realiza en lo absoluto. Los principios bsicos de
contigidad y de reforzamiento, se aplican en la tcnica de enseanza del aprendizaje programado
(Champion, 1979:58).
Champion R (1979) Psicologa del aprendizaje. Mxico: Limusa.

CONTRATO
Contrato narcisista.- El contrato narcisista es un pacto de intercambio: el grupo (social) garantiza al
nuevo miembro (el nio) que ser reconocido como sujeto del grupo, y el nuevo miembro se
compromete, a travs de sus padrinos sociales, a repetir el mismo fragmento del discurso ideolgico del
grupo. En trminos ms econmicos, el sujeto ve en el conjunto el soporte ofrecido a una parte de su
libido narcisista; por ello, hace de su voz el elemento que se aade al coro que, en y para el conjunto,
comenta el origen de la pieza y anuncia el objeto al que apunta (enunciados del fundamento).
Aulagnier P, La violencia de la interpretacin, pgs. 161-162.

Contrato psicolgico.- El comienzo de una actividad laboral implica, no slo una decisin personal del
trabajador, sino adems el establecimiento de un contrato psicolgico que se establece entre el individuo
y la organizacin de la cual es miembro.
Tal contrato, como otros, est vinculado con las expectativas de la organizacin respecto al individuo y a
la contribucin de este para satisfacerlas, pero tambin con las expectativas del individuo respecto de la
organizacin y a la contribucin de esta para cumplimentarlas. Suelen existir tambin aspectos
importantes acerca de la naturaleza de la relacin laboral que tampoco quedan formulados
explcitamente.
A este contrato psicolgico deber agregrsele explcitamente un contrato psicopedaggico, que es la
base del aprendizaje del trabajo.
Hernndez Liliana (2002) El aprendizaje laboral.

CONTROL

Control de estmulos.- Tcnica conductual. Los pacientes que estn intentando romper sus malos
hbitos, tales como el alcoholismo o comer en exceso, pueden reducir la tentacin ms que luchar contra
la tentacin. Por ejemplo, un alcohlico puede evitar ir a los lugares donde se sirve licor y puede eliminar
todo el alcohol de su casa.

Burns D, Tcnicas cognitivo-conductuales http://users.servicios.retecal.es/jureva/tecnicasburns.htm Traducido al


castellano por: Juventino Reguera Baos.

Control esfinteriano.- El control esfinteriano tiene un tiempo de evolucin en el ser humano, ligado a
la maduracin del sistema nervioso, a la disposicin individual del nio frente a la ejercitacin de ese
control y a la actitud del medio familiar y social. Tanto en psiquiatra infantil como en pediatra, se
considera que el control esfinteriano de la miccin se adquiere en el lapso comprendido entre los dos
aos, etapa donde el nio comienza a estar neurofisiolgicamente preparado, y aproximadamente los
cinco aos de edad (Burrone y Capelluto, 1987:10).
Burrone T y Capelluto D, Terapia familiar y enuresis. Buenos Aires: Revista Sistemas familiares. Diciembre 1987,
pginas 9-15.

Control social.- Medio por el cual el comportamiento social es condicionado y restringido en un grupo o
sociedad de manera que ese grupo o sociedad se mantenga. Para Berstein, el lenguaje es un importante
agente de control social (pg. 150).
Berstein Basil (1990), Poder, educacin y conciencia. Sociologa de la transmisin cultural. Barcelona: El Roure.

Control omnipotente segn M. Klein.- La negacin y el control omnipotente "son mecanismos que
responden a la impotencia del yo frente a sus impulsos destructivos y a estos impulsos proyectados en el
objeto. La negacin como proceso defensivo tiene por finalidad no ver aquellos aspectos del yo o del
objeto que aterrorizan, y responde a la fantasa de que aquello que no se ve, no existe, y por lo tanto no
implica peligro. Est unida al control omnipotente, a la fantasa de poseer, tanto el yo como el objeto
idealizado, capacidad de control y de manejo sobre el objeto persecutorio".
"El grado de omnipotencia del yo y del objeto idealizado es proporcional al grado de poder destructivo del
yo agresivo y del objeto malo".
"Durante la etapa depresiva, la negacin y el control omnipotente forman parte de las defensas manacas
frente a la persecucin y al dolor. La negacin se propone negar tanto la destruccin del objeto como los
sentimientos de dolor, dependencia y necesidad del yo. Est unida a la fantasa de controlar el objeto,
negando el temor a la separacin y la dependencia, y favoreciendo las fantasas de reparacin
omnipotente del objeto. Esto siempre implica una privacin para el yo, en la medida en que limita su
capacidad de conocimiento".
"El mecanismo de control omnipotente "es necesario, como defensa manaca, para: a) negar la
dependencia del objeto, el miedo a ser abandonado y la emergencia de agresin por este abandono, y b)
satisfacer la fantasa de reparacin total del objeto, mediante un yo que tiene poderes mgicos de
reconstruccin. M. Klein afirma que el beb necesita sentir que domina a los objetos internos externos no
slo para que no lo abandonen sino para que no se daen entre s".
Piccolo E., "Defensas en los tests grficos", Editorial Paids.

CONVERGENCIA
Generalidades.- Es la reiteracin de una secuencia dinmica que se expresa a travs de indicadores
dismiles y hasta opuestos, apareciendo por ejemplo en un aspecto del grafismo la ansiedad y en el otro
la defensa. La convergencia puede ser: a) dos modalidades exacerbadas y contrarias de una misma
pauta formal o de contenido (por ejemplo en un mismo grfico en algnos personajes boca remarcada y
en otros boca ausente, tamao muy grande y muy pequeo, etc); b) dos pautas formales dismiles (por
ejemplo el trazo endeble y el tamao pequeo que convergen para dar la sensacin de inseguridad y
minusvala, y que si adems carece de base esa proyeccin se amplifica permitiendo cada vez una mayor
seguridad en la hiptesis planteada); c) dos pautas de contenido dismiles (por ejemplo carencia de
rasgos faciales y ausencia de manos, como indicando dificultad en el contacto y la comunicacin. O
tambin, carencia de rasgos faciales y excesivo detallismo en la ropa con caractersticas de pertenencia a
una institucin, como indicando dificultades en la identidad y bsqueda de grupos de pertenencia); d)
una pauta formal y una de contenido (por ejemplo agresividad en el trazo y la tenencia de un objeto
agresivo como un cuchillo. La pauta formal indica los aspectos agresivos ms profundos e inconcientes, y
la de contenido los ms manifiestos).
Frank de Verthelyi R, Grficos en nios. Publicacin interna de la Ctedra de Teora y Tcnica de Exploracin y
Diagnstico Psicolgico de la Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires, 1990.

Definicin.- Secuencia dinmica que se expresa a travs de indicadores similares dismiles y en algunos
casos hasta opuestos, que ponen de manifiesto el funcionamiento de aspectos dinmicos que habr de
conceptualizarse. Es un modo de recoger indicaciones significativas en un nivel intratest o intertest.

Lunazzi de Jubany H, Lectura del psicodiagnstico.

COUSELING
Generalidades.- La consultora (couseling) es una profesin de ayuda, con mtodos y fines
determinados. Trabaja en el plano de la salud psquica atendiendo a personas que estn atravesando
crisis vitales y a instituciones y organismos a travs de las personas que los componen. El consultor no
debe juzgar al paciente, ni darle consejos, ni hacer diagnsticos.
El Couseling puede aplicarse a los mbitos de la educacin, la enfermedad y la prevencin. El rol de
consultor es ser el nexo entre el paciente y lo que le pasa, y debe respetarse siempre la percepcin que
el paciente tiene de s mismo. El paciente necesita ser ayudado, contenido: no busca que se lo cambie.
Por ejemplo, si un paciente menciona como el suicidio como salida, debe hacrsele entender que despus
de eso no hay nada, y no debe dudarse en pedir ayuda a un psiquiatra para medicarlo si es necesario.
Tambin si se advierte que excede los lmites de la lgica (delirios como los elefantes vuelan).
Pueden presentarse altos niveles de angustia o tan bajos que pueden pasar desapercibidos. Ciertas
situaciones tpicas presentan angustia, como pasar del secundario a la universidad. Si los niveles de
angustia suben mucho pueden generar enfermedad, y hasta romper un grupo o fundir una empresa.
No es aconsejable tomar pacientes mandados que no consultan por propia decisin, ya que el paciente
que no va convencido y abierto a recibir ayuda hace fracasar el intento de ayudarlo. Nadie puede ayudar
a quien no desea ser ayudado. Ejemplo, el drogadependiente no se puede ser ayudado si l no quiere.
Los nicos pacientes mandados que se pueden atender son los nios y los derivados por la justicia.
Algunos profesionales pueden colaborar en la tarea del Consultor:

El mdico psiquiatra: que tiene dos aos de especializacin.

El psiclogo: atiende patologas, pero no puede medicar.

El psicopedagogo: trabaja con problemas de aprendizaje en la etapa escolar.

El asistente social: trabaja por ejemplo en violencia familiar, etc.

Socio-terapeuta: adictos recuperados, cursan materias dentro de los centros de rehabilitacin.


Ahora tambin incluyen ex alcohlicos, ex anorxicos, etc.

El terapista ocupacional: hacen laborterapia y trabajan generalmente en geritricos. Posibilitan


que el enfermo pueda realizar manualidades.

El musicoterapeuta: similar al anterior.

El psiclogo social: trabaja con grupos.

Acompaante teraputico: controla al paciente acompandolo mientras no recibe asistencia.


Hace cumplir las pautas indicadas por el mdico u otro profesional. Hoy es una carrera (antes lo
hacan los estudiantes avanzados).

El fonoaudilogo, el enfermero, etc.


Bianco L (2002) Clases de Introduccin a la consultora psicolgica. Buenos Aires: Escuela Argentina de Psicologa
Social.

CRAVING
Definicin.- Estado de ansia o deseo irrefrenable de usar droga o alcohol (pg 29). El craving suele
estar provocado por un estado de nimo deprimido o bien, cuando los adictos estn expuestos a las
drogas o a estmulos relacionados con las mismas (pg. 49).
Beck A y otros, Terapia cognitiva de las drogodependencias, Barcelona, Paids, 1999.

CREATIVIDAD
Definicin.- Gardner define el individuo creativo en los siguientes trminos: es una persona que
resuelve problemas con regularidad, elabora productos o define cuestiones nuevas en un campo de un
modo que al principio es considerado nuevo, pero que al final llega a ser aceptado en un contexto cultural
concreto (Gardner, 1995, p. 53).
Gardner H (1995) Mentes creativas. Barcelona: Paids.

Generalidades.- La creatividad no ha sido claramente definida; sabemos que ella existe porque
gozamos de ella y de gran cantidad de adelantos culturales, cientficos y tecnolgicos aportados por
muchas personas. Sin embargo esta ntimamente relacionada con los trminos arte, proceso, actitud,
aptitud, habilidad, cualidad, descubrimiento; todos ellos enfocados a aportar algo nuevo a travs del
desarrollo de ideas con el nico objetivo de comunicar un conocimiento. La creatividad es sinnimo de
innovacin, imaginacin, originalidad, invencin, visualizacin, intuicin y descubrimiento; la creatividad
es la habilidad de dar vida a algo nuevo.
En un contexto personal, la creatividad significa: Audacia para tomar nuevos caminos; re-crearse
constantemente, administrar la vida propia; ser productivo, competitivo, y autorrealizarse.

En un contexto familiar, la creatividad significa: Planear y ajustar la vida en comunidad y de comn


acuerdo; producir el ambiente donde emerjan las individualidades y que cada quien logre la satisfaccin
de sus necesidades.
En el contexto organizacional: Crear los medios y el entorno propicio para el desarrollo del capital
humano de las empresas; crear las condiciones para la satisfaccin de las necesidades de los diversos
integrantes: clientes, proveedores, colaboradores, accionistas. Tambin implica crear condiciones
propicias e infraestructura adecuada para el desarrollo a nivel pas.
http://jluisgarcia.tripod.com/#lacreatividad

Generalidades.- El trmino creatividad, en su uso habitual, abarca una extensin demasiado vasta. Se
refiere a muy diferentes realidades, lo que genera confusin. Para clarificar esta cuestin,
Csikszentmihalyi, propone distinguir al menos tres fenmenos diferentes que se pueden llamar
legtimamente por ese nombre (Csikszentmihalyi, 1998, p.43):
a) El primer uso, difundido en la conversacin ordinaria, se refiere a las personas que expresan
pensamientos inusitados, que son interesantes y estimulantes; dicho brevemente, se aplica a personas
que parecen ser inusitadamente brillantes. Un conversador brillante, una persona con aflicciones diversas
y una mente gil, puede ser considerada creativa en este sentido. A menos que, adems, hagan alguna
aportacin de trascendencia permanente, me refiero a las personas de este tipo como brillantes, no como
creativas, y en general no hablo mucho de ellas en este libro (Csikszentmihalyi, 1998, p.43).
b) La segunda forma en que se puede usar el trmino es aplicarlo a personas que experimentan el
mundo de maneras novedosas y originales. Se trata de individuos cuyas ideas son nuevas, cuyos juicios
son penetrantes, que pueden hacer descubrimientos importantes de los que slo ellos saben. Me refiero a
tales personas como personalmente creativas, y procuro ocuparme de ellas lo ms posible. Pero, dada la
naturaleza subjetiva de esta forma de creatividad, es difcil tratarla, por muy importante que pueda ser
para quienes la experimentan (Csikszentmihalyi, 1998, p.43).
c) El ltimo uso del trmino designa a los individuos que, como Leonardo, Edison, Picasso o Einstein,
han cambiado nuestra cultura en algn aspecto importante. Son los creativos sin ms. Debido a que sus
logros son por definicin pblicos, es ms fcil escribir sobre ellos, y las personas incluidas en mi estudio
pertenecen a este grupo
(Csikszentmihalyi, 1998, p.44).
Seala Csikszentmihalyi que la diferencia entre estos tres significados no es simplemente una cuestin de
grado. La ltima clase de creatividad no es simplemente una forma ms desarrollada de las dos
primeras. En realidad son modos diferentes de ser creativo, cada uno de ellos desconectado en gran
medida de los otros (Csikszentmihalyi, 1998, p.44).
Segn Csikszentmihalyi, otros dos trminos a veces se usan indistintamente en el sentido de
creatividad: talento y genio. El talento difiere de la creatividad en que se concentra en una destreza
para hacer algo muy bien. El otro trmino que se usa con frecuencia como sinnimo de creativo es
genio. Tambin aqu se da una suposicin. Quizs deberamos pensar que un genio es una persona
brillante y creativa al mismo tiempo. Pero ciertamente una persona puede cambiar la cultura de forma
importante sin ser un genio (Csikszentmihalyi, 1998, p.45)
Indica el mismo autor que aunque no podemos prever los resultados finales de la creatividad (del
intento de imponer nuestros deseos a la realidad, de convertirnos en el principal poder que decida el
destino de toda forma de vida en el planeta), al menos podemos intentar entender mejor qu es esta
fuerza y cmo funciona. Porque, para bien o para mal, nuestro futuro est ahora estrechamente
vinculado a la creatividad humana (Csikszentmihalyi, 1998, p.20).
Para este autor, la creatividad es el resultado de la interaccin de un sistema compuesto por tres
elementos: una cultura que contiene reglas simblicas, una persona que aporta novedad al campo
simblico y un mbito de expertos que reconocen y validan la innovacin. Los tres son necesarios para
que tenga lugar una idea, producto o descubrimiento creativos. En la opinin del autor, todo ello no son
elementos que contribuyen de forma incidental a la originalidad individual, sino componentes esenciales
del proceso creativo que corren parejos a las aportaciones propias del individuo (Csikszentmihalyi, 1998,
p.21).
Para Csikszentmihalyi, la creatividad es la propiedad de un sistema complejo, y ninguno de sus
componentes puede explicarla por s solo. La personalidad de un individuo que pretende hacer algo
creativo debe adaptarse al campo particular, a las circunstancias de un mbito concreto, que varan con
el tiempo y de un campo a otro (Csikszentmihalyi, 1998, p.78).
Csikszentmihalyi M (1998) Creatividad. El fluir y la psicologa del descubrimiento y la invencin. Barcelona: Paids.

Modelo componencial.- Teresa Amabile presenta su modelo componencial de la creatividad en los


siguientes trminos (citado por Romo, p. 80):
1
Destrezas relevantes para el
campo

2
Destrezas relevantes para la
creatividad

3
Motivaciones por la tarea

INCLUYE:
Conocimiento sobre el campo.
Destrezas tcnicas requeridas.
Talento especial relevante
para el campo.
DEPENDE DE:
Capacidades cognitivas
innatas.
Destrezas perceptivas y
motrices innatas.
Educacin formal e informal.

INCLUYE:
Adecuado estilo cognitivo.
Conocimiento implcito o explcito de
heursticos para generar ideas
novedosas.
Estilo de trabajo favorecedor.
DEPENDE DE:
Entrenamiento.
Experiencia en la generacin de
ideas.
Caractersticas de la personalidad.

INCLUYE:
Actitudes hacia la tarea.
Percepciones de la propia
motivacin para acometer la
tarea.
DEPENDE DE:
Nivel inicial de motivacin
intrnseca hacia la tarea.
Presencia / ausencia de
limitaciones extrnsecas
destacadas en el ambiente
social.
Capacidad individual para
minimizar cognitivamente las
limitaciones extrnsecas.

Para describir el papel de los estos tres componentes bsicos de la creatividad, Teresa Amabile presenta
el ejemplo de una escultora (citado por Romo, p. 80):
Una escultora tiene algunas capacidades o recursos cognitivos tales como su conocimiento de la historia
del arte y de las propiedades de la arcilla, las habilidades tcnicas del oficio, su talento innato para la
imaginacin visual, etc.
La artista utilizar otras capacidades que sern responsables de que la tarea se realice en forma creativa:
estos estilos cognitivos apropiados tienen que ver con la independencia, la autodisciplina, la tendencia a
sumir riesgos, la tolerancia a la ambigedad y la relativa despreocupacin por la aprobacin social.
Tambin se requiere habilidad para convertir lo familiar en extrao y viceversa, y cierta persistencia y
tenacidad.
La motivacin por la tarea es el componente ms importante para Amabile pues puede influir sobre as
deficiencias de los dos componentes anteriores, pero lo contrario no sucede. Con fuerte motivacin hacia
la tarea se pueden desplazar a ella habilidades de otros campos o esforzarse en conseguir los que se
necesitan (querer es poder). En el papel determinante concedido por Amabile a la motivacin para
entender la creatividad radica la relevancia que su modelo otorga a la situacin, con las consiguientes
posibilidades de intervencin sobre las restricciones externas que actan sobre la motivacin intrnseca y
la posibilidad de facilitacin social y entrenamiento de la creatividad (Romo, p. 81).
Romo M (1997), Psicologa de la creatividad. Barcelona: Paids.

Segn Winnicott.- En el juego es fundamentalmente donde el nio y el adulto estn en libertad de ser
creadores (pg. 79). Winnicott no se refiere simplemente a la creatividad del artista sino a la creatividad
como una condicin de estar vivo, y por ende es algo universal (pg. 96). Todo lo que el ser humano
produce es creativo, salvo que est enfermo o el ambiente ahoga el proceso creador. La creatividad
implica ver el mundo con mirada creadora. Est presente tanto en el nio que goza con su respiracin,
como en el nio que prolonga su llanto para gozar de un sonido musical, como en el arquitecto que de
pronto se inspira para construir algo (pg. 98).
Winnicott D (1994) Juego y realidad. Barcelona: Gedisa.

Segn Winnicott.- La creatividad es el hacer que surge del ser. Indica que aquel que es, est vivo. El
impulso puede estar adormecido, pero cuando la palabra hacer se torna apropiada, entonces ya hay
creatividad Para que uno sea y sienta que es, es preciso que la actividad motivada predomine sobre la
actividad reactiva La creatividad es, pues, la conservacin durante toda la vida de algo que en rigor
pertenece a la experiencia infantil: la capacidad de crear el mundo. Para el beb no es difcil, ya que si la
madre es capaz de adaptarse a sus necesidades, el beb no comprende al principio que el mundo ya
estaba all antes de que l fuera concebido.
Vivir creativamente significa no ser muerto o aniquilado todo el tiempo por la sumisin y la reaccin a lo
que nos llega del mundo; significa ver todas las cosas de un modo nuevo todo el tiempo. Me refiero a la
apercepcin, que es lo contrario de la percepcin.
Winnicott D (1970) El hogar, nuestro punto de partida. Buenos Aires: Paids, pgs. 48-49-50.

Creatividad y trastorno bipolar.- Diversos estudios han demostrado relaciones entre la creatividad y
el trastorno bipolar (TB) en individuos, y han sugerido la transmisin familiar de la creatividad y el TB.
Sin embargo, hasta la fecha, no han existido estudios que examinen especficamente la creatividad en el
descendiente de padres bipolares y que clarifiquen los mecanismos de la transmisin de la creatividad
entre generaciones. Los autores de esta investigacin compararon la creatividad en padres bipolares y
sus descendientes con TB y en sus descendientes con trastorno bipolar y en descendientes bipolares con

dficit de atencin e hiperactividad (TDAH) con adultos sanos control y sus hijos. 40 adultos con TB, 20
descendientes de bipolares con TB, 20 descendientes bipolares con TDAH, y 18 padres control sanos y
sus hijos control sanos completaron la Escala de Arte de BarronWelsh (BWAS), una medida objetiva de
la creatividad. Los adultos con TB comparados a los controles obtuvieron cuentas perceptiblemente ms
altas (120%) en la subescala de aversin de BWAS, y no significativamente ms altas (32%) en la escala
total BWAS. Las cuentas medias de la subescala de aversin de BWAS eran tambin perceptiblemente
ms elevadas en los descendientes con TB (107% ms) y en los descendientes con TDAH (91% ms) que
en nios control sanos. En los descendientes bipolares con TB, las cuentas totales de la BWAS
correlacionaron negativamente con la duracin de la enfermedad. Los resultados de este estudio apoyan
una asociacin entre el TB y la creatividad y contribuyen a una mejor comprensin de los posibles
mecanismos de transmisin de la creatividad en familias con susceptibilidad gentica para el TB. ste es
el primer estudio que muestra que los nios con y en elevado riesgo para el TB tienen creatividad ms
elevada que los nios control sanos. El hallazgo en nios y en adultos estuvo relacionado con una
capacidad realzada de experimentar y de expresar el desagrado de imgenes simples y simtricas. Esto
podra reflejar el incremento del acceso al afecto negativo, lo cual podra producir ventajas respecto a
proporcionar la energa afectiva para el logro creativo, pero tambin produce responsabilidades respecto
a la calidad de las relaciones interpersonales o a la susceptibilidad a la depresin.
Simeonova D y otros, Creatividad en el trastorno bipolar familiar. JOURNAL OF PSYCHIATRIC RESEARCH. 2005 NOV;
39(6):623-631.

Creatividad y trastorno bipolar.- Objetivos: Se han reportado las asociaciones entre la creatividad
eminente y los trastornos bipolares, pero existen pocos datos relacionados con la creatividad noeminente de los trastornos bipolares en muestras clnicas. Valoramos la creatividad no-eminente en
pacientes con trastorno depresivo bipolar eutmico (BP) y mayor unipolar (MDD), controles de disciplina
creativos (CC) y controles sanos (HC).
Mtodos: 49 BP, 25 MDD, 32 CC, y 47 HC (todos eutmicos) completaron cuatro medidas de creatividad,
que resultaban en seis parmetros: la BarronWelsh Art Scale (BWAS-Total, and two subscales, BWASDislike and BWAS-Like), the Adjective Check List Creative Personality Scale (ACL-CPS), and the Torrance
Tests of Creative Thinking Figural (TTCT-F) and Verbal (TTCT-V) versions. Se compararon los ndices
promedios de estos instrumentos en todos los grupos.
Resultados: Comparado con el HC, el BP y CC (pero no MDD) tuvo ndices significativamente mayores en
BWAS-Total (45% y 48% mayores, respectivamente) y BWAS-Dislike (90% y 88% mayores,
respectivamente), pero no en el BWAS-Like. Comparado con el MDD, el CC tuvo ndices
significativamente mayores (12% mayores) en TTCT-F. Para el resto de las comparaciones, los ndices de
creatividad no diferenciaron significativamente entre los grupos.
Conclusiones: Encontramos que el BP y CC (pero no MDD) tienen similitudes en una mejor creatividad en
el BWAS-Total (debido a un incremento en el BWAS-Dislike) en comparacin a HC. Se requieren de otros
estudios para determinar los mecanismos de una mejor creatividad y cmo se relaciona con los
parmetros clnicos (e.g. temperamento, estado anmico, y status de medicacin) y preclnicos (e.g.
substratos de proceso visuales y afectivos).
Claudia M. Santosa; Connie M. Strong; Cecylia Nowakowska; Po W. Wang; Courtney M. Rennicke and Terence A.
Setter, Mejor creatividad en pacientes con trastorno bipolar: Un estudio controlado. J AFFECT DISORD.

Creatividad y enfermedad mental.- Planteamiento y objetivos: Las posibles relaciones entre


creatividad y enfermedad mental no han sido explicadas satisfactoriamente. Por el contrario, en su
investigacin han surgido nuevas controversias. En el presente trabajo se analiza la influencia de la
enfermedad mental y sus tratamientos en la creatividad artstica. Para ello se ha realizado una revisin
bibliogrfica que incluye aportaciones literarias y estudios realizados al respecto.
Conclusiones: Por el momento no se ha aclarado la influencia de los tratamientos psiquitricos en la
creatividad artstica; no existen suficientes estudios y estos ofrecen resultados dispersos adems de
utilizar muestras reducidas. Ninguna investigacin ha demostrado que los psicofrmacos deterioren las
capacidades creativas. Se proponen los nuevos antidepresivos, antipsicticos y eutimizantes por su perfil
de efectos adversos.
De la Gndara Martn, J, Garca Mayoral, V., Tratamientos psiquitricos y creatividad. ANALES DE PSIQUIATRA. 2006;
21(5).

CRECIMIENTO
Definicin.- Proceso normal del incremento del tamao de un organismo, de sus diferentes partes
constituyentes y rganos, que puede ser representado por un valor global de longitud. El crecimiento
est limitado temporalmente, y en la especie humana se determina entre 18 y 20 aos de edad promedio
en el hombre y entre los 16 y 17 aos en la mujer. No obstante, las condiciones de hbitat y de vida, en
especial de nutricin y parece que tambin las condiciones sociales, ocasionan diferencias cuantitativas y
variaciones rtmicas entre los grupos y los individuos.

Farr Mart J (1999) Diccionario de psicologa. Barcelona: Ocano.

Generalidades.- El crecimiento implica mucho ms que un mero aumento de tamao y vigor. El


cuerpo cambia en la proporcin relativa y en la forma de funcionamiento de las extremidades y los
rganos; la mente cambia con la experiencia, con las habilidades prcticas, y varan el significado de las
cosas y las distintas inclinaciones.
Isaacs Susan (1965) Aos de infancia. Buenos Aires: Horm-Paids, pg. 51.

CRIMINALIDAD
Generalidades.- Hoy en da ya se estn abandonando las teoras que sostenan que el criminal ya nace
con su enfermedad, y mas bien se piensa que una constelacin de factores que determinan su conducta,
como los biolgicos, sociolgicos y psicolgicos, utilizando todos los aportes de la psicologa dinmica y
de la sociologa para poder entender y explicar su conducta.
2) Recursos del psiclogo.- La psicocriminologa, o psicologa del criminal, hoy en da recurre a tres
grandes enfoques psicolgicos: el enfoque naturalista y taxonmico, el enfoque clnico y el enfoque
psicoanaltico. La experimentacin ofreci pocos resultados, no as la microsociologa o estudios de
psicologa social.
3) Formacin de la personalidad del criminal.- Hay una gran diversidad de personalidades criminales, e
incluso muchas veces no difieren mucho de la personalidad de la poblacin en general, de manera que
hay que investigar una gnesis especfica de la criminalidad.
Otro problema est en las diferentes maneras de interpretar la criminalidad: unas tendencias ponen el
acento en lo constitucional, y otras en las experiencias individuales y los determinantes socioculturales,
aunque en la actualidad se tiende a reconocer la interaccin de todos esos factores entre s.
El desarrollo de la personalidad es hoy entendido como la resultante de un proceso de socializacin, cuyo
principal resorte es la identificacin. As, la criminalidad sera una perturbacin en la socializacin y la
identificacin. Se tiende a pensar, por ejemplo, en identificaciones precoces (anteriores al Edipo), que
tienen que ver con la ruptura del vnculo de la madre con el hijo en pocas tempranas de la vida. Hay un
fracaso de la identificacin normativa (identificacin con la norma social), y ms que antisocial, el
criminal es 'disocial', o sea resulta de un trastorno, no de un ir contra (anti) la sociedad. En muchos
delincuentes, incluso, las necesidades de participacin en el grupo dan origen a una vida social y moral
positiva.
4) Aspectos interpersonales de la conducta del criminal.- La criminalidad no es solamente un concepto
psicolgico, como la neurosis y la psicosis, sino tambin jurdico, pero tambin axiolgico, porque la
conducta criminal va dirigida contra las otras personas y afecta o ataca los valores sociales.
5) Aspectos intrapersonales de la conducta criminal.- Aunque la conducta criminal es en muchos aspectos
una conducta inadaptada, representa sin embargo una tentativa de adaptacin, aunque fallida. El
psicoanlisis mostr que detrs de la conducta criminal, as como en toda conducta, se esconden
motivaciones inconcientes, y la conducta criminal puede ser entendida como la tentativa por resolver un
conflicto intrapersonal o interpersonal.
La configuracin constitucional de la criminalidad parece resultar de conflictos muy precoces que fijan al
sujeto en una etapa de su desarrollo donde los conflictos interpersonales son vividos en forma
sadomasquista. Con los conflictos ms tardos, cuando se internalizaron en parte las normas morales, el
conflicto que genera la criminalidad es ms manifiesto. La funcin del criminal es la de actuar en el
afuera su conflicto, mediante un mecanismo seudomanaco de fuga hacia la realidad. La agresin est
dirigida hacia afuera y no hacia adentro, como ocurre, por ejemplo, en la conversin histrica.
En la criminalidad, as como tambin en la psicosis, habra dos fases: una fase donde gracias a un ataque
a la realidad, el sujeto busca descargarse y realizarse de acuerdo con las identificaciones distorsionadas
que rigieron su formacin; y una segunda fase, de restitucin, con el desarrollo de una vida social y
moral al margen de la sociedad regular.
Condensado de Lagache Daniel (1996) Psicologa criminal, el psiclogo clnico y la transferencia (Obras IV). Captulo
1.

Generalidades.- Aqu se comienza describiendo el caso de un ladrn asesino de 21 aos. A partir de su


anlisis, se pueden concluir los siguientes puntos.
Las conductas criminales asumen bsicamente dos formas de agresin: contra la propiedad (robo), y
contra las personas (asesinatos, etc.).
Las conductas de los criminales tienen ciertas caractersticas: 1) Buscan un dominio de la realidad. 2)
Ignoran los valores de la sociedad. 3) Sus motivaciones son sobre todo de naturaleza hedonista y ldica:
afirmacin narcisista de tendencias agresivas, dominadoras, sdicas y depredadoras. 4) La conducta
parece seguir en parte los cliss colectivos, por ejemplo el estereotipo del hombre acosado. 5) Importa
ms las tensiones personales que la adaptacin a la realidad.
En la configuracin de la conducta criminal entran varios factores: los determinantes constitucionales, la
educacin recibida, los accesos de ira patolgica en la infancia (nios muy violentos), el complejo familiar

(por ejemplo una madre dbil o ausente), etc. En la conducta criminal hay dos fases: la fase de
retraimiento de la realidad, y la fase de restitucin, explicadas en el captulo anterior.
Condensado de Lagache Daniel (1996) Psicologa criminal, el psiclogo clnico y la transferencia (Obras IV). Captulo
2.

Generalidades.-Como funciona la criminalidad y cual es la reaccin de la polica y el aparato judicial? El


proceso de seleccin de los hechos delictivos penalizados con privacin de la libertad ayuda a entender su
proceso de institucionalizacin.
Cabe distinguir: a) criminalidad no percibida: hay muchos hechos delictivos que no se perciben
socialmente, no se ven como ilegales, como el trfico de influencias. Es una primera rea de fuga. b)
Criminalidad no perseguida: reconocida como ilegal, pero no perseguida por estar tolerada, encubierta o
mal regulada. Es una segunda gran rea de fuga. c) Criminalidad no penalizada: son ilcitos descubiertos
pero no penalizados (inters encubridor, complicidad, ineficacia, etc). Es una tercera rea de fuga.
A partir de aqu aparecen tres reas de filtro: primero, la polica, que cumple una funcin represora y
puede decidir si ciertos delitos pasan o no a la justicia. A su vez, este sistema jurdico-penal funciona
como segunda rea de filtro decidiendo que el penalizable y qu no en base a la contundencia de las
pruebas, etc. Algunos delitos quedan, as, impunes. El sistema penitenciario es un tercer rea de filtro,
depsito ltimo a donde van los criminales penalizados. Aqu tambin se decide si se suelta a algunos o
no mediante el sistema de permisos, redenciones, recompensas, etc.
Los cambios sociales hacen que se redefinan cules son los sujetos criminalizados. As, en pocas de
muchos problemas econmicos se tiende a separar de la criminalidad a quienes cometen hurto para
comer, etc. En otras pocas, aumenta la cantidad de encarcelados por delitos contra la propiedad, o por
actos de terrorismo, etc. La poblacin carcelaria y los tipos de delito penados con privacin de la libertad
van cambiando con los momentos histricos.
Condensado de Manzanos Bilbao Csar (1996) Crcel y marginacin social. Captulo 6, punto 1.d.

CRIMINOLOGA
Definicin.- La criminologa es una disciplina independiente que se ocupa del estudio del crimen,
entendido este como delito grave. La criminologa es un conocimiento terico sobre el delito que incluye
saberes psicolgicos, sociolgicos, antropolgicos, etc. Uno de los primeros hitos histricos en el estudio
criminolgico del delito y el delincuente lo encontramos en los estudios del psiquiatra y antroplogo
Cesare Lombroso (1835-1909) relacionando la morfologa corporal y el comportamiento antisocial, en
base a la anatoma craneal de algunos famoso criminales.
Cazau P (2002) Vocabulario de Psicologa. Buenos Aires: Redpsicologa.

Generalidades.- A diferencia de la psicologa forense, la criminologa no constituye en s misma una


ciencia, y si se quiere, es un estudio multidisciplinario que puede ser englobado dentro de otras ciencias,
las cuales le aportarn una metodologa particular: as pues, el enfoque mdico es puramente positivistaantropolgico, el enfoque jurdico discute una concepcin criminolgica clsica, contrapuesta a una
criminologa moderna o crtica en la cual se cuestiona la esencia filosfica del actuar delictivo desde el
punto de vista de la poltica social efectuando ensayos de poltica criminal. Y en el caso de la psicologa
forense sera complementaria de la teraputica a aplicar, lo que implica que (esta) especialidad sera ms
abarcativa pues tambin se ocupa de aspectos psicolgicos que se presentan en otros fueros judiciales,
que no tienen relacin con la criminologa, pues sta hara referencia exclusiva al mbito penal (pg.
24).
Varela Osvaldo, (1993) Psicologa forense, Buenos Aires, Abeledo-Perrot.

Criminologa psicoanaltica.- El Psicoanlisis ha llegado a la comprobacin de que gran parte de los


criminales no son, con arreglo a su contenido psquico, sino neurticos. La criminologa moderna
distingue tres grupos de criminales: a) Criminales neurticos; segn Aschaffenburg, es el grupo ms
numerodo; b) Criminales genuinos; lo forman los llamados criminels dinstinct, y la etiologa de esta
criminalidad puede considerarse orgnica. De este grupo forman parte tambin los criminales
esquizofrnicos, epilpticos, etc. c) Criminales sociales, es el grupo de los criminales normales, cuya
criminalidad puede ser remontada a una base puramente social, y en cuyo Supery repercute un
ambiente disociado. Ferenczi expresa la misma distincin, en terminologa psicoanaltica: si tenemos
presente que la personalidad humana se compone de tres elementos, o sea el Yo instintivo, el Yo real y el
Yo social, todos los actos humanos son susceptibles de provenir de tres fuentes. La primera es la
preponderancia del Yo instintivo, contra el cual no puede el Supery. Estos son los criminales genuinos.
La segunda es la debilidad del Yo real, o, dicho someramente, de la capacidad de discernimiento. Son los
criminales sociales. La tercera es la criminalidad neurtica, que ha sido objeto de la labor psicoanaltica.
Segn el Psicoanlisis, el hombre nace como un ser social y con una predisposicin criminal contenida en
sus instintos agresivos anhelantes de satisfaccin. Segn Stekel, el odio es anterior al amor, y la
criminalidad congnita es el leimotiv ms importante de la vida. El criterio de Freud concuerda en un todo

con el teolgico, representado por San Agustn. En oposicin a este concepto, Adler comparte el punto de
vista de Rousseau, de que el hombre nace como ser bueno, siendo la sociedad la que lo convierte en
hombre malo y criminal. Grotius afirma tambin que el sentido del derecho es un rasgo congnito del
hombre. La teora psicoanaltica sobre la criminalidad ha llegado a la conclusin de que el delito mismo en
un fenmeno secundario; el fenmeno primario, la fuerza que impulsa al criminal neurtico hacia el
crimen, es el sentimiento o complejo de culpabilidad. Este tiene su origen en el complejo de Edipo. El
nio tiene un sentimiento de culpa ancestral y, bajo la presin de ste, busca un objeto real para una
culpa que no lo tena. El sentimiento de culpabilidad no es una consecuencia del delito, ms bien su
causa; el aumento del sentimiento de culpabilidad convierte a un hombre en delincuente.
El delito es sentido por el delincuente como una liberacin psquica, porque con l logra que el
sentimiento de culpabilidad inconciente se apoye en algo real o reciente. El delito se apodera del
sentimiento de culpabilidad demasiado intenso. Expresado de otro modo: el delito se comete para
satisfacer los instintos antisociales y para justificar el sentimiento inconciente de culpabilidad (Reik). Con
el delito mismo no ha terminado el proceso psicolgico de la criminalidad neurtica: el delincuente
comete el crimen para poder confesarlo. La confesin, el tercer fenmeno, provoca el castigo, y con ste
la reconciliacin con la sociedad. El punto culminante de este proceso es la confesin, la repeticin del
delito en palabras, que segn el Psicoanlisis sirve como catarsis y puede ser considerado como curacin
de la neurosis criminal. En consecuencia, el Psicoanlisis considera a los criminales que pertenecen al
grupo primero (criminales psquicos) como enfermos neurticos que pueden y deben ser curados.
Ferenczi habla de un psicoanlisis criminolgico, y sugiere que los criminales psquicos sean tratados
mientras purgan su condena.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

CRISIS
Definicin.- Se entiende crisis como un fracaso en la posibilidad de resolver un problema o de
recuperar el equilibrio perdido en base a los medios disponibles.
Daz Usandivaras C., Familia y minoridad en riesgo, Publicacin Interna de la Ctedra de Psicologa Clnica de la
Familia, Universidad de Belgrano, Buenos Aires, Argentina, 2000, pg. 5).

Definicin.- Crisis es un periodo del proceso familiar en que estn bloqueados los caminos habituales
de respuesta a estmulos, lo que origina una experiencia de intercambios conductales de ensayo y error
colectivo, y casos de conmocin de individuos. A juicio de los estructuralistas, un periodo de crisis es
preludio necesario del cambio porque aleja a la familia de estados de homeostasis estancada. Minuchin
(Minuchin y Barcai, 1969) contrapone crisis a emergencia, que designa la recurrencia crnica de un
sntoma y los esfuerzos que la familia hace por resolverlo con estrategias familiares
Umbarger C, Terapia familiar estructural, Barcelona, Paids.

Definicin.- Una crisis psicolgica ocurre cuando un evento traumtico desborda excesivamente la
capacidad de una persona de manejarse en su modo usual. Estos evento incluyen ataques fsicos,
tortura, violaciones, accidentes, intensas prdidas personales y las catstrofes naturales como
terremotos, incendios e inundaciones.

Benveniste D (2000) Intervencin en crisis despus de grandes desastres. Revista de Psicoanlisis. Ao I, n8,
Volumen I, p 137.

Definicin.- Una crisis es una respuesta a sucesos peligrosos, y se experimenta como un estado
doloroso. Por ello, tiende a movilizar a la persona para aliviar su malestar y volver al equilibrio
emocional. Pero tambin puede ocurrir que haga reacciones desadaptadas, con lo que aumenta el dolor,
se vuelve a estados regresivos y emerge un sntoma psiquitrico. Es decir, el cambio puede ser para bien
o para mal.
Kaplan H y Sadock B, Compendio de psiquiatra. Mxico: Salvat. Captulo 26, punto 6.

Tratamiento.- Hay dos grandes tcnicas de terapia breve en situacin de crisis: las tcnicas supresoras
de la ansiedad, y las tcnicas provocadoras de ansiedad.
En la primera se apoya a la persona para superar la crisis, y la duracin media del tratamiento es de un
mes y medio, como trmino medio. Adems de este apoyo en la crisis, est la psicoterapia breve
supresora de ansiedad, donde el paciente puede reaprender tcnicas para controlar su ansiedad. Aunque
no produzcan grandes cambios psicodinmicos, ayudan al paciente a aliviar su sintomatologa.
Las tcnicas provocadoras de ansiedad tienen dos caractersticas: primero, una orientacin
psicodinmica, que implica que los conflictos subyacentes estn tapados por las defensas, y que la
intervencin del analista levantar estas generando ansiedad. Segundo, el posible cambio psicodinmico
amplio y duradero que pueda ocurrir.
Tambin encontramos la llamada intervencin crtica, que se hace sobre personas sanas que atraviesan
un momento de crisis.

Tambin est, por ltimo, la psicoterapia dinmica breve, donde se provoca ansiedad e insight, pero lo
pacientes deben estar bien motivados y ser receptivos a las interpretaciones. Se utiliza cuando hay un
problema especfico sobre el cual trabajar, un sntoma determinado, etc.
Kaplan H y Sadock B, Compendio de psiquiatra. Mxico: Salvat. Captulo 26, punto 6.

Generalidades.- Una crisis es una respuesta a sucesos peligrosos y se experimenta como un estado
doloroso. En consecuencia, tiende a movilizar reacciones poderosas para ayudar a las personas a aliviar
el malestar y volver al estado de equilibrio emocional que exista antes de su inicio. Si esto sucede,
puede superarse la crisis, pero, adems, la persona aprende cmo utilizar las reacciones adaptativas.
Adems, para resolver la crisis, el paciente puede tener un mejor estado mental, superior al que tena
antes del inicio de las dificultades psicolgicas. Sin embargo, si el paciente utiliza reacciones
desadaptativas, se intensifica el estado de dolor, la crisis se har ms profunda, y se dar un deterioro
regresivo, dando lugar a los sntomas psiquitricos. Estos sntomas, a su vez, pueden cristalizarse en una
pauta de conducta neurtica que limita la capacidad del paciente de actuar libremente. A veces, sin
embargo, la situacin no puede estabilizarse; se introducen reacciones nuevas desadaptativas y las
consecuencias pueden ser de proporciones catastrficas, conduciendo a veces a la muerte por suicidio. En
este sentido, las crisis psicolgicas son dolorosas y pueden verse como puntos crticos para mejor o para
peor.
Una crisis est autolimitada y puede durar desde pocas horas a semanas. La crisis se caracteriza por una
fase inicial en la que la ansiedad y la tensin aumentan. Esta fase viene seguida por una fase en la que
se ponen en accin los mecanismos de resolucin de problemas. Estos mecanismos pueden ser efectivos
o no, dependiendo de si son adaptativos o desadaptativos.
Los pacientes en perodo de confusin son receptivos a la mnima ayuda y obtienen resultados
significativos. Todos los tipos de servicios, adems, se han ideado para tales propsitos. Algunos son
abiertos-cerrados; otros limitan el tiempo disponible o el nmero de sesiones.
La teora de la crisis ayuda a comprender las personas sanas en crisis y a desarrollar mecanismos
teraputicos dirigidos para prevenir futuras dificultades psicolgicas. La intervencin de la crisis se ofrece
a personas que estn incapacitadas o perturbadas intensamente por la crisis (pgina 855).
Kaplan H, Sadock B y Grebb J (1997) Sinopsis de psiquiatra. Buenos Aires: Editorial Mdica Panamericana. 7 edicin.

Generalidades.- Una crisis es un estado temporal de trastorno y desorganizacin, caracterizado


principalmente, por la incapacidad del individuo para abordar situaciones particulares utilizando mtodos
acostumbrados para la solucin de problemas, y por el potencial para obtener un resultado radicalmente
positivo o negativo.
Crisis significa al mismo tiempo peligro y oportunidad.
Las crisis pueden ser circunstanciales o de desarrollo. Las primeras son inesperadas, accidentales
(incendios, violaciones, desempleo, divorcio, etc) y dependen sobre todo de factores ambientales. Las
crisis del desarrollo son ms predecibles y sobrevienen cuando una persona va cumpliendo etapas en su
vida desde la niez a la senectud.
Las crisis ocurren en una serie de etapas:
1) Se eleva la tensin al comienzo por el impacto del suceso externo.
2) La tensin aumenta ms porque no se puede enfrentar la nueva situacin con la norma habitual de
conducta.
3) Al incrementarse la tensin, se movilizan otros recursos que pueden desembocar en varios resultados:
reduccin de la amenaza externa, xito en el enfrentamiento con la situacin, redefinicin del problema,
etc.
4) Si nada de lo anterior ocurre, la tensin aumenta hasta provocar una grave desorganizacin
emocional.
Las reacciones frente a una crisis pueden ser al comienzo dos: llanto o negacin de la crisis. El llanto
puede conducir a la negacin o a la intrusin. Esta ltima significa sentirse invadido por sentimientos de
dolor, imgenes del impacto, pesadillas, etc.
La intrusin lleva a la penetracin, proceso donde se expresan, identifican y divulgan pensamientos,
sentimientos e imgenes de la experiencia de crisis. Implica definir problemas, tomar decisiones o
aprender soluciones nuevas, movilizar recursos personales o externos, reducir efectos desagradables,
etc. La penetracin lleva la etapa final, que es la consumacin, o integracin de la situacin de crisis
dentro de la vida del individuo. La crisis puede dar como resultado un mejoramiento o un empeoramiento
del sujeto.
Las crisis son estudiadas en este libro a partir de la teora general de los sistemas. As entendida, esta
teora de la crisis puede sintetizarse de la siguiente manera:
Antes de un suceso crtico, el individuo (persona-sistema) se encuentra estable, seguro, funcionando
adecuadamente como un miembro de un grupo familiar o social que est alojado en un ambiente
comunitario, parte de una amplia cultura social. El suceso precipitante (prdida de un ser querido,
desempleo) choca sobre la persona, familia, comunidad o sistema cultural. Este interacta con la
personalidad del individuo, un proceso medido en trminos de cinco subsistemas CASIC (conductal,

afectivo, somtico, interpersonal y cognoscitivo). La reaccin del sujeto en cambio afecta a los otros
suprasistemas (familia, comunidad, etc). En el sentido ms inmediato, el cnyuge, hijos, y amigos
cercanos se involucran ntimamente en la crisis. Slo como probable, sin embargo, vecinos, compaeros
de trabajo y la comunidad completa se afectan.
A los pocos das siguientes al trastorno de crisis, las oportunidades para la primera ayuda psicolgica
(intervencin en crisis de primer orden) de la familia y la comunidad existen. En las semanas
subsiguientes, las etapas se dirigirn a restablecer el enfrentamiento y por ltimo resolver la crisis. Sea a
travs de una terapia en crisis formal (proporcionada por un trabajador entrenado mediante diversos
sistemas comunitarios), o a travs de recursos de ayuda naturales (familias, vecinos, medio), finalmente
ocurrir el equilibrio ya sea para la salud o la enfermedad. La resolucin de todas las crisis individuales
tendr un efecto considerable sobre la salud total de vecinos, comunidad y sociedad en general.
Resumen de Slaikev Karl (1995) Intervencin en crisis. Captulo 2.

Crisis de desarrollo.- Las hiptesis del desarrollo son seis:


1) La vida implica cambio y crecimiento continuos. La crisis es un cambio extremo.
2) El desarrollo consta de varias etapas, que se caracteriza cada una por ciertas actividades (Erikson).
Las actividades de una etapa deben poder superarse para pasar a la etapa siguiente.
3) Las transiciones o etapas de los adultos son diferentes a las de la niez y adolescencia. Decir que una
crisis adulta parece como una segunda niez o una segunda adolescencia es una sobresimplificacin.
4) Aunque cada etapa es nica, los motivos juveniles son en general reconocidos o reelaborados durante
todo el ciclo vital.
5) Los sucesos que precipitan una crisis en el desarrollo deben entenderse a partir de la historia personal.
6) Una crisis es una versin extrema de una transicin, ya que esta ltima puede ocurrir fcilmente. Las
crisis son desorganizaciones que preceden al crecimiento, y lo posibilitan.
Hiptesis que indican cuando una transicin se convierte en crisis:
1) Una crisis puede ocurrir cuando el desempeo de actividades relacionadas con una etapa del desarrollo
se perturba o dificulta. Por ejemplo, una transicin puede estar impedida por falta de habilidad,
conocimiento o incapacidad para correr riesgos.
2) Demanda por sobrecarga: cuando se acumulan en cierto nmero ciertos sucesos a lo largo de un
breve periodo de tiempo, por ejemplo a lo largo de un ao.
3) Una transicin puede convertirse en crisis si un individuo no acepta o no est preparado para los
sucesos determinantes. La menopausia o la viudez son crticas para la mujer por las expectativas en
cuanto a sus resultados.
4) Por ltimo, la transicin puede convertirse en crisis si el individuo se percibe a s mismo como fuera de
fase, segn las expectativas de la sociedad para esa etapa.
Crisis masculina en la edad madura: Las etapas de la vida no son simplemente un proceso biolgico o
una secuencia de procesos psicolgicos, sino tambin estn influenciadas por sistemas familiares,
educativos y culturales. Levinson plantea cuatro etapas en la transicin de la madurez: 1) Abandonar la
familia, de 18 a 24 aos, 2) Penetrando al mundo del adulto, de 24 a 29 aos, 3) Asentamiento, de 30 a
40 aos, donde hay orden, estabilidad, control y deseo de quitar obstculos, y 4) Convertirse en adulto
responsable (de 35-39 aos en adelante) que suele comenzar con una frustracin de no haber logrado
ciertos objetivos, de lo cual l no se siente responsable.
La crisis es un desafo a la estructura de la vida, donde estn comprometidos aspectos internos (el smismo, los sueos de lograr tales o cuales metas) y externos (papeles, responsabilidades, roles en
relacin a la familia y la sociedad).
Resumen de Slaikev Karl (1995) Intervencin en crisis. Captulo 3.

Crisis circunstanciales.- Las crisis circunstanciales (enfermedad infantil, secuestro, terremoto, etc)
tienen poca o ninguna relacin con la edad del individuo (a diferencia de la crisis de desarrollo) y pueden
sobrevenir en cualquier momento de la vida y a cualquiera.
La crisis circunstancial tiene cinco caractersticas:
1) Es repentina: aparece de golpe.
2) Es inesperada: no puede ser anticipada.
3) Es urgente, pues amenazan el bienestar fsico o psicolgico.
4) Masiva: muchas crisis circunstanciales afectan a muchas personas al mismo tiempo (por ejemplo
desastres naturales).
5) Peligro y oportunidad: la crisis puede desembocar en un mejoramiento o empeoramiento de la
situacin de la persona.
Ejemplos de crisis circunstanciales son enfermedades fsicas o lesiones no debidas a una avanzada edad
(pues estas son predecibles), muerte sbitas, crmenes, desastres naturales y guerras, etc.
El primer paso en la intervencin en crisis circunstanciales es centrarse en el aqu y ahora. En un
desastre natural por ejemplo, salvar vctimas, o moderar los nimos en una pelea conyugal. Luego, la
intervencin apuntar a ayudar al individuo a introducir cambios en su vida debido a la secuela de la
crisis. Por ejemplo, cambio de trabajo por haber adquirido cierta incapacidad fsica.

Resumen de Slaikev Karl (1995) Intervencin en crisis. Captulo 4.

Enfrentamiento de la crisis.- Algunos autores (Caplan, 1964) resumen en siete caractersticas como
debe ser la conducta de enfrentamiento efectivo de cualquier crisis:

Explorar activamente resultados reales y solicitar informacin.

Expresar sin reserva sentimientos negativos, positivos y tolerar la frustracin.

Pedir ayuda a otros.

Abatir los problemas hacindolos manejables, tratables y trabajando cada vez.

Estar conciente de la fatiga y las tendencias que propician la desorganizacin, en tanto se


mantiene el control y los esfuerzos de paso como sea posible, en muchas reas de
funcionamiento.

Dominar sentimientos hasta donde se pueda (aceptndolos cuando sea necesario), siendo flexible
y dispuesto a cambiar.

Confiar en s mismo y en otros, y tener un optimismo bsico sobre los resultados.


Caplan G. (1964) Principles of preventive psychiatrie, New York: Basic Books, Inc.

Definicin.- Una crisis es "un estado temporal de trastorno y desorganizacin, caracterizado


principalmente, por la incapacidad del individuo para abordar situaciones particulares utilizando mtodos
acostumbrados para la solucin de problemas, y por el potencial para obtener un resultado radicalmente
positivo o negativo" (Slaikeu, 1995:11). Segn Slaikev, esta breve definicin capta los principales
aspectos de la crisis, tal como los describieron diversos tericos.
Para Slaikeu (1995:12), cinco caractersticas definen adecuadamente un estado de crisis: 1) es temporal,
es decir, el equilibrio se recupera de cuatro a seis semanas; 2) casi siempre hay un suceso que lo
precipita; 3) tiene un curso secuencial ms o menos predecible; 4) tiene un potencial de resolucin hacia
niveles de funcionamiento ms altos o ms bajos (o sea, para 'mejor' o para 'peor'); y 5) su resolucin
depende entre otras cosas de la gravedad del suceso precipitante y de los recursos materiales,
personales y sociales del individuo.
Condensado de Slaikeu K (1995) Intervencin en crisis. Mxico: El Manual Moderno. Captulo 2: Teora de la crisis:
estructura general.

Clasificacin.- Slaikeu identifica dos tipos de crisis: las crisis de desarrollo y las crisis circunstanciales,
diferencia comnmente aceptada en los textos sobre intervenciones teraputicas en crisis.
a) Crisis de desarrollo.- Son aquellas relacionadas con el pasaje de una etapa del crecimiento a otra,
desde la infancia hasta la vejez, y que, por lo tanto, son ms predecibles. "Cada etapa del desarrollo se
relaciona con ciertas tareas del crecimiento, y cuando hay interferencia en su realizacin, es probable una
crisis" (Slaikeu, 1995:14).
b) Crisis circunstanciales.- Una crisis circunstancial (Slaikeu, 1995:48) es aquella en la cual el suceso
precipitante tiene poca o ninguna relacin con la edad del individuo o con la etapa de su desarrollo, lo
que significa que tales crisis pueden afectar a cualquier persona en cualquier momento. Son accidentales
e inesperadas, y su rasgo sobresaliente es que se apoyan en algn factor ambiental: incendios,
inundaciones, violaciones, divorcios, desempleo, mudanzas, etc (Slaikeu 1995:13).
c) Relacin entre crisis de desarrollo y crisis circunstanciales.- Puede haber una coincidencia cronolgica
entre ambas, como por ejemplo cuando un individuo est atravesando la crisis adolescente (crisis de
desarrollo) y al mismo tiempo fallecen sus padres en un accidente (crisis circunstancial). En otro ejemplo,
el impacto emocional que puede producir una intervencin quirrgica puede acentuarse si esta crisis
circunstancial interfiere con una crisis del desarrollo, tal como por ejemplo las que atraviesan los nios en
ocasin de situaciones como el destete o el ingreso a la escuela. Nowak (1978) sugiere al respecto que el
impacto de un suceso particular depende, entre otras cosas, del grado de interferencia con otros sucesos
del desarrollo.
Condensado de Slaikeu K (1995) Intervencin en crisis. Mxico: El Manual Moderno. Captulo 2: Teora de la crisis:
estructura general.
Nowak C, Research in life events: Conceptual considerations. Paper presented at the 31st annual scientific meeting of
the Gerontological Society, Dallas, November, 1978.

Teora de la crisis de Slaikev.- Slaikev desarrolla una teora de la crisis considerando integralmente los
aspectos individuales o intrapsquicos, y los contextuales o sociales, habida cuenta de que, por ejemplo,
el suceso precipitante de la crisis proviene del ambiente, incide en la personalidad del individuo, ste
entras en crisis y su reaccin afectar a su vez al sistema social del que forma parte: "cnyuge, hijos y
amigos cercanos se involucran en la crisis... [e incluso tambin] vecinos, compaeros de trabajo y la
comunidad completa" (Slaikeu, 1995:28).
Examinaremos primero los aspectos intrapsquicos o personales del estado de crisis, luego los aspectos
contextuales, para luego enmarcarlo, en la lnea de Slaikeu, en una teora general de los sistemas.

Aspectos intrapsquicos.- Las hiptesis principales de una teora de la crisis pueden condensarse en las
siguientes.
a) Sucesos precipitantes.- Son aquellos sucesos potencialmente capaces de producir una crisis:
nacimientos de hijos, ingreso en la escuela, duelos, infidelidad, emigracin, desastres naturales, cambios
sociales y tecnolgicos rpidos, etc. Para Nowak (1978), la capacidad de un suceso para generar una
crisis depende del tiempo, la intensidad, la duracin, la secuencia y del grado en cmo interfiere con
otros sucesos del desarrollo.
b) Tipos circunstanciales y de desarrollo.- Las crisis circunstanciales y las de desarrollo ya han sido
explicadas anteriormente.
c) Aspectos cognoscitivos.- Es importante considerar qu significa el suceso precipitante para el individuo
en el contexto de su mapa cognoscitivo, de sus expectativas. Un suceso mnimo puede ser importante y,
al revs, un suceso importante puede no generar una crisis. Todo depender de cmo el sujeto perciba la
crisis: si como una amenaza a su integridad o no.
Por ejemplo, cuando un esposo con una autoimagen pobre se entera de la infidelidad de la mujer, puede
entrar en crisis al liberar recuerdos dolorosos en el contexto de experiencias infantiles desagradables o de
la carencia de una identidad positiva en la adolescencia.
Taplin compara este proceso con el de una computadora, y dice que ocurre una crisis cuando la nueva
informacin (el suceso precipitante) es: a) totalmente disonante con el programa existente, o b) cuando
entra en grandes cantidades de forma tal que el sistema se sobrecarga y comienza a funcionar mal.
d) Desorganizacin y desequilibrio.- La crisis desorganiza y desequilibra a la persona en diversos
aspectos: sentimientos (trastorno emocional grave, sentimientos de desamparo, ansiedad, etc.),
pensamientos (confusin), conducta, relaciones sociales (laborales, familiares, sociales en general) y
funcionamiento fsico (lceras, clicos, etc).
e) Vulnerabilidad y reduccin de las defensas.- Una crisis implica tambin un incremento de la
vulnerabilidad del individuo, as como un aumento de su sugestibilidad (Slaikeu, 1995:15). La primera
implica una reduccin de sus defensas, por cuanto el sujeto siente que, ante la creencia que todo est
por perderse, ya no se justifica defender nada. Al mismo tiempo, tambin aumenta su sugestibilidad, es
decir, el suceso precipitante deja al organismo confundido y abierto a sugestiones, lo cual, constituye en
principio una circunstancia facilitadora de la intervencin en crisis.
f) Trastornos en el enfrentamiento.- Frente a una situacin de crisis, el sujeto puede enfrentarla no
adecuadamente, como por ejemplo ignorarla, redefinir la situacin, hablar con un amigo o irse de
vacaciones.
Autores como Caplan (Caplan, 1964) resumen en siete caractersticas como debe ser la conducta de
enfrentamiento efectivo de cualquier crisis:
1. Explorar activamente resultados reales y solicitar informacin.
2. Expresar sin reserva sentimientos negativos, positivos y tolerar la frustracin.
3. Pedir ayuda a otros.
4. Abatir los problemas hacindolos manejables, tratables y trabajando cada vez.
5. Estar conciente de la fatiga y las tendencias que propician la desorganizacin, en tanto se
mantiene el control y los esfuerzos de paso como sea posible, en muchas reas de funcionamiento.
6. Dominar sentimientos hasta donde se pueda (aceptndolos cuando sea necesario), siendo flexible
y dispuesto a cambiar.
7. Confiar en s mismo y en otros, y tener un optimismo bsico sobre los resultados.
Por su parte, Lazarus describe dos grandes etapas del enfrentamiento de la crisis: a) el sujeto hace una
primera valoracin preguntndose acerca de si hay o no algn peligro: antes que cualquier
enfrentamiento tenga lugar, esta valorizacin primaria es un proceso cognoscitivo determinante; b) el
sujeto hace una segunda valoracin que tambin implica una estrategia cognoscitiva, preguntndose en
este caso qu hacer?. Esta valoracin dirige un cambio en la situacin objetiva y tambin en el manejo
de los componentes subjetivos (sentimientos, pensamientos, bienestar fsico, conducta) relacionados con
la situacin.
El estado de crisis se caracteriza precisamente porque estos procesos de valoracin se encuentran
trastornados: por ejemplo, el sujeto no sabe cmo valorar la situacin, o bien no sabe qu hacer frente a
ella.
g) Lmites de tiempo.- La mayora de los terapeutas consideran que el estado de crisis es agudo, en
trminos de un ataque repentino y de corta duracin. Para Caplan, la crisis se resolver tpicamente en
4-6 semanas. En realidad, lo que est limitado en el tiempo (6 semanas) es la restauracin del equilibrio
(cesacin de la conducta errtica, emociones, enfermedades somticas) pues el ser humano no tolera
periodos de desorganizacin muy extensos.
Esta restauracin del equilibrio no implica que la crisis haya sido resuelta constructivamente, pues el
mismo puede seguir una direccin disfuncional. Ejemplo: el esposo abandonado por su mujer puede
sentir intenso dolor hasta 6 u 8 semanas, pero luego reducirse este dolor mediante el pensamiento
"nunca ms creer en una mujer". El lmite temporal de las 6 semanas marca el momento a partir del cual

la crisis se comenzar a resolver positiva o negativamente, siendo este un punto central en la teora de la
crisis.
h) Fases y estados: del impacto a la resolucin.- El estado de crisis se caracteriza por una secuencia ms
o menos fija de etapas, que diversos autores han descripto de manera aproximadamente similar.
Tomemos al respecto tres versiones: Caplan (1964), Fink, Beak y Taddeo (1971) y Horowitz (1976), que
aparecen esquematizadas en la figura adjunta. Caplan (1964) describe el inicio de la crisis en cuatro
etapas: 1) Elevacin de la tensin por el impacto del suceso externo, que promueve solucionar el
problema por medios conocidos; 2) al fallar esas soluciones comunes se incrementa la tensin y aparecen
sentimientos de ineficiencia y trastorno; 3) se movilizan nuevas soluciones, a partir de las cuales la crisis
puede seguir cuatro cursos: se reduce la amenaza externa, hay xito con las nuevas estrategias de
enfrentamiento, redefinicin del problema, o renuncia a propsitos fijos que resultan inalcanzables; 4) si
nada de ello ocurre, la tensin aumenta hasta un punto donde surge la desorganizacin emocional grave.
Fink, Beak y Taddeo describieron un modelo en cuatro etapas para la resolucin de la crisis: choque,
retraimiento defensivo, reconocimiento, y finalmente adaptacin y cambio.
Horowitz (1976), por su parte, identifica cinco etapas o fases a partir del suceso precipitante de la crisis:
1) Negacin: que puede acompaarse de entorpecimiento emocional, no pensar en lo que pas o hacer
como si nada hubiese ocurrido. 2) Conmocin afectiva: llanto, humedecimiento de los ojos, etc. El suceso
precipitante puede producir negacin o esta conmocin afectiva. En cualquiera de ambos casos, el
proceso contina hacia la tercera fase: la intrusin. 3) Intrusin: Afluencia involuntaria a la conciencia de
ideas y sentimientos de dolor sobre el suceso. Las pesadillas peridicas u otras preocupaciones o
imgenes son tpicas de esta etapa. 4) Penetracin: donde el sujeto puede expresar, identificar y divulgar
pensamientos, sentimientos e imgenes de la experiencia de crisis.
La resolucin final de la crisis depender de diversos factores (Slaikeu, 1995:20), como por ejemplo la
gravedad del suceso precipitante, los recursos materiales, los recursos personales, y los recursos
sociales. Los recursos materiales incluyen dinero, comida, vivienda y transporte. Un dficit en alguno de
esos aspectos puede convertir una situacin estresante en una crisis.
Los recursos personales tienen relacin con la fuerza yoica, la historia previa de situaciones estresantes,
experiencias anteriores en crisis, problemas no resueltos de personalidad, bienestar fsico, etc. Los
recursos sociales se refieren a la gente que rodea al sujeto en el momento de la crisis, tales como la
familia, los amigos, o los compaeros de escuela o de trabajo, importando en cada caso no slo quienes
pueden ayudar, sino qu clase de ayuda pueden suministrar (apoyo emocional, compaa fsica, etc). Los
recursos sociales tienen que ver con la asistencia disponible de 'otros significantes'.
i) Resultado de la crisis: para mejorar o empeorar.- En chino, crisis significa peligro y oportunidad al
mismo tiempo, con lo que se pone de relieve dos maneras de resolucin de una crisis: para empeorar o
para mejorar. Asimismo en ingls, la palabra 'crisis' se basa en el vocablo griego 'krinein', que significa
decidir, lo que muestra a la crisis como un momento decisivo donde habr un cambio para mal o para
bien. La idea segn la cual las cosas deben empeorar para mejorar suele ser aceptada en la clnica,
aunque no es algo que haya sido sometido a una investigacin rigurosa (Slaikeu, 1995:29).
Una resolucin positiva de la crisis (Slaikeu, 1995:19) implica penetrar en el suceso de crisis de modo de
integrarlo dentro de la 'manufactura' de la vida, dejando a la persona abierta en vez de cerrada al futuro.
En esta definicin, Slaikeu destaca tres conceptos: penetrar, integrar y abierto. Para Slaikeu (1995:20),
la 'penetracin' incluye la reflexin sobre el suceso y su significado para la persona en crisis, expresin de
sentimientos, manteniendo un grado mnimo de bienestar fsico durante la crisis, adems de realizar
adaptaciones interpersonales y de conducta apropiadas a la situacin. Baldwin (1979) resume esta etapa
de la siguiente manera: a) definir problemas, abordar sentimientos, tomar decisiones o aprender
soluciones a problemas nuevos o conductas de enfrentamiento; b) identificar y por lo menos resolver
parcialmente conflictos subyacentes representados en o reactivados por la crisis; c) definir y movilizar
recursos individuales externos e internos, hacia la solucin de la crisis, y d) reducir efectos desagradables
o incmodos relacionados con la crisis. 5) Consumacin: esta etapa final de la experiencia de crisis
conduce a una integracin de la misma dentro de la vida del individuo, lo que le ha permitido reorganizar
su vida en funcin de la experiencia atravesada.
'Integrar' en suceso en la manufactura de la vida significa "que para que la crisis se resuelva, el suceso y
sus consecuencias deben finalmente tomar sus lugares a lo largo de otros sucesos e indicar la vida de la
persona, formando parte de una experiencia desarrolladora. Lo contrario de esta integracin est
artificialmente dividido, fuera de la conciencia, hacindolo como si no hubiera pasado o de algn modo
negar su existencia" (Slaikeu, 1995:20).
'Abierto' significa que una buena resolucin de la crisis deja al sujeto en condiciones de iniciar una nueva
empresa en su vida, y de estar mejor provisto para ello. Implica una disposicin positiva para continuar
en el proceso de vivir. Lo contrario, 'cerrado', significa una crisis que desemboca en una situacin donde
para las personas parecen concluir muchas reas de la vida: se apartan de sus relaciones, son incapaces
de trabajar, tienen problemas para encontrarle gusto al vivir, o experimentan sntomas como la
agorafobia o han continuado en enfermedades somticas.

Etapas de una crisis segn diversos autores

CAPLAN (1964)
C
C
Suceso precipitante
S
S

Elevacin de la
tensin.
Respuesta habitual
R
R

Falla la respuesta.

Aumenta la tensin
A
A

Movilizacin de nuevos recursos para


rresolver el problema

Reduccin de la amenaza externa


O BIEN
xito de la nueva estrategia de
enfrentamiento
O BIEN
Redefinicin del problema
O BIEN
Renuncia a propsitos fijos
i
inalcanzables

Resolucin positiva
R
R

No sirven los recursos nuevos.


Aumenta la tensin
A
A

Desorganizacin emocional grave


D
D

Resolucin negativa
R
R

HOROWITZ (1976)

Choque

Suceso precipitante

Llanto

FINK, BEAK Y TADDEO (1971)

Negacin

Retraimiento
defensivo

Intrusin
Reconocimiento

Penetracin
Adaptacin y cambio
Consumacin

Aspectos contextuales.- Las crisis no ocurren en el vaco, sino que estn enmarcadas en los sistemas
sociales. Por ejemplo, el desempleo -producto del sistema econmico-social- precipita una crisis en el
padre, lo que a su vez repercute en el sistema familiar, lo que a su vez puede ocasionar una crisis en uno
de sus miembros, llamado por la escuela sistmica paciente identificado. La dinmica entre la persona y
su medio ambiente inmediato puede, as, dar pistas del inicio, la duracin y la resolucin de las crisis
individuales. Desde ya, a su vez "la resolucin de todas las crisis individuales tendr un efecto
considerable sobre la salud total de vecinos, comunidad y sociedad en general" (Slaikeu, 1995:28).
La psicologa sistmica, basada en la Teora General de los Sistemas de von Bertalanffy, distingue
subsistemas y suprasistemas. Los subsistemas son los diferentes sectores o aspectos de la personalidad
individual. Entre las muchas clasificaciones que hay al respecto, se puede mencionar la de Lazarus, que
considera la persona como un sistema conformado por cinco subsistemas (CASIC): conductual, afectivo,
somtico, interpersonal y cognoscitivo (ver esquema adjunto). El estado de crisis se caracterizar por
una desorganizacin en uno o ms de estos subsistemas.

SISTEMAS CONSIDERADOS EN UNA CRISIS

Macrosistema

Exosistema

SUPRASISTEMA
(Medio ambiente)

Microsistema

Conductual
Afectivo
Somtico
Interpersonal
Cognoscitivo

SUBSISTEMAS
(Personalidad)

El contexto de la crisis: los suprasistemas.- Los suprasistemas constituyen el contexto de la crisis, y


Bronfenbrenner (citado por Slaikeu, 1995:24) describe tres de ellos que son relevantes para enfrentar las
crisis: el microsistema, el exosistema y el macrosistema.
El microsistema representa la familia y el grupo social inmediato (amigos, vecinos, etc); el exosistema
representa la comunidad, como por ejemplo el mundo laboral, las organizaciones vecinales, escuelas,
iglesias y las estructuras gubernamentales comunitarias (incluyendo servicios sociales); y el
macrosistema incluye la cultura y sus valores predominantes, normas, valores y costumbres.
El microsistema es el principal punto de apoyo en momentos de crisis, pero es tambin fuente de
situaciones precipitantes de estrs. Los exosistemas pueden contribuir a agravar o a atenuar las crisis,
mientras que los valores y normas del macrosistema determinan la manera en que los individuos
enfrentarn sus crisis.
Entre el sistema personalidad y los suprasistemas, en particular el microsistema, se establecen
'transacciones' cotidianas que sirven de teln de fondo para considerar las crisis individuales. Por
ejemplo, un adolescente recibe de su familia educacin y medios de subsistencia, y a cambio l entrega a
la familia trabajo domstico o su visin personal de la vida.
La idea de transaccin sugiere la de un principio de utilidad o funcionalidad. Los aspectos negativos de
una crisis (angustia, llanto, agresividad, etc.) han de considerarse como que sirven a algn propsito, sea
para la persona, sea para el suprasistema (familia o grupo social).
Tres funciones de los sistemas.- Cualquier sistema cumple tres funciones: adaptacin al ambiente,
integracin de los subsistemas, y toma de decisiones. La desorganizacin en cualquiera de los tres puede
conducir a una crisis.
En el primer caso, una persona que se desarrolla muy rpidamente o muy despacio segn los horarios
sociales puede encontrarse fuera de sincronizacin con el medio. En en segundo caso, una persona que
sufri un dao fsico necesitar adaptar el subsistema somtico a la imagen de s msmo: una buena
resolucin de una crisis pasa por re- integrar los subsistemas de la personalidad. En el tercer caso, la
crisis puede comprenderse como una desorganizacin grave en la funcin de tomar decisiones del
organismo.
Estado de equilibrio y equifinalidad.- Se trata de otras dos propiedades de los sistemas, tiles para la
comprensin de las crisis. La tendencia de los sistemas hacia el retorno a un estado de equilibrio explica
porqu las personas o las familias no pueden tolerar la desorganizacin por mucho tiempo,
establecindose el lmite aproximado de las 6 semanas, antes indicado, para dicho retorno al equilibrio.
La equifinalidad, por su parte, alude al hecho de que un sistema puede alcanzar el mismo estado final
(por ejemplo la resolucin positiva de la crisis), a travs de caminos diferentes (hay diferentes

alternativas para resolver la crisis, y en este sentido adquiere importancia la intervencin de un consejero
o terapeuta).

Cazau P (2002) Vocabulario de Psicologa. Buenos Aires: Redpsicologa.


Referencias bibliogrficas
Auerbach S, y Kilmann P, Crisis intervention: A review of outcome research. Psychological Bulletin, 1977, 84, 11891217.
Baldwin B, Crisis intervention: An overview of theory and practice. The Couseling Psychologist, 1979, 8, 43-52.
Caplan G (1964) Principles of preventive psychiatrie. New York: Basic Books.
Horowitz M, Diagnosis and treatment of stress response syndroms: General Principles. Includo en Parad H, Resnik H y
Parad L, Emergency and disaster Management (Bowie, Maryland: The Charles Press Publishers, Inc, 1976).
Kimbrell G, y Slaikeu K, The role of crisis theory in cronic illness". Unpublished manuscript, University of South
Carolina, 1981.
Nowak C, Research in life events: Conceptual considerations. Paper presented at the 31st annual scientific meeting of
the Gerontological Society, Dallas, November, 1978.
Slaikeu K (1995) Intervencin en crisis. Mxico: El Manual Moderno. Captulo 2: Teora de la crisis: estructura general.
Viney L, The concept of crisis: A tool for clinical psychologists. Bulletin of the British Psychological Society, 1976, 29,
387-395.

Crisis y estrs.- Viney (1976) resume las diferencias entre ambos estados en cuatro puntos: 1) Los
patrones de enfrentamiento durante la crisis son diferentes de aquellos relacionados con el estrs. Por
ejemplo, el enfrentamiento durante la crisis parece ser ms 'personal', usando el sujeto menos el ncleo
familiar y apoyos informales. 2) Durante el estado de crisis, el individuo tiende a ser menos defensivo y
ms abierto a sugerencias, influencias y apoyos, aunque esto no es caracterstico del estrs. 3) El
resultado de la crisis puede ser de debilitacin o crecimiento. El estrs, por otro lado, est comnmente
relacionado con la patologa y tiene como ptimo resultado la adaptacin al deterioro y afliccin causados
por circunstancias de la vida o el regreso al status quo. 4) La crisis se observa como incidente durante un
periodo relativamente corto (alrededor de seis semanas), mientras que el estrs no est considerado
para tener esta cualidad autolimitante. Este se considera con frecuencia como un trastorno crnico,
desarrollndose con el tiempo, mientras que una crisis se relaciona con un trastorno repentino.
Condensado de Viney L, The concept of crisis: A tool for clinical psychologists. Bulletin of the British Psychological
Society, 1976, 29, 387-395.

Crisis y enfermedad mental.- La ansiedad, el insomnio o las dificultades interpersonales que suelen
aparecer en los estados de crisis hacen que el individuo crea estar volvindose loco, pero se considera
que tales desorganizaciones, a veces graves, no son signos paicopatolgicos, sino entendidos como
reacciones individuales frente a obstculos insuperables que bloquean un propsito en la vida. Una crisis
es una respuesta normal a una circunstancia anormal, lo que no impide que neurticos o psicticos
puedan tambin tener crisis. En s misma, una crisis no es indicadora de psicopatologa ni de normalidad.
Esto depender de: a) si antes y despus de ella hubo periodos de estabilidad psquica, y b) si la crisis
desemboca en una resolucin positiva hacia el crecimiento y la salud.
Cazau P (2002) Vocabulario de Psicologa. Buenos Aires: Redpsicologa.

Crisis juvenil.- La crisis juvenil ocurre entre los 15-16 aos e la mujer y los 16-17 aos e el varn. En
las edades indicadas, segn Busemann se da una corta fase pospuberal de activacin, llamada crisis
juvenil. En contraste con la posterior fase adolescente, de sosiego, la crisis juvenil es de excitacin e
inquietud, y sus caractersticas son las siguientes:
a) Disminucin del rendimiento corporal y espiritual.- Disminuye el rendimiento en el trabajo y el estudio.
La atencin se distrae hacia otros intereses, disminuyendo la facultad de crtica. Hay inquietud motora,
mayor afectividad, labilidad y tendencia a la disociacin. Surgen estados de nimo que pueden
predisponer al suicidio.
b) Armonizacin de la figura.- El cuerpo va modelndose armnicamente al aumentar el crecimiento en
ancho sobre el alto. La forma corporal variar segn cada sexo. Una vez alcanzada la madurez,
sobreviene el llamado estadio de la funcin donde se desarrollan a pleno las formas femeninas y las
atlticas masculinas, con despliegue de las funciones sexuales.
La armonizacin del cuerpo repercute en una armonizacin de la expresin, como por ejemplo el encanto
femenino y la mesura y dominios masculinos. Aumenta la seguridad en los modales y disminuye la
inclinacin a los conflictos sociales.
c) Armonizacin de la conducta.- En relacin a la sociedad y al propio rendimiento, el cual progresa
bastante.
d) Extraversin y consolidacin de la estructura psquica.- El cambio exterior se basa en un cambio
interior. Si antes estaba reconcentrado en s mismo, en su caos interior, ahora retorna al mundo ms
autoafirmado luego de su poca de agitacin interior. La estructura psquica se consolida, es decir, se
aproxima a su estructura definitiva. La extraversin y consolidacin de la estructura psquica continuar
durante la fase siguiente, la adolescencia, y puede verse en tres clases de facultades y funciones
psquicas: la orientacin, los impulsos y los sentimientos.
Condensado de Remplein Heinz (1980) Tratado de psicologa evolutiva. Editorial Labor. Captulo 17.

Generalidades.- El autor comienza aclarando que hay dos concepciones sobre las crisis: la sistmica y
la psicoanaltica.
La concepcin sistmica entiende la crisis como una alteracin del equilibrio. Tanto se trate de crisis
evolutivas (momentos de la vida) como de crisis accidentales, en la concepcin sistmica el organismo
busca restablecer la estabilidad perdida introduciendo modificaciones estructurales, como resultado de lo
cual se saldr o bien transformado, sobreadaptado o desorganizado. La crisis se producira cuando los
problemas superan las fuerzas reequlibradoras ms tiempo de lo tolerable. Tal la concepcin de autores
como G. Kaplan y Selye (este ltimo defini el estrs o sndrome de adaptacin).
La concepcin psicoanaltica se ve sobre todo en la descripcin del trabajo de duelo. El nfasis de la crisis
recae sobre objetos, que sern catectizados o descatectizados en el marco de una estructura. Es el
pasaje de una estructura narcisista dual a otra edpica triangular y abierta a lo social, pasaje que se hace
por prdida del equilibrio estructural y la intervencin de defensas que buscan restablecer el equilibrio
amenazado por las ansiedades paranoides y depresivas.
Ambos modelos, estructural y sistmico, hablan de prdidas de equilibrio en relaciones estables de
objetos, y entienden la crisis como un peligro que hay que superar y una oportunidad para el cambio.
El concepto de crisis vital parte de la idea de una estructura con objetos previos, estructura conformada
por partes o funciones que crean un campo de posibilidades o contexto de creacin que promueve la
imaginacin activa.
Diferenciamos tres niveles estructurales: a) psicosocial: relaciones y configuraciones psicosociales como
sistemas de interaccin inestables; b) psquico: lo estructural inconciente est dado por las
configuraciones objetales o mundo representacional; c) mtico: muy ligado a lo cultural.
Las crisis vitales nos ponen en un estado de disponibilidad, donde dudamos de nuestras
representaciones: lo percibido no es credo. Se suspenden las evidencias racionales y somos convocados
como sujetos de experiencia en un campo de posibilidades polivalente donde coparticipamos de valores
de la cultura viva (contexto creativo originario). All se ponen en movimiento las nuevas imgenes que,
transformadas en representaciones, funcionan como ideas que luego la racionalidad y el trabajo irn
dando cuenta o no de su bondad.
En las crisis vitales se pone en juego la imaginacin activa que transmuta tiempo y espacio dando nuevo
sentido a lo percibido, que toma el carcter de indito, nuevo: no representa nada previo (como la
imaginacin pasiva o fantasa, o lo imaginario) sino simplemente la experiencia vivida en ese momento.
Este concepto de crisis del autor no excluye los modelos sistmicos y psicoanalticos: los extiende a un
campo estructural sin objetos donde la experiencia vivida es original, generando acontecimientos nuevos,
nicos e irrepetibles. Crisis porque crea un campo de posibilidades, y vital porque nos conecta con la
gnesis del sentimiento de identidad y del pensamiento, gnesis filogentica que nos conecta con la
cultura.
Cuando ocurre una crisis vital, a nivel psicosocial cambian las relaciones del sujeto con los dems, a nivel
psquico inconciente se liberan por un momento las fijaciones por identificacin a representaciones
reprimidas, de manera tal que el Yo queda subsumido en la imaginacin activa o creativa. La crisis vital
es un momento dentro de la bsqueda de identidad y la creacin humana en el devenir histrico.
Alcanzada esta primera etapa, permitir enriquecer las otras crisis que hemos definido como
psicosociales (evolutivas o accidentales) e intrapsquicas (duelo).
Algunas definiciones operacionales aclararn an ms el concepto de crisis vital. Definimos objeto como
aquella representacin mental de la cosa concreta de la realidad externa; es la representacin imaginaria
de la cosa real. Cuando estos objetos fantaseados no estn, lo nico que nos cohesiona son los valores:
los valores son de todos, no es algo que podamos apropiar ni identificar con ellos: slo permiten la
coparticipacin, y aparecen en las crisis vitales.
Definimos identidad como un sentir profundo sobre quien es uno, un sentir engaoso en la medida que se
nos aparece como completo. Justamente en el momento de crisis vital aparece una identidad incompleta,
aparece la falta, y nos des-identificamos de nuestra imagen anterior de nosotros mismos.
En las crisis se cuestiona la identidad y tambin los objetos representacionales. Entonces, si no hay
objetos, cmo surge el pensamiento? A partir de la experiencia vivida. Este proceso puede describirse
desde la antropologa (Mircea Eliade) en cuatro momentos: primero, los primitivos se disfrazaban de
animales para sentirse parte de la naturaleza; segundo, esta vivencia se transformaba en imagen que los
enriqueca dndoles valor, sabidura, poderes, etc; tercero, ya tranquilizados, daban nombre a esas
imgenes, podan nombrar lo vivido, y relatando entraban en la cultura; y cuarto, se relatan aquellas
vivencias como leyendas, como experiencia menos inmediata (mayor distanciamiento entre naturaleza y
cultura). Las crisis vitales nos ponen en contacto con la cultura por coparticipacin; transformamos esta
experiencia en imaginacin activa que dice lo vivido para luego entrar en un cdigo cultural desde el
cual hablamos.
Resumen de Fernndez Moujn O (1989) Crisis vital. Un modelo de transformacin en psicoanlisis y psicologa social.
Buenos Aires: Nueva Visin. Captulo 1.

La crisis vital como modelo terico.- Este modelo empez a ser pensado a partir de la evolucin del
yo y sus relaciones objetales, en el primer ao de vida. El primer ao de vida, ms que ser un periodo
cronolgico que ocurri una vez y dej secuelas, debe entendrselo como etapas lgicas por las que pasa
toda crisis vital a cualquier edad. Lo que sucedi en el beb fue un paradigma: all se rompe (corte) con
un estado anterior intrauterino y se busca llenar el vaco con un simbiosis dinmica con la madre, ms
psicolgica que fsica. Hay un nosotros, no hay an unidad yoica, ni esquema corporal integrado, etc. Al
no haber yo tampoco hay relaciones objetales, y esta simbiosis dinmica es la primera estructura edpica,
una estructura sin objetos pero con una unidad vivida como propia por un cuerpo vivido, no integrado.
Ante el desconcierto del parto, el beb debe crearse un mundo propio mediante la imaginacin activa,
que pueda darle identidad.
Poco a poco se va integrando el cuerpo y se discrimina un adentro y un afuera, con lo que la simbiosis
dinmica entra en crisis y da lugar a una nueva estructura, la narcisista, donde hay un Yo y un objeto en
desarrollo. Es el segundo momento del primer ao de vida, y ocurre alrededor del tercer mes de vida.
Aqu hay un primer objeto que es el mundo como totalidad creada por el beb. Luego este mundo se ir
individualizando hasta constituir un segundo objeto, que es el Yo corporal sobre el cual se asienta el
narcisismo. Este Yo es placer, niega todo displacer como interno. Se instala as un narcisismo primario
con las siguientes caractersticas: 1) hay un Yo incipiente, 2) una unidad pulsional dentro de un
reservorio libidinal, 3) la salida de la simbiosis dinmica y el autoerotismo, 4) capacidad de discriminar
adentro y afuera, 5) surgimiento de un nuevo sentimiento de identidad que proviene del Yo, y 6)
posibilidad de desarrollo de un Yo con autonoma relativa para relacionarse con objetos.
Agreguemos dos hechos fundamentales: primero, las pulsiones sexuales se apoyan en las de
autoconservacin, y segundo, aparece el lenguaje como forma de nombrar las cosas que antes slo se
experimentaban. Hay una especie de ceguera neurolgica, nica en el ser humano, que permite la no
atadura a ciertos objetos instintivos y la creacin de una visin interna. Luego viene una segunda
ceguera de tipo libidinal por la cual los objetos se ven de tal forma que evitan la frustracin de la realidad
externa. Estos objetos psquicos darn lugar a lo imaginario y luego el lenguaje hace que adquieran
mayor objetividad cuando pueden ser nombrados.
La segunda etapa, narcisismo normal, tiene microetapas o grados que se van alejando de lo ilusorio y
acercndose ms al objeto real, interno o externo. El primer grado es el narcisismo primario (el yo se
toma como objeto ideal identificndose con l, rechazando todo lo externo). El segundo grado es el
narcisismo secundario, donde el yo proyecta el ideal en un objeto parcialmente reconocido y se identifica
con l como ideal, como si mediante el vnculo lo completara. El tercer grado y los sucesivos implican
reconocer cada vez ms e ir rompiendo el vnculo ilusorio con el objeto idealizado y su consecuente
identificacin con ese ideal. El objeto se afirma como estructura edpica objetivada y se entra en la
tercera etapa: edpica, donde ya existe un reconocimiento de la autonoma relativa del Yo y los objetos
son percibidos como cosas externas.
Para llegar a la tercera etapa se hubo de pasar por una crisis narcisista. La salida de lo ilusorio nos lleva a
lo relacional: se logra un nuevo sentimiento de identidad que llamamos identidad del grupo social.
El primer ao de vida sirve entonces como modelo terico de toda crisis vital. En toda crisis vital existe
un orden lgico de tres etapas: la simbiosis dinmica, la estructural narcisista y la triangular edpica. Las
tres estructuras se enriquecen mutuamente. A cualquier edad las crisis parten de lo ms abarcativo
cultural (identidad grupal), se individualizan (identidad del Yo), para relacionarse en lo social (identidad
del grupo social), recorrido que est marcado por la falta.
Resumen de Fernndez Moujn O (1989) Crisis vital. Un modelo de transformacin en psicoanlisis y psicologa social.
Buenos Aires: Nueva Visin. Captulo 2.

El modelo de crisis vital confrontado con conceptos tericos del psicoanlisis.- El objetivo de
este captulo es comparar las cuatro etapas del modelo de crisis vitales (A1, A2, A3 y A4) con conceptos
tericos del psicoanlisis.
El modelo de crisis vitales.- Este modelo define cuatro tiempos en toda crisis vital:
A1) La crisis vital comienza cuando la estructura anterior de relacin objetal ha perdido vigencia por
motivos accidentales o evolutivos. Se pone en duda lo que se percibe, el yo deja de ver como antes y
acepta entrar en confusin.
A2) Crisis vital propiamente dicha. Momento breve de confusin donde el yo pierde el control de los
objetos y limita al mximo su sensopercepcin (atencin flotante, sin memoria y sin deseo). El
pensamiento es intuitivo y a partir de una imago nos pone el contacto con el todo cultural.
A3) El sujeto empieza a organizar, no ya desde un contexto cultural sino desde un psiquismo individual
un pensamiento imaginario que busca objetivar idealizadamente lo percibido y remitirlo a una estructura
que lo vaya codificando en un lenguaje comunicable.
A4) Cuando la prueba de la realidad es tolerada, la etapa narcisista entra en crisis y el yo acepta la
realidad externa e interna con mayor objetividad, pero desde la nueva estructura edpica que reconoce al
tercero.
A continuacin, relacionaremos cada uno de estos cuatro tiempos con otros conceptos, viendo en cada
uno de estos ltimos como se relaciona con los cuatro tiempos de las crisis vitales.

Primer ao de vida
A1) Crisis del parto.
A2) Simbiosis: se vivencia desde un cuerpo como grupo que le da identidad grupal. Aparato psquico
grupal.
A3) Narcisismo: nace el aparato psquico individual. El Yo crea vnculos idealizados para negar la prdida
del estado simbitico. Aparece el objeto transicional. El narcisismo entra en crisis porque ya no se
necesita tanto al objeto y se lo puede empezar a amar.
A4) Edipo. El aparato psquico adquiere ms autonoma, crece la autoestima y busca ser reconocido por
nuevos objetos. El objeto interno y el externo desempean roles en la estructura psicosocial. Las
fantasas van tolerando la prueba de la realidad.
Cuerpo
A1) ---A2) Cuerpo 'vvo' donde se registra la experiencia simbitica con el cuerpo materno. Cuerpo
transubjetivo.
A3) Cuerpo subjetivo pues se forma el esquema corporal como reservorio narcisista. Cuerpo ergeno,
amado.
A4) Se reconoce el cuerpo anatmico con todas sus partes, y reconoce otros cuerpos. Cuerpo objetivado.
Identidad familiar
A1) Confusin y angustia: se pone en crisis la identidad familiar, social y de Yo familiar.
A2) Se pierde la familia como objeto pero surje como valor, grupo en s msmo: identidad familiar.
A3) El Yo se identifica con su familia como objeto interno idealizado.
A4) La crisis narcisista rompe el vnculo idealizado y aparece la familia dadora de identidad del grupo
psicosocial, y se asumen roles.
Duelo
A1) La prdida del objeto provoca tambin la prdida de las partes del yo ligadas al objeto.
A2) No existe en el trabajo de duelo el nivel regresivo de la identidad grupal.
A3) La sombra del objeto recae sobre el yo. El vnculo idealizado ayuda a disociar y evitar la
ambivalencia. Luego se podr integrar lo bueno y lo malo.
A4) Prueba de la realidad dolorosa que implica la prdida objetal.
Sujeto y Yo
A1) ---A2) El sujeto se constituye a partir del reconocimiento como 'otro' que la madre realiza desde su Edipo
original. Es una experiencia prelingstica.
A3) Aparece el sujeto lingstico. La crisis narcisista surge cuando el padre empieza a nombrarse.
A4) El Yo como sujeto del lenguaje social que requiere mayor convencin y comunicacin. El Edipo
distribuye libido entre objetos psicosociales.
Imaginacin activa y pasiva
A1) La puerta en donde s lo que pienso y fantaseo por su repeticin o ineficacia en el acto sublimatorio
(?).
A2) El acceso a la coparticipacin grupal nos pone en contacto con la cultura como contexto abierto a un
espacio y tiempo de la fsica clsica. Este espacio y tiempo son ignorados por la imaginacin activa (o
creativa), que abren ambas dimensiones a una historia como acontecimiento. El deseo busca lo nuevo, la
realizacin de su ser.
A3) Esta realizacin entra aqu en la etapa de una bsqueda de identidad del Yo. Aqu se ubica lo
imaginario o imaginacin pasiva, donde siempre partimos del otro para constituirnos en Yo.
A4) La imaginacin activa y pasiva encuentran su forma convencional social, siendo ambas la matriz de
toda simbolizacin lingstica.
Lo mtico
A1) ---A2) Aqu est lo mtico como estructura bsica porque remite a un espacio y tiempo original; no se repite
una situacin regresiva sino progresiva que interpela los orgenes y el futuro.
A3) Salido de la experiencia grupal (cultural) el Yo se individualiza y establece defensas buscando repetir
la primera experiencia de satisfaccin (ideal).
A4) Las presiones del Edipo psicosocial lleva a que las fantasas defensivas ante el impacto Yo-otro se
conviertan en una novela familiar ante la conflictiva edpica.
Regresin
A1) Punto de partida psicosocial que se cuestiona.
A2) Regresin filogentica donde coparticipamos de una experiencia mtica de los valores originarios que
nos remiten a la situacin originaria. Mxima sublimacin.
A3) Regresin freudiana propiamente dicha a puntos de fijacin infantil que se repiten en sueos,
sntomas y transferencia.
A4) Salida de la situacin regresiva que nos permite resignificar hechos traumticos y olvidados.
Aparato psquico

A1) El equilibrio de energa y carga libidinal se rompe por la situacin crtica, alterando la percepcin.
A2) Aparato psquico grupal entendido como simbiosis dinmica, coparticipacin en una identidad grupal.
Corresponde al Ello primordial.
A3) El aparato psquico individual supone un ello, un yo y un superyo. Desde el narcisismo empiezan a
importar los conflictos intrapsquicos.
A4) El aparato psquico grupal y el individual entran en confrontacin con el aparato institucional y social.
La identidad se cohesiona en la identidad del grupo social.
Sublimacin
A1) Los ideales y la idealizacin entran en conflicto, as como tambin la idealizacin y la realizacin.
A2) La coparticipacin de valores culturales es el objetivo de la sublimacin pues logra unir un grupo por
un ideal no cargable libidinalmente que corresponde a la bsqueda de ser.
A3) La retirada de la libido sobre el Yo desexualiza el fin (sublimacin) hacia otros valorados socialmente.
A4) La sublimacin recorre lo social, cargando roles u objetos de la realidad ambiental. Coinciden
socializacin y sublimacin en sus funciones.
Identificacin
A1) Las identificaciones empiezan un proceso de desprendimiento de los objetos para liberarse de ellos.
Se produce una des-identificacin donde se suspenden las relaciones de objeto, permitiendo coparticipar
en un campo grupal.
A2) El Yo suspendido no percibe objetos: sigue la coparticipacin grupal. Se forma por identificacin un
Self (no un Yo).
A3) La individuacin nos saca del grupo por un Yo que va asimilando la experiencia mediante
representaciones con las que se identifica para controlar. En este nivel narcisista, identificarse es una
forma de idealizacin donde mediamos entre ideales y realidad.
A4) Se pasa de lo intrasubjetivo a lo intersubjetivo mediante procesos de identificacin proyectiva
opuestos a los de A1. Se idealiza el objeto externo, donde es puesto el Ideal del Yo.
Resumen de Fernndez Moujn O (1999) Crisis vital. Un modelo de transformacin en psicoanlisis y psicologa social.
Buenos Aires: Nueva Visin, 2 edicin. Captulo 4.

Crisis vital, creacin y sublimacin.- La experiencia creativa en salud mental no es muy diferente de
la experiencia creativa en ciencia y en arte. Lavoisier descubri el oxgeno porque pudo desindentificarse
o desapegarse de sus conocimientos previos y ver la situacin con ojos nuevos. Lavoisier entr en crisis
vital porque cuestion los supuestos previos imperantes en esa poca. Vio todo desde 'cero', pero para
ello tuvo que salirse del lugar de observador y poder co-participar de la experiencia, generando sabidura
y conocimiento.
Dentro de la salud mental, la creatividad mejora la 'calidad de vida'. Para entender este ltimo concepto
partimos de la idea de que el narcisismo humano normal necesita ilusionarse acerca de que es perfecto
para poder tolerar la frustracin del desajuste, sabiendo que lo que ve es relativo y que requiere ser
puesto a prueba. Pero si nos quedamos fascinados (como observadores cientficos) por la creencia en que
la cantidad de informacin nos ajustar a nuestro ambiente y no sufriremos la desilusin, nuestra cultura
cientfica se divorciar de nuestra 'cultura viva'.
Necesitamos de los objetos para ajustarnos a la realidad, pero quedarnos fascinados por su posesin y
dominio reduce nuestra calidad de vida. Esta es entonces la posibilidad del sujeto de 'desprenderse' de
los objetos para descubrir su realidad como otro, para lo cual debe coparticipar de un orden que nos
aproxima vvidamente a la realidad cultural y no slo con ilusiones representacionales. La realidad para el
humano es inagotable, no as para el animal, que se agota en el simple acto instintivo.
Lo fundamental de la calidad de vida es la capacidad creativa, y toda crisis vital es un "contexto de
creacin", concepto este ltimo que conviene desarrollar ms. Cuando logramos desapegarnos de los
objetos, el Yo suspende su protagonismo y queda reducido a una experiencia grupal de coparticipacin
cuya identidad es vivenciada como un 'nosotros'. Precisamente el contexto de creacin es ese lugar
'vaco' de determinaciones ilusorias donde 'lo real' se hace presente por un momento para ofrecernos una
nueva oportunidad de transformarnos en un 'nosotros', donde se suspende nuestro narcisismo y nuestra
ilusin, y podemos crear un mundo singular.
Un contexto de creacin supone entonces: 1) coparticipar de una experiencia comunitaria donde la
cultura viva se ofrece como contexto inconciente interpelador. Para ello deja sus 'objetos' y sale a buscar
lo inabarcable; 2) dicha experiencia 'estalla' cuando surge una imagen o escena mtica que evoca o da
cuenta de toda la experiencia, como un smbolo vivo; y 3) slo entonces ponemos sonido y palabra para
poder comunicar dicha experiencia.
Debemos considerar como alcanzamos el contexto de creacin a travs de una crisis vital. Estas crisis
tienen una entrada y una salida. La entrada supone una regresin hacia el narcisismo, alcanzando la
estructura coparticipativa sin objeto de mxima creatividad. El camino de salida, en cambio, es
progresivo, pues se dirige hacia nuevos objetos psquicos y externos. El proceso sublimatorio en la salida
se hace a travs del narcisismo, un proceso de idealizacin dinmico, hacia ideales personales y sociales
que inhiben la descarga pulsional permitiendo tareas sublimatorias en el arte, los afectos, e trabajo, etc.

El mecanismo sublimatorio alcanza una triple liberacin: desexualizacin, desnarcizizacin y


decodificacin del lenguaje, o sea nos lleva a un campo presexual, prenarcisista y prelingstico.
Es presexual por la estructura mtica fundante o simbiosis dinmica donde las funciones constituyen una
estructura que acta como las leyes de parentesco que marcan las primeras diferencias y encuentros,
anteriores a la diferencia de los sexos.
Es prenarcisista porque el Yo queda subsumido por un 'nosotros;' que nos da identidad grupal y un
aparato psquico grupal. Sera un Ello primordial.
Prelingstico porque la sublimacin nos lleva a liberarnos de todo cdigo lingstico, cuando se
suspenden todas las representaciones y slo somos Sujeto de una experiencia vivida, no nombrada ni
hablada (pues no hay objeto).
Resumen de Fernndez Moujn O (1999) Crisis vital. Un modelo de transformacin en psicoanlisis y psicologa social.
Buenos Aires: Nueva Visin, 2 edicin. Captulo 4.

Crisis vital.- Las crisis vitales son aquellas situaciones comunes a toda persona y que probablemente
todos atravesaremos (adolescencia, maternidad, paternidad, jubilacin, muerte de familiar). Algunas son
esperables (jubilarse, casarse, vejez, etc.), mientras que otras son no esperables (contrarias al trmino
medio del ciclo vital, como por ejemplo la muerte de un hijo). Las situaciones de crisis implican una
prdida, y aqu juega mucho la realidad psquica de la persona, es decir lo que cree que perdi.
Bianco L (2002) Clases de Introduccin a la consultora psicolgica. Buenos Aires: Escuela Argentina de Psicologa
Social.

CRONOPSICOLOGA
Definicin.- La cronopsicologa, como su nombre indica, tiene en cuenta la dimensin temporal en el
estudio cientfico de los comportamientos. Estudia de una forma general las diferentes maneras con que
la persona se adapta a los cambios. Para guiar nuestras conductas e intentar dominarlas debemos
percibir a la vez los cambios pasados y futuros y adaptarnos en el presente a los cambios peridicos del
entorno. Para ser ms precisos, la cronopsicologa tiene por objeto el estudio de las variaciones de
comportamiento y, como dice Fraisse, estudia los cambios de comportamiento en s mismos. La mayor
parte de los trabajos realizados en cronopsicologa han sido consagrados al adulto activo. Las
investigaciones efectuadas en los lugares de trabajo han permitido determinar cmo las variables fsicas
y/ o intelectuales -como la vigilancia, la atencin, los procesos cognitivos- fluctan a lo largo de la
jornada (entendida como da y noche, 24 horas), de la semana, del ao.
Condensado de Franois Testu, Los ritmos escolares, acercamiento cronopsicolgico, en
www.stemstes.org/jornada3.html

CUALIDAD
Cualidad y cantidad en psicologa.- Desde la poca de Weber y Fechner se viene aceptando cada vez
ms la necesidad de una cuantificacin y matematizacin en psicologa, incluyendo temas aparentemente
poco cuantificables como la motivacin. Como lo demostr Cassirer para la fsica y la qumica, los
planteos cualitativos y los cuantitativos no son opuestos sino complementarios, y lo mismo pasa en
psicologa. Adems, la matemtica y la geometra tienen enfoques no slo cuantitativos sino tambin
cualitativos.
Tanto la teora del campo como las teoras E-R (estmulo respuesta), coinciden en que la psicologa
debe construir teoras en base a constructos, y formularlas matemticamente. Aqu se ejemplificar esto
con el concepto de frustracin.
Conceptos cotidianos y constructos cientficos.- Muchas veces un concepto de la vida cotidiana como
frustracin, cuando es tratado cientficamente como lo hizo por ejemplo el psicoanlisis, puli y refin su
sentido para transformarlo en concepto cientfico. La teora del campo empez estudiando
cualitativamente este problema, y as diferenci distintos tipos de frustracin (cuando no hay
recompensa, cuando hay castigo, cuando se est en la crcel, etc) Pero este anlisis cualitativo,
representado topolgica y vectorialmente, permite luego su anlisis cuantitativo, y entonces la frustracin
puede explicarse por variaciones cuantitativas de fuerzas. Este procedimiento se llama mtodo de
construccin o de la definicin gentica, que consiste en reducir cosas cualitativamente distintas a
productos de la combinacin de elementos ms simples como fuerzas, etc.
La teora del campo realiz esta tarea con el concepto de frustracin recurriendo a constructos como
fuerza psicolgica, regin psicolgica, campo de potencia, etc, con los cuales se pudieron hacer
algunas derivaciones como por ejemplo en qu condiciones la frustracin llevara a buscar una ruta
indirecta, o al abandono del campo, etc. Por lo tanto un constructo psicolgico es un medio que sirve
para conceptualizar una idea de la vida cotidiana hacindola cientfica, es decir, susceptible de ser
estudiada cuali y cuantitativamente.
Condensado de Lewin Kurt, La teora del campo en la ciencia social. Buenos Aires: Paids. Captulo 2.

CUERPO
La accin corporal como medio de comunicacin.- Para Pichon Rivire, toda categora cognitivo
afectiva comienza teniendo una inscripcin corporal a nivel intrauterino. El cuerpo queda as inscripto
como estructura espacio-temporal de la personalidad: espacial porque la representacin de uno y del otro
es corprea, y temporal porque los tiempos de demandas y satisfacciones iniciales marcan
protoaprendizajes: de aprender a aprender, aprender a ensear y ensear a aprender. Se aprende a
aprender en la medida en que los contenidos provocan una transformacin en el sujeto, que a su vez
transforma la realidad en ese mismo acto. La accin fsica de viene en accin mental cuando la
experiencia de prdida transforma la necesidad biolgica en deseo psicolgico.
Condensado de Jaitin (1993) Clnica grupal en nios.

De la representacin corporal a la representacin del Yo-aprendo.- La primera representacin del


Yo es una representacin corporal (imagen corporal). Pero el Yo adems de ser una representacin
corporal es un conjunto de funciones (percepcin, memoria, etc). Por ejemplo, el Yo empieza a percibirse
a s msmo, lo cual determina una ubicacin en relacin con un otro. El cuerpo acta como eje
organizador de representaciones desde s hacia el otro.
Para Pichon Rivire, este proceso culmina con una estructura tetradimensional de la mente: hijo, madre
(relacin bicorporal), padre (relacin tripersonal) y tiempo. Este ltimo est dado por los ritmos del
cuerpo, pues este percibe lo temporal cuando la necesidad no es satisfecha.
Condensado de Jaitin (1993) Clnica grupal en nios.

CULPA
Definicin.- Estado afectivo consecutivo a un acto que el sujeto considera reprensible. La razn
invocada puede ser ms o menos adecuada (remordimientos despus de un acto delictivo o
autorreproches despus de un comportamiento inadecuado), o tambin un sentimiento difuso de
indignidad personal relacionado con estados depresivos, en los que es sujeto presenta ideaciones
pesimistas que tienden a la autoinculpacin del propio individuo por su sensacin de desesperanza.
Farr Mart J (1999) Diccionario de psicologa. Barcelona: Ocano.

El psicoanlisis y el sentimiento de culpa.- Se abordan aqu tres problemas:


1) La capacidad para sentir culpa, dada por sentada.- Esto tiene que ver con el sentimiento de culpa en
personas que han desarrollado y establecido capacidad para experimentarlo, lo cual fue especialmente
estudiado por Freud.
Para Freud la culpa reside en una intencin inconciente, no en un acto real cometido, y puede entenderse
como una angustia provocada por el conflicto de ambivalencia amor-odio (amar y odiar al padre produce
culpa), e implica poder tolerar esta ambivalencia.
La culpa surge as del choque del amor y el odio, que es inevitable si el amor incluye el elemento
instintivo propio de l. Este prototipo es real en la edad del deambulador. La culpa es bastante ilgica: se
puede sentir culpa por hechos casuales que nada tienen que ver con uno.
En la idea de supery puede verse que el origen de la culpa est en la realidad interna, o sea, que reside
en la intencin, no en la accin. El sentimiento de culpa, an cuando es inconciente o irracional, implica
un cierto grado de desarrollo emocional, de salud del yo y de esperanza.
La psicopatologa del sentimiento de culpa aparece cuando la culpa es agobiante y los hace fracasar en lo
que emprenden, e implica un supery severo. Esto se ve en la melancola y en la neurosis obsesiva. En la
neurosis obsesiva el sujeto trata siempre, sin xito, de recomponer algo, por ejemplo anulando una idea
con otra, con el fin de ocultarse a s mismo que el odio es ms poderoso que el amor. En la melancola la
culpa se expresa como autorreproche, se hace cargo de todos los males, pero al hacerlo evita tomar
contacto con su propia destructividad personal (temor a que el odio sea mayor que el amor).
En suma, el sentimiento de culpa es una forma especial de angustia asociada con la ambivalencia (amor
y odio coexistentes). Pero la ambivalencia y la tolerancia a ella implican en el individuo un grado
considerables de crecimiento y salud.
2) La culpa en su punto de origen en el desarrollo emocional e individual.- Segn Klein, el punto de
origen de la capacidad para sentir culpa est en la posicin depresiva, y tiene que ver con la relacin dual
hijo-madre, donde las ideas destructivas acompaan el impulso de amor hacia ella. El nio busca irrumpir
salvajemente en el interior de la madre para sacar todo lo bueno, sin preocuparse por sus ideas
destructivas. La culpa nace de considerar a la madre como objeto total que se ama y odia al mismo
tiempo (ambivalencia), e implica una preocupacin por el otro que reemplaza a la indiferencia, y una
piedad que sustituye la crueldad. Adquiere la capacidad de reparar (el dao hecho a la madre) y restituir,
y sentir que el bien queda protegido del mal. Esto ocurre a los seis meses.
Freud hablaba en trminos de buena o mala salud, pero el punto de vista kleiniano introduce la idea de
valor del individuo.

3) El sentimiento de culpa notable por su ausencia.- Ciertas personas no sienten culpa, remordimiento ni
preocupacin por el otro. Desde el psicoanlisis, esto se explica por la falta de un escenario emocional y
fsico para desarrollar la capacidad de sentir culpa.
Al principio, el yo no es lo suficientemente fuerte como para aceptar la responsabilidad por los impulsos
del ello. Conforme se desarrolla el yo, puede hacerlo. Si no hay un desarrollo satisfactorio, no se
desarrolla la capacidad para preocuparse por el otro ni la culpa.
Los artistas no desarrollan el sentimiento de culpa pero pueden socializarse gracias a su excepcional
talento.
Prdida y recuperacin del sentimiento de culpa.- Estos efectos se producen por la variabilidad de la
confiabilidad del ambiente. Freud deca que el delincuente senta culpa, y luego cometa un delito porque
estaba prohibido, y as aliviaba su culpa pues por lo menos sta quedaba ligada a algo.
La clnica nos habla de dos tipos de conducta antisocial: la picarda de los nios, donde vemos un intento
inconciente de dar sentido a un sentimiento de culpa. Aqu, lo reprimido no es tanto la culpa como la
fantasa que la explica.
El otro tipo es ms raro y ms grave, como por ejemplo cuando se cometen crmenes horrendos. El
criminal se esfuerza mucho por sentir culpa, pero sin xito, y por eso para ayudarlo a sentir culpa
debemos darle un ambiente infantil. Es difcil la curacin, por lo que debe ponerse el nfasis en la
prevencin, dando al nio pequeo un ambiente facilitador para que pueda desarrollar un sano
sentimiento de culpa.
Winnicott D (1958) El psicoanlisis y el sentimiento de culpa. Incluido en Winnicott D (1996), Los procesos de
maduracin y el ambiente facilitador. Estudios para una teora del desarrollo emocional. Buenos Aires: Paids.

Segn M. Klein.- "Doloroso reconocimiento de haber daado al propio objeto u objetos amados. Se
origina en la posicin depresiva, cuando se experimenta ambivalencia hacia los padres percibidos como
objetos totales. Los padres ambivalentemente amados introyectados durante la posicin depresiva
forman el ncleo del Supery".
Segal H, Introduccin a la obra de Melanie Klein, Buenos Aires, Paids, 1987, pg. 121.

Culpa agresin y reparacin segn M. Klein.-.- He visto que las tendencias de reparacin y las
fantasas son activadas por los sentimientos de culpabilidad y las angustias, que aparecen ya en el nio
muy pequeo a causa de sus fantasas sdicas, de manera que las tres tendencias (agresin, sentimiento
de culpa y reparacin), en relacin con los procesos tempranos de introyeccin, se conectan muy pronto
ntimamente entre ellas.
Klein M (1935) Contribucin a la psicognesis de los estados manaco-depresivos, incluido en Obras Completas Melanie
Klein (Volumen I: Amor, culpa y reparacin), Buenos Aires, Paids, 1999, pg. 272.

Culpa y depresin.- Melanie Klein vincular estos conceptos sealando que en la depresin hay una
prdida de un objeto bueno o un dao inflingido a l. Como resultado de ello, el yo ingresa en un estado
depresivo, en cual va acompaado de un sentimiento de culpa porque fantasea con que esa prdida o
dao fue ocasionado por l, por ejemplo al intentar destruir el objeto total (buen y malo al mismo
tiempo).
Al respecto ella seala: He visto que las tendencias de reparacin y las fantasas son activadas por los
sentimientos de culpabilidad y las angustias, que aparecen ya en el nio muy pequeo a causa de sus
fantasas sdicas, de manera que las tres tendencias (agresin, sentimiento de culpa y reparacin), en
relacin con los procesos tempranos de introyeccin, se conectan muy pronto ntimamente entre ellas
(Klein M, pg. 272).
En la melancola, en la opinin de Freud (Duelo y melancola), la libido libre no fue desplazada sobre otro
objeto sino retrada sobre el yo, es decir, se produjo una identificacin del yo con el objeto perdido, y de
esta manera los reproches del yo hacia la persona perdida se convierten ahora en autorreproches. Los
reproches con los cuales el enfermo se abruma corresponden en realidad a otra persona, a un objeto
ertico, y han sido vueltos contra el propio yo (regresin de la libido del yo), autorreproches que se
dirigen desde la conciencia moral. Aqu debemos entender, en esta ltima afirmacin de Freud, la
conexin de la depresin con los sentimientos de culpa, que tienen sus orgenes en este Supery tan
severo caracterstico del melanclico.
En sntesis, cuando se produce la prdida de un objeto amado (amor), se establece un estado de nimo
depresivo (depresin), prdida que el yo puede adjudicar a su propio accionar en funcin de la fantasa
de que l mismo da el objeto, con lo cual experimenta un sentimiento de culpabilidad (culpa).
Freud S (1917), Duelo y melancola, en Obras Completas, Tomo II, Ed. Biblioteca Nueva, Madrid, 1968.
Klein M (1935) Contribucin a la psicognesis de los estados manaco-depresivos, incluido en Obras Completas Melanie
Klein (Volumen I: Amor, culpa y reparacin), Buenos Aires, Paids, 1999.

Culpa y deuda.- Heidegger utiliza la palabra alemana Schuld para referirse a la responsabilidad con
nosotros mismos y significa tanto culpa como deuda. Si no hacemos lo que sabemos que deberamos
hacer, sentimos culpa; hemos adquirido una deuda con nuestro potencial. Y como el Dasein es siempre

una cuestin de potencial, por principio natural nunca se ver satisfecho del todo. Por tanto, hasta cierto
punto siempre estaremos en deuda con el Dasein.
Boeree George (2002) Teoras de la Personalidad. Captulo sobre Ludwig Binswanger. Traduccin de Gautier Rafael.

Culpa y tratamiento psicoanaltico.- Un grupo nutrido de analistas defiende la tesis de que


solamente a travs de la aceptacin de la culpta y de la reparacin del dao causado por ella un
analizado podr llegar a un buen objetivo teraputico, mientras que otro grupo menos numeroso admite
que es la culpa la responsable por la enfermedad que padece el individuo achacado de una dolencia
orgnica o emocional. En estos casos hay que suprimir el sentimiento de culpabilidad para que el sujeto
pueda encontrar libre trnsito hacia la cura.
Abuchaem J, La culpa nuestra de cada da. Buenos Aires, Diario La Nacin, 6 de abril de 1987.

Culpa segn Melanie Klein y Winnicott.- Para Melanie Klein, la esencia de la culpa reside en la
sensacin de que el dao hecho al objeto amado tiene por causa los impulsos agresivos del sujeto. La
necesidad de anular o reparar este dao proviene, pues, del sentimiento de culpa. No puede dar una
repuesta precisa al planteo de si la culpa es un componente de la ansiedad depresiva y, ambas son dos
aspectos de un mismo proceso que coexisten simultneamente, o si una es consecuencia de la otra.
Afirma, sin embargo, que en los primeros meses de vida, la ansiedad persecutoria puede interferir y
retardar el proceso de integracin, y las experiencias de ansiedad depresiva, culpa y reparacin, solo
alcanzan a tener un carcter transitorio y fugaz. En consecuencia, el objeto amado daado puede
transformarse rpidamente en perseguidor, y la necesidad de reparar o revivir el objeto amado puede
convertirse en la necedad de apaciguar y propiciar al perseguidor (Grimberg, 1978:87-88).
Ahora bien, lo que caracteriza esencialmente a la culpa depresiva es el anhelo de reparar al objeto que
se siente daado por los propios impulsos destructivos. Esta necesidad insaciable de reparar, preservar
o revivir el objeto amado conduce a estados de duelo y a sus defensas correspondientes. La misma
tendencia de reparar, utilizada omnipotentemente en un principio, puede considerarse como una
defensa, tal como fue sealado por Melanie Klein. Pero en este caso dicha tendencia preparatoria
concebida en forma manaca u omnipotente, corresponder ms a la culpa persecutoria que a la
depresiva.
Segn Winnicott, el estudio del sentimiento de culpa implica un estudio del crecimiento emocional del
individuo. En trminos del Yo-Ello, el sentimiento de culpa es apenas algo ms que una ansiedad
caracterizada por una cualidad especial, ansiedad que experimenta debido al conflicto entre el amor y el
odio. Segn este autor, la culpa implica tolerancia de la ambivalencia. En otro pasaje en que relaciona
el sentimiento de culpabilidad con el complejo de Edipo, seala que la culpa implica que el nio es capaz
de tolerar y sobrellevar el conflicto que, de hecho, es un conflicto inherente a la vida normal. Y agrega
que el sentimiento de culpa significa que el Yo comienza a establecer relaciones con el Supery. La
ansiedad ha madurado en culpa. El sentimiento de culpa, aun inconciente y aparentemente irracional,
implica un cierto grado de crecimiento emocional, salud del Yo y esperanza (Grimberg, 1978:134).
Grimberg Len (1978) Culpa y depresin: estudio psicoanaltico. Buenos Aires: Paids.

CUNNILINGUS
Definicin.- Contacto y estimulacin por medio de los labios y la lengua de los rganos sexuales
femeninos. Esta forma de relacin sexual es normal y sana. Su prctica depender del acuerdo entre las
personas participantes. Puede suponer el aumento de la excitacin y el placer sexual. No es una prctica
sexual exclusiva de las relaciones homosexuales ni supone excluir la afectividad y la comunicacin.
Existe, asimismo, la prctica simultnea con la fellatio.
Barragn Medero F, (1991), La educacin sexual. Gua terica y prctica. Barcelona: Paids, pg. 152.

DARSE CUENTA
Definicin.- (I.: awareness) (TG) Es siempre una experiencia subjetiva que incluye algo ms que una
comprensin intelectual acerca de algo interior. Es total, organsmico, compromete toda respuesta que
podamos dar en todas las reas de nuestra conductas posibles. Es darse cuenta de s mismo, darse
cuenta del mundo y darse cuenta de lo que est en el medio (zona intermedia de la fantasa). El proceso
de darse cuenta es siempre cabal, diferente del insight en cuanto incluye no solo conductas psquicas sino
tambin fsicas. Vincula el interior de un organismo con su capacidad de entender y resolver en el
ambiente. (Tengo sed, mi modo de darme cuenta de que preciso agua. Huyo de un incendio, mi modo de
darme cuenta de que reconozco el peligro. Siento deseos de tomarte entre mis brazos, mi modo de
darme cuenta de tu pedido de ayuda y mis ganas de drtela).
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

DASEIN

Definicin.- Trmino alemn de la filosofa existencialista que quiere decir: Estar ah. Significa la
existencia humana de esta tierra.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Generalidades.- Binswanger adopt los trminos y conceptos introducidos por el filsofo Martin
Heidegger. El primero y ms importante de los trminos es Dasein (literalmente, ser ah) al que muchos
existencialistas se refieren para hablar de la existencia humana. Aunque, como hemos dicho significa
literalmente estar ah, acarrea consigo otras connotaciones sutiles: el trmino original en alemn
sugiere una existencia continua o la continuidad de la existencia, la sobrevivencia, la persistencia.
Adems, el nfasis en la parte da o ah, tiene el sentido de estar en el medio de todo, en el grueso de
las cosas. Tambin este nfasis tiene el sentido de estar ah como lo opuesto a estar aqu, como si no
estuvisemos adonde pertenecemos; como si estuvisemos ms dirigidos hacia otra cosa.
Aunque no existe una traduccin precisa del trmino, muchas personas utilizan la palabra existencia o
existencia humana. Existencia se deriva del latn existare, que significa el hecho de existir; vida del
hombre y por oposicin a esencia, realidad concreta de un ente cualquiera. Tal y como se puede percibir,
esta definicin acarrea consigo algunos de los conceptos subyacentes a la palabra dasein: ser distinto, ir
ms all de uno mismo, volver a ser.
An existen otras acepciones para Dasein: Heidegger se refera al mismo como apertura (Lichtung), igual
que pradera, apertura en el bosque, ya que Dasein es lo que permite al mundo revelarse. Sartre tambin
comparte este sentido de apertura, al referirse a la existencia humana como la nada. De la misma forma
que el agujero solo existe en virtud de algo slido, Dasein se erige en un agudo contraste a la estrechez
de todo lo dems.
La cualidad principal de Dasein, siguiendo a Heidegger, es el cuidado (atencin) (Sorge). El estar ah
nunca es una cuestin de indiferencia. Estamos constantemente envueltos en el mundo, en los dems y
en nosotros mismos. Estamos comprometidos o envueltos con la vida. Podemos hacer muchas cosas,
pero el descuidar no es una de ellas.
Boeree George (2002) Teoras de la Personalidad. Captulo sobre Ludwig Binswanger. Traduccin de Gautier Rafael.

DASEINSPSYCHOLOGIE
Generalidades.- (Al.) Psicologa de la existencia, elaborada basndose en las teoras filosficas
existencialistas de Heidegger, por el psiquiatra suizo Ludwig Binswnnger, el iniciador e introductor de una
anlisis existencial (Existentialanalise) y propulsor de una Psicoanlisis U. El ser humano no aparece
solamente en el mundo, sino que est en el mundo con su existencia peculiar y singular. El anlisis de los
factores de su existencia y la sntesis teloelgica para qu existe? nos abre la posibilidad de comprender
al ser humano en su universidad psicolgica, es decir, en su totalidad psicosomtica como instrumento y
en su actuacin como ser espiritual. Por ello, para Binseanger la psiquiatra como ciencia debe ocuparse
primero del hombre y luego del hombre anmicamente enfermo. La nueva comprensin del hombre (Al.
daseinanalytik) que agradecemos a Heidegger, consiste en que el hombre no est considerado por una
teora cualquiera, sea de ndole mecanicista, biolgica o patolgica, sino por la base de la revelacin
fenomenolgica de la estructura y ensambladura total de su dasein estar-en-el-mundo (Al. in-der-Weltsein). No se trata -agrega Binswanger- de introducir la filosofa en la psiquiatra y en la psicoterapia,
sino alumbrar estas disciplinas por la filosofa. Interpreta, pues, el currculum vital interior y las
particularidades patolgicas, aclarndolas, no segn las doctrinas de las diferentes escuelas
psicoteraputicas, sino comprenderlas como una declinacin de la estructura total de estar en el mundo.
En el tratamiento no solamente demuestra esta situacin, sino que deja experimentar, transufrir esta
emocin profunda.
Binswanger tambin subraya la necesidad de encontrarse con el enfermo
(Begegnung, Al.), segn Martin Buber, en lugar de tener contacto (Adler) o una situacin de
transferencia cualquiera con l (Freud).
La Daseinspsychologie, en vez de principios tericos y complejos supuestos (placer-displacer, realidad,
Complejo de Edipo, etc.) investiga al enfermo para curarlo en su existencia, en la estructura y
modificaciones de la misma. Binswanger, como Heidegger y Kierkegaard, sostiene que toda la existencia
humana se relaciona en una forma con la angustia. Angustiarse ya surge por estar presente en este
mundo, siendo que uno se angustia por ser rchado a este mundo. El fenmeno total de la angustia se
presenta en el hecho de dasein (estar ah) como una existencia factible del ser humano en este mundo.
En el prefacio de su libro bsico: Grundformen des menschlichen Dasein, 1942 (Formas bsicas y
cognicin de la existencia humana) dice Binswanger: En la penetracin del mundo preocupado y finito
por la infinitud y la plenitud del amor, debe participar la existencia humana con toda su estructura, con
sus sectores corporal y espiritual. Pero con demasiada frecuencia en toda clase de fallos neurticos o
psicopticos prcticamente resultan impenetrables para aquella plenitud de amor las barreras que opone
la forma de existencia finita y amenazada, egosta y aislada. El anlisis existencia es secularizado y
neutral en religin: no se llega a reconocer toda la jerarqua de valores Una reflexin sobre las formas
bsicas de la existencia humana slo puede lograrse en el sentido de una Antropologa neutral o
secularizada.

Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

DECISIN
Definicin.- 1. ltima parte del acto de voluntad, al que sucede directamente el voluntad de obrar. 2.
Hecho de escoger una posibilidad de accin o reaccin ante una situacin que ofrece diversidad de
opiniones. Se ha definido la teora de la decisin como un modelo matemtico para la eleccin racional,
mediante la valoracin de varias probabilidades.
Farr Mart J (1999) Diccionario de psicologa. Barcelona: Ocano.

DEFENSA
Definicin.- 1. En la psiquiatra es un atributo, mecanismo y dinamismo mental para defender la mente
o la psique. 2. (psicoanlisis) El aparato psquico se defiende con los mecanismos y funciones, apartando
el displacer del conciente y las exigencias instintivas no deseadas del Yo. Sirven para esta defensa:
represin, regresin, formar reacciones, insolacin, anulacin, negacin proyeccin, identificacin y
sublimacin. El Psicoanlisis asocia el origen de la neurosis con la manera por la cual los instintos son
desarrollados y expresados. En el proceso del desarrollo, los instintos deben encontrar una variedad de
estructuras somticas y psquicas. Algunas de las cualidades instintivas quedan siempre adjuntas a
muchas estructuras. Se cree que en desarrollo mental sano, los instintos son mviles y que ellos pueden
mudar de una unidad a otra, dependiendo de las relaciones armoniosas entre el individuo y su medio
ambiente. Los instintos son muy rigurosos en sus demandas de recompensa. Ellos no conocen nada
acerca de las necesidades de sus unidades; reconocen solamente sus propios intereses. En consecuencia
ellos deben reprimirse ac y all. Cada estructura psquica (el Supery, el Yo y el Ello) tiene su propio
mecanismo regular o recurso. Los instintos pueden volverse atrs completamente o en parte; pueden
tener permiso de continuar bajo escolta policial; pueden ser compelidos a modificarse a s mismos de uno
o varios modos antes que puedan proceder.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Definicin.- Los procesos o mecanismos defensivos son aquellos medios psicolgicos que el yo utiliza
para solucionar los conflictos que surgen entre las exigencias instintivas y la necesidad de adaptarse al
mundo de la realidad, bajo determinadas influencias del ambiente familiar y social (Freud A, 1979:9).
Se trata de los recursos psicolgicos tpicos por los cuales el organismo psquico, buscando preservar su
sentimiento placentero de seguridad, se resguarda contra (evita, suprime soslaya) las angustias de los
conflictos internos y el miedo a las acechanzas del mundo exterior. Estos recursos defensivos son:
regresin, racionalizacin, inhibicin, aislamiento, represin, conversin, identificacin, sublimacin,
negacin de la realidad, formacin reactiva (Freud A, 1979:7).
Freud Anna (1979), El yo y los mecanismos de defensa. Buenos Aires: Paids.

Clasificacin.- A los nueve mtodos de defensa, bien conocidos y extensamente escritos en la teora y
la prctica -represin, regresin, formacin reactiva, aislamiento, anulacin, proyeccin, introyeccin,
vuelta contra s mismo, transformacin en lo contrario-, podemos agregar un dcimo ms propio del
estado normal que de las neurosis: la sublimacin o desplazamiento del objeto instintivo (Freud A,
1979:53).
Freud Anna (1979), El yo y los mecanismos de defensa. Buenos Aires: Paids.

Historia del concepto.- a) En 1894, Freud habla de defensa para referirse a los rechazos que realiza el
yo frente a los instintos. b) En 1926, tras haber estudiado nuevos cuadros psicopatolgicos, ampla el
concepto de defensa para designar todos los procedimientos para hacer frente al conflicto psquico. Lo
que en 1894 llamaba defensa, pasa a designarlo como represin. c) Con la segunda tpica freudiana, los
mecanismos de defensa pasan a ser considerados mecanismos inconcientes del yo para librarse de la
angustia. En efecto, desde el punto de vista dinmico el yo representa en el conflicto neurtico el polo
defensivo de la personalidad. Recordar que desde el punto de vista econmico es la instancia reguladora
de la energa psquica, y que desde el punto de vista tpico es la instancia que ha de enfrentar los
peligros de la realidad exterior, la libido del ello y la severidad del superyo.
Celener G. y otros, "Los mecanismos de defensa y las tcnicas proyectivas", Publicacin interna de la Ctedra de
Teora y tcnicas de exploracin y diagnstico Mdulo II, Facultad de Psicologa, Universidad de Buenos Aires, 1996).

Clasificacin.- Las defensas pueden ser normales o patolgicas. Toda defensa tiene un aspecto
adaptativo o normal en tanto sirve para el ajuste a la realidad. Se tornan patolgicas si se basan, segn
M. Klein, en fantasas muy hostiles y envidiosas, pues obstaculizan la elaboracin de la posicin
depresiva. Se pueden establecer dos criterios que identifican la defensa patolgica: a) es rgida, es decir,
el yo recurre a ella en toda ocasin, sin discriminarla; y b) compromete la personalidad, en el sentido que
la defensa tie todos los vnculos objetales, y no solamente, por ejemplo, los maternos.

Piccolo E., "Defensas en los tests grficos", Editorial Paids.

Funcin.- Los mecanismos de defensa cumplen la funcin de protegernos de la ansiedad de cualquier


origen. No combaten las causas que la producen sino la ansiedad misma. Todo el mundo emplea estos
mecanismos cuando la ansiedad sobrepasa cierto nivel, y slo puede hablarse de perturbacin mental
cuando se recurre en exceso a uno o ms de esos mecanismos, hasta el punto en que las diarias
actividades de una persona resultan perjudicadas.
Isaacson Robert (1996) El nio retardado mental. Buenos Aires: Paids, pg. 40.

Generalidades.- Respecto de las defensas implementadas por el yo, debe tenerse en cuenta: a)
Ninguna defensa es en s misma patolgica. b) Lo que hace patolgica a una defensa es su intensidad y
la rigidez (estereotipia) con que se la usa. c) Todos usamos constantemente conductas defensivas. d)
Cuanto ms amplio y variado es este repertorio, ms plsticos psicolgicamente somos.
Berenbaum L y Ferrari R, Acerca de las defensas del psiquismo. Incluido en Fundamentos de psicologa, pgs. 105106.

Defensa esquizoide segn M. Klein.- "Uso combinado de la introyeccin de objetos buenos y


negacin, disociacin y proyeccin de aspectos malos del propio yo, como una defensa contra la culpa, la
angustia y la depresin".
Rycroft C, Diccionario de psicoanlisis, Buenos Aires, Paids, 1976, pg. 53).

Defensa esquizoide segn M. Klein.- Las defensas esquizoides "comprenden mecanismos de escisin
del objeto, idealizacin, negacin y control omnipotente. Tienen por finalidad defender al yo de intensos
temores de aniquilacin y muerte. Constituyen una configuracin inseparable: la disociacin supone
mecanismos de idealizacin (tanto de la bondad como de la peligrosidad de los objetos), mecanismos de
negacin omnipotente (de las caractersticas persecutorias del objeto idealizado, y de la impotencia), y
mecanismos de control omnipotente (del objeto idealizado, aliado del yo) del objeto persecutorio. Se
analizan por separado con fines didcticos".
Piccolo E., "Defensas en los tests grficos", Editorial Paids.

Defensa manaca segn M. Klein.- "Se desarrollan durante la posicin depresiva como defensa contra
la experiencia de ansiedad depresiva, culpa y prdida. Se basan en la negacin omnipotente de la
realidad psquica, y las relaciones objetales se caracterizan por triunfo, control y desprecio".
Segal H, Introduccin a la obra de Melanie Klein, Buenos Aires, Paids, 1987, pg. 122.

Defensa manaca segn M. Klein.- "La organizacin de DM incluye mecanismos que ya se pusieron de
manifiesto durante la etapa esquizo-paranoide (mecanismo de disociacin e idealizacin, negacin y
control omnipotente), pero durante la etapa depresiva adquieren caractersticas especiales. En el primer
caso estaban dirigidas a impedir un ataque aniquilante al yo; ahora tienen como finalidad defender al
objeto de los ataques ambivalentes del yo, y a ste de las ansiedades y de la culpa depresivas".
"En la situacin depresiva el beb logra una nueva relacin con la realidad y descubre situaciones
importantes, a saber: 1) su dependencia de la madre, a la que teme haber perdido por su agresin; 2) el
valor que ella tiene para l; 3) su ambivalencia, sus deseos agresivos, voraces de destruirla y sus
sentimientos de necesidad y deseos de preservarla. Como consecuencia surgen intensos sentimientos de
culpa depresiva, temor de perder a la madre necesitada, miedo de haberla destruido ya, preocupacin y
necesidad de repararla".
"Las defensas manacas son un intento de evitar el proceso de intenso dolor y sufrimiento psquico que
estos descubrimientos implican. La experiencia depresiva se vincula con el conocimiento de la existencia
de un mundo interno y de la posesin de un objeto valorado al que se necesita. Por eso, las DM se
dirigen a evitar y negar este conocimiento huyendo hacia el mundo exterior, y negando, evitando o
invirtiendo la dependencia del objeto, la ambivalencia, la preocupacin y la culpa".
"Una caracterstica especial de la defensa manaca es la identificacin del yo con el objeto idealizado: el
yo se fusiona y confunde con este objeto parcial, omnipotente, lleno de vida, de poder y alimento, se
'infla' por la fantasa de haber devorado al objeto idealizado ("la luz del objeto idealizado cae sobre el
yo") , en tanto las caractersticas sufrientes, desprotegidas, necesitadas, dependientes del propio yo, son
depositadas en los objetos externos. La DM implica entonces la utilizacin de mecanismos de
identificacin proyectiva: las caractersticas proyectadas son las de un "necesitado" y "hambriento",
mientras que las caractersticas asumidas por el yo son las de un "pecho lleno", "nutricio", que se
autoabastece".
"En una relacin manaca de objeto participa una triada de sentimientos tendientes a negar los logros de
la situacin depresiva. Esta triada est constituida por el control, el triunfo y el desprecio que se
corresponden simtricamente con los sentimientos depresivos de valorar el objeto, depender de l, temer
perderlo y sentirse culpable".

En este punto, Piccolo cita a H. Segal: "Controlar al objeto es una manera de negar la dependencia de l,
pero al mismo tiempo es una manera de obligarlo a satisfacer necesidades de dependencia, ya que un
objeto totalmente controlado es hasta cierto punto un objeto con el que se puede contar". El triunfo es la
negacin de sentimientos depresivos ligados a la valoracin e importancia afectiva otorgada al objeto. Se
vincula con la omnipotencia y tiene dos aspectos importantes. Uno de ellos se relaciona con un ataque
primario infligido al objeto y el triunfo experimentado al derrotarlo (en especial cuando el ataque est
fuertemente determinado por la envidia). Adems el triunfo se incrementa como parte de las DM porque
sirve para mantener a raya los sentimientos depresivos que, de otra manera, surgiran (tales como sentir
nostalgia por el objeto, extraarlo y echarlo de menos). Desprecio hacia el objeto es tambin negar
cunto se lo valora; acta como defensa contra las experiencias de prdidas y culpa. Un objeto
despreciable no merece que uno sienta culpa por l y el desprecio hacia semejante objeto se convierte en
justificacin para seguir atacndolo".
Piccolo retoma aqu sealando que "la DM intenta negar la situacin depresiva y el trabajo de duelo, pero
prepara el camino para un nuevo colapso depresivo ya que implica en s un nuevo ataque sdico al
objeto, al que se devora, desprecia y despoja del poder, del que se apropia el yo para controlarlo. El
incremento de los sentimientos de desprecio motivados por la envidia subyacente interfieren el desarrollo
normal, en la medida en que impiden el proceso de duelo".
Piccolo E., "Defensas en los tests grficos", Editorial Paids.

Defensa obsesiva segn M. Klein.- "Bajo la denominacin de defensas obsesivas hallamos, entre
otras, el aislamiento, la anulacin y la formacin reactiva, cuyo mecanismo dominante es el anal
retentivo. Es importante diferenciar el llamado control omnipotente (que corresponde a defensas
obsesivas patolgicas presentes en cuadros latentemente psicticos), del control obsesivo adaptativo".
Piccolo E., "Defensas en los tests grficos", Editorial Paids.

Clasificacin.- El DSM-IV clasifica los mecanismos de defensa en siete niveles:


Mecanismo de
defensa
Afiliacin

Altruismo
Anticipacin
Autoafirmacin

Autoobservacin

Sentido del humor

Sublimacin
Supresin

Abstraccin
Aislamiento afectivo

Conducta observable
Conflicto emocional y
o sntomas
estresante
Nivel adaptativo alto
Formacin de grupos de
Aislamiento.
trabajo y solucin de
Imperfeccin,
problemas; esforzarse
responsabilidad
en colaborar
Ofrecimiento
Derrota en competicin
incondicional de ayuda
Predecir hechos
probables y planear
soluciones
Expresin de impulsos
de una forma
socialmente aceptable
Reflexin sobre los
propios sentimientos,
impulsos y
pensamientos
Destacar los aspectos
divertidos de la
amenaza
Conducta socialmente
aceptable

Amenazas repentinas
abrumadoras
Miedo, ansiedad, clera

Miedo, ansiedad,
fracasos, agresin
Fracaso, prdida o
destruccin
Sentimientos o impulsos
inaceptables

Evitar discutir
Hechos desagradables,
problemas, deseos o
impulso sdico o sexual
sentimientos dolorosos
Nivel de inhibiciones mentales
Conducta compulsiva
Deseos sdicos,
impulsos inaceptables
Obsesiones, hablar de
Emociones y recuerdos

Proceso

Compartir la ansiedad y
las gratificaciones
Sustituir la agresin y la
competencia por el
apoyo
Planear hechos y
estrategias de
enfrentamiento
Transformar el miedo, la
ansiedad y la
agresividad, en
expresiones socialmente
aceptables
Aumentar la conciencia
de los sentimientos,
impulsos y
pensamientos
Convertir la ansiedad
producida por la
amenaza en comedia o
irona
Recanalizar los impulsos
en expresiones
socialmente aceptables
Bloqueo intencionado
del recuerdo

Negacin simblica de
un impulso
Separar el contenido y

Desplazamiento

hechos emocionales sin


mostrar impregnacin
afectiva
Fobias

Disociacin

Personalidad mltiple,
fuga, amnesia

Formacin reactiva

Devocin, conducta
abnegada, correccin,
pulcritud

Intelectualizacin

Pensamiento abstracto,
duda, indecisin,
generalizaciones

Represin

Devaluacin

Idealizacin

Omnipotencia

Negacin

Proyeccin
Racionalizacin

Fantasa autista

dolorosos

la emocin, eliminar lo
afectivo

Miedo y amenaza a un
objeto, o amor y odio
por un objeto
Conducta promiscua,
hostil o irresponsable,
hechos dolorosos
Sentimientos de
hostilidad e indiferencia

Transferir un
sentimiento del objeto
real a un sustituto
Alteracin temporal de
la conciencia,
percepcin e identidad
Sustitucin de los
sentimientos reales por
deseos y sentimientos
opuestos
Supresin de los
componentes
emocionales y
personales del hecho
Bloqueo del recuerdo de
acontecimientos
traumticos y de su
impacto emocional

Sentimientos y
pensamientos
inquietantes

Falta de registro y
Emociones dolorosas,
conciencia de algunas
acontecimientos
emociones,
traumticos
acontecimientos
traumticos o
contenidos mnsicos
Nivel menor de distorsin de las imgenes
Afirmaciones
Cualidades positivas de
despectivas sobre los
los otros, objetivos
dems o uno mismo,
inalcanzables
uvas verdes con
respecto a un objetivo
Elogio exagerado de
Cualidades negativas de
uno mismo o de los
s mismo o de otras
dems
personas significativas
Autoglorificacin,
Sentimientos de
pretensiones, otorgarse
inferioridad, fracaso,
autoseguridad
baja autoestima
Nivel de encubrimiento
Negacin colrica y
Realidad dolorosa
obstinada de alguna
realidad evidente para
los otros
Ideas de referencia,
Hostilidad, otras
perjuicio, suspicacia,
actitudes inaceptables,
injusticia
deseos, intereses
Explicaciones y
Impulsos socialmente
justificaciones egostas
inaceptables, baja
de la conducta
autoestima
Nivel mayor de distorsin de las imgenes
Soar despierto
Impulsos y deseos
insatisfechos

Identificacin proyectiva

Acusar a los dems de


causar angustia,
hostilidad, clera

Odio, clera y hostilidad

Polarizacin de la
imagen o la de los
dems

Alternar la idealizacin
con la devaluacin de
uno mismo o de los
dems

Experimentar las
cualidades positivas o
negativas de uno mismo
o de los dems

Nivel de accin

Ignorar lo positivo y
exagerar las cualidades
negativas de uno
mismo, los otros o un
objeto
Ignorar lo negativo y
exagerar las cualidades
positivas de uno mismo
o de los dems
Convertir la inferioridad
en sentimientos y actos
de superioridad
Rechazar el
reconocimiento o la
conciencia de alguna
realidad
Atribuir los propios
sentimientos a otras
personas
Dar explicaciones falsas
pero socialmente
aceptables de la
conducta
Imaginarse el
comportamiento pleno
de los deseos
Convertir los impulsos
hostiles propios ante la
agresin de otras
personas en reacciones
justificables
Despojar a uno mismo o
a los dems de todas las
cualidades positivas o
negativas

Agresin pasiva

Dilacin, no se terminan
las cosas

Comportamiento
impulsivo (acting out)

Actos violentos, robos,


mentir, violaciones

Quejas y rechazo de
ayuda

Describirse a uno
mismo con
autocompasin como
una vctima insalvable
Emociones, actividad e
interacciones sociales
disminuidas

Retirada aptica

Distorsin psictica

Negacin psictica
Proyeccin delirante

Impulsos hostiles y
agresivos,
resentimiento
Impulsos sexuales y
agresivos
Hostilidad y reproches
hacia los dems
Necesidades, impulsos,
deseos

Nivel de equilibrio defensivo


Afirmaciones y
Realidad e impulsos
pretensiones
abrumadores e
obviamente poco
inaceptables
realistas y acciones
irracionales
Negacin de la realidad
Realidad penosa y
evidente
abrumadora
Ideas delirantes
Impulsos abrumadores,
persecutorias
inaceptables e
incontrolables

Se expresa mediante la
inactividad
Satisfaccin
incontrolada e
irreflexiva de los deseos
Convertir la hostilidad
en victimizacin
Responder a las
necesidades
aumentando la
pasividad
Profunda alteracin de
la percepcin y mala
interpretacin de la
realidad externa y de
los sentimientos
Anulacin profunda de
la realidad evidente
Atribuir los propios
impulsos a otras
personas a pesar de que
ello contradice la
realidad

American Psyquiatric Association (1994), DSM-IV. Madrid: Masson.

Generalidades.- Hbito para bloquear o distorsionar un proceso psicolgico para proteger al individuo
de la ansiedad. La principal funcin de los mecanismos de defensa es proteger de la ansiedad con una
distorsin de percepcin, motivacin, memoria, pensamiento o accin. Detectamos mecanismos de
defensa por ejemplo, cuando la persona no se comporta como las dems (por ejemplo, frente a una
situacin donde todos tienen miedo, l s lo tiene.).
Tipos de mecanismos de defensa.- Existen los siguientes:
De bloqueo (o primarios)
Sustitucin o distorsin

Negacin
Regresin
Aislamiento
Desplazamiento (cambiar por una meta menos angustiante)
Proyeccin (atribuir a otro factor ansigeno propio)
Identificacin (por ejemplo, identificacin con el agresor)
Racionalizacin
Formacin reactiva
Sustitucin
Sublimacin
Fantasa
Regresin

En rigor todas las defensas implican el bloqueo de algn proceso psicolgico, solo que en las defensas del
segundo tipo (sustitucin y distorsin) presentan adems expresiones disfrazadas del proceso que es
bloqueado.
Defensas primarias.- Negacin es no admitir concientemente que ciertos hechos dolorosos existen (me va
fenmeno, no tengo problemas).
Represin es no recordar la experiencia que provoca ansiedad (olvidar la cita con el dentista). Olvidarse
de hechos de guerra.
Aislamiento es separar el afecto de la idea (decir odio a mi padre y no sentir nada, presentarlo como
una simple idea).
Defensas por distorsin y sustitucin.- El desplazamiento es una distorsin de la meta: sta es
amenazante o irrealizable, y se la sustituye por otra. La mujer no tiene hijos y atiende
desmesuradamente a perritos. Tambin, un nio castigado descarga su ira en el juguete.

La proyeccin es una distorsin del agente del pensamiento o motivo inaceptable. Es atribuir a otro un
motivo o pensamiento inaceptable. Por ejemplo, un padre no acepta tener malos pensamientos hacia su
hijo y entonces piensa que su mujer los tiene.
Identificacin es casi lo opuesto a lo anterior, y es adquirir ciertas caractersticas que desea y las toma de
otra persona con quien se iguala mentalmente o se funde con ella. Un adolescente al identificarse con
algn lder satisface en la fantasa su deseo de xito. Otro ejemplo es la identificacin con el agresor:
defenderse del agresor adquiriendo su poder de agredir.
En la racionalizacin, se reemplaza la verdadera razn que produce la ansiedad por otra ms aceptable.
Un alumno frente a una mala nota puede pensar que las notas, de todos modos, no son una buena
medida de conocimiento.
Formacin reactiva, no es solo negar, sino ir ms all, adoptar la conducta opuesta. Una persona puede
defenderse de su propia tendencia agresiva mostrndose muy suave y cariosa.
En la sustitucin, un acto nuevo sustituye a otro que provoca ansiedad o culpa.
En la sublimacin, encontramos tambin un acto nuevo pero que implica una actividad o meta
constructiva. Por ejemplo, la agresividad puede canalizarse hacia ser crtico, literario o cirujano.
En la fantasa, el pensamiento es un sustituto de la accin: lo que no puede hacer, la persona lo piensa,
lo fantasea, con lo que reduce su ansiedad.
En la regresin, se resuelve el problema que genera ansiedad recurriendo a una solucin ms antigua,
pues la actual no sirve.
Adecuacin de las defensas.- Defensa normal es aquella adecuada a la situacin donde se emplea. Por
ejemplo, desplazar la agresin hacia los padres a una situacin deportiva violenta.
La defensa pasa a ser patolgica cuando crea problemas ms serios que los que intenta resolver. Por
ejemplo, desplazar el odio hacia el jefe a la esposa, con lo que su vida familiar se convierte en
problemtica.
Por qu se elige un determinado mecanismo de defensa? Las defensas se eligen en funcin de los
indicios de la situacin; los indicios primarios son los asociados directamente con la ansiedad, y se usan
las defensas que en el pasado en tales situaciones han servido o fueron exitosas para combatir la
ansiedad.
Frente a un test proyectivo es ms probable la defensa de la fantasa, pues el test da indicios para ello.
En la seleccin de la defensa tambin influyen los motivos: se usaron ciertas defensas si la frustracin es
muy fuerte, y otras si es dbil. Tambin, ciertas defensas pueden usarse para resolver conflictos entre
dos metas positivas, y otras defensas para resolver conflictos entre dos metas negativas.
La etapa del desarrollo de la mayor frustracin.- En cada etapa de la infancia o niez, se aprenden
distintas defensas para resolver conflictos tpicos de cada edad. Si en estas etapas tempranas las
frustraciones fueron muy grandes, el nio tender despus a usar las mismas defensas que us en dichas
etapas. Esto se llama fijacin.
El desarrollo de las reacciones a las situaciones frustrantes.- En la primera infancia (etapa oral) la
frustracin comn es el destete. Son tpicas, aqu, las defensas de la negacin y la fantasa.
En la segunda infancia (etapa anal) la frustracin pasa porque al nio le exigen ciertos horarios y lugares
para ir al bao. Es frecuente aqu el mecanismo de defensa de la proyeccin.
En los aos pre-escolares aparece tambin la formacin reactiva y la fantasa (en este ltimo caso por
ejemplo, el compaero imaginario que est siempre a su alcance para jugar con l).
La ansiedad del complejo de Edipo se resuelve con defensas como la identificacin con el padre y la
represin de la sexualidad.
Cualquiera de estas defensas puede persistir en la vida, y esto se llama, dijimos, fijacin. Para Freud,
esto implica usas una misma conducta que fue usada en la infancia para el conflicto que nunca fue
resuelto. Maier mostr la rigidez y la persistencia de las defensas a pesar de las diversas situaciones en
que aparece en un mismo individuo.
Diferencias sociolgicas en las defensas.- Como las defensas son aprendidas, es entendible que en ciertas
culturas se desarrolles cierto tipo de defensas distintas que en otras. Incluso se usan defensas distintas
segn la clase social. En clases bajas se usa ms bien la negacin y la fantasa, pues la situacin
frustrante tiene que ver con una situacin ambiental dolorosa. En la clase media el conflicto es ms bien
interno y entonces se usan defensas como la represin, la formacin reactiva, etc.
Aplicaciones prcticas.- Conductas extraas o irracionales suelen ser defensas ante frustraciones, y
comprender esto ayuda a corregir dichas conductas. En la crianza del nio, por ejemplo, los padres
aumentaron la tolerancia a la frustracin en sus hijos, dndoles problemas solucionables.
Las mismas concisiones sociales tambin son causa de frustracin, como la guerra fra o la caza de
brujas, que generan defensas entre las personas.

Condensado de Mc Keachie W y Lackner Doyle C (1973) Psicologa. Bogot: Fondo Educativo Interamericano. Captulo
11.

Segn Freud.- El trmino defensa es empleado por primera vez por Freud en 1894 en su estudio sobre
las Neuropsicosis de defensa, en el cual describe los sntomas como formaciones defensivas frente a
ideas y afectos insoportables y dolorosos. Ms tarde, sustituye el trmino por el de represin, pero en

1926 lo retoma y define la represin como una forma de defensa. Los peligros contra los cuales tenan
que operar las defensas podan provenir -segn A. Freud- de tres fuentes: de los instintos, de la
conciencia moral (supery), o de la realidad exterior (pgina 143).
Bleger Jos (1965) Psicologa de la conducta. Buenos Aires: Eudeba. 3 edicin.

Motivos de la defensa.- Los peligros instintivos contra los cuales se defiende el yo son siempre los
mismos, aunque los motivos por los que percibe una determinada irrupcin como riesgosa, son referibles
a diferentes causas.
Defensas derivadas por la angustia frente al supery en las neurosis de adultos.- En el psicoanlisis se
conocen profundamente y desde hace mucho tiempo aquellas situaciones de defensa que constituyen la
base de la neurosis del adulto. En este caso el proceso se desarrolla cuando un deseo instintivo pugna
por introducirse en la conciencia y conseguir su gratificacin con la ayuda del yo. Este no se opondra,
pero el supery protesta. Entonces el yo se somete a las ms altas instancias de la personalidad y
obedientemente emprende el combate contra el impulso instintivo, con todas las consecuencias que ste
implica.
Defensa instintiva por la angustia real u objetiva en la neurosis infantil.- El estudio de la defensa en la
neurosis infantil demuestra que el supery no es un factor indispensable en la formacin de la neurosis.
As como el neurpata adulto se defiende contra sus deseos sexuales y agresivos a fin de no entrar en
conflicto con el supery, del mismo modo el nio pequeo obra con sus impulsos instintivos con miras de
no transgredir las prohibiciones paternas.
Defensa instintiva por la angustia frente a la fuerza del instinto.- Nuevas experiencias psicoanalticas
contribuyen aun a desbaratar las perspectivas fundadas en una efectiva profilaxis de las neurosis. Por su
misma naturaleza, el yo humano nunca es terreno humano para una total satisfaccin instintiva; el yo
solo es amigo del instinto en tanto en el proceso de su formacin se ha diferenciado aun poco del ello. En
cambio, se transforma en un terreno extrao al instinto en cuanto ha pasado -siguiendo su propio
desarrollo- del proceso primaria al secundario, del placer al principio de la realidad, segn se ha descrito
anteriormente. Siempre existe cierta desconfianza del yo frente a las exigencias instintivas, apenas
perceptible en condiciones normales e inadvertidas durante el combate mucho ms tumultuoso que el
supery y el mundo externo entablan en el terreno del yo contra los impulsos del ello.
Otros motivos de la defensa instintiva.- A estos tres grandes fundamentos de la defensa contra los
instintos (defensa por angustia ante el supery; por angustia objetiva y angustia ante la fuerza del
instinto) se agregan los motivos que en la vida ulterior surgen de la necesidad del yo de lograr o
mantener su sntesis. El yo adulto requiere una especie de armona entre sus impulsos; de all surgen
todos los conflictos entre las tendencias opuestas, tales como la homosexualidad y la heterosexualidad, la
pasividad y la actividad, etc.
Los motivos de la defensa contra los afectos.- Los mismos motivos ya conocidos por nosotros, que
promueven al yo en su defensa instintiva son, tambin, sin transformacin el fundamento de los procesos
defensivos contra el afecto. Doquiera se defienda el yo contra los impulsos instintivos por uno de los
motivos precipitados, estar obligado a guardarse tambin de los afectos que acompaan al proceso
instintivo (Freud A, 1979:64-71).
Freud Anna (1979), El yo y los mecanismos de defensa. Buenos Aires: Paids.

Defensa, mecanismos de.- Los mecanismos de defensa fueron descriptos por Anna Freud como una
actividad del yo, cuya finalidad es proteger al sujeto de una excesiva exigencia pulsional y as eliminar la
tensin interna. Estos mecanismos son esencialmente inconscientes y no reconocibles espontneamente
por el sujeto (Vallejo J, 1998:374).
Vallejo Ruiloba J, Neurosis: generalidades. En Vallejo Ruiloba J, Introduccin a la Psicopatologa y la psiquiatra.
Barcelona: Masson, 1998.

Defensas en las psiconeurosis.- En las psiconeurosis existe: a) una defensa del yo contra el instinto,
b) un conflicto resultante entre el instinto y la defensa montada contra l, c) un estancamiento, y d)
descargas deformadas: los sntomas (Fenichel, 1966:34).
Las defensas pueden ser exitosas o patgenas. 1) Las defensas exitosas implican una desexualizacin,
una inhibicin del fin (Fenichel, 1966:168). Implican una identificacin, de manera tal que el yo queda
modificado. 2) En las defensas patgenas o ineficaces lo rechazado siempre vuelve, por lo que es
repetitiva (mientras que en las defensas exitosas lo rechazado cesa). Lo patolgico no es el conflicto sino
como se lo busca resolver. Por ejemplo, descargar la tensin mediante gratificaciones peridicas es
bueno y adems permite una sublimacin sin complicaciones. En lo patolgico en cambio se se
desexualiza el instinto que irrumpe, slo se bloquea su descarga y se lo desconecta del resto de la
personalidad. Todas las defensas patgenas tienen su raz en la infancia, sin excepcin (Fenichel,
1966:169).
Fenichel O (1966) Teora psicoanaltica de las neurosis. Buenos aires: Paids.

Defensa manaca.- Las experiencias de repetida depresin e incluso de desesperacin que acometen al
beb cuando siente que ha arruinado completa y irreparablemente a la madre y su pecho se le hace
intolerable, y el yo utiliza todas las defensas disponibles para evitarlas. Estas defensas pertenecen a dos
categoras: reparacin y defensas manacas. Cuando se pueden manejar las ansiedades depresivas
mediante la movilizacin de deseos reparatorios, dichas ansiedades conducen a un mayor desarrollo del
yo (Segal H, 1987:85).
Segal H (1987) Introduccin a la obra de Melanie Klein. Buenos Aires: Paids.

Defensas normales y patolgicas.- Segn Anna Freud, el uso normal o patolgico de las defensas
depende de 5 factores:
1) De si la defensa se usa contra un impulso en particular o contra toda la actividad impulsiva en general.
En el primer caso la persona puede sentir solamente la vergenza (defensa contra el exhibicionismo,
impulso parcial) o solamente asco (defensa contra el impulso anal). En el segundo caso puede haber una
represin en bloque de la sexualidad, o una bondad excesiva e incapacidad de poner lmites y criticar
(como reaccin contra todo impulso agresivo en general).
2) De si las defensas son adecuadas a la fase del desarrollo psicosexual, pues cada una tiene sus propias
defensas.
Por ejemplo, a la fase oral corresponden (Glover) la transformacin en lo contrario, la proyeccin y la
Introyeccin. Segn Nagera, para un nio de dos aos la negacin es normal, siendo anormal si se
extiende ms all de esa edad.
Luego, en los dos y tres aos en la fase uretal y anal, la expansin del preconciente por el desarrollo del
lenguaje permite gradualmente la represin, y aparecen desplazamientos, formaciones reactivas y
formaciones sustitutivas (tendencia a la sublimacin). De los tres a los cinco aos, situacin edpica, son
tpicas la represin, el desplazamiento y la sublimacin. En el perodo de lactancia predomina la
sublimacin, y en la adolescencia, frente a la excitacin sexual puede aparecer regresin, aunque la
sublimacin sigue desarrollndose, pero tambin suelen reactualizarse por un tiempo las defensas ms
primitivas. Tambin es anormal la aparicin de una defensa antes de tiempo, como una formacin
reactiva antes de los dos aos: esto origina una hipertrofia sobreadaptativa del yo en detrimento del libre
juego de las defensas instintivas.
3) De si la defensa est equilibrada, o sea, si el yo dispone de muchas defensas importantes o si est
restringido a usar muy pocas en forma excesiva. Si tiene pocas defensas y le fallan, hay
desestructuracin.
4) Si la defensa es eficaz en el control permanente de la angustia sin mucho costo energtico, si hay
movilidad o paralizacin en el psiquismo. Esto alude a un factor econmico: es anormal que para
mantener una defensa el aparato psquico deba apelar a un gran gesto de energa, como por ejemplo el
nio que no puede aprender porque la energa est puesta en las fantasas que niegan la realidad
displacentera.
5) De si las defensas interfieren con los logros del yo, con lo que el sujeto paga un precio alto por
mantener la organizacin defensiva. Por ejemplo, la autoagresin producir accidentes, la regresin,
mudez, parlisis funcionales, ideas delirantes, etc. Segn Glover, los trastornos psquicos obedecen o
bien a una regresin, o bien a un exceso o deficiencia en cualquier perodo, o bien a una precocidad
donde el yo queda obligado a usar defensas ms avanzadas que no puede manejar. Las defensas dentro
del marco terico kleiniano se ven en la ficha Defensas en los tests grficos (de Grassano de Piccolo),
dentro del libro de Ocampo y Arzeno.
Celener, Fuxman y Hadid (1994) Los mecanismos de defensa y las tcnicas proyectivas. Publicacin interna de la
Ctedra de Exploracin y tcnicas de diagnstico, Facultad de psicologa de la Universidad de Buenos Aires.

Clasificacin.- Desde el punto de vista freudiano las defensas pueden clasificarse como: Transformacin
en lo contrario, Vuelta sobre s mismo, Proyeccin, Introyeccin, Negacin, Represin propiamente
dicha, Aislamiento, Formacin reactiva, Anulacin, Racionalizacin, Intelectualizacin, Sublimacin,
Regresin y Disociacin.
Las cuatro primeras defensas son mencionadas por Freud como anteriores a la aparicin del yo, y
corresponden al Yo Ideal (o yo representante de la pulsin, que busca modificar la realidad para
satisfacer la pulsin). Se trata de las defensas ms primitivas, que corresponden a un yo que no se
opone a las pulsiones, y por el contrario las representa. Las defensas de un yo evolucionado que ha
desarrollado su principio de realidad, son la represin propiamente dicha y las subsiguientes antes
mencionadas. Estas defensas le permiten oponerse a la pulsin, oposicin que puede realizarse de dos
formas: a) contra el empuje de la pulsin, y b) contra la meta pulsional.
Celener, Fuxman y Hadid (1994) Los mecanismos de defensa y las tcnicas proyectivas. Publicacin interna de la
Ctedra de Exploracin y tcnicas de diagnstico, Facultad de psicologa de la Universidad de Buenos Aires.

Los sistemas sociales como defensa.- El autor plantea aqu su hiptesis, que es la siguiente: una de
las cosas que cohesiona originalmente a personas en instituciones es el de la defensa contra las

ansiedades psicticas paranoide y depresiva. As, los individuos externalizan impulsos y objetos para
evitar sentir la ansiedad psictica, y los mancomunan en la vida social.
Muchos problemas sociales atribuidos a ignorancia, errores humanos, egosmo o ansia de poder pueden
comprenderse si se los ve como tentativas por defenderse de las ansiedades psicticas tan intensas que
no pueden ser controladas concientemente. Asimismo, los cambios en una institucin pueden ser vividos
como perturbaciones de las defensas sociales contra las ansiedades, con lo cual se desarrollarn
resistencias contra dichos cambios para preservar esas defensas.
Proyeccin, introyeccin e identificacin en las relaciones objetales.- Freud sostuvo que hay dos procesos
fundamentales que operan en la constitucin de grupos artificiales como la iglesia o el ejrcito: a) la
identificacin por introyeccin (entre los miembros), y b) el reemplazo del ideal del yo por un objeto, el
lder (o identificacin por proyeccin, en los trminos de M. Klein). Segn M. Klein, estos procesos de
identificacin introyectiva y proyectiva interactuando entre s son el fundamento de las ms tempranas
relaciones objetales del nio. Jaques intentar mostrar como los individuos hacen un uso inconciente de
las instituciones asocindose en ellas y cooperando inconcientemente para reforzar sus defensas internas
contra la ansiedad y la culpa.
Ejemplos de mecanismos de defensa socialmente estructurados.- En este tem se dan ejemplos de
mecanismos contra la ansiedad paranoide y contra la depresiva. Un ejemplo de defensa contra las
ansiedades paranoides es proyectar malos impulsos y objetos internos en miembros particulares de una
institucin. Esto miembros particulares a su vez absorbern o desviarn hacia terceros esos impulsos y
objetos internos.
Por ejemplo, un jefe es considerado como el responsable de todo lo malo que ocurre en la institucin.
Este puede absorber (aceptar el rol asignado) los malos impulsos, o tambin desviarlos hacia otros
(como en el dueo de otra empresa, etc). Tambin la ansiedad depresiva puede aliviarse, como cuando
los soldados atribuyen su agresividad al cumplimiento del deber, lo cual les evita sentir culpa por
destruir al objeto.
La absorcin y la desviacin buscan que los objetos malos no retornen, aunque este objetivo no se
cumple del todo. A pesar de ello, los mecanismos sociales de defensa proporcionan algn beneficio.
Otra defensa contra la ansiedad depresiva es la negacin manaca de impulsos destructivos y de objetos
buenos destruidos, y el fortalecimiento de objetos e impulsos buenos, participando en la identificacin
del grupo. En las ceremonias de entierro fnebre, por ejemplo, se exalta al muerto (se lo toma como
objeto bueno), mientras los deudos se consideran malos o inferiores al muerto (para reducir la culpa).
Todos estos mecanismos son tiles al grupo porque le permite sobrevivir, y a cada individuo porque le
reduce la ansiedad.
Estudio de un caso.- En una fbrica los obreros eligieron delegados para que negociasen con el gerente
cuestiones tales como pago de salarios, etc. Se comprob que los obreros haban proyectado en sus
delegados impulsos malos y buenos: malos o destructivos para que los representantes a su vez los
desviaran hacia la gerencia, y buenos en tanto los delegados eran sus compaeros de trabajo y podan
as compartir las diarias tareas.
Esta disociacin en buena y mala serva dos propsitos: en el nivel de la realidad permita las buenas
relaciones laborales, y en el nivel de fantasa proporcionaba un sistema de relaciones sociales que poda
reforzar las defensas individuales contra las ansiedades paranoide y depresiva.
Sin embargo, cuando el comit de delegados fue encargado de una tarea seria y conciente de
negociacin, sus miembros encontraron grandes dificultades para llevarla a cabo por causa del contenido
fantasioso socialmente sancionado de sus relaciones mutuas.
Algunas observaciones sobre el cambio social.- El cambio se produce cuando las relaciones sociales
fantaseadas dentro de una institucin dejan de servir para reformar las defensas individuales contra la
ansiedad psictica. La institucin puede reestructurarse en los niveles manifiesto y fantaseado, o
tambin la estructura manifiesta puede mantenerse mientras se modifica la fantaseada.
Los individuos pueden cambiar sus roles o tambin abandonar la institucin. Tambin puede suceder que
el cambio sea aparente en el nivel manifiesto, ocultando el hecho de que no se haya producido ningn
cambio real, quedando intactos la forma y el contenido sociales fantaseado de la institucin. El cambio
social impuesto que no toma en cuenta el uso que hacen los miembros de la institucin para defenderse
de las ansiedades psicticas, probablemente ser resistido por ellos.
De los mecanismos aqu descriptos, podemos sacar dos consecuencias: 1) la observacin de los procesos
sociales es una ocasin para estudiar, como con lente de aumento, la actuacin de las ansiedades
paranoide y depresiva as como las defensas erigidas contra ellas. A diferencia de la situacin
psicoanaltica, esas observaciones pueden ser hechas por ms de una persona al mismo tiempo. 2) El
estudio de ansiedades y defensas puede aclarar porqu es tan difcil de alcanzar el cambio social, y
porqu muchos problemas sociales son tan inabordables. Ello es as porque los cambios sociales
reclaman una reestructuracin de las relaciones fantaseadas, con el consecuente requerimiento a los
individuos para aceptar y tolerar cambios en el patrn existente de defensa contra la ansiedad psictica.
Es probable que un cambio social exija un anlisis previo de estas ansiedades y defensas inconcientes.
Condensado de Jaques Elliot (1989) Los sistemas sociales como defensa contra las ansiedades persecutoria y
depresiva. Una contribucin al estudio psicoanaltico de procesos sociales.

DFICIT
Dficit y conflicto.- La patologa del conflicto y la patologa del dficit en psicoanlisis: aportes de Heinz
Kohut:

CUADRO CLNICO

PATOLOGA DEL CONFLICTO


Neurosis de transferencia
(Sigmund Freud).

BASE DE LA
PATOLOGA
(ubicacin evolutiva)

EDPICA: conflicto edpico, conflicto


entre instancias psquicas.

TIPO DE
TRANSFERENCIA

NEURTICA: Se transfieren
impulsos libidinales y agresivos con
base en el complejo de Edipo.

MECANISMOS DE
DEFENSA

NEURTICOS: Intentan resolver


conflictos predominantemente
ntersistmicos entre el YO y el
ELLO.

BASE DE LA
OPERATORIA CLNICA

Interpretacin de conflictos.

OBJETIVO
TERAPUTICO

Mejorar las relaciones entre las


instancias de un aparato psquico
con un self constituido.

PATOLOGA DEL DFICIT


Trastornos narcisistas de la
conducta y de la personalidad
(Heinz Kohut)
TEMPRANA: dficit en la
constitucin del self.
NARCISISTA: Se transfieren
necesidades especulares y de
idealizacin con base en un dficit
en el desarrollo temprano.
PRIMITIVOS: Intentan compensar
y/o ocultar dficit en la
constitucin del s mismo (self).
Actitud emptica hacia las
necesidades narcisitas del
paciente.
Restaurar un self con fallas en su
constitucin y desarrollo.

Lic. Santiago Juan. Segundo Cuatrimestre 2005. Universidad de Buenos Aires. Facultad de Psicologa. Psicoanlisis:
Psicologa del Yo.
Bibliografa de referencia:
Kohut, H. (1977) La restauracin del s mismo. Barcelona: Paids, 1980, Cap. 6.
Kohut, H. (1984) Cmo cura el anlisis?. Buenos Aires: Paids, 1986, Cap. 1.

DEFUSIN
Definicin.- (Psicoanlisis) La separacin o disgregacin de los instintos de tal manera que actan
independientemente. Aqu ocurre aparentemente -posiblemente en conexin con la destruccin
fisiolgica producida en los tejidos orgnicos por ausencia de nutricin- una defusin de los instintos en
la vida mental tambin (Ferenczi, Furter Contributions to the Theory and Technique of Psicoanlisis).
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

DJ PROUV
Definicin.- (Fr.: ya experimentado, palpado, probado.) Muchos pacientes, en base al deseo, tienen un
sentimiento distinto de un hecho o experiencia en el cual nunca han participado, pero que los transporta
a un plano de actuacin. Es un fenmeno ilusorio comn entre los pacientes psicticos.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

DJ RECONT
Definicin.- (Fr.: ya relatado, contado.) Algunas veces, cuando una experiencia olvidada, vuelve a ser
llamada, el individuo puede sentir que saba durante todo el tiempo que la experiencia le fue contada.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

DJ VU
Definicin.- Sensacin subjetiva de que una cierta experiencia nueva y actual fue ya vivenciada
anteriormente.
Definicin.- Impresin que tiene una persona de haber visto o vivido con anterioridad una situacin
que es nueva para ella. Se produce una situacin simultnea con reconocimiento y novedad, que dura

unos segundos, y puede dejar al sujeto perplejo o dudoso. Se da en personas normales. Si ocurre con
mucha frecuencia y se acompaa de ansiedad y/o sntomas vegetativos, debe descartarse una posible
motivacin por crisis de angustia.
Farr Mart J (1999) Diccionario de psicologa. Barcelona: Ocano.

Definicin.- (Fr.: ya visto.) Sentimiento de familiaridad. Se da cuando un individuo, al percibir algo que
no ha visto jams, tiene sentimiento de que ha tenido ya la experiencia. Es comn entre los pacientes
psiquitricos, particularmente aquellos con histeria y epilepsia. Un paciente, por ejemplo, mientras visita
una regin por primera vez en su vida, puede sentir que ha estado all anteriormente. La razn de ese
sentimiento, cree Freud, es una asociacin, desconocida por el individuo, con algo del inconciente.
Ferenczi observ el fenmeno en un paciente en el cual el sentimiento de familiaridad se poda relacionar
con un sueo olvidado. Sin.: fausse reconnaissance (Hinsie and Shatzky).
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

DELINCUENCIA
Generalidades.- (Psicoanlisis) El crimen social o criminosis funciona, como la neurosis, a expensas de
la sociedad, pero no es como sta un conflicto ntimo. Para distinguirlo del crimen basado en resultantes
sociales, conviene caracterizarlo como crimen instintivo. As como en todo delito antisocial es ms
importante considerar el carcter criminal, que las circunstancias en que delinqui, en cuanto se trate de
comprender la conducta delictuosa tambin debe hablarse de crimen oral, anal, uretral, somtico, etc.,
en lugar de crimen de asalto, etc., que solo describe la actitud externa del delincuente. Mientras las
neurosis constituyen fobias de objetos y situaciones proyectadas al exterior, las criminosis constituyen
fobias de los mismos objetos introyectados, y tanto las unas como las otras penden de niveles de fijacin
que se han constituido en factores evolutivos, y a la relacin entre el Supery y el Ello. La delincuencia,
como estructura psquica, puede situarse entre las perturbaciones de carcter y las neurosis. De manera
que requiere una correccin slo como parte de una psicoterapia ms completa (Sterba).
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Delincuencia juvenil.- Winnicott relaciona la delincuencia con la falta de vida hogarea, que es una de
las races de la delincuencia.
Debemos comprender en primer lugar que para delinquir existen motivos inconcientes, pero tambin
existen sentimientos inconcientes de venganza hacia el delincuente, y por eso se lo castiga. La sociedad
desea castigar al delincuente y, diciendo que se hace justicia, est satisfaciendo un ansia de venganza
por el dao hecho. No se puede, dice Winnicott, tener una actitud condescendiente y tratar al delincuente
como enfermo, porque tarde o temprano saldr el odio y la venganza.
Un nio normal si tiene confianza en sus padres, acta sin ningn freno: destruye, desperdicia, hace
trampas, y luego termina robando. Esto ocurre cuando en su hogar sus padres son capaces de soportarlo
todo.
Si el nio no encuentra seguridad en su hogar, la buscar afuera en abuelos, tos, etc. El nio antisocial
busca un poco ms lejos, apela a la sociedad en lugar de recurrir a su familia o a la escuela para que le
proporcione la estabilidad que necesita a fin se superar las etapas de su crecimiento emocional. Cuando
un nio roba, est en realidad buscando a una madre buena, propia. A veces la conducta antisocial no es
otra cosa que la bsqueda por parte del nio delincuente de un control ejercido por personas fuertes,
cariosas y seguras.
Por ello la delincuencia tiene en parte su origen en una falta de hogar, es decir, en la falta de padres que
puedan proporcionarle un ambiente firme y estable con cuidado y amor personales, aumentando
gradualmente la dosis de libertad de la que pueden disfrutar.
Cazau P (1996) Vocabulario de Psicologa. Buenos Aires: Redpsicologa.

Enfoques psicoanalticos.- Pueden mencionarse, segn Marchiori, los siguientes:


Sigmund Freud.- Las conductas delictivas se explican a partir de un sentimiento de culpabilidad anterior
al delito mismo ('delincuentes por sentimientos de culpabilidad'), sentimiento de origen edpico y que
viene de la intencin de matar al madre y desear a la madre. Comparados con estos delitos, el delito
cometido es un alivio para el sujeto atormentado.
Adems, todos los individuos traen desde el nacimiento tendencias e impulsos criminales y antisociales
que posteriormente, por la educacin son reprimidos u orientados hacia otros fines para conseguir una
adaptacin social (sublimacin). Sin embargo, los impulsos criminales tienden a manifestarse si hay un
debilitamiento de las instancias inhibitorias.
Alfred Adler.- El delito tiene relacin con la extincin o debilitamiento del sentimiento de comunidad, y
tambin con un sentimiento de superioridad, donde el delincuente cree que la vctima es inferior. Todo
ello tiene su origen en la infancia, como por ejemplo una inferioridad hace que el sujeto busque una
compensacin sintindose superior, a lo cual se suma un deficiente sentimiento de comunidad.

Adler clasifica los nios difciles en pasivos (perezosos, indolentes, etc.) y nios activos (hostiles,
impacientes, anhelantes de poder). Desde la infancia piensan que la vida es hostil, y buscan satisfacer
sus demandas delinquiendo. La superioridad del delincuente proviene tambin de creerse que nunca ser
descubierto.
Theodor Reik.- El acto criminal es la expresin de una tensin mental, y debe satisfacer necesidades
psicolgicas, pero tambin inconcientemente el delincuente comete errores porque quiere cometerlos,
como una autotraicin, ya que tiene dos tendencias opuestas: quiero ocultar su delito pero tambin
quiere mostrarlo.
Alexander y Staub.- Todo hombre es innatamente un criminal, para estos autores. Hasta el periodo de
latencia el hombre sano y el criminal siguen el mismo desarrollo, con la diferencia que el sano, durante la
latencia, logra reprimir las tendencias criminales, dirigindolas en un sentido social para adaptarse.
Ambos autores clasifican a los criminales en dos grupos: los neurticos, cuya etiologa es psicolgica y
proviene de conflictos psquicos similares a las neurosis, y los criminales normales, de etiologa
sociolgica, educado en modelos criminales. Tambin hay un tercer grupo que es el criminal de origen
orgnico (etiologa biolgica).
Para el diagnstico de criminalidad, debe considerarse la participacin del yo conciente y del yo
inconciente en el hecho delictivo. Desde esta perspectiva, tendramos dos tipos de acciones criminales: a)
la criminalidad crnica, propia de sujetos proclives a delinquir por la estructura de su aparato psquico, y
b) criminalidad accidental: acciones realizadas por sujetos no criminales en situaciones extremas o
especiales.
Sandor Ferenczi.- Este autor estudi criminales anarquistas famosos, y vio que en todos el complejo de
Edipo estaba an en plena evolucin, o sea, delinquan como venganza contra la tirana de un progenitor
opresor. El delincuente tiende a racionalizar, a adjudicar su accin a causas externas, cuando en realidad
las causas son internas, intrapsquicas.
En los delincuentes genuinos predomina un yo instintivo (ello), en el delincuente neurtico encontramos
debilitado el yo real, y cuando la debilidad est en el yo social (Supery) encontramos un tercer tipo de
delincuentes: el Supery puede crear un sentimiento de culpabilidad que lo lleva a delinquir como medio
para autocastigarse por sus incestuosas tendencias infantiles.
Karl Abraham.- Los delincuentes estaran fijados en la etapa sdico-oral, individuos con rasgos agresivos
regidos por el principio del placer, de donde predomina la envidia y la ambivalencia.
Otto Rank.- El delincuente es para Rank un individuo neurtico, una personalidad escindida con ideas
opuestas, lo cual le crea un sentimiento de culpa. El delincuente no puede identificarse positivamente ni
tampoco permanecer solo y aislado, porque esto le produce un sentimiento de inferioridad y culpa.
Anna Freud.- La ausencia del padre es el factor determinante de ciertos comportamientos de la juventud
de tendencia antisocial. Muchos adolescentes delinquen luego de haber muerto el padre. Las personas
tienden a repetir el amor y el odio, la rebelda y la sumisin que experimentaron en su niez.
Melanie Klein.- Klein encontr que los nios que muestran tendencias asociales y criminales eran aquellos
que ms teman una venganza de sus padres como castigo por sus fantasas agresivas dirigidas hacia
ellos. Para estos nios, el portarse mal produce un castigo real el cual, por severa que sea, es un
reaseguro en comparacin con los ataques asesinos que esperan continuamente de sus padres crueles.
Kate Friedlander.- Esta autora estudi la delincuencia juvenil, y clasifica las perturbaciones en tres
grupos, segn se deban a un desarrollo caracterolgico antisocial, a una enfermedad orgnica o a una
psicosis.
Jacques Lacan.- Las tendencias agresivas de los criminales, siguiendo a Freud, son verdaderas fijaciones
bajo la presin de tendencias sociales. Es una fijacin narcisista ya que el objeto escogido es el ms
parecido al sujeto mismo (delincuente).
Condensado de Marchiori Hilda (1996) Psicologa criminal. Captulo 6.

DELITO
Teora del delito.- Para que exista delito como figura jurdica, debe haber cuatro elementos. Los tres
primeros son objetivos, pero el cuarto, la culpabilidad, es subjetivo ya que se relaciona con condiciones
mentales que debe establecer el perito psiclogo y evaluar el juez:
ELEMENTO DEL DELITO
CONCEPTO OPUESTO
1
CONDUCTA
AUSENCIA DE CONDUCTA
2
TIPIFICADA
NO TIPIFICADA
3
ANTIJURIDICA
CAUSA DE JUSTIFICACION
4
CULPABLE
INIMPUTABILIDAD
Si falta uno de esos cuatro elementos, no hay delito. Los conceptos opuestos remiten a esas faltas.
1) CONDUCTA: Puede tambin ser una conducta no hecha, como en los delitos por omisin (no salvar a
alguien pudiendo hacerlo).
Ausencia de conducta: por ejemplo si me empujan de atrs y atropello a alguien con el coche. La
conducta es del otro.
2) TIPIFICADA: Por la ley como conducta prohibida.

No tipificada: y por ende no prohibida. Por ejemplo sacar cadveres no estuvo prohibido en una poca. O
sea, estaba permitido.
3) ANTIJURDICA: Conducta contra el derecho de las personas.
Causa de justificacin: Por ejemplo la legtima defensa, la obediencia debida, evitar un mal mayor, etc.
4) CULPABLE: La persona debe comprender su conducta como buena o mala, implica tener conciencia de
la criminalidad del acto. Tomamos aqu el sentido jurdico de culpa, que es algo menos grave que el dolo.
En ste ltimo hay intencionalidad en el acto, pero en el delito culposo no.
Inimputabilidad: Referida a razones por las cuales no puede declararse culpable a alguien.
Condensado de lvarez C, Clases tericas de la Ctedra de Psicologa Forense de la Facultad de Psicologa de la
Universidad de Buenos Aires, 2 cuatrimestre de 1996.

Teora del delito.- Puede definrselo como una conducta tpica, antijurdica y culpable. Deben estar
estos cuatro elementos para que haya un delito, siendo los tres primeros objetivos, y el ltimo subjetivo.
Por lo tanto, NO es delito cuando hay ausencia de conducta, o bien atipicidad, o bien causa de
justificacin, o bien inculpabilidad, respectivamente.
El injusto penal es solamente la conducta tpica y antijurdica. Por tanto, el delito ser el injusto penal
ms la culpabilidad.
1) Conducta: La ausencia de conducta no configura delito, y ocurre en dos casos: fuerza fsica irresistible
(me empujaron y ca sobre algo produciendo un dao), e involuntariedad (actu por un reflejo
automtico). En el primer caso la causa es externa, y en el segundo interna al sujeto.
2) Tipicidad: La ley debe describir la conducta como prohibida.
3) Antijuridicidad: No debe haber una causa de justificacin de la conducta. Hay tres causas de
justificacin:
Legtima defensa: debe ser proporcional al ataque.
Estado de necesidad justificante: hurtar para dar de comer a hijos.
Legtimo ejercicio de un derecho: retener el equipaje porque el pasajero no pag.
4) Culpabilidad: Reproche que se le hace a quien comete una conducta tpica y antijurdica y que,
pudiendo actuar conforme a derecho, no lo hizo.
Las causas de inculpabilidad son tres:
Error de prohibicin: por ejemplo cuando un extranjero desconoce que la ley prohbe la tenencia de
drogas, o algn rgimen cambiario de compra y venta de divisas.
Estado de necesidad inculpante: a diferencia de la necesidad justificante, estoy obligado a indemnizar el
dao producido.
Inimputabilidad: Alteracin de capacidades fsicas o psquicas.
Condensado de Jimnez P (1990) Lineamientos jurdicos del delito y la pena. Publicacin interna de la Ctedra de
Psicologa Forense de la Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires.

Teora del delito.- Para que haya delito debe haber cuatro elementos: conducta, tipificacin,
antijuricidad, y responsabilidad. Los tres primeros elementos se llaman el injusto penal.
Conducta: Hay delitos por comisin, pero tambin por omisin, como el abandono de persona.
Tipificacin: La conducta debe estar tipificada por una ley que ordene o prohba hacerla. Si yo hago algo
que juzgo malo desde mi tica, no hay delito si no est tipificado en la ley.
La tipificacin de un delito tiene el propsito de proteger un bien, como por ejemplo la vida o la
propiedad. Tambin se podra tipificar como delito el onanismo, porque no protege la perpetuacin de la
especie.
Antijuridicidad: La conducta es antijurdica cuando no est incluida en las excepciones que fija la ley. Si
cae dentro de las excepciones, es una conducta tipificada pero jurdica, y por tanto no hay delito.
Antijuridicidad significa ir en contra de la ley. Si yo robo para dar de comer a mis hijos voy contra la ley
de no robar, aunque el estado de necesidad pueda funcionar como atenuante. Si yo cometo un delito por
obediencia debida, no voy contra la ley porque la obediencia debida es una excepcin.
Responsabilidad: Interesa al psiclogo, y es la comprensin de la criminalidad del acto y capacidad para
dirigirlo. La responsabilidad implica si la persona actu con libertad o no (una persona normal puede ser
inimputable si se ve compelido a realizar un acto exhibicionista, pues no puede dirigir su accin). Esto se
basa en el esquema clsico de las tres facultades del alma: intelecto, voluntad y afectivdad, apuntando
sta ltima al estado de pasin como atenuante, etc.
La responsabilidad es saber qu est haciendo cuando comete el delito, y si tiene capacidad psquica para
comprender el delito, la defensa, la sentencia y asumirla. En algunos Estados, en base al Common Law,
si alguien no comprende que est condenado a muerte por un delito, no lo ejecutan. En nuestro pas
(Argentina), si el acusado se volvi loco durante el juicio, se suspende ste.
En una pericia no se pone simplemente "no comprenda la criminalidad ni poda dirigir sus acciones": este
juicio debe ser fundamentado.
Adems de comprender y saber dirigir, existe otro elemento que es motivarse en la ley, en la norma,
ms all de si hay o no patologa (pues algunos dicen que la enfermedad mental puede impedir a alguien
motivarse en la norma). Por ejemplo para un chico de la pobre robar gallinas para comer es la norma: no

est motivado por la ley que dice no robar. Otro ejemplo, mato porque mataron a toda mi familia. Para
ser inimputable tengo que demostrar que no estaba motivado por la ley 'no matar'.
Ahora hay una nueva posibilidad que es la mediacin, en la cual no se les dio tanta cabida a los
psiclogos. Pero s la psicologa puede aprovechar un aspecto nuevo de la mediacin, que es la
"negociacin".
Un aspecto interesante de la psicologa forense crtica es averiguar porqu, a iguales condiciones, unos
delinquen y otros no.
Condensado de Castex Mariano, Imputabilidad, culpabilidad, responsabilidad, teora del delito (clases dictadas en la
ctedra de Psicologa Forense de la Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires, 1996).

Teora clsica del delito.- Por otra parte, hay un esquema clsico del delito, que distingue una
dimensin objetiva (el acto en s, matar) y otra subjetiva (la intencin).
La teora clsica coloca "culpabilidad" en vez de "responsabilidad" como cuarto elemento. Tengamos
presente el paradigma de divisin del psiquismo en conciente (parte intelectiva y volitiva) e inconciente
(parte afectiva). Trminos como responsabilidad, culpabilidad, reprochabilidad, imputabilidad no son
sinnimos, y de su confusin salen muchos problemas. La culpabilidad tiene relacin con que alguien
conoce la ley pero sin embargo la viola.
Al respecto debe distinguirse dolo y culpa.
Dolo: es intencional, y corresponde instruccin penal. Por ejemplo el homicidio doloso, dentro del cual
hay agravantes y atenuantes. Algunas codificaciones exigen que adems de intencin haya una
comprensin de que se est violando una norma: esto se llama responsabilidad criminal.
Culpa: no es intencional, y corresponde instruccin correccional (que es el otro nivel del fuero penal, que
se ocupa tambin de delitos menores, como lesiones leves, etc). Un homicidio culposo es matar sin
intencin (alguien que se cruza en el camino de golpe).
Respecto de la culpabilidad tenemos tres posturas: psiquitrica o alienista, psicolgica, norteamericana y
posturas mixtas.
Postura alienista o psiquitrica extrema: la inimputabilidad depende solamente de que haya una
patologa mental en sentido psiquitrico; dentro de estos estn los alienistas orgnicos del siglo pasado,
que decan que la patologa deba tener adems una base orgnica.
Postura psicolgica extrema: basta con que la persona normal acte bajo emocin violenta para no ser
penado, o sea, hay que ver como estaban las funciones psquicas en el momento del hecho.
En el derecho cannico y romano se habla del apasionamiento como atenuante de un delito, o como
agravante, o, si la pasin lo ha perturbado totalmente, se hace inimputable. El estado de pasin como
atenuante, agravante o elemento de inimputabilidad slo puede analizarse en el Derecho Penal
Comparado, comparando por ejemplo el Common Law britnico y el sistema europeo-latino.
Pasin se relaciona con sentimientos, impulsos, emocin, deseo. El deseo para el juez, por ejemplo, no
es lo mismo que el deseo para Freud o Lacan, o an para los antiguos griegos y los escolsticos. Lo
mismo pasa con la palabra emocin, conducta, etc. Para evitar el mal uso de los trminos, hay que hacer
una lingstica del discurso jurdico. Hay trminos unvocos, pero tambin los hay anlogos y equvocos, y
muchas en los tribunales usamos estos ltimos.
Postura norteamericana: En EEUU apareci la figura "insane and guilty", o sea loco pero culpable, porque
haba muchos que alegaban enfermedad mental y no lo eran. Aqu, los mandan al sanatorio y, si mejora,
termina la condena en la crcel.
Posturas mixtas: son las posturas psiquitrico-psicolgico-jurdicas. Esto implica considerar el inciso 1
del artculo 34 del Cdigo Penal (Argentino): hay inimputabilidad cuando hay disminucin de las
facultades mentales, y/o alteracin morbosa de las mismas, y/o estado de inconciencia, y cuando no
comprende la criminalidad del acto y/o no dirige sus acciones.
Condensado de Castex Mariano, Imputabilidad, culpabilidad, responsabilidad, teora del delito (clases dictadas en la
ctedra de Psicologa Forense de la Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires, 1996).

Tipos.- La ley penal tiene un aspecto objetivo y uno subjetivo. El delito supone siempre dos personas: el
sujeto activo (autor o autores) y el sujeto pasivo (vctima o vctimas). Ambos constituyen el aspecto
objetivo que describe la ley penal. El aspecto subjetivo supone distinguir entre delito doloso (quiso el
resultado, quiso matar), y delito culposo (no quiso el resultado pero lo realiz: como atropellar a alguien
por ir rpido con el auto, o sea hay imprudencia, negligencia, impericia, etc). El delito de Dao solo se
admite en su forma dolosa (no es delito retroceder con el auto sin darse cuenta que dao una bicicleta).
Adems de los tipos dolosos y culposos, hay otra clasificacin de delitos: los de tipo activo (matar) y tipo
omisivo (no auxiliar a alguien en peligro pudiendo hacerlo).
Combinando los cuatro tipos, quedara:
Tipo activo doloso.
Tipo activo culposo.
Tipo omisivo doloso.
Tipo omisivo culposo.

El dolo puede ser directo (yo quise el resultado y lo produje: puse una bomba en un auto para matar
cierta persona), indirecto (no quise el resultado pero el dao fue una consecuencia necesaria: mat al
chofer), y eventual (no quise el resultado pero el dao fue consecuencia accidental, no necesaria: mat
un peatn).
La culpa puede ser conciente o inconciente, segn la persona se haya representado o imaginado el dao,
o no. El primer caso es ir rpido con el auto (puedo imaginarme que puedo matar a alguien), y el
segundo caso es olvidarme la plancha prendida y causas incendio al vecino.
Tambin debe distinguirse el delito realizado, la tentativa y el desistimiento. Este ltimo no configura
delito.
Condensado de Jimnez P (1990) Lineamientos jurdicos del delito y la pena. Publicacin interna de la Ctedra de
Psicologa Forense de la Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires.

Abordaje psicolgico.- La psicologa busca averiguar qu razones llevan a un sujeto a delinquir,


aunque un anlisis completo exige tambin la intervencin de otras disciplinas.
La conducta delictiva debe hacerse siempre en funcin de la personalidad y del contexto social donde
est inmersa, pues el individuo se adapta al mundo a travs de sus conductas, y la significacin e
intencionalidad de las mismas son un todo organizado hacia un fin, incluyendo tambin aqu la conducta
delictiva. Esta es un sntoma, una forma de organizar la experiencia, una defensa para no caer en la
disgregacin de la personalidad.
Mientras el hombre 'normal' consigui reprimir sus tendencias criminales y dirigirlas en un sentido social,
el criminal fracasa en esa adaptacin.
El delincuente es el emergente de un ncleo familiar enfermo, pues el ambiente familiar y sus
interacciones tienen gran influencia en la conducta delictiva, como por ejemplo las carencias afectivas,
especialmente la materna. La agresin suele ser una respuesta a la frustracin.
La tarea psicolgica consiste en hacer un diagnstico y un tratamiento. El diagnstico puede ser
individual, grupal o institucional. En cuanto al tratamiento, mediante el mtodo colectivo de prelibertad
se logra que el preso tenga un primer contacto social exterior, controlado. El objetivo es una preparacin
para la salida definitiva del interno, y muchas veces salir libre requiere un aprendizaje de interacciones
sociales normales.
Condensado de Marchiori Hilda (1996) Psicologa criminal. Captulo 1.

Delito y alarma social.- Cuantas ms personas queden expuestas a un delito, ms alarma social
genera. Por ejemplo el robo. La alarma social surge recin cuando el delito es pblicamente denunciado
(antes de esto, podan ser un secreto a voces: por ejemplo todos saban que dos personas tenan
relaciones incestuosas, pero nadie haba hecho la denuncia pblica, y recin entonces surgi la alarma
social). Esta alarma se busca aminorarla mediante la penalizacin del delito cometido.
Condensado de lvarez C, Clases tericas de la Ctedra de Psicologa Forense de la Facultad de Psicologa de la
Universidad de Buenos Aires, 2 cuatrimestre de 1996.

Control del delito.- Hay un contrato o pacto social donde cada uno tiene derechos y deberes, limitados
por los de los dems. Ya no es un soberano que controla y castiga a quien delinque, sino que son todos
quienes controlan a todos. Es ahora la sociedad quien castigar al individuo, con lo cual no se castiga
menos, sino mejor. La sociedad adopta as una poltica criminal, que depender de cada poca o cultura,
y est sustentada en tres pilares: poltico, econmico y cientfico. Ejemplo tpico de este ltimo es el
positivismo. Por ejemplo la corriente innatista italiana de Lombroso, luego difundida al resto de Europa,
EEUU y Amrica Latina. Delincuente era quien tena ciertas caractersticas fsicas (an hoy decimos: por
la cara debe ser un chorro).
Condensado de lvarez C, Clases tericas de la Ctedra de Psicologa Forense de la Facultad de Psicologa de la
Universidad de Buenos Aires, 2 cuatrimestre de 1996.

Delito y reincidencia.- La reincidencia en el delito se debe a dos causas: a) Modo de vida: hay gente
que reincide porque la delincuencia es su forma habitual de vida, y siempre lo har. b) Marginacin
social: reincide quien no recibe un espacio o una oportunidad por haber delinquido, por vivir en una villa,
etc., o sea, por ser marginado.
Condensado de lvarez C, Clases tericas de la Ctedra de Psicologa Forense de la Facultad de Psicologa de la
Universidad de Buenos Aires, 2 cuatrimestre de 1996.

DELUSIN
Definicin.- Creencia o conviccin falsa, mrbidamente condicionada, que puede o no ser destruida al
enfrentarse con la razn. Trmino distinto que Alucinacin, que es la experiencia perceptual subjetiva sin
estmulo sensorial visible, y de Ilusin, que es la deformacin perceptual o falsa interpretacin de una
experiencia sensorial. Sin.: Engao; ilusin mrbida, falsa. (Al.: Wahnidee, Wahnvorstellung.)
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

DEMENCIA
Generalidades.- Las demencias suelen presentarse con trastornos de conducta que van desde cambios
cuantitativos en la personalidad previa, hasta una inactividad total, vegetativa. No hay cuadros
demenciales puros, y a lo sumo podemos hablar de un predominio de tal o cual sndrome. Serios
deterioros psico-orgnicos se ven en ancianos de mucha edad y en ancianos de menor edad.
Semiologa psiquitrica: para diagnosticar demencia deben tenerse en cuenta los siguientes factores: a)
El informe de la familia sobre conductas y hbitos del anciano, b) examen clnico psiquitrico, c) estudio
psicomtrico: WAIS para adultos, Reven, Bender, etc. d) pruebas especializadas de praxias y gnosias,
lenguaje, etc. e) medios objetivos complementarios: centellografa, etc., arteriografa cerebral, etc.
Las demencias presentan algunas caractersticas que, combinadas en diferentes proporciones, permiten
un mejor ordenamiento y manejo teraputico. Esas caractersticas son:
1) Velocidad de instalacin del deterioro orgnico cerebral. Segn sea lento o rpido, permite o no que
aparezcan mecanismos compensatorios del dficit.
2) Grado de conciencia de enfermedad: darse cuenta del deterioro, suele producir conductas neurticas,
depresivas o paranoides que a su vez agravan el cuadro anterior. La familia tiende a negar la enfermedad
del abuelo, a no tomar conciencia. Puede aparecer un apoyo demasiado sobreprotector, o un abandono.
3) Influencia de la personalidad previa: la dementizacin est fuertemente influenciada por la
personalidad previa, que puede determinar el tipo de defensas, la orientacin depresiva o paranoide o la
existencia o no de mecanismos vicariantes (compensatorios).
4) Influencia del estado clnico: puede amortiguar o activar la demencia.
5) Influencia del entorno humano cercano: dem anterior. Sobre-exigir al anciano puede agravar el
cuadro por stress.
No debe confundirse demencia con estados depresivos o sea cuadros preseniles de Pick-Alzheimer.
Tambin debe distinguirse la demencia del las melancolas endgenas (pseudodemencias), donde la
confusin viene por haber una depresin.
Las psicosis desencadenadas por, o asociadas a, demencias, comprenden las siguientes formas:
1) Depresiones reactivas y/o melancolas endgenas, ya indicadas.
2) Estados deliroides, a veces oniroides, persecutorios, que no deben confundirse con paranoias o
esquizofrenias sin trastorno demencial.
3) Confusiones agudas mentales, reversibles si se las trata a tiempo, Representan una reaccin cerebral
frente a un dao (intoxicaciones, falta de oxgeno, deshidrataciones bruscas, etc.).
4) Inversin del ritmo del sueo: los procesos demenciales desorganizan el sueo. Un da bien planificado
puede favorecer el sueo nocturno.
Los procesos demenciales, reversibles o no, generan en la familia la aparicin de antiguos conflictos y
promueve una alteracin de roles que el clnico y el psiquiatra deben ayudar a reacondicionar.
Condensado de Strejilevich Mario (1985) Temas de psicogeriatra (artculo).

Definicin.- Una demencia es un debilitamiento adquirido, progresivo, global y espontneamente


irreversible de todas las funciones intelectuales (atencin, memoria, razonamiento, etctera). Implica un
deterioro de un desarrollo ya completado, y no debe confundirse con las oligofrenias, que se instalan
cuando an no se complet el desarrollo mental, ni con ciertos deterioros especficos como las afasias,
pues la demencia es global. Entre sus causas se pueden mencionar factores genticos, intoxicaciones y
falta de aporte sanguneo a las neuronas.
Castelluccio, Clases dictadas en la asignatura Correlaciones de la clnica mdica en la Carrera de Psicologa de la
Universidad de Belgrano (Buenos Aires), durante 1987/89.

Clasificacin.- De acuerdo a la edad de aparicin, las demencias pueden ser:


Juveniles (20-40 aos)
Preseniles (50-60 aos)

Seniles (70 o ms aos)

Generalmente producidas por alcoholismo o sfilis


Demencia de Alzheimer
Demencia de Pick
Corea crnica de Huntington
Demencia de Creuzfeder-Jacob
Demencia de Wilson
Demencia por arterioesclerosis cerebral

Castelluccio, Clases dictadas en la asignatura Correlaciones de la clnica mdica en la Carrera de Psicologa de la


Universidad de Belgrano (Buenos Aires), durante 1987/89.

Demencia senil.- Las demencias seniles implican atrofias cerebrales difusas por isquemia (insuficiente
irrigacin sangunea), e incluyen episodios convulsivos, delirios y alucinaciones. Hay ictus, es decir, todo
factor vascular como isquemia o hemorragias que altere la dinmica cerebral. A nivel anatmico se
observan estasis lacunares del tamao de una cabeza de alfiler: son prdidas de sustancia gris por

pequeos infartos ocasionados por la isquemia y la necrosis. La patologa ms comn es la demencia por
arteriosclerosis cerebral.
Castelluccio, Clases dictadas en la asignatura Correlaciones de la clnica mdica en la Carrera de Psicologa de la
Universidad de Belgrano (Buenos Aires), durante 1987/89.

Demencia de Alzheimer.- Es un deterioro intelectual progresivo que comienza alrededor de los 60


aos, con dao especialmente en las funciones simblicas. A nivel anatmico se aprecia una atrofia difusa
en las zonas parietal-occipital y primera circunvolucin temporal, mantenindose intactas las fibras de
proyeccin y asociacin.
A nivel histolgico se ven lesiones difusas y uniformes. Aparecen: a) placas seniles formadas por
neuronas con una degeneracin neuro-fibrilar, y b) una degeneracin grnulo-vacua de la neurona (tipo
queso gruyere). Ambos se pueden encontrar tambin en el ncleo amigdalino y en el hipocampo.
Cuadro clnico.- Hay un compromiso afaso-aprxico-agnsico con desorientacin espacio-temporal.
Comienza con un dficit global de memoria y desorientacin espacial precoz (por ejemplo no recuerda
donde dej lo que us hace un momento). Aparecen trastornos de las funciones simblicas (lenguaje con
alexia, apraxia, agrafia). La afasia puede ser motora (no habla pero entiende) o expresiva (habla pero
dice cualquier cosa, pudiendo haber ecolalia, o sea, repetir lo que escucha, o palilalia, que implica decir
siempre lo mismo). Tambin se aprecian delirios de persecucin y alucinaciones, y a veces reacciones
depresivas. A nivel neurolgico puede tener hipertona (rigidez) y crisis epilpticas generalizadas. El EEG
es anormal, constatndose un exceso de ondas beta y theta. En la tomografa computada se ve el
sistema ventricular dilatado debido a la atrofia del tejido nervioso. Hay un compromiso de la sustancia
gris, pero no de la blanca. La enfermedad evoluciona durante 5-6 aos y luego mueren.
Castelluccio, Clases dictadas en la asignatura Correlaciones de la clnica mdica en la Carrera de Psicologa de la
Universidad de Belgrano (Buenos Aires), durante 1987/89.

Demencia de Pick.- Patologa donde estn afectadas principalmente las funciones de atencin y
memoria, con reduccin general de la actividad. Aparece hacia los 50-60 aos. A nivel anatmico se
observa atrofia en las regiones frontal y temporal (sobre todo en circunvoluciones 2-3-4), casi global y
bilateral. Puede afectarse el lbulo parietal, pero estn preservadas las circunvoluciones pre y
posrrolndicas. Hay placas degenerativas. A nivel histolgico hay una alteracin neuronal (neuronas
grandes e hinchadas) en la zona superior de la corteza acompaada de una gliosis, o alteracin de la
sustancia blanca.
Cuadro clnico.- Se trata de una demencia menos masiva que el Alzheimer. Predomina la sintomatologa
frontal: conductas estereotipadas, trastornos del comportamiento tico (hipersexualidad) y de la voluntad
(desde la excitacin psicomotora hasta la abulia total y prdida de la iniciativa). Luego va afectando las
funciones intelectuales (atencin, abstraccin, sntesis, razonamiento, juicio, autocrtica).
Al principio suelen conservarse el lenguaje y la orientacin espacio-temporal, lo que enmascara el real
deterioro que va ocurriendo. A medida que avanza hay un compromiso afsico, aprxico y agnsico
gradual, comenzando con una simple reduccin del lenguaje. Aparece a veces afasia por falta de
memoria (pero no afasia expresiva) y estereotipias verbales (mutismo o ecolalia). Lo signos neurolgicos
y el EEG son normales. En la tomografa computada se aprecia dilatacin ventricular, sobre todo en las
astas ventriculares frontales. Evoluciona durante 3-5 aos y luego muere. En otros casos la evolucin es
ms larga llegando a la caquexia (prdida importante de peso y masa corporal).
Castelluccio, Clases dictadas en la asignatura Correlaciones de la clnica mdica en la Carrera de Psicologa de la
Universidad de Belgrano (Buenos Aires), durante 1987/89.

Ejemplos de demencias preseniles.- Se mencionan la corea de Huntington, la demencia de


Creuzfeder-Jabob y la enfermedad de Wilson.
La corea crnica de Huntington es una enfermedad hereditaria producida por un gene recesivo que
produce una atrofia cortical que lleva a la demencia. Tambin presenta atrofia del cuerpo estriado.
En cuanto al diagnstico diferencial, debe distingursela de la corea juvenil (o Mal de San Vito), que es
aguda, infecciosa y sin demencia. Esta corea juvenil es producida por el estreptococo beta-hemoflico y es
una consecuencia de la fiebre reumtica, tomando solamente los centros extrapiramidales pero no la
corteza.
La demencia de Creuzfeder-Jabob es una enfermedad crnica demencial que afecta la corteza piramidal
(trastornos del tono muscular y la motilidad voluntaria) y la extrapiramidal (temblor o rigidez).
La enfermedad de Wilson es un trastorno metablico del cobre, que se almacena en los ncleos grises de
la base produciendo demencia y en el hgado, generando insuficiencia heptica. Es hereditaria y ligada a
un gen recesivo.
Castelluccio, Clases dictadas en la asignatura Correlaciones de la clnica mdica en la Carrera de Psicologa de la
Universidad de Belgrano (Buenos Aires), durante 1987/89.

Demencia por arteriosclerosis cerebral.- Tipo de arteriosclerosis donde el cerebro est comprometido
por un dficit de riego sanguneo.

Etiologa.- Prdida de elasticidad arterial (con lo cual disminuye la luz arterial) por envejecimiento: se van
depositando placas de grasa (arteromas) en las paredes de las arterias.
Cuadro clnico.- a) Los signos y sntomas precoces configuran el sndrome arteriosclertico mnimo:
zumbidos de odos, mareos, cefaleas, trastornos de la memoria y el sueo tardo. Pierde primero la
memoria de hechos recientes: baja la memoria de fijacin pues disminuye la cantidad de ARN disponible
al bajar la sntesis proteica. Hay trastornos de la afectividad (indiferencia, se siente no querido). Puede
haber depresin al darse cuenta de su estado, nerviosismo, fatiga e insomnio. b) Cuando la enfermedad
avanza, los sntomas anteriores se agravan, se pierde la memoria de evocacin (por isquemia y necrosis
neuronal) y todo el cuadro puede evolucionar hacia una demencia o bien hacia un parkinsonismo (donde
no hay compromiso intelectual). Los sntomas predominantes son mnmicos, pudiendo llegar a la
amnesia total. Hay desorientacin espacio-temporal, apraxia de construccin y agnosia de lugares
conocidos.
A nivel anatmico hay una atrofia cortical bilateral difusa (similar al Alzheimer), que predomina en los
lbulos frontales y temporales. A nivel histolgico se ven alteraciones vasculares y placas seniles a nivel
cortical, especialmente en las astas de Ammn.
Castelluccio, Clases dictadas en la asignatura Correlaciones de la clnica mdica en la Carrera de Psicologa de la
Universidad de Belgrano (Buenos Aires), durante 1987/89.

Demencia y depresin.- Un historial clnico de depresin aumenta el riesgo de padecer posteriormente


demencia, y en pacientes con demencia la incidencia de la depresin parece ser elevada. Los estudios
transversales demuestran que los niveles totales de sntomas depresivos son comparables para los
individuos tanto con demencia como sin ella. Los sntomas depresivos en la demencia se caracterizan por
sntomas que sugieren un deterioro de la motivacin. Aunque la etiologa de la depresin en demencia es
desconocida, varias lneas de la evidencia acentan la importancia de factores neurobiolgicos. Se
precisan otros estudios son necesarios para aclarar esta intrigante relacin.
Joost G.E. Janzing. Depresin y demencia: el eslabn perdido . Current Opinion. 2003 Ene; 16(1).

DEPENDENCIA
Definicin.- La dependencia de sustancias psicoactivas "se produce cuando hay un uso excesivo de la
sustancia que produce consecuencias negativas significativas a lo largo de un amplio periodo de tiempo".
Belloch A y otros, Manual de Psicopatologa, Volumen I, Madrid, McGraw-Hill, 1995, pg. 525.

Dependencia cruzada.- "Es la capacidad de una droga para suprimir el sndrome de abstinencia
producido por otra droga. As, la metadona puede suprimir el sndrome de abstinencia de la herona y los
tranquilizantes suprimen la abstinencia alcohlica. La utilizacin de la dependencia cruzada es la base de
la mayora de los mtodos de desintoxicacin".
Belloch A y otros, Manual de Psicopatologa, Volumen I, Madrid, McGraw-Hill, 1995, pg. 525.

Dependencia fsica.- La dependencia fsica de una droga es un "estado de adaptacin que se manifiesta
por la aparicin de intensos trastornos fsicos cuando se interrumpe la administracin de la droga o se
influye en su accin por la administracin de un antagonista especfico. Esos trastornos, esto es, los
sndromes de abstinencia, estn constitudos por series especficas de sntomas y signos de carcter
psquico y fsico peculiares para cada tipo de droga".
Belloch A y otros, Manual de Psicopatologa, Volumen I, Madrid, McGraw-Hill, 1995, pg. 525.

Dependencia psicolgica.- La dependencia psicolgica o psquica de una droga es una "situacin en la


que existe un sentimiento de satisfaccin y un impulso psquico que exigen la administracin regular o
continua de la droga para producir placer o evitar malestar".
Belloch A y otros, Manual de Psicopatologa, Volumen I, Madrid, McGraw-Hill, 1995, pg. 525.

Generalidades.- No hay un acuerdo sobre la definicin de dependencia pero cada autor subraya
distintos aspectos tericos: social, antropolgico, psiquitrico, sociolgico, etc. Hay condiciones
biolgicas, sociales y culturales que provocan la dependencia, pero tambin se habla de tipos de
personalidad proclives a la dependencia. La dependencia sera un rasgo de personalidad que se
manifiesta a nivel personal e inter-personal.
Los desarrollos tericos ms recientes dejaron de preguntarse sobre el porqu de la dependencia, y
buscaron mas bien responder como ocurre ella, y como se mantiene.
Desde esta perspectiva, se busc relacionar la dependencia con el control y la eficacia de la conducta. En
general, se asume que el enlace principal de la dependencia con el control de la conducta se basa en dos
creencias que tiene el individuo: 1) el mundo en que vivo es contingente y estoy tratando en un entorno
de respuestas, y 2) puedo dominar conductas o habilidades porque producen resultados especficos y
consecuencias requeridas por la situacin que voy a enfrentar.

As, la falta de control resulta o bien de no esperar un entorno contingente y de respuestas, o bien de no
esperar ser competente o habilidoso. As, uno es dependiente porque el problema est en el ambiente y
porque est en uno mismo (no es competente).
Condensado de Baltes y otro (1992) Evaluacin e intervencin psicolgica en la vejez. Captulo 3.

La dependencia desde una perspectiva del aprendizaje operante.- Esta perspectiva toma en
cuenta la unidad estmulo-respuesta ms que la conducta global, y considera los refuerzos como la
recompensa o el castigo.
La utilizacin de este enfoque operante en el estudio de la conducta dependiente del anciano enfatiza
tambin la plasticidad de las conductas, y destaca la posibilidad de utilizar varios mtodos: operanteexperimental, operante-observacional y operante-ecolgico.
Los hallazgos obtenidos por estos tres tipos de mtodo parecen converger en los siguientes puntos:
1) Las conductas dependientes estn codeterminadas por condiciones ambientales, y un cambio en estas
condiciones revierte las conductas dependientes de los ancianos, hacindolas independientes.
2) Las conductas de cuidado personal, dependientes o independientes, experimentan ecologas sociales
distintas; mientras las conductas independientes son las ms ignoradas, las primeras van seguidas de
consecuencias sociales inmediatas de una forma continuada y regular.
3) Cuando se consideran las contingencias (cambios) ambientales hay una diferenciacin adicional entre
las conductas dependientes e independientes. Los individuos con conductas dependientes tienen mayores
posibilidades de no experimentar reacciones a partir del medio social. Esto tambin es cierto para las
conductas de compromiso destructivo en los tipos de conducta independiente. Las conductas de
compromiso constructivo se ven apoyadas por una contingencia intermediada socialmente.
4) Reconstruyendo estos hallazgos, cabe concluir que la conducta dependiente presenta el mximo
control y poder, con respecto a las contingencias sociales.
5) La descripcin de la dependencia, como funcin de la presencia de contingencias sociales y como
reversible, tras un cambio en las contingencias, cuestiona las relaciones entre la dependencia, el
desamparo, o la falta de control o autoeficacia.
La multifuncionalidad de la conducta dependiente alude, finalmente, a que una conducta dependiente
puede cumplir funciones distintas y tiles. Por ejemplo puede servir para adaptarse al ambiente, o ser
simplemente una reaccin pasiva al mismo.
Condensado de Baltes y otro (1992) Evaluacin e intervencin psicolgica en la vejez. Captulo 3.

Dependencia en ancianos.- Un sistema de creencias culturales que declara la dependencia como algo
aversivo y sancionable provoca un fuerte impacto negativo en cualquier individuo con conductas
dependientes. Se pueden deducir tres puntos principales que confrontan las investigaciones sobre la
dependencia en la edad avanzada: multicausalidad, multidimensionalidad y multifuncionalidad.
1) Multicausalidad: la dependencia no depende solamente de un estado biolgico sino tambin de las
condiciones socio-ambientales. Por ejemplo, ciertas personas reciben en forma ms habitual la etiqueta
de dependientes (ancianos, desempleados, etc).
2) Multidimensionalidad: La dependencia presenta muchas facetas como la depresin, la agresin, el
autocontrol. Tambin se habla de dependencia mental, fsica, econmica, social, afectiva, real o
imaginaria, de crisis y neurtica. Tambin se habla de dimensiones personal, situacional e interpersonal
de dependencia.
3) Multifuncionalidad: En algunas culturas la dependencia es indeseable, pero en otras es tolerada y
hasta aceptada. Se acepta tambin la dependencia en ciertas etapas de la vida (niez, enfermedades,
etc).
Condensado de Baltes y otro (1992) Evaluacin e intervencin psicolgica en la vejez. Captulo 3.

Magnitud de la dependencia en los ancianos.- Se puede hacer una estimacin de la magnitud de la


dependencia del anciano mediante el concepto de proporcin de dependencia, y se define como la
proporcin de la poblacin trabajadora que est disponible para apoyar a aquellos que no trabajan.
Las estadsticas muestran que las proporciones de dependencia estn aumentando en las culturas
occidentales, debido a un incremento del nmero de ancianos en la poblacin, incremento que se produce
por los avances de la medicina.
Hubo mejoras en los servicios mdicos, sociales y psicolgicos para los ancianos, y en este contexto los
estudios epidemiolgicos juegan un papel importante en la proporcin de informacin de sus
necesidades.
Epidemiolgicamente, dependencia se define como incapacidad funcional para realizar las actividades
cotidianas esenciales. Hay otras caracterizaciones, pero todos coinciden en sealar que dependencia
implica las reas del mantenimiento propio, del hogar, la movilidad, y con frecuencia el deterioro de la
visin y la audicin. Se estudia por ejemplo si la persona puede o no moverse por s sola, alimentarse
sola, etc, y en base a ello se construyen escalas de mayor o menor dependencia.
El trabajo epidemiolgico sobre la dependencia en la edad avanzada se ha limitado a relacionarla sobre
todo con la edad, el sexo, la clase social y el deterioro psiquitrico. Este punto de vista fue criticado por

basarse demasiado en lo observable y no buscar factores ms profundos subyacentes a la dependencia.


Por ello se realizaron estudios tericos sobre esta.
Condensado de Baltes y otro (1992) Evaluacin e intervencin psicolgica en la vejez. Captulo 3.

De la dependencia a la independencia.- Se puede describir el desarrollo emocional en trminos de un


recorrido gradual de la dependencia a la independencia (lo que no impide que tambin pueda describirse
en trminos de zonas ergenas -oral, anal, etc- o relaciones objetales).
Madurez no es slo crecimiento personal sino tambin socializacin, la que se alcanza cuando el adulto
puede identificarse con la sociedad sin sacrificar demasiado lo personal, o viceversa. En el proceso se
pueden describir tres categoras o etapas: dependencia absoluta (ltimo periodo de embarazo y seis
primeros meses de vida), dependencia relativa (entre seis meses y dos aos), y hacia la independencia
(nio deambulador y pber).
Dependencia absoluta.- El nio al principio es independiente en cuanto a lo que trae como herencia, pero
es dependiente pues depende de la provisin ambiental. Este ambiente facilitador permite que siga la
maduracin, entendida esta como evolucin del yo y del self, los instintos, las defensas, etc.
Son los padres quienes deben proveer el ambiente facilitador, satisfaciendo las necesidades del nio. La
madre debe estar entregada al cuidado del beb luego del nacimiento, y esto se llama "preocupacin
materna primaria". La naturaleza hace lo necesario para satisfacer lo que el infante necesita, que es un
"alto grado de adaptacin". Adaptacin no es satisfacer las necesidades instintivas sino el que la madre
no abandone al infante, aunque puede y debe frustrarlo en cuanto a dichas necesidades instintivas. Debe
satisfacer en cambio otras necesidades como la de sostn: nadie puede sostener un beb a menos que se
identifique con l.
Luego la madre ir ocupndose de sus propia vida y abandonando gradualmente al nio, y debe darle un
motivo para tener rabia, porque si no el nio no podr fusionar la agresin con el amor.
En la dependencia absoluta el infante no tiene ningn medio de percatarse de la provisin materna.
Dependencia relativa.- Es la dependencia de la cual el infante puede darse cuenta de que depende (en
cambio en la dependencia absoluta la madre hace mucho para satisfacer las necesidades del yo del nio
pero nada de ello queda registrado en la mente del nio).
Cuando la madre est ausente cierto tiempo el nio se angustia: siente su necesidad de ella, comprende
que la madre es necesaria. Esta fase dura entre seis meses y dos aos, pero desde los dos aos el nio
ya cuenta con armas para enfrentar la prdida.
Desde muy temprano el nio puede tener una capacidad para identificarse con la madre, como por
ejemplo el reflejo de la sonrisa. Tambin, ms tarde ponerse en el lugar de la madre alivia su
dependencia, de donde proviene su comprensin de que la madre tiene una existencia personal y
separada de la de l. Al poder identificarse con la madre o ambos padres desva parte del odio hacia ellos
en tanto desafan su omnipotencia.
Las identificaciones siguen luego rutas ms complejas a travs de un intercambio continuo entre realidad
interna y externa que se enriquecen recprocamente. Se vuelve no slo un creador del mundo sino
alguien capaz de poblarlo con muestras de su propia vida interior.
Hacia la independencia.- El nio puede enfrentar gradualmente el mundo y sus complejidades, pues ve
en l lo que ya est presente en su propio self, aunque pueden producirse retrocesos.
En la latencia por lo general los nios estn satisfechos con la dependencia que tienen la suerte de poder
experimentar. Los adultos deben luego continuar el proceso de crecer y madurar, pues pocas veces
llegan a una madurez completa.
Winnicott D (1963) De la dependencia a la independencia en el desarrollo del individuo. Incluido en Winnicott D
(1996), Los procesos de maduracin y el ambiente facilitador. Estudios para una teora del desarrollo emocional.
Buenos Aires: Paids.

DEPORTE
Generalidades.- El mbito de la conducta humana denominada deporte comprende un gran nmero de
personas, entre participantes y espectadores, en todas las naciones y civilizaciones del mundo. La
actividad deportiva siempre ha sido una caracterstica del hombre a lo largo de la historia.
Etimolgicamente, la palabra deporte deriva de 'disporte' (dis y portore), es decir, 'sustraerse al trabajo'.
Esta derivacin de la palabra implica que el deporte es diversin, no tarea pesada. En el deporte la
actitud es de juego, y la satisfaccin reside no tanto en los resultados como en la experiencia misma. La
diversidad de actividades fsicas y deportivas es tal que en ella pueden encontrar satisfaccin toda la
gama de las necesidades humanas y, en cierto sentido, estudiar las motivaciones de quienes practican
deportes.
Se ha caracterizado a los deportes como: 1) un medio de expresin de la lucha de los adolescentes en su
bsqueda de adaptacin y aceptacin; 2) procesos de competicin y cooperacin que caracterizan la
conducta social de sociedades especficas; 3) el resultado de un impulso exitoso y de sus implicaciones; y
4) agradables pruebas de supremaca fsica.

El eminente historiador ingls Arnold Toynbee opina que los deportes son esenciales para el bienestar de
las personas si tenemos en cuenta las condiciones de vida a que nos somete la moderna cultura
industrial. El deporte es un intento conciente de contrarrestar la especializacin destructiva del espritu
que lleva consigo la divisin del trabajo en el individualismo.
Segn lo dicho hasta aqu, podramos definir al deporte como un esfuerzo corporal ms o menos vigoroso
realizado por el placer y recreacin de la actividad misma y practicada por lo general de acuerdo a formas
tradicionales o conjunto de reglamentaciones.
Puede ser o no ser competitivo, aunque esta condicin introduce las motivaciones que aumentan el valor
de su prctica. La competencia deportiva individual, sin embargo, puede ser con respecto a la propia
marca o a las marcas previamente establecidas por otros. Las actividades deportivas pueden realizarse
individualmente, sin oponentes, solo por el placer de la experiencia; as la natacin, el patinaje, el esqu,
etc.
Cazau P (2002) Vocabulario de Psicologa. Buenos Aires: Redpsicologa.

Motivacin y deporte.- 1) Como cualquier actividad humana, el hacer deportes es una actividad
motivada y motivable. Motivada porque el deporte implica siempre un 'para qu' se hace, ms all de una
eventual retribucin monetaria. Y motivable porque siempre cabe la posibilidad de 'despertar' motivos
dormidos en una persona para que comience a realizar prcticas deportivas a cualquier edad.
2) La motivacin para iniciar y continuar una actividad deportiva no es una sola, sino mas bien una
configuracin de motivos, nica para cada jugador. En esta configuracin encontramos por ejemplo
necesidades de afiliacin, necesidades por realizar una tarea por s misma, necesidades de
autorrealizacin, de autoestima, de reconocimiento social, de bienestar corporal, etc.
3) La simple presencia de motivaciones en el deportista no es muchas veces suficiente para la tarea
deportiva. Es preciso que estos motivos se 'activen', y aqu cumple un rol fundamental el entrenador
quien en realidad no 'motiva' (en el sentido de crear los motivos) sino que activa los motivos potenciales
o dormidos en el jugador, pues si este no los tiene el entrenador poco y nada podr hacer.
4) En otros casos el jugador est lo suficientemente motivado como para no requerir estmulo externo.
Esto es algo que debieran tener en cuenta algunos entrenadores que consideran parte de su tarea
obligatoria motivar a los jugadores, cuando a veces ello no es indispensable.
5) La motivacin en el deporte es importante, porque la misma actividad deportiva es en s misma
importante. Esta trascendencia del deporte est dada porque ste es un medio ideal para que el hombre
pueda encontrarse consigo mismo, para que actualice sus potenciales, proporcionndole la oportunidad
de ser lo que lo es capaz de ser. Es esta libertad la que le brinda la posibilidad de encontrar en el deporte
una sensacin de plenitud (Curtis Gutts, citado por Lawther, 1972), que puede estar ausente o no poder
conseguirla en otras reas de su vida. Esto no significa que el deporte sea una actividad subsidiaria que
se limite a compensar falencias en otras reas de la vida, sino que es realmente una actividad tan
importante como el trabajar, estudiar, etc.
Cazau P (2002) Vocabulario de Psicologa. Buenos Aires: Redpsicologa.
Referencias bibliogrficas
Lawther J (1972) Psicologa del deporte y del deportista. Madrid: Paids.

Motivacin y deporte.- El estudio de la esfera de motivacin resulta un tema bastante complejo para
los psiclogos del deporte. An los entrenadores, profesores de educacin fsica y deportistas estn
esperando una explicacin de cmo este factor modifica el rendimiento, pero no hay dudas de que
permite analizar porqu unos trabajan duro o juegan con ms tesn e intensidad que otros; porqu unos
llegan a un alto rendimiento y otros, con especialidades similares, no alcanzan estos resultados, y porqu
unos continan participando en la actividad y otros no.
Varios jugadores pueden ser impulsados a realizar la misma tarea, de idntica forma y con igual
intensidad, por diferentes razones; por otra parte, si un grupo de atletas recibe el mismo estmulo
aparente para funcionar, se originar una variedad de conductas. Se ha podido concluir que los mismos
mtodos para motivar a dos atletas pueden ocasionar resultados diferentes y puede, inclusive, provocar
comportamientos opuestos en ese propio atleta, si se utiliza en periodos diferentes.
Por estas razones, resulta verdaderamente difcil llegar a plantearse, de forma absoluta, una solucin
para el problema de la elevacin y mantenimiento de la motivacin de los deportistas, pero brindarle
atencin a este importante aspecto de la personalidad es algo insoslayable.
Cazau P (2002) Vocabulario de Psicologa. Buenos Aires: Redpsicologa.

Motivacin y deporte.- En el deporte existe una organizacin motivacional que subyace a la variada
gama de motivaciones que conducen a su prctica. Puede decirse que la estructura motivacional bsica,
corresponde a tres categoras que se presentan seguidamente: I, II y III.
I Entretenimiento y placer en el deporte.- Es evidente que el deporte procura placer. Segn Michel Bouet
"el deporte es una ventana abierta al puro placer que producen el movimiento muscular, la respiracin y
la circulacin activados". Adems dice que el deporte se practica con una intensidad que es proporcional

al placer fsico que se deriva de l; que la necesidad de ejercicio fsico provoca esta atraccin y que la
participacin deportiva produce una conmocin sensorial, fsica y perceptual.
Existen en el nio, pero tambin en el adulto, actividades que parecen no tener otro fin que el de existir y
de las que se dira que constituyen su propia recompensa. Esas actividades que tienen su motivacin en
s mismas se denominan autotelricas y se distinguen radicalmente de la bsqueda de eficacia o utilidad.
Aqu se trata de conductas de juego, de bsqueda de expresin y de emocin artstica, pero tambin de
comportamientos ms rudimentarios de exploracin o de actividad fsica en apariencia estril.
Desde temprana edad se observan en el nio conductas que obedecen al simple "placer de funcionar" o al
"placer de ser la causa de algo" y que parecen responder a una necesidad fundamental. En efecto, lo
cierto es que los experimentos de privacin sensorial y motriz revelan que el organismo no puede vivir y
desarrollarse si no se le incita mediante estimulaciones sensoriales varias y si le es imposible ejecutar
una cantidad suficiente de actividad motriz. Esas actividades sensoriomotrices tienen por un lado una
funcin muy especfica en relacin con la maduracin de las clulas nerviosas y la aparicin de ciertas
conductas, y, por otro lado, una funcin no especfica consistente en una tendencia a "bombardear" el
organismo con informaciones, a activarlo, a "consumir" su energa.
Consideradas a corto plazo, esas actividades parecen carecer de significado: con qu fin una ardilla
enjaulada hace girar su rueda? qu objetivo persigue un nio que se agota subiendo y bajando por el
tobogn o que se concentra con el movimiento de su automvil de juguete?
La tendencia a la bsqueda del bienestar, del confort y de impresiones agradables, tiene un carcter muy
general y su importancia puede ser muy variable.
Los nios para justificar su inters por el deporte lo relacionan con el entretenimiento y placer que
experimentan. Simtricamente, algunos de esos jvenes deportistas dejan de practicar porque los
entrenamientos les resultan aburridos y la actividad, a sus ojos, no es lo bastante excitante o
estimulante.
II Necesidad de afiliacin y motivacin en el deportista.- Murray ha denominado "tropismo social" o
"necesidad de afiliacin" a la tendencia del hombre a establecer contactos y a buscar relaciones afectivas
con otros. Posteriormente, esa necesidad de afiliacin fue conceptualizada como una bsqueda de
aceptacin social (Atkinson y otros, 1954) constituida por dos tendencias: el deseo de afiliacin y el
miedo al rechazo por parte del otro. En su estudio sobre los antecedentes y las consecuencias de la
afiliacin, Schachter advierte que esa bsqueda de otro, ese "gregarismo" tal vez sea el objetivo mismo
de la conducta (y constituya su motivo), y tal vez sea un medio para alcanzar un fin (para jugar al
balonmano antes hay que integrarse en un equipo). En su notable sntesis sobre la motivacin humana,
Nuttin propone la idea de que existira una doble orientacin de las conductas: una, dirigida a uno
mismo, apuntara a la autoconstruccin y al desarrollo del "self" (s-mismo); la otra, que es un
"movimiento hacia el objeto", apuntara a distintos objetos externos, entre los cuales los objetos sociales
ocupan un lugar de preferencia.
La cualidad de indispensable que posee ese compromiso con el prjimo es bien conocida y no viene al
caso, para demostrarla, recordar aqu los trabajos clsicos sobre las carencias afectivas o el apego en el
nio y en el animal.
A medida que el nio crece, sus relaciones sociales se amplan y establece vnculos con ms personas. La
motivacin social de un individuo se ampla tambin para incluir motivos de aceptacin por parte del
grupo.
"El hombre se interesa en sumo grado por las opiniones, tendencias y sentimientos de otros para con l,
y no slo acta en funcin de esa imagen, sino tambin para modelarla a su gusto" (Nuttin J, 1969).
De modo que, en este caso, podemos decir que los xitos deportivos tienen tanta importancia en lograr
una mayor aceptacin por parte de los pares, al mismo tiempo que desarrollan en los individuos un fuerte
sentimiento de seguridad.
III Motivos relacionados con la competencia, el s mismo y la realizacin.- Los organismos necesitan
"hacer", es decir, realizar algo con el mundo que exploran y organizan. En esto consiste el motivo para el
logro o la realizacin que puede ser definido como las expectativas de afecto derivadas de la propia
actividad y rendimiento. Es un motivo sumamente variable en las distintas personalidades, y se
desarrolla con mayor fuerza en las culturas y familias que enfatizan la evolucin independientemente del
individuo. Por el contrario, el logro como motivo de poca intensidad aparece asociado a las familias en las
cuales el nio es ms dependiente de sus padres y hermanos, y de alguna manera est supeditado a
ellos.
En nuestra sociedad, los motivos de logro estn estrechamente vinculados con la necesidad de
aprobacin social, y, segn Adler, se desarrollan para superar la inferioridad de la infancia, con sus
sentimientos de impotencia, debilidad y dependencia.
La mayora de las investigaciones para estudiar los motivos de logro se refieren al nivel de aspiracin
entendido como el resultado que una persona espera obtener al comenzar una tarea.
Este nivel depende de la experiencia que cada persona tiene de sus posibilidades, pero tambin de las
reacciones ante los fracasos cuando el nivel de rendimiento ha sido inferior al de aspiracin, o bien ante
los xitos en el caso inverso.

Ahora bien, xito y fracaso son dos valoraciones relativas a las expectativas de los individuos con
respecto a su propia accin, expectativas fundadas en los motivos de logro, y de autoafirmacin del yo
individual y con una fuerte influencia cultural.
Con respecto al nivel de aspiracin, es posible distinguir dos actitudes bsicas: por una parte las
actitudes objetivas expresadas en el hecho de que el individuo trata de hacer corresponder lo ms
estrictamente posible su nivel de aspiracin con su nivel de rendimiento. Pero frecuentemente se
manifiestan actitudes subjetivas que determinan que el nivel de aspiracin se fije con relacin al nivel de
rendimiento.
En estos casos, cuando predomina un proceso de compensacin, el nivel de aspiracin sobrepasar el de
rendimiento, en tanto que cuando prevalezca el temor al fracaso, la defensa actuar manteniendo el nivel
de aspiracin por debajo de la realizacin.
Los estudios realizados a este respecto demuestran que tanto la derrota como el fracaso influyen en el
nivel de aspiracin de cada uno.
Las derrotas ocasionales, pero no demasiado frecuentes, no hacen ms que reforzar los mximos
rendimientos.
El propio nivel de aspiracin, aquel que especialmente se relaciona con el rendimiento que la persona se
propone alcanzar est determinado, en buena medida, por las experiencias pasadas. La persona
ambiciosa, con xitos parciales en su haber, tiende a elevar su nivel de aspiracin despus de haber
obtenido victoria, si bien no lo eleva muy alto para que no resulte totalmente inalcanzable. No obstante,
se debe aspirar a los niveles ms altos si se pretende un mejor desarrollo de las posibilidades.
Ciertas caractersticas de la personalidad estn relacionadas con el nivel de aspiracin de cada uno de
nosotros. Por regla general, la persona muy tmida, que tiene mucho miedo al fracaso, se propondr un
nivel muy bajo para poder evitarlo. Las personas poco realistas son proclives a establecer niveles de
aspiracin o bien inalcanzables por lo altos, o bien tan bajos que el llegar a ellos no les ofrece la menor
dificultad.
Los buenos atletas no buscan las victorias fciles. Necesitan como un desafo, la amenaza y el peligro de
ser derrotados. Saben que la victoria es incierta. Las derrotas no suprimen, de ningn modo, el deseo de
seguir compitiendo, si no se producen con demasiada frecuencia.
Un fracaso lleva a examinar los niveles de rendimiento y estimula los esfuerzos para elevar las
perfomances. Una derrota permite frecuentemente, tomar conciencia de los puntos dbiles que deben ser
reforzados y los errores que deben corregirse. En muchas oportunidades un equipo de gran categora y
repetidos xitos ha aprendido con mayor rapidez y mejorado su perfomance despus de la derrota.
Por otra parte en los individuos frustrados, tensos y ansiosos el miedo al fracaso es ms fuerte que el
acicate del xito. A menudo es necesario ayudarlos a establecer un nivel de aspiracin acorde con la
realidad y que tenga en cuenta no slo sus posibilidades potenciales, sino tambin su tolerancia a los
eventuales fracasos.
Es funcin del entrenador elevar el nivel de aspiracin en los deportistas. En muchos casos conformarse
con el propio nivel de perfomance suele motivar, generalmente, el cese de los intentos por mejorarlo.
Uno de los aspectos menos afortunados de las destrezas deportivas de alto nivel es que se convierten en
prctica conciente con el objeto de retener las marcas conseguidas.
Por el contrario, en algunos atletas que tienen las mejores perfomances, las nuevas marcas establecidas
por sus pares a menudo promueven la elevacin de sus niveles de aspiracin, y de este modo pueden
alcanzar o sobrepasar aquellas marcas.
En conclusin, podemos decir que el nivel de aspiracin de una persona es un indicador significativo de
su futuro rendimiento.
Por otra parte, si bien la competencia constituye claramente, al parecer, la piedra angular de la
motivacin de realizacin del deportista, al parecer no hay datos experimentales relativos a su desarrollo.
Solo un experimento realizado por Horn y Hasbrook (1986), muestra que hasta los 8-9 aos los nios
asignan gran importancia al resultado y al feedback proveniente de los padres o de los espectadores. A
continuacin la importancia del feedback de los adultos disminuye, en beneficio de las comparaciones
entre iguales.
La palabra 'competicin' se deriva de la expresin latina 'competere', que significa "buscar
conjuntamente" (con=juntamente, y petere=buscar). Por lo general implica competencia con otro u otros
y, a menudo, tambin la evaluacin de su rendimiento en trminos comparativos, es decir, en
comparacin con el rendimiento de los dems.
Se puede competir con la propia marca o con la marca establecida previamente por otros en las mismas
circunstancias deportivas. Para Bouet los grandes momentos del deporte no son tanto aquellos en los que
se derrota a un oponente, cuanto los momentos en que se supera la propia marca, tanto si se sale
vencedor como vencido.
De modo que podemos concluir con Thompson que tanto la competencia y la rivalidad satisfacen las
necesidades de la persona. La competencia satisface un impulso bsico, da deleite y sentido a la
existencia, levantando tanto la moral como la autoestima.
Cazau P (2002) Vocabulario de Psicologa. Buenos Aires: Redpsicologa.
Referencias bibliogrficas

Nuttin J (1969) La motivacin. Buenos Aires: Proteo.

Motivacin interna y externa en el deporte.- La actividad deportiva tiene motivaciones internas y


externas.
Motivacin interna.- El grado de motivacin interna vara grandemente entre los deportistas. La razn por
la que participan y el esfuerzo para el cual estn preparados para conseguir el triunfo, son factores con
los que el entrenador tiene muy poco que ver, al menos en principio.
Algunos deportistas estn altamente motivados internamente, e invertirn una enorme cantidad de
tiempo trabajando para perfeccionar sus destrezas sin ser instados o halagados por el entrenador. Otros
invertirn muy poco tiempo y el entrenador tiene que proporcionar la necesaria motivacin para
ayudarles a alcanzar su potencial.
Motivacin externa.- Probablemente el papel ms importante que desempea un entrenador es el de
motivador; su personalidad, conviccin, fines y tcnicas de motivacin son de principal importancia para
el desarrollo de las actitudes de sus jugadores y el grado de xito que estos alcanzarn. De ah que
necesita analizar su propia teora de motivacin y examinar sus enfoques de esas cualidades que piensa
son importantes para desarrollar un ganador. Estos conceptos de motivacin seguramente se convertirn
en parte predominante del carcter de su equipo, simplemente porque estas son las cosas que enfatizar
con mayor fuerza. Por ejemplo, si el foco de atencin dominante del entrenador es la organizacin, con
toda probabilidad ese equipo ser un grupo bien disciplinado y organizado que sabe exactamente lo que
va a hacer. El entrenador que site el nfasis mximo en el trabajo duro probablemente producir un
equipo que tendr una condicin fsica superior y que apreciar adems, el valor de su
acondicionamiento. Por la misma regla de tres, los rasgos de personalidad indeseables sern transmitidos
a los jugadores y a su vez se asociarn al equipo. (Este principio general debe parecer razonable a la
mayora de los entrenadores que son, constantemente, testigos de los enfoques de entrenamiento
dirigidas a equipos que produzcan juegos adaptados a sus planteos o puntos de vista). Por ejemplo, un
entrenador que sea un gran defensor producir equipos de grandes defensores; un entrenador que crea
fuertemente en el valor del ataque tendr un equipo que se convertir en un adepto a esta parte del
juego; y el entrenador que se haya convencido que presionar al oponente es necesario para ganar,
producir equipos que sern reconocidos por esta caracterstica. El resultado del hiper-nfasis en un rea
ser que el equipo quedar deficiente en otra. Por ejemplo, un entrenador de ftbol puede enfatizar tanto
en los lanzamientos de baln que se olvide de ensearles a analizar una situacin y a manejarla
inteligentemente; un equipo organizado puede estar tan interesado con la mecnica y la forma del juego
que sus componentes no recuerden la importancia de los lanzamientos de baln. En otras palabras el
entrenador 'puede' estar sacrificando otros elementos importantes del juego para reforzar su rea. Para
"la completa" aproximacin de la motivacin son esenciales los siguientes factores:
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.

El entrenador necesita examinar su propio enfoque acerca de qu es importante (factores de


motivacin).
Necesita examinar sus mtodos de poner su perspectiva en accin (cmo pone en prctica esos
cuadros en su equipo).
Si su enfoque no tiene xito, debe decidir lo que sea necesario para mejorar la situacin.
Debe percatarse de las ventajas y desventajas de su perspectiva.
Tiene que ser capaz de ver dnde se queda corto en la aproximacin de la escena de motivacin.
El entrenador debe estar alerta de cmo trabaja la motivacin a nivel de equipo y cmo afecta a
cada jugador. Tiene que estar familiarizado con todas las tcnicas especiales que son tiles con
los equipos y con cada jugador desprovisto de esos rasgos deseables.
Tambin el entrenador ha de hacer todos los esfuerzos para determinar si, inconcientemente,
est haciendo cualquier cosa que pueda minar sus metas motivacionales; por ejemplo debe
enfatizar el trabajo duro y sin embargo, recorta demasiado la prctica; otro puede intensificar la
lucha sin tolerar la ira, la blasfemia o las rias en el equipo; un tercero puede intensificar la
organizacin y la planificacin estratgica siendo l mismo una persona descuidada. Una cosa
muy comn entre los entrenadores es tener expectativas poco reales. El entrenador debe estar
genuinamente preocupado acerca de la falta de agresin de su equipo sin jams darse cuenta
que l mismo no es una persona agresiva y por lo tanto es indirectamente responsable de esa
situacin.

Una buena pregunta a realizar al respecto es: puede ser un entrenador un motivador completamente
efectivo en 'todos' los aspectos del juego? Puede inspirar agresividad, trabajo duro, organizacin y
espritu de equipo a un grado igualmente alto? El xito es posible pero slo si el entrenador analiza
'cuidadosamente' la situacin, planifica su curso de accin y posteriormente se atiene al plan.
Cazau P (2002) Vocabulario de Psicologa. Buenos Aires: Redpsicologa.

Preparacin motivacional en el deporte.- La planificacin motivacional cuidadosa se debe realizar


antes de que comience la temporada para asegurar el manejo correcto de la personalidad de los
individuos y las situaciones importantes que afecten a todo el equipo.
El entrenador debe hacer un esfuerzo para comprender las fuerzas de motivacin que estimulan al
deportista a su participacin. La direccin y extensin del esfuerzo futuro del entrenador puede
determinarse si es capaz de valorar exactamente el grado inicial de motivacin presente en el jugador.
Si el jugador es brillante, trabajador duro, agresivo y leal, el entrenador no tiene que hacer ningn ajuste
o algo especial. Sin embargo puede ser un serio error presuponer que todos los jugadores participan por
amor al deporte. Puede haber muchas otras razones para participar y estas pueden variar grandemente
de un jugador a otro. Un deportista querr participar:
1.
2.
3.
4.
5.

Para
Para
Para
Para
Para

obtener reconocimiento.
sentirse ms fuerte.
satisfacer un deseo de sus padres.
impresionar a su amiga o amigo.
darse la oportunidad de desahogar sus sentimientos de ira.

La ntima incgnita aqu es continuar el deportista compitiendo con el mismo entusiasmo o estas
fuerzas de motivacin cambiarn, si la oportunidad de realizacin ha sido modificada de algn modo? Por
ejemplo, si la novia/o o los padres no pudieran ver el juego, afectara eso al jugador?
Es, por supuesto, muy posible que el entrenador no tenga control sobre algunas de estas variables, mas
debe estar conciente de su existencia de modo que pueda evitar una situacin desagradable o incmoda,
si es posible.
Cazau P (2002) Vocabulario de Psicologa. Buenos Aires: Redpsicologa.

Estudio de la esfera motivacional de los atletas.- Cualquier decisin que se tome en el sentido de
emplear medios de influencia psicolgica, dirigidos a enriquecer e intensificar los motivos de los
jugadores para rendir ms en los entrenamientos y competencias, debe estar sustentado en un estudio
previo de la esfera de motivacin de cada atleta.
Esta evaluacin basada en el psicodiagnstico no es tan compleja. Encontramos que el test de los Motivos
del Deporte de D Butt, el Mtodo de los Diez Deseos de D. Gonzlez Serra, autovaloracin de las
cualidades personales mediante el procedimiento de M Holmen y B Parkhouse, y el test de los Motivos en
Jugadores de F Garca Ucha, as como la entrevista dirigida a esta rea, basta para dar una imagen o
descripcin de cules son las tendencias de motivacin de los jugadores.
Una vez que la personalidad de cada jugador est correctamente analizada y los planes para la
motivacin individual cuidadosamente desarrollada, la cantidad de tiempo para realizarlos ser mnima
comparada con los beneficios que se pueden derivar.
La motivacin y el nivel del equipo son igualmente importantes. Durante la temporada surgirn muchas
situaciones a las cuales el entrenador debe responder inteligentemente y con percepcin; puede desear
llegar al extremo de trazar mtodos para manejar su grupo en distintas situaciones como las siguientes,
donde tambin mostramos la estrategia de conduccin motivacional respectiva:
1. Prepararse para jugar con su rival ancestral: recordar a los jugadores, de todas las maneras posibles,
que ellos tienen una responsabilidad con los dems de proseguir una tradicin. Algo les ha sido
transmitido o delegado y es su obligacin hacer lo mejor para mantener viva la tradicin.
2. Prepararse para jugar con el que se espera sea el campen: Aclararles que se estn enfrentando a uno
de los ms grandes retos que tendrn durante la temporada. El equipo debe ver en el juego el test ms
importante de su habilidad. Tratar de demostrar a los jugadores que eso lo es todo respecto a la
competicin. El placer del reto al mejor es lo que proporciona las mayores expectativas en los deportes.
Tratar de crear una atmsfera de anticipacin entusiasta.
3. Prepararse para lo que piensa el entrenador que ser una gran derrota: Evitar las conversaciones
sobre triunfos o derrotas. De forma sutil indicar a los jugadores que el resultado final no es la cosa ms
importante. Poner metas a los individuos y trabajar para conseguir tantas como sean posibles. Esperar
que cada individuo lo haga del mejor modo posible.
4. Recuperarse del "bache", o sea ese periodo de temporada donde todo parece que va mal: Pedir a cada
individuo que haga lo mejor que pueda, aclararle que el equipo es la responsabilidad del entrenador.
Tratar de convencer al jugador de que su nica preocupacin debe ser l mismo y el hacer su trabajo lo
mejor posible de acuerdo con sus habilidades.
6. Recuperarse de una derrota creciente: Demuestre su preocupacin por la decepcin que sienten los
jugadores y el desaliento que se produce como consecuencia de la derrota; tal vez pueda ayudarles algo
el saber que las derrotas recientes son ms frecuentes a causa de cambios y evasiones durante la
temporada. Apoyarlos y expresarles su fe en ellos por todos los medios.
7. Recuperarse de una fuerte derrota: El mayor peligro es que los jugadores pueden comenzar a pensar
que son incapaces y que pierden los deseos y el entusiasmo. Desarrollar confianza en los jugadores,
sealarles dnde pueden mejorar y dnde jugaron bien. Este es el momento en que muchos

entrenadores comienzan a castigar a sus jugadores o bien se desentienden de ellos; nada se gana con
esta actitud sino la posterior prdida de confianza y el resentimiento.
8. Direccin del equipo despus de una creciente victoria: En este caso mantener el momento, as
convencer a los jugadores que "estn en el camino correcto". Sealar las reas que necesitarn mejorar
en el futuro.
9. Direccin del equipo despus de un gran triunfo: Igual que cuando se les prepara para un oponente
fcil, existe el peligro de suficiencia, y ayudar el entrenador a enfatizar la continuacin del momento, es
decir, la euforia.
10. Prepararse para jugar con un equipo que ya se ha batido (por un margen pequeo o grande):
Enfatizar la superioridad que ya han establecido y destacar las reas en que lo hicieron muy bien en el
ltimo partido; juegue con la confianza que ya tienen ganada los jugadores como consecuencia de su
ltima victoria. Tener mucho cuidado de no permitir que haya demasiada complacencia.
11. Prepararse para jugar con un equipo con el que previamente se ha perdido (por amplio o pequeo
margen): Vigilar, cuidadosamente, que los jugadores no se disgusten demasiado y comiencen a
desarrollar un sentimiento de incapacidad o insuficiencia frente al oponente. Les ayudar sealarles
donde fueron batidos especficamente en el partido anterior con ese oponente y a continuacin fijar
metas para cada individuo. Tambin puede ayudar el decirles que en esta situacin es donde se cometen
ms errores. Convencerles de que pueden ganar si alcanzan las metas especficas.
12. Crear inters y entusiasmo por la prctica de la sesin: Por encima de todo, emplear tcnicas
variadas y que motiven. Las prcticas deben ser interesantes, retadoras y amenas; deben ser iguales al
partido y crear una gran carga.
Por supuesto, una gran parte depende del tipo de equipo con el que trabaja el entrenador. Los equipos
reaccionan de formas diferentes en las distintas situaciones de acuerdo con sus rasgos de personalidad
dominantes; pueden ser rudos, sensibles, agresivos, pasivos, ambiciosos u holgazanes desde el punto de
vista de los jugadores. El entrenador tendr que ajustar su manejo para llenar las necesidades especiales
de su equipo.
Cazau P (2002) Vocabulario de Psicologa. Buenos Aires: Redpsicologa.
Referencias bibliogrficas
Durand Marc (1988) El nio y el deporte. Madrid: Paids.
Garca Ucha Francisco, Estrategia de motivacin en deportes de equipo. Buenos Aires: Revista Stadium, Junio de
1990.
Lawther J (1972) Psicologa del deporte y del deportista. Madrid: Paids.
Lawther J (1968) Aprendizaje de las habilidades motrices. Madrid: Paids.
Nuttin J (1969) La motivacin. Buenos Aires: Proteo.
Tutko y Richards, Psicologa del entrenamiento deportivo. Madrid: Ed. Augusto.

Estrategias para motivar en el deporte.- Caben distinguir estrategas de motivacin verbal y


estrategias de motivacin del comportamiento.
a) La motivacin verbal: el discurso como motivador.- En general, las formas ms comunes de
motivacin son: conversaciones de estmulo, conversaciones-coloquio y discusiones de grupo, y dilogos
individualizados con cada deportista. Para algunos entrenadores estas conversaciones no sern un gran
problema porque por capaces de hablar con elocuencia. Los entrenadores muy efectivos tienen una
aptitud especial para lo dramtico y son capaces de captar y estimular al equipo con sus discursos
inspirados; con frecuencia estos tienen una genuina habilidad para transmitir sus sentimientos a los
jugadores. La forma ms efectiva de motivacin es el compromiso sincero y entusiasta con sus jugadores
para la consecucin de una meta comn. Los jugadores deben ser libres para provocar emociones
comunes y solidarizarse con cada uno de sus compaeros y con el entrenador.
b) La motivacin del comportamiento.- El nfasis en las rutinas y los hbitos son deseables cuando se
discuten las tcnicas de juego, pero ste tiene que derivarse cuando se trata de motivar a los deportistas
para que acten bien. La variedad motiva a los jugadores; por tanto, el entrenador debe utilizar tcnicas
motivacionales muy variadas. Los cambios de tcnica han de hacerse discretamente de modo que no
llamen la atencin.
Los entrenadores, en su intento de hacerlo bien y crear hbitos slidos y duraderos dependen de
repeticiones para establecer las caractersticas deseadas, pero la falta de variedad puede ser la causante
de baches al final de la temporada. Desde el punto de vista de la motivacin, la variedad de tcnicas es
precisamente lo que cuenta para un alto grado, continuo, de involucracin o compromiso de los
jugadores. Existe cierta seguridad cuando los jugadores saben lo que va a suceder (plan de juego,
jugadas, mtodos preconcebidos para manejar situaciones especiales, etc), pero el entrenador debe
evitar usar siempre la misma clase de seguridad y aliento para as mantener a los jugadores en
ebullicin. Los enfoques estticos no inspiran. La misma charla estimulante en cada descanso no
inspirar. Diferentes formas de estmulo producen un juego ms inspirado.
Entonces queda relacionar las caractersticas de la motivacin con las estrategias para motivar. Por
ejemplo, si la motivacin para rivalizar es baja, se deben incrementar las actividades de tipo competitivo.
Se pueden efectuar en las sesiones de entrenamiento competencia de habilidades, tales como quien tiene

un mayor salto vertical, quien mejora ms su propia marca de saltabilidad, etc. Al someter al deportista a
un programa ms extenso de competencias, ste puede sentirse estimulado a rivalizar con una mayor
intensidad. Se puede colocar al atleta frente a sus posibles sustitutos dentro del equipo, o frente a
contrarios que ya tuvieron algn tipo de contradiccin. Elevando la agresividad del jugador se va a lograr
intensificar su necesidad y deseo de rivalizar.
Es importante, adems, considerar en los equipos deportivos, el grado de cohesin del grupo,
caracterstica que se expresa en la unidad o no de los propsitos de cada jugador.
Tomando en cuenta lo planteado anteriormente, vamos a describir algunas estrategias para elevar la
motivacin de los jugadores del equipo.
Una estrategia fundamental para incrementar la motivacin de los atletas consiste en reforzar las
orientaciones e informacin, en las sesiones de entrenamiento, que brinden la oportunidad para la
realizacin o satisfaccin de los motivos del jugador.
Las personas deben saber cules son los objetivos que satisfacen sus necesidades; esos objetivos se
convierten en motivos para su actuacin, y deben saber, adems, mediante qu operaciones y acciones
pueden concretar los hechos relativos a esos motivos. Todo esto hace que los problemas de motivacin
sean sobre todo problemas informacionales.
Se trata de que el jugador debe conocer qu se hace, con qu intensidad y cmo se hace en la sesin de
entrenamiento, para lograr el desarrollo de sus capacidades. Aqu se trata de que el atleta conozca el
porqu del entrenamiento del da y cmo va a ayudarlo a obtener una mayor calificacin deportiva.
No hay un entrenamiento ms montono que aquel cuyo sentido no se conoce.
Esta estrategia est enlazada con la organizacin y utilidad del entrenamiento. En la medida en que los
jugadores se percatan de sus adelantos, darn un mayor valor a los entrenamientos como medio de
alcanzar la victoria deportiva.
Otra estrategia fundamental es la relacionada con el reforzamiento positivo. Se hace necesario que los
jugadores tengan una valoracin exacta acerca de los resultados de las actividades realizadas durante la
sesin de entrenamiento, tanto en sentido general, al trabajar como conjunto o equipo, como desde el
punto de vista individual.
La intensidad de los motivos de un jugador y lo que ello implica para impulsarlo a rendir estar
determinado por la valoracin que tiene acerca de si est ejecutando bien sus tareas, por lo cual se hace
necesario reforzar los resultados, brindndole apoyo al jugador en cuanto a sus errores y desaciertos.
Esta evaluacin debe estar basada no slo en el anlisis de los resultados de la actividad, los cuales
pueden ser positivos o no, sino tambin del esfuerzo. El deportista puede estar mostrando gran tesn y
energa en su actividad, pero an sus acciones no resultan lo suficientemente diestras. El grado de
esfuerzo debe ser reconocido por el entrenador.
Cuando el atleta se ha esforzado y no hubo xito, se deben identificar las causas, debemos analizar cul
fue el compromiso del atleta, las oportunidades para su preparacin, la valoracin que se hizo del
potencial del atleta por el entrenador.
Hay que evitar por todos los medios el refuerzo negativo; este no slo no proporciona informacin sino
que, adems fomenta, segn plantea T. Tutko, cierto tipo de respuestas emocionales como el temor a la
persona que se sirve de este refuerzo. El jugador comienza a sentir temor hacia el entrenador. Otro tipo
de respuesta emocional puede ser la hostilidad y el jugador tiende a pensar que, cuando llegue el
momento, el entrenador se las pagar.
Existen formas de reforzamiento negativo que tambin deben ser evitadas. Un ejemplo de ello es cuando
el jugador acta excelentemente y el entrenador lo reconoce, pero le dice "pero" te falt esto o lo otro.
El reforzamiento positivo en los equipos presenta sus particularidades; as, el reconocimiento del valor
del jugador se debe efectuar de forma tan intensa que permita a cada jugador conocer cul fue su
contribucin al equipo y la necesidad que tiene el conjunto de sus capacidades. En este sentido hay que
poner nfasis en cmo el trabajo de un jugador depende de las acciones de otros; por ejemplo, en el
voleibol, cuando se encuentran dispuestos para recibir o bloquear el saque de los contrarios, una buena
recepcin resulta necesaria para la calidad del pase y el ataque. Entonces, a cada uno de los jugadores le
corresponde una parte de la respuesta del equipo y se hace necesario ponderar y describir estas
acciones, de acuerdo con su importancia para los objetivos del equipo. En voleibol son muy pocas las
acciones que tienen carcter individual, todas permanecen dentro de la red de relaciones y sus resultados
son consecuencia de todas las series de acciones de los jugadores.
En parte, las estrategias relacionadas anteriormente dependen, en su ejecucin, del propio entrenador,
siguiendo esta lnea de pensamiento. Es importante plantear que, la esfera de motivacin de los atletas
est ntimamente relacionada con su grado de responsabilidad frente a las tareas; por ello, se hace muy
conveniente alentar a los jugadores a reconocer y aceptar su responsabilidad personal sobre sus propias
acciones y sus consecuencias. Los jugadores tienden, en ocasiones, a explicar sus desaciertos
atribuyndolos a factores externos, tales como las condiciones externas para jugar o competir. Es
necesario modificar este tipo de enfoque, inculcando en el deportista que busque en su propia actuacin
la explicacin de los resultados alcanzados.

Los jugadores no deben ignorar, en su anlisis, las deficiencias o el pobre desarrollo de sus capacidades
volitivas o de las destrezas para enfrentar la competencia, cul era su verdadero nivel de preparacin
deportiva y el grado de desarrollo de su formacin fsica.
Cuando los jugadores tienen la posibilidad de explicar sus resultados, y sobre todo sus fracasos, a partir
de las circunstancias externas se relaja su compromiso y responsabilidad y disminuye la magnitud de sus
esfuerzos para obtener la victoria. Este deportista no est lo suficientemente motivado para conseguir el
xito, siempre tendr a mano una justificacin para su pobre actuacin.
En trminos generales, las estrategias relacionadas son procedimientos de direccin del comportamiento
y stos, a su vez, estn relacionados con el condicionamiento operativo desarrollado por B Skinner, y
aplicados al deporte por B Rushall, D Siedentrop y otros.
De los procedimientos planteados, describiremos dos que se emplean con excelentes resultados en la
preparacin deportiva de equipos de Voleibol lites: 1) La tcnica del atleta 100%, y 2) La tcnica del
establecimiento de metas.
1) La tcnica del atleta 100% fue propuesta por D Siedentop. Se trata de un procedimiento de direccin
del comportamiento dirigido a incentivar a todos los jugadores: se decide acerca de 10 categoras que
sean significativas para lograr el rendimiento; de ser cumplidas por el jugador, cada una tiene un valor
de un 10%. Al sumarse los porcentajes alcanzados, quien logra el 100% ser un ganador y obtendr una
recompensa.
Algunas de las formas de comportamiento que se pueden incluir corresponden a:

-Puntualidad y asistencia al entrenamiento.


-Mantener una elevada disposicin durante toda la prctica.
-Luchas por perfeccionar las cualidades tcnicas.
-Cumplir la disciplina tctica del equipo.
-Luchar por desarrollar una atmsfera de cooperacin entre los jugadores.
-Cumplir con el rgimen de descanso.
-Auxiliar al entrenador en el movimiento y cuidado de los implementos y pelotas.
-Mantener una apariencia adecuada en las prcticas.
-Luchar por mantener las cualidades fsicas.
-Cumplir con el rgimen de dieta.

El entrenador podr escoger los patrones ms importantes, de acuerdo con los objetivos que est
tratando de alcanzar. Se emplea fundamentalmente esta tcnica en periodos de una o dos semanas, por
ejemplo los viernes despus de la sesin de entrenamiento, el entrenador colecciona toda la informacin
acerca de los porcentajes alcanzados por los jugadores. Pueden incluirse los informes de los resultados
docentes de los jugadores en su escuela, etc. Entonces el entrenador declara quienes son atletas 100% y
procede a recompensarlos. Estas recompensas pueden ser simblicas: se entregan distintivos o algn
tipo de smbolo que confiere status a estos jugadores, tambin pueden ser materiales, golosinas o una
comida especial, o puede tener un carcter puramente psicolgico reconociendo la buena actuacin frente
al equipo u otros compaeros y familiares.
Si no existe reforzamiento, la tcnica no tiene sentido.
2) El establecimiento de metas desarrollado inicialmente por E Looker, se aplica desde los aos 70 en el
deporte.
Las metas se definen como determinados objetivos o acciones y operaciones; estn representando la
necesidad de alcanzar un nivel de rendimiento, ocupar una posicin, romper un rcord o establecer una
marca, pero tambin se pueden sealar cmo obtener un grado superior de destreza, perfeccionar ciertas
acciones, alcanzar un grado superior en cualquiera de las cualidades fsicas, tcnicas o tcticas.
Las metas deben ser difciles pero realistas, constituir un reto. Debe tener un carcter especfico que
permita su cuantificacin.
Las metas pueden relacionarse con el estilo de vida del deportista; por ejemplo, tipo de dieta, rgimen de
descanso, etc. Estn vinculadas con la obtencin de cualidades deportivas, hbitos y destrezas, etc.
Al establecer un conjunto de metas para el jugador se logran formar los compromisos tanto con el
entrenador como con el equipo, y ofrecen la oportunidad de poseer un conjunto de criterios mediante los
cuales se pueden valorar, de forma objetiva, lo rendimientos y las capacidades de disposicin y
responsabilidad del atleta frente a su propia actuacin.
Para establecer metas se deben considerar, en primer lugar, los ndices de la ejecucin motora del
jugador, los valores que deben alcanzar en las cualidades de la preparacin tanto fsica como tcnicotctica, y el grado de rendimiento esperado en las futuras competencias. Esta es una de las partes ms
difciles de elaborar y plantea altos requerimientos de la maestra del entrenador, que debe analizar las
exigencias de las tareas, as como la evaluacin objetiva de las capacidades del jugador.
Los compromisos aqu descritos, u otros del entrenador, deben ser elaborados por escrito conjuntamente
con el atleta, tal como si fuera un contrato de trabajo, colocados pblicamente y de conocimiento del
resto de los jugadores. Preferentemente al inicio de la preparacin, y durante ella, realizar una

verificacin del cumplimiento de dichas metas, incluyendo el anlisis de las posibilidades reales para su
cumplimiento.
Las metas se pueden establecer a corto, mediano y largo plazo. El procedimiento para el establecimiento
de metas puede hacerse extensivo a los subgrupos formales del equipo, tales como los de los jugadores
pasadores y atacadores y, al mismo tiempo, al equipo, con resalte de su unidad, lo cual permite
estimular la percepcin de que todos los atletas se encuentran dentro de los lmites del grupo.
En cada ocasin en que se evala el cumplimiento o no de sus metas, se debe informar de estos
resultados al jugador y, a su vez, emplear algn tipo de reconocimiento, tal como lo describimos en la
tcnica del atleta 100%.
Cazau P (2002) Vocabulario de Psicologa. Buenos Aires: Redpsicologa.
Referencias bibliogrficas
Durand Marc (1988) El nio y el deporte. Madrid: Paids.
Garca Ucha Francisco, Estrategia de motivacin en deportes de equipo. Buenos Aires: Revista Stadium, Junio de
1990.
Lawther J (1972) Psicologa del deporte y del deportista. Madrid: Paids.
Lawther J (1968) Aprendizaje de las habilidades motrices. Madrid: Paids.
Nuttin J (1969) La motivacin. Buenos Aires: Proteo.
Tutko y Richards, Psicologa del entrenamiento deportivo. Madrid: Ed. Augusto.

DEPRIVACIN
Definicin.- 1. Experimentos en los que animales o seres humanos son colocados en situaciones en las que los
objetos deseados se encuentran ausentes. 2. Deprivacin social; aislamiento social que afecta al bienestar del
individuo como a su capacidad, personalidad y proceso de socializacin, que origina en consecuencia perturbaciones
en el desarrollo y en el comportamiento.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

DEREFLEXIN
Generalidades.- Tcnica utilizada en logoterapia. Frankl cree que muchos problemas tienen su raz en
un nfasis excesivo sobre el mismo. Con frecuencia, si te alejas un poco de ti mismo y te acercas ms a
los dems, los problemas suelen desaparecer. Si, por ejemplo, tienes dificultades con el sexo, trata de
gratificar a tu compaero sin buscar tu propia satisfaccin; las preocupaciones sobre erecciones y
orgasmos desaparecen y las realidades reaparecen. O simplemente, no intentes complacer a nadie.
Muchos terapeutas sexuales sostienen que una pareja no hace ms que besuquearse y tocarse,
evitando el orgasmo a toda costa. Estas parejas sencillamente duran un par de noches antes de que
aquello que consideraban un problema, definitivamente se resuelva.
De todas maneras, por ms inters que estas tcnicas hayan suscitado, Frankl insiste en que al final los
problemas de estas personas son realmente una cuestin de su necesidad de significado. Por tanto,
aunque estas tcnicas sean un buen comienzo a la terapia, no son bajo ninguna circunstancia la meta a
lograr.
Boeree George (2002) Teoras de la Personalidad. Captulo sobre Vktor Frankl. Traduccin de Gautier Rafael.

DESAPEGO
Definicin.- Estado de enajenacin con respecto a los detalles que se manifiesta particularmente ante la
resolucin de un problema. Carencia de compromiso emocional ante una situacin problemtica. Carencia
de empata, de simpata, de inters. Evitacin del acercamiento emocional a otro individuo. Generalmente
el desapego es manifestacin de un sntoma neurtico, que se expresa en tal desapego como reaccin de
defensa contra el conflicto interno o externo que tal acercamiento emocional acarrea.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

DESARROLLO
Desarrollo proximal.- El punto de vista de Vygotsky es que el desarrollo cognoscitivo se basa en la
interaccin social y el desarrollo del lenguaje. Como un ejemplo, Vygotsky describe el papel de la pltica
del nio con l msmo al guiar y supervisar el pensamiento y la solucin de problemas y propuso el
concepto de una zona del desarrollo proximal, en la cual los nios en situaciones desafiantes pueden
desarrollar sus propias aptitudes de pensamiento mediante la gua y el apoyo oportunos y apropiados por
parte de profesores y compaeros, conocido como andamiaje. El aprendizaje asistido es el proceso de
proporcionar el andamiaje adecuado en la zona del desarrollo proximal del estudiante.
Woolfolk A (1996) Psicologa educativa, Mxico, Prentice-Hall Hispanoamericana SA, pg. 59.

Diferencias de desarrollo en varn y mujer.- Respecto del proceso de separacin-individuacin, Blos


indica que este proceso en la mujer se relaciona con los lazos preedpicos con la madre, mientras en el

adolescente varn se focaliza en los sucesos edpicos. Para Freud las diferencias comienzan solamente a
partir del Edipo. Otros estudiaron los aspectos biolgicos (endocrinos, neurolgicos) y se preguntaron
sobre si las diferencias entre los sexos no tendran all su origen. Otros plantearon que la mujer tendra
ms dificultades con la separacin (pues la feminidad es unin) y los varones con las relaciones (pues la
masculinidad es separacin). Hay quienes critican aquellos puntos de vista basados solamente en el
varn y que apuntan hacia la independencia para marcar las diferencias entre varn y mujer.
Condensado de Arnstein R, Young adulthood (Adultez joven). En Offer y Sabshin, Normality and the life cycle. Basic
Books, 1984. Traduccin de la Ctedra de Psicologa Evolutiva II, Facultad de Psicologa, Universidad de Buenos Aires.

Desarrollo de la moralidad.- La naturaleza humana no cambia, y aparece igual en distintas razas o


culturas. Aqu me referir a la capacidad del nio para ser educado moralmente, experimentar culpa y
tener un ideal. La moral no se impone por la fuerza sino creando en el nio condiciones para que confe,
para que crea en algo o alguien: esto se llama evolucin de un supery personal.
Los padres no hacen del beb lo que ellos quieren: el beb crece a su propio modo si el ambiente es
suficientemente bueno. Al principio el beb est fusionado, sin haber separado su yo de la madre. Aqu
an no registra lo que es bueno o adaptativo, pero reacciona ante fallas de confiabilidad. En suma, el
infante y el nio pequeo son habitualmente cuidados de un modo confiable (lo "suficientemente bien") y
esto genera en l confianza. Si esto no ocurre, no puede transmitrsele la idea de un Dios personal como
sustituto del cuidado del infante. La educacin moral no sustituye el amor, aunque al principio el amor se
expresa como cuidado o provisin de un ambiente facilitador.
Lo bueno y lo malo aparecen al comienzo como elementos de apoyo u hostiles, benignos o persecutorios,
con la aprobacin o desaprobacin materna, elementos que van incorporndose a su self personal.
Hay ms que ganar con el amor que con la educacin. El amor implica la totalidad del cuidado del infante
y el nio, lo que facilita la maduracin. La educacin implica sanciones y la implantacin de valores
externos al crecimiento y la maduracin.
El sentido de los valores.- Cul es el deber de los padres respecto de los valores morales de sus hijos?
Hay quienes no saben que el nio tiene capacidad para crear un dios, y se lo implantan antes de tiempo.
Otros no le implantan ningn dios creyendo que as el nio podr tener su propia personalidad. Ocurre lo
mismo con los valores morales.
Los padres no deben imponerle antes de tiempo sino ofrecerle un cdigo moral social, pues el cdigo
innato de los nios es demasiado tosco y feroz, y debe ser humanizado. Debe surgir en el nio un
sentimiento de culpa normal, lo que ocurre en la etapa de la dependencia relativa.
La provisin de oportunidades.- La provisin de oportunidades al nio, lo que incluye ensearle
habilidades, satisface la necesidad del nio de trabajar y adquirir habilidades, que es su solucin al
problema de la destruccin de lo amado. Debe contar con oportunidades para poder reparar. Cuando se
corta esta provisin ambiental en la etapa de la dependencia relativa, se detiene la maduracin y se
producen conductas antisociales. En la salud, hay capacidad para experimentar el sentido de
responsabilidad personal.
Cuando el nio avanza hacia la adultez, el acento no est ya en el cdigo moral que le transmitimos sino
en el acervo cultural del hombre, y en lugar de educacin moral debemos darle la oportunidad de ser
creador.
Winnicott D (1963) La tica y la educacin. Incluido en Winnicott D (1996), Los procesos de maduracin y el ambiente
facilitador. Estudios para una teora del desarrollo emocional. Buenos Aires: Paids.

Desarrollo temprano: teoras psicoanalticas.- Ejes: modelo libidinal de Freud. El desarrollo


progresivo del yo y de las relaciones objetales. Los procesos inconcientes.

PROCESO
QUE
ESTUDIA

ETAPAS

HEINZ HARTMANN
Un camino hacia la
formacin del yo y
la estructura
psquica. Hacia el
principio de realidad
y la diferencia entre
s mismo y el otro.

ANNA FREUD
Un camino desde la
dependencia hasta la
autosuficiencia
emocional y las
relaciones objetales.

REN SPITZ
Un camino hacia la
formacin de las
relaciones objetales.

1. Matriz
indiferenciada.

1. Unidad biolgica
de la pareja madrehijo.

1. Estadio preobjetal.

MARGARET MAHLER
Un camino hacia el
nacimiento psicolgico
del infante humano. El
proceso de separacin
individuacin como
camino hacia una
existencia separada e
individual.
1. Fases autstica y
simbitica normales.

2. Progresivos
desarrollo y
maduracin.
Privaciones

2. La relacin
anacltica con el
objeto parcial.

2. Estadio del objeto


precursor.
(organizador de la
sonrisa de los 3

2. Finales de fase
simbitica normal,
comienzos de proceso
de separacinindividuacin.

parciales.

meses).
3. Fases de separacinindividuacin.

3. Constancia objetal.
3. Estructura
psquica
conformada
(ello-yo-super yo).
Diferencia entre s
mismo (self) y el
otro.
VARIABLES Relaciones
EN JUEGO objetales.
Maduracin
integracindiferenciacin.
Desarrollo del yo y
los impulsos en
relacin con la
realidad.

3. Estadio objetal
(organizadores de la
angustia de los 8
meses, y del no
semntico de los 2
aos)
Desarrollo de los
impulsos y desarrollo
del yo. Reacciones
frente a las
influencias del medio.
Conductas y actitudes
del medio ambiente
maternante.

Factores congnitos
(maduracin, carga
gentica) y factor
compaa (el medio
ambiente maternante
que acompaa e
impulsa el
desarrollo).

Adaptacin del beb al


medio. Conductas y
actitudes del medio
ambiente maternante.
Desarrollo de relaciones
objetales.
Desarrollo del yo y los
impulsos.

Lic. Santiago Juan. El desarrollo temprano desde la perspectiva psicoanaltica. Universidad de Buenos Aires, Facultad
de Psicologa. Psicoanlisis: Psicologa del yo. 2005.
Bibliografa de referencia:
Hartmann, H.; Kris, E y Loewenstein, R. (1946): Comentarios sobre la formacin de la estructura psquica. Rev. de
Psicoanlisis, 8, 2, 1951.
Freud, A. (1965): La evaluacin de la normalidad en la niez. En: Normalidad y patologa en la niez, Cap. 3.
Buenos Aires, Paids, 1977.
Spitz, R (1965): El primer ao de vida del nio Mxico: F.C.E. 1985. Caps. 1, 3 a 11.
Mahler, M.; Pine, F. y Bergman, A. (1975): El nacimiento psicolgico del infante humano. Buenos Aires, Marymar,
1984. Caps 1, 3 al 7.

DESCARGA
Definicin.- (Psicoanlisis) Se trata de procesos que en forma de reacciones afectivas (ira, vergenza,
tristeza, etc.) libran al aparato psquico de la energa psquica se ha acumulado en l a raz de estmulos
internos o externos. Esta descarga puede ser de carcter motor o afectivo. Los vagidos de y agitaciones
primitivos del lactante caben ser considerados como tal descarga motora. Desde luego, sta puede ser
ms tarde un acto ejecutado con miras de un fin. La otra posibilidad de descarga es la de dar rienda
suelta a los afectos. En el vivir cotidiano se califica esta descarga de alivio. Puede darse el caso de que
no pueda tener lugar la descarga: entonces, la reaccin al estmulo es postergada o bien desviada hacia
otra meta. El estmulo puede ser muy intenso, sin que sea posible la descarga; en tal caso, el individuo
tiene que defenderse, lo que hace mediante los llamados mecanismos de defensa (Abwehrmechanismen).
La modalidad de defensa ms corriente es la represin. Freud y Bleuler designan los afectos que no
pueden ser descargados, con el nombre de afectos estrangulados. Las energas ms reprimidas se
manifiestan luego en sntomas neurticos. Cabe considerar stos, por consiguiente, como tentativas
morbosas de descarga. En el tratamiento catrtico se trata de lograr la abreaccin de las energas que no
han sido descargadas en su tiempo (Sterba).
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

DESEO
Definicin.- 1. La fuerza motriz que pone en movimiento ciertos procesos dinmicos mentales, que
tienden a aliviar una cierta tensin, sin que su motivacin sea, necesariamente, conciente. 2. Experiencia
o actitud relacionada: a) con algo ausente en la situacin actual del individuo; b) con algo presente,
conjuntamente con la idea de su desaparicin; en ambos casos incluyen un fuerte tono emocional. Las
formas de deseo se distinguen a veces, con los trminos: Apetito (o necesidad) y Aversin; la
clasificacin depende de cuestiones de hecho, como tambin su definicin.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Deseo y primera experiencia de satisfaccin.- Sobre la primera experiencia de satisfaccin habla


Freud en el captulo 7 de "La interpretacin de los sueos". No es situable en una diacrona, es primera
en un sentido lgico. Es el fundamento del deseo, es algo que permite al aparato psquico economizar
energa, porque para reproducirla no tiene que volver a ensayar al azar hasta encontrarla, sino le basta
con reactivar, recatectizar esa huella mnmica ligada a la primera experiencia de satisfaccin. La recarga
se llama "experiencia alucinatoria", la cual brinda una suerte de ganancia de placer anticipatorio. Tal

funcin la cumplir luego la fantasa en tanto "escenificacin" del deseo. Tambin funcionar como
defensa frente a la demora. La fantasa es un complejo que se gesta a partir de lo visto u odo.
Fernndez R, Psicologa de la personalidad, clases dictadas en la Ctedra de Psicologa de la Personalidad de la
Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires, 1995.

Deseo segn Lacan.- El concepto lacaniano de deseo hace referencia al deseo inconciente de ndole
sexual, que es que puede tener un inters especial para el psicoanlisis. La accin eficaz del tratamiento
analtico reside en que el sujeto llegue a reconocer y a nombrar su deseo, pero no se trata de reconocer
algo ya dado, porque al nombrarlo, el sujeto crea, engendra una nueva presencia en el mundo, seala
Lacan.
Sin embargo, aunque la verdad acerca del deseo est presente en alguna medida en toda palabra, la
palabra nunca puede expresar la verdad total sobre el deseo, quedando siempre un resto que la excede.
Entre las formulaciones ms clsicas de Lacan sobre este tema est la que entiende el deseo como deseo
del Otro, lo cual significa deseo de ser objeto del deseo del otro, deseo de reconocimiento por parte del
otro. Lacan llega a sostener que el deseo es un producto social: no es el asunto privado que aparenta
ser, sino que siempre se constituye en una relacin dialctica con los deseos percibidos de otros sujetos,
siendo la primera persona que ocupa el lugar del Otro la madre.
Di Tella T y otros (2001) Diccionario de ciencias sociales y polticas. Buenos Aires: Emec.

Deseo sexual hipoactivo.- Casi todos los investigadores coinciden en sealar que el deseo sexual
hipoactivo (DSH) es la disfuncin sexual ms frecuente, pero una revisin en profundidad deja entrever
que posiblemente los datos de prevalencia estn incrementados, ya que muchas veces no se ha
establecido un diagnstico diferencial exhaustivo entre discrepancia sexual, trastorno de excitabilidad y
aversin sexual, situaciones que disminuyen la frecuencia sexual. Pese a todo, el DSH es la disfuncin
femenina ms frecuente y, aunque tiene una repercusin muy negativa en la calidad de vida, no existen
en la actualidad tratamientos eficaces, exceptuando el empleo de andrgenos en las escasas mujeres en
que estn indicados (hipoandrogenismo). Otros frmacos, como algunos antidepresivos, han sido eficaces
en un 29% de los casos; los moduladores de los receptores estrognicos han sido tiles en situaciones
concretas, y la terapia sexual, siguiendo el modelo de Trudel, presenta una eficacia del 76%. Finalmente,
para una resolucin adecuada del DSH habr que desarrollar nuevos principios activos empleados
conjuntamente con terapia sexual en pareja.
Francisco Cabello Santamara, Tratamiento del deseo sexual hipoactivo de la mujer. REVISTA INTERNACIONAL DE
ANDROLOGA. 2007 ENE; 5(1).

Deseo materno.- La madre desea poder ser el ofrecimiento continuo y necesario para la vida del
infans, y poder ser reconocida por l como la nica imagen dispensadora de amor. Este deseo de la
madre se convierte en lo que demanda y espera la psique del infans y ambos ignoran la violencia
operada. Esto es normal para la estructuracin psquica del infans, pero cuando aquel deseo de la madre
se extiende ms all de lo necesario aparece un exceso de violencia, que aparece con el deseo de la
madre de preservar el statu quo de esta primera relacin (que nada cambie), es decir, de preservar la
relacin con el nio, que slo es legtima y necesaria en una fase primera de su existencia.
Aulagnier P, La violencia de la interpretacin, pg. 133.

DESINFORMACIN
Generalidades.- Concepto nacido en los aos 20, y surgido de la usina ideolgica de la ex URSS. Por
entonces, se lo utilizaba para calificar a las campaas de "datos falsos" que, segn los soviticos, eran
lanzadas en su contra. Esta afirmacin ya estaba cargando de significado poltico a la realidad reflejada
por la prensa, y tena un receptor muy definido: la opinin pblica. La desinformacin era una actuacin
falaz sobre un pblico masivo, respondiendo a intereses partidarios y lanzada con objetivos precisos. Las
tcticas de utilizacin masiva de la informacin han sido caractersticas de los regmenes totalitarios, y si
bien muchos podran recordar la "artillera psicolgica" empleada por Goebbels, el propagandista de
Hitler, hay ejemplos mucho ms cercanos en el tiempo, como lo han sido los manuales de desinformacin
y accin psicolgica que los pases del bloque comunista hacan circular hasta poco tiempo antes de su
colapso.
Cetis Daniel, de un comentario al libro "La informacin, la desinformacin y la realidad", Diario La Nacin, 1996.

DESMAYO
Definicin.- (Psicoanlisis) Es una forma de huda del propio Yo. Corresponde en la Zoologa al reflejo de
simulacin de muerte. El desvanecimiento represntase en los hombres como la ruptura de este reflejo,
Se llega, por medio de este desmayo, no solo a realizar una fuga de la vida real, sino que se logra al
mismo tiempo redimirse o rescatarse porque, exigindose, renuncia al mundo ambiente perturbador y as
libera su enemistad siquiera momentneamente o por algn tiempo. Tambin puede ser lograda por el

desvanecido una metamorfosis duradera del ambiente en que vive; la impresin de una enfermedad
grave visiblemente amenazadora sobre las personas que le rodean justifica los deseos del enfermo. Este
desmayo, condicionado psquicamente, es de carcter inofensivo. Se pretende sacar ventajas de la
enfermedad. Queda activa mediante el desvanecimiento la vigilancia o guardia del Yo; rara vez un
desvanecido se lanza a una renuncia seria y efectiva de la vida, sino que lo nico que pretende es
suprimirse por un tiempo. En el desmayo y en el sueo pueden durar con exceso alteraciones sensoriales,
visiones amenazadoras y escabrosas, percepcin olfativa muy penetrante, etc.; aparecen con frecuencia
muy claramente vivencias olvidadas de muy largo tiempo y hasta pueden reproducirse perodos largos de
la vida como en visin caleidoscpica. (Karl Landauer).
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

DESOILLE, ROBERT
Biografa.- Psicoterapeuta francs (1890-1966), creador de la tcnica del Sueo Despierto Dirigido, en
la cual se revela todo el potencial teraputico implicado en la exploracin del mundo imaginario del
paciente.
Robert Desoille naci el 29 de mayo de 1890 en Besancon, Francia, en el seno de una familia de oficiales
superiores del Ejrcito. Curs estudios de ingeniera con la intencin de dedicarse a la investigacin. En
1923 se encontr con Eugene Casient, ingeniero como l, quien lo inici en una prctica experimental de
imaginera mental para el "desarrollo de las facultades supranormales". Desoille presiente todo el inters
de lo que devendra el "Sueo Despierto Dirigido", que l habr de arraigar en el campo de la
psicoterapia. Esta tcnica comenz a ser desarrollada por Desoille desde la dcada del '20 en adelante, y
es un mtodo de psicoterapia analtica que se centra en la actividad imaginativa del paciente el sesin, y
el ulterior anlisis de las escenificaciones as producidas.
Desde el principio fue apoyado por Charles Baudouin y Gastn Bachelard, y numerosos psicoanalistas se
interesarn por sus trabajos, entre los cuales hay que citar a Juliette Favez-Boutonier, Francoise Dolto y
Daniel Lagache. Con Paul Sivadon fund la Sociedad de Investigaciones Psicoteraputicas de Lengua
Francesa. Luego de su muerte, el 10 de octubre de 1966, sus discpulos crean el Grupo Internacional de
Sueo Despierto Dirigido de Desoille, que se transformar, en 1987, en el Grupo Internacional de sueo
Despierto en Psicoanlisis (GIREP). En la Argentina, un grupo de psicoterapeutas que venan aplicando el
mtodo de Desoille desde tiempo atrs, fundan en 1987 la Sociedad Argentina de Sueo Despierto
Analtico de Desoille (SASDAD).
(Fuentes consultadas: Encyclopdie Philosophique / Presses Universitaires de France, y Revista "Sueo Despierto",
rgano oficial de SASDAD).

Lecciones sobre ensueo dirigido en psicoterapia.- Desoille empez a ensayar la tcnica del
ensueo dirigido hacia 1918, y en 1931 da a conocer sus trabajos. En esta tcnica el paciente debe
producir imgenes, las cuales tienen un componente objetivo pero tambin un significado subjetivo. Esto
ocurre en cierto estado de vigilia, en un estado onrico distinto al sueo pero que, como este, el paciente
se expresa en lenguaje simblico con imgenes. Al paciente se le propone una imagen y, a partir de ella,
debe hacer movimientos, que pueden ser de ascenso o de descenso. Si se sugiere una ascensin, por
ejemplo, esto orienta la atencin del sujeto hacia sus tendencias ms dinamgenas y moviliza sus
disposiciones ms optimistas.
La imagen de partida puede sugerirla el paciente o serle sugerida. Se le pide que describa
detalladamente la imagen, con lo que se obtiene una imagen reforzada a partir de la cual podr hacer
movimientos de ascenso o descenso. En pacientes muy angustiados, deben evitarse imgenes mas
angustiantes.
Las imgenes nacen de un estado afectivo, y si ste vara, la imagen tambin lo hace. Pero la inversa es
tambin correcta: un estado afectivo puede suscitarse a partir de imgenes producidas. En estos
escenarios enseados el paciente puede tomar conciencia de sus problemas internos y resolverlos en ese
contexto de imgenes; puede reencontrar sus energas perdidas y reconstruir su psiquismo con ayuda
del terapeuta.
Muchas psicoterapias hablan de reestructurar el psiquismo pero no dicen cmo se pueden llevar a cabo,
y ello porque no han advertido el papel fundamental de la imaginacin en este proceso teraputico, pero
una imaginacin activa, que produzca y transforme imgenes. A travs del ensueo dirigido se libera
este lenguaje ntimo del paciente, a travs del cual ste puede proyectar en sus imgenes lo vivido y lo
no vivido (esto ltimo es lo mtico, lo folklrico que el paciente toma de la filogenia).
El ensueo dirigido se estructura en dos cosas: a) una lnea vertical de lo imaginario que evoluciona a lo
largo de los grados de conciencia, y b) dos cadenas arquetpicas (masculina y femenina)
correspondientes a los grados de conciencia y susceptibles de ser transformadas en sentido ascendente o
descendente. A la evolucin de estas representaciones se asociarn siempre modificaciones de
sentimientos y emociones, pero tambin de conductas. Imgenes de animales, por ejemplo, se
relacionas con lo ms instintivo, grado ms profundo de conciencia, y pueden ellas representar
elementos masculinos o femeninos.

A continuacin, Desoille se refiere al dominio y enriquecimiento de lo imaginario por medio del ensueo
dirigido en psicoterapia, y luego describe la tcnica con numerosos ejemplos.
El terapeuta debe vivir el ensueo a la par del paciente. ste estar en posicin horizontal, relajado, en
silencio y semioscuridad. El terapeuta le sugiere una imagen de partida y ste la aceptar o no. A partir
de all se le sugerir que suba o baje (imgenes de ascenso o descenso): subiendo aparece calma,
serenidad, y bajando, angustia, temores. Ambas cosas son importantes, pues apuntan respectivamente a
la superacin y a las profundidades, donde yace el conflicto.
En la primera sesin se estudian las reacciones del paciente frente a las imgenes. Temas de partida son
representaciones masculinas, como la Espada, o femenina, como la Copa.
Adems de ascender o descender hay sugestiones secundarias como llene la copa, saque la espada,
etc. Estos movimientos y los de subir o bajar, tienen significaciones. En la cura pueden aparecer
negativas a subir, debido a represin de sentimientos nobles, o a bajar, por represin de lo instintivo y
conflictual. Los mismos pacientes dan sentido simblico a sus representaciones. El ensueo dirigido es
una readaptacin a la vida propia, y para ello debe definir bien su vida hasta ese momento: problemas
que tiene o tuvo, familia, amistades, salud, sexo, metas, etc. Las sesiones tienen duracin variable, y las
hay de dos horas, donde primero se hacen interpretaciones de ensueos anteriores y luego se
desarrollan nuevos ensueos.
El paciente debe colaborar activamente en la curacin, y el terapeuta funciona como apoyo y sostn
adems de interpretar.
Obstculos en la cura estn ligados a lo constitucional, que no se puede modificar, y la edad (el ensueo
dirigido no encuentra mayormente obstculos en la edad, salvo excepciones). Otro obstculo es la
dificultad del paciente para tener imgenes y darles movimiento, de aqu que el terapeuta deba saber
cmo facilitar el surgimiento de imgenes: si stas son angustiantes o desagradables para el paciente, se
le pueden sugerir otras ms complacientes. Tambin se pueden sugerir imgenes auditivas (un reloj,
tocar las teclas de un piano) si hay dificultad para lo visual.
Desoille hace luego referencia a la relacin terapeuta-paciente, al carcter directivo de la tcnica y al
papel de la transferencia.
Sinopsis de Desoille Robert, Lecciones sobre ensueo dirigido en psicoterapia.

DESPLAZAMIENTO
Definicin.- "Es el pasaje, por razones defensivas, de una emocin (deseo, miedo, pena) que resulta
inaceptable, a otra representacin ms fcilmente tolerable con la que est ligada por lazos contextuales
o de analoga en el tiempo o en el espacio. Ejemplos: miedo a los animales, a las alturas, a los espacios
cerrados, etc. Se lo observa generalmente en el estilo de funcionamiento fbico.
Poliak J., "Fundamentos del enfoque centrado en la persona. Teora de la personalidad", includo en Snchez Bodas A.
y col., "Couseling humanstico, teora y prctica", Vol I, Buenos Aires, Ediciones del Instituto Holos, 1999, p. 129.

Definicin.- Separacin de un impulso agresivo respecto de la fuente causante de la frustracin, y


descarga de esa agresin en otra persona, grupo u objeto.
Vander Zanden James, Manual de Psicologa Social, Barcelona, Paids, 1986, pg. 618.

Segn M. Klein.- "Subyace a este mecanismo la necesidad de disociar el vnculo agresivo del vnculo
amoroso con el objeto, proyectando ambos en los objetos externos. Las caractersticas persecutorias
adjudicadas al objeto externo odiado son trasladadas (desplazadas) a otro u otros objetos externos que
pasan a ser temidos y evitados en tanto son depositarios de fantasas agresivas. Este es el mecanismo
latente de las fobias".
Piccolo E., "Defensas en los tests grficos", Editorial Paids.

DESTINO
Destinos de la representacin y del afecto.- Con la represin primaria quedan separados la
representacin y el afecto, los cuales seguirn caminos diferentes, llamados destinos de la representacin
(o representante representativo) y destinos del afecto (o "representante" afectivo).
DESTINOS DE LA REPRESENTACION: En el captulo 4 de "Lo inconciente", seala que la representacin
sigue el curso del proceso primario (condensacin, desplazamiento, etc). Por ejemplo, el objeto fobgeno
como fuente autnoma de peligro pero no la fuente real del peligro.
DESTINOS DEL AFECTO: Freud fue impreciso en cuanto a estos destinos, no tiene una teora armada del
afecto porque no se bas en la lingstica sino en la fsica de la poca (los afectos como una energa de
tipo elctrico). Tal imprecisin se ve en que seal dos versiones en cuanto a los destinos de los afectos.
Una primera versin figura en "Las neuropsicosis de defensa" donde hacia el final cita cuatro destinos:
aumento, disminucin, desplazamiento, descarga. La segunda versin la desarrollaremos a continuacin,
y figura en "La Represin" (AE 14-148), donde se ve que los afectos pueden tener tres destinos:

1) El destino principal es que contina circulando como angustia, el afecto por excelencia. En relacin con
esto estn los conceptos de expectativa angustiosa y de angustia seal.
La expectativa angustiosa supone como inminente (futuro) un peligro que en realidad ya ocurri (la
situacin traumtica). Tal expectativa est articulada a un simbolismo, pues es una reaccin frente al
retorno del deseo (el simbolismo presentifica lo que falta). As, si retorna el deseo es porque fracas la
represin, como puede verse en el sueo de angustia, donde fracasa el disfraz. Cuanto ms directamente
se cumple el deseo en el sueo, ms angustia hay, pues evoca la castracin. Pero con esto ltimo no
resolvemos mucho, porque hay que preguntarse porqu a su vez la castracin es peligrosa, y as
sucesivamente.
La angustia es as indicador del deseo que emerge, pero no es su smbolo, la angustia no es en s misma
simblica pero est articulada a algo simblico que es el deseo. Tal es la angustia neurtica, una posicin
inadecuada frente a un peligro que puede ser real o irreal, inadecuacin debida a un simbolismo en el
deseo. En la angustia real en cambio hay una posicin adecuada frente a un peligro real.
La angustia neurtica anticipa un peligro. En cambio la angustia masiva o automtica est relacionada
con un peligro consumado.
2) Un segundo destino es la supresin o sofocacin de la angustia y su tramitacin en el cuerpo (Freud
habl de 'represin' pero no es el trmino que luego designar la represin en s). La angustia se suprime
y es convertida en energa somtica (conversin histrica).
3) Un tercer destino alude a que los afectos son convertidos en afectos 'cualitativamente coloreados', con
lo cual supuestamente Freud alude a la alegra, la tristeza, etc.
Condensado de Sal, Lo inconciente, sntoma, angustia y represin. Clases dictadas en la ctedra de Psicopatologa de
la Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires, 1996.

Destinos de la representacin y el afecto en las diversas neurosis ("Lo inconciente").- La


represin no es una barrera tan firme, pues no hay barrera contra el ello. Lo que hay es una asignacin
de destinos, va sustitucin. En la fobia, la histeria de conversin y la neurosis obsesiva, la represin
adquiere una especificidad diferente en cada caso, o sea, representacin y afecto tendrn diferentes
destinos.
FOBIA: La representacin remite a un objeto externo fobgeno (por ejemplo la representacin sustitutiva
caballo). La idea de caballo y sus representaciones asociadas (campo, etc) forman el grupo psquico
separado, o sea, por asociacin se va ampliando el espectro de las cosas temidas. El mecanismo es la
evitacin. El afecto se transforma en angustia.
HISTERIA DE CONVERSIN: La representacin va al cuerpo, como por ejemplo las piernas de Isabel de
R. Va a cierta zona corporal por resultar significativa: por ejemplo, el novio una vez le toc la pierna. El
grupo psquico separado queda en el rea corporal afectada, aislada del resto. Es la zona histergena.
El afecto tambin va al cuerpo, a la misma zona, como parlisis o dolor en s. Como se ve, en la histeria
de conversin coinciden los destinos de la representacin y el afecto (ambos van a la misma zona
corporal).
El hecho de que el grupo psquico separado vaya al cuerpo, es explicado por Freud en "Introduccin al
narcisismo": la libido se distribuye entre el yo y los objetos (libido yoica y objetal). Cuando duele la
muela, gana la libido del yo. El hipocondraco no est preocupado por el cuerpo biolgico real sino por el
cuerpo libidinizado, representado (el grupo psquico separado va al cuerpo libidinizado). Hay una
influencia mutua entre ambos: el cuerpo biolgico se enferma y produce efectos en la distribucin
libidinal (inters centrado en el dolor de muelas) y viceversa (fundamento de lo psicosomtico).
Hay, as, diferencias entre lo conversivo y lo psicosomtico: en la conversin la representacin est
inscripta en el cuerpo, hay una simbolizacin. En lo psicosomtico, el cuerpo reacciona ante lo que no fue
tramitado simblicamente. El efecto psicosomtico es producto de un vaco de representacin en el
cuerpo.
NEUROSIS OBSESIVA: La representacin inconciliable se aloja en otra idea, la idea obsesiva. Se defiende
de lo que piensa, no del caballo, y no lo hace mediante la evitacin sino mediante el aislamiento y la
anulacin retroactiva. El afecto cambia de odio en amor (formacin reactiva).
En sntesis, los destinos del afecto son:
Segn Neuropsicosis de defensa son 4: aumento, disminucin, desplazamiento, descarga.
Segn La represin son 3: angustia, cuerpo, afectos cualitativamente coloreados.
Segn Lo inconciente son 3: histeria de conversin, fobia, neurosis obsesiva.
Condensado de Sal, Lo inconciente, sntoma, angustia y represin. Clases dictadas en la ctedra de Psicopatologa de
la Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires, 1996.

DESTRUDO
Definicin.- Trmino utilizado muy raramente para designar la energa correspondiente al instinto de
muerte. El destrudo es al instinto de muerte lo que la libido es al instinto de vida.
DETECTOR DE MENTIRAS

Generalidades.- Invento de L. Keeler, inspector de polica de Chicago. En la dcada del '30 construy un
aparato que permita establecer si un interrogado menta o deca la verdad, a partir de las mediciones
que haca del ritmo respiratorio, las pulsaciones, la presin sangunea y la resistencia elctrica de la piel.
Tales valores variaban ms all de la voluntad del sujeto, ya que cuando miente est en una situacin de
estrs. Los detectores actuales incorporaron ms mediciones, y se ha probado su efectividad en un 90%
de los casos.
DETENCIN
Regmenes de detencin.- En Argentina tenemos el sistema panptico semirradial o radial. En un
tiempo fue adems una crcel-fbrica donde se enseaban oficios. Se supona que los presos adquiriran
as el hbito del trabajo, no delinquiran y podran reinsertarse en la sociedad. En parte dio resultado,
pero hoy no porque no hay posibilidad de reisercin laboral (desempleo, etc). Se busc as un sistema
progresivo donde el preso estuviese menos tiempo en la crcel (por el dinero que le cuesta al Estado).
SISTEMA PROGRESIVO: Rgimen usado en la Argentina para pautar el periodo de condena, donde el reo
recibe cada vez ms beneficios hasta su liberacin. Abarca las siguientes fases:
1) Observacin: 30 das. Se hacen estudios mdicos, psiquitricos, psicolgicos. Intervencin de la
asistente social y el entorno familiar.
2) Orientacin: 15 das. Ubicacin del preso junto a otros de similares caractersticas. En la prctica no se
cumple.
3) Socializacin: Vara segn el lapso de la condena (por ejemplo pueden ser cuatro meses). El preso es
aqu calificado de 1 a 10 por una comisin (el director del penal, mdicos, etc) por votacin.
4) Preconfianza: Pasa a otro lugar mejor, donde trabaja sin tanta custodia. Dura un mes por cada ao de
condena.
5) Confianza: Mejor alojamiento y menos custodia. Por ejemplo, una colonia penal. Dura un mes por
cada ao de condena.
6) Periodo de prueba: Salidas transitorias los fines de semana, en progresivo aumento. Es algo que se
pide y que el juez debe autorizar.
7) Libertad condicional: Si no es reincidente, puede salir habiendo cumplido un 75% de la condena.
Por mal comportamiento, se puede retroceder hasta la cuarta fase. Ahora el sistema es ms flexible,
pudiendo el preso pasar ms rpido de una fase a otra.
Las cuatro primeras fases se llaman tratamiento.
REGIMENES ALTERNATIVOS AL SISTEMA PROGRESIVO: Por razones econmicas se busca mantener al
preso menos tiempo en la crcel, y que pueda terminar su condena en la sociedad, donde ser controlado
por los dems ciudadanos (como en la novela "1984" donde todos controlaban a todos), que lo vigilan y
pueden denunciarlo. Se plantearon as otras alternativas al sistema progresivo:
1) Semilibertad: Salir 6 meses antes de la condena, aunque sea reincidente.
2) Fase 6: Si cumpli con la mitad de la condena, puede ir a la fase 6 (periodo de prueba).
3) Arresto diurno: (duerme en la casa) o nocturno (duerme en la crcel y sale de da).
4) Arresto domiciliario: Para los mayores de 70 aos o pacientes terminales. Esta disposicin es del ao
1996.
5) Trabajos comunitarios: como pintar una escuela, etc. Se aplica solo para penas menores.
Condensado de lvarez C, Clases tericas de la Ctedra de Psicologa Forense de la Facultad de Psicologa de la
Universidad de Buenos Aires, 2 cuatrimestre de 1996.

DIAGNSTICO ESTRUCTURAL
Generalidades.- Segn Kernberg, es aquel que integra a la descripcin de sntomas y conductas
observables y al aspecto gentico (familia, etc), la comprensin de las caractersticas estructurales
intrapsquicas de los pacientes. Dentro de ello, Kernberg propone que hay tres organizaciones
estructurales de la personalidad: neurtica, bordeline y psictica. Estas tres organizaciones se reflejan
en: a) su grado de integracin de la identidad, b) las operaciones defensivas que habitualmente emplea,
y c) la capacidad para la prueba de realidad. Los tres criterios son expresables tanto a nivel manifiesto
como latente.
Estos tres elementos se llaman tambin criterios de diferenciacin clnica porque permiten diferenciar
neurosis, psicosis y bordeline. Hacer un diagnstico estructural no es simplemente decir tiene
esquizofrenia, sino a qu esquizofrenia nos referimos y los criterios utilizados para el diagnstico
diferencial. Ms que entidades fijas, el diagnstico estructural busca una constancia de rasgos que hablen
de una cierta estabilidad en la organizacin de la estructura psquica.
En el contexto de un proceso psicodiagnstico, Lunazzi propone una serie de articuladores diagnsticos
para cada uno de los criterios de diferenciacin clnica, tal como se indica a continuacin:
Criterios de

Analizables en

Fenmenos indicadores en batera y entrevistas

diferenciacin
clnica
1) Prueba de
realidad (abarcando
Sentido y Juicio de
Realidad)

los ejes
Congruencia

Adecuacin

2) Integracin de la
identidad y
relaciones objetales

Representaciones
de identidad
Representaciones
de vnculos

3) Operaciones
defensivas

Represin
primaria (funcin
barrera)

Regulacin de
impulsos
Funcionamiento
sublimatorio y
creatividad

Dimensin. Congruencia expresada en: congruencia con


consignas, con estmulos (distorsiones pp), con
interpretaciones (orientacin en el tiempo y espacio),
distorsiones del sentido, etc.
Dimensin, cualidad del pensamiento, reconocible en
conciencia de interpretacin, en las administraciones e
interrogaciones, evaluacin, capacidad de rectificacin,
capacidad de anticipacin de consecuencias, influencias
relativas a los procesos primario y secundario, etc.
Integrada, fragmentada, difusa, yuxtapuesta. Discriminada
confusa. Contradicciones: resueltas contrapuestas,
autoestima y representacin de s. Imagen corporal.
Diferenciados, indiferenciados, simbiticos, parcial-total,
eleccin de objeto anacltico, narcisista, segn proyectados en
la batera, constancia objetal, superyo, integrado no
integrado.
Censura, operaciones pre-represivas o pos-represivas, su
rigidez o flexibilidad, su xito o fracaso, mantenimiento de la
conciencia de interpretacin, tono emocional, moderacin
temtica y equilibrio versus proyecciones masivas, coartacin,
fracasos, transgresiones en cliss y fenmenos de procesos
primarios de pensamiento, bizarreras, prdidas de la
conciencia de interpretacin, etc.
Direccin y control: capacidad de demora y persecusin de un
objetivo, capacidad de tolerancia frente a emociones intensas:
ansiedad, angustia, frustracin y prdida, capacidad de
experimentar tales emociones o grado de incapacidad, etc.
Creatividad y disponibilidad de energa libidinal para fantasear
y crear. Capacidad de trabajo: participacin, colaboracin,
logros, humor-goce: placer, satisfaccin en ejecuciones.
Capacidad de reparacin. Capacidad de utilizar recursos y
experiencia, disponibilidad para nuevos aprendizajes, etc.

Lunazzi de Jubany H, Lectura del psicodiagnstico.

DIETA
Dieta, depresin y ansiedad.- Objetivo: Los factores biolgicos principales que influyen en el desarrollo
de la depresin son modificados por la dieta. Este estudio examin el grado en el cual los trastornos
mentales de alta prevalencia estn relacionados con la dieta habitual en 1,046 mujeres en edades de 2093 aos seleccionadas aleatoriamente de la poblacin.
Mtodo: Se obtuvo una puntuacin de la calidad de la dieta de las respuestas de un cuestionario de
frecuencia alimentaria, y un anlisis factorial identific los patrones dietticos habituales. Se utiliz el
Cuestionario de Salud General 12-tem (GHQ-12) para medir los sntomas psicolgicos y se utiliz una
entrevista clnica estructurada para evaluar los trastornos depresivos y de ansiedad actuales.
Resultados: Despus de ajustar la edad, el estado socioeconmico, la educacin y las conductas de salud,
un patrn diettico tradicional caracterizado por vegetales, fruta, carne, pescado y granos enteros se
asoci con menores probabilidades de depresin mayor o distimia y de trastornos de ansiedad. Una dieta
occidental de los alimentos procesados o fritos, granos refinados, productos azucarados y cerveza se
asoci con una mayor puntuacin en GHQ-12. Tambin encontramos una asociacin inversa entre la
puntuacin de la calidad de la dieta y la puntuacin GHQ-12, que no se confundi por la edad, nivel
socioeconmico, educacin u otras conductas de salud.
Conclusiones: Estos resultados demuestran una asociacin entre la calidad de la dieta habitual y los
trastornos mentales de alta prevalencia, aunque no se pueden descartar como explicaciones a la
causalidad reversa y los factores de confusin. Se justifican mayores estudios prospectivos.
Felice N. Jacka; Julie A. Pasco; Arnstein Mykletun...(et.al) Asociacin de las dietas occidentales y tradicionales con la
depresin y la ansiedad en mujeres. AMERICAN JOURNAL OF PSYCHIATRY. 2010 MAR;167(3):305-311.

DINERO
(Psicoanlisis) Tiene su importancia psicoanaltica no solamente por su valor real. Es un objeto de catexis
de primer orden. En el inconciente el dinero (oro) equivale al excremento. Para el nio el excremento es

muy apreciado, es, pues, el primer producto, un pedazo de su cuerpo segn su concepto-, que regala o
de que se priva. En el folclore, en las supersticiones, la transformacin del excremento en oro y al revs,
es un motivo muy conocido.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

DIPSOMANA
Desorden o sntoma mental caracterizado por una incontrolable sed de bebidas alcohlicas.
Tcnicamente, se limita a casos de ataques peridicos de embriaguez, no explicables de otra manera; a
menudo se lo compara identifica con una constitucin epileptoide.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

DISCURSO
Generalidades.- Discurso es un trmino que en un sentido general designa la forma en que se
producen determinado enunciados efectivos y sus consecuencias. As se habla del discurso mdico,
poltico, cientfico, etc. Lacan habla de discurso en un sentido ms fundamental. En primer lugar como
discurso sin palabras, o sea una armazn o estructura que implica lugares y trminos, y que es la matriz
de cualquier acto en que se tome la palabra. El significante es la causa del discurso, ya que es en la
captura que el significante ejerce sobre los seres hablantes en donde se establecen las operaciones
mnimas que hacen posible el discurso. El discurso, en tanto lazo social, se soporta en el lenguaje. Si el
inconciente est estructurado como un lenguaje, el discurso es el armazn fundamental que hace posible
que cada uno encuentre la necesaria barrera al goce para constitur el lazo social. No existe el lazo social
fuera de los discursos, porque el sujeto y el Otro no disponen de ningn medio que establezca su vnculo
en el lenguaje.
Alemn Jorge y Larriera Sergio, Lacan-Heidegger, Buenos Aires, Ediciones del Cifrado.

Segn Lacan.- El trmino en un sentido general designa la forma en que se producen determinados
enunciados efectivos y sus consecuencias. As se habla del discurso mdico, poltico, cientfico, etc. Lacan
habla de discurso en un sentido ms fundamental. En primer lugar como discurso sin palabras, o sea una
armazn o estructura que implica lugares y trminos, y que es la matriz de cualquier acto en que se
tome la palabra. El significante es la causa del discurso, ya que es en la captura que el significante ejerce
sobre los seres hablantes en donde se establecen las operaciones mnimas que hacen posible el
discurso.
Para aclarar ms estos conceptos, podemos pensar que discurso es como un molde vaco, una mera
forma que puede ser ocupado con diferentes contenidos (poltico, cientfico, etc.). Los diferentes
contenidos se llaman significados, mientras que la forma vaca en la cual se insertan, son los
significantes. Por lo tanto, esta concepcin sigue la pauta de la concepcin aristotlica de hyl-morph,
citada por Alemn y Larriera, o sea (la hyl es el contenido, y el morph, la forma que recibir ese
contenido. Por ejemplo, las palabras como meros significantes alojarn significados).
Lacan indica que los contenidos o significados que pueden ser insertos en esa estructura o mera forma
llamada discurso son el discurso histrico, el discurso del universitario, el discurso del amo, y el discurso
psicoanaltico.
Pero, si el discurso en una mera forma, una estructura que puede contener en algn momento
contenidos o significados, cabe preguntarse, cul es esta estructura del discurso?
Como toda estructura, el discurso se compone de PARTES o LUGARES que estn entre s RELACIONADAS
de determinada manera.
Siguiendo el modelo de Lacan, cabe decir que en la estructura discursiva encontramos cuatro LUGARES,
representados mediante las letras $, a, S1 y S2:

Los lugares estn representados por los cuatro casilleros vacos, y las flechas representan sus mutuas
RELACIONES. Observemos que Lacan muestra que una de las relaciones siempre falta (la flecha que
debiera unir los dos lugares inferiores). Tambin se dibujaron dos barras pequeas horizontales, que
separan los lugares superiores de los inferiores.
Esos cuatro lugares vacos podrn ser ocupados por los smbolos $, a, S1 y S2:
$
S1
S2
a

Lugar
Lugar
Lugar
Lugar

del
del
del
del

sujeto en tanto hablante


Otro
saber
goce

Ellos podrn distriburse de diversas formas, con lo cual obtenedremos diferentes tipos de discurso. Por
ejemplo:
Discurso PSICOANALITICO

S
S2

S
S1

Discurso HISTERICO

S
S1

S
S2

Discurso DEL AMO

S
S1

S
S2

Discurso CAPITALISTA

S
S2

S
S1

Como puede verse, en cada tipo de discurso hay una FALTA distinta, porque son tambin distintos los
elementos incluidos en los dos lugares inferiores, que no aparecen relacionados (falta).
Alemn Jorge y Larriera Sergio, Lacan-Heidegger. Buenos Aires: Ediciones del Cifrado.

Discurso ideolgico.- En la concepcin de P. Aulagnier, la funcin metapsicolgica que cumple el


registro sociocultural es el conjunto de instituciones cuyo funcionamiento presenta un mismo rasgo

caracterstico: lo acompaa un discurso sobre la institucin que afirma su justificacin y su necesidad.


Este discurso designa al discurso ideolgico.
Aulaginer Piera, La violencia de la interpretacin, p. 159.

Discurso jurdico y discurso psicoanaltico.- Desarrollaremos algunos conceptos de Legendre. El


discurso jurdico es explicable desde el psicoanlisis, pero no interpretable: no es psicoanalizable porque
es una institucin, y como tal no tiene voz. El discurso jurdico nos hace creer que tiene voz, que tiene
palabra, pero en realidad es vaco (y es voraz, porque atiborra con palabras).
Todo discurso jurdico tiene elementos extradiscursivos porque est dentro de un contexto social,
econmico, poltico e histrico.
El poder de este discurso reside en su capacidad de manipular el deseo de los otros, y es un poder que
est preservando la coexistencia entre nosotros, controlndonos mutuamente y ofreciendo una
seguridad: Es una funcin dogmtica natural. Como todo poder que ejerce control, genera angustia, y
esta es disimulada o diluida mediante una mitificacin que usa dos herramientas: el orden, y lo
imaginario en lo social.
Se ejerce el poder para establecer un orden. Lo imaginario social se basa en cambio en lo emotivo,
porque implica veneracin de smbolos, prceres, etc El discurso de la ley busca "hacer creer". En suma:
el discurso del poder se apoya en el discurso del orden, y este en lo imaginario en lo social.
Sin embargo, puede an surgir la angustia frente a la coaccin que impone el poder: en estos casos el
discurso jurdico empieza a decir lo mismo pero de otra forma: cambia la forma pero no el contenido, y
por eso se dice que el discurso jurdico es un inmutable en lo mutable. El contenido que no cambia es la
manipulacin: es la "funcin dogmtica", que es la funcin de la ley.
Lo que no cambia es la manipulacin de los otros a travs del poder: cambian las formas en que esta
manipulacin de lleva a cabo.
Warat describe la ley del discurso jurdico estableciendo una ecuacin con cuatro conceptos
fundamentales:
La Ley es justa y equitativa, y est constituida por formas, pero en determinados momentos puede ser
arbitraria.
La ley se implementa para poder lograr la justicia, para lo cual a su vez debemos tener el concepto de
equidad. Como palabra que es, la ley est compuesta por formas, que supuestamente tienden a ser
justas y equitativas, formas que adems se pueden cambiar sin que cambie el contenido. Cuando esas
leyes no condicen con lo establecido desde la sociedad, aparece una discrepancia, una laguna de la ley y
esta se convierte en arbitraria. Por ejemplo, en ciertas culturas matar a gemelos no es delito. La ley
presenta lagunas cuando no puede contemplar todos los casos, cuando hace excepciones, cuando
empieza a 'hacer agua'.
La ley usa algunos recursos semnticos para atenuar la angustia que le produce no ser equitativa
siempre, y ser arbitraria. Tenemos tres recursos de este tipo que cambian la forma pero no el contenido:
1) Anemia semntica: frente a palabras debilitadas, se refuerza su sentido. En vez de decir 'abuso' se
dice 'abuso deshonesto', aunque todo abuso lo sea. Lo mismo ocurre con 'obediencia debida'. Y lo mismo
cuando se dice 'demencia en sentido jurdico': es tomar un concepto de la psicologa y reinterpretarlo en
funcin del discurso jurdico: 'demencia' en este sentido abarca muchos cuadros distintos.
2) Redefinicin de trminos: Implica cambiar la terminologa pero decir lo mismo. Por ejemplo antes se
deca 'brujera' y hoy se dice lo mismo con 'ejercicio ilegal de la medicina'.
3) Cambios axiolgicos: La ley recurre a los llamados 'estereotipos' para hacernos creer que hay un
cambio de valores (cuando en realidad no lo hay). El ejemplo tpico de estereotipo es la imagen del juez
puro, imparcial, equitativo, o sea, la ley representada con ojos vendados. Esto en realidad no es as: hay
ciertas doctrinas en derecho (teoras totmicas, por ejemplo) que dicen que la palabra del juez est por
encima de la ley, con lo cual el juez puede muy bien ser injusto al condenar a alguien sin las pruebas que
la ley exige. En estos casos, Warat dice que la ley funcionara como 'omnia significante', o sea, tiene todo
el poder de la palabra, es 'fuerza de ley' (otra anemia semntica). Legendre lo dice en otras palabras:
"todo lo escrito est guardado en su pecho", una cita latina referida al Papa.
Condensado de Cabanillas (1996) Aproximaciones al discurso jurdico.

Discurso jurdico y discurso psicoanaltico.- Este trabajo de Koziki propone analizar desde el
psicoanlisis el origen, racionalidad y funcionamiento del discurso jurdico occidental, tomando como
marco algunas hiptesis de trabajo del jurista y psicoanalista Legendre. Ni los textos jurdicos ni las
instituciones son psicoanalizables pues las ficciones no tienen cuerpo, carecen de la palabra. El discurso
jurdico no es el discurso de un sujeto, es un 'como si' las instituciones hablaran: es un texto sin sujeto
(Legendre). Aclaremos tambin que el uso analgico de conceptos psicoanalticos para referirnos al
discurso jurdico y las instituciones debe ser cauteloso y prudente.
1. DE LA INVESTIGACIN PROPUESTA POR PIERRE LEGENDRE
Del punto de partida: Freud.- En cuanto a la articulacin del discurso psicoanaltico con la racionalidad
jurdico-institucional occidental, se pueden distinguir dos pares de registros: 1) el Supery de la clnica y
el Supery de la cultura: la censura es ejercida por quienes tomaron el poder de los padres: el analista y

los doctores de la Ley. 2) el segundo par de registros es la lectura del texto occidental desde el discurso
psicoanaltico, por un lado, y, a partir de esos resultados, la relectura del propio discurso psicoanaltico.
En ambos discursos estn la sumisin y la censura.
De la vuelta a los medievales.- En el Derecho Cannico de los medievales debemos encontrar las races
del dogmatismo occidental, su pretensin de abarcar no slo lo jurdico sino todas las ciencias, y sus
invenciones eruditas para hacer amar la sumisin.
De las hiptesis de trabajo.- El discurso jurdico occidental es el discurso del Poder por excelencia, que
busca dominar y hacer marchar el gnero humano. Para ello recurre a la manipulacin de las creencias y
mitos que capturan el deseo inconciente de los sujetos a someter.
Una creencia pivotante alrededor de la cual giran las dems es el 'mito fundador', segn el cual la Ley
est encarnada en alguien, un magistrado, etc, que representara a un Pontfice, a su vez sustituto de un
Ausente, y a quien hay que someterse y amar. En su pecho estn todas las leyes, antes de ser
promulgadas. El amor a este Jefe asegura la sumisin. En la poca medieval fue religioso, pero con la
laicizacin pas al discurso jurdico occidental.
Este discurso ejerce as, indica Legendre, una 'funcin dogmtica'. Esta manipula el deseo-de-saber y
ejerce el Poder para asegurar la produccin, circulacin y reproduccin de un 'sistema de escritos de la
verdad', los cuales aseguran que el mensaje de la autoridad llegar a todos.
Toda doctrina enunciadora de la sumisin destacar una sexologa para asegurar y justificar su poder,
entendiendo aqu sexualidad en su sentido ms amplio, o sea, como relacin afectiva.
Tambin, el discurso identifica los principios de autoridad y de razn, al sostener de una u otra forma que
"los que no piensan como nosotros son locos".
Las instituciones no son arbitrarias, sino un sistema de reglas e interpretaciones uniformes que imponen
un cdigo de fantasas relativas al poder, y dando cuenta del origen de las leyes. La institucin occidental
tiene dos caractersticas: es vaca y es voraz.
Son vacas pues no tienen cuerpo, no hablan, y son voraces porque tal vaco es llenado, atiborrado con
textos: son un Texto sin sujeto, el Derecho no es la palabra de un sujeto, aunque se crea la ilusin de
que s hablan.
De la textualidad, del Texto, de los textos.- El Texto es un escrito infinito, que no tiene tiempo, que est
detenido como en las mitologas, pero no obstante va sufriendo cambios, sobre todo a travs de la
poltica.
Tiende a configurar un "Texto nico", unitario y unitarista, y lo tpico del texto occidental es la escritura.
Instituir es escribir, o sea, la verdad de la institucin est en algo escrito.
El texto, por tanto, no es un simple "soporte de la informacin": para que haga efecto es necesario creer
en lo escrito: la autoridad es la que nos dice la verdad, y por ello un texto es la autoridad, y por ello no
es lo mismo que el comentario. En el texto el jurista no inventa nada: todo ya est dicho por el Gran
Otro. Y de aqu que la interpretacin del texto juegue como la legalidad.
El mecanismo del discurso jurdico-institucional de occidente se basa en el hecho de que no hay objetos
deseables, sino sujetos deseantes: el objeto de deseo se construye, se inventa, con lo cual el discurso
tambin puede hacerlo captando a los sujetos deseantes y ofrecindoles algo para desear. La Ley y el
deseo quedan as acoplados, cuando el texto jurdico cumple su funcin de manipulacin del deseo
inconciente. Es as que:
a) El trabajo del jurista consiste en inventar las palabras tranquilizadoras e indicar el objeto de amor
donde la poltica ubica el prestigio.
b) El texto expone tambin un pensamiento simblico. La Ley recitada por los doctores enuncia sus
reglas, incluyendo el orden de smbolos.
De la ficcin: fictio figura veritatis.- Las instituciones son ficciones, pero las ficciones no son otra cosa que
una figura de la verdad, segn la idea jurdico-cannica. Al ser verdaderas, las instituciones movilizan el
inconciente, y as nace lo jurdico.
El CUERPO es el espacio primero, la primera de todas las ficciones, que permite la transmisin o
sucesin: el Padre, el Estado no mueren nunca: sus derechos se transmiten a los hijos, como marca la
Ley. Las sociedades y asociaciones son consideradas cuerpos, lo mismo que el mismo sistema jurdico
(Corpus Juris). Instituir a los humanos es ante todo, escribirlos, marcar cuerpos.
De la censura social, de la recuperacin del conflicto.- La ficcin jurdica hace funcionar una sociedad
dada de la forma ms ciega e impiadosa. Para ello debe usar un discurso reglado, recitado,
gramaticalmente riguroso. Ello sirve para recuperar y desactivar el conflicto, individual y social. La
censura es as la mejor forma de enterrar el conflicto, enmascarar la verdad.
Esta censura social es el Supery de la cultura, para usar un trmino freudiano, y se lleva a cabo con tres
elementos: un cuerpo de ciencia, su transmisor garante, y el axioma formalizando el castigo, que hace
que la pena sea erigida en palabra tranquilizadora. El cuerpo de ciencia es ms que un catlogo de
prohibiciones: es mostrada como una fatalidad lgica (mito de la necesidad).
De la laicizacin.- Con la laicizacin el derecho de separa de la teologa, apareciendo una religin sin
Dios, quien es reemplazado por el Estado. Tal laicizacin impide tambin que se reconozca esa estructura
religiosa.

Se empieza a hablar del Estado soberano, y nace el Derecho Pblico (derechos del Estado y sus
administradores) y Derecho Privado (derechos de los padres y propietarios).
2. DE ALGUNAS REFLEXIONES QUE NO SON CONCLUSIONES
El psicoanlisis puede darnos algunas respuestas para explicar el discurso jurdico, debido a que ste
posee una carga libidinal, y a que el universo del psicoanlisis es el universo de la palabra.
El sistema jurdico institucional de occidente se sita en un momento histrico y en una cultura
determinada: es patriarcal y sobre esa base la situacin edpica es montada. Hablamos entonces de un
relativismo sociolgico (Lacan): en otras culturas la cosa puede darse diferente porque no son
patriarcales, o porque su herramienta no es la escritura.
Por ltimo, el psicoanlisis al desmontar el mecanismo jurdico muestra su violencia radical: la captacin
amorosa de los sujetos, la indicacin por Ley del objeto de amor.
Condensado de Koziki (1996) Discurso jurdico y discurso psicoanaltico (artculo)

DISOCIACIN
Generalidades.- Spaltung, escisin o clivaje. Ms que una defensa, es una forma de lograr la
coexistencia de dos defensas dentro del yo (escindiendo as a este): una contra la realidad (renegacin),
y otra contra la pulsin.
La disociacin aparece en el fetichismo y la psicosis, y consiste en adoptar dos actitudes independientes
frente a la realidad exterior: una la tiene en cuenta, mientras la otra, por influencia del instinto, la niega
reemplazndola por la produccin de un deseo (realidad delirante). Por ejemplo, el fetichista frente a la
realidad de la castracin, por un lado niega la percepcin de la falta de pene en la mujer, pero por el otro
debe reconocer esa realidad.
Existe una disociacin normal, instrumental, como por ejemplo cuando en el estudio debe separarse lo
intelectual de lo emocional.
Celener G. y otros, "Los mecanismos de defensa y las tcnicas proyectivas", Publicacin interna de la Ctedra de
Teora y tcnicas de exploracin y diagnstico Mdulo II, Facultad de Psicologa, Universidad de Buenos Aires, 1996.

Segn M. Klein.- "La disociacin es el mecanismo por el cual el yo y un objeto nico son divididos
fantsticamente en dos. La divisin del objeto se establece en funcin de las caractersticas idealizadas y
persecutorias, y en correspondencia con una divisin concomitante del yo, estructurndose por lo tanto
dos vnculos simultneos entre un yo agresivo y un objeto idealizadamente persecutorio, y un yo lleno de
amor con un objeto idealizadamente bueno".
"Esta divisin del objeto y del yo corresponde a un mecanismo primario que sin embargo implica ya un
cierto grado de organizacin de la realidad catica del comienzo de la vida, en tanto permite aislar y
separar dos tipos de experiencias que se suceden en forma alternada: experiencias de unin, proteccin
y satisfaccin, y experiencias de abandono, dolor e insatisfaccin".
"La disociacin en sus comienzos responde a una divisin neta del objeto y del yo, siendo uno de los
pares disociados alternativamente 'no conocido', 'ignorado', 'aislado' por el yo. Las disociaciones
primarias dan como resultado objetos parciales (pecho-pene) (idealizado-persecutorio). Durante la
evolucin normal, y en la medida en que disminuye la ansiedad persecutoria, la disociacin toma
caractersticas menos rgidas en cuanto al grado de distancia entre lo idealizado y lo persecutorio,
acercndose paulatinamente a una divisin entre lo bueno y malo, favoreciendo la sntesis depresiva".
"Dentro de la teora kleiniana, este mecanismo es el precursor de la represin, que permite el clivaje
entre lo conciente y lo inconciente".
"Los mecanismos de disociacin pueden fracasar durante la evolucin por la intensidad de la envidia, la
agresin o la mala relacin continente con el mundo externo; en tal caso son reemplazados por
mecanismos de splitting masivos y de identificacin proyectiva excesiva, los cuales llevan a la
desintegracin del yo como medida defensiva. H. Segal dice que el yo se fragmenta y escinde en
pedacitos para evitar la experiencia de ansiedad. La desintegracin es el ms desesperado de todos los
intentos del yo para protegerse de ella. A fin de no sufrirla, el yo hace lo que puede para no existir,
intento que origina una aguda ansiedad especfica: la de hacerse pedazos y quedar pulverizado".
"An cuando la disociacin sea lograda, adquiere caractersticas patolgicas cuando implica una distancia
rgida y excesiva entre las caractersticas idealizadas y persecutorias del yo y del objeto, ya que esto
dificulta la capacidad de sntesis e integracin depresiva".
"Segn H. Segal, en situaciones de ansiedad aumenta la disociacin y se utilizan la proyeccin y la
introyeccin para mantener a los objetos persecutorios tan alejados como sea posible de los objetos
ideales, a la vez que se mantiene a ambos bajo control".
"La disociacin subyace a todas las defensas neurticas en tanto tienen todas por finalidad la escisin del
vnculo persecutorio con el objeto. Lo que cambia entre una y otra es qu vnculo es considerado
persecutorio en su relacin con el objeto. Como mecanismo adaptativo da lugar a la disociacin
esquizoide instrumental, a la capacidad de dejar de lado determinadas situaciones afectivas, para lograr
ajuste a distintas exigencias de la realidad".

Como defensa manaca, "los mecanismos de disociacin tienden a evitar el dolor que la ambivalencia
produce (amar y odiar al un mismo objeto)".
Piccolo E., "Defensas en los tests grficos", Editorial Paids.

Generalidades.- 1. McCurdy dice que la disociacin como trmino psicopatolgico, significa la


segregacin de un grupo de procesos mentales, separados de la conciencia, pero que funcionan como un
todo nico, como si pertenecieses a otra persona. Esto, cuando es altamente elaborado, puede conducir a
una doble personalidad, pero solo si los complejos disociados desplazan la conciencia normal, deviniendo
ellos mismos concientes. (J. T. McCurdy, The Psychology of Emotion). Henderson y Gillespie establecen
que doble y mltiple personalidad son trminos aplicados cuando el mismo individuo aparece en
momentos diferentes como poseyendo un contenido mental, una disposicin y un carcter enteramente
distintos, y cuando en cada una de estas fases muestra completa ignorancia de las otras, y
recprocamente (Henderson y Gillespie, A. Text-Book of Psychiatry). 2. (Psicoanlisis) El psicoanlisis
tambin acepta la teora de la disociacin y del inconciente, pero plantea una relacin diferente de cada
uno para con el otro. Esta cita, tomada del trabajo de Freud La perturbacin psicolgica de la visin
segn el psicoanlisis, tiene que ver con otra forma de disociacin. Si, entonces, la perturbacin visual
psicognita, tal como la hemos estudiado, est basada en la segregacin de la conciencia de ciertas ideas
relacionadas con la vista, la concepcin psicoanaltica nos impulsa a creer que estas ideas se han puesto
en oposicin con otras ideas ms poderosas... y han sido por lo tanto reprimidas Todo rgano de sentido
y sus representaciones psquicas pueden exhibir el fenmeno de disociacin. 3. La expresin de
disociacin est relacionada con la separacin de la ideas con sus afectos consonantes. Por ejemplo un
paciente esquizofrnico se rie cordialmente mientras discute la idea de que estuvo cortado en millones de
pedazos. 4. (Psicoanlisis) En Studien bre Hysterie de Freud figura como sinnimo de Represin. (Al.:
Abspaltung; Fr.: Dissociation, viction; I.: Splitting off). (Hinsie and Shatzky).
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Disociacin afectiva.- Falta de respuesta ante estmulos cuya carga emocional es evidente para el
sujeto. El bloqueo de la respuesta emocional puede aparecer como mecanismo de defensa en situaciones
especficas, como el combate o el trauma. El sujeto vive el trauma como si le aconteciera a otro, sin
miedo, ansiedad o dolor, aunque sea plenamente conciente de la gravedad del mismo. Un caso particular
es el de la bella indiferencia, caracterstica de la histeria de conversin, en la que el sujeto padece una
grave discapacidad, pero sin ninguna implicacin emocional o afectiva respecto a la misma. Tambin se
conoce con el nombre de disociacin emocional.
Farr Mart J (1999) Diccionario de psicologa. Barcelona: Ocano.

DISOMNIA
Generalidades.- Alteracin en la calidad del sueo que puede ser de tres tipos: a) Cataplexia: brusca
abolicin del tono muscular donde el sujeto cae al suelo con los ojos cerrados pero sin prdida de
conciencia, es decir, no se duerme. Dura dos a tres minutos y lo desencadena un ataque de risa o una
emocin violenta. Se inhibe toda actividad voluntaria. 2) Parlisis del sueo: el sujeto se paraliza, lo que
puede ocurrir mientras est durmiendo o mientras se est despertando (parlisis del dormir y parlisis
del despertar, respectivamente). c) Alucinaciones hipnaggicas: bruscas y angustiantes, aparecen al
dormirse o al despertarse. Es un estado similar al trance hipntico y no son psiquitricas. Algunas veces
no se puede el sujeto mover, y aparece miedo a la muerte.
Castelluccio A, Clases de Correlaciones de la Clnica Mdica, Carrera de Psicologa, Facultad de Humanidades,
Universidad de Belgrano, Buenos Aires, 1983.

DISONANCIA COGNITIVA
Definicin.- Teora formulada por Len Festinger, segn la cual hay una propensin a producir
relaciones consonantes y a evitar la disonancia entre las propias actitudes o conductas.
Vander Zanden James, Manual de Psicologa Social, Barcelona, Paids, 1986, pg. 618.

DISTIMIA
Generalidades.- Etimolgicamente sera toda disfuncin del humor. A menudo se llamaba distmico al
individuo cuyo humor era cambiante y variable, y tambin se haba utilizado para describir los trastornos
del humor en epilpticos []. La atribucin ms reciente del trmino se debe a la influencia del DSM-III,
que utiliz trastorno distmico para sustitur la depresin neurtica. Con ello ha perdido su caracterstica
de sntoma para pasar a ser un sndrome clnico.
Vallejo Ruiloba J y otros, Introduccin a la psicopatologa y la psiquiatra, Masson, Barcelona, 1999, 4 edicin, pg
234.

Generalidades.- La distimia, tambin llamada trastorno distmico, se define como un tipo de trastorno
afectivo o del estado de nimo que a menudo se parece a una forma de depresin grave (clnica) menos
severa, pero ms crnica. Sin embargo, las personas que tienen distimia tambin pueden experimentar a
veces episodios de depresin grave.
La distimia afecta a las mujeres con el doble de frecuencia que a los hombres. El trastorno distmico
afecta aproximadamente al 5,4 por ciento de los adultos estadounidenses de 18 aos de edad o mayores;
es decir, a 10,9 millones de personas. Segn el Instituto Nacional de la Salud Mental (National Institute
of Mental Health), cada ao alrededor del 40 por ciento de los adultos que tienen un trastorno distmico
tambin cumplen los criterios de depresin grave o trastorno bipolar.
Sntomas.- A continuacin, se enumeran los sntomas ms comunes de la distimia, que son menos
severos pero ms crnicos que los de la depresin grave. Sin embargo, cada individuo puede
experimentarlos de una forma diferente. Los sntomas pueden incluir:
Tristeza, ansiedad o sensacin de "vaco" persistentes.
Prdida de inters en actividades que antes se disfrutaban.
Llanto excesivo.
Mayor inquietud e irritabilidad.
Menor capacidad de concentrarse y tomar decisiones.
Disminucin de la energa.
Pensamientos de muerte o suicidas, intentos de suicidio.
Aumento de los sentimientos de culpabilidad, desamparo y, o desesperanza.
Alteraciones del peso y, o del apetito debido a comer de forma insuficiente o excesiva.
Alteraciones en los hbitos del sueo.
Aislamiento social.
Sntomas fsicos que no ceden ante los tratamientos estndar (por ejemplo, dolor crnico, dolor de
cabeza).
Para un diagnstico de distimia, un adulto debe exhibir un estado de nimo deprimido durante al menos
dos aos (un ao en los nios y adolescentes), junto con por lo menos otros dos sntomas de depresin
(sealados arriba). Los sntomas de la distimia pueden parecerse a los de otras condiciones psiquitricas.
Siempre consulte a su mdico para el diagnstico.
Diagnstico.- Cmo se diagnostica la distimia? Como se ha comprobado que a menudo la depresin
coexiste con otras condiciones mdicas, como cardiopata, cncer o diabetes, y tambin con otros
trastornos psiquitricos como el abuso de drogas y la ansiedad, el diagnstico y tratamiento en las etapas
iniciales son cruciales para la recuperacin. A menudo el diagnstico se hace despus de un examen
psiquitrico minucioso y una historia mdica realizados por un psiquiatra u otro profesional de la salud
mental.
Tratamiento.- El tratamiento especfico de la distimia ser determinado por su mdico basndose en lo
siguiente:
Su edad, su estado general de salud y su historia mdica.
Qu tan avanzada est la condicin.
Su tolerancia a determinados medicamentos, procedimientos o terapias.
Sus expectativas para la trayectoria de la condicin.
Su opinin o preferencia.
El tratamiento puede incluir cualquiera de los siguientes elementos o una combinacin de ellos:
Medicamentos antidepresivos (especialmente cuando se administran en combinacin con la psicoterapia,
resultan muy eficaces para el tratamiento de la depresin).
Psicoterapia (en la mayora de los casos, terapia cognitivo-conductista o interpersonal orientada a
modificar la visin distorsionada que tiene el individuo de s mismo y de su entorno, con nfasis en las
relaciones complicadas y la identificacin de los factores de estrs en el entorno para aprender a
evitarlos).
Terapia electroconvulsiva (su sigla en ingls es ECT).
Dado que los episodios de distimia suelen persistir por ms de cinco aos, puede ser necesario el
tratamiento a largo plazo de este trastorno.
http://www.mmhs.com/clinical/adult/spanish/mentalhealth/dysthym.htm

DISTORSIN
Distorsin aperceptiva.- En un test hay una percepcin 'objetiva' hipottica, casi pura donde la
mayora de los examinados concuerdan sobre el estmulo. Esto sin embargo no se cumple, pues siempre
distorsionamos en mayor o menor grado el estmulo. La distorsin aperceptiva es la interpretacin
subjetiva que se hace del estmulo, y la apercepcin es una interpretacin (dinmicamente) significativa
que un organismo hace de una percepcin. Implica la influencia de recuerdos sobre la percepcin de
estmulos contemporneos.
Hay distintos grados de distorsin aperceptiva, y son cuatro (desde la mxima distorsin hasta la
mnima):

1) Proyeccin Invertida: Es el grado mximo de distorsin, y no puede hacerse conciente. Por ejemplo, el
mecanismo paranoide. La llamamos invertida porque la proyeccin es posterior al mecanismo previo de la
formacin reactiva (de yo lo amo pasa a yo lo odio por formacin reactiva, y de este, por proyeccin, a l
me odia). Esta proyeccin como defensa no suele usarse en tcnicas proyectivas, pero s las tres
siguientes distorsiones, que son normales:
2) Proyeccin simple: No necesariamente clnica, ocurre a diario. Es atribuir al otro sentimientos,
actitudes, que el sujeto ya esperaba encontrar. Es una distorsin simple, asociativa, a travs de la
transferencia del aprendizaje o, en casos ms complejos, por la influencia de imgenes previas sobre las
presentes.
3) Sensibilizacin: En vez de la creacin de un percepto inexistente, la sensibilizacin implica una
percepcin ms sensible de estmulos existentes. Ejemplo, estar ms sensible a los alimentos cuando uno
tiene hambre o tiene una fantasa de realizacin de deseos (percepcin 'autista'). Implica un aumento de
la eficacia yoica en respuesta a una emergencia.
4) Externalizacin: En los procesos anteriores no hay, por lo comn, conciencia. Aqu se trata en cambio
de una configuracin ligeramente reprimida de imgenes, fcilmente evocable concientemente.
Fuente: Celener Graciela, Fundamentos tericos para la inclusin de lminas en blanco (Ort-Tat), publicacin interna
de la Ctedra de Tcnicas psicodiagnsticas II de la Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires, 1996.

Distorsin cognitiva.- Las distorsiones cognitivas son los vnculos de los esquemas disfuncionales y los
pensamientos automticos. Cuando se procesa cognitivamente una nueva informacin o un recuerdo, a
menudo se distorsiona para que encaje en el esquema relevante, y el resultado de esta valoracin
sesgada puede hacerse conciente en forma de pensamientos automticos o imgenes. Por ejemplo el
pensamiento dicotmico, la sobregeneralizacin, la abstraccin selectiva, la lectura del pensamiento, las
afirmaciones debera, el catastrofismo y la minimizacin. Vase tambin pensamiento automtico y
esquema disfuncional.
Robins A y Hayes A., Una valoracin de la terapia cognitiva, includo en Mahoney M (ed), Psicoterapias cognitivistas
y constructivistas, Descle de Brower, Bilbao, 1997, pg. 64-65.

DIURNO, SUEO
En general, el sueo diurno se define como indulgencia ociosa de la fantasa durante las horas de vigilia.
Implica comnmente aquello que se conoce como pensamiento ansioso. En la esquizofrenia, los sueos
diurnos se destacan en la psique del paciente tomando su lugar de la accin del ambiente real,
adquiriendo valor de realidad, o sea, que devienen sntomas de psicosis. Freud dice que los sueos
diurnos giran en torno a una curiosa mezcolanza directriz tras la cual se observa el sueo diurno como un
deseo inconciente insatisfecho o un esfuerzo insatisfecho. Los sueos diurnos llenan una funcin calmante
(Maeder), a travs de la cual liberan fuertes afectos inconcientes. El proceso as comprendido es de la
naturaleza de la abreaccin (Varendock). Federn dice que el sueo diurno anormal es anlogo al placer
previo sexual, el cual nunca representa el cumplimiento del objeto final (Hinsie and Shatzky).
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

DIVORCIO
Divorcio y separacin.- Siguiendo los lineamientos de la legislacin argentina, a diferencia de la
separacin personal, el divorcio vincular implica la disolucin del vnculo.
Las causas de separacin personal son: 1) el adulterio, 2) la tentativa de un cnyuge contra la vida del
otro o de los hijos, como autor principal, cmplice o instigador, 3) la instigacin de algn cnyuge al otro
a cometer delitos, 4) las injurias graves, y 5) el abandono voluntario y malicioso.
Las causas de divorcio vincular son todas las anteriores, ms la separacin de hecho de los cnyuges sin
voluntad de unirse por un tiempo continuo mayor de tres aos, con los alcances y en la forma prevista en
el artculo 204 de la ley 23.515 (ley de matrimonio civil y divorcio vincular). Este artculo seala que
podr decretarse la separacin personal a peticin de cualquiera de los cnyuges, cuando stos hubieran
interrumpido su cohabitacin sin voluntad de unirse por un trmino mayor de dos aos. Si alguno de ellos
alega y prueba o haber dado causa a la separacin, la sentencia dejar a salvo los derechos acordados al
cnyuge inocente (Travacio, 1996:181).
Travacio M (1996) Manual de psicologa forense. Buenos Aires: Oficina de publicaciones del CBC, Universidad de
Buenos Aires.

DOLOR
Dolor crnico y aplicacin del modelo transaccional.- En la actualidad el dolor es definido como una
experiencia perceptiva compleja debida a la interaccin existente entre procesos fisiolgicos, cognitivos y
afectivos (Melzack y Casey, 1968; Scheier y Karoly, 1983; Mir, 1997), siendo adems definido como
una experiencia perceptiva multidimensional (Melzack y Casey, 1968; Sternbach, 1974) mediatizada por

distintas variables. Desde esta definicin del dolor, se ampla la perspectiva sobre el tratamiento del
mismo. En este sentido, y aplicando el modelo transaccional de Lazarus y Folkman (1984) al dolor
crnico, pretendemos en este estudio explicar las diferencias por lo que se refiere a la adaptacin entre
los pacientes con dolor crnico, y en relacin al nivel de depresin. La muestra est formada por 168
pacientes con dolor crnico que acuden a una primera entrevista con el psiclogo de la Unidad
Multidisciplinar del Dolor, en el Hospital General Universitario de Valencia, previa exploracin clnica. Los
pacientes deban completar una batera de cuestionarios de forma individual en la que se recogan los
datos sociodemogrficos, variables de valoracin del dolor, las estrategias de afrontamiento al dolor, a
travs del CAD-R, y el nivel de depresin a partir de la puntuacin obtenida en el BDI. En lneas
generales, los resultados muestran que el nivel de depresin de la totalidad de la muestra es moderada,
asocindose dicha variable con las variables de valoracin que implican la percepcin del dolor como
amenazante y como limitante en la vida diaria, entre otras, y correlacionando de forma negativa con la
estrategia de afrontamiento autoafirmacin.
Soucase, B; Soriano, J.F; Monsalve, V. ; De Andrs, J. Aplicacin del modelo transaccional de Lazarus y Folkman al
dolor crnico: valoracin, estrategias de afrontamiento y depresin. Interpsiquis. 2003; (2003)

Dolor y enfermedad mental.- Introduccin: Es frecuente encontrar alteraciones a nivel emocional en


los pacientes con dolor crnico. En muchos casos, los sntomas son de suficiente entidad como para
clasificarlos dentro del manual de clasificacin de trastornos mentales DSM-IV-TR como enfermedad
psiquitrica. Numerosos estudios han documentado una fuerte asociacin entre dolor crnico y
psicopatologa. La presencia de un trastorno psiquitrico puede incrementar la intensidad y percepcin
del dolor. El dolor crnico est asociado a la presencia de episodios depresivos, trastornos de ansiedad,
trastornos somatomorfos, trastornos de personalidad y abuso de sustancias. Este trabajo presenta un
estudio de comorbilidad entre dolor crnico y trastornos psiquitricos.
Objetivos: El objetivo de este estudio es examinar y describir la prevalencia de diferentes trastornos
psiquitricos en un grupo de pacientes con dolor crnico y estudiar algunas variables asociadas.
Metodologa: 50 pacientes adultos, con dolor lumbar crnico vinculados a la unidad de dolor del Hospital
del Mar fueron entrevistados clnicamente por un psiquiatra de nuestro Hospital en el ao 2008/9. Fueron
derivados desde el servicio de Anestesia para valoracin psiquitrica en funcin de la entrevista clnica y
de la escala Hospital Anxiety and Depression Scale HADS. En nuestro estudio, comparamos la prevalencia
de trastornos psiquitricos entre hombres y mujeres, as como los psicofrmacos utilizados.
Resultados: En nuestro grupo de pacientes (N = 50, hombres 29 %, mujeres 71 %, edad media 59,8)
diagnosticamos diversas enfermedades psiquitricas (depresin, ansiedad, abuso de sustancias,
trastornos somatomorfos, trastornos adaptativos, distimia). El diagnstico ms frecuente fue trastorno
adaptativo (35 %) y trastorno depresivo mayor (25 %). Presentamos un anlisis detallado de los
psicofrmacos utilizados en los diferentes casos.
Conclusiones: El dolor crnico es un factor influyente a la hora de producir psicopatologa en
comorbilidad. De manera recproca, la psicopatologa intensifica la percepcin dolorosa. Hay una alta
prevalencia de comorbilidad psiquitrica en mujeres en nuestra unidad. En nuestra muestra, la mayora
de los pacientes con dolor crnico lumbar no reunieron criterios de trastorno depresivo o trastorno de
ansiedad. El trastorno psiquitrico ms frecuente es trastorno adaptativo. Los antidepresivos son los
psicofrmacos ms utilizados en nuestra muestra de pacientes. Estudios prospectivos futuros son
necesarios para estudiar y entender mejor las relaciones entre dolor y psicopatologa.
C. Garnier Lacueva; J. Castao Asins; P. lvaro Sern... (et.al) Dolor crnico y enfermedades psiquitricas. REVISTA
DE PSIQUIATRA Y SALUD MENTAL. 2009 OCT;(2)

DROGA
Definicin.- Sustancia farmacolgica activa sobre el sistema nervioso central que, administrada a un
organismo vivo, puede llegar a producir alteraciones del comportamiento. Incluye no slo las sustancias
ilegales que se consumen por sus efectos alucingenos, estimulantes o sedantes y que habitualmente se
conocen como <<drogas>>, sino tambin determinados medicamentos capaces de producir estados de
abuso o dependencia, sustancias de uso legal como el tabaco y las bebidas alcohlicas y sustancias de
uso domstico o laboral, por ejemplo, los disolventes voltiles. El trmino se utiliza como sinnimo de
sustancia psicoactiva capaz de generar adiccin, abuso o dependencia. En este sentido, se clasifican en:
a) opiceos: pertenecen a este grupo el opio, la morfina y la herona; b) depresores: grupo de sustancias
que tienen en comn el hecho de disminuir la actividad cerebral y, por o tanto, inducir sedacin y
somnolencia. Pertenece a este grupo el alcohol y los barbitricos; c) estimulantes: elevan el estado de
nimo, la tensin y la vigilia. Incluyen: cafena, cocana y anfetaminas; d) tranquilizantes: incluyen las
benzodiacepinas; y e) alucingenos: alteran los procesos de sensopercepcin. Incluyen entre otros, el
LSD.
Farr Mart J (1999) Diccionario de psicologa. Barcelona: Ocano.

DSM

Definicin.- Abreviatura de Diagnostic and Statistical Manual. Clasificacin oficial de la Asociacin


Psiquitrica Americana de gran influencia en el mbito clnico y que ha sido objeto de importantes
modificaciones desde la primera edicin (DSM-I) hasta la ltima (DSM-IV).
Belloch A y otros, Manual de Psicopatologa, Volumen I, Madrid, McGraw-Hill, 1995, pg. 156.

DUDA
Definicin.- 1. Incertidumbre que sigue al creer (McDougall, 1923). 2. En la psicologa americana de la
religin, es un perodo de indecisin de la adolescencia, la cual es normalmente seguida por una
conversacin religiosa (Hall, 1891). 3. (Psicoanlisis U.) la duda se concibe comnmente como la duda o
la perplejidad en relacin con tal o cual presuncin, idea o persona, pero tambin puede definrsela como
una actitud que invade la personalidad, de tal manera que el objeto particular al cual se refiere es de
importancia secundaria. Debe establecerse la diferencia entre la duda racional y la duda irracional. La
duda irracional es la duda que caracteriza emocional e intelectualmente la vida de una persona. Para tal
persona no existe, en cualquier esfera de la vida, experiencia alguna que tenga la cualidad de certeza;
todo es dudoso, nada es cierto. La investigacin psicoanaltica acerca del mecanismo de las dudas
compulsivas muestra que son las experiencias racionalizadas de conflictos emocionales inconcientes
resultantes de una falta de integracin de la personalidad total y de un sentimiento intenso de impotencia
y desamparo. La forma tpica de la duda contempornea no es, sin embargo, la duda de carcter activo,
sino, al contrario, una actitud de indiferencia, en la cual todo es posible y nada es cierto. En contraste con
la duda irracional, la duda racional pone en tela de juicio presunciones cuya validez depende de la
creencia en alguna autoridad y no de la propia experiencia. Esta duda tiene una funcin importante en el
desarrollo de la personalidad. La duda racional es una de las fuentes principales del pensamiento
moderno. (Fromm: Man for Himself, 1947; en cast.: tica y Psicoanlisis, 1953: Fondo de Cultura,
Mxico-Buenos Aires).
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

DUELO
Definicin.- Estado de afliccin anlogo al de la melancola; pero en el sujeto afligido por una prdida
real, despus de cierto tiempo, la libido se desprende del objeto psquico perdido y empieza a estar en
condiciones de dirigirse a otro/s nuevo/s. Se distingue entre duelo normal y duelo patolgico.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Evolucin.- Partiendo de diversas aportaciones y estudios sobre aspectos evolutivos del duelo, un
estudio se centr en el seguimiento a los 2 aos de pacientes del Servicio de Salud Mental de Parla que
consultaban en relacin con un duelo. A partir de una investigacin anterior se realiz un estudio de
seguimiento a los 2 aos a una muestra de 51 personas mediante una encuesta de aplicacin telefnica
que exploraba mejora subjetiva, afrontamiento de la prdida, continuidad del curso biogrfico y
circunstancias posteriores. A los 2 aos de la primera consulta la mayora de los pacientes afirmaban una
mejora clnica, as como haber podido afrontar total o parcialmente la prdida y continuar sus
actividades con normalidad, si bien una cuarta parte refera una parcial o marcada detencin del curso
biogrfico.
En la evolucin a largo plazo de una consulta por duelo es mayoritaria la remisin de sintomatologa
asociada. Asimismo influyen negativamente en este proceso variables como la calidad del vnculo con el
fallecido y el hecho de que el fallecido sea un hijo, y positivamente factores como el apoyo social y la
psicoterapia.
M. Gamo Medina M, lamo Jimnez C, Hernangmez Criado L y Garca Laborda A, Seguimiento de pacientes que
consultan por duelo. Actas Espaolas de Psiquiatra. 2003 Sep;31(5):239-243.

Duelo patolgico.- A diferencia del duelo normal, que implica el trabajo de elaboracin de una prdida,
el duelo patolgico se caracteriza por la dificultad de aceptarla y por una reaccin desmedida para el
observador- ante esa imposibilidad.
Salvarezza L, Psicogeriatra, Paids, Buenos Aires, 1999, pg. 70.

Duelo y melancola.- Freud establece las siguientes comparaciones:


Dormir
________
Neurosis
narcisista

Duelo
= ___________
Melancola

Alegra
= __________
Mana

(normal)
(patolgico)

El concepto articulador de estas relaciones es el NARCISISMO, an cuando el narcisismo por s solo no


explica la melancolas ni las psicosis en general.
El dormir (no el sueo como realizacin de deseos) y las neurosis narcisistas implican ambas una
retraccin libidinal al yo.
El duelo y la melancola son reacciones frente a una prdida. Sin embargo, existen otras formas de
reaccin ante una prdida:
a) El acting-out ("Recuerdo, repeticin y elaboracin"): donde el sujeto en lugar de recordar (al objeto
perdido), repite. Se trata de una sustitucin rpida, cuando en el duelo sta es lenta y progresiva. Por
ejemplo: fallece la esposa y sale con muchas mujeres.
b) Hipervaloracin de lo eterno o inmortal ("Lo transitorio"): es al revs que el duelo, porque en ste
ltimo se valoriza lo efmero, se recuerda al muerto. Hipervalorar lo eterno es desvalorizar lo terrenal, lo
vital, lo mortal.
DUELO.- En el duelo normal hay un registro de que hubo una prdida, ya que el principio de realidad le
muestra que un objeto investido ya no existe ms. Aparece una inhibicin y una restriccin yoica: cesa
de interesarse por el mundo externo en la medida en que no le recuerde al muerto. Por ejemplo: no
puede volver a amar otro objeto.
Freud toma la palabra 'duelo' en sus dos acepciones: como dolor ('dolere') y como combate entre dos
('duelum'), ya que el duelo implica un combate doloroso entre dos: por un lado el yo que se resiste a
abandonar sus lugares de satisfaccin, y por el otro el principio de realidad que insiste en la prdida.
Freud se pregunta porqu el duelo resulta doloroso, y al respecto seala que en l podemos encontrar
tres afectos: angustia, dolor y tristeza (que luego diferenciar mejor en un apndice de "Inhibicin,
sntoma y angustia"):
a) Angustia: es la reaccin ante un peligro, y aparece repentinamente. El duelo se desencadena a partir
de la angustia, pero luego el proceso contina con dolor.
b) Dolor: el displacer es producido por un acumulacin de una cantidad no tramitada. Lo doloroso del
duelo est en una sobrecarga de las representaciones del objeto perdido (el yo es sensible a todo lo que
le traiga un recuerdo del muerto). Luego, esa sobrecarga deber ser descargada poco a poco, y el dolor
va cediendo. Adems, el dolor viene tambin porque el objeto perdido ya no nos ama ms.
c) Tristeza: aparece al final de este trabajo doloroso, cuando lo perdido queda registrado como tal,
pasando a integrar el pasado.
Luego el yo se siente liberado e inviste un nuevo objeto, mediante el proceso de sustitucin. Este
mecanismo suscita dos cuestiones:
a) la sustitucin es la consecuencia de una represin primaria, pues se sustituye algo que preexisti.
b) Cada duelo inevitablemente convoca a duelos anteriores, o sea, hay un resto inelaborable en cada
duelo, que retornara por repeticin en otros duelos.
El tiempo del duelo no se puede acortar: requiere tiempo y ritual, lo que ayuda a ir perdiendo lo perdido.
De otro modo, lo que se pierde es el yo. Una prdida en la realidad convoca o moviliza todo el mundo
simblico, y el ritual permite reordenar este mundo en peligro de sucumbir. Es una reaccin distinta a la
cancelacin o rechazo, tambin consecuencia de una prdida exterior, slo que en este rechazo se
construye un delirio.
Apliquemos ahora los conceptos de duelo a la melancola.
MELANCOLA.- Para la psiquiatra, es la psicosis manaco-depresiva (bipolar). Freud no la ubica como
psicosis pues, como enseguida se ver, no resulta de una retraccin libidinal al yo como en las otras
psicosis, sino que este proceso se realiza va identificacin narcisista con el objeto.
La melancola implica una imposibilidad de realizar el trabajo de duelo, o sea, de perder el objeto. La
melancola no necesariamente se desencadena por una prdida real y, aunque sea as, el melanclico
sabe a quin perdi, pero "no sabe lo que con l ha perdido".
La diferencia importante con el duelo es la prdida de la autoestima (que tambin hay en el duelo,
porque uno deja de ser amado) en la medida en que tal prdida de autoestima se traduce en
autorreproches y en una consecutiva espera de castigo delirante. Aparece un delirio de insignificancia y
un sentimiento de culpabilidad ("yo me lo merezco").
A Freud le llama la atencin la falta de pudor del melanclico para exhibir sus miserias, y se pregunta por
qu. Se pregunta tambin porqu para descubrir estas miserias tuvo que enfermar.
La persona se autorreprocha y exhibe su insignificancia y su miseria no slo para autocastigarse por
culpa, sino debido a la visicitud de ese objeto perdido: no se desprendi de ese objeto sino que lo
incorpor a su yo va identificacin narcisista: por tanto, no se reprocha y trata mal a s msmo sino al
objeto. El precio que paga por ello el yo es escindirse en dos: un Yo parasitado por el objeto perdido, y
un Superyo, el cual trata ahora al yo como antes ste trataba al objeto.
Sabemos que la identificacin narcisista es la forma de sustitur una eleccin de objeto narcisista: es la
heredera de una eleccin narcisista. El sujeto eligi un objeto a su imagen y semejanza y luego, tras la
prdida, se identifica nuevamente con l. El yo incorpora lo perdido del objeto, o sea su sombra ("la
sombra del objeto cay sobre el yo").

Por consiguiente, en realidad sali poco del yo ("hay una enrgica fijacin..." dice Freud), y en realidad
no hubo tan intenso amor por el objeto ("...y poca resistencia de carga", termina Freud).
Pero entonces, si el yo se identifica con un objeto que haba sido hecho a su imagen y semejanza,
porqu lo trata tan mal mediante el sentirse insignificante y el hacerle reproches? Debido a la
ambivalencia hacia dicho objeto. Es precisamente por el odio que no puede llevar a cabo la elaboracin
de la prdida, un odio que retorna siempre como culpa.
El yo deja de ser un sujeto y pasa a ser un objeto (por la identificacin), de manera que el suicidio en la
melancola es en realidad un homicidio.
En la neurosis obsesiva encontramos tambin reproches y ambivalencia, pero en el reproche obsesivo no
es consecuencia de una identificacin narcisista, o sea, el objeto est conservado, no perdido, y es el que
padece los maltratos.
MANA.- As como en la melancola triunfa el superyo sobre el yo, en la mana es al revs: triunfa el yo
sobre el superyo (no siente culpa) y sobre la realidad exterior (considera al objeto como no perdido).
Condensado de Zaidenknop Beatriz, Sobre duelo y melancola. Clases dictadas en la Ctedra de Psicopatologa de la
Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires, Noviembre 1996.

DOMINANCIA
Definicin.- Predominio de uno de los hemisferios cerebrales en determinadas funciones como el
lenguaje verbal, la visin o el empleo de los miembros superiores e inferiores. Por ejemplo en las
personas diestras, el hemisferio dominante suele ser el izquierdo, que es donde estn ubicados los
centros del lenguaje (Broca y Wernicke), mientras que en las personas zurdas, el hemisferio dominante
es el derecho, y entonces en este hemisferio estarn ubicados dichos centros. Respecto de la visin,
algunas personas tienen dominancia del ojo derecho y otras del izquierdo, segn cual sea el ojo que
organiza el campo visual.
Cazau P (1999) Vocabulario de Psicologa. Buenos Aires: Redpsicologa.

EBBINGHAUS, HERMANN
Biografa.- (1850-1909) Psiclogo alemn, el cual investig, experimentalmente los procesos de la
memoria. Autor de diferentes test. Representante de un paralelismo psicofsico. Obras: ber dar
Gedchtnis (1895; Abriss der Psychologie (1908), etc.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

ECTOMRFICO
Definicin.- Tipo constitucional del sistema de Sheldon que corresponde, aunque imprecisamente, al tipo
astnico de Kretschmer.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Definicin.- En el sistema de somatotipos de Sheldon, un ectomorfo es una persona con constitucin


corporal alta y delgada; relacionado con el tipo de temperamento cerebrotnico (pensamiento,
introvertido).
Aiken L (2003) Tests psicolgicos y evaluacin. Mxico: Pearson. 11 edicin (pgina 458).

EDAD MENTAL (EM)


Definicin.- "Medida del rendimiento en el test de inteligencia ideada por Binet; la edad cronolgica que
corresponde del modo ms tpico a determinado nivel de rendimiento. As, un nio que rinda con tanta
eficacia como el nio medio de 8 aos, tiene una edad mental de ocho".
Myers D., Psicologa, Madrid, Editorial Mdica Panamericana, 3ra. edicin, pg 319.

Definicin.- Edad que ha alcanzado la mente de un nio en comparacin con el promedio o norma de
desarrollo para cada ao de edad cronolgica. Si un nio de cinco aos puede hacer todo lo que la
generalidad de los nios de esa edad pueden hacer, su edad mental es tambin de cinco aos (pg. 71).
Isaacs Susan (1965) Aos de infancia. Buenos Aires: Horm-Paids.

Definicin.- (Se abrevia EM). Calificacin derivada de una prueba de inteligencia como la de StanfordBinet. La edad mental del individuo corresponde a la edad cronolgica de una muestra representativa de
nios de la misma edad cronolgica cuya calificacin promedio en la prueba es igual a la calificacin del
examinado.
Aiken L (2003) Tests psicolgicos y evaluacin. Mxico: Pearson. 11 edicin (pgina 458).

Definicin.- Medida de rendimiento en un test de inteligencia o edad cronolgica, que corresponde


habitualmente a un nivel dado de rendimiento. Del nio que rinde como el que tiene 8 aos, se dice que
tiene una edad mental de 8. Esta frmula es de utilidad en el caso de los nios, pero no en de los
adultos. Por consiguiente, los actuales test de inteligencia determinan una puntuacin de capacidad
mental basada en el rendimiento de la persona que recibe el test en comparacin con el rendimiento
medio de otras personas de la misma edad.
Farr Mart J (1999) Diccionario de psicologa. Barcelona: Ocano.

Definicin.- (Psicotecnia) 1. Concepto estadstico que expresa el nivel de maduracin mental de un


individuo en comparacin con el grado medio de desarrollo mental que caracteriza a un grupo de
poblacin de la misma edad cronolgica tomado al azar. Se expresa en aos de edad mental, o sea, la
edad cronolgica en la cual el individuo medio alcanza esa misma capacidad mental. El concepto de edad
mental est estrechamente vinculado a la teora y desarrollo de los tests de inteligencia, llamados
tambin mentales. stos se construyen mediante la seleccin de pruebas que han demostrado ser
resueltas caractersticamente por los nios normales de edades cronolgicas determinadas. As, un nio
de siete aos, cuyo proceso de maduracin mental es normal, habr alcanzado una edad mental que lo
capacita para resolver el grupo de pruebas de los siete aos de una escala de inteligencia. Este nio
tendr entonces siete aos de edad mental. Estadsticamente, una prueba es caracterstica de una edad
mental cuando el 50-75% de los nios de esa edad, tomados al azar, la resuelven positivamente. 2. El
nivel mental expresado en aos que un sujeto logra en un test de inteligencia. (I.: Mental Age: MA.)
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

EDIPO
Edipo Rey.- "Edipo Rey" es el nombre de la tragedia de Sfocles, considerada la ms perfecta del teatro
griego. El asunto central es el descubrimiento por parte de Edipo sobre su verdadero origen. Hay otra
tragedia del mismo autor, "Edipo en Colono", que es una continuacin de la primera y donde se narra la
llegada de Edipo al tica, que era una regin de la antigua Grecia que tena como capital a Atenas.
Aos despus la tragedia de Edipo fue imitada por Sneca, llamndola simplemente "Edipo". En general,
todas estas obras maestras del teatro griego no nacieron de la nada, sino que estuvieron inspiradas en
las historias de la mitologa griega que, al pasar de boca en boca y difundirse a travs del tiempo,
contaron con muchas versiones diferentes.
A pesar de esta diversidad, hay siempre un tema recurrente, vinculado con la relacin de Edipo con sus
padres.
En lo esencial el mito de Edipo que fuera llevado al teatro por los mencionados autores griegos narra la
siguiente historia:
Edipo era hijo de Layo, rey de Tebas, y de Yocasta. Layo, el padre, fue avisado por un orculo de que
sera muerto por su hijo, y por lo tanto hizo abandonar a Edipo cuando an era un recin nacido, sobre el
monte Citern. Recogido por unos pastores, fue llevado al rey de Corinto, que lo educ como un prncipe.
Cuando lleg a ser hombre, consult con un orculo, que le aconsej que no volviese nunca a su patria
porque estaba destinado a dar muerte a su padre y a casarse con su madre si all volva.
No creyendo tener ms patria que Corinto, se alej de aquella ciudad pero encontr en el camino a Layo,
matndolo a consecuencia de una disputa. Desde ya, en ese momento no supo que se trataba de su
padre.
Mientras tanto, por aquella poca asolaba los alrededores de Tebas un animal con cuerpo de len y
cabeza humana que, entre los egipcios, representaba al sol: era la Esfinge. Su costumbre era devorar a
todo aquel caminante que no pudiese adivinar sus enigmas. Al encontrar a Edipo le plante uno de los
enigmas: Cul es el animal que camina en cuatro pies por la maana, en dos al medioda y en tres por
la tarde? Edipo reconoci en estas palabras al hombre, ya que al nacer gatea, luego anda en dos pies y
finalmente agrega un bastn en la vejez. La Esfinge, vencida y furiosa, se precipit al mar.
Cren, sucesor de Layo, haba prometido el trono y la mano de Yocasta a quien librar del monstruo a la
comarca. Como Edipo adivin el enigma fue coronado rey, y se cas con su madre sin saberlo.
Finalmente, cuando Edipo se entera por un orculo de la verdad, Yocasta se ahorca mientras que Edipo,
tras arrancarse los ojos, huy de Tebas guiado por su hija Antgone.
Cazau P (1998) Vocabulario de Psicologa. Buenos Aires: Redpsicologa.

Freud y el Edipo Rey.- Freud era un gran lector de la literatura, y fue la versin de Edipo Rey en la que
se fund principalmente para elaborar su teora del complejo de Edipo. Tambin se inspir en otra
tragedia de Sfocles, "Electra", que de alguna forma expresa la contrafigura de Edipo porque sirvi de
base para plantear el complejo de Edipo femenino.
Freud se refiere al complejo de Edipo en varios artculos, y especialmente en "El yo y el ello", en "El
sepultamiento del complejo de Edipo" y en "La feminidad", escrito este ltimo donde desarrolla con
mayor detalle la conflictiva edpica en la mujer.

En general, se refiere al complejo de Edipo como un conjunto de afectos de amor y de hostilidad que todo
nio ve intensificados especialmente durante los 3 a 5 aos de edad, siendo que ambos afectos
contrarios los experimenta hacia cada uno de sus progenitores (ambivalencia afectiva). El modo de
resolucin de los conflictos tpicos de este complejo, que giran en torno a la castracin, determinar el
desarrollo ulterior de su personalidad: 'marcar a fuego' a la persona.
Mientras el nio varn desea a su madre y ve como rival peligroso al padre, la nia desea a su padre y ve
como rival a su madre. Esta es la forma llamada positiva del complejo de Edipo, aunque Freud reconoce
en "El yo y el ello" que en la realidad siempre hay amor y odio hacia el padre y amor y odio hacia la
madre, aunque con diferentes intensidades y matices segn los momentos, las experiencias vividas y las
propias fantasas del nio.
Indagando el inconciente a travs del mtodo interpretativo, incluso en los sueos, Freud haba
encontrado con cierta frecuencia fantasas incestuosas y deseos de agredir o matar a un rival que,
cuando Freud haca la construccin interpretativa, resultaba ser el progenitor del mismo sexo (y a veces
del opuesto).
A partir de all pudo inferir que el paciente, cuando nio, haba vivenciado toda una serie de experiencias
afectivas con sus padres, En el caso de Juanito, vea que estas experiencias eran bien actuales, el nio
las estaba viviendo en ese momento.
En qu pudo haber influido entonces su conocimiento de la tragedia de Sfocles? Quiz hubo dos tipos
de influencias significativas:
1) El "Edipo Rey", como toda tragedia, presenta una trama, un argumento con un comienzo, un
desarrollo y un final, o sea, tiene la estructura de una narracin. En una palabra, hay una unidad de
sentido.
Esto pudo haber sido muy importante porque los datos que Freud iba obteniendo a partir de sus
indagaciones clnicas eran fragmentarios, incompletos, deshilvanados, dada la intensa actividad represiva
que se ejerce sobre los contenidos inconcientes. Datos como el intenso amor hacia la madre, el temor a
la castracin, etc pudieron ser integrados en una visin de conjunto suministrada precisamente por la
lnea argumental del Edipo de Sfocles, con las modificaciones pertinentes. De alguna manera, podramos
decir que Freud reconstruy los episodios edpicos de la infancia de todo ser humano a partir del hilo
conductor del argumento de Edipo Rey, de donde sustancialmente extrajo, dejando de lado ciertos otros
detalles, la idea de que el nio desea a su madre (por eso en la tragedia se casa con ella) y para
quedarse con ella debe eliminar a su rival (por eso mata al padre). El no saber que est matando el
padre puede estar representando simblicamente la represin de esa idea debido a su carcter
culpgeno. Del mismo modo, arrancarse los ojos una vez enterado de la verdad poda estar
representando la negacin por el crimen y el incesto cometidos.
2) Sin embargo, todava podramos pensar que la tragedia del Edipo Rey es una simple fantasa nacida de
la mitologa, y por tanto no existe fundamento cientfico como para apoyarse en ella. Freud, y en este
sentido coincida por ejemplo con Jung, sostena que las producciones culturales tenan un sentido y que
nos revelaban los contenidos inconcientes al igual que los sueos, los sntomas, los chistes o los actos
fallidos. Y as como poda interpretarse una obra de arte escultrica como el Moiss de Miguel ngel,
tambin poda interpretarse una obra de arte literaria como la indicada.
En otras palabras, la creacin mitolgica del mito del Edipo no es casual. Si el hombre la crea es porque a
travs de ella, al igual que en sueos y fantasas, est queriendo expresar simblicamente miedos,
conflictos, y sobretodo deseos, que en el caso aqu tratado es el deseo incestuoso. Como los mitos tienen
un carcter universal y sus temas son siempre recurrentes, ellos expresaran tendencias inconcientes
tambin universales, con lo cual Freud confirm sus sospechas de que el complejo edpico era patrimonio
de toda la humanidad, ms all de las diferencias de tiempo y de cultura.
Desde este punto de vista podramos entonces considerar al Edipo Rey como un nuevo elemento de juicio
que, adems de los datos clnicos, vienen a confirmar su hiptesis de la conflictiva edpica y de su
carcter universal.
Cazau P (1998) Vocabulario de Psicologa. Buenos Aires: Redpsicologa.

EDUCCIN
Definicin.- Segn Spearman, proceso mediante el cual se crean nuevos datos cognoscitivos (relaciones
o caracteres correlativos) a base de caracteres o relaciones ya captados.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

EFECTO BARNUM
Definicin.- Aceptar como exacta una descripcin de personalidad planteada en generalidades,
perogrulladas y otras afirmaciones que parecen especficas de una persona determinada pero que en
realidad pueden aplicarse casi a cualquier individuo. Es igual al error de la ta Fanny.
Aiken L (2003) Tests psicolgicos y evaluacin. Mxico: Pearson. 11 edicin (pgina 458).

EFECTO DE HALO
Definicin.- Disposicin del individuo a emitir un juicio u opinin sobre otro individuo, a partir de la
impresin general que le produce. El observador tiende a guiarse por una impresin dominante o un
rasgo destacado al evaluar a otro individuo; esta actitud es causa de error en la apreciacin de la
personalidad; fue descrita en primer trmino por F Wells y as designada por Thorndike.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

EFERENTE
Definicin.- En neurologa, vas nerviosas que conducen los impulsos desde el centro hacia la periferia
del cuerpo. Por ejemplo, las vas motoras son eferentes. Sinnimo: centrfuga (se aleja del centro).
Cazau P (2000) Vocabulario de Psicologa. Buenos Aires: Redpsicologa.

EFICIENCIA
Definicin.- 1. Referida a un organismo, se aplica a la relacin entre la energa que se consume y el
efecto producido. Psicolgicamente, razn entre el rendimiento y el resultado.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

EHRENFELS, CHRISTIAN VON


Biografa.- (1859-1932) Discpulo de Brentano y de Meinmong, y el iniciador del concepto de formacualidad (Al.: Gestaltungsqualitten, 1890). La forma-cualidad es la nica fase de conciencia, en la
cual se observa la organizacin (temporal y espacial) de elementos en configuraciones o conjuntos. Obras
principales: rbe Gestalt, qualitten, 1890; System der Werktheorie I-II, 1897-98; Die Religion der
Zukunfd, 1929.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

ELABORACIN
Elaboracin onrica.- Para el psicoanlisis, revocar y elaborar psicolgicamente en lo conciente el
contenido de un sueo. Lo que podemos contar de lo que hemos soado, es una elaboracin posterior,
secundaria, ya sometida a un control. No soamos para contar lo que hemos soado dice Rank.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Elaboracin psquica.- Se aplica, segn la escuela freudiana, al trabajo efectuado por el aparato
psquico a fin de poner bajo su dominio el aflujo indiferenciado y progresivo de excitaciones, cuya
acumulacin puede desencadenar patologas; tal trabajo integra y conecta asociativamente las
excitaciones en el aparato psquico.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

El concepto de elaboracin en la obra de Freud.- El presente trabajo es el fruto de un anlisis


histrico y conceptual de la idea de elaboracin en la obra freudiana, realizado a partir de la recopilacin
de informacin relevante encontrada en las obras completas del creador del psicoanlisis. El objetivo es
introducir un ordenamiento que permita clarificar cmo ha trabajado Freud esta idea a partir de
diferentes textos donde hace referencia a elaboraciones onricas, psquicas, asociativas, secundarias,
concientes, inconcientes, normales, patolgicas, etc.
En su sentido lexicogrfico original (Aug y otros, 1961:861) el verbo elaborar tiene al menos dos
acepciones, que son aquellas que recoge Freud para construir su concepto: elaborar como trabajar (en
este sentido la elaboracin es un trabajo que realiza el aparato psquico), y elaborar como asimilar o
hacer digerible (en este sentido la elaboracin supone transformar representaciones y ligar excitaciones,
por ejemplo para que el yo pueda digerirlas o incorporarlas).
Seala Szkely al respecto que esta tarea, llamada elaboracin psquica, se aplica al trabajo efectuado
por el aparato psquico a fin de poner bajo su dominio el aflujo indiferenciado y progresivo de
excitaciones, cuya acumulacin puede desencadenar patologas; tal trabajo integra y conecta
asociativamente las excitaciones en el aparato psquico (Szkely, 2000).
1. Elaborar como procesar vivencias patgenas (1890-1900).- En sus primeros artculos de fines del siglo
XIX, Freud entenda elaboracin como el acto de rescatar el recuerdo y la vivencia patgena de los
hechos traumticos as travs de las defensas, y luego hacer ingresar el recuerdo patgeno vivencindolo
y abreaccionndolo, en la gran cadena de asociaciones.
Freud marca, ya a esta altura de su pensamiento, dos diferencias claves entre las neurosis actuales
(neurosis de angustia y neurastenia) y las psiconeurosis (histeria, fobias, obsesiones, etc). En primer

lugar el momento del conflicto sexual: actual o infantil. En segundo lugar, en las neurosis actuales no hay
elaboracin psquica y en las psiconeurosis s la hay.
As lo expresa cuando seala que dentro de los lmites de esta descripcin del proceso sexual podemos
integrar la etiologa, tanto de la neurastenia autntica como de la neurosis de angustia. La neurastenia
surge siempre que la descarga adecuada -el acto adecuado- es sustituida por otra menos adecuada, esto
es, siempre que el coito normal en condiciones favorables queda sustituido por la masturbacin o la
polucin espontnea. A la neurosis de angustia llevan todos aquellos factores que impiden la elaboracin
psquica de la excitacin sexual somtica (Freud, 1894a).
Existen ciertos prrafos freudianos donde parece indicarse que en las psiconeurosis, y especficamente en
la histeria, no hay elaboracin psquica. Por ejemplo, cuando indica
Ciertos caracteres nos permiten considerar la neurosis de angustia como la contrapartida somtica de la
histeria. Tanto en una como en otra se trata de una acumulacin de la excitacin, paridad en la que se
basa quiz la analoga antes descrita de los sntomas. En ambas se da tambin una insuficiencia psquica,
a consecuencia de la cual surgen procesos somticos anormales. Por ltimo, tambin en las dos surge, en
lugar de una elaboracin psquica, una desviacin de la excitacin hacia lo somtico, con la nica
diferencia de que la excitacin en cuya desviacin se manifiesta la neurosis es en la neurosis de angustia
puramente somtica (la excitacin sexual somtica) y en la histeria psquica (provocada por un conflicto).
No podemos, pues, extraar que la histeria y la neurosis de angustia se combinen regularmente entre s,
como sucede en la angustia virginal o en la histeria sexual, ni que la histeria tome de la neurosis de
angustia toda una serie de sntomas (Freud, 1894a).
Freud agrega sin embargo que en las psiconeurosis (como la histeria) la elaboracin psquica existe
siempre, slo que puede consistir en un proceso patolgico o tambin en un proceso curativo. Habra
una elaboracin en el proceso patgeno (patogenia) y otro ulterior en la etapa de la curacin.
En los siguientes prrafos se aprecian sus afirmaciones de la elaboracin como proceso patgeno en la
histeria:
1) Los dolores de Emma de N, seala Freud por ejemplo pudieron tener alguna vez, primitivamente, una
justificacin orgnica, pero despus fueron objeto de una elaboracin que los adapt a los fines de la
neurosis (Freud, 1895, pg 81).
2) Otra peculiaridad del caso de Catalina, peculiaridad que, por otra parte, ya nos era conocida, es que
la conversin, o sea, la creacin de los fenmenos histricos, no se desarrolla inmediatamente despus
del trauma, sino despus de un intervalo de incubacin. Charcot daba a este intervalo el nombre de
poca de elaboracin psquica (Freud, 1895c, pg 107).
En los siguientes prrafos se aprecian sus afirmaciones de la elaboracin como proceso curativo en la
histeria:
1) Consideramos los sntomas histricos como efectos y restos de excitaciones que han actuado en
calidad de traumas sobre el sistema nervioso. Cuando la excitacin primitiva queda derivada por reaccin
o mediante una elaboracin intelectual, no subsisten tales restos (Freud, 1895a).
2) La elaboracin asociativa fracasa porque entre el estado normal de la consciencia y el estado
patolgico en el que surgieron tales representaciones no existe una amplia conexin asociativa (Freud,
1893).
3) En el caso de Catalina, la causa del aislamiento no es, como en el caso de miss Lucy, la voluntad del
yo, sino su ignorancia, que le impide toda elaboracin de las experiencias sexuales. En el anlisis de toda
histeria basada en traumas histricos comprobamos que impresiones de la poca presexual, cuyo efecto
sobre la nia ha sido nulo, adquieren ms tarde, como recuerdos, poder traumtico, cuando la sujeto,
adolescente o ya mujer, llega a la comprensin de la vida sexual. La disociacin de grupos psquicos es,
por decirlo as, un proceso normal en el desarrollo de los adolescentes, y no puede parecer extrao que
su ulterior incorporacin al yo constituya una ocasin, frecuentemente aprovechada, de perturbaciones
psquicas (Freud, 1895c, pg 107).
4) En los casos de adquisicin de la histeria es indispensable la existencia de una previa condicin: la de
que una representacin sea expulsada voluntariamente de la consciencia (reprimida) y excluida de la
elaboracin asociativa (Freud, 1895b, pg 95).
5) La compulsin histrica es: 1) incomprensible; 2) refractaria a toda elaboracin intelectual; 3)
incongruente en su estructura (Freud, 1895d, pg 248).
Puede concluirse que Freud, en sus primeros escritos, describe la elaboracin como un trabajo psquico
que acaece en la histeria, y que en un primer momento es capaz de generar la enfermedad, el ncleo
patgeno, y luego, capaz de curarlo cuando una nueva elaboracin desmonte las conexiones asociativas
falsas o patgenas.
En efecto, Freud hace referencia al mecanismo histrico sealando que constituido tal ndulo de una
disociacin histrica en un momento traumtico, crece luego en otros momentos, a los que podemos
llamar momentos traumticos auxiliares, en cuanto una nueva impresin de igual gnero consigue
traspasar las barreras alzadas por la voluntad, aportar nuevo afecto a la representacin debilitada e
imponer por algn tiempo el enlace asociativo de ambos grupos psquicos hasta que una nueva
conversin restablece la defensa. La distribucin del estmulo que as se establece en la histeria resulta

casi siempre harto inestable. La excitacin, impulsada por un falso camino (por el de la inervacin
somtica), retrocede entre tanto hasta la representacin, de la que fue separada, y fuerza entonces al
sujeto a su elaboracin asociativa o a su descarga en ataques histricos, como lo prueba la conocida
anttesis, formada por los ataques y los sntomas permanentes. El efecto del mtodo catrtico de Breuer
consiste en crear un retroceso de la excitacin desde lo fsico a lo psquico y conseguir luego solucionar la
contradiccin por medio del trabajo mental del sujeto y descargar la excitacin por medio de la
comunicacin oral (Freud, 1894b).
2. Elaborar como procesar ideas latentes en el sueo (1900).- De la elaboracin del conflicto patgeno se
trasladar Freud a conceptualizar la elaboracin onrica, que es tambin un trabajo realizado por el
aparato psquico destinado a disfrazar las ideas latentes de manera tal que sean aceptables para la
conciencia y poder realizarse alucinatoriamente el deseo.
As expresa Freud:
1) Si, como la interpretacin onrica lo demuestra, nos presenta el sueo un deseo cumplido, de dnde
procede la forma singular y desorientadora en la que tal realizacin de deseos queda expresada? Qu
transformacin han sufrido las ideas onricas hasta constituir el sueo manifiesto, tal y como al despertar
lo recordamos? En qu forma y por qu caminos se ha llevado a cabo esta transformacin? De dnde
procede el material cuya elaboracin ha dado cuerpo al sueo? Cul es el origen de alguna de las
peculiaridades que hemos podido observar en las ideas onricas; por ejemplo, la de que pueden
contradecirse unas a otras? (Freud, 1900).
2) Los estmulos sobrevenidos durante el reposo son objeto de una elaboracin que los convierte en una
realizacin de deseos, cuyos restantes elementos se hallan constituidos por los restos diurnos psquicos
que ya conocemos. Esta unin no es, desde luego, obligada, pues ya hemos visto que podemos
reaccionar de varios modos a los estmulos sobrevenidos durante el reposo; pero en aquellos casos en
que se lleva a efecto conseguimos hallar un material que constituye en el contenido del sueo una
representacin de las dos clases de fuentes onricas, las somticas y las psquicas (Freud, 1900).
Tambin Freud explica cmo ha pensado este concepto de elaboracin para el sueo, como lo define, y
qu funcin le asigna:
De la comparacin del contenido manifiesto del sueo con las ideas latentes descubiertas por medio de
anlisis surge el concepto de la elaboracin del sueo, nombre con el que designamos el conjunto de
procesos de transformacin que han convertido las ideas latentes en el contenido manifiesto. Producto de
esta elaboracin son aquellas singularidades del fenmeno onrico que tan extraas parecen a nuestro
pensamiento despierto. La funcin de la elaboracin onrica puede ser descripta en la siguiente forma: un
complicado conjunto de ideas construido durante el da y que no ha llegado a resolverse -un resto diurnoconserva todava durante la noche su correspondiente acervo de energa -el inters- y amenaza con
perturbar el reposo nocturno. Para evitarlo, se apodera entonces de l la elaboracin y lo transforma en
un sueo, fenmeno alucinatorio inofensivo para el reposo (Freud, 1900).
En la elaboracin onrica, Freud distingue tres etapas: en primer lugar, el paso de los restos diurnos
preconcientes a lo inconsciente, paso al que tendrn que coadyuvar las condiciones del reposo nocturno;
en segundo, la elaboracin del sueo propiamente dicha, en el inconsciente, y, por ltimo, la regresin
del material onrico as elaborado a la percepcin en la que el sueo se hace consciente (Freud, 1900).
Ms tarde, en 1913, agregar que el psicoanalista slo puede definir el sueo como un resultado de la
elaboracin onrica; no puede adjudicar las ideas onricas latentes al sueo, sino a la ideacin
preconciente, por ms que slo haya llegado a averiguarlas mediante la interpretacin del sueo (Freud,
1913).
El trabajo de elaboracin supone ciertas operaciones concretas para disfrazar las ideas latentes, entre las
cuales se destacan el desplazamiento y la condensacin:
1) A la elaboracin del sueo corresponde, sobre todo, la misin de vencer la coercin de la censura, y
precisamente esta misin es la que es llevada a cabo por el desplazamiento de la energa psquica dentro
del material de las ideas latentes (Freud, 1900).
2) Contra el aserto de que la desproporcin entre contenido manifiesto e ideas latentes nos fuerza a
deducir que en la elaboracin onrica ha tenido efecto una amplia condensacin del material psquico,
podra elevarse una objecin, a primera vista muy plausible (Freud, 1900).
Poco a poco Freud va extendiendo la elaboracin a las diversas formaciones del inconciente: el chiste por
ejemplo es tambin producto de una elaboracin, como lo es el sntoma histrico o el sueo:
En la primera persona del chiste se verifica el trabajo de elaboracin del mismo, que necesariamente ha
de exigir una cierta magnitud de nuevo gasto psquico. La primera persona hace, pues, surgir por s
misma la energa que remueve la retencin, de lo cual extrae, sin duda, un placer, que en el caso del
chiste tendencioso llega a ser muy considerable, dado que el placer preliminar, conquistado por la
elaboracin del chiste, toma a su cargo la restante remocin de la retencin. Pero la cuanta del gasto
producido por la elaboracin del chiste aminora, como un sustraendo, la ganancia conseguida por dicha
remocin. Este gasto es el mismo que tiene lugar en el oyente del chiste. Para apoyar todas estas
afirmaciones podemos aducir an que el chiste pierde tambin en la tercera persona su efecto hilarante
en el momento en que necesita un gasto de trabajo intelectual (Freud, 1905).

Freud hacedor ejemplo una comparacin entre la elaboracin onrica y la elaboracin en el chiste: hemos
descubierto que la gnesis del chiste es un proceso en el que una serie de ideas preconcientes queda
abandonada a la elaboracin inconsciente, de la cual surge despus en calidad de chiste. Bajo la
influencia de lo inconsciente sufre dicha serie de ideas la accin de los mecanismos peculiares de lo
inconsciente; esto es, de la condensacin y del desplazamiento, procesos cuya actuacin hemos
comprobado tambin en la elaboracin onrica. A este hecho es al que debemos atribuir exclusivamente
la semejanza que en algunos casos encontramos entre el chiste y el sueo. Pero el chiste onrico
constituye un fenmeno intencionado que, por razones que un detenido estudio del chiste nos ha
revelado, no nos proporciona aquella aportacin de placer inherente al chiste real. El chiste onrico nos
parece malo y no nos mueve a risa (Freud, 1915a).
La elaboracin secundaria: Una vez que el trabajo de la elaboracin onrica ha producido un sueo, el
aparato psquico contina luego este trabajo a travs de la elaboracin secundaria. Seala Freud al
respecto: aquello que la elaboracin onrica ha hecho de las ideas latentes ha pasado por un nuevo
proceso -el llamado elaboracin secundaria-, dirigido a desterrar la incoherencia resultante de la
elaboracin onrica y sustituirla por un nuevo sentido. Este nuevo sentido, establecido por la elaboracin
secundaria, no es ya el sentido de las ideas latentes (Freud, 1912).
As entonces, la elaboracin secundaria es el mecanismo a travs del cual las caractersticas absurdas,
ilgicas y extraas del sueo (los efectos distorsionantes del simbolismo, desplazamiento y
condensacin) adquieren la coherencia y racionalidad retenidas por el soador. La elaboracin secundaria
utiliza procesos intelectuales parecidos a los procesos de pensamiento que dirigen los estados de la
conciencia (Kaplan y Sadock, 1992:79). O bien, en los trminos de Laplanche, la elaboracin secundaria
es la "recomposicin del sueo destinada a presentarlo en forma de un guin relativamente coherente y
comprensible" (Laplanche, 107), y "representa la contribucin de los procesos secundarios al texto de un
sueo" (Rycroft, 1976:40).
Freud detalla el proceso de la elaboracin secundaria en los siguientes trminos:
La identificacin de esta funcin psquica, que lleva a cabo lo que denominamos elaboracin secundaria
del contenido manifiesto con la labor de nuestro pensamiento despierto, resulta del siguiente proceso
reflexivo: nuestro pensamiento despierto (preconsciente) se conduce, ante cualquier material de
percepcin, del mismo modo que la funcin de que ahora tratamos con respecto al contenido manifiesto.
Es inherente a su naturaleza ordenar dicho material, establecer relaciones e incluirlo en un contexto
inteligible. En esta labor solemos incluso ir ms all de lo debido. As, los trucos del prestidigitador nos
engaan porque se apoyan en esta nuestra costumbre intelectual. Nuestra tendencia a reunir
inteligiblemente las impresiones sensoriales dadas nos hace caer con frecuencia en singularsimos errores
y hasta falsear la verdad del material que a nuestra percepcin se ofrece. Los ejemplos que demuestran
este estado de cosas son demasiado conocidos para que hayamos de reproducirlos aqu nuevamente. En
la lectura dejamos pasar inadvertidas erratas que alteran el sentido y leemos como si ste no apareciese
modificado (Freud, 1900).
En artculos posteriores, Freud retoma la idea de elaboracin secundaria aunque sin agregar
modificaciones sustanciales:
1) La elaboracin secundaria por la instancia consciente es incluida en la elaboracin onrica, pero esta
concepcin no precisa ser alterada si se la asla, debiendo expresarse entonces que el sueo, en el
sentido psicoanaltico, comprende la elaboracin onrica propiamente dicha y la elaboracin secundaria de
su producto (Freud, 1913).
2) La elaboracin secundaria, se desarrolla una vez que el sueo ha aparecido como objeto de la
percepcin ante la consciencia. Lo tratamos entonces como en general acostumbramos tratar los
contenidos de la percepcin; esto es, procuramos llenar lagunas y establecer encadenamientos,
exponindonos en ello con frecuencia a graves equivocaciones. Pero esta actividad de carcter
racionalizador, que en el mejor caso provee al sueo de una fachada irreprochable a la vista, pero que no
puede convenir a su verdadero contenido, puede tambin ser omitida o manifestarse tan slo en
modestsima medida, en cuyo caso el sueo muestra abiertamente todas sus grietas y resquebrajaduras
(Freud, 1932).
A partir de lo dicho, Freud distinguir una elaboracin onrica y luego una elaboracin secundaria del
sueo. Algunos autores Laplanche proponen llamar a la primera elaboracin primaria, para distinguirla de
la elaboracin secundaria en los siguientes trminos:
Respecto de las diferencias entre los primeros mecanismos (condensacin, desplazamiento, etc) y el
ltimo mecanismo (la elaboracin secundaria), Laplanche seala que los primeros ocurren mientras la
persona est dormida y soando, y constituyen un proceso primario, mientras que el segundo ocurre
cuando la persona ya se despert y relata su sueo, siendo este relato dirigido por un proceso
secundario. En funcin de estas diferencias, proponemos denominar a los primeros mecanismos de'
elaboracin primaria', para distinguirlos de los segundos, ya calificados como mecanismos de 'elaboracin
secundaria' por la teora clsica.
El relato manifiesto del sueo es breve en comparacin con su contenido latente. Esto se debe al trabajo
previo de la condensacin. "Sin embargo, la condensacin no debe considerarse sinnimo de resumen:

as como cada elemento manifiesto viene determinado por varias significaciones latentes, tambin sucede
a la inversa, es decir, que cada una de stas puede encontrarse en varios elementos; por otra parte, el
elemento manifiesto no representa bajo una misma relacin cada una de las significaciones de que
deriva, de forma que no las engloba como lo hara un concepto" (Laplanche y Pontalis, 1981:76).
En suma:
La elaboracin secundaria es una forma de reaccin del sistema percepcin consciencia (PCe)
perteneciente al yo, ante todas las imperfecciones, incongruencias, errores, etctera, de las percepciones
y hasta de las mismas actividades de pensamiento. Tiende a rellenar, a tapar, no percibir las
imperfecciones, y a darle una forma coherente y lgica adecuada al proceso secundario. En La
interpretacin de los sueos (1900), Freud considera que la elaboracin secundaria es el cuarto factor del
trabajo del sueo junto con el trabajo de condensacin, el sometimiento a una censura del sueo y el
miramiento por la figurabilidad. Sin embargo, en otros artculos como Psicoanlisis (1922-23) y Un sueo
corno pieza probatoria (1913) dice que estrictamente no pertenece al trabajo del sueo, sino que es el
trabajo del yo ante la alucinacin del sueo, por lo tanto una percepcin a la que se le da creencia y a la
que se le trata de entender desde el mismo momento de la percepcin y ms an, en el momento de ser
contado el contenido manifiesto. El efecto logrado es el contrario al aparentemente buscado por el yo
consciente, pues con la elaboracin secundaria el sueo se hace ms coherente formalmente pero menos
entendible en lo que hace a su lgica. Ello sirve a los fines de la censura, pues oculta el deseo reprimido.
A la elaboracin secundaria recurren tambin los sntomas* neurticos, especialmente los de la fobia y la
neurosis obsesiva, en las que se confunde con la racionalizacin. Es tambin parte importantsima de la
elaboracin del delirio* paranoico (Valls, 2001).
3. Elaborar como reelaborar durante la transferencia (1900-1917).- Freud har referencia al trabajo de
reelaboracin que tiene lugar en la transferencia, que aprovecha la compulsin a la repeticin para
generar una neurosis transferencial que se manifiesta en el aqu y ahora con el analista. La
reelaboracin reemplaza a la abreaccin. En un primer momento, a travs del repetir, del resistir de la
defensa y desafindola aparece lo pulsional resistido (insight), y en un segundo momento a travs del
repetir y del reelaborar, las pulsiones resistidas pasan a formar parte del yo, conformando hbitos o
aspectos del carcter.
Un prrafo de Introduccin al narcisismo es sugerente al respecto, porque indica que el proceso de
elaboracin supone derivar las excitaciones hacia otras representaciones en lugar de ser descargadas por
abreaccin, y porque el proceso, al volcarse sobre objetos imaginarios (el analista como representante de
los padres) hace posible la elaboracin a travs de la transferencia:
A nuestro aparato psquico lo hemos reconocido como una instancia a la que le est encomendado el
vencimiento de aquellas excitaciones que habran de engendrar displacer o actuar de un modo patgeno.
La elaboracin psquica desarrolla extraordinarios rendimientos en cuanto a la derivacin interna de
excitaciones no susceptibles de una inmediata descarga exterior o cuya descarga exterior inmediata no
resulta deseable. Mas para esta elaboracin interna es indiferente, en un principio, actuar sobre objetos
reales o imaginarios. La diferencia surge despus, cuando la orientacin de la libido hacia los objetos
irreales (introversin) llega a provocar un estancamiento de la libido. La megalomana permite en las
parafrenias una anloga elaboracin interna de la libido retrada al yo, y quiz slo cuando esta
elaboracin fracasa es cuando se hace patgeno el estancamiento de la libido en el yo y provoca el
proceso de curacin que se nos impone como enfermedad (Freud, 1914a).
Incidentalmente, cabe aclarar que Freud se refiere en el prrafo anterior a dos mecanismos de
movilizacin de la libido desde los objetos exteriores: hacia fantasas u objetos imaginarios (introversin)
y hacia el propio yo (retraccin), mecanismos ambos mencionados en Introduccin al narcisismo
(Freud, 1914a). La transferencia slo es posible en el primer caso, y, por lo tanto, la elaboracin
tambin. Consiguientemente, son tratables con anlisis las neurosis, ms no las psicosis.
El proceso de elaboracin es entonces descrito as:
1) El mdicos se dispondr, pues, a iniciar con el paciente una continua lucha por mantener en el
terreno psquico todos los impulsos que aqul quisiera derivar hacia la motilidad, y considera como un
gran triunfo de la cura conseguir derivar por medio del recuerdo algo que el sujeto tenda a derivar por
medio de un acto. La mejor manera de proteger al enfermo de los daos que puede acarrearle la
ejecucin de sus impulsos es comprometerle a no adoptar durante el curso del tratamiento ninguna
resolucin importante (elegir carrera o mujer, por ejemplo) y a esperar para ello el momento de la
curacin (Freud, 1914b).
2) Al mismo tiempo, respetamos la libertad personal del paciente en cuanto sea compatible con estas
precauciones; no le impedimos la ejecucin de propsitos poco trascendentales. Hay tambin casos en
los que nos es imposible disuadir al sujeto de acometer una empresa totalmente inadecuada a sus
circunstancias y que slo mucho despus van madurando y hacindose asequibles a la elaboracin
analtica. En ocasiones, sucede tambin que no nos da tiempo de imponer a los instintos impetuosos el
freno de la transferencia o que el paciente rompe, en un acto de repeticin, los lazos que le ligaban al
tratamiento (Freud, 1914b).

Por ejemplo, en Recuerdo, repeticin y elaboracin Freud sostiene que en las diversas formas de las
neurosis obsesivas, el olvido se limita a destruir conexiones, suprimir relaciones causales y aislar
recuerdos enlazados entre s. Por lo general, resulta imposible despertar el recuerdo de una clase
especial de sucesos muy importantes correspondientes a pocas muy tempranas de la infancia y vividos
entonces sin comprenderlos, pero perfectamente interpretados y comprendidos luego por el sujeto. Su
conocimiento nos es procurado por los sueos. Con la nueva tcnica, el curso del anlisis se hace mucho
ms complicado y trabajoso; el analizado no recuerda nada de lo olvidado o reprimido, sino que lo vive
de nuevo. No lo reproduce como recuerdo, sino como acto; lo repite sin saber, naturalmente, que lo
repite (Freud, 1914b).
El vencimiento de las resistencias se inicia revelando el mdico al analizado la existencia y condicin de
las mismas, ignorada siempre por el sujeto. La revelacin de la resistencia no puede tener por
consecuencia inmediata su desaparicin. Ha de dejarse tiempo al enfermo para ahondar en la resistencia,
hasta entonces desconocida para l, elaborarla y dominarla, continuando, a su pesar, el tratamiento
conforme a la regla analtica fundamental. Slo al culminar esta labor llegamos a descubrir, en
colaboracin con el analizado, los impulsos instintivos reprimidos que alimentaban la resistencia. En todo
esto, el mdico no tiene que hacer ms que esperar y dejar desarrollarse un proceso que no puede ser
eludido ni tampoco siempre apresurado. En la prctica esta elaboracin de las resistencias puede
constituir una penosa labor para el analizado y una dura prueba para la paciencia del mdico. Pero
tambin constituye parte de la labor que ejerce sobre el paciente mayor accin modificadora y la que
diferencia al tratamiento analtico de todo influjo por sugestin (Freud, 1914b).
En sntesis: durante el anlisis el paciente no puede recordar, y entonces manifiesta su resistencia
repitiendo a travs del acto (transferencia). A partir de aqu, la interpretacin transferencial ofrecida por
el analista ser un disparador del proceso de elaboracin del paciente, no slo del ncleo patgeno de su
neurosis, sino tambin de las resistencias que le impiden alcanzarlo.
Hay entonces una elaboracin transferencial que permite la instalacin de esa neurosis artificial en la
sesin llamada neurosis de transferencia, pero dicha elaboracin deber ser reelaborada para obtener la
curacin. Cabe entender la idea de reelaboracin como elaborar de nuevo algo que haba sido elaborado
patolgicamente.
4. Elaborar como tarea al servicio de las pulsiones de vida (1917-1938).- El concepto de reelaboracin se
enriquecer a partir de la teora de las pulsiones de vida y muerte y de la segunda tpica freudiana. El
concepto de reelaboracin quedar as ligado al vencimiento de las resistencias del Ello, o sea de la
atraccin ejercida por lo reprimido originariamente. La reelaboracin vuelve a aparecer como un trabajo
psquico que est al servicio de la cura. A travs de la misma, guiada por el instinto de vida, el paciente
ser orientado hacia lo reprimido y lo resistido, trabajosa tarea que permitir resignificar algo en el Yo y
al mismo tiempo dar nacimiento a lo nuevo que emerge del Ello.
Cabe indicar el diferente abordaje que haca Freud de la elaboracin desde la primera tpica, cuando
sealaba: Bajo el dominio del sistema inconsciente, los materiales preconcientes sufren una elaboracin
constituida por una condensacin y un desplazamiento, elaboracin que no suele observarse sino
excepcionalmente en la vida psquica normal, o sea en el sistema preconciente. Estas diferencias en el
funcionamiento de los dos sistemas fue lo que nos sirvi para caracterizarlos, considerando nicamente
como un indicio de la pertenencia de un proceso a uno u otro de ellos su relacin con la consciencia, la
cual no es sino una prolongacin de lo preconciente. Ahora bien: el sueo no es ya un fenmeno
patolgico y se realiza en todo hombre normal dentro de las condiciones que caracterizan al estado de
reposo. Nuestra hiptesis sobre la estructura del aparato psquico, hiptesis que engloba en la misma
explicacin la formacin del sueo y la de los sntomas neurticos, puede extenderse, segn todas las
probabilidades, a la vida psquica normal. Es esto todo lo que por el momento puedo deciros sobre la
represin (Freud, 1915b).
En cambio, desde la segunda tpica, la elaboracin es conceptualizada en el marco de las relaciones
entre el Yo y el Ello, y desde la segunda teora pulsional, como un trabajo del Yo motorizado por las
pulsiones de vida destinado a vencer las resistencias del Ello como expresin de las pulsiones de muerte.
Tambin menciona Freud las resistencias del Super-yo como igualmente importantes:
A todas aquellas fuerzas que se oponen a nuestra labor teraputica les damos el nombre comn de
resistencias del enfermo. La ventaja de la enfermedad es la fuente de una de tales resistencias, y el
sentimiento de culpabilidad inconsciente representa la resistencia del super-yo, siendo el factor ms
poderoso y el ms temido por nosotros. En el transcurso de la cura tropezamos an con otras distintas
resistencias. As, cuando en su temprana poca de debilidad ha llevado a cabo el yo, impulsado por un
medio incoercible, una represin, tal miedo sigue subsistiendo y se exterioriza en forma de resistencia al
tratar de aproximar el yo a lo reprimido (Freud, 1926c).
Por ltimo, es natural que surjan dificultades cuando se intenta desviar hacia el nuevo camino abierto
por el anlisis un proceso instintivo que durante decenios enteros ha seguido una determinada ruta. Esta
ltima resistencia es la resistencia del ello. El combate contra todas estas resistencias constituye nuestra
labor capital durante la cura analtica y excede mucho en importancia a la labor de interpretacin
(Freud, 1926c).

El mecanismo ntimo es descrito por Freud como sigue:


1) Es innegable que la abstinencia sexual, la perturbacin del curso de la excitacin sexual y la
desviacin de esta ltima de su elaboracin psquica dan origen a la gnesis directa de angustia por
transformacin de la libido; esto es, a la constitucin de aquel estado de desamparo del yo contra una
extraordinaria tensin de la necesidad, como ocurri en la situacin del parto, que se resuelve en
angustia. Siendo muy posible que precisamente el exceso de libido inempleada halle su descarga en el
desarrollo de angustia. Sobre la base de estas neurosis actuales se desarrollan con especial facilidad
psiconeurosis. Lo cual quiere decir que el yo intenta evitar la angustia, que ha aprendido a mantener
suspendida durante algn tiempo y ligada por medio de la formacin de sntomas. El anlisis de las
neurosis traumticas de guerra, nombre que abarca, por cierto, afecciones muy diversas, hubiera quiz
revelado que muchas de ellas participan de los caracteres de las neurosis actuales (Freud, 1926a).
2) El Yo utiliza una carga de experimentacin y despierta con la seal de angustia el automatismo del
placer-displacer. Entonces son posibles varias reacciones o una mezcla de las mismas en proporciones
variables. O bien el acceso de angustia se desarrolla plenamente y el yo se retira por completo de la
excitacin rechazable o bien opone a ella, en lugar de la carga de experimentacin, una carga contraria,
la cual afluye con la energa del impulso reprimido para la produccin de sntomas o es incorporada al yo
como producto reactivo, como intensificacin de determinadas disposiciones del yo o como modificacin
permanente del mismo. Cuanto ms reducido puede ser el desarrollo de angustia a una mera seal, tanto
ms emplea el yo las reacciones de defensa que llegan a la ligazn psquica de lo reprimido, y tanto ms
se acerca tambin el proceso a una elaboracin normal, aunque, desde luego, sin alcanzarla (Freud,
1932).
La angustia a la cual se refiere Freud, y que debe ser elaborada es la angustia de castracin, no la
angustia de muerte, pues sta no tiene representacin. Refiere Valls: No hay representacin-cosa
inconsciente de la muerte propia, pues no pudo haber vivencia de ella. Las representaciones surgen de
las vivencias, son huellas de stas en ltima instancia. Para tener una nocin de la muerte propia e
incluso de la ajena, hay que poseer representacin-palabra que permita pensarlas preconciente o
conscientemente. A partir de ah, entonces, se vinculan la muerte ajena con la propia, pero apenas si se
tienen teoras, fantasas y representaciones exteriores bsicamente creadas merced a las palabras
hablando de la muerte y no una representacin cabal o vvida de lo que es. Por lo tanto, la angustia de
muerte resulta una elaboracin preconciente de la angustia. La angustia seal se produce ante el peligro.
El peligro real durante el complejo de Edipo es la castracin; antes lo haba sido la prdida del objeto, y
despus el castigo del supery, todos a su vez niveles de mediacin ante la indefensin o desvalimiento*
frente a la cantidad de excitacin* o tensin de necesidad, cuyo prototipo es el trauma del nacimiento
(Valls, 2001).
Conclusin.- Freud utiliza el concepto de elaboracin psquica relacionado con la idea de un trabajo que
realiza el aparato psquico en un sentido amplio, y en un sentido restringido tambin puede referirse a
diferentes tipos de trabajo intrapsquico como el sueo (elaboracin onrica), el duelo, etc, a las
diferentes maneras en que puede llevarse a cabo la elaboracin desde la primera tpica freudiana como
la elaboracin inconciente y la elaboracin conciente, etc.
En un comienzo (1890-1900), Freud entenda elaboracin como el acto de rescatar el recuerdo y la
vivencia patgena de los hechos traumticos as travs de las defensas, y luego hacer ingresar el
recuerdo patgeno vivencindolo y abreaccionndolo, en la gran cadena de asociaciones. Asimismo, en
La interpretacin de los sueos (1900) desarrolla extensamente el concepto de elaboracin onrica, o
trabajo que realiza el aparato psquico durante el sueo para transformar las ideas latentes en
manifiestas, en el contexto de la primera tpica freudiana.
Ms tarde (1900-1917) Freud har referencia al trabajo de reelaboracin que tiene lugar en la
transferencia, que aprovecha la compulsin a la repeticin pero no como una enfermedad histrica de la
infancia sino como una enfermedad (neurosis transferencial) que se manifiesta en el aqu y ahora con el
analista. La reelaboracin reemplaza a la abreaccin. En un primer momento, a travs del repetir, del
resistir de la defensa y desafindola aparece lo pulsional resistido (insight), y en un segundo momento a
travs del repetir y del reelaborar, las pulsiones resistidas pasan a formar parte del yo, conformando
hbitos o aspectos del carcter.
Finalmente (1917-1938) el concepto de reelaboracin se enriquecer a partir de la teora de las pulsiones
de vida y muerte y de la segunda tpica freudiana. El concepto de reelaboracin quedar as ligado al
vencimiento de las resistencias del Ello, o sea de la atraccin ejercida por lo reprimido originariamente.
Aqu la reelaboracin es un trabajo psquico que est al servicio de la cura analtica. A travs de dicha
reelaboracin, orientada por el instinto de vida, el paciente ser guiado hacia el encuentro de lo reprimido
y lo resistido, trabajosa tarea que permitir resignificar algo en el Yo y al mismo tiempo dar nacimiento a
lo nuevo que emerge del Ello.
Pablo Cazau
Referencias bibliogrficas
Aug y otros (1961) NUEVO PEQUEO LARROUSSE ILUSTRADO. Pars: Larrousse.
Freud S (1893) EL MECANISMO PSQUICO DE LOS FENMENOS HISTRICOS (COMUNICACIN PRELIMINAR) (Breuer
y Freud).

Freud S (1894a) SOBRE LA JUSTIFICACIN DE SEPARAR DE LA NEURASTENIA CIERTO COMPLEJO DE SNTOMAS A


TTULO DE NEUROSIS DE ANGUSTIA
Freud S (1894b) LAS NEUROPSICOSIS DE DEFENSA. ENSAYO DE UNA TEORA PSICOLGICA DE LA HISTERIA
ADQUIRIDA, DE MUCHAS FOBIAS Y REPRESENTACIONES OBSESIVAS Y DE CIERTAS PSICOSIS ALUCINATORIAS
Freud S (1895a) HISTORIALES CLNICOS. LA SEORA EMMY DE N.
Freud S (1895b) HISTORIALES CLNICOS. MISS LUCY R.
Freud S (1895c) HISTORIALES CLNICOS. CATALINA
Freud S (1895d) PROYECTO DE UNA PSICOLOGA PARA NEURLOGOS
Freud S (1900) LA INTERPRETACION DE LOS SUEOS
Freud S (1905) EL CHISTE Y SU RELACIN CON LO INCONSCIENTE
Freud S (1912) TOTEM Y TAB
Freud S (1913) UN SUEO COMO TESTIMONIO
Freud S (1914a) INTRODUCCIN AL NARCISISMO
Freud S (1914b) RECUERDO, REPETICIN Y ELABORACIN
Freud s (1915a) LECCIN XV. INCERTIDUMBRES Y CRTICAS
Freud S (1915b) LECCIN XIX. RESISTENCIA Y REPRESIN
Freud S (1920) MS ALLA DEL PRINCIPIO DE PLACER
Freud S (1926a) INHIBICIN, SNTOMA Y ANGUSTIA
Freud S (1926b) PSICOANLISIS: ESCUELA FREUDIANA
Freud S (1926c) ANLISIS PROFANO (PSICOANLISIS Y MEDICINA). CONVERSACIONES CON UNA PERSONA
IMPARCIAL
Freud S (1927) EL PORVENIR DE UNA ILUSIN
Freud S (1932) CLXVII NUEVAS LECCIONES INTRODUCTORIAS AL PSICOANLISIS
Freud S (1938) COMPENDIO DE PSICOANLISIS
Kaplan H y Sadock B (1992) COMPENDIO DE PSIQUIATRA. Mxico: Salvat, 2 edicin.
Laplanche J y Pontalis (1981) DICCIONARIO DE PSICOANLISIS. Barcelona: Labor, 3 edicin.
Rycroft Ch (1976) DICCIONARIO DE PSICOANLISIS. Buenos Aires: Paids.
Szkely B (2000) DICCIONARIO DE PSICOLOGA. Buenos Aires: Editorial Claridad.
Valls Jos Luis (2001) DICCIONARIO FREUDIANO.
Nota: Los textos de Freud fueron citados de la edicin de Biblioteca Nueva (3 tomos), 1981, Cuarta edicin.

Elaboracin secundaria.- La elaboracin secundaria es el mecanismo a travs del cual las


caractersticas absurdas, ilgicas y extraas del sueo (los efectos distorsionantes del simbolismo,
desplazamiento y condensacin) adquieren la coherencia y racionalidad retenidas por el soador. La
elaboracin secundaria utiliza procesos intelectuales parecidos a los procesos de pensamiento que dirigen
los estados de la conciencia (pgina 79).
Kaplan H y Sadock B (1992) Compendio de psiquiatra. Mxico: Salvat. 2 edicin.

ELACIN
Definicin.- Designa la sensacin de euforia que ocurre tpicamente despus de obtener un triunfo.
Desde el punto de vista psiquitrico, designa la emocin que acompaa a la mana.
Definicin.- 1. Conducta que denuncia alegra pronunciada, particularmente cuando esta alegra no
coincide con las circunstancias. 2. Alegra motivada por el giro favorable de los acontecimientos o el logro
de una meta.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

EMBARAZO
Embarazo y trastorno de angustia.- Antecedentes: Los estudios anteriores osbre la influencia del
embarazo en el periodo postparto en el curso del trastorno de angustia (panic disorder) no han sido
coherentes. El presente estudio pretende cuantificar las manifestaciones de angustia en estos periodos en
una muestra grande de mujeres. Mtodo: Se evalu retrospectivamente las manifestaciones de angustia,
incluidas las exacerbaciones y las nuevas manifestaciones del trastrono de angustia, en una muestra de
128 mujeres con trastorno de angustia con o sin agorafobia, 93 de las cuales haban tenido 195
embarazos. Resultados: Las manifestaciones de angustia fueron menores en nmero durante el
embarazo y ms frecuentes en el periodo postparto cuando se comparaba con el periodo de control. Las
mujeres que nunca haban estado embarazadas tenan significativamente ms manifestaciones de
angustia que las mujeres con embarazos anteriores. La lactancia materna y los abortos espontneos no
tuvieron un efecto significativo. Las mujeres con angustia posparto comunicaron ms acontecimientos de
estrs psicosocial durante este periodo. Conclusiones: Se analizan las posibles razones para la angustia
posparto y los efectos protectores del embarazo, incluidos los factores psicosociales u hormonales y otros
cambios neurobiolgicos. La angustia postparto coincide con una cada repentina de las hormonas
despus del parto.
Bandelow B y otros, Trastorno de angustia durante el embarazo y el periodo postparto. EUROPEAN PSYCHIATRY. 2006
OCT; 21(7).

Embarazo y depresin.- El riesgo de sufrir una depresin se duplica en las mujeres durante el
embarazo, segn explic ayer el psiquiatra Jess de la Gndara en las jornadas sobre 'Psiquiatra y Mujer'
que se celebran en Vitoria. El parto y el posparto acentan adems ese peligro. Debe tenerse en cuenta
que durante la gestacin, los estrgenos -hormonas femeninas- aumentan en una proporcin de mil por
uno; y que en el momento del parto -detall el especialista- se produce en el interior de la mujer un
vaco que genera en el cerebro una sensacin de orfandad.
Ambas situaciones, embarazo y expulsin del beb, desencadenan, segn De la Gndara, intensos
cambios fisiolgicos y psicolgicos, que pueden desencadenar episodios de estrs. Las consultas de
Psiquiatra son testigo de todo ello. Suele decirse que engendrar un nio mejora la salud de las mujeres
neurticas y eso es un mito; y como tal, falso. Aunque esto se sabe, las decisiones clnicas en
situaciones de riesgo psiquitrico siguen tomndose de manera intuitiva y, en general, los gineclogos
tienden a evitar los psicofrmacos, sin sopesar que no tratar a una mujer en una situacin as puede
implicar un peligro mayor, afirm.
EL CORREO DIGITAL.COM. 2005 MAR

Embarazo y depresin.- El objeto de este estudio es describir el predominio de la sintomatologa


depresiva durante el embarazo segn lo observado en el marco obsttrico, la extensin del tratamiento
en este colectivo, y los factores de riesgo especficos que se asocian a los cambios de humor durante el
embarazo. Un total de 3472 mujeres embarazadas con edades a partir de los 18 aos fueron estudiadas
mientras esperaban su consulta prenatal en 10 clnicas obsttricas utilizando un breve cuestionario (10
minutos). Este examen evalu factores demogrficos, el consumo de tabaco y alcohol, as como el grado
de depresin mediante la Escala de Depresin del Centro de Estudios Epidemiolgicos (CEE-D), el uso de
tratamientos antidepresivos, historia de depresin, y el tratamiento actual (es decir, frmacos,
psicoterapia, o asesoramiento) para la depresin. De la muestra analizada, el 20% (n = 689) obtuvieron
marcadores por debajo en la escala de CEE-D, y solamente el 13,8% de esas mujeres manifestaron que
reciban tratamiento para la depresin. Un pasado con depresin, una salud ms dbil, mayor consumo
de alcohol, fumar, ser soltera, estar desempleada, y un nivel educativo ms bajo se asoci
significativamente con los sntomas de la depresin durante embarazo. Estos datos demuestran que un
nmero substancial de mujeres embarazadas tienen sntomas significativos de depresin, y la mayora de
ellas no reciben un tratamiento supervisado durante este perodo. Ya que la sintomatologa depresiva se
han asociado a resultados maternales e infantiles adversos, son esenciales estudios adicionales del
impacto del tratamiento psiquitrico en mujeres embarazadas.
Sheila M. Marcus; Heather A. Flynn; Frederic C. Blow; Kristen L. Barry, Sintomatologa depresiva en mujeres
embarazadas. JOURNAL OF WOMEN'S HEALTH. 2003; 12(4)

Embarazo y depresin.- Existe evidencia del conflicto, respecto al efecto de la depresin durante el
embarazo sobre el peso del beb al nacer. Utilizamos datos del estudio Avon Longitudinal Study of
Parents and Children para investigar si los sntomas depresivos durante el embarazo en 10.967 mujeres
condujeron a un peso bajo de sus descendientes al dar a luz. Aquellas mujeres con un ndice de sntoma
depresivo alto durante el embarazo, fueron ms propensas a tener bebs con un peso bajo al nacer (95%
CI 1.16-2.40, P<0.01), pero este se redujo despus de ajustar los factores confusos (OR=1.29, 95% CI
0.87-1.91, P=0.210). Por lo tanto existe poca evidencia de una asociacin independiente entre los
sntomas depresivos durante el embarazo y el peso del beb al nacer.
Jonathan Evans, Jon Heron, Roshni R. Patel, Nicola Wiles, Sntomas depresivos durante el embarazo y peso bajo del
beb al nacer: Estudio longitudinal. BRITISH JOURNAL OF PSYCHIATRY. 2007 JUL; 191.

Embarazo, deseo sexual y estado de nimo.- Una investigacin espaola estudi la influencia del
periodo de gestacin en el estado de nimo y las relaciones sexuales de las embarazadas, y, como
conclusiones, constataron que ni la libido, ni la satisfaccin sexual disminuyen durante los nueve meses,
aunque s sufre algunas variaciones el estado de nimo. As, por ejemplo en los primeros meses las
mujeres estaban ms deprimidas y ansiosas que el resto de las embarazadas, lo que puede deberse a
que en ese momento el embarazo es apenas perceptible. Respecto del deseo sexual inhibido, no hubo
diferencias significativas entre las embarazadas.
Embarazo, deseo sexual y estado de nimo. Diario La U, Buenos Aires, 13 de marzo de 2003.

Embarazo y trastorno bipolar.- Este estudio averigua las decisiones de la planificacin familiar en
mujeres con trastorno bipolar despus de una consulta psiquitrica. Los autores examinaron a 116
mujeres con trastorno bipolar segn los criterios diagnostico del DSM- IV despus de una consulta
especializada sobre las opciones y riesgos del tratamiento en relacin con el embarazo.
De 70 encuestadas, al 45% se les haba aconsejado evitar el embarazo por parte de un profesional
mdico antes de la consulta. Despus de la consulta, el 63% decidieron intentarlo. De los resultados
obtenidos se desprende que las mujeres con trastorno bipolar a menudo encuentran obstculos por parte
de los profesionales mdicos en relacin con la posibilidad de embarazo. La revisin comprensiva

individualizada de los riesgos y de las ventajas de las opciones de tratamiento durante la consulta
especializada previa a la concepcin puede apoyar la planificacin clnica.

Adele C. Viguera; Lee S. Cohen; Suzanne Bouffard; T. Hatch Whitfield; Ross J. Baldessarini , Decisiones reproductivas
en mujeres con trastorno bipolar despus de una consulta psiquitrica previa al embarazo. American Journal of
Psychiatry. 2002 Dic; 159(12).

Embarazo y estrs.- El proceso biolgico natural del embarazo reduce el estrs en la mujer, al
desactivar la hormona cortisol, y aumenta la confianza, al liberar oxitocina. Esta transformacin se suma
a otros cambios hormonales del cerebro de la mujer a partir del 15 da, cuando, implantado en el tero,
el embrin se comunica con los tejidos de la madre. Estas explicaciones aparecen en el Informe cientfico
sobre la comunicacin materno-filial en el embarazo: clulas madre y vnculo de apego en el cerebro de
la mujer.
Este documento de la Universidad de Navarra es resultado del trabajo de expertos en Biologa Molecular,
Neurobiologa, Neuroimagen, Psiquiatra, Sociologa y Comunicacin. La direccin ha corrido a cargo de
Natalia Lpez Moratalla, catedrtica de Bioqumica.
Segn una investigacin, el embarazo reduce el estrs. DIARIO DE NOTICIAS. 2008 MAY.

Embarazo en adolescencia.- El embarazo en la adolescencia es un fenmeno con importantes


implicaciones sociales y personales y puede tener consecuencias en la salud de las jvenes que viven
esta experiencia. La presente investigacin tuvo por objetivo evaluar los predictores de salud y bienestar
de adolescentes embarazadas.
Pacientes y mtodo: El trabajo se desarroll a partir de un enfoque cuantitativo, con una muestra de 100
adolescentes, entre el tercero y el noveno mes del embarazo, que realizaban consultas prenatales en
hospitales de la red pblica de Porto Alegre (Brasil). Los datos fueron recogidos a travs de un
cuestionario biodemogrfico y del Cuestionario General de Salud (GHQ), que se aplic individualmente,
mientras las adolescentes esperaban ser atendidas en la consulta ginecolgica.
Resultados: El anlisis de los resultados se realiz mediante un anlisis descriptivo y anlisis de regresin
mltiple. Las pruebas indicaron que las adolescentes presentaban una percepcin positiva de su salud
durante el embarazo y que haber abortado y la edad gestacional fueron significativos predictores de la
salud de las embarazadas y algunos de sus factores.
Conclusiones: A partir del estudio, se puede concluir que la percepcin de salud de las participantes est
ms relacionada con los aspectos biolgicos del embarazo que con los sociales.
Mariana Calesso Moreira, Merc Mitjavila Garca, Jorge Castell Sarriera, Embarazo en la adolescencia: predictores de
salud y bienestar en una muestra brasilea. PSIQUIATRIA BIOLGICA. 2007 JUL; 14(4).

Embarazo y depresin.- Antecedentes: Este estudio examin el funcionamiento psicosocial y personal


durante el embarazo en mujeres con riesgo para la recurrencia de depresin, basado en el hecho de
haber experimentado por lo menos un episodio depresivo mayor (MDE) antes del embarazo.
Mtodos: Se compararon a tres grupos de mujeres, que diferan en la recurrencia de la depresin durante
el embarazo: (1) mujeres que haban tenido por lo menos un episodio recurrente y cumplan con los
criterios diagnsticos para un MDE (n=23), (2) mujeres que haban tenido una recurrencia de niveles
significativos clnicos de sntomas depresivos pero que no cumplieron con los criterios para un MDE
(n=18), y (3) mujeres que no tenan recurrencia de depresin (n=38) durante el embarazo.
Resultados: Los resultados indicaron que las recurrencias de depresin durante el embarazo estn
asociadas con una gama de correlatos de funcionamiento psicosocial y personal. Adems, los correlatos
de depresin durante el embarazo fueron los mismos para las mujeres que cumplieron con los criterios
diagnsticos para un MDE y las mujeres que tenan bajos niveles en el umbral de la depresin.
Conclusiones: Los resultados apoyan los modelos extendidos psicosociales de la depresin a la
recurrencia de la depresin durante el embarazo con un nfasis en un contexto ms amplio dentro del
cual se produce la depresin. Los resultados tambin tienen implicaciones para la comprensin de la
depresin subclnica durante el embarazo ya que se asocia con problemas en el funcionamiento, similar
en la severidad y amplitud de los episodios de depresin mayor.
Sherryl H. Goodman; Erin C. Tully. Recurrencia de la depresin durante el embarazo: Correlatos del funcionamiento
psicosocial y personal. DEPRESSION AND ANXIETY. 2009 JUN; 26(6):557-567.

EMOCIN
Definicin.- Las emociones tienen componentes tanto fsicos como mentales. Ellas implican cognicin,
es decir, el darse cuenta de la sensacin y usualmente de su causa; afecto, la sensacin calificada en s;
activacin, el impulso para entrar en accin; y cambios fsicos como hipertensin, taquicardia y
sudoracin (pg. 207).
Ganong William (1980) Manual de fisiologa mdica. Mxico: El Manual Moderno. 7 edicin.

Generalidades.- Las emociones son afectos bruscos y agudos que se desencadenan por una percepcin
(externa o interna) o representacin y tienen abundante correlacin somtica. Suelen ser poco duraderos
[]. El estmulo puede ser real, imaginario o simblico, o simplemente desconocido, como ocurre con
frecuencia en las crisis de angustia (panic attacks). El miedo, la clera y la angustia son ejemplos de
emociones. Las manifestaciones fisiolgicas son variadas: reacciones vasomotoras (rubicundez facial,
palidez), intestinales (diarrea), secretoras (sudoracin, lagrimeo), renales (poliuria), musculares lisas
(espasmos), circulatorias (taquicardia, cambios tensionales) y respiratorias (taquipnea, disnea), descenso
de la resistencia elctrica de la piel (reflejo psicogalvnico), etc..

Vallejo Ruiloba J y otros, Introduccin a la psicopatologa y la psiquiatra, Masson, Barcelona, 1999, 4 edicin, pg
224.

Emocin negativa.- Existe una interrelacin importante entre el sistema nervioso y el sistema
inmunolgico. Por ejemplo, las llamadas emociones negativas (ira, etc.) influyen sobre el sistema inmune
aumentando la probabilidad de contraer enfermedades. Del mismo modo, la ansiedad desproporcionada y
fuera de lugar pueden alterar la funcin inmunolgica aumentando la vulnerabilidad a las infecciones,
acelerando el inicio de la diabetes, desencadenando o acentuando un ataque de asma, acelerar
metstasis de cncer y aumentar la formacin de placas que conduce a la arterioesclerosis. Los estados
de nimo depresivo influyen tambin negativamente sobre el curso de las enfermedades fsicas. De todo
ello se desprende la necesidad de aplicar la inteligencia emocional a los cuidados mdicos: la importancia
de los sentimientos positivos (por ejemplo el optimismo, el humor) en trminos de prevencin y
curacin de enfermedades, y la importancia de tener vnculo afectivos significativos, personas con las
cuales poder contar, es decir, personas en las cuales apoyarse: el apoyo emocional tiene un alto poder
curativo.
Goleman Daniel, La inteligencia emocional.

Definicin y clasificacin.- La emocin es un cambio brusco y ms o menos sbito del humor o estado
de nimo. Se clasifican en emociones primarias o simples y emociones secundarias o complejas (Betta,
1984:201).
1) Emociones primarias o simples: Tienen gran repercusin somtica y psquica; responden al
imperativo del instinto. Son tres: miedo, clera y amor. a) Miedo: Sensacin subjetiva de achicamiento o
reduccin del mbito personal, que puede llegar a la anulacin completa y prdida del conocimiento
(reaccin catastrfica). Actitud correspondiente: la huida. b) Clera: Sensacin subjetiva de aumento del
mbito personal. Actitud correspondiente: ataque y destruccin. c) Amor: Tambin llamada emocin
sexual. Sensacin subjetiva de expansin y proyeccin hacia el exterior. Reacciones somticas ms
atenuadas que en los casos anteriores. Actitud correspondiente: acercamiento al objetivo
desencadenante de la emocin (Betta, 1984:201).
2) Emociones secundarias o complejas: a) Angustia y Ansiedad: Emociones complejas displacenteras. La
angustia tiene un contenido somtico originado en los temores con respecto a la salud fsica. La angustia
se origina en temores de orden psquico: preocupaciones morales, econmicas, familiares, etc. Ambas
presentan un cuadro semiolgico: objetivo y subjetivo. Subjetivamente: constriccin de garganta y
torcica, especialmente precordial. Objetivamente: la angustia culmina generalmente con el llanto y la
ansiedad con una descarga motora. b) Pena: Emocin compleja displacentera; congoja, afliccin, tristeza.
c) Disgusto: Pena o afliccin con el agregado de algo de enojo, inquietud o fastidio. d) Otras emociones
complejas displacenteras son el susto, el horror, la vergenza y la repugnancia. e) Emociones complejas
placenteras: alegra, felicidad, optimismo, satisfaccin (Betta, 1984:201).
Betta Juan (1984) Manual de Psiquiatra. Buenos Aires: CEA, Octava edicin.

Generalidades.- 1. Vivencia y estado mental caracterizado por algn sentimiento intenso y acompaado
a menudo por fenmenos motores. 2. Estado integral de la conciencia que incluye un sentimiento
distintivo y una tendencia caracterstica hacia una actividad determinada. 3. Actividades de masa o faltas
de discriminacin provocadas por alguna situacin social observada o pensada, esto es, una respuesta
integral del organismo en que una parte importante de la vivencia est dada por ciertos elementos
viscerales o somticos. 4. La totalidad de una vivencia que tiene lugar durante un perodo caracterizado
por cambios somticos marcados o por acontecimientos inesperados y disturbadores. 5. El elemento
conciente que acompaa a la actividad de los impulsos instintivos (McDougall). 6. Una disposicin innata
de alta complejidad, que incluye instintos organizados como dispositivos senso-motores para la ejecucin
de determinados movimientos somticos. (Shand). 7. Los elementos afectivos que acompaan la
obstruccin de todo comportamiento instintivo. (Drewer). 8. (Psicoanlisis) H. McCurdy describe algunas
emociones: Ansiedad: es un doloroso estado de expectacin; se refiere a algn dao que se cree
pendiente pero aun ms o menos alejado. Ocurre con frecuencia que la cosa o situacin amenazante no
est definidamente establecida o reconocida. Freud habla de ansiedad libremente flotante, la cual se
halla dispuesta a agarrarse de una idea ahora y de otra ms tarde. El paciente se indispone con facilidad,
desasosegado o agitado; existe una notable incomodidad, ms a menudo epigstrica que precordial. El
paciente suele llamar nerviosidad a grados leves o moderados de ansiedad. Temor es una emocin

dolorosa excitada por la presencia o inminencia de peligro, y va acompaada de un impulso por resistir o
escapar de l, que a veces crece hasta el pnico. El temor viene acompaado por manifestaciones fsicas
caractersticas y que se evidencia en variadas escalas; v. g.: palidez, temblores, respiracin agitada,
pulso rpido, sudor fro, expresin cansada y estremecimientos. No siempre se puede distinguir con
facilidad entre el temor y la ansiedad, y ambos pueden coexistir, como en el delirio alcohlico. Odio
expresa el grado ms lgido de mala voluntad, con el deseo de infligir un castigo o vengarse del objeto.
No solo implica una intensa aversin, sino que lleva consigo mismo un elemento de temor. Odio es
reaccin contra alguna injuria o injusticia que ha infligido o amenazado con infligir el odiado. Ernest Jones
ha sealado que uno puede odiar solamente a otro ms fuerte o que est en una posicin de autoridad o
poder, y tambin que, para ser odiado, hay que haber sido amado antes. Tiene que haber existido el
amor en algn grado, aunque no siempre obviamente, o debe haberse anticipado; y estas
consideraciones explican, realmente, por qu los odios ms fuertes existen precisamente entre parientes
cercanos. Destacaba Tcito en los Anales: El odio ms violente es el odio entre parientes. Orgullo es un
sentimiento de superioridad que se enlaza con lo que uno es, posee o ha hecho, con un desprecio
correspondiente hacia los derechos o prendas de otros. Se desdean las pretensiones de los rivales y se
tiene una satisfaccin sdica al triunfar sobre ellos. La altivez es la expresin del orgullo. Vanidad difiere
del orgullo en que anhela la aprobacin de los dems y en que se deleita ante la alabanza y el
reconocimiento. Indica una personalidad menos madura que la del orgullo y se halla relacionada con la
belleza del cuerpo o rostro, apariencia personal o atributos. Las dos emociones ejemplifican dos aspectos
de narcisismo, y la vanidad es el ms inferior. Egosmo y Egotismo no son sinnimos. Egosmo es un
deseo ambicioso para ganar ventajas a expensas de los derechos, conveniencia o posesiones de otros. Es
esencialmente antisocial. Egotismo es la supervaloracin de s mismo, de las opiniones, de la habilidad o
sagacidad propias y el correspondiente menosprecio por las ajenas. (McCurdy: The Psychology of
Emotion, 1925).
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Enfoque cognitivo-conductual.- En la teora cognitivo-conductal tradicional, la emocin se considera


un fenmeno postcognitivo. Los tratamientos cognitivo-conductales tradicionales de la emocin se
centran en los estados afectivos negativos, como la ansiedad, la depresin, y en el desarrollo de tcnicas
para controlarlos. No se busca entender la emocin como un aspecto integrado del sistema biolgico
humano que tiene un papel particular que cumplir en el funcionamiento humano.
Condensado de Safran y Segal (1991) El proceso interpersonal en la terapia cognitiva. Captulo 4.

Localizacin cerebral y su control por meditacin.- El doctor Richard Davidson, director del
Laboratorio para las Neurociencias de los Afectos, de la Universidad de Wisconsin. Davidson logr en una
reciente investigacin identificar un ndice para establecer el centro cerebral de los estados de nimo.
Las imgenes de resonancia magntica revelan que cuando la gente est ansiosa, enojada, deprimida,
las partes del cerebro convergen hacia la amgdala y la corteza prefrontal derecha, regin cerebral
importante para la hiperdefensa tpica de las personas con estrs. Por el contrario, cuando la gente tiene
nimo positivo, entusiasmo y energa, esos sitios estn tranquilos y aumenta la actividad de la corteza
prefrontal izquierda.
El doctor Davidson ha descubierto lo que, segn cree, es una manera rpida de cuantificar el nivel del
estado anmico tpico de una persona: leer los niveles de actividad en estas reas prefrontales, derecha o
izquierda.
Esto predice los estados de nimo diarios con sorprendente exactitud. Cuanto ms se incline hacia la
derecha, la persona tender a estar ms infeliz o afectada, mientras que cuanta ms actividad se
desarrolle en la parte izquierda, ms feliz y entusiasta estar.
Al estudiar los datos de cientos de personas, el doctor Davidson estableci una curva de distribucin en la
que la mayora de las personas que se encuentran en la mitad manifestaron buen y mal humor
alternadamente.
Aquellas personas, relativamente pocas, que se hallan bien hacia la derecha son ms propensas a tener
depresin clnica o desrdenes de ansiedad en el transcurso de su vida. Para los pocos afortunados que
se sitan ms a la izquierda, los estados conflictivos son raros y la recuperacin es rpida.
Esto explica otro tipo de datos que sugieren un punto determinado biolgicamente para nuestro nivel
emocional.
Un descubrimiento, por ejemplo, muestra que, tanto en la gente con suerte como en los desafortunados
que sufrieron un accidente y quedaron parapljicos, durante alrededor de un ao y medio despus de
dichos acontecimientos el humor diario es ms o menos el mismo que antes, lo que indica que el punto
emocional cambia poco o nada.
Davidson inform sobre el descubrimiento durante un encuentro con el Dalai Lama y los cientficos en la
India. Pero el hallazgo, aunque interesante, levant ms preguntas que respuestas. Era slo casualidad
o un rasgo habitual entre los monjes? Haba algo respecto del entrenamiento de un lama que podra
llevar a un estado de felicidad perpetua? Y si es as, podra este prodigio ser compartido por todos?

Una respuesta tentativa a esta ltima pregunta proviene de un estudio que Davidson realiz en
colaboracin con el doctor Jon Kabat-Zinn, fundador de Mindfulness-stress Reduction Clinic, en la
Universidad de Massachusetts.
Este clnico ensea meditacin a pacientes con enfermedades crnicas para ayudarlos a manejar mejor
sus sntomas. En un artculo, los doctores Davidson y Kabat-Zinn informan sobre los efectos del
entrenamiento en esta clase de meditacin, mtodo extrado de sus orgenes budistas y ahora enseado
a los pacientes en hospitales y clnicas de muchos pases.
Kabat-Zinn ense el mtodo a trabajadores sometidos a grandes presiones, durante tres horas por
semana durante dos meses. Otro grupo de voluntarios recibi el entrenamiento ms tarde; los
participantes fueron controlados por el doctor Davidson y sus colegas.
Antes del entrenamiento, los trabajadores en general registraban una mayor utilizacin del lado
prefrontal derecho del cerebro en sus emocionesy se quejaban de sentirse estresados.
Despus, sus emociones se inclinaron hacia el lado izquierdo, la zona positiva. Simultneamente, sus
estados de nimo mejoraron e informaron sentirse con ms energa y menos ansiosos. En resumen, los
resultados sugieren que el punto de las emociones puede modificarse, con un adecuado entrenamiento.
Con este tipo de meditacin se aprende a monitorear el estado de nimo. La hiptesis del doctor
Davidson es que se puede fortalecer una gran cantidad de neuronas del lado izquierdo de la corteza
prefrontal, e inhibir los mensajes de la amgdala, que enva emociones perturbadoras.
El entrenamiento mindfulness se centra en aprender a monitorear las sensaciones y pensamientos, tanto
con la meditacin como con ejercicios de yoga. Con la aprobacin del Dalai Lama, un grupo de lamas
altamente entrenados permiti ser estudiado. Todos ellos pasaron por lo menos tres aos meditando en
retiros solitarios.
Estos y otros descubrimientos llevaron algunos investigadores a disear un programa llamado "Cultivo
del equilibrio emocional", que combina mtodos extrados del budismo con el mindfulness y la sinergia de
la psicologa moderna, como tambin la lectura de las microexpresiones y las relaciones humanas.
Condensado de Daniel Goleman The New York Times. Publicado en Buenos Aires, La Nacin (05/02/2003) bajo el ttulo
Prueban que en la zona izquierda del cerebro se localiza la felicidad. La meditacin controla esa emocin. Traduccin:
Mara Elena Rey.

Procesamiento emocional.- Aunque la terapia cognitivo-conductual enfatiza la importancia de la


cognicin o del pensamiento en la activacin o mantenimiento de los estados negativos o de ansiedad, ha
habido un nfasis creciente en considerar el rol del procesamiento emocional (Caspar et al., 2000;
Greenberg & Paivio, 1997; Greenberg & Safran, 1987; Greenberg, Watson, & Goldman, 1998; Leahy,
2002).
En este captulo pasamos revista a tcnicas relacionadas con la activacin de la emocin a travs de
ejercicios de la terapia experiencial o focalizada en la emocin, tales como los desarrollados por
Greenberg y sus colegas. Adems, examinamos cmo las tcnicas cognitivo-conductuales pueden ser
utilizadas para explorar y comprender el modo en que los pacientes procesan y conceptualizan la
emocin.
Revisamos el trabajo sobre la conciencia plena (Kabat-Zinn & University of Massachusetts Medical
Center/Worcester Stress Reduction Clinic, 1991; Segal et al., 2002) y sobre la conceptualizacin y
estrategia del procesamiento emocional (Leahy, 2002). La terapia focalizada en las emociones de
Greenberg es vista a menudo como un enfoque emprico que es diferente de algn modo del modelo
tradicional de terapia cognitiva.
De todos modos, en el contexto actual de tratar de identificar y modificar los pensamientos, considero
extremadamente valioso el trabajo de Greenberg. ste puede utilizarse para ayudar a pacientes a 1)
identificar emociones especficas 2) vivenciar los pensamientos que estn contenidos en el esquema
emocional (en el sentido que Greenberg utiliza este trmino), 3) identificar lo que necesitan, y 4)
orientarse en la satisfaccin de sus necesidades. Ms an, parte de la propuesta focalizada en las
emociones de Greenberg (2001) consiste en el concepto de metaemocin esto significa cmo los
pacientes ven sus emociones.
En mi propio trabajo, tom y trat de complementar, las importantes ideas de Greenberg. En este
captulo examinamos varias tcnicas que ayudan a los pacientes a acceder a la emocin, a los
pensamientos asociados con las emociones y a las creencias metacognitivas o metaemocionales, y a
modificar el impacto emocional a travs de la reescritura.
Robert L. Leahy. Tcnicas de procesamiento emocional. REV DE LA ASOCIACIN DE PSICOTERAPIA DE LA REPBLICA
ARGENTINA. 2009 MAR;(1).

Emocin positiva en trastorno bipolar.- Objetivos: El trastorno bipolar se asocia con una alteracin
emocional positiva, aunque estn menos claro qu emociones positivas especficas estn afectadas.
Mtodos: El presente estudio examin las diferencias entre las emociones positivas distintas en los
pacientes con trastorno bipolar (TB) recuperados (n=55) y controles no clnicos (CNC) (n=32) y si
predecan prospectivamente la severidad sintomtica en pacientes con TB. En la lnea base los
participantes completaron medidas de auto-informe de rasgos severos distintos de emociones positivas.

Se obtuvieron las evaluaciones estructuradas de diagnstico y los sntomas del estado de nimo actual
para los participantes con TB. En un seguimiento de seis meses, se reevaluaron los sntomas de un
subconjunto participantes con TB (n=39).
Resultados: Los participantes con TB mostraron menor disfrute, compasin, amor, temor y alegra en
comparacin con los participantes CNC. Los participantes con TB y CNC no difieren en el orgullo o
diversin. Para los participantes con TB, despus de controlar la severidad de los sntomas en la lnea
base, la alegra y diversin predijeron una severidad de mana creciente, y la compasin predijo una
severidad de mana decreciente durante el seguimiento de seis meses. Adems, la diversin predijo un
incremento de la severidad de depresin y el orgullo predijo un decremento de la severidad de la
depresin. El temor, amor y alegra no predijo la severidad del sntoma.
Conclusiones: Estos resultados son consistentes con una literatura creciente que destaca la importancia
de la emocin positiva en el curso del trastorno bipolar.
June Gruber; Jenifer L Culver; Sheri L Johnson,,, (et.al) Las emociones positivas predicen el cambio sintomtico en el
trastorno bipolar? BIPOLAR DISORDERS. 2009 MAY; 11(3):330-336.

EMPATA
Definicin.- Capacidad de ponerse en la situacin del otro, vivenciando lo que este experimenta. La idea
de empata alude a la situacin donde uno est sintindose uno con el otro, y al mismo tiempo
concientemente separado de l y manteniendo su propia identidad.
Cazau P (2002) Vocabulario de psicologa. Buenos Aires: Redpsicologa.

Definicin.- 1. Carcter especial que pueden tener las vivencias, que consiste en que el sujeto participa
de una situacin o hecho objetivo mediante la comprensin afectiva del mismo. La empata es en cierto
modo semejante a la comprensin simptica, pero sin significar nunca una verdadera identificacin
afectiva con el estado ajeno. La empata proporciona un autntico conocimiento al sujeto solamente
despus que ste ha regresado de su participacin afectiva en la situacin objetiva, haciendo de esta
participacin un conocimiento terico. Sin.: Endopata; Intraafeccin; Proyeccin. 2. (Psicoanlisis)
Comprensin intelectual de aquello que es inherentemente ajeno a nuestro propio ego en otras
personas. (Freud). La empata es, pues, una forma de identificacin intelectual, en contraste con la
identificacin afectiva. Al.: Einfhlung.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Generalidades.- Existe una tendencia a concebir la empata como un simple reflejo de los sentimientos
del paciente. La empata, sin embargo, no consiste meramente en reflejar los aspectos superficiales de
las comunicaciones del paciente. Implica un proceso de sumergirse en el mundo interior del paciente de
forma que se exprese la experiencia tcita.
Condensado de Safran y Segal (1991) El proceso interpersonal en la terapia cognitiva. Captulo 4.

Para Rogers.- La empata es uno de los elementos esenciales que aporta el profesional asistencial a la
relacin con el cliente. Es la capacidad de percibir el mundo interior de la otra persona, integrado por
significados personales y privados, como si fuera el propio pero sin perder nunca ese como si. Por
ejemplo, percibir como propias la confusin del cliente, su timidez y enojo, su sensacin de que lo tratan
injustamente, pero sin dejar que se unan a la propia incertidumbre, miedo, rabia o sospecha Cuando el
asesor capta con claridad el mundo del cliente y puede moverse libremente dentro de l, puede
comunicarle a ese individuo su comprensin de aquello que l conoce vagamente y volcar en palabras los
significados de experiencias de las que l apenas si tiene conciencia. No debe confundirse empatizar con
comprender lo que le pasa, que es mucho ms habitual, como cuando decimos comprendo qu es lo
que lo hace actuar as.
Rogers C, La relacin interpersonal: ncleo de la orientacin. Includo en Rogers C, Stevens B y otros, Persona a
persona. Buenos Aires: Amorrortu, pg. 95.

Empata teraputica.- Como tcnica cognitiva, el objetivo de la empata es para dar al paciente la
oportunidad de manifestar las emociones y sentirse comprendido. Se realiza muy poco o ningn esfuerzo
en retar o refutar cualquier cosa que este diciendo el paciente. Mas bien, el objetivo es proveer aporte
emocional e intentar ver el mundo a travs de los ojos del paciente. Intentar mostrar al paciente que se
es su aliado y que puede apoyarse - a un nivel intelectual y emocional- en uno para lo que tenga que
afrontar.
El terapeuta puede usar tres poderosas habilidades de escucha para conseguir estos objetivos. Estas son:
La Tcnica del Desarme: el terapeuta se introduce en lo que dice el paciente. El terapeuta encuentra
parte de verdad en lo que afirma el paciente, incluso si esas afirmaciones parecen ilgicas y poco
razonables.

Empata de Pensamientos y Emociones: el terapeuta se muestra comprensivo en lo que dice el paciente


parafraseando las palabras (Empata de pensamiento); el terapeuta tambin se muestra comprensivo de
como el paciente se siente, mostrndose como se expresa el paciente (empata de sentimientos)
Exploracin: El terapeuta tambin, de forma amable, usa dos poderosas habilidades de auto-expresin
cuando empatiza con el paciente. Estas son:
Afirmaciones "Me siento": El terapeuta expresa con tacto sus sentimientos desde un nivel de lenguaje
apropiado y profesional.
Apoyo: El terapeuta expresa respeto por el paciente, incluso si el paciente y terapeuta se sienten
frustrados o disgustados entre s.
Dominar de forma apropiada estos cinco mtodos supone un gran reto que requiere un considerable
entrenamiento. Incluso aunque puedan parecer muy normales sobre el papel, pueden ser increblemente
difciles de aplicar en las situaciones de la vida real, especialmente cuando el terapeuta se siente atacado
por la ira del paciente o cuando las afirmaciones del paciente parecen completamente irrazonables desde
la perspectiva del terapeuta.
La empata es particularmente importante en tres fases cruciales de la terapia: 1) Al comienzo del
tratamiento, cuando el paciente tiene que contar su historia. La catarsis emocional puede proporcionar
una importante unin entre terapeuta y paciente. 2) En cualquier momento de las sesiones de terapia
cuando el paciente repentinamente se siente abrumado por una emocin -tal como miedo, pnico, ira, o
desesperacin- El terapeuta debera inmediatamente poner todas las tcnicas cognitivas-conductuales a
un lado y ofrecer apoyo emocional. Una vez que el paciente ha expresado esos sentimientos y verse
entendido y aceptado, se puede volver a la intervencin teraputica de nuevo. 3) En cualquier momento
que haya una ruptura de la alianza teraputica debido a que el paciente se siente disgustado con el
terapeuta. Esto puede ser debido a que el paciente se siente herido, airado, desconfiado, no
comprendido, juzgado, rechazado o criticado por el terapeuta.

Burns D, Tcnicas cognitivo-conductuales http://users.servicios.retecal.es/jureva/tecnicasburns.htm Traducido al


castellano por: Juventino Reguera Baos.

El rol de la empata en la terapia.- El proceso de reconocer informacin relativa a la emocin o a la


disposicin a la accin est mediado por el contexto interpersonal en le que tiene lugar. Por lo tanto, si
los pacientes se sienten aceptados por el terapeuta, pueden comenzar a reconocer disposiciones a la
accin y a explorar experiencias anteriores que tal vez no haya procesado de todo previamente. Por otra
parte, toda vez que un paciente toma contacto con sentimientos hasta entonces no totalmente
procesados, la reaccin que percibe en el terapeuta es un factor crucial para determinar si esa
experiencia ser o no teraputica. Por ejemplo, si un paciente empieza a manifestar sentimientos de
clera hacia el terapeuta, una reaccin hostil o defensiva por parte de ste podra confirmar la creencia
disfuncional de que experimentar clera es peligroso. En respuesta a un paciente que empieza a advertir
sentimiento de tristeza antes no reconocidos, un intento del terapeuta de disipar la tristeza haciendo una
reevaluacin racional de la situacin podra no servir sino para confirmar la creencia del paciente de que
la tristeza es inaceptable. Por el contrario, una respuesta de aceptacin y empata puede tener el efecto
de cuestionarlas creencias disfuncionales del paciente sobre sus emociones y de ayudarlo a estar ms
atento a su experiencia interna. La receptividad del terapeuta facilitar el procesamiento de informacin
internamente generada, lo que conducir entonces a un cambio en el sentido de s mismo del paciente.
Resumen de Safran y Segal (1991) El proceso interpersonal en la terapia cognitiva. Captulo 8.

Empata en psicoanlisis.- A modo de sntesis, puede decirse que este artculo es un repaso histrico
recuerda los orgenes filosficos del concepto de Einfhlung, traducido por Strachey con el trmino poco
feliz de empathy, as como el empleo que Freud le da. Juzgado muchas veces como el efecto de una
misteriosa intuicin, trabajos recientes demuestran que la empata resulta de operaciones psquicas
complejas y que, aun no constituyendo una meta teraputica, cumple, tanto por su presencia como por
sus ausencias, un importante papel e el trabajo de co-pensamiento entre el analizante y el analista y en
la elaboracin de las interpretaciones.
Freud hace referencia al concepto de Einfhlung, pero, si Freud hace uso limitado de ese trmino es por
cuanto el proceso intelectual que implica no tiene casi relevancia para l. Comprender al otro no es un
problema en s, la nica cuestin psicoanaltica es descubrir los derivados de las formaciones del
inconciente.
Con nimo de aclarar los puntos que preceden, propone el autor avanzar un poco ms en lo que puede
entenderse por empata:
1. La empata debe ser claramente distinguida de todo lo connotado por el trmino simpata. No se trata
de compartir un sentimiento o una creencia, sino de representarse los sentimientos, los deseos o las
creencias del otro.
2. La empata no se dirige solamente a la subjetividad conciente. Tal como seal acertadamente
Pigman, la primera cita de Psicologa de las masas hace referencia a la comprensin de lo que es ajeno
al Yo en otras personas, y no solamente a lo que es ajeno a otras personas. La empata nos ayudara a
entender, por procedimientos que habr que precisar, lo que el otro no entiende de s mismo.

3. La empata no es un mecanismo en s, sino un proceso de comunicacin del que se trata de precisar el


o los mecanismos. Freud puso el nfasis sobre el proceso de identificacin. Para entrar en los
sentimientos del otro sin implicarse emocionalmente, segn reza la definicin de Greenson, nos es
preciso imaginar que estamos en el lugar del otro. Se trata de una identificacin parcial y temporaria,
realizada intencionalmente (pero no por fuerza concientemente).
4. Tal como lo demostr Dan Buie, esta construccin imaginaria de la experiencia subjetiva del otro,
necesita poner en acto procesos inferenciales. Si puedo identificarme con el otro es porque puedo
representarme el universo contextual en el que se desarrolla el pensamiento, conciente o inconciente.
Podrn hallarse ilustraciones clnicas de este proceso en Wildlcher.
5. Desde el punto de vista histrico, los nexos entre los conceptos de empata y de intersubjetividad son
complejos y contradictorios. En la actualidad, los autores enrolados en la teora de la intersubjetividad
subrayan la importancia y el inters de los procesos de empata. Para ellos, la empata funda la
intersubjetividad por lo mismo que realiza un conocimiento compartido de la experiencia subjetiva.
Para concluir, se subraya que el inters por estos procesos de comunicacin no entra de ningn modo en
una perspectiva teraputica, pero nos ayuda a comprender mejor el trabajo psquico mediante el cual se
ejerce nuestra escucha de lo que se dice o no se dice, a partir de aquello que, conciente o
inconcientemente, es pensado en el analizante.
Widlocher Daniel, De la empata a la interpretacin.

ENAMORAMIENTO
Definicin.- El enamoramiento es una atraccin repentina, un fuerte deseo de estar con la otra persona,
un flechazo, una atraccin esttica, una preferencia inmediata, donde todos los viejos vnculos pierden
importancia y se impone luminoso el nuevo objeto de amor con el que se desea fundirse fsica y
psicolgicamente. La persona amada no es slo alguien a quien uno le gusta mucho, como sucede en los
arrebatos, sino la mejor del universo: tiene propiedades de lo absoluto. El enamoramiento surge de
repente como la erupcin de un volcn (Alberoni, 1997).
Alberoni F (1997) El primer amor. Barcelona: Gedisa.

Medicin.- En Argentina se ha diseado un cuestionario donde se pregunta la edad del primer


enamoramiento, la proximidad de la edad de la persona amada con la del enamorado, y otras preguntas,
como las que intentan diferenciar el primer enamoramiento del amor platnico. Adems de dicho
cuestionario, se ha elaborado tambin un diferencial semntico para investigar la connotacin subjetiva
que tiene el concepto de primer enamoramiento para las personas.

Cayssials Alicia (2002) El diferencial semntico y la evaluacin de la memoria sobre el primer amor (publicacin
interna de la Ctedra de Tcnicas Psicomtricas de la Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires).

ENCUADRE
Definicin.- En el proceso psicodiagnstico, utilizar un encuadre significa mantener constantes ciertas
variables que intervienen en dicho proceso, a saber: a) aclaracin de los roles respectivos (naturaleza y
lmites de la funcin que cada parte integrante, paciente y psiclogo, desempea en el contrato); b)
lugares donde se realizarn las entrevistas; c) horario y duracin del proceso (en trminos aproximados,
tratando de no plantear una duracin ni muy corta ni muy prolongada); y d) honorarios (si se trata de
una consulta privada o de una institucin paga).
Siquier de Ocampo, Garca Arzeno, Grassano de Piccolo y col (1974) Las tcnicas proyectivas y el proceso de
psicodiagnstico. Buenos Aires: Nueva Visin.

Definicin.- Es la explicacin dada al sujeto de las distintas fases del proceso psicodiagnstico, y la
transformacin de algunas variables en constantes (estandarizacin). El consultante trae su propio
encuadre privado (deseos, miedos, esperanzas, etc) que Shafer llama definicin subjetiva Hacernos
cargo de esta definicin subjetiva es el principal objetivo de la entrevista inicial.
Lunazzi de Jubany H, Lectura del psicodiagnstico.

Tcnicas de encuadre.- Es el conjunto de operaciones y condiciones que permiten establecer un


encuadre y que forman parte del mismo. Tales tcnicas pueden expresarse como reglas de la siguiente
forma:
a) Actitud clnica del psiclogo, basada en una disociacin instrumental (se identifica con sucesos o
personas pero sin verse implicado personalmente).
b) Especificar honorarios, tiempo de dedicacin, etc., de manera explcita.
c) Esclarecer la tarea a realizar, y no comprometerse con lo que no se podr cumplir.
d) Esclarecer la tarea al personal, buscando su aceptacin explcita.
e) Las interpretaciones no deben darse fuera del contexto institucional o profesional.
f) Secreto profesional.

g) Limitar los contactos extra profesionales al mnimo. El manejo de la informacin es adems tico, un
instrumento tcnico.
h) No tomar partidos por bandos en la institucin.
i) El psiclogo asesora; no educa, dirige, decide ni ejecuta.
j) No asumir ms responsabilidades que las derivadas de las consecuencias de su tarea.
k) No desplazar o superponerse a las autoridades o lderes de la institucin.
l) No fomentar la dependencia psicolgica, sino ayudar a resolverla.
m) Estricto control y limitacin de la informacin. No ser un sabelotodo.
n) Evaluar el progreso en funcin de los objetivos del psiclogo institucional, no en funcin de los
objetivos de la empresa.
o) La nica forma de operar es dando informacin en el momento y en la cantidad justa. Provocar
insight.
p) Contar con que habr resistencias, explcitas o implcitas, las que debern ser a su vez investigadas.
q) Considerar sana a la institucin que pueda explicitar y resolver sus conflictos, no a la que no los tenga.
r) No aceptar plazos fijos para tareas y resultados, salvo para la informacin diagnstica.
Condensado de Bleger J (1988) Psicohigiene y psicologa institucional.

ENDGENO
Endgeno y reactivo.- Lo endgeno es lo primario y constitucional, lo que no tiene causa externa. Para
la psiquiatra clsica la enfermedad mental es hereditaria y degenerativa: psicosis, demencias como el
Alzheimer, etc. En cambio lo reactivo es secundario y adquirido, obedece a una causa externa, como por
ejemplo una demencia secundaria al Sida, o la PGP de origen sifiltico. Una depresin sintomtica
producto de una anemia, por ejemplo, tambin. La distincin endgeno-reactivo vale para las demencias
y las distimias (trastornos del humor). La distincin endgeno-reactivo apunta al origen, a la etiologa.
Condensado de Lpez Susana y Hemmingsen Isabela, Trastornos de la percepcin y el pensamiento. Clases de la
Ctedra de Psicopatologa de la Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires, Setiembre/Octubre 1995.

ENDOGRUPO
Definicin.- Unidad social con la que se identifica un individuo o de la cual forma parte.
Vander Zanden James, Manual de Psicologa Social, Barcelona, Paids, 1986, pg 619.

ENDOMORFO
Definicin.- En el sistema de somatipos de Sheldon, una persona que tiene una forma corporal robusta
(obeso); se relaciona con el temperamento viscerotnico (relajado, sociable).
Aiken L (2003) Tests psicolgicos y evaluacin. Mxico: Pearson. 11 edicin (pgina 458).

ENEAGRAMA
Generalidades.- El eneagrama es un antiqusimo y sofisticado sistema de autoconocimiento donde el
propsito no es pegarse un nmero en la espalda, ni hacer calzar una tipologa. El trabajo inspira a mirar
para adentro y a tomar responsabilidad, alentando a que cada uno pueda hacer su propio
autodiagnstico. Dentro de nosotros tenemos los nueve eneatipos, y uno de ellos predomina. Y dentro de
esos nueve cada uno a su vez incluye tres subtipos, o sea que son veintisiete tipos de carcter. A
continuacin se describen los nueve eneatipos segn las enseanzas de Claudio Naranjo mencionando
algunas actitudes o palabras claves que los identifican.
Eneatipo I
Pasin: Ira
Fijacin: Perfeccionismo
Bajo la apariencia de virtud es como la ira inconsciente encuentra su forma de expresin ms
caracterstica. Como defensa mantiene la inconsciencia de los mecanismos destructivos o pasivos
mediante una bsqueda consciente de la bondad y de una actitud antihedonista. La manifestacin ms
especfica de la experiencia emocional de la ira es el resentimiento. Rechaza lo que es, en funcin de lo
que siente y piensa que debera ser. Transforma el querer en deber ser. Virtuoso compulsivo. Rigido,
civilizado, de buenos modales, crtico, exigente, dominante, asertivo, perfeccionista, controlado,
autocrtico, disciplinado. Orientados hacia la ley y el orden. Disposicin "puritana" de oponerse al placer y
al juego del instinto. Preocupacin excesiva por la forma y el detalle.
Eneatipo II
Pasin: Orgullo
Fijacin: Falso amor
Pasin por el autoensalzamiento, se cree ms de lo que es; engrandecimiento de la propia imagen. Se
apoya en un proceso emocional de enamorarse de s mismo a travs de la identificacin con la

autoimagen glorificada y reprime la imagen desaprobada. Es fundamental la estrategia de dar, al servicio


tanto de la seduccin como de la autoelevacin. Generosidad egocntrica. Falso amor. Manipulador.
Seduce emocionalmente. Necesita ser el centro de atencin, exige privilegios. Impulsivo y arrogante.
Histrinico. Puede ser tanto dulce como agresivo. El eneatipo II esconde una profunda necesidad de ser
amado. Puede entenderse como el resultado de una frustracin amorosa temprana asociada a una
prdida del apoyo en la experiencia propia del valor personal. Hedonista. Asertivo en manifestar sus
deseos, superficial, calido, sensible y con frecuencia antintelectual. Existe una "emocionalizacin" que
facilita el proceso de distraer la atencin de la conciencia de necesidad o, ms exactamente, de "la
representacin intelectual del instinto".
Eneatipo III
Pasin: Vanidad
Fijacin: Engao-apariencia
Preocupacin apasionada por construir una imagen ideal de s mismo en vez de una verdadera
personalidad. Viven para los ojos de los dems. Son alegres y se movilizan para demostrar objetivamente
su valor. Buscan el exito y la eficiencia. Les atrae el conocimiento acadmico, el brillo y el prestigio. Falta
de veracidad en relacin a los sentimientos sobre todo aquellos que consideran inaceptables; solo
reconocen y expresan los "sentimientos correctos. Simuladores, camalenicos. Estan identificados con la
buena imagen. Son los que tienen mejor marketing. Interes caracterstico por la exhibicin, hasta el
punto de la autofalsificacin, es la necesidad de atencin y de ser visto que se frustr en el pasado y que
busca ser satisfecha mediante el cultivo de la apariencia. Pragmtico, fro, fanfarrn, calculadores y
pueden utilizar a los dems y a s mismos para escalar posiciones sociales. Hipervigilantes, controladores,
como una forma tensa de enfrentar la vida en vez de ceder a la "autoregulacin organsmica".
Eneatipo IV
Pasin: Envidia
Fijacin: Insatisfacin
"El estado emocional de la envidia implica un doloroso sentimiento de carencia y un ansia por aquello
cuya falta se percibe. La situacin supone un sentido de la bondad como algo exterior a uno mismo, que
debe ser incorporado". Preocupacin excesiva por la imagen de s mismo. Identificado con esa parte de la
psique que no consigue ajustarse a la imagen idealizada y est siempre procurando lograr lo
inalcanzable. Entendemos la esencia de la envidia como un deseo excesivamente intenso de
incorporacin de la "buena madre", que puede manifestarse no slo como hambre de amor, sino como
una voracidad o avidez ms generalizada. Autoimagen pobre. Concentrado en el sufrimiento. Necesita
conmover. Arrogante y competitivo. Inclinado hacia el refinamiento, delicado, elegante, sensible. Fuerte
superego, tenaz. Emocional sobre todo en relacin al sufrimiento. Romntico. Adicto al amor y la
dedicacin a los dems. Sienten odio intensamente. Cordiales, sacrificados.
Eneatipo V
Pasin: Avaricia
Fijacin: Desapego
La actitud de la avaricia por lado es contenerse y dominarse y por el otro es abandonar demasiado
rpido. Renuncia al amor y las personas. Perfeccionista, ms que crtico con el mundo externo.
Introvertido. Indiferente, aislado, autista y esquizoide. Hipersensibles y fros al mismo tiempo. Solitarios.
Conectado sobre todo a su experiencia interna. Aferramiento al contenido presente de la mente. Evitacin
del compromiso en las relaciones como una expresin del no dar, puesto que obedece ala evitacin de
tener que dar en el futuro. bsqueda de lo absoluto. Distante emocionalmente. Poco intercambio en las
relaciones, acostumbrado a estar solo, aislado, desapegado. Miedo a ser engullido, "tragado por los
dems". Sensible ante la invasin. Evita la accin y la expresin disminuyendo la capacidad de
experimentar el placer. Compulsivo en el guardar. Idea de que tiene poco y si da se le puede terminar.
Orientado al conocimiento sustituye el vivir por el leer. Interrumpe el curso de la vida al servicio de la
evitacin del sentimiento.
Eneatipo VI
Pasin: Miedo
Fijacin: Acusacin
Ms caracterstico que el miedo y la cobarda es la presencia de la ansiedad, derivado del miedo que
puede caracerizarse como miedo sin la percepcin de peligro externo o interno. Evitador profesional,
organizado. Ambivalencia afectiva amor-odio. Dificultad para establecer vnculos a la par. Conflictivo en
relacin a la autoridad (autoridad autoritaria).Desconfiado y suspicaz respecto de la gente.
Corporalmente rgido con dificultad para relajarse. Hiperactivo, hipersensible sobre todo al rechazo, a la
humillacin. Dudan y postergan la accin. Buscan la claridad de las reglas y normas. Suelen preocuparse
innecesariamente por hechos que tal vez no sucedan nunca. Detectores de problemas. Miedo al cambio, a
cometer errores, miedo a lo desconocido, miedo a la soledad en un mundo amenazante, miedo a la
traicin y miedo a amar. Inseguros. Hipervigilantes, quieren tener todo bajo control. Buscan significados
ocultos, seales, etc. El miedo vuelve al cobarde incapaz de estar seguro para actuar, de modo que
nunca est seguro, no tiene la certeza. Lgico, devoto de la razn.

Eneatipo VII
Pasin: Gula
Fijacin: Autoindulgencia
El glotn es alguin que se acerca al mundo mediante la estrategia de las palabras y las "buenas
razones". Autoindulgente. Seductor con el intelecto. Afable. Hedonista. Apasionado por el placer.
Estratega y manipulador para lograr su propio placer. Intrigante. Una mscara que esconde ansiedad,
una suavidad que esconde la agresin y una generosidad que esconde la explotacin. Psicpata dulce.
Mediante su gran encanto el glotn puede hechizar a los dems e incluso a s mismo. Evitan el
sufrimiento y construyen mundos privados. La frustracin se esconde tras el entusiasmo. Nio
encantador. Inteligente. Su bsqueda de experiencia los lleva de un presente insuficiente a un futuro
prometedor. Permisivos consigo mismos y con los dems que a veces se convierte en complicidad cuando
sintonizan con los vicios de los otros. Rebeldes, diletantes poco disciplinados.
Viven el aplazamiento del placer como una falta de amor.
Eneatipo VIII
Pasin: Lujuria
Fijacion: Castigo
Es la ms visible de las pasiones. Carcter fuerte y de mentalidad dura. Lujuria en tanto pasin por el
exceso. El lujurioso va en busca de la intensidad en la vida. Impulsivo y hedonista. "Placer de luchar por
el placer" Supermasculino e insensible. Puede ser vengativo y sdico. Justiciero, toma la justicia por
mano propia, pendenciero, antisocial. Poca profundidad emocional. Piensa poco, siente poco. Actua, es
una persona de accin. Toma del mundo lo que quiere sin pedir permiso. En el pasado le toc a el sufrir
humillaciones y limitaciones de manos de unos padres trnicos o descuidados, as ahora le corresponde
volver las cosas del revs y darse a s mismo placer, aun a costa del sufrimiento de los dems. Puede ser
castigador, explotador y hostil. Rebelde con una fuerte oposicin a la autoridad (frente a la autoridad del
padre) y un menosprecio de los valores tradicionales. Frontal y directo para plantear las cosas. Seductor,
fanfarron y embaucador. Rechaza la dependencia, la ternura es vista como signo de debilidad.
Eneatipo IX
Pasin: Indolencia-pereza
Fijacin: Olvido
Pereza de la psique y del espritu. Falto de pasin. Sobreadaptado, que vive a travs de las necesidades
de los dems. Desconoce sus propias necesidades por falta de interioridad. Distraido, confuso y poco
participativo. Fiable y generoso. Es un individuo que adopta la estrategia de jugar a estar muerto para
permanecer vivo. Amable, cordial, dispuesto a ayudar, comprender y confortar. No le interesa sobresalir
y brillar. Es de un accionar robotizado por falta de interioridad. Vive en confluencia con los otros. No
puede decir yo. Evita confrontar, diferenciarse. Puede ser terco, resistencia pasiva. Le cuesta tomar una
posicin personal en la vida. Accionan sin saber que necesitan. Dificultad para imaginar y profundizar,
pereza intelectual. Demasiado concretismo y literalidad. Vive simbioticamente con la familia, la nacin, el
equipo, etc.
Texto: Luis Yacachury Fritzgestalt

ENERGA MENTAL
Para Jung.- La energa psquica es la que circula por la psique y que engendra procesos psquicos.
Llamada tambin libido, es la energa de los procesos de la vida. Inspirndose en Herclito, Jung indica
que la circulacin de energa est regida por el principio de los opuestos: la energa depende de una
anttesis preexistente sin la cual no podra existir. Debe haber calor y fro, paz y guerra, etc. como
fuerzas antagnicas para que pueda tener lugar el proceso de compensacin llamado energa. Y as, el
amor se convierte en odio, los seres pacficos en belicosos, los cnicos en ingenuos y los santos en
pecadores. La energa psquica se genera merced al conflicto que opera en la persona bsicamente
entre la conciencia y lo inconciente como polos opuestos- y subsiste como fuerza activa, consumindose
en la actividad, para ser creada de nuevo debido a nuevas tensiones (pgs. 82-87). Cuando ms
antagnicos son los opuestos, ms intensidad de energa psquica habr.
Los movimientos de la energa psquica son principalmente dos: los que dan lugar a procesos psquicos
de progresin (desde lo inconciente hacia la conciencia y hacia el mundo exterior), y los procesos
psquicos de regresin (desde la conciencia hacia las zonas profundas del inconciente). La fase progresiva
del movimiento de la libido es el avance cotidiano del proceso de adaptacin psicolgica: es el proceso
normal, pues la energa puede avanzar hacia fuera, e implica una sensacin jubilosa de bienestar. Pero
cuando por cualquier razn este movimiento se ve obstaculizado, aumenta desagradablemente el valor
psquico de ciertos contenidos concientes, la libido no puede salir hacia fuera y regresa (fase regresiva)
hacia el inconciente. Este obstculo rompe el equilibrio entre los opuestos (pg. 88-90).
Progoff Ira, La psicologa de Jung y su significacin social, Buenos Aires, Paids, 1967

Enfoques tericos.- En este captulo, De Board ilustra de qu manera ha influido el psicoanlisis sobre
una amplia gama de enfoques para comprender como se comportan las personas en los grupos y las

organizaciones. La respuesta a esta cuestin se halla en la idea de energa mental, y el modo en que esa
energa se distribuye y se utiliza.
1. El concepto de energa mental.- En un beb el aparato psquico es primitivo, y la energa mental,
generada continuamente por los instintos, se agota casi inmediatamente en la actividad muscular. Con la
posterior capacidad para crear y manipular ideas y con el desarrollo de la memoria, la energa mental que
fluye carga estas partes del aparato psquico, la cual entonces no se consume enseguida, sino que se
emplea para demorar la accin mediante el pensamiento, o bloquear su descarga mediante la represin.
As, quedan cargadas (catectizadas) de energa imgenes, recuerdos, ideas significativos para el sujeto, y
que pueden ser activados por estmulos apropiados. El material catectizado tiene poder para influir sobre
la conducta de la persona, inmediatamente o en el futuro. El aparato psquico es el medio por el cual la
energa mental, constantemente generada por los instintos, se distribuye y asigna por toda la
personalidad.
Cargar ciertos contenidos implica que quedar menos energa para otros procesos mentales, ya que la
cantidad de energa no es infinita. Por ejemplo, si un recuerdo es desagradable, habr que invertir
(catectizar) cierto monto de energa para mantener al recuerdo reprimido, con lo cual no queda energa
disponible para otros trabajos mentales. De all que Freud considerara que la represin poda producir
efectos patolgicos o anormalidades en la conducta.
Defensas contra la ansiedad
El hombre maduro adaptado es el que puede interactuar con otras personas y satisfacer sus necesidades
en forma aceptable para s mismo y la sociedad. Pero el medio no es siempre benigno, y el sujeto
enfrenta peligros, que generan ansiedad (un afecto que se manifiesta somticamente). Si estos peligros
provienen del ambiente, se los puede manejar sea evitndolos, controlndolos, etc., pero si el peligro es
interno, surge otro tipo de ansiedad, la ansiedad neurtica, frente a la cual se instrumentarn las
llamadas defensas del yo.
Un ejemplo de defensa yoica es la proyeccin, donde por ejemplo transformamos "te odio" en "me
odias", con lo cual el peligro ha quedado externalizado y por tanto se lo puede controlar mejor.
Obviamente se trata de fantasas, por cuanto el otro 'realmente' tal vez no nos est odiando.
La proyeccin no ofrece una solucin permanente porque el peligro, al ser interno, sigue existiendo
siempre, y adems se sigue gastando energa, tanto mental como fsica, en combatirlo. Los procesos de
proyeccin son los medios ms frecuentes por los cuales individuos y grupos pierden su eficacia, porque
implica gastar energa en una fantasa. La situacin se podr resolver si se reconoce que el peligro es
interno, lo que exige no slo gran autoconocimiento sino fuerza yoica para manejar la causa real de la
ansiedad.
La cantidad de proyeccin a que recurre un sujeto depende de dos cosas: a) de su propensin a utilizarla
(como un aspecto de su personalidad), y b) la misma organizacin en funcionamiento de la cual participa
el individuo puede fomentar o reducir su ansiedad.
Respecto del segundo punto, cuanto ms amenazante sea la situacin exterior, ms probabilidades de
una persona de recurrir a la proyeccin. De aqu que una organizacin debe estar diseada para crear un
clima no amenazante y los miembros canalicen su energa hacia el trabajo productivo en vez de
defenderse de la ansiedad generada por el clima de amenaza, recurriendo por ejemplo a la agresin y la
hostilidad. Para el individuo, la situacin ideal es aquella donde puede percibir la realidad exterior y a la
vez, reconocer su realidad psquica.
2. Freud y la energa mental.- Para Freud, el grupo u organizacin se cohesiona por la energa libidinal,
inicialmente centrada en el lder. Por identificacin, el lder se introyecta en el ideal del yo de cada
miembro y ello permite que estos se identifiquen entre s.
Sin embargo, Freud no aclar qu pasa cuando el lder plantea exigencias o tareas al grupo. Lo que
ocurre en este caso es que la energa originalmente libidinal hacia el lder debe canalizarse hacia la tarea
a realizar, y el vnculo libidinal con el lder y entre los miembros se reduce, con peligro de desintegracin
del grupo.
El lder podr seguir mantenindose si importa energa desde afuera para fortalecer su posicin (un tirano
que crea fuerzas paramilitares), o bien si no plantea exigencias de trabajo al grupo, el cual podr seguir
amndolo (por ejemplo la reina de Inglaterra, donde la hostilidad est canalizada hacia el primer
ministro, que es el que plantea exigencias a los britnicos). En EEUU en cambio el liderazgo simblico y el
ejecutivo estn centrados en la misma persona, el presidente, y as cualquier exigencia de este reduce el
vnculo afectivo con l (y a la inversa, la disminucin de exigencias aumentar los lazos libidinales).
3. Klein.- La descripcin que hace Klein de los primeros procesos mentales en el beb es, en esencia, un
intento de describir cmo surge la energa mental y cmo se distribuye. Como defensas frente a la
ansiedad persecutoria, se instrumentan los mecanismos gemelos de identificacin proyectiva e
introyectiva. La energa mental, que podra utilizarse para enfrentar la realidad exterior y manejarla, se
retrotrae y se invierte en esos procesos para defenderse de la ansiedad interior. Como la energa es
finita, la energa invertida en estas defensas debilitan al yo, que entonces ya no puede invertir ms
energa en su actividades respecto de la realidad exterior, con lo queda ms apartado del mundo real.

Por ejemplo, un paranoide crnico no puede vivir normalmente en la sociedad porque toda su energa
est puesta en defenderse de enemigos imaginarios (internos).
4. Bion.- Otro tanto sucede en los grupos. Cuando estos funcionan segn la modalidad de grupo de
trabajo, toda su energa se concentra en encarar la tarea, es decir, enfrentar la realidad. Cuando se
siente amenazado, empieza a destinar su energa para defenderse de la ansiedad generada, y comienza a
funcionar como grupo de supuesto bsico (emparejamiento, dependencia o ataque-fuga), y no puede
realizar la tarea porque no queda sin energa para ella.
Por ejemplo en la industria automotriz britnica, gran parte de su energa se consume en luchas internas,
lo que debilita su capacidad para enfrentar a la competencia extranjera. Se forma un crculo vicioso
porque al aumentar los autos extranjeros, las luchas internas se agudizan an ms; la solucin pasar
por introducir cambios organizacionales bsicos que reorienten la energa hacia la tarea.
Bion difiere de Freud en tres puntos:
a) Los lazos de los miembros del grupo no son necesariamente libidinales. S lo son en el
emparejamiento, pero en la dependencia y el ataque-fuga la cohesin grupal no surge de vnculos
libidinales sino del lder, foco comn de la identificacin proyectiva del grupo, o sea, los miembros no
tienen porqu gustarse mutuamente, bastando con que sientan que el lder puede salvarlos de sus
temores comunes.
b) En los grupos de supuesto bsico, para Bion el lder es creado y sostenido por el grupo porque este
puede protegerlo de las ansiedades internas. Su poder proviene de la energa que el grupo invierte en l,
siendo esta energa limitada y unidireccional. En cuanto el lder exige al grupo tareas, su posicin
empieza e peligrar. Para mantener el liderazgo o bien importar energa de afuera para mantenerse por
la fuerza, o bien ser depuesto o ignorado porque el grupo le retir energa al no cumplir ms su funcin
de moderador de las ansiedades.
c) Bion crea que los procesos latentes grupales son los que Klein describe en las primeras fases del
desarrollo del beb. As, cuando el grupo enfrenta una ansiedad persecutoria, desarrolla mecanismos de
identificacin introyectiva y proyectiva, siendo el mismo grupo quien procura una marco ideal para ello.
Cuando el grupo comparte una ansiedad comn, la energa mental de los procesos individuales que
ilustra Klein tienden a canalizarse en una persona: un sentimiento de desagrado se orienta hacia una
vctima propiciatoria, y un sentimiento de admiracin resulta en la eleccin de un lder de grupo
dependiente. La persona elegida debe prestarse a esta asignacin de roles, y por ello puede ocurrir que
un desequilibrado sea lder: los dems proyectan sobre l sus propias debilidades e imperfecciones.
5. Lewin.- Lewin destac la importancia de las fuerzas que operan sobre el individuo desde afuera y en el
individuo mismo, por lo que en toda su obra se halla implcita la idea de energa mental. Por ejemplo,
cuando habla de tensiones acumuladas en sujetos que no haban concluido una tarea.
Explic los fenmenos grupales y organizacionales como consecuencias del equilibrio establecido entre
fuerzas impulsoras y fuerzas restrictivas, y concluy que para aumentar la productividad haba que
reducir las fuerzas restrictivas, pues aumentar las impulsoras generaban fatiga y agresividad (en
trminos kleinianos, generaban ansiedad y por tanto mecanismos de defensa proyectivos que a su vez
consumen energa).
Reducir las fuerzas restrictivas deja un monto de energa disponible para ejecutar la tarea y adems para
pensar creativamente acerca del modo en que la tarea puede cumplirse. Cuando los individuos participan
de una decisin que tomar el grupo, esta decisin es catectizada, sobre ella se invierte energa, es algo
ahora significativo para sus miembros, es decir, genera un compromiso para con dicha decisin. Las
decisiones compartidas aumentan la eficacia personal y la organizativa.
6. La teora general de los sistemas.- Los sistemas vivientes estn en equilibrio dinmico con cambios
permanentes, donde la energa es transferida y distribuida continuamente. Una persona funciona
normalmente cuando puede distinguir el adentro y el afuera, y controlar la energa que entra y sale con
respecto a su entorno. Para realizar esta tarea el yo debe gastar energa, y si su energa est puesta en
defenderse de ansiedades internas, su trabajo se ver afectado: empieza a funcionar como sistema
cerrado.
Esto que sucede con el individuo sucede tambin con la organizacin, quien debe contar con suficiente
energa para cumplir una funcin de 'manejo', o sea poder enfrentar al entorno, constituido por la
sociedad, el gobierno, los competidores y la economa en general.
La tarea de supervisar el medio y reaccionar ante l insume energa y puede generar gran ansiedad, lo
cual a su vez puede canalizar la energa hacia las defensas para evitar el problema real. Por ejemplo, una
empresa familiar puede advertir que sus productos o mtodos estn ya desactualizados, y esta situacin
generar tal ansiedad que se montan defensas para evitar el problema real (la actualizacin), con lo cual
no queda resto de energa para el manejo con el entorno. y la empresa ir a la quiebra (salvo que est
dispuesta a cambiar). En esas condiciones la empresa se convirti en un sistema cerrado, que, por
definicin, es el que no puede trabajar. Los grupos de supuesto bsico de Bion son tambin sistemas
cerrados, y sus grupos de trabajo, sistemas abiertos.
7. Los sistemas sociales como defensa frente a la ansiedad.- Las defensas contra la ansiedad son causas
primarias de la ineficacia en la conducta de las personas (y de las organizaciones, porque las conductas

individuales afectan la vida social en la organizacin). As, cuanto ms energa se pone en la proyeccin,
menos energa queda para una respuesta autntica frente a la realidad. Muchos mtodos o sistemas
organizativos resultan de mecanismos de defensa: la energa est puesta all y no queda energa para un
trabajo productivo. Tales procedimientos no slo roban energa a la organizacin, sino que evitan
enfrentarse con las causas reales de la ansiedad, que no podrn manejarse con eficacia.
Los sistemas de defensa social estn para reducir la ansiedad, pero como muchas veces se
institucionalizan, los recin llegados deben adaptarse a ellos sin poder modificarlos: en tal sentido les
resultan inadecuados y hasta pueden aumentarles, a su vez, la ansiedad.
El cambio organizacional es difcil porque implica reestructurar las defensas sociales, lo que a su vez
aumenta la ansiedad. La resistencia al cambio es el temor a abandonar lo ya establecido y que en el
pasado fue til para defenderse contra la ansiedad. A menos que la gente tenga oportunidad de participar
de los cambios, no podr influir sobre la formacin de nuevos sistemas sociales, siendo el resultado
mayores sospechas, hostilidad y agresin.
El concepto de energa mental destaca el enorme potencial de creatividad y poder de las personas,
asequible tambin a las organizaciones. Queda por ver si los futuros directivos tendrn la comprensin y
el valor necesarios para crear nuevas formas de organizacin que sean eficaces.
Resumen de De Board Robert (1988) El psicoanlisis de las organizaciones. Captulo 10.

Bloqueos de la energa.- El introyector se traga a su ambiente enterito sin digerir. El proyector alinea
en s lo que no le gusta, lo pone en los otros, y luego lo critica y lo rechaza. El retroflector, impotente
para expresar su ira al medio, la vuelve contra s mismo. Suele ser un enfermo psico-somtico. El
deflector, achatador de emociones, usa la broma, el chiste, la risa o el chisme para trivializar el
momento. Evita el compromiso efectivo. El fracaso lo caracteriza. El confluente est siempre de acuerdo
con lo que los dems determinan y aun se engancha con las emociones de los otros. Incapaz de
marchar por su propio camino, utiliza el de los dems.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Generalidades.- (Psicoanlisis) Freud tiene una concepcin de la vida psquica, por la cual se comprende
la tesis de que, igual que en el mundo material, los procesos psquicos slo pueden ser comprendidos por
medio de la revelacin de las energas que los producen. La ley de la conservacin de la energa tiene
pleno valor para el mundo de lo psquico. Igual que en la fsica, tambin en lo psquico podemos hablar
de conservacin, desplazamiento, tensin, acumulacin de la energa, etc. La doctrina del psicoanlisis, y,
dentro de sta, su teora sobre la neurosis, se basa en este dinamismo de la vida psquica. Al aparato
psquico son llevadas cantidades dinmicas (energas) completamente desconocidas an, y el aparato
tiene la funcin de elaborarlas, de distribuirlas y eliminarlas. Las fuentes de estas energas que llegan a lo
psquico bajo la forma de excitaciones, son los instintos, por un parte, y el mundo exterior, que captado
por los rganos de los sentidos, es llevado al alma bajo la forma de excitaciones exteriores, por la otra.
La energa psquica, segn Freud, puede ser libremente eliminable o fijada.El aparato psquico trata
de fijar, es decir, de distribuir y de eliminar de acuerdo con los fines de lo conciente la energa
recientemente incorporada que, en estado original, se encuentra en estado de completa libertad. As
como en los procesos fisiolgicos las excitaciones son seguidas inmediatamente por una reaccin (que
constituye la eliminacin de la energa producida por las excitaciones), as tambin el aparato psquico
est en continuo movimiento a fin de eliminar las excitaciones anmicas bajo la forma de reacciones.
Dado que el ser humano constituye una unidad psicofsica, frecuentemente la reaccin a una excitacin
fsica es fisiolgica y viceversa. Esta conversin, como llama Freud a este proceso, es caracterstica de los
fenmenos histricos. Esta eliminacin o derivacin de las energa se realiza por dos vas: primero por la
motilidad, es decir, por medio de la inervacin muscular, segundo por la afectividad, es decir, por todas
las vivencias afectivas.
Los efectos constituyen, en una escala ms amplia, repeticiones de vivencias ancestrales y traumticas
de la especie. La ira, la vergenza, el entusiasmo, son todos procesos psquicos que dependen de la
incorporacin y de la eliminacin de cantidades de energas. Toda incorporacin de energa al aparato
psquico, es decir, toda excitacin, significa o produce displacer (sufrimiento): toda eliminacin o
derivacin significa: placer (Principio de placer y displacer). Pero por el efecto del mundo exterior sobre el
individuo y, particularmente, por la educacin, el aparato psquico es capacitado para renunciar al placer
y producir displacer, sufrimiento. Esta modificacin del principio del placer, efectuada bajo la influencia
del medio social, es denominada principio de realidad. Cuando la reaccin adecuada a la excitacin -la
descarga de las energas- es inhibida o interrumpida por la estructura del individuo mismo o por el mundo
exterior, entonces nos encontramos en presencia de una acumulacin de energas, esto es, que la
capacidad de derivacin, de la descarga del aparato psquico, es menor que la incorporacin de energa.
Este aparato recurre entonces a una nueva forma de restablecimiento del equilibrio psquico, que es la
producir sntomas neurticos en lugar de reacciones adecuadas. La neurosis puede ser concebida como
una tentativa de derivacin, no adecuada a la energa psquica. La teraputica analtica busca la
derivacin (Abreaccin) de estas cantidades de energas acumuladas. Puede suceder tambin que el
aparato psquico reciba una excitacin sumamente intensa, un trauma psquico que no logre derivar

(abreaccionar), y por eso, las energas psquicas quedan apretadas. Segn Freud, los sntomas
histricos significan una utilizacin normal de las energas psquicas recibidas por los traumas en la
evolucin sexual infantil. Los traumas de la vida cotidiana (muerte de una persona querida, desgracia
econmica, desengaos amorosos, etc.) y tambin los de la guerra, provocan solamente, en tal caso, una
enfermedad psquica o mental si por un desarroglo de las energas psquicas, el aparato psquico ya
anteriormente ha perdido su equilibrio. (Szkely, El Psicoanlisis, Teora y Aplicacin.)
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

ENDORFINAS
Definicin.- Neurotransmisores de la familia de los pptidos, tambin denominadas encefalinas. Se
distribuyen ampliamente en todo el sistema nervioso. Son potentes analgsicos y se liberan como
respuesta al dolor y al ejercicio intenso, provocando sensaciones agradables y de placidez. El carcter
<<adictivo>> de estas sensaciones puede explicar en parte la reincidencia que se produce en la prctica
de ciertos deportes o e la sexualidad. Precisamente por este aspecto adictivo y por sus peculiaridades
bioqumicas, se las conoce como morfinas opiceas endgenas.
Farr Mart J (1999) Diccionario de psicologa. Barcelona: Ocano.

ENGRAMA
Definicin.- 1. Trmino propuesto por R. Semon para denominar una alteracin permanente en el
estado de un tejido vivo, causada por el proceso pasajero de la excitacin (base de la Memoria
Fisiolgica, as como tambin de la herencia, segn Semon). 2. Las sensaciones engrabadas en el cerebro
como sello de la memoria. 3. Usado a veces como sinnimo de Neurograma.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Engrama-funcin.- Expresin utilizada en psicologa analtica por Jung. El smbolo deriva siempre de
residuos arcaicos o sellos impresos en la vertiente misma de la raza, alrededor de cuya edad y origen
mucho puede especularse, aunque nada definido puede determinarse. Sera pues, por cierto, bastante
errado contemplar fuentes personales para descubrir la fuente del smbolo, como por ejemplo, la
sexualidad reprimida. En el mejor de los casos una represin podra slo proveer la suma de libido que
activa el sello arcaico. El sello (engrama) se corresponde con una herencia funcional cuya existencia no
es contingente baja la represin sexual ordinaria, sino que procede de la diferenciacin del instinto en
general (Jung, Psychologische Typen.)
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

ENTREVISTA
Definicin.- Conversacin sostenida entre dos individuos, uno de los cuales recibe la obtencin de cierta
clase de informes por parte del entrevistado, y cuyo objeto puede ser de investigacin, orientacin,
diagnstico o tratamiento. Es la tcnica ms destacada de las implementadas en la obtencin de datos,
atendiendo al hecho de que el uso del lenguaje es un factor destacado como medio de comunicacin. La
entrevista estandarizada, y profunda, constituye una de las tipologas bsicas de esta tcnica.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Generalidades.- Para el anlisis e interpretacin de una entrevista diagnstica debe establecerse


previamente una serie de dimensiones y categoras que permiten organizar la informacin a analizar, las
que a su vez dependern del objetivo de la entrevista. Si se trata, por ejemplo, de una entrevista libre
para hacer un psicodiagnstico, se pueden establecer las dimensiones infancia, trabajo, amigos,
sexualidad, tiempo libre y proyectos, entre otras. Luego, para cada una de estas dimensiones o aspectos
de la personalidad, se establecen convencionalmente algunas categoras. Por ejemplo, para la dimensin
sexualidad establecemos normal y conflictiva, o tambin normal, conflictiva, muy conflictiva; para
la dimensin trabajo se puede establecer econmicamente independiente o econmicamente
dependiente; etc. Posteriormente, la informacin as organizada se podr analizar e interpretar ms en
profundidad planteando hiptesis del tipo una infancia conflictiva ha determinado que esta persona
tenga un trabajo que le impide ser econmicamente independiente, etc.
Cazau P (2003) Vocabulario de Psicologa. Buenos Aires: Redpsicologa.

Entrevista laboral: Clasificacin.- En primer lugar, las entrevistas laborales pueden ser, segn su
finalidad: de seleccin de personal (para ver si un postulante es apto para un cargo), de capacitacin
(para ver si un empleado puede hacer un curso de capacitacin, o bien si lo ha aprovechado), y de
reubicacin (cuando es preciso saber si un empleado podr ser asignado a otro puesto en la empresa).

En segundo lugar, segn la tcnica utilizada las entrevistas pueden ser: oral semidirigida (conversacin
con el empleado o postulante), y con tests (psicomtricos o proyectivos, donde la persona debe hacer
alguna prueba).
En ltimo lugar, estn las entrevistas de apertura (primer contacto con el postulante), y de cierre (ltimo
contacto, donde entre otras cosas se comunica a la persona su incorporacin a la empresa y se lo
instruye sobre la cultura organizacional).
Cazau P (2002), Vocabulario de Psicologa. Buenos Aires: Redpsicologa Online.

Generalidades.- En el contexto del Couseling, distinguimos:


Preentrevista: es la primera llamada al consultor, es el primer contacto. Si es un nio pueden llamar los
padres. En cualquier caso evaluaremos si llama con angustia, con ansiedad, a qu hora y qu da llama,
cuantas trabas pone al encuentro, etc.
Primera entrevista: Se piden los datos del paciente (familia, trabajo, vida en gral), se averigua si es
particular, por obra social, derivado, etc. Es muy importante la impresin recibida (qu sentimos) cuando
entra al consultorio. Observar como saluda, como est vestido. Debemos recibir con calidez, aclararles el
secreto profesional, y ofrecerle la posibilidad de tres entrevistas si est conforme o cmodo con uno. Las
entrevistas duran 45-50 minutos. Tambin, debe establecerse un encuadre (honorarios, das y horas,
etc.).
La entrevista se puede cerrar cuando tenemos claro que podemos atenderlo, que se trata de una crisis
vital, que no lo vamos a derivar.
Hay tres modelos de entrevista: Abierta (el otro puede empezar a hablar de lo que quiere y el consultor
casi no interviene); Dirigida (muy usada en laboral. El otro no expone sino que responde preguntas), y
Semi-dirigida (se lo invita a hablar de lo que quiere pero el consultor interviene preguntando para
recabar ms informacin. Es la ms utilizada. No deben tomarse notas ni grabar.
El lugar fsico: El consultorio debe estar en un lugar de fcil acceso. Buena ventilacin y luz y silencio, y
lo ms neutro posible (sin demasiados elementos distractores). Dos silloncitos iguales (la igualdad
necesaria para un equilibrio), una mesita, un cenicero, carlina, etc. No ofrecer caf, agua, etc. La puerta
cerrada.
Motivos de consulta: El motivo manifiesto es el que invoca concientemente en consultante. El motivo de
consulta latente es que el consultor no ha advertido. Siempre estn los dos motivos, que irn variando a
lo largo de la consulta.
Bianco L (2002) Clases de Introduccin a la consultora psicolgica. Buenos Aires: Escuela Argentina de Psicologa
Social.

Entrevista estructural segn Kernberg.- Permite diagnosticar la estructura de personalidad, y toma


aspectos del psicoanlisis (pues evala las reacciones afectivas en el aqu y ahora con el entrevistador) y
de la psiquiatra clsica (pues evala sntomas y signos).
Incluye tres tipos de intervencin: la clarificacin (aclarar la informacin confusa o incompleta), la
confrontacin (sealar lo contradictorio para ver si se debe a una simple ansiedad o si responden al
conflictos actuales o pasados), y la interpretacin (buscar motivaciones subyacentes a lo que se dice).
La entrevista comienza preguntando por el motivo de consulta, qu espera del tratamiento y examen de
sntomas. Luego se investiga el "ciclo de sntomas de anclaje", esquema circular que abarca sntomas de
neurosis, lmites, psicosis, y trastorno orgnico. Por fuera de este crculo se detectarn los sntomas de
anclaje, cuya presencia indicar cul de las cuatro reas se investigar. Se indagan la identidad, las
defensas y la prueba de realidad.
Condensado de Abadi Sonia y otros (1997) Desarrollos posfreudianos: escuelas y autores. Buenos Aires: Editorial
Universidad de Belgrano.

Generalidades.- La entrevista es un instrumento clnico y al mismo tiempo de investigacin. Puede


tener muchos propsitos (periodstica, etc.), pero aqu nos interesa la entrevista psicolgica, cuyos
objetivos son la investigacin, el diagnstico, la terapia, etc. y es utilizada por psiclogos, psiquiatras,
socilogos, etc.
En la entrevista cerrada se formulan preguntas fijas y en orden fijo. La entrevista abierta no es libertad
para hacer preguntas, sino implica la suficiente flexibilidad del entrevistador como para permitir lo ms
posible, que el entrevistado configure el campo de la entrevista segn su particular estructura
psicolgica. Por ello lo que el entrevistador ofrece debe ser lo suficientemente ambiguo o flexible como
para permitir la mayor puesta en juego de la personalidad del paciente.
La entrevista abierta posibilita una investigacin ms amplia y profunda de la personalidad del
entrevistado, mientras que la cerrada podra permitir una mejor comparacin sistemtica de datos, como
otras ventajas de mtodo estandarizado.
La entrevista puede ser individual o grupal: en este ltimo caso participan dos o ms entrevistadores
y/o entrevistados. Pero toda entrevista es siempre grupal, pues hay una interaccin entre dos a travs
del proceso de comunicacin. La forma como se comunica el entrevistado ilustra sobre su forma de ser.

Segn el objetivo, la entrevista puede ser de investigacin, realizada para una institucin, y la realizada
para un beneficio individual.
Condensado de Bleger J (1989), Temas de psicologa. Buenos Aires: Nueva Visin.

Entrevista, consulta y anamnesis.- En la anamnesis suponemos que el consultante conoce su vida y


est capacitado para dar datos sobre ella, mientras en la entrevista cada ser humano tiene organizada
una historia y un esquema de su presente, de lo cual debemos deducir lo que no sabe.
Otra diferencia con la anamnesis es que la entrevista permite explorar el comportamiento no verbal,
que puede contradecir lo verbal. Por ello pueden aparecer varias historias diferentes ofrecidas por el
paciente, con disociaciones, lagunas y contradicciones, lo que no hace poco confiable a la entrevista,
sino que ello forma parte de la personalidad del sujeto. La simulacin no es perturbatoria sino una parte
disociada de la personalidad, y evaluados como tales, es decir, no a partir de si son falsos o veraces.
Distintos entrevistadores pueden ver distintas cosas.
A diferencia de la consulta y la anamnesis, la entrevista estudia y utiliza el comportamiento total del
sujeto en todo el curso de la relacin con el tcnico, y mientras esta dure. Es una relacin bipersonal.
Su fin es buscar datos de la conducta durante el contacto, para lo cual hay que escuchar, observar y
vivenciar. La teora de la entrevista fue influida por el psicoanlisis, el conductismo, la gestalt y la
topologa (campo de la entrevista).
Como en la anamnesis, en la entrevista hay configurado un campo, o sea, entre los participantes se
estructura una relacin de la cual depende todo lo que en ella acontece. A diferencia de la anamnesis,
se procura que en la entrevista el campo quede configurado especialmente a partir de las variables del
entrevistado. El entrevistador controla la entrevista, pero quien la dirige es el entrevistado. El
entrevistador condiciona l mismo los fenmenos que va a observar. Esto no es determinar el fenmeno
porque lo natural del fenmeno psicolgico es precisamente la interaccin. Ninguna entrevista puede
agotar toda la personalidad del paciente.
Condensado de Bleger J (1989), Temas de psicologa. Buenos Aires: Nueva Visin.

Entrevista y encuadre.- Hay un encuadre fijo (objetivos, tiempo, lugar, actitud tcnica, etc.) Si algo
se modifica, debe ser considerado como una variable ms a considerar. Bleger enfatiza la importancia
del encuadre para mantener el campo de la entrevista de manera que una serie de variables se
mantengan constantes. Esto lo ayuda a observar mejor. El encuadre sera lo constante, lo que no es
proceso es lo que cambia.
Condensado de Bleger J (1989), Temas de psicologa. Buenos Aires: Nueva Visin.

Entrevista, transferencia y contratransferencia.- La transferencia y la contratransferencia deben


ser utilizadas como elementos tcnicos de observacin y comprensin. Con la transferencia el paciente
actualiza vnculos inconcientes que se dieron en el curso de su desarrollo. Revela los aspectos no
controlados por el paciente y sus aspectos inmaduros e irracionales, su grado de dependencia, su
omnipotencia y su pensamiento mgico. La contratransferencia es otro emergente del campo
psicolgico configurado en la entrevista.
Condensado de Bleger J (1989), Temas de psicologa. Buenos Aires: Nueva Visin.

Entrevista y ansiedad.- Enfrentados ambos a una situacin desconocida, entrevistador y entrevistado


viven una cierta desorganizacin de la personalidad expresada como ansiedad.
Dentro de ciertos lmites es el agente motor del vnculo impersonal: n el entrevistador es el motor del
inters en la investigacin y lo desconocido. Otra fuente de ansiedad es estar tratando con enfermos, lo
que enfrenta al entrevistador con su propia vida, conflictos, deseos, etc. El entrevistador debe operar
disociado: en parte actuar con una identificacin proyectiva con el paciente, y en parte permaneciendo
fuera de esa identificacin, observando y controlando lo que ocurre para graduar el impacto emocional
y la desorganizacin ansiosa. Una mala disociacin har que por ejemplo el tcnico desarrolle fobias u
obsesiones durante la entrevista. Debe asumir los roles que le adjudica el paciente, pero no en su
totalidad. La represin del entrevistador sobre ciertos temas (sexualidad, envidia, etc.) pueden
fortalecer la misma represin del paciente.
En entrevistado monta defensas contra la ansiedad, las que, si son predominantes, el entrevistador las
desarmar lo suficiente para la emergencia de la ansiedad y una posibilidad de actualizar conflictos.
Debe tenerse en cuenta el timing, o tiempo propio del paciente.
Condensado de Bleger J (1989), Temas de psicologa. Buenos Aires: Nueva Visin.

Los entrevistados.- Schilder los clasifica en los que vienen con quejas corporales, mentales, por falta
de xito, por problemas en la vida diaria y por quejas de otras personas.
Segn Pichon Rivire, hay tres grupos segn las reas de conducta cuerpo, mente y mundo externo.
Lamentos habla de un predominio de la ansiedad depresiva, y acusaciones de ansiedad paranoide.
Tambin los neurticos, los psicticos (los traen), y los psicpatas (los mandan).

En el caso de las familias, las hay esquizoides (miembros divididos, el tcnico no sabe a quien hablar), y
las hay aglutinadas, epileptoides o viscosas (con dficit de personificacin en sus miembros, con
demasiada simbiosis).
Condensado de Bleger J (1989), Temas de psicologa. Buenos Aires: Nueva Visin.

Entrevista e interpretacin.- Rogers ni interpreta ni pregunta, alentando al paciente a hablar. La


entrevista diagnstica tiene siempre algo de terapia, y el primer factor teraputico es la comprensin
del entrevistador. Se debe interpretar sobre todo cuando la comunicacin tienda a interrumpirse o
distorsionarse. La interpretacin es una hiptesis sujeta a verificacin o rectificacin. En la entrevista
operativa se tiende a comprender y esclarecer un problema que el paciente aporta como motivo de la
entrevista. No hay que abusar de la interpretacin, y aprender a callar.
Condensado de Bleger J (1989), Temas de psicologa. Buenos Aires: Nueva Visin.

Relacin interpersonal.- Schafer estudi la importancia de la relacin entrevistador-entrevistado en el


proceso diagnstico, pues influye sobre este mismo proceso, siempre hay miedos, deseos, ilusiones,
fantasas, en juego.
Tales miedos y fantasas son tanto del paciente como del psiclogo, cuya personalidad tambin influye en
el proceso. Hay tambin una patologa del entrevistador, como cuando por ejemplo, curiosea por afn
voyeurista sin buscar informacin, o cuando es muy autocrtico y verticalista, o negar sus propias dudas
creyendo saberlo todo, ser demasiado piadoso en su diagnstico, etc. Schafer habla de ocho tipos de
personalidad del entrevistador: el inseguro de su propia identidad, el retrado social, el dependiente, el
intelectual rgido, el sdico, el masoquista, el que se defiende rgidamente contra la dependencia, y el
que hace lo mismo contra la hostilidad.
El juicio clnico segn Duarte, depende de esta personalidad del profesional, pero tambin de otras cosas:
su experiencia clnica y el modelo terico que maneja.
Schafer propone varios criterios para asegurar la validez de la interpretacin: debe estar apoyada en
suficiente evidencia; su profundidad debe estar de acuerdo al material; debe poder indicarse cmo se
manifiesta la tendencia interpretada: estimar la intensidad de dicha tendencia; jerarqua de dicha
tendencia dentro de la personalidad; e indicacin de los aspectos adaptativos y patolgicos de dicha
tendencia.
Condensado de Frank de Vertelly Renata (1992), Temas de evaluacin psicolgica. Buenos Aires: Lugar Editorial.

Entrevista a los padres.- Como presentacin se informa a los padres que se har una charla con ellos y
luego se realizarn entrevistas al nio donde va a jugar, dibujar y hacer cuentos. El objetivo de la
entrevista con los padres es explorar embarazo, parto, lactancia, alimentacin, motricidad, lenguaje,
sueo, control de esfnteres, juegos, informacin sobre sexualidad, enfermedades, accidentes,
operaciones. Tambin, que los padres puedan describir un da en la vida del nio, y una descripcin de un
feriado.
La entrevista a los padres encuentra su justificacin en los siguiente: ambos son responsables del nio,
ambos son modelos de identificacin del nio, ambos deben autorizar legalmente la intervencin al nio,
y finalmente porque provee informacin sobre el vnculo parental.
En la entrevista debe quedar en claro quienes consultan (ambos padres, uno solo, vienen derivados, etc),
cuando consultan (apenas apareci el sntoma o mucho despus), y porqu consultan (generalmente por
una situacin sintomtica, pero hay que ser si es o no un sntoma).
Los siguientes puntos deben aclararse en una primera entrevista: qu tipo de rapport hay con los padres,
a nivel verbal y preverbal, qu tipo de transferencia y contratransferencia hay, qu alianza se estableci,
el motivo de consulta (como, cuando mejora o cuando recrudece), las reas de vida del nio (sexualidad,
amistades, reas exitosas y problemticas, historia, relacin con los padres, etc), estrategia a seguir, y
pronstico.
Entrevista a los padres segn Anna Freud.- Puesto que para esta autora salud supone el desarrollo
armonio de distintas lneas de desarrollo que llevarn a la autonoma y a vnculos afectivos adecuados, la
entrevista explorar el desarrollo de la libido y la agresin (ello), las relaciones objetales y las defensas
(yo) y el desarrollo del supery. Un autor de la lnea de Anna Freud es Pearson, para quien la entrevista
debe ser con ambos padres, a quienes se informar sobre el tipo de terapia. No son los padres
internalizados por el nio: son an los padres reales, y es preciso conocerlos porque ellos son quienes
controlan al nio. As, los objetivos de la entrevista con los padres con obtener datos del nio y crear un
vnculo padres-psiclogo para aclarar recelos, culpas y envidias. La entrevista es el marco social donde
tendrn lugar los cambios del nio, y tambin permite detectar patrones reactivos del nio, y hacer un
diagnstico y un pronstico. Tambin explorar las actitudes concientes o inconcientes de la familia hacia
el nio.
Entrevista a los padres segn Dolto.- La manera de escuchar otorga un nuevo sentido al discurso. No
interesa el sntoma en s, sino lo que significa como actualizacin de la dinmica bsica y las posibilidades
futuras. El psicoanalista busca el deseo ms profundo del sujeto hablante, detrs del pedido o la
angustia. Los padres tienen deseos y los proyectan en sus hijos. El nio expresa en el sntoma (conducta

que aparece donde se detienen las palabras) la tensin inconciente familiar y parental. Su impotencia es
a veces la impotencia de los padres, quienes esperan del hijo una compensacin a sus fracasos.
Entrevista a los padres segn Manonni.- La urgencia o gravedad de la demanda de los padres hace que
tendamos a comportarnos como psiquiatras o psicopedagogos, olvidando la aprehensin psicoanaltica
que lleva a una comprensin profunda de la situacin familiar. El analista no debe dejar que lo pongan
como juez: debe ayudar a articular la demanda para que adquiera un sentido. No hay una relacin tan
directa entre desorden familiar y sntoma. En su sntoma, el nio expresa una mentira, o sea no tanto el
desorden real como la no explicitacin del mismo en la familia. Importa la palabra de la madre en
especial, pues el padre depende del lugar que le otorgue el discurso de la madre.
La primera entrevista revela no tanto el discurso mismo como sus distorsiones: el primer discurso de los
padres suele ser un discurso de los otros, y el analista no debe ocupar este rol que le asignan (juez,
educador, etc). La enfermedad surge cuando el nio ocupa el lugar de algn padre por no haber este
resuelto su Edipo, utilizando al nio como otro. La salud pasa por la resolucin del Edipo del progenitor.
Entrevista a los padres segn el enfoque sistmico.- Frente a la pregunta sobre qu los trae, los padres
hablarn del motivo de consulta. Debe averiguarse para quien es un problema: para los de afuera, para
el nio que sufre, para los padres que se angustian, para todos ellos.
Indagar quienes se preocupan ms por el sntoma: son los que estn ms implicados en l. Ver qu
conductas hacen que ese sntoma siga estando. Preguntar qu soluciones se intentaron, porque tal sean
ms de lo mismo. Investigar la motivacin para cambiar a partir de cuanto afecta el sntoma a la vida
diaria.
Entrevista a los padres segn el enfoque cognitivo.- Indaga paradigmas personales, o sea como cada
persona se concibe a s, a los otros, al mundo, al futuro. Su sistema de cogniciones, creencias, vinculadas
a afectos y conductas. Detectar errores de pensamiento: prejuicios como adelantar conclusiones, basarse
en un solo dato, generalizar demasiado, ser absolutista o dicotmico.
Sintetizado de Celener (1995) Entrevista: distintos abordajes. Entrevistas a padres. Publicacin interna de la ctedra
de Diagnstico y tcnicas de exploracin psicolgica, Mdulo II, de la Facultad de Psicologa de la Universidad de
Buenos Aires.

Generalidades.- La entrevista es el principal instrumento que usa el psiquiatra para conocer al paciente
y su problema. El diagnstico y el pronstico se basan en sus datos y en los aportados por familiares, el
examen fsico, los tests y otros estudios. Con ello se puede trazar un plan teraputico.
La relacin mdico-paciente es fundamental: debe basarse en la confianza y la comprensin. Deben
hacerse las entrevistas en privado y es importante la franqueza, una sonrisa a tiempo, etc. Las preguntas
pueden intercalarse cuando el paciente lo propicie en el relato de su vida. Pueden tomarse notas escritas,
pero grabarse slo con el permiso del paciente. El psiquiatra no debe ser demasiado pasivo o fro, y
evitar reacciones fuertes.
La entrevista inicial debe ser acogedora, debido a la ansiedad habitual del paciente. Dejar hablarlo y
hacerle preguntas para aclarar cosas o para explorar temas no dichos. Si no hay otra entrevista, al
paciente se le da un breve resumen y recomendaciones. Las entrevistas posteriores deben seguir el
enfoque comprensivo y teraputico de la primera: tambin deben respetarse las opiniones y defensas del
paciente.
Las tcnicas de entrevista deben variarse segn la personalidad del paciente, su enfermedad y el objetivo
de la entrevista. Estas tcnicas van desde las ms permisivas hasta las ms directivas, y son: a) la
entrevista no directiva: el psiquiatra no interviene, deja hablar, pero aqu el paciente puede sentir
abandono; b) entrevista de consulta, o discusin del problema del paciente con el mdico que remiti al
mismo. Suele carecer de una comprensin profunda; c) entrevista de estrs, donde se estimula a
pacientes particularmente apticos mediante desafos, provocaciones, etc; d) entrevista con uso de
frmacos, para que el paciente se exprese ms libremente; e) entrevista con hipnosis, cuando al paciente
le cuesta expresar sus conflictos con facilidad, y para suscitar recuerdos importantes; f) entrevista con un
paciente ansioso: donde se buscar indagar las causas de la ansiedad; g) entrevista con un paciente que
muestra sntomas psicofisiolgicos, para comprender la relacin entre lo fsico y lo psquico; h) entrevista
a paciente delirante, donde no debe asentir ni contradecir los delirios; i) entrevista con el paciente
retrado, donde debe haber interrogatorio activo; j) entrevista con el paciente manaco, donde ste revela
bastante al hablar mucho, pero el psiquiatra debe mostrarse calmo.
Las entrevistas a familiares son esenciales en los casos de nios, retrasados mentales, psicticos que no
pueden presentar una historia clara, y pacientes con problemas de personalidad que muestran los hechos
de manera distorsionada. A veces los familiares dan informacin ms valiosa que el propio paciente, pero
son importantes tambin las fantasas de ste ltimo.
Kaplan y Sadock, Compendio de psiquiatra. Captulo 7, punto 1: La entrevista psiquitrica.

Dimensiones y fases.- Ekkehard y Sieglinde Othmer describieron la entrevista dividida en cuatro


dimensiones -establecimiento del rapport (relacin de mutua confianza y comprensin), evaluacin del
estado mental del paciente, uso de tcnicas especficas y diagnstico, con el proceso de entrevista que

progresara a travs de siete fases. El cuadro adjunto resume su conceptualizacin de la entrevista ideal
(pgina 3).
Las siete fases de la entrevista y sus cuatro componentes (pgina 4)

Cuadro de Othmer, E. Othmer Sc: The Clinical Interviewing Using DSM-III-R, p 246. American Psychiatric Press,
Washington, 1989. Utilizada con autorizacin.

Fase
1.
Caldeamiento

Rapport
Hacer que el
paciente se
sienta cmodo,
establecer los
lmites

Estado mental
Observar su
aspecto, funcin
psicomotora,
lenguaje,
pensamiento, afecto.
Orientacin,
memoria.
Explorar humor,
insight, memoria y
juicio

Tcnica
Seleccionar
preguntas
productivas

Diagnstico
Anotar pistas
diagnsticas acerca del
comportamiento del
paciente

2. Localizar el
problema

Empalizar con el
sufrimiento,
hacer una
escucha
apasionada

Empezar con
preguntas
abiertas

Convertirse en un
aliado, marcar los
cambios en los
temas

Evaluar estado de
las funciones
mentales

4. Historia
confirmativa

Mostrar maestra,
inters,
determinacin y
liderazgo

Evaluar
responsabilidad,
juicio y memoria
remota

5. Completar la
base de datos

Motivar para que


responda a las
preguntas

Evaluar la rapidez de
pensamiento, la
habilidad para
cambiar de tema

6. Respuesta

Asegurar la
aceptacin del
diagnstico

7. Contrato
teraputico

Asumir el rol de
autoridad y
asegurar el
cumplimiento

Discutir los hallazgos


sobre su estado
mental, explorar el
inters en buscar
ayuda
Inferencias acerca
del insight, juicio y
cumplimiento

Cambios de
tema,
progresar de
preguntas
abiertas y
cerradas
Continuacin,
cambio de
temas,
manejar las
defensas
Rellenar
huecos, seguir
pistas, aclarar
las
incongruencias
Explicar el
trastorno y las
opciones
teraputicas

Clasificar el motivo de
consulta; evaluar los
sntomas, gravedad,
curso, factores
estresantes; hacer una
lista de diagnsticos
diferenciales
Verificar o excluir las
impresiones diagnsticas

3. Seguimiento
de las
impresiones
preliminares

Discutir el
contrato
teraputico

Evaluar el curso, los


efectos en la vida social,
antecedentes familiares
y personales
Excluir trastornos poco
frecuentes

Establecer diagnstico y
pronstico

Prediccin de los efectos


del tratamiento

Kaplan H, Sadock B y Grebb J (1997) Sinopsis de psiquiatra. Buenos Aires: Editorial Mdica Panamericana. 7 edicin.

Metas.- Cada entrevista tiene dos principales metas desde el punto de vista tcnico: el reconocer los
determinantes psicolgicos del comportamiento y la clasificacin de sntomas. Othmer y Othmer
describan dichas metas englobando dos estilos de entrevista: el orientado al insight (introspeccin) o
estilo psicodinmico y el orientado a los sntomas o estilo descriptivo. El orientado al insight tiende a
resaltar la apertura del inconciente y la interpretacin de los conflictos inconcientes, ansiedades y
defensas: el abordaje orientado a los sntomas recalca la clasificacin de las quejas y disfunciones del
paciente definidas en categoras diagnsticas especficas. Ambos abordajes son mutuamente excluyentes
y pueden, de hecho, ser compatibles. El diagnstico del paciente puede ser descrito de manera tan
precisa como sea posible, averiguando detalles como los sntomas del paciente, el curso de la
enfermedad, los antecedentes familiares y comprendiendo la personalidad del paciente, la historia de su
desarrollo y sus conflictos inconcientes.
Kaplan H, Sadock B y Grebb J (1997) Sinopsis de psiquiatra. Buenos Aires: Editorial Mdica Panamericana. 7 edicin.

Entrevista clnica.- Es una relacin interpersonal de carcter profesional que se establece en el


momento del encuentro del psiquiatra con su cliente, y cuya finalidad es poder orientar el diagnstico y el
tratamiento del paciente. Hay diversos modelos de entrevista, como por ejemplo el modelo mdico, el
psicoanaltico y el conductista.

Vallejo Ruiloba J y otros, Introduccin a la psicopatologa y la psiquiatra, Masson, Barcelona, 1999, 4 edicin, pg
77.

Entrevista clnica.- Es un instrumento que permite describir la personalidad del sujeto, evaluar sus
posibilidades de cambio (pronstico) y el tipo de estrategia teraputica adecuada a su caso. La entrevista
clnica tiene fundamentos tericos y por otro lado una serie de reglas para su ejecucin.
La entrevista busca registrar el comportamiento total, incluyendo el no verbal. Tambin debe
considerarse si la pidi el mismo consultante o si la pidi el entrevistador (como parte de su prctica). En
cualquier caso no hay nunca observaciones puras: siempre se las interpreta de una u otra forma. De
hecho, el entrevistador con sus fobias, obsesiones, etc, influye tambin en el desarrollo de la entrevista,
y debe darse cuenta de sus propios conflictos y modos de ser. Adems, debe procurar escuchar, ms que
juzgar, dar la razn o disentir, y sus intervenciones han de ser oportunas.
La transferencia y la contratransferencia deben utilizarse slo como instrumentos tcnicos de observacin
y comprensin. La ansiedad debe ser atentamente seguida porque indica el curso de la entrevista, lo
mismo que las defensas montadas por el consultante frente a la primera ansiedad de la situacin donde
ser investigado por el psiclogo. Tambin las defensas que aparecen luego frente a la ansiedad de
mantenimiento, de tipo depresivo (miedo a perder el vnculo establecido) y cerca del final la ansiedad de
separacin, de tipo paranoide (el peligro de separarse).
Clasificacin.- 1) Las entrevistas clnicas pueden ser dirigidas, semidirigidas y libres. La entrevista dirigida
es un cuestionario pues no se cambian ni el orden ni la forma de las preguntas, que estn
predeterminadas. Sirve para obtener datos de la historia personal (anamnesis). En la entrevista libre las
preguntas se adaptan a la personalidad del entrevistado. La entrevista semidirigida tiene algo de las dos
anteriores y es la empleada en psicodiagnstico. 2) Las entrevistas pueden ser individuales (un solo
consultante) o grupales (ms de uno), aunque en rigor la entrevista siempre es grupal porque
intervienen tambin los personajes imaginarios (vnculos interiorizados).
Lunazzi de Jubany H, Lectura del psicodiagnstico.

Entrevista de devolucin.- En el proceso psicodiagnstico, hoy en da este tipo de entrevista busca


tanto promover cambios como facilitar al sujeto la experiencia de un vnculo dentro del cual poder
interrogarse a s msmo. Est dirigida al consultante, a diferencia del informe, ms tcnico y dirigido a la
institucin que indic el psicodiagnstico. En toda devolucin debe destacarse el sntoma como portador
de un mensaje, es decir como expresin metafrica de un conflicto (por ejemplo un fracaso escolar que
encubre una depresin).
Los riesgos de la entrevista de devolucin son: a) obturar, transformarse en psiclogo en cmplice de
alguna fuerza del conflicto, en lugar de comprender la significacin del sntoma; b) que el psiclogo se
imponga como una autoridad que ordena deseos; y c) exhibicin omnipotente de conocimientos por parte
del psiclogo.
Lunazzi de Jubany H, Lectura del psicodiagnstico.

Entrevista inicial.- En el proceso psicodiagnstico, es la primera entrevista que dura 60 minutos y


donde pedimos al consultante hbleme de usted como persona, y que lo haga libremente. El fin es que
pueda hablar de s, que comprenda la utilidad del psicodiagnstico, que baje sus resistencias (incluyendo
las partes ms difciles de su vida), y explicitarle el encuadre (horarios, etc). Importa detectar qu temas
evita, y como se establece la transferencia y la contratransferencia.
Lunazzi de Jubany H, Lectura del psicodiagnstico.

ENTREVISTA DIAGNSTICA
Definicin.- Es un encuentro entre dos personas, con la finalidad de que una de ellas interrogue a la
otra sobre un asunto especfico. La entrevista diagnstica implica, as, una persona que pregunta (el
entrevistador) y una persona que contesta (el entrevistado) sobre un tema central (la persona del
entrevistado), con el objetivo especfico de elucidar la total comprensin de los problemas que afligen a
una persona: el entrevistado (pg. 17).
Abuchaem J (1979) El proceso diagnstico en el nio, el adolescente y el adulto, Tomo 2. Buenos Aires: Kargieman.

Clasificacin.- Considerando la dinmica con que se lleva a cabo dicho interrogatorio, la entrevista
diagnstica comprende tres tipos: la entrevista cerrada, la entrevista abierta y la entrevista semidirigida.
En la primera, las preguntas ya estn previstas, tanto como lo estn el orden y la forma de plantearlas, y
el entrevistador no puede alterar ninguna de esas disposiciones. En la segunda, ocurre lo contrario: el
entrevistador puede improvisar, dirigir, intervenir a su antojo, siguiendo las necesidades que se van

planteando en el transcurso de la entrevista. La tercera, finalmente, constituye una mezcla de las dos
primeras: el entrevistador dispone de una cierta libertad en el interrogatorio, pero tiene que cumplir con
otras normas que deben permanecer invariables (pg. 17-18).
Abuchaem J (1979) El proceso diagnstico en el nio, el adolescente y el adulto, Tomo 2. Buenos Aires: Kargieman.

ENUNCIADO FUNDAMENTAL
Generalidades.- Enunciados del fundamento son un conjunto de enunciados pronunciados algn grupo
social homogneo y referidos a su propia razn de ser, al origen de sus modelos, a la realidad del mundo.
Abarcan enunciados mticos, sagrados o cientficos. Todos ellos comparten una misma exigencia: para ser
fundamento deben ser recibidos como palabras de certeza, pues si no sern dejados de lado.
Los discursos mtico, sagrado o cientfico comparten una caracterstica: se refieren al origen del modelo,
lo que a su vez implica que se refieren tambin al objetivo hacia el cual el modelo tiende, con lo cual se
pueden hacer previsiones y actuar en consecuencia.
Aulagnier P, La violencia de la interpretacin, pg. 160.

ENVEJECIMIENTO
Envejecimiento diferencial.- Algunas partes del cuerpo envejecen antes que otras: esto se llama
envejecimiento diferencial, pero no hay ningn parmetro para decidir cuando comienza el proceso de
envejecimiento. Influye la vida que haya tenido la persona, pero no es lo nico.
Condensado de Strejilevich Mario (1985) Temas de psicogeriatra (artculo).

Estrs y envejecimiento.- Simone de Beauvoir deca que las arrugas de la piel son ese algo
indescriptible que procede del alma. Hoy podemos sospechar que ese algo misterioso es el estrs. De
hecho (Annimo, 1985), el estrs puede acortar la vida. Lo que llamamos envejecimiento no es ms que
la suma total de las cicatrices que deja el estrs en nuestros cuerpos. Los cientficos creen (Annimo,
1990b) que de poder lograrse frenar la accin hormonal de los glucocorticoides (hormonas del estrs:
cortisol, cortisona, etc), sera posible impedir el avance del envejecimiento. Experimentos realizados
tienden a mostrar, en efecto, que los glucocorticoides tienen vigencia en el envejecimiento cerebral y en
la degeneracin celular de las neuronas.
Cazau P (1998) Vocabulario de Psicologa. Buenos Aires: Redpsicologa.
Referencias bibliogrficas
Annimo (1985) Qu es el estrs. Buenos Aires: Revista Muy Interesante N 2.
Annimo (1990b) El estrs mata las neuronas. Buenos Aires: Revista Enciclopedia Popular Magazine, N7.

ENVIDIA
Generalidades.- 1. Sufrimiento de una persona porque otra posee algo que ella no tiene o no puede
obtener, a diferencia de la admiracin, en que el reconocimiento de la diferencia provoca simpata, y de la
fascinacin, en que la atraccin irresistible parece implicar un sentimiento placentero. A veces en el
lenguaje corriente la envidia se confunde con los celos. Pero stos son una adquisicin humana ms
tarda, pues la posesin inalcanzable es el amor de una tercera persona. 2. (Psicoanlisis) En busca de
sentimientos primordiales, tan inherentes que ponen a prueba los ltimos recursos de su terapia, el
psicoanlisis ha enfocado su atencin en manifestaciones especficas de la envidia, por ejemplo la envidia
femenina del pene, en que lo envidiado es radicalmente inalcanzable. Es una nocin difcil que ha irritado
al movimiento feminista al suponer ste que se postula de pasada la superioridad masculina. Aun suscita
polmica entre los mismos seguidores de Freud, sin contar a aquellos cientficos que consideran al
psicoanlisis una construccin esotrica o fantstica. En verdad, Freud no postula para el varn una
envidia al genital femenino. El lecho de rocas del varn es una rivalidad insuperable con otro nombre.
Cuando M. Klein reemplaza el falocentrismo de Freud lo reemplazar por otro centrismo, el del pecho,
tambin l generador de envidia para los dos sexos. 3. (Psicoanlisis) Melanie Klein subraya, si no el
carcter radical de la envidia, el hecho de que no se dirija hacia cualquier objeto, sino al pecho materno.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Envidia temprana, celos y voracidad.- Se debe diferenciar la envidia temprana de los celos y de la
voracidad. Los celos se basan en el amor y su objetivo es poseer al objeto amado y excluir a su rival.
Corresponden a una relacin triangular y por consiguiente a una poca de la vida en que se reconoce y
diferencia claramente a los objetos. La envidia, en cambio, es una relacin de dos partes en que el sujeto
envidia al objeto por alguna posesin o cualidad; no es necesario que ningn otro objeto viviente
intervenga en ella. Los celos son necesariamente una relacin de objeto total, mientras que la envidia se
experimenta esencialmente en funcin de objetos parciales, aunque persista en relaciones de objeto
total.

El objetivo de la voracidad es poseer todo lo bueno que pueda extraerse del objeto, sin considerar las
consecuencias. Esto puede tener por consecuencia la destruccin del objeto, arruinndose lo que tena de
bueno, pero la destruccin es contingente y no el fin que se buscaba. El fin es adquirir lo bueno a toda
costa. En la envidia el objetivo es ser uno mismo tan bueno como el objeto, pero cuando esto se siente
imposible, el objetivo se convierte en arruinar lo bueno que posee el objeto para suprimir la fuente de
envidia (Segal H, 1987:44).
Segal H (1987) Introduccin a la obra de Melanie Klein. Buenos Aires: Paids.

Envidia temprana segn M. Klein.- "El beb la experimenta principalmente hacia el pecho que lo
alimenta. Es posiblemente la primera manifestacin externa del instinto de muerte, ya que ataca a lo que
se siente como la fuente de vida". Si la envidia temprana se torna excesiva, pasa a ser un factor de
consideracin psicopatolgico.
Segal H, Introduccin a la obra de Melanie Klein, Buenos Aires, Paids, 1987, pg. 122.

EPIDEMIOLOGA
Definicin.- La epidemiologa se ocupa del estudio de los problemas de salud-enfermedad a nivel
colectivo.

Castellanos P, Sobre el concepto de salud-enfermedad. Un punto de vista epidemiolgico. Cuadernos Mdico-sociales


N 42, Diciembre 1987.

Historia.- En sus comienzos, la definicin de epidemiologa se aplicaba slo al estudio, control y


prevencin de las enfermedades infecciosas, y utilizaba el clsico modelo de la triada ecolgica (agente,
husped, ambiente). Una segunda revolucin epidemiolgica sobreviene cuando incorpora el estudio de
las enfermedades no infecciosas, cuando se reconoce que la salud-enfermedad tiene mltiples causas que
van ms all de un agente infeccioso (bacteria o virus). Empiezan entonces a ser estudiadas a nivel
epidemiolgico las patologas cardacas y el cncer, entre otras.
Ms tarde, la epidemiologa incorpora tambin los traumas y las catstrofes. Hoy en da hay una
tendencia, preconizada por el autor, que seala que la epidemiologa ha de estar centrada en la salud, y
no tanto en la enfermedad. Por ejemplo, averiguando por qu factores algunas poblaciones no se
enferman all donde otras enferman, y promover esos factores, lo cual es distinto a prevenir, que opera
sobre los factores que causan enfermedad.
La clnica mdica es una fuente importante de hiptesis epidemiolgicas. Por ejemplo: los mdicos
detectan una relacin entre una enfermedad y un hbito, y la epidemiologa se encarga de probarla.
Terris M (1982), La revolucin epidemiolgica y la medicina social. Mxico: Siglo XXI.

Definicin.- La epidemiologa es el estudio de la distribucin, incidencia y duracin de la enfermedad.


En psiquiatra, los mtodos epidemiolgicos contribuyen al conocimiento de las causas, tratamiento y
prevencin de los trastornos mentales. Estos mtodos sirven tambin para definir y evaluar estrategias
para la prevencin y el control de la enfermedad y las discapacidades. Adems, los estudios
epidemiolgicos colaboran en la planificacin y evaluacin general de los programas de salud mental,
tanto a nivel local como nacional (pgina 198).
Kaplan H, Sadock B y Grebb J (1997) Sinopsis de psiquiatra. Buenos Aires: Editorial Mdica Panamericana. 7 edicin.

Generalidades.- Proviene de los vocablos griegos epi (encima), demos (pueblo) y logos (estudio).
Etimolgicamente significa el estudio de lo que est sobre las poblaciones. La premisa de la epidemiologa
es que la enfermedad no ocurre ni se distribuye al azar.
Es la rama de la salud pblica que tiene como propsitos: describir y explicar la dinmica de la salud
poblacional, identificar los elementos que componen la salud pblica, comprender las fuerzas que
dominan la salud, intervenir en el curso del desarrollo natural de la enfermedad, determinar la carga de
enfermedad para planificar los requerimientos de servicios y la prioridad para la asignacin de recursos,
Detectar tendencias en la incidencia o prevalencia de enfermedades, identificacin de cambios en los
patrones de una enfermedad y sus consecuencias, identificacin de los grupos de riesgo en la poblacin,
definicin de rangos de normalidad y/o valores esperados, y completar el cuadro clnico de una
enfermedad e identificar condiciones predisponentes.
La epidemiologa investiga la distribucin, frecuencia y determinantes de las condiciones de salud en las
poblaciones humanas as como las modalidades y el impacto de las respuestas sociales necesarias para
atender estas necesidades. La epidemiologa combina principios y conocimientos de las ciencias biolgicas
y sociales adems aplica metodologas cuantitativas y cualitativas.
El padre de la epidemiologa es el ingls John Snow. La epidemiologa es la disciplina que estudia la
enfermedad en poblaciones humanas. Es una disciplina mdica. El foco de estudio es un grupo de
individuos que comparten una o varias caractersticas que los renen. Salud y enfermedad son uno
mismo y as deben ser entendidos ya que el fenmeno salud enfermedad es un proceso dinmico. El
concepto ecolgico, la accin reciproca del hombre y su medio, el conjunto dinmico de acciones y

reacciones de los factores ambientales entre si. Nocin de causalidad mltiple, ninguna enfermedad tiene
una causa nica. Toma en cuenta la forma en que aparece la enfermedad en el contexto de una
poblacin sana. Su enfoque puede ser aplicado tanto a enfermedades transmisibles agudas como
crnicas. Sus mtodos aplican para el estudio de poblaciones humanas, animales o vegetales.
Ramrez Elizalde J, Cano Garrido M, Escamilla Salas D y Gonzlez Ramrez E (2006) Epidemiologa, salud pblica y
medicina preventiva.

Otras definiciones de epidemiologa.- Son las siguientes:


Definicin tcnica: El estudio de la distribucin y determinantes de enfermedades en poblaciones
humanas.
Asociacin Epidemiolgica Internacional: El estudio de los factores que determinan la frecuencia y
distribucin de las enfermedades en poblaciones humanas.
Barker David: El estudio de la distribucin y determinantes de enfermedades en las poblaciones
humanas.
Fox: El estudio de los factores que determinan la ocurrencia de la enfermedad en las poblaciones.
Gordon, John: Ecologa mdica.
Lechat y Mazzafero: Ciencia encargada del estudio de los aspectos ecolgicos que condicionan los
fenmenos de salud y enfermedad en grupos humanos a fin de establecer las causas, mecanismos y
procedimientos tendientes a promover y mejorar la salud.
Lowe: Estudio de los problemas de salud en grupos de personas.
Morris: La frecuencia de eventos mdicos en las poblaciones.
MacMahon-Pugh: Es el estudio de la distribucin de la enfermedad y de los determinantes de su
prevalencia en el hombre.
Payne: El estudio de la salud del hombre en relacin con su medio.
Pickering, Richard: Parte de la biometra que se refiere a la medicin de las caractersticas humanas.
Susser, Mervin: El estudio de las distribuciones y determinantes de los estados de salud en poblaciones
humanas.
Terris, Milton: El estudio de la salud de las poblaciones humanas.
La epidemiologa no considera el concepto de condiciones de salud solo como la ocurrencia de
enfermedades, adems incluye todos aquellos eventos relacionados directa o indirectamente con la salud.
Ramrez Elizalde J, Cano Garrido M, Escamilla Salas D y Gonzlez Ramrez E (2006) Epidemiologa, salud pblica y
medicina preventiva.

Objeto de estudio.- La epidemiologa estudia: La distribucin frecuencia y determinantes de la


enfermedad. Las consecuencias biolgicas, psicolgicas y sociales de la enfermedad. La distribucin
frecuencia y determinantes de los riesgos para la salud. Las formas de control de las enfermedades, de
sus consecuencias y riesgos. Las modalidades e impacto de las respuestas adoptadas para atender la
salud.
Ramrez Elizalde J, Cano Garrido M, Escamilla Salas D y Gonzlez Ramrez E (2006) Epidemiologa, salud pblica y
medicina preventiva.

Clasificacin.- Se divide en:


Epidemiologa descriptiva: Estudia la distribucin de la salud y la enfermedad en relacin a ciertas
caractersticas de las personas afectadas como edad, sexo y raza entre otras.
Epidemiologa analtica: Estudia los posibles factores causales que determinaron la distribucin de la
enfermedad y trata de interpretarlos.
Epidemiologa experimental: Se ocupa de realizar estudios en animales de laboratorio y estudios
experimentales con poblaciones humanas.
Ramrez Elizalde J, Cano Garrido M, Escamilla Salas D y Gonzlez Ramrez E (2006) Epidemiologa, salud pblica y
medicina preventiva.

El desarrollo de la epidemiologa.- En 1928 Cliffor Allchin Gill epidemilogo ingles afirma que a pesar
de los logros obtenidos por esta aun no le permitan reclamar un lugar entre las ciencias exactas sin
embargo en la actualidad ningn avance medico seria capaz sin la participacin de la epidemiologa.
La primera referencia mdica de un termino anlogo es dado por Hipcrates que uso las expresiones
epidmico y endmico para referirse a los padecimientos segn fueran o no propios de un determinado
lugar.
Las afirmaciones sobre la influencia del modo de vida y el ambiente en la salud de la poblacin lo hace el
principal representante medico de la epidemiologa antigua.
El estudio de las enfermedades como fenmenos poblacionales es tan antigua como la escritura, las
primeras descripciones de padecimientos que afectan a poblaciones se refieren a enfermedades
infecciosas.
El Papiro de Ebers menciona las fiebres pestilentes que asolaron a la poblacin de los mrgenes del Ro
Nilo alrededor del ao 2000ac. En Egipto se veneraba a la diosa Sekmeth diosa de la peste.

En la Biblia, El Talmud y el Coran hay registros de enfermedades contagiosas as como las normas
recomendadas para evitar su dispersin.
Durante el reinado del Emperador Justiniano entre los siglos V y VI dc se utiliza el termino epidemia.
La larga historia de epidemias que azotaron al mundo antiguo y medieval determino la creacin de los
conceptos de epidemia, infeccin y contagio.
En 1546 Girolamo Fracastoro public De contagione el contagiosis morbis et eorum curatione describe
las enfermedades que en ese momento se consideran contagiosas. Es el primero en establecer
claramente el concepto de enfermedad contagiosa. Propone una forma de contagio secundaria a la
transmisin de lo que denomina seminaria contagiorum.
En castellano la primera referencia al trmino de epidemiologa se encuentra en el libro que con tal titulo
publico Quinto Tiberio Angelerio en Madrid en 1598.
Ramrez Elizalde J, Cano Garrido M, Escamilla Salas D y Gonzlez Ramrez E (2006) Epidemiologa, salud pblica y
medicina preventiva.

Historia reciente de la epidemiologa.- En Europa la mayora de las enumeraciones y recuentos


poblacionales tenan dos propsitos: determinar la carga de los impuestos y reclutar a los miembros del
ejrcito. La necesidad de conocer cuales eran las Fuerzas del Estado llev a inaugurar la cuantificacin
sistemtica de un sinnmero de caractersticas de los habitantes de las florecientes naciones. Inici el
anlisis de los registros de nacimientos que hasta entonces solo eran llevados por la iglesia catlica.
Surgi la construccin de tablas de mortalidad por edad de ocurrencia. Esta forma de analizar los datos
obtenidos fue llamada por William Petty aritmtica poltica.
Se lleg a la elaboracin de las Leyes de la enfermedad: probabilidad de enfermar a determinada edad,
probabilidad de permanecer enfermo durante un periodo especfico de tiempo, y probabilidad de fallecer
por determinadas causas de enfermedad. La bsqueda de las Leyes de la enfermedad fue una actividad
permanente hasta el final del siglo XIX. El mtodo utilizado por los epidemilogos del siglo XIX para
demostrar la transmisibilidad y contagiosidad de los padecimientos se sigue utilizando solo que con
algunas modificaciones.
Con el establecimiento definitivo de la teora del germen entre 1872 y 1880 la epidemiologa adopt un
modelo de causalidad en el que un solo efecto es resultado de una sola causa, siguiendo conexiones
lineales.
En incremento de las enfermedades crnicas a partir de la mitad del siglo XX contribuyo a ampliar el
campo de accin de la epidemiologa. La epidemiologa contempornea basa sus principales acciones en
el modelo Red de causalidad de Brian MacMahon. La epidemiologa se utiliza como instrumento auxiliar
para la planificacin de los servicios sanitarios.
La nueva epidemiologa tiene como propsitos: a) La descripcin de las condiciones de salud de la
poblacin mediante la caracterizacin de la ocurrencia de las enfermedades, de las frecuencias relativas
al interior de sus subgrupos y de sus tendencias generales. b) La explicacin de las causas de
enfermedad poblacional determinando los factores que la provocan o influyen en su desarrollo. c) La
prediccin del volumen de enfermedades que ocurrir as como la distribucin al interior de los subgrupos
de la poblacin. d) La prolongacin de la vida sana mediante el control de las enfermedades en la
poblacin afectada y la prevencin de nuevos casos entre la que esta en riesgo.
Ramrez Elizalde J, Cano Garrido M, Escamilla Salas D y Gonzlez Ramrez E (2006) Epidemiologa, salud pblica y
medicina preventiva.

EPIFENOMENALISMO
Definicin.- Teora sobre la relacin mente-cuerpo, de acuerdo con las cuales los procesos de conciencia
no son en ningn sentido agentes causales con respecto a algn otro, estando solamente relacionados
con ciertas causales efectivas del proceso fisiolgico. La concepcin de lo conciente, como epifenmeno y
de los hechos de lo conciente como epifenmenos, es defendida especialmente por el psicofisiologismo
mecanicista.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Definicin.- (Griego) Un suceso, proceso o manifestacin que acompaa a otro fenmeno,


independientemente de una eficacia causal, como un fenmeno accesorio.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

EPINSICO
Definicin.- En psicoanlisis, beneficio epinsico es lo mismo que beneficio secundario.
EQUILIBRIO PSQUICO

Definicin.- (Psicoanlisis) Segn el principio econmico del psicoanlisis, la intencin permanente del
dinamismo psquico es asegurar descarga (por motilidad y afectividad) al equilibrio psquico, evitando as
el estancamiento de las energas psquicas. Causas internas o externas pueden perturbar esta descarga,
provocando as un equilibrio neurtico, que no es siempre patolgico. El equilibrio psquico corresponde al
principio de la estabilidad psquica de Freud.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

ERROR
Generalidades.- Las fuentes de error son: a) La percepcin subjetiva perfecta y la interpretacin no
correcta de un fenmeno. b) Una conclusin subjetiva y equivocada a base de lo percibido. En la
psicologa moderna encontramos ms implcitamente causas del error, en lo siguiente: 1) En
dogmatismo: establecer dogmas en la psicologa, aplicndose mecnicamente. 2) En la absolutizacin:
hacer absoluto lo que es relativo; en otras palabras, generalizar un fenmeno como si fuera una regla
general. 3) La apercepcin tendenciosa: esta tendencia puede ser determinada por elementos subjetivos,
pero tambin por elementos ideolgicos. En otras palabras no ver, no tomar en cuenta fenmenos que no
entran en el cuadro ideolgico, anularlos como materia psicolgica. As ha ocurrido con los fenmenos
parapsicolgicos.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Errores sistemticos en el aprendizaje.- Las ansiedades constituyen un error sistemtico y


determinan diferentes 'grados' de conocimiento del objeto. El error no es una equivocacin: quien
aprende yerra porque enfrenta contradicciones, que ir resolvindolas dialcticamente. Esto implica que
el conocimiento es un proceso, y que tiene 'grados'.
Condensado de Jaitin (1993) Clnica grupal en nios.

ESCALA HOLMES-RAHE
Generalidades.- Escala de medicin de potenciales estresantes. El doctor Peter Holmes (Annimo,
1985), psiquiatra de la Universidad de Washington, llev a cabo junto al psiclogo Richard Rahe, en
1950, un estudio de cmo 5.000 personas consultadas evaluaban los acontecimientos de sus vidas como
'estresantes'. La escala Holmes-Rahe es una lista de 43 experiencias comunes, incluidos acontecimientos
menores y experiencias emocionalmente devastadoras. A cada una se le asigna un nmero segn su
potencial estresante. Aunque no es una lista definitiva ni reconoce casos individuales, da una idea de la
importancia de las experiencias y acontecimientos indicados en cuanto a su impacto sobre el ser
humano:
ACONTECIMIENTO
Muerte del cnyuge
Divorcio
Separacin
Prisin
Muerte de un pariente cercano
Lesin o enfermedad personal
Boda
Despido del trabajo
Reconciliacin matrimonial
Jubilacin
Cambio en la salud de un pariente
Embarazo
Dificultades sexuales
Apego a la familia
Readaptacin del negocio
Cambio de status financiero
Muerte de un amigo ntimo
Cambio a otro trabajo
Cambio en el n de discusiones matrimoniales
Hipoteca o prstamo de ms de 10.000 u$s
Compra de vivienda
Terminacin de la hipoteca o prstamo
Cambio de responsabilidad en el trabajo
Hijo o hija que se va del hogar
Problemas con parientes polticos
Logros personales sobresalientes
Cnyuge que empieza o deja el trabajo
Empezar o terminar la escuela
Cambio de las condiciones de vida

73

44

39

31

29
28
25

VALOR NUMERICO
100 puntos
puntos
65 puntos
63 puntos
63 puntos
53 puntos
50 puntos
47 puntos
45 puntos
45 puntos
puntos
40 puntos
39 puntos
39 puntos
puntos
38 puntos
37 puntos
36 puntos
35 puntos
puntos
31 puntos
30 puntos
29 puntos
29 puntos
puntos
puntos
26 puntos
26 puntos
puntos

Revisin de los hbitos personales


Problemas con el jefe
Cambio de horario o condiciones laborales
Cambio del lugar de residencia
Cambio de escuela
Cambio de hbitos de recreacin
Cambio de actividades religiosas
Cambio de actividades sociales
Hipoteca o prstamo menos de 10.000 u$s
Cambio de hbitos referentes al sueo
Cambio en el nmero de reuniones familiares
Cambio de hbitos alimentarios
Vacaciones
Navidades
Infraccin menor

24 puntos
23
20 puntos
20
20
19 puntos
19 puntos
18
17 puntos
16
15
15
13
12
11 puntos

puntos
puntos
puntos
puntos
puntos
puntos
puntos
puntos
puntos

En teora, cualquier puntaje mayor de 300 en un ao, segn Holmes y Rahe, sugeriran que la persona
tiene una alta probabilidad (80%) de enfermarse gravemente.
Fuente: Rozenberg Laura, El mdico interior. Buenos Aires: Revista Descubrir N 10, Abril de 1992, pgina 72).

ESCENA TEMIDA
Generalidades.- La tcnica de la fantasa temida es una tcnica cognitiva donde el paciente y el
terapeuta representan el escenario del mayor miedo del paciente, tal como ser rechazado debido a que
no se comporta de forma suficientemente inteligente o buena. El peor temor frecuentemente no se
convierte en algo espantoso, sino que se presenta como un globo hinchado que puede reventarse con
una mnima lgica, sentido de compasin o sentido comn.
Burns D, Tcnicas cognitivo-conductuales http://users.servicios.retecal.es/jureva/tecnicasburns.htm Traducido al
castellano por: Juventino Reguera Baos.

ESCISIN
Segn M. Klein.- "Puede implicar al yo y al objeto. La primera escisin se hace entre Yo bueno y Yo
malo, y entre objeto bueno y objeto malo. La deflexin del instinto de muerte implica la escisin entre la
parte que se siente conteniendo los impulsos destructivos y la parte que se siente conteniendo la libido".
Segal H, Introduccin a la obra de Melanie Klein, Buenos Aires, Paids, 1987, pg. 122.

Segn M. Klein.- La escisin del objeto parcial en un objeto bueno y malo constituye el primer modo de
defensa contra la angustia. El objeto total ser igualmente escindido (madre 'buena' y madre 'mala', etc).
Laplanche J y Pontalis J, Diccionario de psicoanlisis, Barcelona, Labor, 1981, 3 ed, pg. 262.

Procesos de escisin en relacin con el objeto.- El impulso destructivo proyectado afuera es


primero experimentado como agresin oral. Por frustracin y ansiedad los deseos sdico-orales primero
y canibalistas despus, hacen que el nio sienta incorporar el pecho en pedazos. No obstante el pecho
bueno-gratificador es sentido como completo. Este primer objeto bueno acta como ncleo del yo, y
contrarresta la escisin y la dispersin del mismo. Al ser difcil la divisin entre pecho bueno y malo, el
nio puede sentir que tambin el pecho bueno est hecho pedazos.
El yo no puede escindir al objeto (interno y externo) si l mismo no se escinde. Cuanto ms siente que
el objeto est hecho pedazos, ms est el yo en peligro de escindirse. Las fantasas del nio de escindir
al objeto y al yo, son para l muy reales, e influyen en su desarrollo. Ulterior.
Condensado de Klein Melanie (1946) Nota sobre algunos mecanismos esquizoides. Artculo incluido en Klein M, Obras
Completas, Tomo 3. Buenos Aires: Editorial Paids, 1983.

La escisin en relacin con la introyeccin y la proyeccin.- No solo la escisin sino la


introyeccin y la proyeccin, son mecanismos defensivos primarios del yo contra la ansiedad. La
proyeccin desva hacia fuera el instinto de muerte, librando as al yo de lo peligroso y malo. Lo mismo
pasa como defensa con la introyeccin del objeto bueno.
Veamos la relacin entre escisin, idealizacin y negacin. En la escisin, la gratificacin lleva a amar al
pecho bueno y la frustracin a odiar al pecho malo. La idealizacin exagera lo bueno del pecho para
protegerse del pecho persecutorio, pero tambin idealiza el pecho como si ste procurase satisfaccin
ilimitada. Por ejemplo en la gratificacin alucinatoria infantil. La negacin niega la existencia del objeto
malo lo cual implica tambin negar una parte del yo, de quien emanan los sentimientos hacia el objeto
malo. As en la gratificacin alucinatoria ocurren dos cosas: la omnipotente conjuracin del objeto
bueno y la omnipotente aniquilacin del malo.
Al comienzo lo libidinal y lo agresivo estn centralizados en la oralidad, aunque despus interviene
tambin lo uteral y lo anal. Los ataques fantaseados hacia la madre surgen dos lneas: impulso oral de

vaciar a la madre de sus contenidos buenos, e impulso uteral y anal de llenar a la madre de sustancia
peligrosas, y de partes malas del yo. Por identificacin proyectiva, el nio identifica partes de su yo con
el objeto materno (pues proyecta su yo malo en ella). Tambin se proyectan las partes buenas, y
entonces las heces con como regalos: estoes esencial para desarrollar buenas relaciones de objeto y
para integrar el yo. Si esta proyeccin es excesiva, se siente la prdida del yo bueno y la madre pasa a
ser el ideal del yo, lo cual empobrece a este ltimo. En suma, esencial para el desarrollo normal, es
poder escindir objetos y proyectarlos en objetos.
El pecho bueno tambin se introyecta, condicin para el desarrollo normal, y ese objeto bueno interno
tambin puede llegar a idealizarse, idealizacin que si es excesiva, tambin empobrece al yo.
Todas estas escisiones amenazan desintegrar al yo, si la desintegracin es duradera, aun en el nio,
hay que pensar en patologa esquizofrnica, e incluso en trastornos intelectuales. Tales los efectos,
tambin de una excesiva proyeccin o introyeccin. Lo ideal sera un equilibrio entre proyeccin e
introyeccin: el predominio excesivo de uno u otro mecanismo, es anormal. De todas formas ambos
interactan: por ejemplo, una excesiva proyeccin puede provocar una excesiva introyeccin.
La identificacin proyectiva es la base de muchas situaciones de ansiedad. Por ejemplo, los impulsos de
controlar un objeto, crean el miedo de ser controlado y perseguido dentro de l. Al introyectar y
reintroyectar el objeto en que se entr por la fuerza, se refuerzan los sentimientos de persecucin
interna: la acumulacin de estas ansiedades terminan produciendo paranoia. El temor de quedar
prisionero dentro de la madre (y en especial de que el pene sea atacado) crear luego impotencia
masculina y claustrofobia.
Condensado de Klein Melanie (1946) Nota sobre algunos mecanismos esquizoides. Artculo incluido en Klein M, Obras
Completas, Tomo 3. Buenos Aires: Editorial Paids, 1983.

ESCRITURA AUTOMTICA
Definicin.- 1. Escritura cuya obtencin no est dirigida concientemente por el escritor: ste puede
ignorar lo que ha escrito. 2. Proceso de escritura durante el cual el sujeto se concentra en los significados
que est asentando, desentendindose de la secuencia de significantes en el aspecto de sus
caractersticas grficas (caligrafa) y de la actividad de psicomotricidad fina requerida para la escritura.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

ESPACIO TRANSICIONAL
Segn Winnicott.- Existe segn Winnicott un espacio intermedio que no es ni el espacio exterior
objetivo (por ejemplo la madre real) ni el espacio interno subjetivo (por ejemplo la representacin
interna de la madre). Este tercer espacio se sita en la interseccin de ambos, y est ocupado por los
objetos transicionales, los cuales son reales como objetos, y pero al mismo tiempo son la representacin
de la madre ausente.
Esta zona intermedia de experiencia, no discutida respecto de su pertenencia a una realidad interna o
exterior (compartida), constituye la mayor parte de la experiencia del beb, y se conserva a lo largo de la
vida en las intensas experiencias que corresponden a las artes y la religin, a la vida imaginativa y a la
labor cientfica creadora.
Winnicott D (1994) Juego y realidad. Barcelona: Gedisa, pg. 32.

Segn Winnicott.- Para asignar un lugar al juego postul la existencia de un espacio potencial entre el
beb y la madre. Vara en gran medida segn las experiencias vitales de aquel en relacin con esta o con
la figura materna, y yo lo enfrento a) al mundo interior (que se relaciona con la asociacin psicosomtica)
y b) a la realidad exterior (que tiene sus propias realidades, se puede estudiar en forma objetiva y, por
mucho que parezca variar segn el estado del individuo que la observa, en rigor se mantiene constante).
Winnicott D (1994) Juego y realidad. Barcelona: Gedisa, pg. 65.

Espacio transicional segn Winnicott.- El espacio transicional es la zona intermedia entre la realidad
psquica y la realidad externa, y que se encuentra entre el yo y el no-yo articulando la presencia y la
ausencia de la madre. En este espacio intermedio, el nio toma contacto con ciertos objetos, llamados
objetos transicionales, y adems desplegar sus experiencias, llamadas fenmenos transicionales.
Podemos representar esto con tres crculos concntricos:

YO
Realidad
psquica

ESPACIO
TRANSICIONA
L

NO YO
Realidad
exterior

Realidad intermedia

La ilusin.- El nio puede tolerar la brecha entre fantasa y realidad sin caer en la desilusin, gracias a
que es capaz de crear el espacio transicional. Puede reconocer la realidad pero no la acepta (paradoja), y
entonces crea la ilusin como fenmeno para articular ambas experiencias.
En este momento el nio desarrolla omnipotencia, pues cree que los objetos aparecen mgicamente
cuando l los necesita. Luego deber reconocer que hay fenmenos que estn fuera de su control, a
travs de una desilusin gradual.
La madre inevitablemente frustrar al nio en algn momento, y el objeto transicional le permite tenerla
como una posesin, y controlarla. El nio slo puede crear este espacio transicional si hay un ambiente
(una madre) lo suficientemente buena que le inspire confianza. Ejemplos de objetos transicionales son el
chupete o el osito, o cualquier objeto blando.
La tarea de aceptacin de la realidad nunca termina en la vida, y el espacio transicional ayuda durante
toda la vida a aceptarla, pues crea una ilusin. Lo patolgico es quedarse en el primer objeto transicional
(fetichizacin), mientras que lo normal es que adulto pueda ampliar el espacio transicional a nuevos
objetos culturales: arte, religin, trabajo cientfico, imaginacin, etc.
Si la experiencia de ilusin falla, quedan dos caminos patolgicos: a) replegamiento: el objeto perdido es
vivido como irrecuperable. Duelo. b) Aferramiento patolgico a un nico objeto que sustituya la madre
(fetichizacin).
El objeto transicional.- Son ciertos objetos que se usan en el rea intermedia entre lo objetivo y lo
subjetivo. Se encuentra entre las satisfacciones autoerticas y las relaciones objetales. Por ejemplo un
osito. Este objeto recibe tanto amor como odio, es muy valorado por el nio, siendo un objeto que
deber sobrevivir al afecto y la agresin. Finalmente se lo va olvidando gradualmente, pero no se lo
olvida del todo ni se lo llora.
El objeto transicional representa la ausencia de la madre, creando la ilusin de que est presente. Es a la
vez parte de l y de la madre. Es la primera posesin no-yo, o sea, el primer objeto externo del mundo.
No reemplaza totalmente a la madre, pues representa tambin su ausencia.
En cuanto a lo patolgico, cuando la relacin con el objeto transicional persiste en forma prolongada y
exclusiva, hablamos de una cronificacin patolgica o de un uso fetichizado o adictivo, pues lo
transicional no es el objeto sino el uso que se hace de l. Lo normal es el pasaje del narcisismo a las
relaciones con objetos diferentes de s.
Si la ausencia materna es reconocida, el uso del objeto tiene el sentido de ayudar a elaborar la
separacin. Si es negada, se dificulta la creacin de la representacin interna. El uso feticihizado implica
ilusionarse que el objeto es la madre (dificultad para simbolizar).
La derivacin hacia lo patolgico depende del ambiente: si la experiencia excede las posibilidades del
nio, se aferrar a lo patolgico: la renegacin de la separacin, con fantasas de fusin y prdida de la
posibilidad de comunicarse.
La paradoja es que el objeto transicional protege tanto de la prdida de la madre como del riesgo de
fusin con ella. Su funcin es la de mantener unidos y a la vez separados a ambos para permitir el
despliegue de las capacidades psquicas del nio.
De los objetos transicionales se llega al juego, luego al juego compartido y luego a las experiencias
culturales. El espacio potencial es la zona intermedia donde se desarrolla el juego, donde el nio
desarrolla la capacidad creadora como transaccin entre dos necesidades: la de sostener la omnipotencia
de pensamiento y la de colmar la brecha dejada por la desilusin y la frustracin y la inclusin del
principio de realidad. Este espacio se crea porque la madre deja de aportar al nio todo lo que necesita.
El espacio transicional es virtual o potencial pues se crea a medida que se llena. Dicho espacio no puede
crearse si el ambiente es muy intrusivo o muy abandonante, lo que da lugar a dos patologas: intrusiva,
donde la madre invade al nio impidindole su expansin, y abandonante, donde la madre no da soporte

al nio y este queda colgado. La falta de espacio potencial puede ser reemplazada con vaco angustioso o
tendencia a llenarlo con muchos objetos y actividades.
El ambiente facilitador es aquel lo suficientemente flexible como para ir tomando en cuenta los ritmos del
desarrollo individual del nio.
La transicionalidad y el mundo cultural.- La calidad del ambiente temprano brinda la oportunidad para la
creatividad y el despliegue de la ilusin, generando un estilo de vida derivado de la riqueza del mundo
interno y la capacidad para ser original y aportar algo a la cultura.
Toda la experiencia cultural se ubica en el espacio potencial entre individuo y entorno: vivir creador,
juego y experiencia cultural forman una unidad y continuidad.
La cultura como espacio transicional funciona como garante de la salud del sistema social, ante el riesgo
de consolidacin permanente de estructuras institucionales y de poder. Los fenmenos transicionales
motorizan la creatividad y el cambio, preservando tanto la libertad individual como el potencial original de
civilizacin.
Condensado de Abadi Sonia y otros (1997) Desarrollos posfreudianos: escuelas y autores. Buenos Aires: Editorial
Universidad de Belgrano.

ESPACIO VITAL
Generalidades.- Para Kurt Lewin la persona es inseparable del ambiente, y llama Ambiente psicolgico
a todo lo que rodea al individuo; el conjunto del individuo con su ambiente constituye el Espacio vital,
que contiene as la totalidad de hechos que pueden promover y condicionar la conducta; estos hechos
son solo los existentes en un espacio y en un momento dado. Entre los hechos existentes en un momento
dado, el espacio vital es una parte del mismo, constituida por la persona y su medio psicolgico, tal como
existe para ella; pero, adems, existe una multitud de procesos en el mundo fsico o social, que no afecta
el espacio vital del individuo en ese momento, y se denomina Espacio no psicolgico. Entre ambos existe
una tercera zona de hechos o sucesos, llamada Zona limtrofe, constituidas por ciertas partes del mundo
fsico o social que afectan el espacio vital (pginas 48-49).
Bleger Jos (1965) Psicologa de la conducta. Buenos Aires: Eudeba. 3 edicin.

ESQUEMA
Definicin.- Un esquema para la psicologa cognitiva es: a) un conjunto almacenado de conocimiento
con el que interacta la informacin entrante; b) tiene una estructura interna consistente que organiza la
informacin entrante en forma particular; c) engloba informacin genrica prototpica, de forma que los
casos especficos se procesan utilizando el apropiado prototipo esquemtico para imponer estructura; y
finalmente, d) que es de naturaleza modular de forma que la activacin de una parte tender a producir
la activacin de la totalidad.
Greenberg L. Y otros, Facilitando el cambio emocional, Barcelona, Paids, 1996, pgs. 67-68.

Generalidades.- Los esquemas pueden considerarse como modelos internos sobre aspectos del self y
del mundo, que los individuos utilizan para percibir, codificar y recuperar la informacin. Se van
desarrollando a travs de las numerosas experiencias particulares, y son adaptativos, desde el momento
en que facilitan un procesamiento de la informacin ms eficaz.
Robins A y Hayes A., Una valoracin de la terapia cognitiva, includo en Mahoney M (ed), Psicoterapias cognitivistas y
constructivistas, Descle de Brower, Bilbao, 1997, pg. 64.

Clasificacin.- Los esquemas pueden ser centrales y perifricos. Se ha sugerido que los esquemas se
pueden organizar jerrquicamente: algunos se refieren al sentido bsico de la propia identidad desde una
perspectiva ms perifrica (por ej si alguien me rechaza, soy menos persona), y otros desde una ms
central (por ej no merezco ser amado), siendo estos ltimos ms resistentes al cambio y con mayor
tendencia a autoperpetuarse.
Robins A y Hayes A., Una valoracin de la terapia cognitiva, includo en Mahoney M (ed), Psicoterapias cognitivistas y
constructivistas, Descle de Brower, Bilbao, 1997, pg. 75.

Definicin.- Estructura cognitiva que desarrolla el individuo para abordar una clase especfica de
situacin en su ambiente.
Vander Zanden James, Manual de Psicologa Social, Barcelona, Paids, 1986, pg. 619.

Esquema cognitivo.- Representacin mental estereotipada (tpica) ms o menos estable asociada a


ciertas situaciones o actividades.
Belloch A y otros, Manual de Psicopatologa, Volumen I, Madrid, McGraw-Hill, 1995, pg 87.

Esquema disfuncional.- Los esquemas disfuncionales seran esquemas que predisponen al sujeto con
trastornos emocionales a percibir las situaciones en trminos de prdida, peligro u otro tipo de amenaza
al self (Robins A y Hayes A., Una valoracin de la terapia cognitiva.

Mahoney M (ed), Psicoterapias cognitivistas y constructivistas, Descle de Brower, Bilbao, 1997, pg. 64-65.

Esquema emocional.- Las emociones han sido estudiadas desde el punto de vista de la expresin
(como expresamos nuestras emociones en la accin), y desde el punto de vista de la experiencia
emocional (qu sentimos).
Desde este ltimo punto de vista, la psicologa cognitiva distingue los esquemas emocionales, o
esquemas que se activan automticamente e influyen directamente sobtre nuestras acciones en tres
niveles de procesamiento sucesivos: sensorio-motor (proporcionan informacin sensorial no proposicional
y tendencias a la accin expresivas, operando sin control voluntario), mnmico o de recuerdo (de tipo
semntico, proporciona informacin sobre experiencias similares pasadas), y finalmente conceptual
(basado en el pensamiento proposicional, conciente y volitivo sobre los acontecimientos emocionales).
Greenberg L. Y otros, Facilitando el cambio emocional, Barcelona, Paids, 1996, pgs. 73-74.

Generalidades.- El modelo cognitivo acepta que el estado de nimo influye en las cogniciones y
viceversa, y que estas a su vez sobre la conducta. Por ejemplo las cogniciones inquietantes pueden
generar situaciones estresantes.
Robins A y Hayes A., Una valoracin de la terapia cognitiva, includo en Mahoney M (ed), Psicoterapias cognitivistas
y constructivistas, Descle de Brower, Bilbao, 1997, pg. 65.

Definicin.- Denominacin creada por J. Piaget para explicar la maduracin mental de los nios y, en
general, la progresin intelectual de cualquier individuo. Los esquemas son modos de observar el mundo
que organizan las experiencias anteriores y suministran un marco para comprender las experiencias
futuras. Se comienza con esquemas simples (por ejemplo, chupar) y se acaban construyendo y
adquiriendo otros hasta formar una amplia gama de conocimientos. Se trata de un proceso de asimilacin
de nuevas experiencias a esquemas anteriores y de acomodacin de los existentes, de modo que se
ajusten a las experiencias nuevas. Cuando no se pueden asimilar experiencias nuevas porque no se
ajustan a los viejos esquemas, es posible que stos cambien para acomodarse a la nueva situacin.
Farr Mart J (1999) Diccionario de psicologa. Barcelona: Ocano.

Generalidades.- En un ejemplo de Schank, se pide a una computadora que comprenda la frase "Juan
vio una gran piedra rodar hacia su casa". Para saber si comprendi, debe agregar otra frase como
"comenz a llorar", etc. Para poder 'comprender' tiene que acumular una gran cantidad de informacin
sobre significados del lenguaje natural (saber que una piedra es peligrosa, qu significa llorar, etc.).
Para resolver este problema, los investigadores de IA (Inteligencia Artificial) recurrieron a la nocin de
esquema (Piaget ya lo haba usado).
Un esquema es una estructura de conocimientos que se agruparon por abstraccin inductiva, formando
una unidad mnmica relativamente independiente. Ej: el esquema "cara" est formado por ojos, nariz,
etc., el esquema "comprar" por comprador, vendedor, producto o servicio, etc.
Los esquemas tienen cuatro propiedades:
a) Son una abstraccin prototpica: una cara es ojos, nariz, boca, etc.
b) Se inducen a partir de la experiencia: despus de haber visto muchas caras.
c) Pueden organizar la informacin ingresante en grupos de conocimientos: al ver un rostro consultamos
el esquema 'cara' y sabemos qu buscar en l.
d) Si falta informacin en el input, se infiere a partir de los valores "por defecto" del esquema: si no veo
la boca, infiero que tiene dos labios. As, funcin muy importante de los esquemas es completar
informacin, permitiendo actualizar la informacin adecuada en el momento preciso. As, los esquemas
intervienen cuando interactan el procesamiento guiado por los datos y el guiado conceptualmente.
A continuacin, se mencionan tres tipos de esquemas:
a) Marcos o esquemas visuales.
b) Esquemas de narracin.
c) Guiones.
Marcos.- Esquemas que permiten interpretar y comprender la experiencia visual. Ej: cuando abrimos la
puerta de una habitacin esperamos encontrar paredes, techo, etc., o sea un mundo presuntivo.
Esquemas de narracin.- O esquemas de episodios, estudiados por Kintsch en el contexto de la
comprensin y recuerdo de narraciones: tienen un argumento o secuencia en la informacin. Ejemplos:
los esquemas naturales (donde esperamos encontrar un desarrollo, un desenlace, un protagonista, etc.),
y otros tipos de esquemas como por ejemplo los informes (introduccin, desarrollo, conclusin).
Condensado de Cabeza, Temas de Psicologa cognitiva III, Publicacin interna de la Ctedra de Psicologa General II de
la Facultad de Psicologa de la Universidad de Belgrano, Buenos Aires, 1999. Captulo 10.

Generalidades.- La nocin de 'esquema' no es nueva, pues ya la utilizaron Piaget en la psicologa


infantil, y Bartlett en psicologa social. La psicologa cognitiva retom ms tarde esta idea en relacin con
estudios sobre inteligencia artificial.

La idea de esquema permite explicar cmo los humanos comprenden en forma eficiente, entendiendo por
'comprensin' un producto construido a partir del input y el conocimiento previo.
A continuacin se indican cinco rasgos generales de los esquemas, comunes a las diversas teoras sobre
los esquemas que se propusieron en psicologa cognitiva.
1. Unidades cognitivas de alto nivel.- Los esquemas son entidades conceptuales compuestas de unidades
ms simples. Ejemplo, el esquema de 'comprar' incluye personajes (vendedor, comprador), objetos
(casas, frutas), acciones (pagar, transferir), y metas (obtener beneficios en vendedor y el comprador).
2. Los esquemas se encajan unos en otros.- El conocimiento puede verse como un conjunto de esquemas
interconectados y constituidos por subesquemas. El esquema 'pagar' es un subesquema de 'comprar', y
este a su vez est incluido en el esquema 'ir al supermercado'. Del mismo modo, el esquema 'cara'
incluye 'ojo' y este a su vez, 'pupila', pero este ltimo no incluye ningn otro esquema, por lo que es
simple o elemental.
3. Actualizacin de los esquemas.- Los esquemas son paquetes de conocimientos prototpicos cuyos
elementos o variables no estn especificados. El esquema 'comprar' contiene variables como comprador,
vendedor, etctera que pueden referirse a muchas personas individuales. Los valores individuales se
'rellenan' segn cada contexto y cada vez que debemos actualizar un esquema para hacer o pensar algo.
4. Carcter multifuncional de los esquemas.- La utilidad terica de los esquemas es amplia, pues permite
explicar la comprensin, la percepcin, la memoria y el comportamiento. Por ejemplo, ste ltimo est
controlado por esquemas y permiten establecer metas, secuencias de acciones (planificacin), etctera.
5. Formacin de esquemas.- Los esquemas se adquieren por experiencia personal en situaciones que se
repiten, y mediante un mecanismo de induccin.
Algunas investigaciones sobre el contexto.- 1) Bartlett (1932) dio a un grupo de estudiantes para leer
una leyenda india, tomndoles luego una prueba de memoria a ver qu recordaban de la leyenda, a los
pocos minutos y al cabo de ciertos meses. Como el relato hace referencia a otra cultura diferente, los
estudiantes cuando recordaron aplicaron sus esquemas conocidos, occidentales, y por ejemplo dieron
ms coherencia al relato, omitieron elementos de escaso significado cultural para ellos, reemplazaron una
canoa por un bote y atribuyeron la aparicin de un fantasma a un delirio del indio.
2) Bransford y Johnson (1973) hicieron un experimento ms controlado. A un grupo les dio un texto para
leer, mientras que a otro les dio el mismo texto pero previamente les dio un dibujo que poda ayudar a la
comprensin del mismo. Resultado: el segundo grupo demostr una mayor comprensin del texto, lo que
mostraba que no basta con una comprensin gramatical, siendo necesario que se activen esquemas de
conocimiento que, como el dibujo, permite integrar y completar la informacin recibida.
En otro experimento se hizo lo mismo, solo que al segundo grupo se le agreg un ttulo al texto, el cual
funcion como esquema para poder comprenderlo mejor.
Resumen de De Vega M (1986) Introduccin a la psicologa cognitiva. Captulo 8, punto 3.3. Partes A y B.

Contenidos de los esquemas.- Existe una gran diversidad de dominios de conocimiento que pueden
representarse mediante esquemas. Prcticamente todos los dominios de la memoria humana se
organizan total o parcialmente en esquemas. Veamos algunos tipos de esquemas.
- a. Esquemas visuales: marcos.- La percepcin visual tiene lugar en varios niveles. Un primer nivel
simple capta caractersticas elementales, como puntos, lneas, etctera. Un segundo nivel capta grupos
de elementos para configurar objetos y escenas, lo que requiere el uso de esquemas interpretativos.
Tales esquemas visuales se llaman 'marcos'. Por ejemplo, el marco de 'habitacin' es un techo, un suelo
y paredes verticales. En este marco se pueden incluir cocinas, baos, livings, etctera.
Los marcos funcionan como los esquemas: generan expectativas (al abrir una puerta esperamos
encontrar una habitacin), permiten interpretar lo que se ve, y mediante el relleno de elementos
ausentes podemos inferir detalles no vistos. Tambin ayudan a memorizar y recordar escenas visuales.
- b. Esquemas situacionales: los guiones.- Los esquemas situacionales se refieren a situaciones donde
hay personajes, objetos y acciones, y fueron estudiados por la teora de los guiones.
As como los marcos permiten comprender escenas visuales, los guiones permiten comprender mejor
historias, ms all del texto explcito.
Un ejemplo es el guin del restaurante, formado por una secuencia de acciones ordenadas (pedir el
men, hacer el pedido, etc). Cada actor ve el guin de distinta forma (el mozo considerar entregar el
men y recibir el pedido). Dentro del guin ir al restaurante hay guiones ms especficos: ir a un
restaurante chino, a uno de lujo, etctera.
En un experimento, se pidi a sujetos que describiesen esquemas como 'ir al mdico' o 'levantarse a la
maana'. Todos describieron ms o menos la misma secuencia: hay estereotipos culturales compartidos,
pero los ingleses y los espaoles hicieron descripciones diferentes. Por ejemplo, el ingls dijo 'entrar en la
consulta' y el espaol dijo 'llegar a la consulta'.
Los guiones tienen tambin un valor prescriptivo, en tanto prescriben situaciones aceptables por
convencin social.
- c. Esquemas de dominio.- Cuando leemos o escuchamos un relato, nos guiamos intuitivamente por un
esquema general: esperamos que haya personajes, localizaciones espaciales y temporales de las

acciones, etctera. Los esquemas de dominio nos sirven para organizar una lectura: introduccin,
desarrollo, desenlace, etctera.
- d. Esquemas sociales.- Los esquemas cognitivos son sociales en dos sentidos: se generan por
interaccin con otras personas, y adems gran parte de nuestros conocimientos se refieren a las otras
personas, o sea, nos proveen marcos de referencia para entender o memorizar situaciones
interpersonales.
Hay esquemas genricos como 'introvertido' o 'atltico' con los cuales captamos a las personas, y cuando
este conocimiento es incongruente no encaja en nuestro esquema, y no la recordamos tan bien. Otros
esquemas se refieren a roles (mozo, padre, mdico, etc) y relaciones (enemigo, amigo, etc). Todos estos
esquemas permiten tener expectativas (por ejemplo, al ver una pareja pensamos que tienen proyectos).
Los temas vitales son otros esquemas sociales que describen el objetivo que una persona desea en la
vida.
Tenemos por ltimo, esquemas que configuran teoras implcitas sobre las situaciones sociales, que
algunos tambin llamaron ideologas y sistemas de creencias.
- e. Esquemas de autoconcepto.- Son esquemas sociales de un tipo muy especial, pues se relacionan con
el conocimiento de nosotros mismos: habilidades, fracasos, xitos, preferencias, carcter, etctera.
Cuando se pide a un sujeto que relacione un texto consigo mismo, tiende ms a recordarlo que si lo
hubiera relacionado con otras personas. El autoconcepto parece guiar el procesamiento de todo tipo de
informacin, y las diferencias de un individuo a otro son grandes: algunos se consideran muy
independientes, otros no tanto, etctera.
Un esquema de autoconcepto es por ejemplo el sexo, que se establece desde los 3 aos, donde el sujeto
comienza a percibirse como hombre o mujer, y ser integrado a los otros esquemas de autoconcepto.
- f. Conclusiones.- Los esquemas determinan nuestra comprensin del mundo, como se vio. Y los
fenmenos difciles de integrar en nuestros esquemas resultan inslitos, irracionales o misteriosos.
Resumen de De Vega M (1986) Introduccin a la psicologa cognitiva. Captulo 8, punto 3.3. Parte C.

Esquema corporal.- 1. Estructura requerida que codetermina la imagen corporal de una situacin dada.
2. Conocimiento sensorial del propio cuerpo adquirido por experiencia, que excluye la formacin
kinestsica de los movimientos dirigidos al exterior. Pauta de la cenestesia. 3. Autoconciencia del propio
cuerpo.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

ESQUIZOIDE
Relaciones objetales esquizoides.- La violenta escisin del yo y la excesiva proyeccin, hacen que la
persona hacia la cual se dirigen esos procesos, sea sentida como perseguidor. Como la parte odiada del
yo se dirige hacia la persona amada, eso tambin genera culpa, pero una culpa desviada hacia el otro.
Otro rasgo de la relacin objetal esquizoide, es su naturaleza narcisista: al proyectarse el ideal del yo
en otra persona, sta es amada y admirada, pues contiene partes del propio yo. Lo mismo pasa al
proyectarse aspectos malos en el otro, pues tambin contiene partes del propio yo, aunque sean malos.
Cuando estas proyecciones son excesivas, crean rasgos obsesivos por controlar al objeto. Tambin
puede ocurrir una reparacin, ante la culpa de estar destruyendo partes del propio yo proyectados en el
otro.
Todo ello puede conducir a unirse compulsivamente a alguien o a huir de l, para prevenir
respectivamente, una intrusin destructiva en l o una peligrosa reparacin.
Otro rasgo de la relacin esquizoide, es su artificialidad y falta de espontaneidad.
La proyeccin influye sobre las relaciones de objeto, la actividad y la personalidad. Por ejemplo, el
sentimiento de soledad y el temor a separarse, que estn ligados entre s. La frustracin producida por
una separacin, aumenta la agresin hacia el objeto y el temor a destruirlo, al mismo tiempo que el
objeto interno tambin corre peligro, con lo cual el yo se siente vaciado, solo.
Condensado de Klein Melanie (1946) Nota sobre algunos mecanismos esquizoides. Artculo incluido en Klein M, Obras
Completas, Tomo 3. Buenos Aires: Editorial Paids, 1983.

Algunas defensas esquizoides.- El retraimiento, la frialdad y su narcisismo tornan difcil el


tratamiento de los enfermos esquizoides. Su escisin le impide contactarse adecuadamente con el
analista: no comprende, por ejemplo, las interpretaciones.
Al respecto Klein habla de un paciente que empez manifestando ansiedad, envidia, etc., y que, cuando
se le interpret que esos efectos iban dirigidos al analista, cambi de actitud y humos y se torn
indiferente e inexpresivo. El paciente escindi aquellas partes de su yo que senta peligrosas y hostiles
hacia el analista, y dirigan sus impulsos destrocitos desde el objeto hacia el yo, con lo cual partes de
ste dejaron temporalmente de existir: en su fantasa inconciente era como la aniquilacin de parte de
su personalidad.
Volviendo a interpretar con esta nueva base, el paciente empez a reaccionar emotivamente y dijo que
se senta ms integrado.

La escisin y destruccin de parte del yo, es un importante mecanismo esquizoide, realizado bajo la
presin de la ansiedad y la culpa. En el tratamiento de estos fenmenos se genera depresin, seguida
por perodos de mayor integracin, y consecuentemente, cambios fundamentales en las relaciones de
objeto.
Condensado de Klein Melanie (1946) Nota sobre algunos mecanismos esquizoides. Artculo incluido en Klein M, Obras
Completas, Tomo 3. Buenos Aires: Editorial Paids, 1983.

Ansiedad latente en pacientes esquizoides.- Vemos en estos pacientes frialdad y falta de ansiedad
que obstaculizan el anlisis y que en rigor es solo aparente. La ansiedad de estos pacientes pasa por el
temor a estar desintegrado, a ser fro, a perderlos propios objetos. Es una ansiedad latente que se
mantiene as por dispersin, y no debe confundirse con la angustia latente.
En la interpretacin que busca la sntesis del yo escindido, va tornndose ms manifiesta la ansiedad, lo
cual es bastante arduo, pues al comienzo slo podemos tomar contacto con los contenidos ideacionales
o intelectivos de la ansiedad, pero aun no despertar la ansiedad misma.
Condensado de Klein Melanie (1946) Nota sobre algunos mecanismos esquizoides. Artculo incluido en Klein M, Obras
Completas, Tomo 3. Buenos Aires: Editorial Paids, 1983.

ESTADIO DEL ESPEJO


Generalidades.- Lacan destacar el carcter estructural, en vez del carcter histrico o temporal, del
estadio del espejo: es una instancia estructurante del psiquismo y representa la lgica de lo imaginario.
Este estadio del espejo es concebido por Lacan como formador de la funcin del yo.
En un primer momento el niito confunde la imagen del espejo con otro ser real. En un segundo
momento diferencia el ser real de la imagen, y en un tercer momento se identifica con la imagen,
constituyndose as el yo del narcisismo primario. El infante encuentra 'su forma', su yo, en la imagen del
espejo, una forma alienada y anticipada de una totalidad imposible que es amada narcissticamente: el
yo imaginario.
Si pusiramos en el lugar del otro a la madre y a su mirada, se puede decir que, en tanto el infante se
identifica con el falo imaginario, cumple con el deseo de completud de ella. La relacin que establecer el
yo con el otro es ambivalente, es decir de amor y odio.
Condensado de Abadi Sonia y otros (1997) Desarrollos posfreudianos: escuelas y autores. Buenos Aires: Editorial
Universidad de Belgrano.

ESTADO DE NIMO
Definicin.- 1. Condicin emocional en la que se manifiestan modificaciones pronunciadas; eco de una
reaccin emocional, con o sin recuerdo de la experiencia o estmulo originarios. 2. Estado interno que
dispone a cierta clase de respuesta emocional: deprimido, alegre, triste.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Definicin.- Un estado de nimo (o humor) es una emocin generalizada y persistente que colorea la
percepcin del mundo. A diferencia del afecto, que se refiere a cambios ms fluctuantes en el tiempo
emocional, el estado de nimo se refiere a un clima emocional ms persistente y sostenido.
American Psychiatric Association (1995) Manual diagnstico y estadstico de los trastornos mentales (DSM-IV).
Barcelona: Masson.

Definicin.- Es una emocin sostenida y persistente, experimentada y expresada de forma subjetiva


por el paciente y observada por los otros; entre los ejemplos se incluyen la depresin, la euforia, o la ira
(pgina 314).
Kaplan H, Sadock B y Grebb J (1997) Sinopsis de psiquiatra. Buenos Aires: Editorial Mdica Panamericana. 7 edicin.

Estado de nimo y alimentacin.- La vitalidad, motivacin, energa, buen humor y dinamismo


intelectual no dependen slo de los genes o el estilo de vida, sino de lo que se come y cmo se come.
Segn los expertos del Centro Clavesalud (Madrid), lo que se come o deja de comer por la maana puede
determinar lo que se siente por la tarde, mientras que de la cena depende que se duerma bien o mal.
Adems, el estado emocional inducido por una comida puede determina lo que se come en la siguiente,
en un crculo vicioso en el cual la comida y el humor se influyen negativamente.
La alimentacin y el estado de nimo. Diario La U, Buenos Aires, 9 de agosto de 2002.

ESTANDARIZACIN
Definicin.- En psicometra, es "la definicin de puntuaciones significativas comparados con el
rendimiento de un 'grupo de standarizacin' al que se administr previamente el test".
Myers D., Psicologa, Madrid, Editorial Mdica Panamericana, 3ra. edicin, pg. 319.

ESTEREOGNOSIS
Definicin.- Es la facultad para identificar a los objetos por el manejo de ellos sin mirarlos La
estereognosis deteriorada es un signo temprano de dao en la corteza cerebral y algunas veces ocurre en
ausencia de cualquier defecto en la sensibilidad tctil y de presin cuando hay una lesin en el lbulo
parietal posterior a la circunvolucin posrrolndica (pg. 100).
Ganong William (1980) Manual de fisiologa mdica. Mxico: El Manual Moderno. 7 edicin.

ESTEREOTIPO
Definicin.- Generalizaciones acientficas, y por ende poco confiables, que un individuo hace acerca de
otro individuo o grupos; cuadro mental que nos forjamos de un persona o grupo de personas
particulares.
Vander Zanden James, Manual de Psicologa Social, Barcelona, Paids, 1986, pg. 619.

ESTIGMA
Estigmatizacin de los pacientes.- Propsito: Se supone comnmente que las reformas en el sector
de la asistencia psiquitrica han contribuido a reducir el estigma que acompaa a la enfermedad mental.
Para examinar si existe una relacin entre el sistema de atencin psiquitrica y la estigmatizacin de los
pacientes, comparamos las actitudes pblicas hacia los pacientes con trastorno mental en tres pases en
fases diferentes de progreso en la reforma psiquitrica. Mtodos: Se realizaron encuestas de poblacin
sobre las actitudes pblicas hacia los pacientes con trastorno mental en Novosibirsk (Rusia) y Bratislava
(Eslovaquia). Los datos se compararon con los de una encuesta de la poblacin que se haba llevado a
cabo haca poco en Alemania. En las tres encuestas se utiliz el mismo procedimiento de muestreo y la
misma entrevista estructurada. Se obtuvo la actitud pblica hacia los parientes con trastorno mental
utilizando una Medida de la Percepcin de la Devaluacin y la Discriminacin. Resultados: Los pacientes
psiquitricos se enfrentan a un rechazo considerable en los tres lugares en cuestin. En conjunto, el
grado de devaluacin y de discriminacin percibidas era similar en todos los pases, con una tendencia
significativa pero marginal a una devaluacin ms fuerte de los pacientes con trastorno mental en
Alemania.
Schomerus G y otros, Actitudes pblicas hacia los pacientes con trastorno mental: una comparacin entre Novosibirsk,
Bratislava y varias ciudades alemanas. EUROPEAN PSYCHIATRY. 2006 OCT; 21(7).

Estimagmatizacin y valores personales.- Objetivos: Investigar la relacin de respuestas en la escala


del valor de Schwartz de la distancia social preferida a una persona con esquizofrenia o depresin. Se ha
investigado en varios contextos la influencia de las prioridades del valor personal en la discriminacin,
pero raramente con referencia a la distancia social hacia aquellas con enfermedad mental.
Mtodo: Estudiantes universitarios (n=200) completaron la escala del valor de Schwartz, as como una
medida de creencias sobre la enfermedad mental y la distancia social preferida con referencia a una
ilustracin que describe a una persona con esquizofrenia o depresin.
Resultados: En consonancia con los resultados anteriores, los encuestados indicaron una preferencia por
una mayor distancia social para la esquizofrenia que para la depresin, y las creencias sobre la
probabilidad de un comportamiento socialmente inapropiado y el peligro correlacionaron con la distancia
social. La orientacin de valor de auto-trascendencia fue un predictor independiente significativo de la
preferencia de una distancia social menor. Estos resultados no fueron influenciados por un sesgo de
deseabilidad social.
Conclusiones: La orientacin del valor hace una contribucin significativa a la prediccin de la distancia
social hacia aquellos con enfermedad mental. Al parecer se requiere de una evaluacin de las
intervenciones basadas en el valor, para reducir tal discriminacin.
Ross MG Norman; Richard Sorrentino; Deborah Windell...(et.al) Son importantes los valores personales en la
estigmatizacin de las personas con enfermedad mental? CANADIAN JOURNAL OF PSYCHIATRY. 2008 DIC;
53(12):848856.

Autoestigma en salud mental y/o drogodependencias.- Se ha llevado a cabo un estudio cualitativo


basado en un enfoque etnogrfico durante un periodo de tres meses, en diversos centros de la red de
recursos de salud y atencin al drogodependiente en la ciudad de Palma de Mallorca. Mediante una
eleccin aleatoria y voluntaria de los participantes en los centros, se pretende conocer la influencia del
autoestigma asumido por estas personas, relacionndolo con su nivel de desempeo psicosocial y
ocupacional.
Mediante el relato de estas personas, se conocen las necesidades que ellos mismos detectan sobre su
persona y cmo les influye la concepcin que la sociedad tiene acerca de su enfermedad y/o
dependencia.

Se establecen cuatro grupos objeto de estudio: personas con enfermedad mental sin consumo de
sustancias, personas con drogadiccin sin enfermedad mental, personas con patologa dual y, finalmente,
personas con enfermedad mental y consumo espordico de sustancias. Se pretende conocer la relacin
entre el entorno e historia de vida con la autoestima y la volicin.
Con el fin de contrastar sus limitaciones, asumidas en parte a causa de los obstculos impuestos por la
sociedad, se realizan entrevistas a la poblacin general donde se determinan los pensamientos de la
misma sobre estas personas.
El estigma social, genera un autoestigma en la persona y limita su desempeo ocupacional. La persona
con enfermedad mental y/o problemas de drogadiccin requiere del apoyo de su entorno para proponerse
y alcanzar metas y objetivos. La falta de autoestima alimenta la disfuncin ocupacional y en consecuencia
la recuperacin o rehabilitacin de la persona.
Cristina Gmez Muoz. Autoestigma en salud mental y/o drogodependencias: Funcionamiento ocupacional. Una visin
holstica de la persona. REVISTA GALLEGA DE TERAPIA OCUPACIONAL. 2009 SEP;(10)

ESTILO
Definicin.- Manera caracterstica de hacer las cosas, modo, forma. La psicologa se interesa por el
estilo cognitivo (el estilo de pensamiento) y por el estilo educacional (modo, forma de educar), entre
otros muchos. Se entiende por estilo cognitivo la manera particular o caracterstica con la que cada
individuo elabora la informacin. El estudio del estilo cognitivo enlaza necesariamente varias disciplinas
dentro de la psicologa como son la psicologa de la percepcin, la psicologa del pensamiento y la
psicologa de la personalidad. Por otro lado, el estilo educacional es la forma ms o menos unitaria de
conducta educativa configurada por caractersticas pedaggicamente relevantes. Este estilo depende
principalmente de dos factores: de las ideas normativas ms o menos dominantes y concientes del
educador, y de la situacin educativa vigente. Podemos entender el estilo educativo de dos formas
diferentes: estilo educacional, como estilo particular, individual (de un determinado profesor), y estilo
educacional, como estilo colectivo (modo de comportamiento educativo de diferentes sociedades o
estamentos).
Farr Mart J (1999) Diccionario de psicologa. Barcelona: Ocano.

Estilo del terapeuta.- Conjunto de caractersticas estables a lo largo del tiempo, determinado por su
modo personal de comunicarse, por los acontecimientos vitales y significativos de su vida, y por sus
identificaciones con profesionales que toma como modelo. El estilo personal del terapeuta se aprecia
cuando ejerce ciertas funciones, que son seis: 1) Instruccional: implementar una serie de instrucciones al
paciente para poner en marcha el dispositivo teraputico. Por ejemplo, recomendacin de puntualidad.
Puede ser flexible o rgido. 2) Atencional: como presta atencin a las producciones del paciente. Puede
ser amplia o focalizada. 3) Evaluativa: como evala el avance de la terapia. Puede centrarse en los
procesos o en los resultados. 4) Expresiva: como exterioriza y comunica sus afectos. 5) Operatoria: como
implementa las estrategias teraputicas. 6) Compromiso: en relacin al cumplimiento de su tarea.
El estilo del terapeuta se adapta a cada paciente: puede ser animoso ante una paciente depresivo,
reflexivo ante un balance del paciente de su vida. Puede adoptar segn el caso actitudes persuasivas,
directivas, contenedoras, etc, segn cada paciente lo requiera.
Fernndez lvarez H (1998), Clases de Mtodos y tcnicas psicoteraputicas. Ctedra de Mtodos y tcnicas
psicoteraputicas. Buenos Aires, Universidad de Belgrano.

Estilo de vida.- Segn Alfred Adler, cada individuo desarrolla una forma nica de luchar por la
superioridad, y esto se llama estilo de vida. Los cuatro principales estilos son: dominante (agresivo, poco
social), obtenedor (siempre pide, nunca da), evitativo (escapa a los problemas de la vida y no afronta
desafos) y til socialmente (con mucho inters social y actividad social). El estilo de vida es infludo por
factores como la constelacin familiar (por ejemplo el orden de nacimiento: primognito, etc) y la
atmsfera familiar (calidad de las relaciones emocionales entre los miembrso de la familia).
El estilo de vida resulta de una combinacin de dos factores: la orientacin hacia el objetivo interno del
individuo con sus finalismos ficticios particulares, y las fuerzas del ambiente que ayudan, impiden o
alteran la direccin del individuo.
Engler Barbara, Introduccin a las teoras de la personalidad. Mxico: McGraw-Hill, pg. 105-108.

Estilo cognitivo.- El estilo cognitivo es, en psicologa, el modo habitual de procesar informacin y de
utilizar los recursos cognitivos, como la percepcin, la memoria, el procesamiento... Es muy importante la
ausencia de asociacin entre estilo cognitivo e inteligencia, ya que es esta ausencia de relacin la que
justifica la existencia de los estilos; es decir, el CI no correlaciona con uno u otro estilo cognitivo. Lo que
los estilos cognitivos explican son las diferencias individuales en la actuacin de los procesos cognitivos y
por ello son un componente de la personalidad.
http://es.wikipedia.org/wiki/Estilo_cognitivo

Estilo cognitivo y depresin.- Los estilos cognitivos negativos se han mostrado como eventualmente
pronosticadores de la depresin inicial y recurrente. La investigacin tambin ha comenzado a sugerir
que los estilos cognitivos pueden estar asociados con el curso de la depresin. Este estudio examin si el
riesgo de depresin inicial tambin predice el curso de una depresin en un diseo eventual. Participaron
159 sujetos inicialmente no deprimidos, quienes experimentaron un episodio depresivo mientras suceda
el estudio fueron seguidos eventualmente durante 2.5 aos. Cuatro indicadores del curso de la depresin
fueron evaluados desde las entrevistas de diagnostico y los cuestionarios administrados cada 6 semanas,
la severidad y la duracin de los episodios y la cronicidad de la depresin experimentada. Los
participantes con un alto riesgo cognitivo experimentaron ms episodios de depresin, episodios ms
severos, y cursos ms crnicos que los participantes de bajo riesgo. No hubo diferencias en el riesgo
durante los episodios. La muestra de este estudio fue elegida para incluir individuos con vulnerabilidad
cognitiva alta y baja a la depresin, limitando potencialmente la generalizacin de los hallazgos a otros
individuos. Tambin, el estudio incluy algunos participantes con una historia pasada de depresin.
Iacoviello B y otros, El curso de la depresin en individuos con riesgo cognitivo alto y bajo para la depresin. Un
estudio prospectivo. J AFFECT DISORD. 2006 JUL;93(1)

Estilo de vida y salud.- Para las cinco primeras causas de muerte, el estilo de vida es el que tiene
mayor incidencia entre los cuatro factores del modelo sanitarista canadiense (los otros tres son el factor
gentico, el ambiental y la atencin mdica).
El enfoque individualista sobre estilos de vida, que considera la salud como responsabilidad individual, es
insuficiente, porque el estilo de vida est determinado por fuerzas sociales y culturales. Desde un
enfoque psico-social, diferentes estilos de vida se asocian a diferentes patologas: el estilo parroquial,
ms familiar y conservador, y el mundano, ms individualista e innovador. Asimismo, la personalidad tipo
A (siente ms el estrs, se propone grandes objetivos en poco tiempo, etc) registra mayor incidencia de
enfermedades cardacas.
El estilo de vida se manifiesta en tres aspectos: material (vivienda, comida, vestimenta, etc), social
(familia, asociaciones religiosas, etc) e ideolgico (ideas, valores, creencias y respuestas frente a sucesos
de la vida).
Condensado de Pedersen D (1996) Estilos de vida y salud.

Tres reas crticas en el anlisis de la relacin estilo de vida / salud-enfermedad.- Son las
conductas frente al proceso de salud-enfermedad, los modelos explicativos del empleo de servicios de
salud, y las redes sociales de apoyo.
1) Conductas frente al proceso de salud-enfermedad.- Abarcan desde el autocuidado hasta el uso de
tecnologas complejas, pasando por los recursos populares. La eleccin est influida a veces por la
familia. Latinoamrica es multicultural en este sentido, pues coexisten terapias tradicionales con terapias
modernas. En este contexto, Chrisman present un modelo de proceso de bsqueda de la salud:
Factores culturales
Definicin de los
sntomas

Factores sociales
Cambios de rol.
Consulta laica /
referencial.

Integracin socio-cultural
Accin teraputica
Seguimiento o
rechazo del
tratamiento

La definicin del sntoma surge de la percepcin de la desviacin de la norma cultural. La familia tambin
interviene y el sujeto asume o no el rol de enfermo. La consulta laica son con otras personas, familiares o
no, que ayudan a identificar el tratamiento, y forman una compleja red social de apoyo. Las acciones
teraputicas pueden ser tradicionales (oracin, ejercicios, etc) o de otro tipo.
2) Modelos explicativos del empleo de servicios de salud.- Cada modelo atiende diferentes aspectos. Al
modelo demogrfico le interesa la edad, el sexo, etc. Al sociocultural le interesa la educacin, la
ocupacin, etc. Al psicosocial le interesan las creencias y valores. Al econmico el nivel de ingresos, las
ofertas y demandas. Y al organizacional, los sistemas mdicos, etc.
Hoy el enfoque psicosocial se centra en el Modelo de Creencias de la Salud o HBM (Health Belief Model)
como medida del comportamiento preventivo, basado en tres comportamientos:
De Salud (lo que hace para prevenir o detectar lo asintomtico)
De Enfermedad (lo que hace para diagnosticar y buscar como cura)
De Enfermo (lo que hace para curarse)
El modelo HBM tiene cuatro componentes:
a) La susceptibilidad percibida (riesgos subjetivos de enfermar).
b) La severidad percibida (de la gravedad de la enfermedad).
c) Los beneficios percibidos (dependen ms de las creencias que de cuestiones objetivas).
d) Seales para la accin (factores detonantes de una accin percibida como necesaria).

Percepciones
individuales

Susceptibilidad
percibida y
severidad
percibida de la
enfermedad X

Factores de
cambio

Accin
probable

Edad,
personalidad,
instruccin, etc

Balance beneficios
vs. barreras

Amenaza
percibida de la
enfermedad X

PROBABILIDAD
DE TOMAR UNA
ACCION
PREVENTIVA

Seales detonantes
como recordatorio del
mdico, lectura de
artculos, etc

3) Redes sociales de apoyo o sistemas de soporte.- Son respuestas sociales a las situaciones de estrs o
eventos de la vida como divorcios, desocupacin, migraciones, etc, que parecen provocar patologas
especficas.
Las redes sociales son fuerzas a tener en cuenta en un estudio epidemiolgico, lo que lleva no a estudiar
enfermedades sino poblaciones definidas que experimentan el estrs y que tienen por tanto mayor riesgo
de enfermar. El formar redes sociales de apoyo reduce este riesgo. La ruptura de vnculos sociales est
asociada a una mayor susceptibilidad a enfermar. El sanitarista debe valorar las redes sociales de apoyo.
Condensado de Pedersen D (1996) Estilos de vida y salud.

ESTMULO
Definicin.- Todo agente fsico o qumico capaz de producir una respuesta en un organismo viviente.
Habitualmente se los clasifica en exteroceptivos (provenientes del ambiente, como un rayo luminoso o un
sonido) e interoceptivos (dolor, etc). En psicoanlisis son especialmente importantes el objeto y la
palabra (estmulos externos) y las pulsiones (estmulos internos).
Cazau P (2000) Vocabulario de Psicologa. Buenos Aires: Redpsicologa.

Generalidades.- Forma de interaccin entre el ser vivo y el medio, es el agente, condicin o energa
capaz de provocar una respuesta en un organismo determinado.
En el campo de la psicologa, los estmulos estn unidos al proceso de aprendizaje, ya que a travs de
ellos se desencadenan conductas especficas. La disminucin o desaparicin de una respuesta ante un
determinado estmulo es la forma ms elemental de aprendizaje. Todo estmulo requiere de una
intensidad para poder ser percibido. Existen seis clases: mecnicos, trmicos, pticos, acsticos,
qumicos y elctricos. Debido a que afectan a los rganos sensoriales, presentan una gran variedad de
formas.
En psicologa social, es cualquier fenmeno cuya presencia provoca en el organismo una reaccin
diferente a la que provocara en su ausencia. En sociologa se habla de "estmulos sociales" como
aquellos que generan una respuesta en el individuo como miembro de grupo. Estmulos sociales son la
opinin pblica, los usos y costumbres, los fenmenos de masas y otros.
"Estmulo" Enciclopedia Microsoft Encarta en lnea 2001
http://encarta.msn.es 1997-2000 Microsoft Corporation. Reservados todos los derechos.

Estmulo condicionado.- El EC es un estmulo neutro que, tras su asociacin con un estmulo no neutro
o incondicionado (provoca en forma natural una respuesta incondicionada), elicita una respuesta
particular: la respuesta condicionada RC.
Belloch A y otros, Manual de Psicopatologa, Volumen I, Madrid, McGraw-Hill, 1995, pg. 88.

Estmulo condicionado.- Estmulo previamente nuetral, que adquiere la propiedad de provocar una
determinada respuesta al ser apareado con el estmulo no condicionado.
Vander Zanden James, Manual de Psicologa Social, Barcelona, Paids, 1986, pg. 614.

Estmulo incondicionado.- El EI es un estmulo que provoca una respuesta natural o incondicionada


(respuesta incondicionada, RI) sin necesidad de condicionamienro previo. Por ejemplo, un ruido muy
fuerte provoca una respuesta de susto.
Belloch A y otros, Manual de Psicopatologa, Volumen I, Madrid, McGraw-Hill, 1995, pg. 88.

Estmulo incondicionado.- Estmulo no aprendido que produce naturalmente una respuesta.


Vander Zanden James, Manual de Psicologa Social, Barcelona, Paids, 1986, pg. 619.

ESTRATEGIA
Estrategia cognoscitiva.- Gagn distingue habilidades de primer orden (habilidades para manejar
datos y conceptos, como las aptitudes verbal, matemtica, para el razonamiento lgico, para las
relaciones espaciales, etctera), y habilidades de segundo orden o estrategias cognoscitivas (regulan al
propio procesamiento de la informacin, como por ejemplo atencin y percepcin selectiva, codificacin
para almacenar informacin, recuperacin, y solucin de problemas). Estas estrategias cognoscitivas
regulan y dirigen las propias condiciones de aprendizaje y por ello dan cuenta del mtodo y grado de
sistematizacin del trabajo intelectual. Ellas incidirn sobre la forma en que un sujeto aprende a
aprender, a recordar y, en suma, a pensar en forma reflexiva y analtica para obtener ms conocimiento
del mundo y de s mismo.
Condensado de Gonzlez G (1987) Temas de Psicologa Cognitiva (II. Pensamiento. Captulo 4). Buenos Aires: Tekn.

ESTROBOSCOPIO
Definicin.- (Psicologa Experimental) Aparato que se utiliza para presentar una rpida serie de
exposiciones de secuencias relacionadas de estmulos visuales. Tienen importancia dos ilusiones que se
producen: a) Si las escenas presentadas se relacionan pero difieren muy poco entre s, se produce una
ilusin de movimiento continuo, que ocurre como en el cinematgrafo, y con los dibujos animados. b) Si
el estmulo se muevo continua y peridicamente pueden aparecer como lentamente descendientes,
detenidos, o que se invierta la direccin de su movimiento, como ocurre con los discos estroboscpicos.
La Ilusin Estroboscpica es el movimiento aparente de un objeto o de un hecho que se presenta a la
vista o al tacto mediante una serie de impresiones discretas que van indicando una sucesin de adelantos
en el movimiento progresivo del objeto o del hecho.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Generalidades.- Instrumento que permite observar una parte movible de un mecanismo cuando est
en rpido movimiento. Una luz intermitente hace posible ver la parte momentneamente en distintas
posiciones sucesivas de su movimiento. Las imgenes que se perciben no son en realidad consecutivas,
separadas cada una de ellas de la subsiguiente por uno o ms ciclos completos de movimiento; el efecto,
en consecuencia es, podramos decir, de cmara lenta. En vez de luz intermitente puede obtenerse una
visin intermitente del objeto mirndolo a travs de una ranura en un disco rotatorio, la velocidad del
cual puede ser variada (Speck, 1966:137).
Speck G (comp) (1966) Diccionario cientfico ilustrado. New York: Editors Press Service.

ESTRUCTURA
Definicin.- En psicologa, estructura es un modo de designar la idea de que las partes del conjunto
mental estn en relaciones definidas. Al comienzo, el estructuralismo en psicologa consisti en
esforzarse por reconstrur los conjuntos mentales mediante la combinacin de elementos considerados
simples como sensaciones, imgenes, sentimientos, etc. Tal es el atomismo psicolgico, al que se
opusieron Bergson en Francia y Dilthey en Alemania. La siguiente concepcin fue la teora de la Gestalt,
cuyos principios son aplicables incluso en la fsica. La teora de la forma rechaza la idea de elementos
simples cuya composicin explicara el todo: es el todo en que da sentido a los elementos.

Lagache D (1968) Estructura en psicologa. Includo en Bastide y otros, Sentidos y usos del trmino estructura.
Buenos Aires: Paids.

En psicoanlisis.- La nocin de estructura en psicoanlisis se puede ver desde dos perspectivas: 1)


Semntica: la interpretacin permite descubrir la estructural del contenido latente, invitando al paciente
a hacer una recomposicin estructural de su discurso, sueo, etc. 2) Personolgica: se consideran
estructuras la primera y la segunda tpica de Freud. La primera distingue dos sistemas (pre-conciente e

inconciente), y la segunda tres (ello, yo, superyo). En ambos casos el aparato psquico es concebido
como una estructura, un modelo conceptual surgido de la experiencia pero distante de ella.

Lagache D (1968) Estructura en psicoanlisis. Includo en Bastide y otros, Sentidos y usos del trmino estructura.
Buenos Aires: Paids.

Generalidades.- En los comienzos de la psicologa se entenda por estructura una combinacin de


elementos que presenta la vida mental, considerada desde un ngulo relativamente esttico pero luego,
sobre todo con la teora de la forma, estructura ya no fue ms una simple combinacin de elementos, y
pas a ser un todo constitudo por fenmenos solidarios, tales que cada uno depende de los otros y no
puede ser lo que es sino en funcin de su relacin con ellos.
Bastide (1968) Qu es estructura?. Includo en Bastide y otros, Sentidos y usos del trmino estructura. Buenos Aires:
Paids.

Definicin.- Es el modo de organizacin permanente ms profundo del individuo a partir del cual se
producen tanto las ordenaciones funcionales normales como las patolgicas. No es una suma de sntomas
sino un ordenamiento interno.
Ms genricamente, estructura es un conjunto de elementos relacionados segn leyes de composicin. La
idea de estructura es heurstica pues permite descubrir lo que no est a la vista.
Segn qu principios de regulacin interna consideremos, tenemos diferentes estructuras. Si tomamos la
organizacin segn la funcin flica, tenemos cierta estructura, si tomamos como principios lo real, lo
imaginario y lo simblico, tendremos otra estructura, si tomamos las instancias del aparato psquico,
otra, y as sucesivamente. La estructura depende del vector de ordenamiento considerado.
Estructura y normalidad.- Bergeret distingue estructura de normalidad. La estructura sera la base ideal
de organizacin estable de los elementos metapsicolgicos constantes en un sujeto. El carcter es el
funcionamiento manifiesto y no mrbido de la estructura. El sntoma aparece cuando la estructura se
descompensa, o sea los factores internos del conflicto se desequilibran.
En este contexto ofrecido por Bergeret, la normatividad es lo caracterstico de la estructura en estado de
normalidad (sin sntomas desestabilizantes). Si en una estructura psictica no hay descompensacin, hay
normalidad, o sea se manifiesta el carcter.
Lunazzi de Jubany H, Lectura del psicodiagnstico.

Segn el psicoanlisis.- Las estructuras, desde un punto de vista psicoanaltico, son configuraciones o
modos de organizacin relativamente estables o duraderas de los procesos mentales, como por ejemplo
la organizacin del psiquismo en un aparato psquico (ello-yo-superyo). Dentro de estas estructuras hay
a su vez sub-estructuras, como por ejemplo las defensas, las relaciones objetales interiorizadas, etc., y,
desde un punto de vista dinmico, dentro de las estructuras hay conflictos. La estructura no es entonces
una suma de sntomas sino un ordenamiento interno, un orden orientado hacia una finalidad, que es la
de estabilizar el psiquismo actuando como mediadora entre los distintos factores etiolgicos (genes,
historia, ambiente, etc).
La organizacin estructural de la personalidad es entonces un ordenamiento interno, que tanto puede ser
normal como patolgico, que se configura como un modo permanente y profundo de resolver las
situaciones conflictivas a las cuales est siempre expuesto el psiquismo. Kernberg distingue tres
organizaciones estructurales amplias: neurtica, lmite y psictica.
Condensado de Kernberg O (1992) Trastornos graves de la personalidad. El Manual Moderno. Captulo 1.

Estructura psquica.- En trminos amplios, generales, se entiende por estructura psquica un conjunto
de determinadas funciones, funcionamientos, procesos psquicos, concurrentes a uno o varios fines
relacionados, y que sean relativamente estables y permanentes, esto es, cuya tasa de cambio o variacin
sea considerablemente menor a la del resto de los procesos psquicos (Aslan, 2006:58).
Hay dos grupos de definiciones: 1) las que denominan estructura psquica a un conjunto de funciones,
procesos psquicos, etc. y 2) las que denominan estructura psquica a una estructura inferida a partir de
esos procesos, funciones, etc. (Aslan, 2006:59).
Las estructuras psquicas han sido clasificadas con diversos criterios. En general se denomina
macroestructuras a las instancias del modelo tripartito, a las grandes relaciones interestructurales, como
por ejemplo, Yo-Supery, que subyacen al carcter, o a representaciones del self, etc.; y
microestructuras, a elementos psquicos individuales organizados, tales como huellas mnmicas,
identificaciones estructurantes, representaciones de objetos, etc. (Aslan, 2006:60).
Aslan Carlos M (2006) Acerca de la estructura, la repeticin, la historia y la temporalidad. Incluido en Fiorini Leticia
(comp) Tiempo, historia y estructura. Su impacto en el psicoanlisis contemporneo. Buenos Aires: APA editorial.

ESTRUCTURA DE SIGNIFICADO
Generalidades.- Fernndez Alvarez desarrolla el tema de las estructuras de significado en el captulo 7
de su libro en los siguientes trminos.

Naturaleza de los significados.- Hay varias formas de entender el significado: como la relacin del
trmino con aquello que designa, o tambin como la relacin de los trminos entre s (De Saussure). Ac
nos interesa su papel en relacin con la conducta humana. Desde esta perspectiva, los significados
tienen un doble carcter: estructural y procesal.
El primero alude a que los significados no estn aislados entre s, sino que forman una estructura que los
interrelaciona y articula. Al mismo tiempo, el carcter procesal est dado porque las estructuras de
significado se organizan y desarrollan por requerimientos dinmicos, elaborando activamente diferentes
contenidos segn la peculiar experiencia de cada sujeto. Los contenidos de estas estructuras formales se
llaman signos.
Dinmica de las estructuras: interaccin externo/interno y evolucin.- Dado que la actividad humana es
una manera peculiar de procesar informaciones siempre renovadas, la experiencia impulsa a los
individuos de modo incesante a cambiar las estructuras de significado. Estos cambios de estructuras son
el resultado de tres tipos de exigencias: a) exigencias que provienen del ineludible intercambio entre lo
interno y lo externo: lo externo ingresa al psiquismo y produce cambios estructurales, que obligan a
cambios internos adaptativos; b) exigencias derivadas del desarrollo vital, o sea se producen cambios de
estructuras de significado debido a la natural transformacin e incremento de la complejidad del
sistema; y c) exigencias de tipo psicolgico, o tendencia de los individuos a interesarse por lo novedoso.
Esto ocurre porque todo conocimiento, una vez alcanzado, impulsa hacia una forma de investigacin que
sobrepasa los lmites de lo que ya ha sido elaborado, con lo cual se producen cambios de estructura de
significado.
Contenidos mentales de las estructuras.- Como todo significado se constituye intersubjetivamente, los
signos que son los contenidos mentales son siempre de carcter social, pero tambin est el
componente psicolgico o personal. En psicoterapia se trata de ver como el paciente emplea sus signos
en cada construccin, como interjuego entre lo social y lo personal.
Los aspectos intelectuales son formales (pensamiento lgico) y creativos (pensamiento imaginativo); son
emocionales (expresivos o externalizados, e intensivos o internalizados); y son evaluativos (que abarca
tanto las autoevaluaciones como las heteroevaluaciones o evaluaciones de los dems).
Circunstancias que rodean la produccin de significados.- Esta produccin ocurre siempre en un
determinado contexto, y uno de ellos es el sociocultural. Por ejemplo, la dinmica familiar depende
mucho del orden macrosocial. La produccin de significados tambin depende del orden biolgico. La
conveniencia de contar con un modelo integrativo de asistencia en salud mental se refuerza en la idea de
poder disponer de todas estas alternativas conjuntamente (sociocultural, biolgica, etc), para seleccionar
la ms adecuada a cada caso, sin necesidad de operar con modelos disyuntivos al mismo tiempo.
Evolucin de las estructuras; desarrollo y completamiento; diferenciacin y complejidad crecientes.- Las
estructuras son moldes que preparan nuestras acciones, y no son esquemas fijos sino que van
evolucionando con el tiempo, planteando cada vez nuevas necesidades y deseos. Las estructuras van
cambiando por influencia de los nuevos conocimientos que se adquieren, progresndose hacia un
completamiento de las estructuras de significado. Este crecimiento ocurre por aumento en la cantidad de
asociaciones y contenidos posibles, pero tambin porque aparecen nuevos elementos, nueva informacin
que producir reestructuraciones en la estructura anterior. En este caso, siempre aparecen resistencias,
como formas de defender la estructura previa.
Resumen de Fernndez lvarez H (1992) Fundamentos de un modelo integrativo en psicoterapia. Buenos Aires:
Paids. Captulo 7.

Clasificacin de las estructuras de significado.- Se pueden clasificar de acuerdo al tipo de


comportamiento que queremos analizar durante la psicoterapia. Los signos que componen una
estructura se nutren de los tres contenidos ya analizados. Ahora veremos como esos contenidos operan
en varias dimensiones que sirven para reflejar los distintos planos de la experiencia, existiendo total
complementacin entre las dimensiones y los planos.
Dimensiones.- Consideramos cuatro dimensiones. a) personal y consensual: lo personal es lo que uno
significa, por ejemplo que los espacios abiertos son peligrosos. Lo consensual es lo que la persona piensa
que piensan los dems sobre los espacios abiertos y su grado de peligrosidad (no confundir con lo
contextual, que es lo que esas otras personas piensan realmente); b) lo digital y lo analgico: los
significados pueden estructurarse en forma digital o analgica. En el primer caso es posible ordenarlos
lgicamente, por ejemplo las palabras, y en el segundo caso no, y sirven a propsitos creativos, como
por ejemplo las imgenes; c) la denotacin y la connotacin: la denotacin es el significado explcito, y
la connotacin lo no explicitado. Entre ambas hay diversos grados de congruencia. Por ejemplo
incongruencia sera decir explcitamente que los hombres son dainos, e implcitamente considerar que
los buenos; d) lo conciente y lo inconciente: relacionado con lo anterior. La mayor parte de nuestras
experiencias permanecen ocultas, son inconcientes, tienen que ver con lo connotado.
Planos.- Las estructuras de significado permiten organizar la experiencia en dos planos principales: las
caractersticas intrnsecas (relacin del sujeto consigo mismo), y las caractersticas de rol (en relacin a
los dems). Caractersticas intrnsecas son por ejemplo potencia, asertividad, persistencia, control,
dependencia, atencin, etc. Caractersticas de rol son por ejemplo las generacionales (hijo, nieto,

sobrino, etc), sexuales (compaero, amante, novio, etc), interpersonales (amigo, alumno, empleado,
etc), de cumplimiento (estudiante, ldico, esttico, laboral), y de actividades (econmico, de asistencia
social, poltico, religioso, etc).
Mapa de los planos que conforman las construcciones.- En el intercambio permanente que sostenemos
con nosotros mismos y con el entorno, nos vemos confrontados con tres cosas: con nuestro propio
cuerpo, con la naturaleza, y con los objetos artificiales creados por el hombre.
Los significados vinculados al cuerpo propio se organizan en dos categoras: constitucin (esquemas de
forma, disposicin y contenido), y funcionamiento. Los esquemas de forma se elaboran por ejemplo a
partir de mirarnos en espejos o fotos, la disposicin alude al funcionamiento (agudeza perceptual,
respiracin, etc).
Significamos nuestro cuerpo y sobre esa base elaboramos las caractersticas intrnsecas (mencionadas
en el punto anterior, como potencia, asertividad, control, etc). Tambin en relacin al cuerpo elaboramos
el plano de los roles (por ejemplo un rol generacional, en base a que el cuerpo de mi padre es mayor
que el mo, por ejemplo).
Este primer orden de composicin de planos de significado que lleva a constituir un esquema corporal se
articula luego con los objetos del entorno, tanto naturales como artificiales.
Resumen de Fernndez lvarez H (1992) Fundamentos de un modelo integrativo en psicoterapia. Buenos Aires:
Paids. Captulo 8.

Jerarqua de las estructuras de significado.- La arquitectura del self se organiza en base a una
sucesin en espiral de construcciones que se extienden desde el nacimiento hasta la muerte. En ella
podemos distinguir nueve momentos o etapas, cada una de las cuales configura un estilo especfico de
significar la realidad. Son las siguientes:
1) Funcin discriminante bsica.- Es la que da lugar a la constitucin inicial del individuo como un
sistema de estructuras de significacin que definen la existencia de lo mismo versus lo otro, o lo propio
versus lo ajeno. Esto sirve para sentar las bases del self, la columna vertebral de la identidad personal.
2) Filiacin y parentesco.- Los significados que aqu se organizan estn vinculados con la necesidad de
estructurar la diferencia de las generaciones, y al mismo tiempo la semejanza de pertenencia
endogrupal. Implica una diferenciacin que no es yo/otro, sino dentro de lo otro (lo que es endogrupal y
lo que no lo es).
3) Dominacin.- Se da significado a la experiencia en el sentido de que ciertas acciones son premiadas y
otras castigadas. Aparecen normas, prescripciones y proscripciones (prohibiciones).
4) Diferenciacin sexual.- Implica construir una serie de estructuras de significado complejas. Tal
diferencia impone una bsqueda de placer en el otro y una correlativa experiencia de frustracin al no
lograr el objetivo, lo que lleva a experiencias sobre el propio cuerpo, placer masturbatorio que viene ya
desde la discriminacin bsica (nacimiento).
5) Reconocimiento.- Desarrollo de actitudes, manejo de emociones dentro de ciertos lmites, integracin
a un sistema de reglas extendido (sociedad), participacin en grupos de pares, todo lo cual supone un
repertorio de conductas del cual depender la posibilidad de ser reconocido en distintos mbitos sociales.
6) Autonoma.- Comienza con la pubertad y se extiende en la adolescencia. Nuevas exigencias biolgicas
y sociales exigen al individuo otra forma de construir la realidad donde pueda definirse a s mismo como
un ser capaz de elaborar un guin propio.
7) Transitividad.- Transitivo es aquello que tiene la capacidad de proyectarse en el otro sin perder la
identidad: la posibilidad de unirse sin fusionarse, lo cual implica que los individuos sean autnomos
(etapa anterior). Hay una necesidad de completamiento a travs del vnculo con el otro.
8) Productividad y perdurabilidad.- Despliegue de obra: hijos, trabajo, proyeccin social. En la adultez se
busca producir para perdurar (posibilidad de trascender).
9) Recogimiento.- Etapa de reelaboracin reflexiva y preparacin para la generacin siguiente. Cierre de
puertas abiertas. Es el momento de los balances, del cierre del guin personal. Algunos piensan que
cumplieron dicho guin, y otros que les falt hacerlo.
Resumen de Fernndez lvarez H (1992) Fundamentos de un modelo integrativo en psicoterapia. Buenos Aires:
Paids. Captulo 10.

ESTRUCTURALISMO
Generalidades.- El estructuralismo se empea por componer por medio del anlisis, los estados o
procesos concientes en sus elementos (sensaciones, imgenes, feelings, actitudes, etc.) y en aislar por
abstraccin los diversos atributos o dimensiones de esos elementos (cualidad, intensidad, duracin, etc).
Tal es el nico fin que asigna a la psicologa. Para el estructuralismo, la psicologa no puede ser sino
descriptiva y por descripcin se entiende una rendicin de cuentas tan precisa y completa de los estados
mentales, que una persona para quien estos estados no fueran familiares, podra reconstruirlos segn su
frmula verbal. As comprendida como instrumentos de reconstruccin, la descripcin psicolgica es
necesariamente analtica y abstracta, y es obtenida gracias a un tipo de introspeccin que se encierra en
lo dado para investigarlo y descomponerlo (Tilquin A, 1969:5).

Tilquin A (1969) El behaviorismo. Ficha N 399 de la Ctedra de Historia de la Psicologa, de la Facultad de Filosofa y
Letras de la Universidad de Buenos Aires. Traduccin de Mara Anglica Palombo de Le Behaviorismo. Origine et
dveloppment de la psychologie de raction en Amrique, Libraire Philosophique J. Vrin, Paris, 2da ed, 1950).

Representantes.- Al hablar de estructuralismo hay que remitirse en primer lugar a C. Lvi-Strauss,


antroplogo, que tuvo tres grandes influencias: la geologa, el marxismo y el psicoanlisis. En su relacin
con Jakobson empieza su trabajo en lingstica estructural.
Su fama se debe mas bien a sus trabajos sobre los parentescos, al establecer los principios bsicos que
gobiernan la gran cantidad de reglas que favorecen los intercambios de parentesco en las distintas
culturas. Ayudndose con modelos matemticos para dar cuenta de las posibilidades de cada sistema
cultural y por cul optar en la eleccin de un parentesco. Dice que la prohibicin del incesto y la
obligacin al intercambio constituyen la opcin mnima para formar un sistema. En relacin a ello tiene
una conocida frase: las mujeres circulan en relacin a los hombres, porque el intercambio se hace con
las mujeres, y se le prohbe a la mujer el intercambio con su propia familia.
Otro autor importante es Michel Foucault, uno de los ms claros exponentes del estructuralismo dentro
del psicoanlisis. Otro fue Lacan, quien al morir disolvi la escuela que haba fundado en 1950. Fue
expulsado de todas las escuelas psicoanalticas. Para algunos es muy importante porque incluye el
estructuralismo dentro del psicoanlisis, pero para otros la visin de Lacan est totalmente aparatada de
lo que haba dicho Freud.
Condensado de Kauffman Mara del Pilar C, Historia de la psicologa. Clases dictadas en la Ctedra de Historia de la
Psicologa, Facultad de Psicologa, Universidad de Belgrano. Buenos Aires, 1986.

ETCHEVERRY, JOS LUIS


(1942-2000) Estudioso de la filosofa y traductor argentino cuyo nombre est indisolublemente ligado a
su traduccin de las obras de Sigmund Freud (1974-1985). En otro artculo de este diccionario se seala
cmo se insert la nueva traduccin de Etcheverry en la historia de las versiones castellanas de Freud. En
un volumen agregado a manera de apndice a las Obras completas por l traducidas, Etcheverry (1978)
explic cules fueron sus principales criterios para abordar esta tarea. Posteriormente, en una de sus
raras apariciones pblicas, invitado a dar unas conferencias en la Universidad de la Repblica de
Uruguay, explicit algo ms estos criterios (Wolf y Hajes, 1996, pgs. 7-42). Expres all que toda
traduccin responde a los intereses, aspiraciones y bsquedas de un determinado momento histrico y
grupo social. En su caso, el "retorno a Freud" propugnado por las corrientes lacanianas, y la abundante
elaboracin crtica de los conceptos freudianos bsicos en el curso de las dos o tres dcadas anteriores
fue una motivacin fundamental. Tomando como consigna bsica "El texto de Freud y nada ms que el
texto de Freud" (1978, pg. 2), procur "abrirse paso hasta sus ltimos resortes de creacin" (ibd., pg.
4). Su modo de trabajo pudo definirse como una "literalidad problemtica", en el sentido de "una
fidelidad al original atenta a los problemas interpretativos que el texto mismo plantea" (Etchegoyen,
2000, pgs. 5-6). Gracias a su profundo conocimiento de la cultura clsica alemana, Etcheverry examin
los antecedentes filosficos y cientficos de Freud y pudo mostrar "que esas tradiciones son constitutivas
del discurso freudiano, donde son proyectadas y articuladas hacia otros objetos y una dimensin diversa"
(1978, pg. 16) De esta inmersin en las fuentes extrajo una visin renovada de Freud, ajena a las
especulaciones y polmicas de las distintas escuelas psicoanalticas. Paradjicamente, desde fuera del
psicoanlisis le ofreci a ste la posibilidad de replantearse creativamente muchos de los conceptos
bsicos de su fundador. Adems de este trabajo monumental, Etcheverry tradujo tambin las cartas de
Freud a Wilhelm Fliess (Freud, 1994) y el diario clnico de Ferenczi (1997), y supervis la edicin del
Diccionario de psicoanlisis dirigido por Roland Chemama (1998). En el campo filosfico y sociolgico
merecen destacarse sus traducciones de Max Weber, Jurgen Habermas y Anthony Giddens. Segn
palabras del Dr. H. Etchegoyen (2000, pg. 6), Etcheverry fue "un hombre modesto y sabio... siempre
dispuesto a escuchar, a aprender y a explicar", cuya muerte "enluta al psicoanlisis, a la psiquiatra, a la
psicologa y a la cultura argentina".
Referencias Chemama, Roland, ed., Diccionario del psicoanlisis, Buenos Aires: Amorrortu editores,
1998. Etcheverry, Jos Luis, Sobre la versin castellana, Buenos Aires: Amorrortu editores, 1978.
Ferenczi, Sndor, Sin simpata no hay curacin. El diario clnico de 1932, ed. por Judith Dupont, Buenos
Aires: Amorrortu editores, 1997. Freud, Sigmund, Obras completas, Buenos Aires: Amorrortu editores,
24 vols., trad. por Jos Luis Etcheverry, 1974-1985. Freud, Sigmund, Cartas a Wilhelm Fliess (18871904), Buenos Aires: Amorrortu editores, 1994. Etchegoyen, Horacio, "Recordatorio de Jos Luis
Etcheverry", Revista de APdeBA, vol. 22, n 1, 2000, pgs. 5-6. Wolf, Martin, y Hajes, Doris, eds., Freud
hoy en la Universidad, Montevideo: Universidad de la Repblica, Facultad de Psicologa, 1996.
Leandro Wolfson
Aporte de Ricardo Bruno

ETNOPSICOLOGA

Definicin.- Parte de la psicologa que investiga el comportamiento, las emociones y los aspectos
intelectuales de las diversas unidades tnicas, raciales y culturales con la ayuda de mtodos
comparativos surgidos de la relacin entre la psicologa y la antropologa.
Farr Mart J (1999) Diccionario de psicologa. Barcelona: Ocano.

Etnocentrismo.- Tendencia a concebir al propio grupo como centro de todo y a calificar a todas las
dems personas por referencia a l.
Vander Zanden James, Manual de Psicologa Social, Barcelona, Paids, 1986, pg. 619.

ETOGRAFA
Definicin.- Etimolgicamente, "etografa" significa descripcin (grafa) de los comportamientos, hbitos
o costumbres (eto), especialmente de los animales. La etologa, rama de la psicologa animal que estudia
las conductas, hbitos o costumbres animales, comienza generalmente con una descripcin del
comportamiento animal concreto, es decir, con una etografa, y a partir de all establece un repertorio de
conductas tpicas observadas, como por ejemplo qu hacen los animales para descansar, para defender
el territorio, para cortejar, para explorar, para cazar, para autoasearse o cuando estn cerca de otros
animales. El registro de este repertorio se llama catlogo conductual, pues es un 'catlogo' de conductas.
Otro trmino relacionado es "etograma", o diagrama de conductas observadas con un registro del lugar y
la fecha y hora en que tuvo lugar la observacin.
Cazau P (2003) Vocabulario de Psicologa. Buenos Aires: Redpsicologa Online.

Etograma.- Catlogo exacto de todas las formas de comportamiento propias de una especie. Un buen
etograma debe reflejar todas las posibilidades de manifestacin conductual de una especie, a modo de
diseccin de la conducta especfica. Lgicamente, tambin se realizarn etogramas parciales de crculos
funcionales concretos por ejemplo, el etograma del comportamiento reproductor- pero conociendo el
etograma global de la especie a estudiar.
Len O y Montero I (1995) Diseo de investigaciones. Introduccin a la lgica de la investigacin en psicologa y
educacin. Madrid: McGraw-Hill, pg. 42.

ETOLOGA
Definicin.- La Etologa es una aproximacin a la Psicologa humana y animal que proviene de la
Biologa. Se desarroll a partir de la obra de Konrad Lorenz y su objetivo es la explicacin del
comportamiento de las diferentes especies en funcin de pautas fijas de accin que vienen preparadas en
el sistema biolgico y que aparecen como mecanismos de adaptacin al medio.
Len O y Montero I (1995) Diseo de investigaciones. Introduccin a la lgica de la investigacin en psicologa y
educacin. Madrid: McGraw-Hill, pg. 39.

Definicin.- Segn Naranjo, tradicionalmente se ha definido la Etologa como el estudio del


comportamiento animal en condiciones naturales. Frente a los trabajos de comportamiento animal
realizados en el laboratorio, tpicos de otras disciplinas, para la Etologa, por su propia naturaleza
conceptual, el mtodo de estudio indispensable es la observacin natural.
Len O y Montero I (1995) Diseo de investigaciones. Introduccin a la lgica de la investigacin en psicologa y
educacin. Madrid: McGraw-Hill, pg. 42.

Definicin.- La etologa es el estudio sistemtico de la conducta animal. Primero se la estudi en


ambiente naturales, y luego se modific el ambiente para ver como los animales reaccionaban a los
cambios.
Contribuciones a la psiquiatra.- La conducta se puede explicar por la hiptesis de la energa especfica
de la accin (Lorenz), segn la cual la inhibicin del acto instintivo lleva a desplazar el acto hacia nuevas
conductas. Por ejemplo inhibir el ataque o la huda lleva al pez espinoso a construr nidos.
Hay fenmenos de imprinting, o aprendizaje inicial por el cual el beb toma como su madre al primer ser
que ve al nacer. Estas son leyes generales, y por ello a veces el psicoanlisis no las considera porque
dicen que debe considerarse cada caso en particular.
Entre las reglas generales tomadas de la etologa est el trato que debe darse a los nios autistas, como
por ejemplo no mirarlos ni hacer gestos de afecto, porque todo ello resulta intimidatorio para ellos.
Kaplan H y Sadock B, Compendio de psiquiatra. Mxico: Salvat. Captulo 3, punto 4.

Definicin.- Estudio de la motivacin del comportamiento y, especialmente, del comportamiento innato


o instinto. La etologa no se entiende de las reacciones fsicas como consecuencia de estmulos que son
investigadas por los socilogos, sino de los cuadros de un comportamiento como los que son estudiados,
desde un punto de vista subjetivo, por los socilogos. La etologa investiga las causas fsicas de tales
cuadros en la historia y evolucin del sujeto y, en consecuencia, trata ms bien del comportamiento
comn a una especie que de los tipos ms avanzados de comportamiento que son estudiados por los

behavioristas. Se conocen dos tipos de comportamiento: espontneo y reactivo. El primero es


independiente de estimulacin exterior mas el segundo ocurre solamente cuando se presenta un
estmulo o seal ante los rganos sensorios. Estos estmulos pueden, por ejemplo, ser visuales como
un color o una rutina movible (seal) y su percepcin tiene una especie de efecto de gatillo sobre el
mecanismo neurosensorio que pone automticamente en marcha el desenlace correcto de acciones. Este
mecanismo controla todas las emociones que habitualmente acompaan tales actividades instintivas
como comer, apareamiento, huir, pelear, sean estas emociones adecuadas a la situacin o no. En la
etologa humana se sabe que el nio no aprende a caminar practicando sino que cada vez camina
mejor segn el desarrollo de las conexiones nerviosas que permiten llegar a un cuadro coordinado innato
que dicta una rutina de comportamiento (Speck, 1966:138).
Speck G (comp) (1966) Diccionario cientfico ilustrado. New York: Editors Press Service.

EUSTRS
Generalidades.- El estrs necesario es aquello que prepara para la accin, es el esfuerzo de trabajo o
empuje que lleva al despliegue de las conductas especficas; es necesario porque supone la energa que
debe ponerse en juego para poder realizar determinadas acciones. El estrs o buen estrs hace
referencia a experiencias cuyos resultados son predominantemente positivos porque produce la
estimulacin adecuada que permite a las personas lograr resultados satisfactorios con costes personales
razonables. Es indispensable para el desarrollo psicofsico y la buena adaptacin al medio.
Barimboim D y Ferrari R (2003) Del estrs necesario al distrs laboral. Publicacin interna de la Ctedra de Psicologa
de los vnculos laborales, Buenos Aires, Universidad Argentina de la Empresa.

EVALUACIN
Evaluacin.- Existen diferentes instrumentos que permiten evaluar la competencia. A grandes rasgos
podramos dividirlos en dos grupos: a) Instrumentos que evalan la competencia potencial, es decir,
antes que el sujeto haya tenido oportunidad de actualizarlas o revelarlas en un puesto de trabajo, y b)
Instrumentos que evalan la competencia demostrada en un puesto de trabajo. Un ejemplo de esta
ltima es el Feedback Mltiple 360, un instrumento de valoracin de conductas, habilidades y
competencias que posee una persona que es confeccionado por el mismo interesado (autoevaluacin), su
jefe, sus colegas, sus subordinados y en ocasiones, tambin por sus clientes externos (Besendorff H,
Evaluacin mltiple: 360. Diario Clarn Buenos Aires (13 de abril 2003), pg. 13).
Cazau P (2003) Vocabulario de Psicologa. Buenos Aires: Redpsicologa.

EVASIN
Generalidades.- Existen algunos mecanismos de evasin que resultan de la inseguridad del individuo
aislado: el autoritarismo, la destructividad y la conformidad automtica.
1) El autoritarismo es un mecanismo de evasin de la libertad que consiste en la tendencia a abandonar
la independencia del yo individual para fundirse con algo o alguien exterior, a fin de adquirir la fuerza de
la que el yo mismo carece. O sea, buscar nuevos vnculos secundarios como sustituto de los primarios
que se han perdido. Ejemplos: los impulsos de sumisin y dominacin (masoquismo y sadismo). El
masoquismo aparece como un sentimiento de inferioridad, impotencia e insignificancia individual. En
cambio, el sadismo se manifiesta como una tendencia a someter a otros, a vaciar a los otros, o como
deseo de hacerlos sufrir. El sadismo y el masoquismo se corresponderan en el pensamiento de Adler,
respectivamente, a la voluntad de podero y a los sentimientos de inferioridad.
2) La destructividad difiere del sadomasoquismo por cuanto no se dirige a la simbiosis activa o pasiva con
el objeto, sino hacia la destruccin de ste. Es igualmente un mecanismo de evasin contra el
aislamiento porque aplaca la soledad al compararse el sujeto con el mundo exterior, destruyendo cosas y
personas. La destruccin del mundo es un intento desesperado para no sucumbir a l.
3) La conformidad automtica se da por ejemplo cuando hay retraimiento del mundo exterior (ciertas
psicosis), o en la inflacin del propio yo (de manera que el mundo externo se torne pequeo). Otra
situacin muy frecuente aparece cuando el individuo deja de ser l, y asume una personalidad que la
sociedad le asigna.
Condensado de Fromm Erich (1985) El miedo a la libertad. Captulo 5.

EXHIBICIONISMO
Definicin.- 1. Trmino acuado en 1877 por el francs Lasgue; abarca este concepto aquellas
conductas sexuales en las que la satisfaccin del instinto genital se busca y se encuentra tan solo en el
acto de poner al descubierto las propias partes pudendas. 2. En su acepcin ms general y moderna,
empero, la palabra designa cualquier tentativa del individuo de llamar la atencin. El exhibicionismo
sexual puede consistir en la exhibicin de los rganos genitales, pero tambin en el dibujo de

representaciones obscenas. Tal conducta muchas veces es sintomtica de ignorancia y desajuste con
respecto a la sexualidad, o bien es el resultado de una tentativa de sobrecompensar sentimientos de
inferioridad, real o imaginaria. Los adolescentes son particularmente propensos a un ms general
exhibicionismo, que se expresa en su afn de llamar la atencin vistindose de una manera extravagante,
hablando en voz alta, contando historias chocantes destinadas a escandalizar a los dems. Estas
tendencias evidencian en su mayor parte tentativas normales, aunque faltas de madurez, encaminadas a
alcanzar prestigio social, o bien son mecanismos de defensa destinados a contrarrestar un sentimiento de
inferioridad. 3. (Psicoanlisis) Lo interpreta como negacin de la castracin (yo lo tengo, mirad), y al
mismo tiempo como invitacin a una mujer (nia) a que ella exhiba lo que no tiene. Se trata de dos
gestos mgicos. En la mujer se traspone el exhibicionismo de los genitales a otra parte del cuerpo o a las
prendas. (Sterba, Handwrtebuch).
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

EXISTENCIA, EXISTENCIALISMO
Generalidades.- 1. Caruso dice que la Psicologa Personalstica es la hija del existencialismo. Desde
Binswanger, creador del concepto: anlisis existencial, hasta el Existencialanalyse de Frankl, en el
Psicoanlisis personalstico de Caruso, etc., encontramos la existencia de los conceptos existencialistas. El
trmino existencialismo es una denominacin de Jaspers, siendo, pues, menester citar su definicin: Lo
que en lenguaje mstico se denomina alma, en la filosofa se llama existencia (Die geistige Situation der
Zeit, 1931). Hoy da hay diferentes corrientes existencialistas. La alemana tiene sus autnticos
representantes en Jaspers y Heidegger, la francesa en Sartre y en Gabriel Marcel. Pero hay un elemento
comn; los expresa Jaspers as: el hombre no es un factum, sino un faciendum (ibid) y Sartre: el
hombre es creacin de s mismo (LExistencialisme est un Humanisme, 1946). Los dos axiomas nos
dicen: el ser humano est presente en este mundo, pero como esto depende de l, es l mismo quien da
un carcter de existencia a una pura presencia espacial y temporal. 2. La aclaracin filosfica nos la da
Lotz en los siguientes trminos: mientras la esencia expresa lo que la cosa es, la existencia dice que la
cosa es. Nuestra existencia y la de todas las cosas del universo es limitada; de hecho es solo un estar ah
(dasein), es decir, un estar limitado a un determinado ah espacial y temporal. La filosofa existencial
destaca, asimismo, dos modos fundamentales de existencia. Lo infra-humano, lo meramente existente
(Alemn: das Vorhandene), alcanza ya su realidad plena en el desnudo estar-ah (dasein). El hombre, en
cambio, comprende (verstech) el ser y por eso est inserto en su decisin sobre ste; solo en su
ejecucin encuentra su plena realidad, la cual indudablemente puede malograr. As el hombre es un
existente (daseiendes, Alemn) que tambin para su propio vivir conciente, est-ah, es estar-ah
(dasein). Por eso la filosofa existencial reserva para l los nombres de Dasein, Existenz. (Brugger:
Diccionario de Filosofa, Ed. Herder). Estar presente en este mundo, pertenecer a un grupo genuino es
fsico; en este sentido la psicologa, como ciencia natural, se ocupa del ser humano como de un solo
objeto determinado por factores biolgicos, sociolgicos y psicolgicos propiamente dichos (sensaciones,
percepcin, asociacin, inteligencia, etc.). Ex. gr.: cmo est el ser humano presente, qu hace para que
su presencia fsica sea un dasein, una existencia, es un proceso psico-espiritual. Su condicin existencial
est dada en su ser mismo Qu es el ser del ser humano? nos dice la doctrina filosfica, y el
existencialismo quien logr hasta ahora, con ms claridad, definior su posicin. Kierkegaard, Jaspers,
Gabriel Marcel, han encontrado la inmanencia de lo trascendental en este ser; Sartre, Camus, Heidegger,
niegan el carcter trascendental del ser humano. Entre los psiclogos existencialistas -si se puede
utilizar este epteto-, Binswanger est influido por Heidegger e intenta sistematizar la filosofa
heideggeriana con su psicologa existencial; Frankl, Baudouin y Caruso elevan sus doctrinas sobre la
filosofa de Kierkegaard, de Jaspers, de Scheler; Baruk tambin sobre Gabriel Marcel. Hay todava
discrepancias y discusiones estriles, a veces personales, entre ellos, pero el alma de andamio de la
nueva orientacin psicolgica est firmemente establecida por Jaspers, cuando define que el ser humano
no solamente est, sino que decide sobre lo que es; decide libremente y segn su conciencia. Como
consecuencia, lleva sobre sus hombros la responsabilidad sobre su existencia. Se puede decir, pues, que
la nueva orientacin de la psicologa profunda representa una psicologa del ser humano responsable por
su ser -que es inmanentemente trascendental- y responsable por su existencia misma, lo que le obliga a
cumplir espiritualmente con las exigencias de su propio ser, pues: est ah, y es el mismo.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

EXISTENCIALES
Concepcin de Medard Boss.- A diferencia de la preferencia de uso del Umwelt por Heidegger, Mitwelt
y Eigenwelt, Boss prefiere el trmino existenciales de Heidegger o aquellas cosas de la vida con las que
todos tenemos que lidiar. En este sentido, Boss se interesa en cmo las personas perciben el tiempo y el
espacio; no el espacio fsico ni temporal medido en distancias y controlado por relojes y calendarios, sino
por el espacio humano y el tiempo, por el espacio personal y el tiempo. Alguien de hace tiempo, que

ahora vive muy lejos, puede estar ms cerca de ti que la persona que tienes a tu lado en estos
momentos.
Tambin est interesado en cmo nos relacionamos con nuestros cuerpos. Mi apertura al mundo se
expresar a travs de mi apertura corporal y a mi extensin de mi cuerpo en el mundo, cosa que l llama
tendencia hacia adelante del cuerpo (bodying forth).
Nuestra relacin con los dems es tan importante para Boss como para Binswanger. No somos individuos
atrapados en un cuerpo; ms bien vivimos en un mundo compartido y nos iluminamos mutuamente. La
existencia humana es una existencia compartida.
Una preocupacin particularmente bossiana es el humor o sintonizacin: Boss sugiri que, aunque
siempre estamos iluminando al mundo, a veces iluminamos unas cosas ms que otras, o lo hacemos con
diferentes matices. No es distinto a cmo intentamos lograr un cierto humor con una iluminacin en
nuestra habitacin.
Por ejemplo, si tienes un humor de perros, ests sintonizado con las cosas rabiosas, pensamientos y
acciones rabiosas; lo vemos todo rojo. Si ests con un humor alegre, ests entonces sintonizado con
las cosas agradables y el mundo parece mejor. Si ests hambriento, todo lo que vers ser comida; si es
ansioso como ests, todo a tu lado ser amenazante.
Boeree George (2002) Teoras de la Personalidad. Traduccin de Gautier Rafael.

EXCITACIN
Generalidades.- Para que haya excitacin es necesario y suficiente que haya, bajo la accin del
estmulo, una modificacin local, reversible, es decir una transformacin de energa a nivel de los rganos
receptores. Para que haya reaccin general es necesario y suficiente que la excitacin se transmita a
travs de un mensaje nervioso, y para que haya sensacin, que el mensaje llegue a los centros que rigen
la conducta del organismo.
Kaufmann M, La sensibilidad. Publicacin interna de la Ctedra de Psicologa General I del Departamento de Psicologa
de la Facultad de Filosofa y Letras de la Universidad de Buenos Aires. Ficha N 319. 1971.

XITO
Definicin.- En general, se considera exitosa toda conducta que permite al sujeto adaptarse al medio,
sea este familiar, laboral, escolar, etc. A su vez, la adaptacin implica la posibilidad de sobrevivir en el
medio, sea como trabajador, estudiante, profesional, cnyuge, etc. Sin embargo, la llamada
sobreadaptacin no es considerada conducta exitosa por el costo elevado que debe pagar la persona para
adaptarse. Otras veces se relaciona el xito no tanto con la adaptacin al medio, sino con el bienestar
interior. Por ejemplo, exitoso sera no quien gana dinero sino quien se siente bien consigo mismo.
Cazau P (2002), Vocabulario de Psicologa. Buenos Aires: Redpsicologa Online.

EXPERIENCIA
Definicin.- Proceso de adaptacin que sufre el sujeto para estar en contacto con la realidad.
Globalmente se refiere a todos los conocimientos adquiridos mediante la prctica o la accin. Cada
cambio o nuevas situaciones significativas se llaman tambin <<experiencias>>. Cabe distinguir entre la
experiencia interna y experiencia externa; la primera aparece en la conciencia del sujeto; la segunda se
adquiere mediante la observacin. As, la entendemos de forma general como conocimientos que se
adquieren, prueban y evalan a lo largo de la vida. En la psicologa asociativa y en el empirismo la
experiencia es la base cientfica que explica los procesos psicolgicos.
Farr Mart J (1999) Diccionario de psicologa. Barcelona: Ocano.

Personas y experiencia.- Las teoras se basan siempre en la experiencia: no basta con teorizas, todos
queremos experimentar la evidencia. Se dice que podemos ver el comportamiento de una persona, pero
no su experiencia. Sin embargo, el comportamiento del otro es una experiencia ma, y mi
comportamiento es una experiencia del otro. La fenomenologa social busca estudiar la relacin entre
varias experiencias, o sea estudiar una inter-experiencia, ya que todos nos experimentamos
mutuamente.
Las experiencias son personales, intransferible: no puede experimentar la experiencia que el otro tiene
de m, ni el otro la ma. La fenomenologa social estudia mi comportamiento y el tuyo tal como yo lo
experimento y como t lo experimentas.
Las ciencias naturales se interesan solo por la experiencia del observador sobre las cosas, pero nunca en
cmo las cosas nos experimentan a nosotros. No cabe, en psicologa, hacer la distincin sobre objetivo y
subjetivo, ni entre interno y externo: experiencias como percibir o soar, no son ni ms internas, ni ms
externas que las otras. La experiencia no es algo interno, intra-psquico pues, como dijimos, involucra a
otro.

Experiencia interpersonal y comportamiento.- La teora es un enfoque parcial, es la visin articulada en


un sistema de conceptos de nuestra experiencia, pues no podemos experimentar la realidad en toda su
plenitud y totalidad.
Podemos definir a la persona de dos maneras: en trminos de experiencia, como centro de orientacin
del universo objetivo; y en trminos de comportamiento, como origen de toda accin: nuestra
experiencia slo puede transformarse mediante la accin.
Estudiar a la persona no es slo observar su comportamiento, sino deducir su experiencia: obtengo as mi
experiencia de esa experiencia. Cuando dos personas entran en relacin, el comportamiento de una
respecto a la otra est provocado por la experiencia que cada una tiene de la otra, y la experiencia a su
vez provocada por el comportamiento.
Alineacin normal a partir de la experiencia.- El aporte de Freud ha consistido en mostrarnos que el
hombre normalmente tiene poca experiencia de s: se limita a vivir y alivi su infancia, sus vivencias, sus
sueos; a lo sumo alimenta algunas fantasas. Lo que llamamos habitualmente normal es producto de
una represin, negacin, etc. y otras formas de accin destructiva en la experiencia por la cual esta se
empobreci. Esta alienacin normal es considerada sana pues aqu la persona acta como las dems.
Pero si nuestra experiencia est destruida, nuestro comportamiento ser destructivo y hemos perdido
nuestro propio Yo, nuestra condicin humana. Es el precio por vivir en la sociedad y ser considerado
normal, precio consistente en habernos despojado de nuestra niez, donde aun no se haba cumplido la
alienacin.
La fantasa como una forma de experiencia.- La primera forma que tenemos de experimentar el mundo
es la que los psicoanalistas llamaron fantasa: en mayor o menor medida, esas primeras maneras en que
el mundo adquiere sentido para nosotros siguen apoyando toda nuestra experiencia y acciones
posteriores. Conforma vamos creciendo, no obstante, encerramos y aislamos esas fantasas, lo que es
una forma necesaria de alienacin. Damos poco valor a nuestras fantasas, cuando ellas son una forma
especial de relacionarnos con el mundo. Es siempre experimental y llena de significado. Dos hombres
pueden estar conversando tranquilamente, pero en sus respectivas fantasas uno, sentir que el otro lo
ataca vorazmente y ste sentir que lo presiona demasiado.
La negacin de la experiencia.- En entorno fsico disminuye nuestras posibilidades de experiencia. Dada
una relacin inter-personal, cada uno actuar segn su propia experiencia o segn la experiencia del
otro, no habiendo ninguna otra forma de accin personal posible dentro de este sistema.
La experiencia puede enriquecer o coartar, destruir. En un mundo donde la condicin natural o normal es
la alienacin, gran parte de la accin personal destruye la propia experiencia o la del otro. Esto se puede
realizar de varias maneras. Por ejemplo mediante los mecanismos de defensa por los cuales una
persona se aliena a s misma, habitualmente en forma inconsciente. Su condicin de alienado hace dar
cuenta a la perdona que los mecanismos defensivos son suyos y l los desarroll, alienndose, caso
contrario la persona se siente disociada, es decir, invadida por ciertos mecanismos que sufre
pasivamente. Tales defensas no solo son intrapersonales sino tambin transpersonales, afectan al otro
con el cual tengo una experiencia, y hacen que dicha experiencia se coarte, quede negada.
La experiencia de la negacin.- Hay muchos tipos de experiencia de falta de algo, y las primeras pueden
haber sido el pecho materno como algo ausente. Segn Sartre, el hombre introduce no-seres en su
experiencia. Pero debemos entender la experiencia como un proceso creativo, que extrae a partir del noser, el ser. Todo proviene de la zona de la nada: olvidamos que todos estamos siempre all, en ese
origen. El hombre aliena olvid su origen, ese no-ser inicial y no puede crear a partir de all. No es
cuestin de poner algo en la nada, sino de crear algo a partir de la nada. Incluso el lenguaje, con sus
silencios, expresa ese no-ser.
Resumen de Laing R (1983) La poltica de la experiencia. Barcelona: Editorial Crtica. 3 edicin. Captulo 1.

La experiencia psicoteraputica.- Si bien los elementos de una psicoterapia son simples (dos
personas y un lugar y tiempo seguros y constantes), no es fcil este encuentro, esta relacin, pues nos
obliga a despojarnos de todas las resistencias que hay entre ellas, roles, mentiras, defensas,
transferencias y contratransferencias que usamos por hbito como un tributo que hemos de pagar para
conseguir las condiciones de la alienacin que en un principio los origin.
El psicoanlisis ayud a entender y sacar a la luz esas compulsiones. Incluso hay una tendencia a dejar
de lado la transferencia como reactualizacin de pasado y usar una no-transferencia, actuar en funcin
del futuro, accin donde acta espontnea e impredeciblemente, desorganizando viejas pautas de
experiencia y creando o reforzando otras.
Podemos clasificar las distintas prcticas de la psicoterapia del siguiente modo: breve, intensiva,
experimental, directiva y no-directiva. Tambin hay quienes usan drogas para ampliar la conciencia.
Esta diversidad ha generado la necesidad de una teora firme que gue esas modalidades prcticas, teora
cuyos lineamientos se expusieron en el captulo 1. Sobre todo precisamos conceptos claros sobre la interexperiencia entre dos personas, inestables a su vez en sistemas ms amplios, sociales. Buscamos una
teora que alcance una visin total de la estructura ontolgica del hombre.
Lo que realmente es importante en la teora y en la prctica es la relacin entre las personas (y no por
ejemplo, entre dos instancias intrapsquicas). Las personas se relacionan entre s a travs de su

experiencia y de su comportamiento. As las teoras pueden evaluarse segn pongan el nfasis en la


experiencia o en la conducta, y en trminos de su capacidad para integrar ambos conceptos.
El psicoanlisis reconoci la importancia de la experiencia, pero no aclar qu es la experiencia, sobre
todo respecto del inconciente. Ninguna teora debera dejar de tener en cuenta ninguno de esos dos
factores: experiencia y conducta.
Algunas teoras, como la de los juegos, prestan ms atencin a las interacciones que a la experiencia
misma. La teora de las relaciones objetales, por su parte, intenta una sntesis entre lo intra y lo interpersonal, pero el problema es que lo importante son las personas, no los objetos, internos o externos.
Hacen una escisin entre conciencia e inconciente, y lo que necesitamos es una fenomenologa que
incluya la experiencia inconciente relacionada con la persona, sin disociacin ni despersonalizacin.
Estudiar la transaccin sola sin la experiencia no tiene sentido, pues transaccin hay tambin en las
mquinas. La terapia conductista es un ejemplo de cmo se puede considerar solo la conducta y la
experiencia no existe. La psicoterapia debe ser un intento obstinado de dos personas para recuperar la
totalidad del ser humano a travs de la relacin entre ellas. Importa la relacin entre personas, no la
relacin de una persona con otra considerada como objeto: esto es reificar al otro, cosificarlo. Todos
estamos implicados en esta alienacin y por ello la relacin psicoteraputica es una investigacin, en el
sentido que es una bsqueda de la unidad perdida del hombre, investigacin que es vlida gracias a la
experiencia compartida de la experiencia recuperada en la relacin teraputica centrada en el aqu y
ahora.
Resumen de Laing R (1983) La poltica de la experiencia. Barcelona: Editorial Crtica. 3 edicin. Captulo 2.

La mistificacin de la experiencia.- No basa con destruir la propia experiencia y la de los dems. Nos
empeamos en cubrir esta rutina con una falsa conciencia acostumbrada a su propia falsedad, o sea, nos
empeamos en mistificar nuestra experiencia viendo por ejemplo la explotacin como algo benvolo, o la
persecucin como algo amable.
Los nios an no estn locos, pero los convertiremos en imbciles como nosotros. Destruimos a los nios
y a nosotros mismos con una violencia disfrazada de amor. Como consecuencia de ello, vivimos fuera de
nuestros cuerpos y nuestras mentes, alejados y olvidados de aquella original realidad que nuestra
civilizacin ha reprimido, proyectado, falsificado.
Por qu sucedi esto? En el captulo 1 algo se adelant como respuesta: actuamos segn nuestra
experiencia e influimos en el mundo con nuestra conducta, que depende de aquella experiencia. As,
destruimos con violencia, con una violencia a menudo disfrazada de amor. Se nos ensea lo que hay que
experimentar y lo que no, cmo hay que actuar y como no hay que hacerlo.
El positivismo no puede describir esta violencia, pues la reduce a un hecho meramente objetivo y neutral.
La descripcin debe considerar, en rigor, que por la violencia el hombre lleg a auto embrutecerse hasta
el punto de ser inconcientes de su propia humillacin.
La investigacin cientfica natural estudia cosas, no personas. Las personas experimentan el mundo, las
cosas estn en el mundo, y el error es considerar a las personas como cosas, lo cual equivale a
deificarlas, recomenzando as la violencia y la mistificacin. El lenguaje mismo ha ayudado a este
proceso, al convertir escenas primarias en alianzas parentales, o sexo en energa. Desde esta
perspectiva, se ha mistificado tambin la experiencia familiar: la funcin de la familia pas a ser reprimir
el Eros, producir una falsa conciencia de seguridad, negar la muerte evitando la vida, destruir la
trascendencia, crear un hombre unidimensional, fomentar la obediencia, evitar que los nios jueguen,
provocar el miedo al fracaso, promover el respeto al trabajo y a la responsabilidad, etc.
Mismo la esquizofrenia es considerada como fracaso de la adaptacin humana; para ser objetivos,
debiramos decir que es el feliz intento de no adaptarse a las realidades seudo sociales.
Laing presenta varios ejemplos, donde se puede apreciar que los nios no renuncian fcilmente a su
imaginacin innata, a su capacidad de soar, a su curiosidad: hay que amarlos para conseguir que lo
hagan. La escuela hace que los nios piensen como ellos quieren que piensen. Hemos aprendido a
adaptarnos a una sociedad que se dirige aparentemente hacia su propia destruccin. Pero esto es
remediable: si somos capaces de destruirnos, podremos dejar de destruir a los dems.
Resumen de Laing R (1983) La poltica de la experiencia. Barcelona: Editorial Crtica. 3 edicin. Captulo 1.

EXPRESIN CORPORAL
Objetivo.- "El objetivo general de la Expresin Corporal consiste en rescatar y desarrollar una condicin
intrnsecamente humana: la capacidad de absorber o recibir por su aparato sensorioperceptivo
impresiones del mundo interno y externo, y la de manifestar y comunicar respuestas personales propias
de esas impresiones, por medio del lenguaje corporal" (Stokoe, 1978:21).
Stokoe Patricia (1978) Expresin corporal. Gua didctica para el docente. Buenos Aires: Ricordi Americana.

XTASIS

Definicin.- 1. Alteracin de la lucidez de conciencia caracterizada por un incremente de la viveza


perceptiva, prdida absoluta de conciencia del mundo circundante y disminucin del control intencionado.
Es xtasis puede estar presente en diversos trastornos mentales y ser provocado por drogas del tipo
estupefaciente. 2. Sustancia estimulante derivada de la anfetamina. Se ingiere por va oral, siendo la
duracin de su efecto de cuatro horas. Reduce la capacidad para realizar movimientos finos y provoca
sudoracin, taquicardia, insomnio, incremento de la tensin arterial, modificacin del humor y un
supuesto efecto afrodisaco, as como, excepcionalmente, alucinaciones. Su uso continuado comporta
complicaciones diversas, tanto a nivel orgnico como psquico, que pueden resultar muy graves.
Farr Mart J (1999) Diccionario de psicologa. Barcelona: Ocano.

Generalidades.- El xtasis o MDMA es una sustancia popular consumida por todo el mundo. Existen
varios estudios documentados que han atribuido al MDMA el aceleramiento del inicio de una amplia gama
de sntomas psiquitricos persistentes. Adems, existe cada vez mayor evidencia de una lesin
permanente en las neuronas serotoninrgicas.
Semiz, mit; Baolu, Cengiz; etin, Mesut; Ebrin, Server, Trastorno de pnico debido a la ingestin de una sola
dosis de xtasis. INTERNATIONAL JOURNAL OF PSYCHATRY IN CLINICAL PRACTICE. 2005 JUN; 9(2).

EXTINCIN
Generalidades.- En el condicionamiento clsico, extincin significa desaparicin de la conexin EC-EI.
En el instrumental, significa desaparicin de la conexin respuesta-premio (o castigo).
La extincin se define entonces a partir de una correlacin cero entre la respuesta y el refuerzo, o sea la
R sigue ocurriendo aunque haya tantos premios como antes, ms premios, menos premios o ningn
premio. Lo esperable es que el organismo pare, entonces, de responder, que es lo que pasa
normalmente, salvo en tres excepciones. En efecto, la respuesta sigue ocurriendo cuando hay falta de
discriminacin, supersticin o pseudocondicionamiento.
a. Falta de discriminacin.- El estudiante sigue dando la misma respuesta (por ejemplo sigue estudiando
bien) a pesar de que el maestro sigue poniendo mecnicamente la misma nota (mismo premio). Slo
tiende a desaparecer la respuesta cuando ve que el maestro pierde las hojas de exmenes, est
distrado, etc.
b. Supersticin.- Este fenmeno se da cuando en un tiempo dado, la relacin entre dos sucesos no puede
deberse al azar. Aunque podamos programar una serie de premios en forma totalmente independiente de
la respuesta, se quiera o no los premios establecern cierta relacin con las respuestas. Habr
correlaciones accidentales, aunque tales correlaciones no hayan sido programadas. Un jugador le va mal
un da, pero al otro da donde usa otro bate de bisbol, por azar le va bien, entonces decide usar este
bate en forma supersticiosa.
c. Pseudocondicionamiento.- Ocurre por ejemplo cuando una rata mueve la palanca para salir y en ese
momento le damos adrenalina, que aumenta su actividad. La conexin se establece entre la inyeccin de
adrenalina y mover la palanca, lo cual es un pseudocondicionamiento porque el condicionamiento
instrumental verdadero sera conectar el mover la palanca con el premio (salir de la jaula).
Vemos que en los tres casos se producen respuestas que no mantienen relacin con el premio, o sea, no
est marcada una relacin instrumental (respondo para obtener un premio). En el primer caso la falta
de discriminacin se debe a que la falta de una relacin instrumental no puede discriminarse de alguna
condicin anterior, cuando aqulla exista. En el caso de la supersticin es debido a una relacin
instrumental accidental y temporaria. En el tercer caso la relacin no tiene nada que ver con la
respuesta, pero el premio por s msmo puede causar la respuesta. Todas estas conclusiones valen
tambin para los castigos.
Rachlin Howard (1985) Comportamiento y aprendizaje.

EXTROVERTIDO
Definicin.- Trmino de C. G. Jung para referirse a los individuos que poseen una orientacin social o de
pensamiento hacia el entorno externo y las otras personas, ms que hacia sus propios pensamientos y
sentimientos.
Aiken L (2003) Tests psicolgicos y evaluacin. Mxico: Pearson. 11 edicin (pgina 458).

EY, HENRI
[psiquiat.] (1900-1977) En el Vallespir de la Catalua Francesa. Nacido con el siglo, el 10 de agosto de
1900, Ey representar la psiquiatra de este siglo. Vio la luz en Banyuls-dels-Aspres pequeo pueblo del
sudoeste de Francia en el Pays cataln del Rousillon, tierra de vias y de vinos, recostada sobre los
Pirineos orientales, y la frontera espaola, acariciada por las eternamente azules aguas del mediterrneo,
y de donde tambin eran originarios Pinel, Esquirol y Magnan. En ella curs sus estudios primarios y
secundarios, y all naci en su infancia su vocacin por la psiquiatra, como l lo relata,

emocionadamente, en la primera pgina de La notion: "...Cuando era nio y bajaba desde la montaa a
Cret, encontraba un hombre extrao que todo el mundo llamaba "loco"; como a todo el mundo me
impresionaba lo extrao de su apariencia. En un medio cultural como aqul, el del Vallespir, era presa de
la angustia y el miedo... Aqulla era la imagen a la que me refiero hoy para hablar de esquizofrenia, esta
imagen impregnada de enigma fantasioso y fantstico que, durante toda mi vida he tratado de
comprender" A ese terruo amado regresara despus de su retiro, en 1971, para morir, el 8 de
noviembre de 1977 en la misma vieja casa solariega de su familia de viticultores donde haba llegado al
mundo, y desde cuyo jardn se divisa la nevada cumbre del Canigou, la montaa sagrada de los
catalanes. El alma de la raza de esa tierra, alternativamente ibrica y francesa a lo largo de la historia
nos revela la clave de su amor por Espaa y lo espaol; por la tauromaquia que lo impuls a tentar el
ruedo en su juventud; por Lan Entralgo", como la consagr Minkowski en una conmovedora ceremonia
en Bonneval; la eterna compaera desde los aos juveniles de la Salle de Garde de Sainte Anne hasta el
latido final de 1977. La Obra de Ey La obra de Henri Ey es de una magnitud y una importancia
excepcionales: sus escritos, su docencia oral su labor hospitalaria, su lucha constante por mejorar
radicalmente las condiciones de asistencia del enfermo mental, su fervor y entusiasmo organizativo de
congresos, coloquios, seminarios, publicaciones peridicas, revistas y sociedades cientficas, su actividad
militante al frente del Sindicato de Mdicos de Hospitales Psiquitricos, lo consagran como el ms
brillante psiquiatra francs de este siglo y uno de los maestros clsicos y definitivos de toda la medicina.
Su produccin escrita es inmensa, una de las ms extensas, profundas y fecundas en la historia de la
medicina. Ms de 300 artculos cientficos publicados a lo largo de 50 aos, desde 1926 hasta 1977, en
casi todas las revistas mdicas de importancia del mundo entero - el primero de ellos sobre La
Esquizofrenia de Bleuler con Paul Guiraud en 1926, el ltimo sobre La Psiquiatra y la privacin de la
libertad en 1977, en el Bulletin du Syndicat des Psychiatres des Hpitaux - como smbolos de sus
intereses fundamentales como el alfa y omega de la trayectoria de su pensamiento: de la ciencia a la
historia y de la filosofa a la tica. La mayor parte de esos artculos aparecieron en "su" revista,
L'Evolution Psychiatrique, rgano de la sociedad del mismo nombre, nacidas ambas para expresar una
nueva psiquiatra: la de la integracin y colaboracin de psiquiatras psicoanalistas. Fund, adems, otras
dos revistas, cuyos nombres nos eximen de extendernos sobre sus mltiples inquietudes y motivaciones:
Entretiens psychiatriques y el Bulletin du Syndicat des Psychiatres des Hpitaux. Y en este apartado que
impropiamente podramos denominar de escritos menores, nos falta mencionar an ms de 150 trabajos
entre prlogos, prefacios, discursos, alocuciones y discusiones en eventos cientficos, anlisis, reseas y
crticas de libros (algunas de ellas verdaderas monografas como las que dedic a El descubrimiento del
Inconsciente de Ellenberger o a Los trastornos esquizofrnicos de Manfred Bleuler). Y last but not the
least su traduccin y resumen de la obra de Eugen Bleuler Dementia Praecox o el grupo de las
esquizofrenias realizado en los albores de su carrera (1926) y que represent la nica forma en que los
psiquiatras franceses pudieron acercarse al pensamiento del insigne maestro zuriqus, durante cerca de
70 aos, hasta 1993, en que apareci la traduccin integral de Viallard. Por lo que se refiere a libros, 15
son los que debemos a su pluma (sin contar la publicacin de sus ponencias a los Coloquios de Bonneval
que constituyen de por s verdaderos libros): - Hallucinations et Dlires. Alcan 1934, (recientemente
reeditado por l'Harmattan). - Essai d'application des principes de Jackson a une conception dynamique de
la neuropsychiatrie. Con Rouart, Doin 1938 (recientemente reeditado por l'Harmattan). - Ensueo y
Psicosis (1948) Editora Mdica Peruana, 1948. - Estudios sobre los delirios. Paz Montalvo, Madrid 1950
(recientemente reeditado). - Etudes Psychiatriques: en 3 Tomos de cerca de 1600 pgs. Edit. Descle de
Brouwer, 1952-1957-1960 en los que analiza exhaustivamente problemas de historia, epistemologa,
metodologa, psicopatologa, semiologa y clnica de las psicosis agudas y desestructuracin de la
conciencia. Estudios en los que la precisin y minuciosidad descriptivos de la clnica francesa se
completan con un anlisis psicoanaltico, estructural, fenomenolgico y existencial de las psicosis
endgenas agudas y la epilepsia. - En 1955 dirige la organizacin, elaboracin y redaccin de los 3
monumentales tomos de la seccin de Psiquiatra de la Encyclopdie Mdico-Chirurgicale, encabezando
en esta obra colectiva nica en su gnero a decenas de los ms brillantes especialistas del mundo entero,
y que contina actualizndose ao a ao. Asume personalmente la responsabilidad de escribir numerosos
captulos de la misma, de entre los que debemos destacar por su extensin y calidad los dedicados a la
historia de la psiquiatra, la antipsiquiatra, la teraputica psiquitrica, las bouffes delirantes (nocin
imprecisa de la tradicin clnica francesa a la que rescata, define y delimita magistralmente
transformndola en una especie mrbida clave y definitiva de la nosologa). Pero hay que mencionar
especialsimamente la excepcional seccin dedicada al Grupo de las psicosis esquizofrnicas y de las
psicosis delirantles crnicas, (recientemente reeditada por Les empcheurs de penser en rond,
Synthlabo). - En 1960 aparece la primera edicin de su Manual de Psiquiatra, escrito en colaboracin de
un psiquiatra clnico (Bernard) y un psicoanalista (Brisset). Numerosas ediciones y traducciones
confirman su xito, texto inicitico de los psiquiatras jvenes, tanto franceses como latinoamericanos. En 1963 da a la imprenta La Conscience, editado por Descle de Brouwer, con ms de 400 pginas, texto
histrico, epistemolgico, metafsico, psicopatolgico y neurofisiolgico de gran profundidad. - En 1964
aparece La psychiatrie animale con Brion y colaboradores (Descle de Brouwer, 605 pgs.), obra

colectiva bajo su direccin, como anticipo del inters que despierta la joven ciencia de la etologa. - El
Trait des Hallucinations en 2 Tomos de ms de 1500 pgs. (Masson 1973) constituye su obra maestra
en el campo de la clnica, la psicopatologa y los fundamentos tericos y modelos explicativos de la
enfermedad mental, exhaustiva indagacin de la problemtica de la alucinacin y el delirio nunca antes
alcanzada. - En 1975 dirige la obra colectiva Psychophysiologie du sommeil et Psychiatrie (Masson, 315
pgs) en la lnea de una de sus postulaciones fundamentales: la de una analoga profunda entre sueo y
locura, entre ensueo y psicosis, entre actividad onrica y delirio, que la psiquiatra francesa plantea ya
desde 1845 con la obra de Moreau de Tours. - Tambin en 1975 publica Des ides de Jackson un
modle organo-dynamique en psychiatrie (Privat-Toulouse) que incluye su monografa de 1938, como
culminacin de sus casi 40 aos de reflexin terica. - En diciembre de 1977, pocos das despus de su
muerte aparece La notion de Schizophrnie Descle de Brouwer, comptes rendues del Seminario de
Thuir, en el que, como en un dilogo platnico de un Scrates moderno rodeado de sus jvenes
discpulos se elabora la definicin final de lo que fuera para Ey il lungo studio e il grande amore como
quera Dante. - En 1978, aparece Dfense et illustration de la psychiatrie (Masson 1978, traduccin
argentina de Editorial Huemul, 1979). Terminado cuatro meses antes de su muerte, de unas ochenta
pginas, constituye un lcido y sereno manifiesto de la psiquiatra, ciencia mdica, y contiene su reflexin
epistemolgica y su mensaje tico, apasionado y proftico, cartesiano e hipocrtico, en un estilo que
recuerda al de alguno de los tratados filosficos del maestro de Kos. - Por ltimo, en 1981, aparecer su
tercera obra pstuma Naissance de la Mdecine (Masson), primer tomo de una vasta obra inconclusa de
4 tomos, dedicada a la Historia de la Psiquiatra en la Historia de la Medicina y en la que trabaj hasta el
da de su muerte (arrebatado por su tercer infarto de miocardio). Debemos al devoto trabajo de Henri
Maurel, el que los manuscritos de ese primer tomo llegaran a la imprenta, 4 aos despus de la muerte
del maestro. Henri Ey, Le Matre Debido a las caractersticas propias del sistema universitario francs
Henri Ey no accedi nunca a la ctedra oficial, pero su actividad docente se nutri permanentemente de
la praxis clnica y la reflexin terica sobre la misma. Esa actividad docente fue tan intensa y de tal
calidad que lo consagr como el maestro, por antonomasia. Se dedic fundamentalmente a la enseanza
y formacin de post-grado, batallando incansablemente por la institucionalizacin de la especialidad como
tal, por la especificidad de la psiquiatra, separndola y diferencindola de la neurologa, con la que
estaba unida en los planes oficiales de la poca, pero enfatizando la imprescindibilidad de su formacin
complementaria y paralela. Con emocin recuerdan los que fueron sus discpulos y colaboradores las
memorables sesiones que todos los mircoles animaba en el anfiteatro Magnan de Sainte-Anne, sesiones
de intensa actividad que duraban toda la tarde, con presentacin de enfermos (uno de ellos siempre
mdico-legal.) entrevistados pblicamente por el maestro y los discpulos, con discusin del caso y una
prolongada clase terica a cargo de Ey, y conferencias por parte de invitados especiales y lecturas en la
biblioteca. Ya retirado, continu dirigiendo en el hospital de Thuir una actividad similar. Recuerda Follin,
en la emotiva introduccin a su esplndido libro Vivre en dlirant (Les empcheurs de penser en rond,
edit. Synthlabo 1992): "En ese tiempo (Henri Ey) se impone como el maestro de la joven psiquiatra
francesa. Su seminario proseguido durante ms de 30 aos quedar como el principal centro de
formacin de los psiquiatras franceses. Fundndose sobre el rigor de "las ciencias clnicas" nos hizo
reflexionar a todos, entrenado en un trabajo de crtica y a menudo de autocrtica; le guardo por ello un
profundo reconocimiento". Particip protagnicamente en innumerables congresos en todo el mundo.
Organiz el Primer Congreso mundial de Psiquiatra en Pars en 1950 y fue su Secretario General. En
1951 organiz tambin en Pars la Primera Exposicin Mundial de Arte Psicopatolgico. Es de recordar su
paso por Argentina en 1956 para asistir a varias conferencias a las que asistieron los principales
psiquiatras y psicoanalistas del momento. El militante sindical No fue Henri Ey un intelectual solitario,
monstico y conventual, aislado en su torre de marfil, ni tampoco un ratn de biblioteca (aunque as se
autodenominaba con la modestia y humildad de los verdaderos sabios) sino, un hombre de su tierra y de
su tiempo, comprometido con todos los problemas y las luchas por la dignidad y la libertad humanas y de
un fervor inextinguible por las causas que haba abrazado. Su profunda preocupacin por preservar la
pureza tica y las prcticas psiquitricas y por evitar o impedir que se usara y se abusara de la
psiquiatra para violar la libertad, en esos (y estos) tiempos del desprecio; la tortura, el universo
concentracionario y el gulag estalinista, motivaron su valiente e insobornable intervencin para una
declaracin condenatoria en el Congreso Mundial de Psiquiatra de Mxico, que debe considerarse como la
directa inspiradora de la Declaracin de Hawai (revisada en Viena) verdadero juramento hipocrtico de
los psiquiatras. Todos los movimientos de reforma, mejoramiento y humanizacin de las instituciones de
asistencia psiquitrica contaron con su adhesin entusiasta y su participacin activa, desde la integracin
del llamado "grupo de 1945", que despus de terminada la guerra promovi la transformacin radical del
sistema asilar psiquitrico, hasta la edicin del Livre blanc de la Psychiatrie que condujo a la psiquiatra
de sector. Nuevamente Follin en la introduccin a Vivre en dlirant nos brinda esta vibrante pgina de
historia: "En setiembre de 1944, al da siguiente de la liberacin, se reuna en mi casa (avenida Carnot
en Paris) un grupo de amigos entre los que se contaban L. Bonnaf, G. Daumezon, J. de Ajuriaguerra y
L. Le Guillant... es en el curso de esta discusin que se esboz el proyecto de las Jornadas de la
Psiquiatra Francesa preparado poco despus en una reunin que tuvo lugar en la Facultad de Medicina

bajo la presidencia de P. Valry. Fue en esta reunin que Henri Ey se manifest como el jefe de fila del
humanismo, en ese estadio casi revolucionario de lo que ser la reforma del estatuto de la asistencia de
los enfermos mentales, y al mismo tiempo del personal de cuidados, mdicos y enfermeras". Porque las
luchas gremiales por la dignificacin y la jerarquizacin de los mdicos psiquiatras de la psiquiatra
pblica - del estatuto del personnel de soins, de los trabajadores de la salud mental - eran absolutamente
inseparables de la lucha por el mejoramiento y humanizacin de los tratamientos y condiciones de vida
de los enfermos mentales en las instituciones asistenciales del Estado. Durante largos aos fue el
Presidente del sindicato de los Mdicos de los Hospitales Psiquitricos y fundador y director de su rgano
de expresin el Bulletin du Syndicat. Y su espritu sigue vivo en la Association Nationale des Prsidents et
VicePrsidents des Commissions Mdicales d'Etablissement des Centres Hospitaliers de Psychiatrie. Esta
Asociacin acaba de publicar el Livre Vert de la psychiatrie... como continuacin del Libro Blanco de 1966
y trata problemas fundamentales sobre la organizacin del campo de la psiquiatra y su especificidad y
las propuestas organizacionales del dispositivo de atencin y su mejoramiento travs de la formacin y la
investigacin. Henri Ey y Jacques Lacan Un captulo aparte lo constituye el lazo que lo uni a Lacan.
Lacan, de nuestros das, ocupa el lugar que le corresponde, a tal punto su pensamiento renov y
revitaliz el psicoanlisis. En cambio la historia ha olvidado un poco la formidable transformacin de la
psiquiatra efectuada por Ey. Dejemos a Lacan mismo recordarlo en un discurso en la Sala de Guardias de
Sainte Anne, el 4 de noviembre de 1971: "En esta misma sala de guardias, llegaron al mismo tiempo
cuatro personas, que no desdeo en recordar ya que soy uno de ellos. El otro que con placer hago
resurgir esta noche es Henri Ey. Podemos decir, a travs del espacio de tiempo recorrido, que de la
ignorancia [psiquitrica] Ey fue el civilizador. Y debo decir que saludo su trabajo. La civilizacin no nos
alivia de ningn malestar, como lo not Freud, bien por el contrario, Unbehagen, [...] pero tiene un
aspecto precioso. Si creen que existe el menor dejo de irona en lo que acabo de decir, se equivocaran
completamente, pero ustedes no pueden ms que equivocarse ya que no pueden imaginarse lo que era
el medio asilar antes que Ey hubiera metido la mano. Era algo extraordinario..." Lacan y Ey fueron
adversarios irreconciliables en lo que toca a ciertos puntos: la posicin del psicoanlisis frente a la
medicina, de la Conciencia frente al Inconsciente, y detrs de ellos y fundando sus diferencias, una
referencia antropolgica opuesta del hombre y de su libertad. Ms se trata de un autntico dilogo de
amigos. En 1932 Lacan le dedica su tesis y dice: "Desde hace mucho tiempo, en nuestras conversaciones
con l, hemos encontrado el mejor apoyo y el mejor control de un pensamiento que se busca: alguien a
quin hablar ". En 1964 cuando Lacan est en graves dificultades por la situacin internacional del
psicoanlisis, luego de su exclusin de la S.F.P. recurre a Henri Ey para solicitarle su sostn, y Henri Ey
de la "posicin de la cual domina toda la psiquiatra francesa", segn la expresin que Lacan le reservara
otrora, asiste al seminario conocido despus como "La Excomunin" en una clara muestra de apoyo. En
1970, luego de la primera amenaza cardaca sufrida por Ey, Lacan le escribe: "Querido, A pesar de mi
ausencia quiero que sepas que estar siempre contigo, como cuando eras (he encontrado esto en mi
"...tesis") alguien a quien hablar. Una vez que esta necesidad me ha quitado, el corazn - que ella
esconde - permanece tuyo" (De J. Lacan a H. Ey, 20 de Noviembre de 1970, Archivos de Banyuls-delsAspres). En 1975, Henri Ey quiere ver en la clebre frase de Lacan, "El ser del hombre, no solamente no
puede ser comprendido sin la locura, sino que no sera el ser del hombre si no portara en l la locura
como lmite de la libertad", una nueva ocasin de "un raro, pero comn acuerdo". Pero ms all de la
amistad, del aspecto anecdtico, el dilogo entre Ey y Lacan modifica el contenido mismo del
psicoanlisis que Lacan elabora. Y los cambios que Lacan introduce en sus propios conceptos podran
llevar las trazas del dilogo con su amigo. As por ejemplo la concepcin de la locura de Lacan en 1946,
demasiado amplia para ser especfica segn la crtica de Ey, se transformar diez aos despus, con el
concepto de forclusin, en una herramienta propia para pensar la psicosis y ya no la locura, mucho ms
cerca del ne devient pas fou qui veut de la sala de guardia que uno y otro recordaban. O an, el artculo
de Ey de 1932, tan trabajado por Lacan en su Tesis, La notion d'automatisme en psychiatrie, centrado en
la cuestin de la causa podra haberlo influido... Como lo dice F. Leguil (Ornicar? 1989, N 48): "El rigor
inventivo de este trabajo, que Lacan aprueba en 1932, anuncia con casi treinta aos de anticipacin los
desarrollos del Seminario entre automaton y tych". Inversamente, el impacto del pensamiento de Lacan
en la obra de Ey, es visible a travs de las innumerables citaciones de los textos mayores: La
Consciencia, el Trait des Halluciniations, Des ides de Jackson a un modle organo-dynamique en
psychiatrie, etc., o an ms en filigrana a los comentarios de Ey registrados en L'Evolution Psychiatrique
de exposiciones de Leclaire o de intervenciones de Lacan mismo. El dilogo entre Ey y Lacan forma parte
de historia de la psiquiatra y del psicoanlisis, una historia que se juega an de nuestros das. Conocerlo
permite otra lectura diferente de Lacan, indispensable, de donde surge la necesidad de devolver a Ey el
lugar que le corresponde. El Organodinamismo Ludwing Binswanger, ese interlocutor dilecto y respetado
de Freud, se haca la pregunta en 1920: "La confrontacin del psicoanlisis y de la psiquiatra clnica,
hace aparecer a nuestros ojos con toda claridad, el dilema en el cual se encuentra la psiquiatra. Ella
debe decidir si quiere simplemente permanecer como una ciencia aplicada, un conglomerado de
psicopatologa, de neurologa y de biologa, mantenido solamente por su deber prctico, o si quiere
devenir una ciencia psiquitrica unitaria" El organodinamismo constituye el esfuerzo terico realizado por

Henri Ey por responder positivamente a dicha interrogacin, simtrico al de Lacan en el campo del
psicoanlisis, de definir el objeto y el sentido de la psiquiatra. Evidentemente resumirlo en algunas lneas
equivale a reducirlo quitndole su potencialidad polmica, abierta y dialctica, matres-mots de su
concepcin. El organodinamismo se construye a partir de la fidelidad al humanismo filosfico
abiertamente afirmado por Ey, a una cierta antropologa mdica nacida con Les Lumires, y enracinado
en un cierto espritu dialctico de Platn a Marx, sin olvidar Hegel. Ey se reivindicaba de un cierto anticopernicismo y pretenda poner el individuo en el centro de su concepcin, lo que explica que su
concepcin est ms cerca de la psicologa del Yo, del rol de imperativo categrico kantiano de la
Conciencia, que de la excentracin del sujeto de su amigo Lacan, lo que subvierte las posiciones
respectivas de Conciencia y del Inconciente entre uno y otro. El materialismo histrico permaneci fuera
de sus referencias (la referencia de Marx lo constituye esencialmente el Manuscrito de 1944), lo que
explica en cierta forma la prdida de influencia entre las generaciones montantes del "post-68" francs.
Ey utiliz explcitamente mltiples referencias, con gran modestia: Jackson, Bergson, Hartman, etc. y
entre los psiquiatras Moreau de Tours, Bleuler, Janet, Jaspers. Freud est omnipresente en su obra, a
travs de una lectura muy personal, ms prxima de la primera tpica que de la segunda. Todo ello
ligado al cuerpo y su encfalo, lugar de la Conciencia y de la Eleccin del Sujeto, acompaando todos los
progresos (an balbucientes en su tiempo) de las neurociencias, culminando en la nocin original de
Cuerpo Psquico. Su esfuerzo se sita entre el Explicar y el Comprender, entre la causalidad psquica y la
causalidad fsica, dilema eterno de la filosofa. Esta posicin explica el inters que ciertos filsofos han
prestado a su obra: Pratts, en Nancy, John Flodstrom, Kentucky, y que en los Estados Unidos sea ms
conocido como filsofo y que su obra psiquitrica sea perfectamente ignorada. La referencia jacksoniana,
permanece uno de los puntos fuertes del organodinamismo de Ey, implicando un pensamiento
evolucionista, una analoga entre filogenia y ontogenia, entre ontognesis y ontologa. Henri Ey trabaj
su concepcin jacksoniana, neojacksoniana, metajacksoniana y rgano-dinmica a lo largo de casi 40
aos. El fruto final de ese esfuerzo ciclpeo es su libro de 1973 (editado en 1975) Des ides de Jackson a
un modle organo-dynamique en Psychiatrie (que incluye la histrica monografa de 1938, como
testimonio de la continuidad esencial del hilo conductor de su reflexin terica, en un ejemplo de la
"fidelidad creadora" de Gabriel Marcel que es la que tambin debe inspirarnos y guiarnos en la
comprensin de su obra). En el captulo V de Des ides de Jackson a un modle organo-dynamique en
Psychiatrie, Ey propone una revisin de los conceptos fundamentales de la psiquiatra, que nos sentimos
obligados a transcribir textualmente porque, creemos, no han tenido la difusin necesaria para la
comprensin integral del pensamiento esencial y ms autntico de Ey: "Es necesario que una revisin
seria de los conceptos fundamentales de la psiquiatra la comprometa resueltamente: 1 En un anlisis
existencial que trate de alcanzar el sentido y la esencia de la Neurosis y la Psicosis. 2 En una
interpretacin constante de la actividad simblica que representa esta forma patolgica de la existencia...
Ninguna psiquiatra es posible si no integra el psicoanlisis. 3 En una bsqueda multidimensional de los
factores patognicos. 4 En el establecimiento de una nosografa de los niveles de desestructuracin del
campo de la conciencia y de la desorganizacin de la personalidad que recuse a la vez las "entidades" de
tipo kraepeliniano y el antinosografismo excesivo de algunos clnicos. 5 En una perspectiva teraputica
que excluya toda eleccin o rechazo sistemtico de un mtodo exclusivamente psicolgico o fsico". El
mensaje tico de Ey Los ltimos aos de su vida, Ey los dedic a combatir la anti-psiquiatra, en quin
vea la amenaza mayor de disolucin de una psiquiatra humana, humanista. Veinte aos despus, la
amenaza de desaparicin de esa psiquiatra proviene de otro lado, de una cientificidad "hig tech", como
Nancy Andreassen se define y define su psiquiatra en el Editorial de Diciembre de 1998, American
Journal of Psychiatry. No resistimos entonces a citar un prrafo de su Manual de Psiquiatra, destinado a
la formacin de jvenes psiquiatras, y que nos parece reflejar toda la fuerza y la actualidad de su
pensamiento, tan esclarecedor hoy como ayer: "Si el mdico busca modificar, de la forma lo ms electiva
posible, ciertos [...] sntomas-blanco, hay que conocer bien el hecho que el medicamento neurolptico
modifica, de hecho y al mismo tiempo, el comportamiento del enfermo en su conjunto, el campo de la
conciencia y la comunicacin del enfermo con su entorno social. Dicho de otro modo, modificamos
tambin de esta forma, todo el modo de "ser en el mundo" del enfermo. Modificando sus sntomas
mrbidos e indeseables, modificamos igualmente su personalidad entera, modificando su humor,
reduciendo su eficiencia intelectual, su actividad psicomotriz, su potencia sexual. Pero adems - y esto es
lo esencial - lo privamos del nico compromiso que haba imaginado - y que tornaba su existencia vivible
- entre sus pulsiones liberadas y la realidad social que lo rodea. Es decir, que lo privamos de los sntomas
a los cuales el paciente se aferra con todas sus fuerzas, y que al mismo tiempo, se han transformado en
nuestros "blancos", sobre los cuales tiramos, no sin menos fuerza, a golpes de neurolpticos. En esas
condiciones, debemos preguntarnos que se vuelve el paciente desposedo de su delirio e inevitablemente
sacudido por una "falta". [...] El empleo de neurolpticos no permite nunca, por lo tanto, dejar de lado la
relacin psicoterpica que debe acompaar toda teraputica biolgica en psiquiatra". [Eduardo Luis
Mahieu mahieu@onenet.com.ar Eduardo Toms Mahieu mahwin@club-internet.fr ]
Eduardo Luis Mahieu y Eduardo Toms Mahieu
Aporte de Ricardo Bruno

FACHADA
Definicin.- Mecanismos expresivos a los que recurre un individuo deliberadamente o no al presentarse
ante los dems. La fachada se compone de la escenografa (elementos espaciales y materiales utileraque emplea el individuo para la puesta en escena de su actuacin), la apariencia y los modales.
Vander Zanden James, Manual de Psicologa Social, Barcelona, Paids, 1986, pg. 620.

FACTOR
Factor especfico (S).- (Anlisis factorial) Segn la doctrina de la inteligencia, de Spearman, es el
elemento psiconeural que determina la habilidad y que, a diferencia del factor G, que es relativamente
constante en el individuo. (Ingls: S. factor, Specific factor.)
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Factor general (G).- (Anlisis factorial) Charles Spearman procur demostrar que hay un factor central
comn, la general ability, cuya influencia se extiende a toda la vida anmica. Correlacionando las
diferentes actuaciones, descubri un factor general -que design con la letra G-, que es completamente
individual y constante, y que acompaa al individuo durante toda la vida, y otro factor especfico -S-, que
no solo es distinto en cada ser, sino que cambia constantemente en l, adaptndose a su capacidad.
Segn Spearman, esta G es general, y sera la base comn de toda actividad intelectual. Sostiene
tambin que G es el factor que produce lo que llamamos una inteligencia adecuada. Se ha tratado de
definir su naturaleza. Spearman lo llama energa mental, y le dedica dos captulos de su obra maestra
(The abilities of man). Entiende por energa mental el influjo del sistema nervioso que ha adquirido
calidad de mental en los elementos de la corteza cerebral. Al estudiar los factores G y S analiza todas las
operaciones posibles del conocimiento humano, y formula tres leyes que considera fundamentales: 1
Ley de la introspeccin. Los hombres tienen, en grado mayor o menor, el poder de observar lo que pasa
en su propio espritu. Los tests mentales no han medido esta capacidad de introspeccin. 2) Ley de la
educacin de relaciones. Cuando en la conciencia se dan dos o ms contenidos (ideas) el hombre es
capaz, en cierta medida, de concebir mentalmente las relaciones esenciales que existen entre ellos. 3)
Ley de la educacin de correlaciones. Si la conciencia contiene una idea y a la vez una relacin, es
capaz, en cierta medida, de concebir la idea inicial que corresponde a esta ltima. Segn Charlotte
Bhler, el factor G puede contener algo ms que la inteligencia, como sera la madurez; y yendo aun ms
lejos, el carcter, Bhler dice que el factor que determina la actuacin no es simplemente lo que se llama
ordinariamente inteligencia, sino que incluye tambin un grupo de momentos tales como la aplicacin, la
buena voluntad, la energa, etc. Spearman mismo considera la perseverancia y la oscilacin como
generales. El factor G es as mucho ms que la inteligencia como tal. Incluye todos aquellos momentos
que colocan a la totalidad de las actividades mentales de un individuo en un nivel definido. Sera muy
importante poder aislar los elementos contenidos en G, que determinan el nivel intelectual de las
actuaciones, y hacer accionar a cada uno de estos factores: la madurez. Se podra discriminar, tambin,
la sociabilidad, que tampoco presenta correlacin con la inteligencia. Encontramos nios muy inteligentes
que son antisociales, de la misma manera que encontramos una sociabilidad muy acentuada en nios
deficientes. Los estudios de Spearman y otros han llevado a la conclusin de que primero aparece la
aptitud general (G), y despus la capacidad especial (S). La influencia de G crece hasta los 12 aos, y
desde entonces S influye cada vez ms en la actuacin mental del individuo. El crculo de influencia del
factor general ha sido ampliado con los exmenes posteriores. As, existe otro factor general, el W (will,
voluntad), que aparece combinado con el G. Este concepto de w factor fue introducido por Weble y
aceptado por Spearman. Segn Garnet, la general ability no sera ms que la sagacidad, la facultad de
asociar por semejanza, y es por eso que la denomina con una C (cleverness).
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

FACULTAD
Definicin.- 1. Un poder o agente mental (por ejemplo, el intelecto, el sentimiento, la voluntad),
mediante cuyas actividades e interacciones se intent explicar, en una poca, todos los fenmenos
sociales. 2. Habilidad para realizar algn trabajo determinado. La facultad en su acepcin 1) constitua el
fundamento de la histrica escuela (o sistema) de psicologa conocida como Psicologa de las Facultades;
aunque esta concepcin es todava bastante popular entre el pblico lego, los psiclogos en un grupo
reducido de fuerzas genticas, llamadas facultades, que son consideradas como entidades autnomas.
Christian Wolf y T. Reid eran exponente tpicos de este sistema. (Alemn: Vermgen, Seelenvermgen;
Ingls: Faculty.)
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Facultad psquica.- 1. Segn el concepto esttico, la psique tiene facultades inherentes y permanentes,
como la memoria, voluntad, etc. 2. Distnguense en primer lugar por sus objetos formales (verdad,

valor, etc.), y luego por la ndole propia de la vivencia de sus actos. Hblase as, por ejemplo, de
memoria, de sentimiento, de voluntad, tendencias sensitivas, entendimiento, potencias sensoriales, etc.
Las facultades no son parte del alma, pues sta es simple y espiritual, pero obra por medio de las
facultades. En tal actividad tiene siempre lugar una delicada cooperacin de las diversas potencias. Las
facultades intelectuales aventajan en valor las sensitivas.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

FAIRBAIRN, RONALD
Biografa.- Fairbairn Ronald (1889-1964) Mdico y psicoanalista ingls. Nacido en Edimburgo, Ronald
Fairbairri realiz estudios de teologa y filosofa, antes de orientarse hacia la medicina y la psicoterapia.
Clnico hospitalario, docente en la universidad, se consagr en tiempo completo al psicoanlisis a partir
de 1954: era el nico miembro de la British Pschoanalytical Society (BPS) que ejerca en aquella ciudad,
y nunca fue verdaderamente reconocido por sus pares. Primero favorable a las tesis kleinianas, ms
tarde se incorpor al grupo de los Independientes. Terico de la relacin de objeto, elabor una posicin
original, segn la cual los objetos externos son transformados por los procesos inconscientes. Como
clnico de la esquizofrenia y de la fobia, fue uno de los ardientes defensores de la doctrina del self, que l
contribuy considerablemente a desarrollar en los Estados Unidos.
www.temas-estudio.com/Biografia-Fairbairn-Ronald-1889-1964.asp

Su pensamiento.- Segn Fairbairn, en psicoanlisis hay tres tendencias: una psicobiolgica,


representada por Freud, una psicosocial o sociolgica, los culturalistas, y otra psicodinmica,
especialmente Fairbairn, que intenta explicar los fenmenos psquicos en base a factores o motivaciones
puramente psicolgicas, rechazando, por ejemplo, el concepto freudiano de instinto como determinante
biolgico del comportamiento.
Melanie Klein enfatizada lo instintivo conjuntamente con lo psicolgico (la relacin objetal). Fairbairn slo
destacar lo psicolgico y las relaciones objetales, y al sustraerse de explicaciones psicobiolgicas se ve
obligado a modificar algunos conceptos como libido, principio de placer, etc. Por lo dems, su
pensamiento estuvo fuertemente influido por M. Klein, quien a su vez tambin recibi su influencia como
por ejemplo cuando ella separa claramente las posiciones esquizo-paranoide y depresiva.
Fairbairn destaca que la agresin no es expresin del instinto de muerte ni de ninguna otra tendencia
innata, sino la respuesta ante la persistente frustracin de tendencias libidinales, de necesidad de amor.
As, la agresin estara subordinada a la libido, reforzndola cuando esta no se satisface. Concluy as
porque haba que optar entre lo biolgico y lo psicolgico: o el individuo est regio por el instinto, o bien
anhela establecer relaciones objetales. As, por ejemplo, un cuadro patolgico est determinado no por
el instinto sino por el objeto interno. As, concibe al ser humano no como movido por estimulaciones
nerviosas o por la excitacin de zonas ergenas, sino por el fin de lograr un objeto en el cual encontrar
apoyo.
La persona buscar desarrollarse buscando establecer relaciones objetales con otros. Fairbairn ve al
travs del anlisis de personalidades esquizoides (donde comenz a entrever su teora) que lo instintivo
ni las necesidades corporales es lo que rige sus conductas, sino la bsqueda de relaciones significativas
con otros. Por lo tanto, la libido no es primariamente bsqueda de placer, sino bsqueda de objeto, lo
que es la base de su teora. El objeto deja de ser un medio para una descarga instintiva y la obtencin
de placer.
Por estas razones critica las fases de la libido (oral, anal, genita) ya que estn referidas a una fuente de
excitacin corporal y no al objeto del instinto.
Fairbairn revisar tambin la nocin de yo, sealando que no es una instancia que recibe energa de
afuera (del Ello), ya que esto implica escindir la estructura yoica. El yo tiene energa propia, al igual que
el tomo, y no la recibe de afuera como si fuese un aparato elctrico que funciona cuando recibe
energa. Los instintos no ponen en movimiento al yo, sino que este tiene una energa propia consistente
en el modo que en que el yo lleva a cabo sus relaciones objetales. Lo instintivo es meramente una
tendencia muy general e inespecfica.
Por ello, si no hay energa proveniente del Ello, Fairbairn en lugar de hablar de aparato psquico se
referir a una estructura endopsquica donde primariamente y en su origen estar el yo, un yo unitario e
indiviso.
Fairbairn No habla de instintos sino de tendencias instintivas, donde el trmino tendencia se refiere a
relacin objetal. Modificar tambin la nocin de represin: al no haber impulsos, se reprimirn objetos,
y no slo objetos sino tambin partes del yo que estn unidos a los objetos, razn por la cual el yo
unitario del comienzo se va a ir fragmentando por represin, se va a ir diferenciando a medida que
internalice objetos en partes que darn lugar a la estructura endopsquica.
El yo busca objetos, no placer. El objeto es un fin en si mismo. A veces este es importante porque cuida,
alimenta, o apoya la autoexpresin. Otras veces Fairbairn le asigna un valor absoluto sin mencionar
porqu se busca el objeto. Otras veces dice que el objeto proporciona seguridad, pero no contra
peligros, sino la seguridad de sentirnos en una relacin significativa con otros. Se puede criticar a

Fairbairn el hecho de que otorga un valor absoluto al objeto, sin explicar para qu sirve: desligar al
objeto del instinto crea un vaco.
La posicin esquizoide implica por un lado una disociacin del yo. Desde el punto de vista etiolgico
implica amor, y luego tambin temor por miedo a vaciar el pecho materno. Desde la perspectiva
dinmica, implicar un no animarse a establecer una relacin objetal por temor a daar y perder el
objeto, un no animarse que provoca una retraccin del yo, un aislarse del mundo con apata emocional,
desdn o maltrato a sus objetos, actitud de no dar por sobrevaloracin de lo que se tiene.
En la posicin esquizoide la relacin es pre-ambivalente: hay amor pero temor al amor. No hay agresin:
el nio aora amar y ser amado pero se inhibe de establecer esta relacin. Esta posicin ocurre en la
llamada fase oral primaria. En la fase oral secundaria sobreviene la posicin depresiva, donde el conflicto
consiste en el temor a daar el objeto amado con el odio (en el esquizoide, al revs, hay temor a daar
con el amor). La depresin surge de la vivencia de haber destruido el objeto, en cambio el efecto de la
posicin esquizoide es la futilidad o vacuidad, la creencia de no valor de nada, ni de uno ni del mundo
externo.
Mientras para Melanie Klein las vivencias esquizoides y depresivas surge de la accin del instinto de
agresin, para Fairbairn surgen del modo con que el ambiente trata al nio: el estado esquizoide viene
porque la madre no hace sentir al nio que es amado, y el nio interpreta que no hay amor porque l lo
destruy con su amor, siendo su amor rechazado por malo y destructivo. El depresivo siente en cambio
que es rechazado porque su odio es destructivo.
En Melanie Klein hay agresin desde el comienzo, lo que Fairbairn no acepta. Adems, el temor en la
posicin esquizoide de Fairbairn es el de destruir el objeto con el amor, y no aparece para nada el temor
a ser atacado y destruido por el objeto malo, como en M. Klein. De aqu que la posicin esquizoide de
Fairbairn se parezca ms a la depresiva kleiniana en la medida que prevalece el miedo a daar y destruir
objetos.
La zona ergena para Fairbairn no es la que orienta al yo hacia el placer, sino slo el canal a travs del
cual el yo busca su relacin de objeto, siendo el primer objeto el pecho. Por tanto, el nio no funciona de
acuerdo al principio de placer, sino al principio de realidad (busca objetos) pero al comienzo lo hace de
una forma muy torpe y rudimentaria.
El placer slo surge del contacto con el objeto: buscar el placer por el placer mismo no es algo que
pueda conseguirse, de aqu que el desarrollo del yo no dependa de las distintas zonas ergenas, sino de
las sucesivas relaciones objetales.
En lugar de una zona oral, anal y flica, Fairbairn distingue tres periodos o etapas del desarrollo: la
etapa de la dependencia infantil, la etapa de transicin (correspondiente a las fases anal primaria y
secundaria, y a la flica), y la etapa de la dependencia adulta o madura (fase genital).
En la etapa de la dependencia infantil encontramos una fase oral primaria donde el objeto es el pecho y
la relacin es de succin. Encontramos tambin una fase oral secundaria, donde hay una relacin
ambivalente de agresin y amor, pues el pecho es mordido.
Fairbairn critica a Freud sus fases anal y flica diciendo que el ano y el falo no son objetos naturales de
relacin, como as tampoco las heces. De all que en la etapa de transicin no hay una relacin libidinal
efectiva, como en la oral o en la genital.
La fase de dependencia infantil se caracteriza por la identificacin con el objeto. Este no se diferencia del
yo, sino que es incorporado tanto fsica como mentalmente (internalizado).
Durante la etapa de transicin se desarrollarn tcnicas defensivas para no caer en la esquizofrenia o en
la melancola (derivadas de las posiciones esquizoide y depresiva de la etapa anterior), defensas que
constituirn las psiconeurosis.
Fairbairn dice que la libido busca el objeto, pero estrictamente sera mejor decir que busca el placer,
pero el placer consecutivo a una buena relacin objetal y no el placer definido como la descarga de la
excitacin instintiva. Fairbairn explica el desarrollo de la personalidad en trminos de relaciones
objetales, indicando que es la actitud que tenemos hacia el objeto lo que hace que acudamos a una
determinada zona ergena, y no a la inversa. O sea que es el cuerpo el que est al servicio del yo, y no
el yo al servicio de las necesidades erticas corporales. La agresin no es instintiva como sealara Klein,
sino que para Fairbairn deriva de la frustracin.
Para la etapa de la transicin, Fairbairn critica lo de fase anal porque el ano ni las heces son rganos
naturales de relacin con objetos, como s lo es la boca en la etapa oral. Lo anal y lo flico slo sirven
como elementos simblicos. Por ejemplo las actividades excrementicias suministran las tcnicas o modos
para desprenderse o alejarse del objeto malo, o bien para retener al objeto valioso. En el caso de la fase
flica, hay all un funcionamiento oral: fantasas de fellatio (succin del pene). No es por lo tanto una
relacin objetiva sino una tcnica: la bsqueda del pene no es ms que una forma de manejar al objeto
oral rechazado.
Las tcnicas fbica, obsesiva, paranoide e histrica son tcnicas puestas en juego en la etapa de
transicin para el manejo del objeto. No son verdaderas relaciones objetales sino modos o tcnicas de
relacionarse con el objeto y manejarlo:

Fobia
Neurosis obsesiva
Paranoia
Histeria

Objeto bueno
Afuera
Adentro
Adentro
Afuera

Objeto malo
Afuera
Adentro
Afuera
Adentro

En la histeria por ejemplo, el objeto bueno est afuera (todas las personas son maravillosas) y el objeto
malo adentro (son los genitales, de all que la persona histrica idolatra a los dems pero nunca llega a
relacionarse sexualmente con ellos).
En la fobia el objeto malo y el bueno estn afuera. El objeto malo es el fobgeno (por ejemplo los
espacios abiertos) y el objeto bueno el acompaante contrafbico (quien acompaa a la persona para
que no se angustie). El fbico huye del objeto malo mientras que el paranoico lo ataca, teniendo este
siempre razn (objeto bueno interno).
En la neurosis obsesiva tanto el objeto bueno como el malo estn adentro. Controla y retiene al objeto
bueno y no quiere darlo, y controla al objeto malo por miedo a perder el control sobre l.
Al igual que las posiciones esquizoide y depresiva de la primera etapa, los estados fbico, obsesivo,
histrico y paranoico son disposiciones psicopatolgicas, definida cada una por un conflicto bsico: en el
estado fbico se da entre el temor a quedarse unido al objeto y el temor a alejarse de l; en el estado
obsesivo se da entre expulsar o retener al objeto; en los estados histrico y paranoico se da entre
aceptar o rechazar el objeto.
Finalmente, en la etapa de la dependencia madura ya se super la identificacin primaria con el objeto,
llegando el individuo a diferenciar el yo del objeto en forma plena y ntida y por lo tanto a valorar el
objeto por s mismo, as como una actitud de dar y recibir sobre la base de la reciprocidad y la igualdad.
Desarrollo del yo.- Para Fairbairn, desde el principio el yo es indiviso y unitario, y posee energa propia
que no deriva del Ello; tampoco es una diferenciacin del Ello por el contacto con la realidad.
Posteriormente, el yo se ir diferenciando como consecuencia de las relaciones objetales. No se reprimen
impulsos sino objetos, y con ellos tambin partes del yo ligados a dichos objetos. De esta forma se va
diferenciando una estructura endopsquica, concepto que Fairbairn termina de redondear hacia 1944.
Las hiptesis centrales de la estructura endopsquica son:
a) La personalidad primitiva del nio consiste en un yo indiviso y dinmico.
b) Este yo unitario est motivado por su necesidad libidinal primaria de buscar objetos con los cuales
relacionarse.
c) El buen desarrollo del yo depende del logro de buenas relaciones objetales.
d) Las malas relaciones de objeto, al internalizarse, originan en el yo unitario procesos de diferenciacin
interna dando as lugar al desarrollo estructural y a la organizacin de la personalidad.
As, Fairbairn concibe la estructura endopsquica en funcin de las relaciones internas de objeto, o sea, el
yo va a ir dividindose y fragmentndose hasta alcanzar la estructura final.
Puesto que no se reprimen impulsos sino objetos, y con ellos una parte del yo, resulta que la represin
implicar necesariamente una disociacin del yo. No es una represin moral, pues es anterior al
Superyo, sino una represin emocional derivada del rechazo hacia los objetos externos frustrantes, mal
internalizados.
Descripcin de la estructura endopsquica y su gnesis.- Segn la ltima formulacin de Fairbairn de
1944, la estructura endopsquica se formara de acuerdo a los siguientes pasos:
1) Al principio hay un yo y objetos preambivalentes.
2) Luego aparece la ambivalencia del yo y del objeto externo.
3) Disociacin del objeto externo en bueno y malo.
4) Internalizacin del objeto malo.
5) Disociacin del objeto malo interno en dos aspectos: excitantes y rechazantes, que harn diferenciar
al yo en un yo libidinal y en un yo antilibidinal, respectivamente.
6) Represin del yo contra el objeto excitante y el rechazante. El objeto excitante es aquel que promete
satisfaccin y luego frustra, mientras que el objeto rechazante directamente niega la satisfaccin.
7) Represin de las partes del yo.
8) Disociacin de las partes del yo unitario en un yo libidinal y otro antilibidinal, ligados respectivamente
al objeto excitante y al rechazante. En relacin con esto, cabe mencionar que Fairbairn rechaza el
instinto de muerte, y atribuye su accin a la existencia del saboteador interno que est atacando al
individuo y llevndolo a la destruccin desde dentro.
9) Internalizacin del objeto bueno en lo que queda del yo unitario, o sea en el yo central.
10) Represin o ataque del yo antilibidinal o saboteador interno contra el objeto excitante y el yo
libidinal.
Podra compararse el yo central de Fairbairn con el yo de Freud, el yo libidinal con el Ello de Freud, y el
yo antilibidinal con el Supery de Freud.
Detallando el mecanismo de la represin, puede decirse que hay una primera represin, llamada
represin directa ejercida por el yo central sobre los objetos excitante y rechazante. Luego viene una

represin directa secundaria ejercida por el mismo yo central sobre el yo libidial y el yo antilibidinal. Y
finalmente viene una represin indirecta, del yo antilibidinal contra el yo libidinal y el correspondiente
objeto excitante. Todos los procesos represivos tienen lugar en el sector inconciente del yo central (que
tiene adems un sector conciente y uno preconciente).
En suma, para Fairbairn la represin no surge a partir de los impulsos erticos o agresivos del Edipo,
sino antes: nace de la relacin con el objeto malo frustrante inicial.
Complejo de Edipo.- Fairbairn atribuye al Edipo una importancia ms sociolgica que psicolgica.
Psicolgicamente el Edipo no es ms que una situacin interna proyectada, que puede explicarse a partir
de la relacin con la madre.
El objeto materno es disociado en bueno y malo y luego se constituyen objetos internos con esas
caractersticas. Con el padre ocurrir lo mismo: ser dividido en bueno y malo y los respectivos objetos
internos irn a fusionarse o sobreimprimirse con los correspondientes objetos internos de la madre. La
diferencia radica solamente en que con el padre no hay relacin de succin y ser vivido como un
progenitor sin pecho. Recin se relacionar genitalmente con los padres cuando los canales genitales
estn maduros, y segn el grado de frustracin y el odio originado en la relacin se constituir en la
mente del nio la escena primaria sdica. Adems, el nio centralizar los aspectos buenos sobre un
progenitor y los malos sobre el otro (de all lo de situacin interna proyectada), de manera que uno de
los padres ser vivido como bueno y el otro como malo.
La neurosis.- Para Fairbairn las neurosis nacen del intento de superar la etapa de la dependencia infantil,
rechazando al objeto con el cual se siente ligado y al que est subordinado. En cambio para M. Klein, la
neurosis es el resultado de las defensas contra la ansiedad persecutoria de la posicin esquizoparanoide. En un caso es temor a depender, y en otro el temor a ser atacado.
Para Klein, de la posicin esquizo-paranoide arrancan las neurosis y la esquizofrenia, y de la depresiva,
la melancola y la mana depresiva. Fairbairn no explicita como se desarrolla la psicopatologa a partir de
cada posicin, ni tampoco por qu un individuo elige modos de operar histricos, fbicos, paranoides u
obsesivos.
Otra diferencia con Klein es que para Fairbairn solamente existen tres objetos (bueno, excitante,
rechazante), y para Klein hay una multiplicidad de objetos internalizados que nos permiten explicar toda
la riqueza de los mecanismos mentales operantes en el nio.
Resumen de Ostrov Len, La teora de Fairbairn. Clases de 1978 dictadas en la Ctedra de Psicologa Psicoanaltica II,
Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires.

FALO
Definicin.- 1. (Psicoanlisis) Trmino que se aplica al pene durante el perodo de sexualidad infantil,
durante el cual est ntimamente relacionado con el amor narcisista. 2. Imagen del miembro viril,
emblema del poder generador de la naturaleza; era adorado y conducido en procesin durante las orga
bquicas en los pueblos antiguos.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Mujer flica.- (Mujer o madre) Imagen femenina fantsticamente provista de un falo, que puede
adoptar dos representaciones principales segn que la mujer sea considerada portando un falo externo o
atributo flico, o que conserve en interior el falo masculino. Tal imagen se expresa con frecuencia en el
psicoanlisis de los sueos y las fantasas.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Generalidades.- El pene es un objeto material, pero es la estructura quien determina su valor. Su valor
est dado por el lugar que ocupa en un determinado espacio y tiempo. Ejemplo: las flores (objeto
material) ejercen su efecto estando o no estando en las manos del marido (espacio) el da del aniversario
(tiempo). Su falta sera catastrfica. El falo circula produciendo efectos tanto cuando est como cuando
no est.
El valor flico simboliza lo que se desea, lo que falta. El falo vale porque falta, es como un molde vaco
ocupable por un auto, dinero, un hijo, etc. Entre estos posibles elementos que faltan pueden trazarse
equivalencias simblicas (heces = pene= nio= regalo= dinero). Son cosas tan dismiles como telescopio,
milanesa, honorarios escribano, etc. Son cosas incomparables, salvo que las reduzcamos a pesos o a otra
cosa en comn (por ejemplo el telescopio vale veinte milanesas). Las equivalencias simblicas, del mismo
modo, son reducibles a un valor flico.
Toda la estructura edpica descansa sobre el objeto material pene, siendo este el objeto de la curiosidad
infantil. Si hay curiosidad, es porque hay un enigma, aunque no todos los enigmas son 'mis enigmas'
porque estos comprometen al sujeto. Las protofantasas permiten esclarecer enigmas.
Condensado de Sal, Lo inconciente, sntoma, angustia y represin. Clases dictadas en la ctedra de Psicopatologa de
la Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires, 1996.

Falometra.- La medicin de la respuesta erctil del varn como una medida cientfica de las
preferencias sexuales de los hombres.
Aiken L (2003) Tests psicolgicos y evaluacin. Mxico: Pearson. 11 edicin (pgina 458).

FALSO RECUERDO
Generalidades.- La distorsin del recuerdo no es slo evidente en el recuerdo errneo de detalles
puntuales, sino que se manifiesta tambin, y tal vez con consecuencias ms importantes, en situaciones
en las que llegamos a producir, de manera no intencional, recuerdos totalmente inventados y
completamente falsos de acontecimientos que nunca sucedieron. Se dispone de una serie de informes,
tanto anecdticos como clnicos y experimentales, que ilustran este tipo de error de memoria, que
podemos denominar el error de los falsos recuerdos (Fernndez A y Dez E, pg. 166).
Fernndez A y Dez E, Memoria y distorsin, includo en Snchez Cabaco A y otro (coord), Psicologa de la memoria.
Ambitos aplicados.

FAMILIA
Definicin.- Se define a la familia como el territorio en el que se aprende de la experiencia, como un
benvolo modelo en escala del mundo exterior y contexto determinante de las conductas normales y
anormales del ser humano.

Daz Usandivaras C., Familia y minoridad en riesgo, Publicacin Interna de la Ctedra de Psicologa Clnica de la
Familia, Universidad de Belgrano, Buenos Aires, Argentina, 2000, pg. 22.

Familia y desrdenes de conducta.- Un hecho quiz ya del dominio pblico es que el desarrollo del
ser humano depende mucho del ambiente en el cual crece. No obstante, los psiclogos evolutivos
investigan ms exactamente acerca de las variables que inciden en el desarrollo psicolgico (normal y
anormal) no slo del nio sino tambin del adolescente, el adulto y el anciano. Una de las variables ms
estudiadas ha sido el ambiente familiar. En la ltima dcada los investigadores de este campo se han
dedicado especialmente a examinar la incidencia de las relaciones entre padres e hijos y las conductas
que los ltimos muestran fuera de casa. Un ejemplo al respecto se muestra en el artculo "Ambiente
familiar y dificultades de adaptacin de los hijos", firmado por Rosario Corts y Jos Cantn de la
Universidad de Granada (Espaa), publicado en la revista Suma Psicolgica, Vol. 7 No. 1, de marzo de
2000.
Mediante un anlisis de regresin mltiple, Corts y Cantn relacionaron los resultados de la aplicacin
de dos instrumentos psicomtricos: la Escala de Clima Social de la Familia (iniciales en ingls: FES) y la
Lista de Verificacin de la Conducta Infantil (iniciales en ingls: CBCL). En el estudio participaron 46
nios y adolescentes espaoles de estrato socio-econmico medio-bajo.
El principal resultado es que las puntuaciones de la FES fueron predictoras de las arrojadas por la CBCL,
demostrando as el papel que ejerce el contexto familiar en la aparicin de desrdenes de conducta de los
nios tanto dentro como fuera del hogar. En oposicin, los nios que aparecan con menos problemas
psicolgicos reportaron vivir en familias caracterizadas por menor control, mayor cohesin y orientacin
al logro. Curiosamente una variable mediadora encontrada por los investigadores hispanos fue el sexo,
significativa para todos los problemas de conducta evaluados. En este caso la aparicin de desrdenes se
presentaba sistemticamente en los varones. Faltaran nuevas investigaciones que aclaren este sesgo y
expliquen el origen de los problemas conductuales en las nias.
El ambiente familiar es predictor de varios desrdenes de conducta. Andrs M. Prez-Acosta / Universidad Catlica de
Colombia / Universidad de Sevilla (Espaa)

Clasificacin.- Fernndez Moujn expone los siguientes tipos de familias:


a) Familias aglutinadas.- 1) La tendencia a formar un conjunto unido perturba la discriminacin de cada
miembro. Las bsquedas de autonoma son accesionales (suicidio, etc). 2) Al no tener identidad propia
los miembros, las interacciones se hacen estereotipadas. 3) Este mantener al grupo unido vuelve al rol
materno exagerado, debilitando el paterno. Predominan las normas maternas de cuidados y manejo de
emociones. 4) Predominan mensajes concretos, poco reflexivos y muy emocionales. 5) Funcionan como
un clan cerrado a lo nuevo, que es siempre considerado violento.
b) Familias uniformadas.- Los miembros se someten a uno de ellos, el cual busca uniformar a todos ('las
cosas se hacen as en esta familia'). Las bsquedas de autonoma son agresivas. b) Interacciones rgidas,
por ser impuestas. c) Absolutismo del rol paterno y exageracin de las normas paternas: administrar
justicia y reglas instrumentales. d) Mensajes poco reflexivos tipo rdenes, pero con mayor dilogo que en
la familia aglutinada. e) Ideologa elitista y dominante.
c) Familias mixtas.- La aglutinacin y la uniformidad se dan mezcladas, y se diferencian de las anteriores
en que la sexualidad y la agresin no estn disociadas. Si bien la represin es menos violenta, es ms
discriminada, y se tolera poco tanto la sexualidad como la agresin. La pareja de los padres existe, pero

con poca capacidad para integrar a los hijos. Son parejas 'complementarias' donde los hijos son poco
contenidos, por lo que se hacen auto-contenidos (obsesivo-compulsivos) o afectivamente desconfiados.
d) Familias aisladas.- 1) Predominan las individualidades aisladas, lo que lleva al deterioro de la identidad
grupal y estancamiento de las identidades individuales. 2) Roles aislados, y pro ende interaccin
puramente informativa o descriptiva que no promueve transformaciones. 3) Los roles asignados no
entran en conflicto con los asumidos, cada uno hace su vida. 4) Carencia de contenido afectivo en los
mensajes. 5) Relaciones satisfactorias porque los objetivos del grupo son muy pobres: tener un lugar
donde estar. 6) La ideologa dominante es 'hac tu vida y no te metas con nadie', o sea, individualista y
adaptativa.
e) Familias integradas.- 1) Hay un equilibrio inestable entre las identidades grupales e individuales que se
redefinen sin grandes obstculos. 2) Son estables debido a la flexibilidad de los roles que permiten
contener los problemas sin reprimirlos ni expulsarlos (familias uniformadas), sin negarlos (familias
aglutinadas) y sin inhibirlos (familias aisladas). 3) El equilibrio entre roles asignados y asumidos se debe
a que no son fijos ni en su definicin (la asignacin cultural puede transformarse) ni en su asuncin, pues
puede haber cambios de personas. El rol filial (mesinico, disconformista) es valorado y tolerado dada la
'fortaleza' ante los cambios. 4) Discusiones explcitas, con capacidad reflexiva y carga emocional regulada
grupalmente, lo que permite el dilogo transformador. 5) La ideologa es la aceptacin de la lucha
generacional que cuestiona privilegios; es importante cada uno en el funcionamiento grupal y hay
confianza en transformar lo establecido.
Condensado de Fernndez Moujn Octavio (1988) Abordaje terico y clnico del adolescente. Buenos Aires: Nueva
Visin. Captulo 11.

Familia y estrs.- Se cree que las experiencias de afecto son importantes debido a sus implicaciones en
el desarrollo posterior. El objetivo de los autores, con un estudio basado en cuestionarios, fue investigar
las diferencias entre la vinculacin familiar dividida 4 tipos de vinculacin maternal y paternal con
respecto a experiencias de estrs familiar causada por las caractersticas del nio, cualidades del padre, y
curso de vida bajo consideracin del gnero y de la edad del nio. Los autores recopilaron informacin
del comportamiento de la unin paternal con la versin alemana del instrumento de unin familiar (en
ingls, PBI). Los autores valoraron el estrs paternal con su versin alemana del ndice de estrs familiar
(en ingls, PSI). Encontraron diferencias significativas entre las 120 madres agrupadas en los 4 tipos de
unin maternal y en los 4 tipos de unin paternal con respecto al estrs familiar causado por el nio,
unin maternal: F (5, 113) = 4.13, p = 0.002, unin paternal: F(5, 111) = 8.50, p&#8804; .0001, y
caractersticas paternales, unin maternal: F(5, 113) = 3.33, p = .008, unin paternal: F(5, 111) = 7.80,
p &#8804; .0001. El nivel ms bajo de estrs familiar fue experimentado por madres que se describieron
como el "tipo de unin familiar ptimo" con respecto al nio y al dominio familiar. Los autores no
encontraron diferencias significativas entre los 4 tipos de relaciones maternales, F(5, 113) =1.25, p= 29,
y los 4 paternales, F(5, 111) =1.87, p=106, con respecto al estrs en la vida. De acuerdo a los
resultados de los autores, la representacin de las relaciones de afecto parece tener un impacto especial
en la capacidad del adulto de hacer frente a los retos y al estrs, ya sea directa o indirectamente como
un modelo interno de afecto. Para la prctica clnica, estos resultados parecen recomendar la
combinacin del PSI y PBI en el diagnstico de la madre estresada--sistema del nio, para planear un
programa ptimo de intervencin.
Willinger U y otros, El estrs y la unin familiar. BEHAVIORAL MEDICINE. 2005;31(2).

Familia y depresin.- Antecedentes: La explicacin ltima de la depresin mayor en la familia podra


indicar una propensin gentica para el trastorno. El trastorno completo o slo algunos de los sntomas
podran ser heredados. Bajo esta ltima condicin, una frecuencia incrementada de sntomas heredados
podra incrementar consecutivamente la probabilidad de alcanzar el umbral para depresin en parientes
y, de esta manera, podra causar la explicacin ltima de la depresin familiar. Hasta ahora, ningn
estudio investig la posibilidad de una relacin entre los sntomas depresivos individuales y la similitud
con la depresin de la familia. Mtodos: Se ha manifestado en esta muestra la explicacin ltima de la
depresin familiar de inicio-temprano (edad de inicio < 60 aos) pero menos entonces de depresin de
inicio-tardo. Para evaluar la hiptesis de una herencia de sntomas depresivos individuales como una
causa posible de una depresin familiar, las frecuencias de sntomas fueron comparadas en parientes de
pacientes depresivos y de controles utilizando un anlisis de regresin logstica adelantado. Resultados:
Algunos sntomas depresivos individuales mostraron agregacin en parientes de pacientes con depresin,
pero el patrn de herencia fue inconsistente, por ejemplo, la agrupacin de sntomas fue diferente entre
parientes no-depresivos y depresivos de pacientes con depresin de inicio temprano y depresin de inicio
tardo, respectivamente. No se observ ninguna agrupacin intra-familiar de sntomas depresivos
especficos dentro de familias de sujetos depresivos. Conclusiones: Debido a las inconsistencias en la
agrupacin de sntomas individuales en parientes no-depresivos y depresivos y la falta de agrupacin
intra-familiar, es poco probable la explicacin de la familiar de depresin por causas de la agrupacin de
sntomas depresivos individuales. Es ms probable una herencia de la vulnerabilidad para trastornos
depresivos completos influenciada por factores medioambientales.

Reun R y Hein S, La explicacin de la depresin intra-familiar, pero no la explicacin de la depresin familiar por
sntomas depresivos individuales. EUROPEAN PSYCHIATRY. 2007 ENE; 22(1).

Disfuncin familiar y consumo de psicofrmacos.- Objetivo: Conocer la relacin entre el consumo


de psicofrmacos en mujeres y los resultados de los test Apgar y acontecimientos vitales estresantes
(AVE).
Diseo: Estudio descriptivo transversal.
Emplazamiento: Centro de Salud General Fanjul (rea 7 de la Comunidad de Madrid).
Participantes: Todas las mujeres de entre 2565 aos de edad que acuden a las consultas de atencin
primaria durante una semana del mes de marzo de 2005.
Mediciones principales: Encuestas validadas de disfuncin familiar (Apgar) y acontecimientos vitales
estresantes (escala aditiva de evaluacin de reajuste social).
Resultados: Acudieron 625 mujeres, de las que se entrevist a 121 (19,36%), con una media de edad de
46,812,7 aos. El 90% son espaolas. El 55,4% estn casadas, el 67% tiene hijos, el 3,3% no tiene
estudios y el 75,2% ha cursado estudios primarios y el 21,5%, estudios universitarios. Trabaja fuera de
casa el 57,9%. Los antidepresivos son utilizados por el 24% de las mujeres y las benzodiacepinas, por un
30,6%. El consumo de benzodiacepinas aumenta con la edad (p<0,001). Al relacionar el consumo de
benzodiacepinas o antidepresivos y la existencia de mayor disfuncionalidad familiar o AVE, no se
observan diferencias estadsticamente significativas.
Conclusiones: Aunque de manera intuitiva se podra pensar que los AVE y la disfuncin familiar
determinan un mayor consumo de psicofrmacos, no hemos podido encontrar una relacin
estadsticamente significativa. Se detecta un mayor consumo de benzodiacepinas a mayor edad.
Sonsoles Prez Cuadrado; Cristina Morn Tiesta; Pilar Carreo Freire. Consumo de psicofrmacos y disfuncin familiar.
ATENCIN PRIMARIA. 2009 MAR; 41(3):153-157.

Familia y enfermedad mental.- Antecedentes: La mayora de la evidencia de las asociaciones entre la


adversidad en la niez y la enfermedad mental adulta es retrospectiva.
Objetivos: Evaluar la evidencia prospectiva de las asociaciones entre las relaciones pobres padres-hijos y
los trastornos psiquitricos comunes en etapas posteriores de vida.
Mtodo: Revisin sistemtica de estudios publicados entre 1970 y 2008 incluyendo: (a) ms de 100
participantes; (b) medidas de las relaciones en el hogar durante la infancia; (c) por lo menos 10 aos
entre la evaluacin de riesgos; y (d) medidas de ansiedad, depresin, suicidio, ideacin suicida o
trastorno de estrs post-traumtico (PTSD). El anlisis se realiz a travs de sntesis narrativa.
Resultados: Se identificaron veintitrs investigaciones reportando datos de 16 cohortes. Las relaciones
abusivas predijeron la depresin, la ansiedad y PTSD. La indisponibilidad emocional maternal a edad
temprana predijo los intentos de suicidio en la adolescencia. Los resultados de estudios que investigaban
problemas de relacin menos severos fueron sugestivos pero no concluyentes de la asociacin causal, en
parte debido a una heterogeneidad metodolgica.
Conclusiones: Dada la prevalencia y la naturaleza de incapacidad de los problemas psiquitricos
comunes, estos estudios destacan la necesidad de minimizar el dao asociado con las relaciones
disfuncionales padres-hijos.
Scott Weich; Jacoby Patterson; Richard Shaw; Sarah Stewart-Brown. Relaciones familiares en la infancia y trastornos
psiquitricos comunes posteriores en etapas posteriores de la vida: Revisin sistemtica de estudios prospectivos.
BRITISH JOURNAL OF PSYCHIATRY. 2009 MAY; 194(5):392-398.

Familia y depresin.- Introduccin: La presencia de sntomas depresivos con importancia clnica, a lo


largo del ciclo vital, es el resultado de la imbricacin de mltiples factores. Se ha sealado que la
disfuncionalidad familiar se relaciona positivamente con sntomas depresivos con importancia clnica; sin
embargo, los datos son divergentes.
Objetivo: Establecer la asociacin entre disfuncionalidad familiar y sntomas depresivos con importancia
clnica en adolescentes estudiantes de un colegio de un sector de estrato bajo (I) en Cartagena,
Colombia.
Mtodo: Se dise un estudio transversal en el que participaron estudiantes de secundaria. Se cuantific
la disfuncionalidad familiar con el cuestionario de APGAR familiar y sntomas depresivos con importancia
clnica con la escala de Zung para depresin. Se us la regresin logstica para controlar confusores.
Resultados: Participaron 424 estudiantes de sptimo a undcimo grado con edad promedio de 14,7 aos
(DE=1,6), 59% mujeres y una escolaridad promedio de 8,6 (DE=1,3). Informaron disfuncionalidad
familiar el 41% y sntomas depresivos con importancia clnica, el 41% de los estudiantes. Se observ
falta de asociacin entre disfuncionalidad familiar y sntomas depresivos con importancia clnica (OR=1,4;
IC 95%: 0,92-2,1), despus de controlar por otras variables.
Conclusiones: La presencia de disfuncionalidad familiar y la presencia de sntomas depresivos con
importancia clnica no guarda asociacin significativa en estudiantes de estrato bajo.
Zuleima Cogollo; Edna Gmez; Oneys De Arco... (et.al), Asociacin entre disfuncionalidad familiar y sntomas
depresivos con importancia clnica en estudiantes de Cartagena, Colombia. REVISTA COLOMBIANA DE PSIQUIATRA.
2009 DIC; 38(4):637-644.

FANTASA
Definicin.- El proceso de la imaginacin termina: a) en imgenes derivadas de alguna percepcin
sensorial (imgenes de memoria) o b) en imgenes anormales llamadas fantasas (alucinaciones). Desde
el punto de vista psiquitrico, es el equivalente de sueo diurno. Desde el punto de vista psicoanaltico,
a veces tambin es equivalente de sueo nocturno.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Generalidades.- Es la forma en que se expresan las operaciones del Edipo, y son escenas que pueden
ser ms, o menos concientes, ms o menos elaboradas, y algunas son tan inconcientes que se remontan
a la filogenia. Las fantasas son los contenidos latentes del sntoma, que es lo manifiesto. Las fantasas
son respuestas a enigmas pero tambin escenificaciones de deseos, o sea la forma cmo se expresan los
deseos.
Condensado de Sal, Lo inconciente, sntoma, angustia y represin. Clases dictadas en la ctedra de Psicopatologa de
la Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires, 1996.

Clasificacin.- En Freud hay tres conceptualizaciones de fantasas: concientes-preconcientes,


inconcientes, y originarias. Las fantasas concientes-preconcientes son descritas como sueos diurnos y
son predominantemente de escenas imaginarias donde el sujeto participa como actor con una
intencionalidad ligada a un placer o un temor que puede producir acercamiento o aversin. Las
preconcientes aparecen como puntos de unin intersistmicos o sea situaciones de pasaje, a travs de
las cuales podemos inferir analogas, transformaciones y relaciones con el sistema inconciente.
Respecto de las fantasas inconcientes, Freud describe dos tipos: a) las que fueron concientes y por
represin se hicieron inconcientes (modelo de la histeria); y b) las que son inconcientes y se hicieron
concientes (modelo de los sueos). Finalmente, las fantasas originarias son los temas bsicos de la
especie que la fantasa inconciente elabora (DAlvia R y otros, 1980:130).
DAlvia R y otros, El concepto de fantasa en las teoras de Freud y de Klein. Buenos Aires, Revista de Psicoanlisis,
Asociacin Psicoanaltica Argentina, Tomo XXXXVII N1, Enero 1980.

Segn M. Klein.- Las fantasas son contenidos primarios de los procesos mentales inconcientes, y
pueden definirse como los representantes psquicos de los instintos: no hay acto instintivo que no sea
vivido como fantasa inconciente, aunque luego, esta puede pasar a ser un modo de defensa contra los
impulsos. La fantasa tiende a considerar que el impulso se satisface efectivamente, mientras que, como
defensa, considera que dicho impulso es realmente inhibido o controlado.
Isaacs S., "Naturaleza y funcin de la fantasa", includo en Klein M., Obras Completas, Tomo III, Paids-Horm,
captulo III.

Tipos.- Isaacs distingue la fantasa como contenido primario de los procesos mentales inconcientes
(phantasy), y la fantasa como los sueos diurnos concientes, las ficciones, etc. (fantasy).
Laplanche J y Pontalis J, Diccionario de psicoanlisis, Barcelona, Labor, 1981, 3 ed, pg. 143.

Fantasa, sueo y sntoma.- Fantasa, sueo, sntoma y recuerdo encubridor tienen en comn el ser
todas transacciones, pero con algunas diferencias. En el sntoma la transaccin es resistencial; no se
cumple directamente la realizacin de un deseo. En cambio, en la fantasa y en el sueo existe la
realizacin del deseo, ligada respectivamente a los principios de realidad y placer. El sntoma, a diferencia
del sueo, es un producto patolgico: el yo lo siente ajeno a l. La fantasa aparece como un producto
intermedio, ya que cumple funciones defensivas, pero sin la fijeza estereotipada del sntoma. En ste el
conflicto entre deseo y defensa est remarcado, mientras que en el sueo, frente a una censura laxa, se
crean producto intermedios (deseos onricos preconcientes), que por regresin formal llegan hasta la
estimulacin del polo perceptual. En el sntoma hay represin ms fijacin estereotipada y regresin
tpica; en el sueo se avanza hacia la regresin formal, mientras que en la fantasa hay progresin, es
decir, se produce un pasaje de la representacin de cosa a la de palabra (enlace intersistmico). En el
sueo existen los tres niveles de regresin: tpica, temporal y formal, con predominio de la ltima; es
decir que el Yo pasa a una fase anterior: la satisfaccin alucinatoria del deseo. En el sntoma la regresin
es tpica y temporal, pero no formal. En la estructuracin de la fantasa hay tambin regresin tpica y
temporal; pero en su expresin predomina la progresin (DAlvia R y otros, 1980:127).
DAlvia R y otros, El concepto de fantasa en las teoras de Freud y de Klein. Buenos Aires, Revista de Psicoanlisis,
Asociacin Psicoanaltica Argentina, Tomo XXXXVII N1, Enero 1980.

Fantasa como defensa.- Las funciones de la fantasa son mltiples y complicadas, y la fantasa tiene
un aspecto defensivo que se debe tener en cuenta. Como el objetivo de la fantasa es satisfacer impulsos
instintivos prescindiendo de la realidad externa, se puede considerar que la gratificacin proveniente de
la fantasa es una defensa contra la realidad externa de la privacin. Es, sin embargo, ms que eso: es
tambin una defensa contra la realidad interna. Cuando el sujeto hace una fantasa de realizacin-de-

deseos, no est evitando solamente la frustracin y el reconocimiento de una realidad externa


displacentera; tambin est (lo que es incluso ms importante) defendindose contra la realidad de su
propia hambre y de su ira, o sea, contra su realidad interna. Adems, algunas fantasas se pueden
utilizar como defensa contra otras fantasas manacas, cuya finalidad principal es impedir que aparezcan
subyacentes fantasas depresivas (Segal H, 1987:22).
Segal H (1987) Introduccin a la obra de Melanie Klein. Buenos Aires: Paids.

Naturaleza y funcin de la fantasa .- Con el progreso de la labor psicoanaltica, las relaciones que
percibimos entre los primeros procesos mentales y los ulteriores tipos de funcionamiento mental ms
especializados comnmente llamados fantasas, nos condujeron a ampliar la connotacin de este
trmino.
Comprender la naturaleza y funcin de la fantasa implica estudiar los tres primeros aos de la vida
mental. Las fantasas inocentes de ese tiempo las inferimos: no podemos observarlas. Tambin ocurre en
los adultos. Los datos que tomamos en cuenta para inferir fantasas son: ciertas relaciones entre hechos
y teoras establecidas, pruebas clnicas, y datos de observacin no analticos y estudios experimentales.
Entre los usos habituales del trmino fantasa, uno se refiere a la fantasa conciente, como por ejemplo el
ensueo diurno. Para el psicoanlisis, en cambio, la fantasa es inconciente, y puede hacerse o no
conciente. La fantasa es una realidad psquica, viviente y propia, y esta siempre activa tanto en la
normalidad como en la neurosis. Lo normal o lo anormal depende en todo caso de la relacin de la
fantasa con la realidad, y de cmo la fantasa es procesada y elaborada.
La fantasa como contenido primario de los procesos mentales inconcientes.- la fantasa es contenido
primario pues es el representante psquico del instinto. No hay impulso instintivo que no sea vivido como
fantasa inconciente. Luego, las fantasas pasan a ser modos de defensa contra los impulsos (reparacin).
La fantasa tiende a considerar que el impulso se satisface realmente, o bien, si acta como defensa, que
el impulso es realmente inhibido o controlado.
Alucinacin e introyeccin primaria: la fantasa acta en las fases ms tempranas de la vida, por ejemplo
en la alucinacin (alucina el pezn ausente). Esta alucinacin aparece cuando el impulso no es demasiado
intenso, en cuyo caso la alucinacin cesa. Los objetos placenteros son introyectados, y los displacenteros
(excesiva tensin) son proyectados al exterior. La fantasa inconciente es el producto de la introyeccin.
Dificultades en el desarrollo temprano originadas el la fantasa.- muchos problemas infantiles
(alimentacin, temor a extraos, etc) se entienden mejor a partir de sus fantasas tempranas. Por
ejemplo cuando no va ms a la madre, fantasea que lo abandon.
Fantasas y experiencia sensorial.- Las primeras fantasas tienen su origen en experiencias sensoriales:
surgen de impulsos orgnicos y estn entretejidas con sensaciones corporales y afectos.
Fantasas y palabras.- Las palabras son un medio para poder referirse a la experiencia, real o fantaseada,
pero no son idnticas a la fantasa ni la sustituyen. Las fantasas existen mucho antes que surja el
lenguaje. En la conversin histrica, el enfermo retrocede a un lenguaje pre-verbal y usa el cuerpo y las
emociones como expresin de sus fantasas.
Relacin de las fantasas tempranas con el proceso primario.- Las fantasas ms primitivas estn regidas
por un proceso primario, pues hay en ellas falta de coordinacin del impulso, falta del sentido del tiempo
y presencia de contradiccin y negacin; no hay postergacin de la descarga, ni hay discriminacin de lo
que es la realidad externa.
Instinto, fantasa y mecanismo: los mecanismos, como la proyeccin y la introyeccin, son formas
particulares de accin de la vida mental, como medio para manejar tensiones y conflictos internos. Esos
mecanismos estn ligados a fantasas, como por ejemplo la fantasa de incorporacin con el mecanismo
de introyeccin.
La fantasa es para Isaacs el vnculo activo entre el instinto y el mecanismo yoico. El instinto es un
proceso psicosomtico limtrofe, cuya expresin mental es la fantasa. Las primeras fantasas se
construyen sobre impulsos orales ligados al gusto, tacto u olfato, y la vista tiene poca importancia. Esas
sensaciones e imgenes primeras se relacionan muy poco, al principio, con un objeto externo, espacial,
se experimentan en el cuerpo, no fuera de l. El elemento visual ligado al mundo externo aumenta
lentamente y llega a fundirse con la experiencia tctil. Al predominar lo visual, se aprende la
discriminacin entre el mundo externo y el interno, y los elementos visuales ligados al exterior sufren una
represin: son desexualizados, independizados de las ataduras corporales. Pero esas imgenes influyen
igual sobre lo afectivo, pues originalmente se haban fundado en elementos somticos, inconcientes y
reprimidos. Lo visual tiene como base una 'imago', o sea una persona o parte de ella que incluye todos
los elementos somticos que la vincularon a dicha persona. Esos vnculos son siempre experimentados
como fantasas. En general, todos los mecanismos del yo derivan en ltima instancia de los instintos y de
las reacciones corporales innatas.
Fantasa, imgenes mnmicas y realidad.- Las primeras experiencias psquicas son el resultado de los
muchos estmulos de las primeras 24 horas de vida. Este contacto con el mundo externo provee al beb
de material tanto para las fantasas como para la memoria. La fantasa y la prueba de realidad estn ya
presentes desde los primeros das. Ms adelante el nio puede aprender y adaptarse al mundo externo

sin un cierto grado de control o inhibicin del impulso y con un monto de satisfaccin, lo que se consigue
gracias a la fantasa.
En resumen.- El concepto de fantasa se ampli gradualmente dentro del psicoanlisis, y necesitaremos
aclararlo y desarrollarlo explcitamente para poder reunir los hechos observados.
Las fantasas son el contenido primario de los procesos mentales inconcientes. Las fantasas inconcientes
se refieren primeramente a cuerpos y representan fines instintivos hacia los objetos.
Estas fantasas son, en primer lugar, los representantes psquicos de instintos libidinales y destructivos;
desde el comienzo de su desarrollo se elaboran tambin como defensas y como realizaciones de deseos y
contenidos de ansiedad.
Los postulados de Freud de la realizacin alucinatoria de deseos, y su identificacin primaria, introyeccin
y proyeccin son la base de la vida de la fantasa.
A travs de la experiencia externa, las fantasas se elaboran y pueden expresarse, pero no dependen de
la experiencia externa para su existencia. Las fantasas no dependen de las palabras aunque pueden,
bajo ciertas condiciones, expresarse en palabras. Las primeras fantasas se experimentan como
sensaciones; ms tarde, toman la forma de imgenes plsticas y de representaciones dramticas.
Las fantasas tienen efectos tanto psquicos como corporales, como por ejemplo sntomas de conversin,
cualidades corporales, carcter, personalidad, sntomas neurticos, inhibiciones y sublimacin.
Las fantasas inconcientes forman el vnculo activo entre instintos y mecanismos. Cuando se estudian en
detalle, puede verse que toda la variedad de mecanismos del yo surgen de tipos especficos de fantasa,
los que en ltima instancia tienen su origen en impulsos instintivos pues "el yo es una parte diferenciada
del ello". Un mecanismo es un trmino abstracto general que describe ciertos procesos mentales que son
experimentados por el sujeto como fantasas inconcientes.
La adaptacin a la realidad y el pensamiento realista requieren el apoyo de fantasas inconcientes
concurrentes. La observacin de las formas en que se desarrolla el conocimiento del mundo externo
demuestra cmo la fantasa del nio contribuye al aprendizaje.
Las fantasas inconcientes ejercen una influencia continua durante toda la vida, tanto en el normal como
en el neurtico, estando la diferencia en el carcter especfico de las fantasas dominantes, en el deseo o
ansiedad asociados a ellas y en la interrelacin mutua entre ellas y con la realidad externa.
Condensado de Isaacs Susan, Naturaleza y funcin de la fantasa. Artculo publicado en el Tomo III de Klein M (1986)
Obras completas, Paids-Horm.

Mtodos de estudio de las fantasas.- Dividimos los mtodos de estudio en dos tipos: mtodos de
observacin, y mtodo del psicoanlisis.
Los mtodos de observacin implican tres cosas: a) considerar los detalles precisos de la conducta del
nio, y no simplemente los aspectos generales; b) observar y registrar el contexto de los datos
observados, entendiendo por contexto sobre todo la totalidad del medio donde ocurre la conducta, su
situacin social y emocional; c) estudio de la continuidad gentica: toda conducta se desarrolla
gradualmente a partir de las anteriores. Por ejemplo antes de usar palabras, el nio las comprende.
Tambin, las fantasas de los nios estn al mismo tiempo que los impulsos que las originan. En suma,
todo dato o conducta debe incluirse como parte de una serie evolutiva.
Para explorar las fantasas inconcientes, el mtodo del psicoanlisis recurre a los tres elementos
anteriores. El analista no slo entiende los mnimos detalles de las asociaciones del paciente -nio o
adulto- sino que tambin estima si tienen o no relacin con el contexto donde se hacen. Poco a poco se
va relacionando su situacin actual con experiencias infantiles tempranas, o sea, se ubican las
asociaciones dentro de un contexto evolutivo.
La situacin transferencial es un marco muy til para estudiar las fantasas: la relacin del paciente con
su analista es casi por entero una relacin de fantasa inocente, donde el paciente le transfiere deseos
tempranos, impulsos agresivos, temores y otras emociones.
Todo ello sirve para nios mayores de 2 aos, pero para nios menores de esta edad observaremos sus
reacciones a estmulos, sus actividades espontneas y manifestaciones de afecto. La experiencia
adquirida con nios mayores de 2 aos sirve para los nios menores de esa edad. En base a las
observaciones se pueden esbozar hiptesis sobre las principales fases de la fantasa y sobre el desarrollo
de la vida mental en general.
Condensado de Isaacs Susan, Naturaleza y funcin de la fantasa. Artculo publicado en el Tomo III de Klein M (1986)
Obras completas, Paids-Horm.

Fantasa segn Klein e Isaacs.- Susan Isaacs, sistematizando a Klein, dice que fantasa es la
expresin mental de los instintos, y son el contenido primario de los procesos inconcientes.
Una primera clase de fantasa (que Tarazi llama volitiva) es donde el sujeto expresa su voluntad de hacer
algo con un objeto: yo como boca, quiero succionar este pecho. Hay un sujeto (yo), un verbo (pulsin)
(quiero), y un objeto (pecho). Otro ejemplo: yo quiero inundar el cuerpo de mi madre con orina.
Una segunda clase de fantasa es la cognitiva: este pecho es bueno, sea que se atribuye una cualidad a
un objeto. Es una representacin no objetiva, basada en elementos de juicio reales. Hay una articulacin
entre la fantasa volitiva o activa y la cognitiva: el sujeto quiere hacer algo con un objeto porque este

objeto tiene tal cualidad. El aspecto volitivo es lo que Freud llama el representante-representativo de la
pulsin.
Un tercer tipo de fantasa implica imaginarse uno haciendo una accin. Segn Freud, es la fantasa
propiamente dicha. El primer tipo est en potencia, el tercero est en acto.
Un cuarto tipo de fantasa es la alucinacin, donde se cree realmente estar realizando una accin (no
como en el tercer tipo donde hay conciencia de estar solo imaginando).
Un quinto tipo es la internalizacin. En estado de suma frustracin, el nio ya siente su pecho dentro de
l para apoderarse definitivamente de l.
Lo que Freud llama fantasas originarias, Klein las llama protofantasas. Son previas a la experiencia.
Antes de mamar, el nio siente que hay algo que pueda saciarlo aunque no haya tenido la experiencia de
mamar. Los nios construyen representaciones inspiradas solo en sus vivencias. Las fantasas, en
cambio, descansan en parte en la experiencia. En Freud la fantasa expresa el deseo, mientras que en
Klein la necesidad.
Antes de la aparicin de la palabra, el nio fantasea en base a sus vivencias corporales. El adulto expresa
su fantasa con palabras: Yo quiero hacer tal cosa. Al traducirse en palabras, la fantasa se hace
conciente. En Freud hay tres niveles de fantasa: inconciente, preconciente, conciente (ensoaciones
diurnas). Las inconcientes son edpicas, por ejemplo.
Condensado de Ostrov L y Tarazi O, Diferencias entre Freud y sus continuadores. Clases dictadas en la Ctedra de
Psicologa Psicoanaltica durante 1974. Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires.

Fantasa inconciente segn Freud.- La fantasa inconciente es la escenificacin de un deseo. Freud


llega a ello investigando las neurosis histricas y obsesivas, que son producto de una situacin
traumtica de seduccin (en la histrica fue seducido, en la obsesiva l sedujo activamente). Dichas
escenas, l comprueba en anlisis que no haban tenido realmente lugar, lo que siente que le hace
tambalear su teora de la neurosis. Eran escenas imaginarias para satisfacer deseos de la infancia. Ah
empieza Freud a hablar de fantasas inconcientes. Pero luego al ver que la fantasa adopta distintas
formas en cada sujeto, llega a pensar que se basaron en algn acontecimiento real. Sin embargo, como
no todos los nios asistieron a la escena del coito de los padres, empieza a pensar que las fantasas son
de origen filogentico, originarias. La fantasa de castracin explicara el origen de la diferencia de los
sexos. Klein no acepta esto, dice que la mujer reconoce su estado vaginal desde el comienzo.
Condensado de Ostrov L y Tarazi O, Diferencias entre Freud y sus continuadores. Clases dictadas en la Ctedra de
Psicologa Psicoanaltica durante 1974. Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires.

La fantasa como terapia de la personalidad.- El autor aborda su quehacer psicoteraputico


centrando su tarea en la persona misma, sin subordinarse a un marco terico especfico sino tratando de
integrar los distintos modelos y escuelas psicoanalticas para ponerlas al servicio de la persona. El libro
contiene una Introduccin, en la que sirven de punto de partida la definicin aristotlica de la fantasa y
una clasificacin de las imgenes que permite ubicar el Sueo Despierto, que el autor denomina Ensueo
dirigido en la Imaginera Mental. Consta de dos partes principales: la primera se refiere a la estimulacin
y utilizacin psicoteraputica de la fantasa. En ella se hace una sntesis histrica de las tcnicas de la
Fantasa Mental, para entrar, luego, a la metodologa psicoteraputica de Robert Desoille. Respecto de
esta ltima, el autor la subdivide en tres fases: 1) Fase onrica, o de produccin de ensueos. 2) Fase
mayutica, o de sesiones de comentario e interpretacin. 3) Fase de maduracin o de intervalo entre las
sesiones, en la que incluye la redaccin de la secuencia de la sesin anterior, con aportes de sueos
nocturnos, recuerdos, experiencias, sueos despiertos a solas, y, en fin, la serie de vivencias y
reflexiones que siguen a las fases anteriores.
El siguiente captulo se refiere a la relacin entre Imaginera Mental y Psicoanlisis, con una referencia al
concepto psicoanaltico de fantasa. La segunda parte del libro se refiere a la integracin del psiquismo
mediante las tcnicas oniroteraputicas. En ella se analizan las caractersticas y operatividad de las
imgenes de la vida real; de las imgenes simblicas figurativas y de las imgenes simblicas no
figurativas. Se dan ejemplos enriquecedores tanto de pacientes como de poemas de Juan Ramn
Jimnez, y del itinerario interior seguido por San Ignacio de Loyola. Sigue a estos anlisis un captulo
acerca de la Psicodinmica del lenguaje imaginario, para terminar con una consideracin de la
operatividad integradora de las vivencias emocionales en el marco imaginario del ensueo. Esto se
completa con una serie de ejercicios prcticos complementarios.
Sinopsis de Jimnez F y Pinzn H (1997) La fantasa como terapia de la personalidad. Barcelona: Descle de Brouwer.

FASCINACIN
Definicin.- (Psicoanlisis) As denomina Bernfeld las primeras percepciones del nio en que el Yo imita
lo percibido.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

FASE DE ESPEJO

Definicin.- (J. Lacan) Fase de la constitucin del ser humano, comprendida entre los seis y dieciocho
primeros meses de vida, durante la cual el nio, todava en un estado de impotencia e incoordinacin
motriz, anticipa imaginariamente la aprehensin y dominio de su unidad corporal. Tal unificacin
imaginaria tiene lugar por identificacin con la imagen del semejante como total; la experiencia concreta
del nio de la percepcin de su propia imagen es un espejo, ilustra y actualiza tal proceso, constituyendo
esta fase la matriz y el esbozo de lo que ser el Yo.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

FATIGA MENTAL
Definicin.- Las investigaciones fisiolgicas demuestran que el trabajo mental tambin aumenta la
cantidad de las caloras necesarias. Sin embargo, el concepto de la fatiga mental no tiene ninguna
definicin clara, es un trmino vago y se considera como un sntoma neurtico (fatiga histrica) en los
casos en los cuales no hay ninguna indicacin fisiolgica para la fatiga mental.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

FAUSEE RECONNAISSANCE
Definicin.- (Francs) 1. La sensacin de que una impresin o un acontecimiento nuevo ya hubiese sido
experimentado anteriormente en la vida, sin que uno lo recuerde exactamente. 2. Se diferencia entre
dj vu, (la sensacin de que ya hubisemos visto lo mismo), dj entendu (ya odo lo mismo), dj
prouv (ya sentido lo mismo), dj recont (ya contado lo mismo). 3. (Psicoanlisis) Fausee
reconnaissance se relaciona con un deseo, una fantasa o una intencin reprimida. La situacin actual
sirve solamente para evocar este material del inconciente.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

FECHNER, GUSTAV
Biografa.- (1801-1887) Gustav Theodor Fehner fue un fsico y filsofo alemn que, en el terreno de la
psicologa, intenta conciliar una postura panpsquica con la psicologa experimental. Se propone medir la
sensacin y, basndose en la Ley de Weber (que deca: El aumento del estmulo necesario para producir
un aumento de la sensacin se mantiene en relacin constante con el estmulo total), llega a la siguiente
formulacin conocida por el nombre de Ley de Weber-Fechner. Si la sensacin crece en progresin
aritmtica, el estmulo debe crecer en progresin geomtrica. Fechner, en su libro Elemente der
Psychophysik (1860), intent por primera vez dar un concepto sobre las relaciones entre cuerpo y alma.
Los actos anmicos se regulan segn el principio de la estabilidad (de la constancia). Fechner reconoce la
existencia de un subconsciente y puede ser considerado como uno de los fundadores de la
Metapsicologa. En su libro posterior Vorschule der Aesthetik aporta elementos importantes para la
comprensin del chiste como fenmeno psicolgico. Fechner distingue entre una Esttica desde arriba
que parte de los conceptos superiores y una Esttica desde abajo; la ltima se basa en la intuicin y la
experiencia.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

FEIGHNER, CRITERIOS
Generalidades.- rimer documento elaborado por autores del movimiento neo-kraepeliniano, con
propsitos de clasificacin operativa de los 16 trastornos de mayor frecuencia clnica y fiabilidad
estadstica.
Belloch A y otros, Manual de Psicopatologa, Volumen I, Madrid, McGraw-Hill, 1995, pg. 156.

FELICIDAD
Definicin.- 1. En la filosofa griega la felicidad es el fin ltimo y supremo bien del hombre, lo que
constituye su verdadero sentido de la vida. Varias fueron las concepciones acerca del contenido de la
felicidad; se preguntaba si era el placer, o la posesin de bienes exteriores, o la virtud, o el conocimiento;
si era un don de los dioses o fruto del propio esfuerzo. 2. La definicin ms importante la dio Aristteles:
La felicidad consiste en la actividad del espritu por el conocimiento de la verdad, actividad que es
conforme a su naturaleza y responde a su propia finalidad. El placer y la alegra son solo un eco de la
perfeccin obtenida. Fuera de eso, la actitud moral virtuosa constituye un elemento esencial de felicidad,
la cual, por lo dems, es tambin concebida nicamente dentro del mbito terreno. La doctrina cristiana
distingue una felicidad natural correspondiente a las capacidades y tendencias de la naturaleza espiritual,
y otra sobrenatural que en el orden efectivo constituye por s sola el destino del hombre y consiste en la
contemplacin de Dios. (Schuster).

Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Generalidades.- Un estudio llevado a cabo por E Diner y M Seligman en las Universidades de Illinois y
Pennsylvania con estudiantes universitarios revel que las caractersticas de los estudiantes considerados
felices eran diferentes a los dems. Eran ms sociales, pasaban menos tiempo solos y tenan relaciones
slidas con amigos, familiares y parejas. Eran ms extrovertidos, ms agradables y menos neurticos
que sus pares infelices o medianamente felices. Satisfechos con sus vidas, prcticamente nunca haban
pensado en el suicidio, recordaban ms momentos buenos que malos en sus vidas y tenan a diario
muchas ms emociones positivas que negativas, destacaron los investigadores citados.
Sin embargo, no encontraron una asociacin entre felicidad e indicadores clsicos de bienestar general:
los estudiantes ms felices no hacan ms ejercicio, ni dorman ms ni asistan con mayor frecuencia a
servicios religiosos.
Se constat tambin que una vida social rica no garantizaba felicidad, porque tambin la tenan
estudiantes muy infelices. Del estudio tampoco surgi que ser muy feliz implique tener relaciones ms
satisfactorias o viceversa. Los investigadores observaron tambin que hasta los alumnos ms felices
tenan sus das malos y el nimo cado, lo cual confirmaba que sus sistemas emocionales funcionaban
correctamente.
Goode Erica, publicado en The New York Times, traducido y publicado en el diario Clarn (Buenos Aires, Argentina), el
30 de enero de 2002 bajo el ttulo Disean un mapa psicolgico de las personas que son felices.

Propagacin de la felicidad.- Objetivos: Evaluar si la felicidad puede extenderse de persona a persona


y si los lugares de la felicidad se forman dentro de las redes sociales. Diseo: Anlisis longitudinal de
redes sociales. Ajuste: Estudio Framingham Heart de red social. Participantes: Seguimiento de 4739
individuos desde 1983 hasta el 2003. Principales medidas de resultado: La felicidad medida con la escala
validada de 4 tems; amplia gama de atributos de redes sociales y vnculos sociales diversos.
Resultados: Grupos de personas felices e infelices son visibles en la red, y la relacin entre las personas
felices se extiende hasta tres grados de separacin (por ejemplo, a los amigos de los mejores amigos).
Gente que est rodeado de muchas personas felices y los que son centrales en la red tienen ms
probabilidades de ser felices en el futuro. Modelos estadsticos longitudinales sugieren que los grupos
felices resultan de la propagacin de la felicidad y no slo de una tendencia para que las personas se
asocien con individuos similares. Un amigo que vive dentro de una milla (alrededor de 1.6 km) y que
comienza a sentirse feliz aumenta la probabilidad de que una persona sea feliz en un 25% (95% intervalo
de confianza 1% a 57%). Efectos similares se observan en cnyuges corresidentes (8%, 0,2% a 16%),
los hermanos que viven dentro de un milla (14%, 1% a 28%), y vecinos de al lado (34%, 7% a 70%).
Efectos que no se ven entre compaeros de trabajo. El efecto decae con el tiempo y con la separacin
geogrfica.
Conclusiones: La felicidad de las personas depende de la la felicidad de los otros con los que estn
conectados. Esto proporciona una justificacin adicional para ver la felicidad, al igual que la salud, como
un fenmeno colectivo.
James H Fowler; Nicholas A Christakis, Dinmica de propagacin de la felicidad en una gran red social: Anlisis
longitudinal de ms de 20 aos en el Framingham Heart Study. BMJ. 2008 DIC.

FELLATIO
Definicin.- Contacto y estimulacin de los rganos sexuales masculinos, el pene, por medio de los
labios y la lengua. Eata forma de relacin sexual es normal y sana. Su prctica depender del acuerdo
entre las personas participantes. Puede suponer el aumento de la excitacin y el placer sexual. No es una
prctica sexual exclusiva de las relaciones homosexuales ni supone exclur la afectividad y la
comunicacin. Existe, asimismo, la prctica simultnea con el cunnilingus.
Barragn Medero F, (1991), La educacin sexual. Gua terica y prctica. Barcelona: Paids, pg. 152.

FENMENO TRANSICIONAL
Generalidades.- Fenmenos transicionales son experiencias funcionales que van acompaadas por la
formacin de pensamientos o de fantasas. Ejemplos corrientes que complican la experiencia autoertica
como la succin del pulgar son los siguientes: con la otra mano el beb toma un objeto como una parte
de una sbana y la introduce en la boca junto con los dedos; el trozo de tela es aferrado o succionado;
desde los primeros meses arrancar lana y usarla para una actividad acariciadora; masticar, emitir
sonidos, etc. La pauta de los fenmenos transicionales empieza a aparecer desde los cuatro a seis
meses hasta los ocho a doce.
Winnicott D (1994) Juego y realidad. Barcelona: Gedisa, pgs. 20-21.

FENOMENOLOGA

Generalidades.- La fenomenologa es un completo y cuidadoso estudio de los fenmenos y constituye


bsicamente una invencin del filsofo Edmund Husserl. Los fenmenos estn constituidos por el
contenido de la consciencia, las cosas, cualidades, relaciones, eventos, pensamientos, imgenes,
memorias, fantasas, sentimientos, actos, etc., que experimentamos. La fenomenologa es un intento de
permitir que estas experiencias nos hablen, que las vivamos, para que las podamos describir de la
manera ms imparcial posible.
Si eres de los que ha estado estudiando psicologa experimental, esto podra ser otra manera de hablar
sobre la objetividad. En la psicologa experimental, as como en la ciencia en general, intentamos
deshacernos de la subjetividad y ver las cosas como son realmente. Pero los fenomenlogos sugeriran
que no puedes deshacerse de la subjetividad, aunque te empees en hacerlo. El verdadero intento de ser
cientfico significa acercarse a las cosas desde un particular punto de vista, el de cientfico. No podemos
dejar de lado la subjetividad dado que no es algo separado, para nada, de la objetividad.
La filosofa moderna en casi toda su extensin e incluyendo la filosofa de la ciencia, es dualista. Esto
quiere decir que separa al mundo en dos partes, la parte objetiva, usualmente concebida como la
material, y la subjetiva o consciente. Entonces nuestras experiencias seran una interaccin entre estas
partes subjetivas y objetivas. La ciencia moderna se ha inclinado hacia esta postura enfatizando lo
objetivo, la parte material y quitndole importancia a la parte subjetiva. Algunos llaman a lo consciente
un epifenmeno, o un subproducto no muy importante de la qumica cerebral y otros procesos
materiales; algo ms bien como una molestia. Otros, como B.F. Skinner, ni siquiera consideran como
algo a la conciencia.
Los fenomenlogos consideran que esto es un error. Todo aquello con lo que lidia un cientfico viene a
travs de la conciencia. Todo lo que experimentamos esta coloreado por lo subjetivo. Pero, una forma
mejor de decirlo sera que no existe experiencia que no comprenda tanto lo que hemos experimentado
como lo que se experimenta. Esta idea es llamada intencionalidad.
De manera que la fenomenologa nos pide que dejemos aquello que estamos estudiando, ya sea una cosa
ah fuera o un sentimiento interno o de otra persona, o la existencia humana, y dejemos que se nos
revele. Podemos lograrlo estando abiertos a la experiencia, sin negar lo que est ah porque no encaje
con nuestras ideas filosficas o psicolgicas o nuestras creencias religiosas. En especial, nos pide que
apartemos o pongamos entre parntesis la cuestin de la realidad objetiva de la experiencia, lo que es de
verdad la realidad. Aunque aquello que estamos estudiando parezca que es ms que lo que estamos
experimentando, no es ms que lo que experimentamos.
La fenomenologa es tambin una tarea interpersonal. Mientras que la psicologa experimental puede
utilizar a un grupo de sujetos de manera que se pueda remover la subjetividad de sus experiencias
estadsticamente, la fenomenologa puede usar un grupo de co-investigadores de manera que sus
perspectivas puedan agruparse para obtener una comprensin ms rica y llena del fenmeno. A esto le
llamamos intersubjetividad.
Este mtodo, as como sus adaptaciones, ha sido utilizado para estudiar emociones distintas,
psicopatologas, cosas como la separacin, soledad y solidaridad, la experiencia artstica, la religiosa, el
silencio y el habla, la percepcin y el comportamiento, etc. Tambin se ha usado para estudiar la
existencia humana en s misma, ms notablemente por Martin Heidegger y Jean-Paul Sartre. Y esto es la
base propiamente dicha del existencialismo.
Boeree George (2002) Teoras de la Personalidad. Captulo sobre Ludwig Binswanger. Traduccin de Gautier Rafael.

FERENCZI, SANDOR
Biografa.- (1873-1933) Psicoanalista hngaro cuya actuacin como mdico elev al psicoanlisis hasta
ser un verdadero mtodo clnico. Acompa a Freud en su viaje a Worcester (1909) donde Freud dict
sus clsicas cinco conferencias elaboradas como esbozos p`reparados por Ferenczi. En el Congreso
Psicoanaltico en Nurenberg (1910), propuso Ferenczi formar la Asociacin Intrnacional Psicoanaltica. Sus
obras principales son: Versuch einer Genitaltheorie (1924) y Bausteine zur Psychoanalyse (1927). En los
ltimos aos de su vida se alej mucho de Freud, quien le critic la imperiosa necesidad de curar y
socorrer al enfermo.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

FETICHE
Definicin.- 1. Objeto natural al que se atribuyen poderes sobrenaturales o mgicos. 2. Objeto
inanimado que provoca estimulacin ertica en el fetichismo.
Farr Mart J (1999) Diccionario de psicologa. Barcelona: Ocano.

FIGURA Y FONDO
Generalidades.- Una parte importante del proceso perceptual consiste en que somos capaces de
distinguir las figuras y el fondo contra el cual aparecen. La distincin entre figura y fondo se aplica a

todos los sentidos, no slo a la visin. Podemos distinguir un solo teclado en violn contra el fondo de
una sinfona u orquesta, una voz en medio de una charla en una fiesta y la fragancia de una rosa dentro
de la florera. En estos casos, percibimos una figura separada del fondo que la rodea (Morris, 1985:106).
Morris C (1985) Psicologa. Mxico: Prentice-Hall.

FIJACIN
Definicin.- Persistencia rgida e irracional de un acto.

Condensado de Mc Keachie W y Lackner Doyle C (1973) Psicologa. Bogot: Fondo Educativo Interamericano. Captulo
11.

Definicin.- (Psicoanlisis) El nio queda fijado a las personas, en primer trmino, a la madre y al padre,
a los objetos, que satisficieron sus primeros impulsos erticos y a las formas de estos primeros placeres.
Esta fijacin de la libido puede paralizar la evolucin sexual de los instintos estancndolos en una fase de
la misma. Pero puede tambin provocar una transformacin en perversiones guardando as las formas y
finalidades infantiles en las satisfacciones del instinto sexual. Por represin la fijacin puede
transformarse en sntomas neurticos. La fijacin hacia los padres provoca la ambivalencia de los afectos:
odio y amor.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

FILICIDIO
Filicidio, acting-out y conducta psicoptica.- Infanticidio se refiere a la matanza de nios sin
alusin alguna a la intervencin parental, en tanto que filicido se refiere a la matanza especfica de los
hijos por sus padres. Constituye una deferencia tan evidente como la que hay entre homicidio y
parricidio, con sus enormes implicaciones distintas. Sin embargo existe universalmente una definida
conceptuacin diferencial entre homicidio y parricidio contrariamente a lo que ocurre entre
infanticidio y filicidio, cuyo uso se confunde mediante la negacin del trmino filicidio con su siniestra
significacin implcita.
An las sanciones legales contra el homicidio se atenan considerablemente cuando se trata de
infanticidio (denominacin que, como hemos visto, encubre el filicidio), y en muchas culturas la matanza
prematura del hijo por razones religiosas, econmicas o demogrficas, es estimulado o exigida.
Los autores intentarn ahora realizar un anlisis ms exhaustivo del filicidio en el mito edpico, dado que
constituye el mito esencial en la conceptualizacin psicoanaltica que sostienen Tratarn de mostrar
entonces los principales efectos derivados de la actuacin o internalizacin de los padres excesivamente
filicidas, efectos que se expresan ostensiblemente como conducta psicoptica, en la que se repiten
activamente, en la identificacin con el agresor, las actuaciones iniciales del agresor parental con el nio.
Adems, la forma en que se resolver el conflicto edpico estar en funcin directa de la intensidad y
elaboracin de las pulsiones filicidas de los padres, ahora internalizadas, quienes constituyen una
continuidad de aquellos padres que crearon mediante el filicidio la prohibicin del incesto, el
sobreincremento de la sublimacin y el origen de la sociedad humana.
El acting out y la conducta psicoptica adquieren en la tragedia edpica una significacin sobresaliente
que incita a buscar la gnesis de ambos fenmenos en este planteo universal. Como lo ha sealado
Abraham y precisado van der Sterren, la mayor diferencia entre el drama de Edipo y otras obras, reside
en que las emociones edpicas aparecen aqu abiertas y manifiestamente expuestas. Este hecho puede
extenderse como la presentacin de la actuacin irreprimida de los impulsos ms prohibidos, y esa falta
de represin hace que la trama de la tragedia aparezca como el contenido manifiesto expresado en
niveles tempranos donde la represin aun no se ha organizado. Entonces podemos investigar los
contenidos latentes que se mantienen ya no reprimidos, sino renegados en etapas aun ms arcaicas.
En este enfoque de los autores, para la interpretacin de la gnesis del acting out y la concomitante
conducta psicoptica, debe llegarse, como lo seala Rosenfeld, a las fijaciones en la posicin paranoide
esquizoide y a la patologa del splitting que conduce al acting out excesivo.
La vida de Edipo se inicia con una extraordinaria intensificacin persecutoria. Desciende de una progenie
intensamente filicida que se remonta hasta Urano, el que mataba a sus hijos para que no lo sucedieran, y
de la de que Layo y Yocasta son los progenitores inmediatos. El presagio del orculo se anuncia mucho
antes de su nacimiento. Cuando nace, sus padres, adems de mutilarlo perforndole los pies, lo mandan
matar o abandonar a los tres das de edad. Estas circunstancias crean el punto etiolgico de fijacin
paranoide esquizoide. El pecho materno, la madre y, secundariamente, ambos padres, constituyen el
factor regulador externo esencial del odio y la envidia innatos, y equilibran la exigencia persecutoria
interna mediante su capacidad para absorber la agresin inicial del lactante.
Con el abandono por los padres y la consecuente perturbacin de la introyeccin y la disociacin
adecuadas de los mismos, el Yo pierde la capacidad de desarrollar defensas que le permitan la
elaboracin paulatina de la ansiedad. El monto excesivo de ansiedad que amenaza con la desintegracin
del Yo es inhibido o contrarrestado entonces mediante extremas defensas manacas, y el Yo incrementa

en tal forma el mecanismo de renegacin que condiciona el fracaso de la organizacin del ulterior proceso
de represin.
Para mantener el equilibrio psquico durante su desarrollo temprano, Edipo reniega de la existencia de
sus padres malos y se apoya en una tpica novela familiar mediante la idealizacin desplazada a los reyes
de Corinto, Plibo y Mrope. He aqu la primera disociacin de la pareja de los padres, que se mantiene
hasta que se rompe la renegacin e idealizacin cuando Edipo hace conciente que Plibo y Mrope no son
sus padres. Su equilibrio psquico amenazado arroja a Edipo hacia sus puntos de fijacin paranoide
esquizoide, a los cuales regresa. Este es el significado de su regreso a Tebas donde actuar se agresin
irreprimida mediante una nueva renegacin y el pleno ejercicio de su omnipotencia. Siguiendo sus
patrones primitivos, se identifica con el agresor y, en pleno triunfo manaco, mata a su padre en la
encrucijada de los caminos. Prosigue su carrera omnipotente y, tras la destruccin renegada de su padre,
se encuentra con una imagen desplazada de su madre, encarnada por la Esfinge, la que mata a los
jvenes tebanos (una proyeccin de s mismo), cuyo enigma en su omnipotencia slo Edipo puede
descifrar.
Aqu ocurre la segunda disociacin de objeto entre la madre filicida persecutoria renegada en la Esfinge y
la figura idealizada de Yocasta. Esta disociacin impide la toma de insight, y Edipo persiste en su relacin
con el objeto malo idealizado mediante la colocacin mayor de sus instintos de muerte sobre la Esfinge y
los erticos sobre Yocasta. En esta segunda disociacin fundamental, ya no de la pareja de los padres
sino solo de la madre, como un aspecto de la intensificacin de su regresin, acta nuevamente
casndose con ella y pone en marcha las defensas manacas subsiguientes que le permiten mantener su
equilibrio hasta el momento en que comienza el desencadenamiento de la tragedia.
Mientras Edipo va haciendo conciente que aquel hombre o quien mat era su padre Layo, el mensajero
ha anunciado de Plibo, su padre idealizado, ha muerto. En ese instante se rompe la disociacin entre el
padre malo persecutorio y el padre idealizado. Ante las afirmaciones irrenegables del pastor y el
mensajero (otra disociacin anulada), Yocasta se suicida frente a la indiferencia de Edipo, indiferencia
que mata a quien lo mand matar, con lo que termina con la parte idealizada en la disociacin de la
madre filicida.
Al romperse estas defensas, y a pesar de la adquisicin progresiva del insight, las culpas y las ansiedades
persecutorias son tan intensas que lo avasallan y lo impulsan a un nuevo acting out, ya no manaco sino
melanclico cuando se saca los ojos. Edipo se perfora los ojos con un broche de Yocasta, siguiendo el
patrn del sometimiento de la madre que le perfor los pies cuando naci. Pero al quitarse los ojos se
anula la disociacin patolgica entre Edipo y Tiresias, y Edipo reintroyecta as la parte proyectada de su
Yo que apareca previamente en forma de ciego vidente.
La prdida de los ojos de Edipo ha sido interpretada como un desplazamiento de la castracin genital.
En resumen:
La matanza y mortificacin de los hijos constituye una constante en los mitos originarios de nuestra
cultura y probablemente fue el procedimiento esencial que impuso la prohibicin del incesto y el
sobredesarrollo de la sublimacin.
En la tragedia edpica, el parricidio y en incesto constituyen el contenido manifiesto, y el filicidio su
contenido latente y el elemento gentico de todo proceso. Se analizan las razones que imposibilitan a
Edipo para elaborar la represin del incesto y el parricidio en funcin de la falta de identificaciones
adecuadas con aspectos buenos de sus objetos iniciales que son de una extrema naturaleza persecutoria
e idealizada, y configuran una fijacin paranoide-esquizoide. Sus intensas defensas manacas lo llevan, a
travs del uso de la renegacin, a matar a su padre y a cohabitar con su madre; la disociacin idealizada
de sus padres persecutorios, Layo y Yocasta, aparece en forma de sus padres sustitutos: Plobo y
Mrope, cuya existencia constituye una tpica novela familiar basada en tal idealizacin. Mediante la
omnipotencia de Edipo ejecuta el parricidio, logra la solucin del enigma y la destruccin de Esfinge y
llega a casarse con su madre y a ocupar el trono de Tebas. La denigracin de sus objetos y el desprecio
por ellos se expresan a travs de las calamidades que asuelan a Tebas y a su propia familia.
La conducta psicoptica de Edipo representa un acting out que comienza a elaborarse con la iniciacin de
la tragedia. El proceso melanclico aparece posteriormente y llega a su clmax en Edipo en Colono. El
carcter filicida de las generaciones que preceden a Edipo y culminan con Layo aade bases hereditarias
a la gnesis del acting out y la conducta psicoptica que seala al filicidio como la raz gentica del
desarrollo de la tragedia.
Resumen de Rascovsky Arnaldo y Matilde, Sobre el filicidio y su significacin en la gnesis del acting out y la conducta
psicoptica en Edipo.

FISIOGNOMA
Definicin.- 1. Interpretacin de la estructura o de los movimientos expresivos del cuerpo y
especialmente de la cara, como tambin de sus modificaciones debidas a estados emocionales o procesos
mentales. 2. Como trmino popular, es sinnimo: de cara o de expresin facial. 3. El estudio de los
caracteres. La fisiognoma, pues, comprende la Caracterologa como una de sus partes. Son ejemplos de
estudios fisiognmicos, la frenologa de Gall y la caracterologa de Kretschmer.

Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

FLIESS, WILHELM
Generalidades.- (Psicoanlisis) (1858-1928) Corresponsal de Freud, a quien ste confi muchas de sus
ideas in statu nascendi, entre 1887 y 1902, ao en que se enemistaron. Para los psicoanalistas las cartas
esritas por Freud son material de estudio e investigacin, especialmente las dirigidas a Fliess, publicadas
en castellano en dos traducciones: Orgenes del psicoanlisis y Fragmentos de la correspondencia con
Fliess.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

FOLCLORE
Definicin.- 1. La ciencia que se ocupa de las producciones artsticas y literarias del pueblo, como
cuentos, cantos, msica, costumbre, ancdotas, leyendas, supersticiones. 2. Esta produccin misma en
su conjunto. 3. (Psicoanlisis) La investigacin psicoanaltica encuentra en el folclore todos los elementos
de la actuacin y pensamiento inconcientes, el simbolismo del Complejo de Edipo (de castracin, de
culpabilidad), y las fantasas sexuales individuales. El Psicoanlisis ha contribuido enormemente a la
comprensin del simbolismo del folclore. Especialmente los trabajos de Gza Roheim se cuentan entre los
ms importantes contribuciones de esta materia.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

FORMACIN REACTIVA
Definicin.- Como mecanismo de defensa, es "una forma particular de anulacin, que tambin se ve en
el estilo de funcionamiento obsesivo, y que consiste en cambiar una idea o sentimiento inaceptable por
su anttesis. Ejemplo de este funcionamiento sera el nio que ante sentimientos hostiles hacia su
hermanito menor se transforma en protector y defensor".

Poliak J., "Fundamentos del enfoque centrado en la persona. Teora de la personalidad", includo en Snchez Bodas A.
y col., "Couseling humanstico, teora y prctica", Vol I, Buenos Aires, Ediciones del Instituto Holos, 1999, p. 130.

Definicin.- Actitud opuesta a un deseo reprimido constituida como reaccin ante ste ltimo. Por
ejemplo, mostrar pudor frente al exhibicionismo. No debe confundirse con transformacin en lo contrario,
donde del exhibicionismo se pasa al voyeurismo. Ms que una defensa independiente, la formacin
reactiva es considerada como un reaseguro de una represin ya establecida. Es una represin donde la
contracatexis se manifiesta ostensiblemente. La formacin reactiva no surge cada vez que hay peligro
instintivo, sino que se constituye como hbito: ha modificado la personalidad misma como si el peligro
estuviese siempre presente. Por ejemplo: el hbito de la limpieza.
Celener G. y otros, "Los mecanismos de defensa y las tcnicas proyectivas", Publicacin interna de la Ctedra de
Teora y tcnicas de exploracin y diagnstico Mdulo II, Facultad de Psicologa, Universidad de Buenos Aires, 1996.

Definicin.- La formacin reactiva es un complejo mecanismo de defensa mediante el cual los


sentimientos e impulsos inaceptables son modificados para volverlos aceptables. Ello se logra invirtiendo
el signo de los sentimientos o impulsos. En otras palabras, en lugar de sentir una persona que odia a otra
y que quiere matarla, siente que la ama Los sentimientos que son el producto de una formacin
reactiva se manifiestan con un vigor poco comn e incluso inadecuado. En una frase como me dejara
hacer pedazos por mi padre, puede interpretarse que los pedazos son en realidad, los que resultaran
del descuartizamiento del padre.
Isaacson Robert (1996) El nio retardado mental. Buenos Aires: Paids, pg. 45.

Definicin.- Es una defensa a travs de la cual una persona desarrolla una actitud que se opone a un
deseo reprimido. Es decir se reacciona oponindose a un deseo inaceptable para la conciencia. Por
ejemplo, el pudor se opone a las tendencias exhibicionistas. La compasin exagerada, oponindose a
intensos deseos hostiles y crueles. La formacin reactiva se caracteriza por ser una respuesta exagerada
y muy rgida a un deseo inaceptable.
Berenbaum L y Ferrari R, Acerca de las defensas del psiquismo. Includo en Fundamentos de psicologa, pg. 106.

Segn M. Klein.- Esta defensa "responde a la necesidad de mantener una disociacin entre el vnculo de
amor y el vnculo agresivo establecidos con el objeto, reforzando el primero y manteniendo bajo control
al segundo. Si bien como mecanismo est basado en una relacin divalente (disociacin) corresponde
evolutivamente a logros de la etapa depresiva. Supone preocupacin por el dao hecho al objeto y miedo
a no poder repararlo".
Piccolo E., "Defensas en los tests grficos", Editorial Paids.

FORMACIN SUSTITUTIVA

Definicin.- (Psicoanlisis) Una formacin sustitutiva sirve para reemplazar una aspiracin psquica que
no ha podido llegar a su meta en una forma directa. El sntoma neurtico es tambin una formacin
sustitutiva y como tal un cumplimiento de un deseo psquico transformado y privado de su contenido
directo.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

FRANKL, VKTOR
Biografa.- Psicoterapeuta viens (1905-1997) que, inspirndose en el psicoanlisis, la filosofa
existencialista y en sus propias experiencias en los campos nazis de concentracin, cre la 'logoterapia',
tratamiento fundado en su concepcin terica acerca el sentido de la vida.
Vktor Frankl naci el 26 de marzo de 1905 en Viena, es decir, en la misma ciudad de Freud, de quien fue
discpulo, falleciendo de un ataque cardaco a los 92 aos, en 1997.
Su inters por la psicologa comenz durante sus estudios secundarios, cuando participaba en causas
socialistas. Se cuenta que de pequeo haba discutido con un profesor de historia natural que enseaba
que "la vida humana no era otra cosa que un proceso de combustin y oxidacin", a lo que Frankl
reaccion preguntando "entonces, cul es el sentido de la vida humana?". Contando 19 aos, por
indicacin de Sigmund Freud apareci un artculo suyo en la Revista Internacional de Psicoanlisis.
En 1930 obtiene su doctorado en medicina y, cuando ocho aos ms tarde los nazis llegaron al poder,
Frankl estaba a cargo del departamento de neurologa del hospital Rothschild, el nico nosocomio judo
que funcionaba en Austria durante los comienzos del nazismo.
El prestigio de este mdico judo, especializado hacia fines de la dcada del '30 en la cura de
adolescentes con tendencias suicidas, lo haba puesto a salvo de los incipientes amagues del nazismo,
hasta que, en 1942, su identidad qued sepultada bajo el nmero de preso 119.104.
Ese ao toda su familia fue exterminada en el campo de concentracin de Theresienstadt, cerca de
Praga. A esa experiencia sigui su propia condicin de "husped del infierno", como llam a su reclusin
en cinco campos similares, hasta su liberacin por los aliados en el de Auschwitz, en 1945, cuando estaba
a punto de integrar el 97% de muertos all registrados. En algn momento y en tal condicin, habra de
enfrentar en Auschwitz un extrao dilogo con su colega Joseph Mengele.
Tras la guerra, Frankl dirigi el departamento de neurologa del Hospital Policlnico de Viena, cargo que
ocupara durante 25 aos. Por esa poca comenzara a dar forma a la logoterapia, escuela que gan
rpida difusin y logra posteriormente una posicin destacada, junto a los mtodos ms influyentes del
psicoanlisis moderno, posteriores a Freud, como los de Adler, Rank, Maslow, Reich o Melanie Klein.
Lo que aleja a Frankl del discurso psicoanaltico ortodoxo y de otras orientaciones es bsicamente su
discurso en torno de la problemtica existencial por sobre las determinaciones originadas en la
sexualidad, as como el nfasis sobre el carcter nico e irrepetible del individuo, que exige valerse de
enfoques particularizados.
Sin generalizaciones previas, la logoterapia se constituye prcticamente en una suerte de antiescuela,
desde que extrema la creatividad permanente y propicia la libertad de "actuar como si todo fuera
posible"., segn lo proclamado por el filsofo y psiquiatra Rudolf Allers, otro maestro de Frankl.
Tomar conciencia del sinsentido de nuestros tiempos ser el primer paso dado por el hombre que
pretende otra significacin de la existencia. Se han levantado reparos a esta idea de Frankl, que aluden a
ciertas circunstancias duras que postergan cualquier otra alternativa y cierran los caminos para acceder a
ella. Pero Frankl lo refuta con su propia experiencia "en el infierno", y agrega que quien tiene algo por
qu vivir, es capaz de soportar casi cualquier cmo.
En trminos ms sencillos -simplificacin que hubiera incomodado a su rigor profesional-, la tcnica de
tratamiento introducida por la logoterapia coloca el acento en la pregunta "qu espera la vida de m?",
que invierte la formulacin tradicional "qu debo esperar de la vida?", y en la cual la respuesta conduce
a una asuncin de responsabilidades (equivalente al 'engagement' sartreano).
Sus obras fueron traducidas a 26 idiomas, incluyendo el japons y el chino, y las ms exitosas son "El
hombre en busca de sentido" (1946), "Psicoanlisis y existencialismo" (1946), "El Dios inconciente"
(1955), "La voluntad de sentido" (1972), "La presencia ignorada de Dios" (1974), "El hombre doliente"
(1975), y "Ante el vaco existencial" (1977). Frankl public en total 32 libros sobre la logoterapia.
Excelente orador, ocup cinco ctedras en los Estados Unidos durante los aos '60.
(Fuente: Diario "La Nacin", 4-9-97).

Biografa.- Vctor Emil Frankl naci en Viena el 26 de marzo de 1905. Su padre trabaj duramente desde
ser un estengrafo parlamentario hasta llegar a Ministro de Asuntos Sociales. Desde que era un
estudiante universitario y envuelto en organizaciones juveniles socialistas, Frankl empez a interesarse
en la psicologa.
En 1930, logr su doctorado en medicina y fue asignado a una sala dedicada al tratamiento de mujeres
con intentos de suicidio. Al tiempo que los nazis llegaban al poder en 1938, Frankl adopt el cargo de

Jefe del Departamento de Neurologa del Hospital Rothschild, el nico hospital judo en los tempranos
aos del nazismo.
Pero, en 1942 l y sus padres fueron deportados a un campo de concentracin cercano a Praga, el
Theresienstadt.
Frankl sobrevivi al Holocausto, incluso tras haber estado en cuatro campos de concentracin nazis,
incluyendo el de Auschwitz, desde 1942 a 1945; no ocurri as con sus padres y otros familiares, los
cuales murieron en estos campos.
Debido en parte a su sufrimiento durante su vida en los campos de concentracin y mientras estaba en
ellos, Frankl desarroll un acercamiento revolucionario a la psicoterapia conocido como logoterapia.
Frankl retorn a Viena en 1945, e inmediatamente fue Jefe del Departamento de Neurologa del Vienna
Polyclinic Hospital, posicin que mantendra durante 25 aos. Fue profesor tanto de neurologa como de
psiquiatra.
Sus 32 libros sobre anlisis existencial y logoterapia han sido traducidos a 26 idiomas y ha conseguido 29
doctorados honorarios en distintas universidades del mundo.
A partir de 1961, Frankl mantuvo 5 puestos como profesor en los Estados Unidos en la Universidad de
Harvard y de Stanford, as como en otras como la de Dallas, Pittsburg y San Diego.
Gan el premio Oskar Pfister de la Sociedad Americana de Psiquiatra, as como otras distinciones de
diferentes pases europeos.
Frankl ense en la Universidad de Viena hasta los 85 aos de edad de forma regular y fue siempre un
gran escalador de montaas. Tambin, a los 67 aos, consigui la licencia de piloto de aviacin.
Vctor E. Frankl muri de un fallo cardaco el 3 de septiembre de 1997, dejando a su esposa, Eleonore y a
una hija, la Doctora Gabriele Frankl-Vesely.

Boeree George (2002) Teoras de la Personalidad. Traduccin de Gautier Rafael. Biografa adaptada del obituario en la
pgina web AP (Viena, Austria), del 3 de septiembre de 1997.

FRENOLOGA
Definicin.- Teora y prctica desacreditadas que relacionan las caractersticas afectivas y cognoscitivas
con la configuracin (protuberancias) del crneo.
Aiken L (2003) Tests psicolgicos y evaluacin. Mxico: Pearson. 11 edicin (pgina 458).

Definicin.- Hiptesis histrica que considera al cerebro como una agregacin de rganos,
correspondiendo a cada uno de ellos diversas facultades intelectivas y emocionales.
Farr Mart J (1999) Diccionario de psicologa. Barcelona: Ocano.

Definicin.- 1. Doctrina que sostena que las diferentes facultades especficas de la mente se encuentran
localizadas en determinadas regiones cerebrales, dependiendo el grado de evolucin de una facultad de la
prominencia de la regin respectiva, la que puede establecerse, a su vez, a base del contorno que
presenta la porcin respectiva del crneo. La doctrina fue creada por F. J. Gall y J. G. Spurzheim en 1796
y los aos subsiguientes. Las facultades cuya localizacin admitan estos autores eran complejas y
generales, como por ejemplo, filoprogenitividad, veneracin, veracidad, etc. Al principio el sistema fue
llamado Cranioscopia, luego tambin Fisiognoma. 2. Conjunto de procedimientos que pretendan
discernir el carcter y capacidad de inteligencia del sujeto mediante el estudio de la conformacin del
crneo.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

FREUD, SIGMUND
Biografa.- Freud (1856-1939) era el mayor de seis hermanos y de dos hermanastros hijos del
matrimonio anterior de su padre. Mdico dedicado a la neurologa, hacia 1880 toma contacto con Breuer,
quien estaba tratando un caso histrico, el de Anna O (Berta Oppenheim). Freud no la trat, slo fue un
observador. Anna O interrumpi el tratamiento pues dijo que estaba embarazada; algunos dicen que se
cur y fue asistente social, y otros que muri con un deterioro mental avanzado. En 1900 aparece La
interpretacin de los sueos y luego siguieron muchos trabajos que fue autocorrigiendo. Pero su obra
fundante es anterior (aprox. 1880) y es Proyecto de una psicologa para neurlogos. En 1933 comienza
la persecucin nazi y sus obras son quemadas.
Condensado de Kauffman Mara del Pilar C, Historia de la psicologa. Clases dictadas en la Ctedra de Historia de la
Psicologa, Facultad de Psicologa, Universidad de Belgrano. Buenos Aires, 1986.

Biografa.- (1856-1939) Naci en Freiberg (hoy Prbor), pequeo pueblo de Moravia (hoy
Checoslovaquia) el 6 de mayo de 1856 y muri en Londres -exiliado- el 23 de septiembre de 1939. La
vida de Sigmund Freud transcurre en Viena, ciudad a la que sus padres se mudan cuando tiene apenas
cuatro aos. Los datos de cierta crnica -proporcionada por el mismo Frcud en su Presentacin
autobiogrfica- refieren que durante siete aos es el primer alumno de Gymnasium, y que sin encontrar

obstculos en la difcil situacin familiar, el padre lo incita a elegir carrera y a que lo haga exclusivamente
segn sus inclinaciones. Pero algo sucede en el nterin; mientras su apetito de saber se dirige antes a lo
humanstico que a la biologa, a pesar de no sentir preferencias por la posicin y la actividad del mdico,
estudia medicina. Freud atribuye su decisin al hermoso ensayo de Goethe Die Natur, que escucha en
una conferencia; ello configura un verdadero anuncio de lo que habra de resultar: su medicina no
estara a tono con la consabida posicin del mdico; sin interesarse en curar como la ciencia estipulaba
dara cuerpo a una modalidad indita de tratamiento para el trastorno mental, que tiene a la palabra
como nico instrumento. La naturaleza que le ocupara no estaba en los tratados de biologa sino en
aquel atribuido a Goethe; Freud se inspira en su genio literario. El correr del tiempo pone las cosas en su
lugar cuando recibe la nica distincin oficial que se le dedica en vida: el Premio Goethe, conferido a
quien por su obra e influencia creadora fuera digno de su memoria. Si bien produce con anterioridad
trabajos de importancia, la obra de Freud se desarrolla principalmente en el siglo XX, a partir de La
interpretacin de los sueos, fechada en 1900. Quiz de ningn otro pensador de este siglo se haya
escrito y debatido tanto y con tal intensidad; es la situacin sin par de quien descubre, describe, inventa
la nocin de un espacio de la vida anmica, el inconsciente freudiano, capaz de llevar su objeto terico a
la excelencia de algo no superable por continuadores o adversarios. Si en lo que sigue hago
contribuciones a la historia del movimiento psicoanaltico -afirma Freud al ocuparse del devenir del
psicoanlisis- nadie tendr derecho a asombrarse por su carcter subjetivo ni por el papel que en esa
historia cabe a mi persona. En efecto, el psicoanlisis es creacin ma, yo fui durante diez aos el nico
que se ocup de l, y todo el disgusto que el nuevo fenmeno provoc en los contemporneos se
descarg sobre mi cabeza en forma de crtica. Me juzgo con derecho de defender este punto de vista:
todava hoy, cuando hace mucho he dejado de ser el nico psicoanalista, nadie puede saber mejor que
yo lo que el psicoanlisis es, en qu se distingue de otros modos de explicar la vida anmica, qu debe
correr bajo su nombre y qu sera mejor llamar de otra manera. Quien an hoy se diga psicoanalista no
tiene otra alternativa que mantener a Freud como referente. Ntese que decimos inconsciente freudiano
o Freud a secas como smil de su obra, y l mismo destaca el modo en que su persona se entrevera con
la teora por l formulada. Esto lo aproxima al artista, lo distancia del cientfico; solemos decir un
Picasso, un Klee, un Kandinsky de las obras en las que ellos dibujaran sus firmas dado el carcter
singular, irrepetible del trazos de autor, mientras es condicin del cientfico quedar velado, abstrado por
el asunto al que se dedica. Damos con una paradoja, porque la presencia fuerte de Freud no equivale a
que el psicoanalista deba reverenciar al dogma en su teora; el propio Freud, advirtiendo que es preciso
estar alertas contra el riesgo del dogma especulativo, se inclina hacia una ciencia construida sobre la
interpretacin de la empiria. Esta ltima - opima en una de sus obras nodales, Introduccin del
narcisismo- no envidiar a la especulacin el privilegio de una fundamentacin tersa, incontrastable
desde el punto de vista lgico; de buena gana se contentar con unos pensamientos bsicos que se
pierden en lo nebuloso y apenas se dejan concebir; espera aprehenderlos con mayor claridad en el curso
de su desarrollo en cuanto ciencia y, llegado el caso est dispuesta a cambiarlos por otros. Esta cita nos
sirve para formular un interrogante: Cmo es que quien revoluciona la manera de concebir no slo la
teora del aparato mental sino la concepcin misma del hombre, afirma que sus teoras se fundan antes
en una interpretacin de la empiria que en la rigurosa lgica especulativa? A lo largo de su obra hay
reiteradas menciones del peligro de que el psicoanlisis se convierta en un sistema filosfico capaz de
brindar una visin del mundo. Freud se propone algo distinto, que aparentando modestia constituye, en
verdad, un desafo mayor: liberar a su teonzacin de la cancel de una determinada concepcin del
mundo, siempre sospechosa de teologismo. Interpretacin de la empiria, llama en consecuencia a su
psicoanlisis, y tal vez sea sa la razn de mencionar como material al registro de sesiones utilizado
para una consideracin clnica. Asunto de palabras, la empiria que concierne al psicoanalista. Lejos de
cualquier empinsmo, antes que otra cosa Freud propicia un estilo de abordaje a la problemtica humana.
Su nombre se incluye en la exigua lista de quienes subvirtieron el instrumento del que surge una idea del
hombre: la interpretacin. Aqu es preciso volver sobre lo antedicho: la teora freudiana se diferencia de
aquellas que buscan el encuentro con una verdad ltima, que tarde o temprano desembocan en el
vislumbre de un Dios. Declaradamente ateo, Freud hace de la interpretacin un ejercicio de-constructivo
(que no equivale a destruir) del sentido que un sujeto cree haber encontrado para su vida. Cmo llega a
esto? Merced al estudio de los sntomas neurticos, consistentes en ocurrencias, impulsos o actos que se
presentan a la conciencia de alguien sin que atine a explicarse su procedencia ni su finalidad. Interesado
en la pregunta por el trastorno mental, en 1885 viaja a Pars, gracias a una beca, para pasar una
temporada en el servicio de Jean Martin Charcot en La Salptrire. El eminente psiquiatra ensaaba un
punto de vista distinto del que era consenso en la poca; la histeria, entidad que tena en jaque a los
mdicos, no consistira en mera simulacin. Charcot haba percibido que los enfermos presentaban una
exquisita sensibilidad en ciertos lugares del cuerpo, los llam zonas histergenas; al tocarse o
presionarse en ellas se despertaba un ataque histrico o cesaba si ya haba comenzado. Freud suma a
esta y otras observaciones una acotacin vertida por el maestro en el transcurso de una velada en su
casa: mientras un colega narra el caso de una joven pareja, la mujer aquejada de una grave
padecimiento y el marido de impotencia, Charcot lo interrumpe con una frase terminante: Mais dans des

cas pareils c'est toujours a chose gnitale, toujours... toujours... toujours! Los tratados mdicos no
registraban osada semejante, ni el mismo Charcot se hubiera atrevido a suscribirla en mbito
acadmico, y la frase queda reverberando en el joven Freud junto a otras dos: la escucha de boca de
Josef Breuer -colega viens que trataba mujeres histricas- la vez que al referirse al sntoma de una
paciente le confa amigablemente que siempre consisten en secretos de alcoba; y la irona de Rudolf
Chrobak -eminente profesor de ginecologa en Viena- cuando al derivarle una paciente con ataques de
angustia, que a pesar de haberse casado haca 18 aos permaneca virgo intacta, le dice que para ella
hay una receta:
Rp,
Penis normalis,
dosim, repetatur!
Estos comentarios, hechos al pasar, quedan tan grabados en Freud como desestimados por quienes los
formulan; Freud podra luego reclamar legtimamente derechos de autor sobre ellos. Encontramos aqu
una vez ms su estima acerca de la interpretacin de la empiria; resulta notorio que el psicoanlisis no
consiste en una suerte de adivinacin sino en saber escuchar lo que de todos modos se dice y en repetir
sin redundancia. De regreso a Viena luego de la estada en Pars, Freud se preocupa en constatar la
pertinencia de estas aseveraciones en los pacientes neurticos que llegan a su consulta y comienza a
destacarse la singularidad de su pensamiento: A propsito de una joven histrica, a la que llama
Elisabeth von R. escribe lo siguiente: Cuando en un enfermo orgnico o en un neurastnico se estimula
un lugar doloroso, su fisonoma muestra la expresin, inconfundible, del desasosiego o del dolor fsico;
adems el enfermo se sobresalta, se sustrae del examen, se defiende. Pero cuando en la seorita Von R.
se pellizcaba u oprima la piel y la musculatura hiperalgsicas de la pierna, su rostro cobraba una peculiar
expresin, ms de placer que de dolor; lanzaba unos chillidos - yo no poda menos que pensar: como a
raz de unas voluptuosas cosquillas- , su rostro enrojeca, echaba la cabeza hacia atrs, cerraba los ojos,
su tronco se arqueaba hacia atrs. Nada de esto era demasiado grueso, pero s lo bastante ntido, y
compatible slo con la concepcin de que esa dolencia era una histeria y la estimulacin afectaba una
zona histergena. Despunta en este relato el arte freudiano de la interpretacin. La mencin de una
zona histergena no era nueva, pero Freud avanza a partir de ella --llegando a concebir la nocin de
zona ergena; en un mismo movimiento discrimina al trastorno histrico de la enfermedad orgnica y
distingue algo especfico: la voluptuosidad que presenta un cuerpo transido por un raro goce. Era
preciso inferir que su atencin estaba de morada en algo otro - probablemente en pensamientos y
sensaciones que se entramaban con los dolores, agrega. Esos pensamientos, cuya singularidad consista
en asociarse a lo voluptuoso y no ser conscientes para la paciente, configuran ese algo otro del sujeto, lo
inconsciente. Freud tambin advierte que ignorando el ntimo origen de los pensamientos y sensaciones
despertados, la paciente supona al mdico causante de su sentir. Falso enlace denomina en
consecuencia a esta estima por la que el recuerdo de cierta historia, determinante del padecer, es
sustituido por la ilusoria realidad del vnculo con el terapeuta. Tiempo despus Freud comprende que este
acontecer es un pilar de la clnica y lo rebautiza transferencia. Vale que nos hayamos detenido en esta
interpretacin princeps de Freud porque destaca los vectores de su teorizacin, que pueden enunciarse
del siguiente modo: el ncleo del padecimiento neurtico, expresado como sntoma (o como lapsus,
sueos, incluso chistes) es un entrecruzamiento de ilaciones inconscientes que por transferencia se
enlazan a un suceso actual, cuyo origen concierne a cierta voluptuosidad que abre una dimensin del
cuerpo distinta de la inherente a las necesidades orgnicas. Y segn fuera adelantado a propsito de la
transferencia, al abarcar con el anlisis adems de los sntomas a los sueos, lapsus, olvidos, chistes,
Freud trasciende el rea restringida de la psicopatologa para enunciar una teora general del aparato
mental. Es preciso tomar en cuenta que la nocin de psiquis resulta absolutamente alterada segn la
concepcin que de ella se tena, pues la teora y la clnica de lo inconsciente obligan a abandonar, por
falta dei pertinencia, la clsica dicotoma: cuerpo (estu diado por la biologa) -mente (en pie de igualdad
con la conciencia). En este plano de clivaje ubica lo atinente a la pulsin sexual. El mencionado caso de
Elisabeth von R. integra los Estudios sobre la histeria, que Freud publica juntamente con Breuer, colega
de gran importancia en su inicial preocupacin por el enigma histrico. Breuer, mdico de prestigio, haba
respaldado el juvenil inters de Freud, quien encuentra en l aliento intelectual y ayuda econmica. Pero
cuando comienza a resultar ostensible la implicancia sexual en las neurosis se produce una divisoria de
aguas: Freud se interesa decididamente en la novedad que sale al encuentro de su interpretacin, Breuer
abjura de ello renunciando al camino emprendido. Antes que ocurriese de modo de finitivo, Breuer recibe
a otro joven, proveniente de Berln, dedicado a la otorrinolaringologa, al que recomienda asistir a las
conferencias que por entonces Freud pronuncia en un servicio hospitalario. De edad pareja y comunes
ansias de investigar en territorios no convencionales para la ciencia mdica, ambos intiman rpidamente.
Cuando Wilhelm Fliess -que as se llamaba- retorna a Berln, Freud inicia con l una correspondencia que
habra de durar 17 aos (1887-1904). Si bien es cierto que mi carta de hoy responde a un motivo
estrictamente prctico, debo iniciarla confesndole que abrigo la esperanza de mantener con usted una
relacin permanente y que la profunda impresin que usted me ha causado, fcilmente podra inducirme
a declararle con toda franqueza en qu categora de seres humanos me veo impulsado a incluirlo le

escribe el 24 de noviembre de 1887 en su primera carta. La categora del amigo, excelsa en el


comienzo y durante gran parte de la amistad, cedera paso, hacia el final, a una estima diferente, que
ubicara a Fliess en el registro de la paranoia. Importa destacar esta relacin pues resulta una verdadera
encrucijada para Freud, legada posteriormente a cada analista en formacin cuando debe combinar el
estudio terico y la reflexin clnica con su propio anlisis; veamos por qu: Fliess es una figura
netamente transferencial, y el carcter epistolar del vnculo favorece que la palabra -escrita- viajando
entre Viena y Berln cobre relevancia por sobre la realidad concreta de los interlocutores. A travs de ello
Freud lleva a cabo la creacin por develamiento de los ejes fundamentales de la teora psicoanaltica: el
pulsionar sexual, su carcter primordialmente infantil y reprimido, la nocin de escena (traumtica) y la
dramtica de la fantasa trabada por el deseo, el espacio virtual de lo inconsciente en relacin al sistema
preconsciente-consciente, el estatuto del cuerpo ergeno y el espacio del Yo, el complejo de Edipo, la
estratificacin psicopatolgica. Pero todo ello sigue el curso del trabajo riguroso de anlisis que Freud
dedica a s mismo, principalmente referido a sus sueos y sustentado transferencialmente por Fliess. Al
concluir la amistad en 1904, el psicoanlisis llega al fin de su principio como ciencia de lo inconsciente;
para ese entonces Freud ha editado algunos textos decisivos. Estudios sobre la histeria y La
interpretacin de los sueos principalmente; otros, el historial del caso Dora -que articula la clnica de la
histeria al anlisis de los sueos-, Psicopatologa de la vida cotidiana, El chiste y su relacin con lo
inconsciente y Tres ensayos de teora sexual estn listos para ser publicados. Adems de la resistencia
que su obra y tarea clnica despiertan en el mbito mdico, diversas personas interesadas en la en
seanza de esta nueva disciplina se acercan a l en calidad de discpulos; el movimiento psicoanaltico
inicia su marcha y durante ms de tres dcadas Freud desarrolla los vislumbres anteriores, confirindoles
unas veces caracteres ms definidos, incluyendo otras un nuevo parmetro terico -como el de
narcisismo-- o reformulando su propia teora para incluso por esta va alcanzar nociones an
informuladas, como la discutida pulsin de muerte. Comprobar el lector que en este momento, del
despegue del psicoanlisis como tal, levantamos la pluma para dejar concluir estas palabras acerca de
Sigmund Freud. Es que tal vez el mayor inters en el enfoque de un creador y su produccin concierne al
contexto de descubrimiento. Lo dems, la fatigosa decantacin, es menos la obra del genio que la del
rigor empeado en establecer categoras, y seguramente figura en cualquier (otra) enciclopedia.
Carlos Prez
Aporte de Ricardo Bruno

FROMM, ERICH
Su pensamiento.- A partir de 1930 aproximadamente, Erich Fromm comenz a proponer un enfoque
psicoanaltico de los problemas sociales. Ello no signific desvalorizar el papel de lo instintivo, lo libidinal
o lo sexual: de hecho, a estos factores Fromm lleg a asignarle ms importancia que la que le haban
dado otros enfoques posfreudianos, como los de Alfred Adler o Karen Horney.
Sin embargo, Fromm seala que el hombre es el primer ser capaz de crear su propio destino, el primero
el ser capaz de liberarse del molde impuesto por la naturaleza, el ser menos sujeto a la instintividad.
Habra segn l una progresiva individuacin, un camino que no es fcil para el hombre porque la
situacin de tener que elegir su propio destino lo hace sentir inseguro y solitario, apareciendo as un
miedo a la libertad.
El conflicto que as surge en el ser humano puede plantearse como o bien someterse a una autoridad
(donde habr de encontrar seguridad) o bien elegir (anhelo de libertad, lo que trae inseguridad).
Constantemente, cada nueva circunstancia sita al hombre en una posicin de elegir, de adaptarse, de
resolver una situacin. Habra una cierta semejanza aqu con el concepto de personalidad autntica, de
Horney, o sea aquella que est en condiciones de poder actuar creativamente frente a la realidad.
Segn Fromm, no hay en el hombre un impulso hacia la perfeccin ni un sentimiento social innato, sino
un afn de lucha por encontrar nuevas soluciones creadoras para sus problemas, donde cada solucin
contiene a su vez contradicciones que debern ser superadas dialcticamente en nuevos niveles. Aqu
aparece la influencia recibida de Marx y Hegel (Fromm se autotitula socialista). Inclusive llega a explicar
el desarrollo libidinal (fases oral, anal, etc.) en trminos dialcticos. Asimismo, rechaza las explicaciones
del tipo pecado original acerca de que todo el desarrollo ya est determinado por las fuerzas del Eros y
del Thanatos. Rechaza tambin la idea de una tendencia hacia la autopreservacin en tanto supervivencia
del ms apto (Darwin), que tanta incidencia haba tenido en el planteo freudiano.
Lo nico innato para Fromm es la flexibilidad del sistema nervioso, que le permite al hombre una
adaptacin creadora a su mundo y una tendencia a expandirse y extender su poder. Y puesto que el
medio es fundamentalmente social, la expansin se dar en trminos sociales (trabajo, amor, etc.). Se
trata de una posicin mucho ms optimista que la de Freud, quien sostena que la civilizacin impone una
renuncia a lo instintivo, y que si esta renuncia iba ms all de lo deseable, entonces apareca la neurosis.
De lo que se tratara entonces es de examinar si es posible convivir dentro de una cultura que permitiera
una razonable satisfaccin de los instintos, nica camino posible para Freud.
Mientras que para Horney la neurosis surge de la situacin infantil de desvalimiento o desamparo, para
Fromm surge cuando el individuo es incapaz de tolerar su estado de separacin (de separacin de lo

instintivo y de separacin de su capacidad de elegir), y entonces desarrolla mecanismos de evasin que


Fromm califica de improductivos. El animal no tiene, efectivamente, estos problemas: no elige sino que
se rige por sus instintos. En cambio el hombre tiene la posibilidad de elegir, y esa libertad lo asusta, de
aqu que todas las instituciones que fueron surgiendo a lo largo de la historia y que le indicaban al
hombre lo que deba hacer y lo que no, fueron aprovechadas en el ser humano para desligarse de asumir
responsabilidades temporales.
Para Fromm, cierta dosis de incertidumbre o inseguridad (Fromm no usa la expresin angustia) es algo
universal en el hombre: esta podr ser negativa en cuanto despierta angustia, pero por el otro lado es
positiva porque apunta a la verdadera condicin humana, a saber, aquella que lo impulsa a desarrollar
sus poderes. Equivale al sentimiento de inferioridad de Adler, ya que es lo que mueve al sujeto a
desarrollarse creativamente.
El conflicto bsico radica para Fromm en el sentido de pertenencia: o se pertenece o se vive aislado.
Cuando el ser humano abandona la infancia, cuando sale de esa situacin de seguridad, intentar por
todos los medios retornar a ella, volver al vnculo que le proporcionaba seguridad y sentido de
pertenencia. No obstante, hay otro impulso en el hombre que lo lleva hacia la superacin de esa
dependencia, hacia la soledad, hacia la no-pertenencia.
Condensado de Ostrov Len, El pensamiento de Fromm. Clases de 1978 dictadas en la Ctedra de Psicologa
Psicoanaltica II, Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires.

FRONTERA
Generalidades.- Frontera es metfora de transacciones particulares, de regular ocurrencia, entre
subsistemas. Estas transacciones regulan la cantidad y la clase de informacin, y la energa que fluye de
un subsistema a otro. La mencin del carcter relativamente cerrado o abierto de una frontera
simboliza aquella variacin de flujo. Las fronteras pueden cobrar tambin forma tangible, por ejemplo
una casa cuyas ventanas estn cubiertas por espesas cortinas y cuyas puertas tienen doble cerradura, o
casas en que no existen puertas que separen los ambientes ni estructuras fsicas diseadas para separar
funciones subsistmicas. Frontera es tambin un enunciado metafrico de la asequibilidad de un
subsistema.
Umbarger C, Terapia familiar estructural. Barcelona: Paids.

FRUSTRACIN
Definicin.- Interferencia o bloqueo en el logro de alguna meta.

Vander Zanden James, Manual de Psicologa Social, Barcelona, Paids, 1986, pg. 620.

Definicin.- 1. La negacin de una satisfaccin, por la realidad. 2. (Psicoanlisis) Una excitacin sexual
que no logra su descarga mediante el osrgasmo. Se considera como la causa ms frecuente de una
neurosis de angustia. (Alemn: frustran; Ingls: inconsummated.)
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Definicin.- Estado del individuo en una situacin donde motivos poderosos son bloqueados y no intenta
resolver el problema porque considera que es insoluble.
Condensado de Mc Keachie W y Lackner Doyle C (1973) Psicologa. Bogot: Fondo Educativo Interamericano. Captulo
11.

Generalidades.- Llamamos frustracin a todas aquellas situaciones en las cuales no se obtiene el


objeto necesario para satisfacer necesidades, o no se logra un objetivo al cual se aspiraba. En la
frustracin, el obstculo a la consecucin del objeto puede ser totalmente externo o puede ser interno.
En ambos casos conviene hablar de un predominio relativo, ya que en condiciones habituales los
obstculos externos y los internos se condicionan recprocamente en un crculo vicioso. Inclusive, sobre
los obstculos reales externos, pueden canalizarse o proyectarse obstculos de carcter psicolgico. Con
gran frecuencia las frustraciones son consecuencia de situaciones conflictivas, pero el ciclo puede
comenzar realmente con la frustracin, que a su vez puede generar conflictos (pgina 136).
Bleger Jos (1965) Psicologa de la conducta. Buenos Aires: Eudeba. 3 edicin.

Tolerancia a la frustracin.- Resistencia de un individuo a la ansiedad en situaciones frustrantes. Cada


persona tiene una tolerancia a la frustracin distinta a los dems: algunos soportan ms, otros menos.
Pero la tolerancia tambin depende de la situacin: una misma persona puede tolerar mucho la
frustracin en una situacin, pero otra no.
Las diferencias individuales en cuanto a tolerancia a la frustracin se deben, segn algunos, a tres
factores: 1) diferencias hereditarias y prenatales, 2) el trauma de nacimiento, y 3) experiencias
frustrantes durante la niez. Algunos dan importancia mayor a uno de ellos, como Otto Rank, para quien
es muy importante la frustracin del trauma de nacimiento: cuanto mayor es, menos tolerancia a la

frustracin tendr despus. Otros psiclogos asignan ms importancia a lo hereditario, y otros a lo


ambiental de las primeras experiencias infantiles.

Condensado de Mc Keachie W y Lackner Doyle C (1973) Psicologa. Bogot: Fondo Educativo Interamericano. Captulo
11.

Reacciones a las situaciones frustrantes.- Selye (1950) habl de un sndrome general de adaptacin
para describir la reaccin frente a una tensin fsica o psicolgica, sndrome que tiene 3 etapas: a)
alarma inicial (el simptico se pone en alerta), b) resistencia: los rganos funcionan un largo tiempo a full
para mantener la defensa frente al stress, y c) colapso o exhausin los recursos del cuerpo se acaban. La
misma situacin se da ante situaciones frustrantes. A la dificultad de alcanzar la meta se suma despus
la ansiedad por esta incapacidad; a menudo la gente baja esta ansiedad mediante alguna distorsin del
pensamiento llamada mecanismo de defensa, y corresponden a la etapa de resistencia dentro del
sndrome general de adaptacin. Cuando la defensa falla porque la situacin psicolgica tiene una alta
tensin, se entra en la tercera etapa. Aqu hablaremos solo de las dos primeras etapas.
La primera reaccin frente a la situacin frustrante, es la ira y agresin, pero esta ltima est controlada
culturalmente: no debes ser agresivo. Otra reaccin inmediata puede ser, apartarse de la situacin
frustrante, y una tercera reaccin es el miedo, y tal vez la ansiedad (que es miedo, pero sin saber la
causa). Para combatir la ansiedad estn los mecanismos de defensa.

Condensado de Mc Keachie W y Lackner Doyle C (1973) Psicologa. Bogot: Fondo Educativo Interamericano. Captulo
11.

FUEGO
Generalidades.- (Psicoanlisis) Se considera como smbolo de amor, excitacin sexual; la llama
representa el pene. Freud dice que la hazaa cultural ms grande del ser humano fue la conquista del
fuego. En el hombre primitivo ha debido ser un placer poderoso apagar el fuego con su orina. El material
folclrico aprueba esta relacin entre fuego y agua (orina). Por ejemplo: se prohbe a los nios jugar con
fuego pretextando que durante el sueo van a mojarse. Dominar el deseo primitivo de apagar el fuego
con la orina y cuidar as el fuego, corresponde a la denominacin de los instintos como base de la cultura
humana. (Alemn: Feuer, Francs: feu; Ingls: fire.)
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

FUNCIN MATERNA
Generalidades.- Hay relacin entre conflictos emocionales de la madre por un lado, y trastornos
ginecolgicos y dificultades en el vnculo con su beb por el otro. Este ltimo depende totalmente de la
madre, no as la madre de su hijo, que es una relacin diatrfica. Por lo tanto, se trata de una relacin
asimtrica.
Laplanche habla de la madre como despertadora de la pulsin sexual en el nio, pues ella actualiza toda
su propia sexualidad en el vnculo con l. Tambin est en juego el narcisismo de la madre, al sentir ella
que puede decodificar al beb, logrando calmarlo.
La relacin madre-beb es asimtrica en cuanto a las funciones, pero simtrica en cuanto a la
reciprocidad. Hay, para Stern, una relacin intersubjetiva donde ambos comparten estados afectivos.
Nuestra investigacin se centra en las variables maternas relevantes respecto de la disponibilidad de la
mujer para asumir su maternidad. En este sentido son importantes la capacidad de la madre de
concentrarse en las necesidades del beb (Winnicott, Ainsworth y otros). La madre tambin puede
rechazar su propia maternidad, bajando la calidad de su interaccin con el beb.
Lo dicho se refiere a la variable Actitudes Inconcientes de la madre. Describimos a continuacin las dos
variables intrapsquicas restantes de la madre relevantes para estudiar la maternidad: Autoaceptacin e
Identificacin.
Autoaceptacin y maternidad.- La autoestima o autoaceptacin es la distancia entre la percepcin del si
mismo y el Ideal del Yo. Cuanto menos distancia, ms autoaceptacin. Bannet encontr que cuanto
mayor es la autoestima de la madre, ms satisfactorios son los cuidados al beb. Las madres no
conformes consigo mismas deterioran el vnculo (madres rechazantes, golpeadoras, abandonadoras).
Identificacin y maternidad.- Aqu hemos trabajado la identificacin de la mujer con su propia madre,
comparando cmo se percibe ella con una serie de otras cualidades: cuanto ms semejanza hay entre la
percepcin de si y estas cualidades, ms identificacin hay.
El acceso a la maternidad resignifica el vnculo primario de la mujer con su propia madre como modelo de
identificacin.
Condensado de Schejtman Clara (1995) Interaccin madre-beb: incidencia de la variable materna. Estudio tericoexperimental.

Incidencia de la madre en la interaccin madre-beb.- En nuestra investigacin planteamos las


siguientes hiptesis:

Primera hiptesis: Habr una relacin significativa entre las actitudes inconcientes respecto de la
maternidad y la interaccin recproca madre-beb.
Se encontr una correlacin casi significativa entre actitudes inconcientes y reciprocidad fsica
considerando bebes de ambos sexos. Dicha correlacin fue en particular muy significativa en el caso de la
interaccin madre/beb mujer. En reciprocidad social no se encontraron resultados significativos.
Segunda hiptesis: Habr una relacin positiva significativa entre la autoaceptacin de la mujer y
reciprocidad en la interaccin madre-beb.
Se constat que cuanto mayor era la autoaceptacin de la mujer, mayor la reciprocidad en la interaccin
con el beb en el rea fsica en toda la muestra, y mucho ms fuerte en las diadas madre-beb mujer.
Tercera hiptesis: Habr una relacin significativa positiva entre la identificacin de la mujer con su
madre, medida a travs de la percepcin de semejanza, y la interaccin recproca madre-beb.
No se encontraron correlaciones significativas en el total de la muestra (o sea considerando bebs de
ambos sexos). En cuanto a los bebs mujeres, se encontr que cuanto mayor era la identificacin, mayor
era la reciprocidad fsica y el contacto materno con su beba.
Metodologa.- Se trabaj con una muestra de 50 diadas madre/primer beb. Las madres estaban
casadas, eran de clase media y tenan al menos la secundaria completa. Los embarazos, partos y bebs
fueron sanos, y haba 26 varones y 24 nenas.
A las mams se les dijo que se estudiaran las reacciones de los bebs ante ciertas lminas con un
intervalo de 15 minutos, intervalo durante el cual las madres deban estar con sus bebs sin salir de la
habitacin y sin hablar con la investigadora. Con este ardid metodolgico, esta ltima aprovechaba as la
ocasin de observar a la madre durante 15 minutos para ver como interactuaba con su beb.
En esos 15 minutos deban observarse en particular la interaccin social a travs de la mirada, la sonrisa
y la vocalizacin, y la interaccin fsica a travs del contacto y el sostn, y deban consignarse el total de
respuestas recprocas y no recprocas en cada observacin. Tambin se consider una evaluacin
subjetiva de la observadora en cuanto a su impresin subjetiva, su impresin global de toda la visita a la
casa de la mam, y en cuanto a la iniciativa de la madre.
La variable materna fue medida, luego del experimento, mediante test y cuestionarios estandarizados,
que medan actitudes inconcientes, autoaceptacin e identificacin con su madre.
Variables
______________________________________________________________________________
VARIABLES
DIMENSIONES
INDICADORES
______________________________________________________________________________
Variable independiente:
VARIABLE MATERNA

Actitudes inconcientes Emocionalidad


Autoaceptacin
Identificacin con su madre
______________________________________________________________________________
Variable dependiente:
RECIPROCIDAD MADRE/BEBE
(o interaccin recproca m/b)

Reciprocidad fsica

Contacto
Sostn

Reciprocidad social

Mirada
Sonrisa
Vocalizacin
______________________________________________________________________________
Conclusiones.- Las variables maternas estudiadas tienen un impacto significativo en la creacin de una
interaccin recproca madre/beb slo en el rea de reciprocidad fsica, y no en la de reciprocidad social,
y principalmente cuando el beb es de sexo femenino.
Anlisis ulteriores mostraron tambin que cuando las dimensiones autoaceptacin e identificacin de la
variable materna se dan juntas, permiten predecir mejor la interaccin recproca madre/beb (sobre todo
la fsica) que si actuaran separadamente.
Por qu la correlacin ms significativa se encontr en el rea de la reciprocidad fsica? Parecera que es
en el contacto fsico donde ms entran en juego las variables materna inconcientes, ya que este es ms
primario y ms cercano que las interacciones en el rea social. Diversos autores trabajaron la
importancia del contacto fsico, como Winnicott, Klaus y Kennell, y otros. Bowly y Anzieu tambin
estudiaron esto.
Por qu la correlacin ms significativa se encontr en relacin a bebs de sexo femenino? Podra
pensarse que es porque dar a luz una primera hija compromete ms la aceptacin del rol femenino de la
mujer, su autoestima y expectativas, lo que la lleva a aumentar la calidad del vnculo de interaccin.
Condensado de Schejtman Clara (1995) Interaccin madre-beb: incidencia de la variable materna. Estudio tericoexperimental.

La funcin materna segn Bion.- Las identificaciones proyectivas deben ser contenidas por un
continente, que es la funcin de reverie de la madre externa. El contenido son las proyecciones del nio,
y el continente la receptividad materna.
Normalmente se produce una identificacin proyectiva realista, pues los contenidos proyectados son
vivenciados como una realidad. El beb quiere librarse de ciertos temores y se libra de ellos
proyectndolos, y la madre reacciona devolvindole las identificaciones proyectivas en forma tolerable. El
nio tambin introyectar la funcin de reverie materna, adoptndola como una capacidad propia.
Si falla esta funcin materna, el nio intensifica sus identificaciones y se reintroyectan masivamente en
forma de terror sin nombre, y con la formacin de un objeto interno destructor.
Condensado de Abadi Sonia y otros (1997) Desarrollos posfreudianos: escuelas y autores. Buenos Aires: Editorial
Universidad de Belgrano.

La madre suficientemente buena de Winnicott.- La provisin ambiental depende de una madre


suficientemente buena, o sea, aquella que se adapta a las necesidades del hijo segn su momento
madurativo.
Al comienzo el nio no nota este ambiente protector porque no siente ninguna falla. Pero luego aparecen
las privaciones y el nio aprende a tolerarlas, al principio por breve tiempo y luego ms espaciadamente.
En este proceso la madre aporta su yo como yo auxiliar del nio, lo sostiene, lo resguarda de intrusiones,
etc. Esto puede hacerlo la madre gracias a su preocupacin materna primaria, un estado psicolgico
especial que dura todo el embarazo y luego las primeras semanas, y est en relacin con el deseo de
tener un hijo y la posibilidad de identificarse con l.
Condensado de Abadi Sonia y otros (1997) Desarrollos posfreudianos: escuelas y autores. Buenos Aires: Editorial
Universidad de Belgrano.

Funcin materna segn Winnicott.- El ambiente es fundamental para Winnicott: de la interaccin del
beb con el entorno (ejemplo, la madre), derivar lo normal o lo patolgico.
La capacidad de preocupacin por el otro se refiere al hecho de que el individuo 'se interesa', 'le importa'
el otro. Esta capacidad comienza cuando el nio es capaz de integrar, no los aspectos bueno y malo,
como dira Klein, sino la madre-objeto y la madre-ambiente.
La madre-objeto es la que satisface la necesidad acuciante del beb, y la madre-ambiente es la que lo
protege y sostiene. La madre objeto es blanco de exigencias instintivas, y la madre ambiente satisface
necesidades de afecto.
Cuando ambas se unifican, el beb siente que pudo haber daado a la madre total, pero siente que
puede hacer una reparacin: se desarrolla una capacidad de preocuparse por el otro donde tambin
interviene la madre con sus actitudes (formndose as un crculo benigno), cuya contrapartida negativa
es la culpa: tiene dificultades para sentir agresin (slo expresan su agresin quienes confan en poder
reparar el dao hecho).
Condensado de Abadi Sonia y otros (1997) Desarrollos posfreudianos: escuelas y autores. Buenos Aires: Editorial
Universidad de Belgrano.

Funcin handling y holding segn Winnicott.- El yo es la parte de la personalidad en crecimiento que


en condiciones adecuadas tiende a integrarse en una unidad. En este sentido se producen tres procesos:
a) Integracin: El beb empieza integrando aspectos motores y sensoriales, con lo que adquiere una
imagen de su funcionamiento corporal. La madre evita que en este yo rudimentario se produzca una
'angustia inconcebible' (sentir que se fragmenta, se cae, etc.): es la funcin holding de la madre.
b) Personalizacin: Es la integracin psicosomtica: la psique habita el cuerpo. Este proceso se ve
facilitado por la manipulacin o handling, que es la asistencia corporal de la madre: esta puede manipular
el cuerpo del beb como si fuera parte de su cuerpo, en una unidad armnica.
c) Inicio de las relaciones objetales: Es la madre quien al principio le acerca o presenta objetos al beb.
Este luego podr relacionarse con ellos y amarlos.
Condensado de Abadi Sonia y otros (1997) Desarrollos posfreudianos: escuelas y autores. Buenos Aires: Editorial
Universidad de Belgrano.

FUNCIN PATERNA
Segn Aulagnier.- En la versin de P. Aulagnier, la significacin "funcin paterna" ser enmarcada por
tres referentes: a) la interpretacin que la madre se ha hecho acerca de la funcin de su propio padre; b)
la funcin que el nio asigna a su padre y la que la madre atribuye a ste ltimo; c) lo que la madre
desea transmitir acerca de esta funcin y lo que pretende prohibir acerca de ella.
Aulagnier Piera, La violencia de la interpretacin, p. 149.

FUNCIONALISMO

Definicin.- Doctrina que sostiene que el papel que los procesos psicolgicos desempean en las
funciones adaptativas del organismo, constituyen un carcter esencial de aqullos. Esta doctrina fue
desarrollada bajo la direccin de J. Dewey, en Chicago, y fue sostenida en forma clara y enrgica por J.
R. Angell, en 1894.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Definicin.- El funcionalismo es una corriente filosfica que sostiene que las funciones de la mente
(pensamiento, razn, organizacin, sentimientos) son estados funcionales ms que fsicos. Cuando una
persona y un ordenador suman 2+5=7, el mismo resultado no puede deberse a un componente fsico
similar, sino a una equivalencia funcional del proceso. Como consecuencia, es posible estudiar los
procesos mentales mediante simulaciones informatizadas. En principio, puede que la mente exista sin la
presencia del cuerpo
Fodor J, (1981), The Mind-Body Problem, The Scientific American, Vol 244, pg. 118.

Generalidades.- William James "enfatiz la idea de que la mente tiene una utilidad, o, en otras
palabras, que es 'funcional', como puede serlo un picaporte. Un picaporte sirve para abrir una puerta, la
mente sirve para resolver problemas, tomar decisiones y cosas por el estilo. El enfoque psicolgico de
James tenda a expresarse en trminos de aplicacin. Si la mente tiene una utilidad, cmo puede
aprovechrsela al mximo en situaciones verdicas? John Dewey, en la lnea de pensamiento de James,
subray la importancia de la innovacin y el cambio social. Su filosofa contribuy en forma significativa a
establecer una escuela de psicologa en la Universidad de Chicago -que luego se llam funcionalismo- y
se abocaba al estudio de las relaciones funcionales entre situaciones y conducta, con un inters muy
moderado por la teora por s msma. Se trata de un enfoque serio que se inclina a las aplicaciones
inmediatas en la industria, los negocios y la educacin".
Bruno F., "Historia de la psicologa", Buenos Aires, Editorial Troquel, 1978, p. 113.

GALTON, FRANCIS
Biografa.- (1822-1911) Investigador ingls, fundador de la eugenesia. Con Pearson y Wheeler diriga la
revista Biomtrika (1901) Las leyes de Galtos establecen: a) Ley de recesin o de sentencia al tipo
especfico: al poseer los padres un carcter determinado los hijos lo heredan generalmente en iguales
condiciones a aquellas en que se encontraba en ellos, pero con menor diferencia de grado con respecto
del tipo medio. b) Ley de los antepasados: al crecer la distancia entre las generaciones decrece el aporte
hereditario, La regresin a generaciones ms o menos lejanas es llamada Atavismo. Sus obras principales
son: Hereditry genios (1869); Record of family faculties (1883) y Natural inheritance.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Su pensamiento.- En el pensamiento de Francis Galton (1822-1911) confluyeron muchas corrientes de


pensamiento de la poca como el evolucionismo (curiosamente, su primo fue Charles Darwin), y muchos
eventos como la Revolucin Industrial y el sistema capitalista.
Entre sus diversos intereses se cont el problema de las diferencias individuales, es decir, qu haca que
las personas fuesen diferentes entre s. Si bien adjudic importancia al ambiente, y son conocidas al
respecto sus investigaciones sobre mellizos que evolucionan diferente por estar en distintos medios,
mucho ms importante fue para l el factor gentico, es decir la herencia: haba personas que nacan
ms aptas y otras menos aptas. Lleg incluso a fundar una disciplina nueva, la eugenesia, que
preconizaba una seleccin del ms apto y la progresiva desaparicin de los menos aptos en la lucha por
la supervivencia y el mejoramiento de la especie humana.
Bruno (1978:115) hace referencia a las -funestas- consecuencias de este tipo de planteos, como por
ejemplo durante la segunda guerra mundial la depuracin de la raza aria y la eliminacin de la raza juda.
Sin embargo tambin debemos explorar el origen de sus concepciones, que estn por un lado en el
evolucionismo y por el otro en la nueva filosofa capitalista. As, por ejemplo, plantear la existencia de
una realidad gentica que determinaba quien era ms apto y quien no est en la base de la ideologa
capitalista, para la cual algunas personas nacen para acumular capital y mandar a los dems, y otras
para obedecer y recibir salarios, como si se tratase de subordinar la situacin a un orden natural
inmutable. Asimismo, seleccionar a los individuos ms aptos es de alguna manera ayudar a la evolucin
de la que hablaba Darwin cuando se refera a la lucha por la supervivencia. En Galton tambin influy
esta ideologa capitalista, donde cada cual deba luchar por su supervivencia mediante una feroz
competencia.
Para determinar quin era superior y quien inferior Galton utiliz tests, que medan precisamente las
diferencias individuales. Los tests surgen as ms para satisfacer una necesidad social y econmica que
propiamente psicolgica (que implica un afn de conocimiento del psiquismo humano). Los tests podan
servir entonces para saber qu obreros estaban ms capacitados para qu tipo de actividades (test de
aptitudes), e incluso podan determinar si podan o no trabajar en forma eficiente (tests de inteligencia).

Durante las guerras mundiales serva tambin para medir la competencia de los aspirantes a soldados,
como por ejemplo los Test Alfa del Ejrcito de los EEUU (Garrett, 1966:306).
Bruno F (1978) Historia de la Psicologa. Buenos Aires: Troquel.
Garrett H (1966) Las grandes realizaciones en la psicologa experimental. Buenos Aires: Fondo de Cultura Econmica,
3 edicin.

GARMA, NGEL
Biografa.- (1904-1993): Es considerado uno de los responsables directos de la fundacin del
psicoanlisis en Amrica latina y de su gran difusin. Quiz convenga indagar en su personalidad, en un
intento de desentraar -aunque slo sea algo- tan sorprendente expansin. Este hombre afable,
comunicativo, sencillo en el trato, despertaba inmediatamente afecto, respeto y admiracin. Posea una
vasta y slida cultura, y su pensamiento se caracteriza -todava hoy- no slo por la originalidad y la
independencia, sino por la profundidad, la seriedad y el alto rigor cientfico. Su decir -oral y escrito- fue
llano, directo; rehuy la superficialidad, la sofisticacin, los eufemismos. Fue desmitificador a ultranza.
Su espritu, amplio, generosa, quiz fue ms tolerante con los dems que consigo mismo. Fue respetuoso
y considerado con las ideas ajenas, e inteligente defensor de las propias, como lo demostr en intensas
discusiones cientficas, donde destac siempre como hbil polemista. Todas estas cualidades, aunadas a
su gran calidez y vitalidad, supieron imprimir un alto vigor intelectual a sus ideas, y fue lo que permiti
-indudablemente- que stas tuviesen gran penetracin y germinasen de un modo tan fecundo. En los
ltimos aos (muri en 1993) una afeccin neurolgica le impidi el ejercicio profesional. Sin embargo,
su lucidez, su sensibilidad y su creatividad, continu produciendo y publicando -acompaado por su
esposa, Betty Good de Garma-, dominado por lo que fue la gran pasin de su vida: el psicoanlisis. ngel
Juan Garma Zubizarreta, vasco y descendiente de vascos, naci en Bilbao el 24 de junio de 1904, de
ngel Garma Setin y Cirila Zubizarreta Aguirre. El padre, que ya vena desarrollando prsperas
actividades comerciales en Buenos Aires, se radica en esa ciudad en 1908, con su esposa y la menor de
los tres hijos. ngel y Jos Mara quedaron al cuidado de los abuelos maternos. A meses de instalarse el
Buenos Aires, en circunstancias no del todo esclarecidas, ngel Garma Setin es muerto de dos tiros de
escopeta. Al poco tiempo, Cirila Zubizarreta se casa con Salvador Garma, su cuado. (Es posible que este
episodio se constituya en un acicate para su afn investigador ulterior.) De este segundo matrimonio
nacen Ins y Salvador. En 1914 Salvador Garma y su esposa regresan a Espaa y se instalan en Madrid.
En 1921 ngel Garma comienza sus estudios de medicina en la Universidad Central. Fueron sus
profesores, entre otros, Santiago Ramn y Cajal y Gregorio Maran (de ste dijo: Segu con gran afn
no slo sus enseanzas mdicas, sino tambin las culturales e ideolgicas). Antes de cumplir los 23
obtuvo su licenciatura en medicina, con la calificacin de sobresaliente. Entre 1923 y 1924 -mientras los
padres estaban en Viena- convivi con Garca Lorca, Dal, Ortega, Ramn y Cajal, Unamuno y otros, en la
famosa Residencia de Estudiantes de Madrid. Prcticamente me encontraba todos los das con ellos,
coma y conversaba con ellos. Y esa convivencia me dio ideas muy interesantes, que me sirvieron luego
mucho y que formaron mi espritu. Era un lugar en que fermentaban las ideas. Variaban en los
estudiantes la nacionalidad, los intereses, las orientaciones. Eran invitados ilustres intelectuales de todo
el mundo. Estudi medicina en una poca muy interesante en Espaa, la poca anterior a la Repblica.
Haba una gran efervescencia poltica y social, y un ambiente pujante en lo cultural y en lo cientfico.
Todava estudiante, concurri al Sanatorio Psiquitrico de Ciempozuelos, dirigido por Sacristn (18871956), profundo conocedor de Kraepelin. Continu la formacin psiquitrica en Alemania, por entonces a
la delantera en la especialidad. Sola veranear en Alemania y en Austria, para aprender bien el idioma y
sentirme a gusto en el ambiente donde me promet estudiar. A comienzos de 1928 concurre a la Clnica
Psiquitrica de la facultad de Tubingen (director: Gaupp). A fines, en Berln, a la que dirige Bonhoeffer,
buen conocedor de las psicosis exgenas. All conoce a Micaela Fabian, quien lo conecta con Max
Eitingon, director del Instituto Psicoanaltico de Berln. Se analiza durante tres aos con Theodor Reik.
Completa su formacin psicoanaltica en 1931. En octubre de ese ao, para obtener la condicin de
miembro de la Asociacin Psicoanaltica Alemana presenta un escrito sobre la esquizofrenia, que
-apoyndose en las ideas de Freud- las discute y llega a exponer una hiptesis diametralmente opuesta,
lo que produjo una viva discusin. El escrito fue aprobado por unanimidad, y Freud le envi una tarjeta
postal agradecindole sus valiosos trabajos. Quines integraban el Instituto Psicoanaltico de Berln?
Entre otros: Franz Alexander, Therese Benedek, Sigfried Bernfeld, Berta Hornstein, Otto Fenichel (quien
fue su supervisor), Frieda Fromm-Reichmann, Karen Horney, Edith Jacobson, Jeanne Lampl de Groot,
Barbara Lantos, Wilhelm Reich, Theodor Reik, Sndor Rado, Hanns Sachs, H. Schultz-Hencke, Ernst
Simmel, Ren Spitz. Fueron condiscpulos: Erich Fromm, Thomas French, Yves Hendrick, Edith Weigert,
De Sanctis, Paula Heimann. Y conoci a Roheim, Groddeck, Zilboorg, Adler, Stekel, Joung, Lou AndreasSalom. ngel Garma regres a Madrid. A los 27 aos comenz a ejercer como psicoanalista. Me
encontr en medio de circunstancias desfavorable, tanto cientficas como profesionales. El ambiente
psiquitrico, organicista, no poda sino oponerse al psicoanlisis. En 1935 se casa. Un ao despus, nace
su hija Lucille. De vacaciones en Francia, los sorprende la Guerra Civil. Deciden quedarse. Se conecta con
el Instituto Psicoanaltico de Pars. Traba amistad con Laforgue, Lagache y otros psicoanalistas franceses.

En 1937 la Asociacin Alemana fue obligada a mezclarse con las otras asociaciones (no psicoanalticas)
de psicoterapia y a expulsar a los miembros judos. Entonces Garma renunci a ella. En 1938, ante la
inminencia de la guerra, elige emigrar a la Argentina. En Buenos Aires nace Isabel. Se conect con
Enrique Pichon-Rivire y con Arnaldo Rascovsky, quienes venan interesndose por el psicoanlisis desde
un tiempo atrs. En 1939 llega a Buenos Aires Celes Ernesto Crcamo, a quien haba conocido en Pars.
1939-40: revalida su ttulo de mdico en la Universidad Nacional de La Plata y obtiene el de doctor en
medicina con la tesis Psicoanlisis de los sueos. Se rene con Pichon-Rivire, Rascovsky, Crcamo,
Thenon, Szkely y otros y resuelven no apresurarse a constituir una sociedad psicoanaltica. Arnaldo
Rascovsky y Enrique Pichon-Rivire comienzan a analizarse con Garma. En 1942 llega a la Argentina
Marie Glas de Langer, quien haba realizado su anlisis didctico en Viena con Richard Sterba. El 15 de
diciembre de 1942 se funda la Asociacin Psicoanaltica Argentina, con la presencia de Crcamo, Garma,
Ferrari Hardoy, Langer, Pichon-Rivire y Rascovsky. Por esos aos, ya separado de su primera mujer,
conoce a Elisabeth Goode (destacada psicoanalista, pionera -junto a Arminda Aberastury- del
psicoanlisis de nios en la Argentina) y se casa con ella. De este segundo matrimonio nacen dos hijas:
Carmen, tambin psicoanalista, y Silvia, psicloga clnica. ngel Garma fue: presidente de la APA en
varios perodos y director de su Instituto: propulsor de los Symposia a partir de 1953 y de los congresos
latinoamericanos y panamericanos. Estuvo entre los fundadores de varias publicaciones: Revista de
psicoanlisis, Actas Mdico Psicolgicas, Psiqu en la Universidad, etc. Fue profesor titular interino de
psicologa general (Universidad Nacional de la Plata) y Sloan Visiting Professor (en la Menninger, de
Topeka). Ense tambin en la Escuela Argentina de Psicoterapia para Graduados y en la Universidad de
Belgrano. La obra. Garma insisti siempre en que sus concepciones psicoanalticas se apoyaban
plenamente en Freud, aun en aquellos aspectos en que difieren. En su trabajo de 1931, La realidad y el
ello en la esquizofrenia, sostuvo que en las psicosis no hay satisfaccin de deseos vitales, sino
sometimientos mucho ms intensos al supery que en las neurosis. [...] como consecuencia de tal
sometimiento ocurre la prdida del contacto con la realidad exterior, la prdida de aspectos del yo y la
creacin de delirios, en los que las aparentes satisfacciones de deseos vitales son de tipo engaoso. En
ese mismo artculo critic la explicacin dada por Freud a la megalomana: un retiro de la libido de los
objetos y su vuelta al yo, lo que incrementa el narcisismo secundario. Escribe Garma: las ideas de
grandeza significan un sometimiento al supery y un rechazo del ello. Una persona est orgullosa de s
misma cuando se considera querida por su supery o su mundo exterior y se comporta de acuerdo a sus
mandatos, pero no cuando satisface plenamente sus instintos primitivos. Garma consider una
confirmacin de su tesis el hecho de que ella coincida plenamente, aun en la misma formulacin, con la
que Freud expuso tiempo despus en Moiss y el monotesmo (1939). En 1966 aplic estos mismos
conceptos a las reacciones manacas, afirmando, tambin al revs de Freud, la actuacin fundamental en
ellas de un supery todava ms sometedor que el del individuo melanclico. Consider que las
reacciones manacas eran expresiones de la alegra masoquista del yo por el triunfo sobre l del
supery, que es conseguido mediante engaos. En 1956 haba descrito que en el fetichismo la
representacin de la vagina con pene no tiene como finalidad vencer el complejo de castracin, sino que
es una expresin del sometimiento a dicho complejo. Se ocup extensa y profundamente de los sueos.
Ms que satisfacciones de deseos, [los sueos] constituyen situaciones traumticas (pesadillas)
enmascaradas, que son percibidas por el individuo de un modo alucinatorio, es decir, como si fuesen
vivencias reales, debido a que los mecanismos de defensa del yo, disminuidos durante el dormir, pueden
rechazar ms difcilmente que durante la vigilia dichas situaciones traumticas. Esta definicin de los
sueos implicaba no slo una explicacin de la gnesis de la alucinacin onrica sino tambin una
oposicin a la formulacin freudiana del juicio de realidad. Segn Garma, el yo distingue lo que es de
origen externo de lo que es de origen interno, basndose en el hecho de que es menos capaz de
controlar los estmulos que provienen de la realidad exterior que aquellos que son de origen puramente
interno. Por eso, durante el dormir, como no dispone de contracargas para rechazar los contenidos
reprimidos, el yo debilitado los considera errneamente como vivencias reales, es decir, provenientes del
exterior. Observando en su conjunto mis modificaciones a algunos aspectos de las enseanzas de Freud,
referentes a los sueos, al fetichismo, a la esquizofrenia y a la mana, concluyo que todas ellas tienen un
elemento bsico comn, que es la demostracin del rechazo de lo instintivo vital, negando por lo tanto la
existencia de la satisfaccin de este tipo de deseos.
Jorge O. Winocur
Aporte de Ricardo Bruno

GEMELOS
Investigaciones dobles.- Se llaman as las investigaciones realizadas con gemelos (sean del mismo
vulo -monozigticos- o no) para establecer los factores hereditarios. La aplicacin del psicodiagnstico
de Rorschach ha dado resultados comparativos de importancia. Fue Galton, en 1875, quien empez las
investigaciones sobre gemelos, los cuales siguieron con Thorndike en 1905. La base de estas
investigaciones es: establecer la identidad psicosomtica y caracterolgica de los gemelos de un vulo, a
pesar que no fueron criados y educados en el mismo ambiente. Teniendo la misma masa gentica

(Alemn: Erbmasse), por supuesto tienen tambin las mismas disposiciones y las mismas formas de
reaccionar. La investigacin ms famosa es la de Popepoe (1922): los gemelos Jesse y Besse fueron
separados cuando tenan unas semanas de edad, viviendo despus en ambientes muy distintos; se
encontraron despus cuando tenan 18 aos durante cortos das, y se unieron otra vez cuando ya tenan
29 aos de edad. Los test han dado los mismos resultados, tambin en detalles. Pero H. H. Newman
investig 19 casos, sin establecer una identidad tan pronunciada. No cabe duda que esta identidad existe,
pero por la influencia del ambiente se disminuye.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

GNERO
Definicin.- Conjunto de caracteres definidos culturalmente como masculinos o femeninos de manera
convencional y diferentes de una cultura a otras. No incorpora los elementos biolgicos. En relacin con
el gnero pueden mencionarse otras ideas: a) Conservacin del gnero: Conjunto de elementos que de
forma estable se identifican con los conceptos de masculino y femenino definidos social y culturalmente.
b) Dimorfismo de gnero: Rasgos sociales y culturales diferenciados en dos formas: masculina y
femenina. c) Identidad de gnero: Conjunto de elementos que definen el uso de la sexualidad humana.
Incorpora elementos tanto biolgicos como sociales y culturales. Constituyen la manifestacin privada de
todos los elementos que la conforman. d) Identidad juvenil de gnero: Conjunto de elementos que
definen el uso de la sexualidad humana en la pubertad. Constituye una fase en la construccin de la
identidad de gnero adulta. e) Papel de gnero: Manifestacin pblica de la identidad de gnero.
Barragn Medero F, (1991), La educacin sexual. Gua terica y prctica. Barcelona: Paids, pg. 152-153.

Definicin.- El gnero designa el conjunto de conductas aprendidas que la propia cultura asocia con ser
un hombre o una mujer, y cada cultura instruye a hombres y mujeres sobre determinados ideales de
masculinidad y feminidad.
Pearson, Turner y Todd Mancillas, (1993) Comunicacin y gnero. Barcelona: Paids.

Diferencias psicolgicas hombre-mujer.- Dentro de la psicologa cognitiva, diversas investigaciones


(Moir y Jessel, 1991) parecen confirmar la existencia de diferencias entre el procesamiento de la
informacin masculino y el femenino. Por ejemplo, los varones parecen obtener mejores resultados en las
pruebas de aptitud espacial, es decir, en la habilidad para imaginar formas, posiciones y proporciones de
objetos. Tambin son ms hbiles en cuestiones matemticas donde intervienen conceptos abstractos
referentes al espacio, las relaciones y la teora. Las mujeres, por su parte, dominan el lenguaje antes que
los varones, y se expresan con enunciados ms largos y complejos.
Moir A y Jessel D (1991) Sexo y cerebro: la verdadera diferencia entre hombres y mujeres. Mxico: Diana.

Diferencias biolgicas hombre-mujer.- Algunas investigaciones permitieron detectar diferencias


anatmicas entre el cerebro masculino y el femenino. Por ejemplo, se ha comprobado un mayor tamao
del cuerpo calloso en las mujeres (Moir y Jessel, 1991).
Moir A y Jessel D (1991) Sexo y cerebro: la verdadera diferencia entre hombres y mujeres. Mxico: Diana.

Determinantes biolgicos, psicolgicos y culturales.- a) Determinantes biolgicos y culturales.- La


sociloga francesa Evelyne Sullerot se propuso estudiar el hecho "femenino" desde una perspectiva que
incluyera lo biolgico y lo social (Sullerot, 1979). Como conclusin: echa abajo la argumentacin
biologicista, pues si bien reconocen diferencias sexuales de comportamiento asociadas a un programa
gentico de diferenciacin sexual, dichas diferencias son mnimas y no implican superioridad de un sexo
sobre otro. Podemos inferir de lo dicho por Sullerot que las diferencias de comportamiento entre hombres
y mujeres estn ms pautadas culturalmente que biolgicamente.
Con respecto a la relacin entre lo biolgico y lo cultural, cabe hacerse la pregunta que se hace Lamas:
hay alguna relacin entre la diferencia biolgica y la diferencia socio-cultural entre los sexos? (Lamas,
1986:177). Podemos formular la pregunta tambin de una manera ms especfica: por qu la diferencia
biolgica implica desigualdad social?
En el contexto del debate entre naturaleza y cultura, Lamas nos indica que se asimila lo natural a la
mujer (dada su funcin propia de la reproduccin), mientras que lo cultural es asimilado al hombre. As,
si una mujer no es madre, es considerado algo antinatural.
b) Determinantes psicolgicos y culturales.- Gilmore seala que en la conducta individual del ser hombre
(y por extensin, del ser mujer) intervienen dos tipos de determinantes: el primero "surge de sus propios
conflictos psicolgicos y el segundo del exterior, como consecuencia de sus necesidades de conformidad y
aceptacin culturales. La conducta individual es una solucin intermedia entre estas dos presiones
distintas y a veces opuestas" (Gilmore, 1994:18).
Estas presiones opuestas de las cuales habla Gilmore pueden ejemplificarse en aquellos casos en que por
ejemplo una mujer manifiesta desde el punto de vista psicolgico una preferencia sexual hacia personas

de su mismo sexo, pero al mismo tiempo las pautas culturales de la sociedad en que vive la presionan
para comportarse como mujer, mostrando preferencia hacia los hombres.
Rosaldo se pregunta: qu caracterstica est en todas las sociedades y que hace que ellas produzcan y
reproduzcan un orden sexual desigual (Lamas, 1986:184). Cada sociedad y cada cultura dicta ciertas
normas y prescripciones sobre el comportamiento masculino y el femenino, y la desigualdad entre los
gneros ha de tener su origen en pautas culturales.
Estas desigualdades existieron en todas las pocas y en todo tipo de civilizacin, tal como nos lo ilustra
Lvi-Strauss (1972). La distincin entre regmenes patrilineales y matrilineales que hace este antroplogo
sugiere dos lneas basadas en la autoridad masculina y en la femenina, respectivamente.
Dice Lamas: "lo que define el gnero es la accin simblica colectiva. Mediante el proceso de constitucin
del orden simblico es una sociedad se fabrican las ideas de lo que deben ser los hombres y las mujeres"
(Lamas, 1987:28).
A nuestro entender, el papel que se adjudica a hombres y mujeres puede comprenderse en trminos de
distribucin del poder. Por ejemplo, Para Scott (Lamas, 1987:15) el gnero es el campo primario dentro
del cual o por medio del cual se articula el poder.
Vemos que los cargos altos son adjudicados y asumidos por figuras masculinas: en las empresas, en el
ejrcito, en la iglesia, en la justicia, en la ciencia, en la filosofa, en la literatura y en general en todos los
mbitos de la cultura.
Sin embargo, pensamos que la existencia de diferencias sexuales no es la razn de actitudes de
dominacin, sino una ocasin para adoptar dichas actitudes.
Si no hubiera sexos igual habra dominacin, ya que hay otras formas como la raza o las etnias (por
ejemplo los negros o los hispanos en EEUU), que se utilizan como forma de diferenciar a quienes ejercen
el poder y a los que no lo ejercen. Por ejemplo Blalock (1982:86) dice que en la dcada del '60, a una
persona por ser negro le pagaban 50 dlares menos que a un blanco para el mismo cargo, y por ser
mujer les restaban tambin 50 dlares. Y si se trataba de una mujer que adems era negra, no le
pagaban 100 dlares menos sino 150. Esto viene a mostrar que no slo las diferencias de gnero son
utilizadas para instaurar relaciones de poder, sino tambin las diferencias raciales. Curiosamente, ambas
diferencias estn basadas en caractersticas biolgicas, lo que nos permite inferir que en la determinacin
de los roles masculinos y femeninos intervienen tambin factores biolgicos.
La conclusin ms importante que podemos obtener de nuestro anlisis es que la condicin femenina o
masculina no viene determinada simplemente los factores biolgicos o psicodinmicos, sino
fundamentalmente por determinantes socioculturales, que interactan con los primeros dando como
resultado el comportamiento masculino o el femenino. Por ello, las investigaciones antropolgicas sobre
el gnero no pueden ser totalmente objetivas. Al fin y al cabo, los investigadores son ellos mismos
hombres o mujeres, y como tales inmersos en las ideologas de la cultura.
Cuando las pautas socioculturales tienden a hacer prevalecer la superioridad del hombre frente a la
mujer, el hombre que investiga estos temas se ver atravesado por esa ideologa, y la mujer
investigadora podr mostrar una tendencia a defender la condicin femenina. En estas condiciones, la
ciencia misma se convierte en un instrumento de dominio masculino o de liberacin femenina, segn sea
el caso.

Por Pablo Cazau. Redpsicologa. Vocabulario de Psicologa. Febrero 1998.


Referencias bibliogrficas
Blalock H (1982) Introduccin a la investigacin social. Buenos Aires: Amorrortu.
Gilmore David (1994) Hacerse hombre: concepciones culturales de la masculinidad. Barcelona: Paids.
Lamas Marta, La antropologa feminista y la categora 'gnero. Nueva Antropologa, Vol. VIII, Nro. 30, Mxico,
noviembre 1986.
Lamas Marta, Usos, dificultades y posibilidades de la categora gnero. Revista de Estudios de Gnero, N 1, 1987,
Universidad de Guadalajara.
Lvi-Strauss C (1972) Antropologa estructural. Buenos Aires; Eudeba, 4 edicin.
Sullerot E (1979) El hecho femenino: qu es ser mujer? Barcelona: Editorial Argos Vergara.

Gnero y depresin.- Introduccin: La enfermedad depresiva es dos veces ms frecuente en las


mujeres que en los varones; esto se debe bsicamente a la existencia de diferencias biolgicas entre
ambos sexos; adems de influir otros factores. Los cambios hormonales parecen tener un papel
importante en el estado de nimo de las mujeres.
Objetivos: Determinar la influencia de los cambios hormonales de la menopausia en la patogenia de los
trastornos depresivos.
Metodologa: Bsqueda en Pubmed de los estudios disponibles sobre el tema utilizando como descriptores
Mood Disorders y Menopause. Se incluyen los estudios de mayor jerarqua cientfica.
Resultados: los estudios durante estadios especficos del desarrollo femenino (Pubertad, adolescencia,
postparto, premenopusicas y postmenopusicas) demuestran que las hormonas femeninas juegan un
papel importante en la patogenia de trastornos depresivos. Las mujeres con pubertad antes de los 11
aos, tienen mayor probabilidad de sufrir depresin en la adolescencia. Las mujeres entre 20-45 aos de
edad son las ms susceptibles de desarrollar depresin. Existe mayor riesgo de experimentar

sintomatologa depresiva durante la transicin hacia la menopausia, desapareciendo dichos sntomas en


la post- menopausia.
Conclusiones: el estado hormonal de las distintas etapas del desarrollo de la mujer influye en el
desarrollo de cuadros depresivos. Se deben tener en cuenta estos aspectos en aras de un abordaje
integral de los trastornos afectivos.
Gnero y depresin. REVISTA DE PSIQUIATRA Y SALUD MENTAL. 2008 NOV.

Diferencias de gnero en trastornos de ansiedad y del estado de nimo.- Es conocida la mayor


incidencia que el gnero femenino presenta en los trastornos de ansiedad y del estado de nimo. Los
resultados de investigaciones realizadas en este campo, han volcado cifras que reafirman dichas
diferencias. El Trastorno de Ansiedad Generalizada (TAG) y el Trastorno por Estrs Post-traumtico (TEP)
se producen con el doble de frecuencia en las mujeres que en los hombres: 6,6% frente a 3,6% y 10,4%
frente a 5,0%, respectivamente. Las mujeres desarrollan trastornos de pnico y fobia simple en tasas
muy superiores a los hombres: 5,0% frente a 2.0% y 15,7% frente a 6,7%, respectivamente. Las
mujeres tienen dos veces ms riesgo de trastorno depresivo unipolar recurrente y de trastorno depresivo
mayor, en general, en comparacin con los hombres (Weissman y Klerman, 1977; Weissman, Levingston
y Leaf, 1991; Weissman y Olfson, 1995; Wolk y Weissman, 1995). El presente trabajo tiene como
objetivo conocer los factores intervinientes en la etiologa de los trastornos depresivos y ansiosos. A
partir de dicho conocimiento, se intentarn registrar los diversos factores implicados, con el fin de
conocer, a travs de ellos, los motivos por los cuales estos trastornos no se presentan con la misma
prevalencia en hombres que en mujeres. Las investigaciones que se describen en esta investigacin
buscan encontrar una respuesta ante el interrogante de qu genera la diferencia de gneros en
trastornos como la ansiedad y del estado de nimo.
Mara Laura Dolado Mosto. Diferencias de gnero en los trastornos de ansiedad y del estado de nimo. INTERPSIQUIS.
-1; (2010)

GENTICA
Gentica y psiquiatra.- Gentica y psiquiatra tienden a converger cada vez ms, al haberse
comprobado la interrelacin entre factores del desarrollo humano (genticos, cromosmicos,
bioqumicos, metablicos, experimentales y sociales). En sentido amplio, la gentica psiquitrica estudia
los mecanismos de la variacin humana tanto en los trastornos psiquitricos como en la conducta
normal.
Kaplan y Sadock toman el ejemplo de la esquizofrenia y dicen que fuera de los otros factores, hay un
componente gentico esencial. Esto ha sido supuesto a partir del estudio de rboles genealgicos
individuales, aun cuando la comprobacin todava no haya sido definitiva.
Sobre todo despus de los estudios de Mendel y Kraepelin, se estudi la incidencia gentica a partir del
riesgo familiar: es ms probable, por ejemplo, que un hermano de esquizofrnico tambin lo sea, que
alguien que no tiene familiares esquizofrnicos. El mayor riesgo se hall para los subtipos clnicos de la
catatonia y la hebefrenia. Si una persona tiene padres esquizofrnicos, su riesgo de contraer la
enfermedad es del 40 %, etc. En general, es difcil medir la incidencia de lo gentico porque tambin
influyen factores ambientales. Los estudios de gemelos no dan tampoco conclusiones definitivas, pero
son tiles para predecir el riesgo. Por ejemplo, el riesgo para los gemelos monocigticos es del 60 %, y
para dicigticos del 13/18 %.
Tambin se estudiaron nios adoptados y sus familias, para ver como interactan los factores genticos
con los ambientales. Se pudieron aqu comprobar tres cosas: a) mayor cantidad de esquizofrnicos
entre adoptados cuyos padres biolgicos tenan esquizofrenia, que entre aquellos adoptados con padres
biolgicos sin historia psiquitrica; b) alto porcentaje de esquizofrnicos en los hermanastros de
adoptados esquizofrnicos, con lo cual se excluyen las influencias intrauterinas cobre las primeras
experiencias de crianza como factores ambientales contribuyentes; c) mayor porcentaje de trastornos
en padres biolgicos de esquizofrnicos, que entre los padres adoptivos de los mismos.
Se hicieron tambin estudios longitudinales de individuos predispuestos, o sea ir observando a
individuos con presuntos factores de riesgo para ver cmo se comportaban, hacindoles tests y pruebas
neurolgicas. El ms alto riesgo emprico de esquizofrenia es para el hijo de ambos padres
esquizofrnicos (cerca del 50 %), ms all de la constatacin del factor gentico.
Se ha estudiado tambin la diferente influencia gentica sobre las enfermedades bipolares (depresin
con perodos de mana o hipomana) y unipolares (slo con una depresin recurrente), midindose su
riesgo a partir de los antecedentes familiares, comprobndose que el sexo tiene tambin importancia, lo
que sugiri la posibilidad de transmisin gentica a travs de cromosomas sexuales. Por ejemplo, las
mujeres tienen ms riesgo de padecer trastornos unipolares con comienzo precoz, y los hombres con
comienzo tardo. Se hicieron tambin estudios con marcadores genticos. El hecho de que cierto tipo de
trastornos responda bien al tratamiento con litio, sugiere un posible enfoque farmacolgico a las
distinciones genticas.

En el caso de las conductas antisociales es difcil discriminar la influencia de lo gentico y lo ambiental,


aun cuando se comprob su alta incidencia en los gemelos mono y dicigticos y en los hijos adoptados
de madres biolgicas delincuentes. Sin embargo tambin se vio alta incidencia cuando los mismos
padres adoptivos eran delincuentes.
Respecto de los trastornos mentales orgnicos, en la enfermedad de Alzheimer, se ha sugerido que lo
gentico influye ms en las formas preseniles que en las seniles. La enfermedad de Huntington es
debida a un gen dominante (hijos de padres enfermos tienen un riesgo del 50 % de heredar esta
patologa). El trastorno De La Tourette revela por su parte un alto ndice de riesgo en gemelos
monocigticos, y el sndrome de Lesch-Nyhan es por su parte heredado como rasgo recesivo ligado al
cromosoma X. El alcoholismo, por su parte, tiene influencia tanto ambiental como gentica.
Respecto de los trastornos por ansiedad y trastornos de la personalidad, estudios familiares mostraron
mayor incidencia de trastornos neurticos (sobre todo, obsesin y ansiedad) en personas con familiares
de la misma condicin y en gemelos monocigticos. Menor incidencia se vio en la histeria, hipocondra,
paranoia, etc.
En el caso de los sndromes psicosexuales, tienen aqu mucha influencia las formas de crianza, aun
cuando en el sndrome gentico como el Klinefelter, se encontraron trastornos psicosexuales como
pedofilia, travestismo, etc. Se tiende a ver la homosexualidad como un trastorno ms debido a la
personalidad, forma de educacin, frustracin en contactos sexuales, etc., que a factores fsicos.
Respecto de las capacidades mentales, en la inteligencia es muy difcil determinar la importancia
relativa de los factores genticos y los ambientales (educacin, alimentacin, etc.), pues en la prctica
es muy difcil separarlos. Los puntajes del CI (cociente intelectual) muestran por ejemplo, una
importante correlacin con la proximidad gentica dentro de la familia. La deficiencia mental puede
deberse a factores genticos, infecciones, traumatismos al nacer, etc., pero tales casos explican apenas
la mitad de stos. Se ha constatado tambin una asociacin entre insuficiencia mental y algunas
patologas orgnicas, como miopa, distona de torsin, etc.
Finalmente, respecto de las aberraciones cromosmicas se estudiaron tanto las influencias de los
defectos autonmicos (defectos en cromosomas somticos) como los defectos en los cromosomas
sexuales. En el primer caso, se vio por ejemplo, un pequeo cromosoma extra en el par 21, para los
casos del sndrome de Down (mongolismo). Su incidencia es mayor en hijos de madres de avanzada
edad, y tiene un ndice de concordancia de casi el 100 % en gemelos idnticos. Otro ejemplo, es un
defecto en el cromosoma 5, que da el sndrome Cri du Chat. En el segundo caso, encontramos por
ejemplo, el sndrome de Klinefelter, que tiene signos psiquitricos como insuficiencia libidinal,
subnormalidad mental, etc. En este sndrome, aparece el cariotipo sexual XXY (tres cromosomas
sexuales, dos X y un Y). En otras patologas aparece por ejemplo, el cariotipo XXX, ligeramente
vinculado con la esquizofrenia. Otro sndrome es el Turner, de origen gentico y tambin con signos
psiquitricos.
Condensado de Kaplan H y Sadock B (1987), Compendio de psiquiatra. Mxico: Salvat (captulo 2, punto 2.1).

GENIO
Generalidades.- Rubinstein distingue talento de genio al decir que mientras que los aportes del primero
se mantienen dentro de lo ya creado, el genio rompe con lo existente, hace un aporte creativo de gran
envergadura. Los genios transforman los campos del saber, trazan nuevas direcciones, alteran las
prcticas. Para ser genio, hace falta que lo potencial del superdotado se lleve a la realidad y se manifieste
en un logro excepcional en la vida artstica, plstica, militar, cientfica, etc. Otros plantean que los genios
no existen, y que lo que hace genial una obra es el esfuerzo de toda una vida. La curiosidad, el trabajo,
la constancia son rasgos que diferencian a los genios del resto de los individuos.
Lorenzo Garca R, Acerca de la problemtica del talento, en Revista del Instituto de Investigaciones de la Facultad de
Psicologa, Universidad de Buenos Aires, Ao 5, 2000, pg. 44.

GESELL, ARNOLD
Biografa.- (1880-1961) Psiclogo norteamericano. Investig la evolucin mental de la primera infancia
y elabor una escala de maduracin que abarca el desarrollo intelectual desde las 4 semanas hasta los 48
meses de la vida infantil. El test de Gesell se utiliza con el mayor provecho entre los 3 y 18 meses de
edad. Introdujo el mtodo de la cmara de observacin psicolgica de la adolescencia. ltima obra: The
child five to ten, 1940. Obras principales: Human Child and Wolfe Child, 1942; The mental Growth of the
Preschool Child, 1925; Developmental Diagnostic, 1941; y con Amatruda: Infancy and human growth,
1928.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

GESTALT

Definicin.- Palabra alemana que indica que la totalidad es mayor que la suma de sus partes; en una
visin gestltica, la experiencia se considera un todo orgnico y la conducta se ve como algo integrado.
Vander Zanden James, Manual de Psicologa Social, Barcelona, Paids, 1986, pg. 620.

Definicin.- El trmino proviene del alemn y significa forma. En psicologa se utiliza para expresar un
todo. Su importancia surgi a raz de las investigaciones sobre las cualidades de la forma. La idea
fundamental que se encuentra en la base terica de la psicologa gestltica manifiesta que el todo es ms
que la suma de sus partes.
Farr Mart J (1999) Diccionario de psicologa. Barcelona: Ocano.

GRAFOLOGA
Definicin.- Estudio de las relaciones entre la personalidad y la escritura. Hull y Montgomery afirman
que no existe correlacin alguna y definen la grafologa como una seudo-ciencia (Harriman, The New
Dictionary of Psychology). El primer libro sobre la escritura apareci en 1622 (Baldo), en Italia. El primer
sistema de la grafologa fue elaborado por Jean Hippolyte Michon (Sistme de Graphologie, 1873).
Impuslsado por esta obra, Crpieux Jamn concibi un sistema mucho ms profundo, emprico. (Trait
practique de Graphologie, 1885). Georg Meyer fue el primer iniciador cientfico de Alemania (Die
Wissenschaftlichen, Grundlagen der Graphologie, 1901). Desde entonces la grafologa se divulg
profusamente, pero no por ello aument su prestigio, ya que sta fue puesta en duda como ciencia. Sin
embargo, investigadores como Ludwig Klages elaboraron sistemas muy exactos de grafologa, basados en
mtodos empricos, y excluyendo los elementos intuitivos en las interpretaciones grafolgicas. El mismo
Klages form una caracterologa propia para dar un fundamento a su mtodo grafolgico ya casi
dogmtico. Otros graflogos encontraron este fundamento psicolgico-caracterolgico en diferentes
doctrinas psicolgicas modernas. As Max Pulver (Symbolik der Handschrift, 1928), en el psicoanlisis;
Robert Saudek, en la medicina constitucional: Nck Silvas, en la psicologa individual; Anja y Georg
Meldelsshn, en la psicologa analtica de Jung (Anja M.: Schrif und Seele); Pulver, Mendelssohn, Besser,
Jacoby y otros consideran la escritura como una comunicacin formal del inconciente. Clara Goldzieher se
hizo famosa por sus investigaciones sobre la escritura de los criminales.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Generalidades.- La palabra grafologa proviene del griego grafo, trazo y logos, ciencia,
conocimiento, estudio. La Grafologa, aceptada como ciencia en la actualidad permite, a travs de su
tcnica, conocer en profundidad la personalidad de un individuo por medio del estudio psicolgico de los
grafismos normales y patolgicos de la escritura manuscrita y cursiva de la persona analizada. La
Grafologa estudia a travs de esa escritura las reacciones anmicas y las causas y consecuencias sobre el
carcter. Es un mtodo de exploracin del inconsciente y de autoconocimiento.
Cavalli Julio, Qu es la grafologa. www.institutobinet.com.ar

GREEN, ANDR
Su pensamiento.- Al principio, Green crea que las perturbaciones mentales podan explicarse a partir
del funcionamiento cerebral, pero luego se dio cuenta que los fenmenos clnicos observados respondan
a otro tipo de causalidad. A lo largo de su carrera, Green se vio influido por una diversidad de autores,
como por ejemplo Freud, Lacan, Bion, Winnicott, Kohut, etc, y por teoras que asignaban importancia a
las pulsiones y otras que daban ms importancia a las relaciones objetales. En el curso de su carrera fue
elaborando sus propias ideas, armando un modelo terico-clnico extrado de la experiencia con pacientes
fronterizos y otros, y sus intereses se dirigieron al estudio del narcisismo, que Freud haba descuidado en
sus ltimos escritos.
Condensado de Green Andr (1994) De locuras privadas. Introduccin.

Sobre la escritura.- Escribo, dice Green, para sublimar la sexualidad pero tambin para mantener una
autoimagen y para organizar mi experiencia en una teora. Al escribir se puede incurrir en dos extremos:
o ser demasiado pragmtico y clnico (por ejemplo los anglosajones), o demasiado abstracto y terico
(como los franceses). Un punto medio es conjugar ambas cosas, es decir, ser lo que Green llama un
'intelectual'. Explica adems porqu no da ejemplos clnicos en este libro: un ejemplo no sirve para
probar la teora, slo para ilustrarla o ejemplificarla; adems, quien lee puede relacionar lo ledo con
algn caso clnico propio.
Condensado de Green Andr (1994) De locuras privadas. Introduccin.

GUERRA
Generalidades.- Entre las consecuencias de la guerra, el impacto sobre la salud mental de la poblacin
civil constituye una de las ms significativas. En los estudios realizados sobre la poblacin civil se

demuestra un incremento claro en la incidencia y la prevalencia de los trastornos mentales. Las mujeres
aparecen afectadas con mayor frecuencia que los hombres. Otros grupos vulnerables son los nios, los
ancianos y los discapacitados. Los ndices de prevalencia se asocian a la intensidad de la situacin
traumtica y a la existencia de apoyo fsico y emocional. En los pases en vas de desarrollo es frecuente
el uso de estrategias de superacin fundamentadas en aspectos culturales y religiosos.
R. Srinivasa Murthy R y otro, Consecuencias de la guerra sobre la salud mental: una breve revisin de los resultados
de las investigaciones. WORLD PSYCHIATRY. 2006 ABR; 4(1).

GUIN
Guin paterno y guin personal.- Al nacer, cada persona se inscribe en el guin de sus padres, que la
condicionarn tanto biolgica como cultural o socialmente. Existen tambin condicionantes psicolgicos,
ya que cada ser que nace encarna un significado necesario para sus padres. El guin parental es la
construccin de la realidad que da origen a nuestra existencia, enmarcada por el doble mandato social y
biolgico, que no podemos eludir. Existen guiones que planifican una vida sana y feliz, y otros que no.
A partir de la adolescencia, la persona se ver lanzada a la experiencia de construir su propio guin, o
guin personal o proyecto personal. Todo guin consiste en un proyecto cuya trama deber desarrollarse
en el escenario de la vida, que es el mundo que a cada uno de los seres humanos le toca vivir.
El guin traza la accin esperada para una serie de personajes, uno de los cuales ser la propia persona.
El psicoanlisis ilustra cmo esos personajes son relacionables con los de nuestra infancia. Los guiones
incluyen tambin partes oscuras, desconocidas, huecos que se esperan llenar en la vida.
Organizacin jerrquica de las construcciones.- Cada construccin de la realidad se construye siempre en
dos etapas: primero, el guin surge por mandato parental, y segundo, se desarrolla el guin personal
propiamente dicho. Hay muchsimas formas de elaborar este ltimo, y no hay una frmula a priori que
garantice el bienestar futuro. Hay, s, una secuencia: cada nueva construccin debe apoyarse en las
anteriores, al tiempo que las integra. Hablar de salto implica decir que cada nueva construccin supone
un cambio cualitativo en la construccin de la realidad.
Hay sistemas constructivos sintnicos y distnicos. En los primeros, las estructuras ulteriores se apoyan
firmemente sobre las anteriores, y en los segundos hay un desajuste entre estructuras, que se expresa
con alguna forma de padecimiento.
Condensado de Fernndez lvarez H (1992) Fundamentos de un modelo integrativo en psicoterapia. Buenos Aires:
Paids. Captulo 9.

Generalidades.- La idea de guin (script) la plantean Schank y Abelson dentro de la IA (Inteligencia


Artificial). Los guiones son estructuras mnmicas que codifican el conocimiento de acciones rutinarias
como ir al cine, comprar algo en el almacn, etc. Los guiones contienen variables, que adoptarn valores
en cada caso. Por ejemplo, en el guin ir al restaurante, la variable comida puede llenarse con el
contenido ravioles, carne, etc.
Usamos los guiones para dos cosas: para comportarnos (ejecutar actividades rutinarias), y para
comprender lo que otros hacen cuando realizan una actividad convencional o rutinaria. Nos ocuparemos
de esta ltima funcin.
Originalmente, los guiones aparecen cuando Schank prepar los SAM (mecanismo aplicador de guiones)
mediante los cuales una computadora poda 'comprender' una historia. Si a la computadora le decimos
"Juan entr al restaurante, pidi una hamburguesa, pag y se fue", mediante el SAM puede responder
preguntas como comi Juan la hamburguesa? O sea, el SAM es un paquete de informacin adicional
para llenar huecos: es un guin.
As, los guiones demostraron ser una forma apropiada de organizar la informacin que una computadora
necesita para 'comprender' un texto narrativo. Pero, puede aplicarse el mismo esquema a los seres
humanos? Comenzaron as investigaciones cognitivas y se pudieron describir seis propiedades de los
guiones como esquemas para comprender y memorizar textos narrativos:
a) Los guiones son estereotipos culturales compartidos.- Quienes comparten una misma cultura estn de
acuerdo en lo que hay que hacer cuando uno va a un restaurante.
b) Las acciones de los guiones estn enlazadas entre s en la memoria formando conjuntos, de manera
tal que el acceso a una de ellas permite el acceso a las restantes.- O sea, mediante un guin se pueden
llenar huecos: se puede pensar que Juan comi cuando nos dicen fue al restaurante y se fue sin pagar.
Sin embargo, a los guiones no se accede en trminos de todo o nada (no ocurre que se activen o no se
activen).
c) Las acciones de los guiones estn ordenadas en una secuencia temporal.- Es lo que ocurre en los
guiones fuertes, donde la secuencia incluso es causal (no se puede leer el men sin tener uno). En los
guiones dbiles no hay un orden fijo de sucesin (ejemplo los espectculos de un circo).
El orden de sucesin se vio en el fenmeno de regresin: cuando a sujetos se les daba un orden alterado,
tendan a recordar el orden del guin.

d) El conjunto de acciones del guin est subdividido en escenas (subconjunto de acciones).- En el guin
del restaurante, escenas son entrar, pedir, comer, pagar, etc. Cuando a los sujetos se les pidi que
dividieran una narracin en partes, casi todos coincidieron en las mismas partes o escenas.
e) Los guiones tienen una organizacin jerrquica.- Adems de la organizacin horizontal (secuencia
temporal), hay una organizacin vertical, segn la cual el guin est dividido en tres niveles jerrquicos:
hay un encabezamiento (restaurante), hay encabezamientos de escenas (entrar, ordenar, salir), y un
nivel de acciones (para entrar, est abrir la puerta, ir a la mesa, sentarse).
Los guiones no se activan segn el plan todo o nada, sino segn Abbott, pueden activarse
selectivamente: es la llamada versin modificada de la concepcin de los guiones como unidades
cognitivas. Por ejemplo, se activan slo los encabezamientos de escenas, porque el nivel de acciones
especficas puede aportar informacin errnea, precisamente por ser muy concreta.
f) La representacin mnmica de una situacin estereotpica consiste en un guin genrico modificado
por representaciones especificas de los eventos inusuales.- Por lo visto hasta ahora, hay una relacin
fuerte entre las teoras sobre cmo memorizamos la informacin y los estudios sobre relacin entre
comprensin y memoria de textos. Las primeras predicen qu informacin ser recordada, y los segundos
aportan las pruebas.
Un ejemplo es la hiptesis del indicador de guin + marca de Schank y Abelson. segn la cual la memoria
contiene un "indicador de guin" que seala el guin genrico que mejor se acomoda a la actividad, junto
con una "marca" para cada una de las acciones que no se relacionan o son inconsistentes con el
contenido del guin: cada accin inconsistente recibe una "marca" como una unidad funcionalmente
separada.
Segn esta hiptesis, y luego de leer el sujeto un prrafo donde se describe alguien en un restaurante:
a) el recuerdo libre (o sea la evocacin) de las acciones tpicas (pedir el men) debera ser mejor que las
atpicas (rascarse la cabeza), pues las primeras estn engarzadas como un todo, y las segundas no
tienen asociacin fuerte entre s; y b) en el recuerdo de las acciones tpicas aparecern muchas
intrusiones que no estaban en el texto (dejar una propina) pues, al recordarse en base a un guin, se
llenarn huecos.
Andando el tiempo, el sujeto recordar solamente que Juan fue al restaurante, y olvidar las acciones
ocurridas.
Las acciones atpicas no se recuerdan en la evocacin del texto, pero s en su reconocimiento, porque
tienen una "marca" fcilmente reconocible. Una explicacin alternativa para este fenmeno es la
"hiptesis de la distribucin de recursos", segn la cual durante el procesamiento reciben ms atencin
las acciones atpicas.
Las hiptesis del indicador de guin + marca y la de distribucin de recursos fueron puestas a prueba
mediante un experimento crucial (ver pgs. 133-134), que termin favoreciendo la hiptesis del
indicador de guin + marca.
Los paquetes de organizacin de memoria (POMs).- Hay an muchos puntos de discusin en torno al
concepto de guin. Como ejemplo, examinemos un problema y su posible solucin.
El problema consiste en decidir a qu nivel de abstraccin es usado y modificado un guin de memoria:
dnde ubicamos visitar al cardilogo?, en el guin encuentro de una persona con otra o en el guin
visita al mdico?
Ms generalmente, las teoras sobre los guiones tienen el problema de plantear esquemas demasiado
rgidos y, cuando se pierde informacin por usar un guin equivocado, no explican cmo se recupera esa
informacin.
Para explicar esto se plante la teora de los paquetes de organizacin de memoria (POMs), los cuales
estn formados por "escenas" que pueden usarse en guiones diferentes (por ejemplo, la escena hacer la
cola puede usarse en el guin tomar el colectivo, pagar algo en el banco, etc).
De esta forma, los guiones pueden ser menos rgidos ya que las escenas pueden combinarse de
diferentes maneras, y adems se puede recuperar parte de la informacin cuando se us un POMs
equivocado para codificar un episodio, para usarla con un POMs diferente.
Condensado de Cabeza, Temas de Psicologa cognitiva III, Publicacin interna de la Ctedra de Psicologa General II de
la Facultad de Psicologa de la Universidad de Belgrano, Buenos Aires, 1999. Captulo 10.

HABILIDAD
Definicin.- Las habilidades cognitivas son un conjunto de cualidades que conforman diversas
cogniciones entre las que se encuentran la capacidad verbal, la aritmtica, la resolucin de problemas o
la capacidad para operar con pensamientos lgicos.
Farr Mart J (2000), Diccionario de Psicologa. Madrid, Ocano, pg. 173.

Habilidades bsicas.- Designa las actividades aprendidas en los primeros ciclos escolares, que son
necesarias para lograr eficiencia en actividades escolares posteriores y para la vida prctica extraescolar:
abarcan los procesos de lectoescritura, y las operaciones elementales de la aritmtica.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

HBITO
Definicin.- 1. Una disposicin adquirida y durable para reproducir los mismos actos con reciente
facilidad. 2. En la medicina, una disposicin o tendencia para una enfermedad especfica. 3. Segn
Aristteles el hbito es la base de la moralidad. (Warren). 4. Significa una direccin espiritual, lo tico de
un grupo o de la poca. 5. Se distingue entre adquirido e innato.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Habituacin.- Impulso de convertir en hbito por repeticin, los actos humanos. En dicho impulso
intervienen no solo los elementos fisiolgicos, como sostiene el concepto mecanicista, sino tambin
psicolgicos. Segn el concepto finalista la habituacin sirve: a) para perfeccionar las reacciones,
hacindolas biolgicamente ms exactas; b) para aumentar su rapidez; c) para disminuir la cantidad de
energas; d) para aumentar las resistencias individuales en las funciones fsicas. Las finalidades psquicas
son: a) transformar los actos concientes en inconcientes: b) disminuir, por ende, la fatiga mental; c)
aumentar la seguridad del individuo en s mismo; d) por la economa de las energas, proporcionar un
placer. (W. H. Pyle,)
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Hbitos insalubres y salud mental.- Resumen: Segn explica la doctora Tara W. Strine, coordinadora
de un estudio realizado por investigadores de los Centros para el Control y Prevencin de Enfermedades
de Estados Unidos, con sede en Atlanta, y publicado en 'General Hospital Psychiatry', la depresin y la
ansiedad son "condicionantes de salud mental bastante serios que carecen de tratamiento para afrontar
su evolucin hasta lo crnico". "Es importante tomarse la depresin y la ansiedad en serio y buscar
tratamiento mdico cuando sea necesario", asever.
Los investigadores analizaron datos de unos 217.000 adultos que participaron durante 2006 en una gran
encuesta telefnica que comprob la prevalencia de las principales conductas en el campo de la salud,
llamada Sistema de Vigilancia los Factores de Riesgo Conductual.
El 8,7% de los participantes reconoci estar deprimido en aquel momento, el 15,7% tena un historial de
depresin y 11,3% tuvo un episodio de ansiedad en algn momento. Los resultados demostraron que los
adultos que estaban deprimidos en ese momento o con diagnsticos anteriores de depresin eran un
60% ms propensos de ser obesos y el doble de posibilidades de fumar que aquellos sin episodios de
depresin.
Aquellos con ansiedad demostraron ser un 30 por ciento ms propensos a sufrir obesidad y tener el doble
de posibilidad de fumar que los que no tenan ansiedad. Los pacientes con depresin y ansiedad adems
eran ms propensos que el resto a llevar un estilo de vida sedentario y a cometer excesos con la comida
o la bebida.
La depresin y la ansiedad estn asociadas con la obesidad y con hbitos poco sanos, como fumar, beber o llevar una
vida sedentaria. GENERAL HOSPITAL PSYCHIATRY. 2008 MAR;30(2):127-137.

HBITUS
Segn Bourdieu.- Los hbitus o disposiciones duraderas son inscripciones que se establecen a partir de
las condiciones sociales de existencia: forma de vida, modos de consumo, lenguaje, insercin escolar y
laboral, etc, que encuentran en el interior de un campo social ocasin de actualizarse, produciendo
prcticas efectivas a partir de las experiencias pasadas. As, las posiciones que los actores ocupen en el
campo son inseparables de las decisiones y acciones que se lleven a cabo.
El hbitus tiende a garantizar la conformidad de los actores sociales a las prcticas instituidas y su
constancia a travs del tiempo. Funciona como un capital simblico acumulado que se actualiza en el
campo. El sentido otorgado por los participantes a su actividad es efecto de lo que Bourdieu llama
violencia simblica.
Bourdieu Pierre (1990), Sociologa y cultura. Madrid: Grijalbo.

HABLA PRIVADA
Definicin.- Por habla privada se entiende la producida por los nios cuando se dirigen a s mismos o a
nadie en particular. Actualmente, existe un considerable apoyo emprico para la teora de Vygotski (1934)
sobre la funcin que cumple el habla privada en el desarrollo cognitivo Para los nios ms pequeos, el
habla privada sirve como un instrumento externo de pensamiento Con el incremento de la madurez
cognitiva, queda internalizada como pensamiento verbal. En apoyo de su teora, Vygotski encontr que la
cantidad de habla privada se incrementa bajo aquellas condiciones en las que el propsito del nio al
realizar la tarea era bloqueado por alguna dificultad a la que tena que enfrentarse.

Berk L (1986), Relationship of elementary school childrens private speech to behavioral accompaniment to task,
attention, and task performance. Developmental Psychology, 22, 671-680.

HPTICO
Definicin.- Trmino introducido por Dessoir para sealar las percepciones tctiles en general, tal como
ptica y Acstica se refieren a las percepciones visuales y del odo en general, respectivamente.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

HELMHOLTZ, HERMANN LUDWIG FERDINAND


Biografa.- (1821-1894) Hermann Ludwig Ferdinand Helmholtz fue un fsico psiclogo alemn. Conocido
por sus teoras sobre los colores. Es el fundador de la psicologa de los sentidos: nuestras sensaciones
son efectos de causas externas, provocadas en los rganos sensitivos, dependen, pues, del objeto
mismo, como tambin del aparato sensitivo. La sensacin no es una imago del objeto, sino su smbolo. La
vida real lo que nosotros percibimos es el mundo de los smbolos. Obras principales: Die Tatsachen in der
Wahrnehmung, 1879; Handbuch der physiologischen Optik, 1866.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Biografa.- (Potsdam, actual Alemania, 1821-Charlottenburgo, id., 1894) Fisilogo y fsico alemn. Se
doctor en medicina en 1842 por el Instituto Friedrich Wilhelm de Berln. Ejerci como profesor de
fisiologa en Knigsberg (1849-1855), Bonn (1855-1858) y Heidelberg (1858-1871), y de fsica en Berln
(1871-1888); finalmente fue nombrado director del Instituto Fsico-Tcnico de Charlottenburgo. De sus
muchas aportaciones a la ciencia destacan el invento del oftalmoscopio, instrumento diseado para
inspeccionar el interior del ojo, y del oftalmmetro, para medir su curvatura. Descubri que el interior del
odo resuena para ciertas frecuencias y analiz los sonidos complejos en sus componentes armnicos.
Mostr los mecanismos de los sentidos y midi la velocidad de los impulsos nerviosos. Estudi la
actividad muscular y fue el primero en formular matemticamente el principio de conservacin de la
energa.
Fuente: Annimo
http://www.biografiasyvidas.com/

HERBART, JOHANN FRIEDRICH


Biografa.- (1776-1841) Johann Friedrich Herbart fue un psiclogo alemn, fundador de la Psicologa
Educacional. Naci en Oldenburgo, de 1802 a 1808 ense educacin y filosofa en la universidad de
Goettingen y public su famoso libro Ciencia y Educacin. Durante los veintisis aos subsiguientes ocup
la ctedra de Filosofa en la Universidad de Koenigsberg, la misma que en un tiempo ocupara Kant. Fund
all una Escuela de Magisterio y en Seminario Pedaggico, publicando en 1835, por otra parte, su
monumental obra Los Lineamientos del la Doctrina Educacional, donde expone sus conceptos psicolgicos
sobre la educacin. Herbart ejerci gran influencia en Alemania. Finalizado el siglo XIX, el movimiento se
propag a Amrica. Herbart ensea que la ltima finalidad de la educacin es el desarrollo del carcter
moral, considerando el firme establecimiento de la personalidad moral como la mxima aspiracin a la
prctica educacional tradicional, entiende que la conducta moral debe basarse en el desarrollo de la
voluntad y que las actitudes volitivas dependen de un caudal de experiencias organizadas capaces de
traducirse libremente en decisiones morales. Deca: Queremos lo que sabemos; no podemos querer lo
que no sabemos. De manera que la finalidad primordial de la educacin es cultivar y desarrollar las ideas
en la mente infantil con arreglo a las leyes de la psicologa. De acuerdo con su teora de los intereses,
Herbart clasific todo el material de enseanza desde el punto de vista de los intereses tpicos humanos.
Sostuvo que los intereses humanos derivan del contacto del individuo con el mundo exterior (ciencias,
matemticas, artes) y la de los hombres (idiomas, historia, etc.). El mtodo herbartiano se basa en el
inters. La enseanza debe promover el inters sin valerse de la autoridad o del halago. Su metodologa
establece las bases de la instruccin educativa. Herbart hizo suyo el principio de Pestalozzi de que el
proceso de aprender debe pasar de lo conocido a lo desconocido, y elabor a doctrina de que el
conocimiento nuevo es siempre asimilado en trminos del conocimiento ya adquirido. Design a estas
experiencias relacionadas con el nombre de masas aperceptivas.
Entenda Herbart que solo grandes unidades conexas de temas eran capaces de suscitar y mantener vivo
el inters del nio. Tal es la doctrina de la concentracin. La concentracin se logra cuando la atencin
est completamente absorbida por un solo orden de ideas, hallndose la mente fija en un solo inters.
Slo cuando la conciencia enfoca ntegramente una sola unidad de pensamiento, la voluntad y la
conducta se desenvuelven en forma eficiente. Herbart complement la doctrina de la concentracin con la
doctrina de la correlacin, segn la cual el tema principal recibe el apoyo de todos los temas con l
relacionados. Esta doctrinas se traducen en la prctica en forma de cinco etapas formales del recitado, a
saber: 1 La preparacin, o sea el proceso de revivir en la conciencia las ideas afines de anterior
experiencia. 2 La presentacin, en que el nuevo material es presentado en forma concreta si no existe
ya amplia experiencia sensible, y de tal modo que se halle ntimamente ligado a la masa aperceptiva,

esto es, a la experiencia anterior. 3 La asociacin, en que las nuevas experiencias son asimiladas
mediante el anlisis y la comparacin, proceso que asegura a la nueva idea el lugar que le corresponde
en la mente del sujeto. 4 La generalizacin, o sea la formulacin de reglas y principios generales, a
partir de las experiencias sensibles analizadas, con miras a desarrollar conceptos generales, al lado de las
sensaciones y percepciones. 5 La aplicacin, en que la idea generalizada es puesta en accin, ya sea
para ponerla a prueba o con el objeto de ampliar la impresin por la expresin, ya sea atendiendo a fines
puramente utilitariso. Estas cinco etapas formales, que son un desarrollo de los herbartianos, fueron
combativas por Dewey para quien el pensamiento presupone un problema real. Pese a los defectos de su
doctrina, cabe a Herbert el mrito de haber desarrollado una psicologa educacional ms completa que las
anteriores, y una organizacin y una tcnica de la enseanza escolar ms eficaces. Obras principales:
Lehrbuch zur Psychologie 1916; Psychologie als Wissenschaft, 1824; Allgemeine Pdagogik, 1835. (Elmer
Harrison Wilds).
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Su pensamiento.- Para Herbart (1776-1841), que representa a la psicologa matemtica, los estados
mentales complejos que caracterizan la vida mental pueden reducirse analticamente a combinaciones de
cualidades sensoriales elementales. Estas unidades, al combinarse armnicamente, originan todos
unitarios: las ideas complejas. Habla tambin de la existencia de una fuerza que une las sensaciones
simples, fuerza que es mensurable y que proviene del ambiente adems de provenir de la misma
asociacin. De esta forma la vida mental es la expresin de la combinacin de fuerzas psquicas y
ambientales. Este dinamismo mental puede ser explicado matemticamente y sin necesidad de recurrir a
tcnicas fisiolgicas, con lo cual cumple el ideal cartesiano de una ciencia independiente de la fisiologa,
basada en la sola formalizacin matemtica.
Postula que las ideas se relacionan tambin por oposicin: algunas son ms fuertes que otras y son las
que terminan por imponerse en la conciencia, mientras que las otras quedan fuera de la conciencia
esperando el debilitamiento de las ms fuertes. Estas ideas infraconcientes tambin pueden hacerse
fuertes por fuerzas provenientes de otras ideas nuevas. Herbart llama a la tendencia de las ideas a
emerger, tendencia a la repeticin de ideas. A su vez el conjunto de ideas infraconcientes (llamada
masa aperceptiva) puede ser fortalecido por la accin de estmulos que no son captados directamente, y
que por lo tanto no aumentan el caudal de lo conocido pero s pueden hacer aflorar a la conciencia las
ideas infraconcientes. Este proceso se llama apercepcin (aqu Herbart retoma las ideas de Leibniz y
Kant sobre el tema) y es un proceso derivado de la experiencia que posibilita la asimilacin de nuevas
ideas (a diferencia de Leibniz y Kant que vean en la apercepcin una captacin interior y a priori).
Condensado de Kauffman Mara del Pilar C, Historia de la psicologa. Clases dictadas en la Ctedra de Historia de la
Psicologa, Facultad de Psicologa, Universidad de Belgrano. Buenos Aires, 1986.

HERENCIA PSQUICA
Generalidades.- Freud toma la herencia como lo biolgico corporal y como una herencia psquica.
Respecto de esto ltimo, en "El yo y el ello" habla del yo como precipitado de yoes antiguos, como
producto de una sedimentacin de identificaciones. Asimismo el superyo no es solo producto de
identificacin con progenitores, sino tambin con el superyo de los progenitores.
En psicoanlisis hay una historia y una prehistoria. La primera es lo que puede ser narrado
cronolgicamente, y la prehistoria seran los sucesos infantiles que sucumbieron a la amnesia infantil y
que solo pueden ser reconstruidos: esto no es herencia en sentido filogentico sino en sentido ms
amplio. Las vicisitudes del Edipo formaran una herencia no gentica pero s psquica: hay un ello, luego
un yo que se diferencia, etc.
Fernndez R, Psicologa de la personalidad, clases dictadas en la Ctedra de Psicologa de la Personalidad de la
Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires, 1995.

HERMENUTICA
Hermenutica y psicoanlisis.- El conciente y el inconciente.- Ricoeur se propone aqu hacer una
revisin crtica, una reflexin sobre el concepto de conciencia. Este concepto por un lado es central
dentro de la fenomenologa, pero por otro lado fue criticado por Freud, Nietszche y Marx (conciencia
como mentira).
Es urgente revisar crticamente esta nocin debido a que necesitamos articular dialcticamente lo
conciente y lo inconciente, lo que desembocar en una visin menos estrecha de la condicin humana.
Qu debe ser el hombre -se pregunta Ricoeur- para que sea a la vez responsable de pensar bien
(conciente) y capaz de la locura (inconciente)? Ricoeur aparece as criticando tanto al psicoanlisis (por
centrarse en el inconciente) como a la fenomenologa (por centrarse en la conciencia), y su solucin ser
una sntesis dialctica entre ambos, sin que ninguno est privilegiado.
Concretamente propone Ricoeur dos procedimientos opuestos: analtico hacia el inconciente, y sinttico
hacia la conciencia.

El psicoanlisis y el movimiento de la cultura contempornea.- Se habla aqu de la relacin de la


hermenutica freudiana y la cultura. Concretamente la tesis que propone aqu Ricoeur es la siguiente: es
a ttulo de hermenutica de la cultura contempornea; es decir, el psicoanlisis es un movimiento de la
cultura, porque la interpretacin que da el hombre se funda sobre la cultura en su conjunto. El
psicoanlisis participa de la cultura porque es interpretando al mundo que el psicoanlisis lo cambia.
Ricoeur seala dos ejemplos importantes de cmo a travs de la cultura se busca de una u otra forma
satisfacer la pulsin (retorno de lo reprimido): son la ilusin religiosa y la seduccin esttica.
Una interpretacin filosfica de Freud.- El discurso de Freud se refiere tanto al sentido (por ejemplo,
sentido del sueo, sntoma, etc.) como a las fuerzas (conflictos, represin, etc.), o sea, es una semntica
del deseo (semntica es sentido y deseo es fuerza). Tambin se refiere a una arqueologa del sujeto
(origen) y a una teleologa del sujeto (fin, futuro), y a una dialctica entre ambos. Reflexionando
filosficamente acerca de Freud, puede decirse que el sujeto solo tiene un arch (arqueologa, pasado) si
tiene un telos (fin, futuro), puesto que cada momento de la vida encuentra su sentido en las siguientes.
Tcnica y no-tcnica en la interpretacin.- Aqu Ricoeur busca explicar porqu el psicoanlisis es una
tcnica de lo nocturno, y porqu y hasta qu punto es un iconoclasmo de lo ntimo. Toda tcnica de lo
nocturno es un iconoclasmo de lo ntimo, porque el psicoanlisis no tiene nada que ver con las ciencias
naturales porque no estudia hechos observables, sino cuestiones de sentido, destruye la imagen del
psiquismo que nos haban dado psicologas como el conductismo, por ejemplo.
El arte y la sistemtica freudiana.- Finalmente, Ricoeur refiere que la sistemtica es un punto de vista
freudiano, segn el cual un fenmeno psquico es explicable a partir del aparato psquico (Yo-ellosupery, o Inc-Prec-Co) y a partir del enfoque econmico y dinmico, donde se coloca al fenmeno en un
sistema de fuerzas que circulan y se oponen.
Freud estudi desde este punto de vista sistemtico, a los fenmenos estticos, diciendo de ellos que el
arte es la forma no obsesional, no neurtica, de la satisfaccin sustituida; el encanto de la creacin
esttica no procede, como en la religin, del retorno de lo reprimido. El anlisis psicoanaltico del arte se
hace difcil, porque all no hay asociaciones libres, ni relacin mdico-paciente. La forma en que procede
Freud, es sobre todo, por analoga, comparando por ejemplo, poesa con sueo, pero esto no llega a ser
suficiente para poder penetrar la creacin esttica en su profundo dinamismo. Ricoeur plantea que se
puede ahondar en este dinamismo, examinando las relaciones entre la tcnica de la obra esttica y el
efecto de placer que produce en el artista y en quien admira la obra: es una forma de exploracin del
deseo.
Sinopsis de Ricoeur P (1975) Hermenutica y psicoanlisis. Buenos Aires: Megpolis.

Hermenutica y estructuralismo.- Ricoeur se propone en un primer captulo titulado Existencia y


Hermenutica ilustrar cmo se puede insertar la hermenutica en el contexto del mtodo
fenomenolgico, tarea que emprender a travs de la aclaracin del concepto de existencia.
En este texto de Ricoeur se hace alusin a un concepto central de Heidegger: existencia. Este filsofo
habla de existencia (Dasein) en un sentido no tradicional, y dice que es la apertura del ente humano
(Da) al ser (Sein). La existencia para Heidegger no es algo ya dado, ya establecido, sino un poder-ser.
La existencia del ser humano se va desarrollando o determinando a medida que este ser -humano- se va
comprendiendo, va comprendiendo su ser. As, la existencia no es ntica (no est dada) sino ontolgica
(se va desarrollando a medida que el ser humano se pregunta por su propio ser, a medida que se va
intentando comprender) (Ferrater Mora J, Diccionario de Filosofa, Tomo II, Madrid, Alianza, pgina
1084).
Ricoeur inserta la existencia con la interpretacin, y dice que la existencia del ser humano se va
determinando a medida que va ahondando su propio ser mediante la interpretacin, mediante el
desciframiento de lo oculto que encierra el lenguaje. El hombre se va determinando como tal, no en la
medida en que hace las cosas, sino en la medida en que va conocindose a s mismo, en que va
conociendo que la existencia, su ser, es fundamentalmente deseo (segn el psicoanlisis), objetivo
teleolgico (segn Hegel) o una estructura sagrada, un vnculo con Dios (segn la religin).
En un siguiente captulo titulado Estructura y Hermenutica, el autor indica que la interpretacin
muestra, prolonga y mantiene viva la tradicin en la que se sustenta: la tradicin sola, es tradicin
muerta porque no se interpreta permanentemente.
El tiempo de la tradicin y el de la interpretacin son conectados mediante un tercer tiempo: el tiempo
del sentido. El sentido hace posible la sedimentacin de la tradicin y la explicacin de la interpretacin;
hace posible la lucha entre ambas temporalidades: una que transmite (la tradicin) y otra que renueva
(la interpretacin).
Este tiempo del sentido debe buscrselo en el smbolo, y ms concretamente en lo sincrnico y lo
diacrnico de que habla el estructuralismo, sobre todo el de Lvi-Strauss (basado en el de Saussure y
Trubetzkoy). Este estructuralismo puede ayudarnos en nuestra tarea hermenutica: la bsqueda del
sentido (hermenutica) debe pasar por la explicacin estructural, pues tener sentido implica un orden,
una organizacin.
El doble sentido es un problema que puede tratarse como problema hermenutico o como problema
semntico. Desde la hermenutica se habla de sentido mltiple, y desde la semntica lexical y semntica

estructural. La primera hablar de polisemia (palabra con ms de un sentido), y la segunda dice que el
sentido no est encerrado en una palabra sino en el conjunto, en la estructura. Las palabras (o lexemas)
en s mismos no agotan ninguna significacin o sentido, pero son la va para llegar a ellas.
Si uno quiere conocer la validez del anlisis estructural debe buscar cmo fue aplicado en sus orgenes, o
sea en la lingstica. En este sentido, el estructuramiento opera as: trabaja sobre un corpus ya
constituido, detenido, cerrado, muerto; establece inventarios de elementos y unidades; coloca esos
elementos o unidades en relaciones de oposicin, de preferencia oposicin binaria; establece un lgebra
o una combinatoria de esos elementos y de esas parejas de oposicin.
Ricoeur analiza luego la obra de Jean Nabert aborda un viejo problema: el de la relacin entre acto y
signo, o sea entre el acto fundador o fundante de la conciencia (sea la libido, la voluntad, el apetito,
etc.) y su representacin (signo).
Ricoeur se refiere luego a Heidegger. Cuando este aborda el problema del sujeto en relacin con el
Cogito de Descartes, est sentando las bases de lo que puede llamarse una hermenutica del yo soy.
El cogito, el yo pienso luego existo no es entonces la primera verdad, sino que es el yo soy.
Efectivamente, yo soy en la medida en que soy capaz de hacerme la pregunta por el ser; todo preguntar
es un buscar, y todo buscar tiene una direccin previa que le viene de lo buscado. Por otro lado, el ego,
el yo autntico est constituido por la pregunta misma. Este ego, este ser, est implicado en la pregunta
por el ser: en ella se presenta como siendo l mismo un ser, un ser para quien existe la pregunta por el
ser.
Por ltimo, trata Ricoeur la cuestin del sujeto. Cuestionar el cogito, el yo soy, es cuestionar la
supremaca de la conciencia. Para el estructuralismo tambin hay un desplazamiento de la conciencia,
porque el sistema de signos que usamos al hablar (conciencia) es anterior, inconciente.
Una vez hechas estas crticas del cogito, se impone ahora un momento constructivo: hacia dnde nos
llevarn estas crticas? Nos llevarn a construir una filosofa reflexiva que, habiendo asumido a fondo las
correcciones e instrucciones del psicoanlisis y la semiologa estructural, emprenda el largo camino de
una interpretacin de los signos privados y pblicos, psquicos y culturales, donde se expresan y se
explicitan el deseo de ser y el esfuerzo por existir que nos constituyen como sujetos.
Sinopsis de Ricoeur P (1975) Hermenutica y estructuralismo, Buenos Aires: Ediciones Megpolis.

HIC ET NUNC
Definicin.- Expresin latina que significa 'aqu y ahora'. A veces se emplea en campos donde, como en
la psicoterapia guestltica, destacan la importancia del aqu y ahora en la toma de conciencia y resolucin
de problemas, adjudicndose una menor importancia a los acontecimientos del pasado.
Cazau P (2000) Vocabulario de Psicologa. Buenos Aires: Redpsicologa.

HIGIENE MENTAL
Definicin.- Ciencia y arte de conservar y aumentar la salud mental que incluye todas las medidas
concebidas para prevenir el trastorno mental y para mejorar el ajuste psicolgico de los individuos, as
como su capacidad para mantener una armoniosa relacin de grupo. Considerada en otro tiempo una
ciencia secundaria, la higiene mental ha pasado a ser una disciplina cientfica muy importante que,
conjuntamente con la psiquiatra, la medicina social, la pedagoga, la sociologa y la asistencia pblica,
trata de contrarrestar los mltiples peligros que amenazan a la salud mental. Dado gran parte del cuadro
clnico tradicional de cronicidad y regresin se debe al hospitalismo, la creacin de centros de higiene
mental responde a la necesidad de crear vnculos ms estrechos con la comunidad a fin de evitar que los
pacientes queden aislados en su entorno social. Estos centros han actuado como el foco de donde han
surgido tcnicas tales como la consulta de higiene psiquitrica y la intervencin preventiva.
Farr Mart J (1999) Diccionario de psicologa. Barcelona: Ocano.

Generalidades.- Se la ha encarado, desde fines del siglo XIX, como la lucha contra las causas
conocidas de trastorno mental y por fortificar y mejorar la personalidad humana para hacerla ms
resistente a las causas que amenazan su equilibrio psquico. Varios pases dedican gran atencin a esta
tarea para disminuir la cifra de los enfermos mentales,, delincuentes e invlidos sociales, siendo los
pases ms adelantados en este sentido: Estados Unidos, Unin Repblica Socialistas Soviticas y Suiza.
El trmino higiene mental es de C. W. Beers (A Mind that found itself) que, con Adolf Meyer, puede ser
considerado como fundador de este movimiento profilctico mental. La primera sociedad americana fue
fundada en 1908. Entre los propulsores de la higiene mental deben ser mencionados: Heinrich Meng,
profesor de la higiene mental en la Universidad de Basilea (Seelischer Gesundheitsschutz, 1943); Praxis
der seelischen Higiene, 1943; Andr Repond, Hans Zulliger, Berthold Stokvis, etc. Los propulsores de la
higiene mental en Amrica del Sur son: Gonzalo Bosch, Telma Reca, Catalina Tobar Garca, Bla Zskely,
etc. Sinnimo: Profilaxis Psiquitrica.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

HIPNAGGICO, ESTADO
Definicin.- Es el estado en el que el sujeto est somnoliento o se acaba de despertar, cuando se
producen extraas imgenes y experiencias alucinarias. El trmino fue usado por primera vez por Maury
(1861) en sus discusiones acerca de la semejanza entre sueos y alucinaciones.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Definicin.- Una imagen hipnaggica es una pseudopercepcin que se produce en situaciones ligadas al
adormecimiento en sus fases iniciales.
Belloch A y otros, Manual de Psicopatologa, Madrid, McGraw Hill, 1995, pg. 227.

Definicin.- Estado de somnolencia que transcurre entre la vigilia y el sueo propiamente dicho, cuando
la persona va quedndose dormida. Alucinaciones hipnaggicas son aquellas que ocurren durante dicho
estado. Sinnimo: hipnopmpico.
Cazau P (2000) Vocabulario de Psicologa. Buenos Aires: Redpsicologa.

Definicin.- Estado que se presenta durante el periodo de somnolencia entre la vigilia y el sueo. Se
caracteriza por imgenes visuales y auditivas que surgen sin intervencin de la voluntad, y parecen ser
parte del mundo externo. Este estado tiene patrones muy inslitos del pensamiento y construcciones
verbales que, al inicio, dan la impresin de tener sentido pero que se disuelven en lo absurdo. El
fenmeno parece ser muy comn (lo viven entre el 72 y el 77% de las personas) (Morris, 1985:136).
Morris C (1985) Psicologa. Mxico: Prentice-Hall.

HIPNOPMPICO
Definicin.- Una imagen hipnopmpica es una pseudopercepcin que se produce en situaciones ligadas
al dormir, en los momentos que preceden al despertarse por completo.
Belloch A y otros, Manual de Psicopatologa, Madrid, McGraw Hill, 1995, pg. 227.

HIPNOSIS
Definicin.- Es la concentracin focal receptiva y atenta, con reducida vigilancia perifrica. Toda hipnosis
es esencialmente autohipnosis, pero cuando alguien permite que otro lo hipnotice, aparece una relacin
interpersonal intensa, con una relativa suspensin del juicio crtico.
En general, las personas ms hipnotizables tienen capacidad para cerrar los ojos mientras miran hacia
arriba. En la hipnosis interesa mucho ms la expectativa del paciente y la relacin con el mdico, que el
ambiente. El mdico indica al paciente que fije su atencin en un punto cualquiera.
Hay varios niveles de trance. El ms ligero se acompaa de alteraciones motoras, como hipercinesia o
retardo. El trance intermedio incluye adems alteraciones sensoriales, amnesia parcial y obediencia
poshipntica a rdenes simples. El nivel profundo o sonambulstico lleva a las alucinaciones, la distorsin
temporal, regresin en la edad, hiperamnesia o amnesia selectiva y anestesia profunda.
Usos teraputicos.- Se utiliza para hacer regresiones, donde se pueden revivir sucesos pasados. En la
justicia se usa para revivir escenas de testigos. Adems, se usa en tratamientos centrados en los
sntomas: hbito de fumar, trastornos de alimentacin, ansiedad, fobias y control del dolor.
La hipnosis no debe administrarse en un clima de amenaza, sino de contencin y confianza. Tampoco a
personas poco hipnotizables, como paranoicos, o a personas que ponen demasiada expectativa en la
curacin por hipnosis, porque pueden sentirse desalentados por los resultados.
Kaplan H y Sadock B, Compendio de psiquiatra. Mxico: Salvat. Captulo 26, punto 3.

Definicin.- "Modo de interaccin que se establece entre dos personas -uno el hipnotizador y otro el
paciente- en el cual, el primero dirige una accin psicoteraputica sobre el segundo mediante tcnicas
fundamentalmente verbales, y el segundo colabora con el primero en tal propsito prestndose a
ingresar en un estado psicofisiolgico peculiar en el que se encuentra particularmente receptivo a
rdenes y sugerencias del hipnotizador".
Kleiner R., Hipnosis, Buenos Aires, Editorial Omeba, 1993, pg. 7.

Generalidades.- Parte de las discrepancias tericas existentes vienen dadas porque por hipnosis se
entiende por lo menos tres cosas diferentes: 1) Desde el punto de vista de la comunicacin, se puede
describir la hipnosis como un procedimiento durante el cual, un profesional de la salud o investigador, en
este caso un psiclogo, sugiere a un cliente, paciente o sujeto que experimente cambios en las
sensaciones, percepciones, pensamientos o comportamiento. 2) Por otra parte, tambin se entiende por
hipnosis un estado de funcionamiento mental, con sus correlatos psicofisiolgicos, en respuesta a las
sugestiones. Tradicionalmente se habla de trance hipntico en referencia a este estado. 3) Por ltimo,

por hipnosis es entiende tambin la experiencia subjetiva de uno msmo en este estado mental. Desde el
punto de vista de la experiencia subjetiva del sujeto, cabe decir que toda hipnosis es autohipnosis.
Morales
Homar
Guillermo.
Psiclogo
http://webs.demasiado.com/GuillermoMorales/HIPNOSIS.htm

especialista

en

Hipnosis

Generalidades.- Un pionero en el campo de la induccin hipntica clnica, Milton Erickson, describi el


proceso del trance clnico como un perodo libre en el que puede florecer la individualidad. Martin Orne
defini la hipnosis como el estado o condicin en que una persona es capaz de responder a sugestiones
adecuadas, experimentando alteraciones de percepciones, memoria, o estado de nimo. La caracterstica
esencial de la hipnosis es el cambio experimental subjetivo.
Los hipnoterapeutas generalmente creen que la hipnosis clnica y el trance teraputico son extensiones
de procesos frecuentes inherentes a la vida diaria. La experiencia de la ensoacin y preocupacin
interna, durante la cual uno desempea su rutina diaria de manera automtica, son ejemplos tpicos.
Durante estos perodos, la atencin se centra espontneamente en el interior, tal como se induce en el
uso clnico del estado de trance en un paciente para que sea receptivo a experiencias internas. El
principal punto que vista de los hipnoterapeutas comparten con otros psicoterapeutas es una apreciacin
y comprensin de las dinmicas de los procesos inconcientes en la conducta.
La hipnosis es un fenmeno mental complejo que se ha definido como un estado de concentracin
intensa y receptividad a las sugestiones de otra persona. Tambin se le ha llamado un estado alterado de
conciencia, un estado disociado, y una etapa de regresin. Sin embargo, no se conoce ninguna base
psicofisiolgica de la hipnosis, como existe en el sueo, en cuyo electroencefalograma (EEG)
caracterstico aparecen cambios (pgina 875).
Kaplan H, Sadock B y Grebb J (1997) Sinopsis de psiquiatra. Buenos Aires: Editorial Mdica Panamericana. 7 edicin.

Definicin.- Estado no normal que puede ser provocado o espontneo. La persona hipnotizada -llamada
mdium- permanece, por momentos sugestivos del hipnotizador, en un estado intermedio y suspendido
entre sueo y vela hasta la inconciencia completa. El mdium pierde su personalidad y obedece a las
sugestiones del hipnotizador, pero nunca hasta el punto de perder el control moral sobre s mismo.
Durante la hipnosis el mecanismo mental est en una tensin permanente o aumentada. Es muy
significativa la observacin de Wagner-Jauregg: En la hipnosis no se sabe nunca quin es el engaado:
si el mdium o el hipnotizador. La teora y prctica de causar hipnosis o estado semejante al sueo
inducido por medios psquicos, tambin es conocida como braidismo y sonambulismo provocado. El
hipnotismo no es actualmente comn, ni tampoco lo haba sido hasta comienzos del siglo XX. La hipnosis
puede aplicarse teraputicamente de muchas maneras. Distinguiremos por ahora entre tales aplicaciones,
las tres siguientes: a) El sueo hipntico provocado se usa directamente como factor de curacin. b) La
sugestin que se da en estado hipntico se dirige directamente contra el sntoma psquico o fsico a
eliminar. c) Experiencias olvidadas se traen de vuelta a la memoria mediante la hipnosis y se hacen
accesibles a la conciencia (Hipnosis catrtica). (Schiller y Kauders, Hypnosis).
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Danilevsky, experimentos de.- Experimentos que llevan el nombre de Danilevsky por ser l el primero
en realizarlos y que consisten en pruebas hipnticas con animales: cangrejos, pollos, conejos, etc. Segn
Danilevsky en un reflejo tnico de posicin (Tonischer Lage-reflex) que posibilita por sugestin la
hipnosis en los animales.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Hipnosis en psicobiologa.- En el presente trabajo hemos querido definir la hipnosis desde la


perspectiva psicobiolgica. Entendemos por hipnosis un particular estado global, donde el sujeto
manifiesta cambios tanto en los procesos subjetivos - estado de conciencia as como en otros aspectos
como los procesos viscerales, automticos y comportamentales producidos por la actividad integrativa del
sistema neuroendocrino (SNE).
Aqu pretendemos esbozar una definicin preliminar de lo que hemos entendido por la hipnosis como
estado y presentamos una revisin acerca de algunos estudios neurocientficos sobre los fenmenos
hipnticos. Examinaremos cinco fenmenos que son de inters general: el dolor, la modulacin
perceptual, la evocacin emocional, el tratamiento de fobias, y el manejo del conflicto atencional en
hipnosis.
Estos mbitos son relevantes pues pueden traer un vasto desarrollo tanto en investigacin bsica como
aplicada a la psicoterapia. La investigacin en fobias ha demostrado que la hipnosis en pacientes
altamente hipnotizables permite reestablecer el equilibrio simptico-vagal.
Las investigaciones con imgenes cerebrales proponen un modelo de cambio atencional, con participacin
de la corteza cingulada anterior. Estudios de control emocional han establecido los cambios en los
potenciales evocados en diferentes regiones corticales.
Las posibilidades de la hipnosis para inhibir y evocar emociones frente a eventos virtuales especficos son
de enorme relevancia en el uso teraputico. Los estudios atencionales han demostrado que bajo

sugestiones especficas, la actividad de la corteza cingulada anterior y de las cortezas visuales se reduce
de manera significativa en sujetos altamente hipnotizables, lo que se correlaciona con un menor conflicto
atencional al realizar el paradigma de Stroop. Todos estos hallazgos an en desarrollo, muestran que la
hipnosis es un campo frtil para la investigacin bsica y clnica.
Juan Cristbal Ruiz Daz; Guy Santibez-Hidalgo. Definiendo la hipnosis desde la psicobiologa: Algunas lneas de
desarrollo cientfico de los fenmenos hipnticos. CUADERNOS DE NEUROPSICOLOGA. 2008 NOV; 2(2):150-166.

Eficacia.- La hipnosis es una intervencin clnica valiosa en el tratamiento de una amplia variedad de
problemas psicolgicos y mdicos, ayudando a la mejora de la calidad de vida de muchos pacientes. Este
artculo revisa el estado de la evidencia emprica de la eficacia de la hipnosis, teniendo en cuenta los
resultados de la investigacin ms rigurosa al respecto, as como los de otros estudios que, a pesar de no
cumplir unos criterios metodolgicos rigurosos, poseen relevancia clnica.
En general, y segn la investigacin revisada, cuando se utiliza la hipnosis como un coadyuvante a otras
intervenciones mdico psicolgicas, incrementa la eficacia y/o eficiencia de tales intervenciones.
Asimismo, la eficacia de la hipnosis est bien establecida en diversas aplicaciones clnicas, especialmente
el manejo del dolor y otras condiciones mdicas, existiendo evidencia aceptable de su eficacia en el
tratamiento de la depresin, los trastornos del sueo, dejar de fumar, la obesidad, el asma y la enuresis
infantil.
De acuerdo con la investigacin publicada hasta la fecha, est justificada la realizacin de investigaciones
que utilicen estudios controlados con muestras de tamao adecuado. As mismo, es esencial establecer la
eficacia de la hipnosis en otras reas an por investigar.
M. Elena Mendoza; Antonio Capafons. Eficacia de la hipnosis clnica: Resumen de su evidencia emprica. PAPELES DEL
PSICLOGO. 2009 JUN; 30 (2):98-116.

Creencias y actitudes hacia la hipnosis.- El objetivo de este estudio es analizar las creencias y
actitudes hacia la hipnosis de los colegiados para informar al Consejo General de Colegios Oficiales de
Psiclogos de las necesidades de formacin sobre hipnosis, as como analizar las respuestas en funcin
de los Colegios de los participantes. Para ello se aplic la Escala de Valencia de Actitudes y Creencias
hacia la Hipnosis- Terapeuta a una muestra de 2.434 colegiados espaoles.
Los resultados indican que los colegiados que respondieron a la escala tienen, en general, creencias
ajustadas sobre la hipnosis y una actitud positiva hacia la misma. No se encontraron diferencias entre los
distintos COP en cuanto a creencias y actitudes hacia la hipnosis. Sin embargo, esta interpretacin no
est sustentada por pruebas de significacin estadstica debido al tamao reducido de las muestras de los
diferentes COP.
Dada la baja respuesta por parte de los profesionales sera positivo que los COP realizaran de nuevo esta
investigacin aumentando la muestra, y llevaran a cabo acciones de difusin del conocimiento cientfico
de la hipnosis. Esto ayudara a favorecer un uso eficaz y no iatrognico de la hipnosis.
M. Elena Mendoza; Antonio Capafons; Begoa Espejo; Doris Montalvo. Creencias y actitudes hacia la hipnosis de los
psiclogos espaoles. PSICOTHEMA. 2009; 21(3):465-470.

HIPTESIS
Acepciones.- 1. En epistemologa, conjetura que se propone para describir o explicar los fenmenos, y
que requiere ser verificada mediante el mtodo cientfico.
2. En psicologa de la percepcin, concepto propuesto por Bruner en el marco de sus teoras que vinculan
percepcin y personalidad, y que designa una tendencia o 'predisposicin cognitiva' altamente
generalizada para responder en forma selectiva a los hechos acaecidos en el ambiente. Tendemos a
percibir los hechos sobre la base de hiptesis previas, es decir segn nuestro sistema de creencias.
Ambos sentidos 1 y 2 se relacionan: las hiptesis en el primer sentido son propuestas y verificadas por
cientficos, y pueden ser entendidas psicolgicamente desde el segundo sentido.
Cazau P (2000) Vocabulario de Psicologa. Buenos Aires: Redpsicologa.

HISTORIA CLNICA
Definicin.- Es un registro de los datos derivados de las diversas exploraciones efectuadas al paciente.
Contiene desde la anamnesis, es decir, el interrogatorio sistemtico efectuado al paciente desde que se
inici su asistencia, hasta los informes de las exploraciones complementarias realizadas por el psiclogo o
por los servicios ms sofisticados del hospital. Para Vallejo Ruiloba, la historia clnica se compone de:
anamnesis, exploracin fsica, psicopatolgica y complementaria, orientacin diagnstica, orientacin
pronstica, tratamiento, evolucin y comentarios, y epicrisis.
Vallejo Ruiloba J y otros, Introduccin a la psicopatologa y la psiquiatra, Masson, Barcelona, 1999, 4 edicin, pg
83.

HISTORIA DE LA PSICOLOGA

Generalidades.- Psique proviene del griego y significa alma, soplo o aliento vital, mariposa. La
psicologa se remonta a 2.500 aos, aunque su historia como disciplina independiente comienza recin en
el siglo XIX.
Brett distingue tres niveles en el conocimiento psicolgico:
1) Psicologa implcita, o sea un conocimiento personal, experiencial ligado a necesidades de
supervivencia. Es una psicologa prctica.
2) Psicologa pre-cientfica: objeto de conocimiento que constituye una parte indiferenciada de la
especulacin filosfica. Predomina la intuicin, y se extiende desde los griegos hasta el siglo 18.
3) Psicologa cientfica: surge vinculada al desarrollo de las ciencias naturales. Est influenciada por el
empirismo y el formalismo kantiano del siglo 18. Predomina la razn.
La psicologa surge como un intento de respuesta a la pregunta: qu es el hecho psquico? En sus
orgenes no estn diferenciadas la filosofa y la psicologa; de hecho, sta surge histricamente de la
filosofa.
En su historia, la psicologa ha tratado de enfrentar tres clases de problemas: primero, prcticos,
relativos a las normas de convivencia (psicologa prctica); segundo, problemas tcnicos, o sea qu
reglas de accin emplear para aplicar los problemas psicolgicos; y tercero, problemas tericos, es decir
los medios para explicar los hechos psicolgicos mediante teoras. Esta psicologa terica aparece
tardamente en la historia y surge paralelamente con la necesidad de poner a prueba las teoras, que es
lo que caracteriza a la psicologa como ciencia.
Para estudiar historia de la psicologa debemos usar un enfoque gentico que muestre los nexos para
entender finalmente el estado actual de la psicologa.
Desde otro enfoque, el hermenutico, la historia de la psicologa se aborda con interpretaciones crticas,
en el sentido de Ricoeur (reflexin hermenutica). Es la reflexin aplicada a lo psquico que hace
cristalizar determinadas vivencias en conceptos.
Ebbinhaus dijo que la psicologa tiene un largo pasado pero una historia muy breve: en un largo pasado
se han ido desarrollando una increble maraa de conocimientos psicolgicos, pero la organizacin de los
mismos como una disciplina independiente es muy reciente.
El primero en usar la palabra psicologa fue Melachton, telogo de la reforma (circa 1560). En cambio el
trmino psich, del cual deriva psicologa, es mucho ms antiguo y proviene del mito de Psich, que
narra Apuleyo en la Metamorfosis.
El mito habla de una familia con tres hijas, la mayor de las cuales era Psich: linda y retrada,
atemorizaba a la gente. Como fue la nica que no se cas, se consult al orculo para saber su destino, y
como el orculo dijo que Psich no era de este mundo, deba ser llevada a la montaa y abandonada all,
donde seres no terrenales se ocuparan de ella.
Cuando la llevan y la dejan, Psich cansada y temerosa se siente transportada por un aleteo a un palacio
de jade y lapizlzuli. All no hay nadie pero escucha voces, una de las cuales le dice que la desea,
impidindole dormir. La voz se convierte en su amante invisible, quien le da permiso para visitar su
anterior hogar. Luego de la alegra del encuentro con sus hermanas, stas le expresan que quieren
conocer a ese amante invisible. Cuando Psich regresa por la noche, ilumina a su amante que estaba
durmiendo y ve que es hermoso y tiene alas en su espalda: era Eros. Al caerle aceite de la lmpara lo
despierta y Eros la expulsa del lugar. Respecto del final hay dos versiones: una dice que Psich es
perdonada por Zeus y Afrodita y pasa a vivir en el Olimpo. La otra es que Afrodita la persigue porque
est celosa, y la convierte en mariposa condenndola a volar eternamente.
Condensado de Kauffman Mara del Pilar C, Historia de la psicologa. Clases dictadas en la Ctedra de Historia de la
Psicologa, Facultad de Psicologa, Universidad de Belgrano. Buenos Aires, 1986.

Surgimiento y desarrollo de los ms importantes modelos.- Los modelos psicolgicos surgen por
influencia de los desarrollos intelectuales de los siglos 18 y 19, los cuales tienden a privilegiar ms la
observacin y anlisis de los hechos que una reflexin sobre los mismos. Estas influencias provienen de
tres grandes corrientes: el racionalismo, el empirismo y el formalismo kantiano.
Del racionalismo nos interesa el dualismo cartesiano: la escisin entre cuerpo y alma impone a la ciencia
la imagen de dos mundos contrapuestos y por tanto la necesidad de dos caminos de investigacin. As,
segn se centre en la investigacin en el cuerpo o en el alma, ella se desarrollar hacia una biologa y
fisiologa de caractersticas mecanicistas, o bien hacia una disciplina introspectiva de los fenmenos
mentales.
En cualquiera de ambos casos se sigue siendo cartesiano si la idea es buscar elementos o naturalezas
simples a partir de los cuales deducir las actividades complejas del cuerpo o el espritu. De aqu saldrn
los desarrollos psicolgicos atomistas, que intentan encontrar en los elementos sensoriales simples el
principio explicativo de todo lo mental (vemos aqu especialmente la influencia del empirismo).
Otra influencia es el dogmatismo metodolgico, tanto racionalista como empirista, que dice que sin
mtodo no hay conocimiento posible, y que se opone al dogmatismo escolstico pues afirma la confianza
en el mtodo como garanta de la validez del conocimiento. Por un lado Descartes trabaja en las ciencias
exactas, y por el otro Bacon en las ciencias de la naturaleza. Bacon ver en la observacin minuciosa de

los fenmenos y la recopilacin de los datos la va inductiva para llegar a la generalizacin. Lo exagerado
de las posturas racionalista y empirista servir de freno recproco para ambas.
La influencia del formalismo kantiano hizo que las ciencias se caracterizaran no slo por la descripcin
emprica sino tambin por la explicacin formal, es decir, la ciencia debe formalizar sus resultados para
alcanzar la validez. De esta forma se busc tratar experimental y matemticamente a los fenmenos
fsico-qumicos, es decir que todava en esta poca las ciencias socio-culturales estaban fuera de este
esquema: o bien mantenan un fuerte nexo con la filosofa, o bien tenan un lugar secundario dentro de la
medicina. Lo mismo con la biologa.
Sin embargo poco a poco en Alemania va surgiendo la idea que los fenmenos culturales y de la vida en
general pueden tambin ser tratados con las tcnicas de las ciencias exactas con las que se estudiaban
los fenmenos fsico-qumicos, lo que permiti empezar a considerar como cientficas tambin a las
ciencias biolgicas y humanas. En el seno de estos intentos surgen las llamadas psicologas de la
conciencia.
Condensado de Kauffman Mara del Pilar C, Historia de la psicologa. Clases dictadas en la Ctedra de Historia de la
Psicologa, Facultad de Psicologa, Universidad de Belgrano. Buenos Aires, 1986.

El concepto antiguo del hombre.- Es posible que los hombres, en su forma actual, existan sobre la
tierra desde hace 100.000 aos. Sera natural que, ya en pocas prehistricas, hubieran tenido sus
teoras de conducta, pero desgraciadamente nadie sabe en qu consistan las mismas. Slo nos queda
adivinar, ya que no se conservan registros escritos. Pero si los hombres de las cavernas tenan las
caractersticas tpicas de los pueblos primitivos en general, es posible que explicaran emociones,
comportamientos inusuales, necesidades, deseos y otras cuestiones de inters para los psiclogos en
trminos de demonios o espritus que entran en el cuerpo del individuo y de algn modo lo poseen.
Uno de los primeros intentos por comprender al hombre de una manera que no fuese la posesin
demonaca es el que se atribuye a los antiguos griegos. Comenzaremos por lo tanto nuestra historia de la
psicologa con las ideas de los grandes filsofos de Grecia.
Ms de veinticinco siglos antes de que el primer avin despegara de Kitty Hawk, y ms de cinco siglos
antes de que Cristo muriera en la cruz, vivi en Grecia una cantidad de hombres a quienes consideramos
padres de nuestros conceptos intelectuales. Somos, mentalmente, herederos de Tales, Demcrito,
Alcmaen de Crotn e Hipcrates, por mencionar slo algunos. Podramos decir mucho acerca de sus
ideas y filosofas. Tales, por ejemplo, crea que el agua era la sustancia bsica de todas las cosas. Este
concepto suena absurdo para un hombre moderno y se tiende a desecharlo por el poco inters que
reviste para nosotros en la actualidad. Sin embargo, lo importante es que Tales buscaba una explicacin
natural del universo, tratando de entender al mundo que lo rodeaba por medio de cosas que pertenecan
a ese mundo. Esta es aun la caracterstica distintiva del punto de vista naturista en psicologa y de la
ciencia en general.
Bruno Frank (1978) Historia de la psicologa. Buenos Aires: Editorial Troquel. Pginas 13-14.

La Edad Media y el Renacimiento.- Durante ms de mil aos del eruditos de Europa no tuvieron
acceso a las obras de Aristteles, que se conservaron gracias a los rabes. Europa, no obstante, tuvo que
esperar hasta el siglo XIII para redescubrir las enseanzas del filsofo griego, cuyas ideas fueron
introducidas por uno de los ms grandes eruditos del medioevo, Santo Toms de Aquino. Para escribir
sus obras de teologa ste se inspir en gran parte en las ideas de Aristteles, y tambin en las de Platn,
que no haba sufrido la oscuridad de la influencia de aqul. Las enseanzas de Platn acerca de la
inmortalidad del alma eran ya familiares en la iglesia medieval, sobre todo a travs de las obras de
Plotino (siglo III) y de San Agustn (siglo IV). La tarea emprendida por Santo Toms consisti en conciliar
las enseanzas de Aristteles, las concepciones platnicas sobre el alma y las revelaciones de la
escritura. Se trataba, en verdad, de una tarea formidable. De todos modos, la sntesis condujo a una
concepcin del hombre que tena profundas races en la tradicin. No se trata de estudiar a Santo Toms
porque sus conceptos eran novedosos, sino porque brindan una concepcin organizada del hombre que
sirvi como punto de ataque para pensadores posteriores. Al sacar a luz una cantidad de tradiciones
pasadas, Santo Toms ofreci a los filsofos futuros una perspectiva definitiva para rebatir. La invencin
de la imprenta en el siglo XV posibilit la difusin de los conocimientos que resultaban de la incursin en
las ciencias naturales. Galileo, por ejemplo, subray la importancia de una observacin cuidadosa como
medio para deducir principios, en vez de sentarse simplemente a pensar (o sea la filosofa de silln).
Este concepto se hizo famoso. En el campo de la psicologa las perspectivas del Renacimiento vieron en la
persona de Ren Descartes a uno de sus primeros precursores. Aunque a menudo se lo considera el
primer psiclogo moderno, se lo debe tomar tambin como un tradicionalista que trat de salvar la
distancia existente entre el mundo antiguo y los descubrimientos de las ciencias naturales.
En pocas palabras, Santo Toms y Descartes, son figuras claves en nuestra historia de la psicologa por
las siguientes razones: 1) Santo Toms resumi las enseanzas del pasado y ofreci una clara
concepcin del hombre basada en la tradicin; y 2) Descartes trat de salvar la distancia que exista
entre la tradicin y los conocimientos resultantes de las investigaciones cientficas. En consecuencia,

introdujo la primera cua en el slido bloque del pensamiento de Santo Toms, la que habra de conducir
eventualmente a una gran revisin de la concepcin humana del hombre.
Bruno Frank (1978) Historia de la psicologa. Buenos Aires: Editorial Troquel. Pginas 27-28.

El empirismo britnico.- Es posible que todo lo que ocurre se deba al movimiento de materia? Tal
vez eso que Platn, Santo Toms y Descartes denominaban psyche, alma o mente, no sea en realidad
otra cosa ms que el producto de acciones que tienen lugar en el interior del cuerpo. Por ejemplo, la
actividad del cerebro y el sistema nervioso podra ser la base de la mente conciente.
Aproximadamente por la misma poca en que Descartes afirmaba que el cuerpo es en esencia una
mquina que interacta con un alma inmortal, otro escritor, un ingls, propona el concepto radical
indicado en el prrafo que encabeza este captulo. Su nombre era Thomas Hobbes (1588-1679), quien
fue contemporneo de Descartes y parece ser que se conocieron. Como ya se indic, Descartes
representaba una ruptura parcial con las tradiciones del pasado. Pero Hobbes fue ms lejos y adopt una
posicin que hoy llamamos monismo materialista. Esta concepcin de la realidad establece que hay una y
solo una realidad; toda existencia es una unidad. (El trmino monismo tiene un gran parecido con la
palabra monoplano, que significa avin con una sola ala). El trmino materialista se refiere a la idea de
que esta realidad unificada est hecha de materia. Actualmente diramos que esta materia consiste en
tomos y partculas subatmicas descritos por la fsica moderna.
Pero, cmo puede la conciencia provenir de lo que no es conciente, de la materia muerta? Hobbes
pensaba que la conciencia era producto del accionar de la materia, del mismo modo que hoy
consideramos el caballo de fuerza como producto de un motor en marcha. Dnde va el caballo de fuerza
cuando el motor se detiene? A nadie le importa demasiado; admitimos que el cabalo de fuerza depende
del funcionamiento del motor. Anlogamente, un partidario del monismo materialista de nuestros das
dira que la mente y/o la conciencia son productos del cerebro y del sistema nervioso en accin. Esta
posicin tiene mucho en comn con las ideas de Hobbes y la concepcin aristotlica de la psyche como
funcin del cuerpo.
No haremos comentarios sobre los puntos de vista sostenidos por Hobbes en psicologa, quien no tena
mucho que decir en este campo, puesto que era todo un filsofo poltico. Sin embargo, tiene cierta
importancia en la historia de la psicologa por ser tozudo en sus opiniones, es decir, obcecado en su
actitud: ver para creer, enfoque caracterstico de los filsofos britnicos. Ellos cimentaron sus conceptos
psicolgicos en la doctrina del empirismo, segn la cual no puede aceptarse nada que no sea evidente a
los sentidos. Las cosas reales son aquellas que se pueden ver, or y tocar, gustar y oler.
Bruno Frank (1978) Historia de la psicologa. Buenos Aires: Editorial Troquel. Pginas 43-44.

La filosofa alemana y la mente activa.- Los filsofos alemanes -Leibnitz, Kant y Herbart- iniciaron
una accin contra algunas de las doctrinas del empirismo britnico. Sostenan en particular que el
concepto de la mente propuesto por Locke era demasiado pasivo. No disentan necesariamente de los se
escribe sobre ella con la mano de la experiencia?.
Los filsofos alemanes arriba mencionados pensaron que esta concepcin era poco relativa y subrayaron
el hecho de que la mente es activa y hace una contribucin por su propia cuenta. Esto implica,
lgicamente, que, al nacer, la mente del hombre no puede estar totalmente en blanco; de este modo no
sera activa. El mpetu de ser activa y responder a la experiencia puede considerarse una cualidad que
ella posee antes de la experiencia.
Locke dijo: No hay nada en el intelecto que no haya estado primero en los sentidos, a lo cual Leibnitz
respondi; Nada, excepto el intelecto mismo. Podemos objetar que fue Locke quien introdujo el
concepto de reflexin como atributo bsico de la mente humana; por lo tanto, no ignoraba del todo la
importancia del intelecto activo, y es posible que la reaccin de los filsofos alemanes haya sido
exagerada. Pero el caso es que Locke puso tanto nfasis en la importancia de la tabula rosa que
oscureci la posible significacin de la actividad de la mente. Se haca necesario, pues, un antdoto contra
su filosofa.
Bruno Frank (1978) Historia de la psicologa. Buenos Aires: Editorial Troquel. Pginas 63-64.

Psicologa experimental.- Psicologa experimental surge como resultado de tendencias convergentes


en la filosofa y las ciencias naturales, una de las cuales fue el enfoque emprico en filosofa. El nfasis de
los empricos britnicos pusieron en los rganos de los sentidos y en la experiencia hall su culminacin
en la labor de los hombres que trataremos. Otra tendencia fue el establecimiento gradual de la filosofa
como rea de estudio. Como se recordar, Descartes haba sugerido que el cuerpo del hombre era como
una mquina. Otros elaboraron la comparacin en detalle, y el estudio del cuerpo sobre una base
mecanicista comenz en profundidad. En la primera mitad del siglo XVIII Stephen Hales corrobor la
realidad del concepto cartesiano del reflejo. Hales decapit una rana y demostr que, aun sin cabeza, las
patas de la rana se contraan al tocarlas. Al destruir la mdula espinal, las patas dejaban de moverse. La
conducta de la rana estaba controlada por una accin automtica y maquinal, y no por una mente
misteriosa. Los trminos estmulo, respuesta y reflejo comenzaron ponerse de moda. Aproximadamente a
mediados del siglo XVIII apareci un libro llamado Man the Machine (El hombre, la mquina), de Julien

Offrary de La Mettrie, quien haba abandonado la vida religiosa para convertirse en mdico y adujo que lo
que llamamos mente es en realidad el cerebro y el sistema nervioso en accin. Este concepto era
aproximadamente el mismo que expresara tercamente Thomas Hobbes casi cien aos antes. Pero el libro
de La Mettrie haba aparecido en un momento oportuno; la filosofa del materialismo estaba en ascenso.
Hacia fines del siglo XVIII Franz Joseph Gall enunci las teoras de que las facultades mentales
(memoria, imaginacin, fuerza de voluntad, y otras) se basan en el desarrollo de la corteza. Las
facultades bien desarroladas deben tener sus correspondientes reas extensas de materia gris. A su
debido tiempo estas grandes reas daran origen a protuberancias del crneo. La investigacin de Gall
estaba pobremente estructurada, pero al menos era sincero. Hubo en cambio un hombre llamado
Spurzheim que populariz el trabajo de Gall y cuyos motivos eran cuestionables. De este modo se origin
la seudo ciencia llamada frenologa, que consiste en el estudio de la personalidad por medio de las
protuberancias de la cabeza. El valor un poco dudoso de la frenologa fue lo que revel al pblico en
general la importancia del cerebro. Hoy en da pueden verse cartas frenolgicas en las barracas de los
adivinos de la suerte.
Un investigador sumamente competente, Pierre Flouens, demostr en la primera mitad del siglo XIX que
la fenomenologa tena poco asidero. Sus estudios indicaron que, aunque la corteza era aparentemente el
asiento del pensamiento o la conciencia, era muy dudoso que ciertas reas se especializaran en ciertos
poderes mentales. En cambio, Flourens arguy que los procesos del pensamiento actan como un todo.
El pensamiento parece ser un proceso unificado. Memoria, voluntad, imaginacin y otras facultades no
pueden distinguirse entre s sobre la base de la estructura cerebral. Tambin a principios del siglo XIX, C.
Bell y F. Magendie, trabajando en distintos laboratorios, lograron demostrar la existencia de nervios
sensoriales y nervios motores. Algunos nervios transmiten a la mdula espinal o al cerebro la informacin
recogida del mundo externo por los rganos de los sentidos, mientras otros transmiten informacin de la
mdula espinal o del cerebro a las clulas musculares, haciendo que los msculos se contraigan. As, los
fisilogos comenzaban a aprender que la compleja estructura del sistema nervioso poda relacionarse con
funciones especficas. Las diferentes funciones de los nervios sensoriales y motores arriba descritas
constituyen la llamada ley de Bell-Magendie.
Un contemporneo de Bell y Magendie, Johannes Mller, obtuvo la primera ctedra de fisiologa. El
puesto fue creado en la Universidad de Berln, y de ese modo la fisiologa qued definitivamente
establecida como ciencia. Mller formul una de las doctrinas ms famosas en las reas afines a la
fisiologa y a la psicologa: la doctrina de la energa especfica de los nervios que establece que un nervio
dado es capaz solamente de una cualidad bsica de experiencia. El nervio ptico, por ejemplo, solo es
capaz de proporcionar experiencias visuales. Una retina estimulada por ondas sonoras no brindara al
organismo una experiencia auditiva. Si una onda de expresin sonora provocara el incencio de las
neuronas de las retina, la nica experiencia posible sera visual; el organismo vera relmpagos de luz.
Mller consideraba su doctrina como un respaldo de la idea kantiana de las teoras apriorsticas de la
mente. La mente para l se basaba en una estructura innata que daba origen a experiencias fijas.
En la misma poca Max Weber llevaba a cabo sus investigaciones sobre el sentido del tacto y la
kinestesis en la Universidad de Leipzig.
Kinestesis es el sentido que empleamos cuando levantamos algo y podemos hacer una estimacin de su
peso. Weber estaba interesado en los juicios formulados acerca de diferencias. Por ejemplo: si
levantamos dos pesos al mismo tiempo, uno con la mano derecha y otro con la izquierda, cunto ms
pesado tiene que ser uno de ellos para que se detecte la diferencia? Se requiere siempre una diferencia
absoluta? Cul exactamente? O la habilidad para detectar la diferencia reside en la proporcin entre el
peso mayor y el menor? Weber descubri que la clave era la proporcin. Y esta proporcin era una
constante que se mantena en una amplia gama de pesos levantados. Para el sentido de la kinestesis la
proporcin result ser de 40 onzas. En otras palabras, si sostenamos en una mano un peso de 40 onzas
debamos sostener un peso de 41 onzas en la otra para notar la diferencia entre ambos pesos. Por
supuesto, sta es una generalizacin y resulta verdadera para observaciones repetidas. Las
observaciones individuales tal vez no se ajusten perfectamente a las predicciones. Weber hall fracciones
similares para otras modalidades sensoriales. Los valores exactos de estas fracciones variaban segn los
distintos sentidos, pero se descubri la existencia de una proporcin constante para cada sentido. Weber
inform acerca de sus resultados y los consider solamente como investigacin fisiolgica. No prevea
que sus hallazgos pudiean servir como base para el enfoque cientfico de la psicologa. Esta contribucin
estaba reservada a Gustav Theodor Fechner.
Bruno Frank (1978) Historia de la psicologa. Buenos Aires: Editorial Troquel. Pginas 81-84.

Psicologa prctica y funcionalismo.- Ha visto usted alguna de esas viejas pelculas del Oeste en las
que dos lneas de accin ocurren al mismo tiempo? El narrador anuncia: Mientras tanto, en el rancho,
y la accin comienza en un lugar distinto. El autor se siente tentado de iniciar este captulo con las
palabras mientras tanto en Inglaterra.
Un libro es una secuencia lineal de captulos, pero la historia real no est organizada en captulos. El
crecimiento de la ciencia se parece mucho al crecimiento de un rbol. Mientras una rama crece, otra
experimenta un crecimiento simultneo. Mientras la psicologa experimental se estableca en Alemania,

hechos paralelos tenan lugar en Inglaterra, Francia, Rusia, Estados Unidos y otros pases del mundo
occidental en multitud de formas distintas. Los experimentalistas alemanes dominaban el campo de la
psicologa al entrar el mundo al siglo XX, no tenan ese terreno reservado exclusivamente para ellos.
En la misma poca en que Wundt trabajaba en Alemania, sir Francis Galton se dedicaba en Inglaterra al
problema de las diferencias individuales. El enfoque del primero era normativo; deseaba estudiar la
mente normal o tpica. Con cierta reticencia Wundt permiti a un alumno norteamericano, James Cattell,
trabajar en el problema de las diferencias individuales. Cattell habra de tener gran influencia ms tarde
en el movimiento de test mentales de los Estados Unidos. Galton deseaba en cambio estudiar alguna de
las bases de la diversidad de conductas entre los hombres.
Francia senta un profundo inters por el hipnotismo y su posible uso como instrumento para tratar la
conducta desviada. El hipnotismo tiene una colorida historia, y parece haber capturado la mente moderna
a partir de la labor de Franz Anton Mesmer en el siglo XVIII, quien pens que los fenmenos hipnticos
tenan cierta relacin con los fenmenos magnticos en losvo influencia sobre Freud animales, y se acu
entonces la expresin magnetismo animal. Investigadores posteriores rechazaron el concepto de
magnetismo animal y asociaron la hipnosis con una forma especial de sueo o un estado especial de
vigilia con un campo de atencin disminuida. Un ingls, James Braid, introdujo el trmino hipnotismo en
reemplazo neutral del trmino mesmerismo. Pero, obviamente, el trmino hipnotismo ha dejado de ser
neutral. El concepto de hipnosis posee desafortunadas connotaciones: brujera, vud, control de la
mente. Un serio estudiantes de hipnosis, Jean Charcot, tuvo influencia sobre Fred, cuyos primeros
trabajos incluan el uso de hipnosis y de imanes para curar desrdenes neurolgicos.
La cuestin es que el inters de los franceses por la hipnosis indicaba su tendencia a encarar la
psicologa desde un ngulo de vista prctico. El inacabable teorizar de los alemanes no era para los
franceses; es fcil de entender, por ende, que los primeros tests de inteligencia prcticos fuesen ideados
en Francia por Alfred Binet. Estos test eran una respuesta prctica a los problemas de ubicar nios en los
grados correspondientes a su nivel en las escuelas.
Mientras Wundt trabajaba en Alemania, William James escriba y dictaba conferencias en Harvard.
James ofreca a sus alumnos una relacin clara y precisa de la psicologa alemana pero, al mismo tiempo,
sta despertaba su impaciencia. Al igual que Franz Brentano, James estaba ms interesado por actos
mentales que por contenidos mentales. As, recalc el hecho de que la conciencia est en constante
movimiento, tiene continuidad; asimismo, enfatiz la idea de que la mente tiene una utilidad o, en otras
palabras, que es funcional, como puede serlo un picaporte. Un picaporte sirve para abrir una puerta, la
mente sirve para resolver problemas, tomar decisiones y cosas por el estilo. El enfoque psicolgico de
James tenda a expresarse en trminos de aplicacin. Si la mente tiene una utilidad cmo puede
aprovechrsela al mximo en situaciones verdicas? John Dewey, en la lnea del pensamiento de James,
subray la importancia de la innovacin y el cambio social. Su filosofa contribuy en forma significativa a
establecer una escuela de psicologa en la Universidad de Chicago -que luego se llam funcionalismo- y
se abocaba al estudio de las relaciones funcionales entre situaciones y conducta, con un inters muy
moderado de la teora por s misma. Se trata de un enfoque serio que se inclina a las aplicaciones
inmediatas en la industria, los negocios y la educacin.
En resumen, mientras los alemanes establecan una ciencia pura de la psicologa, altamente terica,
otros seguan muchos caminos opuestos. La flamante ciencia de la psicologa comenzaba a
fragmentarse.
Bruno Frank (1978) Historia de la psicologa. Buenos Aires: Editorial Troquel. Pginas 111 a 113.

Conductismo.- En 1859 Darwin public Origin of Species (El origen de las especies). Este famoso libro
defenda calurosamente la evolucin y la continuidad mental en hombres y animales. Algunos hombres
comenzaron a considerarse animales complejos situados en lo alto del peldao de la escala evolutiva,
mientras otros se opusieron con el argumento de que los animales no tienen vida espiritual.
Los evolucionistas realizaron en consecuencia un gran esfuerzo para demostrar que los animales podan
pensar, facultad que en lo pasado sola asociarse con el hombre. Circularon numerosas ancdotas que
pretendan demostrar que existe la conciencia en los animales. Estas historias similares a las que hoy
conocemos, y que se les otorgaban cualidades humanas: razonamiento, entendimiento, amor y moral,
dieron sus frutos y muchas personas llegaron a aceptar el enfoque evolucionista. Pero un bilogo ingls
llamado Lloyd Morgan sinti que las cosas haban ido demasiado lejos; en su opinin, el antropomorfismo
(o sea la adjudicacin de cualidades humanas a los animales) haba llegado a la exageracin. Puede
verse en The Call of the Wild (El llamado de la selva) de Jack London, un ejemplo de antropomorfismo
llevado al lmite. El perro que protagoniza la novela, Buck, en ciertas escenas piensa igual que un ser
humano. Morgan formul un principio famoso al que se le dio su nombre: Jams se debe interpretar una
accin como producto de una facultad psquica superior si es posible interpretarla como producto de una
inferior en la escala psicolgica. Con ella propona que se buscara explicacin a la conducta animal en
trminos instintivos, reflejos o hbitos, e lugar de hacerlos en trminos de voluntad, razonamiento,
concentracin, etc..
Estas concepciones prepararon el terreno para la introduccin en psicologa de dos enfoques:
experimentacin con animales y objetivismo estricto. Haba al mismo tiempo, un descontento creciente

con el estructuralismo. Los funcionalistas estaban insatisfechos con el estructuralismo porque ste deca
poco sobre la relacin del organismo con su medio. Los objetivistas y conductistas tratados esta opinin.
Pero adems tenan otro motivo de desacuerdo con el estructuralismo, que resida en el mtodo que
aqul empleaba: la introspeccin. Las figuras claves que originaron el movimiento conductista -Pavlov,
Thorndike y Watson- pensaban que los datos recogidos por este medio no eran fidedignos; ellos queran
ubicar a la psicologa en una posicin que consideraban ms slida. Buscaban as imitar los mtodos
objetivos de las ciencias fsicas.
Bruno Frank (1978) Historia de la psicologa. Buenos Aires: Editorial Troquel. Pginas 133-134.

Psicologa de la gestalt.- Imaginmonos sentados en la sala de msica. Ahora bien escuchamos la


cancin o cada una de las notas? Resulta obvio para la mayora de la gente que escuchamos canciones
(melodas) que constituyen todos organizados. Si escuchramos tan solo un conjunto de notas
individuales sin una organizacin clara, no tendra sentido or dicha meloda.
De dnde proviene la experiencia de dicha meloda? Hay varias respuestas a esta pregunta.
Recordemos el principio de sntesis creativa de Wundt: las sensaciones que despierta cada una de las
notas se combinan (son percibidas) de manera tal que originan una nueva experiencia no contenida en
ninguno de los elementos que forman parte de la experiencia. La idea clave es que aprendamos a or
melodas mediante una asociacin de elementos sensoriales. Para ms de un pensador, el principio de
Wundt result inaceptable, y los crticos ms exitosos que tuvo aquel filsofo y el enfoque estructural
fueron psiclogos de la Gestalt.
La psicologa de la Gestalt surgi originalmente como protesta contra el enfoque de Wundt a la
comprensin de la experiencia conciente. La palabra Gestalt, de origen alemn, no tiene equivalente
exacto en espaol, quiz la mejor traduccin sea todo. Otras alternativas seran forma, esquema y
configuracin. La idea bsica de esta escuela es que las experiencias totales no pueden comprenderse
mediante un anlisis de sus elementos sensoriales. No se puede entender una meloda descomponindola
en tonos. La Gestalt, o todo, tiene atributos propios que no provienen de sus partes.
Es conveniente considerar el clima cientfico del cual surgi la psicologa de la Gestalt, a cuya aparicin
contribuyeron los adelantos de la psicologa misma y de la fsica.
En psicologa, haba un descontento creciente por las explicaciones de percepciones complejas a travs
del anlisis de sus elementos sensoriales. La analoga qumica de Wundt haba tomado de los Mills
resultaba cada vez ms insatisfactoria. Poco antes de comenzar el siglo XX un profesor austraco,
Christian von Ehrenfels, propuso la teora de la Gestaltqualitt, o cualidad-forma, que sugera que la
forma, o esquema, era en s un elemento sensorial. En consecuencia, si escuchamos una simple meloda
de veinte notas, von Ehrenfels dira que nuestra experiencia total consiste en veintin elementos: omos
veinte tonos individuales ms el elemento de cualidad-forma. Esta propuesta de Ehrenfels se alejaba un
poco de la teora de Wundt, pero no rompa totalmente con el punto de vista tradicional.
Tal vez parezca irrelevante en este momento saltar al campo de la fsica, pero slo se pueden apreciar
los conceptos de la psicologa de la Gestalt si tenemos al menos una nocin de sus relaciones con esta
ciencia. La revolucin que desat Einstein en el pensamiento al proponer la peculiar teora de la
relatividad surti un efecto directo con la aparicin de la psicologa de la Gestalt. Sir Isaac Newton haba
concebido el tiempo y el espacio como absolutos: entes fijos que no cambiaban jams. Newton dijo, por
ejemplo, acerca del tiempo: El Tiempo Absoluto, Verdadero y Matemtico, en s y por su propia
naturaleza, fluye uniformemente sin relacin con lo externo, y por otro nombre que se lo llama
Duracin.
Einstein dijo que Newton estaba equivocado, ya que el tiempo poda fluir a diferentes velocidades en
lugares distintos. En vez de espacio y tiempo, Einstein hablaba de espacio-tiempo, un campo unificado.
De modo que el fluir del tiempo en una determinada regin de espacio-tiempo poda verse afectado por
un cambio en el espacio. No es esta una idea extravagante: la fsica contempornea sostiene que el
espacio cambia en presencia de grandes cuerpos gravitacionales, tales como el sol. Lo que queremos
demostrar es que los conceptos de relatividad y un campo de fuerzas tuvieron gran influencia en el
desarrollo de la psicologa en la Gestalt. Bien se podra pensar que esta escuela fue un intento por aplicar
las soluciones de la fsica prctica a los problemas de la teora psicolgica. Observamos as la aparicin de
la psicologa de la Gestalt como resultado conjunto de un descontento con el sello original de la psicologa
experimental alemana y una creciente conciencia de la importancia de las nuevas tendencias de
pensamiento en el campo de la fsica.
Bruno Frank (1978) Historia de la psicologa. Buenos Aires: Editorial Troquel. Pginas 157 a 159.

Psicoanlisis y teora de la personalidad.- A nivel popular, el nombre de Freud es prcticamente un


sinnimo de psicologa, lo que basta para que un psiclogo acadmico monte el clera. Hay mucho ms
en psicologa que las teoras de Freud. Es ms, Freud se encontraba apartado de la corriente principal de
la psicologa acadmica, era doctor en Medicina, no doctor en Filosofa, y desarroll su teora en el
ambiente de la prctica privada, no en el medio universitario.
Pese a ello, Freud es una figura clave en la historia de la psicologa. Sus contribuciones a la teora de la
personalidad dominan aun el teorizar contemporneo sobre la personalidad del hombre. Sus teoras sobre

este tema surgieron como conclusiones de su tratamiento clnico de pacientes neurticos, y el mtodo
que ide para tratarlos, el psicoanlisis, fue precursor de casi todas las formas de psicoterapia verbal
moderna.
Para apreciar las contribuciones freudianas a la teora de la personalidad y al tratamiento de desrdenes
mentales, es necesario tomar en cuenta las formas de tratamiento que existan antes de las suyas. En la
historia de la humanidad hubo numerosas maneras de tratar enfermedades mentales, algunas
humanitarias y otras no tanto. Los antiguos griegos prescriban sol radiante, aire puro y descanso, lo cual
tiene un aire moderno y suena muy parecido al consejo de nuestro mdico: Haga un viajecito; aljese de
todo durante un tiempo, olvide sus preocupaciones. Pero en el curso de la historia existieron recetas ms
severas. En una poca se practicaban agujeros en el crneo de los enfermos mentales para liberar los
malos espritus. Algunas enfermas fueron quemadas en la hoguera como brujas y en otras personas se
practicaron exorcismos a fin de expulsar los demonios que supuestamente se adueaban de su alma,
mientras a otros se los azotaba como castigo pos sus pecados.
Ya en los aos de juventud de Freud se haba iniciado una tendencia ms humana en el tratamiento de
las enfermedades mentales. El director del asilo de La Salptrire, de Pars, Phillipe Pinel, se haba
transformado en una figura discutida porque orden quitar las cadenas con que habitualmente se
sujetaba a los insanos. Un hombre llamado Clifford Beers haba hecho notar las falencias de los modos de
tratamientos corrientes en una obra titulada A Mind that Found Itself (Una Mente que se Hall a S
Misma), acerca de su propia bsqueda de la cordura. En Francia, Jean Martin Charcot y Pierre Janet
haban comenzado a usar la hipnosis como medio para tratar la histeria. El trmino histeria, tal como lo
emplearon Charcot y Janet, no significaba correr y dar gritos; el paciente histrico se caracterizaba por
desrdenes que no obedecan a causas orgnicas evidentes. Poda verse atacado por parlisis, ceguera,
sordera, insensibilidad al tacto, o trastornos similares. Por eso, en lenguaje actual, llamaramos a esa
enfermedad neurosis. Charcot y Janet descubrieron que, empleando la sugestin mientras los pacientes
se hallaban en trance hipntico, se podan eliminar sus sntomas neurticos. Los ciegos podan ver
nuevamente, los sordos recuperaban la audicin y los paralticos volvan a caminar. Pero,
lamentablemente, las curas tenan carcter temporario y la gran mayora volva a caer en el cuadro
sintomtico anterior a la curacin.
Freud estudi en Francia y observ las maravillosas, aunque pasajeras, curas que se realizaban con
pacientes histricos. De ah que el tratamiento hipntico de enfermos neurticos haya sido un factor de
fundamental importancia en el advenimiento del psicoanlisis, una forma de tratamiento cuyo objeto era
dar cura permanente a desrdenes de ese tipo.
Bruno Frank (1978) Historia de la psicologa. Buenos Aires: Editorial Troquel. Pginas 175 a 177.

Psicologa experimental versus psicologa clnica.- Las escuelas clsicas de estructuralismo,


conductismo, y objetivo es psicologa de la Gestalt ya no existen en sus formas originales; las fronteras
que las delimitaban se han vuelto borrosas con el correr de los aos. Es ms natural dividir la psicologa
contempornea en dos campos: experimental y clnico. La primera adopta una postura ms testadura y
se esfuerza por definir los conceptos en trminos de manipulaciones experimentales observables. Presta
especial atencin a los datos cuantitativos que pueden analizarse mediante mtodos estadsticos y su
objetivo es lograr una comprensin amplia o abstracta de la conducta aplicando el mtodo cientfico.
Por su parte, la psicologa clnica se ocupa de aquellas reas que requieren atencin inmediata. Debido a
su necesidad de atender problemas prcticos ha adquirido la reputacin algo dudosa de ser
excesivamente blanda y menos rigurosa que la experimental. Al clnico le preocupan ms que a los
experimentalistas las personas reales con verdaderos problemas psicolgicos; en consecuencia, este
profesional suele emplear un lenguaje ms subjetivo y ms prximo a la experiencia humana.
Inevitablemente se sorprende a s mismo hablando de deseos, temores, precauciones, ambicin, todos
los conceptos subjetivos que escapan a la definicin precisa. Pero qu otra cosa puede hacer? Cuando
habla con un paciente, ste usa trminos subjetivos para referirse a s mismo. Si el psicoterapeuta desea
entrar en el mundo del paciente debe pensar en la persona ms o menos con el mismo lenguaje que
aqulla emplea para referirse a s misma. Los partidarios de la psicologa humanstica no tienen reparo
alguno para escoger el enfoque fenomenolgico; sienten que solo pueden ayudar al paciente si logran ver
el mundo como ste lo ve.
Pese a lo dicho, la psicologa experimental est haciendo incursiones en la psicoterapia. Una de las
tendencias ms interesantes de esta forma de tratamiento es un movimiento que se describe a grandes
rasgos como terapia conductal. Los terapeutas conductales intentan hacer aplicaciones sistemticas de
las ideas de los conductistas como Clark L. Hull y B. F. Skinner, para ayudar a enfermos mentales a
recuperar un funcionamiento ms o menos normal de la conducta. Dicho condicionamiento se apoya en el
principio de que nuestros actos son instrumentales, en el sentido de que tienen alguna consecuencia. Las
consecuencias positivas se consideran fortificantes, lo cual quiere decir que aumenta la posibilidad de
ocurrencia de un acto instrumental determinado. Por ejemplo, tenemos el caso de Mara J., una enferma
mental que lo nico que hace es sentarse a mirar televisin durante todo el da. Jams se higieniza, y
desde hace muchos aos no hace su cama. Pero tiene buen apetito y responde presurosa a los llamados
para ir a comer. Cmo podemos lograr que comience a higienizarse y a hacer su cama? Ni los ruegos ni

las amenazas lograran ese propsito; a travs de los aos, Mara no ha respondido en forma satisfactoria
a la psicoterapia individual ni a la terapia de grupo. Existe alguna manera de volverla a la realidad? En el
mundo real (es decir, el mundo que est fuera del hospital para enfermos mentales), la conducta es
redituable o no. Una posibilidad es pagarle a Mara por hacer su cama. Una maana el terapeuta
conductal entra en la sala y deposita fichas sobre las camas de aquellas pacientes que han hecho su
cama. No deja ninguna sobre la de Mara, y dice: Solo aquellas que hicieron la cama tomarn el
desayuno esta maana. Usen las fichas en el comedor para pagar la comida pero, si no tienen fichas, no
se molesten en ir porque no las van a atender.
Es fcil imaginar el alboroto que esto provoca en una sala de enfermas mentales. Las pacientes que
haban recibido alimento durante aos sin necesidad de hacer nada, en un primer momento se agitan
mucho. Pero volvamos a la sala unas pocas semanas ms tarde: veremos a Mara tendiendo su cama,
como viene hacindolo durante algunas maanas. Claro que su trabajo deja mucho que desear, pero
poco a poco va mejorando. Y, lo que es ms, ha comenzado a lavarse de tanto en tanto. Incluso su nivel
de conducta y su inters por el mundo que la rodea han aumentado. Si un terapeuta conductal se
permitiera describirla en trminos subjetivos, dira que Mara ha comenzado a respetarse a s misma y a
sentirse ms responsable de su propio comportamiento. En consecuencia, empieza a orientarse ms
hacia la realidad, lo que se logr creando una situacin en la que hacer la cama era un acto instrumental
destinado a obtener alimento.
Los terapeutas conductales se sienten capaces de responder a todos estos cargos. Opinan, por ejemplo,
que la acusacin de entrenar a los pacientes como animales no es vlida, y que todos nos comportamos
segn las consecuencias de nuestros actos en el mundo que est fuera del hospital: un empleador no
retendra mucho tiempo a sus empleados si no les pagara, y los padres no castigaran ni alabaran a sus
hijos si no desearan modelar y controlar su conducta. En cuanto a la observacin de que la verdadera
enfermedad no ha sido curada, diremos que el terapeuta conductal la considera sucia y dualista; esta
dicotoma entre la enfermedad real y sus sntomas, o conducta, le parece absurda. Lo que denominamos
enfermedad mental es el comportamiento singular o desviado del paciente. Y la ltima afirmacin, segn
la cual el paciente retornar a sus viejos hbitos una vez liberado de las obligaciones impuestas, puede
aplicarse tambin a pacientes sometidos a otros tipos de tratamientos. La evidencia indica incluso que los
enfermos tratados por medio de esta terapia tienden a mantener y consolidar sus logros en un grado
muy aceptable si se los compara con la generalidad de los pacientes con enfermedades mentales.
Este caso de terapia de la conducta intenta demostrar que la psicologa clnica y la psicologa
experimental pueden tener y tienen algunos puntos de contacto.
Los hallazgos de la segunda pueden contribuir a la prctica de la psicologa clnica, del mismo modo que
las ideas y presentimientos del clnico constituyen una rica fuente de hiptesis para el investigador.
Aunque existen fanticos en ambos bandos que solo admiten su propio punto de vista, la mayora de los
psiclogos son hombres razonables que buscan las contribuciones valiosas que ambas ramas de la
psicologa pueden aportar a esta disciplina.
Bruno Frank (1978) Historia de la psicologa. Buenos Aires: Editorial Troquel. Pginas 215 a 218.

HISTORIA DEL PSICOANLISIS


Precursores mediatos.- Se pueden mencionar a Platn y a Empdocles. Platn representa el primer
gran polo de referencia histrico-filosfica del discurso freudiano. Freud cita El banquete de Platn en el
captulo 7 de Ms all del principio de placer, y recurre al pensamiento platnico cuando se encuentra
con una dificultad en su investigacin. En ese momento est hablando de la sexualidad y su origen, y
dice que lo que la ciencia nos ensea sobre este tema es tan poco que puede compararse con las
tinieblas, recurriendo a un lenguaje mtico como el de Aristfanes, uno de los personajes de El Banquete.
Por medio de Aristfanes, Platn relata la separacin de los sexos partiendo de una unidad primitiva que
eran criaturas mticas llamadas andrginos. Estos andrginos tenan dos caras, dos sexos, etctera y
relata el mito segn el cual fueron mandados a cortar por la mitad por Zeus, pero una vez separados
buscaron insistentemente su unidad original. Se abrazaban y despus moran. Entonces Zeus les tuvo
piedad y orden que las criaturas fueran reconstituidas pero no en una sino en dos criaturas en
dependencia una de otra, las que desde entonces buscan siempre esa unidad perdida por medio de la
complementacin. Adems, segn este mito lo real se divida en tres clases: mujeres, hombres y
andrginos. Para Freud esas criaturas representaran lo fundante de la sexualidad, estaran revelando la
separacin entre un pasado mtico y un presente real, y seran el testimonio del origen buscado. En esto
est contenido el origen de la bisexualidad a partir de la cual se diferenciarn los dos sexos.
Empdocles, por su parte, habla de dos fuerzas, el amor y la discordia, que unen y destruyen, agrupan y
desordenan, lo cual est en el origen de las formulaciones freudianas sobre las pulsiones de vida y
muerte.
Condensado de Kauffman Mara del Pilar C, Historia de la psicologa. Clases dictadas en la Ctedra de Historia de la
Psicologa, Facultad de Psicologa, Universidad de Belgrano. Buenos Aires, 1986.

Precursores inmediatos.- El psicoanlisis se nutre de la cultura occidental en general (filosofa,


religin, literatura, etc), pero especialmente de los postulados cientficos del siglo XIX. Estos postulados
son cuatro: 1) Teora evolucionista de Darwin, donde aparecen conceptos como regresin, fijacin,
adaptacin, etc, que luego sern retomados y redefinidos por Freud. 2) Psicologa asociacionista: porque
conceptualizan el funcionamiento psquico puro y explican el proceso de asociacin de ideas. 3)
Neurofisiologa: explicacin del funcionamiento y conexiones neuronales. 4) Psiquiatra: como estudio de
las enfermedades mentales no como orgnicas sino como puramente psquicas.
Condensado de Kauffman Mara del Pilar C, Historia de la psicologa. Clases dictadas en la Ctedra de Historia de la
Psicologa, Facultad de Psicologa, Universidad de Belgrano. Buenos Aires, 1986.

Era pre-psicoanaltica.- Ribot (1839-1916), filsofo, es un pilar dentro de la psicopatologa. Afirma que
la psicologa debe separarse de la metafsica: esta estudia las causas primeras, mientras la psicologa
har observacin de hechos ms extendidos y amplios que los simplemente observados, o sea debe
abarcar los fenmenos mentales en las distintas etapas del desarrollo humano. Partiendo de la psicologa
animal, esboza una psicologa gentica y luego explora la psicopatologa. Siendo filsofo, nunca estuvo en
contacto con pacientes, y su informacin proviene de los textos.
Para l la desorganizacin patolgica se instala siguiendo un orden segn el cual lo nuevo se pierde antes
que lo antiguo y lo sencillo antes que lo complejo. La observacin de estos grados revelan procesos cuya
existencia no podra verse en la normalidad, pues aparecen en la patologa. Estableci la primaca de la
vida afectiva en la cual las tendencias parciales no concientes tienen un papel fundamental. La patologa
muestra justamente disolucin del desarrollo afectivo.
Ribot sostuvo la necesidad de articular dos vertientes: la filosfica y la mdica. Sus discpulos fueron
Dumas y Janet.
Janet, mdico, pronto se interesa por la psicologa patolgica. Como mtodo propone ajustarse a la
observacin de la conducta, a la cual define como una categora amplia que engloba un conjunto de
acciones caracterizada por tener un significado y una finalidad, y cuya unidad reside en su valor
funcional. Las acciones se encuentran en el origen del pensamiento y el acto es el desencadenamiento de
una tendencia a hacer una serie de movimientos en orden sucesivo. Esas tendencias estn siempre
jerarquizadas pues algunas de ellas exigen gran fuerza psicolgica y tensin. Son estas las nuevas
sntesis que abarcan numerosos hechos, la incorporacin de nuevos conocimientos y el manejo de
situaciones novedosas, es decir acciones orientadas hacia la realidad en forma eficaz. Otras acciones en
cambio exigen menos fuerza y tienen una tensin mnima, como las acciones desinteresadas, las
reacciones emocionales habituales y los movimientos automticos.
Demuestra que en las neurosis las acciones que implican gran fuerza y mxima tensin son las primeras
en ser suprimidas, persistiendo slo las acciones automticas, que se exageran.
Charcot (1825-1893) fue mdico neurlogo y luego psiquiatra. En La Salpetriere estudia la histeria en las
mujeres. Trabaj con la hipnosis, con la cual produjo estados motores imposibles de simular. En base a la
hipnosis encontr tres estados nerviosos en la histeria: la catargia, la catalepsia y el sonambulismo. Los
trabajos de Charcot (traducidos al alemn por Freud) fueron refutados por Metzner (1832-1919) al decir
ste ltimo que Charcot se bas en la sugestin y no en la hipnosis, y que lo que haca Charcot era
trabajar con personas altamente sugestionables y all promover el sntoma.
Condensado de Kauffman Mara del Pilar C, Historia de la psicologa. Clases dictadas en la Ctedra de Historia de la
Psicologa, Facultad de Psicologa, Universidad de Belgrano. Buenos Aires, 1986.

Continuadores del psicoanlisis.- Son el psicoanlisis del yo, la escuela inglesa, el estructuralismo, Jung,
Adler, Horney y Sullivan.
Condensado de Kauffman Mara del Pilar C, Historia de la psicologa. Clases dictadas en la Ctedra de Historia de la
Psicologa, Facultad de Psicologa, Universidad de Belgrano. Buenos Aires, 1986.

HOLON
Definicin.- Describe las partes componentes de un sistema en tanto cada una se puede considerar al
mismo tiempo un todo por s misma, pero tambin es parte de una entidad ms amplia donde est
inserta. Por ejemplo, uno puede ser un individuo y al mismo tiempo miembro de la unidad conyugal. Un
holn porfa en su autoconservacin como un todo, pero tambin aporta energa integradora como
parte.
Umbarger C, Terapia familiar estructural, Barcelona, Paids.

HOMBRE
El dilema del hombre.- R. May cuenta una fantasa donde San Pedro recibe en el cielo a un psiclogo
acusndolo de simplificar demasiado al hombre, encasillndolo en teoras y prejuicios. El hombre es algo
ms que estmulos y respuestas, o descarga de tensiones.

El dilema del hombre es el que se origina en la capacidad de ste para sentirse sujeto y objeto al mismo
tiempo. Ambos son necesarios para una vida gratificante y para la psicoterapia. No se puede ser
solamente objeto a merced de impulsos, ni solamente sujeto, sin conexin con la realidad y
entregado a puras fantasas. La conciencia oscila entre ser sujeto y ser objeto. Mi libertad radica en
experimentar ambos polos, no en ser puro sujeto.
En psicologa, cuanto ms el hombre se esfuerza por ser puramente objetivo, ms queda atrapado en su
subjetividad. Y al revs, poner demasiado nfasis en el polo subjetivo del dilema del hombre, el de la
libertad, el del hombre como sujeto determinante, con el consiguiente olvido del ser humano como objeto
determinado, constituye tambin un error.
En el proceso dialctico entre estos dos polos, radica el desarrollo, la profundizacin y la ampliacin de la
conciencia humana. El error de las dos posiciones extremas (privilegiar el objeto como hace Skinner, o el
sujeto como hace Rogers), consiste en suponer que se puede evitar el dilema con slo aferrarse a uno de
ambos extremos. Pero el hombre debe aprender a vivir en ambos. Al hombre que le ocurren cosas (nace,
muere, etc.) es el hombre objeto, y el hombre que toma conciencia de todo ello, es el hombre sujeto.
Resumen de Rollo May (1990) La psicologa y el dilema del hombre. Mxico: Gedisa. Captulo 1: Qu es el dilema del
hombre?

Hombre y ciencias del hombre.- Ciencias del hombre, no es simplemente amontonamiento de ciencias
como la psicologa, la sociologa, etc., sino una teora activa que nos permita entender y clarificar las
caractersticas especficas y distintivas del ser humano. Sobre esta base entonces se podra hacer
psicoterapia, por ejemplo. Sin embargo nadie tiene bien claro aun, cul podra ser el modelo de hombre,
cmo podra hacerse una ciencia del hombre.
Hubo muchos intentos: desde la psicologa experimental, desde la medicina, desde la psiquiatra, desde
el psicoanlisis, etc. La confusin acerca del hombre, no es culpa de estos enfoques, sino que es algo
propio de nuestra cultura. Histricamente se dio siempre este problema de definir lo humano, y cada
poca dio sus respuestas, como por ejemplo pensar que lo humano es lo contrario de la naturaleza
(cultura versus naturaleza), etc. Otros modelos vieron al hombre como continuacin de la naturaleza
animal, como el conductismo.
Tampoco se puede confundir al hombre como unin de cuerpo y mente. La pregunta crucial que hay que
hacerse, no es cmo influye uno sobre el otro, sino: cmo se relaciona la persona en su totalidad, en el
conocimiento de s misma, con el cuerpo y la mente? La caracterstica crucial es el yo en su relacin
consigo mismo.
Otras caractersticas definitorias del hombre son el lenguaje (uso de smbolos), la nocin del tiempo (el
hombre puede por ejemplo, planear el futuro, o puede tener tradiciones histricas), la capacidad de
interaccin social. Lo comn de estas tres caractersticas, es el hecho de que el hombre es capaz de
trascender la situacin concreta. Todo esto nos lleva a postular que la caracterstica fundamental del
hombre es su capacidad de relacionarse consigo mismo como sujeto y objeto a la vez (lo que Rollo May
llama autorrelacin). El bloqueo de esta autorrelacin es la neurosis, la psicosis, etc.
Resumen de Rollo May (1990) La psicologa y el dilema del hombre. Mxico: Gedisa. Captulo 13: Interrogantes para
una ciencia del hombre.

HOMEOSTASIS
Generalidades.- El ser humano, al igual que los otros organismos vivos, se hace en cierta medida
independiente del medio que lo rodea, en el sentido de que mantiene condiciones internas constantes,
independientemente de las variaciones que pueden ocurrir en el medio externo. Esta regulacin y
mantenimiento de un medio interno constante fue estudiado por C. Bernard y Richet, especialmente, y es
lo que en ao 1929 Cannon denomina homeostasis, llamando mecanismos homeostticos a los medios
por los cuales se logra. Esta propiedad de poder mantener constante las condiciones internas, aunque
haya variaciones en las condiciones externas, es lo que permite en cierta medida, que el ser humano se
independice o que no viva tan sometido o tan estrictamente sujeto al medio, y se adapte en cambio a
condiciones muy variadas. Cannon extendi este concepto de homeostasis, indebidamente, de la biologa
a otros campos; posteriormente tambin se lo incorpor en la psicologa, donde coincide con la finalidad
de la conducta, que es la de mantener constantes las condiciones internas de un campo dado, del cual el
organismo es uno de sus integrantes. Stagner y Karwoski hacen una diferenciacin entre la homeostasis
esttica y otra dinmica; la primera corresponde a la restitucin fisiolgica automtica del equilibrio, sin
intervencin de la experiencia, mientras que la segunda es la que aparece en situaciones ms complejas,
en las que intervienen no solo los centros bulbares o subcorticales, sino tambin los centros superiores
que incluyen el aprendizaje, la memoria, el pensamiento. Este concepto de homeostasis en psicologa se
refiere entonces, en sntesis, a que el campo psicolgico tiende a mantener constantes sus condiciones de
equilibrio o a recuperarlas si las ha perdido; esta tendencia a la desorganizacin o al desequilibrio
proviene en parte de la propia inestabilidad del campo psicolgico, pero tambin del campo ambiental o
geogrfico (pginas 74-75).
Bleger Jos (1965) Psicologa de la conducta. Buenos Aires: Eudeba. 3 edicin.

HOMOGAMIA
Definicin.- La tendencia a formar pareja con un individuo igual a uno. Las personas semejantes
contraen matrimonio ms a menudo que lo que previsiblemente sucedera por azar.
Vander Zanden James, Manual de Psicologa Social, Barcelona, Paids, 1986, pg. 621.

HOMOSEXUALIDAD
Generalidades.- En "Nerviosidad cultural", Freud contrapone lo perverso y lo normal, e incluso intenta
explicar la homosexualidad como algo que "no es normal".
El creador del psicoanlisis ubica la etiologa de la homosexualidad en la salida del complejo de Edipo, y
ms concretamente en el tipo de identificaciones que logr hacer el sujeto en esa fase libidinal, habiendo
quedado el sujeto homosexual fijado a su madre "con una intensidad inusualmente grande" sin
abandonar este objeto en la etapa puberal (etapa en la que debera permutar a la madre por otro objeto
sexual) identificndose de esta manera al objeto, e introyectndolo a su yo.
Cuando Freud analiza el caso de Leonardo da Vinci, por ejemplo, dice que el muchacho reprime el amor
por su madre ponindose l mismo en el lugar de ella, identificndose con la madre y tomando su
persona propia como el modelo a semejanza del cual escoge sus nuevos objetos de amor. As se ha
vuelto homosexual (...) hallando sus objetos de amor por la va del narcisismo (...) Por obra de este
vnculo
ertico
con
la
madre
ha
devenido
un
homosexual".
Segn Freud, el psicoanlisis aport dos hechos indudables respecto a la homosexualidad: la fijacin a la
madre, y la tesis de que todas las personas son capaces de una eleccin homosexual de objeto.
En el caso de la homosexualidad femenina, Freud aclara sus aspectos etiolgicos, por ejemplo, en La
femineidad, donde dice que el Edipo femenino tiene varias alternativas: la salida normal, que implica
buscar un sustituto del pene perdido (por ejemplo un hijo), y algunas salidas patolgicas, entre las cuales
est la resolucin homosexual: la mujer niega la prdida del pene comportndose como un hombre, o en
otras palabras, la nia niega su castracin y exagera su actividad clitoridiana buscando refugio en una
identificacin con la madre flica o con el padre.
Desde los tiempos de Freud hasta hoy, la opinin cientfica ha cambiado y, aunque el DSM-IV incluye la
homosexualidad como trastorno, hoy en da lo 'patolgico' de la homosexualidad no pasa tanto por la
preferencia por el mismo sexo sino por el sentirse mal por ello, no asumirlo, vivirlo con culpa, etc.
Adems, debemos tener en cuenta que muchas veces lo que es patolgico es definido desde la sociedad
o la cultura, que introducen sus propios criterios de salud y enfermedad. Por ejemplo, si sano es quien es
capaz de amar, trabajar y desarrollar sus potencialidades, el homosexual puede no ser un enfermo, pero
si sano es aquel que es igual a m, entonces para un heterosexual el homosexual es enfermo.
Cazau P (2002) Vocabulario de Psicologa. Buenos Aires: Redpsicologa.

Enfoque freudiano.- Indica Franco que la concepcin freudiana sobre el desarrollo psicosexual ubica a
la homosexualidad dentro de las etapas que deben atravesarse para lograr a partir de la pubertad la
maduracin que culmina... en la sexualidad genital (Franco, 1995:247).
Indica Franco (2007:44) que a Freud puede considerrsele el ms tolerante y lcido de los tericos de la
homosexualidad. Conforme a su teora de la bisexualidad originaria, reconoce que todos los seres pueden
elegir objetos de uno u otro sexo, distribuyendo su libido entre ambos, en forma manifiesta o latente.
Defiende el carcter natural y no patolgico de la homosexualidad, y considera que la misma es tan
problemtica como la heterosexualidad. El creador del psicoanlisis (citado por Franco, 1995:247) llega a
decir que la homosexualidad no puede clasificarse como enfermedad sino como una variante de la
funcin sexual producida por cierto desarreglo en el desarrollo sexual.
Seala Franco (2007:44) que Freud confes no poder explicar el origen de la homosexualidad. En Tres
ensayos para una teora sexual la vincula con disposiciones arcaicas, mecanismos psquicos primitivos, la
eleccin objetal narcisista, la importancia ertica de la zona anal, y una marcada fijacin ertica a la
madre.
Franco J (2007) Sexualidad y salud. Buenos Aires: Publicacin interna de la Universidad de Belgrano.
Franco J (1995) Sexualidad humana normal y patolgica Del Culto a la Fertilidad al Erotismo Moderno. Buenos Aires:
Publicacin interna de la Universidad de Belgrano.

Homosexualidad infantil.- Anna Freud trata aqu la homosexualidad como una categora diagnstica en
los trastornos de la infancia.
La homosexualidad es normal en ciertas fases del desarrollo, y es difcil saber si luego subsistir en la
edad adulta. Puede ser manifiesta o latente, activa o pasiva, distnica al yo (y entonces accesible al
anlisis) o sintnica al yo.
Los problemas vinculados con la homosexualidad se relacionan con tres aspectos importantes: la eleccin
de objeto, las reconstrucciones en el anlisis de adultos (y su valor para el pronstico de la

homosexualidad en las evaluaciones hechas durante la niez), y con la causacin de la homosexualidad


valorando los elementos constitucionales con los adquiridos.
El nio elige sus objetos no por el sexo sino por la funcin: a la madre porque le provee alimento, al
padre porque es un protector poderoso. Son elecciones de objeto de tipo anacltico, y slo recin en la
fase flica se hace la eleccin en base al sexo: la nia se volcar al padre y el nio a la madre. En la
adolescencia se puede volver a lo pregenital y haber conductas homosexuales mezcladas con
heterosexuales.
Varios factores estn vinculados con la homosexualidad, como la constitucin bisexual de todo individuo,
el narcisismo que lleva a escoger un objeto del mismo sexo que el de uno, la influencia de lo oral y lo
anal, la sobreestimacin del pene en la fase flica, el amor excesivo o la hostilidad extrema hacia padre o
madre, las observaciones traumticas de la falta de pene o menstruacin en la mujer, la envidia del
cuerpo de la madre, y los celos entre hermanos rivales (que luego se convierten en objetos amorosos).
Todos esos factores hacen que durante el desarrollo predomine la homo o la heterosexualidad, en forma
alternativa. Recin despus de la pubertad podremos advertir la direccin definitiva (hacia la homo o
hacia la heterosexualidad).
Condensado de Freud Anna (1975) Normalidad y patologa en la niez. Captulo 5

HORA DE JUEGO DIAGNSTICA


Generalidades.- La hora de juego diagnstica es aplicable a cualquier chico de 1 a 11 aos, con
cualquier patologa, y equivale a entrevista en adultos.
Condensado de Febraio A, Clases sobre Hora de juego diagnstica, dictadas en la Ctedra de Teora y Tcnicas de
Exploracin y diagnstico, Mdulo 2 (Profesora titular: Graciela Celener). Facultad de Psicologa de la Universidad de
Buenos Aires, 1996.

Consignas.- 1) Debe disponerse de una caja que puede contener material Inestructurado (Papel blanco,
lpiz, goma, tiles, plastilinas, tijeras, glas, hilo, cinta adhesiva, trapos), o estructurado (2-3
muequitos, familias animales salvajes y domsticos, soldados, indios, autos, aviones, tacitas, cubiertos,
pelota, revlver).
Los materiales deben estar expuestos ordenados al azar, junto a la caja abierta.
2) Se le pregunta al nio Sabes quin soy yo y qu vamos a hacer? (para ver si coincide con lo que
sus padres le dijeron). Luego decirle: Soy alumno de psicologa y vamos a ver cmo jugs, dibujs, etc.
3) Realizar un breve rapport con el nio: Cmo te llams, cuntos aos tens, grado, con quin vivs,
cmo te llevs con tu familia, compaeros, a qu te gusta jugar?.
4) Ves estos juguetes? Son para que los uses como quieras. Yo mirar y escribir. Estaremos una hora,
y tratar de entender las cosas que te pasan.
Si el nio se bloquea, hacerle el sealamiento. Si pide la intervencin del observador, se acepta
preguntndole Qu tengo que hacer?. Cinco minutos antes de la hora se le pedir que vaya guardando
los juguetes. Si es muy agresivo, se lo contiene con el cuerpo.
Finalizada la administracin, en una columna izquierda se anota lo observado, en una columna derecha
se anota lo contratransferencial, y finalmente se hace el anlisis.
Condensado de Febraio A, Clases sobre Hora de juego diagnstica, dictadas en la Ctedra de Teora y Tcnicas de
Exploracin y diagnstico, Mdulo 2 (Profesora titular: Graciela Celener). Facultad de Psicologa de la Universidad de
Buenos Aires, 1996.

Anlisis.- El anlisis de la hora de juego tomar en cuenta los siguientes aspectos:


1) Aspectos evolutivos
- Crisis vitales y conflictos: ver si coinciden etapas del juego (senso-motor, simblico, etc.) con edad
cronolgica.
- Diferencia segn las edades: conductas, tipos de relaciones, intereses.
- Diferencias varn/mujer: a partir de los 5-6 aos ya discrimina si es juego de varn o mujer.
- Diferencias en la construccin y la complejidad ldica: avanza con la edad.
- Diferencias en las secuencias ldicas: puede haber varias secuencias, o una sola en etapas.
- Diferencias en la comprensin de la situacin: A partir de los cuatro aos entiende la consigna verbal. Si
no, darle una consigna corporal como recorrer el lugar, acercarle los juguetes, etc.
2) Aspectos formales
- Eleccin de juguetes por parte del nio. Permite hacer una primera inferencia diagnstica. Puede ser:
catica (psicosis, autismo), dubitativa (obsesivo), evitativa, como evitar claramente ciertos juguetes
(fbico), agresiva o impulsiva (dirigido, no catico: por ejemplo tirar juguetes, hacer un juego violento
como el box, etc) (psicopata).
- Modalidad de juego. Hay tres: a) Plasticidad: uso adecuado y creativo. b) Rigidez: el sntoma perturba
el juego (por ejemplo, obsesivo, se lava a cada rato). c) Estereotipia/Perseveracin: reitera la misma
accin (siempre chupa o siempre escucha ruido).
- Motricidad. Sus observables son hiperkinesia, hipotona (presin al jugar), lateralidad.

- Relaciones objetales: parciales (chupa un objeto), totales.


- Capacidad simblica: pe permite internalizar al objeto ausente (madre).
- Conflictos: Externos (yo-realidad) Psicosis. Internos (impulsos opuestos) Psicopata, Jekill y Hyde.
Intrapsiquicos (yo-ello-supery) Neurosis.
- Ansiedades: Confusional: no discriminadas (nacimiento, pre brote psictico). Paranoide. Depresiva:
querer hacer y hacer (manaca). Todas se detectan contratransferencialmente.
- Defensas: Dependen de etapa (oral, anal, flica); del tipo de conflicto; de la patologa: histrica
(represin), fobia (evitacin), obsesin (formacin reactiva, aislamiento, anulacin), perversidad
(negacin o desmentida).
- Personificacin: Superman, etc. Identificacin del nio.
- Funciones yoicas: Atencin, comprensin, memoria, elaboracin, sntesis, logicidad, etc.
- Adecuacin a la realidad: O sea a la consigna, si la cumple o no (a partir de 4 aos, s). Y si el juego es
acorde al lugar (ftbol en un cuarto no).
- Tolerancia a la frustracin: Esta tiene una: fuente interna (no puedo hacer esto) o una fuente externa
(no me sirven estos juguetes).
- Nivel o intensidad de agresin: Autoagresin (psicosis/autismo), o heteroagresin (que puede ser
indiscriminada o dirigida a ciertos objetos. En este ltimo caso se analiza a cuales, y porqu).
3) Aspectos dinmicos
- Desarrollo de los impulsos: Los libidinales y agresivos deben tender hacia una integracin.
- Fase libidinal: oral, anal, etc.
- Nivel psicosexual predominante: a partir de 6 aos ver qu predomina.
- Puntos de fijacin.
De acuerdo a Reynoso, los siguientes son los indicadores que deben tenerse en cuenta para analizar una
hora de juego diagnstica:
8 INDICADORES
Eleccin de
juguetes y juegos
Modalidad
Plstico
Rgido
Estereotipado
Personificacin
Motricidad
Creatividad

Capacidad
simblica
Tolerancia a la
frustracin
Adecuacin a la
necesidad

NORMAL (1)
Toca y deja. Luego elige en
10 ms secuencias y en
funcin de lo que representa.
Una o varias secuencias.

4-5 aos adjudica roles.


Roles o , sea varn o nia
supery.
Motricidad gruesa, luego fina.
Se organiza internamente de
diferentes formas con el
mismo juguete diferente
posibilidad.
Expresa fantasas.
Vehiculiza ansiedades.
Defensas variadas y
plsticas.
A partir de los dos aos
discrimina el como si.

NEURTICO
Evita juguete (fbico) o
va con l siempre.

PSICTICO
No respeta consigna.

Prolijo en exceso,
inhibido, compulsivo
(obseso).
Dramatiza (histrico).
Disociacin muy
marcada entre buenos y
malos.

Inhibicin muy
marcada, o alta
agresividad.

Empobrecida.
Repetitivo.

Repeticin sin creacin.


Hay originalidad
(origen ello).

Empobrecida.
Repetitivo.

No puede discriminar el
como si.
Educacin simblica.
Mnima.

No es capaz de sustituir
un elemento por otro

Pobre: figura agresiva.

Ms realista que
psictico.

(1) Segn Reynoso, la normalidad es segn cada edad, de acuerdo a la siguiente ontogenia del juego
infantil:
4 a 6 mes: Juegos funcionales: placer por la misma actividad. Juega sentados y usa objetos para
mover, golpear, luego empuja objetos con otros.
8 mes: Toma y da juguetes. Tiene un objeto favorito. Juegos frente al espejo (Wallon).
1 ao: Deambulador arroja objetos, juegos de sacar corchos, etc. Arena, barro (anal).
2-3 aos: Inters en juguetes diferentes en cada sexo. Dramatizaciones.
3-6 aos: Juegos sexuales (tipo doctor).
6 aos en adelante: Juego pelea frustracin y busca placer final (Anna Freud): transicin hacia el trabajo.

Condensado de Febraio A, Clases sobre Hora de juego diagnstica, dictadas en la Ctedra de Teora y Tcnicas de
Exploracin y diagnstico, Mdulo 2 (Profesora titular: Graciela Celener). Facultad de Psicologa de la Universidad de
Buenos Aires, 1996.

HORNEY, KAREN
Su pensamiento.- Fue K. Horney la ms directa seguidora de Freud. Cuestion los criterios de salud y
enfermedad, diciendo que deben basarse en consideraciones culturales y no biolgicas.
En su tesis fundamental, dice que el ser humano nace con un binomio bsico de ansiedad y hostilidad,
originados en la temprana infancia. Estos dos aspectos, adquiridos, es lo que hace que cada uno vaya
buscando la solucin en las relaciones humanas; en algunos casos se encuentra y en otros no. En este
ltimo caso se da la neurosis. Tanto Horney como Sullivan ven la neurosis como engendrada en la
infancia y derivada de la falta de seguridad y amor.
La neurosis es una defensa contra la angustia, defensa que puede adoptar tres formas (de las que surgen
los tipos de persona): 1) el complaciente, 2) el agresivo, y 3) el desligado-desinteresado, donde hay
ausencia de compromiso.
La tipologa basada en el tipo de defensa agrupa tambin a: 1) el impulso hacia la gente, el amor. Es el
ms sano; 2) el alejamiento de la gente, afn de independencia; y 3) el impulso contra la gente: afn de
podero.
K. Horney dice al hablar de la imagen ideal que la persona neurtica va armando una imagen ideal de s
msma como resultado de sus choques con la realidad. El neurtico sufre un orgullo neurtico, que se
expresa a travs de diez tipos de necesidades neurticas, que son las siguientes:
1. Necesidad de afecto y aprobacin: no es el afecto sincero. Justifican las terapias y muchos
padecimientos de amor por necesidad, pero no es amor. Es la tirana del debiera, la necesidad que se
disfraza de amor, o sea el amor como necesidad de dependencia.
2. Necesidad de un compaero que se haga cargo de la propia vida, que es la fantasa de muchos
analizados en la terapia.
3. Necesidad de restringir la propia vida a lmites estrechos: por ejemplo el obsesivo.
4. Necesidad de poder: quienes les gusta mandar.
5. Necesidad de explotacin: el explotador compulsivo.
6. Necesidad de prestigio.
7. Necesidad de admiracin personal.
8. Necesidad de logro personal.
9. Necesidad de autosuficiencia e independencia.
10. Necesidad neuromotriz de perfeccin: el obsesivo-compulsivo.
La terapia segn Horney consiste bsicamente en un anlisis situacional: interesa fundamentalmente la
situacin actual del paciente, ms que el conflicto en sus races histricas y genticas.
Condensado de Kauffman Mara del Pilar C, Historia de la psicologa. Clases dictadas en la Ctedra de Historia de la
Psicologa, Facultad de Psicologa, Universidad de Belgrano. Buenos Aires, 1986.

HOSPITAL
Hospital de da.- Sistema que provee al paciente de una atencin mdica activa, desarrollando
programas teraputicos en los que participa durante un nmero variable de horas diarias para despus
reincorporarse a su medio habitual.
Cumple distintas funciones entre ellas ofrece una amplia asistencia con una muy efectiva contencin del
paciente, sin recurrir al aislamiento social ya que es muy conveniente que los cambios que se van
generando con el tratamiento se consoliden en el entorno habitual. As se consigue que contine
integrado en su entorno familiar y social mientras recibe tratamiento, facilitando su rpida recuperacin.
Permite realizar un proceso de orientacin y apoyo a los familiares del paciente, ya que su colaboracin
es fundamental para el buen desarrollo y eficacia del tratamiento. El abordaje o intervencin se realiza de
manera individual, grupal y/o con atencin domiciliaria.
Cazau P, Vocabulario de Psicologa. Buenos Aires: Redpsicologa.

Hospitalizacin y depresin.- El presente estudio muestra la prevalencia de depresin en pacientes


hospitalizados por urgencias de Medicina Interna en el Hospital Universitario del Valle en Santiago de
Cali, Colombia, noviembre de 1998. A 135 pacientes se les aplic la prueba de Zung para depresin; se
obtuvo informacin de los diagnsticos y frmacos formulados a partir de la historia clnica. Se encontr
una prevalencia de depresin de 52.5%, discriminada en leve: 23.8%, moderada: 18.5% y severa:
10.4%. Ms depresin en grupos etarios mayores (p=0.001), en enfermedades respiratorias (p=0.02),
crnicas (p=0.002). Mayor depresin en mujeres con enfermedades metablicas (p=0.04), sanguneas
(p=0.02), respiratorias (p=0.05) y digestivas (p=0.01). En pacientes jvenes se encontr mayor
presencia de depresin en asocio con neoplasias (p=0.01). Con lo anterior se concluye que la depresin
es alta en pacientes enfermos fsicamente, sta arrasa las caractersticas propias de la depresin en la
poblacin general, se asocia con enfermedades crnicas, dolorosas e incapacitantes y modifica los
mecanismos de adaptacin del individuo ante la enfermedad.
Julio Csar Gutirrez Segura; Mara Adelaida Arboleda Trujillo; Carlos Alberto Miranda Bastidas. Universidad
Tecnolgica de Pereira, Universidad del Valle. Depresin en pacientes hospitalizados. Interpsiquis (2003).

Hospitalismo.- Trmino utilizado desde los trabajos de Ren Spitz para designar el conjunto de las
perturbaciones somticas y psquicas provocadas en los nios (durante los 18 primeros meses de vida)
por la permanencia prolongada en una institucin hospitalaria, donde se encuentran completamente
privados de su madre.
Cazau P (2000) Vocabulario de Psicologa. Buenos Aires: Redpsicologa.

HTP
Consignas.- 1) Se entrega al sujeto una hoja carta apaisada y se le dice dibuja una casa, y avisame
cuando termines. Se pone luego la hoja dibujada boca abajo, y se le entrega otra hoja carta vertical,
dicindole dibuja un rbol, y avisame cuando termines. Se pone esta hoja boca abajo y se le entrega
una tercera hoja carta vertical, con la consigna dibuja una persona, y avisame cuando termines. Se
pone la hoja boca abajo. Si el sujeto hace alguna pregunta se le contesta sobre como dibujar, que dibuje
como a l se le ocurra (salvo que sea adulto y dibuje con palotes, en cuyo caso se le pide que haga de
nuevo el dibujo). 2) Le mostramos sus dibujo uno por uno, y cada vez se le pide contame algo sobre
esta casa, luego sobre este rbol, luego sobre esta persona. 3) Le mostramos los tres dibujos y le
pedimos contame un cuento sobre esta casa, este rbol y esta persona. Deben registrarse las
secuencias del dibujo, la conducta verbal y no verbal, sus preguntas, ritmos de trabajo, y las
modificaciones y anulaciones que haya hecho.

Clases de la ctedra de Evaluacin Psicolgica II. Buenos Aires, Universidad de Belgrano, 1991. Profesora titular:
Graciela Celener.

HUELLA MNMICA
Definicin.- Trmino utilizado por S. Freud para designar la impronta con que se inscriben los
acontecimientos en la memoria. Sin esta impronta la represin no podran nunca ser eficaz, debido a que
la huella mnmica atrae lo reprimido como poderoso imn, y sta, a su vez, vuelve a reactivarse por un
nuevo acontecimiento.
Farr Mart J (1999) Diccionario de psicologa. Barcelona: Ocano.

Definicin.- 1. Modificacin producida en el sistema nervioso cuyo efecto persiste mediante el lapso
comprendido entre el aprendizaje de un elemento cualquiera y su evocacin. 2. Segn la corriente
psicoanaltica, modalidad en que se inscriben los acontecimientos en la memoria; tales huellas se
depositan en diferentes sistemas persistiendo de modo permanente, pero solo se reactivan una vez
cargadas.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

HUMOR
Definicin.- En griego significa: humedad; se utiliza para expresar el producto de la secrecin interna.
Los filsofos griegos sostenan que los benvolos lquidos del cuerpo producen correspondientes estados
de nimo. La palabra humor significa: buena disposicin, jovialidad, agudeza en que uno se halla para
hacer una cosa. Vulgarmente se distingue entre el buen o mal humor. Sin embargo, el humorismo -buen
humor- es una actitud psicolgica de suma importancia, y est considerado como una postura filosfica,
que se expresa por la libertad del espritu, pero siempre caracterizada por serenidad y cario. Dice T.
Vischer: el humorista hace siempre metafsica. Humor es la forma suprema de autoafirmacin que se
basa en la fuerza del carcter contra la insensatez de la existencia, contra las casualidades malas de la
vida, contra la malevolencia de los hombres. Humor es tambin un mtodo de medirse a s mismo con
justa medida. Aquel que no puede juzgarse a s mismo con humor, tiene una soberbia falsa: no puede
tener, pues, una relacin justa con los otros seres humanos. Los griegos consideraban el humor como el
don mximo de los dioses. Desde el punto de vista psicolgico: no tener humor y no comprender al
humor de los otros es un sntoma claro de un desequilibrio espiritual.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Definicin.- 1. Desde la medicina antigua, lquido corporal (sangre, bilis, etc). 2. En psicologa y
psiquiatra, significa estado de nimo, que puede ser normal o patolgico. Entre estos ltimos
encontramos la elacin y la depresin. No confundir 'humoral' o relativo al humor como estado de nimo,
con 'humorstico', relativo al sentido del humor.
Cazau P (2000) Vocabulario de Psicologa. Buenos Aires: Redpsicologa.

Definicin.- El estado de nimo o humor es un tipo de afecto de instauracin ms lenta y progresiva


que las emociones y surge en general de forma cclica, pero tambin ciertos estmulos externos (ya sean
psicolgicos u orgnicos) pueden influr en su aparicin y duracin []. Los estados de nimo ms tpicos

son los que oscilan en el eje alegra-tristeza, pero tambin cabe inclur: la irritabilidad, la calidez, el vigor,
etc, y lo que se describe como levantarse de mal humor, etc.

Vallejo Ruiloba J y otros, Introduccin a la psicopatologa y la psiquiatra, Masson, Barcelona, 1999, 4 edicin, pg
224.

Generalidades.- El humor puede ser normal, elevado o deprimido. Las personas normales
experimentan un amplio rango de humores y tienen un repertorio de expresiones afectivas igualmente
amplio; tienen el control, ms o menos, de sus humores y sus afectos. Los trastornos del estado de
nimo son un grupo de patologas caracterizadas por una prdida de este sentido de control y una
sensacin subjetiva de gran malestar. Los pacientes con un nimo elevado (es decir, mana) muestran
expansividad, fuga de ideas, disminucin de las horas de sueo, aumento de la autoestima, e ideas de
grandiosidad. Los pacientes con un humor deprimido (es decir, una depresin) presentan prdida de
energa e inters, sentimientos de culpa, dificultades de concentracin, prdida de apetito y
pensamientos de muerte o suicidio (pg. 530).
Kaplan H y Sadock B (1992) Compendio de psiquiatra. Mxico: Salvat.

Humor y productividad.- Un grupo de psiclogos que conoca los beneficios del humor para calmar la
ansiedad y fortalecer lazos grupales hizo una investigacin para comprobar si adems de ello, poda
influir sobre la productividad laboral. El resultado fue que, no slo el humor no interfera en el
desempeo, sino que el grupo que ms ri fue el grupo que ms produjo. Sin embargo, en tareas ms
complicadas, de mayor responsabilidad y donde podan entrar el juego resolucin de problemas, la
diversin y la risa no interfirieron ni para bien ni para mal en el rendimiento laboral.
(Fuente: El buen humor aumenta la productividad. Diario La Nacin, Buenos Aires, 11 de julio de 1999).

ICD
Definicin.- Abreviatura de International Classification of Diseases. En castellano, CIE (Clasificacin
Internacional de las Enfermedades de la Organizacin Mundial de la Salud).
IDEA
Definicin.- Idea es el conocimiento que se tiene de las cosas y de los seres del mundo objetivo y del
mundo de valores. Conocimiento razonado que permite la comprensin de todas las cosas. Un
conocimiento es siempre resultado de determinados juicios, los que intervienen en su elaboracin y
comprensin (Betta, 1984:106).
Betta Juan (1984) Manual de Psiquiatra. Buenos Aires: CEA, Octava edicin.

Clasificacin.- a) Ideas creativas: las que se originan en la fuente sensorial por observacin y contacto
directo con el mundo objetivo. Se elaboran mediante la formacin de imgenes anmicas de los objetos
percibidos. b) Ideas smbolos: evolucin de las ideas por el paso de la individualizacin de la imagen
anmica a la generalizacin de la imagen genrica, que aumenta las distancias entre el sujeto y el
objeto. El smbolo es creado para facilitar la transicin entre una y otra imagen. Pueden ser mbolos
visuales (lenguaje escrito o mmico, seales convencionales) o smbolos auditivos (palabras, ruidos,
silbidos, sonidos tambin convencionales). c) Ideas mgicas: Marcan el paso de lo concreto a lo
abstracto. Se basan en los principios que sustentan el pensamiento global. Los conocimientos pueden o
no ser exactos. d) Ideas abstractas: Son las de mayor jerarqua. Falta de ellas la representacin mental
objetiva. Se elaboran por un razonamiento analtico que permite realizar importantes substracciones que
conducen a mayores abstracciones. e) Ideas creencias: Conocimientos aceptados como verdaderos o
probables; es la confianza que se dispensa a los conocimientos que no han sido criticados. Se hallan en
suspenso y sujetos a revisin crtica en cualquier momento. Cuando caen bajo el control crtico se
transforman en creencias reflexivas; si son aceptados dejan de ser presunciones para convertirse en
convicciones. Cuando la creencia se admite sin crtica es una creencia irreflexiva. f) Ideas intuitivas:
Conocimiento de aparicin sbita, instantnea, con apariencia de verdades. Elaboracin subconsciente de
los materiales del propio conocimiento. Sujetos tambin a una revisin ulterior (Betta, 1984:107).
Betta Juan (1984) Manual de Psiquiatra. Buenos Aires: CEA, Octava edicin.

Idea delirante.- Idea recurrente, persistente o absurda, de naturaleza egodistnica, es decir, no vivida
como voluntaria, sino como idea que invade la conciencia.
Belloch A y otros, Manual de Psicopatologa, Volumen I, Madrid, McGraw-Hill, 1995, pg. 331.

Idea sobrevalorada.- Ideas o creencias con diversos grados de plausibilidad, que estn afectivamente
sobrecargadas y que tienden a preocupar y a dominar al individuo a travs de amplios periodos de su
desarrollo vital. Pueden ser compartidos por otros miembros del grupo social o, en esencia, ser
admisibles y comprensibles socialmente.

Belloch A y otros, Manual de Psicopatologa, Volumen I, Madrid, McGraw-Hill, 1995, pg. 331.

Idea fija.- Es una idea que persiste en la conciencia, y no perturba el pensamiento ni condiciona la
conducta. Aparece como representacin persistente. Al comienzo de una gran repercusin, pero con el
tiempo se mitiga la carga afectiva y queda como idea parsita (Betta, 1984:109).
Betta Juan (1984) Manual de Psiquiatra. Buenos Aires: CEA, Octava edicin.

Idea delirante: definicin.- Es un error patolgico elaborado por un juicio perturbado; es irreductible,
condiciona la conducta, y es defendida por el enfermo convencido de su realidad (Betta, 1984:109).
Betta Juan (1984) Manual de Psiquiatra. Buenos Aires: CEA, Octava edicin.

Idea delirante: clasificacin.- 1) Por su significado: delirantes verosmiles y delirantes inverosmiles o


absurdas. 2) Por el humor que provocan: a) placenteras: megalmanas, msticas, erticas y
palignsticas, y b) displacenteras: hipocondracas, melanclicas, de perjuicio, de persecucin, de
reivindicacin y de celos (Betta, 1984:109).
Betta Juan (1984) Manual de Psiquiatra. Buenos Aires: CEA, Octava edicin.

Idea delirante: clasificacin.- Las ideas delirantes pueden clasificarse como verosmiles, absurdas o
mgicas, y tambin, segn su tonalidad afectiva, como expansivas, depresivas y defensivas.
Pereira, Manual de Psiquiatra.

Idea delirante: teoras.- Un modelo cognitivo de las ideas delirantes (Chadwick y Lowe, 1994) que
supone una reconceptualizacin distinta al modelo psiquitrico tradicional fenomenolgico.
Tradicionalmente se han considerado a las ideas delirantes como "creencias falsas". Sin embargo las
ideas delirantes no son necesariamente falsas (por ejemplo una idea delirante de un sujeto que tiene
evidencias adecuadas de la infidelidad de su pareja). Tambin se ha mantenido que las ideas delirantes
se mantienen con una conviccin inquebrantable y total (o casi total). Aunque lo anterior parece cierto
para muchas ideas delirantes, no lo es para todas ellas. Un punto de vista alternativo es considerar a las
ideas delirantes como creencias extremadamente difciles de cambiar. Se tratara de evaluar tres
aspectos bsicos de las ideas delirantes: su certeza, la preocupacin que genera y la interferencia
conductual que produce.
Psicoterapia cognitiva de las ideas delirantes crnicas y del trastorno paranoide de personalidad
http://www.psicologia-online.com/ESMUbeda/Cognitiva/delirantes.htm

Idea obsesiva: definicin.- Reaparicin constante e inoportuna de los mismos pensamientos. Es


extensible a la volicin (ceremoniales) y afectos. No debe confundirse con la idea fija, que no es discutida
por la persona ni en su contenido ni en su valoracin (es sobrevalorada). La idea fija resulta de la
experiencia individual (por ejemplo una vivencia traumtica) y reaparece en forma lgica ante
determinadas situaciones. La idea fija es comprensible, normal, pero la idea obsesiva es 'incomprensible',
patolgica. Tambin debe distinguirse idea obsesiva de idea delirante.
Pereyra C, (1984) Semiologa y psicopatologa. Buenos Aires: Salerno.

Idea obsesiva: definicin.- Idea errnea. Error reconocido por el enfermo. No condiciona la conducta o
slo lo hace en parte. Tiene origen en el ncleo instintivo-afectivo donde se gestan tendencias, deseos y
temores que determinan las reacciones emocionales primarias. Aparece en la personalidad psicoptica
inmadura y en la fragilidad constitucional. Inhibe la voluntad, y de all su persistencia. La idea obsesiva
nace del ncleo instintivo-obsesivo; arraiga en forma persistente en la conciencia; sobrecarga su
potencial con la angustia; perturba el pensamiento pero no desva el juicio (Betta, 1984:109).
Betta Juan (1984) Manual de Psiquiatra. Buenos Aires: CEA, Octava edicin.

Idea obsesiva: clasificacin.- 1) Ideas obsesivas impulsivas. 2) Ideas obsesivas fbicas. a)


Referente a enfermedades: Nosofobia: miedo a enfermedades. Bacilofobia: a microbios. Sifilofobia: a la
sfilis. Misafobia: a la suciedad. b) Referente a la muerte: Tanatofobia: miedo a la muerte. Necrofobia: a
los muertos. c) Referente a los seres vivos. Zoofobia: miedo a los animales. Ginecofobia: a las mujeres.
Antropofobia: a los hombres. Miofobia: a los ratones. Cinofobia a los perros. d) Referente a los
elementos: Anemofobia: miedo al viento. Talasofobia: al mar. Nictofobia: a la noche. e) Referente a los
lugares: Oicofobia: miedo a la casa. Claustrofobia: a los lugares cerrados. Aerofobia: a lugares abiertos.
3) Ideas obsesivas puras: a) Escrpulos obsesivos. b) Recuerdos obsesivos. c) Obsesin especulativa
(Betta, 1984:109).
Betta Juan (1984) Manual de Psiquiatra. Buenos Aires: CEA, Octava edicin.

Idea patolgica.- Las ideas patolgicas son alteraciones cualitativas de la ideacin. Estn formadas por
el mismo capital de las ideas normales; stas vigorizadas por una sobrecarga emocional que produce
estados afectivos capaces de perturbar la psique, y se convierten en patolgicas. Pueden ser ideas
delirantes, obsesivas, sobrevaloradas o fijas (Betta, 1984:107).

Betta Juan (1984) Manual de Psiquiatra. Buenos Aires: CEA, Octava edicin.

Idea sobrevalorada: definicin.- Originada en sentimientos impersonales: la sobrecarga afectiva


origina estados pasionales e ideas sobrevaloradas. Est en los lindes de la idea delirante. La idea
sobrevalorada es creada por un juicio parcialmente interferido por estados emocionales, surgidos de
creencias y concepciones religiosas, filosficas, cientficas, sociales, etc (Betta, 1984:109).
Betta Juan (1984) Manual de Psiquiatra. Buenos Aires: CEA, Octava edicin.

IDEACIN
Definicin.- Pensamiento reflexivo. Actividad que consiste en organizar conceptos (o imgenes) en
relaciones significativas.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Definicin.- Mecanismo y trabajo mental mediante el cual se hace el aporte de las ideas al campo de la
conciencia para la elaboracin del pensamiento. Las ideas acuden a la conciencia de acuerdo con un
orden y con una finalidad determinados por el tema o contenido del pensamiento. El capital ideativo est
formado por el conjunto de los conocimientos o ideas adquiridas en la vida. La cantidad y la calidad de
las ideas dependen de la capacidad intelectual (Betta, 1984:106).
Betta Juan (1984) Manual de Psiquiatra. Buenos Aires: CEA, Octava edicin.

Psicopatologa.- Las alteraciones de la ideacin pueden ser cualitativas y cuantitativas. Las alteraciones
cualitativas son las ideas patolgicas (delirantes, obsesivas, sobrevaloradas y fijas), mientras que las
alteraciones cuantitativas pueden ser: 1) Ideacin normal: Sigue el ritmo propio de cada psique y de
acuerdo con una direccin determinada. 2) Ideacin retardada: En todos los casos en que disminuye el
ritmo de las elaboraciones psquicas: Confusin mental, epilepsias, estados depresivos. 3) Ideacin
acelerada: En todos los casos en que se produce excitacin psquica; en los manacos que llegan a la fuga
de ideas (Betta, 1984:107).
Betta Juan (1984) Manual de Psiquiatra. Buenos Aires: CEA, Octava edicin.

IDEAL DEL YO
Segn Freud.- Romero y Sauane sintetizan la evolucin del concepto de la siguiente manera:
1914.- "Introduccin al narcisismo": incluye por vez primera "Ideal del yo", que son los valores
(concientes e inconcientes) que el sujeto va incorporando en su infancia, que regular su auto-estima, y
que son esos valores lo que promueve la represin (y no el Prec, como haba pensado antes). Se reprime
en base a valores inconcientes. Con el Ideal del Yo Freud interioriza lo social en el sujeto singular. Luego
Lagache diferenciar Ideal del Yo de Yo Ideal. Este ltimo es la completud narcisista que alguna vez fue
nuestro Yo. Hay un trueque del narcisismo infantil (Yo ideal) por el Ideal: por lo menos es algo que puedo
llegar a alcanzar.
En este artculo indaga la gnesis del Ideal del Yo. Dice que la libido homosexual, al ir hacia el progenitor
del mismo sexo, procura drenaje y satisfaccin. El componente ertico (no el tierno) conformar el Ideal
del Yo, la libido se drena hacia l, hay una satisfaccin en el sometimiento del Yo al Ideal por la
satisfaccin de las pulsiones homosexuales.
Luego en el adulto se establece una distancia entre el Yo actual y el Yo ideal, pero a condicin de poner
recuperarlo en el futuro (Ideal del Yo). Esto hace posible la instancia virtual Ideal del Yo, con la cual se
pueden tener proyectos.
1921.- "Psicologa de las masas y anlisis del yo": Especifica ms el Ideal del Yo como "un grado en el
interior del Yo", que ser la condicin de la represin, y ya no ser el Prec lo que reprime. Aparece ms
sistematizada la idea de sublimacin como una posible salida del conflicto.
Condensado de Romero R y Sauane S (1995) Grupo, objeto y teora, Tomo III. Buenos Aires: Lugar Editorial. Se
incluyen agregados de las clases del Lic. R. Romero 5-9-95, 12-9-95 y 3-10-95 (Ctedra de Teora y Tcnica de
Grupos II, Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires).

La genealoga del Ideal del Yo.- Aunque en esta etapa avanzada de desarrollo de estructuras
psquicas se hallan en esencia formadas e integradas, es propio de la adolescencia -o del desarrollo
bifsico de la sexualidad de la especie humana- que la maduracin puberal suscite un proceso de
reestructuracin psquica. El curso de la siguiente inestabilidad emocional se halla determinada por
procesos ms o menos desintegradores de ndole regresiva; no obstante, simultneamente observamos
tambin un impulso vigoroso e integrador hacia la formacin de la personalidad.
Este estudio extiende dicha investigacin al ideal del Yo. La investigacin popular y la psicologa
acadmica han sealado siempre la propensin de los jvenes a los ideales elevados, a las idealizaciones
e ideologas. Esta tendencia, que suele entrar en conflicto con los valores, tabes y costumbres
tradicionales, ha hecho que las nuevas generaciones sean santificadas o denostadas.

El punto clnico.- En varios pacientes varones en su adolescencia tarda se destacaba un mismo complejo
de sntomas. Todos ellos tenan elevadas ambiciones, pero eran incapaces de obrar en consecuencia.
Carecan de propsitos y se mostraban abatidos; eran proclives a violentos cambios de humor, a
espordicos y fugaces arranques de actividad e iniciativa y a un indefectible retorno a montonos sueos
de gloria. Nada de esto culminaba nunca en una bsqueda resuelta, en una experiencia original o en la
excitacin visionaria de una meta realista.
Blos opina que en estos casos el complejo complementario de la rivalidad del varn con el padre -su
amor hacia l y el deseo de recibir su afecto- constituye un obstculo para la formacin de objetivos
realistas y su activa consecucin.
La sexualizacin de las funciones del Yo y del Supery durante la adolescencia es algo bien conocido; ella
se aplica asimismo a aqullas formaciones del ideal del Yo que preceden a la adolescencia.
El ideal del Yo contina siendo una instancia inmadura, que sirve a la idealizacin del self y a la
idealizacin de deseos, y que se resiste a transformarse en una fuerza madura, es decir, autnoma,
aplicada a fines y capaz de motivar para la accin, en la medida en que el complejo de Edipo negativo del
joven no pueda examinarse lo suficiente en el trabajo analtico.
Formulaciones tericas.- Hay una buena razn para distinguir entre la idealizacin del self y del Yo
propiamente dicho. Si bien las idealizaciones tiene sus races en el narcisismo infantil, no podemos
ignorar que al producirse la maduracin sexual estas formaciones narcisistas tempranas son absorbidas
por el tumulto instintivo de la adolescencia. Aqu las encontramos ya sea en el rea de las relaciones
objetales o en una intensificacin regresiva del narcisismo, tal como ocurre en las idealizaciones del self.
Estas formaciones son inestables y se hallan sujetas a rpidas fluctuaciones; son reguladores primitivos
de la autoestima. La idealizacin del self puede proporcionar, a menos temporariamente, una
gratificacin similar a la de una necesidad infantil. Por el contrario, el ideal del Yo solo proporciona
aproximaciones a la realizacin; implica dilacin y un estado de expectacin; es un viaje incesante sin
punto de llegada, una lucha de toda la vida en pos de la perfeccin. Las exigencias del Supery pueden
satisfacerse, con la consiguiente sensacin de bienestar. Las aspiraciones del ideal de Yo son imposibles
de cumplir; de hecho, lo que proporciona una sensacin de bienestar es el sostenido esfuerzo en pos de
la perfeccin. Las races ms profundas del ideal del Yo se hunden en el narcisismo primario.
En la teora psicoanaltica es un principio aceptado la reactivacin del complejo de Edipo durante la
adolescencia. Junto con la regresin al servicio del desarrollo, dicha reactivacin conduce al aflojamiento
de los vnculos objetales infantiles e inicia el segundo proceso de individuacin de la adolescencia.
La relacin del nio con su padre nunca es mejor, es decir, menos conflictiva o ms positiva, que al
comenzar la pubescencia. El nio procura la ayuda del padre para defenderse de la regresin hacia la
madre preedpica -flica, castradora-. Puede observarse como esta fase afecta el resurgimiento del
complejo de Edipo, a pesar de las fijaciones ms tempranas, y en qu modo complica, de alguna manera,
la disolucin adolescente. Sostengo que el adolescente no solo se ve enfrentado con el resurgimiento del
complejo edpico tal como fue disuelto o abandonado en su primera declinacin, sino que la tarea
inherente a la adolescencia es la disolucin definitiva de dicho complejo. Esta tarea implica la renuncia
total a los vnculos objetales infantiles con ambas figuras parentales, es decir, con ambos padres como
objetos sexuales. En muchos casos, esta resolucin accesoria se relaciona con un vnculo incestuoso con
un hermano o hermana.
La idealizacin del self es un aspecto tpico de la adolescencia; revela, de modo inconfundible, su origen y
su funcin narcisista como regulador de la autoestima. Al mismo tiempo, observamos un deterioro ms o
menos maligno del examen de realidad, la objetivacin y las relaciones objetales. En los casos en que las
metas narcisistas de la idealizacin del self se exteriorizan, son fcilmente confundidas con las
manifestaciones del ideal del Yo.
Las observaciones clnicas de Blos respecto de jvenes rebeldes o activistas, todos ellos en la ltima
etapa de la adolescencia y en su mayora estudiantes universitarios, quienes buscaban crear una
sociedad perfecta, me persuadieron de que su creencia en un mundo perfecto arraigaba en una creencia
arcaica en la perfeccin parental. La imago parental idealizada (Kohut, cuando se la exterioriza, aade
un carcter fantico a la lucha por ese mundo perfecto, a la vez que la ira narcisista, una respuesta a la
desilusin parental, encuentra una expresin tarda en la irracionalidad de la violencia.
El psicoanlisis siempre enfatiz la estrecha conexin entre el ideal del Yo y las prdidas narcisistas de la
infancia. En consonancia con su origen, que tambin influye sobre su funcin, el ideal del Yo es
bsicamente hostil a involucrar libido objetal; como sealamos antes, sus races se hunden en el
narcisismo primario. Perpeta, por decirlo as, una eterna aproximacin a la perfeccin narcisista de la
infancia. Si seguimos el curso del ideal del Yo desde la infancia hasta la adultez, podemos registrar una
permanente adaptacin de la funcin bsica al sistema cada vez ms complejo mediante el cual el self se
mide a s mismo, a medida que progresa a lo largo de medidas evolutivas.
Durante el proceso formativo del ideal del Yo adulto en la adolescencia vuelven a instalarse complejos
preedpicos y pregenitales, y la fuerza de los puntos de fijacin se hace notoria.

El desarrollo del ideal del Yo en el hombre y en la mujer.- Si bien Blos considera que el ideal del Yo forma
parte del sistema Superyoico, uno y otro no se desarrollan a partir de la misma matriz conflictiva, ni
constituyen entidades que coinciden entre s en el momento de su aparicin. Muy por el contrario, su
origen es heterogneo, sus puntos de partida no son sincrnicos, sus contenidos no son idnticos y sus
funciones son dispares. Lo que tienen en comn es su influencia motivacional sobre la conducta y su
funcin reguladora de la sensacin de bienestar.
Se ha observado con frecuencia que la ndole narcisista del ideal del Yo muy pronto atrae hacia su campo
a la imagen corporal. Por consiguiente, no sorprende que el curso de la formacin ideal del Yo no sea
idntico para uno u otro sexo. No obstante, en ambos casos puede reconocerse la funcin del ideal del Yo
primitivo por su meta, que consiste en reparar o borrar una herida narcisista debida a la comparacin con
otras personas o al menosprecio de estas.
a) La lnea evolutiva del ideal del Yo femenino.- Algunos autores sostienen que en la nia se desarrolla
un ncleo del verdadero ideal del Yo aun antes que en el varn y ello ocurre en relacin con el
surgimiento temprano de su conflicto de castracin. La nia responde al descubrimiento de hallarse
castrada desmintiendo la supuesta deficiencia. Con el tiempo esta etapa conflictiva conduce al
reconocimiento de su anatoma genital y, en consecuencia, a un intento de recuperar el falo perdido.
Durante esta fase, su disolucin con respecto a su madre se manifiesta en el rechazo hostil, acusatorio,
hacia aquella y en el menosprecio de s misma (su imagen corporal). Este conflicto preedpico se resuelve
mediante la recuperacin del falo a travs de una vuelta al padre y muy a menudo [] una renuncia
prematura a las actividades genitales, acompaada por la retraccin y el desplazamiento de la libido
narcisista desde los genitales hacia el cuerpo entero.
La experiencia del autor confirma que este desplazamiento, que puede reconocerse en una etapa
posterior en la marimacho, cuando la ecuacin cuerpo-falo adquiere un carcter tan espectacular; es
posible observar esta misma tendencia en la nia mayor cuando el cuerpo-falo se convierte en un agente
que permite exhibir, controlar y estimular la excitacin sexual.
b) La lnea evolutiva del Yo masculino.- El primer paso en el desarrollo del ideal del Yo masculino conduce
al narcisismo primario o a la omnipotencia ilusoria compartida con la madre y, ms all, a las
identificaciones narcisistas con objetos idealizados. Estas identificaciones son atemperadas
progresivamente por el principio de realidad, que pega un salto hacia adelante en la poca en que se
recurre a su ayuda para la disolucin del complejo de Edipo. La consolidacin del Supery contiene las
fugas hacia la omnipotencia y el autoengrandecimiento. El recurso al estado de omnipotencia infantil es
relegado decididamente al mundo de la fantasa.
La estructuracin de un ideal del Yo maduro reduce las idealizaciones excesivas del self y del objeto. La
capacidad de objetivacin refrena todo inoportuno engrandecimiento del self. A partir de este punto, el
ideal del Yo obtiene su mpetu del flujo interminable de la libido homosexual neutralizada.
La patologa del ideal del Yo.- El enfoque habitual del problema del narcisismo adolescente relaciona este
fenmeno con dos constelaciones dinmicas principales. Una de ellas tiene que ver con la libido objetal
cuando esta de desva hacia el self. Por lo tanto, se considera que el estado narcisista de la adolescencia
acompaa al segundo proceso de individuacin, a la desvinculacin emocional de los objetos de amor y
odio entronizados de la temprana infancia.
La segunda constelacin dinmica que produce el aumento del narcisismo tiene que ver con el aspecto
regresivo de la adolescencia. Observa Blos aqu el resurgimiento del ideal del Yo primitivo como un
regulador de la autoestima, especfico de la fase pero transitorio.
Algunos elementos arcaicos del sistema Superyoico, entre los cuales se incluye el ideal del Yo infantil, a
menudo se encuentran en estado latente en enclaves de valencia patgena cuya existencia solo se pone
de manifiesto en la adolescencia. Aun cuando la personalidad, en muchos aspectos, ha avanzado en la
formacin de estructuras a lo largo de las diversas fases del desarrollo, las fantasas narcisistas de
omnipotencia y grandiosidad infantiles, ms o menos acordes con el Yo, con frecuencia concretas, nunca
fueron refrenadas lo suficiente por el principio de realidad.
En la ndole de la adolescencia se halla implcito el hecho de que el estado primitivo de idealizacin del
self incluyendo el vasto espectro de magia, omnipotencia y grandiosidad, se vea desafiado como nunca lo
ha sido hasta entonces. Incluso con la percepcin edpica de la inmadurez fsica, el nio pudo hallar, a
esa edad, un mnimo de perfeccin, aunque solo fuera prestado, simplemente satisfaciendo las
expectativas parentales.
No es exagerado decir, en este contexto, que la adolescencia es comparable con una divisoria de aguas
que determina, de una vez para siempre, la direccin que tomar el ideal del Yo a partir de entonces: o
bien retornar a su fuente familiar, o buscar un nuevo curso, no probado y desconocido.
Las vicisitudes del ideal del Yo femenino a lo largo del anlisis de una joven en su adolescencia tarda.Blos refiere el caso de una paciente era una joven de dieciocho aos que se vio precisada a abandonar
una exitosa carrera universitaria cuando comenz a padecer graves ataques de angustia. Una devocin

afectuosa, apasionada, pero insatisfecha pero no correspondida, hacia una compaera precipit la sbita
crisis.
Pronto result evidente que, para esta joven, el self ideal y el ideal del Yo aun no se hallaban
diferenciados; un rasgo incluso ms primitivo era la conviccin generalizada de que todo lo que
necesitaba para mantener un self estable provena de una fuente exterior, por cierto una fuente
idealizada ubicada en un objeto que la rechazaba. Mediante una manifestacin zalamera y suplicante,
facilitada por sus considerables dotes fsicas y mentales, la paciente se senta compartiendo los poderes y
excelencias que otros posean. La vinculacin con el objeto se basaba siempre en la voracidad y la
incorporacin orales. Para estar en perfecta armona consigo misma, ella tena que incorporar al objeto y
por lo tanto destruirlo. La culpa y el pnico la impulsaban a reparar la prdida y a recuperar la fuente de
suministro narcisista ofrecindose a s misma, de nuevo mediante la escenificacin; para satisfacer las
necesidades, reales o imaginarias, del objeto idealizado.
El anlisis de la envidia del pene fue seguido por una consolidacin de la orientacin vocacional y de la
capacidad intelectual, ciertamente superior. No obstante, la modalidad de la envidia del pene continuaba
manifestndose en la necesidad exhibicionista de superioridad intelectual y en el impulso sdico de
aniquilar, es decir, castrar, a sus compaeros varones. La idealizacin agresiva del self impeda una
desinstitivacin del ideal del Yo. Los dramatis presonae familiares de esta configuracin emocional se
hallaban presentes: una madre rechazante que prefera al hermano menor; el trauma de seduccin
infligido a corta edad por un padre amado, temido y engrandecido; la bsqueda regresiva de la madre
buena y nutricia perdida; la resolucin restitutoria mediante el procedimiento de transformarse en un
varn, aunque fuera una marimacho.
Se logr un avance decisivo en las relaciones objetales y en la estabilidad identificatoria cuando en la
neurosis de transferencia pudo encararse la escisin del objeto en bueno y malo, presente y ausente,
prdigo o rechazante. La representacin del objeto comenz a manifestarse confiable y constante, sin
necesitar ya de la idealizacin para sobrevivir.
Las vicisitudes del ideal del Yo masculino a lo largo del anlisis de un joven en su adolescencia tarda.Blos cita el caso de un paciente universitario de dieciocho aos. Su incapacidad de estudiar lo enfrent
con la posibilidad de ver interrumpida su carrera. Era inteligente, al parecer de carcter resuelto, bien
parecido, fornido y gozaba de buena salud. Se haba fijado una meta definida en la vida: no obstante, los
actos encaminados a alcanzarla eran provisorios, contraproducentes y errtiles.
El anlisis pronto revel que la representacin del self del paciente era sumamente lbil, oscilando entre
la grandiosidad y la denigracin de s mismo. Sus esfuerzos para agradar a hombres importantes,
incluyendo el analista, se revertan fcilmente toda vez que su servilismo alcanzaba un punto crtico;
entonces recurra al negativismo, la rebelda y la dilacin. Cada vez que intentaba liberarse de su entrega
pasiva a los objetos idealizados poda advertirse su alejamiento emocional; buscaba entonces refugiarse
en la idealizacin en la idealizacin narcisista del self. El self grandioso de la niez reviva regresivamente
y por un tiempo serva como regulador de la autoestima. Durante tales episodios, su sentido del tiempo,
as como su juicio respecto de los otros y del self, se hallaban perturbados. Las palabras -en cuyo uso
confa el anlisis- se convertan en mscaras, escudos o armas.
El anlisis de la neurosis de transferencia dio como resultado que el paciente reconstruyera y volviera a
experimentar la ambivalencia infantil, que, en el nivel adolescente, tom la forma de fantasas
homosexuales y heterosexuales. Entre estas, un sueo tuvo particular importancia porque revel el deseo
y la repugnancia, por parte del paciente, de que el padre lo aceptara como mujer.
Observaciones sobre la historia del concepto ideal del Yo.- El uso original de Freud daba al trmino ideal
del Yo se confunda, en cuanto a su definicin, con el de Supery, tal como lo definimos hoy. Ambos
trminos eran empleados indistintamente hasta que en 1923 Freud reemplaz el de ideal del Yo por el de
Supery. La ambigedad inicial del concepto de los escritos del Freud se debi al parecer a las fuentes y
funciones inconciliables de esta instancia psquica. La heterogeneidad del origen debe buscarse en el
narcisismo primario y en los procesos identificatorios. En su ensayo Introduccin del narcisismo (1914)
Freud defini el ideal del Yo de un modo que trataba de conciliar su origen narcisista con las vicisitudes
de la libido objetal. La distincin entre en Supery y el ideal del Yo se basa progresivamente en el modo
de operacin de ambos, es decir, el la ndole prohibidora y punitiva del Supery y en carcter de
realizacin del deseo propio del ideal del Yo (Lampl-de Groot). Esta distincin se logra claramente en El
Yo y el Ello (1923). A partir de este momento, el ideal del Yo, como trmino tcnico, desaparece casi por
completo de los escritos de Freud (Stranchey).
La ndole narcisista del concepto de ideal del Yo estaba implcita en la definicin de Freud desde un
principio; solo era necesario dar un pequeo paso para vincularlo con el modo narcisista de eleccin del
objeto: Lo que posee la excelencia de que el Yo carece para convertirlo en un ideal, es amado (Freud,
1914). Este modo primitivo de eleccin del objeto reaparece en la adolescencia y generalmente entrelaza
la formacin del ideal con metas de la libido objetal.

Puede advertirse que el ideal del Yo, segn la conceptualizacin de 1914, representa el sustituto del
narcisismo perdido de su niez, en el cual l era su propio ideal. En contraste, en 1933 Freud hace
hincapi en que el ideal del Yo es el precipitado del antiguo retrato de los padres, la expresin de la
admiracin por la perfeccin que el nio entonces les atribua. Esta ltima formulacin presupone un
desarrollo Yoico mayor que en el caso de la primera, que se refiere al estado primitivo del narcisismo
primario. Ambas se relacionan con el ideal del Yo concebido evolutivamente.
Puede observarse que 1923 marca el momento en que el ideal del Yo encuentra su ubicacin estable
como componente narcisista del Supery, dentro de la estructura tripartita de la psique. La desaparicin
del trmino en los escritos de Freud, al que se refiere solo superficialmente en 1933 y que no menciona
en absoluto en el Esquema (1940), seala una tendencia sumamente notable en la bibliografa
psicoanaltica. La distincin entre los conceptos del ideal del Yo y el Yo ideal, de self ideal y de
idealizaciones del self y del objeto, a menudo se desdibuj en la prctica, pero el trmino ideal del Yo
sigui connotando una funcin especializada del Supery.
El hiato relativo en la investigacin sobre el ideal del Yo dur hasta la dcada de 1950. En esta poca
advertimos el surgimiento de un renovado inters en el concepto del ideal del Yo, su lugar en la
organizacin psquica, su origen y desarrollo y su papel especfico en la psicopatologa
Bing, McLaughlin y Marburg han afirmado que el ideal del Yo es <<anatmicamente>> una parte del
Yo. El hecho de considerar el Supery y el ideal del Yo a lo largo de lneas genticas, funcionales y
estructurales parece dar como resultado lgico una separacin entre ambos. Lampl-de Groot, sobre la
base de consideraciones genticas y adaptativas, concluye que el ideal del Yo es una subestructura (o
provincia) establecida dentro del Yo y puede considerarse como una funcin Yoica, pero aun en su
forma ms desarrollada sigue siendo en esencia una instancia de cumplimiento del deseo. Jacobson
(1964), manifestando su acuerdo bsico con estas opiniones, sostiene que sera ms correcto considerar
al ideal del Yo como una formacin Yoica y no como una parte del sistema Superyoico.
La distincin de un ideal del Yo primitivo y otro maduro es algo ampliamente aceptado. La relacin entre
adolescencia y formacin del ideal ha sido por lo comn reconocida desde los tiempos de Aristteles, pero
los antecedentes genticos de esta caracterstica adolescente aun deben estudiarse en toda su
complejidad.
El hecho de que el ideal del Yo se estructure durante la adolescencia hace que se distinga
cualitativamente de sus dos etapas evolutivas previas, como lo afirma claramente Jacobson (1964): De
hecho, las etapas finales [adolescencia] en el desarrollo del ideal del Yo muestran de modo significativo la
reorganizacin jerrquica y la integracin final de distintos conceptos de valor -anteriores y posteriores-,
procedentes de ambos sistemas [Yo y Supery], en una estructura coherente y una unidad funcional
nuevas, es decir, el ideal del Yo.
Segn Aarons (1970), una condicin sine qua non para la resolucin de la crisis adolescente consiste en
la preservacin del ideal del Yo, inculcado pero aun no integrado durante la niez
Un examen ms detenido a menudo lleva a Blos a reconocer que lo que parece constituir un ideal del Yo
no es sino un autoengrandecimiento, una imitacin, por as decirlo, de una imagen deseada del self
(Jacobson). Lo que ha sido descrito como un falso ideal del Yo podra considerarse tambin como un ideal
del Yo primitivo, infantil o arcaico.
Al examinar la ontognesis del ideal del Yo, Freud (1914) nunca deja de sealar que el contenido del
ideal del Yo es impuesto desde afuera. Aquel incluye no slo una propensin personal, sino tambin el
ideal de formaciones sociales tales como la familia, la clase y la nacin. Ello equivale a decir que
determinados sistemas de valores prevalecientes, as como organizaciones e instituciones sociales,
siempre estn listos, en toda sociedad, para canalizar las tendencias narcisistas individuales hacia las
metas de un ideal comn. Cualesquiera sean las irracionalidades y distorsiones consiguientes, debidas a
las persistentes idealizaciones narcisistas del self y del sujeto, su forma y su contenido proceden siempre
del sistema social en el que el individuo vive.
Al considerar los niveles evolutivos del ideal del Yo, debemos admitir una correspondencia entre la
funcin y el contenido del ideal del Yo, por un lado, y el nivel de desarrollo Yoico y de maduracin fsica
especficos de la edad, por el otro. El estudio de las transiciones a lo largo de la formacin del ideal del
Yo, de su desviacin y de su detencin, ha llamado cada vez ms la atencin. Sandler, Holder y Meers
(1963) han elaborado el concepto del self ideal, distinguindolo del ideal del Yo; estos autores sealan las
dificultades, tericas y clnicas, vinculadas con la diferenciacin entre ambos, al clasificar el material
analtico infantil en la Clnica Hampstead. Este hallazgo solo pone de relieve la afinidad o la identidad
entre el self ideal y el ideal del Yo como antecedente de su diferenciacin gradual dentro del contexto de
la progresin evolutiva.
Eplogo.- Al utilizar la palabra genealoga en el ttulo de este ensayo, Blos tuvo en cuenta una doble
referencia. Un aspecto nos remite a las fuentes desde las cuales emerge el ideal del Yo maduro, en la
bibliografa psicoanaltica, de los antecedentes del concepto tal como hoy lo conocemos. Estas dos
exploraciones, ontognica e histrica, no dejan duda en cuanto a la complejidad tanto de la formacin de

la estructura psquica como del concepto en s. De hecho, su complejidad desafa todo resumen o
condensacin.
Resumen de La genealoga del ideal del yo. Captulo 15 de Blos Peter, La transicin adolescente. Madrid: Assapia
Amorrortu.

IDEALIZACIN
Definicin.- 1. (Psicoanlisis) Este trmino tiene un sentido especial en psicoanlisis. Segn Freud la
idealizacin es la sobreestimacin sexual del ser amado. El objeto amado es engrandecido y exaltado
en la mente La idealizacin es distinta de la sublimacin e identificacin. El proceso de sublimacin
encierra la desviacin del designio sexual, en tanto que la idealizacin se refiere al objeto y no al
designio. La idealizacin necesita una alteracin parcial del Yo, en el sentido de que el Yo se modela de
acuerdo con el objeto amado, mientras que en la idealizacin se produce un empobrecimiento del Yo con
respecto a la libido a favor del objeto amado. 2. Hanna Segal, de la escuela kleiniana, la define as:
mecanismo esquizoide vinculado con la escisin y la negacin. Se niegan las caractersticas indeseables
del objeto, y el beb proyecta en l su propia libido. Aunque pertenece primordialmente a la posicin
esquizoparanoide, la idealizacin puede formar parte de las defensas manacas contra ansiedades
depresivas.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Segn M. Klein.- "Mecanismo esquizoide vinculado con la escisin y la negacin. Se niegan las
caractersticas indeseables del objeto, y el beb proyecta en l su propia libido. Aunque pertenece
primordialmente a la posicin esquizo-paranoide, la idealizacin puede formar parte de las defensas
manacas contra ansiedades depresivas".
Segal H, Introduccin a la obra de Melanie Klein, Buenos Aires, Paids, 1987, pg. 122.

Segn M. Klein.- "El mecanismo de idealizacin est inevitablemente unido al mecanismo de disociacin
e inicialmente defiende de ansiedades persecutorias. La creciente idealizacin del objeto bueno tiene por
finalidad alejarlo del persecutorio y hacerlo invulnerable. Dicho mecanismo se vincula con la negacin
mgica omnipotente: las caractersticas indeseables del objeto son negadas, mientras simultneamente
es recubierto de 'bondad' (amor, invulnerabilidad, poderes mgicos, poder omnipotente de proteccin,
etc.). El monto de idealizacin est en relacin directa con el monto de persecucin frente al objeto, y es
una defensa resultante de ansiedades persecutorias (temor a ser atacado y destrudo por el objeto)".
"El mecanismo de idealizacin forma parte tambin de las defensas manacas en la situacin depresiva
(mitigando en tal caso la ansiedad depresiva), adjudicando, por otra parte, al objeto una gran riqueza de
contenido y una gran capacidad reparatoria. Entonces, si el objeto es perfecto y lo posee todo, no est
destrudo, no puede atacar retaliativamente al yo (ansiedad persecutoria), ni el yo tiene que penar por l
ni preocuparse por repararlo (ansiedad depresiva)".
"Los mecanismos de idealizacin tienden a negar la fantasa de destruccin del objeto, otorgndole
invulnerabilidad, riqueza de contenidos, belleza. Un objeto as, no daado ni moribundo, evita tanto el
temor a la persecucin como el sufrimiento psquico (duelo)".
"Dentro de la teora kleiniana, la idealizacin es precursora de buenas relaciones de objeto (en tanto el
objeto idealizado es el precursor del objeto bueno). Una idealizacin extrema, sin embargo, traba la
relacin con el objeto real, puesto que no existen objetos ideales sino idealizados. Un cierto monto de
idealizacin se mantiene a lo largo de la vida adulta (enamoramiento, ideales de vida, etc.)".
Piccolo E., "Defensas en los tests grficos", Editorial Paids.

IDENTIDAD
Definicin.- Conjunto de actitudes, pautas de conducta y atributos fsicos determinados por el sujeto
condicionados por la sociedad en que se desarrolla, y a menudo relacionados con los conceptos de
masculinidad. / Identidad, bsqueda de, actividad ms o menos conciente que aparecera al final de la
adolescencia, caracterizada por un afn de consecucin de la propia identidad. / Identidad de gnero,
coherencia entre el sexo biolgico y la conciencia de pertenencia a un sexo. As como el rol o papel de
gnero es la expresin pblica de la conciencia genrica (<<me comporto como una mujer o como un
hombre>>), la identidad de gnero debera considerarse como la experiencia privada del papel del
gnero.
Farr Mart J (1999) Diccionario de psicologa. Barcelona: Ocano.

Definicin.- Sentido que cada persona tiene de su lugar en el mundo y significado que asigna a los
dems dentro del contexto ms amplio de la vida humana.
Vander Zanden James, Manual de Psicologa Social, Barcelona, Paids, 1986, pg. 621.

Identidad laboral.- La identidad laboral debe ser entendida como la integracin del yo en sus vnculos
con el espacio, con el tiempo y con los otros en el contexto de una actividad laboral. As, el sentimiento
de identidad est conformado por el quin soy yo, a su vez determinado por el dnde estoy y qu hago.
La gnesis de esta identidad laboral est inserta en el proceso mismo de constitucin del yo a partir de
los vnculos yo-tarea, y-grupo-, yo-organizacin (DAnna S y Hernndez L, 1998:127).
DAnna S y Hernndez L (1998), Introduccin a la psicopedagoga laboral. Buenos Aires: Aprendizaje Hoy.

Identidad ocupacional.- Es la autopercepcin a lo largo del tiempo en trminos de roles


ocupacionales, entendiendo por ocupacin el conjunto de expectativas de rol, y por rol una secuencia
pautada de acciones aprendidas, ejecutadas por una persona en situacin de interaccin. El sentimiento
de identidad ocupacional se ha gestado sobre la base de las relaciones con los otros. En esas relaciones
algunos aspectos merecen atencin particular, como la gnesis del ideal del yo, las identificaciones con el
grupo familiar, las identificaciones con el grupo de pares y las identificaciones sexuales.
Bohoslavsky R, Orientacin vocacional, Buenos Aires, Nueva Visin, 2001, 21 edicin, pg. 44-50.

Identidad sexual.- Hace referencia a la forma en que una persona se identifica como perteneciente a
uno u otro sexo. Incluye tres facetas: la identidad de gnero o percepcin individual de ser hombre o
mujer; el rol sexual o expresin pblica de la identidad de gnero; y la orientacin sexual o eleccin de
objeto sexual.
Belloch A. y otros, Manual de Psicopatologa Vol I, Madrid, McGraw Hill, 1995, pg. 459.

Identidad sexual.- Concepto que se construye entre los 2 y los 6 aos aproximadamente y que implica
la autoclasificacin como hombres y mujeres, la conservacin del gnero y la constancia genital.
Barragn Medero F, (1991), La educacin sexual. Gua terica y prctica. Barcelona: Paids, pg. 153.

Identidad de percepcin / identidad de pensamiento.- Trminos utilizados por Fres y referidos a


aquello hacia lo que tienden, respectivamente, el proceso primario y el proceso secundario. El proceso
primario tiende a hallar una percepcin idntica a la imagen del objeto resultante de la experiencia de
satisfaccin. En el proceso secundario, la identidad buscada es la de los procesos entre s.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Identidad vocacional.- Es la autopercepcin a lo largo del tiempo en trminos de roles ocupacionales,


entendiendo por ocupacin el conjunto de expectativas de rol, y por rol una secuencia pautada de
acciones aprendidas, ejecutadas por una persona en situacin de interaccin. El sentimiento de identidad
ocupacional se ha gestado sobre la base de las relaciones con los otros. En esas relaciones algunos
aspectos merecen atencin particular, como la gnesis del ideal del yo, las identificaciones con el grupo
familiar, las identificaciones con el grupo de pares y las identificaciones sexuales (Bohoslavsky, 2001:4450).
Bohoslavsky R (2001) Orientacin vocacional. Buenos Aires: Nueva Visin, 21 edicin.

Identidad y trastorno por estrs postraumtico.- Objetivos. Este estudio investig las diferencias
culturales en objetivos, memorias auto-definidas y auto-cogniciones en aquellos con y sin trastorno de
estrs post-traumtico (PTSD). Mtodo. Supervivientes a un trauma con y sin PTSD, de culturas
independientes e interdependientes (N=106) proporcionaron mayores objetivos personales, memorias
autodefinidas y auto-cogniciones. Resultados. Los supervivientes al trauma con PTSD de culturas
independientes mostraron mayores metas, memorias autodefinidas y auto-cogniciones que los
supervivientes de traumas sin PTSD de culturas independientes. En contraste, aquellos de culturas
interdependientes, no se encontraron diferencias entre los supervivientes del trauma con y sin PTSD en
trminos de objetivos centrados al trauma, memorias autodefinidas y auto-cogniciones. Conclusiones.
Los resultados sugieren una variabilidad cultural en el impacto del trauma sobre la memoria e identidad,
y destacan la necesidad de modelos contemporneos de PTSD para considerar ms explcitamente la
cultura en sus ndices de PTSD. Se abordan las implicaciones clnicas de estos resultados, tales como las
consideraciones culturales en la valoracin y tratamiento del trauma relevante al auto-esquema en la
terapia cognitiva para PTSD.
Jobson, Laura; O'Kearney, Richard, Diferencias culturales en la identidad personal en el trastorno de estrs posttraumtico. BRITISH JOURNAL OF CLINICAL PSYCHOLOGY. 2008 MAR; 47 (1):95-109.

IDENTIFICACIN
Definicin.- (Psicoanlisis) Desplazamiento desde un objeto hacia el Yo. Opuesto a Proyeccin que es un
desplazamiento desde el Yo hacia un objeto. En el primero proceso primario nos identificamos con el
objeto, y en el segundo al objeto con nosotros. La identificacin es la base de la mutua comprensin
humana.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Definicin.- Asumir las caractersticas personales de otra persona, como cuando un nio en desarrollo se
identifica con otra persona significativa. Tambin, en la teora psicoanaltica, un mecanismo de defensa
del ego para enfrentar la ansiedad.
Aiken L (2003) Tests psicolgicos y evaluacin. Mxico: Pearson. 11 edicin (pgina 458).

Definicin.- Como mecanismo de defensa, es la adopcin inconciente de caractersticas o actividades


de otra persona, a menudo para reducir el dolor de la separacin o la prdida. Por ejemplo, una viuda
asume el mismo trabajo voluntario que su marido realizaba.
Gelder M, Mayou R y Geddes J (1999), Oxford Psiquiatra, Madrid: Marbn, 2da. Edicin, pg. 91.

Generalidades.- El trmino identificacin es el que generalmente se ha utilizado para definir y


representar el activo proceso estructurante que tiene lugar dentro del yo y por el cual ste metaboliza
ciertos componentes internalizados dando lugar a una matriz identificatoria. Es el conjunto de
operaciones que determinan el proceso de estructuracin que ocurre dentro del self sobre la base de la
seleccin, inclusin y eliminacin de elementos provenientes de los objetos externos, de los objetos
internos y de partes del self. La identificacin as considerada sera el resultado de una serie de objetos
que abarcan distintos fenmenos comprendidos en dos grandes categoras: internalizacin y
externalizacin.
Grimberg L (1976), Teora de la identificacin. Buenos Aires: Paids.

Segn M. Klein.- "Se la considera siempre un resultado de procesos introyectivos y proyectivos". Vase
Identificacin introyectiva, Identificacin proyectiva.
Segal H, Introduccin a la obra de Melanie Klein, Buenos Aires, Paids, 1987, pg. 122.

Identificacin con el agresor.- Mecanismo de defensa introducido por Anna Freud, ntimamente ligado
a la tendencia del aparato psquico a reproducir activamente lo vivido pasivamente. Tiene un doble
aspecto: heteroagresivo y autoagresivo. En el primero se inflige a otro (persona o cosa) la violencia que
el yo sufri en forma pasiva, como el nio que luego de visitar al mdico, reproduce la situacin con un
compaerito imponindole todo lo que el mdico le impuso a l. En el segundo, el yo se hace a s mismo
lo que el otro le hizo antes. Es una vuelta de la agresin contra la propia persona. Por ejemplo en la
melancola, donde el automartirio implica que el yo se insulta y se agrede como previamente fue
agredido e insultado por el objeto.
Berenbaum L y Ferrari R, Acerca de las defensas del psiquismo. Incluido en Fundamentos de psicologa, pgs. 107108.

Identificacin introyectiva segn M. Klein.- "El resultado de la introyeccin del objeto en el yo, el
cual se identifica entonces con algunas de sus caractersticas, o con todas".
Segal H, Introduccin a la obra de Melanie Klein, Buenos Aires, Paids, 1987, pg. 122.

Identificacin proyectiva segn M. Klein.- "El resultado de la proyeccin de partes del Yo en un


objeto. Puede tener como consecuencia que se perciba al objeto como habiendo adquirido las
caractersticas de la parte proyectada del Yo, pero tambin puede resultar en que el Yo llegue a
identificarse con el objeto de su proyeccin" (pg. 122).
La identificacin proyectiva patolgica "resulta de la desintegracin diminuta del Yo o de partes del Yo,
que luego se proyectan en el objeto y se desintegran; tiene como consecuencia la creacin de 'objetos
extraos'".
Segal H, Introduccin a la obra de Melanie Klein, Buenos Aires, Paids, 1987, pg. 123.

Segn M. Klein.- "Mecanismo que se traduce por fantasas donde el sujeto introduce su propia persona,
en su totalidad o en parte, en el interior del objeto para daarlo, poseerlo y controlarlo".
Laplanche J y Pontalis J, Diccionario de psicoanlisis, Barcelona, Labor, 1981, 3 ed, pg. 189.

Identificacin con el agresor.- Mecanismo de defensa aislado y descrito por Ana Freud: el individuo
que se ve enfrentado a un peligro exterior, representado tpicamente por una crtica procedente de una
autoridad, se identifica con su agresor, y reasume la agresin al imitarlo fsicamente o en sus rasgos
morales, o bien al adoptar ciertos smbolos de poder que lo designan. Segn Ana Freud, este mecanismo
sera el preponderante en la constitucin de la fase preliminar del Supery, durante la cual la agresin
permanece dirigida hacia el exterior, sin volverse aun contra el sujeto en forma de autocrtica.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Identificacin proyectiva.- (Psicoanlisis)Trmino de la escuela kleiniana. El instinto de muerte debe


ser deflexionado para no destruir al beb. En parte es convertido en agresin y en parte es proyectado.
La identificacin proyectiva tiene mucha relacin con la posicin esquizo-paranoide. Fantsticamente se

proyectan en el cuerpo de la madre partes escindidas del sujeto, con el fin no solo de controlar in situ los
ataques de la madre sino tambin de daarla. La venganza esperada es fuente de ansiedad.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Identificacin proyectiva patolgica.- (Psicoanlisis) Trmino de la escuela kleiniana. El Yo, o partes


del Yo, se desintegran en pequeos fragmentos. stos se proyectan en el objeto y se desintegran. Surgen
entonces objetos extraos.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Generalidades.- Toda identificacin se moldea por un vnculo intersubjetivo entre padres e hijos.
Durante sus primeros aos, el nio crea un sentimiento de fuerza y poder que se deriva de la ilusin de
unidad con su madre. La imitacin, el vestirse con ropas de los grandes, hablar como ellos hablan, hacer
lo que los padres hacen, forma parte visible de las identificaciones que son procesos complejos que
integran las figuras parentales dentro del yo, y tambin como idealizadas y tirnicas dentro del superyo
() La principal funcin de las identificaciones en la estructuracin de una identidad, es el de ser partes
del cimiento y del hormigonado que sostiene la personalidad (Schorn, 2002:83-84).
Schorn M (2002) El nio y el adolescente sordo. Buenos Aires: Lugar Editorial, 2 edicin.

La identificacin en el nio sordo.- Schorn se pregunta con quienes se van identificando los nios
sordos. Ciertamente con sus padres. Pero en la gran mayora de los casos, tanto sus padres como
hermanos no son como ellos, comparten un lenguaje mucho ms amplio de lo que ellos pueden entender,
o hablan sobre teas que ellos no entienden. Muchos nios tienen como modelo de identificacin padres
que no tienen resuelto, ni elaborado, la no-audicin del hijo y que juegan con la fantasa de la aparicin
de algn pase mgico que le permita al hijo ser igual a ellos. Esta falla acarrea una deficiencia en la
configuracin del s-mismo en el nio y su identidad (Schorn, 2002:84).
Schorn M (2002) El nio y el adolescente sordo. Buenos Aires: Lugar Editorial, 2 edicin.

Identificacin en la clnica grupal.- Para Freud, la identificacin es uno de los fundamentos subjetivos
de las formaciones colectivas. Los procesos identificatorios se dan entonces en los grupos, y se presentan
a la observacin en la clnica grupal.
Lemoine dice que la transferencia es importante, pero el trabajo de identificacin es el que dinamiza y
organiza el grupo. El autor da un ejemplo de un grupo formado por gente entre 34 y 42 aos que no se
conocan, y que se renen una vez por semana, para ilustrar cmo ocurren los procesos identificatorios y
cmo ellos organizan la vida del grupo.
En efecto, cada integrante cuenta sus cosas, pero los dems comienzan a 'hacer suyas' las declaraciones
de los dems, es decir, comienzan a identificarse con cosas que dicen los otros, lo que contribuye a
unificarlos como grupo.
El yo es un conjunto de identificaciones, es una mscara, y el grupo teraputico es un sitio propicio para
el trabajo de cada participante con su propia mscara. Jugando roles se actualizan y producen las
identificaciones. El trabajo clnico, en situacin de grupo, interroga roles y conjetura identificaciones. El
espacio de un grupo teraputico intenta crear condiciones para que los movimientos identificatorios sean
interrogados. Cuando un integrante insiste en un rol, es el modo como aparece implicado en un proceso
de identificacin.
Pensar lo grupal slo en trminos de su unidad es un obstculo en el trabajo clnico. La unidad es una
sensacin intensa y efmera: en todo grupo hay siempre diferencias, y el desacuerdo y las diferencias
suelen ser los silencios de la unidad, lo que se niega. El grupo simula ser una unidad.
La tarea del coordinador es aqu dar tiempos para que cada uno pueda o tenga la oportunidad de
expresar su modo de estar con otros diferentes a l. El poder del coordinador no es lo que sabe sino
saber escuchar lo que no sabe sobre los dems. La unidad de lo grupal es pluralidad de voces que se
entretejen en una produccin comn.
Condensado de Percia Marcelo (1997) Notas para pensar lo grupal. Buenos Aires: Lugar Editorial, 4 edicin.

La identificacin en S. Freud.- Es un proceso psicolgico mediante el cual un sujeto asimila un


aspecto, propiedad o atributo de otro y se transforma total o parcialmente sobre el modelo de ste. La
personalidad se constituye y diferencia a partir de una serie de identificaciones (Laplanche).
Se trata de un proceso intrapsquico que modifica el yo y que surge de una relacin intersubjetiva con
otro. En el captulo 7 de "Psicologa de las masas..." Freud expone sintticamente su concepto de
identificacin elaborado en 25 aos.
a) En una carta a Fliss de 1894 habla de la identificacin de una histrica con una prostituta, por la
comunidad de un deseo sexual reprimido. Frente a esta identificacin la paciente se defenda con un
sntoma agorafbico (no salir a la calle).
b) En "Anlisis fragmentario de una histeria": en el caso Dora haba varias identificaciones que
sobredeterminaban su sntoma de la tos: identificacin compasiva con su padre que tosa, identificacin
con su madre, identificacin con la Sra. K por fantasear que tena relaciones con su padre.

c) En "Un recuerdo infantil..." plantea la homosexualidad como una identificacin de Leonardo con su
madre, y que model su carcter sexual.
d) En "Duelo y melancola": plantea la identificacin narcisista del yo con el objeto perdido.
e) En "Psicologa de las masas..." retoma los sentidos a, b y c (ver ms abajo).
f) En "El yo y el ello" plantea la identificacin como la operacin fundante de la estructuracin del
psiquismo humano.
Condensado de Romero R y Sauane S (1995) Grupo, objeto y teora, Tomo III. Buenos Aires: Lugar Editorial.

Tres fuentes de identificacin.- Son las que plantea Freud en "Psicologa de las masas y anlisis del
yo".
Primera fuente: "La identificacin es la forma ms primitiva de exteriorizacin de una ligazn afectiva con
un objeto".
Corresponde a la primitiva fase oral. No hay discriminacin entre investidura de objeto e identificacin,
pues no hay discriminacin yo-no yo. Es preedpica y ambivalente. Es la identificacin primaria, que se
establece sobre el otro como modelo.
Se basa en la discriminacin tensin intolerable-nirvana. Reduce la tensin alucinando, segn la identidad
de percepcin, para cumplir el deseo.
En "El yo y el ello" alude a la indiscriminacin entre investidura de objeto e identificacin, cuando an el
Yo no est mediando entre el Ello y el mundo externo, as como tampoco establece un lmite entre
ambos, y toda alucinacin deviene identificacin.
Freud dice que la primera y ms importante identificacin es con el padre. Esto fue interpretado como
que las identificaciones primarias adquieren sentido a partir de la formacin del Ideal.
Segunda fuente: "Pasa a sustituir a una ligazn libidinosa de objeto por la va regresiva, mediante la
introyeccin del objeto en el yo".
La nica forma en que el ser humano resigna investiduras objetales ser erigiendo en su propio Yo
caractersticas del objeto abandonado.
Es una regresin al mecanismo de la introyeccin oral con connotaciones canibalsticas, pues se basa en
creer que introyectando al objeto -ingirindolo- se incorporan sus caractersticas as como sus
prohibiciones. Esto sucede, dir Freud despues en "El yo y el ello", en la formacin del Ideal y del
Superyo: en el primer caso introyecta valores, y en el segundo prohibiciones.
Identificaciones de este tipo son un resarcimiento frente a la necesidad de abandonar las intensas
investiduras objetales depositadas en las figuras parentales, y reforzarn las identificaciones
preexistentes.
En una palabra: los padres estn prohibidos por la castracin, entonces se los abandona pero se busca
consevarlos introyectndolos. Es la segunda fuente de identificacin: de 'ser' el objeto el sujeto pasa a
'tener' el objeto.
Tercera fuente: "puede nacer a raz de cualquier comunidad que llegase a percibirse con una persona que
no es objeto de pulsiones sexuales. Este tipo de identificacin pasa a ser as un indicio de un punto de
coincidencia entre dos "yo" que debe mantenerse reprimido".
Esta comunidad, consecuencia de tener una misma representacin reprimida en comn, suele ser
efmera. En la masa, los miembros poseen el mismo objeto (lder) en el lugar del Ideal. El deseo de que
los ame a todos por igual es conciente, pero remite a otro inconciente que apunta al cumplimiento de
mociones homosexuales que se ponen en juego con la aceptacin y el amor del Ideal.
Condensado de Romero R y Sauane S (1995) Grupo, objeto y teora, Tomo III. Buenos Aires: Lugar Editorial.

Identificacin y grupo, perspectiva freudiana.- Freud trabaj el concepto de identificacin en varias


etapas:
1) En 1897 la define enigmticamente como un "proceso de pensamiento o razonamiento inconciente".
Esto se aclarar recin en 1900, como sigue:
2) En 1900 ("La interpretacin de los sueos") habla de una identificacin histrica, donde el sntoma
indica que el paciente se identific con una serie de personajes.
Esto se ve en los grupos, cuando un nio reproduce en sus sntomas la conflictiva entre los padres y de l
con respecto a ellos, debido a que se ha identificado con la situacin. Kas retom la idea de difraccin
de Freud (mecanismo opuesto a condensacin), un mecanismo donde una persona parece fragmentada
en diversos personajes (como en los sueos) o una escena fantasmtica que aparece difractada
transferencialmente en diversos miembros del grupo (tensin comn de Ezriel, o resonancia fantasmtica
de Anzieu). Esto se hace por un razonamiento inconciente.
Condensado de Romero R y Sauane S (1995) Grupo, objeto y teora, Tomo III. Buenos Aires: Lugar Editorial.

Identificacin, fantasa y transferencia.- De acuerdo a Laplanche, fantasa es "una escenificacin


imaginaria donde est presente el sujeto y que representa en forma ms o menos deformada por las
defensas, la realizacin de un deseo, en ltimo trmino inconciente". La transferencia es "un proceso por
el cual los deseos inconcientes se actualizan sobre ciertos objetos, en el marco de cierta relacin
establecida con ellos, y especialmente en la relacin analtica".

En los grupos, la relacin entre los tres conceptos es la siguiente: la transferencia, tanto con el terapeuta
como con los miembros del grupo, permite vehiculizar fantasas que precipitarn en movimientos
identificatorios.
En el caso Dora se ve como un mismo grupo de sntomas, la tos y la afona, revela la identificacin de
Dora con mltiples personajes de una escena: identificacin compasiva con su padre, identificacin con la
madre para tener al padre, identificacin con la madre para tener al Sr. K, etc. Dora denuncia en sus
sntomas todo aquello que sucede en relacin con su grupo significativo.
La segunda tpica dar cuenta del yo como una sedimentacin de investiduras de objeto, que contiene a
la vez toda la historia de las mismas. El yo no resulta entonces simplemente la manera de ser de una
persona, sino que condensa deseos, defensas, los otros significativos, lo inter y lo intrasubjetivo.
El terapeuta de un grupo debe ocupar el lugar del Ideal, si seguimos a Freud, pues lo pacientes esperan
ser amados por igual por l. Esto permite el trabajo en comn, pero luego con las interpretaciones el
terapeuta deber destituirse de ese lugar.
Otro punto de articulacin "identificacin-fantasa-transferencia" es lo que dice Freud en "Personajes
psicopticos en el teatro" (1905), donde el espectador al identificarse con el personaje representado, le
produce un efecto catrtico. Como en los juegos infantiles, el espectador tiene la oportunidad de ser un
hroe, por identificacin. La dramatizacin tiene entonces equivalente en el juego. Todo esto se relaciona
con la 'ilusin': el espectador tiene la ilusin que est viviendo la situacin pero no sufre (sufre el
personaje), o sea se da cuenta que es slo una representacin.
En los grupos encontramos tambin espectadores: los pacientes silenciosos que, sin embargo, cambian
con la terapia. Esto se puede explicar articulando ilusin e identificacin. Como miembro del grupo, me
afectan las interpretaciones del terapeuta porque hay una identificacin, entr en juego mi deseo. Toda
identificacin est sustentada en querer ser el otro, pero cuando me identifico con el que 'quisiera' ser se
juega la ilusin, porque s que no puedo serlo realmente. El paciente silencioso no habla pero escucha las
interpretaciones, que se basan en interpretar deseos, conflictos, defensas, etc.
Romero cita un caso donde un grupo se senta excluido por la institucin, y dramatiz dicha situacin
formando un subgrupo que exclua a su vez al resto del grupo. El grupo pudo cohesionarse una vez que
qued aclarado esto, interpretacin mediante. Vemos en este ejemplo la identificacin (por ej del
subgrupo con el grupo, y de los restantes miembros del grupo con la institucin) y el fenmeno de
transferencia (transferir al grupo la situacin con la institucin).
Condensado de Romero R y Sauane S (1995) Grupo, objeto y teora, Tomo III. Buenos Aires: Lugar Editorial.

Segn Freud.- Romero y Sauane sintetizan la evolucin del concepto de la siguiente manera:
1921.- "Psicologa de las masas y anlisis del yo": An toda relacin ntima y prolongada tiene un
sedimento de hostilidad, no percibido por hacer sido reprimido. Porqu, entonces, en el grupo se resigna
tan fcilmente el narcisismo individual? Hay una resignacin parcial del mismo porque se reemplaza o
resigna en aras de un narcisismo colectivo, configurado porque el sujeto catectiz a los otros. Si bien se
inviste a estos en cuanto objetos, es sin embargo una investidura a predominio narcisista porque no amo
al otro reconociendo sus diferencias, tal como es, sino porque comparte algo mo, el Ideal que ama a
todos por igual, incluso renegando de las diferencias con el otro. Estas identificaciones recprocas son
ligazones a predominio narcisista. As como hay un trueque del narcisismo infantil por el Ideal (en
"Introduccin al narcisismo"), hay aqu un truque del narcisismo individual por el colectivo. El narcisismo
individual no es abandonado nunca totalmente, sino trasladado al colectivo (por ejemplo nacionalismo,
abolengo, "yo nac aqu", etc). Se habla por ejemplo de la 'patria': se hace una reificacin (al revs que
cosificacin), porque se da vida a algo inerte ("la patria va adelante").
Seala Romero que en la medida en que cada miembro haga una investidura narcisista sobre los otros,
se producir de a poco la aparicin de la representacin del grupo como totalidad unitaria, reactualizacin
a su vez de una representacin precursora que tuvo su gnesis en el grupo familiar. La representacingrupo de origen implica la catectizacin de la familia de origen como grupo utpico y ucrnico (est fuera
del espacio y el tiempo) y se reactualiza cuando luego entramos en contacto con algn grupo.
Solo con dicha reactualizacin de la representacin-grupo precursora es posible la representacin-grupo
de aqu y ahora, del grupo que hoy integro. Tambin se reactualiza la conflictiva original, obstaculizando
la interaccin del grupo de aqu y ahora.
La investidura libidinal se los grupos se amplia cada vez ms: del grupo de compaeros al grupo del aula,
luego a la escuela, etc. Tambin hay repliegues: retiramos libido de la escuela y la concentramos en el
grupo de compaeros y consideramos a estos como "la escuela" (transposicin categorial del todo a la
parte).
Freud dijo que nos identificamos tanto con un rasgo como con el carcter de una persona, pero tambin
podemos identificarnos con algo tan abstracto como con una posicin dentro de la estructura edpica en
base a diferencias generacionales y sexuales (con un progenitor de determinado sexo). Solo es posible
identificarse con una posicin en una estructura grupal una vez que se ha producido intrapsquicamente
la representacin-grupo precursora (familiar).

Condensado de Romero R y Sauane S (1995) Grupo, objeto y teora, Tomo III. Buenos Aires: Lugar Editorial. Se
incluyen agregados de las clases del Lic. R. Romero 5-9-95, 12-9-95 y 3-10-95 (Ctedra de Teora y Tcnica de
Grupos II, Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires).

IDEOLOGA
Definicin.- Conjunto de definiciones compartidas que suministran interpretaciones y soluciones para lo
que se juzga una situacin social insatisfactoria.
Vander Zanden James, Manual de Psicologa Social, Barcelona, Paids, 1986, pg. 621.

ILUSIN
Definicin.- Distorsin perceptiva causada por predisposicin personal, por indefinicin estimular, por
indefinicin de la situacin en que se produce el estmulo, o por una combinacin de estos factores.
Belloch A y otros, Manual de Psicopatologa, Madrid, McGraw Hill, 1995, pg. 227.

Generalidades.- 1. Significa engaarse en el juicio, en los afectos; una idea falsa, imaginada.
Psicolgicamente significa un concepto que corresponde al objeto, pero provoca imaginaciones afectivas
referentes a la satisfaccin de estas imaginaciones. Lange sostiene que el origen del arte es la exigencia
humana de tener ilusiones. (Das Wesen der Kunst). La desilusin es un proceso afectivo desagradable de
desenmascarar la irrealidad de una ilusin, y puede provocar trastornos psquicos. 2. Interpretacin
equivocada de los elementos de una experiencia, de manera que sta ya no corresponde a la situacin
objetiva presente o recordada. En general se distinguen los siguientes tipos de ilusin: Ilusiones de la
memoria, en que existe un error con respecto al tiempo o se incluyen elementos no contenidos en la
percepcin original; Ilusiones de la percepcin, que, a su vez, se dividen en Ilusiones de mocin en que
un objeto inmvil parece moverse (ste puede ser el propio cuerpo o parte del mismo, o bien algn
objeto externo); Ilusiones de orientacin que consisten en una interpretacin equivocada acerca de la
posicin que ocupa el propio cuerpo en el espacio; Ilusiones con respecto al espacio visual, o sea
interpretaciones errneas con respecto a la posicin espacial relativa de ciertas figuras u objetos vistos.
Las ilusiones espaciales ms llamativas reciben el nombre de sus descubridores, por ejemplo, Hering,
Mller-Lyer, Poggendorf, Zllner. Comparar estos trminos. Ilusiones de Perspectiva Reversible, que
tienen lugar en figuras planas o slidas cuyas partes se presentan, a veces, ms cercanas, a veces ms
alejadas del ojo (por ejemplo Ilusin de la Escalera). La ilusin debe distinguirse de la Alucinacin cuya
construccin central no es existente en la realidad, mientras la ilusin solo cambia los detalles de la
percepcin. 3. (Psicoanlisis) La ilusin es casi invariablemente un producto de fuerzas en la esfera del
inconciente. Cuando un impulso, nacido del inconciente, es rechazado por la esfera conciente e
inconciente, el individuo falla al reconocer la genuinidad del impulso y debe desarrollar una o ms
creencias alrededor de aqul, tergiversando los hechos. (Alemn: Tauschung, Sinestuschung; Ingls:
Illusion.)
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Generalidades.- Ilusin es la percepcin falseada o deformada de un objeto real. Causas: 1)


Debilitacin de la atencin por fatiga o en la transicin entre el sueo y la vigilia. En la excitacin
psicomotriz por inestabilidad en la atencin. En la depresin psicomotriz por introversin de la atencin.
En la confusin mental por la torpeza del sensorio. En las demencias por la debilitacin de la psique. 2)
Exaltacin emocional. Ms frecuente que la anterior (Betta, 1984:87).
Betta Juan (1984) Manual de Psiquiatra. Buenos Aires: CEA, Octava edicin.

Segn Freud.- Romero y Sauane sintetizan la evolucin del concepto de la siguiente manera:
1921.- "Psicologa de las masas y anlisis del yo": Habla de la 'ilusin' de que el jefe de la masa ama a
todos los igual, y dice que "de esta ilusin depende todo". Es un triple ilusin: a) se trata de un nico y
mismo objeto (el que ha ocupado el Ideal del Yo); b) ese objeto los ama, protege, etc. y c) a todos por
igual. Posteriormente esto determinar las identificaciones recprocas entre los miembros.
1926.- "El porvenir de una ilusin". Donde define ilusin como una creencia muy particular, porque en su
motivacin u origen se esfuerza el trabajo de un deseo. Esto implica que el sujeto mantiene la creencia a
pesar de que la realidad objetiva le dice lo contrario. Por ejemplo la ilusin de casarse con un rey,
reactualizada en teleteatros.
Condensado de Romero R y Sauane S (1995) Grupo, objeto y teora, Tomo III. Buenos Aires: Lugar Editorial. Se
incluyen agregados de las clases del Lic. R. Romero 5-9-95, 12-9-95 y 3-10-95 (Ctedra de Teora y Tcnica de
Grupos II, Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires).

IMAGEN
Definicin.- Es la representacin psquica de un objeto registrado por la conciencia a travs de un
mecanismo sensoperceptivo (Betta, 1984:85).

Betta Juan (1984) Manual de Psiquiatra. Buenos Aires: CEA, Octava edicin.

Clasificacin.- Las imgenes sensoperceptivas normales son: a) Imagen sensorial: Es la imagen


obtenida por la observacin directa del objetivo. Caracteres: nitidez, corporeidad, fijeza, extrayeccin, no
influenciable. b) Imagen consecutiva: Tambin llamada post-imagen sensorial. Es la persistencia de la
imagen sensorial despus de desaparecido el estmulo, cuando ste es muy intenso. c) Imagen
mnemnica: Es la imagen del recuerdo evocada por la memoria. Muy inestable e influenciable por la
voluntad. d) Imagen fantstica: Tambin llamada confabulatoria. Es una creacin producto de la
imaginacin. e) Imagen eidtica: Tambin llamada intuitiva. Corresponde a la etapa intuitiva del
desarrollo mental. Extrayeccin condicionada. Doble influenciabilidad: endgena y exgena. f) Imagen
onrica: Forma el contenido del ensueo de origen mnemnico o imaginativo. g) Imagen pareidlica:
Creada por la fantasa y originada en imgenes reales que agrupadas de diversas maneras constituyen
una nueva imagen (Betta, 1984:86).
Betta Juan (1984) Manual de Psiquiatra. Buenos Aires: CEA, Octava edicin.

Imagen alucinoide.- Imagen autnoma y similar a una alucinacin, excepto por el momento de su
aparicin (ligadas exclusivamente a estados carenciales, hipertermia, etc.), y por el hecho de que la
persona mantiene los ojos cerrados y sabe que lo que experimenta son imgenes.
Belloch A y otros, Manual de Psicopatologa, Madrid, McGraw Hill, 1995, pg. 227.

Imagen eidtica.- Variedad de imagen mnmica consistente en la representacin mental de una


experiencia sensorial previa (de un percepto), que conserva todas o la mayor parte de las propiedades de
ese percepto, y que la persona puede evocar a voluntad.
Belloch A y otros, Manual de Psicopatologa, Madrid, McGraw Hill, 1995, pg. 227.

Descripcin fenomenolgica de la imagen.- Sartre busca en este libro describir la funcin irrealizante
de la conciencia imaginante y de su correlato noemtico, lo imaginario. O sea, quiere hacer una
psicologa fenomenolgica de la imaginacin, aplicando el mtodo fenomenolgico al estudio de la
imagen.
Para ello distingue entre conciencia de objetos reales (percepcin de una persona en un aqu y ahora) y
conciencia de objetos imaginarios (la misma persona imaginada). Un objeto imaginario es una creacin
pura que ofrece la posibilidad de negar el mundo, pero que al mismo tiempo resulta inconcebible separar
esa imaginacin aislante de la conciencia que est en el mundo.
El mtodo para hacer una fenomenologa de la imagen consiste en: a) producir imgenes en nosotros; b)
reflexionar sobre ellas; y c) describirlas, o sea definir sus caractersticas distintivas. Al trmino de esta
descripcin, Sartre encuentra cuatro caractersticas de la imagen:
1) La imagen es una conciencia: la imagen no es algo que est en la conciencia, como un objeto dentro
de una caja, sino que la imagen es la relacin de la conciencia con el objeto real, es un tipo de
conciencia (llamada conciencia imaginante) consistente en una organizacin sinttica directamente
relacionada con el objeto existente.
2) La imagen es una casi-observacin: mientras que en la percepcin voy aprendiendo por sucesivos
escorzos nuevas cosas sobre el objeto, en la imaginacin no aprendo nada nuevo, pues una imagen es
nada ms que la conciencia que del objeto tengamos: en la imagen est puesto lo que sabemos del
objeto.
3) La conciencia imaginante propone al objeto como una nada: el objeto intencional de la conciencia
imaginante tiene de particular que no est all, sea que lo propongamos como inexistente, como ausente,
como existente en otro lugar, etc.
4) Espontaneidad: en la percepcin hay pasividad, mientras que en la imaginacin hay actividad o
espontaneidad porque produce y conserva al objeto como imagen. A pesar de que no nos ensea nada, la
conciencia imaginante es creadora en aquel sentido.
Luego de esta descripcin, Sartre habla de la familia de la imagen, o sea de los tipos de imgenes que
hay. Est la imagen mental, pero tambin hay imgenes fsicas como retratos, caricaturas, fotos, que son
un soporte material o representante analgico del objeto ausente (analgico porque hay similitud). En
estos casos se trata de animar a cierta materia para hacer de ella la representacin de un objeto
ausente.
Hay tambin imgenes mixtas (mitad mentales y mitad fsicas) como las manchas, las nubes, etc, y en
general, todo material poco estructurado: hay un soporte fsico, pero tambin un componente mental,
porque el sujeto estructura el material fsico de acuerdo a su imaginacin.
La imaginacin emplea imgenes, pero la significacin emplea signos (por ejemplo palabras), los cuales
no son representantes analgicos del objeto sino representaciones arbitrarias. A pesar de esto, hay
representaciones intermedias entre la imagen y el signo, como por ejemplo los dibujos esquemticos.
Condensado de Sartre Jean Paul (1963) Lo imaginario (parte I).

Clasificacin.- La imagen, considerada a la vez como suceso psicolgico y como soporte eventual de
otras actividades mentales se caracteriza, por una parte, por su naturaleza de evocacin figurativa y, por
otra, por su intervencin en una actividad psicolgica con cierto grado de control conciente.
Denis cita tres criterios para clasificar los fenmenos de formacin de imgenes, mediante una
clasificacin de las imgenes mismas: 1) segn el rgano sensorial implicado; 2) segn los caracteres
extrnsecos de la imagen o sea concretamente las condiciones de su produccin; y, cuando este criterio
es insuficiente, recurrimos a 3) ciertas propiedades intrnsecas de la imagen, por ejemplo sus aspectos
estructurales. As, quedan tres clasificaciones:
1 criterio

2 criterio

Visuales
Auditivas
Cinestsicas
Tctiles
Olfativas y gustativas
Alucinatorias

Vinculadas a la percepcin
De pensamiento
3 criterio
(Piaget)

Hipnaggicas
Hpnicas
Alucinatorias propiamente dichas
De aislamiento perceptivo
De estimulacin rtmica
Consecutiva
Consecutiva de memoria
Eidtica
De memoria (funcin referencial)
De imaginacin (funcin elaborativa)

Reproductivas
Anticipatorias

Nos interesarn las dos ltimas clasificaciones. Empezando con las imgenes alucinatorias, tienen estas
caractersticas: son autnomas (no controladas por la voluntad), aparecen en estados casi hipnticos
donde hay un descenso de la vigilia, y son novedosas, con vivacidad de colores y claridad de detalles.
Dentro de ellas estn primero las imgenes hipnaggicas, que aparecen en la semiconciencia (entre
vigilia y sueo). Pueden ser manchas luminosas ms o menos coloreadas, a veces rostros familiares,
etctera. Vagas y discontinuas, pueden reproducir impresiones sensoriales repetidas en la vigilia anterior.
En estas imgenes el sujeto no est presente como actor, lo que s sucede en las imgenes hpnicas, que
son las del sueo. Estas son muy ricas y se pueden modelar por estimulaciones exteroperceptivas.
Aparecen formando episodios narrativos y generalmente tienen una fuerte carga afectiva. Podemos
incluir aqu tambin las imgenes hipnoides (aparecen en la hipnosis o sueo artificial) y las hiponoides
(ensoacin imaginativa en un sujeto ms o menos desconectado del entorno).
Las imgenes alucinatorias propiamente dichas aparecen en sujetos enfermos o que consumen drogas
alucingenas. Primero implican modificaciones de lo percibido, y luego empiezan a aparecer imgenes
totalmente nuevas. Son muy autnomas: se imponen al sujeto, aunque cierre los ojos.
Las imgenes de aislamiento perceptivo son sensaciones visuales no estructuradas y a veces
significativas, que aparecen cuando hay una privacin sensorial prolongada o en sujetos imaginativos y
creativos.
Las imgenes de estimulacin rtmica aparecen cuando hay una estimulacin visual rtmica
(estroboscopio y/o aplicacin de pequeas descargas en las sienes). Dicha estimulacin produce una
somnolencia que produce imgenes luminosas no significativas. Tambin aparecen en sujetos
imaginativos.
Al contrario de todas las anteriores, las imgenes vinculadas a la percepcin aparecen en estados de
vigilia normal y por tanto pueden integrarse a la actividad mental normal. Un tipo de imagen es la
imagen consecutiva, que es la persistencia momentnea de un estado sensorial inducido por un estmulo
intenso y breve y una vez que ste desapareci. Algunos hablan aqu de impresin pos-sensorial (pues
persiste la actividad del rgano sensorial). En la modalidad visual, esta imagen puede ser positiva o
negativa, y se favorece cuando hay mucho contraste. Dura algunos segundos y tiene inestabilidad
espacial (se mueve segn el movimiento de los ojos), ambas cosas que la distinguen de la impresin
sensorial.
La imagen consecutiva de memoria (o icono) implica el almacenamiento en la memoria a muy corto plazo
de una imagen positiva consecutiva a la presentacin de un estmulo en visin taquitoscpica. A pesar de
su brevedad (unos 250 msg) contiene informacin utilizable por el sujeto despus que desapareci el
estmulo.
La imagen eidtica, en la forma visual, es una imagen positiva, de gran vivacidad (casi igual a un
percepto). Tiene gran riqueza de detalles y es muy ntida. No se mueve con el movimiento ocular y puede
durar varios minutos (a diferencia de la imagen consecutiva). No es alucinacin pues hay aqu conciencia

de imagen. Suele aparecer en nios con lesiones o retrasos, por lo que se supone que son formas de
producir imgenes primitivas, que luego fueron reemplazadas por modalidades cognitivas ms
abstractas.
Las imgenes de pensamiento, a diferencia de las anteriores, se refieren a experiencias imaginativas
relativamente independientes de una percepcin reciente. La imagen de pensamiento es entonces una
representacin subjetiva atenuada de una percepcin o sensacin presente en la conciencia del sujeto
como elemento del pensamiento, no como elemento sensorial. No es autnoma, puede evocarse a
voluntad como suceso pasado o como anticipacin de sucesos futuros, visualizacin de datos de un
problema, creacin, etctera. No son imgenes eidticas porque son menos vivaces y no se las toma
como sensoriales.
Las imgenes de memoria cumplen una funcin referencial: ubican una experiencia sensorial en un lugar
del pasado. Las imgenes de imaginacin en cambio, tienen una funcin elaborativa, pues son una
creacin a partir de combinaciones de imgenes de memoria (que no son creativas, sino rememorativas).
Pero adems debe aclararse otra distincin entre funcin referencial y elaborativa: la primera puede
tener por objeto datos particulares (algo concreto ubicado con precisin en el espacio y el tiempo) o
conceptos genricos (sucesos indefinidos en su ubicacin histrica y configuracin). La segunda tambin
puede referirse a contenidos particulares o genricos, pero son organizaciones nuevas de imgenes entre
s. Esto puede desembocar en la creacin de nuevos contenidos, ya que aplica una transformacin a un
contenido imaginado. Por ello a veces la imagen tiene una gran plasticidad como para poder ir siendo
cambiada.
Piaget e Inhelder proponen una clasificacin gentica de las imgenes atendiendo a su estructura.
Primero se dan las imgenes reproductivas (imaginar objetos estticos de experiencias perceptivas
conocidas), y luego aparecen imgenes de movimientos y transformaciones (que anticipan por eso
anticipatorios- movimientos an no percibidos como plegar dos veces una hoja cuadrada en dos partes
iguales, o tambin movimientos conocidos pero que implican una movilidad de la imagen,
transformaciones conocidas como dividir un cuadrado en dos rectngulos iguales). Las imgenes
reproductivas se forman en el nivel preoperatorio y las anticipatorios en el comienzo de las operaciones
concretas.
En general, las imgenes mentales ayudan en mucho a resolver situaciones como pensar, recordar,
comprender palabras y frases, pero no son absolutamente necesarias para ello: podemos resolverlas
prescindiendo de la formacin de imgenes. Consiguientemente, sera errneo explicar una conducta a
partir del supuesto que el sujeto form imgenes concientemente. Supondremos entonces que hay otros
recursos psquicos, que no son las imgenes, los que explican las conductas. As por ejemplo respecto de
un estmulo verbal, el tratamiento cognitivo que da el sujeto a la informacin verbal no puede reducirse
simplemente a una experiencia subjetiva conciente del sujeto. Concluimos entonces que las propiedades
funcionales de las imgenes mentales son relativamente independientes del contenido conciente
elaborado por la actividad de formacin de imgenes.
Resumen de Denis Michel (1984) Las imgenes mentales. Mxico: Siglo XXI. Captulo 3.

La imagen como sistema simblico de representacin.- Los planteos de Piaget y de Paivio dan a la
imagen un papel decisivo en las actividades cognitivas: la imagen expresa el conocimiento del mundo
que tiene el sujeto, y est directamente vinculada con la funcin simblica. Analizaremos el pensamiento
de Bruner, de Piaget e Inhelder y el de Paivio al respecto.
Bruner habl de tres etapas en el nio: la representacin motriz, la representacin en imgenes, y la
representacin simblica (verbal). La imagen es relativamente independiente de la accin y por lo tanto
es ms flexible que la representacin motriz. La representacin simblica es an ms abstracta, pues por
ella no slo se pueden representar especimenes sino tambin clases, e incluso combinar clases entre s.
Entonces para Bruner la representacin en imagen es un trnsito hacia formas de representacin ms
complejas. Incluso no pudo concebir que las imgenes, que l describe como estticas, puedan
evolucionar hacia formas ms dinmicas.
En Piaget e Inhelder la imagen mental no es una simple prolongacin de la percepcin, es una imitacin
activa e interiorizada pues la imagen evoca figuralmente objetos, relaciones e incluso clases,
comportando un alto nivel de esquematizacin.
La imagen es figural, o sea es una figura que representa un objeto ausente (por oposicin a la
percepcin, que tambin es figural pero en presencia del objeto). Por tanto la imagen implica distinguir
un objeto ausente (significado) y un objeto presente que es la imagen que lo evoca (significante). La
imagen tiene adems una determinada significacin.
Adems del aspecto figurativo, la imagen tiene un aspecto de imitacin, lo que queda comprobado por
pruebas psicofisiolgicas (motricidad ocular) y genticas (la imagen como imitacin empieza con la
imitacin senso-motriz, desde la cual luego surgir la imitacin diferida que se realiza en ausencia del
modelo, y luego ms tarde llega la imitacin interiorizada, punto de partida de la representacin en
imagen). Por tanto la imagen est ms cerca de lo simblico que de lo perceptual. La imagen es un
smbolo. Tambin puede describirse genticamente el progreso de la imagen cuando esta pasa de la
imagen reproductiva (nivel preoperatorio) a la imagen anticipatoria (nivel operatorio).

Paivio estudiar la imagen en relacin con la palabra, que es otro proceso cognitivo. Imgenes y palabras
son formas de representacin simblica que forman sistemas de codificacin. La imagen se desencadena
a partir de un hecho u objeto, y la palabra deviene de una seal perceptivo motriz. La palabra puede
evocar otras palabras o tambin imgenes, y las imgenes pueden evocar otras imgenes o palabras,
formndose as cadenas de transformaciones simblicas. Cuanto ms concreta es una situacin, mayor
ser la tendencia a evocarla mediante una imagen, y cuanto ms abstracta, mayor posibilidad de empleo
de la forma verbal de representacin simblica.
La imagen visual est ms vinculada a lo espacial, mientras que el sistema verbal, al ser audiomotriz,
est ms vinculado a lo temporal, a lo secuencial. Adems, la imagen es ms susceptible de
transformaciones simblicas, pero la palabra es ms esttica.
Las imgenes, que se refieren a propiedades perceptivas y figurativas de objetos concretos, son
histricamente anteriores a la aparicin del lenguaje, el cual slo designa conceptos, clases, relaciones,
etctera. Tambin las imgenes, como el lenguaje, progresan desde lo ms concreto a lo ms abstracto.
Para Paivio la imagen es un sustituto de una percepcin no realizada; en cambio Piaget va algo ms lejos
al decir que la imagen es un proceso unido al progreso de los esquemas de la inteligencia. Lo imaginado
depende ms de los esquemas disponibles en ese momento que de las caractersticas perceptuales del
objeto imaginado.
Las ideas de Paivio y de Piaget no son incompatibles con el llamado modelo de la doble codificacin. En
actividades muy especficas y con consignas muy precisas, un sujeto puede usar solamente un cdigo (el
figurativo o el verbal), pero en tareas ms complejas, de hecho las ms habituales, se hace una doble
codificacin y adems se consideran otros cdigos adems de esos dos, como el cdigo sensomotriz. El
modelo de la doble codificacin no es suficiente para explicar todo el funcionamiento psicolgico humano.
Otros autores propusieron un modelo ms abstracto donde carece de sentido hablar de modalidades
(figurativa, verbal, etc) y donde el proceso se realiza desde un nico aparato cognitivo. Algunos llegaron
a decir que una escena visual y una descripcin lingstica de dicha escena estn inscriptos en la
memoria bajo una sola forma conceptual. Opinamos que no hay campos especficos dentro de la
representacin, sino que todos esos campos estn presentes, en mayor o menor medida segn lo que se
busque, en todas las representaciones.
Resumen de Denis Michel (1984) Las imgenes mentales. Mxico: Siglo XXI. Captulo 8: La imagen como sistema
simblico de representacin.

El papel de la imagen en la representacin cognitiva.- La actividad de formacin de imgenes es


una actividad constructiva que ofrece al sujeto anlogos cognitivos de los objetos, unidades de
representacin que estn disponibles en la memoria y que pueden ser activadas y utilizadas en procesos
especializados como el aprendizaje y la resolucin de problemas.
Debemos reinsertar la imagen en un conjunto ms amplio, pues hay aspectos del mundo de los que no
podemos tener una representacin figurativa (afectos, funciones, etc). Entonces una representacin en
imagen puede ser una representacin en imagen de palabra, que es la figuracin de una parte del
significado de dicha palabra.
La representacin en imagen la concebiremos, adems, como un todo resultante de la composicin de
varios rasgos figurales, y no de entrada como una totalidad indisoluble.
- Rasgos semnticos figurativos.- El significado de muchas palabras se puede descomponer en unidades
semnticas ms pequeas; por ejemplo caballo se descompone en cuatro patas, relincho, crines,
amigo del hombre, etctera. Algunos de estos significados estn ms ligados a lo perceptivo (cuatro
patas, relincho) y otros no (amigo del hombre) aunque por va asociativa ste ltimo puede remitirse a
algo figurativo. Un mismo significado puede remitirse a imgenes visuales y auditivas conjuntamente.
Los rasgos que definen un concepto estn representados en el sistema cognitivo del sujeto en forma de
unidades psicolgicas portadoras de elementos de significacin. La combinacin de dichas unidades
permitira la formacin de la imagen del objeto.
Estas unidades pueden estar simplemente disponibles (en la memoria a largo plazo) o ser actualizadas
para su empleo. Lo que s entonces se actualizan son los rasgos semnticos figurativos, que desembocan
en la formacin de imgenes. Formar una imagen implica activar y componer esos rasgos semnticos
figurativos. Figurativos porque corresponden a propiedades fsicas del objeto. Esta actualizacin es
siempre selectiva, o sea se seleccionan los rasgos que se emplearn para determinado fin cognitivo.
El contexto en que se da la formacin de imgenes es muy importante: por ejemplo es ms probable la
formacin de imgenes frente al estmulo verbal la herramienta contra la madera que ante la
herramienta al servicio de la tcnica, porque este ltimo incluye elementos no figurativos o abstractos,
como tcnica. Pero no slo interesa el contexto lingstico, sino tambin aquel que viene dado por el tipo
de tarea a realizar: diferentes tareas pueden actualizar diferentes subconjuntos de rasgos (figurativos
algunas veces, no figurativos otras).
El valor de formacin de imgenes de una palabra, o sea su capacidad para evocar una imagen, se
extiende entre los extremos sin imagen e imagen muy precisa, y se puede predecir este valor
conociendo los rangos semnticos figurativos de un concepto dado. Las palabras ms genricas tienden
menos a formar imgenes que las concretas. Por tanto la categora del concepto es importante.

No debemos asignar a la composicin de unidades o rasgos semnticos un carcter demasiado atomista:


los rasgos no son independientes sino que se vinculan entre s, no slo por razones estadsticas sino
tambin estructurales (alargada y delgada son rasgos figurativos de la vbora, que se asocian
estructuralmente).
- Representacin cognitiva de las categoras.- Se tiende a pensar que la riqueza semntica de un
concepto es tanto mayor cuanto ms abajo se encuentra en la taxonoma a la que pertenece: el
significado especfico comprende ms rasgos semnticos que el significado general (por ejemplo
higuera tiene ms rasgos semnticos que rbol). Esto es cierto desde el punto de vista lgico, pero no
tanto desde el psicolgico, porque se vio que muchas veces hay sujetos que asignan a un concepto el
significado de un subconjunto de dicho concepto (de vehculo dicen tiene ruedas, cuando en rigor slo
algunos vehculos las tienen). Se suele tomar la subcategora que ilustra mejor la categora. Por tanto,
concluimos que los conceptos generales pueden representarse figurativamente, es decir mediante
imgenes, pero atendiendo slo a subclases representativas o prototpicas.
Otra cosa observada fue que cuando un sujeto debe dar una respuesta grfica del vocablo pjaro, su
respuesta es ms rpida que la respuesta frente a mueble, pues la primera palabra, si bien tan general
como la segunda, contiene ms elementos figurativos. La expresin pjaro es una categora homognea
pues sus miembros comparten gran cantidad de rasgos figurativos, mientras que mueble es ms
heterognea.
Dentro de la taxonoma, podemos identificar la existencia de un llamado nivel de base, donde quedan
separados por un lado los conceptos directamente evocables figurativamente, y por el otro los conceptos
para cuya evocacin grfica requieren ser remitidos a una subclase. Mueble y pjaro, si bien son ambos
conceptos generales, son diferentes desde el punto de vista cognitivo: mueble est ms arriba que
pjaro. El nivel de base corresponde al nivel taxonmico ms inclusivo (ms amplio) en el que an se
puede formar una imagen visual del concepto.
Una palabra, dentro de un contexto de oracin, puede sugerir con ms facilidad imgenes debido al
contexto oracional.
La imagen, y sobre todo la imagen prototpica de una determinada clase, es una modalidad de
representacin econmica pues proporciona, en forma sinttica, una importante cantidad de informacin
sobre la clase evocada.
- Imgenes de nociones abstractas, cualidades, acciones y relaciones.- El aprendizaje y factores
culturales hacen que representemos nociones muy abstractas mediante metforas (arbitraje con silbato,
justicia con balanza), en cuyo caso estamos tomando rasgos figurativos de otros conceptos asociados.
Estos smbolos o metforas son ideogramas que forman parte del patrimonio cultural del sujeto. Otras
veces en lugar de emplear ideogramas se utilizan imgenes sensoriales asociadas (cuando deben
evocarse conceptos abstractos que designan emociones o sentimientos). Por ltimo, hay conceptos
abstractos, como interaccin que se prestan ms fcilmente que otros a la evocacin en imagen.
Hasta ahora examinamos los conceptos sustantivos, pero tambin hay adjetivos, verbos, etctera. Estos
ltimos se evocan gracias a los sustantivos a los cuales estn unidos en la oracin, pero, tienen un valor
propio para evocar por s solos imgenes? Un adjetivo o un verbo fuera de contexto es igualmente
vinculado por el sujeto con un sustantivo. Lo mismo pasa con las proposiciones. Adjetivos, verbos y
proposiciones son ms fcilmente evocables si se vinculan a sustantivos ms concretos.
Resumen de Denis Michel (1984) Las imgenes mentales. Mxico: Siglo XXI. Captulo 10: El papel de la imagen en la
representacin cognitiva.

Imagen primordial.- La imagen primordial es: principalmente, un precipitado o depsito, y, por lo


tanto, la tpica forma bsica de una experiencia siempre repetida. Cuando una imagen posee carcter
arcaico, Jung la llama imagen primordial, entendiendo por carcter arcaico de una imagen aquel que est
en estrecha relacin con motivo de la mitologa familiar. En este caso significa un material derivado en su
origen del inconciente colectivo y que en la situacin momentneamente conciente recibe influencias,
aunque no demasiadas, tanto del lado personal como del colectivo. Como motivo mitolgico es una
expresin continuamente repetida y constantemente efectiva que ciertas experiencias psquicas
despiertan o formulan adecuadamente.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

IMAGEN CORPORAL
Definicin.- 1. Representacin mental que el individuo posee de su propio cuerpo en reposo o en
movimiento, constituida sobre la base de interocepciones, cambios posturales, contactos con individuos y
objetos del mundo exterior, fantasas y experiencias emocionales. 2. Concepto corporal. 3. Suma de
todas las relaciones que involucran al cuerpo como fundamento o trmino. 4. Schiller y Head describieron
la distorsin de la imagen corporal desde un punto de vista neurolgico y psiquitrico, extendieron sus
descubrimientos al campo de la normalidad: la imagen corporal cambia a cada nueva posicin y
movimiento del cuerpo, y su desarrollo depende del contacto social.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Imagen corporal y esquema corporal.- Si, en principio, el esquema corporal es el mismo para todos
los individuos (de una misma edad o viviendo bajo un mismo clima, poco ms o menos) de la especie
humana, la imagen del cuerpo, por el contrario, es propia de cada uno: est ligadas al sujeto y a su
historia (). La imagen del cuerpo es la sntesis viva de nuestras experiencias emocionales:
interhumanas, repetitivamente vividas a travs de las sensaciones ergenas electivas, arcaicas o
actuales. Se las puede considerar como la encarnacin simblica inconciente del sujeto deseante y ello,
antes inclusive que el individuo en cuestin sea capaz de designarse con el pronombre personal Yo,
antes de que sepa decir Yo (Dolto, pgina 21).
Dolto, La imagen inconciente del cuerpo.
Trastornos.- Cada poca ha propuesto culturalmente su propio modelo ideal de cuerpo. As, por
ejemplo, podemos diferenciar el modelo renacentista de las madonas opulentas, y del mismo modo gran
parte del mundo hoy en da valora un cuerpo delgado y estilizado. Indudablemente que, as como la
obesidad se considera un patologa, podemos pensar que un cuerpo delgado es una condicin de salud.
Pero, como indica Brusca (1993:10), si nosotros elegimos tener un cuerpo flaco como una forma de
cuidado de nuestra vida, con la libertad de hacerlo 'como podamos' y sobre todo con una actitud de amor
hacia nosotros mismos, esa conducta nos beneficiar. Sin embargo, si nos vemos forzados a lograr una
imagen corporal flaca como una demanda externa para sentirnos valorados, esto puede ser una conducta
narcisista. Lo que convierte en patolgica esta conducta es la obligatoriedad, muchas veces inconciente,
de hacer algo para ser querido por otros. Este cuerpo flaco tiene un significado flico, es un instrumento
de poder, un arma para vencer la desvalorizacin.
Segn la interpretacin del Lic. Brusca, debemos ver entonces en la anorexia y la bulimia un problema
bsicamente de autoestima no resuelto adecuadamente. Creo que podra entenderse del siguiente modo:
la paciente anorxica o bulmica tiene, por algn motivo que debemos descubrir en la infancia, una baja
autoestima. Para poder elevarla, recurre a la necesidad de aprobacin de los dems quienes, por el
patrn cultural de la poca, las 'prefieren delgadas'. Slo as podrn ser admiradas y reconocidas. Esta
necesidad de aprobacin externa es tan intensa que en la mujer se crea un terror a engordar, que en su
fantasa es sinnimo de terror a no ser reconocida o querida. Pienso adems, que la gran frecuencia de
casos de anorexia y bulimia en el sexo femenino obedece no tanto a que el patrn cultural de cuerpo
delgado se aplica a la condicin femenina, ya que tambin es exaltado y admirado el cuerpo delgado
masculino, sino a la peculiar caracterstica femenina de 'ser amada' (mientras que el varn tiende ms a
'amar'). Esta condicin pasiva femenina hace que ponga todo su empeo para 'ser amada', y para ello
debe mostrarse delgada, pues as satisface la expectativa cultural.
Todos estos factores devienen en una imagen distorsionada del propio cuerpo. Debemos reconocer que
en todos nosotros, ms all de si padecemos o no estos trastornos, hay una tendencia a ver nuestro
cuerpo mejor o peor de lo que realmente es, tendemos a vernos ms obesos o ms delgados, ms altos o
ms bajos. En el caso de las personas anorxicas y bulmicas, esta tendencia se acenta notoriamente,
precisamente por un intenso temor a no 'ser gorda', lo cual se expresa as: "como estoy gorda no voy a
comer, o voy a vomitar la comida". El cuerpo que ven los dems en ella no es el mismo que ella ve en el
espejo. Se ve gorda a pesar de estar delgada, y verse as lo es una carga que debe llevar siempre y que
la atormenta, y por ende ella misma es la nica que puede controlar esta situacin y mejorar su cuerpo
dejando de comer.
La autopercepcin distorsionada del propio cuerpo puede derivar tambin de vivencias infantiles. Desde
nios empezamos a percibir nuestro cuerpo mediante los diversos sentidos: primer interoceptivamente a
travs de sensaciones internas, y luego exteroceptivamente tocndonos (sentido tctil), vindonos
(espejo), etc. Segn algunos investigadores (Agero, 1993:12), los pacientes con anorexia y bulimia han
inhibido las experiencias tctiles y motoras, privilegiando los sentidos a distancia. Esto impide percibir
adecuadamente los propios lmites y poder construir un esquema corporal funcional.
Adems, madres que no han sido lo suficientemente afectivas con sus nios generan en estos una
sensacin de vaco afectivo, que luego se transforma en vaco corporal. Capas y capas de grasa tratarn
de "completar" este vaco y se colocarn como corazas frente a la frustracin afectiva. Estas capas
podrn existir en la realidad (obesidad) o solo en la imaginacin (anorexia, bulimia).
Cazau P (1993) Vocabulario de Psicologa. Buenos Aires: Redpsicologa.
Referencias bibliogrficas
Aguero M (1993) Cuerpo y comida, Revista Psicologas de Buenos Aires, Septiembre de 1993, nmero 12.
Brusca J (1993) El narcisismo de un cuerpo flaco, Revista Psicologas en Buenos Aires, septiembre de 1993, nmero
12.

IMAGINACIN
Definicin.- 1. La reorganizacin de datos derivados de la experiencia pasada y su combinacin
mediante nuevas relaciones, de manera que resulta una nueva experiencia ideativa. 2. (Psicologa
Analtica) Jung usa el concepto de la Imaginacin activa; significa la vivencia activa de los smbolos. Se

comprende por imaginacin literalmente lo que las palabras, la fuerza de imaginarse algo, quieren
expresar en el sentido amplio de la palabra, y en contraposicin a la palabra fantasa. La imaginacin es
la revivencia de los ms profundos fenmenos arcaicos de la psique, y tiene una fuerza creadora y
curativa (Psychologie und Alchemie). (Alemn: Einbildungskraft.)
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Definicin.- La imaginacin es una forma de elaboracin del pensamiento que ordena, enlaza y
coordina en mltiples combinaciones los elementos preexistentes del capital cognoscitivo personal
evocados por la memoria, para dar forma a cosas nuevas y a concepciones originales y cada vez ms
perfectas, hasta culminar en las creaciones geniales de la invencin y de la inspiracin Tiene ntima
relacin con la memoria de evocacin (Betta, 1984:142).
Betta Juan (1984) Manual de Psiquiatra. Buenos Aires: CEA, Octava edicin.

Clasificacin.- Puede ser: 1) Imaginacin reproductora: Es la evocacin de imgenes, representaciones


y elementos que se someten a mltiples elaboraciones para reproducirse con un mayor grado de
perfeccin y configurar concepciones de mayor jerarqua: es la forma ms frecuente. 2) Imaginacin
creadora: Encauza el pensamiento hacia nuevos enfoques y combinaciones originales del material del
propio conocimiento de donde surgen creaciones que a veces llegan hasta lo genial. Depende de la
inteligencia (Betta, 1984:142).
Betta Juan (1984) Manual de Psiquiatra. Buenos Aires: CEA, Octava edicin.

Psicopatologa de la imaginacin.- Se registran alteraciones cuantitativas y cualitativas. a)


Alteraciones cuantitativas: 1) Imaginacin aumentada: En la excitacin psicomotriz, especialmente en la
mana; en algunos delirios; en intoxicaciones por alcaloides, morfina y cocana. 2) Imaginacin
disminuida: En todos los casos de imaginacin psquica: melanclicos, dementes y oligofrnicos. b)
Alteraciones cualitativas: Cuando el juicio no controla eficazmente la imaginacin se desborda y cae en la
mentira y en la fabulacin (Betta, 1984:142).
Betta Juan (1984) Manual de Psiquiatra. Buenos Aires: CEA, Octava edicin.

Imaginacin activa.- Jung utiliz con sus pacientes la tcnica de la imaginacin activa, que consista en
amplificar las imgenes que aparecan en los materiales onricos o en el nivel aparentemente conciente.
Surgan as una multiplicidad de imgenes caticas, crculos, esferas, formas tridicas, espirales, etc, que
Jung llam imgenes mandlicas. El mtodo de la imaginacin activa pone al descubierto la
fenomenologa del inconciente colectivo y sus contenidos los arquetipos (Costa, 1997:77).
Costa Nstor (1997) Sincronicidad y saber absoluto en la teora de Carl Jung. Centro Editor Argentino, Buenos Aires.

IMAGO
Definicin.- Para Freud la imago designa la pervivencia imaginaria de algunos de los participantes de
las relaciones intersubjetivas reales y fantasmticas de un sujeto en su mbito familiar
predominantemente (pg. 72). Para M. Klein las imagos son objetos fantaseados que tienen como
prototipo los objetos originarios (padres reales) deformados por la proyeccin de los primeros impulsos
(pg. 73).
Rousseau Mignon (1995), Grupo, esa posible-imposibilidad Buenos Aires: Tekn.

Imago de los padres acoplados.- Trmino introducido por M. Klein para designar una imagen
fantaseada experimentada por lo general como figura terrorfica que representa a los padres combinado
con un coito ininterrumpido: la madre, conteniendo el pene del padre o al padre en su totalidad: el padre,
conteniendo el pecho de la madre o a la madre en su totalidad. Esta fantasa de los padres combinados,
en la que no se diferencia completamente el padre de la madre, juega un papel importante en el
Complejo de Edipo temprano y se reactiva regresivamente como medio de negar la relacin sexual entre
los padres en etapas posteriores.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

IMC
Definicin.- Indice de masa corporal. Es la proporcin entre el peso y el cuadrado de la altura: IMC =
kg/metros cuadrados (pg. 554). En psicopatologa es un parmetro importante cuando se trata de
identificar ciertas patologas como la anorexia o la bulimia.
Belloch A y otros, Manual de Psicopatologa, Volumen I, Madrid, McGraw-Hill, 1995.

IMITACIN

Definicin.- En su sentido corriente de copia o reproduccin de algo comn o un modelo, la imitacin se


da en la vida psquica, segn el plan conciente o inconciente en que se efecte, segn la naturaleza del
modelo, etc. Para G. Tarde, la imitacin es la caracterstica de los hechos sociales, en oposicin a la
invencin, que es propia del individuo. Tarde considerara la imitacin como la fuerza creadora social ms
importante (Les lois limitation, 1890). Todos los grandes valores -dice Vierkand- de lo que puede gozar
el sur humano en su actividad creadora, en la familia, en la amistad, en la religin y en el arte, estaran
ocultos para el individuo sin la llave que le da en la mano la imitacin. Aristteles afirma en su Potica
que el arte es la imitacin de la naturaleza. Segn otro concepto, el arte es por imitacin la idealizacin
de la naturaleza, o como dice Rodolf Kassner: el ser humano imita a Dios en la creacin artstica. Se
distingue psicolgicamente entre imitacin pasiva y activa, volutiva, como repeticin de la conducta
(expresin) ajena.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

IMPLICACIN
Definicin.- En psicologa institucional, este concepto hace referencia a la situacin en la cual el
socilogo, quien analiza la institucin, est implicado subjetivamente en su anlisis. Este concepto
tiende a ocupar entonces el lugar de la contratransferencia institucional, oponindose as a las
pretensiones de total neutralidad y objetividad del socilogo. Para Ren Lourau, el objeto del anlisis
institucional en situacin de intervencin consiste en validar el concepto de analizador, o sea, plantea la
necesidad de enlazar el anlisis y la implicacin en el contexto de un movimiento de vaivn que va del
hombre en situacin al objeto, y del objeto al hombre en situacin (pg. 108).
Lapassade, Socioanlisis y potencial humano.

IMPOTENCIA
Definicin.- Fallo en la obtencin y/o mantenimiento de la ereccin en el hombre. Se considera
disfuncin sexual cuando se presenta en al menos el 25 por ciento de las relaciones o intentos de relacin
sexual.
Belloch A. y otros, Manual de Psicopatologa Vol I, Madrid, McGraw Hill, 1995, pg. 459.

IMPRONTA
Definicin.- Huella indeleble que se adquiere en pocas muy tempanas y que permanece de forma
estable, conformando una serie de hbitos y conductas para el resto de la vida. Aunque conocida con
anterioridad y aplicada a los animales, fue K. Lorenz quien la estudi, analiz y explic a travs de la
observacin de la conducta animal. Actualmente es un concepto fundamental de la psicologa moderna,
puesto que designa un mecanismo que se supone se encuentra en la base de todos los procesos
psicolgicos dirigidos al aprendizaje social, psicobiolgico y de los procesos primordiales. Numerosos
estudios efectuados con posterioridad a los de Lorenz provocaron la revisin de algunas de sus
conclusiones, por ejemplo, el perodo <<crtico>> parece ser un perodo <<sensible>> privilegiado,
pues en l las improntas son irreversibles, en especial las consideradas de corta duracin.
Farr Mart J (1999) Diccionario de psicologa. Barcelona: Ocano.

Definicin.- Se aplica con carcter descriptivo a un determinado tipo de aprendizaje que se caracteriza
por su produccin en la temprana infancia, la rapidez de adquisicin y una relativa resistencia a la
extincin. La conducta instintiva se incluye entre las conductas grabadas en tal aprendizaje.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

IMPULSO
Definicin.- 1. El elemento ms primitivo de instinto, pero hay que distinguir exactamente entre estos
dos trminos. Impulso corresponde a una fuerza vital que impulsa a todos los seres vivos a conservarse
y a la procreacin (Trieb, alemn). El impulso al cual estn sometidos les obliga a actuar, segn un
sistema propio de la especie, es decir, segn su instinto. El impulso es, pues, un concepto general, vlido
como tal para todos los seres orgnicos; el impulso es la actuacin del impulso diferente en cada especie.
El impulso es, pues, la energa vital del instinto. 2. Tendencia involuntaria a actuar, que no se remonta
directamente a ningn estmulo demostrable. Impulsivo: adjetivo que seala tambin las acciones en
cuestin como tambin a los individuos especialmente dados a actuar en dicha forma. 3. Cualquier
actividad o condicin intraorgnica que proporciona estmulo para un tipo particular de conducta. 4.
Tendencia a reaccionar caracterizada por el hecho de que la actividad del organismo se dirige hacia o
contra algn incentivo especfico, tal como el alimento, agua, o individuo del sexo opuesto. (Alemn:
Regung; Trieb; Anstoss). (Warren).
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

IMPUTABILIDAD
Generalidades.- La imputabilidad es la capacidad de culpabilidad penal. Cabe ubicar la responsabilidad
penal fuera de la teora del delito, en tanto esta se define ante todo como consecuencia del delito y, por
tanto, se concreta en la capacidad de sufrir la pena.
El sistema de inimputabilidad contemplado en el artculo 34 inciso 1 del Cdigo Penal argentino puede
encuadrarse en las llamadas frmulas mixtas de imputabilidad por cuanto pueden distinguirse
claramente en l dos partes. En la primera parte, se describen las patologas, caracterstica de los
mtodos llamados biolgicos o psiquitricos puros, que darn lugar a la inimputabilidad. Ellas son: a)
insuficiencia de las facultades mentales, b) alteracin morbosa de las facultades, y c) estado de
inconciencia. En la segunda parte, se advierten las consecuencias del carcter psicolgico que resultan
de las patologas previamente consideradas: a) comprender la criminalidad del acto, y b) dirigir las
acciones (conforme a dicha comprensin).
En todo proceso penal donde se pone en discusin la imputabilidad de un sujeto, a la verificacin de las
dos partes anteriores (la biolgico-psiquitrica y la psicolgica) se agrega una tercera que es
esencialmente normativo-valorativa, cuya valoracin le compete exclusivamente al juez y que ser la
dimensin que permitir definir a la imputabilidad como capacidad de reprochabilidad tico-social
(Travacio, 1996:366).
Travacio M (1996) Manual de psicologa forense. Buenos Aires: Oficina de publicaciones del CBC, Universidad de
Buenos Aires.

Generalidades.- La imputabilidad son las condiciones psicosomticas para que un acto tpico y
antijurdico pueda atribuirse a una persona como causa libremente voluntaria.
En Nigeria por ejemplo, rige el Common Law, pero adaptado al sistema islmico, pues son musulmanes.
All por ejemplo la insana es causa de absolucin. Otro tanto pasa en Australia, donde actuar bajo efecto
de drogas implica otorgarle al acusado el beneficio de la duda, y, por ello, ser absuelto. Otro tanto pasa
en el Japn. El cdigo penal de la India invoca como inimputable al homicidio pasional, al ocasionado por
provocacin brusca, etc., aunque pone algunas excepciones. Aqu tambin el Common Law est adaptado
a normas regionales. El cdigo ingls, que puede condenar nios de 6 aos, es muy inhumano.
En el sistema codificado lo aplica un juez (o tres), y en el Common Law un jurado, donde puede primar a
veces el sentido comn. El Common Law opera en base a la jurisprudencia, o sea se basan en
dctmenes histricos anteriores.
La imputabilidad disminuida (o semi-ininputabilidad) comienza en Escocia, donde surge de un estado
mental que bordea, pero no alcanza, la insana. Tambin haba tantos ebrios que inventaron la
responsabilidad disminuida. Hay una mayor flexibilidad porque las normas se adaptan a cada regin, y no
como en Argentina donde es ms rgido. Tambin influyen en nuestro pas las presiones del medio social,
o polticas, como en los casos Mara Soledad, presiones ms fuertes que en otros pases.
Respecto a la relacin entre imputabilidad e incapacidad, puede decirse que alguien puede ser declarado
alienado (incapaz) en el sentido civil pero ser declarado imputable en el sentido penal. Lo mismo con
alguien declarado inhabilitado segn el cdigo civil: un dbil mental puede ser condenado. Este cdigo
civil busca proteger al alienado o al inhabilitado, ponindole un curador.
Condensado de Castex Mariano, Imputabilidad, culpabilidad, responsabilidad, teora del delito (clases dictadas en la
ctedra de Psicologa Forense de la Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires, 1996).

INAUTENTICIDAD
Generalidades.- Alguien que no es autntico ya no est creciendo, simplemente es. Ha cambiado la
apertura por la cerradura, lo dinmico por lo esttico, las posibilidades por la actualidades. Si la
autenticidad es movimiento, sencillamente esta persona se ha detenido.
Los existencialistas evitan las clasificaciones. Cada persona es nica. En principio, empezamos con
diferentes materiales bsicos (gentica, cultura, familias y dems). Luego a partir de estas bases
empezamos a crearnos a nosotros mismos en virtud de las elecciones que tomamos. Por consiguiente,
hay tantas formas de ser autntico como personas existen, as como de no serlo.
La convencionalidad es la forma ms comn de no ser autntico. Incluye la ignorancia de la propia
libertad y de vivir una vida conformista y de un materialismo superficial. Si te las ingenias para ser como
cualquier otro, no necesitars escoger ni crear elecciones. Puedes dirigirte a la autoridad, o a tu pareja o
a la publicidad para que te guen. Entonces caers en lo que Sartre llam mala f.
Otra forma de inautenticidad es la neurosis existencial. De cierta forma, el neurtico est ms atento que
la persona convencional: l sabe que se enfrentan a elecciones que tomar y se asusta ante esto. De
hecho, le asusta tanto que se sobresatura. Se queda estupefacto o entra en pnico, o cambia su ansiedad
existencial y culpa por una neurosis ansiosa y culposa: encuentra algo menos fuerte (un objeto fbico,
una obsesin o compulsin, un blanco para su ira, una enfermedad o la pretensin de una enfermedad)
para hacer ms objetivas las dificultades de su vida. Un psiclogo existencialista dira que aunque puedas

deshacerte de los sntomas con un buen nmero de tcnicas, al final tendras que enfrentarte a la
realidad del Dasein.
Binswanger considera la inautenticidad como una cuestin de elegir un simple tema en la vida, o incluso
un pequeo nmero de temas que permita al resto del Dasein ser dominado por stos. Aquellos sujetos
que poseen una personalidad que los freudianos llaman anal-retentiva, por ejemplo, puede estar
dominada por un tema de retener o mantener dentro de uno, o de rigidez o perfeccin. Aquel que no
se siente en control de su vida puede estar dominado por un tema de suerte, o de destino o de espera.
Una persona que come de forma ansiosa puede estar dominada por un tema de vaco y de la necesidad
de llenarse a s mismo. Un adicto al trabajo puede estar dominado por un tema relacionado con la
prdida del tiempo o de ser superado.
Boeree George (2002) Teoras de la Personalidad. Captulo sobre Vktor Frankl. Traduccin de Gautier Rafael.

INCESTO
Definicin.- 1. La relacin sexual prohibida entre los componentes de una misma familia: padre-hija;
madre-hijo (o abuelos), y entre hermanos. Se llama exogamia la prohibicin sexual entre los miembros
del mismo clan. 2. Se trata de una prohibicin sexual que se ha transformado durante los tiempos. Por
ejemplo: entre los egipcios y babilnicos era permitido el casamiento entre padre e hija, lo mismo que en
la familia real y entre los sacerdotes. 3. (Psicoanlisis) El incesto entre Yocasta y Edipo sirve como
smbolo de fundamento de toda la estructura psicoanaltica, segn la cual el deseo de instinto es genuino
y solamente se vence por temor y prohibiciones. Toda la cultura, segn Freud, se basa en sublimar este
instinto que es fons et origo de todo lo humano. 4. Desde el punto de vista de la psiquiatra, el incesto
se produce generalmente entre padre e hija y entre hrmanos. El incesto como acto real es raro en los
enfermos mentales, aunque la tendencia hacia el mismo sea extremadamente corriente.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Generalidades.- Indica Franco (1995:15) que parece pesar sobre las investigaciones cientficas sobre la
sexualidad una prohibicin social e individual, y relaciona dicha prohibicin con el tab del incesto.
Mientras que para el antroplogo Levy-Bruhl el incesto no es un problema, sino que es algo que
simplemente sucede, para Freud, ulteriormente, ser un problema digno de estudiar, y a partir de sus
investigaciones, los antroplogos modernos en general acuerdan en que la represin de la sexualidad es
un elemento fundamental para diferenciar naturaleza de cultura. Seala que los instintos que regulan la
vida social animal, pasan en la sociedad humana a ser transformados en pulsiones, en estructuras
modeladas por leyes de interrelacin humana que dan origen y son el origen de la cultura (Franco,
2007:15).
Franco J (1995) Sexualidad humana normal y patolgica Del Culto a la Fertilidad al Erotismo Moderno. Buenos Aires:
Publicacin interna de la Universidad de Belgrano.

Perspectivas de Darwin, Marx y Engels, Westermarck, y Fox.- El texto de Fox (1990) describe y
articula las teoras de Darwin, de Marx y Engels y de Westermarck en tanto guardan relacin directa o
indirectamente con la prohibicin del incesto, e introduce al mismo tiempo su propio punto de vista.
Darwin propone la teora de la seleccin sexual, que es el nexo que conecta la seleccin natural con las
cuestiones en que se interes Freud: incesto y agresin. As, la seleccin sexual tiene dos caras: la
competencia entre los miembros de un sexo (por lo general machos) por obtener pareja del otro, y la
eleccin realizada por el otro sexo (casi siempre hembras para escoger pareja entre los competidores).
Merced a este proceso, los genes son distribuidos diferencialmente entre las poblaciones, lo cual, a su
vez, puede llevar a cambios significativos en la evolucin (Fox, 1990:10-11).
Marx y Engels, por otro lado, introdujeron la tesis fundamental de que en la transformacin del hombre a
partir de la naturaleza, el trabajo fue la clave. Fox relaciona aqu esta tesis con la teora darviniana,
cuando advierte que la divisin del trabajo ms antigua fue entre los sexos. Freud entra en escena con
sus ideas de la naturaleza incestuosa de los orgenes humanos y de su contenido altamente emotivo,
dependiendo aqu tambin de la lucha entre machos y de la consiguiente transformacin de la naturaleza
en un estado humano regido por normas. Esto nos lleva muy naturalmente a Lvi-Strauss, para quien la
transformacin descansa en los orgenes del intercambio, especficamente de mujeres, influido todo ello
por las cualidades inherentes de la mente, que gobierna las emociones y que lleva a las normas. De este
modo, el incesto se convierte en foco de una indagacin ambiciosa que va de los hermanos a los salvajes,
de los huesos al cerebro, de los monos a la mente, a lo largo de millones de aos de la historia homicida,
hasta algunos intereses urgentes de la actualidad (Fox, 1990:11).
En suma, hasta aqu Fox rescata de cada autor conceptos clave:
Darwin; Seleccin.
Marx y Engels: Trabajo.
Freud: Emocin.
Lvi-Strauss: Mente.

A continuacin, Fox contrapone la teora de Westermarck con la de Freud, que en un punto son
completamente opuestas. Westermarck deca que la familiaridad incuba la aversin a las relaciones
sexuales, mientras que la segunda insista en que las elecciones amorosas incestuosas eran las primeras
y las ms intensas
Para Westermarck hay una ausencia notable de sentimientos erticos entre personas que viven muy
juntas desde la niez. Ms aun, en este como en otros muchos casos, la indiferencia sexual se combina
con un sentimiento positivo de aversin cuando se piensa en el acto. Para este autor, sta es la causa
fundamental de las prohibiciones exgamas. Las personas que han vivido muy juntas desde la niez son
casi siempre parientes muy cercanos. Por ello su aversin a las relaciones sexuales entre s se manifiesta
en las costumbres y en la ley como prohibicin a las relaciones sexuales entre parientes cercanos (Fox,
1990:36).
En contraposicin, qu sostiene Freud? El creador del psicoanlisis piensa que se han hecho los intentos
ms descabellados por explicar este horror al incesto: se ha supuesto que es una suposicin de la
naturaleza para la conservacin de la especie, que se manifiesta en la mente por medio de estas
prohibiciones, porque el apareamiento interno llevara a la degeneracin de la raza; se ha dicho tambin
que la cercana desde la primera niez ha desviado el deseo sexual de las personas respectivas. En
ambos casos, sin embargo, la evitacin del incesto se habra logrado automticamente, y no
entenderamos razona Freud- la necesidad de unas prohibiciones estrictas, que ms bien pareceran
apuntar hacia un deseo vigoroso. Investigaciones psicoanalticas han mostrado ms all de toda duda,
que una eleccin incestuosa de amor es de hecho la primera y ordinaria, y despus es cuando se
manifiesta la oposicin a ella, cuyas causas no debern buscarse en la psicologa del individuo (Fox,
1990:37).
Fox sintetiza en este momento la diferencia entre ambos enfoques mediante el siguiente esquema:
Westermarck: Cercana en la niez ---> aversin positiva ---> (
) prohibiciones.
Freud: (
) ---> deseo intenso ---> prohibiciones severas.
Fox se pregunta: No podra ser que, en vez de que cada uno hable de procesos universalmente vlidos,
y por lo mismo del todo contradictorios, estn hablando de dos procesos diferentes y complementarios?
(Fox, 1990:38).
Fox considera que ambas teoras pueden complementarse si se rellenan los espacios en blanco de la
siguiente manera:
Cercana de la niez ---> aversin positiva ---> prohibiciones (leves) (separacin)
En la niez ---> deseo intenso ---> prohibiciones severas.
De dos diferentes sendas que puede tomar el proceso de socializacin de los nios? O incluso, en
relacin con esto, los dos casos extremos, entre los cuales pueden hallarse las diversas culturas del
mundo, ninguna de las cuales provoca un deseo demasiado intenso y que tampoco causa una aversin
positiva total? En otras palabras, para Fox estas dos secuencias causales tal vez describan dos modos
diferentes de socializacin, que de ninguna manera chocan, sino que se refieren a la gama de
posibilidades que se abren ante la especie humana al enfrentarse a este problema (Fox, 1990:39).
Por todo esto, Fox piensa que se pueden reescribir los dos extremos de la gama del incesto, de la manera
siguiente:
Condiciones durante la
inmadurez sexual
Interaccin fsica intensa
Separacin fsica y cercana

Motivacin resultante

Sensaciones asociadas

Aversin positiva
Deseo intenso

Leves
Severas

As pues, en el primer caso tendremos poca angustia por el incesto, un inters mnimo en el tema, y un
trato ms bien leve a los transgresores, a los cuales, sin embargo, se les har alinearse con suavidad,
porque sencillamente nada pas. En el segundo extremo, nos hallaremos con gran angustia, con
obsesin tanto con el sujeto como con la tentacin y con el desahogo salvaje de despecho contra
transgresores que hacen lo que todo el mundo quiere hacer pero que no se atreve a hacerlo.
En el segundo caso nos volvemos a hallar ante la pregunta de por qu, si tienen estos deseos tan fuertes,
no obran sobre ellos. Fox no cree que podamos responder a esta pregunta si nos mantenemos en la
situacin de hermano-hermana. El deseo fuerte se debe al efecto de separacin-ms-cercana, aunado
con toda probabilidad a una atmsfera sexualmente represiva. Creo que las sociedades que estn contra
el incesto tambin estn contra todo lo sexual, y es casi seguro que tengan tabes contra la
masturbacin y obsesiones por la virginidad. Si vemos esta situacin en conjunto, encontraremos que no
importa gran cosa por qu empez, ya que desgraciadamente es algo autoperpetuante. Los psiclogos
han descubierto que cuando los impulsos son muy fuertes y no se satisfacen, el organismo puede caer en
una especie de inversin autoimpuesta. Cuanto ms intenso se vuelve el motivo, ms difcil es
satisfacerlo y ms dolorosa se vuelve la frustracin de no consumarlo. En esta terrible situacin, la psique
recurre a varios mecanismos que reducen la angustia: retraimiento conversin y agresin, entre los ms
comunes. En el primer caso, el sujeto se asla del problema; en el segundo, lo racionaliza en cierta

forma, y en el tercero, cae en el desenfreno (si el individuo es del tipo de superculpabilidad, tal vez
vuelva la agresin contra s mismo o atraiga la de los dems) (Fox, 1990:45).
As que, si por cualquier razn, los hermanos se ven orillados a la situacin tentacin-ms-tab, tal vez
caigan automticamente en lo inverso, y valindose de uno a otro de estos medios, nieguen o eludan la
realidad de la tentacin al estilo freudiano clsico, aunque reteniendo un deseo fuerte pero sin satisfacer.
Para que el sistema entre en juego, solo se necesita un empujoncito, porque una vez atrapados en sus
remolinos, los hermanos ya padres repetirn el tratamiento de separacin, lo cual asegurar a su vez sus
hijos crezcan deseando precisamente aquello que es ms prohibido y que caigan en la angustia que ello
provoca (Fox, 1990:46).
Hermanos y hermanas viven en estrecha proximidad pero sometidos a estrictas reglas de separacin. No
hay duda de que el grado de tentacin es alto, ya que estn en contacto estrecho, solo que, como dice
Malinowski en La vida sexual de los salvajes:
Hermanos y hermanas crecen, pues, en una proximidad domstica singularmente extraa, en contacto
estrecho, pero sin ninguna comunicacin personal o ntima; cerca unos de otros en el espacio, cerca por
causa de las reglas del parentesco e intereses comunes; y, sin embargo, por lo que hace a la
personalidad, siempre escondidos y llenos de misterio. No deben verse el uno al otro, nunca deben
intercambiar palabras ligeras, nunca deben compartir sus sentimientos e ideas... Repitiendo, pues, la
hermana sigue siendo para su hermano el centro de todo aquello que est prohibido (citado por Fox,
1990:56).
Malinowski sita la obligatoriedad en los tabes sobre el incesto en el orden de hermano-hermana,
madre-hijo, padre-hija; en tanto que los dos ltimos son tenidos por impensables, no tienen la misma
intensidad emocional. En el caso de un quebrantamiento de los tabes en otros tiempos, la pareja, o
cuando menos el hombre, se habra suicidado. Pero es interesante hacer notar que Malinowki parece
creer que este autocastigo solo ocurrir si la pareja es acusada y avergonzada pblicamente por su
conducta. De no ocurrir esto, habr tal vez desaprobacin y ostracismo pblicos; tal vez la pareja se
suicide, pero tambin podra irse lejos. Se nota cierta renuencia a infligir castigos directos entre los
trobiandeses, y parece ser que el control social se lleva a cabo por la presin que significa el desdn de la
comunidad, y de la hechicera. O sea, es significativo que en el caso de exposicin pblica de incesto, el
individuo tal vez recurra al suicidio (Fox, 1990:56).
Refiere Fox que la familia judeovienesa que Freud tan a fondo conoci y de la cual le lleg buen nmero
de sus pacientes fue probablemente un ejemplo tpico de proximidad ms separacin, aunado ello a la
ausencia de objetos de sexo que tanto parecen inducir el horror. El hermano o la hermana estn cerca y
son tentadores, pero estn prohibidos. No es de sorprender que tan gran nmero de los pacientes de
Freud haya confesado culpas y fantasas incestuosas. As pues, su esquema solo est equivocado cuando,
como el de Westermarck, se acepta para ser aplicado universalmente. Podramos generar, como se dice
en la jerga contempornea, una proposicin ms general, que abarque ambos campos? (Fox, 1990:69):
Fox ofrece entonces la siguiente proposicin general: La intensidad de la atraccin heterosexual entre
aos cosocializados despus de la pubertad es inversamente proporcional a la intensidad de la actividad
heterosexual entre ellos antes de la pubertad. Tal la tesis de Fox formulada en 1962.
Hay algunas correspondencias entre sus tabes y los de los salvajes:
1. El origen de la prohibicin es enigmtico y no motivado.
2. Con frecuencia el ncleo de la prohibicin es un acto de tocar.
3. La prohibicin muestra capacidad de desplazamiento, es decir, se corre el riesgo de contagio por
parte del objeto prohibido.
4. Por lo dems, los violadores del tab se vuelven tabes.
5. Toda esta situacin suele resolverse inventando complejas ceremonias que sirven para expiar el tab.
La ambivalencia es el tema comn que Freud ve que corre por las actitudes y los actos rituales de los
neurticos y de los salvajes. Ambos desean lo que est prohibido aunque sienten terror de romper el
tab. Esta ambivalencia no se circunscribe a objetos ttem, como son animales y otros miembros del
clan ttem; No matar al animal ttem ni tener coito con miembros ttem aun cuando se desee. Y en su
argumentacin contra Westermarck, dice que se debe desear, o bien explicar por qu se prohbe, o sea,
ser ambivalente sobre esta cuestin, sentir culpabilidad respecto a ella y rodearla con tabes y
ceremonias. Su conclusin es que matar al animal ttem, represente lo que representare, y tener coito
incestuoso con compaeros ttem deben ser dos de los deseos ms antiguos de la especie humana (Fox,
1990:76).
Fox completa su anlisis de las concepciones sobre el incesto formulando algunas apreciaciones acerca de
los fenmenos que debieron haber ocurrido hipotticamente para que la horda salvaje hiciera su
transicin hacia la sociedad humana.
Sostiene que la etapa de la horda existi. En ella, los machos de mayor edad lucharon con los ms
jvenes por la simple posesin de las hembras de la horda. Por alguna transformacin, mediante la
seleccin a lo largo del tiempo, esto se convirti en la organizacin fraternal de un clan, con normas y
tabes sobre las mujeres y con medios exogmicos de controlar el acceso a los machos. Dice fox que los
viejos siguieron gobernando, y los jvenes siguieron resistiendo su autoridad, pero sucedi que las reglas

y la capacidad de obedecerlas, entreveradas por la conciencia y el tab, tomaron el lugar de la lucha


abierta por el poder. Las disposiciones psquicas que surgieron de este proceso de seleccin son las que
ya hemos enunciado, y su resultado siempre ser una lucha en la cual los machos de mayor edad
dominan a los ms jvenes, pues controlan su acceso a las hembras. Variar mucho la forma en que esto
ocurra, pues depender del mpetu de esta cultura, aunque lo cierto es que los sistemas de exogamia,
en general sistemas de parentesco, son siempre respuestas a este problema (Fox, 1990:104).
Para Fox, es muy probable que la propuesta freudiana acerca del conflicto entre los machos viejos y los
jvenes sobre el acceso a la cpula reproductora con las hembras, sea la raz y el fundamento de lo que
nos hace humanos. Pero este autor se plantea que debe de haber algo ms porque todos los primates
tienen estos en diversos grados, y sa es la razn de que sean primates, los primeros entre los
mamferos, los ms cerebrales. Qu agreg el homnido ancestral? El grupo de primates de Chance en el
pasado tuvo una adaptacin preeminente a este elemento, y por ello avanz hacia la explotacin total
de la corteza y hacia la humanidad. Ocurri esto por medio de matanzas y canibalismos, o de la
fantasa, o de algo ms, o bien de ambas cosas, o por la combinacin de qu? Y, en qu punto entra el
tab del incesto? Bueno, entre otras cosas es una regla, y las reglas exigen un ser que pueda: a)
hacerlas y b) acatarlas, para lo cual se aplaza la satisfaccin inmediata a favor de la obediencia a la
regla (Fox, 1990:155).
Los ms listos y astutos no eran por fuerza los ms sexuales ni los ms agresivos, sino aquellos que
mejor saban sincronizar y usar su sexualidad y su agresin. Eran la suma de los genes mejores. Pero
despus del gran salto adelante, se pregunta Fox, qu ocurrira cuando la definicin de genes mejores
fuera cambiada por la seleccin natural de modo que significara el mejor cazador? Y ste fue solamente
el primer paso pequeo de la humanidad. Aun era necesario abrirse paso de la periferia al centro del
sistema reproductor; las hembras seguan necesitando los genes mejores; los machos deban seguir
avinindose unos contra otros, pero cooperar y luchar para tener preferencia. Sucedi que las reglas del
juego cambiaron profundamente, y los jugadores ganadores necesitaron algo ms que simple equilibrio
para triunfar. En trminos evolutivos el proceso avanz con tal rapidez que tuvieron que terminar
estableciendo sus propias reglas para complementar las de la naturaleza, pues de otra suerte el proceso
equilibrador habra hecho estallar sus lmites. Estaban obligados a conservar la estructura y las
motivaciones, aunque cambiando las dinmicas y la forma. Y dentro de las propias sociedades, el peso
cada vez mayor del cambio recay como de costumbre sobre el macho joven, segn haba dicho Freud
(Fox, 1990:178).
Fox sigue argumentando sealando que en el curso de su evolucin, la especie humana nunca perdi
nada sino al contrario, ampli, modific, control, reorganiz. Termin haciendo las cosas de una manera
verdaderamente humana, convirtindose en el Homo sapiens. El interrogante inicial haba sido: Cul es
el mtodo peculiarmente humano de reducir el ndice de endogamia?
Todas las especies que se reproducen sexualmente, fomentan la exogamia, y lo hacen reduciendo las
probabilidades que ocurra la endogamia. Se valdrn de cualquier mecanismo, aun cuando algunos, como
la dispersin, son muy comunes entre las especies. Lo que cuenta es su efecto: dan resultado?
Ciertamente las especies difieren mucho en los mecanismos que producen por evolucin, y sucede que
el Homo sapiens, por ser la especie ms complicada, produce algunos mecanismos que son nicos.
Siendo humanos logramos estos haciendo que las cosas nos resulten difciles. La naturaleza, como quien
dice, establece las condiciones que nos permiten hacerlo difcil: por lo general, cumplimos con ella. Casi
podramos definir al hombre como el animal que se dificulta las cosas. Lograr esto requiere imaginacin e
inteligencia, y un cerebro adelantado, que, como hemos visto, es la pista que lleva al parpadeo de la
lmpara. Arde, apropiada y arrebatadoramente en la cavidad sea situada en nuestros crneos (Fox,
1990:179-180).
Gradualmente, la corteza desarrolla un control cada vez mayor sobre las funciones de las reas
emocionales del cerebro. El cerebro ms elevado, con su capacidad de pensar por anticipado y de
accin racional, controla las regiones de hambre, sexo, ira y temor, pero solo hasta cierto punto. Esto fue
vital para la supervivencia de los machos jvenes en su regreso hasta el centro reproductor y fueran
derrotando al macho ms viejo, raptando hembras, congracindose con sus mayores, abandonando el
grupo y unindose a otro, o mediante otras tcnicas, pero solo muy rara vez mediante los recursos
freudianos de confabularse contra el viejo y matarlo; cosa muy rara en verdad (Fox, 1990:181-182).
Fox menciona la existencia de dos frmulas para condensar esos impulsos bsicos y los cambios que
fueron forjados por la transicin de la caza. La frmula primate referente al sistema de reproduccin
dice, vista desde el ngulo de los machos: colcate en las esferas superiores de tu grupo, de modo que
puedas usar de las hembras con fines de reproduccin. He aqu lo que dice la frmula humana: asciende
hasta las porciones ms elevadas de tu grupo para que puedas usar sus hembras a cambio de otras
hembras. El cambio radica en que la las hembras propias se las controla como objetos de uso para
controlar las propias hembras como objeto de intercambio. En cuanto a las hembras cimeras, las
frmulas son muy similares: mejora tu xito gentico logrando que los machos cimeros se apareen
contigo y ayudando a tus hijos a alcanzar la cima. La frmula humana es casi idntica, pero agrega:
consigue machos que inviertan en tu descendencia (Fox, 1990:183).

Fox sugiere en este punto que la frmula humana del xito reproductor fuera: controla el sistema de
intercambio. Este elemento de control es lo que en verdad importa. Los machos jvenes dicen: Dnnos
hembras; las hembras dicen: Dennos machos que vean por nosotras; los machos viejos dicen:
Disclpennos, las reglas restringen todas nuestras elecciones, y todos nosotros debemos obedecerlas.
La bella trampa radica en que las reglas estn hechas para beneficio y provecho de los machos mayores,
Tratndose de los machos jvenes que son humanos, conocen por ello el futuro, y tienen un consuelo:
llegar un da en que ser tambin un macho mayor, y entonces las reglas lo favorecern. Esta
percepcin y el obrar conforme a ella son el triunfo del equilibrio humano, pero sucede que los impulsos
siguen siendo fuertes, y que los machos mayores no dejan las cosas al azar. Sobre esto versa la
iniciacin de la cual nos ocuparemos despus. En el nivel humano es el homlogo del equilibrio (Fox,
1990:186).
Para ayudar a visualizar la transicin a la humanidad, Fox presenta finalmente las tendencias siguientes
(Fox, 1990:193-195):
- El antiguo sistema de reproduccin de los primates basado en combinaciones de dominio y conversin.
- La tendencia de los machos dominantes a monopolizar el control de las hembras con fines de
apareamiento.
- La tendencia de los machos ms jvenes no solo a desear, sino tambin a esquivar a las hembras
controladas de este modo.
- La tendencia de los machos ms jvenes a desafiar a los mayores para tener lugares en la jerarqua.
- La tendencia de los machos viejos a ejercer control severo sobre los ms jvenes.
- La tendencia de los machos ms jvenes a desarrollar mecanismos de inhibicin sobre sentimientos de
sexo y de agresin en este contexto, para poder sobrevivir.
- La tendencia de la presa de caza a hacerse mayor, con lo cual creci la complejidad de la caza.
- La tendencia del perodo de dependencia en la infancia a prolongarse como reaccin a esto.
- La tendencia del cerebro a aumentar de tamao como funcin de la interaccin entre todos estos
factores.
- La tendencia del cerebro a reorganizarse y a hacerse mayor.
- La tendencia de los procesos hormonales de control cortical a aumentar como resultado del dominio
alcanzado por el neopalio.
- La tendencia a desarrollar un mayor almacenamiento de memoria y la capacidad de clasificar, que a su
vez se llev a un idioma rudimentario.
- La tendencia a acrecentar la inversin y la intervencin de los padres en los nios, en reaccin a sus
perodos de crecimiento cada vez mayores.
- La tendencia a internalizar las reglas del grupo y a sentir culpabilidad por las transgresiones (un
producto tanto del lenguaje como de la inhibicin).
- La tendencia de los machos a buscar relaciones de cooperacin dentro y fuera de los lmites del grupo.
- La tendencia de las hembras a intensificar su conducta cooperativa de parentesco en la relacin.
- La tendencia de las hembras a buscar proteccin de mayor duracin y a aprovisionarse de lo que les
dieran los machos triunfantes.
- La tendencia de los machos a demostrar situacin de dominio por medio del control de las hembras.
- La tendencia de machos y hembras a intercambiar protenas animales por alimentos vegetales, de un
modo regular (lo cual llev a instituciones domsticas).
- La tendencia de los machos a valerse de su control sobre las hembras como medio para forjar alianzas
con otros machos.
- Las tendencias de las coaliciones de hembras a buscar el mejoramiento de sus intereses reproductivos
obteniendo la intervencin de machos venturosos.
- La tendencia del perodo de ovulacin en las hembras a ser menos notables externamente, lo cual fue
consecuencia del bipedalismo y del control cortical.
Fox concluye que la naturaleza no nos excepta; seguimos estando atados a los requerimientos de la
seleccin natural; la inteligencia no es peculiaridad nuestra ni garantiza nuestra superioridad ni nuestro
xito; debemos estar a su altura o bien unirnos a su lista de experimentos interesantes pero extintos en
cuanto a vida y reproduccin. Nuestra sola unicidad es que si proseguimos, ser con plena conciencia de
lo que hagamos; lo cual no es ningn halago a nuestra unicidad (Fox, 1990:283).
Fox Robin (1990) La roja lmpara del incesto. Investigacin de los orgenes de la mente y la sociedad. Mxico: Fondo
de Cultura Econmica.

INCONCIENTE
Generalidades.- El inconciente como fuerza motivante de la conducta es uno de los presupuestos de las
tcnicas proyectivas. Es un concepto terico pero con implicancias empricas, porque permite explicar
observaciones realizadas. Se conoce el inconciente por sus expresiones concientes (sntomas, tests, etc),
y no se opone a conciente, sino que es un grado preparatorio del conciente. No se define negativamente
(todo lo que no es conciente) sino positivamente: incluye contenidos que condicionan la conducta en

funcin de motivos concientemente desconocidos. No tomamos, entonces, su sentido descriptivo sino su


sentido dinmico.
La existencia del inconciente se establece por dos cosas: a) el contenido (equivalentes instintivos,
representaciones de objetos u rganos, emociones de amor o clera), y b) el modo de actuar (el proceso
primario, que deviene proceso secundario en el preconciente. Sus mecanismos son desplazamiento,
condensacin, proyeccin, identificacin, ausencia de tiempo y contradicciones, igualdad de valores para
la realidad interna o externa, principio del placer, etc).
Un sector del inconciente inaccesible a la conciencia es el inconciente reprimido, pero que ejerce su
influencia.
Celener Graciela, Fundamentos tericos para la inclusin de lminas en blanco (Ort-Tat), publicacin interna de la
Ctedra de Tcnicas psicodiagnsticas II de la Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires, 1996.

Inconciente cognitivo.- Basndose en la idea de la mente como procesador de informacin, el


cognitivismo ha dejado de tratar en gran medida la naturaleza de la conciencia y de sus contenidos
subjetivos, y se ha centrado en la comprensin de la organizacin funcional y de los procesos que
subyacen a los sucesos mentales y los originan. Como Karl Lashley indic hace mucho tiempo, el
contenido conciente procede del procesamiento, y nunca somos concientes de este procesamiento sino
slo de su resultado.
LeDeux J (1999), El cerebro emocional. Buenos Aires: Planeta, pg. 32.

Inconciente colectivo.- Para Jung el inconciente colectivo es transpersonal, compartido por todas las
personas. Consiste en ciertas potencialidades que todos compartimos debido a que somos humanos
(1936). Todas las personas, ms all de variaciones individuales o culturales, desarrollan alguna forma
de vida familiar, comparten las mismas emociones de enojo, pena o alegra, o desarrollan algn tipo de
lenguaje para comunicarse. Por tanto, ciertos arquetipos y smbolos reaparecen una y otra vez de una
sociedad a otra y tienen un significado comn. El inconciente colectivo puede probarse en los sueos,
mitologas y datos transculturales.
Engler Barbara, Introduccin a las teoras de la personalidad. Mxico: McGraw-Hill, pg. 81.

Inconciente colectivo.- Concepto junguiano. Es colectivo en el sentido de que constituye un rasgo


genrico del hombre, es decir, es compartido por todos los miembros de la especie humana, poseyendo
una realidad psquica anterior a la experiencia personal (pg. 76). En oposicin al inconciente personal y
subjetivo, se trata de un inconciente colectivo y objetivo.
Progoff Ira, La psicologa de Jung y su significacin social, Buenos Aires, Paids, 1967.

Inconciente personal.- Para Jung, en el inconciente personal residen aquellas percepciones,


pensamientos, sentimientos y recuerdos que han sido apartados (ya que nuestra conciencia slo puede
contener unos cuantos detalles a la vez) y pueden ser recuperados con facilidad. Incluye tambin
aquellas experiencias de la vida que han sido reprimidas u olvidadas, y que, a veces arduamente, pueden
volverse concientes. Las experiencias son agrupadas en el inconciente personal en lo que Jung llama
complejos.
Engler Barbara, Introduccin a las teoras de la personalidad. Mxico: McGraw-Hill, pg. 80.

Derivados de lo inconciente.- Con este trmino Freud ha designado las fantasas, formaciones
sustitutivas, sntomas, etc., que nos hacen posible la comunicacin de lo inconciente con la conciencia. En
el tratamiento psicoanaltico se trata de producir tales derivados mediante las asociaciones libres para
sacar a la luz, as, los contenidos inconcientes.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Pruebas experimentales.- En los aos setenta, el fisilogo Benjamin Libet conect el cerebro de unos
voluntarios a un electroencefalgrafo e indic a dichos voluntarios que realizaran movimientos aleatorios,
como pulsar un botn o chasquear los dedos, mientras anotaba la hora que marcaba un reloj. Libet
descubri que las seales cerebrales asociadas a esas acciones se producan medio segundo antes de que
el sujeto fuera consciente de la decisin de llevarlas a cabo. El orden de las actividades cerebrales pareca
ser percepcin del movimiento y luego decisin, y no a la inversa. En resumen: el cerebro consciente slo
intentaba ponerse al nivel de lo que ya estaba haciendo el cerebro inconsciente. La decisin de actuar era
una ilusin (Overbye D, 2007). Los resultados de Libet sugieren que nuestros actos no son el resultado
de una decisin conciente, lo que pondra en tela de juicio el tan mentado libre albedro. Parecera que no
somos libres, puesto que no podemos decidir nuestros actos en forma conciente: el cerebro inconsciente
es quien tomara la decisin de actuar, y a continuacin la mente conciente se engaa a si mismo
diciendo que fue ella quien tom la decisin de hacerlo.
Overbye D La ilusin del libre albedro. Los cientficos estudian cmo encajar la voluntad en la realidad del mundo
fsico. 07/02/2007 The New York Times.

Hiptesis sobre el inconciente.- Freud haba planteado dos hiptesis acerca de lo Icc y de cmo lo Icc
devena conciente:
a) La hiptesis funcional: lo Icc deviene Cc por un cambio de estado. La inscripcin es una sola, y a veces
es 'iluminada' por la conciencia, y otras veces permanece en la 'sombra'. b) La hiptesis de la doble
inscripcin: habra dos inscripciones: una Cc y la otra Icc.
Ninguna de ambas hiptesis convencieron a Freud, por lo que en el captulo 7 encara una tercera
posibilidad: la hiptesis de las representaciones cosa y palabra. Hay una representacin de objeto (RO)
que engloba dos representaciones:
Representacin cosa: es una inscripcin de la cosa misma en el Icc.
Representacin palabra: es una inscripcin en el Prcc.
As, una idea se hace conciente cuando se enlaza la RC con la correspondiente RP, y una idea deja de ser
Cc (se reprime) cuando a la RO se le quita la RP, o sea se le quita su carga Prcc. As, en cuanto reprimir
es 'quitar' palabras a las cosas, es una operacin del lenguaje.
El proceso primario es el modo de organizacin de las RC y el proceso secundario es el modo de
organizacin de las RP.
Esta hiptesis puede explicar el lenguaje de rgano de la esquizofrenia. La falla no es del Prcc, como en
la neurosis, sino del Icc: en el Icc no habra inscripcin, y las RP aparecen cargadas de libido como si
fueran las cosas. Las RP reciben lo que no queda cargado en las RC. En las neurosis las RC estn
cargadas de libido. Por tanto, el proceso primario inunda a las RP, es decir stas se organizan segn el
proceso primario. El lenguaje de rgano es precisamente la palabra cosificada, tratada como cosa.
Freud sin embargo no se pronuncia sobre si hay o no hay RC. Slo dice que hay algo que no funciona en
el Icc y que hace que haya un retiro libidinal pulsional del Icc hacia las RP. El lenguaje de rgano, en la
medida que trata as de recuperar el objeto perdido del Icc, es una operacin restitutiva.
En la neurosis, la RC existe, y es el registro o inscripcin de una falta, de lo que no est (objeto perdido).
En la psicosis no habra inscripcin de esa falta.
Condensado de Sal, Lo inconciente, sntoma, angustia y represin. Clases dictadas en la ctedra de Psicopatologa de
la Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires, 1996.

Relaciones entre inconciente, represin y pulsin.- La represin no destruye la representacin


representante de la pulsin, pues no puede hacerlo, sino que le impide tornarse conciente envindola al
inconciente. Tal representacin es sexual, pulsional, y a pesar de ser inconciente ejerce efectos,
incluyendo los que alcanzan la conciencia. Si el inconciente no produjese efectos visibles, no podramos
conocerlo. Lo conocemos por sus efectos concientes, o sea luego de haber sufrido una traduccin o
trasposicin al lenguaje. Para hace tal traduccin el analizado debe vencer resistencias. Trasposicin y
vencimiento de las resistencias dan cuenta de un trabajo psquico.
Freud busca distinguir inconciente en sentido descriptivo (como lo no conciente: o sea puede ser
preconciente o inconciente) e inconciente en sentido sistmico. Desde este ltimo sentido, toma el
inconciente desde lo tpico (dnde est), desde lo dinmico (en qu relacin de conflicto entra) y
econmico (qu energa lo ocupa y cmo circula).
Bleichmar S (1991) Lo inconciente: fecundidad clnica de sus paradigmas.

Justificacin de lo inconciente.- El supuesto de la existencia del inconciente es necesario y es


legtimo.
a) Necesariedad.- El supuesto del inconciente es necesario porque los datos de la conciencia son
lagunosos, tanto en sanos como en enfermos, y su explicacin presupone otros actos de los que la
conciencia no es testigo. Tal la insuficiencia de la conciencia, de lo conocido que tornaremos comprensible
suponiendo un inconciente.
Este inconciente puede probarse si en base a dicho supuesto logramos influir con xito sobre los procesos
concientes. El inconciente no nos es asequible por ninguna idea fisiolgica o proceso qumico: se
manifiesta en lo conciente, y paradjicamente est en ntimo contacto con ste ltimo pero es
radicalmente distinto a l.
b) Legitimidad.- El supuesto de lo inconciente es legtimo porque al formularlo no nos apartamos de
nuestro modo habitual de pensar, que es racional, aunque el inconciente se rija por otra legalidad. El
inconciente no sabe, no conoce: slo la conciencia lo hace en base al proceso secundario: puede as
conocer lo inconciente.
Hagamos de cuenta que es algo que pertenece a otro, ya que lo inconciente no es 'ajeno', es lo que
desconocemos de nosotros mismos. Los contenidos reprimidos nos parecen extraos y hasta increbles, y
estn sometidos a la legalidad del proceso primario. Es un objeto tan real como los objetos fsicos, pero
de l captamos lo que aparece en la conciencia.
Bleichmar S (1991) Lo inconciente: fecundidad clnica de sus paradigmas.

La multivocidad de lo inconciente, y el punto de vista tpico.- Lo inconciente es multvoco, pues


usamos la palabra tanto en sentido descriptivo como sistmico. La notacin "Inc" alude al inconciente
como sustantivo (el inconciente) y no como adjetivo (lo inconciente).

Un acto psquico recorre dos fases: va de lo inconciente y, pasando por la censura, llega retranscrito a lo
conciente. Es el clsico recorrido excitatorio que vemos en los tres modelos de la Carta 52, del Proyecto y
de La Interpretacin de los sueos. En estos tres modelos encontramos dos principios en comn:
a) Algo circula entre elementos: en el modelo neurolgico ciertas cantidades de excitacin circulan entre
neuronas, y en el modelo 'psquico', hay libido circulando entre representaciones.
b) La cantidad exterior se transforma al ingresar al aparato: por ejemplo, el estmulo exterior se
transforma en excitacin.
Ambos principios son importantes porque nos muestran que el trauma no depende de la fuerza del
estmulo exterior al aparato sino de su capacidad de devenir excitacin, dentro del mismo, y por tanto de
hacer avanzar las representaciones inconcientes hacia la conciencia venciendo la censura.
Los sistemas psquicos, as, no son entonces slo lugares de pasaje sino formas de ligazn de energa
psquica, modos de circulacin de los investimientos. Entre el Inc y la Cc se abre un nuevo modo de
circulacin, dado por el sistema preconciente. Lo descriptivo pasa a ser una categora segunda: un acto
psquico podr ser descriptivamente inconciente, pero tambin preconciente.
Sin embargo, la diferenciacin tpica es insuficiente, pues los lugares no alcanzan para distinguir las
cualidades de los sistemas psquicos.
Bleichmar S (1991) Lo inconciente: fecundidad clnica de sus paradigmas.

Hiptesis sobre el inconciente.- La hiptesis tpica sostiene que la trasposicin del sistema Inc al
Prec-Cc implica la ligazn a una nueva fijacin, como si fuera una segunda trasposicin en un nuevo
lugar (el sistema Prec-Cc) subsistiendo adems la representacin original.
La hiptesis funcional sostiene que la trasposicin consiste no en un cambio de lugar -de sistema- sino en
un cambio de estado que se cumple en idntico material y en la misma localidad. O sea, hay un cambio
cualitativo pero no tpico.
En la clnica nos manejamos con ambas hiptesis. Segn la hiptesis funcional, carecera de sentido
hablar de represin y resistencia: lo inconciente estara en lo manifiesto, no sera un otro lugar y
cambiara de cualidad para tornarse conciente. O si se quiere, lo que tpicamente es manifiesto no
necesariamente es conciente. Algo puede ser manifestado sin ser por ello conciente, o dicho sin ser odo.
Las ideas obsesivas se hacen manifiestas pero sin perder su ajenidad.
Bleichmar S (1991) Lo inconciente: fecundidad clnica de sus paradigmas.

Datos histricos sobre el problema del inconciente.- Hasta el Siglo XVII, la psicologa se ocupaba
del alma en forma bien clara. Luego Wolf, al hablar de psicologa experimental o emprica, reconoci la
necesidad de dar nuevas bases a la psicologa. Como ciencia natural deba desprenderse de nociones
filosficas como alma, por ejemplo. Esta situacin sigui hasta fines del Siglo XIX con Wundt, para
quien no tena sentido hablar del inconciente, aunque l reconoce que hay ciertos estados psquicos que
no son directamente observables y debemos inferirlos a partir de la experiencia. Herbart habla
asimismo de estados infraconcientes, que estn por debajo del umbral de la conciencia. Para Wundt,
hablar de una doble conciencia (supra y sub) es volver al misticismo psicolgico de principios del Siglo
XIX. No obstante por esta poca (fines del XIX) muchos psiclogos le daban gran importancia al
inconciente, como Fechner y Lipps. La afirmacin de este ltimo de que hay fenmenos inconcientes
que solo en ciertas ocasiones se manifiestan en la conciencia, sent las bases de la psicologa del
inconciente.
Resumen de Jung C (1984) Arquetipos e inconciente colectivo. Buenos Aires: Paids. Captulo 4, punto 1.

La significacin de lo inconciente para la psicologa.- Con la hiptesis del inconciente, el alma


empez a revelarse como un ente con propiedades inesperadas o inexploradas. Por ello el inconciente
revolucion a la psicologa.
La hiptesis del umbral de la conciencia y de lo inconciente significa que las reacciones psquicas estn
directamente al lado, arriba y debajo de la conciencia, separados de nosotros solo por un umbral y sin
embargo aparentemente inalcanzables. Lo inconciente tambin tiene representaciones: Wundt no crea
en el inconciente justamente porque lo psquico era solamente aquello que tena una representacin
conciente. Lipps mostr tambin que hay representaciones inconcientes.
Resumen de Jung C (1984) Arquetipos e inconciente colectivo. Buenos Aires: Paids. Captulo 4, punto 2.

Conciencia e inconciente.- Ricoeur se propone aqu hacer una revisin crtica, una reflexin sobre el
concepto de conciencia. Este concepto por un lado es central dentro de la fenomenologa, pero por otro
lado fue criticado por Freud, Nietszche y Marx (conciencia como mentira).
Es urgente revisar crticamente esta nocin debido a que necesitamos articular dialcticamente lo
conciente y lo inconciente, lo que desembocar en una visin menos estrecha de la condicin humana.
Qu debe ser el hombre -se pregunta Ricoeur- para que sea a la vez responsable de pensar bien
(conciente) y capaz de la locura (inconciente)? Ricoeur aparece as criticando tanto al psicoanlisis (por
centrarse en el inconciente) como a la fenomenologa (por centrarse en la conciencia), y su solucin ser
una sntesis dialctica entre ambos, sin que ninguno est privilegiado.

La conciencia tomada en sentido cartesiano es certidumbre (certeza) inmediata, pero no es verdad,


porque sabemos que la vida intencional puede tener otros sentidos adems del inmediato o manifiesto.
La certidumbre est dada, la verdad, no: hay que buscarla y encontrarla. Entonces esta conciencia de s
(verdad) no est al comienzo, sino al fin. Al fin, como idea-lmite (o saber absoluto segn Hegel).
La conciencia en sentido husserliano tambin fracasa, porque queda prisionera de la correlacin noesisnoema, sin acceso al inconciente, salvo en el sentido de tomas al inconciente como conciencia no-actual.
El sentido realista de conciencia, el de Freud, muestra a la conciencia como un lugar dentro de la
topografa del aparato psquico: esto tiene solamente un valor didctico, pero hay que superarlo.
Asimismo el punto de vista econmico es tan insuficiente como topogrfico o tpico.
No podemos absolutizar no la conciencia ni el inconciente. Relativizaremos entonces, el inconciente
diciendo que es un objeto, en el sentido que es constituido por el conjunto de procedimientos
hermenuticos que lo descifran, o sea, el inconciente queda definido por el mtodo, es relativo al
mtodo. No debe entonces entenderse el inconciente como una realidad fantstica que tiene el poder de
pensar en mi lugar, es decir, debemos tomas la postura de un idealismo trascendental.
La conciencia no es origen, sino tarea, fin. Esto nos lleva a entender al inconciente no en sentido realista,
sino dialctico, con el cual Ricoeur est proponiendo usar el mtodo dialctico en el psicoanlisis. Las
sucesivas figuras de la Fenomenologa del Espritu de Hegel pueden homologarse a los distintos
significantes-claves, a los que el hombre va progresivamente accediendo: padre, falo, muerte, madre,
etc.
Concretamente propone Ricoeur dos procedimientos opuestos: analtico hacia el inconciente, y sinttico
hacia la conciencia. La conciencia es el movimiento que aniquila sin cesar su punto de partida y no est
seguro de s ms que al final, o sea, es aquello que no encuentra su sentido ms que en las figuras
posteriores, siendo solo una figura nueva, la que puede revelar el sentido de las anteriores. O sea, la
inteligibilidad de la conciencia va siempre de adelante hacia atrs, y he aqu la clave de la dialctica entre
conciente e inconciente, porque este ltimo significa en el fondo que la inteligibilidad procede siempre de
figuras anteriores, el inconciente es el principio de todas las regresiones. Por tanto, el inconciente es lo
primordial, la conciencia lo terminal (fin, tarea). De aqu que haya smbolos arcaicos (pasado) y smbolos
prospectivos (futuro). Inconciente y conciencia no son cosas meramente complementarias (pues esto
sugiere que son distintas); son dos enfoques del mismo ser: el hombre. Una fenomenologa del espritu
(conciencia) y una arqueologa del inconciente hablan no de dos mitades del hombre, sino, cada una, de
la totalidad del mismo.
De manera que es lo mismo decir progresin de las figuras del espritu que regresin hacia los
significantes-claves del inconciente.
Condensado de Ricoeur P (1975) Hermenutica y psicoanlisis. Buenos Aires: Megpolis.

INCONCIENTE COLECTIVO
Generalidades.- Seala Jung que si lo inconciente fuera solo personal, sera posible tericamente
atribuir todas las fantasas de un enfermo mental a vivencias e impresiones individuales. Sin embargo,
existen fantasas mitolgicas no relacionadas con vivencias personales (Costa, 2005:62) que permiten
inferir la existencia de un inconciente colectivo.
Costa Nstor (2005) Jung: un mundo de imgenes y smbolos. En prensa: Buenos Aires.

INDEFENSIN
Indefensin aprendida.- Falta de defensa, o situacin del que est indefenso en un contexto
conceptual de la psicologa del aprendizaje y del estrs. El modelo de indefensin aprendida est ligado al
nombre del psiclogo experimental M. E. P. Seligman. El descubrimiento del proceso se hizo en la
experimentacin con perros que haban estado expuestos a estmulos aversivos incontrolables. Cuando se
les colocaba posteriormente en una situacin similar, pero en la que poda controlarse la estimulacin
aversiva, no hacan nada para neutralizar dicha estimulacin. Este estado psicolgico se caracteriza, en
los seres humanos, principalmente por dficits en tres campos: motivacional, cognitivo y emocional. Se
propuso el fenmeno de la indefensin aprendida como un anlogo de la depresin reactiva humana, y se
explicaron los dos fenmenos mediante una teora cuyo concepto central era el de expectativa de
incontrolabilidad.
Farr Mart J (1999) Diccionario de psicologa. Barcelona: Ocano.

INDIVIDUACIN
Definicin.- 1. (Psicologa analtica) Denomina Jung con este trmino el proceso de la formacin de la
personalidad. Se logra lo total e la personalidad cuando hay una diferenciacin perfecta entre los pares
opuestos y las dos partes de la psique total: lo conciente y lo inconciente estn relacionados virtualmente
uno con el otro. (Jocobi). Lo inconciente nunca puede transformarse en su totalidad en ser conciente.
Cunto ms perfecto es este proceso, tanto ms se acerca un ser humano a ser s mismo. La

individuacin es, pues una transformacin de los elementos inconcientes en concientes, un proceso que
necesita una tcnica adecuada de autoanlisis. Segn los conceptos de Jung lo inconciente se divide en
dos partes, Jung habla de un inconciente individual y de un inconciente colectivo. El ltimo, as demuestra
su denominacin, es comn a todos los individuos de la especie (se habla, por ejemplo, de arquetipo y de
los animales tambin). De lo inconciente colectivo se forma lo conciente individual y el proceso de
individuacin transforma los elementos del segundo en contenidos concientes. Esta transformacin
significa ser s mismo, es decir: ser una personalidad. Jung dice: Individuacin significa transformarse
en un individuo. Considerando por individualidad nuestra ms ntima, ms incomparable particularidad,
individuacin significa, pues: ser s mismo. (Die Beziehung swischen dem Ich und dem Unbewussten) 2.
(Psicoanlisis personalstico) En principio la psicoterapia existencial es un instrumento de la individuacin
en sentido jungiano: en ella al hombre correcto, vivo, irrepetible, se trata de hacerlo conciente con la
mayor responsabilidad, sacndole de la existencia impersonal, colectiva, indiferenciada. (Caruso).
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Segn Jung.- Proceso teraputico que lleva al sujeto a desarrollar la mximo sus potencialidades
equilibrando las cuatro funciones psicolgicas y equilibrando la conciencia y el inconciente (las
disposiciones inconcientes son incorporadas a la conciencia). El proceso culmina con la afirmacin del
Selbst (traducido como s-mismo). La individuacin comienza entonces confrontando la persona con la
sombra, luego con su anima o animus, y finalmente con la sumisin al arquetipo (viejo sabio, gran
madre, etc.) con cualidades que trascienden el inconciente personal.
Desde Jung, la individuacin es tambin el proceso evolutivo del sujeto, que abarca cuatro etapas de
aproximadamente diez aos cada una: 1) El hombre nace con un inconciente colectivo, no habiendo an
un perfil personal que lo individualice. Esta individualidad va surgiendo poco a poco, por ejemplo cuando
a los tres aos es capaz de decir yo. 2) Comienza en la pubertad y la progresiva ruptura psicolgica con
los padres. 3) El yo se hace cada vez ms coherente, y al final de esta etapa adquiere plena
individualidad. 3) Aparece una adaptacin completa del hombre a su rol social: a los cuarenta aos el
hombre est ubicado en relacin con su medio familiar, social e incluso con el universo: es la integracin
de la conciencia del yo. Luego de los 40 o 45 aos, surgir el problema del sentido de la vida, con lo cual
el hombre busca una significacin suprapersonal y ms objetiva de su vida sobre la base de los
arquetipos. As, se pasa del anonimato inconciente (nacimiento) al anonimato conciente (yo en el
universo).
Ostrov Len, Clases ao 1978, Facultad de Psicologa, Universidad de Buenos Aires.

INFANCIA
Definicin.- Perodo de la vida que abarca hasta los cinco o seis aos de edad. Este perodo ha sido
designado por Havelock Ellis como el de auto-erotismo, porque durante su transcurso se puede producir
cierto grado de placer sexual mediante la estimulacin de diversas reas cutneas (zonas ergenas) la
actividad de ciertos impulsos biolgicos y un acompaamiento de excitacin durante los estados
afectivos.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Segn el psicoanlisis.- Desde el psicoanlisis, puede definrsela como el tiempo de la instauracin de


la sexualidad humana, y de la constitucin de los grandes movimientos que organizan sus destinos en el
interior de un aparato psquico destinado al aprs-coup, abierto a nuevas resignificaciones y en vas de
transformacin hacia nuevos niveles de complejizacin posible (Bleichmar S, 1999:215).
Lo infantil en psicoanlisis no se presenta entonces como infantilizacin, en el sentido psicolgico del
trmino; tampoco se contrapone a lo adulto, en el sentido evolutivo. Su estatuto est determinado por el
anudamiento, en tiempos primersimos de la vida, de una sexualidad destinada a la represin, vale decir,
a su sepultamiento en el inconciente (Bleichmar S, 1999:198).
Bleichmar Silvia (1999) La fundacin de lo inconciente. Buenos Aires: Paids.

Generalidades.- En comparacin con los animales, el beb humano es mucho ms indefenso y depende
mucho ms de sus padres, pero tambin tiene mayor capacidad para aprender. En general, cuanto ms
indefensos y dependientes son los infantes, ms inteligentes y adaptables son y menos dependientes de
conductas fijas y heredadas. La mayor duracin de su infancia y la mayor necesidad de proteccin y
cuidado, estn estrechamente unidas a sus formas de accin, fijas e innatas, que son mucho menores y a
su habilidad inmensamente mayor para aprovechar (o desperdiciar) la experiencia individual. Este es el
significado biolgico de la infancia y la base de la civilizacin.
Isaacs Susan (1965) Aos de infancia. Buenos Aires: Horm-Paids, pgs. 14-15.

Nio excepcional.- Un nio que se desva significativamente del promedio en las caractersticas
mentales, fsicas o emocionales.
Aiken L (2003) Tests psicolgicos y evaluacin. Mxico: Pearson. 11 edicin (pgina 458).

Nios especiales.- Nios que tienen problemas fsicos, psicolgicos, cognoscitivos o sociales que hacen
que la satisfaccin de sus necesidades y potenciales sea ms difcil que para otros nios.
Aiken L (2003) Tests psicolgicos y evaluacin. Mxico: Pearson. 11 edicin (pgina 458).

Tratamiento familiar.- La conducta perturbada de los nios es una analoga de las dificultades de
alguno de sus progenitores, as como una tentativa para resolver dichas dificultades. Cuando en el nio
aparece el sntoma, el sistema de interaccin en torno de las dificultades de los padres es reemplazado
por el sistema de interaccin en torno del problema del chico.
Para resolver el problema que presenta el nio, la autora propone aqu tres estrategias: 1) reemplazar un
sntoma por otra accin metafrica, que sea til y no molesta y desafortunada; 2) un hijo sintomtico
expresa metafricamente los fracasos del prior lo tanto, el terapeuta debe suministrar una metfora para
el xito en lugar de para el fracaso; 3) el sntoma es un intento de solucin del problema del progenitor.
Debe entonces cambiarse esa solucin metafrica por otra que sea ms problema que solucin, por
ejemplo, desagradable para el nio, con lo cual el sntoma-solucin tender a desaparecer.
Ciertos pasos deben seguirse en la terapia: 1) el terapeuta parte de la base que el sntoma expresa
metafricamente un problema de los padres y al mismo tiempo es la solucin; 2) el terapeuta determina
que metfora expresa la conducta perturbada del nio, y a quin est el nio ayudando; 3) el terapeuta
determina que sistema de interaccin gira en torno al sntoma del nio, y cul es el otro sistema de
interaccin al cual el primero sirve de metfora; 4) el terapeuta planea la intervencin que modificar la
accin metafrica, o suministrar una metfora alternativa, o cambiar las consecuencias que tiene la
metfora para los padres.
Resumen de Madanes Clo (1984) Terapia familiar estratgica. Buenos Aires: Amorrortu. Captulo 5.

El estrs infantil.- El estrs afecta por igual a adultos, ancianos y nios. En este ltimo caso, suelen
adquirir importancia como factores estresantes las condiciones de vida familiar. En una familia funcional
(Ramos, 1991), vale decir, en una familia con cdigos claros, comunicacin coherente y reglas bien
establecidas, el estrs de los nios se da bsicamente por las exigencias de la sociedad competitiva en la
que estn inmersos, y que se infiltran tambin en el entorno familiar.
As, la Licenciada Elena Agote, psicopedagoga y docente de la Universidad del Salvador, seala que "cada
vez, desde ms chicos, los padres les hacen sentir a sus hijos que si no aprenden computacin estarn
perdidos en el futuro. Lo mismo si no aprenden ingls, si no se capacitan, si no se superan. Y esto los
lleva a ponerlos en colegios de doble escolaridad, a hacer cursos complementarios y hasta a tener
actividades deportivas o talleres literarios y otras mil alternativas los fines de semana" (Ramos, 1991).
Los nios aparecen as sobreexigidos, y el resultado es el estrs. Segn la Licenciada Agote, algunos de
los motivos son (Ramos, 1991):
a) Las expectativas paternas de que los hijos cumplan con sus propios sueos postergados, con sus
propias asignaturas pendientes: aprender un idioma, destacarse en un deporte, etc.
b) La dicotoma entre lo que viven en la casa y lo que se les exige en la escuela. Es el caso de padres
muy permisivos que mandan a sus hijos a colegios muy exigentes.
c) La presin ejercida sobre ciertos chicos cuyos padres hacen un gran sacrificio para pagarles un colegio
muy caro, y que por ello se sienten en la obligacin de responderles para no defraudarlos. A veces su
capacidad no es acorde con lo que esos colegios exigen.
d) La rigidez de ciertos padres para que sus hijos cumplan lo que ellos quieren. Tal presin es
especialmente importante en el hijo mayor, que es quien ha de dar el ejemplo.
Para la doctora Ana Giller, psiquiatra y presidenta de la Sociedad Argentina de Terapia Familiar (Ramos,
1991), un instrumento que cataliza el estrs infantil es el juego, y fundamenta su aserto en las teoras de
D.
Winnicott, para quien si un nio puede disfrutar de su juego, sea en soledad o en compaa con otros
nios, no se avecinan dificultades serias; y lo mismo si el chico emplea una rica imaginacin, an cuando
se moje en la cama, tartamudee o tenga ataques de rabia o depresin. El juego demuestra que ese nio
puede, en un medio razonablemente satisfactorio y estable, desarrollar una forma personal de vida y de
convertirse en un ser humano completo. Si un chico hace las cosas con gusto, como un juego, aunque
est exigido, no sufre estrs. Para la doctora Giller, entre los elementos ms estresantes para los nios
est la televisin, que los sumerge en una aventura permanente y les dispersa la atencin de todo
aquello que sea obligatorio, tal como el aprendizaje sistemtico.
Cazau P (1998) Vocabulario de Psicologa. Buenos Aires: Redpsicologa.
Referencias bibliogrficas
Ramos Carmen (1991) Cuando el estrs ataca a los chicos. Buenos Aires: Revista Conocer y Saber N 31.

Infancia abandonada segn Adler.- El nio abandonado por cualquier causa siente la hostilidad del
ambiente, y construir una concepcin del mundo como peligroso que usar como patrn de sus
conductas posteriores. Se empear en buscar prestigio y poder para contrarrestar aquel peligro. Adler

da ejemplos en la literatura de su teora sobre la inferioridad y la superioridad a travs de ejemplos de


personajes y autores literarios, sobre todo Dotoiewski.
Resumen de Adler Alfred (1967) Prctica y teora de la psicologa del individuo. Buenos Aires: Paids. 4 edicin.
Captulos 25-26-27.

INFERENCIA INCONCIENTE
Generalidades.- Trmino acuado por von Helmholtz. La inferencia inconciente es un proceso
resultante de las actividades psquicas que nos llevan a inferir que frente a nosotros, en cierto lugar,
hay cierto objeto de cierto carcter, y generalmente, no son actividades concientes sino inconcientes y
por ello se llaman inferencias, en lugar de conclusiones. El autor destaca, en ese sentido, que las
acciones son percibidas directamente, pero jams los objetos externos mismos.
Desde el punto de vista terico, el autor introduce en su teora de la percepcin la importante idea de que
lo que percibimos no son los objetos externos tal cual son, sino que nuestra percepcin se halla
influenciada por inferencias inconcientes, que, por ser inconcientes, son irresistibles y no pueden ser
controladas por el pensamiento conciente, como cuando se obtiene una conclusin. Los elementos
introducidos as en la percepcin se deben a la experiencia y al entrenamiento.
Von Helmholtz H, (1886) Tratado de Optica Fisiolgica. Seccin 26.

Generalidades.- Concepto de F. von Helmholtz (1821-1894). Este autor argumentaba en primer lugar
que la percepcin puede tener muchos datos experimentales que no estn representados
inmediatamente en el estmulo, y en segundo lugar, que tales aspectos son en cierto sentido adiciones
que aumentan la percepcin de acuerdo con experiencias pasadas. Decidi llamar a estos fenmenos
inconcientemente determinados, inferencias inconcientes.
Boring E (1929), History of Experimental Psychology. Appleton-Century-Crofts, 2 edicin.

INFERIORIDAD, COMPLEJO DE
Definicin.- (Psicologa del individuo) 1. Actitud afectiva dominante, debida a algn defecto orgnico y
acompaada frecuentemente por deficiencias del aparato sexual, que conduce a la aparicin de sntomas
neurticos, de gravedad variable segn las complicaciones ambientales (educacin, relaciones sociales,
etc.) y el grado de insuficiencia de la relacin. (Adler) 2. La sensacin de debilidad y desamparo que
presentan todos los infantes y que es reforzada, de manera caracterstica, tanto por su incapacidad
reiterada de dominar su ambiente, como por el reconocimiento de sus limitaciones y defectos fsicos. Esta
sensacin de inferioridad primaria se complica luego con otra secundaria, que estriba en el influir sobre
las
dems
personas
inducindolas
a
compasin
o
a
intentar
dominarlas.
(Alemn:
Minderwertigkeitsgefhl; Francs: Sentiments dinfriorit; Ingls: Inferiority feeling.)
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Inferioridad.- Segn Adler, la lucha por la superioridad surge debido a que los seres humanos nos
sentimos inferiores. Los sentimientos de inferioridad tienen su origen en nuestro encuentro con el
ambiente infantil. A diferencia de otros animales, nacemos inmaduros, incompletos e incompetentes para
satisfacer incluso las necesidades bsicas. Durante largo tiempo seremos dependientes de otras
personas.
En sus primeros escritos, Adler denomin la compensacin de las inferioridades, la protesta masculina,
porque en esa poca asoci la inferioridad con la feminidad, aunque luego cambi de opinin diciendo
que no haba sexos inferiores.
Engler Barbara, Introduccin a las teoras de la personalidad. Mxico: McGraw-Hill, pg. 103.

INFIDELIDAD
Definicin.- Tal como yo la defino, la infidelidad es una defraudacin, la traicin a una relacin, la
violacin de un convenio. Hay muchos tipos de infidelidad, pero aqu nos referimos a la sexual en el
matrimonio mongamo o en una relacin equivalente. La mayora de las parejas acuerdan guardar una
estricta exclusividad sexual dentro del matrimonio; permiten la masturbacin y cualquier fantasa que uno
u otro cnyuge quiera tener, pero insisten en mantener los genitales lejos de las manos (o lo que fuere)
de personas extraas (Pittman F, 1994:18).
Pittman Frank (1994) Mentiras privadas. Buenos Aires: Amorrortu.

Infidelidad y adulterio.- Podramos establecer un distingo entre infidelidad y adulterio, El adulterio


sera una cuestin religiosa y legal: ciertos actos son pecaminosos o ilcitos por si, independientemente de
la relacin que exista entre los cnyuges. Si se miente acerca de l, se lo mantiene en secreto o se lo
comete a pesar de las objeciones del cnyuge, es una infidelidad, una traicin del convenio matrimonial de
que la pareja debe mantener sus actividades sexuales dentro de la relacin, con las caractersticas que

ambos -en paridad de voz en la materia- hayan convenido. Podemos definir un adulterio como un acto
sexual extra conyugal, y la infidelidad, como una deshonestidad sexual intraconyugal. El primero puede
ser contrario a la ley o a la voluntad divina, pero la segunda va contra el matrimonio; por eso es ms
importante y entraa un mayor peligro personal (Pittman F, 1994:19-20).
Pittman Frank (1994) Mentiras privadas. Buenos Aires: Amorrortu.

La infidelidad y sus mitos.- <<La infidelidad no es un problema de salud mental, sino una cuestin
moral>>. Esta reaccin deriva de algunos supuestos fascinantes: <<La salud mental se alcanza cuando
se superan las restricciones impuestas por los criterios morales. Todo aquello que libere al individuo de la
restriccin sexual debe ser saludable para su mente>>.
Otra reaccin: <<Las aventuras amorosas son la expresin sana y normal de impulsos normales. Los
matrimonios deben aprender a darles cabida>>.
Ambas actitudes -culpar a la moralidad o al matrimonio por estorbar las aventuras amorosas- sitan en un
callejn sin salida al terapeuta o a quienquiera que trate estas relaciones. A su vez, y esto es ms
importante, nuestro desconcierto deja atascados a quienes procuran convivir con sus propias aventuras y
la de sus seres queridos. No obstante, parece morboso e intil sentirnos culpables por lo que haga nuestra
mente. Hay pocas experiencias tan gratificantes como la satisfaccin por conducirnos correctamente a
despecho de la inclinacin de nuestras emociones. Todos tenemos fantasas sexuales, y las poblamos con
personas que no son nuestro compaero sexual habitual. Son uno de los placeres ms sanos y seguros de
la vida, en especial si sabemos que no las pondremos en prctica (Pittman F, 1994:22-23).
Pittman Frank (1994) Mentiras privadas. Buenos Aires: Amorrortu.

Infidelidad y ovulacin.- Algunas investigaciones han mostrado que las mujeres son ms conscientes
de su sexualidad cuando estn cerca de la ovulacin (por ejemplo, usan prendas de vestir que dejan ms
piel al descubierto). A partir de dichos resultados, Steven Gangestad, Randy Thornhill y Christine Garver,
de la Universidad de Nuevo Mxico, se preguntaron si estas actitudes podan aumentar las probabilidades
de concepcin, o si pudieran dirigirse hacia hombres distintos al que suele denominarse, de manera tan
poco romntica, la pareja principal.
Los investigadores contaban con un grupo de estudiantes mujeres dispuestas a actuar como sujetos de
un estudio. Escogieron a 50, de las cuales 31 dijeron que tenan una pareja principal. Sus niveles de
hormonas se revisaban para detectar cundo haban ovulado, y les pedan que llenaran cuestionarios en
dos ocasiones: cuando estaban frtiles y cuando no lo estaban.
Las preguntas se relacionaban con su propio comportamiento y con el de su pareja principal. Las
preguntas sobre su propia conducta involucraban su atraccin hacia sus parejas principales, hacia otros
hombres y sus fantasas. En las preguntas sobre el comportamiento de sus compaeros se buscaban
seales de sentido de propiedad (llamadas telefnicas inesperadas para verificar dnde estaba la mujer;
revisin de los objetos personales; enojo si la dama en cuestin era vista sola con otro hombre) y
atencin (mimos y monopolizacin).
Los resultados, que recientemente fueron divulgados en la publicacin Proceedings of the Royal Society,
sugieren que la seleccin natural no se ha mantenido ociosa en esta rea. Como se esperaba, las mujeres
en el estudio mostraron un gran incremento en la atraccin y las fantasas con otros hombres cuando
estaban frtiles. Sin embargo, ese incremento no se extendi a sus parejas principales: el atractivo de
estos vari slo ligeramente durante el ciclo. No se trata, por tanto, de que las mujeres simplemente
sientan ms pasin sexual cuando estn frtiles. Esa sexualidad se dirige directamente a la infidelidad.
Las parejas principales, por otra parte, parecieron estar conscientes de lo que estaba ocurriendo (al
menos las mujeres percibieron que lo estaban). Dijeron que tanto el sentido de propiedad como la
atencin aumentaron significativamente durante la fertilidad.
Existe el riesgo, por supuesto, de que este resultado se deba a un sesgo en las respuestas. Las mujeres
pudieron notar que sus compaeros adoptaban una actitud de mayor vigilancia cuando estaban frtiles
porque es entonces cuando ello resulta ms molesto. Pero es igualmente probable que la seleccin haya
provisto a los hombres con sensibilidades que les permitan cambiar sus esfuerzos, de acuerdo con la
necesidad, para rechazar el inters de sus parejas en otros hombres.
La infidelidad es ms atractiva durante la ovulacin. The Economist http://www.eluniversal.com

INFORMACIN
Generalidades.- New Scientist.- Internet puede ser la base sobre la que descansen los mecanismos
informticos que den pie a una verdadera inteligencia global. Francis Heylighen, un experto en
inteligencia artificial de la Free University de Bruselas, lo ve claro. Caminamos hacia la formacin de un
"cerebro global", y su forma embrinica es Internet. Poco a poco, la red y sus componentes,
computadoras cada vez ms potentes equipadas con sofisticados programas, sern ms y ms
inteligentes, dando lugar a una especie de centro nervioso, la columna vertebral de un superorganismo
global del cual el hombre slo ser una parte.

Segn Heylighen, el cerebro global surgir a partir de nuestros esfuerzos por lograr gestionar y organizar
las enormes cantidades de informacin que se estn depositando en la Red. Ni los actuales buscadores ni
las pginas web tradicionales pueden realizar esta funcin y debern desarrollarse mtodos ms
convincentes y efectivos. Por ejemplo, el proyecto llamado DKS (Distributed Knowledge Systems), que
est siendo elaborado por Los Alamos National Laboratory. Consiste en un programa que es capaz de
reconstruir continuamente los enlaces entre las pginas de una web (Principia Cybernetica Web) en
funcin de las necesidades de sus usuarios. El DKS, as, coloca nuevos enlaces cada vez que considera
que es necesario abrir un camino diferente que los internautas van a querer utilizar. Al mismo tiempo,
elimina los enlaces antiguos que caen en desuso, conformando un sistema puramente dinmico y
automtico.
Estos enlaces cambiantes recuerdan a las conexiones que crecen y desaparecen en un cerebro humano.
Por ejemplo, si una neurona es activada poco despus de otra, la sinapsis que conecta a ambas se hace
ms fuerte. La fortaleza de la conexin crece con relacin al nivel de actividad. De la misma manera, en
la principia Cybernetica Web, los algoritmos refuerzan los enlaces ms populares y dejan morir a aquellos
que no lo son tanto, hacindolos desaparecer.
El sistema tambin examina el computador del usuario conectado en busca de cookies que indiquen si
hemos visitado antes la web o no. Interpretando nuestras preferencias, puede recomendarnos pginas o
cambiar la estructura de la web para que se amolde a nuestras necesidades, creando atajos, etc.
La flexibilidad ser esencial para la red de computadoras mundial. Si una web individual puede adaptarse
del modo descrito a los usuarios, no hay razn por la que no pueda hacerse lo mismo con la red al
completo, tratndola como un todo nico. La World Wide Web, entonces, se reorganizar
constantemente, hacindose ms eficiente. Con el tiempo, cualquier consulta, cualquier pregunta que
queramos formular, podr ser resuelta rpida y fiablemente en la red sin que para ello debamos realizar
un gran esfuerzo de bsqueda.
Todo esto no est demasiado lejos en el tiempo. Podra incluso lograrse antes de 5 aos. La tecnologa
est disponible, aunque la verdadera dificultad est en convencer a los poderes fcticos para que adopten
los protocolos que sern necesarios.
Heylighen cree que adaptando la red a la estructura de funcionamiento del cerebro humano se lograr
antes o despus que sta se convierta de alguna manera en inteligente. Es interesante preguntarnos qu
saldr de un cerebro global como ste, compuesto por millones de computadoras distribuidas por todo el
mundo.
Adems de programas de bsqueda, la red constar de programas llamados agentes autnomos, que
actuarn de mediadores y que buscarn por nosotros, la informacin que necesitamos. Incluirn entonces
un enlace para que lo podamos seguir, en una accin que podramos calificar de conclusin a un
razonamiento, es decir, un proceso lgico cognoscitivo. Haciendo conexiones entre conceptos que no
existan antes, el cerebro empezar a "pensar".
Existe una prueba, el llamado test de Turing, (Ver en la Biblioteca Virtual de PSYCOLOGIA.COM, los
siguientes artculos de Claudio Gutirrez: Neurofilosofa, Hacia una redefinicin de la ciencia cognoscitiva,
La lgica y el conocimiento, La epistemologa y sus desarrollos recientes, para ampliar informacin sobre
Turing) que sirve para averiguar si estamos hablando o no con una computadora. En el momento en que
no sepamos distinguir a una persona o a una mquina en una conversacin, habremos hecho un gran
paso adelante en direccin hacia el "cerebro global".
La inteligencia de este cerebro global parece inevitable, pero realmente la deseamos? Esto es lo que
deberemos decidir entre todos. Lo ltimo que queremos es dar forma a un dictador digital que nos diga lo
que tenemos que ver u or en funcin de lo que haga la mayora.
El cerebro global. Copyright 2000 Psycologia.com

Incertidumbre e informacin.- Un mensaje informa ms cuanto ms reduce la incertidumbre: un


mensaje ser ms original cuando sus posibilidades de aparicin sean escasas. Dupont es francs es
poca informacin, pues por el apellido ya podemos saberlo. Un mensaje previsible aporta poca
informacin, y uno imprevisible mucha. Debe haber un equilibrio entre ambas para que el mensaje sea
original y facilitar la atencin sostenida del receptor.
Condensado de Amado G y Guittet A (1983) La comunicacin en los grupos. Buenos Aires: El Ateneo.

Costo de la informacin y redundancia.- Los mensajes suelen acortarse para abaratar el costo de
transmisin (en tiempo y dinero), pero no tanto como para que no se entiendan los mensajes. En todo
mensaje hay siempre ruidos que hacen perder informacin, por lo que a veces es preciso introducir la
redundancia, o repeticin que busca neutralizar el efecto del ruido.
Condensado de Amado G y Guittet A (1983) La comunicacin en los grupos. Buenos Aires: El Ateneo.

Sentido e informacin.- Si bien la cantidad de informacin de una palabra se calcula en funcin de su


probabilidad de aparicin, el sentido, en cambio, es ms imprevisible. El sentido se busca interpretando
el mensaje en funcin del contexto.
Condensado de Amado G y Guittet A (1983) La comunicacin en los grupos. Buenos Aires: El Ateneo.

INFORME PSICOLGICO
Generalidades.- El orden de datos en un informe psicolgico es: Datos de filiacin, procedimientos
utilizados (tests, entrevistas), motivos de estudio, descripcin del grupo familiar, problemtica vital
(prdidas, cambios, etc.,) descripcin de estructuras de conducta, descripcin de rasgos de carcter y
de la personalidad, conclusiones, pronstico, posible orientacin (si hacer falta nuevos exmenes,
aliviar u orientar al entrevistado, etc.). Un estudio completo abarcara, en medicina, un diagnstico
mdico, psiquitrico y psicolgico (triple).
Condensado de Bleger J (1989), Temas de psicologa. Buenos Aires: Nueva Visin.

INHIBICIN
Definicin.- Se dice que un proceso o funcin estn en estado de inhibicin si llega a estar inactivo por
la operacin de otro proceso o funcin. En "Inhibicin, sntoma y angustia" Freud contrasta la inhibicin
con el sntoma, estando referida la primera a una prdida de funcin y el ltimo a un trastorno de la
funcin. La inhibicin y la represin difieren en el sentido de que la primera implica que algo ha sufrido
un corte de energa, y la segunda que algo ha sido contenido.
Rycroft Ch., Diccionario de Psicoanlisis, Buenos Aires, Paids, 1976.

INCESTO
La prohibicin del incesto segn Lvi Strauss.- Para Lvi-Strauss, la prohibicin del incesto es el
nico fenmeno que tiene al mismo tiempo una dimensin natural y una cultural: est en relacin con la
naturaleza porque tiene la universalidad de los instintos, y est en relacin con la cultura porque
presenta el carcter coercitivo de las leyes sociales. Constituye, para el pensador francs, el movimiento
gracias al cual, por el cual, pero sobre todo en el cual, se cumple el pasaje de la naturaleza a la cultura.
Una parte fundamental del trabajo del antroplogo es intentar explicaciones sobre ciertos fenmenos que
pueden observarse en las diferentes culturas. Uno de estos fenmenos, de carcter universal, es la regla
de la prohibicin del incesto, al que Lvi-Strauss asigna particular importancia en la medida en que es lo
que constituye, segn l, el movimiento fundamental del pasaje de la naturaleza a la cultura. El problema
de la prohibicin del incesto tiene para Lvi-Strauss un carcter ambiguo y equvoco, ya que por un lado
tiene un aspecto cultural, y por el otro un aspecto natural: a) El carcter cultural reside esencialmente en
que se trata de una regla establecida por los hombres; b) el carcter natural reside en que, al mismo
tiempo, es una prohibicin presocial en dos sentidos. En primer lugar por su universalidad, y segundo por
el tipo de relaciones que su norma impone: la vida sexual en s externa al grupo, no slo porque expresa
el instinto animal de supervivencia del hombre, sino adems porque sus fines trascienden la sociedad o la
cultura misma: satisface deseos individuales muchas veces contrapuestos con a las convenciones
sociales, y tiene fines que, aunque en otro sentido, van ms all de los fines propios de la sociedad.
El instinto sexual, por ser natural, no constituye por s solo el paso de la naturaleza a la cultura, pero es
el punto de partida para este pasaje a lo social porque de todos los instintos, solamente el sexual
necesita del estmulo del otro.
Antes de desarrollar su propia interpretacin, Lvi-Strauss expone y critica diversas explicaciones que
fueron dando distintos antroplogos y socilogos sobre la cuestin. Estas respuestas que procuran
explicar la prohibicin del incesto fueron muchas, pero puede agruparse, para el antroplogo francs, en
tres grandes tipos:
a) La prohibicin del incesto es un compuesto de elementos tomados en parte de la naturaleza y en parte
de la cultura.
b) La prohibicin del incesto tiene un origen puramente natural.
c) La prohibicin del incesto tiene un origen puramente cultural.
Examinaremos brevemente cada postura y finalmente, sobre la base de sus cuestionamientos a ellas,
expondremos un esbozo muy general del planteo de Lvi-Strauss al respecto.
Explicaciones previas a Lvi-Strauss.- a) La prohibicin del incesto es un compuesto de elementos
tomados en parte de la naturaleza y en parte de la cultura.- Esta primera explicacin intenta sostener los
dos aspectos de la prohibicin, el natural y el cultural, pero mantenindolos disociados en dos fases
distintas. Para Morgan y Maine, por ejemplo, el origen de la prohibicin es natural y social al mismo
tiempo, pero en el sentido de ser el resultado de una reflexin social sobre un fenmeno natural. Ms
concretamente, la prohibicin del incesto sera una medida eugensica destinada a proteger a la especie
de los nefastos resultados de los matrimonios consanguneos, productores de enfermedades. Sin
embargo, indica Lvi-Strauss, esta justificacin es bastante reciente, y antes del siglo XIV no aparece en
parte alguna de nuestra sociedad. Tengamos presente que antes del siglo IXV exista la prohibicin del
incesto, pero no exista la justificacin indicada para la misma.

Inclusive ms: Lvi-Strauss refiere que desde fines del paleoltico el hombre utiliza procedimientos
endogmicos de reproduccin para mejorar especies, y no habra razn para que pensase distinto
respecto de la suya propia.
Finalmente, Lvi-Strauss cita una serie de investigaciones biolgicas, donde en algunas de las cuales se
afirma que la prohibicin del incesto evita la aparicin de enfermedades en la progenie, mientras que en
otros estudios, dicha prohibicin no determina por s sola tales enfermedades, sino que la aparicin de
estas dependern de otras variables como el tamao de la poblacin, las mutaciones, etc. El primer tipo
de explicacin justificaran la prohibicin del incesto, pero las segundas no.
b) La prohibicin del incesto tiene un origen puramente natural.- Para muchos socilogos y psiclogos, y
entre ellos Westermarck y Havelock Ellis, la prohibicin del incesto no es ms que la proyeccin o el
reflejo, sobre el plano social, de sentimientos o tendencias para cuya explicacin slo es necesario
considerar la naturaleza del hombre (sea esta fisiolgica o psquica).
Esta postura suele invocar un supuesto 'horror al incesto', derivado para algunos de una fuente instintiva,
fisiolgica, y para otros derivada de la influencia negativa de las costumbres cotidianas sobre la
excitabilidad ertica (lo que es una explicacin mas bien psicolgica pero no an social).
La primera opinin no puede sostenerse: el 'horror al incesto' no puede derivarse de una fuente instintiva
puesto que para que se manifieste es preciso suponer un conocimiento previo o establecido
posteriormente de la relacin de parentesco entre los culpables, vale decir, presupone un factor social.
La segunda opinin ser tambin refutada por Lvi-Strauss, por cuanto para l est fundada en una
falacia denominada peticin de principio. Sabemos que hay dos situaciones donde hay un descenso del
deseo sexual: a) en los matrimonios, donde uno termina por aburrirse del otro cnyuge. Miller dice que el
hombre tiene en comn con los monos superiores esta tendencia innata a cansarse de su pareja sexual
(Miller G, The primate Basis of Human Sexual Behavior, Quaterly Review of Biology, Vol 6, N4, 1931,
pgina 398), y b) en las familias, donde no se manifiesta en general el deseo hacia los miembros de la
misma.
Lvi-Strauss objeta que estos autores creen que en el caso de la familia la falta de deseo sexual obedece
tambin a ese aburrimiento verificado en los matrimonios (es como si dijramos: "estoy tan aburrido de
ver a mi hermana en bombacha, que ya no me interesa ms"). As, no resulta posible saber si la menor
frecuencia de deseos sexuales entre parientes prximos se debe a un simple acostumbramiento fsico o
psicolgico, o es consecuencia de la prohibicin misma del incesto (la peticin de principio consiste as en
explicar la prohibicin del incesto por el acostumbramiento, el cual a su vez est dado... por la
prohibicin misma).
Lvi-Strauss hace an otra objecin: no puede explicarse un fenmeno universal como la prohibicin del
incesto recurriendo a un fenmeno que, como el menor deseo sexual entre parientes prximos, no es
universal, ya que existen casos de perversiones y otras anomalas. Mas bien deberamos razonar como lo
hizo el psicoanlisis, que ve como fenmeno universal no la repulsa al incesto sino, por lo contrario, su
bsqueda.
Por otro lado, tampoco es cierto que el acostumbramiento sea siempre fatal, porque en muchas
sociedades esto no se cumple: un proverbio azande dice que "el deseo de mujer comienza con el deseo
de la hermana". Y a propsito de estas objeciones, Lvi-Strauss formula una ms grave an: si el horror
al incesto resultase de tendencias fisiolgicas o psicolgicas congnitas, por qu se expresara como una
prohibicin tan solemne, sagrada y universal? No habra razn alguna para prohibir algo que, sin
prohibicin, no correra el riesgo de ejecutarse.
A este argumento pueden oponerse an dos objeciones: a) Tal vez la regla de prohibir el incesto se
aplique a ciertos casos poco frecuentes. Pero, replica Lvi-Strauss, an cuando la prohibicin apuntase a
casos excepcionales, no hay relacin entre la pequea cantidad de estos casos de violacin de la
prohibicin con la importancia que tiene esta regla; b) Tal vez la regla del incesto se aplique a conductas
que causen algn perjuicio social, como por ejemplo la regla que prohbe el suicidio. En este ltimo caso
puede quedar claro porqu el suicidio afecta el inters social, pero an queda por encontrar qu tipo de
perjuicio a la sociedad puede ocasionar el incesto.
c) La prohibicin del incesto tiene un origen puramente cultural.- Este tercer grupo de explicaciones ve en
la prohibicin del incesto una regla de origen puramente social, cuya expresin en trminos biolgicos es
un rasgo accidental y secundario.
Los partidarios de esta tercera postura dan especial importancia a la prohibicin del incesto concebida
como una institucin social que prohbe relaciones sexuales entre un vasto nmero de personas sin
relacin de consanguinidad, o al menos con relaciones de parentesco muy lejanas. Con ello, procuran
mostrar que la prohibicin del incesto es un fenmeno esencialmente social, y no de origen natural o
biolgico.
Dentro de esta tercera posicin se pueden identificar dos grupos de interpretaciones: a) Las ideas de
McLennan, Spencer y Lubbock, que dejan abierta la posibilidad de hacer de la prohibicin del incesto una
derivacin de la exogamia, y b) las ideas de Durkheim, que afirman categricamente la existencia de esta
derivacin. Veamos brevemente ambas posiciones.

a) Se traza aqu el esquema de una evolucin desde el matrimonio endogmico hacia el matrimonio
exogmico por rapto, donde las esposas se obtienen raptndolas y pasando a ser bienes individuales. Si
estas concepciones buscan explicar la prohibicin del incesto -forma particular de exogamia- , por el
hbito del rapto, van mal encaminados pues no se puede explicar una regla universal como lo es dicha
prohibicin, a partir de un fenmeno como el rapto, que no es universal y a menudo anecdtico.
b) Durkheim comete el mismo error al partir de lo observado entre indgenas australianos, un fenmeno
que no es universal y desde el cual busca explicar la prohibicin del incesto, que s es algo universal. Este
autor plantea que en el origen de toda la explicacin existe una creencia religiosa que afirma una
identidad sustancial entre el clan y el ttem que le da nombre. Esto a su vez genera un horror a la sangre
de las propias mujeres del clan (en particular a la sangre menstrual); esto a su vez explica ciertas
prohibiciones que afectan a las mujeres del clan, lo cual a su vez explica la exogamia y, finalmente, esta
exogamia termina explicando la prohibicin del incesto. En suma, en el origen lejano de esta prohibicin
hay que ubicar ciertas creencias religiosas en la consustancialidad del individuo miembro de un clan con
su ttem.
Para Lvi-Strauss, la falla de la teora de Durkheim est no slo en partir de un hecho que no se da en
todas las sociedades y explicar a partir de all algo universal como la prohibicin del incesto, sino en que
el pasaje de las creencias religiosas a la prohibicin del incesto no est debidamente fundamentado, y las
conexiones que establece son frgiles y arbitrarias.
Todas las explicaciones del tercer tipo, en suma, presentan un vicio comn y fundamental: intentar
fundar un fenmeno universal en episodios contingentes sobre los cuales no hay garantas que se hayan
repetido sin cambio en todas las sociedades humanas. Adems, cmo se explica no slo la universalidad
de la prohibicin del incesto sino adems su persistencia, una vez desaparecidas o debilitadas las
creencias religiosas que le dieron origen? Para Lvi-Strauss deberemos preguntarnos entonces por las
causas profundas y omnipresentes que hacen que en toda poca y lugar, exista siempre una
reglamentacin de las relaciones sexuales como lo es la prohibicin del incesto.
Como todas las teoras planteadas y criticadas fallaron, los socilogos decidieron quitarse el problema de
encima, diciendo que es algo que debe explicar la biologa o la sociologa. Lvi-Strauss sostiene que el
problema de la prohibicin del incesto sigue siendo de la sociologa porque se trata de una regla impuesta
culturalmente.
Un esbozo de la explicacin de Lvi-Strauss.- La prohibicin del incesto no es un compuesto de
elementos tomados en parte de la naturaleza y en parte de la cultura, como as tampoco tiene un origen
puramente natural, ni puramente cultural. Para Lvi- Strauss, constituye el movimiento fundamental
gracias al cual, por el cual, pero sobre todo en el cual se cumple el pasaje de la naturaleza a la cultura.
En un sentido pertenece a la naturaleza por tener su mismo carcter formal, que es la universalidad, pero
tambin en cierto sentido es ya cultura, porque acta e impone su regla en el seno de fenmenos que no
dependen en principio de ella.
Mediante la prohibicin del incesto, la naturaleza se supera a s misma, encendiendo la chispa mediante
la cual una nueva y ms compleja estructura se forma y se superpone -integrndolas- a las estructuras
ms simples de la vida psquica, as como estas ltimas se superponen -integrndolas- a las estructuras
ms simples de la vida animal.
Resumen de Lvi-Strauss C (1985) Las estructuras elementales del parentesco. Buenos Aires: Paids. Captulo 2.

INHIBICIN
Definicin.- 1. Supresin total o parcial de una funcin en plena actividad, especialmente de una
contraccin muscular. La Ley de inhibicin fue establecida por Pavlov, considerndola como una fuerza
tan activa como la excitacin, y como conservadora de la unidad de la conducta humana. Al mismo
tiempo es la reguladora de la actividad nerviosa por los focos de inhibicin (y excitacin del cerebro). Se
considera la inhibicin como un fenmeno neuroeclctico que se debe a la difusin de la onda positiva. 2.
Estado de un tejido u rgano en que una funcin del mismo no puede ser provocada por su estmulo
habitual. 3. Estado mental en que una fuerza contraria, se impiden o tienden a impedir ciertas formas de
expresin, especialmente aquellas que pondran de manifiesto a los dems, las ideas o el carcter del
individuo. 4. (Psicoanlisis) Consiste en una represin de un impulso instintivo o de alguna de sus
manifestaciones. La fuerza del Supery es la que inhibe el impulso y le impide pasar la lnea entre el Ello
y el Supery. Desde el punto de vista psicolgico se considera que la existencia del control de los
esfnteres en el nio es la primera leccin importante de las inhibiciones. 5. La inhibicin tiene un papel
importante en la pedagoga; se habla de inhibiciones intelectuales las cuales pueden ser tan pronunciadas
que el sujeto est considerado -equivocadamente- como mentalmente mal dotado, hasta dbil mental.
Un psicodiagnstico, diferencial es todos estos casos por los tests adecuados, da la orientacin necesaria
para el educador. El afn del educador consiste en la eliminacin de aquellos factores que inhiben la
actividad libre de la inteligencia y de la afectividad del nio. 6. Marx Scheler afirma que la inhibicin y la
desinhibicin son las dos funciones fundamentales del espritu.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

INIMPUTABILIDAD
Segn el Cdigo Penal.- El artculo 34 del Cdigo Penal argentino establece que no son punibles ciertas
conductas relacionadas con las siguientes causales de inimputabilidad (inciso 1):
1) INSUFICIENCIA DE LAS FACULTADES MENTALES: Debilidad mental, evaluable no con un simple CI
sino con un diagnstico estructural de inteligencia que incluya diversos rasgos (abstraccin,
simbolizacin, etc).
2) ALTERACION MORBOSA DE LAS FACULTADES MENTALES: incluye demencia (en todas sus formas
clnicas, y siempre hay una causa orgnica) o alienacin completa (difcil de encontrar, pues siempre hay
algn intervalo lcido). Para diagnosticar todos estos estados morbosos recurrimos a entrevistas, tests
proyectivos, etc. y a travs de ellos se busca una estructura (neurosis, psicosis, bordeline, etc).
3) ESTADO DE INCONCIENCIA: Hay dos ejemplos tpicos, que son el alcoholismo y la epilepsia.
Alcoholismo: Si uso el alcohol como medio para cometer un delito es imputable, pues hay
intencionalidad. Si en cambio es slo una causa-de el acto, ser o no imputable segn el grado de
conciencia. La ebriedad en s no es delito, sino una contravencin. Segn Zaffaroni, el lugar del borracho
no es la comisara sino el hospital.
Epilepsia: Tambin ac influye la intencionalidad para determinar la imputabilidad, pues puedo usar mi
epilepsia para matar. La epilepsia debe comprobarse en el momento (el alcohol en cambio dura en la
sangre).
4) ERROR O IGNORANCIA NO IMPUTABLE: Hay veces que es imputable, como cuando uno sabe que ha
cometido un delito por conocer las leyes. Si se viaja al exterior, hay 20 o 30 das para aprender las leyes
de la cultura donde uno va. Luego no se puede invocar ignorancia. Tampoco se puede invocar el error
(como decir "me equivoqu"). Hay un concepto llamado "error de responsabilidad": se comete por no
conocer la ley (antes no era delito la tenencia de drogas y ahora s, y esto debe ser conocido).
5) NO COMPRENSION DE LA CRIMINALIDAD DEL ACTO E IMPOSIBILIDAD DE DIRIGIR LA ACCION: Es
inimputable quien no comprende la criminalidad o no puede dirigir sus acciones. Un indio mat por
sacrificio y lo hizo llorando: fue condenado porque comprenda la criminalidad.
Comprender significa no slo entender, sino tambin poder reproducir lo entendido.
PELIGROSIDAD: Si una persona es declarada inimputable puede adems ser declarada peligrosa para s o
para terceros, en cuyo caso se lo interna hasta tanto desaparezcan las causas de peligrosidad. Segn
Alvarez, es imposible determinar la peligrosidad, es decir, prever que alguien har o no har una accin.
Otros peritos dicen que s, que puede determinarse la peligrosidad (con tests proyectivos, etc) y hablan
de una llamada "peligrosidad dinmica". El medio social tambin condiciona la peligrosidad (por ejemplo
vivir en un barrio violento).
EMOCION VIOLENTA: No es causa de inimputabilidad, y slo es un atenuante de una pena. Otro ejemplo
de atenuante es cuando la madre comete infanticidio dentro del periodo de puerperio, por ser este un
estado de semiconciencia postparto).
Condensado de lvarez C, Clases tericas de la Ctedra de Psicologa Forense de la Facultad de Psicologa de la
Universidad de Buenos Aires, 2 cuatrimestre de 1996.

En la minoridad.- Hasta 16 aos: es inimputable (no relacionar con el art 34 del CP). De 16 a 18: es
imputable para algunos delitos (generalmente los que tienen penas de no ms de tres aos). De 18 a 21:
Son imputables, slo que cumplen la condena en una crcel para menores hasta cumplir los 21 aos.
Cuanto ms lejos est el menor del grupo normativo, ms conductas antisociales tendr.
Condensado de lvarez C, Clases tericas de la Ctedra de Psicologa Forense de la Facultad de Psicologa de la
Universidad de Buenos Aires, 2 cuatrimestre de 1996.

INSIGHT
Definicin.- Trmino ingls que significa literalmente <<mirar hacia dentro>> y se usa en psicologa
para designar la conciencia y la comprensin de la propia dinmica y de los sntomas de conducta
inadaptada. El insight es necesario para realizar cambios de la personalidad y la conducta de una
persona. Se distinguen dos tipos: insight intelectual, que es el conocimiento a travs de lecturas, o
incluso mediante una terapia, pero que no comporta la necesaria y profunda participacin emocional con
vistas al cambio de la estructura personal, y el insight emocional o visceral, que es aquel que aporta una
clara conciencia, comprensin y sentimiento en lo ms profundo del ser respecto al significado de las
conductas personales, y gracias al cual podran producirse las modificaciones de la estructura de la
personalidad.
Farr Mart J (1999) Diccionario de psicologa. Barcelona: Ocano.

Generalidades.- Es un trmino ingls que significa "mirar hacia adentro". En psicoterapia, se refiere a
cualquier conducta en la cual la persona obtiene una percepcin acerca de sus propios estados y
procesos mentales patolgicos o de sus cambios teraputicos. Este tipo de insight puede ser intelectual,

emocional o conductual, segn que implique una comprensin cognitiva o vivencial, o un cambio de
conducta observable. El trmino se emplea tanto en la psicoterapia psicoanaltica como en la gestltica.
El trmino en cuestin se emplea tambin en la teora del aprendizaje de la gestalt, donde designa un
acto de comprensin intelectual sbita de un problema, y constituye el modelo de aprendizaje que
propone esta teora (por ejemplo los experimentos realizados por Kohler con simios).
Tanto en su sentido teraputico como en la teora gestltica del aprendizaje, el insight implica
esencialmente un "darse cuenta" de una situacin: en el primer caso es un determinante de la curacin,
y en el segundo del aprendizaje.
Cazau P (2002) Vocabulario de Psicologa. Buenos Aires: Redpsicologa.

Insight y propensin al delirio.- El presente estudio investig la relacin entre la propensin al delirio,
evalundola utilizando el Peters et al. Delusions Inventory [Peters, E.R., Joseph, S.A., Garety, P.A., 1999.
La medicin de los delirios en la poblacin normal: Introduciendo la PDI (Peters et al. Delusions
Inventory. Schizophr. Bull. 25 553-576], e insight, utilizando la Beck Cognitive Insight Scale (BCIS;
[Beck, A.T., Baruch, E., Balter, J.M., Steer, R.A., Warman, D.M., 2004. Un nuevo instrumento para medir
el insight: The Beck Cognitive Insight Scale. Schizophr. Res. 68, 319329].
Participaron doscientos estudiantes universitarios sin historia de trastorno psictico. Los resultados
indicaron que, consistentemente con la hiptesis, aquellos con mayor propensin al delirio mostraban
mayor certeza en sus creencias y juicios que aquellos que tenan menor propensin al delirio (SelfCertainty subscale of the BCIS; p = .007).
No obstante y, contrariamente a las hiptesis, aquellos que tenan mayor propensin al delirio fueron
ms abiertos a la respuesta externa y estaban ms dispuestos a reconocer falibilidad que aquellos que
tenan menor propensin al delirio (Self-Reflectiveness subscale of the BCIS; p = .002). Los resultados
son discutidos en relacin a las teoras de formacin del delirio.
Warmana D y otro, Insight y propensin al delirio: una investigacin utilizando la Beck Cognitive Insight Scale.
SCHIZOPHR RES. 2006 JUN; 84(2).

Insight en la esquizofrenia.- Introduccin. La investigacin de los ltimos aos ha intentado hallar


variables mediadoras entre neurocognicin y desempeo funcional en esquizofrenia, proponindose el
insight como una posible variable. Diferentes autores han encontrado relaciones entre insight y diversos
aspectos del desempeo funcional, y entre insight y sintomatologa, aunque no hay unanimidad en la
clase de relacin existente. La falta de consenso podra explicarse por la definicin de insight utilizada. El
presente artculo valora el insight de manera uni y multidimensional y establece su relacin con variables
cognitivas y psicopatolgicas.
Mtodos. La muestra la constituyen 94 sujetos diagnosticados de esquizofrenia segn criterios CIE-10
que acuden a un centro de rehabilitacin psicosocial. La valoracin cognitiva se realiz mediante una
versin abreviada de la Batera Neuropsicolgica Test Barcelona y el Wisconsin Card Sorting Test. Para
valorar la sintomatologa se us la Escala de Sndromes Positivo y Negativo (PANSS). El insight fue
evaluado mediante el tem de la PANSS y mediante una entrevista semiestructurada que recoga
diferentes componentes del mismo.
Resultados. Se encontraron dos factores de insight, uno que incluye un conocimiento preciso de la
enfermedad y sus consecuencias y otro que hace referencia a un reconocimiento inespecfico de padecer
una enfermedad y necesitar tratamiento. Cada factor mostr una relacin estadsticamente significativa
con funciones cognitivas superiores y con sintomatologa positiva. Conclusiones. Los datos encontrados
apoyan una relacin entre insight y bajo rendimiento cognitivo.
Gil D y otros, Insight, neurocognicin y psicopatologa en la esquizofrenia. ACTAS ESPAOLAS DE PSIQUIATRA. 2006
SEP; 34(5).

Insight en psicosis.- Introduccin: los pacientes psicticos con un buen insight (conciencia de la
enfermedad psiquitrica) cumplen mejor las pautas de la medicacin siendo un factor de buen
pronstico, lo que secundariamente disminuira el nmero de episodios violentos. Algunos estudios
sealan diferencias entre distintas psicosis respecto al grado de insight.
Objetivos: valorar si existe una relacin entre el grado de hostilidad del paciente y la conciencia de
enfermedad adems de analizar si el grado de insight vara segn el diagnstico (esquizofrenia vs
trastorno bipolar).
Metodologa: se utiliz una muestra de 168 pacientes psicticos. Se correlacionaron entre s los tems P7
(hostilidad), G14 (control deficiente de impulsos) y G12 (ausencia de juicio e introspeccin) de las
escalas PANSS. Para observar si haba diferencias en cuanto a insigth y hostilidad segn el diagnstico,
se compararon los pacientes con Esquizofrenia (n= 86) con los diagnosticados de Trastorno Bipolar (N=
43).
Resultados: la hostilidad, el control deficiente de impulsos y la ausencia de juicio de introspeccin
correlacionaban positivamente entre s. Es decir, los pacientes con mayor hostilidad presentaban un peor
control de impulsos y una pobre conciencia de enfermedad. Los pacientes diagnosticados de esquizofrenia
presentaban mayor hostilidad y un peor insight que los diagnosticados de trastorno bipolar.

Conclusiones: el grado de hostilidad y el control de impulsos estn muy relacionados con la conciencia de
enfermedad del paciente. Por lo tanto, intervenir sobre alguna de ellas, podra mejorar las otras. Por
ejemplo, mejorando el insight del paciente podrn disminuir los episodios violentos. Por otro lado, los
pacientes con esquizofrenia presentan una peor capacidad de introspeccin que los bipolares lo que va en
contra de estudios previos en los que se encontraban diferencias entre ellos.
G. Lera Calatayud; N. Herrero Sebastin; E. Aguilar Garca-Iturrospe... (et.al) Relacin entre insight, violencia y
diagnstico en pacientes con psicosis. REVISTA DE PSIQUIATRA Y SALUD MENTAL. 2008 NOV.

Insight y alucinaciones.- Introduccin: Los sntomas positivos y negativos han sido estudiados en
relacin con el insight. Sin embargo, ste es el primer estudio en el que se investiga en profundidad el
fenmeno alucinatorio auditivo de forma especfica relacionndolo con el grado de insigth de los
pacientes.
Objetivos: Hiptesis; los pacientes con alucinaciones auditivas tendrn una menor capacidad de
introspeccin y ms an si stas son crnicas. Tambin se estudi que caractersticas de las
alucinaciones auditivas se relacionaban con la capacidad de introspeccin de los pacientes.
Metodologa: 168 pacientes psicticos agrupados segn su historia de alucinaciones. 50 con historia de
alucinaciones, 34 con alucinaciones auditivas crnicas y 84 sin alucinaciones. Se estudi el tem G12
(ausencia de introspeccin) de la escala PANSS como medida del insight de los pacientes.
Posteriormente, se relacion el grado de introspeccin con las caractersticas de las alucinaciones
auditivas (escala PSYRATS) en los 41 sujetos con alucinaciones auditivas en el momento de la evaluacin.
Resultados: Los tres grupos de estudio son homogneos respecto a edad de inicio, curso y duracin de la
enfermedad. Sin embargo, el grupo de alucinadores crnicos presenta una mayor ausencia de
introspeccin en comparacin con los otros dos grupos. Respecto a la PSYRATS, encontramos relacin
entre la localizacin y el insight. Cuanto ms lejanas oyen los pacientes las voces menos conciencia de
enfermedad presentan.
Conclusiones: Respecto a la menor capacidad de introspeccin, es ms importante el hecho de que las
alucinaciones se hayan cronificado en contraposicin a la mera existencia o no de stas. Adems esta
diferencia se debe a la cronicidad de las alucinaciones y no a los aos de evolucin o al curso de la
enfermedad. Por otro lado, los pacientes que oyen las voces ms dentro de su cabeza que fuera
presentan un mayor grado de insight. Esto podra deberse al hecho de que viven las voces ms como
suyas, producto de su propia enfermedad.
G.Lera Calatayud; N. Herrero Sebastin; J.C. Gonzlez Piqueras... (et.al) Relacin entre insight y alucinaciones en
pacientes con psicosis. REVISTA DE PSIQUIATRA Y SALUD MENTAL. 2008 NOV.

INSTINTO
Definicin.- Conjunto de apetencias, deseos, inclinaciones y tendencias innatas, que permiten la
ejecucin de datos especficos, comunes a la especie, que desde el comienzo se realizan con suma
perfeccin sin requerir experiencia o aprendizaje previo. Vela por la integridad del individuo y de la
especie. Constituye el yo filogentico o el yo instintivo, que es heredado, y es el ncleo bsico de la
personalidad. Clasificacin: Instinto de nutricin, instinto sexual, e instinto gregario (Betta, 1984:259).
Betta Juan (1984) Manual de Psiquiatra. Buenos Aires: CEA, Octava edicin.

Definicin.- Impulso fundamental que trata de expresarse por medio de una accin. Existen tipos
distintos de instinto como el impulso instintivo de autoconservacin y el deseo de comer. El impulso
agresivo que motiva sensaciones agradables encuentra puerta inofensiva de salida en deportes como el
ftbol y el bisbol. Impulso muy fundamental es el instinto sexual, necesario para la reproduccin de
todos los animales. En la sociedad humana el equilibrio adecuado de instintos es de la mayor importancia
y la psicologa moderna considera importante los aos primeros de la infancia en que se forma el carcter
de un nio. Muchas actividades increbles en la vida animal son instintivas como, por ejemplo, la
migracin de las aves (Speck, 1966:185).
Speck G (comp) (1966) Diccionario cientfico ilustrado. New York: Editors Press Service.

Generalidades.- Con el trmino instinto se comprenden distintas cosas, que se hace imprescindible
discriminar: a) se entiende por instinto las fuerzas o pulsiones bsicas, de carcter biolgico, a las que en
ltima instancia se deben todos los fenmenos y se reducen todas las causas; b) una acepcin distinta
denomina instintos a conductas o pautas de conducta caractersticas de una especie, que son innatas y
no necesitan -por lo tanto- del aprendizaje, que se ponen de manifiesto muy precozmente y se
desarrollan en su totalidad de manera adecuada al logro de un fin y que carecen de la cualidad de fcil
modificacin o plasticidad; c) una tercera acepcin de instinto incluye la organizacin o estructura
nerviosa o biolgica, que sustenta o que posibilita la aparicin de los distintos fenmenos biolgicos y
psicolgicos. El concepto tradicional de instinto en psicologa se atiene ms a la formulacin b, mientras
que la revisin de la psicologa tradicional se atiene a la interpretacin o formulacin de los instintos
como fuerzas o pulsiones, que actan como estmulos internos de carcter biolgico, sobre los que se

asienta toda su vida psquica. sta ha sido fuertemente enfatizada especialmente por Freud, y dio lugar a
una de las corrientes de la psicologa dinmica moderna. La tercera acepcin es, para nosotros, a la que
en la actualidad debe darse ms gravitacin. De esta manera el instinto no es una fuerza ni una
conducta, sino la estructura orgnica que posibilita determinadas conductas, pero estas ltimas no
aparecen ni no se da la experiencia, de manera tal que la conducta y su objeto no estn predeterminados
biolgicamente ni pueden ser considerados como instintos (pgina 129).
Bleger Jos (1965) Psicologa de la conducta. Buenos Aires: Eudeba. 3 edicin.

Definicin.- Vocablo castellano con el que se traducen los trminos: Instinkt y Trieb. Hace algn tiempo
algunos autores prefirieron utilizar el galicismo pulsin para ste ltimo. La razn atribuida se basaba
en una diferencia que los modernos etlogos ya no suscribiran por la modificacin que para ellos tuvo el
concepto instinto; tal como por ejemplo nos plantea Vitus Droscher en su obra La vida amorosa de los
animales donde afirma que: Un instinto nunca y en ningn caso es algo rgido e inalterable. Quien esto
afirma confunde el instinto con los reflejos... La caracterstica decisiva del comportamiento instintivo es
la siguiente: un dispositivo heredado interior (conexiones nerviosas y fuentes de hormonas) se pone en
marcha por medio de un estmulo desencadenante exterior o incluso de modo espontneo desde adentro.
La reaccin ante el estmulo no es una accin rpida, como en el reflejo, sino al principio un sentimiento
naciente, un sentimiento de alegra si tengo que emprender algo, un sentimiento de opresin si tengo
que evitar algo. Este sentimiento es entonces la fuerza instintiva que me obliga a llevar a cabo la accin
instintiva. La recompensa por haber actuado es una satisfaccin interior... En cada caso el
comportamiento instintivo se anuncia mediante unos sentimientos. Los sentimientos lo acompaan y
tambin lo dan por concluido. Esto es vlido desde luego para los animales superiores, los animales
inferiores como los unicelulares, las esponjas y las medusas, cuyo comportamiento est determinado de
modo automtico por reacciones reflejas, es evidente que carecen de sentimientos. Para que el universo
de los sentimientos pudiera ocupar un lugar en el alma de los animales, los mecanismos reflejos tuvieron
que desarrollarse primero y convertirse en instintos. Los sentimientos se convirtieron as en el motor del
comportamiento. Tampoco el hombre emprende algo si no se siente impulsado a ello, a no ser que se lo
fuerce. Las ideas tan falsas sobre la supuesta rigidez de los instintos que hoy en da se manifiestan
entre los no especialistas quiz se deban a que Konrad Lorenz y su escuela, al principio, demostraron y
popularizaron el fenmeno de los instintos sobre la base de ejemplos demasiado simples de la vida de los
insectos, los peces y las aves. Por este motivo nadie ha pensado hasta ahora que los elementos del
comportamiento humano inconmensurables y estratificados, que cambian repetidamente de modo
individual y situacional, no estn dirigidos siempre y en su totalidad por consideraciones de tipo racional,
sino que tambin les afectan las oscilaciones de sentimientos contradictorios y de instintos que actan de
modo superior de inconciente. A ello y como comprobacin del sentido que impera en su obra, podemos
agregar que Freud utiliz el trmino Instinkt en relacin a impulsos humanos, incluso sexuales, en:
1898 (Bd. 5,29) La sexualidad en la etiologa de las neurosis
1905 (Bd. 9,56) Notas de actualidad sobre la guerra y la muerte
1915 (Bd. 3,154) Lo inconciente, captulo 6
1918 (Bd. 8,230) De la historia de una neurosis infantil
1921 (Bd. 9,73) Psicologa de las masas y anlisis del Yo
1933 (Bd. 1,536/9) Conferencia 32
1939 (Bd. 9,577) Moiss, el hombre y la religin monotesta
Y por otra parte utiliz el trmino Trieb con referencia biolgica orgnica humana en:
1905 (Bd. 5,77) Tres ensayos
1907 (Bd. 5,163) Para las aclaraciones sexuales de los nios
1911 (Bd. 7,196) Schreber
1912 (Bd. 5,207) Sobre la desvalorizacin general de la vida amorosa
1915 (Bd. 3,108) La represin
1915 (Bd. 3,82/7) Instintos y sus destinos
1920 (Bd. 3,244/6/9/50) Ms all del principio del placer, captulo 5
1924 (Bd. 3,347) El problema econmico del masoquismo
1926 (Bd. XI, 291) La pregunta del anlisis profano
1930 (Bd. 9,245) Malestar en la cultura
1933 (Bd. 9,282) Por qu la guerra
1933 (Bd. 1,511) Conferencia 31
1933 (Bd. 1,539) Conferencia 32
1937 (Bd. XI, 361/5 Anlisis terminable y ininterminable
Las citas tanto en uno como en otro caso abarcan toda la obra freudiana y fueron extradas del original
alemn publicado en la Studien Ausgade del Fischer Verlag. (Juan Carlos Weissmann)
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

INTELECTUALIZACIN

Definicin.- Mecanismo defensivo descrito por Anna Freud en la adolescencia, consistente en una
exageracin de un mecanismo normal mediante el cual el yo intenta controlar las pulsiones asocindolas
a ideas que puede manejar concientemente. Intelectualizar es presentar los problemas en trminos ms
generales y racionales, que personales y emocionales.
No debe confundirse con la racionalizacin: sta ltima no implica una evitacin sistemtica de los
afectos aunque los racionaliza justificndolos de alguna forma. La intelectualizacin, en cambio, evita lo
afectivo dndole forma discursiva. Por ejemplo, el paciente que se interpreta a s mismo para evitar la
irrupcin de lo inconciente.
Celener G. y otros, Los mecanismos de defensa y las tcnicas proyectivas, Publicacin interna de la Ctedra de Teora
y tcnicas de exploracin y diagnstico Mdulo II, Facultad de Psicologa, Universidad de Buenos Aires, 1996.

INTELIGENCIA
INTELIGENCIA
Definicin.- Se han ofrecido muchas definiciones de este trmino, como la capacidad para juzgar,
entender y razonar adecuadamente (A. Binet) y la capacidad para el pensamiento abstracto (L. M.
Terman). En general, lo que miden las pruebas de inteligencia es la habilidad para tener xito en tareas
de tipo escolar.
Aiken L (2003) Tests psicolgicos y evaluacin. Mxico: Pearson. 11 edicin (pgina 458).

Inteligencia cristalizada.- Trmino de R, B. Cattel para la capacidad mental (conocimiento,


habilidades) adquirida mediante la experiencia y la educacin.
Aiken L (2003) Tests psicolgicos y evaluacin. Mxico: Pearson. 11 edicin (pgina 458).

Inteligencia experimental.- De acuerdo con Stemberg, la habilidad para enfrentar de manera efectiva
las tareas nuevas.
Aiken L (2003) Tests psicolgicos y evaluacin. Mxico: Pearson. 11 edicin (pgina 458).

Inteligencia fluida.- Trmino de R. B. Cattel para referirse a la capacidad mental inherente que se
determina de manera gentica, como se ve en la solucin de problemas o las respuestas novedosas.
Aiken L (2003) Tests psicolgicos y evaluacin. Mxico: Pearson. 11 edicin (pgina 458).

Percepcin de la inteligencia.- Ahora que los psiclogos estn abandonando el uso del CI (coeficiente
intelectual) como nico indicador de inteligencia, un anlisis ms completo de lo que la gente considera
signos de inteligencia puede dar algunas pistas sobre otras formas de medicin. Cun inteligente se ve
usted? Un estudio reciente indica que usted gana puntos si es atractivo, tiene una expresin amistosa y
de seguridad en s msmo, un hermoso peinado y un cuerpo bien proporcionado.
Por el contrario, pierde terreno si parece poco refinado, no se viste a la moda o lo hace informalmente, o
si tiene una cara redonda y un cuerpo rechoncho. Nada de eso, sin embargo, muestra cun inteligente es
una persona, por lo menos de acuerdo con las formas tradicionales de medir la inteligencia, segn el
estudio. Pero incluso escuchar brevemente la forma en que una persona habla -al margen de lo que dicepuede dar a los extraos un mejor indicio del poder de su cerebro, afirma el profesor de psicologa Peter
Borkenau, de la Universidad de Bielefeld, Alemania.
Investigaciones.- Borkenau describi el resultado de sus investigaciones en la reunin anual de la
Asociacin Americana de Psicologa. Aunque su trabajo fue realizado en Alemania, el cientfico cree que
los resultados seran similares en otros lugares. Durante mucho tiempo los investigadores han
desestimado la forma en que la gente percibe la inteligencia de otros, dijo D. Paulhus, de la Univ. de
Columbia Britnica, en Vancouver.
Pero ahora que los psiclogos estn abandonando el uso del CI (coeficiente intelectual) como nico
indicador de inteligencia, un anlisis ms completo de lo que la gente considera signos de inteligencia
puede dar algunas pistas sobre otras formas de medicin, dijo el profesor. En el estudio de Borkenau, se
pidi a 18 estudiantes universitarios que vieran cintas de video de 100 extraos, hombres y mujeres que,
uno tras otro, entraron en un cuarto, leyeron un pronstico del tiempo, y luego se pararon y salieron.
La escena duraba 90 segundos, y al trmino de cada una se peda a los estudiantes que opinaran cun
inteligentes eran esas personas, o las juzgaran de acuerdo con 48 caractersticas que pueden usarse para
medir la inteligencia. Los 12 estudiantes que juzgaron la inteligencia se dividieron por partes iguales
entre los que escucharon y vieron a los extraos, y los que slo vieron sin sonido.
Divisin.- Ello indujo a Borkenau a separar las seales de aspecto o apariencia de las de sonido, y
compararlos resultados con una medicin convencional de inteligencia que se hizo a esas mismas
personas. Los estudiantes que vieron las cintas silenciosas solo adivinaron al azar. Los estudios
demostraron que 16 de las 18 caractersticas en las que aparentemente se basaron para juzgar la
inteligencia no tenan realmente que ver con la inteligencia.

Las excepciones fueron el tener una expresin de seguridad en s msmo o evitar caminar de manera
tensa. Los estudiantes que pudieron escuchar a los extraos, sin embargo, catalogaron moderadamente
bien la inteligencia oral, "considerablemente mejor que al azar", dijo Borkenau. Las caractersticas tiles
incluyeron la facilidad con que se entenda a los extraos y el no tener una voz desagradable o leer en
forma titubeante.
En una presentacin separada, el psiclogo Robert Hogan, de la Universidad de Tulsa, Oklahoma, dijo
que cree que la inteligencia "existe a ojos del que ve", y que se percibe de manera diferentes en distintos
tipos de ocupaciones.
Su trabajo constat, por ejemplo, que los mecnicos de motores Diesel consideran inteligentes a sus
colegas si pueden resolver problemas tcnicos por s mismos y ayudan a otros a hacerlo. Por otro lado,
dijo, en los trabajos donde se manejan conceptos abstractos, como la psicologa, "no hay que hacer
nada, basta con hablar con sentido"
(La inteligencia se percibe. Por Malcolm Ritter. Diario La Nacin, Buenos Aires, 24-8-93).

Definicin.- "La capacidad para mostrar un comportamiento adaptativo orientado hacia objetivos.
Implica las cualidades necesarias para aprovechar la experiencia, resolver problemas, razonar y afrontar
con xito desafos y alcanzar objetivos".
Myers D., Psicologa, Madrid, Editorial Mdica Panamericana, 3ra. edicin, pg. 319.

Inteligencia y edad.- Para Weschler la inteligencia alcanza su mximo desarrollo hacia los 18 aos, y
luego se mantiene en meseta hasta los 30, para luego ir declinando. Este modelo de los aos cincuenta
se mantiene vigente dos dcadas, hasta los trabajos de Horn y Catell, quienes plantearn dos tipos de
inteligencia: una fluida y otra cristalizada. La primera tiene una base ms biolgica y es caracterstica en
los jvenes, y la segunda es ms cultural y ms propia de los viejos. Esta ltima declina slo antes de la
muerte y es una inteligencia donde no se pierde la creatividad, como lo prueban la obra artstica de
muchos artistas que produjeron despus de los 60.
Actualmente est siendo revisado el concepto y en vez de inteligencia se suele hablar de competencia,
habilidades sociales, experiencia, y sabidura, habida cuenta de la existencia de personas con alto
coeficiente intelectual pero con grandes fracasos en sus vidas. Conjuntamente con las habilidades
sociales, la experiencia y la sabidura, a medida que pasan los aos las personas parecen integrar mucho
ms lo concreto y lo abstracto, en especial cuando como consecuencia de la educacin esas personas
alcanzaban la inteligencia abstracta, en el sentido piagetiano. Variables contextuales como la educacin
son entonces tambin importantes en el desarrollo de la inteligencia. Conforme avanzan los aos, por
ejemplo la vejez es mucho ms variable que la juventud: los jvenes son ms iguales entre s que los
viejos. Los viejos son ms variables (por ejemplo en cuanto a inteligencia) debido a la incidencia de las
variables contextuales culturales, con lo cual la declinacin de la inteligencia no est marcada solamente
por factores biolgicos, como la reduccin de la masa cerebral.
Muchinik Eva, Clases de Fisiopatologa sobre Vejez. Buenos Aires, Universidad de Belgrano, 1991.

Inteligencia infantil.- Para probar teoras nuevas sobre cmo los nios desarrollan su inteligencia, los
cientficos emplean una simulacin por computadora que trabaja para resolver un problema siguiendo las
estrategias de un nio de 7 aos.
En un reciente artculo, un grupo de investigadores sugiere que la construccin de una pirmide es una
labor ideal para estudiar el desarrollo de la inteligencia en los nios porque ilustra como stos cambian su
comportamiento con relacin a la solucin de problemas conforme crecen y maduran. Los nios con ms
edad consiguen completar la construccin de la pirmide de manera ms correcta, producen menos fallos
y tardan menos tiempo que sus compaeros ms jvenes. La naturaleza de la tarea proporciona a los
cientficos muchas herramientas sobre cmo los nios la afrontan, ayudando a inferir las estrategias y la
implicacin de estructuras cognoscitivas durante la tarea.
Para demostrarlo, se ha diseado un ciber-nio; una simulacin por computadora dotada de un ojo y un
apndice manipulador no reales. Segn Frank E. Ritter, de la Penn State University, los programas con
los que est equipada representan el conocimiento con base en reglas y hechos, controlando as la mano
y el ojo para que stos construyan la pirmide a base de bloques o ladrillos. La estrategia que sigue la
simulacin es semejante a la que empleara un nio de 7 aos. El modelo, sin embargo, fue ideado
originalmente para que construyese las pirmides siguiendo el nivel mostrado por un adulto. Entonces se
modificaron los programas siguiendo las propuestas de las diversas teoras del desarrollo disponibles. Se
pudo de esta forma ver qu teora coincide mejor con el comportamiento de un nio real de 7 aos.
El procesamiento de tareas lgicas de un nio de esta edad, efectivamente, mejorar en cuanto a
seleccin de estrategias para la resolucin de problemas a medida que crezca y se vuelva adulto, lo cual
no est relacionado con el nmero de hechos que pueden ser recordados o procesados de manera
simultnea.
El ciber-nio permite probar teoras de desarrollo de procesos complejos con facilidad. La mejor
comprensin de estos procesos ser importante para preparar nuevos y mejores planes educativos, y
tambin servir para que los padres "entiendan" mejor a sus hijos.

Aprendiendo con el nio virtual. Copyright 2000 Psycologia.com

Generalidades.- Es incorrecto cosificar conceptos como inteligencia o talento, es decir, creer que
estos conceptos abstractos son cosas reales y concretas, como por ejemplo la estatura o el peso. En
realidad la inteligencia es un concepto destinado a explicar por qu algunas personas rinden mejor que
otras en tareas cognitivas. Para la mayora de los psiclogos, la inteligencia es una capacidad de tener
una conducta adaptativa y orientada hacia objetivos bien definidos.
La inteligencia es cultural o es independiente de la cultura?- Algunos psiclogos piensan que la conducta
inteligente (por ejemplo la capacidad de adaptarse con xito a exigencias escolares o laborales) tiene
relacin con la cultura (es entendible que la estatura no dependa de la cultura, pero s la inteligencia).
Por ejemplo, Gardner indica que un jugador de basquet puede ser considerado menos inteligente en una
cultura escolar, y ms inteligente en una tribu de cazadores. Otros afirman que no est culturalmente
determinada, es decir, es una capacidad que permite resolver todo tipo de problemas,
independientemente de las influencias culturales.
La inteligencia es una capacidad general o son varias cualidades especficas?.- Los psiclogos coinciden
en que la gente posee cualidades especficas, como por ejemplo aptitudes verbales o matemticas, pero
discuten la posibilidad de que un factor (g) de inteligencia general vincule esos diferentes aspectos (como
ha planteado Ch. Spearman). El anlisis factorial y el estudio de casos como el del sndrome del sabio,
han identificado ncleos de aptitudes mentales.
El anlisis factorial permite identificar tems de un test que miden una cualidad comn (por ej.
vocabulario), y trata de averiguar si se correlaciona con alguna otra cualidad (por ej. lectura), todo lo
cual ayuda a definir un factor de inteligencia verbal.
H. Gardner tambin sostiene que no hay una inteligencia, sino inteligencias mltiples. Viene a corroborar
esta hiptesis, por ejemplo el sndrome del sabio, es decir, personas que obtienen baja puntuacin en
inteligencia pero tienen un rendimiento excepcional en una cualidad muy especfica (msica, memoria,
etc.). Otros autores tambin han planteado varios tipos de inteligencia: acadmica, prctica y creadora
(Sternberg y Wagner, 1986, 1987), acadmica y social (Cantor y Kihlstrom, 1987), etc.
La inteligencia es el procesamiento veloz de la informacin?.- Hace poco los psiclogos relacionaron la
inteligencia de las personas con sus cualidades bsicas de procesamiento de la informacin. Algunos
psiclogos estn estudiando los componentes que conforman la habilidad para resolver problemas, y
otros la velocidad con que el cerebro puede procesar la informacin. Parece existir en las personas muy
inteligentes una tendencia a mostrar reacciones que presuponen una mente rpida.
Condensado de Myers David, Psicologa. Madrid: Editorial Mdica Panamericana, 3 edicin. Captulo 11: La
inteligencia.

Enfoques para estudiar la inteligencia.- Cronback, en 1957, sugiri la existencia de dos enfoques de
la inteligencia: el enfoque psicomtrico y el enfoque experimental.
El enfoque psicomtrico se interesa en las diferencias individuales de rendimiento entre las personas, sin
mucho inters por las estructuras y procesos cognitivos internos subyacentes. El enfoque experimental se
interes, en cambio, por estos procesos bsicos de la cognicin y el aprendizaje.
Ultimamente se produjo un acercamiento entre ambos enfoques. Carroll, por ejemplo, en 1976, mostr
cmo puede relacionarse el rendimiento de un individuo con sus procesos cognitivos internos.
a) Enfoque psicomtrico.- Este enfoque hace una lista de las factores o capacidades mentales bsicas
(por ejemplo capacidad verbal, espacial, etctera.) y, sin tratar de definirlas con palabras, se propone
medir cada una de ellas. El enfoque supone que el ser humano est dotado de un conjunto de factores o
rasgos, que hay diferencias individuales para cada factor y que estas diferencias se reflejan en la
'inteligencia general' de cada persona.
Galton (1869, 1883) fue uno de los pioneros de este enfoque cuando seal que las diferencias en el
rendimiento general son debidas a diferencias en muchos procesos bsicos ms pequeos.
Binet (1905) dise un test para diferenciar nios normales de nios deficientes mentales. Previamente
observ qu eran capaces de hacer nios de diferentes edades, tomando dichos rendimientos como el
promedio. Luego, aplicando el test, determinaba que si un nio de 8 aos poda hacer las tareas de su
edad, entonces era un nio promedio. Si no poda, tena retraso, y si poda hacer tareas de un nio de 9
o 10 aos, entonces estaba por encima del promedio.
El trabajo de Binet plantea la cuestin de si el rendimiento inteligente se debe a un nico factor general o
a muchos factores ms especficos.
Spearman (1904, 1927) se propuso aclarar esta cuestin, llegando a la conclusin que la inteligencia
supona un factor general (factor "g") y muchos factores especficos menores (factores "s") que influyen
en el rendimiento en cada test. Segn esta teora "de los dos factores", por ejemplo, un test de analoga
verbal puede requerir el factor g y los factores s relacionados con esa capacidad, como por ejemplo
vocabulario y fluidez verbal.
Thurstone (1938), posteriormente, propuso que, en vez de un nico factor general g, existen siete
capacidades mentales primarias (comprensin verbal, nmero, memoria, velocidad perceptual, espacio,
fluidez verbal y razonamiento inductivo).

Finalmente Guilford (1959, 1967) propuso su teora de la estructura del intelecto, sugiriendo que
cualquier capacidad mental poda clasificarse en funcin de tres dimensiones: operacin (con 5
posibilidades), producto (con 6 posibilidades) y contenido (con 4 posibilidades). De esta manera, caben
120 capacidades mentales, que resultan de multiplicar 5x6x4.
En suma, el enfoque psicomtrico evidenci que las personas difieren entre s en su rendimiento
intelectual, y que dichas diferencias pueden medirse en forma sistemtica.
b) Enfoque experimental.- Mayer menciona tres nuevos enfoques experimentales: la teora de los
correlatos cognitivos, la teora de los componentes cognitivos, y la comparacin entre expertos y
principiantes.
El enfoque de los correlatos cognitivos sostiene que las diferencias individuales observadas en los tests
con respecto a determinadas capacidades pueden ser correlacionadas o comparadas con ciertas
capacidades de procesamiento de la informacin. De esta forma, este enfoque puede responder a
preguntas del tipo "Qu significa que una persona tenga alta puntuacin en determinada capacidad, por
ejemplo en la capacidad verbal?", respondiendo que esa persona procesa internamente la informacin de
determinada manera.
Este enfoque supone que todos tenemos un sistema de procesamiento de informacin que incluye ciertas
estructuras como almacenamiento sensorial, memoria a corto plazo, memoria operativa y memoria a
largo plazo, y ciertos procesos como decodificacin, retencin o manipulacin de la informacin. Hunt
sugiri, por ejemplo, que algunos de estos procesos bsicos pueden ser constitutivos de la capacidad
verbal, hiptesis que investig comparando la forma de procesar informacin en estudiantes de alto y
bajo rendimiento verbal.
Pueden indicarse dos crticas a este enfoque: a) muchos experimentos no podan ser repetidos, y b) pone
el acento en la velocidad de los procesos mentales bsicos pero no atiende la forma en que el sujeto debe
seleccionar qu procesos utilizar y cules no para procesar la informacin.
El enfoque de los componentes cognitivos supone que cualquier tarea en un test de inteligencia puede
subdividirse en una lista de procesos cognitivos componentes, y que las diferencias individuales respecto
de esa tarea se deben a la incidencia de algunos de dichos procesos.
Un ejemplo es la teora de los componentes cognitivos de Sternberg (1977). Este autor investig por caso
la capacidad para ver analogas, determinando que un problema de analogas poda ser subdividido en
varios pasos o componentes cognitivos: codificacin, inferencia, graficado, aplicacin y preparacinrespuesta. Luego, examinando gran cantidad de sujetos, busc averiguar cuanto tiempo empleaban las
diferentes personas en cada paso, y vio que las personas con mayor capacidad para resolver problemas
de analoga eran las que utilizaban ms tiempo en los pasos codificacin, graficado y aplicacin.
Este anlisis componencial permite describir la inteligencia no como aquello que miden los tests, sino
como aquello que implica diferencias individuales en los procesos componentes.
Este enfoque fue criticado: a) porque usa tareas de analoga muy simples, lindantes con procesos
meramente automticos, y b) la teora no acenta el papel de la planificacin y la toma de decisiones por
parte de quienes resuelven los problemas (por ejemplo de analoga). Por ello, Sternberg introdujo la idea
de los 'metacomponentes', o componentes que permiten precisamente la planificacin y toma de
decisiones.
El enfoque de la comparacin entre expertos y principiantes compara como realizan determinadas tareas
unos y otros tratando de averiguar qu poseen ambos, en trminos de modos de procesar la informacin.
Por ejemplo, se comprob que la diferencia entre jugadores de ajedrez expertos y principiantes, no
pasaba por diferencias de memoria o de habilidades cognitivas superiores, sino por la capacidad de ver
configuraciones reconocibles de piezas de ajedrez como una unidad de sentido, es decir, en la manera de
organizar la informacin.
Resumen de Mayer R (1986) Pensamiento, resolucin de problemas y cognicin. Buenos Aires: Paids. Captulo 12:
Inteligencia: el pensamiento como capacidad mensurable. Dos ltimos puntos.

Generalidades.- Estudios anteriores sobre la inteligencia indican la existencia de muchas y distintas


facultades intelectuales, as como la presencia de ciertas reas del cerebro que corresponden
aproximadamente con otros tantos modos de cognicin. An cuando no sea posible formular una teora
irrefutable de cuales son las inteligencias humanas, debe intentarse una mejor clasificacin de las
mismas de las que hasta ahora tenamos. Antes de plantear cuales seran estas competencias
intelectuales, convendr examinar antes a) cules son los prerrequisitos de una inteligencia, y b) cules
son los criterios o seales de una inteligencia.
Prerrequisitos de una inteligencia.- Los prerrequisitos son una manera de asegurar que una inteligencia
ser til e importante, al menos en determinados ambientes culturales. Estos prerrequisitos son a)
habilidad para solucionar problemas, y b) habilidad para encontrar o crear nuevos problemas, necesario
para adquirir nuevo conocimiento.
No se hace aqu referencia a habilidades muy especficas, como reconocer caras o separar palabras en
slabas, sino en habilidades social o culturalmente valoradas, como la musical, la verbal, la interpersonal,
etc. La filosofa hizo estas diferencias, pero la tarea de la psicologa es buscar un fundamento
neurobiolgico y psicolgico para tal clasificacin.

Criterios de una inteligencia.- Gardner presenta aqu los ocho signos de una inteligencia candidata a ser
tal.
1) Las habilidades dependen de zonas cerebrales ms o menos circunscriptas, como lo prueba la
desaparicin de esa habilidad cuando esa zona del cerebro es daado.
2) La existencia de idiots savants (sabios idiotas) y otros sujetos excepcionales, autistas, etc., revela que
se puede ser muy hbil en algunas cosas y muy torpe en otras, lo que evidencia la posibilidad de la
existencia de mltiples inteligencias.
3) Existencia de una o ms operaciones o mecanismos bsicos de procesamiento de informacin que
pueden manejar determinada clase de informacin (musical, kinestsica, etc), dependiente cada una de
ciertos sectores medulares neurales separados entre s.
4) Una inteligencia tiene un desarrollo ontogentico, y debe ser posible identificar niveles desiguales en el
desarrollo, desde el novicio hasta el experto, y posibilidades de modificacin y capacitacin mediante la
educacin.
5) Una inteligencia especfica es ms verosmil si pueden rastrearse sus antecedentes filogenticos,
incluyendo capacidades compartidas con otras especies, como el canto. Tambin debe atenderse a
habilidades que pueden aparecer aisladas en distintas especies, pero que se unen en la especie humana
(ej: algunos aspectos de la inteligencia musical estn en diversas especies, pero se unen en el humano).
6) Experimentalmente, la psicologa cognitiva puede estudiar cada inteligencia por separado y mostrar su
relativa autonoma del resto.
7) Los hallazgos psicomtricos avalaran inteligencias mltiples en la medida que prueban que muchas
tareas complejas de una inteligencia requieren de varias habilidades, y, al revs, que varias inteligencias
pueden concurrir para obtener resultados en una determinada habilidad (ciertas matrices se resuelven
con las inteligencias lgica, espacial, etc.)
8) Los sistemas simblicos (lenguaje, pintura, matemticas, etc.) pueden haber evolucionado tan slo en
los casos en que existe una capacidad madura de computacin para controlarse por medio de la cultura.
Delimitacin del concepto de una inteligencia.- No debemos identificar una inteligencia con un rea
sensorial (por ejemplo no hay una inteligencia auditiva), ni con ciertas cualidades personales como
sentido comn o intuicin. Es posible que las diversas habilidades inteligentes medulares puedan ser
reguladas desde una funcin superior, como el sentido del yo, la capacidad ejecutiva o la habilidad
sintetizadora, pero importa especialmente ver como se vinculan y balancean las diversas inteligencias
especficas para cumplir tareas ms complejas. Tampoco debemos evaluar la inteligencia en trminos de
si sirve a propsitos nobles o inicuos. Finalmente, resultar til pensar las inteligencias como conjuntos
de saber cmo (saber hacer algo), mas que como un saber qu (conocimiento proposicional).
Conclusin.- Es posible describir cada inteligencia especfica en trminos de de sus operaciones
medulares, su desarrollo y su organizacin neurolgica, pero teniendo presente que la palabra
inteligencia no designa ninguna entidad material, sino es una ficcin til para explicar la mente.
Resumen de Gardner H (1983) Estructuras de la mente: la teora de las mltiples inteligencias. Mxico: FCE. Captulo
4.

Inteligencia matemtica.- Como en todo terreno la inteligencia se manifiesta como comprensin y


como invencin. Y en ambos aspectos, la matemtica requiere la colaboracin del pensamiento abstracto
y del pensamiento concreto.
Dificultades de comprensin:
- Poco entrenamiento en el pensamiento abstracto.
- Poca familiaridad en el manejo de los smbolos.
- Falta de precisin en la definicin de trminos.
- Poca capacidad de sntesis.
- Dificultad de visualizar los problemas.
- En especial los espacios tridimensionales.
La invencin tiene cinco aspectos:
- Segn Poincar, hay que ver en el espacio pues la intuicin sensible es un arma poderosa.
- Percepcin estructural (Gestalt-Theorie).
- Construccin de estructuras reales y tangibles para trabajar sobre ellas. Construyendo una superficie de
metal, Klein hall la funcin de una superficie de Reimmann.
- La invencin consiste, en esencia, en una percepcin de relaciones.
- Si los gemetras tienen intuicin sensible de las formas, los analistas la tienen del nmero puro y de
formas lgicas puras (Poincar).
Condensado de Filosofa de la matemtica. Artculo incluido en Cuvillier A (1981) Precis de Philosophie. Traducido por
Pablo Cazau.

Inteligencia y erudicin.- Desde tiempo inmemorial, el hombre se viene preguntando qu es la


inteligencia. En este siglo la profundizacin de los conocimientos cientficos, tanto en el campo de la
neurologa como en el de la psicologa, permiti desarrollar pruebas de laboratorio que, en cierto modo,
miden, por as decir, los kilos de materia gris de que dispone un individuo. En mltiples ocasiones ello

sirvi para observar que personas con estudios superiores, que pasaban las pruebas con ratios elevados,
en situaciones cotidianas no respondan inteligentemente a cada uno de los conflictos que deban
enfrentar y, curiosamente, personas sin una gran educacin lograban sortear verdaderos obstculos
cotidianos.
Aparece aqu uno de los mitos que hay que desterrar. Erudicin no es inteligencia. La capacidad de una
persona para almacenar en su cerebro miles de datos implica que posee una prodigiosa memoria. Pero la
memoria no es inteligencia.
Qu es entonces, inteligencia? Es la capacidad de afrontar con xito mltiples dificultades que la vida
-tanto laboral como personal- presenta. Ante esta definicin simplista uno podra preguntarse qu papel
juega la educacin formal en el desarrollo de la inteligencia. El papel de la educacin es realmente
importante en la medida en que esa educacin deje de ser datista y hasta enciclopedista y pase a ser
educacin aplicada, en la cual el entrenamiento de las herramientas que se adquiera genere capacidad.
Fragmento de Pik, Victoria Mitos que hay que desterrar, Buenos Aires, Diario La Nacin, 04-02-96.

Inteligencia en esquizofrnicos.- Resumen: Introduccin. La medicin del conciente intelectual (CI)


del paciente esquizofrnico resulta relevante para la intervencin clnica con estos enfermos. Poder
disponer de un instrumento de manejo sencillo como el test de inteligencia de Cattell permitira realizar
esta medicin en la prctica clnica habitual. Mtodo. En este estudio se presentan los hallazgos de la
medicin del nivel de CI en un grupo de 35 pacientes esquizofrnicos utilizando el test de Cattell antes y
despus del tratamiento con risperidona. Resultados. Al inicio del estudio se observ una inteligencia
media de 78,3 puntos (desviacin estndar [DE]: 14,3), que puede considerarse en el rango medio-bajo.
Tras 1 ao de tratamiento con risperidona se produjo una mejora estadsticamente significativa del CI
(media: 84,8; DE: 170; p=0,028). Esta elevacin en el CI se correlacion positivamente con la mejora
de la sintomatologa psictica medida mediante la PANSS. Conclusiones. El test de inteligencia de Cattell
podra ser un instrumento vlido para medir el rendimiento cognitivo de los pacientes esquizofrnicos. El
tratamiento antipsictico con risperidona podra ser efectivo para mejorar la funcin cognitiva en estos
enfermos.
Lorenzo Chamorro Garca , M. V. de Felipe , M. M. Soler , D. Olivares , D. Huertas, Medicin de la capacidad intelectual
en pacientes esquizofrnicos. ACTAS ESPAOLAS DE PSIQUIATRA. 2008 ENE;36(1).

Inteligencia emocional en esquizofrenia.- Antecedente. Los dficits en la percepcin de la emocin


han sido extensivamente documentados en la esquizofrenia y se asocian con un pobre funcionamiento
psicosocial. Sin embargo, poco se sabe sobre otros aspectos del procesamiento de la emocin que son
crticos para el funcionamiento adaptivo.
El presente estudio evalu el rendimiento de los pacientes esquizofrnicos en funcin de una medida
multidimensional, bien-validada y basada tericamente de inteligencia emocional, la Prueba de
Inteligencia Emocional de Mayer-Salovey-Caruso (Mayer, J.D., Salovey, P., Caruso, D.R., 2002. Mayer
SaloveyCaruso Emotional Intelligence Test (MSCEIT): Manual del usuario. Multi-Health Systems, Inc.,
Toronto, Ontario).
Mtodos. 50 pacientes esquizofrnicos ambulatorios y 39 controles no-psiquitricos completaron el
MSCEIT, una medida de rendimiento compuesta de sub-pruebas que evalan cuatro componentes
(ramas) de inteligencia emocional: Identificando, Utilizando, Entendiendo y Manejando las emociones.
Entre los pacientes, se evaluaron las asociaciones entre las puntuaciones de MSCEIT y las medidas de los
sntomas clnicos, as como el resultado funcional.
Resultados. El MSCEIT demostr buenas propiedades psicomtricas en ambos grupos. Los pacientes
esquizofrnicos tuvieron un rendimiento significativamente peor que los controles en la puntuacin total
de MSCEIT, y en tres de las cuatro sub-pruebas: Identificando, Entendiendo y Manejando las emociones.
Entre los pacientes, las puntuaciones ms bajas de MSCEIT correlacionaron significativamente con altos
sntomas negativos y de desorganizacin, as como con un desempeo comunitario peor.
Conclusiones. El MSCEIT es una herramienta til para la investigacin del procesamiento de la emocin
en la esquizofrenia. Los individuos con esquizofrenia demuestran dficits a travs de mltiples dominios
del procesamiento de la emocin. Estos dficits tienen vnculos significativos con sntomas clnicos de la
esquizofrenia y en cmo los pacientes funcionan en sus vidas cotidianas. Se requiere de investigacin
adicional para comprender los vnculos entre la inteligencia emocional, los sntomas clnicos y el resultado
funcional en la esquizofrenia.
Kimmy S. Kee; William P. Horan; Peter Salovey... (et.al) Inteligencia emocional en la esquizofrenia. SCHIZOPHR RES.
2009 ENE; 107 (1):61-68.

INTELIGENCIAS MLTIPLES
Antecedentes histricos.- Para Franz Gall (siglo 18), exista una relacin entre la configuracin craneal
y la inteligencia, y recalc que diferentes partes del cerebro tienen funciones diferentes, doctrina se llam
frenologa. Algunos experimentos mostraron, sin embargo, que extirpando distintas partes del cerebro
animal, no se vean resultados que apoyasen la teora de Gall, pero luego Broca mostr que ciertas

partes del cerebro estaban relacionadas con ciertas funciones (como por ejemplo el lenguaje). Los
esfuerzos por relacionar reas cerebrales con funciones cognoscitivas particulares siguieron durante todo
el siglo 19.
Psicologa propiamente dicha.- En el siglo 19 comenzaron a estudiarse las leyes de las facultades
horizontales como la memoria, la percepcin, la atencin, el aprendizaje, y se consider que ellas
operaban a travs de diversos contenidos (msica, matemticas, etc.) y en forma independiente de la
modalidad sensorial (visual, auditiva, etc.). Galton busc estudiar las diferencias individuales, y elabor
mtodos estadsticos para clasificar a los seres humanos segn sus poderes fsico e intelectual,
correlacionando tambin estos ltimos entre s. Ello le permiti verificar una relacin entre herencia y
logro profesional. El mismo autor destac como cualidad intelectual refinada la agudeza sensorial, pero
nuevos autores destacaron que deban considerarse otras cualidades como el lenguaje y la abstraccin,
como sostuvo Binet. Junto a Simon, Binet dise las primeras pruebas de inteligencia para distinguir
nios retardados de normales. Surgieron luego quienes decan que el CI (cociente intelectual) se hereda,
y quienes no, as como quienes sostenan que no haba una sola inteligencia sino varias capacidades
relativamente independientes, como Thurstone, que nombre 7 factores primarios.
Piaget.- Hacia 1920, trabajando con Simon, Piaget se interes por saber como era la forma de pensar de
un nio cuando cometa errores en las pruebas de inteligencia, tema que no haba preocupado a los
creadores de las pruebas como Binet o Simon. Estos tampoco se interesaron por valorar la habilidad de
asimilar nueva informacin o resolver nuevos problemas, o sea se interesaron ms por el conocimiento
cristalizado que por el fluido. Incluso alguien sin lbulos frontales puede tener un alto CI pero no las
habilidades mencionadas. Por tanto, estas pruebas de inteligencia no dan informacin sobre lo que
Vygotsky llam la zona de desarrollo potencial o proximal. Piaget destac que el ser humano construye
un sentido del mundo, hace hiptesis en forma continua y produce conocimiento, desarrollando su
inteligencia desde las acciones sensomotrices e interiorizadas hasta las operaciones mentales,
desplegando diversos sistemas simblicos y culminando en las operaciones formales. La posicin de
Piaget tiene fortalezas y debilidades. Del lado positivo, destac que las diversas actividades intelectuales
del nio dependen de ciertas estructuras mentales que van construyndose poco a poco. Saber no es
memorizar sino construir, razonar, pensar. Del lado negativo, Piaget hizo una teora del desarrollo
aplicable slo a nios occidentales o a ciertas actividades, relegando las habilidades de un artista, un
abogado, un atleta o un poltico. Destac adems la inteligencia verbal pero no se ocup mayormente de
lo no verbal. Propuso tambin que las facultades horizontales podan aplicarse a cualquier tipo de
contenido, lo cual es cuestionable. Gardner se refiere al concepto piagetiano de decalage que permite a
la misma operacin aparecer en tiempos distintos y aplicarse a diferentes materiales.
El enfoque al procesamiento de la informacin.- Este enfoque utiliza los mtodos experimentales
utilizados en el siglo pasado para estudiar tareas estudiadas por Piaget y otros psiclogos cognoscitivos.
Por ejemplo, intenta estudiar los pasos mentales que se siguen para resolver un problema, pero con
mayor detalle a lo realizado por Piaget: se trata de descubrir la microestructura de los procesos
mentales, y en este sentido constituye un progreso importante. Una objecin seria es que no han llegado
a ninguna conclusin respecto a si existe o no un procesador central, si hay o no habilidades generales
para resolver problemas, o qu elementos cambian con el desarrollo.
El enfoque de los sistemas simblicos.- Los enfoques del Ci, el piagetiano y el del procesamiento de la
informacin se han centrado en habilidades lgicas o lingsticas, han ignorado la biologa y el problema
de la creatividad y la diversidad cultural. Gardner propone destacar las capacidades simblicas del ser
humano en la comprensin de la inteligencia. Por ejemplo Feldman seal de ciertos logros, como los
lgico matemticos, son universales, pero otros estn solo en determinadas culturas (leer puede ser algo
no valorado en ciertas culturas, por ejemplo). Tambin estn los dominios simblicos singulares, propios
de uno o de muy pocos individuos, lo cual llev a estudiar a Feldman al nio prodigio, donde habra una
notable coincidencia de varios factores, como una inclinacin inicial, presin familiar, buena educacin,
etc. Piaget no explica por ejemplo como puede alguien ser precoz en un rea y en otra no, como puede
verse en los prodigios. Hay muchos sistemas simblicos posibles, y de esta diversidad no dan cuenta las
teoras anteriores. Tambin estas teoras han dejado de lado la relacin del intelecto con el sistema
nervioso en cuento a como est organizado, como se desarrolla y porqu falla.
Resumen de Gardner H (1983) Estructuras de la mente: la teora de las mltiples inteligencias. Mxico: FCE. Captulo
2.

Crtica.- En su forma ms enrgica, la teora de la inteligencia mltiple plantea un conjunto pequeo de


potenciales intelectuales humanos (unos 7) que todos los individuos pueden tener, aunque debido a la
herencia, al adiestramiento prematuro o una interaccin entre ambos, algunos desarrollan ms ciertas
inteligencias que otras. Cada inteligencia tiene su propia capacidad de procesar informacin (por ejemplo,
componentes medulares de la inteligencia verbal son el procesamiento fonolgico y gramatical, y de la
musical, el procesamiento tonal y rtmico). As, cuando se presenta cierto tipo de informacin, se activan
ciertos mecanismos en el SN para realizar operaciones especficas sobre ella.
Teoras relacionadas.- La idea de las inteligencias mltiples viene ya desde los griegos, cuando hablaron
de facultades o facetas de la mente. Luego, este enfoque qued relegado, por ejemplo por aquellos

enfoques asociacionistas que intentaban explicar todo desde unos principios nicos o leyes psicolgicas
bsicas a las que se someteran todos los aspectos como la percepcin, la memoria o el aprendizaje. Este
intento unificador tuvo poco xito, aunque la psicologa cognitiva tom algunas ideas, como cuando
hablaron de habilidades generales para resolver problemas, etc.
Hoy en da se ha cuestionado este enfoque de mecanismos generales de amplio propsito. Allport, por
ejemplo, ha propuesto la mente como varios sistemas independientes que operan en paralelo, no en
serie, dependientes cada uno de neuronas especializadas.
Por su parte Jerry Fodor, inspirado en Chomsky y otros autores, propuso su teora de la modularidad de
la mente segn la cual los procesos mentales se consideran mejor como mdulos independientes o
encapsulados, cada cual funcionando segn sus propias reglas. Concretamente, rechaza mdulos
horizontales (percepcin, memoria, etc) pero acepta los verticales (lenguaje, procesamiento visual,
musical, etc.). Sin embargo, Fodor admite la existencia de una mente central no encapsulada que
permite comparar las diversas entradas y construir una hiptesis mejor acerca de qu es el mundo.
Gardner sostiene que es an prematuro postular una capacidad supramodular que ordene o combine los
diferentes mdulos, aunque s puede hablarse de mdulos ms generales y mdulos ms pequeos y
circunscriptos. Que se estudien los maximdulos o los minimdulos depender de cada objetivo del
investigador. Estudiar mdulos grandes resulta til en educacin. En este sentido, cada mdulo (cada
inteligencia, cada habilidad cognoscitiva, cada competencia intelectual, etc.) es algo que puede
desarrollarse si hay suficiente estimulacin para ello.
Construcciones psicolgicas no referidas.- La teora de las IM (inteligencias mltiples) no intenta explicar
otras reas de la mente como el temperamento, la personalidad el carcter o los sentimientos. Esto no
significa que se aslen estos aspectos, por cuanto se sostiene que en cualquier aspecto o actividad
(carcter, sentimientos) siempre est presente la cognicin. Adems, se pueden establecer relaciones:
por ejemplo, la inteligencia interpersonal con el desarrollo socioafectivo, la inteligencia intrapersonal con
el desarrollo del carcter o la personalidad, etc. Tampoco se excluyen conceptos como los de motivacin
y atencin, sin los cuales no podran desenvolverse las diferentes inteligencias.
Operaciones cognoscitivas de nivel superior.- Hay ciertas capacidades cognoscitivas que parecen ser de
nivel superior, pero que parecen inexplicables dentro de los trminos de las inteligencias individuales, por
lo que requeriran ser investigadas ms en detalle. Ellas son el sentido comn, la originalidad, la
capacidad metafrica, la sabidura y el sentido del yo.
El sentido comn es la habilidad para encarar problemas en forma intuitiva, rpida y tal vez
inesperadamente exacta. El trmino suele aplicarse a ciertas habilidades como las interpersonales o las
mecnicas, pero no a otras como el sentido musical. El trmino se puede aplicar tambin a quienes
parecen capaces de planear con anticipacin, explotar oportunidades, guiar sus destinos y los ajenos de
forma prudente, no contaminados por ideologas o teoras complejas, todo lo cual estara relacionado con
la inteligencia intrapersonal y con la esfera de la voluntad.
La originalidad es la habilidad de disear un producto poco familiar y sin embargo valioso, sea una
historia innovadora, una danza, la solucin de un conflicto personal o una paradoja matemtica. La
originalidad parece aplicarse a ciertos mbitos, no en todos (salvo excepciones, como Leonardo), y
parece depender de ciertas condiciones que se instalan ya desde la infancia.
La capacidad metafrica es la habilidad para hacer metforas, percibir analogas y para cruzar diversos
dominios intelectuales en el proceso de establecer tales conexiones iluminadoras. Es, entonces, una
inteligencia que integra diversas inteligencias, y es este tipo de habilidad lo que llev a Fodor a hablar
de un procesador central. Sin embargo, percibir patrones en diversos dominios podra ser una habilidad
lgico matemtica.
Parece haber tres formas de capacidad metafrica en nios normales: capacidad para percibir analogas
sensoriales (ejemplo: auditivo y visual); luego, en la edad preescolar, capacidad para comparar smbolos
(palabras, movimientos, etc.) y sentir placer en ello; y finalmente en la edad escolar retoma su habilidad
metafrica pero luego de un periodo donde su preocupacin no es establecer analogas sino dominar cada
mbito por separado. Todas estas formas de metaforizar son universales y estn un tanto separadas del
desarrollo de inteligencias especficas.
La sabidura una habilidad mucho ms amplia, tambin llamada poder sintetizador general, es aquello
que uno llega a esperar en individuos mayores que han tenido una amplia gama de experiencias crticas
en su vida ms temprana y que ahora pueden aplicarlas en forma apropiada y juiciosa, en las
circunstancias apropiadas. El trmino se aplicara a personas que tienen considerable sentido comn y
originalidad en uno o ms dominios, junto a una capacidad madura de metaforizar.
Todas las operaciones de nivel superior descriptas pueden explicarse algunas por un tipo especial de
inteligencia, aunque otras veces se ven mejor como una combinacin de un rasgo de personalidad y una
habilidad, o tambin, como la sabidura, como una amalgama de distintas capacidades intelectuales.
En cuanto al sentido del yo, sus races se encuentran en la exploracin por parte del individuo de sus
propios sentimientos y experiencias en los trminos de planes interpretativos y los sistemas simblicos
que provee la cultura: algunas culturas exaltan el yo y otras no tanto, sino la atencin de las necesidades
de los otros.

Frente a esto, el sentido del yo puede entenderse de varias formas: como un dominio aparte de la
inteligencia, como un procesador central del que dependen otros dominios, o, como opina Gardner, como
una capacidad emergente, como una nueva inteligencia que regula la propia existencia del sujeto.
Desconfirmacin de la teora.- La teora de las IM podra ser rebatida si se encuentra que alguna
inteligencia no cumple con los requisitos de tal. Tambin es posible que estudios neuropsicolgicos y
transculturales obliguen a pensar que la inteligencia no es lo que propone la teora de las IM.
En conclusin, las inteligencias no pueden considerarse slo como un grupo de capacidades de cmputo
puro: incluye toda otra serie de capacidades, que algunos podran considerar tontas de acuerdo a cada
cultura. Solo se pueden aplicar las inteligencias en el contexto de un mundo de significados, que
permiten al individuo convertirse en un miembro funcional y que usa los smbolos de su comunidad.
Resumen de Gardner H (1983) Estructuras de la mente: la teora de las mltiples inteligencias. Mxico: FCE. Captulo
11.

INTERACCIONISMO SIMBLICO
Definicin.- Escuela de pensamiento psicolgico-social basada en que la condicin humana deriva del
efecto que ejercen unas personas sobre otras. Segn esta escuela, los seres humanos son agentes
activos que, en el curso de la interaccin social, plasman en forma directa, conciente y deliberada su
historia personal y la del mundo que los rodea. Destaca el papel que cumplen el lenguaje y los gestos y
ademanes en la formacin de la mente, el s-msmo y la sociedad.
Vander Zanden James, Manual de Psicologa Social, Barcelona, Paids, 1986, pg. 621.

INTERS
Definicin.- El concepto de inters tiene diferentes sentidos en las diversas teoras psicolgicas. Por
ejemplo para Piaget, inters es algo diferente a voluntad y evolutivamente anterior a ella, mientras que
para el psicoanlisis, inters est ms vinculado con el egosmo (inters del yo), en oposicin al
altrusmo o "inters" por el otro (libido objetal). Ms all de estas acepciones, inters en general
podemos definirlo como el comportamiento motivado por una meta apetecible. Si para un nio saber
ms no es una meta apetecible, no tendr inters en estudiar.
Cazau P (2003), Vocabulario de Psicologa. Redpsicologa.

Inters social.- Segn Alfred Adler, el inters social se refiere al impulso en la naturaleza humana para
adaptarse a las condiciones del ambiente social. Se expresa de manera subjetiva en la conciencia de un
individuo de tener algo en comn con otras personas y ser uno de ellos. Se expresa en forma objetiva en
la cooperacin con los dems hacia el mejoramiento de la sociedad humana. Esta caracterstica social
innata debe ser cuidada y cultivada en la infancia si los nios han de lograr un cumplimiento adecuado de
las complejas demandas de la sociedad y han de trabajar hacia su perfeccin.
Engler Barbara, Introduccin a las teoras de la personalidad. Mxico: McGraw-Hill, pg. 101.

INTERIORIDAD
En la esquizofrenia.- Resumen: En la presente comunicacin nos centramos en los pacientes
esquizofrnicos para tratar de discernir si existe o no en ellos producciones subjetivas. Para tal fin,
contamos con una serie de pacientes ingresados en nuestro hospital con este diagnstico (material) y
utilizamos como mtodo la observacin clnica, registrando de modo fiel cualquiera de sus expresiones, al
tiempo que se comprueba la referencia de las mismas a una \"interioridad\" o \"espacio interno\"
escenario de vivencias. El resultado consiste en que estos pacientes presentan un \"colapso subjetivo\"
(como ya analizamos en otras ocasiones), proviniendo todos los fenmenos psicopatolgicos que
muestran del espacio exterior. Ello implica la ausencia de \"mundo interno\" o de un espacio
representativo, desde el que organizar su vida psquica. Esta ltima parece determinada por sucesos que
vienen desde el afuera, en donde se hallan prisioneros. Con tales premisas no es de extraar que el
esquizofrnico se mueva en el espacio fsico, geomtrico, desde el que intervienen mquinas o artefactos
diversos que le influyen a distancia o de voces alucinadas, que provienen de alguien ajeno a l. Tener en
cuenta estos datos es muy importante pues puede ser de utilidad no solo en el establecimiento de la
relacin mdico-enfermo con ellos, sino tambin en una aproximacin psicoteraputica, tanto individual
como grupal.
Jos Manuel Garca Arroyo J, Posee "interioridad" el paciente esquizofrnico? Departamento de Psiquiatra. Facultad
de Medicina de la Universidad de Sevilla. INTERPSIQUIS, 2007.

INTERNACIN
Aspectos legales.- La ley argentina establece que la internacin y la externacin deben siempre resultar
necesarias y adecuadas para el paciente. De lo contrario adems de ser perjudicial para este, se estar

privando ilegtimamente a alguien de su libertad. La internacin slo se admite si no resulta beneficiosa


otra medida menos restrictiva como el hospital de da, el acompaamiento teraputico, la atencin
domiciliaria o el consultorio externo. En Argentina, la Ley 22.914 prev cuatro tipos de internacin: por
orden judicial, a pedido del interesado (internacin voluntaria) o su representante legal, por disposicin
de la autoridad policial, y en casos de urgencia a pedido de ciertas personas habilitadas para ello
(Travacio, 1996:117).
Travacio M (1996) Manual de psicologa forense. Buenos Aires: Oficina de publicaciones del CBC, Universidad de
Buenos Aires.

INTERNALIZACIN
Definicin.- Proceso mediante el cual un individuo incorpora en su personalidad los patrones de
conducta prevalecientes en la sociedad.
Vander Zanden James, Manual de Psicologa Social, Barcelona, Paids, 1986, pg. 621.

INTEROCEPCIN
Interocepcin, depresin y ansiedad.- Antecedentes: Se asume que en la depresin la
retroalimentacin corporal puede estar alterada. Sin embargo siguen siendo escasos los estudios
empricos que investigan esta supuesta relacin. Este estudio tuvo como objetivo examinar las
interrelaciones entre la capacidad de percibir con precisin los latidos del corazn (conciencia
interoceptiva), los sntomas depresivos y la ansiedad en participantes sanos.
Mtodos: A 119 participantes se les administr una tarea validada de percepcin de los latidos del
corazn, para medir la conciencia interoceptiva junto con dos cuestionarios para la indexacin de la
ansiedad y la depresin.
Resultados: Como resultados principales observamos una correlacin negativa entre la percepcin de los
latidos del corazn y la depresin. nicamente cuando se enfocaba a niveles altos de ansiedad, este
coeficiente de correlacin negativa entre la depresin y la interocepcin permaneci siendo significativo.
Conclusiones: Nuestros resultados ponen de manifiesto la posible relacin entre los sntomas depresivos
y la conciencia interoceptiva y pueden tener otras implicaciones para los modelos tericos de los
trastornos de ansiedad y su tratamiento. Es necesario ms investigaciones para examinar las posibles
consecuencias potenciales de la alteracin de la conciencia interoceptiva en sujetos sanos en relacin a la
depresin y la ansiedad.
Olga Pollatos; Eva Traut-Mattausch; Rainer Schandry. Efectos diferenciales de la ansiedad y depresin sobre la
precisin interoceptiva. DEPRESSION AND ANXIETY. 2009 FEB; 26(2):167-173.

INTERPRETACIN
Generalidades.- "El mtodo de desciframiento interpretativo -alejado de la observacin fenomenolgica
y del conductismo empirista- abarca desde el anlisis clnico en el marco del dispositivo analtico, hasta
la lectura de las producciones culturales o artsticas con el mtodo que Freud nos leg" (Milmaniene,
1991:90).
Milmaniene Jos M (1991), Arte y psicoanlisis, Escribiendo el nombre del padre, Buenos Aires, Kargieman.

Interpretacin en psicoanlisis.- El trmino interpretacin no tiene un significado unvoco, an


dentro del psicoanlisis. En efecto, se lo puede entender en el sentido clsico como un develamiento del
sentido latente del material ofrecido por el paciente, o tambin en un sentido ms amplio, como cualquier
acto por el cual cualquier persona, incluyendo al propio paciente, asigna un sentido a sus manifestaciones
verbales. Laplanche y Pontalis (1981:203) llegan a decir que incluso la llamada elaboracin secundaria es
de algn modo interpretacin, en la medida en que otorga cierta coherencia a los elementos producidos
en el sueo.
Se llama interpretacin al mtodo de deducir lo que el paciente realmente tiene en su nimo y
comunicrselo (Fenichel:39). Indica Fenichel que dado que el hecho de interpretar significa ayudar a
que algo inconciente se haga conciente, sealndolo en el momento en que pugna por abrirse camino, las
interpretaciones eficaces solo pueden hacerse en un punto especfico, es decir, aquel sobre el cual se
centra momentneamente el inters del sujeto. La posibilidad de experimentar los impulsos instintivos
infantiles verdaderamente chocantes es tan lejana que, desde luego, la interpretacin no se refiere en
un principio a ellos, sino mas bien a sus derivados. Las actitudes defensivas son ms accesibles a la
capacidad de comprensin del paciente, y en consecuencia son las que se interpretan primero (Fenichel,
1966:39).
Todas estas caracterizaciones de la interpretacin en sentido psicoanaltico tienen un denominador
comn: la interpretacin es una operacin analtica que consiste en tornar consciente lo inconciente del
paciente. La interpretacin est al servicio no solamente de una investigacin psicoanaltica, sino

tambin, desde un punto de vista prctico, al servicio de la cura, porque cuanto se considera que una
condicin necesaria para esta ltima es la toma de conciencia de lo inconciente.
Seala Freud que, partiendo de la base de que el sueo no es un fenmeno somtico sino psquico, y que
el soante tiene un saber sobre sus sueos que no lo sabe concientemente, se trata nicamente de
posibilitarle que descubra su saber y nos lo comunique (Freud, 1915:95).
Frente a esta afirmacin de Freud, surge el interrogante: la interpretacin es algo que comunica el
paciente, como sugiere Freud en el prrafo indicado, o una comunicacin del analista, como destaca
Fenichel? Podra responderse a esta pregunta: a veces el paciente no interpreta su propio sueo, y el
analista hace una interpretacin del mismo (juzgando luego si es correcta o no). Otras veces, el mismo
paciente interpreta su produccin, en cuyo caso el analista podr legitimarla como tal, o bien juzgarla
como otro tipo de juicio, como por ejemplo una intelectualizacin. En cualquier caso, la interpretacin
que ofrece el analista no es una pura invencin, porque no es ms que una construccin acerca de lo que
el paciente no sabe que sabe.
Si bien la interpretacin de lo sueos es dentro del psicoanlisis el modelo de interpretacin, esta puede
aplicarse a cualquier otro contenido o formacin del inconciente, tales como por ejemplo los actos fallidos
(como lo indica Freud en las Conferencias 2, 3 y 4), los sntomas y los actos sintomticos (Conferencias
16 y 17) y las manifestaciones transferenciales hacia el analista (Conferencia 27). Tambin se interpretan
los chistes e incluso las producciones artsticas, como lo mostr Freud al analizar la produccin de Miguel
Angel y Leonardo da Vinci, entre otros artistas.
Fenichel O.,(1966) Teora psicoanaltica de las neurosis, Paids, Buenos Aires.
Freud S., (1915), Conferencias de introduccin al psicoanlisis, Conferencia 6: Premisas y tcnicas de la
interpretacin, en Obras Completas, Amorrortu, Buenos Aires, Vol 15, 1996.
Laplanche J. y Pontalis J., (1981) Diccionario de psicoanlisis, Labor, Barcelona.

Jung.- Jung plantea que la interpretacin, onrica o de otros contenidos, se realiza en dos planos: el del
objeto (mtodo reductivo, causal o analtico), y el del sujeto (mtodo sinttico o constructivo, o
interpretacin junguiana propiamente dicha). El primero utilizado por Freud o Adler- es para Jung
insuficiente porque explora el pasado, no agotando todas las posibilidades de los smbolos, que tambin
encierran sentidos en cuanto al futuro.
El mtodo reductivo vincula al sujeto con objetos: madre, padre, etc. Por ejemplo, soar que uno est en
un coche manejado por una mujer se interpretara aqu como dependencia de una figura materna.
El mtodo constructivo se utilizar en etapas ms avanzadas de la individuacin, donde el sujeto alcanz
ms autonoma. Implica vincular al sujeto con figuras arquetpicas del inconciente colectivo, y, por
ejemplo, el sueo anterior podra quedar interpretado en trminos de que la mujer que conduce el coche
es su nima, y que sin la ayuda de este aspecto femenino relegado o rechazado concientemente, su
existencia se ver amenazada.
Ostrov Len, Clases ao 1978, Facultad de Psicologa, Universidad de Buenos Aires.

Laplanche y Pontalis.- A) Deduccin, por medio de la investigacin analtica, del sentido latente
existente en las manifestaciones verbales y de comportamiento de un sujeto. La interpretacin saca a la
luz las modalidades del conflicto defensivo y apunta, en ltimo trmino, al deseo que se formula en toda
produccin del inconciente. B) En la cura, comunicacin hecha al sujeto con miras a hacerle accesible
este sentido latente, segn las reglas impuestas por la direccin y la evolucin de la cura.
Laplanche J y Pontalis J, Diccionario de psicoanlisis, Labor, Barcelona, 1981, pg. 201.

Aulagnier.- Toda interpretacin apunta a una modificacin en el hic et nunc del proceso (superacin de
una resistencia, revelacin de un fantasma, asuncin por el yo de un nuevo enunciado identificatorio),
pero tambin apunta a la realizacin de la meta final que el proceso analtico se propone (pg. 331).
Aulagnier se refiere a dos tiempos de la interpretacin: Postulemos que la interpretacin se enuncie en
un momento que permita al analizando orla, comprenderla y aportarle una respuesta ajustada a nuestra
espera. La accin de la interpretacin va a manifestarse por la respuesta inmediata, o muy prxima, que
lo que el sujeto escuch puede suscitar, y por una segunda respuesta que slo aparecer a posteriori y
que depender de la inevitable metabolizacin que deber hacer el yo de lo que ha odo para poder
apropirselo. Esta segunda respuesta supone lo que podramos llamar singularizacin del sentido al que
escoltamos, respuesta diferida cuyo resultado se exteriorizar en una reorganizacin de los enunciados
identificatorios por los que el yo se define como yo pasado, yo actual, y como enunciador de un anhelo
relativo a su yo futuro (pg. 333).
Aulagnier P., El trabajo de la interpretacin. La funcin del placer en el trabajo analtico, artculo escrito en 1976,
includo en un texto desconocido.

Fenichel.- Se llama interpretacin al mtodo de deducir lo que el paciente realmente tiene en su nimo
y comunicrselo. Dado que el hecho de interpretar significa ayudar a que algo inconciente se haga
conciente, sealndolo en el momento en que pugna por abrirse camino, las interpretaciones eficaces
solo pueden hacerse en un punto especfico, es decir, aquel sobre el cual se centra momentneamente el

inters del sujeto. La posibilidad de experimentar los impulsos instintivos infantiles verdaderamente
chocantes es tan lejana que, desde luego, la interpretacin no se refiere en un principio a ellos, sino mas
bien a sus derivados. Las actitudes defensivas son ms accesibles a la capacidad de comprensin del
paciente, y en consecuencia son las que se interpretan primero.
Fenichel O., Teora psicoanaltica de las neurosis, Paids, Buenos Aires, 1966, pg. 39.

Horstein.- Las interpretaciones y las construcciones le permiten al analizando apropiarse y reconstrur


el sentido de un fragmento de la historia de su pasado libidinal con el fin de ponerlo al servicio de la
singularidad de su proyecto identificatorio actual [...] Slo la inclusin de la dimensin afectiva evita que
la interpretacin analtica se convierta en un sistema interpretativo estereotipado tan universal como
ineficaz [...] La interpretacin, al operar un desplazamiento en cuanto a la causalidad, reorganiza el
campo de la significacin; su meta es que el analizando logre conjugar de otra manera los verbos ser
(registro identificatorio) y tener (registro objetal). [...] La interpretacin pretende modificar la relacin
existente entre el yo y el espacio psquico ajeno a su jurisdiccin.
Horstein L., Cuerpo, historia e interpretacin, pgs. 84-85.

Etchegoyen.- El psicoanlisis define la interpretacin como hacer conciente lo inconciente ...[y]... lo


que el analista procura descubrir en el inconciente es un conflicto o un deseo (Etchegoyen, 1999:14).
Etchegoyen distingue cinco tipos de interpretacin (Etchegoyen, 1999:53-64): a) La interpretacin
transferencial: se refiere a los conflictos que surgen entre el analizado y el analista en el marco de la
relacin teraputica; b) La interpretacin del conflicto actual: concierne a los conflictos que tiene el
analizado a diario con las personas de su ambiente; c) La interpretacin histrica: es aquella que toma en
cuenta el conflicto temprano y el conflicto infantil, pero tambin a la vida desde el periodo de latencia en
adelante. Tiene siempre un componente gentico; d) La interpretacin completa: es aquella que abarca
en pasos sucesivos el conflicto transferencial y no transferencial, sea ste actual, infantil o temprano. La
sesin es extremadamente mvil y nos lleva de un conflicto a otro, y todas estas circunstancias
convergen en una situacin total, que se aborda mediante una interpretacin completa; e) La
interpretacin mutativa: se cumple en dos tiempos. En una primera fase el analizado toma conciencia del
derivado de una pulsin, y en una segunda fase, contrasta el objeto real (el analista en su setting) con el
objeto arcaico. Si el analizado se da cuenta de la diferencia, sobreviene un cambio mutante.
Etchegoyen R, (1999) Un ensayo sobre la interpretacin psicoanaltica, Editorial Polemos, Buenos Aires.

Criterios.- Cuando a partir de un material hacemos una interpretacin nos manejamos con indicadores
que puedan llevarnos lejos de la respuesta original. Nuestras conclusiones pueden ser profundas pero
pueden no tener nada que ver con el paciente. Para diferenciar comprensin del fantaseo necesitamos
criterios que nos permitan juzgar si la interpretacin es adecuada:
1) Debe haber suficiente evidencia para la interpretacin.- Es difcil justificar una elaborada interpretacin
a partir de una respuesta, por lo tanto se construir a partir de evidencias mltiples. El anlisis debe
hacerse tomando en cuenta sobre todo recurrencias y convergencias y teniendo presente que los
smbolos universales tienen un tambin un significado personal. Solo habr evidencia suficiente cuando
por lo menos varias lneas de inferencia convergen hacia la misma interpretacin.
2) La profundidad de la interpretacin debe ser apropiada al material disponible.- Las interpretaciones
profundas son las que hace referencia a los impulsos primitivos, por lo general reprimidos y estos
impulsos no siempre estn visibles en el material.
3) Siempre que sea posible deber especificarse la forma manifiesta de las tendencias interpretadas.Muchas veces resulta fcil inferir la presencia de un impulso, pero no tan sencillo prever cual de las
mltiples formas de expresin asumir ese impulso en la conducta manifiesta. Si bien no podemos
predecir con seguridad absoluta una conducta especfica, podemos sealar una gama de conductas
posibles, indicando la influencia de factores ambientales. Por ejemplo, podemos detectar una tendencia
homosexual, pero si no hay algo manifiesto, no podremos hacer predicciones sobre comportamiento
homosexual.
4) Debe estimarse la intensidad de las tendencias interpretadas.- Dado que muchas tendencias son
comunes, se hace necesario aclarar la intensidad con que se presentan en cada caso en especial.
5) Debe asignarse a la tendencia interpretada una posicin jerrquica dentro del cuadro de la
personalidad total.- Enfatiza la necesidad de integrar los diferentes elementos dndoles una estructura
coherente, por la cual se pueden relacionar las diferentes tendencias encontradas. Requiere indicar la
relacin entre tendencia, impulsos y defensas, etc. Esta integracin no se logra uniendo frases, requieren
una gran experiencia y sensibilidad, as como una fundamentacin en la teora. No hay que perder de
vista al paciente, si bien la integracin sin una teora es deficiente, tampoco hay que integrar
forzadamente en funcin de la teora.
6) Deben especificarse tanto los aspectos adaptativos como los patolgicos de las tendencias
interpretadas.- La importancia de detectar potencialidades y el monto de mecanismos de adaptativos con
que cuenta el paciente. Generalmente una misma tendencia tiene aspectos positivos y negativos.
Condensado de Schafer (1987), Criterios para juzgar la adecuacin de las interpretaciones.

Fundamentacin de la interpretacin psicoanaltica.- Actualmente el psicoanlisis adolece de una


insuficiencia en sus mtodos de objetivacin de interpretaciones y conclusiones tericas. Objetivar
significa justificar o fundamentar conclusiones. Baranger menciona 3 formas posibles de objetivar los
conocimientos psicoanalticos:
-Mtodo indirecto: confirmacin de conclusiones analticas recurriendo a tcnicas de validacin de otras
ciencias como las biolgicas (por ejemplo, provocar neurosis experimentales en animales).
-Mtodo abstracto-unipersonal: aplicacin de mtodos abstractos en el sentido de que se aplican
meramente conocimientos tericos, y el error est en que carece de base experimental. Se llama
unipersonal porque slo vales suposiciones tericas del analista.
-Mtodo directo-bipersonal: busca el fundamente de la validacin en la situacin analtica misma,
teniendo en cuenta su carcter bipersonal. Es ah donde est el fundamento experimental de la
interpretacin (de all el nombre directo) y la posibilidad de objetivarla. En este artculo Baranger
desarrolla y alcanza esta ltima va de objetivacin.
Una cosa es confirmar en la clnica las conclusiones analticas (esto es frecuente), pero otra cosa es
validar intrnsecamente dichas conclusiones. En general los analistas utilizan criterios de prueba de la
fsica o la biologa, cuantificando los procesos psquicos (intensidad de catexias, etc.), pero en realidad
estos modelos de otras ciencias no pueden explicar lo psquico. Ello ocurre porque el psicoanlisis no es
una ciencia natural, sino la ciencia de un dilogo (psicologa bipersonal) que se funda en un
determinismo ms complejo y no meramente causal.
El psicoanlisis es fundamentalmente dilogo y situacin. No es investigacin de fenmenos por un
observador que solo registra y entiende, sino una relacin bipersonal expresada en un dilogo analistaanalizando, y una situacin que se caracteriza por ciertas reglas de juego (deseo de curacin y
sinceridad de un lado, neutralidad, discrecin y comprensin del otro), y por su ubicacin espaciotemporal (aqu y ahora). El analista est metido y l mismo es instrumento de conocimiento. Por
ejemplo la interpretacin mutativa, que se manifiesta contratransferencialmente en el analista por una
impresin de satisfaccin y de contacto con el analizando (estar en la onda). Por tanto, el nico
mtodo de objetivacin directa en la investigacin psicoanaltica cosiste en el examen de la modificacin
del campo bipersonal.
Relacin entre el aqu y ahora y la historia del paciente: la reconstruccin del proceso patolgico es
necesaria, pero es solo una parte de la tarea analtica: dicha reconstruccin no es nuestro fin
teraputico ni terica esencial (inclusive al psicoanlisis no le interesa el pasado real, sino el
vivenciado). La objetivacin histrica es solo un mtodo indirecto de objetivacin. Lo decisivo es la
objetivacin directa, con la consiguiente modificacin de dicho campo en distintos aspectos (incluso
temporales, como la emergencia de recuerdos).
Sin embargo la interpretacin supone obligadamente un sistema de referencias, es decir, una teora,
que sirva de base a la interpretacin. Ahora bien, una interpretacin no deriva de un nico significado,
sino que remite siempre a una multiplicidad de significados encubiertos. El analista debe encontrar o
elegir aquella interpretacin ms real o ms operante, que movilice al analizando. Una interpretacin
orientada de esta forma produce un enriquecimiento del dilogo y una movilizacin del campo, con
aparicin de vivencias nuevas. Como la relacin es esencialmente bipersonal, la interpretacin debe
girar en relacin no solo con el paciente, sino con el analista, o sea, que el ndulo de la interpretacin
es sobre todo de tipo transferencial.
Sin embargo no basta que la interpretacin sea operante, pues puede ser operante y adems inexacta.
Lo decisivo es que es objetivamente solo la interpretacin que produce insight (entendiendo insight no
como visin interior, en sentido intelectualista, sino como reconstruccin del campo bipersonal); esta
reestructuracin incluye una reintegracin del material disociado, con la comprensin por parte del
paciente de su disociacin anterior y los motivos internos de sta.
Conclusin: La metodologa analtica descansa sobre la experiencia situacional y bipersonal, y sobre la
reestructuracin de la teora psicoanaltica (respectivamente prctica y teora), y adems sobre un
apoyo mutuo entre ambas. Por tanto, deben abandonarse los mtodos indirectos sealados al principio:
consideraciones mecanicistas cuantitativas, atomismo analtico (aislar artificialmente elementos, por
ejemplo, un objeto parcial de pulsin), causalismo (la interpretacin no es un factor causal, sino
reestructurante).
Condensado de Baranger Willy (1989) Mtodos de la objetivacin en la investigacin psicoanaltica.

Clasificacin.- La autora propone aqu una clasificacin de los distintos tipos de interpretacin que
pueden encontrarse en la clnica psicoanaltica, ya que cabe la posibilidad de que haya ms de un tipo de
validacin de la interpretacin. El examen de los tipos de interpretacin dar lugar luego (no es este
artculo) a examinar los distintos tipos de validacin correspondientes. Las interpretaciones pueden ser:
Interpretaciones

Explicativas

1. analgica
2. por conceptos

Significativas

3.
4.
5.
6.
1.
2.
3.

causal
histrico-gentica
teleolgica
disposicional
metafrica
simblica
ostensiva

Mientras las interpretaciones explicativas son las que expresan alguna regularidad mediante una ley, la
intencin de las interpretaciones significativas, buscarn descifrar un sentido oculto tras lo manifiesto. En
el primer caso la interpretacin incluye una conducta particular en una regularidad general, y en el otro la
intencin es otorgar un sentido particular a dicha conducta particular (aun cuando exista la posibilidad de
discernir alguna ley en la estructura de las interpretaciones significativas).
Interpretaciones explicativas.- Dar una interpretacin analgica a un paciente significa mostrarle dios
estructuras anlogas (o isomorfas) para que las compare: una estructura es la configuracin actual de su
conducta en la sesin, y la otra es la configuracin actual de su conducta en un momento de su vida
pasada. No siempre el paciente puede asimilar esta transposicin, y debe tenerse en cuenta su nivel
cognitivo y experimental. La limitacin de esta modalidad de interpretacin reside en que compara dos
estructuras pero no explica ninguna de ellas.
En la interpretacin por conceptos, en vez de relacionar dos estructuras, relacionamos una parte de una
estructura (por ejemplo, sntoma) con la totalidad de la misma (por ejemplo, enfermedad). Aqu la
regularidad es la presencia constante de varios sntomas y signos, los que conforman el cuadro
nosogrfico o enfermedad. Por ejemplo, decir al paciente: su afecto por su padre debi haber sido, en
un momento muy temprano, un enamoramiento total.
La interpretacin causal consiste en explicar la conducta del paciente (efecto) mediante un agente causal
(causa) que le antecede temporalmente de manera invariable.
En una clase (14/05/86) la profesora Lerner seala que el origen de las explicaciones causales debe
buscarse en las ciencias naturales, y cita las concepciones de Russell y de Hume al respecto, netamente
empiristas. Desde la ptica de Russell no existe algo como la conciencia: la psicologa solo busca
uniformidades entre dos variables (independiente y dependiente). Para Hume la causalidad es un hbito
subjetivo, una conjuncin constante de dos cosas que establecemos por costumbre. Russell y Hume dicen
que las cosas no son, sino que el hombre es quien las ve: la causalidad la pondra entonces el hombre.
Desde Russell por ejemplo, hay o habra una conjuncin constante entre todos los sntomas histricos.
Esto es criticable: en psicologa los hechos son complejos y no todos los histricos tienen las mismas
caractersticas. Lo nico que podemos decir con seguridad es que aqu y ahora se da esta conjuncin,
pero no podemos garantizar el futuro (Hume).
En las ciencias sociales la interpretacin ocupa un lugar que tiene la explicacin causal en las ciencias
naturales. De todos modos la causalidad sigue colndose en la interpretacin por ejemplo, al principio
Freud hablaba de una histeria provocada por verdaderas seducciones. De esta verdad histrica pas
luego Freud a las verdades psquicas: la primera tiene que ver con los hechos tal como sucedieron en la
realidad, y es la base de la explicacin causal, pero la verdad psquica se refiere a los sucesos tal como
fueron vividos o imaginados por el sujeto. La significacin es como un tamiz entre la verdad histrica y la
psquica.
La explicacin histrico-gentica presenta al fenmeno que se quiere estudiar como la etapa final de un
desarrollo, el cual a su vez es explicado por medio de leyes que rigen la sucesin de sus etapas. Es una
explicacin menos apodctica que la causal, porque mientras esta ltima relaciona de modo directo la
conducta-efecto con su antecedente-causa, la explicacin histrico-gentica vincula la conducta con
etapas bastante anteriores (y entonces a medida que retrocedemos en el tiempo para explicar una
conducta actual, la validez de la explicacin se torna cada vez ms vulnerable). Las explicaciones
causales procuran explicaciones necesarias y suficientes, pero las histrico-genticas, en general, solo las
condiciones necesarias para la aparicin de la conducta. Ejemplo de explicacin histrico-gentica: Hasta
su ensimo ao usted se consider el nico y absoluto poseedor de su madre: luego lleg otro nio y se
desilusion. Su madre lo dej a usted por un tiempo y, aun despus de su vuelta, nunca volvi a
ocuparse de usted. Sus sentimientos hacia ella se hicieron ambivalentes, y su padre adquiri nueva
importancia para usted.
La explicacin teleolgica cosiste en explicar la conducta actual en funcin de un objetivo conciente o
inconciente que la genera. Es un objetivo presente, y es el deseo o la intencin actual por lograr un
determinado pronstico.
En la explicacin disposicional se explica la conducta de un paciente a partir de ciertas caractersticas
disposicionales que ste posee, como por ejemplo, su tendencia a actuar de tal forma, sus rasgos de
carcter, sus creencias, etc. Por ejemplo, si dar una explicacin causal es decir que un vidrio se rompi
porque le tiraron una piedra, dar una explicacin disposicional es decir que se rompi porque es frgil.
Por ejemplo, en psicologa: Usted reprime su odio en razn de su intenso amor.

Interpretaciones significativas.- En stas el propsito no es explicar sino traducir, representar o


simbolizar de otra manera los signos que se presentan como un texto a descifrar.
La interpretacin metafrica consiste en interpretar una conducta mediante una metfora para hacer ms
eficaz la interpretacin. Por ejemplo, frente a la afirmacin del paciente la tarde es gris contestar
diciendo para usted hoy soy yo la tarde gris. Es similar a la interpretacin analgica, pero es ms
sugestiva.
En la interpretacin simblica, se usan smbolos para interpretar y consiste en sealar qu se est
simbolizando a nivel latente en determinada conducta manifiesta. Si el paciente habla del fusil, la
interpretacin simblica remitir al smbolo flico.
La interpretacin ostensiva es una interpretacin directa, como cuando se dice al paciente usted est
sintiendo rabia, o usted est triste, para que pueda unir sus representaciones afectivas a sus
representaciones de palabra. Otro ejemplo: usted dice esto porque siente un gran afecto por m.

Condensado de Lerner Beatriz, La interpretacin. Publicacin interna de la ctedra de Metodologa de la Investigacin


Psicolgica II de la Facultad de Psicologa. Buenos Aires, Universidad de Belgrano, 1985.

Generalidades.- La pregunta que intenta el autor responder en este artculo, o por lo menos desarrollar,
es: cul es el lugar que ocupa la interpretacin en la teora y la prctica del psicoanlisis, lugar a partir
del cual se la puede caracterizar en su significacin ms especfica?
Segn muchos psicoanalistas, lo que caracteriza esencialmente a la teraputica psicoanaltica es hacer
conciente lo inconciente, proceso que slo se logra a travs de la interpretacin, por lo cual sta pasa a
ocupar un lugar central tanto en la tcnica como en la teora. Sin embargo, hay otro grupo que se inclina
a considerar que el factor realmente efectivo no es la interpretacin, o que sta lo es en mnima parte,
sino que lo es el contacto humano prolongado, con sus connotaciones de permisividad y corriente
afectiva de signo positivo que se da en la situacin analtica (de estas dos concepciones tericas derivan,
si bien no necesariamente en forma directa, dos actitudes tcnicas: una que tiende a interpretar lo ms
frecuentemente y la mayor cantidad de contenidos posibles, la otra que enfatiza el valor teraputico del
silencio del analista.
Esto lleva a Avenburg a preguntarse: cules son los lmites de la interpretacin?, y el estudio de sus
lmites llevar, al anlisis de sus determinaciones, y, con ello, a una caracterizacin ms definida de la
misma.
Como primer abordaje de respuesta puede decirse que los lmites de la interpretacin estn dados por los
lmites de la psicologa misma, o sea, ante todo, por los lmites del campo de accin del principio del
placer. Hay un ms all del principio del placer que se extiende hacia (o que parece desde) la vertiente
de las pulsiones, pulsiones no organizadas psicolgicamente y que se le aparecen al aparato psquico
como invasin de cantidad, como simple exigencia de trabajo no cualificada. Otra ms all aparece
desde la realidad externa, tanto de la realidad natural como de la cultural. Estos tres ms all se
corresponden con las tres fuentes de sufrimiento humano que Freud menciona en El malestar en la
cultura: el proveniente de la relacin del hombre con su propio cuerpo, el que deriva de su relacin con
la naturaleza y aquel que surge de su relacin con los dems hombres.
El autor se detiene en este mayor o menor grado: cul es el lmite que determina este mayor o menor
grado? Cul es el lmite de la construccin en el anlisis? Supone que coincide con los lmites de la
terapia analtica misma y para ello se remite al trabajo de Freud Anlisis terminable e interminable. Los
lmites del anlisis estn dados por factores cuantitativos, el anlisis choca con esa roca virgen que
constituye el suelo biolgico, suelo a su vez constituido por necesidades biolgicas, pero ya no solo
biolgicas sino tambin necesidades humanas encarnadas en el cuerpo, necesidades biolgico-humanas a
las que accedemos por mediacin del Ello y gracias al levantamiento de represiones, acceso a dichas
necesidades biolgico-humanas no satisfechas como producto de represiones previas, al mismo tiempo
reconocimiento en el semejante de dichas necesidades no satisfechas a veces por represiones internas
otras por represiones externas, bsqueda de la accin especfica tendiente a la satisfaccin de dicha
necesidades, tentativa de modificacin de los aspectos de la realidad que, homogneos con la represin
intrapsquica, se oponen a la satisfaccin de necesidades de extensos sectores en mbitos de
organizacin humana cada vez ms abarcativos, expresin de Eros constituyendo el cuerpo comn
cultural pero ya los lmites de la terapia analtica quedaron atrs.
Avenburg Ricardo, La interpretacin.

Generalidades.- En este artculo se desarrollan ciertos aspectos tericos y prcticos ligados a la


interpretacin analtica en general y a la psicoterapia psicoanaltica individual con pacientes psicticos. El
artculo de Strachey es un punto de referencia esencial a partir del cual se pueden retomar mltiples
aspectos que conciernen a la situacin analtica y a la relacin paciente-analista. Se precisan tambin
ciertos detalles de la significacin y de las modalidades interpretativas de la escuela kleiniana que
conciernen al peligro de una mala utilizacin de la interpretacin y de su funcin iatrognica. La intencin
de este artculo es estimular la reflexin y la investigacin a propsito de un cariz de la tcnica analtica
que todava requiere una revisin y una profundizacin de las relaciones psicoanalticas y humanas.

La transferencia es un instrumento teraputico para el anlisis, pero tambin est al servicio de la


resistencia inconciente (del paciente o del analista). En efecto, se trata en cada caso de un intercambio
de vivencias y de intenciones inconcientes entre dos cuerpos vivientes: paciente y analista, quienes, a
travs del juego dramtico de la transferencia, ejercitan uno sobre otro una influencia recproca,
conciente e inconciente.
La nocin de transferencia debe entonces ser entendida como una situacin y un fenmeno que ve la luz
y se desarrolla en un espacio dado -la escena analtica- y en tiempo determinado -el tiempo de la
sesin-. En el interior de este espacio-tiempo, y a condicin de que la experiencia analtica se despliegue
de manera adecuada, se estructura y se organiza un proceso racional, a partir de la idea misma de paso
del tiempo, de historicidad. Por lo tanto, es bajo la forma de historia que esta relacin compleja se nos
manifiesta y se ofrece a la interpretacin.
La palabra interpretacin viene del latn interpres-etis que significa explicacin, traducir y tambin
negociar. El intrprete es, entonces, aquel que negocia entre un cierto discurso hablado, escrito o
expresado en una forma cualquiera, y su interpretacin explcita. En griego, la hermenutica -de
hermeneus- constituye una ciencia especfica: la ciencia de la interpretacin, que se ocupa de esclarecer
aquello que aparece bajo un aspecto oscuro.
Cada interpretacin es una suerte de acto intencional, una descripcin inevitablemente arbitraria pero
-junto con eso- tambin motivada y rigurosa a su modo: una manera de leer aquello que est
contemporneamente inscripto y oculto en el texto. Describir, del latn de-scribir, escribir en torno a,
quiere decir afrontar con todos los sentidos del cuerpo la decodificacin de las huellas que estn
presentes e inscriptas en el fenmeno observado.
Como en todo trabajo de campo (observacin etnolgica) el intrprete trabaja con los datos y las
experiencias que aparecen en el campo analtico. Incluso si en analista no habla, su manera de escuchar
o de hacerse presente es en s mismo un modo de decir alguna cosa, de hacer seal.
Ni el silencio ni la interpretacin explcita en s misma son importantes, lo es mas bien la experiencia
implcita y espontnea del encuentro mismo y de sus disfraces o apariencias. El hecho de que el analista
hable no quiere decir necesariamente que est totalmente metido en la situacin, ni que haya entendido
todo. Es la calidad de su presencia, con sus implicancias relacionadas a nivel de la vivencia, lo que le da
un sentido de verdad al personaje-analista.
Lo mismo vale para el paciente, que puede tambin interpretar aquello que se despliega en la escena
analtica, quedarse en silencio o mostrarse indiferente. Solamente una lectura adecuada permite abrir un
sendero hacia las nuevas perspectivas. Permite leer dentro del silencio o dentro del clima de la sesin,
descubrindonos as una significacin de aquello que pareca oculto: llamo a esto la semntica del
silencio.
La nocin de interpretacin, deviene as de un concepto estructural, es decir, no aislado, un fenmeno
que forma parte de la situacin analtica y su setting, de su clima.
Es evidente que el analista no reacciona siempre y solamente como puro analista, sino tambin como
yo-persona, en toda su complejidad, lo cual nos permite decir que cada transferencia es una
transferencia transcultural.
El trabajo analtico es una artesana en la cual paciente y analista intercambian sus intuiciones y sus
descubrimientos: creatividad de la transferencia. El espacio analtico deviene con el tiempo en un lugar o
un campo de intercambios, negociaciones p prestaciones. Es en este sentido que el trmino
interpretacin puede ser comprendido como un sistema de prestaciones (concientes/inconcientes) o de
inter-prestaciones.
Resnik Salomn, Acerca de la interpretacin.

Interpretacin transferencial.- La cuestin de la transferencia y de la interpretacin transferencial es


central en la evolucin de la teora y la prctica psicoanaltica, y constituye un pilar del mtodo y un ideal
permanente de la formacin analtica.
Sin embargo, la autora se pregunta si acaso mantenemos hoy en da la escucha de la dimensin
transferencial y el trabajo explcito de la transferencia. Cundo y de qu manera introducimos las
primeras interpretaciones transferenciales? Cul es su efecto en los procesos de cambio del anlisis?
Las intervenciones del analista durante el proceso de anlisis se despliegan en un amplio rango. Su
capacidad de sostn le permite contener angustias y regresiones durante el proceso, y lo lleva en
variadas ocasiones a formular intervenciones empticas que apoyan al paciente. En otras oportunidades,
sus intervenciones buscan esclarecer la conflictiva del paciente tanto en el mundo interno como en el
mundo que lo rodea. Otras veces, estn destinadas a facilitar el movimiento de la asociacin libre y la
rememoracin de la historia.
Se puede argumentar que estas intervenciones se formulan desde una posicin o actitud del analista que
reconoce la transferencia como campo central del proceso, o que las interpretaciones son formuladas en
transferencia, o desde la posicin transferencial del analista.
Si bien es cierto que en algunos casos estas interpretaciones se sostienen implcitamente en
interpretaciones de la transferencia formuladas anteriormente, en otros casos esta visin lleva a que se

jerarquice en demasa el trabajo implcito de la transferencia. Esto puede generar distintos tipos de
estancamientos en el anlisis y en algunos casos conducir al abandono del tratamiento.
Desde el punto de vista de la autora, es conveniente introducir la interpretacin transferencial desde el
comienzo del tratamiento. Esto implica que el analista asuma un rol activo como constructor del campo
transferencial. En la mayora de los casos esto permite afianzar y proseguir el tratamiento. Sin embargo,
el momento, la forma y el alcance de las primeras interpretaciones transferenciales contina siendo hoy
fuente de controversias, de inquietud y tensin para el analista.
Las diferencias que dieron origen a mayores controversias sobre las caractersticas y funciones de la
interpretacin transferencial al inicio del tratamiento, tradicionalmente fueron las establecidas entre la
perspectiva freudiana y la de la teora de las relaciones objetales.
En el pensamiento de Freud, la transferencia surge en forma paralela y progresiva al desarrollo de las
neurosis de transferencia y es concebida como un obstculo. Es necesario interpretar la transferencia
cuando surgen resistencias al proceso de asociacin libre. En las resistencias actuadas con el analista se
pone de manifiesto el conflicto pulsional intrapsquico inconciente. La interpretacin transferencial tiende
a ser ocasional.
La teora de las relaciones objetales considera, en cambio, que es desde el comienzo del anlisis que se
ponen en acto relaciones de objeto arcaicas. El foco de la interpretacin del analista se dirige desde el
inicio hacia el aqu y ahora y la transferencia es entendida como situacin total del proceso. La
interpretacin transferencial es un instrumento bsico que se utiliza desde el comienzo y frecuentemente,
como forma de verbalizar ansiedades, fantasas y modos de relacin inconcientes primitivos,
reactualizados en el presente de la situacin analtica.
En sus orgenes, la tradicin rioplatense se vio fuertemente influida por el dilogo de la tradicin
freudiana con los aportes de M. Klein y sus continuadores, pero a juicio de la autora fue el contacto con la
teora de las relaciones de objeto el que estimul desarrollos ms originales durante las dcadas de los
aos 50, 60 y comienzos de los 70.
La investigacin de las caractersticas de la situacin analtica en el aqu y ahora del vnculo analtico, dio
origen a diversos desarrollos de indudable originalidad. As nos encontramos con los estudios de H.
Racker sobre la contratransferencia; de L. lvarez de Toledo sobre la fantasa inconciente y las formas de
comunicacin entre paciente y analista; de Pichn-Rivire sobre la dinmica del proceso analtico; de W.
y M. Baranger sobre la nocin de campo analtico; de D. Liberman sobre los estilos complementarios,
entre otros.
Si bien todos estos pensadores dialogaron permanentemente con el pensamiento de Freud, fue el
contacto con el pensamiento kleiniano el que condicion fuertemente las formas de interpretar la
transferencia en ese perodo.
Explicitar desde el inicio la dimensin transferencial y en especial la transferencia negativa tuvo en este
caso varios efectos. Contribuy a que el tratamiento continuara, favoreciendo que la paciente sintiera que
poda desplegar con menores restricciones que en su vida habitual subjetiva. En este sentido, la
interpretacin transferencial tiene el papel de motor del tratamiento.
Al mismo tiempo le ofreci a la autora de este artculo una base ms segura para la exploracin y la
construccin de las primeras hiptesis sobre aspectos centrales de la problemtica de la paciente. As vio
que la amenaza superyoica, resistencia del supery, condensaba memorias de modos de relacionamiento
primarios, que en algunos casos generaron la sensacin de amenaza fsica, con la angustia concomitante.
Pero, sobre todo, la introduccin de la interpretacin transferencial al inicio del anlisis hace las veces de
un planteo del tema que define la cualidad y la direccin del tratamiento, abriendo el campo
transferencial y, a la vez, la posibilidad de la profundizacin posterior.
En un caso expuesto por la autora puede verse cmo a sus primeras intervenciones que tomaron en
cuenta reacciones negativas de la paciente aparentemente superficiales, frente a la nueva situacin y la
persona del analista, siguieron sueos, sueos transferenciales y asociaciones que ampliaron el
significado de las mismas.
La autora considera que corresponde al analista un rol activo en la construccin del campo transferencial.
En este proceso, el analista va haciendo mencin a significados o sentidos que se muestran en
comunicaciones manifiestas o latentes, en sueos o en el interjuego de roles recprocos actuados en el
anlisis. Si en muchas ocasiones nuestras intervenciones son puntuales o tentativas y el proceso de
interpretacin se establece gradualmente, en otros momentos del anlisis nuestras intervenciones tienen
un carcter abarcativo y asertivo en la medida en que buscan poner en palabras la vivencia emocional
implcita. Este tipo de intervenciones, globalizadoras, contribuyen centralmente al proceso de
interpretacin.
Si bien la reflexin actual ha jerarquizado el papel de la incertidumbre y cuestionado fuertemente el
carcter explicativo de la interpretacin transferencial, criticando su carcter exhaustivo y en cierta
medida ingenuo y banalizador de la nocin de profundidad, sabemos que la mencin a la transferencia
es difcil porque busca poner en palabras el sentido inconciente de la conflictiva del paciente en la
relacin actual con el analista.

Darle una intencin y expresin explicativa a nuestras intervenciones, conserva hoy el mismo halo de
tensin y solemnidad que Freud seal cuando describi el sentimiento de lo siniestro. Descorre un teln
sobre el fondo oscuro del sistema defensivo inconciente del paciente, de sus vivencias corporales
infantiles en sus matices sexuales y agresivos, as como sus vivencias traumticas.
Bernardi Beatriz de Len de, Interpretacin transferencial al inicio del tratamiento y estilos interpretativos.

Interpretacin en estados paranoides.- El autor sintetiza su artculo en los siguientes trminos: Los
estados marcadamente paranoides plantean a menudo el serio problema del rechazo absoluto de toda
interpretacin, rechazo que implica, de por s, la imposibilidad de modificar dicho estado. Sin embargo,
una determinada formulacin convierte a veces la interpretacin, vivida antes como mala y peligrosa, en
algo bueno que el analizado ya puede aceptar e incorporar. A travs de la exposicin de dos ejemplos,
se intenta comprender cules son los mecanismos que posibilita y configuran dicha formulacin efectiva
de la interpretacin.
Debe tenerse en cuenta, evidentemente, el hecho de que el paranoide rechaza la interpretacin,
precisamente porque ha proyectado todo lo malo en el analista, y teme la reintroyeccin. Pero es
tambin en estos casos donde ms necesaria se hace la formulacin que pueda ser vivida como buena.
Fue el anlisis de un caso que presentaba esta marcada caracterstica de disociacin el que llev al autor
a ver ciertos mecanismos que posibilitaban y configuraban la interpretacin que poda ser vivenciada
como buena, mecanismos que pude observar luego, en otros casos, en sus momentos paranoides.
Cabe destacar que, bajo la apariencia de la colocacin exclusiva de lo malo en el analista y la necesidad
consecuente de mantenerlo aislado, exista la colocacin permanente de partes buenas, aunque
totalmente disociadas del material asociativo proporcionado y, sin embargo, contenidas en l,
escondidas, se podra decir, en forma similar a como el autista esconde dentro de l (aqu, dentro del
material) lo bueno para preservarlo.
El que el analizado est dando, permanente e inevitablemente partes buenas de s mismo, se comprende
ya por el hecho de que el analista, quien fue buscado concientemente en la esperanza de obtener algo
bueno de l, representa, para el inconciente, un objeto idealizado del cual depende profundamente, de
entrada, porque el algo bueno es, en la fantasa inconciente, todo lo bueno. Ya en esta primera fantasa
el analizado ha colocado todo lo bueno de l (lo gratificador) en el analista, y dentro de esta imagen -la
idealizada- seguir proyectando, depositando, sus partes buenas, aunque a escondidas de la otra
imagen la mala.
Racker G. T. de, Consideraciones sobre la formulacin de la interpretacin.

Interpretacin en trastornos de conversin.- Desde hace tiempo al autor le ha interesado tratar de


establecer lo que el esquema corporal inconciente o fantasa del cuerpo, significa para el inconciente.
Como consecuencia, por otra parte previsible, de este inters, ha tenido que hablar del cuerpo con los
pacientes durante el tratamiento. Hablar del cuerpo con un paciente durante el tratamiento implica
involucrar a ste en la interpretacin. A tal problema se referir en esta comunicacin: cmo hacerlo? Y
cundo?
Interpretar el cuerpo es poner el acento en las sensaciones del mismo, pero tambin en las fantasas
ligadas a ellas cuyo prototipo sera lo sealado por Scott, chupar y fantasear como experiencia nica e
indiferenciada. Si alcanzamos esta unin podremos llegar a anular la disociacin cuerpo-mente, si bien el
autor no cree que este proceso se pueda realizar de cualquier manera, piensa por el contrario, que
existen una forma y una oportunidad.
No cree que a la interpretacin del cuerpo, o sea a la inclusin e la interpretacin del elemento cuerpo se
llegue como un recurso extremo, o cuando nuestra contratransferencia nos lo indique y como nica
posibilidad de sacar del impasse al anlisis; considera, por el contrario, que en todo rasgo de carcter
est siempre involucrada una fantasa del cuerpo, por este motivo piensa que, frente a todo paciente con
trastornos caracterolgicos, debe tener en cuenta este problema y tarde o temprano habr que
interpretarlo.
Al comenzar a interpretar el cuerpo, la angustia que surge es persecutoria. Los pacientes se sientes
violados, tocados o seducidos, pero poco despus comienzan a comunicar las sensaciones corporales que
experimentaban y que por lo corriente no haban sido tomadas en cuenta por ellos permitindonos la
posibilidad de unir las fantasas con las sensaciones correspondientes. Estas angustias persecutorias
provienen de que el cuerpo ha sido proyectado en el analista y ste, con la interpretacin, anula la
proyeccin; surgen as las angustias depresivas, tambin expresadas en el cuerpo: la sensacin de
derrumbe por ejemplo, que no es ms que el sentimiento de prdida del objeto introyectado.
El autor describe algunos aspectos del anlisis de una paciente en la exista una profunda disociacin
cuerpo-mente y que impuso un problema tcnico: Cmo y e qu momento hacer las interpretaciones
que condujeran a la anulacin de dicha disociacin? Se observ as que las interpretaciones en cuyo
contexto se incluyeron las zonas corporales involucradas, movilizaron los afectos ligados a dichas zonas,
logrando la aparicin de nuevo material. Las resistencias se manifestaron a travs de tensin y dolor en
las regiones del cuerpo ligadas a las situaciones afectivas bloqueadas. La disminucin de la tensin

provoc la aparicin de ansiedad, estando sta relacionada con impulsos, objetos y aspectos del Yo
reprimidos.
Garca Reinoso Diego, La interpretacin en pacientes con trastornos de conversin.

Interpretacin en las fobias.- En este artculo, a modo de sntesis preliminar, se expone la


consecuencia, aparentemente paradjica, producida, durante un cierto tiempo, en el anlisis de una
fobia, ante una habitual interpretacin de resistencia transferencial. Esta consecuencia fue la aparicin de
una intensa crisis de ansiedad, mucho ms all de todo margen aprovechable, que anulaba la tarea
analtica, ya que, en la prctica, era irreductible por cualquier otra interpretacin; era adems
aparentemente desproporcionada en relacin con el contenido de la interpretacin, y era similar, en un
todo, a la que se desencadenaba al ponerse en contacto con el elemento fbico. Se mencionan algunas
consideraciones sobre la transferencia en las fobias, sobre las posibles razones de esa crisis de ansiedad,
y sobre el concepto, en las fobias, de interpretacin superficial y profunda. Se destacan algunos aspectos
de la interpretacin putativa (Strachey), sealndose las consecuencias distintas que la interpretacin
antedicha produjo, una vez distinguido el objeto fantaseado arcaico del objeto real exterior. Luego se
intenta una explicacin del significado inconciente de distinguir un objeto de otro. Por ltimo, se formulan
unas consideraciones sobre la oportunidad y peligro de tal o cual tipo de interpretacin en las fobias, de
acuerdo a tal o cual perodo que se est atravesando en el anlisis.
Strachey destaca que, por lo comn el material que es urgente en las primeras etapas de un anlisis no
es profundo. Al comienzo, dice, debemos tratar slo con desplazamientos ms o menos importantes de
los impulsos profundos; y el material profundo mismo es alcanzado nicamente ms tarde y por grados,
no debiendo, entonces, anticiparse la aparicin sbita de cantidades inmanejables de angustia.
Y a esto quiere hacer referencia Mom, o sea, a un tipo particular de neurosis, como la Histeria de la
Angustia, en la que, por sus caractersticas peculiares, los enfermos suelen reaccionar a la interpretacin
con este resultado inmanejable, dificultando la labor teraputica.
En sntesis podra decirse que, en base a una experiencia que tuvo en autor con un paciente:
- A consecuencia de una interpretacin, haba surgido una cantidad de angustia
- A consecuencia de una interpretacin, haba surgido una cantidad de angustia que no poda controlar
mediante otras interpretaciones.
- Esta situacin, con ligeras variantes, se repiti durante un cierto tiempo en su anlisis, cada vez que mi
interpretacin tocaba aspectos de su relacin conmigo.
- Pero haba una discrepancia entre la interpretacin y la reaccin que haba provocado. Me sent como
habiendo desencadenado una angustia muy profunda, muy primitiva e irracional, y que anulaba el
trabajo analtico, mediante una interpretacin que yo habra calificado de simple, de comienzo de
cualquier anlisis, de superficial.
En ese momento, para el analista, la angustia haba sobrepasado un plus particular: habra ido ms all
del lmite mximo. El autor cree que trabajamos siempre con una zona de angustia, con sus lmites
mximo y mnimo. Una vez, una paciente le dijo que necesitaba angustia para vivir o durar. El autor dice
que l tambin necesito angustia para trabajar; pero dentro de ciertos lmites.
El objeto fobgeno constituye la proyeccin y desplazamiento de un objeto y de una relacin con el objeto
y de una parte de su Yo, que es temida por el sujeto. La caracterstica que presenta la relacin con el
sujeto fobgeno es la angustia intensa que despierta la toma de contacto con l.
El sujeto fbico no puede discriminar porque, para l, el objeto fobgeno es lo mismo que antes le
provocaba angustia y que tuvo que separar de l, estableciendo una zona o distancia de separacin con
l.
As, en su esquema falta algo; y que est en el objeto fobgeno: el objeto temido, su relacin con l y
una parte de su Yo. El fbico se curar en la medida que pueda reintroyectar lo que fue antes proyectado
y separado de l.
Una paciente mencionada por el autor se angustia porque se relaciona (a travs de la interpretacin) con
el objeto fobgeno. Pero tambin tendra luego que hacer un segundo paso. Darse cuenta que yo, que soy
el objeto fobgeno, no soy el objeto fobgeno. Y no puede. Las interpretaciones ulteriores no lograban
pasar la berrera de su angustia. Piensa el autor que a todas luces esta enferma necesitaba una
interpretacin profunda. Bien. Pero, cmo hacerla, cmo fundamentarla?
El autor cree que en pacientes con marcada proyeccin y disociacin externa, hay que investigar bien el
grado y carcter de lo disociado y proyectado antes de volver a introducirlo en el paciente, pues por el
contrario, puede dar origen a reacciones de intensa angustia que tornen inmanejable dicha situacin.
En las fobias, especficamente, el analista recibir la carga instintiva del Ello, y se convertir en el objeto
fobgeno, pero lo que no debe hacer es pretender (como el objeto fobgeno, por proyeccin pretende)
introducirse precozmente dentro del sujeto fbico, mediante una interpretacin transferencial, sin
calcular antes, la posibilidad de una crisis de angustia. Hasta podra sostenerse que en un principio, las
interpretaciones deben poner el acento con el temor del paciente de que el analista se meta con l.
Ese sera el primer paso en la tentativa de que el sujeto fbico distinga su objeto fantaseado arcaico del
objeto real exterior. Gran parte del trabajo, en las fobias, sera el que podramos llamar intermedio;
establecer la diferenciacin entre el analista, objeto real exterior y el objeto arcaico.

Si esto no debe hacerse, muchas veces, casi exclusivamente con interpretaciones extratransferenciales
que no quiere decir en absoluto, desechar las transferenciales. Al contrario, toma el autor el sentido de
interpretaciones extratransferenciales en este cuadro clnico en el sentido que le da Strachey, al llamarlas
alimentadoras de la situacin transferencial, preparando as el terreno para las interpretaciones
putativas.
El autor concluye sealando que ya establecida esa diferenciacin entre uno y otro objeto, la angustia de
introyeccin del elemento angustiante se ve mitigada por provenir de un objeto distinto a su objeto
fantaseado arcaico. Y esto se logra, naturalmente, con la interpretacin transferencial.
Mom Jorge, Algunas consideraciones sobre interpretacin en las fobias.

Funciones de la interpretacin.- Los estudios del autor de este trabajo sobre la teora de la tcnica lo
llevaron a la conclusin de que el factor teraputico fundamental en la terapia analtica es la relacin
teraputica. Sin embargo, en su prctica clnica segua interpretando.
Dado que ya no poda justificar el uso de este instrumento tcnico por medio de la teora psicoanaltica
clsica, se vio obligado a investigar acerca de las funciones de la interpretacin. Hasta este momento, ha
podido plantear cinco de dichas funciones: a) la interpretacin como canal del vnculo, b) la
interpretacin como nueva perspectiva, c) la interpretacin como metfora, d) la interpretacin como
lenguaje y e) la interpretacin como movilizadora de efectos. A continuacin, desarrolla cada una de
ellas.
a) La interpretacin como canal del vnculo.- La primera y ms evidente respuesta a la pregunta de por
qu interpretar, es que la interpretacin permite el desarrollo de un vnculo teraputico de caractersticas
especiales. En ese sentido, dicho instrumento constituye una de las diversas tcnicas de reflejo. Dichas
tcnicas constituyen la principal forma de actuar propositivamente para establecer, desarrollar y
preservar el vnculo teraputico.
b) La interpretacin como nueva perspectiva.- La interpretacin, sin embargo, acta sobre algo ms que
el vnculo. En la medida en que no solo brinda al paciente informacin acerca de la relacin, sino que
tambin tiene un contenido, la interpretacin acta provocando una transformacin cognoscitiva. El autor
denomina as a la reorganizacin de nuestra experiencia de la realidad, fsica, interpersonal, social y
emocional.
Podramos decir que lo que cambia es la forma en que vemos al mundo, a los dems y a nosotros
mismos. Al resultado de esta reorganizacin solemos llamarlo insight, y equivale a la experiencia del
cambio de perspectiva en los experimentos preceptuales de la psicologa de la gestalt. Dicha
transformacin no se da en forma gradual, sino como un descubrimiento repentino, el momento del
Eureka!, como lo han sealado muchos autores.
c) La interpretacin como metfora.- La interpretacin tambin acta como metfora. Esto es
fundamental, debido a que el lenguaje lgico y racional resulta particularmente inadecuado para referirse
a las experiencias emocionales, ya que su verdadera funcin es la de describir y dar cuanta de nuestras
experiencias preceptales, que se refieren al mundo material. En consecuencia, toda vez que queremos
hablar de nuestras experiencias internas, debemos utilizar el lenguaje potico.
d) La interpretacin como lenguaje.- A medida que se desarrolla el lenguaje analtico, el paciente y el
analista van estableciendo las bases de un lenguaje particular, que les permite hablar de una forma
significativa acerca de las experiencias emocionales que comparten. Cada uno de ellos contribuye a este
nuevo lenguaje o dialecto, con el conjunto de metforas que usa habitualmente. El analista, en particular,
incluye no slo las metforas provenientes de sus experiencias vitales y culturales como ser humano,
sino tambin las que caracterizan a su teora y a su escuela de origen y pertenencia.
e) La interpretacin como movilizadora de afectos.- Otra funcin de la interpretacin es la que deriva de
su capacidad para movilizar afectos. No siempre nos limitamos a esperar que el paciente exprese una
experiencia emocional, para luego referirnos a ella por medio de una metfora ms o menos exitosa, que
pueda ser utilizada por l como una evidencia de nuestra comprensin. Otras, nos adelantamos a la
expresin del paciente sobre todo cuando ste presenta serias dificultades para la expresin de
sentimientos y vamos a buscar activamente sus emociones, les salimos al paso por medio de la
interpretacin. En esta tarea, la capacidad de induccin del lenguaje potico es fundamental. Al igual que
el poeta, usaremos nuestro lenguaje para hacer vivir a otros ciertas experiencias emocionales que son
potencialmente suyas, pero a lo que no pueden acceder sin nuestra ayuda.
El autor ha propuesto, en este trabajo, cinco funciones para la interpretacin. Ninguna de ellas
corresponde a la tradicional concepcin de la interpretacin como un instrumento para hacer conciente lo
inconciente, al menos si se concibe este proceso como el poner en palabras los contenidos concretos del
inconciente.
La teora de la tcnica clsica presupone que, para que una interpretacin sea efectiva, debe ser
verdadera. Por lo contrario, si se acepta el punto de vista aqu planteado, el valor de una interpretacin
no se puede medir en trminos de verdad o falsedad, sino en funcin de su capacidad de promover el
cambio, es decir, de su operatividad o inoperancia. Y esto ltimo depende de la totalidad de la situacin
clnica, que incluye al paciente, al analista, a la historia de su relacin y al contexto global en el que sta
se desarrolla.

Cuando una interpretacin es efectiva, lo que hace es: a) establecer, desarrollar y mantener la relacin
teraputica; b) proponer una nueva perspectiva para concebir la vida del paciente y la experiencia
compartida del tratamiento; c) reflejar al paciente sus propias experiencias emocionales a travs de las
metforas del analista, producto de las vivencias que l mismo ha experimentado al escuchar, ver y
sentir al paciente; d) construir, junto al paciente, un lenguaje particular para referirse a las mltiples
experiencias compartidas por los dos participantes en el anlisis; y e) movilizar afectos potenciales en el
paciente, ampliando su capacidad para la experiencia emocional.
Los dos factores teraputicos bsicos en el tratamiento psicoanaltico son la interpretacin y la particular
forma de relacin objetal que se desarrolla entre el paciente y el analista. La mayora de los
psicoanalistas se dividen en dos grupos, en funcin de su teora favorita de la cura. Algunos de ellos
creen que el principal factor teraputico es el insight recibido por el paciente a travs de las
interpretaciones correctas del analista. Otros sostienen que la mayora de los pacientes se curan por
medio de la nueva relacin objetal que experimentan con su analista.
El autor de este trabajo cree en la concepcin de la cura basada en la teora de las relaciones objetales.
Se pregunta, sin embargo, por qu contina interpretando, si ya no cree que la interpretacin pueda
determinar por s misma la curacin. Por lo tanto, ha realizado una investigacin clnica intensiva acerca
de las funciones de la interpretacin.
Hasta ahora, ha identificado cinco funciones teraputicas de la interpretacin: a) la interpretacin como
canal del vnculo; b) la interpretacin como nueva perspectiva; c) la interpretacin como metfora; d) la
interpretacin como lenguaje, y e) la interpretacin como movilizadora de afectos. En el resto del
trabajo, analiza estas cinco funciones de la interpretacin, llegando a la conclusin de que, aun si uno
acepta la hiptesis de que la relacin objetal es el primer factor teraputico en el tratamiento
psicoanaltico, la interpretacin resulta todava indispensable, por estas cinco funciones.
La experiencia analtica no debiera compararse con el descubrimiento de evidencias del pasado hasta
entonces ocultas, sino mas bien con una actividad artstica creativa, la cual es compartida entre el
paciente y el analista. Entre ambos constituyen algo radicalmente nuevo, que no exista antes del
anlisis. El psicoanlisis no es un proceso de descubrimiento, sino de creacin.
Tubert-Oklander Juan, Las funciones de la interpretacin.

El sustrato compartido de la interpretacin.- Podemos investigar y describir los fenmenos que


ocurren en el camino que nos lleva a nuestras interpretaciones? Cules son sus cualidades? Cmo
incide nuestro funcionamiento mental en la creacin y determinacin de los mismos?
En este trabajo la autora propone que en el proceso analtico se va creando un sustrato comn a paciente
y analista que hace posible el movimiento que va desde la escucha a la interpretacin. Este sustrato se
va constituyendo en base a ncleos interactivos dinmicos en los cuales se da un estrecho interjuego de
imgenes, afectos y palabras entre ambos. Se considera que en estos momentos de intenso
acercamiento se manifiestan, en forma ms inmediata, aspectos inconcientes del paciente y analista
puestos en juego por la situacin transferencial. Partiendo del estudio de vietas clnicas, se muestran
tres de los rasgos ms relevantes de estos ncleos dinmicos: el intrincamiento de las vivencias del
paciente y analista, el carcter regresivo de las mismas, y el funcionamiento multimodal de la mente del
analista. Finalmente se caracterizan algunas de las funciones que la interpretacin asume para el
analista.
Los ncleos dinmicos surgen en momentos especiales del anlisis, en los cuales -en la experiencia de la
autora- se dio un intercambio entre las vivencias del paciente y las vivencias del analista.
Estos momentos suponen una actividad intensa por parte del analista, Es a partir de los mismos que se
desencadena el proceso interpretativo, ensamblaje complejo que genera condiciones nuevas, prximas a
las del proceso primario de ambos trminos de la pareja analtica. Considera la autora que estos
anudamientos constituyen el soporte de la dinmica de cada proceso analtico y tienen un carcter nico
que singulariza a cada anlisis.
Tomando como punto de partida situaciones clnicas, busca la autora caracterizar estos momentos de
encuentro a travs de la investigacin del modo de funcionamiento de la mente del analista.
La autora menciona e ilustra tres de las caractersticas que hasta ahora le han parecido ms relevantes:
en primer trmino el intrincamiento de las vivencias del paciente y las vivencias del analista; segundo,
los procesos mentales del analista: la cualidad sensorial y regresiva que adquieren y su funcionamiento
multimodal. Finalmente hace referencia a algunas de las funciones que la interpretacin posee para el
analista en estos momentos.
El intrincamiento o anudamiento se produce entre las vivencias del paciente y las vivencias del analista.
En ambos momentos se das un estrecho intercambio entre ambos. Al mismo tiempo vemos cmo la
interpretacin parece ser la punta del iceberg de un complejo proceso interior en el analista.
En los momentos de intrincamiento se desdibuja la asimetra analtica al compartir paciente y analista un
camino regresivo. En la interpretacin el movimiento se invierte. Las palabras del analista quedan all
vinculadas a sus experiencias de anlisis, auto-anlisis y formacin, lo cual implicar que sus teoras
sern sin duda un referente presente. La interpretacin tendr tambin un sentido progrediente y puede
apuntar a describir, organizar y modificar la experiencia vivida en la situacin transferencial.

Es obvio que la primera funcin de la interpretacin es la de favorecer los cambios que el paciente
demanda al analista. Como ha sealado C. Bollas, el mismo analista puede convertirse en un objeto
transformador para el paciente.
Pero esta transformacin slo se hace posible si es mediatizada por una transformacin ocurrida en la
mente del analista. La interpretacin puede modificar una experiencia regresiva no slo del paciente sino
del mismo analista.
Bernardi Beatriz de Len de, El sustrato compartido de la interpretacin.

Interpretacin segn Racker.- Mientras autores como Bion o Lacan han jerarquizado el papel de la
incertidumbre y el aspecto disruptivo de la interpretacin en el proceso analtico, el pensamiento de
Racker parece ir en una direccin opuesta cuando pone en primer plano el aspecto directo, progrediente
e integrador de la interpretacin y el anlisis.
Esta visin de Racker se sostiene en la hiptesis freudiana, y tambin kleiniana, de la existencia de
modos de permeabilidad entre los sistemas conciente-inconciente. Este aspecto de la metapsicologa es
hoy cuestionado especialmente a partir de las formulaciones de Lacan sobre la divisin radical del sujeto
del inconciente.
Abordando el problema desde su propia experiencia y tambin observando la evolucin de la teora y la
prctica psicoanaltica, la autora piensa que la hiptesis de la permeabilidad entre los sistemas psquicos,
por la que siente afinidad, dio pie en muchos casos a una actitud ingenua con respecto al efecto directo y
rpido de la interpretacin analtica. Esto llev a jerarquizar el uso sistemtico de la interpretacin
completa y en profundidad de la transferencia y la contratransferencia, lo cual gener a su vez un
movimiento de crtica y autocrtica en distintas culturas psicoanalticas.
El riesgo de este abordaje fue el de favorecer una actitud autoritaria del analista. Por otro lado, la
prctica clnica desarrollada durante un siglo mostr, tanto en el tratamiento de la neurosis como en el de
patologas ms graves, las dificultades inherentes al cambio psquico, lo que llev a cuestionar las
caractersticas y el alcance de nuestras interpretaciones. En la actualidad, la interpretacin de la
transferencia y de la contratransferencia es mucho ms cuidadosa y se ve como parte de un proceso
interpretativo gradual, parcial o puntual, que atiende a los fenmenos inconcientes espontneos y que
tiene ms en cuenta el punto de vista y el lenguaje del paciente. Esto constituye, en la opinin de la
autora, una tendencia intercultural que tambin incluye al marco kleiniano.
Racker seala que en la situacin analtica se reiteran formas mudas y arcaicas de trato al objeto, las
cuales generan condicionamientos e identificaciones complementarias en paciente y analista. Las
identificaciones complementarias se producen por el hecho de que el analizado trata al analista como un
objeto interno, razn por la cual ste se siente tratado como tal. En la nocin de objeto interno de
Racker concluyen principalmente las formulaciones freudianas de la segunda tpica y la idea kleiniana de
que en la situacin analtica se reeditan ansiedades y defensas correspondientes a relaciones de objeto
arcaicas.
Pero, adems, la concepcin de Racker del objeto interno se apoya en la nocin kleiniana de la fantasa
inconciente. Los objetos renen entonces diversas caractersticas: son al mismo tiempo objetos parciales
y sujetos vivos, expresan patterns primitivos de relacionamiento que condensan sensaciones corporales y
afectivas surgidas en los vnculos tempranos. Estos modos de relacionamiento interiorizados son
constitutivos de la realidad psquica; condicionan el actuar con los otros, los rasgos defensivos del
carcter, los procesos del duelo.
En la visin de Racker, las formas inconcientes del trato al objeto se muestran en forma paradigmtica en
las expresiones manifiestas y latentes de la contratransferencia complementaria que surge como
respuesta a la transferencia del paciente.
Racker us el trmino contratransferencia en un sentido amplio y destac su carcter instrumental
expresado en la respuesta contratransferencial concordante del analista.
La contratransferencia complementaria aparece entonces como un intento defensivo del analista de negar
contrarresistencialmente distintos aspectos de la transferencia del analizado, en especial su hostilidad
inconciente. A esta reaccin contribuyen centralmente los aspectos idealizados del analista que le
impiden estar atento a sus propias reacciones negativas generadas en el contacto con el paciente
(frustracin narcisista, sentimientos hostiles de rivalidad, etc.).
Hoy en da estamos ms atentos a considerar y acompaar el sufrimiento narcisista de nuestros
pacientes. Pero el analista muchas veces queda ubicado contratransferencialmente en el lugar de
compensar estas fallas tempranas ocasionadas en vivencias traumticas, sin poder incluir los impulsos
hostiles del paciente, los cuales frecuentemente quedan omitidos en la transferencia. El paciente queda
ubicado como vctima de la situacin, y se nos hace ms difcil aceptar su participacin activa, tambin
como victimario, en la misma. Se olvida fcilmente que las nociones de holding, continente, simbolizacin
y mentalizacin incluyen el trabajo sobre los aspectos negativos del vnculo analtico. De un analista que
poda caer ms fcilmente en una posicin autoritaria y culpabilizadora del paciente, hemos pasado al
riesgo de quedar entrampados en una posicin del analista de mayor pasividad y complacencia.

Pero la tendencia a desconocer los aspectos negativos del vnculo analtico, con la correspondiente
aparicin de disposiciones masoquistas ms permanentes frente al paciente, est tambin determinada
por las condiciones y caractersticas del trabajo analtico.
Hoy, el ejercicio del psicoanlisis representa para el analista una situacin de mayor riesgo narcisista, no
slo debido a las caractersticas de su trabajo con el paciente, como seal Cooper, sino tambin a las
modificaciones ocurridas en el contexto cultural y social actual.
Bernardi Beatriz de Len de, Relectura de Racker: A propsito del masoquismo inconciente del analista.

La interpretacin sntoma.- La mente del analista y el seguimiento de la interpretacin.- La creacin


de una interpretacin implica la interpretacin de los modelos universales del psicoanlisis: el Edipo, la
castracin las ansiedades, los mecanismos de defensa, la resistencia y la transferencia.
La historia ya contada por el paciente, ofrecer no solo la informacin sino tambin las palabras y las
imgenes ms prximas a su experiencia y a sus cdigos para revestir y representar la idea que
queremos transmitirle.
La construccin de la interpretacin recibe tambin afluentes de la identificacin contratransferencial con
las propias vivencias infantiles o actuales que debern ser rescatadas de lo vivencial y puestas en
proceso secundario a la vez que traducidas a las palabras significativas de la historia del paciente.
Por ltimo la creatividad individual, la capacidad de juego, el arte y la inspiracin de cada analista, que
incluye las estrategias para desarmar las resistencias: el humor, la sorpresa, el preaviso, el tono de voz.
La interpretacin es para el analista y el paciente una mezcla de revelacin y reconocimiento, no lo haba
pensado as. Esta revelacin y reconocimiento comienza a establecer en el paciente enlaces con otras
ideas, recuerdos, experiencias, volviendo a abrir el camino hacia la libre asociacin.
Cmo juegan la contratransferencia y el insight del analista?
Si la subjetividad del analista falta, genera la ilusin de una objetividad tan inexistente como intil. Si
est sobreinvestida (por angustia o narcisismo) produce interpretaciones autorreferenciales de tipo
paranoide.
Algunos Estilos del Pensamiento que afectan al Pensar Psicoanaltico.- Existen maneras de pensar que
afectan al pensamiento psicoanaltico.
Cuando stas operan en la mente del analista no permiten ni el despliegue de las representaciones, ni la
movilidad de los afectos que el trabajo analtico necesita.
Esto va desde la inmadurez biolgica del nio pequeo que carece an de representaciones para pensar
lo nuevo, hasta la inmadurez profesional del analista enfrentado a situaciones que su inexperiencia le
impide manejar. All surge la tendencia a la inhibicin del pensamiento o aun a la aparicin de estados de
temor o ansiedad que llevan a mecanismos defensivos con el fin de desconocer, desor o malinterpretar
lo que al paciente le acontece.
Otra causa, ms severa, y que hace necesario detectarla en los candidatos a la formacin psicoanaltica,
es la de los trastornos del carcter que se expresan, entre otras cosas, a travs de alteraciones del
pensamiento.
La psicopata con su necesidad de control sobre el mundo social; las personalidades de accin con su
dificultad para fantasear; las formas socialmente valoradas de las fobias, es decir, sus defensas y sus
conductas contrafbicas. Todas ellas tienen en comn cierta rigidez en las adaptaciones, poca relacin
con el mundo interno, a veces acompaadas de una relacin demasiado estrecha con la realidad externa.
Un ejemplo particularmente impactante se selecta en el pensamiento paranoide. All la subjetividad es
proyectada masivamente sobre el mundo externo y adquiere estatuto de verdad universal. Cierto grupo
de ideas es cargado tendenciosamente y cristalizado en dogmas e ideologas, sistema cerrado de
pensamiento que incita al sometimiento puro y simple y a la fe, sin matices ni cuestionamientos. El otro
no existe o solo puede estar equivocado.
El ltimo grupo de trastornos corresponde a los efectos de la represin en los procesos de pensamiento.
Aqu nos encontramos en el terreno ms conocido de la neurosis.
Una Patologa del Espacio Analtico.- En el espacio de la clnica nos encontramos a veces con la
neutralizacin de la mente del analista. El pensamiento psicoanaltico queda en suspenso, se detiene o
adquiere formas que les son ajenas e inhabilitan su funcionalidad.
Este accidente puede ser momentneo o extenderse a toda una sesin y aun a perodos enteros del
tratamiento.
En estos casos creemos que tanto la mente del analista como la del paciente se hallan involucradas por
un modo particular de resonancia entre la angustia del uno y del otro. Angustia de difcil ligazn cuyos
efectos se expresan en dos estilos de trastorno del pensamiento del analista.
El primero aparece con las diferentes formas de la inhibicin: el aburrimiento, el sueo, el vaco de ideas,
el desaliento.
El segundo estilo se orienta en el sentido de la formacin de sntomas como intento de resolver el
conflicto y ligar la angustia que inunda el espacio del tratamiento.
El pensamiento psicoanaltico contiene en s una paradoja que es el seguro contra otras formas
sintomticas del pensar; asegura por un lado la posibilidad de simplificar las complejas construcciones

que en el paciente ocultan los conflictos esenciales, y es a la vez garanta contra las ideas dogmticas y
las simplificaciones a las que relativiza, devolvindoles sus contradicciones y ambigedades.
Resumen de Sonia Abadi y Daniel Schmukler, La interpretacin sntoma.

La gnesis de la interpretacin.- No importa cunto difieran los analistas al conceptualizar las


observaciones que hacen en la situacin psicoanaltica; en la prctica todos coinciden en que la situacin
psicoanaltica es el mtodo de tratamiento e investigacin esencial, especfico e irreemplazable. El punto
de vista gentico en Psicoanlisis est empricamente cimentado. Se deriva de repetidas observaciones
psicoanalticas que demuestran el origen de los conflictos que yacen bajo los sntomas neurticos en
deseos instintivos de la primera infancia. Esos conflictos inconcientes se agrupan alrededor de fantasas
inconcientes organizadas cuyos derivados se manifiestan no slo como sntomas y sueos, sino tambin
como parfrasis, fantasas concientes, etc. (Arlow, 1969).
La funcin de la situacin psicoanaltica es fundamentalmente la consecucin de varios importantes
objetivos tcnicos. Especialmente, asegurar que lo que emerja en la conciencia del paciente sea, en lo
posible, determinado endgenamente; esto es, que los pensamientos, fantasas, sentimientos, etc., que
el paciente percibe, representes derivados de la continua presin de sus conflictos inconcientes. El
analista, como observador participante, se encuentra en situacin de estudiar el juego entre impulso y
defensa, entre presiones morales y anhelos, as como de considerar las consecuencias reales de la accin
(Arlow y Brenner, 1966). En efecto, se puede ver al analista como presidiendo un campo de operaciones,
observando y eventualmente influyendo en un equilibrio dinmico inestable.
Se supone que el paciente observa la regla fundamental, es decir, se espera que informe sin restriccin
todo lo que se le ocurra. Siempre que el analista hace alguna interpretacin u observacin, interrumpe al
paciente en su discurso. Una intervencin del analista tiene el efecto de romper el equilibrio entre
impulso y defensa. La forma en que el analista interviene en un momento dado en la interpretacin
teraputica, depende de cmo juzgue la naturaleza el equilibrio dinmico de esa circunstancia.
Las intervenciones e interpretaciones del analista, a su vez, tienen el efecto de introducir una separacin
en el funcionamiento del paciente en el divn. A pesar de que se le ha asignado la labor de ser un
informador relativamente pasivo, contando indiscriminadamente todo aquello que le venga a la mente, el
paciente es interrumpido de vez en cuando por el analista, quien le dirige para que sea un observador
ms activo y un intrprete de sus producciones. En cierto sentido se le invita a imitar la forma en que
opera el analista, proceso que por lo menos, facilita una identificacin parcial con el analista, es decir,
con su papel de observador e intrprete. Sterba (1934) ha descrito algunas de las vicisitudes de esa
separacin en el Yo durante el transcurso del anlisis.
Freud realz la importancia de la propia experiencia interna del analista, como gua para la comprensin
de la vida psquica del paciente. Sin embargo, los argumentos con que trat de apaciguar la
intranquilidad del que se inicia en Psicoanlisis, parece haber resultado algo insuficientes. Es cmo
interpretar el significado de la experiencia interna del analista ha sido y es objeto de considerable
controversia.
La controversia acerca del fenmeno de la contratransferencia es corriente y continua. Es cmo definir la
contratransferencia y lo que significa tcnicamente con referencia al conocimiento de la vida mental del
paciente es objeto de permanente discusin. Annie Reich (1951, 1960, 1966), quiz, es la que mejor ha
sintetizado las distintas cuestiones de esta controversia. Reich define a la contratransferencia como los
efectos de las propias necesidades y conflictos inconcientes del analista. En la verdadera
contratransferencia, el paciente representa para el analista un objeto del pasado sobre el que los
sentimientos y deseos pasados del analista pueden proyectarse; igual que en la situacin transferencial
del paciente.
Adems de la introspeccin y la intuicin, hay un tercer proceso relacionado con la forma en que el
analista llega a conocer al paciente. Es el proceso de empata. La empata facilita la intuicin, de hecho,
la hace posible. Consiste en una identificacin transitoria o de prueba (Fliess, 1942) con el paciente,
seguida de una retirada y evaluacin objetiva de la experiencia de identificacin. Esto ocurre infinidad de
veces en el curso de la escucha por parte del analista de las producciones del paciente. Aqul est
constantemente cambiando su papel desde un recipiente pasivo identificado con el paciente, a un
observador activo e intrprete de su experiencia y por ende de la del paciente. Los productos del paciente
emergen en la mente del analista en una forma que se corresponde con la manera en que las realidades
comunes, la experiencia pasada y la transferencia, determinan cules derivados de las persistentes
fantasas inconcientes, surgirn de la conciencia del paciente. Analista y analizando se convierten pues,
en un grupo de dos que comparte una fantasa inconciente comn, rasgo que Sachs (1942) apunta como
distintivo de la creacin artstica.
En resumen.- Las opiniones referentes al significado de la respuesta del analista a las producciones de su
paciente, difieren. Esta respuesta es uno de los mltiples pasos mediante los cuales el analista entiende
las producciones de su paciente. En este escrito sugiero una explicacin para el proceso de origen del
insight. Hay una escisin en el funcionamiento del analista, que se corresponde con lo que ocurre en el
paciente. A travs de una identificacin transitoria con el paciente -empata- se facilita el proceso
intuitivo. El analista conceptualiza los datos clnicos inconcientemente. El producto final es la respuesta

interna del analista, que deviene conciente a travs de introspeccin. La respuesta del analista es una
forma de comunicacin interna. Deber estar en consonancia con el material del paciente, a travs de
unos criterios disciplinados y cognitivos, antes de ser formulada mediante la interpretacin.
Resumen de Jacob A. Arlow, La gnesis de la interpretacin.

La interpretacin en primera persona.- Qu es interpretar en psicoanlisis? Las respuestas que por


lo comn se dan a esta pregunta no nos satisfacen. De algunas pensamos, incluso, que son errores
tcnicos y que contribuyen al de Daniel Lagache, cuando el psicoanalista, enuncia la regla fundamental,
invita al paciente a divagar; cuando interpreta, en cambio, es como si dijera: Ahora, razonemos los dos.
Veamos ahora un segundo aspecto. La actividad del paciente durante la cura de una actividad verbal, y el
psicoanalista formula su interpretacin en palabras; por ello, desde hace unos veinte aos algunos
psicoanalistas asimilan cada vez ms el mbito de la palabra.
Examinemos un tercer punto. En Francia Jacques Lacan, partiendo de la base del espejo (experiencia en
la que el sujeto percibe su derecha y su izquierda invertidas en su imagen reflejada) y del
estructuramiento lingstico al que acabamos de referirnos, desarrollo la idea de que el habla del
psicoanalista es ejemplo del lenguaje humano en estado de pureza, y dio de ste la definicin siguiente:
El lenguaje humano constituye una comunicacin en la que el emisor recibe del receptor su propio
mensaje en forma invertida.
La interpretacin en primera persona.- Llamamos interpretacin en primera persona (alusin a la primera
persona de la conjugacin verbal) a la intervencin en que el psicoanalista comunica al paciente un deseo
personal que experimente a su respecto; se centra, pues, en la relacin del psicoanalista con el paciente,
en tanto que la interpretacin clsica se centra solo en el paciente, a quien trata de explicar lo que ocurre
en el interior de su aparato psquico. La interpretacin clsica gira en torno a la resistencia y a la
transferencia del paciente; el psicoanalista, por su parte, efecta el autoanlisis de su
contratransferencia. La interpretacin en primera persona se emplea, por excepcin, cuando el sistema
transferencial del paciente ha invadido sus anlisis hasta tal punto que la interpretacin clsica no
consigue sino reforzar ese sistema. Al hacer una interpretacin en primera persona, el psicoanalista y el
ser humano ya no son ms dos cosas distintas. El intrprete habla de sus propios afectos y comunica al
paciente algo de su contratransferencia, sin abandonar no obstante la actitud analtica. Se basa en lo que
siente personalmente, como persona que practica el psicoanlisis y que por eso mismo desea que las
pulsiones de vida predominen sobre las pulsiones de muerte. Se brinda as al paciente la posibilidad de
identificarse con el psicoanalista, por cuanto aqul, durante la fase depresiva o persecutoria, ha
regresado a un estado -descrito por Kohut- la indiferenciacin de sujeto y objeto. De un modo general,
nos parece que la interpretacin en primera persona resulta til para actuar directamente sobre el
proceso primario que subyace a la neurosis. Sin duda plantea el problema de la contratransferencia y de
lo que el psicoanalista revela sobre ella, inconciente o deliberadamente, cuando interpreta.
En cambio, las tentativas del paciente dirigidas a obtener que el psicoanalista le comunique sus
sentimientos personales, deben ser entendidas como una perversin de la transferencia -por lo general,
como una erotizacin de la situacin psicoanaltica- y requieren del psicoanalista una interpretacin
clsica o bien el silencio.
Interpretar resulta, puede sostenerse, ms difcil cuando el paciente expresa, por medio de un discurso
cuya forma y vocabulario parecen edpicos, procesos pregenitales o fuertemente impregnados de
progenitalidad. Pero la apariencia de genitalidad transmitida por el discurso, est destinada, como
consecuencia de un proceso por lo general inconciente, a provocar al psicoanalista. Esta provocacin
tiene por finalidad proporcionarle placer y, a la vez, reducirlo a la impotencia psicoanaltica.
Resumen de Annie y Didier Anzieu, La interpretacin en primera persona.

Interpretacin: hecho, imagen, relato.- Cabalgando entre lo observacional y la conjetura fundada, el


trmino hecho refiere niveles bien diversos segn los contextos, y, -como las lgicas difusas cuyo valor
de verdad va del 0 a 1- le caben varios grados de verosimilitud, desde la cuasi-certeza hasta la cuasifabulacin. Ciertos observables no ofrecen mayor duda pero s diversos aspectos de su interpretacin. No
deslindo de plano observacin e inferencia -ni en lo que a mi liebre ni en lo que a m concierne-. Que la
liebre torci por segunda vez su rumbo entrando en la lea cuando el primer giro la puso fuera de la
visual de los perros, lleva a conjeturar que los supona dependiendo de lo visual, tal transferencia parece
condicin de engao, sin que pueda afirmarlo. Empero la observacin etiolgica de la interaccin presapredador avala adjudicar a la liebre una teora del actuar de los perros, marco de esos otros hechos,
sus elecciones estratgicas. No desde ya teora como conceptos claros y distintos, sino en el oscuro nivel
que compartimos con las bestias -y con los analizados- al que me acerco como bio-lgica.
Dnde ubicar esos otros hechos, mi ponerme en el lugar de la liebre, mi terror desde la liebre de que
fuera alcanzada, y mi jbilo en su xito? Lejos de lo cogitatio son del orden de la inmediatez:
equiparaciones con mi self y mis objetos inconcientes, identificaciones inter-especficas donde las
ansiedades de aniquilacin establecen analogas y vnculos emocionales. Situacin que se da ya, e
intensamente, en nios pequeos. Este modo natural a un tiempo emocional y conductual toma en u,
antes de Hegel, la lgica de la conducta del otro -como mi liebre a sus perros- aunando en formas

plenas de afectos, en clases afectivas, incluso especies distantes. En ese nivel cabe hablar ya de
intersubjetividad?
Qu relacin tiene esto con el psicoanlisis? Dice Wilfred Bion: Hay un miedo inherente al interpretar. Si
el psicoanalista interpreta como debe su actividad es indistinguible de la del animal que investiga lo que
teme: olfatea el peligro Si se erizan los pelos de su nuca sus sentidos primitivos, arcaicos, indican
peligro. Su tarea es ser curioso del peligro y no cobarde e irresponsable Quien no sienta miedo al
incluirse en un anlisis no est haciendo su tarea, o no sirve para hacerla.
Era preciso olfatear qu peligro ambos compartamos. El peligro del tigre y el ciervo acercndose
podra diagramarlo as:
Tigre
Algo va a ser comido
Ciervo
Algo va a escapar y no va a haber qu comer
Esto debe un miedo compartido.
Olfatear el peligro elucida la gnesis de la interpretacin, la fase de paciencia donde el analista se
aproxima a lo desconocido del analizado y de l mismo sin caer en una bsqueda irritada de hechos y
motivos. Emerger un pattern, una forma llevando al estado de seguridad: puede entonces interpretar,
que no implica certeza ni verdad sino solo lo que cabe afirmar en tal momento y contexto. El estado
mental de paciencia rescata la ingenuidad en la observacin para olfatear el miedo compartido: sin
memoria, sin deseo, sin comprensin evolucionar su pattern o forma. La imagen es, en el nivel
primario de la bio-lgica, inseparable de los hechos por un lado y de la teora por otro. El nivel del
relato, la lgica privativa del hombre, depende de la imagen, de un conocimiento por familiaridad. El
relato interpretativo del analista, si accede a algo nuevo, pondr en marcha un experimento de
pensamiento que rectifica nuestras teoras inconcientes al reconsiderar experiencias, previas o actuales.
Resumen de Jorge L. Ahumada, Interpretacin: hecho, imagen, relato.

Interpretacin y construccin.- Hay un sentido amplio y otro restringido del trmino. Dice Freud:
Interpretacin se refiere a algo que uno hace a algn elemento nico del material, tal como una
asociacin o un acto fallido. Pero es una construccin cuando uno expone delante del sujeto del anlisis
una pieza de su historia temprana que ha olvidado, de algn modo parecido a: hasta sus n aos usted se
consider como el nico e ilimitado poseedor de su madre; entonces lleg otro beb y eso le trajo una
grave desilusin; su madre lo abandon por algn tiempo, y aun despus de su reaparicin ella nunca
ms se dedic a usted exclusivamente. Sus sentimientos hacia su madre se hicieron ambivalentes. Su
padre adquiri una nueva importancia para usted
Esta es la definicin clsica de construcciones y se encuentra, por supuesto, en Construcciones en el
anlisis. Y corresponde a lo que podramos llamar definicin restringida.
Otra definicin, para Aslan, extremadamente interesante es la que da, un ao despus de
Construcciones, en el Compendio Escribe: Recogemos material para nuestro trabajo de una variedad
de fuentes, de lo que nos es brindado por la informacin dada por el paciente y por sus asociaciones
libres, de lo que nos muestra ste en sus transferencias, de a lo que llegamos interpretando sus sueos y
de lo que l traiciona por sus actos fallidos. Todo este material nos ayuda a hacer construcciones acerca
de lo que le sucedi y ha sido olvidado, as como acerca de lo que est sucediendo en l ahora sin que l
lo comprenda. La primera parte (construcciones acerca de lo que le sucedi y ha sido olvidado) es lo
que todo el mundo entiende por construcciones. Pero la segunda (lo que est sucediendo en l ahora sin
que l lo comprenda) ya me parece dar un paso ms.
El campo de las construcciones se ampla desde esta perspectiva. Algunos historiales de Freud, en
especial el del Hombre de las Ratas, favoreceran tal perspectiva.
Parece evidente que Freud se mova con un concepto amplio de construcciones, en cuanto a cantidad,
calidad, etc. Sin embargo la definicin y, sobre todo, el ejemplo dado en Construcciones -a juicio de
Aslan- crear una zona ambigua, situada entre la construccin ms clsica y la interpretacin ms tpica,
donde las construcciones -con todo derecho a ser as llamadas- eran calificadas de interpretaciones.
Inclusive Freud seal; Si en las exposiciones de tcnica analtica se dice tan poco sobre construcciones,
es porque se habla en cambio de interpretaciones y sus efectos. Yo creo que construcciones es de lejos la
descripcin ms adecuada:
Aslan plantea la hiptesis de que Freud mismo fue -inadvertidamente- responsable de esta situacin.
Para finalizar este primer punto Aslan cree entonces que si aceptamos el concepto amplio de
construcciones, reconoceremos en nuestra prctica clnica diaria su empleo frecuente y en interrelacin
dinmica con las interpretaciones.
El segundo punto que aborda Aslan es el que se refiere a la teora de la tcnica de las construcciones.
Para qu sirven las construcciones? La respuesta solo puede surgir de la teora subyacente en la cual
nos basamos para evaluar sus efectos. Una de las teoras de la operatividad de las construcciones es la
que emerge de los historiales del Hombre de las Ratas, del Hombre de los Lobos, e incluso Sobre la
psicognesis de un caso de homosexualidad femenina. En estos historiales gravita la primera tpica. Y es
posible que no est reformulada en Construcciones En trminos de la segunda tpica. El objetivo

principal, central, de la construccin de los historiales era recuperar los recuerdos, cegar las lagunas
mnmicas, para comprender el sentido de los sntomas. Si los recuerdos no eran obtenibles de por s,
directamente, o a travs de la convergencia y la acumulacin de interpretaciones de sueos, como por
ejemplo en el historial del Hombre de los Lobos, el analista construa, de acuerdo con suposiciones
lgicas o en ciertos casos con la intuicin emptica. Freud dice en algn momento: el analista adivina.
Aslan cree que Construcciones en el anlisis se debe articular con las dos obras contemporneas
importantes de Freud: Moiss y el monotesmo y Anlisis terminable e interminable. Con Moiss tiene
una relacin obvia a travs del concepto de verdad, histrica y material.Esto lo condujo a escribir
Construcciones, a reactualizar el tema. Pero no lo reactualiz del lado de la segunda tpica, como s lo
hizo en Anlisis terminable e interminable. Esta sea quiz la labor que debamos hacer nosotros;
relacionar la construccin especialmente con las alteraciones del Yo, con los efectos de los traumas y con
la actuacin de la pulsin de muerte a travs de las estructuras superyoicas.
Hecha esta introduccin, Aslan dice que lo que seala una construccin, es que hay uno o ms aspectos
olvidados, reprimidos (en el sentido de haber sido objeto de la defensa), de la interactuacin del sujeto
con sus objetos, con su medio; interactuacin que estructur una determinada caracterstica en su
psiquismo. Es cierto que la construccin de los aos olvidados -como dice Freud- se dirige a la historia
del sujeto. Se trata aqu, para Aslan, de un momento o momentos condensados, superpuestos, pero en
todo caso mticos. Quiere decir el autor que la verdad histrica es la vivencia del sujeto pulsional. Es claro
entonces a qu se refiere la historia temprana que olvidamos. Para m, se refiere a estos momentos
mticos que tienen el valor privilegiado de sealar la constitucin de una determinada estructura psquica.
De aqu tenemos que esta estructura permanece y se repite. Dnde se repite? 1) En la vida real del
sujeto, 2) en sus transferencias, 3) en su psiquismo (lo que est sucediendo en el l ahora, sin que l lo
comprenda, re-citando a Freud). Aslan cree que stos son los lugares de las otras construcciones.
La estructura, o los efectos de la estructura, aparece en los mltiples ropajes psquicos -como los llamaba
Freud- que le provee la individualidad del sujeto en sus diversas circunstancias. Las construcciones, las
hiptesis del analista, apuntan al develamiento de circunstancias olvidadas, pero no tienen como objeto
la recuperacin del recuerdo en s, sino el darle nombre y fecha -histrica, mtica- a las estructuras
actuales y presentes.
Entre las construcciones de la historia temprana se sealan la estructuracin, y las restantes
construcciones que sealan tanto la repeticin de la estructura como sus posibles reconstrucciones por
circunstancias internas o externas, no existe ninguna oposicin. El analista se apoya en unas y otras, y
eso le permite un mayor empleo de ambas.
Igualmente se comprende que no hay ninguna oposicin entre construccin e interpretacin, ni siquiera
en las interpretaciones transferenciales.
La recuperacin o reconstruccin del pasado olvidado no es un fin, sino un medio para operar sobre las
estructuraciones psquicas patgenas, para buscar una desestructuracin y luego una reestructuracin
ms adecuada. En otras palabras, su mutacin.
Resumen de Carlos Mario Aslan, Mariano Dunayevich, Gilda S. de Foks, Augusto M. Picollo y Andrs Rascovsky,
Interpretacin y construccin.

La interpretacin: su escucha y su comprensin por el paciente.- El propsito de la autora aqu es


encarar aqu la actitud del paciente ante la palabra del analista, los diferentes modos de recepcin y de
utilizacin de la interpretacin en el tratamiento, en funcin de qu lo que estos modos pueden variar en
el paciente. Por supuesto, no nos concentraremos en la transferencia; queda implcito que todo lo que
decimos aqu de la resonancia de la palabra del analista en el paciente sucede en la transferencia.
Pero es evidente tambin que cada paciente posee su modo transferencial. Y ese modo sin duda no
carece de relacin con la actitud aparente del paciente hacia la palabra de su analista.
Nuestra orientacin es diferente de la de Freud. Nos lleva a examinar qu sistema utiliza el paciente
particular al escuchar a su analista, a travs de la continuidad del anlisis. Con esta intencin hemos
extrado algunos resmenes de las observaciones de casos cuyo estudio nos condujo a ciertas hiptesis.
En particular, retuvimos la idea de que la estructuracin por medio del anlisis de los contenidos verbales
propuestos por el analista vara en su forma segn el tipo clnico del paciente. Para continuar de algn
modo el pensamiento de Freud sobre la interpretacin, diremos que los procesos dinmicos que permiten
a alguien el acceso al inconciente, el mtodo del sujeto en anlisis, varan con las neurosis.
Considerada desde el punto de vista del paciente y del eco que ste enva al analista, la interpretacin
cuestiona la concepcin de la relacin de las tres instancias en el paciente. El tratamiento psicoanaltico
tiene por finalidad extender la autonoma del Yo frente al Ello y al Supery. Freud da al Yo una funcin
primordial en la personalidad: lo hace el agente de sntesis de las pulsiones, el lugar de formacin de las
defensas y tambin la sede de la angustia. Dirigindose al Yo de su paciente, el anlisis sabe que va a
crear en ese Yo un nuevo conflicto, que va a suscitar nuevas defensas, pero ante todo que har nacer la
angustia. Es por su modo de expresin de esa angustia como el sujeto proporciona a su analista una gran
parte de sus elementos necesarios para las construcciones que poco a poco penetran hasta lo reprimido.
Si nos atenemos a la segunda tpica freudiana, la de las tres instancias, quedara por completar nuestra
perspectiva tratando de precisar con qu concepcin del Yo se la puede relacionar. Este Yo aparece a

menudo, a travs de los escritos de Freud, despus de 1920, y las discusiones psicoanalticas actuales,
como una entidad, un rgano afectivo, separable del Ello y del Supery como todo rgano esencial del
cuerpo, que sin embargo aparece dentro de l. Incluso se ubican en l, a veces, zonas o ncleos que,
de alguna manera, materializan la difcil representacin de lo que constituye la esencia misma de lo
humano a travs de su lenguaje.
A la luz de nuestras observaciones nos sentimos ms bien inclinados a considerar al Yo al cual se dirige el
analista como el punto de equilibrio entre las pulsiones y la represin. Freud atribuye al Supery un papel
de autoridad cuyo matiz vara con el modo neurtico del sujeto. Es as como la Inhibicin, sntoma y
angustia distingue la elaboracin de las defensas por el Supery en el histrico yo en que la represin
incluye el recuerdo, mientras la prohibicin se instala en el nivel conciente. El S en el obsesivo.
Encontramos la expresin de esta coloracin diferente en la respuesta del paciente a la interpretacin
dada por el analista.
De este modo volvemos a encontrar la hiptesis de Freud segn la cual el Yo se encuentra tendido hacia
dos extremos: si el Supery nos parece nacer del Yo cargado por los procesos primarios, en ciertos
textos de Freud lo vemos derivar directamente del Ello en la medida en que se opone al Yo, cargado de
los poderes del mundo interior, del Ello. (El Yo y el Ello)
Freud, siempre en Inhibicin, sntoma y angustia, distingue la represin de las prohibiciones, en el
sentido en que la represin excluye el recuerdo, mientras la prohibicin se instala en el nivel conciente. El
Supery participa de la proteccin del Yo permitiendo que se invistan imgenes que sern un obstculo
para las fuerzas pulsionales. As, el Supery ayuda a la represin, acta en su mismo sentido. Organiza
las prohibiciones con el Yo, oponindose al Ello.
De alguna manera el Supery, formado despus de la diferenciacin del Ello y del Yo, es la instancia
sobre la cual reposan las defensas del Yo frente al Ello. Las motiva, controla los afectos, los filtra, puesto
que derivan de las pulsiones. Es bajo esta accin defensiva cmo el Yo debe considerar los afectos y las
representaciones que vienen del Ello y cuya presin soporta.
La interpretacin se dirige siempre al Yo del sujeto para hacerle comprender lo que ha dejado pasar del
Ello y del Supery. Conviene que se la d cuando el paciente puede entenderla y tomando en cuenta
tambin cmo puede entenderla. En esta orientacin no debe dejarse de prestar al recibimiento del
analizando una atencin que no se limite solo a lo bien fundado del contenido.
Hemos sido llevados a comprobar que cunto ms grave sea la estructura neurtica, tanto ms implica la
invasin del Yo por la fantasa. Es entonces cuando la interpretacin se hace ms frecuente en el
tratamiento, y ms intensamente negada o anulada.
Si se quisieran observar en este sentido las modalidades de escucha de los pacientes, se podra describir
toda una gama de manifestaciones de deseo y reticencia, de absorcin y de rechazo hacia la palabra del
analista.
Nos parece que como regla general, cuanto ms cercano est el Yo del Ello, ms el Supery del
analizando interviene para impedir la escucha de su analista.
De este modo, la articulacin de las tres instancias de la personalidad es lo que provoca diferentes
escuchas de la interpretacin.
Resumen de Annie Anzieu, La interpretacin: su escucha y su comprensin por el paciente.

Dificultad de un estudio psicoanaltico sobre la interpretacin.- Sobre algunas dificultades


inconcientes preliminares.- Encarar la interpretacin de una perspectiva clnica, es decir, examinar las
interpretaciones tal como la formulan los psicoanalistas y las reciben los pacientes, moviliza inevitables
angustias. El psicoanalista que se aplica a este estudio tiene la impresin de hacer entrar a terceros en el
secreto del coloquio singular, en la intimidad de la relacin dual. Y si se es este tercero, se corre el riesgo
de experimentar el sentimiento de un voyeur que trata de asistir al comercio que el psicoanalista tiene
con su paciente, de espiar lo que le dice, de imaginar lo que le hace. As, la angustia de la escena
primaria conduce a fantasear la interpretacin como una violacin sdica.
Otra dificultad est ligada con la angustia del psicoanalista ante un posible cuestionamiento. El
psicoanalista habla de buena gana de sus casos, de las satisfacciones que stos le dan, a veces de los
problemas que le plantean, ms a menudo de los problemas que le han planteado y que ha sabido
resolver. Es una manera de no hablar de s, salvo hablar para su provecho. Hablar de las interpretaciones
que le ha parecido correcto formular, hablar de cmo las dijo, es exponerse como fue Edipo nio por sus
padres, es ofrecerse a las interpretaciones que nuestros cfrades no dejan de formular en voz baja o alta
sobre la falta de oportunidad, la torpeza, la inexactitud de nuestras propias interpretaciones. Se trata de
un proceso general, que encontramos actuando en el tratamiento: toda interpretacin se expone a ser
interpretada.
Es esta teora de la interpretacin la que nosotros cuestionamos. La tesis que desarrolla este artculo y el
de Annie Anzieu es que la interpretacin formulada por el psicoanalista es un proceso secundario
infiltrado por el proceso primario y que el paciente entiende la interpretacin, en este doble nivel.
El psicoanalista que expone sus interpretaciones en el curso de una conferencia ante sus cfrades, se
arriesga a provocar y experimentar la angustia primitiva bajo las dos formas que Melanie Klein describi:
persecutoria y depresiva. Kris, al tratar sobre la interpretacin, ya haca notar cmo culmina, a propsito

de este tema, la intolerancia de los psicoanalistas, unos hacia otros, intolerancia hacia su modo mutuo de
pensamiento; ahora bien, el pensamiento difiere en cada uno de nosotros en la medida en que est
inevitable y estrechamente articulado por nuestra vida interior. Por lo dems, cualquiera que est un
poco familiarizado con las reuniones y la vida en las sociedades de psicoanalistas, ha podido verificar la
constancia de este hecho, que provee un argumento para nuestra tesis. Si la interpretacin fuera pura
razn y los analistas puros espritus, se pondran de acuerdo sobre los enunciados cientficos que rigen la
interpretacin y sobre sus aplicaciones prcticas, en lugar de disputar por ello. El hecho es que discuten,
es decir, disputan. Entonces significa que la interpretacin funciona de otro modo.
La interpretacin no podra alcanzar el inconciente si le fuera radicalmente extraa. Al contrario, habra
que encararla como un producto de los procesos dinmicos, econmicos, tpicos y genticos propios del
aparato psquico. Su propio anlisis personal, llamado didctico, si bien ha cambiado algunos aspectos del
funcionamiento de su aparato psquico, no ha modificado en el psicoanalista la naturaleza misma. Por eso
un estudio psicoanaltico de la interpretacin nos parece que requiere, como lo hace ms adelante Annie
Anzieu, que se vea primero cmo el aparato psquico del paciente recibe interpretacin.
La escuela lacaniana se jacta justamente de un regreso a Freud cuando recuerda que es el paciente que
tiene que hacer su psicoanlisis y que el alumno-analista se instaura analista por la realizacin misma de
este trabajo, o, al menos, de esta praxis. Pero ella se desva del espritu freudiano a partir del momento
en que tiende a valorizar una forma de anlisis en que finalmente el analista no analizara absolutamente
nada. El psicoanalista lacaniano es una presencia-ausencia, un testigo ante el cual el paciente procede a
su propio anlisis y que rehsa por su silencio, responder al requerimiento del paciente y coincidir con la
imagen que ste hace de l. Corresponde al paciente descubrir, con la vanidad de su requerimiento, que
su imaginario no es ms que imaginario. La interpretacin lacaniana tipo es del gnero: usted (el
paciente) se da perfecta cuenta de que todo lo que pregunta es puramente imaginario. Otra forma de
interpretacin indirecta concierne a la insistencia del paciente referida a un mismo problema; usted
todava est all. La divisin del trabajo, tan criticada por la escuela lacaniana, persiste finalmente en ella
bajo otra forma. En el tratamiento, el paciente vive interminablemente la frustracin, la regresin y la
transferencia ante el analista cuasi-mudo y ausente.
La palabra del analista, segn Lacan, dara el ejemplo en estado puro del lenguaje humano: El lenguaje
humano constituye una comunicacin en la que el emisor recibe del receptor su propio mensaje en forma
inversa. Esta frmula, que vuelve a todo lo largo de los Ecrits, est seguramente ms prxima de lo que
su autor cree del no-directivismo de Rogers y de su envo en espejo (que es tambin una simetra
invertida). Cada vez que la formacin no lleva al futuro psicoterapeuta a un punto en que adquiere la
posibilidad de interpretar, la interpretacin es devaluada y reemplazada por el rebote, la redundancia, el
borborigmo, y finalmente la puntuacin. Representamos un papel de grabacin
Se seala otra dificultad. Cuando el psicoanalista interpreta, se interesa por su paciente, no por s mismo.
Est atento a todo lo que en el paciente fundamente una interpretacin por venir y a todo lo que marque
los efectos de una interpretacin ya pasada. En qu medida su escucha del paciente no ser perturbada
si se escucha a s mismo en el momento de interpretar? Se trata aqu del problema de la posibilidad de la
misma investigacin cientfica en psicoanlisis. Con Annie Anzieu hemos hecho esta experiencia -no sin
una cierta inquietud, compensada por las conversaciones que tenamos juntos- durante los pocos meses
en que preparamos la exposicin que luego produjo su artculo y el mo. Nuestra experiencia nos permite
ahora afirmar que se trata de una falsa dificultad. Al mismo tiempo que las razones por las cuales un
psicoanalista interpreta se nos hacan ms claras gracias a esta investigacin en comn, nos sentimos
mucho ms cmodos para encontrar, en los tratamientos que llevbamos al mismo tiempo, las
interpretaciones requeridas y para comunicarlas.
Sobre algunas dificultades semnticas.- El trmino alemn empleado por Freud es Deutung, que deriva
como Bedeutung, del verbo deuten. Este tiene tres sentidos:
1) Sealar, mostrar con el dedo o con los ojos, hacer alusin (este sentido, tomado al pie de la letra,
conviene a la interpretacin psicoanaltica: acaso sta no consiste en hacer alusin o en poner el dedo
en?
2) Leer en los astros, anunciar, presagiar.
3) Dar un sentido, explicar, interpretar. El verbo francs signifier cubre ms o menos la primera y la
ltima acepcin (se signifie una demanda judicial; las frases signifient pensamiento).
La traduccin ms literal ms literal de Traumdeutung sera entonces no Science des runda
traduccives (Interpretacin del los sueos) de la segunda traduccin francesa P.U.F., 1967), sino ms
bien Significado de los sueos. La etimologa Deutung se encuentra en deutsch. La Deutung
consista originariamente en introducir en el alemn, lengua popular, un trmino que entonces no exista
ms que en latn, por ejemplo; luego consisti en hacer aun ms alemn un trmino alemn. La
Deutung refuerza el sentido germnico de una palabra o de una expresin. El sentido primero de
interpretacin, en alemn, parece entonces suponer que el sentido, en general, existe de modo implcito,
desconocido, y que hay que acentuarlo para que se manifieste: la designacin del sentido lo hara ms
significativo.
Las dos hiptesis bsicas estructuralistas en lingstica, segn se sabe, son las siguientes:

1) La lengua es una realidad sui generis, presupuesta por todas sus manifestaciones concreta o habla,
de la cual conviene distinguirla; el habla es la manifestacin de la lengua en su sujeto particular y en un
contexto particular; al contrario, el estudio de la lengua como tal, debe eliminar las consideraciones
psicolgicas o sociolgicas.
2) El estudio de la lengua se efecta a partir de textos precisos, completos y de dimensin finita; los
primeros trabajos de los formalistas rusos, hacia la dcada del 20, se refirieron a textos literarios,
especialmente poticos, y luego a transcripciones de relatos de los cuentos populares rusos transmitidos
de generacin en generacin por va oral.
La aplicacin a la tcnica psicoanaltica de estos dos principios entra la puesta entre parntesis del
sujeto y de sus afectos, al desplazarse la atencin psicoanaltica hacia la letra del discurso.
Ahora bien, las cosas durante un tratamiento no suceden como lo pretenden los estructuralistas. Es
curioso que la concepcin, tan frecuente entre cierto tipo de pacientes al principio del tratamiento, del
psicoanalista como robot registrador, como mquina ciberntica, como pura mecnica intelectual, vuelva
a ser tomada en cuenta por los mismos analistas. Y qu contratransferencia negativa, qu desdn
soberano vienen a imponerse en ellos a la naturalidad acogedora, as llamada por Freud, cuando en
lugar de considerar al sujeto hablante como creador de su discurso, como productor de un nmero
indefinido de enunciados de los cuales algunos pueden ser nuevos, ponen al sujeto entre parntesis y lo
obligan a expresar el ms ac de un texto impersonal? El estructuralismo psicoanaltico induce as en el
tratamiento una dimensin inanalizable de angustia persecutoria. Qu desviacin de la transferencia en
el paciente que se siente considerado por su analista como un texto, no como un sujeto!
El psicoanalista se transforma en un intrprete cuando la fantasa del paciente entra en correspondencia
con su vida fantstica personal, y cuando ha podido hacer suya la fantasa del analizando sin confundirla
con sus propias fantasas. Es la diferencia entre esta fantasa en el psicoanalista y en el paciente lo que
hace que haya interpretacin. Hasta la interpretacin, para el paciente la fantasa es unvoca. La
interpretacin le hace comprender cmo siente el psicoanalista esta fantasa y le permite encararla de
otra manera.
Dada en ciertos momentos, que despus se revelan fecundos, la interpretacin hace que el paciente
entre en contacto en un plano racional con el inconciente: la fantasa cambia de valor, al pasar de la
subjetividad en la que estaba encerrada, a la intersubjetividad de los intercambios verbales en que se
transforma al hablar. Pero la interpretacin, al mismo tiempo, provoca que el paciente haga una
regresin en su relacin con el analista. Su eficacia est all, ms bien que en la justeza de su expresin.
Cuando hablan de sus interpretaciones, los psicoanalistas se interesan sobre todo en la exactitud del
contenido y slo secundariamente en una cierta felicidad en la formulacin. Ahora bien, no es a esto a
que los pacientes estn atentos, salvo cuando el tratamiento est ya muy avanzado. La situacin
analtica produce parcialmente una regresin del analizando al estado de angustia, de prematuridad, de
impotencia, del lactante. Lo que escucha al principio, cuando se le habla, es una entonacin.
Desgraciadamente, el psicoanalista no puede hablar del tono que utiliza para sus interpretaciones, ya que
a menudo no tiene conciencia de l. No es seguro que sus colegas puedan extrapolar, a partir del tono
que usan cuando hace una exposicin o entra en un debate con ellos, cul es el tono que emplea en el
coloquio singular con sus pacientes, y la irritacin de los psicoanalistas hacia sus cfrades que no abren
la boca en las reuniones cientficas proviene sin duda, en buena parte, de que no pueden adivinar cmo
se conducen en sus tratamientos. La entonacin hace que una interpretacin que se formula a un
paciente sea para l un objeto bueno o malo. Y qu situacin conflictiva y adecuada para fijarlo en la
neurosis se produce cuando la interpretacin pertenece a una categora por el contenido y a otra por la
entonacin. Al fin de cuentas, son nuestros pacientes quienes, al terminar los anlisis, nos ensean ms
sobre nuestras entonaciones, y de manera general, sobre nuestro estilo, y nos permiten hacer
evolucionar nuestra manera de ser analistas.
Sobre una dificultad terica.- Las dificultades de la interpretacin examinadas hasta aqu surgen, como
todas las dificultades psicoanalticas, tan pronto del inconciente, tan pronto de las palabras. Un tercer
orden de dificultades se encuentra en la articulacin de las palabras con el inconciente. Esto resulta de la
ausencia de una teora psicoanaltica clara y fecunda, relativa a esta articulacin. Cmo podramos
darnos plenamente cuenta de la interpretacin, es decir, de la relacin entre la palabra del psicoanalista y
la fantasa del paciente, si primero no hemos elucidado los efectos de la adquisicin del lenguaje sobre el
aparato psquico en el sentido en que lo entienden los psicoanalistas?
Interrogarse sobre las relaciones del lenguaje y el pensamiento, en efecto, es una manera distinta de
plantear una cuestin propia de la psicologa. Para el psicoanalista, las representaciones y los afectos
estn asociados en el nio con las funciones del cuerpo y con las relaciones con otros cuerpos
(principalmente el de la madre), durante las cuales aqullos se producen. Estn localizados en regiones
que no se refieren tanto al cuerpo real como a una topografa corporal imaginaria. Todo lo que el nio
siente, lo siente en el interior de un marco de referencia constituido por la imagen de su cuerpo, de las
funciones de ese cuerpo y de las relaciones de ste con otros cuerpos privilegiados o con fragmentos de
ellos. Esto es vlido tanto para la fantasa, organizacin particular de representaciones y de afectos,
como para las palabras y las frases odas y ms tarde emitidas. Plantear el problema de las relaciones de

la palabra y el cuerpo -en la gnesis del aparato psquico y en el desarrollo del tratamiento- es una
cuestin propiamente psicoanaltica.
La ciencia psicoanaltica no puede, actualmente, aportar una respuesta completa.
Resumen de Didier Anzieu, Dificultad de un estudio psicoanaltico sobre la interpretacin.

Interpretacin y sentido comn.- Freud insiste a lo largo de su obra en la estrecha relacin de la


interpretacin psicoanaltica con las lgicas del sentido comn con que nos manejamos en nuestra vida
diaria. As en las Nuevas Conferencias Introductorias de 1933 afirma que el pensar cientfico no difiere de
la esencia de la actividad normal del pensamiento que aplicamos a nuestros menesteres vitales.
Freud percibe desde el vamos las diferencias entre cmo opera y cmo los procesos inconcientes,
distinguiendo en La interpretacin de los sueos (1900) la lgica de los procesos primarios,
caracterstica del inconciente, y la lgica de los procesos secundario. Y logrando los puentes de
pensamiento entre lo que sucede en los niveles inconcientes y lo que vaya captando la conciencia, hacer
conciente lo inconciente, al darse cuenta que va haciendo asequible, observable y pensable lo que antes
no conseguamos percibir ni pensar. Solemos llamarlo con el trmino ingls insight, que significa visin
hacia dentro e implica en realidad complejos procesos de analoga y comparacin que surgirn en
instancias concretas fuera y dentro de sesin. Ojos que no ven corazn que no siente: slo en la medida
en que lo hasta all no visto se despliega y se hace observable desde nuevos puntos de vista, podr surgir
un proceso genuino del pensamiento basado en las evidencias de evolucin.
stas debern abarcar, inevitablemente, el ahora y el antes, e implicarn acercarse a la distincin, nunca
lograble del todo entre el adentro y el afuera, entre nuestra propia contribucin no reconocida a lo que
nos perturba o nos aqueja, y lo que corresponde a otros en interacciones cuya trama malentendemos.
Al irse desplegando, en eventos individuales examinables a la manera de ejemplos, los hechos psquicos
hasta entonces reconocidos, podremos deslindar lo que desconocemos o malentendemos, dentro del
amplio contexto de lo que suponamos conocer. Por ello dice Freud que no deberamos hacer teoras sino
dejar que arriben por s, por sorpresa, como un extrao al que no se ha invitado. Es ah central lo que
llam algunas veces indifferenz y otras veces neutralitt, esto es, lo que Strachey llam la neutralidad
benvola del analista, que ha dado lugar a singulares malentendidos.
Resumen de Jorge Ahumada, La interpretacin, el sentido comn y las lgicas de lo inconciente.

Asociar e interpretar.- El lenguaje emocional en la contratransferencia.- Son numerosas y conocidas


por todos, las sensaciones y emociones que puede experimentar el analista en relacin con su paciente.
Esta lenguaje emocional puede tener o no una explicacin racional o estar relacionado con su neurosis de
contratransferencia. Muchas veces, sin embargo, estas reacciones carecen de toda significacin aparente;
y aun en los casos en que se puede lograr una justificacin, se observa que la intensidad de la reaccin
no es adecuada. Paula Heimann seala que estas reacciones contratransferenciales estn en relacin con
los impulsos inconcientes del paciente y anuncian el conflicto reprimido que luego surgir. La emocin
que se produce en el analista es utilizada como un elemento de comprensin y gua.
En la misma forma la autora ha utilizado las emociones contratransferenciales y pudo observar y
comparar que estas emociones estaban en relacin con los deseos, sensaciones y emociones inconcientes
del paciente (en relacin con sus fantasas inconcientes). Adems observ que cuando poda comprender
en qu sentido sus reacciones emocionales y verbalizadas interiormente, desaparecan, y poda, por
medio de los contenidos que le suministraba el paciente y de toda su actuacin, encontrar la forma de
expresin adecuada que le permitiera adquirir el conocimiento de sus deseos y sus defensas inconcientes.
Pero esta tarea lenta e insatisfactoria, sobre todo en lo que se refiere a la vivencia emocional del
paciente, la llev a buscar y encontrar una forma de actualizacin ms directa de los impulsos instintivos
y sus defensas y que permitiera la expresin simultnea de la emocin, el acto y la imagen de la fantasa
inconciente en actividad, es decir, una forma de actualizacin acompaada de las vivencias
correspondientes a las fantasas primarias.
Por debajo de la actuacin conciente, tanto del analizado como del analista, las ansiedades paranoides y
los temores persecutorios entre ambos estn sincronizados, y los procesos de identificacin proyectica e
introyectiva por parte de ambos, son el fondo sobre el cual transcurre y se estructura la sesin.
La actualizacin de las fantasas.- Si al verbalizarse las sensaciones y emociones contratransferenciales,
en relacin con el paciente, stas desapareceran, al deshacer el proceso de verbalizacin por medio del
anlisis del acto de hablar, los contenidos desprovistos de carga deban recuperarla al liberarse la libido
encerrada en el acto y aislada de la representacin verbal.
Parte de esta libido tambin haba quedado encerrada y aislada de la totalidad, en las palabras, que, al
representar en un nivel muy primitivo objetos concretos, deban tener las cargas libidinosas dirigidas
hacia stos. El anlisis de las palabras en s permita tambin la actualizacin de las fantasas, siendo la
palabra analizada el objeto de la fantasa.
Esta palabra, objeto de la fantasa, acta como un objeto intermediario entre analizado y analista,
reteniendo aisladas cantidades de cargas que son as sustradas de la relacin analizado-analista.

De esta manera tradujo el hablar y e asociar en actuacin, y la interpretacin, la actuacin del analista,
adquiri significados distintos a los de los contenidos, relacionados con las fantasas primarias del
analizado, que lograron as verbalizarse.
El asociar y el interpretar como actuacin.- Las actuaciones, el asociar, que unen al analizado con el
analista, son vividas profundamente como lo que aqul hace a o con su analista; y la interpretacin, la
expresin y actuacin del analista en su relacin con el paciente, ser vivida por ste como aquello que el
analista est haciendo o quiere hacer con l, y que, adems, es lo que el paciente quiere que haga el
analista.
El paciente trata a su analista y lo maneja en la misma forma en que trata y maneja a sus objetos
internos, y de la misma manera se siente tratado y manejado por l.
En un plano mgico, la interpretacin como actuacin del analista completa la gestalt de la fantasa
primaria inconciente que acta en ese momento.
El hablar y la palabra.- El hablar como actuacin y fuera del contenido realiza la satisfaccin de impulsos
libidinosos orales, anales, flicos y genitales.
El hablar, la palabra, como forma de contacto, suple, reemplaza y realiza en el acto de hablar la primera
forma de contacto con el objeto que es mamar, chupar. En estos primeros das las fantasas inconcientes
carecen de representaciones visuales y estn representadas por imgenes sensorio-motoras en las que
se integra la funcin, el rgano y el objeto de la funcin.
Al analizarse el asociar y el interpretar en s, surge la primitiva identidad del acto, imagen y objeto y se
realiza en el acto de hablar y de escuchar al analista. El aspecto concreto somtico de los smbolos, que
estaba reprimido, se hace conciente y las imgenes verbales adquieren la emocin y el contenido
correspondientes.
Cuando se han analizado e interpretado las fantasas orales, se comprueba que, al hablar, se realizan
tambin fantasas anales, uretrales y genitales. El hablar permite entonces, llegar a las fantasas
correspondientes a estas etapas del desarrollo de la libido.
Al analizarse el asociar e interpretar, fuera de sus contenidos, se comprueba que el acto que simboliza es
para el inconciente del analizado un hecho consumado. Si el hablar en ese momento independientemente
del contenido, tena el sentido de morder y destruir al analista, este hecho para el inconciente del
analizado se ha consumado. De la misma manera la interpretacin del analista tiene fuera de su
contenido el valor de un acto que ste consuma con el analizado, siendo estos actos la realizacin de las
fantasas inconcientes del paciente.
El hablar es un acto donde intervienen y se integran todos los niveles estructurales del hombre, y la
palabra es la resultante de la sntesis afecto-acto-imagen, por medio de la cual el individuo se proyecta
en el mundo externo y se conecta con los objetos.
Cuando algunos de los elementos (afecto-acto-imagen) que integran el hablar, est disociado, y alguno
de ellos reprimido o deformado, lo autntico es el acto por el cual se descargan los impulsos instintivos
en un nivel preconciente, aislados de las correspondientes representaciones, afectos y finalidades
concientes.
Es esta situacin, las palabras, en vez de ser un vnculo de conexin con el objeto, pasan a ser el objeto
que el analizado proyecta o introyecta superponiendo a la realidad exterior su realidad interna, como si
las palabras fueran un objeto intermediario, que une y separa al mismo tiempo, al contener, reprimidas y
aisladas, las cargas libidinosas que vinculan al sujeto con el objeto.
El hablar, como actividad simblica, la palabra como smbolo en general y las expresiones simblicas en
particular se reconectan al analizarse el hablar con las cargas libidinosas correspondientes a la actividad
que realizan y al objeto que simbolizan.
El hablar, como actuacin, integra y realiza impulsos orales -chupar, morder, tragar, masticar- que se
satisfacen en la actividad verbal.
El proceso de simbolizacin del lenguaje.- Al analizarse el hablar, tanto en el asociar como en el
interpretar, se deshace el proceso de simbolizacin que determin la formacin del lenguaje, se liberan
los impulsos instintivos y se actualizan las fantasas primarias y los mecanismos de identificacin
proyectiva e introyectiva con el analista, con las dems personas y las cosas. Se vivencia la primitiva
relacin simblica con los objetos y con el mundo.
Las palabras en el hablar son tambin vividas como alimento, como cosas buenas o malas (palabratrago). La identidad comida-palabra y la accin de una sobre la otra y sobre el individuo se expresa en
situaciones de observacin comn, por ejemplo: una discusin durante una comida, una mala noticia,
una agresin verbal o la sola referencia de sucesos poco agradables, con particularmente mal vistos y
provocan mucha ms indignacin porque se han realizado mientras el sujeto coma: Le han amargado la
digestin, elige siempre las horas de la comida para hacerme reproches. Las escenas familiares en la
mesa son mucho ms desagradables que en cualquier otra parte; la imposibilidad de comer, el retirarse
de la mesa por una discusin o por una ofensa estn en relacin con la profunda y primitiva identidad de
la voz, palabra, leche, trago, comida, que hace que el alimento se torne malo, adquiera cualidades
perniciosas y sea, o bien rechazado, o bien provoque perturbaciones digestivas si ya ha sido ingerido.

Las sensaciones y emociones son seales de los deseos, sensaciones y emociones (fantasas) del
paciente que estimulan al analista y despiertan en l, con la reactivacin de sus fantasas primarias, la
respuesta emocional necesaria.
El sonido, la voz y las palabras, considerados como algo perteneciente al sujeto que lo ha incorporado, no
estn relacionados de manera fija con el exterior y son utilizados para satisfacer necesidades orales,
adquiriendo as su primera significacin simblica.
A medida que van apareciendo los objetos del mundo externo, este objeto interior se identifica con ellos
y los representa.
La voz, la palabra y las relaciones de objeto.- Los deseos orales tienen una doble fuente: una libidinosa y
otra destructiva; y es esta ltima la causa endgena de la ansiedad. La fantasa inconciente est ligada
con la sensacin, y las fantasas movilizadas en el acto de hablar -igual que el de comer- determinan el
carcter del objeto analista, que luego ser incorporado con la interpretacin. La interpretacin del
analista, y ste mismo, entran a formar parte del mundo interno del analizado, pero estos dobles no son
iguales a los objetos originarios, sino que estn transformados con los impulsos y fantasas del paciente.
Al repetirse en la situacin analtica las distintas etapas del desarrollo, el analista ser vivido al principio
como objeto parcial y la interpretacin ser totalmente buena o totalmente mala. Luego la fantasa de
incorporacin estar en relacin con los objetos totales, aunque estn incorporndose los objetos
parciales. Y la fantasa que se realice en el acto de hablar e interpretar, aunque est en relacin con los
objetos parciales, se referir a los objetos totales, es decir, al analista, su vida familiar, los dems
pacientes, su vida de relacin, su actividad, etc.
La funcin del hablar y las palabras en la economa libidinosa.- La actividad verbal y la palabra, al
sustituir al acto y al objeto que representa, se apodera de cantidades de energa libidinosa que mantiene
aisladas, facilitando la movilizacin de las cantidades restantes, que, al haber disminuido
cuantitativamente, se modifican cualitativamente, puesto que las grandes cargas de energa libidinosa
son sentidas como peligrosas debido a su intensidad. El apoderarse de cargas -ya que el mantenimiento,
actualizacin y representacin de los smbolos lo requiere- favorece el fenmeno de la represin. Al
analizarse el hablar como actuacin sobre el analista, se rompe este encantamiento de las cargas
libidinosas, la palabra recupera su antigua identidad con el objeto, y es ste el que recibe la actuacin
por ser el objeto concreto de las fantasas primarias. Lo mismo sucede con la palabra del analista que, al
identificarse totalmente con el acto y con el objeto proyectado e introyectado luego, recupera su
significado total en un acto de finalidad determinada y que ir acompaado de las reacciones emocionales
y somticas correspondientes (fantasas).
Los objetos aprisionados en el soma y en la representacin verbal son como arrastrados por la corriente
libidinosa, que se restablece concientemente, y su pasaje del analizado al analista y viceversa se vivencia
casi carnalmente.
Los objetos buenos y malos al externalizarse son sometidos nuevamente al juicio de la realidad,
perdiendo las cualidades extremas, eliminando lo daino o asimilndose en la personalidad total los
aspectos positivos. El analista sufre este mismo proceso y el paciente se identifica con l, colaborando en
un mismo plano.
Tcnica de la interpretacin.- Cuando se interpreta el hablar y la palabra, debe interpretarse primero el
acto y no el contenido. ste no debe ser considerado en un primer momento, y la interpretacin debe ser
inmediata, lo que requiere muchas veces la interrupcin del curso de las asociaciones del paciente. Se
interpreta no lo que se dice con las palabras, sino lo que se hace al hablar y con las palabras, y aunque la
elaboracin de la interpretacin requiere la utilizacin de los contenidos y de las asociaciones, la
interpretacin se hace siempre en funcin de lo que es el hablar para el paciente en ese momento.
La actuacin precede siempre al pensamiento y, adems, lo expresa en su verdadero significado total. La
verbalizacin es solo un momento en el lapso de una actuacin, pero en el acto de hablar toda esta
actuacin se repite simblicamente integrando su causa y su finalidad.
Actualizacin de la omnipotencia de los deseos, pensamientos y palabras.- Al analizarse las fantasas
primarias, surge y se hace conciente toda la omnipotencia de los deseos, de la palabra, y el paciente
tiene la vivencia de su profunda conviccin en su propia omnipotencia. Aunque simultneamente
comprende lo irracional de esta creencia, lo siente as, y sus deseos primarios hacia el analista son actos
que actan sobre ste y que luego, por identificacin proyectiva, la interpretacin, el hablar y la palabra
del analista sobre el acto en el que se realizan las fantasas primarias del paciente, quien transfiere al
analista sus propios deseos y necesidades instintivas, en plena actuacin omnipotente hacia s mismo.
Cuando el paciente hace conciente todo este proceso, adquiere una mayor conciencia de enfermedad.
Comprende que su concepcin del mundo exterior, de los objetos y de los acontecimientos est
estructurada sobre el patrn de sus fantasas primitivas, y al externalizar concientemente su realidad
interior, surge la realidad exterior y la consecuente reconsideracin y revalorizacin de la misma.
Cada de la ansiedad, despersonalizacin y depresin.- Cuando el analizado vivencia hasta qu punto sus
ansiedades paranoides provienen de la proyeccin, de la externalizacin de sus objetos internos en
donde sus impulsos libidinosos se han estructurado, adquiriendo una forma, hay una sbita y vertical
cada de la ansiedad, y el mundo y las personas, por el slo hecho de sentir, como deca un paciente que

no hacen las cosas contra m, que no me estn vigilando, juzgando, sino que cada uno es como es, me
dan, es como lluvias, como agua que recibo en la cara. El analizado experimenta, en una forma casi
concreta, que aquello que le molesta en los dems es algo de s mismo que en ellos ve. Surge entonces
el valor real de los personajes, de su constelacin, de los sucesos de la vida, y al comparar las
circunstancias actuales con las imgenes que tena de estos mismos hechos, objetos de su fantasa, hace
que estas imgenes primarias se deshagan, de disuelvan. Simultneamente, con la prdida de la
peligrosidad del mundo externo y de los perseguidores, los objetos idealizados adquieren sus
dimensiones reales. Los objetos disociados se integran y los pacientes entran en un perodo de depresin.
El dormirse en la sesin.- Coincidiendo con la disminucin de las ansiedades paranoides los pacientes
experimentan necesidad de dormir y duermen en forma prolongada y profunda. Esto sucede tambin
durante la sesin y a veces se duermen; pero este dormir no tiene nicamente el carcter de fuga, de
defensa, sino que es la expresin y la realizacin del deseo de abandonarse al analista, que ha perdido su
condicin persecutoria y en el que han sido colocados los objetos buenos, la madre buena gratificadora,
el pecho bueno que reintroyecta en este dormir, repitiendo la situacin de la lactancia.
Identificacin e introyeccin.- La actualizacin de las fantasas orales, de los mecanismos de identificacin
proyectiva e introyectiva en relacin con los objetos internalizados que se exterminan y reincorporan en
el asociar y el interpretar y la repeticin de estas fantasas y mecanismos con el analista como objeto, le
permitieron a la autora observar cmo la introyeccin, base de la primitiva identificacin, perturba este
proceso por su carcter canibalstico o de vampirismo, que les haca temer mi prdida, mi destruccin o
la posibilidad de que yo, daaba, robaba, despojaba, me transformaba en perseguidora.
El hablar y la palabra como defensa frente a lo desconocido.- Por medio de la proyeccin en el mundo
externo de los objetos buenos y malos, el individuo se proyecta a s mismo; proyecta sus impulsos
condensados, controlados dentro de una forma, y transforma la realidad exterior, o ms bien, la encubre
con su realidad interior.
De esta manera el mundo externo desconocido es cubierto por un mundo interno conocido, o ms bien,
que cree conocer totalmente en la medida en que puede nombrar y calificar las cosas, a las que cree as
controlar.
Por eso y como defensa frente a la angustia que provoca lo desconocido, el hombre crea y mantiene una
realidad interior que superpone a la exterior y cree manejar al mundo, los objetos y el tiempo y a s
mismo en la misma forma que maneja sus representaciones.
El temor a lo abstracto y la necesidad de lo concreto.- La diferencia entre estas estructuras est dada por
la capacidad de manejar lo abstracto, capacidad que depende de su valoracin, en cuanto a lo que
simboliza, ya que lo abstracto est ligado a la idea de la libido.
Esta valoracin de lo abstracto est en relacin con la cantidad mvil de energa libidinosa, con la
capacidad de movilizarla del interior al exterior, de sentirla como elemento de conexin que se maneja,
como algo que se proyecta pero que no se desconecta de nosotros, sino que nos conecta con los dems y
que no necesitamos introyectar, ya que nos pertenece y, ms aun, es el medio el vnculo que nos permite
adquirir lo que necesitamos y deseamos de los dems.
Aumento de la integracin del Yo.- El Yo comienza en la boca al realizarse en sta el primer acto
voluntario en conexin con el objeto, en relacin con el mundo, que es mamar; en este acto el Yo realiza
una experiencia nica (chupar y fantasear). No hay dicotoma entre cuerpo y mente.
De acuerdo a diversos autores, estas fantasas deben ser entendidas no en trminos de imgenes
visuales, sino muy probablemente en trminos de imgenes motoras.
Las vicisitudes del lactante en relacin con su pecho, la satisfaccin y la frustracin, hacen que ponga en
juego los primarios mecanismos de defensa y que, frente a las situaciones de frustracin, divida el objeto
en bueno y en malo, anule, bloquee los aspectos y alucine cuando el caso lo requiera, el pecho bueno.
Al disociarse el objeto se disocia tambin el Yo, y el Yo, igual que el objeto, es dividido en dos aspectos
-bueno o malo- cuando el caso lo requiere. Al analizarse el acto de hablar, se analizan y se actualizan
estos primarios mecanismos de defensa; y el paciente revivencia en el acto de hablar la primitiva
experiencia en la cual el acto, la sensacin y la imagen formaban una unidad. Las sensaciones, el acto y
la imagen, que estaban disociadas, se unen.
Integracin en espacio y tiempo.- La integracin del Yo requiere, simultneamente, su integracin con la
realidad o sea, su integracin con el objeto, la integracin con este mismo objeto sobre el cual l se
proyecta y que luego introyecta en la succin. El sujeto, al integrarse con el objeto, se proyecta, se
conecta con la realidad, con el espacio, y adquiere de esta manera la nocin de su movimiento, de su
movilidad hacia el mundo externo, con la consiguiente readquisicin, a travs de la nocin de movimiento
y del espacio, de la nocin temporal. Al conectarse con el mundo externo, el individuo se proyecta en el
espacio y en el tiempo, en el futuro.
Reactivacin de la masturbacin.- A medida que el analizado va perdiendo temor a la fuerza de sus
instintos y aumenta su capacidad de conexin con los dems y consigo mismo, aparecen fantasas de
masturbacin con objetos prohibidos o idealizados que luego realiza; o bien las refiere, si antes las haba
mantenido ocultas, ya fuesen actuales o pasadas; o las recuerda, si estaban reprimidas.

La mano como sujeto objeto.- La mano es como la voz, muy apta para mantener la primitiva identidad
sujeto-objeto (boca-pecho), lo conecta con el objeto y pertenece al sujeto, que, por lo tanto, lo maneja y
domina; por eso conserva siempre un sentido de objeto bueno, gratificante, al que recurre frente a las
frustraciones, del que puede obtener placer cuando quiere, o sea, manejar en forma omnipotente. Se
admite que es normal la persistencia de la masturbacin, en cierta medida, en toda la extensin de la
vida del individuo. Parece que la mano, como objeto regresivo de la satisfaccin libidinosa, es como un
puente entre el individuo y el mundo, objeto real, en el que el individuo puede detenerse, atravesar y
regresar en sus vicisitudes de relacin con el mundo.
Vas de proyeccin e introyeccin.- Los sentidos, la mano y la motilidad, el movimiento, son las vas por
donde la introyeccin y la proyeccin se realizan y los mundos externos e internos se continan. El hablar
y la palabra requieren, en este sentido, un trabajo de introyeccin y de proyeccin y una capacidad de
recibir y de dar. La palabra como objeto,
Como imagen verbal que lo representa, es sentida como omnipotente, ya que sustituye al objeto y lo
reemplaza, permitiendo mgicamente poseerlo en el espacio y en el tiempo ms all y por encima de la
realidad. Por eso, tal vez, la palabra como imagen verbal, sonora o grfica, es la heredera por excelencia
de la omnipotencia del individuo, ya que le permite sobrevivir y actuar en una extensin de espacio y de
tiempo irrealizable para el individuo mismo. Una palabra o frase justifica muchas veces una larga vida
opaca y aparentemente estril y conserva, a travs del tiempo, un valor y una importancia que no se le
atribuy a quien la pronunci.
Ritmo interior.- En la medida en que el individuo pierde temor a sus instintos y no necesita inmovilizarlos
ni dentro de s ni en los dems, ni en las cosas, y se integra l mismo al con su pasado y con su futuro, al
comprender que lo actual que valora de s mismo ya de alguna manera exista anteriormente y el
resultado presente es su consecuencia, adquiere la nocin y la vivencia de su ritmo interior, de la
relatividad, de la accin que han ejercido las influencias exteriores, sensacin de su libertad interior. Este
ritmo interno es, en ltimo trmino, la consecuencia de su calidad emocional, de su instinto.
El movimiento, el ritmo, es un fenmeno emotivo. El hombre polirrtmico, y esta condicin le permite
conectarse con diversos objetos. El ritmo-movimiento depende, en ltimo trmino, de los afectos, de la
emocin, del instinto. Al hablar, el movimiento se transforma en sonido, en la voz que forma las palabras
y que le da, con su tono y con su ritmo, su verdadero sentido y su mayor o menor capacidad de llegar al
objeto.
En sntesis:
El anlisis del asociar, del interpretar y de las palabras. Actualizacin de las fantasas inconscientes y
logro de una mayor integracin del Yo por medio de este anlisis.
Este trabajo es el relato de los fenmenos observados a raz del anlisis de asociar, de interpretar y de
las palabras. La forma en que se presenta est determinada por la aparicin y comprensin de los
mismos.
En la prctica analtica, la interpretacin predeca siempre a la comprensin intelectual de un nuevo
elemento, y por eso se observarn no solo repeticiones frecuentes, sino tambin el esbozo de un tema
dentro de otro, solo que luego se desarrolla ms ampliamente. Se logr con el anlisis del asociar, del
interpretar y de las palabras, la actualizacin de las fantasas inconcientes por una va directa,
obtenindose una mayor integracin del Yo.
En este trabajo el autor analiza detalladamente los fenmenos de la contratransferencia, el significado del
hablar y la palabra, independientemente de su contenido. Aunque en la tcnica de la interpretacin se
utilizan los elementos del contenido, obteniendo as la liberacin de las cargas instintivas, sta se hace en
relacin con lo que significa el hablar en el momento actual. Por medio de esta tcnica se deshace el
proceso simblico del lenguaje y se puede observar su desarrollo completo. La detencin de la evolucin
en el anlisis y la repeticin de situaciones neurticas son consideradas como una forma de defensa
frente a la angustia de lo desconocido en el curso de la vida, que lleva a lo desconocido de la muerte.
Se estudian adems los mecanismos introyectivos y proyectivos, a los que se considera como una forma
de adquirir conocimientos y de defensa, con relacin a los objetos en el espacio y en el tiempo.
Resumen de Lisa G. de lvarez Toledo, El anlisis del asociar, del interpretar y de las palabras.

Porqu interpreta el analista.- Conocimiento e interpretacin.- La premisa de este trabajo consigna a


la interpretacin psicoanaltica como el instrumento por excelencia del psicoanlisis y privativo de la
interaccin analista-analizando en un escenario (setting) apropiado. Cualquier analista quisiera definir la
interpretacin, pero supongo que encontrar escollos difciles para hacerlo. Revisando la literatura
comprobamos que el concepto de interpretacin cambia a travs del desarrollo del psicoanlisis; para un
analista contemporneo interpretar probablemente no tenga el mismo significado que para un analista de
los aos 20, 30 o 40. La concepcin de interpretacin tambin vara segn la escuela conceptual del
analista; es incuestionable que un analista con una advocacin derivada de los desarrollos kleinianos
definira la interpretacin de una manera diferente a un analista que se ha sostenido dentro del
pensamiento clsico de Freud. Consultando el importante libro referencial de H. Etchegoyen Los
fundamentos de la tcnica psicoanaltica hallamos que l mismo no se adscribe a una definicin nica de
interpretacin; para construir una idea definitoria de interpretacin opta por tres perspectivas: la

informacin, la semntica y la operacional. No obstante la amplia gama de elementos en todas las


definiciones de interpretacin con que nos topamos, siempre hallamos uno comn en todos los intentos
de definicin: el factor conocimiento.
En la concepcin privada del autor de interpretacin tambin tomar como factor esencial al
conocimiento al cual estaran subordinados los otros: la interpretacin propone al analizado un sentido
nuevo a sus representaciones e inexorablemente, si queremos encuadrarnos dentro de la ciencia,
tenemos que someterla a prueba de refutacin en la situacin analtica y solo all, de lo contrario, la
interpretacin sera un dogma.
Por qu interpreta el analista.- El analizado organiza su mundo con base en teoras enredadas en una
caterva de errores que lo alejan de otras menos equivocadas y ms verosmiles. Estas teoras conforman
sistemas cerrados autoalimentados y se hallan en la base de las relaciones de objeto. En un sistema
cerrado de los malentendidos y las distorsiones de las experiencias emocionales proliferan con carcter
tumoral maligno autnomo fuera de todo control de regulacin. Supongamos un tumos con secrecin
hormonal propia, su secrecin afectar a todos los dems sistemas del organismo pero stos, como no
sucede en condiciones normales, son incapaces para regular o frenar la secrecin del tumor, el que
continuar produciendo hormonas sin control, en un sistema cerrado no retroactivo como el del sistema
endcrino normal. En nuestros das tenemos otro smil proveniente de la economa: la emisin de dinero
no regulado por retroalimentacin conduce a un estado inflacionario.
Figuremos ahora dos lneas en un sistema de coordenadas, una representa a un sistema cerrado y otra a
un abierto retroactivo dependiente y que se alimenta desde afuera. Las dos lneas se interceptan en un
punto determinado en el que los dos sistemas se contrastan como dos teoras competitivas a prueba de
refutacin. En el punto de refutacin y como resultado del contraste, emerge la interpretacin del
analista. En la interseccin del analista se desengrilla de la Identificacin Proyectiva del paciente y halla
las condiciones para proponerle una hiptesis desintoxicada o un conocimiento objetivo que podr ser
descartado o ajustado durante el proceso porque la interpretacin solo es la hiptesis con probabilidad
relativa.
En resumen.- El terapeuta toma en cuenta dos puntos de vista para desarrollar sus ideas: 1) la
interpretacin es el instrumento teraputico por excelencia del psicoanlisis y 2) la interpretacin en anto
todo un conocimiento.
Con estas premisas se propone la hiptesis de que la interpretacin surge de la interseccin de dos
lneas: una corresponde a la teora del paciente que obedece a sistemas cerrados autoalimentados y la
otra al analista que opera bajo un sistema abierto retroactivo. La interpretacin que emerge de esta
interseccin debe someterse a prueba de refutacin en la situacin analtica con las teoras competitivas
del paciente. El autor concluye que la interpretacin, para considerarla como tal, debe llegar a ser un
conocimiento objetivo y autnomo de las emociones involucradas en la interaccin analtica.
Resumen de Bernardo lvarez Lince, Porqu interpreta el analista.

INTIMIDAD
Definicin.- Capacidad de establecer relaciones emocionalmente estrechas. Se adquiere en la etapa de
adulto joven, en la que se trata de establecer relaciones profundas y de adquirir la capacidad necesaria
para el amor ntimo. La intimidad est relacionada con diversos aspectos psicolgicos, como la capacidad
de afiliacin, de adhesin y de compromiso. Se considera un ingrediente vital en las relaciones de amor;
la autorrevelacin de detalles ntimos, acerca de nosotros mismos, nuestras simpatas y antipatas,
nuestros sueos e inquietudes y nuestros momentos de orgullo o vergenza, crece a medida que se
profundiza una relacin y, sumada a la igualdad que implica mutuo apoyo, favorece la prolongacin del
llamado <<amor de compaero>> en el que se establece un vnculo ms clido y estable, presente tanto
en las relaciones amistosas como en las de pareja.
Farr Mart J (1999) Diccionario de psicologa. Barcelona: Ocano.

INTOXICACIN
Intoxicacin aguda.- "Estado transitorio consecutivo a la ingestin o asimilacin de sustancias
psicotropas o de alcohol que produce alteraciones del nivel de conciencia, de la cognicin, de la
percepcin, del estado afectivo, del comportamiento o de otras funciones y respuestas fisiolgicas y
psicolgicas".
Belloch A y otros, Manual de Psicopatologa, Volumen I, Madrid, McGraw-Hill, 1995, pg. 526.

Intoxicacin alcohlica.- Cuadro sintomtico producido por el consumo reciente de cantidades


excesivas de alcohol. El cuadro evoluciona desde la desinhibicin producida por dosis bajas hasta la
sedacin total, incluso con prdida de conciencia.
Belloch A. y otros, Manual de Psicopatologa Vol I, Madrid, McGraw Hill, 1995, pg. 487.

INTROSPECCIN

Definicin.- 1. Accin y efecto de observarse internamente a s mismo. Su opuesto en psicologa, como


mtodo, es la Extrospeccin, o sea, la observacin externa. Se diferencia de Autognosis, que es una
forma de comprensin y no estrictamente un mtodo psicolgico. La introspeccin es considerada por
diversas escuelas como la nica manera de captar lo psquico y hacen de ella su principal o nico mtodo.
Otras tendencias, como la Psicologa de la Conducta (Behaviorismo o Conductismo), consideran en
cambio que con la introspeccin se altera la objetividad de las observaciones, y utilizan preferentemente
la extrospeccin. 2. La contemplacin de una vivencia mientras est producindose o a travs de la
memoria representa el significado habitual del trmino, tal como lo emplean los cartesianos, los
herbartianos, los empiristas ingleses y algunos psiclogos contemporneos. 3. La descripcin de una
vivencia inmediata, en trminos referentes de los elementos y actitudes que la misma comprende. El
introspeccionismo sostiene que el mtodo introspectivo constituye el procedimiento fundamental de la
investigacin psicolgica.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

INTROVERSIN
Definicin.- 1. Orientacin de la libido hacia dentro, y retiro del inters por el mundo exterior. (Jung). 2.
Actitud o tipo de personalidad caracterizado por la orientacin de la energa psquica del individuo hacia s
mismo y sus propias vivencias. La introversin, como tendencia a engolfarse y abstraerse en sus propios
sentimientos, caracteriza tanto una actitud como un tipo de personalidad. El introvertido, frente a los
problemas, tiende a refugiarse en sueos diurnos y representaciones imaginativas, rehuyendo la accin
decidida. El extrovertido es su polo opuesto: es ms activo, dominante y de mentalidad ms objetiva.
Jung, el sugerir la clasificacin en tipos introvertidos y tipos extrovertidos, ha dado lugar a una confusin.
Abstraccin hecha de los casos extremos, tanto el introvertido como el extrovertido son seres normales;
ms aun: rara vez es posible trazar una lnea divisoria neta entre los dos tipos. Se llama ambivertido al
individuo cuya personalidad participa en un grado moderado de las caractersticas de uno y otro tipo. Se
trata del sujeto medio, cuyas actitudes no gravitan excesivamente hacia ninguno de los dos lados. En
aos recientes la actitud del maestro frente a los nios introvertidos ha cambiado considerablemente.
Antes se pasaba por alto la introversin como fuentes de dificultades emocionales; el nio obediente y
aplicado era presentado muchas veces como nio modelo a los dems. Los maestros atribuan ms
importancia a los tipos extrovertidos de conducta que a reacciones tales como la timidez, el miedo y la
sensibilidad. El creciente inters de los educadores por la salud mental ha determinado, entre otros, el
resultado de que se atribuya ahora mayor importancia a la introversin pronunciada, como sntoma y
fuentes de desajustes emocionales. Los psiquiatras, ante el hecho de que el extrovertido extremo suele
atraer sobre s la atencin hasta el punto de que no hay manera de pasar por alto sus problemas, han
sealado las dificultades de ajuste que plantea la introversin extrema. Como tradicionalmente los
maestros tendan a promover la conducta introvertida y combatir la extrovertida, los psiclogos y
psiquiatras han propugnado un cambio en esta tabla de valores.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Introvertido.- Trmino de Carl Jung para la orientacin hacia el yo; inters principal por los
pensamientos y sentimientos propios, ms que por el ambiente externo o por otras personas; preferencia
por actividades solitarias.
Aiken L (2003) Tests psicolgicos y evaluacin. Mxico: Pearson. 11 edicin (pgina 458).

INTROYECCIN
Definicin.- 1. Proceso por el cual el individuo absorbe el mundo externo dentro de s y ofrece a los
sucesos externos una reaccin que los asimila a hechos subjetivos. 2. Proyeccin de las propias
caractersticas subjetivas en objetos inanimados. Animizacin. 3. Proyeccin del sujeto sobre otro
individuo u objeto de modo de compartir los sentimientos. 4. Proceso por el cual el individuo experimenta
el propio cuerpo como sustituido por otro. Sensacin de que la propia mente es externada en un cuerpo
ajeno. En estas dos acepciones, la extroyeccin es un sntoma ocasional en las psicosis depresivas. 5.
Segn la corriente psicoanaltica, accin de depositar el afecto en la imagen de un individuo real. 6.
Segn la corriente junguiana, proceso de asimilacin del objeto al sujeto. 7. (Psicoanlisis) Trmino
introducido por Sndor Ferenczi: As como el paranoico expulsa de su Yo las tendencias que se han
vuelto displacenteras, el neurtico busca la solucin haciendo entrar en su Yo la mayor parte posible del
mundo exterior y convirtindola en objeto de fantasas inconcientes La incorporacin es el prototipo
corporal de la extroyeccin.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Definicin.- La introyeccin es la incorporacin o asimilacin, por parte del sujeto, de caractersticas o


cualidades que provienen de un objeto externo, del mundo exterior. Con esta acepcin fue introducida y
estudiada por Freud (pgina 146).
Bleger Jos (1965) Psicologa de la conducta. Buenos Aires: Eudeba. 3 edicin.

INTUICIN
Definicin.- 1. Aprehensin inmediata, contemplacin directa de un objeto presente, sin la mediacin de
razonamientos, conceptos o procederes discursivos en general. Se distinguen dos clases de intuicin:
Intuicin sensorial e Intuicin intelectual, denominndose sta tambin: visin intelectual. La Intuicin
sensorial se da en los animales y, ms perfectamente, en el hombre. Ligada a diversos rganos del
cuerpo se limita asimismo a las manifestaciones del mundo corpreo. En sentido pleno solo cabe designar
como intuicin la percepcin inmediata, porque nicamente ella co-presenta en los fenmenos sensoriales
la existencia de lo individual. En una acepcin ms amplia se califica tambin de intuitiva la
representacin en tanto que est constituida con elementos intuitivos puramente sensoriales, pero
prescinde de la existencia de lo individual representado. Entre la representacin y la percepcin se sitan
las llamadas imgenes intuitivas subjetivas de los eidticos, producidas por la fantasa (no por el
objeto) como representaciones corrientes. La intuicin sensorial como percepcin y representacin es de
la mayor importancia para el pensar humano, pues ste elabora a partir de ella muchos de sus conceptos
primeros y permanece incrustado en la misma durante su curso ulterior. La intuicin intelectual, en
sentido riguroso, se da nicamente en el espritu puro. 2. Para Bergson la intuicin permite el
conocimiento de la realidad verdadera, pues puede captar lo que dura, se mueve y deviene, en tanto que
el pensamiento, el cual opone as a la intuicin, solamente capta la exterioridad, y en forma de
fragmentos separados. 3. Aprehensin inmediata o innata de un grupo complejo de datos o de algn
principio general. 4. Juicio sin reflexin conciente previa, cuya caracterstica est en su forma inmediata.
5. La fase final de una sntesis perceptiva (sentido excepcional).
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

IRONA
Definicin.- Una actitud psicolgica intrapersonal. En griego significa: simulacin o pretexto. Es una
forma de hablar que consiste en que el que habla disimula que sabe una cosa, o dice otra que l mismo
piensa, pero siempre de una manera que el que le oye se da cuenta de ewsta simulacin. Se habla de
irona, segn un concepto de Scrates, como una actitud ante el que cree saber algo o ser muy
inteligente a pesar de no saber nada y ser un tonto. Este mtodo sirve, pues, para que el sujeto
reconozca por su propia fuerza su ignorancia o su tontera. El otro concepto de irona expresa la posicin
de sentirse elevado sobre todo lo condicionado, tambin sobre su propio arte, virtud o genialidad.
(Schiegel). La irona puede servir para desvalorizar a otra persona o, como autoirona, a s mismo. En
ambos casos en una forma compensatoria espiritual de un complejo de inferioridad.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

ISAKOWER, FENOMENO DE
Definicin.- Experiencia hipnaggica descripta por primera vez por Isakower (1938) durante la cual el
sujeto imagina masas blanduzcas que se mueven hacia su rostro. Isakower interpret este fenmeno
como una evocacin de la experiencia del infante de estar ante el pecho.
ISO
Generalidades.- Etimolgicamente ISO significa igual. Es el principio base de todas las tcnicas noverbales y sobre todo de la Musicoterapia.
Este principio funciona por ejemplo, cuando nos comunicamos con el beb balbuceando IGUAL que l, o
sea produciendo un sonido concordante. El principio de ISO sirve para abrir un canal de comunicacin
entre terapeuta y paciente, para lo cual es necesario que coincidan el tiempo mental del paciente con el
tiempo sonoro-musical expresado por el terapeuta, o sea que el paciente pueda conectarse con el sonido
que hace el musicotarapeuta. Por ejemplo, el terapeuta puede imitar los sonidos que produce el mismo
nio autista, y ste se conecta a su vez con ese sonido. Hay distintos tipos o estructuras dinmicas de
ISOS, distribuidos en el inconciente y el preconciente):
a) ISO gestltico: es un elemento dinmico que potencializa toda la fuerza de la percepcin pasada y
presente.
b) ISO cultural: depende de cada cultura, es la identidad sonora propia de una determinada comunidad,
compartida por todos sus miembros, que tienen entonces el mismo ISO cultural.
c) ISO universal: comn a todos los seres humanos ms all de sus diferencias culturales, como el latido
cardaco, el susurro de la voz materna, etc. Son arquetipos sonoros (Jung), y forman parte a nivel

inconciente del ISO gestltico. Otro ejemplo es la escala pentafnica (escala musical de 5 notas, presente
en todas las melodas infantiles ms all de las razas y culturas).
Los ISOS cultural y universal van cambiando porque van absorbiendo las caractersticas del medio
circundante.
d) ISO grupal: propio de cada grupo, son las afinidades sonoras de un grupo tnico, como una nacin o
pueblo (que puede agrupar a personas de culturas distintas). Opera en el preconciente, tal como tambin
lo hace el ISO cultural y el ISO complementario.
e) ISO complementario: se estructura temporalmente a causa de diversos cambios que se producen cada
da; es la fluctuacin momentnea del ISO gestltico que aparece en el preconciente motivada por
circunstancias del momento.
Debemos distinguir el principio del ISO de la idea de imprinting. Imprinting significa que un animal
considera su madre el primer ser que ve luego del nacimiento. El ISO en cambio no se establece en el
momento de nacer, sino mucho antes, en la fecundacin (unin vulo-espermatozoide). No es captado
intrauterinamente por el odo sino por todo el cuerpo, se captan vibraciones, movimientos y son
frecuencias relativamente bajas. Coinciden con los latidos, fluctuaciones rtmicas del flujo sanguneo y
pulsos que llegan desde la madre hasta el feto al travs del lquido amnitico.
Cada ser humano estructura su propio y nico ISO gestltico durante los 9 meses de vida intrauterina.
Luego, la msica y la danza seran intentos posteriores por recuperar inconscientemente experiencias
sensoriales similares a las recibidas en la vida pre natal. En suma, las relaciones del contexto no-verbal y
el hombre deben buscarse en las estructuras vinculares entre la madre y su feto, y posteriormente
msica, danza, etc. evocan aquellos vnculos materno-filiales.
Hay distintas influencias que se producen entre la madre, el feto y el mundo externo: las influencias
ambientales llegan a travs del lquido amnitico: un sonido externo es captado por el feto, por ejemplo.
Entre madre y feto hay tambin comunicacin, como a partir del 4 mes ella empieza a sentir los
movimientos del feto. Ms tarde estos canales de comunicacin tienden a atrofiarse sobre todo, por otros
sonidos como radio, TV, stress, etc. En los autistas son el nico canal de comunicacin.
En el caso de la relacin de la madre con el hijo recin nacido, aparecen por vez primera canales de
comunicacin de conciente a conciente, entre madre e hijo, o sea, canales extrapsquicos que pueden que
pueden conseguirse gracias a los llamados Objetos Intermediarios, u objetos capaces de crear
extrapsquicos y de fluidicar aquellos que se encuentran rgidos o estereotipados.
El objeto intermediario incluye una serie de objetos transicionales (en el sentido de Winnicott), y es
bsicamente un objeto de comunicacin. Evolutivamente el objeto transicional se transforma en objeto
intermediario y solo ste puede usarse teraputicamente. Por ejemplo, una calabaza que produce sonido,
un tambor, etc.
Caractersticas del objeto intermediario son:
a) existencia real y concreta, b) inocuidad: no produce alarma, c) maleabilidad, puede usarse en diversos
tipos de vnculo, d) es trasmisor, puede sustituir el vnculo manteniendo la distancia, e) asimilabilidad,
permite una relacin ntima que hace que el sujeto pueda sentirlo propio, f) adaptabilidad, a las
necesidades del sujeto, g) instrumentabilidad, puede utilizarse como prolongacin del sujeto.
Un paso ms en la evolucin esta representado por un nuevo objeto, llamado Objeto Integrador. Se lo
define como un instrumento de comunicacin que enlaza la relacin vincular de ms de dos personas
entre s. Generalmente son instrumentos de percusin muy sonoros, como tambores, bombos, xilofones,
etc. para dar ejemplos tpicos de uso en la clnica. El objeto integrador resume con mayor fuerza las
energas del ISO grupal.
Resumen de Benenzon R (1993) Teora de la musicoterapia. Madrid: Mandala. Captulo 2, Parte 1.

ISOMORFISMO
Generalidades.- Principio postulado por la psicologa de la Gestalt, segn la cual hay entre el fenmeno
psicolgico y el cerebral una concomitancia estructural. Khler lo formula as: cualquier conciencia actual
est, en cada caso, no solamente acoplada ciegamente a su proceso psico-fsico correspondiente, sino
que es semejante a l en propiedades estructurales esenciales. Corresponde a una forma de
paralelismo (pgina 193).
Bleger Jos (1965) Psicologa de la conducta. Buenos Aires: Eudeba. 3 edicin.

JACKSON, JOHN
Biografa.- (1835-1911) John Hughlings Jackson fue un mdico ingls que desarroll la teora de que las
convulsiones epilpticas resultan de una sbita descarga de impulsos en la materia gris de la corteza
cerebral. La Ley de Jackson dice que en la persona mentalmente trastornada el orden de degeneracin es
inverso al orden ontognico: las primeras funciones mentales en desaparecer son aquellas que
aparecieron como ltimas en la evolucin mental del individuo. La convulsin jacksoniana consiste en
espasmos que afectan pequeos grupos de msculos sin que acompae una prdida del conocimiento,
pero con la posibilidad de que ms tarde se produzcan convulsiones ms serias.

Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

JAMES, WILLIAM
Biografa.- (1842-1910) Eminente filsofo y psiclogo, probablemente el pensador que ms influy en
EE.UU. Graduado en la Escuela Mdica de la Universidad de Harvard, ocup all en 1872 una ctedra de
anatoma y fisiologa, y ms tarde de psicologa y filosofa. Como filsofo, James lleg a ser lder
indiscutido del pragmatismo, influyente movimiento norteamericano; fueron tambin valiosos sus aportes
al campo de la tica, la religin, la metafsica y la teora del conocimiento. Como psiclogo, James dio
gran impulso al desarrollo de la psicologa experimental en EE.UU. Tambin se interes profundamente
por los fines y la psicologa de la educacin, y seal nuevos derroteros en la aplicacin de principios
psicolgicos empricos en la prctica escolar. El fin ltimo de la educacin, tal como lo describe James,
tiene un carcter individualista antes que social y refleja su nocin biolgica de la mente como
instrumento de adaptacin. La educacin -escribe- consiste, en ltimo anlisis, en la organizacin de
recursos en el ser humano, de aptitudes que lo capaciten para el mundo fsico y social. De ah que la
tarea de los maestros consiste primordial y esencialmente en ensear al alumno la conducta, ponerlo
en condiciones de adaptarse en forma eficaz a su medio ambiente actual y futuro. Expuso James los
principios psicolgicos que deban constituir la base de esta enseanza de la conducta en dos obras que
han tenido hondo influjo sobre el desarrollo de la educacin moderna: Principles of Psychology, publicada
en 1890, y Talks to Teachers, dada a la imprenta en el ao 1899. En Los principios de la psicologa,
James contribuy desde el punto de vista funcional a la flamante ciencia de la psicologa. La erudicin de
que hace gala el autor en esta obra, su estilo brillante y su carcter penetrante de gran nmero de
fenmenos psquicos han hecho de este libro uno de los tratados modernos de psicologa de ms amplia
repercusin. Talks to Teachers rene conferencias dadas por el autor ante maestros. James intenta all
una aplicacin prctica y concreta de la psicologa emprica a los problemas educacionales, promoviendo
entre los educadores un amplio inters en la psicologa como base de toda educacin. Adems, ambas
obras abundan en teoras especficas que han influido profundamente sobre el desarrollo de la teora y la
prctica educacional, desarrollando entre ellas los conceptos de James acerca del instinto, la emocin, la
memoria, el hbito y los resultados motores de las ideas. Es verdad que pasaron los aos y algunas de
sus nociones relativas a la educacin han educado. Probablemente, la contribucin especfica mxima de
James al desarrollo de la educacin fue su crtica a la doctrina de la disciplina formal en el campo de la
memoria, crtica que dio origen a gran nmero de investigaciones, que corroboraron su criticismo y
llevaron al concepto fundamental de James de que las reacciones del individuo en una situacin dada y
las consecuencias de estas reacciones condicionan inevitablemente sus futuras reacciones en dicha
situacin. Este concepto, como tambin otros principios enunciados por James, es un importante
antecedente de la psicologa basada en el estmulo y la respuesta, elaborada por su discpulo Thorndike.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Biografa.- (Nueva York, 1842-Chocorua, EE UU, 1910) Filsofo estadonidense. La peculiaridad del
pragmatismo de James se debe a que su formacin, a caballo entre Europa y Estados Unidos, qued
abierta a influencias de diversa ndole. Por una parte, su trabajo es deudor del padre del pragmatismo,
Peirce, aunque por otra tambin lo es del espiritualismo europeo de la poca, especialmente el de
Bergson. El filsofo parte de la tesis pragmatista de que la percepcin y el pensamiento existen slo con
miras a la conducta; todo procedimiento de investigacin est dirigido hacia la determinacin de una
creencia, tal como haba afirmado ya Peirce, cuya propuesta metodolgica adopta tambin James: se
trata de determinar las creencias involucradas en un sistema cientfico y aceptar como preferente la que
sea ms susceptible de rectificacin. Si para Peirce este mtodo debe servir para asegurar la validez
objetiva de la ciencia, la lectura que realiza James del pragmatismo es ms instrumentalista. Segn su
punto de vista, la nica diferencia entre las creencias seculares y las religiosas reside en que estas
ltimas suponen para quien las adopta un riesgo mayor, precisamente por cuanto se trata de una
creencia ambiciosa. Puesto que las creencias sirven a la accin y funcionan como una apuesta del sujeto
a fin de poder llevar una vida mejor, la creencia religiosa no ha perdido validez, segn James, pese a la
secularizacin progresiva de Occidente. Por otra parte, James entiende que, dado que toda afiliacin a
una creencia comporta un riesgo, lo que hace falta es mirar hasta qu punto una creencia compensa el
riesgo derivado de adoptarla, segn la utilidad que reporte, tal como defiende en La voluntad de creer
(1897). Este planteamiento deja al descubierto el hecho de que para James el pragmatismo sirve de
puente hacia un relativismo subjetivista, que defiende un mundo plural (tantos mundos como individuos),
opuesto a la nocin tradicional de universo, y que ofrece slo, si acaso, un pluriverso (Un universo
pluralista, 1909). Su obra programtica se titula Pragmatismo. Un nombre nuevo para algunos antiguos
modos de pensar (1907). Interesado en diversas disciplinas, James ense psicologa (1889-1897) y
filosofa (1897-1907) en la Universidad de Harvard.
Fuente: Annimo
http://www.biografiasyvidas.com/

JANET, PIERRE
Biografa.- (1859-1947) Psiquiatra francs; investig la histeria, desarroll el concepto de disociacin,
adelant las tcnicas teraputicas del medio ambiente y la sugestin y sostuvo el concepto de la energa
psquica. Obras principales: Letat mental des hustriques, 1892; Lautomatisme psychologique, 1889; La
Mdecine Psychologique, 1923; Lvolution psychologique de la personnalit; Le jugement moral chez
Ienfant, 1932; Le dbut de Iintelligence, 1935.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Biografa.- Neurlogo y psiclogo francs (Pars, 1859-1947). Doctor en filosofa por la universidad de
Pars, su tesis vers sobre el automatismo psicolgico. Discpulo de J. M. Charcot y profesor de la
Sorbona y en el Liceo del Havre, fue director del Laboratorio de Psicologa Patolgica de la Salptrire
(1890), y en 1902 accedi a la ctedra de Psicologa Comparada del Colegio de Francia. Estuvo
interesado por el estudio de la histeria y, aunque en sus inicios parti de una concepcin organicista,
posteriormente plante la hiptesis de la existencia de una relacin directa entre la aparicin de la
sintomatologa y la presencia de un choque emocional. Este choque pareca haber sido olvidado por el
sujeto y no ser accesible a la conciencia. La disociacin entre una conciencia accesible y otra no, le llev
a formular su teora general de las neurosis que tuvo gran repercusin en su momento. Fue tambin un
gran impulsor de la psicologa experimental, y autor de numerosos ensayos: El automatismo psicolgico
(1889), Las obsesiones y la psicastenia (1903), Las neurosis (1905), Neurosis e ideas fijas (1909), De la
angustia al xtasis (1927-1928), La evolucin psicolgica de la personalidad (1929). Entre sus obras
destaca su Tratado de Psicologa (1928), en colaboracin con G. Dumas. Se interes asimismo por los
trastornos obsesivos y describi el fenmeno de la fatiga crnica de estos pacientes, lo que populariz
con el trmino de psicastenia.
Farr Mart J (1999) Diccionario de psicologa. Barcelona: Ocano.

JASPERS, KARL
Biografa.- (1883-1969) Psiquiatra y psiclogo, despus filsofo existencialista. Su manual de psiquiatra
abarca no solamente la enfermedad mental como nosologa, sino al enfermo mental mismo, en su
peculiaridad. Psychologie der Weltanschaungen, 1919 (Psicologa de las concepciones del mundo)
representa su trnsito a la filosofa a la que se dedic adelante. En este trnsito fue influido por Dilthey,
pero todava ms profundamente por Kierkegaard. Su obra maestra es la Philosophie, 1932, y su otra
obra de mayor influencia: Die geistige Situation der Zeit, 1931. Entre de una serie de otras obras
magistrales hay que mencionar su Von der Wahrheit Philososphische Logik, Tomo I, 1947. Las palabras
de Jaspers: lo que en el lenguaje mtico se denomina alma en el filosfico se llama existencia., nos
indica la relacin ntima entre la filosofa y la psicologa. El esclarecimiento de la Existencia arranca del
Yo como existente, como objeto de la psicologa, y llega, trascendiendo a uno mismo como existencia.
Jaspers define al ser humano como un ser que decide, libremente, segn su conciencia. El ser humano
es libre, y esta libertad ya se expresa en su intento de ser libre. Estos conceptos de Jaspers fueron
divulgados y asimilados por Frankl en su Existencialanalyse. Segn Jaspers se puede hablar sobre el ser
del ser humano en tres sentidos. Encontramos primero el ser como lo existente (Dasein), como aquello
que es objeto. Tambin conocemos el ser como algo que es para s, que en su raz es distinto de todo ser
de las cosas y que lleva el marchamo de Existencia (Existenz). Por ltimo, tenemos lo que es en s, que
no puede ser abarcado ni por lo existente ni por el para s: la trascendencia. (Bochenski). Hay otros dos
conceptos que se relacionan con la Existencia Jasperiana. El primero es el concepto de la libertad. Dice
Jaspers: La existencia es libertad. No se trata de la cuestin del determinismo o indeterminismo. . El
hombre tiene conciencia de su libertad por la eleccin existencial, es decir, en la decisin de ser l
mismo. La libertad se presenta como unidad contradictoria entre lo arbitrario y la necesidad: puedo,
puesto que debo. Soy libre en la eleccin, me vinculo con ella, por lo tanto, debo realizarlo y soportar las
consecuencias. No es la realidad emprica que me vincula con la libertad, sino la fuerza creadora en s
misma. Reconocer que me s libre significa reconocer: ser culpable. Esta culpabilidad es inevitable
porque es la existencia misma. Era Jaspers quien introdujo como el mtodo ms importante de la
metafsica, el desciframiento. En Die Schuldfrage, 1946, intenta Jaspers aclarar las races psquicas del
Hitlerismo.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

JUBILACIN
Generalidades.- Una de las consideraciones ms importantes de la suerte que corren los que se jubilan
es determinar si se retiraron por decisin propia o si se vieron obligados a hacerlo. En uno y otro caso, la
jubilacin es el cambio de status ms importante de la vejez. La salud es un factor importante en las
reacciones ante la jubilacin. Muchos abandonan la fuerza de trabajo por enfermedad. Otros pueden
estar sanos pero tienen que jubilarse por su edad (Craig y Baucum, 2001:601).

La situacin econmica es otro factor importante. La mayora de los ancianos estadounidenses tiene
suficiente dinero para vivir. La pobreza es ms probable entre los solteros, los miembros de los grupos
minoritarios y las mujeres (Craig y Baucum, 2001:601).
La actitud que se haya tenido hacia el trabajo tambin influye en los sentimientos relativos a la
jubilacin. Para quienes se han consagrado al trabajo, la jubilacin significa abandonar su vida anterior.
Es un paso muy difcil para quienes nunca han encontrado la satisfaccin personal fuera del trabajo en
pasatiempos y en otras actividades (Craig y Baucum, 2001:601).
En general, las mujeres con experiencia laboral continua muestran mayor seguridad econmica y estn
mejor preparadas para jubilarse que las que laborado de manera intermitente (Craig y Baucum,
2001:601).
La preparacin para la jubilacin consta de tres elementos: desaceleracin (reducir las posibilidades de
trabajo), planeacin del retiro y vida como jubilado. Algunas compaas cuentan con consejeros
especializados que guan a los empleados en el proceso (Craig y Baucum, 2001:601).
Algunos expertos sostienen que tal vez estemos perdiendo innecesariamente empleados talentosos y
productivos y que se necesitan soluciones creativas para este sector de la poblacin, entre ellas opciones
menos exigentes como el trabajo de medio tiempo (Craig y Baucum, 2001:601).
Craig G y Baucum D (2001) Desarrollo psicolgico. Mxico: Pearson Educacin, 8 edicin.

Efecto psicolgico.- La jubilacin significa para el individuo, una violenta alteracin del ritmo de vida,
debiendo abandonar de la noche a la maana su rutina cotidiana, aquella vida que le daba sentido y lo
ubicaba. Las consecuencias de esta circunstancia pueden ser diversas: desde una adaptacin saludable y
positiva a trastornos psicofsicos de compromiso, pasando por estados de angustia y sentimientos de
inutilidad de diferente profundidad y alcance (Garca Pintos, 1993:117).
Garca Pintos Claudio (1993) El crculo de la vejez. Sobre la psicologa normal de la persona que envejece. Buenos
Aires: Almagesto.

JUEGO
Definicin.- Huizinga define el juego como una accin u ocupacin libre, que se desarrolla dentro de
unos lmites temporales y espaciales determinados, segn reglas aceptadas, accin que contiene su fin
en s misma y va acompaada de un sentimiento de tensin y alegra y de la conciencia de ser de otro
modo que en la vida corriente. La cultura brota del juego.
Huizinga Johan (1968) Homo Ludens. Buenos Aires: Emec.

Concepciones.- Se han emitido varios conceptos sobre el juego. Segn: 1) Spencer: su funcin
psicolgica consiste en descargar el exceso de energas. 2) Stanley Hall: atencin del retorno y audicin
lejana del pasado de la historia de las especies (recapitulacin). 3) Carlos Groos: en base a su teora de
preadaptacin y preejercicio: proporciona ejercicio y prctica para las futuras actividades. 4) Carr:
derivacin por catarsis y comprensin de las tendencias agresivas y conservacin de los hbitos ya
adquiridos. 5) Claparde: tiene por funcin permitir al individuo realizar su Yo, desplegar su personalidad
por derivaciones ficticias. 6) Huizinga: el instinto ms primitivo (homo ludens). 7) Estas diferentes
definiciones concluyen con la afirmacin que el juego es una necesidad vital de los seres. No hay ningn
animal que no juegue, y solamente el hombre, ya adulto, renuncia al juego. Sin embargo, entre los
pueblos primitivos, en las diferentes danzas y ceremonias religiosas y costumbres, queda conservada la
necesidad de jugar. Se puede hablar en la psicoterapia de una nutricin ldica. El nio desnutrido en lo
que se refiere al juego, o el nio que no sabe jugar, muestra ya trastornos psquicos, a menudo los
primeros sntomas de una neurosis en potencia.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Caractersticas.- El juego implica una funcin tan crucial como la de fabricar o trabajar y por lo tanto,
merece como expresin, ocupar un lugar junto a la de Homo Faber (Huizinga, 1968:243-244).
El juego no es una tcnica sino un artificio, palabra proveniente del trmino latino artificium, y que rene
ars, arte, ms facere, hacer. El artificio implica el artfice, aquel que ejecuta cierto arte. De este modo, se
establece el primer acento relevante, segn el cual el juego es un artificio en el sentido de arte de jugar,
a la manera de aquel hacer ingeniosos que instituye su diferencia y designa cierta creacin que
transforma o disfraza porque destaca que su operatoria sustituye lo real.
Todo lo que es misterio o simulacro por naturaleza est prximo al juego, y an es necesario que se
imponga la parte de la ficcin y de la diversin, es decir, que el misterio no sea reverenciado y que el
simulacro no sea ni principio ni signo de posesin y de transformacin.
El juego es esencialmente una ocupacin separada, cuidadosamente aislada del resto de la existencia y
realizada, por lo general dentro de lmites precisos de tiempo y de lugar. Hay un espacio para el juego,
segn los casos, la rayuela, el tablero de ajedrez o el tablero de damas, el estadio, la pista, el
cuadriltero, la escena, la arena, etc. Nada de lo que ocurre en el exterior de la frontera ideal se toma en
cuenta, nada de lo que excede a los limites pre fijados, pre destinados para dicho juego son registrados

Los de afuera son de palo. Salir del recinto por error, por accidente o por necesidad, enviar la pelota
ms all del terreno, o bien descalifica, o bien da lugar a una prenda Cada cual atiende su juego y el que
no, una prenda tendr.
Muchos juegos no implican reglas. De este modo, no las hay, o cuando menos no fijadas y rgidas, para
jugar a las muecas, al soldado, a policas y ladrones, al caballo, a la locomotora, al avin, y en general a
los juegos que suponen una libre improvisacin y cuyo principal atractivo se deriva del placer de
representar un papel, de comportarse como si, se fuera alguien distinto o incluso una cosa distinta, por
ejemplo una maquina. Cada vez que el juego consiste en imitar a la vida, por una parte el jugador no
sabr inventar y seguir reglas que no existen en la realidad, por la otra, el juego se acompaa de la
conciencia de que la conducta seguida es simple mmica, simple dramatizacin.
Como dira Roger Caillois (1986), los juegos disciplinan los instintos, pues son, por un lado, espacio para
placer y la invencin, y por otro, acatamiento de una serie de restricciones. Al proporcionar un modelo
controlado de la realidad, permiten el aprendizaje, no de un oficio o de una actividad especfica sino de
las virtudes necesarias para afrontar pruebas posteriores.
Los juegos de competencia desembocan en los deportes; los juegos de imitacin y de ilusin prefiguran
los actos del espectculo. Los juegos de azar y de combinacin han dado origen a numerosos desarrollos
de las matemticas, desde el clculo de probabilidades hasta la topologa. Es claro, el panorama de la
fecundidad cultural de los juegos, resulta impresionante. Su contribucin en el nivel del individuo no es
menor. Los psiclogos le reconocen un papel capital en la historia de la afirmacin de s en el nio y en la
formacin de su carcter.
En sus observaciones sobre el juego, Huizinga pone en primer plano el valor del como si; [] la
cancelacin del mundo cotidiano se presenta de plano en la vida infantil []. El juego es una accin libre
ejecutada como si, sentida y situada fuera de la vida corriente [] que absorbe al que juega y se
ejecuta en determinado tiempo y espacio, da origen a las asociaciones que implican misterio y disfraz y
se destacan del mundo habitual (Huizinga, 1968:26-27). De este modo, la cancelacin de lo cotidiano, el
pasaje a un tiempo mtico, y su correlativo acento en lo ficcional remiten a la pregunta por el estatuto del
como si en tanto nudo de lo ldico.
Caillois Roger (1986) Los juegos y los hombres. Mxico: Fondo de Cultura Econmica.
Huizinga Johan (1968) Homo Ludens. Buenos Aires: Emec.

El juego a lo largo de la historia.- Johan Huizinga se expresa en 1938 en su libro Homo Ludens acerca
de la importancia que ha tenido el juego en la historia y habla acerca de las complicaciones que aparecen
en la construccin del concepto a partir de las palabras que lo convocan en los diferentes idiomas
europeos modernos. En griego, en el antiguo hind y en chino, el concepto de juego se encuentra
diferenciado de la competicin. Para los griegos es imposible separar la competicin como funcin cultural
de la triple unin entre juego, fiesta y accin sacra. El caso griego no es el nico, en chino la palabra
wan encierra entretenerse, alborotar, palpar, olfatear, disfrutar de la luna. En idioma germnico, el
juego se vincula con la lucha en general; el juego es lucha y la lucha es juego. En el hebreo, el juego es
rer, ocuparse en broma de algo y tambin danza. Es Huizinga tambin quien derrota otra dificultad
conceptual: la prdida de sentido. Dice Huizinga: otro punto importante es que propendemos
constantemente a debilitar a la idea de jugar, convirtindola en un concepto que seala determinada
actividad pero que no conserva del jugar en sentido estricto ms que una de las propiedades inherentes
al juego. En el siglo XXI, como Antn Pirulero cada cual, se ha ido perdiendo el juego porque los
individuos grandes y pequeos, se encuentran totalmente absorbidos por padecimientos, sufrimientos,
desesperacin, psicopata. Ingresamos a una era iatrognica, la sociedad globalizada nos enferma. Dira
Michael Ende (1989): Los hombres oscuros y grises, a veces de modo brutal, de vez en cuando sutil,
han aplastado el juego y en consecuencia han arrasado el tiempo que hace horizonte, el tiempo que se
despeja en la escena del mundo si en l hay lugar para los hombres-nios que juegan.
Huizinga Johan (1968) Homo Ludens. Buenos Aires: Emec.
Ende Michael (1989) Momo. Santiago de Chile: Alfaguara.

Generalidades.- Para Huizinga, el juego abarca el mundo animal y el mundo humano. Por lo tanto, no
se basa en nada racional, ya que esto la limitara al mbito humano. Segn este autor, el juego es una
funcin llena de sentido. "Es la actividad que transcurre dentro de s misma y se practica en razn de la
satisfaccin que produce su misma prctica" (Huizinga, 1968). Comprende tanto la lucha por algo como
la representacin de algo.
Gesell lleg a establecer que por medio del juego el nio tiene la oportunidad de esforzarse, fracasar y
obtener xitos, correr riesgos calculados, sentir emociones y acumular experiencias que edifican su
moral, su capacidad de resistencia y de tolerancia. Constituyen sus primeras lecciones de dispositividad.
"El juego en su aspecto formal, es una accin libre ejecutada "como si" y sentida como situada fuera de
la vida corriente, pero que, a pesar de todo, puede absorber por completo al jugador sin que haya en ella
ningn inters material ni se obtenga de ella provecho alguno; es una actividad ejecutada dentro de un
determinado espacio, que se desarrolla en un orden sometido a reglas y que da origen a asociaciones que
propenden a rodearse de misterio o a disfrazarse para destacarse del mundo habitual" (Huizinga, 1968).

Roger Caillois enumera cuatro categoras de juegos:


1. La denominada agon incluye la disputa, la lucha, la competicin, el deseo de vencer y de
reconocimiento de la victoria. Una disputa o una competicin presuponen concentracin,
entrenamiento apropiado, esfuerzo sostenido y deseo de ganar.
2. La clasificacin alea abarca los juegos de azar en los cuales el hado o el destino (no el oponente)
controlan el resultado, por ejemplo los dados, la ruleta y otros de la misma clase.
3. La tercera categora se refiere a los juegos mmicos tales como el fingimiento, el disfraz, la
dramatizacin y la imitacin.
4. La cuarta categora denominada ilinx (palabra griega que significa 'remolino') pone de relieve el
vrtigo, tanto si se produce por prdida del equilibrio como por un cambio de posicin muy
rpido. La velocidad y la aceleracin contribuyen a producir estas sensaciones que pueden tener
tambin su origen en el patinaje, esqu, zambullida y en algunos tipos de ejercicios gimnsticos,
balanceo del columpio, en la calesita, etc.
Est fuera de toda duda que la habilidad y la tcnica cumplen un rol muy importante en muchos de los
deportes de vrtigo como por ejemplo el esqu, el deslizamiento con trineo y el patinaje; adems es
extremadamente difcil controlar los elementos de azar en la mayor parte de las disputas deportivas. Por
otra parte, la eleccin racional de posibilidades (estrategia) es un elemento bsico de muchos de los
deportes competitivos cuya prctica requiere tcnicas especiales.
Los juegos han sido caracterizados de diversas maneras; as, tenemos los que requieren destrezas
fsicas, los de azar y los de estrategia que implican la eleccin racional de posibilidades. Cuando los
juegos se convierten en deportes suele necesitarse mucha prctica y aprendizaje para adquirir entereza
fsica y destreza, fuerza, velocidad, resistencia, y precisin necesarias para sobresalir.
La descripcin de Huizinga, sumada al anlisis crtico posterior realizado por Caillois, viene a dar como
resultado los siguientes atributos descriptivos de los juegos:
1. Libres y voluntarios: se empiezan y se terminan cuando uno lo desea.
2. Limitados en el espacio y en el tiempo: se desarrollan en un medio circunscrito.
3. No utilitarios: los productos deportivos no son materiales.
4. Resultados finales inciertos (para sostener este aspecto, hay un intento de igualar a los
competidores).
5. Tienen reglas y sanciones y el vencedor debe ganar por mritos, no por azar.
6. Son simulacros, no tareas reales; por eso es muy difcil justificarlos como una ocupacin; sin
embargo se desarrollan con la mxima seriedad.
7. Por lo general son competitivos.
Cazau P (2002) Vocabulario de Psicologa. Buenos Aires: Redpsicologa.
Bibliografa consultada
Huizinga Johann (1968) Homo Ludens. Buenos Aires: Emec.

Juego y deporte.- El deporte tiene patrones y estructuras, se halla institucionalizado con normas,
cuenta con tradiciones y con modelos de conducta, tiene organizacin y, a menudo, equipos en los cuales
cada uno de los participantes tiene responsabilidades especficas y desarrolla especialidades que le son
propias.
Malinowski dice en "Scientific Theory of Culture" que el cuerpo de actividades organizadas, tales como los
deportes, las danzas, los juegos y las diversiones, posee una actividad muscular y nerviosa regulada y
establecida que empieza y termina en s misma; y que la necesidad de movimiento y actividad del
organismo humano impone la demanda de aquellas a la civilizacin. Kaelin dice que el hombre despus
de haber aprendido las destrezas motoras para vivir empieza a jugar con las respuestas motoras para
distraerse, para mantener el bienestar fsico y para experiencias de carcter moral y esttico. Las
opiniones difieren mucho en torno del punto de si el juego, y en especial el deporte, debe o no ser un fin
en s mismo.
Es poco menos que una tradicin sociolgica establecer una filiacin entre el juego y el deporte. Este
ltimo sera, segn la concepcin de Caillois (1958), una forma institucionalizada, domstica (paideia), de
los juegos agonsticos originales (ludus). En cambio, otros autores tales como Sage (1978) o SuttonSmith (1975), insisten en lo que diferencia ambas actividades y en la originalidad del deporte en
comparacin con el juego. En este orden de ideas, Coakley (1980), al estudiar lo "vivido psquicamente"
por nios de 3 a 13 aos empeados en juegos espontneos (play), en juegos rudimentariamente
organizados (game), o en actividades deportivas, muestra que existe una diferencia importante entre los
dos primeros y el tercero: la organizacin formal de las interacciones en el deporte y su control por parte
del adulto provocan actitudes radicalmente distintas de la capacidad para autoorganizarse y de la
creatividad.
Cazau P (2002) Vocabulario de Psicologa. Buenos Aires: Redpsicologa.

El juego como tcnica psicoanaltica.- La tcnica analtica del juego nos permite ver ciertas
diferencias entre la vida mental adulta y la infantil. Los nios, como sabemos, se relacionan con el mundo

externo dirigiendo su atencin hacia los objetos placenteros utilizando una libido que antes estaba
apegada al yo, de manera que la relacin con los objetos fue originalmente narcisista. Tambin, los nios
comienzan su aprendizaje de la realidad a partir de las privaciones que sta les impone. Trude, una niita
de tres aos, so que no le daban jarabe de frutilla porque no haba ms, lo que significaba que aun
sufra la privacin del pecho impuesta por el destete. Muchas veces el nio no puede tolerar la privacin
(un ndice de neurosis), y de all que en los nios, as como en los adultos, uno de los fines del
tratamiento es lograr una adaptacin exitosa a la realidad.
Varios casos nos indican que el complejo de Edipo ya puede estar ejerciendo una profunda influencia a
los dos aos. El ejemplo de Rita (excesiva fijacin a la madre y profunda identificacin con el padre) nos
revela la ntima conexin entre Edipo y neurosis, pero no podemos saber si es a los nios neurticos a
quienes ms afecta el Edipo o al revs, es decir, si un Edipo muy temprano puede ocasionar una
neurosis.
Podemos estudiar ciertos rasgos tpicos que aparecen en ciertas edades en el anlisis de nios pequeos.
Muchos ataques de angustia en nios muy pequeos derivaban de un terror nocturno experimentado
hacia el tercer ao, y resultaban a su vez de una elaboracin neurtica del Edipo.
As, la conducta de Trude en el anlisis apareca como una reedicin de un terror nocturno y como una
forma de poder elaborar su conflictiva edpica: a los dos aos ya deseaba ocupar el lugar de su madre
para concretar el coito con el padre, y cuando naci el hermanito el anlisis mostr las causas de su
angustia y de su orinarse y ensuciar la cama. Trude adems se lastimaba (por identificacin, son los
padres quienes la estaba castigando), lo cual se explica por sus sentimientos de culpa derivados de la
situacin edpica y el complejo de castracin.
Los juegos infantiles revelan un temprano sentimiento de culpa. Por ejemplo Rita mostraba miedo al
reproche del padre. En otras ocasiones, a quien tema era a su madre introyectada. Algunos juegos
mostraron que Rita representaba internamente dos papeles: el de la autoridad que juzga y el del nio
que es castigado.
El juego de representar papeles es muy importante, pues gracias a l el nio puede expulsar a las figuras
parentales que ha introyectado y que lo atormentan internamente con su severidad: de aqu que dicho
juego produce alivio y placer.
Los sentimientos de culpa pueden producir una inhibicin del juego infantil, y puede ocurrir en pocas
muy tempranas por cuanto tambin es temprana la estructura superyoica. El supery del nio es ms
fuerte porque su yo es ms dbil, y de ah que el anlisis fortifica el yo para frenar las excesivas
exigencias del supery.
Otra diferencia con el adulto es la actitud del nio frente al anlisis: ellos parecen entender las
interpretaciones fcilmente y a veces expresan mucho placer hacia ellas, lo cual se debe a la ms fluida
comunicacin que los nios tienen entre el conciente y el inconciente. Incluso luego de una
interpretacin, el juego se vuelve ms fluido y placentero porque se vio debilitada la represin por efecto
de la primera. Esto no significa que luego no aparezcan resistencias, debidas principalmente a un
sentimiento de culpa.
Los nios expresan en el juego sus deseos y fantasas en un lenguaje arcaico, similar al del sueo, y de
all que al analizar el juego no slo tendremos en cuenta el simbolismo sino tambin los mecanismos de
representacin y elaboracin onricos. Tambin, as como el adulto hace asociaciones sobre sus sueos,
el nio las hace sobre sus juegos. Adems los nios utilizan otro mecanismo primitivo: sustituyen las
palabras por acciones, y por ello en sus juegos actan.
Freud pensaba que analizando nios no poda accederse a las profundidades de su vida mental. Esto
ocurre si utilizamos con ellos la misma tcnica de los adultos. Los nios, a diferencia de los adultos que
slo pueden reconstruir experiencias y fijaciones infantiles, las pueden representar directamente. As
por ejemplo Ruth poda representar directamente su problema de no poder recibir ya ms leche de la
madre, jugando a que en el lavatorio el tapn era un tapn de leche que no dejaba pasar el lquido hacia
las caeras. Otra paciente, Erna, represent sus impresiones cuando apreci sus hbitos higinicos
jugando con muecos que defecaban.
Los adultos tambin pueden recurrir a acciones como mecanismo primitivo de representacin, pero en los
nios por lo general dicha accin es placentera y es un medio para un fin: es esta una condicin para que
se vea facilitado el anlisis.
No obstante, la situacin analtica de nios y adultos es la misma en lo esencial: interpretaciones
adecuadas, resolucin gradual de las resistencias, y descubrimiento de situaciones anteriores por medio
de la transferencia.
En los nios, a pesar de que las interpretaciones surten efecto rpidamente, pasa bastante tiempo antes
que puedan elaborar concientemente las mismas. Por ejemplo, slo despus empiezan a distinguir la
madre imaginada de la real, y es cuando se dan cuenta que sus agresiones iban hacia la madre real (y no
hacia el mueco que la representaba), ocasin donde comienzan a adaptarse a la realidad.
El primer resultado del anlisis infantil es que mejoran sus relaciones emocionales con los padres, pero
slo despus de ello pueden comprender y asimilar las interpretaciones. Las exigencias del supery se
modifican, y el yo puede tolerarlas y ser ms fuerte.

Cuando todo ello ocurre los nios pueden ser capaces de reemplazar la represin por un rechazo
razonado: as, se acuerdan risueamente de cuando antes queran asesinar a su madre, o comrsela,
etc. Esto indica una disminucin de la presin de la culpa y una sublimacin de deseos previamente
reprimidos.
En resumen: las especiales caractersticas primitivas de los nios requieren una tcnica especial adaptada
a ellos: el anlisis de sus juegos. Gracias a ella podemos alcanzar experiencias y fijaciones ms
profundas, lo que a su vez sirve para influr sobre su desarrollo.
Se trata de diferencias de tcnica, no de principios teraputicos, ya que tambin en el anlisis del juego
se mantiene la transferencia y la resistencia, la represin y sus efectos, la amnesia, la compulsin a la
repeticin y el descubrimiento de la escena primaria, todos elementos que haba preconizado Freud para
cualquier tratamiento analtico.
Condensado de Klein M (1926) Principios psicolgicos del anlisis infantil. Artculo incluido en Obras Completas, tomo
2. Buenos Aires: Paids-Horm, 1986.

Para Freud.- El juego es una actividad simblica que permite al nio renunciar a una satisfaccin
instintiva, haciendo activo lo sufrido pasivamente, cumpliendo una funcin elaborativa al posibilitar la
ligazn de las excitaciones recibidas (pg. 145).
Reynoso R, Psicopatologa y clnica infanto-juvenil. Buenos Aires: Ed. Belgrano.

Para M. Klein.- a) El juego como lenguaje: el nio expresa sus fantasas, deseos y experiencias
simblicamente por medio de juguetes y juegos, y al hacerlo utiliza los mismos medios de expresin
arcaicos, filogenticos, el mismo lenguaje que no es familiar en los sueos. b) Las experiencias sexuales
del nio est enlazadas con sus fantasas masturbatorias y por medio del juego logra su representacin y
abreaccin. c) El juego calma la ansiedad: transforma las experiencias sufridas pasivamente en activas y
cambia el dolor en placer. d) En el juego y en general, son las fantasas las que promueven y mantienen
el desarrollo del inters por el mundo externo y el proceso de aprendizaje del mismo, y de ellas se extrae
la fuerza para buscar y organizar el conocimiento del mundo. e) La capacidad para evocar el pasado en el
juego imaginativo parece estar muy vinculada con el desarrollo del pensamiento, del poder evocar el
futuro en hiptesis constructivas y desarrollar las consecuencias de los si. f) E juego tiene un
importante valor diagnstico y pronstico (pgs. 145-152).
Reynoso R, Psicopatologa y clnica infanto-juvenil. Buenos Aires: Ed. Belgrano.

Para Erik Erikson.- l juego es una funcin del Yo que expresa su intento de sincronizar los procesos
corporales y sociales en el s mismo. Aunque reconoce que puede hacerse una lectura simblica del
juego, destaca la necesidad yoica de dominar las diferentes reas de la vida, sobre todo en aquellas que
el nio percibe que su s mismo, su cuerpo y su rol social son incompletos y estn rezagados. As, el
juego permite alucinar un dominio yoico, pero tambin practicarlo en una realidad intermedia entre la
fantasa y el mundo real. El juego es un medio de revelar la forma en que el nio experimenta y
estructura su mundo y funciona dentro de l; tambin, Erikson le otorga valor teraputico (pgs. 160161).
Reynoso R, Psicopatologa y clnica infanto-juvenil. Buenos Aires: Ed. Belgrano.

Para Winnicott.- En el proceso de desarrollo, la actividad de jugar se describe en cuatro etapas (pgs.
71-72):
a) El nio y el objeto estn fusionados, o sea, el nio tiene una visin subjetiva del objeto. La madre
procura hacer real lo que el nio est dispuesto a encontrar.
b) El objeto es repudiado, reaceptado y percibido objetivamente. En esto la madre debe estar dispuesta a
devolver lo que se ofrece, y si este papel no encuentra impedimentos, el nio vive una experiencia
mgica de omnipotencia. La confianza en la madre genera as un campo intermedio de juegos donde
nace la idea de lo mgico y lo omnipotente.
c) El nio se encuentra solo en presencia de alguien. El nio juega suponiendo que persona amada digna
de confianza est cerca y sigue estndolo en el recuerdo.
d) El nio permite una superposicin de dos zonas de juego y disfruta de ella. Primero es la madre quien
juega con el beb cuidando de encajar en sus actividades ldicas, pero tarde o temprano introduce su
propio modo de jugar descubriendo que los bebs varan segn su capacidad para aceptar o rechazar la
introduccin de ideas que les pertenecen. Queda as allanado el camino para un jugar juntos en una
relacin.
Winnicott (pgs. 76-77) indica que la zona de juego, en el cual el nio se halla muy concentrado y no
admite intrusiones, es una zona intermedia que no es ni su realidad subjetiva ni el mundo exterior, pues
en el juego el nio rene objetos o fenmenos de la realidad exterior usndolos al servicio de su realidad
interna o personal: sin necesidad de alucinaciones, revela as su capacidad para soar al investir
fenmenos exteriores de significacin y sentimientos onricos.
El juego implica confianza y est ubicado en el espacio potencial entre el beb y la madre. Compromete
al cuerpo porque manipula objetos y porque puede haber excitacin corporal. Esta excitacin en las

zonas ergenas, los instintos, amenazan el jugar: aunque el juego es satisfactorio, puede elevar la
ansiedad a niveles intolerables, destruyndolo. El carcter excitante del juego no deriva del despertar de
los instintos, sino de la precariedad de la accin recproca, en la mente del nio, entre lo que es subjetivo
(casi alucinacin) y lo percibido objetivamente (realidad verdadera o compartida).
Hay un desarrollo que va de los fenmenos transicionales al juego, de este al juego compartido, y de este
a las experiencias culturales.
Winnicott D (1994) Juego y realidad. Barcelona: Gedisa.

Para Winnicott.- a) Para entender la idea del juego resulta til pensar en la preocupacin que
caracteriza el jugar de un nio pequeo. El contenido no importa. Lo que interesa es el estado de casi
alejamiento, afn a la concentracin de los nios mayores y los adultos. El nio que juega habita en una
regin que no es posible abandonar con facilidad y en la que no se admiten intrusiones.
b) Esa zona de juego no es una realidad psquica interna. Se encuentra fuera del individuo, pero no es el
mundo exterior.
c) En ella el nio se rene con objetos o fenmenos de la realidad exterior y los usa al servicio de una
muestra derivada de la realidad interna o personal. Sin necesidad de alucinaciones, emite una muestra
de capacidad potencial para soar y vive con ella en un marco elegido de fragmentos de la realidad
exterior.
d) Al jugar, manipula fenmenos exteriores al servicio de los sueos, e inviste a algunos de ellos de
significacin y sentimientos onricos.
e) Hay un desarrollo que va de los fenmenos transicionales al juego, de este al juego compartido, y de
l a las experiencias culturales.
f) El juego no implica confianza, y pertenece al espacio potencial existente entre (lo que era al principio)
el beb y la figura materna, con el primero en un estado de dependencia casi absoluta y dando
por sentada la funcin de adaptacin de la figura materna.
g) El juego compromete al cuerpo: i) debido a la manipulacin de los objetos; ii) porque ciertos tipos de
inters intenso se vinculan con algunos aspectos de la excitacin corporal.
h) La excitacin corporal en las zonas ergenas amenaza a cada rato al juego, y por lo tanto el
sentimiento del nio, de que existe como persona. Los instintos son el principal peligro, tanto para el
juego como para el yo; en la seduccin, algn agente exterior explota los instintos del nio y ayuda a
aniquilar su sentimiento de que existe como unidad autnoma, con lo cual el juego resulta imposible.
i) En esencia el juego es satisfactorio. Ello es as cuando conduce a un alto grado de ansiedad. Existe
determinada medida de ansiedad que resulta insoportable y que destruye el juego.
j) El elemento placentero del juego contiene la inferencia de que el despertar de los instintos no es
excesivo; el que va ms all de cierto punto lleva a: i) La culminacin; ii) Una culminacin frustrada y un
sentimiento de confusin mental e incomodidad fsica que solo el tiempo puede curar; iii) Una
culminacin alternativa (como en la provocacin de la reaccin de los padres o de la sociedad, de su ira,
etc.). Se puede decir que el juego llega a su propio punto de saturacin, que corresponde a la capacidad
para contener experiencias.
k) El juego es intrnsecamente excitante y precario. Esta caracterstica no deriva del despertar de los
instintos, sino de la precariedad de la accin recproca, en la mente del nio, entre lo que es subjetiva
(casi alucinacin) y lo que se percibe de manera objetiva (realidad verdadera o compartida) (Winnicott,
1994:76).
Winnicott D (1994) Realidad y juego. Barcelona: Gedisa.

Juego compulsivo.- "Impulso a jugar, que se experimenta de modo repetido, y que causa un intenso
malestar, gran prdida de tiempo, o una interferencia significativa con la rutina habitual del individuo,
con su funcionamiento profesional, con sus actividades sociales habituales o en sus relaciones con los
dems. Esta conducta se realiza para neutralizar o impedir el malestar. Se lleva a cabo con una sensacin
de compulsin subjetiva que, al mismo tiempo, se asocia a un deseo de resistir la compulsin (al menos
inicialmente). Habitualmente se utiliza este trmino como sinnimo de juego patolgico".
Belloch A y otros, Manual de Psicopatologa, Volumen I, Madrid, McGraw-Hill, 1995, pg. 588). Ver tambin Juego
patolgico.

Juego patolgico.- "Fracaso crnico y progresivo en resistir los impulsos a jugar y aparicin de una
conducta de juego que compromete, rompe o lesiona los objetivos personales, familiares y vocacionales
(DSM-III-R, 1987)".
Belloch A y otros, Manual de Psicopatologa, Volumen I, Madrid, McGraw-Hill, 1995, pg. 588.

JUGUETE
Definicin.- Objeto utilizado por los nios como diversin. Durante el primer semestre de vida, el beb
juega sobre todo con cu cuerpo, que empieza a descubrir. A los siete meses comienza a interesarse por
determinados objetos. Hacia los ocho-nueve meses es capaz de meter un objeto dentro de otro, y al ao,

se divierte lanzando objetos lejos de l. Todas estas actividades tienen una funcin: los juegos
musculares son necesarios para conseguir una buena motricidad. El descubrimiento y el anlisis de los
objetos estimulan, por otra parte, el desarrollo intelectual. Los padres pueden favorecer las actividades
ldicas de sus hijos poniendo a su disposicin juguetes adaptados a su edad y posibilidades, y que
respondan a su inters. Pero no es suficiente ofrecer juguetes a un nio para asegurar un buen desarrollo
de la psicomotricidad. La participacin del entorno es esencial ya que el juego constituye una forma de
relacin muy constructiva y, en este sentido, exige una participacin activa de los padres.
Farr Mart J (1999) Diccionario de psicologa. Barcelona: Ocano.

JUICIO
Definicin.- "Capacidad para evaluar una situacin correctamente y para actuar en forma apropiada en
dicha situacin" (Kaplan H Sadock B y Grebb J, 1997).
Kaplan H, Sadock B, y Grebb J, (1997) Sinopsis de psiquiatra. Tomo: Ciencias de la conducta. Psiquiatra clnica.
Buenos Aires: Editorial Mdica Panamericana. 7 edicin.

Definicin y concepto.- Es la actividad psquica mediante la cual el espritu realizada una sntesis
mental que permite llegar a una conclusin entre las ideas o conocimientos. Un juicio es siempre la
afirmacin de una verdad y hace posible la adquisicin y aceptacin de un conocimiento. Tiene dos
etapas: 1) Etapa de elaboracin: Se hace la relacin e identificacin de los conocimientos. 2) Etapa
crtica: Se hacen las comparaciones y la seleccin de los conocimientos aportados a la conciencia.
Posteriormente se hace la valoracin de todo lo seleccionado, para llegar a una conclusin definitiva. El
juicio realiza un anlisis minucioso antes de resumir sus conclusiones en una sntesis (Betta, 1984:138).
Betta Juan (1984) Manual de Psiquiatra. Buenos Aires: CEA, Octava edicin.

Psicopatologa del juicio.- Las perturbaciones son de orden cuantitativo y cualitativo. Pueden ser: a)
Juicio insuficiente: Alteracin cuantitativa que se observa en los casos de incompleto desarrollo psquico:
sndrome frenastnico. b) Juicio debilitado: Disminuido o deficiente con respecto a su capacidad anterior;
es una alteracin cuantitativa: sndrome demencial. c) Juicio suspendido: La conciencia, que se encuentra
dificultada o impedida en su funcin. Alteracin cuantitativa, confusin mental. d) Juicio desviado:
Alteracin cualitativa: debida a la interferencia a una intensa carga afectiva: delirios, mana, melancola.
Juicio afectado en forma parcial (Betta, 1984: 138).
Betta Juan (1984) Manual de Psiquiatra. Buenos Aires: CEA, Octava edicin.

Juicio clnico.- En el proceso psicodiagnstico, el juicio clnico es ms que un juicio tcnico: requiere
imaginacin, sufrimiento, compromiso, investigacin, etc y toma en cuenta tanto la evaluacin objetiva
como la interpretacin subjetiva. Un juicio clnico implica una transformacin de datos, una serie de
pasos para elaborar una hiptesis clnica, para confirmarla o rechazarla total o parcialmente.
Lunazzi de Jubany H, Lectura del psicodiagnstico.

Segn Freud.- Freud sintetiza la posicin empirista frente al juicio, que destaca su origen psicolgico, y
la posicin criticista, que resalta su carcter de estructura gnoseolgica y que supera a la primera,
superando Freud a su vez ambas en una nueva sntesis dialctica.
Para Freud el juicio no es meramente lo percibido y presentado en un juicio tal cual, como una copia
(empirismo), pues lo originalmente percibido va sufriendo transformaciones a nivel inconciente, y el juicio
termina representando otra cosa.
Para el criticismo el juicio no surge solamente de la percepcin: es una estructura innata mediante la cual
se puede afirmar o negar una cualidad a una cosa (juicios cualitativos afirmativos y negativos).
Especficamente, Freud dir que los juicios negativos cumplen otra funcin adems de la indicada: son el
sustituto intelectual de la represin (pues niegan).
Yez Corts R, Categoras epistmico-gnoseolgicas de La negacin de Freud. Artculo publicado por la Ctedra de
Metodologa de la Investigacin Psicolgica II. Buenos Aires, Universidad de Belgrano, 1985.

Generalidades.- 1. Actividad cognoscitiva que consiste en traer dos ideas sobre las que se afirman
semejanzas o diferencias, como sucede al juzgar pesos, lneas, cuadros, etc. Se distingue entre el juicio
como entidad lgica y el juicio como proceso psicolgico, como operacin intelectual. Mientras la
psicologa se refiere al hecho de juzgar en la conciencia, para la lgica el juicio es un producto mental,
un pensamiento peculiar compuesto y enunciativo. (Pfender). 2. Fue Marbe el que primeramente se
enfrent con el problema psicolgico del juicio. Para Marbe es todo estado de conciencia al que se pueden
aplicar sensatamente las palabras falso o verdadero. Marbe dedujo de sus experiencias la posibilidad de
concluir que no hay ninguna condicin psicolgica del juicio. El escocs E. Watt, desde el punto de vista
introspectivo, crey afirmar que el juicio no se distingue en nada de una simple asociacin. El elemento
caracterstico para Watt est dado por la consigna (la tarea); no hay juicio, dice, ms que donde la
asociacin no es fortuita; lo hay solo donde la asociacin es guiada y, por as decirlo, dirigida por una

consigna. Un juicio es, pues, una sucesin de hechos de conciencia condicionada a su origen por un
factor psicolgico, precedentemente conciente y cuya influencia comprobable dura aun. Segn Messer
un juicio es un proceso del pensamiento que encuentra su expresin verbal completa en una proposicin
indicativa. Lindworsky aclar que si la investigacin experimental ha demostrado en el juicio como
particularmente caracterstico un momento activo, existe, sin embargo, otro factor que entra en juego y
es el sentimiento de la certidumbre que acompaa nuestra actividad psquica en la formulacin de un
juicio. En conclusin dice Gemelli: En la formulacin de los juicios entran otros elementos, adems de los
intelectuales; es decir: un acto de querer, un sentimiento de placer, de seguridad, y de certeza. Hay, por
lo tanto, una mezcla de contenidos e conciencia distintos que, si no son constitutivos del proceso de
juicio, garantizan, sin embargo, su formulacin y, acompandolo, tienen como resultado ese estado de
nimo de certeza que es propio del conocimiento de la verdad, o de lo que nosotros creemos tal.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

JUNG, CARL
Biografa.- Psicoanalista europeo (1875-1961), discpulo favorito de Sigmund Freud, que se rebel
contra su maestro creando su propia escuela, denominada Psicologa Analtica. Entre sus principales
aportes se cuenta la teora de los arquetipos y el inconciente colectivo.
Fue hijo nico de un pastor protestante del que recibi una educacin marcadamente religiosa, y al que
se enfrent cuando decidi seguir medicina en lugar de ser ministro de la iglesia.
Estudi en Basilea y en Zurich, y se inclin por la psiquiatra; a partir de 1907 se convirti en estrecho
colaborador de Freud. Pero Jung estaba en desacuerdo con su maestro, que conceda una importancia
fundamental a las motivaciones sexuales en el surgimiento de las neurosis. En cambio, subray la
trascendencia del instinto religioso en el hombre y por sus ideas fue duramente criticado por los
seguidores de Freud. Se lo acus de abandonar los mtodos de la investigacin cientfica, dedicarse a la
brujera y al espiritismo y fue apodado "el brujo". Sin embargo, sus estudios sobre la interpretacin de
los sueos le valieron un enorme respeto profesional y tambin su teora de que los smbolos ms
antiguos de la historia de la humanidad se repiten en el hombre del siglo XX.
Fue Jung quien populariz los conceptos de introvertido y extravertido, el primero aplicado a
personalidades cuyos pensamientos e intereses se dirigen hacia adentro, y el segundo usado para
designar a quienes los proyectan hacia el mundo exterior.
A partir de 1935 y durante muchos aos ocup la ctedra de Psicoanlisis en Zurich y ms tarde en
Basilea, desde donde divulg su pensamiento, aunque afirmaba: "Yo no proclamo ninguna enseanza
definitiva y delimitada en ella misma, no quiero discpulos ciegos". Su enorme prestigio se vio empaado
por su simpata hacia los nazis, ya que estaba convencido de que Alemania deba cumplir un papel
primordial en la historia. Falleci en Suiza, el 6 de junio de 1961.
(Fuente, Diario "Clarn", Buenos Aires, 6-6-96).

Biografa.- (1875-1961) Psiclogo suizo, alumno de E. Bleuler, profesor de Psiquiatra en la Universidad


de Zurich. En 1904 introdujo su mtodo diagnstico (Diagnostische Assoziationsstudien). En 1907 se
encontr con Freud y desde entonces figur como una de los representantes ms importantes del
Psicoanlisis. En 1911 fue elegido presidente de la Asociacin Psicoanaltica Internacional. En 1912
apareci su libro Wandlungen und Symbole der Libido (Transformaciones y smbolos de la libido), en el
cual ya se diferenciaba de las teoras de Freud. En 1913 se separ definitivamente de la escuela freudiana
y sigui su propio camino, como fundador de la psicologa analtica, denominada tambin Komplexe
Psychologie. Su obra principal Psychologische Typen (Tipos psicolgicos) apareci en 1920. Jung, en sus
viajes por frica del Norte, en Arizona, Nuevo Mxico, en Kenya (frica Oriental), investig los elementos
de los mitos y religiones primitivas. En los aos siguientes Jung se dedic al estudio del pensamiento
oriental (chino e hind). Como fruto de estas investigaciones escribi en colaboracin con Wilhelm,
Zimmer y Kernki una serie de libros sobre temas mitolgicos.
Jung se separ de Freud, en primer lugar, por no aceptar los conceptos de ste sobre el predominio de la
sexualidad. Sin embargo, las divergencias fueron todava ms y ms profundas, y hoy da ya se puede
afirmar la completa independencia de Jung. El discpulo se convirti l mismo en maestro. Para Jung el
ser humano aparece, como verdaderamente lo es: un ser colectivo, representante de su especie en el
mundo entero, y en su evolucin desde su creacin. Freud ha descubierto en lo inconciente el juego de
los instintos: Jung descubri en lo inconciente el alma de toda la humanidad, que se form desde los
tiempos ancestrales. De su inconciente colectivo surge todo lo que define al ser humano en su ser. En
este inconciente colectivo se forma la religin, se forma la vinculacin espiritual entre los seres humanos,
entre Dios y su creacin humana. Las investigaciones de Jung sobre la formacin de los mitos, smbolos
colectivos (por ejemplo: mandala), sobre la religin y sobre aquella vivencia humana trascendental y
eterna que es -para el psiclogo Jung- Dios, han abierto nuevos caminos, nuevas posibilidades para que
el ser humano se conozca a s mismo como individuo y la humanidad entera cuya parte l es. Para Freud
el enfermo es un solo individuo son sus propios instintos particulares, con su presencia (y no existencia)
aislada en este mundo. Para Jung aparece el hombre en su existencia, pero en esta existencia se

presenta la imagen ancestral de toda la humanidad, como arquetipo. El individuo se eleva sobre este
fundamento (individualizacin), y forma as su propia personalidad. El ser humano es individuo, pero
lleva en su animus la inmortalidad de su ser, por ser ancestral en s mismo y la inmortalidad por su
espritu trascendental. En muchas de sus afirmaciones Jung puede ser, y es, atacado (Buber), pero nadie
puede dudar de la solidez cientfica de sus posiciones, nadie puede refutar que entre los psiclogos,
ningn otro ha llegado a ampliar los conocimientos sobre el ser humano, como persona y como ser
colectivo, como C. G. Jung. No hay duda, sin la anticipacin de Freud, Jung no hubiese podido elevar su
edificio cientfico, pero tampoco hay duda de que este edificio es propio de Jung, no menos monumental
para todos los tiempos, que la obra de Freud. Hay que mencionar que Jung fue el primer psiclogo que se
ocup de los fenmenos ocultos (Zur Psychologie und Psychopathologie sogenannten occulter
Phnomene, 1902) en su Tesis de doctorado. Se puede decir sobre las obras de Jung lo mismo que l
eligi, como lema, en la piedra, sobre la entrada de su casa, la respuesta del orculo de Delphos a los
Lacedonios: Vocatus ataque no vocatus, Deus aderint (Llamado o no llamado, Dios est presente).
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Su pensamiento.- Jung desarrollar la llamada Psicologa Analtica o Compleja apartndose de Freud en


1913 (as como lo haba hecho tambin Adler en 1911). A diferencia de Lacan, Klein o Hartmann, Jung
hace una ruptura conceptual profunda con Freud. Recibe influencias de Bleuler (un psiquiatra suizo con
quien trabaj), de W. James (fundador del pragmatismo norteamericano en psicologa), de P. Janet y de
H. Bergson.
Respecto de este ltimo, Jung indica que el verdadero conocimiento implica una participacin mstica con
lo conocido, lo que de algn modo concuerda con Bergson quien, luego de sealar la insuficiencia de la
inteligencia para penetrar lo psicolgico, propone como va a la intuicin. Recordamos aqu la influencia
de James, para quien la realidad psquica es un continuo flur llamado corriente de conciencia.
La intuicin de Bergson no es sensible sino metafsica: parte del interior del objeto y se dirige hacia la
captacin de lo que tiene de nico e intransferible constituyendo as una especie de experiencia mstica,
de hecho parapsicolgico. Jung mismo reconoce haber tenido experiencias de telepata y precognicin.
Las divergencias de Jung se plantean en oposicin a Freud y a Adler, en tanto estos pretendan reducir
todo o bien a la sexualidad, o bien a un sentimiento de inferioridad o una voluntas de podero. Jung
seala que uno y otro construyen teoras tan distintas porque Freud era extrovertido y Adler introvertido,
y propone una integracin de ambas concepciones. Por empezar, plantear que la libido no es la energa
sexual vivida en el plano psquico (como indicaba Freud), sino que es energa psquica en general,
energa utilizable en cualquier tipo de tarea. Conserva sin embargo esta denominacin porque libido en
latn significa tendencia, impulso. Poe estas razones Jung cuestionar la tesis freudiana de un desarrollo
sexual precoz. Para Jung, no es verdad que haya actividad sexual desde el nacimiento, cumpliendo la
libido simplemente funciones de nutricin y crecimiento (hasta los 3-4 aos). Inclusive hasta los 6 aos
la madre no reviste inters sexual para el nio, siendo ella simplemente una fuente de cuidados y
ternura. Slo despus comienza a aparecer un erotismo en ciernes en relacin a ella.
Condensado de las clases del Prof. Len Ostrov, Facultad de Psicologa, Universidad de Buenos Aires, noviembre de
1978.

Biografa.- Jung nace en 1875 y hacia 1913 se separa de Freud por el indebido nfasis que pone ste
en el sexo. Inicialmente ide un test de asociacin de palabras para detectar complejos y esquizofrenia;
tambin cre una tipologa temperamental (extravertido-introvertido) que ejerci mucha influencia en la
psiquiatra de la poca. Incluy en su teora sus conocimientos sobre mitos, religin y filosofa, lo que
hizo parecer su doctrina, ms un sistema metafsico, que una teora psicolgica. No obstante l mismo
insisti en el carcter cientfico de su pensamiento.
As, a su doctrina de la verdad psicolgica o realidad psicolgica dice que al estar cargada una
creencia de gran significacin emocional, entonces es considerada verdadera. Una creencia, sea cual
fuere, tiene realidad psicolgica. Con respecto a su teora de los arquetipos, aplica all Jung, tambin el
mtodo cientfico indagando lo desconocido a partir de lo parcialmente conocido. Si en Freud los
smbolos eran algo general que se particularizaba en cada sujeto con cierta significacin sexual, en Jung
en cambio, los smbolos particulares de cada uno, se interpretan hacia su forma general, como una idea
platnica. Tras el tero materno est el gran tero arquetpico de la gran madre de todo lo viviente.
Detrs de la libido sexual hay tambin algo ms general: la energa creativa del universo.
Las diferencias de Jung respecto de Freud son tres: 1) el inconciente no contiene solamente lo
reprimido (Freud) sino tambin los aspectos mentales que se descuidaron en el desarrollo; 2) contiene
tambin ciertas experiencias personales desapercibidas o ideas que se olvidaron porque perdieron
energa; 3) el inconciente personal de Freud es slo una mnima parte de todo el i9nconciente, pues
tambin est el inconciente colectivo o racial, que contiene todo lo heredado (mitos, creencias
colectivas, etc.). Hay cierta resistencia a creer en un inconciente colectivo, en base a pensar que no
existen los conceptos innatos. Pero Freud mismo admiti que ya se nace con una herencia arcaica,
filogentico.

Tres razones parecen haber llevado a Jung a plantear la existencia de un inconciente colectivo: 1) la
gran coincidencia de los temas mitolgicos en culturas distintas; 2) la prdida progresiva, en anlisis
prolongados, de significacin personal del smbolo y su fusin con un sentido universal; 3) la analoga
de smbolos mticos con fantasas de psicticos.
Algunos critican la hiptesis del inconciente colectivo por ser innecesario, ya que la similitud de
smbolos de distintas culturas se puede explicar ms simplemente, porque todos los hombres compartes
las mismas experiencias (nacen, mueren, crecen, dependen del sol, etc.).
La psique, para Jung, tiene 3 planos: conciencia, inconciente personal, inconciente colectivo. La
conciencia es como las islas, debajo de ella est el inconciente personal, y stos se unen en el lecho
marino: comn a todos, que es el inconciente colectivo. La corteza ms externa de la personalidad se
llama persona o mscara. Es lo que se muestra al mundo externo, lo que oculta al verdadero yo. Es lo
que el socilogo llamara rol o papel.
La relacin con el mundo se da por extraversin o por introversin y por otro lado mediante, el
pensamiento, la intuicin, el sentimiento o la sensibilidad. Cada persona tiene algn predominio de esos
aspectos. Si predomina en la conciencia el temperamento extravertido, ser en lo inconciente
introvertido, pues siempre se dan en forma inversa. Si predomina lo intuitivo en un plano, predominar
en el otro lo sensual, etc. El nima -de nivel conciente- es masculino en la mujer y femenino en el
hombre. Todo est invertido: el tmido es inconscientemente valeroso, etc.
La fuerza bsica de la mente es para Jung la libido, que no tiene necesariamente carcter sexual, como
deca Freud. El desarrollo sexual abarca desde Jung tres etapas: 1) pre-sexual: 3-5 aos, en relacin
con la nutricin y el crecimiento; 2) pre-puberal (perodo de latencia de Freud), donde verdaderamente
empieza la sexualidad para Jung, y 3) la madurez: desde la pubertad en adelante. El Edipo se funda en
el amor a la madre nutricia, y solo se tie de sexualidad en la fase pre-puberal, y la castracin se ve
ms bien como simblica, una renuncia a los deseos infantiles. La represin es poco importante en la
gnesis de la neurosis, ya que sta no viene de un conflicto entre impulsos y exigencias sociales, sino
entre aspectos de la personalidad misma que se desarrollaron en forma desigual. La regresin no sera
tampoco patolgica, sino un retroceso para saltar mejor, una adaptacin creativa. La neurosis
sobreviene cuando no se alcanza esa adaptacin creativa y queda el sujeto en su comportamiento
primitivo. La clave de la neurosis est en el presente no en el pasado.
Jung basa su psicoterapia en el contacto con el curativo inconciente colectivo, por medio de la
interpretacin de los sueos, y la asociacin libre. Una perspectiva religiosa ayuda tambin al individuo.
Condensado de Brown J (1989) Freud y los post-freudianos. Los primeros cismticos.

Biografa.- Desde pequeo introvertido, su relacin con sus padres influir sobre l. El padre era pastor,
clido pero inseguro en sus creencias, y su madre imprevisible, vital, fue para Jung fuente de energa y
seguridad afectiva. Siendo mdico pasa seis meses entre los enfermos mentales, concluyendo que sus
conductas no son percepciones distorsionadas de la realidad sino que estn plenas de significado, el cual
debe decodificarse. Empieza a interesarse por el planteo freudiano de la motivacin inconciente y desde
el principio trata de conciliarlo con las ciencias naturales y las leyes de la termodinmica, o sea la
conservacin y transformacin de la energa aplicada a lo psquico, que luego ocupar un lugar central en
su teora.
A pesar de ver Freud en Jung al hijo varn que no tuvo y ver Jung en Freud al padre seguro, la ruptura
es inevitable cuando Jung concibe la libido como algo mucho ms amplio e inespecfico que la mera
representacin psquica del impulso sexual. Luego de la guerra, empieza Jung a desarrollar la teora del
inconciente colectivo al estudiar ciertos fenmenos que l considera como imgenes primordiales y
determinantes de todo el desarrollo humano. Esto lo lleva a ampliar sus conocimientos (filosofa,
orientalismo, alquimia, literatura, historia, idiomas griegos y latn, etctera) y viaja a Asia, Amrica y
frica para estudiar culturas muy diferentes a la occidental. Hacia el final de su vida se dedic al estudio
de la sombra, que son los aspectos ms inadaptados e indeseables del hombre, y por ello un arquetipo
importante en el desarrollo. Antes de su muerte publica El hombre y sus smbolos, dirigido al pblico en
general.
Jung enfatizar la conducta humana desde el punto de vista teleolgico y como expresin de su entorno
universal; por ello privilegia las vivencias bsicas humanas referidas a la vida, la muerte, la
trascendencia, todas vivencias teidas de un sentimiento numinoso (de numen, espritu). Estas
experiencias estn ms all de lo humano, es la experiencia de lo trascendental y lo sagrado (pero Jung
no le da connotaciones religiosas dogmticas).
Jung explica la dinmica de la personalidad mediante la idea de libido. La libido (anhelo, ansia) es la
energa indiferenciada que est en la base de todos los procesos vitales. Es algo muy concreto pero
imposible de conocer (as como ocurre con la idea de energa en fsica).
La energa es algo capaz de producir trabajo, o sea se define por lo que hace, no por s misma. En s
misma nadie sabe qu es: es el man de los polinesios, la fuerza de la inspiracin, etctera, o sea es
fuerza creadora, accin vital que regula la actividad psquica desde dentro: no hay nada desde fuera que
regule dicha actividad.

El mantenimiento y la transformacin de esta energa son explicados por las leyes de la termodinmica.
La actividad psquica es entendida como un proceso energtico sujeto a transformaciones que se realizan
mediante regulaciones internas que tienden a compensar en uno u otro sentido los excesos energticos
canalizndolos para mantener el equilibrio. As, las transformaciones de la energa exigen una constante
interaccin entre los distintos aspectos hacia los que se canalizan. Estos aspectos (al igual que las cargas
elctricas), son opuestos entre s, y as la energa se desplaza entre polos opuestos con el fin de
equilibrarlos. As, la psique es un sistema de autorregulacin energtica entre opuestos o polos
antagnicos presentes en ella. El principio de enantiodroma o principio de los opuestos es entonces el
principio bsico de la dinmica de la psique. Este principio rige adems en todo el universo.
La energa y su dinmica son inconcientes, pero lo que Jung no determina es donde termina la energa
fsica y empieza la psquica: esta transformacin en otra modalidad de la misma y nica energa ocurre
en un determinado momento de la evolucin de la especie: en el momento donde el hombre deviene
simblico, o sea de un momento donde nada tiene sentido a otro pleno de sentido: el smbolo es como
una mquina psicolgica que transforma la energa fsica en psquica, o sea en libido.
Los smbolos son hechos, imgenes, palabras, situaciones que representan, expresan, designan o
connotan algo ms que su significado inmediato o manifiesto. O sea tienen un aspecto desconocido,
inconciente, imposible de definir porque si no no sera algo ms. Definir el smbolo es anularlo, vaciarlo,
y slo podemos alcanzarlo como metfora o alegora de un sentido complejo, innato y tan antiguo como
el hombre. El contenido ltimo del smbolo slo es presuntivo. Por ello los smbolos no se piensan, se
sienten, se viven en imgenes; ellos constituyen las expresiones naturales espontneas de la energa
psquica que se van cristalizando a lo largo de la evolucin transindividual. Por ello son comunes a toda la
humanidad.
Smbolo entonces es una unidad sincrtica (contiene muchos elementos) de significados polivalentes
(muchos significados) situada entre lo manifiesto y lo oculto. El trabajo hermenutico va descubriendo
algunos de los muchos significados, y lo que se revela es una estructura enantiodrmica detrs de ellos,
o sea una estructura donde hay polos opuestos.
La psique consta de tres sistemas: conciente, inconciente personal, e inconciente colectivo.
El ncleo del conciente es el yo, conformado en base a percepciones, memoria, sentimientos,
pensamientos. El yo es organizador y guardin de lo conciente y provee identidad y continuidad de la
personalidad a lo largo de la historia. El yo es selectivo para salvaguardar la coherencia interna personal
y permitiendo la adaptacin al medio. Tanto estructural como dinmicamente, lo conciente es el producto
ms reciente de la evolucin filo y ontogentica, y su desarrollo est relacionado con el de los otros
sistemas.
El inconciente personal encierra todo aquello que fue antes conciente pero que fue reprimido. Tales
deseos o impulsos pueden emerger nuevamente bajo formas regresivas, a la conciencia, produciendo
imgenes que expresan el conflicto subyacente. En el inconciente personal se conforman los complejos
de carga afectiva, trmino este ltimo creado por Jung en 1912 y definidos como una estructuracin de
experiencias reprimidas en torno a fuertes ncleos afectivos. Estos ncleos ejercen una accin
constelizadora, pues son como un imn para atraer experiencias que se viven del mismo modo que esos
ncleos conflictivos. Tanto tica como intelectualmente, el inconciente personal es neutro; es un ente
natural que slo es peligroso cuando lo conciente impide la resolucin de sus conflictos subyacentes.
El inconciente colectivo es el que tiene mayor influencia en el desarrollo filo y ontogentico, y es el
sistema de mayor fuerza y autonoma. Es el fundamento hereditario del hombre y se confunde con la
naturaleza misma. Surge cuando la energa vital se transforma en psquica mediante la simbolizacin por
lo que tiene que ver con vivencias primitivas que revelan una profunda participacin afectiva del hombre
como parte de la naturaleza.
El inconciente colectivo se fue estructurando generacin tras generacin a partir de vivencias interiores
(sistema simptico), y transformando la energa vital en psquica. La conciencia surgi a su vez de la
telencefalizacin del cerebro, y el yo pudo organizar las vivencias externas y as organizar el mundo,
estableciendo una separacin entre el yo y el mundo.
La energa canalizada en forma psquica se expresa en los contenidos propios del inconciente colectivo:
los arquetipos. Estos establecen un vnculo entre el hombre y su realidad vital, csmica, y es similar a la
idea platnica. Los arquetipos surgen de experiencias ancestrales y a su vez determinan la experiencia
individual actual.
Como contenidos energticos, los arquetipos se canalizan generando imgenes primordiales, smbolos
ejemplares y patrones de conducta. As, el arquetipo es energa subyacente al smbolo. El arquetipo se
estructura alrededor de vivencias primordiales relacionadas con las necesidades del hombre, su devenir,
cosas que tienen fuerte carga afectiva. Como contenidos energticos a priori no pueden someterse a
elaboraciones concientes, y por ello son un hecho psquico puro y bsico. Entre los hechos significativos
de la experiencia humana en torno a los cuales se organizan los arquetipos podemos mencionar los
siguientes:
1) Smbolos que representan cambios de identidad: nacimiento, pubertad, matrimonio, etc. 2) Smbolos
que representan vnculos: padre-hijo, madre-hijo, sexuales, etc. 3) Smbolos que representan vnculos

entre partes de la psique: conciente-inconciente, pensamiento-sentimiento, masculino-femenino, etc. 4)


Smbolos que expresan vnculos con el medio social: jerarqua, autoridad, metas y valores sociales, y 5)
Smbolos vinculados a la muerte y la trascendencia. Alrededor de todos estos hechos y situaciones se han
ido formando complejos arquetpicos que se expresan por medio de los mitos, las creencias, ritos y
ceremonias. Todos ellos son profundamente simblicos, es decir, con un significado polivalente y una
estructura enantiodrmica. El aspecto externo, el soporte material vara segn el individuo y segn el
contenido histrico y cultural, pero el significado remite siempre a contenidos arquetpicos arcaicos.
Condensado de Kauffman Mara del Pilar C, Historia de la psicologa. Clases dictadas en la Ctedra de Historia de la
Psicologa, Facultad de Psicologa, Universidad de Belgrano. Buenos Aires, 1986.

Smbolos en transformacin.- En este libro Jung explica que la investigacin del complejo de Edipo ha
mostrado el vnculo que une al hombre moderno con el antiguo. Explorando los estratos ocultos del alma
propia nos adueamos del sentido viviente de la cultura antigua, lo que hace inmortal el problema
edpico. Por ello la psicologa individual no basta: debe incluir tambin este material histrico, y as como
los conocimientos psicolgicos pueden estimular la comprensin de las estructuras histricas, as tambin
los materiales histricos pueden arrojar nueva luz sobre las cuestiones de la psicologa individual.
Hay dos formas de pensamiento: el dirigido o verbal, y el no dirigido. Este ltimo es el pensamiento no
onrico, el cual no es lgico. En el sueo no pensamos con palabras, sino con imgenes y smbolos, el
pensamiento dirigido es conciente, y en l se encadenan una palabras con otras formando una oracin. El
no dirigido funciona sin esfuerzo, con contenidos inventados, y es dirigido por motivos inconcientes. El
primero adapta la realidad y procura obrar sobre ella; el segundo se aparta de la realidad, libera
tendencias subjetivas y es improductivo, refractario a toda adaptacin.
El relato de nuestras fantasas y sueos contiene siempre, no slo nuestros problemas ms perentorios,
sino tambin lo ms doloroso de nuestros problemas ntimos. Cita Jung un ejemplo de Miss Miller, donde
aparecen relatados diversos complejos y problemas ntimos. Aborda entonces aqu una interpretacin
psicolgica de esos textos. En el himno al creador aparece el smbolo Dios, un complejo de
representaciones de naturaleza arquetpica: es el representante de una cierta cantidad de energa (libido)
que se presenta proyectada.
En la segunda parte, Jung postula que el concepto de libido de Freud no debe referirse solamente a lo
sexual. En el campo psicolgico, este concepto de libido tiene la misma importancia funcional que el
concepto de energa en fsica. Libido es algo ms abarcativo que lo sexual, pues existen muchos instintos
irreductibles a lo sexual.
En el nio la libido se manifiesta en la funcin de nutricin y en el rea motora (movimiento de brazos y
piernas acompaados de satisfaccin). A medida que crece y desarrolla sus rganos, la libido va
diversificndose, transformndose hacia nuevas funciones, entre ellas la sexual, pues tambin es
espiritual, verbal, emocional, etc. El smbolo de la libido en general es el fuego. Esto se ve en la fase
presexual por ejemplo, donde predomina lo nutritivo: son frecuentes las asociaciones entre el fuego y la
boca (funcin nutritiva).
Jung se referir a la gnesis del hroe, a los smbolos de la madre y del renacimiento, la lucha por
emanciparse de la madre, y el sacrificio. La madre es la primera encarnacin del arquetipo llamado
anima, y personifica todo lo inconciente. La madre representa toda la nostalgia del pasado, al que el
hombre busca aferrarse pero tambin independizarse.
Sinopsis de Jung C (1982) Smbolos en transformacin. Buenos Aires: Paids.

Biografa.- (Kesswil, Suiza, 1875-Kswacht, id., 1961) Psiclogo y psiquiatra suizo. Se le considera,
segn los casos, como el antagonista o el verdadero sucesor de Freud. Su relacin con ste se inici en
1907 y su colaboracin se mantuvo hasta la publicacin de Transformaciones y smbolos de la libido
(1912), origen de la ruptura a causa de las crecientes divergencias tericas entre ambos. Las
investigaciones de Jung, a menudo incursiones en terrenos aparentemente alejados del suyo, como la
alquimia o la astrologa (Psicologa y religin, 1937, Psicologa y alquimia, 1944), abren un camino
sugestivo marcado por profundas intuiciones: el concepto de inconsciente colectivo, el de arquetipo como
descubrimiento de mitos universalmente repetidos, o el del s, distinto del yo, totalidad del hombre
que incluye su inconsciente. Defini as mismo los tipos bsicos de introvertido y extravertido. La
heterodoxia de este autor le ha valido juicios contrapuestos, que abarcan desde la indiferencia a la
admiracin.
Fuente: Annimo
http://www.biografiasyvidas.com/

KARDINER, ABRAHAM
Biografa.- (1891-1981) Psicoanalista-etngrafo americano. Realiz varias investigaciones sobre algunas
culturas primitivas, y logr observaciones importantes sobre la vida primitiva, sin alejarse mucho del
pensamiento especulativo de Freud. Su obra principal: The Individual and His Society, 1939; The
psychological Frontiers of Society, 1946; En castellano: El individuo y la sociedad, 1945.

Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

KELLER, HELEN ADAMS


Biografa.- (1880-1968) Qued ciega y sorda a los 18 meses de edad y ms adelante fue educada por
Anne Sulluvan; Joseph Jastrow realiz un estudio psicolgico sobre este caso en 1894, Helen Keller
escribi una autobiografa de suma importancia psicolgica. Toda la vida de Hellen Keller es una
demostracin espiritual. Es un ejemplo de que no hay desgracia fsica o cualquier otra que el ser humano
no pueda compensar con fuerzas espirituales. Lo que ocurre con el hombre es accidental, lo importante y
lo decisivo es la posicin espiritual, que uno toma frente a sus destino biolgico, social o psquico.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

KERNBERG, OTTO
Biografa.- Psicoanalista austraco (1928- ) radicado en EEUU, se dedic a estudiar y tratar desrdenes
graves de la personalidad, especialmente los fronterizos, esquizofrnicos y las personalidades narcisistas.
Recibi influencias de la psicologa del yo y de M. Klein, entre otros, y sus elaboraciones se han centrado
en la teora de la internalizacin de las relaciones objetales. Es presidente de la IPA desde 1995.
Kernberg nace en Viena el 10 de setiembre de 1928. Estudi medicina en la Universidad de Chile, donde
se especializ en psiquiatra. Comienza formndose en psiquiatra clsica descriptiva, poniendo nfasis en
la fenomenologa, el diagnstico diferencial, los sndromes orgnico-cerebrales y la esquizofrenia.
Siempre en Chile, en el Instituto creado por el Dr. Matte-Blanco recibi la influencia de la psicologa del
yo, y luego fue cambiando hacia una posicin kleiniana.
Con una beca, viaja a EEUU en 1959 para investigar con psicoterapias, lo que represent su gran
oportunidad para acercarse al psicoanlisis desde otro enfoque.
Trabajando en hospitales, aprendi el manejo de la entrevista personal, as como tcnicas de
investigacin en psicoterapia y terapia de grupo. Kernberg haba empezado a practicar psicoterapia con
pacientes esquizofrnicos, lo que le result fascinante. Pasa de una atmsfera kleiniana a una
sullivaniana, y tras recibir un ofrecimiento de la Fundacin Menninger, decide quedarse en los EEUU,
donde encontr mayores posibilidades que en Chile debido al gran desarrollo profesional, social, cultural
y financiero.
Su acceso al tratamiento, sesin por sesin, de personalidades severamente perturbadas, lo llev a
desarrollar sus propios planteos con pacientes bordeline y narcisistas, encontrando que la teora de las
relaciones objetales podra articularse con la psicologa americana del Yo (Erikson, Jakobson y Mahler).
Tom aportes del Middle Group Britnico, de Fairbairn y de Klein.
Hasta el momento actual, Kernberg se dedica al estudio y tratamiento de las perturbaciones de la
personalidad, sobre todo de los cuadros fronterizos, y sus elaboraciones metapsicolgicas se centraron en
la teora de la internalizacin de las relaciones objetales. Busc puntos de confluencia de diversas
perspectivas tericas, y ha incursionado tambin en la teora general de los sistemas para analizar la
dinmica institucional. Hoy vive en New York, tiene una esposa y tres hijos. Fue elegido presidente de la
IPA (International Psychoanalytical Association), en 1995.
(Condensado de Igarzbal, Angeles, "Biografa de Otto Kernberg", includo en Abadi, Sonia y otros, "Desarrollos
posfreudianos: escuelas y autores", Buenos Aires, Editorial de Belgrano, 1997).

KIRCHER, EXPERIMENTO DE
Definicin.- Experimento realizado por el padre jesuita Kircher (siglo XVII). Luego de haber atado las
patas y las alas de una gallina, la extendi en el suelo, y con una tiza traz una lnea recta en el suelo por
delante de su pico. La gallina qued hipnotizada, y luego de habrsele queitado las ligaduras, continu en
el suelo en la misma posicin. Sinnimo: Experimentum Mirabile Kircher.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

KLEIN, MELANIE
Biografa.- Es la fundadora de la escuela inglesa del psicoanlisis. Mientras que para Freud al principio el
yo no est estructurado, para M. Klein desde el nacimiento el yo est estructurado y con capacidad para
la defensa. Esta autora habla de un Edipo a los seis meses, mientras que para Freud es muy posterior.
Los aportes de Klein son bsicos para comprender patologas adultas a partir de la observacin que hizo
sobre nios. Trabaj tambin con grupos, y sus continuadores fueron Bion y Jacks.
Condensado de Kauffman Mara del Pilar C, Historia de la psicologa. Clases dictadas en la Ctedra de Historia de la
Psicologa, Facultad de Psicologa, Universidad de Belgrano. Buenos Aires, 1986.

Su pensamiento.- La teora de Melanie Klein se desarrolla aproximadamente entre 1920 y 1960. En su


Diccionario de Psicoanlisis, E. Roudinesco (1997) no vacila en calificar a Klein como maitre a penser

(maestra del pensamiento) de la segunda generacin del psicoanlisis mundial; a su vez, Julia Kristeva
(2001) le consagra el segundo de sus libros dedicados al genio femenino, y la califica como la
refundadora ms audaz del psicoanlisis moderno. Junto con Hanna Arendt, las considera insumisas
cuyo genio consisti en arriesgarse a pensar.
Horacio Etchegoyen (1981) considera que la obra de Klein puede dividirse en tres etapas, la primera de
las cuales arranca de sus primeras observaciones en 1919 y culmina en 1932, con la publicacin de El
psicoanlisis de los nios.
En el perodo que va desde 1932 a 1946, ao de la publicacin de Notas sobre mecanismos
esquizoides, Klein presenta trabajos de gran importancia y sigue perfeccionando su tcnica. Es la etapa
en que despliega y afina su concepto de las posiciones, primero la posicin depresiva a travs de sus
artculos: Contribucin a la psicognesis de los estados manaco-depresivos de 1934, y El duelo y su
relacin con los estados manaco-depresivos de 1940. Luego, y en lo que se refiere a la posicin
esquizo-paranoide, su aporte se completa con el citado trabajo de 1946, donde define con gran precisin
el crucial concepto de identificacin proyectiva. La nocin de posicin (que debe entenderse como
configuracin tpica de fantasas, ansiedades y mecanismos defensivos contra las mismas), viene a dar
cuenta de dos modos distintos pero igualmente cruciales en el desarrollo psicolgico humano, de
relacionarse con el mundo y sus objetos desde los primeros momentos de la vida. En esta perspectiva,
relaciones objetales, son objetos todos aquellos a los que se dirigen las mociones pulsionales, y forman
parte del mundo externo o realidad externa, en correlacin a la realidad interna, realidad psquica, o
mundo interno, que se va construyendo en constante interjuego con el primero. En la fantasa
inconsciente, entendida como la expresin mental de los instintos (otro concepto fundamental en la
teora kleiniana) los mecanismos de introyeccin y proyeccin se alternan al instalar en el mundo interno
objetos que ya previamente haban sido distorsionados por la atribucin de determinadas cualidades.
La importancia asignada tanto a la hostilidad como a la reparacin, la envidia, constituye uno de los
aportes ms originales y propios de la teora kleiniana y la base de su aplicacin clnica.
Kristeva J (2001) El genio femenino: Melanie Klein. Buenos Aires: Paids.
Etchegoyen R (1981) Biografa breve de Melanie Klein. Buenos Aires: Revista de Psicoanlisis, III, 2-3.
Roudinesco E (1997) Diccionario de Psiconlisis.

Biografa.- (1882-1960) Psicoanalista austraca, creadora de tcnicas teraputicas en el campo de las


psicopatologas infantiles que tendran gran impacto en los mtodos de cuidado y crianza de los nios, en
la psicologa infantil y en la psicologa evolutiva. Nacida en Viena recibi la influencia de Sndor Ferenczi
y Karl Abraham, seguidores de Sigmund Freud. Fue despus de la primera Guerra Mundial cuando
desarroll sus terapias a travs del juego, en las que pona de manifiesto que el modo en que los nios
emplean sus juguetes revela las fantasas y las ansiedades precoces, a una edad en que el acercamiento
a travs de la palabra, como en el psicoanlisis tradicional, es imposible. En El Psicoanlisis de los nios
(1932), mostr cmo estas ansiedades afectaban el desarrollo infantil del Yo, del Supery y de la
sexualidad, pudiendo estar en la base de los trastornos emocionales posteriores. A travs de sus mtodos
de psicoanlisis infantil, intent liberar a los nios de los sentimientos de culpa incapacitantes,
redirigiendo hacia el terapeuta los sentimientos agresivos y edpicos que no podan expresar ante sus
padres.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Klein y Fairbairn.- Mientras Klein se centra en las ansiedades, Fairbairn se centra en la relacin del yo
con los objetos. Ambos coinciden en la importancia de la posicin esquizoide para la determinacin de
la esquizofrenia.
Klein critica a Fairbairn su revisin de la teora de la estructura mental y los instintos. No coincide con
Fairbairn cuando ste dice que al comienzo solo se internaliza el objeto malo, pues el pecho bueno
introyectado forma parte vital del yo y ejerce mucha influencia luego.
Asimismo Klein no coincide con Fairbairn cuando ste dice que el mayor problema del esquizoide es
cmo amar sin destruir con su amor, y el mayor problema del depresivo es cmo amar sin destruir con
su odio con lo cual Fairbairn rechaza la idea de instintos primarios y resta valor a la agresin y al odio
al comienzo de la vida. Por ello Fairbairn no da suficiente importancia a las ansiedades tempranas.
Condensado de Klein Melanie (1946) Nota sobre algunos mecanismos esquizoides. Artculo incluido en Klein M, Obras
Completas, Tomo 3. Buenos Aires: Editorial Paids, 1983.

KOHUT, HEINZ
Biografa.- Psicoanalista austraco radicado en EEUU (1913-1981), autor de una Psicologa del Self
mediante la cual plantea un desarrollo del narcisismo normal, un trastorno narcisista de la personalidad,
y, para la prctica analtica, la importancia de la empata, la introspeccin y el establecimiento de tipos
especiales de transferencia.

Kohut naci el 3 de mayo de 1913 en las afueras de Viena, como hijo nico de un concertista de piano y
una madre ama de casa. Considerado un nio precoz, un tutor le ense teatro, latn, griego y arte,
siendo la msica una de sus pasiones.
En Viena estudi la carrera de Medicina. En 1938 viaja a Londres y luego emigra a EEUU con 25 dlares
en el bolsillo, donde se radica en Chicago, comenzando all su especializacin en neurologa. Retoma su
anlisis con Ruth Eissler, que haba comenzado en Viena con un amigo de S. Freud, y en 1944 termina su
formacin en el Instituto Psicoanaltico de Chicago.
Recibe al comienzo la influencia de la psicologa del yo, pero luego va formulando su propia teora, que
formaliza como "Psicologa del self". Sus divergencias se manifiestan en 1959, cuando presenta un
trabajo donde rescata los instrumentos fundamentales de la prctica analtica: la empata y la
introspeccin.
En la clnica, identific una perturbacin caracterolgica no descripta hasta entonces, que llam Trastorno
Narcisista de la Personalidad. Entre sus diferencias con la neurosis, se contaba el tipo de transferencia
que los pacientes establecan, que denomin transferencia narcisista. Esto le hizo pensar que el
narcisismo no era una etapa de la libido reemplazada luego por el amor objetal, sino que coexista con
esta ltima siguiendo un desarrollo paralelo e independiente de la libido objetal. As como el resultado del
desarrollo pulsional es la estructura ello-yo-supery, el desarrollo del narcisismo es el self, para lo cual el
nio utiliza ciertos objetos del ambiente, los 'objetos del self' (el objeto del self grandioso y el objeto de
la imago parental idealizada).
En 1960 se casa con Betty Meyer, y tuvo un solo hijo. En 1966 concurre a un Congreso psicoanaltico en
Buenos Aires, donde comenta sus primeras ideas. En 1971 publica "Anlisis del self", donde habla de la
necesidad de un tratamiento basado en la interpretacin y elaboracin de transferencias narcisistas,
camino necesario para el fortalecimiento del self.
En "La restauracin del s-msmo", se aparta manifiestamente de Freud, al sostener que las patologas
narcisistas no pueden ser tratadas poniendo nfasis en el conflicto neurtico. Explica que, como
consecuencia de las respuestas empticas perturbadas de los objetos del self, el s-msmo est debilitado
y propenso a la fragmentacin, lo que requiere entonces trabajar empticamente con el paciente para
favorecer y luego elaborar las transferencias de los objetos del self arcaico, cuya funcin fue insuficiente.
En textos posteriores sugiere que tanto el complejo de Edipo como la angustia de castracin seran el
resultado de relaciones poco satisfactorias con los objetos del self infantiles, y a partir de all cuestiona la
importancia del anlisis del complejo de Edipo y la angustia de castracin en la cura.
Kohut presidi la Asociacin Psicoanaltica Americana hasta su muerte, ocurrida en Chicago el 8 de
octubre de 1981.
(Condensado de Igarzbal, Angeles, "Biografa de Heinz Kohut", includo en Abadi, Sonia y otros, "Desarrollos
posfreudianos: escuelas y autores", Buenos Aires, Editorial de Belgrano, 1997).

KRAEPELIN, EMIL
Biografa.- Psiquiatra alemn (1856-1926), famoso por sus descripciones de la demencia precoz y de la
psicosis manaco-depresiva. Su obra seala el comienzo de la psiquiatra moderna. Obra fundamental:
Lehbuch der Psychiatrie (con Lange), 1899.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

KRAFFT-EBING, RICHARD VON


Biografa.- Psiquiatra alemn (Mannheim, 1840-1903). Se le considera el iniciador de la clasificacin y
sistematizacin de la patologa sexual. En 1886 public Psicopata Sexuales, obra en la cual analiza con
extremo detalle las principales formas de lo que entonces se consideraban <<desviaciones sexuales>> y
que ahora se conocen como parafilias. Equiparaba masturbacin y homosexualidad a sadismo o
masoquismo al considerarlas tambin como perversiones. Si bien en la actualidad se sabe que los datos
de este autor son pseudocientficos, se le deben reconocer tres hallazgos. El primero es que parte de las
parafilias son verdaderas patologas psiquitricas, lo cual est comprobado. Su segunda aportacin es
haber establecido la necesidad de una clasificacin clnica de la sexualidad, y la tercera, sus hiptesis
mixtas para comprender la homosexualidad, camino por el cual aun se discurre.
Farr Mart J (1999) Diccionario de psicologa. Barcelona: Ocano.

KRETSCHMER, ERNST
Biografa.- (1888-1964) Psiquiatra alemn que investig las relaciones entre la constitucin corporal y el
carcter. Hizo sus investigaciones entre los enfermos mentales, y elabor as una tipologa general.
Form tres tipos principales: los astnicos, los atlticos y los pcnicos.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

LABERINTO

En metodologa experimental, retcula trazada por senderos con algunas encrucijadas sin salida y con uno
o varios tramos o senderos que desembocan en el exterior o en una nueva meta. Tanto el grado de
complejidad como el espacio fsico de los laberintos (acuticos, en alto) presentan un amplio espectro de
variacin. La configuracin ms frecuente es la del laberinto mltiple en T mayscula. La eleccin
acertada en cada interseccin conduce al prximo tramo, y el proceso concluye cuando se alanza la meta,
cuyas caractersticas estn determinadas por el objetivo (caja de comida, salida, etc. son utilizados en
investigaciones sobre aprendizaje animal). El laberinto grfico ofrece al examinado una red de senderos
dibujados que debern ser recorridos mediante el trazo de un lpiz; es utilizado en test de inteligencia.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

LACAN, JACQUES
Biografa.- (Pars, 1901-id, 1981) Filsofo y psiquiatra francs. Estudi medicina en La Sorbona y obtuvo
su doctorado en 1932, en la especialidad de psiquiatra. Su inters por el psicoanlisis le llevara a
ingresar en la Sociedad Psicoanaltica de Pars, aunque sus diferencias sobre la interpretacin de Freud lo
impulsaron a fundar, en 1964, la Escuela Freudiana de Pars. Propuso una reinterpretacin de Freud en
trminos estructuralistas, que tuviera en cuenta la importancia del lenguaje. As, afirm que el sujeto
estaba articulado en dos niveles: el consciente (lenguaje de la cultura) y el inconsciente (lenguaje del
deseo), cuya relacin era tambin de carcter lingstico. Public, entre otras obras, La familia (1932) y
Psicoanlisis, radiofona y televisin (1973), as como sus seminarios, recogidos en varios volmenes (El
seminario, 1973, 1978, 1986 y 1991).
Fuente: Annimo
http://www.biografiasyvidas.com/

Biografa.- Psicoanalista francs (1901-1981). Fundador de la Escuela Freudiana de Pars. Seguidor fiel
de Freud, desarrolla una teora del yo en "el estadio del espejo", realiza controvertidas innovaciones en la
tcnica analtica, y hace una lectura del inconciente desde la lingstica estructural de Saussure,
desarrollando, tambin, sus propias concepciones sobre el deseo, la paranoia y el mecanismo de la
forclusin en las psicosis.
Jacques Marie Emile Lacan nace en Pars el 13 de abril de 1901, siendo el mayor de cuatro hermanos.
Crece en medio de la severidad religiosa, contra la que se rebelar, y su infancia transcurre cerca de su
abuelo Emile. Es descrito como un alumno vanidoso, fantasioso y a veces molesto.
En 1923 escucha por vez primera la teora freudiana, y en 1926 provoca un escndalo familiar con su
adhesin a Nietzsche y la teora del anticristo. Luego de vacilar entre la poltica y la medicina, se decide
por sta ltima, y entre 1927 y 1931 estudia la clnica de las enfermedades mentales y de las
encefalopatas en el hospital Saint Anne. De esa poca, donde fue descrito como excelente clnico, data
su nico trabajo sobre la histeria.
Entre 1930 y 1931 hace una sntesis entre clnica psiquitrica, doctrina freudiana y segundo surrealismo,
y recibe la influencia de Hegel a partir de un seminario de Kojve. En 1931, se interesa por la paranoia y
las perturbaciones del lenguaje escrito, y presenta el caso de Aime, una paranoia con caractersticas de
autopunicin, mediante la cual busca desarrollar y confirmar las hiptesis psicoanalticas al respecto. En
1932 inicia su anlisis con Loewenstein, en 1934 ingresa en la Sociedad Psicoanaltica de Pars y en 1938
es nombrado director de la misma.
En 1934 se casa con Malou, con quien tuvo tres hijos (continuando con sus relaciones extramatrimoniales
con su amante Sylvie, con quien tuvo a Judith, a quien adoraba).
En 1936 escribe "El estadio del espejo", donde 'inventa' una teora del yo que, aunque apoyada en Freud,
le daba otro contenido. En 1954 ingresa en la Sociedad Francesa de Psicoanlisis. En un Congreso, fue
criticado porque no respetaba las reglas analticas: las sesiones no duraban los 50' reglamentarios, no
controlaba la transferencia ni la contratransferencia, etc., a pesar de lo cual sigui usando su propio
criterio con sus pacientes. Finalmente, sometido a un interrogatorio, su mtodo no es aceptado y se le
prohbe hacer docencia, siendo expulsado de la Sociedad Francesa de Psicoanlisis en 1963, quedando de
hecho tambin expulsado de la IPA. Ve as derrumbarse su ilusin de ser una alternativa a la teora
freudiana. En 1964 funda su propia escuela, formada por 134 miembros, a la que llam Sociedad
Francesa de Psicoanlisis (luego designada como Escuela Freudiana de Pars). Tuvo gran aceptacin entre
la juventud francesa y, al momento de su fractura, lleg a tener 609 miembros. Como director de la
misma, Lacan intenta mantener el control y tomar todas las decisiones, lo que comienza a producir
malestar, celos y envidia entre sus miembros. La ruptura se produce cuando Piera Aulagnier, luego de
grandes discusiones, se separa en 1979. A los 65 aos publica casi toda su obra. En 1980 declara
disuelta la Escuela Freudiana de Pars, y fallece el 21 de agosto de 1981.
(Condensado de Rencoret Mara "Biografa de Jacques Lacan", includo en Abadi, Sonia y otros, "Desarrollos
posfreudianos: escuelas y autores", Buenos Aires, Editorial de Belgrano, 1997).

Sobre la obra de Lacan.- Seala el lingista Jean-Claude Milner que hay dos formas de reconocer la
figura de un objeto: partir de su interior y, por medio de una ley, generar sus contornos, o hacerlo desde
el exterior, estableciendo el modo en que la presencia de cuerpos vecinos delinea el espacio en el cual se
aloja el objeto.
El autor toma el segundo camino para abordar la obra de Lacan, explorando algunos relieves exteriores
con los que tropez el discurso lacaniano a los cuales, contorne, erosion, no sin antes recibir su forma
y a su vez confirindoles una. Referencias a autores como Koyr, Jakobson y Kojve, van moldeando esta
lectura atenta de la teora de Lacan.
Indica el autor que desde el punto de vista del saber, no hay nada dictado en los seminarios dictados por
Lacan que no est planteado en sus escritos, lo cual se justifica por el hecho de que Lacan se fi
enteramente de lo escrito - y no, de lo trascrito - para transmitir su doctrina; al respecto destaca que
nada en los seminarios puede modificar la interpretacin de los Escritos, y todo en estos ltimos es
importante para la interpretacin de los seminarios. Los Escritos constituyen el mayor exponente de lo
que el autor llama el primer clasicismo lacaniano, perodo que inaugura el Discurso de Roma, de 1953, y
cuyas premisas descansan sobre ciertos postulados de la lingstica estructural, entre otros.
Un segundo clasicismo, estar consagrado manifiestamente a asegurar la transmisin de un saber. El
Lacan de los 70 afirmar que la formalizacin matemtica es nuestra meta, nuestro ideal, porque slo
ella es matema, es decir, transmisible ntegramente. Habr lugar an, para un tercer perodo, la
deconstruccin, protagonizada por la teora de los nudos y por el retorno de algunos nombres del primer
clasicismo. Milner ha diseado un mapa epistemolgico de Lacan, en el cual se destaca con gran precisin
toda una serie de fronteras, relieves, caminos, convergencias y accidentes.
Sinopsis de Milner Jean-Claude (1997) La obra clara. Lacan, la ciencia, la filosofa. Buenos Aires: Manantial.

LAING, RONALD
Biografa.- Ronald David Laing fue un psiquiatra y psicoanalista ingls (Glasgow, 1927-1989). Sus
teoras gozaron de cierta autoridad por estar muy prximas a las corrientes <<antipsiquitricas>>.
Relacion el origen de ciertas enfermedades mentales, especialmente la esquizofrenia, con factores
sociales y polticos. Evidentemente sus teoras no tienen ninguna base cientfica.
Farr Mart J (1999) Diccionario de psicologa. Barcelona: Ocano.

LMINA EN BLANCO
Generalidades.- La personalidad es algo asistemtico, porque cada sujeto es diferente al otro en su
historia, y la evaluamos mediante tcnicas que son sistemticas pues presentamos los mismos estmulos
en el mismo orden y recogemos los datos de la misma manera. Diferirn nuestras interpretaciones segn
cada persona.
Las lminas en blanco son estmulos sistemticos: siempre son presentados al sujeto en el TAT y en el
TRO. Podra decirse que con la lmina en blanco no se cumple la propiedad del estmulo para favorecer
proyecciones sobre lminas pictricas, ya que esas se usan para promover la proyeccin. La lmina en
blanco es la menos paramtrica de todas. Permite no obstante estandarizar la interpretacin del relato
porque se la mostramos a todos los sujetos, en lugar de decirles directamente que inventen una historia.
La lmina en blanco expresa la relacin transferencial con el entrevistador, pues se supone que al no
haber figura, se tornar figura la relacin entrevistado-entrevistador. Tambin tomar como fondo las
lminas pictricas y expresar cmo vivenci la toma del test.
Desde esta perspectiva, la lmina en blanco equivale a la entrevista libre. Las consignas hbleme de
usted e imagine un cuadro e invente una historia configurarn el campo a partir de la personalidad del
sujeto y del aqu y ahora con el entrevistador.
Phillipson toma algunos postulados de Bruner y de Lewin.
BRUNER: La percepcin se da en tres etapas: a) Una expectativa o hiptesis, b) una informacin
aportada por el ambiente, y c) un procedimiento de impugnacin o confirmacin. Las hiptesis se refieren
a relaciones interpersonales, y la informacin aportada por el ambiente no se refiere a tamao, brillo, etc.
Sino al calor o frialdad aparente de las personas, la apariencia amenazante de la situacin, la aparente
inteligencia o sinceridad de los otros, etc.
LEWIN: La personalidad es entendible en relacin con el campo en que opera. Este campo psicolgico
est determinado ms por factores sociales que fsicos, pues ya desde el nacimiento estamos vinculados
mediante gratificaciones, frustraciones control, libertad, aprobacin o desaprobacin. Importa lo percibido
en el campo, no lo percibido objetivamente.
La lmina en blanco tendra para Bruner como nicos indicadores ambientales la situacin de toma de
test, vivida como gratificante o frustrante, y sera percibida segn su patrn habitual de relaciones
interpersonales.
Dado el alto grado de saturacin proyectiva de la lmina en blanco (mxima inestructuracin), el sujeto
proyectar en la historia sus deseos (situacin estmulo gratificante) o una historia donde se proteger de

las consecuencias del cumplimiento del deseo (situacin amenazante), o donde aparecern defensas
contra el deseo o contra la amenaza.
Seala Phillipson que la mxima tensin est en la primera lmina, porque despus, cuando el sujeto ve
que el psiclogo no confirma ansiedades ni catstrofes fantaseadas inconcientemente, est ms suelto y
las fantasas afloran ms fcilmente.
La lmina en blanco no solo muestra la relacin transferencial, sino tambin un cuadro del mundo creado
por el sujeto donde satisfacera sus necesidades, evitando las amenazas y consecuencias temidas, como
forma de resolver su problema actual. Intentara resolver la tensin generada por la transferencia.
En el Phillipson la lmina ocupa el ltimo lugar, lo que mostrara las fantasas de enfermedad y curacin,
los recursos para fantasearlas y las posibilidades de hacerlas realidad. Tambin muestra como se despide
del test y del psiclogo. Murray la coloca en el medio de la segunda parte para explorar lo transferencial.
Siempre debe avisrsele al sujeto que vendr una lmina sin grfico, pues sino aparecen reacciones de
sorpresa o agresin. Si el paciente se bloquea a pesar de la consigna, es que los grficos fueron el nico
recurso que puede usar para proyectar, y sin ellos se siente desprotegido y sin lmites, como si la
realidad no existiera.
En ciertos casos la lmina en blanco funciona como pronstico, al volcarse all un proyecto existencial.
Garca Arzeno indica que la lmina en blanco sugiere al sujeto lo mejor que podra ocurrirle. Esto
favorece recursos como la idealizacin y la defensa manaca, para no entrar en depresin.
Algunas reflexiones.- al presentarle al sujeto una lmina en blanco luego de varias pictricas, tal vez la
lmina evale su capacidad para adaptarse a situaciones desacostumbradas
Otra reflexin: son los estmulos menos estructurados, como se sostiene habitualmente, los que tienen
mayor saturacin proyectiva? Megargee critica esto diciendo que hay que ver si un sujeto frente a la
lmina en blanco responde a este estmulo: tal vez est reaccionando frente a la situacin total, que es
ms estructurada. No es lo mismo carencia de estructura que ambigedad, pues la lmina en blanco,
ausencia de estructura, limita el nmero posible de interpretaciones de la misma. Se comprob tambin
que fotos mostradas muy brevemente no incrementaban la proyeccin, y que los dibujos delineados
ntidamente, eran ms tiles para proyectar. Del mismo modo, se vio tambin que la serie de lminas
ms cotidianas eran donde ms cosas se proyectaban, en comparacin con las ms dramticas.
En suma: lminas del TAT muy ambiguas no estimulan el mundo privado del sujeto, pero s respuestas
circunstanciales defensivas que dan como resultado la evocacin de un tema placentero.
Holt ha comparado la historia contada a partir de la lmina en blanco con los sueos, y seala (las
acotaciones respecto de la lmina en blanco son de la autora del apunte):
1) Restos diurnos: Quiz la lmina pictrica o parte de ella guarde la misma relacin con la historia que
los restos diurnos respecto del sueo. Aunque como estos restos, la lmina no sea una experiencia
personal, sirve como estmulo estndar para hacer comparaciones interindividuales.
La historia respuesta de la lmina en blanco tiene en cambio, un contenido tan personal como el sueo.
2) Como en el resto diurno con respecto al sueo, el impacto de la lmina TAT no siempre permite
descargar motivos o problemas subyacentes. Solo algunas lminas pueden hacerlo.
Al no tener un tema, la lmina en blanco no sirve a la descarga deformada de necesidades reprimidas.
Tambin lo hacen las otras lminas, pero en la lmina en blanco hay un compromiso ms personal en la
historia respuesta, y se vio que muchos daban historias autobiogrficas. Se not uniformidad segn la
patologa: historias vitales y orientadas al futuro en personas normales, tedio o desolacin y ms
vinculacin con el pasado, en neurosis.
3) Los restos diurnos ofrecen una oportunidad de descarga parcial. La lmina TAT en cambio, puede
tener un contenido indiferente y liberar solo necesidades concientes y perifricas.
En el sueo el sujeto es responsable del tema, con menos posibilidades de defensa que frente a la lmina
en blanco, donde puede defenderse negndose a hacer una historia.
4) El material inconciente en el sueo sufre determinadas transformaciones. En la lmina hay una
distorsin perceptiva
y el complejo bsico sigue inconciente a pesar de haber sido removido por la imagen.
La historia de la lmina en blanco tambin est sometida a distorsiones y deformaciones.
5) El sueo sufre una elaboracin secundaria para darle coherencia. En la historia frente a la lmina esta
elaboracin interviene aun ms, ya que all predominan sobre los procesos primarios. Lo mismo respecto
de la lmina en blanco.
El mismo color blanco tambin influye, pues se contaban historias distintas frente a las lminas rojas o
negras.
Celener G (1995) Fundamentos tericos para la inclusin de lminas en blanco (ORT-TAT). Publicacin interna de la
ctedra de Mtodos y tcnicas de exploracin diagnstica II. Facultad de Psicologa de la Universidad e Buenos Aires.

LANGER, MARIE
Biografa.- (1910-1987) La ms importante psicoanalista mujer de Amrica Latina. Marie Lisbeth Glass
naci en Viena, Austria y muri en Buenos Aires, Argentina. Perteneci a una familia juda asimilada,
acaudalada y culta. Fue la menor de dos hijas. Estudi en el Schwarzwald Schule, colegio donde

convergan ideas socialdemcratas y feministas. Sus profesores introdujeron formalmente a Marie en una
visin crtica del mundo y le brindaron modelos alternativos al estilo de vida frvolo y victoriano, esperado
para una mujer de su Se social. Se cas por primera vez a los 18 aos, cuando an no haba terminado
el Gimnasium. Se divorci poco tiempo despus. En 1932 se afili al Partido Comunista Austraco
impulsada por el auge del nazismo de Alemania. Poco despus comenz a psicoanalizarse con Richard
Sterba. En 1935 termin sus estudios de Medicina y comenz su formacin psicoanaltica en el Wiener
Vereinigung Institut presidido por Sigmund Freud. Cuando ante el avance del nazismo en Austria, Freud
decidi que ni analistas ni analizandos podan militar en partidos clandestinos (y el Comunista era uno de
ellos) se vio enfrentada a lo que iba a ser uno de los dilemas ms dramticos de su vida: la eleccin
entre su actividad profesional y su actividad revolucionaria. En 1936 integr -junto con quien fue su
segundo esposo, el Dr. Max Langer- las Brigadas Internacionales convocadas para defender la Repblica
Espaola por Dolores Ibrruri, La Pasionaria. Sobre el final de la Guerra Civil perdi su primer embarazo.
La victoria de las fuerzas franquistas, el peligro del creciente antisemitismo y del anticomunismo, la
obligaron a abandonar Europa. Emigr al Uruguay, donde naci el primero de sus cuatro hijos. Despus
de algunos aos econmicamente difciles lleg, a principio del 40, a Buenos Aires. En 1942, fund -junto
a ngel Garma, Celes Crcamo, Arnaldo Rascovsky, Guillermo Ferrari Hardoy y Enrique Pichon-Rivire- la
Asociacin Psicoanaltica Argentina (APA) siendo la nica mujer en este grupo. Sobre ella recay la
responsabilidad de gestionar el reconocimiento de la Asociacin Psicoanaltica Internacional (IPA) para el
psicoanlisis argentino. En las dcadas siguientes contribuy, de manera inestimable, al fortalecimiento
de la Asociacin Psicoanaltica (que presidi por un perodo) y del Instituto de Psicoanlisis. Investig,
con especial inters, los problemas relacionados con la sexualidad femenina, la reproduccin y la
maternidad. Public en 1951 Maternidad y sexo, trabajo pionero dentro del psicoanlisis que sita la
condicin femenina desde una perspectiva marxista y feminista. En 1957 public, junto con Len
Grinberg y Emilio Rodrigu, Psicoterapia del grupo y posteriormente, El grupo psicolgico, textos clsicos
en lo que se refiere a la psicoterapia psicoanaltica de grupo. Durante estos aos, lejos de la militancia
poltica, impuls la prctica de la psicoterapia grupal en instituciones asistenciales. Fue miembro
fundadora de la Asociacin de Psicologa y Psicoterapia de Grupo. A fines de la dcada del 60 integr el
Grupo Plataforma con otros psicoanalistas que cuestionaban el aislamiento de las instituciones
psicoanalticas oficiales, sus estructuras verticales de poder y su pacto con la clase dominante. Public,
entonces, Cuestionamos I y Cuestionamos II, libros donde recoga las crticas a un psicoanlisis
adaptacionista y aliado al sistema. En 1971 ley su trabajo: Psicoanlisis y/o revolucin social en el
XXVII Congreso Internacional de Psicoanlisis que se realiz en Viena. De regreso a la Argentina renunci
a la APA y a la IPA, junto al Grupo Plataforma. Fue la primera ruptura por razones ideolgicas y polticas
en el seno de la asociacin internacional desde que Freud la fundara. Particip, entonces, en la creacin
de la Coordinadora de Trabajadores de Salud Mental (que presidi en 1972), organismo gremial que
agrupaba a la Asociacin de Psiclogos, la Asociacin de Psicopedagogos y la Federacin Argentina de
Psiquiatras. Tuvo, asimismo, una actuacin decisiva en la organizacin del Centro de Docencia e
Investigacin, que dependa de la C. T. de S. M., y desde donde se imparta, casi gratuitamente,
formacin psicoanaltica y marxista a 3.500 trabajadores dedicados a la salud mental. Realiz
investigaciones, asistencia y tareas docentes en el Servicio de Psiquiatra del Policlnico de Avellaneda. En
1973 fue profesora adjunta en la ctedra de psicologa mdica de la Facultad de Medicina de la
Universidad de Buenos Aires. El auge de la represin en la Argentina -y una muy explcita amenaza de la
banda parapolicial llamada Triple A- la oblig a exiliarse nuevamente. A partir de 1974 residi en Mxico.
All trabaj en la Universidad Nacional Autnoma Mexicana y se dedic fundamentalmente a tareas de
solidaridad con los refugiados y exiliados polticos del Cono Sur y Centro Amrica. Public Memoria,
historia y dilogo psicoanaltico, texto autobiogrfico en el que recoge lo mejor de su experiencia como
psicoanalista comprometida con la historia de este siglo. Marie Langer fue referencia ineludible para todos
aquellos que trabajaron en la defensa de los Derechos Humanos. En 1981 organiz y coordin el Equipo
Internacionalista de Salud Mental Mxico-Nicaragua, integrado por un grupo de profesores que
desarrollan (escrito en mayo de 1990) actividades de docencia, asistencia e investigacin en apoyo de la
revolucin sandinista. Otra revolucin, la cubana, completara la realizacin de sus ideales polticos. En
1985 fue invitada al Encuentro de Intelectuales por la Soberana de los Pueblos de Nuestra Amrica. En
La Habana fue elegida por unanimidad -en reemplazo de Julio Cortazar- para integrar el Comit
Ejecutivo. A partir de entonces trabaj, incansablemente, en la organizacin del Primer Encuentro entre
Psicoanalistas y Psiclogos que tuvo lugar en un pas socialista (La Habana, Cuba, Julio de 1986).
Silvia Werthein, Juan Carlos Volnovich
Aporte de Ricardo Bruno

LANZAMIENTO
Generalidades.- El lanzamiento se refiere al hecho de que somos lanzados a un universo que no
hemos escogido. Cuando empezamos a escoger nuestras vidas, empezamos por muchas elecciones
hechas para nosotros: gentica, ambiente, sociedad, familia... todos esos materiales bsicos. Una

forma mejor de entender esto sera considerar que Yo consciente y libre, no estoy separado del
aquello, fsico y determinado.
Pensemos por ejemplo en nuestro cuerpo. Por un lado, somos nuestro cuerpo, nuestro cuerpo somos
nosotros. Cuando lo deseamos, caminamos, o hablamos, o miramos, o escuchamos. Percibimos,
pensamos, sentimos y actuamos con l, a travs de l. Es muy difcil concebir la vida sin l. Pero, al
mismo tiempo es como cualquier otra cosa. Puede resistirse; puede fallarnos; podemos perder un
miembro; podemos enfermar y perder esta u otra funcin, pero seguimos siendo nosotros. A veces el
mundo entra en nosotros, como por ejemplo si me colocan un corazn artificial o una vlvula cardiaca.
Otras veces nos extendemos dentro del mundo, usando un telescopio, un telfono o una caa. Estamos
atrapados en el mundo y el mundo en nosotros y no hay manera de saber dnde termina uno y dnde
empieza el otro.
El lanzamiento tambin se refiere al hecho de que nacemos en un mundo social establecido de antemano.
Nuestra sociedad nos precede, as como nuestra cultura, nuestro lenguaje, nuestras madres y nuestros
padres. En nuestro desamparo, como infantes y nios, debemos depender de ellos.
Incluso como adultos, dependemos de otros. En ocasiones, caemos vctimas del Otro, esa
generalizacin sin rostro a la que frecuentemente llamamos personas (como cuando decimos las
personas estn mirando) o en el nosotros (como cuando afirmamos nosotros no hacemos eso) o en
el ellos (A ellos no les gusta nada eso). Pagamos con nuestra libertad y nos permitimos esclavizarnos
por nuestra sociedad. A esto se le llama Caida.
Binswanger, siguiendo al filsofo Martin Buber, aade una nota ms positiva a la idea de caida: lo aplica
a la nocin de amplitud hacia los otros (Yo-hacia ti) y al amor. Si el Dasein es una apertura, podemos
abrirnos hacia los dems. No estamos encerrados en nosotros mismos como algunos existencialistas
parecen sugerir. Binswanger percibe este potencial como una parte intrnseca de Dasein, e incluso le
otorga un lugar especial refirindose a l como estar-ms-all-del-mundo.
Boeree George (2002) Teoras de la Personalidad. Captulo sobre Vktor Frankl. Traduccin de Gautier Rafael.

LASHLEY, KARL SPENCER


Biografa.- (1890-1958) Fisilogo-psiclogo americano, conocido por sus investigaciones de las
funciones cerebrales y por su posicin, segn la cual, el cerebro acta como untado (teora de la masa
cerebral) refutando los conceptos de la localizacin. Lashley, demoliendo sistemticamente las reas
citoarquitectnicas en el cerebro de los ratones, llega a la conclusin de que,si por algunas formas
elementales de sensaciones se puede se puede establecer un locus, para las formas superiores de
comportamiento (aprendizaje) tal localizacin no existe, pues la masa cerebral in toto toma parte en el
proceso. Obras principales: Brain Mechanism and Intelligence, 1929, Integral Functions of the cortex,
1933.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

LATERALIDAD
Definicin.- Inclinacin del individuo a utilizar un lado del cuerpo, en particular para el desempeo de
actividades que comprometen un solo elemento corporal. En todo sujeto existe una lateralidad dominante
que consiste en la preferencia por el uso de la mano derecha (dextralidad) correspondiente a los sujetos
que llamamos diestros, o izquierda (siniestralidad) tpica de los sujetos que denominamos zurdos. En la
evaluacin de la lateralidad dominante suelen incluirse pruebas que examinan el predominio de ojomano-pie.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Lateralizacin.- Referente a la predominancia lateral en cuanto a la estructura y funcin de los rganos


duplicados. Especialmente evidente en las extremidades superiores y superiores que distinguen entre
personas zurdas (predominancia de los miembros izquierdos), diestras (predominancia de los miembros
derechos) y ambidiestras (no existe dominancia). La lateralidad se presenta en otras funciones como la
vista, el odo y los rganos internos. Las funciones superiores tambin se ven afectadas por la lateralidad
cerebral, como en el caso del lenguaje.
Farr Mart J (1999) Diccionario de psicologa. Barcelona: Ocano.

LAVADO DE CEREBRO
Definicin.- Proceso de sometimiento de un individuo mediante presiones fsicas o psquicas a fin de
forzarlo a revelar sus secretos, presentar falso testimonio o mutar sus opiniones o ideales polticos o sus
convicciones morales; los medios implementados pueden generar perturbaciones intelectuales y
emocionales de diverso grado de gravedad.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

LENGUAJE
Definicin.- Sistema socialmente estructurado de patrones sonoros con significados normalizados.
Vander Zanden James, Manual de Psicologa Social, Barcelona, Paids, 1986, pg. 622.

Lenguaje, trastorno de.- Un trastorno del lenguaje es el deterioro o el desarrollo deficiente de la


comprensin y/o utilizacin de un sistema de smbolos hablados, escritos u otros, incluyendo la
morfologa, la sintaxis, la semntica y la pragmtica.
Belloch A. y otros, Manual de Psicopatologa Vol I, Madrid, McGraw Hill, 1995, pg. 374.

Segn Vygotski.- En Pensamiento y lenguaje (ed. 1987), concibe el lenguaje como el elemento
posibilitador de la existencia del pensamiento, postulando una sntesis de pensamiento y lenguaje
realizada durante el desarrollo y por la que el pensamiento es lenguaje y el lenguaje pensamiento. Tal
sntesis implica la existencia de un lenguaje interior, concepto nuclear en la obra de Vygotski. El lenguaje
interno, en el desarrollo del ser humano, se hace factible en cuanto el nio empieza a hablarse a s
mismo, reproduciendo pautas interpersonales, es decir, cuando inicia la construccin totalmente socialde su conciencia.
Manning Lilianne, Neuropsicologa del lenguaje: visin clsica, pg. 18.

Lenguaje hablado y lenguaje escrito.- La distincin entre ambos suele hacerse en experimentos
sobre anlisis perceptivos primarios y comprensin de palabras. Se mencionan varias diferencias:
a) En el lenguaje escrito (lectura) se puede controlar la velocidad de ingreso de la informacin. Ejemplo,
se pueden hacer pausas.
b) En el lenguaje escrito hay una segmentacin entre palabras, marcadas por espacios, cosa que no se
nota tanto en el lenguaje hablado.
c) Para Molinari, el lenguaje hablado posee informacin prosdica (entonaciones, velocidades, etctera)
que no hay en el lenguaje escrito. Tal informacin puede aliviar la tarea del procesamiento sintctico.
d) El lenguaje hablado es universal (algunos pueblos no tienen escritura) y adems no se ensea, sino
que se aprende espontneamente desde la niez: es algo natural, no artificial como el lenguaje escrito. A
pesar de ello, en los experimentos de comprensin del lenguaje se usa mas bien el lenguaje escrito, por
presentar menores dificultades metodolgicas.
Resumen de Molinari Marotto C (1997) Introduccin a los modelos cognitivos de la comprensin del lenguaje. Buenos
Aires: Secretara de Cultura de la Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires. Captulo 3, punto 1.

Comprensin del lenguaje.- Una de las reas ms estudiadas en psicolingstica cognitiva es el de la


comprensin del lenguaje, entendiendo por tal "el conjunto de procesos que intervienen entre la
recepcin de los estmulos (onda acstica o signos grficos) y la atribucin a los mismos de un
significado". Entre uno y otro hay una serie de procesos intermedios de los cuales el sujeto hablante no
es conciente: ste solo tiene acceso a los productos finales del procesamiento.
La psicolingstica propone procesos cognitivos especficos para la comprensin de letras (o fonemas), de
palabras, de oraciones y del texto general, que son los cuatro 'niveles de procesamiento' de la
comprensin verbal, o niveles de estructura:
Comprensin de:
Letras, fonemas (unidades sub-lxicas)
Palabras (unidades lxicas)
Oraciones
Texo o discurso

Nivel de procesamiento
Anlisis perceptivos primarios
Procesamiento lxico
Procesamiento sintctico y semntico
Integracin del texto o discurso

Estos niveles estn relacionados jerrquicamente: no podemos comprender el texto general, o discurso,
si no comprendemos algunas oraciones; no comprendemos las oraciones si no comprendemos algunas
palabras, y no comprendemos palabras si no percibimos las letras o los fonemas (los fonemas son las
unidades sonoras del lenguaje hablado, y las letras las unidades grficas del lenguaje escrito).
En el primer nivel, para comprender unidades sub-lxicas (menores que una palabra, como letras o
fonemas), el procesamiento consiste en identificar un sonido o una letra, lo que hacemos comparando la
informacin del exterior, con la informacin almacenada en la memoria de largo plazo.
Una vez identificadas las letras o los fonemas, a continuacin debemos comprender la palabra, para lo
cual el sistema cognitivo realiza un procesamiento lxico. Para esta comprensin es muy importante el
contexto donde la palabra est incluida.
Identificadas las palabras, corresponde ahora comprender la oracin, que se consigue gracias a dos
niveles de procesamiento: sintctico (relaciones de las palabras entre s), y semntico (relativo al
significado de la oracin en su conjunto). Para ello, a) primero se identifican los constituyentes sintcticos
de la oracin, y b) luego se integra la informacin de la oracin como un todo, de forma que tenga un

sentido. Cuando nos dicen "Toms dijo que Andrs se llevar la ropa ayer", no comprenderemos la
oracin hasta tanto no relacionemos correctamente "ayer" con "dijo" y no con "se llevar".
Finalmente, en el nivel de comprensin de texto o discurso, objetivo final de la comprensin, el
procesamiento consiste en integrar en un conjunto coherente las diversas oraciones, teniendo presente
que el significado del discurso no es la mera suma del significado de sus oraciones individuales: de
hecho, se puede entender las oraciones sin entender el sentido global del texto. En este terreno, las
investigaciones se refieren a averiguar cmo los sujetos identifican las relaciones entre las partes del
texto, y con el conocimiento previo que traen antes de su lectura.
Resumen de Molinari Marotto C (1997) Introduccin a los modelos cognitivos de la comprensin del lenguaje. Buenos
Aires: Secretara de Cultura de la Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires. Captulo 2: Niveles de
procesamiento.

Comprensin del lenguaje.- El primer nivel de procesamiento para la comprensin del lenguaje son los
anlisis perceptivos primarios (letras y fonemas).
2. Percepcin de la seal de habla
El principal problema para investigar la percepcin del habla es el siguiente: Cmo derivamos los
fonemas a partir de la seal de habla, que es una onda acstica?
Debemos distinguir tres elementos:
1) Seal de habla: es una unidad fsica acstica, y puede apreciarse mediante una onda que aparece en
un espectrograma. All puede apreciarse por ejemplo su frecuencia e intensidad. La seal de habla est
compuesta por varias ondas elementales simultneas de frecuencia e intensidad diversa. El conjunto de
esas ondas se llama espectro acstico, y el espectrograma refleja su evolucin en el tiempo. El
espectrograma se obtiene con un aparato llamado espectrgrafo de sonido.
2) Fonema: es una unidad representacional, y se define como la "menor unidad que permite distinguir
entre dos palabras del lenguaje hablado en una lengua dada".
3) Letra: unidad representacional escrita.
Entre seal de habla, fonema y letra existen relaciones. Se pueden mencionar dos teoras acerca de cmo
son dichas relaciones:
a) Una primera teora sostena que, as como hay reglas precisas para hacer corresponder un fonema con
una letra (un fonema se corresponde aproximadamente con una cierta letra), tambin deba haberlas
para hacer corresponder, uno a uno, los fonemas con las seales de habla.
b) Actualmente se sabe que este modelo es una simplificacin que no refleja la compleja realidad de la
percepcin del habla. La sospecha comenz cuando se empezaron a construir los primeros
espectrogramas, en los aos cuarenta.
La finalidad del anlisis perceptivo primario del habla es derivar de la seal acstica de habla (con
caractersticas fsicas apreciables con el espectrograma), una serie de fonemas, que son unidades
representacionales.
A los efectos del anlisis perceptivo primario del habla solamente nos interesarn las relaciones entre
seales de habla y fonemas, y no entre fonemas y letras.
Al analizar espectrogramas, vemos que no hay marcas que permitan separar un fonema de otro (ni una
slaba de otra, ni una palabra de otra, etctera), pues el espectrograma se presenta como continuo:
nuestra impresin perceptiva de que las palabras estn separadas se basa en nuestro conocimiento de la
lengua y no en las propiedades acsticas de la seal de habla. As, si escuchamos un idioma desconocido,
no podemos separar las palabras.
El problema reside a averiguar como un estmulo continuo puede ser convertido por el receptor en una
secuencia de unidades discretas que permiten identificar el mensaje.
Este problema pudo ser investigado experimentalmente, cuando en los aos cincuenta se construy un
reproductor de patrones, aparato capaz de convertir un espectrograma en sonido (al revs del
espectrgrafo de sonido), lo que permite manipular la variable independiente construyendo
espectrogramas artificiales, y luego escucharlos. El poder reproducir espectrogramas artificiales permite
manipular libremente cualquier propiedad fsica acstica. Se puede determinar, por ejemplo, si para
identificar una cierta palabra es o no preciso que la frecuencia sea superior a 1000 Hz.
Sin embargo, los experimentos no alcanzan a desentraar el problema, pues existen tres tipos de
dificultades:
1) Coarticulacin: Imposibilidad de separar al nivel de la seal de habla un fonema de otro. En un mismo
punto de la seal de habla, en un mismo instante, hay ndices que permitirn identificar fonemas
distintos en sucesin. Cuando escuchamos "pal", en la seal acstica hay ndices que permiten identificar
"p", "a" y "l", y no pueden separarse.
2) Falta de invariancia: Ausencia de ndices estables para saber cmo son expresados los fonemas a nivel
de la seal de habla. Los ndices acsticos que dan lugar a la percepcin de un 'mismo' sonido varan en
funcin del contexto, y al revs, una misma propiedad acstica puede dar lugar a percibir 'distintos'
sonidos, segn el contexto. No es lo mismo el sonido de "b" en "ba", que en "be". Por contexto se
entiende lo que antecede y sigue a determinada seal de habla.

3) Variabilidad de la seal: entre hablantes y para un mismo hablante. Los hablantes varan en el tamao
y forma de sus tractos vocales (segn edad, sexo, etc), lo que introduce variaciones en las propiedades
acsticas que dan la identidad a los fonemas.
Las investigaciones realizadas sugieren que el sistema auditivo humano ha desarrollado mecanismos
especiales para detectar y decodificar las claves caractersticas del habla. Pero, este 'decodificador
especial del habla' es innato o adquirido? Para ello debemos investigar la percepcin del habla en los
nios.
3. Estudios ontogenticos sobre percepcin del habla
La forma en que se percibe el habla depende del medio en que el nio va modelando su capacidad de
percepcin: un nio argentino no percibe de igual manera la lengua japonesa que un nio japons. En
castellano podemos distinguir "cala" y "cara" porque discriminamos los fonemas "l" y "r", pero un japons
no est preparado para percibir esa diferencia. Por tanto, no son dos fonemas distintos en japons, pues
no permiten distinguir dos palabras (cala y cara).
Esto sugiere que el sistema perceptivo no va enriquecindose sino empobrecindose: al nacer tendramos
capacidades discriminativas intactas (estamos preparados para aprender cualquier idioma), pero luego la
percepcin de la lengua materna va reduciendo esas capacidades y desarrollando las restantes.
Los experimentos de Eimas "pusieron de manifiesto la capacidad de los recin nacidos para la
discriminacin entre fonemas, as como su tendencia a la percepcin categorial". Para ello utilizaron
oposiciones comunes a todas las lenguas, para estar ms cerca de la base biolgica del habla.
Ms especficamente, demostraron que los nios de cuatro meses:
a) son capaces de discriminar la oposicin entre consonantes sordas y sonoras (por ejemplo entre "b" y
"p", para lo cual le presentaron los estmulos "ba" y "pa"), y
b) muestran tendencia a la percepcin categorial: la discriminacin de una misma diferencia acstica fue
mejor atravesando el lmite adulto entre fonemas, que dentro del mbito correspondiente a la percepcin
de una misma categora fonmica adulta. Por ejemplo, entre "ba" y "pa" hay toda una gama de sonidos
que va de un extremo al otro. El nio no discrimina la diferencia entre dos estmulos dentro de la gama
del "ba", pero s percibe la misma diferencia si sta atraviesa el lmite entre "ba" y "pa".
Como se hacen estos estudios experimentalmente?
Nos damos cuenta que el nio discrimina fonemas cuando ante el estmulo da una respuesta como
succionar, y sigue hacindolo en forma decreciente si se sigue presentando el mismo estmulo, pero
vuelve a aumentar el ritmo de succin si capta un estmulo diferente, lo que significa que lo diferenci o
discrimin.
Se forman un grupo experimental y uno de control, y utilizamos un sintetizador para producir sonidos. En
el primero hacemos variar el estmulo: primero es "ba" y luego gradualmente es "pa". Aqu se vio que los
nios discriminaban ambos estmulos. En el grupo de control se les dio solamente el sonido "ba" y su
gama progresiva (sin llegar a "pa"), y se comprob que no diferencian entre elementos sonoros dentro de
esa gama, con lo cual se concluye que los nios perciben categorialmente los fonemas.
Otros estudios (Werker y otros) demostraron que cuanto ms temprana es la edad de los nios, ms
discriminan oposiciones, y que conforme avanzaban en el aprendizaje de su propia lengua, cada vez
menos discriminaban esas oposiciones en otras lenguas distintas.
Sin embargo, esa capacidad puede volver a recuperarse porque no es una prdida de tipo neurosensorial, sino atencional y cognitiva. Todo hace pensar que se va perdiendo la capacidad discriminativa
porque el medio no aporta la informacin necesaria, o sea, el nio no est en un medio donde se habla
otra lengua. La capacidad puede recuperarse si la persona aprende un idioma extranjero.
Por ejemplo, nios ingleses podan captar ciertos sonidos de la lengua zul (eran como 'clics'), pero los
perciban como meros sonidos, no como elementos lingsticos que entraban en oposicin con otros
elementos. Se constat as que lo que se pierde es la discriminacin de las oposiciones fonticas que
"compiten" con las de la misma lengua.
4. La estrategia de silabificacin en la percepcin del habla
El habla es continua, por lo que el oyente debe extraer significados segmentando el discurso en partes
pequeas. Se han propuesto como partes ms pequeas que la palabra al FONEMA y a la SILABA.
A los nios les es mucho ms fcil diferenciar slabas que fonemas, porque estos ltimos pueden
confundirse unos con otros en un continuum.
Mehler investig si efectivamente las palabras eran procesadas slaba por slaba por el oyente, para lo
cual utilizaron una tarea experimental de "deteccin de fonemas". Se pudo comprobar la hiptesis de una
'estrategia de procesamiento slaba por slaba' y no fonema por fonema. Por ejemplo, deban avisar
cuando percibieran los primeros fonemas de una palabra, y reconocan "pal" en "palmera" y no en
"palacio", mientras que reconocan "pa" en "palacio" pero no en "palmera". Todo ello probaba que
segmentaban en slabas, no en fonemas.
Se vio tambin que los nios franceses procesaban slaba por slaba porque en ese idioma est muy clara
la diferencia entre slabas, mientras que los nios ingleses no hacan este tipo de procesamiento porque
las slabas en ese idioma no son siempre diferenciables (hay expresiones ambisilbicas, o sea, pueden
descomponerse con slabas diferentes).

A continuacin, se intent averiguar si la estrategia de silabificacin depende del percipiente o de las


caractersticas del idioma, constatndose finalmente esto ltimo: "una estrategia ser o no incorporada al
sistema de comprensin del lenguaje en desarrollo, segn el grado en que la estructura de la lengua que
est adquirindose aliente el uso de la estrategia en cuestin".
5. Procesamiento sub-lxico de la palabra escrita
En la dcada del '60 se descubri que las lneas horizontales, verticales, las curvas cerradas, abiertas,
etctera son las 'caractersticas primitivas' que usamos para reconocer visualmente las letras.
Se comprob la existencia de 'matrices de confusin': cuesta ms identificar una letra cuando est
rodeada de letras de caractersticas similares. Ejemplo: suele confundirse la Q con la O. A nivel
neurolgico, pudo constatarse que pareca haber neuronas especializadas en percibir ciertas
caractersticas (por ejemplo curvas) y no otras.
A nivel psicolgico, uno de los primeros modelos fue el 'modelo de pandemonium', segn el cual cuando
un estmulo se presenta permanece brevemente como representacin icnica (demonio de la imagen).
Luego, varios decodificadores (demonios de las caractersticas) analizan las caractersticas primitivas de
la imagen. Cuanto ms consistentes sean estos anlisis de caractersticas con una letra determinada,
ms se activar la representacin de esa letra. Un sistema de decisin hace un reconocimiento con mayor
grado de activacin (el dominio de decisin escucha para determinar cul demonio de letra grita ms
fuerte). Este modelo permite dar cuenta que ciertas caractersticas son ms tiles que otras para
discriminar letras.
Resumen de Molinari Marotto C (1997) Introduccin a los modelos cognitivos de la comprensin del lenguaje. Buenos
Aires: Secretara de Cultura de la Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires. Captulo 3: Anlisis
perceptivos primarios, puntos 2 a 5.

Lenguaje fundamental.- El lenguaje fundamental es aquel que ejerce su funcin identificante


mediante dos subconjuntos de trminos que se dan cronolgicamente: primero, aquellos que designan al
afecto y que, mediante ese acto de enunciacin se transforma en sentimiento, y segundo, aquellos
trminos que designan los elementos del sistema de parentesco de una cultura dada, y cuya enunciacin
comporta implcitamente a todos los otros elementos del sistema y sus relaciones.
Aulagnier P, La violencia de la interpretacin, pg. 139.

LETARGIA
Definicin.- 1. Sueo prolongado durante das, semanas o meses, con muy pequeos intervalos de
vigilia o, ms frecuentemente sin ellos, y muy profundo, difcilmente reversible, aun por estmulos
intensos. Su reversibilidad, aunque difcil, la distingue del coma. 2. El estado de letargia fue considerado
por Charcot como una fase de la hipnosis (siendo las otras las de la Catalepsia y del Sonambulismo).
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

LVY-BRUHL, LUCIEN
Biografa.- (1857-1939) Sostiene que la moral y la actitud mental general del hombre dependen de las
condiciones sociales e histricas. Fundamentalmente sus concepciones, sobre todo, mediante el estudio
de la sociedad primitiva. Halla que el hombre primitivo tiene una mentalidad prelgica, basada en
imgenes y materiales mticos, en la cual no rige la ley de la contradiccin.. Segn este concepto, el
hombre primitivo es diferente de nosotros en su vida anmica, y esta diferencia se revela en los procesos
mentales. El otro proceso mental del hombre primitivo, diferente de nosotros, es la loi de participacin,
que establece tales relaciones entre las cosas y entre las partes de las cosas, que nuestra mente no
conoce. La influencia de Lvy-Bruhl fue enorme, y su teora, con la cual distingue entre el hombre
primitivo y nosotros, fue aceptada completamente. Sin embargo, en su diario pstumo (Carnets) modifica
su posicin, sin privar la importancia de sus investigaciones sobre la vida anmica (mgica y religiosa) del
hombre primitivo. Obras principales: Les fonctions mentales dans les socits infriurs, 1912; La
mentalit primitive, 1923; Lme promitive, 1927.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

LEY
Ley social.- En la horda primitiva no haba ley. Los miembros deban optar entre la sumisin al jefepadre, o la muerte. Al ser asesinado el padre, los dems comprendieron que la lucha por ocupar su lugar
sera estril y sin fin, por lo cual establecieron ciertas reglas de convivencia que deban ser inviolables: en
este momento podemos hablar de una primera organizacin social. Instaurada esta ley, luego adquiri
sentido el crimen (la violacin de la ley), es decir, la ley hace al crimen, y no a la inversa.
En antropologa tenemos dos lneas de pensamiento: la inglesa y la francesa. La primera destaca en las
sociedades primitivas (o mejor, menos complejas) la obediencia ciega a la ley, no obstante lo cual puede

ser siempre quebrantada, mientras que la segunda intenta estudiar donde, en esas sociedades, est el
poder y cmo se ejerce.
Condensado de lvarez C, Clases tericas de la Ctedra de Psicologa Forense de la Facultad de Psicologa de la
Universidad de Buenos Aires, 2 cuatrimestre de 1996.

Ley e ilegalismos.- Los ilegalismos son leyes que nadie cumple, y por ello nadie es sancionado.
Funcionan como vlvulas de presin, pues permite hacer infracciones sin ser penado. Este es el
ilegalismo de los derechos, pues se lo gan cada estrato social, pero existe tambin el ilegalismo de las
cosas, y ms concretamente de los bienes, que aparece despus. Este ilegalismo aparece cuando se
instituye la propiedad privada: al parcelarse la tierra, llevar ganado a pastar de un sector a otro, empieza
a ser delito.
Condensado de lvarez C, Clases tericas de la Ctedra de Psicologa Forense de la Facultad de Psicologa de la
Universidad de Buenos Aires, 2 cuatrimestre de 1996.

Ley penal.- La ley penal pretende proteger un bien jurdico, y el Cdigo Penal establece delitos y penas
para ellos.
Condensado de Jimnez P (1990) Lineamientos jurdicos del delito y la pena. Publicacin interna de la Ctedra de
Psicologa Forense de la Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires.

Modos de interpretar la ley.- 1) Primero considero el texto segn el sentido habitual de las palabras.
2) Si eso no me da el sentido, recurro al contexto. 2) Si an no obtengo el sentido de la ley, voy a los
lugares paralelos de la ley. 4) Si no, voy a las fuentes de la ley, que pueden llegar al derecho romano. 5)
Si esto no sirve, voy a cmo el legislador interpret la ley al crearla. 6) Puedo apelar tambin a la
costumbre, pero hay cdigos que lo prohben, y entonces debo ir a la jurisprudencia y a la doctrina. 7) Si
tampoco esto sirve, llego a la jurisprudencia, o sea como interpretaron la ley los jueces en sentencias
anteriores. As funciona el Common Law, por ejemplo. 8) Si esto no sirve voy a la doctrina (en penal est
por ejemplo F. Balestra, Nez, etc).
Condensado de Castex Mariano, Imputabilidad, culpabilidad, responsabilidad, teora del delito (clases dictadas en la
ctedra de Psicologa Forense de la Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires, 1996).

Leyes asociativas.- Leyes mediante las cuales se asocian ideas entre s. Son: 1) Ley asociativa por
contigidad temporal: hechos o estmulos registrados en un mismo momento o acto perceptivo. 2) Ley
asociativa por contigidad espacial: hechos o estmulos captados en un mismo lugar. 3) Ley asociativa
por semejanza externa: cuando tiene entre s alguna semejanza relacionada con sus caracteres externos.
4) Ley de asociacin por semejanza interna: cuando tienen en comn los significados de sus cualidades
o propiedades. 5) Ley asociativa por contraste: la asociacin se hace cuando un hecho o fenmeno es lo
opuesto de otro (Betta, 1984:136).
Betta Juan (1984) Manual de Psiquiatra. Buenos Aires: CEA, Octava edicin.

Ley del Ejercicio Profesional.- La ley que rige el ejercicio profesional de la Psicologa en Argentina es
la 23.277 promulgada en noviembre de 1985, donde menciona los alcances del ejercicio de la profesin,
e indica quin ser la autoridad de aplicacin en el control de esta profesin. Debemos tener en cuenta
que esta ley legaliz una profesin que ya estaba incorporada en la sociedad, no solo por las normas del
gobierno de facto (Ley 17.132), sino por el desarrollo que ha venido observando esta disciplina.
En primer lugar, tenemos que la norma define a la Psicologa como la aplicacin y/o indicacin de
teoras, mtodos, recursos, procedimientos y tcnicas especficas en: a) El diagnstico, pronstico y
tratamiento de la personalidad y la recuperacin y prevencin de la salud mental de las personas; b) La
enseanza y la investigacin; c) El desempeo de cargos, funciones, comisiones o empleos por
designaciones de autoridades pblicas, incluso nombramientos judiciales; d) La emisin, evacuacin,
expedicin, presentacin de certificaciones, consultas, consejos, informes, dictmenes y peritaje.
La autoridad que velar por el cumplimiento de la presente norma ser la Secretara de Salud y Accin
Social.
Se establece que solo podrn ejercer la profesin aquellos que posean ttulo habilitante, ya sea otorgado
por universidades pblicas o privadas, pero habilitadas por el Estado, o extranjeras con la pertinente
revalidacin. Los extranjeros que se encuentren en el pas, que posean ttulos equivalentes, que sean
requeridos por alguna institucin, podrn realizar trabajos con fines de investigacin, docencia y
asesoramiento.
Aquellos habilitados para el ejercicio de la profesin no podrn ejercerla cuando se cumpla algn
supuesto artculo 6, que puede ser:
a) condena por delitos contra las personas, el honor, la libertad, la salud pblica, o la fe pblica, con un
mnimo de dos aos (aqu la ley no es clara, pues no indica a qu se refiere con un mnimo de dos aos.
Ser a ejercer la profesin? Ser a un mnimo en prisin?),
b) aquellos que posean enfermedades psquicas graves,
c) o aquellos que posean enfermedades infecto-contagiosas, mientras dure el perodo de contagio.

Entre los Derechos del profesional, se esgrimen la posibilidad de certificar las prestaciones de servicios,
efectuar interconsultas, y entre las Obligaciones menciona aconsejar la internacin y externacin de
personas cuya conducta represente un peligro para s o terceros, guardar el secreto profesional, como as
los datos y hechos que se les comunicare en razn de actividad profesional.
Se describen tres prohibiciones en el ejercicio profesional de la Psicologa, las cuales son:
1. prescribir, administrar o aplicar medicamentos, electricidad o cualquier otro medio fsico y/o qumico,
destinado al tratamiento del paciente;
2. participar honorarios entre psiclogos, salvo que se trate de trabajo en equipo;
3. publicar falsos xitos teraputicos, estadsticas ficticias, datos inexactos o prometer resultados en la
curacin o cualquier otro engao.
Para concluir, se suele decir que la propia definicin es la primera restriccin a un concepto. Y en el caso
del Derecho, la segunda restriccin es la regulacin. Aun as quedan puntos sin aclarar, como por
ejemplo el caso de la <<fe pblica>>, ya que este trmino corresponde a un valor de ndole social, es
decir la creencia que tiene una sociedad determinada, en un momento determinado. Por lo tanto, este es
un concepto incierto y mutable en el transcurso de los tiempos y para cada grupo social.
Condensado de Salpeter P, Ley del Ejercicio Profesional de la Psicologa. Publicado en la Revista Le Symbole (Buenos
Aires, 1995).

LIBERMAN, DAVID
Biografa.- (1920 -1983) David Liberman naci en Buenos Aires el 1 de julio de 1920 y falleci tambin
en Buenos Aires, el 30 de octubre de 1983, el da que en la Argentina se consagr presidente al Dr. Ral
Alfonsn. Ese ltimo da de su vida, intent levantarse para ir a emitir su voto. Su infancia transcurri en
las inmediaciones de donde hoy se erige la Facultad de Medicina. Era el segundo hijo de Sam Liberman
famoso entre los aos cuarenta y cincuenta por su orquesta de Jazz integrada por Sam y sus dos hijos
varones David y Bernardo. David tena tambin una hermana mayor. Sam Liberman era israel, nacido en
Safed, la ciudad de los cabalistas. David Liberman conoci a Fedora, su mujer, en un baile en La Falda
(Crdoba) al tener 18 aos. Fue un amor a primera vista y se casaron seis aos despus en 1945.
Tuvieron dos hijos, Diana Liberman de Vanelli, actualmente mdica psicoanalista, y Alex, periodista.
David consagr su vida a la msica y luego al psicoanlisis y de alguna manera logr integrar ambas
esferas o disciplinas, ya que adems de su aplicacin de las Teoras de la comunicacin al estudio de la
sesin psicoanaltica, le interes siempre grabar ciertas sesiones y detectar en las diferentes voces de los
pacientes, las melodas, armonas, rubattos, contrapuntos, disonancias, que hubiera en ellas. Liberman
fue como maestro, supervisor, psicoanalista, alguien muy especial por que su entrega a estas actividades
haba entrado en el registro de lo mitolgico. Las horas que dedicaba a su trabajo en el consultorio, sus
frases memorables condensadas y desenvueltas, en las supervisiones, que no condecan con el lxico
pulido e impecable de sus escritos, tenan la finalidad de hacerse entender y ensear a entender. Esa fue,
creo, la cualidad ms significativa de su persona. La vehemencia, efusividad, entusiasmo, o mpetu con
que apost a poder detectar que es lo que nos estn comunicando los pacientes, y como comunicarnos
con ellos. El inducir a sus alumnos a considerar la sesin como un objeto de investigacin produjo una
revolucin en la forma de trabajar de varias generaciones de psicoanalistas, que se formaron en la
Asociacin Psicoanaltica Argentina, en Asociaciones latinoamericanas y luego en APdeBA. Consista en
trabajar relajadamente con el analizando pero luego, ya sin la presencia del paciente en el consultorio se
busca reconstruir la sesin, estudiarla minuciosamente, y transformarse en un investigador, de lo que l
llam, la apertura de un segundo circuito. Liberman descubri un nuevo mundo en lo que a la tcnica
psicoanaltica se refiere antes de l, no slo que los pacientes eran tratados como un todo nico (aunque
supiramos que presentaban patologas diferentes) sino que el suyo fue de los pocos aportes a la tcnica
del psicoanlisis individual, desde 1914. Los descubrimientos de Liberman son fundamentales mtodos de
observacin de los datos que nos proporciona el paciente y del efecto que en el paciente producen las
interpretaciones. Liberman tambin se agrup con los que consideraban al anlisis como inductor de
transferencia y trabaj en ese sentido. A pesar de todos sus hallazgos y aportes fue su libro La
comunicacin en teraputica psicoanaltica (1960) el que jalona el momento en que Liberman declara a la
sesin teraputica como unidad o mdulo de investigacin psicoanaltica. En ese libro David se propone
volcar los principios bsicos del psicoanlisis (libido, inconsciente, transferencia, fijacin) a la teora de la
comunicacin. Cada punto de fijacin, y por consiguiente de regresin en la transferencia corresponde a
un tipo o modelo de la comunicacin de Ruesh. Esta clasificacin muy sintticamente sera la siguiente: La persona observadora no participante, corresponde al paciente esquizoide fijado en la etapa oral de
succin. - La persona depresiva, es el melanclico, fijado en la etapa oral secundaria. - La persona de
accin es el psicpata o el perverso fijado en la etapa anal expulsiva. - La persona lgica, paciente
obsesivo, fijado a la etapa anal secundaria. - La persona atemorizada y huidiza es el carcter fbico, la
histeria de angustia con fijacin en el Edipo positivo. - La persona demostrativa sera la histeria de
conversin, tambin fijada en lo edpico. - La persona demostrativa sera la nica que podra acceder al
registro de lo simblico capacidad que se malograra si la regresin transferencial estimulara
intensamente elementos del Edipo (transferencia ertica, etc.). En concordancia con estos estilos de

comunicacin del paciente, estaran los estilos o registros en que debera moverse ptimamente el
analista, para provocar efectos estructurantes en el paciente, que en la nomenclatura de Liberman, sera
favorecer un cambio en el registro o estilo del paciente. Para dar un ejemplo, si el paciente est en el
registro de la persona demostrativa el anlisis tendra que manejarse en el de la persona observadora
y no participante. etc. Antes de concluir esta resea de David Liberman no quiero dejar de mencionar el
hecho de que en los congresos Internacionales, amn de sus medulosas intervenciones (lleg a ser
Vicepresidente de IPA), Liberman sola sentarse a un piano que siempre encontraba por all
comenzando a desgranar melodas de Glenn Miller y otras de los aos cuarenta, lo cual hacia que todos
se levantaran de sus asientos. Para terminar dir que Liberman era una persona observadora, huidiza,
demostrativa, era sobre todo una persona. Considero que en algn sentido su prdida ha sido
insustituible ya que aunque sus escritos eran valiosos el Liberman al que todos nos referimos, y el que
ms nos lleg es el de las supervisiones. Para l, sin embargo, podra decirse que su vida estuvo
cumplida, llena de satisfacciones y habiendo realizado, prcticamente todas las cosas a las que haba
aspirado.
Hayde Celia Kohan
Aporte de Ricardo Bruno

LIBERTAD
Generalidades.- Miedo y poder estn muy vinculados. Hay miedo a un poder humano que no es del
todo humano: a un poder hecho por el hombre pero ms all de su capacidad humana de oponerle
resistencia. Es la expresin de un miedo csmico que se presenta como el miedo oficial, similar a los
miedos a los poderes naturales. El pasaje al estado moderno tardo o posmoderno no produjo una mayor
libertad individual o una mayor capacidad de negociacin. Solo ha transformado al ciudadano poltico en
un consumidor del mercado.
Donde confluyen lo pblico y privado.- La falta de libertad se transforma en opresin cuando los agentes
son forzados a actuar contra su voluntad y no con sus deseos Sin embargo, no toda falta de libertad es
vivida como opresin, como por ejemplo la misma rutina, que no es vivida como opresin sino como algo
necesario que otorga una sensacin de seguridad.
Pero sea cual fuere la falta de libertad, siempre implica heteronoma, es decir, la condicin segn la cual
hay que cumplir las reglas y los mandatos de otro (al revs que la autonoma, donde se cumplen las
reglas que uno mismo se impuso). Las personas pueden aceptar o criticar las reglas impuestas por los
otros, pero aunque no las acaten, no por ello son autnomos.
Debe haber una reflexin crtica que permita examinar la validez de jure (jurdica) de las instituciones
humanas. Esta reflexin crtica es la esencia de toda poltica genuina, entendiendo poltica como todo lo
relacionado con el ejercicio del poder.
Condensado de Bauman Zygmunt (1999) En busca de la poltica. Buenos Aires: FCE. Captulo 2.

El hombre que fue enjaulado.- Qu pasa si a un hombre se le priva de su libertad? El autor cuenta una
historia ficticia de un rey que toma a un hombre de la calle y lo pone en una jaula. Al principio se queja,
y un psiclogo ve que esto est bien, pues solo si se da cuenta de que est en problemas se lo podr
ayudar. Con los das se va quedando callado, y solo manifiesta su odio a quien lo enjaul. El psiclogo
piensa que quien tiene esa energa, aun puede ser ayudado.
El enjaulado empieza a atender las palabras del rey cuando ste le dice porqu quejarse, si tiene
alimento, cama etc., y est protegido dentro de la jaula. El prisionero poco a poco acepta esto, que es
bueno recibir abrigo, que el hombre debe vivir segn su destino y aceptarlo. Poco a poco elabora teoras
fascistas, y al psiclogo le hace acordar la gente que acept cierta forma de vida pero interiormente est
resentida. Cuando el prisionero ya no sabe a quien odia, se hace ms difcil ayudarlo.
El prisionero cuenta, a todo el que se acerca, lo bien que es estar abrigado y seguro, y trata de
convencerlos de que estar en la jaula es muy bueno. En presencia del rey, le agradece haberlo enjaulado,
pero en su ausencia, su expresin es malhumorada, mientras piensa es el destino. El psiclogo
comprueba que el sujeto va volvindose torpe y descuidado. Pasa largo tiempo quieto. Empieza a no usar
ms la palabra yo. Se ha vuelto un insano. El psiclogo se pregunta porqu particip de este
experimento para que no lo dejaran sin dinero para investigaciones en su clnica. El rey representa al
sistema, y el psiclogo, al psiclogo dentro del sistema. El enjaulado dice que cuando a l lo enjaulan,
tambin estn enjaulando a todos los dems, y por lo tanto proclama que el rey debe dimitir, con lo cual
todos los que lo escuchan estn de acuerdo. El psiclogo se despierta y piensa que fue todo un sueo.
Resumen de Rollo May (1990) La psicologa y el dilema del hombre. Mxico: Gedisa. Captulo 11: El hombre que fue
enjaulado.

Libertad y la responsabilidad.- Hubo varias soluciones inadecuadas al dilema entre libertad y


responsabilidad, dentro de la psicologa y la psicoterapia.
Una primara solucin inadecuada fue pensar que la cura pasa por liberar al paciente, sin abrir juicios
morales sobre sus valores. Se pensaba que la cura apuntaba a reducir a cero la ansiedad, pensndose

que la ansiedad es nicamente neurtica. Esta plena libertad que se buscaba con la liberacin, produjo el
efecto contrario: hizo aumentar la ansiedad de los pacientes.
Como reaccin a esta actitud anterior, surgi luego otra solucin igualmente errada: desconfiar de la
liberta, y exagerar la importancia de la responsabilidad, entendida sta como responsabilidad del
psiclogo frente a un paciente sin mucha libertad, para poder controlarlo moral y socialmente.
Debemos reexaminar las relaciones entre libertad y responsabilidad bajo una nueva luz, por ejemplo,
partiendo de la idea de control (de unas mentes por otras mentes, tipo control social). Hay que
preguntarse aqu por los fines de este control, o sea, para qu los psiclogos debieran controlar la mente.
Los pacientes llegan a consulta con una carencia de libertad, no saben qu hacer, qu elegir, quieren
ayuda para su mal. La libertad aqu ser fomentada, entendida como la capacidad del individuo de saber
que est determinando, y de poder responder con acciones en el mundo, es decir, tener la
responsabilidad. Debe haber para ello un yo centrado, pues la libertad es una cualidad de la accin del yo
centrado, (primer principio), y adems la libertad implica siempre responsabilidad social (segundo
principio) Este principio introduce el lmite de la libertad, pues sta no es hacer lo que uno quiera. Un
tercer principio es que la libertad exige la capacidad de aceptar, soportar y vivir constructivamente con
ansiedad (normal, no neurtica). La libertad es algo que se adquiere, y hacia ello apunta la psicoterapia.
Resumen de Rollo May (1990) La psicologa y el dilema del hombre. Mxico: Gedisa. Captulo 12: Nuevo examen de la
libertad y la responsabilidad.

Segn Winnicott.- En "Libertad", este autor investiga el problema de la libertad en relacin con la
creatividad y con la salud en el sentido psiquitrico.
Es muy importante que en el ambiente donde se mueve la persona haya libertad, tanto a nivel poltico
como a nivel de familia. No obstante, para el sujeto que tiene cierta dosis de salud, su sentimiento de
libertad no depende del todo de si el ambiente es coercitivo o no. Del mismo modo, hay personas a las
que les fue quitada la libertad y luego, cuando la recibieron nuevamente, no supieron qu hacer con ella.
El psicoanlisis tiene una visin determinista: el desarrollo afectivo de las personas est condicionado por
el ambiente. Este determinismo no es bien recibido por las personas, pues parece anular su libertad. Hay
un miedo o temor al determinismo, porque se opone a la libertad y a la creatividad. En realidad, el
determinismo forma parte de nuestras vidas, pero ello no significa que no podamos experimentar la
libertad.
La enfermedad misma se siente como una crcel. El psicoanlisis describe la salud como flexibilidad en
las defensas, y la enfermedad como defensas rgidas. El sentido del humor y la capacidad de jugar son un
espacio libre en la organizacin defensiva, e indican buena salud mental. Tal espacio libre es lo que da al
sujeto sano sentimiento de libertad, mientras que en la enfermedad, las defensas rgidas no dan espacio
para rer o jugar, y se siente como ausencia de la libertad.
Respecto del problema de la amenaza a la libertad, seala Winnicott finalmente que una amenaza
prolongada a la libertad por parte del ambiente puede afectar la salud psquica: lo cruel est en destruir
en la persona la esperanza que da sentido al impulso, al pensamiento, a la creatividad. Ms all de los
determinantes internos, la historia personal, etc., lo que cuenta para el desarrollo del sentimiento de
libertad es un ambiente propicio modelado por los padres.
El sentir que la libertad se encuentra internamente amenazada puede impulsar a muchos a grandes
realizaciones y logros excepcionales, en su afn de no perder esta libertad. La persona infeliz tratar de
destruir su libertad, pues est preso de sus defensas rgidas.
Winnicott D., "Libertad".

LIBIDO
Definicin.- Freud utiliz el trmino libido para referirse a aquella fuerza por la que el instinto sexual
es expresado en la mente. Reconoci que el instinto sexual no se origina en forma acabada. Ms bien,
atraviesa un complejo proceso de desarrollo durante el cual tiene muchas manifestaciones aparte el
simple objetivo de la unin genital. La teora de la libido se refera a la investigacin de todas estas
manifestaciones y de las complejas vas que podan seguir en el curso del desarrollo (pgina 73).
Kaplan H y Sadock B (1992) Compendio de psiquiatra. Mxico: Salvat. 2 edicin.

Definicin.- Trmino con el que Freud design la energa que sirve de substrato a la manifestacin de
la pulsin sexual y a sus transformaciones. C G Jung ampli ms tarde el concepto de libido hasta
designar la energa psquica en general que aparece en toda tendencia a, en todo appetitus. La teora
de la libido ha evolucionado con las diferentes etapas de la teora de las pulsiones. Sin embargo, su
concepto dista de haber recibido una definicin unvoca. Gran parte de las tendencias actuales del
psicoanlisis mantienen en cuanto a la libido la posicin freudiana: la libido est ligada a la
psicosexualidad y es la energa, considerada como una magnitud cuantitativa (aunque actualmente no
pueda medirse), de las pulsiones que tiene relacin con todo aquello que puede designarse con la palabra
amor (Freud). Sin embargo, dentro del movimiento de desesoterizacin y clara delimitacin de

conceptos del psicoanlisis actual, puede observarse una progresiva tendencia a prescindir de esta nocin
desde el punto de vista cientfico (pgina 253).
Tizn J, Libido. Includo en Quintanilla M (dir) (1979) Diccionario de filosofa contempornea. Salamanca: Ediciones
Sgueme. 2 edicin.

La libido segn Jung.- Postula Jung que el concepto de libido de Freud no debe referirse solamente a lo
sexual. En el campo psicolgico, este concepto de libido tiene la misma importancia funcional que el
concepto de energa en fsica. Libido es algo ms abarcativo que lo sexual, pues existen muchos instintos
irreductibles a lo sexual.
La libido o energa psquica es ms que lo sexual, y una prueba de ello es que por ejemplo en la
demencia precoz, donde hay una des-libidinizacin, falta algo ms que el mero inters ertico o sexual:
hay una falta de inters general, referida a toda la realidad y no slo a los estmulos sexuales. La libido
se refiere adems del sexo, al hambre, la sed, el sueo, los estados emocionales, los afectos, etc. A
pesar de esta diversidad de manifestaciones de la libido sta es una unidad, un nico instintivo vital
continuo, similar al concepto de voluntad en Schopenhauer. Libido es entonces todo anhelo o impulso en
general. De esta forma, lo que da lugar a la formacin de smbolos como luz, fuego, sol, etc. No es el
instinto sexual, sino una energa en s indiferenciada.
Condensado de Jung C (1982) Smbolos en transformacin. Buenos Aires: Paids.

La transformacin de la libido segn Jung.- En el nio la libido se manifiesta en la funcin de


nutricin y en el rea motora (movimiento de brazos y piernas acompaados de satisfaccin). A medida
que crece y desarrolla sus rganos, la libido va diversificndose, transformndose hacia nuevas
funciones, entre ellas la sexual, pues tambin es espiritual, verbal, emocional, etc. Habra entonces desde
el nacimiento hasta las primeras manifestaciones de la libido como sexualidad, una fase llamada presexual. Probablemente el esquizofrnico presenta una regresin a esta etapa, donde domina la funcin
nutritiva. Ms adelante vemos una inversin y transformacin de la libido sexual, que Freud explica por la
prohibicin del incesto, que desva la energa libidinal sexual de lo endogmico.
As como la libido en general va sufriendo transformaciones, puede tambin estancarse, en cuyo caso no
se regresa necesariamente a aplicaciones sexuales anteriores sino a actividades rtmicas infantiles que
son la base, la fuente comn tanto de la funcin nutritiva como de la funcin sexual. Lo libidinal en
general tiene una caracterstica bien visible: es rtmico; esto se ve en los rituales, en los juegos, en los
movimientos, etc. Esta repeticin perseverante es caracterstica de todo proceso emocional en general, y
por tanto de la libido.
Si bien la libido sufre transformaciones y se difunde hacia muchas manifestaciones, tambin es
susceptible de control: el miedo es quien controla la fuerza instintiva, tanto el miedo a cosas exteriores
(lucha por la supervivencia) como a elementos interiores (dioses, espritus).
Si un instinto es entorpecido o inhibido, de produce una retencin y regresin del mismo, siendo desviado
hacia otros canales. Si se reprime la sexualidad, el caudal de la libido se encauza hacia otras vas, como
por ejemplo el arte.
Condensado de Jung C (1982) Smbolos en transformacin. Buenos Aires: Paids.

Simbologa de la libido segn Jung.- El smbolo de la libido en general es el fuego. Esto se ve en la


fase presexual por ejemplo, donde predomina lo nutritivo: son frecuentes las asociaciones entre el fuego
y la boca (funcin nutritiva).
La gnesis del hroe.- El ms egregio de todos los smbolos de la libido es la figura humana como
demonio o como hroe. Aqu el simbolismo adopta ya una forma humana: por ejemplo el sol como
smbolo del ser humano, porque as como el sol se hunde en el horizonte y renace al otro da, as tambin
el hombre se hunde en las tinieblas y renace nuevamente en sus hijos.
Lo simbolizado no puede ser meramente un hombre sino que, como Jess, debe representar lo que en
verdad es: la tonalidad de las imgenes primigenias que universalmente expresan lo todopoderoso. En la
forma humana visible no se busca el hombre, al superhombre, al hroe o al dios, sino a la esencia
semejante al hombre que expresa aquellas ideas, formas y fuerzas que se aduean del alma y la
configuran. Psicolgicamente estas formas, ideas y fuerzas son los contenidos arquetpicos del
inconciente colectivo, aquellos restos de antiqusima humanidad iguales en todos los hombres. Los
hombres, al amar ese patrimonio heredado, aman un bien comn: vuelven as a la madre de los
hombres, o sea a la psique, que exista antes de que hubiese coincidencia, recuperando algo de esa
solidaridad y fuerza secreta que el sentimiento de comunidad suele inspirar.
Smbolos de la madre y del renacimiento.- As como por ejemplo una muchedumbre o multitud de
personas es smbolo de la actividad inconciente, y los caballos simbolizan la energa psquica, las
ciudades son un ejemplo de smbolo de la madres, porque como la ciudad, la madre cobija a sus hijos,
los habitantes. Por ejemplo en el antiguo testamento a las ciudades se les daba nombre de mujeres. Otro
smbolo materno es el agua, puesto de que del agua surge la vida as como de la madre surge el hijo. En
muchos sueos, el agua o el mar representan tambin lo inconciente: aqu el aspecto materno coincide

con la naturaleza de lo inconciente, en tanto lo ltimo puede verse como madre o matriz de la conciencia.
Otro ejemplo de smbolo materno es el rbol, que tiene algo de femenino y algo de masculino (forma).
La psique crea smbolos cuya base es el arquetipo inconciente, y cuya figura aparente (rbol, agua, etc)
proviene de las representaciones adquiridas por la conciencia. Los arquetipos son elementos estructurales
de la psique y poseen cierta autonoma y energa gracias a lo cual pueden atraer hacia s ciertos
contenidos de la conciencia que les convengan. Los smbolos funcionan como transformadores puesto
que transfieren la libido de una forma inferior a otra superior.
La lucha por emanciparse de la madre.- Tanto la imagen de la madre como el caballo son smbolos de la
libido y de lo inconciente; las leyendas atribuyen al caballo son videntes, guan al viajero, profetizan
calamidades, ven fantasmas, etc. Por eso tambin se relacionan con el diablo. Los caballos se asocian
tambin por sus cualidades con el viento, el fuego y la luz.
Los hijos son representados mediante el smbolo de la flecha, porque entre otras cosas la flecha puede
irse, separarse de su origen, que es el arco. La libido que denomina la conciencia del hijo, vida de
progreso, exige la separacin de la madre, aunque haya una resistencia a la que debe vencer, que es la
tendencia a permanecer ligado a la madre.
El sacrificio.- El primero y principal anhelo del inconciente es la madre, que como vimos tiene muchas
formas de ser representada. Asociada a la imagen de la madre encontramos tambin la imagen del
nacimiento (por ejemplo como semilla, como estrella, etc), pues la madre es procreadora.
Muchas veces aparece una doble madre (la real y la espiritual), y en relacin con ella aparece tambin el
doble nacimiento, o renacimiento (el nacimiento biolgico y el nacimiento espiritual, como en la fe
cristiana el bautismo, por ejemplo). Quien proviene de dos madres es un hroe: el primer nacimiento lo
hace hombre, y el segundo, semidis inmortal.
La madre es la primera encarnacin del arquetipo llamado anima, y personifica todo lo inconciente. La
madre representa toda la nostalgia del pasado, al que el hombre busca aferrarse pero tambin
independizarse: esto es un sacrificio, sacrificio que se realiza nicamente mediante una entrega plena a
la vida, prodigando a la sociedad humana toda la libido que se aferra inconcientemente a vnculos
familiares.
En suma: el examen de todos estos smbolos es necesario para explorar sueos, visiones, fantasas del
paciente, los que nos darn una visin de su situacin, lo que a su vez nos permitir curarlo.
Condensado de Jung C (1982) Smbolos en transformacin. Buenos Aires: Paids.

LOMBROSO, CESARE
Biografa.- (1830-1909) Mdico y criminlogo italiano; sostuvo que los criminales estn caracterizados
por seales morfolgicas. Tambin defendi la tesis de que el desarrollo superior de una capacidad (arte,
literatura, msica), est acompaado por tendencias a la degeneracin e inestabilidad, punto de vista
conocido como teora de la degeneracin de los genios. Sus obras famosas: Genio e follia, 1864; Luomo
delinquente, 1876.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

LPEZ BALLESTEROS Y DE TORRES, LUIS


Biografa.- Primer traductor de Freud al espaol, cuando Ortega y Gasset logra que la Editorial Biblioteca
Nueva traduzca las obras completas. No se han podido obtener datos biogrficos. El 7 de mayo de 1923
Freud le escribi una carta: Siendo yo un joven estudiante, el deseo de leer el inmortal Don Quijote en
el original cervantino me llev a aprender, sin maestros, la bella lengua castellana. Gracias a esta aficin
juvenil puedo ahora -ya en edad avanzada- comprobar el acierto de su versin espaola de mis obras,
cuya lectura me produce siempre un vivo agrado por la correctsima interpretacin de mi pensamiento y
la elegancia del estilo. Me admira, sobre todo, cmo no siendo usted mdico ni psiquiatra de profesin ha
podido alcanzar tan absoluto y preciso dominio de una materia harto intrincada y a veces oscura.
[Bruno] Sobre Lpez-Ballesteros escribe Jos Luis Etcheverry: Como se sabe, la iniciativa de la versin
[de Freud] realizada por Luis Lpez-Ballesteros a partir de 1922 naci de Jos Ortega y Gasset. Espritu
alerta, persegua un ideal de cultura para Espaa: sembrar en ella el pensamiento cientfico y filosfico de
los pases que se le haban adelantado en la historia contempornea. Ortega posea un excelente
conocimiento de la tradicin alemana. A travs de la Revista de Occidente, de la que fue inspirador, la
acerc a los lectores de lengua castellana y, en ese empeo, contribuy a renovar nuestro vocabulario
filosfico y cientfico. [...] entre los estudiosos de la obra de Freud hay general acuerdo en que la versin
de Lpez-Ballesteros resulta insuficiente. Es un trabajo bueno, muy gil, hecho con gran conocimiento de
la lengua alemana. Cierta vez, aplicndose su frmula Yo soy yo y mi circunstancia, Ortega dijo que la
suya era la de Espaa, y lo obligaba a exponer las ideas de una manera atractiva, vestidas en un estilo
hecho de gracia y sensibilidad. Acaso resida ah el secreto de la versin de Lpez-Ballesteros: le sobra
gracia, pero le falta rigor. Y esto ltimo es lo que hoy exige el auge de los estudios psicolgicos en los
pases de lengua castellana. Si bien esta necesidad de emprender una nueva traduccin parece
demostrar que el criterio de Ortega fracas, cabe reflexionar, no obstante, que lo contrario es cierto: la

versin de Lpez-Ballesteros ha promovido una notabilsima familiarizacin con el pensamiento freudiano


en nuestros pases, y justamente desde ah, desde ese conocimiento generalizado, surgi la inquietud de
una traduccin rigurosa. Aquella versin, pues, es de lectura demasiado fcil, omite dificultades
conceptuales, no es sistemtica. Desde luego, evitar estos defectos nos resulta hoy mucho ms sencillo,
cuando disponemos de la adecuada perspectiva sobre el conjunto de la obra freudiana. Por otra parte, el
largo proceso de recepcin de esta ltima -las polmicas y sucesivas aproximaciones que motiv- ha
sedimentado en una serie de trabajos que constituyen una ayuda inestimable. Entre ellos, mencionemos
destacadamente el Vocabulaire de la psychanalyse, de Jean Laplanche y J.-B. Pontalis. En lo que sigue
estableceremos muy pocas comparaciones con la versin de Lpez-Ballesteros; hemos preferido abogar
por las bondades de nuestro trabajo, si es que las tiene, que no sealar defectos sobre los cuales hay
general conciencia, segn lo ya consignado. De lo dicho se desprende el criterio ms general, obligatorio
para nosotros: partir del relevamiento previo de temas y problemas que nos ofrece la bibliografa crtica
sobre psicoanlisis, y abordar el texto desde ah. [...] la mencionada insuficiencia de la versin de LpezBallesteros llev a que muchos especialistas utilizaran en nuestros pases la traduccin inglesa.
Ricardo Bruno

LORENZ, KONRAD
Biografa.- (Viena, 1903-Altenburg, Austria, 1989) Zologo austriaco. Cuando termin sus estudios en la
escuela secundaria, y siguiendo los deseos de su padre, se traslad a Estados Unidos para seguir dos
cursos semestrales de medicina en la Universidad de Columbia (Nueva York), tras lo cual regres a Viena
para completar sus estudios. En 1928 se gradu en medicina y en 1933, en zoologa. En 1939 fund con
N. Tinbergen la escuela etolgica del comportamiento animal, que mantuvo fuertes discrepancias con la
escuela estadounidense de psiclogos experimentales. Los estadounidenses estudiaban los animales en el
laboratorio y los europeos preferan observarlos en su hbitat natural. En 1935, al estudiar las pautas de
aprendizaje de los polluelos de ganso y de pato, descubri una etapa crtica en la que aprenden a
reconocer y a seguir a los padres, incluso si stos son adoptivos, siempre que en ellos estuviesen
presentes los estmulos auditivos o visuales, la impronta, que provoca la reaccin de los jvenes. De
1940 a 1942 ejerci como profesor y jefe de departamento en la Universidad de Knigsberg. Prisionero
de guerra del ejrcito sovitico, fue devuelto a Austria en 1948. Pas entonces a dirigir el Instituto de
Etologa Comparada de Altenberg. De 1961 a 1973 dirigi el Instituto Max Planck de Fisiologa en
Seewiesen. En 1973 comparti el Premio Nobel de Medicina con K. von Frisch y N. Tinbergen. Las ideas
de Lorenz significaron un adelanto en el conocimiento del comportamiento animal y de su papel en el
proceso de adaptacin y supervivencia de la especie. Al final de su carrera intent aplicar sus ideas a la
conducta de los humanos como miembros de especies sociales, una aplicacin cargada de controvertidas
implicaciones filosficas y sociolgicas.
Fuente: Annimo
http://www.biografiasyvidas.com/

Biografa.- Mdico y naturalista austraco (1903-1989), estudi el comportamiento de los animales y


ech las bases de la ciencia conocida como etologa.
Nacido en Viena un 7 de noviembre, e hijo de un famoso cirujano ortopedista, desde muy chico mostr
especial inters por los animales, y sola llevar a su casa pjaros, perros, gatos, conejos y peces que traa
de sus excursiones.
Se doctor en Medicina en 1928 y en Zoologa en 1933; fue asistente del Instituto de Anatoma de Viena
y ense anatoma comparada y psicologa animal. En 1940 es nombrado titular de la ctedra de
psicologa de la Universidad de Konisberg. Las investigaciones que lo hicieron famoso haban comenzado,
segn l mismo, en los tiempos de su niez, cuando se dedicaba a observar la conducta de los animales.
Estudi especialmente a las aves, que eran sus animales preferidos.
Comprob como un pichn de ganso tomaba como progenitor a la primera figura que vea al nacer y que
esa conducta se extenda a las cras de otras aves. As, el mismo Lorenz se convirti en "mam sustituta"
de incontables pichones que lo seguan a todas partes. De esta forma establece, hacia 1935, el
importante concepto etolgico de impronta (imprinting), que abri nuevos caminos en la investigacin. A
travs de sus estudios, afirm la existencia de un programa hereditario, inscripto en los genes que
actan rigiendo los patrones innatos de comportamiento, tanto en animales como en el hombre. Sus
teoras abrieron nuevos caminos en la ciencia, pero tambin fueron utilizadas por los nazis para justificar
la superioridad de la raza aria. El mismo Konrad fue muy criticado por haber servido como mdico del
ejrcito alemn en la Segunda Guerra Mundial. De todas formas, su prdica constante por el respeto a la
vida estaba en abierta oposicin a la ideologa nazista. Hacia el final de su vida se convirti en ardiente
defensor del medio ambiente, y fue lder del movimiento ecologista. Se lo considera el fundador de la
etologa como ciencia nacida de la zoologa, disciplina que trata del estudio comparado del
comportamiento animal y de sus determinantes innatos y adquiridos, entre los que establecer firmes
diferencias al afirmar que el animal se adapta a su ambiente a travs de dos vas: el instinto y el
aprendizaje.

En 1950 crea el Departamento de Etologa comparada en el seno del Instituto Max Plack. Fue Premio
Nobel de Medicina y Fisiologa en 1973, junto con Karl von Frisch y Nikolaas Tinbergen. Por sus
experiencias con animales fue tambin conocido como "Pap oca", y fallece a los 85 aos un 27 de
febrero de 1989, en su casa en Altenberg, en Austria.
(Fuentes: 1. Clarn, 27-2-96. 2. Revista Muy Interesante N25, Julio 1989. 3. Introduccin a Lorenz K.,
"Consideraciones sobre las conductas animal y humana", Barcelona, Planeta-Agostini, 1985).

Biografa.- Etlogo alemn, conocido por sus investigaciones sobre la vida instintiva de los pjaros.
Segn Lorenz la vida instintiva est dirigida por una finalidad biolgica; es ms una funcin de la especie
que del individuo (arterhaltend conservador de especie). Distingue entre acciones instintivas que son
inmutables y comportamiento apetitivo, que es variable. Es esquema genuino vara notablemente, segn
las condiciones subjetivas y segn el ordenamiento jerrquico de los impulsos. Lorenz es representante
de una psicologa inductiva y teleolgica. Obras principales: Der Kumpan in der Umwelt des Vogels, 1935:
ber den Begriff der Instinkthandlung, 1937; Intoduktive und teleologische Psychologie, 1942.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

LOURAU, REN
Biografa.- El profesor Ren Lourau, catedrtico de Pars VIII, muri el 11 de enero del 2000 cuando
regresaba de una intervencin institucional. Socilogo, discpulo de Henr Lefebre, dictaba clases en
Nanterre cuando ocurri el mayo del 68. Entre sus alumnos se contaban algunos de los ms prestigiosos
lderes de dicho movimiento. Posteriormente, en Poitiers tuvo algunos problemas con la Universidad a
raz de criterios de evaluacin de estudiantes y fue suspendido de sus funciones docentes a pesar de ser
el director del Departamento de Sociologa.
Pero la trascendencia de R. Lourau tiene que ver con la formulacin de una teora, una metodologa de
lectura y una tcnica de intervencin en instituciones. Desde los 60 se interesa por la pedagoga
institucional militando activamente en diversos movimientos antipedaggicos, antipsiquitricos y grupos
de raigambre anarquista. Es fundador, junto con G. Lapassade de toda una corriente de intervencin
institucional, el Socioanlisis (*), que persigue poner de manifiesto los implcitos institucionales. En tal
sentido, una y otra vez "retorna" aquello que ha sido reprimido polticamente quedando al desnudo la
violencia que toda institucin encubre.
Sostiene que la institucin no es algo que, como lo seala el pensamiento marxista, pertenece a la
superestructura, sino que forma parte de la base social misma. Critica consistentemente algunas
confusiones en la nocin de institucin construyendo un concepto ms riguroso en el que muestra cmo
es que la institucin opera como lugar de un conflicto entre las fuerzas instituyentes y las fuerzas
instituidas, en un permanente juego de fuerzas que da cuenta del movimiento institucional en el proceso
de institucionalizacin.
Uno de sus aportes ms significativos a la teora institucionalista tiene que ver con el concepto de
implicacin, el que desarrolla de manera exhaustiva mostrando no solamente los diversos tipos de
implicacin que determinan las intervenciones de los miembros del staff sino sobre todo la manera en
que las instituciones operan ms all de la conciencia de los sujetos soportes, enmarcando sus
posibilidades de accin y produciendo diversas clases de sentimientos encontrados durante el proceso de
intervencin (contratransferencia institucional).
Durante su vida realiz innumerables intervenciones en Francia, Blgica, Espaa y desde 1980 en
adelante en Amrica Latina (Mxico, Brasil, Argentina) donde cont con muchos discpulos que estudiaron
y desarrollaron sus ideas. Instituciones psicoanalticas y universidades solicitaron su asesoramiento y
gustoso concurra a estos pases tal vez porque en ellos encontraba cierta falta de institucionalizacin que
posibilitaba diversas alternativas de cuestionamiento de lo instituido.
Mantuvo con los grupalistas pichonianos vnculos cercanos que no evadan diferencias y discusiones
profundas; por ejemplo acerca de la concepcin del grupo que subyace al anlisis institucional, o al
estudio de la institucin que se encuentra en el vrtice mismo de toda conformacin grupal. Sus
sealamientos sobre el manejo de cierto afectivismo que se manifiesta en el funcionamiento grupal
abrieron importantes interrogantes acerca tanto de la tcnica de coordinacin grupal como de la finalidad
misma del trabajo colectivo.
Su produccin es rigurosa, muestra un pensamiento lcido y original en aquellos aspectos que investig
con detenimiento. Contrasta su capacidad de anlisis terico con las dificultades que encontraba una y
otra vez en las intervenciones, de las que nunca sala contento. Por el contrario, su pasin por investigar
topaba con la incomodidad de tener que enfrentarse a asambleas (su tcnica privilegiada) con los
desencuentros que necesariamente se iban produciendo durante el proceso de intervencin. Dicho
malestar daba cuenta del lugar transferencial que necesariamente saba que tena que ocupar para
posibilitar el proceso con el consiguiente rechazo que el mismo le ocasionaba. Tena claro que la disciplina
del socioanlisis se encontraba en paales y sola decir que cuando el anlisis institucional contara con
intervenciones de varios aos, ya la tcnica se habra sistematizado mucho ms.

El fallecimiento de Lourau deja abundantes propuestas para continuar trabajando en el campo del anlisis
institucional. Lamentamos su deceso que nos quita a un contestatario como pocos, pensador
independiente y crtico del sistema, a un visionario en sus concepciones e innovador en mltiples reas
del saber.
Horacio Foladori

(*) Descubr con sorpresa que esta corriente era prcticamente desconocida en Chile. Ms an, hablar de institucin e
interrogarla produca (produce) una cierta sensacin de rechazo, de temor, de cuidado, probablemente por aquello de
que la institucin (Estado) ha sido puesta en "custodia" por poderes fcticos a partir del golpe de estado. La Escuela
de Psicologa de la Universidad Diego Portales es la nica, hasta donde he podido enterarme, que cuenta con un
programa de psicologa social en el cual se incluye esta lnea de pensamiento.
Bibliografa disponible en espaol de Ren Lourau:
(1969) El psicoanlisis en la divisin del trabajo, La institucin del anlisis, Cuadernos Anagrama, Barcelona 1971.
(1970) El anlisis institucional, Amorrortu, B.A., 1975.
(1971) Claves de la sociologa, (en colab. con G. Lapassade), Laia, Barcelona, 1973.
(1972) Los analizadores de la iglesia, traduccin y edicin mimeografeada de M. Carrillo, Mxico, D.F., 1993.
(1973) Anlisis institucional y cuestin poltica, y Monografa de una intervencin socioanaltica, Anlisis institucional y
socioanlisis, Ed. Nueva Imagen, Mxico D.F., 1977.
(1973) Pequea historia de los institucionalistas, Objeto y mtodo del anlisis institucional. Referencias tericas del
anlisis institucional, Waterloo 1971.
(1976) El Estado en el anlisis institucional, El anlisis institucional en el Estado, El anlisis institucional,
Campo Abierto Ed, Madrid, 1977.
(1978) El Estado y el inconsciente, Kairos, Barcelona, 1980.
(1980) Balance de la intervencin socioanaltica, La intervencin institucional, Folios Ed., Mxico D.F., 1981.
(1983) Participacin en mesas redondas, El inconciente institucional (Coord. Gregorio Baremblitt), Nuevomar, Mxico
D.F., 1983.
(1986) "La pareja sospechosa". Monografa de la intervencin socioanaltica en Ampag, Diario de una estancia en
Mxico en julio de 1981.
(1963) La exposicin mexicana en Pars, Revista de la Asociacin mexicana de psicoterapia analtica de grupo, A.C.,
Vol. III, N 1 y 2, Mxico D.F., 1986.
(1988) Grupos e institucin, Ilusin Grupal N 6, Universidad Autnoma del Estado de Morelos, Cuernavaca, 1991.
(1989) El diario de investigacin, Ed. Universidad de Guadalajara, Guadalajara, 1989.
(2000) Libertad de movimientos. Una introduccin al anlisis institucional, Eudeba, B.A.
Fuente: Esta biografa es el artculo En homenaje a Ren Lourau, de Horacio C. Foladori, publicado en la revista
PRAXIS N2, UDP, Marzo de 2000

LSD
Definicin.- Alucingeno que produce alteraciones caracterizadas por alucinaciones visuales, ensueos,
ansiedad y en ocasiones liberacin de tendencias agresivas o paranoides, conocido como LSD (dietilamida
del cido lisrgico). Puede desencadenar sintomatologa en enfermos esquizofrnicos.
Farr Mart J (1999) Diccionario de psicologa. Barcelona: Ocano.

MADRE
Como imagen primordial.- (Psicologa Analtica) Para Jung la imagen primordial y ms inmediata es la
de la madre, puesto que es la experiencia ms cercana y poderosa. Ella es la que acta en el perodo ms
impresionable de la vida del hombre. El nio la considera, ms o menos inconcientemente, no como una
personalidad femenina definida, sino como un arquetipo pleno de posibilidades significativas. En el
transcurso de la vida esta imagen primordial se diluye y es reemplazada por una imagen conciente
relativamente individual.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

El papel de las relaciones hijo-madre en el desarrollo del infante.- Para Spitz, durante los
primeros meses de vida madre e hijo se comunican fundamentalmente en forma cenestsica, y slo
despus el nio progresar hacia formas diacrticas. El funcionamiento cenestsico implica recibir seales
vinculadas al equilibrio, la postura, la temperatura, etc, que se originan en un clima afectivo constituido
por afectos tanto placenteros como displacenteros, ambos decisivos para el normal desarrollo de la
personalidad del infante.
Intercambios activos en la diada hijo y madre.- Las conductas y actitudes maternas influyen sobre el
infante, pero tambin las conductas del beb influyen sobre su mam. Veamos separadamente ambas
influencias.

a) Influencia de la madre sobre el beb.- La sola presencia de la madre, y an cuando sus acciones sean
insignificantes, acta como un estmulo para el beb. Durante el primer ao de vida, las experiencias y
las acciones intencionales son quiz las que ejercen aisladamente la influencia ms importante en el
desarrollo de la personalidad del infante. Podemos observar cmo el nio siente placer al interactuar con
ella si su conducta tuvo xito, mientras que abandona las que llevan al fracaso, con lo cual el nio
aprende con el mtodo de 'probar equivocndose', reforzado por la recompensa y el castigo.
Otro factor de reforzamiento son las preferencias de la madre: el nio tender a comportarse de aquella
forma que agrade a su madre, con lo cual las preferencias de sta tendrn influencia directa en su
desarrollo. Para Spitz, las acciones maternas ms importantes son sus actitudes inconcientes, actitudes
que provienen de dos orgenes distintos: los controles superyoicos de la madre, que tienden a restringir
conductas, y las aspiraciones del ideal del yo materno, que tienden a estimular y desarrollar otras.
Ambas actitudes son importantes para el desarrollo del beb: por ejemplo, los controles luego se
internalizan y forman defensas, lo que convierte al nio en un ser social.
b) Influencias del beb sobre la madre.- El nio da libre expresin a su sexualidad y a su agresin, ya
sean aceptados socialmente o no, frente a lo cual la madre suele regocijarse, pero al mismo tiempo
escandalizarse. La madre se defiende de las seducciones de su beb mediante negaciones,
desplazamientos, represiones etc., frente a la conducta "inocente" del nio, aunque por otra parte entra
tambin en ese juego de seduccin, con lo que termina dicindole: "haz lo que yo te digo, pero no lo que
yo hago".
Una forma efectiva de ejercer este control es expresar preocupacin por los 'peligros' que amenazan al
infante: le prohibir, lo sobreproteger, le impedir chuparse el pulgar y masturbarse, etc., pero siempre
'por su bien'.
En general, Spitz llama "proceso de amoldamiento" a la serie de intercambios entre madre e hijo, y
donde cada uno influye sobre el otro en forma recproca y en circuito. Las relaciones de esta 'diada' son
muy especiales, por cuanto estn en cierta forma aisladas del ambiente y se mantienen por lazos
afectivos extraordinariamente poderosos. Sabemos poco lo que acontece dentro de esta diada: por
ejemplo, cmo puede la madre adivinar las necesidades del beb? cmo puede despertarse ante un
quejido del infante y no frente a otros ruidos ms fuertes? Pero el beb es tambin sumamente
perceptivo, al captar los humores y los deseos concientes e inconcientes de su madre. Para empezar a
resolver todo esto, debemos averiguar cmo se comunican madre y nio.
La comunicacin en el interior de la diada madre e infante.- Freud, en su "Proyecto para una psicologa
cientfica" (1895) trata de cmo surge la comunicacin en la diada. Frente a una necesidad interna (como
el hambre) el beb la descarga llorando y con otras manifestaciones emocionales difusas y al azar, pero
no puede ir a buscar el alimento. Su llanto atrae la atencin de la madre y es esta intervencin exterior la
que finalmente satisfacer su necesidad, ya que l solo no puede hacerlo.
Esta comunicacin preverbal entre madre e hijo es muy importante desde el punto de vista terico,
teraputico y profilctico. Como Spitz se basa en la observacin y el experimento, no presupone nada
acerca de si esa comunicacin es o no extrasensorial o teleptica.
a) La comunicacin animal y humana.- La comunicacin animal puede ayudar a entender la comunicacin
dentro de la diada madre-hijo. Durante el primer ao, madre e hijo usan una comunicacin preverbal,
similar en muchos aspectos a la comunicacin animal.
Los animales utilizan para comunicarse danzas, gestos, sonidos y, en general conductas expresivas, no
verbales, en tanto expresan bsicamente actitudes afectivas que reflejan la experiencia inmediata del
ser: son reacciones a un estmulo pero no controladas ni dirigidas, es decir, no hay intencin por
transmitir un mensaje. Por ello algunos han calificado al lenguaje animal como egocntrico, es decir,
centrado en el sujeto, no en el otro (alocntrico). Cuando un perro responde al ladrido de otro no intenta
dirigirle un mensaje: slo responde a un estmulo que recibi.
El ser humano ha heredado este lenguaje egocntrico filogentico, pero luego se insertar en l lo
propiamente humano: el lenguaje alocntrico volitivo (dirigido), utilizando signos y seales y cuya
culminacin ser la funcin simblica. Mientras tanto, la comunicacin madre-hijo en los primeros meses,
consistente en procesos reflejos en circuito, estar basada en el lenguaje egocntrico expresivo, es decir,
no dirigido y originado en afectos.
b) Elementos de comunicacin.- Debemos diferenciar signo, seal y smbolo.
El SIGNO es "un percepto que, empricamente, est vinculado con la experiencia de otro objeto o
situacin". El signo puede sustituir al objeto, por ejemplo, las manchas de Koplik son un signo de
sarampin. La SEAL "designa una conexin aceptada convencionalmente entre un signo y una
experiencia, ya sea esa conexin accidental, arbitraria u objetivamente presente". Por ejemplo las
seales de trnsito como 'parar', etc. La seal es as, un tipo especial de signo.
Un SIMBOLO es "un signo que representa un objeto, una accin, una situacin, una idea; tiene su
significacin que va ms all de sus aspectos formales". Smbolos elementales son los gestos y las
palabras. A diferencia de la comunicacin adulta, donde ambos interlocutores intercambian smbolos, en
la diada madre-hijo la comunicacin es desigual: el hijo emite signos y la madre seales.

El papel de la recepcin y de la comunicacin: formas de funcionamiento cenestsicas y diacrticas.Durante los primeros seis meses, el infante va pasando gradualmente desde la 'recepcin' cenestsica
hacia la 'percepcin' diacrtica, de manera similar a como va pasando del proceso primario al proceso
secundario descripto por Freud.
En la recepcin cenestsica las seales son recibidas por el nio desde el interior del cuerpo: equilibrio,
tensin (por ejemplo muscular), postura, temperatura, vibracin, contacto, ritmo, duracin, tono, etc.,
estmulos de los que el adulto difcilmente se percata y que no puede verbalizar. Adems, responde a
ellas masivamente. En cambio en la percepcin diacrtica, las seales llegan a travs del 'sensorium' es
decir, desde el exterior va rganos de los sentidos, como la vista, el odo, etc. La percepcin diacrtica no
est desarrollada en el neonato, pero s la cenestsica, que es ms madura y ms de fiar que la del
adulto, ya que sirve a su supervivencia.
El adulto termina comunicndose en un nivel diacrtico, es decir con smbolos verbales, y slo algunos
han mantenido intacta su capacidad cenestsica como los artistas, los equilibristas, los adivinos,
hipnotizadores, los psiquiatras que pueden captar estados de nimo aunque el paciente no pueda
verbalizarlos, etc. Tales capacidades son reprimidas durante el periodo de latencia. Ciertas condiciones
como la privacin de estmulos sensoriales o las drogas pueden reforzar la organizacin cenestsica y
disminuir la diacrtica, pero en el caso de los primeros meses de vida, lo normal es la forma cenestsica
de comunicacin.
Los afectos, la percepcin y la comunicacin.- Las seales afectivas generadas por el humor de la madre
se convierten en una forma de comunicacin con su hijo, y lo hacen en forma ininterrumpida, a veces
presionando y otras veces aflojando a los efectos de influir o no en el desarrollo de ciertas funciones del
beb. No hay prcticamente eventos traumticos: los efectos se producen acumulativamente, por
estmulos y experiencias reiterados, lo que van produciendo lo que Spitz denomin "clima afectivo".
A los efectos de la comunicacin, los afectos tienen el mismo papel que el proceso secundario en los
adultos. Los bebs se comunican mediante estados afectivos: madre e hijo perciben sus afectos
recprocamente, conciente o inconcientemente, y as se comunican, afectos que an no estn
contaminados por la percepcin diacrtica o el proceso secundario. Adems, en los nios pueden
apreciarse en forma directa, no as en los adultos, que suelen disfrazarlos u ocultarlos. Los afectos
parecen seguir sirviendo de gua al resto del desarrollo, al menos hasta el final del primer ao de vida y,
segn Spitz, tambin durante mucho tiempo ms.
a) Los rganos corporales, la comunicacin y la evolucin.- Cuando en la evolucin se alcanz la posicin
erecta, y las manos quedaron libres, se hicieron posibles las realizaciones humanas, pues al mismo
tiempo quedaban libres la boca y la regin oral para la comunicacin. Simultneamente, la mano empez
a cumplir funciones que antes haca la boca, como el cuidado de las cras, el cortejo sexual, etc.
En los primates y en el hombre, la regin facial, bucal y farngea se enriqueci neuromuscularmente,
pudiendo entonces expresar afectos a ese nivel: la cara y la voz pasaron a ser un instrumento adecuado
para producir seales afectivas, lo que finalmente llev al surgimiento del lenguaje, donde los smbolos
semnticos fueron reemplazando poco a poco a las Gestalten posturales y de conducta, smbolos que
fueron entonces los principales instrumentos para guiar las relaciones de objeto.
La historia natural de los afectos no placenteros y su dinmica.- Los afectos displacenteros surgen al
mismo tiempo que los placenteros. Hacia el cuarto mes el nio expresa desagrado cuando la madre lo
abandona y ms tarde lo har en otras ocasiones, como cuando le quitan un juguete.
La experiencia investida afectivamente facilita y asegura, segn surge de observaciones y experimentos,
el almacenamiento de rastros mnmicos relacionados con estados de tensin: el rostro materno que
genera una respuesta sonriente es un indicador de expectativa de satisfacer la necesidad (reduccin de la
tensin), y el abandono materno que genera llanto u otra respuesta de desagrado indica una expectativa
de aumento de la tensin.
Los rastros mnmicos de ambas experiencias (de placer y de displacer) servirn para reconocer estados
similares que se presenten en el futuro. Ambas experiencias son las ms importantes por su tono
afectivo: todas las dems -la mayora- tienden a ser neutras.
El almacenamiento del recuerdo y la experiencia coloreada de afectividad.- Los procesos de descarga y
sus indicadores, los afectos, pertenecen a la regin del funcionamiento cenestsico. La percepcin
cenestsica 'extensiva', investida afectivamente, es el nico puente sobre el cual el recin nacido puede
avanzar hacia la percepcin diacrtica 'intensiva' y lograrla.
Los etlogos vieron que bajo tensin emocional se acelera mucho el almacenamiento de los recuerdos, en
contraste con el lento proceso del condicionamiento clsico. Ello hace a la supervivencia.
Freud consideraba a los procesos mentales como desplazamientos de cantidades pequeas de catexia.
Para que esto sea posible, debe haberse depositado una catexia en los primeros rastros mnmicos, y esto

tiene lugar segn Spitz cuando el nio reconoce el preobjeto (la cara de la madre en movimiento), frente
al cual l sonre.
Este fenmeno puede servir de ejemplo del funcionamiento de los primeros procesos mentales. Placer y
displacer son los dos afectos primarios y ms importantes (un afecto es un indicador de un estado
mental, de un impulso, etc), pero ms tarde sus papeles se hacen ms oscuros porque empiezan a
influirse mutuamente, con resultados a veces imprevistos.
Esto se torna evidente en la funcin del juzgar. Segn Freud, esta funcin slo aparece si antes se
produjeron los dos afectos primarios de placer y displacer en tiempos distintos: "una condicin previa
para establecer la comprobacin de la realidad [juzgar], es que hayan perdido objetos [displacer] que en
otro tiempo nos proporcionaron satisfaccin real [placer]", dice Freud. Las investigaciones de Spitz sobre
el 'no' semntico estn de acuerdo con estas hiptesis freudianas.
El papel de la frustracin en la educacin y el desarrollo.- De lo dicho, surge que privar al nio de la
experiencia de displacer (frustracin) es tan daino como privarlo de la experiencia de placer. Dejar
inactivo a cualquiera de ambos trastornar el equilibrio del desarrollo. Por ejemplo, la frustracin hace
que el nio pueda buscar activamente aquello que le falta para sobrevivir. Sealaba Freud que uno de los
papeles del displacer es lograr la comprobacin de la realidad: una cuestin vital para el yo, el que sin
frustracin no puede desarrollarse. Al tratar con reiteradas frustraciones, el infante logra una progresiva
independencia durante los seis primeros meses y se torna cada vez ms activo en sus relaciones con el
mundo.
Resumen de Spitz Ren (1996) El primer ao de vida del nio. Buenos Aires: Fondo de Cultura Econmica. Captulo 7.

Interaccin madre-beb: incidencia de la variable materna.- Se trata de un estudio terico experimental sobre las vicisitudes de la constitucin de la diada madre - beb, que trata de articular los
aportes del psicoanlisis, la psicologa clnica y la psicologa experimental.
Hay una relacin entre los conflictos emocionales de la madre por un lado, y trastornos ginecolgicos y
dificultades en el vnculo con su beb por el otro. Este ltimo depende totalmente de la madre, no as la
madre de su hijo, que es una relacin diatrfica. Por lo tanto, se trata de una relacin asimtrica.
Laplanche habla de la madre como despertadora de la pulsin sexual en el nio, pues ella actualiza toda
su propia sexualidad en el vnculo con l. Tambin est en juego el narcisismo de la madre, al sentir ella
que puede decodificar al beb, logrando calmarlo.
La relacin madre-beb es asimtrica en cuanto a las funciones, pero simtrica en cuanto a la
reciprocidad. Hay, para Stern, una relacin intersubjetiva donde ambos comparten estados afectivos.
La investigacin aqu presentada se centr en las variables maternas relevantes respecto de la
disponibilidad de la mujer para asumir su maternidad. En este sentido son importantes la capacidad de la
madre de concentrarse en las necesidades del beb (Winnicott, Ainsworth y otros). La madre tambin
puede rechazar su propia maternidad, bajando la calidad de su interaccin con el beb.
Lo dicho se refiere a la variable Actitudes Inconcientes de la madre. Las dos variables intrapsquicas
restantes de la madre relevantes para estudiar la maternidad son Autoaceptacin e Identificacin.
Se trabaj con una muestra de 50 diadas madre/primer beb. Con esta investigacin se obtuvieron las
siguientes conclusiones: a) Se encontr una correlacin casi significativa entre actitudes inconcientes y
reciprocidad fsica considerando bebes de ambos sexos. Dicha correlacin fue en particular muy
significativa en el caso de la interaccin madre/beb mujer. En reciprocidad social no se encontraron
resultados significativos. b) Se constat que cuanto mayor era la autoaceptacin de la mujer, mayor la
reciprocidad en la interaccin con el beb en el rea fsica en toda la muestra, y mucho ms fuerte en las
diadas madre-beb mujer. c) No se encontraron correlaciones significativas en el total de la muestra (o
sea considerando bebs de ambos sexos). En cuanto a los bebs mujeres, se encontr que cuanto mayor
era la identificacin, mayor era la reciprocidad fsica y el contacto materno con su beba.
Las variables maternas estudiadas tienen un impacto significativo en la creacin de una interaccin
recproca madre/beb slo en el rea de reciprocidad fsica, y no en la de reciprocidad social, y
principalmente cuando el beb es de sexo femenino.
Anlisis ulteriores mostraron tambin que cuando las dimensiones autoaceptacin e identificacin de la
variable materna se dan juntas, permiten predecir mejor la interaccin recproca madre/beb (sobre todo
la fsica) que si actuaran separadamente.
Por qu la correlacin ms significativa se encontr en el rea de la reciprocidad fsica? Parecera que es
en el contacto fsico donde ms entran en juego las variables materna inconcientes, ya que este es ms
primario y ms cercano que las interacciones en el rea social. Diversos autores trabajaron la
importancia del contacto fsico, como Winnicott, Klaus y Kennell, y otros. Bowly y Anzieu tambin
estudiaron esto.
Por qu la correlacin ms significativa se encontr en relacin a bebs de sexo femenino? Podra
pensarse que es porque dar a luz una primera hija compromete ms la aceptacin del rol femenino de la
mujer, su autoestima y expectativas, lo que la lleva a aumentar la calidad del vnculo de interaccin.
Sinopsis de Schejtman Clara (1995) Interaccin madre-beb: incidencia de la variable materna. Estudio tericoexperimental.

Representaciones maternas.- El proceso de maternaje, a travs del cual la madre, o quien ocupe su
lugar, acompaa y propicia el crecimiento fsico y psquico del beb, es un proceso modificador de ambos
miembros de la diada, que en su interaccin ejercen una influencia mutua y continua. Actualmente los
estudios acerca de la primera infancia se ven enriquecidos con el abordaje del tema de las
Representaciones Maternas, que son consideradas como una influencia determinante en el ejercicio del
rol materno. En este trabajo se enmarca el concepto de Representaciones Maternas describiendo distintas
teoras y estudios que lo abordan. Se presentan tambin, brevemente, los lineamientos bsicos de una
investigacin en curso en la que se intenta relacionar la organizacin y contenidos de las
representaciones maternas con el modo en que las madres actan en el vnculo con su beb. El estilo
interactivo de las madres se estudia analizando la videofilmacin de situaciones de interaccin y se
utilizan tres instrumentos para estudiar las representaciones maternas. Para concluir se presenta, a modo
de ejemplo, material de una mam de este estudio, realizado por Constanza Duhalde, Adela Leibovich de
Duarte y J. Miguel Hoffmann.
(Visicitudes del mundo representacional de las madres durante el primer ao de vida de sus bebes. Universidad de
Buenos Aires, Facultad de Psicologa, Investigaciones en Psicologa, Ao 2, N2, 1997).

Segn Aulagnier.- Entiende por madre un sujeto con las siguientes caractersticas: a) que reprimi
exitosamente su propia sexualidad infantil, b) que ama al nio, c) que est de acuerdo con lo que el
discurso cultural dice sobre la funcin materna, y d) la presencia junto a ella de un padre, por quien tiene
sentimientos positivos. Madre normal es aquella cuyas conductas y motivaciones inconcientes no inducen
una evolucin psictica en el nio.
Aulagnier P., La violencia de la interpretacin, p. 118.

Madre flica.- Concepcin infantil segn la cual la mujer estara dotada de un pene. Se ha afirmado
que este concepto no sera el vestigio de un periodo donde el nio se representara a todos los seres
humanos provistos de un pene, como l msmo, sino una formacin secundaria defensiva tendiente a
negar el descubrimiento traumtico de la diferencia de los sexos.
Virel A., Vocabulario de psicoterapias, Barcelona, Gedisa, 1985, pg. 206.

Madre suficientemente buena.- Segn Winnicott, la madre lo bastante buena (que no tiene porqu
ser la del nio) es la que lleva a cabo la adaptacin activa a las necesidades de este y que la disminuye
poco a poco, segn la creciente capacidad del nio para hacer frente al fracaso en materia de adaptacin
y para tolerar los resultados de la frustracin. Por supuesto, es ms probable que su propia madre sea
mejor que cualquier otra persona, ya que dicha adaptacin activa exige una preocupacin tranquila y
tolerada respecto del beb La madre bastante buena comienza con una adaptacin casi total a las
necesidades de su hijo, y a medida que pasa el tiempo se adapta poco a poco, en forma cada vez menos
completa, en consonancia con la creciente capacidad de su hijo para encarar ese retroceso.
Winnicott D (1994) Juego y realidad. Barcelona: Gedisa, pgS 27-28.

Maternaje.- Se refiere al conjunto de procesos psico-afectivos que se desarrollan e integran en la mujer


en ocasin de su maternidad (Recamier). No necesariamente habr proceso de maternaje y puede
quedar diferido por mecanismos de defensa de la mujer. Ya Winnicott seal la ambivalencia que una
madre puede experimentar hacia su beb. La maternidad representa, entonces una crisis evolutiva que
afecta a todo el grupo familiar. Segn Caplan, la mujer atraviesa esta crisis en funcin de su historia
personal, la estructura de su personalidad, su situacin presente (conyugal, familiar y social), las
caractersticas del beb, y la ubicacin de ese nio en el encadenamiento histrico de la familia. El
maternaje son los recursos internos y externos los que permitirn enfrentar y superar los nuevos desafos
que plantea el desarrollo.
Vidal, G, Alarcn, R, Lolas, F (1995). Enciclopedia Iberoamericana de Psiquiatra. Buenos Aires, Mdica Panamericana,
Tomo 1, Micropedia.

Maternalizacin.- Tcnica de psicoterapia de las psicosis, especialmente de la esquizofrenia, donde se


busca establecer entre analista y paciente un vnculo anlogo al existente entre una buena madre y su
hijo, y tanto en forma simblica como real.
MADURACIN
Definicin.- 1. Proceso que consiste en la aparicin de sucesivas modificaciones por las cuales una
forma, estructura o funcin de un organismo alcanza un estado o condicin adulta o completa. 2.
Modificaciones evolutivas determinadas por factores hereditarios. 3. Variancia de los cambios del
desarrollo determinada por la herencia. 4. Modificaciones de carcter evolutivo y aparicin inevitable de
todos los miembros normales de una especie dadas las condiciones ambientales favorables a la

produccin de tales modificaciones. 5. Evolucin cuyas diferencias observables entre individuos estn en
correlacin con diferencias previas de los individuos entre s. Distinto de aprendizaje.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Escala de maduracin de Gesell y Amatruda.- (Psicotecnia) Escala con cuyo auxilio es posible
afirmar, ya en el primer da de la vida extrauterina, si el humano ha nacido o no con el suficiente bagaje
de moldes reaccionales para poder adaptarse a los requerimientos de la vida civilizada. Asimismo, es
posible denotar si, ya en los primeros das, progresa o no, normalmente, su proceso de aprendizaje y su
condicionalizacin refleja. La Exploracin de la conducta para su evaluacin en la Escala de Gesell
requiere el uso de anillos tricolores, anillo colgante, sonajero, cubito, etc. Los autores distinguen cuatro
clases de datos en el desarrollo psquico o personal: a) Conducta motriz, que constituye el punto natural
de partida para la evaluacin del nivel de maduracin. Se consideran en ella, no solo el control corporal,
sino las coordinaciones motrices ms finas, como reacciones posturales, balance ceflico, sedestacin,
estacin bpeda, arrastre, marcha y, por otra parte, aprehensin de objetos, sujecin y manipulacin de
los mismos, etc. b) Conducta adaptativa, destinada a ajustar a los objetos y situaciones las
coordinaciones sensitivomotrices ms finas; representa, pues, la habilidad de ajustar el equipo motor
para la solucin de problemas prcticos. c) Conducta verbal que incluye todas las formas visibles y
audibles, de comunicacin, bien sea de expresin facial, o gesto, movimientos posturales, vocalizaciones,
palabras, frases, mmica y comprensin de los homlogos ajenos. d) Conducta personal social, que
comprende las reacciones personales del nio ante la cultura social en que vive. Estas modalidades de
conducta, estn comprendidas en dos tipos de hbitos o moldes de conducta, denominados:
permanentes y temporales. Estos ltimos son reemplazados por otros, ms maduros, en una edad
ulterior. (A. Gesell, Developmental Diagnosis, 1941, y Infant Bethavior: Its Genesis and Growth, con H.
Thompson and C. S. Amatruda, 1938. En cast.: Diagnstico del desarrollo, 1947).
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

MADUREZ
Definicin.- 1. Grado de completamiento de aspectos parciales o totales de una funcin, estructura o
forma de organismo. 2. Condicin de la conducta que connota una valoracin positiva: madurez
intelectual, madurez emocional, madurez social. 3. Perodo en la vida de un individuo cuyos lmites
convencionales se fijan entre los 21 y 65 aos; durante tal perodo el individuo alcanzara idealmente un
estado de completa y estabilizada diferenciacin e integracin somtica, psquica y mental, que lo
dispone a afrontar con eficacia el desempeo de las tareas que le demanda la vida adulta.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

MALINOWSKI, BRONISLAW
Biografa.- (1884-1942) Clebre antroplogo y etngrafo ingls, que investig la vida de las tribus que
habitan las Islas de Trobriand, al norte de Australia, tribus que siguen viviendo en sociedad puramente
matriarcal. La comprobacin ms importante a que llega Malinowski es la de que las tribus de esta isla
desconocen el concepto de padre como portador de un papel fisiolgico en la procreacin. Ignoran que
pueda haber una relacin entre el acto sexual y la concepcin. El papel social del padre es desempeado
por el hermano de la madre. El padre carnal es el hombre de un clan extrao que convive con la madre y
tiene con ella relacin sexual. La comprobacin de Malonowski es que all no existe la represin sexual en
el sentido de Freud, o que, en todo caso, se manifiesta muy tardamente. El nio mama hasta que ha
desarrollado su capacidad de procurarse el alimento por sus propios medios. Los nios viven reunidos en
pequeas hordas infantiles. Se masturban y se entregan a juegos sexuales con completa naturalidad,
pues no existe prohibicin alguna. El juego sexual asume la forma de verdadero acto sexual desde una
edad muy temprana (ya entre nios de cuatro o cinco aos), de manera que no hay un perodo de
latencia. La madurez sexual no determina cambio alguno: la vida sexual se rige enteramente por el
placer. Es muy interesante el hecho de que las muchachas no quedan embarazadas, a pesar de que no
recurren a medios anticoncepcionales. Una vez casadas, quedan embarazadas, y tienen gran nmero de
hijos. Segn las comprobaciones de Malinowski esta sociedad matriarcal desconoce el Complejo de Edipo.
Obras principales: Argonauts of the Western Pacific, 1921; The Sexual Life of Savage, 1923; PsychoAnalisys and Anthropology, 1924.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

MANDATO FAMILIAR
Generalidades.- Segn un experto en genealoga, ciertas particularidades negativas de las pautas de
conducta se heredan de generacin en generacin y, al desconocerse, en muchas ocasiones provocan
traumas. El especialista argentino Ignacio Tejerina, en su intervencin en la XI Reunin Americana de
Genealoga que se celebra en Espaa, precis que ste es el caso de prejuicios raciales o religiosos que,

segn asegur, se transmiten a la descendencia. Adems, en el mismo sentido agreg tambin el anlisis
del destino, que se basa en que el individuo tiene una serie de elecciones a lo largo de su vida vinculadas
con la herencia familiar. Son las elecciones de amistades, pareja, trabajo, enfermedades e incluso
muerte.
Estudio sobre la transmisin de los mandatos familiares. Diario La U, Buenos Aires, 16 de setiembre de 2002.

MANIQUESMO
Definicin.- Las doctrinas de Man (216-273), exigen la mayor abstinencia de nutricin, de trabajo, y la
negacin de la vida sexual, considerando el acto sexual como el pecado primitivo. Estas doctrinas
-juzgadas y perseguidas como hereja- tuvieron durante largo tiempo una penetracin en los conceptos
cristianos.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

MANNONI, OCTAVE
Biografa.- Octave Mannoni (1899-1989), psicoanalista de origen francs de orientacin lacaniana, y cofundador del Centro de Formacin e Investigacin Psicoanalticas.
Mannoni devino psicoanalista slo despus de haber consagrado primero su vida a la filosofa, la
literatura y la etnografa. Fue uno de los pocos que supo conservar su independencia de pensamiento con
respecto a Lacan, an siguindolo fielmente.
Descendiente de padres originarios de Crcega, tuvo una juventud tumultuosa, tras la cual emprende el
camino del Africa: permanecer ms de veinte aos en Madagascar donde ocupa cargos en la burocracia
colonial, dedicndose al mismo tiempo a la etnologa, la poesa y la botnica.
Despus de la Segunda Guerra Mundial regresa a Francia, donde emprende un anlisis con Lacan y se
dedica a la prctica clnica. En 1982, luego de la disolucin de la Escuela Freudiana, funda con su mujer
Maud y Patrick Guyomard, el Centro de Formacin e Investigaciones Psicoanalticas.
Su obra publicada en francs incluye: Psychologie de la colonisation (1950); Lettres personelles a
Monsieur le Directeur (1951, reeditado en 1977 bajo el ttulo de "La machine"); Freud (1968; hay edicin
en castellano: "Freud. El descubrimiento del inconciente", Ed. Nueva Visin); Clefs pour l'imaginaire ou
l'Autre scne (1969; editado en castellano por Amorrortu: "La otra escena"); Fictions freudiennes (1978;
en castellano "Ficciones freudianas", Ed. Fundamentos); Un commencement qui n'en finit pas (1980;
editado en castellano por Paids: "Un comienzo que no termina"); Ca n'empche pas d'exister (1982);
Prospero et Caliban (1984); Un si vif tonnement (1988) y Lettres personnelles, fiction lacanienne d'une
analyse (1989).
(Fuente: Nota de contratapa de "Aqu nos separamos. Este es mi camino", Ediciones de la Flor, 1997).

MAPS
Definicin.- (Psicotecnia) Abreviatura del Make a Picture Store Test inventado por Edwin S. Shneidman.
Como indica el nombre, se trata de dramatizar una historia dramatizada por el sujeto. Para hacer eso,
hay un gran nmero de figuras (67), y diferentes escenas (22). El sujeto debe elegir la escena y las
figuras con las cuales juega a hacer teatro. Es un test de proyeccin.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

MARIHUANA
Marihuana y depresin.- Los adultos que abusan del consumo de marihuana corren mayor riesgo de
sufrir depresiones, segn un estudio publicado en el nmero de este mes del American Journal of
Psiquiatry.
Segn Gregory B. Bovasso, autor del informe, los adultos no presentaban sntomas de depresin al
comienzo del estudio. Un nuevo control 15 aos despus ha revelado que el abuso de marihuana
multiplica por cuatro las posibilidades de padecer sntomas depresivos.
Los fumadores de marihuana han mostrado mayores indicios de pensamientos suicidas. Un riesgo
particular se ha apreciado en mujeres jvenes de raza blanca.
Los individuos que utilizaron otras drogas como las anfetaminas y los opioides tuvieron mayor
probabilidad de abuso del consumo de marihuana despus de 15 aos. Sin embargo, quienes mostraban
muestras de depresin al comienzo del estudio no presentaron signos de abuso de la marihuana ms
tarde.
Para realizar la investigacin se ha efectuado un seguimiento de cerca de 850 adultos que no presentaron
sntomas de depresin y ms de 1.800 que no informaron de abuso de marihuana al comienzo del
anlisis.
A partir de ahora Bovasso va a estudiar cmo el exceso del consumo de cigarrillos de marihuana eleva el
riesgo de depresin, y cul es el umbral de consumo en el que se empieza a correr peligro de sufrir

conductas depresivoides.
El abuso de la marihuana aumenta el riesgo de depresin. Diariomedico.com y American Journal of Psiquiatry 2001;
158: 2033-2037.

Cannabis y psicosis.- Objetivos: Valorar si el consumo de cannabis es un factor de riesgo para los
sntomas psicticos futuros, y viceversa, en adolescentes y adultos jvenes de la poblacin en general.
Escenario/Participantes: Un estudio de seguimiento de 14 aos en 'Zuid Holanda', que incluy a 1.580
participantes de 4-16 aos, seleccionando aleatoriamente de la poblacin holandesa en general. Pueden
presentarse informes falsos o negativos del consumo de cannabis con menor frecuencia que en pases
con polticas ms estrictas sobre la droga, ya que su consumo es generalmente aceptado en los Pases
Bajos, lo que soporta el valor del presente estudio. Medidas: Consumo de cannabis durante la vida y
sntomas psicticos, valorados con la entrevista de diagnstico internacional compuesta (CIDI).
Resultados: El consumo de cannabis, en aquellos individuos que no presentaban sntomas psicticos
antes de comenzar a consumir cannabis, predijo los sntomas psicticos futuros (ndice de peligro =2.81;
95% de intervalo de confianza= 1.79-4.43). Por otro lado, los sntomas psicticos en aquellos que nunca
haban consumido cannabis antes del inicio de sntomas psicticos, tambin predijeron el consumo futuro
de cannabis (ndice de peligro =1.70; 95% de intervalo de confianza 1.13-2.57). Conclusiones: Los
resultados implican ya sea una vulnerabilidad comn con una variacin en el orden del inicio o una
relacin causal bi-direccional entre el consumo de cannabis y la psicosis. Se requiere de mayor
investigacin sobre los patrones y tiempos de estas relaciones, con el fin de disminuir las posibilidades.
Robert F. Ferdinand, Frouke Sondeijker, Jan van der Ende, Jean-Paul Selten, Anja Huizink & Frank C. Verhulst, El
consumo de cannabis y la prediccin de sntomas psicticos futuros y viceversa. ADDICTION. 2005 MAY; 100(5).

Marihuana y trastorno de ansiedad social.- Antecedentes: Los individuos con trastorno de ansiedad
social (SAD) parecen ser especialmente vulnerables a los problemas relacionados con la marihuana. Sin
embargo se desconocen los mecanismos subyacentes de esta asociacin.
Mtodos: Este estudio examin el papel de las expectativas del efecto de la mariguana en la relacin
entre SAD y los problemas de marihuana entre 107 consumidores de marihuana (43.0% mujer), 26.2%
de los cuales cumplieron con los criterios del SAD del Manual Diagnstico y Estadstico de Trastornos
Mentales - Cuarta Edicin. La ansiedad y los trastornos del estado de nimo se determinaron durante las
entrevistas clnicas utilizando el Programa de Entrevista de Trastornos de Ansiedad - IV-L (ADIS-IV).
Resultados: Los anlisis (incluyendo sexo, frecuencia del consumo de marihuana, trastorno depresivo
mayor y otros trastornos de ansiedad) sugieren que el SAD fue el nico trastorno asociado
significativamente a los problemas de marihuana de los ltimos tres meses. En comparacin con aquellos
sin SAD, los individuos con SAD fueron ms probables a endosar las siguientes expectativas de
marihuana: deterioro cognitivo/conductual y expectativas negativas globales. De forma importante, estas
expectativas mediaron las relaciones entre el estado del SAD y los problemas de marihuana.
Conclusiones: Estos datos apoyan la contencin que el SAD es el nico relacionado con los problemas de
marihuana y proporcionan informacin sobre los mecanismos subyacentes de esta vulnerabilidad.
Julia D. Buckne; Norman B. Schmidt. Trastorno de ansiedad social y problemas del consumo de marihuana: El papel
de mediacin de las expectativas del efecto de la marihuana. DEPRESSION AND ANXIETY. 2009 SEP; 26(9):864-870.

MARTNEZ LUQUE, EDUARDO


Biografa.- Cuando conoc a Eduardo Martnez Luque en 1977, durante mi primer ao de formacin en
seminarios, ya haba odo su nombre con anterioridad. Se lo mencionaba no tanto por estudiar y ensear
la obra de Lacan (de por s algo infrecuente por entonces en un analista de la APA), sino por hacerlo ms
all de todo rasgo de mera cultura y pluralismo psicoanalticos sin consecuencias. Poco tiempo
despus, ya participando en sus seminarios, pude apreciar de cerca su estilo en la transmisin, ajeno por
igual a ortodoxias reverentes y a lacaneos de impacto epidrmico. Lo bastante asimilada y habiendo dado
ya sus mejores frutos, la transmisin kleiniana dejaba por esos aos de ser hegemnica en nuestro
medio, y el retorno a Freud -tambin en la APA, al calor de nuevos aires institucionales- se converta en
una consigna convocante. Pero Martnez Luque nunca se ofreci para el recambio de idealizaciones. Como
conoca bien y valoraba no slo a Freud y Lacan, sino tambin a Klein -ms all de los excesos de un
kleinismo que haba devenido en establishment- y al resto de la tradicin posfreudiana, poda argumentar
sus objeciones sin condescender a consignas de barricada. As por ej. su nfasis en la persistencia entre
los analistas de formas ms o menos larvadas de ferenczismo , respecto al que instaba a distinguir la
posicin freudiana, particularmente ante el problema del fin del anlisis . Este nfasis se encuadraba en
su inters profundo en lo propio de los fundamentos de la tcnica analtica por fuera de toda oferta
sugestiva de un saber en el lugar de la falta, y ms all del cualquier conjunto de procedimientos ad hoc .
Un inters que lo llev a repensar de modos cada vez ms incisivos el final de anlisis, en su cabal
dimensin de acto que traspone el lmite del saber del Otro . En Martnez Luque la pasin clnica se
aunaba con la ms vehemente aficin, nada turstica, por los ms diversos campos de la cultura. En su
conversacin habitual eran frecuentes la reflexin epistmica, el comentario de intencin poltica o la

mencin potica, a menudo enlazando problemticamente los bordes ms filosos de la experiencia


analtica. A comienzos de la dcada de 1980, y sin menoscabo de su pertenencia a APA, parte de su
generosidad intelectual se volc en dos rudimentos apenas institucionales. El Club Psicoanaltico
primero, y pocos aos ms tarde Matema, fueron espacios que de tan abiertos resultaban poco
comunes para una poca del ambiente analtico que, marcada por coyunturas tales como la decisin de
un importante grupo de analistas de alejarse de APA para fundar APdeBA, o cierta mordacidad
descalificatoria con la que buscaban afirmarse los incipientes -y sectorialmente contrapuestos- esbozos
institucionales lacanianos, probablemente no fuera la ms propicio para tales aperturas. Martnez Luque
no consideraba al psicoanlisis una disciplina de fcil acceso. Por eso no era muy afecto en la transmisin
a aproximaciones generales que pudieran inducir a presuponerlo de antemano, del tipo de Psicoanlisis
y (literatura, o filosofa, o matemticas, etc.). Sola incitar, en cambio, a buscar lo que le concerna al
psicoanlisis en terrenos tan diversos como (por ej.) la lectura heideggeriana de la tekn aristotlica, la
teora de la enunciacin en Ducrot, o la relacin entre el cero y la serie en la gnesis de los nmeros
naturales. Ahora bien, su aproximacin a los textos era, no obstante la elasticidad de las articulaciones
(con otros textos) en que poda encaminarlos, absolutamente rigurosa. Basta para ilustrarlo con
mencionar la traduccin que encomend realizar, en el transcurso de un seminario que dictara en APA
sobre La tica del psicoanlisis, de aquellos pasajes de la Antgona de Sfocles cuya versin en la
edicin disponible no terminaban de satisfacerlo. Pero no es menos cierto que su implicacin con el
psicoanlisis iba mucho ms all del rigor en los conceptos: en quienes asistimos a su intervencin en un
panel sobre patologas severas, hacia fines de 1997 , difcilmente dejar de resonar su voz recitando el
fragmento de un poema de A. Ginsberg entramado en su llamado a los analistas a encontrar acuerdos
mnimos, para cerrar filas y resistir a la pretendida imposicin, que avizoraba inminente, de tecnotaxonomas (como el DSM 4 y otras por el estilo) sin lugar para el sujeto. Cabe a Eduardo Martnez Luque
lo que en una ocasin le escuch citar de un texto de Nietzsche: El pensamiento es para muchos un
trabajo penoso, pero en mis das felices, una fiesta y una orga. De todo eso nos ha privado su muerte.
Notas Denominaba as a esa posicin que desestimando lo esencial de la ruptura con la hipnosis para la
constitucin del campo del inconsciente ubica al analista como dador de algo con que poder,
supuestamente, levantar la marca de la castracin. Es bien elocuente al respecto su intervencin en la
mesa redonda sobre Anlisis terminable e interminable, 40 aos despus, en Revista de Psicoanlisis,
No.5 1978. Cf. La tcnica analtica en el interior de la Grosstmogliche Gegensatz (mxima oposicin), en
Revista de Psicoanlisis, N1, 1982. Cf. Fin de anlisis, en Comienzo y final de anlisis, Revista de
Psicoanlisis, nmero especial internacional, No.3, 1994. En el Simposium de APA ese ao.
Carlos A. Basch
Aporte de Ricardo Bruno

MASLOW, ABRAHAM
Biografa.- Psiclogo norteamericano (1908-1970), conocido por su teora de la motivacin humana,
segn la cual las personas estn motivadas por satisfacer una serie de necesidades bsicas que se
encuentran jerrquicamente ordenadas.
Abraham H. Maslow nace en Brooklyn, Nueva York, siendo el primero de los siete hijos de un matrimonio
de inmigrantes ruso-judos. Tmido, solitario y desdichado, demostr gran aficin por aprender y por
entonces su nivel de inteligencia era 195, el segundo ms alto de la poca.
Amante de la msica clsica y el teatro, se enamor de su prima Bertha, con quien luego se cas. El
haber sido aceptado por ella influy mucho en su tambaleante autoestima. En 1928 se traslada a la
Universidad de Wiscosin, donde se especializa en psicologa, adquiriendo all una slida formacin en
psicologa experimental. Trabaj posteriormente con el conductista Edward Thorndike, y qued
impresionado con el programa del conductismo, aunque ms tarde advirti sus limitaciones para educar a
las personas.
Adhiri a la idea del papel central de la sexualidad establecida por el psicoanlisis, y descubri que la
actividad sexual estaba relacionada con la dominacin, un rasgo que haba estudiado en los primates.
Ense en Nueva York durante 14 aos en una ctedra de psicologa, y fue muy apreciado por sus
condiciones personales. Incluso lo llamaban el "Frank Sinatra de la Facultad de Brooklyn". Sus mentores
incluyeron a Alfred Adler, Erich Fromm, Karen Horney y Margaret Mead, y recibi profundas influencias de
sus amigos la antroploga Ruth Benedict y de Max Wertheimer, el fundador de la psicologa de la Gestalt.
Durante la segunda guerra mundial abandon la psicologa experimental e intent comprender las causas
del odio, los prejuicios y la guerra. En 1951 march a la Universidad de Brandeis, donde permanecera
hasta un ao antes de su muerte. En 1962 ayud a fundar la Asociacin de Psicologa Humanstica con un
grupo de psiclogos eminentes entre los que estaban Rollo May y Carl Rogers, e inspir tambin la
fundacin de la Revista de Psicologa Transpersonal. Se interes por la psicologa del trabajo, y descubri
que muchos empresarios de xito usaban el mismo enfoque positivo sobre la naturaleza humana que l
preconizaba acerca de la autorrealizacin.
Advirti que sus ideas se confirmaban cuando la gente trabajaba en forma ms creadora y productiva al
ser tratados con confianza y respeto.

Maslow lleg a diversas conclusiones acerca de la naturaleza humana, que incluan estas ideas bsicas:
1) Los seres humanos tienden innatamente hacia niveles superiores de salud, creatividad y
autosatisfaccin; 2) la neurosis se puede considerar como un bloqueo de la tendencia hacia la
autorrealizacin; 3) la evolucin de la sociedad sinrgica es un proceso natural y esencial. Esta es una
sociedad donde 'todos' los individuos pueden alcanzar un alto nivel de autodesarrollo, sin limitar la
libertad del otro; y 4) la eficacia del trabajo y el crecimiento personal no son incompatibles. De hecho, la
autorrealizacin conduce a niveles mayores de eficiencia.
Vio que las personas funcionaban distinto en un estado de salud positiva que en la deficiencia, y llam a
este enfoque 'psicologa del ser': la gente autorrealizada est motivada por valores del ser, los que se
desarrollan naturalmente sin imposicin de la cultura. Ejemplo de estos valores eran la verdad, la
creatividad, la belleza, la bondad, la plenitud, la viveza, la singularidad, la justicia, la naturalidad y la
autosuficiencia.
A pesar del carcter polmico de su obra, Maslow fue elegido presidente de la Asociacin Psicolgica
Americana en 1967. Al ao siguiente abandona Bradeis y muere el California de un ataque al corazn, el
7 de mayo de 1970. Las ideas enunciadas en "Motivacin y Personalidad" pusieron los fundamentos de
toda su obra, y fue publicada en la dcada del 50.
(Condensado de: "La influencia de Abraham Maslow", Prlogo de Frager Robert, a Maslow A., "Motivacin y
personalidad")

MASOQUISMO
Definicin.- "Parafilia consistente en la necesidad de ser humillado, atacado, maltratado, etc., para
obtener placer sexual".
Belloch A y otros, Manual de Psicopatologa, Volumen I, Madrid, McGraw-Hill, 1995, pg. 459.

MATRIMONIO
Matrimonio y salud.- Segn un nuevo estudio australiano, tanto hombres como mujeres son ms
felices cuando estn casados. El informe analiz la informacin recogida en 1996 durante un censo de
salud mental donde se entrevist a 10.641 adultos. El anlisis de los resultados revel que uno de cada
cuatro hombres y mujeres se siente desolado durante la soltera. Adems, seal que las mujeres
casadas con hijos son menos propensas a sufrir alteraciones mentales.
Matrimonio, familia y salud mental. Diario La U, Buenos Aires, 7 de octubre de 2002.

Matrimonio y salud.- Un nuevo estudio de la Universidad Warwick, en Londres, determin que el lazo
matrimonial protege la salud masculina, siendo menos probable que los hombres casados mueran en un
periodo dado en comparacin con los solteros. Los datos fueron recogidos a travs de un sondeo con ms
de doce mil adultos, en el que se comprob que, descartando influencias como los hbitos de fumar o
beber, los hombres casados fueron 6,1% menos propensos a morir en un periodo de 7 aos que los
hombres solteros. Las mujeres se beneficiaron menos del matrimonio, ya que su ndice de muerte
descendi slo 2,9%.
Salud y estado civil. Diario La U, Buenos Aires, 21 de agosto de 2002.

Matrimonio y salud.- Las personas divorciadas y separadas revelan uno de los ndices ms altos de
enfermedades. Un estudio publicado en el Journal of Marriage and Family mostr que las parejas que
viven juntas tambin sufren deterioro en su salud despus de separarse.
"Romper la convivencia, as como el matrimonio, tiende a producir un efecto perjudicial para la salud",
dijo el autor principal del estudio, Zheng Wu, de la Universidad de Victoria, en British Columbia, Canad.
A intervalos de dos aos comenzando en la dcada de los noventa, un total de 9.775 personas, de 20 a
64 aos, participaron en los sondeos.
Los investigadores propusieron dos teoras para explicar por qu las personas casadas dicen tener mejor
salud que los solteros. Una teora establece que las personas ms sanas son ms propensas a casarse,
mientras que la otra teora, llamada "hiptesis de proteccin matrimonial", sugiere que los matrimonios
mejoran la salud por medio del apoyo mutuo moral y financiero, y por la vigilancia recproca de la
conducta.
Los autores concluyeron que los "efectos de proteccin" podran explicar en gran parte por qu las
parejas casadas o que viven juntas logran mejor estado de salud. Los hallazgos tambin indicaron que el
hecho de vivir juntos u optar por el matrimonio ofrecan beneficios similares en cuanto a las ganancias en
cuestiones de salud.
Romper una relacin puede ser perjudicial para la salud. Condensado de Journal of Marriage and Family 2002; 64:420432.

Matrimonio y estados de nimo.- Segn los expertos, el estado de pesadumbre tras la boda es ms o
menos comn y suele darse en personas "un poco inmaduras"."No es algo patolgico, sino una reaccin

emocional que vemos bastante en consulta, pero nada grave", reconoce Jess de la Gndara, psiquiatra y
jefe del Servicio de Psiquiatra del Complejo Asistencial de Burgos. "Algunos recin casados sienten miedo
por el paso que acaban de dar y no asumen esta vinculacin con su pareja", seala.
Curiosamente, este 'bajn postboda' se da con mayor frecuencia en aquellas parejas que ya llevaban
aos conviviendo. Gndara apunta una posible explicacin: "Se trata de una conjuncin de varios
factores, pero fundamentalmente esconde un sentimiento de miedo a la prdida de libertades y
dificultades para aceptar el compromiso para toda la vida".
La relacin de pareja tiene unas fases bien conocidas. Primero se da la etapa del enamoramiento inicial,
que dura unos tres aos y es la fase platnica, la del deseo, en la que la hormona ms activa es la
dopamina, relacionada con el placer. Le sigue lo que Eduard Punset denomina la 'fase de construccin del
nido', que incluye "asumir una cierta responsabilidad, la negociacin de las libertades individuales y
comprometerse ms con la pareja", segn explica el psiquiatra, y la hormona oxitocina gana
protagonismo, por encima de la dopamina. Es en este periodo en el que pueden surgir problemas, ya que
"todos estos acuerdos a los que hay que llegar no son verbalizados, sino que es una cuestin de actitud,
del da a da y ambos tienen que ceder en algn aspecto", indica.
Si esta ltima fase no est bien asentada, dar el paso hacia el matrimonio puede no ser una buena idea.
"Hay que pensrselo mucho antes y analizar si realmente el compaero sentimental es la persona ideal
para compartir la vida, por mucho cario que exista", aconseja el especialista, quien considera que si no
se est muy seguro, lo ms probable es que la pareja dure poco tiempo casada".
Todos los informes sealan, ao tras ao, que las vacaciones son catastrficas para los matrimonios,
pues en la poca estival aumenta el tiempo que los cnyuges pasan juntos y, tambin, las discusiones.
Por eso es durante estos meses cuando los juzgados reciben el mayor nmero de peticiones de divorcio.
Sin embargo, esta influencia negativa de las vacaciones en la pareja es aplicable slo a aquellos
matrimonios que hace tiempo que se prometieron amor para toda la vida. En los recin casados, esta
estacin tiene el efecto contrario.
Segn Jess de la Gndara, "el problema surge en aquellas parejas que estn acostumbradas a pasar
poco tiempo bajo el mismo techo, por sus respectivos trabajos, y que cuando llegan las vacaciones casi
tienen que aprender a convivir de nuevo. Es entonces cuando surgen las peleas y las 'diferencias
irreconciliables'", explica.
El estado de pesadumbre o depresin tras contraer matrimonio es ms o menos comn y suele darse en personas "un
poco inmaduras". EL MUNDO. 2009 AGO.

MEDITACIN
Definicin.- Ejercicio reflexivo que consiste en pensar con atencin en un objeto o una idea.
Normalmente suele acompaarse de unas condiciones ambientales y personales determinadas, tales
como un lugar silencioso y tranquilo y una especial relajacin o escucha interior. Con la meditacin se
quiere llegar a la verdad profunda de lo mentalmente cuestionado y/o al reconocimiento de uno mismo.
La meditacin es un fenmeno diferente en todas las culturas y en todos los tiempos, por eso su
concepto no es unvoco. Como fenmeno religioso tiene su origen en el hinduismo, en el que su objetivo
es lograr la fusin con la divinidad, entendida sta de modo impersonal. En el cristianismo la meditacin
adopta otro cariz, se basa en la idea del monotesmo y procura, no ya la unin-fusin con la divinidad de
un modo impersonal, sino en encuentro personal con Dios. Con este encuentro se quiere despertar el
deseo de Dios y obtener fuerzas para creer y actuar desde la fe sobre el mundo real. Esta forma de
meditacin tiene elementos en comn con la meditacin islmica.
Farr Mart J (1999) Diccionario de psicologa. Barcelona: Ocano.

Definicin.- 1. Profundizacin espiritual mstica, la forma ms profunda de llegar a un conocimiento


trascendental. 2. La meta prctica del Budismo es llegar por grados, en el camino de la gracia por la
visin en la armona perfecta, al Nirvana. Estos grados de meditacin son: 1) Reflexin grfica sobre la
teora que ense Buda, sobre el sufrimiento, sobre las causas del mismo y su vencimiento. Las
reflexiones estn acompaadas por un placer dichoso de la liberacin. 2) Las imaginaciones
desaparecen, queda solamente el afecto aislado; es el estado del silencia del mar. 3) Los afectos se
transforman en una diferencia serena, la que se siente como un bienestar fsico y anmico. 4) Los
afectos desaparecen; todo el organismo se luce por una conciencia escuchadora. Estos son los 4
appamanna grados de Buda para llegar al Nirvana.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Generalidades.- Se entiende por meditacin un estado de conciencia provocado por diversas tcnicas
que buscan separar un poco al individuo de su vida diaria, disminuyendo su conciencia analtica normal y
logrando una "perspectiva de unidad.
La persona que medita sigue en general procedimientos especiales o realiza determinados ejercicios para
lograr dicho estado. Los ejercicios de meditacin pueden ser de varios tipos. En la meditacin
denominada concentrativa se intenta restringir la conciencia a una sola fuente invariable de estimulacin

durante cierto tiempo. Los que meditan pueden concentrarse mirando un objeto, poniendo atencin en
algn proceso como la respiracin, escucharse a s mismo cantando en voz alta, o simplemente
repitiendo silenciosamente una palabra o una frase.
En el estado de meditacin concentrativa cesan todas las percepciones y pensamientos activos de
naturaleza analtica. Esta sensacin no dura ms que algunos minutos, pero aparece como un fenmeno
desligado del tiempo para el participante, quin despus se siente renovado y mejor capacitado para
experimentar la vida directamente.
Qu decir de los efectos fisiolgicos de la meditacin? De cmo la meditacin reduce el estrs? Los
investigadores Wallace y Benson, sometieron a estudios de laboratorios a un grupo de meditadores y
encontraron que durante el acto de la meditacin el cuerpo humano se caracteriza por una pauta de
actividad ambivalente: alerta, pero a la vez muy relajada. Especficamente el ritmo metablico del cuerpo
se torna inslitamente bajo y, en consecuencia, el consumo de oxigeno, la eliminacin de bixido de
carbono y el volumen y ritmo de respiracin reducido. El ritmo cardaco tambin disminuye
significativamente y la produccin de sustancias qumicas en la sangre (lactato de sodio) muestra un
marcado descenso, su exceso en sangre se asocia a sentimientos de angustia.
Por su parte en la actividad elctrica del cerebro predomina el ritmo alfa indicador de mximo reposo,
que adems se relaciona con sentimientos de placidez como si el cuerpo estuviera flotando en un
ambiente de mucha paz, con sensacin de descanso y comodidad.
Para meditar, es esencial contar con ambiente tranquilo, exento de ruido proveniente del exterior, se
puede usar msica suave como fondo. En el ambiente fsico as logrado se procede a tranquilizar el
ambiente interno, la mente debe estar libre provenientes de otras partes del cuerpo, incluyendo la
musculatura. La sesin debe durar de 20 a 30 minutos.
Rodrguez Gonzlez R, Roque Doval y Molerio Prez O (2003) Estrs laboral, consideraciones sobre sus caractersticas
y formas de afrontamiento. Disponible en: http://espanol.geocities.com/aguilera99/volumen33.htm

Generalidades.- Habitualmente se piensa que la meditacin ayuda a las personas a sentirse con ms
energa y con una mayor capacidad de concentracin, pero son mensurables estos beneficios? Un nuevo
estudio sugiere que esto es posible. Cuando los investigadores testearon la capacidad de alerta de
voluntarios, hallaron que la prctica de la meditacin demostr ser ms efectiva que dormir una siesta, el
ejercicio o la cafena. Los resultados fueron presentados recientemente en una conferencia de la Sociedad
de Neurociencias. Los investigadores, dirigidos por Prashant Kaul de la Universidad de Kentucky (USA),
tomaron a 12 estudiantes que no haban practicado meditacin previamente y les ensearon las tcnicas
bsicas en dos cortas sesiones. Entonces, durante varias semanas, se les pidi que participaran de tests
que medan habilidades como la velocidad de reaccin. Los tests consistan en una serie de indicaciones
visuales que se mostraban en una pantalla y ante las cuales los voluntarios deban reaccionar
presionando distintos botones. A los voluntarios se les peda que realizaran estos tests despus de
comer, cuando las personas tienden a tener somnolencia. Los realizaban antes y 40 minutos despus de
meditar, dormir una siesta, hacer ejercicio o tomar cafena. Los que dorman la siesta obtuvieron los
peores resultados, presumiblemente debido a la "inercia del sueo", dijeron los investigadores. La cafena
ayud, pero el ejercicio fue impredecible. Estudios previos haban encontrado que las personas estn
despiertas mientras meditan, pero sus cerebros experimentan cambios similares a los patrones presentes
durante el sueo. Algunos estudios hallaron que las personas que meditan dicen tener menos sueo, por
lo que los investigadores decidieron estudiar si la meditacin podra servir para algunas de las funciones
del sueo. Y los recientes resultados parecen confirmarlo.
Nagourney E (2006) Mejora el estado de alerta con meditacin. Disponible en http://www.lanacion.com.ar/852361. 25
oct 2006

Meditacin y estrs.- El estrs laboral, el burnout, y empata disminuida son cuestiones frecuentes
para los profesionales de la salud. La meditacin es una estrategia comnmente usada para tratar el
estrs. La medida del cortisol salival permite evaluar el nivel de cortisol en suero, un conocido indicador
del nivel de estrs. Este estudio evalu la relacin de los sntomas de estrs divulgados por los sujetos y
el cortisol salival en profesionales de la salud, en un programa de ocho semanas de meditacin, con
datos recogidos anticipadamente en la lnea de base y 8 semanas despus de terminar el programa. Los
cuestionarios [Perfil del Estado del Animo - Abreviado (POMS-SF), el Inventario del Burnout de Maslach
(MBI), y el ndice de Reactividad Interpersonal (IRI)] midieron el estado del nimo, burnout y empata.
Un test emparejado entre los grupos para el cortisol pre/post-salival no alcanz ningn cambio
significativo. El POMS-SF fue ms sensible al cambio (aumento medio 12.4; p = 0.020). El agotamiento
emocional, medido en el MBI, tambin se vio afectado por la meditacin (disminucin media 4.54; p =
0.001). Los cambios en la empata pudieron no haber sido capturados debido a cualquier ausencia del
efecto de la meditacin en la empata, nmero o la escala de sensibilidad. Las correlaciones en la lnea de
base y a las ocho semanas entre el cortisol salival y los resultados del examen, y las correlaciones entre
los cambios en estas medidas, eran dbiles y no estadsticamente significativos. Sin embargo, los
resultados psicomtricos presentan un caso fuerte para los ensayos clnicos adicionales de la meditacin
en la reduccin del estrs para los profesionales de la salud.

Mary Lou Galantino; Michael Baime; Maureen Maguire; Philippe O Szapary; John T Farrar, Asociacin entre las
medidas psicolgicas y fisiolgicas del estrs en profesionales de la salud durante un programa de ocho semanas de
meditacin. STRESS AND HEALTH. 2005 OCT; 21(4):255 - 261.

Efectos de un programa de meditacin (mindfulness) en la medida de la alexitimia y las


habilidades sociales.- El estudio tuvo como objetivo comprobar si un entrenamiento en
meditacin (mindfulness) produca efectos en las medidas de la alexitimia y de las habilidades
sociales en un grupo de estudiantes. Los resultados indicaron que el programa de meditacin
produjo diferencias significativas en la variable habilidades sociales y en cinco de sus factores en
las medidas postest.
En el anlisis intragrupos, las diferencias fueron significativas tanto en alexitimia como en habilidades
sociales, y en todos sus factores, en el grupo experimental, no apareciendo ninguna diferencia
significativa en el grupo control. Los porcentajes de cambio en el grupo experimental presentaron
reducciones en la puntuacin total de alexitimia y en sus tres factores, en torno al 20% y un incremento
en la variable habilidades sociales y en sus seis factores, en un rango entre el 15,96% y el 22,60%. En el
grupo control oscilaron entre el -0,14% y el 4,43%, en las dos variables y en sus diferentes
factores. Estos resultados deben ser considerados con cautela, ya que la muestra del estudio no es clnica
y, adems, su tamao es relativamente reducido, por lo que habra que confirmar dichos resultados con
muestras ms amplias, y con pacientes altos en alexitimia.
Manuel de la Fuente Arias; Clemente Franco Justo; Margarita Salvador Granados. Efectos de un programa de
meditacin (mindfulness) en la medida de la alexitimia y las habilidades sociales. PSICOTHEMA. 2010; 22(3):369-375.

MEMORIA
Definicin.- Capacidad de fijar, conservar, evocar y reconocer un estmulo previamente percibido.
Castelluccio A, Clases de Correlaciones de la Clnica Mdica, Carrera de Psicologa, Facultad de Humanidades,
Universidad de Belgrano, Buenos Aires, 1983.

Definicin.- Es una capacidad transversal de la mente en el sentido de que su operatoria se extiende a


travs de diferentes funciones o capacidades mentales.
La memoria es la base de datos de la mente en la cual guardamos y, eventualmente, actualizamos o
recuperamos informacin relativa a experiencias vividas o acciones realizadas, conocimientos adquiridos
en el curso de nuestra existencia, eventos o acontecimientos percibidos, episodios de aprendizaje
pasados, etc.
Es una capacidad de los organismos que les permite adquirir retener y utilizar informacin o
conocimiento. Se encuentra involucrada con todo ingreso de informacin conciente o deliberado o
completamente involuntario, y adems en toda ejecucin cognitiva o motora q refleje los efectos de la
experiencia pasada.
En sntesis, la memoria es operativamente una base d datos en la mente q conserva la informacin del
pasado y la actualiza cada vez que resulta necesario cuando ejecuta alguna de sus mltiples actividades
o funciones.
Fernndez Humberto, Memoria Humana: aspectos conceptuales e histricos.

Definicin.- La memoria es la actividad psquica que permite fijar, conservar y evocar las vivencias que
han impresionado a la conciencia, que las reconoce como elementos registrados con anterioridad. La
memoria es indispensable para la continuidad de la vida psicolgica. Su debilitacin incide sobre la
integridad de la personalidad. Por la ordenacin cronolgica transmite al hombre la nocin del tiempo
transcurrido y le permite proyectarse hacia el porvenir (Betta, 1984:160).
Betta Juan (1984) Manual de Psiquiatra. Buenos Aires: CEA, Octava edicin.

Definicin.- 1. Capacidad de conservar latentemente las modificaciones producidas sobre los centros
nerviosos por la actuacin de los estmulos sensoriales y de evidenciarlas en el momento oportuno,
dando lugar a una reviviscencia, ms o menos completa, de las citadas imgenes que son entonces
representadas en la conciencia.
2. Ms rigurosamente, debe agregarse que no solamente es posible la reviviscencia de las imgenes
sensoperceptivas, sino tambin la de los pensamientos e imgenes de la fantasa, que no obedecen
directamente a estmulos exteriores. El proceso de la memoria se divide en cinco fases: fijacin,
aprehensin, conservacin, evocacin y reconocimiento.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Definicin.- Retencin de lo experimentado o aprendido y su activacin al rememorarlo.


Vander Zanden James, Manual de Psicologa Social, Barcelona, Paids, 1986, pg. 622.

Memoria a corto plazo.- La MCP es el "almacn de memoria, de duracin y capacidad limitadas (como
mucho, 7 elementos o tems durante unos 20 segundos)".

Belloch A y otros, Manual de Psicopatologa, Volumen I, Madrid, McGraw-Hill, 1995, pg. 271.

Memoria a largo plazo.- La MLP es el "almacn permanente de capacidad prcticamente ilimitada.


Contiene nuestros recuerdos autobiogrficos, el conocimiento del mundo, as como el lenguaje, sus reglas
y los significados de los conceptos".
Belloch A y otros, Manual de Psicopatologa, Volumen I, Madrid, McGraw-Hill, 1995, pg. 271.

Memoria procedimental.- "La memoria de procedimientos incluye el conocimiento subyacente a


habilidades cognitivas, motoras, etc., y al aprendizaje por condicionamiento, es decir, el 'saber cmo'".
Se llama tambin memoria procedural.
Belloch A y otros, Manual de Psicopatologa, Volumen I, Madrid, McGraw-Hill, 1995, pg. 271.

Memoria declarativa.- "Parte de la memoria cuyos contenidos corresponden a conocimientos del tipo
'saber qu'. Incluye a la episdica y a la semntica".
Belloch A y otros, Manual de Psicopatologa, Volumen I, Madrid, McGraw-Hill, 1995, pg. 271.

Memoria episdica.- "Parte de la memoria permanente, se ocupa de almacenar, retener y recuperar


informacin relativa a episodios con una referencia autobiogrfica, esto es, contextualizados en tiempo y
lugar para su poseedor".
Belloch A y otros, Manual de Psicopatologa, Volumen I, Madrid, McGraw-Hill, 1995, pg. 271.

Memoria operativa.- O working memory. "Concepto que sustituye al de MCP (memoria a corto plazo);
alude a un sistema ms complejo, compuesto por un ejecutivo central y de varios subsistemas 'esclavos',
como el bucle fonolgico o articulatorio y la agenda viso-espacial".
Belloch A y otros, Manual de Psicopatologa, Volumen I, Madrid, McGraw-Hill, 1995, pg. 271.

Memoria semntica.- "Trata con informacin de carcter general,


independencia del contexto temporal y espacial en que se adquirieron".

con

"conocimientos',

con

Belloch A y otros, Manual de Psicopatologa, Volumen I, Madrid, McGraw-Hill, 1995, pg. 271.

Memoria de reconocimiento.- Con los aos tambin llegan los olvidos, que pueden poner en
dificultades a una persona mayor cuando llega el momento de reconocer a alguien que ha visto
ocasionalmente. Segn un trabajo realizado en la Instituto Nacional de Salud (NIH) de los EEUU,
publicado recientemente en la revista cientfica Science, habra demostrado que estos lapsus se deberan
a una falla en la memorizacin de la persona en cuestin y no a un olvido durante el reconocimiento.
En ese estudio se compara el desempeo de un grupo de jvenes veinteaeros con el de otro constitudo
por personas de alrededor de setenta aos. En la fase de registro se les presentaron a los dos grupos
treinta y dos personas para que las memorizaran. La segunda parte consisti en una prueba de
percepcin, en la que, tenan que encontrar otras dos personas que encajaran entre tres que haban
memorizado. En la ltima prueba se le present a cada participante dos personas, una desconocida y una
memorizada, y deba reconocer cul haba visto previamente.
A lo largo del estudio, los investigadores, liderados por el doctor Cheryl Grady, determinaron la velocidad
y la precisin en las respuestas. Adems midieron el flujo de sangre hacia determinadas zonas de la
corteza cerebral, mediante una tcnica denominada tomografa de emisin de positrones, como un
parmetro de la actividad que est desarrollando el cerebro en ese momento. Los resultados no
mostraron diferencias significativas entre los dos grupos en el tiempo de reaccin. Sin embargo, la
precisin en las respuestas fue diferente en la etapa de reconocimiento: mientras el grupo de jvenes
logr reconocer alrededor del 80% de las caras memorizadas, las personas mayores reconocieron el
65%.
Registros en la memoria.- La explicacin de estos resultados la encontraron los cientficos al analizar las
tomografas. Durante la etapa de memorizacin de las personas se not en los jvenes un aumento de la
irrigacin sangunea hacia un sector del cerebro denominado hipocampo y otras zonas adyacentes, que
seran las encargadas de almacenar nuevos registros de memoria. El cerebro de las personas mayores no
mostr un aumento de actividad en esas zonas durante la memorizacin. La imposibilidad de poner en
funcionamiento toda la red de neuronas que permite memorizar estara ligada al deterioro que sufre la
zona del hipocampo con la edad.
Justamente durante el reconocimiento de las personas, tanto en los jvenes como en los mayores, se
activaron prcticamente los mismos sectores del cerebro, lo que estara indicando que olvidar un cara no
se debe a una falla en el momento del reconocimiento sino a la falta de registro en la memoria durante el
primer encuentro.
Existen cada vez ms evidencias en la literatura cientfica que demuestran que la actividad fsica podra
reducir el deterioro cerebral propio del envejecimiento y a evitar el incmodo "Disculpe, lo conozco?"
(Deborah Frid, Perdn, lo conozco? En diario La Nacin, Buenos Aires, 26-9-95).

Fases del proceso de la memoria.- Las fases del proceso mnemnico son cuatro: fijacin,
conservacin, evocacin, y reconocimiento y localizacin.
1) Memoria de fijacin: Efecta la captacin de los materiales, la elaboracin perceptiva en los centros
mnemnicos correspondientes. Capacidad de fijacin es el nmero de imgenes o ideas posibles de ser
captadas y fijadas en un solo acto de atencin. Vara segn las personas, la edad, etc. 2) Memoria de
conservacin: Efecta el almacenamiento y la conservacin de los elementos fijados. Para la teora
materialista: todo estado mental registrado por la conciencia es almacenado y persiste en el cerebro, es
el que produce una modificacin indeleble. Para la teora psicolgica: todo estado psicolgico persiste
como tal y pasa a formar parte de la vida subconsciente.3) Memoria de evocacin: Actualiza los
recuerdos reproducindolos en la conciencia bajo la forma de imgenes mnemnicas. La evocacin se
hace por distintos mecanismos: a) Evocacin conciente y voluntaria: acompaada de sensacin de
trabajo y esfuerzo mental, con la atencin introvertida en la bsqueda del recuerdo. b) Evocacin
conciente y espontnea: los recuerdos no son buscados, surgen sin intervencin de la voluntad. c)
Evocacin automtica e inconciente: es la memoria hbito para los mecanismos motores, necesarios
para la ejecucin de actos y para la elaboracin perceptiva. La fatiga y los actos emocionales dificultan e
inhiben la evocacin. Las emociones la favorecen, en ocasiones, por el mecanismo asociativo. 4) Memoria
de reconocimiento y evocacin: Se efecta la evocacin del hecho evocado agregando a la imagen
mnemnica todos los atributos que pertenecen a la imagen real que ha sido registrada Interviene el
mecanismo asociativo. Se localiza el recuerdo en el tiempo y en el espacio (Betta, 1984:162).
Betta Juan (1984) Manual de Psiquiatra. Buenos Aires: CEA, Octava edicin.

Etapas.- Luego de la aprehensin sensorial, comienzan los pasos propiamente dichos de la memoria, que
son los siguientes: 1) Codificacin.- Llega un estmulo nervioso a la clula (a travs de la va sensorial
llega al circuito de Papez y de all al rea cerebral correspondiente), modificando su ambiente
electroqumico. Esta modificacin produce inestabilidad en las bases del ARN-mensajero, debilitando el
enlace de una de dichas base, la cual ser reemplazada por otra base nitrogenada existente en el
citoplasma. Se forma as un nuevo cdigo, quedando el estmulo codificado. 2) Fijacin.- El estmulo
queda fijado en una protena especfica derivada del nuevo ARN. 3) Almacenamiento.- Se hace en forma
de protena en el citoplasma de la neurona. 4) Evocacin.- Cuando entra un estmulo que ya haba
ingresado antes y que por ende ya haba sido fijado, el nuevo estmulo no vuelve a codificarse sino que la
protena donde haba sido fijado el estmulo reconoce qumicamente el nuevo estmulo. Al reconocerlo
se une con otras molculas de protenas existentes en la neurona formndose as un conjunto proteico
que pone en marcha la liberacin de un determinado neurotransmisor, y entonces se puede producir una
reaccin en cadena multisinptica que permitira la evocacin. Cuando uno recuerda lo hace tambin por
un mecanismo de asociacin. La evocacin se conserva mientras no se destruyan las neuronas.
Castelluccio A, Clases de Correlaciones de la Clnica Mdica, Carrera de Psicologa, Facultad de Humanidades,
Universidad de Belgrano, Buenos Aires, 1983.

Teoras.- Entre las teoras que explican el fenmeno de la memoria se pueden mencionar la teora
asociacionista, la teora gestltica, la teora psicoanaltica y la teora cognitiva.
La teora asociacionista, inspirada en el empirismo ingls y, en particular, en los experimentos de
Ebbinghaus (1885), se basa en el principio de la tabula rasa segn el cual el mundo graba en los
individuos sensaciones, entre las cuales se establece un conjunto de conexiones entre hechos que se
presentan juntos en el espacio y el tiempo (1).
De esta manera, en la fase de retencin de la memoria, una persona puede memorizar varios elementos
en virtud de sus asociaciones por contigidad u otras, y luego, en la fase de evocacin, si un elemento
recuerda al otro es porque entre ellos hay una asociacin (2), y si no hay asociaciones ya hechas, la
memorizacin consiste en establecer nuevas asociaciones a travs de sucesivas repeticiones.
La teora gestltica parte del principio segn el cual el dato es captado en forma primaria como un todo
organizado, de modo tal que el establecimiento de conexiones postulado por las asociaciones queda aqu
reemplazado por la estructuracin de las percepciones, que son el origen de la huella mnmica.
Tanto el asociacionismo como la gestalt recurren al concepto de huella mnmica, pero la diferencia radica
en que el primero, la huella es esttica y definitiva, y en todo caso lo que pueden crearse son nuevas
asociaciones entre ellas. En cambio, para la Gestalt, la huella de la memoria tiende con el tiempo a
convertirse espontneamente en una gestalt mejor (3) (4).
En efecto, los experimentos de Wulf (5) mostraron, por ejemplo, que cuando se peda a los sujetos que
dibujaran un objeto percibido anteriormente (es decir, cuando se les peda que recordaran), dibujaban
muchas veces objetos que tenan una forma ms regular, armnica, mejor que el original, o bien
objetos que les resultaban ms familiares, con lo que se intentaba probar que la huella mnmica va
sufriendo cambios conforme pasaba el tiempo.
El psicoanlisis recurri tambin al concepto de huella mnmica para explicar muchos fenmenos de
memorizacin y olvido, pero lo conceptualiz de manera diferente.

El trmino de huella mnmica es utilizado por Freud para designar la forma en que se inscriben los
acontecimientos de la memoria. Las huellas mnmicas se depositan, segn Freud, en diferentes
sistemas; persisten de un modo permanente, pero slo son reactivas una vez catectizadas (6).
Las huellas mnmicas se inscriben en sistemas, y siempre lo hacen en relacin con otras huellas. Un
mismo objeto puede inscribir sus huellas en diferentes sistemas segn diferentes tipos de asociaciones
(por simultaneidad, por casualidad, etc.) y, en lo tocante a la evocacin, un recuerdo puede ser
reactualizado dentro de un determinado contexto asociativo, pero, en otro contexto, resultar inaccesible
a la conciencia. Para Freud, si no recordamos los acontecimientos infantiles no es por un problema de
fijacin, o por ausencia de asociaciones, sino debido a la represin.
Podemos destacar en este ltimo sentido, como otro aporte freudiano, el nfasis puesto en las bases
afectivas o pulsionales de la memoria: el recuerdo y el olvido se explican a partir del quantum de afecto
depositado en la representacin mnmica: olvidamos lo que es displacentero, y recordamos aquello que
est asociado con lo displacentero (desplazamientos que explican los recuerdos encubridores), pero no lo
displacentero directamente.
La teora cognitiva, finalmente, interpreta el fenmeno de la memoria desde una concepcin del
psiquismo como un ordenador que procesa informacin. En este contexto, la memoria est constituida
por un conjunto de estructuras (memoria a corto plazo, memoria a largo plazo, etc.) que se ocupan de
almacenar la informacin y mantenerla con diferentes grados de disponibilidad para ser procesada por
otras estructuras. Tales estructuras estn constituidas por representaciones que originalmente provienen
de las estructuras de in put, o ingreso de informacin, y luego sern transferidas a otras estructuras que
permitirn la evocacin o el reconocimiento (out put).
(1) Stone, L. y Church, J., Psicologa y psicopatologa del desarrollo, Horm-Paids, Buenos Aires, 1980, 2 edicin,
pgina 24.
(2) Woodworth R. y Schlosberg H, Psicologa experimental, Eudeba, Buenos Aires, 1971, 3 edicin, pgina 699.
(3) Hill W, Teoras del aprendizaje, Paids, Buenos Aires, 1985, pgina 117.
(4) Woodworth R y Schlosberg H, op cit, pgina 764.
(5) Hilgard E y Bower G, Teoras del aprendizaje, Trillas, Mxico, 1983, pgina 267.
(6) Laplanche J, y Pontalis J, Diccionario de Psicoanlisis, Labor, Barcelona, 1881, 3 edicin, pgina 177.

Teoras bioqumicas.- Se mencionan dos teoras.


1) Teora de Hyden.- A este investigador le llam la atencin el gran nmero de clulas gliales que haba
en comparacin con las neuronas de la sustancia gris, y tambin el hecho de que las clulas gliales
contenan mucho ARN, alta actividad enzimtica y gran velocidad de sntesis proteica, y relacion esta
intensa actividad metablica con la memoria. Cada protena sintetizada almacena determinado tipo de
informacin, por lo que es muy especfica. Mientras la informacin gentica viene codificada en el ADN
del ncleo, la informacin proveniente de las experiencias del sujeto seran codificadas y almacenadas en
el ARN glial (sustancia blanca). Un individuo puede almacenar hasta 10 15 datos, y pese a que en estado
de viglia recibe tres millones de datos por segundo, el cerebro seleccionar slo aquellos que hacen a las
necesidades del organismo en ese momento. La codificacin de la informacin se realiza en las cadenas
de ARN mediante la modificacin de sus distintas bases.
Experimento hechos con la planaria (gusano plano) demostraron que la memoria est codificada en
protenas. Por ejemplo se condiciona a una planaria a hur de cierto lugar donde hay electricidad.
Cortando luego en dos a la planaria, se vio que las que se regeneraban desde la cabeza mantenan el
condicionamiento, y las que lo hacan desde la cola perdan la memoria. Si la planaria condicionada era
destruda y sus trozos de daban de comer a una planaria no condicionada, esta adquira el
condicionamiento. Ciertas sustancias bloquean la formacin de protenas, de tal forma que si se
administran una hora antes del condicionamiento, este no se produce. Por otro lado otras sustancias ricas
en ARN mejoran la memoria y el aprendizaje, pero tienen efectos colaterales.
2) Teora de Watson-Crick.- Estos autores sostienen que el ARN es el sustrato material qumico donde se
grabaran todas las informaciones acumuladas en la vida. Las clulas gliales tienen diez veces ms ARN
que las neuronas. En el hombre, el contenido de ARN aumenta a partir del tercer ao y lo sigue haciendo
hasta los cuarenta (incluso en la juventud se sintetiza ms ARN del que puede utilizarse normalmente).
En los cuarenta se mantiene estable hasta los sesenta, y de all empieza a decrecer. En ancianos
disminuye as la masa enceflica y hay fallas en la sntesis de nuevo ARN. El aumento de ARN en la
primera etapa de la vida est ntimamente vinculado con el grado de estimulacin sensorial y con la
atencin puesta a los estmulos, o sea que un sordo o un ciego tendrn menor contenido de ARN y
protenas. La glia produce las protenas y las neuronas unifican la informacin.
Castelluccio A, Clases de Correlaciones de la Clnica Mdica, Carrera de Psicologa, Facultad de Humanidades,
Universidad de Belgrano, Buenos Aires, 1983.

Alteraciones.- Las alteraciones de la memoria pueden ser cuantitativas (hipermnesia, hipomnesia,


amnesia), o cualitativas (dismnesia). En general, los sndromes mnsicos reconocen tres tipos de causa:
vascular (arterioesclerosis cerebral), inflamatorio (sfilis, parlisis general progresiva, encefalitis), y
metablico (sndrome de Korsakoff, demencias preseniles, demencias seniles, etc).

Castelluccio A, Clases de Correlaciones de la Clnica Mdica, Carrera de Psicologa, Facultad de Humanidades,


Universidad de Belgrano, Buenos Aires, 1983.

Psicopatologa de la memoria.- Las alteraciones cuantitativas son las amnesias, las hipomnesias, las
hipermnesias y las dismnesias. Las alteraciones cualitativas son reciben el nombre genrico de
paramnesias, y son: fenmeno de lo ya visto, fenmeno de lo nunca visto, ilusin de la memoria,
alucinacin de la memoria, criptomnesia, ecmnesia y paramnesia reduplicadora (Betta, 1984:162).
Betta Juan (1984) Manual de Psiquiatra. Buenos Aires: CEA, Octava edicin.

Estado de la memoria en los sndromes mentales.- a) Sndrome de excitacin psicomotriz:


Hipermnesia por aceleracin de la evocacin. Debilitamiento de la fijacin por inestabilidad de la
atencin. Hipermnesia de evocacin e hipermnesia de fijacin. b) Sndrome de depresin psicomotriz:
Hipomnesia respecto al mundo exterior que pasa inadvertido. Evocacin perfecta y minuciosa de los
problemas que lo entristecen. c) Sndrome delirante: Memoria normal. A veces hipermnesia: fijacin de
numerosos detalles y evocacin de hechos con extraordinaria nitidez. Paramnesias: ilusiones y
alucinaciones de la memoria. d) Sndrome esquizofrnico: Aparentemente conservada: su deterioro es
siempre menor y ms lento que el resto de la psique. Paramnesias: fenmeno de lo ya visto y nunca
visto; ilusiones y alucinaciones de la memoria. e) Sndrome confusional: Intensa suspensin psquica:
amnesia lacunar. Menos intensa: fijacin superficial; amnesia de fijacin. Paramnesias: ilusiones y
alucinaciones. f) Sndrome oligofrnico: Hipomnesia: difcil entendimiento y comprensin en los idiotas.
Memoria buena en los dbiles mentales. g) Sndrome demencial: Sndrome de la memoria: Desde
Hipomnesias hasta amnesias ms o menos intensas segn la gravedad de las lesiones. Paramnesias:
ilusiones, alucinaciones, paramnesia reduplicadora y ecmnesia (Betta, 1984:162).
Betta Juan (1984) Manual de Psiquiatra. Buenos Aires: CEA, Octava edicin.

Aportes histricos.- Se sintetizan en el siguiente cuadro:


Enfoque Asociacionista
(Ebbinghaus)
Reproductiva: el recuerdo es un
recuerdo de los sucesos pasados.

Enfoque Ecolgico
(Bartlett)
Reconstructiva: el recuerdo es una
reconstruccin que el sujeto hace del pasado
basndose en sus esquemas culturales.

Paradigma
experimental

Mtodo de los ahorros: se aprende


una lista de slabas sin significado,
luego se procede a un periodo de
latencia y finalmente se vuelve a reaprender esa misma lista.
El sujeto, luego de un intervalo de
retencin, aun cuando no puede
recordar deliberadamente en un
primer intento la lista d silabas, tara
menos tiempo o ensayos en reaprenderlas, lo que implicara que la
informacin pertinente permanece
disponible en la mente.
Curva del olvido: a mayor tiempo de
latencia, ms ensayos de reaprendizaje, menos ahorro. A menor
tiempo de latencia, menos ensayos de
re-aprendizaje, ms ahorro.

Mtodo de la reproduccin serial: presentndole


al sujeto el material una nica ves y luego en
diferentes momentos, B encontr que el sujeto,
no solo proporcionaba versiones cada vez mas
reducidas de la versin original, sino que le
introducan de modo sistemtico una serie de
modificaciones. Estas evidenciaban los intentos
del sujeto por encajar las historias en sus
esquemas mentales previos y tornarlas as mas
comprensibles.
Modificaciones: omisiones, omiten detalles que
sus esquemas no pueden asimilar;
racionalizacin, partes del texto que no tiene
sentido para el sujeto, son transformados,
mediante el aadido de nueva informacin;
transformacin de detalles, palabras y nombres
poco familiares son sustituidos por otros ms
familiares o cercanos a su propia experiencia.

Material
estimular
Aspectos
destacados

No significativo para el sujeto: slabas


sin sentido.
Demostrar que era posible el estudio
emprico de la memoria.
Precursor del concepto de memoria
inconciente.

Plenamente significativo para el sujeto:


historias, fragmentos de prosa, etc.
Bregar por el concepto de una experimentacin
psicolgica con valor ecolgico.
Precursor del concepto de que estructuras
mentales internas del sujeto, los esquemas,
subyacen al procesamiento de la informacin.

Concepcin
de la
memoria

Fernndez Humberto, Memoria Humana: aspectos conceptuales e histricos.

Memoria y vnculos.- Le falla la memoria? Para mejorarla bastar con una pequea ayuda de sus
amigos. Si usted es una persona solitaria, ms le vale conseguir algunos amigos o, de otro modo, se

arriesgar a perder preciosas clulas cerebrales. Esto es lo que sugiere un estudio sobre el cerebro de
aves canoras, en el que se encontr que los pjaros que viven en grandes grupos presentan un mayor
nmero de neuronas nuevas y, probablemente, una mejor memoria que los que viven solos.
La forma en que el cerebro almacena la memoria a largo plazo es un misterio, pero algunos
investigadores piensan que ese proceso implica un cambio permanente en la expresin gnica de las
clulas cerebrales. De este modo, los animales como los pjaros cantores, que tienen cerebros pequeos
y una vida relativamente larga, se quedaran sin espacio neural para almacenar nuevos recuerdos, si no
contasen con un suministro constante de nuevas clulas.
A decir verdad, los pjaros cantores producen nuevas neuronas, aunque la mayora muere en un lapso de
tres a cinco semanas y, por lo tanto, no puede almacenar recuerdos por largo tiempo. Sin embargo, las
que sobreviven pueden proporcionar espacio para nuevos recuerdos a largo plazo.
Fernando Nottebohm, investigador de la Rockefeller University de Nueva York, y sus colegas decidieron
estudiar pinzones cebra adultos, con el fin de verificar si sus condiciones sociales incidan en la tasa de
supervivencia de esas neuronas nuevas.
Los investigadores procedieron a inyectar a los pjaros una forma radioactiva de timidina un marcador
para localizar nuevas neuronas y los colocaron en tres ambientes diferentes: solos, con pjaros del sexo
opuesto, o en un grupo grande de 45 aves. Al cabo de 40 das, examinaron 3 regiones especficas del
cerebro de los pjaros para verificar su comportamiento.
Los investigadores hallaron que, en comparacin con los otros pjaros, los que vivan en grandes grupos
presentaban, aproximadamente, 30% ms de neuronas nuevas en una regin del cerebro relacionada
con el procesamiento del sonido. Ms impresionante an fue el hecho de que los pinzones machos, que
son los que cantan, presentaban dos veces la cantidad de neuronas nuevas en reas del cerebro
relacionadas con la comunicacin cuando vivan en grandes grupos. La razn podra ser simplemente que
los pjaros tratan de recordar el canto distintivo de las dems aves, afirman los investigadores en un
estudio que fue publicado en el boletn Behavioural Brain Research.
Los investigadores haban observado con anterioridad que los animales sociales, como los elefantes,
suelen tener una mejor memoria que los solitarios. Pero ninguno haba presenciado realmente un cambio
en la supervivencia de las neuronas provocado nicamente por el nmero de compaeros.
Esto es algo emocionante, expresa Arturo lvarez-Buylla, experto en el rea de la produccin de
neuronas de la Universidad de California, San Francisco. Existen evidencias de que los humanos adultos
tambin producen nuevas neuronas en sus cerebros, por lo tanto, esos resultados plantean la posibilidad
de que la interaccin social tambin podra ayudar a las neuronas de la gente a sobrevivir, manifiesta el
investigador. Quiz, incluso mejorara la memoria.
Sin embargo, an no se puede estar seguros. lvarez-Buylla seala: En realidad, no sabemos con
exactitud dnde ocurre la neurognesis en los humanos, en qu magnitud, o si se mantiene activa
durante toda nuestra vida.
Anil Ananthaswamy, La socializacin ayuda a recuperar la memoria. New Scientist Traduccin: Lidia Da Silva

Generalidades.- Sherry y Schacter (1987) establecen que la memoria es una adaptacin biolgica que
surge como respuesta a demandas ambientales, a pesar de lo cual muy pocas funciones de memoria
pueden considerarse genuinas adaptaciones, lo que se explica a partir del concepto de "exaptacin", que
alude a estructuras biolgicas no derivadas de la seleccin natural. Por ejemplo, sea cual fuere la funcin
de las plumas, su funcin original no fue para volar sino para regular la temperatura, aunque luego
pudieron tener efectos en el vuelo, efectos llamados exaptaciones. La funcin de la identidad personal
sera un ejemplo de esto.
Gracias a la exaptaciones entonces, la memoria tiene otras muchas funciones adems de ser una base
recuperable de conocimiento y experiencia. Por tanto, por generalizacin exaptativa la memoria es hoy
un sistema de propsito general capaz de manejar muchos y diversos problemas. As, la especificidad
tanto como la generalidad son hoy caractersticas de la memoria humana.
Si la memoria es el resultado de complejos procesos de adaptacin y exaptacin biolgicos, debe tener
una serie de constricciones que garanticen su conservacin, es decir, constricciones que impediran
cambios evolucionistas que perturben su funcionamiento.
Hay por ejemplo, restricciones en lo relativo a la adquisicin y retencin, lo que se ve en que la memoria
humana recuerda todo, lo ms trivial, aunque no tenga valor adaptativo y aunque no nos hayamos
propuesto recordarlo deliberadamente. Incluso parece que recordramos mejor lo que no tenamos
intencin de recordar.
En este contexto vale la pena analizar tres tipos de problemas: 1) la tendencia a recordar casi todo lo
que experimentamos, an lo trivial; 2) la adquisicin y retencin de informacin con independencia de
nuestra intencin por aprenderla o utilizarla despus; y 3) la adquisicin no conciente de informacin. En
lo que sigue se analiza cual o cuales de estas tres cuestiones resulta adaptativa y cual no, utilizando
evidencia onto y filogentica, neurofisiolgica y cognitiva.
1) Retenemos en la memoria todo lo que experimentamos?.- Desde Luria se sabe que los animales
conservan huellas de todas las excitaciones que reciben. En el hombre, esta propiedad adquiere
especiales caractersticas: filogenticamente hablando, el cerebro humano llega a ser altamente

complejo, y ontogenticamente, las formas simples de memoria se convierten en procesos psicolgicos


superiores complejos. As, a la memoria fisiolgica se superpondr la memoria psicolgica.
El mantenimiento y la permanencia de las huellas estn sujetos, adems de la retencin de impresiones,
a otros procesos llamados de consolidacin, es decir, almacenamiento gradual -no instantneo- de
informacin luego de la estimulacin. Estos procesos pueden analizarse especialmente desde un punto de
vista neurobiolgico, donde encontramos una teora de la perseveracin - consolidacin segn la cual el
aprendizaje no se completa cuando termina la prctica, pues lo aprendido debe consolidarse (las
consecuencias del aprendizaje perseveran). Hasta se intent explicar la amnesia como un dficit de
consolidacin.
Hoy en da, se tiende a aceptar el principio de competicin, segn el cual durante la consolidacin se
producen modificaciones en los axones que dan lugar a la prdida de conexiones originales. Conclumos
entonces: que nuestro cerebro es constantemente estimulado, produciendo huellas que perseveran; que
la consolidacin de los estmulos da lugar a procesos de competicin que alteran los circuitos de
memoria, algunos de los cuales quedan eliminados, con lo cual algunas cosas se olvidarn y otras
quedarn reforzadas. Por tanto: no todas las impresiones sern almacenadas en la memoria.
2) La funcin adaptativa del olvido.- La mayor parte de las impresiones no se convierten en huellas de
memoria, y desaparecen para siempre. En psicologa, hay dos teoras del olvido: segn la primera, el
olvido significa un problema de acceso a informacin almacenada en la memoria a largo plazo, y segn la
segunda, a una prdida o distorsin real de dicha informacin. No hay manera de rechazar ninguna de
estas hiptesis.
Pero independientemente de su naturaleza, puede el olvido tener algn valor adaptativo? Ribot deca que
gracias al olvido momentneo de muchas cosas, podemos recordar otras, o sea, se debe eliminar
informacin para poder seguir funcionando adaptativamente. Se cita el caso de un hombre que tena el
problema que no poda olvidar, hasta que resolvi su problema dicindose a s msmo que no quera
recordar, es decir, recurri al olvido intencional o voluntario, un concepto que fue importante para la idea
de represin en psicoanlisis. El olvido funcionara entonces aqu como una defensa y, eventualmente,
tendra una funcin adaptativa.
En este contexto, la ley del desuso de Thorndike debe ser reconsiderada, ley que deca que las cosas que
no se usan terminan olvidndose. As, el uso eficiente de nuestra memoria parece requerir actualizar o
poner al da el sistema, eliminando informacin que hemos dejado de usar.
La nueva teora del desuso viene a sostener que los contenidos de memoria ms fcilmente accesibles
son aquellos que hemos estado usando o recuperando recientemente. Adems, la informacin que no se
usa pierde fuerza de recuperacin pero no pierde fuerza de almacenamiento. En suma, los olvidos no
deben ser entendidos como una falla de la memoria sino como un importante aspecto adaptativo
denominado 'inhibicin de la recuperacin'.
Los fallos de memoria tienen entonces valor adaptativo, ya que es un grave problema la incapacidad para
olvidar informacin irrelevante, y es tambin problemtico recordar aquello que tiene fuerte carga
emocional, como por ejemplo una violacin (por lo que la represin es til). Sin embargo, no debe
exagerarse el valor adaptativo del olvido: muchos fallos de memoria no tienen ningn valor adaptativo y
debe ser atribudo a usos poco eficaces de los mecanismos de recuperacin de la informacin.
3) El papel del sueo REM en la memoria humana.- El sueo REM es la etapa donde soamos, y los
sueos fueron entendidos, en los ltimos 100 aos, como a) expresin de deseos reprimidos, b)
expresin de una actividad neuronal aleatoria, c) un mecanismo del cerebro para librarse de informacin
intil, y d) una actividad con significado psicolgico y una funcin de memoria. Aqu interesan las dos
ltimas propuestas.
Hay quienes asignaron al sueo una funcin de borrar informacin intil, ya que si hay sobrecarga de
informacin la memoria empieza a funcionar de forma anmala produciendo fantasas, obsesiones y
alucinaciones. Por tanto, segn este enfoque soamos para olvidar, en base a un mecanismo de
desaprendizaje o aprendizaje inverso, el cual por otra parte mejora la memoria.
Para otros, como Winson, durante el sueo REM no se olvida informacin, sino que se la reprocesa para
que tenga mayor valor adaptativo. Analizando todos estos planteos, podra considerarse en suma que el
sueo REM es otro mecanismo del sistema de memoria cuya funcin sera la de eliminar cualquier
informacin irelevante para el comportamiento adaptativo.
La memoria est diseada para registrar todo lo que recibe, sin seleccionar nada, por lo que tambin
registra, como vimos, recuerdos irrelevantes. Tambin se sabe que memorizamos muchas cosas que no
tenamos intencin de memorizar, y donde no hemos puesto atencin. As, una persona puede aprender
sin intencin (aprendizaje incidental) o con intencin (aprendizaje intencional). El primero tambin se
llama automtico, y el segundo, aprendizaje conciente o explcito. Adems, se puede aprender un
conocimiento sin intencin, pero luego ser conciente de ese conocimiento.
No debe confundirse aprendizaje automtico o sin atencin con aprendizaje implcito: este es inconciente
y puede ir acompaado de atecin e intencin por aprender. Si esto no ocurre, ser entonces aprendizaje
automtico.

El aprendizaje incidental fue primeramente estudiado por el conductismo, pero luego, desde la dcada del
60-70, emieza a ser estudiado en s msmo y no como mero proceso de referencia para estudiar el
aprendizaje intencional. Estos estudios tendieron a mostrar que la intencin no tena mayor peso, y que
lo que produca la retencin es el tipo de procesamiento que realiza el sujeto, el nivel atencional, y la
profundidad de la codificacin perceptiva, que es automtica e inconciente.
Las teoras en general han destacado la importancia de la relacin entre atencin y memoria, y la han
fundamentado recurriendo a experimentos donde se usaron tanto medidas explcitas o directas (recuerdo
y reconocimiento) como implcitas o indirectas (completar palabras fragmentadas). Por ejemplo, cuanto
ms atencin, ms exactitud en el recuerdo.
Otra cuestin es saber si el conocimiento inconciente y percibido y procesado sin atencin puede
almacenarse en la memoria a largo plazo. Para ello debemos distinguir entre contenido conciente de la
memoria a corto plazo, contenido preconciente de la memoria a largo plazo, y proceso inconciente de
codificacin y transferencia de informacin de una a otra. Por 'inconciente' entendemos todo aquello que
no tiene probabilidad de llegar a la conciencia, por conciente aquello que requiere atencin, y por
preconciente lo que preatencional, automtico.
El procesamiento automtico o incpnciente de informacin que es almacenada en la memoria a largo
plazo es un ejemplo de aprendizaje implcito, pues: ocurre fuera del control conciente, son
'comprometidos' por eventos ambientales y no por intenciones, resultan muy eficientes por requerir poca
atencin, y son independientes de factores que impactan significativamente sobre los procesos reflexivos
concientes. Cada vez hay ms evidencia de que la informacin puede ser almacenada en la MLP sin la
participacin de la conciencia del sujeto.
Fernndez A y Dez E, Memoria y distorsin, includo en Snchez Cabaco A y otro (coord), Psicologa de la memoria.
Ambitos aplicados.
Legewie H. y Ehlers W., (1974) Psicologa Moderna, Barcelona, Editorial Omega.
Nickerson, Perkins y Smith, (1999) "Ensear a pensar". Buenos Aires: Amorrortu.
Ruiz Vargas J, La memoria humana: funcin y estructura, Alianza Editorial
Woodworth R. y Schlosberg H., (1971) Psicologa Experimental, Buenos Aires, Editorial Eudeba, tercera edicin.

Teoras sobre la memoria.- La memoria puede ser estudiada desde el punto de vista neurobiolgico
(estructuras corticales asociadas a la memoria), o desde el psicolgico (memoria como estructura o
proceso mental). Dentro de este ltimo, estn los modelos mentalistas (paradigma cognitivo) y los no
mentalistas (tradicin asociacionista de E-R o estmulo-respuesta).
Ambos modelos no son necesariamente reducibles entre s, y aqu estudiaremos el enfoque cognitivo, y
ms concretamente los problemas de como se adquiere la informacin, de la naturaleza unitaria o
mltiple de la memoria, de como se organiza la informacin, de como se recupera dicha informacin, de
como se olvida, y los problemas de la memoria implcita (relacin memoria-conciencia) y de la memoria
autobiogrfica.
H. Ebbinghaus (1885) y W. James (en 1890) intuyeron la existencia de varias memorias en la mente.
Ebbinghaus distingua 3 formas: voluntarias (lo recordado voluntariamente), involuntarias (recuerdos
espontneos), y recuerdos no concientes ni reconocibles como propios que afectan y se expresan en el
curso actual del pensar o la conducta (Claparede cita el caso de la mujer que no saluda con la mano por
accin de un recuerdo no conciente de haber sufrido una pinchadura en la mano).
James distingui una memoria primaria (transitoria) y una secundaria (permanente), con lo cual fue
precursor del modelo multialmacn de la memoria: la primera ser la memoria a corto plazo y la ltima
la memoria a largo plazo. La memoria primaria retiene por corto tiempo las experiencias sensoriales y las
experiencias pasadas que se re-actualizan aqu y ahora, configurando ambas el 'presente psicolgico'. La
memoria secundaria almacena ms duraderamente las experiencias y saberes adquiridos en la vida.
Investigaciones ulteriores fueron conductistas y antimentalistas y se centraron sobre todo en
experimentos sobre la memoria verbal (adquirir, retener y recordar palabras). No se explor la
arquitectura mental de la memoria.
En la dcada del 50, la propuesta de la 'metfora del ordenador' cambi 180 grados las investigaciones
hacia un enfoque ms mentalista, y la memoria fue entendida como una estructura que almacena
informacin y la recupera cuando es necesario (concepcin estructural). Por ejemplo, los modelos de
filtro y el modelo modal (o modelo Multi-almacn), de 1968.
Luego de los estructurales, surgieron los modelos funcionales, como por ejemplo la memoria operativa de
Baddeley y Hitch (dcada del 70). Y por ltimo, surgieron los modelos neuropsicolgicos a partir del
estudio del priming en amnsicos, que buscaban las estructuras corticales que posibilitaban la memoria,
como el enfoque dual y el enfoque mltiple. Luego tambin surgieron otros enfoques que en vez de
postular estructuras cerebrales diferenciadas, hablaron de procesos mentales diferenciados (enfoques
procesales), de 1989 en adelante.
Resumen de Fernndez H, Memoria humana. Parte I (Estructuras y procesos: el modelo multi-almacn), puntos 1 y 2.
Publicacin virtual de la Facultad de Psicologa y Psicopedagoga de la USAL. Buenos Aires, Diciembre 2000.

El modelo multi-almacn de la memoria.- Las ideas de James sobre la memoria y las de Broadbent
sobre la atencin sirvieron de antecedente para el Modelo Multi-almacn de Atkinson y Shiffrin (1968).
Antes de explicar este modelo, veamos cuales son las tres clases de fenmenos que lo inspiraron.
1) El 'fenmeno' Sperling.- O fenmeno de la persistencia sensorial, conocidos desde hace mucho, que
consiste en que luego del estmulo por ejemplo visual, seguimos 'viendo' dicho estmulo por muy breve
tiempo luego de desaparecido.
Sperling (1960) estudi estos fenmenos para saber cuanta informacin puede captar la mente en
exposiciones muy breves del estmulo. Para ello dise un experimento llamado Paradigma del Informe
parcial vs. Informe Global, para averiguar si el recuerdo deficiente obedece a un problema de memoria
(aunque perciban bien) o bien a un problema de percepcin (ya que el estmulo percibido es muy breve,
y entonces recuerdan poco porque perciben poco).
Luego de mostrarles durante 50 milisegundos una serie de letras y nmeros, a los sujetos se les peda
que recordaran algunos (informe parcial) o todos (informe global) los elementos mostrados. Sperling vio
que los recuerdos eran mejores en informes parciales, lo cual demostraba que la memoria captaba toda
la informacin (tena una gran capacidad), pero luego a la hora de recordar, no poda recordar todo sino
una parte (los recuerdos se evaporaban de ese gran almacn mnmico).
En definitiva, Sperling concluy que la memoria tena tres caractersticas:1) Capacidad ilimitada: registra
fielmente todo lo que aparece en el campo visual; 2) Escassima persistencia: las huellas de memoria
aqu almacenadas duran aproximadamente 250 milisegundos; y 3) Precategorialidad: la informacin se
registra slo a nivel de caractersticas fsicas (por ejemplo la forma de la letra o el nmero, no su
categora, o sea si es letra o nmero).
2) La distraccin como factor precipitante del olvido.- El Paradigma de Brown-Peterson (1958) estudi el
olvido causado por una momentnea distraccin, y demostr que cuanto ms tiempo pasa desde el
estmulo, menos se lo recuerda cuando en el intervalo el sujeto fue sometido a estmulos distractivos.
La razn dada por Peterson fue que las huellas mnmicas que permiten el recuerdo se desvanecen
rpidamente con el tiempo (teora del decaimiento o desvanecimiento automtico de la huella). Esta
teora se opuso a la anterior teora de la interferencia, segn la cual el olvido no se debe a
desvanecimiento de huellas sino al hecho de que dichas huellas no pueden discriminarse fcilmente
porque estn interferidas por la nueva informacin que ingresa.
La importancia de la teora del decaimiento automtico es que sirvi para reflotar la vieja teora de James
sobre la existencia de una memoria dual.
3) El efecto de posicin serial.- Cuando un sujeto debe recordar una serie de tems (nmeros, letras,
etctera) tiende a recordar mejor los primeros tems (efecto de primaca) y los ltimos (efecto de
recencia). Segn el modelo modal de Atkinson y Shiffrin, el efecto de primaca ocurre porque los sujetos
tienden a repetir mentalmente los primeros y los ltimos tems, sabedores que luego les pedirn que
recuerden la serie. A mayor nmero de repeticiones, mayor ser su permanencia en la memoria primaria
y mayores sus posibilidades de transferencia a la memoria secundaria. Asimismo, el efecto de recencia
ocurre porque los ltimos tems permanecen en la memoria primaria y entonces seran ms accesibles al
recuerdo posterior.
Postulados bsicos.- Ahora podemos describir el modelo multi-almacn de Atkinson y Shiffrin, que
bsicamente propone que el procesamiento de la informacin ocurre de una manera secuencial a lo largo
de tres estructuras: a) el almacn sensorial, b) el almacn a corto plazo (ACP o MCP), y c) el almacn a
largo plazo (ALP).
a) Almacn sensorial.- La informacin ingresa primeramente a los registros o almacenes sensoriales, de
los cuales hay varios tipos segn el estmulo recibido: almacn visual o memoria icnica, almacn
auditivo o memoria ecoica, etctera (son distintos 'modos' de registro, y por ello se lo llama modelo
modal).
Desde Sperling, este almacn sensorial tiene 1) capacidad ilimitada, 2) escasa persistencia temporal, 3)
Formato: registro precategorial, y 4) Funcin: tiene la funcin que almacenar rpidamente toda la
informacin posible en bruto para que est disponible para su procesamiento posterior. Lo que no queda
en el almacn sensorial, se pierde irremediablemente.
b) Almacn a corto plazo (ACP o MCP).- Una fraccin de la informacin pasa del almacn sensorial a esta
nueva estructura llamada Almacn a corto plazo, donde se evala si la informacin es pertinente y si vale
la pena enviarla al almacn ms permanente (largo plazo).
La memoria a corto plazo tiene, segn el modelo modal, las siguientes caractersticas: 1) capacidad
limitada: solo puede guardar hasta 7 unidades de informacin o chunks (7 letras, 7 palabras, etctera);
2) Duracin limitada: Peterson ha establecido unos 18 segundos el tiempo que dura la informacin en la
memoria a corto plazo, y otros hablaron de 2-4 sg., pero siempre es un tiempo mayor al del almacn
sensorial; 3) Formato codificado: en este almacn a corto plazo, la informacin se estructura o formatea
mediante procesos diversos de codificacin que pueden ser verbales, visuales, semnticos, etctera, es
decir, implica categorialidad; y 4) Funciones: el ACP tiene como funciones la retencin y el procesamiento
de la informacin.

Con respecto al punto 2, se propusieron diversas teoras para explicar por qu el ACP tiene una duracin
limitada: la teora del deterioro temporal (con el tiempo las huellas se evaporan), la teora de la
interferencia proactiva (los recuerdos anteriores o viejos interfieren o entorpecen la recuperacin de los
recuerdos nuevos), y la teora de la discriminacin temporal (que asume a la vez que las huellas
mnmicas sufren un decaimiento espontneo y que la recuperacin de un tem -recuerdo- comporta
algn tipo de discriminacin).
c) Almacn a largo plazo (ALP).- Es una gran base de datos permanente donde estara almacenada toda
la informacin sobre el mundo y nosotros mismos. Toda esta informacin ingres al ALP a travs de la
memoria a corto plazo.
Presentara las siguientes caractersticas, siempre segn el modelo multi-almacn: 1) Capacidad (cuasi)
ilimitada: a los efectos prcticos, la capacidad es ilimitada o, al menos, enorme; 2) Persistencia temporal
indefinida: la informacin se guarda indefinidamente; 3) Formato: aunque el ALP almacena las
propiedades semnticas de los estmulos, preserva tambin otro tipo de informacin (visual, musical,
motora, etctera); y 4) Funcin: bsicamente retentiva y prctica, puesto que guarda informacin que
nos es til siempre.
Para explicar el punto 2, se propusieron diversas teoras que explican por qu la informacin tiende a
persistir y porqu se la olvida: la teora del desuso de Ebbinghaus (la informacin se olvida porque no se
usa, y persiste porque se usa), la teora de la interferencia (el olvido se produce porque otros recuerdos
interfieren en la recuperacin de los recuerdos ms nuevos (interferencia proactiva) o de los ms viejos
(interferencia retroactiva), y la teora de las claves de recuperacin (el olvido se produce porque la huella
se debilit o destruy por la irrupcin en el ALP de nuevos recuerdos).
Sntesis de caractersticas de los 3 almacenes del modelo multi-almacn:
Almacn sensorial

Almacn a corto plazo

Almacn a largo plazo

Capacidad
Persistencia
temporal
Formato

Capacidad ilimitada
Escasa persistencia
temporal
Precategorial

Capacidad limitada
Duracin limitada

Funcin

Almacenar rpidamente
toda la informacin
posible

Retencin y el
procesamiento de la
informacin.

Capacidad (cuasi) ilimitada


Persistencia temporal
indefinida
Codificado: propiedades
semnticas y otros tipos de
informacin
Retentiva y prctica.

Formato codificado

Resumen de Fernndez H, Memoria humana. Parte I (Estructuras y procesos: el modelo multi-almacn), punto 3.
Publicacin virtual de la Facultad de Psicologa y Psicopedagoga de la USAL. Buenos Aires, Diciembre 2000.

Funcin adaptativa de la memoria.- Se puede analizar la memoria desde una perspectiva


evolucionista, es decir, qu funciones cumple la memoria en nuestra especie, en qu medida dichas
funciones no aparecen otras especies, y en qu medida las funciones de la memoria humana sirven para
entender la organizacin funcional de la mente. Por tanto, aqu se no examinar qu es la memoria sino
porqu y para qu tenemos la memoria, es decir, su valor adaptativo.
- El valor adaptativo de la memoria.- Solo las especies filogenticamente avanzadas disponen de
procesos de aprendizaje que permitieron sistemas de memoria especialmente adaptativos: los
organismos inferiores tienen mas bien una "memoria gentica" o programas prefijados, poco adaptativos.
Por tanto, puede decirse que la capacidad de adaptacin al medio es directamente proporcional a la
capacidad de aprendizaje y memoria, e inversamente proporcional a la cantidad de memoria gentica.
El hombre ha ido dependiendo cada vez menos de esta ltima, y su falta de informacin al nacer es mas
bien un logro evolutivo. Luego va adquiriendo conocimientos tiles y recuperables para afrontar
situaciones novedosas, lo que es la funcin primaria de la memoria humana, a saber, dotar al hombre del
conocimiento necesario para guiar una conducta adaptativa con independencia de la complejidad de la
situacin. La memoria tiene, por tanto, un carcter adaptativo, lo cual no significa restarle valor como
elemento para construir la identidad personal, aunque la evolucin no parece haber incluido la memoria
para esto ltimo, que debemos considerar como un subproducto de la memoria.
Sherry y Schacter (1987) establecen que la memoria es una adaptacin biolgica que surge como
respuesta a demandas ambientales, a pesar de lo cual muy pocas funciones de memoria pueden
considerarse genuinas adaptaciones, lo que se explica a partir del concepto de "exaptacin", que alude a
estructuras biolgicas no derivadas de la seleccin natural. Por ejemplo, sea cual fuere la funcin de las
plumas, su funcin original no fue para volar sino para regular la temperatura, aunque luego pudieron
tener efectos en el vuelo, efectos llamados exaptaciones. La funcin de la identidad personal sera un
ejemplo de esto.
Gracias a la exaptaciones entonces, la memoria tiene otras muchas funciones adems de ser una base
recuperable de conocimiento y experiencia. Por tanto, por generalizacin exaptativa la memoria es hoy

un sistema de propsito general capaz de manejar muchos y diversos problemas. As, la especificidad
tanto como la generalidad son hoy caractersticas de la memoria humana.
- Restricciones funcionales de la memoria humana.- Si la memoria es el resultado de complejos procesos
de adaptacin y exaptacin biolgicos, debe tener una serie de constricciones que garanticen su
conservacin, es decir, constricciones que impediran cambios evolucionistas que perturben su
funcionamiento.
Hay por ejemplo, restricciones en lo relativo a la adquisicin y retencin, lo que se ve en que la memoria
humana recuerda todo, lo ms trivial, aunque no tenga valor adaptativo y aunque no nos hayamos
propuesto recordarlo deliberadamente. Incluso parece que recordramos mejor lo que no tenamos
intencin de recordar.
En este contexto vale la pena analizar tres tipos de problemas: 1) la tendencia a recordar casi todo lo
que experimentamos, an lo trivial; 2) la adquisicin y retencin de informacin con independencia de
nuestra intencin por aprenderla o utilizarla despus; y 3) la adquisicin no conciente de informacin. En
lo que sigue se analiza cual o cuales de estas tres cuestiones resulta adaptativa y cual no, utilizando
evidencia onto y filogentica, neurofisiolgica y cognitiva.
1) Retenemos en la memoria todo lo que experimentamos?.- Desde Luria se sabe que los animales
conservan huellas de todas las excitaciones que reciben. En el hombre, esta propiedad adquiere
especiales caractersticas: filogenticamente hablando, el cerebro humano llega a ser altamente
complejo, y ontogenticamente, las formas simples de memoria se convierten en procesos psicolgicos
superiores complejos. As, a la memoria fisiolgica se superpondr la memoria psicolgica.
El mantenimiento y la permanencia de las huellas estn sujetos, adems de la retencin de impresiones,
a otros procesos llamados de consolidacin, es decir, almacenamiento gradual -no instantneo- de
informacin luego de la estimulacin. Estos procesos pueden analizarse especialmente desde un punto de
vista neurobiolgico, donde encontramos una teora de la perseveracin - consolidacin segn la cual el
aprendizaje no se completa cuando termina la prctica, pues lo aprendido debe consolidarse (las
consecuencias del aprendizaje perseveran). Hasta se intent explicar la amnesia como un dficit de
consolidacin.
Hoy en da, se tiende a aceptar el principio de competicin, segn el cual durante la consolidacin se
producen modificaciones en los axones que dan lugar a la prdida de conexiones originales. Concluimos
entonces: que nuestro cerebro es constantemente estimulado, produciendo huellas que perseveran; que
la consolidacin de los estmulos da lugar a procesos de competicin que alteran los circuitos de
memoria, algunos de los cuales quedan eliminados, con lo cual algunas cosas se olvidarn y otras
quedarn reforzadas. Por tanto: no todas las impresiones sern almacenadas en la memoria.
2) La funcin adaptativa del olvido.- La mayor parte de las impresiones no se convierten en huellas de
memoria, y desaparecen para siempre. En psicologa, hay dos teoras del olvido: segn la primera, el
olvido significa un problema de acceso a informacin almacenada en la memoria a largo plazo, y segn la
segunda, a una prdida o distorsin real de dicha informacin. No hay manera de rechazar ninguna de
estas hiptesis.
Pero independientemente de su naturaleza, puede el olvido tener algn valor adaptativo? Ribot deca que
gracias al olvido momentneo de muchas cosas, podemos recordar otras, o sea, se debe eliminar
informacin para poder seguir funcionando adaptativamente. Se cita el caso de un hombre que tena el
problema que no poda olvidar, hasta que resolvi su problema dicindose a s msmo que no quera
recordar, es decir, recurri al olvido intencional o voluntario, un concepto que fue importante para la idea
de represin en psicoanlisis. El olvido funcionara entonces aqu como una defensa y, eventualmente,
tendra una funcin adaptativa.
En este contexto, la ley del desuso de Thorndike debe ser reconsiderada, ley que deca que las cosas que
no se usan terminan olvidndose. As, el uso eficiente de nuestra memoria parece requerir actualizar o
poner al da el sistema, eliminando informacin que hemos dejado de usar.
La nueva teora del desuso viene a sostener que los contenidos de memoria ms fcilmente accesibles
son aquellos que hemos estado usando o recuperando recientemente. Adems, la informacin que no se
usa pierde fuerza de recuperacin pero no pierde fuerza de almacenamiento. En suma, los olvidos no
deben ser entendidos como una falla de la memoria sino como un importante aspecto adaptativo
denominado 'inhibicin de la recuperacin'.
Los fallos de memoria tienen entonces valor adaptativo, ya que es un grave problema la incapacidad para
olvidar informacin irrelevante, y es tambin problemtico recordar aquello que tiene fuerte carga
emocional, como por ejemplo una violacin (por lo que la represin es til). Sin embargo, no debe
exagerarse el valor adaptativo del olvido: muchos fallos de memoria no tienen ningn valor adaptativo y
debe ser atribuido a usos poco eficaces de los mecanismos de recuperacin de la informacin.
3) El papel del sueo REM en la memoria humana.- El sueo REM es la etapa donde soamos, y los
sueos fueron entendidos, en los ltimos 100 aos, como a) expresin de deseos reprimidos, b)
expresin de una actividad neuronal aleatoria, c) un mecanismo del cerebro para librarse de informacin
intil, y d) una actividad con significado psicolgico y una funcin de memoria. Aqu interesan las dos
ltimas propuestas.

Hay quienes asignaron al sueo una funcin de borrar informacin intil, ya que si hay sobrecarga de
informacin la memoria empieza a funcionar de forma anmala produciendo fantasas, obsesiones y
alucinaciones. Por tanto, segn este enfoque soamos para olvidar, en base a un mecanismo de
desaprendizaje o aprendizaje inverso, el cual por otra parte mejora la memoria.
Para otros, como Winson, durante el sueo REM no se olvida informacin, sino que se la reprocesa para
que tenga mayor valor adaptativo. Analizando todos estos planteos, podra considerarse en suma que el
sueo REM es otro mecanismo del sistema de memoria cuya funcin sera la de eliminar cualquier
informacin irrelevante para el comportamiento adaptativo.
- El papel de la intencin y del esfuerzo deliberado por aprender en la memoria.- La memoria est
diseada para registrar todo lo que recibe, sin seleccionar nada, por lo que tambin registra, como
vimos, recuerdos irrelevantes. Tambin se sabe que memorizamos muchas cosas que no tenamos
intencin de memorizar, y donde no hemos puesto atencin. As, una persona puede aprender sin
intencin (aprendizaje incidental) o con intencin (aprendizaje intencional). El primero tambin se llama
automtico, y el segundo, aprendizaje conciente o explcito. Adems, se puede aprender un conocimiento
sin intencin, pero luego ser conciente de ese conocimiento.
No debe confundirse aprendizaje automtico o sin atencin con aprendizaje implcito: este es inconciente
y puede ir acompaado de atencin e intencin por aprender. Si esto no ocurre, ser entonces
aprendizaje automtico.
El aprendizaje incidental fue primeramente estudiado por el conductismo, pero luego, desde la dcada del
60-70, empieza a ser estudiado en s mismo y no como mero proceso de referencia para estudiar el
aprendizaje intencional. Estos estudios tendieron a mostrar que la intencin no tena mayor peso, y que
lo que produca la retencin es el tipo de procesamiento que realiza el sujeto, el nivel atencional, y la
profundidad de la codificacin perceptiva, que es automtica e inconciente.
Las teoras en general han destacado la importancia de la relacin entre atencin y memoria, y la han
fundamentado recurriendo a experimentos donde se usaron tanto medidas explcitas o directas (recuerdo
y reconocimiento) como implcitas o indirectas (completar palabras fragmentadas). Por ejemplo, cuanto
ms atencin, ms exactitud en el recuerdo.
Otra cuestin es saber si el conocimiento inconciente y percibido y procesado sin atencin puede
almacenarse en la memoria a largo plazo. Para ello debemos distinguir entre contenido conciente de la
memoria a corto plazo, contenido preconciente de la memoria a largo plazo, y proceso inconciente de
codificacin y transferencia de informacin de una a otra. Por 'inconciente' entendemos todo aquello que
no tiene probabilidad de llegar a la conciencia, por conciente aquello que requiere atencin, y por
preconciente lo que preatencional, automtico.
El procesamiento automtico o inconciente de informacin que es almacenada en la memoria a largo
plazo es un ejemplo de aprendizaje implcito, pues: ocurre fuera del control conciente, son
'comprometidos' por eventos ambientales y no por intenciones, resultan muy eficientes por requerir poca
atencin, y son independientes de factores que impactan significativamente sobre los procesos reflexivos
concientes. Cada vez hay ms evidencia de que la informacin puede ser almacenada en la MLP sin la
participacin de la conciencia del sujeto.
- Aprendizaje implcito y memoria implcita.- Por memoria se entiende la capacidad de los organismos
vivos de adquirir, retener y utilizar informacin o conocimiento. Suele a veces entenderse por
aprendizaje, en cambio, solo para fase de adquisicin, mientras que las de retencin y uso
corresponderan a memoria.
Para Reber, el aprendizaje implcito es un proceso de induccin para adquirir informacin compleja y
abstracta sobre cualquier ambiente, independientemente de la conciencia de los sujetos sobre el proceso
de adquisicin o sobre la informacin adquirida. Esto, desde ya, no implica ausencia de atencin.
Diversos paradigmas experimentales avalan la tesis de que las personas abstraen inconcientemente
regularidades ambientales y utilizan esto para controlar la conducta. Para Reber, as, el aprendizaje
implcito tendra tres atributos: opera independientemente de la conciencia, produce un conocimiento
tcito abstracto que representa el ambiente, y puede usarse implcitamente para solucionar problemas y
tomar decisiones ante nuevos estmulos.
En cuanto a la memoria implcita, por ella se entiende la expresin de conocimiento adquirido en un
episodio anterior, a travs de una prueba que no hace referencia conciente o explcita a tal episodio de
aprendizaje. Los estudios sobre el priming de repeticin y sobre las disociaciones de la memoria avalan la
tesis de la existencia de una memoria implcita o inconciente.
En suma, se pueden establecer las siguientes caractersticas comunes a todos los sistemas implcitos: a)
El inconciente cognitivo es un poderoso elemento para recoger informacin; b) las estructuras
neurolgicas sobre las que se basa son evolutivamente ms antiguas que los sistemas concientes o
explcitos, y ontogenticamente emergen antes que estos ltimos; c) las disociaciones entre procesos
implcitos y explcitos se ajustan a las secuencias filogentica y ontogentica, como puede verse por
ejemplo en el hecho de que las funciones implcitas son ms resistentes a los trastornos y enfermedades,
son ms semejantes de una persona a otra, son ms independientes de la edad o el cociente intelectual,
y son comunes a todas las especies.

- Recapitulacin final.- El objetivo bsico de este captulo fue mostrar la funcin adaptativa de la
memoria, una funcin primaria que permite a las personas tener una base de conocimiento recuperable
que les permita guiar sus conductas lo ms eficazmente posible, con independencia de la complejidad de
las situaciones.
Resumen de Ruiz Vargas J (1990) La memoria humana: funcin y estructura (captulo 4).

Memoria prospectiva en la esquizofrenia.- La memoria prospectiva (MP) es la capacidad de recordar


realizar una accin prevista en el futuro y es una funcin importante para la vida diaria. Los estudios han
encontrado que la base neural de la MP est situada principalmente en los lbulos prefrontales
(particularmente en el rea 10 de Brodmann) y los pacientes con esquizofrenia tienen dficits funcionales
en esta rea.
El presente estudio proporcion una revisin meta-analtica de las actuaciones de la MP en pacientes con
esquizofrenia en 11 estudios. Se incluyeron a un total de 485 pacientes con esquizofrenia y 409
controles.
Los resultados mostraron que los pacientes con esquizofrenia mostraron deficiencias en todo el tiempo
(d= - 1.33), evento (d= - 0.827) y MP basada en la actividad (d= - 0.729), siendo la MP basada en el
tiempo ms deteriorada que la MP basada en el evento. Adems, se encontr que la MP est
significativamente correlacionada con sntomas negativos (r= - 0.18), psicopatologa general (r= 0.168), dosis de la medicacin (r= - 0.119), duracin de la enfermedad (r= - 0.131), edad (r= - 0.23),
educacin (r= 0.249), CI (r= 0.439) e CI premrbido (r= 0.356). Ello tiene implicaciones tericas y
clnicas.
Tericamente, los resultados indican que la MP basada en el tiempo involucra una mayor iniciacin que la
MP basada en el evento. Clnicamente, los resultados indican que los pacientes en alta dosis de
medicacin antipsictica y con una duracin prolongada de la enfermedad, requieren de atencin especial
por parte de los cuidadores del estado de salud para los problemas de la MP.
Ya Wang; Jifang Cui; Raymond C.K. Chan...(et.al) Meta-anlisis de la memoria prospectiva en la esquizofrenia:
Naturaleza, extensin y correlatos. SCHIZOPHR RES. 2009 OCT; 114(3):64-70.

Depresin, Alzheimer y memoria.- Introduccin. La depresin es uno de los trastornos


neuropsiquitricos ms frecuentes en la enfermedad de Alzheimer (EA).
Objetivo. Analizar si la depresin incrementa el deterioro cognitivo de la memoria verbal y no verbal en
pacientes con EA temprana.
Sujetos y mtodos. El estudio compar el rendimiento de 23 pacientes diagnosticados de EA con y sin
depresin, 15 pacientes con depresin mayor unipolar (D) y 20 sujetos control sanos (SC) en tareas de
memoria (recuerdo y reconocimiento) para palabras, dibujos sin sentido y posicin. El grupo con EA fue
estratificado, por la presencia o ausencia de depresin, en dos grupos bien equiparados en cuanto a las
caractersticas clnicas y sociodemogrficas.
Resultados. Los pacientes con EA rindieron significativamente peor que los grupos SC y D en las medidas
de memoria verbal. Sin embargo, la nica medida de memoria no verbal que discrimin entre los
pacientes con EA y el grupo D fue el reconocimiento. Los grupos de EA (con y sin depresin) no
mostraron diferencias significativas en ninguna de las medidas de memoria estudiadas.
Conclusiones. La depresin est asociada con un deterioro significativo de la memoria en pacientes sin
demencia. La presencia de la depresin no agrava el deterioro de la memoria en pacientes con EA.
I. Contador-Castillo; B. Fernndez-Calvo; L.J. Cacho-Gutirrez... (et.al) Depresin en la demencia tipo Alzheimer:
Existe algn efecto sobre la memoria? REVISTA DE NEUROLOGA. 2009 NOV; 49(10):505-510.

MENOPAUSIA
Generalidades.- La menopausia es ante todo un acontecimiento fisiolgico, y se define como la
cesacin de los ciclos menstruales. Suele presentarse en la mujer, en condiciones normales, entre los 48
y los 50 aos. Las manifestaciones ms frceuentes son la atrofia y la sequedad vaginales y las
sofocaciones. Constituye una poca de riesgo para la osteoporosis (disminucin de la cantidad de tejido
seo calcificado) y las enfermedades cardiovasculares. Los sntomas emocionales que la acompaan
estn relacionados tanto con las variaciones hormonales como con factores socioculturales y de
estructura de la personalidad. Los ms frecuentes son el insomnio, las fluctuaciones del estado de nimo,
las alteraciones del apetito y la irritabilidad.
Farr Mart Jos (2000), Diccionario de Psicologa. Barcelona: Ocano, pg. 233.

Generalidades.- En la menopausia, el psiquismo se hace inestable, y no es raro que las mujeres se


tornen fcilmente impresionables y sugestionables. En general la mujer siente esta esta etapa como una
fase de prdida. Se observa un descenso apreciable de la vitalidad y la capacidad de trabajo. La
contemplacin en el espejo muestra que desaparece el encanto femenino. Los hijos salen de la casa y
con frecuencia la mujer queda sola.
Otte Jos (1977), Enciclopdica Mdica. Mxico: Readers Digest, pg. 715.

Depresin mayor y menopausia.- Se exploraron las caractersticas diferenciales entre pacientes con
depresin mayor y menopusicas y pacientes con depresin mayor sin alteraciones endocrinas.
Considerando las caractersticas de pacientes diagnosticados como depresin mayor con el criterio del
DSM-IV durante la poca del climaterio, se estudiaron 60 mujeres con este diagnstico divididas en dos
grupos de pacientes: el primero con sntomas menopusicos y el segundo sin stos.
Ambos grupos renen los criterios del DSM IV y tienen puntajes similares en la escala EAMD de Zung, no
obstante difieren significativamente en los perfiles del MMPI, siendo el grupo climatrico similar a los
perfiles de histeria, habiendo tensin premenstrual significativamente en sus antecedentes, y teniendo
una alta correlacin con los niveles de estrgenos en la etapa perimenopusica y la presencia agregada
de sntomas vasomotores. Estos elementos facilitan el diagnstico diferencial y la indicacin para el
tratamiento sustitutivo hormonal aunado al antidepresivo.

Lara-Tapia H; Bravo LM; Melndez MJD; Gutirrez CE. La depresin mayor y la menopausia. Un estudio controlado.
Neurologa, neurociruga y psiquiatra. 2002; 35(3)

Menopausia y depresin.- A lo largo de toda su vida, las mujeres tienen un riesgo superior de padecer
depresiones al de los varones. Algunos indicios sugieren que este riesgo superior se asocia a un aumento
de la sensibilidad a los cambios hormonales que se producen a lo largo del ciclo vital reproductivo
femenino.
En algunas mujeres, la perimenopausia y los primeros aos posmenopusicos pueden constituir una
ventana de vulnerabilidad durante la cual los problemas de malestar fsico y emocional pueden
desembocar en una alteracin significativa del funcionamiento y en una peor calidad de vida. En esta
poblacin, diversos aspectos biolgicos y ambientales constituyen factores predictivos independientes de
la depresin: presencia de sofocos, trastornos del sueo, historia de sndrome premenstrual grave o
depresiones posparto, caractersticas tnicas, historia de acontecimientos vitales estresantes,
antecedentes de depresin, ndice de masa corporal y situacin socioeconmica.
Este artculo explora el estado actual de los conocimientos sobre las complejas asociaciones entre
cambios del estado de nimo y envejecimiento en mujeres. En particular, se revisan los aspectos
biolgicos del envejecimiento reproductivo y su impacto en el estado de nimo, los factores psicosociales,
el estilo de vida y la salud en general. Adems, se comentan, los tratamientos hormonales y no
hormonales basados en evidencias para el control de la depresin y otras molestias en mujeres de
mediana edad.
En ltima instancia, este artculo debe ser de ayuda a mdicos y profesionales de la salud para afrontar
una situacin clnica problemtica: una estrategia preventiva y eficaz para el manejo de la depresin en
el contexto de la transicin a la menopausia y despus de este perodo.
L. Dennerstein; C.N. Soares. Dificultades especiales en el tratamiento de la depresin en mujeres de mediana edad.
WORLD PSYCHIATRY. 2008 OCT; 7(3):137-142.

Intervencin cognitivo-conductual.- Para un porcentaje elevado de mujeres, la menopausia se asocia


a una importante variedad de sntomas fsicos, psicolgicos y sociales, susceptibles de ser tratados
mediante tcnicas cognitivo-conductuales.
En el presente trabajo, 28 mujeres siguieron una intervencin grupal de ocho sesiones semanales, de dos
horas por sesin, que inclua psicoeducacin, tcnicas de desactivacin, tcnicas cognitivas, ejercicio y
dieta.
Los resultados muestran una reduccin significativa de sntomas vasomotores, mialgias, ansiedad y
depresin y un incremento en la calidad de vida en el grupo tratado, respecto al perodo de lnea base
como al grupo control.
Cristina Larroy Garca; Sonia Gutirrez Gmez-Calcerrada. Intervencin cognitivo-conductual en sintomatologa
menopusica: Efectos a corto plazo. PSICOTHEMA. 2009; 21(2):255-261.

Perimenopausia y depresin.- La prevalencia de los sntomas y trastornos depresivos a lo largo de la


vida es elevada, particularmente en la edad media. A partir de la adolescencia, las mujeres presentan un
riesgo 1,5-3 veces mayor que los hombres de padecer trastornos depresivos. Tradicionalmente, se asume
que la transicin a la menopausia, o perimenopausia, es un perodo de mayor vulnerabilidad depresiva,
aunque los datos no son del todo concluyentes. Este perodo parece asociarse a la aparicin tanto de
sntomas depresivos como de trastornos depresivos de novo, particularmente si existen antecedentes de
depresin. Respecto a la etiopatogenia se han postulado mecanismos genticos, hormonales, psicolgicos
y socioculturales, aunque no existen resultados definitivos que apoyen cualquiera de estas hiptesis. El
abordaje teraputico de la depresin en la perimenopausia est determinado principalmente por su
gravedad, implicando el tratamiento con frmacos antidepresivos y/o psicoterapia. El tratamiento
mantenido con terapia hormonal sustitutiva (estrgenos) est en discusin.
M. P. Garca-Portilla. Depresin y perimenopausia: Una revisin. ACTAS ESPAOLAS DE PSIQUIATRA. 2009 AGO;
37(4):213-221.

MENTE
Explicaciones sobre la estructura de la mente.- El autor asume aqu la concepcin ortodoxa de que
la organizacin de la conducta es un efecto de la organizacin de la mente. A su vez, la organizacin de
la mente implica que existe una estructura mental. Para responder a esta cuestin de "en qu consiste la
estructura mental", hay cuatro posturas diferentes:
1. Neocartesianismo.
2. Arquitectura funcional: facultades horizontales.
3. Arquitectura funcional: facultades verticales.
4. Asociacionismo.
1. El neocartesianismo: la estructura de la mente entendida como estructura del conocimiento.- El
neocartesianismo en psicologa asume que la estructura mental debe explicarse sobre todo en funcin de
los contenidos proposicionales de los estados mentales. Estos contenidos son innatos -como deca
Descartes-, es decir, hay algo del orden del conocimiento que ya viene dado de nacimiento. Un ejemplo
es la teora de Chomsky y su teora lingstica generativa, para quien el nio nace con ciertas estructuras
endgenas (el nio 'nace sabiendo') que luego se actualizarn con la experiencia. As como se nace con
brazos y piernas, tambin se nacera con 'rganos mentales', que tienen una estructura proposicional, es
decir, cognitiva. Para Chomsky, mediante el 'rgano del lenguaje' los seres humanos aprehenden
verdades en forma innata, pues la mente ya est desde el nacimiento intrnsecamente estructurada.
Fodor no est de acuerdo con esta primera postura sobre la estructura mental, de base innatista.
2. La estructura mental como arquitectura funcional: facultades horizontales.- Mientras el
neocartesianismo concibe las facultades psicolgicas como sistemas de creencias, esta segunda postura
las concibe como mecanismos psicolgicos, como funciones. No se nace entonces con conocimientos o
creencias, sino con ciertas facultades como la memoria, la percepcin, la atencin, la sensibilidad, el
entendimiento, etc. Fodor las llama facultades 'horizontales'. Tales facultades son independientes de los
contenidos de pensamiento: por ejemplo, el entendimiento puede aplicarse a la ciencia, a la filosofa, al
derecho, etc. Del mismo modo, la sensibilidad puede aplicarse a la pintura, la escultura, la msica, etc.
3. La estructura mental como arquitectura funcional: facultades verticales.- La psicologa de las
facultades horizontales existe desde siempre (nos viene desde Platn), pero lo que podemos llamar
facultades verticales aparecen recin el siglo pasado con J. Gall, fundador de la frenologa.
Las funciones mentales verticales, a diferencia de las horizontales, estn directamente relacionadas con
contenidos. Por ejemplo, la aptitud musical es diferente de la aptitud matemtica. Las facultades
verticales son entonces propensiones, disposiciones, cualidades, aptitudes, capacidades, etc., y segn
Gall tienen, a diferencia de las horizontales, una localizacin especfica en el cerebro.
Las facultades horizontales (percepcin, memoria, etc.) no son ms que diferentes modos de accin de
las capacidades fundamentales de Gall, o sea de las facultades verticales.
No hay, segn Gall, una facultad de la memoria, porque si no cualquier persona que tenga buena
memoria para la msica tambin la debera tener para la matemtica. Con esto Gall critica la psicologa
de las facultades horizontales.
Cuatro son las caractersticas fundamentales de las facultades verticales (llamadas capacidades
fundamentales por Gall): son especficas para cada dominio (hay una capacidad musical, otra
matemtica, etc), vienen determinadas genticamente, estn asociadas a ciertas zonas neurales
diferenciadas, y son computacionalmente autnomas (no pueden reducirse a una combinacin de
facultades horizontales).
Sintetizando, lo planteado por Fodor en cuanto a las relaciones entre facultades horizontales y verticales
podra ejemplificarse en el siguiente cuadro:
Matemticas

Msica

Etc.

Atencin
Percepcin
Memoria
Juicio
Imaginacin
Volicin
Etc.
Vemos aqu las facultades horizontales (funciones), y las facultades verticales (capacidades). Para ejercer
una capacidad se requieren diversas funciones, y cada funcin puede aplicarse a diferentes capacidades.
Esto ltimo puede sugerir que las capacidades comparten recursos horizontales, cosa con la cual,
advertimos, Gall no est de acuerdo pues postula que las capacidades son 'computacionalmente
autnomas' (para usar un trmino moderno de Fodor).
4. El asociacionismo (o "qu fue de la psicologa de las facultades?").- La estructura mental est
ensamblada, es decir, es el producto de la unin de un repertorio de subprocesos ms elementales. Las

diferentes capacidades (por ejemplo para la matemticas) se componen de sub-capacidades ms


elementales (por ejemplo para sumar, restar, etc).
Estos elementos constituyentes de la mente se relacionan entre s por leyes de la asociacin. Dichos
elementos son, para algunos asociacionistas, los reflejos, y para otros, las ideas. Los reflejos (o las ideas)
se ensamblan entre s generando capacidades.
Finalmente, Fodor anuncia su propia teora, segn la cual el sistema cognitivo humano est constituido
por 'mdulos cognitivos', los cuales, en general, son especficos de dominio, innatos, compactos,
autnomos y no ensamblados.
Condensado de Fodor (1985) La modularidad de la mente. Primera Parte.

Mente y computadora.- "El matemtico britnico Alan Turing (1912-1954) dise un experimento para
probar si una mquina manifiesta inteligencia. En el experimento de Turing, un ser humano dirige el
dilogo -a travs de una terminal de ordenador- con una mquina y otro ser humano, escondido detrs
de un biombo. Ambos deben responder a cada pregunta que se les hace. Turing argument que si el que
haca las preguntas no poda decidir cul de ellos dos era la mquina, esto quera decir que la mquina
haba demostrado inteligencia".
De "Enciclopedia temtica Guinness", Barcelona, Ediciones Folio, 1994, pgina 336.

Mente y computadora.- Turing se pregunta qu significa decir que las mquinas piensan. Para
responder a ello propone el siguiente experimento: en un cuarto hay dos personas, A y B (hombre y
mujer), y en otro cuarto hay un interrogador (C), que les hace preguntas va computadora a las dos
personas con el fin de averiguar quien es hombre y quien mujer. La persona A debe tratar de confundir al
interrogador, mientras que la persona B debe tratar de ayudarlo. Supongamos ahora que una mquina
contesta por A (o sea imita a A, y de aqu el nombre juego de imitacin). Se equivocar el interrogador
con la misma frecuencia como ocurre cuando los que contestaban eran todas personas? Con esto, Turing
contesta su pregunta inicial sobre qu significa que las mquinas piensan.
Tal vez se pueda construir una piel artificial como la humana, pero, se puede construir una mquina que
piensa como el hombre, que imite su forma de pensar? Si una mquina puede engaar al hombre
hacindole creer que quien contesta es otro hombre, esto es suficiente y no tendr importancia si la
forma de pensar de la mquina sea algo diferente o no a lo que el hombre hace.
Las mquinas a las que se hace referencia son las computadoras electrnicas (o digitales), que son
universales porque pueden imitar cualquier mquina analgica.
Una vez aclarado que significa pensar (a travs del juego de imitacin) y qu quiere decir mquina,
Turing pasa ahora a debatir acerca de la pregunta: saben pensar las mquinas?
La opinin de Turing al respecto es dentro de 50 aos, las mquinas habrn podido conservar la
suficiente cantidad de datos como para poder hacerle creer al hombre -en el juego de la imitacin- que
quien contesta es otro hombre, es decir, las mquinas sabrn pensar.
Turing cita otras opiniones contrarias, es decir, que sostienen que las mquinas no saben pensar. Estas
opiniones son:
1) Objecin teolgica: Ninguna mquina ni ningn animal pueden pensar porque Dios dio esa facultad
solamente al hombre. Turing refuta esta idea apelando tambin a argumentos religiosos, igualmente
ridculos como decir que, al crear mquinas, podemos estar creando lugares donde habiten almas
pensantes creadas por Dios.
2) Objecin de 'cabezas hundidas en la arena': Las mquinas no deben pensar porque el hombre debe
mantener su superioridad sobre ellas. Turing ni se molesta en refutar esta idea.
3) Objecin matemtica: Las mquinas funcionan lgicamente, y se ha demostrado, por ejemplo Gdel,
que en cualquier sistema lgico se pueden decir cosas imposibles de probar o refutar. Por tanto, las
mquinas no piensan. Turing sostiene que el mismo argumento se puede aplicar al hombre pues tambin
piensa lgicamente, es decir, este tampoco sera, entonces, un ser pensante.
4) Argumento de la autoconciencia: Las mquinas no piensan porque no tienen conciencia de s, no
sienten placer ante sus xitos, etctera. Segn este enfoque, la nica forma de estar seguros que la
mquina piensa es 'siendo' la mquina misma y sentir que estamos pensando. Pero con el mismo criterio,
la nica forma de saber que un hombre piensa es 'siendo' ese hombre (argumento llamado solipsstico),
cosa que es ridcula.
5) Argumentos de los diversos obstculos: Hay muchas cosas que las mquinas no pueden hacer: ser
buenas, ingeniosas, cordiales, enamorarse, tener conciencia de s, etctera. Este argumento falla porque
utiliza la inferencia inductiva: se basa en las mquinas observadas, pero no en las que todava podran
construirse y que tuviesen mayor capacidad para conservar datos. Tambin pueden refutarse estos
argumentos del mismo modo que el argumento anteriormente citado de la autoconciencia.
6) Objecin de Lady Lovelace: Las mquinas no pueden hacer nada nuevo, no pueden aprender, no
pueden darnos sorpresas: hacen lo que se les ordena. El error de esa suposicin se basa en la creencia
de que, cuando se presenta un hecho, se presentan tambin al mismo tiempo todas sus consecuencias,
lo cual es falso.

7) Argumento de la continuidad en el sistema nervioso: El sistema nervioso es un sistema continuo, no


analgico como las mquinas, es decir, por ejemplo, un leve error en la informacin sobre la intensidad
de un impulso actuante sobre una neurona puede dar lugar a una gran diferencia en la intensidad del
impulso centrfugo. Turing objeta esto diciendo que hay mquinas analgicas pero tambin no analgicas,
'continuas', como el analizador digital.
8) Argumento de la informalidad de la conducta: las mquinas no pueden apartarse de ciertas reglas de
conducta, y el hombre s (frente al semforo rojo puede seguir andando). Turing dice que esta objecin
parte de confundir "reglas de conducta" (como no cruzar el semforo en rojo) y "leyes de conducta"
(dadas naturalmente, como si pellizcamos el brazo este se mover). Para l, no podemos estar nunca
seguros de que no existan reglas y leyes completas de conducta.
9) Argumento de la percepcin extrasensorial: Tal vez el ms vlido, puesto que las mquinas carecen de
percepcin extrasensorial.
Resumen de Turing A (1985) Los aparatos de computacin y la inteligencia (artculo).

Mente y computadora.- El desafo de Turing es el siguiente: "Los ordenadores son objetos a los que
puede atribuirse la funcin de pensar". Las cuatro respuestas fundamentales a este desafo pueden
resumirse as (las dos primeras son radicales, y las dos ltimas son ms moderadas):
1) NO, las mquinas no pueden pensar.- Ni las mquinas piensan, ni las mentes son mquinas, con lo
cual deben separarse bien las categoras tradicionales Fm (capacidad para pensar) y Fm (no capacidad
para pensar)
2) SI, las mquinas pueden pensar.- La categora Fm incluye mentes y mquinas. Las mentes son
precisamente mquinas simblicas. Esta respuesta se llama "Paradigma C-R" y corresponde con lo que
otros autores (como De Vega) llamaron versin fuerte de la analoga mente-ordenador.
3) Aceptar el juego como una metfora.- Utilizar el lenguaje del procesamiento de la informacin pero sin
comprometernos a aceptar las consecuencias de que mquinas y mentes piensan por igual. Esta
respuesta la dieron la mayora de los psiclogos cognitivos, y corresponde con lo que De Vega llama
versin dbil de la analoga mente-ordenador.
4) Limitar las reglas del juego.- Opcin ms reciente, implica aceptar que la mente es un sistema de
cmputo, aunque no es el tipo de mquina simblica que describe Turing (la mquina universal de Turing
estaba compuesta por smbolos discretos, con una sintaxis determinista y bien definida, y cuya
descripcin es independiente del soporte fsico).
Veamos en detalle estas cuatro respuestas al desafo de Turing.
1. La mente de la habitacin china y el martirio de la psicologa cognitiva (primera respuesta)
Esta primera respuesta sostiene que las mquinas no pueden pensar. Supongamos al revs, como hace
Searle, que existe una mquina que puede pensar, como por ejemplo un ordenador con el programa de
Schank y Abelson, que es un programa que le permite 'comprender' historias, de manera tal que por
ejemplo si la historia cuenta que alguien se fue furioso sin pagar de un restaurante, ante la pregunta
correspondiente la computadora contesta que no comi la hamburguesa.
Turing hubiera dicho que el programa 'comprende' la historia del restaurante, pero Searle sostiene que
en realidad no la comprende, es decir, no puede pensar, y para demostrarlo Searle imagina un
experimento donde alguien debe traducir algo del idioma chino al ingls. Aunque ese alguien no sabe
nada de chino cuenta con un manual de instrucciones para traducir un idioma a otro, lo cual le permite
hacer correctamente la traduccin, an sin saber chino!
Pudo traducir porque se bas en los elementos puramente formales del idioma, pero no pudo comprender
lo que traduca porque desconoca los significados de las palabras (elementos semnticos).
La razn de fondo de Searle es que la mente puede comprender y el ordenador no, porque la mente es
un sistema intencional y los ordenadores no lo son, y lo intencional depende de los significados
(contenidos), no de los aspectos puramente formales. Adems, la intencionalidad es una propiedad de la
materia especfica de que est hecha la mente (materia biolgica).
Para Searle, la afirmacin de Turing de que mquinas y mentes piensan se basa en tres supuestos
injustificables: 1) Confusin entre forma y contenido: En realidad, los estados mentales se caracterizan
por el hecho de tener significado, mientras que los smbolos nada 'significan' para el ordenador. 2)
Conductismo residual de la IA: el hecho de que puedan hacerse idnticas las entradas y salidas de
ordenadores y personas, no quiere decir que los ordenadores funcionan internamente como una mente
(que tengan, por ejemplo intencionalidad). 3) Dualismo residual de la IA: sostiene que tanto para la
mente como para el ordenador, la materia o soporte fsico no importa a los efectos de las operaciones
que pueden realizar. En rigor, la intencionalidad se entiende a partir de dicho soporte fsico.
Rivire cuestiona el punto de vista de Searle segn el cual la intencionalidad es una propiedad especfica
de la materia biolgica, y seala que la intencionalidad puede discernirse analizando las leyes cognitivas,
no la neurofisiologa del funcionamiento mental.
2. La alternativa literal del paradigma C-R (segunda respuesta)
Chomsky, Fodor, Pylyshyn y los filsofos funcionalistas creen posible y deseable una sola ciencia
cognitiva unitaria que estudie las propiedades comunes a mentes y mquinas, o sea, a todos los sistemas

capaces de conocer. El objetivo es abstraer los principios generales de diversas ciencias como la
psicologa cognitiva, la lingstica, o la IA.
Entre esos principios figura el hecho de que todos los sistemas para conocer consisten en sistemas de
reglas que permiten realizar cmputos sobre representaciones simblicas. Ms concretamente, y
aplicando este principio a la mente: a) el sistema mental computa smbolos capaces de designar objetos
y de ser interpretados en forma de procesos, b) como sistema que computa smbolos, la mente est
determinada en su funcionamiento por sus representaciones, c) en tanto esas representaciones son
estados fsicos, el sistema mental se atiene a leyes causales fsicas, y d) puesto que ese funcionamiento
es computacional, la mente se gua en forma determinista por la naturaleza sintctica y formal de los
smbolos.
La analoga mente-ordenador no es, entonces, metafrica sino literal. Rivire llama a este enfoque
"paradigma C-R" (o de los Cmputos sobre Representaciones), y equivale a lo que otros llamaron versin
fuerte de la analoga mente-ordenador.
El principio o ley fundamental arriba mencionado da lugar a problemas conceptuales para explicar ciertos
fenmenos aparentes de representacin como imgenes mentales, conciencia, aprendizaje, y desarrollo e
influencia de los contenidos (semntica) en los procesos cognitivos. Los tericos del paradigma C-R
intentaron resolver dichos problemas de diversas maneras.
3. El juego de Turing como metfora: la psicologa del procesamiento de la informacin (tercera
respuesta)
Esta respuesta es la versin dbil de la analoga mente-ordenador. La psicologa del procesamiento de la
informacin (psicologa cognitiva) presenta ocho rasgos: 1) usa el vocabulario teora de la computacin
para referirse a las actividades cognitivas mentales; 2) razona inductivamente, o sea sacan conclusiones
a partir de observaciones empricas y no desde deducciones rigurosas de una teora computacional de la
mente; 3) utiliza el criterio de verdad como correspondencia, y no como coherencia; 4) dan prioridad al
aspecto semntico de la teora, en vez de al sintctico; 5) los conceptos de computacin que usan para
describir la mente no siempre son los de la actual ciencia de la computacin; 6) casi nunca llegan a
construir modelos algortmicos completos de los procesos que estudian; 7) se escudan en el carcter
riguroso y cientfico del vocabulario computacional para intentar defender sus hiptesis; y 8) La
psicologa cognitiva no es unitaria y est fragmentada en minimodelos destinados a explicar ciertos
aspectos especficos del funcionamiento mental.
Las discusiones entre los representantes del paradigma C-R y los defensores del Procesamiento de la
Informacin han sido en general bastante fructferas para el desarrollo de la psicologa cognitiva.
4. Cambiar las reglas del juego de Turing: el enfoque conexionista (cuarta respuesta)
El modelo de la mente como procesador serial no da cuenta de los fenmenos de la conciencia y el
aprendizaje, ni puede dar sentido al supuesto de los 'smbolos inconcientes'. Tampoco considera las
situaciones reales que ha de enfrentar la mente, sino slo las que artificializamos mediante un ordenador,
ni puede dar cuenta que la habilidad de la mente para captar significados globales en las situaciones que
enfrenta.
Por tanto cualquier modelo cognitivo realista de la mente debe reunir varias exigencias, en el sentido de
poder explicar las siguientes caractersticas de la mente: ser flexible y estructurada a la vez, afrontar
condiciones de degradacin del medio interno y externo, dar cara a mltiples demandas, asignar
significados rpidos sin necesidad de algoritmos exhaustivos, completar patrones perceptivos sin contar
con toda la informacin lgica, acceder al conocimiento por vas alternativas, y modificarse
adaptativamente en funcin de experiencias previas.
La cuarta respuesta a Turing implica poder explicar todos los fenmenos indicados, para lo cual muchos
psiclogos juzgaron pertinente recurrir a viejas teoras psicolgicas: la tradicin conexionista.
A partir de ella se formularon teoras neo-conexionistas que postulan una interconexin de elementos
(como neuronas abstractas) entre el in put y el out put, conectadas en serie y en paralelo, existiendo
entre ellas un patrn de conectividad y transmisin de la informacin en trminos de conexiones
excitatorias o inhibitorias.
Resumen de Riviere Angel (1985) Objetos con mente (pgs. 76-103).

Mente y computadora.- Searle analiza qu importancia psicolgica y filosfica debemos asignar a los
intentos de hacer simulacros de las aptitudes cognitivas humanas con computadora. Hace referencia a la
IA (Inteligencia Artificial) 'fuerte', no a la 'dbil'. Aclaremos antes que nada esta diferencia.
IA dbil: programa que ayuda a estudiar el funcionamiento de la mente y probar nuestras hiptesis sobre
ella.
IA fuerte: la computadora no es slo un instrumento para estudiar la mente sino que 'es' la misma
mente, o sea, tiene programados literalmente estados cognoscitivos.
Uno de estos programas de IA fuerte es el programa de Schank, que simula la capacidad humana de
comprender historias. Por ejemplo, si a la mquina le contamos la historia de un hombre que rechaza un
plato en un restaurante, y luego le preguntamos si ese hombre comi ese plato, la computadora contesta
que no.

Los defensores de este programa dicen que el programa de Schank 1) realmente 'comprendi' la historia,
y 2) lo que hace la mquina y el programa 'explica' la capacidad humana de comprender historias.
Segn Searle, el trabajo de Schank no prueba ninguna de ambas afirmaciones. Para demostrarlo recurre
a un experimento imaginario de una persona que deber interpretar un texto chino en base a ciertas
reglas formales: la persona traduce mecnicamente en base a esas reglas, pero sin embargo ello no
significa que comprenda el texto chino. Lo mismo sucede con la computadora: por sus respuestas parece
haber entendido la historia, pero lo nico que hizo fue aplicar reglas formales de traduccin. Las
mquinas no 'comprenden' como los humanos.
Searle cita a continuacin algunas respuestas que objetan sus opiniones, y a su vez las critica como
sigue.
1) Respuesta de los Sistemas (Berkeley): Quien comprende no es la persona aislada sino el sistema del
que forma parte. Searle indica que el sistema ha sido internalizado por la persona, y entonces es ella
quien comprende con ese sistema.
Searle dice que si la IA fuerte quiere ser una rama de la psicologa, debe empezar por aceptar que hay
sistemas que son mentales y otros que no (por ejemplo el sistema digestivo o una mquina no son
mentales). En los sistemas mentales hay creencias, en los no mentales no.
2) Respuesta del robot (Yale): Introduciendo en un robot un programa distinto del de Schank, y que
hiciera que este caminara, comiera, percibiera, etctera, mediante smbolos formales, tendramos en este
robot una autntica comprensin.
Searle critica esto diciendo que agregar al programa de Schank aptitudes "perceptuales" y "motrices" no
aade nada en cuanto a comprensin ni a intencionalidad. Es como si a una persona la metieran en una
pieza a oscuras y le ordenaran ejecutar ciertas instrucciones: ello no prueba que haya comprendido -pues
puede no ver la relacin entre lo que percibe y lo que hace- ni que tenga alguna intencionalidad.
3) Respuesta del simulacro de cerebro (Berkeley y MIT): Si construimos una mquina similar al cerebro
en todos sus circuitos, podramos afirmar que dicha mquina comprende.
Sin embargo, Searle indica que mientras la mquina slo simule la estructura formal de la serie de
estimulaciones neuronales de las sinapsis, no llegar a estimular lo ms importante del cerebro, sus
facultades causales y su capacidad de intencionalidad en los actos. Si supisemos como funciona
realmente el cerebro, ni necesitaramos crear una mquina de IA.
4) Respuesta combinada (Berkeley y Stanford): Es una respuesta que combina las tres respuestas
anteriores, es decir, de un robot (respuesta 2) considerado como un sistema (respuesta 1) constituido
por circuitos idnticos a los neuronales (respuesta 3) indudablemente podramos decir que comprende y
es capaz de intencionalidad. O sea, si podramos construir un robot idntico al hombre, comprendera y
tendra intencionalidad, a menos que mediase alguna razn para no hacerlo. Searle responde con las
crticas a las tres respuestas anteriores.
Searle dice que es un error suponer que si un robot es idntico formalmente al hombre, tiene sus mismos
estados mentales, como la intencionalidad. La hiptesis de que el robot tiene mente es innecesaria, pues
no hay razn para atribuirle intencionalidad.
5) Respuesta de otras mentes (Yale): Sabemos que otras personas comprenden solamente por su
conducta, y por tanto, con el mismo criterio podemos inferir que las mquinas comprenden. Searle
contesta que el problema en discusin no es acerca de cmo sabemos que otros tienen estados de
conocimiento, sino mas bien qu les atribuimos cuando les atribuimos estados de conocimiento.
6) Respuesta de las mansiones mltiples (Berkeley): Se podra construir una mquina de IA que tenga
los atributos causales del pensamiento humano. Searle seala que esta hiptesis no es la que est en
juego para criticar: Searle slo est criticando la hiptesis segn la cual los procesos mentales son
procesos de computacin en relacin con elementos formalmente definidos.
En general, lo principal del argumento de Searle es que ningn modelo puramente formal bastar nunca
en s msmo para que haya intencionalidad, porque las propiedades formales no constituyen en s
intencionalidad ni tampoco tienen en s mismas propiedades causales salvo el poder de producir una fase
siguiente de acuerdo a instrucciones previas. Lo que hace que comprendamos y tengamos intencionalidad
son las propiedades reales del cerebro, no las formales.
Como conclusin, algunas consideraciones filosficas. Por empezar, si pudisemos duplicar exactamente
un ser humano, indudablemente este duplicado podra pensar, pero an nadie lo ha conseguido, aunque
tericamente sea posible.
En cuanto a si una mquina puede pensar, ya qued demostrado que no, porque un sistema puramente
formal no comprende porque tiene sintaxis pero no tiene semntica, y por tanto capacidad para entender
significados.
Respecto de la ecuacin "la mente es al cerebro lo que el programa es a la mquina", puede objetarse en
tres puntos:
1) Que un programa puede realizar cosas no prueba nada: se pueden hacer programas con realizaciones
absurdas, sin ninguna intencionalidad.
2) El programa es formal y no tiene intencionalidad porque los actos intencionales se definen por su
contenido, como qued dicho, no por la mera forma.

3) Los estados y hechos mentales son literalmente el producto del funcionamiento del cerebro, pero el
programa no es en s mismo un producto de la computadora.
Podemos resumir en tres las razones por las cuales se ha credo que la IA (inteligencia artificial) puede
reproducir y por tanto, explicar, los fenmenos mentales:
1) Que la computadora haga procesamiento de datos no implica que comprende, porque ella slo
manipula smbolos sin significado. Si le pregunta cuanto es 2+2 contesta 4, pero no sabe qu significa el
'4': slo le interesa la relacin entre 2+2 (sintaxis) y no el significado de 4 (semntica). El procesamiento
de datos no implica comprensin ni menos intencionalidad.
2) En buena parte de la IA hay un conductismo y un operacionalismo residual, y por ello se equipara
mquina y hombre, ya que ambos reciben informacin y la procesan; por ello estamos tentados de
pensar que la computadora tiene aptitudes como las del hombre. Sin embargo, carece de intencionalidad.
3) Lo anterior se combina con una forma de dualismo. Para la IA fuerte, los programas son
independientes de la mquina (dualismo programa-mquina). Incluso, dicen, un programa podra
realizarse con alguna otra sustancia que no fuera la computadora. Sin embargo, en el hombre cerebro
(equivalente de la mquina) y actividad mental (equivalente de programa) son inseparables: la mente es
un producto de propiedades reales del cerebro.
Reflexiones de Hofstadter al planteamiento de Searle.- La posicin de este autor es opuesta a la de
Searle, pero no intentar refutarla, sino hacer algunos comentarios.
Empieza aclarando que el ejemplo de Searle del "experimento en el cuarto chino" (un hombre que realiza
las mismas operaciones que una mquina) es artificial, porque en la prctica esto no es lo que hace un
hombre, sino algo mucho ms complejo. Searle no tiene en cuenta el sujeto en toda su complejidad.
Adems, Searle reniega de la existencia de mquinas pensantes: sin embargo, as como muchas ideas
fueron abandonadas y despus demostraron ser vlidas, tambin puede ocurrir con que maana se cree
una mquina pensante.
El autor concluye que la mente existe en diferentes niveles de complejidad, sin duda, pero una mente
que merezca el nombre de tal existe solamente donde existen sistemas representacionales de alta
complejidad. La mente existe en el cerebro y puede llegar a existir en mquinas programadas. Si estas
existiesen algn da, sus facultades causales derivarn no de las sustancias que las integran, sino de su
diseo y los programas que desarrollen.
Resumen de Searle J (1985) Mentes, cerebros y mquinas (artculo).

MENTIRA
Definicin.- Elaboracin imaginativa no patolgica. Se da en personas normales y en enfermos
mentales. a) Hiperemotivos: por conveniencia y temor al castigo. b) Alcoholistas: por vergenza o por
verse privados del txico. c) Delirantes: porque temen comprometer su situacin y para ocultar sus
intenciones. d) Perversos: Deliberadamente para perjudicar y hacer dao (Betta, 1984:142).
Betta Juan (1984) Manual de Psiquiatra. Buenos Aires: CEA, Octava edicin.

Generalidades.- Enunciado en el cual una persona deforma deliberadamente la verdad. Las charlas
virtuales ofrecen la posibilidad del anonimato, lo que facilita en gran medida la posibilidad de mentir
acerca de uno mismo. Una seora gorda se puede convertir en una princesa rusa, y un hombre feo y
pelado que se siente fracasado puede transformarse en un verdadero amante latino.
Algunas investigaciones describen una doble conciencia, situacin en la que se encuentra una persona
que tiene dos narrativas en la cabeza: una vida deseada ms espectacular- y una vida real. El objetivo
es destacarse, ser interesante, aunque sea por unos minutos. Las historias sirven tanto para impresionar
a los dems como para mejorar la propia autoestima (Carey B, 2003).
Una vida tejida con una trama de mentiras o ocultamientos equivale a una vida no saludable porque
implica sostener ideales de bienestar a costa de un profundo miedo y una gran desconfianza en la propia
capacidad para enfrentar las cosas indica Perla Pilewski, miembro de la Asociacin Psicoanaltica
Argentina. Y es as que desde problemas respiratorios hasta cardacos, pasando por la aceleracin del
proceso de muerte en los enfermos terminales, son algunos de los resultados que pueden acarrear el
engao sistemtico (Haimovichi, 2003). La razn? Refiere la psicooncloga Juliana Taquini que al
disponer de toda la informacin, la persona puede elegir el camino que prefiere y el cuerpo no tiene que
tramitar los engaos e interrogantes enfermndose. Si esa informacin se mezquina, pueden surgir
asma, afecciones cardacas, estrs (Haimovichi, 2003).

Cazau P (2003) Vocabulario de Psicologa. Buenos Aires: Redpsicologa.


Bibliografa consultada
Carey B (2003) La gente fabula sobre su vida para llamar la atencin. Publicado en Los Angeles Times. La traduccin,
de Claudia Martnez, puede encontrarse en Diario Clarn, Buenos Aires, 6 de abril de 2003.
Haimovichi L (2003) Vivir en la mentira producira daos psicolgicos y problemas de salud. En Diario Clarn, Buenos
Aires, 6 de abril de 2003.

Clasificacin.- Se distingue entre dos formas de mentira. Primero, el queriente cree lo que dice. As
ocurre con el gran nmero de mentiras infantiles y debemos considerarlo como un juego de la fantasa,
por lo tanto, como normal. La otra forma de la mentira es lo que llamamos vulgarmente mentira: no
decir la verdad. La mentira aparece como un sntoma de algunos trastornos mentales, acompaada de
otros sntomas ms graves, pero puede ser un sntoma aislado, por ejemplo, en insana moral.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

En el nio.- El nio muy pequeo miente por la vivacidad de su imaginacin, sea porque no
puede distinguir fantasa de realidad, sea porque le gusta el juego de la simulacin. El nio algo
mayor puede mentir, ya sea en defensa propia o por el deseo de darse importancia. (mentira
jactanciosa).
Isaacs Susan (1965) Aos de infancia. Buenos Aires: Horm-Paids, pg. 123.

METACOGNICIN
Generalidades.- La metacognicin -conocimiento acerca del pensamiento-y la supervisin son controles
ejecutivos poderosos en el sistema del procesamiento de la informacin. La metacognicin implica una
conciencia de qu estrategias de pensamiento se deben usar y cundo, cmo y por qu aplicarlas.
Existen tanto diferencias individuales como del desarrollo en las aptitudes metacognoscitivas. Conforme
los nios tienen ms edad, son ms capaces de supervisar y dirigir su atencin y estrategias de
aprendizaje. Los profesores pueden ensear aptitudes metacognoscitivas para ayudar a los alumnos a
convertirse en estudiantes estratgicos.
Woodfolk A (1996) Psicologa educativa. Mxico: Prentice-Hall, 6 edicin.

Generalidades.- La metacognicin sera la conciencia de cmo se produce un pensamiento, la forma


cmo se utiliza una estrategia, y la eficacia de la propia actividad cognitiva. Aqu se incluye la conciencia
y el control. La toma de conciencia va desde un nivel bajo, donde se utiliza un darse cuenta vago y
funcional, a una alta conciencia, referida al pensamiento reflexivo. El control incluye la accin referida a
metas que involucra la seleccin de la meta, el anlisis de los medios y la toma de decisiones.
Mucci, O, Atlante, M., Cormons, A., Durn, C., Foutel, M. Oliva, G. (2002) Estilos cognitivos y estrategias de
aprendizaje. http://www.ateneonline.net/datos/22_02_Chiecher_Anal%C3%ADa.pdf

Generalidades.- Para Hacker (1998), y Romero, et al (2004), la metacognicin es el conocimiento y


regulacin de nuestra cognicin y de nuestros procesos mentales, es decir un conocimiento
autorreflexivo. Es el conocimiento que tenemos de todas las operaciones mentales: en qu consisten,
cmo se realizan, cundo hay que usar una u otra, qu factores ayudan o interfieren en su operatividad,
entre otros. La metacognicin involucra la metamemoria, meta-atencin, metalectura, metaescritura,
metacomprensin.
Hacker, F. (1998) Metacognition: Definitions and Empirical Foundations.
Romero, G, Osuna, M, Flores, R, Lpez, A. (2004) Estragegias para aprender a aprender
http://www.esimecu.ipn.mx/diplomado/Estrategias%20para%20aprender.htm

Generalidades.- Los procesos metacognitivos se llevan a cabo cuando el yo cognoscente piensa acerca
de su propio pensamiento, reflexiona sobre si posee un tipo de conocimiento, si est adquiriendo un
nuevo saber, o se reconozca el nivel cognoscitivo adquirido, piense sobre errores cometidos en sus
declaraciones, es decir, es un anlisis interior, consciente, autoevaluativo del nivel de conocimientos
dominado por una persona que aprende dentro de un contexto de educativo.
Areiza, R., Henao, L. (2000) Metacognicin y estrategias lectoras. Revista de Ciencias Humanas, n 19,
http://www.utp.edu.co/~chumanas/revistas/revistas/rev19/areiza.htm

METAFORIZACIN
Generalidades.- La capacidad metafrica es la habilidad para hacer metforas, percibir analogas y para
cruzar diversos dominios intelectuales en el proceso de establecer tales conexiones iluminadoras. Es,
entonces, una inteligencia que integra diversas inteligencias, y es este tipo de habilidad lo que llev a
Jerry Fodor a hablar de un procesador central. Sin embargo, percibir patrones en diversos dominios
podra ser una habilidad lgicomatemtica.
Parece haber tres formas de capacidad metafrica en nios normales: capacidad para percibir analogas
sensoriales (ej: auditivo y visual); luego, en la edad preescolar, capacidad para comparar smbolos
(palabras, movimientos, etc.) y sentir placer en ello; y finalmente en la edad escolar retoma su habilidad
metafrica pero luego de un periodo donde su preocupacin no es establecer analogas sino dominar cada
mbito por separado. Todas estas formas de metaforizar son universales y estn un tanto separadas del
desarrollo de inteligencias especficas.
Gardner Howard, Estructuras de la mente: la teora de las mltiples inteligencias, Mxico, Fondo de Cultura
Econmica, 1983, pg. 320.

METEMPSICOSIS
Definicin.- (Parapsicologa) La creencia de una metempsicosis o transfiguracin de las almas, se
encuentra repetidas veces en los pueblos primitivos, as como en los pitagricos, Platn y otros
pensadores de la antigedad. Desde las Upanishadas esta idea es fundamental para las religiones indias.
Segn ella, despus de la muerte del hombre, su alma debe animar otro cuerpo de hombre, animal o de
planta, segn sea el destino que en su vida interior haya merecido. La ley conforme a la cual el mrito y
la culpa conducen inevitablemente a un adecuado renacimiento (palingenesia) se llama karma.
Consecuentemente, la vida actual tampoco es considerada como la primera, sino que se supone una
preexistencia del alma. La doctrina de la metempsicosis se apoya sobre los recuerdos de algunos
videntes relativos a vidas anteriores. Pero la razn principal, que ya se dibuja en Platn, es la incapacidad
para conciliar en otra forma la desigualdad en el destino de los hombres con la idea de la justicia. En los
sistemas pantestas se aade a esto la necesidad y supratemporalidad de la creacin que parece exigir un
ritmo sin principio ni fin, al que se acomode el nacer y el volver a lo absoluto, y, junto con ello, un ciclo
de nacimientos. (Brugger, Diccionario de Filosofa.)
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

MEYER, ADOLF
Biografa.- Adolf Meyer, hijo de un pastor zwingliano, naci en Niederwenigen, Suiza, el 13 de
noviembre de 1866. En la escuela de medicina recibi la influencia del psiquiatra August Forel, director
del Manicomio Brghlzli. En 1892 emigr a Estados Unidos.
En 1903, Meyer postul que la enfermedad mental tiene origen con frecuencia en el desequilibrio de la
personalidad, ocasionado por la desorganizacin de los hbitos. Consideraba los sntomas
incomprensibles de la enfermedad mental como toscos e inadecuados intentos del paciente para curarse
a s mismo, intentos que deban canalizarse ms que suprimirse. Contrariamente a la tesis de Kraepelin
sobre el deterioro como eventual evolucin de la demencia precoz, Meyer opinaba que algunos rasgos de
la personalidad, como el aislamiento precedan a la aparicin de la enfermedad, y sugiri que la
prevencin y recuperacin eran posibles.
Asimismo, recomend que la escuela, la familia y la comunidad del paciente intentaran intervenir en el
comienzo del desarrollo de la enfermedad. Las primeras aplicaciones de los principios de trabajo social a
la teraputica ocupacional y recreativa en pacientes convalecientes y la organizacin de programas de
rehabilitacin se inspiraron en el trabajo de Meyer durante este perodo.
Ya en 1906, Meyer valor el estudio de Freud sobre la fase infantil del desarrollo como importante desde
el punto de vista patolgico, y se opuso a un rechazo prematuro del psicoanlisis, aunque pona
objeciones al nfasis de Freud sobre los aspectos patolgicos e hipotticos del funcionamiento mental
ms que sobre los sanos y comprobables.
Meyer introdujo en 1909 el trmino de interpretacin psicobiolgica. En el amplio contexto de la
interpretacin psicobiolgica, deca Meyer, las reacciones patolgicas de la personalidad pueden
explicarse como una regresin a reacciones filogenticos antiguas, que antiguamente haban sido
protectoras y que eran incompatibles con la adaptacin.
La psicologa recalcaba la importancia del estudio biogrfico para una comprensin integral de la persona.
En Meyer, la exploracin clnica psiquitrica comprenda los siguientes componentes: 1) identificar los
motivos o indicaciones para la exploracin, procurando de manera especial presentar los detalles
pertinentes en la historia de la vida del paciente, obtenidos a travs del estudio biogrfico; 2) enumerar
los puntos, factores y reacciones de la personalidad claramente relacionados; 3) un estudio cuidadoso de
la situacin fsica, neurolgica, gentica y social y de la correlacin entre estas variables y factores de la
personalidad; 4) diagnstico diferencial, y 5) formulacin de un plan teraputico para cada caso. Los
sntomas eran considerados fenmenos compensatorios, es decir, como reacciones.
Al entrevistar al paciente, Meyer consideraba que era mejor centrar la atencin en su dolencia principal,
la cual sealaba la posicin que requera una intervencin teraputica inmediata. Ms adelante, el
psiquiatra determinaba la naturaleza y extensin del trastorno en el contexto del funcionamiento total del
paciente, su historia mdica previa y el papel desempeado por factores como la constitucin, desarrollo
y ambiente. El material inconciente obtenido del enfermo y la informacin aportada por su familia
suplementaban los esfuerzos del psiquiatra (pgina 115).
Kaplan H y Sadock B (1992) Compendio de psiquiatra. Mxico: Salvat. 2 edicin.

MICROAMBIENTE
Generalidades.- Entre el ambiente y la psique infantil se establece como eslabn intermedio un
microambiente (el medio familiar) que el nio al principio percibir y catectizar como metonimia del
todo, pero que luego paulatinamente ir diferenciando del resto del entorno. Este microambiente o

espacio psquico familiar se configura en base a dos organizadores: el discurso y el deseo de la pareja
paterna.
Aulagnier P, La violencia de la interpretacin (captulo 4).

MIEDO
Definicin.- 1. (Psicoanlisis) Segn Freud una reaccin ante un peligro externo real. Puesto a angustia,
que es una reaccin ante u peligro sin objeto real, y por ende, de carcter neurtico. 2. Mira y Lpez
demuestra que el miedo no es una emocin al servicio del instinto de conservacin, como sostena la
psicologa hace tiempo, sino representa siempre una emocin perjudicial, que evidencia el fracaso de la
reaccin personal. Acompaada por el proceso de inhibicin paradojal producido por la accin de influjos,
que desintegran o interceptan las formas habituales de respuestas. (Miedo, 1939). El miedo tiene
tambin sus signos fisiolgicos: a) la prdida de fluidez motriz; b) la exaltacin de los reflejos neurovegetativos, y c) la inhibicin progresiva de las reacciones vitales adaptativas. 3. (Psicoanlisis
personalstico) OBJETIVACIN FALSA.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Generalidades.- El miedo es ante todo un afecto, es decir, algo que experimentamos y que tiene algn
registro dentro de la gama que va de lo placentero a lo displacentero. Inclusive el miedo mismo como
afecto abarca esta gama, ya que hay miedos muy displacenteros o desagradables y, en el otro extremo,
un miedo asociado a sensaciones placenteras, como cuando se corre una carrera de autos o se escala
una montaa.
El miedo suele definrselo como "sensaciones normalmente desagradables que tienen lugar ante una
amenaza externa identificable en el ambiente. La reaccin emocional y fisiolgica puede ser indistinguible
de la que acontece en la angustia, pero en el miedo, el temor se refiere a un objeto concreto" (Farr
Marti y otros, 1999:235).
Por lo tanto, una cosa es el miedo justificable a peligros externos e identificados, como por ejemplo tener
miedo en un terremoto, y otra muy distinta el miedo a peligros internos y desconocidos, que segn el
psicoanlisis resultan ser de origen pulsional.
En "Inhibicin, sntoma y angustia" (en Complemento al tema de la angustia), Freud explica justamente
que la angustia se caracteriza por su imprecisin y su carencia de objeto definido. Esto la diferencia del
miedo, donde hay un objeto identificable. La angustia real es ante un peligro conocido, y la angustia
neurtica se da ante un peligro desconocido, emanado de un instinto.
En Kaplan y Sadock (1994) tambin se distinguen miedos primarios (producidos por un peligro real, un
estmulo doloroso) y miedos secundarios (de origen desconocido, que son adquiridos).
En el mismo artculo, finalmente, Freud distingue el miedo de la tristeza, que es tambin un afecto
displacentero. El miedo implica una amenaza de prdida, mientras que la tristeza surge una vez
producida la prdida, y surge bajo la influencia del examen de la realidad que impone la separacin del
objeto, puesto que este ya no existe. Por ejemplo, una mam que ve a su hijo al borde del precipicio
siente miedo (amenaza de prdida de un hijo), pero, cuando constata que su hijo falleci, hay tristeza.
Farr Marti J. y otros (1999) Diccionario de Psicologa. Barcelona: Ediciones Ocano.
Kaplan y Sadock (1994) Compendio de Psiquiatra. Captulo 8.

El miedo en la niez y la adolescencia.- Considerando en primer lugar el miedo a peligros externos y


identificables, como por ejemplo el miedo a un animal salvaje o a un desastre natural, podemos pensar
en una diferencia entre el nio y el adolescente.
Como hiptesis, podemos plantear que en el nio no advertimos con tanta frecuencia este tipo de
miedos, por cuanto tiene muy poca experiencia de cuales son situaciones peligrosas y cuales no, y por
eso, sobre todo a los nios muy pequeos, hay que estar constantemente vigilndolos que no metan los
dedos en el enchufe, que no acaricien al len del circo, etc. Esa conciencia de peligro, casi nula al
principio, luego va formndose como consecuencia de experiencias negativas (el len lo mordi) o a
partir de lo que observan en los adultos (por ejemplo un nio puede entender que una situacin es
peligrosa cuando ve a un adulto asustarse frente a ella, como cuando advertimos que la situacin es
peligrosa cuando vemos la cara preocupada de la azafata en un vuelo de avin).
El adolescente se supone que adquiri, en cambio, cierta experiencia de vida que ya le ayuda a
discriminar las situaciones peligrosas, por lo que el miedo podr aparecer, frente a ellas, ms
frecuentemente que en el nio.
Freud relaciona el miedo, especialmente del nio, con la amenaza de la prdida de amor. En "Tres
Ensayos sobre una teora sexual", Freud comienza indicando que el miedo infantil proviene de no ver a la
persona amada, en presencia de desconocidos. Cuando su libido no es satisfecha, la transforma en
angustia.
Freud luego retoma este tema en "Compendio de psicoanlisis", cuando indica que los padres protegen al
nio del mundo exterior, pero deben pagar esa seguridad con el miedo a la 'prdida del amor', que los
dejara a merced de los peligros exteriores.

Ciertas experiencias apoyan una idea de Winnicott: cuando el nio tiene miedo a sentirse apegado a
cualquiera, es por temor a ser rechazado y a experimentar angustia. Esta actitud luego volver a
repetirse cuando es un adulto (Bowlby J, 1989).
Pero, qu sucede con los miedos frente a los peligros internos en el nio y en el adolescente?
Entendemos por peligros internos por peligros de origen pulsional, es decir, los peligros que acarrearan
al yo si este descarga libremente sus pulsiones sexuales o agresivas.
Quizs el ejemplo ms tpico de Freud sobre los miedos infantiles haya sido el caso Juanito.
El temor de Juanito era el miedo a los caballos. No podemos pensar que este miedo era ante un peligro
externo, ya que el caballo en s msmo no es un animal salvaje. Debemos pensar, entonces, en lo que ese
caballo representaba simblicamente para Juanito (en este caso, a su propio padre).
Como el impulso agresivo hacia el padre estaba reprimido, Juanito volcaba su agresividad hacia un objeto
externo. Esta agresividad hacia el padre tena su origen en el peligro de castracin que este
representaba. As, como indica Freud, "por la fobia el miedo a la castracin recibe un objeto distinto y
una expresin disfrazada (ser mordido por el caballo o ser devorado por el lobo, en vez de ser castrado
por el padre)" (Freud S, 1926). Freud hace alusin aqu a otro caso de miedo infantil, relacionado con el
hombre de los lobos.
En "Historia de una neurosis infantil: el caso Juanito", indica Freud que por este miedo abandona Juanito
la agresin contra su padre.
En sntesis, en los nios los miedos que se organizan como fobias son miedos a peligros internos, y ms
concretamente a dar "rienda libre" a los impulsos agresivos (como en el caso Juanito) o tambin a los
sexuales. Es importante destacar que estas fobias solo tienen sentido una vez que se instal la represin
secundaria en el complejo de Edipo, y que por lo tanto no se aplican a nios muy pequeos, como por
ejemplo de uno o dos aos, ya que all no hay amenaza de castracin ni sujecin a la prohibicin del
incesto, y, por lo tanto, tampoco represin.
Veamos ahora qu sucede, finalmente, con los miedos frente a los peligros internos pulsionales en la
adolescencia.
Se entra en la adolescencia iniciando un proceso de duelo que remueve situaciones de prdida muy
primitivas, as como situaciones de persecucin ante lo desconocido. Por lo tanto, puede resultar
entendible que los miedos adolescentes tengan alguna relacin con estas amenazas de prdidas (miedo a
perder la identidad infantil, la proteccin de los padres, etc.) y con el miedo a lo desconocido que vendr
(especialmente esas "misteriosas" sensaciones corporales que aparecen como consecuencia de la
maduracin de los glndulas).
Se reaviva, adems, en la adolescencia, la conflictiva edpica, habiendo aqu una diferencia entre el
adolescente varn y la adolescente mujer. Segn Fernndez Moujn (1999), en el primer caso se reactiva
el miedo a la castracin flica, mientras que en la mujer, el miedo es debido al rechazo y al vaco, es
decir, al temor a no ser querida.
Esto es as porque la nia, como en su fantasa ya fue castrada, no tiene porqu temer la amenaza de
castracin, con lo cual su miedo no deriva de all sino de, como dije, la falta de amor de sus padres.
Sin embargo, en el adolescente, sobre todo en el varn, muchas veces encontramos comportamientos
audaces y arriesgados, ms que comportamientos temerosos. Como se explica esto? Acaso esa
temeridad puede ser una forma de manifestacin del miedo?
Fernndez Moujn (1999) sugiere que s: al renunciar el Yo a su vieja identidad infantil en poco tiempo
enfrenta nuevas tensiones derivadas de impulsos internos intensos, que traen mucha ansiedad por ser
desconocidos y peligrosos. Tambin enfrenta exigencias de la vida real. Ante ello, el Yo busca una
solucin en la experiencia ilusoria, una zona transicional donde puede permitirse un manejo ms
omnipotente de pulsiones y objetos, disminuyendo la tensin y aumentando as la operatividad del Yo. Si
el adolescente no tiene esas experiencias transicionales, o sea si carece de representaciones que den
cuenta de sus nuevos impulsos y sensaciones, buscar en la realidad situaciones riesgosas de las que
debe salvarse, apareciendo as la temeridad.
En suma, el miedo adolescente debe entendrselo en trminos de la conflictiva edpica. Son miedos, en
ltima instancia, frente a una autoridad superyoica que amenaza con castigar (castrando o quitando el
amor). Estos miedos darn origen a los sentimientos de culpabilidad, tal como lo seala Freud en "El
malestar en la cultura":
"Llegamos as a conocer dos orgenes del sentimiento de culpabilidad: uno es el miedo a la autoridad, y
otro, ms reciente, el miedo al Supery. Ambas instancias obligan a renunciar a los instintos, con la
diferencia que al segundo no es posible eludirlo".
En suma: el miedo a peligros externos y el miedo a peligros internos aparecen de diferente manera en
los nios y en los adolescentes. Sin embargo, no deberamos hacer una separacin tan tajante entre los
miedos de origen externo y los de origen pulsional, por cuanto sus lmites no estn siempre tan bien
definidos. As, indica Freud en "Inhibicin, sntoma y angustia" que entre peligro real exterior y peligro
interno instintivo hay una ntima conexin: el peligro real, para ser tal, debe tener alguna significacin
para el yo, o sea debe haberse hecho interno. Y al revs: un peligro interno instintivo puede desembocar
en un peligro externo (la satisfaccin del instinto traera como consecuencia un peligro desde el exterior).
Bowlby J (1989) Una base segura. Buenos Aires: Editorial Paids. Conferencia 2.

Fernndez Moujn O (1999) Abordaje terico y clnico del adolescente. Captulo 2 y 8.


Freud S (1910) Compendio de psicoanlisis. En Obras Completas, Madrid, Editorial Biblioteca Nueva, 1968, Tomo II.
Freud S (1926) Inhibicin, sntoma y angustia. En Obras Completas, Tomo II, Madrid, Editorial Biblioteca Nueva, 1968.
Freud S (1894) Las neuropsicosis de defensa. En Obras Completas, Tomo III, Bs. As., Amorrortu, 1994.
Freud S (1905) Tres ensayos para una teora sexual. En Obras Completas, Tomo III, Bs. As., Amorrortu, 1994.

Miedo y personalidad.- En esta investigacin se trat de ver la relacin entre determinadas variables
de personalidad (neuroticismo y extraversin) y la tendencia a tener conductas de temor y/o desagrado,
frente a una serie de estmulos. Se tomaron 138 sujetos estudiantes universitarios. Se aplic el
Cuestionario Eysenck (EPI, forma A) para rasgos de personalidad, y el inventario de miedos de Wolpe y
Lang para registrar conductas de temor. En los sujetos con mayor neuroticismo se encontraron mayor
cantidad de situaciones productoras de temor, dndose lo mismo en los sujetos con baja extraversin.
Argibay J (2000) Personalidad y tendencia a conductas de temor. Programa de investigacin experimental en ciencias
del comportamiento. Universidad de Buenos Aires. Argentina.

MIGRACIN
Migracin y estrs.- Si en nuestra sociedad existe un rea en la que los estresores psicosociales poseen
una dimensin cuantitativa y cualitativa relevante y difcilmente discutible desde la perspectiva de la
salud mental, esa rea es el de las migraciones del siglo XXI. Emigrar se est convirtiendo hoy para
millones de personas en un proceso que posee unos niveles de estrs tan intensos que llegan a superar la
capacidad de adaptacin de los seres humanos. Estas personas son las candidatas a padecer el Sndrome
del Inmigrante con Estrs Crnico y Mltiple o Sndrome de Ulises ( haciendo mencin al hroe griego
que padeci innumerables adversidades y peligros lejos de sus seres queridos). El conjunto de sntomas
que conforman este Sndrome constituyen hoy un problema de salud mental emergente en los pases de
acogida de los inmigrantes. En este trabajo se postula que existe una relacin directa e inequvoca entre
el grado de estrs lmite que viven estos inmigrantes y la aparicin de su sintomatologa. El Sndrome del
Inmigrante con Estrs Crnico y Mltiple se caracteriza, por un lado, porque la persona padece unos
determinados estresores o duelos y, por otro lado, porque aparecen un amplio conjunto de sntomas
psquicos y somticos que se enmarcan en el rea de la salud mental (mbito que es ms amplio que el
de la psicopatologa, tal como analizaremos en el apartado 3 . 5) Entendemos por estrs un desequilibrio
sustancial entre las demandas ambientales percibidas y las capacidades de respuesta del sujeto (Lazarus
1984) *y por duelo el proceso de reorganizacin de la personalidad que tiene lugar cuando se pierde
algo significativo para el sujeto. Podramos establecer una correlacin entre los dos conceptos sealando
que el duelo es un estrs prolongado e intenso. Tal como planteamos (Achotegui 2000) existiran 7
duelos en la migracin: la familia y los seres queridos, la lengua, la cultura, la tierra, el estatus social, el
contacto con el grupo de pertenencia, los riegos para la integridad fsica. Estos duelos se daran, en
mayor o menor grado en todos los procesos migratorios, pero no es lo mismo vivirlos buenas condiciones
que en situaciones extremas
Joseba Achotegui, Migracin y crisis: el sndrome del inmigrante con estrs crnico y mltiple (sndrome de Ulises).
AVANCES EN SALUD MENTAL RELACIONAL. 2008 MAR;7(1).

Migracin y psicosis.- Objetivo: Hay constancia de una alta incidencia de trastornos psicticos en los
grupos tnicos de inmigrantes en Europa occidental. Algunos estudios sugieren que la densidad tnica
puede influir en la incidencia de la esquizofrenia. Los autores investigaron si este aumento de la
incidencia entre los inmigrantes depende de la densidad tnica de los barrios en los que viven.
Mtodo: Es un estudio prospectivo de incidencia de primer contacto de trastornos psicticos en La Haya,
segn el origen tnico y el barrio de residencia. Durante un perodo de 7 aos, las personas que se
pusieron en contacto con un mdico por la sospecha de un trastorno psictico fueron sometidas a
entrevistas de diagnstico y recibieron diagnsticos del DSM-IV. Un amplio sistema de registro municipal
proporcion el denominador de las tasas de incidencia. Los datos fueron suficientes para registrar las
tasas de incidencia en los nativos holandeses y en la primera y segunda generaciones de inmigrantes
procedentes de Marruecos, Surinam y Turqua. Se calcul la densidad tnica de un vecindario para cada
grupo de inmigrantes como la proporcin de residentes pertenecientes a ese grupo. Los anlisis de
regresin mltiple predijeron una incidencia de trastornos psicticos en funcin de cada grupo tnico y de
la densidad tnica del barrio. Los modelos se ajustaron para todos los inmigrantes en general y para cada
grupo de inmigrantes por separado.
Resultados: Un total de 226 nativos holandeses y 240 inmigrantes fueron diagnosticados de padecer un
trastorno psictico. En comparacin con los nativos holandeses, la proporcin de tasa de incidencia
ajustada para los inmigrantes fue significativamente superior en los barrios de baja densidad tnica
(2,36), pero no en los barrios de alta densidad tnica (1,25). Hubo una fuerte interaccin entre la
procedencia tnica de la persona y la densidad tnica del barrio como factores de pronstico de incidencia
de la enfermedad. Estos resultados fueron constantes entre todos los grupos de inmigrantes.

Conclusiones: La incidencia de trastornos psicticos fue significativamente ms elevada entre los


inmigrantes que vivan en barrios donde su propio grupo tnico constitua una pequea proporcin de la
poblacin.
Wim Veling , Ezra Susser , Jim van Os , Johan P. Mackenbach , Jean-Paul Selten , Hans W. Hoek, Densidad tnica de
los barrios e incidencia de trastornos psicticos entre los inmigrantes. AMERICAN JOURNAL OF PSYCHIATRY. 2008
ENE;165(1).

Migracin y trastorno mental.- La emigracin aparece en la vida de una persona como una situacin
susceptible de generar trastornos psiquitricos. Pero emigracin no es sinnimo de patologa mental. La
emigracin representa, eso s, un estado de fragilidad psicolgica, fuente de estrs susceptible de
provocar desequilibrios psicolgicos o conflicto social. Las segundas generaciones de emigrantes que son
los hijos de los que abandonaron el pas de origen encuentran de una manera especfica dificultades de
integracin debido a la imposibilidad de identificarse completamente a los valores culturales de un pas ya
sea el de origen o el de acogida. Este integra aspectos parciales de las dos. La actitud que adopte el
emigrante ante su nueva situacin repercutir sobre la salud mental de las segundas generaciones
sobretodo si este proceso amenaza su integridad fsica y/o psicolgica. Desde esta perspectiva
distinguimos dos tipos de actitudes que el emigrante puede adoptar como trastorno adaptativo frente a la
situacin de stress que puede representar la emigracin para l y para su familia: la sobreintegracin en
el pas de acogida y la sobreidentificacin a los valores de la cultura de origen. Las segundas
generaciones de emigrantes se muestran psicolgicamente vulnerables en el proceso de integracin de
las dos identidades a travs de los medios de socializacin natural que influyen en su educacin y en el
desarrollo de su personalidad: la familia, la escuela y la sociedad. La interaccin entre las mismas va a
favorecer el desarrollo de una identidad integrada o va a ser fuente de estrs que desemboque en
conflicto social y/o en enfermedad mental, cualquiera que sean sus manifestaciones. Se propone un
enfoque transcultural a la hora de abordar la enfermedad mental del emigrante de segunda generacin
tanto desde su comprensin como desde la intervencin psiquiatrica y psicoteraputica con el fin de
mejorar su proceso de integracin en el pas de acogida sin necesidad de que esto signifique una ruptura
con su cultura de origen.
Miguel Marset, La salud mental en las segundas generaciones de emigrantes. REVISTA NORTE DE SALUD MENTAL.
2008 FEB;7(30):22-31.

MILLER, JACQUES-ALAIN
Biografa.- [psicoan.] (n. en 1944): naci en Chteauroux, una ciudad de 60.000 habitantes en el centro
de Francia pero vive en pars desde la liberacin. el padre es mdico; la madre, farmacutica; uno de sus
hermanos, Gerard, psicoanalista. estudi en los liceos Charlemagne, Janson y Louis Le Grand. Ingres en
la cole normale superieure en 1962, a la seccin filosofa, a cargo de Louis Althusser, quien sera uno de
sus profesores. asisti a los primeros cursos que dio roland Barthes en la Ecole de hautes etudes, sobre
semiologa. en la Sorbonne -esa constelacin de universidades- frecuent los cursos de Jacques Derrida.
a travs de Barthes, Miller tom conocimiento con el pensamiento de Michel Foucault. en setiembre de
1963, impulsado por Althusser, comenz a leer, a estudiar, la obra de Lacan. Tres meses despus, en
enero de 1964, Miller es presentado a Lacan, mientras ste dicta su seminario 11, los cuatro conceptos
fundamentales del psicoanlisis. En junio de ese ao Jacques Lacan funda la cole freudienne de Pars,
autnoma; es decir, no perteneciente a la asociacin psicoanaltica internacional, sino enfrentada a ella.
la efp -de la que Lacan es jefe, inspirador y gua-- contaba con un centenar de miembros, entre ellos,
Miller, un joven de 20 aos, que all afrontar su formacin psicoanaltica. En 1966 Miller gesta una
revista (cahiers pour lanalyse), gana por concurso una ctedra en filosofa y se casa con Judith, una de
las hijas de Lacan. es nombrado en el departamento de filosofa de la universidad de Besanon y luego en
el centro experimental de Vincennes. Entre 1968 (ao del mayo francs, del movimiento
contestatario) y 1971 comparte los entusiasmos y las tareas de los grupos de izquierda. en diciembre de
1974 es designado director del departamento de psicoanlisis, donde se destaca. en enero de 1975 gesta
una nueva revista, ornicar? despus, la seccin clnica. Por iniciativa suya se crea el doctorado en
psicoanlisis. Miller funda tambin el College Freudien pour la formation permanent. Todo dice hacerlo en
nombre de Lacan, y varias veces ste lo autoriza pblicamente. al mismo tiempo, desde los reportajes
que se publicaron con el ttulo de televisin (1973), comienza con lo que dio en llamar el
establecimiento de los seminarios de Lacan, una construccin por la cual la palabra hablada toma forma
de escrito. Cuando en 1980 Lacan disuelve la EFP algunos de los analistas que la integraban muestran su
desacuerdo con la medida y recurren incluso a los estratos judiciales. (se lleg a duda de la autenticidad
de los escritos de Lacan; una acusacin grave pero sin fundamento.) En la disolution el maestro haba
dicho: aquellos que me amen que me sigan. Miller y otros lo acompaaron en su nueva empresa: ecole
de la cause freudienne. Con una organizacin menos estructurada que la Asociacin Psicoanaltica
Internacional, la fundacin del campo freudiano se extiende hoy por todo el mundo (por ese mundo, se
entiende, susceptible de psicoanlisis).
Rubn Filipo

Aporte de Ricardo Bruno

MIPS
Generalidades.- Abreviatura de Inventario Millon de Estilos de Personalidad. Se trata de un
cuestionario compuesto por 180 tems respecto de los cuales el sujeto debe determinar si le son
aplicables (respuesta verdadero / falso); su objetivo es medir la personalidad de individuos adultos que
funcionan normalmente y cuya edad est comprendida entre los 18 y los 65 o ms aos. Para completar
la mayora de los tems se requiere un nivel de educacin correspondiente al primer ao de la escuela
secundaria. La mayora de las personas emplean 30 minutos o menos para responder al cuestionario
(Millon, 1997:13).
El MIPS evala tres reas principales de la personalidad: metas motivacionales, modos cognitivos y
conductas interpersonales. En estas tres reas se evalan 24 escalas (12 pares), segn el siguiente
detalle:
Metas motivacionales
Apertura
Preservacin
Modificacin
Acomodacin
Individualismo
Proteccin

Modos cognitivos
Extraversin
Introversin
Sensacin
Intuicin
Reflexin
Afectividad
Sistematizacin
Innovacin

Conductas interpersonales
Retraimiento
Comunicatividad
Vacilacin
Firmeza
Discrepancia
Conformismo
Sometimiento
Control
Insatisfaccin
Concordancia

Los tres aspectos indican una secuencia tripartita de funcionamiento de las personas. El primer segmento
indica que la conducta es motivada, potenciada y dirigida por propsitos y metas especficos; el segundo
alude a las maneras en que las personas buscan, ordenan, internalizan y transforman la informacin
sobre su entorno y sobre s mismas; y el tercero abarca los diferentes modos en que las personas se
relacionan y negocian con los dems en los crculos sociales donde se mueven, en vistas a las metas que
las motivan y las cogniciones que han formado (Millon, 1997:18).
Las siguientes constituyen breves definiciones de las escalas del MIPS, y especifican las caractersticas de
las personas que puntan alto en cada una (Millon, 1997:15-17):
Apertura.- Las personas que obtienen un puntaje elevado en esta escala tienden a ver el lado bueno de
las cosas, son optimistas en cuanto a las posibilidades que les ofrece el futuro, les resulta fcil pasarlo
bien y enfrentan con ecuanimidad los altibajos de la existencia.
Preservacin.- Las personas que obtienen un puntaje elevado en esta escala se concentran en los
problemas de la vida y los agravan. Como piensan que su pasado ha sido desafortunado, parecen estar
siempre seperando que algo salga mal y consideran probable que las cosas vayan de mal en peor.
Preocupaciones y decepciones de escasa importancia logran trastornarlas con facilidad.
Modificacin.- Las personas que obtienen un puntaje elevado en esta escala toman su vida en sus manos
y hacen que las cosas sucedan en lugar de mantenerse pasivamente en espera. Se ocupan
diligentemente de modificar su entorno e influyen en los acontecimientos a fin de que estos satisfagan
sus necesidades y deseos.
Acomodacin.- Las personas que obtienen un puntaje elevado en esta escala ponen muy poco empeo en
dirigir y modificar su vida. Reaccionan ante los acontecimientos acomodndose a las circunstancias
creadas por otros; parecen condescendientes, son incapaces de abandonar su indolencia, no tienen
iniciativa y hacen muy poco para provocar los resultados que desean.
Individualismo.- Las personas que obtienen un puntaje elevado en esta escala estn orientadas a
satisfacer sus propias necesidades y deseos: es decir, procuran realizarse plenamente ellas mismas en
primer lugar, se preocupan muy poco del efecto que pueda tener su conducta en los dems, y tienden a
ser a la vez independientes y egocntricas.
Proteccin.- Las personas que obtienen un puntaje elevado en esta escala estn motivadas para
satisfacer en primer lugar las necesidades de los dems, para ocuparse del bienestar y los deseos de
otras personas antes que de los propios. Se las considera protectoras, capaces de anteponer el cuidado
de los dems al de s mismas.
Extraversin.- Las personas que obtienen un puntaje elevado en esta escala recurren a los dems en
procura de estimulacin y aliento. Sus amigos y colegas son para ellas fuentes de ideas y orientacin,
inspiracin y energa; las ayudan a mantener alta su autoestima y las confortan con su presencia.
Introversin.- Las personas que obtienen un puntaje elevado en esta escala prefieren utilizar sus propios
pensamientos y sentimientos como recurso; su principal fuente de inspiracin y estimulacin no son los

dems sino ellas mismas. A diferencia de los extravertidos, los introvertidos experimentan una gran
serenidad y comodidad mantenindose alejados de las fuentes externas, y son propensos a seguir los
impulsos originados en su interior.
Sensacin.- Las personas que obtienen un puntaje elevado en esta escala derivan sus conocimientos de
lo tangible y lo concreto; confan en la experiencia directa y los fenmenos observables ms que en el
uso de la inferencia y la abstraccin. Lo prctico y lo real, lo literal y lo fctico son lo que las hace sentir
cmodas y les inspira confianza.
Intuicin.- Las personas que obtienen un puntaje elevado en esta escala prefieren lo simblico y
desconocido a lo concreto y observable. No rehyen lo intangible y disfrutan de las experiencias ms
misteriosas y las fuentes ms especulativas del conocimiento.
Reflexin.- Las personas que obtienen un puntaje elevado en esta escala prefieren procesar los
conocimientos por medio de la lgica y el razonamiento analtico. Sus decisiones se basan en juicios
desapasionados, impersonales y objetivos y no en emociones subjetivas.
Afectividad.- Las personas que obtienen un puntaje elevado en esta escala forman sus juicios tomando
en consideracin sus propias reacciones afectivas frente a las circunstancias, evaluando subjetivamente
las consecuencias que tendrn sus actos para quienes resulten afectados por ellos, y guindose por sus
valores y metas personales.
Sistematizacin.- Las personas que obtienen un puntaje elevado en esta escala son muy organizadas y
predecibles en su manera de abordar las experiencias de la vida. Transforman los conocimientos nuevos
adecundolos a lo ya conocido y son cuidadosas, cuando no perfeccionistas, incluso al ocuparse de
pequeos detalles. En consecuencia, se las considera ordenadas, minuciosas y eficientes.
Innovacin.- Las personas que obtienen un puntaje elevado en esta escala tienden a ser creativas y a
asumir riesgos, y estn prontas a modificar y reordenar cualquier cosa con que tropiecen. Parecen
disconformes con la rutina y lo predecible, y transforman lo dado siguiendo sus corazonadas y tratando
de producir consecuencias nuevas e imprevistas.
Retraimiento.- Las personas que obtienen un puntaje elevado en esta escala se caracterizan por su falta
de emotividad y su indiferencia social. Tienden a ser silenciosas, pasivas, renuentes a participar. Es
probable que los dems las consideren calladas y aburridas, incapaces de hacer amigos, apticas y
desligadas de todo.
Comunicatividad.- Las personas que obtienen un puntaje elevado en esta escala buscan estimulacin,
excitacin y atencin. A menudo reaccionan con vivacidad ante situaciones de las que son testigos, pero
por lo general su inters se desvanece rpidamente. Frecuentadoras de la alta sociedad, brillantes y
simpticas, tambin pueden ser exigentes y manipuladoras.
Vacilacin.- Las personas que obtienen un puntaje elevado en esta escala son por lo general apocadas,
tmidas y experimentan nerviosismo en situaciones sociales. Desean intensamente agradar y ser
aceptadas, pero a menudo temen que los dems las rechacen. Sensibles y emotivas, son al mismo
tiempo desconfiadas, solitarias y propensas a aislarse.
Firmeza.- Las personas que obtienen un puntaje elevado en esta escala tienden a creer que son ms
competentes y talentosas que quienes las rodean. A menudo son ambiciosas, egocntricas y seguras de
s mismas, y no tienen pelos en la lengua. Es probable que los dems las vean como arrogantes y
desconsideradas.
Discrepancia.- Las personas que obtienen un puntaje elevado en esta escala tienden a actuar de modo
independiente y no conformista. A menudo se niegan a acatar normas tradicionales, manifestando una
audancia que puede ser vista como imprudente o como animosa y esforzada.
Conformismo.- Las personas que obtienen un puntaje elevado en esta escala es probable que sean
honradas y tengan autodominio. Su relacin con la autoridad es respetuosa y colaborativa, y tienden a
actuar con formalidad y buenas maneras en las situaciones sociales. Es improbable que dejen traslucir su
personalidad o que acten espontneamente.
Sometimiento.- Las personas que obtienen un puntaje elevado en esta escala son sus peores enemigos.
Estn ms habituadas al sufrimiento que al placer, son sumisas y tienden a rebajarse ante los dems. Su
conducta, que condena al fracaso cualquier esfuerzo que se haga por ayudarlas, determina que pierdan
oportunidades de ser recompensadas y les impide reiteradamente triunfar en sus empeos aunque
posean la capacidad necesaria.
Control.- Las personas que obtienen un puntaje elevado en esta escala son enrgicas y a menudo
dominantes y socialmente agresivas. Tienden a verse a s mismas como intrpidas y competitivas. Para
ellas, la gentileza y las demostraciones de afecto son signos de debilidad, y por lo tanto las evitan,
mostrndose obstinadas y ambiciosas.
Insatisfaccin.- Las personas que obtienen un puntaje elevado en esta escala tienden a ser pasivoagresivas y malhumoradas, y por lo general se sienten insatisfechas. Sus estados de nimo y su conducta
son muy variables. A veces son sociables y amistosas con los dems, pero en otras ocasiones se
muestran irritables y hostiles, y expresan su creencia de que son incomprendidas y poco apreciadas.
Concordancia.- Las personas que obtienen un puntaje elevado en esta escala tienden a ser muy
simpticas socialmente, mostrndose receptivas y maleables en su relacin con los dems, con quienes

etablecen vnculos afectivos y lealtades muy fuertes. Sin embargo, ocultan sus sentimientos negativos,
en especial cuando esos sentimientos pueden parecer censurables a las personas a quienes desean
agradar.
En todos los estilos de personalidad hay aspectos positivos y negativos. Cada estilo representa
patrones adaptativos que son muy adecuados para algunos ambientes y situaciones, y menos adecuados
para otros. Ningn rasgo de personalidad es bueno o malo en todos los casos (Millon, 1997:56).
Millon T y otros (1997) MIPS. Inventario Millon de Estilos de Personalidad. Buenos Aires: Paids.

MIRADA
Duracin de la mirada.- Durante algunos aos los investigadores han interpretado el 'tiempo de
duracin de la mirada' como una seal de que los bebs prefieren un estmulo a otro. Cuando se colocan
dos estmulos delante de los bebs, la mayora prefieren mirar ms rato el que es nuevo para ellos, quiz
porque lo encuentran ms interesante. Pero Charles Nelson y Paul Collins (1991) sealan que el tiempo
de mirada no es sencillamente una cuestin de inters; la atencin del beb tambin depende de la
habilidad para iniciar, controlar y terminar la mirada. Segn ellos, lo que se necesita es un modo de
explorar los acontecimientos neutrales y cognitivos que subyacen a este despliegue de atencin y
memoria.
En un experimento reciente, Nelson y Collins (1991) buscaron alguna seal involuntaria que percepcin y
atencin producida por el sistema nervioso. Utilizaron el potencial de acontecimientos relacionados
(ERPs), que son los cambios momentneos en las ondas cerebrales de los bebs cuando miran un
estmulo. Los investigadores proporcionan los ERPs grabando las respuestas de ondas cerebrales a los
estmulos; luego utilizan un ordenador para sacar la media de la actividad. La actividad posiblemente
refleja las neuronas implicadas en el proceso del estmulo.
Cuando Nelson y Collins vieron las respuestas de los bebs de 6 meses a las fotografas de caras,
descubrieron que los cerebros de los bebs respondan de forma diferente a los rostros familiares (los
que haban aparecido en el 60% de pruebas anteriores), los rostros algo conocidos (los que haban
aparecido en 20% en pruebas anteriores) y las caras nuevas (las que no haban visto antes).
Aproximadamente medio segundo despus de que cualquier rostro apareciera en la pantalla, los trazos
mostraron un bajn agudo, conocido como pico negativo. Cuando los bebs miraban a caras nuevas, el
pico negativo permaneca.
Cuando las caras eran algo familiares, el pico negativo suba, pasando a ser un pico positivo. Cuando los
rostros eran muy familiares, los trazos volvan rpidamente al nivel anterior, relativamente suave. El
despliegue de respuestas de los bebs pareca seguir dos procesos separados de percepcin. Un proceso
(el pico negativo continuado) puede reflejar la 'deteccin de novedad', que indica que el estmulo ha
acaparado la atencin del nio. Puede estar relacionado con la codificacin inicial de un estmulo nuevo
para el beb -ya sea porque es nuevo o porque lo ha olvidado por completo-. El segundo proceso (el pico
positivo) puede reflejar 'atencin retenida', que indica que el beb est actualizando la memoria reciente
tras reconocer el estmulo que ha sido parcialmente codificado. Eso quiere decir que el estmulo no es tan
familiar como para aburrir al beb, todava hay algo que aprender del mismo. Si los investigadores
hubieran confiado en el tiempo de duracin de la mirada en lugar de en las ondas cerebrales de este
experimento, todos podran haber dicho que a los bebs les gustan ms las caras nuevas que las muy
familiares o algo conocidas. Los bebs ya no miraban ms tiempo a las caras algo conocidas que a las
muy familiares. No obstante, las ondas cerebrales mostraban que los bebs estaban procesando estos
dos tipos de estmulos de modo distinto.
(Tomado de Hoffman L., Paris S., Hall E., "Psicologa del desarrollo hoy", Madrid, McGraw-Hill, 1996).

MITO
Definicin.- 1. En griego: narracin. Es la expresin simblica de las vivencias arcaicas de los pueblos
antiguos. Bachofen lo define como exgesis de los smbolos, y el relato de una experiencia colectiva en
la luz de la fe. 2. (Psicoanlisis) C. G. Jung y sus colaboradores han podido incorporar cientficamente el
mito en la psicologa, en cuanto han podido elaborar el sombolismo de los mitos como materia prima del
inconciente colectivo. El concepto de Jung sobre arquetipos se basa justamente en los smbolos arcaicos,
encontrados en el mito. Se trata todava de un terreno inmenso para investigaciones psicolgicas del
simbolismo de los mitos, pero el aporte e Jung ha demostrado que no es posible comprender la psique
del hombre de hoy, sin conocer en su simbolismo los mitos de los antepasados.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Mito de Edipo.- En sentido amplio, el complejo de Edipo es un conjunto de afectos de amor y odio que
afectan tanto al varn como a la nia, lo que quiere decir que hay tanto un "Edipo masculino" como un
"Edipo femenino". En sentido ms restringido, el trmino se refiere solamente al varn, designndose la
misma situacin en el caso de la nia como Complejo de Electra, por alusin a la figura mitolgica
femenina que mat a la madre para vengar la muerte del padre.

El nombre de complejo de Edipo aplicado al varn tiene su origen en el mito de Edipo, narrado entre
otros por Sfocles, y en quien Freud se inspir. Segn este relato, Layo, rey de Tebas y casado con
Yocasta, consult a un orculo y se enter que l sera asesinado por su propio hijo, Edipo. Horrorizado, y
siendo an recin nacido lo dej abandonado bien lejos, pero fue recogido y llevado a otra ciudad, donde
se cri. Ya mayor, Edipo encontr cierto da a una persona y tras disputar con ella por cuestiones del
momento la mat, sin saber que era su propio padre.
Por aquel tiempo, un animal terrible deambulaba por los alrededores de Tebas. La Esfinge, que as se
llamaba, se entretena en proponer adivinanzas a cualquiera que anduviera por ah y, en caso de no
adivinar, se lo devoraba de inmediato. Edipo quiso hacerle frente, y cuando la Esfinge le pregunt cul
era el animal que camina en cuatro patas por la maana, en dos al medioda y en tres por la tarde, Edipo
le contest que ese animal era el hombre, porque camina en cuatro patas al nacer, en dos en la adultez,
pero en la vejez camina con un bastn. El monstruo, vencido y furioso, se precipit al mar.
Como premio a su hazaa fue coronado rey y se cas con Yocasta, pero cuando se enter que ella era su
madre -que a su vez se ahorc al darse cuenta- Edipo huy de Tebas guiado por su hija Antgona tras
haberse saltado los ojos. Palabras ms, palabras menos, esta trgica historia vuelve a revivirse, segn el
psicoanlisis, en la infancia de todos los varones, cuando fantasean con la posibilidad de matar al padre
para quedarse con la madre.
Cazau P (1996), Vocabulario de Psicologa. Buenos Aires: Redpsicologa.

Mito familiar.- Andolfi desarrolla esta temtica en el captulo 5, titulado La construccin del mito familiar
en la terapia.
Formacin y elaboracin del mito familiar.- Al revs que la crnica, que necesita datos para alimentarse,
el mito crece sobre los huecos, sobre la falta de informacin a travs de la fantasa, buscando respuestas
a los grandes problemas humanos: el amor, la muerte, etc. En el mito coexisten elementos reales y
fantsticos, y son elaborados por cada uno desde la infancia segn los mitos heredados y las propias
experiencias.
Hay un punto de contacto entre mitos y reglas, pues cuando estas son rotas a menudo aparecen los
mitos subyacentes a esas reglas, pues estas dejan algo sin explicar, un hueco llenado por el mito.
Tanto el mito como la regla son expresin de una estructura y como tales tienen cierta rigidez. Por
ejemplo cuando el mito va construyndose empiezan a aparecer ciertos organizadores que lo van
configurando de cierta manera. Por ejemplo en los mitos familiares aparecen recurrentemente problemas
no resueltos de prdidas, separaciones, nutricin, individuacin, etc, siguiendo temticas de culpa,
reparacin, bsqueda de la perfeccin, etc. Tales temas casi siempre organizan los mitos.
Por mito familiar se entiende una serie de creencias, bastante bien integradas y compartidas por todos
los miembros de la familia, que ataen a cada uno de sus miembros y a sus posiciones recprocas dentro
de la vida familiar. Son creencias que no se cuestionan, tienen una fuerte base emotiva y se suelen
manifestar como contenidos de relevancia en el contexto social o religioso.
El mito, ms que ofrecer una imagen del mundo ofrece una imagen de valor, prescriptiva, pues mediante
l se encauzan los mecanismos de lectura, clasificacin e interpretacin de la realidad. Es como una
matriz de conocimiento, un mandato.
Adems estn los mitos individuales (de cada miembro), relacionados con el familiar porque resultan
funcionales para el cumplimiento y la satisfaccin de este ltimo, ya sea en el plano de las relaciones
transversales (familia actual) o en el de las longitudinales (familia trigeneracional). Por ello debemos
introducir en los mitos la dimensin histrica. Es ms til considerar el mito como estructura que se
construye y se modifican con el tiempo, de forma tal que haya un antes y un despus.
Mito, marca de necesidad y terapia.- El mito no tiene una simple funcin homeosttica de mantener el
sistema familiar, sino que es capaz de cambiar conforme cambian las relaciones familiares con el tiempo.
Los problemas vinculados con los mitos son activados en situaciones como muertes, nacimientos,
matrimonios, etc. Estos acontecimientos activan constelaciones mticas, y cul ser puesta en juego
depender de cada estructura familiar, de sus problemas y necesidades. Hay que descifrar el mandato o
encargo prescripto por el mito, introducir elementos que sirvan de estmulo para el cambio, o sea, el
proceso teraputico busca actuar tambin sobre los mitos.
Ejemplos e mitos son: el mito de la unin, en una familia donde en realidad estn todos distanciados y
temen una ruptura definitiva del ncleo familiar. Tambin est el mito de la reparacin, donde unos se
preocupan por los otros tratando de repararse mutuamente.
La imposibilidad de pedir y la intervencin teraputica.- El terapeuta es una persona que puede pedir y
pide que se afronten ciertos riesgos y que sean tradas a terapia las personas con quienes ms til
resulta una confrontacin en la medida que es ms temida. En el caso de la familia Vianini, sus
integrantes defienden la idea que son muy distintos entre s y que no se necesitan mutuamente salvo
para las cuestiones prcticas cotidianas. Por ello se enojan cuando el terapeuta les muestra lo similares
que son en realidad. Incluso pide a la seora Vianini que traiga a su madre para que vean lo iguales que
son ambas. Esta unin que hace el terapeuta es un paso previo para que luego los miembros puedan
separarse, individualizarse y crecer.

Mito familiar y ritos familiares.- Los ritos son los elementos constitutivos del mito familiar, a partir del
cual este se construye o se crea. Los ritos son una serie de conductas estrictamente codificadas dentro
de la familia, que se repiten en el tiempo y del cual participan todos los miembros o algunos de ellos.
Tambin sirven de soporte a los nuevos significados que van apareciendo, y que producirn la
transformacin del rito mismo.
El rito permite la transmisin o perpetuacin del mito familiar. Tambin puede contribuir a cambiarlo
cuando hacen ridculo el contenido del rito. Un ritual ridculo es por ejemplo creer que un miembro de la
familia est muy grave y entonces todos deben hacer silencio, caminar en puntas de pie para no
molestarlo, etc, tornndose la vida familiar imposible.
Los ritos familiares tienen una funcin de aprendizaje: por ellos todos los miembros de la familia
aprenden a conocer a los otros y comportarse en forma adecuada frente a ellos, aprenden a distinguir
sus puntos dbiles y hacer lo ms adecuado para satisfacer la necesidad propia o ajena. El mito familiar
resulta una expresin del intento de dar coherencia a los distintos ritos familiares, de asociarlos en una
estructura que sirva de elemento unificador expresando los valores compartidos por todos.
Resumen de Andolfi (1993) Tiempo y mito en la psicoterapia familiar. Captulo 5.

MODELO ACTIVADOR
Generalidades.- (Working Model). La representacin mental interna del vnculo de apego que
construyen los infantes es denominada por John Bowlby working model (o modelo activador) quien lo
defini como el mecanismo mediante el cual las experiencias de apego en la infancia, en tanto
representaciones internalizadas de ellas, afectan a la persona durante toda su vida.
Los modelos activadores guan las experiencias ntimas o romnticas, y a su vez son influenciados por
ellas. En el primer sentido, los modelos activadores se van construyendo como resultado de la interaccin
de memorias de experiencias de apego, creencias, actitudes y expectativas. En el segundo sentido, varios
factores determinan la estabilidad de los modelos activadores: 1) los individuos tienden a seleccionar los
ambientes donde las creencias sobre si mismos y de los dems son compartidas, 2) los propios sujetos
mantienen los modelos que han construido, y 3) las persona procesan la informacin de tal modo que sea
posible sostener la existencia de sus modelos internos.
Brenlla M y otros (2001) Evaluacin de los estilos de apego en adultos (publicacin interna de la Ctedra de Tcnicas
Psicomtricas de la Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires).

MODELO BIOPSICOSOCIAL
Revisin histrica.- El conocimiento cientfico, la tcnica, el sistema social y el sistema ideolgico, han
determinado las distintas ideas de la medicina, que se expresan en distintos modelos tericos expuestos
a travs de la historia. El modelo biopsicosocial, definido por G. Engel, considera que el eje del estudio de
la medicina pasa de la enfermedad al enfermo, al sujeto que padece, incluyendo a la sociedad como
coparticipe en la gnesis de la enfermedad. En contraposicin a este modelo permanece desde inicios de
siglo pasado (Meyer) el modelo biomdico, sofisticado pero impersonal. A travs de una revisin
bibliogrfica planteamos las circunstancias histricas en las que se origina, su evolucin durante estos 25
aos, la situacin actual por la que atraviesa y las perspectivas futuras. Se analizaran diversos
parmetros tales como el pragmatismo frente a la teorizacin, eficiencia frente a integracin, influencia
que ha tenido en dicho modelo el resurgimiento actual del modelo biomdico y la idolatrada medicina
basada en la evidencia. As mismo profundizamos en las circunstancias que se deben plantear, en los
prximos tiempos, para la reformulacin de este modelo, que si bien est bien definido conceptualmente,
no ha conseguido extrapolar su aplicacin a la prctica clnica de una forma estandarizada.
Traid V y otros, Revisin histrica del modelo biopsicosocial. INTERPSIQUIS. 2005; (2005).

MODELO MDICO
Definicin.- Modelo Mdico es aquella construccin que, a partir de determinados rasgos estructurales,
supone no slo la produccin terica, tcnica, ideolgica, social y econmico-poltica de los mdicos, sino
tambin la de los conjuntos institucionales implicados en su funcionamiento.
Menndez E, Cuadernos Mdico-Sociales, N21, CESS.

MODORRA
Definicin.- Condicin especial del organismo producida con frecuencia entre el sueo y el despertar,
que se caracteriza por una desintegracin y degradacin parcial de respuestas especficas; es estas
circunstancias, los esfuerzos de adaptacin pueden ser excepcionalmente tardos, dbiles, torpes, lentos
y no relacionados con estmulos externos de importancia. Las imgenes hipnaggicas aparecen
frecuentemente en la modorra (Francs: assoupissement.)
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

MODULARIDAD
Definicin.- Trmino derivado de la programacin de ordenadores y referido al hecho de que los
distintos componentes de un programa deben ser lo ms independientes entre s, con lo cual cualquier
falla puede atribuirse a uno de ellos en particular. Los mdulos son entonces autnomos: pueden
mantenerse intactos aunque los otros fallen. Marr, en 1976, propuso que el cerebro poda tener una
organizacin modular, porque ella es muy ventajosa para cualquier sistema complejo que pretenda
evolucionar: es ms fcil corregir o mejorar, pues los cambios pueden hacerse en ciertos mdulos sin
necesidad de hacerlos paralelamente en los dems. Fodor, en 1983, desarroll ms extensamente esta
idea.
Parkin, A.J. (1999) Exploraciones en neuropsicologa cognitiva. Madrid: Panamericana, pg 5.

MOLDEAMIENTO
Definicin.- Aprendizaje o adquisicin de una habilidad compleja, por condicionamiento, que usa
aproximaciones sucesivas con una frecuencia adecuada de reforzamiento. Se inicia reforzando de entre
las conductas observadas en el sujeto aquellas que se parecen ms al comportamiento que se persigue.
Cuando se consigue que ste se produzca con mayor frecuencia, se crea un nuevo comportamiento. A
continuacin se refuerza un comportamiento ms cercano que el precedente al comportamiento buscado,
y se deja de reforzar el anterior. De forma progresiva, paso a paso, se hace evolucionar el
comportamiento del sujeto hasta alcanzar el comportamiento complejo propuesto como objetivo. El
moldeamiento es una tcnica que solo utiliza refuerzos positivos (recompensas) combinados con el
procedimiento de extincin. La tcnica fue descubierta por Skinner.
Farr Mart J (1999) Diccionario de psicologa. Barcelona: Ocano.

MONOGAMIA
Definicin.- Forma de organizacin econmica, social y cultural que implica un uso de la sexualidad,
una relacin entre personas de diferente o del mismo sexo de forma permanente o alternativa. No
podemos identificar monogamia con heterosexualidad. Entre los nuer, en Sudn, la relacin se establece
entre mujeres, as como en otros pueblos africanos como los bobo. Entre hombres, por ejemplo, en los
lango de Africa. El matrimonio supone sancionar legalmente la relacin, con la posibilidad o no de ruptura
futura.
Barragn Medero F, (1991), La educacin sexual. Gua terica y prctica. Barcelona: Paids, pg. 153.

MORAL
Teoras.- Winnicott muestra dos teoras: una dice que las nociones del bien y del mal estn favorecidas
por tendencias innatas, heredadas, pero estas nociones surgen de un cdigo moral que deben aprender
de los mayores.
La otra teora dice que los nicos preceptos morales vlidos son los que nacen del mismo individuo,
naturalmente, por lo que es importante que adquiera l solo un sentido del bien y del mal. Estas dos
teoras nunca van a ponerse de acuerdo.
La posicin de Winnicott es que lo que vale es el sentido personal de nio acerca de lo que est bien y lo
que est mal. Cuando un nio hace todo bien, no se orina, etc., no hay problema, pero cuando hace las
cosas mal, la madre piensa que el nio tiene una moralidad innata y se pregunta cmo le exigir
sumisin a un orden moral.
Cada nio es diferente, ya desde lo heredado. A partir de ah el nio ir desarrollando su sentido de lo
que est bien y lo que est mal. Freud habl de un supery, y M. Klein de un supery temprano. El
proceso, para Winnicott, abarca varias etapas:
a) Todo marcha bien para el nio.
b) Algo altera tal estado de cosas.
c) El nio se ve abrumado por algo que no tolera y sus defensas yoicas se derrumban.
d) Empieza a usar una nueva defensa yoica de menor calidad.
e) Empieza a recobrar esperanzas y organiza actos antisociales, esperando as obligar a la sociedad a
retornar con l a la posicin donde se haba deteriorado la situacin (etapa b).
f) Si esto sucede, el nio puede dar un salto regresivo hasta la etapa a) donde todo estaba bien, y
redescubrir tanto al objeto bueno como al buen ambiente humano que lo controlaba a l y que le
permita liberar sus impulsos. Esta etapa es difcil de cumplir.
Cazau P (1996), Vocabulario de Psicologa. Redpsicologa www.galeon.com/pcazau

MORFINA

Morfina y dependencia de opiceos.- La morfina es un frmaco opiceo ampliamente utilizado como


analgsico en mltiples patologas mdicas. En la actualidad se est estudiando su manejo en el
tratamiento de mantenimiento en pacientes dependientes de opiceos. Se describen los estudios ms
significativos en los que se ha valorado su utilidad en comparacin con otros tratamientos, como la
metadona o la buprenorfina. La morfina ha demostrado eficacia y tolerabilidad, su manejo es sencillo
tanto en pacientes que consumen herona como en los que han recibido otros frmacos opiceos, por lo
que es un medicamento que puede ampliar el arsenal teraputico en pacientes que se incorporen por
primera vez o que hayan recibido previamente tratamiento con otros opiceos. Sin embargo es necesario
realizar nuevos estudios para caracterizar adecuadamente su uso clnico.
C Roncero Alonso, N Sez Francs, X Castells Cervell, M Casas Brugu, Tratamiento con morfina en la dependencia
de opiceos. REVISTA CLNICA ESPAOLA. 2007 ABR; 207(4).

MRTIDO
Definicin.- "Trmino acuado por Federn (1936) para describir una forma de energa que pertenece al
instinto de muerte y anloga a la libido".
Rycroft Ch., "Diccionario de psicoanlisis", Buenos Aires, Paids, 1976, pg. 78.

MOTIVACIN
Definicin.- Estados y procesos interiores que impulsan, dirigen o sostienen la actividad de un
individuo.
Vander Zanden James, Manual de Psicologa Social, Barcelona, Paids, 1986, pg. 622.

Definicin.- La motivacin se define por lo regular como un estado interno que activa, dirige y
mantiene la conducta En esencia, el estudio de la motivacin es un estudio de cmo y por qu las
personas inician acciones dirigidas a metas especficas, con cunta intensidad participan en la actividad y
cun persistentes son en sus intentos por alcanzar esas metas.
Woolfolk A (1996) Psicologa educativa, Mxico, Prentice-Hall Hispanoamericana SA, pgs. 330 y 359.

Generalidades.- La orientacin activa, persistente y selectiva que caracteriza al comportamiento es el


fenmeno motivacional de base, que se expresa, bajo una multiplicidad de formas segn el tipo de
conducta (innata o adquirida, por ejemplo) y el nivel de desarrollo del organismo. Esta concepcin implica
que la motivacin es al mismo tiempo fuente de actividad (aspecto dinmico) y de direccin (aspecto
direccional); o ms precisamente, da cuenta de la conducta como actividad dirigida.
La motivacin aparece en muchos autores behavioristas como un trmino global y poco cientfico para
designar la influencia de una variedad de estados fisiolgicos sobre el comportamiento.
Nuttin J., La motivacin, PUF Pars, 1968, 2da. edicin. Este texto figura como captulo V de "Motivation, emotion et
Personalit".

Motivacin y metamotivacin.- Maslow (1970) distingua entre motivacin y metamotivacin. La


motivacin se refiere a la reduccin de la tensin por medio de satisfacer los estados de deficiencia o
carencia. Implica a las necesidades D o necesidades por deficiencia, las cuales surgen de los
requerimientos del organismo para su supervivencia o seguridad fisiolgicas, tal como la precisin de
alimentacin o descanso, y motivan al individuo a participar en actividades que reducirn estos impulsos.
La motivacin y las necesidades D son determinantes poderosos de la conducta. La metamotivacin se
refiere a las tendencias de maduracin. Implica necesidades B o necesidades de ser, las cuales surgen del
impulso del organismo por autorrealizarse y satisfacer su potencial inherente. Las necesidades B no se
derivan de una carencia o deficiencia; en vez de esto, empujan hacia delante para la autosatisfaccin. Su
objetivo es mejorar la vida enriquecindola. En lugar de reducir la tensin, con frecuencia la aumentan en
su bsqueda de estmulos siempre crecientes que le proporcionarn una existencia vivida a plenitud. Las
necesidades D o necesidades por carencia o deficiencia son cuatro: necesidades fisiolgicas, seguridad,
pertenencia y amor y autoestima. La necesidad B es la autorrealizacin.
Engler Barbara, Introduccin a las teoras de la personalidad. Mxico: McGraw-Hill, pg. 353-354.

Definicin.- Necesidad o deseo que dinamizan la conducta, dirigindola hacia una meta.
Farr Mart J (2000), Diccionario de Psicologa. Madrid, Ocano, pg. 66.

Definicin.- 1. Variable distinta del estmulo, que ejerce un control sobre la conducta. 2. Proceso
hipottico cuya especificidad proporciona energa diferencial para determinadas respuestas,
constituyndolas en dominantes sobre otras respuestas posibles ante el mismo estmulo; determinante
hipottico especfico-personal u organismo de la direccin o fuerza de una accin o de una lnea de
accin. Sinnimo: motivo. 3. Actividad de un segundo individuo; por ejemplo, si la motivacin en los
alumnos ha sido suficiente, su motivacin para el estudio fue considerable.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Motivacin extrnseca / intrnseca.- Se llama motivacin extrnseca a la conducta que se controla


mediante potenciales recompensas o castigos no dependientes del placer o displacer eferentes de la
conducta misma, y motivacin intrnseca a la conducta cuyo ejercicio involucra incentivacin o
satisfaccin.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Enfoques tericos.- Aunque en la teora cognitivo-conductal los conceptos motivacionales son


sistemticamente pasados por alto, hay muy pocos trabajos en la bibliografa cognitivo-conductal que
expliciten las razones de tal omisin. Adems, un factor importante que complica cualquier tratamiento
del concepto de motivacin es la confusin existente en cuanto a lo que significa.
Si bien un anlisis del concepto de motivacin escapa a los propsitos del presente trabajo, parece til
distinguir entre usos diferentes del trmino que a menudo se confunden en la prctica. El primer contexto
en el que se aplica el concepto motivacin surge cuando las acciones especficas de un individuo son
evaluadas por que no se cumplen las expectativas convencionales (Peters, 1960).
A diferencia de lo que sucede en la teora cognitiva tradicional, las cuestiones motivacionales ocupan un
lugar central en la teora psicoanaltica clsica. En este caso, la teora motivacional es la metapsicologa
de pulsin. Otra razn por la que los tericos conductista y cognitivo-conductales evitan la teorizacin
motivacional es que no aceptan aspectos de la metapsicologa de la pulsin tales como el modelo
psicosexual de Freud, la teora de la sexualidad infantil y la hiptesis del papel que tienen los impulsos
sexuales y agresivos inconscientes en la conducta humana. Por otra parte, las crticas a la metapsicologa
del impulso formuladas desde dentro de la comunidad psicoanaltica, como las tensiones entre defensores
y crticos de la metapsicologa de la pulsin, han constituido una dialctica creativa fundamental dentro
del desarrollo de la teora psicoanaltica.
Condensado de Safran y Segal (1991) El proceso interpersonal en la terapia cognitiva. Captulo 4.

Generalidades.- La motivacin es el estado que provoca una tendencia hacia algn tipo de accin. Este
estado puede ser de privacin (por ejemplo, el hambre), un sistema de valores, o una creencia
firmemente asentada (como por ejemplo, la religin). Los mecanismos biolgicos desempean un papel
fundamental como mediadores del aprendizaje y la percepcin, a la hora de motivar un comportamiento.
El organismo intenta mantener una Homeostasis o equilibrio interno (por ejemplo, un animal sediento
est motivado para conseguir agua para beber). Los motivos sociales, tales como la necesidad de
reconocimiento y xito personal, tambin influyen sobre los patrones de conducta (por ejemplo, estudiar
mucho para sacar buenas notas). Sin embrago, la intensidad de la motivacin para conseguir cualquier
cosa en cualquier circunstancia viene determinada, al menos, por dos factores: el motivo del logro (el
deseo de conseguir algo) y las posibilidades de xito.
Existen grandes diferencias individuales entre los valores que se consideran metas y objetivos. Algunos
estudiantes persiguen ansiosamente el sobresaliente, mientras que otros desprecian el valor de las notas,
y pones su meta en la satisfaccin intelectual o en actividades extracurriculares. El factor expectativa se
refiere a la probabilidad subjetiva de que, con el esfuerzo necesario, sea posible alcanzar el objetivo o la
meta propuesta (pgina 176).
Kaplan H, Sadock B y Grebb J (1997) Sinopsis de psiquiatra. Buenos Aires: Editorial Mdica Panamericana. 7 edicin.

Generalidades.- Schein describe algunas teoras y resultados de investigaciones sobre desarrollo


humano, entendiendo por tal la nocin de que las motivaciones, necesidades, actitudes y valores cambian
no slo durante la niez sino tambin en la edad adulta. Se presentan cuatro teoras:
1) Las motivaciones tienen origen biolgico.- Segn Freud cada ser humano nace con instintos de vida y
muerte. Desde aqu podemos entender la personalidad humana como un esfuerzo perpetuo por resolver
conflictos entre ambos instintos, pero tambin reconciliar dichos instintos con oportunidades o
limitaciones del mundo exterior. Ejemplo de conflicto: ganar ms dinero solo o ganar menos pero
pertenecer a un grupo de trabajo, estar junto a otros.
2) Las motivaciones se aprenden en la niez, y dependen de cada cultura.- La persona no puede
humanizarse sin el auxilio de otro. La adquisicin del lenguaje es esencial para organizar nuestra
experiencia, describir los sucesos externos e internos, o sea para pensar. Por l, tambin aprendemos los
valores culturales y a dar significado a nuestra experiencia.
Para Freud, la socializacin implica una capacidad del yo para controlar y canalizar impulsos internos,
para minimizar el castigo y aumentar el premio externo. El nio internaliza las prohibiciones y acta
segn ellas (superyo), as como los valores (ideal del yo), que nos hacen sentir culpables u orgullosos.
Desde el punto de vista sociolgico, la socializacin es un proceso de generalizacin gradual, donde cada
persona desarrolla un concepto de s mismo basado en las percepciones de otros sobre ella y en las
percepciones de ella misma, o autopercepcin. El concepto de s mismo deriva de la interaccin con los
dems.
Las personas van expresando sus impulsos pero tambin montando defensas contra ellos. Por ejemplo:
negar que uno est enojado diciendo que los otros lo estn, justificando as la propia agresividad.

El principal motivador de la persona adulta es la necesidad de mantener y desarrollar un concepto de s


mismo y un concepto bueno de s mismo. Hacemos cosas que tienen consistencia con nuestro
autoconcepto. Toda nueva percepcin o impulso lo confrontamos con este autoconcepto, y lo integramos
o lo negamos. Esto sucede por ejemplo al trabajar en un nuevo empleo: se hace una reestructuracin
subjetiva procurando integrar las experiencias pasadas con las nuevas. El concepto de s mismo va, as,
cambiando.
3) Motivaciones laborales.- Otras teoras examinan los objetivos y valores ms inmediatos en relacin al
trabajo, que pueden o no estar ligados a necesidades biolgicas o sociales aprendidas, pero que varan
mucho de una persona a otra con la edad y la etapa del desarrollo.
Un aspecto central del concepto de s mismo y de su calidad es la ocupacin. De aqu la importancia de
dos variables: la eleccin ocupacional y el desarrollo de una carrera. La jubilacin afecta la identidad.
La teora de Roe relaciona eleccin ocupacional con crianza (y motivacin como variable intermedia).
Nios atendidos cariosamente por sus padres tienden a elegir profesiones de servicios y relacionadas
con la gente, y nios mal atendidos o descuidados por sus padres tienden a elegir ocupaciones ms
impersonales como ingeniera, etc.
Bailya y Schion hicieron una investigacin para ver como influa la carrera seguida en la eleccin
ocupacional y en los valores que actualmente estimaban las personas. Por ejemplo, los que haban
seguido ingeniera elogiaban trabajos de direccin tcnica, administracin, etc, y los valores que ms
estimaban eran el liderazgo, el ganar mucho dinero, etc.
Las carreras profesionales y cientficas dieron otras elecciones ocupacionales y otros valores, como la
creatividad. Las carreras ms especializadas como arquitectura dieron asimismo otros resultados en
cuanto a la misma cuestin.
Bailyn por su parte investig como influa la satisfaccin en el trabajo y la importancia de la tarea
realizada sobre la participacin laboral. Por ejemplo, gente con cargos gerenciales tenan mayor
participacin laboral que los ingenieros. Dentro de estos a su vez, aquellos cuyo trabajo estaba menos
orientado hacia la gente son los que mostraron menos participacin laboral y satisfaccin en el trabajo.
La teora de Holland sobre las carreras.- Esta teora busca relacionar orientaciones personales con medios
ocupacionales y tipos de ocupacin. Las orientaciones personales y los medios y tipos de ocupacin
abarcaron seis dimensiones: realista, intelectual, social, convencional, empresarial y artstica. Se vio por
ejemplo que una orientacin personal realista encajaba mejor en un medio que ofreciese tareas concretas
y explcitamente fsicas, y sugera ocupaciones en reas que requieren mano de obra calificada o no,
como agricultura, ingeniera, etc. As, en funcin de cada orientacin personal se puede vincular a la
persona a determinado medio ocupacional, lo que facilita la tarea de la eleccin vocacional y de la
seleccin de personal.
La teora del desarrollo de Super.- Super y Bohn postularon que el desarrollo profesional resulta de un
proceso de sntesis del autoconcepto con las realidades del medio externo (oportunidades u
obligaciones).
El desarrollo del concepto de s msmo en funcin de roles ocupacionales u otros se realiza en seis
etapas: exploracin (desarrollo del autoconcepto en niez y adolescencia), comprobacin de la realidad
(primeras experiencias laborales), ensayo y experimentacin (desarrollo del autoconcepto seleccionando
una carrera), misin (cambio del autoconcepto durante la ocupacin profesional), permanencia
(preservar el concepto formado y seguir implementndolo), y decaimiento (nuevos ajustes al concepto
luego de terminar el rol ocupacional).
Determinantes de una carrera.- Los determinantes de una carrera u ocupacin se definen como un
conjunto de necesidades, valores y talentos a los que la persona no se atrevera a renunciar si tuviese
que escoger (Schein). La idea de determinantes de carrera es un concepto de desarrollo y trata de
reflejar el esfuerzo que hace cada ser humano por encontrar un concepto de s mismo claro y aceptable,
bsqueda que puede durar toda la vida. Los determinantes de carrera influirn sobre la eleccin
ocupacional. Estos determinantes de carrera se agruparon en cinco: competencia tcnica, competencia
gerencial, creatividad, seguridad o estabilidad, y autonoma. Por ejemplo, una persona que no renunciara
al valor creatividad, buscar y tendr ocupaciones creativas.
4) Modelos universales.- En lugar de hacer listas de necesidades o motivaciones, otras teoras presentan
modelos universales, como las teoras de expectativas, segn las cuales la conducta depende del valor
dado a un resultado (dinero, responsabilidad, logro) y del tipo de conducta que llevara al resultado
(aumento en calidad o cantidad del trabajo).
Condensado de Schein Edgar (1982) Psicologa de la organizacin. Mxico: Prentice-Hall. Captulo 5.

Generalidades.- Segn Fraisse, la motivacin sera un principio de fuerza que impulsa a los organismos
a alcanzar un objetivo, que provoca un comportamiento dado o que modifica el esquema de
comportamiento presente. Este es un proceso que comienza cuando el individuo recibe un estmulo, ya
sea del medio, ya de su propio mundo interior. Ese estmulo se vuelve percepcin de un objetivo a
alcanzar porque satisface una necesidad. Su papel termina cuando la conducta del sujeto est orientada
hacia ese objetivo, transformndose as en medio para su realizacin.
Cazau P (2002) Vocabulario de Psicologa. Buenos Aires: Redpsicologa.

La motivacin segn Maslow.- Para Maslow, las motivaciones de la conducta humana deben ser
buscadas en el ansia por satisfacer una amplia gama de necesidades jerrquicamente ordenadas, y que
abarcan por ejemplo y especialmente las necesidades bsicas fisiolgicas, de seguridad, de amor, de
estima y de autorrealizacin, entre otras. Una aclaracin sobre los conceptos de salud y enfermedad.
Dice Maslow que "un acto es psicolgicamente importante si contribuye en forma directa a satisfacer las
necesidades bsicas. Cuanto menos directamente contribuya o cuanto ms dbil sea su contribucin, este
acto tendr menos importancia desde el punto de vista de la psicologa dinmica". A. Maslow
Abraham Maslow (1908-1970) califica a su teora de la motivacin humana como una teora holsticodinmica, por cuanto pretende integrar, adems del funcionalismo de John Dewey, el holismo de la teora
de la Gestalt y de Goldstein, y la psicologa dinmica de Freud, Horney, Reich, Jung y Adler. Sostiene,
adems, que ha surgido para explicar hechos por todos conocidos, como as tambin situaciones clnicas
y experimentales, todas ellas relacionadas especialmente con la conducta humana.
A este respecto, Maslow seala que no hay ninguna razn para no empezar el estudio de la motivacin a
partir del hombre: muchas conclusiones que han surgido del examen de los animales, de hecho, han
demostrado ser aplicables solamente a estos ltimos, y no al hombre.
Conocemos la obra de Maslow como un sistema de ideas sobre la motivacin, y por otro lado como un
sistema conceptual sobre las necesidades, pero, cul es la relacin entre motivacin y necesidad?.
Sintticamente para Maslow, la conducta humana est motivada por el ansia de satisfaccin de diversas
necesidades, y que por razones de claridad expositiva clasificaremos, siguiendo a grandes rasgos la
misma clasificacin empleada por este pensador, en cuatro grandes grupos: 1) necesidades bsicas o
volitivas, 2) necesidades por mantener las condiciones que permiten la satisfaccin de las necesidades
bsicas, 3) necesidades cognitivas, y 4) necesidades estticas.
Estamos
motivados
por

Satisfacer necesidades bsicas

Satisfacer la necesidad de asegurar las


precondiciones que permiten la satisfaccin
de las necesidades bsicas
Satisfacer necesidades cognitivas
Satisfacer necesidades estticas

1. Fisiolgicas (hambre, sed, sueo, sexo,


actividad, descanso, etc.)
2. Seguridad (estabilidad, proteccin,
dependencia, orden, lmites, etc.)
3. Amor (dar y recibir afecto, pertenencia)
4. Estima (autoestima, respeto, estima y
reconocimiento de los dems)
5. Autorrealizacin (desarrollo de
potencialidades, creatividad)
Libertad de expresin y de accin,
necesidades de aprender, de buscar
informacin, etc.
Saber y comprender
Crear belleza, disfrutarla

Condensado de Maslow A (1996) Motivacin y personalidad. Editorial Daz de Santos. Captulo 2: Una teora de la
motivacin humana.

Ideas generales acerca de la motivacin segn Maslow.- Las ideas ms generales que, segn
Maslow, deben figurar en cualquier teora slida sobre la motivacin humana, son las 17 siguientes:
1) Enfoque holstico.- El individuo es un todo integrado y organizado, lo cual significa que es todo el
individuo el que est motivado, y no slo una parte de l. Es Pepe es que quiere comer, no el estmago
de Pepe, y de idntica forma, es Pepe quien quedar satisfecho y no su estmago.
Puesto que el individuo es un todo, el hambre que pueda sentir repercutir en todos los dems aspectos
de su organismo y de su psiquismo: cuando hay hambre, el individuo percibir de otra manera, y habr
cambios en su memoria, en sus emociones y en su pensamiento, orientados todos ellos hacia el elemento
que puede satisfacer el hambre, es decir, la comida.
2) El amor como paradigma de motivacin.- Si conocemos profundamente la necesidad de amor,
podemos aprender ms sobre la motivacin general humana (incluyendo el hambre) que si solo
estudiramos, en profundidad, el impulso del hambre, que fue siempre - y equivocadamente- el prototipo
de elemento motivador de la conducta. El hambre tiene una localizacin somtica especfica, mientras
que el amor es ms claramente una necesidad de la persona en su conjunto. La mayora de los impulsos
que actan en la vida cotidiana no se pueden aislar, ni localizar somticamente, ni se pueden considerar
como lo nico que sucede en el organismo a la vez, y por estas razones no se puede tomar al hambre
como ejemplo paradigmtico de necesidad (aunque s debe considerarse otra necesidad ms). Maslow
propone como modelo de motivacin la necesidad de amor, an cuando sea mucho ms difcil de estudiar
que el mero impulso de comer.
3) Las necesidades ltimas.- En la vida cotidiana, los deseos son en realidad medios para alcanzar otros
fines, y no son fines en s mismos. Queremos dinero para comprar un coche, queremos el coche para
satisfacer nuestra autoestima y ser respetados por los dems, etc. Esta cadena de medios y fines sigue

extendindose ms, y Maslow propone que el estudio de la motivacin debe ser, en parte, el estudio de
los fines, deseos o necesidades ltimas del ser humano. Los deseos ms superficiales que sirven como
medios para satisfacer otros ms bsicos tienen el valor equivalente a un sntoma, el cual no es
importante en s msmo sino en funcin de sus fines.
4) La motivacin inconciente.- Siguiendo con el planteo anterior, los fines o motivaciones ltimas no se
observan directamente en la conciencia, y puesto que el simple examen de la vida motivacional conciente
dejar de lado muchas cosas tanto o ms importantes de lo que puede verse a ese nivel, una teora de la
motivacin deber considerar tambin la motivacin inconciente, tal y como lo ha enfatizado el
psicoanlisis.
5) Universalidad de los deseos humanos.- Los deseos fundamentales o ltimos del hombre parecen ser
universales. En lo que difieren segn cada cultura es mas bien en los medios para alcanzarlos. Todo el
mundo busca la autoestima, aunque en algunas culturas se logre siendo un buen cazador, y en otras una
persona poco emotiva.
6) Multideterminacin de la conducta.- Un deseo conciente o una conducta motivada pueden servir para
satisfacer diversas necesidades, es decir, servir a distintos propsitos, tal y como sucede por ejemplo con
un sntoma histrico que puede satisfacer simultneamente deseos de venganza, amor, piedad y respeto.
7) Estados motivadores.- En cierto sentido, cualquier estado del organismo es ya de por s un estado
motivador. As, la motivacin es un estado constante, inacabable, fluctuante y complejo. Por ejemplo, un
sentimiento de rechazo tiene repercusiones en todo el organismo, tanto en los aspectos somticos como
psquicos, y no est aislado sino que remite a muchos otros acontecimientos como pueden serlo el deseo
de recuperar el afecto, esfuerzos defensivos, acumulacin de hostilidad, etc.
8) La satisfaccin genera nuevas motivaciones.- Tan pronto se satisface un deseo, aparece siempre otro
en su lugar (por ejemplo el que le sigue en la escala jerrquica), con lo cual el hombre es un ser que est
siempre deseando, y nunca est totalmente satisfecho.
9) La imposibilidad de enumerar las necesidades.- Maslow critica aqu los intentos por clasificar los
impulsos o necesidades mediante un inventario minucioso. No puede llevarse a cabo esta tarea por los
siguientes motivos: a) Nunca podra hacerse una enumeracin minuciosa, porque tal inventario depende
del grado de especificidad con que uno quiera analizar las necesidades. Por ejemplo, la necesidad
fisiolgica incluye una necesidad de hambre, esta a su vez la necesidad de determinada comida, esta a
su vez la necesidad de determinada protena dentro de esa comida, y as hasta el infinito. b) Un
inventario adems implicara que todos los impulsos son iguales en potencia y probabilidad de aparicin,
cuando en realidad la probabilidad de que cualquier deseo aparezca en la conciencia depende del estado
de satisfaccin o insatisfaccin de otras necesidades o impulsos. c) Un inventario supone que los
impulsos estn aislados y son independientes unos de otros, cuando por el punto anterior vemos que no
es as. d) Un inventario supone la igualdad de los impulsos, cuando sabemos que algunos son concientes
y estn expresando en realidad, otros ms inconcientes. e) Un inventario supone que los impulsos
clasificados son todos excluyentes entre s, cuando en realidad no es fcil separar con claridad y precisin
a un impulso de otro. Por ejemplo, puede separarse claramente el impulso del objeto hacia el cual se
dirige en el caso del hambre, pero no en el caso del amor, donde el fin, el objeto final y la conducta o
actividad parecen todos la misma cosa.
10) Clasificar la motivacin segn sus fines fundamentales.- Lo anterior no significa que no pueda
hacerse una clasificacin. Solamente deber adoptarse la precaucin de clasificarlos segn sus fines
fundamentales, porque son solamente estos los que permanecen constantes a travs de todos los
cambios que el enfoque dinmico impone al teorizar psicolgico.
La conducta no es una buena base de clasificacin, porque la misma conducta puede expresar deseos
diferentes. Tampoco lo es el objeto final, porque un mismo objeto (alimento) puede satisfacer al mismo
tiempo deseos de hambre y de amor). Por descarte, elegiremos como base de clasificacin los fines
fundamentales, que son principalmente inconcientes y que fueron enumerados al comienzo de esta nota.
11) Inadecuacin de los datos sobre animales.- Una teora de la motivacin humana debe partir de datos
sobre conducta humana. Los datos sobre animales son insuficientes e inadecuados porque la motivacin
se organiza en ellos de una forma mucho ms simple, tanto ms cuanto ms anterior est el animal en la
escala filogentica.
As, el instinto es una unidad motivacional donde el impulso, la conducta y el objeto o efecto final estn
todos muy determinados por la herencia. Sin embargo, conforme ascendemos en la filogenia, los
instintos ceden progresivamente el lugar a la motivacin, donde adquiere mayor importancia lo aprendido
que lo heredado. Por ejemplo, en el hombre hay un instinto sexual de base, dado por herencia, pero
adems se integran con nuevos elementos provenientes de cambios internos (aprendizaje autgeno) e
influencias externas (culturales). As, si el impulso sigue siendo heredado, no ocurrir lo mismo con la
conducta y con el objeto final satisfactor, que se aprenden a lo largo de la vida.
Confiar en los datos animales contribuy, finalmente, a exclur la idea de propsito o fin de la conducta,
ya que no podemos preguntar a las ratas acerca de los fines de sus comportamientos.
12) Influencia del entorno.- La conducta est determinada por varios factores, de los cuales la motivacin
es una y las fuerzas del entorno son otros. Estos determinantes externos o situacionales permiten

complementar el estudio de los determinantes internos o motivacionales, y se refieren tanto a elementos


materiales como a las personas y los sistemas culturales.
Maslow plantea una mutua interaccin entre persona y medio. La necesidad no slo organiza sus
posibilidades de accin de la mejor manera posible y con gran variedad, sino que tambin 'crea' la
realidad externa convirtiendo un mbito fsico en un mbito psicolgico, nico que ser significativo como
fin actual de la necesidad en ese entorno particular.
13) La accin integrada.- El organismo tiene dos formas de comportarse: en forma integrada o global,
que es lo ms habitual, o bien en forma fragmentaria y con respuestas parciales, como en los casos de
disociacin, o de reflejos y condicionamientos aislados especficos.
Se ve claramente el comportamiento global o la accin integrada cuando hay un gran problema a
resolver, una gran amenaza o un gran xito. Si esta situacin no puede enfrentarse, en organismo tiende
a desintegrarse y dar respuestas parciales y no integradas. En otros casos, las conductas aisladas y
parciales no son patolgicas sino tiles al organismo por cuanto se utilizan para enfrentar lo familiar o lo
de fcil solucin, de forma que las principales capacidades del organismo queden libres para afrontar los
problemas ms grandes que puedan presentarse.
Muchas conductas parecen aisladas, pero no lo son (como el caso de los sntomas histricos), porque un
anlisis ms profundo suele revelar su ntima conexin con la estructura psquica global.
14) Las conductas inmotivadas.- No todas las conductas son motivadas en el sentido corriente de
gratificacin de necesidades (conductas funcionales). Los fenmenos de maduracin, de expresin y de
crecimiento o autorrealizacin son ejemplos de conductas mas bien expresivas que funcionales.
La distincin puede verse tambin en la consideracin del sntoma segn el psicoanlisis. El sntoma
puede ser una conducta funcional si busca satisfacer una necesidad bsica, aunque lo haga por un
camino desviado, pero tambin puede ser una conducta expresiva en tanto funcione como proteccin o
defensa. Es la misma diferencia que hay entre quien lucha por ganar, y quien renuncia a ese objetivo e
intenta perder de la forma menos dolorosa posible.
15) La posibilidad de realizacin.- Dewey y Thorndike han destacado la importancia de la posibilidad de
satisfaccin de una necesidad como factor esencial para su aparicin. Es poco probable que deseemos ser
dueos de un edificio cuando no tenemos posibilidad de serlo, pero conforme nuestro sueldo va
aumentando, las posibilidades de satisfacer nuevas necesidades de acrecienta, con lo cual ellas harn su
aparicin. Este factor de posibilidad permite explicar las diferentes motivaciones que aparecen en
culturas distintas.
16) La realidad y el inconciente.- La realidad influye sobre los impulsos inconcientes, y, segn el
psicoanlisis, en la medida en que estos impulsos se controlan, modifican o reprimen su descarga por las
condiciones impuestas por la realidad, se convierten en parte del yo y no del ello.
Maslow termina aqu plantendose una cuestin que deja sin responder, a saber, hasta qu punto los
impulsos son patolgicos o son sanos, habida cuenta que puede haber diversos grados de integracin de
los impulsos a la realidad, y habida cuenta de que la deformacin de la realidad mediante fantasas
aparece tanto en enfermos como en personas sanas.
17) La motivacin de las capacidades humanas superiores.- La mayora de lo que sabemos sobre
motivacin humana procede de datos sobre pacientes, pero un entendimiento cabal deber incluir
tambin y especialmente los procesos motivacionales en las personas sanas y en particular sus
capacidades ms superiores, procesos que podrn servir como modelo de referencia para una ms
completa teora de la motivacin humana.
Resumen de Maslow A (1996) Motivacin y personalidad. Editorial Daz de Santos. Captulo 1: Prefacio a la teora de la
motivacin.

MUERTE
Generalidades.- En ocasiones se les critica a los existencialistas su preocupacin con la muerte. Es
cierto que de hecho discuten en mayor profundidad el tema que la mayora de los tericos, pero no con
un inters morboso. Es enfrentndonos a la muerte cmo podremos llegar a una comprensin de la vida.
En su obra teatral Las Moscas, Sartre dice que la vida empieza ms all de la desesperanza.
Heidegger nos llama ser-hacia-la-muerte. Parece ser que somos la nica criatura consciente de su propio
final y cuando nos damos cuenta de esto, intentamos quitrnoslo de la cabeza trabajando o haciendo
cualquier otra cosa en el mundo social. Pero esto no nos ayuda. Evadir la muerte es evadir la vida.
Una vez me percat que mientras sujetaba a mi hija en brazos pensaba en la muerte (quizs sea algo
raro, pero pensar en estas cosas me ayuda en mi trabajo de vida). Cuando acerqu su cara durmiente a
la ma, pens en cun pronto tanto ella como yo moriramos. En ese momento estaba abrumado por mi
amor hacia ella. Es precisamente porque tenemos tan poco tiempo juntos lo que hace que el amor vaya
ms all de un simple arreglo familiar. Cuando eres verdaderamente consciente de que vas a morir, cada
momento que pierdes, se pierde para siempre.
Boeree George (2002) Teoras de la Personalidad. Captulo sobre Ludwig Binswanger. Traduccin de Gautier Rafael.

MUNDO

Generalidades.- Binswanger distingue la existencia humana y la animal a partir de diferenciar el


mundo en sentido analtico existencial y el mundo ambiente en sentido biolgico.
Un sentido biolgico de mundo es el de von Uexkull, cuando habla de mundo ambiente diciendo que es
todo lo que un animal determinado percibe y todo hacia lo cual dirige su conducta. Como no todos los
animales perciben lo mismo, hay tantos mundos ambientes como animales, conclusin vlida tambin,
segn Binswanger, para el mundo del anlisis existencial (hay tantos mundos como enfermos mentales),
pero a diferencia del animal, el hombre tiene adems de su mundo propio un mundo objetivo, comn a
todos, que es el mundo de la reflexin racional, del pensar.
El error de von Uexkull es considerar que su idea biolgica de mundo es extensible tal cual al hombre. Y
hay diferencia: mientras el animal debe cumplir inexorablemente un plan de construccin fijo y no puede
salirse de l, la existencia humana contiene innumerables posibilidades de poder ser, y aqu radica su
esencia: el hombre es en la medida que despliega sus posibilidades en el mundo, en la medida que
trasciende. El animal tiene un mundo, el hombre incluye un mundo en su ser, el hombre configura su
mundo, es decir que en la existencia humana no hay un ciclo de funciones, como en el animal, sino un
ciclo de configuraciones. Gracias a su libertad, el hombre despliega su existencia bajo distintas
posibilidades de ser-en-el-mundo: calculando, actuando, llorando, amando, etc.
Otro concepto de mundo es el de Goldstein, pero es tambin tomado en sentido biolgico. Habla por
ejemplo de la falta de libertad en personas con problemas de conducta por daos cerebrales, pero esto
es en realidad una transformacin del ser-en-el-mundo como trascendencia.
Binswanger L, De la direccin analtico-existencial de la investigacin psiquitrica. Includo en Binswanger L, Artculos
y conferencias escogidas.

Mundo interno segn M. Klein.- "Resulta de la actividad de la fantasa inconciente, en la que se


introyectan objetos y se construye dentro del yo un mundo interno complejo. En el mundo interno se
siente a los objetos internos en relacin dinmica los unos con los otros y con el yo".
Segal H, Introduccin a la obra de Melanie Klein, Buenos Aires, Paids, 1987, pg. 123.

NARCISISMO
Definicin.- Como definicin operacional, relacin narcisista es una estructura mental que funciona en
un vnculo didico, con dos trminos en espejo, donde la persona, por identificacin primaria, busca
mantener una y otra vez la ilusin de poseer una omnipotencia, omnisciencia, perfeccin y completud
propias, que tambin atribuye a su objeto, vivido como espejo confirmatorio (pg. 423).

Aryan A, La adolescencia: aportaciones a la metapsicologa y psicopatologa. En Revista Psicoanlisis, Vol VII N3,
1985.

Narcisismo y Edipo.- El complejo de Edipo resulta el golpe ms fuerte que el narcisismo recibe: una
vez que las relaciones se triangularizan y la estructura edpica se implanta, se desmienten las fantasas
omnipotentes de bisexualidad y de partenognesis y aparece la diferencia de los sexos, la escena
primaria y el enigma inefable de la procreacin (pg. 423).
Aryan A, La adolescencia: aportaciones a la metapsicologa y psicopatologa. En Revista Psicoanlisis, Vol VII N3,
1985.

Segn M. Klein.- Para Melanie Klein no es necesario hablar de fase narcisista ni de narcisismo primario,
sino slo de estados narcisistas definidos por un retorno de la libido sobre los objetos introyectados.
Este retorno de la libido sobre el yo caracteriza al narcisismo secundario.
Virel A., Vocabulario de las psicoterapias, Gedisa, Barcelona, 1985, pg. 201.

Generalidades.- El trmino narcisismo debe quedar reservado para las vicisitudes normales o
patolgicas de la catectizacin libidinal de s mismo y, por lo tanto, no debe ser considerado como si
fuera una pulsin instintiva aislada de las relaciones objetales internalizadas.
Los afectos placenteros y dolorosos son los principales organizadores de las series de relaciones objetales
internalizadas "buenas" y "malas" y constituyen el sistema fundamental de motivaciones o pulsiones que
organizan la experiencia intrapsquica. Los estados afectivos determinan primero la integracin de las
relaciones objetales internalizadas y los sistemas generales de pulsiones, y ms tarde sealan la
activacin de la pulsin y la representan en el contexto de la activacin de la correspondiente relacin
objetal internalizada.
Por tanto, la naturaleza ltima del narcisismo como pulsin, o incluso como reflejo del equilibrio entre
libido y agresin en la catectizacin del si mismo por parte de ambas, depende del desarrollo de
disposiciones afectivas de las series libidinal y agresiva, que es concomitante de las relaciones objetales
internalizadas y su estructuracin en el yo, el superyo y el ello.
En suma, el estudio del narcisismo no puede separarse del estudio de las vicisitudes de la libido y la
agresin, pero tampoco de las relaciones objetales internalizadas.

Condensado de Kernberg O (1991) Desrdenes fronterizos y narcisismo patolgico. Buenos Aires: Paids. Captulo 10.

Narcisismo normal.- Siguiendo a Hartmann, definimos narcisismo normal como la catectizacin libidinal
del s-mismo. El s-mismo forma parte del yo, y su catectizacin normal requierecomo condicin previa la
integracin de imgenes buenas y malas de s mismo en un autoconcepto real que incorpora, sin disociar,
los diversos componentes de las representaciones de s mismo. Esta definicin corresponde a lo que
Erikson denomin identidad del yo.
Clnicamente, el s-mismo integrado se caracteriza por la continuidad de la vivencia de s mismo tanto en
lo longitudinal (a travs del tiempo) como en lo transversal (a travs de diferentes reas de
funcionamiento en las distintas interacciones psicosociales). La falta de integracin se ve en los estados
yoicos contradictorios, recprocamente disociados o escindidos, que alternan sin llegar a integrarse
nunca.
En la catectizacin libidinal del s mismo no interviene solamente la libido sino tambin la agresin (por
ejemplo proveniente del Supery y el ello), y la regulacin del narcisismo normal solo puede ser
concebida como el preodominio relativo de la catectizacin liidinal sob4re la agresiva.
Las estructuras intrapsquicas y los factores externos que determinan la catectizacin libidinal del smismo, es decir, el narcisismo normal, son cinco:
1) S-mismo ideal y metas del yo: El yo tiene metas inconcientes, preconcientes y concientes que
determinan sus niveles de aspiracin, con lo que la autoestima depender de la distancia entre el si
mismo real y el ideal.
2) Representaciones objetales: la autoestima depende tambin de las relaciones objetales internalizadas
del pasado. El amor y la reconfirmacin ofrecidos por las representaciones de objetos 'buenos' resarcen al
si mismo de las frustraciones de la realidad.
3) Factores superyoicos: Dos estructuras superyoicas regulan la autoestima. Una es el Supery que
ejerce la crtica, que demanda y castiga, y otra es el ideal del yo, que en lugar de prohibir marca los
niveles de aspiracin, lo que el si mismo debe ser, y surge de las imgenes introyectadas de objetos
ideales.
4) Factores instintivos y orgnicos: Vinculados con el ello, estos factores aumentan la autoestima cuando
se han satisfecho las necesidades instintivas y cuando el si mismo pudo conciliar sus necesidades
internas con los requerimientos ambientales.
5) Factores externos: Se refieren a tres tipos de factores. Primero, las gratificaciones libidinales
provenientes de objetos externos; segundo, gratificacin de metas y aspiraciones yoicas a travs del
buen funcionamiento o xito social; y tercero, gratificacin de aspiraciones intelectuales o culturales
concretadas en el entorno.
Condensado de Kernberg O (1991) Desrdenes fronterizos y narcisismo patolgico. Buenos Aires: Paids. Captulo 10.

Narcisismo patolgico.- Existen tres niveles de patologa del narcisismo:


1) Regresin del narcisismo adulto normal al narcisismo infantil normal: el contenido de las metas y
expectativas yoicas y de las demandas superyoicas ha quedado fijado en un nivel infantil, en contraste
con las aspiraciones y expectativas narcisistas maduras de los sectores yoicos ms libres de conflicto. Es
el ms benigno de los desrdenes narcisistas.
2) Relacin con un objeto que representa al s mismo mientras el si mismo se identifica con ese objeto:
esto es caracterstico de aquellos individuos que, tanto en sus relaciones objetales intrapsquicas como en
sus relaciones externas con otros, se identifican y aman a un objeto que los representa a ellos mismos,
en el presente o en el pasado. Freud habl por ejemplo de relaciones narcisistas en homosexuales, que
aman a un otro que tiene su mismo sexo.
3) Relacin del s mismo grandioso con ese si mismo grandioso temporariamente proyectado: Es la
patologa ms grave. La relacin ya no es entre el si mismo y un objeto, sino entre el si mismo y el si
mismo, con lo que desaparece la relacin objetal y es reemplazada por una relacin narcisista en estado
puro. Esto es caracterstico de la llamada personalidad narcisista.
Aplicaciones diagnsticas de esta conceptualizacin de narcisismo patolgico.- Esta conceptualizacin
puede aplicarse por ejemplo a dos casos: la adolescencia y la homosexualidad.
La expresin ms normal de incremento del narcisismo en la adolescencia es el aumento de la carga
libidinal del s mismo, manifestado como mayor preocupacin del si mismo y fantasas grandiosas,
exhibicionismo, etc.
Una segunda manifestacin, ms patolgica, es la identificacin del adolescente con objetos infantiles y la
bsqueda de objetos que representen al si mismo infantil, aunque se conserva la capacidad de amar
autnticamente a dichos objetos, con lo cual la relacin narcisista y la objetal estn amalgamadas.
Una tercer manifestacin, ms patolgica, es la relacin del adolescente con ciertos objetos que reflejan
la proyeccin del s mismo grandioso de manera que la relacin es de si mismo a s mismo. El
adolescente aparece as despreciativo, grandioso, explotador e incapaz de discriminar diferencias sutiles
entre los dems.
En la homosexualidad masculina, tenemos en primer lugar los casos donde prevalecen factores edpicos
genitales, donde la relacin homosexual representa el sometimiento sexual al progenitor del mismo sexo

a modo de defensa contra la rivalidad edpica. Son los pacientes homosexuales ms neurticos e
inhibidos, con buen pronstico. El s mismo infantil edpico se somete al padre edpico, habitualmente con
represin de tendencias heterosexuales.
En un nivel ms patolgico, encontramos al paciente homosexual que tiene una identificacin conflictiva
con una imagen de su madre y trata a los objetos homosexuales como una representacin de si mismo
infantil.
En un tercer tipo, el otro miembro de la pareja es "amado" porque el paciente lo ve como una extensin
de su propio si mismo grandioso, y es la forma ms patolgica y tpica de la personalidad narcisista.
Condensado de Kernberg O (1991) Desrdenes fronterizos y narcisismo patolgico. Buenos Aires: Paids. Captulo 10.

Personalidad narcisista.- En la prctica, se pueden diferenciar tres niveles de funcionamiento de las


personalidades narcisistas:
1) Aquellas que presentan una mejor adaptacin superficial y cuyo talento o inteligencia les permiten
triunfar en la vida social y obtener gratificaciones importantes por el xito. Estos pacientes recurren al
tratamiento slo cuando tienen serios sntomas neurticos, problemas sexuales o dificultades en sus
vnculos ntimos, como en el matrimonio. A veces es difcil un tratamiento analtico de estos pacientes
porque les cuesta reconocer sus problemas, por lo que a veces conviene empezar con una terapia de
apoyo cuando atraviesa una crisis aguda y, a medida que va autoconocindose, puede despus iniciar un
anlisis.
2) Un segundo grupo representa a la mayora de las personalidades narcisistas que piden tratamiento.
Sufren serios trastornos en las mencionadas relaciones objetales y tienen una crnica vivencia de vaco e
incapacidad para establecer relaciones emocionales y sexuales duraderas.
3) Un tercer grupo funciona en un nivel francamente fronterizo, con manifestaciones inespecficas de
labilidad yoica. Aqu conviene una terapia de apoyo, con el fin de que el paciente se haga ms adaptativo
y 'atenuado'. Si estos pacientes tienen adems rasgos antisociales, su pronstico se vuelve ms
desfavorable.
La terapia analtica de pacientes con personalidad narcisista y marcados rasgos fronterizos debe incluir
elementos expresivos y de apoyo.
Condensado de Kernberg O (1991) Desrdenes fronterizos y narcisismo patolgico. Buenos Aires: Paids. Captulo 10.

Segn Freud.- Romero y Sauane sintetizan la evolucin de los conceptos de narcisismo y fases
libidinales de la siguiente manera:
1910.- "Un recuerdo infantil de Leonardo da Vinci" usa por vez primera 'narcisismo', describiendo un tipo
de relacin objetal: homosexual.
1911.- "Caso Schreber": el narcisismo aparece como fase del desarrollo de la libido (autoerotismo,
narcisismo, eleccin de objeto a predominio homosexual, eleccin de objeto a predominio heterosexual).
En esta ltima se aceptan las diferencias con el objeto. "A predominio" significa que no hay elecciones
puras.
Estas fases son diferentes a las planteadas por Abraham, basadas en las zonas ergenas.
1913.- "Ttem y Tab", donde el narcisismo le permite explicar la creencia del animismo.
1914.- "Introduccin al narcisismo": Aparecen seis sentidos de narcisismo:
1. Como fase evolutiva: autoerotismo, narcisismo (el Yo se construye como unidad, como representacin
unitaria: se inviste al Yo como objeto), eleccin de objeto a predominio narcisista u homosexual, eleccin
de objeto heterosexual, a predominio de las diferencias. El narcisismo como fase implica la idea de
retroactividad.
2. Como fenmeno narcisista: es el proceso de retraccin de la libido sobre el Yo.
Romero seala que en el caso de los grupos, no hablaremos de retraccin ni introversin, sino de
'repliegue' de la libido sobre el grupo a expensas del mundo exterior. Un repliegue similar al del dormir:
empieza el grupo a funcionar como yo de placer purificado: lo bueno es el grupo, lo malo es afuera.
Hay un narcisismo primario, y uno secundario. Este ltimo puede ser normal (en el dormir, en el enfermo
orgnico, en el desinters por el mundo exterior), y uno patolgico (esquizofrenia).
3. Como punto de fijacin: de las neurosis narcisistas o en las parafrenias tipo Schreber. Hay un regreso
al autoerotismo (no integracin yoica) intentando apuntalar la unidad yoica amenazada. Este problema lo
estudi Freud en las parafrenias, paranoias y melancolas, y ms tarde en las perversiones.
4. Como tipo de identificacin: ante la prdida de objeto, el Yo se transforma a imagen y semejanza del
mismo. Es la identificacin narcisista, que retoma en "Duelo y melancola".
5. Como estructura narcisista (dual, especular): opuesta a estructura edpica (triangular). Es una
acepcin implcita en Freud. Las cuatro anteriores son explcitas.
6. Como lo que el psicoanlisis americano llama personalidades narcisistas (bordeline, fcticas, etc), que
Freud haba considerado intratables por el mtodo clsico (divn, etc), pero Green reflot la cuestin.
1914.- "Introduccin al narcisismo": Se interesa por la vida amorosa. Autores posfreudianos sealan que
el objeto, para el Yo, puede tener una funcin narcisista o una funcin anacltica. As, las elecciones de
objeto pueden ser a predominio narcisista o por apuntalamiento (cuando el objeto est al servicio de
conservar la identidad o s mismo, o mantener la autoestima: o sea, las relaciones de objeto cumplen

tambin una funcin de apuntalar la autoestima y el sentimiento de s o identidad yoica), y a predominio


objetal.
Freud propone dos tipos de eleccin de objeto de amor: narcisista (lo elije a su imagen y semejanza) y
anacltica (donde la sexualidad se apoya en el objeto que sirve para la autoconservacin).
'Apuntalamiento' se entendi as como apoyo en un objeto, en ltima instancia en la madre, aunque
Laplanche critica esto ltimo.
Durante el acto de mamar es posible discernir el apuntalamiento en una satisfaccin final tipo orgasmo.
Enseguida despus se separa la sexualidad de la autoconservacin. El prototipo de sexualidad oral no es
la succin sino el chupeteo.
Por ello, en cuanto a una relacin de objeto, el autoerotismo es un segundo tiempo, o sea, no es un
estado primario de ausencia total de objeto, ya que al autoerotismo preexiste un objeto fusionado que
satisface indiscriminadamente la funcin nutricia y la sexual.
Laplanche propone sintetizar la postura de Freud en este artculo en tres puntos: a) El narcisismo es la
catectizacin libidinal de s mismo; b) esta catectizacin pasa necesariamente por una catectizacin del
yo; c) esta catectizacin del yo es inseparable de la constitucin misma del Yo humano.
Romero propone retomar estos tres enunciados y aplicarlo a los grupos:
a) El narcisismo grupal es la catectizacin del grupo mismo tomado como grupo de referencia positivo. Es
un amor hacia s mismo a travs del amor al grupo (narcisismo circular), pues los lazos libidinales son a
predominio narcisista (no amo a los otros por lo que son, sino porque son amados por el mismo objeto
lder. Adems, los lazos son a predominio narcisista pues intentan renegar de las diferencias, por ser el
miembro muy sensible a la diferencia Yo actual-Ideal del Yo). Como en el enamoramiento, se idealiza al
objeto (grupo).
b) La catectizacin del "sujeto grupal" pasa necesariamente por una investidura libidinal del grupo como
unidad ilusoria. "Sujeto grupal" no es solo el sujeto constituyente productor del grupo, y el sujeto
constituido, producido como 'miembro' del grupo, sino tambin al grupo experimentado imaginariamente
por los integrantes como si fuera un sujeto ("el grupo decidi tal cosa...").
c) Esta catectizacin del grupo como unidad ilusoria es inseparable de la constitucin misma de los
agrupamientos humanos: el agregado se transforma en grupo. Para que el grupo contine, para que
haya autoconservacin, la representacin-grupo debe haber sido narcisizada.
Freud seala que la comunidad de intereses (objetivos en comn, tarea comn) no garantiza la
existencia o la continuidad del grupo (tampoco el logro de objetivos garantiza la disolucin del grupo). El
equipo de ftbol que gan un campeonato se disgrega, vuelve el narcisismo individual, la hostilidad, se
venden a otro equipo, etc. De esto se concluye que el narcisismo grupal es el complemento libidinal de la
continuidad del grupo, de su conservacin.
Romero indica que cuando integro un agregado trato de satisfacer a los deseos mltiples de los otros (un
agregado dice Anzieu es un espejo quebrado donde yo aparezco por todos lados). Esto produce angustia
de fragmentacin, angustia previa a la fase del espejo. Incluso puede ocurrir que no coincidan los
enunciados identificatorios de los otros hacia m y de m hacia los otros, lo que aumenta an ms la
angustia de fragmentacin: est amenazada la identidad yoica, fundada en la unidad. La defensa ser
huir del agregado hacia el grupo mediante una identificacin a predominio narcisista, para acortar la
distancia Yo actual-Ideal del Yo: somos todos iguales (renegacin de las diferencias) aunque seamos
diferentes (aceptacin del gnero).
Una vez formado el grupo, este puede ver amenazado de nuevo su unidad, y frente a la angustia de
fragmentacin se puede instrumentar la defensa del chivo expiatorio (el 'bobo', o un enemigo en comn,
que unifica al grupo ante un enemigo comn).
1923.- "El yo y el ello": Modifica las fases libidinales proponiendo que autoerotismo y narcisismo con una
misma fase: lo propio del narcisismo con las conductas autoerticas.
Condensado de Romero R y Sauane S (1995) Grupo, objeto y teora, Tomo III. Buenos Aires: Lugar Editorial. Se
incluyen agregados de las clases del Lic. R. Romero 5-9-95, 12-9-95 y 3-10-95 (Ctedra de Teora y Tcnica de
Grupos II, Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires).

Narcisismo y vnculos.- A pesar del viejo refrn que dice que hay que amarse a s msmo antes de
poder amar a otros, una nueva investigacin demostr que demasiado amor por uno mismo, o
narcisismo, puede perjudicar profundamente la posibilidad de establecer relaciones duraderas. Segn un
estudio realizado por la Universidad de Georgia, en Atenas, para mantener el dominio de las relaciones
sentimentales, los narcisistas tienden a recurrir a juegos, como tener en duda a la pareja sobre la
seriedad del compromiso, la infidelidad, y adems poseen una elevada opinin de s mismos, se
consideran ms inteligentes, atractivos e importantes, lo que puede desencadenar en grandes peleas. El
informe tambin agreg otro dato: al parecer los hombres encajan perfectamente en estas
caractersticas.
El narcisismo tiende a perjudicar los vnculos duraderos. Diario La U, Buenos Aires, 31 de Julio de 2002.

El narcisismo en la mitologa.- El Narciso de la mitologa fue aquel hijo del ro Cefiso que se enamor
de su propia imagen mirndose en las aguas de una fuente, en el fondo de la cual se precipit y fue luego

convertido en la flor que lleva su nombre: el narciso. La mitologa, la literatura, y an la Biblia cuando
hizo decir a Jess "Ama a tu prjimo como a ti mismo", han recogido y dramatizado ese hecho
incontrovertible que es el amor hacia uno mismo. Pasara, sin embargo, mucho tiempo hasta que alguien,
en este caso el creador del psicoanlisis, le diese a la idea un tratamiento cientfico sistemtico.
Cazau P (1998) Vocabulario de Psicologa. Buenos Aires: Redpsicologa.

Perspectiva freudiana.- El concepto de narcisismo en Freud fue creciendo y enriquecindose conforme


avanzaba en la construccin de su teora. A mi entender, podemos trazar cuatro hitos importantes en
esta cronologa:
1) 1905 "Tres ensayos para una teora sexual"
2) 1911 "Sobre un caso de paranoia descrito autobiogrficamente" (caso Schreber)
3) 1914 "Introduccin al narcisismo"
4) 1916 "Duelo y melancola"
1) En "Tres ensayos para una teora sexual" aparece el trmino narcisismo para dar cuenta de un tipo
particular de eleccin de objeto que se manifiesta en los homosexuales. Estos buscan jvenes que se les
parezcan a ellos mismos para poder amarlos como su madre los am a ellos. Recordemos que, segn
Freud, la eleccin del objeto asume dos formas principales: la eleccin por apoyo o anacltica, y la
eleccin de objeto narcisista, siendo sta ltima a la que hace referencia en esta primera etapa de su
pensamiento.
Destaquemos adems que todava Freud no relaciona el narcisismo con una fase normal del desarrollo,
sino que, en este caso, lo vincula con una perversin: la homosexualidad.
2) En el caso Schreber, Freud sigue vinculando el narcisismo con la homosexualidad pero lo hace de una
manera ms elaborada y compleja, ya que incluye el narcisismo -en sus intentos por explicar
psicodinmicamente la sintomatologa de la paranoia de Schreber-, como una fase del desarrollo
psicosexual previa al amor de objeto, pero posterior al autoerotismo. La patologa de Schreber puede as
explicarse como una defensa frente a la homosexualidad, al propio tiempo que en trminos de un fuerte
punto de fijacin en la fase infantil narcisista.
En efecto, en el caso Schreber encontramos, entre otras manifestaciones, sus delirios de grandeza. Para
explicarlos, Freud nos presenta el siguiente argumento, que describo seguidamente en forma
simplificada.
Frente a sus impulsos homosexuales ("yo lo amo"), Schreber instaura una defensa ("yo no amo a
nadie"). Pero, como la libido debe ir a algn lado, segn y conforme el principio econmico de la
distribucin de la energa psquica, la libido que es retirada de los objetos se transfiere regresivamente al
yo, es decir, Schreber hace una regresin a una fase infantil narcisista donde precisamente la libido
estaba catectizando la instancia yoica, lo que permite entonces explicar sus delirios de grandeza.
En suma, en esta segunda etapa Freud ampla la idea de narcisismo al relacionarla no solamente con una
perversin, como la homosexualidad, sino adems tambin con una psicosis, como la paranoia. Si bien su
consideracin del narcisismo guarda hasta aqu una relacin directa con patologas, empieza a entreverlo
como una fase normal del desarrollo psicosexual.
Como veremos enseguida, en una tercera etapa analizar ms en detalle esta fase narcisista, que llamar
narcisismo primario, y en una cuarta y ltima etapa volver al terreno de la psicopatologa relacionando
el narcisismo con la melancola, que clasific como una neurosis narcisista.
3) En "Introduccin al narcisismo" Freud intenta por primera vez una amplia sistematizacin del
narcisismo, introducindolo en su teora como una conceptualizacin que quedar finalmente ubicada en
un lugar central.
En este medular estudio freudiano, existen por lo menos cuatro sentidos explcitos del trmino
'narcisismo':
1) Como fase evolutiva
2) Como punto de fijacin
3) Como movimiento libidinal
4) Como tipo de identificacin
1) Como fase evolutiva, el narcisismo se inscribe entre el autoerotismo y la definitiva eleccin objetal
heterosexual. Y no se trata de una fase cualquiera, porque es en ella donde ni ms ni menos se
constituye el Yo como representacin unitaria, quedando investido libidinalmente como unidad.
Freud distingue al respecto un narcisismo primario y uno secundario. En el narcisismo primario el nio
catectiza sobre s mismo toda la libido, que antes encontraba satisfaccin autoertica en las zonas
ergenas. En este proceso tienen una influencia decisiva los padres, quienes, al 'glorificar a su majestad
el beb' producen una resurreccin del propio narcisismo de ellos en el nio, tomndose entonces ste
ltimo a s mismo como objeto de amor. Podemos imaginar cmo se eleva vertiginosamente la
autoestima del beb con mensajes del tipo 'qu lindo beb', 'tiene unos ojos perfectos', etc.!... y que
posteriormente Piera Aulagnier design como enunciados identificatorios, toda vez que con ellos el nio
se identificaba constituyendo el ncleo de su Yo.
El pasaje de este narcisismo primario a un narcisismo secundario supone dos movimientos, que Nasio
describe esquemticamente del siguiente modo:

a) El sujeto concentra sobre un objeto sus pulsiones sexuales parciales que hasta entonces actuaban en
forma autoertica, o sea, sobre partes de su propio cuerpo; la libido inviste el objeto, mientras la
primaca de las zonas genitales an no se ha instaurado.
b) Ms tarde estos investimientos retornan sobre el yo. La libido, entonces, toma al yo como objeto.
Cuando el nio advierte que l no constituye la nica preocupacin de la madre ni es su nico centro de
inters, sufre su primera decepcin, su primera 'herida narcisista', con lo cual se ve obligado a retirar las
catexis libidinales de un objeto tan decepcionante y decide hacerse amar por el otro, complacerlo para
reconquistar su amor, lo cual slo puede cumplirse satisfaciendo un Ideal del Yo.
En otras palabras, es como si el nio pensara ntimamente: "no puedo lograr todo el amor de mi madre,
no puedo ser omnipotente, debo resignar mi narcisismo y consolarme con la ilusin de que alguna vez
podr hacerlo, por lo que instalar un proyecto de lo deber ser: el Ideal del Yo".
La herida narcisista guarda relacin tambin, segn indica Freud en "Introduccin al narcisismo", con el
complejo de castracin: la amenaza paterna termina convenciendo al nio de que no es omnipotente y
no puede tener a su madre consigo cuando y como quiera, lo que constituye otro motivo para el
apartamiento de ella y la consecutiva bsqueda de nuevos objetos para catectizar.
2) Como punto de fijacin, Freud establece el narcisismo como un estado al cual regresa la organizacin
yoica en algunas psicosis como por ejemplo la esquizofrenia, donde se produce una retraccin de la libido
originalmente cargada en los objetos, sobre el yo. Como vimos, el mismo argumento haba desarrollado
Freud en el caso Schreber, slo que en relacin con la paranoia.
3) Como movimiento libidinal: En este sentido, Freud distingue la 'retraccin' libidinal, que implica el
retorno de la libido sobre el Yo, de la 'introversin' libidinal, que consiste en el retorno de la libido sobre
objetos fantaseados, no sobre el Yo como instancia, siendo esto ltimo caracterstico de las neurosis.
En esta consideracin Freud asume decididamente el punto de vista econmico, uno de cuyos corolarios
sostiene que la libido que es separada de un objeto, aunque puede permanecer 'flotante' o 'libre' bajo
ciertas condiciones, ha de retornar finalmente a otro objeto, sea que se trate del Yo como en la
esquizofrenia, o de las fantasas como en el caso de las neurosis. Invoca al respecto una propiedad de la
libido, su viscosidad, es decir, su tendencia a catectizar, a 'adherirse' a los objetos.
4) Como tipo de identificacin: ante la prdida del objeto, el Yo se transforma a imagen y semejanza del
mismo. Se trata de una identificacin narcisista, que luego Freud retomar con mayor detalle en "Duelo y
Melancola".
Adems, ya me he referido al proceso por el cual el nio se identifica con los deseos parentales, lo que
provoca una masiva libidinizacin sobre s mismo dando lugar a la instauracin del narcisismo, lo cual es
tambin un proceso de identificacin.
Adems de estas acepciones de narcisismo, en "Introduccin al narcisismo" Freud plantea tambin la
distincin entre un narcisismo normal y un narcisismo patolgico. Manifestaciones del primero aparecen
por ejemplo en los pueblos primitivos y en los nios, pero tambin en el enfermo orgnico y en el acto de
dormir, situaciones estas donde la libido se halla reconcentrada sobre el Yo, con un total desinters por el
mundo exterior. Por otro lado, hemos hecho ya referencia al narcisismo patolgico en la retraccin
libidinal sobre el Yo en la esquizofrenia.
Ms all de estas cuatro acepciones, podemos leer entre lneas otros dos sentidos implcitos que luego
retomarn y desarrollarn ms extensamente otros autores psicoanalticos.
En primer lugar, el narcisismo entendido como una estructura dual, especular, en oposicin con la
estructura triangular edpica, cuestin que retomar despus Jacques Lacan a propsito de su desarrollo
del estadio del espejo. Y en segundo lugar, el narcisismo entendido como lo que luego el psicoanlisis
norteamericano llamar personalidad narcisista, y que Freud haba considerado intratable con el encuadre
analtico clsico.
4) En "Duelo y melancola" retoma en particular una idea del artculo anterior, la de identificacin
narcisista ("Introduccin al narcisismo"), ligndola con las afecciones melanclicas. El narcisismo no
guarda ya relacin solamente con una retraccin libidinal al yo, como en los casos de la esquizofrenia o la
paranoia, sino con un proceso de identificacin -narcisista- con el objeto perdido. Este es uno de los
motivos por los cuales Freud renuncia a ubicar la melancola decididamente como psicosis (aunque su
pensamiento fluctu bastante al respecto), por cuanto el proceso de retraccin libidinal tiene ahora lugar
va identificacin narcisista.
A Freud le llama la atencin la falta de pudor del melanclico para exhibir sus miserias, as como tambin
los autorreproches que se dirige, y que no estn presentes en el duelo normal. La persona se
autorreprocha y muestra su insignificancia no solamente para autocastigarse por un sentimiento de
culpa, sino tambin debido a las peculiares visicitudes de ese objeto perdido: en realidad, no se
desprendi de ese objeto sino que lo incorpor a su yo mediante una identificacin narcisista. Por lo
tanto, no se reprocha ni se trata mal a s mismo sino que en realidad le hace reproches a ese objeto
introyectado. El precio que debe pagar por ello es que el yo ha de escindirse en dos: un Yo 'parasitado',
podramos decir, por el objeto perdido, y un Supery, el cual trata ahora al yo como antes ste trataba al
objeto.

Sabemos que la identificacin narcisista es la forma de sustituir una eleccin de objeto narcisista: es, se
puede decir, la heredera de una eleccin narcisista de objeto. El sujeto eligi un objeto a su imagen y
semejanza y luego, tras la prdida, se identifica nuevamente con l. El yo incorpora lo perdido del objeto,
es decir, su sombra ("la sombra del objeto cayo sobre el yo", es la expresin literal de Freud).
Por consiguiente, en realidad no hubo tan intenso amor por el objeto, puesto que el sujeto lo amaba con
un amor narcisista (lo amaba en tanto parte o prolongacin de s mismo, y no en tanto objeto).
Pero Freud deba an resolver otro problema: si el yo se identifica con un objeto que haba sido hecho a
su imagen y semejanza, por qu lo trata tan mal mediante el sentirse insignificante y hacerle reproches?
Freud responde que es debido a una ambivalencia hacia dicho objeto. Es precisamente por el odio hacia
l que no puede llevar a cabo la elaboracin de la prdida, un odio que retorna siempre como culpa. A mi
entender, su propuesta de la ambivalencia le permiti salvar su hiptesis de la identificacin narcisista y,
como ello, todas sus elaboraciones previas sobre la idea de narcisismo que, a esta altura de su
produccin, haba alcanzado un lugar privilegiado en su teora.
He intentado as bosquejar la evolucin del pensamiento freudiano acerca de la idea de narcisismo en
cuatro etapas, pero quiero dejar constancia que tambin el tema fue tratado por el creador del
psicoanlisis en otros artculos, aunque en forma ms breve y episdica.
Por ejemplo, en 1910, en "Un recuerdo infantil de Leonardo da Vinci", utiliza por primera vez el trmino
para describir un tipo particular de relacin objetal: la eleccin homosexual. En 1913, en "Ttem y Tab",
la idea de narcisismo le permite explicar la creencia animista, y finalmente en 1923, en "El yo y el ello",
modifica las etapas libidinales identificando el autoerotismo y el narcisismo como una misma fase, desde
que lo propio del narcisismo son las conductas autoerticas.
Cazau P (1998) Vocabulario de Psicologa. Buenos aires: Redpsicologa.
Referencias bibliogrficas
Aulagnier Piera (1989) La violencia de la interpretacin. Del pictograma al enunciado. Buenos Aires: Amorrortu.
Freud Sigmund, Introduccin al narcisismo, Obras Completas, Tomo XIV, Buenos Aires, Editorial Amorrortu, 1993.
Freud S, Sobre un caso de paranoia descripto autobiogrficamente (Caso Schreber), Obras Completas, Tomo XII,
Buenos Aires, Editorial Amorrortu, 1993.
Freud S, Duelo y melancola, Obras Completas, Tomo XIV, Buenos Aires, Editorial Amorrortu, 1993.
Freud S, Tres ensayos para una teora sexual, Obras Completas, Volumen VII, Buenos Aires, Editorial Amorrortu,
1993.
Freud S, Un recuerdo infantil de Leonardo da Vinci, Obras Completas, Volumen XI, Buenos Aires, Editorial Amorrortu,
1993.
Freud S, Ttem y Tab, Obras Completas, Volumen XIII, Buenos Aires, Editorial Amorrortu, 1993.
Freud S, El yo y el ello, Obras Completas, Volumen XIX, Buenos Aires, Editorial Amorrortu, 1993.
Nasio Juan (1996) Enseanza de siete conceptos cruciales del psicoanlisis. Barcelona: Gedisa, 4 edicin.

Narcisismo y pulsiones.- Se suele oponer narcisismo a pulsin, pero no es as: el narcisismo tiene
relacin con la libido yoica, y esta depende la teora de las pulsiones. Para Green hay un narcisismo
positivo (que tiende a la unidad del yo, y fue descrito por Freud), y otro negativo (quiz lo que Freud
llamaba narcisismo primario absoluto, con tendencia al Nirvana), con tendencia a la desintegracin yoica,
a la Nada, y derivado de la pulsin de muerte.
La libido objetal es atacada doblemente: por el narcisismo positivo que promueve a libido yoica, y por el
negativo, que desinviste la libido yoica sin devolverla al objeto.
Condensado de Green Andr (1994) De locuras privadas. Introduccin.

Narcisismo segn Kernberg.- El narcisismo es el investimiento libidinal del self, y clnicamente se


traduce como autoestima. Hay un narcisismo normal donde estn integrado los aspectos valorados y los
malos, y donde predomina lo libidinal sobre lo agresivo. En cambio, en el narcisismo 'maligno' predomina
lo agresivo sobre lo libidinal.
Teora del narcisismo de Kohut.- Kohut seala que su teora del narcisismo es ms descriptiva que
terica, pues toma como base observaciones obtenidas por los dos instrumentos bsicos de la prctica y
la investigacin: la introspeccin y la empata.
El self y el narcisismo.- Los valores occidentales y el psicoanlisis tienden a desvalorizar el narcisismo,
privilegiando el altruismo y las relaciones objetales. Para Kohut, narcisismo y relacin objetal no se
oponen, sino narcisismo y amor objetal.
As como para el psicoanlisis la libido narcisista evoluciona hacia una libido objetal, dando como
resultado un aparato psquico, as el narcisismo, para Kohut, cumple un desarrollo paralelo
desembocando en la conformacin de un self bipolar, en el cual confluyen las dos lneas de desarrollo del
narcisismo: el self grandioso y la imago parental idealizada, gracias a la presencia en el ambiente de
objetos del self empticos, llamados 'del self' porque el nio las inviste con catexias narcisistas, los
considera parte de s mismo.
Kohut entonces describi dos tipos de objetos del self:
a) Objeto reflejante: es la persona -especialmente la madre- que admira, responde a las necesidades
exhibicionistas del nio y a su bsqueda de aprobacin.

b) Objeto imago parental idealizado: es la persona a quien el nio mira y admira -sobre todo el padre-, y
est relacionado con sus ideales.
Ambos objetos debern ser internalizados mediante la internalizacion transmutadora, que se cumple en
dos etapas: primero los objetos satisfacen las necesidades del nio, y luego le producen frustraciones
tolerables (frustracin ptima). Con ello el nio incorpora la funcin que antes cumpla el objeto del self.
Como consecuencia de este proceso, hacia los dos aos se constituye el self nuclear como sector central
de la personalidad, capaz de realizar un programa nuclear a lo largo de la vida.
El carcter bipolar del self hace que cuando un polo se configura deficitariamente, puede compensarse
con el otro polo orientndose hacia los objetos del self de este ltimo. Entre el polo de las ambiciones
(self grandioso) y el polo de los ideales (imago parental idealizada), Kohut describe un arco de tensin
donde ubica las aptitudes y talentos.
Condensado de Abadi Sonia y otros (1997) Desarrollos posfreudianos: escuelas y autores. Buenos Aires: Editorial
Universidad de Belgrano.

Las afrentas narcisistas segn Kohut.- Cuando el individuo sufre una frustracin en la vida, y ve as
cuestionada su omnipotencia y en su autoestima, se habla de una afrenta narcisista.
Su gravedad depender de si significacin conciente e inconciente para ese sujeto, y de su estructura
psquica predominante, as como de las posibilidades de compensar la afrenta.
En cada afrenta, el 'dficit narcisista originario' se activa, y como defensa frente al derrumbe narcisista se
emplea la renegacin, la resignacin depresiva y la elaboracin con 'restauracin del self', que
restablecen la autoestima.
Si fallan los mecanismos compensadores, se activan mecanismos primitivos como el exhibicionismo y la
omnipotencia, que son defensas precarias.
Ante una afrenta, se usan primero mecanismos de emergencia para frenar la hemorragia narcisista,
inicindose casi al mismo tiempo el proceso de restauracin, ms lento. Compensada la hemorragia, se
refuerzan los mecanismos de largo alcance, esencial para la 'restauracin del self'.
a) Las restituciones a travs de la activacin del polo grandioso exhibicionista.- Aqu se describen varios
tipos de restitucin narcisista o reacciones ante la afrenta. Apenas el narcisismo es herido aparece la
renegacin, fetichizando objetos. Un estilo paradojal es la autocrtica burlona.
Otra modalidad es la adhesin a un objeto idealizado. Si esto falla, se produce la furia narcisista que llega
a querer destruir la fuente de la afrenta y el sufrimiento, furia que muchas veces se vuelve contra el
propio self. Otras veces el narcisismo es intimado a un exceso de exigencia y perfeccin, apareciendo el
masoquismo y el exhibicionismo. Asimismo, las actividades compulsivas como las adicciones y la
promiscuidad sexual buscan reparar el narcisismo herido.
Otra forma de reaccin es el sacrificio, para recuperar el narcisismo mediante el amor del supery
idealizado.
En todos estos casos puede aparece la sobredosis narcisista, que preanuncia el derrumbe: la
compensacin se hace cada vez ms necesaria y como es precaria, se recurre a ella cada vez ms: esta
circularidad agota al yo y lo va resquebrajando.
b) El derrumbe narcisista.- Cuando los mecanismos compensadores de la autoestima y las defensas
primitivas claudican, surge el deterioro fsico o intelectual, la prdida de relaciones afectivas y el fracaso
laboral.
Un self frgil y poco cohesivo harn que se vivan dramticamente los cambios vitales.
Si la furia narcisista se vuelve ineficaz, la agresin se vuelve sobre el self, apareciendo quejas y
autorreproches.
c) El restablecimiento del equilibrio narcisista.- El narcisismo debe basarse en un buen funcionamiento
yoico para no depender tanto de apoyaturas externas.
La elaboracin de las injurias narcisistas se facilita con el desarrollo de los polos grandioso e idealizado
del self. Ciertas afrentas comunes como las crisis vitales son oportunidades para restaurar el self: las
afrentas son desafos para cambiar. Esto permite rescatar un narcisismo transformado con recursos de
alta calidad: las formas superiores del narcisismo.
Condensado de Abadi Sonia y otros (1997) Desarrollos posfreudianos: escuelas y autores. Buenos Aires: Editorial
Universidad de Belgrano.

Las formas superiores del narcisismo segn Kohut.- Son las siguientes:
a) La creatividad.- Las energas narcisistas se transforman en libido idealizadora, cargando al objeto
creado con libido narcisista incluyndolo en el contexto del self. Esto se conforma cuando el objeto creado
es alternativamente denigrado e idealizado., pues el artista intenta recrear la perfeccin narcisista de la
primera infancia. El riesgo es considerar el objeto creado como un fetiche.
b) La capacidad de empata.- O capacidad para reunir informacin sobre otras personas imaginando sus
experiencias internas sobre qu piensan o sienten. Es una funcin esencial del analista. En general, se
origina den la empata primaria del beb con la madre, cuyo self estuvo incluido en el self materno. Con
el progreso del self aparecen otras formas no empticas de conocimiento: la forma emptica slo tiene

sentido en relacin a los fenmenos psicolgicos. Si la empata primaria se desarrolla bien, el yo podr
elegir segn los requerimientos, entre formas empticas y no empticas de conocer.
c) La capacidad para aceptar la propia finitud.- Implica una concepcin vlida del tiempo y los lmites, y
una aceptacin emocional e intelectual de ellos. Hacia el final de la vida implica un sentido de
participacin de una existencia que trasciende al individuo y al tiempo.
d) El sentido del humor.- Es un logro liberador del self, es una reaccin frente a las limitaciones, a la
finitud sin que el self quede empobrecido. Una patologa es el sarcasmo: faltan ideales y se minimiza la
limitacin narcisista hipercargando un self omnipotente que slo busca placer.
e) La sabidura.- Hay una progresin que va de la informacin al conocimiento y de ste a la sabidura,
relacionada con la aceptacin de la propia finitud y el sentido del humor. Surge en la vejez, donde se
puede renunciar a la omnipotencia narcisista basada en la idealizacin del saber.
Condensado de Abadi Sonia y otros (1997) Desarrollos posfreudianos: escuelas y autores. Buenos Aires: Editorial
Universidad de Belgrano.

El narcisismo como una manera de relacin.- Para Balint, Freud permiti que las distintas versiones
de la historia evolutiva del narcisismo coexistieran incluso despus de 1914. Por ende, cabe preguntarse
qu ha de entenderse en ltima instancia como lo primario: la relacin objetal, el autoerotismo o el
narcisismo? O bien, si el hecho de que coexistan sin clarificacin encierra un significado ms profundo.
La tesis de Henseler es que esta indecisin por parte de Freud no es en modo alguno fortuita sino que
est vinculada con el fenmeno del narcisismo. Aunque Freud identifica en narcisismo con el autoamor,
intentar demostrar que una estructura de relaciones objetales, aunque sea de tipo arcaico, est
presente en todos los fenmenos narcisistas (Pgina 226).
Freud descubri que, sobre todo los individuos cuyo desarrollo libidinal ha sufrido alguna perturbacin,
como los perversos y los homosexuales, no eligen su objeto amoroso futuro partiendo del modelo de su
madre sino del de su propia persona, y eligen buscarse a s mismos como objeto ertico. Segn Freud,
la primera clase de relacin objetal es del tipo anacltico y la segunda, del tipo narcisista. Supone que son
dos caminos distintos para la eleccin del objeto, pudiendo (cada individuo) preferir uno de los dos.
Freud trata de describir el narcisismo sobre todos los trminos de la economa libidinal, con metforas
como emisin y retraccin, catexia, deplecin, concentracin, estancamiento, persistencia, etctera, de
cantidades de libido. Habla del narcisismo secundario, donde la libido se retrae de las personas y cosas
del mundo externo y es dirigida hacia el Yo.
Refiere el autor de este artculo que Freud no tarda en encontrarse con limitaciones en su intento de
describir los fenmenos narcisistas en trminos de economa libidinal. Si bien no se ocupa de ellas de
manera explcita, apela cada vez ms, sobre todo en la segunda y tercera seccin del trabajo, a
conceptos que denotan estados emocionales y fantasas que tienen su origen en el mundo experiencial de
las relaciones.
Empero, Henseler considera que Freud hace una interpretacin incompleta en trminos de autoamor de
los fenmenos que llama narcisistas, y quisiera ilustrar esta afirmacin examinando la forma en que
Freud explica el narcisismo primario, el concepto fundamental de su teora del narcisismo, a partir de una
premisa de la que dependen todas las consideraciones ulteriores (Pgina 228).
Freud busca demostrar la existencia de una carga libidinosa primitiva del Yo sobre la base de
observaciones en la actitud de padres afectuosos hacia sus hijos. Freud interpreta de la siguiente manera
la forma en que sobrevaloran a Su Majestad el Beb, a que le atribuyen todas las perfecciones posibles,
disimulan y olvidan sus defectos, niegan la sexualidad infantil, quieren preservarlo de la enfermedad, la
muerte, renunciar al placer, las restricciones a su propia voluntad, las leyes de la naturaleza y la
sociedad, y suean que su hijo se convertir en un gran hombre y en un hroe y su hija se casar con un
prncipe.
Freud describe este proceso en trminos muy explcitos: los padres envuelven al nio no solo en
amorosos cuidados y proteccin sino tambin en sueos de grandeza en los que ellos mismos toman
parte.
Si es cierto que el narcisismo primario consiste en una relacin intensa entre un self aun poco delimitado
y un objeto primario que se percibe tambin con lmites vagos, con la tendencia a la fusin y
sentimientos asociados de felicidad y armona, y si es cierto que en momentos de felicidad podemos
volver a experimentar de manera regresiva -al servicio del Yo- esta forma de relacin que consideramos
ideal, entonces tambin debe ser posible volver a descubrir la cualidad de esta forma de relacin en las
constelaciones psquicas que creamos para nosotros mismos con el fin de salvaguardar nuestro equilibrio
narcisista ms all de la etapa del narcisismo primario.
El autor del artculo pone a prueba esta propuesta en trmino de las dos constelaciones narcisistas
mencionadas por Freud: nuestras formaciones ideales y las relaciones objetales narcisistas.
Segn Freud (1914), nuestra intensa tendencia a recuperar el narcisismo primario -o, ms bien, a
asegurar la cualidad de la experiencia narcisista primaria para la vida posterior- acta a travs del
desplazamiento de la libido sobre un Yo ideal impuesto desde el exterior, y la satisfaccin es
proporcionada por el cumplimiento de este ideal. Junto a este ideal del Yo Freud coloca una instancia

psquica especial encargada de velar por la satisfaccin narcisista del Yo ideal y que, en cumplimiento de
su funcin, vigile de continuo el Yo actual y lo compare con el ideal.
Por motivos tericos, cabe suponer que los conceptos de ideal del Yo o self ideal corresponden al ideal del
Yo. La representacin del self ideal est tan estrechamente vinculada con su ideal del Yo que a menudo
se la pasa por alto. Nunberg se refiere a un Yo ideal (el Yo que aun no est organizado, que se siente
unido al Ello). Jacobson menciona un concepto del deseo del self. La nocin del self ideal fue propuesta
y ampliamente justificada por Sandler, Holder y Meers.
Segn Henseler, todas las relaciones que estn decisivamente basadas en el objeto que se asemeja a lo
que uno es, lo que uno fue y lo que uno quisiera ser o la persona que fue una parte de uno mismo
fomentan y salvaguardan el sentimiento de exaltacin narcisista (Pgina 235).
Pero Henseler se pregunta: es cierto que la eleccin objetal narcisista se hace conforme a la imagen de
su propia persona? Acaso la fascinacin de estas mujeres, as como el encanto de los nios, los gatos,
los grandes felinos, etctera, se debe realmente a que los envidiamos por su auto-suficiencia e
inaccesibilidad?
Freud introduce una nocin muy distinta cuando escribe: No necesitan amar (las mujeres que hacen
eleccin de objeto narcisista), sino ser amadas. En otras palabras, no quieren que se las envidie sino que
se las ame. Sin duda la fascinacin que ejercen se interpretara de manera ms exacta diciendo que
emana de la invitacin inconciente a amarlas, en realidad, a admirarlas, a sentirse uno con ellas, y a
identificarse con ellas en un estado en que los deseos pueden real o supuestamente cumplirse in statu
nascendi, de modo que la necesidad y la envidia se vuelven superfluas.
Para explicar estas caractersticas del enamoramiento, Freud traza un distingo entre la libido del Yo y la
libido objetal, como si fueran dos formas distintas de la libido, pero esto no es congruente con el modelo
previo de la ameba.
Si identificar el narcisismo con el autoamor constituye un reduccin, y si el narcisismo de hecho denota
una forma arcaica de interaccin, se justifica aun que invoquemos a Narciso, o deberamos ms bien
seguir la sugestin de Balint y hablar de amor primario o algo similar? Es posible, pero no necesario.
Ahora entendemos la retraccin, provocada por la ansiedad, con respecto a la relacin edpica tridica,
que, al fortalecer el sentido de la realidad, habra afirmado la relacin con el objeto primario como algo
que se puede reconciliar con la vida. Por ende, podemos conservar el concepto de narcisismo, y, de
hecho, el mito de Narciso confirma nuestra interpretacin.
Sin embargo, cul es la realidad del narcisismo primario, en trminos de la historia del desarrollo?
Existi en realidad esta forma de armoniosa de relacin o bien la teora del narcisismo primario es slo
un mito de los orgenes, que todos hemos idealizado? Permiti Freud que las distintas versiones del
narcisismo en la historia del desarrollo coexistieran porque comprendi que los fenmenos narcisistas
estaban orientados tanto hacia el self como hacia el objeto?
No cabe duda de que la experiencia narcisista existe. Pero, si bien el trmino primaria puede aplicarse a
la forma ms temprana de experiencia narcisista, no necesariamente denota la forma ms temprana de
relacin en el tiempo, si bien eso es lo que Freud pensaba en 1914.
Consecuencias clnicas.- Indica Henseler que si estamos en lo cierto al decir que las constelaciones
narcisistas representan una oportunidad universal para retraerse de la otridad del otro, de la tercera
dimensin del objeto con su marco de lmites y su realidad sensual, hacia una unin dualista
embriagadora si se experimenta la otridad como una amenaza, entonces la notable ausencia de agresin
en todas las formas narcisistas de relacin resulta comprensible.
La otridad del otro, que se experimenta como una amenaza, la imposibilidad de incorporarlo mediante la
identificacin o la idealizacin, da origen al odio y/o la envidia. Freud (1921) ofrece como ilustracin la
crueldad y la intolerancia de los grupos, por ejemplo, las comunidades religiosas, con respecto a los
extraos. Nunca supo que tal crueldad e intolerancia podan alcanzar el extremo de un holocausto.
As, una manera de hacer frente al odio y la envidia destructivos hacia un tercero en contacto con la
tercera dimensin en los otros consiste en retraerse hacia una unin dualista. Esto significa una
desvalorizacin total de ese tercero, que no experimenta a nivel conciente.
Indica el autor que la alternativa es una confrontacin sorprendida e interesada con esa tercera persona,
con el resultado de que la otridad y los lmites impuestos por la independencia del otro se utilizan de
manera constructiva. El odio se convierte entonces en respeto y la envidia, en admiracin hacia el otro
(desde luego, no sin ambivalencia), lo cual a su vez permite tomar conciencia de la propia individualidad.
Ahora se deben establecer relaciones sensuales libidinales y agresivas (y no destructivas) basadas en la
realidad (Pgina 243).
En general encontramos en estos pacientes una evitacin del odio y de la envidia, que se consideran
destructivos, y una preferencia por las relaciones objetales narcisistas, formaciones ideales ampulosas y
una tendencia a regresar a formas narcisistas primarias de experiencia. Se puede predecir casi siempre
que estos patrones tambin se desarrollan en la transferencia. Un tema que requiere un manejo
particularmente delicado es la presteza con que estos pacientes establecen transferencias idealizadoras;
tambin son muy susceptibles a la desilusin y pueden pasar a una transferencia negativa amenazadora.
Puesto que lo s, me mantengo siempre alerta al respecto e interpreto desde el comienzo las desilusiones

transferenciales. Incluso las anuncio y pido a los pacientes que no escapen cuando surgen sino que
transformen su desilusin en material para el anlisis. Desde luego, el marco analtico correcto tiene una
accin profilctica contra la tentacin de caer en una unin dualista armoniosa.
Resumen de Heinz Henseler, Narcisismo como una manera de relacin. Artculo incluido en Estudio sobre Introduccin
al Narcisismo de Sigmund Freud (Joseph Sandler compilador). Madrid: Tebenes.

NARCTICO
Definicin.- Sustancia que produce sopor en entorpecimiento y disminuye la actividad vital del
organismo. Los narcticos engloban, fundamentalmente, a los opiceos y sus derivados.
Farr Mart J (1999) Diccionario de psicologa. Barcelona: Ocano.

NECESIDAD
Definicin.- 1. Carencia o desequilibrio de los tejidos que indica la conducta. 2. En un sentido amplio
indica una situacin de insatisfaccin. Para Rignano (1920) es todo aquello que altera el perfecto
equilibrio. 3. En ingls needs, es sinnimo de instinto y significa aquellas exigencias sin cuya satisfaccin
el ser no puede existir, ni conservar su especie. 4. (Terapia gestltica) Impulso irresistible en cuya
virtud obran las causas precisas, e infaliblemente, en determinado sentido. Aquello a que es imposible
sustraerse, faltar o resistirse. Falta o carencia de las cosas indispensables para subsistir. Riesgo o peligro
que exige un pronto auxilio. Tal la definicin que da el Diccionario Enciclopdico Ramn Sopena, a la
cual no consideramos necesario agregar nada. (Zwillinger).
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Necesidad de castigo.- Exigencia interna que, segn la corriente psicoanaltica, se encontrara en el


fundamento de la conducta de ciertos individuos que, sometidos a psicoanlisis, ponen de manifiesto que
buscan situaciones penosas o humillantes y se complacen en ellas (masoquismo moral). Tal
comportamiento debera relacionarse, en definitiva, con la pulsin de muerte.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Necesidad instintiva.- (Psicoanlisis) Segn Freud, los estmulos de origen instintivo proviene del
propio organismo y no del ambiente. Un trmino ms adecuado que estmulo, entonces, es
necesidad.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Necesidad neurtica.- Segn H. Horney, exigencia compulsiva originada por la ansiedad que un
individuo experimenta de que otro individuo le haga objeto de una conducta determinada; tal conducta
requerida vara en relacin con la solucin neurtica adoptada por el individuo.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Necesidades bsicas segn Adler.- Alfred Adler indica que las dicotomas existenciales propias de la
especie humana (deseamos una cierta clase de mundo pero encontramos insatisfactorio el mundo en que
vivimos) dan lugar a cinco necesidades bsicas que deben satisfacerse para que la persona se desarrolle
por completo (de otra manera o morimos o nos volvemos locos). Estas necesidades son: de relacionarse
con otras personas, de trascendencia, de arraigo (sentido de pertenencia a algo), de sentido de identidad
(percatarnos a nosotros mismos como individuos nicos) y de una estructura que oriente y vincule
(necesidad de un marco de referencia estable y consistente para organizarnos).
Los seres humanos crean la sociedad para satisfacer estas necesidades bsicas, pero el tipo de sociedad
y cultura limita la forma en que pueden ser satisfechas. Por ello, nuestra personalidad final representa un
compromiso entre las necesidades internas y las demandas de la sociedad.
Engler Barbara, Introduccin a las teoras de la personalidad. Mxico: McGraw-Hill, pg. 142.

Necesidades bsicas segn Maslow.- Abraham Maslow distingua las necesidades B o necesidades por
carencia o deficiencia: necesidades fisiolgicas, seguridad, pertenencia y amor y autoestima, y por el otro
lado distingua la necesidad B o necesidad de ser, que es la autorrealizacin.
Engler Barbara, Introduccin a las teoras de la personalidad. Mxico: McGraw-Hill, pg. 353-354.

Las necesidades bsicas segn Maslow.- Existen al menos cinco tipos de metas que podemos llamar
necesidades bsicas: fisiolgicas, de seguridad, de amor, de estima y de autorrealizacin. Para
diferenciarlas de las necesidades cognitivas y estticas, Maslow se refiere tambin a las necesidades
bsicas como necesidades volitivas.
1. Las necesidades fisiolgicas.- Necesidades fisiolgicas son el hambre, la sed, el deseo sexual, el sueo,
la necesidad de actividad, la necesidad de descanso, el comportamiento maternal en los animales, y
probablemente tambin los placeres sensoriales (gusto, olfato, cosquilleo, caricias).

Puede llamar la atencin que Maslow incluya necesidades antagnicas como la actividad y el descanso:
Maslow confiesa no tener una respuesta para explicar porqu el organismo tiende simultneamente a
satisfacer esas dos necesidades opuestas. Las necesidades fisiolgicas pueden definirse a partir de tres
caractersticas principales: origen somtico, independencia relativa, y potencia.
a) Origen somtico: el adjetivo 'fisiolgicas' alude al hecho que estas necesidades tienen un origen
corporal, y en este sentido se diferencian del resto de las necesidades como las de seguridad, de amor,
etc. En algunos casos, como en los clsicos ejemplos del hambre, la sed y el deseo sexual, hay una base
somtica localizada especficamente en ciertas partes del cuerpo, cosa que no sucede en otros casos
como la necesidad de descanso, de sueo o las conductas maternales.
El origen corporal de estas necesidades es tambin enfatizado por Maslow, cuando este afirma que hay
dos ideas importantes que nos obligan a reconceptualizar las necesidades fisiolgicas: homeostasis y
apetito. La homeostasis es la tendencia del cuerpo a restablecer en forma automtica un equilibrio
perdido. Por ejemplo, si hay una variacin de azcar en la sangre, el organismo tiende automticamente
a restablecerla a los niveles normales. Con respecto al apetito, si el cuerpo carece de algn elemento
qumico, el individuo tender a desarrollar un apetito especfico por ese elemento particular faltante. No
todas las necesidades fisiolgicas son homeostticas: si son evidentes en el hambre y la sed, no est an
probado que lo sean en el deseo sexual, el sueo, la pura actividad o el comportamiento maternal.
b) Independencia relativa: las necesidades fisiolgicas son relativamente independientes entre s, as
como con respecto a otras necesidades no fisiolgicas y con respecto al conjunto del organismo. Con
esto, es probable que Maslow haya querido decir que el hambre, la sed y el deseo sexual, por ejemplo, se
satisfacen independientemente porque saciando la sed no se deja de estar hambriento ni sexualmente
insatisfecho, aunque puede hacer a estas necesidades momentneamente ms soportables.
c) Potencia: Si una persona carece de alimento, seguridad, amor y estima, probablemente sentir con
mayor fuerza la ausencia del alimento antes que otra cosa, y por tanto intentar satisfacer en primer
lugar la necesidad fisiolgica. Las necesidades fisiolgicas son, por tanto, las ms potentes, en el sentido
de ser las perentorias.
As, si todas las necesidades estn sin satisfacer, el organismo estar dominado por las necesidades
fisiolgicas, mientras que las otras podrn ser inexistentes o simplemente quedar desplazadas al fondo:
la necesidad fisiolgica permanece como figura, en primer plano, y la persona slo percibir comida,
soar con comida, y pensar en la comida, como nico y excluyente objetivo. Todas las expectativas
futuras de esta persona estarn cambiadas en funcin de esa necesidad bsica insatisfecha: para ella, el
futuro es simplemente un lugar donde hay mucha comida.
Esta situacin de privacin extrema es, desde luego, muy rara en una sociedad normal. Cuando alguien
dice "Tengo hambre" tiene, en realidad, apetito, y no es trata por lo general de una situacin urgente y
extrema. Como instrumento de adaptacin, la cultura suele hacer que las urgencias fisiolgicas sean cada
vez menos frecuentes, pero en caso de presentarse stas, las dems necesidades quedarn, por regla
general, relegadas al segundo plano.
2. Necesidades de seguridad.- Necesidades de seguridad son, por ejemplo, las necesidades de
estabilidad, de dependencia, de proteccin, de ausencia de miedo, ansiedad o caos, necesidad de una
estructura, un orden, una ley, una teora que organice el mundo, necesidad de lmites, etc. En general,
estas necesidades apuntan a la evitacin o la neutralizacin de situaciones de peligro.
Si una persona tiene satisfechas sus necesidades fisiolgicas pero no tiene seguridad, ni amor ni
estimacin, por lo general intentar satisfacer primero la necesidad de seguridad antes que cualquiera de
las restantes, y toda su vida estar organizada en torno a la satisfaccin de dicha necesidad.
Normalmente la sociedad satisface en mayor o menor medida estas necesidades, protegiendo al individuo
de animales salvajes, temperaturas extremas, asaltos, crmenes, tiranas, caos social, anarqua,
desempleo, desatencin mdica, desvalimiento por vejez o incapacidad, etc.
Un aspecto ms amplio del intento por buscar seguridad es adherir o construir alguna religin, o teora
filosfica o cientfica sobre el universo que proporcione un marco de referencia coherente y previsible,
aunque la ciencia o la filosofa tambin estn motivadas por otras necesidades que luego veremos.
Aunque no todos los neurticos son inseguros, pues la neurosis puede originarse en una frustracin
amorosa o de estima en una persona habitualmente segura, es en la neurosis compulsivo-obsesiva donde
la bsqueda de seguridad alcanza ribetes dramticos. Estos enfermos intentan siempre ordenar y
estabilizar el mundo mediante reglas y ceremoniales, de forma tal que no aparezcan peligros
desconocidos, inesperados o inevitables. De aqu que, en general, conductas que intentan satisfacer la
necesidad de seguridad sean las preferencias por lo conocido ms que por lo desconocido, o de lo familiar
ms que lo no familiar. En el neurtico medio, el gusto sano por la novedad y lo desconocido no existen o
est muy reducido.
Pero tanto neurticos como sanos, todos tienden a postergar la satisfaccin de otras necesidades cuando
su seguridad est amenazada, como consecuencia por ejemplo de amenazas de caos social o gobiernos
dictatoriales.
Sealemos finalmente, que si en los nios aparece ms claramente la necesidad de seguridad, es porque
ellos no inhiben sus reacciones, a diferencia del adulto que ha aprendido a reprimirlas. Por ello, aunque el

adulto siente su seguridad amenazada, es probable que no lo notemos en un examen superficial. Pero
nuevamente, todos, incluso los nios, necesitan contar con un mundo seguro, ordenado y predecible en
el que no sucedan cosas inesperadas.
3. Necesidades de amor.- Son necesidades de dar y recibir amor. Maslow suele incluir con estas
necesidades, tambin el sentido de pertenencia (a una cultura, a un grupo, etc) vale decir, la necesidad
de pertenecer-a.
Si una persona tiene satisfechas sus necesidades fisiolgicas y de seguridad, pero insatisfechas todas las
restantes, es probable que su primer impulso sea el de satisfacer primero las necesidades de amor y
sentido de pertenencia antes que cualquiera de las otras. La insatisfaccin de la necesidad de amor
puede verse en la soledad, el rechazo amoroso, la ausencia de seres queridos o amigos, y la
insatisfaccin de la necesidad de pertenencia se ve por ejemplo en el destierro, el desarraigo, el quedarse
sin races, etc, y, en general, el sentimiento de 'no pertenecer' a un grupo familiar, social, etc. Los grupos
de solos y solas, de crecimiento personal o las asociaciones con un fin determinado se deben o pueden
deberse en parte a esta ansia insatisfecha de contacto, intimidad y pertenencia. Los veloces avances
tecnolgicos tienden a deshumanizar al hombre, y dejarlo con estas necesidades insatisfechas. En
nuestra sociedad, esta frustracin es el foco ms comn de casos de inadaptacin y otras patologas
serias. El comportamiento sexual suele ser tambin inhibido socialmente: por lo dems, tengamos
presente que la actividad sexual esta multideterminada, pues tiende a satisfacer no slo necesidades
fisiolgicas sino tambin necesidades de dar y recibir amor, entre otras.
4. Necesidades de estima.- Son las necesidades de respeto y estima, y se agrupan en dos grandes tipos:
a) respeto y estima por parte de uno mismo (autoestima), que se manifiestan en el deseo de fuerza,
logro, maestra, competencia, confianza ante el mundo, independencia y libertad; y b) respeto y estima
por parte de los dems, expresados en el deseo de reputacin, prestigio, reconocimiento, fama y
atencin.
Estas necesidades fueron especialmente destacadas por Alfred Adler, y relativamente olvidadas por
Freud, pero hoy en da se les asigna cada vez ms importancia.
Salvo casos patolgicos, todas las personas tienen estas necesidades. La satisfaccin de la necesidad de
autoestima lleva a sentimientos de autoconfianza, vala, fuerza, capacidad, suficiencia, y a un
sentimiento de ser til y necesario, mientras que su frustracin genera sentimientos de inferioridad,
debilidad y desamparo.
Maslow cita ciertas investigaciones como las de Fromm, Rogers y otros, que advierten sobre el peligro de
basar la autoestima en la opinin de los dems en vez de hacerlo sobre nuestras capacidades reales, de
all que el respeto 'merecido' de los dems no se ha de basar en la fama externa y la adulacin
injustificada sino en el reconocimiento de la propia vala individual.
5. Necesidades de autorrealizacin.- Son necesidades de autosatisfaccin que se expresan como una
tendencia en la persona a hacer realidad lo que en ella est en potencia: hacer msica, pintar, escribir,
etc., y, en general, desarrollar aquello para lo que est capacitada, para lo que encuentra satisfaccin y
para lo que provee un cauce a su creatividad.
Cuando todas las necesidades anteriores estn satisfechas, a menudo el hombre buscar satisfacer este
quinto tipo de necesidades, que presenta una gran variabilidad de persona en persona: para unos la
autorrealizacin pasar por ser un buen padre, para otros ser un gran deportista, un pintor o un inventor,
etc.
Condensado de Maslow A (1996) Motivacin y personalidad. Editorial Daz de Santos. Captulo 2: Una teora de la
motivacin humana.

Las necesidades de conservar las condiciones que permiten la satisfaccin de las necesidades
bsicas segn Maslow.- Es evidente que si estamos hambrientos, y algo o alguien nos impide
investigar el ambiente, no podremos encontrar el alimento y no podremos satisfacer esta necesidad
fisiolgica. Por lo tanto, tambin necesitamos que nada interfiera en nuestras investigaciones, es decir,
necesitamos satisfacer el ansia de investigar como medio para poder luego satisfacer las necesidades
bsicas.
Este nuevo grupo de necesidades consisten entonces en buscar condiciones aptas para satisfacer
necesidades bsicas, y son desde este punto de vista ms medios que fines. Tales necesidades son por
ejemplo la libertad de investigar o buscar informacin, de aprender, de expresarnos libremente, de
hacer, de defendernos, as como tambin el ansia de justicia, la honestidad y la disciplina grupal.
Si estas libertades estn amenazadas, la persona reaccionar con respuestas de urgencia, como si las
mismas necesidades bsicas estuvieran en peligro. Por ejemplo, el secretismo, la censura, la falta de
honestidad y el bloqueo de la comunicacin amenazan todas las necesidades bsicas.
Condensado de Maslow A (1996) Motivacin y personalidad. Editorial Daz de Santos. Captulo 2: Una teora de la
motivacin humana.

Las necesidades cognitivas segn Maslow.- Abarca las necesidades de saber y de comprender. En
particular, la necesidad de curiosear, de explorar, de conocer la realidad, de experimentar en ella y con

ella, y de investigar el mundo construyendo una imagen comprensiva del mismo. La ciencia y la filosofa
son buenos ejemplos de la forma de satisfacer estas necesidades.
El deseo de saber y de comprender son necesidades del conocimiento, y parecen ser una funcin de la
inteligencia relativamente alta. En todo caso son necesidades de la personalidad, tanto como lo son las
llamadas necesidades bsicas, ya examinadas.
El deseo de saber implica la necesidad de buscar informacin, pero ello no es an suficiente para
satisfacer las necesidades cognitivas: el hombre busca adems, comprender, lo que implica no slo saber
con ms detalle sino emprender lo que Maslow llama una "bsqueda o investigacin del significado", que
implica comprender, sistematizar, organizar, analizar y relacionar la informacin obtenida, construyendo
incluso un sistema de valores y de ideas, una filosofa del mundo que no permita interpretarlo.
Estas necesidades han sido examinadas anteriormente en relacin con las necesidades bsicas de
seguridad y de autorrealizacin, as como con las necesidades que funcionan como condiciones para
satisfacerlas, como la libertad de investigar y de expresarse. No obstante todo ello, las necesidades
cognitivas parecen ir ms all de todas ellas, es decir, ciertas consideraciones nos permiten entrever que
la necesidad de saber y comprender es algo ms que una necesidad de seguridad, de autorrealizacin o
de condicin previa para satisfacerlas. Resumamos en siete puntos esas consideraciones:
a) En los monos podemos encontrar algo similar a la curiosidad humana, cuando recogen cosas, las
examinan y experimentan con ellas an cuando sus necesidades bsicas de hambre, sed, sexo y
seguridad se hallen satisfechas.
b) La historia nos suministra muchos ejemplos donde las personas investigaron y experimentaron an
cuando estaba seriamente comprometida su seguridad como consecuencia de dichas investigaciones.
c) A las personas sanas les atrae lo misterioso, lo catico, lo que requiere explicacin, siendo su
bsqueda una actividad interesante por s msma que parece estar ms all de la satisfaccin de
necesidades bsicas. En contraste, se aburren con lo ya conocido.
d) Si bien en los neurticos compulsivo-obsesivos puede observarse clnicamente un ansioso aferramiento
a lo familiar y un temor a lo desconocido y anrquico, en ciertos neurticos y en individuos que sufren un
proceso de aculturacin podemos ver lo contrario: informalidad forzada, rebelda crnica contra la
autoridad as como deseos de sorprender y desconcertar.
e) Maslow cita casos reales donde personas inteligentes sometidas a tareas montonas han 'perdido' su
necesidad de curiosear, saber o comprender, pero sometidos a estmulos adecuados, como por ejemplo
un trabajo creativo, han recuperado aquellas necesidades. El autor refiere tambin casos de pases donde
se ha suprimido el acceso a las noticias y a los hechos, como resultado de lo cual algunas personas
reaccionaron con cinismo y desconfianza hacia todos los valores, mientras que en otros ha aparecido
tristeza, sumisin y prdida de capacidad e iniciativa.
f) Las necesidades de saber y conocer se ven ms intensificadas en la niez, pareciendo esto ms un
resultado de la maduracin que del aprendizaje. A los nios no hace falta ensearles a ser curiosos,
aunque s se les puede ensear a lo serlo.
g) La gratificacin de los impulsos cognitivos es subjetivamente satisfactoria: el insight es generalmente
una huella emocional, feliz y brillante, en la vida de cualquier persona, quiz incluso un punto lgido en
su vida.
Condensado de Maslow A (1996) Motivacin y personalidad. Editorial Daz de Santos. Captulo 2: Una teora de la
motivacin humana.

Las necesidades estticas segn Maslow.- En casi todos los nios, en el hombre primitivo y en
algunas personas es posible constatar una necesidad esttica verdaderamente bsica: se "enferman" con
la fealdad, y se "curan" con los entornos hermosos. Cuando estas necesidades dominan, adquieren para
el individuo especial importancia las necesidades de simetra, de estructura, de completar una actividad,
de cierre o conclusin, an cuando estas necesidades sea tambin posible encontrarlas en las
necesidades volitivas, las cognitivas, y an en las neurticas.
Aunque Maslow no lo seala explcitamente, podemos entender que las necesidades estticas se
satisfacen no slo a travs de la contemplacin de lo bello, sino tambin, de manera activa, a travs de
la creacin de una obra de arte.
Condensado de Maslow A (1996) Motivacin y personalidad. Editorial Daz de Santos. Captulo 2: Una teora de la
motivacin humana.

Caractersticas de las necesidades segn Maslow.- En lo que sigue, procuraremos sistematizar las
diferentes caractersticas que asigna Maslow a las necesidades bsicas, caractersticas en general
tambin extensibles al resto de las necesidades, como las cognitivas y las estticas.
1) Jerarqua.- El sistema de necesidades propuesto por Maslow es un sistema jerrquico, donde las
necesidades estn ordenadas segn su importancia. As por ejemplo, las necesidades fisiolgicas estn en
primer lugar, porque, en una hipottica situacin de insatisfaccin total de todas las necesidades, la
persona procurar satisfacer primero las necesidades fisiolgicas antes que las dems. Satisfechas las
fisiolgicas, luego procurar resolver las necesidades de seguridad ("despus de comer quiero un techo"),
luego las de amor, despus las de estima y finalmente las de autorrealizacin. La necesidad que en ese

momento est activa monopolizar la conciencia y todos los recursos y capacidades del organismo para
satisfacerla, mientras que el resto de las necesidades se minimizan, se olvidan o se niegan.
A su vez, dentro de cada tipo de necesidad, existe tambin una jerarqua interna. Por ejemplo, dentro de
las necesidades fisiolgicas, las de hambre y sed tienen prioridad sobre las sexuales, y dentro de las
necesidades cognitivas primero se intentarn satisfacer las ansias de saber, y luego las de comprender.
Para Maslow, la principal consecuencia de esta organizacin jerrquica es que la gratificacin resulta ser
tan importante como la privacin en la teora de la motivacin. Con ello, debemos entender que si la
privacin es importante porque motiva la conducta para satisfacer la necesidad, la gratificacin tambin
lo es porque permite el surgimiento de la siguiente necesidad en el orden jerrquico y es entonces,
tambin, motivadora de la conducta.
2) Satisfaccin gradual.- a) No es necesario que un tipo de necesidad bsica est 100% satisfecha para
que recin entonces la persona se ocupe de satisfacer la siguiente en orden de importancia. Por ejemplo,
una persona media podra tener satisfechas el 85% de las necesidades fisiolgicas, el 70% de las de
seguridad, el 50% de las de amor, el 40% de las de estima y el 10% de las de autorrealizacin. Seala
Maslow que el miembro promedio de nuestra sociedad suele estar parcialmente satisfecho y parcialmente
insatisfecho en todas sus necesidades. b) La aparicin de una nueva necesidad no es repentina sino
gradual: va surgiendo a medida que se satisface la anterior en la escala jerrquica. Por ejemplo, la
necesidad de comer puede estar satisfecha en un 10% y an no ser perceptible la necesidad siguiente.
Pero segn la necesidad de comer vaya satisfacindose cada vez ms, de un 10% a un 25%, la siguiente
necesidad de seguridad puede empezar a ser percibida por el sujeto y empezar a satisfacerse hasta un
5%, por ejemplo.
3) Ausencia o inversin de necesidades.- En este tem incluimos las diferentes excepciones que pueden
darse a la primera de las caractersticas que hemos enunciado. El orden jerrquico que Maslow indic se
cumple en gran cantidad de personas, pero puede y suele estar alterado en muchos otros casos, como
este autor reconoce, sea porque desaparece alguna necesidad por dejar de ser significativa para el sujeto
(ausencia), sea porque conserva todas las necesidades pero ha alterado su orden de importancia
(inversin). Veamos siete ejemplos:
a) Hay personas para quienes la autoestima es ms importante que el amor. Esta inversin de
necesidades es, para Maslow, aparente: estas personas buscan en realidad el amor pero se comportan
autoafirmativamente (como si se autoestimaran mucho), en la creencia que una persona ser ms
fcilmente amada si es fuerte, poderosa, y segura de s misma.
b) Hay personas aparentemente creadoras innatas, en quienes el impulso hacia la creatividad parece ser
ms importante que la satisfaccin de cualquier otra necesidad.
c) Prdida de necesidades ms elevadas: por ejemplo, personas que han vivido siempre a un nivel muy
bajo (desempleo crnico), pueden seguir satisfechas el resto de sus vidas con slo tener el alimento
suficiente para subsistir.
d) Prdida de las necesidades de amor: como el caso de los psicpatas. Esto probablemente obedezca a
que en los primeros meses de vida carecieron de amor y han perdido, entonces, ese deseo para siempre,
del mismo modo que el animal pierde su reflejo de succionar o picotear cuando no ha sido lo
suficientemente ejercitado luego de nacer.
e) Otra causa de inversin puede darse cuando una necesidad ha sido satisfecha durante largo tiempo,
con lo cual el individuo puede restarle la importancia que tena. Es el caso de quien nunca sufri hambre
y considera esta necesidad como sin mucho peso. En este caso, necesidades ms elevadas pasan a tener
ms importancia. Sin embargo, si la necesidad ms bsica, por ejemplo fisiolgica, empieza a quedar
insatisfecha por mucho tiempo, es probable que el individuo vuelva a revalorizarla. Ejemplo: una persona
renuncia a su empleo (seguridad) por no perder el propio respeto (autoestima), pero luego de pasar
hambre durante un tiempo, puede volver a desear el empleo aunque ello implique perder el propio
respeto.
f) Hay casos de inversiones aparentes, donde el individuo aparente con su conducta satisfacer una
necesidad ms elevada, cuando en realidad est satisfaciendo una necesidad ms bsica.
g) Tal vez el ejemplo ms importante de inversin sea el hecho de poner en primer lugar una necesidad
ms superior: hay personas que se convierten en mrtires, o lo abandonan todo en aras de un ideal o un
valor. Maslow explica esta inversin mediante la hiptesis de la "mayor tolerancia a la frustracin por
efecto de gratificaciones previas". As, si a una persona le interesa satisfacer necesidades ms superiores
en detrimento de las ms bsicas, es porque ha desarrollado una excepcional tolerancia a la frustracin
sobre estas ltimas, lo cual a su vez puede deberse a que durante largo tiempo, y especialmente en sus
primeros aos, esas necesidades ms bsicas han sido siempre satisfechas.
Maslow admite tambin una hiptesis alternativa, aunque no excluyente de la anterior: una gran
tolerancia a la frustracin de necesidades bsicas puede tambin ser el producto de largos periodos de
privacin, desde la infancia, en relacin a dichas necesidades bsicas: personas que padecieron hambre
mucho tiempo, pueden luego soportar la privacin de alimentos, por habituacin. En suma: una gran
tolerancia a la frustracin puede explicarse a partir de gratificaciones previas, o bien a partir de
privaciones previas.

Interesa destacar aqu el concepto de Maslow de autonoma funcional. Si una persona tuvo amplia
satisfaccin durante su infancia de sus necesidades bsicas como seguridad, amor, pertenencia y estima,
esa persona crecer autnoma, sana y fuerte y ser ms capaz de soportar una frustracin relativa a
esas necesidades por largo tiempo gratificadas. El hecho de que las necesidades bsicas superiores (la
inferior es la fisiolgica) puedan llegar a ser luego de largas gratificaciones, independientes tanto de sus
condiciones previas como de sus propias satisfacciones, nos autoriza a afirmar que esos aspectos de la
persona se han hecho funcionalmente autnomos, y que pasaron a constituir rasgos permanentes del
carcter.
4) Grado de conciencia.- Habitualmente, las necesidades bsicas son ms inconcientes que concientes,
aunque pueden tornarse concientes mediante el empleo de tcnicas adecuadas instrumentadas por
personal idneo.
5) Universalidad.- Las necesidades bsicas parecen ser patrimonio de toda la humanidad. Las diferencias
detectables entre cada cultura se deben mas bien a los aspectos ms superficiales y concientes de las
necesidades. Por ejemplo, en toda cultura existe la necesidad de seguridad, pero la forma de satisfacerla
variar de una a otra: algunas construirn chozas de paja, y otros edificios con calefaccin. Del mismo
modo, diferentes culturas tendrn opiniones distintas de lo que significa autorrealizacin.
6) Multideterminacin de la conducta.- Es raro que una necesidad bsica acte ella sola motivando la
conducta. La mayora de las conductas humanas estn determinadas por varias o todas las necesidades
bsicas a la vez. Hacer el amor puede implicar satisfacer al mismo tiempo una necesidad fisiolgica (por
la simple descarga), una necesidad de amor (por el hecho de dar y recibir afecto) y una necesidad de
estimacin y autoestimacin (para sentirse poderoso o para convencerse de su potencia sexual).
A propsito de la multideterminacin de la conducta, Maslow se pregunta si pueden existir conductas
inmotivadas, es decir, que no tengan ninguna motivacin, que no haya detrs de ellas ninguna necesidad
para satisfacer. Al respecto, indica que hay dos clases de conductas: las funcionales y las expresivas. Las
conductas funcionales estn motivadas porque buscan cumplir una funcin: la satisfaccin de alguna
necesidad. En cambio, las conductas expresivas no intentan alcanzar ningn fin, y son simplemente "un
reflejo de la personalidad" como dice Maslow: un tonto se comporta tontamente, expresa con su
conducta su condicin, sin intentar, con ella, alcanzar algn fin. Esta divisin en conductas funcionales y
expresivas es, no obstante, un poco artificial: Maslow recalca que la expresividad y la tendencia hacia
una meta no son categoras mutuamente excluyentes, y de hecho, la conducta promedio es normalmente
el resultado de ambas, es decir, es en parte expresiva y en parte funcional.
Condensado de Maslow A (1996) Motivacin y personalidad. Editorial Daz de Santos. Captulo 2: Una teora de la
motivacin humana.

Necesidades de satisfaccin y seguridad.- Como plante Sullivan (1953), hay una continua tensin
entre las que l denomin necesidades de satisfaccin y necesidades de seguridad. Segn Sullivan, en el
desarrollo de la especie humana, las necesidades de satisfaccin son filogenticamente previas a las
necesidades de seguridad. Entre ellas se encuentran las necesidades biolgicas bsicas como el hambre,
el deseo sexual y la autoproteccin. Las necesidades de seguridad consisten en la propensin incorporada
a establecer relaciones interpersonales.
Condensado de Safran y Segal (1991) El proceso interpersonal en la terapia cognitiva. Captulo 4.

Teoras.- Se comparan las teoras de Maslow, Alderfer, McClelland y Herzberg sobre las necesidades
bsicas del hombre.
Maslow: sus categoras tienden a ser demasiado generales. Por ejemplo la autorrealizacin puede
lograrse de muchas formas.
Alderfer: toma las categoras de Maslow y las resume en tres: necesidades de existencia, de relacin con
los dems, y de crecimiento personal. La intensidad de dicha necesidades vara con cada persona y con
cada edad.
McClelland: sus tres necesidades (logro, poder, afiliacin) varan en intensidad segn cada situacin. Un
gerente busca logro, pero conforme sube en el escalafn, el poder se hace ms intenso.
Herzberg: las necesidades que plantea estn ms relacionadas con un empleo y con lo que la gente
busca en ellos. Esto es relativo porque la gente es muy cambiante y adems adjudica caractersticas a un
empleo que a lo mejor este no tiene.
Esquema comparativo de la necesidades
Maslow
Fisiolgicas
Seguridad material
Seguridad interpersonal
Afiliacin
Necesidad de

Alderfer
Existencia

Relacin con los dems


Crecimiento

McClelland

Poder
Afiliacin
Logro

Herzberg
Condiciones de trabajo. Salario
Supervisin
Compaeros de trabajo
Reconocimiento

autoestima
Autoactualizacin

Progreso
Responsabilidad
Grado de exigencia

Condensado de Schein Edgar (1982) Psicologa de la organizacin. Mxico: Prentice-Hall. Captulo 5.

Necesidades y motivaciones.- La conducta humana responde a muchas motivaciones, o sea hay que
hacer supuestos complejos para poder entenderla globalmente. Entre dichos supuestos complejos cabe
mencionar:
1) Hay muchos tipos de necesidades humanas y varan mucho segn la edad y la situacin. Algunas
veces son ms importantes ciertas necesidades que otras, es decir, hay una jerarqua mvil.
2) Las diferentes necesidades interactan entre s: las sociales pueden reemplazar a veces a las de autoactualizacin, las econmicas a otras necesidades, etc.
3) Las necesidades pueden surgir de la interaccin entre los intereses individuales y los de la empresa, y
de aqu la importancia del contrato psicolgico entre ambos.
4) Una persona puede expresar diferentes necesidades en diferentes organizaciones, o en diferentes
grupos dentro de una misma organizacin.
5) Deben compararse las distintas motivaciones: un trabajador muy motivado pero poco calificado puede
ser tan eficiente como uno poco motivado pero muy calificado. Debe compararse la motivacin con las
habilidades.
6) No hay una nica estrategia gerencial que sirva para todos en toda ocasin.
Implicaciones para las teoras de contingencia y de administracin.- Si las habilidades y motivaciones son
tan complejas, un buen gerente debiera tener la sensibilidad suficiente y la capacidad de diagnstico
necesaria para percibir y apreciar las diferencias, y adems ser flexible como para variar su conducta en
relacin con estas complejidades (teora de la contingencia: comportarse segn las circunstancias).
La evidencia de supuestos complejos.- Numerosas investigaciones prueban la complejidad de las
motivaciones humanas. Por ejemplo en un estudio clsico se vio que la baja de productividad dependa
del estado de alienacin del individuo, lo cual a su vez presentaba distintos estados psicolgicos en
principio independientes entre s: la sensacin de no poder influir en la situacin laboral, la prdida de
inters en el trabajo, una sensacin de aislamiento social, y la falta de compromiso con el trabajo
(automarginacin).
La motivacin y el contrato psicolgico en perspectiva.- La hiptesis central que plantea Schein es la
siguiente: El hecho de que la gente trabaje eficientemente, genera compromiso, lealtad y entusiasmo por
la organizacin y sus objetivos y se sienta satisfecha con su trabajo, depende en gran parte de dos
condiciones: a) si pueden compaginarse o conciliarse las expectativas del individuo respecto de las de la
empresa, y viceversa, y b) la naturaleza de lo que se est intercambiando. Por ejemplo dinero a cambio
de tiempo laboral extra, satisfaccin de necesidades sociales y seguridad a cambio de lealtad y trabajo,
oportunidades para auto-actualizarse a cambio de productividad, etc.
Resumen de Schein Edgar (1982) Psicologa de la organizacin. Mxico: Prentice-Hall. Captulos 6.

Necesidades humanas.- Podemos empezar a ver la situacin humana viendo la diferencia con el
animal: a diferencia de ste, el hombre transciende la naturaleza, se libera del acto automtico
heredado (instinto) y adquiere conciencia de s mismo, razn e imaginacin. Su conciencia de s lo hace
darse cuenta de su importancia y sus limitaciones; puede prever su propio fin: la muerte. Dado que
tiene razn, esto lo hace pensar y pensarse, enfrentar conflictos que el animal no tiene, adquiere
desequilibrios. Es adems un ser desvalido sobre todo cuando nace: al trascender la naturaleza se
aparta tambin del instinto y su seguridad, iniciando un camino de incertidumbre.
Ahora bien: la necesidad de encontrar soluciones siempre nuevas para las contradicciones de su
existencia, de encontrar formas cada vez ms elevadas de unidad con la naturaleza, con su prjimo y
consigo mismo, es la fuente de todas las fuerzas psquicas que mueven al hombre, de todas sus
pasiones, afectos y ansiedades. La satisfaccin de la necesidad instintiva no le basta para ser feliz, ni
siquiera para mantenerle sano. Al estudiar el hombre debemos tener en cuenta esas necesidades.
El origen del hombre, onto y filognicamente, es decir, el nacimiento, es un suceso negativo pues se lo
arranca de su primitiva identidad y relacin con la naturaleza expulsndolo por un nuevo camino que
debe recorrer solo: cada paso es en su nueva existencia, temeroso, pues significa la renuncia a un
estado seguro, relativamente conocido, y el pasar a un estado nuevo que aun no domina. La razn
humana enfrenta dos tendencias antagnicas: una al salir del tero, de la forma animal de existencia,
para entrar en una forma de existir ms humana, a pesar de la esclavitud de la libertad. Se encuentra
entonces entre dos alternativas: regresar a la existencia animal, o alcanzar su plena existencia humana,
su nuevo estado. Todo intento de retroceder es doloroso y lleva a una enfermedad mental, a la muerte,
etc. Cada paso adelante es tambin doloroso y temible, pues enfrenta lo desconocido.
Adems de las necesidades fisiolgicas primarias, todas las necesidades esenciales del hombre (que no
tiene el animal) estn determinadas por la polaridad anterior, y sta es la clave del psicoanlisis
humanstico: la fuerza bsica que motiva pasiones y deseos no es la libido en su connotacin sexual,

sino algo mucho ms amplio: las fuerzas ms poderosas que motivan la conducta humana nacen de las
condiciones de su existencia, de su peculiar situacin humana.
El hombre no puede vivir estticamente porque sus contradicciones internas lo impulsan a buscar un
equilibrio, una nueva armona que sustituya a la perdida armona animal con la naturaleza. Despus de
haber satisfecho sus necesidades animales, es impulsado por sus necesidades humanas: mientras su
cuerpo le dice qu comer y qu evitar, su conciencia debe decirle qu necesidades cultivar y satisfacer,
y cules no. La bsqueda de la satisfaccin de estas necesidades especficamente humanas son tambin
un intento por evitar el desequilibrio mental. La importancia de lo social es que algunas culturas dan
una solucin al individuo mostrndole qu soluciones se pueden dar a dichas necesidades; la diferencia
entre lo normal y lo patolgico ser entonces cun cerca estn estas soluciones de satisfacer las
necesidades totales del hombre.
Si las necesidades animales son el hambre, la sed, etc., cules son las necesidades humanas, aquellas
que nacen de la misma existencia humana? Describiremos estas necesidades en trminos de
polaridades, pues surgen en el seno de la polaridad retroceso a lo animal-progreso hacia lo humano.
Estas necesidades y pasiones son las siguientes:
a. Relacin versus narcisismo.
b. Creatividad versus destructividad (trascendencia).
c. Fraternidad versus incesto (arraigo).
d. Individualidad versus conformidad gregaria (sentimiento de identidad).
e. Razn versus irracionalidad (necesidad de una estructura que oriente y vincule).
Relacin versus narcisismo: La necesidad de vincularse con otros seres es imperiosa, y de su
satisfaccin depende la salud mental. La persona perturbada es que fracas en establecer alguna clase
de unin y se siente prisionera en su soledad.
Hay varias maneras de buscar la unin con los dems: por ejemplo a travs de la sumisin (a otra
persona, a un grupo, a Dios, etc.). Otro ejemplo es a travs de lo opuesto: acrecentar el poder para
someter a otros. En ambos casos hay una relacin simbitica: ambos perdieron su integridad y libertad
y viven la una de la otra y la una para la otra. La pasin de sometimiento (masoquismo) o de dominio
(sadismo) nunca puede satisfacerse porque ningn grado de sumisin o dominio basta para producir la
sensacin de identidad y unin, buscndose entonces un dominio y una sumisin cada vez mayor.
Solo una necesidad satisface la necesidad de unin: el amor; el amor es unin con algo o alguien
exterior pero, (y aqu viene la diferencia con el dominio o la sumisin), a condicin de retener la
independencia y la integridad de una mismo. La sumisin da sensacin de unin pero no otorga
independencia.
El amor se expresa a nivel pensamiento cuando comprendemos adecuadamente el mundo por medio de
la razn; a nivel de accin se ve en el trabajo productivo (artes, oficios, etc.), y a nivel sentimiento en
la unin con otra persona. Este amor productivo implica solicitud, responsabilidad, respeto y
conocimiento, o sea se busca solcitamente la felicidad del otro: respondo a sus necesidades, lo veo
objetivamente y no deformado por mis deseos y temores, etc.
Hay amor fraterno (de igual a igual), materno (desigual) y ertico (entre dos personas de distinto
sexo). Lo contrario al amor es el narcisismo, porque all no hay bsqueda de unin con los dems y es
la fuente de los desrdenes graves (salvo el narcisismo primario, infantil, que es normal y luego se
supera).
Creatividad versus destructividad: el hombre siente la necesidad de trascender su estado de
desvalimiento y accidentalidad, hacindose creador. El hombre siente que pasa por el mundo sin su
consentimiento (igual que los animales) y necesita trascender esa limitacin. Un ejemplo es crear vida
(tener hijos), pero hay otra va para la trascendencia: si no puedo crear vida, puedo destruirla; destruir
la vida es tambin trascenderla. Destruccin y construccin, odio y amor no son cosas independientes:
son dos soluciones distintas que el hombre da a su problema de querer trascender.
Fraternidad versus incesto: es comprensible que el hombre se aferre a lo ya conocido, a lo que le da
seguridad, a su relacin con la madre ya que nace desamparado. Aun en la adultez se experimenta el
deseo de retrotraerse a esta situacin simbitica y aun al tero. En los casos extremos de esta
regresin, encontramos la esquizofrenia y neurosis graves. De aqu surge el porqu del tab al incesto,
porque es la condicin necesaria de todo desenvolvimiento humano, no por su aspecto sexual, sino
afectivo. Para progresar, el hombre debe vencer el anhelo de seguir unido a la madre. Este tab no se
refiere slo a la madre sino tambin a sus sustitutos como el grupo, el clan, el estado, la nacin, la
iglesia, etc. Esta relacin simbitica hace perder al hombre su individualidad, pero tiene un aspecto
positivo, que es la afirmacin de la vida. Encontramos tambin la relacin con el padre, cuyos aspectos
positivos son la razn, la disciplina, la conciencia e individualidad, y sus aspectos negativos, la opresin,
la desigualdad, la sumisin. Recordemos que histricamente, antes de la relacin con el padre y la
madre, est la relacin simbitica con la naturaleza, lo que explica porqu muchos mitos se refieren a
plantas y animales.

El hombre debe liberarse progresivamente de las formas de arraigo basadas en la relacin con la madre
o estructura equivalente: el medio para dicha liberacin es sentirse enraizado en un sentimiento de
fraternidad universal.
Individualidad versus conformidad gregaria: el hombre es el nico animal que puede decir yo, que
puede tener conciencia de s mismo como entidad independiente. Apartado de la naturaleza y dorado de
razn e imaginacin, necesita formarse concepto de s mismo, lo que es otra necesidad bsica: el
sentimiento de identidad. Esto es un logro, pues al principio no existe identidad sino conformidad
gregaria (no hay un yo soy yo sino un yo soy nosotros): el individuo no se capta como una unidad
sino integrando un todo (por ejemplo, un clan). Aqu el sujeto no puede concebirse a s mismo como un
individuo existente aparte del grupo.
No obstante este sentimiento de identidad, se desarrolla en y mediante la vinculacin con los dems
paradjicamente: en la medida en que yo no soy diferente y soy como los dems y en la medida en que
estos se admiten como un prjimo normal, puedo sentirme a m mismo como un yo individual. En vez
de la identidad pre-individualista del clan, surge una nueva identidad gregaria, en la que el sentimiento
de identidad descansa sobre el sentimiento de una vinculacin con los dems.
Razn versus racionalidad: el hecho de que el hombre tenga razn e imaginacin, hace que se genere
otra necesidad en l: la de orientarse intelectualmente en el mundo. Al principio es la necesidad de
caminar y de hablar, y luego por ejemplo, las construcciones filosficas o cientficas que lo ayudan a
orientarse, a conocer el mundo en que est. Por las razn el hombre capta el mundo por el
pensamiento, y por la inteligencia puede manipularlo con ayuda de las ideas. Ambas procuran al
hombre la satisfaccin de la necesidad de orientacin en el mundo. La religin tiene aqu tambin su
papel, pues el hombre necesita adems una estructura que d sentido a su vida y a su situacin en el
mundo, dndole la religin respuestas a todo eso.
Resumen de Fromm Erich (1983) Psicoanlisis de la sociedad contempornea. Captulo 1 y 2.

NEGACIN
Definicin.- "Es la afirmacin -mediante una expresin lingstica- de que algo no existe o no responde
a determinadas caractersticas, o no tiene los atributos que se supone, por la ansiedad que generara su
reconocimiento. Ejemplos: 'Usted va a creer que yo soy racista pero no es as"; la negacin del sexo en la
era victoriana; la actitud de negacin ante la muerte".
Poliak J., "Fundamentos del enfoque centrado en la persona. Teora de la personalidad", includo en Snchez Bodas A.
y col., "Couseling humanstico, teora y prctica", Vol I, Buenos Aires, Ediciones del Instituto Holos, 1999, p. 129.

Segn M. Klein.- La negacin y el control omnipotente "son mecanismos que responden a la impotencia
del yo frente a sus impulsos destructivos y a estos impulsos proyectados en el objeto. La negacin como
proceso defensivo tiene por finalidad no ver aquellos aspectos del yo o del objeto que aterrorizan, y
responde a la fantasa de que aquello que no se ve, no existe, y por lo tanto no implica peligro. Est
unida al control omnipotente, a la fantasa de poseer, tanto el yo como el objeto idealizado, capacidad de
control y de manejo sobre el objeto persecutorio".
"El grado de omnipotencia del yo y del objeto idealizado es proporcional al grado de poder destructivo del
yo agresivo y del objeto malo".
"Durante la etapa depresiva, la negacin y el control omnipotente forman parte de las defensas manacas
frente a la persecucin y al dolor. La negacin se propone negar tanto la destruccin del objeto como los
sentimientos de dolor, dependencia y necesidad del yo. Est unida a la fantasa de controlar el objeto,
negando el temor a la separacin y la dependencia, y favoreciendo las fantasas de reparacin
omnipotente del objeto. Esto siempre implica una privacin para el yo, en la medida en que limita su
capacidad de conocimiento".
"Los mecanismos de negacin tienden a desconocer la realidad psquica (el insight adquirido acerca de la
agresin, la valoracin del objeto y el temor a atacarlo), y las partes de la realidad externa acordes a sus
conflictos (negacin del abandono, de situaciones que producen frustracin y tristeza, del miedo al
alejamiento de la madre real, etc.)".
Piccolo E., "Defensas en los tests grficos", Editorial Paids.

Generalidades.- Respecto del artculo freudiano Die verneinung, Hippolite prefiere traducirlo como La
denegacin, por el sentido y contenido del texto de Freud. En el mismo, debe distinguirse la negacin
interna al juicio, de la actitud de negacin.
La actitud de negar es una denegacin, y denegar no es meramente negar el contenido reprimido (como
cuando uno dice por ejemplo no quiero ofenderle con lo que le dir), sino al mismo tiempo es negar,
reprimir, conservar y levantar lo reprimido. Todos estos significados se pueden reunir en la palabra
hegeliana aufhebung, y por ello Freud dice que la denegacin es una Aufhebung de la represin, pero
no por ello una aceptacin de lo reprimido. Cuando alguien dice esto es lo que no soy no es represin,
si por tal entendemos inconciencia, pues hay conciencia, pero la represin subsiste en cuanto a que hay
una no-aceptacin.

Todo ello guarda relacin con el rol de la negacin en el nacimiento de la inteligencia o el pensamiento.
Lo que seala Hippolite es que primero se constituye una denegacin, y luego sobre esta base se
constituye la negacin lgica, ideal de la inteligencia; el mero acto de negar en un juicio es lo que
propiamente seala el nacimiento de la inteligencia.
Hippolite describe cmo ocurrira todo este proceso: primero el sujeto dice esto es lo que no soy. De
ello se concluye lo que soy, y aqu la represin persiste bajo la forma de denegacin. Luego, el
psicoanalista obliga al sujeto a aceptar en su inteligencia lo que negaba inmediatamente antes, pero esto
no implica que se haya levantado la represin, o sea que subsiste lo que Hippolite llama una negacin de
la negacin, trmino que no se encuentra en Freud. O sea el sujeto acepta intelectualmente que lo que
est negando en rigor lo est afirmando, pero como sin embargo subsiste la represin, en lo ntimo est
negando dicha negacin (negacin de la negacin). En este contexto es donde lo intelectual se separa de
lo afectivo. Genticamente, primero se estructura lo afectivo, y luego por el proceso antes descrito, a
partir de lo afectivo, se engendra lo intelectual.
Hay dos tipos de juicios: de atribucin (asigna un predicado a un sujeto), y de existencia (se afirma o no
la existencia de algo). Freud muestra que detrs del juicio de atribucin hay un quiero introyectar o un
quiero expulsar, segn sea afirmativo o negativo. Sin la operacin de expulsin, la de introyeccin no
tendra sentido, porque lo que se expulsa, lo que es malo, lo que es extrao al yo fue primitivamente
algo suyo, introyectado, idntico. Este esquema de funcionamiento es lo que est en el origen del juicio
de atribucin: la oposicin entre el afuera y el adentro.
Pero lo que est en el origen del juicio de existencia es la relacin entre la representacin y la percepcin.
Existencia significa hay o no hay; al comienzo no existe una discriminacin entre ambas cosas; el
sujeto reproduce simplemente su representacin de las cosas de la percepcin primitiva que ha tenido de
ellas. Pero cuando ahora dice esto existe, la cuestin es saber si podr o no volverla a encontrar.
Si de lo que se trataba en el juicio de atribucin era de expulsar o de proyectar, de lo que se trata en el
juicio de existencia es de atribuir al sujeto una representacin a la que ya no corresponde, pero a la que
ha correspondido anteriormente, y de aqu el problema de volverla a encontrar.
As, los juicios surgen genticamente de las pulsiones primarias: de las pulsiones de amor surgen los
afirmativos, y de las destructivas surgen los juicios negativos.
La negacin tiene adems importancia como smbolo: el smbolo de la negacin, es decir el no nos
independiza respecto de la represin, porque al negar estamos afirmando. En suma, el yo hace un
reconocimiento del inconciente en una frmula negativa.
Hippolite J, Comentario sobre La negacin de Freud. Artculo publicado por la Ctedra de Metodologa de la
Investigacin Psicolgica II. Buenos Aires, Universidad de Belgrano, 1985.

Generalidades.- La negacin es uno de lo ensayos freudianos de mayor envergadura filosfica por los
temas abordados, el mtodo empleado y la tesis epistemolgico-gnoseolgica que le sirve de base. Freud
critica la negacin como la contradiccin de la afirmacin, o sea como aquello cuyo contenido es la nada
gnoseolgica. En cambio, propondr que la negacin tiene una funcin afirmativa: la negacin dice algo,
informa acerca de los contenidos reprimidos (por ejemplo negamos con vehemencia algo que en el fondo
afirmamos). Es el tpico no pero s, inadmisible para el cogito cartesiano. La negacin nos muestra
(afirma) la aceptacin intelectual de los reprimido, pero no muestra (niega) el proceso represivo mismo,
el nivel afectivo. Analizando intradialcticamente la negacin, vemos como en Freud se sintetizan en la
negacin lo intelectual y lo afectivo.
Yez Corts R, Categoras epistmico-gnoseolgicas de La negacin de Freud. Artculo publicado por la Ctedra de
Metodologa de la Investigacin Psicolgica II. Buenos Aires, Universidad de Belgrano, 1985.

NEOCONDUCTISMO
Definicin.- Escuela abierta cuyas doctrinas se encuentran en un proceso de configuracin y que
destaca la posicin central de la respuesta para la definicin de psicologa Toda corriente que retorna del
anlisis de la conciencia a la investigacin sobre la conducta de los organismos y a las condiciones en que
se ejecutan, puede ser llamada neoconductista. Sinnimo aproximado: Teora de la conducta.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

NEOCONEXIONISMO
Definicin.- El Neoconexionismo, teora de muy reciente aparicin, utiliza una combinacin de
categoras de anlisis provenientes de la Psicologa cognitiva y la Neurociencia. Su objetivo es estudiar,
mediante simulacin por ordenador, el funcionamiento de los procesos cognitivos como redes neuronales
que trabajan en paralelo.
Len O y Montero I (1995) Diseo de investigaciones. Introduccin a la lgica de la investigacin en psicologa y
educacin. Madrid: McGraw-Hill, pg. 39.

NEOESTRUCTURALISMO

Definicin.- El neoestructuralismo en el plano de la psicologa de las organizaciones concede un


especial nfasis a la relacin entre el modo de produccin y modo de estructurarse un sistema psicolgico
en una organizacin. Por ejemplo, se sabe que hay empresas con una orientacin mecanicista en cuanto
a su produccin y que por eso mismo tienden a precipitar modelos ms mecnicos de interrelacin
psicolgica entre los miembros.
Schein E, Psicologa de la organizacin, Prentice Hall, Mxico, 1982, pg. 145.

NEONATO
Autores interaccionalistas.- Trabajan en psicologa evolutiva experimental, y se ocupan del estudio de
la diada madre-beb. La mayora son estudios de laboratorio, para mantener las condiciones lo ms
neutrales posibles, pero otros son estudios realizados en ambiente natural (hogares), y otros son
estudios combinados.
Brazelton (1973) desarroll una Escala de Evaluacin de la Conducta Neonatal, que estudia como
interactan bebs de tres das con su ambiente. Para dicho autor el beb no es un autista normal, como
deca Mahler, pues fuera del sueo, reacciona activamente a los estmulos ambientales.
Kennel y Klaus (1975) tambin estudiaron diadas madre-beb, quienes por ejemplo comprobaron que la
calidad de la interaccin entre madre y beb era mucho mejor cuando las madres reciban al beb desde
el momento mismo de nacer, y no 6 u 8 horas despus del parto.
La mayora de los autores sostienen la condicin activa del beb en la bsqueda de interacciones con el
ambiente. No sostienen una fase autstica normal ni una total indiscriminacin yo- no yo como sostena
Mahler, habiendo un esbozo de unidad psicolgica al nacer.
El enfoque americano actual considera que la interaccin temprana satisfactoria madre-beb es la clave
para el desarrollo saludable del infante humano.
Brazelton y otros postulan que la interaccin temprana madre-beb se define por su reciprocidad y
sincrona. Esto es solidario con la idea de mutualidad de Winnicott, para quien la primera relacin madrebeb contina la vida intrauterina, donde se privilegia la comunicacin preverbal y el lenguaje corporal.
Creemos que se pueden trazar algunos puentes entre Winnicott (psicoanlisis) y los interaccionalistas,
que conciben un beb activo y una madre activa.
Condensado de Schejtman Clara (1995) Interaccin madre-beb: incidencia de la variable materna. Estudio tericoexperimental.

NEUROCIENCIA
Generalidades.- El propsito principal de la Neurociencia es entender cmo el encfalo produce la
marcada individualidad de la accin humana. El encfalo es una red de ms de 100.000 millones de
clulas nerviosas que producen nuestra percepcin del mundo externo, centran nuestra atencin y
controlan la accin. De aqu que la Neurociencia debe entender como las neuronas llegan a organizarse
como vas de comunicacin mediante la transmisin sinptica.
La Neurociencia surge durante el siglo XX a partir de otros estudios clsicos, y hoy en da aporta
representaciones de actos perceptivos y motores que permiten relacionar estos mecanismos internos con
la conducta observable. Por ejemplo, las neuroimagen muestra el encfalo en accin al identificar las
regiones especficas asociadas con el pensamiento y los sentimientos. La Neurociencia, hoy, puede
enlazar la biologa molecular con los estudios cognitivos.
Resumen de Kandel E, Schwartz J y Jessell T (1996), Neurociencia y conducta. Madrid: Prentice Hall. Introduccin.

NEUROPSICODIAGNSTICO
Generalidades.- El optimismo del psicoterapeuta, al pensar que podr mejorar y curar al paciente,
puede hacer que no vea en el paciente una causa neurolgica, ya que stas son ms graves (algunas
irreversibles) que las causas puramente psicolgicas (que pueden tratarse con xito). Cuando los
sntomas de base neurolgica son reconocidos y tratados correctamente, los componentes posibles de
tratarse psicolgicamente se identifican con ms claridad, pueden tratarse en forma apropiada y no
requerirn medicacin. Lo prioritario para el psicoterapeuta debe ser otorgar al neuropsicodiagnstico un
lugar fundamental, no tomando a priori una causa determinada sino analizar todas y cada una de las
etiologas posibles, sea para descartarlas o para considerarlas ms o menos probables. Cuando el
terapeuta desea agregar el aspecto neuropsicodiagnstico a su exploracin, Small propone ampliar la
exploracin centrndose en la historia neurolgica del paciente.
En primer lugar la entrevista neuropsicodiagnstica debe incluir la anamnesis para explorar las
posibilidades etiolgicas relacionadas con algn tipo de agresin al organismo: como fue el nacimiento,
existencia de fiebre alta, accidentes que involucran traumatismos craneanos, anestesias por operaciones,
e intoxicaciones.

Despus el terapeuta debe apreciar en el paciente cmo camina, cmo se mueve, cmo habla, cmo
piensa. Luego hacerle preguntas sobre varios temas: si fue o no hiperactiva, perezosa, si tuvo mareos,
zumbidos, sensaciones de hormigueo, ausencias, dificultades para aprender algo, problemas de memoria,
etc. Un dato importante es la dominancia manual: cual mano es ms dbil (si es muy dbil la mano
izquierda habr que sospechar problemas en el hemisferio cerebral derecho, por ejemplo., y viceversa).
Obviamente antes debemos saber si la persona es zurda o no. Tambin interesa la dominancia de las
piernas y de los ojos.
Aunque aparentemente no tenga que ver con lo neurolgico, son importantes las preguntas proyectivas
(chiste favorito, que es lo mejor y lo pero que le ocurri en la vida, sueos recurrentes, sueos recientes,
el recuerdo ms antiguo y lo que sinti, etc.).
Todos los datos anteriores son objetivos, por lo que deben ser complementados, los cuales provienen de
los tests. Una batera adecuada para completar el neuropsicodiagnstico es la siguiente: Wechsler
(inteligencia), Bender, test de lateralidad (comparacin de un lado del cuerpo con el otro, o de una
funcin con otra), tests motores de lateralidad, y finalmente tcnicas proyectivas (Rorschach, TAT, dibujo
de la figura humana).
Bsicamente el psicoterapeuta cuenta con 3 (tres) tipos de fuentes de informacin para sospechar algo
neurolgico: la anamnesis, los sntomas y los tests psicolgicos, que podemos designar con las letras A,
S y P. Cada una de ellas tiene una escala de gravedad progresiva, desde 1 a 5. Por ejemplo, A1 quiere
decir que no existen antecedentes de significacin neurolgica en la anamnesis, y A5 que s, que por
ejemplo a los 11 aos lo atropell un coche resultando una grave fractura de crneo.
De esta forma pueden obtenerse perfiles de probabilidad de trastorno neurolgico. Que van desde A1-S1P1 (probabilidad mnima) hasta A5-S5-P5 (probabilidad mxima). Las probabilidades aumentan cuando
coincides las tres escalas.
La sospecha de algo neurolgico aumenta por ejemplo los cambios emocionales bruscos, hambre o sed
exageradas, y alteraciones graduales en los sentidos o habilidades motoras.
Comprobada lesin cerebral, no termina aqu la labor del psicoterapeuta, pues no solo debe diagnosticar
sino tambin, conducir, estimular, juzgar y guiar a su paciente.
Condensado de Small Leonard (1974) Psicoterapia y neurologa (Problemas de diagnstico diferencial). Buenos Aires.
Amorrortu.

Neuropsicodiagnstico y neuropsicologa.- El neuropsicodiagnstico es hijo de la neuropsicologa,


descendiente a su vez de la neurologa. Es posible integrar todos ellos en un cuerpo de conocimientos
aplicable a la clnica.
La neuropsicologa es el estudio de interrelacin entre el sistema nervioso y la conducta para que el
organismo en su conjunto alcance una meta bsica: la adaptacin. La aptitud cerebral para recibir,
asimilar y organizar las informaciones, determinar una conducta flexible y modificable, tpica de los
animales superiores.
Para el asociacionismo cada funcin tiene su localizacin en un punto del cerebro. Para el punto de vista
holstico el cerebro entero participa en cada funcin. Para el punto de vista conexionista se combinan los
dos criterios anteriores: una funcin determinada puede tener una representacin precisa en un
hemisferio cerebral, y tambin una representacin difusa en el opuesto. Hay muy pocos sndromes donde
hay seguridad de una localizacin cerebral precisa, como afasias, apraxias constructivas (no poder
relacionar la parte con el todo, o un objeto con otro), apraxias (dificultades para manipular objetos), y
agnosias (dficit de reconocimiento sensorial). Otros sndromes no tienen localizacin precisa, como
alteraciones de la conciencia, dficit de memoria, problemas de orientacin, dficits intelectuales y
trastornos de la atencin.
Pese a ser anatmicamente semejantes, los dos hemisferios cerebrales difieren significativamente en
cuanto a sus funciones. El izquierdo tiene dominancia en cuanto al lenguaje, y muchos estudios ven
dominancia vasomotora en el derecho, o sea, en el derecho predominan las funciones no verbales. Esto
es importante para buscar lesiones cerebrales a partir de trastornos verbales o motores.
Small cita ejemplos tpicos: el lenguaje y la habilidad constructivos, que si bien pueden ser localizadas
hasta cierto punto en uno de los hemisferios, no tienen expresiones manifiestas contralaterales. Las
evidencias aportadas por los tests psicolgicos (Wechsler, DAT, etc.) tienden a confirmar la dominancia
cerebral de cada funcin, aunque no de manera totalmente concluyente. El factor sexo (masculino o
femenino) influye tambin en cul hemisferio ser dominante para cada funcin.
Muchos sntomas no son indicativos de la disfuncin en un rea cerebral precisa, pero sealan la
interrupcin de las fibras asociativas que conectan las reas corticales correspondientes a distintas
funciones dentro del mismo hemisferio.
Para Small las evidencias revelan una organizacin funcional diferencial en el cerebro humano, en la cual
cada hemisferio desempea un papel en determinado campo y coopera en el desarrollo de la experiencia
y la conducta humana: esta idea es el gran aporte del enfoque conexionista.
Estas dificultades para trazar un mapa preciso de funciones en el cerebro, hacen que el valor
neuropsicodiagnstico sea relativo y no exacto, ya que por ejemplo el neuropsicodiagnstico, trata de
establecer, por la observacin de la conducta, qu reas cerebrales pueden estar lesionadas y cules no.

A esto se agrega el hecho de la imposibilidad de afirmar con certeza que las manifestaciones del
comportamiento son solo el resultado de una lesin cerebral. Los estudios con animales aportan pruebas
casi ideales, pues al animal se le puede hacer un ablacin en una zona muy precisa del cerebro, y se
puede ver que funcin qued afectada, pero no se sabe la influencia que pudo ejercer esa ablacin sobre
la zona circundante sana. Adems de este mtodo neurolgico experimental otra forma de buscar
evidencias es a travs de los tests psicolgicos, tomado a sujetos sin dao cerebral y comparndolos con
sujetos con dao cerebral, o con probable dao cerebral en zonas ms o menos determinadas. Cuando
los mtodos neurolgicos y psicolgicos aportan datos congruentes, aumentar el grado de confianza en
el diagnstico, pero nunca ser seguro, por lo menos hasta ahora.
Condensado de Small Leonard (1974) Psicoterapia y neurologa (Problemas de diagnstico diferencial). Buenos Aires.
Amorrortu.

Enfoques principales.- Los dos enfoques principales del neurodiagnstico son el examen neurolgico y
el examen psicolgico, teniendo cada examen su tcnica y tcnicas especficas.
Las tcnicas del diagnstico neurolgico son: el examen neurolgico de rutina (ver funciones motoras,
sensoriales, inteligencia, funciones del cerebelo, reflejos, pares craneanos, equilibrio, etc.), y los estudios
complementarios especializados (el electroencefalograma y el Scanning del cerebro, donde se inyectan
sustancias radioactivas en el cerebro). Otra manera es diagnosticar a travs de modificar la medicacin,
o sea la llamada prueba teraputica. Por ejemplo, se puede confirmar un cuadro comicial no detectado
por el EEG viendo que mejora por efecto de la medicacin anticonvulsiva. En el futuro se podrn mejorar
los exmenes neurolgicos con tcnicas microanatmicas, moleculares, qumicas y elctricas, y adems
con estudios longitudinales (comparacin de las funciones cerebrales en distintos estadios del desarrollo y
la maduracin).
Las tcnicas psicolgicas ayudan a determinar la presencia o ausencia de dao cerebral, a identificar las
funciones afectadas por el dao, su gravedad y localizacin. Entre los mtodos psicolgicos empleados
para inferir un dao cerebral, encontramos los siguientes.
1) Nivel de rendimiento: comparar resultados en individuos con o sin dao cerebral; 2) Definiciones
cualitativas de rendimiento: comparar las distintas funciones dentro de un mismo individuo a ver cules
estn disminuidas; 3) Signos patognomnicos de lesin cerebral: o signos tpicos e inequvocos de
determinada lesin cerebral; 4) Comparacin entre las condiciones previas y posteriores al dao cerebral;
5) Comparacin entre puntajes diferenciales, donde se supone que determinada lesin cerebral
manifestar sus efectos psicolgicos siempre de la misma manera; 6) Mtodos estadsticos: donde se
comparar grupos con o sin lesin cerebral y se hace un tratamiento estadstico; 7) Comparacin entre
pruebas de lateralidad: dentro de un mismo individuo, se compara un lado con el otro. Esto no sirve si el
dao cerebral est en ambos hemisferios.
Halstead y Raitan, desarrollaron tests para evaluar y diferenciar a los lesionados cerebralmente. En
general exploran funciones simples (motricidad, sentidos, etc.) y funciones ms elevadas (lenguaje,
capacidad de atraccin, inteligencia, etc.).
El enfoque neuropsicolgico de la clave trata de buscar dos claves principales: de localizacin
(determina primero si hay o no dao cerebral, luego la lateralizacin y la extensin del dao, luego si el
dao es fuerte o leve, y luego claves personales, que indagan si el dao cerebral es agudo, crnico y
congnito. El informe es fundamentalmente estadstico.
El mtodo clnico-analtico de Luria no busca ver qu problemas pudo resolver el sujeto, sino como los
resolvi. Para Luria la investigacin debe tener presente qu respuestas son sospechosas de dao
cerebral y cules no. Una vez identificado el dficit, ste debe ser evaluado a ver si es relativo a una
funcin elemental o a una compleja.
El grado de certeza que se puede alcanzar en el neuropsicodiagnstico depender del tipo de
investigacin que se haga. El ms confiable es el que trabaja en condiciones experimentales, explorando
una variable por vez. Luego sigue la exploracin que por ejemplo seala Luria: explorar en conjunto
todas las funciones y luego seleccionar aquellas que son sospechosas de daos cerebrales. Por ltimo
encontramos las exploraciones del psiclogo prctico, que tiende a buscar ms bien causas psicolgicas
en las disfunciones mentales, y por ello debe tener presente que pueda haber lesin cerebral tambin.
Deben administrarse pruebas que tengan un alto grado de validez y confiabilidad: amnesias, observacin
de la conducta y examen neurolgico.
Las posibilidades de recuperacin de un lesionado cerebral no son hoy tan sobrias como se crea antes,
en muchos casos. Hay recuperaciones evidentes, con o sin tratamiento, entre otras cosas, porque otros
sectores del cerebro pueden reemplazar la funcin afectada. El medio ambiente influye mucho tambin
en el tiempo de recuperacin, como as tambin se antes de la lesin haba o no una neurosis.
Small cita por ltimo algunos tests adicionales para evaluar las relaciones entre el sistema nervioso y la
conducta: los tests de reconocimiento sensorial (percepcin auditiva, tctil, visual, percepcin del tiempo,
doble discriminacin simultnea (tocar dos partes del cuerpo al mismo tiempo y ver la discriminacin),
discriminacin sensorial de la variacin del estmulo, tests de construccin (tests visomotores), tests de
inteligencia, tests de formacin de conceptos, tests de lenguaje, tests que evalan esfera emocional,
tests de movimientos intencionales (golpeteo, inconstancia motora), y tests de esquema corporal.

Condensado de Small Leonard (1974) Psicoterapia y neurologa (Problemas de diagnstico diferencial). Buenos Aires.
Amorrortu.

NEUROPSICOLOGA
Definicin.- La neuropsicologa tiene por objeto el estudio de las alteraciones cognoscitivas y
emocionales, as como de los trastornos de la personalidad provocados por lesiones del cerebro, que es el
rgano del pensamiento y, por lo tanto, el centro de la conciencia. El sufrimiento cerebral por lesin se
expresa en trastornos comportamentales, de ah el nombre de neurologa comportamental aplicado
tambin a la neuropsicologa. Los objetivos de la neuropsicologa son tres: diagnsticos, teraputicos y
cognoscitivos (pg. 1).
Gil, Roger (1999) Manual de neuropsicologa. Barcelona: Masson.

Definicin.- Es la ciencia que estudia la relacin cerebro y conducta, es decir, estudia de qu manera
determinadas estructuras cerebrales y procesos cerebrales mediatizan el comportamiento y lo modulan.
Manning Lilianne, Neuropsicologa cognitiva del lenguaje, pg. 73.

Generalidades.- La neuropsicologa cognitiva se basa en la idea de que los procesos psicolgicos


pueden investigarse examinando cmo se descomponen los distintos aspectos de las capacidades
mentales tras un dao cerebral (pg. 25). La neuropsicologa cognitiva se basa en observaciones
cuidadosas del comportamiento que exhiben las personas con lesiones cerebrales, pero tambin est
guiada por un marco terico: el proporcionado por la psicologa cognitiva (pg. 2).
Parkin, A.J. (1999) Exploraciones en neuropsicologa cognitiva. Madrid: Panamericana.

Fines.- La comprensin de los mecanismos biolgicos normales subyacentes a cualquier tipo de


procesamiento superior, constituyen el fin ltimo de la neuropsicologa.
Manning Lilianne, Neuropsicologa del lenguaje: visin clsica, pg. 20.

Neuropsicologa del lenguaje.- La neuropsicologa del lenguaje se ocupa del estudio de la


comunicacin verbal, teniendo en cuenta los procesos de la formulacin o codificacin y los de la
comprensin o decodificacin cuando una y/o otra se ven alteradas por lesin cerebral. Denes (1978),
por su parte, seala como objeto fundamental de la neuropsicologa del lenguaje la comprensin de los
fenmenos biolgicos que subyacen al lenguaje normal, mediante el estudio de pacientes afsicos.
Manning Lilianne, Neuropsicologa del lenguaje: visin clsica, pg. 20.

NEUROPSICOLOGA COGNITIVA
Generalidades.- La neuropsicologa ha floreado durante las ltimas dcadas, no slo para tratar
pacientes con alteraciones en sus funciones psquicas por dao cerebral, sino para impulsar las
investigaciones en un rea tan desconocida como lo es el cerebro. La neuropsicologa cuenta con
evidencias sobre la organizacin cerebral que pueden ser tiles al psiclogo cognitivo. Un ejemplo es la
teora cognitiva de Paivio, que puede beneficiarse con los hallazgos de la neuropsicologa. Es la teora de
la doble codificacin segn la cual los atributos perceptuales quedan representados en un sistema
pictrico, y los conceptuales y lingsticos en un sistema verbal.
Condensado de Manning L, Neuropsicologa cognitiva del lenguaje (artculo).

Generalidades.- La neuropsicologa cognitiva se basa en la idea de que los procesos psicolgicos pueden
investigarse examinando cmo se descomponen los distintos aspectos de las capacidades mentales tras
un dao cerebral. La neuropsicologa cognitiva se basa en observaciones cuidadosas del comportamiento
que exhiben las personas con lesiones cerebrales, pero tambin est guiada por un marco terico: el
proporcionado por la psicologa cognitiva.
Condensado de Parkin A, Exploraciones en neuropsicologa cognitiva. Madrid: Panamericana, 1999. Captulo 1: La
neuropsicologa cognitiva como ciencia.

Neuropsicologa cognitiva: definicin y objeto.- La neuropsicologa es la ciencia que estudia la


relacin cerebro y conducta, es decir, estudia de qu manera determinadas estructuras cerebrales y
procesos cerebrales mediatizan el comportamiento y lo modulan. Representa la convergencia de la
neurologa y la psicologa. Por ejemplo, estudia, a partir del patrn de alteracin de un lesionado
cerebral, la organizacin normal de la mente y el cerebro.
La neuropsicologa cognitiva se basa en los sntomas psicolgicos de pacientes lesionados cerebrales, y a
partir de all piensan como puede ser la organizacin normal de la mente, organizacin que a nivel
prctico se basa en la hiptesis de la disociacin, y a nivel terico en la hiptesis de la modularidad.
La hiptesis de la modularidad: un supuesto bsico.- Existen subsistemas anatmicamente diferenciados
que pueden realizar microfunciones separadas. Esto puede explicar el hecho de que diferentes regiones

corticales respondan diferencialmente, y el por qu tales zonas poseen determinadas propiedades


neuroanatmicas y neurofisiolgicas.
Fodor define mdulo como un subsistema con un conjunto particular de propiedades de dominio
especfico, innatamente especificado, computacionalmente autnomo (o sea un mdulo no comparte
procesos generales con otros mdulos), informacionalmente encapsulado (un mdulo tiene acceso slo a
vas restringidas de informacin), y con un patrn caracterstico de desarrollo que resulta de aadir un
conjunto de elementos ms bsicos.
La modularidad supone tambin el principio del isomorfismo relativo (hay cierta correspondencia entre la
organizacin de la mente y el cerebro); el concepto de transparencia (lo que implica que la ejecucin
alterada del paciente da las pautas necesarias para saber qu mdulo qued afectado); y el supuesto de
la sustractividad (la ejecucin de un paciente con lesin cerebral refleja el procesamiento cognitivo total
menos el de aquellos sistemas daados).
En neuropsicologa cognitiva caben dos enfoques: uno (Marr) supone estudiar como trabaja cada mdulo,
y dos (Broadbent y otros) estudiar la organizacin global del sistema modular recurriendo a una
arquitectura funcional, tal como por ejemplo puede verse en los diagramas de flujo de ms abajo
referidos a la neuropsicologa cognitiva del lenguaje.
Condensado de Manning L, Neuropsicologa cognitiva del lenguaje (artculo).

Neuropsicologa cognitiva del lenguaje: definicin y objeto.- Segn Coltheart (1987) la NPCL es
una esfera de investigacin donde las teoras sobre el sistema de procesamiento del lenguaje se utilizan
para interpretar los datos de los pacientes con alteraciones lingsticas, y dichos datos son utilizados para
probar y afinar las teoras. La neuropsicologa utiliza el siguiente diagrama de flujo:
Modelo de modificacin y decodificacin de palabras habladas y escritas (Ellis y Young, 1988)

Palabra oda
ESCUCHAR

Palabra escrita
LEER

1. Sistema de anlisis auditivo


(identifica fonemas)

5. Sistema de anlisis visual


(identifica grafemas)

2. Lxico del
input auditivo
(identifica
palabras)
11

6. Lxico del
input visual
(identifica
palabras)
3

13

12

14
4. SISTEMA SEMNTICO
(otorga significados)

8. Lxico del
output del
habla

23 (18a).
Conversi
n grafemafonema

16. Lxico del


output
grafmico

17

10
9. Nivel
fonmico

22

15
18. Conversin
fonema-grafema

19. Nivel grafmico

20. Nivel alogrfico


?
21. Patrones
motores grficos

Habla
HABLAR

Escritura
ESCRIBIR

El proceso del diagrama puede describirse del siguiente modo:


1) El sistema de anlisis auditivo identifica sonidos dentro del flujo de palabras, independientemente del
acento, velocidad de emisin, timbre o ruido de fondo.
2) El repertorio del input auditivo indica si una palabra ya fue escuchada con anterioridad.
3) La conexin entre el repertorio del input auditivo y el sistema semntico deja pasar las palabras
reconocidas para darle significado.
4) El sistema semntico otorga significado a las palabras habladas y escritas.
5) El sistema de anlisis visual identifica las letras que componen palabras y no-palabras, codifica cada
letra segn su posicin en la palabra y finalmente agrupa las letras que forman parte de la palabra.
6) El repertorio del input visual identifica hileras de letras que forman palabras conocidas y puede
clasificar una palabra como desconocida.
7) La conexin entre el repertorio del input visual y el sistema semntico permite a las palabras
reconocidas acceder al sistema semntico, que les da significado.
8) El repertorio del output del lenguaje permite producir palabras habladas y ledas. La activacin de este
sistema est en funcin de la frecuencia de las palabras.

9) En el nivel de fonema estn representados en forma individualizada los sonidos del lenguaje. Recibe
inputs de tres sistemas (ver diagrama).
10) La conexin entre el repertorio del output del lenguaje y el nivel de fonema acelera la seleccin de
entradas en el repertorio del output del lenguaje y la activacin de fonemas en el nivel de fonema.
11) La conexin entre el sistema de anlisis auditivo y el nivel de fonema permite repetir palabras
inventadas, inexistentes, pues al no pasar por los repertorios no requieren ser reconocidas ni por tanto
comprendidas. Esta conexin hace posible el lenguaje interno al realimentar el sistema de anlisis
auditivo una vez activados los fonemas en el nivel de fonema.
12) La posibilidad de corregir errores cometidos durante el habla hace necesaria una conexin directa
desde la palabra oda hasta la palabra hablada. El hablante se escucha y recibe constantemente el feedback de sus palabras.
13) La conexin entre el input auditivo y el output del lenguaje hace posible dar cabida a una ruta que,
sin pasar por el sistema semntico, va desde el sistema de anlisis auditivo hasta la palabra escrita. Los
pacientes que pueden deletrear palabras odas que no comprenden demuestran que esta ruta existe.
14) La conexin que va del repertorio del input visual al repertorio del output del lenguaje, sin pasar por
el sistema semntico, ha sido implementada por aquellos pacientes que pueden leer en voz alta palabras
que no comprenden.
15) La conexin que va desde la conversin grafema-fonema hasta el output del lenguaje es
independiente del reconocimiento de palabras escritas en tanto que palabras conocidas y, por tanto, hace
posible la lectura de palabras totalmente desconocidas.
16) La funcin del repertorio del output grafmico hace posible almacenar la ortografa de palabras
familiares y por tanto, escribirlas.
17) La conexin entre el repertorio del output del lenguaje y el repertorio del output grafmico queda
implementada por pacientes que son capaces de escribir al dictado palabras que no comprenden.
18) El sistema de conversin fonema-grafema ensambla representaciones de fonema con aquellas de
grafema.
18a) De manera similar, el sistema de conversin grafema-fonema permite la traduccin de un nivel al
otro en un sentido opuesto.
19) En el nivel de grafemas se abstraen las letras.
20) El nivel alogrfico permite la representacin espacial de las letras.
21) El nivel de modelos motores grficos proporciona la representacin de los movimientos necesarios
para escribir.
22) La conexin directa entre palabra escrita y leda proporciona el feedback necesario, cuando uno lee
su propia escritura, para corregir errores.
23) La conexin entre el sistema de anlisis visual y el nivel de grafema permite copiar palabras y nopalabras que no son reconocidas ni comprendidas.
Analizando analizadores.- Tanto el diagrama anterior como el siguiente tienen en comn que hay un
procesamiento inicial de la informacin hablada o escrita, que es mediatizado por sistemas de
reconocimiento de palabras, uno visual y otro auditivo.
Modelo del procesamiento de reconocimiento, comprensin y produccin de palabras y no-palabras
(Patterson y Shewell (1987)

Palabra hablada
ESCUCHAR

Palabra escrita
LEER

Anlisis acstico

Anlisis ortogrfico

Lxico input
auditivo

Lxico input
ortogrfico

SISTEMA
COGNITIVO

Conversin
acsticofonolgica

Lxico output
fonolgico

Buffer
Respuesta

Habla
HABLAR

Conversin
ortogrfico- fonolgica
a nivel sub-palabra

Lxico output
ortogrfico

Conversin
fonolgico- ortogrfica
a nivel sub-palabra

Buffer Salida
grafmica

Escritura
ESCRIBIR

El procesamiento de la palabra escrita empieza en el sistema de anlisis ortogrfico que identifica letras
sea cual fuere su forma (mayscula, minscula, etc) Las letras identificadas llegan al repertorio o lxico
del input ortogrfico, donde se identifica la palabra o la no-apalabra Estas se leen as: una vez
identificadas las letras, el conjunto de ellas es dividido en segmentos ortogrficos; los segmentos
fonolgicos correspondientes a estos son recuperados en el sistema de conversin ortogrfico-fonolgica.
Luego, el conjunto de segmentos fonolgicos es mantenido en un buffer de salida fonolgica, de manera
que ichos segmentos puedan ser combinados en una representacin fonolgica unitaria que es la noapalabra.
El procesamiento de la informacin auditiva se lleva a cabo de modo similar.
Algunos pacientes tienen un dao en ciertas conexiones del diagrama, y otros en otras conexiones.
Reconociendo palabras.- Una teora muy aceptada supone que hay un componente especializado en
reconocer palabras conocidas independientemente del sistema semntico, y que se basa en la frecuencia
de aparicin de la palabra. Otras concepciones postulan un sistema que reconoce y diferencia palabras
concretas de abstractas situado en el lxico del input ortogrfico, lo que contradice bastante evidencia
acumulada.
Comprendiendo palabras.- La comprensin de palabras est en el sistema semntico, pero frente a esta
concepcin unitaria ltimamente han aparecido teoras que postulan ms de un sistema cognitivo para
diferentes informaciones: material impreso pre-verbal, y material verbal (visual o auditivo).
Conectando mdulos.- Los diagramas anteriores muestran como estn interconectados los mdulos. En
ellos puede destacarse una ruta directa, que no pasa por el sistema semntico. Por ejemplo la conexin
entre input del lxico ortogrfico y el output del lxico fonolgico, cuyo apoyo emprico est en paciente
con lenguaje espontneo muy reducido, con comprensin verbal y lectura posible de palabras aisladas.
Otras evidencias de pacientes revelan la existencia de otras conexiones.
Escribiendo palabras y no-palabras.- Ciertas tareas parecen derivar de un procesamiento de
trascodificacin entre la lnea hablada y la escrita. Al respecto, algunos autores dicen que ambos
sistemas estn conectados (por ejemplo Luria dice que la palabra escrita depende de la hablada), y otros

dicen que son independientes. Todo parece depender del idioma del sujeto: la dependencia de un sistema
de otro se da en idiomas donde hay un nico modo de deletrear un fonema. A partir de aqu, se hicieron
muchas investigaciones al respecto.
Condensado de Manning L, Neuropsicologa cognitiva del lenguaje (artculo).

El mtodo en la neuropsicologa cognitiva.- En neuropsicologa, las investigaciones pueden tener dos


objetivos: la falsacin de una hiptesis o el descubrimiento, pero no la corroboracin, y para ambos se
utiliza el estudio de los casos de disociacin o doble disociacin (ver ms adelante), aunque hay
investigaciones referidas a un solo subsistema daado, y no a dos.
Shallice (1988) seala tres supuestos bsicos del mtodo en neuropsicologa: 1) el tipo de modelo que se
considerar, o sea un sistema cognitivo formado por subsistemas aislables; 2) la manera de pasar del
modelo a la ejecucin: los sistemas cognitivos son cualitativamente similares interindividualmente
cuando debe realizarse una tarea conocida en un grupo social dado; y 3) el efecto de la lesin a estudiar
sabiendo que la identidad y el nmero de subsistemas daados ser evaluado en base al comportamiento
del paciente.
Cabe destacar el concepto de patrn de prdida cuantitativa de recursos. Siempre que un procesamiento
determinado requiere la participacin de un subsistema, lo que hace es reclutar los recursos del mismo.
Por tanto, si el subsistema disfunciona al realizar una tarea, disfuncionar igualmente al realizar cualquier
otra que requiera de sus recursos. As, el grado en que diferentes tareas requieran de un sistema forma
un continuo.
A continuacin se exponen algunas aproximaciones para responder a la pregunta: qu se puede inferir
sobre la funcin normal a partir de patrones de ejecucin de pacientes?
La aproximacin de Morton y Patterson.- Supone el empleo del estudio de caso nico. Estos autores
rechazan las clasificaciones nosolgicas y proponen estudiar cada caso como nico, analizando los
comportamientos de cada paciente segn el siguiente modelo:
Modelo del logogen de Morton y Patterson (1980) para la interpretacin de alteraciones del lenguaje

Anlisis
auditivo

Anlisis
visual

Logogenes del
input auditivo

Logogenes del
input visual

SISTEMA
COGNITIVO

Logogenes de salida
Conversin
grafema-fonema
Buffer de respuesta

Este modelo ilustra la realizacin de diversos pasos: 1) categorizar el estmulo en el input para enviarlo
directamente al output; 2) categorizar la palabra en el sistema de logogen y enviar la informacin al
sistema cognitivo donde se le otorga sentido semntico; y 3) tratamiento de estmulos en trminos de
secuencias de grafemas y la conversin de tal estmulo en un cdigo fonolgico.
La disociacin en neuropsicologa.- Por disociacin se entiende que si el paciente X tiene alterado el
procesamiento de la tarea 1, pero hace correctamente la tarea 2, entonces se puede decir que muestra

una disociacin entre ambas tareas, lo que sugiere que el sistema cognitivo normal est organizado de
tal forma que ambas tareas son independientes. Otros investigadores exigen para probar esta
organizacin una doble disociacin, donde se compara el paciente X con el paciente Y en el que la tarea 1
est alterada y la tarea 2 est preservada. Cuando hay dos tareas alteradas, puede deberse a que ambas
dependan de una tercera o porque sus recorridos nerviosos estn prximos y entonces una lesin afecta
a ambas.
Relacionando la disociacin con la modularidad, puede decirse que un amplio nmero de habilidades
cognitivas estn mediatizadas por procesos o sistemas cognitivos semi-independintes, cada cual capaz de
daarse independientemente. Si podemos hablar en trminos de subsistemas, podremos decir que un
caso de doble disociacin permite aislar determinados mdulos o subsistemas. En caso de considerarse la
teora equipotencial (opuesta a la modular), la disociacin se explicara porque ese sistema equipotencial
podra ser daado.
Las constelaciones de sntomas en neuropsicologa.- Autores como Marshall y Nwcombe (1980) prefieren
trabajar con constelaciones de sntomas buscando generalizaciones interpacientes. El procedimiento es
ver qu sntomas aparecen frecuentemente asociados en todos los pacientes.
Por ejemplo, se preguntan qu otros sntomas acompaan la dislexia profunda (errores semnticos de
lectura), y concluyen que son los siguientes: errores derivacionales (leer birth pero decir born), errores
morfolgicos (crowd por crown), errores sintcticos, e imposibilidad de leer no-palabras. Otros autores
como Coltheart encontraron una constelacin de 11 sntomas que acompaan a los errores semnticos.
La aproximacin de Caramazza.- El autor propone un modelo de interpretacin basado en cuatro
requisitos: 1) la hiptesis referida a la ejecucin de una determinada tarea por un sujeto normal; 2) la
hiptesis referida a la alteracin del modelo normal en caso de lesin cerebral; 3) el principio de
sustractividad por el cual el comportamiento del paciente refleja directamente la hiptesis del punto 1,
sometida a la hiptesis del punto 2; y 4) el principio de universalidad por el cual todos los sistemas
cognitivos son bsicamente idnticos.
Para Caramazza, el estudio de los pacientes lesionados permite entender como funciona este sistema
cognitivo normal. Para ello tiene en cuenta que la ejecucin cognitiva resulta de un conjunto de
componentes de procesamiento, que las alteraciones estn limitadas por la naturaleza de dichos
componentes, y que investigar en neuropsicologa implica bsicamente determinar, para cada paciente,
la existencia o no de modificaciones del sistema cognitivo.
Consideraciones en torno al estudio de caso nico.- Si se consideran los estudios de caso nico (N = 1)
como mtodo que requiere un conjunto de teoras a comparar con una amplia serie de casos de manera
de poder comparar pacientes entre s, la postura de Morton y Patterson no ofrece posibilidades de
avance.
Las otras dos perspectivas (disociacin y constelacin de sntomas) pueden conducir a comparaciones
inter-paciente de manera que cada uno no constituya en s mismo una teora y un modelo. En cuanto al
planteo de Caramazza, su postura no se presta a ningn tipo de contrastacin. Frente a ello, el estudio
de caso nico con posturas tericas ms flexibles puede resultar ms aplicable y fructfero.
Condensado de Manning L, Neuropsicologa cognitiva del lenguaje (artculo).

El mtodo en la neuropsicologa cognitiva: casos nicos o grupos?- Aunque se han comparado


dos personas, pero hay quienes creen que slo deberan estudiarse casos nicos. Algunos autores
sealan que no es vlido extender la lgica de los estudios con grupos normales a las poblaciones con
lesiones cerebrales, pues los estudios con grupos de sujetos normales se basan en el supuesto de que los
procesos investigados son homogneos (similares a todos los sujetos).
Quienes se oponen a los estudios con grupos argumentan que poco puede concluirse porque las lesiones
producen daos muy dismiles o diversos. Algunos intentaron salvar este problema de la heterogeneidad
agrupando pacientes en funcin de sndromes, pero habr que ver como se define sndrome, pues puede
ser algo muy vago.
Un argumento a favor del estudio con grupos reposa sobre la idea de que si un grupo de sujetos exhibe
una heterogeneidad significativa, no ser capaz de generar diferencias grupales estadsticamente
significativas., pero esta regla tambin ha sido criticada.
Otro argumento en favor del estudio con grupo es utilizar datos neurolgicos y basarse en el supuesto de
la especificidad neurolgica: es vlido asumir que todos los que tengan dao en la misma zona cerebral,
tendrn tambin problemas funcionales similares.
Los estudios de caso nico evitan el problema de la heterogeneidad, pero tambin tienen sus dificultades,
de las cuales la ms evidente es que no se pueden hacer generalizaciones.
En suma, los estudios con grupos podran mejorarse usando criterios de inclusin de sujetos ms
estrictos, y usar procedimientos estadsticos ms rigurosos podra reducir la inclusin de sujetos atpicos.
Por otro lado, la alternativa de caso nico sera ms viable si se diesen algunos pasos para resolver el

problema de la rplica. En concreto, el desarrollo de medidas que permitieran acumular pacientes con
dficit semejantes.
Condensado de Parkin A, Exploraciones en neuropsicologa cognitiva. Madrid: Panamericana, 1999. Captulo 1: La
neuropsicologa cognitiva como ciencia.

Tcnicas de investigacin en neuropsicologa cognitiva.- Se mencionan los estudios con animales y


las tcnicas de neuroimagen.
Estudios con animales.- La ventaja en este caso es que las lesiones cerebrales en animales son ms
circunscriptas y precisas que las lesiones en humanos, pero la desventaja es que no permite estudiar
funciones mentales superiores (pensamiento, etc.). Tambin est el problema de hasta qu punto se
pueden extender a los humanos las conclusiones obtenidas sobre animales.
Tcnicas de neuroimagen.- En los ltimos 15 aos se desarrollaron mucho estas tcnicas que emplean la
tomografa axial computarizada (TAC), capaz de generar una imagen tridimensional del cerebro y, ms
recientemente, la imagen por resonancia magntica nuclear (RMN), ms til para identificar zonas
daadas del cerebro. Tambin se emplea la RMN funcional, apta para medir cambios fisiolgicos en dicho
rgano. Para detectar anormalidades fisiolgicas, finalmente, se usa la PET o Tomografa por emisin de
positrones.
Condensado de Parkin A, Exploraciones en neuropsicologa cognitiva. Madrid: Panamericana, 1999. Captulo 1: La
neuropsicologa cognitiva como ciencia.

Un ejemplo de investigacin en neuropsicologa cognitiva: Dislexia fonolgica y superficial.- El


siguiente esquema da una idea aproximada de cmo podran estar organizados los mdulos responsables
de la lectura en voz alta.

P
Palabra

A Anlisis
v
visual

C Reglas grafema f
fonema

B Lxico

D Habla

La palabra se identifica en A, y antes que se pronuncie en voz alta en D puede pasar por B o C. El
componente B nos permite pronunciar correctamente palabras irregulares o mal escritas, mientras que el
componente C nos permite pronunciar las palabras o las no-palabras (fragmentos de palabras) de
acuerdo a las reglas gramaticales. Ambas rutas de pronunciacin no operaran en paralelo. Por ejemplo,
se tarda ms en pronunciar palabras irregulares.
La dislexia adquirida (no poder leer por lesin cerebral) es una evidencia para creer en estas dos rutas de
pronunciacin.
Se cita un ejemplo de dislexia: Norman (dislexia fonolgica), quien tras un infarto cerebral puede leer
mejor palabras comunes que no comunes, y ms fcilmente palabras de alta imagen (que evocan
fcilmente una imagen como pjaro) que palabras con baja imagen (ms abstractas). Norman lee bien la
mayora de las palabras pero no puede leer nada que no sea una palabra.
Se cita tambin el ejemplo de Tob (dislexia superficial), quien por una demencia poco a poco perdi el
lenguaje hasta llegar a pronunciar solo palabras muy simples y familiares, y adems le resultaba fcil leer
palabras regulares o no palabras pero difcil leer palabras irregulares.
En la dislexia fonolgica de Norman hay un problema primario para leer no-palabras (no puede convertir
grafemas en fonemas), pero tiene intacto el componente lxico, lo que confirmara la explicacin modular

de la figura anterior, aunque el dato de Norman no es suficiente porque necesitamos evidencia de doble
disociacin, que es proporcionada por el caso de Tob.
Condensado de Parkin A, Exploraciones en neuropsicologa cognitiva. Madrid: Panamericana, 1999. Captulo 1: La
neuropsicologa cognitiva como ciencia.

La neuropsicologa cognitiva y los diagram-makers.- Los diagram-makers son los estudios de


neuropsicologa cognitiva del siglo pasado, basados en la medicina pero no en la psicologa cognitiva, que
por entonces no exista. Los diagram-makers otorgan mucha importancia a la localizacin anatmica de
la lesin, mientras que actualmente no es as, privilegindose los procesos cognitivos alterados, y slo en
una etapa posterior se considerarn las reas anatmicas afectadas. Actualmente la neuropsicologa
puede investigar casos particulares basndose en teoras del funcionamiento normal propuestas por la
psicologa cognitiva.
Condensado de Manning L, Neuropsicologa cognitiva del lenguaje (artculo).

Investigacin en neuropsicologa cognitiva.- Las investigaciones en neuropsicologa cognitiva del


lenguaje basadas en las teoras modulares fueron muy numerosas, y han permitido ampliar ms la teora
que explica el empleo normal y patolgico del lenguaje en sus diversos aspectos (habla, escritura,
lectura, etc). Algunos como Seidenberg, piensan que debera haber descripciones ms detalladas de las
operaciones que realiza cada mdulo, pero por otro lado se considera que la descripcin de cada mdulo
no contribuye demasiado al avance de la comprensin de funcionamiento superior, global, del cerebro.
Seidenberg se extiende en otras crticas sobre las investigaciones en neuropsicologa, algunas de las
cuales son atendibles. Por ejemplo se critica a ciertos neuropsiclogos su tendencia a armar sndromes o
constelaciones de sntomas. Esto estara errado si fueron inamovibles: siempre debe estarse dispuesto a
cambiar sndromes, aunque por suerte tampoco necesitamos de ellos para avanzar en la neuropsicologa.
Condensado de Manning L, Neuropsicologa cognitiva del lenguaje (artculo).

Psicologa cognitiva y modularidad: una revisin muy breve.- Antes de 1960, el enfoque
dominante era conductista (Skinner, por ejemplo). El conductismo asume el punto de vista de que el
comportamiento no puede ser explicado apelando de ningn modo a estructuras internas o procesos
dentro del cerebro. En lugar de ello, los conductistas queran explicar el comportamiento humano en
trminos de las relaciones entre entradas (estmulos) y salidas (respuestas). Este enfoque fue criticado
por Chomsky en 1959, y hoy se tiende ms a las explicaciones cognitivas, que intentan proporcionar una
explicacin cientfica de cmo el cerebro lleva a cabo funciones mentales complejas como la visin, la
memoria, el lenguaje y el pensamiento.
Entre los modelos cognitivos est el de Atkinson y Shiffrin (1968) que concibe el sistema de memoria
formado por un almacn sensorial, uno a corto plazo y otro a largo plazo.
Modularidad.- ltimamente el enfoque cognitivo se vio influenciado por la idea de modularidad. Marr, en
1976, propuso que el cerebro poda tener una organizacin modular, porque ella es muy ventajosa para
cualquier sistema complejo que pretenda evolucionar: es ms fcil corregir o mejorar, pues los cambios
pueden hacerse en ciertos mdulos sin necesidad de hacerlos paralelamente en los dems. Fodor, en
1983, desarroll ms extensamente esta idea, y asign a los mdulos las siguientes propiedades:
1. Encapsulamiento informativo: los mdulos operan aisladamente de los dems. Ej: no podemos
evitar las ilusiones visuales aunque sabemos que son ilusiones.
2. Especificidad de dominio: Cada mdulo procesa un tipo de entrada (solo tratan con una
determinada fuente de informacin).
3. Obligatoriedad: Cada mdulo opera como todo o nada. Una vez activado, ejecuta su operacin
completamente.
4. Innatos: No se adquieren a travs del desarrollo.
A los efectos de la neuropsicologa cognitiva, las propiedades 1 y 2 son las ms importantes (y las
menos controvertidas).
La psicologa cognitiva se interesa tambin por qu sucede dentro de los mdulos, y como pueden
explicarse los procesos mentales ms complejos (Fodor haba hablado de una interaccin entre mdulos,
aunque la psicologa cognitiva no sigui esta idea).
El modelo de memoria de Baddeley y Hitch incorpora elementos modulares y no modulares, que
incorpora al clsico modelo de Atkinson la idea de una memoria operativa con un componente ejecutivo
central entre el almacn sensorial y el almacn a largo plazo.
Condensado de Parkin A, Exploraciones en neuropsicologa cognitiva. Madrid: Panamericana, 1999. Captulo 1: La
neuropsicologa cognitiva como ciencia.

La neuropsicologa cognitiva y el procesamiento distribuido en paralelo.- El estudio de los


procesos cognitivos fue revolucionado por el modelo PDP (Procesamiento distribuido en paralelo, o
Conexionismo). A diferencia de los vistos hasta ahora donde cada componente se identifica
explcitamente (por ejemplo el componente ejecutivo central), los modelos conexionistas aprenden por s
mismos (usan reglas para cambiar las interconexiones entre nodos) y establecen su propia

representacin de cualquier conjunto de informacin dado: la informacin est distribuida en muchos


nodos y no es propiedad de un nico nodo. Mtodos como la retroprogramacin permiten a la red
representar informacin. Por ejemplo aunque una red neuronal haya perdido el 30% de sus nodos, puede
volver a funcionar.
Condensado de Parkin A, Exploraciones en neuropsicologa cognitiva. Madrid: Panamericana, 1999. Captulo 1: La
neuropsicologa cognitiva como ciencia.

La neuropsicologa cognitiva y la especificidad neurolgica y doble disociacin.- La especificidad


neurolgica significa que cada funcin mental ocupa una regin determinada del cerebro. Este supuesto,
unido al de modularidad, subyace a gran parte del trabajo en neuropsicologa cognitiva, y en el ncleo de
este asunto encontramos el mtodo de la doble disociacin.
En la doble disociacin clsica, si se quiere demostrar que cada mdulo es independiente, debe poder
demostrarse que un mdulo A funciona en ausencia de otro B, y viceversa (doble disociacin). En un
televisor, puede haber imagen sin sonido y viceversa. Sin embargo, el peligro de esta concepcin es que
los neuropsiclogos se queden haciendo cientos de distinciones finsimas entre mdulos sin proponer
ningn principio organizador de todos ellos.
Condensado de Parkin A, Exploraciones en neuropsicologa cognitiva. Madrid: Panamericana, 1999. Captulo 1: La
neuropsicologa cognitiva como ciencia.

Neuropsicologa y esquizofrenia.- La investigacin est avanzando hacia una mayor especificacin de


las alteraciones a nivel cognitivo y cerebral. Las lneas de investigacin dentro de la Psicologa Cognitiva
han permitido conocer con ms detalle qu tipo de procesos estn implicados en cada tarea
neuropsicolgica y disear nuevas tareas para medir procesos muy especficos (Soriano et al., 2004).
En este sentido numerosos estudios en personas con esquizofrenia avalan la existencia de un deterioro
en el rendimiento de pruebas neuropsicolgicas estandarizadas especialmente las que implican atencin,
memoria, funcionamiento ejecutivo (Lpez, 2003) y funcionamiento cognitivo general (Seidman, Buka,
Goldstein, Tsuang, 2006).
Se ha encontrado que estas alteraciones son las ms importantes (Saykin, Gur, Gur, Mozley, Mozley,
Resnick, Kester y Stafiniak, 1991) y estn presentes no slo en la esquizofrenia sino tambin en otros
trastornos del espectro de la psicosis (Cuesta et al., 2000 a y b).
Esperanza Bausela H. Neuropsicologa y esquizofrenia. REVISTA CHILENA DE NEUROPSICOLOGA. 2009; 4(1):1-5.

NINFOMANA
Definicin.- Exageracin mrbida de la avidez sexual en la mujer.
Virel A., Vocabulario de psicoterapias, Barcelona, Gedisa, 1985, pg. 206.

Definicin.- Trmino tradicional por el que se defina un impulso sexual exagerado y compulsivo en la
mujer. En la actualidad es obsoleto y ha sido sustituido por adiccin sexual.
Farr Mart J, Diccionario de Psicologa, Barcelona, Ocano, 1999, pg. 248.

NIEZ
Salud mental en nios.- Resumen: Contenido: Los estudios exploratorios que generan modelos
probatorios sobre cmo los factores de riesgo suponen problemas de salud mental en la niez a travs
del tiempo son crticos para desarrollar una prevencin efectiva y estrategias para el tratamiento.
Objetivo: Construir modelos dirigiendo las siguientes 2 preguntas: (1) Cun temprano podemos
identificar a los nios en riesgo por problemas de salud mental de tercer grado? (2) Cmo funcionan los
factores de riesgo a travs del tiempo?
Diseo y Participantes: Evaluamos en ocho ocasiones a una muestra comunitaria de Wisconsin,
comenzando durante el embarazo. Trescientas setenta y nueve familias completaron los cuestionarios
multi-informativos (madres, maestras, y nios) sobre los sntomas de salud mental de los nios de tercer
grado.
Medidas Principales de Resultado: Severidad de los sntomas y la direccionalidad (externalizacin vs.
internalizacin).
Resultados: La hiptesis que se gener fue si el estado socio econmico familiar (en ingls, SES) defini
diferentes caminos de la severidad de los sntomas. En las familias con bajo / medio SES, los nios
estaban en riesgo si sus madres haban estado angustiadas durante el perodo de la infancia, lo cual se
asoci despus con angustia maternal y ms generalizada en el nio y una disfuncin durante el perodo
preescolar. En las familias con alto SES, fue ms complejo, empezando con historias de depresin
paternal y psicopatologa familiar que llevaron a un mayor estrs familiar en el perodo infantil y a la
angustia maternal y del nio y la disfuncin durante el perodo preescolar. Para todos los nios la
incapacidad social y acadmica durante la transicin escolar fue un importante mediador. Surgieron

sntomas con dos tipos de direccionalidad que consistieron uno empezando con el sexo del nio y el otro
con el temperamento del nio.
Conclusiones: La mayora de los factores de riesgo pronosticaron severidad del sntoma y no
direccionalidad. Los factores de riesgo para los problemas de internalizacin y externalizacin pueden ser
muchos lo mismo, y las mismas intervenciones preventivas podran ser efectivas para ambas clases de
problemas. Adems, los nios en riesgo de familias de alto SES podran ser identificados en la infancia,
en tanto que aquellos de familias de bajo SES podran identificarse slo como preescolares.
Essex M y otros, Exploracin de los factores de riesgo para la aparicin de problemas de salud mental en nios.
ARCHIVES OF GENERAL PSYCHIATRY. 2006 NOV; 63(11).

NOMBRE DEL PADRE


Generalidades.- Lacan sostiene que hay un principio organizador, el "Nombre del Padre", y una
operacin que liga al sujeto a ese principio organizador, operacin que se llama "Metfora Paterna". Si
esta no se cumple, hay psicosis.
Partamos de la siguiente expresin lacaniana: "El Nombre del Padre es el significante del Otro que, en el
Otro del significante, est en el lugar de la ley".
El Otro es el gran otro, el mundo de las cosas de la cultura. Es una gran feria, como dice Sal. En este
mundo hay cosas que son significantes, que significan algo, y una de esas cosas debe ser una Ley que
rija las relaciones entre las otras cosas, que rija cmo sern significadas. Esa cosa que es la ley debe
estar por fuera de ese mundo, del mismo modo que una naranja pegada por fuera de un cajn indica que
adentro hay naranjas. La naranja de afuera ya no se puede usar, comer: est destinada a cumplir su
funcin de ley.
Veamos ahora como se da la operacin de la metfora paterna por la cual el nio queda incluido en la
organizacin del mundo de la cultura bajo la ley del NP (Nombre del Padre):
Nombre del Padre
_______________
Deseo Materno

Deseo Materno (Otro)


-------------------- NP ------------------Nio (x)
(Significante flico)

El Nio nace en el mundo de los deseos maternos, pero esta madre est a su vez en el mundo de la
cultura, bajo la ley del NP, por lo tanto, la madre est inscribiendo, por carcter transitivo, al nio en el
mundo de la cultura. Por lo tanto (flechita), el nio queda inscripto es la ley del NP, o sea en un mundo
(Otro) donde otorgar a las cosas significacin flica, pudiendo as trazar equivalencias entre objetos
(heces, dinero, etc).
Dentro del mundo de la cultura hay un lugar donde estn todos los que no quedaron organizados bajo la
Ley del Padre (es el manicomio).
Condensado de Sal, Lo inconciente, sntoma, angustia y represin. Clases dictadas en la ctedra de Psicopatologa de
la Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires, 1996.

NORMALIDAD
Generalidades.- Lo que se llama 'normal' tiene siempre connotaciones ideolgicas. Unas veces se
refiere a un criterio estadstico (lo normal es la conducta ms habitual, la norma), otras a un 'estado
ideal', y el psicoanlisis se opone a esta ltima idea. El par normalidad-anormalidad es exterior al
dispositivo analtico, e inclurlo en l se corre el riesgo de transformarlo en una prctica sugestionante.
Otras veces se habla de la normalidad como adaptacin a un medio, a una realidad exterior. El
psicoanlisis en cambio la remite a una realidad psquica, a la forma como queda el sujeto articulado en
el eje Edipo-castracin. Freud defina una conducta normal o sana como aquella que tiene algo de
neurosis porque no niega la realidad, pero algo de psicosis porque se esfuerza en transformarla.
Grunfeld B, Resea histrica de la psicopatologa. Clases dictadas durante 1996 en la ctedra de Psicopatologa de la
Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires, Argentina.

Generalidades.- 1. (Psicoanlisis) Segn Freud, la normalidad se desarrollara como resultado de la


represin de ciertos instintos parciales y elementos de la disposicin infantil, y de la subordinacin de lo
restante a la primaca de la zona genital al servicio de la funcin de reproduccin. 2. Con una norma de
valor, cuyo contenido eventual escapa a toda discusin cientfica, la psicologa no puede trabajar, como
se deja entender. Por tanto nos atenemos a la norma del trmino medio. Con relacin al contenido de
normal trmino medio determinamos as las personalidades anormales: personalidades anormales son
variaciones, desviaciones de un campo, medio, imaginado por nosotros, pero no exactamente
determinable, de las personalidades humanas. Desviaciones hacia el ms o hacia el menos, hacia arriba o
hacia abajo. Es indiferente, pues, que estas desviaciones de la normalidad media correspondan a valores
positivos o negativos en el aspecto tico o social. Partiendo de esta normalidad media, es exactamente
tan anormal el gran poeta o el santo como el criminal: los tres caen fuera del trmino medio de las

personalidades. Es evidente que todas las personalidades de alguna manera singular o extraa,
especialmente destacadas por algn rasgo de su modo de ser, tienen que incluirse en este concepto.
Personalidades psicopticas son aquellas personalidades anormales que sufren por su anormalidad, o
hacen sufrir, bajo ella, a la sociedad. Esta delimitacin es arbitraria y se basa solo en razones prcticas.
(Kart Schneider, Las personalidades psicopticas, Editorial Morata, Madrid, 1943).
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Criterios.- Existen dos criterios bsicos de los cuales derivan los conceptos de normalidad vigentes
(Maritn, 1991):
1) El criterio estadstico establece como normal al hombre promedio, a aquel que por sus caractersticas
se aproxima a la media aritmtica de las caractersticas del grupo a que pertenece. Es un criterio
cuantitativo y realista, basado en hechos de observacin, ya que tiene en cuenta cmo el hombre es, y
no como debe ser. Es decir que si un individuo tiene una conducta semejante a las conductas
mayoritarias de su comunidad es normal, est adaptado, y aquellos que se alejan del promedio (como en
los extremos de la curva de Gauss) son considerados anormales.
2) El criterio normativo tiende a considerar al hombre normal a aquel que se asemeja a un modelo de
perfeccin humana, que rene las caractersticas deseables (ideales) de acuerdo a un sistema de valores
imperante. Establece cmo el hombre normal debe ser, es decir, es un criterio axiolgico para el cual la
normalidad es una condicin cualitativa (Maritn, 1991).
Marietan H, Sobre los conceptos de salud, enfermedad, normalidad y anormalidad. Buenos Aires: Alcmeon. Revista
Argentina de Clnica Neuropsiquitrica. Ao 2, Vol 1, n 2, Abril 1991.

Tipos.- Wolf distingue tres tipos de normalidad: estadstica, normativa y clnica.


Estadsticamente, una persona es normal si est cerca de la tendencia de un grupo tpico de individuos.
Esto no es adecuado porque lo tpico puede ser una patologa, como la gripe.
Segn el criterio normativo, es normal la persona que cumple con las reglas ticas del grupo a que
pertenece, la que tiene un buen ajuste adaptativo. Por ejemplo, es normal ser haragn si el grupo as lo
requiere. El criterio normativo asimila entonces normalidad con adaptacin o conformismo. Sin embargo,
inconformismo no es siempre sinnimo de enfermedad.
El criterio clnico, ms aceptable, no toma slo extremos, sino un continuum que va desde el sujeto que
no puede gobernarse a s msmo poniendo en peligro su vida y la ajena, hasta el otro (normal) donde
aparece amor por la vida y su cuidado. A veces la destruccin depende de ideales, como en el caso de
bonzos y kamikazes.
Segn Bergeret, la normalidad es la integridad de las bases narcisistas de la constitucin del yo, la
extensin de las posibilidades creadoras y relacionales, la integracin genital y de Eros.
Lunazzi de Jubany H, Lectura del psicodiagnstico.

Concepciones.- Offer y Sabshin dan cuatro definiciones de normalidad: como salud, como utopa, como
promedio y como sistema transaccional.
La salud mental se ha entendido de varias formas: como evolucin del yo y adaptacin (Hartmann),
como crisis resuelta favorablemente (Erikson), y como cinco tendencias crecientes: estabilidad de la
identidad yoica, independizacin de los ms cercanos, profundizacin de intereses, humanizacin de
valores, y ampliacin de la capacidad de cuidar al otro (White).
Normalidad como utopa es un modelo ideal intentado por ejemplo desde el psicoanlisis, y supone en
general un entorno social, aunque algunos disociaron el modelo del entorno.
La normalidad como promedio se aplica ms bien a lo biolgico y a la inteligencia.
La normalidad como sistemas transaccionales implica la variable tiempo y se refiere a los cambios
esperables, a logros necesarios a obtener a cierta edad. Por ejemplo ser adulto normal es haber hecho
ajustes respecto a tres importantes reas: educacin, vocacin, matrimonio. Sistemas transaccionales
apunta a la capacidad de interrelacionar ciertos eventos vitales con el contexto social.
Condensado de Arnstein R, Young adulthood (Adultez joven). En Offer y Sabshin, Normality and the life cycle. Basic
Books, 1984. Traduccin de la Ctedra de Psicologa Evolutiva II, Facultad de Psicologa, Universidad de Buenos Aires.

Normalidad y psicosis.- Resumen: En este trabajo revisamos el tema del espectro psictico
consistente en la hiptesis de la existencia de un abanico sintomtico continuo, que comienza en la
normalidad y termina con el brote manifiesto de esquizofrenia. Para ello examinamos este abanico de
transicin, detenindonos en el tema de la esquizotipia y el de los trastornos psicticos familiares, que no
llegan al diagnstico de esquizofrenia. Revisamos la tesis de que el trastorno fundamental comn a
todas las psicosis forma un eje continuo, que nos permite estructurar, desde un punto de vista
psicopatolgico, el resto de los sntomas con l relacionados, incluidos los sntomas prodrmicos de la
esquizofrenia. Consideramos que el eje del proceso psictico es la ataxia intrapsquica o la hipotona
de la conciencia, que puede manifestarse como la prdida de empata descrita por Bleuler. La
aproximacin psicopatolgica al tema no se desarrolla desde un punto de vista categorial, sino
dimensional. Desarrollamos una revisin histrica del tema, haciendo referencia a aquellos autores que

estudiaron con detenimiento el concepto de la psicosis lmite, tambin llamada esquizofrenia incipiente
o esquizofrenia latente.
Blnquez Hernndez, R. / Galarraga Alonso, E, El continuum entre normalidad y psicosis. ANALES DE PSIQUIATRA.
2007; 23(1).

NOSTALGIA
Definicin.- Deseo obsesivo de regresar a la patria o pueblo nativo. El Psicoanlisis lo interpreta como el
deseo de reactivar la primitiva relacin con los padres.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

OBESIDAD
Definicin.- Aumento del peso corporal por acumulacin de grasas por encima de un 10-20% del que
corresponde al sujeto por altura y edad. Puede ser leve (aumento del 10-15%), moderada (15-20%),
grave (20-40%) o patolgica (ms del 40%).
Castelluccio A, Clases de Correlaciones de la Clnica Mdica, Carrera de Psicologa, Facultad de Humanidades,
Universidad de Belgrano, Buenos Aires, 1983.

Etiologa.- Segn su etiologa, la obesidad puede ser primaria o secundaria. 1) Primaria: es


constitucional o idioptica, y es la ms importante. Factores hereditarios pueden actuar sobre el
mecanismo controlador del apetito, en el hipotlamo. Se trata entonces de una obesidad hipotalmica y
es general, no localizada. La sensacin de apetito se activa cuando baja la glucemia o cuando hay
constriccin gstrica. 2) Secundaria: o derivada de otras patologas, es adquirida e hipertrfica. Se
identifican cuatro tipos de factores desencadenantes. En primer lugar los factores exgenos, lo que
implica mucha ingesta con poco gasto energtico (sedentarismo). Es el 80% de los casos de obesidad. En
segundo lugar factores psicgenos como la ansiedad, la que depende a su vez de factores simpticos o
parasimpticos. En tercer lugar factores neurolgicos, que son alteraciones cerebrales que afectan los
centros del apetito del hipotlamo, como en una encefalitis. En cuarto lugar los factores endocrinos: el
exceso o dficit de ciertas hormonas producen obesidad. Por ejemplo: a) exceso de ACTH, que aumenta
los glucocorticoides, activndose ms la lipognesis (obesidad troncular); b) obesidad diencfalohipofisaria, o falla en el centro hipotalmico con inmovilizacin de grasas; c) obesidad tirgena: por
hipotiroidismo; y d) obesidad por hipogonadismo o sndrome de Babinski-Froelich, donde hay una falla en
las enzimas anablicas.
Castelluccio A, Clases de Correlaciones de la Clnica Mdica, Carrera de Psicologa, Facultad de Humanidades,
Universidad de Belgrano, Buenos Aires, 1983.

Patogenia.- Aumento de adipocitos (clulas grasas) por hipertrofia (aumento de tamao celular) y/o
hiperplasia (aumento del nmero de clulas). Hasta la pubertad se producen ambas, pero en la adultez
solamente por hipertrofia. El nmero de adipocitos est determinado constitucionalmente. El obeso tiene
una personalidad vagotnica.
Castelluccio A, Clases de Correlaciones de la Clnica Mdica, Carrera de Psicologa, Facultad de Humanidades,
Universidad de Belgrano, Buenos Aires, 1983.

Cuadro clnico.- Aumento del peso por encima del 10-20%. El hombre tiene aspecto pletrico y la mujer
palidez y flaccidez. A nivel respiratorio hay disnea (por elevacin del diafragma), gases y meteorismo. A
nivel digestivo constipacin y frecuentes clicos hepticos. A nivel de los pliegues cutneos, sudoracin e
hipersecresin sebcea.
Castelluccio A, Clases de Correlaciones de la Clnica Mdica, Carrera de Psicologa, Facultad de Humanidades,
Universidad de Belgrano, Buenos Aires, 1983.

Otras complicaciones.- Vrices, desviacin de la columna, artrosis de rodilla y pie plano doloroso.
Tienden a la insuficiencia coronaria, la hipertensin arterial y la hipertrofia del ventrculo izquierdo.
Castelluccio A, Clases de Correlaciones de la Clnica Mdica, Carrera de Psicologa, Facultad de Humanidades,
Universidad de Belgrano, Buenos Aires, 1983.

OBJETIVIDAD
Definicin.- Categora que pone el nfasis en el objeto, en aquello que el sujeto busca conocer
(objetivismo, realismo): hay un objeto dado frente al cual se busca explicarlo. Por ejemplo el
conductismo (fenomenista y causalista), el neoconductismo, etc.
Yez Corts R (1985). Clases de Metodologa de la Investigacin psicolgica. Buenos Aires. Universidad de Belgrano.

OBJETO

Generalidades.- 1. Casi en nuestros das, la filosofa del conocimiento postul una distincin clara entre
objeto y sujeto, que el existencialismo y el psicoanlisis llegaran a cuestionar. El sujeto percibe y
conoce; el objeto es pasivo. Pero, por un lado, el objeto (las personas, la cultura, pero tambin las cosas
inanimadas) participa en la constitucin de la subjetividad. Por otro, solo un objeto anodino podra tener
los mismos caracteres para todos los individuos. Lo ms frecuente es que stos invistan a los objetos con
sus propios deseos. 2. (Psicoanlisis) En Pulsiones y destinos de pulsin Freud escribe: El objeto de la
pulsin es la cosa en la cual o por medio de la cual puede la pulsin alcanzar su satisfaccin. Es lo ms
variable de la pulsin; no se halla enlazado a ella originalmente. Est, s, subordinado a consecuencia de
su adecuacin al logro de la satisfaccin. No es necesariamente algo exterior al sujeto sino que puede ser
una parte cualquiera de su propio cuerpo y es susceptible de ser sustituido indefinidamente por otro en el
curso de los destinos de la vida de la pulsin. Este desplazamiento de la pulsin desempea
importantsimas funciones. Puede presentarse el caso de que el mismo objeto sirva simultneamente a la
satisfaccin de varias pulsiones. 3. En la literatura psicoanaltica se encontrarn las expresiones:
eleccin de objeto, amor objetal, prdida de objeto, relacin de objeto, objeto del self, etc. 4. En
los escritos de M. Klein y sus discpulos se emplean con significaciones especficas los siguientes
trminos: objetos internos, Objetos parciales (ideal, malo, bueno), objetos totales.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Objeto, constancia del.- Fenmeno que consiste en que los objetos preceptales retienen una
apariencia normal con pronunciada independencia de los estmulos locales y de los componentes de los
estmulos que integran la pauta perceptual.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Objeto bizarro.- Concepto de Bion. Durante el proceso de la identificacin proyectiva patolgica se


produce la disociacin de las partes yoicas dndose lugar as a una multiplicidad de fragmentos
minsculos que se proyectan violentamente en el objeto (splitting). Estos pedazos, al ser expulsados por
la identificacin proyectiva patolgica, crean una realidad poblada de objetos bizarros, realidad que se
torna cada vez ms dolorosa y persecutoria (pg. 125).
Rousseau Mignon (1995), Grupo, esa posible-imposibilidad Buenos Aires: Tekn.

Objeto bueno segn M. Klein.- "El trmino objeto parcial bueno se aplica generalmente al pecho o
pene tal como se lo experimenta en la posicin depresiva en relacin con experiencias buenas. Se siente
al objeto bueno como fuente de vida, amor y bondad, pero no es ideal. Se reconocen sus malas
cualidades y en contraste con el objeto ideal, puede ser experimentado como frustrante; se lo siente
vulnerable a los ataques, y por consiguiente se lo suele sentir daado o destruido. Se siente que el pecho
bueno y el pene bueno pertenecen respectivamente a la madre buena y al padre bueno, pero se los
puede experimentar antes de que se establezca plenamente la relacin de objeto total".
Segal H, Introduccin a la obra de Melanie Klein, Buenos Aires, Paids, 1987, pg. 123.

Objeto bueno segn M. Klein.- Junto al objeto malo, son los primeros objetos pulsionales, parciales o
totales, tal como aparecen en la vida de fantasa del nio. La cualidad de 'bueno' se le atribuye, no
solamente por su carcter gratificador, sino sobretodo porque sobre l se proyectan las pulsiones
libidinales del sujeto. Objetos buenos y malos se hallan sometidos a los procesos de introyeccin y
proyeccin.
Laplanche J y Pontalis J, Diccionario de psicoanlisis, Barcelona, Labor, 1981, 3 ed, pg. 262.

Objeto extrao segn M. Klein.- "Son el resultado de identificaciones proyectivas patolgicas, en las
que se percibe al objeto escindido en pequeos fragmentos, conteniendo cada uno una parte proyectada
del Yo. A estos objetos extraos se los siente cargados de mucha hostilidad".
Segal H, Introduccin a la obra de Melanie Klein, Buenos Aires, Paids, 1987, pg. 123.

Objeto ideal segn M. Klein.- "Pecho o pene. Es experimentado por el beb durante la posicin
esquizo-paranoide como resultado de la escisin y de la negacin de persecusin. El bebe atribuye todas
sus experiencias buenas, reales o fantaseadas, a este objeto ideal al que anhela poseer y con el que
ansa identificarse".
Segal H, Introduccin a la obra de Melanie Klein, Buenos Aires, Paids, 1987, pg. 123.

Objeto interno segn M. Klein.- "Objetos introyectados en el yo".

Segal H, Introduccin a la obra de Melanie Klein, Buenos Aires, Paids, 1987, pg. 123.

Objeto libidinal.- Spitz retoma una definicin de Freud, cuando ste dice que "el objeto de un instinto
es aquello en relacin a lo cual o a travs de lo cual el instinto es capaz de lograr su finalidad" (Freud,
Los instintos y sus destinos). Spitz recalca como caracterstica el hecho de que el objeto libidinal es muy
variable a travs del desarrollo de las relaciones objetales, cambia continuamente salvo en las etapas

donde no hay una importante redistribucin de la libido, ocasiones donde tiende a catectizar slo un
determinado objeto.
Spitz Ren, El primer ao de vida del nio, Mxico, Fondo de Cultura Econmica, 1979, pg. 25.

Objeto malo segn M. Klein.- "O persecutorio. Es experimentado como resultado de la escisin
ocurrida durante la posicin esquizo-paranoide. El bebe le proyecta toda su hostilidad y a su actividad
atribuye toda experiencia mala".
Segal H, Introduccin a la obra de Melanie Klein, Buenos Aires, Paids, 1987, pg. 123.

Objeto malo segn M. Klein.- Junto al objeto bueno, son los primeros objetos pulsionales, parciales o
totales, tal como aparecen en la vida de fantasa del nio. La cualidad de 'malo' se le atribuye, no
solamente por su carcter frustrante, sino sobre todo porque sobre ellos se proyectan las pulsiones
destructivas del sujeto. Objetos malos y buenos se hallan sometidos a los procesos de introyeccin y
proyeccin.
Laplanche J y Pontalis J, Diccionario de psicoanlisis, Barcelona, Labor, 1981, 3 ed, pg. 262.

Objeto parcial segn M. Klein.- "Objetos caractersticos de la posicin esquizo-paranoide. El primer


objeto parcial que experimenta el beb es el pecho. Pronto experimenta otros objetos parciales, ante
todo, el pene" (pg. 123). Objetos parciales son: el objeto ideal (pecho o pene), el objeto malo (o
persecutorio), y el objeto bueno.
Segal H, Introduccin a la obra de Melanie Klein, Buenos Aires, Paids, 1987.

Objeto parcial segn M. Klein.- "El objeto parcial (pecho, pene) se halla escindido en un objeto 'bueno'
y un objeto 'malo', constituyendo esta escisin el primer modo de defensa contra la angustia" (pg. 262).
"Con Melanie Klein, en la expresin 'objeto parcial' el trmino 'objeto' adquiere todo el valor que le ha
otorgado el psicoanlisis: aunque parcial, el objeto (pecho u otra parte del cuerpo) posee en la fantasa
caracteres similares a los de una persona (por ejemplo persecutorio, asegurador, benvolo, etc)." (264).
"Para los kleinianos, la relacin con los objetos parciales no califica nicamente una fase de la evolucin
psicosexual (posicin paranoide), sino que sigue desempeando un importante papel cuando ya se ha
establecido la relacin con los objetos totales" (pg. 264).
Laplanche J y Pontalis J, Diccionario de psicoanlisis, Barcelona, Labor, 1981, 3 ed.

Objeto perseguidor segn M. Klein.- "Son objetos en los que se ha proyectado parte del instinto de
muerte. Originan ansiedad paranoide".
Segal H, Introduccin a la obra de Melanie Klein, Buenos Aires, Paids, 1987, pg. 124.

Objeto total segn M. Klein.- "Se refieren a la percepcin del otro como persona. La percepcin de la
madre como objeto total caracteriza la posicin depresiva. El objeto total es lo opuesto tanto del objeto
parcial como de los objetos escindidos en partes ideales y persecutorias. La ambivalencia y la culpa se
experimentan en relacin con objetos totales".
Segal H, Introduccin a la obra de Melanie Klein, Buenos Aires, Paids, 1987, pg. 124.

Objeto transicional.- Objeto transicional es algn objeto o fenmeno que llega a adquirir una
importancia vital para el beb en el momento de disponerse a dormir, y que es una defensa contra la
ansiedad, en especial contra la de tipo depresivo. Por ejemplo, segn Winnicott, un objeto blando o de
otro tipo, un puado de lana, la punta de un edredn, una palabra, una meloda, etc. (pgs. 20-21).
Relacin entre objeto y fenmeno transicional: Cuando se encuentra ausente la madre, o alguna otra
persona de la cual depende el beb, no se produce un cambio inmediato porque este tiene un recuerdo o
imagen mental de la madre, o lo que podemos denominar una representacin interna de ella que se
mantiene viva durante un cierto periodo. Si la madre se ausenta durante un lapso superior a determinado
lmite medido en minutos, horas o das, se disipa el recuerdo de la representacin interna. Cuando ello se
produce, los fenmenos transicionales se vuelven poco a poco carentes de sentido y el beb no puede
experimentarlos. Presenciamos entonces la descarga del objeto (pg. 33). Por lo general el objeto
transicional se descarga poco a poco, en especial a medida que se desarrollan los intereses culturales
(pg. 32). Ver tambin Fenmeno transicional.
Winnicott D (1994) Juego y realidad. Barcelona: Gedisa.

Objeto transicional.- En relacin al objeto transicional, Winnicott destaca cinco puntos: 1. El objeto
transicional representa el pecho materno, o el objeto de la primera relacin. 2. Es anterior a la prueba de
realidad. 3. En relacin al objeto transicional el beb pasa del dominio omnipotente (mgico) al dominio
por manipulacin (que implica el erotismo muscular y el placer de la coordinacin). 4. A la larga el objeto
transicional puede convertirse en un objeto fetiche y por lo tanto persistir como una caracterstica de la
vida sexual adulta. 5. A consecuencia de la organizacin ertica anal, el objeto transicional puede
representar las heces (pero no se debe a ello que llegue a tener mal olor y a no ser lavado) (pg. 26).

Winnicott D (1994) Juego y realidad. Barcelona: Gedisa.

Objeto transicional.- (D. W. Winnicott) Se aplica al objeto material al cual el lactante y el nio, en su
primera infancia, atribuyen un valor efectivo, particularmente en el momento de dormirse y que
constituira un fenmeno normal que favorece la transicin entre la primera relacin oral nio-madre y la
verdadera relacin de objeto.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Objeto transformacional.- El objeto transformacional propuesto por Christopher Bollas est referido al
primer objeto que se ocupa del cuidado del nio desde el momento de nacer, que normalmente es la
madre. Esta madre es experimentada por el beb no tanto como un objeto recortado y separable de l,
porque an no est individualizada plenamente como 'otra', sino que es vivenciada como un objeto
transformacional (Bollas C, 1986:30) es decir como un objeto identificado con transformaciones
acumulativas tanto externas como internas del beb. La madre, con sus cuidados, sus caricias, etc. est
continuamente alterando o transformando el ambiente del nio, y estas transformaciones externas hacen
que tambin se produzcan cambios internos, los cuales no solo tienen que ver con el desarrollo de su
motricidad (la madre juega con l y esto estimula los movimientos infantiles), sino tambin con su
desarrollo mental, porque el beb va encontrando afecto y seguridad en ella.
Recin despus, sobre esta base vivencial, el nio podr representarse el objeto materno y establecer un
vnculo con l como con un otro diferente. Hasta entonces, el vnculo es simbitico, hay una
indiferenciacin, la madre no es an representada sino vivida, experimentada. Es, para usar una
expresin de Bollas, un algo 'sabido no pensado', un saber anterior a toda representacin.
Lo importante del objeto transformacional: es el objeto que, con sus estimulaciones adecuadas, lo est
transformando al beb externa e internamente. De esto puede desprenderse que si una persona no cont
con este objeto en su funcin transformadora, sobrevendr la patologa. El sujeto seguir buscando ese
objeto transformacional en el ambiente. "Este aspecto de existencia temprana -indica Bollas- pervive en
ciertas formas de bsqueda de objeto en la vida adulta, en que este es requerido por su funcin de
significante de transformacin" (Bollas C, 1986:30).
Peter es un paciente de Bollas (Bollas C, 1986:35), el que le lleg por derivacin de otro profesional con
un diagnstico de depresin.
Por la sintomatologa descripta por Bollas, Peter presenta varias de las caractersticas del depresivo
segn el DSM-III-R, las suficientes como para justificar el diagnstico indicado: expresin y estado de
nimo triste, aspecto desaliado, trabaja a su pesar y no encuentra placer en ello, tiene grandes
dificultades para relacionarse con los dems, etc.
De los diversos acontecimientos cotidianos que relata Peter, a Bollas le llam la atencin el hecho de que
invariablemente, cada semana, iba a visitar a su madre, lo cual empezara a revelar la posibilidad de una
conducta adulta de bsqueda del objeto transformacional.
Bollas plante as una hiptesis de trabajo: Peter no ha tenido un objeto transformacional lo
suficientemente estimulador como para provocar en l los cambios que requieren el desarrollo de su
personalidad. Hoy, de adulto, los busca en aquella madre, pero sin embargo no obtiene resultados,
porque hace varios aos que se encuentra en la misma situacin. Por lo dems, su madre, ya anciana,
est en menos condiciones an de proveer ese objeto.
Por lo tanto, debemos dotar a Peter de un objeto transformador en la situacin teraputica, y es as que
el mismo analista se erige en tal (del mismo modo que por ejemplo puede erigirse como objeto
transicional segn Winnicott, o en objeto del self segn Kohut).
El objeto transformacional, dice Bollas (Bollas, 1986a), es entonces un objeto disponible para el uso del
paciente. El analista presta su persona para vincularse con el paciente, lo cual no significa que el analista
deba hacer exactamente lo mismo que la madre que no tuvo como acariciarlo o cuidarlo, sino generar
transformaciones externas, estimulaciones, palabra mediante, para que se activen en Peter las
transformaciones internas que tiene postergadas. Pero, simultneamente con esto, la interpretacin debe
estar orientada a que el paciente reconozca interiormente la necesidad de reparacin de su self.
Resulta as una explicacin psicodinmica de la depresin. El cuadro depresivo expresa una inhibicin
general para las actividades experimentadas como no placenteras, porque precisamente su vnculo
simbitico original estaba empobrecido en cuanto a cuidados maternos, que son precisamente la fuente
del placer. En esa temprana edad, el nio deba realizar actividades para su subsistencia,
indudablemente, pero no estaban teidas del placer derivado de la estimulacin y del afecto.
Cazau P (1998) Vocabulario de Psicologa. Buenos Aires: Redpsicologa.
Bibliografa consultada
Bollas C (1986) La sombra del objeto, Buenos Aires: Amorrortu.
Bollas C (1986a) La mltiple funcin del analista.

OLVIDO

Definicin.- Es la desaparicin o disminucin de la nitidez de un recuerdo. Fenmeno normal, en


determinadas circunstancias adquiere carcter patolgico. El olvido establece la diferencia entre la
imagen real y la mnemnica por la prdida de nitidez en la primera. Aspecto aparentemente negativo de
la memoria, es positivo y til porque estimula el esfuerzo para la evocacin (Betta, 1984:162).
Betta Juan (1984) Manual de Psiquiatra. Buenos Aires: CEA, Octava edicin.

Segn el psicoanlisis.- Segn Freud, el mecanismo del olvido se rige por factores afectivos.
Olvidamos las impresiones y experiencias desagradables con mucha mayor facilidad en que aquellas
otras que ha dominado el placer. Darwin comprob tambin esta conexin y la denomin regla urea.
Pero lo olvidado no se pierde. La ley de la represin nos dice que tales impresiones y experiencias
desagradables son reprimidas por lo inconciente o lo preconciente y pueden ser recordadas. En la vida
privada, todo olvido y todo recuerdo estn cargados de su acento afectivo. Este acento afectivo se aplica
tambin a esos curiosos fenmenos de la vida cotidiana que consisten en olvidarnos de cosas de las
cuales tenemos, sin embargo, un claro conocimiento.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

OMNIPOTENCIA
Segn el psicoanlisis.- La omnipotencia y la magia aparecen ligadas a aquella fase evolutiva de la
personalidad, en la que el Yo est todava poco diferenciado del Ello. El impulso de actuacin mgica
procede realmente del Ello, pero slo se manifiesta en el Yo. Ferenczi distingue cuatro fases de
omnipotencia y magia. La primera es la de la omnipotencia incondicional y en ella debe encontrarse el
feto en el claustro materno. Esta fase es puramente hipottica. La hiptesis de Tausk de que el
esquizofrnico retrocede al perodo fetal, durante su estupor catatnico, podra ciertamente aducirse en
apoyo de la indicada suposicin. En la segunda fase o de las alucinaciones mgicas, parece que todo
impulso o deseo es realizado inmediata y mgicamente, mediante representaciones. Cuando el lactante
tiene hambre, por ejemplo, se proporciona satisfaccin por medio de la simple representacin del acto de
succionar. En el sueo el deseo se transforma inmediatamente en representacin real. En virtud del
mismo hechizo se realizan psquicamente los deseos de muchos histricos y esquizofrnicos, mediante
alucinaciones, debidas a una excitacin de su esfera visual. La tercera de las fases es la de la
omnipotencia con auxilio de gestos mgicos. En una cuarta y ms elevada fase, aparece la superioridad
del pensamiento. Esta fase se inicia al mismo tiempo que el lenguaje. Los sonidos eran asociados a
imgenes o representaciones, a las que se atribua igualmente carcter maravilloso. A dichos sonidos y
representaciones, de naturaleza impulsiva, se asociaron, en el curso del desarrollo, palabras articuladas
que, mediante tal asociacin, adquirieron igualmente carcter mgico. (Nunberg).
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

ONIROMANCIA
Definicin.- Adivinacin por medio de los sueos.
ONTOGNESIS
Definicin.- Origen y desarrollo de los individuos o de algn rgano de los mismos. Contrario a
Filognesis que seala el origen y desarrollo de las especies y razas. El trmino ontogenia se refiere
habitualmente el problema general de la evolucin individual, en oposicin a la Filogenia; mientras en
trmino Filognesis es aplicado al mismo problema ms bien en sus relaciones con algn caso o con
algn rgano o funcin especial.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

OPININ
Definicin.- Juicio verbalizado concerniente a una ocurrencia o situacin especfica. El significado de
opinin es similar al de actitud, pero el primer trmino tiene la connotacin de ser ms especfico y de
basarse en ms pensamiento que el ltimo trmino. Adems, una persona es conciente de sus opiniones,
pero no necesariamente tiene conciencia de sus actitudes.
Aiken L (2003) Tests psicolgicos y evaluacin. Mxico: Pearson. 11 edicin (pgina 458).

Opinin pblica.- 1. El trmino opinin pblica fue utilizado por primera vez en la Revolucin
Francesa. 2. Se trata hoy da de dos direcciones de human relation, referente a la opinin pblica. En la
primera direccin se investiga con mtodos ya elaborados la opinin pblica, como por ejemplo, efecta
el Instituto de Gallup en EE.UU. La otra direccin es la psicologa aplicada para formar e influir la opinin
pblica ya con mtodos tcnicos, por radio, prensa, etc. Despus de de Segunda Guerra Mundial la
hostilidad entre los bloques continu como guerrra fra. Se trata de influir (o falsificar) la opinin

pblica con noticias y argumentos verdaderos (y falsos) y, al mismo tiempo, por omisin, prohibicin o
expresin de una opinin opositiva. Todos estos mtodos intentan paralizar la opinin propia del individuo
y reemplazarla con una opinin pblica prefabricada segn el deseo de un dictador y de aquellos
dictadores de la opinin pblica, los cuales, econmicamente, tienen en sus manos la informacin de la
opinin pblica, poseyendo las fbricas de papel, los diarios, las imprentas, radio, fabricacin de
pelculas, cines, hasta los gremios de los vendedores de diarios. En este sentido, la opinin pblica como
tal, sin libertad de pensamiento y de su expresin, es una farsa de una opinin pblica verdadera.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

OPTIMISMO
Optimismo y longevidad.- Investigadores de la prestigiosa Universidad de Yale estudiaron a fondo las
causas de la longevidad, y encontraron que aquellos que ven con mayor optimismo el inevitable paso de
los aos viven ms y mejor. Un grupo de psiclogos estadounidenses encontr que la gente con
pensamiento positivo vivi un promedio de 7,5 aos ms que aquellos que se sentan mal por haberse
puesto viejos. Los cientficos creen que los pensamientos negativos sobre el proceso de envejecimiento
tienen un impacto directo en el deseo de vivir. Ser positivo, dicen, es mejor que no fumar o hacer
ejercicio.
Longevidad y estado de nimo. Diario La U, Buenos Aires, 31 de Julio de 2002.

ORTICO
Definicin.- Relativo al deseo o al apetito. A veces se contrapone como antnimo a 'cognitivo'.
ORGANICISMO
Definicin.- Organicista des un trmino genrico que se aplica a todas las teoras que subrayan el origen
fsico (orgnico) de las enfermedades, incluyendo las mentales.
Belloch A y otros, Manual de Psicopatologa, Volumen I, Madrid, McGraw-Hill, 1995, pg.40.

ORGANIZADOR
Definicin.- Un organizador es "la convergencia de diversas corrientes diferentes del desarrollo dentro
del aparato psquico" (Spitz, 1979:97). "Es una construccin ideal, un modelo que he encontrado til
para comprender determinados fenmenos del desarrollo psquico".
Spitz Ren, El primer ao de vida del nio, Mxico, Fondo de Cultura Econmica, 1979, pg. 127.

ORGONE
Generalidades.- Wilhelm Reich, discpulo de Freud, crea que la base de toda neurosis era la incapacidad
de lograr un orgasmo total. Haba en el universo una sustancia llamada "energa orgone" la cual era
utilizada por una persona cuando tena un buen orgasmo o se sentaba en una caja especial que invent
Reich llamada "acumulador de orgone". La terapia con orgone consista en sentarse en el acumulador y
luego tener un buen orgasmo. Los pacientes que no tenan una pareja sexual eran animados a
masturbarse. Reich pretenda que la terapia de orgone no slo curaba las neurosis sino virtualmente
todas las dems enfermedades, incluyendo el cncer.
Garca John David, La psicoterapia definida, 1973. http://www.see.org/s-pf-3.htm

ORIENTACIN
En hombres y mujeres.- Nueva York (Reuters Health) - Es posible que los hombres y las mujeres
tengan formas diferentes de llegar a su destino, todo depende de la estrategia que usen para orientarse,
dijeron investigadores.
Estudios previos indicaron que las mujeres confan ms en los marcadores geogrficos, como un
monumento o un restaurante en una esquina, o en otra informacin ambiental para llegar a un lugar
especfico.
Los hombres, sin embargo, tienden a usar estrategias euclidianas o de orientacin, como indicaciones
sobre el norte y el sur y distancias especficas, lo que se cree les proporciona una ventaja para evaluar
correctamente su posicin y cambiar de direccin despus de hacer un viraje en una direccin errnea.
"El punto fundamental de esta investigacin es que los hombres y las mujeres difieren en su capacidad
de emplear las diferentes caractersticas del medio ambiente como claves para su orientacin", dijo a
Reuters Health la autora del estudio, Deborah M. Saucier, de la Universidad de Saskatchewan.

"Los hombres son menos capaces que las mujeres de usar indicaciones basadas en marcadores
geogrficos, y las mujeres son menos capaces de guiarse por instrucciones abstractas euclidianas",
explic la autora.
Para investigar esto, Saucier y sus colegas realizaron un estudio en el cual 42 estudiantes universitarios,
hombres y mujeres, tenan que llegar a destinos desconocidos desde la universidad usando un conjunto
de instrucciones basadas en la orientacin o en marcadores geogrficos.
En general, las mujeres que siguieron indicaciones basadas solamente en la orientacin, cometieron ms
errores y llegaron a su destino mucho ms tarde que las que se guiaron por marcadores del medio
ambiente. De igual manera, llegaron despus que los hombres que se orientaron por direcciones o por
marcadores geogrficos, escribieron los investigadores en la edicin de junio de la revista Behavioral
Neuroscience.
Adems, en una segunda tarea con papel y lpiz, en la que participaron 40 estudiantes universitarios, los
hombres que siguieron indicaciones basadas en direcciones cometieron nuevamente menos errores que
las mujeres que siguieron este tipo de orientacin.
Los hombres tambin sobrepasaron a los que siguieron las indicaciones basadas en marcadores
geogrficas, cometiendo menos errores y completando el ejercicio con mayor rapidez, indic el informe.
Las mujeres que se orientaron por marcadores, sin embargo, completaron los ejercicios ms rpidamente
que los hombres que siguieron indicaciones similares y que las mujeres que se orientaron por
direcciones.
Por consiguiente, los hallazgos sugieren que "cuando las mujeres reciben las indicaciones adecuadas, se
orientan tan bien como los hombres", dijo Saucier.
La razn por la aparente superioridad en las estrategias direccionales entre los sexos podra estar
vinculada a las diferencias biolgicas entre los hombres y las mujeres, segn Saucier.
Los hallazgos de una investigacin previa sugieren que la hormona testosterona puede tener un efecto en
la capacidad direccional.
"Las mujeres con concentraciones relativamente altas de testosterona endgena pueden ubicarse mejor
en el medio ambiente y seguir instrucciones abstractas, como continuar durante 100 metros y luego virar
hacia el norte", dijo.
"Cabe decir lo mismo de los hombres con concentraciones relativamente bajas de testosterona. Se
orientan mejor usando caractersticas abstractas ambientales, en comparacin con los hombres con
concentraciones relativamente altas de testosterona", aadi.
"Estos resultados indican una base biolgica para la capacidad de orientacin, en vez de una perspectiva
de aprendizaje social", concluy la investigadora.
Hombres y mujeres parecen orientarse de forma diferente. Behavioral Neuroscience 2002; 116:403-410.

ORIENTACIN SEXUAL
Definicin.- La orientacin del deseo es la relacin establecida con personas del mismo o diferente sexo
como respuesta sexual. Puede ser heterosexual, ambisexual y homosexual, aunque se utiliza como
trmino sinnimo de orientaciones a la respuesta sexual. La orientacin del deseo alude principalmente
a los aspectos psicolgicos y afectivos de la relacin, mientras el segundo trmino se refiere a los
aspectos biofisiolgicos y culturales.
Barragn Medero F, (1991), La educacin sexual. Gua terica y prctica. Barcelona: Paids, pg. 153.

Definicin.- Tendencia mediante la cual un individuo busca adaptar un conjunto de fenmenos sexuales
o actividades vinculadas con el sexo con el propsito de alcanzar la satisfaccin sexual. Las variaciones
de la orientacin sexual son: a) la heterosexualidad; b) la homosexualidad; y c) la bisexualidad. Cuando
la orientacin sexual no se pone en duda, pero provoca ansiedad y rechazo en el individuo, estamos ante
la orientacin sexual egodistnica.
Farr Mart J (1999) Diccionario de psicologa. Barcelona: Ocano.

ORIENTACIN VOCACIONAL
Definicin.- Entendemos por orientacin vocacional las tareas que realizan los psiclogos especializados
cuyos destinatarios son las personas que enfrentan en determinado momento de su vida por lo general
el pasaje de un ciclo educativo a otro- la posibilidad y la necesidad de ejecutar decisiones. Esto hace de
la eleccin un momento crtico de cambio en la vida de los individuos. De cmo las personas enfrenten y
elaboren ese cambio depender el desarrollo ulterior, ubicable en algn punto del continuum que va de la
salud a la enfermedad, como quiera que ellas sean concebidas.
Bohoslavsky R, Orientacin vocacional, Buenos Aires, Nueva Visin, 2001, 21 edicin, pg. 14.

Definicin.- La orientacin vocacional es en sentido estricto, la intervencin tendiente a facilitar el


proceso de eleccin de objetos vocacionales. Y en un sentido amplio y tal vez ms importante- es una
experiencia a travs de la cual se intenta dilucidar algo acerca de la forma particular que cada sujeto

tiene de vincularse con los otros y con las cosas, es decir, de reconocer su posicin subjetiva en tanto
sujeto deseante, y desde all poder proyectarse hacia el futuro.
Rascovan S., Orientacin vocacional, Buenos Aires, Ediciones Novedades Educativas, 1998, pg. 60.

Definicin.- Entendemos por orientacin vocacional las tareas que realizan los psiclogos especializados
cuyos destinatarios son las personas que enfrentan en determinado momento de su vida por lo general
el pasaje de un ciclo educativo a otro- la posibilidad y la necesidad de ejecutar decisiones. Esto hace de
la eleccin un momento crtico de cambio en la vida de los individuos. De cmo las personas enfrenten y
elaboren ese cambio depender el desarrollo ulterior, ubicable en algn punto del continuum que va de la
salud a la enfermedad, como quiera que ellas sean concebidas (Bohoslavsky, 2001:14).
Bohoslavsky R (2001) Orientacin vocacional. Buenos Aires: Nueva Visin, 21 edicin.

Definicin.- La orientacin vocacional es en sentido estricto, la intervencin tendiente a facilitar el


proceso de eleccin de objetos vocacionales. Y en un sentido amplio y tal vez ms importante- es una
experiencia a travs de la cual se intenta dilucidar algo acerca de la forma particular que cada sujeto
tiene de vincularse con los otros y con las cosas, es decir, de reconocer su posicin subjetiva en tanto
sujeto deseante, y desde all poder proyectarse hacia el futuro (Rascovan, 1998:60).
Rascovan S (1998) Orientacin vocacional. Buenos Aires: Ediciones Novedades Educativas.

La entrevista vocacional.- La entrevista vocacional apunta a orientar al adolescente en su eleccin


profesional o laboral, y sigue los lineamientos de toda entrevista psicolgica. La entrevista es una
situacin interpersonal, un campo donde actan fuerzas, como dice Bleger, y donde tanto entrevistador
como entrevistado son activos, tienen conductas. La entrevista abierta recoge todas las manifestaciones
del sujeto, y la entrevista cerrada determina opciones para tratar. Para el diagnstico vocacional es
mejor la primera. Los dos roles bsicos son: el tcnico y el entrevistado. El objetivo es modificar la
conducta de este ltimo mediante su esclarecimiento vocacional. La conducta depende del rol. La
entrevista debe encuadrarse en tiempo y lugar, y establecer de antemano roles y objetivos. Los
objetivos pueden ser dos: informacin y esclarecimiento. Informacin es saber qu profesiones hay, y
esclarecimiento, ayudar a elegir entre ellas, para contribuir a la identidad vocacional del entrevistado.
Las conductas que resultan del campo grupal de la entrevista se llaman emergentes del mismo, y
cuando aparecen, a su vez modifican el campo grupal de nuevo.
Los roles en la entrevista son: el emisor, el receptor y el evaluador. Entrevistador y entrevistado con
ambos personas que cumplen los tres roles, pues ambos evalan el mensaje del otro.
El proceso de la entrevista es un proceso de investigacin donde el entrevistado est continuamente
sometiendo a prueba sus hiptesis acerca de la conducta del entrevistado en esa situacin.
Siempre existe transferencia, y en el caso de la orientacin vocacional, la transferencia no es tanto de
lo infantil sino de los aspectos internos del entrevistado, o sea, sus identificaciones conflictivas o no,
ntegras o no en trminos de carreras, mundo adulto, profesiones, oficios, etc. o sea, que est en juego
no solo el pasado, sino el futuro.
Lo vocacional es teraputico en sentido amplio, pues apunta al desarrollo de la salud del entrevistado,
al desarrollo de sus capacidades previo descubrimiento de las mismas. Pero si por psicoterapia
entendemos remover patologas, esto no tiene nada que ver con la entrevista vocacional.
La entrevista es una situacin nueva y como tal genera ansiedades (de ser aceptado, comprendido por
el entrevistador, etc.) y monta defensas. Es decir, la situacin de entrevista es ambigua, como lo es
tambin el futuro, de ah de cmo se comportar respecto de su futuro.
Los momentos de la entrevista vocacional son cinco: preentrevista (fantasas previas de ambos),
apertura (que dramatiza cmo el adolescente fantasea su ingreso a la universidad), desarrollo, cierre y
post-entrevista.
Las intervenciones del entrevistador consisten en preguntas, afirmaciones y opiniones. En general sus
intervenciones buscan recoger ms datos (por ejemplo, mediante preguntas), corregir distorsiones en
cuanto a identidad vocacional, sintetizar toda informacin recogida, suministrarle informacin
(oportunidades profesionales, etc.).
El adolescente puede responder de tres formas: aceptacin, rechazo o indiferencia. Estas actitudes
pueden manifestarse en forma directa o implcita. En cada caso siempre hay que ver si se logr o no el
cometido de la entrevista y porqu.
El entrevistador debe ser un buen observador participante, comprometido con la situacin, y debe tener
una actitud bsica de aceptacin y disponibilidad hacia el consultante. Tambin, actitud interesada pero
no expectante.
Condensado de Bohoslavsky R (1982) Orientacin vocacional. Captulo 3.

Devolucin de la entrevista vocacional.- Bohoslavsky, en el contexto de las entrevistas de


orientacin vocacional, llama continuum interpretativo a las tcnicas mediante las cuales el psiclogo
devuelve al entrevistado la informacin sobre su conducta, segn su comprensin de la misma. Se trata
de sealamientos e interpretaciones, y abarcan 5 tcnicas: reflejo, clarificacin, reflexin, confrontacin

e interpretacin. Con la tcnica del reflejo, el psiclogo busca expresar con palabras nuevas, no tanto el
contenido expresado por el paciente, sino sus actitudes esenciales, le muestra sus actitudes actuando
como espejo del entrevistado. El reflejo puede ser inmediato (sin ir ms all de las verbalizaciones del
paciente), sumario (integra distintas conductas) o terminal (sntesis final de la entrevista). En la
clarificacin el psiclogo explica todo lo implcito en el mensaje del entrevistado. En la reflexin el
psiclogo agrega ms datos que los aportados por el entrevistado para terminar de integrar las
conductas del entrevistado. En la confrontacin se hace una comparacin con el pasado infantil, se
ahonda en lo implcito inconciente. En la interpretacin se indaga lo inconciente, pero tambin las
defensas, las resistencias, se buscan conflictos vinculados a profesiones, empleos, roles laborales.
Condensado de Bohoslavsky R (1982) Orientacin vocacional. Captulo 3.

ORIGINALIDAD
Definicin.- La originalidad es la habilidad de disear un producto poco familiar y sin embargo valioso,
sea una historia innovadora, una danza, la solucin de un conflicto personal o una paradoja matemtica.
La originalidad parece aplicarse a ciertos mbitos, no en todos (salvo excepciones, como Leonardo), y
parece depender de ciertas condiciones que se instalan ya desde la infancia.
Gardner Howard, Estructuras de la mente: la teora de las mltiples inteligencias, Mxico, Fondo de Cultura
Econmica, 1983, pg. 320.

OSTROV, LEN
Biografa.- Psicoanalista argentino (1909-1986), y destacado escritor, docente y difusor del psicoanlisis
y otras disciplinas en los niveles medio y universitario. Fue miembro titular de la Asociacin Psicoanaltica
Argentina.
Hijo de inmigrantes rusos, nace en Buenos Aires el 30 de diciembre de 1909 y muere el 19 de mayo de
1986. Curs estudios en el colegio Mariano Moreno, donde comenz a despuntar su vocacin literaria.
Ingres en la carrera de Filosofa de la Facultad de Filosofa y Letras (UBA), y fue elegido presidente del
Centro de Estudiantes.
Ense en un principio en colegios secundarios y ms tarde en la Universidad. Sus lecturas siempre
fueron variadas: no quera ser un "brbaro especializado", al decir de Ortega y Gasset. Su inters se
dirigi al psicoanlisis, haciendo su formacin en la APA, de donde fue miembro titular en funcin
Didctica.
Se dedic al ejercicio del Psicoanlisis y la Psicoterapia en su consultorio y difundi sus conocimientos
desde la ctedra universitaria. Inaugur la ctedra de Psicologa Psicoanaltica de la flamante carrera del
Psicologa (UBA), y desde 1973 a 1985 fue tambin Profesor titular de la ctedra "Mtodos y tcnicas
psicoteraputicas" en la Universidad de Belgrano. Dict numerosas conferencias y public muchos
trabajos. En 1980 publica "Verdad y caricatura del psicoanlisis", que mereci la faja de Honor de la
Sociedad Argentina de Escritores.
(Condensado de "Biografa: Len Ostrov: algunas vivencias de quienes estuvieron muy cerca hasta el final", Revista
Argentina de Clnica Psicolgica, Buenos Aires, Abril 1994).

OTRO GENERALIZADO
Definicin.- Visin sinttica que un individuo tiene del funcionamiento cultural de su comunidad;
actitud que imputa a todo su grupo o sociedad.
Vander Zanden James, Manual de Psicologa Social, Barcelona, Paids, 1986, pg. 623.

PADRE
Generalidades.- 1. El papel psicolgico del padre es su funcin como puente hacia el mundo exterior.
Dice Birnbaum que el padre e el primer extrao con el cual la criatura se encuentra en la familia, sin
saber cul es su verdadero papel dentro de la misma. Solamente ms tarde recibe el padre una
importancia especfica educativa-psicolgica, sin embargo, deferente segn el sexo de la criatura.
ltimamente se sostiene que el papel del padre para el nio-varn a partir de los 5-6 aos de edad es
ms importante que el de la madre y puede ser decisivo en la adolescencia. Segn un concepto ms
reciente, hasta los 5-6 aos de edad es la madre la absoluta responsable de la educacin de sus hijos,
y sigue en este papel absoluto tratndose de una nia; pero la educacin (no el cuidado) del nio-varn
ya desde esta edad (6-7 aos) debe ser entregada al padre como responsable. 2. (Psicoanlisis) Segn
los conceptos de Freud, el padre es el primer enemigo, el primer competidor del nio-varn, pues ste
quiere -si no en otra forma: en sus fantasas- eliminarlo.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

PADRES

Padres combinados segn M. Klein.- "Imagen fantaseada de los padres combinados en coito. Se
origina cuando no se diferencia al padre de la madre y se siente su pene como parte del cuerpo de la
madre. Cuando surgen ansiedades edpicas esta fantasa se reactiva regresivamente como medio de
negar el coito parental. Por lo general se la experimenta como figura terrorfica".
Segal H, Introduccin a la obra de Melanie Klein, Buenos Aires, Paids, 1987, pg. 124.

Padres combinados segn M. Klein.- "La imago de los padres acoplados designa una teora sexual
infantil que se expresa en diversas fantasas que representan a los padres como unidos en una relacin
sexual ininterrumpida: la madre conteniendo el pene del padre o al padre en su totalidad; el padre
conteniendo el pecho de la madre o a la madre en su totalidad; los padres inseparablemente confundidos
en un coito. Se tratara de fantasas muy arcaicas e intensamente ansigenas".
Laplanche J y Pontalis J, Diccionario de psicoanlisis, Barcelona, Labor, 1981, 3 ed, pg. 192.

Edad de los padres y patologas de los hijos.- Se ha mostrado que la edad avanzada de los padres
incrementa el riesgo del nmero de trastornos neuropsiquitricos en los descendientes, incluyendo la
esquizofrenia y el sndrome de Down. Otros trastornos psiquitricos han sido menos estudiados en
relacin al efecto de la edad de los padres sobre el riesgo de descendencia.
En este estudio examinamos si la edad avanzada de los padres incrementa el riesgo para los diagnsticos
de ICD-10. Nuestra hiptesis es que la edad avanzada de los padres podra incrementar el riesgo de
trastornos psicticos y retraso mental en los descendientes, pero no otros en otros diagnsticos de ICD10.
Examinamos datos de seguimiento para 30965 sujetos tratados en instalaciones psiquitricas
ambulatorias entre 1980 y 2007. Los sujetos fueron jvenes menores de 18 aos de edad en su primera
visita como pacientes ambulatorio. Se obtuvo un grupo de comparacin sobre datos de nacimientos
registrados en Espaa desde 1975.
Comparamos la edad de los padres (materna, paterna, combinado) a travs de las categoras de
diagnstico utilizando ANOVA y regresin logstica para estimar el riesgo de psicopatologa en
descendientes de padres con una edad avanzada (materna, paterna, combinado). Las edades materna y
paterna fueron mayores para los sujetos diagnosticados con retraso mental. El riesgo para los trastornos
psicticos mostr un incremento lineal significativo nicamente con la edad avanzada de la madre y no
con la edad paterna como es comnmente informado.
Jorge Lopez-Castroman; David Delgado Gmez; Juan Jos Carballo Belloso... (et.al), Diferencias en la edad materna y
paterna entre la esquizofrenia y otros trastornos psiquitricos. SCHIZOPHR RES. 2010 FEB; 116(2):184-190.

PALABRA
Lenguaje, palabra y discurso en psicoanlisis.- El psicoanalista no puede desinteresarse del estudio
de la palabra y del lenguaje por cuanto en la clnica, el tratamiento prescribe que el analista debe pedir al
paciente decir todo lo que se le ocurra pero que no haga nada. Le pide solamente que hable.
El lenguaje es una forma. Y, ms precisamente, la actividad del lenguaje es significante en la medida en
que un enunciador produce formas para que sean reconocidas por un coenunciador en tanto producidas
para ser reconocidas como interpretables (A. Culioli) Esta definicin incluye las siguientes referencias:
- una pareja enunciador/coenunciador;
- unidas por convenciones es relativas a las formas (aceptabilidad);
- producidas y reconocidas:
- interpretables.
Cuando esas formas son examinadas con atencin, se observa la mutua influencia de un sistema de
sonidos monomrficos (es decir, exclusivamente constituido por las formas sonoras de que todo lenguaje
est integrado) y de referencias conceptuales polimrficas (concernientes al pensamiento elaborado a
partir de elementos heterogneos: la imaginacin, la razn, el movimiento, etc.). Estas dos esferas, que
se recortan en las del sonido y el sentido, constituyen el ncleo indestructible del lenguaje, el cual nos
llega a travs de la lengua hablada por una colectividad que utiliza la palabra como expresin singular de
un sujeto hablante.
Green recuerda en este punto que al analizar el lenguaje se deben considerar dos aspectos: por un lado
los elementos del mismo o sonidos (sintaxis), que se articulan entre s formando palabras, y por el otro el
sentido o significado que surge cuando se agrupan los sonidos (semntica). En el contexto del
psicoanlisis, estos significados que brotan de las palabras tienen una referencia a la sexualidad.
Dado que, como mnimo, el lenguaje pone en relacin a una pareja enunciador-coenunciador, resulta
imposible minimizar aquello mismo que caracteriza a la ms intensa de las relaciones: la ertica sexual.
Quien, sin inquietarse por el padrinazgo de Freud, se incline sobre los tropos y examine las condiciones
lgicas de los cambios de sentido (sincdoque, absorcin recproca de lo determinante y de lo
determinado; extensin del sentido: metonimia y metfora, catacresis) no dejar de compararlas con las
descripciones freudianas sobre las transformaciones que operan en el inconciente. Pero no se trata, en

todo caso, sino de comparaciones que sugieren relaciones existentes entre las transformaciones de la
lengua y aquellas que tienen lugar en el inconciente. La cuestin es entonces saber si, cuando el analista
escucha la palabra del analizante, su atencin y su modo de pensar especfico son requeridos y
movilizados por las operaciones del lenguaje, o si es su trabajo, centrado en las transformaciones
(hipotticamente) operadas en el nivel inconciente, el que retiene su escucha, demandando un modo de
pensar que no es el del lingista. La respuesta no deja lugar a dudas.
En suma, la verdadera pregunta -porque no hay otra- es esta: la obra de Lacan, responde mejor que la
de sus contemporneos a las preguntas que despierta la experiencia psicoanaltica de la segunda mitad
del siglo XX? (Green, 2005, pgina 281). Para Green, sin ambages, la respuesta es no. Porque tal como
ya lo haba presentido su fundador al final de su vida, el psicoanlisis se ira enfrentando con modos de
pensamiento cada vez ms alejados del sentido comn.
En otros trminos: las ltimas teorizaciones freudianas dejaban entrever que, sin renegar en absoluto de
la tcnica analtica fundada en la regla fundamental, o sea, en la palabra integral animada por la
asociacin libre, la distancia entre esa palabra y los procesos psquicos inferidos ms all de la conciencia
aumentara ms en las estructuras no neurticas que en aquellas hoy calificadas de neurtico-normales.
La conclusin de esto sera que la teora lacaniana sigue siendo cierta para el anlisis de las neurosis?
Green considera que, incluso en este ltimo caso, all donde se piensa que podra que pudiera encontrar
confirmacin, la teora lacaniana manifieste ser inexacta.
El psicoanlisis descansa en el ejercicio de la palabra. Lacan haba destacado esta cuestin, aunque en su
obra nunca se tom en consideracin esa especificidad del intercambio verbal psicoanaltico. Green
propone que el discurso psicoanaltico constituye el resultado de la transformacin del aparato psquico
en aparato del lenguaje (Green, 2005, pgina 282).
Entre los empleos del trmino discurso, el ms interesante para los psicoanalistas es el que est
relacionado con una calificacin del lazo asociativo en la lengua. Ese es el lazo que sufre
transformaciones significativas en la asociacin libre.
No se ha reparado lo bastante en el hecho de que Jakobson prolong la obra de Ivn Fonagy, pionero de
las relaciones entre el psicoanlisis y el lenguaje, cuyo trabajo vers sobre las bases pulsionales de la
fonacin y sobre los valores afectivos en fonologa. A partir de ah se entiende que sea a nivel de las ms
pequeas unidades del lenguaje, en sus vnculos con la voz, donde el lazo entre el concepto y el afecto es
ms fuerte, sin que deje de intervenir en niveles superiores de complejidad.
El psicoanlisis, que aborda este problema a partir de la palabra del paciente en sesin, no puede
soslayar esta dimensin, ya que la voz es un instrumente diagnstico de innegable importancia en la
cura. Lacan hizo caso omiso a esto exagerando el concepto y separando el concepto a la representacin
de su quantum afectivo, y donde el afecto es escindido de su correlato, como tambin separ al
significante del significado. Error fatal, porque, en el nivel del significante, el afecto ocupa un lugar del
que no puede ser desalojado. Eso es lo que Saussure llamaba el pensamiento-sonido. El pensamientosonido supone el vnculo afecto-concepto.
Green Andr (2005) Ideas directrices para un psicoanlisis contemporneo. Desconocimiento y reconocimiento del
Inconsciente. Buenos Aires: Amorrortu Editores. Resumen del captulo 6: Lenguaje, palabra y discurso en
psicoanlisis.

PAMPSIQUISMO
Definicin.- 1. Posicin metafsica que afirma que el fondo de lo real es psquico, resultando de ah que
los objetos no sino manifestaciones de tal psiquismo fundamental. Entendido algo diversamente el
pampsiquismo, los sustentan: los primitivos jonios, Leibniz, Goethe, Lotze, Haeckel, etc., que efectan
una reduccin de lo natural a lo espiritual, asignando al espritu todo lo psquico, y aun lo vital. 2.
Concepto, segn el cual todas las cosas tienen alma -vida y conciencia-, pues no existe nada que est
muerto. El fondo de la realidad es siempre psquico y por lo tanto las cosas no son sino manifestaciones
de este psiquismo fundamental. El pampsiquismo es un nombre comn para las teoras monistas. El
mundo mismo est animado. (Alemn: Weltseele) Sinnimo: hylozoismus.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

PARADIGMA SISTMICO
Generalidades.- Los rasgos ms importantes del paradigma sistmico, segn interesa a los terapeutas,
son los siguientes: 1) Parte y todo.- No la parte individual ni el contenido aislado merecen atencin
inicial, sino el sistema ms vasto (que en s mismo es mas grande, y es diferente de la mera suma de sus
partes) y el proceso transaccional que ocurre en su interior. Este sistema es el contexto ambiental en que
las partes funcionan y los contenidos particulares ocurren. 2) Informacin, error y realimentacin.- Los
sistemas vivos tienen lazos de realimentacin comunicacionales que producen informacin sobre las
actividades del sistema. Esta informacin consiste en seales de error que dicen a una subunidad si su
conducta es o no es conciliable con el diseo global de vida del sistema total. 3) Realimentacin y
homeostasis.- En caso de que la informacin seale una diferencia respecto de una lnea de base del

diseo global, pueden ocurrir conductas reductoras de desviacin. Estas inducen constancia homeosttica
en el sistema, un estado constante de existencia que es indispensable para la vida. 4) Realimentacin yy
crecimiento.- Si la informacin seala una diferencia respecto de una lnea de base del diseo global,
pueden ocurrir conductas amplificadoras de desviacin. Estas inducen cambio y diversidad en el sistema,
un estado fluctuante de existencia que es indispensable para la vida. 5) Vida y tensin.- La alternancia
continua entre periodos de crecimiento y periodos de estabilidad (de morfognesis con morfoestasis)
constituye la tensin dinmica de la vida. 6) Circularidad.- Causa y efecto se consideran ahora circulares,
no lineales. 7) Cambio.- Para producir cambio en el sistema total as como en una parte individual se
tiene que intervenir en el todo as como en la parte. Tanto la parte como el todo tienen que cambiar
guardando entre s conjuncin, aunque no tiempe es preciso que lo hagan simultneamente.
Umbarger C, Terapia familiar estructural, Barcelona, Paids.

PARALENGUAJE
Definicin.- Aspectos no semnticos del lenguaje, con los cuales se comunica el significado expresivo
(tono y volumen de voz, nfasis, etc.).
Vander Zanden James, Manual de Psicologa Social, Barcelona, Paids, 1986, pg. 623.

PARANORMAL
Definicin.- Se dice de aquellos fenmenos estudiados por la parapsicologa. Se trata de fenmenos
extraos que no responden a las leyes cientficas conocidas que rigen el universo. Un intento cientfico de
estudio se inici en 1882 en Londres con la creacin de la Society for Psychical Research que no consigui
tener resultados fehacientes sobre el tema, al igual que otros intentos posteriores.
Farr Mart J (1999) Diccionario de psicologa. Barcelona: Ocano.

PARAPSICOLOGA
Definicin.- Rama de la psicologa no cientfica que se de dedica a los efectos y las experiencias de
ndole psquica que parecen caer fuera del alcance de las leyes de la fsica, por ejemplo, la telepata y la
clarividencia.
Farr Mart J (1999) Diccionario de psicologa. Barcelona: Ocano.

Generalidades.- Segn Rhine la definicin de los propsitos es la siguiente: El terreno de la


parapsicologa. La palabra parapsicologa denota una rama de investigaciones psicolgicas bastante
exploratoria. Se trata de capacidades mentales extraordinarias, que en los trminos conocidos hasta
ahora no podemos explicar. Es justamente esta cualidad no fsica la que da mucha importancia a los
fenmenos de la parapsicologa, porque ella contradice a la doctrina acadmica conocida de la natura
humana fsica. El descubrimiento de un aspecto extrafsico de la vida mental abre nuevos caminos de
investigacin de la persona humana, que debern ser bsicos para las relaciones humanas futuras. Las
deducciones abarcan las fuentes individuales e internaciones, donde se trata de saber lo que
verdaderamente es el hombre en el plano total de las cosas. La parapsicologa como ciencia empez en el
ltimo cuarto del siglo XIX en Europa y en los EE.UU. Estos estudios fueron dirigidos por hombres de
ciencia universitarios. En la segunda dcada del siglo XX los problemas de carcter psquico dominaron
los laboratorios universitarios. En la dcada tercera, la parapsicologa fue establecida en la Duke
University como terreno de investigaciones acadmicas, en la cuarta dcada ya materia aprobada para el
doctorado en diversas universidades americanas e inglesas de destacada reputacin. La parapsicologa es
ms bien un terrero de investigaciones que de instruccin y de aplicacin. Se dirige por eso
personalmente a cada uno de los que quieren contribuir al conocimiento de la natura humana y a su
posicin en el universo. Contradiciendo las ideas corrientes psicolgicas, la parapsicologa al principio
produjo una violenta divisin de opiniones en los crculos cientficos, abriendo rpidamente el camino a
actuaciones investigatorias. Sin embargo, este terreno siempre es nuevo, sus contornos no son bien
perceptibles, porque su estado legal es admitido paso a paso. Por eso es ste un terreno apto para los
que unen en su espritu el amor a la aventura intelectual con la capacidad de investigar con paciencia y
prudencia.
Historia. Los primeros experimentos de las capacidades parapsicolgicas, se iniciaron en el ao 1930 bajo
la direccin de J. B. Rhine en los laboratorios psicolgicos. Se trataba primero de progresar con los
mtodos de investigaciones para conocer capacidades de percepcin extrasensorias (ESP), conocidas
como telepata y clarividencia. Durante ms de medio siglo se hicieron diversos experimentos para
conocer esta capacidad, aplicados por los socios de las sociedades de investigaciones psquicas, pero
hasta el trabajo de Rhine faltaba una investigacin sistemtica centralizada en laboratorios establecidos.
El primer informe de los laboratorios Duke, en 1934, provoc con muchas discusiones contrarias, un
montn de contestaciones de experimentadores ingleses y americanos. De stos surgieron
confirmaciones suficientes para establecer la aparicin de la ESP completamente independiente. Las

investigaciones siguieron en los laboratorios de Duke, y progresaron. La ESP, por ejemplo, fue probada a
distintas distancias entre el sujeto y el naipe u otros objetos, y las experiencias demostraron que la
distancia no influye en el uso de estas capacidades. Esto llev a las investigaciones sobre las relaciones
de la ESP con el tiempo, y de test de precognicin, surgi la creencia de que ciertas personas estn
capacitadas para predecir con cierto xito el orden de los naipes, de una baraja especial mecnicamente
mezclada. Ni tiempo ni distancia muestran ninguna relacin con la ESP, tampoco procesos fsicos. Surgi
el inters, tambin, para las posibilidades de efectos fsicos directos del espritu sobre el objeto mismo
(mind over matter), y eso lleg hasta experimentos psicofsicos por tests de tirar dados. Los resultados
eran los ahora bien conocidos encuentros respecto al psicokinesis. Estos encuentros, como los de
precognicin, fueron publicados aos ms tarde, despus de mucha experimentacin en esta direccin.
Discusiones y crticas llegaron al colmo en 1937-38, e investigaciones ms adelantadas comprobaron la
solidez matemtica tanto como experimental de la ESP. En 1939 fue necesario juntar todas las pruebas y
las crticas en un tono, que fue publicado en 1940, resumiendo en un libro tcnico todas las
investigaciones de la percepcin extrasensorial hasta este tiempo. La mayora de los resultados, las
investigaciones de precognicin publicadas, y pocos aos despus siguieron los que tratan sobre la
psicokinesis. La consecuencia de esto fue la repeticin de los experimentos en otros lugares, pero
ninguna labor comparable con la de la Duke University fue establecida. Sin embargo, la cantidad de
confirmaciones independientes es de mucha importancia y sigue creciendo su extensin y variacin. El
material del test de la ESP, elaborado en la Universidad de Duke, consta de 25 barajas, cada una de las
cuales tiene al dorso uno de los cinco smbolos dados. Para comprobar su clarividencia, el sujeto debe
fijarse primero en estos smbolos, luego marcar en un formulario el smbolo que corresponde a cada una
de las barajas. Frente a los resultados de los experimentos de la ESP no puede afirmarse ms la hiptesis
cerebrocentral del hombre. 1) Los fenmenos de ESP demuestran que hay actuaciones humanas que no
son fsicas. 2) La ESP derriba las leyes fsicas sobre el espacio. 3) La ESP derriba las leyes fsicas del
tiempo con la facultad de adivinacin (prever). 4) La ESP, especialmente el PK, demuestra que el espritu
posee una energa que acta sobre la materia, transformndose en energa fsica. Los fenmenos de
psicoquinesia no son fsicos. 5) Hay una accin recproca (Wechselwirkung) entre espritu y materia. Se
trata de un conocimiento, recibido sin una intervencin personal, lo llamamos ESP; si por esta accin
recproca hay un cambio extramotnico en el ambiente, se llama Psicokinese (PK). 6) La facultad de la
ESP y de PK no es algo sobrenatural, sino son facultades generales de la personalidad humana y
pertenecen a su unidad psicofisicoespiritual. La psicologa nos da una prueba natural de la inmortalidad
del alma. Que la psique est atada al cerebro fue refutado por los resultados de la telepata. Los
fenmenos de la telepata demuestran que las barreras psquicas del tiempo y del espacio pueden ser
levantadas (Seelenprobleme der Gegenwart.)
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

PAREJA
Desacuerdos.- Es inevitable que surjan desacuerdos tan pronto como la pareja comienza a hacer valer
sus propios deseos e intereses antagnicos. Cada cnyuge puede considerar los deseos del otro como
seales de que resurge el egocentrismo. Los cnyuges podrn entonces considerar uno al otro (pero no a
s mismos) como egosta, terco o mezquino. Por supuesto, esta sucesin de hechos no surge en todos los
matrimonios. En realidad, muchas parejas descubren que con el transcurso del tiempo se desarrolla la
reciprocidad, la participacin y el inters por la otra persona. Pero las parejas desavenidas que trat
demostraron, en forma persistente, un cambio progresivo del altruismo al egocentrismo.
Existen muchos aspectos en los cuales una pareja, no importa lo abnegada y amante que sea, pueda
tener desacuerdos que amenacen la relacin. a) Calidad del tiempo en comn. Aunque las parejas a
menudo se quejan de que no pasan suficiente tiempo juntos, muchas veces comprob que los problemas
residen ms en cmo pasan ese tiempo. b) Divisin del trabajo. Muchos matrimonios se ven atascados en
conflictos acerca de quin debe atender cules obligaciones en la familia. c) Crianza de los hijos. Muchas
de las actitudes que orientan a las personas en la crianza de los hijos fueron adquiridas mucho tiempo
antes por el modo en que ellas mismas fueron tratadas como hijos. Algunas personas siguen los ejemplos
de sus padres, mientras otras repudian las prcticas de los suyos. En cualquiera de las dos maneras,
estn bajo la influencia positiva o negativa de su propia crianza. d) Relacin sexual. Aunque algunas veces
se hace alarde de la relacin sexual como la cima de la sociedad conyugal, a menudo se deshace en un
mar de lgrimas o se quiebra en un acceso de ira. En ningn otro aspecto de una relacin ntima son ms
activos los significados simblicos y contribuyen a la ansiedad, la desilusin y el enojo. e) Problemas de
presupuesto. El presupuesto de la familia es un aspecto en el cual, a raz del inters comn que
representa la estabilidad financiera, se esperara la cooperacin de la pareja. Uno puede imaginar que
confeccionar el presupuesto podra ayudar a unir la pareja, dada la necesidad de trabajar juntos,
mancomunar los recursos para las necesidades bsicas de la vida y gozar de los frutos de sus trabajos.
Pero aqu, tambin, lo que puede unir a una pareja en una tarea conjunta a menudo sirve para separarla.
f) Problemas con parientes polticos. El total inters emocional de un cnyuge en su familia de origen

puede causar tirantez en la relacin matrimonial, y el otro cnyuge puede ofenderse por la atencin que
se presta a los padres del otro miembro de la pareja (Beck A, 1990:131-152).
Beck Aaron (1990) Con el amor no basta. Buenos Aires: Paids.

Crisis de pareja.- Algunas seales de crisis de pareja pueden ser tiles para poder detectarlas a tiempo
y estar preparados para enfrentarlas. Entre ellas, podemos mencionar las siguientes (Kiester):
1) Cuando en las parejas, ambos o uno de ellos empieza a desconfiar o a pensar mal del otro.
2) Cuando la pareja empieza a distanciarse y ya no dialogan como antes.
3) Empiezan a aparecer viejos o nuevos rencores y resentimientos, lo que puede manifestarse por
ejemplo con discusiones y agresiones ms continuadas.
Kiester Edwin, "Seales de alarma en el matrimonio".

Papel del sntoma en la pareja.- Un cnyuge puede desarrollar un sntoma como intento de modificar
el ordenamiento jerrquico y equilibrar la divisin de poder de la pareja. Esa conducta sintomtica es en
rigor incongruente, pues define simultneamente la inferioridad y la superioridad de cada uno de los
miembros de la pareja.
Para el terapeuta el problema radica, en organizar a la pareja de modo tal que el poder y la debilidad no
giren en torno de la conducta sintomtica, en cuyo caso el sntoma puede ser resuelto.
Un sntoma es una metfora sobre la situacin en que se encuentra una persona en la red de interaccin
familiar. La conducta sintomtica es una solucin, aunque desafortunada, para las dificultades de la
pareja, por cuanto equilibra el poder de ambos y proporciona un foco de interaccin que estabiliza la vida
matrimonial.
Resumen de Madanes Clo (1984) Terapia familiar estratgica. Buenos Aires: Amorrortu. Captulo 3.

PARTO
Depresin posparto: estrategias de afrontamiento.- Introduccin: Existe una etapa de mayor
vulnerabilidad para llegar a desarrollar patologa psiquitrica en la vida de una mujer, correspondiendo
sta a la etapa reproductiva. La depresin posparto, a da de hoy, est infradiagnosticada y por
consiguiente subtratada. Es de vital importancia optimizar el diagnstico as como conocer los factores
que favorecen su aparicin, con una finalidad preventiva. Determinadas estrategias de afrontamiento
estn relacionadas con la predisposicin al desarrollo de la misma.
Objetivos: 1- Estudiar el tipo de estrategias de afrontamiento implicadas en la depresin posparto. 2Proponer en base a los resultados, la modificacin de ciertos estilos de afrontamiento, promoviendo una
actitud preventiva frente a dicha patologa.
Metodologa: Estudio tipo observacional, analtico y multicntrico. La muestra inicial consta de 1.626
mujeres. La medicin de la variable se realiz a las 32 semanas posparto. Para el anlisis de la
informacin se cre una base de datos en el programa SPSS 13.0.
Resultados: Las estrategias centradas en el problema son un factor protector para la depresin posparto.
Las estrategias centradas en la emocin tales como la autoinculpacin y la negacin suponen un factor de
riesgo para la depresin posparto. Dentro de las estrategias centradas en la emocin, la autodistraccin y
la desconexin conductual son estrategias utilizadas por los sujetos sanos a diferencia de los sujetos con
depresin posparto.
Conclusiones: 1- Las estrategias de afrontamiento basadas en la emocin se asociaron a un mayor riesgo
de depresin posparto. 2- Durante el embarazo y puerperio, el entrenamiento en estrategias de
afrontamiento adaptativas (autodistraccin y desconexin conductual) en sujetos vulnerables para la
depresin posparto, favorecera la prevencin de dicha patologa.
B. Pascual Garca; A. Gutirrez; J. Sanjun... (et.al) Estrategias de afrontamiento como factores
predisponentes/protectores de depresin posparto REVISTA DE PSIQUIATRA Y SALUD MENTAL. 2009 OCT;(2)

PASIN
Definicin.- La pasin es un estado afectivo intelectualizado, de gran persistencia, que en ocasiones
puede hacerse permanente. Tiene gran impregnacin sentimental, condicionando la vida y en parte la
conducta del individuo. Hay pasiones: egostas, altruistas e impersonales (Betta, 1984:201).
Betta Juan (1984) Manual de Psiquiatra. Buenos Aires: CEA, Octava edicin.

PATOBIOGRAFA
Definicin.- "Estudio psicoanaltico de un carcter histrico basado en las pruebas biogrficas
disponibles y no en una observacin clnica directa". Por ejemplo: el estudio freudiano sobre Leonardo da
Vinci. "Este gnero sufre la grave limitacin de que uno de los criterios clnicos de la interpretacin
correcta, el acuerdo del paciente con ella, no est presente".
Rycroft Ch., "Diccionario de psicoanlisis", Buenos Aires, Paids, 1976, pg. 87.

PATTERN
Definicin.- La expresin pattern se asocia etimolgicamente con patrn, que se refiere a un modelo
o gua para hacer algo. En un segundo sentido, la expresin se asocia con forma, esquema o diseo,
es decir a un particular ordenamiento o diposicin de partes o elementos. En la epistemologa de
Gregory Bateson, puesto que su concepto clave es el de comunicacin, la idea de pattern se refiere a la
forma o configuracin de la comunicacin, es decir, las reglas caractersticas en los intercambios de
mensajes y, en ltima instancia, al pensamiento en general en cuanto modelo del proceso mental.
El concepto se emparenta tambin fuertemente con la nocin de gestalt de la psicologa de la
percepcin, tomando gestalt como una estructura capaz de estructurar la realidad.
Wainstein Martn (2002), Comunicacin: un paradigma de la mente. Buenos Aires: Eudeba. 2 edicin, pgs. 94-97.

PAVLOVSKY, EDUARDO ALEJO


Biografa.- [psicoan.] [psicodrama] (Nacido en 1933) Naci el 10 de diciembre de 1933, en el barrio
norte de la ciudad de Buenos Aires, en una familia de clase media alta relacionada con la medicina y con
el deporte. Fue asmtico de nio, y su asma desapareci a travs de un consejo del entonces pediatra
Arnaldo Rascovsky* quien aconsej la mudanza a Villa Devoto por las caractersticas del clima. Dos aos
ms tarde fue campen nacional de menores en su primera inclusin natatoria. Fue campen
sudamericano de estilo mariposa en 1949, jugador de water-polo y de rugby y adems boxeador. Ingres
a medicina en 1950. Pero percibi a los pocos aos que su vocacin no era la mdica. Haba tenido una
experiencia psicoteraputica muy afortunada en 1948 a raz de una severa neurosis de angustia y pens
entonces que tal vez el psicoanlisis poda ser su orientacin en medicina. Se recibi de mdico a los 22
aos y comenz su formacin psicoanaltica en la Asociacin Psicoanaltica Argentina en 1958, llegando a
ser miembro titular en 1967. En 1958 comienza a trabajar con grupos de nios en terapia grupal en el
Hospital de Nios y en el Hospital de Clnicas. All parece encontrar su verdadera vocacin
psicoteraputica: el grupo y el psicodrama. En 1962 viaja a Nueva York donde conoce al Dr. Jacob
Moreno y realiza su training psicodramtico. Junto con el Dr. Jaime Rojas Bermdez y el Dr. Carlos
Martnez Bouquet fundan la Asociacin Argentina de Psicodrama en 1963 y comienzan a formar en
psicodrama a mdicos y psiclogos. Simultneamente estudia teatro y comienza a escribir teatro. Es
autor del primer libro en castellano de psicoterapia de grupo en nios y adolescentes. Junto con F.
Moccio, y C. Martnez Bouquet fundan el Grupo Experimental Latinoamericano de Psicodrarna. En 1971
renuncia a la APA y funda con otros analistas el grupo Plataforma Internacional por disidencias
ideolgicas y polticas. Mientras tanto comienza su labor como hombre de teatro. Su obra El Sr. Galndez
sufri un atentado en el Teatro Payr en 1974 y Telaraas fue prohibida por el gobierno militar en la
segunda funcin. Por esta misma obra y por su militancia trotskista (fue candidato a diputado por el
Partido Socialista de los Trabajadores y por el Movimiento al Socialismo). Un grupo paramilitar invade su
hogar en 1978 pero puede escapar milagrosamente. Se exilia en Espaa donde trabaja en formacin de
terapeutas de grupo y psicodrama junto al Dr Hernn Kesselman. Vuelve en 1980 al pas donde su labor
en psicodrama y teatro son continuas. Tambin es actor de cine en algunas ocasiones. Tiene cuatro hijos
de sus dos primeros matrimonios. Est casado con Susana Evans, psicloga y actriz. Funda en 1985 el
Centro de Psicodrama Psicoanaltico Grupal (CPPG), del cual es director hasta la fecha. Su labor como
autor de teatro le vale ser reconocido internacionalmente y estudiado en universidades europeas y
norteamericanas. De l dice Encarta: El realismo exasperado puede ser una definicin acertada de su
propuesta dramtica. En sus piezas los argumentos estn impregnados de contenido social, poltico y
psicolgico. Sus personajes se mueven en la telaraa que ellos mismos han trenzado con los tres
componentes antes citados. Acta sus obras solamente desde 1984. Sus principales obras de teatro son
Potestad (1985), Telaraas (1977), Cmara lenta, El Sr. Galndez (1973), Rojos globos rojos [las dos
ltimas fueron llevadas al cine]. Su labor poltica consiste en la permanente publicacin de artculos en
diarios y revistas, muchos de ellos reproducidos en Micropoltica de la Resistencia. Actualmente trabaja
como psicoterapeuta en grupos de psicodrama y en la formacin de psicodramatistas en el CPPG.
Escribi: Psicodrama. Cundo y por qu dramatizar; Psicodrama Psicoanaltico en Grupo; Escenas
temidas y multiplicacin dramtica; Espacios y creatividad; Adolescencia y mito; Reflexione sobre el
proceso creador; Escenas y multiplicidad; Psicodrama y literatura, etc. Alguna de sus producciones
contaron con la colaboracin de F. Moccio, de C. Martnez Bouquet y de H. Kesselman. Desde 1975
trabaja en investigacin dramtica junto con H. Kesselman en forma ininterrumpida. Su ltima [2000]
produccin teatral es La Muerte de Marguerite Duras.
Jorge Dubatti

PENA
En sentido jurdico.- Hoy en da, el sistema de castigos se basa en la privacin de la libertad, y hay
tambin penas econmicas. La privacin de la libertad empieza a tener sentido debido a la divisin del

trabajo producida por la Revolucin Industrial, y la pena econmica con el surgimiento de la propiedad
privada.
Antes los castigos eran corporales, el exilio, la tortura hasta la muerte, etc. En la Edad Media funcion la
tortura hasta la muerte, ya que no tena sentido la privacin de la libertad porque esta no era un valor
importante. Como algo valioso era la salud se utiliz la tortura en forma legal: se dosificaba el dolor, de
manera que cuanto ms grave era el delito, ms tardaba la persona en morir mientras se la torturaba.
Para delitos menores estaban las penas infamantes: se pona a la persona desnuda en pblico dentro de
un barril, donde todos arrojaban basura y excrementos.
Condensado de lvarez C, Clases tericas de la Ctedra de Psicologa Forense de la Facultad de Psicologa de la
Universidad de Buenos Aires, 2 cuatrimestre de 1996.

En sentido jurdico.- En las sociedades menos complejas, primitivas, haba entre otras dos formas de
penalizar:
a) Induccin al suicidio: el incesto era un delito gravsimo, pues con l se diluye la estructura social. A
quien lo cometa se le ofreca la posibilidad de suicidarse, o, en caso contrario, se lo dejaba ir pero era
perseguido y se le daba muerte.
b) Brujera o magia: En otros delitos menores, quien se senta damnificado acuda al chamn o hechicero
(que junto con el jefe eran los que detentaban el poder en la tribu), quien ejerca sobre el acusado
brujera, que era incluso ms eficaz que la ley (Lvi-Strauss habla de eficacia simblica).
La brujera tiene dos elementos: el ritual y el factor afectivo: ambos elementos permiten armar un
mensaje simblico y, como tal, puede llegar al inconciente. El efecto producido era un corte de todo lazo
social del sujeto con la sociedad (muerte social), y luego sobrevena la muerte real por efecto de la
brujera. No debemos confundir brujera o magia, con religin. En el primer caso es un recurso usado por
el hombre mismo para lo que puede hacer o modificar. La religin, en cambio, era un recurso para lo que
el hombre no puede hacer (y entonces recurre al auxilio a un ser superior que lo haga, rezndole por
ejemplo).
Lo que antes fue la induccin al suicidio o la brujera, hoy es la ley penal. Mediante estas leyes se rige la
estructura social porque a travs de ellas se ejerce un poder. En las sociedades primitivas tambin se
ventilaban cuestiones civiles, no slo penales. Por ejemplo, cuestiones sobre quin heredaba las
posesiones de alguien, quien criaba a los hijos, etc.
Condensado de lvarez C, Clases tericas de la Ctedra de Psicologa Forense de la Facultad de Psicologa de la
Universidad de Buenos Aires, 2 cuatrimestre de 1996.

En sentido jurdico.- El Cdigo Penal establece un mnimo y un mximo para cada delito, as como el
tipo de pena o sancin penal (reclusin, prisin, multa, inhabilitacin).
La pena se llama tambin sancin penal. En materia civil, la sancin es de naturaleza patrimonial,
mientras que en materia penal la sancin supone la privacin de algn derecho: a la libertad (prisin,
reclusin), a ejercer una profesin (inhabilitacin), etc. En otras pocas la sancin penal fue la muerte, el
destierro, el azote, etc.
Las penas privativas de la libertad pueden ser leves (hasta 3 aos), medias (tres aos y un da a ocho
aos), y graves (8 aos y un da en adelante).
Hay agravantes y atenuantes (por ejemplo el vnculo con la vctima es agravante).
Para aplicar la pena debe haber pruebas, que son de los siguientes tipos:
Prueba testimonial: de algn testigo no comprometido con la situacin, ajeno al hecho y al autor (no
familiar, no amigo ntimo) o a la vctima. Se puede cometer falso testimonio (el perjurio en cambio
supone mentir cuando se jur decir la verdad).
Prueba documental: cheque, una carta de amenaza, una contabilidad, etc.
Prueba pericial: Ofrecida por los peritos: balstico, mdico, psicolgico, contable, grafolgico, etc.
Prueba confesional: La confesin del autor no es plena prueba, y solo corrobora otras pruebas.
Condensado de Jimnez P (1990) Lineamientos jurdicos del delito y la pena. Publicacin interna de la Ctedra de
Psicologa Forense de la Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires.

Pena de privacin de la libertad.- Adquiere sentido con la Revolucin Industrial, pues un hombre es
libre para trabajar, producir, ganar dinero, etc, o sea que la libertad es un bien. Se toma como modelo
para ello el derecho cannico, que castigaba la violacin de alguna regla institucional encerrando y
aislando al cura en su habitacin para rezar y arrepentirse, o sea, para que hiciera la penitencia (y de all
el nombre "penitenciario"). Se buscaba as que asumiera la culpa y se arrepintiese, reconcilindose con
Dios.
Historia ms reciente (siglo XIX): Por ejemplo en Londres de la poca isabelina, con las migraciones
aumentan los desocupados y marginales. Esto genera alarma social y se instaura la ley de los pobres,
que habla de detener a los pobres. Esto genera la creacin de las casas de trabajo para: a) sacarlos de la
calle, y b) ensearles un oficio y cambiar los hbitos de trabajo de una sociedad agraria por otra preindustrial.

Una nueva Ley de Pobres agrega luego que el desocupado deba aceptar la primera oferta de trabajo sin
importar el salario ofrecido: trabajar gratis a cambio de capacitarse. Esto implicaba trabajar afuera y era
entonces mejor que estar en la Casa de Trabajo, donde haba insalubridad y hacinamiento. Estas casas
son el primer antecedente de los Institutos de Minoridad.
Condensado de lvarez C, Clases tericas de la Ctedra de Psicologa Forense de la Facultad de Psicologa de la
Universidad de Buenos Aires, 2 cuatrimestre de 1996.

PENSAMIENTO
Definicin.- "Flujo de ideas, smbolos y asociaciones dirigido a un objeto, iniciado por un problema o
tarea y que lleva a una conclusin orientada a la realidad" (Kaplan H Sadock B y Grebb J, 1997).
Kaplan H, Sadock B, y Grebb J, (1997) Sinopsis de psiquiatra. Tomo: Ciencias de la conducta. Psiquiatra clnica.
Buenos Aires: Editorial Mdica Panamericana. 7 edicin.

Definicin.- El pensamiento es la ms jerarquizada manifestacin de la mente; su finalidad es la


comprensin, entendimiento y facilitacin de las relaciones interhumanas y la expresin, a travs de la
capacidad intelectual de cada individuo, de la sabidura secular y universal. Tiene un contenido formado
por la idea directriz, que es el conocimiento que ha de elaborarse. Esta es la finalidad que ha de
alcanzarse a travs de una serie de juicios y razonamientos entre ideas afines; as se establece el curso.
El pensamiento es resultado de una elaboracin conciente (Betta, 1984:140).
Betta Juan (1984) Manual de Psiquiatra. Buenos Aires: CEA, Octava edicin.

Definicin.- Actividad psquica en virtud de la cual los datos elaborados del conocimiento (ideas),
impulsados por una tendencia determinante, se seleccionan y orientan alrededor de un propsito ms o
menos conciente (tema), siguiendo las vas establecidas por el proceso asociativo.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Pensamiento mgico.- Forma pre-lgica de pensamiento del hombre primitivo y del nio durante su
primer bienio, que solo alcanza a establecer relaciones extrnsecas o subjetivas entre los objetos. Se basa
en los dos postulados siguientes: a) cada objeto o fuerza produce su similar, y b) dos objetos que estn
en prximo contacto se influencian mutuamente, intercambiando sus propiedades En este estado de
desarrollo de la personalidad, todava no se ha descubierto el principio de no contradiccin, sobre el cual
va a instalarse el pensamiento lgico.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Lectura del pensamiento.- La interpretacin de las ideas o de los deseos de un individuo, expresados
por gestos voluntarios insignificantes efectuados por aqul. Si existe contacto fsico directo entre ambos
sujetos, el proceso es llamado, a veces, Lectura Muscular; si tanto la persona que emite las seales como
la que las recibe lo hacen en forma inconciente, el fenmeno es confundido a veces con la telepata.
(Alemn: Gedankenlesen; Francs: Lectura de la pense; Ingls: Mind-reading.)
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Generalidades.- En la vida cotidiana, pensar se usa en muchos sentidos distintos: como creer (pienso
que ya debemos irnos), como anticipacin (pienso que estara mejor), como razonar (pienso que te
equivocaste al pensar eso), etctera.
Dado este aspecto multifactico del pensamiento, la investigacin en psicologa ha abordado estos
diferentes sentidos en forma independiente, o sea, cada teora ha dado su propia definicin de
pensamiento.
Algunos lo ven como una actividad orientada a solucionar problemas, pero sin embargo, como en las
ensoaciones o en las ideas obsesivas, no hay una intencionalidad por resolver problemas. Otros autores
hablan de una actividad implcita (Piaget dice que es accin interiorizada), o de procesos cognitivos
internos que determinan la conducta, otros como Bruner hablan de manipulacin de imgenes, smbolos,
etctera.
Desde la teora del procesamiento de la informacin, el pensamiento implica capacidad para manipular y
transformar informacin de acuerdo a ciertas reglas: la psicologa cognitiva se propone descubrir estas
leyes o reglas.
Toma como modelo la forma de procesar la informacin de la computadora, un esquema estructural con
tres elementos: unidad de memoria, unidad procesadora y mecanismos de entrada y salida.
Con este "esquema estructural" se puede diferenciar mejor el pensamiento y la memoria y, por tanto, sus
mutuas interacciones: la unidad procesadora es la que 'piensa' con los datos aportados desde la unidad
de memoria, ocupada de registrar, almacenar y recuperar informacin. Lindsay y Norman dan un
ejemplo: al hacer 24 x 7, pensamos para dar un resultado, pero si nos lo preguntan un poco despus,
interviene ms la memoria que el pensamiento.

En general hay que llegar a un compromiso entre procesar mucho con poca memoria disponible, o
procesar poco pero tener mucha informacin en la memoria. Al estudiar, a veces predomina el "lo estudio
de memoria" y otras el "lo estudio conceptualmente".
En sntesis, el pensamiento es:
a. Un proceso complejo multifactico.
b. Un proceso interno que implica representaciones simblicas de objetos o eventos no presentes en la
realidad inmediata.
c. Su funcin es generar y controlar la conducta inmediata.
d. Es un ensayo mental ms o menos conciente, dirigido a metas especficas y tendiente a solucionar
problemas y adaptar al sujeto al medio.
e. El pensamiento humano puede entenderse como un proceso de manipulacin y transformacin de
smbolos, segn determinadas reglas formales.
Los puntos b, c y d restringen mucho el significado de pensamiento, por lo que son discutibles.
Cohen (1974) define pensamiento como una derivacin mental de elementos mentales. La concatenacin
de esos elementos son los llamados procesos cognitivos, los que pueden ser controlados y ordenados, y
otros descontrolados o desordenados (sueos, fantasas, asociacin libre, etctera).
As, se pueden considerar dos encuadres para el pensamiento:
El Encuadre A toma el pensamiento dirigido a metas y orientado por planes y reglas.
El Encuadre B toma el pensamiento como discurrir de la conciencia.
Tal dicotoma tiene que ver con lo que otros autores llamaron pensamiento racional vs. intuitivo, lgico
vs. prelgico, proceso secundario vs. proceso primario.
Resumen de Gonzlez G (1987) Temas de Psicologa Cognitiva (II. Pensamiento. Captulo 1). Buenos Aires: Tekn.

Psicopatologa.- Se registran perturbaciones del curso y del contenido. a) Alteraciones del curso: 1)
En los casos de aceleracin del ritmo psquico: excitacin psicomotriz; especialmente manas.
Verborragia, fuga de ideas, atencin inestable, hipermnesia por disminucin del umbral de evocacin. 2)
Retardo del pensamiento: En los casos de retardo del ritmo psquico. Inhibicin de los procesos psquicos:
deprimidos, tristes, melanclicos, confusos mentales, dementes y oligofrnicos. 3) Prolijidad o
minuciosidad del pensamiento: Incapacidad de extraer los contenidos mentales esenciales para alcanzar
la finalidad: dbiles mentales, epilpticos y dementes. 4) Perseverancia del pensamiento: Repeticin
peridica y automtica de palabras que se intercalan en su curso: personas normales por su fatiga
psquica o por intoxicacin por el alcohol, alcaloides, hipnticos; dbiles por su pobreza ideativa;
dementes por el empobrecimiento ideativo y fallas de evocacin; epilpticos por retardo del ritmo
psquico y esquizofrnicos por disloque psquico. 5) Interceptacin del pensamiento: Interrupcin brusca
del curso que se reinicia instantes despus retomando el curso anterior o a menudo un curso diferente:
esquizofrnicos. 6) Rigidez del pensamiento: Perturbacin del curso por la persistencia de una idea a la
que se dispensa preferencia, hay resistencia para abandonarla y llega a condicionar los actos del
pensamiento, pierde su elasticidad normal: esquizofrnicos por los trastornos de la personalidad. 7)
Estereotipia del pensamiento: Repeticin continuada de palabras o frases que se intercalan en el curso
del pensamiento y no participan del tema del mismo. Esto la distingue de la perseveracin. 8)
Verbigeracin del pensamiento: Repeticin de las mismas palabras o frases en perodos de tiempo ms o
menos prolongados. No participa el pensamiento, sin sentido ni lgica: en casos de trastornos graves de
la corteza de los dementes y confusos. 9) Disgregacin del pensamiento: ste pierde su finalidad lgica
porque la idea directriz carece de capacidad para mantener y condicionar el curso del pensamiento.
Expresa trastornos graves de la psique: esquizofrenias y demencias.
b) Alteraciones del contenido: 1) Pensamiento incoherente: En los casos en que se produce prdida de
lucidez de la conciencia, la cual no controla el mecanismo asociativo que escapa a las leyes lgicas
normales. El contenido del pensamiento incoherente resulta de asociaciones ilgicas que encadenan
conceptos de significaciones diferentes. 2) Pensamiento delirante: El contenido del pensamiento est
integrado por concepciones delirantes. 3) Pensamiento obsesivo: El contenido est integrado por las
ms variadas obsesiones (Betta, 1984:140).
Betta Juan (1984) Manual de Psiquiatra. Buenos Aires: CEA, Octava edicin.

Psicopatologa.- Las anomalas del curso del pensamiento son las siguientes: a), trastornos
predominantes del ritmo (aceleracin, fuga de ideas), b) lentitud del curso del pensamiento (inhibicin,
estupor, inercia), c) otros trastornos del curso (interceptacin, barraje o clausura), d) viscosidad, e)
prolijidad y minuciosidad, f) perseveracin, g) estereotipia verbal, h) verbigeracin, i) fusin,
desplazamiento y generalizacin de los conceptos, desviacin del pensamiento, respuestas de lado:
digresiones, j) incoherencia, y k) disgregacin.
Pereira, Manual de Psiquiatra.

Orgenes.- Todas las teoras que pretenden ofrecer un cuerpo coherente respecto de la inteligencia, se
plantean los orgenes del pensamiento. Es el pensamiento algo que forma parte del patrimonio biolgico
del sujeto, o es el efecto de la cultura? O sea, se nace o no se nace con representaciones?

Freud fue oscilante al respecto, pero de lo que no abdica nunca es de que el inconciente, y por tanto el
pensamiento, no surgen como correlato de la adaptacin, sino como formaciones dentro del proceso de
constitucin del sujeto, como elementos de profunda desadaptacin.
Castoriadis plantea que la relacin con el objeto est atravesada por la subjetividad. La relacin sujetoobjeto no es inmediata sino que est mediatizada por el otro humano que parasita con sus sistemas
representacionales y sexuales el quiebre de la inmediatez que da surgimiento a la simbolizacin y a la
inteligencia. La objetividad se constituye por un largo rodeo por los caminos de la fantasa y la
desadaptacin.
Se instituye as el inconciente, que es el efecto de una fundacin en dos planos: a) en tanto inscripciones
que el semejante instaura sin saberlo; es el parasitismo simblico de la madre hacia el hijo (contrapartida
del biolgico respecto del hijo hacia la madre); b) estatuto posterior de ese parasitismo como 'lo
inconciente', o sea, ser reprimido hacia el fondo del psiquismo constituyndose como sus ltimos
recursos.
Por ello, la lgica no es de entrada una lgica aristotlica preparada para entrar en contacto con el
objeto, sino otra lgica para defenderse de los ataques provenientes del exterior.
As, desde el comienzo el semejante hace circular algo irreductible a lo puramente autoconservativo, algo
que tiene que ver con la sexualidad, representaciones ligadas al placer que no logran una evacuacin
porque no pueden satisfacerse con los objetos que el semejante ofrece. Adems de leche, el sujeto recibe
un plus de excitacin que no encontrar derivaciones, obligando al aparato a religar, organizar,
metabolizar.
El fenmeno de la 'alucinacin primitiva' muestra al origen del pensamiento como una alucinacin, no
relacionada al objeto. El psiquismo se ve as obligado -no a satisfacer una necesidad natural- sino a tener
que hacer algo con esto inscripto de lo que ni puede defenderse ni puede satisfacerse en lo real. El gran
problema es justamente cmo abandona el sujeto esta alucinacin primitiva para evitar morir realmente
y poder conectarse con los objetos autoconservativos (alimento). En las psicosis y anorexias severas, por
caso, no puede hacerse esta conexin.
As, el pensamiento surge desligado originariamente de las necesidades biolgicas: la accin especfica no
es el acto autoconservativo, sino algo ligado al placer. Una cosa es la relacin "con el objeto en tanto
objetivo" y otra con "el objeto en tanto objetal", en tanto atravesado por ciertas cantidades irreductibles
a lo biolgico. El inconciente est ligado a la sexualidad, pero no en trminos reproductivos.
El hecho de que sigamos comiendo sin hambre o hasta morir muestra que lo imaginario representacional
no se agota en la alimentacin, y hasta atenta contra lo autoconservativo. Si me cuido al comer es
porque luego hemos incorporado una lgica de la autopreservacin, no es algo dado desde los orgenes.
Qu implica todo esto para los procesos del pensamiento?
El inconciente no se maneja con totalidades, sino indiciariamente. En las primeras relaciones con el
objeto se inscriben signos, no el objeto total, rasgos que quedan como marcas psquicas (el pecho es una
textura, un olor, etc). Tales forman reaparecern toda la vida, como en el enamoramiento (que es
indiciario: nos enamoramos de una mano, una mirada, etc.). En el inconciente funciona la identidad de
percepcin, que marca el reencuentro permanente con indicios de lo real que reinvisten o reactivan
huellas.
Yo "recorto un conjunto que se convierte en significativo para m, y a partir de ese conjunto que separo,
clasifico, ordeno, me permito armar un interrogante".
La representacin no es un calco del objeto exterior: la informacin es procesada, los estmulos se
seleccionan. De los estmulos que rodean al beb algunos son pregnantes ligados a espacios psquicos
que se van constituyendo.
Se constituirn dos espacios: el inconciente y el preconciente (y el yo). El primero no se rige por la
lgica, no tiene negacin ni temporalidad, mientras que el segundo s. Este preconciente, por poder
negar, puede dudar, interrogar, introduciendo una problemtica cognitiva. As, la ciencia no es un
problema del inconciente, pero no podra existir sin l dado que "el hombre reducido a la inmediatez de lo
real no podra estructurar interrogantes sobre lo real". Los humanos metaforizamos lo real.
En "El proyecto" Freud dice que la nica posibilidad de conocer pasa por el yo, no por el inconciente: este
slo puede reencontrar aquello que tiene inscripto. Por ello la alucinacin se juega cuando cay la
represin, "cuando el inconciente no ha sido obturado pro el yo". El Yo o el preconciente inhiben al
inconciente en tanto alucinatorio.
La pulsin epistemoflica es patrimonio del sujeto en tanto atravesado por enigmas que activan
permanentemente el inconciente. "No es pensable el preconciente o el yo sino en relacin a este
inconciente al cual sofoca y que permite constantemente pequeos pasajes de representaciones que
hacen que el objeto real tenga sentido para m". El perro toma cualquier agua pero para el hombre los
diversos tipos remiten a significados diferentes: les da horror el agua de pozo, etc. El psicoanlisis
sostiene que para que haya pulsin epistemoflica, inters, interpelacin de la realidad, el sujeto debe
estar constituido (si no, encontraremos un trastorno). Para que esta interpelacin tenga algn sentido,
para que evoque algo, tiene que estar funcionando el inconciente. Deben estar funcionando a pleno las
categoras de espacio y tiempo.

Los "prerrequisitos estructurales del cerebro" (el sujeto en tanto vinculado libidinalmente con el otro) no
alcanzan para la supervivencia, pero por el otro lado las relaciones sociales inscriben del lado del yo la
autopreservacin de la vida.
Para entender esta problemtica est el concepto de Pareto de ofelimidad. El nio no es totalmente un
valor de uso ni totalmente un valor de cambio, sino que es algo deseado, se constituye desde el deseo de
los padres que lo compulsan a ligar o elaborar psquicamente estmulos de los que no pueden huir pero
tampoco satisfacer.
Condensado de Bleichmar S, Aportes psicoanalticos para la comprensin de la problemtica cognitiva. Incluido en
Schlemenson S (comp) (1995) Cuando el aprendizaje es un problema. Buenos Aires: Mio y Dvila.

La constitucin del pensamiento segn Aulagnier.- La meta de la actividad de representacin, o


pensamiento, es hallar una realidad que torne posible el placer. Para ello, los aspectos heterogneos
deben ser metabolizados y tornarlos homogneos. Ello se da a travs de los procesos originario, primario
y secundario.
Proceso originario.- La actividad representativa consiste en engendrar alucinaciones: son
representaciones pictogrficas, o sea, engranas o retoos que aparecen como imgenes, sonidos,
aromas, producto de la erogeneizacin de zonas corporales (por ello es un placer autoertico), y en
particular de la relacin boca-pecho. Quedan adems inscriptas como material inconciente (el
"originario") que nunca podr devenir conciente.
Proceso primario.- Pero pronto el nio advierte que lo alucinado no satisface, y empieza a percibir la
ausencia de la madre (percepcin de la ausencia), es decir de un otro primordial cuya presencia produce
placer y su ausencia displacer. Surge un principio de reconocimiento de una dualidad (madre-hijo), ya
que antes todo estaba centrado autoerticamente.
Por tanto, se puede hablar de una funcin materna en el proceso primario: tal representacin de orden
fantaseado permite la bsqueda de un placer que la alucinacin no ofreca.
La funcin materna es aquella que permite la narcisizacin y libidinalizacin diferencial del producto:
reconoce al hijo como diferente pero lo inscribe dentro de su narcisismo, o sea dentro de su ubicacin
histrica en la estructura de parentesco. El hijo resulta as ser un heredero del pasado, pues desde all la
madre interpretar las necesidades del nio. La sombra hablada o soliloquio a dos voces es esta
proyeccin que hace la madre sobre el nio, lo que genera una sombra que cambiar segn la posicin
histrica de la madre. En un primer momento esta violencia se basa en una certeza absoluta sobre cuales
son las necesidades del nio, segn los anhelos y frustraciones de la madre.
Proceso secundario: estructura y funcin simblica.- Aqu la actividad representativa busca homogeneizar
lo heterogneo asimilndolo a una estructura universal de parentesco, vlida para todos los sujetos, y
donde el nio ocupar un lugar.
Las funciones universales simblicas son la funcin materna, paterna, la del hijo y la de los antepasados.
Funcin materna.- La madre retira la idealizacin sobre el nio y ste, al percibir la diferencia, empieza la
bsqueda auto-reflexiva de la razn de la separacin y la repeticin de situaciones placenteras. Nace as
el pensamiento. Los objetos que se buscan estn condicionados por los elementos del lenguaje
fundamental, el cual define los lmites del espacio en el cual el Yo ha de advenir. Al vehiculizar en el nio
la cultura, lo hace sujeto. El pensamiento es entonces un modo de ingreso y abordaje a la cultura.
Funcin paterna.- Es el condicionante discursivo que ordena los enunciados de la madre desde que estos
empiezan a aparecer. O sea, para Aulagnier la funcin paterna aparece antes de la castracin simblica.
La funcin paterna ingresa en el nio a travs del lenguaje fundamental de la madre, pues este posiciona
respecto a una estructura de parentesco (adems de posicionar su propio lugar de nia por la represin
secundaria). Tal represin secundaria es producto de la transculturalizacin habida en el discurso
materno.
Las adopciones muestran que las funciones materna y paterna no son biolgicas sino simblicas.
Comienzo de la funcin paterna: Cuando cae la certeza, cuando la interpretacin de una necesidad es
insuficiente surge la carencia, sufrimiento que lleva a buscar un nuevo objeto, que es el que cumple la
funcin paterna, que viene a ofrecer emblemas, atributos, produciendo una castracin simblica (aunque
Aulagnier no la tome como tal, pero es la manera de entenderlo). Con esto, el nio queda posicionado en
una estructura universal, aunque de manera singular y propia.
La funcin paterna permite mantener un micro ambiente familiar y la incorporacin de emblemas y
atributos extra-familiares. Prohbe la apropiacin de la madre pero estimula la bsqueda de objetos
extra-familiares.
Funcin del campo social: contrato narcisista y proyecto identificatorio.- El discurso social llega al infans a
travs del discurso parental. Del primero podr tomar elementos de identificacin para proyectarse en el
futuro. El discurso de conjunto alude a un espacio social extra-familiar, un modelo de mundo donde la
pareja parental se inserta.
El contrato narcisista ordena el discurso del nio en relacin a un discurso de referencia dado por el
campo social donde los padres despliegan sus propios enunciados. Est, as, en el lmite entre lo singular
y lo universal. Dentro de esos lmites el sujeto enuncia su propio discurso: su proyecto identificatorio.
Este implica un encuentro permanentemente diferido con el placer mediante una bsqueda sucesiva de

objetos y enunciados que el campo social, que es extra-familiar, le ofrece. Sintetiza los deseos pasados y
la imagen de un futuro posible. Esto implica una historizacin, una causalidad mediante bsqueda de
razones que se dan precariamente en nios con problemas de aprendizaje.
Normalmente el nio deber salir de una relacin narcisstica y buscar en lo desconocido los residuos de
suministros narcisisticos perdidos al enunciarse un proyecto. Si no hay narcisizacin previa no hay
conocimiento, as como tampoco si hay exceso de narcisizacin. Concluimos as que el pensamiento es un
producto que surge de un largo proceso de historizacin y narcisizacin constituyente.
Resumen de Schlemenson Silvia, La constitucin del pensamiento a partir de los desarrollos de Piera Aulagnier.
Publicacin interna de la ctedra de Clnica Psicopedaggica de la Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos
Aires, 1996.

Generalidades.- Pensamiento no es simplemente recuerdo, imaginacin, creencia, intuicin, opinin,


an cuando pensar implique recurrir a todas esas operaciones. El pensamiento incluye muchos aspectos,
como el pensamiento reflexivo (consideracin activa, persistente y cuidadosa de una creencia a partir de
los fundamentos que la sustentan y de las posteriores conclusiones hacia la cual tienden), el pensamiento
creador (produccin de algo nuevo, nico, original), el pensamiento crtico (un pensamiento reflexivo que
cuestiona argumentos en base a ciertos fundamentos), y an el pensamiento cientfico (un pensamiento
creador, riguroso y metdico).
Vera Mara Teresa, "El aprendizaje por resolucin de problemas", includo en Sanjurjo L. y Vera M., "Aprendizaje
significativo y enseanza en los niveles medio y superior", Rosario, Homo Sapiens Ediciones, 1995.

Segn Aulagnier.- Denomino pensamiento a esa parte de las construcciones psquicas que debemos a
la actividad del yo, consistente en ligar la imagen de cosa con la imagen de palabra. Por imagen de
palabra entiendo, no la emisin o recepcin de una sonoridad fonemtica, sino algo odo que el yo
percibe como portador de significacin y, en ciertas condiciones, como creador de esas mismas
significaciones.

Aulagnier P., El trabajo de la interpretacin. La funcin del placer en el trabajo analtico, artculo escrito en 1976,
incluido en un texto desconocido, pg. 323.

Pensamiento automtico.- Los pensamientos automticos son aquellos que surgen en forma
espontnea, son muy breves y hasta pueden no reconocerse, a menos que se ayude al paciente a
registrarlos. Por ejemplo, pensamientos negativos sobre uno msmo o sobre algn peligro. Son
pensamientos que reflejan la valoracin no objetiva que hace el sujeto de la situacin objetiva actual.
Robins A y Hayes A., Una valoracin de la terapia cognitiva, includo en Mahoney M (ed), Psicoterapias cognitivistas
y constructivistas, Descle de Brower, Bilbao, 1997, pg. 64-65.

Pensamiento automtico.- En el contexto del enfoque cognitivo, los pensamientos automticos son
cogniciones que median entre los sucesos externos y la reaccin emocional del individuo a estos. Un
ejemplo de un pensamiento automtico es la creencia de que todos se van a rer cuando vean qu mal
juego a los bolos, un pensamiento que le sobreviene a alguien a quien se le ha preguntado si quiere
jugar a los bolos y ha respondido negativamente. Otro ejemplo es el pensamiento de una persona sobre
que, cuando alguien pasa por delante de ella sin saludarla, es que no le gusto.
Kaplan H y Sadock B (1992) Compendio de Psiquiatra. Mxico: Salvat, pgina 647.

Pensamiento infantil: consecuencias para la madre.- En un determinado momento aparecer en el


nio una actividad de pensar, tambin preanunciada y deseada por el discurso materno. Tal actividad
de pensamiento tendr para la madre dos consecuencias importantes: 1) la actividad de pensar se
espera que confirme a la madre el xito o fracaso de su funcin materna, y 2) la actividad de pensar, y
an las manifestaciones anteriores que la madre interpreta como tal, aseguran a la madre contra el
riesgo de que el nio hubiese podido no saber pensar.
La actividad de pensar es el primer instrumento de autonoma del beb, pues con ella puede ocultar,
mentir (por ejemplo se puede fingir amar, pero no se puede fingir con el cuerpo, como comer, dormir o
defecar). La madre conoce este poder del pensamiento e intentar saber qu piensa el nio y le
ensear formas del buen pensar (por ejemplo para que no la engae).
El comienzo de la actividad de pensar suscita en la madre tres respuestas constantes: 1) para ambas
psiques, el objeto pensamiento ocupa en un primer momento una posicin anloga a la de otros objetos
anteriores, pues la nueva actividad pensante del nio es una continuacin de las funciones corporales
que la madre pas del registro funcional al libidinal; 2) a diferencia de la funcin corporal, el
pensamiento permite a la madre saber si lo que ella espera del nio ser aceptado o rechazado por ste;
y 3) adems de esperarla, la madre teme la aparicin de la actividad de pensar, teme preguntas que no
pueda contestar.
Si alguna de estas tres respuestas persiste ms all de lo necesario o peca de excesiva, la madre entra
en el deseo del no cambio impidindole al nio desarrollar un pensamiento autnomo. Normalmente la
madre deber renunciar a su funcin y aceptar la aparicin de nuevos partenaires. Tal invariante de la
estructura familiar puede ser rechazada por la madre, por el nio, o por ambos.

Aulagnier P, La violencia de la interpretacin, pgs 133-134.

Pensamiento lgico: definicin.- Es el que se elabora mediante el razonamiento analtico que se basa
en tres principios. 1) Principio de la no contradiccin: sustentado por el razonamiento por deduccin;
una cosa no puede ser ms que ella misma, en un mismo momento y bajo las mismas condiciones. 2)
Principio del determinismo o de la legalidad; propiciado por el razonamiento por induccin: toda
modificacin que una cosa experimenta se halla sujeta a condiciones bien determinadas, o sea, que est
regida por una o ms leyes. 3) Principio de finalidad; sostenido por el razonamiento por analoga: la
convergencia o reunin de determinadas condiciones favorece un fin conciente o inconcientemente
perseguido (Betta, 1984:140).
Betta Juan (1984) Manual de Psiquiatra. Buenos Aires: CEA, Octava edicin.

Pensamiento mgico: definicin.- O primitivo. Propio del nio, del hombre de escasa evolucin y de
los pueblos primitivos. Se relaciona con el mundo mgico: todo lo que acontece se halla en relacin y
dependencia de las fuerzas de la naturaleza. Sus bases son: 1) Dos objetos parecidos o que presentan
algn punto de semejanza se consideran dotados de iguales propiedades. 2) Dos objetos aunque sean
totalmente diferentes, si se hallan en contacto o prximos se consideran influenciados mutuamente,
adquiriendo cada uno las propiedades del otro (Betta, 1984:140).
Betta Juan (1984) Manual de Psiquiatra. Buenos Aires: CEA, Octava edicin.

Pensamiento primitivo.- A diferencia del pensamiento maduro, Beck y otros (Cuadro de Beck AT, Rush
AJ, Shaw BF, Emery G, Cognitive Therapy of Depression, p. 31 Guilford, New York, 1979) distinguen el
pensamiento primitivo de esta forma (pgina 879):
Pensamiento primitivo
No dimensional y global
Absolutista y moralista: Soy un cobarde
despreciable
Invariable: Siempre he sido y siempre ser un
cobarde
Diagnstico del carcter: Tengo un defecto en mi
carcter
Irreversibilidad: Desde que estoy bsicamente
dbil, no hay nada que se pueda hacer

Pensamiento maduro
Multidimensional: Soy moderadamente miedoso,
bastante generoso y claramente inteligente
Relativo y no categrico: Soy ms miedoso que la
mayora de las personas que conozco
Variable: Mis miedos varan segn el momento y la
situacin
Diagnstico conductual: Evito demasiadas
situaciones y tengo muchos temores
Reversibilidad: Puedo aprender maneras de
enfrentarme a las situaciones y luchar contra mis
miedos

Kaplan H, Sadock B y Grebb J (1997) Sinopsis de psiquiatra. Buenos Aires: Editorial Mdica Panamericana. 7 edicin.

Alteraciones del pensamiento.- Sus perturbaciones estn ligadas a perturbaciones del juicio y del
lenguaje, ya que expresamos el pensamiento mediante juicios, y estos los expresamos mediante
palabras. Segn Betta, las alteraciones del juicio, entendido ste como una actividad sinttica del
pensamiento, pueden ser cuantitativas o cualitativas:
Cuantitativas
Cualitativas

Juicio
Juicio
Juicio
Juicio

insuficiente: agenesias de la personalidad. (oligofrenias).


debilitado: demencias.
suspendido: confusin mental.
desviado: ideas delirantes.

En las alteraciones cualitativas, la desviacin del juicio ocurre por una carga afectiva muy intensa, que
impide reconocer el error. El juicio as desviado producir las ideas delirantes, y estas son las que
constituirn los delirios crnicos de la paranoia, la parafrenia y la esquizofrenia. En suma, un delirio
crnico es una forma peculiar de organizacin de las ideas delirantes, las que vienen a su vez de juicios
desviados.
En el pensamiento podemos distinguir tres aspectos:
- El contenido (las ideas)
- La finalidad (las metas)
- El curso (la intencin)
Esto significa que normalmente yo tengo la intencin de decir algo (ciertas ideas o contenidos), siendo la
intencin el propsito de alcanzar cierta meta o finalidad. Siempre hay entonces normalmente una 'idea
directriz' que me marca el rumbo del pensamiento y lo organiza coherentemente. La idea directriz es
previa o va apareciendo a medida que uno puede hilar los juicios en razonamientos.
Las alteraciones del pensamiento tienen que ver con perturbaciones del contenido o con perturbaciones
del curso del pensamiento:

Alteracin del contenido: ideas patolgicas


Alteracin del ritmo
Alteracin del curso
Alteracin del lenguaje

Ideas fijas o sobrevaloradas.


Ideas obsesivas.
Ideas delirantes.
Aceleracin (mana).
Retardo (melancola, cuadros orgnicos).
Discontinuidad (falla en las ideas directrices).
Neologismos, parrarespuestas, perseveracin,
Estereotipia, verbigeracin,
Musitacin, mutismo, ecolalia.

(En este cuadro incluimos tambin las alteraciones del lenguaje, asociadas con las alteraciones del
pensamiento). A continuacin se explican primero las alteraciones del curso y del lenguaje.
ALTERACIONES DEL CURSO (RITMO): Hay ACELERACIN del pensamiento en los casos de excitacin, es
decir de taquipsiquia (aceleracin de todos los procesos psquicos, adems del pensamiento). Por ejemplo
en la mana: el paciente necesita imperiosamente hablar y lo hace ininterrumpidamente (verborragia,
verborrea o logorrea, son sinnimos). El trastorno caracterstico de estas alteracin es la 'fuga de ideas'.
La fuga de ideas es el sntoma patognomnico de la mana, e implica muchas y muy diversas ideas que
aparecen en torbellino, pero sin poder mantener la atencin sobre una determinada, sea espontnea o
voluntariamente. A veces el ritmo es tan alto que las ideas se asocian superficialmente, o sea por
semejanza, contraste y hasta por asonancia (suenan parecido, o sea se considera ms el sonido de la
palabra que la idea representada). Hay entonces superficialidad y fugacidad del vnculo asociativo. No
obstante, en el manaco encontramos un discurso inteligible, la idea directriz se mantiene, aunque es
'saltn', salta rpidamente de una idea a otra, a expensas de estmulos sensoriales, pues el manaco est
atento a todo a su alrededor (hiperprosexia). En la mana entonces no falla la idea directriz (por ello se
habla de una pseudo-incoherencia, es decir, a pesar de todo se entiende lo que dice), falla que s se da
en la disgregacin del pensamiento esquizofrnico (ver ms abajo: 'discontinuidad'). La pseudoincoherencia se ve en los estados manacos intensos, no as en la hipomana, donde la aceleracin es
menor, las ideas no exceden la capacidad de expresin, pero hay una tendencia a plantear datos banales
y a pasar de un tema a otro sin profundizar en ninguno.
En la aceleracin del pensamiento encontramos entonces exaltacin afectiva, taquipsiquia, hiperprosexia
e hipermnesia (esto ltimo significa que surgen muchos recuerdos a borbotones). Tambin encontramos,
en la fuga de ideas, la 'distractibilidad', o incapacidad de mantener la atencin en un objeto o idea
determinada. Tambin encontramos 'acatisia', o imposibilidad de mantenerse quieto. Se da en la clase un
ejemplo clnico de discurso manaco, donde una paciente relata muy aceleradamente todo lo que hizo en
el da, y le cuesta atender a las preguntas que el terapeuta le hace.
Pasamos ahora al RETARDO del ritmo del pensamiento. Lo encontramos en los cuadros donde hay
inhibicin psicomotriz, y donde prevalece la bradipsiquia (disminucin del ritmo de todos los procesos
psquicos, incluido el pensamiento). El paciente lo percibe como una dificultad para pensar, y es tpico de
la melancola, donde el humor es triste en vez de exaltado como en la mana. Aparecen ideas de
autorreproche, ruina y suicidio. Hay grados de retardo, que van desde la simple parquedad para hablar,
hasta el estupor melanclico. Cualquier depresin reactiva, o sea por causa conocida, reproduce este
retardo en pequea escala.
El retardo aparece tambin como 'prolijidad' o minuciosidad, con dificultad para diferenciar lo
fundamental de lo accesorio, y es tpico de los cuadros orgnicos. En estos cuadros y en la epilepsia o en
la debilidad mental, encontramos la 'viscosidad' del pensamiento: el sujeto da vueltas y vueltas sobre la
misma idea sin llegar a una sntesis, pero esto no depende del humor: en la melancola, en cambio, el
retardo depende del humor triste.
Otra forma de retardo es la 'rigidez' del pensamiento, o adhesin patolgica a una idea, como en la
esquizofrenia. El peligro es que esta persistencia en una idea puede desembocar en la accin (por
ejemplo, quemar una casa).
ALTERACIONES DEL CURSO (DISCONTINUIDAD): Tpico de la esquizofrenia, implica una falla en la idea
directriz, que es la que marcara el rumbo, la finalidad del pensamiento.
Dentro de estos trastornos encontramos las 'interceptaciones del pensamiento', y Pereyra dice que esto
es lo verdaderamente tpico que hace al diagnstico de esquizofrenia, pues no aparece en ningn otro
cuadro. Es una interrupcin brusca del curso del pensamiento y en general, cuando retoma el discurso no
hay continuidad con lo dicho antes.
Tambin hay 'interceptaciones motoras', donde se interrumpe la accin y se queda quieto. Frente a ello
primero hay perplejidad, luego angustia y luego la interpretacin delirante: el paciente lo atribuye a una
causa externa, derivando as en ideas de influencia o de robo de pensamiento. Se ve en la forma
catatnica de la esquizofrenia, pues es un problema psicomotriz. No debe confundirse la interceptacin
con la ausencia epilptica: en esta ltima no hay conciencia de ausencia y por tanto tampoco una
interpretacin delirante de ella. Adems, luego de la interrupcin contina el hilo del pensamiento.

Otra forma de discontinuidad es la 'disgregacin del pensamiento' (esquizofrenia), donde el paciente no


puede mantener la progresin del pensamiento y su lgica. La disgregacin tiene grados de gravedad.
Una gravedad mayor es la perturbacin asociativa: las palabras brotan dispersas, sin formar juicios, y
constituye la ltima y ms grave etapa de la esquizofrenia, consecuencia de la disgregacin inicial.
Vemos tambin 'jergafasia' o ensalada de palabras, donde se enuncian todas desordenadas. No todos los
pacientes llegan a este estado seudo-demencial: depende de la medicacin, del nivel intelectual, etc.
ALTERACIONES DEL LENGUAJE: Muchas alteraciones del curso del pensamiento afectan el lenguaje,
como por ejemplo en el caso de los 'neologismos', o palabras inventadas por el paciente dndoles
siempre el mismo significado como en la parafrenia. Se ve en la esquizofrenia tambin, pero aqu el
paciente no le da significados precisos.
Encontramos tambin como alteracin las 'pararrespuestas', donde el paciente manifiesta haber
comprendido la pregunta pero su respuesta no concuerda con ella (ejemplo: cuando ingresaste al
hospital? Pararrespuesta: "el 15 de marzo no es da para venir loco, locutor, locomotora..."). No son
respuestas directas, sino respuestas de lado.
Otra alteracin del curso del pensamiento es la 'perseveracin', o repeticin de una palabra o frase
(ejemplo, en una misma frase aparece tres veces una misma palabra). Otra alteracin que no debe
confundirse con la anterior es la 'estereotipia', o intercalacin de una misma frase en el discurso, que
puede ir desde una muletilla hasta un ex abrupto incomprensible. Tambin puede haber estereotipia de
movimientos.
Otra alteracin es la 'verbigeracin', que implica injertar una frase o repetirla intilmente, pero con una
carga afectiva intensa. Por ello puede influir sobre su conducta. Por ejemplo "O se mata o se vuelve loca,
no tiene opcin".
Otras alteraciones son la 'musitacin' o soliloquio en voz baja, el 'mutismo', donde se niega a hablar, y la
'ecolalia', o repeticin automtica de las palabras que escucha. Mutismo y ecolalia son tpicas de la forma
catatnica de la esquizofrenia, donde resulta tpico el negativismo y la obediencia automtica.
Condensado de Lpez Susana y Hemmingsen Isabela, Trastornos de la percepcin y el pensamiento. Clases de la
Ctedra de Psicopatologa de la Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires, Setiembre/Octubre 1995.

Pensamiento y esquizofrenia.- Se examinaron los correlatos neurocognitivos y sociales de los dos


tipos de trastorno formal del pensamiento: pensamiento bizarro o idiosincrsico y el pensamiento
concreto en 47 pacientes estables con esquizofrenia. Ambos tipos de alteraciones del pensamiento
estuvieron relacionados con daos en el aprendizaje verbal, intrusiones en la memoria verbal, la memoria
auditiva inmediata, la atencin sostenida y el conocimiento social. La distraccin durante una tarea de
memoria estuvo asociada con mayores verbalizaciones bizarras pero no concretas. El aprendizaje verbal
daado y las intrusiones en la memoria verbal independientemente contribuyeron a la prediccin de
respuestas bizarras, mientras que las intrusiones en la memoria verbal daada y la memoria daada
independientemente contribuyeron al pensamiento concreto. Este patrn de hallazgos es consistente con
la visin que afirma que en los dficits neurocognitivos y posiblemente sociales subyacen estos dos
aspectos.
Kenneth L. Subotnik K y otros, Correlatos neurocognitivos y sociales del trastorno formal del pensamiento en la
esquizofrenia. FUENTE: SCHIZOPHR RES. 2006 JUL; 85(1)

Las dos formas de pensamiento.- Uno de los principios de la psicologa analtica es que las imgenes
onricas deben entenderse simblicamente: no deben tomarse al pie de la letra sino suponerles un
sentido oculto.
Los sueos se interpretan modernamente desde la psicologa, pero antiguamente se los interpretaba
mticamente; por ejemplo el sueo es lo que nos comunicaba la divinidad o el demonio, debiendo el
durmiente encontrar la solucin al enigma. Expresado en trmino modernos, el sueo es una serie de
imgenes aparentemente contradictorias y absurdas, pero contiene un material de pensamientos que
traducido, arroja un sentido claro.
Hay dos formas de pensamiento: el dirigido o verbal, y el no dirigido.
Este ltimo es el pensamiento no onrico, el cual no es lgico. En el sueo no pensamos con palabras,
verbalmente (como se hace en la vigilia), sino con imgenes y smbolos, el pensamiento dirigido es
conciente, y en l se encadenan una palabras con otras formando una oracin. En el no dirigido se
encadenan imgenes por asociacin, y unos sentimientos con otros. El pensamiento dirigido sirve para
que nos comuniquemos mediante elementos lingsticos, y es laborioso y agotador.
El segundo, en cambio, funciona sin esfuerzo, espontneamente, con contenidos inventados, y es dirigido
por motivos inconcientes. El primero adapta la realidad y procura obrar sobre ella; el segundo se aparta
de la realidad, libera tendencias subjetivas y es improductivo, refractario a toda adaptacin.
Condensado de Jung C (1982) Smbolos en transformacin. Buenos Aires: Paids.

Teora del pensamiento de Bion.- El pensamiento tiene su origen en las frustraciones del lactante, y
su evolucin depender tanto de su capacidad de tolerancia innata como de la funcin continente de la
madre.

Primero se desarrollan pensamientos, y luego un aparato para pensar, impuesto por la presin de los
pensamientos.
De acuerdo a la naturaleza de su desarrollo, se clasifican los pensamientos en:
a) Preconcepcin: expectativa innata que tiene el beb, por ejemplo, acerca del pecho.
b) Concepcin: Resulta de la conjuncin entre una preconcepcin y una realizacin positiva (o experiencia
de satisfaccin).
c) Pensamiento: Resulta de la conjuncin de una preconcepcin con una realizacin negativa (experiencia
de frustracin). Esto sucede en el nio con buena tolerancia a la frustracin, que permite al nio
transformar la experiencia de no pecho en elemento del pensamiento, desarrollando un aparato para
pensarlo.
d) Concepto: Derivado de la concepcin con un nivel mayor de abstraccin.
Bion menciona dos derivaciones patolgicas:
a) Si la capacidad para tolerar la frustracin no es suficiente, el pecho malo interno es expulsado
mediante identificaciones proyectivas masivas, con hipertrofia de la omnipotencia. En caso de formarse,
las concepciones son tratadas como cosas y evacuadas rpidamente hacia afuera. Ac predominan la
formacin de pensamientos no integrados, tpico de los psicticos.
b) Ante una intolerancia a la frustracin menos severa, la preconcepcin intenta predominar sobre el
principio de realidad en vez de buscar la evasin. La frustracin es negada, y no se discrimina lo
verdadero de lo falso. Hay integracin de pensamientos, pero con persistencia de la omnipotencia y
alteracin del juicio de realidad.
Esquemticamente:

Preconcepcin

Concepcin

Contacto con la
realidad

Realizacin

Realizacin
positiva
(Experiencia de
satisfaccin)

Suficiente
tolerancia a la
frustracin
Pensamiento
normal.
Modifica la
realizacin
negativa.
Identificacin
proyectiva
realista.

Realizacin
negativa
(Experiencia de
frustracin)

Intolerancia
poco severa
Pensamiento
integrado, pero
con
omnipotencia y
prdida del
juicio de
realidad.

Intolerancia
ms severa
Pensamiento no
integrado.
Identificacin
proyectiva
patolgica
(psicosis).

Teora de las funciones. Origen y naturaleza del pensar.- Bion describe dos modos de funcionamiento del
aparato para pensar: la funcin alfa y la funcin beta.
a) Funcin alfa: Es la que transforma las impresiones sensoriales y emocionales en elementos alfa:
imgenes onricas, recuerdos, palabras, pensamientos abstractos, etc. Los elementos alfa forman una
barrera de contacto que impide que la fantasa prevalezca sobre la realidad, o sea, separa conciente de
inconciente.
b) Funcin beta: O protopensamientos, son experiencias sensoriales y emocionales primitivas que son
cosificadas porque no pudieron transformarse en elementos alfa por dficit de la funcin alfa. Tales
protopensamientos son evacuados por identificacin proyectiva patolgica.
La pantalla de elementos beta se conforma con elementos beta aglomerados sin organizacin, lo que
impide que funcionen como barrera de contacto. Prevalece esta situacin en psicticos.

En suma, tenemos hasta aqu dos derivaciones patolgicas: a) buena tolerancia a la frustracin lleva a la
formacin de elementos alfa; b) baja tolerancia a la frustracin lleva a la formacin de
protopensamientos. Bion mencion tambin una tercera posibilidad: c) reversin de la funcin alfa: La
funcin alfa comenz a actuar, pero el monto del dolor hizo regresar al beb a modos regresivos de
funcionamiento, produciendo elementos beta diferentes a los originales, y llamados objetos bizarros.
Estos pueden descargarse como somatizaciones, como alucinaciones o como actings y delirios.
Algunas implicancias terico-tcnicas.- El analista debe ensear a pensar, a cambiar la necesidad de
evacuar un pecho malo por la presencia de un pecho bueno y pensante que use elementos alfa, o sea
ms que resolver un conflicto inconciente, se trata de hacerlo pasar del proceso primario al secundario.
Pensar es una funcin creadora de significados.
Condensado de Abadi Sonia y otros (1997) Desarrollos posfreudianos: escuelas y autores. Buenos Aires: Editorial
Universidad de Belgrano.

Pensamiento automtico en depresin.- Segn el modelo de la Terapia Cognitiva, los pensamientos


automticos relacionados con la depresin, los cuales son relativamente superficiales y accesibles, son la
consecuencia de esquemas cognitivos disfuncionales. Sin embargo, pocos estudios han evaluado las
relaciones entre ambos niveles de cogniciones.
El objetivo de este estudio fue examinar si los pensamientos automticos actan como mediadores en la
relacin entre esquemas cognitivos disfuncionales y depresin en mujeres. La muestra consisti en 334
mujeres, las cuales completaron medidas de depresin (CES-D, Radloff, 1977), ansiedad (SCL-90-R ,
Derogatis, 2002), pensamientos automticos asociados a la depresin (ATQ-R; Kendall y Hollon, 1989) y
esquemas cognitivos (SQ-SF; Young y Brown, 1994).
Los resultados apoyan un modelo segn el cual los pensamientos automticos (pensamientos de
insatisfaccin, dificultad de afrontamiento y falta de pensamientos positivos) actuaran como mediadores
entre los esquemas cognitivos disfuncionales (Privacin Emocional, Abandono y Fracaso) y los sntomas
de depresin. En el caso del esquema de Fracaso, adems, la mediacin a travs de los pensamientos
automticos fue total.
Ana Estvez; Esther Calvete. Mediacin a travs de pensamientos automticos de la relacin entre esquemas y
sntomas de depresin. ANALES DE PSICOLOGA. 2009 JUN; 25(1):27-35.

PERCEPCIN
Definicin.- La percepcin es la sensacin registrada y elaborada en los centros perceptivos en los que
se efecta su interpretacin y comprensin (Betta, 1984:85).
Betta Juan (1984) Manual de Psiquiatra. Buenos Aires: CEA, Octava edicin.

Definicin.- La percepcin es el proceso por el cual se rene e interpreta la informacin. Sirve como
enlace entre el individuo y su ambiente. Sin la percepcin no tendramos ninguna experiencia y sera
imposible la sociedad humana. Percibir no es slo recibir sino interpretar, dar una significacin a los
estmulos. Las mismas estrellas para unos pueden tener forma de osa y para otros de cucharn. Hay
muchos mundos perceptuales. Nuestra percepcin es limitada, pues no podemos ver, como lo hacen
ciertos animales, los rayos ultravioletas; por ello palomas y hombres ven mundos distintos. Por tanto, no
experimentamos el mundo tal cual es sino tal como somos nosotros.
Condensado de Vander Zanden J (1986) Manual de psicologa social. Barcelona: Paids.

El proceso perceptual.- Si fuera solo por la sensacin, captaramos desorganizadamente muchos


estmulos. No es as: la percepcin no es simplemente una cuestin de sensaciones, sino que implica una
interpretacin: procesamos los datos sensibles recibidos para arribar a un significado.
Sensacin: captamos estmulos por cinco vas: vista, odo, olfato, gusto y tctil-quinestsica (posicin
corporal) y la informacin va al cerebro. Pero tambin el estmulo puede venir de una fuente interna (por
ejemplo sed, dolor de cabeza). No recibimos pasivamente los estmulos: usamos activamente los
sentidos para buscar la informacin.
Naturaleza inferencial del proceso perceptivo: experimentos de Brunner y Potter mostraron que cuando
captamos estmulos visuales borrosos, buscamos darle una significacin, inferimos que se trata de tal o
cual cosa. O sea, hacemos hiptesis sobre lo que percibimos.
Conceptualizacin: es el proceso por el cual agrupamos las percepciones en clases, en base a ciertas
similitudes entre ellas. Al conceptualizar generalizamos, lo que nos permite manejar el flujo de estmulos
que recibimos de continuo. Los conceptos pueden referirse a cosas concretas como una mesa o
imaginarias como un fantasma. En cualquier caso el concepto nos sirve para orientarnos en el mundo,
organizarlo de acuerdo con cierto sentido y otorgarle orden, regularidad y constancia. Al encasillar los
estmulos en conceptos podemos relacionarlos con estmulos pasados. En suma, conferimos sentido al
mundo que nos rodea categorizando nuestras experiencias mediante los conceptos.
Conceptualizacin y percepcin: la conceptualizacin es el proceso por el cual llegamos a identificar los
sucesos y objetos del mundo. La percepcin, en un primer momento, examina la informacin procedente

del objeto; luego selecciona la informacin segn sea o no importante para el sujeto, y en base a ello
categoriza, forma el concepto. Para formar el concepto mesa no me interesa la informacin de su color,
por ejemplo. Los datos sensoriales nos sugieren una hiptesis acerca de la identidad del objeto, y la
percepcin buscar la informacin para poner a prueba dicha hiptesis o suposicin.
Aunque muchos conceptos los adquirimos por socializacin, la mente humana est preparada para formar
conceptos sin ayuda exterior. Incluso puede rever y corregir los propios conceptos que ha formado.
Condensado de Vander Zanden J (1986) Manual de psicologa social. Barcelona: Paids.

Naturaleza y papel de la percepcin.- Es importante acordar la naturaleza y funcin de la percepcin,


pues todos los mtodos proyectivos dependen de los mecanismos perceptuales del individuo. La
psicologa proyectiva se bas mucho en la gestalt y en la psicologa experimental general. Para lo fines
proyectivos, interesa en especial un caracterstica de la percepcin, su selectividad, la cual depende de
factores tanto internos como externos, la percepcin es selectiva, selecciona la informacin. ltimamente
se dio mucha importancia a los factores internos, especficamente al concepto de s mismo. Raimy
ofrece las siguientes hiptesis sobre el papel de esto factores internos de la percepcin:
El s-mismo es un sistema perceptual aprendido.
Este s-mismo regula la conducta. La percepcin de un s-mismo diferente en la consulta no directiva trae
aparejados cambios en la conducta.
La percepcin que una persona tiene de s misma puede no ofrecer mayor relacin con la realidad
externa, lo cual no implica necesariamente un conflicto psicolgico.
El concepto de s mismo es un sistema diferenciado pero organizado, de modo que hasta los aspectos
juzgados negativos pueden ser defendidos por la persona para mantener su individualidad.
El concepto de s mismo determina cmo se perciben los estmulos, as como el olvido o recuerdo de los
estmulos pasados.
El concepto de s mismo puede reestructurarse fcilmente, o permanecer inalterable an en situaciones
de mucha tensin.
Importa tambin el punto de vista de Piaget, para quien el nio nunca percibe el mundo fsico como no
estructurado, por limitado que sea su marco referencial. Conforme crece, va modificando sus perceptos
segn las influencias sociales, y es as como el sujeto se socializa, y construye su s mismo.
Sherif destac por su lado que los factores internos son tanto ms importantes cuanto menos
estructurado est el campo perceptual. Por su parte la gestalt destac los factores externos de la
percepcin, o sea la forma de lo percibido. Segn el momento y los estmulos, a veces tienen importancia
los factores subjetivos o internos, y otras veces los objetivos o externos.
Bruner demostr que los factores internos cobran ms importancia si el material a percibir es ms
ambiguo y menos estructurado. Junto a Goodman estudi el papel de la necesidad y el valor como
factores de la distorsin perceptual, y desarroll tres hiptesis:
Se tiende a percibir mejor los objetos socialmente valorados.
A mayor necesidad individual de un objeto socialmente valorado, mayor es su influencia en la conducta.
La ambigedad perceptual facilita la accin de los determinantes de la conducta slo en cuanto reduce la
accin de los determinantes autctonos, sin reducir la eficacia de los determinantes de la conducta.
Todo ello demuestra que la percepcin es un proceso activo e intencional que involucra a todo el
organismo en relacin con su campo. Adems, el sujeto percibe slo lo til a su bienestar, desechando lo
intil y perjudicial. El autor sugiere que otra funcin de la percepcin es la defensa yoica: al percibir
somos selectivos para mantener un nivel de ansiedad tolerable. Si el estmulo es menos estructurado, la
ansiedad aumenta, pues el individuo se ve obligado a buscar respuestas antiguas o inadecuadas.
Tambin, cuando la ansiedad empieza a ser intolerable, el sujeto muestra una tendencia a funcionar
proyectivamente, lo cual hace bajar la ansiedad. La proyeccin sirve para tolerar la ansiedad, bajarla a
lmites tolerables, aunque tambin hay otros mecanismos defensivos como la represin, pero todos
funcionan de acuerdo a un principio de homeostasis psicolgica (mantener constante el nivel de ansiedad
que el sujeto ha aprendido). Esto se ve tanto en test como el Rorschach como en los juegos infantiles: en
todos ellos se proyecta para reducir la ansiedad. Es importante que los estmulos estn poco
estructurados, porque ello estimula la emergencia de los factores internos, deseos, fantasas, etc. Incluso
la misma administracin del test proyectivo ya tiene un valor teraputico para el sujeto, pues lo ayuda a
reducir su nivel de ansiedad.
Condensado de Abt L (1988), Una teora de la psicologa proyectiva.

Percepcin: alteraciones.- Algunas alteraciones de la percepcin son las siguientes: 1) Aglutinacin


perceptiva: Percepcin unitaria de sensaciones que en la realidad se producen de forma diferenciada (ver
tambin sinestesia); 2) Distorsin perceptiva: percepcin alterada de las caractersticas fsicas objetivas
de lo estmulos que se producen en el exterior; 3) Engao perceptivo (trminos relacionados: error
perceptivo, percepcin falsa): Experiencia perceptiva nueva que (a) suele convivir con el resto de las
percepciones normales; (b) o bien no se fundamenta en estmulos realmente existentes, fuera del
individuo (como las alucinaciones y algunas pseudopercepciones); (c) o bien se mantiene y/o activa a
pesar de que el estmulo que produjo la percepcin inicial ya no se halla fsicamente presente (como las

imgenes eidticas, las parsitas y las consecutivas); 4) Escisin perceptiva: percepcin desintegrada de
los diversos elementos de un mismo estmulo. Puede ceirse a las formas (morfolisis) o a la disociacin
entre color y forma (metacromas).
Belloch A. Y otros, Manual de Psicopatologa Vol I, Madrid, McGraw Hill, 1995, pg. 227.

Percepcin delirante.- Idea delirante primaria que consiste en la interpretacin delirante de una
percepcin normal.
Belloch A y otros, Manual de Psicopatologa, Volumen I, Madrid, McGraw-Hill, 1995, pg. 331.

Percepcin de las personas.- La percepcin de las personas son todos aquellos procesos por los cuales
el individuo llega a conocer a los dems con sus caractersticas, cualidades y estados interiores. En este
proceso les adjudicamos cualidades estables y permanentes, con lo que podemos comprender y predecir
sus conductas y por tanto poder actuar frente a ellas.
Frente a una persona nueva buscamos indicadores (seales-signos) que nos den informacin sobre ella.
Esto nos permite saber qu podemos esperar de ella y lo que ella puede esperar de nosotros. La
psicologa social identific algunos factores claves que influyen sobre como percibimos a otras personas y
nos formamos una impresin de ellas.
Rasgos centrales: un estudio de Asch mostr que a partir de un solo rasgo central (por ejemplo si es
afectuoso o fro) coloreamos toda nuestra impresin de una persona, quedando los otros rasgos en un
segundo plano.
Modelos de la suma y el promedio: cuando la informacin sobre una persona es ms compleja, segn el
modelo de la suma cada nueva informacin favorable aumenta el atractivo de la persona para nosotros;
pero segn el modelo del promedio la nueva informacin favorable no tendr un efecto favorable salvo
que esa nueva caracterstica sea ms valiosa que la ya conocida. Creemos que son ms importantes las
informaciones muy positivas o muy negativas cuando evaluamos a los dems: algunos rasgos son ms
centrales que otros en nuestro proceso de crearnos una impresin de las personas.
Efecto de halo: si conocemos una caracterstica de un individuo, presuponemos que tambin tiene otras
caractersticas (si es linda entonces debe ser alegre, etc). Por ejemplo en el enamoramiento.
Efecto de precedencia versus efectos de contigidad temporal: efecto de precedencia significa que nos
formamos determinada impresin de una persona segn que primero conozca sus rasgos negativos y los
positivos. Impresiones iniciales son importantes. En cambio efecto de contiguidad temporal significa que
tendemos a estar ms influidos por la ltima caracterstica vista recientemente en la persona.
Cualidades del perceptor: no todos asignamos la misma importancia a los mismos rasgos: hay quienes
prefieren como cualidad positiva el atractivo fsico, otros la inteligencia, etc.
Condensado de Vander Zanden J (1986) Manual de psicologa social. Barcelona: Paids.

Percepcin delirante.- Falsa interpretacin de una percepcin real; siempre precedida por una
alteracin del juicio (Betta, 1984:88).
Betta Juan (1984) Manual de Psiquiatra. Buenos Aires: CEA, Octava edicin.

Percepcin extrasensorial.- La percepcin extrasensorial (PE) es una respuesta ante un hecho


desconocido no presentado a ninguno de los sentidos conocidos. Ejemplo de l son varios fenmenos
como la clarividencia (conocimiento de un objeto o suceso ignorados), la telepata (conocimiento de los
pensamientos o sentimientos de otra persona), la precognicin (conocimiento anticipado de
acontecimientos futuros). Estos y otros fenmenos psquicos es el tema de estudio de la parapsicologa
(Morris, 1985:121).
Morris C (1985) Psicologa. Mxico: Prentice-Hall.

Percepcin extrasensorial.- (Parapsicologa) Trmino introducido en la psicologa por I. B. Rhine de la


Universidad de Duke (EE.UU.). Rhine elebor diferentes tests y mtodos para investigar la ESP
(Extrasensory Perception), y ha podido demostrar que los fenmenos de parapsicologa se provocan por
una facultad extrasensorial, propiedad de todos los seres humanos.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Percepcin e imaginacin.- Ciertas imgenes establecen cierta continuidad entre la representacin y la


percepcin. Ellas son: imagen onrica, alucinacin hipnaggica, paraidolias, posimagen sensorial e imagen
eidtica.
Pereira, Manual de Psiquiatra.

Percepcin del color.- Cuando vemos las luces navideas reflejadas en una pared de la sala, los colores
no necesariamente seran aquellos que existen en realidad. Un estudio demuestra que nuestro cerebro
compensa automticamente segn la direccin de procedencia de las luces. Terminamos viendo un color
que se parece al de la bombilla de luz ms que al reflejado por la pared.

"Nuestros cerebros saben ms sobre fsica y reflexin de luz de lo que conocemos conscientemente", dijo
Dan Kersten, un psiclogo de la Universidad de Minnesota, en Minneapolis. "Nuestro cerebro aplica el
efecto de la fsica de la luz que recae sobre el objeto para determinar el color". Kersten dijo que el
cerebro asigna el color a un objeto slo despus de notar cmo se refleja la luz desde ste.
Los expertos afirman que sus resultados no constituyeron una sorpresa. "Pero es agradable ver una
confirmacin tan clara", destac el psiclogo Vilayanur Ramachandran, especialista de la Universidad de
San Diego. Kersten indic que su investigacin podra ayudarle a los ingenieros a crear juegos de
computadoras ms realistas y artefactos de realidad virtual al ganar un mejor entendimiento de cmo
percibimos la luz reflejada de los objetos. El experimento se basa en una ilusin ptica. Los
investigadores adjuntaron una tarjeta blanca a una tarjeta magenta, de tal manera que las tarjetas estn
frontales como las paredes de la esquina de un cuarto. En esa situacin, el cerebro espera que el blanco
parezca rosado debido al reflejo de la luz sobre el color magenta. Nueva York, EEUU (CNN/AP).
La percepcin del color depende de la forma del objeto. Copyright 2000 Psycologia.com

Alteraciones de la senso-percepcin.- A los pacientes les cuesta bastante poner en palabras estos
tipos de trastornos. Para percibir correctamente hay que estar lcido (claridad de conciencia) y prestar
atencin. En la percepcin vamos a encontrar alteraciones normales y alteraciones patolgicas.
a) ALTERACIONES NORMALES: pueden ser cualitativas o cuantitativas. Pueden producirse por fatiga
(durante el da vara la percepcin por estar ms o menos cansados). Tambin la percepcin puede ser
ms activa por un entrenamiento especial o bien porque al aumentar el inters en un tema, aumenta la
concentracin.
b) ALTERACIONES PATOLGICAS: Nos basaremos en el siguiente esquema de alteraciones patolgicas de
la senso-percepcin:
Cuantitativas
Cualitativas

Por aumento del ritmo psquico (taquipsiquia): Mana


Por disminucin, retardo del ritmo psiquico (bradipsiquia): Melancola
Por abolicin de las funciones psquicas: epilepsia, coma.
Ilusiones (percepcin distorsionada de un objeto real)
Alucinaciones (percepcin sin objeto, producto del juicio desviado)

Alteraciones cuantitativas: La aceleracin del ritmo perceptivo aparece en los cuadros donde hay
taquipsiquia, como en la mana: el sujeto percibe muchsimas cosas, pero no las puede fijar
(distractibilidad). El retardo del ritmo perceptivo aparece en la melancola y en la confusin mental, y la
abolicin de la percepcin en la epilepsia, coma y lesiones cerebrales.
Alteraciones cualitativas: La ilusin implica percibir un objeto real en forma falseada, como por ejemplo
ver enanitos en una mancha en la cortina. Aparece en la exaltacin emocional (estamos muy ansiosos
esperando a alguien y lo vemos en todos lados), en la fatiga, en la transicin entre vigilia y sueo: se
trata de alteraciones normales, no patolgicas; tambin se produce por debilitamiento de la atencin por
excitacin psico-motriz, depresin o confusin mental. En los duelos a veces se cree ver a la persona
muerta. La ilusin puede dar lugar a una interpretacin delirante (Ey), o sea, cuando se malinterpreta un
dato verdadero.
Condensado de Lpez Susana y Hemmingsen Isabela, Trastornos de la percepcin y el pensamiento. Clases de la
Ctedra de Psicopatologa de la Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires, Setiembre/Octubre 1995.

Generalidades.- La percepcin se relaciona por un lado con la realidad, y por el otro con la
representacin. La percepcin no aprehende pasivamente la realidad, sino que es una creacin activa de
sta por medio del aparato psquico (y no por medio de las categoras kantianas). Asimismo, la
percepcin es el origen de la representacin pero esta, como qued dicho, tiene una independencia
ontolgica de la primera.
En suma, Freud muestra las insuficiencias del empirismo y del criticismo kantiano, pero rescata algunas
ideas y supera ambas posturas en una sntesis dialctica, que es la teora psicoanaltica.
Yez Corts R, Categoras epistmico-gnoseolgicas de La negacin de Freud. Artculo publicado por la Ctedra de
Metodologa de la Investigacin Psicolgica II. Buenos Aires, Universidad de Belgrano, 1985.

Generalidades.- 1. La percepcin consiste en crear experiencias sensoriales significativas a partir de la


informacin sensorial en bruto. Las experiencias sensoriales van ms all de las sensaciones e incluso
pueden hacernos percibir objetos que es imposible que existan.
2. Los psiclogos de la Gestalt fueron los primeros en describir algunas de las forman en que se crean las
percepciones. Una figura se distingue del fondo contra el cual aparece. En una figura reversible las partes
del estmulo pasan de la figura al fondo. El principio del cierre indica la tendencia a pasar por alto el
carcter incompleto de las sensaciones y a percibir un objeto entero cuando en realidad no existe. El
concepto de continuidad establece que los objetos que continan un patrn o direccin tienden a ser
percibidos como un grupo. El principio de proximidad supone que los objetos vistos u odos en estrecha
proximidad suelen ser percibidos como un grupo. El principio de semejanza (similitud) seala que los

objetos parecidos se perciben como parte de un patrn. Conforme al principio de destino comn, los
objetos que se encuentran juntos en movimiento se perciben como diferentes.
3. La constancia perceptual: denota la tendencia a percibirlos objetos como relativamente estables e
invariables, pese a la informacin sensorial cambiante. La experiencia parece compensar esos cambios,
originando as la constancia de tamao, la constancia de forma, la brillantez y la de color.
4. Los deseos y necesidades pueden influir profundamente en las percepciones. Tendemos a percibir las
cosas como desearamos que fueses. La interpretacin que se da a un objeto depende de los valores de
la persona, de su estilo cognoscitivo y de su cultura.
5. Podemos percibir la distancia o profundidad por medio de las seales monoculares (de un ojo) o
seales binoculares que dependen de la interaccin de ambos ojos.
6. Las seales monoculares incluyen superposicin, perspectiva, textura, gradiente de textura,
sombreado, movimiento, paralaje de movimiento y acomodacin.
7. Las seales binoculares aumentan la precisin de la percepcin de distancia y profundidad. Cada ojo
tiene una visin ligeramente distinta de las cosas. La diferencia entre las imgenes de ambos ojos se
llama disparidad retiniana. He aqu otras seales binoculares: visin estereoscpica y convergencia.
8. En condiciones especiales el cerebro puede ignorar las seales de profundidad y distancia, creando
entonces un objeto tridimensional errneo que corresponde mejor a la experiencia. A esto se le da el
nombre de inversin binocular de profundidad.
9. La localizacin de sonidos es la capacidad de determinar dnde se origina un sonido. Las seales
monoculares, como la intensidad, transmiten informacin sobre la distancia; en cambio, las seales
binoculares, como las discrepancias en el tiempo de llegada de las ondas sonoras y su volumen, ayudan a
localizar la fuente de sonido. Sobre todo los invidentes se valen de esas pistas para determinar la
informacin relativa a su ambiente.
10. La percepcin de movimiento es un proceso complicado que incluye mensajes visuales provenientes
de la retina, lo mismo que los procedentes de los msculos que rodean el ojo y que se mueven para
seguir un objeto en movimiento.
11. La percepcin de movimiento real (el desplazamiento fsico de un objeto de una a otra posicin)
parece depender principalmente de los cambios de posicin de los objetos en relacin con el fondo
percibido como estacionario.
12. El movimiento aparente consiste en percibir los objetos que en realidad estn inmviles. La ilusin
autocintica denota el movimiento aparente de un objeto estacionario como un punto de luz dentro de un
cuarto oscuro. El movimiento estroboscpico es el movimiento aparente debido a una serie rpida de
imgenes de objetos estacionarios como sucede en las pelculas cinematogrficas. Este movimiento es lo
que provoca la ilusin perceptual denominada fenmeno phi.
Condensado de Morris C (1985) Psicologa. Mxico: Prentice-Hall. Captulo 4.

Alteraciones de la percepcin.- Algunas veces los sentidos nos llevan a percibir errneamente objetos
inexistentes. Las ilusiones visuales u pticas suelen producirse porque las seales estn ocultas en la
figura. Otras ilusiones se originan porque la informacin de los sentidos as ambigua.
La privacin sensorial se debe a la reduccin radical de los estmulos sensoriales. Produce un estado
alterado de la conciencia, que en ocasiones provoca alucinaciones, percepciones alteradas, sueos,
ensueos y fantasas. La investigacin indica que la audicin, el tacto, la sensibilidad al dolor y el gusto,
adquieren mayor agudeza tras la privacin sensorial, mientras que otras capacidades sensoriales no son
afectadas ni aminoradas.
Condensado de Morris C (1985) Psicologa. Mxico: Prentice-Hall. Captulo 4.

Teora del Pandemnium.- La teora del Pandemnium demuestra que el proceso por el cual
reconocemos formas, an las ms simples, es una tarea de los mil demonios.
El problema tiene varios aspectos, y uno de ellos es la (aparente) paradoja siguiente: "a menudo
entendemos el significado de una seal globalmente para luego analizar sus partes en forma separada,
pero sin embargo para poder entender la seal antes debemos analizar sus partes". La paradoja se
disuelve si consideramos que en realidad, nuestra percepcin est guiada simultneamente por los datos
y conceptualmente. Esto significa que al identificar lo percibido, nos basamos en los datos objetivos, pero
tambin en nuestras opiniones o expectativas sobre lo que estamos percibiendo. Por ejemplo, los datos
objetivos nos informan que determinada seal es una "O" y no una "M", pero an subsiste la duda acerca
de si la "O" es una letra o el nmero cero, y si no tenemos ms indicios objetivos que nos permitan llegar
a una conclusin, decidiremos en funcin de nuestras expectativas personales y el proceso estar guiado
conceptualmente.
El reconocimiento de formas y el proceso atencional pueden ser explicados desde la teora del
Pandemnium (Selfridge, 1959), que recurre a una metfora para tornar ms accesible su comprensin:
podemos imaginar los complejos procesos neurolgicos que intervienen en el mecanismo perceptual a
partir de una pizarra, donde muchos demonios diferentes pueden leer informacin y/o eventualmente
modificarla o borrarla. Tambin pueden comunicarse entre s mediante gritos. Veamos una sntesis de
esta propuesta. Aunque una letra est dibujada de muchas maneras diferentes (figura 1), somos sin

embargo capaces de identificarla, y esto es posible gracias a la labor de ciertos 'demonios' que trabajan
sobre la forma para poder reconocerla.

a
a
A
A

a
a
A
A

a
a
A
A

a
a
A
A

Figura 1: A pesar de la diversidad de formas, el sistema cognitivo humano puede reconocer en ellas siempre a la
misma letra.

Los primeros que entran en accin son los llamados demonios de la imagen. Su nica funcin es la de
recibir la forma tal como viene desde afuera, y dibujarla en la pizarra interna.
Apenas aparece algo en la pizarra, van a consultarla los demonios de las caractersticas, quienes se
encargan de analizar las distintas partes de la forma percibida. Cada uno de estos demonios se
especializa en ciertas caractersticas: por ejemplo unos atienden a las lneas horizontales, otros a las
verticales, otros a los ngulos rectos, otros a las curvas continuas, etc., y las conclusiones son enviadas a
los llamados demonios cognitivos, que son los responsables del reconocimiento propiamente dicho. Estos
demonios tambin son altamente especializados: uno reconoce solamente la letra A, otro la letra B, otro
el nmero 4, y as sucesivamente.
A partir de aqu empieza el gritero. Frente a la misma forma, cada demonio cognitivo empezar a gritar
ms o a gritar menos, segn que la forma percibida se acerque ms, o se acerque menos a su propio
modelo. Una forma ambigua podra ser una "M" o una "N", en cuyo caso el demonio cognitivo de la "M"
gritar ms si ve en la forma ms elementos de esta letra, y el demonio de la "N" gritar menos si
reconoce menos elementos. El demonio cognitivo de la "I" tambin intervendr en el pandemnium por
haber reconocido uno de los palitos de la M o la N, pero su gritito pasar desapercibido.
En el gritero tambin intervienen los llamados demonios contextuales. Ellos buscan reconocer la forma
captada a partir del contexto, ya que este tambin ayuda al reconocimiento, por ejemplo por una
cuestin de experiencias previas.
Uno de estos demonios reconocer la letra "O" en vez del nmero cero, porque advierte que esa forma
est incluida en "LORO". Y as como estn los demonios que gritan, tambin estn los que escuchan el
gritero. Estos ltimos son los demonios de decisin, quienes habrn de decidirse por el demonio que
grita ms, porque ello indica que la forma percibida por ese demonio es la ms probable.
Todos los demonios anteriores trabajaban en forma relativamente independiente, lo que hace necesaria
la existencia, por ltimo, de un demonio supervisor, encargado de organizar el trabajo de los dems,
evitando as conflictos cuando se presenta informacin contradictoria, y permitiendo que el
procesamiento de los datos llegue a feliz trmino.
El demonio supervisor tambin se encarga de rechazar los estmulos irrelevantes, aunque no totalmente.
Deja que trabajen sobre ellos los demonios de la imagen y los demonios de las caractersticas, pero la
informacin obtenida es simplemente archivada en la memoria permanente, por s en otra ocasin se
hace necesario recurrir a ella.
Como hemos dicho, en el sistema nervioso central podemos imaginarnos que hay una pizarra, donde
algunos demonios registran las formas percibidas, donde otros vuelcan sus opiniones sobre esas formas,
donde todos leen la informacin escrita por los dems, y donde el demonio de decisin extraer
elementos de juicio para llegar a una identificacin de la forma percibida.
En cualquier momento, un demonio puede ser parte de un proceso guiado por los datos (por ejemplo
cuando busca indicios objetivamente registrados en la pizarra), o guiado conceptualmente (por ejemplo
cuando agrega datos a la pizarra segn sus propias expectativas).

DEMONIO SUPERVISOR
D
D

DEMONIOS DE LA
IIMAGEN

DEMONIOS DE LAS
CARACTERISTICAS
C
C

DEMONIO DE DECISION
D
D

G
G
GRITOS

G
G
GRITOS

DEMONIOS COGNITIVOS
D
D

P
P
PIZARRA
DEMONIOS
CONTEXTUALES
C
C

Hemos hablado de reconocimiento de letras escritas, pero tambin los demonios trabajan con frases, con
oraciones enteras y con expresiones habladas. Al respecto, reconocer formas escritas es en general ms
fcil que reconocer sonidos (de letras o palabras). En este ltimo caso los sonidos no estn tan separados
como las letras o palabras escritas, y adems cada persona tiene una modulacin distinta en la voz. Al
ser esta tarea ms difcil, habr muchos ms demonios que reconocen fonemas que demonios que
reconocen formas.
Por ejemplo, reconocemos ms fcilmente la diferencia entre las palabras "oracin" y "colacin" si estn
escritas que si estn habladas, porque en este ltimo caso se parecen mucho fonticamente y pueden ser
fcilmente confundidas.
Cazau P (1989) Vocabulario de Psicologa. Buenos Aires: Redpsicologa.
Referencias bibliogrficas
Norman y Lindsay (1989) Introduccin a la Psicologa Cognitiva (Captulo 7: Reconocimiento de formas y atencin).

Generalidades.- La percepcin es una de las funciones psquicas bsicas, y puede ser definida como el
proceso en virtud del cual un organismo recibe un estmulo y le otorga un significado. La mera recepcin
del estmulo se llama sensacin, y es slo la primera parte del proceso, que debe completarse con la
significacin, es decir, con un dar sentido al estmulo para que pueda hablarse efectivamente de
percepcin. Inclusive hay percepcin cuando una persona, aunque no logre identificar la fuente del
estmulo, es capaz de significarlo como desconocido.
De acuerdo a la naturaleza del estmulo, las percepciones puede ser sensoriales (por ejemplo visuales o
auditivas), interoceptivas (provenientes del propio cuerpo, como un dolor de estmago), y
extrasensoriales (cuando el estmulo no puede provenir de alguno de los sentidos clsicos conocidos
como en la clarividencia).
Existe una amplia gama de teoras psicolgicas que intentan describir y explicar el proceso de percibir,
as como varias maneras de clasificarlas. En el punto 2 se toma el criterio segn el cual la percepcin es
concebida como copia o bien como construccin de la realidad. En el punto 3 de considera el criterio
segn el cual se destacan en la percepcin factores comunes a todos los seres humanos y factores
personales de cada uno. Finalmente, en el punto 4 se toma en cuenta la ndole de aquello que es
percibido (objeto o persona) de acuerdo a una teora en particular: la Gestalt.
Cazau P (2002) Vocabulario de Psicologa. Buenos Aires: Redpsicologa.

La percepcin como copia o como construccin.- El realismo ingenuo y algunas teoras de la


percepcin consideran a sta como una copia de la realidad, mientras que otras la entienden como una
construccin mental que se lleva a cabo sobre la base de inferencias inconcientes (teoras de orientacin
empirista) o de organizaciones perceptuales (teoras de orientacin innatista).

Si adoptramos actitudes extremas, cabra considerar a la percepcin, o bien como una simple copia de
la realidad, o bien como una invencin total que poco o nada tendra que ver con aquella. Una postura
intermedia nos revelara, en cambio, la percepcin como una construccin de la realidad, es decir, como
un proceso que toma algunos elementos de ella (en este sentido tiene algo de copia), pero que tambin
modifica esos elementos (en este sentido tiene algo de invencin).
Diversos fenmenos y conjeturas tienden a apoyar la idea de que la percepcin es una construccin
mental, con lo cual pierden crdito las concepciones que responden a la filosofa del realismo ingenuo,
segn la cual el mundo es tal cual como lo percibimos, como si nuestro ojo fuera una impecable cmara
fotogrfica o nuestro odo un fidedigno grabador.
Algunos argumentos en favor de la percepcin como construccin mental son los siguientes:
a) El fenmeno de la constancia perceptiva, que puede verse, por ejemplo, en el ajuste del tamao de la
imagen en funcin de la distancia. Si adoptramos la postura realista ingenua, deberamos considerar
que un hombre visto a dos cuadras mide realmente algunos centmetros de altura. El hecho de que
ajustemos su altura en funcin de la distancia nos indica mas bien que la percepcin es una construccin
que hacemos, no una mera copia.
b) El realismo ingenuo tampoco se cumple, ya que por ejemplo hay ciertos estmulos del entorno que no
percibimos: conjeturalmente, si tuviramos los ojos de otro animal, veramos otro mundo. Por ejemplo,
un animal con sensores infrarrojos vera una realidad desde una perspectiva muy diferente. Tal lo que
ocurre por ejemplo en el film "Terminator", donde un cazador extraterrestre no ve a las personas como
nosotros sino como manchas de diferentes intensidades segn el calor emitido por el objeto observado.
Estas consideraciones llevan a concluir que la percepcin es una construccin mental: los colores,
sabores, etc., son constructos mentales, es decir, no tienen existencia fuera de la mente sino que son un
producto de ella.
Sin embargo, debemos tambin dar cuenta de por qu la percepcin no es una pura invencin. Segn
Rock, un argumento decisivo contra esta teora es que la informacin que recibimos del entorno es
verdica, pues de otra manera no podramos adaptarnos y sobrevivir. Esto es, si lo que percibiramos
fuera una mera invencin de nuestra imaginacin, podramos imaginar leones all donde no los hay, o,
peor an, imaginar un ngel all donde hay un len hambriento.
Es verdad, sin embargo, que existen las ilusiones pticas. Si bien no desaparecen por el hecho de darnos
cuenta del engao, al percatarnos del mismo podemos corregir la ilusin. As, seguimos viendo
espejismos aunque no creamos en ellos. La percepcin no depende en tal sentido de nuestro
conocimiento del mundo, y en esa medida se diferencia, segn Rock (1985) de otros procesos cognitivos
como el pensamiento.
El problema es, entonces: cmo llegamos a construir un mundo verdicamente? Las teoras de la
percepcin vienen a responder esta pregunta, aunque desde diferentes perspectivas.
En lo que sigue, exponemos sucintamente las teoras descriptas por Rock (1985) que intentan explicar la
percepcin, y, con ello, tambin la pregunta anterior. Tengamos presente que se trata de teoras
psicolgicas, no fisiolgicas. Se supone, entonces, que el acto de percibir no puede explicarse a partir del
simple funcionamiento cerebral. Las dos primeras teoras consideran la percepcin como una construccin
mental, mientras que la ltima la considera mas bien como una copia de la realidad. Estas tres
concepciones son:
Teoras de la percepcin

Orientacin
Representante
Proceso
Perceptual

Caractersticas
del estmulo

Teora de la Inferencia
Empirista
Von Helmholtz
Sensacin

Teora de la Gestalt
Innatista
Gestalt
Sensacin

Inferencia inconciente

Organizacin perceptual

Percepcin
Percepcin
El estmulo es inadecuado, y por tanto no explica por
s solo la percepcin (PERCEPCION INDIRECTA).

Teora del Estmulo


Psicofsica
J. Gibson
Sensacin

Percepcin
El estmulo es adecuado: es lo
percibido tal cual (PERCEPCION
DIRECTA).

1. Teora de la inferencia.- Para Berkeley, lo que vemos con la vista es inadecuado para la percepcin
correcta del mundo. Para obtener percepciones correctas debemos interpretar las sensaciones visuales,
mediante un proceso de asociacin. Por ejemplo, vemos en dos dimensiones porque la retina es plana,
pero sin embargo podemos percibir la profundidad pues hemos asociado ciertas sensaciones (el esfuerzo
de acomodacin del cristalino) con ciertas otras experiencias de que algunos objetos estn ms alejados
de nosotros, o de que otros estn ms cerca.

Von Helmholtz refin esta idea, y sostuvo que la percepcin se fundaba en un proceso inferencial,
mediante el cual deducimos, a partir de las sensaciones, la naturaleza de los objetos y lo que ellos
representan. Se trata de una inferencia inconciente, pues ordinariamente no nos percatamos de estar
sacando aquella conclusin. Ejemplo: la sensacin captada puede ser la del color negro, pero la
interpretamos como simplemente oscuro porque est en un lugar de mucha luz.
2. Teora de la Gestalt.- Un planteo diferente al anterior haban hecho en su momento Descartes (la
mente no es una tabula rasa: ya posee ideas innatas sobre ciertas propiedades de los objetos) y Kant (la
mente organiza la informacin que recibe).
La Gestalt es el principal heredero de esta tradicin, siendo el concepto central de esta escuela el de
'organizacin perceptual'. Esta idea apunta a considerar que las sensaciones se nos presentan
desorganizadas, no obstante lo cual las percibimos de entrada como un todo organizado y unitario. Esto
es posible a la ocurrencia de espontneas interacciones regidas por ciertas leyes de la percepcin que
forman parte del bagaje hereditario del individuo (y no debido a inferencias inconcientes basadas en la
experiencia).
3. Teora del estmulo.- Las dos teoras anteriores suponen que el estmulo recibido es inadecuado,
ambiguo o pobre, y por lo tanto no puede, por s solo, explicar la percepcin, requirindose la
intervencin de un factor -inferencia inconciente, organizacin perceptual- que construya, a partir del
estmulo inadecuado, un percepto adecuado.
En oposicin a estos planteos, la tradicin psicofsica (que busca correspondencias entre las variables
fsicas y sensoriales), sostiene que toda la informacin necesaria para explicar nuestra percepcin est ya
en el ambiente, aguardando a ser captada por el ojo. Un representante moderno de esta posicin es
James Gibson quien, hacia 1940, sostuvo que la percepcin de la profundidad es debida a ciertos
atributos objetivos del estmulo como la textura, por ejemplo, y por ende no haba que recurrir a
explicaciones como la inferencia o la organizacin perceptual.
La teora de Gibson est, entonces, ms emparentada con el realismo ingenuo, pero no debe ser
confundido sin ms con este ltimo, por cuanto no propuso a la percepcin directa como un dogma, sino
que trat de verificarla empricamente.
El programa de trabajo consisti entonces, para esta tercera teora, en descubrir las principales
caractersticas del estmulo para cada percepcin. Si resultase posible encontrar caractersticas
totalmente objetivas en el estmulo (en el sentido que no son 'puestas' o agregadas por el sujeto),
entonces podra corroborarse la teora de Gibson acerca de que la percepcin ni agrega ni reorganiza
nada, limitndose a copiar tal cual lo captado.
En sntesis, hemos explicado brevemente dos enfoques tericos distintos sobre la percepcin: aquella que
considera que la percepcin es 'indirecta' (lo percibido no es tal cual lo real, sino una construccin
mental), y la que considera que la percepcin es 'directa' (lo percibido es tal cual lo real).
Cazau P (2002) Vocabulario de Psicologa. Buenos Aires: Redpsicologa.
Referencias bibliogrficas
Rock I (1985) La percepcin. Barcelona: Labor, Prensa Cientfica. Captulo 1.

Percepcin de objetos.- Cuando describe la teora de la Gestalt, Khler comienza destacando la


importancia del todo, y que las partes se definen en funcin del todo y no a la inversa. Considera que una
distribucin dinmica debe ser considerada como un todo funcional, y da el ejemplo de un circuito
elctrico, donde ningn sector del mismo se basta a s mismo y depende en todo momento de la totalidad
del estado del circuito, de lo que pasa en los otros sectores.
En el caso del campo visual encontramos una versin mecanicista (un proceso local est situado entre
sus vecinos sin confundirse con ellos), y la versin gestaltista (los distintos procesos locales se agrupan
en verdaderas unidades limitadas y circunscriptas, separadas ntidamente del resto). El todo est
separado del resto, y esta estructuracin como todo, no est basada en ningn tipo de conocimiento o
experiencia previa: es a priori. La separacin de los todos circunscriptos es lo que hace posible que el
mundo sensorial aparezca al adulto como estado de significacin. El color verde, solo, no tiene
significacin, recin la adquiere cuando integra un todo: el semforo verde. Es decir, perceptualmente se
agrupan en todos, unidades en funcin de una determinada significacin.
La significacin es algo que agregamos a los objetos, pero los elementos del objeto-todo se agrupan
entre s, no en virtud de un conocimiento previo, sino en razn de ciertas caractersticas perceptivas de
dichos elementos. La significacin es secundaria, pues se basa en el conocimiento previo. Si la
explicacin de la teora de la significacin fuese correcta, los todos se separaran del campo en el preciso
momento en que son aceptados como objetos conocidos. Pero esto no es as: si caminamos de noche por
un lugar podemos ver algo desconocido, separado del resto conocido, como un todo, cuyo significado no
puedo descubrir hasta despus de una observacin detallada. Por tanto lo que hace que captemos un
todo aislado no es su significacin, sino sus caracteres perceptivos. Un nio puede percibir un conjunto
de estrellas (constelacin) slo porque se mueven juntas, independientemente de su conocimiento sobre
astronoma. Veamos los siguientes dos grupos:

Contienen tres manchas cada uno. Percibimos dos grupos, y lo podemos hacer, no porque antes
hayamos aprendido a captar grupos de a tres manchas, sino que lo hacemos por ciertas caractersticas
propias del campo visual, por ciertos factores entre los cuales podemos mencionar los siguientes: 1)
semejanzas de las manchas y diferencia con las otras manchas: tiendo a agrupar en un todo manchas
diferentes; 2) distancia: tiendo a agrupar objetos que estn prximos; 3) los todos simples, regulares, o
reas cerradas se forman ms fcilmente como tales, que los irregulares, rotos o abiertos. As el
agrupamiento de las partes en todos depende de condiciones sensoriales. Para quien conoce la prueba
del daltonismo, el ojo normal distinguir una forma definida en la lmina de prueba, pero el daltnico no,
y esto no significa que el daltnico no conozca la forma definida (que habitualmente es el dibujo de un
nmero). Wertheimer fue el primero que observ la importancia del agrupamiento espontneo en los
campos sensoriales, y el primero en mostrar los principios de los cuales ese agrupamiento depende.
Hertz demostr dicha hiptesis con experimentos con pjaros. Para que un pjaro elija la maceta que
tiene comida debe separarse espacialmente dicha maceta de las dems, o bien, las macetas deben estar
agrupadas de tal forma que el pjaro pueda reconocer, en virtud de esa configuracin, cul es la maceta
con comida.
Wertheimer dice que adems la agrupacin sensorial en el espacio tambin hay agrupaciones
temporales, en el tiempo, pues entre espacio y tiempo hay muchas semejanzas (por ejemplo, cuando
decimos tiempo por delante o tiempo por detrs). Tendemos a captar elementos prximos en el tiempo
as como tendemos a captar como un todo, elementos espacialmente prximos. En ciertas percepciones
interviene tanto el espacio como el tiempo. Supongamos que un punto luminoso se mueve en la
oscuridad en forma de onda.
En rigor hay muchos movimientos pequeos, pero sin embargo nosotros captamos solo movimientos
grandes (las crestas de las ondas como totalidades) porque estn agrupados espacio-temporalmente de
determinada manera.
Los todos perceptivos no necesariamente coinciden con los todos fsicos de la realidad externa. Las
estrellas de una constelacin estn fsicamente separadas pero las captamos como una unidad. Tambin
est el ejemplo de un objeto fsico definido (un soldado en la selva) que sin embargo no corresponde
como una unidad sensorial debido a que cuando lo vemos sus partes has sido absorbidas por reas
circundantes (camuflage del soldado). Por tanto los todos sensoriales no existen fuera del organismo,
esto no lo dice la gestalt. El todo sensorial se estructura en nuestro sistema nervioso sobre la base de
algunas propiedades objetivas del mundo, y de esta manera Khler se ubica en un campo que no es
totalmente subjetivo ni totalmente objetivo: est entre los dos.
El organismo entonces no reacciona frente a un estmulo aislado, como crean los conductistas, sino ante
un todo organizado. Si el contenido del campo sensorial fueran meros estmulos aislados, sera muy
trabajoso orientarnos y reaccionar en el mundo, y ni siquiera el aprendizaje podra lograr esa orientacin.
Por lo tanto, la secuencia correcta es la siguiente: primero hay una constelacin de estmulos, segundo,
estos estmulos son organizados, y tercero el organismo reacciona en funcin de esa organizacin. La
organizacin la realiza el sistema nervioso sobre la base de los principios de semejanza, distancia, etc.,
ya mencionados.
Algunos criticaron a la Gestalt diciendo que atiende mucho al todo y descuida la parte, el anlisis. Esto no
es as, como lo muestra el siguiente ejemplo:

Figura 1
F
F

Figura 2
F
F

Los dos segmentos iguales de la figura 1 los vemos iguales, pero los dos segmentos de la figura 2 los
vemos distintos, aunque en verdad son iguales tambin, debido a la distribucin del todo. Y esto solo se
descubre en funcin del anlisis del todo y nunca si nos quedsemos solamente con el anlisis de las
partes.
Las propiedades de los todos organizados.- Fue von Ehrenfels el primero en llamar la atencin sobre el
hecho de que las caractersticas de lo elementos, las sensaciones, se esfuman en cuanto integran un
todo. Cada porcin de agua del mar no es azul, pero s adquiere esa cualidad si miramos todo el mar, el
mar como totalidad. Captamos ciertas realidades que slo existen en reas extensas del espacio, y
tambin del tiempo: una sola o dos notas no determinan una meloda, pero s un conjunto de ellas. von
Ehrenfels, a pesar de explicar todo esto, conserva algo de su mecanismo al sostenes que ante todo
existen simples sensaciones que se van sumando cuando percibimos.
Gestalt en alemn es forma o estructura, por ello von Ehrenfels tom esa palabra llamando gestaltcualitaten a las formas temporales (como una meloda) y espaciales (como una figura).
En alemn Gestalt tambin significa cualquier todo separado y aislado que est estructurado y
autoarreglado. Si yo en una figura resalto especialmente dos lneas que forman una cruz- eso ser una
gestalt que domina sobre el resto y est aislada:

Si hago todas las lneas con igual grosor, podr optar en destacar como figura uno de los tringulos y los
dems sern en fondo. Un rea que se vuelve slida pasa a ser forma o figura, y el resto queda como
fondo (terminologa de Rubinstein).
Como teorema formularemos que la forma real depende de su separacin de los todos correspondientes.
La forma de una propiedad exclusiva de los todos cerrados. Tiene influencia el aprendizaje sobre la
forma elegida? Casi nunca: un todo se va a dar primero como forma, y luego el significado penetra en su
interior. La forma percibida no depende de nuestro conocimiento de los objetos, o dicho en otra forma:
cualquier experiencia pasada, en la organizacin de formas, depende del grado y estabilidad de la
organizacin sensorial del campo real. La organizacin sensorial es un hecho tan natural y primitivo como
cualquier otro aspecto de la dinmica sensorial. Es importante para el psiclogo discernir entonces, hasta
que punto las caractersticas que nosotros le damos a los objetos y creemos que son de ellos, y en
realidad son de la percepcin.
Hertz demostr la influencia de la forma en conductas muy primitivas empleando animales. Tom 3
lminas con 3 gradaciones crecientes de oscuridad: I-II-III. A un pollo condicion a responder s a I, y no
a II (por ejemplo, si moverse, no moverse). Luego emple II y III y reaccion igual, porque la estructura
era la misma. Esta trasposicin es posible en sistemas fsicos autobalanceados o autodistribuidos:
autodistribucin dinmica significa que si todas las fuerzas de una distribucin dinmica estn
equilibradas unas con otras, el equilibrio no se perturba aunque la intensidad de todas esas fuerzas
aumentes (o disminuyan) en la misma proporcin. La forma es la propiedad ms importante que puede
tener un todo; ella determinar su solidez, su grado de separacin del resto o fondo.
La conducta.- Cuando hablamos de experiencia objetiva decimos que se da como si las cosas, sus
movimientos y cambios, estuvieran afuera y adelante de nosotros. Funcionalmente, sin embargo, su
existencia es cuestin de procesos en mi cerebro y por tanto, en m.
Las relaciones dinmicas entre los objetos de nuestro campo visual dependern de un orden definido de
los procesos que constituyen su base fisiolgica. Las relaciones dinmicas experimentales existen en un
agregado de clulas y fibras nerviosas. Por ejemplo, all donde los objetos se tocan en la experiencia
visual, no solo el contacto dinmico de los procesos correspondientes es inmediato y directo, sino que
esos procesos ocurren en dos reas contiguas del cerebro. No obstante, la distribucin geomtrica de los
procesos en el cerebro no ser una representacin apropiada del orden visual en todos sus aspectos: slo
respecto a aquellas cualidades ms primitivas del espacio visual, contigidad y distancia en general: slo
en estos casos el orden dinmico subyacente de los procesos se extender homolgicamente en el
espacio cerebral.

Tenemos experiencia no solo en objetos externos sino tambin experiencia de nuestro propio cuerpo. Mi
cuerpo es una experiencia particular entre todas las experiencias particulares sensoriales, y como tal,
est representada por procesos definidos en una parte determinada del cerebro en un momento dado.
Las relaciones dinmico-geomtricas en el campo cerebral, significan relaciones espaciales en la
experiencia visual.
Las cosas, sus propiedades, etc., pueden ser experimentadas por el tacto, en vez de la vista. Las cosas
estn calientes o fras, huelen, son audibles, pero todas esas experiencias estn en alguna forma
localizadas en el espacio experimentado: algunas en un espacio de afuera, otras en un espacio interno,
adentro de nosotros (nos sentimos cansados o felices, etc.) As como las experiencias visuales
pertenecen parcialmente a nosotros mismos y parcialmente a nuestro alrededor, lo mismo es verdad de
todas las otras, salvo algunas experiencias particulares que estn siempre localizadas en nuestro interior.
Aparentemente los seres humanos estamos de acuerdo en pensar que vemos mejor las cosas exteriores.
Mi experiencia subjetiva puede captarla mejor alguien desde fuera de yo mismo, y tambin tendemos a
inferir detrs de algunas expresiones que vemos en los otros, ciertas cosas que ellos estn
experimentando. Veo tal expresin en Fulano y pienso: est enojado, pero esta inferencia no tiene valor
pues no tenemos punto de referencia: no sabemos como es nuestro rostro cuando estamos enojados, y
por tanto cuando vemos el rostro enojado no podemos asegurar que tal sea su emocin en el otro.
Mientras los seres humanos se comporten naturalmente, cualquier hecho repentino en su vida subjetiva
aparecer visiblemente: quien se asusta se sobresalta. La conducta de un hombre, como nosotros la
vemos, a menudo presentar una organizacin que corresponde a la organizacin de su accin y plan,
como experimentados subjetivamente.
Tanto en la experiencia objetiva como en la subjetiva, encontramos estados de tensin, no de direccin.
Si algn objeto extrao atrae mi atencin (una serpiente) dirijo mi atencin hacia ella y al mismo tiempo
experimento tensin. Otra persona que me vea captar la direccin, ni dirigirme hacia la serpiente, e
inferir hacia all mi experiencia subjetiva de tensin. La tensin de mi rostro ser una representacin
visual de mi tensin interior.
La gnesis de la comunicacin entre las experiencias de un hombre y de otro se torna muy simple. La
organizacin que nosotros experimentamos corresponder no solo a la organizacin de los procesos
nerviosos de un sujeto determinado, sino tambin a la organizacin de sus intenciones tal como l las
experimenta. La semejanza entre las experiencias interiores de un hombre y la experiencia sensorial de
otro pueden explorarse cada vez que encontramos que esa correspondencia existe con respecto a la
organizacin temporal y la dinmica.
La experiencia objetiva, como tal, contiene todo el material necesario para entender al prjimo. Cuando
digo que un hombre tiene calma es porque me refiero a su apariencia visible, pero no cuenta solamente
lo visible para m, sino que contiene toda la calma que me interesa sin ninguna otra idea ulterior acerca
de lo que ocurre en su conciencia... A veces experimentamos la actitud del otro como algo que sale de su
interior. Pero eso que se llama su interior es parte del mismo espacio sensorial en el que se ve su rostro
visible.
No obstante, desde temprana edad el hombre oculta su experiencia interior, subjetiva, y no deja
traslucirla hacia fuera, en su rostro, por ejemplo, por lo que lo que ocurre dentro de una persona no ser
siempre evidente en su apariencia sensorial. La teora no nos da ni una informacin completamente
nueva ni perfecta de la vida interior de otra persona.
Resumen de Khler W (1981) Principios de la psicologa de la forma. Captulos 5-6-7.

Percepcin de personas.- Cmo conocemos a las otras personas o grupos? Cmo nos formamos una
impresin acerca de ellas? He aqu la respuesta que da la Teora de la Gestalt, a travs de uno de sus
voceros ms autorizados: Solomon Asch (1978).
Empecemos por aclarar que hay dos formas bsicas de conocer al otro: afectivamente o
cognoscitivamente. Afectivamente significa que yo conozco al otro porque por ejemplo puedo sentir lo
que est sintiendo, es decir, lo conozco por empata. Sin embargo esta va de conocimiento no le
interesar a Asch, quien centrar su atencin sobre el procedimiento cognoscitivo.
Qu quiere decir conocer al otro desde el punto de vista cognoscitivo? Significa, para simplificar, seguir
una secuencia de dos pasos: a) observar sus acciones (por ejemplo Juan le regala un caramelo a su hijo),
y b) inferir una cualidad a partir de la accin observada (por ejemplo Juan es un buen padre). Esto
significa entonces que conocemos a las personas adjudicndoles ciertas cualidades, las cuales son
inferidas a partir de sus acciones. Por supuesto que esta accin de Juan puede emocionarme, o tambin
puedo sentir lo que est sintiendo Juan cuando hace su regalo, pero estos aspectos afectivos del
conocimiento del otro no nos interesarn aqu, salvo en la medida en que afecten la cualidad en s.
Ahora bien: si nos centramos en estos factores cognoscitivos, encontraremos que nuestra impresin del
otro tiene dos caractersticas importantes:
1) Las cualidades que adjudicamos al otro estn en la misma persona que conocemos, y no dependen del
ambiente. Es decir que si al otro se le cay un meteorito en la cabeza no le adjudicar la cualidad
'imprudente' porque es algo que depende del ambiente, no de l. Nadie se forma una impresin de Pedro
como de alguien impuntual, porque lleg tarde debido a un accidente ferroviario. En cambio si no hay

una razn plausible o creble para justificar la llegada tarde, entonces s le adjudicamos la cualidad de
'impuntual'. En suma, al formarnos una impresin de las personas, stas ltimas son consideradas como
causas fenomnicamente primeras de sus cualidades.
2) Tendemos a formarnos siempre una impresin total, nica o unificada de la otra persona, y es por esto
que venimos hablando de la 'impresin' y no de las 'impresiones'. Nosotros no decimos habitualmente
'tengo varias impresiones distintas de Jacinto', sino mas bien 'mi impresin sobre Jacinto es esta...', o
'tengo una impresin formada sobre Jacinto'. Lo mismo pasa con nuestra impresin de un grupo: por el
hecho que dentro del grupo haya varios miembros, no nos llevamos varias impresiones, sino slo una,
unificada: por ejemplo 'la impresin que tengo sobre esta familia es tal'.
Observemos que nos llevamos una impresin unificada del otro an cuando este otro sea complejo y
multifactico, aunque tenga muchas cualidades distintas e incluso aspectos contradictorios. En nuestro
afn de considerar unitariamente al otro buscamos entonces amortiguar estas contradicciones,
justificarlas, integrarlas de alguna forma. Tambin tendemos a formarnos una impresin ntegra an
cuando la informacin sobre la persona es escasa, en cuyo caso tendemos a completar la informacin, a
hacer un 'cierre'.
Dos teoras alternativas.- Bsicamente, hay dos teoras que sostienen este punto de vista de la impresin
unificada: la teora aditiva y la teora gestltica, siendo sta ltima la que desarrollar Asch.
Segn la teora aditiva, la impresin sobre una persona es la simple suma de las cualidades o
caractersticas inferidas, consideradas en forma aislada o independiente. Por ejemplo, mi impresin de
Pedro es 'una persona prolija + confiable + amable + modesta'. En lo que resta de estas lneas, nos
ocuparemos solamente de la segunda teora.
Segn la teora gestltica, la impresin sobre una persona es ms que la simple suma de cualidades
independientes, pues depende adems de cmo organizamos dichas cualidades en un todo sobre la base
de sus mutuas interacciones, siendo el resultado una impresin unificada. Esto quiere decir que las
distintas cualidades que observamos se influyen mutuamente y por lo tanto se modifican. Por ejemplo,
algunas adquirirn ms importancia que otras, las cuales quedarn de alguna forma subordinadas a las
primeras.
El enfoque gestltico.- A los efectos de someter a prueba la segunda teora, los gestaltistas hicieron una
serie de experimentos en lo cuales, en vez de poner al sujeto frente a una persona de carne y hueso para
que se formara una impresin de ella, se les present una descripcin verbal de esa otra persona,
consistente en un listado de sus cualidades. A continuacin se les pidi a los sujetos que escribieran 'su
impresin' de ellas, que hicieran una especie de semblanza. Los resultados de estos experimentos
llevaron a varias conclusiones, que presentamos a continuacin y que forman parte de la teora gestltica
ya verificada.
Interacciones.- Las interacciones pueden producirse entre cualidades, o entre una cualidad y el conjunto
de las restantes (impresin total), o tambin entre una cualidad y el ambiente donde la persona se
desenvuelve.
Veamos dos ejemplos donde dos cualidades pueden interactuar entre s, influyndose recprocamente: a)
si una persona es inteligente y alegre, y otra es inteligente y malhumorada, la cualidad de ser inteligente
deja de ser la misma en ambas; del mismo modo si una persona es alegre y feliz y otra alegre e infeliz,
no vemos del mismo modo la alegra de la primera que la alegra de la segunda. En el caso de la primera
persona decimos que las cualidades alegre y feliz cooperan entre s. b) si una persona es tanto clida
como fra, resolvemos que es caprichosa. Aqu la interaccin produjo una nueva cualidad, a la cual se
subordinarn las otras dos. De hecho, cuando se captan dos rasgos contradictorios como clido-fro u
ordenado-desordenado, tendemos a resolver esa contradiccin para preservar nuestra visin coherente,
total y nica de la persona en cuestin. A veces buscamos una nueva cualidad, y en otros casos ambas
cualidades se eliminan mutuamente.
Otro ejemplo de interaccin que genera una nueva cualidad podra ser: Este tipo es muy carioso pero
es tambin muy inexpresivo. Por lo tanto en realidad es muy misterioso.
Asch sostiene que la interaccin suele ocurrir tambin en trminos de orgenes y consecuencias
dinmicas, o, en otras palabras, tendemos a ver que una cualidad es causa de la otra: 'A es rpido
porque es habilidoso', 'B es lento porque es precavido', etc., ms all de si esto es realmente as o no.
Tambin pueden interactuar una cualidad con la impresin total, modificndose mutuamente. As, a) una
cualidad puede modificar la impresin total. Es lo que pasa cuando vemos actuar a una persona que ya
conocemos y, asombrados, decimos 'Pero yo crea que Fulano era de otra manera. Ahora me convenzo
que en realidad es un estafador'.
Introducir o sacar alguna cualidad puede entonces producir una modificacin de la impresin ntegra que
tenemos del otro. Estas cualidades que por presencia o ausencia modifican la impresin total se llaman
cualidades centrales, y sobre ellas volveremos enseguida. b) La impresin total a su vez puede modificar
una cualidad. Dice Asch que slo cuando la cualidad halla su lugar en la impresin total, esa cualidad
desarrolla realmente en su totalidad su contenido y funcin. Para decirlo en otras palabras: cada cualidad
es representativa de la persona total, de manera que por ejemplo no es lo mismo el encanto de A que el
encanto de B.

Por ltimo, tambin una cualidad puede interactuar con el ambiente o la situacin de la persona que
observamos. Dos personas distintas pueden ser ambas 'rpidas', pero por el contexto la rapidez de A
denota confianza, naturalidad, mientras que la rapidez de B, al ser otro el contexto ambiental, denota
una rapidez forzada, servil o alborotada. No obstante, al apreciar la cualidad de ambas personas no las
adjudicamos al ambiente sino a ellas mismas.
Cualidades centrales y perifricas.- Como consecuencia de las diferentes interacciones vistas, las
cualidades dejan de tener todas la misma importancia, y entonces podemos hablar de cualidades
centrales y cualidades perifricas. Incluso sentimos que an no hemos comprendido a una persona, o sea
an no nos hemos formado una opinin de ella mientras no hayamos encontrado sus cualidades o
caractersticas centrales, y aunque hayamos encontrado slo algunas perifricas.
Cualidades centrales son aquellas que influyen sobre las dems, llamadas perifricas, produciendo en
ellas alguna modificacin. Por ejemplo la cualidad clido-fro influye mucho sobre otras como generosoavaro, sociable-insociable, etc. Es como si dijramos: 'Juan es avaro pero no me importa, porque l es
clido'. En cambio la cualidad corts-descorts es ms perifrica, porque no suele influir sobre las otras
caractersticas.
Si una persona tiene una cualidad central buena (por ej inteligente), ello no significa que esta cualidad
ejerza un efecto tipo aureola sobre el resto de las cualidades perifricas, porque estas pueden seguir
siendo malas cualidades. As, alguien considerado como clido no necesariamente es considerado
favorablemente en los dems aspectos. Una cualidad central puede transformarse en una cualidad
perifrica, y esto se debe a que cambiaron las dems cualidades. Por ejemplo, si sabemos que una
persona A es 'inteligente, habilidoso, trabajador, clido, decidido, prctico y cauteloso', tendemos a
tomar aqu 'clido' como rasgo central. Pero si sabemos que otra persona B es 'obediente, dbil,
superficial, clido, sin ambiciones y vanidoso', entonces el rasgo clido pasa a ser perifrico, y la cualidad
central pasa a ser alguna de las restantes, como por ejemplo 'dbil'.
Uno de los factores que influyen en que las cualidades sean centrales o perifricas, es el llamado factor
de direccin, que es la influencia que ejerce sobre nuestra impresin sobre la persona el 'orden temporal'
en que fuimos conociendo sus rasgos. As, una primera impresin desagradable suele ejercer influencia
sobre las nuevas cualidades observadas despus: las primeras impresiones tienden a ser centrales, y las
siguientes, perifricas. Esto lo sabemos intuitivamente, y por eso cuando debemos presentarnos ante
otra persona por primera vez buscamos exteriorizar nuestras mejores cualidades y tapar las otras:
vamos a la primera entrevista laboral con nuestra mejor ropa y nuestra mejor sonrisa, o a la primera cita
amorosa con un/una desconocida con el mejor perfume y el mejor peinado.
Incluso dos personas A y B pueden tener las mismas cualidades, pero sin embargo nos formaremos
impresiones distintas de ellas si captamos sus rasgos en un diferente orden temporal. De todo lo
expuesto, podemos extraer, entre otras, la siguiente conclusin: la similitud o la diferencia entre dos
impresiones que tenemos de dos personas distintas no depende la cantidad de rasgos o del tipo de
rasgos presentes en ambas (esto sera la teora aditiva), sino de las relaciones estructurales entre esos
rasgos. Tal lo que mostraron los experimentos realizados sobre estas cuestiones, que tienden a confirmar
ms la teora gestltica. De hecho, podemos tener casi la misma impresin de dos personas diferentes,
aunque ellas tengan rasgos opuestos. Y alternativamente, podemos tener dos impresiones totalmente
distintas de dos personas, aunque sus cualidades, tomadas independientemente, sean idnticas.
Las conclusiones de Asch.- Las conclusiones de Asch son, en sntesis, las siguientes: 1) Buscamos
formarnos una impresin ntegra sobre una persona, no fragmentada. 2) Si dos cualidades estn en la
misma persona, ambas entran en interaccin dinmica, es decir siempre se afectan recprocamente, e
incluso pueden generar nuevas cualidades. 3) La impresin est desde el principio estructurada; algunas
cualidades aparecen como centrales y marcan la direccin principal de las dems, llamadas perifricas. 4)
La modificacin de un rasgo puede cambiar la impresin ntegra. 5) Cada cualidad es representativa de
toda la persona. 6) La impresin total cambiar el contenido de una nueva cualidad que aparezca. 7) Hay
interaccin dinmica entre las cualidades: algunas chocan entre s, otras cooperan. Cuando hay
cualidades discordantes buscamos alguna explicacin para ello, a los efectos de preservar la unidad de
nuestra impresin.
Resumen de Asch S (1981) Psicologa Social. Buenos Aires: Eudeba. Captulo 8.

Teora del New Look sobre la percepcin: factores universales y factores personales.- Los
estudios sobre la percepcin humana han podido establecer que lo percibido depende siempre de dos
conjuntos de factores: a) factores generales o estructurales, comunes a todo sujeto ms all de sus
diferencias individuales, y b) factores personales, propios de cada sujeto en particular.
Los factores generales han sido estudiados especialmente, y aunque bajo pticas totalmente diferentes,
por el asociacionismo y la teora de la gestalt, en la medida en que buscaron principios y leyes de la
percepcin que fueran aplicables a todo acto perceptivo y a cualquier persona en cualquier situacin.
En cambio y posteriormente, los factores personales fueron examinados sobre todo por la Escuela del
New Look (EEUU), cuyos artfices son J Bruner y L Postman. Ellos denominaron a los factores generales
como 'factores autctonos', cuya existencia tambin aceptan, y a los factores personales les dieron el
nombre de 'factores funcionales o comportamentales' (ver esquema 1).

Esquema 1
E
E
FACTORES DE LA PERCEPCION
F
F

Estructurales o autctonos
(comunes a todo sujeto)
- Asociacionismo
- Gestalt

Funcionales o comportamentales
(propios de cada sujeto)
- New Look

NO COGNITIVOS
- Motivaciones
- Intereses
- Actitudes
- Valores

COGNITIVOS
- Aprendizaje
- Educacin
- Estrategias de pensamiento
- Etc

LA PERCEPCION ES
L
L

SELECTIVA
- Sensibilizacin selectiva
- Defensa perceptual

ATRIBUTIVA
- Resonancia valorativa

En relacin a los factores personales, la Escuela del New Look sostiene bsicamente que sobre nuestras
percepciones influye nuestra propia personalidad, la cual hace que, frente al mismo estmulo, todas las
personas perciban cosas diferentes.
El New Look busca as construir una teora de la percepcin que tenga en cuenta la personalidad de cada
individuo, vale decir un sistema de leyes que permitan explicar y predecir las tendencias judicativas y
perceptuales sistemticas de personas o grupos con diferentes pautas de personalidad. Para Bruner, una
tal teora de la percepcin debera dar cuenta de las diferencias individuales en la percepcin, y no
imputarlas al azar. Vale decir, adjudicarlas al factor personalidad.
El mismo autor plantea entonces que los procesos de la personalidad son variables intervinientes
fundamentales para el estudio de la percepcin (esquema 2). As, por ejemplo una personalidad
orientada hacia valores econmicos percibir un rectngulo verde y borroso como un dlar, o tambin
personalidades rgidas presentarn menor tolerancia a los estmulos perceptuales ambiguos.

Esquema 2
E
E

E
E
Estmulo

P
P
PERSONALIDAD

((Variable interviniente)

Percepcin resultante
P

El experimento tpico.- Desde el principio, los experimentos del New Look buscaron aislar la influencia de
las variables no cognitivas sobre la percepcin, tales como necesidades, valores, estados de tensin,
frustraciones, etc, para lo cual se acudi a la presentacin breve de estmulos ambiguos o poco
estructurados.
El aparato que utilizaron fue un taquitoscopio, que no es otra cosa que un simple proyector de
diapositivas sobre una pantalla, con la particularidad de que las imgenes proyectadas son ambiguas y
adems se presentan muy rpido, como por ejemplo en dcimas de segundo (taqui=rpido;
scopos=ver).
La cuestin de la velocidad y el carcter ambiguo del estmulo es importante porque el sujeto casi no
tiene tiempo de identificar la imagen presentada recurriendo a los factores cognitivos (pensamiento,
lgica, experiencia) y pueden actuar a pleno los no cognitivos.
Factores funcionales o individuales.- La personalidad tiene mltiples facetas o dimensiones, y por lo tanto
habr varios factores funcionales. El New Look los agrup en factores cognitivos y los no-cognitivos,
estando los primeros, como dijimos, ms ligados a lo intelectual, y los ltimos mas bien a la afectividad
(esquema 1).
El New Look se interes en realidad por ambos. Como pronto veremos, en un comienzo su atencin
estuvo puesta sobre los factores no-cognitivos, pero posteriormente consideraron tambin los factores
cognitivos. Cuando Bruner y su equipo comenzaron a estudiar las variables no cognitivas mediante el
taquitoscopio, concluyeron que la percepcin es un proceso que tiene dos caractersticas fundamentales:
la percepcin es selectiva, y la percepcin es atributiva (esquema 1).
a) Percepcin selectiva.- No percibimos la totalidad del estmulo, sino que hacemos una seleccin de la
informacin modificando los umbrales de recepcin de los estmulos, y para ello recurrimos a dos
mecanismos bsicos: la sensibilizacin selectiva y la defensa perceptual. Mediante el primero
seleccionamos lo que queremos ver, y mediante el segundo excluimos lo que no queremos ver.
En un lenguaje ms tcnico, en la sensibilizacin selectiva los estmulos valiosos reducen el umbral
perceptivo, o sea, el sujeto puede reconocerlos en menor tiempo. Hay una reduccin del umbral para
captar slo aquellos estmulos congruentes con las motivaciones y dems variables no cognitivas.
En cambio en la defensa perceptual, los estmulos inaceptables o indeseables elevan el umbral
perceptivo, o sea, el sujeto tarda ms tiempo en reconocerlos. Los estmulos inaceptables son aquellos
discordantes con las motivaciones o con el sistema de valores de la persona. Por ejemplo en el caso de
personas educadas y circunspectas, las malas palabras requeran mayor tiempo de exposicin para que
pudieran ser reconocidas.
Ambos procesos son complementarios. Esto significa que reducir el umbral para captar lo que me
interesa (sensibilizacin selectiva), equivale a subirlo para lo que no me interesa (defensa perceptual).
Ambos procesos pueden, adems, alternarse. Si hace 3 horas que no como, predomina la sensibilizacin
selectiva y puede captar ms fcilmente alimentos de otras cosas que no lo son. Sin embargo, si
transcurren 12 horas pasa a predominar la defensa perceptual, haciendo que sea ms difcil captar
alimentos, ya que estos empezaron a generar rechazo por el prolongado periodo de ayuno.
b) Percepcin atributiva.- Mientras que la percepcin selectiva implica captar o no captar 'lo que hay' en
el estmulo, la percepcin atributiva implica atribuirle al estmulo caractersticas que en parte al menos
'no tiene', pues la imagen es ambigua. De alguna forma est formulando su propia hiptesis acerca de lo
que ve, la cual refleja la orientacin valorativa de la personalidad. Este mecanismo implicado en la
percepcin atributiva se llama resonancia valorativa.
Por ejemplo, se proyectan en la pantalla imgenes ambiguas relacionadas con los seis valores de
Spranger (econmico, poltico, religioso, social, terico y esttico). Se comprob que los sujetos que
segn el test de Vernon-Allport haban obtenido puntaje alto en el valor religioso, atribuan a la imagen
borrosa una escena donde una persona rezaba arrodillada. Adems, necesitaban menor tiempo para
identificarla. Otro ejemplo: se tienden a ver ms grandes las imgenes ms valoradas.
El proceso perceptual.- El New Look considera que no hay que hablar simplemente de "un sujeto que
percibe", sino mas bien de "un sujeto que est preparado o sintonizado para percibir". Estamos
sintonizados o predispuestos para percibir ciertas cosas y otras no. Para describir este proceso
perceptual, Bruner y Postman elaboraron sucesivamente dos formulaciones o modelos, y que explicamos
a continuacin (esquema 3).
Esquema 3 Dos formulaciones del proceso perceptual

A
1. Formulacin de una hiptesis
2. Input
3. Verificacin de la hiptesis

B
1.
2.
3.
4.

Categorizacin primitiva
Diafragmado
Prueba de confirmacin
Conclusin de la confirmacin

a) Primer modelo.- Segn una primera formulacin, el proceso perceptual tendra tres etapas: a)
formulacin de una hiptesis: aqu todava el sujeto no dirigi su atencin al estmulo, pero tiene ya
formulada una suposicin o hiptesis acerca de lo que ver, es decir, ya desde este primer paso queda
establecida una predisposicin a percibir selectivamente; 2) input o ingreso de la informacin proveniente
del medio: el sujeto atiende al estmulo que se le presenta; 3) verificacin de la hiptesis: donde el
sujeto confirmar o rechazar su hiptesis preliminar segn los factores personales y segn la
informacin que fue obteniendo en el paso anterior. Hay siempre una tendencia a confirmar la hiptesis,
pero ocurre tambin que ante mucha evidencia en contra, el sujeto se vea obligado a rechazarla, en cuyo
caso elaborar otra hiptesis, llamada hiptesis consecutiva. Es en este tercer paso donde puede decirse
que ya hay percepcin propiamente dicha, ya que el simple acopio de informacin (segundo paso) no es
an percepcin.
b) Segundo modelo.- Se trata de una formulacin posterior del New Look, en la cual se introducen dos
modificaciones importantes. En primer lugar, aqu se da mayor importancia a los factores cognitivos, ya
que se habla de un proceso de categorizacin, eminentemente intelectual. En el primer modelo mas bien
se enfatizaban los factores no cognitivos. En segundo lugar, mientras el primer modelo parece sugerir un
sujeto pasivo que se limita a recibir los estmulos, aqu hay una bsqueda activa de ndices, o sea una
mayor participacin del sujeto percipiente.
Segn el segundo modelo, los pasos del proceso perceptual son cuatro: 1) Categorizacin primitiva:
Categorizar significa inferir una identidad a partir de un ndice. Por ejemplo, inferir que la persona que
vemos a lo lejos es Pedro (identidad) por su forma de caminar (ndice). Un objeto no significa nada para
nosotros si no podemos ponerlo en un casillero, en una categora, y este primer paso justamente hace
una categorizacin, que no es otra cosa que la formulacin de una hiptesis preliminar, o categorizacin
primitiva. Por qu decimos 'preliminar' o 'primitiva'? Porque el ndice encontrado no es suficiente para
una identificacin segura y total. Es un elemento poco informativo, que especifica poco, como puede ser
por ejemplo algn sonido, algn movimiento, etc., pero que sin embargo es orientativo respecto de lo
que queremos percibir; 2) Diafragmado: Bruner y su equipo utilizan aqu una metfora ptica. El
diafragma es originalmente un dispositivo que regula la entrada de luz (informacin) dentro de una
cmara oscura. Hay diafragmas en el ojo (el iris) y en las cmaras de foto (el diafragma propiamente
dicho), que pueden agrandarse o achicarse para regular el ingreso de la informacin visual. Ms all de
que tenga asociado una operacin fsica como la indicada, el diafragmado es concebido ms como una
operacin mental por la cual el sujeto en un primer momento se abre totalmente a todos los estmulos
que le permitan verificar su categorizacin primitiva. En un segundo momento, el 'diafragma' se vuelve a
cerrar para ingresar slo aquellos ndices congruentes compatibles con su categorizacin primitiva. 3)
Prueba de confirmacin: Se trata de una nueva categorizacin, tambin provisoria pero ms fina, y que
apunta a los ndices seleccionados. El diafragma se cierra notablemente centrndose slo en aquellos
aspectos del fenmeno que permitan una confirmacin suplementaria que es la prueba de confirmacin.
4) Conclusin de la confirmacin: donde se decide si se confirman o no las categorizaciones realizadas
previamente. La apertura del diafragma alcanza el mnimo, y los ndices no congruentes son, o bien
normalizados (adecuados), o bien eliminados.
La fuerza de la hiptesis.- A partir de lo dicho hasta ahora, ya podemos darnos cuenta que la idea de
"hiptesis" es fundamental en la teora del New Look. Nadie percibe sin formular hiptesis previas, las
cuales a su vez orientarn el proceso perceptual.
En el contexto de esta teora, una hiptesis se define como una predisposicin a responder en forma
selectiva a los hechos del ambiente. No se trata de una expectacin aislada, sino que se refiere mas bien
a sistemas ms integrados de creencias y expectativas acerca de lo que podemos o no encontrar en el
entorno.
Las hiptesis que se formulan pueden variar en calidad o en intensidad segn cada persona, variaciones
que nos revelan algo acerca de la historia y la personalidad de estas. El New Look ha estudiado
especialmente la intensidad o fuerza de las hiptesis, y sus planteos al respecto pueden resumirse en el
esquema 4. Vemos all que la fuerza de una hiptesis viene determinada por cinco factores y, a su vez,
dicha fuerza producir tres consecuencias importantes.

Esquema 4
E
E

ESTOS 5 FACTORES
1. Frecuencia de confirmacin pasada
2. Monopolio
3. Factores lgicos
4. Factores motivacionales
5. Factores sociales
DETERMINAN LA
D
D

FUERZA DE LA
H
HIPOTESIS
H

DE LA QUE A SU VEZ DEPENDERAN


TRES CONSECUENCIAS O POSTULADOS
DE BRUNER
1. Probabilidad de formularla
2. Informacin para aceptarla
33. Informacin para rechazarla

a) Factores determinantes.- Hay cinco factores que van a determinar la fuerza de una hiptesis, y son los
siguientes: 1) Frecuencia de confirmacin pasada: cuantas ms veces hayamos confirmado nuestra
hiptesis, tanto ms fuerte es. 2) Monopolio: una hiptesis es ms fuerte si no hay otras hiptesis
alternativas para elegir. Notemos que cuanto ms ambiguo sea el material percibido, ms hiptesis
alternativas hay. Cuando el estmulo es ntido e inconfundible nos queda una nica hiptesis muy fuerte
que nos vemos obligados a aceptar. 3) Factores lgicos o cognitivos: una hiptesis es tanto ms fuerte si
tiene una congruencia lgica con otras hiptesis, es decir cuando no es contradictoria con otras hiptesis
alternativas. Un ejemplo de hiptesis congruentes son las hiptesis que se derivan deductivamente de
otras, y as diremos que una hiptesis es tanto ms fuerte cuanto ms sustentada est por otras
hiptesis. 4) Factores motivacionales: la hiptesis resulta ms fuerte cuanto ms til resulta para
satisfacer nuestras necesidades. Quien tiene mucho hambre, formular hiptesis muy fuertes acerca de
que lo que est viendo en forma ambigua es comida. 5) Factores sociales: la hiptesis es ms fuerte si es
sostenida por muchas otras personas, es decir si hay un consenso en aceptarla. Esto lo vemos por
ejemplo en algunos programas de entretenimientos de la TV, donde varios deben responder la misma
pregunta. Si los cuatro primeros contestaron "Napolen", el ltimo tiende a responder lo mismo aunque
no sepa la respuesta.
b) Consecuencias.- La fuerza de la hiptesis determinar tres tipos de consecuencias: 1) Probabilidad de
formularla: si la hiptesis es ms fuerte, aumentan las probabilidades de formularla. Existe un cierto
grado de accesibilidad de las hiptesis o categorizaciones, ya que los sujetos tienden a formular ms
ciertas hiptesis que otras. Esta accesibilidad puede medirse a partir del tiempo mnimo necesario para
identificar un ndice: a menor tiempo mayor es la accesibilidad de la hiptesis, o sea mayor probabilidad
que sea formulada. Por supuesto, que la probabilidad de formular una hiptesis depende tambin de
otros factores adems de este tiempo, como las caractersticas objetivas del estmulo (si es claro o
ambiguo), y de las motivaciones, intereses, creencias, etc. 2) Informacin para aceptarla: cuanto ms

fuerte es la hiptesis, menos informacin necesitamos para confirmarla. 3) Informacin para eliminarla:
cuanto ms fuerte es la hiptesis, ms informacin contradictoria necesitamos para rechazarla.
Naturaleza de la informacin confirmante o debilitante.- La informacin puede ser, a los efectos de la
hiptesis, relevante o no relevante. Informacin relevante es aquella que puede ser usada por el sujeto
para confirmar o debilitar su hiptesis. Por ejemplo, para confirmar si un objeto est muy alejado o no,
es irrelevante la informacin acerca de si la msica que escucho por la radio es un rock o un bolero, pero
podra ser relevante la informacin sobre si el objeto es tapado por otros o no, o bien la informacin de
que el objeto en cuestin es un bife de chorizo (si tengo mucha hambre podr formular la hiptesis de
que est ms cerca).
Puesto que las hiptesis son bastante personales (dependen precisamente del factor personalidad), suele
pasar que distintas personas consideren relevantes datos diferentes. Pero, sobretodo y a los efectos de
los experimentos realizados para investigar estos temas, interesa destacar que lo que una persona
considera informacin relevante no siempre es confiable. Cuando se llevan a cabo experimentos, una
cosa es la definicin que hace el experimentador sobre lo que para l es informacin relevante y
confiable, y otra cosa su empleo por parte del sujeto: no necesariamente coinciden ambos criterios. De
hecho, cuando la hiptesis del sujeto es muy fuerte y depende ostensiblemente de factores personales,
tiende a confirmarla mediante cierta informacin que el experimentador puede juzgar como poco o nada
confiable.
Cuando la informacin es pobre, ambigua o inestable (es decir cambiante), el sujeto y la hiptesis que
plantee estar ms guiada por factores motivacionales y experienciales, que por las caractersticas del
estmulo inmediatamente presente.
Consecuencias para una teora de la personalidad.- La personalidad es un constructo terico, valga la
redundancia. No es algo que pueda verse a simple vista, es una suposicin que hace el psiclogo. No
obstante, tampoco es un concepto metafsico, en el sentido que la psicologa siempre intenta detectar o
medir la personalidad a partir de ciertos indicadores visibles. El New Look plantea al respecto que una
forma de conocer la personalidad es ver cmo la persona percibe y sobretodo qu clase de hiptesis
establece.
Respecto de estas ltimas, interesa tanto su aspecto cualitativo como el cuantitativo. Desde lo
cualitativo, diferentes hiptesis que diferentes sujetos emplean habitualmente, reflejarn diferencias en
sus historias, en su personalidad, etc. Desde lo cuantitativo, diferencias en la fuerza de la hiptesis
reflejarn nuevamente historias divergentes y las tendencias ms marcadas de la personalidad.
Las hiptesis que cada uno de nosotros haga (calidad) y su fuerza (cantidad) dependern tambin de
condiciones ambientales o culturales, que reflejan diferentes necesidades de adaptacin al medio. Ciertos
pueblos de ciertos lugares tienden a formular cierta clase de hiptesis sobre los escondrijos de los
animales que deben cazar, hiptesis que jams formulara otra persona de otro ambiente o de otra
cultura. Desde ya, adems usan distintos tipos de informacin para confirmar o debilitar sus respectivas
categorizaciones.
Por ltimo, podemos comentar que hay un caso donde varan mucho las hiptesis de una persona a otra,
y es cuando en vez de percibir objetos cualesquiera percibimos especficamente otras personas, o
fenmenos grupales o culturales. Esta diversidad se debe, segn Bruner, a que en este terreno las
hiptesis son mucho ms fuertes (pesan mucho los valores y las motivaciones), la informacin suele ser
escasa (una mesa o un gorila no intenta simular serlo, pero las personas s pueden disimular o mentir), y
las consecuencias de adaptacin serias.
Cazau P (2002) Vocabulario de Psicologa. Buenos Aires: Redpsicologa.

La percepcin segn la Gestalt.- La teora de la Gestalt sostiene que se percibe una totalidad, y
establece algunas leyes de la percepcin como por ejemplo la ley de la buena forma, segn la cual se
tiende a percibir la mejor forma posible. Si a una persona le pedimos que lea la expresin Hay rboles
en en la selva, tender a leer y a recordar Hay rboles en la selva obviando la repeticin de la
preposicin. En este caso la mejor forma posible es la mejor construccin gramatical.
Cazau P (2002) Vocabulario de Psicologa. Buenos Aires, Redpsicologa.

PRDIDA
Prdida y depresin.- Introduccin. En la investigacin de la depresin, el papel de la prdida ha sido
examinado en detalle, puesto que constituye un aspecto central de la mayora de los acontecimientos
vitales que llevan a la depresin.
Material y mtodo. En el presente trabajo se realiz una revisin acerca de los estudios previos sobre la
importancia de la prdida centrndonos en diversos aspectos como sus diferentes tipos, la asociacin con
algunas enfermedades mentales, prdida y pronstico, relacin entre desesperanza y prdida, y
variaciones de los acontecimientos de prdida en funcin de diversos factores, considerando tambin la
prdida en la infancia.
Resultados. La prdida ejerce un papel clave en la aparicin de muchos trastornos depresivos. Puede
actuar como agente provocador, factor de vulnerabilidad o agente modificador de la forma, gravedad y

curso de un cuadro depresivo. Diversos factores como el factor gentico, el sexo o el momento de la vida
en el que tiene lugar la prdida pueden modular la influencia de los acontecimientos de prdida.
P. Sierra; L. Livianos; L. Rojo. El papel de la prdida en la gnesis de los trastornos depresivos. ACTAS ESPAOLAS DE
PSIQUIATRA. 2009 JUN; 37(3):128-136.

PRDIDA TEMPRANA
Generalidades.- Los conceptos de benevolencia y malevolencia tienen que ver con un proceso gradual
de prdida de la idealizacin, de la ilusin, que en el nio tiene caractersticas especiales: ste va
perdiendo la ilusin respecto de la figura de los padres, es una prdida benevolente. Si la prdida es
abrupta, traumtica, entrar en la desilusin malevolente, como puede ser una prdida temprana, pero
aqu esa ilusin puede compensarse con sustitutos, habr un trabajo de reparacin y compensacin, de
revisar lo que pas. Si la desilusin no se compensa con otras experiencias, va a quedar una gran
vulnerabilidad y una desilusin malevolente.
Respuesta a una pregunta: Va a haber una necesidad de protegerse del dolor que caus la prdida, el
sentimiento de abandono. Esta defensa ser modulada por experiencias de acercamiento, de encontrar
que una relacin puede no ser angustiante, no abandnica, no frustrante. Va a haber en la prdida
temprana una resistencia a la intimidad como defensa, que ser relativa en la reparacin.
En el psicoanlisis contemporneo, se trabaja con la idea de mecanismos compensatorios, el ser humano
se va constituyendo con eso, Winnicott lo plantea, pero adems de esto se est viendo tambin que los
intentos por superar las situaciones adversas, surgen mecanismos compensatorios de mucha fuerza
adaptativa y creativa, que no son solo adaptacin al mundo externo y tienen implicaciones en relacin al
mundo interno: pueden desarrollar puntos para el desarrollo emocional, la creatividad, etc. As, muchas
personas en situaciones adversas, desarrollaron gran capacidad creativa, no necesariamente a expensas
del mundo emocional, porque algo que diferencia este desarrollo compensatorio del desarrollo defensivo,
es que ste es a expensas de lo emocional, de lo creativo, del sentimiento de bienestar y el desarrollo en
general. En la compensacin, no, aqu se puede reforzar el self, pero en la estructura defensiva se
debilita el self.
Para poder defenderse, el yo debe sacrificar ciertas posibilidades de desarrollo: hay una carga libidinal
puesta en la defensa. En la estructura compensatoria no se busca defenderse de cargas pulsionales sino,
busca mantener la cohesin del self, cohesionarse, desarrollarse ms. Esta es la tendencia natural del
self, y las tendencias defensivas compensatorias estarn tambin orientadas hacia el mantenimiento de
esta cohesin, lo defensivo en cambio, busca ms bien evitar la disgregacin yoica.
Hablamos de situaciones donde la prdida de seguridad haba jugado un papel fundamental en la prdida
temprana y dicha prdida del sentimiento de seguridad era amenazante para el desarrollo del self.
Cuando esta prdida es abrupta e intensa, lleva a montar defensa como por ejemplo, el desapego
afectivo como defensa, que es incapaz de discriminar en nuevas situaciones. No es algo ciego, sino de
percepcin de la situacin angustiosa: toda dependencia es peligrosa y por tanto hay que evitarla. Esta
evitacin llega al no desarrollo de ciertas funciones que solo pueden darse en un vnculo de dependencia.
Sin ir a lo extremo, encontramos en la clnica, matices interesantes de este desapego defensivo. En el
tratamiento aparece una necesidad de reducir la importancia de los vnculos de dependencia. No habr
tanto una evitacin de la dependencia, como una negacin de la misma, que igualmente existe. Esta
negacin puede manifestarse como una cierta hostilidad en cuanto se percibe la dependencia, puede
surgir tambin una fuerte ambivalencia, o sea, la idealizacin continua en un plano, pero en otro sigue la
desilusin malevolente. Puede aparecer una necesidad de control como desplazamiento de la necesidad
de dependencia, esto se ve en la adolescencia.
Alguien pregunta si eso no se parece a la neurosis obsesiva. El profesor responde: en el trastorno
obsesivo hay una disociacin ideo-afectiva, ahora, en la distancia afectiva vendr una racionalizacin. En
la desilusin malevolente no hay exactamente eso, hay una necesidad de dependencia y un temor a la
misma, de aqu la ambivalencia, que no es desarrollada en forma obsesiva, o sea, puede sentir la
dependencia (aunque cuando se le hace evidente se defender de ella.). En tanto pueda defenderse
mediante negacin, desplazamiento o ambivalencia, no necesita irse de la relacin.
El control es una forma de dependencia. Habrn visto ustedes, personas que controlan mucho, es stas
son formas de dependencia no asumidas, son como una proyeccin de una necesidad en el otro a quien
se controla, por ejemplo, en los hijos controlados. Hay padres que vienen a consulta y dicen no poder
tener una vida propia porque tienen que estar controlando al hijo adolescente tan dependiente, pero al
romper esa dependencia la angustia surge en los padres, lo cual est en relacin con la dependencia
negada de los padres.
No solo hay proyeccin, hay tambin una dependencia real. Tambin se genera la dependencia de los
hijos. En estas situaciones de prdida temprana, las personas satisfacen sus necesidades de dependencia
en funcin de las necesidades de dependencia reales de los otros. Al asegurar las necesidades del otro,
se aseguran su propia necesidad. Si el paciente puede tolerar la dependencia, y el analista sabe su
situacin, le va a permitir transitar su ambivalencia sin enfrentamientos. En el psicoanlisis
contemporneo, cuando hablamos de resistencia, nos preguntamos resistencia a qu: al contenido de

las interpretaciones? al contenido del mundo interno?, al vnculo con el analista en tanto este comete
las fallas empticas? o sea, en tanto a algo que el analista hace. Si pensamos que todo en anlisis se
refiere al mundo interno del paciente, pensamos que la resistencia es el contenido del mundo interno,
pero si lo entendemos como algo interpersonal, no necesariamente debe explicarse siempre as la
resistencia. La resistencia puede aparecer porque el analista no tuvo un buen timing. El analista con fallas
empticas generara resistencias en el paciente. Falla emptica es no poder atender el sentido del mundo
interno del paciente, y entonces ste no se sentir comprendido y surgir la resistencia. No basta con
interpretar lo defensivo, hay que entender tambin el esfuerzo del self por cohesionarse.
En esta cuestin de prdida temprana, una cosa es pensar en la vuelta de la libido al narcisismo por la
falla en el vnculo, y otra es pensar una defensa que mantienen la necesidad de vnculo junto con el
temor por l. Depende de cual planteo tomo, interpretaremos cosas distintas.
Respuesta a una pregunta: hablando de la desilusin malevolente, qu es lo que podr compensar las
cosas? Experiencias donde no tenga que vivir eso y donde pueda tener la vivencia de lo temido sin caer
en el temor, o sea, que la vivencia del vnculo sea estable, confiable, emptico. Desde la teora general
de los sistemas hablamos aqu que una estructura incorpora o va incorporando vivencias distintas que
quiz cambiaran la naturaleza de estas experiencias. No es que vayamos a cambiarlas puntualmente con
interpretaciones, sino que estas son un poder extender esta nueva experiencia general. Si uno interpreta
al paciente que tiene que tiene una resistencia a la proximidad y nada ms, est haciendo una
interpretacin puntual, pero si en una situacin donde surge la angustia, uno le dice que entiende que
algo pasa en alguna parte de el que hace difcil esto, se habla aqu de la angustia sin tener que
interpretarla en trminos del narcisismo.
Respuesta a una pregunta: El duelo se va a dar, lo que pasa que si hay compensaciones satisfactorias, el
duelo no ser el mismo, no habr tanto temor y est ms referida a la pena. La diferencia entre prdida
que lleva al duelo y una prdida temprana, es que la primera se basa en la tristeza y la segunda en el
miedo, miedo a morirse, a ser abandonado, etc.
Respuesta a otra pregunta: Hay una base de no diferenciacin en general, es decir, no solo por la prdida
temprana sino que. Son muy transitivos los trminos vinculares en la condicin de dependencia antes
de la adolescencia, de la consolidacin de la identidad adulta aunque esta siga creciendo. Y cualquier
experiencia va a tener ese carcter transitivo, donde lo que le pasa a uno le pasa a los dems, cuanto
ms chico, ms claro esto. As, lo que siente la madre siente el infante, el beb, hay una no
diferenciacin del otro. Dentro de la situacin de dependencia, la diferenciacin progresiva no lleg al
punto de poder ver que lo que le pasa al otro no tiene que ver con lo que me pasa a m, a uno, sino en
trminos universales, no especficos. En la prdida temprana es en trminos especficos: porque se muri
el padre, l tambin se morir. Por eso los procesos identificatorios reemplazan a los procesos de duelo.
Lo transitivo universal es cuando hay una cierta diferenciacin. Para cualquiera de nosotros saber de la
muerte de alguien, nos recuerda nuestra propia finitud: es lo universal.
Cuando se niegan las necesidades, pueden aparecer sobre todo en un proceso teraputico, o en una
buena experiencia de sentimientos. Si alguien satisface sus necesidades, puede reconocer que existen.
Cuando alguien encuentra a un ser querido despus de mucho tiempo, hay una nostalgia, un sentir
melanclico relativamente doloroso, y toma conciencia que senta todo eso durante la ausencia, esto se
ve sobre todo en quienes niegan sus propias necesidades. Esta negacin funciona como defensa, por
ejemplo, negar el fro, negar su amenaza. El mecanismo defensivo, hablando en trminos
contemporneos (porque en trminos ms clsicos tiene que ver con la pulsin) est ms en funcin de
la angustia, en cambio el mecanismo compensatorio es, a la vez que controlar la angustia, poder
encontrar formas de lograr ese desarrollo del self. En la defensa la angustia domina a la persona, es ms
conflictivo, lo que ocurre cuando la falla emptica es grande. Una terapia permite a la persona sentir lo
temido, no negarlo, porque la terapia se da en un contexto protector, de contencin. Los pacientes con
prdida temprana, son tiles en el trabajo analtico, ayudan.
En psicoanlisis contemporneo, el inconciente no se ve como el inconciente de la represin, sino como
una fuente de creatividad, de posibilidad de vnculo, espontaneidad, etc., y otras funciones del self. Tiene
tambin lo anticipatorio, etc.
Hubo un paciente que tuvo una prdida temprana del padre. Cuando chico era superdotado, e iba a
cursos especiales. El padre le haba enseado mucho, pero enferma y va perdiendo su capacidad
intelectual, hasta que cuando el paciente tiene 12 aos, fallece, o un poco antes. Esto fue muy
traumtico y complicaba un vnculo ya conflictivo con la madre. Al llegar a la terapia es joven y con
muchos logros profesionales, pero viva con episodios depresivos frecuentes y dificultad para establecer
vnculos gratificantes. Buscaba superficialidad, distancia en los vnculos, que no poda tolerar. Se
planteaba si solamente era capaz de amar en el sufrimiento, pero en rigor, entraba en angustia de
separacin. Durante el tratamiento se preguntaba para qu serva el psicoanlisis, buscaba cerrarlo, por
ejemplo, despus de las vacaciones. Contaba tambin que haba tenido sueos pero careca de sentido
contarlos, aun recordarlos.
Hablando de las vacaciones, dijo que se acordaba de un sueo que tuvo donde estaba en una serie de
entrevistas para trabajo, pero quera entrevistarse con el jefe de los entrevistadores, y vea que de las

entrevistas, pocos salan contentos, pero decidi que igual quera tener la entrevista. En un momento en
entrevistador va ro abajo en un kayak y l trata de alcanzarlo. En un recodo aqul se pierde (se
menciona algo relativo al musgo, no se entiende bien). El sueo lo seguimos trabajando en varias
sesiones ms, pero aparecen otros sueos, que traen el sentimiento de que no haba podido resolver En
ese sueo haba una ambulancia que corra veloz en una noche lluviosa, sacan de ella gente lastimada y
aparecen muchas personas buscando ayudar, y a l se acerca un hombre para darle un beso o consolarlo
de algo y no entiende porqu, empieza a mirar a todos y para l es una experiencia social. El hombre se
retira, era una figura de la televisin muy popular que al acercarse tena una presencia muy atildada,
pero despus, cuando l no quiere que lo bese, al irse, muestra el aspecto de haberse venido abajo,
siente una gran angustia. Aparecen los sentimientos que tena durante la enfermedad y luego la muerte
de su padre: lo que vea era como se vena abajo el padre. No senta amor, inters, cuando se alejaba, y
entonces se preguntaba si solo poda amar con angustia o sufrimiento. (El profesor sigue hablando, pero
no se entiende, hay mucho ruido). Hay resentimiento hacia la madre por no haber podido atender al
padre?
Condensado de Villena Aragn Julio, Prdidas tempranas. Clase del 26/05/93. Ctedra de Clnica de Adultos, Facultad
de Psicologa. Buenos Aires, Universidad de Belgrano.

Generalidades.- En un trabajo que data de 1983 (Krueger, Steele y Hirsch, 1983), un equipo de
psicoanalistas estudiaron intensivamente 105 casos de prdida temprana de padres atendidos en
psicoterapia directamente por ellos o supervisando los casos. El estudio en cuestin define como prdida
temprana de los padres la prdida por muerte o separacin persistente (alejamiento definitivo) de los
padres entre las edades de 2 a 18 aos.
La prdida real de los padres durante el desarrollo impone un trauma con implicaciones importantes para
la organizacin intrapsquica. La prdida proporciona frecuentemente una sensibilizacin precursora que
influye en la reaccin ante subsiguientes experiencias del mismo tipo. Cuando estas experiencias
subsiguientes de prdidas ocurren luego en la vida adulta, esta sensibilidad predispone a un impacto
mayor del trauma actual que queda sobredeterminado por la prdida preexistente Krueger D., Prdida de
los padres durante la niez: impacto en el desarrollo mental y la psicopatologa del adulto.
El estudio referido acenta el papel que juegan las prdidas tempranas en el desarrollo mental de los
adultos. Aunque se encuentra primordialmente una concordancia positiva entre los duelos graves sufridos
en la niez y la depresin adulta, algunos relatos clnicos han demostrado que la prdida de los padres
por s misma no es necesariamente patognica.
De hecho, muchos adultos que han sufrido una prdida parental en la niez pueden hacer ajustes
adaptativos e incluso creativos frente a su grave prdida. No se puede, por lo tanto, establecer un
trazado simple (o lineal) psicogentico desde un rasgo psicopatolgico adulto determinado a una prdida
traumtica determinada de la infancia.
Fleming y Pollock fueron pioneros en el trabajo sobre los efectos psicolgicos de la prdida temprana de
los padres. Ellos han clarificado algunos aspectos bsicos: la prdida de los padres no puede ser, en s
misma, patognica pero suele constituir el ncleo alrededor del cual se organizan los conflictos y los
elementos patognicos latentes. El suceso de la prdida misma es tan importante como el proceso de
prdida, es decir, la cadena de sucesos previos fueron puestos en movimiento por la prdida y siguieron
a la prdida misma.
El segundo ao de vida, cuando ya hay suficiente diferenciacin entre el s mismo y el otro como para
experimentar la prdida del objeto externo, fue elegido como el comienzo del registro de prdidas
tempranas y sus efectos subsiguientes en la vida. Los 18 aos, por otra parte, son aceptados
generalmente como una edad de separacin de individualizacin social y psicolgica de los padres, con
un desarrollo de la maduracin emocional suficiente como para realizar un proceso de duelo completo.
Una conclusin importante del estudio fue que el nivel de desarrollo mental alcanzado por el nio en el
momento de la prdida, (incluyendo los aspectos cognitivos, integrativos, estructurales, y las
capacidades defensivas) tendra una incidencia decisiva sobre los efectos psquicos del trauma vivido en lo
inmediato y en el desarrollo posterior, generando estructuras psquicas que marcaran las experiencias
posteriores de toda la vida.
Desde nuestra perspectiva, un anlisis completo de las prdidas tempranas debe pasar revista a:
Las diferencias en la interferencia del desarrollo madurativo generadas por la prdida del padre vs. de la
madre.
La influencia que el nivel psquico de desarrollo alcanzado (y de estructuracin del yo) en el momento de
la prdida tiene sobre la respuesta inmediata y los trastornos ulteriores.
El impacto de la prdida segn el momento del desarrollo del nio y la constelacin especfica de
impulso/defensa, junto al cambio de tareas que aparece en cada fase evolutiva.
Las reacciones emocionales y adaptativas, el contexto familiar y social, tal como se dieron en el momento
de la prdida. La prdida paterna como todo trauma limitado y concretizado que ocurre en un momento y
situacin especficos puede afectar de distinta manera algunas estructuras o lneas de desarrollo,
mientras deja a otras relativamente intactas.

La pregunta acerca de si pueden los nios realizar un proceso de duelo, ha recibido distintas respuestas
de diferentes autores. Anna Freud, por caso, sostiene que una vez lograda la constancia objetal, las
reacciones de duelo de los nios pueden aproximarse al proceso interno que realizan los adultos. Bowlby,
Mahler, y Wolfenstein, por su parte, encuentran que el proceso de duelo normal no es posible antes que
los nios logren el desarrollo cognitivo y los atributos madurativos que caracterizan la latencia. Sostienen
que la capacidad de realizar duelos slo puede ser concomitante con el desarrollo del concepto de
muerte. En mi opinin, esta amplia divergencia surge a partir de las divergencias en los autores en
relacin con el desarrollo intelectual del nio.
Debemos considerar que el concepto abstracto de la muerte que se establece en la pubertad, es de un
nivel diferente de conceptualizacin que los logros previos de constancia de objeto o la reaccin de
prdida del objeto que alcanza antes. Creo que existe incapacidad para completar el duelo y para aceptar
la realidad de una prdida total, por lo menos hasta el fin de la latencia. Esta limitacin va acompaada
de la incapacidad de los nios para aceptar la realidad emocional de una prdida parental, dando como
resultado la negacin de la prdida y de la realidad.
Esta negacin, como toda defensa, tiene su propia historia dentro del proceso del desarrollo mental. La
negacin de la prdida, tal como la plantea el psicoanlisis, especialmente para los nios de 2 a 5 aos,
es propia de una incapacidad en esta etapa del desarrollo de registrar o afirmar el significado emocional
completo de cualquier suceso, tanto ms cuanto que el suceso implica la habilidad para comprender el
concepto abstracto de muerte y el sentido de prdida permanente de uno o dos de los padres. Ms tarde,
ya en el comienzo de la latencia, la negacin se vuelve algo ms especifica y focalizada de una realidad
que puede ser aprehendida y no tanto como un proceso defensivo.
Sin el desarrollo cognitivo que permite comprender el concepto abstracto de la muerte como irrevocable
y final, la prdida es conceptualizada por el nio como una partida reversible, un distanciamiento, un
desplazarse a un rea geogrfica lejana (podra ser el cielo). Es una fantasa comn del nio que ha
perdido a un padre suponer que retornar de ese lugar lejano en algn momento y permanecer
esperando una reunin, primero conscientemente y ms tarde de modo inconsciente.
Esta fantasa y el fantasma (heredero de los padres perdidos), no sufre modificaciones psicosexuales ni
otros desarrollos o transformaciones a las que se ve sometida la imagen de los padres vivos. El padre o
la madre vivos se ven sometidos a cambios por el correr del tiempo y las vicisitudes de la existencia,
pero adems, su imagen se ve transformada por los cambios en la perspectiva diferente que da la
maduracin del nio.
A menudo esta falta de transformacin, este congelamiento, genera un mito personal cuya existencia
se construye con recuerdos de la memoria consciente, con los datos autobiogrficos y con los restos de
las percepciones de la realidad registrados segn la maduracin en el momento de la prdida. Estos
fragmentos dejan huecos y el nio va completando las omisiones y va construyendo deformaciones mas
placenteras de la realidad.
El mito personal es parte de la realidad psquica (realidad interna) y se prolonga desde la historia
pasada de las prdidas hasta el presente. Aspectos de la auto percepcin, la gnesis del modo de vida,
los logros, la relacin con los xitos y los fracasos de la vida, la vida psquica, todo puede ser considerado
a la luz del pasado, teido por las repeticiones inducidas por las fantasas del mito personal.
El mito personal se construye tambin, mediante la atribucin singular de significados al suceso de la
prdida originaria, tornndose as una parte esencial de la realidad psquica. La mezcla de fantasas y
percepciones de la realidad, se genera en gran medida porque el nio carece de la habilidad para
comprender y conceptuar de modo adulto la realidad dolorosa que percibe. Por ejemplo, si la prdida
ocurre y se organiza de tal modo que por ese suceso l se vuelve el hombre de la casa esta
consecuencia (interna y ambiental) teir la prdida de su padre y podr generar considerable ansiedad y
culpa por reemplazarlo, que sumarn a otros afectos difciles (pena/prdida).
Examinar ahora brevemente los procesos de transferencia y de duelo implicados en las prdidas
tempranas.
a) Transferencia en los chicos con prdidas tempranas.- Pareciera que dos tipos de transferencias
predominan en los chicos con prdida temprana de padres.
El primer tipo de transferencia consiste en una resistencia para atribuir valor emocional significativo al
vnculo, restando importancia a la terapeuta, docente, sustituto, como si no existiera emocionalmente.
Esta actitud mantiene la imagen internalizada de los padres perdidos intactos y resisten al cambio, al
tiempo que siguen lamentando la prdida.
Un segundo tipo de transferencia es aquella en que los actos de los chicos procuran recrear la situacin
de prdida y actan como si el docente, profesional, o encargado, etc., fuera completamente un sustituto
de los padres perdidos.
El resultado de la sombra del perdido sobre el Yo, ser expresado actualmente en la transferencia como
la conviccin de que el personal de la escuela-hogar verdaderamente actuar rechazndolos y
abandonndolos. Estos chicos tienen una llamativa sensibilidad para percibir todo aquello que puede ser
significado como rechazo. Ellos intentan activar en las personas una contratransferencia negativa va
identificaciones proyectivas e intentan transformar al personal como un padre rechazante / abandonante.

b) Duelo.- El proceso de duelo tiene su flujo propio y sus fases de desarrollo. El surgimiento de la
capacidad de procesar duelos, empieza en la vida temprana, pero tiene un incremento marcado en la
adolescencia y se va consolidando, a lo largo de toda la vida con las distintas prdidas que van
ocurriendo. Los duelos pueden completarse o ser detenido, simplemente congelados y fijados.
Las identificaciones por prdidas en la etapa temprana dificultan por su rigidez la integracin de una
identidad adulta. Con el trabajo de duelo se podr lograr la reactivacin de crecimiento de aquellas partes
congeladas del Yo. Las energas implicadas en la negacin son entonces liberadas para estar al servicio
del desarrollo y la maduracin. La terminacin del duelo es una integracin y consolidacin de la prdida,
y un impulso nuevo hacia vnculos y desarrollos renovados.
Remitindonos a nuestra preocupacin (problemas de aprendizaje), la terminacin del duelo tiene un
significado especial ya que proporciona una oportunidad para trabajar ms definitivamente el aspecto
inconsciente del significado de dicha terminacin, consolidando libertades nuevas y rompiendo
repeticiones de heridas por prdidas. Pareciera que los chicos con prdida de sus padres tienen una
tendencia a intentar interrumpir el saber conocer en un momento anterior a que este proceso acabe
(aunque sabemos que no acaba nunca), ponen un stop bruscamente o para intentar una interrupcin
de grado bajo para no admitir, finalmente lo irreversible de la prdida.
Podramos pensarla esa resistencia en ocasiones como un proceso que implicara el reconocimiento de la
colaboracin de quienes estamos a cargo, al tiempo que realizan una denigracin y negacin de la
importancia de la ayuda que reciben?
Examinar finalmente la forma que asume la prdida temprana en diferentes edades.
a) PRDIDAS ENTRE LOS 2 y 4 AOS.- La prdida entre las edades 2 y 4 aos afectan ms
profundamente el desarrollo narcisstico y el de los objetos parentales. Lo ms destacable es la aparicin
de una intensa coloracin de idealizacin que puebla las permanentes fantasas de restitucin paterna. En
un esfuerzo compensatorio, estos nios desarrollan fantasas centradas alrededor de un retorno eventual
de los maravillosos padres perdidos.
La idealizacin colorea fuertemente los ensueos, a menudo implicando fantasas que los padres reales
son famosos, dotados, ricos, o aristocrticos. Siendo incapaz para registrar o comprender el concepto de
prdida absoluta o permanente, el nio impone fantasas restitutivas y mantiene una imagen idealizada
de los padres de quienes se espera el retorno.
Veamos algunos ejemplos. Debido a la separacin de los padres y la desaparicin de su madre Marisa de
tres aos de edad, empez a vivir con una abuela. Una de las fantasas de Marisa era que su madre era
una estrella de cine, tan bella y tan ocupada con su carrera de actriz que no tenia tiempo ni siquiera,
para escribirle. Estaba convencida de que tan pronto como su carrera lo permitiera, su madre volvera
por ella y su vida sera maravillosa otra vez.
Un nio que a los tres aos y medio perdi a su padre, desarroll un compaero imaginario que le
hablaba en sueos cada noche, y seguan reapareciendo actualmente momentos de tensin. Era
pequeo, blando, bueno, genial y asexuado, y acuda a su presencia tan pronto era convocado por su
deseo. Este compaero infaltable tena, en realidad cualidades maternas.
La glorificacin del progenitor ausente, a cuya sombra grandiosa el nio puede disfrutar solo en fantasa,
es un intento por conservar su autoestima, al mismo tiempo que la valoracin y la existencia permanente
del objeto.
La maduracin, el desarrollo narcisstico y el desarrollo del sentido de s mismo (self), tiene como aspecto
central una desidealizacin gradual de los padres. Con la prdida de los padres se distorsionan, hay una
ruptura en el desarrollo mental de este proceso, y se produce un retorno defensivo a un nivel anterior de
idealizacin. La idealizacin genera una ruptura parcial del desarrollo mental, que en parte constituye una
defensa rgida contra el dolor de la prdida.
Las prdidas parentales en estas edades se organizan emocionalmente alrededor de exageradas
idealizaciones y marcados temores de abandono. Si la autoestima es especialmente afectada, los nios
que perdieron a sus padres pueden presentarse con estrictos caracteres narcissticos, vulnerables a la
depresin y a la violencia. Si sus relaciones de objeto son especialmente afectadas, pueden generar
incluso estructuras borderline. Esto es ms frecuente asociado con la prdida de la madre.
La patologa resultante, sin embargo, no es necesariamente narcisista ni borderline. Pero una persona
que es obligado de nio a renegar una realidad demasiado penosa puede ser sumamente exigente
(demandantes afectivos) y controlador, por su vulnerabilidad a todo tipo de separaciones.
b) NIOS DE 5 y 6 AOS.- El nio de esta edad que pierde a un progenitor del sexo opuesto a menudo
concluye que una razn para el abandono del padre o de la madre es que l (o ella) es defectuoso, vale
menos, es inadecuado y no merece ser amado.
La prdida del padre de sexo opuesto durante esta fase de la infancia genera dificultades en reas tales
como la auto evaluacin, la consolidacin del sentimiento de completud y la autoestima. La prdida del
padre del mismo sexo, en esta etapa produce a menudo sentimientos de culpa por las fantasas
originadas en la explicacin que el nio se da para la razn de la partida. El nio construye su mito
personal y elabora con la fantasa de que el ha sido la causa de la partida/muerte de su padre.

c) NIOS EN PERIODO DE LATENCIA.- En la etapa de la latencia los nios experimentan las prdidas con
una tristeza ms aguda, con penas y fantasas ms activas, tanto acerca de su responsabilidad como de
las actividades que podran facilitar la reconciliacin. El nio latente no puede usar ya la negacin tan
eficazmente, y tiene mayor habilidad cognitiva como para comprender y afirmar el significado emocional
de un suceso traumtico de esta magnitud.
Consciente e inconscientemente las expectativas de retorno del padre o la madre distanciados tienen mas
fundamento en la realidad en los casos de separacin que con la muerte de uno de los padres. Con una
separacin/divorcio, las fantasas son de reunin, por ejemplo los padres reunindose nuevamente o
tambin de, dejando los padres convivientes irse a vivir con el otro ausente.
Todava no se encontraron muchos elementos para distinguir el impacto que tiene en el desarrollo mental
las prdidas persistentes por separacin vs. las permanentes, ejemplificados por la separacin vs. la
muerte.
Desde el punto de vista del avance intrapsquico del nio en desarrollo hay poca diferencia a menudo,
como se perdi el padre que no est disponible como un objeto de presencia y constante con quien se
pueden negociar da a da y aprender acerca de las vicisitudes de las interacciones cotidianas. Pareciera
que las visitas de fines de semana no aportan lo suficiente al desarrollo mental y afectivo del nio (casos
de la Escuela-Hogar). El nio necesita algn grado ms significativo de contacto para que el vnculo no se
construya bsicamente de recuerdos, fantasas y deseos. El nio que no comparte su vida con un objeto
real lo sustituye con un objeto de fantasa, incrementando la internalizacin del objeto insuficiente.
Los intentos de adaptacin en la latencia se caracterizan por un proceso de pseudomaduracin,
combinado con mayor acceso consciente a las fantasas de reunin.
Veamos un ejemplo. En un caso de prdida de la madre la chica asumi el papel de madre de toda la
familia. Mientras apareca completamente avanzada en su maduracin, en realidad estaba negando y
reteniendo (inconscientemente) el objeto perdido. En una introyeccin e identificacin siendo la madre
prdida en la fantasa y en la funcin cotidiana no ha perdido su objeto. La familia entra en complicidad
en esta negacin de la prdida y la trata como si ella fuera su madre, negando y retrasando tanto el
proceso de duelo de la chica como el duelo colectivo de la familia.
Una modalidad de duelo patolgico podra ser el caso de un nio que pareciera tener una identificacin
persistente con el objeto perdido, lo que, a travs de una regresin narcisstica, estabiliza una actividad
auto ertica con una fantasa fijada por la prdida y sus significados.
En un ejemplo, uno de los nios de la escuela comenz a transvertirse con prendas de su madre despus
de la muerte de esta a los 4 aos y luego con el ingreso a la escuela lo sigui haciendo con la ropa de sus
compaeras nias (hoy 10 aos) de edad. El travestido mantena la ilusin de la presencia de su madre
como una parte suya, concretizando la negacin de su prdida.
d) PRDIDA PARENTAL EN LA ADOLESCENCIA.- En la adolescencia se incrementarn los procesos de
internalizacin final de restricciones, normas e ideales, se van dejando ir los lazos infantiles con los
padres, en un proceso equivalente en alguna medida al duelo por el objeto de amor perdido. Tener que
confrontar bruscamente dentro del proceso ya difcil de individuacin y separacin de esta etapa la
prdida temprana, puede ser sumamente traumtica y confusionante. El adolescente que pierde a uno de
sus padres puede tener dificultad por efecto del trauma recibido, aceptar mas tarde restricciones y
prohibiciones internas. Puede dificultarse tambin la consolidacin de la identidad, y la incorporacin
estable de ideales. Los padres perdidos en la adolescencia cuando son percibidos casi universalmente
como omnipotentes, invulnerables e indestructibles. Tanto as, que el adolescente siente que puede
criticarlo y atormentarlo a gusto sin tener que sentirse culpable por sus agresiones.
Para algunos la muerte del progenitor, en esta etapa, genera sentimientos de culpa y autorreproches.
Ocurre como si la prdida (ser dejado) fuera el reproche devuelto finalmente por el padre que abandona.
Estas prdidas en la adolescencia pueden dejar cerrados con llave ciertas tareas del desarrollo psquico
adolescente, tales como la posibilidad de aceptar desafos, la rebelda, la competitividad activa, la
resolucin de la envidia, la rivalidad frente al autoritarismo y las luchas por la autonoma, facetas todas
imprescindibles para la evolucin y el desarrollo mental de esta fase. Todas ellas pueden quedar
afectadas por la prdida concreta de un progenitor en ese momento.
Cazau P (2001) Vocabulario de Psicologa. Buenos Aires: Redpsicologa.
Bibliografa consultada
Ballesteros J, Corrientes pedaggicas contemporneas, Buenos Aires, Universidad Catlica de Santa Fe.
Blalock Hubert (1970), Introduccin a la investigacin social, Buenos Aires, Amorrortu Editores, 1982.
Blanchard Laville Claudine, Saber y relacin pedaggica, Buenos Aires, Coedicin Facultad de Filosofa y Letras UBA y
Novedades Educativas.
Bosch J, Contrapedagoga y conocimiento. Buenos Aires: Editorial Universidad Caece.
A.P.A., Manual diagnstico y estadstico de los trastornos mentales, Barcelona, Masson, 1995.
Filmus Daniel (Comp.), Los condicionantes de la calidad educativa, Buenos Aires, Revista Novedades Educativas, 1996.
Filloux Jean Claude, Intersubjetividad y formacin, Buenos Aires, Coedicin Facultad de Filosofa y Letras UBA y
Novedades Educativas.
Flavell John, La psicologa evolutiva de Jean Piaget. Buenos Aires, Mxico, Paids, 1991.
Follari Roberto, Psicoanlisis y sociedad: crtica del dispositivo pedaggico, Buenos Aires, Lugar Editorial, 1995.
Hernndez Rojas Gerardo, Paradigmas en psicologa de la educacin, Buenos Aires, Paids, 1998.

Huertas Juan Antonio y otros, Motivacin: querer aprender. Buenos Aires: Aique.
Kelmanowicz V, Felman B. y otras, Pinocho: una metamorfosis conceptual, aprendiendo a no fracasar: una modalidad
de abordaje para los problemas de aprendizaje. Buenos Aires, Revista Sistemas familiares, Diciembre 1989.
Krueger D., Prdida de los padres durante la niez: impacto en el desarrollo mental y la psicopatologa del adulto,
American Journal of psychoterapy Nro. 4, vol XXXVII, octubre 1983. De. Stanley Lesse, MD. Traduccin de Buenos
Aires, Fundacin para las Salud Mental.
Labak J (1995) Es posible educar. Buenos Aires: Santillana.
Labak J (1996) La participacin de los padres en la escuela. Buenos Aires: Editorial Bonum.
Lajonquiere L, De Piaget a Freud: para repensar los aprendizajes, Buenos Aires, Ediciones Nueva Visin.
Mauco G (1973) Educacin del carcter y de la afectividad del nio. Barcelona: Nova Terra.
Mendel Gerard Sociopsicoanlisis y educacin, Buenos Aires, Coedicin Facultad de Filosofa y Letras UBA y Novedades
Educativas.
Piaget Jean, Percepcin, aprendizaje y empirismo, ensayo incluido en "Estudios de Psicologa gentica", Buenos Aires,
Emec Editores, 1973.
Piaget Jean (1972) Psicologa y epistemologa, Buenos Aires: Emec.
Richmond P, Introduccin a piaget, Madrid, Editorial Fundamentos, 1972, 2 edicin.
Rivire Angel (1987) El sujeto de la psicologa cognitiva. Madrid: Alianza Editorial.

PERDN
Generalidades.- El perdn puede definirse considerando distintas variables, relacionadas entre s: 1)
Una transformacin cognitiva-afectiva una vez que la transgresin tuvo lugar en la cual, 2) la vctima
hace una evaluacin realista acerca del dao ocasionado y reconoce las responsabilidades del
perpetrador, pero 3) elige libremente cancelar la deuda, renunciando a la necesidad de revancha o de
castigar al otro, o de realizar cualquier otra forma de venganza. Esta cancelacin de deuda tambin
apareja 4) una cancelacin de emociones negativas directamente relacionadas con la transgresin. En
particular, al perdonar, la vctima supera sus sentimientos de resentimiento o de rabia. En breve, por el
hecho de personar, el individuo lastimado 5) se aleja esencialmente del rol de vctima.
El perdn en s msmo es distinto a la empata, la compasin, la magnamimidad del amor, la confianza,
la reconciliacin, la condonacin, la absolucin o el altrusmo, aunque estos constructos pueden formar
parte del proceso de perdonar.
Franchi S, Las dimensiones del perdn. Buenos Aires: Sin indicacin de editor.

Generalidades.- Enright (1996) propone la triada del perdn, consistente en las siguientes variables: la
propensin a perdonar a otros, la propensin a pedirle perdn a otros, y la propensin a perdonarse a s
msmo.
Enright R y otros (1996) Counseling with the forgiveness triad. Couseling and Values, 40. 107-126.

PERFECCIONISMO
Perfeccionismo y delgadez.- Varios tericos han presumido que las situaciones de estrs pueden
desencadenar en una mala alimentacin e incluso en trastornos alimentarios en individuos con una
personalidad perfeccionista. El propsito de este estudio fue determinar si una situacin de estrs
revelara una asociacin entre el perfeccionismo y las medidas de los trastornos alimentarios entre
estudiantes femeninos de secundaria. Una muestra de 42 estudiantes femeninos de la escuela secundaria
complet la Escala Multidimensional del Perfeccionismo y el Inventario para los trastornos alimentarios
tres veces: en medio de un da de escuela, el da de un examen, y en el da que recibieron la evaluacin
del examen. El anlisis de la regresin lineal se calcul para verificar si las dimensiones del
perfeccionismo estaban asociadas con las medidas de los trastornos alimentarios. El descontento con el
cuerpo estuvo asociado con el perfeccionismo en las tres ocasiones, mientras que el Impulso a la
Delgadez estuvo asociado con el perfeccionismo solamente el da que los estudiantes recibieron los
resultados del examen. Los resultados sugieren que entre los individuos femeninos no clnicos, el estrs
puede hacer significativa una relacin previamente ausente entre el perfeccionismo y un deseo o un plan
actual para perder peso. Tales hallazgos sugieren que el estrs puede estimular los comportamientos
relacionados con los trastornos alimentarios en individuos con una personalidad perfeccionista.
Giovanni Maria Ruggiero; Deborah Levi; Arcangelo Ciuna; Sandra Sassaroli. Las situaciones de estrs revelan una
asociacin entre el perfeccionismo y el impulso a la delgadez. INTERNATIONAL JOURNAL OF EATING DISORDERS.
2003 SEP; 34(2):220 - 226.

PERSONA
Generalidades.- 1. Etimolgicamente, la palabra persona viene del verbo latino personare, que
significa: resonar, soar, a travs de; esta acepcin etimolgica proviene de la costumbre del teatro
romano de caracterizar a los actores con una mscara o careta con la que se distingua a los diversos
personajes: la reina, el seor, el esclavo; la voz del actor resonaba a travs de la mscara,
personabat. Dice Szondi que el ser humano lleva su mscara rgida (personalidad) detrs de la cual se

oculta su verdadero ser. De este significado teatral pas al derecho romano. Persona era el que tena su
representacin ante la ley; en otras palabras, un sujeto de deberes y derechos, segn la conocida
definicin jurdica de la persona. Para esta concepcin, los extranjeros, brbaros o esclavos, no eran
personas. Despus, por el influjo de la naciente Iglesia Catlica, que propiciaba la igualdad especfica de
todos los hombres, el trmino persona se aplic a todos los individuos de la raza humana, significado
que se conserva actualmente en el lenguaje comn. 2. (Psicologa Analtica) Segn Jung, es el complejo
funcional que se forma en el individuo como resultado de un compromiso entre ste y la sociedad. Jung
dice que persona es la mscara que oculta los componentes profundos de la personalidad, y que
responde a las demandas del medio cotidiano, pero que oculta el medio individual. (Psicologa Universal)
Contra este concepto de considerar al ser humano como una unidad psicofsica, la Psicologa Universal
sostiene que esta individualidad -indivisible- es solamente instrumental de lo espiritual que acta sobre l
por su carcter trascendental. Otro punto de vista es que el ser humano est organizado dentro de la
sociedad y no existe sin la relacin vital entre Yo y T. (Buber). 3. Segn Maritain: El ser humano no
es una idea (Platn) sino una persona. Lo humano en l est oculto en su existencia. l est ubicado en
el Universo y est ante Dios.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Generalidades.- Jung utiliz este trmino para caracterizar la expresin del impulso arquetpico hacia
la conformidad con la realidad exterior. La persona es la mscara que cubre la personalidad del individuo;
es la cara que presenta al mundo exterior. En los sueos, la persona se representa en la forma de
imgenes de ropa y como problemas relativos al vestir.
La identificacin excesiva con la persona determina una personalidad estereotipada y falsa basada en
primitivos valores y estndares de rendimiento que subrayan la necesidad de conformarse con las
situaciones. Inversamente, una persona insuficiente significa una adaptacin insuficiente a las demandas
colectivas y sociales (pgina 107).
Kaplan H y Sadock B (1992) Compendio de psiquiatra. Mxico: Salvat. 2 edicin.

Concepto jurdico.- Segn el artculo 30 Cdigo Civil argentino, persona es el ente susceptible de
adquirir derechos y contraer obligaciones. La persona puede ser jurdica y de existencia visible.
Persona de existencia visible es un ente que presenta signos caractersticos de humanidad, sin distincin
de cualidades o accidentes (artculo 51 Cdigo Civil argentino). Son capaces de adquirir derechos y
contraer obligaciones, y son tales los que no estn expresamente declarados incapaces (artculo 52
Cdigo Civil argentino).
Persona jurdica o ideal es un ente susceptible de adquirir derechos y contraer obligaciones que no sea
persona de existencia visible (artculo 32 Cdigo Civil argentino). Pueden ser de carcter pblico (el
Estado nacional, las provincias, los municipios, la Iglesia, etc), o de carcter privado (asociaciones,
fundaciones, sociedades civiles, comerciales, etc).
Condensado de Travacio M (1996) Manual de psicologa forense. Buenos Aires: Oficina de publicaciones del CBC,
Universidad de Buenos Aires.

La persona segn George Mead.- Resumidamente, el siguiente es el planteo de G Mead sobre la


persona, tomando como referencia la III parte de su libro Espritu, persona y sociedad.
-La persona y el organismo.- A diferencia del cuerpo, la persona se caracteriza por ser un objeto para s
(s mismo), o sea puede ser al mismo tiempo objeto y sujeto, es reflexiva. La persona puede tener una
experiencia de s misma y tomarse como objeto.
Pero el individuo no se experimenta a s mismo directamente, sino indirectamente, desde los puntos de
vistas de los otros del mismo grupo social, o desde el punto de vista generalizado del grupo social. El
individuo se convierte en objeto para s, solo cuando adopta actitudes de los otros individuos hacia l. La
comunicacin proporciona una forma de conducta donde el organismo o el individuo pueden convertirse
en un objeto para s, pero la comunicacin entendida como smbolos significantes: comunicacin dirigida
no solo hacia los otros, sino tambin hacia s mismo. La persona se habla, se replica, etc. a s misma tal
como las otras personas le hablan, le replican, etc.
Es imposible concebir la persona fuera de la experiencia social: el individuo podr ser persona si
interacciona con los dems. Vamos descubriendo como comportarnos mediante un tipo especial llamado
comunicacin de gestos: vamos a decir algo y eso provoca una reaccin indeseable en los otros (o
nosotros mismos), y entonces cambiamos lo que vamos a decir. Es esta una conversacin significante. El
mismo pensamiento es una conversacin interna, y es en este sentido preparatorio de la accin social.
Es normal que la personalidad sea mltiple: nos divide en tantas personas como amistades distintas
tenemos; incluso hay partes de la persona que solo existen para la persona en relacin consigo misma.
Todas las personas elementales que forman la persona completa, reflejan, como esta ltima, la unidad y
estructura del proceso social como un todo.
-La base gentica de la persona.- El origen remoto de la persona est en la conversacin de gestos entre
animales, que implica reaccionar a lo que hace el otro. Sobre esta conversacin se constituye en el

individuo humano el smbolo significante, que implica reaccionar no solo al otro, sino ante lo que uno
mismo hace.
Surge as la significacin como una relacin tridica: entre el gesto del individuo, la reaccin del otro
individuo, y esta reaccin como indicador de lo que deber hacer el primer organismo. La significacin de
un gesto reside en la relacin de otro organismo.
Pensamos mediante smbolos, y estos son universales, en el sentido que no son individuales, sino
compartidos por todos.
Tenemos al otro internalizado, que controla y determina nuestra conducta. Lo esencial para la
comunicacin es que el smbolo despierte en la persona de uno, lo que despierta en el otro individuo.
Las actividades ldicas y el deporte son otros factores bsicos en la gnesis de la persona. Los nios usan
un doble o compaero invisible con quien juegan. As organizan las reacciones que provocan en otras
personas y tambin en s mismos. El nio en el juego adopta roles: hace de polica, de mam, etc. Al
jugar el papel, tiene en s los estmulos que provocan esa reaccin o grupo de reacciones especiales. El
nio dice algo en un papel y responde en otro papel, reaccin sta que hace de estmulo para su
conducta en el primer papel, y as contina la conversacin.
Luego viene el deporte organizado. A diferencia del juego, el nio que interviene en un deporte debe
estar preparado para adoptar la actitud de todos los involucrados en dicho deporte, y esos diferentes
papeles deben tener una relacin definida entre s. Tiene que saber qu harn los otros para seguir, tiene
que adoptar todos esos papeles, en forma simultnea. Tal organizacin se ve en las normas del juego,
del deporte (en la actividad ldica no hay normas en este sentido) pero s hay normas y reglas en el
sentido que debe reaccionar en un papel de determinada forma ante un estmulo en otro papel.
La diferencia fundamental que existe entre el deporte y el juego est en que, en el primero, el nio tiene
que tener la actitud de todos los dems que estn involucrados en el juego mismo. Tal organizacin de
actitudes es lo que controla la reaccin del individuo.
-La persona, el juego, el deporte y el otro generalizado.- La comunidad o grupo social organizados que
proporciona al individuo su unidad de persona, pueden ser llamados el otro generalizado. La actitud del
otro generalizado es la actitud de toda la comunidad. En el deporte, el otro generalizado sera el equipo
del cual se forma parte.
El individuo es persona en la medida en que adopta la actitud del otro generalizado hacia l, y solo as es
posible el pensamiento, sea abstracto o concreto.
Hay dos etapas generales en el pleno desarrollo de la persona. En la primera, la persona individual est
constituida simplemente por una organizacin de actitudes particulares de otros individuos hacia el
individuo y de las actitudes de los unos hacia los otros, en los actos sociales especficos en que aquel
participa con ellos. Pero en la segunda etapa la persona est constituida, no solo por una organizacin de
las actitudes de esos individuos particulares, sino tambin por una organizacin de las actitudes sociales
del otro generalizado, o grupo social como un todo, al cual pertenece.
Todo este proceso tiene lugar mediante el empleo del lenguaje, basado sobre todo en el gesto vocal que
tender a despertar en el individuo la actitud que despierta en otros. El contenido del otro que penetra en
la personalidad es la reaccin, en el individuo, que su gesto provoca en el otro.
Por conciencia de s entendemos un despertar, en nosotros, del grupo de actitudes que provocamos en
otros. En cambio conciencia se refiere simplemente al campo de la experiencia, pero conciencia de s ya
es la capacidad para provocar en nosotros una serie de reacciones definidas que pertenecen a otros
componentes del grupo. Por supuesto no somos solamente lo que es comn a todos, tenemos nuestra
individualidad, pero es preciso que haya una estructura comn para que podamos ser miembros de la
comunidad.
-La persona y lo subjetivo.- El proceso del cual surge la persona, es un proceso social que involucra la
interaccin de los individuos del grupo e involucra la pre-existencia del grupo.
Conciencia significa experiencias, pero no es lo mismo experiencia subjetiva que experiencia reflexiva.
Esta ltima es una experiencia subjetiva pero con una particularidad: en ella nos tomamos a nosotros
mismos como objeto. Para que haya persona debe haber una experiencia reflexiva. La conciencia de s.
Lo que constituye una persona es el proceso social de influir sobre otros y luego adoptar la actitud de los
otros que ha sido provocada por el estmulo, y por fin reaccionar a su turno frente a esa reaccin. La
adopcin y experimentacin de la actitud del otro es lo que constituye la conciencia de s. La conciencia
de s es un fenmeno esencialmente cognoscitivo, antes que emocional, es la posicin central del
pensamiento. La esencia de la persona es cognoscitiva.
-La persona, el yo y el mi.- El yo reacciona a la persona que surge gracias a la adopcin de las
actitudes de los otros. Mediante la adopcin de dichas actitudes, hemos introducido el m, y
reaccionamos a l como a un yo. En otras palabras, las actitudes de los otros constituyen el m
organizado, y luego uno reacciona hacia ellas como un yo. El m acta. El yo observa esa accin una
vez concluida, o sea, se accede a la conciencia de s.
El yo provoca al m y al mismo tiempo reacciona a l. La persona es esencialmente un proceso social
que se lleva a cabo, con estas dos fases distinguibles.

-La persona, las actitudes sociales y el mundo fsico.- La persona no es una cosa sino un proceso, un
proceso por el cual el individuo internaliza el acto social y se convierte en su espritu, e incluye las
actitudes de los otros. Lo que se internaliza es la conversacin de gestos. Mediante este proceso el
individuo es influenciado por los dems, pero tambin l influencia a los otros, al entorno social.
El individuo reacciona al mundo fsico, a las cosas inanimadas, del mismo modo como lo hace con las
dems personas, pues as como las personas reaccionan a lo que nosotros hacemos, la naturaleza
tambin lo hace, o sea, a su manera tambin es inteligible. Cuando el ingeniero hace el puente habla con
la naturaleza: sta le presenta a su vez tensiones y precisiones que el ingeniero debe encarar. Habla con
la naturaleza y sta le replica.
-El espritu como internalizacin del proceso social en el individuo.- Persona y espritu son procesos
sociales donde se internaliza la conversacin de gestos en la conducta del organismo individual, de forma
que ste adopta las actitudes de los otros provocadas por la actitud de l. El m es ese grupo de
actitudes organizadas a las cuales el individuo reacciona como un yo.
Las actitudes forman parte de la reaccin social: los gritos no son gestos vocales, a menos que
provoquen ciertas reacciones en los otros que los estn escuchando. El espritu es simplemente este
juego recproco de tales gestos en la forma de smbolos significantes. Una palabra es smbolo significante
en la medida que suscita una reaccin en quien la escucha, ya que esto implica que dicha palabra tiene
un significado para el otro.
-El yo y el m como fases de la persona.- El m es lo que aparece en nuestra experiencia inmediata
cuando adoptamos la actitud del otro. Frente a m se constituye luego el yo, que es la reaccin del
individuo a la actitud del otro pero en tanto sta se encuentra internalizada en la propia conciencia. O
sea, La persona reacciona tanto a lo que hacen los otros (ah funciona como m) como a lo que ella
misma hace frente a los otros (ah funciona como yo). Solo en la medida que funciona como yo puede
influir y producir cambios en la sociedad, aunque sean imperceptibles.
-La realizacin de la persona en la situacin social.- La realizacin de la persona en la situacin social
donde est, es otra fase del desarrollo de la persona, adems del m y el yo. La persona tiene
posibilidades de realizarse, posibilidades que estn ms all de nuestra experiencia inmediata. La tarea
es entonces conocer esas posibilidades las cuales solo pueden concretarse o realizarse en el intercambio
social en el cual nosotros modificamos el entorno. Detrs de esto existe entonces un sentimiento de
poder hacerlo un sentimiento de superioridad.
-Las contribuciones del yo y del mi.- El m puede ser considerado como dolor de la forma del yo. La
novedad aparece en la accin del yo, pero la estructura, la forma de la persona (el m) es convencional.
Esto se ve especialmente en el artista que innova permanentemente. Lo contrario sera la conducta
impulsiva donde no hay innovacin sino repeticin.
-La creatividad social de la persona emergente.- El m es esencialmente un miembro del grupo social:
sus valores son los valores que pertenecen a la sociedad. La accin del m est calculada, no as la accin
del yo, el cual representa una reestructuracin de la sociedad y, por lo tanto, del m que pertenece a
dicha sociedad. La reaccin del yo involucra adaptacin: el individuo afecta a su propio medio al mismo
tiempo que es afectado por ste. Muchos cambios sociales importantes resultan del genio individual de
ciertas personas, pero la reaccin de yo puede tambin degradar el estado social (por ejemplo, el
populacho).
-Teoras individualista y social de la persona. Comparacin.- La teora social supone un proceso u orden
social como precondicin lgica y biolgica para la aparicin de la persona en los organismos individuales,
mientras que la teora individualista supone a las personas individuales como los presupuestos lgicos y
biolgicos del proceso social u orden dentro del cual interactan. Mead sostiene el primer punto de vista
o sea que para l, el proceso social presupone el espritu y en cierto sentido es producto de l.
Resumen de Mead G (1978) Espritu, persona y sociedad. Buenos Aires: Horm. Parte III.

Segn Jung.- Es la mscara que debe utilizar el sujeto en su vida cotidiana, con lo cual este no muestra
toda su personalidad, sino una parte, porque no controla esta totalidad. En cada situacin social, el
individuo usar diferentes mscaras: ser un nio con la madre, un alumno con el profesor, etc. La
persona sirve para cubrir la vida ntima del individuo frente a los dems, y al mismo tiempo permite al
individuo adaptarse al medio en los trminos que ms le conviene (la sociedad tiende a categorizar, y
elegir una persona es ubicarse en una categora).
Asumiendo distintas formas, la persona termina identificndose con el yo (que es una pequea parte de
la conciencia), constituyndose as un complejo del yo. Por yo Jung entiende un complejo de
representaciones que constituye el centro de mi zona conciente y que me parece de mxima continuidad
e identidad.
La persona es representada en los sueos y otras formaciones simblicas bajo diversas formas: un
anciano, un payaso, un vagabundo, etc. La persona representa siempre la actitud conciente, por lo que
est en el polo opuesto al inconciente, y todos los fines de la persona estarn contrapesados por fines
equivalentes en el inconciente: una persona buena sufrir fuertes presiones para ser mala o inmoral,
etc., a una persona muy cientfica el inconciente lo presionar para ser irracional, etc. (Progoff Ira, La
psicologa de Jung y su significacin social, Buenos Aires, Paids, 1967, pg. 109-112). Un extremo en

la persona ser equilibrado por un extremo en el inconciente: cuanto ms el sujeto extreme las cosas
concientemente, por ejemplo cuanto ms quiera mostrar algo, ms querr ocultar lo inconciente.
Ostrov Len, Clases ao 1978, Facultad de Psicologa, Universidad de Buenos Aires.

PERSONALIDAD
Definicin.- La suma total de todas las cualidades, rasgos y conductas que caracterizan a una persona y
por la cual, junto con sus atributos fsicos, la persona es percibida como un individuo.
Aiken L (2003) Tests psicolgicos y evaluacin. Mxico: Pearson. 11 edicin (pgina 458).

Generalidades.- En general, hoy se admite que la personalidad es producto de la herencia y del medio
ambiente. La herencia es el conjunto de rasgos que estn definidos desde antes del nacimiento,
particularmente en el cdigo gentico del individuo, mientras que el ambiente es el conjunto de
influencias que recibe el sujeto del medio que lo rodea. Como no existen dos personas que tengan el
mismo cdigo gentico ni hayan vivido las mismas experiencias en su ambiente, la personalidad es algo
nico e irrepetible.
La personalidad se moldea en los primeros aos de vida, y puede cambiarse hasta cierto punto si el
ambiente o la herencia pueden ser modificados. El cambio en la herencia no es an para bien o para
mal- una realidad, aunque tericamente existe la posibilidad de hacerlo en el ser humano alterando los
genes mediante ingeniera gentica.
Definicin.- Se entiende por personalidad aquella parte del funcionamiento personal que es resistente al
cambio, se encuentra consolidada y posee una generalidad y una coherencia de respuestas en distintos
tiempos y distintas situaciones.
Belloch A, Sandn B y Ramos F, "Manual de Psicopatologa", Volumen II, Madrid, McGraw-Hill, 1996, captulo 16.

Definicin.- Forma de ser de una persona debida a la peculiar configuracin de sus rasgos psicolgicos.
Es una estructura dinmica modelada por condiciones fisiolgicas y psico-socio-culturales.
Se manifiesta en la conducta, la que expresa la relacin entre demandas internas y situacionales,
constityendo un intento por adaptarse a condiciones internas y externas. Tiene tambin un aspecto
latente, que puede inferirse por los tests proyectivos a partir de lo manifiesto. Los motivos latentes
determinan gran parte de la conducta.
Celener Graciela, Fundamentos tericos para la inclusin de lminas en blanco (Ort-Tat), publicacin interna de la
Ctedra de Tcnicas psicodiagnsticas II de la Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires, 1996.

Segn Bleger.- a) La personalidad es el centro de estudio de la psicologa, porque es la unidad a la que


quedan referidas todas sus manifestaciones: conducta, motivacin, etc. b) La personalidad no es un todo
que resulta del agregado de cientos de conductas, sino que, inversamente, la estructura de la
personalidad es la que se manifiesta en cada uno de esos cientos de conductas. d) La personalidad de
caracteriza por ser una totalidad con una organizacin de relativa estabilidad, unidad e integracin.
Implica el nivel de integracin ms evolucionado y perfecto de todo lo existente, de manera tal que el
grado de complejidad alcanza en ella su punto mximo, no slo por la aparicin de caractersticas
peculiares y nicas, sino tambin porque se resumen o confluyen en ella todos los niveles y categoras
preexistentes en la evolucin. d) La personalidad es dinmica, cambiante, est sometida a fluctuaciones
entre evolucin y regresin y entre integracin y dispersin. Esta dinmica coexiste con la persistencia de
su continuidad. e) La personalidad no es homognea sino que se polariza o diferencia en partes que
guardan entre s todas las diversas relaciones posibles, incluida la de coexistir unitariamente dentro de un
solo sistema. f) La personalidad est dada por el conjunto organizado de la totalidad de conductas. g) La
personalidad se puede clasificar en funcin del predominio de las estructuras de conducta, y estudiando
la dinmica de la personalidad se encuentra que hay una cierta organizacin polar predominante. Por
ejemplo, organizaciones polares de la personalidad son la fbica (evitacin-invasin), histrica
(represin-demostracin), paranoide (confiado-desconfiado), obsesivo (controlado-desparramado), etc.
Bleger Jos, Psicologa de la conducta. Buenos Aires: Paids, pgs. 231-239.

Definicin.- Estructura dinmica que relaciona al organismo-persona (impulsos, "objetos" y defensas)


con un mundo circundante que determina relativamente sus conductas. As, los rasgos de carcter y el
temperamento estn dentro de la personalidad.
Condensado de Fernndez Moujn Octavio (1988) Abordaje terico y clnico del adolescente. Buenos Aires: Nueva
Visin.

Personalidad y carcter.- El repertorio de conductas privilegiadas sera la personalidad, y las pautas de


conducta ms habituales, persistentes y ms influidas por los cambios situacionales, el carcter. Lo que
vemos cambiar durante la adolescencia es el carcter. La personalidad slo orientar hacia donde se

puede dar el cambio. En la mediana adolescencia, los rasgos de carcter de la pubertad se constituyen en
el carcter, que ser la estructura de conducta, expresin de la funcin mediatizadora del Yo.
Condensado de Fernndez Moujn Octavio (1988) Abordaje terico y clnico del adolescente. Buenos Aires: Nueva
Visin.

Clasificacin de personalidades patolgicas.- Segn el predominio de los mecanismos de represin o


de disociacin, para Kernberg cabe distinguir:
a) Personalidades de nivel superior: personalidad histrica.
b) Personalidades de nivel medio: personalidad infantil.
c) Personalidades de nivel inferior: personalidad narcisista. Los desrdenes caracterolgicos de "nivel
inferior" constituyen la patologa ms severa, tpicamente representada por el carcter catico e
impulsivo, en contraposicin con los clsicos tipos de formacin reactiva y los ms moderados 'rasgos
evitativos'.
No son estructuras fronterizas las tpicas personalidades histricas, ni la mayora de las personalidades
obsesivo-compulsivas, depresivas y masoquistas mejor integradas. Pero s presentan una organizacin
fronteriza muchas personalidades infantiles, las narcisistas, las "como si" y las antisociales.
Kernberg Otto (1991) Desrdenes fronterizos y narcisismo patolgico. Buenos Aires: Paids.
Kernberg Otto (1989) Trastornos graves de la personalidad. Buenos Aires: Paids.

Esquema de la personalidad.- Trmino de Kretschmer (Alemn: Persnlichkeitsschema) que expresa el


esquema que tiene cada persona sobre su personalidad, en la misma forma como tiene un esquema
fsico. Este esquema se cambia durante la vida segn los procesos de madurez.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Teora de la personalidad de Rogers.- Rogers plante una teora del desarrollo de la personalidad y la
dinmica de la conducta, de la siguiente forma.
A. El nio tiene las siguientes caractersticas: 1) percibe su experiencia con su nica realidad. Tiene as
las posibilidades de tomar conciencia de lo que es la realidad para l: puede asumir totalmente su marco
de referencia interno; 2) tiende innatamente a actualizar sus potencialidades; 3) interacta con la
realidad para posibilitar esa actualizacin; 4) en dicha interaccin l se comporta como una gestalt o
totalidad organizada; 5) por un proceso de valoracin organsmica, acepta o rechaza las experiencias
positivas o negativas para su organismo en desarrollo; 6) busca experiencias que percibe como positivas
y rechaza las percibidas como negativas.
B. Desarrollo del yo: 1) el yo empieza a diferenciarse como experiencia del yo cuando una parte de su
experiencia se simboliza en la conciencia; 2) tras la interaccin organismo-medio, la conciencia de ser y
actuar como individuo aumenta y se organiza para formar el concepto de yo, el que pasa a integrar el
campo de la percepcin.
C. Necesidad de consideracin positiva: 1) surge a medida que se exterioriza la conciencia del yo, y es
universal. Es recproca, pues cuando el individuo satisface la necesidad del otro se da cuenta de la suya
propia; se forma as un complejo de consideracin.
D. Desarrollo de la necesidad de consideracin positiva de s mismo: 1) esta necesidad es independiente
de la consideracin de los dems; 2) es adquirida a partir de asociar experiencias del yo con la
satisfaccin o frustracin de la necesidad de consideracin positiva; 3) el sujeto hace la consideracin
positiva independientemente de los dems; se convierte en su propio criterio; 4) toda consideracin
positiva de los dems o de s mismo se comunica al complejo de consideracin del yo global.
E. Desarrollo de la valoracin condicional: 1) el individuo selecciona su propia consideracin a s mismo
porque tambin los dems seleccionan las experiencias de l mismo; 2) hay valoracin condicional
cuando una experiencia del yo es buscada o evitada al ser percibida como ms (o menos) digna de
consideracin de s mismo; 3) si hay consideracin positiva incondicional, sta coincide con la valoracin
organsmica. Esto equivale al funcionamiento ptimo del psiquismo, y es raro encontrarlo.
F. Desarrollo de la incongruencia yo-experiencia: 1) por la valoracin condicional, el sujeto percibe
selectivamente su experiencia; a) las experiencias acordes con su valoracin condicional son percibidas y
simbolizadas adecuadamente en la conciencia; b) las experiencias no acordes son distorsionadas o
negadas; 2) stas ltimas no se reconocen como experiencias del yo, o sea no se simbolizan
correctamente; 3) as, ante la primera percepcin selectiva hay un comienzo de incongruencia entre yo y
experiencia, o sea cierto grado de desadaptacin psicolgica.
G. Desarrollo de discrepancias en la conducta: 1) la incongruencia yo-experiencia lleva a una
incongruencia en la conducta: algunas conductas son coherentes con el concepto de yo y lo enriquecen y
actualizan. Son adecuadamente simbolizadas. Otras conductas no se reconocen o se perciben
distorsionadamente para que sean congruentes con el yo.
H. Experiencia de amenaza y proceso defensivo: 1) las experiencias no congruentes con el yo se subciben
como amenazantes; 2) si la experiencia amenazante es adecuadamente simbolizada se produce
angustia; 3) la defensa impide la aparicin de hechos perturbadores; defensa significa percepcin

selectiva (distorsin y/o negacin del acceso de la experiencia a la conciencia), lo que preserva la
congruencia; 4) la defensa lleva adems a la rigidez conceptual y a la discriminacin insuficiente.
I. Proceso de crisis y desorganizacin psquica: 1) si se acenta la incongruencia, la defensa empieza a
no servir; 2) la incongruencia se subcibe como angustia; 3) al fallar la defensa, la experiencia se
simboliza adecuadamente en la conciencia, lo que genera desorganizacin psquica; 4) en dicho estado
aparecen conductas extraas e inestables, sea que formen o no parte de la estructura del yo.
J. Proceso de reintegracin: En G y H, y ms raramente en I, ocurre la reintegracin, caracterizada por:
1) para que la defensa revierta su proceso, o sea para que la experiencia amenazante sea simbolizada en
la conciencia y asimilada a la estructura yoica, el sujeto debe valorar su experiencia en forma menos
condicional, aumentando el nivel de consideracin positiva de s mismo; 2) una forma de lograr esto es
comunicando al cliente una consideracin positiva incondicional, para lo cual se precisa un contexto de
comprensin emptica; 3) as, el sujeto es menos sensible a las experiencias amenazantes, aumenta su
congruencia como as tambin la consideracin positiva hacia s mismo y hacia los dems. Aumenta la
adaptacin psicolgica y la conducta empieza a ser regulada por el proceso de valoracin organsmica.
Rogers define operacionalmente algunos conceptos importantes como por ejemplo el yo (es como el
sujeto se describe tal como se ve en un momento dado), y la defensa (es la diferencia de los tiempos de
reaccin en la discriminacin entre palabras neutras y amenazantes, presentadas al sujeto mediante un
taquitoscopio).
Teora del funcionamiento ptimo de la personalidad.- La persona con funcionamiento ptimo est abierta
a la experiencia, no manifiesta conductas defensivas y por lo tanto todas sus experiencias son accesibles
a la conciencia. Sus percepciones son tan exactas como lo permiten sus experiencias; la estructura del yo
es congruente con la experiencia, y es una gestalt fluida que cambia con nuevas experiencias. El proceso
de valoracin es continuo y no est sujeto a condiciones externas. Tiene un sentimiento de consideracin
positiva incondicional hacia s mismo; es adaptable y creativo.
Desdoblamiento de la personalidad.- (Psicoanlisis) Fenmeno observado especialmente en los
histricos; hay dos estados concientes en el sujeto despierto, alternndose, sin tyener relacin o
comunicacin uno con el otro. Por divisin de la personalidad pueden existir diferentes estados concientes
denominndose este fenmeno personalidad mltiple (Al: Bewusstseinsspadtung; Fr.: ddoublement de
la personalit, o: condition seconde; I.: Spitting or dissociation of consciousness).
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Personalidad doble o mltiple.- Organizacin anormal de un individuo, debido a la cual se ponen de


manifiesto en l, simultneamente o en diferentes momentos, dos sistemas de personalidad diferentes.
Observada generalmente en los pacientes esquizofrnicos, consiste en imaginar que son otras personas o
que otras personas residen en ellos, llegando al desplazamiento completo de la personalidad real del
paciente. En otros perodos el paciente cambia muchas veces de identidad (Alemn: doppelte
persnlichkeit; Francs: Ddoublement de la personnalit; Ingls: Dual personality).
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Personalidad psicoptica.- Tipo de personalidad que, sin tener un dficit de desarrollo mental ni sufrir
una verdadera enfermedad psquica (sobrevenida en un momento dado, en franco contraste con su
anterior normalidad), vive en un inestable equilibrio intrapsquico, fcilmente perturbado cuando las
circunstancias ambientales se hacen desfavorables, engendrndose entonces alteraciones de la conducta.
La personalidad psicoptica segn la definicin del Departament of Mental Hygiene of New York State
est caracterizada por la inmadurez emocional o infantilismo psquico con marcada defeccin del juicio, y
falta de capacidad para aprender algo por propia experiencia.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Personalidad y estado de nimo.- La valoracin de la personalidad proporciona una descripcin de las


necesidades emocionales fundamentales de una persona y de los procesos cognitivos ms altos que
modulan los pensamientos, sentimientos, y comportamientos. La valoracin de la personalidad puede
permitir la prediccin de los cambios del estado anmico en el tiempo en un estudio longitudinal, tal como
se describe en estudios prospectivos anteriores por Paula Clayton y otros. Mtodo Un grupo de 631
adultos representativos de la poblacin en general complet el Temperament and Character Inventory
(TCI) y el Center for Epidemiological Studies depression scale (CES-D), al inicio del estudio y un ao
ms tarde.
Los ndices de TCI, al inicio del estudio, consideraron diferencias del gnero en niveles de depresin. Los
ndices de personalidad TCI estuvieron fuertemente estables (rango en r = .78 a .85 para cada una de las
siete dimensiones), mientras que el estado anmico estuvo solamente moderadamente estable (r= .62)
durante el seguimiento de doce meses. Los ndices de personalidad al inicio del estudio, (particularmente
alta evitacin al dao y baja auto-Direccin) explicaron el 44% de la variacin en el cambio de la
depresin. Los niveles iniciales y los cambios en la evitacin del dao y la auto-direccin explicaron el
52% de la variacin en el cambio de la depresin durante el seguimiento.

Los niveles observables de la personalidad predicen fuertemente los cambios del estado anmico. El
desarrollo de la personalidad puede reducir la vulnerabilidad a la depresin futura.
Cloninger R y otros, Puede la valoracin de la personalidad predecir futuras depresiones? Un seguimiento de doce
meses en 631 sujetos. J AFFECT DISORD. 2006 MAY; 92(1).

Personalidad y bienestar subjetivo.- El presente trabajo estudia la relacin existente entre las
dimensiones de personalidad (extraversin y neuroticismo) y bienestar subjetivo. El bienestar subjetivo
parece estar asociado tanto con la extraversin como con el neuroticismo, y el neuroticismo se considera
la dimensin ms importante. Un total de 368 estudiantes de la Universidad Rovira i Virgili
cumplimentaron los siguientes cuestionarios: las subescalas de Extraversin y Neuroticismo del
Cuestionario de Personalidad de Eysenck-Revisado (EPQ-R; Eysenck, Eysenck y Barrett, 1985), la Escala
de Satisfaccin en la Vida (SWLS; Diener, Emmons, Larsen, & Griffin, 1985), y la escala de Afecto
Positivo y Afecto Negativo (PANAS; Watson, Clark, & Tellegen, 1988). Los anlisis de regresin mltiple
mostraron que, dentro de las variables de personalidad, el neuroticismo era la variable con mayor valor
predictivo. Asimismo, el neuroticismo explicaba el 44% de la varianza de bienestar subjetivo, mientras
que la extraversin solamente explicaba el 8%.

Chico Librn E, Dimensiones de personalidad y bienestar subjetivo. FUENTE: THE SPANISH JOURNAL OF PSYCHOLOGY.
2006 MAY; 9(1)

Personalidad y resistencia y vulnerabilidad al trauma.- El objetivo del presente estudio consiste en


examinar el rol de diversas variables de personalidad (empata, comprensibilidad, reto y sentido del
humor) como moderadores de la relacin entre las demandas laborales (tarea traumtica y sobrecarga)
con el estrs traumtico secundario. 175 trabajadores de los servicios de emergencia de la Comunidad de
Madrid completaron el Cuestionario de Estrs Traumtico Secundario. Los resultados de los anlisis de
regresin mltiple jerrquica aportan evidencia del papel moderador de las variables de personalidad en
el proceso del estrs traumtico secundario. Finalmente, la discusin enfatiza la necesidad de centrar la
atencin en la interaccin entre los factores de personalidad y las demandas laborales y contextuales
para avanzar en la comprensin del proceso del trauma en trabajadores de emergencias.
Bernardo Moreno Jimnez; Mara Eugenia Morante Benadero; Raquel Rodrguez Carvajal; Alfredo Rodrguez Muoz.
Resistencia y vulnerabilidad ante el trauma: el efecto moderador de las variables de personalidad. PSICOTHEMA.
2008;20(1):124-130.

PERSUASIN
Definicin.- Intento deliberado de una persona o bando para influr en las actitudes o conductas de
otros, con el objeto de alcanzar algn fin preestablecido.
Vander Zanden James, Manual de Psicologa Social, Barcelona, Paids, 1986, pg. 623.

PESADILLA
Definicin.- Parasomnia que afecta al sueo REM y aparece, por lo tanto, en la segunda mitad de la
noche. Se produce una activacin vegetativa mucho menos intensa que en el terror nocturno y, si se
despierta a la persona que la sufre, muestra una reaccin leve de ansiedad-miedo. El recuerdo posterior
suele ser vvido, pudiendo el sujeto relatar con detalle el contenido del sueo angustioso. El fenmeno es
banal y frecuente, observndose en el 5 % de la poblacin, con mayor incidencia en la infancia. Los
accesos repetidos manifiestan una psicopatologa ansiosa o depresiva; tambin se han descrito como
caractersticas del trastorno por estrs postraumtico. En estos casos estara indicado su tratamiento,
para el que son eficaces los antidepresivos y los ansiolticos.
Farr Mart J (1999) Diccionario de psicologa. Barcelona: Ocano.

Pesadillas en hospitales.- Objetivo: Evaluar la frecuencia de pesadillas en pacientes sin antecedentes


psiquitricos internados en un hospital general comparada con pacientes que consultan
ambulatoriamente en el servicio de psiquiatra del mismo hospital. Se entrevistaron 50 pacientes
internados sin antecedentes psiquitricos previos (grupo I) y 100 pacientes psiquitricos ambulatorios
(grupo II). En el grupo I se interrog sobre la presencia de pesadillas durante la internacin y en el grupo
II durante los dos meses previos a la consulta.
Resultados: Pesadillas grupo I: 16%, grupo II: 31%. Pesadillas en grupo I: 25% de pacientes internados
en ciruga, 25% en terapia intensiva, 20% en oncologa y 6% en clnica mdica. Pesadillas en grupo II:
50% de pacientes con trastornos alimentarios, 35% trastornos depresivos, 29% con diagnstico de VIH,
29% con trastorno adaptativo, 26% evaluados para ciruga por obesidad y 20 % trastorno de ansiedad.
Conclusiones: Los pacientes con trastornos psiquitricos padecen pesadillas con mayor frecuencia que los
pacientes internados. Es importante su investigacin ya que si no se trata puede ocasionar malestar
significativo.
Garca de Amusquibar A y de Simone C, Evaluacin de pesadillas en un hospital general. ANALES DE PSIQUIATRA.
2006; 22(7).

PESO
Depresin y ansiedad en personas de bajo peso al nacer.- Poco se sabe sobre los perfiles a largo
plazo de la sintomatologa depresiva y ansiosa en el curso de la vida y sobre los determinantes del
desarrollo de diversas trayectorias. El objetivo de este estudio que publica la revista Bological Psychiatry
ha sido identificar una nueva tipologa de sntomas depresivos y de ansiedad en el curso de la vida y
examinar sus antecedentes de neurodesarrollo en una muestra epidemiolgica.
Ian Colman, de la Universidad de Alberta, y colegas de Gran Bretaa, estudiaron los antecedentes de
4.600 britnicos nacidos en 1946 que participaron en un estudio de 40 aos.
Se descubri que incluso personas con sntomas leves o moderados de depresin o ansiedad durante el
curso de su vida fueron bebs ms pequeos que aquellos con mejor salud mental. Esto sugiere una
relacin dosis-respuesta. Cuanto ms disminuye el peso al nacer, progresivamente, es ms probable que
un individuo sufra desrdenes anmicos ms adelante en la vida", agreg Colman.
Los investigadores simplemente observaron los antecedentes mdicos y no examinaron una posible
causa. Colman expres que es posible que cuando las madres estn estresadas, las hormonas del estrs
pasen al feto a travs de la placenta. Si esta teora es correcta, se encontrara que cuando ocurren
sucesos estresantes, las personas que fueron bebs ms pequeos seran ms propensas a deprimirse o
ponerse ansiosas.
"Uno de los hallazgos sorprendentes en nuestra investigacin fue que las personas con peor salud mental
a lo largo de sus vidas tambin haban llegado a momentos clave del desarrollo, como pararse o caminar
por primera vez, ms tarde que aquellos que tuvieron mejor salud mental", aadi.
Ms notablemente, el grupo que tuvo ausencia de sntomas registr los pesos al nacer ms elevados,
mientras que el grupo con sntomas severos repetidos tuvo el peso ms bajo al nacer. No todos los bebs
pequeos estn destinados a tener una mala salud mental, explicaron los investigadores, destacando que
en los registros de 1946 no se indicaba si un nio naci prematuramente.
"Nacer pequeo no es necesariamente un problema. Es un problema si uno naci pequeo por
condiciones adversas en el tero y en este estudio buscamos un bajo peso al nacer porque est
considerado como una seal de estrs en el tero", dijo Colman.
Las personas con bajo peso al nacer son ms propensas a padecer depresin y ansiedad a lo largo de su vida.
BIOLOGICAL PSYCHIATRY. 2007 DIC;62(11):1265-1271.

PLANIFICACIN
Generalidades.- La planificacin es un clculo que precede y preside la accin. Planificar es el intento
del hombre por crear su propio futuro y no ser arrastrado por los hechos. Es, por tanto, una herramienta
para conquistar grados crecientes de libertad.
La planificacin se realiza siempre en un medio resistente, no inerte o pasivo, donde existen fuerzas en
conflicto que segn algunos son algo indefinido, y segn otros son fuerzas sociales concretas.
Hay dos extremos: la planificacin formal o normativa, y la informal. Ninguna funciona bien, por lo que
debemos buscar una situacin intermedia en la planificacin situacional.
Matus critica la planificacin normativa que, como el lecho de Procusto (bandido que acomodaba sus
vctimas cortndolas segn el tamao del lecho) intenta acomodar la realidad a su modelo normativo.
Matus compara dos tipos de planificacin: la normativa o tradicional, y la estratgica o situacional. La
primera de ellas fue hecha para una planificacin econmica, por lo que su aplicacin a la salud es una
extrapolacin.
La planificacin normativa ajusta la teora a la realidad, lo que fracasa, porque encuentra resistencias y
obstculos. Es una planificacin tipo "libro", donde se imponen verticalmente sobre la sociedad una serie
de pautas preestablecidas e inmodificables, con lo cual algunas necesidades de la poblacin no sern
satisfechas. Por ejemplo, esta planificacin puede dar por sentado que la gente sabe leer cuando
repartan folletos sobre prevencin de alguna enfermedad.
La planificacin estratgica, llamada tambin situacional, es aquella que se adecua a las necesidades de
la poblacin, y por lo tanto puede ser modificada sobre la marcha. La planificacin estratgica va
acompaada por un pensamiento estratgico, es decir, ana lo tcnico-cientfico con lo poltico.
Esta planificacin tiene en cuenta dos factores: el conflicto y el poder. El primero no era considerado por
la planificacin normativa porque ella supona que no iba a encontrar resistencias en la poblacin. En
cuanto al poder, la planificacin estratgica lo toma en cuenta en la medida en que se relaciona con la
idea de que el desarrollo econmico ira acompaado de un desarrollo social.
La planificacin estratgica tiene cuatro momentos, y la planificacin normativa llega solo hasta el
segundo momento.
Los cuatro momentos de la planificacin situacional o estratgica comprende cuatro momentos (y no
etapas, pues tienen un orden cambiante segn cada situacin) son: explicativo, normativo, estratgico y
tctico-operacional. El momento explicativo identifica problemas y busca explicar las causas que lo
generan. En el momento normativo se plantea cmo debe ser la realidad. El momento estratgico estudia

la viabilidad del diseo normativo anterior. Aqu aparecern obstculos polticos, culturales,
organizativos, etc., y en este momento se estudia cmo sortearlos. El momento tctico-operacional tiene
cuatro etapas: a) Apreciacin de la situacin de coyuntura. b) Pre-evaluacin de las decisiones posibles.
c) Decisin y ejecucin. d) Post-evaluacin de las decisiones tomadas o apreciacin de la nueva situacin.
Matus, Planificacin, libertad y conflicto. Ficha de la Ctedra de Salud Pblica y Salud Mental de la Facultad de
Psicologa de la Universidad de Buenos Aires, 1996.

PODER
Generalidades.- El poder puro implica la habilidad para controlar a otros fsicamente a travs de la
manipulacin del premio o del castigo, o a travs de la manipulacin de la informacin. Implica que otros
no tengan otra alternativa porque no son lo suficientemente fuertes para tomar una determinacin o
porque no cuentan con los recursos necesarios para hacerlo. Es lo que los socilogos llaman autoridad no
legtima. La autoridad legtima, por otra parte, implica que los subordinados obedecen... voluntariamente
porque aceptan tambin ... el sistema por medio del cual se lleg a ese nivel de autoridad para dar
rdenes, es decir, le reconocen a la persona que tiene autoridad el derecho de mandar.
Schein E., Psicologa de las organizaciones.

POLICRATISMO
Definicin.- 1. Una supersticin que consiste en el temor de que las cosas le vayan demasiado bien a
uno, porque eso puede provocar un castigo de Dios proporcionalmente lamentable. 2. En Psicoanlisis
esta supersticin se manifest como proveniente de una conciencia enferma por fantasas personales
reprimidas. El origen del trmino es la historia del rey griego Polcrates.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

POLIGAMIA
Generalidades.- Forma de organizacin econmica, social y cultural que determina un uso de la
sexualidad, una relacin entre un hombre y varias mujeres (poliginia), o una mujer y varios hombres
(poliandria). Puede suponer una suma de monogamias, es decir, relaciones alternativas con diferentes
parejas, como ocurre entre los baules en Costa de Marfil. As suceda tambin entre los pobladores
prehispanos de la isla de Lanzarote. La poligamia no siempre implica heterosexualidad. El matrimonio
supone sancionar legalmente la relacin, con la posibilidad o no de ruptura futura.
Barragn Medero F, (1991), La educacin sexual. Gua terica y prctica. Barcelona: Paids, pg. 154.

PORTAVOZ
Segn Aulagnier.- El discurso materno cumple una funcin en la estructuracin de la psique del nio:
es 'portavoz' del infans (comenta, predice, festeja lo que l hace), y al mismo tiempo es portavoz de un
orden exterior, con sus leyes y exigencias.
Aulagnier Piera, La violencia de la interpretacin, p. 3.

POSICIN
Posicin segn M. Klein.- "Trmino utilizado por la teora kleiniana para describir ciertas
configuraciones de las relaciones con los objetos y de la distribucin de la libido, a travs de las cuales
pasa el individuo durante su desarrollo. Las dos posiciones que han sido establecidas en esta teora son la
esquizo-paranoide y la depresiva, pese a que se hacen referencias, tambin, a una posicin manaca. El
concepto tiene afinidades con el concepto clsico de 'etapa del desarrollo libidinal', pero difiere en el
sentido de que hace referencia a pautas de fantasa y de relaciones con los objetos antes que al apego a
un objeto en particular y a la zona ergena. Ambas posiciones ocurren en el primer ao de vida, durante
la etapa oral de la teora clsica".
Rycroft C, Diccionario de psicoanlisis, Buenos Aires, Paids, 1976, pg. 90.

Posicin esquizoparanoide segn M. Klein.- Para la teora kleiniana es la primera fase del desarrollo,
correspondiente a los cuatro primeros meses de vida. Se caracteriza por la relacin con objetos parciales,
el predominio de escisin en el Yo y en el objeto y la ansiedad paranoide. Se reactiva en el adulto
especialmente en los estados paranoico y esquizofrnico.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Posicin esquizoparanoide segn M. Klein.- "La primera fase del desarrollo. Se caracteriza por la
relacin con objetos parciales, el predominio de escisin en el yo y en el objeto, y la ansiedad paranoide".
Segal H, Introduccin a la obra de Melanie Klein, Buenos Aires, Paids, 1987, pg. 124.

Posicin esquizoparanoide segn M. Klein.- "Modalidad de las relaciones de objeto especfica de los
cuatro primeros meses de la existencia, pero que puede volver a encontrarse durante la infancia y, en el
adulto, especialmente en los estados paranoico y esquizofrnico.
Se caracteriza por los siguientes rasgos: las pulsiones agresivas coexisten desde un principio con las
pulsiones libidinales y son singularmente intensas; el objeto es parcial (principalmente el pecho materno)
y se halla escindido en dos: el objeto 'bueno' y el objeto 'malo'; los procesos psquicos que predominan
son la introyeccin y la proyeccin; la angustia, intensa, es de naturaleza persecutoria (destruccin por el
objeto 'malo')".
Laplanche J y Pontalis J, Diccionario de psicoanlisis, Barcelona, Labor, 1981, 3 ed, pg. 278.

Posicin esquizoparanoide segn M. Klein.- "Configuracin psquica postulada por Melanie Klein y
donde el individuo lucha con sus impulsos destructivos por medio de (a) la escisin, tanto de su yo como
de las representaciones de objetos en partes buenas y malas, y (b) una proyeccin de sus impulsos
destructivos sobre el objeto malo por el cual se siente perseguido. Segn Klein, la posicin esquizoparanoide constituye el primer intento del infante para dominar su instinto de muerte y precede a la
posicin depresiva. El fracaso ante el intento de abandonar la posicin esquizo-paranoide (esto es, de
alcanzar la posicin depresiva) es responsable" de muchos trastornos, entre ellos los obsesivos (pg. 90).
Se ha indicado que la traduccin del nombre de esta posicin es incorrecta, y que en realidad debera
designrsela como "posicin paranoide-esquizoide", ya que primero se constituyen objetos persecuatorios
(paranoide) y luego se monta la defensa contra ellos (escisin - esquizoide).
Posicin esquizoide.- Segn Rycroft (pg. 53), es un concepto de Fairbairn similar al concepto de posicin
esquizo-paranoide de M. Klein, con la diferencia que no utiliza la idea de instinto de muerte.
Rycroft C, Diccionario de psicoanlisis, Buenos Aires, Paids, 1976.

Posicin depresiva segn M. Klein.- "Comienza cuando el beb reconoce a su madre como objeto
total. Es una constelacin de relaciones objetales y ansiedades caracterizada por la experiencia del bebe
de atacar a una madre ambivalentemente amada y de perderla como objeto externo e interno. Esta
experiencia origina dolor, culpa y sentimientos de prdida".
Segal H, Introduccin a la obra de Melanie Klein, Buenos Aires, Paids, 1987, pg. 124.

Posicin depresiva segn M. Klein.- "Tipo de relaciones de objeto consecutivo a la posicin paranoide;
comienza alrededor del cuarto mes y se supera progresivamente en el curso del primer ao, an cuando
pueda encontrarse tambin en el curso de toda la infancia y reactivarse en el adulto, especialmente en el
duelo y en los estados depresivos.
Se caracteriza por los siguientes rasgos: el nio es, en lo sucesivo, capaz de aprehender a la madre como
objeto total; se atena la escisin entre objeto 'bueno' y 'malo', las pulsiones libidinales y hostiles tienden
a relacionarse con el mismo objeto; la angustia llamada depresiva se refiere al peligro fantaseado de
destruir y perder a la madre a consecuencia del sadismo del sujeto; esta angustia es combatida mediante
diversos modos de defensa (defensas manacas o defensas ms adecuadas: reparticin, inhibicin de la
agresividad) y se supera cuando el objeto amado es introyectado en forma estable y aseguradora".
Laplanche J y Pontalis J, Diccionario de psicoanlisis, Barcelona, Labor, 1981, 3 ed, pg. 276-277.

Posicin depresiva segn M. Klein.- "Posicin alcanzada en su esquema de cosas por el beb (o por el
paciente en anlisis) cuando advierte que tanto su amor como su odio estn dirigidos hacia el mismo
objeto -la madre-, tiene conciencia de su ambivalencia y se interesa por protegerla de su odio y para
llevar a cabo la reparacin por el dao que ha causado su odio. Como el sistema de Klein incluye el
instinto de muerte y hostilidad innata hacia la madre y la envidia de ella, se concibe que esta crisis
desempea un papel esencial en el desarrollo de cada beb, al margen de la cualidad de los cuidados
maternales, y su resultado, segn se sostiene, determina todo el desarrollo posterior. Se considera que
las personas saludables y neurticas han pasado por la posicin depresiva, que las personas con
problemas depresivos estn fijado en ella y que las personas con problemas esquizoides y paranoides no
han logrado alcanzarla" (pg. 90).
"La posicin depresiva desempea el mismo papel en la teora kleiniana que el complejo de Edipo en la
teora clsica" (pg. 73). Vase al respecto Neurosis.
Rycroft C, Diccionario de psicoanlisis, Buenos Aires, Paids, 1976.

Posicin depresiva segn M. Klein.- Para la teora kleiniana, posicin consecutiva a la esquizoparanoide que comienza alrededor de los cuatro meses de vida, cuando el beb reconoce a su madre
como objeto total. Es una constelacin de relaciones objetales y ansiedades caracterizada por la
experiencia del beb de atacar a una madre ambivalentemente amada y de perderla como objeto externo
e interno. Esta experiencia origina dolor, culpa y sentimiento de prdida. Puede reactivarse en el adulto,
especialmente en el duelo y los estados depresivos.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Posicin depresiva segn M. Klein.- Dije que el nio experimenta sentimientos depresivos que
llegan a su culminacin antes, durante y despus del destete. Este es un estado mental en el nio que
denomino posicin depresiva y sugiero que es una melancola en statu nascendi. El objeto del duelo es
el pecho de la madre y todo lo que el pecho y la leche han llegado a ser el la mente del nio: amor,
bondad y seguridad. El nio siente que ha perdido todo esto y que esta prdida es el resultado de su
incontrolable voracidad y de sus propias fantasas e impulsos destructivos contra el pecho de la madre.
Otros dolores en relacin con esta prdida inminente (en este momento de ambos padres) surge de la
situacin edifica que se instala tan tempranamente y que est tan ntimamente relacionada con las
frustraciones del pecho que en sus comienzos est dominada por impulsos y temores orales. El crculo
de los objetos amados que son atacados en la fantasa y cuya prdida por lo tanto se teme, se ampla
debido a la relacin ambivalente del nio con sus hermanos y hermanas. La agresin fantaseada contra
hermanos y hermanas a los que se ataca en el interior del cuerpo de la madre, hacen surgir
sentimientos de culpa y prdida. El dolor y la preocupacin por la prdida temida de los objetos
buenos, es decir, la posicin depresiva, es, segn mi experiencia, la fuente ms profunda de los
conflictos dolorosos en la situacin edpica as como en las relaciones de todo nio con su medio
ambiente general.
En el desarrollo normal estos sentimientos de dolor, afliccin y temores, se vencen mediante varios
mtodos.
Junto con la relacin del nio, primero con su madre y pronto con el padre y otras personas, se
produce el proceso de internalizacin que he subrayado tanto en mi obra. El nio, al incorporar a sus
padres, los siente como personas vivas dentro de su cuerpo, del modo concreto en que l experimenta
estas fantasas inconcientes. Ellas son, en su mente, objetos internos o internalizados, tal como lo
hemos denominado. As se edifica un mundo interno en la mente inconciente del nio, correspondiendo
a las experiencias reales y a las experiencias del mundo exterior, aunque alterado por sus propias
fantasas e impulsos. Si lo que rodea al nio es predominantemente un mundo de personas en paz unas
con otras y con su Yo, resulta de esto una integracin, una armona interior y un sentimiento de
seguridad (Klein, 1921: 348).
La diferencia fundamental, entre duelo normal, por una parte, y por la otra el duelo patolgico y los
estados manacos-depresivos, es la siguiente: los enfermos manacos-depresivos y los sujetos que
fracasan en el trabajo de duelo, aunque las defensas puedan diferir ampliamente unas de otras, tienen
en comn el no haber sido capaces, en su temprana infancia, de establecer objetos buenos internos y
de sentir seguridad en su mundo interno. Realmente, no vencieron nunca la posicin depresiva infantil.
En el duelo normal, sin embargo, la posicin depresiva temprana, que se ha revivido con la prdida del
objeto amado, se modifica una vez ms y se vence por mtodos similares a los que us el Yo en la
infancia. El individuo reinstala dentro de l sus objetos de amor perdidos reales y al mismo tiempo sus
primeros objetos amados, en ltima instancia, sus padres buenos, a quienes, cuando ocurri la prdida
real, sinti tambin en peligro de perderlos.
Cuando el sujeto en duelo reinstala dentro de s a los padres buenos y a las personas recientemente
perdidas y reconstruye su mundo interno, que estuvo desintegrado y en peligro, puede vencer su pena,
gana nueva seguridad y logra armona y paz verdaderas (Klein, 1921: 348).
Klein Melanie (1921) El duelo y su relacin con los estados manaco-depresivos. En Obras completas de Melanie Klein
(1921-1945). Tomo I. Amor, culpa y depresin. Buenos Aires: Paids, 1990.

Relacin madre-nio en la posicin depresiva.- La posicin esquizoparanoide da comienzo a de una


variante fundamental del desarrollo: el nacimiento. Rank destac por ejemplo la gran trascendencia
psquica de este acontecimiento biolgico y Freud concord y expres su preocupacin en este sentido.
La interrupcin del aflujo a travs del cordn umbilical en el acto de nacer esclarece los conceptos acerca
de la actuacin del instinto de muerte. Entonces ste se incrementa con gran intensidad al no ser
neutralizado cuando se interrumpe el aporte umbilical.
Este suministro umbilical constituye el amortiguador constante del instinto de muerte durante todo el
proceso prenatal. El nio est bien alimentado y se mantiene su homeostasis, de manera que no tiene
nada que que temer ni experimenta situaciones crticas de muerte.
Por lo tanto es importante la intensidad del cambio que experimenta el individuo con el nacimiento, que
modifica su estructura y economa y de donde resulta psicolgicamente el establecimiento de la posicin
esquizoparanoide como un incremento del instinto de muerte.
Los autores, basndose en observaciones clnicas, sealan que el principal proceso evolutivo ulterior, es
decir, el pasaje a la posicin depresiva, se inicia tambin con un acontecimiento condicionado por
modificaciones decisivas del organismo materno, que es la terminacin del puerperio.
Estos cambios se manifiestan a nivel biolgico por cambios definidos, ms evidentes en el campo
hormonal, y en el plano psicolgico por francas variaciones en la demanda instintiva y en el carcter de
las ansiedades.
Esto incide no slo en la reestructuracin de la organizacin parento-filial e inter-conyugal, sino
fundamentalmente en la evolucin psquica del nio. Como los autores indicarn ms adelante, la

relacin didica madre-hijo se transforma en la relacin tridica madre-padre-hijo a partir de los


referidos acontecimientos.
Los autores indican que este jaln en la en la observacin psicoanaltica, donde adquiere tambin una
significacin evidente que atribuyen a la declinacin del predominio de la posicin esquizoparanoide y a
los comienzos de la elaboracin depresiva.
A estos factores constantes marcados por condiciones biolgicas fijas, se agregan otros factores que
imponen las diversas variantes para el logro de la elaboracin depresiva; en primer lugar, un perodo
esquizoparanoide suficientemente satisfactorio que permita un pasaje adecuado a la elaboracin
depresiva ulterior, es decir, que no haya exigido una utilizacin exagerada de defensas manacas
interfiriendo en el proceso evolutivo.
Los acontecimientos y experiencias externas que vive el nio como significativos, que ocurren
estrictamente alrededor de la sexta semana de la vida posnatal con la terminacin del perodo puerperal,
estn constituidos por una crisis transitoria de la lactancia que se manifiesta por una discreta hipogalaxia
(dficit de suministro de leche) en la madre con las consiguientes repercusiones sobre el lactante, quien
experimenta hambre, insomnio, inquietud y un evidente incremento de la ansiedad y el llanto.
Este momento crtico se instala durante un corto perodo que habitualmente dura dos o tres das. Las
implicaciones psicolgicas que los autores han podido observar en el anlisis de los padres, demuestran
que los acontecimientos sucesivos que ocurren en ese momento interrumpen la relacin exclusiva madrehijo, que sufre una variante que introduce al padre real en la organizacin afectiva del nio y lo reinstala
genitalmente en la relacin con su mujer.
Al mismo tiempo que ocurre este dficit de suministro lcteo, expresin para los autores- del desvo
emocional de la madre, con su cotejo de sntomas en la madre y en el lactante, resurgen fantasas
genitales directas o encubiertas o bien formaciones defensivas contra las mismas, que suelen culminar
con la reiniciacin de las relaciones sexuales con el marido o compaero, habitualmente interrumpidas
durante el perodo final del embarazo, el parto y el puerperio. Los acontecimientos ocurren por lo tanto
estableciendo la instalacin de la organizacin triangular (o consolidndola) y deben ser comprendidos
con la participacin global y de cada uno de los componentes.
Los autores presentan varias vietas clnicas para ilustrar sus ideas. Algunas de ellas son las siguientes.
PRIMER CASO. Se trata de una seora que ya tena un hijo de dos aos, y que ahora tiene una nia que
naci con una lactancia sin problemas, una buena relacin emptica y un vnculo libre de las ansiedades
intensas que haba experimentado con su primer hijo. En aquel entonces ya estaba en tratamiento
analtico y al parto hasba seguido una profunda depresin con fantasas filicidas que le producan
sentimientos de culpa y desesperacin, analizados en terapia.
Con esta segunda hija tuvo un puerperio en buenas condiciones, aunque al da siguiente del parto la
seora tuvo un episodio de depresin aguda cuando not que tena poca leche ya desde la primera
mamada, comenzando a autorreprocharse por no poder alimentar adecuadamente a su hijo. Relacion el
hecho con su propa lactancia infeliz.
En la siguiente sesin la depresin haba cedido y haban desaparecido sus autorreproches y sentimientos
de culpa, habiendo recuperado la lactancia normal.
Conforme avazaba el tiempo, volvi a tener recurrentemente varios episodios de hipogalaxia con
depresin y culpa, hasta que finalmente pudo, con ayuda analtica, restablecer su relacin normal con su
hija y, tan importante como ello, animarse a cerrar la puerta de la habitacin de la nia y tener una
relacin sexual con su marido, librndose de la ansiedad y la depresin que yla haban aquejado
transitoriamente.
SEGUNDO CASO. Se trata de una seora divorciada y casada nuevamente, habiendo tenido un hijo de su
primer matrimonio, despus del cual tuvo un aborto espontneo que influy en su divorcio.
En su nuevo matrimonio tuvo una hija nacida de un parto complicado pero seguido de una buena
lactancia. La relacin con su nueva hija se vio sin embargo obstaculizada por el recuerdo de su aborto
espontneo y ciertas circunstancias difciles vividas con su primer hijo. As que entonces vivi con una
reparacin el hecho de mantener una excelente relacin con la nueva hija.
Al comienzo del segundo mes sin embargo concurri a sesin llorando porque senta que no alimentaba
bien a su hija por un dficit de leche. Durante los siguientes tres das crticos lleg a pensarse en la
posibilidad de consultar a una pediatra para que recomendara amantamiento con mamadera.
Por esos das, la paciente tuvo dos sueos cuyas interpretaciones contribuyeron a esclarecer los procesos
inconcientes que explicaban sus manifestaciones.
En el primer sueo alguien le recriminaba algo con respecto a las pocas botellas de leche, y ella
protestaba diciendo que es era un asunto suyo y que haba hecho dejar seis botellas que haba pagado.
En el segundo sueo deba cruzar un corredor con muchsimas dificultades, dndole trabajo atraversarlo.
Al fin sala y encontraba un cangrejo blanco lleno de pelos y pas, comparndolo con el que tena en
analista en su escritorio. Dijo que no era negro con ese sino blanco y que no le gustaba. Tambin dijo
que le molestaba mucho una luz muy fuerte al salir del corredor.

Las seis botellas las asoci con que la nia haba nacido seis meses despus de casada Las acusaciones
superyoicas por su embarazo anterior tenan relacin con que haba tenido relaciones sexuales antes de
terminar el puerperio, contrariando expresas indicaciones del obstetra.
La paciente, con respecto al segundo sueo, hizo una asociacin con el cangrejo y los genitales de su
madre y con los suyos propios. No le gustaba que fueran blancos en vez de negros como la genitalidad
adulta. Era blano por estar mezclado con la leche de su nia, o sea con la situacin oral que haba
mantenido en forma exclusiva con la hija desde el parto.
Las acusaciones superyoicas ahora se referan a que consideraba la situacin con una mezcla esprea
entre oralidad y genitalidad sin establecer entre ambas una suficiente disociacin o diferenciam, o sea
entre la hija y el marido.
La presin superyoia se vio acentuada por dos factores: no obedecer al pediatra que le indicaba el
empleo de la mamadera, y la prohibicin del obstetra de no tener relaiones sexuales antes despus del
da 40 a partir del parto.
De los todos casos examinados, los autores infieren que segn sea la estructura instintiva de la madre y
la distribucin de sus impulsos, que dependen del grado de maduracin que haya podido alcanzar, se
moldean el desarrollo instintivo del nio y el despertar de sus impulsos innatos, especialmente la mayor o
menor estimulacin prematura de sus tendencias genitales, que por su fusin no diferenciada con las
tendencias orales quedarn exagerada y definitivamente ligadas a la madre.
Por ello es tan importante que el resurgimiento genital pospuerperal de la madre se oriente hacia y se
satisfaga en el compaero sexual para no abrumar al nio como suceder irrevocablemente en su
defecto.
Se pueden resumir las ideas expuestas por los autores en este artculo en los siguientes puntos:
a) Alrededor del 40 da de vida, con la terminacin del puerperio, ocurren mutaciones importantes en la
relacin madre-hijo caracterizadas por un perodo normal y transitorio de hipogalaxia acompaado por
sentimientos depresivos agudos en la madre y en el nio, simultneamente con la reactivacin de
fantasas genitales de la mujer en relacin con el marido, que comnmente llegan a su primera
consumacin despus del parto.
b) Este episodio transitorio queda superado por lo general espontneamente en el curso de dos o tres
das; la madre recupera la capacidad de amamantar, y desaparecen las diversas manifestaciones de
ansiedad aguda expresadas por la madre y el nio durante ese corto perodo.
c) Los autores presentan resmenes de casos clnicos observados en la investigacin psicoanaltica de la
madre o del padre durante ese perodo y establecen una interpretacin relacionada con el pasaje de la
posicin esquizoparanoide a la posicin depresiva, con la incorporacin del padre real y el establecimiento
de la situacin triangular. Tambin plantean consideraciones para la comprensin de la genitalizacin
prematura.
Rascovsky Arnaldo y Matilde, Acontecimientos de la sexta semana de vida y el comienzo de la posicin depresiva.
Observaciones para la comprensin de la genitalizacin prematura (resumen).

POSPARTO
La ansiedad materna.- Se desconocen el curso temprano y los antecedentes de la ansiedad postparto.
Este estudio intent determinar el curso y los antecedentes de la ansiedad materna durante el primer
mes postparto y desarrollar un modelo para predecir la ansiedad al primer mes, utilizando la informacin
obtenible antes del alta hospitalaria perinatal.
296 madres fueron examinadas antes de darles el alta con las escalas de estado (SS) y rasgo (TS) del
Inventario de Ansiedad Estado Rasgo (STAI). Se evaluaron las caractersticas demogrficas a travs de
un cuestionario y revisin de estadsticas mdicas e historial psiquitrico, medidas de estrs perinatal y
factores resistentes, a travs de preguntas enfocadas e instrumentos formales.
A un mes postparto, se repitieron las evaluaciones de SS. Las puntuaciones en las SS fueron
significativamente ms altas al mes que inmediatamente despus del parto (35.30 0.68 versus 33.38
0.60, error promedio estndar, P=.004), pero nicamente el 58.6% de las madres con alta ansiedad
en el periodo pre-alta tenan una alta ansiedad al mes.
La ansiedad de un mes correlacion con las puntuaciones SS pre-alta y TS, y con un historial de
problemas psiquitricos incluyendo estado de nimo depresivo, eventos de vida sociales mdicos y
negativos, una falta de planificacin del embarazo y de asistencia a clases prenatales, el estrs percibido
periparto y la duracin de la estancia hospitalaria postparto.
Se observaron correlaciones inversas con la educacin, ingresos del hogar y factores de capacidad de
recuperacin. En el modelo multivariante, la ansiedad rasgo, la educacin, el historial de 2 aos de
depresin y la percepcin de estrs periparto explicaron el 50% de la variacin en las puntuaciones SS en
el primer mes.
La ansiedad maternal aumenta durante el primer mes postparto. Las mujeres con un alto rasgo de
ansiedad, nivel de educacin bajo, un historial de estado anmico depresivo y una percepcin de alto
estrs periparto, estn en alto riesgo de experimentar ansiedad en este periodo.

John R. Britton. La ansiedad materna: Curso y antecedentes durante el perodo postparto temprano. DEPRESSION
AND ANXIETY. 2008 SEP; 25(9):793-800.

PRAXIA
Definicin.- A diferencia del animal, las acciones humanas pueden surgir sin una base biolgica
incondicionada: pueden surgir de propsitos basados en motivaciones. Las praxias o movimientos
proposicionales son un ejemplo de este tipo de acciones, exclusivamente humanas. Las praxias se
definen como sistemas de movimientos coordinados en funcin de un resultado, y son secuenciales,
complejos, no instintivos, aprendidos e intencionales. Su alteracin se llama apraxia.
Condensado de Politis D, Alteraciones del movimiento proposicional (Apraxia). Artculo incluido en Ferreres A (1999),
Introduccin a la neuropsicologa.

Definicin.- Sistema de movimientos coordinados en funcin de un resultado o de una intencin (Tallis


Jaime y Soprano Ana Mara, "Neuropediatra. Neuropsicologa y Aprendizaje", Nueva Visin, Bs. As.,
1991, p. 198). A esta definicin adscribe tambin Piaget.
Tamaroff L. y Allegri R., "Introduccin a la neuropsicologa clnica", Ed. Libros de la Cuadriga, Bs. As., 1995, p. 92.

Definicin.- Praxis (prctica) es el proceso neurolgico que nos permite organizar planear y ejecutar,
de una forma eficiente, habilidades de todos los tipos. Algunos componentes de la praxis ocurren
involuntariamente, automticamente o inconscientemente, mientras otros requieren que haya que
pensar. Los diferentes componentes de la praxis requieren una informacin precisa proveniente del
cuerpo, particularmente de los sistemas tctiles, propioceptivos y vestibulares vestibular es lo
relacionado con una de las cavidades comprendidas en el laberinto del odo), adems de los sistemas
auditivos y visuales que completan, refinan y producen continuamente el proceso de la praxis.
Ramos F (1994), El Sndrome X Frgil, material educativo de la Fundacin Nacional del X Frgil de Estados Unidos.
Traduccin al espaol de material publicado bajo los auspicios de The National Fragile X Foundation en USA. Instituto
de Migraciones y Servicios Sociales. Nmero 53 de la Coleccin Rehabilitacin.

Definicin.- Entendemos por praxias un sistema de movimientos coordinados en funcin de un


resultado o de una intencin (pg. 198).
Tallis J y Soprano M (1991), Neuropediatra. Neuropsicologa y aprendizaje. Buenos Aires: Nueva Visin.

PRECOCIDAD
Definicin.- Manifestacin temprana de un rasgo en determinada rea. Por ejemplo, existen nios
precoces para hablar y para caminar pues lo hacen antes de la edad. Tambin estn quienes exhiben una
memoria excepcional en los primeros aos de vida. Ello no implica que haya relacin entre precocidad e
inteligencia.
Lorenzo Garca R, Acerca de la problemtica del talento, en Revista del Instituto de Investigaciones de la Facultad de
Psicologa, Universidad de Buenos Aires, Ao 5, 2000, pg. 45.

PREJUICIO
Definicin.- Categora de pensamientos y/o creencias que no han sido adecuadamente procesadas a
partir de conocimientos cientficamente comprobables. Los prejuicios se estructuran a partir de
situaciones subjetivas basadas en expectativas, deseos y/o temores individuales que no siempre han sido
procesados correctamente desde un punto de vista conciente. Esto hace que muchas veces adquiera un
carcter iracional con bastantes puntos de contacto con los delirios, entre los que sobresale lo que Freud
llamaba el ncleo de verdad histrico de los mismos. Una vez que este prejuicio ha sido construido
adquiere fuerza propia y acta sobre los individuos determinando su forma de pensar y las conductas que
a partir de all se implementan.
Salvarezza Leopoldo (comp) (1998) La vejez: una mirada gerontolgica actual, Paids, Buenos Aires, pg. 28.

Prejuicio tnico.- El prejuicio tnico es una antipata que se apoya en una generalizacin imperfecta e
inflexible. Puede sentirse o expresarse. Puede estar dirigido hacia un grupo en general, o hacia un
individuo por el hecho de ser miembro del grupo. El efecto final del prejuicio as definido, es colocar al
objeto del prejuicio en una situacin de desventaja no merecida por su propia conducta (pg. 24).
Allport G W. (1962) La Naturaleza del Prejuicio. Buenos Aires: Eudeba.

PREOBJETO
Definicin.- El signo-Gestalt no es an el objeto libidinal. "Lo que el infante reconoce en esa gestalt
signo, no son las cualidades esenciales del objeto libidinal, ni los atributos propios del objeto que atiende
a las necesidades del infante, que lo protege y satisface. Lo que reconoce durante la etapa preobjetal son

atributos secundarios, externos y no esenciales: reconoce un semblante cualquiera con ciertas


caractersticas, y no el rostro individual especfico de tal o cual persona.
Spitz Ren, El primer ao de vida del nio, Mxico, Fondo de Cultura Econmica, 1979, pg. 78.

PREOCUPACIN
Preocupacin maternal primaria.- Winnicott ha descrito un estado especial de la madre, normal y
caracterstico que se extiende desde la etapa final del embarazo hasta algunas semanas o meses despus
del parto, y que dicho autor ha denominado preocupacin maternal primaria. En ese estado, las madres
adquieren una capacidad especial para ponerse en el lugar del beb, para casi perderse en una
identificacin con el beb, de manera que saben (al menos en forma genrica) lo que el beb necesita en
un momento determinado. Al mismo tiempo siguen siendo ellas mismas, y son concientes de su
necesidad de proteccin mientras se encuentran en un estado que las hace invulnerables. Asumen la
vulnerabilidad del beb (Winnicott D, 1998:124).
Winnicott D (1998) Los bebs y sus madres. Barcelona: Paids.

Preocupacin por el otro, segn Winnicott.- La preocupacin se refiere al hecho de que el individuo
cuida o le importa el otro, siente y acepta la responsabilidad de cuidarlo y preocuparse por l. Es la base
de la familia, porque la pareja asume la responsabilidad de tener un hijo y cuidarlo.
La preocupacin por el otro es un aspecto importante de la vida social, y tiene ms que ver con la idea
de responsabilidad que con la idea de culpa, o sea con el sentido positivo de preocupacin, que con el
sentido negativo.
El origen de la capacidad de preocuparse suele describirse en trminos de la relacin madre - beb,
cuando ste percibe a la madre como una persona completa. Su desarrollo depende de que la madre sea
lo suficientemente buena, o sea que la madre desarrolle una preocupacin por el nio, tanto en lo
referente al cuidado corporal como al atender a sus procesos de crecimiento interior.
Al mismo tiempo el nio ha adquirido la capacidad de combinar sus impulsos erticos y agresivos hacia la
madre: es decir, la concibe como un objeto total, bueno y malo al mismo tiempo. Este adelanto implica
un yo que empieza a independizarse de la madre como yo auxiliar. Ya puede decirse que el beb tiene un
interior y, por tanto, un exterior.
Winnicott seala aqu que el beb inmaduro tiene dos madres: la madre objeto y la madre ambiente. En
el primer caso es la madre vista como un objeto parcial que puede satisfacer las necesidades urgentes
del beb, mientras que la madre ambiente es la madre vista como persona total que lo resguarda de lo
imprevisible y le suministra un cuidado activo, en cuanto a manipulacin y manejo general del nio.
El nio usa de diferente manera a su madre objeto y a su madre ambiental. Esta ltima recibe afecto,
mientras que la madre objeto es simplemente una cosa que satisface sus instintos. La relacin con la
madre ambiental es ms tranquila, e indispensable para su crecimiento emocional. La madre objeto sirve
para satisfacer sus instintos: las mociones del ello quieren apoderarse de ella y destruirla. Aparece un
sentimiento de ambivalencia y de angustia porque siente que si ataca a la madre objeto perder a la
madre ambiental que lo cuida.
Llega as un momento en que el nio adquiere la capacidad de preocuparse por la madre ambiental, de
cuidarla para no destruirla con su voracidad instintiva. El beb debe adquirir as la capacidad de
preocuparse, de asumir la responsabilidad por sus impulsos instintivos. Este proceso suministra uno de
los elementos constructivos fundamentales del juego y el trabajo.
Si la madre objeto no sobrevive, o si la madre ambiental no suministra al nio una oportunidad de
reparacin confiable, el beb perder la capacidad de preocuparse y la reemplazar por angustias y
defensas ms primitivas, tales como la escisin y la desintegracin.
Cazau P (1996), Vocabulario de Psicologa. Buenos Aires: Redpsicologa.

Preocupacin y creencias.- En las dos ltimas dcadas, el fenmeno de la preocupacin ha vuelto a


convertirse en un tpico de investigacin. Algunos modelos tericos proponen el papel de ciertas
creencias en el inicio y el mantenimiento del proceso de la preocupacin. Por ejemplo, la consideracin
"positiva" de la preocupacin (como la de que la preocupacin es til en algn sentido), podra propiciar
el inicio del fenmeno, mientras que la consideracin "negativa" (como la de que la preocupacin es
perjudicial e incontrolable) podra contribuir a su mantenimiento. Un adecuado anlisis de esta propuesta
requiere un instrumento de medida con mnimas garantas psicomtricas. Aunque han aparecido algunos
en los ltimos aos, son evidentes sus limitaciones. Entre ellas: 1) la redaccin incorrecta de tems, 2) la
utilizacin de un nmero insuficiente de tems y sujetos en la construccin y el anlisis, y 3) la proporcin
asimtrica entre el nmero de tems que miden consideracin positiva y los que miden consideracin
negativa". El objetivo de este estudio consiste en construir un instrumento que unifique los criterios de
las escalas precedentes, que tenga una estructura lgica bidimensional, que no tenga defectos en la
redaccin de sus tems, y que mejore, en lo posible, las propiedades psicomtricas de sus antecesores.
Jose Mara Prados, Desarrollo de una nueva escala de creencias sobre las consecuencias de la preocupacin. ANALES
DE PSICOLOGA. 2007 DIC;23(2).

PREVENCIN
Generalidades.- El fin de la prevencin, (pgina 210), es disminuir el debut (incidencia), la duracin
(prevalencia) y las secuelas de los trastornos mentales. La prevencin de las enfermedades mentales se
basa en los principios de la salud pblica y puede ser de carcter primario, secundario o terciario (pgina
210).
Kaplan H, Sadock B y Grebb J (1997) Sinopsis de psiquiatra. Buenos Aires: Editorial Mdica Panamericana. 7 edicin.

Niveles de prevencin.- a) Prevencin primaria: est dirigida al individuo sano o aparentemente sano.
Sus objetivos particulares son la promocin de la salud y la prevencin de enfermedades; b) Prevencin
secundaria: tiene como objetivos evitar que las enfermedades progresen y limitar la invalidez. c)
Prevencin terciaria: corresponde a la rehabilitacin, tanto en lo fsico como en lo mental y en lo social
mediante la terapia fsica, la ocupacional y la psicolgica.
Ramrez Elizalde J, Cano Garrido M, Escamilla Salas D y Gonzlez Ramrez E (2006) Epidemiologa, salud pblica y
medicina preventiva.

Medicina Preventiva.- Es parte de la salud pblica por lo que comparte sus propsitos de promover y
conservar la salud y prevenir enfermedades.
Ramrez Elizalde J, Cano Garrido M, Escamilla Salas D y Gonzlez Ramrez E (2006) Epidemiologa, salud pblica y
medicina preventiva.

Percepcin de la prevencin primaria.- Objetivos. Conocer las opiniones de los profesionales de


atencin primaria sobre las actividades preventivas en la prctica clnica, as como los obstculos
percibidos por los profesionales para realizarlas y las posibles formas de superarlos.
Participantes. En total participaron 129 profesionales, entre los que se incluan mdicos de atencin
primaria, profesionales de enfermera, tcnicos y responsables de gestin de servicios de atencin
primaria, y profesionales de salud pblica.
Diseo. Cuestionario Delphi enviado por correo electrnico.
Emplazamiento. Atencin primaria en Catalua.
Mediciones y resultados principales. Se realizaron dos rondas en las que se obtuvieron tasas de respuesta
del 48,9 y el 67,4%, respectivamente. Tras la segunda ronda se obtuvo una convergencia superior al
40% en todas las preguntas. Los principales problemas para la prevencin en la prctica fueron la falta
de tiempo, la falta de formacin y las propias actitudes de los profesionales hacia la prevencin. Para
mejorar la implementacin de la prevencin en la prctica, los profesionales sealaron la formacin en
habilidades de comunicacin, metodologa del consejo y la utilizacin de guas de prctica clnica.
Conclusiones. Los profesionales apuntan algunas necesidades especficas en la formacin que pueden
contribuir a mejorar la integracin de las actividades preventivas. Por otro lado, se detecta la necesidad
de mejorar las actitudes de los propios profesionales hacia la prevencin.
Manel Nebot, Carmen Cabezas, Fernando Marqus, Jos L Bimbela, Teresa Robledo, Xus Megido, Jos A Prados, Elena
Muoz, Prioridades en promocin de la salud segn los profesionales de atencin primaria: un estudio Delphi.
ATENCIN PRIMARIA. 2007 JUN; 39(6).

Prevencin primaria.- "Es un concepto comunitario; implica la disminucin de la proporcin de casos


nuevos de trastornos mentales en una poblacin durante un periodo dado, contrarrestando las
circunstancias perniciosas antes de que tengan ocasiones de producir la enfermedad".
Kaplan G., "Principios de psiquiatra preventiva, Buenos Aires, Paids, 1985, p. 43.

PROBLEMA
Generalidades.- Muchos autores coinciden en que un problema implica dos cosas: un objetivo para
alcanzar, y un desconocimiento de cmo alcanzarlo.
Como hay muchos tipos de problemas que entran en la anterior definicin, se propusieron diferentes
criterios para clasificar problemas:
1) Segn su grado de definicin: pueden ser bien definidos o mal definidos. Bien definidos son el
problema de las 4 tarjetas y los problemas lgicos, pues tienen indicaciones claras para resolverlo. Los
mal definidos no tienen indicaciones claras, y se los relacion ms con la creatividad. Por ejemplo como
mejorar la calidad de vida, como hacer la mejor pelcula del siglo, etctera. La mayora de lo estudios
experimentales se realizaron con problemas bien definidos.
2) Problemas con uno o ms soluciones: en general, los problemas bien definidos tienen una sola
solucin, salvo los anagramas. Problemas con varias soluciones pueden ser en qu diferentes formas
puede usarse un martillo.
3) Seleccin o produccin de soluciones: elegir soluciones dadas de antemano, o generar soluciones
propias.

4) Segn su presentacin: en forma verbal, abstracta o numrica, o bien en forma de materiales


concretos, como el problema de la torre de Hanoi (pasar discos de un palo a otro). En este caso puede
visualizarse bien el procedimiento para resolver el problema.
5) Soluciones nuevas o antiguas: La solucin reproductiva implica recordar cosas ya aprendidas. Las
soluciones productivas implican creatividad.
6) Segn su estructura: Los hay con estructura lgica (problemas de Rimoldi, etctera) y sin estructura
lgica (problemas creativos, mal definidos, etctera). Otra clasificacin es la de Greeno, quien distingue
problemas de transformacin, de induccin de estructuras, y de ordenacin.
En los problemas de transformacin se presenta una situacin inicial, una meta y operaciones posibles
para alcanzarla (ejemplos: torre de Hanoi, problema del bote y el ro, etctera).
En los problemas de induccin de estructuras, el sujeto debe descubrir analogas estructurales en
contenidos distintos. Hay dos tipos: los de analogas verbales ("beber es a agua como comer es a..."), y
los de induccin de estructuras complejas (estn en De Vega).
Los problemas de ordenacin son por ejemplo los criptoaritmticos, donde se debe sustituir letras por
nmeros. El sujeto recibe informacin y deber reordenarla. Son los problemas de reorganizacin
perceptual, estudiados por la Gestalt (ejemplos en pginas 95-96 del original).
Dentro de este sexto criterio de clasificacin, pueden incluirse los problemas con certidumbre y con
incertidumbre, vistos en captulos anteriores.
Condensado de Gonzlez G (1987) Temas de Psicologa Cognitiva (II. Pensamiento. Captulo 5). Buenos Aires: Tekn.

PROCESO SECUNDARIO
Generalidades.- El proceso secundario implica una reorganizacin de catexias, reorganizacin que
implica la entrada en escena psquica de los enunciados identificatorios propios del enunciado lingstico
que nombra el afecto: el signo lingstico identificar al afecto con lo que el discurso cultural define como
tal: amar remite a lo que el trmino amor designa y a una imagen del amante, de quien el discurso se
convierte en el nico referente posible. Lo cual conduce al sujeto a aceptar, como pruebas de la verdad
del enunciado, las que instaura el discurso cultural: amar a su madre es ser bueno, obediente, fuerte,
bello, o lo que sea segn cada cultura.
Aulagnier P, La violencia de la interpretacin, pg. 145.

PRODIGIO
Definicin.- Los nios prodigio son aquellos que realizan actividades fuera de lo comn para su edad
con la perfeccin de un adulto; por ejemplo Mozart y Capablanca.
Lorenzo Garca R, Acerca de la problemtica del talento, en Revista del Instituto de Investigaciones de la Facultad de
Psicologa, Universidad de Buenos Aires, Ao 5, 2000, pg. 45.

PROFECA AUTOCUMPLIDORA
Definicin.- Tendencia a que las expectativas y actitudes de una persona concerniente a
acontecimientos o resultados futuros afecten su ocurrencia; la tendencia de los nios a comportarse de la
manera que sus padres o maestros esperan que lo hagan.
Aiken L (2003) Tests psicolgicos y evaluacin. Mxico: Pearson. 11 edicin (pgina 458).

Definicin.- O profeca que genera su cumplimiento. Falsa definicin de una situacin, que provoca en
los individuos conductas que tienden a que esa situacin se materialice.
Vander Zanden James, Manual de Psicologa Social, Barcelona, Paids, 1986, pg. 624.

Generalidades.- Una profeca que se autocumple es una suposicin o prediccin que, por la sola razn
de haberse hecho, convierte en realidad el suceso supuesto, esperado o profetizado, confirmando de esa
manera su propia exactitud. Ejemplo: si alguien supone que lo desprecian, se comportar para que lo
desprecien.
Tradicionalmente tenamos la causalidad lineal (A causa B), pero estas profecas que se autocumplen nos
dicen que en realidad B tambin causa A, o sea, un hecho todava no producido (futuro) determin
efectos en el presente, efectos que a su vez hicieron que cobrara realidad el hecho pronosticado. Aqu el
futuro y no el pasado- determin el presente. Ejemplo: me despreciarn (supuesto suceso futuro), por
lo tanto, ahora me porto como si me despreciaran (presente).
Yo puedo predecir que me resfriar porque ahora estoy estornudando, pero esto no es profeca
autocumplidora porque tomar las medidas para no resfriarme. A partir de esto que sostiene Watzlawick,
podemos pensar que profeca autocumplidora sera en este caso desabrigarse, etc. En el primer caso,
puedo comprobar despus si resfriarme es verdadero o falso, pero en el segundo estoy de entrada
creando las condiciones (inventando una realidad nueva) para que ello ocurra.

Esta inversin de causa y efecto se ve en los conflictos interpersonales, y ms concretamente en la


llamada puntuacin de la secuencia de hechos: el marido se retrae porque la mujer lo regaa, y la mujer
lo regaa porque este se retrae (A influye sobre B y B sobre A). O sea lo que para la mujer es causa (el
retraimiento es causa que ella lo regae), para el marido en cambio es el efecto (su retraimiento es un
efecto de que ella lo regae). Ambos crean dos realidades contradictorias y engendran dos profecas que
se autocumplen: los dos modos de conducta que subjetivamente se consideran como reaccin a la
conducta del otro, provocan precisamente esta conducta en el otro y justifican por eso la conducta
propia.
Estas profecas pueden usarse a veces en forma deliberada, lo que puede ser peligroso.
La experiencias cotidiana nos ensea que slo muy pocas profecas se autocumplen: slo se autocumplen
cuando se cree en ellas, cuando hay conviccin de que el suceso ocurrir.
Otro ejemplo: en una escuela, al fin del curso algunos alumnos demostraron mayor inteligencia que otros
segn los tests, precisamente aquellos alumnos que a principio de ao, tomados al azar, se les dijo a los
maestros que tenan aptitudes extraordinarias. Nuestros pensamientos y esperanzas engendran ellos
mismos esas realidades. Lo mismo pasa cuando creemos que tal persona es enferma y la hemos
etiquetado de loca: aunque no lo sea terminar comportndose como tal. Tambin se vio que la tasa de
mortalidad es ms elevada en aquellos pacientes con cncer que se preparaban para morir con espritu
sereno y maduro. Profecas autocumplidoras vemos tambin en los ejercicios de imaginacin positiva del
tipo quiero curarme o me siento mejor.
Hay tambin autocumplimientos negativos: un prisionero tuvo un sueo donde le decan que el 30 de
marzo lo liberaran. En la realidad, al llegar ese da esto no se cumpli, con lo que muri de tristeza. De
alguna forma se haba liberado: el autocumplimiento negativo es una profeca que se cumple. no
cumplindose.
Watzlawick, en suma, sostiene un constructivismo segn el cual cada uno de nosotros construye una
realidad, y si tomamos conciencia que tal realidad es construda, inventada, seremos ms tolerantes con
nosotros y los dems que tambin inventan sus realidades. El constructivismo viene a mostrar que objeto
y sujeto no son cosas separadas.
Watzlawick Paul, Profecas que se autocumplen.

PROGRAMACIN NEUROLINGUISTICA
Generalidades.- La Programacin Neurolingustica (PNL) es una ciencia nueva (a la que algunos
consideran como un arte) y que comenz hace poco ms de 20 aos en California, EEUU, cuando Gregory
Bateson se propuso estudiar la comunicacin entre las personas basndose en las relaciones que
establecen. Otros dos investigadores de su equipo, Richard Bandler y John Guinder se propusieron
hacerlo con base en sus aspectos internos, lo que no se haba hecho hasta entonces. A partir de estos
trabajos se cre la PNL, que en la actualidad tiene usos muy extendidos en educacin, leyes, ayuda,
psicoterapia y negocios
La PNL es un trabajo teraputico que estudia como los individuos se comunican consigo mismos, de tal
manera, que originan estados de ptima disponibilidad de sus recursos y por lo tanto crean el mayor
nmero posible de opciones de comportamiento: es un marco de referencia sistemtico para dirigir el
propio cerebro y lograr resultados deseables .
La PNL cuenta con diferentes estrategias de intervencin como lo son el Metamodelo, las Metforas, el
Anclaje de recursos, el Cambio de historia personal, la Cura de fobias, Definicin de objetivos, el
Reencuadre del contexto, Como s, el Crculo de excelencia y las Submodalidades. En estas ltimas, se
establece que las personas aprendemos por diferentes canales perceptuales.
Prez
Jimnez
J,
Programacin
http://www.aldeaeducativa.com

neurolingustica

sus

estilos

de

aprendizaje,

disponible

en

PROSODIA
En la esquizofrenia.- En el estudio participaron 15 pacientes con sntomas positivos prominentes de
esquizofrenia y 15 controles sanos realizaron tareas verbales prosdicas y ejercicios de discriminacin
musical pura, con cambios en los parmetros de tono y sincronizacin. El desempeo de los pacientes fue
similar en comparacin con los del grupo control en la discriminacin de los cambios de tono terminales,
pero significativamente ms pobre en la discriminacin de tonos internos ms difciles. El ltimo dficit
estuvo correlacionado positivamente con la severidad de sus sntomas positivos. Los resultados sugieren
que los pacientes con esquizofrenia tienen un dficit en el procesamiento de aspectos fundamentales de
prosodia, la cual esta asociada con la presencia de sntomas positivos.
K. Matsumoto K y otros, Discriminacin prosdica en pacientes con esquizofrenia. BRITISH JOURNAL OF PSYCHIATRY.
2006 AGO; 189.

PROSTITUCIN

Prostitucin segn Adler.- La sociedad al mismo tiempo condena y fomenta esta institucin. En torno
a ella encontramos tres tipos de personas: el cliente, el mantenedor y la prostituta. El cliente tiene
temperamento violento y un tirnico afn de superioridad; intolerancia para insertarse en la sociedad.
Ocurre tambin que un reforzado sentimiento de inferioridad lleva al sujeto a procurarse una satisfaccin
fcil y rpida. El mantenedor tiene una concepcin de la mujer como medio y una tendencia a satisfacer
se afn de superioridad sin esfuerzo. Respecto de la prostituta no es necesariamente la pobreza lo que la
lleva por ese camino. Usan la prostitucin como una estratagema para obtener de modo fcil el
sentimiento de una propia elevacin de la personalidad; tambin como una rebelin contra las exigencias
sociales y como va de escape de otras metas difciles de alcanzar.
Resumen de Adler Alfred (1967) Prctica y teora de la psicologa del individuo. Buenos Aires: Paids. 4 edicin.
Captulo 24.

PRTESIS
Generalidades.- La funcin de prtesis de la psique materna permite que la psique infantil encuentre
una realidad ya modelada por esa actividad psquica materna y que, gracias a ello, sea representable. O
sea: a) la madre ofrece un material psquico que es estructurante slo por haber sido ya remodelado por
su propia psique, lo que implica que ofrece un material que fue por ella reprimido; b) el infans recibe
este alimento psquico y lo reconstruye tal como era en su forma arcaica para aquellas que, en su
momento, lo haba recibido del Otro. Para cumplir esta funcin de prtesis, la madre debe reunir algunas
caractersticas: que haya reprimido su sexualidad, que ame al nio, etc.
Aulagnier P, La violencia de la interpretacin, pg. 116.

PROTESTA VIRIL
Hermafroditismo psquico y protesta viril segn Adler.- Antes las enfermedades nerviosas se
trataban con hidroterapia y remedios, ante la creencia de su carcter orgnico. Un paso ms adelante fue
el psicoanlisis, cuando empez a ver la raz psquica de tales trastornos, usando la hipnosis y otros
mtodos. En psicologa individual la mxima bsica del tratamiento es reducir todos los sntomas a una
mnima base comn: una situacin psquica en la temprana infancia, una situacin que implica fracasar
frente a una aspiracin: desde aqu las neurosis se revelan como intentos por compensar este fracaso,
esta inferioridad, buscando triunfos muchas veces vanos, o inventando seguridades frente a otro posible
fracaso. En este sentido la neurosis protege al sujeto pero lo paraliza, impidindole afrontar activamente
la vida.
La raz de estos males vienen frecuentemente de inferioridad en los rganos, y el nio se siente as
humillado, minusvlido, desarrollando una hipersensibilidad frente al abandono, por ejemplo. Esto
impedir al neurtico perseguir un objetivo unitario, inhibiendo sus decisiones mediante dudas y
angustia. Otros se salvan de esto ltimo mediante la compulsin: siempre a la caza de xitos
representando el papel de salvadores y hroes. No puede armonizar sus aspiraciones porque no puede
armonizar la duplicidad de su ser: sus aspectos masculinos y sus aspectos femeninos que no puede
sintetizar en una unidad que salve la personalidad del choque con la realidad. Ya desde nio el sujeto
entiende lo masculino como fuerza, grandeza, riqueza, saber, crueldad, actividad y por femenino lo
contrario. Su sentimiento femenino es la debilidad, la pasividad, etc., pero por otra parte las aspiraciones
a la actividad (tanto en varones como en nias) la bsqueda de satisfacciones es la protesta viril como
solucin del conflicto. Mentalmente entonces, la persona es hermafrodita: la debilidad femenina la
compensa con la protesta masculina. Los sntomas neurticos son precisamente el intento por sintetizar
-aunque defectuosamente- esos dos aspectos en que est escindida la psique.
Resumen de Adler Alfred (1967) Prctica y teora de la psicologa del individuo. Buenos Aires: Paids. 4 edicin.
Captulo 2.

Posicin masculina en neurticos femeninos segn Adler.- No se puede soporta tranquilamente un


sentimiento de inferioridad: siempre se busca una protesta, la protesta viril contra impulsos y situaciones
femeninas o aparentemente femeninas. Incluso la mujer neurtica alguna vez manifest su deseo que si
hubiera sido hombre, hubiera salido mejor parada. Adler cita algunos casos por ejemplo la tendencia a
compensar la falta de virilidad con inteligencia, astucia y coraje.
Resumen de Adler Alfred (1967) Prctica y teora de la psicologa del individuo. Buenos Aires: Paids. 4 edicin.
Captulo 9.

PROTOFANTASA
Generalidades.- Las infinitas variaciones de fantasas no tienen muchas diferencias en cuanto a los
argumentos, que segn Freud son reducibles a tres, llamadas protofantasas:

1) Escena primaria (padre-madre), escena donde ambos estn gozando y donde el nio queda excluido.
Exclusin. Por ejemplo la fantasa de que mam y pap estn lavando el auto y excluyen al nio de esa
tarea, remite a la escena primaria, una protofantasa.
2) Escena de la seduccin (madre-hijo) donde la madre erotiza a su hijo. Sexualidad.
3) Escena de la castracin (padre-hijo), donde el nio advierte la amenaza de un castigo si no cumple
una norma. Ley. Fantasear que le regalan algo a mi hermano y que a m no porque yo tuve el mo y no
me daran otro, remite a otra protofantasa, la escena de la castracin.
Tales protofantasas son escenas infantiles, o "la otra escena". Son infantiles porque son sencillas y se
cree ingenuamente en su verdad. Las escenas infantiles son la forma que tiene el sujeto de entender lo
que se pasa en el complejo de Edipo, de dar sentido a las operaciones del Edipo.
Las protofantasas son crisoles donde se moldean las fantasas ms concientes, los pensamientos y los
sntomas. Los relatos remiten a recuerdos infantiles y estos a su vez, son recuerdos encubridores de
escenas infantiles (fantaseadas, no reales).
Condensado de Sal, Lo inconciente, sntoma, angustia y represin. Clases dictadas en la ctedra de Psicopatologa de
la Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires, 1996.

PROYECCIN
Definicin.- Entendido como mecanismo de defensa, "situacin en la cual se tiende a atribuir a otro u
otros (personas o cosas) cualidades, deseos, sentimientos o emociones que el individuo rechaza como
propios de s. Podramos considerarlo como una forma particular de Desplazamiento, y tiene que ver con
estilos de funcionamiento paranoides. Un ejemplo sera 'el severo censor' de la pelcula Bocaccio 70 que
proyectaba todas sus motivaciones sexuales insatisfechas en el afiche 'provocativo' de una publicidad.
Poliak J., "Fundamentos del enfoque centrado en la persona. Teora de la personalidad", includo en Snchez Bodas A.
y col., "Couseling humanstico, teora y prctica", Vol I, Buenos Aires, Ediciones del Instituto Holos, 1999, p. 129.

Definicin.- Proceso por el cual el sujeto expulsa de s mismo a un otro, persona o cosa, sentimientos,
cualidades, deseos u objetos que desconoce o rechaza en l. La proyeccin, que deriva del acto de
escupir, es necesaria para la diferenciacin yo no-yo pues se expulsa hacia afuera todo lo displacentero,
sintindose lo placentero como perteneciente al yo. Es posible encontrarlo especialmente en el
pensamiento infantil y en el pensamiento primitivo.
Como defensa, la proyeccin aparece en los sistemas delirantes paranoides de las psicosis y en la
formacin de fobias infantiles preedpicas. Freud describe la proyeccin como una defensa primaria que
constituye un abuso de un mecanismo normal consistente en situar afuera el origen del displacer.
La proyeccin contina madurando. En las zoofobias de la neurosis infantil posteriores a la formacin del
superyo y en las fobias adultas reencontramos proyecciones, aunque no son tan tpicas ni tan masivas
como en el caso del nio muy pequeo.
Celener G. y otros, "Los mecanismos de defensa y las tcnicas proyectivas", Publicacin interna de la Ctedra de
Teora y tcnicas de exploracin y diagnstico Mdulo II, Facultad de Psicologa, Universidad de Buenos Aires, 1996.

Definicin.- Como mecanismo de defensa, es atribur a otra persona pensamientos o sentimientos


similares a los propios, de modo que los pensamientos propios se convierten en aceptables. Por ejemplo,
un sujeto que no aprecia a uno de sus colegas le atribuye sentimientos recprocos de desprecio. De esta
forma el sujeto puede justificar ms fcilmente sus propios sentimientos de desprecio por su colega.
Gelder M, Mayou R y Geddes J (1999), Oxford Psiquiatra, Madrid: Marbn, 2da. Edicin, pg. 91.

Definicin.- Es un mecanismo de defensa primario por medio del cual el invididuo expulsa, localizando
en un objeto (persona o cosa) sentimientos y deseos que rechaza en s msmo. Un ejemplo es el racismo,
donde la persona deposita en un grupo sus propios aspectos no tolerados, convirtiendo luego a ste
grupo en el odiado.

Berenbaum L y Ferrari R, Acerca de las defensas del psiquismo. Includo en Fundamentos de psicologa, pgs. 107108.

Generalidades.- El trmino proyeccin fue introducido en la psicologa por Sigmund Freud para
designar dos clases de fenmenos. El primero consiste en la atribucin de deseos o impulsos indeseables
a otro, cuando en realidad pertenecen a uno mismo. Se trata de un mecanismo de defensa del yo por el
cual un sujeto atribuye a otra persona, personas u objetos, deseos, actitudes o sentimientos de los que
se avergueza, como defensa para no reconocerlos como propios o para disminur su sentimiento de
culpabilidad. Tambin se ha utilizado el trmino, con un alcance ms amplio, para indicar la proyeccin
de percepciones anteriores que tienden a influr sobre las percepciones actuales, y de percepciones
interiores que influyen sobre las percepciones sensoriales. Estas percepciones interiores de los procesos
ideacionales y emocionales son proyectados al exterior como percepciones sensoriales.
Ander-Egg E., Tcnicas de investigacin social, Hvmanitas, Buenos Aires, 1987, 21 edicin, pg. 296-297.

Generalidades.- El criterio general de proyeccin tal como lo define Freud est dado por cinco
condiciones:
1) Hay una ilusin o creencia equivocada, no justificada por los hechos objetivos. Esto no se cumple en el
test, donde el sujeto debe hacer como si. No es una proyeccin cognitiva sino imaginativa, pues se le
pide que imagine algo, que invente a partir de la lmina. Los restantes cuatro criterios estn presentes a
veces:
2) El sujeto atribuye al objeto una tendencia dirigida a otro objeto (celos) o hacia l mismo (estados
paranoides).
3) La tendencia proyectada es parte de la propia personalidad del proyector.
4) Lo proyectado es inaceptable, vergonzoso, y por lo tanto suprimido o reprimido. No es conciente de
ello, o solo a medias. Sin embargo, a veces es totalmente conciente.
5) La proyeccin busca salvar la autoestima y librar al sujeto de admitir su inferioridad o culpa. Sin
embargo, a veces lo proyectado es una cualidad a admirar.
Celener G (1995) Fundamentos tericos para la inclusin de lminas en blanco (ORT-TAT). Publicacin interna de la
ctedra de Mtodos y tcnicas de exploracin diagnstica II. Facultad de Psicologa de la Universidad e Buenos Aires.

Segn Freud.- El criterio esencial de la proyeccin tal como la define Freud est dado por cinco
condiciones:
1) Hay una ilusin o creencia equivocada, no justificada por los hechos objetivos. Esto no se cumple en el
test, donde el sujeto debe 'hacer como si'. No es una proyeccin cognitiva sino imaginativa, pues se le
pide que imagine algo, que invente a partir de la lmina. Los restantes cuatro criterios estn presentes a
veces:
2) El sujeto atribuye al objeto una tendencia dirigida a otro objeto (celos) o hacia l msmo (estados
paranoides).
3) La tendencia proyectada es parte de la propia personalidad del proyector.
4) Lo proyectado es inaceptable, vergonzoso, y por tanto suprimido o reprimido. No es conciente de ello,
o slo a medias. Sin embargo, a veces es totalmente conciente.
5) La proyeccin busca salvar la autoestima y librar al sujeto de admitir su inferioridad o culpa. Sin
embargo, a veces lo proyectado es una cualidad a admirar.
Murray distingue dos tipos de proyeccin: la proyeccin de elementos constitutivos del s msmo (o
proyeccin suplementaria), y la proyeccin de elementos constituyentes figurativos (objetos imaginados
con los que el sujeto interacciona en su fantasa, y se trata en general de objetos importantes como
padre, madre, amigos, enemigos, con los que se ha estado ntimamente vinculado).
Por ejemplo, un sujeto puede atribur elementos constituyentes de s msmo a un personaje (por ej. el
hroe de la historia que cuentan) y constituyentes figurativos a los restantes personajes. La figura que lo
representa a l es un alter, y sobre ste el sujeto puede ejercer una 'presin' (agresiva, evasiva, de
rechazo, aflictiva, etc). Murray pens en poner, incluso, en cada imagen un personaje (objeto evocador
de s msmo) con el cual el sujeto pueda empatizar e identificarse con l. Con esto habra que tener
juegos de lminas para adultos, para nios, etc.
Las tcnicas proyectivas estimulan la imaginacin, pero slo ciertos aspectos de esas representaciones
pueden llamarse proyecciones, y el resto no nos interesa.
En suma: a travs de la proyeccin estimulada por situaciones-estmulo ambiguas, el sujeto mediante su
fantasa revela aspectos concientes e inconcientes de su personalidad. Se ha objetado que el sujeto bien
podra relatar algo de su experiencia reciente (una pelcula que vio el da anterior), pero debe tenerse en
cuenta que la memoria es selectiva, que las huellas mnmicas sufren transformaciones en funcin de las
constelaciones emocionales del sujeto.
Celener Graciela, Fundamentos tericos para la inclusin de lminas en blanco (Ort-Tat), publicacin interna de la
Ctedra de Tcnicas psicodiagnsticas II de la Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires, 1996.

Resea histrica.- Bellak hace un recorrido histrico del concepto en Freud, y reformula el concepto
psicoanaltico de proyeccin en trminos de distorsin aperceptiva y a partir de la teora gestltica del
aprendizaje.
En 1894 Freud habla de proyeccin en la neurosis de angustia, donde al no poderse controlar la
excitacin sexual interna, se la proyecta en el exterior. En 1896 concibe proyeccin como atribucin de
impulsos propios indeseables a otras personas o al mundo. Posteriormente sigue la misma lnea en el
caso Schreber: el paranoico transforma el impulso homosexual por formacin reactiva (de "yo lo amo" a
"yo lo odio"), y luego proyecta ese odio al objeto amoroso original, convertido as en perseguidor. Esta
atribucin es por presin del superyo, que lo desaprueba moralmente en el sujeto mismo.
Ms tarde, en Totem y Tab, Freud habla de proyeccin como un mecanismo universal y normal
mediante el cual configuramos el mundo. Tal el sentido de proyeccin en sentido amplio que se toma
aqu como importante (el sentido restringido era proyeccin como defensa).
Celener Graciela, Fundamentos tericos para la inclusin de lminas en blanco (Ort-Tat), publicacin interna de la
Ctedra de Tcnicas psicodiagnsticas II de la Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires, 1996.

Definicin.- Se denomina proyeccin al hecho de atribuir a objetos externos caractersticas, intenciones


o motivaciones, que el sujeto desconoce en s mismo. La proyeccin puede realizarse tanto sobre objetos
inanimados como sobre seres animados (pgina 144),
Bleger Jos (1965) Psicologa de la conducta. Buenos Aires: Eudeba. 3 edicin.

Generalidades.- En Ttem y Tab Freud introduce la idea de que la proyeccin no es solamente un


mecanismo de defensa, sino, que es un proceso que existe tambin cuando no hay conflicto patolgico,
un proceso normal, habitual, por el cual las percepciones de nuestros procesos afectivos e intelectivos
son externalizadas, y las utilizamos para conformar la representacin de nuestro mundo exterior
(Celener G, 1999:114).
Celener G (1999) Las tcnicas proyectivas. Su estatus epistemolgico actual. Buenos Aires: JVE ediciones. 2 edicin.

Generalidades.- La proyeccin se define, en tanto proceso defensivo, como la atribucin inconciente a


los otros de los propios sentimientos y cualidades. Es esta una definicin operatoria, apta para una
verificacin experimental.
El experimento para verificar la proyeccin tuvo lugar de este modo: el experimentador se muestra
deliberadamente crtico. Esto genera agresividad en los sujetos, la cual, como va contra las normas
culturales, debe ser inhibida, y entonces la proyectan sobre estmulos que interpretan como agresivos.
Esto motiva una nueva inhibicin, y as sucesivamente.
Esta proyeccin depende en parte del estmulo, que debe tener algn rasgo de agresividad, mucho o muy
poco. En tanto el estmulo tiene agresividad, como en el TAT, la conducta del sujeto es adaptativa, y en
tanto no lo tiene, como en el Rorschach, la conducta es simplemente expresiva: el sujeto expresa su
agresividad proyectndola sobre un estmulo inofensivo.
Otro experimento donde se hipnotiz a los sujetos, demuestra que la proyeccin puede tambin ser nodefensiva. De todos modos y en tanto ntimamente relacionada con una funcin defensiva, Bellak
propone sustituir la proyeccin por un concepto ms general, la apercepcin, que designa como "la
interpretacin (dinmicamente) significativa que un organismo otorga a una percepcin".
Cuando ocurre un fenmeno as, se produce una distorsin aperceptiva: la percepcin actual es
deformada por las experiencias pasadas individuales del sujeto. Esta distorsin comporta segn Bellak
cuatro grados, que van desde el ms patolgico al ms normal:
1) Proyeccin invertida: Es la deformacin mxima y se ve en la paranoia. El sujeto transforma un amor
homosexual en odio del siguiente modo: del "yo lo amo" pasa al "yo lo odio" (formacin reactiva). Luego
se inhibe este odio y es proyectado como "El me odia" (proyeccin simple).
2) Proyeccin simple: El empleado cree que su jefe lo mira furioso. Esto puede comprenderse como
simple distorsin por transferencia de aprendizaje, o tambin como efecto de imgenes pasadas sobre
imgenes presentes.
3) Sensibilizacin: Si el jefe manifest efectivamente cierto descontento, la proyeccin tiene ms
fundamento.
4) Exteriorizacin: Proyeccin preconciente lista para volverse conciente.
Reflexiones metodolgicas sobre esta teora de la proyeccin.- A) Bellak estudia la proyeccin desde el
punto de vista dinmico, pero no gentico, pues no analiza el nivel de regresin de la defensa proyectiva,
que es ms acentuado en la psicosis y menos en la neurosis.
B) Es inexacto explicar el delirio paranoico mediante la formacin reactiva, como as tambin oponerlo a
una percepcin 'objetiva': cualquiera sea la deformacin producida en la paranoia, siempre habr
necesidad de un soporte perceptivo.
C) La apercepcin, en tanto implica una deformacin aperceptiva, es una variante de la transferencia
como concepto del aprendizaje. La apercepcin es la transferencia de las percepciones aprendidas a una
nueva situacin segn la frmula "lo nuevo es igual a lo antiguo ms una correccin".
Si aceptamos con Bellak que la transferencia analtica puede reducirse a una transferencia en el
aprendizaje, podramos concluir que la proyeccin es una transferencia. Sin embargo, toda transferencia
no es proyeccin, pues esta ltima resulta de una estructura imaginaria que la transferencia no puede
explicar. Hacer de la proyeccin una transferencia de las percepciones implica desconocer que el un
proceso imaginario.
D) Relacionemos ahora distorsin aperceptiva con teora psicoanaltica de la proyeccin.
Para Bellak, la proyeccin puede ser tambin no defensiva, como cuando alguien asimila la percepcin
presente al pasado, tornando significativo lo percibido. Con ello Bellak pretende haber redescubierto una
idea de Freud anunciada en dos pasajes de Ttem y Tab: en el primero Freud mostraba a la proyeccin
no slo como defensa sino como un mecanismo primitivo universal donde la proyeccin hacia afuera
opera sobre percepciones exgenas y endgenas. Bellak interpret mal esto cuando lo vio como que el
mecanismo proyectivo influye sobre los datos sensoriales.
En el segundo pasaje Freud afirmaba que, en las concepciones primitivas del espritu, proyectamos en el
exterior nuestro mundo inconciente, de manera que hay un elemento de percepcin y otro de memoria.
Bellak interpret mal esta afirmacin cuando dijo que percepcin y memoria no existen slo en la

concepcin primitiva del espritu sino en toda la experiencia perceptiva, lo que va ms all de la intencin
de Freud.
En suma, a partir de lo dicho por Freud no se puede sacar la conclusin de Bellak, de que "los recuerdos
de las percepciones influyen los estmulos presentes".
Bellak intent una teora de la proyeccin ms amplia que la psicoanaltica. Sin embargo, este problema
debe plantearse en trminos analticos, y slo puede recibir una solucin desde el psicoanlisis.
Condensado de Ali Sami, El concepto de proyeccin y la teora de distorsin aperceptiva de Bellak (artculo)

Concepto.- Freud introdujo la idea de proyeccin desde 1894 en adelante, diciendo que es una defensa
que hace que los sentimientos indeseables nuestros se atribuyen a alguien de afuera, justamente por ser
indeseables y estar prohibidos por el superyo. Al principio describi esta defensa en las neurosis y en las
psicosis (caso Schreber), pero luego vio que apareca en la religin.
En sentido ms amplio, la proyeccin es la base de las tcnicas proyectivas: el sujeto examinado se
supone proyecta sus propias necesidades y tensiones, apareciendo stas como respuesta a los estmulos
ambiguos.
Sin embargo, ciertos experimentos sugirieron que la proyeccin no funcionaba siempre como defensa.
Fue cuando se dio a sujetos una orden post-hipntica de sentir euforia. Cuando hicieron el test
proyectaron esos afectos de euforia, o sea proyectaron un afecto placentero, no displacentero (y
proyeccin como defensa implica que lo proyectado en displacentero, prohibido e inaceptable). Freud
incluso reconoci que no siempre la proyeccin funciona defensivamente. Por ejemplo, cuando en la
percepcin actual influyen se proyectan- nuestros propios recuerdos, o sea percepciones pasadas.
Debemos suponer entonces que toda percepcin actual sufre la influencia de la percepcin pasada,
siendo esta interaccin mutua el campo de la psicologa de la personalidad.
Condensado de Bellak L (1988) Sobre los problemas del concepto de proyeccin: una teora de la distorsin
aperceptiva.

PROYECTO
Proyecto identificatorio.- El proyecto identificatorio se define como "la autoconstruccin continua del
Yo por el Yo". Es un compromiso identificatorio donde algunas clusulas debern cambiar y otras no.
Al principio el Yo es un simple repitiente del discurso de la madre, sin proyecto propio. Pero luego deber
darse un segundo tiempo donde se apodere de los 'anhelos identificatorios' concernientes a su futuro,
que no debern quedar ligados nicamente al pasado. Sin embargo, este compromiso identificatorio se
encuentra condicionado por el discurso parental y social, con sus permisos y prohibiciones.
Para que el yo pueda enfrentar los fracasos de sus anhelos identificatorios, necesita preservar la
investidura de ciertas referencias simblicas o 'puntos de certeza', indispensables para la identificacin
simblica, o sea aquello que no se cuestiona y que permite al Yo reconocerse como identificado e
identificable. Si estos puntos son puestos en duda sobreviene una 'duda catastrfica', que lleva la
psicosis. Sin embargo, algunas identificaciones se debern cuestionar para que el Yo pueda anticipar su
propio devenir, como las que provienen del portavoz, es decir, la sombra hablada.
En la neurosis coexisten anhelos identificatotios contradictorios entre el Yo actual y lo este desea o se
prohbe llegar a ser, pero esto no pone en peligro aquellos referentes que le permiten reconocerse en lo
que l deviene.
Condensado de Abadi Sonia y otros (1997) Desarrollos posfreudianos: escuelas y autores. Buenos Aires: Editorial
Universidad de Belgrano.

Proyecto identificatorio segn Aulagnier.- Trmino acuado por Piera Aulagnier, con el cual designa
la autoconstruccin continua del Yo por el Yo, necesaria para que esta instancia pueda proyectarse en un
movimiento temporal, proyeccin de la que depende la propia existencia del Yo (p. 167).
Entre el Yo y su proyecto debe persistir un intervalo: lo que el Yo piensa ser debe presentar alguna
carencia, siempre presente, en relacin con lo que anhela llegar a ser. Siempre debe haber diferencia
entre el Yo futuro y el Yo actual (p. 171).
El acceso al Proyecto Identificatorio demuestra que el sujeto ha podido superar las prueba fundamental
que lo obliga a renunciar al conjunto de objetos que, en una primera fase de su vida, han representado
los soportes conjuntos de su libido objetal y narcisista, objetos que le han permitido plantearse como ser
y designar a los objetos codiciados por su tener (p. 173).
En lo concerniente a la relacin entre la constitucin del Proyecto Identificatorio y la historicidad, puede
decirse que el Yo est constituido por una historia, representada por el conjunto de los enunciados
identificatorios que recuerda, por los enunciados que manifiesta en su presente su relacin con el
proyecto identificatorio y, finalmente, por el conjunto de los enunciados en relacin con los cuales ejerce
su accin represora para que se mantengan fuera del campo, de su memoria, de su saber. Una parte de
su historia permanece as inconciente para el Yo (p. 174).
Aulagnier Piera, La violencia de la interpretacin.

PRUEBA MENTAL
Definicin.- En el contexto de la psicologa evolutiva, las pruebas mentales son medios cientficos de:
a) averiguar el curso normal del desarrollo mental de los nios, teniendo en cuenta detalles generales
tales como aprender a andar y hablar, desarrollo del lenguaje, destreza de las manos y ojos, habilidad
para dibujar, contar, numerar, razonar, etc. b) de medir el crecimiento de una determinada criatura, para
ver si, por su edad, est de acuerdo con la norma o si, por lo contrario, est debajo o sobre la misma, y
c) de distinguir entre la habilidad innata y los efectos de la enseanza.
Isaacs Susan (1965) Aos de infancia. Buenos Aires: Horm-Paids, pg. 56.

PRUEBA PSICOMTRICA
Definicin.- Una prueba psicomtrica es una medida objetiva y estandarizada de una muestra de
comportamiento. En general, se refiere a capacidades, aptitudes, intereses o caractersticas del
comportamiento humano e incluye la determinacin del "cunto", es decir, la cantidad de aquellas
capacidades, aptitudes, intereses o caractersticas del comportamiento del sujeto.
Chiavenatto, "Administracin de recursos humanos".

PSI
Definicin.- Smbolo de psicologa. Abreviatura de parapsquico (paranormal), utilizada generalmente
como prefijo, e introducida por Rhine como trmino no comprometido por el componente crtico de los
fenmenos parapsicolgicos: precognicin, clarividencia, telepata, telequinesia.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

PSICOANLISIS
Definicin.- Med. Mtodo de tratamiento de ciertas enfermedades nerviosas o mentales, basado en el
anlisis retrospectivo de las causas morales y afectivas que determinan el estado morboso // Doctrina
que sirve de base a este tratamiento, en la que se concede importancia a la permanencia en lo
subsconciente de los impulsos instintivos reprimidos por la conciencia (Aristos, 1968:492).
Aristos (1968) Diccionario ilustrado de la lengua espaola. Barcelona: Sopena.

Definicin.- Nombre que se da a un mtodo especfico para investigar los procesos mentales
inconscientes y a un enfoque de la psicoterapia. El trmino se refiere tambin a la estructuracin
sistemtica de la teora psicoanaltica, basada en la relacin entre los procesos mentales conscientes e
inconscientes.
"Psicoanlisis" Enciclopedia Microsoft Encarta en lnea 2001
http://encarta.msn.es 1997-2000 Microsoft Corporation. Reservados todos los derechos.

Generalidades.- El Psicoanlisis, teora inicialmente elaborada por el psiquiatra austraco Sigmund


Freud, entiende que la Psicologa se explica desde el estudio de la dinmica entre diferentes fuerzas
instintivas. Dicha dinmica es de origen inconciente y, por tanto, el objetivo del psiclogo es generar
procedimientos que le permitan observar el inconciente y crear las categoras relevantes para su
anlisis.
Len O y Montero I (1995) Diseo de investigaciones. Introduccin a la lgica de la investigacin en psicologa
y educacin. Madrid: McGraw-Hill, pg. 39.

Generalidades.- (De psico- y anlisis.) m. 1) Psicol. Nombre dado por el mdico viens Sigmund Freud
a un sistema de psicopatologa y a una teraputica asignada fundamentalmente al tratamiento de la
neurosis. 2) Psicol. Partiendo del concepto bsico del inconciente dinmico -en cuanto que ejerce una
accin permanente y al propio tiempo requiere una fuerza contraria que le impide acceder a la conciencia
psicolgica-, Freud estableci los principios de su mtodo sobre la asociacin libre. Otras nociones
centrales de esta teraputica son las de resistencia (lo que en sujeto analizado se opone a su acceso al
inconciente), transferencia y deseo. En la teora de Freud se acenta particularmente el papel de dos
instintos contrapuestos: el instinto destructivo de muerte (hostil o agresivo) y el instinto constructivo
sexual. Freud crea que en la persona emocionalmente madura, una gran parte de la energa libidinosa
poda ser derivada -mediante la sublimacin- de su inconsciente metasexual para verterse en objetivos
no sexuales y socialmente tiles (as, por ejemplo, la actividad artstica o la investigacin intelectual).
Esencial es la teora de la psicosexualidad, que desarroll a partir del concepto de la libido, con tres
etapas, caracterizadas, respectivamente, por la tendencia narcisista, el complejo de Edipo y el llamado
estadio genital. Los psicoanalistas consideran que el yo tiene a su disposicin, adems de la represin y
de la sublimacin, otros medios (mecanismos de defensa) de protegerse frente a las demandas de ello
(contenidos inconscientes). A partir de 1906 se adscribieron a estas teoras personalidades de la

categora de C. G. Jung y A. Adler, que ms tarde se apartaron de la teora ortodoxa para fundar sus
propias escuelas psicoanalticas. En la segunda mitad del Siglo XX, a travs sobre todo del francs
Jacques Lacan (1901-1981), se abri paso un movimiento de retorno a Freud. No obstante, el
surgimiento de una psicologa clnica basada en los resultados de la psicologa experimental hizo que en
el perodo 1961-80 el psicoanlisis perdiera vigencia entre los psiclogos.
Texto extrado de: Navarro F (director) (1995) Diccionario Enciclopdico Salvat. Barcelona: Salvat.

Races histricas.- Sobre el Freud neurlogo ejercieron influencia el materialismo evolucionista y la


fisiologa fisicalista. Respecto del primero, consider a Jackson, quien se inspir en el evolucionismo de
Darwin y Spencer aplicndolo a la evolucin del sistema nervioso. Respecto del segundo, consider a
Brucke, quien estudio la fisiologa de los organismos en accin que funcionan segn el principio de
conservacin de la energa popularizado por von Helmholtz. En el Instituto Brucke estudi Breuer, que
fue donde conoci a Freud.
Sobre el Freud psiclogo ejercieron influencia Breuer, Janet y Charcot (mtodos catrtico e hipntico), y
el idealismo de Brentano. Breuer escribi con Freud Estudios sobre la histeria, donde mostraron que los
sntomas eran residuos de experiencia traumticas de ndole sexual. De Janet, Freud toma el mtodo
hipntico para reconstruir la historia del sntoma: bajo hipnosis se peda al paciente que recordara sus
causas. Asimismo, de Charcot tom Freud su concepcin sobre la histeria y sobre la hipnosis. Freud fue
tambin discpulo de Brentano, tomando de l la idea de conciencia intencional. De esta forma Freud
puso nfasis en el carcter intencional de la conducta, slo que los mviles eran inconcientes.
Condensado de Bollini M (1986) Material para la ctedra de Escuelas Psicolgicas, de la carrera de psicologa de la
Universidad de Belgrano. Buenos Aires.

Tarea.- Si tuviramos que definir la tarea del psicoanlisis, diramos: consiste en adquirir el mayor
conocimiento posible de las tres instancias supuestas como constitutivas de la personalidad psquica, as
como de sus relaciones entre s y con el mundo externo. En lo tocante al yo, entraa: el estudio de sus
contenidos, sus lmites y funciones, y la historia de sus relaciones con el mundo exterior, con el ello y el
supery, bajo cuyas influencias se ha formado. En relacin con el ello, implica: ello y el estudio de sus
transformaciones (Freud A, 1979:14-15).
Freud Anna (1979), El yo y los mecanismos de defensa. Buenos Aires: Paids.

Psicoanlisis hologrfico.- La tarea clnica psicoterapeuta puede convertirse en un factor poderoso en


la construccin paradigmtica de los modelos ms all del determinismo social. Plantea la creatividad
(de actor a autor) como una factor curativo por antonomasia, y no la sublimacin que, en ltima
instancia, siempre apunta a un objeto ideal propuesto como progresista desde un sistema imperante. La
creatividad como cura permite una sublimacin a objetos nuevos ms all de los conocidos y
determinantes desde el inconciente o conciente social.
Subrayamos la utilidad de este enfoque psicoteraputico por ser holstico y con retorno a la prctica
concreta por medio de la creatividad, lo que nos hace solidarios, protagonistas, libres y con identidad
ms autntica. Adems, desde el punto de vista tcnico hace ms tolerable la angustia en los procesos
de crisis, reduciendo la tendencia a calmarse consumiendo objetos de satisfaccin que nos tranquilizan
y adaptan.
En resumidas cuentas, se trata de asumir una experiencia desde el self antes de que el Yo se objetive u
objetive relaciones, pasando a ser autor de las transformaciones estructurales. Como autor, intuimos el
advenimiento de un tiempo vivo; futuro que cambia toda cosmovisin y autovisin; ms all de los
comunes determinismos sociales, pulsionales e inconcientes reprimidos que pertenecen al pasado. Por
esta razn nos parece un modelo psicoteraputico abierto hacia el tercer milenio, dando a la
problemtica determinista actual.
Fernndez Moujn O, De actor a autor en el drama psicoteraputico. Includo en Snchez Bodas y otros (1994)
Psicoterapias en Argentina. Buenos Aires: Holos, pgina 71.

Vigencia entre los psiquiatras.- Los hechos principales que emergen de los resultados de nuestra
encuesta en Suiza son la coexistencia de prcticas teraputicas enraizadas en diferentes referencias, una
clara tendencia a la prctica de terapias combinadas y una importante diversificacin de actividades y de
marcos de trabajo. Es, as mismo, a destacar, que los psiquiatras de orientacin biolgica ocupan puestos
de ms responsabilidad universitaria e institucional en general, mientras que los psiquiatras
psicoanalistas ocupan una posicin particular mantenida de "interface" entre la actividad pblica y la
privada. Esta situacin les convierte en garantes de los principios del psicoanlisis y contribuyen as a la
renovacin de futuras generaciones de psiquiatras de orientacin psicoanaltica. Al comparar diferentes
programas de formacin, Mombour (Mombour, 1984) observ que el psicoanlisis ha ejercido una
influencia predominante en la formacin de los psiquiatras y de los psicoterapeutas en los Estados
Unidos, en Canad, en Noruega y en Suiza. Respecto a esta ltima, la doble especializacin en psiquiatra
y psicoterapia ha contribuido sin duda alguna a la preeminencia de la psicoterapia, sobre todo de
inspiracin psicoanaltica, hasta nuestros das.

J.Guimn; D. Goerg; E. Zbinden; W. Fischer, La vigencia del psicoanlisis entre los psiquiatras. AVANCES EN SALUD
MENTAL RELACIONAL. 2003 MAR; 2(1)

Perspectiva del psicoanlisis.- Recientemente han aparecido numerosos artculos influyentes que
presentan crticas fundamentales hacia las concepciones tradicionales de la situacin analtica y hacia la
base del conocimiento y la autoridad del analista, proponiendo reemplazar dichas concepciones con ideas
radicalmente diferentes. Los artculos que tomamos como paradigmticos de lo que denominamos la
nueva perspectiva, y sobre los que focalizaremos principalmente, son uno de Stephen Mitchell (1998) y
dos de Owen Renik (1996, 1998 a).
Se presenta una evaluacin crtica de las posiciones adoptadas recientemente por Mitchell y Renik, a
quienes se ha tomado como representativos de la nueva perspectiva en psicoanlisis. Se examinan un
artculo de Mitchell y dos de Renik como paradigmticos de ciertos modos de construir la naturaleza de la
mente, el conocimiento y autoridad del analista, y el proceso analtico indebidamente influenciado por el
giro postmoderno en psicoanlisis. Aunque los tericos de la nueva perspectiva han aportado crticas
vlidas a la teora y prctica psicoanalticas tradicionales, terminan por adoptar posiciones insostenibles.
Se cuestionan especficamente sus opiniones sobre la relacin entre el lenguaje y la interpretacin, por
una parte, y los contenidos mentales del paciente por la otra. Se apunta una disyuntiva entre su
discusin de material clnico y su posicin conceptual, y se critican sus redefiniciones idiosincrsicas de
verdad y objetividad. Finalmente, se sugiere un modesto realismo como la posicin filosfica ms
apropiada a adoptar por los psicoanalistas.
Morris N. Eagle; David L. Wolitzky; Jerome C. Wakefield. Conocimiento y autoridad del analista: una crtica a la "nueva
perspectiva" en psicoanlisis. Aperturas Psicoanalticas. 2003 Mar;(13).

Variables.- En psicoanlisis tenemos cuatro variables fundamentales: realidad externa, motivaciones,


estructuras y conducta.
Cada una de ellas a su vez puede ser considerada como variable independiente, como variable
dependiente o como variable interviniente: todo depende de qu tipo de investigacin queremos realizar.
Recordar que la variante dependiente depende de la independiente, que es la que controlamos en la
investigacin, y que la interviniente es un nexo entre las dos anteriores.
Ejemplo: lo ms habitual u obvio es utilizar realidad externa como variable independiente (podemos
controlar las variaciones del medio), y utilizar conducta como dependiente (la conducta depender de
cmo hayamos hecho variar las condiciones ambientales). A su vez las motivaciones inconscientes
pueden usarse como variables intervinientes.
Rapaport David (1983) Estructura de la teora psicoanaltica. Captulo 2.

Generalidades.- Rodrigu aborda el problema del anlisis lego como causa, como sntoma de la
institucionalizacin del psicoanlisis, y comienza haciendo algo de historia remontndose al hipnotismo.
Por entonces, haba quienes decan que el hipnotismo era un recurso ms del mdico, y otros que no
exista ningn rapport entre medicina e hipnotismo. Freud tenda a aceptar la primera opinin.
Asimismo, Freud poda aceptar que alguien se dedicara al psicoanlisis sin ser mdico: eso fue lo que le
sugiri, por ejemplo, a T. Reik. En el otro extremo, Stekel por ejemplo sostena lo contrario y adverta
acerca del anlisis lego realizado por no mdicos.
Para Freud, los mdicos que no estudiaron psicoanlisis en nada se diferencian de los legos, siendo
todava ms peligrosos porque no se sienten responsables, escudados tras el diploma. Los mdicos no
tienen motivos histricos para considerarse los nicos que pueden ejercer el psicoanlisis. Por otro lado,
Freud sostena que los mdicos estn mejor preparados que los legos para diferenciar una neurosis de
otra patologa, como un dao neurolgico.
Tras la cuestin lega estn en juego cuestiones ms profundas, como el lugar del psicoanlisis en las
ciencias humanas. Freud mismo dijo que el psicoanlisis tena un espectro de aplicacin muy amplio que
abarcaba todas las ciencias sociales. Anna Freud, Reik, Nunberg estaban tambin a favor de la apertura
lega.
Los analistas reunidos en Bad Hombug fijaron los criterios de admisin a los institutos psicoanalticos, y
establecieron as el anlisis didctico, la exigencia del anlisis personal, adems de seminarios y
supervisiones. Por su lado, Freud segua cuestionando a los norteamericanos porque ellos imponan su
propia forma de encarar el psicoanlisis (por ejemplo, como una empresa comercial). Qu queda de toda
esta batalla? La medicina perdi, y hoy el psicoanlisis pueden ejercerlo por ejemplo los psiclogos.
Rodrigu E (1996) Sigmund Freud: el siglo del psicoanlisis. Buenos Aires: Sudamericana. Captulo 58.

Historia.- La teora psicoanaltica fue creada por Freud como teora para explicar patologas mentales y
como conjunto de tcnicas teraputicas, siendo en este caso el objetivo sustituir el sufrimiento neurtico
por el padecimiento humano habitual.
An hoy siguen vigentes muchos conceptos freudianos como el de resistencia y el de transferencia, como
as tambin las tcnicas utilizadas tales como la asociacin libre, la interpretacin y la neutralidad del

analista. Esta ltima supone dos actitudes: la atencin flotante (escuchar sin prejuzgar) y la abstinencia
(no involucrarse personalmente a nivel afectivo con el paciente: no satisfacer demandas, etc).
Los aportes posfreudianos provinieron de dos grandes escuelas: la inglesa (Klein, Winnicott) y la francesa
(Lacan). El psicoanlisis kleiniano apunta a que el paciente pueda elaborar la transferencia positiva y
negativa, es decir sus sentimientos de amor y odio hacia el analista y evitar que utilice la escisin, una
defensa regresiva. Se le han criticados dos cosas: que utilice la misma tcnica a pacientes de cualquier
nivel de gravedad, y no tener en cuenta las defensas del paciente realizando siempre interpretaciones
profundas y prematuras (antes de que el pciente pueda asimilarlas mediante defensas adecuadas)
La importancia de la escuela inglesa es haber ofrecido otra perspectiva: la teora de las relaciones
objetales, en oposicin a la perspectiva pulsional. Otros representantes de esta escuela fueron Spitz, Bion
y Bowlby, denominados postkleinianos. Estos autores, especialmente Bion, han destacado el papel de
continente de la madre real, es decir, su funcin de disminuir la ansiedad. Luego, al introyectarse esta
madre, har que el nio pueda autocalmarse. En la psicoterapia el terapeuta ha de cumplir esta funcin
continente para que el paciente pueda pensar.
En cuanto a Lacan, de la escuela francesa, plantea respecto de la tcnica, que la transferencia se instala
cuando el analista ocupa el lugar del saber y el paciente el del no saber.
Resumen de Ostrov, Cien aos de psicoanlisis, teora y tcnica. Incluido en Fernndez lvarez H (compilador) (1993)
Desarrollos en psicoterapia.

Psicoanlisis y teora de la comunicacin.- El psicoanlisis nos propone una visin psicodinmica, es


decir, nos propone entender la vida psquica a partir de fuerzas dinmicas inconcientes (deseos,
impulsos, etc.) que van modelando nuestra personalidad y explican adems los comportamientos tanto
normales como patolgicos.
As, "de acuerdo con la perspectiva psicodinmica..., muchos aspectos inquietantes de la conducta son
producto de la lucha continua y en gran medida inconciente entre las fuerzas que se ocultan en lo
profundo de nuestra personalidad" (Baron, 1988:11).
El mtodo de investigacin es la interpretacin, la cual permite poner de manifiesto los contenidos
inconcientes habitualmente reprimidos, o sea, nuestras motivaciones ms profundas y normalmente
desconocidas por nosotros mismos. Tambin, permite dar una explicacin de las conductas patolgicas.
Con respecto a esto, dice F. Bruno que "las ideas relacionadas de represin y motivacin inconciente
pueden aplicarse para explicar casi todos los sntomas neurticos" (Bruno, 1978:181).
Por su parte, la teora de la comunicacin humana surge en un marco diferente. Aparece en EEUU y no
en Europa, como el psicoanlisis, y a partir de varios pensadores entre los que se cont como pionero G.
Bateson y la escuela de Palo Alto (California).
Esta orientacin no considera necesario recurrir a mecanismos psicodinmicos, intrapsquicos, para dar
cuenta de las interacciones entre los seres humanos, y este es el punto importante que me has parecido
diferente al psicoanlisis.
As, dice Watzlawick que el punto de vista de la teora de la comunicacin humana "ofrece la ventaja de
que no es necesario recurrir a ninguna hiptesis intrapsquica imposible de verificar en ltima instancia, y
de que es posible limitarse a las relaciones observables entre entradas y salidas, esto es, a la
comunicacin. Este enfoque, segn creemos, caracteriza una importante tendencia reciente en la
psiquiatra que apunta a considerar los sntomas como una de las mltiples formas de entrada al sistema
familiar y no como una expresin de conflictos psquicos" (Watzlawick y otros, 1981:44-45).
Adems, a diferencia del psicoanlisis, la teora de la comunicacin humana se centra ms en el presente
que en el pasado, o sea, "constituye la bsqueda de una configuracin en el aqu y ahora, ms que de
significado simblico, causas pasadas o motivaciones" (Watzlawick y otros, 1981:46).
Watzlawick utiliza la metfora de la Caja Negra: la mente puede ser considerada como una caja negra, es
decir, sin presuponer nada acerca de lo que ocurre "adentro" de ella, podemos entenderla a partir de las
entradas (estmulos) y las salidas (respuestas).
Por supuesto, el psicoanlisis no seguira este modelo porque supone mecanismos internos,
intrapsquicos, que pueden inferirse a partir de las respuestas o conductas. Sera entonces lo que se
podra llamar una caja "traslcida", porque se puede inferir cules son estos mecanismos internos. No la
llamara caja transparente porque entonces habra una certeza total, y el psicoanlisis lo que hace es
plantear hiptesis, conjeturas. Un vidrio traslcido no deja ver con total claridad lo que hay del otro lado,
pero permite ver algo como para sugerir hiptesis de lo que acontece.
Mientras el enfoque de la caja negra busca explicar la conducta a partir de los estmulos, el esquema de
la caja traslcida trata de explicarla principalmente a partir de procesos mentales internos, como
mecanismos de defensa, conflictos entre el ello y el yo, etc.
Un representante tpico de la caja negra es el conductismo. As, "Watson incluy en la conducta todos los
fenmenos visibles, objetivamente comprobables o factibles de ser sometidos a registro y verificacin y
que son, siempre, respuestas o reacciones del organismo a los estmulos que sobre l actan" (Bleger).
Para Watson, nadie puede ver lo que ocurre 'adentro' de la mente, y solamente contamos con lo que la
observacin nos revela desde fuera de ella, es decir, los estmulos que el organismo recibe y las
respuestas que da. En este sentido, el conductismo de Watson se asemeja a la teora de la comunicacin

humana por cuanto en esta teora tambin se habla de entradas y salidas, como seal Watzlawick en
una cita bibliogrfica indicada ms arriba.
Por lo tanto, la teora de la comunicacin humana puede tambin ser encuadrada dentro del modelo de la
caja negra.
Cualquiera de los dos puntos de vista considerados puede ser criticado, porque me parece que cada uno
ofrece una visin parcial del complejo y multifactico fenmeno del comportamiento humano.
Las teoras de caja negra acentan mucho la importancia del ambiente, del estmulo, de la situacin, del
presente, mientras que las teoras psicodinmicas acentan ms la importancia de lo intrapsquico y del
pasado.
Cazau P (1994) Vocabulario de Psicologa. Buenos Aires: Redpsicologa.
Bibliografa consultada
Lewin Kart (1977) La teora del campo en la ciencia social. Buenos Aires: Paids. Captulo 1: Formalizacin y progreso
en psicologa.
Woodworth R y Schlosberg H (1971) Psicologa experimental. Buenos Aires: Eudeba, 3 edicin, Tomo II.
Watzlawick P, Beavin J y Jackson D (1981) Teora de la comunicacin humana. Barcelona: Herder, 2 edicin.
Baron (1988) Captulo 1: Psicologa: su naturaleza, campo de estudio y sus mtodos.
Bleger J (1988) Psicologa de la conducta. Captulo 2.
Bruno Frank (1978) Historia de la psicologa. Buenos Aires: Ediciones Troquel.

Relacin entre teora y prctica.- Los autores exponen aqu algunas ideas acerca de la relacin entre
la teora y la prctica del psicoanlisis.
La gran pregunta de Freud.- La gran pregunta freudiana fue en qu medida la tcnica influencia la teora,
y hasta donde ambas se apoyan u obstruyen mutuamente. Ferenczi y Rank (1924) fracasaron al intentar
responderla.
Decan que las teoras etiolgicas destacan la parte emocional de los recuerdos reprimidos como esencial
para generar la enfermedad mental, y as, el fanatismo interpretativo traslada en forma unilateral e
incompleta, el conocimiento terico a la prctica teraputica. Con la expresin fanatismo interpretativo,
Ferenczi y Rank criticaron la forma errada de transformar la teora. Ambos autores destacaron este
crculo vicioso pero tambin rescatan el crculo virtuoso entre teora y prctica.
El estado actual de la discusin puede verse en las opiniones de Rangell, Kernberg y otros. Para Rangell
hay un vnculo estrecho entre teora y tcnica, y evolucionan complementndose mutuamente, sin indicar
como pueden ayudarse u obstruirse. Kohut, por su parte, sostiene la necesidad que teora y tcnica
formen una unidad funcional, aunque su interaccin no hace a la teora ms verdadera ni a la tcnica
ms eficiente, una idea ingenua dejada por Freud cuando sugiri la unin inseparable entre terapia e
investigacin.
La prctica psicoanaltica a la luz de la unin inseparable.- Freud caracteriz la relacin entre teorainvestigacin y prctica-terapia con tres tesis: a) Hay una unin inseparable pues la teora aporta el xito
y la prctica aporta a la teora. 2) Los anlisis breves son infecundos para el avance de la teora. 3) La
terapia aporta conocimiento sobre la persona.
Esta tesis de la unin inseparable solo puede satisfacerse si la prctica es eficaz porque la teora es
verdadera, exigencia no fcil de cumplir. Adems, la tesis de Freud se refiere al contexto de
descubrimiento: la prctica aporta nuevas ideas. Pero tambin hay un contexto de justificacin o de
fundamentacin.
Los conocimientos didico-especficos o casusticos son los que obtiene directamente el analista en su
relacin didica con el paciente. Luego se los devuelve y permiten al paciente reflexionar y hacer insight.
Aunque tales conocimientos se basan en la teora, pueden ampliarla o modificarla.
As, la unin inseparable significa que la curacin resulta de comunicar al paciente el conocimiento
casustico, comunicacin que debe hacerse correctamente segn las reglas de la terapia y que lleva al
insight.
El tipo de conocimiento que regula la prctica de investigacin y la prctica teraputica es un saber que
tiene tres caractersticas: es descriptivo y clasificatorio, es causal y es un saber teraputico relativo al
cambio.
El contexto de la fundamentacin de la teora del cambio.- La fundamentacin de la verdad de un
enunciado puede establecerse con los hechos o tambin viendo si se deducen de conocimientos ya
existentes. Surge as el problema de cmo se fundamentan las afirmaciones que se hacen al paciente.
Hay un supuesto de continuidad que dice que invirtiendo afirmaciones verdaderas sobre relaciones
causales, se logran conocimientos eficaces sobre cambios. Sin embargo, las afirmaciones sobre relaciones
causales slo son vlidos en condiciones ideales. El saber causal da informacin acerca de los hechos que
condicionan otros hechos, pero no sobre las acciones que producen esos hechos. As, el supuesto de
continuidad no sirve para fundamentar la hiptesis acerca de la accin eficiente a travs de la verdad del
conocimiento causal.
Hay dos tipos de conocimiento que se contraponen y no se deducen inmediatamente uno del otro: la
teora del psicoanlisis como ciencia bsica (conocimientos descriptivo y causal), y la teora del
psicoanlisis como ciencia aplicada (teoras tecnolgicas sustantiva y operativa, segn palabras de

Bunge, y el saber de cambio o teraputico). Las teoras tecnolgicas sustantivas se refieren a los objetos
de la accin e incluyen, por ejemplo, enunciados sobre patrones transferenciales o resistenciales tpicos.
Las teoras tecnolgicas operativas se refieren al acto prctico mismo, y pueden ser aplicadas para
desarrollar estrategias para formular recomendaciones ms eficientes.
Los diferentes requisitos para las teoras en las ciencias puras y en las aplicadas.- Verdad y utilidad son
los criterios para las ciencias puras y las aplicadas o tecnologas, respectivamente. Aun un alto grado de
eficiencia no garantiza la verdad de la tecnologa, o sea la exactitud de la explicacin tecnolgica, que es,
junto al criterio principal de eficiencia, otro importante. La validez de la explicacin tecnolgica (ejemplo
de explicar porqu debe interpretarse las resistencias en vez de los conflictos inconcientes) se prueba
segn los mtodos usuales de la investigacin emprica en trminos de eficacia, del mismo modo que las
teoras en las ciencias puras o bsicas.
Consecuencias para la accin teraputica psicoanaltica y para la justificacin cientfica de la teora.- La
consecuencia de la distincin hecha anteriormente entre la verdad del conocimiento y la eficacia de la
accin, es que hay separar estos dos factores que la tesis freudiana haba unido inseparablemente. Su
relacin no es a priori, en el sentido de ser un requisito o consecuencia de la otra. En la situacin
analtica, la investigacin no se vincula automticamente con la accin teraputica, o viceversa, y la
unin debe producirse a travs de acciones concretas, no en forma a priori. La unin inseparable debe
ser creada, no presupuesta.
Resumen de Thom H y Kachele H (1989) Teora y prctica del psicoanlisis. Barcelona: Herder. Captulo 10.

Psicoanlisis y cultura.- Se habla aqu de la relacin de la hermenutica freudiana y la cultura.


Concretamente la tesis que propone aqu Ricoeur es la siguiente: es a ttulo de hermenutica de la
cultura contempornea; es decir, el psicoanlisis es un movimiento de la cultura, porque la interpretacin
que da el hombre se funda sobre la cultura en su conjunto. El psicoanlisis participa de la cultura porque
es interpretando al mundo que el psicoanlisis lo cambia.
Hay varios textos donde Freud se ocupa del tema de la cultura y a travs de ellas se trasluce que su
punto de vista tpico, econmico y gentico, es igualmente aplicable, en lo esencial, a lo individual y a lo
grupal. Ya desde la interpretacin de los sueos, se deja ver que sueo, juego, humor, fantasa, folklore,
leyendas, mitos y sntomas, responden al mismo mecanismo de funcionamiento. Asimismo, en Ttem y
Tab interpreta psicoanalticamente lo dicho por la Etnografa en relacin con los orgenes totmicos de la
religin y los orgenes de nuestra tica imperativa en los tabes arcaicos.
Desde el punto de vista econmico, la cultura es la expresin del viejo conflicto entre pulsin y
prohibicin. La cultura prohbe (por ejemplo, incesto), inhibe la pulsin pero al mismo tiempo le da a sta
una salida, una compensacin por el sacrificio. Una ilusin de satisfacer la pulsin que se queda en
ilusin, ya que el hombre aun permanece insatisfecho. Asimismo tambin la agresividad social muestra
que la cultura es reveladora del antagonismo de pulsiones entre s: vida y muerte.
La cultura (arte, moral, religin, etc.) es, dijimos, una ilusin, y su tarea no es solo reducir el deseo
humano, sino defender al hombre de la superioridad aplastante de la naturaleza; por ejemplo, crea a los
dioses para exorcizar el temor. Lo dicho aqu es una interpretacin de la cultura desde el punto de vista
econmico, pero tambin da Freud un enfoque desde el punto de vista gentico sobre todo en Ttem y
Tab, donde muestra el origen filogentico de la religin (la horda primitiva que asesina a su padre).
Ricoeur seala dos ejemplos importantes de cmo a travs de la cultura se busca de una u otra forma
satisfacer la pulsin (retorno de lo reprimido): son la ilusin religiosa y la seduccin esttica; desde
Freud, el ltimo ejemplo, el arte, es la forma no neurtica de la satisfaccin sustituida. La forma
neurtica Freud la relaciona ms con lo religioso. Recordemos que Freud no es un telogo, no se ocupa si
existe o no Dios, sino que se ocupa de la significacin psicolgica que tiene la creencia en un Dios.
Plantea Ricoeur, que podra ser que la imaginacin mtico-potica (arte) sea el instrumento de una
correccin innovadora, dirigida en sentido inverso a la repeticin arcaizante de la religin.
Marx, Nietszche y Freud, atacarn todos una ilusin: la ilusin de la conciencia de s. Ya con Descartes se
haba criticado la ilusin de la conciencia de s, que consiste en creer que la conciencia es tal como se
aparece a s misma, es decir, en creer que conciencia y sentido, coinciden. Marx, Nietszche y Freud,
crearn una ciencia mediata del sentido, irreductible a la conciencia inmediata del sentido. En otras
palabras, ellos proponen no solo que hay otro sentido, latente, sino que puede buscarse mediante una
tarea hermenutica. O sea, hay algo que determina a la conciencia desde el mbito ms profundo (el
psiquismo inconciente segn Freud, la voluntad de poder segn Nietszche, el ser social segn Marx). La
tarea consiste entonces en devenir conciente ese sentido oculto. Estos autores no critican la conciencia,
la extienden de forma tal que puedan cumplir tareas: aumentar la potencia, el poder en el hombre
(Nietszche), liberar la praxis mediante la conciencia de necesidad (Marx), vivir mejor, ser ms libre y ms
feliz (Freud).
Debido a que los postulados de Freud, Marx y Nietszche, aunque los hemos interpretado, aun no los
hemos comprendido, falta una antropologa que los unifique, y el lugar de ellos en nuestra cultura,
permanece indeterminado y en suspenso. El mismo Freud lo explica diciendo que la conciencia tiene una
resistencia a comprenderse, resistencia a la verdad. Tambin antes se haba resistido a creer que la
tierra no es el centro, y que el hombre proviene del mono. Repetimos: hay una gran distancia entre la

interpretacin de la cultura que aporta el psicoanlisis y la comprensin que puede adquirir la conciencia
comn de esta interpretacin. La reaccin inmediata de la conciencia comn, no es comprender, sino
vulgarizar el psicoanlisis, o bien denostarlo, condenarlo, a una mera tica. El psicoanlisis solo cambiar
las costumbres (es decir, influenciar en la cultura) cambiando la calidad de la mirada y la comprensin
del hombre sobre s mismo.
Condensado de Ricoeur P (1975) Hermenutica y psicoanlisis. Buenos Aires: Megpolis.

Una interpretacin filosfica del psicoanlisis.- Hacer una interpretacin filosfica de Freud, es
tomar posicin respecto de su obra, pensar a partir de Freud y contra l.
El discurso de Freud se refiere tanto al sentido (por ejemplo, sentido del sueo, sntoma, etc.) como a las
fuerzas (conflictos, represin, etc.), o sea, es una semntica del deseo (semntica es sentido y deseo es
fuerza).
Tambin se refiere a una arqueologa del sujeto (origen) y a una teleologa del sujeto (fin, futuro), y a
una dialctica entre ambos. Reflexionando filosficamente acerca de Freud, puede decirse que el sujeto
solo tiene un arch (arqueologa, pasado) si tiene un telos (fin, futuro), puesto que cada momento de
la vida encuentra su sentido en las siguientes.
Tambin reflexionando filosficamente, vemos que Freud ni describe ni pretende describir un todo: solo
muestra las pulsiones accesibles a la prctica analtica. Tambin puede verse una discordancia entre la
teora y la prctica en el psicoanlisis, que Ricoeur justificar diciendo que esto se debe a la misma
naturaleza de las cosas que se estudia, ya que el psicoanlisis estudia dos planes diferentes de
coherencia: el de la fuerza y el del sentido. Este discurso mixto hace que por ejemplo, las relaciones de
fuerza se expresen y disimulen en relaciones de sentido, y viceversa.
Condensado de Ricoeur P (1975) Hermenutica y psicoanlisis. Buenos Aires: Megpolis.

El psicoanlisis como arte y ciencia.- Hay diferencias importantes entre el psicoanlisis como arte
(cuando se ejerce la profesin de psicoanalista) y el psicoanlisis como ciencia (cuando se realizan
investigaciones cientficas en dicha teora). Comparemos ambos roles.
Tema de estudio.- El arte de emitir un juicio clnico consiste en tener en cuenta todos los factores, dando
a cada uno su importancia segn el caso que se est tratando. Utiliza tanto la teora como su experiencia
personal. En cambio el cientfico investigador pasa por alto lo personal, y procura simplificar llegando a
pautas generales de conducta. El arte del investigador consiste en seleccionar un problema limitado y
manejable y los mtodos que mejor servirn para solucionarlo.
Formas de adquirir informacin.- Los mtodos para adquirir informacin en el profesional tienen ventajas
y desventajas con respecto a los mtodos del investigador.
La ventaja es que el profesional puede acceder con mayor profundidad a la intimidad del paciente, y
adems que el profesional puede intervenir directamente y puede ver los resultados de su intervencin.
La desventaja del profesional es la ventaja del investigador: este tiene oportunidad de volver a
comprobar observaciones e hiptesis surgidas de antiguos mtodos, mediante nuevos mtodos y a
travs, por ejemplo, del experimento. As, la nica forma de hacer investigacin en psicoanlisis no es
tratando pacientes. Antes de seguir, aclaramos algo sobre el lugar del escepticismo y la fe tanto en
investigadores como en profesionales.
Escepticismo y fe.- El investigador es ms escptico: siempre debe estar dispuesto a revisar y criticar
teoras, pero el profesional acta tomando como vlida la teora y se apoya en otros que tienen ms
experiencia. Hay mayor fe, y ello incluso ayuda al paciente. El investigador, no obstante, tiene fe en su
mtodo, con el cual revisar las teoras.
Como facultativos, tratamos con la complejidad; como cientficos, procuramos simplificar. Como
facultativos, utilizamos la teora como gua, y como cientficos desafiamos esa misma teora. Como
facultativos aceptamos modos restringidos de investigar, y como cientficos utilizamos todos los mtodos
que podemos. Un nuevo mtodo no tiene necesariamente que ser superior al anterior: basta con que se
adapte al nuevo fenmeno que investigaremos.
Por ejemplo: para los analistas es tan necesario estudiar el modo como un nio es tratado por sus
padres, como estudiar la representacin interna que tiene de ellos, pues el ncleo de nuestros estudios
es examinar como interacciona lo externo con lo interno, interaccin que determinar la evolucin de la
personalidad del nio.
Del mismo modo, es tan indispensable basarse en los datos de los pacientes acerca de su infancia, como
la observacin directa del comportamiento infantil. Por ejemplo, respecto de esto ltimo, que a veces no
se le dio tanta importancia dentro del psicoanlisis, estn los estudios de Mary Salter Ainsworth sobre la
observacin de la interaccin madre-hijo durante el primer ao de vida. Tales experiencias repercuten
luego durante el resto de la vida, e incluso explica el modo de comportarse del futuro adulto en las
sesiones de anlisis, siendo entonces una fuente valiosa de informacin. Por ejemplo, se encontr que en
casi todos los casos observados, la madre es la principal responsable del modo en que se desarrolla la
interaccin.
Bowlby cita otros casos donde ilustra su opinin de que la observacin directa de los nios nos da
informacin clnica importante en los casos de futuros desrdenes de la personalidad. No obstante,

seala que es tan importante la infancia real del paciente como su visin acerca de ella, que puede y
suele no coincidir con experiencias reales.
Ciertas experiencias apoyan una idea de Winnicott: cuando el nio tiene miedo a sentirse apegado a
cualquiera, es por temor a ser rechazado y a experimentar angustia. Esta actitud luego volver a
repetirse cuando es un adulto.
Resumen de Bowlby J (1989) Una base segura. Buenos Aires: Paids. Conferencia 3.

Escuelas psicoanalticas.- Se mencionan tres escuelas: inglesa, americana y francesa.


Representantes de la escuela inglesa son Jones (1913), Klein (1920), kleinianos (Bion, Rosenfeld, Bick,
Tustin, Meltzer), Anna Freud, Fairbairn, Bowlby, e independientes (1960: Balint y Winnicott).
Representantes de la escuela americana son Brill, Jones, Rank, psicologa del yo (Hartmann, Kris y
Lowenstein), culturalistas (1930: Fromm, Horney, Kardiner), escuela de Nueva Cork (Spitz, Erikson),
culturalistas antroplogos (Malinovsky, Benedict, M. Mead, G. Bateson), y otros posteriores (Kernberg, M.
Mahler y Kohut).
Representantes de la escuela francesa son: primera generacin 1913-1930 (Hesnard, Claude,
Clrembault, Laforgue), segunda generacin (Lagache, Lacan, etc), y otros posteriores (Green, Mc
Dougal, Anzieu). Se menciona tambin a Piera Aulagnier.
Condensado de Abadi Sonia y otros (1997) Desarrollos posfreudianos: escuelas y autores. Buenos Aires: Editorial
Universidad de Belgrano.

Desarrollos posteriores del psicoanlisis.- Adler se separa de Freud en 1911, Jung en 1913, Rank en
1924, y Reich en 1927. Son desarrollos post-freudianos, heterodoxos, pero que hacen su propia
ortodoxia (Marx deca: yo no soy marxista por tantas tergiversaciones que sufri su teora). Adler y
Jung han formado escuela, mientras que Rank y Reich, no. Alvie dice que las teoras de Adler, Reich, etc.
son diferentes a Freud, pero el mtodo es bsicamente el mismo: la interpretacin.
Adler.- Adler no da tanta importancia a la sexualidad infantil y al inconciente, y reemplaza, como ncleo
bsico de la salud-enfermedad, al complejo de Edipo por la voluntad de podero, expresin que toma de
Nieszche. Freud no acepta estos planteos y Adler se separa.
Jung.- Jung se aparta de Freud al sostener que la libido no es necesariamente energa sexual, sino
energa psquica en general, y que puede o no canalizarse hacia la sexualidad. Jung agrega el inconciente
colectivo, que Freud no neg nunca y que llam herencia arcaica.
Escuela del yo.- El yo y los mecanismos de defensa de A. Freud inspir la escuela del yo (Hartmann,
etc.). Importante es el yo y su funcin de adaptacin al medio.
Reich.- Reich destaca la importancia de la sexualidad y su satisfaccin en el orgasmo. La sexualidad
reprimida genera trastornos y perversiones. Reich estudi adems, especialmente, al yo y al carcter,
siendo este ltimo el efecto que dejaba en la personalidad la represin sexual, y llega a decir que es una
manifestacin neurtica. Tambin lleg a comparar la libido con la electricidad, una realidad fsica que
desarrollaba lo mental. Reich choca con Freud al criticarle e ste su afirmacin que cierto grado de
represin sexual es buena para el desarrollo cultural (la sublimacin). Reich creo centros donde los
jvenes se liberaban sexualmente. Esto ocurra en Alemania antes del nazismo (1920, ms o menos).
Reich rechaz tambin la idea del instinto de muerte: los instintos expresan sabidura biolgica.
Culturalistas.- El grupo culturista (Horney, Fromm) no acepta el papel de la sexualidad infantil en el
desarrollo de la personalidad. Estudia la relacin sociedad-neurosis: ciertas sociedades reprimen lo sexual
y generan enfermedad.
Klein.- Abraham es el primero en hacer una correlacin entre fases de la libido, afecciones mentales y
tipos de relaciones objetales. Esto lo continuar Melanie Klein, que centra su estudio sobre las relaciones
objetales ms que sobre los instintos. Klein lleg a analizarse con Abraham solo 14 meses.
Entre las ampliaciones realizadas por esta autora, est la investigacin de la mente infantil, los conceptos
de fantasa inconciente y de instinto de muerte y agresin, y los de mundo interno y objeto interno.
Introduce modificaciones sustanciales en el Edipo, en el supery, el narcisismo y el inconciente. Sus
aportes originales son: envidia, posicin, etc. Postula un yo temprano, que est desde el nacimiento.
Al hablar de la pulsin de la muerte da un sentimiento trgico de la vida al modo de Heidegger y
Unamuno. Hay angustia existencial, aunque ella no hace filosofa.
Para Klein al principio hay un solo inconsciente, y la represin y la conciencia vienen despus. En Freud
en cambio el inconciente se constituye con la represin. Para Klein, los contenidos originarios del
inconciente no son represiones sino las fantasas (inconcientes) Todo el inconciente es fantasa. La
fantasa es lo original, no as en Freud, donde la base de la fantasa est en la escena primaria, escena
que da lugar a la fantasa. Esta es la conclusin final de Freud, aunque pas l por una etapa donde
pensaba que la escena primaria era solamente imaginaria.
Condensado de Ostrov L y Tarazi O, Diferencias entre Freud y sus continuadores. Clases dictadas en la Ctedra de
Psicologa Psicoanaltica durante 1974. Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires.

Lectura y psicoanlisis.- Freud deca, y Lacan nunca le contradijo en eso, que el analista hace bien
cuando sigue de cerca los pasos del poeta, del creador, ya que ste le desbroza el camino de lo real.

Amos Oz, premio Nobel de literatura, tiene una teora del lector en su libro Una historia de amor y
oscuridad o, ms precisamente, una teoria del mal lector. Sigmosle un trecho en su descripcin: El
mal lector siempre quiere saber, saber de inmediato, cul es la historia que est detrs del relato, qu
pasa, quin est en contra de quin, quin foll con quin realmente. En el fondo, qu quiere el mal
lector, el lector perezoso, sociolgico, cotilla y mirn? Quieren la ltima palabra. El qu quera decir el
poeta quieren arrebatarme [...] El mal lector me exige que le desmenuce el libro que he escrito;
pretende que con mis propias manos tire mis uvas a la basura y le d slo las pepitas. Aqu subyace una
idea de lectura como trabajo, a falta del cual el lector se degrada en perezoso, en mirn. Y sobre todo
hay la idea de lectura como ejercicio de alteridad, del lector acompandose del Otro el que lee nunca
est solo, dice Lacan. El mal lector es el que le da el esquinazo al Otro, el que cortocircuita la otredad
haciendo existir la figura imposible de la ltima palabra. Esa ltima palabra que, de existir, hara
desaparecer toda literatura.
Aroma Anna, Lectura y psicoanlisis. REVISTA NORTE DE SALUD MENTAL. 2005 JUN; 23.

Sartre y el psicoanlisis.- Algunos puntos de vista de Sartre son errneos. El afirma enfticamente: el
hombre es lo que elige, o sea pone como base del ser humano la libertad. Pero este hombre sartreano
se vuelve solitario: enfrenta y desafa a Dios y a la sociedad, niega que haya esencias (verdaderas como
Dios, reglas morales): ante todo hay una existencia que elige, que es libre.
Sin embargo no se puede tener libertad sin alguna clase de estructura en la cual, o contra la cual, estos
individuos acten. Libertad y estructura se necesitan mutuamente. Sartre mismo parte de una estructura
del pensamiento occidental, presupone las creencias judeocristianas, etc. Ser un anticristo presupone la
existencia de Cristo.
Lo mismo vale para el psicoanlisis: criticar o desafiar el psicoanlisis, presupone que antes debe haber
una estructura psicoanaltica, creada por Freud. Incluso cuando Sartre habla de psicoanlisis
existencial, ya est presuponiendo la teora de Freud. En un libro que lleva ese ttulo, Sartre hace
algunas crticas al determinismo de Freud.
Dice que el psicoanlisis no explica: no explica primero, porque trminos como proyeccin y otros
buscan aplicar algo general a un sujeto individual, lo que no puede hacerse segn Sartre, y adems
explicar la conducta de hoy por el pasado, es simple determinismo, inaceptable. La realidad humana se
define por los fines que persigue, no por las causas del pasado. Por ello rechaza tambin las explicaciones
evolucionistas.
Tampoco puede explicarse al hombre por la influencia del ambiente. Este acta slo cuando el sujeto lo
comprende, lo transforma en una situacin. Tambin critica Sartre la divisin de la persona en yo, ello,
etc. Pata Sartre, debe estudiarse al hombre en cuanto ser (ontologa) como base necesaria para el
psicoanlisis: ste empieza donde termina la ontologa del ser, y con esto coincide Rollo May. Tambin
coincide con Sartre, en que el inconsciente no es un stano, sino potencialidades de experiencias.
Resumen de Rollo May (1990) La psicologa y el dilema del hombre. Mxico: Gedisa. Captulo 9: Jean Paul Sartre y el
psicoanlisis.

Psicoanlisis del yo.- Surgida en EEUU, esta corriente enfatiza dos puntos: la importancia de la
instancia yoica, y la enfatizacin del carcter (Freud no habl de carcter, salvo en el artculo El carcter
y el erotismo anal).
Reich, en El anlisis del carcter, define el carcter como una alteracin crnica del yo que se
caracteriza por su rigidez y que sirve para proteger al yo de peligros internos o externos. El carcter es la
coraza del yo, el que se atrinchera por miedo al castigo. Frente al carcter neurtico est el carcter
genital, armnico y plstico, que puede adaptarse, no es rgido. Rank, por su parte, habl de un carcter
artstico e ideal.
Kardiner, Erikson, Anna Freud, Hartmann y Abraham buscaron integrar datos dinmicos y psicolgicos
dentro de la escuela del yo. Esta escuela busc dar cientificidad a sus investigaciones. De stas, hay dos
bastante conocidas: la investigacin Menninger y el Indice Hampstead.
La investigacin Menninger empieza alrededor del 50 hasta el 72. Investig la fortaleza yoica y sus
funciones. Comparando pacientes con ex pacientes, estudiaron la fortaleza yoica, el nivel de angustia, el
nivel de agresividad y la capacidad de externalizacin. Todo ello respecto de los pacientes. Respecto del
tratamiento, indagaron la tcnica (interpretacin), la experiencia del terapeuta en el caso, y el grado de
tolerancia. Y respecto de la situacin, indagaron la posibilidad o grado de estrs, y la capacidad de
irritabilidad.
Concluyeron dos cosas: primero, que la fuerza yoica depende de la combinacin de la integracin, la
estabilidad y la flexibilidad de las estructuras psquicas; y segundo, que la mayor fortaleza yoica permite
mayor posibilidad de respuesta positiva en un paciente.
La investigacin del ndice Hampstead empieza en el 50. Fue dirigida por Anna Freud y trabaj con chicos
en relacin con su educacin. Se oper con ndices porque se busc aislar indicadores tanto del nio
como de la madre y el grupo tratante que mostraran como eran las respectivas respuestas bsicas para
cada momento evolutivo.

Condensado de Kauffman Mara del Pilar C, Historia de la psicologa. Clases dictadas en la Ctedra de Historia de la
Psicologa, Facultad de Psicologa, Universidad de Belgrano. Buenos Aires, 1986.

Investigacin en psicoanlisis.- Objetivo: Este artculo revisa de manera crtica algunos trabajos
sobre investigacin psicoanaltica y psicoteraputica, en las diferentes lneas de trabajo, con el propsito
de establecer y contrastar sus metodologas; adems, se revisan los procedimientos para medir la
eficacia de las psicoterapias como factor de cambio psquico.
Mtodo: Se escogieron artculos representativos de las diferentes lneas de investigacin, publicadas de
preferencia en revistas indexadas, avaladas o patrocinadas por la Asociacin Psicoanaltica Internacional,
que cubren las reas de investigacin clnica, emprica, conceptual, experimental, interdisciplinaria y
aplicada, adems de investigaciones sobre resultados en psicoterapia.
Resultados: Esta revisin evidencia la ampliacin de las fronteras en el campo de la investigacin
psicoanaltica, que durante muchos aos estuvo limitada a la cura psicoanaltica.
Conclusiones: El analista y el psicoterapeuta, en su formacin continua y actualizacin, deben reconocer
la importancia de la diversificacin de los proyectos de investigacin, as como la necesidad de ampliar el
crculo de investigador-verificador, e incluir a terceros investigadores, mediante diversas metodologas,
para contribuir a la verificacin y refinamiento de la teora y validacin de los resultados de la prctica.
Eduardo Laverde-Rubio. Metodologa de la investigacin: Psicoterapia analtica y psicoanlisis. REVISTA COLOMBIANA
DE PSIQUIATRA. 2008 MAR;37(1):118-128.

Psicoanlisis y lengua.- Es posible identificar, siguiendo la lingstica C. Hagge (1985), al menos dos
obstculos sustanciales en el cambio de la traduccin de una lengua a otra. En primer lugar, la lengua es
una sustancia viviente condicionada histrica y socialmente, y los condicionamientos son obviamente
distintos en las diferentes lenguas. Esta visin de la lengua, que se opone a una visin esttica y neutra,
ha sido ampliamente proyectada y teorizada por el terico ruso M. Bajtn, y posteriormente retomada por
Steiner, por Hagge y por muchos otros. Uno de los elementos significativos que intervienen vitalizando y
modificando la lengua es el factor tiempo, que opera tambin en el interior de una lengua sola. El tiempo,
que es individual, histrico y social, contextualiza la sustancia lingstica y le atribuye un sentido que es
especfico para aquel momento o perodo.
Si se trata de un paciente polilinge precoz, es decir, de un sujeto que ha asimilado varias lenguas en el
perodo de adquisicin del lenguaje; si todas stas estn igualmente representadas a disposicin del
sujeto para su uso (situacin que en la prctica nunca se produce integralmente), no se presupone una
traduccin verdadera de una lengua a otra, sino ms bien una conmutacin entre sistemas lingsticos.
En este caso, se puede plantear la hiptesis de que el sujeto, por su conocimiento de las constricciones
estructurales de cada lengua, estar en condiciones de llevar adelante, inconcientemente, las operaciones
de sondeo y que en profundidad y extensin deberan permitir equivalencias adecuadas. Sin embargo, el
problema expuesto subsiste, porque quien haya traducido sabe que en el interior de una lengua existen
mltiples elecciones permitidas, tericamente equivalentes, pero personalmente privilegiadas, que
configuran en definitiva un estilo.
Adems, siendo la cadena sintagmtica lineal y desarrollndose el discurso en el tiempo, la lengua
utilizada, cada vez, no puede ser ms que una sola, aun en la hiptesis en que analista y paciente,
igualmente polilinges respecto a las mismas lenguas, coincidan en que las asociaciones puedan
enunciarse en cualquiera de las lenguas posedas. La eleccin de una lengua, en esta ltima
eventualidad, no puede ser casual, como no le era por ejemplo, para la paciente de la cancin de corro.
El hecho de hablan en italiano y no en alemn, de traducir el texto de alemn al italiano, es funcional a la
defensa.
Es posible introducir, en el interior de un polilingismo casi perfecto, otra distincin importante. Un sujeto
puede ser perfectamente polilinge desde un punto de vista lingstico, y no ser policultural. En verdad
esta variedad es la ms frecuente, y lo es por razones de realidad. Una familia puede transmitir a sus
hijos varias lenguas, pero difcilmente lograr transmitir, con la misma fidelidad, varias culturas.
Inevitablemente, el hecho de habitar un espacio privilegia la cultura del lugar en el cual se vive, en
cuanto los estmulos culturales recibidos son ms numerosos y estn ms a mano. Si, como decamos
antes, la lengua es una sustancia viviente, condicionada histrica, social y culturalmente, tambin desde
el punto de vista de un sujeto polilinge habr una lengua ms viva, la que pertenece al lugar en el cual
se desarrolla su existencia.
El paciente polglota presenta, de alguna manera, una dinmica similar a la del polilinge. Sin embargo,
hay algunas diferencias que conviene tener en cuenta. En primer lugar, puesto que es polglota, por
definicin, ha adquirido otras lenguas, adems de la lengua madre, despus del acceso al lenguaje, esta
primera lengua conserva un privilegio sustancial en los primeros vnculos entre representaciones
mentales y palabras. Adems, la lengua madre es aquella en la cual han hallado su lugar las vivencias de
los primeros aos de vida. Que stas se traduzcan o no a las lenguas aprendidas posteriormente es algo
que depende de cada sujeto y de las necesidades reales con las que se encuentre. Esta multiplicidad de
destinos ha sido notablemente ilustrada por muchos escritores bilinges: Beckett, Canetti, Conrad,
Cioran, Bianciotti, Hoffman Esto nos induce a pensar que la lengua adquirida a una determinada

distancia de la primera infancia puede llegar a veces a expresar el mundo interior con la misma fidelidad
que la lengua madre, incluso respecto a las vivencias primordiales.
Finalmente, el problema de la traduccin parecera completamente irrelevante en el sujeto monolinge.
Usuario de una sola lengua, l parecera estar al reparo, junto a su hipottico analista, de todo problema
relativo a la traduccin o a la vinculacin interlingstica Fleigenheimer (1989) con gran sutileza y
sensibilidad, sostiene precisamente lo contrario. Si un paciente italiano habla de una casa colonica
(rural), en la mente de un analista nacido y crecido en otro pueblo se evocarn imgenes de su campia
y de su mundo campesino. Por otra parte, el mismo problema se creara en una pareja de paciente y
analista que compartan nacionalidad y lengua, en base a las diversidades no menos significativas -pero
en este caso ms clandestinas- que caracterizan la vivencia y la historia de cada uno. Se equivoca quien
considera que la comunin de la lengua exime al analista de una escucha similar a la aconsejada cuando
hay ms de una. La lengua del hablante monolinge ha sido sometida, durante la vida del sujeto, a todas
las variaciones diacrnicas que caracteriza a la lengua en cuanto tal a nivel social. El factor tiempo no
acta nicamente a nivel colectivo, sino tambin en el interior de la vida lingstica del individuo. En este
sentido se toma la definicin de regresin propuesta por Lacan: el sujeto -en la demanda actual que
dirige a su analista- acarrea aquellos significados obsoletos que correspondan a la demanda de su
antigua historia.
Interpretacin, trabajo analtico y traduccin.- Hasta ahora los autores han tratado de individualizar y
formular las convergencias, las intersecciones, que presenta la problemtica de la traduccin respecto a
la de ellos. En este punto se pone la pregunta de si se debe extender la analoga entre trabajo analtico y
trabajo del traductor, si por ejemplo la interpretacin analtica es una traduccin. La respuesta es
negativa. La interpretacin, la Deutung freudiana, no puede ser conceptualizada como una traduccin;
en efecto, ella nunca es designada como una bersetzung, trmino corriente para traduccin. La
terminologa freudiana asociada a la interpretacin, de manera no casual, vuelve a proponer los vocablos
utilizados para hablar de la estructura del aparato psquico: bertragung, transposicin; Verschiebung,
desplazamiento; bertragung, transferencia; abschreiben, transcribir; Verdichtung, condensacin.
La intervencin analtica ligada a la interpretacin se propone luego trasponer, trasladar, transcribir,
transformar, produciendo una textura polifnica, trazando conexiones.
El material analtico es una experiencia, una figura nueva de la intersubjetividad que custodia-sirvindose
de la construccin ideada por Freud como conjunto de reglas que, inspirndose en el mtodo, guan la
curacin en la realidad de la transferencia y de la relacin, en el quiasmo producido por el deseo del
paciente y por el del analista- el decir y la escucha.
La escucha est implcita en la naturaleza del decir que la precede, puesto que la atencin
uniformemente fluctuante rene la actividad del analista con la actividad de libre asociacin del
analizado, y la interpretacin es una condensacin del decir y del escuchar apta para proponer el sentido
del decir que nace al darles peso a las palabras. El objetivo, cualquiera sea la teora que se utilice para
describir el aparato psquico, es la transformacin del sujeto.
Los autores han rechazado la concepcin de la interpretacin como una traduccin, en nombre de la
diferencia entre el material analtico y el texto, y en nombre de la divergencia del objetivo de la
operacin. El momento de interpretar es tambin el momento en que se decide que el material
producido por el analizando es bastante comprensible; es decir, el analista est en posesin de una
preinformacin suficiente que le permite contextualizar los elementos identificados en el nuevo discurso;
adems, l logra elaborar algunos criterios, a su parecer vlidos, para delimitar los lmites de pertenencia
de las series asociativas. El momento de interpretar es tambin, pero no solo, el determinado por la
relativa certeza sobre el sentido del material. Porque, si se tiene presente la naturaleza peculiar de la
relacin analtica misma, queda claro que el momento de concluir, o de intervenir, no podr ser decidido
con el solo parmetro de que el material est completo. se ser un parmetro, valioso sin duda, pero
solo uno del conjunto de los elementos que intervienen en esta peculiar forma de intersubjetividad.
Si el campo de la experiencia psicoanaltica y el campo del anlisis textual manifiestan tener contornos
precisos y diferentes, las intersecciones y los prstamos pueden enriquecer a ambos. Es posible, por ello,
volver sobre el concepto de los lmites de pertinencia que, considerado en la escucha y en la
interpretacin del paciente multilinge, se revela particularmente pertinente. La pregunta acerca de
dnde detenerse? se replantea con fuerza si consideramos las caractersticas peculiares del discurso del
sujeto polilinge o polglota.
Una sesin en varias lenguas.- Es bastante evidente que la transcripcin elimina la entonacin de la voz,
los silencios, los ritmos del discurso, como si fueran elementos menores. Por convencin eliminamos
adems los elementos no verbales o paraverbales (gestos, etc.)que acompaan o sustituyen la alocucin
en ciertos pasajes discursivos. No tenerlos en cuenta, como si fueran desdeables, no significa que lo
sean. sta es la primera prdida que sufrimos inevitablemente.
Asimismo, debe decirse que, si bien esta prdida es comn a la transcripcin de cualquier discurso oral
en discurso escrito, el psicoanlisis, construido como experiencia oral, y no como simple discurso oral,
tiene mucho que perder en la transcripcin. Qu mtodo podra mostrar eficazmente la especificidad de
una experiencia? No porque sea necesario postular una calidad inefable, sino ms bien porque nos

encontramos en presencia de una gran cantidad de variables. No debe fomentarse la solucin, que
encuentra ltimamente no pocos proslitos en algunos gropos psicoanalticos, de recurrir a instrumentos
tcnicos de grabacin, como si el grabador o las videocaseteras garantizaran de por s la restitucin de la
experiencia. Ellos plantean, a su vez, algunos problemas adicionales no insignificantes.
La transmisin del psicoanlisis.- Posiblemente, solo ahora es posible darse cuenta de cunto han
marcado las vicisitudes de la traduccin de las obras de Freud en las distintas lenguas el desarrollo del
pensamiento psicoanaltico en los diversos contextos nacionales. Por ejemplo, la versin propuesta por
Standard Edition ha condicionado a generaciones enteras de psicoanalistas; gracias a la recoleccin casi
integral de la edicin y al rico aparato de notas crticas, ha representado durante aos un punto de
referencia obligado, no solo para los estudiosos de lengua anglosajona, sino tambin para la de muchos
otros pases. Es sabido que este texto -incluso a causa de su profunda necesidad de integracin en la
nueva patria- fue adoptado por los mismos psicoanalistas de origen alemn emigrados a Inglaterra y
Estados Unidos, que solo excepcionalmente, debido a algn problema especfico, hacen referencia en sus
escritos a la edicin original de las Desammelte Werke.
Paradjicamente, la lengua de Freud todava carece de una edicin estndar. En Alemania, de hecho, el
copyright recin caducar en 2059 y hasta esa fecha no ser posible tener una publicacin integral
coordinada y provista de aparato crtico; en consecuencia, tampoco habr disponible un punto de
referencia firme para eventuales nuevas traducciones. Esto explica, al menos en parte, la aparicin de
algunas publicaciones parciales de las obras de Freud en diversas lenguas, que se han traducido del
ingls y del francs antes que del alemn.
En conclusin, en el arco de ms de un siglo a partir de las primeras publicaciones de los escritos de
Sigmund Freud, no obstante la amplia difusin a nivel mundial del psicoanlisis en los distintos niveles de
la cultura y de la sociedad. El panorama de la traduccin de sus obras en todo el mundo es todava
lagunoso, discontinuo e incompleto.
Todos somos concientes de las imprecisiones y, a veces, de los autnticos errores que se cometieron en
el transcurso de los aos a travs de las traducciones; pero tambin es lcito preguntarse si tantas
revoluciones terminolgicas no terminaran por crear ms confusin que claridad.
Estas breves referencias informativas, relativas a la cuestin inmanente de la traduccin de los escritos
de Freud y de otros autores -entre extenuantes pesquisas exegticas y raros neologismos, entre el rigor
obsesivo de la fidelidad del texto y el arbitrio que todo acto creativo de traduccin inevitablemente
conlleva-, nos revelan cmo, tambin en este nivel, se reproduce la antigua ilusin de la lengua original
por reencontrar.
Es cierto que hoy la comunidad psicoanaltica debe hacerse cargo de corregir muchos errores de
traduccin que se han perpetuado en el transcurso del tiempo, y que han sido fuente de equivocaciones
en cadena. Pero es igualmente cierto que cada revisin se expone al riesgo de infligirle al pensamiento de
Freud un artificioso efecto retroactivo de resignificacin forzada de sus escritos, en orden a las teoras
modernas de las cuales cada uno es partidario. Puesto que cada nueva versin ser inevitablemente una
nueva interpretacin, se impone una gran cautela, para evitar aumentar la Babel. En definitiva, es
necesario aceptar que nunca ninguna traduccin -ni siquiera la ms docta y cuidada- ser totalmente
satisfactoria y definitiva. Precisamente como dice George Steiner respecto de Shakespeare, cada
generacin, en teora, podra querer su versin de las obras de Freud en los diversos idiomas.
Pero quedar siempre un margen abierto para nuevas verificaciones, confirmaciones y posibilidades
alternativas. Por lo cual, si bien la traduccin del psicoanlisis no es una tarea imposible, siempre ser
una tarea sin fin.
Resumen de J. Amati Mehler, S. Argentieri, J. Canestri, Lengua madre y lenguas extranjeras en la dimensin
psicoanaltica. Grupo Editorial Lumen. Buenos Aires-Mxico.

PSICODLICO
Definicin.- (De psico- y el griego deloyn, mostrar, manifestar; de dlos, visible, patente.).
Perteneciente o relativo a la manifestacin de elementos psquicos que en condiciones normales estn
ocultos, o a la estimulacin intensa de potencias psquicas. Causante de esta manifestacin o
estimulacin. Dcese principalmente de la marihuana y otros alucingenos.
Texto extrado de: Navarro F (director) (1995) Diccionario Enciclopdico Salvat. Barcelona: Salvat.

PSICODIAGNSTICO
Definicin.- Psicol. Conjunto de procedimientos psicolgicos (tests, entrevistas, etc.) que se aplican para
explorar y evaluar una personalidad, sus disposiciones y aptitudes, sus conductas previsibles, su
carcter, sus rasgos patolgicos, etc. Es decisivo en todas las formas de la psicologa aplicada.
Texto extrado de: Navarro F (director) (1995) Diccionario Enciclopdico Salvat. Barcelona: Salvat.

Generalidades.- Institucionalmente el proceso psicodiagnstico configura una situacin con roles bien
definidos y con un contrato en el que una persona (paciente) pide que la ayuden y otra (psiclogo)

acepta el pedido y se compromete a satisfacerla en la medida de sus posibilidades. Es una situacin


bipersonal (psiclogo paciente o grupo familiar), de duracin limitada, cuyo objetivo es lograr una
descripcin y comprensin lo ms profunda y completa que sea factible de la personalidad total del
paciente o del grupo familiar. Asimismo enfatiza la investigacin de algn aspecto en particular segn la
sintomatologa y las caractersticas de la derivacin (si la hubiere). Abarca los aspectos pretritos,
presentes (diagnstico) y futuros (pronstico) de esa personalidad, utilizando para lograr tales objetivos
ciertas tcnicas (entrevista semidirigida, tcnicas proyectivas, entrevista devolutiva).
Siquier de Ocampo, Garca Arzeno, Grassano de Piccolo y col (1974) Las tcnicas proyectivas y el proceso de
psicodiagnstico. Buenos Aires: Nueva Visin.

Generalidades.- La psiquiatra necesita un instrumento de verificacin diagnstica, por cuanto sus


ventajas son: a) ofrecen un registro completo de un segmento de conducta, para reducir la seleccin
subjetiva y aumentar la objetividad; b) se pueden comparar esos datos entre pacientes; y c) por lo
anterior, se hace posible la cuantificacin. No obstante, hay siempre una cuota de subjetividad,
controlable por la experiencia clnica.
Los mtodos clnicos obtienen una muestra de conducta amplia pero no sistemtica, mientras que los
tests al revs. Hay que utilizar ambos para compensar sus desventajas. Adems de estas razones
pragmticas, hay tambin razones conceptuales para utilizar los tests: estos permiten reconstruir, a
partir de lo observado, los procesos del pensamiento y, a partir de ellos, la dinmica de la personalidad.
Rapaport, Teora del procedimiento diagnstico.

Generalidades.- El psicodiagnstico es un proceso de investigacin que utiliza entrevista y tcnicas de


exploracin psicolgica para dar respuesta a preguntas ms o menos explcitas, a demandas que pueden
venir del mbito clnico (este paciente es analizable?), forense (esta persona es imputable?), laboral,
educativo, etc. Para ello utiliza un aparato conceptual para analizar los datos.
Ms que un conjunto de tcnicas, el psicodiagnstico es la construccin de un campo de conocimiento, un
objeto de estudio, un mtodo, una teora, etc, donde se inventan hiptesis (descubrimiento) y se intenta
verificarlas (justificacin). No se trata slo de decir la exploracin psicodiagnstica indica tal o cual
cosa; intenta tambin la interpretacin del material, hacer cuestionamientos terico-tcnicos ms
extensos, etc. El objeto de estudio son los trazados expresivos de las organizaciones de la personalidad,
tal como se construyen y recolectan en el dispositivo psicodiagnstico.
O sea, adems de decir que la exploracin mostr tal o cual cosa, muestra tambin como est organizada
la personalidad del sujeto. El psicodiagnstico est constitudo simultneamente por diferentes vectores y
componentes: la demanda, sus relaciones con el mtodo cientfico experimental y sus relaciones con la
teora psicoanaltica.
El psicodiagnstico tiene una duracin y un lugar donde se lleva a cabo, adems de un encuadre y una
serie de roles tcnicos (entrevistas, consignas, etc) y, como unidad de estudio, una batera de tcnicas
mnimas bsica. La metodologa es estructuralista, pero tambin hermenutica (o interpretativa).
Respecto de los tests, se utilizan tanto los psicomtricos como los proyectivos. Por proyectar se entiende
tanto enviar hacia la figura contenidos psquicos, como ver en la figura una proyeccin de aspectos de la
personalidad, como en el sentido ptico de proyeccin o radiografa de la personalidad.
Hay por lo menos tres componentes que atraviesan simultneamente el campo del psicodiagnstico: 1)
una demanda del saber, 2) la teora presupuesta, y 3) la cualidad del objeto de estudio.
La demanda proviene del mbito clnico, laboral, etc. La sociedad pone al diagnosticador en el lugar del
saber y le solicita que fundamente el saber en forma objetiva y corroborable. La teora presupuesta es el
psicoanlisis, mientras que el objeto no es el sujeto del inconciente sino el sujeto total, con todos sus
aspectos y vicisitudes.
El psicodiagnstico est afectado a la vez tanto por el dispositivo del mtodo cientfico experimental como
por el dispositivo analtico: este ltimo favorece la emergencia de lo reprimido.
El psicodiagnstico busca crear efectos subjetivos: la persona reaccionar a consignas, materiales,
encuentros, despedidas, etc, donde proyectar su material psquico.
El psicodiagnstico permite detectar la capacidad de fluctuacin dinmica del sujeto entre su realidad y
recursos psquicos, y la realidad externa. En esta fluctuacin puede haber estabilidad o inestabilidad,
dentro de un continuum que va de un extremo al otro.
Lunazzi de Jubany H, Lectura del psicodiagnstico.

Generalidades.- Rama de la psicologa que consiste en averiguar desarreglos, enfermedades o


disfunciones en la conducta humana. Los intentos no son sistemticos de psicodiagnstico, y tambin en
alguna ocasin los sistemticos, se remontan a perodos antiguos de la cultura china, as como al
cristianismo primitivo. Se perfil definitivamente como psicodiagnstico cientfico en el mundo occidental
a partir de F. Galton, quien, basndose en la psicologa experimental orientada en el experimento clsico,
estudi sistemticamente las diferentes reacciones individuales condicionadas por la personalidad. Para la
averiguacin de tales disfunciones se emplean bsicamente la entrevista y los tests. La entrevista
consiste en el examen personal del paciente realizado por el psiclogo, quien a travs de preguntas que

demandan determinadas explicaciones, observacin de la conducta no verbal, comportamiento y


reacciones, obtiene la informacin necesaria para realizar el psicodiagnstico. Como a veces este mtodo
puede resultar incompleto o impreciso, son de gran utilidad los tests y cuestionarios psicolgicos
estandarizados. Existe una gran variedad: algunos son generales y otros muy especficos sobre
trastornos o disfunciones concretas. Una vez empleados estos dos mtodos, el psicodiagnstico suele
llevarse a cabo de la siguiente manera: el psiclogo tiene una primera entrevista con el paciente en la
que orienta el psicodiagnstico hacia un trastorno determinado, el que considera que el paciente padece.
Para cerciorarse, o para obtener ms informacin, lo normal es servirse del test o los tests aplicables a
ese caso concreto, cuyo resultado le ser de gran utilidad. Con uno o ambos instrumentos, el psiclogo
puede llegar al psicodiagnstico acertado. Los diferentes trastornos mentales estn clasificados en el
denominado DSM-IV, manual de diagnstico psicolgico-psiquitrico, que sirve para dar una uniformidad
a la denominacin de los diferentes trastornos entre los diferentes profesionales. El diagnstico
psicolgico diferencial consiste en la determinacin de un trastorno tras haber realizado el estudio
comparativo de sus sntomas y signos con los de distintos trastornos de sintomatologa similar; es decir,
que por la existencia de determinados sntomas podra diagnosticarse ms de un trastorno, por lo que
hay que averiguar si el paciente tiene algn sntoma que slo se presente en uno de ellos. El
psicodiagnstico orienta la terapia aplicable a cada persona en cada saco concreto.
Farr Mart J (1999) Diccionario de psicologa. Barcelona: Ocano.

Proceso psicodiagnstico.- Segn Abuchaem, el proceso psicodiagnstico permite no slo identificar la


enfermedad, sino tambin realizar un estudio total de la personalidad. Consta de: pre-entrevista,
entrevista inicial, entrevistas de administracin de pruebas, entrevista de devolucin, y confeccin del
informe final. En las entrevistas de administracin de pruebas, conviene comenzar con pruebas grficas,
luego con tests de inteligencia, luego con tests verbales (desiderativo, Rorschach) y luego los temticos
(TRO). Los ms ansigenos deben ir al final.
El proceso psicodiagnstico, tomado como un texto a ser ledo y develado, requiere: capacidad de
disponer de conocimientos pero tambin de fantasas y emociones; tolerar el vnculo y la frustracin
debida a su corta duracin; ser continentes del sufrimiento y las transferencias y al mismo tiempo
mantener el encuadre; plasticidad para interpretar, leer, releer, cambiar; permeabilidad para aceptar y
confrontar las propias motivaciones inconcientes del diagnosticador; curiosidad para el mundo interior
propio y del otro (anlisis didctico).
La trama del texto psicodiagnstico puede ser analizada en tres direcciones, que sern los pasos de la
lectura psicodiagnstica: a) siguiendo las propuestas interpretativas desarrolladas para cada tcnica por
sus autores o modificaciones a estos criterios originales; b) trabajando en el reconocimiento de
organizaciones coherentes subyacentes a los principios que sostienen los datos, mediante el registro de
recurrencias y convergencias intra e intertest; y c) ligando la lectura de estas organizaciones coherentes
con ciertos criterios de diferenciacin clnica que permitan explicitarlos en tanto niveles metapsicolgicos
de abstraccin psicodinmica.
El proceso psicodiagnstico implica plantear un problema y elaborar una hiptesis (por ejemplo es un
problema orgnico o psquico?), recoger datos dentro de cada test, y luego examinar a nivel intertest las
recurrencias para ir detectando alguna convergencia significativa.
Lunazzi de Jubany H, Lectura del psicodiagnstico.

Comercializacin de instrumentos.- El crecimiento reciente del manejo del cuidado de la salud mental
en los Estados Unidos ha conllevado una enorme demanda de productos de una de las sub-disciplinas
mejor desarrolladas, de pruebas y valoraciones. El potencial comercial de los instrumentos de valoracin
de la salud mental, para un uso extenso, que cumplan lo que describe Kraus, Seligman, y Jordania como
una industria global, conlleva a evaluaciones de resultado en escenarios naturalistas, lo que
necesariamente trae conflicto de los dilemas de inters para aquellos que los desarrollan y comercializan.
La asociacin psicolgica americana ha dedicado un esfuerzo intenso a este respecto, ya que concierne a
otros aspectos de la ciencia y de la prctica de la psicologa clnica. Recientemente no se ha puesto
atencin en el desarrollo y la comercializacin de los instrumentos de valoracin. Este artculo destaca
este problema y sugiere tipos de acciones de auto regulacin que podran aplicarse, como requerir y
publicar las declaraciones completas de las relaciones de los autores con las compaas que comercializan
los instrumentos, en un Paquete de Resultado del Tratamiento en los artculos psicomtricos bajo los
cuales fueron evaluados.
Karla Moras, Manteniendo una credibilidad psicolgica cientfica y profesional y responsabilidad tica para una autoregulacin: Comentario sobre "validaciones" de instrumentos de evaluacin de la salud mental. JOURNAL OF CLINICAL
PSYCHOLOGY. 2005 MAR; 61(3).

PSICODRAMA
Definicin.- Es una dramatizacin teraputica que permite explorar la personalidad, los conflictos
interpersonales y los problemas emocionales. Las personas que intervienen son las siguientes: 1) el

protagonista o paciente, es decir la persona que expresa sus problemas, con la ayuda de 2) los
auxiliares, o personas que encarnan diferentes aspectos del paciente, 3) el director, psicodramaturgo o
terapeuta, o sea la persona que gua a todos hacia el insight.
Kaplan H y Sadock B, Compendio de psiquiatra. Mxico: Salvat. Captulo 26, punto 4.

PSICOFRMACO
Hbitos de consumo.- Un estudio que profundiza en los factores culturales de la prescripcin de
medicamentos, coordinado por la Universidad de Granada, ha demostrado que el mayor consumo de
psicofrmacos entre mujeres est asociado a la construccin de una imagen de la mujer como persona
ms dbil, pasiva y dependiente. El estudio, realizado en Andaluca, Madrid y Pas Vasco, y coordinado
por la antroploga de la Universidad de Granada (UGR) Nuria Romo Avils, ha tratado de recoger la
experiencia de mujeres que haban sido prescritas con psicofrmacos (antidepresivos, tranquilizantes o
somnferos), y de profesionales de Atencin Primaria y Psiquiatra que los recetan, segn inform la UGR.
En ambos casos se repiten ciertos estereotipos, que el equipo de investigacin asocia a la construccin
social del gnero. Un milln y medio de personas consume somnferos o tranquilizantes de forma habitual
en nuestro pas, el 75 por ciento de las cuales son mujeres. Por otro lado, un estudio del Instituto de la
Mujer del ao 2000 indicaba que el 70 por ciento de la poblacin femenina espaola haba tomado alguna
vez este tipo de medicamentos, que requieren receta mdica.
Un estudio asocia consumo de psicofrmacos y estereotipos sociales. EL NORTE DE CASTILLA. 2004:10-ENERO

PSICOFARMACOLOGA
Definicin.- (De psico- y farmacologa) f. Med. Disciplina cientfica que estudia el efecto de
determinadas drogas o frmacos (sustancias psicotropas o neurotropas) sobre la vida psquica. Se ocupa,
pues, de la modificabilidad de la vivencia y de la conducta a travs de los frmacos e investiga los efectos
pretendidos y los no deseados o secundarios.
Texto extrado de: Navarro F (director) (1995) Diccionario Enciclopdico Salvat. Barcelona: Salvat.

Psicofarmacologa geritrica.- Los ancianos se ven afectados por una mayor incidencia de
enfermedades que requieren tratamiento farmacolgico. Por ejemplo, la depresin es por lo general una
enfermedad con una historia natural de recuperacin espontnea en seis-nueve meses, pero el riesgo de
suicidio, la incomunicacin social causada por la depresin y la expectativa de vida disminuida de los
pacientes de edad, constituyen buenas razones para prescribir un tratamiento farmacolgico.
El cuerpo del anciano metaboliza con mayor dificultad los remedios que toma, y suele experimentar
frente a ellos reacciones adversas. Adems, presentan a menudo un abanico de enfermedades tratadas
con mltiples frmacos, lo que aumenta las probabilidades de interaccin adversa entre frmacos.
En los pacientes ancianos, los mecanismos homeostticos estn disminuidos, o sea tienen poca capacidad
para reaccionar rpidamente a cualquier cambio (si tienen taquicardia, les cuesta volver a las pulsaciones
normales, etc), y lo mismo con la presin arterial, el tono vascular perifrico, etc. Por lo tanto, tampoco
pueden compensar fcilmente ligeros excesos farmacolgicos: si toman un medicamento de ms, el
exceso les cuesta eliminarlo, porque los rganos encargados de ello, el hgado y el rin, funcionan
mucho ms lentamente en ellos.
Este dficit farmacocintico (dficit para movilizar el medicamento) engendra reacciones farmacolgicas
indeseables. La eliminacin de los frmacos por orina se hace ms lento, lo cual hace que queden
circulando en la sangre como toxinas. Si hay polimedicacin, como es el caso de los ancianos, los niveles
de toxina en sangre aumentan mucho.
En general, la atencin cuidadosa del peligro que corren los ancianos, permite minimizar los efectos del
frmaco en exceso. Pueden evitarse estos problemas administrando pocos frmacos, apenas los
indispensables y en dos menores, y en los casos donde realmente sean imprescindibles y donde la
relacin beneficio-riesgo es clara. Los pacientes de edad avanzada deberan ser tratados con dosis ms
pequeas, puesto que alcanzan los niveles plasmticos de equilibrio a dosis ms bajas. Dosis ms altas
producen desequilibrios, con lo que el frmaco comienza a acumularse en el organismo.
Bressler R, Gerontologa clnica. Esta nota resumen el captulo 13: Utilizacin de frmacos en el paciente geritrico.

Accin los psicofrmacos.- La accin de los frmacos psicotrpicos pueden ser: a) estimulantes
(anfetaminas y estimulantes afines), b) antidepresivos (las dos clases principales son los inhibidores de la
monoaminooxidasa y los triclclicos), c) antiesquizofrnicos (los ms importantes son probablemente las
fenotiacinas y las butirofenonas, conocidas generalmente con el nombre de neurolpticos), d)
psicodlicos (por ejemplo LSD y mescalina), e) ansiolticos (reducen la tensin emocional y promueven
una ligera relajacin muscular, como por ejemplo el fenobarbital
Kaplan H y Sadock B (1992) Compendio de psiquiatra. Mxico: Salvat.

PSICOFSICA

Definicin.- f. Psicol. Conjunto de intentos intelectuales llevados a cabo para relacionar los procesos
psquicos y explicar su conexin.
-Psicol. En un sentido muy amplio, se llama problema psicofsico al de las relaciones entre el cuerpo y la
mente. De forma ms especfica, se llama psicofsica a la tradicin iniciada por los alemanes E, H. Weber
y G. Th. Fechner, que en el seno de la psicologa se ocupa de las relaciones cuantitativas y exactas entre
las impresiones sensoriales y los estmulos fsicos externos que las condicionan.
Texto extrado de: Navarro F (director) (1995) Diccionario Enciclopdico Salvat. Barcelona: Salvat.

Definicin.- La psicofsica es el sector de la psicologa experimental que se ocupa de medir las


sensaciones. Mediante el uso de procedimiento adecuados, los psiclogos han establecido
correspondencias muy estables entre el valor del estmulo externo (una luz de cierta intensidad, un
sonido de cierta potencia) y las respuestas del individuo ("este sonido es ms fuerte", etc.), llegndose
as a enunciar leyes psicofsicas que, en cierta forma, son un ejemplo excepcional dentro de la psicologa,
donde no abundan las leyes objetivas. El mrito de haber iniciado estos estudios corresponde
principalmente a la escuela alemana del siglo pasado: Weber, Fechner, Helmholtz y Wundt, entre otros.
Battro A., "Manual prctico de psicologa moderna", Buenos Aires, Emec, 1970.

Definicin.- Ciencia que trata de las manifestaciones fsicas o fisiolgicas que acompaan a los
fenmenos psicolgicos (Aristos, 1968:492).
Aristos (1968) Diccionario ilustrado de la lengua espaola. Barcelona: Sopena.

Definicin.- (Psicologa Experimental) 1. El estudio de las relaciones entre los estmulos y las
sensaciones, mediante un mtodo de mediciones matemticas, y basado en una pretendida relacin
constante entre estmulo y sensacin. Sus principales representantes fueron Fechner y Weber. 2. Rama
de la ciencia que se ocupa de las relaciones funcionales de dependencia entre el cuerpo y la mente.
(Fechner). 3. En forma especfica, el estudio de las relaciones cuantitativas entre un estmulo y la
sensacin y otra vivencia correspondiente. 4. W. Wirth define la psicofsica como conjunto de la psicologa
experimental cuantitativa.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Generalidades.- La psicofsica, como rama de la psicologa, es el estudio de las reacciones de los


organismos vivos frente a las configuraciones energticas del medio. Concretamente, trata de determinar
cuantitativamente la relacin entre la intensidad del estmulo y la magnitud de la respuesta, y por ello la
psicofsica est a mitad camino entre los fenmenos fisiolgicos y sus consecuencias psicolgicas.
Helmholtz, Weber y Fechner abordaron as experimentalmente los fenmenos sensoriales. Ms all de sus
investigaciones, demostraron la posibilidad de estudiar ciertos aspectos del psiquismo prescindiendo de la
especulacin metafsica, contribuyendo as a hacer de la psicologa una disciplina independiente.
Weber (1795-1878) descubre las diferencias mnimas perceptibles, y concretamente el umbral diferencia
(quantum de estimulacin necesario para obtener una respuesta diferencial). Encuentra que hay una
relacin entre el quantum del estmulo y el quantum de la respuesta, relacin que se puede expresar
como una fraccin K para cada modalidad sensorial. Este es el primer principio exacto de la psicologa.
Fechner (1801-1887) retoma las investigaciones de Weber, dndole una expresin matemtica a su
principio o ley. As, la ley de Weber-Fechner queda establecida del siguiente modo: La intensidad de la
respuesta es proporcional al logaritmo de los estmulos correspondientes, lo cual equivale a decir que
cuando los estmulos crecen en proporcin geomtrica (1-2-4-8-16-32-etc) las respuestas crecen en
progresin aritmtica (1-2-3-4-5-6-etc).
Condensado de Kauffman Mara del Pilar C, Historia de la psicologa. Clases dictadas en la Ctedra de Historia de la
Psicologa, Facultad de Psicologa, Universidad de Belgrano. Buenos Aires, 1986.

PSICOFISIOLOGA
Definicin.- f. Disciplina cientfica limtrofe entre la fisiologa y la psicologa que investiga los
fundamentos nerviosos, sensoriales y endocrinos de los procesos psquicos en los animales, los hombres
y los grupos. Recientemente ha recibido un gran impulso desde la etologa y la gentica molecular.
Texto extrado de: Navarro F (director) (1995) Diccionario Enciclopdico Salvat. Barcelona: Salvat.

PSICOGNESIS
Definicin.- (De psico- y el griego gnnesis, generacin) f. Psiq. Designacin de la teora del origen
psquico de algunas enfermedades. Tambin: psicogenia.
Texto extrado de: Navarro F (director) (1995) Diccionario Enciclopdico Salvat. Barcelona: Salvat.

Psicognico.- Engendrado u originado en la psique.

Texto extrado de: Navarro F (director) (1995) Diccionario Enciclopdico Salvat. Barcelona: Salvat.

PSICOGERONTOLOGA
Generalidades.- Si bien el estudio de la problemtica de la vejez puede rastrearse hasta los primeros
pensadores de la humanidad, la investigacin cientfica del proceso el envejecimiento, as tambin como
el desarrollo en la medicina y psicologa de las especialidades de gerontologa y psicogerontologa, es
muy reciente.
La psicogerontologa o psicologa evolutiva de la vejez se desarrolla prcticamente a partir de la dcada
del 60. Del mismo modo, en la ciencia mdica la geriatra o medicina gerontolgica es una disciplina que
cobra impulso con posterioridad a la segunda guerra mundial, con la consolidacin de las llamadas
sociedades de bienestar y el consumo de los pases desarrollados. La pediatra era ya una especialidad
importante en el siglo XIX y a comienzos de este siglo se construyeron innumerables hospitales de nios
en todo el mundo y tambin en nuestro pas. Pero la existencia de servicios de gerontologa y de una
poltica sanitaria para personas ancianas, que son tan o ms vulnerables que los nios a las afecciones
fsicas o psquicas, recin se crean y definen en los ltimos aos. En la Argentina, por ejemplo, en 1972
se crea el PAMI (Programa de Asistencia Mdica Integral) especializado en la atencin mdica de
gerentes.
Este inters tardo en la investigacin y atencin de las personas de edad es explicable, en parte, por el
poco peso que la poblacin anciana tena antao en la estructura demogrfica de las naciones. Estamos
hoy frente a un mundo que envejece (Griffa y Moreno, 2000:94).
Griffa C y Moreno J (2000) Claves para una psicologa del desarrollo. Buenos Aires.

Psicogeriatra.- La psicogeriatra se ha convertido en una subespecialidad de la psiquiatra cada da ms


importante. Los cambios demogrficos de la poblacin han generado un constante incremento del
segmento de mayores de 65 aos con una tendencia creciente. Por otra parte, la mayor incidencia de
patologa psiquitrica en el anciano en relacin a la poblacin ms joven, ha desencadenado un fuerte
incremento de la demanda asistencial. No hay que olvidar adems que existen unas caractersticas
peculiares en la clnica, diagnstico, patologa bsica asociada, entorno social y neuroqumica en la
enfermedad mental del anciano. Esto ha dado lugar a que en algunos pases se hayan creado servicios
especializados en psicogeriatra cuyos profesionales atienden nicamenie a pacientes mayores de 65
aos.
La enfermedad mental en el anciano tiene unos condicionantes diferentes al resto de la poblacin. Existen
cambios importantes en su situacin social, ya que es una poca de prdidas de seres queridos siendo el
duelo una situacin frecuente. Suele haber un empeoramiento de la salud fisica que se manifiesta en una
mayor vulnerabilidad a la enfermedad, y en una mayor frecuencia de procesos crnicos. Hay una mayor
dependencia de otras personas o servicios por una prdida de las capacidades en las actividades de la
vida diaria. Suele haber una mayor tendencia al aislamiento ya que la actividad social se reduce y el
paciente tiende a salir de su casa cada vez menos. Finalmente, existe una prdida de estatus econmico
puesto que tras la jubilacin los ingresos econmicos del anciano quedan disminuidos.
http://www.cuidadorpsiquiatrico.com/material/psicogeria1.html

PSICOLINGSTICA
Definicin.- (De psico y lingstica) f. Ling. Disciplina que estudia los mecanismos psquicos que
permiten el aprendizaje y el uso de la lengua por el hablante. Se ocupa, por tanto, del proceso de
utilizacin del lenguaje, de la construccin y comprensin de los enunciados (codificacin y
decodificacin), de las asociaciones mentales entre las palabras e ideas, etc.
Texto extrado de: Navarro F (director) (1995) Diccionario Enciclopdico Salvat. Barcelona: Salvat.

PSICOLINGUSTICA COGNITIVA
Definicin.- La psicolingstica cognitiva es una disciplina experimental que estudia los procesos
psicolgicos implicados en el uso y adquisicin del lenguaje. Sus reas de investigacin principales son la
comprensin, produccin y adquisicin del lenguaje, as como la neuropsicologa cognitiva. La
comprensin del lenguaje son los procesos que intervienen entre la recepcin de estmulos y la atribucin
de un significado a los mismos, comprensin que se realiza en varios niveles de procesamiento: unidades
sub-lxicas, palabras, oraciones y discurso.
La psicolingstica cognitiva "es una disciplina experimental que estudia los procesos psicolgicos
implicados en el uso y adquisicin del lenguaje". Veamos los tres elementos de esta definicin:
1) Es una disciplina experimental.- Esto significa que, en base al marco terico, se formulan hiptesis que
sern puestas a prueba mediante un experimento concreto. Estas hiptesis podrn quedar confirmadas o
refutadas, y estos resultados empricos pueden a su vez corregir el modelo terico de manera tal que
entre teora y resultados experimentales debe permitirse una realimentacin.

Una hiptesis relaciona una variable independiente con otra dependiente. En un experimento, se
manipula la variable independiente para ver como influye sobre la variable dependiente. Por ejemplo, en
un experimento de psicolingstica cognitiva, debemos considerar tres cosas: a) La variable
independiente: un determinado estmulo que presentamos al sujeto a investigar, como por ejemplo,
presentarle una palabra. b) La tarea experimental: tarea que debe llevar a cabo el sujeto con ese
estmulo. Siguiendo con el ejemplo anterior, debe decir si la palabra presentada es real o inventada. c)
Variable dependiente: es el resultado medible de la tarea del sujeto. Por ejemplo, el tiempo de respuesta,
o tiempo que tarda en sujeto en responder.
2) Estudia procesos psicolgicos.- La psicolingstica cognitiva se interesa por los aspectos de
procesamiento de la informacin, y por ello es una rama de la psicologa cognitiva. El inters entonces no
est puesto solamente en el ingreso o en la salida de informacin (input y output) sino sobre todo en su
procesamiento, almacenamiento, recuperacin, codificacin, etctera, es decir, todo lo que sucede entre
la entrada y la salida.
3) Estudia procesos implicados en el uso y adquisicin del lenguaje.- La psicolingstica cognitiva estudia
estos procesos, y por ello se hace necesario distinguirla de la lingstica (ver esquema 1).

Finalidad
Objeto de
estudio
Metodologa

Lingstica
Descripcin y explicacin a nivel formal de los
elementos constituyentes de las lenguas.
El sistema de la lengua, cuyas partes se definen por
relaciones de oposicin con el resto.
Bsqueda de material lingstico confirmatorio.

Psicolingstica cognitiva
Estudio de la adquisicin y uso
de nuestra lengua
El sistema cognitivo en lo relativo
a procesamiento de lenguaje
Experimental

En el transcurso de estos estudios, la psicolingstica cognitiva va construyendo 'modelos' es decir,


descripciones de una sucesin de etapas de procesamiento, los cuales suelen representarse grficamente
mediante diagramas de flujo (cajas, flechas, etctera). Son descripciones que mas bien apuntan a 'cmo'
funciona el sistema cognitivo de procesamiento del lenguaje, ms que al 'por qu'.
La psicolingstica cognitiva intenta entonces describir el lenguaje desde un punto de vista psicolgico
cognitivo, o sea a nivel de representaciones mentales, y de esa manera deslinda su objeto del propio de
la lingstica o del de la misma biologa.
Resumen de Molinari Marotto C (1997) Introduccin a los modelos cognitivos de la comprensin del lenguaje. Buenos
Aires: Secretara de Cultura de la Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires. Captulo 1, punto 1.

reas de investigacin.- Las principales reas de investigacin de la psicolingstica cognitiva son las
siguientes:
rea de investigacin
Comprensin del lenguaje (oral y escrito)
Produccin del lenguaje (oral y escrito)
Adquisicin del lenguaje
Neuropsicologa cognitiva del lenguaje

Sujetos investigados
Adultos normales
Adultos normales
Nios
Personas con patologa neurolgica

1) Comprensin del lenguaje.- Esta rea fue una de las ms ampliamente investigadas, y la explicamos
brevemente al final de esta nota al hablar de los niveles de procesamiento.
2) Produccin del lenguaje.- Se ha investigado ms en la comprensin del lenguaje que en su produccin,
y ello por una razn metodolgica: porque la primera es ms fcil de investigar. En efecto, en la
comprensin conocemos el input, o sea, administramos un estmulo al sujeto y despus medimos su nivel
de comprensin. En cambio cuando se trata de estudiar la produccin lingstica, un sujeto produce
lenguaje en forma espontnea, sin necesidad de estmulos que nosotros como investigadores podamos
producir.
Por ello, al estudiar la produccin del lenguaje no utilizamos un mtodo experimental sino sobre todo
observacional: observamos la produccin oral o escrita espontnea, y despus la analizamos. Se estudian
tambin aqu las equivocaciones, pero no como expresin del inconciente, como las ve el psicoanlisis,
sino como un mal funcionamiento temporal de los procesos cognitivos, del mismo modo que la psicologa
de la percepcin puede estudiar las ilusiones. Tambin por razones metodolgicas, son ms los estudios
de la comprensin del lenguaje escrito, mientras que la produccin del lenguaje se estudi con ms
frecuencia en relacin al lenguaje hablado (oral).
3) Adquisicin del lenguaje.- Durante mucho tiempo haba quedado relegado el estudio acerca de como
llegan los nios a hablar y a comprender el lenguaje (enfoque diacrnico), o sea, como adquieren el
lenguaje. En los ltimos diez aos estos estudios han empezado a recibir mayor atencin.
4) Neuropsicologa cognitiva del lenguaje.- Los sujetos aqu estudiados son pacientes con lesiones,
tumores o enfermedades cerebrovasculares. Estos estudios permiten comparar el procesamiento normal
del lenguaje en personas que una vez fueron normales, con su actual manifestacin anormal. En estos

casos las condiciones experimentales las marca la naturaleza, ya que no podemos provocar
deliberadamente lesiones para medir los resultados.
Resumen de Molinari Marotto C (1997) Introduccin a los modelos cognitivos de la comprensin del lenguaje. Buenos
Aires: Secretara de Cultura de la Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires. Captulo 1, punto 2.

PSICOLOGA
Definicin.- Parte de la filosofa que trata del alma, sus facultades y operaciones // Todo cuanto atae
al espritu // Manera de sentir de una persona o de un pueblo (Aristos, 1968:492).
Aristos (1968) Diccionario ilustrado de la lengua espaola. Barcelona: Sopena.

Definicin.- Estudio cientfico de la conducta y la experiencia, de cmo los seres humanos y los
animales sienten, piensan, aprenden y conocen para adaptarse al medio que les rodea. La psicologa
moderna se ha dedicado a recoger hechos sobre la conducta y la experiencia, y a organizarlos
sistemticamente, elaborando teoras para su comprensin. Estas teoras ayudan a conocer y explicar el
comportamiento de los seres humanos y en alguna ocasin incluso a predecir sus acciones futuras,
pudiendo intervenir sobre ellas.
"Psicologa" Enciclopedia Microsoft Encarta en lnea 2001
http://encarta.msn.es 1997-2000 Microsoft Corporation. Reservados todos los derechos.

Generalidades.- (De psico- y el griego lgos, tratado) f. Ciencia que estudia la conducta y la vivencia.
Por ext. Todo lo que atae al espritu y al psiquismo. Manera de sentir de una persona o de un pueblo.
Hablando de pueblos o naciones, la sntesis de sus caractersticas espirituales y morales.
Psicologa animal. Rama de la psicologa a partir de la influencia del darwinismo, que investiga las
manifestaciones y fenmenos de la vida y de la conducta animal.
Clnica. Rama de la psicologa aplicada que investiga las perturbaciones y deficiencias adaptativas de
naturaleza y/o origen conductual o psicolgico con el objetivo de su diagnstico, tratamiento y
prevencin.
Del trabajo. Rama de la psicologa aplicada que estudia los problemas psicofisiolgicos no tanto en el
contexto de la organizacin, como desde el punto de vista de las repercusiones que aqul pueda tener en
la fatiga, la atencin, la monotona, etc. del trabajador.
Diferencial. Rama de la psicologa que investiga las peculiaridades psquicas o conductuales diferenciales
no slo de los individuos aislados, sino, sobre todo, de las diferencias de los tipos, de la edad, de los
grupos y de los sexos; se contrapone a la psicologa general, que trata de formular las leyes psicolgicas
generales.
Dinmica. Rama de la psicologa que investiga las fuerzas que, entrando en conflicto o apoyndose unas
a otras, mueven de forma conciente o inconsciente las conductas y las vivencias humanas.
Educativa. Rama de la psicologa aplicada que investiga los problemas que plantean los procesos
psicolgicos implicados en las situaciones educativas de todo tipo.
Escolar. Rama de la psicologa aplicada, estrechamente relacionada con la educativa, que trata los
problemas que surgen en la escuela, preferentemente los de tipo individual-clnico, mediante los
instrumentos o tcnicas que le pueden proporcionar las psicologas evolutiva, del aprendizaje, clnica, etc.
Evolutiva. Rama de la psicologa, que investiga, especialmente desde el punto de vista ontogentico, el
desarrollo del psiquismo humano a travs de todas sus transformaciones y estadios, desde el nacimiento
hasta la muerte.
Humanista. Rama de la psicologa aparecida recientemente, que trata de comprender, ms que de
explicar, al sujeto humano en su individualidad personal, libre y experiencial, en general con propsitos
psicoteraputicos o clnicos.
Industrial. Rama de la psicologa aplicada que trata de investigar los problemas psicolgicos del trabajo
en el seno de las organizaciones empresariales, a fin de poder intervenir en ellos mediante tcnicas
adecuadas.
Matemtica. Rama de la psicologa que se ocupa de los problemas relacionados tanto con la medicin
psicolgica, o psicometra, como con los llamados modelos matemticos de la conducta.
Social. Rama de la psicologa que investiga la conducta del individuo en su interrelacin con el medio
social en el seno de un grupo; estudia, pues, problemas como la percepcin que el individuo tiene de los
otros, sus creencias, sus actitudes, etc.
Hasta fines del Siglo XIX la psicologa fue considerada como una rama de la filosofa, pero a partir de esta
fecha, con el constante aumento de prestigio de las ciencias positivas, los psiclogos empezaron a utilizar
los mismos mtodos de stas, basados en la experimentacin y en la medicin. La principal caracterstica
de la psicologa clsica, y tambin la principal dificultad para su aplicacin, provena de sus supuestos
metafsicos. As, la psicologa cristiana, formada por las sntesis de las doctrinas platnica y aristotlica
del alma, era definida como estudio o ciencia del alma , entendiendo a sta como sustancia inmaterial,
forma del cuerpo por la cual la potencia (materia) se actualizaba; por consiguiente, la naturaleza total del
hombre era a la vez espiritual y material. En el alma se originaban sus facultades o patencias, causa de

las diversas actividades del hombre. El cartesianismo dio origen a un nuevo problema al romper la unidad
del hombre reduciendo su naturaleza a conciencia, y entonces fue preciso explicar la naturaleza de sta y
la forma de relacionarse con el cuerpo, lo que dio origen a la adaptacin de diversas doctrinas, ms
fecundas para la filosofa que para la psicologa (ocasionalismo, armona preestablecida, monismo
spinoziano).Por el contrario, el asociacionismo, que parti de una concepcin terica de la actividad del
conocimiento humano, puede considerarse como germen de la reflexin crtica kantiana, a la par de una
anticipacin del behaviorismo*. A partir del Siglo XIX la psicologa centra su inters en el estudio de los
fenmenos observables, constituyndose as una psicologa distinta (psicologa emprica), la cual se
transforma en experimental cuando la observacin se realiza segn un plan trazado anteriormente, y
para el cual se ha establecido un determinado sistema de medicin. La psicologa experimental naci en
Alemania con los trabajos de Herbart y Fechner, siendo desarrollada posteriormente por Wundt, quien
fund el primer laboratorio de psicologa en Leipzig (1879). Junto con la tendencia general de la
experimentacin, aparecieron diversas escuelas que intentaron ver el grado de dependencia existente
entre lo psicolgico y lo biolgico. De stas, las ms importantes fueron el funcionalismo, que demostr
la sujecin del hombre a determinadas leyes biolgicas, el behaviorismo o conductismo, la escuela rusa,
indicada por Pavlov y Bechterev, interesada principalmente por la neurofisiologa, y el psicoanlisis. Junto
con estas corrientes perviven otras escuelas ms vinculadas a la filosofa: la fenomenologa de Husserl,
que propone un mtodo descriptivo de los fenmenos de la conciencia, y la psicologa comprensiva de
Dilthey, desarrollada en el personalismo de Spranger, que intenta una explicacin del hombre como una
totalidad compleja y que ha influido en el estructuralismo, importante por su teora de la percepcin, y en
el antiasociacionismo, representado por la escuela de Wurzburgo y que destaca la importancia de
motivaciones internas independientes del estmulo, lo que dificulta la medicin exacta de la reaccin.
Recientemente ha surgido el cognitivismo*. De especial importancia para la psicologa aplicada es la
psicometra y los instrumentos que utiliza: los tests y el anlisis factorial (V. Mtodo). Aparte de esta
divisin de la psicologa en filosofa y emprico-experimental, y la establecida por diversas escuelas u
orientaciones tericas, existe otra divisin segn la esfera de lo que se pretende estudiar (general,
diferencial, clnica. Educativa, evolutiva, etc.).
Texto extrado de: Navarro F (director) (1995) Diccionario Enciclopdico Salvat. Barcelona: Salvat.

Enfoques.- Los dos enfoques en psicologa son el clnico y el experimental. Tanto en el enfoque clnico
como en el experimental, lo que debemos estudiar es siempre la conducta molar, es decir, una
conducta portadora de significados que van ms all de lo directamente observable. Por ejemplo, una
sonrisa.
El enfoque clnico aborda el estudio de una persona en particular. En este sentido se parece al mtodo
de las ciencias ideogrficas (Wildeband) opuestas a las nomotticas (que estudian lo comn a travs de
leyes generales), y al mtodo comprensivo de Dilthey. La psicoterapia es solo uno de los modos de
aplicacin del enfoque clnico. Adems de una sola persona, se puede estudiar una determinada familia,
un grupo, etc. El enfoque clnico, por generalizacin, llega a inferir la estructura de personalidad de una
persona, y por tanto puede predecir su comportamiento.
El enfoque experimental busca lo comn a muchas o a todas las personas; por ejemplo, cmo
reaccionan las personas frente al estrs. Fraisse Y Piaget son psiclogos experimentales. En el enfoque
experimental es donde se ven ms claramente los pasos del mtodo cientfico (que tambin estn en el
enfoque clnico). El enfoque experimental busca un conocimiento aplicable a todas las personas
empleando situaciones experimentales, es decir, controladas: implica la modificacin deliberada de
ciertas variables y su control por parte del investigador. Por eso se le critic el carcter artificial que
tiene. El enfoque clnico sera ms natural.
El enfoque experimental no es solamente la psicologa de laboratorio, pues tambin se aplica en
psicologa educacional, psicologa social y psicopatologa. En enfoque experimental es solo un tramo de
toda la investigacin cientfica, tramos donde se obtienen rigurosamente ciertos datos de la
observacin, y luego se observan cmo funcional esos datos en un experimento para buscar
regularidades (leyes).
Fraisse propone 5 (cinco) etapas de la investigacin cuando empleamos en enfoque experimental:
1) Observacin: captacin de hechos, que es siempre limitada fisiolgica y psicopatolgicamente. Puede
ser casual (sin reglas ni propsitos prefijados) o sistemtica (obedece a reglas y objetivos prefijados
que reducen el campo de observacin slo a ciertos aspectos), La observacin cientfica debe ser
sistemtica y debe poder expresar lo observado en proposiciones que reduzcan los problemas a su
ncleo significativo. La observacin puede emplearse tanto en el enfoque experimental como el clnico,
y puede o no permitir formular hiptesis sobre los hechos. Muchos trabajos experimentales no son ms
que observaciones sistemticas. Sin embargo no debe perderse de vista que la observacin es un medio
-no un fin en s mismo- pues debe sugerir problemas para resolver.
2) Formulacin de hiptesis: la hiptesis supone que hay relaciones o nexos entre las variables
observadas. Debe ser clara, lgica y verificable. La hiptesis es una proposicin hipottica que sirve de
nexo entre las proposiciones empricas y las tericas. Su funcin principal es la de sugerir nuevas
observaciones y experimentos.

3) Experimentacin: es la modificacin deliberada de algunas variables para probar la hiptesis. El


factor modificado por el investigador es la variable independiente, y la variable que cambia en funcin
de ella es la variable dependiente. La ley de la variable independiente dice que deben mantenerse todos
los otros factores controlados al hacer variar la independiente. En experimentos ms complejos, puede
haber ms de una variable independiente.
En la experimentacin se usan varias tcnicas: de muestreo, de instruccin a los sujetos, de
presentacin del estmulo, de control de la estimulacin extrnseca, de observacin y registro de
respuestas y de registro de cambios conductales durante el experimento (fisiolgico y psicolgico). La
experimentacin es tortuosa e informal, por lo que no debemos engaarnos cuando vemos en un
artculo cmo fue hecha una investigacin pues all no se mencionan los errores, las bsquedas, los
retrocesos, etc.
4) Elaboracin y anlisis de los resultados: consiste en la clasificacin y evaluacin de los datos
obtenidos experimentalmente, y su interpretacin en funcin de la variable independiente y del modelo
terico utilizado. Esta elaboracin y anlisis es tanto cualitativa como cuantitativa.
5) Generalizacin: es extender las conclusiones obtenidas a todos los casos posibles, para poder hacer
predicciones. Este razonamiento es una inferencia probable ya que ningn experimento es perfecto (no
se pueden controlar perfectamente todas las variables en juego).
Los resultados obtenidos pueden extenderse a otros casos similares no observados, pero sobre todo a
otros mbitos distintos, por ejemplo, experimentos animales al mbito humano, experimentos sobre
percepcin al mbito del aprendizaje, etc. De esta manera la ciencia va integrando y conectando cada
vez ms los conocimientos. El experimento con animales es ms factible que con humanos y su
extensin al mbito humano debe hacerse con precaucin. Adems, los experimentos deben ser
compartidos con otros cientficos para ampliar el conocimiento. A veces nuevos experimentos hacen
peligrar teoras anteriores e incluso creencias religiosas. No debemos entonces descartar el
experimento, aunque haya sido hecho por un cientfico considerado prejuiciosamente inferior.
Moreno y Kaufman, F., Investigaciones y experimento en psicologa. Publicacin interna de la ctedra de Psicologa
General I (Buenos Aires, Universidad de Belgrano, 1985).

Historia.- La psicologa llega muy tarde a estructurarse como campo cientfico. Como todas las ciencias,
se separa muy gradualmente de la filosofa, aunque conservando con ella muy estrechos lazos. El
trmino psicologa data del siglo XVI, pero aun en el siglo XVIII era muy raro su empleo; adoptado por
Kant, se difundi posteriormente. Comte no la incluy de manera especial en su clasificacin de las
ciencias, y aun en la actualidad tiene que enfrentar muchas resistencias y desconfianzas; tanto la
idealizacin como el desprecio representan verdaderas trabas en su desarrollo. Las ciencias naturales han
tenido, en su tiempo, que vencer tambin ciertas resistencias, similares a las que se presentan en la
actualidad para el caso de las ciencias del hombre, especialmente la psicologa y la sociologa. Pero
tambin esta resistencia es tanto mayor cuanto ms se acerca e incluye al propio ser humano; la fsica y
la qumica, como observa Fenichel, vencieron las resistencias antes que la biologa, la fsica y la qumica,
como se observa en la anatoma y la fisiologa. Estas, a su vez, antes que la psicologa (pgina 11).
Bleger Jos (1965) Psicologa de la conducta. Buenos Aires: Eudeba. 3 edicin.

Mtodos.- Toda la psicologa contempornea puede ser considerada en funcin de los dos mtodos
fundamentales de la misma: mtodo experimental y mtodo clnico. En el mtodo experimental la
observacin se realiza en condiciones artificiales, en las cuales el investigador produce y reproduce a
voluntad el fenmeno que desea observar, controlando los factores que intervienen en la misma y
tratando de reducir las variables al mnimo posible. Aqu hay que hacer ahora una diferencia entre
psicologa experimental y psicologa experimentalista; la primera es la que utiliza el mtodo
experimental, mientras que la segunda utiliza los datos del mtodo experimental. En el mtodo clnico se
procede a un estudio detallado y profundo, basado en la observacin directa y en la anamnesis, con un
enfoque global y unitario. El mtodo clnico tiene siempre objetivos prcticos y se caracteriza, adems,
por un contacto directo y personal del investigador con la persona estudiada y que se puede extender a
los miembros principales de su medio. Psicologa clnica y psicologa experimental no sealan campos
(laboratorio, clnica, hospital, fbrica, etc.) sino mtodos, que no son excluyentes, aunque con frecuencia
se los plantea como tales. El psiclogo experimental se apoya en la tradicin y prestigio de su mtodo y
considera que el psiclogo clnico no hace ciencia, que es un prctico que solo utiliza o aplica la ciencia.
El psiclogo clnico, a su vez, subraya y critica la distancia del psiclogo experimental con los seres
humanos y con la vida real, reducindolos a una situacin artificial inexistente (pginas 177-178).
Bleger Jos (1965) Psicologa de la conducta. Buenos Aires: Eudeba. 3 edicin.

Escuelas.- Jos Bleger clasifica de la siguiente manera las diferentes escuelas de la psicologa:
ESCUELAS
Objeto de
estudio

Estructuralista
Conciencia

Funcionalista
Conciencia y
Conducta

Gestalt
Conciencia

Behaviorismo
Comportamiento

Psicoanlisis
Inconciente

Topologa
Comportamiento

Reflexologa
Comportamiento

Tpicos
principales
Mtodo

Sensacin
Introspeccin y
Experimental

Adaptacin,
Learning
Introspeccin
y Observacin

Percepcin y
Memoria
Introspeccin
y observacin

Comportamiento
animal
Experimental

Neurosis

Psicologa social

Condicionamiento

Mtodo
clnico:
Asociacin
libre
Elementista
Biolgico y
Psicolgico
Mente

Experimental

Experimental

Encuadre
Nivel de
integracin
reas

Atomista
Biolgico

Totalista
Biolgico

Elementista
Biolgico

Mente

Ao de
comienzo
(aproximado)
Autores

1879

Mente y
Mundo
exterior
1896

Totalista
Biolgico y
Psicolgico
Mente

Totalista
Fsico y
Fisiolgico
Cuerpo y
Mundo exterior

Elementista
Biolgico

1912

1913

1892

1912

1902

Wundt
Titchener

Dewey
Woodwrth

Wertheimer
Koehler
Koffka

Watson

Freud

Lewin

Pavlov

Cuerpo y
Mundo exterior

Cuerpo y Mundo
exterior

Bleger Jos (1965) Psicologa de la conducta. Buenos Aires: Eudeba. 3 edicin.

Psicologa cognitiva.- La psicologa cognitiva puede definirse como la rama de la psicologa que
intenta proporcionar una explicacin cientfica de cmo el cerebro lleva a cabo funciones mentales
complejas como la visin, la memoria, el lenguaje y el pensamiento. La psicologa cognitiva surgi en una
poca en la cual los ordenadores comenzaban a causar un gran impacto en la ciencia y, probablemente,
era natural que los psiclogos cognitivos establecieran una analoga entre los ordenadores y el cerebro
humano.
Parkin, A.J. (1999) Exploraciones en neuropsicologa cognitiva. Madrid: Panamericana, pg 3.

Psicologa cognitiva.- La Psicologa cognitiva surge como alternativa a la concepcin conductista de la


mente como caja negra inaccesible. Es difcil atribur su aparicin a un nico autor, pero s parece claro
que su inicio coincide con la aparicin y desarrollo de los ordenadores. El funcionamiento de estas
mquinas sirve como metfora al investigador para explorar el funcionamiento de los procesos cognitivos
internos.

Len o y Montero I (1995) Diseo de investigaciones. Introduccin a la lgica de la investigacin en psicologa y


educacin. Madrid: McGraw-Hill, pg. 39.

Psicologa cognitiva.- La psicologa cognitiva estudia los problemas relacionados con seis estructuras y
procesos: a) Atencin: cmo se capta y selecciona la informacin. b) Percepcin: cmo los datos
sensoriales se transforman en experiencias perceptivas. c) Memoria: como se almacena y se recupera la
informacin. d) Pensamiento: cmo razon para procesar la informacin. e) Lenguaje: cmo se
comprendi la informacin a partir de la organizacin lingstica de la misma. f) Aprendizaje: cmo se
adquieren conceptos, competencias y habilidades cognitivas.
Duarte, Gonzlez y otros, (1988) Marco conceptual de la psicologa cognitiva. Publicacin interna de la Ctedra de
Psicologa General II, Facultad de Psicologa, Universidad de Belgrano. Buenos Aires.

Psicologa cognitiva.- La psicologa cognitiva es el estudio de aquellos procesos mentales que


posibilitan nuestro diario desenvolvimiento en el reconocimiento de objetos familiares, personas
conocidas, manejo del mundo que nos rodea, incluyendo las habilidades de lectura, escritura,
programacin, realizacin de planes, pensamiento, toma de decisiones y memorizacin de lo aprendido.
Manning Lilianne, Neuropsicologa cognitiva del lenguaje, pg. 73.

Psicologa cognitiva: recursos metodolgicos.- a) El encuadre hegemnico es el mtodo


experimental con validez ecolgica. b) Introspeccin: a diferencia de la introspeccin tradicional, no
estudia la percepcin con sujetos entrenados en este mtodo sino el pensamiento y la resolucin de
problemas con sujetos normales sin entrenar. c) Estudios cronomtricos (tiempos de reaccin), utilizados
por ejemplo en procesos perceptivos y mnmicos. d) Modelos computacionales, que abarcan dos
aspectos. Primero, la consideracin del ordenador como metfora de la mente, y segundo, la
construccin de programas de IA y simulacin, tiles para depurar formalmente teoras (simulacin de
teoras cognitivas).

Duarte, Gonzlez y otros, (1988) Marco conceptual de la psicologa cognitiva. Publicacin interna de la Ctedra de
Psicologa General II, Facultad de Psicologa, Universidad de Belgrano. Buenos Aires.

Psicologa cognitiva: campos de aplicacin.- a) En educacin: medicin de capacidad intelectual,


orientacin vocacional, problemas de aprendizaje, pero sobre todo el aprendizaje y la enseanza en el
aula, procesos que implican considerar variables intrapersonales (propias del alumno como estructura
cognitiva, desarrollo evolutivo, motivaciones y actitudes, personalidad, etc) y variables situacionales

(didcticas, sociales, docentes, etc). b) En psicologa clnica: La influencia de la psicologa cognitiva tiene
tres direcciones: 1) posibilidad de aplicar el paradigma del procesamiento de informacin a la clnica. 2)
posibilidad de nuevas tcnicas teraputicas reformulando los modelos conductistas E-R. 3) Autores
provenientes del psicodinamismo desarrollaron tcnicas de terapia breve basadas en patrones cognitivos
y sistemas de creencias. Se ampliaron las tcnicas a parejas, grupos y familias, aunque sigue sin existir
una psicopatologa cognitiva.

Duarte, Gonzlez y otros, (1988) Marco conceptual de la psicologa cognitiva. Publicacin interna de la Ctedra de
Psicologa General II, Facultad de Psicologa, Universidad de Belgrano. Buenos Aires.

Psicologa cognitiva: el modelo de procesamiento de la informacin.- Refiere Woodfolk (1996)


que el modelo del procesamiento de la informacin de la psicologa cognitiva es un modelo muy
empleado que se basa en la analoga entre la mente y la computadora. Este modelo incluye tres sistemas
de almacenamiento: el registro sensorial, las memorias a corto plazo y a largo plazo. El procesamiento de
la informacin implica codificacin, retencin, recuperacin y otros procesos. El registro sensorial absorbe
un estmulo sensorial y retiene la informacin durante un perodo breve. La atencin y percepcin -el
significado y la importancia que atribuimos a los datos que recibimos a travs de nuestros sentidosafectan el contenido del registro sensorial. La percepcin se basa en el procesamiento ascendente (al
reconocer elementos familiares) y el procesamiento descendente (utilizando el conocimiento previo para
completar patrones inconclusos).
La memoria a corto plazo, o memoria de trabajo, mantiene de cinco a nueve bits de informacin a la vez
20 o 30 segundos. Se puede ampliar la informacin de la memoria a corto plazo mediante el repaso de
mantenimiento, repaso elaborativo y la agrupacin. Los olvidos en la memoria a corto plazo tienen como
resultado tanto interferencia como deterioro temporal.
Al parecer, la memoria a largo plazo mantiene una cantidad ilimitada de informacin de modo
permanente. La informacin puede codificarse slo en forma verbal o tanto verbal como visualmente
como parte de nuestras memorias semntica, episdica o procedural. En la memoria a largo plazo, los
bits se pueden almacenar e interrelacionar en trminos de redes con base en proposiciones y esquemas
(como gramticas de historias y guiones) -estructuras de datos que nos permiten representar grandes
cantidades de informacin compleja, hacer inferencias y comprender la informacin nueva.
La informacin se recupera de la memoria a largo plazo por medio de la extensin de la activacin,
conforme un recuerdo activa otra informacin relacionada. El recuerdo es un proceso de reconstruccin
que lleva a una remembranza precisa, parcialmente precisa o imprecisa. La recuperacin precisa depende
del grado en que la informacin est elaborada, organizada o integrada en un contexto. Al igual que en la
memoria a corto plazo, el olvido en la memoria a largo plazo, ocurre a travs de la inferencia y el
deterioro.
Una perspectiva de la memoria que no depende del modelo del procesamiento de informacin es la teora
de los niveles de procesamiento, en la cual el recuerdo de informacin se determina por cun
completamente est procesada. Los modelos conexionistas explican la memoria en trminos de
dispositivos de procesamientos sencillos conectados en una red masiva, como muchas computadoras que
trabajan al mismo tiempo.
Woodfolk A (1996) Psicologa educativa. Mxico: Prentice-Hall, 6 edicin.

Lmites de la psicologa cognitiva.- a) Hay variadas microteoras que estudian ciertos aspectos
parciales, pero no hay una teora que explique globalmente todo el sistema cognitivo. b) La psicologa
cognitiva estudi mucho tiempo la cognicin pura, sin inclur afectos e interacciones sociales. Esta
situacin se est revirtiendo.

Duarte, Gonzlez y otros, (1988) Marco conceptual de la psicologa cognitiva. Publicacin interna de la Ctedra de
Psicologa General II, Facultad de Psicologa, Universidad de Belgrano. Buenos Aires.

Problemas de la psicologa cognitiva.- a) Tericos: Se plantean polmicas entre teoras, como por
ejemplo la percepcin es una copia o una construccin de la realidad?; las representaciones mentales son
imgenes o tienen una estructura semntico-abstracta?; el pensar es racional o irracional?; el mundo se
categoriza mediante categoras lgicas o construcciones arbitrarias? b) Metodolgicos y aplicados: Sus
mtodos requieren validez ecolgica, o sea crear condiciones experimentales lo ms semejantes posibles
al contexto natural de las conductas. c) Epistemolgicos: como por ejemplo como se explica la conducta
desde la cognicin?; cul es el valor de la analoga mente-ordenador?
Duarte, Gonzlez y otros, (1988) Marco conceptual de la psicologa cognitiva. Publicacin interna de la Ctedra de
Psicologa General II, Facultad de Psicologa, Universidad de Belgrano. Buenos Aires.

Psicologa criminal.- La ltima disciplina penal fundamental contemplada desde el plano causal
explicativo y que se ocupa concretamente del delincuente es la Psicologa criminal, que se constituye
como el instrumento ms eficaz de la antropologa criminal, ya que se encarga de estudiar la psque del
hombre delincuente, determinando los desarrollos o procesos de ndole psicolgica verificados en su
mente.

Cabe resaltar que en la actualidad, la Psicologa criminal ha rebasado en mucho l limite de la


observacin individual del sujeto antisocial, extendindose hacia estudios de la conducta criminal y de los
factores psicolgicos que influyen en la criminalidad, sean estos individuales o colectivos. Esta disciplina
penal adquiere una importancia extraordinaria con los estudios del psiquiatra vienes Sigmund Freud, el
cual aseveraba que el delito es el resultado del ello, es decir, del instinto, que triunfa sobre el sper
yo, o sea la conciencia moral. Para Freud no slo el delito, sino todos los fenmenos humanos, tienen
una fuente de produccin de tipo sexual, lo cual nos indica que la doctrina freudiana es eminentemente
pansexualista.
Existieron otros autores que se especializaron en este tema, como por ejemplo Enrico Ferri, que
reconoca cuatro ramas cientficas para la observacin psicolgica de la personalidad: La psicologa
criminal, la psicologa judicial, la psicologa carcelaria y la psicologa legal. Otro autor destacable es Hilda
Marchiori, que opinaba que la Psicologa criminal trata de averiguar, de conocer que es lo que induce a un
sujeto a delinquir, que significado tiene esa conducta para l, porque la idea de castigo no lo atemoriza y
le hace renunciar a sus conductas criminales.
Los temas de estudio mas importantes con respecto a la Psicologa criminal son: La teora de la
personalidad, El crimen como un proceso psicolgico, Las emociones y pasiones criminales, Los
temperamentos, La caracterologa criminolgica, Las motivaciones psicolgicas del crimen, El desarrollo
de la personalidad y los factores psicolgicos de algunas conductas antisociales o parasociales: homicidio,
robo, fraude, violacin, prostitucin, suicidio, etc.
Podemos resumir que la Psicologa criminal se encarga del estudio de las aptitudes, los procesos
mentales, la personalidad, la motivacin (consciente o subconsciente) del criminal y de su crimen,
llegando a abordar lo ms pertinente de la psicologa del individuo, pasando por la psicologa de los
grupos sociales o antisociales.
http://www.universidadabierta.edu.mx/Biblio/L/Lechuga%20Martin-Ciencias%20penales.htm

Psicologa del deporte.- Segn la Asociacin de Psiclogos Americanos (APA), la Psicologa del deporte
y de la Actividad Fsica es el estudio cientfico de los factores psicolgicos que estn asociados con la
participacin y el rendimiento en el deporte, el ejercicio y otros tipos de actividad fsica. Los profesionales
de la psicologa del deporte se interesan por dos objetivos principales: Por un lado, ayudar a los
deportistas a utilizar principios psicolgicos para mejorar su rendimiento.
Por otro lado, comprender cmo la participacin en el deporte, ejercicio y actividad fsica afectan al
desarrollo psicolgico del individuo, su salud y bienestar a lo largo de su ciclo vital.
Esto significa que la Psicologa del deporte es el empleo de una ciencia, la psicologa, en el mbito del
deporte. Por tanto, estudia el comportamiento de los deportistas, entrenadores, rbitros, padres y
directivos, entre otros.
En otro sentido, la Psicologa de la Actividad Fsica estudia tambin el comportamiento de las personas en
relacin con el ejercicio u otras formas de actividad fsica. Esto incluye a nios, jvenes, adultos y
ancianos.
En general, por tanto, la Psicologa de la Actividad Fsica y del Deporte se encarga de estudiar los
aspectos psicolgicos durante la actividad fsica, sea esta orientada al rendimiento o no.
http://www.lictor.com/info/doc0.phtml

Psicologa del deporte.- La Psicologa del deporte podra ser definida como la aplicacin de teoras y
tcnicas psicolgicas a la prctica deportiva, con el objetivo de optimizar el rendimiento. Los factores
psquicos siempre estn presentes en la prctica deportiva, tanto en el entrenamiento como en la
competencia. La gran mayora de los autores establecen cuatro mdulos de trabajo principales:
Regulacin de la tensin.- Se refiere al control de los niveles de ansiedad (nerviosismo) que experimenta
el deportista antes, durante y despus de la competicin. El nivel ptimo varia dependiendo de cada
deporte (Relajacin vs Activacin).
Regulacin de la concentracin.- Enfocar la atencin en el aspecto ms importante de la tarea, evitando
distracciones.
Regulacin de la confianza.- Creer en las posibilidades y capacidades propias.
Regulacin de la motivacin.- Propiciar las condiciones que inician, guan y mantienen la prctica
deportiva.
http://www.asdeporte.com/secciones/index.php3?artid=11

Psicologa educacional.- Las metas de la psicologa educativa son comprender y mejorar los procesos
de enseanza y aprendizaje. Los psiclogos educativos desarrollan conocimientos y mtodos; tambin
utilizan los conocimientos y mtodos de la psicologa y otras disciplinas relacionadas para estudiar el
aprendizaje y la enseanza en situaciones cotidianas.
Woolfolk A (1996) Psicologa educativa, Mxico, Prentice-Hall Hispanoamericana SA, pg. 20.
Segn Wittrock (1992), la psicologa educativa es diferente a otras ramas de la psicologa porque su
objetivo fundamental es la comprensin y el mejoramiento de la educacin.
Woolfolk A (1996) Psicologa educativa, Mxico, Prentice-Hall Hispanoamericana SA, pg. 11.

Psicologa educacional.- Desde la psicologa cognitiva, tres problemas se consideran en psicologa


educacional: 1) Aspectos del aprendizaje que afectan la adquisicin de conocimiento escolar. 2)
Mejoramiento de la capacidad para resolver problemas. 3) Anlisis de las variables intrapersonales y
situacionales que inciden en determinadas materias de estudio y afectan la motivacin para aprenderlas.
Duarte, Gonzlez y otros, (1988) Marco conceptual de la psicologa cognitiva. Publicacin interna de la Ctedra de
Psicologa General II, Facultad de Psicologa, Universidad de Belgrano. Buenos Aires.

Psicologa educacional.- Entre las funcione a desarrollar por el psiclogo educacional se encuentran:
Psicodiagnstico, pronstico e implementacin de estrategias.
Intervencin psicoeducativa en las relaciones vinculares propias de la comunidad educativa.
Planificacin, implementacin, articulacin y evaluacin interdisciplinaria en proyectos de salud
apuntando a la promocin de la salud y prevencin de la enfermedad.
Coordinacin de grupos de reflexin con los integrantes del mbito escolar en las diferentes
problemticas del quehacer educativo.
Desarrollo de programas de capacitacin.
Promocin y realizacin de tareas de investigacin psicoeducativa.
Psicodiagnstico e intervencin (atencin, contencin, derivacin y orientacin) de las situaciones
vinculadas con el proceso de enseanza-aprendizaje desde el abordaje propio de la psicologa
educacional.
Participacin en instancias de elaboracin de diseos curriculares como especialistas en la temtica de los
procesos psquicos implicados en los hechos, sucesos, y procesos educativos.
Intervenciones en la planificacin, realizacin y evaluacin de tareas de orientacin vocacional,
profesional y ocupacional.
Realizacin de orientacin educativa.
Programacin, participacin y evaluacin en proyectos de educacin a nivel comunitario.
Diagnstico, pronstico e intervencin en actividades y proyectos que propicien la salud mental de los
trabajadores de la educacin.
Como parte de las tareas de perfeccionamiento, se enfatiza el rol de capacitador en la formacin de
recursos humanos.
Facilitador de los procesos de organizacin educacional.
Varios, El psiclogo y la educacin. Documento presentado en las Primeras Jornadas del Psiclogo y la Educacin, Mar
del Plata, Argentina, 1995.

Psicologa existencial.- La psicologa existencial (o existencialista), as como la freudiana, es una


escuela de pensamiento, una tradicin terica, de investigacin y prctica a la que se dedican muchas
personas, pero les diferencia que en la primera no existe un nico fundador. De hecho, la psicologa
existencialista tiene sus races en el trabajo de un diverso grupo de filsofos de la segunda mitad del
siglo diecinueve, especialmente de Soren Kierkegaard y de Friedrich Nietsche.
Ambos eran tan distintos como el da y la noche, de manera que resulta un tanto difcil imaginar una
escuela derivada de la conjuncin de los dos.
Kierkegaard estaba interesado en recuperar la profundidad de la fe de la seca religin de Copenhague de
esos das, y Nietzsche, al contrario, es famoso por su clebre exclamacin Dios est muerto!; si bien
es cierto que eran ms diferentes de los filsofos que le precedan que entre ellos mismos. Ambos se
acercaron a la filosofa desde el punto de partida de la gente real, apasionadamente envuelta en las
dificultades de la vida cotidiana. Los dos crean que la existencia humana no poda limitarse a sistemas
racionales complejos, ya fuesen religiosos o filosficos. Ambos estaban ms cerca de ser poetas que
lgicos.
Desde Kierkegaard y Nietzsche, muy pocos filsofos y ms recientemente unos cuantos psiclogos, han
intentado clarificar, extender y promover las ideas del existencialismo. Desafortunadamente, muchos no
han sido muy buenos poetas, por lo que dedicar la lectura a ellos no suele ser muy agradable, mas bien
doloroso. Pero debemos tener en cuenta que estas personas han estado luchando contra una corriente de
siglos de filosofa altamente sistemtica, racional y lgica y contra una psicologa reducida a la fisiologa y
al comportamiento. Con frecuencia, aquello que quieren transmitir se percibe como raro, precisamente
porque estamos acostumbrados a la lgica tradicional y a la ciencia.
La parte ms positiva de la psicologa existencial es su insistencia en la mayor adherencia posible al
mundo vivencial. En fenomenologa, hemos invertido mucho esfuerzo y tiempo en un mtodo riguroso
para describir la vida y cmo se vive la misma. La teora, las estadsticas, el reduccionismo y los
experimentos se apartan, al menos en un momento. Los existencialistas dicen, primero, tenemos que
saber de qu estamos hablando!
Esto hace que la psicologa existencial se aplique de forma natural: se mueve casi sin querer en el campo
de la diagnosis y psicoterapia; muestra su presencia en el campo de la educacin e incluso puede que
algn da se adentre en la psicologa industrial y organizativa.

Tiene bastante menos xito en el respeto como mtodo de investigacin. Existen dos revistas
psicolgicas que hablan de investigacin fenomenolgica y unas pocas revistas dedicadas a la educacin
y a la enfermera se abren a ella. Pero prcticamente el grueso de la psicologa la rechaza, y de forma
ms bin grosera. Es considerada simplemente como no cientfica, ya que no tiene que ver con hiptesis
ni estadsticas y mucho menos con variables dependientes e independientes o con grupos de control y
muestras aleatorias; todo esto la hace prcticamente descartable para los programas de post-grado, tesis
doctorales y maestras en universidades.
Sin embargo, las dificultades por las que el existencialismo ha ganado respeto no es precisamente por su
falta de psicologa tradicional en sus bases y prctica. Se cree muchas veces que es porque es poco bien
entendida o malinterpretada por la corriente angloparlante de psiclogos.
Si bien es cierto que las nuevas ideas son difciles de expresar y necesitan de nuevas palabras y nuevas
formas de uso de las antiguas, muchos de los trminos de la psicologa existencial son innecesariamente
oscuros. Muchos de ellos provienen de tradiciones filosficas, probablemente familiares a los filsofos,
pero no a la mayora de psiclogos. Otros son alemanes o franceses y estn muy mal traducidos. Y
algunos de ellos son simplemente caprichosos o pretenciosos.
Lo que necesitamos es un verdadero escritor existencialista de habla inglesa (y desde luego castellana).
Despus de todo, el lenguaje de las experiencias ordinarias de la gente comn debera ser un lenguaje
ordinario no?. Rollo May y Vctor Frankl han hecho un considerable esfuerzo en este sentido, pero hace
falta hacer mucho ms.
Los existencialistas tambin tienden a ser un poco prepotentes, incluso hasta el punto de discutir quien
entre ellos tiene la verdadera comprensin sobre Husserl o Heidegger o cualquiera que sea. Pueden
ganar un buen pulso, especialmente si establecen su acercamiento de forma que pueda ser aceptado a
las corrientes principales de la psicologa, prestando especial atencin a personas como Alfred Adler,
Erich Fromm, Carl Rogers y otros tericos, investigadores y practicantes que no son de hecho
existencialistas, pero con frecuencia se expresan bastante mejor.
El mayor peligro en el que creo que caen los existencialistas es su tendencia a mantenerse en un a
oposicin a la corriente. Es cierto que la psicologa tiene dos amplias culturas, los experimentalistas
duros por un lado y los clnicos ms inclinados al humanismo por el otro. Al denigrar la cultura
experimental, sencillamente estn siendo antagonistas de la mitad de la psicologa!
Si soy un poco duro con los psiclogos existencialistas, es en parte porque soy uno de ellos (aunque mi
tendencia personal est ms cercana a la psicologa dinmica, comprendo y comparto muchas de las
cuestiones bsicas del existencialismo.N.T.). Es como el patriotismo: mientras ms amas a tu pas, ms
te preocupan sus fallos. No obstante, creo que la psicologa existencial tiene mucho que ofrecer. En
particular, ofrece una base filosfica slida donde los adlerianos y rogerianos y neofreudianos, as como
otros existencialistas marginales puedan desarrollar y refinar su comprensin de la vida humana.
Boeree George (2002) Teoras de la Personalidad. Captulo sobre Ludwig Binswanger. Traduccin de Gautier Rafael.

Psicologa existencialista.- El existencialismo es un movimiento en la filosofa y la psicologa


contemporneas que surgi en forma natural en diferentes partes de Europa y entre distintas escuelas de
pensamiento. Tiene sus races en los movimientos de resistencia de la 2da. Guerra mundial y en las
filosofas de Kierkegaard, Heidegger y Sartre. El enfoque existencial se centra en el ser humano, en la
forma en que est surgiendo y transformndose.
Los existencialistas sugieren que no hay verdad o realidad para nosotros como seres humanos excepto
en la medida en que participamos en ella, somos concientes de ella y tenemos alguna relacin con esta
realidad. El conocimiento no es un hecho del pensamiento sino un acto del hacer. No necesariamente
descartan las esencias pero dicen que la existencia precede a la esencia.
El enfoque existencialista no es anticientfico: surge del deseo de ser ms emprico y no menos, pero
exhorta a una mayor amplitud de la metodologa cientfica. Cree que un enfoque reduccionista es
errneo, y que, segn Rollo May, lo ms simple puede ser explicado slo en trminos de lo ms
complejo.
Al estudiar la estructura de la existencia humana, la misma naturaleza del sujeto moldea a la ciencia que
lo investiga. Los existencialistas han dejado claros los lmites de la objetividad en el entendimiento y la
necesidad de ampliar la metodologa.
El existencialismo comienza con la existencia personal, preguntndose qu significa ser un yo?.
Cuestiona el propsito y naturaleza de la existencia. Considera a los individuos como seres con opciones
libres que son responsables de sus acciones. Cada uno de nosotros se labra su propio destino, y, de
manera literal, somos lo que hacemos. El existencialismo enfatiza la idea que una vida valiosa es aquella
que es autntica, honesta y genuina.
Engler Barbara, Introduccin a las teoras de la personalidad. Mxico: McGraw-Hill, pg. 378.

Psicologa general: definicin.- Es la rama de la psicologa que estudia la conducta del ser humano
adulto y normal, con el fin de descubrir y formular los principios que la rigen. Lo que se estudia es la
conducta porque es lo observable (Fraisse descarta las aprehensiones de vivencias propias o ajenas por

ser inobservables). La conducta es el hecho psicolgico por excelencia, y es la resultante de una


personalidad en interaccin:
C = f (P S)
La conducta es funcin (f) de la interaccin entre personalidades y situacin (P y S). Esta no es una
frmula matemtica, y deriva del esquema E-R del conductismo (la situacin es el E y la conducta es la
R).
No nos interesa la conducta por s misma sino en tanto podemos inferir, a partir de ella y de la situacin
(observable), la personalidad (lo inobservable).
Los niveles de anlisis de la personalidad son: social, psicolgico y fsico, o sea, se la puede estudiar en
estos tres niveles.

Kaufman y Kaufman, Psicologa general: su objeto y mtodo. Publicacin interna de la ctedra de Psicologa General
I (Buenos Aires, Universidad de Belgrano, 1985).

Relacin de la psicologa general con otras ramas de la psicologa.- La psicologa general estudia
la conducta preferentemente en un nivel de integracin psicolgico, pero tambin estn los niveles
fsico-qumico, biolgico, sociolgico, moral, etc. La psicologa Animal estudia el nivel biolgico y dado
que el hombre no es independiente filogenticamente de otras especies, debe la psicologa estudiar los
animales pues esas conclusiones pueden servir para el estudio del hombre.
Dado que la personalidad se expresa en las reas fisiolgica y social (adems de la psicolgica), la
psicologa general est en relacin con la psicofisiologa y con la psicologa social. El estudio del animal
es tambin til pues all se pueden controlar variables.
La psicologa comparada estudia diferencias individuales segn raza, edad, sexo, nivel social, etc. y
sobre todo segn la especie biolgica lo cual permite, dentro de ciertos lmites, hacer generalizaciones a
los seres humanos.
La psicologa Evolutiva estudia los cambios debidos a factores de maduracin y experiencia. No se limita
entonces solo a la conducta adulta, (si la psicologa general considera solo a la conducta adulta, es solo
porque es la ms estable).
La normalidad es un concepto estadstico. Lo que se aparta de la normalidad es objeto de estudio de la
Psicopatologa.
Kaufman y Kaufman, Psicologa general: su objeto y mtodo. Publicacin interna de la ctedra de Psicologa General
I (Buenos Aires, Universidad de Belgrano, 1985).

Propsitos y requisitos de la psicologa general.- La psicologa general tiene dos propsitos: dar
los fundamentos para las otras ramas de la psicologa y descubrir y formular los principios que rigen la
conducta humana adulta y normal. En sntesis:
Conducta (psicofisiologa, psicologa social)
Humana
(psicologa comparada, psicologa animal)
Adulta
(psicologa evolutiva)
y
Normal
(psicopatologa)
Para lograr ambos propsitos, la psicologa general debe cumplir con 5 (cinco) requisitos:
1) Describir: incorporar datos y exponerlos organizativamente.
2) Categorizar: nicas los datos en categoras conceptuales unvocas.
3) Analizar: separar las partes del complejo fenmeno psquico y descubrir sus mutuas relaciones. Esto
es propio de toda la psicologa, y no solo del psicoanlisis o del asociacionismo.
4) Explicar: referir los fenmenos a leyes. Es un nivel abstracto de descripcin, y solo se debe confundir
con la comprensin emptica.
5) Generalizar: buscar leyes generales e incluirlas en un contexto terico mayor. Se han hecho siempre
dos objeciones a la validez de las generalizaciones. Por un lado no se puede alcanzar una validez
universal (por eso la ciencia llega a principios probabilsticas y no a leyes universales). Por otro lado se
dijo que las generalizaciones no son vlidas porque cada sujeto es nico e irrepetible. En rigor la
psicologa busca lo comn a todos, pero no descuida lo peculiar de cada sujeto. Que los individuos sean
diferentes no significa que sean excepcionales a leyes, sino que en cada uno esa ley acta modificada
por otros principios o leyes.

Kaufman y Kaufman, Psicologa general: su objeto y mtodo. Publicacin interna de la ctedra de Psicologa General
I (Buenos Aires, Universidad de Belgrano, 1985).

Psicologa gentica.- Estudia los orgenes, los mecanismos formadores de las conductas para poder
explicarlas causalmente, y para ello debe remitirse al estudio de los nios, que es donde se forman. O
sea, toda psicologa infantil es gentica, pero no toda psicologa gentica es infantil, pues se puede
estudiar genticamente un aspecto de la psicologa general.
Galperin C (1988) Cuadernos de psicologa evolutiva. Buenos Aires: Universidad de Belgrano.

Psicologa humanista.- Maslow, considerado el padre espiritual de la psicologa humanista, describi a


esta como una tercera fuerza en la psicologa estadounidense, y critic a los psicoanalistas y al
conductismo radical por sus limitadas concepciones del hombre al hacer nfasis en sus limitaciones, no
en sus capacidades. Propuso la psicologa humanista como un complemento de esas otras corrientes para
enfatizar el aspecto positivo de la naturaleza humana, especialmente destacado en su concepto de
autorrealizacin.
Engler Barbara, Introduccin a las teoras de la personalidad. Mxico: McGraw-Hill, pg. 351.

Psicologa jurdica.- La configuracin de la Psicologa Jurdica se fundamenta como una especialidad


que desenvuelve un amplio y especfico mbito entre las relaciones del mundo del Derecho y la Psicologa
tanto en su vertiente terica, explicativa y de investigacin, como en la aplicacin, evaluacin y
tratamiento.
Comprende el estudio, explicacin, promocin, evaluacin, prevencin y en su caso, asesoramiento y/o
tratamiento de aquellos fenmenos psicolgicos, conductuales y relacionales que inciden en el
comportamiento legal de las personas, mediante la utilizacin de mtodos propios de la Psicologa
Cientfica y cubriendo por lo tanto distintos mbitos y niveles de estudio e intervencin: Psicologa
Aplicada a los Tribunales, Psicologa Penitenciaria, Psicologa de la Delincuencia, Psicologa Judicial
(testimonio, jurado), Psicologa Policial y de las Fuerzas Armadas, Victimologa, Mediacin.
http://www.cop.es/perfiles/contenido/juridica.htm

Psicologa social.- La psicologa social es una rama de las ciencias sociales que intenta explicar cmo
la sociedad influy en la cognicin, la motivacin, el desarrollo y el comportamiento de individuos y es
influda por ellos.

Cartwright D, Introduction to a History of Social Psychologie, en Hewstone M et al, eds., The Blackwell Reader in
Social Psychologie, Great Britain, Blackwell Publishers, 1997.

Psicologa social.- Lo que caracteriza a la Psicologa Social es el concepto de relacin,


interdependencia, interaccin, influencia: modificacin de la conducta y las creencias de una persona
debido a la presencia de otros.

Seidmann S, Historia de la psicologa social, Publicacin interna de la Ctedra de Psicologa Social de la Carrera de
Psicologa de la Universidad de Belgrano, Buenos Aires, Argentina, 2001.

Psicologa social.- La psicologa social es el estudio de la conducta social, de las estimulaciones y


reacciones que surgen entre los individuos y la parte social de su medio.
Allport Floyd, Social Psychology, 1924.

Psicologa social.- La psicologa social es el intento de comprender y explicar cmo los pensamientos,
sentimientos y comportamientos individuales sin infludos por la presencia real o imaginaria de los otros.
Allport Gordon, The historical background of modern social psychology, 1968, en Lindzey G, ed, Handbook of Social
Psychology, Vol I, USA, Addison-Wesley.

Psicologa social.- Tentativa cientfica de comprender y explicar de qu manera las ideas, sentimientos
y conductas de una persona son infludos por la presencia efectiva, implcita o imaginaria de otras.
Vander Zanden James, Manual de Psicologa Social, Barcelona, Paids, 1986, pg. 624.

Psicologa social.- Rama de la psicologa que estudia cmo el entorno social influye directa o
indirectamente en la conducta y comportamiento de los individuos. Los psiclogos sociales se interesan
por el pensamiento, emociones, deseos y juicios de los individuos, as como por su conducta externa. Los
fenmenos psquicos internos pueden deducirse a partir de ciertas peculiaridades de la conducta y
comportamiento externos. La investigacin ha demostrado que el individuo es influido por los estmulos
sociales al estar o no en presencia de otros y que, en la prctica, todo lo que un individuo experimenta
est condicionado en mayor o menor grado por sus contactos sociales.
http://www.fortunecity.com/campus/lawns/380/psicosoc.htm

Psicologa sociohistrica.- La teora socio-histrica tuvo su origen en el trabajo de un grupo de


psiclogos soviticos encabezados por Lev S. Vygotski. Para esta teora, la unidad de anlisis de la
Psicologa debe ser la actividad, entendida como interaccin dialctica entre el hombre y su entorno
histrico-cultural.
Len o y Montero I (1995) Diseo de investigaciones. Introduccin a la lgica de la investigacin en psicologa
y educacin. Madrid: McGraw-Hill, pg. 39.

Psicologa transpersonal.- La psicologa transpersonal sustenta que el ser humano se compone de


cuerpo-mente-espritu y reconecta con las tradiciones religiosas y del hermetismo. Intenta dar respuesta
a la violencia, la destructividad, la alienacin y la robotizacin de la sociedad actual []. Este modelo

sostiene que se logra la afirmacin personal a travs de la experiencia trascendental o transpersonal. El


objetivo es ampliar la experiencia que el paciente tiene de s mismo a niveles csmicos superiores, que
le permitan unificarse consigo mismo, con el resto de los seres humanos y con el universo. Este objetivo
se logra renunciando al yo individual a travs de la meditacin, que consiste en introducirse en un
estado de relajacin con la atencin centrada en alguna idea.
Vallejo Ruiloba J y otros, Introduccin a la psicopatologa y la psiquiatra, Masson, Barcelona, 1999, 4 edicin, pg
745.

Generalidades.- Podemos pensar que no hay una psicologa sino varias, porque tiene objetos formales
diferentes (estudiados por una psicologa experimental, una psicoanaltica, fenomenolgico-existencial,
etc). Debe aqu recordarse que una ciencia se define por su objeto material (qu estudia) y por su objeto
formal (modalidad de abordaje del objeto material): por ejemplo, la filosofa y la biologa estudian el
mismo objeto material (la vida) pero las diferencia el modo de abordaje (objeto formal).
Condensado de Castex Mariano, Qu significa la psicologa forense (Publicacin interna de la Ctedra de Psicologa
Forense de la Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires, 1996).

Generalidades.- La psicologa estudia el comportamiento de los seres vivos, especialmente el


comportamiento mental. Un tema bsico es el estudio del sistema nervioso central, porque all convergen
tres cosas: naturaleza imaginada (pues se compone de materia inorgnica), vida (tiene las caractersticas
del tejido vivo), y espritu (est relacionado con la conciencia).
Frente a esta cuestin se dieron dos soluciones, ambas erradas. La primera es el materialismo, que dice
que no hay tres cosas diferentes como materia inanimada, vida y espritu, sino que son las tres la misma
cosa, a saber, materia, o sea tomos combinados de distintas maneras. O sea, todo es materia
inanimada en la base. La segunda solucin es el vitalismo o espiritualismo, que dice que las tres cosas
anteriores son tres sustancias distintas, irreductibles entre s, y cada una son sus caractersticas y leyes
propias.
En lugar de separar las tres cosas, la psicologa segn Koffka debe integrar estos tres mbitos:
naturaleza, vida y espritu. Las ciencias de la naturaleza aportarn el concepto de cantidad, las que
estudian la vida el concepto de orden, y las que estudias el espritu, aportarn para esta integracin el
concepto de sentido o significado.
La psicologa cientfica moderna empez estudiando la cantidad: las funciones mentales podan
expresarse cuantitativamente (ejemplo, ley de Weber). El peligro de esto es querer cuantificarlo todo,
aun lo que no se puede cuantificar. La psicologa debe por tanto incluir un estudio cualitativo, aunque sea
como comienzo.
Si en la naturaleza inorgnica se ve solamente el juego de ciegas fuerzas mecnicas, en la vida aparece
el orden, una fuerza que dirige aquellas fuerzas ciegas hacia un fin u objetivo. Pero cuidado: no hay
ninguna fuerza vital especial que produzca el orden, como sostiene el vitalismo. El orden resulta de
nuestra observacin de los seres vivos y de los sucesos naturales en general: tal es el objetivo de la
teora de la Gestalt. Esta integra las cosas inanimadas y las animadas en la idea de orden, cosa que no
logr hacer el materialismo al considerar la vida como movimientos desordenados de tomos.
Respecto al sentido o significado, esto tambin lo incluye la teora de la gestalt. El espritu alemn le da
ms importancia a este sentido que al espritu americano, ms prctico.
El dilema de la psicologa alemana es, o adoptar una postura especulativa, centrada en el espritu
(inasequible al mtodo experimental), o adoptar una postura defendiendo el mtodo experimental de las
ciencias naturales llevndolo a la psicologa.
En suma, este dilema era: la psicologa posea, gracias al mtodo experimental, una serie de principios
explicativos en sentido cientfico, pero dichos principios no alcanzaban a explicar los problemas
propiamente psicolgicos. Por otro lado, otros estudiaban estos ltimos problemas pero sin principios
explicativos, y preferan comprender antes que explicar. Wertheimer intenta resolver este dilema diciendo
que en realidad explicar y comprender no son maneras distintas de tratar el conocimiento, sino
fundamentalmente idnticas. La relacin causal (que explica) tiene un sentido, un significado, no es una
simple sucesin de hechos (entonces a la relacin causal tambin se la comprende).
Si bien cantidad, orden y sentido salen de ciencias distintas, todas ellas son categoras universales, pues
todas ellas se rigen por un principio general que es este: el estudio de hechos relacionados entre s (en
vez de hechos aislados) permite integrar cantidad y cualidad para la categora cantidad, mecanismo y
vitalismo para la categora orden, y explicacin para la categora sentido.
Gracias a la categora de forma o Gestalt podemos descubrir y entender las partes en relacin al todo y
no como cosas aisladas. Hay muchas formas o gestalten distintas, pero en todas ellas hay orden, sentido,
cantidad y cualidad.
La ciencia tiende a abandonar su propsito de estudiar la existencia en su totalidad, estudiando por
ejemplo solo lo inanimado. La psicologa aqu puede hacer su contribucin mostrando el punto donde
ciencia y vida se unen.
Condensado de Koffka K, Principios de psicologa de la forma. Captulo 1.

Historia de la psicologa.- Qu contribucin hizo al conocimiento del hombre la psicologa hasta


ahora? Bastante poco, razn por la cual es preciso ahondar las investigaciones psicolgicas para que al
fin ayude a comprender la naturaleza humana y la conducta del hombre.
Antes de la Nueva Psicologa, los psiclogos usaban el mtodo experimental con el fin de acumular gran
cantidad de hechos (multum=muchos), y aun antes que esto la psicologa haba sido muy especulativa:
imaginaba pero conoca poco.
A partir del Renacimiento surge una nueva etapa: de coleccionar muchos hechos (multum) pasa a
relacionarlos y comprenderlos con ayuda de unos pocos principios, o sea, con estos principios tericos se
puede conocer mucho (multa=mucho), se pueden explicar muchos hechos. El progreso cientfico no
implica un aumento simple en el nmero de hechos conocidos sino, sobre todo una simplificacin: la
bsqueda de un sistema racional, de una teora que organice y ayude a comprender la multitud de
hechos descubiertos.
Condensado de Koffka K, Principios de psicologa de la forma. Captulo 1.

Psicologa del acto.- La Filosofa moderna (la sustancia pensante de Descartes y el asociacionismo de
Hume) fue el modelo de la posterior Psicologa de la Conciencia y del Conductismo. Sin embargo
Descartes lleg a la sustancia pensante a partir de que se realiza un acto psquico (pienso, dudo), y esto
lo rescata Brentano (quien criticar en cambio la psicologa de la conciencia como psicologa de
contenidos a la psicologa asociacionista).
Para Brentano el objeto de la psicologa es el acto intencional: la conciencia es intencionalidad, se refiere
a un objeto y esto es inmanente a la conciencia. Hay tres modos de intencionar al objeto:
a. Representar: cuando el objeto est presente como correlato del acto.
b. Juzgar: cuando el objeto es negado o afirmado.
c. Sentir: cuando el objeto es amado u odiado.
La psicologa del acto de Brentano es: a) una psicologa emprica, pues aprehende el acto intencional tal
cual se presenta, sin descomponerlo en partes (usa el mtodo de la percepcin interna); y b) una
psicologa descriptiva: busca descubrir el acto, no ir ms all.
Husserl profundiza la idea de intencionalidad de Brentano. Dice que en realidad no hay dos cosas
distintas como la conciencia y el objeto inmanente, sino que ambas se dan juntas: lo esencial de la
conciencia es ser intencional, dirigirse a un objeto. El conjunto de posibles referencias intencionales de la
conciencia (sentir, esperar, juzgar, etc.) constituye la trascendencia.
Brentano y Husserl critican el sustancialismo de Descartes, que reduce el psiquismo a una sustancia. Para
Brentano, solo existe el acto intencional, el juicio existencial de la percepcin interna. Para Husserl,
conocer un objeto no significa considerarlo sustancial, existente per se, sino considerarlo como
simplemente dado.
Bollini M T (1997) El anlisis existencial y el psicoanlisis: races histricas del anlisis existencial. Publicacin interna
de la ctedra de Escuelas psicolgicas contemporneas de la Facultad de Psicologa de la Universidad de Belgrano,
Buenos Aires (artculo).

Historia de la psicologa.- El siguiente esquema ofrece una breve resea histrica de la psicologa
segn Kauffman y Eroles (1973):

Desarrollos filosficos sobre la esencia de lo


humano
h

Metodologa de ciencias humanas


M
M

Asociacionismo: busca elementos ltimos de la conciencia (sensacin, asociacin).


IIntrospeccin
Conductismo: busca
reaccione simples.
Conducta molecular (E-R,
condicionamiento).
O
O
Objetividad

Gestalt: busca
principios de
organizacin y
estructura
(isomorfismo, insight).
Totalidad y sntesis
T
T

Psicoanlisis: busca
elementos
inconcientes
(impulsos, mecanismos
de defensa). Anlisis e
i
interpretacin

Prctica psicolgica
P
Psicopedagoga
P

Neoconductismo: busca variables


intervinientes. Conducta molar
m
m

Estudios antropolgicos
Datos socioculturales
D
D

Psicologa de la personalidad:
busca persona total e integracin
en marco social (rasgos de
p
p
personalidad)

Concepcin actual: busca integracin de aportes (conducta como manifestacin de


lla personalidad). Enfoque sinttico, dinmico, social.

Kauffman F y Eroles A (1973) La naturaleza de la psicologa. Buenos Aires: Ctedra.

Historia.- As como Kuhn distingue tres etapas en la evolucin de la ciencia (preparadigmtica, normal
y revolucionaria), tambin podemos ver tres fases del desarrollo de la psicologa, parcialmente
superpuestas: a) Psicologa inexistente como ciencia independiente. b) Pre pragmtica. c) Muy prxima
a un paradigma (despus de 2 guerra mundial).
Durante mucho tiempo (desde los griegos hasta el siglo IX) se nota un persistente desinters por el
estudio de la conducta humana. Las posibles causas son: idea de la inviolabilidad del ser humano (la
persona no es un fenmeno natural), la complejidad del hombre, la dificultad para ser objetivos cuando
se trata de estudiar al hombre, y finalmente la creencia que al ser hombres nosotros mismos, ya
conocemos sobre l lo que hay que conocer.
En un comienzo se buscaron explicaciones externas para la conducta, las cuales tenan dos errores:
recurran a entidades inobservables (por ejemplo, dioses), y segundo no haba conexin lgica entre las
supuestas causas y sus consecuencias (mundo de lo sobrenatural es diferente al mundo humano). Luego
comenzaron a aparecer (hasta la actualidad) las explicaciones internas, que recurran a elementos y
procesos internos al hombre (genes, conflictos, etc.). No obstante las teoras, cualquiera que fuesen, no
prueban absolutamente los hechos: son ms o menos probables y cualquiera corre el riesgo de la
refutacin.
Paralelamente con el empleo de las explicaciones internas, aument la confianza en la observacin (los
griegos confiaban ms en la razn), lo que empieza a verse desde Aristteles en adelante (Bacon,
empiristas ingleses). No obstante no existe un enfoque ntidamente empirista (observacin) ni
racionalista (razn). Por ejemplo, Bacon debi usar procedimientos racionalistas.
Otra cuestin ventilada, fue el lugar del hombre en la naturaleza. Los griegos tendan a decir que no
haba diferencia entre hombre y naturaleza, rigindose aqul por las mismas leyes que sta. En la Edad
Media se tendi a ver en el hombre un status divino, por encima de lo natural, con una voluntad libre.
Era un sacrilegio estudiar al hombre, tanto psquica como fsicamente. Descartes, luego, al comparar el
cuerpo humano como una mquina, estimul la investigacin psicolgica. Luego, la teora evolucionista
de Darwin restableci el vnculo del hombre con los animales.

En suma: la ciencia ha tendido a desarrollarse sobre la base de la observacin, de las explicaciones


internas y la simplificacin reduccionista. Y cuando la psicologa ubic al hombre dentro de un contexto
de naturaleza, se allan en camino para la investigacin psicolgica y su consecuencia: su nacimiento
como disciplina independiente.
La psicologa hered la mayor parte de sus problemas de la filosofa y de la fisiologa. Entre estos
problemas estn: en la de relacin mente cuerpo, la fisiologa de la percepcin, el problema del tiempo
de reaccin y el problema de las diferencias individuales.
Las soluciones que se dieron filosficamente al problema mente cuerpo fueron de tres tipos: dualistas,
monistas e intermedias (de compromiso). Respecto al dualismo, es cualquier punto de vista que vea una
diferencia bsica entre mente y cuerpo, y por tanto una relacin que debe ser explicada. El monismo
implica un enfoque que ignore la mente o el cuerpo, o que los incluya bajo un mismo rubro:
DUALISMO

MONISMO

SOLUCIONES
DE
COMPROMISO

Interaccionismo cartesiano
(Descartes, 1641)
Paralelismo psicofsico
(Spinoza, 1665)
Ocasionalismo
(Malebranche, 1675)
Materialismo
(Demcrito, 400 AC)
Idealismo subjetivo
(Berkeley, 1710)
Fenomenismo
(Hume, 1740)
Doble aspecto
(Russell, 1915)
Epifenomenismo
(Hobbes, 1658)

Postula dos procesos separados e interactuantes.


Postula dos procesos separados, independientes pero
perfectamente correlacionados.
Postula dos procesos separados e independientes,
correlacionados mediante la intervencin de Dios.
Postula una nica realidad fundamental, de carcter
fsico.
Postula una nica realidad fundamental de carcter
mental o espiritual.
No hay mentes ni solo existen las ideas resultantes
cuerpos; hasta donde puede conocerse, de las
impresiones sensoriales.
Se suponen dos procesos que son una realidad
fundamental.
Postula que la mente es un producto accesorio de
causal del cuerpo.

De cualquier modo no hay mtodo cientfico que permita decidir el problema mente cuerpo. Plantearse
este problema tuvo sentido en algunos pensadores, y en otros, no.
Otro problema fue el de la fisiologa de la percepcin. Especialmente importante es aqu von Helmholtz,
que crea en el origen sensorial de todo conocimiento. Si esto es cierto, la fisiologa se convierte en la
base de la epistemologa (estudio del conocimiento cientfico).
Otro problema de consecuencias epistemolgicas es el del tiempo de reaccin. Los psiclogos midieron el
tiempo de las diferentes operaciones psicolgicas (discriminar, sentir, pensar, etc.) y creyeron que podan
hacerlo por un procedimiento de resta: dada una operacin compleja, y sabiendo los tiempos de sus
operaciones simples, poda saberse el tiempo del resto de las operaciones: no tuvieron en cuenta que las
cosas se apartan de este simple esquema de resta cuando las operaciones se complejizan demasiado.
Con respecto al otro problema mencionado, Galton fue pionero en el desarrollo tanto de la estadstica
como del estudio de las diferencias individuales. Utiliz la idea de correlacin en sus estudios sobre la
herencia. Concluy que los hijos tienden hacia la media en cuanto en cuanto a las caractersticas de los
padres. Mova sus investigaciones el mejoramiento de la raza humana (eugenesia).
Respecto del objeto de estudio inicial de la psicologa: Aunque Wundt vena de una tradicin fisiolgica y
experimental, l tomo otra orientacin, sobre todo porque pensaba que mente y cuerpo, seguan cursos
paralelos producidos por el medio externo, y que uno no era causa del otro. Debido a esto no podemos
estudiar la mente desde el cuerpo, sino en forma directa, mediante la introspeccin. No fue una
introspeccin casera, sino rigurosa, experimental. Para Wundt, fue ste el medio adecuado para estudiar
la conciencia, objeto de estudio inicial de la psicologa.
Marx M y Hillix W (1985) Sistemas y teoras psicolgicos contemporneos. Mxico: Paids, 3 edicin.

Historia.- El siglo XIX fue una etapa donde se produjeron grandes cambios en poco tiempo (tendencia
que se agudiz en el siglo XX). Entre otras cosas, los avances tecnolgicos permitieron la fabricacin
masiva de productos y las fbricas, y la organizacin econmica consolida su perfil capitalista, en
oposicin al anterior sistema feudalista.
Esta concientizacin del cambio se vio reflejada en una concepcin del tiempo: este 'transcurre', no est
detenido en una eternidad inmutable. Bilogos como Charles Darwin percibieron esto y, en oposicin al
planteo creacionista de inspiracin bblica, segn el cual Dios haba creado en un instante a todas las
especies vivientes, propone su planteo evolucionista donde en realidad las diferentes especies van
evolucionando unas a partir de otras de acuerdo a la lucha por la supervivencia. Naturalmente la iglesia
se opuso a esta nueva idea, an cuando hubo posteriormente intentos por conciliar el dogma cristiano
con el evolucionismo de Darwin (como por ejemplo Teilhard de Chardin).

Estas influencias derivadas de los cambios sociales orient a la psicologa hacia una tendencia tambin
evolucionista, apareciendo una psicologa evolutiva. El estudio de lo psquico ya no se circunscriba a la
mente del adulto normal, sino que se buscaba rastrear los orgenes de las conductas (por trazar un smil
con el 'origen de las especies') a partir de la infancia, y fue as que surgieron tres importantes corrientes
en psicologa: la reflexologa, el psicoanlisis y la psicologa gentica de Piaget.
La reflexologa de Pavlov intentaba mostrar y demostrar en forma experimental que toda la conducta de
la persona adulta devena, en ltima instancia de reflejos condicionados y estos, a su vez, se formaban a
partir de los reflejos incondicionados, de naturaleza innata. La conducta poda quedar as explicada a
partir de su gnesis, evolutivamente, y aunque Pavlov trabaj experimentalmente solo con animales, sus
conclusiones las extendi tambin a los seres humanos.
El psicoanlisis vino a inscribirse en el mismo orden, aunque desde una perspectiva diferente. La
conducta humana normal y sobre todo la patolgica, como por ejemplo la neurosis, adquira sentido
cuando se la investigaba retrospectivamente, a partir de su gnesis. De all que los primeros mtodos
aceptados por Freud fuesen por ejemplo la hipnosis, donde se buscaba reeditar la antigua experiencia
traumtica, o luego la asociacin libre y la transferencia analtica donde el paciente, en sesin, deba de
alguna forma reeditar sus vnculos infantiles con sus padres. Freud crea as toda una psicologa evolutiva,
y a partir de los datos clnicos de pacientes adultos pudo reconstruir toda la infancia del hombre.
En el caso especial de Freud, cabe pensar en otra influencia socio-cultural que recibi. Concretamente,
podemos considerar al psicoanlisis una reaccin contra la hipcrita moral victoriana (en alusin a la
Reina Victoria de Inglaterra) de fines del siglo XIX, que preconizaba una masiva represin de la
sexualidad. Precisamente, Freud vea en esta masiva represin el origen de las neurosis. Incluso lleg
ms lejos al oponerse al dogma de la aparicin de la sexualidad en la adolescencia, al postular su teora
del nio como "perverso polimorfo" capaz de experimentar con gran intensidad deseos sexuales en
relacin a sus padres.
Piaget hizo otro tanto, pero con dos diferencias: hizo hincapi mas bien en la evolucin de las estructuras
cognoscitivas del hombre ms que en los aspectos pulsionales y afectivos de la personalidad como haba
hecho Freud, y segundo, sus datos los extrajo del anlisis directo de la conducta infantil, incluso
experimentando con sus mismos hijos. De alguna forma tambin se opuso al dogma del nio como un ser
inmaduro que recin adquiere inteligencia en la adolescencia, al postular que ya desde la niez
construimos evolutivamente las estructuras del conocimiento, es decir, el nio es un genuino teorizante
de la realidad.
Cazau P (2001) Vocabulario de Psicologa. Buenos Aires: Redpsicologa.

Psicologa del deporte.- Esta disciplina abarca el estudio de la conducta humana en situaciones
deportivas; aplica los hechos y principios psicolgicos a la perfomance y a toda conducta humana
relacionada con el mbito de los deportes. As, las motivaciones del hombre y sus reacciones emocionales
-como participante y espectador- forman parte de este estudio.
Cazau P (2002) Vocabulario de Psicologa. Buenos Aires: Redpsicologa.

Psicologa ambiental.- Efectivamente, lo que ms se ha estudiado en psicologa es el ambiente social,


es decir, como influyen las dems personas y en general la sociedad en nuestra conducta. Pero el
ambiente social forma parte de un entorno mucho ms amplio, el ambiente natural, que indudablemente
tambin influye sobre nuestro comportamiento. Por ejemplo, no pocas veces ir al mar o la montaa
cambia nuestro estado de nimo, o vivir en un ambiente altamente contaminado (contaminacin qumica
como el smog, contaminacin visual como los avisos publicitarios, contaminacin sonora como el ruido
del trfico, etc.) aumenta la probabilidad de estresarse. La psicologa ambiental podra entonces definirse
como una rama de la psicologa que estudia la incidencia del ambiente natural sobre el comportamiento
(y viceversa), y en particular el ambiente natural modificado por el hombre, tanto si es contaminado
como si es restablecido a su ordenamiento ecolgico. El aspecto preventivo de la psicologa ambiental
apuntara entonces a crear una conciencia ecolgica, es decir, a generar un ambiente que propicie la vida
y la salud, no la muerte y la enfermedad. Alguien dijo una vez: no somos pasajeros de la tierra: somos
sus tripulantes.
Cazau P (2003) Vocabulario de Psicologa. Buenos Aires: Redpsicologa.

Psicologa de la Gestalt: semejanzas con el psicoanlisis.- a) Los estmulos recibidos son siempre
significativos porque son integrados en la experiencia del sujeto. La mente interpreta los estmulos
percibidos y, una vez registrados como huellas mnmicas, estas pueden cambiar con el tiempo y con las
nuevas experiencias. La percepcin de un crculo deformado puede ms tarde recordarse como un crculo
perfecto (gestalt), y la percepcin de una palabra puede luego recordarse equivocadamente (actos
fallidos del psicoanlisis). b) Ambas teoras han sido influenciadas por el pensamiento de Franz Brentano.
Por ejemplo, este pensador influy sobre la escuela austraca de von Ehrenfels, importante antecedente
de la gestalt: Brentano plantea una psicologa del acto, donde importa ms el acto que el contenido. Del
mismo modo, para la gestalt el contenido es ms secundario: interesa el acto de percibir, es decir, el acto
mismo configurador de una forma, una gestalt. c) Tambin Brentano ejerci influencia en Freud,

principalmente a partir de su nocin de intencionalidad de la vida psquica (todo acto psquico es


intencional). Freud sigui esta lnea de pensamiento asignando a la conducta una intencionalidad, pero
determinada desde lo inconciente. d) Ambas teoras utilizaron la idea de insight como comprensin sbita
o darse cuenta, aunque le dieron significados diferentes: el insight es para la gestalt la configuracin
mental que organiza el campo perceptivo en el aqu y ahora, y para el psicoanlisis, la toma de
conciencia de los contenidos (deseos, temores) inconcientes.
Cazau P (1999) Vocabulario de Psicologa. Buenos Aires: Redpsicologa.

Psicologa de la Gestalt: diferencias con el psicoanlisis.- a) Ambas teoras nacieron con


inquietudes diferentes. La psicologa de la forma naci originalmente como una teora para explicar el
fenmeno de la percepcin, mientras que el psicoanlisis naci con la inquietud por explicar los sntomas
de los pacientes histricos. b) La psicologa de la gestalt privilegia el aqu y ahora, mientras que el
psicoanlisis da especial importancia al pasado infantil para dar cuenta de nuestros comportamientos. c)
La psicologa de la gestalt utiliz el mtodo experimental, mientras que el psicoanlisis, el mtodo clnico
que incluye la interpretacin. d) La psicologa de la forma realiz buena parte de sus investigaciones,
sobre todo las referidas al proceso de aprendizaje, utilizando animales, mostrando que algunos de ellos y
los seres humanos compartan modos similares de aprender (por ejemplo por comprensin sbita o
insight). En cambio el psicoanlisis, aunque mostr el aspecto 'animal' del hombre (sus pulsiones), marc
la diferencia con las otras especies no humanas (por ejemplo al diferenciar el instinto animal y la pulsin
humana). e) Por ltimo, podramos decir que mientras la psicologa de la gestalt trat de obtener leyes
generales aplicables a todos los seres humanos, el psicoanlisis se interes tambin por las diferencias
individuales, mostrando que cada conducta deba ser interpretada en funcin de cada caso en particular.
Cazau P (1999) Vocabulario de Psicologa. Buenos Aires: Redpsicologa.

Psicologa ecolgica.- La psicologa ecolgica supone que el ambiente fsico ejerce algn tipo de
influencia sobre el comportamiento humano. Por lo menos ya desde la dcada del 30 en la Escuela de
Taylor se realizaron investigaciones para averiguar si la msica, el color de las paredes o la iluminacin
ambiental influan en la productividad de los trabajadores en las fbricas. Hoy en da la psicologa
ecolgica se ocupa, entre otros temas, de los daos psquicos que provoca la contaminacin ambiental,
como por ejemplo la contaminacin sonora (trfico) y la contaminacin visual (publicidad).
Cazau P (2002) Vocabulario de Psicologa. Buenos Aires, Redpsicologa.

Psicologa educacional.- La psicologa educacional se relaciona especialmente con: a) La pedagoga (o


a veces tambin llamada didctica), porque esta ltima, entendida como la teora de la enseanza,
recibe el auxilio de la psicologa educacional para conocer los factores psicolgicos que facilitan u
obstaculizan el proceso de enseanza aprendizaje. b) La antropologa cultural, por cuanto cada cultura
tiene sus propias modalidades de ensear y aprender y, en general, de educar. c) La neurobiologa, por
cuanto el proceso de ensear y aprender est determinado, entre otras cosas, por modalidades de
funcionamiento cerebral. d) La sociologa, porque la enseanza y el aprendizaje suelen estar controlados
o dirigidos por ideologas (por ejemplo a travs de un currculum).
Cazau P (2003), Vocabulario de Psicologa. Buenos Aires: Redpsicologa.

La psicologa como ciencia.- Cul es el objeto de la psicologa? Qu estudia? En la poca de Bacon


se pensaba que la psicologa parta de observaciones cuidadosas que, repetidas, permitan llegar a
generalizaciones. Esto es errneo por dos motivos: primero, porque nadie parte de cero, hereda toda una
tradicin, y segundo porque seleccionamos los hechos y observaciones en funcin de nuestro inters
especial. La investigacin tranquila, pasiva y desprovista de supuestos previos es un mito metodolgico.
El germen de la actividad cientfica, la verificacin de hiptesis, arranca con la crtica de los supuestos
tradicionales, pero siempre investigamos en funcin de supuestos previos, de esperanzas.
Cada ciencia tiene su propio objeto. En la psicologa este objeto no est claramente definido como en
fsica o qumica, pues surge de una gran variedad de tradiciones religiosas, mdicas y filosficas. Por lo
tanto, debemos reconstruir la historia de estas tradiciones para clarificar el objeto.
En la psicologa podemos distinguir tres clases de problemas: de teora, de accin y de tecnologa,
adems de otros problemas filosficos y metafsicos.
La teora es construida para satisfacer una esperanza de conocer: describen cmo suceden los hechos en
base a la observacin (o a la memoria, que es ms falible). La accin en cambio depende de nuestros
intereses y actitudes: en lugar de describir prescriben cmo debemos actuar. La teora apunta a lo que es
y la accin a lo que debiera ser. En la accin no todas las personas tienen los mismos intereses y
actitudes: no existe un procedimiento de accin que brinde el mismo tipo de acuerdo que el que da, para
resolver problemas tericos, el mero acto de ir a observar.
Los problemas de tecnologa surgen de la combinacin de los dos anteriores. Son problemas acerca de
nuestras necesidades (no de nuestras esperanzas, como en el problema terico, ni de nuestros intereses
y actitudes, como en los problemas de accin). Son problemas de medios, no de fines. Para resolver un
problema tecnolgico se tiene en mira un fin (ligado a la accin) pero se apoya en ciertos principios

tericos a los cuales no se los verifica experimentalmente. Los antiguos se ocuparon principalmente de
problemas tecnolgicos y de accin.
En suma, la teora busca verificar hiptesis, la accin recomendar conductas, y la tecnologa, satisfacer
necesidades prcticas.
Tambin estn los problemas filosficos y los metafsicos. Los filsofos son ms bien espectadores:
desarman o analizan los instrumentos de los tericos, tecnolgicos, etc. Estn en un segundo orden, pues
revisan los procedimientos del primer orden. Muchas veces estos enfoques de segundo orden, como los
epistemolgicos y lgicos, estuvieron muy confundidos con problemas psicolgicos, de aqu que no
podamos separar la psicologa de la historia de la filosofa.
La metafsica busca construir modelos explicativos de lo real, muchas veces tomando como referencia
modelos familiares (como Hume que describa la mente como un teatro donde entraban y salan actores).
En la historia de la psicologa se mezclan muchas veces modelos verificables y no verificables hasta el
final del siglo XIX, y cuesta en esas pocas discriminar lo metafsico de lo cientfico.
Resumen de Brett G, Historia de la psicologa. Captulo 1: Teora, accin y tecnologa.

Formalizacin y progreso en psicologa.- La enorme variedad de hechos que investiga la psicologa


oblig a los psiclogos a buscar cul era el fundamento de todos estos hechos. Naci as una poca
especulativa donde se pretendi haberlos descubierto: para unos fue la asociacin, y luego para otros el
instinto o la libido. Fueron todos intentos por buscar un fundamento terico para la psicologa, pero
pronto se comenz a dudar de ellos pues el conjunto de hechos era mucho ms amplio de lo que se haba
sospechado y adems haba mucha distancia entre la teora y los hechos, y costaba relacionarlos.
Entonces empez una descripcin ms minuciosa de esos hechos, lo cual tampoco satisfaca los
requerimientos prcticos de la psicologa como educacin, orientacin, terapia, etc, porque medir y
clasificar hechos no aportaba la gran solucin.
Lewin propone como solucin relacionar los hechos psquicos: construir carreteras en el continente de los
hechos para poder relacionarlos. Ello no llevar a construir una teora, pero aqu surge una paradoja
pues para hacer esas carreteras necesitamos una teora previa; la forma de resolver dicha paradoja
aparentemente sin salida es seguir dos pasos: primero, ir abriendo caminos intuitivamente sobre la base
de suposiciones tericas (aunque estas no sean muy confiables), y segundo, ampliando y perfeccionando
los caminos hasta encontrar loa grandes relaciones entre los diversos hechos psquicos. El desarrollo
actual de la ciencia parece seguir estos pasos, los que sin embargo ofrecen un peligro: el de la excesiva
formalizacin, o sea trazar caminos lgicos que no se correspondan con la realidad psquica (pues una
teora puede ser lgicamente correcta pero empricamente falsa).
No obstante la formalizacin y la matematizacin en psicologa es muy importante, pero cuidando de no
incurrir en el error anterior. Teora, formalizacin y matematizacin deben considerarse medios y no fines
en s mismos: medios para profundizar nuestro conocimiento de la vida psquica.
Condensado de Lewin Kurt, La teora del campo en la ciencia social. Buenos Aires: Paids. Captulo 1.

La naturaleza de la psicologa.- Hay tres dificultades para definir la psicologa: a) Hay que
diferenciarla de la filosofa y la biologa. b) Hay que distinguirla del sentido comn del psiclogo
aficionado. c) Haya que distinguirla de la mera prctica o tcnica.
La psicologa es una disciplina independiente. Dos conceptos ayudan a ubicar la psicologa en relacin con
las otras ciencias: niveles de integracin y niveles de anlisis.
Histricamente, el objeto de la psicologa fue definido de diversas maneras:
a) Asociacionismo.- Propone a la ciencia como objeto de estudio y como mtodo, la auto-observacin o
introspeccin. b) Conductismo.- Watson propone como objeto de estudio la conducta, entendida como
reaccin observable y medible por otro ante un estmulo tambin identificable. c) Psicologa de la
Gestalt.- Sostiene que la conducta no puede reducirse a relaciones mecnicas E-R ni a asociacin de
sensaciones. Ella solo se comprende en funcin de una organizacin dinmica de los estmulos donde
importan no solo sus valores intrnsecos, sino sus mutuas relaciones. d) Psicoanlisis.- Freud inicia la
psicologa profunda. Muchos aspectos de lo humano como los instintos, son accesibles a la conciencia y
por tanto no sirve la introspeccin, sino a travs del proceso psicoanaltico que descubre lo inconciente, o
sea, aquello que generar fuerzas que determinarn la conducta. e) Culturalismo.- Al trasladarse el
psicoanlisis a pases de habla inglesa, se criticar all la base biolgica del mismo y se propondr la
influencia del entorno cultural sobre la conducta. Por ejemplo, Fromm y Horney. f) Psicologa de la
personalidad.- El estudio de la personalidad surgi de la psicologa profunda y se vio enriquecida por
estudios conductistas sobre el desarrollo infantil, y por visiones integradoras al estilo de la psicologa de
la forma. g) Concepcin actual.- Kaufmann plantea como objeto de estudio, primordialmente la conducta
humana como manifestacin del ser humano, desde el simple ritmo cardaco hasta complejos procesos
intelectuales y sociales. Toda conducta tiene adems una finalidad.
La personalidad es la configuracin dinmica que a lo largo de la historia de una persona (o individuo
humano concreto), va adquiriendo el conjunto de sistemas psico-fsicos que determinan su adaptacin a
las situaciones del medio. Personalidad es un concepto abstracto y cientfico. Por situacin se entiende la

configuracin de elementos, hechos, relaciones y condiciones del medio, tal como es captado por la
personalidad que est en esa situacin.
En suma: la psicologa estudia la conducta como una funcin de la personalidad en situaciones. En
frmulas: C = (P S) La conducta resulta ser as, la expresin de una personalidad interactuando con
una situacin. La conducta y la situacin podemos conocerlas directamente, y de all inferimos la
personalidad. La conducta la entendemos como intencional, dirigida y con significado. La conducta es
motivada, y la motivacin significa un desequilibrio en la persona, sentido como una necesidad ms una
expectativa afectiva acerca de una meta por alcanzar. As concebida, toda conducta es molar.
Luego de ubicar el concepto de adaptacin en relacin a la conducta, los autores hacen referencia a dos
perspectivas para el estudio de la conducta, la finalista y la causalista. Por otro lado, en psicologa
encontramos dos enfoques: clnico y experimental. Ambos buscan conocer la conducta pero por distintos
caminos. Los autores terminan la exposicin describiendo las diferentes ramas y los campos de la
psicologa.
Sinopsis de Kauffman F y Eroles A (1973) La naturaleza de la psicologa. Buenos Aires: Ctedra.

PSICOLOGIA ANIMAL
Historia.- Reuchlin resea la historia de la psicologa animal en los siguientes trminos.
La evolucin de las ideas.- La psicologa animal se presta ms para ser una psicologa experimental,
porque se puede trabajar destruyendo ciertos rganos y porque se pueden hacer variar las condiciones
del medio en forma ms amplia.
Sus antecedentes vienen de la zoologa y de la filosofa. En zoologa se estudiaron que factores
ambientales determinan la conducta del animal, y a veces se les supuso finalidades parecidas a las
humanas (antropomorfismo). De la filosofa, en cambio, surgi el problema de si animales y hombres
formaban una serie continua, o eran radicalmente distintos. Descartes hablaba de la discontinuidad, y
Darwin ms bien de una continuidad (unas especies evolucionan a partir de otras).
Ciertos autores ingleses vieron que haba una continuidad entre animal y hombre, porque ambos podas
resolver problemas nuevos, por ejemplo, por ensayo y error. Otros dicen que hay una discontinuidad: el
hombre es radicalmente diferente pues puede aprender por comprensin sbita.
Pero luego fue dejado de lado el problema de la conciencia o la inteligencia como modo de distinguir
animal de hombre, y se empezaron a estudiar en animales directamente conductas, de donde se
pudiesen sacar leyes generales tambin aplicables a los hombres. Si los psiclogos eligieron a los
animales para estudiar tales leyes, no fue solo por las mejores posibilidades de experimentacin, sino
tambin porque: a) en el animal los procesos son ms simples (en el hombre interfieren con otros
procesos, como por ejemplo, adquisiciones previas); b) permite estudiar ciertos problemas en forma ms
elemental; y c) estudiar animales y llevar esas conclusiones al hombre, no significa adoptar un
antropomorfismo.
La evolucin de los mtodos.- Los mtodos cientficos en psicologa animal, aparecen en Inglaterra con C.
Morgan, quien propuso que es innecesario recurrir para explicar la conducta animal, a facultades
hipotticas como la conciencia, si se puede explicar por procesos ms simples.
Otros psiclogos intentaron reducir la psicologa a una fisiologa del sistema nervioso, como Bethe y von
Uexkull. Se hablaba por ejemplo de foto recepcin en vez de sensacin visual, etc. Se trata de planteos
mecanicistas. Pavlov tambin sigui esta lnea. Thorndicke estudi tambin el aprendizaje animal, ya en
EEUU, y en la misma lnea estarn Small y Watson.
Yerkes, no estudi solamente ratones, sino tambin desde cangrejos hasta monos antropoides, para ver
sus diferencias, y lleg a extender esta psicologa comparativa al estudio de las diferencias entre seres
humanos.
Resumen de Reuchlin M (1982) Historia de la psicologa. Buenos Aires: Paids. Captulo 2.

PSICOLOGA CLNICA
Historia.- Reuchlin resea la historia de la psicologa clnica en los siguientes trminos.
El mtodo clnico y la psicologa clnica.- Para Ribot o Janet, estudiar a los enfermos es un buen mtodo
para conocer el psiquismo normal, pues deja a la vista los procesos inferiores, mientras disuelve los
superiores. El psicoanlisis tambin permiti el estudio de la normalidad.
El mtodo clnico surge como reaccin a las experiencias de laboratorio, que estudiaban fragmentos
artificiales de conducta y no consideraban toda la complejidad de la mente. Reacciona tambin en contra,
la estadstica de Galton, basada en hechos superficiales. El mtodo clnico consiste en observar en
profundidad y durante mucho tiempo, individuos particulares, caso por caso.
El psiclogo americano Witmer, es el primero en hablar del mtodo clnico en psicologa, y lo aplic a
nios difciles o anormales. Lo defini como un mtodo de investigacin consistente en usar los
resultados del examen de muchos sujetos estudiados sucesivamente, para hacer generalizaciones
sugeridas por sus aptitudes y deficiencias.

En 1909 Healy (discpulo de W. James), psiquiatra, utiliza el mtodo clnico con un enfoque de psicologa
dinmica, y es quien ejercer influencia sobre el desarrollo ulterior de la clnica. Estudi nios, jvenes,
delincuentes, neurpatas, etc. Y la psicologa clnica qued reducida al estudio de los anormales (como un
auxiliar del psiquiatra).
El mtodo clnico estudia casos individuales, incluyendo la historia personal del sujeto. En esto
influenciaros mucho no solo Freud, sino tambin Dilthey y los tests de Binet. La influencia vino entonces
de la psicologa dinmica (Freud, etc.) y la psicologa psicomtrica (Galton, Bidet). Si bien en la prctica
se usa cada uno de ambos enfoques, los psiclogos tiendes a adherir a uno de ellos y desinteresarse por
el otro.
Resumen de Reuchlin M (1982) Historia de la psicologa. Buenos Aires: Paids. Captulo 4. ltima parte.

PSICOLOGA COGNITIVA
Generalidades.- El concepto de psicologa cognitiva ha adquirido progresivamente un significado tan
pluriforme y unos lmites tan imprecisos que su empleo repetido y su carcter de emblema
paradigmtico no aseguran un significado compartido. Sus lmites son borrosos y sus ejemplares
desigualmente representativos u no definidos por unos mismos atributos. Se organiza en torno a ciertos
elementos prototpicos que son los modelos computacionales y las teoras del procesamiento de la
informacin. Ejemplos de definiciones representativas son las siguientes: -Para Neisser la psicologa
cognitiva se refiere a todos los procesos mediante los cuales el input sensorial es transformado,
reducido, elaborado, almacenado, recuperado y usado. Para Mayer la psicologa cognitiva es el anlisis
cientfico de los procesos mentales y estructurales de memoria humanos con el fin de comprender la
conducta humana. Para Norman y Simon la ciencia cognitiva es aquella que busca comprender los
sistemas inteligentes y la naturaleza de la inteligencia, que puede definirse como mente construida.
Tambin Howard Gardner habla de la ciencia cognitiva como el empeo contemporneo de base emprica
por responder a interrogantes de antigua data, en particular los vinculados a la naturaleza del
conocimiento, sus elementos componentes, sus fuentes, evolucin y difusin. Incluye a la psicologa
cognitiva entre las ciencias cognitivas que abarca la filosofa, la lingstica, la inteligencia artificial, la
antropologa y la neurociencia. Se pueden sumar cientos de definiciones sobre qu es la psicologa
cognitiva sin lograr por ello aclarar sus lmites. Pero su aparicin convulsion sin duda al mundo cientfico
desde 1956, fecha en que segn G. Millar fue admitida oficialmente en ocasin del Simposio sobre la
teora de la informacin realizado en el Instituto de Tecnologa de Massachussets. Ha conquistado los
laboratorios de psicologa, las publicaciones y disertaciones, las instituciones acadmicas. Ha logrado una
transformacin sustancial en el objeto mismo de la psicologa.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Generalidades.- La psicoterapia cognitiva est basada en el modelo terico de la psicologa cognitiva


surgido a comienzos de la dcada del 50.
Esta psicologa nace oponindose al paradigma conductista al sostener que la conducta humana no puede
explicarse solamente a partir del esquema E-R, sino a partir de cierta actividad interna mental,
inobservable de procesamiento de la informacin. Para ello tom como modelo la computadora,
estableciendo una analoga entre la mente y la mquina.
El desarrollo de la psicologa cognitiva abarca dos grandes periodos: 1) el primero emple el paradigma
del procesamiento de la informacin (analoga mente-ordenador), y 2) el segundo es ms un enfoque
cognitivo-social y constructivista que propone como caracterstica central de la mente la recursividad, es
decir, el hecho de que la conducta est siempre incluida en un proceso de feed-back.
Mientras en el primer periodo el estmulo era procesado y generaba una respuesta, en el segundo periodo
ya respuesta opera como estmulo para procesar nueva informacin.
Condensado de Fernndez lvarez H (1992) Fundamentos de un modelo integrativo en psicoterapia. Buenos Aires:
Paids. Captulo 3.

Etapas.- Fernndez lvarez describe dos etapas en el desarrollo de la psicologa cognitiva: a) empleo del
paradigma del procesamiento de la informacin, y b) enfoque cognitivo-social y constructivismo.
A) Empleo del paradigma del procesamiento de la informacin
La conducta humana en general, incluyendo tambin la de los pacientes, puede ser examinada desde la
perspectiva del paradigma del procesamiento de la informacin, el cual se ajusta bsicamente a los
siguientes tres enunciados:
1.
Vivimos en un mundo de informacin: todo organismo funciona permanentemente como emisor
y receptor para poder adaptarse a su entorno.
2.
El ingreso de informacin en un sistema tiene un doble efecto: por un lado genera una
incertidumbre que deber ser procesada (ser o no un animal peligroso lo que veo?), y simultneamente
permite procesar incertidumbres anteriores (ahora podr llamar al fumigador, pues antes estaba en la
duda).

3.
El ingreso de informacin en un sistema pone en marcha una secuencia destinada a su
resolucin: una vez ingresada la informacin, esta es filtrada por poderosos mecanismos de clasificacin,
que comparan la informacin ingresada con la almacenada en la memoria. As, la informacin clasificada
puede ser apta para la resolucin de la incertidumbre generada.
El uso de este paradigma del procesamiento de informacin ha permitido: a) elaborar un esquema
formal de anlisis de cualquier conducta humana, b) analizar las conductas viendo la dinmica del
proceso ms que el contenido, c) prescindir de hiptesis fuertes sobre la motivacin del comportamiento
como paso previo para entender el modo de actuar de la persona, d) investigar los mecanismos internos
del sujeto que organizan la experiencia, y e) aplicar un esquema descriptivo comn a todas las formas
de conducta, ms all de su complejidad (individuos, grupos, sociedades).
Este paradigma puede aplicarse en psicopatologa y psicoterapia en tres momentos principales:
1)
Trastornos atribuibles a las vas de entrada: son fallas de focalizacin. Aparecen cuando el
individuo selecciona equivocadamente la informacin til para enfrentar una situacin, cuando permite
ingresar ms informacin de la que est en condiciones de procesar, o cuando hace ingresar informacin
ms compleja de la que puede asimilar.
2)
Trastornos atribuibles a los mecanismos de clasificacin: como aqu es importante la memoria,
estas fallas ocurren cuando recordamos equivocadamente un episodio ya ocurrido, o bien olvidamos
ciertos aspectos de l (represin).
3)
Trastornos en los esquemas nucleares de procesamiento: procesamos negativamente la
informacin por ejemplo cuando operamos con un sistema de creencias inadecuado para resolver
determinada situacin. Dichas creencias pueden generar tambin ansiedad, como por ejemplo creer que
un animal inofensivo es muy peligroso.
En los tres momentos se puede intervenir teraputicamente: en el primero mediante una refocalizacin
(o una redefinicin, si lo que falla es la atencin). En el segundo debe hacerse una reclasificacin, y en el
tercero debe hacerse una reestructuracin cognitiva, o bien una reestructuracin de la personalidad, si el
dficit es global.
B) Segunda etapa. Enfoque cognitivo-social y constructivismo
Limitaciones del procesamiento de la informacin.- La comparacin de la mente humana con las
mquinas pronto mostr limitaciones, porque haba muchas caractersticas propias del hombre que no
estaban en las computadoras. Por ejemplo, la mquina no tiene un funcionamiento autorregulador como
la mente. Somos una mquina que se autofabrica. Adems, el hombre funciona dentro de un marco
cultural y una legalidad social.
Procesos retroactivos y proactivos.- Complementando las acciones retroactivas (retroalimentacin, etc.),
los seres humanos desarrollan tambin operaciones proactivas que tienen la finalidad de estructurar
sistemas de significado prefigurantes de situaciones que todava no han ocurrido ms que en la mente y
que se sitan en un tiempo futuro. Esta capacidad no est tampoco en las mquinas, y se funda, segn
Vigotski, en operaciones mentales superiores como la autoorganizacin, la conciencia, el empleo de
signos como mediadores y la capacidad de reflejar la naturaleza social. Autoorganizacin implica que no
slo procesamos informacin, sino que adems construimos la realidad donde esta informacin es
procesada.
En suma, procesamos la informacin en forma circular, ms que lineal, y para ello recurrimos a
mecanismos retroactivos y proactivos. Adems, seleccionamos la informacin en forma activa, debido a
que tenemos ciertas motivaciones para ello.
Desarrollos constructivistas en psicologa y psicoterapia.- El constructivismo estudia los procesos de
cambio que producen los seres humanos, qu operaciones gobiernan dichos procesos y bajo qu
condiciones se facilitan o se ven dificultados (Mahoney).
Un antecedente de esta orientacin la encontramos en el pensamiento de Kelly, para quien el hombre es
un sujeto activo, cuya tarea central es implementar constructos personales destinados a diagramar las
anticipaciones necesarias para conformar un proyecto personal. Su orientacin es humansticoexistencial.
Otro importante autor en esta lnea es Piaget, quien destac la dialctica fundamental entre organizacin
y adaptacin y, esta ltima, como una interaccin entre asimilacin y acomodacin.
La idea de construccin fue asimismo utilizada en psicoterapia, por ejemplo por Kaes, cuando estudi la
organizacin grupal.
Hay un constructivismo radical y otro moderado. El primero afirma la imposibilidad de afirmar
consistencia a eso llamado realidad (esta sera una pura invencin). El constructivismo relativo en
cambio admite algo llamado realidad que nos influye permanentemente.
Resumen de Fernndez lvarez H (1992) Fundamentos de un modelo integrativo en psicoterapia. Buenos Aires:
Paids. Captulos 4 y 5.

Limitaciones.- El enfoque basado en el procesamiento de informacin sin duda tiene aspectos muy
positivos, pero como han planteado U. Neisser (1976; 1980; 1982), tambin tienen importantes
limitaciones que deben ser tenidas en cuenta al evaluar sus contribuciones potenciales. Neisser seala
que debido a que las tareas acotadas del laboratorio que comnmente se emplean en la investigacin de

procesamiento de informacin carecen de validez ecolgica, muchas veces los resultados no pueden
generalizarse a situaciones del mundo real.
Condensado de Safran y Segal (1991) El proceso interpersonal en la terapia cognitiva. Captulo 4.

Psicologa cognitiva y cultura.- 1. La original Revolucin Cognitiva se apart hoy de sus primeros
objetivos, pues ha deshumanizado el concepto mismo de mente. En este texto Bruner quiere recuperar
aquel primer ideal proponiendo un enfoque interpretativo del conocimiento centrando el inters en la
"construccin de significados".
La Revolucin Cognitiva no trataba de estmulos y respuestas, sino de significados. No se trataba de
agregar ms mentalismo al conductismo, porque Tolman ya lo haba hecho. Haba que describir como el
hombre crea significados en su encuentro con el mundo, y proponer hiptesis sobre sus procesos de
construccin. O sea, haba que darle a la psicologa un sesgo interpretativo acorde con las ciencias
sociales. No se trataba pues de reformar el conductismo, sino de sustituirlo.
Pero la revolucin cognitiva se pervirti y sustituy el significado por el procesamiento de informacin:
este ltimo modelo no puede hacer nada frente a lo polismico y lo metafrico, frente a los deseos y las
creencias, pues sigue un rgido esquema computacional basado en la teora de la informacin, que tiende
a evitar conductas intencionales o surgidas de deseos. En estos sistemas no haba lugar para la mente.
Bruner plantea la necesidad de construir una ciencia de lo mental en torno al concepto de significado y
los procesos mediante los cuales se crean y se negocian los significados dentro de una comunidad.
2. La cultura preexiste. Los sistemas simblicos usados para construir significados ya estaban all, en la
comunidad, arraigados en el lenguaje y la cultura. Los psiclogos estudiaban como se adquiran estos
sistemas simblicos, pero pocos se ocuparon se ver como influa el uso del lenguaje sobre la naturaleza
del hombre. La aparicin de la cultura es algo ms que el aumento del cerebro o el uso de las manos: ella
es constitutiva del hombre.
Hay tres razones para sostener esta idea de que la cultura es un concepto fundamental de la psicologa:
1) no existe la naturaleza humana sin la cultura, pues el hombre se realiza a travs de ella. 2) Nuestra
vida depende de significados compartidos con los dems, por lo que su negociacin es pblica. 3) Hay
una psicologa "popular" que se ocupa de la naturaleza, causas y consecuencias de aquellos estados
intencionales -creencias, deseos, intenciones- despreciados por la psicologa cientfica. Esta psicologa
popular domina las transacciones de la vida cotidiana, que son reflejo de la cultura.
3. Hay dos cosas que critica la psicologa cientfica a esta nueva orientacin basada en los significados y
la cultura: 1) no se pueden utilizar estados subjetivos como explicacin de la conducta. 2) no puede
hacerse una teora psicolgica para cada cultura distinta.
La psicologa cientfica tiende a considerar como ms importante lo que la gente hace, ms que lo que la
gente dice o dice que hace. Para Bruner, es importante ver cmo lo que uno hace revela lo que piensa,
siente o cree. Decir y hacer constituyen una unidad funcionalmente inseparable en una psicologa
orientada culturalmente.
La psicologa orientada culturalmente que propone Bruner no desprecia lo que la gente dice sobre sus
estados mentales (est de acuerdo con la introspeccin). Esta psicologa cultural no se puede preocupar
por la mera conducta sino por la accin, que es su equivalente intencional, y ms concretamente se
preocupa por la accin 'situada' (en un escenario cultural y en los estados intencionales mutuamente
interactuantes de los participantes).
4. Lo anterior no significa que la psicologa cultural deba prescindir de los experimentos de laboratorios o
de la bsqueda de leyes psicolgicas universales. Las verdaderas causas de la accin humana son la
cultura y la bsqueda del significado dentro de la cultura. El sustrato biolgico, lo universal, no es causa
de la accin sino una restriccin o una condicin de ella. Nuestros deseos y las acciones que realizamos
en su nombre estn mediados por medios simblicos, o sea por la cultura como sistema de smbolos.
Bruner intenta as demostrar que la cultura y la bsqueda del significado es lo que moldea la accin,
mientras que lo biolgico impone restricciones o limitaciones a ello, aunque la cultura puede ablandar
esta restriccin.
5. Si es cierto que la cultura forma la mente, no caemos as en un relativismo, pues cada cultura es
distinta? En la mayor parte de las interacciones humanas, la 'realidad' es el resultado de prolongados e
intrincados procesos de construccin y negociacin muy implantados en la cultura. El relativismo queda
justificado a partir de este constructivismo, pues es inevitable adoptar alguna perspectiva, no existe el
absoluto. Si el conocimiento depende de la perspectiva, los valores son entonces relativos? El
irracionalismo dice que elegimos ciertos valores por una cuestin visceral o pulsional, mientras que el
racionalismo dice que los valores son elegidos racionalmente. Ambas posturas coinciden en que el
compromiso con una forma de vivir es inherente a los valores, y las formas de vida constituyen una
cultura.
Resumen de Bruner Jerome (1984) Actos de significado. Captulo 1: El estudio apropiado del hombre.

PSICOLOGA DE LA CONCIENCIA

Generalidades.- Las psicologas de la conciencia son un conjunto de corrientes unificadas a partir de un


nico objeto de estudio, la conciencia, pero que difieren respecto del mtodo. La conciencia es entendida
como la totalidad de la vida psquica, tanto la conocida como la desconocida (de all que haya tambin
una sub-conciencia): concientes y sub-concientes son cualidades posibles de un nico sistema: la
conciencia.
Segn qu mtodos usen, las psicologas de la conciencia se pueden agrupar de la siguiente manera:
1. Psicologas descriptivas (Lipps, Brentano).
2. Psicologas explicativas (Asociacionismo, Herbart, Psicofsica, Wundt).
Las psicologas descriptivas se oponen a la aplicacin de los mtodos de las ciencias naturales, a la
experimentacin, a la explicacin y a la formalizacin matemtica: la introspeccin es el nico mtodo
para comprender los fenmenos mentales. Por ejemplo Lipps (1851-1914) parte del principio de la
experiencia interior como fuente de conocimiento y postula la comprensin como va de conocimiento
vlida, entendiendo por comprensin a la empata: autoproyeccin y captacin receptiva del otro.
Asimismo para Brentano (1838-1917), los contenidos de la conciencia pueden abordarse por
introspeccin, que nos hace captarlos como percepciones interiores que son siempre intencionales, y que
se expresan en lo que l llama modos de actuacin.
Las psicologas explicativas, de raz empirista, entienden los fenmenos mentales como resultado de la
experiencia sensorial. Las psicologas explicativas pueden agruparse en cuatro corrientes:
asociacionismo, psicologa matemtica de Herbart, psicofsica, y anlisis experimental de Wundt.
Condensado de Kauffman Mara del Pilar C, Historia de la psicologa. Clases dictadas en la Ctedra de Historia de la
Psicologa, Facultad de Psicologa, Universidad de Belgrano. Buenos Aires, 1986.

PSICOLOGA DE LA GESTALT
Generalidades.- Escuela continental de psicologa que considera que la mente percibe el mundo
externo como una sola unidad integral. Los tringulos, por ejemplo, no se perciben como una zona
rodeada por tres lados sino como tringulos; similarmente, una pintura se percibe y se aprecia en su
totalidad y no como brochazos individuales y elementos de color que constituyen su composicin. La
expresin gestltica fue introducida en la psicologa en el ao 1890 por C. Ehrenfels (Speck,
1966:301).
Speck G (comp) (1966) Diccionario cientfico ilustrado. New York: Editors Press Service.

Generalidades.- Dentro del enfoque holstico, la teora de la gestalt es la corriente ms representativa,


corriente que se basa en la idea de gestalt, definible como una totalidad organizada con caracteres
propios diferentes de las cualidades particulares de las partes que la constituyen. Estas partes son
solidarias entre s, estn articuladas de manera tal que cada una de ellas es significativa en funcin de las
otras.
Condensado de Kauffman Mara del Pilar C, Historia de la psicologa. Clases dictadas en la Ctedra de Historia de la
Psicologa, Facultad de Psicologa, Universidad de Belgrano. Buenos Aires, 1986.

Antecedentes.- Respecto de la idea de Gestalt, ya los griegos conceban el cosmos como una totalidad
organizada, donde cada parte tena sentido en funcin de las dems. Anaxgoras, por caso, se interes
ms en las relaciones entre las partes que en las partes mismas. Pitgoras tambin rescata la nocin al
hablar de una organizacin y armona en el ordenamiento del universo. Platn por su lado, ve al mundo
sensible y al mundo inteligible como dos realidades organizadas. Siglos despus el asociacionista Hartley
dice que la combinacin de cualidades sensibles da como resultado una totalidad sensible en la que ya no
pueden discernirse las partes constituyentes. Idnticamente, John Stuart Mill postula que el todo supera
las cualidades especficas de los elementos o partes. Bain enfatiza que la experiencia es siempre una
totalidad organizada donde se integran varios elementos en forma creadora, pues aparecen nuevas
cualidades no presentes en los elementos constituyentes primitivos. La especificidad de la teora de la
Gestalt consiste bsicamente en su rechazo al elementalismo y su mtodo, la introspeccin experimental.
Tambin, su idea de que la gestalt es una totalidad estructurada a priori (apriorismo).
Condensado de Kauffman Mara del Pilar C, Historia de la psicologa. Clases dictadas en la Ctedra de Historia de la
Psicologa, Facultad de Psicologa, Universidad de Belgrano. Buenos Aires, 1986.

Escuelas de Graz y Berln.- La historia de la teora de la gestalt abarca dos periodos: la escuela de
Graz (iniciada por von Eherenfels basndose en Brentano) y la escuela de Berln (iniciada por Wertheimer
basndose en Kant).
Escuela de Graz.- Von Ehrenfels (1859-1932) plantea la idea de gestalt al afirmar que el todo es ms que
las entidades sensoriales separadas, y da como ejemplo el de la meloda: si a una meloda le cambiamos
todos los tonos (por ejemplo pasar de clave de sol a clave de fa), cambiaron los elementos pero no la
estructura, el todo, pues seguimos escuchando la misma meloda; o sea que el cambio de elementos no
cambia la estructura. De esta forma aparecen en la estructura nuevas cualidades que no estaban en los
elementos o sonidos constituyentes, cualidades que son dos:

a) Transportabilidad: los elementos pueden cambiarse sin que cambie la estructura. Los elementos
pueden transportarse (por ejemplo elevarse su tono) sin que vare la meloda.
b) Supersumatividad: la especificidad de la estructura es algo propio de ella misma y no el resultado de
una adicin, producto o alguna otra funcin. Supersumatividad porque va ms all de una suma.
La identidad de la estructura no es alterada por la transportabilidad puesto que ella resulta de la
supersumatividad. Si bien los asociacionistas nunca dijeron que el todo es igual a la suma de las partes,
la teora de la gestalt enfatiza que el todo es ms que dicha suma: el todo tiene su especificidad no
porque estn los mismos elementos, sino porque se mantienen inalterables sus relaciones. Las siguientes
son dos estructuras idnticas aunque tengan elementos distintos:

Influenciado por el neo-escolasticismo de Brentano, von Ehrenfels rechaza la introspeccin experimental


como mtodo y acepta la introspeccin espontnea, directa, ya que para Brentano lo que importa no son
los elementos sino la experiencia psicolgica misma: necesitamos conocer el proceso mismo antes que
la sensacin. Las ideas de la Escuela de Graz sern retomadas por la Escuela de Berln.
Escuela de Berln.- Iniciada por Wertheimer (1880-1943), esta escuela tiene base kantiana pues enfatiza
el apriorismo y porque postula que el organismo tiene una tendencia espontnea a estructurar u
organizar el mundo externo y su propio mundo interno. Esto se impone como una necesidad absoluta y
es independiente de la experiencia, es a priori. Captamos el mundo y lo organizamos, de manera
entonces que los datos primarios de nuestra experiencia no son sensaciones elementales sino todos ya
organizados (esto es una crtica al elementalismo).
La Escuela de Berln se inicia en 1912 con la publicacin de un trabajo de Wertheimer, La percepcin del
movimiento, donde critica al elementalismo diciendo que ste lo que busca es analizar la experiencia,
dividirla en elementos (esto se llama reduccin elemental) y luego reconstruir el todo. Wertheimer
propone la inversa: no es el elemento sino el todo el dato primario, y siendo anterior a las partes no
puede ser reducido a ellas. Qumicamente, el hidrgeno y el oxgeno por separado no son el agua (el
todo), pero al combinrselos, s.
Para captar el todo es mejor entonces un enfoque espontneo, no experimental, y adems holstico, es
decir, debe apuntar a una totalidad para luego, a partir de all, examinar sus relaciones internas, sus
componentes, los cuales estudiaremos no aisladamente sino siempre como partes de, o sea con el lugar
y funcin que cumplen dentro de la estructura.
Wertheimer postul adems el principio del isomorfismo segn el cual los procesos de excitacin
neurofisiolgica que se encuentran en la base de los fenmenos psquicos tienen el mismo carcter
estructural que stos ltimos, es decir, hay una correspondencia o isomorfismo entre lo fisiolgico y lo
psquico.
Desarrolla este autor dos postulados bsicos, a partir de los cuales se podrn derivar los distintos casos
particulares: 1) Postulado de las caractersticas de los miembros: los atributos quedan definidos por sus
relaciones con el todo como sistema unitario; 2) Postulado de la pregnancia o principio de la buena
forma: a la percepcin se impone de manera necesaria y a priori la organizacin ms simple y ms
estable, o sea tendemos a captar la mejor forma, la ms simtrica, armnica, simple, regular, etc.
Discpulos de Wertheimer fueron Kohler (1887-1967) y Koffka (1886-1941). Kohler es el terico de la
gestalt y hace una extensin de la teora a otros campos, haciendo tambin una validacin
epistemolgica. Su obra principal es Principios de psicologa de la forma.
Kohler aplica los postulados de Wertheimer al aprendizaje y al pensamiento productivo (resolucin de
problemas). A l debemos el concepto de insight como captacin sbita de una situacin y de sus
relaciones internas. Extiende el concepto de isomorfismo a la correspondencia entre el orden de la
naturaleza y el orden de lo psquico y lo neurolgico. Los tres niveles estructurales tienen entre s una
relacin final y al mismo tiempo topolgica (espacio-temporal), donde hay campos de tensin o de
fuerzas, es decir hay una dinmica entre los niveles. Kohler expone estas situaciones con su teora de la
autodistribucin dinmica, en el libro Ciberntica y vida.
Cuando la teora de la forma pas a la clnica, se empez a ver a la persona como una totalidad en
situacin: la unidad de anlisis dej de ser la parte y fue el todo mismo: ya no fueron los conflictos, las
motivaciones, las carencias, las ideas, las conductas tomadas todas aisladamente, sino como partes de
el todo llamado persona. No es posible reducir algo vital y psicolgicamente dinmico a componentes
estticos, y esta es la crtica de la gestalt al psicoanlisis.

Condensado de Kauffman Mara del Pilar C, Historia de la psicologa. Clases dictadas en la Ctedra de Historia de la
Psicologa, Facultad de Psicologa, Universidad de Belgrano. Buenos Aires, 1986.

PSICOLOGA DEL COMPORTAMIENTO


Generalidades.- Las psicologas del comportamiento surgen en oposicin a las psicologas de la
conciencia y la introspeccin, postulando una exploracin objetiva de la conducta observable. En la URSS
esto se orienta hacia una fisiologa experimental (reflexologa) y en EEUU hacia una exploracin
experimental de la conducta (conductismo). Ambas corrientes se centran en el estudio del aprendizaje, o
sea el comportamiento en funcin de las variaciones del medio, empleando sobre todo animales (perros
los rusos y ratas los americanos). Se pretende que esas conclusiones puedan extenderse tambin a los
humanos, con lo cual toda conducta puede explicarse a partir de elementos ltimos, que son los reflejos.
Por ello son tendencias elementalistas y adems reduccionistas (mientras que las psicologas de la
conciencia slo eran elementalistas). Toda conducta es reductible a reflejos, y si la conducta humana es
algo diferente es porque en el hombre hay una mayor plasticidad en los reflejos. La psicologa debe
estudiar, para estas corrientes, slo lo observable, la conducta, y no la conciencia (inobservable).
Condensado de Kauffman Mara del Pilar C, Historia de la psicologa. Clases dictadas en la Ctedra de Historia de la
Psicologa, Facultad de Psicologa, Universidad de Belgrano. Buenos Aires, 1986.

PSICOLOGA DIFERENCIAL
Historia.- Reuchlin resea la historia de la psicologa diferencial en los siguientes trminos.
Si la psicologa experimental es general porque busca leyes vlidas para toda la especie humana, la
psicologa diferencial, considera las diferencias entre grupos e individuos entre s, porque no todos ellos
se adaptan del mismo modo al mismo cambio del medio ambiente, pero la idea es anterior.
Fueron preocupaciones tericas y prcticas las que provocaron investigaciones experimentales en
psicologa diferencial. Las tericas vienen de Darwin y Galton, y las prcticas vienen de la necesidad de
aplicarla a los problemas sociales (con Cattell) y a la inteligencia (Binet).
Orgenes del estudio de las diferencias individuales.- Para Darwin, haba diferencias entre los animales en
cuanto a sus posibilidades de sobrevivir, que estaban dadas hereditariamente. Quienes sobrevivan
podan tambin transmitir esa cualidad a su descendencia, producindose una seleccin natural del ms
apto.
F. Galton, primo de Darwin, tomo estas ideas y las combin con mtodos estadsticos para estudiar las
diferencias individuales y la herencia. Por ejemplo determin el grado de genialidad de una persona a
partir de la cantidad de gente que la sobrepasaba (si eran pocos, eran ms genios). Sin embargo, Galton
buscaba verificar experimentalmente la herencia que determinaba esas diferencias. Vio que tal o cual
caracterstica de un ser humano, est influida por muchos factores, no por uno solo, y busc establecer
correlaciones entre todos los factores. Busca causas comunes que afecten al mismo tiempo a varias
caractersticas, estudios que luego tambin retom K. Pearson, estableciendo coeficientes de correlacin.
Esto s su vez fue retomado despus por Spearman y otros psiclogos ingleses como Bur y Thompson,
fundando el anlisis factorial, con lo cual comienza una psicologa estadstica.
El anlisis factorial, busca describir la conducta humana, por medio de factores (no son causas) de
diferente grado de importancia: hay factores generales que afectan todas las conductas, a los que se
agregan factores especficos de ciertas conductas.
Esto contribuy a establecer una psicologa general, pues al investigar la forma como estn asociados los
xitos (o fracasos) en distintas tareas hechas por la misma persona, se puede tener una idea de cmo
estn asociados los factores para el grupo tomado en su conjunto.
Las teoras relativas a las diferencias individuales.- Las diferencias individuales dependen de factores
constitucionales heredados y la influencia ambiental. Algunas teoras dieron ms importancia a lo primero
y otras a lo segundo.
Si dos individuos tienen la misma gentica, por ejemplo los gemelos, no significa que sern distintos,
porque el medio influenciar generando sus diferencias individuales. De all que se empezaron a estudiar
los casos de gemelos para medir la influencia ambiental.
Sin embargo, se reconoce que la herencia del individuo solo puede manifestarse si hay una estimulacin
ambiental, si el ambiente posibilita la actualizacin de esa potencialidad en la temprana infancia.
As, las diferencias en las aptitudes son muy estables, porque vienen por herencia, y entonces se puede
predecir, en base a cmo rinde en la infancia un sujeto, cmo rendir luego como adulto. Al ser
hereditaria, la aptitud se mantiene estable toda la vida.
El desarrollo de las aplicaciones.- Estas aptitudes se miden mediante tests, y un pionero en este sentido
fue el psiclogo americano James McKeen Castell. Siendo alumno de Wundt se interes por las
diferencias individuales que se vean en el laboratorio. Plantea el trmino test en 1890 para medir las
diferencias individuales, influido por Wundt y Galton. Estos tests servan para el terreno educativo e
industrial, pero al principio no servan mucho para ello porque esos tests medan aspectos muy
restringidos como sensacin, tiempo de reaccin, etc. Con los cuales no se poda predecir bien el

rendimiento de un alumno o un obrero. Galton haba hecho un mtodo precisamente para correlacionar
resultados del test con rendimiento escolar o laboral. Binet y Henry propusieron que los tres midieses
facultades superiores como inteligencia, y no segmentos especficos de conducta, como eran los medidos
por los test elementales de Galton y Cattell. De Binet salieron los primeros test de inteligencia.
Resumen de Reuchlin M (1982) Historia de la psicologa. Buenos Aires: Paids. Captulo 3.

PSICOLOGA EXISTENCIAL
Generalidades.- La fenomenologa existencial, basada en Heidegger, Husserl y otros, dio lugar a la
psicologa existencial, con autores con Binswanger. Este ltimo se form en la clnica de Bleuler, donde
tambin lo hizo Jung. La psicologa existencial evita el uso de palabras tcnicas, porque restringen,
acotan la experiencia, en lugar de describirla en toda su amplitud e implicancias. Heidegger toma la
descripcin como mtodo de Husserl, aplicndola a la experiencia inmediata del ser. Se busca
comprender ms que explicar. La psicologa existencial critica el uso de la idea de causalidad, que
sustituyen por el de motivacin. No se buscan vnculos causa-efecto lineales sino una comprensin global
del sentido. Desarrollan los conceptos de ser-en-el-mundo, libertad, responsabilidad, potencialidades del
ser, espacialidad, temporalidad, la muerte como dimensin de la existencia, etc. Evitan la diferenciacin
cuerpo-mente, y no hablan ni de psicogenia ni somatogenia. La descripcin fenomenolgica apunta a
describir lo percibido, lo dado a la conciencia inmediatamente, por lo que all lo inconciente no entra. Se
procura usar un lenguaje cotidiano pero que describa lo mejor posible las vivencias.
El mundo comprende tres dimensiones: biolgica (umwelt), social (midwelt) y eigenwelt (s mismo).
Binswanger plantea distintos modos de ser: dual o yo-t (enamorados); plural (yo-con-otros); singular
(ser-para-s) y annimo (en la multitud). Se prescinde de explicaciones genticas, la historia es para la
psicologa existencial un presente continuo y un llegar-a-ser.
La motivacin es entendida como motivacin de aspiracin de trascender, que se materializa mediante el
desarrollo de las potencialidades. Es el modo de ser autntico, contrapuesto al modo de ser inautntico:
la enfermedad implicara un no despliegue de esas potencialidades: son las limitaciones del ser. Hay
entonces un aspecto pero otro pesimista, pues est la amenaza del no-ser, la amenaza de perder algo si
se elige otra cosa. La inautenticidad est vinculada a la culpa, constitutiva del ser. El estar 'arrojado' al
mundo genera un sentimiento de deuda con respecto a las potencialidades que se han desarrollado. Para
el psicoanlisis, un sentimiento de culpa inconciente estructura al sujeto. Es una temtica universal: est
presente en la salud y la enfermedad.
La oralidad se ve aqu por ejemplo como un modo de existir, un lanzarse-hacia (gula). En cuanto a un
rasgo anal, el avaro por ejemplo tiene tendencia a llenar, ocupar. Son planteos distintos al psicoanlisis.
Fernndez R, Psicologa de la personalidad, clases dictadas en la Ctedra de Psicologa de la Personalidad de la
Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires, 1995.

Psicologa existencial y psicoanlisis.- Freud nunca abandon la idea de que el psicoanlisis alguna
vez pudiera convertirse en una ciencia natural, y a este enfoque se oponen los existencialistas, que ven
en el psicoanlisis una doctrina materialista, energetista, determinista y mecanicista. En su lugar,
pondrn como concepto central la "existencia".
Fernndez R, Psicologa de la personalidad, clases dictadas en la Ctedra de Psicologa de la Personalidad de la
Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires, 1995.

Generalidades.- Las guerras mundiales pusieron al hombre ms que nunca frente al problema de la
muerte y de la finitud, frente al hecho de la precariedad de la existencia humana. Ello dio lugar a un
resurgimiento de la filosofa existencialista que conceba al hombre como ser finito, vulnerable y cuya
angustia ms recndita es precisamente esa angustia frente a la muerte. De all derivaron luego las
psicologas de base existencialista, cuyo propsito, por ejemplo en el plano teraputico, era restituir al
hombre un proyecto de vida a cumplir en ese breve lapso que haba de estar sobre la tierra.
Cazau P (2001) Vocabulario de Psicologa. Buenos Aires: Redpsicologa.

PSICOLOGA EXPERIMENTAL
Historia.- Reuchlin resea la historia de la psicologa experimental en los siguientes trminos.
El origen de los problemas y de los mtodos.- La psicologa se independiza de la filosofa en el siglo IX
con la incorporacin de mtodo experimental, lo que la converta en una ciencia. Como la mente se funda
en el sistema nervioso, la psicologa nueva tom ciertos problemas, resultados y mtodos de la fisiologa.
La psicologa se distingua de la fisiologa sin embargo, en el grado de generalidad de las reacciones
estudiadas: la psicologa estudi ms bien la reaccin del organismo como un todo reaccionando frente al
ambiente.
Los pioneros.- Fechner, se interes por buscar experimentalmente la relacin entre el alma y la materia,
una ecuacin que permitiera pasar de una a otra en base a su mutua equivalencia. Para ello us los datos

obtenidos por su profesor, Weber, y sus aportes sirvieron para introducir la medicin en la psicologa a
travs de la relacin entre los estmulos fsicos (materia) y las sensaciones generadas por ellos (alma).
Otro pionero fue von Helmholtz, quien ahond las mediciones, pero esta vez en relacin a la visin de los
colores y la percepcin de la altura de los sonidos.
Pero fue Wundt quien estableci definitivamente la autonoma de la psicologa experimental, cuando crea
el Leipzig (1879) el primer laboratorio de psicologa experimental. Consider la dualidad y el paralelismo
del cuerpo y del espritu, y para l, el objetivo de la psicologa son las experiencias inmediatas del sujeto,
accesibles solo por introspeccin (o sea pedir a los sujetos informes sobre lo que piensan o sienten). Su
mtodo fue analtico, o sea busc disociar en elementos los procesos conscientes, estableciendo qu
leyes rigen sus conexiones. Esto no poda hacerse con procesos mentales superiores que eran ms
complejos, y fueron eliminados en su laboratorio.
Muchas escuelas que vinieron luego, fueron reacciones contra Wundt, especialmente contra su mtodo
introspectivo y contra su mtodo analtico (en realidad los lechos psquicos son unidades slidamente
estructuradas y no yuxtaposiciones de elementos).
Las influencias posteriores.- Galton y Ebbinhaus se abocaron al estudio de los procesos mentales
superiores. Por ejemplo, Galton recogi testimonios acerca de qu imgenes generabas cierto tipo de
palabras, mientras Ebbinhaus, estudi la memoria, la visin de los colores y volvi a estudiar los procesos
superiores proponiendo un test de inteligencia para escolares, donde los nios deban llenar lagunas.
La escuela de Wurzburgo (con O. Kulpe) estudi el pensamiento usando la introspeccin en forma
experimental. Influencia decisiva fue la de Bidet, quien estudi por ejemplo en condiciones ms naturales
y menos de laboratorio o artificiales. De all que sus experiencias fueron ms bien en escuelas. Estudi
tambin otras facultades superiores como la inteligencia, la imaginacin, el sentido esttico y moral, etc.
La psicologa de la forma: Wertheimer, Kohler y Koffka, fundaron en 1910 y 1920 esta psicologa y
comenzaron a estudiar la percepcin, no a partir de elementos aislados, sino como un hecho psicolgico
organizado, como unidades organizadas o gestalten (formas). Estas formas no son sumas de elementos,
pues cualquier cambio modifica el todo.
Las reacciones contra la introspeccin: Este mtodo fue criticado porque no era objetivo: yo soy el nico
que tiene acceso a mis estados de conciencia y por ende otros observadores independientes, no pueden
realizar un control. De hecho, por ejemplo, el proceso digestivo no se descubri por las manifestaciones
subjetivas de las personas. Adems, en psicologa animal no hay introspeccin y se obtuvieron
importantes resultados.
Pavlov, critic la introspeccin, y us mtodos objetivos en su teora de los reflejos condicionados.
Pieron, fue una segunda corriente que se opuso a la introspeccin, proponiendo que en psicologa deben
estudiarse las reacciones del organismo ante su ambiente. Investig la psicologa animal y humana, y fue
de alguna forma la inspiracin para el conductismo en EEUU, con Watson, fundado por ste en 1913.
Para ste tambin las reacciones del organismo observadas desde afuera, permiten llegar a las leyes que
permitirn prever futuras reacciones del organismo.
La evolucin reciente.- El estudio experimental de procesos superiores de la inteligencia, continu en la
psicologa del nio por una parte, y en la psicologa diferencial, por la otra. En cambio los procesos
elementales, las sensaciones, siguieron perteneciendo al dominio de la psicofisiologa, muy cerca de la
fisiologa. Muchos temas como la percepcin y el aprendizaje, se situaron en una franja intermedia entre
los procesos mentales superiores y los elementales. Binet y Piaget en Francia, Pavlov en Rusia, Fischer en
Inglaterra. En cuanto a las aplicaciones de la psicologa experimental, hay dos grupos: el ms antiguo
empez estudiando las diferencias individuales (cap. 3) y otro ms reciente apunt a aplicar lo estudiado
sobre percepcin y motricidad a campos como habilidad para ciertos trabajos, etc.
Resumen de Reuchlin M (1982) Historia de la psicologa. Buenos Aires: Paids. Captulo 1.

PSICOLOGA DE LA EDUCACIN
Concepciones.- Las principales concepciones en psicologa de la educacin son las siguientes:

Problemtica

Paradigma
conductista

Paradigma
humanista

Paradigma
cognitivo

Estudio de la
conducta
observable

Estudio integral de Estudio de las


la persona
representaciones
mentales

Fundamentos
Entre el
epistemolgicos empirismo y el
positivismo

Fenomenologa y
existencialismo

Racionalismo

Supuestos

Siete mnimas

Modelos de

Papel de las

Paradigma
psicogentico

Paradigma
sociocultural

Enfoque
epistmico

Estudio
sociocultural
de la
conciencia
Constructivismo Mediacin
psicogentico
instrumental
y social
Teoras de los

Reflexin

tericos

influencias
ambientales en
la
determinacin
de la conducta

sobre el
humanismo

procesamiento
de informacin y
de la
representacin
del conocimiento

Prescripciones
metodolgicas

Metodologa
experimental
inductivista

Antirreduccionismo Inferencia de los


procesos y
representaciones
inobservables

estadios y de la sobre la ZDP


equilibracin
(zona de
desarrollo
prximo)
Mtodo clnicocrtico en la
investigacin
psicogentica

Diversidad
metodolgica

Hernndez Rojas G (1998) Paradigmas en psicologa de la educacin. Mxico: Paids.

PSICOLOGA FORENSE
Generalidades.- El autor comienza definiendo un trmino propio, el todo-legal, que abarca mucho ms
que el derecho escrito, pues incluye todo lo dicho y actuado, as como las instituciones para instaurar un
orden legal en la sociedad. Es el Derecho en sentido amplio y sus instituciones, as como tambin el
discurso jurdico (logos). El Todo-Legal pide ayuda a la psicologa, y nace as la Psicologa forense.
La Psicologa Forense es la ciencia que estudia la relacin que existe entre el todo legal y el campo de las
psicologas. La psicologa Forense abarca las reas legal (peritajes) e institucional (minoridad y crceles).
Ms concretamente, abarca las reas civil, penal y laboral.
Al hablar de la psicologa forense como la aplicacin de las psicologas al Todo Legal, esta definicin
puede ser muy amplia e incluir la psicologa del juez, o la recuperacin del adicto, etc. Este sentido
amplio no ser considerado aqu en la definicin del quehacer del psiclogo forense. Muchos peritos
saben muy poco de psicologa, fuera de la taxonoma que impone el omnipotente 'orden mdico'. El
quehacer en psicologa forense requiere ms y mejor especializacin, no tanto en doctrina como en
reflexin.
Relacin entre todo-legal y psicologa forense.- Entre el Todo-Legal y la Psicologa Forense hay una doble
relacin de ida y vuelta. Ambas relaciones configuran la estructura de la Psicologa Forense:
(Ps. Forense Prctica)
PSICOLOGIA--------------------Relacin-----------------> TODOFORENSE <---------------------Correlacin----------------LEGAL
(Ps. Forense Crtica)
Quedan as determinadas dos reas o niveles: la psicologa forense prctica, y la psicologa forense
crtica.
La Psicologa Forense Prctica es el cumplimiento de la demanda del todo-legal por parte del psiclogo. El
Derecho pide ayuda al psiclogo, pide respuestas, manifiesta deseos. Por ejemplo: peritajes. La demanda
se centra especficamente en el rea de la (s) psicopatologa (s).Tal prctica debe estar obligadamente
acompaada por una actitud crtica: la psicologa forense crtica.
La Psicologa Forense Crtica le demanda al derecho qu es, qu quiere y porqu le pide opinin a la
psicologa. Aqu, los psiclogos forenses nos preguntamos porqu tengo que responderles como perito y
darles ayuda?, etc. Busca la mentira que se oculta tras la verdad, y la verdad ocultada tras la mentira.
Algunas psicologas no tienen herramientas para hacer tales planteos (Wundt o Pavlov), pero otras s
(escuelas psicoanalticas o fenomenolgicas). Por ejemplo, el pensamiento de Lacan, Legendre o Foucault
inspiran hoy reformas criminolgicas. Otro ejemplo es el estudio terico de De Waehlens sobre las
psicosis, que abord desde el psicoanlisis y la fenomenologa existencial, y luego lo llev a la prctica.
Todo-penal.- Es la estructura que inventa la sociedad para protegerse, cuando advierte que es agredida
total o parcialmente. Para ello, crea un delito por ley, o sea, hace una tipificacin del delito. Con una ley,
millares de personas pueden advertir que de un da para el otro son delincuentes, como pas con los que
consuman hojas de coca en Bolivia.
agresin
VICTIMARIO --------------------------------------------> VICTIMA
<-----------------------------------------todo-penal
A medida que se tipifican ms delitos, en la etapa final del todo-penal (penitenciaria) hay tantos
delincuentes, que de victimarios pasan a ser vctimas. Tomando la idea hegeliana del 'pago de la culpa',
con este procedimiento hemos saldado una cuenta: convertimos en vctimas a quien nos victimiz.

Desde un planteo ms actual, psicoanaltico, no siempre el victimario es victimario, sino vctima del
victimario. Se cita el caso del nio que mat al padre para cumplir el mandato de ste. No se trata de
soltar a todos los presos, sino de preguntarse porqu estn dentro.
En el todo penal se analiza tambin la imputabilidad o ininputabilidad del acusado, as como su grado de
peligrosidad para liberarlo o no. Incluso existe la posibilidad que el acusado simule estar loco: la
simulacin de un dao se llama sinistrosis o neurosis de renta.
Todo-civil.- Aqu, el psiclogo interviene en cuestiones de familia, determinacin de aptitud para el
matrimonio (cuando por ejemplo un padre no deja casarse a una hija, o cuando el cnyuge tiene
impotencia o eyaculacin precoz), de aptitud para hacer testamentos (por ejemplo nulidades, si es
enfermo mental), determinacin de cuando alguien es incapaz o requiere tutela, etc.
Tambin recae en esta rea la responsabilidad profesional (mala praxis y violacin del secreto
profesional). Un ejemplo de mala praxis sera que un paciente asesina, y el analista no haya advertido
que su paciente es efectivamente capaz de matar a alguien.
Un ejemplo de violacin del secreto profesional es el caso Tarazoff: el analista advierte que su paciente
est por matar a alguien, y entonces avisa a la polica. La persona es detenida pero luego liberada,
porque an no cometi el delito. Una vez afuera, la persona efectivamente mata. Las asociaciones de
psiclogos y la Corte Suprema sostuvieron que el analista no deba haber hablado sobre su paciente a las
autoridades hacindolo detener, porque era violar sus derechos constitucionales. En todo caso debi
avisar a los familiares. Una temtica parecida son los drogadictos: deben ser denunciados o no?
Condensado de Castex Mariano, Qu significa la psicologa forense (Publicacin interna de la Ctedra de Psicologa
Forense de la Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires, 1996).

El psiclogo forense en el fuero penal.- Llamaremos todo-penal al conjunto de estructuras creadas


por la sociedad para defenderse de la agresin humana que, real o supuestamente lesiona bienes o
valores que la sociedad o parte de ella considera necesario proteger. Abarca un cuerpo terico
especulativo, un dispositivo de doctrina y legislacin, y un conjunto de entidades complejas estructuradas
en torno a la accin preventiva y penal de la conducta delictiva. En el todo-penal, el secreto mdico
tiende a proteger tambin a terceros no presentes en la relacin perito-acusado. El problema a tratar es
si un perito mdico puede o no dar a publicidad informacin sobre la peritacin realizada, en aquellos
casos donde an no existe una valoracin definitiva de la prueba pericial, que surgir de la sentencia oral
o escrita. No se considera aqu la informacin que puede dar el mdico en medios cientficos de jerarqua.
Este problema debe evaluarse teniendo en cuenta los siguientes seis elementos:
1) El derecho de las partes a un juicio imparcial y equitativo (art. 18 de la Constitucin Nacional
Argentina y Declaracin Universal de los D.H). Respecto del derecho a un juicio imparcial y equitativo,
Maier hace un recorrido histrico diciendo que antiguamente y hasta no hace mucho se usaba un sistema
acusatorio judicial donde se enfrentaban a las partes para que discutieran, y luego el pueblo decida.
A pesar del artculo 24 de la Constitucin Nacional Argentina estos procedimientos y similares no
alcanzaron en la prctica a asegurar las garantas individuales en el juicio, mantenindose el sistema
inquisidor. (Por ejemplo, en algunas provincias el juez es tambin fiscal, como ocurri en el caso Mara
Soledad en Catamarca). Tambin hay un empleo arbitrario del encarcelamiento preventivo, publicidad de
los actos judiciales, gran delegacin de funciones, etc., todos actos que no garantizan los derechos
fundamentales: tribunal independiente e imparcial, debida asistencia legal, no discriminacin, etc.
2) El derecho de la sociedad a la publicidad del juicio (Constitucin Nacional). Se trata de una forma de
control popular sobre la administracin de la justicia, pero esto no implica que los peritos, como
auxiliares de la justicia, puedan dar a conocer informacin antes de una sentencia, donde la prueba ya
qued valorada (despus de la sentencia, otro tipo de limitacin podr hacerse intervenir para dar a
publicidad). Antes de la sentencia, slo puede darlo a conocer al tribunal y sus partes, que configuran el
llamado horizonte de exigibilidad del secreto profesional.
3) El derecho de toda persona a ser considerada inocente hasta no probar lo contrario (Ley 23.054 y
Convencin Americana de Derechos Humanos). El secreto profesional del perito antes de terminar el
juicio contribuye a proteger este derecho, cuya violacin perjudica no slo al acusado sino a familiares y
allegados. El secreto profesional tiene por fin proteger un bien: el derecho a la intimidad y el derecho a la
imparcialidad (juicio justo).
4) La valoracin de la prueba pericial y el sujeto esencial a tal acto. Segn los cdigos procesales, el
informe del perito es no vinculante: la fuerza probatoria la determina el juez, en su calidad de perito de
peritos. Por lo tanto, esto acenta la importancia del secreto profesional.
5) El secreto profesional y su relatividad en funcin de una justa causa (juramento hipocrtico, diversas
leyes y cdigos de tica). Debemos distinguir el acto mdico del acto mdico pericial. El primero se basa
en una relacin mdico-paciente de reciprocidad cuyo objetivo es la salud del segundo, y la devolucin se
hace al paciente. En el segundo, la relacin es con un ser vivo, un cadver (como en las necropsias), o un
informe terico, y la devolucin es al juez. Adems, en el primer caso el secreto profesional es absoluto,
y el segundo relativo, o sea, hay un horizonte de exigibilidad fundado en una justa causa.

Terminado el juicio, el perito puede dar a publicidad, salvo que lo revelado no perjudique a terceros o a
las partes, pero esto es evaluado por la prudencia del perito, con lo cual entramos en el terreno de su
'sabidura'.
6) Condiciones exigibles al perito (tcnica, sabidura y arte) para un correcto ejercicio de sus funciones.
La sabidura no es dada por una ciencia: es ante todo prudencia del que sabe. La prudencia le permite
vislumbrar la justa causa para dar o no a conocer el secreto profesional, despus de la sentencia.
Con lo anterior, hemos podido contestar a estos interrogantes: 1) Es lcito al perito comentar por los
medios de difusin informacin sobre su pericia antes de haber testimoniado en el juicio oral y, por tanto,
antes de haberse valorizado la prueba? 2) El perito debe guardar secreto profesional? 3) En caso
afirmativo, hacer lo del primer punto es violar el secreto profesional? 4) Corresponde hacerlo invocando
una justa causa? 5) Se considera justa causa el derecho a la publicidad antes de testimoniar y valorizar la
prueba? 6) Puede el derecho a la publicidad del juicio connotar exitismo y sensacionalismo?
Condensado de Castex y Verme, La tica del perito mdico en el juicio oral (Publicacin interna de la Ctedra de
Psicologa Forense de la Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires, 1996).

PSICOLOGA HUMANISTA
Generalidades.- El credo central de los psiclogos humanistas es que la realidad ltima es subjetiva, no
objetiva. Son nuestros pensamientos y emociones los que cuentan. El nfasis es en hacer lo propio y
aceptar toda conducta, sin importar cuan bizarra, como normal y natural. De hecho, mientras ms
peculiar y divertida una conducta, ms liberada es la persona. Los nicos mandamientos ticos son " s
feliz" y " no hagas infelices a los dems".
La base "cientfica" de la psicologa humanista se encuentra en los escritos de Abraham Maslow. Este
crea que los seres humanos nacen con una jerarqua predeterminada de necesidades. Si las necesidades
"inferiores" se dejan "insatisfechas" las "superiores" no se manifestaran. Las clases ms importantes de
necesidades son: (1) seguridad (incluye el instinto bsico de supervivencia y hambre (2) amor (incluye
impulso sexual, afectos, bondad, altrusmo, etc.) (3) auto estima (incluye ser bien considerado por s
mismo y otros) y (4) la propia actualizacin (incluye la necesidad de ser libre, creativo y auto dirigido).
En la psicologa humanista la terapia consiste en ayudar a las personas a reconocer y satisfacer sus
supuestas necesidades bsicas. Si una persona carece de amor estar en un nivel relativamente primitivo
de desarrollo. Por tanto, un psicoterapista humanista debe ayudar a sus pacientes a reconocer y
satisfacer su necesidad de amor.
Existe otra gran variedad de psicoterapias no ortodoxas asociadas a la psicologa humanista. Los
siguientes items estn sacados del The Whole-Soul Catalogue of Humanistic Psycology" (Catlogo de toda
el Alma de la Psicologa Humanstica) pueden dar un indicio de lo que los psiclogos humanistas
consideran de valor: Meditacin, Aikido, Alimentos Naturales, Astrologa, Investigacin al Desnudo, Bioenergticos, Encuentro abierto, Dispositivos de, Retroalimentacin, Investigacin Paranormal, Ayuno,
Parapsicologa, Liberacin Gay, Psicodrama, Encuentro de Grupo Bsico, Psicosintesis, Hare Krishna,
Amplificadores del Potencial Humano, Tarot, I Ching, Budismo Tibetano, Meditacin, Asociacin
Transpersonal, Brujera, YogaMasaje, Zen
Garca John David, La psicoterapia definida, 1973. http://www.see.org/s-pf-3.htm

Definicin.- La psicologa humanstica es una escuela que se caracteriza por un encuadre comprensivo
del individuo que no puede limitarse a mtodos particulares, experimentales o estadsticos; advierte
sobre la riesgosa insistencia neopositivista acerca del rigor metodolgico, y propone una revisin de la
divisin del trabajo entre las ciencias y las humanidades que demostrara cmo la Psicologa puede
capitalizar su parentesco con disciplinas como la historia, la literatura, la religin comparada y el arte,
tanto como con la neurofisiologa y la ciencia electrnica.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

PSICOLOGA INDIVIDUAL
Psicologa individual de Adler.- Adler supo ver la unidad detrs de las formas ms heterogneas: el
concepto de unidad de la persona como ser nico e indesmembrable desempea en su teora un papel
bsico y unificador. Busc frmulas nicas que expresen el sentido de la vida.
La psicologa del individuo de Adler encuentra como dinamismos esenciales del alma humana la
necesidad de individualidad y la necesidad de comunidad: incluso el sentido de la vida en el inters
social, y estas ideas tienen mucho que ver con la vida personal de Adler.
El terrible drama humano de la falta de conocimiento de s mismo y de los dems, engendrando errores
que se perpetan a travs de la educacin es esencial en el pensamiento de Adler. Privilegi tanto la
teora como la prctica: el conocimiento del hombre conduce a una prctica de la vida verdadera. Desde
Adler, la teora incluye ciencias como la antropologa, la psicologa y la psicopatologa, adems de la
pedagoga y las teoras sobre psicoterapia y reeducacin. La parte prctica incluye tcnicas de
exploracin de la personalidad, psicoterapia y reeducacin, profilaxis, etc.

Resumen de Berstein J, introduccin. Incluido en Adler Alfred (1967) Prctica y teora de la psicologa del individuo.
Buenos Aires: Paids. 4 edicin.

Psicologa individual de Adler.- La psicologa del individuo busca comprender la posicin del individuo
frente a sus tareas dentro de la sociedad: es esto lo que permite mantener el carcter del hombre, su
mpetu, su voluntad fsica y espiritual. Ya desde la infancia se ven los obstculos del mundo externo
actuando y al nio lo vemos en sus tentativas por superarlos incluso equivocndose, y poco a poco va
consolidando sus metas y modelos a seguir, en un plano a la vez conciente e inconciente. Sobre esta
lnea subterrnea se levanta toda la estructura psquica.
La psicologa del individuo ha mostrado que las aspiraciones humanas surgen inicialmente de una mezcla
de sentimientos de comunidad y de tendencias hacia el logro de una posicin de personal superioridad.
Ambos factores esenciales se pueden encontrar en la vida social: uno, innato, es el que refuerza la
comunidad entre los hombres; el otro, producto de la educacin, es la tentacin de usar a la comunidad
en el beneficio del propio prestigio. Es decir hay un sentimiento de comunidad y uno de superioridad. El
trabajo, el amor, la solidaridad son exigencias comunitarias: contra ellas se opone el afn personal de
poder, o se busca evitarlas con la astucia.
Resumen de Adler Alfred (1967) Prctica y teora de la psicologa del individuo. Buenos Aires: Paids. 4 edicin.
Prefacio.

Psicologa individual de Adler.- La llamada psicologa comparada del individuo, busca una imagen
unificada del ser humano como totalidad. Dentro de ella ciertas concepciones buscan ver todo proceso
psquico en funcin de la totalidad personal. Adler plantear que la idea directriz o hilo conductor de todo
proceso psquico es el objetivo: no puede comprenderse ningn fenmeno sino como preparativo para
un objetivo que est en su mente. La meta final nace, conciente o inconscientemente, en cada individuo.
Por ejemplo, una conducta determinada puede significar muchas cosas si las extraemos del contexto.
Adler postula que solo por el contexto se puede entender y comprender esa conducta, pues la
comprensin de una parte resulta de la comprensin del todo. La comprensin de una conducta es
comprender su objetivo.
Una vez comprendido el objetivo de un movimiento psquico o de un plan de vida, debemos ahora
esperar una coherencia entre los movimientos parciales (medios para llegar al fin) y el objetivo final. O
sea, los movimientos parciales, al ser comprendidos, deben reflejar en su conjunto un plan de vida
unitaria y su objetivo final.
Sin embargo puede haber un objetivo ficticio, dbil o confuso, como un artificio teleolgico de la psique
en busca de orientacin; es un objetivo ficticio a manera de compensacin pensada, y un plan de vida
destinado a llevar a cabo dicha compensacin.
Cualquier movimiento psquico tiene un objetivo: la superioridad, sentirse como un dios. Es un objetivo
ficticio porque no puede alcanzarse nunca, pero sin embargo orienta todas nuestras acciones, y por eso
se enfrenta con frecuencia con el sentimiento solidario o comunitario. Por ejemplo, a una persona le ser
difcil relacionarse con una mujer y formar pareja si tiene como objetivo ser superior a ella.
El sentimiento de superioridad es una compensacin de un sentimiento de inferioridad que tiene todo
hombre desde nio en virtud de su desamparo, dependencia o imperfeccin de algn rgano.
Resumen de Adler Alfred (1967) Prctica y teora de la psicologa del individuo. Buenos Aires: Paids. 4 edicin.
Captulo 1.

Psicologa individual de Adler.- Conceptos centrales de la psicologa individual de Alfred Adler son los
siguientes:
1. El concepto de vida, orgnica o psquica, implica una compulsin a fijarse un objetivo, pues la vida
exige que actuemos (carcter finalista de la vida psquica).
2. El incentivo a seguir u objetivo es dado por el sentimiento de insuficiencia; el instinto no es ms que el
camino hacia el objetivo y tambin la capacidad de querer.
3. As como un rgano insuficiente genera una bsqueda de compensacin hasta quedar el organismo
nuevamente adecuado a las exigencias del ambiente, as tambin en su inseguridad el nio apela a
fuerzas de reserva para crear una superestructura que compense su inseguridad.
4. La investigacin del psiquismo debe tener en cuenta todas esas tentativas y logros.
5. Cada fenmeno psquico solo puede entenderse, pues, como una expresin parcial de un plan de vida
unitario.
6. Este tender hacia un objetivo se ve en la actividad real y en la fantasa. En la actividad real, por
ejemplo, como entrenamiento de la capacidad para el logro de la superioridad, medirse con el ambiente,
acumular conocimiento y habilidades, etc., y en la fantasa, aparece como desarrollo del como-si, uso
de la debilidad, postergacin de decisiones y sustraerse a las exigencias de la vida.
7. Hay un objetivo de omnipotencia muy alto, que debe quedar inconciente para ser eficaz. El hombre se
libera cuando entiende a este objetivo como absurdo.
8. La concrecin del afn de superioridad se hace comnmente sobre la base del esquema hombremujer: lo masculino es el ideal, y lo femenino el enemigo que a ese ideal se opone.

9. Todo esto se acenta en el neurtico, que no ha revisado crticamente sus juicios infantiles errneos.
10. Por ello no debe extraar que el neurtico acta como probando a cada momento su superioridad,
incluso frente a las mujeres.
Condensado de Adler Alfred (1967) Prctica y teora de la psicologa del individuo. Buenos Aires: Paids. 4 edicin.

PSICOLOGA INFANTIL
Resea histrica.- En psicologa infantil primero se utiliz, en el siglo XIX, la observacin sistemtica.
Luego vinieron los cuestionarios y las encuestas, y luego los tests (Bolton y Gilbert, fines del siglo XIX).
Ellos estudiaron funciones simples, pero ms tarde oros autores (Binet-Simon) estudiaron funciones ms
complejas como la inteligencia. Se estudi tambin el rendimiento y la personalidad.
Watson utiliz la observacin de conductas infantiles descartando la introspeccin. Luego, cuando Freud
advirti que las neurosis tenan origen infantil comenz la preocupacin por los nios. As lo hicieron por
ejemplo los psiclogos de la Gestalt.
Podemos decir que no hay mtodos especiales para la psicologa infantil: slo hay adaptaciones
especiales de los mtodos generales para ciertas edades.
Hoy tenemos una visin del nio diferente a la de pocas anteriores, visin que puede resumirse en
cuatro puntos: 1) el nio es un organismo en crecimiento que va diferencindose lentamente hasta la
adultez; 2) el nio es una unidad delimitada espacialmente y funciona como un todo organizado en cada
situacin que vive; 3) el nio vive en un contexto que no es ni simple ni unificado y que afecta siempre
su desarrollo; y 4) el nio est dentro de un engranaje en continuo desarrollo no reversible.
Condensado de Anderson John, Mtodos de psicologa infantil. Incluido en Carmichael L (dir) Manual de Psicologa
Infantil. Buenos Aires: El Ateneo. 2 edicin.

Mtodos.- El investigador trata de formular principios para comprender al nio y poder predecir su
conducta, de manera de poder favorecerlo. Esos principios los expresa en forma numrica o verbal para
mayor facilidad de comprensin. Esas generalizaciones pueden modificarse a medida que se hacen
nuevas observaciones. Los smbolos que usamos para expresar ese conocimiento deben ser entendibles
por todos los cientficos, y por ello deben definirse con precisin.
Para poder comprender, controlar y pronosticar el comportamiento infantil, el psiclogo debe interesarse
en:
a. La mecnica y la dinmica de su desarrollo.
b. Las acciones que ejerce sobre su ambiente.
c. Los efectos del ambiente sobre el nio.
Sobre esa base se proceder a estudiar al nio con ciertos mtodos que son los siguientes:
a. Mtodo de corte transversal normativo.
b. Mtodo gentico longitudinal.
c. Clasificacin del individuo dentro del nivel correspondiente.
d. Obtencin de un relato gentico del individuo en su marco total.
Los dos primeros describen el desarrollo en general, y los dos ltimos describen el comportamiento
individual de cada nio.
La mecnica y la dinmica del desarrollo apuntan a buscar principios generales a todos los nios
considerados estos globalmente (y no parcialmente, como por ejemplo slo las leyes del refuerzo).
Tambin debemos considerar la influencia mutua entre nio y ambiente, donde uno va modificando al
otro.
El mtodo de corte transversal normativo significa comparar la conducta de varios nios de distinta edad
y grado para ver qu es lo normal de cada edad. Ello sirve para evaluar luego cada nio que estudiemos.
Este mtodo tiene la desventaja que no tiene en cuenta el hecho de que distintos nios alcanzan
diferentes niveles de desarrollo a la misma edad. Para compensar esto, aparece el mtodo gentico
longitudinal, que estudia el mismo nio en periodos sucesivos. Esto permite estudiar incrementos de
crecimiento y relaciones entre maduracin y experiencia. Tambin este mtodo tiene la desventaja de
que los nios elegidos pueden ser una muestra no representativa del total. Olson trabaj con mtodos
longitudinales creando la edad organsmica, obtenida a partir de varias edades: la mental, la sea, la de
peso, etc. Sabiendo estas medidas se puede saber el grado de insuficiencia del desarrollo de un
determinado nio. Dentro del enfoque longitudinal hay otros mtodos, como por ejemplo la biografa
infantil, el anlisis de dibujos en edades sucesivas, etc.
Los otros dos mtodos se aplican al estudio de un nio determinado. El primero es mas bien descriptivo:
cmo es el nio, cmo se comporta, qu resultados dieron los tests, etc. El segundo, el relato gentico,
busca los factores de fondo y la gnesis del comportamiento visible. Por ejemplo los estudios
psicoanalticos. Estos mtodos particulares consideran al nio como una totalidad nica, con su propia
historia y sus patterns (patrones) de conducta particular.
Condensado de Anderson John, Mtodos de psicologa infantil. Incluido en Carmichael L (dir) Manual de Psicologa
Infantil. Buenos Aires: El Ateneo. 2 edicin.

Los problemas centrales del mtodo.- Podemos citar cuatro problemas centrales.
1) Lewin alert contra la confusin entre fenotipo y genotipo. Los estudios del fenotipo atienden slo a las
apariencias de la conducta, y los del genotipo a los factores causales que conducen a esas apariencias.
Lewin critica los mtodos fenotpicos porque recortan la realidad desnaturalizndola.
2) Las generalizaciones de la psicologa se aplican a grupos, pues son estadsticas. Allport destaca que
debiera haber mtodos para predecir casos individuales. Para ello debemos contar con slidos
conocimientos. Cuanto ms sabemos sobre la combinacin de los factores y su significacin relativa,
mejor podremos predecir para grupos y para casos individuales.
3) El nio acta de determinada manera (calidad), demuestra diversas capacidades (capacidad) y acta
en forma que puede comparrselo con otros individuos (nivel). Se crea aqu el problema de que no
siempre puede saberse con certeza cul de estos tres aspectos del organismo se est midiendo. No
sabemos si estamos midiendo el mvil (energa que gasta el nio al comportarse), la capacidad (aquello
que hace con esa energa), o la calidad (cmo la hace).
4) Algunos mtodos tienden a estudiar datos sin relacin entre s, o sin tener conciencia clara del
problema a investigar, que son todos problemas de la investigacin exploratoria. No obstante esta tiene
sus ventajas: permite ir cambiando las reglas de investigacin sobre la marcha (pues es una
investigacin inicial), y tambin revela aspectos importantes de la conducta que antes podran haber
pasado inadvertidos. Adems, permite pasar desde el laboratorio a la vida cotidiana, y finalmente al
aportar ideas de varios investigadores, facilita la planificacin de los experimentos y estudios posteriores.
Condensado de Anderson John, Mtodos de psicologa infantil. Incluido en Carmichael L (dir) Manual de Psicologa
Infantil. Buenos Aires: El Ateneo. 2 edicin.

Fuentes de materiales para estudiar nios.- Son las siguientes: comportamiento presente del nio,
verbal y no verbal, realizaciones del nio que son documentos permanentes (por ejemplo dibujos),
documentacin sobre el nio archivada en instituciones, introspeccin, recuerdos del nio o del adulto en
su vida infantil, recuerdos de la vida del nio retenidos por aquellas personas que estuvieron con l,
apreciaciones de padres y otros parientes sobre el medio ambiente del nio.
Condensado de Anderson John, Mtodos de psicologa infantil. Incluido en Carmichael L (dir) Manual de Psicologa
Infantil. Buenos Aires: El Ateneo. 2 edicin.

Tcnicas para la obtencin de datos.- Dos de las caractersticas del mtodo cientfico son la
observacin minuciosa de los fenmenos tal como aparecen, y la exacta conservacin de estas
observaciones para que puedan ser tabuladas y analizadas.
Podemos clasificar las tcnicas de obtencin de datos en funcin de la forma en que lo hacemos de la
siguiente manera:
1) Observacin sistemtica sin control de la estimulacin. Por ejemplo los registros narrativos y estudios
del hbitat (todo lo que el nio hace da por da y hora por hora, y en qu lugares), las muestras
situacionales (ver lo que el nio hace en situaciones similares), la tcnica para las muestras temporales
(por ejemplo el primer da se observa durante dos minutos a A, luego a B y luego a C. El segundo da
tambin pero en orden diferente), y tcnicas de juego (estudiar al nio mientras juega).
2) Observaciones sistemticas con estimulacin controlada. Por ejemplo las mediciones especficas
(dando una estimulacin al nio se mide el trabajo realizado, el tiempo empleado, etc), los tests
psicomtricos (los estmulos son los tems de los tests, que podrn medir capacidad, destreza, etc), y los
experimentos (con control ms rigurosa de la estimulacin que los tests).
Antes la psicologa infantil se abocaba a la observacin de los nios. Hoy tambin se plantea si sus
mtodos sirven o no, es decir por ejemplo trata de perfeccionar sus instrumentos de medicin.
3) Exploracin proyectiva de la personalidad. Pruebas como el test de Rorschach o de la Apercepcin
Temtica exploran el psiquismo como primer paso hacia la teraputica o correccin. Son pruebas donde
se presentan al nio materiales indefinidos, ambiguos, sobre los que puede proyectar sus sentimientos y
actitudes. Son eficaces para medir el grado de desarrollo del nio.
Hay diferencias entre las medidas psicomtricas y las proyectivas. Los tests psicomtricos estn muy
estructurados, pero son poco estructuradas o ambiguas las estimulaciones proyectivas. En las
psicomtricas el nio puede saber qu se le est midiendo, y en las proyectivas no. En las pruebas
psicomtricas el psiclogo no interviene ms que para dar la consigna o tranquilizar, siendo las
respuestas del nio acertadas o erradas. En las proyectivas se interpreta en cambio cada respuesta desde
la experiencia del nio. Adems, algunos sostienen que las pruebas psicomtricas reflejan la cultura,
mientras que las proyectivas son independientes de la influencia social. Tambin, en las tcnicas
psicomtricas puede medirse su validez y confiabilidad y los resultados pueden tratarse estadsticamente,
lo que no sucede para muchas pruebas proyectivas. Por ltimo, Goodenaugh seala que las tcnicas
psicomtricas buscan medir el desempeo mximo, mientras que en las proyectivas el inters se centra
no en los lmites sino en las reacciones tpicas del nio.
4) Clasificaciones. Son tcnicas para ordenar y clasificar un comportamiento que se observa dentro de un
continuum. Se puede evaluar as un comportamiento desde el ngulo de si es mejor o peor que otro. Se
ubica as al nio en una escala con respecto a los dems nios.

5) Tcnicas sociomtricas. Son mtodos para describir grficamente las relaciones de un grupo de nios.
El grfico sociomtrico se hace sobre la base de las informaciones que nos da cada nio sobre sus
compaeros. Los nios solitarios, en el sociograma, por ejemplo no estn conectados con los dems por
ninguna lnea.
6) Informes y cuestionarios. Son declaraciones del nio por escrito. El cuestionario es una serie de
preguntas alrededor de un tema principal. Incluimos tambin aqu los inventarios, listas que abarcan
aspectos de la personalidad y la conducta como la adaptacin, tendencias neurticas, intro y
extraversin, actitudes sociales, sumisin o independencia, lealtad, etc.
7) Entrevistas. Esta tcnica vara desde la anotacin sistemtica de la informacin que dio el nio
(entrevista planificada), hasta una situacin completamente libre donde hay una conversacin con el nio
y el entrevistador no toma apuntes (entrevista no planificada).
8) Producciones y documentos personales. Dibujos, construcciones, composiciones o diarios que hace el
nio.
9) Estudio de casos individuales. Un caso individual puede servir como base para hacer generalizaciones.
Por lo comn se utiliza un resumen de observaciones e interpretaciones sobre el nio, por ejemplo en
psicoanlisis, estudios de delincuencia, etc. En este contexto pueden emplearse cuatro tcnicas: primero
la biografa (historia del nio), luego el registro acumulativo (suma de observaciones el distintas pocas),
luego los estudios clnicos (historia clnica o historial de patologas), y finalmente estudios sobre la
personalidad de nios excepcionales. Tambin cabe incluir estudios psicoanalticos sobre la personalidad
del nio.
10) Investigaciones sobre comportamiento. Tcnica que trata de registrar en forma transversal o
longitudinal todo el campo del comportamiento del nio, hasta donde sea posible en cuanto a espacio y
tiempo abarcado. Son un suplemento de las tcnicas anteriores y actan como estudios exploratorios que
luego darn lugar a estudios planificados.
11) Combinacin de las tcnicas anteriores.
Variaciones de las tcnicas segn la edad.- Las tcnicas varan segn la edad debido a los grandes
cambios que sufre el nio en corto tiempo. Para el comportamiento prenatal se utilizan estudios
experimentales en fetos. En los infantes humanos usamos predominantemente la observacin y las
mediciones directas. Lo mismo en nios de edad pre-escolar. En nios mayores y adolescentes,
utilizamos las anteriores pero tambin las tcnicas indirectas como los tests, etc, pues los nios aqu ya
saben leer, escribir y dibujar.
Condensado de Anderson John, Mtodos de psicologa infantil. Incluido en Carmichael L (dir) Manual de Psicologa
Infantil. Buenos Aires: El Ateneo. 2 edicin.

Historia.- Reuchlin resea la historia de la psicologa infantil en los siguientes trminos.


Desde el siglo XVII, dos posturas filosficas opuestas chocaban con respecto al desarrollo: para el
racionalismo ste consista en la simple manifestacin de las ideas innatas, mientras que para el
empirismo, el desarrollo ocurra bajo la accin de la experiencia, a partir de una tabula rasa inicial. Para
el evolucionista Spencer, la razn es innata en el individuo, pero producto de la experiencia de milenios
para la especie. Por la misma poca, Haeckel, plante la similitud entre el desarrollo de la especie y el
desarrollo embrionario.
Luego se profundiz en la psicologa infantil, sobre todo con Krasnogorski (pavloviano), Watson, Koffka, y
luego Bidet y Freud, todos desarrollos de los primeros 20 aos del siglo XX.
Los mtodos.- Un primer mtodo es el mtodo clnico, consistente en observar la conducta a lo largo del
tiempo, en los hijos propios (Spencer, Darwin, Haeckel, Tiedemann, Taine y Preyer).
Las observaciones hechas en el tiempo sobre el mismo nio, se llaman longitudinales, y las observaciones
donde se comparan varios nios del mismo nivel, se llaman transversales. En este ltimo caso sola
observarse diferencias entre los nios y entonces, para averiguar lo tpico de cada edad, se empezaron a
elaborar los mtodos estadsticos.
Binet y Simon hicieron estudios transversales, y Gesell estudios mixtos (transversales y longitudinales)
especialmente en la edad pre escolar. Gesell hizo observaciones que permitieron saber si un nio de x
edad era normal, adelantado o retrasado con respecto a ese nivel: confeccion tests para saber el grado
de desarrollo. Piaget consider que el mtodo del test coartaba mucho la libertad del nio: l prefiri
observar la conducta espontnea del nio y emplear pequeos tests espordicos con l: es lo que llam
examen clnico, con el cual controla sus hiptesis durante conversaciones hbilmente guiadas que le
permiten observar la reaccin del nio y dejndose guiar en parte por l para poder descubrir el sentido
que para el nio tiene tal o cual respuesta.
Los mtodos anteriores usan la observacin relativamente prolongada, lo cual restringe el nmero de
sujetos que se pueden observar. Un segundo tipo de mtodos busca hacer observaciones ms rpidas
pero con mayor cantidad de sujetos. Hall, por ejemplo, utiliz cuestionarios. Ribot critic este
procedimiento y propuso reemplazarlo por los tests. Mientras tanto, Bidet ya empezaba a trabajar en los
tests de inteligencia. Otros autores propusieron el anlisis factorial, que permite clasificar juntos los
hechos que tienden a aparecer o a variar simultneamente. Esto se aplica sobre todo en estudios
transversales, pero Burt y Watson lo aplicaron a estudios longitudinales.

De la descripcin de los hechos a las teoras explicativas.- Todos estn de acuerdo con los hechos
establecidos mediante los mtodos anteriores, pero varan en cuanto a las teoras que los explican. Hay
una gran gama de investigadores que van desde los que simplemente catalogan lo observado hasta
quienes hacen teoras ignorando los hechos. Por ejemplo, la nocin de estadio vara segn la teora que
se adopte. Se puede apreciar esto en las formulaciones distintas de Piaget y de Wallon. Para Piaget el
desarrollo es esencialmente progresivo, continuo, sealado por una profunda unidad funcional: el nio
siempre busca readaptarse alcanzando un equilibrio superior, estimulado por sus desadaptaciones
permanentes. Cada nuevo equilibrio implica una nueva estructura: continuidad funcional pero
discontinuidad estructural. Para Wallon el desarrollo es esencialmente discontinuo: pasar de un estadio a
otro no es una simple amplificacin, sino toda una reconstruccin: el desarrollo progresa por crisis,
conflictos. Es otro concepto de estadio al de Piaget.
Este problema de la adaptacin infantil se escribe dentro de un contexto ms amplio: el de la adaptacin
en general, tanto ontogenticamente como filogenticamente. En este ltimo caso: Lammarck y Darwin.
Algunas teoras analgicas del desarrollo del nio.- Muchos observaron la semejanza del desarrollo del
nio con el desarrollo de otras especies, de las sociedades humanas y con la evolucin inversa de la
enfermedad. En base a estas semejanzas, muchos interpretaron la conducta infantil comparativamente,
interpretaciones que varan mucho entre s, segn el papel asignado a lo innato o a lo adquirido, a los
factores biolgicos y a los sociales, etc.
Lo ms habitual fue relacionar el desarrollo del embrin con la filogenia. Se pens ingenuamente que
luego del nacimiento, el desarrollo podra analogarse con el desarrollo de las sociedades humanas a lo
largo de la historia. Esta teora, llamada de la recapitulacin (la ontogenia recapitula la filogenia) por
Haeckel, hoy en da se toma con pinzas aunque no se la abandona totalmente, como lo muestra Piaget
cuando compara la psicognesis de las operaciones intelectuales con el enriquecimiento histrico del
patrimonio colectivo de la ciencia.
Aplicaciones de la psicologa infantil.- Originalmente la psicologa infantil, se aplic con fines de
orientacin escolar (Catell, Bidet, etctera). Los estudios sobre la memoria de Ebbinghaus influenciaron la
pedagoga. Tambin est la aplicacin clnica: ayudar al nio a su desarrollo normal. Por ejemplo, Seguin,
Witmer, etc. Primero se aplic al nio con grandes dificultades, pero luego se extendi al nio normal.
Resumen de Reuchlin M (1982) Historia de la psicologa. Buenos Aires: Paids. Captulo 5.

PSICOLOGA PROYECTIVA
Orgenes.- La psicologa proyectiva es una psicologa de protesta pues no est de acuerdo con la
psicologa acadmica, especialmente el conductismo. Est ms de acuerdo con el punto de vista
funcional, que estudia la estructura intrnseca de la mente y no slo lo observable (estmulo y respuesta).
Adems, adopta un punto de vista dinmico, no esttico, y considera a la conducta como intencional. Es
un enfoque ms totalizante (el conductismo estudia slo segmentos de la conducta). Los elementos
dinmico, funcional y holista (totalizante) de la psicologa proyectiva vienen histricamente del
psicoanlisis y de la psicologa de la gestalt. En ambas teoras se puede discernir las siguientes reas
significativas para la psicologa proyectiva:
Ambas teoras enfocan la personalidad como estructura con elementos interdependientes entre los cuales
hay intercambios dinmicos y econmicos (por ej. Freud y Lewin).
Ambas teoras toman al organismo como un todo (ms que la suma de las partes) con la propiedad de la
autorregulacin.
Ambas teoras muestran la relacin ntima entre individuo y cultura o ambiente.
Ambas usan el mtodo hipottico-deductivo, que permite hacer derivaciones deductivas incluso
independientes entre s, con lo que se ampla mucho la descripcin de la personalidad y su interpretacin.
Ambas teoras sostienen que todos los fenmenos psquicos tienen una causa (determinismo) y un
significado.
La psicologa proyectiva tom estas reas independientes pero coincidentes de ambas teoras. La gestalt
destac ms la forma de los datos proyectivos, y el psicoanlisis su contenido.
De la gestalt tom ms el enfoque nomottico (buscar leyes, regularidades) y del psicoanlisis ms el
enfoque idiogrfico (lo singular, nico de cada individuo). El mtodo experimental lo tom de la gestalt.
La psicologa proyectiva es una disciplina todava joven y poco sistematizada, y necesita entre otras
cosas, una teora til de la personalidad.
Condensado de Abt L (1988), Una teora de la psicologa proyectiva.

PSICOLOGA SISTMICA
Generalidades.- Entre los rasgos ms importantes del enfoque sistmico, estn los siguientes
(Umbarger, 1998:231):
Parte y todo.- No la parte individual ni el contenido aislado merecen atencin inicial, sino el sistema ms
vasto (diferente de la mera suma de sus partes) y el proceso transaccional que ocurre en su interior. Este
sistema es el contexto ambiental en que las partes funcionan y los contenidos particulares ocurren.

Informacin, error y realimentacin.- Los sistemas vivos tienen lazos de realimentacin comunicacionales
que producen informacin sobre las actividades del sistema. Esta informacin consiste en seales de
error que dicen a una subunidad si su conducta es o no es conciliable con el diseo global de vida del
sistema total.
Realimentacin y homeostasis.- En caso de que la informacin seale una diferencia respecto de una
lnea de base del diseo global, pueden ocurrir conductas reductoras de desviacin. Estas inducen
constancia homeosttica en el sistema, un estado constante de existencia que es indispensable para la
vida.
Realimentacin y crecimiento.- Si la informacin seala una diferencia respecto de una lnea de base del
diseo global, pueden ocurrir conductas amplificadoras de desviacin. Estas inducen cambio y diversidad
en el sistema, un estado fluctuante de existencia que es indispensable para la vida.
Vida y tensin.- La alternancia continua entre periodos de crecimiento y periodos de estabilidad (de
morfognesis con morfoestasis) constituye la tensin dinmica de la vida.
Circularidad.- Causa y efecto se consideran ahora circulares, no lineales.
Cambio.- Para producir cambio en el sistema total as como en una parte individual se tiene que
intervenir en el todo as como en la parte. Tanto la parte como el todo tienen que cambiar guardando
entre s conjuncin, aunque no siempre es preciso que lo hagan simultneamente.
Umbarger C, (1998) Terapia familiar estructural. Barcelona: Paids.

PSICLOGOS
1734
1795
1801
1821
1822
1825
1827
1832
1839
1842
1849
1850
1856
1857
1859
1860
1862
1966
1871
1873
1879
1881
1887

1815
1878
1887
1894
1911
1893
1919
1920
1916
1925
1936
1909
1939
1911
1947
1944
1915
1946
1938
1949
1962
1964
1955

F. Mesmer
M. Weber
G. Fechner
H. von Helmhltz
F. Galton
J. Charcot
H. Bernheim
W. Wundt
T. Ribot
J. Breuer
I. Pavlov
H. Ebbinghaus
S. Freud
A. Binet
P. Janet
J. Cattell
O. Kulpe
G. Dumas
W. McDougall
E. Thorndicke
H. Wallon
H. Pieron
L. Thurstone

Fuente: Reuchlin M (1982) Historia de la psicologa. Buenos Aires: Paids.

PSICOLOGISMO
Definicin.- M. Fil. Doctrina segn la cual cualquier conocimiento es considerado exclusivamente un
hecho de conciencia, sin tener en cuenta los aspectos epistemolgicos y lgicos de ste. Tambin se
llama psicologismo la tendencia a interpretar cualquier cuestin tica, sociolgica, poltica, etc.,
nicamente desde el punto de vista psicolgico.
Fuente: Navarro F (director) (1995) Diccionario Enciclopdico Salvat. Barcelona: Salvat.

PSICLOGOS
Las responsabilidades sociales de los psiclogos.- A la hora de autoevaluar su propia
responsabilidad social, el psiclogo debiera hacerse una serie de cuestionamientos, que son los
siguientes:
1) Tenemos una tendencia a relacionar la falta de compromisos con frases como hay que esperar a que
est toda la evidencia, cuando los problemas de hoy no permiten dilacin y exigen accin, como por
ejemplo las guerras. R. May sostiene que no podemos conocer la verdad si no nos comprometemos.
2) Los psiclogos tienden a negar y reprimir el poder, y siguen pensando en la tendencia aristotlica de
que el hombre es un ser racional porque simplifica las hiptesis, y a creer que todos los dems se

comportarn en forma tan suave y racional como nosotros. Incluso tendemos a no ver nuestras propias
ansias de poder, autoengandonos y creyndonos racionales, pues el poder es algo irracional.
3) Tenemos una tendencia a creer que nuestra teora psicolgica est ms all de la teora de la
psicologa, cuando en realidad son productos de la historia y de la poca, como lo es cualquier teora
cientfica.
La responsabilidad social del psiclogo no pasa por instrumentar mtodos para controlar y manipular a
los dems, ya que esto se opone al surgimiento de valores humanos. Los dems no son solo objetos, sino
tambin sujetos con sus propios valores. Hay una relacin dialctica entre los valores sociales y la
libertad individual, y no podemos tener uno de ellos sin la otra. Manipulando a los dems reducimos su
libertad, y por tanto desaparecen los valores.
Por ltimo el surgimiento de un nuevo valor tiene lugar en mayor o menor medida como un ataque a los
valores sociales existentes. Es importante preservar y respetar el derecho del individuo y su capacidad de
dudar entre valores. Poder dudar y cuestionar es el comienzo de la propia experiencia de identidad: el
conflicto es la esencia de la conciencia.
Resumen de Rollo May (1990) La psicologa y el dilema del hombre. Mxico: Gedisa. Captulo 14: Las
responsabilidades sociales de los psiclogos.

Lista.- Algunos de los principales psiclogos que pueden encontrarse en la historia de la psicologa son
los siguientes:
Apellido
Abadie, J M
Abraham, K
Ach, N
Ach, N N
Adler, Alfred
Adler, Abraham
Adler, Flix
Adler, H M
Adler, M
Adrian, E D
Ajuriaguerra, Julin
Alexander, S
Allers, R
Allport F

Nac-Fallec
1842-1932
1877-1925
1871-1946
1848-1946
1870-1937
1850-1922
1851-1933
1876-1935
1873-1937
1889-?
1911-1993
1859-1931
1883-?

Allport, Gordon

1897-?

EEUU

Ament, W
ngel, J D
Angell, F
Angell, J R
Ardig, R
Argyll-Robertson, D
Arnheim, R

1876-?
1867-1947
1857-1939
1869-1949
1828-1920
1837-1909

Alemania
Hungra
EEUU
EEUU
Italia
Escocia
EEUU

Arps, G F
Arreat, L
Asch, Solomon
Augier, R P
Aulagnier, Piera

1874-1939
1841-1922

Aveling, F
Babcock, H
Babinski, J
Backers, M
Bagley, W Ch
Bain, A
Bain, A
Baird, J W
Baldwin, B T
Baldwin, J M

1875-1941
1877-1952
1857-1932
1821-1910
1874-1946
1818-1903
1818-1893
1873-1919
1875-1928
1861-1934

1874-1946
1923-1991

Pas de origen
Francia
Alemania
Alemania
Alemania
Austria
Alemania
EEUU
EEUU
Austria
Inglaterra
Espaa
Inglaterra
Austria
EEUU

EEUU
Francia
EEUU
EEUU

Aportes

Psicoanlisis / Complejo de inferioridad

Psiquiatra infantil

Psicologa social experimental


behaviorista / Hermano de Allport G
Psicologa social y psicologa de la
personalidad

Psicologa de la Gestalt aplicada al arte y al


cine mudo

Percepcin social
Psicoanlisis / Violencia de la interpretacin
/ Psicosis

Inglaterra
EEUU
Francia
EEUU
EEUU
Inglaterra
Escocia
EEUU
EEUU
EEUU

Ballard, P
Bandura, Albert

1865-?
1925-?

Inglaterra
Canad

Barbado, M V
Barns, D
Barth, P
Bartlett, F C

1884-1945
1879-?
1858-1922
1886-?

Espaa
Espaa
Alemania
Inglaterra

Bateson, Gregory
Bauch, B
Baudouin, Ch
Bayle, S J L
Beard, O M
Beaunis, H
Bechar, E
Bechterev, W
Beck, Aaron
Becker, O
Beers, N C
Beers, W C
Bell, Ch
Benedict, R
Benedikt, M
Bentley, M
Benussi, V

1877-1942
1884-?
1799-1858
1840-1883
1830-1921
1882-1929
1857-1927
1889-?
1876-1943
1876-1943
1774-1842
1887-1948
1835-1920
1870-1955
1878-1927

EEUU
Alemania
Suiza
Francia
EEUU
Francia
Alemania
Rusia
EEUU
Alemania
EEUU
EEUU
Escocia
EEUU
Austria
EEUU
Austria

Bergson, H
Bernard
Bernhardt, M
Bernheim, H
Bernheim, H M
Bethe, A
Bettelheim, Bruno
Bianchi, L
Binet, A

1859-1941
1881-1951
1844-1915
1837-1919
1840-1919
1872-1931

Bingham, W
Binswanger, L
Bion, Wilfred

1880-1952
1881-1966
1897-1979

EEUU

Birnbaum, A
Bleuler, P E
Blondel, C
Blumenfeld, W
Boas, F
Bogardus, E S
Bolton, Th L
Book, W
Bopp, L
Boring, E G
Borks, B S
Bourdon, B B
Bourloud, A
Boutroux, E
Bowlby, J
Bradford, V
Bradley, F H
Breese, B B
Brentano, Franz
Brett, G S
Breuer, Joseph

1895-?
1857-1939
1876-1939
1882-?
1858-1942
1882-?
1865-1948
1873-1940
1887-?
1886-?
1902-1943
1860-1943
1888-?
1845-1921

Austria
Suiza
Francia
Alemania
EEUU
EEUU
EEUU
EEUU
Alemania
EEUU
EEUU
Francia
Francia
Francia
Inglaterra
Inglaterra
Inglaterra
EEUU
Austria
EEUU
Austria

1848-1927
1857-1911

1864-1930
1846-1924
1867-1939
1838-1917
1879-1944
1842-1925

Francia
EEUU
Alemania
Francia
Francia
Alemania
Austria
Italia
Francia

Inglaterra

Aprendizaje social / Enfoque sociocognitivo


de la personalidad

Psicologa experimental / Percepcin


visual / Aprendizaje / Pensamiento
Psiquiatra y antropologa

Psicoterapia cognitiva / Depresin

Percepcin visual / Percepcin del tiempo /


Sugestin e hipnosis

Psicoanlisis de cuentos de hadas


Psicologa experimental / Inteligencia y su
medicin
Anlisis existencial
Dinmica grupal / Teora del pensamiento /
Psicosis

Psicoanlisis infantil / Teora del apego

Psicologa del acto / Intencionalidad


Psicoterapia hipntica de la histeria

Brigham, C C
Brill, A A
Broad, Ch D
Bruner, Jerome

1890-1943
1874-1848
1887-?
1915-

EEUU
EEUU
Inglaterra
EEUU

Brunschvicg, L
Brunswick, M R
Buchner, E F
Bhler, Ch
Bhler, K
Bhler, K
Bunge, C O
Burnham, W H
Burrow, T
Burt, C
Buttler, N A
Buytendijk, F J
Bykov, K

1969-1944
1897-1946
1868-1929
1890-?
1879-?
1888-?
1975-1918
1855-1941
1875-1950
1883-?
1862-?
1887-?
?-1939

Francia
EEUU
EEUU
Austria
Alemania
Austria
Argentina
EEUU
EEUU
Inglaterra
EEUU
Holanda
Rusia

Calkins, M W
Cannon, W B
Cantor, J
Caro, E
Carr, H A
Cason, H
Cassirer, J J
Cattell, James

1863-1930
1871-1945
1888-?
1826-1887
1873-?
1893-1951
1875-1948
1860-1944

EEUU
EEUU
EEUU
Francia
EEUU
EEUU
Alemania

Charcot, Jean

1825-1913

Francia

Claparde, E
Clerambault, G de
Codognola, E
Coghill, G E
Cohen, H
Compayre, G
Conklin, E S
Cooley, Ch H
Coover, J E
Coriat, I
Cornelius, H
Cou, E
Credaro, L
Crile, G W
Croce, B
Dearborn, G
Decroly, O
Delacroix, A
Delasarre, E B
Demoor, J
Dent, D
Desoille, Robert
Desor, M
Dewey, J
Dilthey, W
Dimitri, V
Dockeray, F C
Dodge, R
Donaldson, H H
Dorsey, G A
Downey J E

1873-1940
1872-1934
1885-?
1872-1941
1842-1918
1843-1913
1884-1942
1869-1929
1872-1938
1975-1943
1863-1944
1857-1926
1860-?
1864-1943
1866-?
1869-1938
1872-1932
1873-1937
1963-1945
1867-?

Suiza
Francia
Italia
EEUU
Alemania
Francia
EEUU
EEUU
EEUU
EEUU
Alemania
Francia
Italia
EEUU
Italia
EEUU
Blgica
Francia
EEUU
Blgica
EEUU
Francia
Alemania
EEUU
Alemania
Argentina
EEUU
EEUU
EEUU
EEUU
EEUU

1890-1966
1867-1947
1859-1952
1833-1911
1885-1956
1880-1949
1871-1942
1857-1938
1868-1931
1875-1932

Psicologa social y cognitiva / Percepcin y


motivacin / Psicologa cultural

Discpulo de Pavlov / Medicina


psicosomtica

Discpulo de Wundt / Psicologa


experimental y funcional
Psicoterapia de la histeria / Hipnosis /
Sugestin
Psicologa educacional

Neurociencia / Inteligencia artificial


Tcnica del sueo despierto

Drever, J
Drever, J
Driesch, H
Dubois, R Ch
Dugald, St
Dumas, G
Duncker, K
Dunlap, K
Durkheim, E
Dwelshauvers, D
Ebbinghaus, Hermann
Ecnomo, K von
Edgell, B
Ehrenfels, Christian
Ellis, H H
Ellwood, Ch A
Erb, W H
Erikson, Erik
Erlenmeyer, F A
Ettlinger, M
Eucken, R
Ewald, J
Exner, S
Eysenck, Hans

1873-?
1873-1950
1867-1941
1848-1918
1753-1828
1866-1946
1903-1940
1975-1949
1858-1917
1866-1937
1850-1909
1876-1931
1871-1948
1859-1932
1859-1939
1873-1946
1840-1921
1902-1994
1849-1926
1877-1929
1846-1926
1855-1929
1846-1926
1913-1997

Inglaterra
Escocia
Alemania
Francia
Escocia
Francia
EEUU
EEUU
Francia
Blgica
Alemania
Austria
Inglaterra
Austria
Inglaterra
EEUU
Alemania
EEUU
Alemania
Alemania
Alemania
Alemania
Alemania
Inglaterra

Fabre, J H
Fechner, Gustav

1823-1915
1801-1887

Francia

Fenichel, Otto
Ferenczi, Sandor
Fernald, G M
Ferrand, L
Ferree, C E
Ferri, E
Ferri, L
Ferrier,
Ferrier, D
Ferriere, A
Festinger, L

1887-1946
1873-1933
1879-1950
1867-1939
1877-1942
1856-1929
1826-1895
1843-1928
1843-1928
1879-?

Alemania
Hungra
EEUU
EEUU
EEUU
Italia
Italia
Escocia
Inglaterra
Suiza
EEUU

Fischer, A
Flechsig, P E
Fletcher, J M
Flournoy, H
Flgel, J C
Forel, A
Fouill, A
Fournier, J A
Franc, R
Frankl, Victor
Franz, S I
Franz, S I
Freud, Anna
Freud, Sigmund
Frey, N
Frobes, J
Froelich, A
Frolov, Y P
Fromm, Erich
Gall, F J

1880-?
1847-1929
1873-1944
1876-1955
1884-?
1848-1931
1838-1912
1832-1914
1874-?
1905-1997
1874-1933
1874-1933
1895-1982
1856-1939
1852-1932
1866-1947
1871-?
1890-?
1900-1980
1758-1828

Psicofsica
Percepcin gestltica
Sexualidad humana

Psicoanlisis / Las 8 crisis del hombre

Terapia conductista / Medicin de la


personalidad y la inteligencia
Psicofsica / Ley de Weber-Fechner /
Umbrales
Psicoanlisis
Psicoanlisis

Discpulo de Lewin / Teora de la disonancia


cognitiva y la comparacin social /
Autopercepcin

Alemania
Alemania
EEUU
Suiza
Inglaterra
Suiza
Francia
Francia
Austria
Logoterapia / Existencialismo
EEUU
Escocia
Austria
Alemania
Italia
Austria
Rusia
EEUU
Alemania

Psicoanlisis de nios / Estudios sobre el Yo


Creador del psicoanlisis

Psicoanlisis y sociedad / Humanismo

Galton, Francis

1822-1911

Inglaterra

Gamble, E A
Ganser, S F
Gardner, Howard

1868-1933
1835-1931

EEUU
Alemania
EEUU

Garth, T R
Gaudig, H
Geddes, P
Geheeb, P
Geissler, L R
Gelb, A
Gemelli, A E
Gentile,
Gergen, K
Gessell, A
Geyser, J
Gibson, Eleanor
Giddings, F H
Gilbert, F B
Gille, R
Gilliliand, A R
Giner de los Ros, F
Giner de los Ros, H
Giraldes, J A
Gleck, E T
Glueck, S
Goddard, H H
Goldscheider, A
Goldstein, Kurt
Golgi, C
Gosset, W S
Gross, K
Grnbaum, A A
Guerrero, L J
Guthrie, Edwin
Haab, O
Hberlin, P
Habrich, J
Haeberlin, P
Haggerthy, M E
Halbwachs, M
Hall, G

1872-1939
1860-1923
1854-1932
1870-?
1879-1932
1887-1936
1878-1959
1875-?

Hamilton, G
Hartman, N
Hartmann, E
Hartmann, H
Head, M
Healy, W
Hebb, D

1877-1943
1882-1940
1842-1906

Hecht, S
Heidegger, M
Heider, F

1892-1947
1889-?

Heines, T H
Hellpach, W
Henmon, V A
Henning, H K F
Herbart, Johann

1871-1951
1877-?
1877-1950
1885-?
1776-1841

1880-?
1869-?
1855-1931
1868-1924
1908-1059
1887-1952
1839-1915
1847-1923
1808-1875
1898-?
1895-1943
1866-1943
1858-1935
1878-1965
1844-1926
1876-1937
1861-1946
1885-1932
1900-1957
1886-1959
1850-1931
1878-?
1848-?
1878-?
1875-1937
1877-1945
1844-1924

1861-1940
1869-?
1904-1985

EEUU
Alemania
Inglaterra
Alemania
EEUU
Alemania
Italia
Italia
EEUU
EEUU
Alemania
EEUU
EEUU
EEUU
Francia
EEUU
Espaa
Espaa
Portugal
EEUU
EEUU
EEUU
Alemania
EEUU
Italia
Inglaterra
Alemania
Holanda
Argentina

Psicologa experimental / Diferencias


individuales / Test de asociacin

Inteligencias mltiples / Psicologa


educacional

Psicologa social / Construccionismo social

Aprendizaje verbal y perceptivo

Psicologa holstica

Conductismo / Cambio de hbitos


Suiza
Suiza
Alemania
Alemania
EEUU
Francia
EEUU
EEUU
Alemania
Alemania
EEUU
Inglaterra
Inglaterra
Canad
EEUU
Alemania
EEUU

Formado con Wundt y von Helmholtz /


Darwinista / Psicologa infantil

Psicoanlisis / Psicologa del Yo

Neuroconexionismo / Psicologa
experimental de la percepcin

Teora del equilibrio o la coherencia / Teora


de la atribucin

EEUU
Alemania
EEUU
Holanda
Psicologa como ciencia exacta / Masa

aperceptiva / Educacin
Heymans, G
Hirschfeld, M
Hitzig, E
Hobhouse, L T
Hodann, M
Hffding, H
Hollingworth, A L
Holmes, S J
Holt, E B
Holt, E B
Holway, A
Hoover, C
Hornbostel, E
Horney, Karen

1857-1930
1868-1935
1838-1907
1864-1929
1893-1944
1843-1931
1880-1939
1868-?
1873-1946
1873-1946
1905-1948
1865,1927
1877-1935
1885-1952

Holanda
Alemania
Alemania
Inglaterra
Alemania
Dinamarca
EEUU
EEUU
EEUU
EEUU
EEUU
EEUU
Alemania
EEUU

Horwicz
Hull, Clark

1872-1978
1884-1952

Alemania
EEUU

Hunter, K
Hunter, W S
Huntington, G
Husserl, E
Hutchinson, J
Ingenieros, J
Isaacs, S
Jackson, J H
Jacoby, G
Jacques, A
Jaensch, E R
James, William

1861-1912
1889-?
1850-1916
1859-1938
1828-1913
1977-1925
1885-1948
1834-1911
1881-?
1813-1865
1883-1940
1842-1910

Alemania
EEUU
EEUU
Alemania
Inglaterra
Argentina
Inglaterra
Inglaterra
Alemania
Francia
Alemania
EEUU

Janet, Pierre

1859-1947

Francia

Janet, Paul
Jaspers, Karl

1823-1899
1883-1969

Francia
Alemania

Jastrow, I
Jastrow, J
Jelliffe, E S
Jenkins, B S
Jennings, H S
Jessinghaus, C
Jodl F
Johnson, Virginia
Johnson-Laird, P

1856-1937
1863-1944
1866-1945
1901-1948
1868-1947
1886-1939
1849-1914
1925-?

Alemania
EEUU
EEUU
EEUU
EEUU
Alemania
Checoeslovaquia

Jones, Ernest
Juda, Ch H
Judo, C H
Jung, Carl

1879-1958
1873-1946
1873-1946
1875-1962

Kafka, G
Kanizsa, G

1883-1953

Katz, D
Katz, O
Keller, H
Kellog, Ch E

1884-?
1884-1953
1880-1948
1888-1948

Inglaterra

EEUU
Inglaterra
Suiza
Alemania
Italia
Alemania
Suecia
EEUU
EEUU

Psicoanlisis / Cultura y personalidad /


Neurosis
Neoconductismo / Aprendizaje / Motivacin
/ Hipnosis

Teora de la emocin / Correlato psiquismo


y sistema nervioso / Conciencia, libertad,
voluntad / Pragmatismo
Discpulo de Charcot / Histeria / Psicologa
experimental
Psicopatologa / Fenomenologa /
Existencialismo

Sexualidad humana
Cognitivista / Psicologa del lenguaje y el
razonamiento / Teora de los modelos
mentales
Psicoanlisis / Bigrafo de Freud

Psicoanlisis / Arquetipos / Inconciente


colectivo / Psicologa analtica
Gestaltista / Percepcin visual / Aspectos
cognitivos del lenguaje

Kernberg, Otto
Kerschensteiner, J
Keyserling, H G
Kidd, B
Kieson, F
Kinsey, Alfred
Kirkpatrick, E
Kirschmann, A
Klages, L
Klein, Melanie

1928-?
1854-1932
1880-1946
1858-1916
1858-1941
1894-1956
1862-1937
1860-1932
1872-?

EEUU
Alemania
Alemania
Inglaterra
Alemania
EEUU
EEUU
Alemania
Alemania

Klemm,
Koffka, K

1884-1939
1886-1941

Alemania
Alemania

Khler, Wolfgang

1887-1949

Alemania

Kohut, Heinz
Korn, A
Kraepelin, Emil

1913-1981
1860-1936
1856-1926

Argentina
Alemania

Krafft-Ebing, Richard
Krause, W
Kretschmer, Ernest
Kries, J
Kris, E
Kruger, F
Kuhlmann, F
Klpe, O
Lacan, Jacques
Ladd, G T
Ladd-Franklin, C
Laehr, H
Lagache, D
Lahy, J M
Laignel-Lavastine, M
Laing, Ronald

1840-1903
1833-1910
1888-1963
1853-1928
1900-1957
1874-1945
1876-1941
1862-1915
1901-1981
1842-1921
1847-1930
1820-1905
1903-?
1872-1943
1875-?
1927-1989

Alemania
Alemania
Alemania
Austria
Alemania
EEUU
Alemania
Francia
EEUU
EEUU
Alemania
Francia
Francia
Francia

Laird, J
Langfeld, H S
Langley, J N
Lashley, K S
Lask, E
Lavelle, L
Lazarus, Richard
Le Bon, C

1887-?
1879-1958
1852-1925
1890-?
1875-1915
1882-?

Inglaterra
EEUU
Inglaterra
EEUU
Alemania
Francia

1841-1931

Francia

Le Dantec, F A
Le Senne, R
Lehmann, A
Leuba, J H
Lvy Bruhl, L
Lewin, K

1869-1917
1883-?
1858-1921
1868-1946
1857-1939
1890-1947

Francia
Francia
Dinamarca
EEUU
Francia
EEUU

Liebert, A
Lindworsky, J
Lindworsky, J J
Link, H Ch
Linton
Lipmann, O
Lipps, G F
Lipps, T

1878-1947
1875-1939
1875-1948
1889-1952
1893-1943
1880-1933
1865-1931
1851-1914

Alemania
Checoeslovaquia
Alemania
EEUU
EEUU
Alemania
Suiza
Alemania

Psicoanlisis / Bordeline / Narcisismo

Sexualidad humana

Psicoanlisis infantil / Posiciones


esquizoparanoide y depresiva
Teora de la gestalt / Aprendizaje y
educacin
Gestalt / Discriminacin visual /
Aprendizaje animal
Psicoanlisis / Narcisismo
Psiquiatra psicolgica / Nosografa
psiquitrica
Clasificacin de patologas sexuales
Teora tipolgica / Concepto de biotipo

Psicoanlisis / Lingustica / Estructuralismo

Relacin entre trastorno mental y factores


polticos y sociales / Antipsiquiatra

Estrs / Enfoque cognitivo


Psicologa de las masas / Teora del
comportamiento irracional

Teora del campo / Psicologa social /


Dinmica de Grupos

Loeb, J
Lombroso, Cesare

1859-1924
1835-1909

Lorenz, Konrad
Lotze, H
Loualej, E H
Lowe, A
Lubbock, J
Luria, Alexander

1903-1989
1817-1878
1869-1940
1893-?
1834-1913
1902-1977

McDougall, William

1871-1938

Mach, E
Maier, H
Malinowski, B
Mannheim, K
Mannoni, Octave
Mantegazza,
Marbe, K
Marder, A
Marie, P
Marks, Isaac
Marston, W M
Martin, L J
Maslow, Abraham

1838-1916
1867-1933
1884-1943
1893-1947
1899-1989
1831-1910
1869-1953
1882-?
1853-1940

Austria
Alemania
Polonia
Alemania

1893-1947
1851-1943
1908-1970

EEUU
EEUU

Masters, William
Maudsley, H
Maxfield, F N
Mc Curdy, J T
Mc Geoch, J A
McDougall, R
McDougall, W
McKeen Catell, J
Mead, George

1915-?
1835-1918
1877-1945
1886-1947
1897-1942
1866-1939
1871-1938
1860-1944
1863-1921

EEUU
Inglaterra
EEUU
EEUU
EEUU
EEUU
Inglaterra
EEUU
EEUU

Mead, Margaret
Meinong, A V
Meissner, G
Mercante, V
Mercier,
Messer, A
Meumann, E
Meyer, A
Meyer, A
Meyer, M
Meynert, T
Meinchenbaum,
Donald
Metelli, F

1901-?
1853-1920
1829-1903
1870-1934
1851-1926
1867-1937
1862-1914
1866-1950
1866-1947
1873-?
1833-1892

EEUU
Austria
Alemania
Argentina
Blgica
Alemania
Alemania
EEUU
Suiza
EEUU
Austria

Michotte, A
Miles, G H
Milgram, S

1881-?
1880-1955

Miller, Neal
Miner, J B
Minkowki, O
Mira y Lpez, Emilio

Alemania
Determinantes biolgicos de conductas
antisociales
Etologa moderna / Conducta animal
Alemania
EEUU
Alemania
Inglaterra
Rusia

Vinculado a Pavlov y a Vigotski /


Neuropsicologa
Psicologa 'totalista' / Antropologa /
Instintos

Psicoanlisis lacaniano
Italia
Alemania
Suiza
Francia
Trastornos de ansiedad

Italia

1873-1943
1858-1931
1896-1964

Blgica
Inglaterra
EEUU

EEUU
Alemania
Espaa

Psicologa humanista / Motivacin /


Autorrealizacin
Sexualidad humana

Interaccionismo simblico / Proceso de


convertirse en persona

Psicoterapia cognitiva / Tcnica de


inoculacin de estrs
Guestltico / Psicologa experimental de la
percepcin visual y de la causalidad

Conformismo / Psicologa urbana /


Comportamiento antisocial / Obediencia a
la autoridad
Motivacin / Vinculado a Hull

Manual de psiquiatra / Bases biolgicas del


trastorno mental

Mitchell, S N
Moede, W
Molde, W
Moll, A
Monakow, C
Moniz, E
Monroe, P
Montessori, M
Moore, G E
Moreno, Jakob

1830-1914
1888-?
1885-1958
1862-1940
1953-1930
1874-1955
1869-1916
1870-1952
1873-?

EEUU
Alemania
Alemania
Alemania
Suiza
Portugal
EEUU
Italia
Inglaterra
EEUU

Morgan, C L
Morgan, J B
Moscovici, Serge

1852-1936
1888-1945

Mosso, A
Mller, F
Mller, G E
Mller-Freinfels, R
Mnsterberg, H
Murchison, C
Murray, H
Musatti, C

1869-1950
1857-1917
1850-1934
1882-?
1863-1916
1887-?

Myers, Ch S
Nagel, W A
Natorp, P
Neftel, W B
Oesterreich, K
Ogden, R
Oppenheim, H
Oppenheimer, F
Ostwald, W
Patrick, G T
Pauli, R M
Pavlov, Ivan

1873-1946
1870-1910
1854-1924
1830-1906
1882-?
1877-?
1858-1919
1864-1943
1853-1932
1957-1949
1886-1951
1849-1936

Inglaterra
Alemania
Alemania
EEUU
Alemania
EEUU
Alemania
Alemania
Alemania
EEUU
Alemania
Rusia

Pear, T H
Pearson, K
Pedmore, F
Pelerson, J
Penfield, Wilder

1884-?
1875-1936
1855-1910
1878-1935
1891-1976

Inglaterra
Inglaterra
Inglaterra
EEUU

Perls, Frederic
Petersen, J
Piaget, J

1893-1970
1878-1935
1896-1980

Pichon, E
Pichon Riviere, Enrique
Pick, A
Piron, H
Pillsbury, W B
Pinel, Philippe

1890-1940
1907-1977
1851-1924
1881-?
1745-1826

Francia
Argentina
Austria
Francia
EEUU
Francia

Pintner, R
Pintner, R
Poffenberger, A T
Ponce, A
Ponzo, N
Poppelrenter, W

1884-1942
1884-1942
1885-?
1897-1938
1882-?
1886-1939

EEUU
Inglaterra
EEUU
Argentina
Italia
Alemania

Inglaterra
EEUU
Francia
Italia
Alemania
Alemania
Alemania
Alemania
EEUU
EEUU
Italia

Mtodo sociomtrico en dinmica grupal /


Psicodrama / Sociodrama

Influencia social / Psicologa social /


Antropologa social

Test de apercepcin temtica (TAT)


Epistemologa de la psicologa / Psicologa
industrial / Percepcin / Sugestin e
hipnosis

Psicologa experimental / Condicionamiento


clsico

Epilepsia / Memoria / Trastornos del


lenguaje
Psicoterapia gestltica
EEUU
Suiza

Desarrollo de la inteligencia / Epistemologa


Gentica
Psicoanlisis y psicologa social / Grupos

Psiquiatra moderna / Trato humanitario de


alienados

Ptzl, O
Powell, F A
Pradines, M
Pressey, S L
Prince, M
Prinzhorn, H
Pyle, G E
Pyle, W H
Quincke, H I
Ralegh, J W S
Ramn y Cajal, S
Rank, O
Ranschburg, P
Rapaport, S
Reich, Wilhelm
Rein, W
Ribot, Theodore

1877-?
1875-1941
1874-1958
1888-1954
1854-1929
1886-1933
1872-?
1875-1946
1842-1922
1842-1919
1852-1934
1884-1939
1870-1945
1890-?
1897-1957
1847-1929
1839-1916

Austria
Inglaterra
Francia
EEUU
EEUU
Alemania
EEUU
EEUU
Alemania
Inglaterra
Espaa
Austria
Hungra
Hungra

Richet, C
Rickert, H
Rignano, E
Rivers, W H R
Roback, A
Robinson, E S
Rogers, Carl

1850-1935
1863-1936
1870-1930
1864-1922
1890-?
1893-1937
1902-1987

Francia
Alemania
Italia
Inglaterra
EEUU
EEUU

Rorschach, Hermann
Rosanoff, A J
Ross, E A
Royce, J
Rubin, E
Ruch, G M
Ruch, G M
Ruchmick, Ch A
Russell, B
Sachs, B
Sachs, H
Sachs, H
Saisset, E
Sakel, M
Sanctis, S de
Sanford, E C
Sapir, E
Sartre, J P
Saudek, R
Saudek, R
Schfer, E A
Scheler, M
Schilder, P
Schiller, P H
Schneider, Kurt
Schrenck-Noizing, A
Schumann, F
Scout, G F
Seashore, C E
Seashore, R H
Seifert, F
Seligman, Martin

1884-1922
1878-1944
1866-?
1855-1916
1886-1951
1892-1943
1892-1943
1886-?
1872-?
1858-1944
1881-1947
1881-1947
1814-1963
1900-1957
1863-1935
1859-1924
1884-1939
1905-?
1881-1935
1881-1935
1850-1935
1874-1928
1866-1940
1908-1949
1887-1967
1862-1929
1863-1940
1860-1944
1866-1949
1902-1951
1899-?

Suiza
EEUU
EEUU
EEUU
Dinamarca
EEUU
EEUU
EEUU
Inglaterra
EEUU
Austria
EEUU
Francia
Polonia
Italia
EEUU
EEUU
Francia
Inglaterra
Checoeslovaquia
Inglaterra
Alemania
Austria
EEUU

Shana, A F
Sharpey, S

1858-1936
1850-1935

Neurosis y sexualidad / Marxismo


Alemania
Francia

Psicologa de base biolgica / Memoria,


voluntad, etc

Psicologa humanista / Enfoque centrado en


la persona
Test de Personalidad

Esquizofrenia
Alemania
Alemania
EEUU
EEUU
EEUU
Alemania
Psicologa experimental / Indefensin
aprendida y depresin
Inglaterra
Escocia

Sheldon, William
Shepherd, M
Shephera, W T
Sherrington, G
Shirley, M M
Sidis, B
Sighele,
Simmel, J
Simon, J
Simon, T
Skinner, B F

1899-1977
1925-1995
1867-1945
1857-1952
1899-1946
1876-1923
1868-1913
1858-1918
1814-1891
1858-1918
1904-1990

Tipologas / Biotipos
Epidemiologa psiquitrica
EEUU
Inglaterra
EEUU
EEUU
Italia
Alemania
Francia
Francia
EEUU

Small, A W
Small, W S
Smith, S
Snoddy, G S
Spann, O
Spearman, C

1854-1926
1870-1943
1883-1950
1882-1947
1878-?
1863-1945

EEUU
EEUU
EEUU
EEUU
Austria
Inglaterra

Spitzka, E
Spranger, Edward

1852-1914
1882-1963

EEUU
Alemania

Stanley Hall
Starbuck, E D
Staub, H
Stein, S A
Stekel, W
Stern, E
Stern, W
Stetson, R H
Stiller, B
Stoelting, Ch H
Strauss, A
Strumpell, A
Stumpf, K
Sullivan, Harry
Sunner, E G
Sutherland, A H
Swift, E J
Tait, W D
Taylor, A E
Taylor, F W
Terman, L M
Thomson, C
Thorndike, E L

1864-1924
1866-1947
1886-1942
1855-?
1870-1915
1889-?
1871-1938
1872-1950
1837-1922
1864-1943
1897-?
1853-1925
1848-1936
1892-1949
1840-1910
1878-1951
1860-1932
1879-1945
1869-1945
1856-1915
1877-1956
1881-1955
1874-1949

EEUU
EEUU
Alemania
Rusia
Austria
Alemania
Alemania
EEUU
Austria
EEUU
Alemania
Alemania
Alemania
EEUU
EEUU
EEUU
EEUU
EEUU
Inglaterra
EEUU
EEUU
Inglaterra
EEUU

Thurstone, L L
Titchener, Edward

1887-1955
1867-1927

EEUU
Inglaterra

Tolman, Edward
Tnnies, E
Traque Garca, F
Triplett, N
Troland, L T
Tschernak, A
Tumlirz, O
Twitmyer, E D
Uexkll, J J
Urban, W M

1856-1926
1897-1947
1861-1934
1889-1932
1870-1937
1890-?
1873-1943
1864-1939
1873-?

Alemania
Espaa
EEUU
EEUU
Checoeslovaquia
Alemania
EEUU
Alemania
EEUU

Spitz, Ren

Conductismo / Teora del aprendizaje por


refuerzo / Aprendizaje escolar

Percepcin espacial / Anlisis factorial de la


inteligencia
Psicoanlisis / Organizadores del psiquismo
infantil
Psicologa cientfico-espiritual / Vinculado a
Dilthey

Psicoanlisis, sociedad y cultura actuales

Conductismo / Inteligencia animal / Ley del


efecto / Aprendizaje escolar
Psicologa experimental / Introspeccin /
Empata
Neoconductismo

Utiz, E
Vaihinger, J
Verworn, M
Voelker, P F
Von Helmholtz,
Hermann
Vygotski, Lev

1883-?
1852-1933
1863-1911
1875-?
1821-1894

Alemania
Alemania
Alemania
EEUU

Wagner-Jauregg, J
Wallas, G
Wallon, Henri
Ward, J
Ward, L
Warren, H C
Warren, H C
Washburn, M F
Wasserman, A
Watson, John
Watt, H J
Weber, M
Webwe, E
Weeler, R H
Weininger, O
Weiss, A P
Wells, F L
Wembridge, E H
Wernicke, C
Wertheimer, M
Westermarck, E
Wheeler, W M
Wechsler, David
Werner, Heinz
Wernicke, Carl
Wertheimer, Max
Whipple, G M
White, W A
Whitehead, A N
Whith, W
Wigmore, J H
Willman, O
Willoughby, R
Windelband, W
Winnicott, Donald

1857-1940
1858-1933
1879-1963
1843-1925
1841-1913
1867-1934
1876-1934
1871-1939
1866-1925
1878-1959
1879-1925
1864-1939
1873-?
1892-1943
1880-1903
1879-1931
1884-?
1883-1944
1848-1905
1880-1943
1862-1939
1865-1937
1986-1981
1890-1964
1848-1905
1880-1943
1876-1841
1870-1937
1861-1947
1876-1950
1863-1943
1839-1920
1896-1944
1848-1915
1897-1971

Austria
Inglaterra

Witasek, F
Witmer, L
Wolff, W
Wolley, H B
Wolpe, J

1870-1915
1867-1956
1904-1957
1874-1947

Austria
EEUU
Alemania
EEUU

Woodworth, R S
Wundt, Wilhelm

1869-1948
1832-1920

EEUU
Alemania

Yerkes, R M
Yoakum, C S
Young, R
Yule, G O
Zazzo, Ren

1876-?
1879-1945
1893-1943
1871-1951
1910-?

EEUU
EEUU
EEUU
EEUU

Ziehen, T
Zwaadermaker, H

1862-1941
1857-1930

Alemania
Holanda

Percepciones visuales

1986-1934

Pensamiento y lenguaje / Aprendizaje /


Psicologa socio-cultural

Psicologa infantil
Inglaterra
EEUU
EEUU
EEUU
EEUU
Alemania
EEUU
Inglaterra
Alemania
Alemania
EEUU
Austria
EEUU
EEUU
EEUU
Alemania
Alemania
Inglaterra
EEUU

Fundador del conductismo

Inteligencia / Tests Wais y Wisc


Pensamiento y cultura
Psiquiatra / Afasia / Encefalopatas
Gestalt / Psicologa de la percepcin
EEUU
EEUU
Inglaterra
EEUU
EEUU
Alemania
EEUU
Alemania
Inglaterra

Psicoanlisis infantil / Importancia del


juego

Miedo / Tcnica de desensibilizacin


sistemtica
Psicologa experimental / Psicologa de la
conciencia

Personalidad y ambiente / Estudios de


gemelos

Material consultado: 1) Farr Mart J, Diccionario de Psicologa, Barcelona, Ocano. 2) Revista Observador, Buenos
Aires, Argentina. 3) Ferrater Mora J, Diccionario de Filosofa, Alianza (4 tomos); 4) Bruno Frank, Historia de la
psicologa, Buenos Aires, Troquel, 1978; 5) http://www.farnt.unito.it/psicologia; 6) Bernstein J, Cronologa de
psiclogos del siglo XX (segn orden de nacimiento por pases). Includo en Heidbreder E (1979) Psicologas del siglo
XX. Buenos Aires: Paids.

PSICOMETRA
Definicin.- (De psico- y el griego mtron, medida) f. Psicol. Disciplina especfica y rama de la
psicologa que estudia los problemas que plantea la medicin de los fenmenos psicolgicos y de la
conducta. Establece los mtodos experimentales, estandarizados y contrastados (sobre todo tests) que
se utilizan para llevar a cabo esa medicin.
Fuente: Navarro F (director) (1995) Diccionario Enciclopdico Salvat. Barcelona: Salvat.

Definicin.- (Psicotecnia) 1. La medicin del a) tiempo de reaccin (anticuado); b) procedimientos


psicofsicos, incluidos; c) la determinacin de la relacin matemtica existente entre los estmulos de
magnitud variable y la frecuencia de un determinado juicio producido con respecto a los mismos (Funcin
Psicomtrica); la determinacin de los Umbrales de la Sensibilidad; y los Umbrales Sensoriales Relativos
(por ejemplo, la ley de Weber). 2. En los ltimos tiempos el trmino psicometra se reduce a los
mtodos de medicin de la inteligencia, aptitudes e instruccin. Sinnimo: Cronometra mental
(anticuado). 3. (Parapsicologa) Palabra inventada por el antroplogo Buchanan, que indica el
conocimiento para-normal adquirido por ciertos sensitivos asiendo (sosteniendo) un objeto. 4. Esta
palabra se emplea en psicologa en su sentido propio de mina-measuremente (medida de la mente).
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

PSICOMOTRICIDAD
Definicin.- f. Trmino genrico que designa el conjunto de fenmenos y procesos de tipo sensoriomotor
o ideomotor relacionados con el comportamiento normal o patolgico.
Fuente: Navarro F (director) (1995) Diccionario Enciclopdico Salvat. Barcelona: Salvat.

PSICONEUROINMUNOENDOCRINOLOGA
Generalidades.- La psiconeuroinmunoendocrinologa es una mirada integradora y dinmica de los
procesos de Salud y Enfermedad, tomando como eje central al Ser Humano desde la unidad indisoluble
Bio-Psico-Social. El enfoque de la psiconeuroinmunoendocrinologa se nutre de las teoras de los Sistemas
y del Caos, que constituyen una forma de pensar a la fisiologa humana mediante complejas redes de
comunicacin bidireccional, con mecanismos de retroalimentacin positivos y negativos, segn el caso y
la circunstancia. Se busca el orden subyacente debajo del aparente desorden, dejando de lado por
inconducentes la etiologa nica y los fenmenos causa/efecto.
Fuente: http://www.aapnie.org/

Generalidades.- La Psiconeuroinmunoendocrinologa considera los siguientes sistemas:

Sistema psquico
S

Sistema nervioso
S

Sistema
iinmunitario

Sistema
eendocrino

Sistema organsmico (organismo)


S

Suprasistema (medio exterior)


S

Estos sistemas interactan entre s intercambiando materia, energa o informacin. Por ejemplo:
a) Sistema psquico sobre sistema inmunolgico: El nuevo enfoque de la PNIE ha sugerido nuevas lneas
para la prevencn y el restablecimiento de la salud, basadas en el poder de la mente para aumentar la
capacidad de accin del sistema inmunitario. Se plantearon as ejercicios de visualizacin, como por
ejemplo aquellos donde los pacientes imaginan una batalla inmunitaria interna contra una posible
enfermedad; la autohipnosis y el control mental; la importancia del contacto afectivo y la atencin
cariosa al enfermo; y el empleo de la hipnosis para incrementar la eficiencia del sistema inmunitario.
b) Sistema endocrino sobre sistema psquico: La influencia que ejercen los niveles hormonales sobre el
estado de nimo. La liberacin de endorfinas produce un estado de bienestar general. Esta liberacin
puede inducirse a partir de los movimientos faciales que imitan la sonrisa.
Cazau P (2004) Teora del caos: marco terico de la psiconeuroinmunoendorcrinologa. Buenos Aires: Jornadas de
Psiconeuroinmunoendocrinologa y Adiccionologa. 4 de diciembre de 2004.

PSICOPEDAGOGA
Definicin.- De psico- y pedagoga.) f. Psicol. Disciplina cientfica que investiga los procesos
psicolgicos que intervienen en los hechos pedaggicos y que a veces se identifica con la psicologa*
educativa.
Fuente: Navarro F (director) (1995) Diccionario Enciclopdico Salvat. Barcelona: Salvat.

Diagnstico psicopedaggico.- La especificidad del diagnstico psicopedaggico pasa por pesquisar


cmo es el aprendizaje del sujeto que presenta dificultades. Poner el acento en el proceso, en cmo
aprende, es centrar la cuestin en lo que hace y no hace, y por ello aprende como aprende. Es indagar
en las causas del no aprender, no slo ver en qu fracasa y los resultados de esas fallas. Para todo esto
se requiere una lectura clnica.
La diferencia entre una lectura clnica del material del diagnstico y una pedaggica o psicomtrica, es
que los resultados de los tests son inarticulables si no estn centrados y no ledos e interpretados
cualitativamente a partir de la historia de aprendizajes de ese sujeto particular y nico (pgina 4).
Galaz Mara Ana, Articulacin diagnstica en psicopedagoga. Utilizacin reflexiva de las tcnicas en la bsqueda del
Sujeto que aprende. Revista PerteneSer N 10. Buenos Aires, 2008.

Campo de la psicopedagoga.- Un espacio profesional cuya actividad fundamental tiene que ver con la
manera cmo aprenden y se desarrollan las personas, con las dificultades y problemas que encuentran
cuando llevan a cabo nuevos aprendizajes, con las intervenciones dirigidas a ayudarles a superar estas
dificultades y, en general, con las actividades especialmente pensadas, planificadas y ejecutadas para
que aprendan ms y mejor; podemos decir que el trabajo psicopedaggico est estrechamente vinculado
con el anlisis, la planificacin, el desarrollo y la modificacin de procesos educativos.,
De acuerdo con esta caracterizacin, el espacio profesional de la psicopedagoga no est circunscrito a la
escuela y a la educacin escolar. Todos los procesos educativos, independientemente del contexto
institucional en el que tienen lugar - instituciones escolares, familias, empresas, centros de educacin de
adultos, centros de formacin y capacitacin, asociaciones laborales y comunitarias, centros recreativos,
medios de comunicacin, etc. -, son en principio susceptibles de formar parte del campo de actuacin de
los profesionales de la psicopedagoga (pginas 54 y 55).
Csar Coll Salvador, Psicopedagoga: Confluencia disciplinar y espacio profesional. En El Asesoramiento
Psicopedaggico: una perspectiva profesional y constructiva. Monereo C (Compilador) Alianza Editor, 1999 (Pgina
56).

Psicopedagoga forense.- Las acciones psicopedaggicas en este campo pueden proveer elementos
para la toma de decisiones en causas judiciales y/o estar presentes en procedimientos legales al margen
del juicio oral (como por ejemplo, participando en programas educativos, recreativos, dentro de los
institutos de menores, hogares o crceles).
La psicopedagoga forense llega cuando ya otras instancias han fallado. Han fallado las acciones de
proteccin y promocin social, de la salud y de la educacin, ni tampoco se han tomado medidas
asistenciales efectivas. La psicopedagoga forense aparece para intentar disminuir el efecto residual, para
rehabilitar las secuelas, a acompaar en el proceso de aprendizaje de conocimientos, habilidades,
actitudes necesarios para la inclusin social sana y responsable, a colaborar con la justicia brindndole
informacin que le permita tomar decisiones ms sabias respecto del destino de la gente implecadas en
causas civiles o penales.
El sujeto de la accin de la Psicopedagoga Forense, puede ser entonces, aunque no exclusivamente, un
sujeto judicial. Esto abre una serie de interrogantes respecto a la especificidad de esta prctica:
1) por qu (razn de ser de la Psicopedagoga Forense, educabilidad, derecho a la educacin, etc.)
2) para qu (ideales, fines, teoras)
3) a quin (sujeto individual, familia equipos tcnicos, instituciones, etc.)
4) qu (informes, planes, programas)
5) cmo (diagnsticos y/o tratamientos psicopedaggicos, mtodos especficos, procedimientos y
recursos para los procesos de enseanza aprendizaje, programas educativos individuales)
6) cundo, desde cundo y hasta cundo (de las probabilidades de accin)
7) dnde (ambiente: consultorio, juzgado, institutos, crceles, ONGs, etc.)
8) con quin (sujeto individual, docentes, familias, redes, comunidad, estado, etc.)
9) para quin (sujeto individual, poder judicial, terceros, etc.
10) con qu (recursos econmicos y materiales)
Dentro de esta prctica la Psicologa Forense guarda especial relacin con los fueros civiles, de menores
y penales, pudiendo intervenir en las reas legal (peritajes) y institucional (minoridad y crceles)
(pginas 44 y 45).
Antelo Elsa, Introduccin a la Psicopedagoga Forense. Revista PerteneSer N 10. Buenos Aires, 2008.

PSICOPROFILAXIS
Definicin.- Para algunos es sinnimo de higiene mental, entendida como conjunto de recursos puestos
al servicio de la prevencin, el diagnstico precoz y la rehabilitacin de los enfermos mentales. Sin
embargo, cabe definirla en sentido ms amplio como toda actividad que desde un nivel de anlisis
psicolgico y mediante el empleo de recursos y tcnicas psicolgicas, tienda a promover el desarrollo de
las posibilidades del ser humano, su madurez como individuo y, en definitiva, su felicidad.
Bohoslavsky R, Orientacin vocacional, Buenos Aires, Nueva Visin, 2001, 21 edicin, pg. 24.

Definicin.- Implica la posibilidad de prevenir un shock, un trauma. Por ejemplo la psicoprofilaxis


quirrgica (antes de una operacin) u obsttrica (antes de un parto). Para prevenir se debe informar
sobre lo que vivir o le harn. Debe haber contencin emocional. Tambin se pueden prevenir recadas,
como en el caso de las adicciones. Las adicciones tapan en encuentro con uno mismo, con el verdadero
self.
Bianco L (2002) Clases de Introduccin a la consultora psicolgica. Buenos Aires: Escuela Argentina de Psicologa
Social.

PSICOQUINESIA

Definicin.- (De psico- y el griego knesis, movimiento) f. Supuesta accin del psiquismo, en la
modificacin de un sistema fsico en evolucin, sin causa mecnica observable. En la parapsicologa,
coincidencia significativa y no atribuible al azar o a acciones mecnicas, que se comprueba
estadsticamente, entre un fenmeno subjetivo perteneciente a una serie psquica u otro objetivo
perteneciente a una serie fsica, coincidencia que puede atribuirse a una accin directa del psiquismo
sobre la materia.
Fuente: Navarro F (director) (1995) Diccionario Enciclopdico Salvat. Barcelona: Salvat.

PSICOSOMTICO
Definicin.- Aunque hay diversas acepciones sobre este trmino, algunas concepciones tienen algo en
comn, y entre ellas, la ms destacada es la idea de que cuando un elemento traumtico produce un
grado de desorganizacin que sobrepasa la capacidad efectora del aparato psquico para dominarla y/o
resolverla, es en el nivel somtico donde se produce la respuesta.
Salvarezza Leopoldo (comp) (1998) La vejez: una mirada gerontolgica actual, Paids, Buenos Aires, pg. 244.

Definicin.- (De psico- y el griego `soma, smatos, cuerpo). Dcese de todo sntoma o sndrome
funcional relacionado de modo ostensible con un trastorno psquico. Estas afecciones son concebidas
como enfermedades de adaptacin; las manifestaciones clnicas pertenecen al rea de la expresin
involuntaria, en contraposicin con las de las neurosis y las psicosis, que afectan la vida de relacin.
Navarro F (director) (1995) Diccionario Enciclopdico Salvat. Barcelona: Salvat.

PSICOTECNIA
Definicin.- Rama de la psicologa que tiene por objeto explorar y clasificar las aptitudes de los
individuos mediante pruebas adecuadas (Aristos, 1968:492).
Aristos (1968) Diccionario ilustrado de la lengua espaola. Barcelona: Sopena.

Definicin.- (De psico- y el griego tchne, arte) f. Aplicacin de la psicologa a las actividades humanas,
principalmente en el campo del trabajo, de la enseanza tcnica profesional, etc.
Navarro F (director) (1995) Diccionario Enciclopdico Salvat. Barcelona: Salvat.

PSICOTROPO
Definicin.- Trmino que se aplica a las sustancias que provocan cambios en las funciones psquicas.
Hoy en da su significado se ha restringido hasta convertirse en un sinnimo de psicofrmaco.
Farr Mart J (1999) Diccionario de psicologa. Barcelona: Ocano.

PSIQUE
Definicin.- (Del griego psych) Mente, estructura orgnica de la vida mental. Psiquis.
Texto extrado de: Navarro F (director) (1995) Diccionario Enciclopdico Salvat. Barcelona: Salvat.

Segn Jung.- Es la totalidad de la estructura psicolgica del ser humano: es la unidad bsica de estudio
de Jung, un rea o espacio donde tienen lugar los fenmenos psquicos y donde circula energa psquica
o libido. La circulacin de energa por la psique engendrar procesos psquicos. La psique es una
realidad por derecho propio y capaz de operar segn sus propios principios (pg. 80).
La psique tiene tres estratos: conciencia, inconciente personal e inconciente colectivo. La conciencia
contiene las actitudes con que el individuo hace frente al entorno inmediato, y se encuentra all la
orientacin bsica de su papel en la sociedad y el punto de partida de su racionalidad. El inconciente
personal abarca los contenidos psquicos reprimidos por la conciencia, ms aquellos impulsos y deseos
an no ingresados a la conciencia. Incluye fantasas personales, experiencias olvidadas o reprimidas, etc.
El inconciente colectivo es el estrato ms grande y profundo de la psique, siendo sus contenidos de
carcter arquetpico, los que pueden aflorar y manfiestarse en los estratos ms superficiales de la psique
(pg. 90-93).
Progoff Ira, La psicologa de Jung y su significacin social, Buenos Aires, Paids, 1967.

Segn Jung.- La psique se refiere a todos los procesos psicolgicos: pensamientos, sentimientos,
sensaciones, deseos, etc. Jung us los trminos psique y psquico en vez de mente y mental para evitar
las implicaciones de la conciencia en estos ltimos y para enfatizar que la psique abarca tanto procesos
concientes como inconcientes.
Mientras Freud describa la estructura de la personalidad en trminos de tres fuerzas que estn en
conflicto (ello, yo y superyo), Jung la concibi como un red compleja de sistemas interactuantes que
luchan hacia la armona final, siendo los sistemas primarios el yo, el inconciente personal con sus

complejos y el inconciente colectivo con sus arquetipos. Tambin Jung describi dos actitudes primarias
hacia la realidad y cuatro funciones bsicas, las que juntas relacionadas forman la psique, o personalidad
total.
Engler Barbara, Introduccin a las teoras de la personalidad. Mxico: McGraw-Hill, pg. 76.

Psique objetiva.- Este trmino sustituy al anteriormente utilizado por Jung de inconciente colectivo,
que haba dado lugar a graves incomprensiones y malas interpretaciones. Jung defini la psique objetiva
como la totalidad de las prefiguraciones y predisposiciones psquicas a priori, el sustrato total del
funcionamiento psquico autnomo, Segn Jung, esta reserva de existencia psquica da origen a la
conciencia; existe antes de la mente conciente y sigue funcionando conjuntamente o a pesar de la
conciencia; es autnoma y tiene leyes propias. Aunque la psique objetiva puede contener muchos
elementos que anteriormente fueron concientes y se han vuelto inconcientes de nuevo, por medio de la
represin, por ejemplo, el inconciente en su conjunto, no puede considerarse como un mero resto de la
conciencia (pgina 106).
Kaplan H y Sadock B (1992) Compendio de psiquiatra. Mxico: Salvat. 2 edicin.

Psiquismo.- M. Psicol. Conjunto de fenmenos que integran la vida cognoscitiva, afectiva, volitiva, etc.
de un individuo y cuyo estudio es objeto de la psicologa.
Texto extrado de: Navarro F (director) (1995) Diccionario Enciclopdico Salvat. Barcelona: Salvat.

Generalidades sobre psiquismo.- La nocin de psiquismo aparece histricamente en relacin con el


alma, que Aristteles vea como un impulso vital. En relacin con psquico est "psyque" o exhalacin
antes de morir, lo que se va del cuerpo al morir. Es una idea presocrtica donde se ve el alma como
causa de la animacin del cuerpo. Otro sentido ve el alma como algo que emana de lo psquico como si
fuera aire o calor, y de aqu sali despus la idea de un "doble" o "sombra" que habita dentro del cuerpo.
En cualquier caso, es una realidad que no es tangible, y ah lo psquico empieza a distinguirse de lo
corporal.
Fernndez R, Psicologa de la personalidad, clases dictadas en la Ctedra de Psicologa de la Personalidad de la
Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires, 1995.

Desarrollo del psiquismo segn M. Klein.- 1. El primer objeto es el pecho materno, que es escindido
en un pecho bueno (gratificador), lo cual lleva a separar amor y odio. Ese primer objeto es introyectado
y proyectado, procesos ambos que intervienen en la construccin del yo, del Supery, y preparan el
advenimiento del complejo de Edipo entre 6 y 12 meses de vida.
Al comienzo el impulso destructivo va hacia el objeto materno (fantasas de ataques sdico-orales), que
generan temores persecutorios, los que provienen tambin de los impulsos sdico-anales (invadir el
cuerpo materno con excrementos o entrar en el cuerpo para controlarlo desde dentro).
Los contenidos de la ansiedad son por ejemplo miedo de ser envenenado y devorado; defensas tpicas
precoces son asimismo la escisin del objeto y de los impulsos, la idealizacin, la negacin de la
realidad exterior e interior, y el ahogo de las emociones.
2. En los primeros meses de vida, la ansiedad se experimenta sobre todo como miedo a la persecucin,
lo que genera ciertos mecanismos y defensas que caracterizan la posicin esquizo-paranoide. En la
temprana infancia surgen las ansiedades tpicas de las psicosis, desarrollando el yo mecanismos
defensivos contra ellas. Esto no significa que todos los nios sean psicticos. Tales ansiedades y
defensas infantiles influyen poderosamente sobre el desarrollo del yo, del Supery y las relaciones de
objeto.
3. Entre las defensas, se destaca la escisin de objetos internos y externos, los emociones, y el yo,
mecanismos que son parte del desarrollo normal y al mismo tiempo forman la base de la futura
esquizofrenia.
4. Detrs de la identificacin proyectiva, hay una combinacin de escindir partes del yo mismo y
proyectarlas en otra persona, con algunos efectos de esta identificacin sobre relaciones de objetos
normales y esquizoides.
Una fijacin en la posicin esquizo-paranoide producir graves psicosis esquizofrnicas y no se podr
pasar a la posicin depresiva. Si la fijacin ocurre en esta ltima, se podrn provocar perturbaciones
manaco-depresivas.
5. La irrupcin de la posicin depresiva es la coyuntura por la que los mecanismos esquizoides pueden
ser reforzados por regresin. En la posicin depresiva, a la que se llega habiendo superado la fase
anterior, la sntesis entre los aspectos amados y odiados del objeto total, da origen a sentimientos de
duelo y culpa que implican progresos que implican progreso para el desarrollo afectivo e intelectual del
nio, pero es tambin un punto crucial para la eleccin de la neurosis o la psicosis.
6. Hay una estrecha relacin entre las perturbaciones manaco-depresivas y esquizoides, basada en la
interaccin entre las posiciones infantiles (evolutivas) esquizo-paranoides y depresiva.
Condensado de Klein Melanie (1946) Nota sobre algunos mecanismos esquizoides. Artculo incluido en Klein M, Obras
Completas, Tomo 3. Buenos Aires: Editorial Paids, 1983.

Psquico.- En un sentido tradicional se aplica a aquellos fenmenos o actos en que interviene el


pensamiento. No debe confundirse lo psquico con lo inconciente, pues la conciencia no lo caracteriza. Los
fenmenos psquicos pueden dividirse en: superiores, concientes y voluntarios, y fenmenos psquicos
inferiores, inconcientes y automticos. El trmino mental suele aplicarse solamente a la vida psquica
superior.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

PSIQUISMO FETAL
Generalidades.- Conocer de las bases ontognicas del psiquismo requiere, como condicin previa, la
superacin psicolgica de la fuente productora de angustia ms importante en la historia del individuo,
que es el trauma del nacimiento.
Debiendo cumplirse dicha superacin no solo por el investigador sino tambin por su audiencia y el
ambiente que va a aglutinarse en torno suyo para estimularlo y apoyar su desarrollo.
La dificultad para superar la enorme angustia ante el trauma del nacimiento es la razn ms explicativa
para comprender la desestimacin en que se han tenido hasta hoy los hallazgos sealados por Freud, por
Abraham, por Fenichel, por Ferenczi, por Rank, por Jung, por Dadger, por Tausk, por Fodor, por
Groddeck, por Roheim y por Lietaert Peerbolte, etc. Con respecto a los ncleos prenatales del psiquismo.
En la obra de Freud, Rascovsky encuentra de continuo una marcada insistencia respecto a los factores
hereditarios y a la significacin de la vivencias heredadas y desarrolladas prenatalmente.
El autor llega as a comprender en el proceso incorporativo una etapa previa a la incorporacin oral y a la
que Fenichel ha dedicado un aislado estudio que aport una base muy til. Se refiere a la etapa anterior,
de incorporacin visual, cuyo estudio ha permitido alcanzar nuevos esclarecimientos en el campo de la
escoptofilia y el exhibicionismo.
Las teoras psicoanalticas existentes colocan la relacin de objeto a partir de la etapa oral. Pero los
resultados a los que lleg el autor por la aceptacin de un mundo de objetos histricos percibidos
internamente, lo ha hecho admitir la existencia, anterior a la organizacin oral, de una relacin de
objetos extremadamente rica y en la cual se encuentra todo el acervo del conocimiento heredado, es
decir, el conocimiento inmanente.
Se concibe as el Ello como el primitivo ambiente del Yo como el mundo inicial de sus objetos -objetos de
naturaleza ideal- con caractersticas fsicas especficas (un substractum fsico bidimensional). Al
comprenderlo de este modo se comprenden tambin las leyes que rigen la percepcin e identificacin por
el Yo de sus objetos internos.
Las condiciones que permiten el desarrollo del proceso ontognico son particularmente interesantes para
esclarecer el desarrollo psquico prenatal.
Encontrndose el feto en la ventajosa circunstancia de que los esfuerzos fundamentales de adaptacin al
mundo real externo son cumplidos por el organismo materno, puede por ello prescindir de los objetos
reales y mantener toda su orientacin hacia el mundo interno ideal, constituido por el conjunto de las
protofantasas heredadas y almacenadas por el Ello.
Para Rascovsky, la comprensin del ncleo prenatal del Yo introduce un intenso esclarecimiento sobre
algunos procesos hasta ahora enigmticos.
En primer lugar ubica adecuadamente el proceso mgico del pensamiento, su existencia y su utilidad en
el curso del desarrollo.
En segundo lugar sita la regresin psictica, parcial o total, en su verdadera cronologa arcaica. Explica
adems por qu la intensa frustracin en relacin con el objeto externo real, conduce a la relacin
exclusiva con su previo equivalente interno ideal.
En tercer lugar, brinda las bases genticas de toda la organizacin psquica y nos introduce a una
interpretacin de las formas de mantenimiento de las representaciones heredadas y del proceso de la
metamorfosis embrionario-fetal.
En cuarto lugar explica las razones del proceso de disociacin de la primitiva unidad del Yo, a partir del
trauma de nacimiento, y tambin el significado de la negacin, idealizacin y omnipotencia en base a la
necesidad de mantener la relacin exclusiva con la representacin interna u objeto arcaico.
En quinto lugar muestra la graduacin en el desarrollo perceptivo del Yo, a partir de la relacin
bidimensional con la representacin interna, hasta alcanzar la percepcin tetradimensional del objeto
externo.
En sexto lugar seala la significacin prospectiva de la agresin y del trauma del nacimiento para
movilizar la relacin de objeto, forzando la proyeccin de la representacin interna sobre su equivalente
real externo, y favoreciendo el juego ulterior de introyecciones y proyecciones. Otros conceptos
mantenidos hasta hoy como postulados tericos en la teora psicoanaltica adquieren una categora
vivencial cuando se los ubica prenatalmente. Tales son los conceptos relacionados con el Yo ideal, el ideal
del Yo, el principio de placer, el fenmeno del doble, etc..
Todo ello lllev al autor a afirmar la existencia de una situacin regresiva constante con la aparicin de
los mecanismos inherentes a la situacin fetal, toda vez que la abrumacin de la situacin paranoide

forzaba por el Yo al abandono de la relacin con el objeto externo y al refugio en las condiciones
anteriores que le mantenan ligado al objeto interno exclusivamente.
ESQUEMA DE LA ORGANIZACIN DEL PSIQUISMO FETAL. LA REPRESIN PRIMARIA, LO SINIESTRO Y LA
RESISTENCIA AL CONOCIMIENTO DEL PSIQUISMO PRENATAL
El nio cuando nace tiene un Yo perceptor y efector suficientemente organizado y que desde tiempo
antes estaba en tales condiciones. Esto lo revela el simple hecho de que un nio es viable y en
condiciones de adaptarse al mundo externo real desde dos o tres meses antes del trmino habitual.
Existen por otra parte, argumentos indiscutibles y evidentes para aceptar la existencia de una
organizacin psquica prenatal y un desarrollo ontognico del psiquismo paralelo al desarrollo ontognico
de todo el organismo. No obstante, salvo escasas referencias, la literatura psicoanaltica se obstina en
situar el comienzo de la organizacin psquica despus del nacimiento.
Incluso la mayor parte de los procesos especficos del psiquismo prenatal han sido descritos aisladamente
situndolos como acontecimientos o desarrollos postnatales o sin ubicacin. Tales procesos son por
ejemplo: el Yo ideal, el ideal del Yo, el pensamiento mgico, el Yo placentero, el principio del placer,
etc. Freud en su estudio sobre lo siniestro y al referirse al carcter siniestro que adquiere la vuelta de lo
reprimido seala el significado prenatal de muchos de los contenidos unheimlich.
En la totalidad de su vasta produccin existen muchas referencias y alusiones al retorno intrauterino. La
mayora de los analistas aceptan estas fantasas y sueos intrauterinos e incluso fueron objeto de un
estudio estadstico en la investigacin sobre asma de French y Alexander y la Escuela de Chicago.
As como la amnesia infantil con respecto a la vida sexual primitiva surgi de la angustia provocada por el
complejo de castracin genital, la amnesia y resistencia al conocimiento fetal y el sentido siniestro que
adquiere su estudio, tienen origen en la gran fuente angustiosa que represent el nacimiento. La
represin primaria se establece con el nacimiento y la disociacin que experimenta el Yo para adaptarse a
la realidad exterior. En ese momento de la evolucin psquica se instala la modificacin del Ideal del Yo
que adquiere las caractersticas sdicas del Supery y se interrumpe la libre conexin con el Ello, es
decir, con la fantasa inconciente.
Este arcaico temor a la gran angustia de nacer le confiere su carcter siniestro y se ha opuesto al
esclarecimiento de la ubicacin autntica del Yo fetal y sobre todo al conocimiento heredado que encierra
todo el patrimonio del conocimiento instintivo.
EL PSIQUISMO FETAL
Existe un psiquismo prenatal, caracterizado como la fase del desarrollo en la cual se establecen las
primeras relaciones de objeto entre el Yo y las protofantasas heredadas que coexisten evolutivamente en
el Ello. As, como la relacin actual de objeto interna es previa a la relacin con el equivalente real
externo, el desarrollo de las relaciones equivalentes con los objetos reales que comienzan como lo hemos
sealado en la etapa oral digestiva, es decir, despus del nacimiento.
El Yo es desde sus mismos comienzos esencialmente un rgano perceptor. Ya en sus orgenes debe
percibir las representaciones iniciales existentes en el Ello y a las que corresponden las caractersticas
descriptas por Freud para el proceso primario. En el Yo incipiente, percepcin, identificacin y
delimitacin, constituyen un fenmeno nico. Desde un punto de vista perceptivo la cualidad esencial del
objeto situado en el Ello es su carcter plstico. Por lo tanto el Yo debe poseer un instrumento perceptor
visual o de registro plstico, para captar las representaciones internas.
La relacin con el objeto interno es de carcter estrictamente bidimensional y constituye una percepcin
de carcter ptico monofocal. Esta percepcin prenatal es limitada o reprimida desde el nacimiento y a
medida que se incrementa la relacin con los objetos externos reales equivalentes. Por ello la visin
interior monofocal es anterior, antagnica y alternante con la visin interior bifocal de los objetos reales.
Esta limitacin o represin de la visin interior primitiva de los objetos internos heredados, constituye la
represin primaria.
EL YO IDEAL
El Yo prenatal es totalmente permeable para los contenidos del Ello puesto que no se ha instituido aun la
represin primaria que se establecer luego del nacimiento. El libre flujo de los contenidos y cargas
psquicas desde el Ello al Yo es paralelo al incondicional suministro fsico existente a travs del cordn
umbilical. En esa forma el Yo va reproduciendo las representaciones del Ello.
El Yo realiza su metamorfosis mediante vivencias que siguen los patrones de identificacin brindados por
esas representaciones del Ello. Tales patrones estn constituidos por el conjunto de las protofantasas
genticamente heredadas.
El Yo ideal es una realidad arcaica mediante la cual ha sido posible el cumplimiento de la intensa
metamorfosis embrionario-fetal. Por otra parte la constancia de los patrones heredados hace innecesaria
en esta poca la seleccin implicada en la censura que rige la represin primaria.
EL FENMENO DEL DOBLE
La automtica reproduccin que realiza el Yo prenatal de las imgenes del Ello condiciona el denominado
fenmeno del doble. Este fenmeno de tanta trascendencia en el psiquismo primitivo ha merecido
mltiples interpretaciones. Rank considera en su clsico estudio sobre el doble la existencia de:
a) Un editor idntico;

b) Un doble anterior, y
c) Un doble antagnico.
El autor cree que el doble idntico (a) de Rank, corresponde a la reproduccin en el Yo de la primitiva
representacin del Ello, que es el doble anterior (b) corresponde a la primitiva imagen en el Ello de la
duplicacin en el Yo y, finalmente, que el doble antagnico (c) deriva de la transformacin de esta
representacin que ha sido el Ideal del Yo en el Supery. Esta transformacin se opera por la accin de
las cargas agresivas incrementadas que surgen del trauma del nacimiento y de las frustraciones intensas
que le acompaan.
EL IDEAL DEL YO
El Yo se desarrolla a expensas de su primitivo ambiente que es el Ello. All se encuentran sus patrones de
identificacin, en otros trminos, su ideal del Yo. En las condiciones propicias prenatales la identificacin
con el Ideal del Yo es absoluta e irrevocable, y las leyes que rigen esta comunicacin parecen ser las de
contacto y simpata, es decir, las leyes mgicas.
La inexistencia de la represin primaria y por lo tanto la existencia de un Yo ideal, son condiciones
indispensables para la existencia del ideal del Yo y su expresin ms pura. Es decir, como un patrn que
se ofrece absolutamente desde el Ello para su reproduccin en el Yo.
Con el nacimiento se establece la represin primaria que interrumpe la existencia del Yo ideal o, en otros
trminos, se interrumpe el flujo indiscriminado desde el Ello. Ocurre entonces la escisin y disociacin del
Yo. Parte del Yo se orienta hacia la bsqueda de la realidad exterior porque los objetos internos son
ahora insuficientes para el mantenimiento de los requisitos primarios de satisfaccin. El ideal del Yo
comienza a integrarse con los objetos antagnicos censores y frustrantes del Supery. Esta mutacin se
realiza esencialmente a expensas del aumento de la carga agresiva que surge del trauma de nacimiento
con la interrupcin del flujo umbilical. Se pasa as de la posicin autista a la posicin esquizo-paranoide.
EL PASAJE DEL PRINCIPIO DE NIRVANA AL PRINCIPIO DEL PLACER Y AL PRINCIPIO DE REALIDAD
Las tensiones instintivas durante el perodo fetal mantienen un nivel de satisfaccin constante a expensas
del constante e ininterrumpido aflujo umbilical. Este equilibrio tensional se manifiesta psquicamente
como el principio de Nirvana. Cuando con el nacimiento se interrumpe el suministro umbilical se produce
consecuentemente un abrupto incremento de las tensiones instintivas que han perdido las fuentes de
satisfaccin. Desde entonces se descargarn peridica e ininterrumpidamente con cada incorporacin de
aire, alimentos, etc. adquiriendo un ritmo cclico de acumulacin y descarga. Esta acumulacin tensional,
superando un determinado umbral, es experimentada como ansiedad (por el incremento de los instintos
de muerte actuando sobre el Yo) y engendra el principio de displacer-placer.
El paso del principio de placer al principio de realidad es paralelo o concomitante con la externalizacin de
la representacin interna del objeto propulsada por el incremento de las tendencias agresivas. El objeto
interno es as proyectado sobre su equivalente real externo; por ejemplo: el pecho alucinado o la
representacin interna del pecho es proyectada sobre el pecho real.
A continuacin esta representacin es reinternalizada con los atributos del pecho real y, de acuerdo con
las caractersticas de ste, se modifica la previa representacin interna original. Mediante este juego
sucesivo de proyecciones e introyecciones se realiza la modificacin constante del mundo interno y
externo a travs de la experiencia. El motor activador de este juego permanente de proyecciones e
introyecciones modificadoras, es el incremento de la agresin.
LAS INTERRELACIONES ARCAICAS ENTRE EL YO Y EL ELLO
Los objetos internos tienen, como ha sealado el autor antes, una estructura bidimensional, y su
percepcin por el Yo se realiza por mecanismos fsicos. El Yo prenatal percibe fenmenos acsticos y
visuales, ambas series de fenmenos estn orientados en direcciones opuestas. Los fenmenos acsticos,
como en el soante, le comunican con el mundo externo real y constituyen las bases ontognicas del
proceso secundario. Estos rudimentos fonticos perceptivos evolucionarn hasta llegar en la vida
prenatal, al lenguaje hablado que constituye su expresin ms definitiva. En cambio, las percepciones
pticas iniciales le comunicas con su ambiente interior, con el Ello.
DISOCIACIN, NEGACIN, IDEALIZACIN Y OMNIPOTENCIA
Para Rascobsky, la disociacin del Yo implica la existencia de un Yo anterior aun no disociado, que es el
Yo prenatal. Asimismo la negacin que se ha referido clsicamente a la negacin de la relacin frustrante
con el objeto externo (luego internalizado) conduce a la aceptacin exclusiva de la primitiva relacin ideal
con el objeto interno arcaico. En esa forma mediante la negacin es rechazada la parte del Yo que en la
disociacin postnatal se conecta con el objeto externo y por consiguiente solo es reconocida la parte
conectada con el objeto interno ideal. Idealizacin y omnipotencia son primitivamente corolarios de la
regresin o subsistencia del ncleo prenatal o autista del Yo. Entonces los objetos son omnipotentemente
manejados de acuerdo con las leyes mgicas que rigen la relacin arcaica entre el Yo y el Ello.
Los conceptos conocidos clsicamente en la literatura psicoanaltica como Yo placentero, deben
considerarse referidos al ncleo prenatal del Yo en su identificacin total con el ideal del Yo y su accin
omnipotente sobre los objetos internos. La idealizacin y la omnipotencia constituyen el mecanismo
normal en la relacin de objeto del Yo con el Ello antes del advenimiento de los objetos reales
postnatales.

Rascovsky sintetiza lo tratado en su artculo en los siguientes puntos:


Las caractersticas del psiquismo fetal surgen de algunos hechos esenciales que marcan patrones
reaccionales totalmente diversos de los que rigen la situacin postnatal:
a) En primer lugar la existencia relativa de los objetos del mundo externo real y la inoperancia de los
mecanismos fundamentales de adaptacin al mundo exterior. Este funcionamiento que se desarrollar
crecientemente a partir del corte umbilical es cumplido por el organismo materno durante el perodo
embrionario-fetal.
b) La existencia del desequilibrio interno de tensiones creadas por el trauma de nacimiento y el
surgimiento del subsiguiente proceso cclico de incremento de la tensin y de logro de la satisfaccin.
c) La inexistencia de la represin primaria y por consiguiente la existencia de una permeabilidad total
entre el Yo y el Ello. El Yo recibe as el suministro instintivo y su corolario mental, la fantasa inconciente,
en forma constante, irrevocable e indefectible.
d) El Yo fetal es el doble de aspectos parciales del Ello.
e) El Yo fetal y un Yo ideal y el Ideal del Yo estaran en el Ello. Con el trauma de nacimiento y la
institucin de la represin primaria se integra el Ideal del Yo con los aspectos sdicos del Supery.
f) La percepcin interna del Yo es un fenmeno de registro plstico monofocal bidimensional que recibe la
imagen del Ello. Los registros olfativos, acsticos o de otra ndole sensorial, son convertidos en un
equivalente simblico plstico para su registro en el Ello, y cuando son evocados, el Yo les puede
reintegrar su cualidad sensorial original.
g) La intercomunicacin entre el Yo y el Ello se rige por las leyes mgicas de contacto y simpata. La
idealizacin y la omnipotencia son mecanismos del Yo fetal que aparecen como remanentes arcaicos en la
posicin esquizoparanoide ulterior.
h) El Yo fetal mantiene una unidad y coherencia que se disocia por el impacto del trauma de nacimiento y
por lo tanto su integridad es superior a la existente en la posicin esquizoparanoide ulterior.
i) La capacidad perceptiva del Yo fetal alcanza cualidades que se inhiben con la instalacin de la represin
primaria. Estas cualidades denominadas extrasensoriales o parapsicolgicas, se readquieren en las
regresiones muy profundas. Las regresiones muy profundas espontneas o inducidas mediante la
exacerbacin de las ansiedades paranoides por procedimientos frustrantes o agresivos (ayunos,
abstinencia, aislamiento, flagelaciones, silicio, circuncisin, intoxicaciones, etc.) intensifican la relacin y
los mecanismos arcaicos existentes entre el Yo y el Ello a expensas del abandono de la integracin con
los objetos reales.
Rascovsky Arnaldo, El psiquismo fetal (resumen).

Enfoque psicoanaltico.- Segn los autores, la comprensin psicoanaltica de la evolucin del psiquismo
ha partido desde el punto considerado como inicial, esto es desde el nacimiento.
En los primeros das y semanas, la relacin con el mundo exterior es esencialmente dirigida a travs de
la boca del nio, pasa por diversas mutaciones o vicisitudes que le conducen a integrar finalmente su
mejor relacin con los objetos externos mediante la organizacin de la etapa genital. Sobre esta base se
ha establecido la comprensin psicoanaltica del desarrollo primitivo del individuo.
Sin embargo, la preocupacin dominante en la investigacin psicoanaltica en los ltimos decenios se ha
dirigido al estudio de la relacin del Yo con los objetos internos. La experiencia clnica demostr que las
relaciones con los objetos existan desde el comienzo inicial del desarrollo del Yo y que adems entre los
objetos con que se realizaba la evolucin dinmica del individuo, deban incluirse tanto los objetos
externos reales como los objetos internos o endopsquicos.
La valoracin creciente de los objetos internos oblig a retrotraer muchos procesos a momentos
cronolgicamente anteriores. As se concluy que tanto la organizacin del Supery como el complejo de
Edipo, tenan races muy anteriores a las que se haban sealado en las investigaciones de comienzo.
Sealan tambin que muchos autores tendieron a considerar tan solo los objetos o representaciones
internas que resultan del registro interior de una experiencia con un objeto externo a partir del
nacimiento. Los objetos externos primitivos adquirieron una significacin ascendente y por tanto las
experiencias iniciales con el pecho materno como representante ms arcaico de los objetos externos.
El primer problema en esta investigacin surgi al plantearse la relacin recproca entre objeto interno
(representacin interna de un objeto) y el objeto externo. En primer lugar los autores han aceptado que
un gran nmero de nuestros objetos internos constituyen el registro interior o endopsquico de una
vivencia experimentada con un objeto externo en el curso de nuestra vida. Pero aaden que aquellas
representaciones internas heredadas o registros internos que no constituyen el resultado de alguna
experiencia individual post-natal con objetos reales del mundo exterior.
La resistencia para el conocimiento del psiquismo fetal se ha desplazado habitualmente hacia la
desestimacin o negacin de las representaciones heredadas.
Hasta tanto no se interrumpa el aflujo umbilical de alimento de la madre hacia el hijo, el Yo est libre de
la necesidad del objeto externo. Esto mantiene al Yo fetal en una total independencia de los objetos
externos que sern despus indispensables en la vida post-natal. Esta prescindencia de la realidad
permite comprender la exclusiva relacin del Yo fetal con las representaciones internas o heredadas.

Tales objetos internos heredados fueron situados por Freud en el Ello, o sea el depsito donde se
almacena la experiencia arcaica heredada, el acervo de experiencias transmitidas a travs de las
generaciones y que el Yo debe tomar para sus identificaciones y evolucin.
Los objetos internos arcaicos heredados constituyen las representaciones internas resultantes de una
experiencia post-natal, rplicas de objetos del mundo exterior que han sido registrados interiormente,
pero su diferencia con los ltimos consiste en que los objetos prenatales corresponden a objetos externos
arcaicos registrados filogenticamente, en tanto que las representaciones internas post-natales se
refieren a objetos vivenciados e internalizados en nuestra propia experiencia individual con el mundo
real.
La clnica demuestra permanentemente que la retraccin ante los objetos del mundo real lleva con
frecuencia al sujeto a intensificar la relacin con los objetos internos que integran un mundo de fantasa
mucho ms rico que el que resulta de nuestra experiencia externa real. Es sobre todo la interrupcin del
suministro de oxgeno lo que ms incrementa los instintos destructivos y por lo tanto cumple la mayor
amenaza de aniquilacin para el Yo fetal.
El Yo fetal es la raz integrante y seguramente la parte ms considerable de la totalidad del Yo a travs
de toda su evolucin, y solo tiene significacin patolgica su actuacin exclusiva o predominante a
expensas de un derrumbamiento de otras integraciones desarrolladas en el curso de la evolucin postnatal y que aseguran la conexin con el mundo externo real.
El objeto real externo est constituido por las tres dimensiones espaciales ms la dimensin temporal que
da el sentido actual o conciente a lo percibido. La adquisicin fundamental en la integracin de un objeto,
desde la representacin interna hasta su equivalente externo real, est constituida por la adquisicin final
de la profundidad espacial.
Una de las diferencias esenciales entre el proceso primario y el proceso secundario consiste en que en el
pensamiento inconciente que corresponde al proceso primario no existe la ordenacin temporal que
constituye un elemento fundamental en el pensamiento lgico que se rige por el proceso secundario.
La introduccin de la ordenacin temporal es la condicin que brinda la capacidad de acceso a la
conciencia o la condicin de conciente a una representacin determinada.
Ms concretamente, el psiquismo fetal desplegndose en el Ello fetal transcurre fuera del tiempo y fuera
del espacio real. Este despliegue bidimensional inicial de la fantasa inconciente en el Ello pasa a
desenvolverse dentro de una nueva dimensin a medida que se reproduce en su doble, constituido por su
equivalente en el Yo fetal.
El estudio del psiquismo fetal ubica legtima y originariamente al proceso mgico del pensamiento. El
pensamiento mgico es el pensamiento arcaico e inicial y se hace posible mediante la regencia de los
procesos de idealizacin y omnipotencia, Sus leyes operantes, a saber, las leyes de contacto y simpata,
son las que explican la comunicacin entre las representaciones existentes en el Ello y su reproduccin en
el Yo. La magia no opera con objetos reales tetradimensionales sino con los objetos bidimensionales
ideales o internos propios del Yo.
Es difcil establecer una comprensin de la totalidad sin considerar la secuencia entre la organizacin fetal
y la post-natal, esto es sin entrar al escrutinio de las modificaciones experimentadas por el organismo en
tal trascendental adaptacin.
De los mecanismos descritos como caractersticamente constitutivos de la posicin esquizoparanoide, los
autores han sealado que por lo menos la negacin, la idealizacin y la omnipotencia son caractersticas
fetales persistiendo en la situacin post-natal.
Consideran finalmente los autores que la existencia de una posicin fetal o autista anterior a la posicin
esquizoparanoide y que se presenta secuencialmente toda vez que fracasa la elaboracin de la ansiedad
paranoide provocada por el incremento de la agresin, exige la regresin a un estado anterior de
adaptacin. Consideran adems que esta posicin fetal o autista ocupa la parte ms considerable de la
vida del individuo, y su funcin predominante se ejerce en condiciones tal habituales y cotidianas como el
dormir en las diferentes formas del aislamiento, retraimiento y diversin que usamos los seres humanos
para defendernos del impacto de la realidad abrumadora.
En la clnica el material esencial de estudio de las manifestaciones del psiquismo fetal est constituido por
los sueos y por la fantasa desconectada de la relacin con el objeto externo real en cualquier nivel que
se exprese. Todas las tcnicas que tienden a la investigacin del inconciente encuentran en la fantasa
inconciente su material especfico. El estrato ms primitivo de la fantasa inconciente est constituido por
las representaciones heredadas que constituyen su punto de partida y desde donde surge toda relacin
ulterior de objeto.
Rascovsky, Arnaldo y Matilde, Introduccin al estudio psicoanaltico del psiquismo fetal (resumen).

PUBERTAD
Pubertad y climaterio.- La pubertad no constituye ms que una de las fases en el desenvolvimiento de
la vida humana. Es la primera recapitulacin del perodo sexual infantil. Una segunda revisin
sobrevendr en un perodo ulterior de la vida el climaterio. Cada uno de estos perodos sexuales
constituye una renovacin y reviviscencia del precedente y cado uno aporta, a su turno, algo propio de la

vida sexual. Como en la pubertad se arriba a la madurez sexual fsica, en este perodo la genitalidad
ocupa el primer plano y las tendencias genitales dominan los instintos parciales pregenitales. En el
climaterio, en que las funciones sexuales fsicas declinan, los impulsos genitales se despiertan por ltima
vez y los impulsos pregenitales retornan a su formacin primitiva (Freud A, 1979:154).
Freud Anna (1979), El yo y los mecanismos de defensa. Buenos Aires: Paids.

PUERPERIO
Trastornos de sueo y estado de nimo en el postparto.- El embarazo y el perodo postparto se
conocen como momentos de vulnerabilidad a los trastornos del estado de nimo, incluyendo la depresin
postparto y la psicosis. Recientemente, los cambios en la fisiologa del sueo y de la prdida del sueo se
han propuesto componentes en los trastornos psiquitricos perinatales. En este artculo revisamos qu se
conoce sobre los cambios en la fisiologa del sueo y la conducta durante el perodo perinatal, haciendo
especial hincapi sobre las relaciones entre la tristeza postparto, depresin y psicosis y sobre
intervenciones basadas en el sueo para el tratamiento y la prevencin de los trastornos del estado de
nimo perinatales. La interaccin entre el sueo y los trastornos del estado de nimo perinatales es
significativa, pero investigacin basada en la evidencia en este campo es limitada. Los estudios que
miden el sueo y el estado de nimo durante el perodo perinatal, particularmente aquellos que emplean
herramientas de medicin objetiva tales como polisomnografa y la actigrafa, proporcionarn
importante informacin sobre las causas, la prevencin y el tratamiento de los trastornos del estado de
nimo perinatales.
Ross L y otros, El sueo y los trastornos del estado de nimo perinatal: una revisin crtica. JOURNAL OF PSYCHIATRY
AND NEUROSCIENCE. 2005 JUL; 30(4).

PULSIN
Generalidades.- Seala Green que tanto M. Klein como J. Lacan, ya sea por el nfasis excluyente en
las relaciones de objetos, ya sea por el imperialismo del significante comparten el relegamiento del
concepto de pulsin.
Todas las teoras tienen en comn, a despecho de sus divergencias, su ataque al postulado fundamental
de Freud, que sita a la pulsin en los orgenes de la vida psquica, y concibe los cambios y conquistas de
sta, como efecto de los conflictos engendrados por dichas punciones, y como destinos de ellas.
La teora de la relacin de objeto, se trata de la corriente ms importante del psicoanlisis postfreudiano. La clnica de las estructuras no neurtica, necesit tomar en consideracin, en cuanto a la idea
que nos hacemos de la etiopatogenia de estos sndromes, la parte especfica que le corresponda al
objeto. La reflexin psicoanaltica ha profundizado acerca del papel, la funcin y el devenir del objeto.
Dentro del campo del psicoanlisis freudiano, (en sentido amplio), debe pensarse primeramente en la
obra de Fairbain y sus repercusiones en Guntrip, donde el concepto de relaciones de objeto sustituye al
de pulsin.
Melanie Klein conserv la referencia al dualismo funcional de Freud, aunque interpretndolo de un modo
harto diferente. Por otra parte defendi la idea de una relacin de objeto, que existira desde el principio.
Se observa pues, que difiere a la vez de Freud, en este ltimo punto y de Fairbain, quien elimina del
instrumental terico, la referencia primordial a la pulsin. Sin embargo a medida que la corriente
kleiniana fue desarrollndose, el acople mantenido por Melanie Klein entre juego de instintos y relacin
de objeto, iba a dejar todo el espacio a esta ltima, a las necesidades arcaicas y, en sus continuadores, a
las defensas primitivas.
Winnicott, que no deja de reconocer la importancia de la va pulsional, la sita en un momento posterior
a la aparicin de un Yo primitivo, capaz de comprobar los efectos del funcionamiento pulsional, el cual se
manifestara, por lo tanto, secundariamente. Sin embargo es uno de los pocos tericos contemporneos,
que propusieron una teora de la simbolizacin, en el lugar de encuentro de la separacin entre interior y
exterior; diferencindose en ello de Melanie Klein, quien concibe tal separacin como un proceso, que
pone en juego, nada ms que los objetos internos. Es sabido que, para Lacan, la separacin se establece
en la relacin del sujeto con el significante.
La psicologa del Yo, por su parte, al impugnar la concepcin freudiana de un Ello originario, del que
nacera el Yo, postulando, pues, un origen distinto para ambas instancias y hasta sosteniendo la
existencia de una esfera libre de conflictos en el Yo, conduca necesariamente a restringir la influencia del
mbito pulsional. Del mismo modo, la sustitucin de la pulsin por muerte, por el concepto de agresin,
en paridad con la libido ertica, atemperaba el radicalismo de la ltima teora de las pulsiones de Freud. Y
ello aun cuando Hartmann, siguiera convencido de la importancia de las pulsiones, y de su vasta
influencia sobre el psiquismo.
La psicologa psicoanaltica de Kohut, opondr las pulsiones al self, y a los avatares del narcisismo,
separndose as de la tesis freudiana del narcisismo como producto de las transformaciones de las
pulsiones del Yo.

Lacan, por ltimo, admitiendo siempre la posicin central de la pulsin en el edificio terico freudiano, la
subordina al orden de significante, al que corresponde la primaca. Pese a los esfuerzos de Lacan por dar
al significante una acepcin psicoanaltica diferente de la que le dio Saussure en lingstica, las
diferencias entre el significante lacaniano y el significante saussuriano quedaron insuficientemente
aclaradas (Celener, 1997:99).
Celener G (1997) Las tcnicas proyectivas. Su estatus epistemolgico actual. Buenos Aires: JVE Ediciones.

Segn Freud.- Romero y Sauane sintetizan la evolucin del concepto de la siguiente manera:
1900.- La Cc es quien reprime, desalojando las representaciones intolerables de la conciencia.
1905.- "Tres ensayos para una teora sexual"y "Psicognesis de las perturbaciones de la visin" (1909)
Diferencia por primera vez pulsiones del yo y pulsiones sexuales, donde las primeras (cuya fuerza no es
la libido sino el inters) rechazan a las segundas. Tal la primera teora pulsional, articuladas en los casos
Dora (1905), Juanito (1907) y hombre de las ratas (1909). Se pone el acento en 'lo reprimido' ms que
sobre el agente represor.
1914.- Corrige la primera tpica de 1900, planteando que el Prec no puede ser el responsable de la
represin, pues entonces la represin poda devenir conciente.
1914.- "Introduccin al narcisismo": Aunque sigue sostenindola, comienza a cuestionarse la primera
teora pulsional y diferencia, dentro de las pulsiones sexuales, la libido del yo (o narcisista) de libido
objetal. Busca indagar qu reprime (agente represor), ms que lo reprimido. El esquema resultante es
que hay dos tipos de pulsin: yoica y sexual. Esta ltima a su vez de compone de libido del yo y libido
objetal.
1920.- "Ms all del principio del placer": Planteo de la segunda teora pulsional.
1923.- "El yo y el ello": Desarrolla ms la idea de que se reprime en base a valores inconcientes (Ideal
del Yo).
Condensado de Romero R y Sauane S (1995) Grupo, objeto y teora, Tomo III. Buenos Aires: Lugar Editorial. Se
incluyen agregados de las clases del Lic. R. Romero 5-9-95, 12-9-95 y 3-10-95 (Ctedra de Teora y Tcnica de
Grupos II, Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires).

Pulsin social.- Muchos suponen una pulsin gregaria innata y no reductible a otros tipos de pulsin,
que regulara la conducta social y unira a los hombres en comunidades. El psicoanlisis se opone a esto:
an si esta pulsin social es innata, se la puede reconducir a investiduras de objeto originalmente
libidinales, y en el nio se desarrolla como formacin reactiva frente a actitudes hostiles de rivalidad, y
descansa en un tipo particular de identificacin con los otros.
Las pulsiones sociales se aproximan a las pulsiones sublimadas. No resignaron sus metas sexuales, pero
resistencias internas coartan su logro conformndose con ciertas aproximaciones a la satisfaccin
produciendo lazos fijos y duraderos. Ejemplos: vnculos de ternura entre padres e hijos, sentimientos de
amistad y lazos afectivos conyugales, todos ellos originariamente sexuales.
Estas ideas fueron analizadas por Freud en Psicologa de las masas y anlisis del yo (1921) y sintetizadas
un ao despus en Teora de la libido (1922).
Considerar como definicin de pulsin la que formula Freud en "Esquema del psicoanlisis (1938). Aqu
Freud afirma: "llamamos pulsiones a las fuerzas cuya existencia postulamos en el trasfondo de las
tensiones generadoras de las necesidades del ello". Al preguntarse Freud si la pulsin es una fuerza
somtica o una energa psquica, responde que se trata de un concepto lmite entre lo psquico y lo
somtico (Tres ensayos sobre una teora sexual, 1905).
Desarrollando ms este tema, puede decirse que es en Psicologa de las masas y anlisis del yo, donde
Freud analiza porqu las sociedades se mantienen unidas, recurriendo a los conceptos de libido e
identificacin. Afirma que las personas permanecen unidas por lazos de amor inhibidos en su fin,
desexualizado o sublimado, y porque han elegido el mismo lder como ideal del yo, se identificaron con l
y por tanto se han identificado entre s.
En relacin con los fenmenos de masa y formacin de instituciones sociales, a Freud no lo satisfacen los
argumentos ni de Le Bon (los fenmenos sociales obedecen a la sugestin recproca de individuos y al
prestigio del caudillo), ni los de Mac Dougall (cuyo principio de la induccin equivale en el fondo al de la
sugestin).
Estos autores, as como tambin Bernheim, dejan traslucir que la sugestin es un fenmeno primario
irreductible, o sea la sugestin quedara sin ser explicada. En este punto Freud se propondr explicarlo
recurriendo al concepto de libido. Este concepto est indisolublemente unido al de pulsin, como indica
Freud en Teora de la libido donde comienza sealando que libido es un trmino de la doctrina de las
pulsiones.
Libido es una cantidad de energa instintiva relacionada con el amor, o ms neutramente, con los afectos.
Tal energa es originalmente de tipo sexual, aunque despus puede ser desviada hacia otros fines. Aqu
ya Freud comienza a sugerir que la pulsin social no es irreductible a otras actividades pulsionales, sino
que se deriva de ellas, planteando que no ser entonces necesario invocar muchos tipos de pulsiones
diferentes irreductibles entre s.

En particular, Freud en Psicologa de las masas y anlisis del yo, mencionar un autor, Trotter, que
sostiene la irreductibilidad de la pulsin social (o instinto gregario).
Segn Trotter, el individuo se siente incompleto cuando est solo, por eso tiende a agruparse en
unidades ms amplias. Es un instinto primario e irreductible a otros (como tambin lo son segn Trotter
el instinto de nutricin, y el instinto sexual). A veces entra en conflicto con los otros instintos pues el
instinto gregario se caracteriza por la consciencia de culpabilidad y el sentimiento de deber.
Freud coincide con Trotter en que la sugestibilidad es producto del instinto gregario (y no al revs), pero
lo va a criticar en el sentido de que Trotter atiende demasiado poco el papel del caudillo: para qu
recurrir a l si ya el instinto gregario explica por s solo la reunin de la masa?
Indica Freud que en los nios, cuando quedan solos y se asustan en vez de buscar reunirse, se asustan
todava ms en presencia de extraos, no mostrando ningn instinto gregario hasta la poca que va a la
escuela. Aqu el nio trata por igual a sus compaeros pues considera que nadie debe ser tratado
preferencialmente (traslada a la escuela la situacin familiar del hermanito nuevo). Lo mismo pasa con
las admiradoras de un dolo: en lugar de rivalizar con ellas, se identifican entre s por el igual amor al
mismo objeto. El compaerismo es entonces un intento de superacin de una envidia primitiva, es la
transformacin de un sentimiento primitivamente hostil en un enlace positivo. La igualdad entre los
miembros de la masa se da slo entre ellos, no con el jefe, a quien consideran superior.
Corrigiendo entonces a Trotter, Freud dir que el hombre, ms que un animal gregario, es una animal de
horda conducida por un jefe. Con esta afirmacin plantea la inutilidad del concepto de pulsin social como
instinto irreductible que podra explicar por s solo los fenmenos de masas.
Considero que la explicacin de Freud, hasta este punto, quedara incompleta si no explica cmo la
pulsin social es en realidad una derivacin de otras pulsiones, en particular sexuales, explicacin con la
cual podr fundamentar la idea de que la pulsin social no es irreductible. Para esta explicacin, Freud
considera necesario recurrir a otros conceptos, como los de identificacin recproca e ideal del yo.
Iglesia y Ejrcito son masas artificiales porque sobre ellas acta una coercin exterior que las preserva de
la disgregacin, encontrndose por ello altamente organizadas y disciplinadas.
En ellas reina la misma ilusin: la presencia de un jefe visible (jefe del Ejrcito) o invisible (Cristo) que
ama igualmente a todos lo miembros de la masa. De tal ilusin depende todo, hasta su misma existencia,
y de otro modo se disgregara. El jefe es el padre que ama por igual a todos sus soldados, y por ello
stos son camaradas entre s; idnticamente Cristo ama a su grey, siendo stos todos hermanos entre s.
En la masa artificial el individuo tiene entonces dos vnculos afectivos o libidinales: con el Jefe, y con los
restantes individuos. La existencia de estos lazos afectivos se demuestra por ejemplo por el pnico que
se siente en el ejrcito cuando ya no se obedecen rdenes. Esto no depende de un peligro exterior, ya
que un ejrcito cohesionado no siente miedo frente a graves peligros como una guerra. El individuo en
una masa que entr en pnico empieza a pensar slo en s mismo y en el desgarramiento del lazo
afectivo que antes lo mantena sin experimentar miedo. As, son estos fuertes lazos afectivos los que
mantienen la unidad de la masa preservndola del pnico.
Lo mismo podra ocurrir si se disgrega la masa religiosa. Aqu tambin los lazos afectivos de amor son
muy intensos, lo cual contrasta con la crueldad y la intolerancia que manifiestan hacia otras masas fuera
de la iglesia. Si hoy en da no se ve tanta crueldad no es porque el hombre se dulcific sino porque se
debilitaron los lazos afectivos dentro de la misma iglesia.
Los lazos del individuo con el jefe son ms decisivos (al menos para ellos mismos) que los lazos de los
miembros entre s. El jefe siempre est ah, y puede ser una persona o una idea, en cuyo caso sta ser
sustituto de aquella.
En cuanto a los vnculos afectivos entre los miembros, Freud indica que sabemos que cuando dos
personas mantienen vnculo estrechos o ntimos, si bien existe hostilidad y agresin, sta es reprimida.
Cuando se trata de personas extraas (ciudades, tribus diferentes, razas, etc.) la hostilidad se hace
manifiesta, lo cual es una expresin del narcisismo (Los otros son distintos a m, y esto lo siento como
una crtica que me hacen o una obligacin para que yo cambie). No obstante, en las masas
cohesionadas se toleran las diferencias entre los miembros, lo cual slo puede ser explicado por la
presencia de lazos libidinales que restringen al narcisismo. Freud concluye entonces que las restricciones
al egosmo narcisista que surgen en las masas son una prueba de que la esencia de dicha formacin
colectiva reposa en los lazos afectivos que establecen sus miembros entre s.
Tales lazos son instintos erticos pero desviados de su fin original, que era sexual. En los lazos afectivos
hay entonces una fijacin de la libido a un objeto, cosa que podemos vincular con otras dos temas
tratados en el psicoanlisis: el enamoramiento y la identificacin.
Freud definir la identificacin en Psicologa de las masas y anlisis del yo, a partir de tres
caractersticas:
La identificacin es la forma primitiva de enlace afectivo a un objeto.
Siguiendo una direccin regresiva, se convierte en sustituto de un enlace libidinal a un objeto: el yo
introyecta el objeto.

La identificacin puede surgir si hay algn rasgo en comn con la otra persona que no es objeto de sus
instintos sexuales. Cuanto ms importante sea esta unin, ms completa ser la identificacin parcial, y
construir as el principio de un nuevo enlace.
Freud sospecha que este mismo proceso ocurre en los lazos afectivos de miembros de una masa, y de
ellos respecto al caudillo: la masa primaria (la que tiene un caudillo que an no adquiri las cualidades de
un individuo) es una reunin de individuos que han reemplazado su ideal del yo por un mismo objeto, a
consecuencia de lo cual se ha establecido entre ellos una general y recproca identificacin del yo.
Como indica Freud en Ttem y Tab y reafirma en Psicologa de las masas y anlisis del yo, La ilusin
de la masa artificial de que el jefe ama por igual a todos no es ms que una transformacin idealista de
la horda primitiva donde los individuos se sentan todos por igual perseguidos y atemorizados por el jefe.
El clan totmico reposa en esta transformacin, que tambin constituye la base de todos los deberes
sociales.
As, en la masa se esfuma lo individual, como el sujeto se masifica renunciando a su ideal del yo y
reemplazndolo por el ideal de la masa, encarnado en el caudillo. Incluso los individuos que no
encuentran en el caudillo una completa encarnacin de su narcisismo, son igualmente arrastrados
sugestivamente, vale decir por identificacin. Por tanto Freud postula una fase del yo: aquella que
permite explicar la masa desde la distincin entre el yo y el ideal del yo, y desde el doble vnculo
identificacin y sustitucin del ideal del yo por un objeto exterior.
Una vez explicado el origen de la pulsin social en la esfera de la libido sexual, slo queda un eslabn:
cmo la pulsin sexual se modifica para convertirse en pulsin social. Para ello, Freud establece que la
pulsin sexual puede evolucionar hacia varios destinos, entre ellos, la sublimacin, y ms concretamente
convertirse en una pulsin coartada en su fin sexual, lo que caracteriza a una pulsin social.
Cuatro eran los destinos que Freud haba asignado en "Las pulsiones y sus destinos" (1915) a las
pulsiones: la transformacin en lo contrario, la sublimacin, la vuelta hacia la propia persona y la
represin.
Se dice que una pulsin se sublima en la medida en que es derivada hacia un nuevo fin, no sexual, y
apunta hacia objetos socialmente valorados como la ciencia o el arte.
Se dice que una pulsin es coartada o inhibida en su fin cuando, por efecto de obstculos externos o
internos, no alcanza su modo directo de satisfaccin (o fin) y encuentra una satisfaccin atenuada en
actividades o relaciones ms o menos lejanas del primer fin. (Fin o meta pulsional es la actividad hacia la
que empuja la pulsin y que conduce a una resolucin de la tensin interna).
Segn refiere Laplanche (pg. 54) la sublimacin est emparentada pero no es equivalente a la pulsin
coartada o inhibida en su fin. Freud parece ver en la inhibicin como un inicio de sublimacin, pero se
preocup por distinguir ambas cosas: la pulsin inhibida no ha abandonado su fin sexual directo, pero
resistencias internas le impiden alcanzarlo, con lo cual se contentan con aproximarse en cierta medida a
la satisfaccin, lo que explica por ejemplo los sentimientos de ternura, los lazos duraderos de amistad, o
los lazos afectivos en el matrimonio, nacidos originalmente de la atraccin sexual.
Indica Freud en Psicologa de las masas y anlisis del yo que tanto la observacin del nio como un
examen analtico ulterior prueban la coexistencia en l de instintos sexuales directos (quiere tener hijos
con el padre) e instintos coartados en su fin (ternura, etc.). Luego, en la latencia, slo subsiste en forma
manifiesta la ternura, aunque los instintos sexuales estn, pero reprimidos. Estos ltimos podrn luego
reactivarse mediante una regresin.
No obstante, los instintos coartados en su fin conservan algunos fines sexuales primitivos, pues tambin
se buscan la proximidad corporal y la visin de la persona amada. La sublimacin implicada en los
instintos coartados en su fin tiene la ventaja que permite crear vnculos duraderos, como ya fue explicado
antes. Asimismo, de la ternura puede surgir el lazo sexual, y viceversa. Las tendencias coartadas en su
fin pueden surgir de las sexuales cuando algn obstculo interior o exterior se opone a stas ltimas. La
represin de la latencia es un ejemplo de obstculo interior. Otro factor es la intolerancia sexual del
padre de la horda primitiva hacia sus miembros, con lo que el instinto aqu pasa a ser coartado en su fin.
Es as que entonces los instintos sexuales directos son desfavorables para la formacin colectiva, por lo
que se requiere el eslabn mencionado de la pulsin sublimada, proceso que revela una vez ms la no
irreductibilidad de la pulsin social.
En conclusin, la ndole de las pulsiones sociales puede inscribirse dentro de un contexto ms amplio, es
decir, como pulsin de vida, ya que es aquello que permite unir a los seres humanos para formar en
este caso, sociedades y masas. As, en la segunda teora de las pulsiones reconoce que:
a) El reconocimiento que las pulsiones de autoconservacin y las sexuales no son en rigor de naturaleza
diferente, y pueden ser englobadas ambas como pulsiones de vida, o bien como pulsiones de muerte;
b) La introduccin de las pulsiones de muerte como las ms arcaicas y fundamentales de todas las
pulsiones;
c) El nuevo dualismo pulsional est dado por el par pulsiones de vida-pulsiones de muerte.
As, al estar la pulsin social derivada de las pulsiones sexuales y stas englobadas dentro de las
pulsiones de vida, se concluye que la pulsin social no es irreductible sino que es una derivacin, en
ltima instancia, de las pulsiones de vida.

El hombre ha creado instituciones sociales, y en su origen volvemos a encontrar una actividad pulsional
que ha sido derivada hacia otros fines: en "Psicologa de las masas" Freud enfatiza, en sntesis, mas bien
los lazos libidinales como los factores cohesionantes del grupo. En general, las formulaciones
psicoanalticas destacan la identificacin entre los miembros, la identificacin de los miembros con un
lder, y la relacin con el enemigo comn, desempeando los tres factores un importante papel en la
disminucin de los efectos disociativos de la rivalidad entre los miembros.
Cazau P (1999) Vocabulario de Psicologa. Buenos aires: Redpsicologa.
Referencias bibliogrficas
Freud S (1905) Tres ensayos para una teora sexual, en Obras Completas, Buenos Aires, Amorrortu, 1995.
Freud S (1921) Psicologa de las masas y anlisis del yo, en Obras Completas, Madrid, Biblioteca Nueva, 1968.
Freud S (1922), Teora de la libido, en Obras Completas, Tomo 18, Buenos Aires, Amorrortu, 1995.
Freud S (1938) Esquema del psicoanlisis, en Obras Completas, Buenos Aires, Amorrortu, 1995.
Laplanche J y Pontalis J (1981), Diccionario de Psicoanlisis, Barcelona, Labor.

PUNTO G
Definicin.- Zona de 1 cm. de dimetro aproximadamente, situada en la pared anterior de la vagina, a
unos 3 cm. de la abertura. Es extremadamente sensible a la presin fuerte y sostenida. Se dilata cuando
es estimulada y puede contribuir a potenciar las sensaciones orgsmicas. Parece ser un resto prosttico
que produce, al menos en algunas mujeres, una secrecin especial, de consistencia y bioqumica
similares al semen pero sin esperma.
Farr Mart J (1999) Diccionario de psicologa. Barcelona: Ocano.

RACIOCINIO
Definicin.- "El razonamiento encadena los juicios entre s en una relacin de directa dependencia; su
finalidad es comprobar y demostrar una verdad" (Betta J, 1984).
Betta J, (1984) Manual de Psiquiatra. Buenos Aires: CEA. 8 edicin.

RACIONALIDAD
Racionalidad en la esquizofrenia.- Probamos una hiptesis fenomenolgica sobre la racionalidad
terica y prctica en personas con esquizofrenia. Esta hiptesis indica que en la esquizofrenia existe un
incremento de la racionalidad terica. Nuestro experimento de caso-control soport esta hiptesis. Los
modelos filosficos de racionalidad que dan prioridad a la racionalidad terica sobre la prctica, pueden
as aplicarse ms en estados esquizofrnicos que en estados sanos. El estudio es un ejemplo en como la
psicopatologa experimental puede realzar reas de conflicto filosfico que son difciles de ubicar
mediante el uso nico de los pensamientos.
Gareth S. Owen, John Cutting, Anthony S. David, Son las personas con esquizofrenia ms lgicas que los voluntarios
sanos? BRITISH JOURNAL OF PSYCHIATRY. 2007 NOV;191(5).

RACIONALIZACIN
Definicin.- 1. Trmino de E. Jones (1908) para indicar el mtodo de autojustificacin en el que se dan
razones aceptables, pero no reales de la conducta pasada. 2. (Psicoanlisis) De acuerdo con los
psicoanalistas es el trabajo del Yo inconciente mediante el cual se evita el reconocimiento de la conducta
racional e inconciente que se origina en los apremios, tambin inconcientes. Segn afirman W. Healy, A.
F. Bronner y Bowers, se puede observar que el proceso de racionalizacin abarca el narcisismo del Yo
(The Structure and Meaning of Psichoanalysis). 3. Organizacin cientfica del trabajo introducida por
Taylor.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Definicin.- Como mecanismo de defensa, "es la utilizacin del pensamiento abstracto o de razones
lgicas y admisibles a los valores culturales y sociales del momento para justificar sentimientos,
pensamientos o conductas que seran inaceptables para la imagen de s. Buen ejemplo sera la fbula de
la zorra y las uvas, en la que la zorra, al intentar infructuosamente alcanzar los racimos, se consuela
diciendo: 'No importa, las uvas estn verdes'.
Poliak J., "Fundamentos del enfoque centrado en la persona. Teora de la personalidad", includo en Snchez Bodas
A. y col., "Couseling humanstico, teora y prctica", Vol I, Buenos Aires, Ediciones del Instituto Holos, 1999, p. 129130.

Definicin.- Trmino introducido por Jones, que se refiere al procedimiento por el cual el sujeto da una
explicacin lgicamente coherente o aceptable desde el punto de vista moral sobre una actitud, idea o
sentimiento cuyos motivos verdaderos desconoce.

No suele ser considerada defensa porque no va contra la satisfaccin pulsional, sino que viene a
disimular los elementos del conflicto. Abarca desde conductas normales (pues toda actitud puede ser
explicada racionalmente), hasta delirios. Los argumentos de la racionalizacin pueden ser morales,
religiosos, polticos, etc., y son equiparables a la elaboracin secundaria.
Celener G. y otros, "Los mecanismos de defensa y las tcnicas proyectivas", Publicacin interna de la Ctedra de
Teora y tcnicas de exploracin y diagnstico Mdulo II, Facultad de Psicologa, Universidad de Buenos Aires, 1996.

RACISMO
Definicin.- Racismo es la tendencia a considerar una conducta individual e interpersonal como
manifestacin ya formada de determinadas caractersticas heredobiolgicas. Reconociendo que los
componentes de un grupo natural son diversos desde el punto de vista gentico, se les atribuye
automticamente un valor mayor o menor. De ah nace la obligacin (expectativa) de la primaca del
mejor y ms fuerte, la subordinacin del peor y ms dbil. Todo dualismo entre lo fantstico y lo real
tiende a desaparecer y lo existente emerge de su materializacin exclusivamente como realidad
heredobiolgica.
Selvini Palazzoli Mara, El racismo en la familia, includo en Selvini Mateo, Crnica de una investigacin, Barcelona,
Paids, 19900, pg. 82.

RACKER, HEINRICH
Biografa.- [psicoan.] (1910-1961) La vida de Heinrich Racker, breve y rica, no se presta a una
descripcin lineal. Se compone de un entramado de actos de creacin y singulares acontecimientos
existenciales, donde resuenan momentos de dicha con penas y sinsabores que su espritu supo enfrentar
con templanza y serenidad. Voy a tratar de exponer la biografa de Racker en la unidad de su diversidad,
como l sola decir en sus escritos. La familia originaria. A comienzos de siglo Naphtali Meyer Racker y
Ella Spiegel vivan en Neu-Sandez, una pequea ciudad de Polonia, que despus perteneci al Imperio
Austro-Hngaro, y all tuvieron sus hijos: Miriam (1908), Heinrich (3 de julio de 1910) y Efraim (1913).
En 1914, al estallar la I Guerra Mundial, los Racker decidieron emigrar y se trasladaron a Viena. Naphtali
y Ella lucharon duramente para establecerse en una Viena imperial, orgullosa y antisemita, y lograron dar
bienestar a su familia y estudio a sus hijos. Naphtali era un hombre culto que lleg a ser un prspero
comerciante y, al mismo tiempo, diriga un peridico sionista de prestigio. Su situacin econmica
empeor durante la crisis de 1928, pero sus tres hijos pudieron cursar el Gymnasium sin dificultades y se
graduaron en la universidad. Heinrich y Efraim tenan grandes afinidades culturales: queran ser mdicos
y amaban el arte: Heinrich, la msica; Efraim, la pintura. En su camino a la Universidad pasaban a diario
por Berggasse 19, donde estaba trabajando Sigmund Freud. Largas noches se juntaron en aquellos aos
para hablar de psicoanlisis. La vocacin por la medicina y el psicoanlisis pudo haber sido el campo
comn para ambos; pero el azar de la vida los llev por caminos diferentes. Desde nio Heinrich se
revel como muy inteligente y con singulares dotes musicales, que florecieron en su adolescencia. Ya a
los diecinueve aos ejerca como profesor del Konservatorium, un honor muy grande, y ms a esa edad.
El gran maestro de la juventud de Racker fue Oskar Adler, hombre de gran cultura y msico
sobresaliente, a cuyas clases de astrologa Racker concurri desde 1929 por varios aos. Como dice en el
prlogo al libro de Adler (1956), lo que ms le interesaba de la astrologa eran sus contenidos
psicolgicos y caracterolgicos. En esos aos Racker estudi, tambin, profundamente a Freud y se
intern en la literatura y la filosofa. Cuando los tres Racker entraron a la Universidad, la enfermedad del
padre haba arruinado las finanzas familiares, y el mayor de los varones tuvo que suplantarlo en diversas
tareas. A pesar de sus deseos de estudiar medicina, Heinrich se inclin por las humanidades, que
tambin le atraan y le llevaban menos tiempo. Mientras Efraim estudiaba medicina gracias al sacrificio de
su hermano, Heinrich abraz las humanidades y, en 1935, se recibi de Doctor en musicologa y filosofa
en la Universidad de Viena. En los aos siguientes, sin embargo, a poco que las cosas mejoraron, Racker
volvi a los otros dos grandes amores de su vida. En 1936 fue admitido como candidato en el Instituto de
Psicoanlisis de Viena y en 1937 entr a medicina. Aunque ensombrecidos por la larga enfermedad del
padre y su muerte en 1937, estos aos deben haber sido un momento de felicidad en la vida de Heinrich.
Estudiaba medicina y su carrera psicoanaltica marchaba sin inconvenientes: estaba en anlisis con Hans
Lampl-De Groot, inici sus seminarios y hay constancias de que comenz su prctica clnica. La fortuna,
desgraciadamente, dur poco: en 1938 sobrevino el Anschluss. La dispora. La invasin de Hitler hizo
que muchos judos abandonaran Austria para salvar la vida, y entre ellos los Racker. El primero en
hacerlo fue Heinrich que, luego de pasar por Dinamarca y Uruguay, lleg a la Argentina en 1939 cuando
tena 29 aos. Efraim Racker (1913-1991) huy en cuanto alcanz su ttulo de mdico. Se fue a
Inglaterra y de all parti para Estados Unidos, donde realiz una brillante carrera de investigador. Un
tema de su principal inters fue la funcin del adenosn-trifosfato (ATP) en los procesos bioenergticos
que tienen lugar en mitocondrias y cloroplastos. Segn su bigrafo y discpulo Gottfried Schatz, la
comunidad cientfica internacional se sinti defraudada cuando el premio Nobel de Qumica de 1980 se
concedi slo a Peter Mitchell, aunque fue Efraim Racker el que confirm experimentalmente la hiptesis

de Mitchell sobre la bomba de protones que interviene en la sntesis del ATP. Puede decirse, entonces,
que aquellos adolescentes que caminaban por la Berggasse en los aos treinta estaban destinados a
dejar una marca en la ciencia del Siglo XX. La Seora de Racker y Miriam tambin pudieron huir de Viena
a tiempo. Ella se refugi con Efraim en los Estados Unidos. Miriam, que haba estudiado filosofa en
Viena, sigui los ideales sionistas de su padre y se exili en Israel. Cuando Racker enferm su madre
estaba en los Estados Unidos, de donde finalmente se fue a Israel a reunirse con su hija, y all las dos
murieron. Un poco antes de la dispora de los Racker, tambin vinieron a la Argentina los Tronquoy.
Fleury Tronquoy fue un arquitecto muy distinguido que vivi en la Argentina desde 1906 a 1921 e hizo en
nuestro pas obras importantes, como la Baslica de Lujn (o Mercedes). Casado con Jeanne Jannot,
volvi a la Argentina en 1934 con sus dos hijos: Francis Henri (1923) y Genevive (Noune), que naci el
11 de julio de 1925 y despus se convirti en la esposa de Racker. Noune hizo la carrera psicoanaltica en
los aos cincuenta, un poco antes que yo, y lleg a didctica hacia 1963. Analiz en esos aos a Luca
Martinto de Paschero, actual presidente de APA. Yo recuerdo a Noune como una candidata sobresaliente
y llena de ingenio. La viuda de Racker se cas despus con Emilio Rodrigu, otro psicoanalista destacado,
y escribi con l en 1966 El contexto del proceso psicoanaltico. Yo pude acompaarla hasta la hora de su
prematura muerte a los 46 aos. Los primeros aos en Buenos Aires Los comienzos de Racker en Buenos
Aires fueron difciles. Con un precario espaol y en medio de grandes dificultades econmicas, se analiz
con ngel Garma, formado en el clebre Instituto de Berln, que se haba instalado en Buenos Aires el 24
de junio de 1938. Dicho sea de paso, Garma y Celes Ernesto Crcamo, que se gradu en la Socit
Psychanalytique de Paris (SPP) y volvi al pas en 1939, fueron los pilares del incipiente grupo argentino.
En sus palabras de homenaje a Racker, Garma (1961) dice que lo analiz antes de que l pensara en
hacer la carrera psicoanaltica, de modo que este anlisis debe ubicarse en los primeros tiempos de
Racker en Buenos Aires. As lo confirma la documentada biografa de Cesio (1985), cuando dice que
Racker se analiz con Garma por un ao, 1940. Para hacer frente a sus gastos, y aunque Garma le
cobraba generosamente un honorario simblico, Racker se ganaba la vida enseando piano y tocando en
algunas fiestas familiares. Mi amigo Eduardo Issaharoff, hoy psicoanalista y epistemlogo brillante, dio su
primer concierto de violn siendo nio acompaado al piano por Racker. A poco de llegar a Buenos Aires,
Heinrich tuvo la suerte de establecer lazos de amistad con algunos vieneses cultos, que lo ayudaron.
Entre ellos se destaca Ljerko Spiller, eminente msico y pedagogo, que haba llegado a Buenos Aires en
esos aos. Entre los alumnos de msica de Racker figuraron Len Salganikoff, Jacqueline Amati-Mehler y
Jeanine Herrmann de Chouhy Aguirre. Salganikoff se form en la Argentina con De Robertis y despus se
fue a Filadelfia, donde lleg a ser un investigador famoso, que sigue todava su labor. En la poca que
tomaba sus lecciones, Jacqueline estudiaba medicina en la Universidad de Buenos Aires; ya recibida se
fue a Roma, donde se form como psicoanalista y desarroll una labor muy destacada, que contina
hasta la fecha. Jeanine recuerda vvidamente a Racker, lo mismo que su marido, el Dr. Santiago Chouhy
Aguirre, mdico ortopedista. Jeanine reciba clases de piano cuando Racker, recin casado, viva en las
proximidades de Santa Fe y Pueyrredn y sigui tomando clases cuando, hacia 1946, los Racker se
mudaron a Charcas, donde yo iba a analizarme. All tena Racker, pues, su consultorio de analista y su
estudio de msica. Los Chouhy Aguirre fueron ntimos amigos de los Racker y acompaaron con devocin
a Enrique hasta la hora de su muerte, en su nuevo departamento de la calle Azcunaga. Casamiento y
seminarios Racker hizo su anlisis didctico con Marie (Mimi) Langer, que haba llegado a la Argentina en
1942, tambin exiliada, y perteneci al grupo pionero de la Asociacin Psicoanaltica Argentina (APA),
fundada el 12 de diciembre de 1942. En sus palabras de homenaje a Racker, Marie Langer (1961) dice
que lo conoci en 1942. Es legtimo suponer, entonces, que Racker inici su anlisis didctico en esa
poca, lo que por lo dems coincide con Cesio (1961), quien dice que Racker empez los seminarios en
1943 y los termin hacia 1946. En 1947, cuando tena 37 aos, Racker fue designado miembro
adherente de la APA. Desde entonces su carrera fue en constante progreso. En 1950 fue designado
miembro titular y un ao despus lleg a didctico. Mientras cursaba los seminarios, Racker conoci en
unas vacaciones en el Uruguay a Noune Tronquoy, con quien se cas pocos meses despus, en abril de
1944. Fue un amor a primera vista, intenso y romntico. En esa poca de enamorado y candidato,
Racker escribi su primer trabajo psicoanaltico, Sobre los celos de Otelo, que apareci en la Revista de
Psicoanlisis de 1945. Es un estudio de los celos patolgicos, donde Racker seala los elementos del
drama que explican la personalidad de Otelo y abre una de las vas que ha de seguir su obra, con su
persistente inters por comprender el arte y la cultura psicoanalticamente. Este primer artculo se
refiere, adems, a los celos, tema que siempre ocup a Racker y es conocida su aguda diseccin de la
obra de Crommelynk (Racker, 1957). El ensayo insiste en que los celos derivan de la infidelidad homo y
heterosexual proyectadas. Hay aqu una idea personal de Racker, que acenta un tipo especial de
relacin de objeto, la infidelidad, y no slo la proyeccin de la homosexualidad, que el genio de Freud
haba descubierto en las Memorias del juez Schreber (Freud, 1911). El artculo le da mucha importancia
al complejo de Edipo y al deseo de robar la madre al padre o el padre a la madre; pero no vincula la
tendencia al robo con la envidia, como haba hecho Joan Rivire en 1932. Enrique y Noune tuvieron dos
hijos, Daniel (Dani) y Diego (Jacqui). Daniel naci en 1945, estudi medicina en Buenos Aires y se dedica
a la citologa clnica. Est casado con Elena Beatriz Julvez, con la que tiene tres hijos, y vive en Escobar,

en La Escoba, la quinta que haba sido de sus padres. Jacqui es de 1950 y se fue a Francia a mediados de
los setenta. Se dedica a la msica y es compositor y guitarrista. Poco antes de su partida, me regal el
escritorio de su padre y los dos ceniceros de su consultorio, donde yo fumaba durante mis sesiones. Uno
de ellos todava lo conservo, el otro se lo regal hace poco a Bernardo lvarez Lince, distinguido analista
colombiano a quien analic en Mendoza en los aos sesenta. Cuando estaba terminando sus seminarios y
segua dando clases de msica, Racker escribi un libro poco conocido, Grandes maestros para la
juventud, editado por Ricordi Americana en 1946. Lleva como subttulo 30 obras originales recopiladas y
revisadas, con anlisis de las formas y notas biogrficas de los autores. El prefacio, fechado en mayo,
seala que el texto se propone poner al alcance del alumno obras originales de los grandes maestros de
la msica y proporcionarle la oportunidad de una primera incursin en los diferentes estilos de la msica
pianstica. Racker fue un virtuoso del piano y cultiv la msica toda la vida. Fue alumno de la gran
pianista vienesa Olga Novakovic, a quien record siempre con gratitud, lo mismo que a Oskar Adler, cuyo
libro La astrologa como ciencia oculta se public en Buenos Aires en 1956, con un prlogo de Enrique
Racker. Cesio (1985) piensa que la aficin de Racker por las ciencias ocultas se canaliz en el
descubrimiento de la contratransferencia. El segundo artculo de Racker, Sobre un caso de impotencia,
asma y conducta masoquista, con el que opt a la categora de miembro adherente de la APA en 1947,
apareci en la Revista de Psicoanlisis el ao siguiente. Aunque es una produccin del Racker argentino,
se refiere a un joven austraco de 20 aos, Pedro, al que analiz en Viena durante quince meses hasta su
exilio. Racker considera que el eje de la psicopatologa de este analizado es su conflicto oral con el pecho
que, convertido en la madre-Moloch, vaca y destruye al beb. Este conflicto se traslada al plano genital,
donde la vagina es una boca insaciable, que castra, vaca y mata. Pedro se defiende de estos peligros con
la impotencia, que tambin satisface su masoquismo. Los mismos dinamismos explican el asma, con la
introyeccin de la madre absorbente por va respiratoria. En este escrito Racker se apoya mucho en
Fairbairn, autor muy estudiado en Buenos Aires esos aos, aunque discrepa con l en cuanto a la forma
en que el objeto es destrudo. Racker no piensa que el objeto (pecho) se destruye al incorporarlo sino a
partir de la frustracin. El lactante percibe su hambre como el deseo de la madre (la mama) de comerlo,
y es frente a este peligro que surge el deseo ertico-agresivo de absorber totalmente al objeto. Esta
autoimago, como la llama Racker, se proyecta sobre el objeto que as se convierte en la madre-Moloch,
imposible de satisfacer y de ser amada. Este trabajo sali en la Revista de Psicoanlisis en 1948; poco
despus apareci el estudio sobre Wagner, riguroso y erudito, que se alinea con el de Otelo en el inters
de Racker por iluminar las obras de arte desde el psicoanlisis. La contratransferencia. Racker era muy
joven y no tena mucha experiencia cuando present su primer trabajo sobre contratransferencia, el tema
que habra de consagrarlo como uno de los analistas ms originales y creativos en la historia de nuestra
disciplina. La neurosis de contratransferencia se ley en la APA en setiembre de 1948 y provoc una gran
conmocin. Hubo analistas que comprendieron de inmediato que estaban frente a un aporte de primera
magnitud; otros lo consideraron totalmente equivocado y no falt quien dijera que, cuando un analista
tena esos problemas, lo mejor que poda hacer era reanalizarse. Racker no pareci arredrarse por
aquellas crticas y sigui adelante. Es difcil decidir sobre el texto original de este ensayo, que no he
podido hallar y me hubiera gustado leer en este momento; pero no hay duda que expone las ideas
bsicas de Racker sobre el tema, que se irn desarrollando a lo largo del tiempo. El trabajo slo se
public cinco aos despus, en 1953, en el International Journal of Psycho-Analysis con el ttulo de A
contribution to the problem of counter-transference y en forma abreviada en la Revista de Psicoanlisis
en 1955 como Aportacin al problema de la contratransferencia. Cuando aparece, por fin, en los
Estudios sobre tcnica psicoanaltica en 1960, vuelve a su ttulo original, La neurosis de
contratransferencia, con el nmero V. Si tomamos el resumen que el propio Racker hace de la versin
de 1955 (Revista de Psicoanlisis, 12: 498) y lo comparamos con lo publicado en 1953 y 1960, podemos
decir que este trabajo trata del papel de la contratransferencia en el proceso psicoanaltico y de su
influencia en la funcin del analista sobre la transferencia y sobre el proceso de transformacin del
analizado, destacando al analista a la vez como intrprete y objeto. La atencin principal se dirige a la
neurosis de contratransferencia, postulando que, as como la personalidad total del analizado vibra en su
relacin con el analista, su parte sana y neurtica, el presente y el pasado, la realidad y la fantasa, as
tambin vibra el analista en relacin con el analizado, con las caractersticas peculiares de su papel.
[Estudios sobre tcnica psicoanaltica, 1960, p. 128]. Se estudia el complejo de Edipo positivo y negativo
del analista con su analizado, as como tambin sus ansiedades bsicas y sus defensas. Considera
finalmente algunos problemas especiales que derivan de la contratransferencia como obstculo y como
instrumento tcnico que puede dar al analista evidencias de lo que le ocurre al analizado. Es interesante
la posicin que asume Racker en este ensayo frente a la resistencia del analizado. Coincide con Fenichel
(1941) en que la resistencia, en cuanto se opone a la labor del analista, no puede dejar de despertar su
enojo; pero la estudia no slo como una respuesta racional sino tambin como una reaccin paranoica
del
analista,
que
debe
ser
comprendida
y
despejada
en
funcin
de
la
dialctica
transferencia/contratransferencia. El enfoque de Racker es verdaderamente revolucionario. En
septiembre de 1950 Racker dict en la APA una conferencia, Aportacin al psicoanlisis de la neurosis de
transferencia, donde incursiona en el tema de la contratransferencia y seala que ciertas reacciones

contratransferenciales permiten deducir la situacin psicolgica del analizado y hace, tambin, uno de sus
primeros comentarios sobre la estratificacin psicopatolgica. Esta conferencia nunca se public, pero
Racker la cita formalmente en otro trabajo suyo. (Revista de Psicoanlisis, 9: 342-354, 1952). Creo
posible que haya inspirado Aportaciones al psicoanlisis de la neurosis de transferencia, que se public
pstumamente en la Revista de Psicoanlisis de 1961, donde Racker desarrolla sus ideas acerca de la
estratificacin psicopatolgica sobre la base de un caso clnico, Paula. Este ensayo fue escrito
seguramente antes del trabajo Contribucin al problema de la estratificacin psicopatolgica, que ley
en la APA en 1953 y sali despus en el International Journal of Psycho-Analysis de 1957 y en forma
abreviada en la Revista de Psicoanlisis ese mismo ao. En esta publicacin hay un cambio, ya que
Racker ubica como primer estrato la situacin depresiva primaria, que coincide ms con la enfermedad
depresiva bsica de Pichon Rivire que con la teora de las posiciones de Melanie Klein. En el trabajo que
se public pstumamente en 1961, Racker haca partir la estratificacin de una situacin paranoide
bsica (o profunda), donde el sujeto ve al objeto como atacante y perseguidor. De ese peligro se
defiende dando vuelta las cosas, identificado con el agresor. As se configura la situacin manaca
primaria (o profunda) con el triunfo sobre el perseguidor. Esta configuracin conduce inexorablemente a
la situacin depresiva primaria (o profunda), ya que el objeto no es solamente malo, sino tambin
deseado y amado. (Volveremos sobre esto). Al ao siguiente (1951) Racker pronunci otra conferencia
en la APA, a modo de comunicacin preliminar, titulada Observaciones sobre la contratransferencia
como instrumento tcnico. Despus de pronunciarla, descubri en el International Journal of PsychoAnalysis el trabajo de Paula Heimann que concuerda con sus puntos de vista, y eso lo estimul a
publicarla en la Revista de 1952. Entre los ejemplos que da en este escrito est Pedro, y es evidente que,
ya en Viena, Racker vislumbraba la importancia de la contratransferencia, porque analiza un conflicto
suyo, cuando Pedro le refiere su encuentro con una mujer y expone sus dificultades, que giran alrededor
del deseo de acercarse y alejarse, de entregarse libidinosamente y simultneamente frustrarla. Frente al
largo relato de Pedro, a Racker se le impone en la conciencia la palabra sometido, a modo de un insulto
contra su paciente. Cae en la cuenta, entonces, que lo irrita que su analizado no pueda liberarse de sus
objetos internos - la madre-Moloch-, que proyecta sobre la muchacha, y analiza su fastidio porque siente
en riesgo su buen xito teraputico, sometido l mismo a los objetos que le exigen ser un buen analista
(Revista de Psicoanlisis, 1952, p.p. 349-350). Es un bello ejemplo de lo que Racker va a estudiar
despus como posiciones y ocurrencias contratransferenciales. Racker barrunta ya, en ese momento, la
importancia que tiene en el inconciente del analista su labor como fuente de la neurosis de
contratransferencia. Puede concluirse, pues, que desde sus primeros trabajos sobre contratransferencia,
Racker pone el acento en la relacin dialctica entre transferencia y contratransferencia, se alza contra el
mito del psicoanalista sano (no neurtico) y seala que las reacciones contratransferenciales pueden
darle al analista la pista de lo que ocurre. ste es el punto principal de la nueva teora de la
contratransferencia, que apareci en la mitad del siglo veinte, gracias a Racker y Paula Heimann. A partir
de ese momento cambia substancialmente la concepcin del tratamiento psicoanaltico, que se hace ms
sutil y complejo, pero tambin ms preciso y objetivo. Recordemos que el valioso trabajo de Paula
Heimann, On countertransference, fue presentado al XVI Congreso Internacional, que tuvo lugar en
Zurich en 1949, luego de la larga interrupcin de la II Guerra Mundial, y se public en 1950. Es evidente
que Racker y Paula Heimann alcanzaron las mismas conclusiones sin tener conocimiento uno del otro;
pero, como dijo Cesio en el homenaje que se le rindi en la APA el 30 de mayo de 1961, Racker prosigui
con el tema, lo desarroll consecuentemente y logr interesar a su comunidad cientfica, mientras que
Paula Heimann tard diez aos en volver a considerarlo y sus trabajos no tuvieron en principio eco en la
Sociedad Britnica. En esto influy de seguro, a mi juicio, la creciente tensin entre ella y Melanie Klein.
Coincido con Cesio (1961, 1985) en que Racker fue ms persistente en sostener sus ideas y las formul
con mayor precisin. Deseo agregar que el clima intelectual de la comunidad psicoanaltica argentina de
aquellos aos estaba preparado para asumir esa transformacin formidable. La transferencia. Nos hemos
referido hace un momento a la indita conferencia Aportacin al psicoanlisis de la neurosis de
transferencia, que Racker pronunci en septiembre de 1950, y a su trabajo homnimo que se public
pstumamente en 1961. El 19 de agosto de 1952 Racker vuelve al tema pronunciando una conferencia
titulada Notas sobre la teora de la transferencia. En ella se basa Notes on the theory of transference,
que apareci en The Psychoanalytic Quarterly de 1954 y en la Revista de Psicoanlisis de 1955. Es el
nmero III de los Estudios de 1960. Este ensayo se propone esclarecer el papel de la transferencia en el
proceso psicoanaltico siguiendo las ideas de Freud y otros autores y, al mismo tiempo, intenta explicar la
intensidad y las caractersticas del fenmeno. Racker estudia minuciosamente la relacin entre
transferencia y resistencia a partir de la asociacin libre, base del mtodo psicoanaltico. La consecuencia
de la regla fundamental es la abolicin del rechazo de las ocurrencias y su comunicacin, tanto de las
ocurrencias rechazadas (deseos o recuerdos) como de las ocurrencias rechazantes que las critican y
censuran. La abolicin del rechazo incrementa por un lado la resistencia y, por otro, tiende a vencerla, de
modo que la relacin entre transferencia y resistencia debe ser vista desde una doble perspectiva: se
repite para no recordar pero tambin se repite para no repetir experiencias dolorosas. De aqu surge,
creo yo, el inters de Racker por la estratificacin psicopatolgica. Cuando Freud afirma que el analizado

repite para no recordar le est otorgando importancia esencial en el trabajo psicoanaltico al recuerdo;
pero cuando dice que el anlisis le ofrece al analizado la oportunidad de rectificar los errores pretritos en
un ambiente ms adecuado para solucionar los viejos conflictos, est reconociendo que la repeticin sirve
a la cura y no slo a la resistencia, la cual se dirige ms bien a evitar la repeticin. En el primer caso la
transferencia (negativa y sexual) se interpreta como resistencia al trabajo analtico, mientras que en el
segundo la vivencia transferencial se interpreta dentro de un campo de trabajo que busca hacerla
conciente y rectificarla. En un caso, la transferencia es funcin de la resistencia; en el otro la resistencia
es funcin de la transferencia. Este dilema, sigue Racker, se resuelve en cuanto consideremos que el
pasado reprimido es algo actual en la transferencia. Cuando el analizado no quiere recordar que dese
matar a su padre en la infancia, es porque su supery paterno se lo prohbe o porque el padre ya est
sentado en el silln del analista? Las dos cosas son ciertas y, por esto, concluye Racker, el analista es el
padre y el padre es el analista. Los grandes estudios. En la dcada del cincuenta Racker fue publicando
los trabajos que habran de conformar sus Estudios sobre tcnica psicoanaltica, al par que sus escritos
sobre psicoanlisis y cultura, que se publicaron en forma de libro en 1957, as como tambin sus ideas
sobre la estratificacin psicopatolgica, un tema que siempre le interes y del que alcanz a publicar un
artculo importante en el International Journal y la Revista en 1957, que ya hemos comentado y
volveremos a hacerlo. Sobre La neurosis de contratransferencia (Estudio V) hablamos al considerar los
primeros aportes de Racker sobre el tema. En mayo de 1953 Racker present su trabajo ms completo,
Los significados y usos de la contratransferencia, que apareci en The Psychoanalytic Quarterly de 1957
y en la Revista de Psicoanlisis de 1957, 1958 y 1959; es el estudio VI de su libro de 1960. En este
escrito Racker expone diferentes tipos de contratransferencia y los ilustra con material clnico. Sin nimo
de hacer la exgesis de este logrado estudio, voy a recordar que Racker distingue una
contratransferencia directa, cuando el conflicto del analista es con el paciente, y una contratransferencia
indirecta, donde el conflicto del analista es con otra persona a la que el paciente est de alguna manera
ligado, como ser un analista importante, la sociedad psicoanaltica, la sociedad en general, etctera.
Siguiendo a Helene Deutsch (1926), Racker establece otra clasificacin de la contratransferencia, en
concordante y complementaria, que ha tenido una notable repercusin en todo el mundo psicoanaltico.
En la contratransferencia concordante el psicoanalista se identifica parte a parte con las instancias
psquicas de su analizado, mientras que en la contratransferencia complementaria el psicoanalista ocupa
el lugar del objeto interno del paciente. Si bien aqulla es ms emptica y sta supone un mayor nivel de
conflicto, es tambin cierto que, para Racker, la contratransferencia complementaria nos abre una
perspectiva ms amplia del mundo interno del analizado si sabemos analizarla e interpretarla sin
hundirnos, como gustaba decir, en la contratransferencia. A estas ideas agreg Len Grinberg (1956,
etctera) su concepcin de la contraidentificacin proyectiva, utilizando la teora de la identificacin
proyectiva de Melanie Klein, que no aparece en el ensayo de Racker. Hay otros dos tipos de
contratransferencia, por fin, ocurrencias y posiciones, que le dan una gran riqueza y hondura a la relacin
analista/analizado. En las ocurrencias contratransferenciales el analista se encuentra pensando
espontneamente algo distnico, que de momento no se justifica y posteriormente aparece de alguna
forma en el material del analizado. La posicin contratransferencial es ms permanente y menos notable,
ms insidiosa, como por ejemplo el enojo, la complacencia o la atraccin del analista, que implica un
mayor nivel de conflicto. El riesgo de las ocurrencias es no tenerlas en cuenta y pasarlas por alto (o
interpretarlas sin que el material del paciente lo autorice); el de las posiciones es mantenerlas
reprimidas, racionalizarlas y actuarlas, desaprovechando la oportunidad de comprender cabalmente lo
que est pasando y de utilizarlo en el proceso de transformacin interna del psicoanalizado. Un ejemplo
comn y pattico es el analista que hace esperar con frecuencia a un determinado analizado especulando
inconcientemente con su sometimiento o masoquismo. El psicoanlisis y la cultura. Paralelamente a los
trabajos de tcnica, que muy sumariamente acabo de recordar, se van desenvolviendo, a modo de un
contrapunto musical, los de la cultura. Ya nos hemos referido a sus ensayos sobre los celos de Otelo
(1945) y sobre Wagner (1948). En 1949 Racker dict su primer seminario para los candidatos del
Instituto de Psicoanlisis de la APA y fue sobre Antropologa psicoanaltica. Lo inaugur con sus Notas de
introduccin a la antropologa psicoanaltica, que apareci primero en Neurobiologa (1951) y despus en
la Revista de Psicoanlisis (1953) y se incorpor al libro Psicoanlisis del espritu de 1957. Racker piensa
que el psicoanlisis ofrece a la antropologa cultural un instrumento insustituible para comprender la
estructura de una sociedad y desentraar sus orgenes. La antropologa, a su vez, aporta elementos para
que el psicoanlisis corrija o sostenga sus hiptesis o para que elabore otras nuevas. Fidias Cesio (1985),
uno de los candidatos de aquel seminario, recuerda cunto lo impresion ese profesor extranjero, que
dictaba un seminario atpico en un castellano por momentos difcil de seguir, y que, sin embargo, se gan
la admiracin de la audiencia desde el primer encuentro. Racker dict despus seminarios sobre Freud,
Melanie Klein y tcnica, as como tambin grupos de estudio privados para psicoanalistas. A este ensayo
siguieron otros sobre la msica, la personalidad de Freud, etctera. Quiero recordar solamente dos de
estos trabajos. En su meditado escrito Sobre la posicin de Freud frente a la religin (1956), Racker
pasa primero revista a las investigaciones freudianas sobre la religin y despus seala que el atesmo de
Freud tiene que ver con su relacin con el padre, de rebelda y de amor. Concluye que, tanto la

religiosidad como el atesmo, pueden ser patolgicos o sanos, segn la naturaleza y el origen de las ideas
que estn en juego. En Carcter y destino, escrito al ao siguiente, Racker muestra la profunda
identidad del conocer, el ser y el suceder, de modo que nuestro destino, a modo de las series
complementarias, es la resultante de lo externo y lo interno. Desde el punto de vista psicolgico, seala
el autor, y aqu resuenan las enseanzas de Oskar Adler, el mundo de cada uno de nosotros no es otra
cosa que nosotros mismos. Estos ensayos, con otros no menos interesantes, aparecen en forma de libro,
publicado por Nova con el ttulo de Psicoanlisis del espritu en 1957. El objetivo de esta obra es la
comprensin psicoanaltica de las creaciones del espritu, para contribuir al viejo anhelo del hombre de
conocerse a s mismo, porque all donde la psique se manifiesta tiene el psicoanlisis la obligacin de
aplicar su mtodo, que no es otro que descubrir el inconciente. 1960. En enero de 1960 Racker
interrumpi sus tareas por dos semanas para operarse de una litiasis biliar. Le sacaron la vescula llena
de clculos y se recuper sin inconvenientes. Despus de las vacaciones de febrero Racker reanud sus
tareas con justificado optimismo. Era director del Instituto de Psicoanlisis, estaba renovando la
enseanza y, en un empeo de ampliar el contacto del psicoanlisis con la sociedad, decidi crear una
clnica psicoanaltica. Por esta razn y por otras el Centro de Investigacin y Orientacin de la Asociacin
Psicoanaltica Argentina lleva su nombre. A fines de marzo inici un seminario cronolgico de las obras de
Freud para los candidatos recin ingresados, entre los que se encontraba Roberto Polito, con un plan que
iba a durar los tres aos de la carrera. Paids public su segundo libro, Estudios sobre tcnica
psicoanaltica, que fue muy bien recibido y sali el 17 de mayo. l 15 de agosto Racker recibi una carta
de Karl Menninger donde lo invitaba a ser Sloan Visiting Professor en la Menninger School of Psychiatry.
El cargo consista en pasar dos o tres meses en Topeka realizando las tareas docentes que l quisiera,
con la sola obligacin de su presencia y el compromiso de mantener contacto personal e informal con el
staff y los estudiantes. Racker acept complacido la propuesta, que se difundi de inmediato en la APA.
Estaba muy contento y le coment a Guillermo Ferschtut, entonces su alumno y supervisado, que esa
invitacin era lo ms lindo que haba recibido en la vida despus de la leche del pecho de su madre
(Ferschtut, 1961, p. 290). Para completar este panorama estimulante, haba sido invitado a participar en
el 22 Congreso Psicoanaltico Internacional, que iba a tener lugar en Edimburgo a mediados de 1961.
Racker reemplazara a Hanna Segal, que a su vez pasaba a ocupar el cargo de relatora, vacante por la
muerte de Melanie Klein en 1960. El tema del Simposio principal del Congreso, Los factores curativos en
psicoanlisis, le hubiera dado una gran oportunidad para mostrarse en el cenit de su pensamiento
psicoanaltico. A mediados de noviembre, sin saber todava que estaba enfermo (al menos
concientemente), Racker habl en la APA sobre tica y psicoanlisis. Fue un da de gloria. Con un saln
colmado de amigos, colegas y discpulos, Racker mantuvo literalmente un dilogo con Freud, sosteniendo
que la tica le viene al ser humano desde adentro y no slo de la sociedad. Coincide con Freud, desde
luego, en que somos ms malos y ms buenos de lo que creemos, porque el sentimiento de culpa y la
necesidad de castigo nos llevan a reprimir nuestra bondad. Sostiene en este trabajo, como a lo largo de
toda su obra, que la agresin causa culpa porque se dirige a un objeto de amor; y afirma, en conclusin,
que el conocimiento, la salud mental y la virtud son facetas de un solo y nico proceso. Esta conferencia,
que se public pstumamente en el International Journal of Psycho-Analysis de 1966, fue la culminacin
de una noble vida y un mensaje de amor por la ciencia y el hombre. Esta halagea situacin cambi
trgicamente de un da para el otro. El 25 de noviembre Racker supo que padeca cncer y sus das
estaban contados. La presuncin de su mdico clnico se confirm por una puncin biopsia, que tambin
se le remiti a Efraim a Nueva York, quien desgraciadamente tuvo que estar de acuerdo con los
patlogos argentinos. De inmediato le escribi a Menninger una carta serena, y por eso mismo
dramtica, para anunciarle que tena que darle malas noticias: en las ltimas semanas haba sentido
dolores abdominales y justamente el da anterior haba recibido el diagnstico de cncer al hgado, por lo
que se vea obligado a cancelar su viaje. Al mismo tiempo escribi una carta (en alemn, para que sus
hijos no fueran a encontrarla) en la que se despeda de ellos y su mujer, de su madre y hermanos y de
todos los que le eran prximos. Recuerda en ella los muchos momentos felices de su vida y tambin las
dificultades y sufrimientos que tuvo que sobrellevar. Dice la carta: Fui dotado por la naturaleza con el
don de sentir gran felicidad a travs de la msica y de gozar intensamente de las creaciones filosficas,
cientficas y literarias. Despus de agradecer a Oskar Adler y Olga Novakovic, sus maestros en Viena,
dice Racker: En Buenos Aires pronto pude realizar mi viejo anhelo de ser psicoanalista. Tuve as, dentro
del modesto marco de mi talento, la oportunidad de dedicarme a la investigacin cientfica y de crear
algo. Hizo avisar a sus pacientes que no poda atenderlos porque estaba enfermo y decidi no recibir ya
visitas para obviar a sus amigos un doloroso encuentro con la muerte. Con algunas excepciones, acept
solamente la presencia de Marie Langer y de Santiago Chouhy Aguirre y su esposa Jeanine Herrmann,
que lo acompaaron, como Noune y sus hijos, hasta el final. Efraim vino de Nueva York a despedirse. En
los ltimos das oa msica y conversaba con los que lo acompaaban. Lo nico que le pidi a su amigo
Santiago es que no lo hiciera sufrir, porque tema ms al dolor fsico que a la muerte, y l lo cumpli. La
hepatomegalia creca da a da y empezaba a dificultar el retorno venoso; el Dr. Santiago lo vendaba para
aliviar el edema de los miembros inferiores. La ictericia y la astenia tambin aumentaban, pero Enrique,
lgicamente muy triste, conserv su humor y su lucidez hasta el fin. Se instal entonces el coma heptico

y lleg la muerte. Cesio era uno de los pocos que lo visitaba, y a l le encomend que, con Grinberg y
Liberman, se ocupara de organizar la Clnica segn el modelo de la London Clinic of Psycho-Analysis.
Pens en el psicoanlisis literalmente hasta la hora de la muerte. Despus de la publicacin de los
Estudios, Racker haba dada por cumplida su investigacin sobre la tcnica y se aplic a estudiar el
antisemitismo. Su cncer (la bestia, Hitler, el nazi - como l lo llamaba) no se lo permiti. Enrique Racker
muri en Buenos Aires el 28 de enero de 1961, cuando tena 50 aos. La muerte lo sorprendi en el
apogeo de su creacin. Colofn Lo ms destacado de la vida de Racker est, no cabe duda, en su obra
escrita; fue tambin un gran analista y profesor, un verdadero maestro. Tuvo una lucida participacin en
la vida de su Asociacin, ya que fue secretario de la APA (1957-1959) y director del Instituto de
Psicoanlisis, donde lo acompa Fidias R. Cesio como secretario. Cesio escribi una biografa excelente
de Racker, que apareci en 1985 y yo consult ampliamente. Como analista era firme y cauto, sereno y
para nada autoritario; reservado como lo impone el oficio, no careca de humor. Jos Remus Araico, que
se form como su esposa Estela en Buenos Aires y volvi a Mxico para ser uno de los fundadores de la
Asociacin Psicoanaltica Mexicana (APM), me cont esta deliciosa ancdota. Estaba asociando como
siempre en una sesin, cuando de repente vio, pasmado, una perdiz en la biblioteca. Se qued mudo.
Racker comprendi de inmediato lo que pasaba. Perdneme - le dijo - voy a sacar la alucinacin y
enseguida vuelvo. Tom dulcemente del estante la perdiz que haban trado sus hijos de la quinta de
Escobar, la llev al interior de la casa y regres a su puesto. Podra contar muchos momentos de mi
anlisis que lo pintan como un analista eximio, justo y democrtico. Su teora de la contratransferencia
es, al fin y al cabo, una actitud firmemente psicoanaltica y democrtica. Racker era ante todo un analista
comprometidamente freudiano, aunque poda discrepar con l y estaba abierto al pensamiento de otros
autores, que conoca a la perfeccin. Sin duda recibi la influencia de analistas vieneses y britnicos,
como Anna Freud, Fairbairn y Melanie Klein; a sta la visitaba en Londres en los ltimos aos. La madreMoloch parece ser una idea rackeriana, si bien tiene que ver con los objetos internos de la escuela
inglesa. Qu saba y qu lea Racker en Viena cuando analizaba a Pedro es algo que todava no me he
podido contestar. Enrique Pichon Rivire con su teora de la enfermedad nica y Garma con el nfasis en
el masoquismo estuvieron presentes en su pensamiento, aunque es sin duda Mimi Langer la que ms
influencia tuvo en su desarrollo. Crcamo fue su amigo; Cesio, Grinberg y Liberman fueron primero sus
discpulos y despus sus amigos. Elena velson, que nos dej hace poco, el 28 de octubre de 1996, Rebe
Grinberg, Ana Kaplan, Pola Ivancich de Toms y yo nos analizamos con l mucho tiempo. Yo pienso que
mi anlisis con Racker, que dur siete aos, fue lo mejor que recib en mi vida despus de la leche del
pecho de mi madre, sin desconocer todo lo que le debo a Donald Meltzer cuando me reanaliz en
Londres por un ao en 1966. Marcelo Bianchedi tambin se analiz con l un ao largo y me cont estos
das una experiencia dramtica, que muestra al ser humano que era Enrique y prueba tambin que
trabaj hasta avanzado noviembre. Cuando comunic a sus analizados que iba a dejar de atender,
Marcelo no registr el mensaje y fue a su sesin. Lo hicieron pasar al consultorio, como siempre, y se
sent en el divn esperando. Entonces lleg un desfalleciente Racker, y, apoyado en su escritorio, le dijo
que le haba enviado un mensaje porque estaba enfermo y no podra atenderlo ms; pero, ya que haba
ido, quera saludarlo y despedirse. Racker operaba con el dualismo de eros y tnatos; pero, a diferencia
de Freud y Melanie Klein, crea firmemente que la satisfaccin libidinal y su frustracin son el punto de
partida del desarrollo. No pensaba que la deflexin o la proyeccin del instinto de muerte fueran lo
decisivo. El objeto malo es primordialmente el pecho que frustra, que mama. El inconciente vivencia la
frustracin como ataque (Racker, 1961, p. 221). La diferencia con Melanie Klein es que, para Racker, las
angustias ms profundas se refieren a la libido ligada a un objeto que provoca dolor. Frente a ese dolor
surge la agresin, que ahora s es proyectada. Aunque Racker entiende el sadismo como respuesta a la
frustracin, no duda para nada que hay tendencias innatas, el sadismo incluido. Para aclarar el
pensamiento terico de Racker voy a volver a su conferencia sobre la estratificacin psicopatolgica, leda
en 1953 y publicada en 1957. El primer estrato es la situacin depresiva primaria (o profunda), a partir
de la carencia, la falta. Racker parte de los impulsos (o pulsiones, como decimos hoy), y afirma que la
finalidad del instinto (Triebziel) implica que ste puede ser satisfecho o frustrado. El primer fenmeno en
la sucesin de los acontecimientos biopsicolgicos no es el impulso sino la carencia que moviliza la
pulsin. La carencia es paradjicamente, dice Racker, antes que el impulso, de modo que la carencia (el
hambre, pongamos por caso) es previa al impulso (a comer). La necesidad, que moviliza las pulsiones,
surge para cambiar el estado de carencia. La carencia trae dolor, displacer, angustia; y ese dolor, que
acompaa a la vivencia del yo daado, configura para Racker la situacin depresiva primaria (Revista de
Psicoanlisis, 14: 278). La situacin paranoide primaria surge como un segundo tiempo ante la vivencia
del yo daado que se atribuye a un objeto perseguidor. La identificacin con el perseguidor conduce a la
situacin manaca primaria. Etctera. Racker piensa, como Strachey, que la labor del analista consiste en
romper el crculo vicioso neurtico, que encadena al analizado a la repeticin. Considera, adems, que la
interpretacin mutativa slo es posible si el analista es de veras un objeto bueno, y esto nicamente se
consigue si el analista es bueno, en el doble sentido de bueno como profesional y como persona. Aqu
interviene la contratransferencia: si el analista la comprende silenciosamente y puede usarla para
interpretarle al analizado lo que objetivamente est pasando, cumple de lleno su labor. No hay aqu un

pice de apoyo o de tcnica activa. Respetuoso de su analizado como persona que sufre y viene a buscar
alivio y amor, era respetuoso tambin del setting, en los parmetros de la reserva analtica y la asimetra
del dilogo. Racker mantiene siempre el equilibrio, sin caer nunca en la demagogia de la confesin
contratransferencial ni en el autoritarismo de negar sus faltas. Grinberg (1961), que era presidente de la
APA cuando Racker muri, lo defina por su ecuanimidad; y tiene razn. Al abrir el 4 Simposio Anual de
la APA de 1956 sobre tcnica psicoanaltica, que presidi, Racker habla del afecto que ninguna tcnica
puede sustituir y exhorta a luchar por la supremaca del instinto de vida contra el instinto de muerte.
Este mismo afecto, sin embargo, concluye, nos obliga a no confiar solamente en la intuicin y el arte
personal sino en llevar a la conciencia y convertir en conocimiento y ciencia todo lo que hace eficaz o
ineficaz nuestra labor, Revista de Psicoanlisis, (1957, p. 2). En el prlogo de los Estudios dice Racker
que siempre lo haba sorprendido y preocupado la notable distancia existente entre la amplitud del
conocimiento psicoanaltico y las limitaciones de la prctica. Dedic lo mejor de su vida a acortar esa
brecha, y por cierto que lo consigui.
R. Horacio Etchegoyen
Aporte de Ricardo Bruno

RAPPORT
Definicin.- Relacin clida y amigable entre el examinador y el sujeto.

Aiken L (2003) Tests psicolgicos y evaluacin. Mxico: Pearson. 11 edicin (pgina 458).

Rapport en los tests.- Rapport significa el esfuerzo del examinador por despertar el inters del sujeto,
obtener su cooperacin y asegurar que sigue las instrucciones tipificadas del test. El test de aptitud al
sujeto le exige concentracin, en los proyectivos, honestidad en las respuestas, etc.
Tambin, el rapport debe ser uniforme para poder luego comparar los resultados, pues no es lo mismo el
rendimiento de un sujeto premiado que otro no premiado.
El tipo de rapport depender del sujeto: si son nios pre-escolares, por ejemplo, deber considerarse la
timidez con extraos, el negativismo y la distraccin. Se debe ser flexible y prudente al establecer el
rapport: un test es algo amenazante para el sujeto y al principio debe drsele alguna seguridad, por
ejemplo, que nadie ha resuelto bien todo el test, etc. Eliminaremos tambin lo posible, el factor sorpresa,
pues ste produce ansiedad. En el rapport con sujetos adultos, deberemos atender a la consigna que
debe hacer el test, lo mejor y ms honestamente posible, pues ello es beneficioso para l.
Condensado de Anastasi A (1976) Tests psicolgicos. Madrid: Aguilar. 3ra edicin.

Definicin.- Trmino francs que seala: 1) Insensibilidad aparente a toda clase de estmulos que
parten de otras personas que no sean el hipnotizador, la que se pone de manifiesto en algunos sujetos en
el estado hipntico y que se debe probablemente, del todo o en parte, a una sugestin directa o
indirecta. 2. Susceptibilidad aumentada que se crea, en forma especfica, frente a las sugestiones que
parten del hipnotizador, y la que puede ser transferida fcilmente a otra persona mediante una simple
sugestin verbal de aqul.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

RASGO
Definicin.- Los rasgos son modos relativamente duraderos en que se diferencian entre s los
individuos; caractersticas descriptivas de las personas.
Vander Zanden James, Manual de Psicologa Social, Barcelona, Paids, 1986, pg. 624.

Definicin.- El rasgo es definido por Allport como un sistema neuropsquico, propio de cada sujeto, que
confiere la capacidad de dar un comportamiento conforme a una determinada finalidad y que se puede
adaptar a las distintas condiciones ambientales. El rasgo es caracterstica propia del individuo; no puede
haber dos individuos que tengan ambos los mismos rasgos. Un sujeto normal, en un determinado
ambiente, tiende a adaptarse de un determinado modo, y por esto se tiene el desarrollo de determinados
rasgos; esto hace posible la medicin; de la comparacin de los rasgos de un sujeto se puede conseguir
diferenciar los de los otros sujetos. Hay, sin embargo, psiclogos que niegan la necesidad de sustituir en
el estudio las aptitudes de los rasgos.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Rasgo de carcter.- Un rasgo de carcter es una caracterstica psquica relativamente estable de una
persona y que, por ello, forma parte de su manera de ser, de su personalidad. Todas las personas
tienen un conjunto de rasgos de carcter que las hace nicas, y que definen as su personalidad. Por
ejemplo ser prudente, ser testarudo, ser temeroso, ser seductor, ser meticuloso, etc. Los rasgos de
carcter son estables, es decir, reaparecen siempre y por lo general ms all de la situacin ambiental:
una persona con un rasgo de carcter temeroso manifestar su temor incluso ante situaciones banales,

mientras que otra persona con un rasgo de carcter audaz u osado no se amilanar ni an en
situaciones muy difciles.
Allport y Freud son algunos de los autores que se han ocupado de esta cuestin: el primero destacando
el rasgo normal, y el segundo el rasgo patolgico (aunque pronuncindose tambin sobre el rasgo
normal).
Para Allport, el rasgo es una caracterstica de la personalidad que permite orientar la conducta hacia
una finalidad y que puede adaptarse a las diversas condiciones ambientales: es gracias a los rasgos
como el individuo puede adaptarse exitosamente al entorno.
Para Freud, los rasgos de carcter son la expresin de modos de comportamiento infantiles que
subsisten en la adultez. Por ejemplo los rasgos orales o los rasgos anales, estos ltimos estudiados
especialmente por el creador del psicoanlisis en El carcter y el erotismo anal, donde refiere como
rasgos anales la limpieza, la terquedad, la avaricia, etc. Se trata de tendencias pregenitales que
persisten de diversas maneras, como formaciones reactivas, como sublimaciones, etc. Una de las
formas de entender un rasgo de carcter patolgico es cuando este rasgo expresa en forma directa
aquella modalidad pregenital e invade la vida de la persona impidindole adaptarse al entorno. Un rasgo
normal, en cambio, es aquel que resulta de un proceso de sublimacin de lo pregenital.
Cazau P (2003) Vocabulario de Psicologa. Buenos Aires: Redpsicologa.

Rasgo de carcter.- En 1913 Freud realiz una importante distincin entre los sntomas neurticos y
los rasgos de carcter. Los sntomas neurticos se generan debido a un fracaso de la represin; los
rasgos de carcter deben su existencia a la represin o, ms precisamente, del sistema defensivo, que
alcanza su objetivo a travs de una pauta persistente de formacin reactiva y sublimacin. En 1923,
Freud observ que la sustitucin del vnculo de objeto por identificacin (introyeccin), que introduca el
objeto perdido dentro del yo, tambin realizaba una significativa contribucin a la formacin del carcter.
En 1932, Freud subray la particular importancia de la identificacin para la construccin del carcter,
sobre todo a la referencia a la formacin del supery.
El psicoanlisis ha llegado a considerar el carcter como un patrn de adaptacin a las fuerzas
pulsionales o ambientales que es tpico o habitual de una determinada persona. El carcter se diferencia
del yo por el hecho de que el trmino carcter se refiere en gran parte a la conducta observable de
manera directa y modos de defensa, actuacin, pensamiento y sentimientos.
La predisposicin biolgica congnita, la interaccin de fuerzas del ello con las primeras defensas del yo e
influencias ambientales y varias identificaciones e imitaciones primitivas de otros seres humanos dejan su
huella indeleble sobre el carcter. El grado en el cual el yo ha desarrollado una capacidad de tolerar la
demora en la descarga de impulsos y neutralizar la energa pulsional determina, por ejemplo, el grado en
que dichos rasgos de carcter aparecer exteriormente en forma de impulsividad.
El desarrollo exagerado de ciertos rasgos de carcter a expensas de otros puede conducir a trastornos del
carcter o producir una vulnerabilidad o predisposicin a la psicosis (pgina 84).
Kaplan H y Sadock B (1992) Compendio de psiquiatra. Mxico: Salvat. 2 edicin.

Rasgos de carcter y sntomas.- Lo comn a ambos es que se explican por las series
complementarias, pudiendo surgir de conflictos similares (puntos de fijacin y defensas), o sea que el
conflicto actual al romper el equilibrio interno provoca regresiones para controlar la ansiedad despertada
por el encuentro con identificaciones persecutorias, lo que requiere defensas ms primitivas y conflictos
con el ambiente (romper con las pautas aceptadas). Se buscan entonces transacciones que se expresan
como sntomas o como trastornos de carcter. El esquema siguiente indica las diferencias:
Sntomas
Hacen sufrir.
Se mantienen con la enfermedad.
Manifiestan el conflicto y la ruptura de las
defensas.
Surgen por algn trauma o cambio.

Rasgos de carcter
Modos habituales de comportamiento.
Se mantienen como parte integral de la personalidad.
Manifiestan identificaciones diversas, ideales del Yo,
Yo Ideal, formaciones reactivas.
Aparecen tempranamente y se vuelven patolgicos
ante un trauma o cambio.

Defensas caracterolgicas.- Son distintas para cada sexo, y sirven para mantener la adaptacin general
sin detener el crecimiento. Estas defensas tienen el carcter de fenmenos transicionales no slo por su
fin (elaboracin de un duelo) y su transitoriedad, sino tambin porque encierran los aspectos del sexo
opuesto del cual se diferencian y separan definitivamente (identidad sexual); estos aspectos se
conservan de manera transicional en el rasgo de carcter, entre otras formas.
Condensado de Fernndez Moujn Octavio (1988) Abordaje terico y clnico del adolescente. Buenos Aires: Nueva
Visin.

RAZONAMIENTO

Definicin.- O raciocinio. El razonamiento encadena los juicios entre s en una relacin directa de
dependencia; su finalidad es comprobar y demostrar una verdad. Establece comparaciones entre los
juicios cuyas similitudes permiten efectuar substracciones de trmino: lo que es verdad en uno de los
trminos lo es tambin en los otros (Betta, 1984:138).
Betta Juan (1984) Manual de Psiquiatra. Buenos Aires: CEA, Octava edicin.

Clasificacin.- 1) Razonamiento por deduccin: Acepta como verdadera una proposicin llamada
consecuencia, cuando otras proposiciones llamadas premisas, tambin lo son. 2) Razonamiento de
induccin: Afirma una verdad basndose en la observacin de determinado nmero de hechos. 3)
Razonamientos por analogas: Afirma una verdad cuando uno de los trminos presenta caracteres
semejantes a los de los otros (Betta, 1984:138).
Betta Juan (1984) Manual de Psiquiatra. Buenos Aires: CEA, Octava edicin.

Generalidades.- El razonamiento es un subcaptulo dentro del tema pensamiento. El razonamiento es


un proceso donde se extrae informacin a partir de premisas. Es una cuestin de generacin de
informacin, y por tanto de inters psicolgico pero tambin epistemolgico.
La lgica clasifica los razonamientos en deductivos e inductivos.
En la deduccin, la conclusin se infiere de manera necesaria y suficiente, pero no incluye informacin
nueva. En la induccin la conclusin es probable y agrega informacin que no estaba en las premisas.
La lgica da reglas sobre como debera pensar el hombre, pero estas leyes son diferentes a las leyes del
pensamiento, que apuntan a cmo de hecho el hombre piensa. Identificar leyes de la lgica con leyes del
pensamiento, como se hizo desde el siglo 17, gener confusiones, hasta que finalmente Boole construye
una lgica puramente formal, que combina elementos independientemente de la interpretacin que se les
pueda dar, o sea, ms all de toda cuestin psicolgica.
Lefford (1946) distingua inferencias lgicas e inferencias psicolgicas, y estas ltimas pueden ser hechas
por cualquier persona y en s mismas no son correctas o incorrectas, salvo que las comparemos con la
inferencia lgica. Los estudios de psicologa cognitiva buscan ver cmo la gente razona con una lgica
mental, no con una lgica formal, o sea como razonan realmente, no idealmente.
Resumen de Gonzlez G (1987) Temas de Psicologa Cognitiva (II. Pensamiento. Captulo 2). Buenos Aires: Tekn.

Teoras sobre el razonamiento deductivo.- Hay tres corrientes tericas para explicar como se da el
razonamiento deductivo en las personas:
Teoras no lgicas: al razonar no se siguen reglas lgicas.
Teoras lgicas: al razonar se aplican las reglas lgicas.
Teoras ilgicas: al razonar se aplican reglas lgicas incorrectas.
Teoras no lgicas.- Sostienen que al razonar, la gente no sigue leyes lgicas. Dentro de estas teoras
estn las que dicen que al razonar se atiende a la forma del razonamiento, y las que dicen que se atiende
al contenido.
Las que dicen que al razonar se atiende a la forma (Woodworth y Sells, 1935) plantean la hiptesis del
efecto atmsfera (por ejemplo, en un silogismo, premisa/s particular/es crean una atmsfera de 'algunos
s' que tiende a hacer sacar una conclusin tambin particular), y la hiptesis de la cautela (premisas
negativas hacen sacar conclusiones negativas, 'por las dudas' de concluir algo ms all de las premisas).
Los psiclogos cognitivos investigaron tres tipos de razonamientos: silogsticos, transitivos (Si A entonces
B, si B entonces C, por tanto si A entonces C), y proposicionales (los que usan conectivas lgicas). Estas
teoras fueron criticadas porque se dijo que al razonar, las personas atendan al contenido del
razonamiento.
Entre las que dicen que al razonar se atiende al contenido estn por ejemplo la de Morgan y Morton
(1944): se sacan conclusiones en base a creencias y actitudes (por ejemplo si un razonamiento habla en
las premisas de negros y maldad, se tiende a concluir que los negros son malos). Wilkins (1928) sostuvo
que el contenido puede tambin ser facilitador del razonamiento, ayudando as a la persona a sacar la
conclusin correcta.
Teoras lgicas.- Defienden la racionalidad an en el error. Henle, por ejemplo, dice que los sujetos
agregan premisas adicionales a los razonamientos que les dan, segn sus creencias y saberes,
convirtiendo as el razonamiento en vlido. Para Mary Henle hay una 'lgica mental' analogable a la lgica
formal. Henle critic a Morgan diciendo que no dijo cules eran las creencias y actitudes de las personas.
Teoras ilgicas.- Al razonar se usan reglas incorrectas de razonamiento. Se ejemplific esto con el
problema de las cuatro tarjetas (pgina 35) y otros, que permitieron concluir que, al razonar, las
personas: a) buscan confirmar sus hiptesis y no buscan contraejemplos, b) tienden a defender su
conclusin inicial an mostrndoles el error, y c) al razonar se apoyan en contenidos realistas o
familiares, con lo cual el contenido es facilitador del razonamiento correcto (un ingls razon mejor un
problema de estampillas inglesas que un norteamericano).
Resumen de Gonzlez G (1987) Temas de Psicologa Cognitiva (II. Pensamiento. Captulo 3). Buenos Aires: Tekn.

Teora de los modelos mentales.- Johnson-Laird dice que hay dos posiciones extremas respecto del
pensamiento:
1) Teoras racionalistas: Comienzan con Spinoza. Dicen que el razonamiento es un conjunto de procesos
innatos, no aprendidos, que se aplican sin error a cualquier contenido cognitivo. Sus leyes son realmente
las leyes de la lgica.
2) Teoras irracionalistas: la gente es inherentemente irracional.
Ambas teoras no cubren todas las posibilidades, pues adems de racionalidad invariable e irracionalidad
invariable, existe otra posibilidad: la racionalidad variable, que supone el razonamiento como una
habilidad que se adquiere y, por tanto, puede ejecutarse con mayor o menor pericia. Estas tres
posibilidades cubren todo el espectro: son exhaustivas.
Con el fin de decidir entre esas tres alternativas, Johnson-Laird propone su teora del modelo mental,
basndose en seis supuestos:
Supuesto 1) Al razonar, los sujetos interpretan las premisas construyendo un modelo mental integrado:
no se representan directamente las propiedades lgicas de una expresin. As, en el silogismo:
Algunos cientficos son padres (primera premisa).
Todos los padres son conductores (segunda premisa).
Por tanto algunos cientficos son conductores (conclusin).
El sujeto se imagina la primera premisa como un nmero arbitrario de cientficos, y luego imagina que
algunos de ellos son padres. Considera tambin que puede haber cientficos que no sean padres, ni
padres que sean cientficos.
A este primer modelo puede integrar uno similar correspondiente a la segunda premisa, con lo que
obtiene un nuevo modelo integrado donde hay cientficos que son padres y conductores, pero puede
haber algn conductor que no sea padre.
Supuesto 2) La conclusin extrada est basada en la novedad y la parsimonia: se relacionan aquellos
tems que no hayan sido relacionados explcitamente en las premisas. No nos representamos
directamente las propiedades lgicas, sino que estas surgen naturalmente del proceso de construccin de
modelos mentales. Una inferencia depende de que se forme un modelo mental integrado de las premisas.
Supuesto 3) El orden en que se expresa lingsticamente la conclusin sigue el principio de la memoria
segn el cual lo primero que entra es lo primero que sale. Ejemplos: a) es ms sencillo recordar las
premisas en el orden el que fueron dadas; b) es ms fcil formular la conclusin en el orden en que las
premisas entraron en la memoria: primero se mencionan los cientficos y luego los conductores.
Los supuestos 2 y 3 permiten explicar cmo el sujeto obtuvo la conclusin del razonamiento.
Estos tres supuestos explican lo que es un modelo mental, pero los siguientes tres ltimos supuestos son
igualmente importantes para la teora de Johnson-Laird.
Supuesto 4) Segn las caractersticas del silogismo, forma y complejidad, las premisas no se integran en
un modelo de manera inmediata, debiendo el sujeto realizar operaciones suplementarias para lograr esa
integracin.
Supuesto 5) Cuanto mayor sea el nmero de modelos necesarios para llegar a una conclusin, mayor
ser la carga de memoria en funcionamiento, y por tanto mayor la posibilidad de equivocarse. Un
razonamiento sencillo recurre a un nico modelo mental. As, la dificultad del razonamiento no reside en
su complejidad lgica sino en sus demandas de memoria, y segn algunos psiclogos, el nio razona
cada vez mejor porque se va ampliando su memoria operativa.
Supuesto 6) Al razonar, las personas no se basan estrictamente en las leyes lgicas sino que utilizan
informacin semntica. El proceso inferencial se realiza a travs de sucesivos anlisis de las distintas
interpretaciones posibles de las premisas, es decir, de los diferentes modelos mentales utilizados.
En sntesis, la teora de los modelos mentales postula:
El razonamiento semeja ms una simulacin mental de realidades hipotticas y la comprobacin de su
verosimilitud o verdad, que una aplicacin sistemtica de reglas puramente sintcticas de inferencia. La
propia lgica es consecuencia de nuestra capacidad de buscar refutaciones, no la causa de esa capacidad.
Al razonar, las personas construyen modelos y buscan alternativas, no necesariamente de forma aleatoria
pero tampoco en forma totalmente sistemtica.
As, Johnson-Laird adhiere a la tercer alternativa, que era la hiptesis de la racionalidad variable: segn
la habilidad de la persona o la caracterstica del mismo razonamiento, algunas veces se razona en forma
racional, y otras de modo irracional, de modo que el razonamiento es una habilidad que se adquiere.
La teora de los modelos mentales sugiere algunos factores que hacen que ciertas personas obtengan
conclusiones correctas y otras no. Cita tres factores: 1) la capacidad para construir modelos mentales de
las premisas, y 2) la capacidad para buscar diferentes modelos de las mismas premisas y construir un
modelo integrado de ellos. 3) la capacidad de traducir en palabras las caractersticas comunes del
conjunto de modelos mentales.
Otro factor depende del mismo razonamiento: la cantidad de memoria en funcionamiento, o memoria
operativa. Se requiere ms memoria si el razonamiento es ms complejo o ms extenso.
Resumen de Gonzlez G, Panorama sobre estudios de pensamiento y razonamiento, publicacin interna de la ctedra
de Psicologa General II de la Facultad de Psicologa de la Universidad de Belgrano, Buenos Aires, 1999. Punto 3.3: El
razonamiento como una habilidad: un intento de superacin de la controversia racionalidad o irracionalidad.

RDC
Definicin.- Abreviatura de Research Diagnostic Criteria. Los Criterios Diagnsticos de Investigacin
constituyen un catlogo de 25 alteraciones clnicas, definidas en base a criterios operacionales, que fue
desarrollado por autores pertenecientes al movimiento neo-kraepeliniano y que sirvi de base para el
DSM-III y las versiones posteriores.
Belloch A y otros, Manual de Psicopatologa, Volumen I, Madrid, McGraw-Hill, 1995, pg. 156.

REACTANCIA
Definicin.- Estado motivacional de un individuo dirigido a la restauracin o salvaguardia de su
libertad.
Vander Zanden James, Manual de Psicologa Social, Barcelona, Paids, 1986, pg. 624.

REALIDAD
Generalidades.- Watzlawick (pgs. 148-150) sostiene que no existe una realidad absoluta, sino tan
slo visiones o concepciones subjetivas, y en parte totalmente opuestas, y que ingenuamente se las
supone la verdadera realidad. Este autor distingue dos tipos de realidad: la de primer orden y la de
segundo orden. La primera se refiere a lo puramente objetivo, fsico, medible y verificable. Por ejemplo:
la ballena es un mamfero, o el oro tiene la propiedad de ser maleable y dctil. En cambio la segunda
tiene relacin con lo subjetivo, con los valores, significados o interpretaciones que asignamos a ciertos
acontecimientos o cosas. El oro puede significar cosas distintas para distintas personas. Esas personas
pueden diferir as en cuanto al valor que le asignan, aunque todas ellas estarn de acuerdo en sus
aspectos objetivos y verificables (maleabilidad, etc). En el mbito de la realidad de segundo orden
resulta por tanto absurdo discutir sobre lo qu es realmente real, siendo ilusorio pensar que la
realidad de segundo orden pueda ser real.
Watzlawick ilustra la tesis de la relatividad de la realidad con la novela Planolandia (pgs. 222-226),
de cuyo anlisis concluye que un aspecto de la madurez humana se refiere a la capacidad de poder vivir
con verdades relativas, con preguntas sin respuestas, con la sabidura de no saber nada y con las
paradojales incertidumbres de la existencia.
Watzlawick Paul, (1981) Es real la realidad?. Barcelona: Herder.

Realidad psquica segn M. Klein.- "La experiencia de la realidad psquica es la experiencia del
propio mundo interno, incluyendo la experiencia de impulsos y los objetos internos".
Segal H, Introduccin a la obra de Melanie Klein, Buenos Aires, Paids, 1987, pg. 124.

Realidad, sentido de, segn M. Klein.- "Es la capacidad de experimentar la realidad psquica como
tal y de diferenciarla de la realidad externa. Implica la experiencia simultnea y la correlacin de los
mundos interno y externo".
Segal H, Introduccin a la obra de Melanie Klein, Buenos Aires, Paids, 1987, pg. 124.

Generalidades.- Watzlawick (1982:148-150) sostiene que no existe una realidad absoluta, sino tan slo
visiones o concepciones subjetivas, y en parte totalmente opuestas, y que ingenuamente se las supone la
verdadera realidad. Este autor distingue dos tipos de realidad: la de primer orden y la de segundo orden.
La primera se refiere a lo puramente objetivo, fsico, medible y verificable. Por ejemplo: la ballena es un
mamfero, o el oro tiene la propiedad de ser maleable y dctil. En cambio la segunda tiene relacin con lo
subjetivo, con los valores, significados o interpretaciones que asignamos a ciertos acontecimientos o
cosas. El oro puede significar cosas distintas para distintas personas. Esas personas pueden diferir as en
cuanto al valor que le asignan, aunque todas ellas estarn de acuerdo en sus aspectos objetivos y
verificables (maleabilidad, etc). En el mbito de la realidad de segundo orden resulta por tanto absurdo
discutir sobre lo qu es realmente real, siendo ilusorio pensar que la realidad de segundo orden pueda
ser real.
Watzlawick ilustra la tesis de la relatividad de la realidad con la novela Planolandia (Watzlawick,
1982:222-226), de cuyo anlisis concluye que un aspecto de la madurez humana se refiere a la
capacidad de poder vivir con verdades relativas, con preguntas sin respuestas, con la sabidura de no
saber nada y con las paradojales incertidumbres de la existencia.
Seala Umberto Eco que hay una diferencia importante entre hablar mirando a la cmara y hablar sin
mirar a la cmara. Lo habitual es quien mire a la cmara se represente a s mismo, mientras que quien
habla sin mirar la cmara est representando algn personaje. El actor no mira a la cmara porque
quiere crear una ilusin de realidad, por ejemplo. El espectador tiende a identificarse con estos
personajes que no miran a la cmara, son modelos de identificacin. Con respecto al sujeto que mira a la

cmara, por ejemplo un locutor, el espectador tiende a creer que lo que dice es la realidad porque le
estn hablando a l (Eco, 1995).
Esta categorizacin de Eco ha quedado incompleta con la aparicin del nuevo fenmeno meditico
llamado Reality Show: en l, el personaje no mira a la cmara, como en los programas de ficcin, pero
sin embargo muestran algo real, no ficticio, en cuanto el Reality Show muestran los comportamientos
espontneos de las personas en situacin de interaccin.
Watzlawick Paul, (1982) Es real la realidad?. Barcelona: Herder.
Eco Umberto (1995) La estrategia de la ilusin. Buenos Aires: Ediciones de la Flor.

Realidad psquica.- 1. Se aplica al mundo de la fantasa en tanto generador de reacciones en el


individuo, como si fuera el mundo real. 2. Trmino que Freud utiliza para designar aquello que en el
psiquismo del sujeto presenta una coherencia y una resistencia comparables a las de la realidad material;
se trata fundamentalmente del deseo inconciente y de los fantasmas con l relacionado.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

REALIDAD VIRTUAL
Generalidades.- El concepto de Realidad Virtual (RV) aparece en 1965. Se trata de un programa que
enfrenta al usuario con imgenes tan perfectas y definidas que resultan difciles de diferenciar del mundo
real. El realismo aumenta an ms porque se trata de visiones tridimensionales y sensaciones tctiles.
De esta forma, la realidad virtual conduce a una verdadera revolucin perceptual, ya que estn basadas
en programas interactivos donde uno no slo contempla sino que tambin interviene en esa realidad
pudiendo modificarla. Quien utiliza la realidad virtual "es un personaje ms; incluso, si lo desea, el
protagonista y as, inmerso en un escenario virtual, puede combatir en una guerra simulada y morir a
causa de una bala virtual, hacer el amor con otra persona que no est fsicamente presente, estudiar en
un aula virtual y transformarse en un tiranosaurio rex o explorar la planicies marciana sin subirse a un
cohete" (Daiban C, 1995).
El dispositivo bsico que utiliza el usuario es un casco con lentes especiales a travs de los cuales ingresa
en el mundo de las imgenes virtuales, y unos guantes tambin especiales mediante los cuales puede
actuar en esa realidad desplazndose, tocando y cambiando lo que en ella encuentre.
Esta innovacin representa indudablemente un avance tecnolgico, ya que tiene muchas aplicaciones
reales y potenciales. Por ejemplo, un arquitecto podr crear una casa tridimensional donde podr
moverse por las habitaciones, y ya no necesitar hacer un plano bidimensional para ir corrigiendo
posibles errores. Del mismo modo, los estudiantes de medicina podrn aprender a realizar intervenciones
quirrgicas en un cuerpo virtual, y con bisturs virtuales, en lugar de hacer sus primeros ensayos en
pacientes reales.
Daiban Cyinthia, Mundos imaginarios. Artculo includo en La Prensa, 25-6-95.

Peligros de la realidad virtual.- Sin embargo, a pesar de estas y otras muchas aplicaciones prcticas,
hay peligros que implica o podra implicar el empleo de la realidad virtual para el hombre y su psiquismo.
Investigaciones realizadas en los EEUU comprobaron, por ejemplo, que la realidad virtual produce
alteraciones nerviosas y distorsiona los sentidos. El neurlogo Juan E. Azcoaga, por ejemplo, indica que si
a un hombre entrenado se lo coloca en un simulador de vuelo espacial y se le hace creer que est a
merced de una lluvia de meteoritos, no tardar ms de media hora en tener todos los sntomas tpicos de
un ataque de pnico (Gentil, 1996). No hace falta que la persona viva concretamente la situacin,
bastando con que sus sentidos (vista, odo, tacto) crean que el hecho est efectivamente, ocurriendo.
El ejemplo del simulador de vuelo es relevante porque bsicamente es el mismo dispositivo que la
realidad virtual: sta es una forma de simular la realidad "real" en condiciones de mxima credibilidad.
Cuando una persona est un determinado tiempo inmersa en la realidad virtual, puede llegar a
comportarse como si esa fuera la realidad 'real', manifestando entonces una sintomatologa que no
condice con lo que ocurre realmente. Las investigaciones realizadas en los EEUU muestran, entre otras
cosas, el llamado efecto "flashback" (Gentil, 1996), una inhibicin generalizada de la capacidad de
trabajo del sistema nervioso que se produce cuando se sobrepasan sus niveles de tolerancia. Horas
despus de abandonar el casco, hombres y mujeres tienen momentos de escape, pierden el aqu y ahora,
y creen an estar en el terreno de la realidad virtual. Por ejemplo, se les alteran las nociones de tiempo y
espacio de tal forma que, para convencerse que han vuelto a la realidad 'real', necesitan tocar todos los
objetos para convencerse de su existencia real.
En nuestro final de siglo vivimos en un mundo poblado de imgenes, donde la pantalla de la TV y la
pantalla de la realidad virtual han desplazado gran parte del lenguaje verbal, con lo cual de alguna forma
hemos regresado a formas primitivas de pensamiento, donde se pensaba en imgenes en vez de pensar
con palabras.
Podemos imaginarnos una escuela donde a los nios no se les ensease a leer y escribir sino a manejarse
solamente con imgenes. Pensamos que estos nios no tendran estmulo suficiente para desarrollar su
inteligencia ni su capacidad crtica y reflexiva, porque el lenguaje verbal, a diferencia del lenguaje

analgico de las imgenes, tiene una sintaxis mucho ms poderosa (Watzlawick y otros, 1981): las
palabras pueden articularse de muchas maneras distintas y expresar de esa forma las ideas ms sutiles y
creativas.
Gentil Andrea, La realidad virtual enferma. Artculo includo en Clarn, 5-3-96.
Watzlawick P y otros (1981) Teora de la comunicacin humana. Barcelona: Herder, 2da edicin, captulo 2.

Beneficios de la realidad virtual.- La realidad virtual puede y debe ser aprovechada, manejada
racionalmente. Un ejemplo de ello lo tenemos en su empleo como mtodo para tratar las fobias (Gentil,
1996). En los EEUU, hallaron que la terapia asistida con realidad virtual puede ser til a la hora de tratar
estas dolencias. Una persona con temor a las alturas puede ser sumergida en un ambiente virtual en la
cima de un edificio, con lo cual experimentar un gran miedo que podr ir controlando a medida que
controla la altura a la que se encuentra. Se comprob que el 90 por ciento de los pacientes pudo
recuperarse luego de tres meses de este tipo de tratamiento conductista basado en una desensibilizacin
sistemtica. Advierten que, sin embargo, pueden tambin desarrollar un "ciberenfermedad": sesiones de
ms de 35 minutos provocan ms malestar que la misma fobia.
Gentil Andrea, La realidad virtual enferma. Artculo includo en Clarn, 5-3-96.

Realidad virtual y trastorno de estado de pnico.- Las patologas donde la ansiedad juega un papel
importante son hoy una de las entidades clnicas con ms repercusiones sociales y individuales en
nuestro contexto cultural. La eficacia de la terapia cognitivo-conductual en el tratamiento del trastorno de
pnico se esta probando en el mundo cientfico. Nuevas pistas de investigacin estn buscando
proceduras de tratamiento mas eficaces (con alta percentual de xito) y eficientes (xitos teraputicos en
pocas sesiones y con un costo limitado), sobre todo en el campo de la agorafobia (con o sin ataques de
pnico). El Instituto Auxologico Italiano esta llevando a cabo una investigacin sobre el uso de la
Realidad Virtual en el tratamiento del trastorno de pnico: el enfoque terico permanece cognitivoconductual, pero la novedad es la introduccin de entornos virtuales en algunas sesiones teraputicas. Lo
que el Virtual puede aadir al traditional iter terapeutico es la posibilidad de reproducir entornos
ansigenos poniendo los pacientes en la condicin de explorar el mundo virtual en un estado de
"immersin sensorial" que va a generar un sentido funcional de "presencia" dentro de la terapia. Una de
las ventajas del enfoque cognitivo-conductual con la modalidad virtual parece ser la rapidez en
comparacin con la procedura traditional sin entornos virtuales. Todava se necesitan ms
investigaciones.
Castelnuovo G, Molinari E, Riva G. La realidad virtual como recurso teraputico del trastorno de pnico. Interpsiquis.
2003.

Realidad virtual y delirios de persecucin.- Objetivo. Se ha empezado a utilizar la realidad virtual


(VR) para investigar el sntoma psictico principal de la paranoia. Los estudios iniciales han sido con
individuos no-clnicos e individuos con alto riesgo de psicosis. El siguiente paso es desarrollar la
tecnologa para la comprensin y el tratamiento clnico de los delirios. Por lo tanto el presente estudio
investig la aceptabilidad y seguridad de utilizar la VR en individuos con delirios de persecucin actuales.
Adems, se precisa para determinar si los pacientes se sienten inmersos en un ambiente social de VR y,
por lo tanto, experimentan pensamientos paranoicos.
Mtodo. Veinte individuos con delirios de persecucin y veinte individuos no-clnicos pasaron 4 minutos
en un tren subterrneo de VR que contena caracteres neutrales. Se midieron los niveles de enfermedad
del simulador, angustia, sensacin de presencia, e ideacin persecutoria de los caracteres del ordenador.
Se hizo un seguimiento de una semana para comprobar efectos secundarios a largo plazo.
Resultados. La experiencia de VR no elev los niveles de ansiedad o los sntomas de enfermedad del
simulador. No se reportaron efectos secundarios durante el seguimiento. Hubo un considerable grado de
presencia en el escenario de VR para todos los participantes. Una gran proporcin del grupo de delirios de
persecucin (65%) tena pensamientos de persecucin acerca de los caracteres del ordenador, aunque
esta tasa no fue significativamente ms alta que en el grupo de los no-clnicos.
Conclusiones. El estudio indica que las experiencias breves en VR son seguras y aceptables para las
personas con psicosis. Adems, los pacientes con paranoia pueden sentirse sumergidas en las escenas de
VR y experimentar pensamientos de persecucin. La exposicin a situaciones sociales mediante VR tiene
el potencial para ser incorporado en las intervenciones cognitivo-conductuales para la paranoia.
Miriam Fornells-Ambrojo; Chris Barker; David Swapp...(et.al). Realidad virtual y delirios de persecucin: Seguridad y
viabilidad. SCHIZOPHR RES. 2008 SEP;104(2):228-236.

RECURRENCIA
Definicin.- Es la reiteracin de un mismo indicador en varias zonas de un mismo grfico o en grficos
diversos, y pueden estar referidas a pautas formales o pautas de contenido. Por ejemplo, puede haber
una reiteracin en la presin del trazo, el tamao o la ubicacin del dibujo, etc. En general, es
esperable que las pautas formales tengan mayor estabilidad, ya que responderan ms a aspectos

centrales de la personalidad, y que las pautas de contenido se presenten como ms variables, por
ejemplo, ante un test-retest, logrando por tanto un nivel ms bajo de confiabilidad.

Frank de Verthelyi R, Grficos en nios. Publicacin interna de la Ctedra de Teora y Tcnica de Exploracin y
Diagnstico Psicolgico de la Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires, 1990.

Definicin.- Reiteracin de un mismo indicador en varios componentes de una misma tcnica o en varias
de ellas (por ejemplo en un mismo grfico). Es un modo de recoger indicaciones significativas en un nivel
intratest o intertest.
Lunazzi de Jubany H, Lectura del psicodiagnstico.

RED SOCIAL
Generalidades.- Las relaciones sociales son de gran importancia para las personas, ya que favorecen el
desarrollo psicolgico y social, adems de ejercer una funcin protectora frente a las enfermedades
(Cohen & Syme, 1985, citados por Clemente, 2003:34).
Wellman (1988, citado por Clemente, 2003:34) considera el concepto de redes desde dos perspectivas
diferentes y complementarias. Una se centra en el individuo y mira a la red como un todo y se la
denomina ego-centrada de la red. Para su anlisis se parte de un actor local denominado ego y se
examinan los vnculos que existen con l. En tanto desde la otra perspectiva se utiliza un criterio de
delimitacin de la poblacin sobre el universo, en este caso el objeto de anlisis es la totalidad de los
lazos que se establecen entre los miembros o subgrupos de la red.
Clemente Mara Alejandra, Redes sociales de apoyo en relacin al proceso de envejecimiento humano. Revisin
bibliogrfica. Buenos Aires: Revista de Psicologa y Ciencias Afines. Volumen 20, Nmero 1, ao 2003.

Estructura de la red social.- La estructura de la red social presenta las siguientes caractersticas
(Clemente, 2003:35-36):
a Tamao: Es el nmero de personas que conforman la red. Existen datos que informan que las redes
de tamao mediano son ms efectivas que las pequeas o las muy numerosas.
b Densidad: Es el grado de conexin de los miembros, independientemente del informante. Un nivel de
densidad medio favorece la mxima efectividad del grupo al permitir la confrontacin de ideas o juicios.
Una red con nivel de densidad muy alto favorece la conformidad en sus miembros y un nivel de densidad
muy bajo reduce la efectividad del grupo por la falta de afecto potenciador de la confrontacin.
c Composicin o distribucin: La proporcin del total de los miembros de la red est localizada en cada
cuadrante y en cada crculo. Las redes muy concentradas son menos flexibles y efectivas y generan
menos opciones que las redes de distribucin ms amplia; esto se aplica tanto a la distribucin en
cuadrantes como en crculos.
d Dispersin: Es la distancia geogrfica entre los miembros. Un alto grado de dispersin afecta la
facilidad de acceso al y del informante y por lo tanto, la sensibilidad de la red a las variaciones del
individuo, como la eficacia y velocidad de respuesta ante situaciones de crisis. Esta caracterstica
estructural de la red tambin puede ser denominada accesibilidad, que es la facilidad de acceso o
contacto para generar comportamientos efectivos.
e Homogeneidad y Heterogeneidad: Se refiere a lo demogrfico como a lo socio cultural (edad, sexo,
cultura y nivel socioeconmico, etc.).
f Atributos de vnculos especficos: Se consideran atributos por ejemplo, a la intensidad o tropismo, es
decir, compromiso y fuerza de la relacin, durabilidad e historia en comn.
g Tipo de funciones: Son las desempeadas por cada vnculo y por el conjunto, por ejemplo, apoyo,
gua regulacin, etc.
Clemente Mara Alejandra, Redes sociales de apoyo en relacin al proceso de envejecimiento humano. Revisin
bibliogrfica. Buenos Aires: Revista de Psicologa y Ciencias Afines. Volumen 20, Nmero 1, ao 2003.

Funciones de la red social.- El tipo de intercambio interpersonal que prevalece entre los miembros de
la red, determina las funciones de la red que se consignan a continuacin (Clemente, 2003:36-37):
a) Campaa social: Es la ejecucin de actividades conjuntas o simplemente sentirse junto a otros.
b) Apoyo emocional: Son los intercambios que se realizan por una actitud emocional positiva,
comprensin, simpata, empata y estmulo. Es poder contar con el compromiso emocional y la buena
voluntad del otro, en lo que se juega el amor, el cario y la comprensin, entre otras emociones.
c) Gua cognitiva y consejo: Son las interacciones que tienen como fin compartir informacin personal o
social, aclarar expectativas y proveer modelos de desempeo de rol.
d) Regulacin o control social: Se refiere a las interacciones que recuerdan y reafirman las prescripciones
sociales, correspondientes a los diferentes roles. Neutralizan las desviaciones de comportamiento que se
apartan de la norma, favoreciendo la resolucin de conflictos.
e) Ayuda material y de servicios: Alude a la colaboracin especfica sobre la base de conocimiento
experto o ayuda fsica. Dentro de esta rea se encuentran los servicios de salud.

f) Acceso a nuevos contactos: Se refiere a la posibilidad de conexin con otras personas y redes que
hasta entonces no eran parte de la red del individuo.

Clemente Mara Alejandra, Redes sociales de apoyo en relacin al proceso de envejecimiento humano. Revisin
bibliogrfica. Buenos Aires: Revista de Psicologa y Ciencias Afines. Volumen 20, Nmero 1, ao 2003.

Red social y apoyo social.- El apoyo social constituye la ayuda emocional o instrumental que para el
individuo, se deriva en un determinado entramado de su red social (Sluzki, 1998, citado por Clemente,
2003:38).

Clemente Mara Alejandra, Redes sociales de apoyo en relacin al proceso de envejecimiento humano. Revisin
bibliogrfica. Buenos Aires: Revista de Psicologa y Ciencias Afines. Volumen 20, Nmero 1, ao 2003.

Red social y apoyo social.- Junto con Gottlieb podemos definir apoyo como la informacin, el consejo
(verbal y no-verbal), las ayudan tangible y las acciones de personas (sistema de apoyo) que tienen un
efecto emocional/conductual benfico sobre el sujeto que los recibe. El sistema de apoyo puede ser
formal o profesional (mdicos, psiclogos, asistentes sociales, en el marco de un hacer institucional) o
informal (apoyo que surge de modo espontneo de las personas del entorno del sujeto afectado). El
sistema de apoyo -o conjunto de personas que ofrecen apoyo social- constituye una red social. Es un
grupo que presenta algn tipo de relacin con el individuo y, por lo tanto, encontraremos entre ambos un
intercambio tanto positivo como negativo (Laham M, 2001:132).
Se consideran redes sociales (Laham M, 2001:132):
1. La familia nuclear y los amigos ntimos.
2. Otros amigos (que eventualmente reemplazarn o completarn a los ntimos en su funcin de apoyo).
3. Profesionales (sistema de apoyo formal).
4. Servicios que una comunidad se da a s misma.
Las dos primeras ofrecen un apoyo efectivo y garantizan una previsin de largo plazo. Las dos ltimas
son aquellas redes en las que se busca informacin y consejo especficos.
Laham Mirta (2001) Psicocardiologa. Abordaje psicolgico del paciente cardaco. Buenos Aires: Ediciones Lumiere.

Funciones de apoyo social.- De acuerdo a los distintos tipos de apoyo Sluzki (1998, citado por
Clemente, 2003:40) hace dos distinciones bsicas entre apoyo diario y de crisis y entre apoyo psicolgico
e instrumental, y adems entre sus respectivas combinaciones:
a) Apoyo psicolgico diario: Alude al grado y diversidad de las interacciones sociales placenteras.
b)) Apoyo instrumental diario: Remite a las situaciones de todos los das, en las que podras ser
conveniente la ayuda de alguien, pero si faltara no acarreara mayores consecuencias.
c) Apoyo instrumental en crisis: Apunta a situaciones prototpicas de crisis que requieren esencialmente
asistencia instrumental (material).
d) Apoyo psicolgico de crisis: Se refiere a aquellas situaciones conflictivas por las que puede pasar la
persona, y en las que poco se puede hacer para cambiar el evento en s mismo, pero en las que se
necesita una adaptacin a la situacin crtica.
Clemente Mara Alejandra, Redes sociales de apoyo en relacin al proceso de envejecimiento humano. Revisin
bibliogrfica. Buenos Aires: Revista de Psicologa y Ciencias Afines. Volumen 20, Nmero 1, ao 2003.

Investigaciones sobre redes sociales.- Diversas investigaciones sobre redes de apoyo social permiten
obtener las siguientes conclusiones (Clemente, 2003:35-53-54):
a. Los adultos mayores experimentan distintos tipos de prdidas, tanto personales como sociales,
produciendo un descenso de la actividad social, prefiriendo pasar ms tiempo con los familiares que con
los amigos.
b. Con respecto a la influencia de las variables sociodemogrficas en las caractersticas de la red social,
se hall que a mayor nivel educativo mayor tamao de la red social y menor sentimiento de soledad.
c. Las mujeres poseen redes ms amplias, fuentes variadas de apoyo, con lazos ms ntimos que les
brindan apoyo emocional, mientras que los hombres brindan y reciben un apoyo ms instrumental. Las
mujeres casadas en comparacin con las viudas tienen redes ms amplias y manifiestan mayor
satisfaccin con el apoyo recibido.
d. Finalmente, en base a los estudios acerca de la relacin entre las redes de apoyo social y otras
variables psicosociales se puede concluir que existira una relacin inversa entre la soledad y el tamao
de la red, la densidad, la frecuencia de contactos, el tipo de apoyo y el grado de satisfaccin con el
mismo. Es por ello que se podra considerar a las redes de apoyo como la cara opuesta de la soledad.
e. A partir de todo lo expuesto y coincidiendo por lo sealado por Bowlby (1969) se podra afirmar que
los seres humanos de todas las edades y sin distincin de gnero, son ms eficaces y felices si confan en
tener a su alcance personas que les brinden apoyo, compaa, amor, ayuda, etc., en los distintos
momentos de la vida.
Clemente Mara Alejandra, Redes sociales de apoyo en relacin al proceso de envejecimiento humano. Revisin
bibliogrfica. Buenos Aires: Revista de Psicologa y Ciencias Afines. Volumen 20, Nmero 1, ao 2003.

Redes sociales de apoyo y salud.- Los mecanismos a travs de los cuales la red social activa y
efectiva influye positivamente en la salud son menos visibles que las asociaciones causales entre factores
tradicionales de riesgo y enfermedades cardiovasculares.
Sin embargo, Sluzki seala cuatro procesos por los cuales la existencia, o carencia, de una red social de
apoyo afecta positiva, o negativamente en la salud de un sujeto (Laham M, 2001:133):
1. La reaccin de alarma se mitiga con la presencia de figuras familiares.
2. Las relaciones sociales contribuyen en la donacin de sentido a la vida de sus miembros.
3. La red provee una retroalimentacin cotidiana que permite corregir las desviaciones de la salud.
4. La red social favorece actividades personales asociadas positivamente con la sobrevida.
El apoyo social resulta til para llevar a cabo estrategias de prevencin primaria, y es particularmente
relevante para la prevencin secundaria y la rehabilitacin. En este sentido, Cornes (citado por Laham M,
2001:132), propone algunas estrategias posibles de intervencin:
* Enfatizar el entrenamiento de habilidades sociales para reducir el aislamiento, el sentimiento de
soledad y la indefensin.
* Desarrollar el sentimiento psicolgico de comunidad favoreciendo la integracin social de los sujetos.
* Identificar y reducir a mnimos posibles los acontecimientos vitales estresantes.
* Fomentar las asociaciones de individuos a cualquier nivel como forma de estrategia de afrontamiento.
Indica Laham (2001:132) que es importante tomar en consideracin la calidad de soporte que permite el
sistema informal de apoyo. La relacin entre red social informal y paciente es bidireccional. Por un lado,
hay una amplia evidencia de que la red social informal protege a la persona de las enfermedades,
aumenta la sobrevida y acelera los procesos de rehabilitacin. Pero, tambin, contamos con evidencia
que la presencioa de enfermedad en un sujeto miembro de una red social deteriora la interaccin dentro
de la misma.
En el primer caso sabemos que:
1. Los sujetos menos integrados socialmente tienen mayores posibilidades de desarrollar una enfermedad
y hasta mayores posibilidades de mortalidad. En este sentido, podemos sealar una mayor ocurrencia de
infartos de miocardio.
2. El efecto deletreo de una red social informal insuficiente es mayor en varones que en mujeres, ya que
stas tienden a establecer relaciones interpersonales de mejor calidad.
3. La presencia de miembros de la red social informal reduce el impacto del estrs. La recuperacin de
pacientes con infarto de miocardio en los hospitales que permiten la presencia de personas del entorno
del enfermo, ha sido ms completa y ha ocurrido en menor tiempo, que en aquellos hospitales donde los
pacientes se encontraban aislados de su red informal.
4. La red social informal permite la retroalimentacin cotidiana que favorece comportamientos sanos. En
este sentido funciona como un contralor de la salud y estimula la correccin de hbitos nocivos y la
consulta a profesionales.
5. El soporte de la red informal contribuye a dar sentido a la vida de sus miembros. Esto lleva a prcticas
de mayor y mejor cuidado en s.
En el segundo caso, cuando la presencia de enfermedad en uno de la sus miembros afecta
negativamente la red social informal, Sluzki seala que:
1. Las enfermedades desvitalizan las relaciones interpersonales porque:
a) producen en los otros conductas evitativas.
b) reducen la reciprocidad en el sujeto enfermo.
2. El cuidado de los enfermos -en particular de aquellos pacientes de enfermedades crnicas- es
percibido por el entorno como una accin poco gratificante: A pesar de los cuidados, el enfermo no
mejora.
Para Sluzki (citado por Laham, 2001:134), los miembros de una red social se agotan en su accin de
soporte en una proporcin inversa a la lealtad, la historia en comn, y la tica de quienes ejercen las
conductas de cuidado.
En virtud de esta relacin bidireccional entre el sistema de apoyo informal y el paciente, en nuestros das
donde, en palabras de Sluzki, se han reducido las actividades tribales con la familia extendida la funcin
de las redes sociales formales -profesionales, instituciones y servicios de la comunidad- adquiere mayor
relevancia (Laham M, 2001:134).
Laham Mirta (2001) Psicocardiologa. Abordaje psicolgico del paciente cardaco. Buenos Aires: Ediciones Lumiere.

REFLEJO
Reflejo arcaico.- Son los reflejos presentes en el recin nacido. Son muchos, pero aqu se destacan los
siguientes:
1) Reflejo de la marcha: Normal en el recin nacido, pero anormal si persiste ms all de los cuatro
meses. Al sostenerlo, el beb levanta una pierna hacia delante, inclina el cuerpo hacia delante pero se
mantiene vertical, mientras la otra pierna de despega del suelo. Los brazos permanecen pegados al
cuerpo, es un andar automtico y montono, sin equilibrio propio ni capacidad de detencin.

2) Reflejo de enderezamiento esttico: Se pone al nio de pie y extensiona su cuerpo modificando la


postura en flexin habitual. Es inconstante, pues algunos nios hipotnicos se caen cuando se les pone
en esta posicin.
3) Reflejo de incurvacin del tronco: Estando el nio en posicin de suspensin ventral, se lo estimula
con un pinchazo a un costado del abdomen, debiendo incurvar el tronco.
4) Reflejo de Moro: es la piedra angular de la neurologa de los primeros meses. El estmulo es brusco:
un golpe seco, un soplido brusco en el rostro, una aplicacin violenta de fro o calor en el abdomen, etc.
Todos estos estmulos repentinos dan una misma respuesta: los miembros superiores se extienden en
cruz simtricamente y luego van hacia el trax, como un abrazo. Los miembros inferiores acostumbran a
extenderse y el nio grita. Este reflejo debe extinguirse hacia las seis semanas, y si es unilateral
sospecharemos un hemisndrome.
5) Reflejo grasping, reflejo de Darwin o reflejo tnico de los flexores: es normalmente muy vigoroso en
el recin nacido y rigurosamente simtrico. La mano se cierra al estimular la palma, reflejo que se disipa
hacia el final del segundo mes. Debe desaparecer para que aparezca la prensin voluntaria. Hacia los 7-8
meses poniendo un objeto slido en la palma de la mano, mantiene esta cerrada, o sea se mantienen en
tensin los flexores.
6) Reflejo de succin: introduciendo un objeto en la boca, los labios y la lengua se mueven
sinrgicamente (para la funcin vital de succionar). La ausencia de este reflejo indica lesin en el sistema
nervioso central. Dentro de este reflejo hay tambin un reflejo de los puntos cardinales: cuando el dedo
estimula la comisura labial, se baja el labio inferior, la lengua se dirige al dedo y empieza la succin.
Koupernik C, Desarrollo psicomotor de la primera infancia. Barcelona: Planeta.

Reflejo condicionado.- Los reflejos simples o no condicionados consisten en un estmulo y una


reaccin sin intervencin de la conciencia. Cuando a un perro se le muestra un alimento, segrega saliva.
El estmulo es la vista del alimento y la reaccin la segregacin de la saliva. Pero se puede ensear al
animal a que reacciones a un estmulo extranatural como, por ejemplo, tocando una campanilla,
persistentemente, antes de presentarle el alimento. En breve tiempo el perro llega a relacionar la
campanilla y segrega saliva tan solo al orla sonar. Esto es lo que se llama reflejo condicionado; el reflejo
condicionado es el repique de la campanilla. A menos, sin embargo, que se ofrezca tambin el estmulo
simple, el estmulo condicionado desaparecer con el tiempo. Precursor de este campo de investigaciones
psicolgicas fue el cientfico Pavlov (Speck, 1966:288).
Speck G (comp) (1966) Diccionario cientfico ilustrado. New York: Editors Press Service.

Reflejo de Babinsky.- Extensin, en vez de encogimiento, de los dedos de los pies cuando se excita la
planta con un instrumento puntiagudo. Denominado por Jos Babinsky (18571932), mdico ingls.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Reflejo condicionado.- Respuesta refleja a un estmulo que previamente no la desencadenaba,


adquirida por la coincidencia repetida del estmulo con otro estmulo (incondicionado) que normalmente
produce la respuesta (pg. 225).
Ganong William (1980) Manual de fisiologa mdica. Mxico: El Manual Moderno. 7 edicin.

Reflejo retardado.- Un ejemplo de reflejo retardado es el siguiente: Si se toca la trompeta durante dos
minutos y despus se muestra la comida al animal y queda establecido un reflejo condicionado de esta
forma, en un prximo experimento el animal no secretar saliva hasta que la trompeta haya sonado los
dos minutos, y no antes. Retardado significa entonces, retardado en el tiempo.
Garrett H (1966), Las grandes realizaciones de la psicologa experimental. Mxico: FCE, 3 edicin.

REFLEXIN
Definicin.- La reflexin es la atencin voluntaria introvertida hacia las ideas, pensamientos y
sentimientos; hacia la vida psquica superior hasta llegar a la meditacin (Betta, 1984:65).
Betta Juan (1984) Manual de Psiquiatra. Buenos Aires: CEA, Octava edicin.

Definicin.- 1. En latn: reflexio = doblamiento; significa psicolgicamente un volver-atrs (un repliegue) de la atencin que de los objetos exteriores se dirige a la actividad anmica propia y al modo de
existencia. El concepto reflexin es, al final, de conciencia. (De Vries). 2. El trmino reflexin designa
una meditacin comparativa y examinante contrapuesta a la percepcin sencilla o a los juicios primeros y
espontneos sobre un objeto. Hay que distinguir la reflexin psicolgica, es decir, dirigida a los actos
propios y al Yo, de la reflexin lgica enderezada al modo abstracto de pensar y a las relaciones lgicas.
(De Vries).
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

REFLEXOLOGA

Generalidades.- Fundada por Pavlov (1849-1936), quien recibe la influencia de otro ruso, Sechenev,
que es el primero en sealar que toda actividad psquica se basa en reflejos. En 1906 Pavlov descubre el
reflejo condicionado, con el cual busca explicar la totalidad de la vida psquica: los procesos cognitivos
superiores del hombre se consideran el resultado de la produccin de sistemas de seales de segundo y
tercer orden, que se construyen en base al primer sistema de seales cuya realidad es bsicamente
fisiolgica. De aqu que no puede hablarse de lo psquico como lo opuesto de lo fisiolgico, pues lo
psquico es un resultado de la complejizacin de reflejos elementales (nivel fisiolgico). Rusia apoy estas
investigaciones por su marcado materialismo, pues mostraban a lo psquico como un epifenmeno de lo
fisiolgico (es decir, el espritu como epifenmeno de la materia). Vemos entonces en Pavlov un matiz
materialista y reduccionista. Rubinstein, por su parte, buscar vincular la reflexologa con la vieja idea de
conciencia, dentro de un marco marxista.
Condensado de Kauffman Mara del Pilar C, Historia de la psicologa. Clases dictadas en la Ctedra de Historia de la
Psicologa, Facultad de Psicologa, Universidad de Belgrano. Buenos Aires, 1986.

REFORZADOR
Definicin y clasificacin.- Un reforzador se define por sus efectos. Cualquier estmulo constituye un
reforzador si aumenta la probabilidad de una respuesta. Los estmulos que actan como reforzadores son
de dos clases:
1. Reforzador positivo es todo estmulo que, sumado a una situacin, fortalece la probabilidad de una
respuesta operante. La comida, el agua, el contacto sexual, entran en esta clasificacin.
2. Reforzador negativo es todo estmulo que, cuando se elimina de una situacin, fortalece la
probabilidad de una respuesta operante. Un ruido fuerte, una luz muy brillante, el calor o el fro
excesivos, un choque elctrico, se clasifican como tales reforzadores.
Cazau P (2002) Vocabulario de Psicologa. Buenos Aires: Redpsicologa.

Definicin.- Todo estmulo que aumenta la frecuencia o probabilidad de una respuesta.


Vander Zanden James, Manual de Psicologa Social, Barcelona, Paids, 1986, pg. 624.

Refuerzo.- Todo suceso que aumenta la probabilidad de una respuesta particular.


condicionamiento clsico, el refuerzo se utiliza para provocar una cierta respuesta;
condicionamiento operante, l es posterior a una determinada conducta

En
en

el
el

Vander Zanden James, Manual de Psicologa Social, Barcelona, Paids, 1986, pg. 624.

REGENERACIN
Definicin.- Trmino utilizado por la corriente psicoanaltica en el sentido de defensa consiste en que el
sujeto rehsa reconocer la realidad por una percepcin traumatizante (principalmente, la ausencia de
pene en la mujer), mecanismo particularmente sealado por Freud para explicar el fetichismo y las
psicosis.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

REGRESIN
Definicin.- 1. Tendencia por parte de un organismo individual de una especie o de una sociedad, de
anular el efecto del progreso mediante la vuelta a formas ms primitivas. Contrario de Progreso, que es
una tendencia a modificarse en el sentido de una mayor adaptabilidad. 2. En su acepcin ms amplia, el
retorno a modos de sentir, de pensar y de conducta primitivos o infantiles, particularmente frente a
dificultades. En vez de razonar debidamente, el individuo regresivo retorna a actitudes que en su niez le
han valido xito, como llorar, sollozar, gritar, adoptar un aire de fastidio, simular enfermedad o acusar a
otros. 3. (Psicoanlisis) La inclinacin de la libido a retornar a fases pregenitales en caso de insatisfaccin
genital o de dificultades reales. (Freud). En general, el motivo de la regresin-huida opera sin entrar en
la esfera de la conciencia. Segn el Psicoanlisis, el motivo inconciente defiende al regresionista contra
situaciones insoportables, hacindole creer que no elude las dificultades actuales. 4. (Psicologa del
individuo) El infantilismo emocional es un rasgo sobresaliente de muchos neurticos y criminales, que
recurren a la regresin como a un mecanismo de defensa contra sus insuficiencias. 5. (Psicotecnia) Una
denominacin general que se refiere a la relacin entre partes variables, cuando tal relacin est
expresada por la ecuacin de una lnea recta o curva.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Generalidades.- Es un retorno a formas anteriores del comportamiento, del desarrollo, de las


relaciones objetales. Es la nica defensa donde el yo adopta un papel ms pasivo pues es algo que le

ocurre al yo, y parece ser puesta en marcha por los instintos que, al no hallar una satisfaccin directa,
buscan una va sustitutiva.
Para que haya regresin debe haber entonces un yo dbil el cual, frente a la frustracin, se deja llevar a
puntos de fijacin anteriores (regresin). Hay una relacin complementaria entre fijacin y regresin:
cuanto ms fuerte es la fijacin, ms fcil es la regresin a ese punto.
Freud distingue tres tipos de regresin: a) Tpica: los pensamientos que no tienen acceso a la motilidad
regresan al sistema de la percepcin, como se ve en el sueo y la alucinacin; b) Temporal: regreso a
fases libidinales anteriores o ms infantiles de la sexualidad por una frustracin sexual adulta. Es el
prerrequisito de la neurosis. Tambin hay una regresin al narcisismo primario, que es la ms profunda
y supone la defensa ms arcaica, pues bloquea al yo; c) Formal: regreso a formas de comportamiento
ms indiferenciados e inestructurados, del proceso secundario al proceso primario.
Celener G. y otros, "Los mecanismos de defensa y las tcnicas proyectivas", Publicacin interna de la Ctedra de
Teora y tcnicas de exploracin y diagnstico Mdulo II, Facultad de Psicologa, Universidad de Buenos Aires, 1996.

Generalidades.- En la regresin como defensa, el sujeto reasume un tipo de conducta que fue
apropiado en algn periodo anterior de su vida. A menudo retrocede a un estilo de comportamiento
adecuado para un adolescente e incluso para un nio. Si slo retrocede hasta una etapa caracterizada
por un razonable grado de madurez, detectar la regresin es relativamente difcil. La persona, en
esencia, desanda el camino recorrido hasta alcanzar un modo de vida anterior en que la adaptacin era
ms fcil de lograr.
Isaacson Robert (1996) El nio retardado mental. Buenos Aires: Paids, pg. 44.

Segn M. Klein.- La regresin "es la reactualizacin de vnculos objetales correspondientes a


momentos evolutivos ya superados en el desarrollo individual. El yo claudica frente a situaciones
actuales que no puede resolver y apela a modalidades de relacin evolutivamente ms primitivas, que
en su momento fueron eficaces para mantener el equilibrio".
Piccolo E, Defensas en los tests grficos. Buenos Aires: Paids.

Generalidades.- Se llama regresin a la reactivacin y actualizacin de conductas, o de un nivel total


de comportamiento, que corresponden a un perodo anterior ya superado por el sujeto. La regresin tiene
lugar siempre que aparece un conflicto actual que el sujeto no puede resolver, y entonces reactiva y
actualiza conductas que han sido exitosas en otro momento de su vida, pero que corresponden a un nivel
anterior, infantil. La regresin nunca es un revivir total de conductas anteriores, sino que siempre son
conductas nuevas y distintas, pero que se hacen dentro de un molde o estilo que pertenece al pasado
(pgina 147).
Bleger Jos (1965) Psicologa de la conducta. Buenos Aires: Eudeba. 3 edicin.

Generalidades.- Regresin es un proceso donde emergen procesos primarios, modos de actuar o


sentir ms primitivos o anteriores. Si las fijaciones son muy importantes, bastarn frustraciones leves
para poner en marcha la regresin y viceversa.
La frustracin es la que produce la regresin, pero esta regresin ocurre en un marco de introspeccin y
auto conocimiento (empleo teraputico de la regresin). El clima de las sesiones (silencio, acostado,
etc.) favorece las regresiones. Asimismo, el anlisis puede echarse a perder por una regresin
demasiado rpida o demasiado lenta.
La regresin entonces surge de la frustracin, por ejemplo, frustracin de ver que a pesar de la
colaboracin que el paciente brind al tratamiento, recibe en cambio poco y nada del analista. Tal
frustracin es una consecuencia de la regla bsica del anlisis: la abstinencia del anlisis respecto a las
exhortaciones y maniobras del paciente. Obviamente la frustracin aumentar mucho, y el anlisis
tendr que regularla accediendo a las demandas del paciente, en ciertos casos.
No siempre en paciente se siente frustrado, pues hay etapas de agradecimiento.
Se citan cuatro tipos de regresin: 1) Con respecto al objeto, o sea a lo que el paciente espera: ayuda,
alivio, curacin. Luego quiere ms: amor, simpata, etc., y luego tambin castigo, rechazo etc., a
medida que la regresin aumenta. 2) Regresin en el verbo: cuando la frustracin aumenta mucho,
genera suficiente ira como para que aparezcan malos modales. La frmula quiero complacer al analista
para asegurarme su amor pasa a ser quiero disgustarlo y lastimarlo. 3) Regresin con respecto al
objeto indirecto (desplazamiento y sustitucin objetiva del anlisis a la antigua relacin con los padres:
es como si se le permitiese decir mam, quiero que me alces en brazos en vez de decir doctor,
quiero que alivie mis temores. 4) Regresin con respecto al sujeto: aqu el yo de la realidad presente
es desplazada por el yo de hace muchos aos atrs. Esto hace que el paciente a veces confunda su
identidad. El psicoanalista ayudar a no crear confusin por comentarios, interpretaciones, etc.
Condensado de Menninger y Holzman (1994) Teora de la tcnica psicoanaltica.

RELACIN DE OBJETO

Definicin.- En la corriente psicoanaltica contempornea se aplica con frecuencia para designar el modo
de relacin del sujeto como su mundo resultado complejo y total de una determinada organizacin de la
personalidad, de una aprehensin ms o menos fantasmtica de los objetos, y de aquellos tipos de
defensa de marcado predominio, pero tambin de tipos de relaciones de objeto, refirindose ya a los
momentos evolutivos (por ejemplo: relacin de objeto oral), ya a psicopatologa (por ejemplo: relacin
de objeto melanclica).
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Generalidades.- Fue necesario esperar hasta 1930 para que la nocin de relacin de objeto fuera
introducida al lenguaje psicoanaltico, para que el OBJETO fuera reconocido como proveedor de energa y
ya no como un simple lugar de descarga de la libido. El objeto deviene, junto con el Yo, uno de los dos
polos de investidura y de descarga de la libido. La libido se inviste en el Yo y en el objeto, y le compete al
Yo realizar la tarea de llevar a estas dos investiduras a un justo equilibrio. (Cosnier J, 1970).
Es as que el objeto toma un real status de sujeto en la teora psicoanaltica: llega a ser un objeto-sujeto,
fuente de energa utilizable. Los trabajos de M. Balint y D. Winnicott, los de I. Hermann, J. Bowlby,
etlogos y, ms recientemente, los descubrimientos de los neonatlogos (en particular T.B. Brazelton)
contribuyeron grandemente al florecimiento de lo que algunos llaman objetologa psicoanaltica (B.
Cramer).
Por cierto, la relacin madre-recin nacido ha sido considerada siempre central. La MADRE-OBJETO ha
sido tomada en cuenta desde los primeros escritos de Freud como matriz de todas las relaciones
ulteriores. Y esta madre-objeto, objeto de investidura, es SUJETO cuya investidura es primordial.
Andr Ruffiot, La pareja y el amor. De lo originario a lo grupal. Traduccin del francs realizada por Marcella Chiarappa
C.- Del Texto La therapie psychanalitique du couple Inconscient et culture, Bordas, Pars, 1984.

Teora de Kernberg.- Kernberg adscribe a la teora de las relaciones objetales, segn la cual dentro del
aparato psquico se constituyen representaciones de s-mismo y de los objetos.
Las unidades bsicas que se internalizan estn formadas por tres elementos: s-mismo, objeto y afecto, o
sea, cada representacin est compuesta por una autoimagen (s mismo), una imagen del objeto, ambas
vinculadas por un particular contexto afectivo derivado de disposiciones pulsionales. Para poder hablar de
objeto debo tener una representacin del mismo.
El proceso de internalizacin de las relaciones objetales se da en tres etapas evolutivas:
1) Introyeccin: Se incorporan las unidades bsicas, compuestas por tres elementos: la imagen de un
objeto, la imagen de s-mismo en interaccin con ese objeto y el componente afectivo de la interaccin,
conformndose as los ncleos yoicos. Se forman as objetos internos, que pueden ser buenos o malos
(segn terminologa de Klein): son las introyecciones de valencia positiva y negativa. Hay, por lo tanto,
una escisin (divisin entre lo bueno y lo malo).
2) Identificacin: Hacia los 2 aos la imagen de s mismo se discrimina de los objetos y pueden
integrarse las experiencias de valencia positiva y negativa (gratificantes y frustrantes). El nio copia la
conducta materna, lo que ser la base de sus futuras identificaciones.
3) Identidad del yo: Se consolidan las estructuras yoicas y superyoicas, logrndose una continuidad de
s-mismo y una coherencia de las imgenes objetales. Se desarrollan dos procesos paralelos: la
individuacin, basada en identificaciones parciales y discriminadas, y la despersonificacin, por la cual
estos objetos internos se hacen ms complejos y elaborados, tales como el carcter o el ideal del yo.
Condensado de Abadi Sonia y otros (1997) Desarrollos posfreudianos: escuelas y autores. Buenos Aires: Editorial
Universidad de Belgrano.

Relacin de objeto segn Winnicott.- La relacin de objeto implica que el objeto fue catectizado, que
es un objeto significativo. Pero para que haya un uso del objeto debemos agregar a esto la existencia
real, material, del objeto en el mundo externo, para que pueda ser usado.
Entre la relacin de objeto y el uso del objeto hay una etapa intermedia que permitir la transicin entre
la subjetividad y la realidad. El papel de la agresividad es importante en este pasaje.
Mientras clsicamente se consideraba que era la realidad frustrante la que creaba la agresividad,
Winnicott dir, al revs, que es la agresividad lo que crea la realidad y la exterioridad.
El nio es agresivo 'sin clera': usa la agresividad para explorar el ambiente, mamar el pecho, para lo
cual usa su musculatura. Luego, el beb deber 'destruir' al objeto con sus fantasas sdicas. Si este
'sobrevive' queda fuera del control del beb siendo reconocido entonces como exterior a l. Una vez
ubicado el objeto en el mundo externo, se podr 'usarlo'. Ahora s las frustraciones le producirn
agresividad, teida de clera e ira.
En el anlisis, hay un efecto teraputico cuando el paciente puede hacer uso del analista y sus
interpretaciones, para lo cual se requiere que ambos sean percibidos como exteriores.
Condensado de Abadi Sonia y otros (1997) Desarrollos posfreudianos: escuelas y autores. Buenos Aires: Editorial
Universidad de Belgrano.

Relacin objetal segn Winnicott.- Se puede describir la relacin de objeto en trminos de la


experiencia del sujeto. La descripcin del uso del objeto implica la consideracin de la naturaleza de este.
Ofrezco para su discusin las razones por las cuales, en mi opinin, la capacidad para usar un objeto es
ms complicada que la aptitud para relacionarse con objetos; y la relacin puede ser como un objeto
subjetivo, en tanto que el uso implica que el objeto forma parte de la realidad exterior.
Es posible observar la siguiente frecuencia: 1) El sujeto se relaciona con el objeto. 2) El objeto est a
punto de ser hallado por el sujeto, en lugar de ser ubicado por este en el mundo. 3) El sujeto destruye el
objeto. 4) El objeto sobrevive a la destruccin. 5) El sujeto puede usar el objeto.
El objeto siempre es destruido. Esta destruccin se convierte en el teln de fondo inconciente para el
amor a un objeto real, es decir, un objeto que se encuentra fuera de la zona de control.
El estudio de este problema implica una afirmacin del valor positivo de la destructividad. Esta, mas la
supervivencia del objeto a la destruccin, ubica al objeto fuera de la zona creada por los mecanismos
mentales proyectivos del sujeto. De ese modo se crea un mundo de realidad compartida, que este puede
usar y que puede devolverle una sustancia que-no-es-yo (Winnicott, 1994:126).
Winnicott D (1994) Realidad y juego. Barcelona: Gedisa.

RELACIN INTERPERSONAL
Teora de Rogers.- La teora de Rogers de las relaciones interpersonales se deriva de su teora de la
terapia. Rogers da aqu algunos ejemplos de cmo puede deteriorarse y de cmo puede enriquecerse una
relacin interpersonal. Sus conclusiones pueden resumirse en la siguiente ley general:
Cuando existe entre las partes un deseo mutuo de entrar en contacto y comunicacin, podemos decir que
cuanto ms grande sea la congruencia realizada por la percepcin, la experiencia y la conducta de una de
las partes, la relacin se caracterizar en mayor grado por una comunicacin recproca con las mismas
propiedades, un funcionamiento psicolgico mejor por ambas partes, un mayor grado de satisfaccin
procurada por la relacin y una mejor comprensin mutua del objeto de la comunicacin.
En cambio, cuanto mayor sea la incongruencia entre experiencia, percepcin y conducta, la comunicacin
entre ellos tendr esas mismas propiedades de incongruencia, habr menor comprensin, ms
descender el nivel de funcionamiento en ambas partes y menor ser la satisfaccin que reporte la
relacin a ambos.
Condensado de Rogers K (1985) Terapia, personalidad y relaciones interpersonales. Buenos Aires: Nueva Visin.

Teoras.- Cierta teora interpersonal postula que "la conducta inadaptada persiste a travs de perodos
prolongados porque se basa en percepciones, expectativas o construcciones de las caractersticas de
otras personas que tienden a ser confirmadas por las consecuencias interpersonales de la conducta
expresada" (Carson, 1982). Esto es lo que Sullivan (1953) 'llam "Teorema de la emociones recprocas" y
Timothy Leary (1957) "principio de las relaciones interpersonales recprocas". La premisa bsica es que
las expectativas funcionan como profecas que se cumplen a s mismas y que influyen en el entorno.
Condensado de Safran y Segal (1991) El proceso interpersonal en la terapia cognitiva. Captulo 4.

RELIGIN
Religin y psicoanlisis.- Al describir la experiencia religiosa se ha referido con frecuencia a lo que es
numinoso, una experiencia noracional, un sentimiento cuyo objeto primario e inmediato est fuera del
self, un misterio a la vez fascinante y aterrador, que causa temblor y fascinacin al intentar explicar lo
inexpresable. Suprime nuestra mente racional por un estado noracional y produce una admiracin que
nos lleva a tener experiencias de gracia.
El psicoanalista deber en el futuro procurar aferrarse a los conocimientos cientficos y no dejarse tentar
por derivas irracionales que arrastran hoy como ayer a muchas mentes incluso preclaras. El psicoanlisis
deber diferenciarse de otras profesiones relacionadas con la salud, con la asistencia social, con la
educacin o con la atencin religiosa; de otras prcticas que no buscan mejorar la salud sino
proporcionar experiencias personales espirituales o existenciales o adentrarse en conocimientos
paracientficos, como la adivinacin, la nigromancia o la astrologa.
Aunque se desarrollarn algunas actividades religiosas, que pueden mejorar la salud (Pargament &
Saunders, 2007)(Haber, 2007), favoreciendo el estilo de vida sano, el apoyo social y el optimismo, la
meditacin y plegaria, que mejoran los estilos de enfrentamiento al estrs (Kenneth Pargament)
( Pargament & Saunders, 2007) y algunos sntomas (American Psychologist, 2003), esos territorios
deben ser bien diferenciados del psicoanlisis.
Jos Guimn. Religin y Psicoanlisis: De la sociognesis al condicionamiento biolgico. REVISTA NORTE DE SALUD
MENTAL. 2009 JUN; 8(34):6574.

En trastorno bipolar.- Objetivo: La religin y la espiritualidad son importantes estrategias de


afrontamiento en la depresin, pero raramente han sido estudiados dentro del contexto del trastorno

bipolar. El presente estudio evalu la asociacin entre diferentes formas de participacin religiosa y el
estado clnico de los individuos tratados por trastorno bipolar.
Mtodos: Se condujo un estudio de observacin transversal de datos de seguimiento de un estudio de
cohorte grande de pacientes bajo cuidado mdico por trastorno bipolar (n= 334) en una clnica de salud
mental urbana de Asuntos de Veteranos. Se realizaron anlisis bivariados y multivariados para evaluar la
asociacin entre la participacin religiosa pblica (frecuencia de asistencia a iglesias), privada (frecuencia
de oracin/meditacin), as como tambin de formas subjetivas (influencia de creencias sobre la vida) y
estados mixtos, manacos, depresivos y eutmicos; controlando indicadores demogrficos, de ansiedad,
consumo de alcohol y de salud.
Resultados: Los anlisis multivariados encontraron asociaciones significativas entre las tasas ms altas de
oracin/meditacin y participantes en un estado mixto [ndice de probabilidad (OR)= 1.29; intervalo de
confianza 95% (CI)= 1.10-1.52, chi cuadrado= 9.42, df= 14, p< 0.05], as como tambin menores tasas
de oracin/meditacin y participantes eutmicos (OR= 0.84; CI 95%= 0.72-0.99, chi cuadrada= 4.60,
df= 14, p< 0.05). La depresin y la mana no estuvieron asociadas con la participacin religiosa.
Conclusiones: En comparacin con los pacientes con trastorno bipolar en estados depresivos, manacos o
eutmicos, los pacientes en estados mixtos tienen vidas religiosas privadas ms activas. Los proveedores
de salud deben evaluar las actividades religiosas de individuos con trastorno bipolar en estados mixtos y
en cmo estos pueden complementar/disuadir el tratamiento en curso. Se requieren de estudios
longitudinales futuros que liguen los estados bipolares, actividades religiosas y los comportamientos en
bsqueda de tratamiento.
Mario Cruz; Harold Alan Pincus; Deborah E Welsh...(et.al) Relacin entre la participacin religiosa y el estado clnico de
los pacientes con trastorno bipolar. BIPOLAR DISORDERS. 2010 FEB;12(1):68-76.

REMINISCENCIA
Caractersticas.- La reminiscencia no hace referencia al simple hecho de traer a la conciencia hechos
pretritos sino detenerse, retrotraer a la conciencia experiencias o vivencias pretritas significativas. De
alguna manera es actualizar una vivencia, repasar una experiencia, reencontrarse con algo significativo
(Garca Pintos, 1993:212).
Garca Pintos Claudio (1993) El crculo de la vejez. Sobre la psicologa normal de la persona que envejece. Buenos
Aires: Almagesto.

Empleo teraputico.- El uso teraputico de la reminiscencia puede ayudar a una persona en los ltimos
aos de su vida a (Garca Pintos, 1993:217):
1. vivir concentrado en los grandes valores y las reales riquezas de la vida; 2. sealar puntos o lugares,
reas en las cuales el crecimiento es aun posible y motivarlo para actualizar tal crecimiento; 3. valorar
aspectos personales y experiencias pretritas que no fueron justipreciadas en el pasado; 4. encontrar una
nueva dimensin de s mismo; reconciliarse con el autoconcepto; 5. en definitiva, acceder a la
satisfaccin consigo mismo, orgulloso por lo realizado, conciente de lo pendiente de realizacin y
optimista respecto de las posibilidades reales y concretas a realizar lo irrealizable.

Garca Pintos Claudio (1993) El crculo de la vejez. Sobre la psicologa normal de la persona que envejece. Buenos
Aires: Almagesto.

REMORDIMIENTO
Generalidades.- Otra palabra que encaja bien aqu es remordimiento. La culpa es ciertamente una
cuestin de arrepentimiento sobre aquellas cosas que hemos hecho (o dejado de hacer) daina para
otros. Pero tambin sentimos remordimiento sobre decisiones pasadas que no han hecho dao a los
dems pero s a nosotros mismos. Cuando hemos escogido el camino ms fcil, o no nos hemos
comprometido con nosotros o con otros, o hemos decidido hacer menos en vez de ms; cuando hemos
perdido nuestro nervio (impulso), sentimos remordimiento.
Boeree George (2002) Teoras de la Personalidad. Captulo sobre Ludwig Binswanger. Traduccin de Gautier Rafael.

RENDIMIENTO
Definicin.- Grado de xito o logro en un rea o empeo dado; una puntuacin en una prueba de
rendimiento.
Aiken L (2003) Tests psicolgicos y evaluacin. Mxico: Pearson. 11 edicin (pgina 458).

REPARACIN
Generalidades.- Cuando el beb entra en posicin depresiva y siente que ha destruido
omnipotentemente a su madre, su culpa y desesperacin por haberla perdido le despiertan el deseo de
restaurarla y recrearla para recuperarla interna y externamente. Surgen los mismos deseos reparatorios

en relacin con otros objetos amados, tanto internos como externos. Los impulsos reparatorios hacen
progresar la integracin. El conflicto entre amor y odio se agudiza, y el amor se ocupa activamente tanto
de controlar la destructividad como de reparar y restaurar el dao realizado. En el deseo y la capacidad
de restaurar al objeto bueno, interno y externo, se basa la capacidad del yo para conservar el amor y las
relaciones a travs de conflictos y dificultades. Tambin las actividades creadoras se basan en el deseo
del beb de restaurar y recrear su felicidad perdida, sus objetos internos perdidos y la ausencia de su
mundo interno.
Las fantasas y actividades reparatorias resuelven las ansiedades de la posicin depresiva. La reaparicin
de la madre tras sus ausencias, que para el beb equivalen a la muerte, y el amor y cuidado constantes
de su ambiente, le hacen advertir mejor la resistencia de sus objetos externos y temer menos los efectos
omnipotentes de los ataques que les hace en sus fantasas. Al crecer l mismo y restaurar a sus objetos
se acrecienta su confianza en su propio amor, en su propia capacidad de restaurar su objeto interno y de
conservarlo como objeto bueno incluso mientras los objetos externos le exponen a experiencias de
privacin (Segal H, 1987:95).
Segal H (1987) Introduccin a la obra de Melanie Klein. Buenos Aires: Paids.

Segn M. Klein.- "Actividad del yo dirigida a restaurar un objeto amado y daado. Surge durante la
posicin depresiva como reaccin a ansiedades depresivas y a la culpa. La reparacin se puede usar
como parte del sistema de defensas manacas, en cuyo caso adquiere las caractersticas manacas de
negacin, control y desprecio".
Segal H, Introduccin a la obra de Melanie Klein, Buenos Aires, Paids, 1987, pg. 124.

Segn M. Klein.- "Mecanismo en virtud del cual el sujeto intenta reparar los efectos de sus fantasmas
destructores sobre su objeto de amor. Este mecanismo va ligado a la angustia y a la culpabilidad
depresivas: la reparacin fantasmtica del objeto materno, externo e interno, permitira superar la
posicin depresiva asegurando al yo una identificacin estable con el objeto benfico".
Laplanche J y Pontalis J, Diccionario de psicoanlisis, Barcelona, Labor, 1981, 3 ed, pg. 365.

REPRESENTABILIDAD
Generalidades.- El nio no tiene solamente necesidades biolgicas sino tambin psquicas, y ambas son
satisfechas por la madre. La necesidad psquica del nio pasa por la posibilidad de poder metabolizar los
pictogramas y fantasas de los procesos originario y primario, es decir, debe poder ejercer su poder de
representabilidad y figurabilidad, para lo cual debe hacerlo conforme al proceso secundario. Como ste
ltimo no est an desarrollado en el nio, ser la madre quien se lo proveer, como su fueran
alimentos psquicos. Por tanto, los objetos a metabolizar por los procesos originario y primario deben
antes haber sido marcados por la madre, adquiriendo ellos as un ndice libidinal.
As, la psique infantil toma en s un objeto marcado por el principio de realidad y sometido previamente
a la represin de la madre, y lo metaboliza en un objeto modelado exclusivamente por el principio de
placer, pero en esta operacin se manifiesta una diferencia (la que hay entre lo alucinado y la
satisfaccin real), un resto (que induce al psiquismo a pensar otro lugar / mismo lugar) que se inscribir
en su espacio mediante un signo.
Aulagnier P, La violencia de la interpretacin, pg. 114.

REPRESENTACIN
Generalidades.- La representacin tiene un aspecto gnoseolgico (en relacin con el juicio) y uno
psicolgico (en relacin con la percepcin). En el primer sentido, el juicio negativo alude a que tal o cual
representacin no existe en la realidad objetiva, lo que es til porque permite recalcar la distincin entre
lo objetivo (realidad) y lo subjetivo (representacin de la realidad). En el segundo sentido, si bien la
representacin procede genticamente de la percepcin, en lo que Freud no coincide con el empirismo es
que la representacin no es la copia exacta de la percepcin, pues va sufriendo omisiones y alteraciones
(independencia ontolgica de la representacin respecto de la percepcin).
Yez Corts R, Categoras epistmico-gnoseolgicas de La negacin de Freud. Artculo publicado por la Ctedra de
Metodologa de la Investigacin Psicolgica II. Buenos Aires, Universidad de Belgrano, 1985.

Generalidades.- 1. Es un concepto auxiliar muy utilizado en la psicologa desde Wundt y expresa una
imaginacin sensitiva de algo que no est presente. 2. Es toda representacin de un objeto, sea
sensorial o intelectual, perteneciente a los sentidos exteriores. En acepcin psicolgica estricta es un
reactualizarse de datos sensoriales en virtud no de excitantes inmediatamente operantes sino de
vestigios de percepciones anteriores. Segn que las percepciones anteriores sean reavivadas con mayor
o menor fidelidad o sus elementos combinados libremente, resultan imgenes de la memoria o de la
fantasa. Todas las representaciones proceden, por lo menos en sus ltimos elementos, de percepciones
y, viceversa, con stas se funden frecuentemente representaciones. Cabe en lo posible que en

determinados tipos (llamados eidticos) la imagen intuitiva subjetiva o eidtica sea tan plstica y aun tan
estable y se imponga con tanta fuerza como una imagen de la percepcin. En estados de estrechamiento
de la conciencia por angustia y fatiga excesiva surgen fcilmente representaciones obsesivas. La
impresin de realidad se acrecienta a veces asta originar percepciones engaosas muy serias en las
ilusiones y alucinaciones. Estas percepciones engaosas pueden aparecer en los ms diversos dominios
sensoriales o cosas complejas; pueden estar fisiolgicamente condicionadas (como en el delirio
alcohlico) o ser de naturaleza psicgena (como en las hipnosis o autosugestiones). La aparicin de
contenidos representativos en la conciencia no se realiza, por lo general, de manera aislada
(representacin exenta), sino en conexin con otras imgenes segn las leyes de la imaginacin. Por lo
que respecta a los dominios objetivos, la capacidad para observar y reproducir imgenes de
representacin no es la misma en los diversos tipos representativos; de ah que se distingan tipos
visuales, acsticos y motores, videntes de formas y de colores, etc. Una combinacin infrecuente de
representaciones la tenemos en las denominadas sinestesias, en las que con imgenes perceptivas de un
dominio sensorial (por ejemplo, acstico) se combinan regularmente imgenes representativas de otro
(por ejemplo, visual). (Willwale; Alma o Espritu). Sinnimo: Imagen anmica. 3. El trmino vorstellung
forma parte del vocabulario clsico de la filosofa alemana. Seala el proceso o funcin mental mediante
el cual un objeto es presentado a la conciencia en el transcurso de una vivencia; el trmino se refiere
nicamente a contenidos reproducidos. En la Psicologa Activa el trmino es usado indistintamente para
sealar el acto en cuestin y su contenido.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

REPRESIN
Definicin.- Proceso universal mediante el cual se constituye el inconciente. Como defensa, implica
mantener en el inconciente pensamientos, imgenes, recuerdos ligados a una pulsin cuya satisfaccin
provocara displacer. La represin recae sobre el componente ideativo de la pulsin, pero la idea
reprimida sigue actuando a travs de otras ideas asociadas a ella (llamadas derivados), con lo cual la
represin no se realiza de una vez y para siempre. Mantener la represin requiere un gasto energtico
permanente, pues lo reprimido busca siempre aflorar mediante sueos, lapsus, olvidos, etc.
Celener G. y otros, "Los mecanismos de defensa y las tcnicas proyectivas", Publicacin interna de la Ctedra de
Teora y tcnicas de exploracin y diagnstico Mdulo II, Facultad de Psicologa, Universidad de Buenos Aires, 1996.

Definicin.- Es la operacin a travs de la cual el yo rechaza de la conciencia (o mantiene en el


inconciente) representaciones (pensamientos, imgenes, recuerdos) ligados a una pulsin (sexual o
agresiva). Ejemplo: un nio reprime la hostilidad hacia su hermano por temor al castigo de los padres.
Otras defensas como la formacin reactiva, la anulacin, el aislamiento, la proyeccin o la identificacin
con el agresor no hacen ms que repetir y reforzar el proceso de la represin.
Berenbaum L y Ferrari R, Acerca de las defensas del psiquismo. Includo en Fundamentos de psicologa, pg. 105.

Definicin.- La represin implica un rechazo inconciente de los recuerdos. El sujeto no niega que haya
ocurrido un hecho determinado, pero lo olvida y lo mantiene sumergido bajo el nivel de la conciencia.
Por ejemplo, olvidar la cita con el dentista.
Isaacson Robert (1996) El nio retardado mental. Buenos Aires: Paids, pg 42.

Segn M. Klein.- La represin "fenomnicamente se manifiesta como 'lagunas' en el pensar, sentir o


verbalizar. Es el olvido no intencional de hechos, fantasas, ocurridos en la realidad externa o interna.
Implica la necesidad de mantener disociados (olvidados) aspectos del vnculo objetal vividos como
conflictuales o peligrosos".
"Est relacionado en parte con el mecanismo de negacin (responde a la fantasa 'necesito no conocer
tal aspecto mo y del objeto; si no lo conozco no existe'). Supone el mecanismo de disociacin, aunque
es ms evolucionado y adaptativo que la disociacin".
"Dentro de la teora kleiniana en la evolucin normal la represin es la heredera del mecanismo de
disociacin, y se hace posible como resultado de la elaboracin de la etapa depresiva".
Piccolo E., "Defensas en los tests grficos", Editorial Paids.

Clasificacin.- Hay una represin primaria y otra secundaria. La represin primaria es una operacin no
ubicable cronolgicamente (es 'mtica', dice Freud en "La represin"), pero es necesaria y fundante del
sujeto. Es una conjetura, un hallazgo, pero sirve para fundamentar la llamada represin secundaria o
propiamente dicha.
La represin secundaria, seala Freud en el captulo 4 de "Lo inconciente", es una operacin por la cual
una representacin preconciente se torna inconciente y es reemplazada por una tercera representacin,
llamada sustitutiva, que es intermedia, preconciente. As, la represin implica una operacin de
sustitucin, y es un activo ignorar.

La represin primaria es un vaco, la marca de algo que falta (la primera experiencia de satisfaccin) y
esto atrae, chupa los juguetes que nadan en el balde: el agujero de la represin primaria est en el
fondo. Esto es algo que debe existir, porque Freud vea que el hombre es insaciable, no est conforme
con nada. La represin primaria es una operacin por la cual se deniega a lo pulsional su acceso a la
conciencia, y que tiene su origen en un trauma.
Condensado de Sal, Lo inconciente, sntoma, angustia y represin. Clases dictadas en la ctedra de Psicopatologa de
la Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires, 1996.

Fracaso de la represin.- Hay dos motivos para su fracaso (Freud, captulo 4 de "Lo inconciente"):
a) Incremento pulsional: la pulsin tiende a brotar.
b) Aunque no haya incremento pulsional, la representacin sustitutiva le 'recuerda' al sujeto, por
comercio asociativo, la representacin reprimida: el caballo le hace 'acordar' al pap. O sea, la
representacin fracasa por su estatuto simblico.
Otro ejemplo: uno siempre encuentra algo que lo hace 'recordar' una pena de amor: fue a un boliche a
olvidar, luego ve una calle que le hace acordar el boliche y la pena, luego va a otro pas y siempre
encuentra algo que le hace acordar aquello, como la marca de la cerveza que tom para olvidar, etc. La
representacin sustitutiva es problemtica: siempre est acompaada de algn displacer, como la
angustia a los caballos en el caso Juanito.
Condensado de Sal, Lo inconciente, sntoma, angustia y represin. Clases dictadas en la ctedra de Psicopatologa de
la Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires, 1996.

REPRODUCCIN
Generalidades.- Es la expansin de la materia viviente en el espacio y el tiempo. Implica una
sustitucin de organismos que compensa la muerte por desgaste, accidente o enfermedad. Ejemplos
sencillos son la cicatrizacin y la regeneracin. Esta reproduccin es restaurativa, pero tambin est la
reproduccin aditiva, donde un ser vivo engendra otro. Para que ello ocurra antes debe haber una
reproduccin de clulas y, an antes, una reproduccin de molculas.
Bsicamente hay dos tipos de reproduccin: la vegetativa o asexual (un organismo genera otro), y la
reproduccin gamtica o sexual (dos individuos generan otro). La primera es tpica de los protozoos, y la
segunda lo es de los metazoos. Cada una tiene sus ventajas y desventajas.
Weiss, La ciencia de la zoologa. Ed. Omega, pgs. 280-285.

REPUDIO
Definicin.- 1. Privacin de afecto. Esto provoca, segn Levy (1937), una situacin conocida como
hambre de afecto. 2. (Psicoanlisis) Una forma de la defensa (Alemn: Ablehnung; Francs: rejet;
Ingls: rejection.)
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

REPUGNANCIA
Definicin.- Estado afectivo de displacer acompaado de un caracterstico conjunto de sensaciones
intraceptivas, generalmente motivado por una imagen objetiva (sensorial o representativa) concreta, que
determina una actitud de alejamiento por parte del sujeto. (Alemn: Winderwille).
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

RESENTIMIENTO
Definicin.- 1. La revivencia de un afecto, sentimiento anterior en una forma amplificada; afecto
contrario de venganza, etc. 2. El sentimiento del odio impotente que siente una persona social o
espiritualmente inferior contra los ms superiores que l, odiando en ellos a s mismo.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

RESILIENCIA
Definicin.- Trmino extrado de la fsica que se ha incorporado a las ciencias que estudian la
conducta y la psicologa humanas, que se define como la capacidad de superar la adversidad y salir
fortalecido de ella Resiliencia no significa invulnerabilidad ni impermeabilidad al estrs, se relaciona
mas bien con el poder de rebotar y recuperarse.

Tagle Soledad, La resiliencia: es la base de la prevencin en salud mental?, includo en Grau Martnez A y otros
(2000), Psiquiatra y psicologa de la infancia y adolescencia. Madrid: Editorial mdica Panamericana, pg. 26.

Definicin.- Habilidad para surgir de la adversidad, adaptarse, recuperarse y acceder a una vida
significativa y productiva (ICCB, 1994, citado en Kotliarenco, 1997).

Kotliarenco M y otros (1997) Estado de arte en resiliencia. Washington DC, OPS/OMS, Fundacin Kellog, Ceanim.

Generalidades.- La resiliencia distingue dos componentes:


(capacidad de proteger la propia integridad bajo presin), y la
vital positivo pese a circunstancias difciles. El concepto incluye
sistema social de enfrentar adecuadamente las dificultades,
(Vanistendael, 2000).

la resistencia frente a la destruccin


capacidad de construir un conductismo
adems la capacidad de una persona o
de una forma socialmente aceptable

Vanistendael S y Leonte J (2000), Le bonheur est toujours possible. Construire la resilience. Pars: Bayard editions.

Generalidades.- En la resiliencia intervienen factores sociales e intrapsquicos. No es innata ni se


adquiere naturalmente en el desarrollo. Entre los pilares de la resiliencia cabe mencionar: a) la
instropeccin (autopreguntarse y darse una respuesta honesta), la independencia (mantener distancia
emocional y fsica sin caer en el aislamiento), la capacidad de relacionarse (lazos e intimidad con otras
personas), la iniciativa (ponerse a prueba en tareas progresivamente exigentes), humor, creatividad,
moralidad (altruismo, compromiso con valores) y autoestima consistente.
Melillo A y otros, Algunos fundamentos psicolgicos del concepto de resiliencia. Artculo incluido en Melillo y Surez
Ojeda (compiladores) (2001), Resiliencia. Descubriendo las propias fortalezas. Buenos Aires: Paids.

Generalidades.- Se entiende por resiliencia la capacidad de soportar las crisis y adversidades y


recobrase. Se sola considerar que la resiliencia reside en cada individuo considerando que la familia
siempre es disfuncional. Las teoras clnicas comenzaron a investigar los factores de riesgo en nios y
adolescentes, que contribuyen a la formacin y perduracin de sntomas; posteriormente se interesaron
por el estudio de los factores de proteccin que fortalecen los recursos de los nios y les permiten
desarrollar su resiliencia. Estudios posteriores han demostrado que la resiliencia es el fruto de la
interaccin entre lo innato y lo adquirido, donde la familia es una fuente potencia de resiliencia.
Este trmino fue extrado de la fsica que se ha incorporado a las ciencias que estudian la conducta y la
psicologa humanas, y se define como la capacidad de superar la adversidad y salir fortalecido de ella
Resiliencia no significa invulnerabilidad ni impermeabilidad al estrs, se relaciona mas bien con el poder
de rebotar y recuperarse (Tagle S, 2000:26).
Tagle Soledad (2000), La resiliencia: es la base de la prevencin en salud mental?, includo en Grau Martnez A y otros
(2000), Psiquiatra y psicologa de la infancia y adolescencia. Madrid: Editorial Mdica Panamericana.

Generalidades.-El concepto de resiliencia aplicado al campo socio-psicolgico nace en 1982, con la


publicacin de Werner y Smith Vulnerables pero invencibles: un estudio longitudinal de nios y jvenes
resilientes. El concepto trata de expresar la capacidad de un individuo o de una familia- para
enfrentarse a circunstancias adversas, condiciones de vida difciles, a situaciones potencialmente
traumticas y recuperarse saliendo fortalecido y con ms recursos. Podramos definir la Resiliencia
Familiar como la capacidad de una familia para recuperarse de circunstancias adversas y salir de ellas
fortalecida y con mayores recursos para afrontar otras dificultades de la vida. Ms en concreto,
designara los procesos de superacin y adaptacin que tienen lugar en la familia como unidad funcional
(Walsh, 1988). Los factores sociales se sustancian especialmente en la existencia de redes sociales
protectoras que permitan sustituir la prdida de personas significativas y apoyar y ayudar en la
adversidad. La intervencin favorecedora de la Resiliencia Familiar puede resumirse en tres pasos: Creacin de un contexto en el que los miembros de la familia se sientan seguros para poder expresarse
con libertad. - Modificaciones del funcionamiento y la organizacin familiar (comunicacin, roles, reglas,
etc.), que permita realizar cambios adaptativos. - Creacin de una narrativa comn, solidaria con todos,
que permita el reconocimiento del sufrimiento, dar un sentido a lo ocurrido y salir adelante con nuevos
recursos para enfrentarse a la adversidad.
Pereira P, Resiliencia individual, familiar y social. INTERPSIQUIS. 2007.

Resiliencia e inmigracin.- Las migraciones humanas constituyen uno de los fenmenos sociales de
mayor relevancia en el mundo contemporneo. Las crecientes diferencias de desarrollo entre hemisferios,
el aumento de la interdependencia econmica global, la revolucin de las nuevas tecnologas y de los
medios de comunicacin, as como la creciente conflictividad mundial contribuyen a este fenmeno de
movilidad humana sin precedentes. Por medio de este trabajo se presenta la relacin entre inmigracin,
individuo, familia y entorno desde la perspectiva de los retos y dificultades que tienen que afrontar tanto
las personas como familias inmigrantes asentadas en un pas ajeno al suyo. A este enfoque se le aade la
visin aportada por el concepto de resiliencia, proceso por el cual las personas que viven una
circunstancia crtica, como en este caso la de adaptarse a un nuevo contexto, pueden salir reforzadas de
la misma situacin de crisis. En este trabajo se realiza un anlisis detallado de los factores de resiliencia
en el contexto migratorio actual a tres niveles; individual, familiar y social, mantenindose el mismo
esquema para el estudio de los factores de riesgo. Finalmente se propone un posible Ciclo Vital de la
Familia Inmigrante en funcin de los principales retos especficos que tiene que enfrentar. A modo de
conclusin, se defiende la hiptesis de que la migracin familiar, en comparacin con la individual, est

sometida a mayor nmero de estresores, de relevante intensidad, durante un periodo ms largo de


tiempo y de forma ms recurrente que para aquellos casos de migraciones individuales.
Estbaliz Pereda Sagrero; Roberto Pereira Tercero. Resiliencia e inmigracin. INTERPSIQUIS. -1; (2009).

RESISTENCIA
Generalidades.- En s la resistencia no es patolgica: es necesaria para examinar al paciente, pues la
resistencia es la tendencia de fuerzas que estn dentro del paciente y que se oponen al proceso de
cambiar para mejor. No va contra el analista sino contra la tendencia a hacer conciente lo inconciente.
Clnicamente se ve de muchas formas: ocultamiento de actos, falta de puntualidad o asistencia,
silencios, actuacin: esto ltimo es actuar una situacin que por resistencia no se quiere recordar.
Freud enumer 5 (cinco) tipos de resistencia: 1) la represin: el paciente busca controlar las tendencia
peligrosas bloquendolas. 2) de transferencia: es actuar en vez de recordar. La transferencia es una
actuacin. Es mejor llamarla resistencia de frustracin, pues se manifiesta claramente con sentimientos
negativos hacia el analista. 3) resistencia de la ventaja epinsica: es la resistencia del yo a los
beneficios que el paciente vino obteniendo en general como consecuencia de una enfermedad (beneficio
secundario): 4) resistencia de compulsin a la repeticin: inclusive despus que el yo decidi renunciar
a sus resistencias, todava le cuesta deshacer las represiones, gratificaciones y ventajas que prometi al
yo para que ste abandone las resistencias. Estos esfuerzos se llaman elaboracin; 5) resistencia al
Supery: deriva de la necesidad de castigo.
Una importante forma de resistencia es la erotizacin de la situacin analtica: inconscientemente el
paciente busca convertir el anlisis en una situacin ertica coincidente con deseos infantiles,
generalmente relacionados con los padres. Por ejemplo, el paciente siente que lo seducen cuando el
analista lo invita a decir cualquier cosa. La erotizacin oral consiste en erotizar o supervalorar las
palabras que se dicen en sesin. La erotizacin anal tiene que ver con el dar y recibir regalos, intentos
de sobornar al analista, etc. La erotizacin flica implica fantasear con que el pene del analista se
parece al del padre. Las fantasas de casarse con el analista o tener hijos con l es ejemplo de otro tipo
de erotizacin: la genital, que es madura pero tan erreal como las anteriores. Por ltimo debemos
recordar que la erotizacin esconde siempre algn componente agresivo que aparece disfrazado.
Condensado de Menninger y Holzman (1994) Teora de la tcnica psicoanaltica.

Resistencia segn Adler.- La resistencia como actitud de oposicionismo se comprende como el afn de
superioridad del dbil y desalentado, como vanidad. A veces aparece como modestia, obediencia,
inferioridad, pero siempre estril y tendiente a disminuir al mundo. La resistencia se expresa siempre
como una desvalorizacin del semejante, y desconfianza en l.
Condensado de Adler Alfred (1967) Prctica y teora de la psicologa del individuo. Buenos Aires: Paids. 4 edicin.

Segn Freud.- Con frecuencia, cuando hemos comunicado a un paciente de vida muy rica en
acontecimientos y largo historial patolgico la regla psicoanaltica fundamental y esperamos or un
torrente de confesiones, nos encontramos con que asegura no saber qu decir. Calla y afirma que no se
le ocurre nada. Todo esto no es, naturalmente, ms que la repeticin de una actitud homosexual que se
ofrece como resistencia a todo recuerdo. Mientras el sujeto permanece sometido al tratamiento no se
libera de esta compulsin de repetir, y acabamos por comprender que este fenmeno constituye su
manera especial de recordar (Freud, 1914, pg 1685).
El analizado repite en lugar de recordar, y que lo hace bajo las condiciones de la resistencia. Vamos a
ver ahora qu es realmente lo que repite. Pues bien: repite todo lo que se ha incorporado ya a su ser
partiendo de las fuentes de lo reprimido: sus inhibiciones, sus tendencias inutilizables y sus rasgos de
carcter patolgico (Freud, 1914, pg 1685).
Vemos claramente que la enfermedad del analizado no puede cesar con el comienzo del anlisis y que
no debemos tratarla como un hecho histrico, sino como una potencia actual. Poco a poco vamos
atrayendo a nosotros cada uno de los elementos de esta enfermedad y hacindolos entrar en el campo
de accin de la cura, y mientras el enfermo los va viviendo como algo real, vamos nosotros practicando
en ellos nuestra labor teraputica, consistente, sobre todo, en la referencia del pasado (Freud, 1914,
pg 1687).
Otro peligro es el de que en el curso de la cura lleguen tambin a ser reproducidos impulsos instintivos
nuevos situados en estratos ms profundos, que no haban emergido an. Por ltimo, aquellos actos que
el paciente ejecuta fuera del campo de accin de la transferencia pueden acarrearle daos pasajeros e
incluso ser elegidos de manera que anulen por completo el valor de la salud que el tratamiento tiende a
restablecer (Freud, 1914, pg 1687).
Pero la mejor manera de refrenar la compulsin repetidora del enfermo y convertirla en un motivo de
recordar la tenemos en el manejo de la transferencia. Reconociendo en cierto modo sus derechos y
dejndola actuar libremente en un sector determinado, conseguimos hacerla inofensiva y hasta til. Le
abandonamos, pues, la transferencia como un campo en el que puede desarrollarse con libertad casi
completa y en el que cumplir la funcin de hacer surgir ante nuestros ojos todos los instintos patgenos

ocultos en la vida anmica del analizado. Cuando el paciente nos presta la mnima cooperacin,
consistente en respetar las condiciones de existencia del tratamiento, conseguimos siempre dar a todos
los sntomas de la enfermedad una nueva significacin basada en la transferencia y sustituir su neurosis
vulgar por una neurosis de transferencia, de la cual puede ser curado por la labor teraputica. La
transferencia crea as una zona intermedia entre la enfermedad y la vida, y a travs de esta zona va
teniendo efecto la transicin desde la primera a la segunda. El nuevo estado ha acogido todos los
caracteres de la enfermedad, pero constituye una enfermedad artificial, asequible por todos lados a
nuestra intervencin. Al mismo tiempo, es tambin un trozo de vida real, pero provisorio y hecho posible
por circunstancias especialmente favorables. De las reacciones de la repeticin que surgen en la
transferencia parten luego los caminos ya conocidos para la evocacin de los recuerdos, los cuales surgen
sin esfuerzo aparente una vez vencidas las resistencias (Freud, 1914, pg 1687).
Freud S (1914) Recuerdo, repeticin y elaboracin. Madrid: Biblioteca Nueva (3 tomos), 1981, Cuarta edicin.

Repeticin en la clnica.- El movimiento arrollador de la pulsin, cuando se desata como repeticin en


acto, requiere de reformulaciones de la tcnica que permitan ir ms all de la incandescencia del deseo y
sus representantes (Marucco, pg. 7).
Marucco ofrece una descripcin clnica de la repeticin cuando seala que en el curso de un anlisis
surgirn distintos tipos de repeticiones. Por ejemplo, la repeticin de fragmentos y ramificaciones del
Edipo. Este tipo de repeticin permitira la expresin de la neurosis histrica como potencia actual. As,
las pulsiones de meta inhibida (ternura, confianza) que se gestaran tras la resolucin del complejo de
Edipo, se expresarn como repeticin a travs de la transferencia positiva. A su vez se repetirn, en lugar
de ser recordadas, las vicisitudes de la rivalidad edpica (Marucco, pg. 7).
Otro tipo de repeticin ser la derivada de la teora del narcisismo. Su expresin clnica se dar en las
patologas narcisistas que se expresan como reediciones del narcisismo herido, de las injurias
narcisistas. Se tratara de intentos por mantener vivo, a travs de su eterna repeticin, aquel anhelado
nio del tiempo primordial que no se resigna a transformarse en un agnico recuerdo, nio narcisista que
se instalar en la transferencia procurando interrumpir la cura aun incompleta (Marucco, pg. 8).
Por ltimo, la repeticin que sobreviene por efecto de lo que denominamos
trauma psquico/pre-psquico, de esas huellas anmicas, vivencias del tiempo primordial, que escapan
a toda posible significacin. Huellas que he denominada ingobernables, por su incapacidad de ligadura
con el proceso secundario; las cuales manifestndose como repeticiones no representables e
irrepresentables bloquean el acceso teraputico. El concepto de neurosis de transferencia de Recordar,
repetir y reelaborar, donde la repeticin poda ser domeada en el escenario transferencial, deja aqu
paso al dolor avasallante causado por esas huellas anmicas ingobernables. Huellas que, desde ms all
del deseo, reclaman alguna posibilidad de ligadura para aquello que se produjo antes del advenimiento
del lenguaje (Marucco, pg. 8).
Podemos plantear un nuevo eje paradigmtico: Un ncleo del psiquismo donde se alojaran el deseo y el
trauma. Deseo y trauma: punto en el que los dos senderos se bifurcan. Trauma casi originario producto
de una inscripcin sin palabras; coincidiendo en la clnica con una repeticin montona, invariada, que es
al mismo tiempo una re-peticin (pedido de ayuda). Otra manera de decirlo: El concepto -metfora- de
embrin de la pulsin nos acerca a lo arcaico en psicoanlisis (tema que desarroll en especial en el
cuarto apartado, pero del cual surge ahora una pregunta:) Qu es eso arcaico que se repite? Algo que
surge en acto desde el empuje regresivo hacia un estado casi previo al encuentro con el otro? O algo
que es producto de la fuerza intrusita de un objeto que imprimi la huella destructiva de la desligadura
all donde debieron abrirse los caminos hacia la posibilidad de representacin? Estamos lejos del
inconciente reprimido y por otro lado muy cerca del caldero del Ello. Entonces, esta zona psquica donde
se expresa la repeticin en acto no nos habilitara a pensar en un otro inconciente? El inconciente de
eso que es Construcciones en el anlisis Freud designa como lo soterrado (verschttet)? (Marucco, pg.
9).
Por mi parte intento sumar mis aproximaciones a eso soterrado que, de no encontrar significacin,
quedar preso de la compulsin repetitiva encubierta y expresada por el destino (Marucco, pg. 11).
Ahora, y volviendo al terreno de la clnica, se me hace necesario explicar aunque sea brevemente,
algunos aspectos de mi concepcin del aparato psquico, y por lo tanto de mi trabajo teraputico, en
trminos de lo que denomin zonas psquicas. En mi formulacin, cada una de estas zonas psquicas
remite a una particular configuracin en la dinmica de la relacin pulsin-objeto; y, en la clnica, a una
tambin particular demanda a la posicin del analista como objeto, como el otro en el marco de la
situacin analtica (Marucco, pg. 13).
El desafo de la clnica es, en esta zona: cmo producir recuerdo donde hay memoria amnsica; y,
finalmente, cmo deshacer lo que la repeticin estructura, a la manera de un destino, para que el
paciente pueda, por la fuerza de su pulsin de vida, transformar su presente y su futuro en algo distinto
(Marucco, pg. 15).
Sabemos que durante el proceso de un anlisis el analista descifrar la asociacin libre a travs de su
atencin flotante. Pero en los momento de pura repeticin, es justamente el particular instante de
quiebre de su atencin flotante lo que permitir el surgimiento, desde su propio inconciente, de algo

capaz de dar representacin a ese recndito que se oculta a la vez que se expresa en la repeticin.
Evocada en la mente del analista, la construccin se va armando, a mi entender, a partir de los distintos
momentos de subjetivizacin que se producen en el curso de la historia del proceso del anlisis, de cuya
memoria es custodio el analista. As, la construccin dejar expuesto ese tramo de la vida que haba
quedado en la pre-historia del psiquismo, por as decir, detenido en el instante del trauma,
obstaculizando la posibilidad de subjetivizacin (Marucco, pg. 15).
Insisto: el mejor soporte para la implementacin de estos recursos tcnicos, la nica fuerza que puede
animar ese tiempo detenido por la repeticin del trauma, la encontrar el analista en su propia apuesta
pulsional. Se trata, en suma, de incluir en la dimensin de la cura la presencia del analista, involucrado
con todo su ser y su saber en la tarea analtica: con alma y vida, podramos decir (Marucco, pg. 16).
Otra manera de decirlo: en la situacin analtica, la presencia del analista como funcin y como persona
(entendida sta como singularidad real), permitira que la transferencia sea algo ms que una mera
repeticin para transformarse, en una reedicin corregida y aumentada. Esa singularidad real podra
constituir un elemento de simbolizacin en la transferencia cuando posibilita que una repeticin invariada
se transforme en una nueva edicin representada (Marucco, pg. 17).
Ahora bien, cuando la estructura de la repeticin, producto de las primeras inscripciones en la
constitucin de lo psquico, irrumpe en el campo analtico, la cuestin de lo representable toma un giro
importante. Aquello no representado e irrepresentable de la pulsin, que no llega al campo de la palabra,
produce un cortocircuito que lo ubica en el pasaje al acto o en el cuerpo. Las manifestaciones
psicopatolgicas en el soma y los pasajes al acto aluden, como ya dije, a lo llamado lo arcaido en
psicoanlisis, a la clnica de los fenmenos residuales, o sea, de aquello donde en lugar de representacin
de palabra existen actos y, agrego ahora, pasiones (Marucco, pg. 18).
Marucco Norberto, Entre el recuerdo y el destino: la repeticin. Documento sin referencias bibliogrficas.

Resistencia al cambio.- La resistencia al cambio surge de la falta de aceptacin del mismo y se origina
en motivos confesables o inconfesables, que pueden manifestarse en forma activa o pasiva. Los motivos
confesables pueden ser manifestados a travs de una oposicin abierta y desembozada, pero los motivos
inconfesables slo lo harn a travs de motivos disfrazados o disimulados, utilizando pretextos que
encubren los autnticos motivos. Los motivos inconfesables no pueden preverse ni detectarse fcilmente,
y responden a delitos o inhibiciones psquicas. La resistencia activa suele ser mucho menos peligrosa
que la resistencia pasiva, pues al ser directa el introductor del cambio tiene mucho ms claro donde debe
poner su atencin, y all aplicar las tcnicas de comunicacin, de negociacin y de administracin de
conflictos con mucho mayor eficacia (Martn y Vecchiarelli, 2003:170).
Martn M y Vecchiarelli M (2003), Negociacin adaptativa. Buenos Aires: Master Ediciones.

RESOLUCIN DE PROBLEMAS
Mtodos de estudio de resolucin de problemas.- Muchas investigaciones sobre razonamiento
estudiaban los resultados (respuestas finales, correctas o incorrectas) pero no los procesos inferenciales
mismos en forma directa, procesos que permanecan ocultos o, a lo sumo, eran inferidos indirectamente.
Esta restriccin metodolgica implic una renuencia a usar el mtodo de la introspeccin, que podra
haber dado cuenta del proceso inferencial mismo. La introspeccin estaba cuestionada porque se
consideraba que los datos de la conciencia o eran muy subjetivos (conductismo) o muy engaosos
(psicoanlisis).
En sus estudios sobre resolucin de problemas, el cognitivismo introdujo la introspeccin a travs de los
informes verbales de los sujetos (informes que dan mientras piensan o bien cuando ya han resuelto el
problema).
Wilson y Nisbett han criticado estos mtodos, por cuanto: a) los sujetos humanos poseemos una escasa
capacidad para detectar los procesos cognitivos que estn implicados en nuestros juicios, y b) a menudo
dichos juicios estn determinados por la forma en que se presenta o procesa la informacin, a la cual el
sujeto tiene un acceso muy limitado.
Otros autores, como Ericsson y Simon, son partidarios del informe verbal. El ltimo seala que an
cuando pensar en voz alta alterase el proceso cognitivo, esto no tendra importancia porque pensar en
voz alta es tambin una forma de resolver problemas. An as, no hay mayores diferencias en el proceso
cognitivo con respecto a quienes piensan en voz baja. Simon concluye adems que casi siempre
verbalizar no altera demasiado la estrategia cognitiva. El protocolo representa de forma slo incompleta
la corriente de smbolos que pasan por la memoria a corto plazo, pero hay buenas razones para creer que
las verbalizaciones no son un epifenmeno, sino que siguen el curso real del pensamiento.
Lindsay y Norman tambin aceptan los informes verbales, y usan una tcnica visual llamada "grfico del
comportamiento durante el problema".
En suma, aunque hay otras tcnicas para esta clase de estudios, la introspeccin permite entender como
cada sujeto construye su propio modelo interno del problema, como analiza, ordena, organiza, simplifica,
qu estrategias y reglas usa, como evala sus utilidades y como enjuicia su progreso. Las mismas
respuestas (o diferentes, pues puede haber varias correctas) pueden alcanzarse mediante diferentes

estrategias y procesos cognitivos. Adems, cada sujeto tiene su propio estilo cognitivo para resolver
problemas.
Se citan a continuacin dos ejemplos de anlisis de solucin de problemas (pginas 64 y 71).
El primero es un ejemplo de problema con certidumbre, es decir, un problema donde la informacin
brindada es necesaria y suficiente para resolver el problema, con lo cual el sujeto no necesita hacer
preguntas. Por ejemplo, cmo pasar con la menor cantidad de viajes posible con un bote 3 hobbits y 3
orcos de un lado al otro del ro, no pudiendo haber nunca ms orcos que hobbits (pues los primeros se
comeran a los segundos), y considerando que en el bote entran un mximo de dos animales. A los
sujetos se les pide que escriban cmo fueron razonando para llegar a la solucin.
El segundo es un ejemplo de problema con incertidumbre, es decir, no est presentada de entrada toda
la informacin necesaria para resolverlo, por lo que el sujeto debe preguntar. Ejemplo: adivinar qu
nmero entre 1 y 1000 pens. El sujeto debe hacer preguntas cuya respuesta sea solamente s o no.
Algunos necesitarn hacer ms preguntas que otras, con lo que usaron diferentes estrategias para
resolverlo. En los problemas con incertidumbre puede detectarse ms fcilmente el estilo cognitivo de
cada sujeto para resolver problemas.
Rimoldi llama 'tctica' a esta secuencia de pasos para resolver el problema, y se supone que corresponde
al proceso mental del sujeto. Rimoldi no us el tipo de problemas de adivinar un nmero, o sea, el sujeto
no elega l mismo las preguntas a hacer sino que deba elegir entre varias dadas, con lo cual su tctica
para resolver el problema radica en cuantas y cules elige y en qu orden lo hace (ejemplos de este tipo
de problema, en pginas 75 y 79).
Resumen de Gonzlez G (1987) Temas de Psicologa Cognitiva (II. Pensamiento. Captulo 4). Buenos Aires: Tekn.

Teoras sobre resolucin de problemas.- El autor menciona las teoras conductistas, la teora de la
gestalt y, ms sucintamente, la teora del procesamiento de la informacin.
- 1) Teora conductista.- Thorndicke tiene trabajos pioneros de la primera dcada del siglo XX. Sus gatos
tenan un problema (escapar de la jaula), pero no tenan conductas para lograr ese fin. Dijo entonces que
los gatos procedan por ensayo y error hasta que por 'casualidad' alcanzaban la solucin del problema
(tirando de una cuerda se abra la jaula). La prxima vez que el gato sea encerrado, aumentar la
probabilidad de realizar esa respuesta exitosa lo antes posible, o sea, ya no procede por ensayo-error
sino por recompensa, la cual genera nuevos hbitos.
Thorndicke estableci dos leyes:
a) Ley del ejercicio: la respuesta se torna ms fuerte cuando con el ejercicio se repiten un estmulo y su
respuesta. Tambin est la ley del desuso, que es la inversa.
b) Ley del efecto: La simple unin E-R no basta para que haya aprendizaje: debe haber una gratificacin
o recompensa, sin la cual no se ve reforzada.
Skinner trabaj en la misma lnea con ratas y palomas, y todos ellos concluyeron que el animal no
'comprende' el problema. Ellos hicieron una teora mecanicista del aprendizaje, debido a que no tenan en
cuenta ni el objetivo ni al sujeto (antipsicologismo). Estas teoras jams explicaron por qu hace lo que
hace el gato, jams plantearon que el gato 'quera' liberarse, no haba un objetivo previo a la conducta.
El enfoque mecanicista est tambin en las leyes de Thorndicke, que prescriben que lo que pas seguir
pasando.
Otra crtica recibida por el conductismo fue haber querido extrapolar los resultados en animales al
hombre.
- 2) Teora de la gestalt.- Kohler investig con chimpancs en la 2da y 3ra dcadas del siglo XX. Le critic
a Thorndicke lo que hoy llamaramos validez ecolgica: apretar palancas no es algo que hagan
habitualmente los gatos, son situaciones artificiales; adems, palancas y botones estn ocultos, lo que
deja al gato sin posibilidad de percibir todos los componentes del problema.
Para Kohler el chimpanc tiene conducta inteligente basada en percibir los elementos del problema y
reorganizarlos perceptualmente (comprensin sbita o insight), con lo cual el animal no procede por
ensayo y error y con conductas casuales, como decan los conductistas.
Tanto a conductistas como guestaltistas les interesa el proceso que lleva a conductas nuevas, slo que
los primeros se centraron en los factores externos (recompensas, castigos), y los segundos lo hicieron en
los factores internos (elaboracin mental de la informacin). Adems, los gestaltistas sostienen que el
sujeto elabora soluciones posibles.
Mencionemos dos aportes importantes de la gestalt: a) Wertheimer y Duncker usaron modelos
procesuales, basados en la idea que el sujeto procede desde planes generales hacia la bsqueda de
soluciones especficas. Esto es algo menos vago e impreciso que el insight. b) Importancia del contexto
para comprender un problema.
- 3) El enfoque de la teora del procesamiento de la informacin para estudiar resolucin de problemas.Este enfoque estudia slo seres humanos, y, a diferencia de los gatos o las ratas del conductismo,
estudiaron situaciones de problemas relativamente complejos que implican razonamientos y no meras
asociaciones o rutinas.
Resumen de Gonzlez G (1987) Temas de Psicologa Cognitiva (II. Pensamiento. Captulo 5). Buenos Aires: Tekn.

Generalidades.- La eficacia para resolver un problema depender de la complejidad del problema y de


la capacidad del sujeto para resolverlo.
El autor habl del primer factor en secciones anteriores, y ahora se referir al segundo, mencionando
cuatro caractersticas del sistema cognitivo humano relacionadas con la capacidad de resolver problemas:
1) Representaciones incompletas o inconsistentes del mundo: si no hay 'lagunas' no hay situacin
problemtica. Cuanto mejor el sujeto se represente sus inconsistencias, mayor posibilidad de usar la
estrategia de resolucin adecuada. En los problemas pobremente definidos de la vida cotidiana se debe
buscar no slo la solucin sino tambin detectar y formular bien el problema.
2) Pensamiento directivo: se encamina hacia una meta en forma conciente (aunque puede haber una
incubacin inconciente). Hay un yo ejecutivo que busca resolver el problema.
3) Limitaciones estructurales y operacionales: son bsicamente tres: estrechez del foco atencional,
limitaciones de la memoria operativa y organizacin de la memoria a largo plazo.
4) Operacin serial: el sistema cognitivo opera en forma secuencial o serial, no en paralelo: hace una
operacin por vez, aunque esto es discutible. Lo secuencial se ve bien en problemas bien definidos.
- Algunos postulados de la teora del procesamiento de la informacin en relacin a resolucin de
problemas.- Diversas teoras (Simon, Norman, etctera) que estudiaron problemas bien definidos,
sealan que lo que determinar las estrategias de resolucin de un problema es un marco constituido por
tres elementos: el sistema cognitivo humano de procesamiento, el ambiente de la tarea (el problema tal
cual es presentado por el experimentador), y el espacio de problema (representacin mental que el
sujeto tienen del ambiente de la tarea, o modelo interno del problema). Este espacio de problema es
determinado por dos los primeros factores (sistema de procesamiento y ambiente de la tarea).
Las estrategias de resolucin pueden ser algortmicas y heursticas.
Estrategia algortmica: Selecciona la mejor alternativa entre varias posibles, por lo que genera soluciones
seguras. Ejemplo: ajedrez, aritmtica, etctera. Esta estrategia tiene dificultades para resolver problemas
por las limitaciones de la memoria de corto plazo, que impiden combinar e integrar varias posibilidades al
mismo tiempo.
Estrategia heurstica: procedimiento de tanteo o bsqueda de soluciones efectivas en base a
conocimientos previos. Acortan el camino hacia la solucin porque no tienen por qu considerar todas las
combinaciones posibles. No garantizan el llegar a una solucin correcta. En suma:
- El sistema de procesamiento y el ambiente de la tarea determinan el espacio del problema.
- El espacio del problema determina la estrategia de resolucin, que podr ser algortmica o heurstica.
Evaluacin de las estrategias: adems de una evaluacin cuantitativa (en cunto se acerca a la solucin
ideal), hay tambin una evaluacin cualitativa, que es reconocer el estilo cognitivo de cada sujeto, para
lo cual tendremos en cuenta dos aspectos: a) Si logra o no eliminar la incertidumbre del problema.
Algunos pueden ser ms sistemticos que otros en la seleccin de posibles combinaciones. Algunos se
apoyan ms en la informacin y otros en la intuicin. Algunos son ms deductivos y otros se basan ms
en sus experiencias, etctera. b) Si logra o no la solucin correcta.
Se pueden reconocer cuatro estilos cognoscitivos: lgico, inconsistente, intuitivo (o adivinatorio), e
ineficaz.

Respuesta correcta
Respuesta incorrecta

Eliminan la incertidumbre
Lgico
Inconsistente
Estilos que atienden a la
informacin

No eliminan la incertidumbre
Intuitivo o Adivinatorio
Ineficaz
Estilos indiferente a la informacin

El estilo lgico es el que ms se aproxima a la tctica ideal. El ineficaz no intenta buscar informacin ni
resolver el problema. Los estilos que no buscan informacin tienden a eludir la bsqueda y la reflexin
racional.
Resumen de Gonzlez G (1987) Temas de Psicologa Cognitiva (II. Pensamiento. Captulo 6). Buenos Aires: Tekn.

Resolucin de problemas y enfermedad mental.- La enfermedad mental severa est asociada con
daos en las funciones ejecutivas, tales como el razonamiento conceptual, la elaboracin de planes y el
pensamiento estratgico, todos los cuales intervienen en la resolucin de problemas. El presente estudio
examin la utilidad de una herramienta de evaluacin novedosa para resolver problemas, el Rapid
Assessment of Problem Solving Test (RAPS) en personas con enfermedad mental severa. Los sujetos
fueron 47 pacientes externos con enfermedad mental severa y un igual nmero de controles sanos
combinados por edad y gnero. Los resultados confirmaron todas las hiptesis con respecto a cmo los
sujetos con enfermedad mental severa podran rendir en el RAPS. Especficamente, los sujetos
clasificados con enfermedad mental severa (1) solucionaron menos problemas en el RAPS, (2) cuando
solucionaron problemas en la prueba, lo hicieron menos eficientemente que sus homlogos sanos, y (3)
los dos grupos marcadamente difirieron en los tipos de preguntas hechas en el RAPS. Los sujetos control
sanos tendieron a un acercamiento sistemtico, organizado, pero no siempre ptimo para resolver

problemas en el RAPS. Los sujetos con enfermedad mental severa utilizaron algunas de las estrategias
para resolver problemas como las de los controles sanos, pero su rendimiento fue menos consistente y
tedi a deteriorarse cuando la complejidad de la tarea de resolucin del problema se increment. Esto fue
reflejado por un alto grado de adivinacin, particularmente si una pregunta de categora limitada era
insuficiente para continuar el esfuerzo de solucionar el problema.
Marshall R y otros, El rendimiento de los sujetos con y sin enfermedad mental severa en una prueba clnica de
resolucin de problemas. FUENTE: SCHIZOPHR RES. 2006 JUN; 84(2)

RESPONSABILIDAD
Acepciones.- Consideremos los sentidos que pueden tener estos trminos dentro de la psicologa.
El concepto de responsabilidad en psicologa se asemeja algo al sentido jurdico: es responsable quien
puede "responder" por sus actos. Esto incluye dos cosas: a) la capacidad de comprender que el acto es
propio (no ajeno), y b) la capacidad para comprender las consecuencias que ese acto puede ocasionar
para uno msmo o los dems. Por ejemplo, si un padre no se ocupa de su hijo sabiendo que con ello est
dandolo en algn sentido, es responsable de sus actos. Psicolgicamente, cabe distinguir
responsabilidad de culpabilidad: en este ltimo caso a) se pone el acento sobre el castigo que deber
recibirse, y b) a veces una persona se siente culpable por algo que no hizo, o que va a hacer, cosa que
no sucede con la responsabilidad, aplicable a actos realmente ejecutados.
Cazau P (2002), Vocabulario de Psicologa. Buenos Aires: Redpsicologa.

RESPUESTA
Definicin.- Las respuestas son unidades en que se divide la conducta.

Vander Zanden James, Manual de Psicologa Social, Barcelona, Paids, 1986, pg. 625.

Respuesta condicionada.- Respuesta provocada por un estmulo distinto de aquel que la produce
naturalmente. El estmulo condicionado, luego de una serie de apareamientos con el no condicionado,
provoca una respuesta similar a la que suscita ste.
Vander Zanden James, Manual de Psicologa Social, Barcelona, Paids, 1986, pg. 625.

Respuesta incondicionada.- Reaccin natural, no aprendida, que provoca un estmulo no


condicionado.
Vander Zanden James, Manual de Psicologa Social, Barcelona, Paids, 1986, pg. 625.

Respuesta operante.- La que a su turno opera sobre el entorno para producir algn efecto.
Vander Zanden James, Manual de Psicologa Social, Barcelona, Paids, 1986, pg. 625.

Clasificacin.- Las dos clasificaciones sensatas de la respuesta son: externa o interna o acaso
sean mejores los trminos abierta (explcita). Entendemos por respuestas externas o explcitas los
actos ordinarios del ser humano: inclinarse para alzar una pelota de tenis, escribir una carta, entrar en
un auto y comenzar a manejar, cavar un hoyo en la tierra, sentarse a preparar una conferencia, bailar,
flirtear con una mujer, hacerle el amor a la esposa. Para efectuar estas observaciones no necesitamos
instrumentos. Mas las respuestas pueden hallarse completamente confinadas en los sistemas musculares
y glandulares del interior del cuerpo. Supongamos un nio o una persona mayor con hambre que se
encuentra de pie, inmvil delante de una vidriera repleta de confituras. La primera observacin de quien
lo mire, podr ser: No hace nada! o, simplemente mira las confituras. Un instrumento demostrara
que sus glndulas salivales segregan, que su estmago se contrae y dilata rtmicamente, y que se estn
produciendo notables cambios en la presin arterial que las glndulas endocrinas estn vertiendo
sustancias en el torrente sanguneo. Las respuestas internas o implcitas son arduas de observar, no
porque ellas sean esencialmente distintas de las exteriores o explcitas, sino solo a causa de que estn
ocultas a la mirada.
Otra clasificacin general es la de respuestas aprendidas y no aprendidas. Conservemos, pues, como
segunda clasificacin: respuestas aprendidas - suponiendo respuestas condicionadas; y respuestas no
aprendidas, entendiendo por ellas cuantas ya realizamos en la primera infancia antes que el proceso de
condicionamiento y la formacin de hbitos predominen.
Otra manera, puramente lgica, de clasificar respuestas es la de caracterizarlas por el rgano sensorial
que las origina. As, verbigracia, tenemos una respuesta visual no aprendida - por ejemplo, el pequeo
que al nacer dirige la vista hacia una fuente luminosa. Opuesta a ella, una respuesta visual aprendida: la
respuesta a una pieza musical impresa o a una palabra. Podra, adems, darse respuesta kinestsica no
aprendida (entendemos por kinestsico el sentido muscular. Nuestros msculos estn provistos de
terminaciones nerviosas, las cuales son estimuladas al moverse aqullos. Por consiguiente, es el
movimiento del propio msculo el estmulo de sentido muscular o kinestsico): el infante que reacciona
llorando a causa de haber tenido un brazo torcido durante un largo rato. Estaramos frente a una

respuesta kinestsica aprendida si manipulamos un objeto delicado en la oscuridad, o caminamos por un


laberinto. Asimismo, podemos tener una respuesta visceral no aprendida: el llanto provocado en una
criatura de tres das por las contracciones del estmago debido a la falta de alimento. Comparmosla con
la respuesta visceral aprendida o condicionada: la visin de pasteles en la vidriera de una confitera que
le hace agua la boca a un estudiante hambriento.
Esta digresin acerca del estmulo y la respuesta suministra una idea del material con que hemos de
trabajar en psicologa conductista y por qu sta se propone como meta en el dado el estmulo, poder
predecir la respuesta o, viendo qu reaccin tiene lugar, inferir cul es el estmulo que la ha provocado
(Watson J, 1985:14).
Watson J (1985) El conductismo. Buenos Aires: Paids.

RETEST
Definicin.- (Psicotecnia) Retesting es una expresin inglesa que significa la aplicacin de un segundo
test equivalente al primero despus de un lapso de tiempo, con el propsito de estudiar la constancia y
consistencia de las medidas. Tambin para registrar el progreso o regreso de una aptitud, nivel mental,
etc. El test de Behn-Rorschach, sirve para repetir el psicodiagnstico de Rorschach. Terman y Merrill han
elaborado las formas de su escala L. y M., para retestar.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Definicin.- Repeticin del mismo test en una segunda ocasin. Este procedimiento sirve sobretodo
para medir la fiabilidad (o confiabilidad) del test en cuestin. El coeficiente de fiabilidad surge de la
correlacin entre las puntuaciones obtenidas por los mismos sujetos en las dos aplicaciones del test.
Cazau P (2002), Vocabulario de Psicologa. Buenos Aires: Redpsicologa.

RETROACTIVIDAD
Definicin.- Palabra utilizada frecuentemente por Freud, relacionada con su concepcin de la
temporalidad y de la causalidad psquicas. Con ella designaba el proceso mediante el cual experiencia,
impresiones y huellas anmicas son modificadas ulteriormente en funcin de nuevas experiencias, o del
acceso a una nueva etapa del desarrollo. A J. Lacan corresponde el mrito de haber llamado la atencin
sobre la importancia de este concepto, que supera el reduccionismo de interpretar la vida del sujeto
linealmente, en trminos de accin y efecto del pasado sobre los acontecimientos del presente.
Farr Mart J (1999) Diccionario de psicologa. Barcelona: Ocano.

RETROSIGNIFICACIN
Generalidades.- Se entiende por retro-significacin el hecho de que algo actual es significado desde lo
pasado, y en esta significacin del presente desde lo pasado, a su vez se arroja significacin hacia lo
pasado, para regresar nuevamente como significacin del acto actual.
En la carta N 52 a Fliess expone Freud por primera vez como podra estar armado el aparato psquico
sobre la base de las huellas mnmicas: estas se van inscribiendo por capas sucesivas, las cuales a su vez
van sufriendo un reordenamiento progresivo como consecuencia del desarrollo, maduracin y
experiencias, de forma que las experiencias ulteriores reordenan el material anterior. En el "Proyecto...",
la resignificacin aparece bajo la idea de "vas de facilitacin": el trazado de huellas mnmicas se ve
facilitado por las inscripciones registradas anteriormente, pero a su vez influir en nuevas asociaciones y
enriquecimiento de la huella anterior, con la posibilidad de establecer caminos colaterales. Hay un
reacomodamiento peridico que es independiente de los acontecimientos que vayan a darse en el azar de
la vida de ese sujeto, reordenamiento que tiene que ver con la culminacin de la sexualidad infantil, la
entrada en la latencia y luego la pubertad, como lo dice Freud en "Tres ensayos...", donde habla de
'metamorfosis' de la pubertad. El reordenamiento en la pubertad proviene dice Freud, del nuevo
quimismo hormonal del cuerpo, que introduce una exigencia de trabajo al aparato psquico. Por ejemplo,
en 1915 define pulsin como "la exigencia de trabajo impuesta a lo anmico a consecuencia de su
conexin con lo somtico" (en "Las pulsiones y sus destinos").
Fernndez R, Psicologa de la personalidad, clases dictadas en la Ctedra de Psicologa de la Personalidad de la
Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires, 1995.

REY ARDID, RAMN


Biografa.- (Zaragoza 1903-Zaragoza 1988) Aunque la editorial Biblioteca Nueva lo asigna una parte de
la traduccin de Freud al espaol, esta parte parece ms bien obra del argentino Ludovico Rosenthal. Hay
en Espaa una fundacin que lleva el nombre de Ramn Rey Ardid. En su pgina web se lo recuerda as:
...ilustre catedrtico de psiquiatra... El Dr. Rey Ardid fue tambin un insigne ajedrecista, campen de
Espaa (desde 1930 hasta 1943, ao en que abandona la prctica oficial de este deporte), autor de doce

libros sobre ajedrez y columnista en importantes diarios como Heraldo de Aragn y Amanecer en
Zaragoza y La Vanguardia en Barcelona. Public ms de cien trabajos cientficos en revistas de Espaa y
otros pases y fue innovador en la terapia de la esquizofrenia al introducir el mtodo del bombeo espinal,
sobre el que pronunci varias conferencias en universidades de Austria y Alemania. Vanse Etcheverry,
Jos Luis; Lpez-Ballesteros, Luis, y Rosenthal, Ludovico.
Ricardo Bruno

RIESGO
Definicin.- Cuando se habla de riesgo, se alude a factores vinculados a la estructuracin o
conformacin de cierto tipo de conductas o comportamientos humanos que se manifiestan de forma
voluntaria, con resultados de alguna manera indefinidos y que tienen alta probabilidad de provocar
consecuencias negativas en lo referido a cuestiones de salud, tanto en su perspectiva personal-subjetiva
como social-comunitaria (Irwin, 1990, citado por Casullo, 2005:19).
Casullo M (2005) Adolescentes en riesgo. Buenos Aires: Paids.

Riesgo en la adolescencia.- Un adolescente est en riesgo cuando tiene la posibilidad de configurar o


contraer enfermedades que lo inhabiliten fsica, psicolgica, social o jurdicamente; manifestar de manera
habitual o sistemtica comportamientos individuales o colectivos que pongan en juego la seguridad
social, la vida de los otros (Casullo, 2005:19).
De acuerdo a ciertos autores (Jessor, 1991, citado por Casullo, 2005:20), los denominados
comportamientos de riesgo desempean un papel muy importante en el paso de la adolescencia a la
adultez, en tanto pueden ser funcionales para: lograr autonoma y especialmente respecto de los padres,
permitir cuestionar normas y valores vigentes, aprender a afrontar situaciones de ansiedad y frustracin,
poder anticipar experiencias de fracasos, lograr la estructuracin del self, y afirmar y consolidar el
proceso de maduracin.
Las teoras de orientacin cognitiva analizan principalmente las maneras en que los sujetos perciben las
situaciones de riesgo. Los adolescentes, desde su egocentrismo, construyen fbulas personales donde
no se autoperciben como expuestos a ningn riesgo en particular. Estas historias personales fabuladas
anulan en ellos el principio de realidad y los llevan a actuar como si sta no existiera o no importara
(Casullo, 2005:21).
Numerosos estudios muestran la enorme incidencia del grupo de pares o amigos sobre los denominados
comportamientos de riesgo. El adolescente tender a comportarse de la manera requerida por los lderes
de su grupo de pares (Casullo, 2005:22).
Casullo M (2005) Adolescentes en riesgo. Buenos Aires: Paids.

RISA
Definicin.- (Psicoanlisis) Se produce la risa cuando determinada suma de energa psquica, empleada
anteriormente para cubrir ciertos procesos psquicos, se ha tornado inutilizable, ganando as salida libre.
La risa se nutre de esta energa libertada. (Freud).
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Efecto teraputico.- Rer ms de 30 veces al da favorece una buena salud, segn seal la terapeuta
corporal Francisca Garca, profesora de la Universidad Catlica de Valencia San Vicente Mrtir, donde
imparte desde ayer un curso de verano sobre La dinmica de la risa. El humor en general, y la risa en
particular, es una herramienta teraputica magnfica para el tratamiento de enfermedades y est
ntimamente relacionada con el bienestar y la salud, segn la especialista valenciana. La risa, como
expresin de la alegra, afecta a los sistemas cardiovascular, respiratorio, inmunolgico, muscular,
nervioso central y endocrino, entre otros, segn Garca, quien asegur que hasta los seis aos los
nios ren unas 300 veces diarias mientras que las personas adultas ms risueas alcanzan unas 100
risas al da y las menos, unas 15. De igual forma, segn Francisca Garca hay una clara relacin entre
la risa y el combate del estrs. Adems, rer equivale a realizar ejercicios aerbicos hasta el punto de
que cinco minutos de risa a carcajadas equivalen a unos 45 minutos de ejercicio fsico. Francisca Garca,
que imparte el curso junto a Werner Herzog, tambin experto en dinmica de la risa, subray que las
terapias de la risa ayudan a mejorar la salud de manera natural, sin ayuda de frmacos o factores
externos.
Las terapias basadas en la risa ayudan a mejorar la salud de manera natural. LA VOZ DE GALICIA. 2005 JUL.

Generalidades.- La exploracin de las posibilidades de estrategias centradas en las emociones positivas


es algo sugerente para la investigacin y muy probablemente til para incrementar la eficacia de los
tratamientos. La risa y el humor se han clasificado dentro de las 24 fortalezas personales y se los
considera una de las actividades ms proclives al bienestar subjetivo, el saboreo y la promocin de los
estados de flujo.

La terapia de la risa, clasificable entre las terapias alternativas o complementarias en medicina, es el


conjunto de tcnicas e intervenciones teraputicas para conseguir experimentar risa que se traduzca en
los beneficios fisiolgicos y psicolgicos conocidos.
El reciente advenimiento de la psicologa positiva ha despertado un grandsimo inters y expectacin
sobre los beneficios de aplicar el trabajo con recursos positivos a la terapia de la risa (y a otras terapias
mentecuerpo). Por lo tanto, nace con este moderno enfoque, la terapia positiva con risa, como
complemento de la terapia de la risa "general" y de la psicologa positiva, con sus aportaciones y sus
limitaciones.
Los profesionales sanitarios pueden ejercer un importante papel para difundir los beneficios de las
"terapias positivas" y aplicarlas en condiciones reales, tanto para los pacientes como para ellos mismos.
Ramon Mora Ripoll; Isabel Quintana Casado. Risa y terapias positivas: Moderno enfoque y aplicaciones prcticas en
medicina. REVISTA DE PSIQUIATRA Y SALUD MENTAL. 2010 FEB;3(1):27-34.

RITMO CIRCADIANO
Ritmo circadiano y depresin.- Resumen: La depresin, particularmente la depresin unipolar, a
menudo se ha vinculado a alteraciones en el ritmo circadiano (24 h).Se ha observado que muchos ritmos
se encuentran alterados en los pacientes deprimidos. Un ritmo que a menudo est alterado en la
depresin es el ciclo sueo-vigilia, una perturbacin que, a su vez, podra conducir a otras alteraciones
del ritmo. Por lo que hay dos caminos generales por los que la alteracin de los ritmos circadianos podra
conducir a la depresin:(1) desorganizacin dentro del sistema circadiano podra conducir a la disfuncin
neurobiolgica y (2) una perturbacin circadiana del ciclo sueo/vigilia podra facilitar o exacerbar el
estado deprimido. El reciente descubrimiento del reloj molecular responsable de la generacin de los
ritmos circadianos proporciona nuevos conocimientos sobre la forma mecnica en la que las anomalas de
los ritmos podran conducir a estados conductuales interrumpidos, y ofrecer nuevas vas teraputicas
para el tratamiento de las anomalas que subyacen en la depresin. Estos hallazgos sostienen que el reloj
circadiano molecular est presente en muchas clulas del sistema nervioso central y regula el engranaje
de la expresin de al menos el 10% de las transcripciones en muchos tejidos en los que se hace hincapi
en cmo la disfuncin circadiana podra tener consecuencias drsticas para la funcin fisiolgica normal
en el cerebro.
Turek, Fred W, De los ritmos circadianos al reloj gentico en la depresin. INTERNATIONAL CLINICAL
PSYCHOPHARMACOLOGY. 2007 OCT;22(2).

RITUAL
Definicin.- Accin simblica repetitiva, tanto a nivel motor como cognitivo, frecuentemente de
carcter complejo, que se deriva de patrones culturales en sujetos normales. En su manifestacin
patolgica, se dan en el trastorno obsesivo-compulsivo, la esquizofrenia y el autismo.
Farr Mart J (1999) Diccionario de psicologa. Barcelona: Ocano.

ROGERS, KARL
Obra.- Rogers hizo su aprendizaje en un ambiente psicoanaltico (Freud, Rank) y conductista
(Thorndicke), as como tambin en la prctica clnica. De todo ello surgieron algunas convicciones
bsicas, entre las que se cuentan las siguientes: 1) La ciencia busca organizar en forma coherente
experiencias personales significativas, y no es un medio para obtener fama o para ejercer una actividad
ocultista. 2) La ciencia no es acumulacin de datos sino pensamiento creador. 3) Toda ciencia tiene una
etapa de crecimiento, tan til y necesaria como los estadios avanzados de la investigacin. 4) En dicha
etapa de crecimiento deben evitarse la rigidez de pensamiento, como la de aquellos que entienden todo a
partir del esquema de variable independiente, interviniente y dependiente. 5) El tipo de investigacin
psicolgica de Rogers se parece ms a los primeros pasos de la fsica, que a la fsica avanzada. 6) Toda
teora tiene siempre un grado de error, y siempre habr una nueva teora que la supere. 7) La verdad es
una, aunque nunca alcancemos el ideal de compartir esa unidad.
En su libro Terapia, personalidad y relaciones interpersonales, Rogers desarrolla tres teoras: una teora
de la personalidad, una teora de las relaciones interpersonales, y una teora de la terapia centrada en el
cliente, posiblemente la ms slida de las tres. Todas ellas convergen en la bsqueda de una teora
fuertemente integrada y abarcativa. El autor enumera tambin algunas influencias culturales de su poca
y entorno, as como algunas experiencias personales que integran su biografa, pues supone que ellas
tienen relacin con el tipo de teora que desarroll.
La teora ms ligada a lo directamente observable es la teora de la psicoterapia y del cambio de
personalidad. Contiene hiptesis acerca de qu es la personalidad, cmo es la dinmica de la conducta y
cundo y cmo la terapia da resultados, a saber: cuando se desarrolla la creatividad de la persona.
Importan tambin las relaciones inter-personales, ya que un caso especial de ellas es la relacin
paciente- terapeuta.

El cuadro siguiente muestra el esquema de lo tratado en el libro, esquema que empieza a leerse desde el
centro hacia las cuatro direcciones indicadas:

II. TEORIA DE LA
PERSONALIDAD
I. TEORIA DE LA TERAPIA
IV. TEORIA DE
LAS
RELACIONES
INTERPERSONA
LES

Condiciones

Procesos

Resultados

III. TEORIA DEL


FUNCIONAMIEN
TO PLENO DE
LA PERSONA

IMPLICACIONES TEORICAS
DE DIVERSAS ACTIVIDADES
HUMANAS
V. Vida familiar VI. Educacin
y aprendizaje VII. Liderazgo
grupal VIII: Conflicto grupal

Los siguientes son los constructos empleados por Rogers para su teora. Son 40 constructos, y estn
agrupados en 11 tipos:
Tipo
1. Tendencia actualizante
2. Experiencia
3. Representacin conciente

4. Yo
5. Incongruencia

6. Reaccin ante la amenaza


7. Congruencia

8. Consideracin positiva incondicional

Constructo
1. Tendencia actualizante
2. Tendencia a la actualizacin del yo
3. Experiencia
4. Experimentar
5. Sentimiento, "experiencing" del sentimiento
6. Representacin, simbolizacin, conciencia
7. Disponibilidad para la conciencia
8. Simbolizacin correcta
9. Percibir, percepcin
10. Subcibir, subcepcin
11. Experiencia del yo
12. Yo, s mismo, estructura del yo
13. Yo Ideal
14. Incongruencia entre yo y experiencia
15. Vulnerabilidad
16. Angustia
17. Amenaza
18. Inadaptacin psicolgica
19. Defensa, estado de defensa
20. Distorsin y negacin del acceso a la conciencia
21. Rigidez perceptiva
22. Estado de congruencia entre yo y experiencia
23. Apertura a la experiencia
24. Adaptacin psicolgica. Funcionamiento ptimo.
25. Percepcin discriminativa
26. Madurar, madurez
27. Contacto
28. Consideracin positiva
29. Necesidad de consideracin positiva

9. Valoracin condicional
10. Valoracin
11. Fuente del conocimiento

30. Consideracin positiva incondicional


31. Complejo de consideracin
32.Consideracin positiva de s mismo
33. Necesidad de consideracin positiva de s mismo
34. Consideracin positiva incondicional de s mismo
35. Valoracin condicional
36. Centro de la valoracin
37. Proceso de valoracin organsmica
38. Marco de referencia interno
39. Empata
40. Marco de referencia externo

Aclaraciones sobre los constructos


1. Tendencia actualizante: todo organismo tiende a desarrollar sus potencialidades para conservarse o
mejorar.
2. Tendencia a la actualizacin del yo: dicha tendencia se expresa tambin en la parte de la experiencia
simbolizada en el yo.
3. Experiencia: es todo lo que sucede dentro del organismo en cualquier momento, y que est disponible
para la conciencia. Son datos inmediatos, no experiencia pasada.
4. Experimentar: recibir estmulos sensoriales o fisiolgicos que se producen en un momento
determinado.
5. Sentimiento: significado personal que adquiere una experiencia emocional. "Estoy enojado conmigo
mismo".
6. Representacin, simbolizacin, conciencia: es la representacin simblica de una parte de nuestra
experiencia, no necesariamente verbalizada.
7. Disponibilidad para la conciencia: cuando una experiencia puede simbolizarse libremente, sin negacin
ni distorsin.
8. Simbolizacin correcta: no es indispensable que los smbolos de la conciencia coincidan con la
experiencia real; hay simbolizacin correcta cuando hay una coincidencia entre las dos cosas: veo un
avin y 'es' realmente un avin.
9. Percibir, percepcin: es una hiptesis o prognosis que surge en la conciencia frente a un estmulo.
Prognosis significa que podemos predecir en base a nuestra experiencia pasada. "Esto es un tringulo".
10. Subcidir, subcepcin: capacidad de discriminar o identificar estmulos sin representacin conciente.
Captar una amenaza sin representrsela concientemente.
11. Experiencia del yo: hecho del campo fenomnico que se discrimina como yo o algo vinculado al yo.
12. Yo, concepto del yo o s mismo, estructura del yo: gestalt organizada de las percepciones de las
caractersticas del yo, y de las relaciones del yo con los otros y sus respectivas valorizaciones. Es una
gestalt fluida y cambiante, un proceso.
13. Yo ideal o ideal del yo: el yo que el individuo deseara poseer. El yo es un constructo central en la
teora de Rogers, y surge del hecho que las personas hablan muchas veces en funcin de algo llamado
yo: "me pregunto quin soy yo", etc. Las personas manifiestan opiniones cambiantes sobre su yo (el yo
como proceso). Del yo, as como de los otros constructos es preferible dar una definicin operacional que
pueda vincular el yo con fenmenos observables. Por ejemplo, que el yo es una gestalt disponible para la
conciencia.
14. Incongruencia yo-experiencia: discrepancia entre el yo tal como se lo percibe y la experiencia real del
organismo. Por ejemplo, el yo del neurtico, que no hace lo que concientemente quiere hacer.
15. Vulnerabilidad: peligro de desorganizacin psquica a que puede llegar la incongruencia yoexperiencia.
16. Angustia: incomodidad o tensin cuya causa es ignorada por el sujeto que la experimenta. El
organismo reacciona a la subcepcin de un estado de incongruencia y al peligro de la toma de conciencia.
17. Amenaza: aparece cuando el sujeto se da cuenta o prev (subcibe) que una experiencia es
incongruente con su yo. Versin externa de la angustia.
18. Inadaptacin psicolgica: negarse a concientizar ciertas experiencias importantes, creando as una
incongruencia yo-experiencia.
19. Defensa: reaccin a la amenaza. Permite mantener la estructura del yo habitual, lo que se logra
distorsionando la experiencia.
20. Distorsin, negacin: rechazo de todo material incongruente con el yo. "No soy muy capaz", dice
quien recibi una muy buena calificacin.
21. Rigidez perceptiva: tendencia a absolutizar y generalizar la experiencia o dejarse dominar por
prejuicios o creencias.
22. Estado de congruencia: intento por conciliar yo y experiencia mediante una simbolizacin adecuada.
Concepto central en terapia.

23. Apertura a la experiencia: cuando no hay amenaza. Es lo contrario de la actitud defensiva.


24. Adaptacin psicolgica: cuando la estructura del yo es tal que permite la integracin simblica de la
totalidad de la experiencia.
25. Percepcin discriminativa: considerar la experiencia delimitada y diferenciadamente. Es lo contrario
de rigidez perceptiva.
26. Madurar: cuando la persona percibe realista y discriminadamente, cuando no est a la defensiva,
cuando acepta la responsabilidad de ser "l", cuando evala la experiencia en funcin de datos objetivos,
cuando se valora a s mismo y a los dems.
27. Contacto: cuando dos personas afectan mutuamente su campo experiencial, perceptual o
subliminalmente.
28. Consideracin positiva: cuando percibo que otra persona tiene una experiencia respecto de su yo y
cuando dicha percepcin modifica positivamente mi campo experiencial. Cario, respeto, etc.
29. Necesidad de consideracin positiva: es casi seguro que se adquiere en la primera infancia.
30. Consideracin positiva incondicional: concepto clave en la teora rogeriana. Tengo una consideracin
positiva incondicional hacia una persona si todas las experiencias de otra persona respecto de s misma
son percibidas por m como igualmente dignas de consideracin positiva.
31. Complejo de consideracin: configuracin de experiencias relativas al yo, que para el sujeto implican
una actitud de consideracin positiva de una persona hacia l.
32. Consideracin positiva de s mismo: sentimiento positivo que experimenta el yo hacia una
experiencia, independientemente de lo experimentado hacia ella por otras personas.
33. Necesidad de consideracin positiva de s mismo: necesidad secundaria o adquirida relacionada con la
necesidad de consideracin positiva por parte de otros.
34. Consideracin incondicional de s mismo: cuando el sujeto se percibe a s msmo de modo que sus
experiencias hacia s mismo le parecen dignas de consideracin positiva.
35. Valoracin condicional: buscar o evitar ciertas experiencias del yo, segn ste las considere ms, o
menos positivas. Esto impide a la persona funcionar libremente, pues perturba el proceso de valoracin.
36. Centro de valoracin: es el origen de los criterios para valorar. Si est en otras personas, usa una
escala de valores que no es la propia.
37. Proceso de valoracin organsmica: proceso por el cual los valores van cambiando, no son rgidos.
38. Marco de referencia interno: todas las experiencias asequibles a la conciencia de un sujeto en un
momento dado. Es el mundo subjetivo.
39. Empata: es percibir correctamente el marco de referencia interno de otro, "como si" uno fuera la
otra persona.
40. Marco de referencia externo: es percibir a partir de un marco de referencia interno puramente
objetivo sin empatizar con la persona o el objeto observado. Por ejemplo el experimentador que da un
estmulo sin saber si el mismo forma parte del campo experiencial del investigado. O sea, implica no
atribuir a un objeto o sujeto experiencias propias, un marco de referencia interno. En psicoterapia
conocemos este marco de referencia interno del paciente gracias a una inferencia emptica.
Hacer ciencia implica tomar un marco de referencia externo en el cual poder verificar nuestras hiptesis,
sobre todo a partir de inferencias empticas acerca del marco de referencia interno de nuestros colegas:
si ellos realizan la misma operacin que hemos realizado nosotros, y si perciben los mismos hechos y
significados, consideramos confirmadas las hiptesis.
Rogers da algunos ejemplos de aplicacin de sus teoras de la personalidad, de la terapia y de las
relaciones interpersonales: a) a la vida familiar (por ejemplo cuanto mayor consideracin positiva
incondicional haya del padre hacia el hijo, mayor ser el nivel de adaptacin de ste ltimo y menor su
valoracin condicional); b) a la educacin y el aprendizaje (el aprendizaje conduce a percepciones ms
diferenciadas, realistas y exactas); c) al liderazgo grupal; y d) a la tensin y conflictos grupales.
Condensado de Rogers K (1985) Terapia, personalidad y relaciones interpersonales. Buenos Aires: Nueva Visin.

ROLE PLAYING
Definicin.- O representacin del rol, tcnica grupal prxima al psicodrama. La diferencia fundamental
radica en que no se da preferencia en el role playing a las situaciones familiares, sino a las situaciones
de la vida diaria (por ejemplo, escenas de trabajo). El objetivo es empujar a los participantes a explorar
el interior de los roles y de situaciones que a priori no les son familiares o ver situaciones conocidas
desde el punto de vista del otro.
Virel A., Vocabulario de psicoterapias, Barcelona, Gedisa, 1985, pg. 265.

Definicin.- Trmino que tiene dos significados en psicoterapia, muy relacionados entre s: actuar la
rplica de una situacin del pasado del paciente, y otra actuar un grupo de conductas diferentes a las
conductas habituales del paciente. La tcnica se puede usar para obtener ms informacin sobre el
paciente (por ej sus habilidades sociales), y ensear conducta nueva (pg. 275).

Striegel-Moore R y Slaikeu K, (1993) Glosario de tcnicas de terapia en crisis. Includo en Slaikeu K, Intervencin en
crisis. Mxico: El Manual Moderno.

RORSCHACH, HERMANN
Biografa.- Psiquiatra suizo (1884-1922), creador del famoso test de las manchas de tinta que lleva su
nombre, y utilizado ampliamente en diversas reas del psicodiagnstico.
Hermann Rorschach naci en Zurich, y fue el hijo primognito de un maestro de arte. Como su padre,
quiso tambin dedicarse a la actividad artstica, hasta que descubri su vocacin por la medicina. Su
aficin por el dibujo y las manchas de tinta le valieron un apodo especial en la secundaria. Pas por
distintas universidades hasta recibirse finalmente en su ciudad natal, en 1912. Trabaj un ao en Rusia y
regres a Suiza para ejercer su profesin, etapa en la cual comenz a interesarse en las nuevas tcnicas
psicoanalticas. En 1919 es elegido vicepresidente de la Sociedad Suiza de Psicoanlisis.
Para entonces, Rorschach ya haba comenzado a estudiar las fantasas de sus pacientes, utilizando
tarjetas con manchas de tinta. Se las mostraba preguntndoles: "Qu le parece que es?", y de las
respuestas deduca sus caractersticas intelectuales y afectivas. En su empeo por reducir el tiempo
requerido para los diagnsticos psicolgicos, Rorschach desarrolla este test donde al paciente se le
muestran diez lminas, cinco en negro, dos en rojo y negro y tres policromas.
El test se basa en la tendencia del hombre a proyectar interpretaciones y sentimientos sobre estmulos
ambiguos (en este caso, las manchas de tinta). Las respuestas permiten a un observador entrenado
conseguir datos sobre los impulsos ms profundos de la personalidad.
En 1921 Rorschach public el resultado de sus investigaciones, basadas en el estudio de 300 enfermos
mentales y 100 sujetos normales. El libro atrajo en su momento la atencin de un pequeo grupo, pero
el mtodo de diagnstico fue luego ampliamente utilizado, aunque algunos especialistas pusieron en duda
la objetividad de los datos logrados y su valor como recurso cientfico. A pesar de ello, una larga
experiencia clnica ha probado su eficacia para poner de manifiesto conflictos de afectividad, tendencias
obsesivas y otros trastornos emocionales y de la personalidad.
(Fuentes: 1. Clarn 2-4-95. 2. Revista Muy Interesante N 51, Enero 1990).

ROSENTHAL, LUDOVICO
Biografa.- Traductor de Freud al castellano. De l escribe el traductor Jos Luis Etcheverry: [...] la
mencionada insuficiencia de la versin de Lpez-Ballesteros llev a que muchos especialistas utilizaran en
nuestros pases la traduccin inglesa. [... Ludovico Rosenthal] tradujo obras de Freud aparecidas despus
de la edicin espaola. En el prlogo primero de los volmenes por l vertidos para la editorial Santiago
Rueda (SR, 18), explica que se ha guiado por un afn de rigor, y que si bien Freud se expresa en el
alemn usual, los trminos que usa han ido adquiriendo un sentido estricto que impone la necesidad de
verterlos al castellano mediante tecnicismos. Este criterio lo llev a destacar aspectos conceptuales que
en la versin anterior se encontraban diluidos. Justamente debe atribursele, en buena medida, haber
sembrado aquella inquietud por el rigor [... Pero el] conocimiento de la obra de Freud se ha generalizado
de tal manera en el mundo de habla hispana que se nos plantea una nueva tarea: no slo ser rigurosos
en los conceptos capitales del psicoanlisis, sino conceder una atencin igualmente estricta al entronque
de la obra freudiana con la problemtica antropolgica y filosfica del pensamiento alemn. Es una
dimensin presente en las obras de Freud, como se ver, y confiamos en que exponindola fielmente
contribuiremos a situar mejor su aporte a una concepcin del ser humano --de eso se trata, en definitiva,
en la recepcin popular de la obra-; al mismo tiempo, ello no podr menos que enriquecer la
comprensin de los aspectos tcnicos, especficamente psicoanalticos. En Pueden los legos ejercer el
anlisis?, Freud explica que la ausencia de trminos eruditos en psicoanlisis se debe a la necesidad en
que se encuentra el analista de exponer sus doctrinas a pacientes que no siempre poseen formacin
cientfica. Esto supone una dificultad adicional para nosotros: cmo determinar si uno de esos vocablos
no eruditos est usado en cierto texto en su acepcin ms tcnica o indiferentemente? No son pocos los
casos en que resulta difcil decidirlo. El nico modo de salvar esta dificultad es ofrecer una versin
sistemtica y empearse en verter las expresiones alemanas por otras castellanas situadas en un nivel de
significacin anlogo. Ello ofrece la ventaja de que el lector puede asistir a la gnesis de aquellas
categoras tcnicas. Lo que acabamos de apuntar determina otra leve diferencia entre nuestro mtodo de
trabajo y el de Rosenthal. Tomemos un ejemplo: este traductor ha conferido su debido valor al sustantivo
Verleugnung y al verbo verleugnen, vertindolos por renegacin y renegar, respectivamente. Por
nuestra parte, optamos por desmentida y desmentir, que nos parecen ms ajustados al sentido de
este concepto; pero aun prescindiendo de los argumentos con que [... sustentamos] esta opinin, no
podramos usar renegar y renegacin en todos los casos -muy numerosos- en que su empleo no es
especficamente tcnico, pues las frases resultaran incomprensibles. Creemos que nuestras opciones de
vocabulario son igualmente estrictas, pero gracias a ellas es el juego mismo de los textos el que va
estableciendo su sentido y su especfica figura de coherencia. Esto facilita una comprensin del
pensamiento de Freud desde su inquietud creadora, desde su dialctica interna de autoplasmacin. As se
refleja la alternancia entre fijeza y fluidez de los conceptos, movimiento acaso justificable en los trminos
del anlisis mismo.

Ricardo Bruno

SABIDURA
Definicin.- La sabidura designa el conocimiento experto que se concentra en los aspectos pragmticos
de la vida y comprende buen juicio y consejo sobre asuntos trascendentes de la vida. Con la edad
mejoran a menudo la cantidad y la calidad de los conocimientos del individuo relacionados con la
sabidura. (Craig y Baucum, 2001:574).
Craig G y Baucum D (2001) Desarrollo psicolgico. Mxico: Pearson Educacin, 8 edicin.

Generalidades.- La sabidura una habilidad muy amplia, tambin llamada poder sintetizador general, es
aquello que uno llega a esperar en individuos mayores que han tenido una amplia gama de experiencias
crticas en su vida ms temprana y que ahora pueden aplicarlas en forma apropiada y juiciosa, en las
circunstancias apropiadas. El trmino se aplicara a personas que tienen considerable sentido comn y
originalidad en uno o ms dominios, junto a una capacidad madura de metaforizar.

Gardner Howard, Estructuras de la mente: la teora de las mltiples inteligencias, Mxico, Fondo de Cultura
Econmica, 1983, pg. 320.

SADISMO
Definicin.- "Parafilia caracterizada por la necesidad de infligir dao a otra persona para excitarse
sexualmente".
Belloch A y otros, Manual de Psicopatologa, Volumen I, Madrid, McGraw-Hill, 1995, pg. 459.

SALUD
Definicin.- Para la OMS, salud es un "estado de completo bienestar fsico, psquico y social, y no slo
ausencia de enfermedad". Esta definicin rescata el aspecto positivo de salud (dice lo que es, no lo que
no es), pero la plantea en trminos absolutos y a-histricos. Por ello, Saforcada propone la siguiente
definicin: "Salud es una situacin de relativo bienestar fsico, psquico y social -el mximo posible en
cada momento histrico y circunstancia sociocultural determinada, considerando que dicha situacin es
producto de la interaccin permanente y recprocamente transformadora entre el individuo (entidad biopsico-socio-cultural) y su ambiente (entidad fsico-qumica-psico-socio-cultural y econmico-poltica)".
Debe desarrollarse una definicin operativa de salud, pero no tomando indicadores de enfermedad (como
las tasas de morbilidad, mortalidad, etc). Para ello, necesitamos una teora de la salud. Tal teora debe
inclur la idea que la salud no es slo una responsabilidad individual sino de toda la sociedad, siendo los
derechos humanos el fundamento tico de una concepcin de este tipo.
Saforcada Enrique, Mdulo I: Programa. Publicacin interna de la Ctedra de Salud Pblica y Salud Mental de la
Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires, 1996.

Generalidades.- La definicin, explicacin y resolucin de problemas de salud se plantea en tres planos:


singular, particular y general, de acuerdo al siguiente ejemplo (teniendo en cuenta que lo singular
condiciona, y lo general determina):

Definicin del
problema
Explicacin del
problema

Plano singular
Los problemas surgen
como variaciones entre
individuos o atributos
individuales
Segn leyes y principios
de variacin de agentes,
husped y riesgos,
adems de leyes propias
de cada patologa.

Plano particular
Los problemas se definen
como variaciones de saludenfermedad a nivel de
grupos
Segn leyes y principios de
los procesos de reproduccin
social (a) de las condiciones
objetivas de existencia
(estilo de vida) de cada
grupo.
Planes y programas de salud
por grupos de poblacin, con
descentralizacin. Servicios a
grupos especficos.

Plano general
Los problemas se definen
en trminos de elegir
polticas y planes de salud
Segn relaciones entre
los problemas de saludenfermedad y modelos
econmicos, cambios
histricos, catstrofes,
etc.

Resolucin del
Control de daos y riesgos
problema
especficos de un
(accin
problema. Servicios
transformadora dirigidos a patologas
)
especficas
(a) La reproduccin social comprende cuatro momentos: reproduccin de procesos biolgicos, de
procesos ecolgicos, de formas de conciencia y conducta, y de relaciones econmicas.
Castellanos P, Sobre el concepto de salud-enfermedad. Un punto de vista epidemiologico. Cuadernos Mdico-sociales
N 42, Diciembre 1987.

Generalidades.- La OMS define salud como un estado de completo bienestar bio-psico-social, y no solo
ausencia de enfermedad. Para Duchene, la salud es una resultante de fuerzas contradictorias en un aqu
y ahora, y con respecto a la salud mental, hay varios criterios, como por ejemplo el de Sivadon, que
habla de un equilibrio dinmico de la personalidad donde hay adaptacin al medio social, aceptacin de la
sexualidad, y aptitud para la felicidad y el goce.
Allport propone por su lado como criterios la objetividad, la capacidad de separacin, la confianza en s
mismo y el humor. Se habla tambin de normalidad como capacidad para resistir desequilibrios, y poder
retornar a la homeostasis. Es una normalidad de funcin o normalidad gentica, que puede alterarse por
ejemplo haciendo regresiones, ya que todos tenemos una base psictica en nuestra personalidad
'normal'.
Hay tambin una normalidad 'porcentual', que apunta al hombre medio, a lo que son la mayora.
Tambin hay una normalidad normativa, que implica la bsqueda de ciertos valores personales y
culturales para vivir.
Siguiendo a Bleger, el hombre debe poder alcanzar una integracin en los niveles fsico- qumico,
biolgico, social, psicolgico y axiolgico.
Concluimos entonces que las caractersticas de la salud pueden ser las siguientes: 1) ausencia de seales
de sufrimiento no es salud (hay hipomanacos que aseguran sentirse bien); 2) por tanto salud no es solo
ausencia de enfermedad; 3) la salud no es un estado que la persona adquiere, o pierde, para siempre; 4)
la salud no est vinculada a un desarrollo tan rpido y tan largo del individuo o de alguna caracterstica;
5) salud no puede ser nunca un concepto estadstico.
Salud debemos considerarla como el resultado dinmico y estructural del aparato psquico funcionando
adecuadamente. Alos efectos prcticos y psicoteraputicos, seguimos el criterio de Preston: salud
significa vivir a) dentro de los lmites impuestos por el fsico: b) con otros seres humanos; 3) sintindose
feliz; 4) productivamente; y 5) sin ser un estorbo.
Resumen de Knobel M (1987) Psicoterapia breve. Buenos Aires: Paids. Captulo 2.

Necesidades de salud.- Entre las necesidades de salud estn las necesidades bsicas como el alimento,
la vivienda, el saneamiento (agua potable, etc) y la educacin. Estas necesidades se empiezan a
reconocer a partir de los aos '70, pero ellas solas son insuficientes para el completo desarrollo humano,
el cual requiere otras necesidades como las culturales, la recreacin, etc.
Antes de seguir este tema, tengamos presente que hay cuatro formas de enfermedad o morbilidad:
sentida, diagnosticada, diagnosticable y real, donde cada una es un subconjunto de la siguiente. Por
ejemplo la enfermedad diagnosticada incluye a la sentida.
Como necesidades de salud, tenemos cuatro niveles:
1) Normativas: son aquellas necesidades de salud determinadas por los profesionales ("usted se sentir
bien pero est enfermo"). Est en relacin con las formas de enfermedad diagnosticada y diagnosticable.
2) Comparativas: es la esperable considerando la edad, el grupo de riesgo, etc. Surge de comparar un
individuo con otros de la misma edad, grupo, etc.
3) "Sentidas": Necesidades subjetivas de salud, tipo "me siento mal".
4) Expresadas: Cuando adems de sentidas, las necesidades de salud se expresan bajo la forma de una
demanda de servicio de salud ("Dr, me siento enfermo").
Condensado de Maldonado Mara, Salud pblica y salud mental. Clases en la Ctedra de Salud pblica y salud mental
de la Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires, 1997, Curso de verano.

Problemas de salud.- No es lo mismo necesidades de salud que problemas de salud. Por ejemplo, un
recin nacido tiene necesidades de salud (atencin, vacunas, etc) pero no necesariamente est enfermo,
o sea, con problemas de salud.
El problema de salud se evala a partir de la diferencia entre la salud ptima y la salud observada. A
partir de aqu, se determinarn las prioridades.
Los problemas de salud pueden ser potenciales o latentes (aparecer la enfermedad a corto o mediano
plazo), o actuales o manifiestos (enfermedad declarada). Los problemas de salud pueden ser de tres
tipos:
a) Estructurados: donde est definida una relacin causa-efecto. Por ejemplo, la neumona.
b) Semi-estructurados: Cuando el problema est relacionado con determinantes como los sociales. Por
ejemplo, la desnutricin.
c) No estructurados: Conflictos latentes pero actuales.
Condensado de Maldonado Mara, Salud pblica y salud mental. Clases en la Ctedra de Salud pblica y salud mental
de la Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires, 1997, Curso de verano.

La salud segn cada poca y cultura.- 1) Antigedad griega: Se concibe la salud como una armona
del hombre con la naturaleza (antecedente de la actual ecologa), y tambin la relacionaban con la
belleza (prctica de los deportes, etc). Hipcrates insiste en el factor higiene, y es el creador de la teora
de los humores. Galeno, por su parte, es el iniciador de la clnica y el experimentalismo. 2) Edad Media:

la salud implica un estar en gracia de Dios, mientras que la enfermedad es entendida como un castigo
divino para el pecador. 3) Renacimiento: Hay un resurgimiento del racionalismo griego. 4) Ilustracin: El
Estado empieza a intervenir en la salud de la poblacin. Las Revoluciones francesa e industrial expanden
sus efectos hasta fines del siglo XIX. Aumenta la clase trabajadora y las desigualdades sociales. 5) Siglo
XX: Hasta 1920, la Salud Pblica no inclua la Salud Mental. Con la Segunda Guerra, aparece la idea de
salud como bienestar (de la OMS).
La concepcin de la medicina cientfico-europea es la de una medicina ms agresiva y menos preventiva.
Los orientales, en cambio, tienen una medicina menos iatrognica (en el sentido negativo de esta
palabra) y ms ligada a la prevencin.
La Argentina hereda el modelo cientfico europeo, apareciendo en nuestro pas una 'lgica de los
particularismos', segn la cual la salud no no es para todos: intervienen los sindicatos privilegiando la
salud en ciertos sectores.
Sistema sanitario argentino: Originalmente, la salud y la educacin estaban a cargo de rdenes
religiosas. Recin a fines del siglo pasado aparece el modelo francs del hospital (como por ejemplo el
Hospital Rivadavia), donde empieza el Estado a hacerse cargo de la salud y la educacin. Antes, estos
hospitales eran un lugar de reclusin, de albergue o un lugar para morir para las clases que no eran altas
(las que moran en sus casas).
Condensado de Maldonado Mara, Salud pblica y salud mental. Clases en la Ctedra de Salud pblica y salud mental
de la Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires, 1997, Curso de verano.

Epidemiologa y polticas de salud en la Argentina.- La Argentina se caracteriza por un crecimiento


moderado y por una distribucin anmala.
El crecimiento tiene dos formas: a) el crecimiento natural, determinado por la diferencia entre
nacimientos y muertes, y b) el crecimiento social, determinado por las migraciones.
En pases subdesarrollados hay muchos nacimientos pero una gran mortalidad infantil, y en pases
desarrollados, nacen menos nios pero con menos mortalidad infantil.
Los neonatos son un grupo en riesgo (de morir). Otros ejemplos de grupos en riesgo son las madres
solteras, los chicos de la calle, los solteros, la gente que vive sola, y las personas de sexo masculino (la
mujer vive en promedio 8 aos ms que el hombre, pero con una sobrevida con invalidez y mala salud.
En condiciones de buena salud, la mujer supera al hombre en solo un ao).
Hoy en da el concepto de "grupos en riesgo" fue reemplazado por el de "resiliencia", que viene a explicar
porqu frente a las mismas condiciones, algunas personas enferman y otras no (por ejemplo, debido a
factores como estilos de vida, etc).
Se puede hacer un recorrido histrico de las polticas de salud en nuestro pas:
1) En un comienzo el Estado tena a su cargo la Beneficencia pblica, es decir, socorrer a los ms
indigentes (1823). Esto era entendido ms como una obligacin del estado que como un derecho de los
pobres. A nivel privado, exista la caridad a cargo de la aristocracia y de las rdenes religiosas, las que
tambin tenan a su cargo la educacin.
2) El estado comienza a hacerse cargo, ms tarde, de la educacin, con el fin de unificar el pas en base a
una cultura comn, dado que venan inmigrantes de distintas partes del mundo.
3) Casi simultneamente a lo anterior, el estado comienza a hacerse cargo de la salud, la cual estaba a
cargo de los ministerios de guerra, marina e interior. Los dos primeros, porque la salud se controlaba
sobre todo a nivel de las entradas portuarias, donde podan venir barcos trayendo epidemias y deban
hacerse controles sanitarios, y el ministerio del interior porque ocuparse de la salud era una cuestin de
orden y control social (por la difusin de las epidemias de enfermedades infecciosas).
4) A comienzos del siglo, el estado delega la seguridad social a los sindicatos, y el sistema de salud
comienza a adquirir caractersticas corporativistas (una corporacin es un grupo de personas que penetra
en el estado imponiendo sus intereses. Por ejemplo, los laboratorios, y otros oferentes de salud).
5) Hoy en da, la salud pblica est en nuestro pas segmentada en tres sectores: el sector pblico
(hospitales, etc), el sector privado (prepagas), y el sector de las ex-obras sociales.
Evolucin de las instituciones psiquitricas: en orden cronolgico, fueron apareciendo: a) Hospicios. b)
Hospitales psiquitricos. c) Hospitales generales con servicio de psicopatologa. d) Comunidades
teraputicas. e) Centros de Salud Mental.
Condensado de Maldonado Mara, Salud pblica y salud mental. Clases en la Ctedra de Salud pblica y salud mental
de la Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires, 1997, Curso de verano.

Modelos de poltica social en salud.- Son tres: asistencial, econocrtico y solidario. Sus caractersticas
generales son estas:

Principios
bsicos

Asistencial
Anlisis atomstico (cada uno
se ocupa de su propio
bienestar).
Determinismo biolgico (hay

Econocrtico
El criterio costo-beneficio
ocupa un lugar central.
Mercado: precios, conducta del
consumidor, elasticidad.

Solidario
Principio de
solidaridad.
Satisfaccin de las
necesidades

personas ms aptas y menos


aptas: es pobre el menos
apto).
Preocupacin especial por la
infancia.
Se satisfacen mediante el
ingreso familiar y segn el
mercado.

Nivel de ingreso real razonable.

humanas.
Relaciones de
reciprocidad.

Se satisfacen mediante el
ingreso familiar y segn el
mercado, pero adems, el
Estado aporta su ayuda.

No cumple ninguna funcin.


Slo lo hacen las
organizaciones de caridad
(privados).
(Los servicios sociales son
salud, educacin, vivienda,
etc). Los servicios son privados
y pagos. Sino, organizaciones
de caridad.
El Estado no la atiende. De la
infancia se ocupan orfanatos,
guarderas y donaciones.

El Estado regula la ayuda, pero


segn los niveles de ocupacin
y otros.

El Estado las
satisface pero sobre
todo la ayuda
proviene de redes
sociales: otros
familiares, amigos,
vecinos, etc.
El Estado tiene un
papel importante.

Igualdad

Fuerte estratificacin social.


Los ms fuertes deben ayudar
a los ms carenciados.

Solidaridad

El que tiene ms est


comprometido frente al que
tiene menos. Todo depende de
la generosidad y la caridad.
Por ej en EEUU los ms
pudientes dedican tiempo y
presencia fsica los ms
necesitados.
El modelo tiene una visin
atomstica, microsocial.

Desde el Estado hay poca


igualdad pero hay posibilidad
de movilidad (ascender en la
escala social) sobre todo
mediante la educacin.
El Estado acta pero slo en
casos de pobreza extrema.

Necesidades
humanas

Sector
pblico
Servicios
sociales

Infancia

Organiza
ciones
sociales
(ONGs)
Creatividad

Tendencia a la homogeneidad.

Los servicios son privados y


pagos para los sectores de
mayores ingresos. El Estado se
ocupa de los ms pobres.

Gratuitos y
universales.

El Estado tiene programas


especiales para nios
abandonados, servicios
materno-infantiles, etc.

Su atencin es
prioritaria pues es la
base del desarrollo
social a mediano
plazo.
Reorientacin de la
distribucin de la
riqueza para nivelar a
todos.

El Estado regula los conflictos


sociales, y legitima decisiones
autocrticas (corporativismo).
Es estimulada si produce una
renta.

Muy importante.

Son ms amplias,
pues incluyen al
conjunto de la
comunidad
organizada.
Gran estmulo a la
creatividad individual
y grupal. Por
ejemplo, empleo de
tecnologas locales.

Condensado de Maldonado Mara, Salud pblica y salud mental. Clases en la Ctedra de Salud pblica y salud mental
de la Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires, 1997, Curso de verano.

Salud y prcticas mdicas.- Lo "mdico" es un universal de la cultura: todo pueblo tiene un saber y
una prctica mdica autogenerada o tomada de otro pueblo. La medicina cientfico-europea es uno de
ellos, y el ms reciente. Cada medicina tiene una concepcin del hombre y la sociedad, y propone su
propia visin de "estilo de vida".
La medicina oriental influye sobre la griega y romana, que es el antecedente del saber mdico europeo.
En la Edad Media, la concepcin higienista del equilibrio hombre-naturaleza de Hipcrates y Galeno fue
dando espacio a la concepcin religiosa de enfermedad como castigo divino, que empieza a su vez a ser
cuestionada en el Renacimiento. Se empieza all a considerar lo mrbido como algo parasitario, y por
ende causado por un agente externo.
En la primera mitad del siglo XIX se produce una revolucin que expande la medicina por la comprensin
de una multicausalidad de la enfermedad, con preponderancia de los factores socioculturales y

econmico-polticos, por sobre los biolgicos (Virchow, Frank y otros). Ms tarde Grotjahn y otros
consolidan esta medicina social-expansiva.

Condensado de Saforcada Enrique, Modelos clnicos y sanitaristas en salud-enfermedad (clases dictadas en la ctedra
de Salud Pblica y Salud Mental de la Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires, 1996).

Concepciones sanitaristas sobre la salud.- Desde un punto de vista histrico, tenemos dos
paradigmas o concepciones sobre la salud en medicina cientfico-europea: el individual-reduccionista y el
social-expansivo.
1) Paradigma individual-reduccionista o individual-restrictivo (su modelo de atencin de la salud es el
modelo clnico): Va desde el Renacimiento hasta fines del siglo 20 (de Paracelso a Pasteur). Se trabaja
sobre la enfermedad y se constituye el modelo clnico, con su visin biologista.
2) Paradigma social-expansivo (su modelo de atencin de la salud es el modelo sanitarista o
epidemiolgico): Virchow y otros ya afirman hacia 1847 que muchas muertes prematuras no obedecen a
causas naturales sino a condiciones sociales artificiales, por lo que la ciencia mdica es ante todo una
ciencia social. Se sustentan tres principios: a) La salud del pueblo concierne a toda la sociedad. b) Las
condiciones sociales y econmicas son determinantes de la salud y la enfermedad, y pueden investigarse
cientficamente. c) Por tanto, promover la salud y combatir la enfermedad implica tomar medidas tanto
mdicas como sociales. Este paradigma se despliega con el desarrollo de las ciencias sociales y de la
epidemiologa.
Los modelos clnico y sanitarista se comparan en el esquema adjunto. Ambas alternativas pueden ser
consideradas como complementarias o excluyentes. Al tener ciertos aspectos excluyentes, el hecho que
acten en un mismo campo programtico pueden anular mutuamente sus efectos. El llamado modelo de
mercado ha inficionado hoy todos los espacios de interaccin social (sanitario, esttico, jurdico, etc).
El modelo sanitarista incluye al clnico resignificndolo al integrarlo en un contexto ms amplio. El modelo
sanitarista trabaja con el mnimo operante: muchas personas de diversas especialidades hacen algo
(operan sobre el enfermo, sobre el sano, etc) y no slo cuando la enfermedad aparece. Van a las
personas, no esperan que estas consulten. Los modelos clnico y sanitarista se basan en una determinada
concepcin del hombre: el primero deshumaniza al hombre fomentando el individualismo y la
"irresponsabilidad ambiental".
Todo efector (profesional) adscribe a uno u otro modelo, pero tambin toda la sociedad, y los
demandantes en particular, adscriben a una u otra concepcin sobre la salud implicada en esos modelos,
exigiendo un desempeo en las prestaciones de acuerdo con el modelo hegemnico de ese momento.
Efectores y demandantes se refuerzan mutuamente.
Paradigma
Modelo
Eje terico
Calidad de vida

Individual-reduccionista
Clnico
La clnica
Calidad de vida es equiparable
a nivel de vida, pero este
ltimo es un concepto sobre
todo de tipo econmico, no
sanitario. Rostow, por
ejemplo, hace depender la
calidad de vida de capacidad
de consumo, de competividad,
confort y status. Se privilegia
el individualismo: si est
enfermo, la causa es slo del
individuo y slo de l depende
curarse. El sano ni existe para
el Modelo Clnico.

Concepcin del
hombre
Lugar de
trabajo
Demanda

El hombre es una entidad


biopsquica.
Privado. El consultorio

Modelos
especficos

Pasiva. Espera a que llegue el


enfermo
Modelo de la historia natural
de la enfermedad.

Social-expansivo
Sanitarista
La epidemiologa
Relaciona calidad de vida con autorrealizacin. No
prioriza la restauracin de lo daado sino que
privilegia los factores ambientales, la participacin, y
la proteccin y potenciacin de los estados positivos
y la autorrealizacin (salud).
La salud individual es una entidad social porque
depende, compone, contribuye y condiciona la salud
comunitaria. La autorrealizacin supone cooperacin
y solidaridad.
En su sentido positivo, los espacios intersubjetivos
permiten no slo satisfacer necesidades bsicas
(subsistencia) sino tambin necesidades de
autodesarrollo y desarrollo social integral
(participacin, creacin cultural, educacin,
democracia, etc).
El hombre es una entidad biopsquica, pero tambin
socio-cultural.
Pblico. La comunidad o la oficina de planeamiento
Activa. Sale a buscar el enfermo
Modelo canadiense o ecolgico.
Modelo materialista-histrico.
Modelo interaccionista simblico.

Dentro del modelo clnico y dentro del sanitarista encontramos a su vez varios modelos ms especficos
que se refieren a las causas y determinantes de la salud y la enfermedad. Veremos los siguientes:
1) Modelo de la historia natural de la enfermedad: Se llama tambin modelo estructural-funcionalista, y
entra dentro del modelo individual-restrictivo, ya que plantea cosas diferentes y hasta opuestas en
relacin con los modelos sanitaristas, como se ve en el siguiente cuadro:

Salud- Enfermedad
Unidad de anlisis
Supuestos
Foco de atencin
Categoras de anlisis
Modo de operar

Modelo de historia natural


Son opuestos
Individuo
Salud como equilibrio esttico
En la enfermedad
Biolgicas
Reparacin

Modelos sanitaristas
Son un continuo
Colectivo
Salud como proceso dinmico
En el proceso salud-enfermedad
Bio-psico-socio-culturales
Proteccin, prevencin y promocin

2) Modelo canadiense o ecolgico.- En el modelo anterior se haca caso omiso de los determinantes
sociales de la salud (y la enfermedad). El modelo canadiense considerar estos determinantes, tomando
la salud como variable dependiente de ellos.
La salud es una variable dependiente porque depende de cuatro determinantes: 1) Biolgicos. 2)
Ambientales: entorno. 3) Estilo de vida: depende de cada uno. 4) Sistema sanitario. En los EEUU, estos
cuatro factores estn porcentualizados de la siguiente manera:
27%
19%
43%
11%

Factores biolgicos
8% del presupuesto
Entorno ambiental
1,6% del presupuesto
Estilo de vida
0.5% del presupuesto
Sistema sanitario 90% del presupuesto

Los porcentajes de la primera columna indican la incidencia en la reduccin de la mortalidad. En la ltima


columna se indica el porcentaje del presupuesto destinado a cada factor. Como vemos, se destina un
90% del presupuesto al sistema sanitario, cuando en realidad este factor tiene una incidencia de apenas
un 11% en la determinacin de la salud.
El modelo canadiense y el materialista-histrico pueden complementarse mutuamente, pues ambos
corresponden al modelo social-expansivo.
3) Modelo materialista-histrico.- O modelo materialista-dialctico. Identifica cuatro determinantes en el
proceso salud-enfermedad:
1) Poblacin (urbanizacin, etc)
2) Ambiente fsico (agentes mrbidos, recursos naturales, etc)
3) Genoma.
4) Organizacin social. Dentro de este determinante se consideran cuatro dimensiones:
a) Cultura e ideologa
b) Ciencia y tecnologa
c) Instituciones polticas
d) Estructuras econmicas
Estas cuatro dimensiones influyen a su vez sobre:
- El mercado, lo que influye sobre las condiciones materiales de vida.
- Las polticas sociales y econmicas, lo que influye sobre la educacin y la atencin de la salud.
Adems de los cuatro determinantes (que son variables estructurales, es decir universales, presentes en
toda sociedad), el modelo materialista considera tambin condicionantes, que pueden o no estar, y que
no son consideradas en el modelo canadiense.
Los condicionantes dependen de cada caso y situacin, como por ejemplo estar o no en un sistema
capitalista o en una determinada clase social. Son las condiciones de vida que pueden incluso neutralizar
la variable estructural "organizacin social". Por ejemplo, si hay una red social de ayuda mutua esto es
un condicionante que anula en parte los efectos de una organizacin social deficiente en cuanto a salud.
Una visin materialista histrica de salud enfermedad aparece en la ficha de Laurell sobre "Algunos
problemas tericos y conceptuales de la epidemiologa social".
4) Modelo interaccionista simblico.- Considera las necesidades de las personas, pero al hacerlo ms en
relacin con el contexto, cabe ubicarlo dentro de los modelos sanitaristas o social-expansivos.
Situacin actual de los modelos clnico y sanitarista.- Cada espacio de interaccin social tiene su
racionalidad ltima: el educacional es la autorrealizacin por adaptacin activa, el jurdico-legal la
justicia, la salud el bienestar, etc.
El espacio de interaccin comercial, fundado en un modelo de mercado, fue inundando todos los otros
espacios introduciendo su propia racionalidad: la acumulacin de riquezas, cuya naturaleza es ajena a las
racionalidades especficas de los otros espacios.

Algunas sociedades pudieron evitar que la educacin y la salud fueran invadidos por el espacio comercial,
pero no es este el caso de Argentina, donde la acumulacin de riquezas predomin a expensas de la
hegemona del modelo clnico del mximo operante.
El sistema de salud termina as siendo iatrognico en sentido negativo, al privilegiar la capacidad de pago
por sobre la necesidad de salud.
Por s slo, el modelo clnico no genera un modelo de mercado, como ocurri en Argentina hace 40 aos
donde haba un sistema ejemplar de salud. Qu otras variables entran entonces, en juego? Son muchas,
pero entre ellas la variable tica: es a este nivel donde se produjo el deterioro. Frente a esta situacin, se
hace necesaria la formacin de recursos humanos "necesarios", es decir, conectados con la racionalidad
ltima propia de la salud: el bienestar.
Condensado de Saforcada Enrique, Modelos clnicos y sanitaristas en salud-enfermedad (clases dictadas en la ctedra
de Salud Pblica y Salud Mental de la Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires, 1996).

Reorientacin del modelo de salud.- La educacin como herramienta de cambio social debe ser
aprovechada en los niveles primario, secundario y universitario, a efectos de modificar a largo plazo la
situacin de la salud en Argentina, formando recursos humanos para el rea de la salud. Algunas lneas
de accin pueden ser:
1) La formacin de recursos del mximo operante debe orientarse hacia la salud, su proteccin y
promocin, desactivando la orientacin excluyente hacia la enfermedad y la prevencin secundaria.
2) Introducir el enfoque ambientalista mediante equipos multidisciplinarios abocados a acciones
transdisciplinarias.
3) Incorporar el enfoque ambientalista en los curricula de la primaria y la secundaria.
Tales lneas crearan un terreno frtil para el desarrollo pleno de la orientacin sanitarista, con gente
capacitada y motivada con los principios de dicho Modelo.
Condensado de Saforcada Enrique, Modelos clnicos y sanitaristas en salud-enfermedad (clases dictadas en la ctedra
de Salud Pblica y Salud Mental de la Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires, 1996).

Formacin y situacin actual del Psiclogo en Argentina.- La Argentina es caso nico en el mundo,
por cuanto:
1) Hay muchos psiclogos, aproximadamente 60.000 (1 por cada 500 habitantes), pero estn
concentrados en las reas urbanas ms grandes.
2) Casi todos los psiclogos estn orientados hacia la 'clnica', y, dentro de ellos, casi todos hacia el
psicoanlisis privado, y esto aunque estn en hospitales, pues han trasladado a ste el modelo clnico
privado, lo que refleja una desatencin de la comunidad demandante de prestaciones eficaces.
A tal situacin se lleg por una serie de condicionantes que operaron sobre la carrera de psicologa. El
psiclogo fue reconocido oficialmente pero no socialmente, y si entraran en huelga no habra muchas
protestas de la comunidad.
Rastreando histricamente esta situacin, digamos que las primeras carreras de psicologa aparecen en la
dcada del '50, y no como demanda de la comunidad sino como iniciativa de un grupo de profesionales
de otras disciplinas (mdicos, abogados, ingenieros, etc), lo que otorg, adems, falta de identidad
profesional al psiclogo.
Lo importante es que el psiclogo no naci como respuesta a una demanda social, con lo cual ste se ha
elitizado y abstrado de la 'vida diaria', que pas a ser poco importante. Este apartamiento de la realidad
foment prcticas encapsuladas ajenas al contexto psicosociocultural y poltico-econmico.
Tal situacin no hubiera ocurrido de no haberse dado la espalda a las necesidades de la comunidad. Ms
all de la clnica, hay un amplio campo relacionado con la educacin, el laboral, la vida urbana, el
organizacional, el jurdico-penal, la puericultura, etc. y muchos otros.
Condensado de Saforcada Enrique, Modelos clnicos y sanitaristas en salud-enfermedad (clases dictadas en la ctedra
de Salud Pblica y Salud Mental de la Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires, 1996).

Nueva orientacin en la formacin del Psiclogo en la Facultad de Psicologa (UBA).- El rol de la


Universidad debe ubicarse dentro del Proyecto Salud para Todos en el ao 2000, de la OMS. La Facultad
de Psicologa debe reorientarse hacia un enfoque sanitarista.
La OMS impulsa al respecto cuatro principios bsicos:
- Equidad de la salud: para todos.
- Interaccin entre salud y desarrollo.
- Uso de tecnologas eficaces y apropiadas a cada situacin local.
- Participacin de la comunidad en la solucin de problemas de salud, usando a pleno los recursos de la
sociedad.
La formacin de recursos humanos debe orientarse hacia estos principios bsicos para transformarlos en
valores y actitudes. Atendiendo a todo ello, la Facultad de Psicologa propone el desarrollo de
innovaciones que implican:

1) Adems de las orientaciones clnicas, educacionales, laboral y forense, incluir en el plan de estudios el
abordaje de problemas de salud en comunidad. La promocin, prevencin y atencin de la salud cubre un
amplio espectro que incluye reas deportivas, laborales, educativas, culturales, etc.
2) No slo deben revisarse contenidos sino plantear hiptesis de trabajo sobre reas problemticas desde
donde construir y transmitir conocimiento.
3) Desde el punto de vista institucional, para esas hiptesis de trabajo se requiere el concurso de otras
instituciones como la Facultad de Medicina, Asociacin de Psiclogos, etc, y la opinin de la misma
comunidad.
Para todo ello se propone un plan piloto a llevarse a cabo en la ciudad de Avellaneda. Tambin, incluir
materias como Psicologa Preventiva, Epidemiologa, y estudios de posgrado relacionados.
Condensado de Saforcada Enrique, Modelos clnicos y sanitaristas en salud-enfermedad (clases dictadas en la ctedra
de Salud Pblica y Salud Mental de la Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires, 1996).

Criterios de salud y enfermedad.- La normalidad y la anormalidad no son conceptos de validez


general. Aquello que en una cultura se considera normal, puede ser visto completamente anormal en
otra.
La distincin entre estar mentalmente sano y enfermo puede depender de tres cosas:
a) el propio paciente segn sus sntomas.
b) la opinin del psiquiatra.
c) el medio circundante del paciente lo hace sano o enfermo.
Desde Bleuler y toda la psiquiatra clsica, la salud o la enfermedad dependa del primer factor, o sea de
qu sntomas presentaba el paciente. ltimamente en cambio, se ha criticado esto y se plante el
segundo factor: as, los diagnsticos psiquitricos solo existen en el cerebro del psiquiatra y no son un
resumen vlido de las caractersticas de la persona estudiada. O la enfermedad como rtulo, est solo en
la mente del psiquiatra que observa.
Para averiguar quin tiene razn, a b, Rosenhan propone un experimento que se hizo internando en
una clnica psiquitrica a personas sanas con el consentimiento de stas. Fueron ocho personas de
variadas profesiones y ocupaciones y distinto sexo.
Si se descubriera siempre la salud mental en tales pseudopacientes, tendran razn los defensores del
diagnstico tradicional, o sea a, pues estos pseudopacientes no tendran los sntomas que los calificaran
como enfermos.
Si no se pudiese distinguir estos pseudopacientes de los realmente enfermos, los defensores de a, se
veran en aprietos, y al mismo tiempo tendera a probar que lo sano o enfermo depende del ambiente, ya
que en un ambiente enfermo, los sanos se enfermaran.
Los pseudopacientes y su medio.- Salvo las mximas autoridades, el personal de las clnicas no saba que
los nuevos pacientes no eras tales, y que todo era un experimento. Se buscaron clnicas muy diferentes
para evitar la influencia de un tipo de clnica en particular sobre el experimento. Los sntomas que
presentaron eran que oan voces. Falsearon el sntoma y sus nombres, pero en el resto dijeron la verdad
(familia, etc.).
Con excepcin de un breve perodo de nerviosismo debido a la nueva situacin, los pacientes se
comportaban normalmente y eran un modelo de cooperacin. Los informes del personal confirmaron
esto. Dentro del experimento estaba la consigna que ellos deban portarse normalmente.
Las personas normales no se detectan como sanas.- A pesar de su conducta, a todos los pacientes los
dieron de alta con un diagnstico de esquizofrenia en remisin (salvo uno, el de la clnica privada, que le
dieron un diagnstico ms favorable: psicosis manaco-depresiva). El promedio de internacin fue de 19
das.
Solo los pacientes reales sospecharon que los pseudopacientes eran en realidad personas sanas que
estaban inspeccionando el hospital. Los mdicos en cambio, tienen ms tendencia a considerar enferma a
una persona sana, que sana a una persona enferma, porque es ms peligroso no darse cuenta de la
salud. O sea, se manejaron con prudencia, pero esto es problemtico, porque rotular de enfermo a
alguien en psiquiatra, tiene implicancias personales, sociales, jurdicas, etc., que no hay en la medicina
comn.
Para averiguar si los mdicos y enfermeras podan cambiar su modo prudente de proceder se hizo otro
experimento, donde se les avis que prximamente iba a haber pseudopacientes, pero no les aclararon
cules y ellos deban identificarlos. El resultado fue bastante exitoso, lo que probaba que cuando hay en
juego cuestiones importantes (en este caso, prestigio, sagacidad diagnstica), los mdicos s pueden
identificar supuestos dementes como sanos.
Las clasificaciones psicodiagnsticas se pagan.- Aparte de la tendencia de declarar enfermos a los sanos,
tiene preponderancia la clasificacin, la etiqueta. En cuanto a uno le ponen la etiqueta de esquizofrnico,
o loco, etc., esa caracterstica se hace central, no se la puede quitar ms, y tie todas sus otras formas
de conducta, aun las ms normales. Se invent una realidad.
En los experimentos realizados, el diagnstico no fue influido por la conducta normal de los
pseudopacientes, sino al revs: esta vida normal fue conformada segn el diagnstico. Por ejemplo, uno
de los pseudopacientes de vez en cuando castigaba a sus hijos como lo hace cualquier persona, pero

dentro del informe mdico de hablaba de arrebatos de ira hacia los pequeos. Esto ayudaba o apoyaba el
diagnstico de esquizofrenia.
Al diagnosticar, est tambin la tendencia a adjudicar la conducta anormal del mismo paciente y no a su
entorno, cuando a veces lo patolgico es slo el entorno.
Al diagnosticar, tambin se crea la expectativa de que esa persona va a seguir siendo enfermo. Si no
manifiesta sntomas, simplemente se piensa que est en remisin (no que se cur). Adems, los
llamados enfermos no estn constantemente locos, y tienen aspectos lcidos. Por ltimo est tambin la
tendencia a adjudicar a un estado de locura algo que desconocemos: si yo tengo alucinaciones porque
duermo esto est explicado, pero si las tengo sin motivo conocido, entonces estoy loco.
La vivencia de la hospitalizacin psiquitrica.- No solo el comn de la gente, sino tambin los
profesionales, consideran que no es lo mismo el enfermo fsico que el mental: ste puede ser peligroso,
el otro no. Por eso personal y enfermos estn separados en las clnicas, y en contacto entre ambos tiene
poca duracin. En el experimento de los pseudopacientes, se vio que el personal en general rehua a las
conversaciones iniciadas por los pseudopacientes.
Impotencia y despersonalizacin.- Incluso se lleg a castigar a los pacientes que hablaban bien con el
personal. Esto expone a una despersonalizacin, ya que el despliegue de la personalidad est muy
reflejado por el contacto visual y verbal con los dems.
Tambin aparece la impotencia en los pacientes, porque debido a la etiqueta que le pusieron, pierde
muchos derechos legales y adems credibilidad. Pierde libertad. Los pseudopacientes, se comprob,
reaccionaban contra estos sentimientos de despersonalizacin e impotencia y luchaban contra ellos.
La fuente de la despersonalizacin.- Una causa de la despersonalizacin, es la actitud ambivalente de los
terapeutas y asistentes hacia el enfermo (compasin y temor y desconfianza). Otra causa es la misma
estructura jerrquica del hospital psiquitrico: los que estn ms arriba menos atencin le dan a los
pacientes, y los que estn ms abajo siguen el ejemplo.
Es posible que haya aun otras causas, como por ejemplo, las econmicas, que hace que no pueda dedicar
tanto tiempo a los pacientes. En vez de eso se los medica, lo cual a su vez contribuye tambin a la
despersonalizacin.
Las consecuencias de la estigmatizacin y la despersonalizacin.- Sabemos que los diagnsticos no son a
menudo ni vlidos ni confiables, pero a pesar de ello, los hacemos para tapar nuestra ignorancia, y
poniendo una etiqueta, inventamos conocimiento. Hay de hecho, muchos ejemplos de diagnsticos
equivocados, de personas sanas catalogadas como enfermas y consideradas como tales. Hay casos
tambin de personas sanas que se comportaron como enfermos simplemente por el ambiente
hospitalario: es lo que Goffman llamaba envilecimiento y que tiene mucho que ver con la
despersonalizacin.
Resumen y conclusiones.- La clnica psiquitrica crea una realidad especial: no es posible distinguir sanos
de enfermos. Soluciones? Hasta ahora hay dos: que la clnica cambie su modo de tratar a los pacientes
(comunidades, talleres de creatividad) y que los profesionales se informen sobre esto y hasta prueben
ver qu pasa siendo ellos mismos pacientes simulados.
Resumen de Rosenhan David (1988) Acerca del estar sano en un medio enfermo (artculo).

Salud individual y social.- Creemos que estamos sanos, an los enfermos, los neurticos, etc. Pero
ciertos hechos nos deben mostrar que tal afirmacin debe ser examinada, por ejemplo las guerras
donde los hombres se destruyen entre s, la fabricacin de alimentos por razones econmicas cuando
millones se mueren de hambre, las fantasas sdicas de los medios de comunicacin, etc. Existe
entonces una patologa de la normalidad, especialmente en relacin a la sociedad occidental
contempornea. Fromm hablar de una patologa social, no individual. No obstante hablar de la
frecuencia de la patologa individual, aclarar algunas cosas respecto de la patologa social.
La patologa individual se refiere a neurosis, psicosis, suicidios, homicidios, alcoholismo, etc. Fromm
ilustra que en los pases econmicamente ms desarrollados, es donde hay ms ndice de patologas
individuales (sobre todo suicidios), es decir, no deben achacarse dichas patologas a la pobreza. Fromm
entonces se pregunta por cual otra causa puede haber, y dice que los ndices de suicidios son tan altos
porque la sociedad moderna no satisface algunas necesidades profundas del ser humano, insatisfaccin
que lleva al alcoholismo, el suicidio, etc. O sea, el hombre empieza a buscar medios para escapar al
tedio de las horas libres, y refugios para soportar el no poder satisfacer aquellas necesidades profundas.
Sociedad sana y enferma.- Para saber si una sociedad est sana o enferma debemos disponer de un
criterio de salud. El relativismo sociolgico plantea como criterio la adaptacin: est sano el individuo
que puede adaptarse a la sociedad en que vive. El problema se plantea cuando hay una sociedad
enferma, y entonces el individuo que se adapta a ella resulta ser enfermo, con lo cual el criterio
indicado no nos sirve.
Fromm, en su lugar, plantea el criterio del humanismo normativo, segn el cual un individuo o una
sociedad esta sana cuando se cumplen las leyes inherentes a la naturaleza humana y se cumplen las
metas adecuadas para su desarrollo o despliegue, independientemente que cada cultura cumpla dichas
leyes a su manera y segn su ambiente. Este criterio no es ni biolgico no sociolgico: transciende esta

dicotoma pues ve al hombre como un ser total, como un ser que despliega sus potencialidades
(aspecto biolgico) en un determinado medio que es la sociedad (aspecto sociolgico).
Por lo tanto el criterio del humanismo normativo dir que se logra la salud mental si el hombre llega a
la plena madurez de acuerdo con las caractersticas y las leyes de la naturaleza humana: el
desequilibrio o enfermedad mental consisten en no haber tenido dicho desenvolvimiento. O sea que el
criterio no es la adaptacin o no, a un sistema social dado, sino un criterio universal, vlido para todos
los hombres: el de dar una solucin suficientemente satisfactoria al problema de la existencia humana.
El hecho de que las personas acten todas igual, no significa que todas estn sanas, o sea, el hecho de
que todos acten desequilibradamente, no quiere decir que estn todos sanos: por tanto, no debe
usarse un criterio estadstico (sanos son los que conforman la mayora) para evaluar la salud y la
enfermedad.
Cabe distinguir entre perturbacin mental individual y social. Si un individuo no alcanza la libertad, la
espontaneidad, la autenticidad, tiene un grave defecto, pero si la mayora de los individuos no alcanzan
dichas metas, estamos ante un defecto socialmente modelado, donde el individuo siente que su mal se
disimula, pues se consuela en la seguridad de que todos sus congneres comparten lo mismo: pueden
vivir con este defecto sin enfermarse. Es como si cada cultura proporcionase el remedio contra la
exteriorizacin de sntomas neurticos manifiestos que son resultantes del defecto que ella misma
produce. Estos remedios a veces no bastan, y aparecen los enfermos mentales, que entonces son
considerados distintos de los dems, y segregados. Aqu hablamos de neurosis, que no debe
confundirse con efecto socialmente modelado.
Este libro se funda en la idea segn la cual una sociedad sana es la que corresponde a las necesidades
del hombre, pero no a las que l cree que son sus necesidades (pues hasta los objetivos ms
patolgicos como el poder y la fama pueden ser sentidos como mxima necesidad), sino a lo que
objetivamente son sus necesidades tal como pueden descubrirse estudiando al hombre y sus leyes. Por
esto lo primero es averiguar cul es esta situacin humana y cules las necesidades del hombre,
aquellas que deber satisfacer para alcanzar la salud mental.
Resumen de Fromm Erich (1983) Psicoanlisis de la sociedad contempornea. Captulo 1 y 2.

Generalidades.- Freud deca que las fronteras entre neurosis y normalidad no es ntida. Muchas
personas bien adaptadas a la realidad social externa alientan una 'locura privada', que afecta tambin a
los mismos psicoanalistas.
Condensado de Green Andr (1994) De locuras privadas. Introduccin.

Educacin para la salud.- Segn Word es la suma de experiencias que influyen favorablemente en los
hbitos, actitudes y conocimientos relacionados con la salud individual y comunitaria. Segn Grout es un
procedimiento que incluye la transmisin de todo lo que se conoce sobre la salud dentro de los patrones
deseables de la conducta individual y colectiva, mediante el proceso educativo.
El campo de accin de la educacin para la salud abarca: a) la mejora del nivel de vida ya que se puede
influir en la modificacin de las condiciones de educacin vivienda y nutricin; y b) actividades mdicas al
motivar sobre medidas especficas de prevencin
Ramrez Elizalde J, Cano Garrido M, Escamilla Salas D y Gonzlez Ramrez E (2006) Epidemiologa, salud pblica y
medicina preventiva.

Salud autopercibida.- Resumen: El objetivo ha sido evaluar la salud autopercibida en un Servicio


Hospitalario de Emergencias y su asociacin con variables demogrficas. Se aplic el Cuestionario de
Salud General de Goldberg al personal del Servicio. Se utiliz la prueba de X2, considerndose valores de
significacin (p<0,05). La prevalencia de indicadores negativos de salud obtenida para mdicos,
enfermeros y tcnicos fue de 21,74%, 26,09% y 4,34% respectivamente. Las variables edad, sexo,
estado civil, profesin, no resultaron significativos. Las frecuencias obtenidas con el GHQ-60 positivo de
los profesionales de salud del Servicio de Emergencias evaluado se ubican dentro del rango expuesto en
la bibliografa consultada.
Nuez Irene Y, Almeida Sergio, Czernik Gabriela E, Almirn Lila M, Determinacin de salud autopercibida en un
Servicio Hospitalario de Emergencias. ALCMEON. 2007 MAR;13(4).

SALUD/ENFERMEDAD
Generalidades.- Para Freud, las diferencias entre salud y enfermedad son cuantitativas: el sano tiene
ms energa libre disponible, y el enfermo las tiene inmovilizadas al servicio de la represin.
Salud no es solo ausencia de patologa, sino capacidad de desarrollo y cambio conducente a un
crecimiento humano. La salud debe pensarse como libertad: para pensar, para actuar sin exageradas
inhibiciones, para sublimar instintos y conflictos inconcientes y para establecer y disfrutar de los vnculos
humanos. D. Winnicott refiere defensas flexibles en la salud y rgidas en la enfermedad, mientras que T.
Alcock habla de salud como libertad (armona interna entre yo, superyo y ello).
Lunazzi de Jubany H, Lectura del psicodiagnstico.

Concepcin de Maslow.- Maslow desarrolla un concepto de salud y enfermedad, enfocado bajo el punto
de vista de la motivacin. A grandes rasgos, la salud aparece vinculada con la gratificacin de
necesidades, mientras que la enfermedad con la frustracin de las mismas. Para ser comprendido
cabalmente, esto requiere algunas aclaraciones.
Segn este enfoque, las personas sanas son aquellas que estn, en principio, motivadas por su necesidad
de desarrollar y realizar sus potencialidades y capacidades de la forma ms completa.
En oposicin, un hombre bsicamente frustrado puede ser definido como un hombre 'enfermo'. Se
considera cualquier frustracin o posibilidad de frustracin de las metas humanas bsicas o peligro contra
las defensas que las protegen o contra las condiciones sobre las que descansan. Con muy pocas
excepciones, dice Maslow, toda la psicopatologa puede encontrarse de modo parcial en dichas amenazas,
que son las que hacen surgir las reacciones generales de emergencia.
Maslow aclara que lo que produce efectos psicopatolgicos son las necesidades bsicas importantes, no
los deseos sin importancia. Por ejemplo, desear un helado podra ser en realidad la expresin superficial
de un deseo de amor. En este caso desear el helado es una necesidad sin importancia, un simple
indicador superficial, un sntoma de necesidades ms importantes, habitualmente inconcientes. La salud
y la enfermedad tambin pueden aplicarse a la sociedad, y se puede hablar entonces de sociedades
sanas o sociedades enfermas. Al respecto, Maslow indica que: 1) puesto que una persona est enferma
por estar bsicamente frustrada, y 2) puesto que tal frustracin bsica es posible, en ltimo trmino, por
fuerzas externas al individuo, entonces 3) la enfermedad del individuo proceder, en ltima instancia de
una enfermedad de la sociedad. As, una sociedad sana podra definirse como la que permite que
aparezcan los fines ms altos de la gente, satisfaciendo todas sus necesidades bsicas.
Condensado de Maslow A (1996) Motivacin y personalidad. Editorial Daz de Santos. Captulo 2: Una teora de la
motivacin humana.

Salud segn Winnicott.- Nuestra idea de lo sano o lo normal va cambiando con el tiempo. La madurez
no significa total independencia, pues el hombre est integrado en la sociedad. La salud social depende
de la salud individual de los miembros de la sociedad. Nos referiremos por lo tanto a la salud individual.
La madurez en el buen momento.- La salud es la madurez propia de cada edad. Un desarrollo yoico ms
prematuro o ms atrasado no es ms ni menos sano. El desarrollo depende de un medio ambiente lo
suficientemente bueno como para facilitar en ese momento las tendencias heredadas. Respecto del
desarrollo emocional, herencia y medio son factores externos al individuo.
El medio suficientemente bueno empieza con un alto grado de adaptacin a las necesidades individuales
del lactante: es la madre sana preocupada por su beb. La madre sana puede diferir el momento en que
no se adaptar hasta que el beb pueda reaccionar con clera ante la frustracin en vez de ser
traumatizado por la falta de adaptacin. El trauma es una ruptura de la continuidad del existir, y solo en
la continuidad puede surgir el sentimiento de s.
La relacin entre el lactante y la madre.- Mientras el beb vive solo en un mundo subjetivo, solo
hablamos de salud individual. Ms tarde se vuelve capaz de evaluar objetivamente la realidad, se hace
capaz de distinguir yo y no-yo, lo compartido y lo propio personal. La madre tambin debe adaptarse
para dar al nio una dosis necesaria de experiencia de omnipotencia.
El medio circundante facilitador.- Es el medio que se adapta a las necesidades del individuo: por ejemplo:
las funciones paternas que complementan las maternas y la funcin familiar que ayuda a dar al nio un
principio de la realidad dejando que siga siendo nio.
El desarrollo psicosexual.- Podemos hablar de normalidad cuando a la edad correspondiente el individuo
pasa por la fase oral, anal y uteral, flica, perodo de lactancia, pubertad: por ejemplo, es normal
aprender en el perodo de lactancia, es normal la confusin y la duda en el adolescente. Es sano tener 15
aos a los 15 aos. Es normal tener un sentimiento de s hacia el fin de la adolescencia: es lo sano. Ellos
necesitan ser, tener una identidad personal, necesitan domar los instintos antes que stos los
desgarren. Con la genitalidad el adolescente se vuelve adulto capaz de ser padre. Las inhibiciones
sexuales pueden ser aqu crueles y destructivas (mala salud). Cuando hay inmadurez en la vida
instintual, hay mala salud en la personalidad.
Hoy ya resulta insuficiente la definicin del psicoanlisis de salud con ausencia de desorden
psicomtrico. Necesitamos criterios ms sutiles que destaquen la posibilidad de enriquecerse (salud)
frente a un empobrecerse (no-salud).
El individuo y la sociedad.- El individuo sano logra identificarse con la sociedad sin que haya una prdida
demasiado grande de pulsiones individuales, y de sentimiento de s.
Salud no es facilidad: el sano tiene temores, conflictos y dudas. Lo importante es que el sujeto sienta
estar viviendo su propia vida y asumir la responsabilidad de su hacer o no hacer, y por tanto, atribuirse
un mrito o un fracaso.
Al principio la salud tiene relacin con la psicologa del ello, y luego con la psicologa del yo, cuando ste
se desarrolla. El sujeto debe pasar por un holding intrauterino, despus un holding de beb y luego la
familia y la sociedad, hasta alcanzar finalmente la autonoma.

El desarrollo del s en los primeros estadios.- El proceso de desarrollo tiene entre otros, tres aspectos: la
integracin, la unidad psicomtrica y los otros. En cada uno de ellos vemos las relaciones que hay entre
los cuidados prodigados al beb, la enfermedad esquizoide, y la salud.
1. La integracin: En el beb la integracin sigue su propio ritmo. El desorden esquizoide est dado por
la, organizacin patolgica de las defensas contra la desintegracin. La locura no es regresin en general,
sino una elaborada defensa para evitar la repeticin de la desintegracin. En la vida adulta la integracin
incluye tambin la integridad, pero la persona sana admite la desintegracin y el sufrimiento a ella
asociado, como en el caso del impulso creador. Defenderse contra la integracin priva al sujeto del
impuso creador.
2. La unidad psicomtrica: El beb debe buscar la integracin psicomtrica, y a ello lo ayudan los
cuidados como alzarlo, baarlo, etc. En la esquizofrenia se afloja el vnculo entre psique y cuerpo. En la
salud el propio cuerpo es fuente de placer.
3. La relacin con los otros: La maduracin impulsa al beb a establecer relaciones do objeto, pero stas
se hacen slidas slo si el ambiente es lo suficientemente bueno. A partir de su experiencia de
omnipotencia, el beb va aceptando luego la realidad. Debe aceptar (no resolver) la paradoja de que al
mismo tiempo el beb crea el objeto, pero tambin ya est ah dado.
En el adulto, en la enfermedad esquizoide, la relacin de objeto funciona mal: se vincula con el mundo
subjetivo o aun se aisla omnipotentemente. La salud en cambio, implica relaciones con objetos externos
e internos, una vida de actividad y de intimidad que va enriqueciendo la realidad psquica.
Recapitulacin.- Por salud entenderemos ms bien la situacin del que escap de un germen de mala
salud, y no quien recibi ya de entrada dicho don de la salud.
Dos tipos de personas.- Estn los que ya vienen preparados para el gusto de vivir y estn los que
sufrieron experiencias traumticas. Tambin estn quienes se quieren apoyar en un desarrollo sano pues
sus defensas son muy rgidas, pero aqu no hay salud. Aun as incluimos otra categora de personas que a
pesar de las dificultades, tienden a volver a sus angustias arcaicas pero a pesar de ello pueden curarse y
obtener salud. Salen del paso medianamente bien.
La fuga en la salud.- Fuga en la salud no es igual a salud, pues esta ltima tolera la enfermedad y hasta
gana mucho con su contacto. Hay mucha gente que oculta su necesidad de hundimiento, y solo aflora
cuando el medio ambiente es propicio. Otras personas en cambio, salen adelante a pesar de que
genticamente y experiencialmente han sido desafortunados: se sienten incmodas consigo mismas pero
su angustia las lleva a veces a realizaciones excepcionales en la ciencia, arte, filosofa, religin o poltica.
Verdadero o falso.- En este tipo de personas de hundimiento potencial hay un caso especial de sujetos
que organizaron un falso s que tapa al verdadero s traumatizado, que no debe ser tocado. Aunque sea
una defensa eficaz, ese falso s no es salud, pero al menos libera manacamente a la persona de la
depresin. La depresin, recordemos, es el precio que debe pagarse por la integracin, y la persona sana
tambin la tiene.
En la enfermedad hay fuerzas destructivas que cuando estn adentro llevan al suicidio y cuando estn
fuera al delirio persecutorio. Esto no forma parte de la salud.
Omisiones.- En la sociedad son los miembros externos los impulsados a entrar en guerra para atacar y
defenderse de los delirios de persecucin, o bien para destruir ese mundo que los ha anonadado en su
primera infancia. No obstante no consideramos estos casos como antisociales o agresivos.
La finalidad de la vida.- Ser y sentirse real es lo propio de la salud: si juzgamos natural el hecho de ser,
podemos progresar hacia cosas positivas. La salud es incompatible con el sentimiento de no sentirse
nada, de no tener orientacin, de sentirse irreal, de sentirse alienado (que no son ellos mismos), etc.
Las tres reas de la vida.- La gente sana vive tres vidas: 1) la vida en el mundo: con las cosas y las
dems personas; 2) la vida en la realidad psquica (vida interior). Ambas vidas pueden usarse como
defensas; 3) entre ambas vidas hay otra ms: la vida de la experiencia cultural: la filosofa, las
matemticas, la religin, etc.
No es vida interior pues no son sueos, y algo tienen que ver con la vida en el mundo. Esta vida, que
empieza con el juego, es la ms variable de todas: algunos la tienen ms, otros la tienen menos.
Winnicott plantea que el origen de esta vida comienza en el espacio potencial entre un nio y la madre
cuando la experiencia le ha dado al nio una gran confianza en la madre (sabe que ella estar all aunque
no la vea), cuando se han establecido fenmenos transicionales.
Condensado de Winnicott D W (1984) El concepto de individuo sano. Artculo incluido en Winnicott D W y otros,
Donald D. Winnicott. Buenos Aires: Trieb.

SALUD MENTAL
Definicin.- Capacidad de establecer relaciones armoniosas con los dems o vinculaciones afectivas
adecuadas, de tolerar la frustracin y de adaptarse a situaciones sociales e interpersonales. Equivale a
ausencia de enfermedad mental.
Farr Mart J (1999) Diccionario de psicologa. Barcelona: Ocano.

Definicin.- Denomina un estado positivo que consiste en la buena adaptacin de un individuo que
disfruta su proceso vital y est orientado hacia su autorrealizacin; tal estado de perdurabilidad
relatividad, excede el marco de la mera ausencia de perturbaciones mentales.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Generalidades.- Dice Helena Bjar que la vocacin imperialista de la sociedad psicolgica equipara la
salud mental a un estado ideal que combina el xito, el amor y la ausencia de ansiedad. Todo individuo
que carezca de alguno de estos componentes no estar sano y precisar de curacin... el conformismo
psicolgico sustituye la aceptacin del dolor ntimo por la norma del equilibrio mental (Fernndez Alvarez
H, Nuevas sendas en psicoterapia, pg. 163).
Fernndez Alvarez H, Nuevas sendas en psicoterapia. Buenos Aires: Editorial de Belgrano.

Concepciones.- La salud mental, a menudo confundida con la normalidad, implic segn varios autores
varias cosas: aceptar las limitaciones y posibilidades de la realidad, trabajar de acuerdo a las propias
necesidades, mantener relaciones armoniosas, razn y equilibrio, capacidad de amar, adecuacin en
amor, trabajo y juego, adecuacin en las relaciones interpersonales, autoestima y equilibrio emocional,
descarga normal (va razn) de las emociones, control del pnico, y abandono de la visin egocntrica del
mundo.
Se habl tambin del yo, vindoselo como solo una de las tres instancias del aparato psquico (junto al
Supery y al ello), o como un conjunto de funciones (Hartmann) o como la personalidad misma, el self.
Loewinger describi etapas en el desarrollo del yo: simbitico, impulsivo, protector de s mismo,
conformista, autnomo, etc, marcando cuatro facetas en este desarrollo: control de los impulsos,
carcter, estilo interpersonal y estilo cognitivo.
Kroeber hizo una frmula de salud mental donde incluye los impulsos y las defensas del yo contra los
mismos para enfrentar situaciones. De cmo funcione el yo as ser la salud mental.
Condensado de Arnstein R, Young adulthood (Adultez joven). En Offer y Sabshin, Normality and the life cycle. Basic
Books, 1984. Traduccin de la Ctedra de Psicologa Evolutiva II, Facultad de Psicologa, Universidad de Buenos Aires.

Criterios de salud-enfermedad.- Retomando ideas de Habermas, nos preguntamos si nuestra praxis


diaria no est en gran parte al servicio de un inters instrumental que busca revertir el comportamiento
del otro/s porque lo considera desviado, patolgico o anmalo. Los criterios para distinguir saludenfermedad dependen de una nomenclatura taxonmica y clasificatoria, que ms que al "enfermo"
encuentran a su "enfermedad", que no ve en su cuerpo una "biografa" sino una patologa.
Distinguimos entonces el concepto de normal/anormal desde un criterio estadstico, desde un criterio
axiolgico y desde un punto de vista personal. En este ltimo caso, aunque un paciente pudiera ser
diagnosticado psicopatolgicamente, su existencia no se reduce a esta referencia negativa con la norma
abstracta. La alienacin se comprende ahora no como un dficit o negatividad sino como produccin de
formas significativas que reinsertan al sujeto en el flujo histrico del cual se haba apartado o diversos
motivos lo haban apartado. Esto permite tomar la experiencia psictica como la presencia de una nueva
organizacin normativa y no slo como la desviacin de la norma.
Precisamente, Henry Ey designa a la "alienacin" como la patologa de la libertad. Si a los filsofos les
corresponde ocuparse de la esencia de la libertad, la cuestin de su realidad o realizabilidad intra e
interindividual, -como dice Heidegger- constituye lo ineludible para la psicopatologa y la psicoterapia;
aunque no se est preparado para abordarla desde su punto de vista metodolgico, tampoco se puede
eliminarla; es lo incondicional, a pesar de los condicionamientos psico-sociales y psicosomticos. De all
que sea preciso desarrollar en el tratamiento de la enfermedad mental, nuevas formas de terapia creativa
que no se concentren primariamente en la eliminacin de "factores de disturbio", "mecanismos
patgenos", etc., sino en la exposicin y movilizacin de potenciales an no explorados de salud que
pudieron haber sido sepultados por manifestaciones psicopatolgicas.
Mara Lucrecia Rovaletti, Alienacin y libertad (Universidad de Buenos aires, Facultad de Psicologa, Revista
Investigaciones en Psicologa Ao 1 N1, 1996).

Salud mental en la adolescencia.- En base a las tareas desarrolladas durante 1994, en dos escuelas
pblicas de Enseanza Media de la Ciudad de Buenos Aires, en el marco del Proyecto en Salud Mental
Escolar coordinado por la Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires, se realiza una
presentacin terico-tcnica de las Escalas Autoanlisis de Sucesos de Vida, elaborada por Mara Martina
Casullo, y C.E.S.-D. Se efecta un anlisis de la distribucin de las respuestas extradas de la muestra de
adolescentes examinados, compuesta por 310 sujetos, de ambos sexos, entre 13 y 18 aos.
A partir de la informacin obtenida a travs de los instrumentos, se exponen los contenidos surgidos en
las entrevistas semi-dirigidas realizadas con los adolescentes detectados como "casos" y con sus padres.
Se relacionan los datos aportados por las mencionadas tcnicas los cuales revelan la existencia de un
24% de adolescentes con sntomas depresivos con significacin clnica y un 33% con exposicin a
situaciones de alto grado de estrs.

Autoras: Mercedes Fernndez Liporace y Carina Naisberg, Prevencin y promocin de la salud mental en estudiantes
adolescentes (Universidad de Buenos aires, Facultad de Psicologa, Revista Investigaciones en Psicologa Ao 1 N1,
1996).

Segn M. Klein.- "Se considera que las personas saludables y neurticas han pasado por la posicin
depresiva, que las personas con problemas depresivos estn fijados en ella y que las personas con
problemas esquizoides y paranoides no han logrado alcanzarla" (pg. 90), habiendo quedado estas
ltimas fijadas a la posicin esquizo-paranoide.
Rycroft C, Diccionario de psicoanlisis. Buenos Aires: Paids, 1976.

Segn M. Klein.- La evolucin normal del individuo y de su capacidad de amor parecen basarse
ampliamente en el grado en el cual el yo temprano logr elaborar y superar la posicin depresiva. En
ltimo trmino, ello parece depender de la capacidad del yo de modificar suficientemente sus situaciones
de angustia primitivas y sus mecanismos de defensa y de desarrollar as nuevos mecanismos de defensa,
que llevan a una confianza mayor y ms estable en la bondad de sus objetos internalizados y reales.
Klein M (1935) Contribucin a la psicognesis de los estados manaco-depresivos, includo en Obras Completas Melanie
Klein (Volumen I: Amor, culpa y reparacin), Buenos Aires: Paids, 1999, pg. 295.

Segn M. Klein.- La base de la salud mental es una personalidad bien integrada. Los elementos de una
personalidad bien integrada son las cinco siguientes: madurez emocional, fuerza de carcter, capacidad
para manejar emociones conflictivas, equilibrio entre la vida interior y la adaptacin a la realidad, y
fusin exitosa entre las distintas partes de la personalidad.
La madurez emocional significa que los sentimientos de prdida de la temprana infancia y sus placeres
pueden hasta cierto punto ser contrarrestados por la capacidad de aceptar sustitutos y que las fantasas
infantiles no afecten la vida emocional adulta. Fuentes legtimas de gratificaciones son por ejemplo el
goce con nuestros hijos y nietos, y los recuerdos.
La fortaleza de carcter tiene por base el hecho que han introyectado predominantemente, con ms
fuerza, los aspectos buenos de la madre que los malos frustrantes, pues as el yo puede desarrollar sus
potencialidades. La madre introyectada es la que gua y protege, no la que domina (paz interior). La
hostilidad y la angustia quedan volcados slo hacia lo que hace peligrar lo que se siente bueno. Fortaleza
de carcter implica comprensin, compasin, simpata y tolerancia hacia los dems, hacindonos sentir
internamente ms seguros y menos solos. Implica tambin aptitud para enfrentar conflictos externos e
internos.
La adaptacin al mundo externo no debe interferir con la libertad de nuestras emociones y pensamientos,
y esto implica interaccin entre lo externo e interno, no divisin y aislamiento. Tal equilibrio no implica
evitar conflictos, sino tolerar emociones conflictivas y poder manejarlas. El dbil de carcter hace una
renegacin: vive superficialmente evitando siempre enfrentarse con sus conflictos ms profundos. Esta
inseguridad de la renegacin implica falta de confianza en uno msmo. No puede soportar el dolor ni
mucho menos, por lo tanto, compartirlo o comprenderlo en otros.
La salud mental se estructura ya desde los primeros das de vida. Al principio el beb ve reforzado su
odio y su hostilidad hacia objetos que lo frustran, manteniendo dicho odio disociado del amor hacia el
objeto bueno. Debe disociar amor y odio para preservar los aspectos amados de la madre, y as divide
sta en buena y mala. Si esta disociacin no es muy profunda ms tarde podr hacer una integracin.
Mientras an persiste la angustia persecutoria ante el objeto malo, va luego apareciendo (posicin
depresiva) los sentimientos depresivos en la segunda mitad del primer ao de vida. Aparece depresin y
culpa por sus impulsos agresivos hacia la madre amada. Junto con el sentimiento de culpa aparece
tambin el deseo de reparacin, un factor central que ayuda a superar en parte su depresin y culpa.
En la salud mental no hay slo factores externos (ambiente continente, ni muy permisivo ni muy rgido),
sino tambin factores internos, como la capacidad de amor (distinta en cada nio), ms fortaleza yoica,
fantasas ms ricas, etc. Este interjuego entre factores externos e internos explica porqu hay salud
mental en un medio desfavorable, y enfermedad en un medio favorable.
Salud mental no es abandonar la actitud infantil: en la adultez hay remanentes de omnipotencia, de
renegacin, y cuanto ms se hayan modificado estas actitudes infantiles mayor ser el equilibrio mental.
A medida que se desarrolla el yo, ms intrincadas son las defensas contra la angustia y ms exitosas y
menos rgidas. Cuando la comprensin no se esclerosa con las defensas, es posible la salud mental.
Otro aspecto importante de la salud mental es la integracin de las diferentes partes del self en forma
exitosa. La sensacin de tener partes desconocidas de uno mismo urge a la integracin. Lo que se busca
integrar es el amor con el odio, pues el primero puede mitigar el segundo, pues si ambos se mantienen
separados no se produce alivio. La integracin siempre implica dolor, pues el odio disociado y sus
consecuencias son difciles de enfrentar, y la incapacidad de tolerar este dolor renueva la tendencia a
disociar.
La integracin crea adems una tolerancia hacia nuestros impulsos y, por lo tanto, hacia los defectos
ajenos, pero una integracin de la vida mental como la expuesta en la prctica es imposible realizar con
plenitud.

Klein M, Sobre la salud mental. Includo en Obras Completas, Tomo VI. Buenos Aires: Paids-Horm. Esta nota resume
los conceptos del captulo 10 Sobre la salud mental.

Segn Winnicott.- Para Winnicott, la salud mental de un individuo es determinada desde el comienzo
por la madre, quien proporciona lo que he denominado un ambiente facilitador, es decir un ambiente en
el cual los procesos naturales de crecimiento del beb y sus interacciones con lo que lo rodea puedan
desarrollarse segn el modelo que ha heredado. Pero esto no es todo. Si suponemos la salud mental, la
madre (si obra correctamente) est echando las bases de la fuerza de carcter y de la riqueza de la
personalidad del individuo. Teniendo una buena base, el individuo ser capaz , con el tiemp, de
relacionarse creativamente con el mundo, y de disfrutar y utilizar lo que ste tiene para ofrecerle,
incluyendo la herencia cultural (Winnicott, 1998:43).
Winnicott D (1998) Los bebs y sus madres. Barcelona: Paids.

Salud mental y hbitos familiares.- Los jvenes de familias que comen juntos sufren menos
enfermedades mentales, segn un estudio.
Un tercio de las familias de adolescentes con problemas de salud mental almorzaban y cenaban de forma
separada, comparados con slo el 17% de las familias con chicos sanos.
Segn los cientficos, compartir la comida es un "ritual de unificacin" que mejora la salud mental de los
adolescentes.
Aparte del desayuno, los jvenes que deben acudir a los servicios de salud mental compartan menos de
cinco comidas semanales con sus progenitores, comparado con ms de seis compartidas por los
adolescentes sanos.
Los que sufren de problemas mentales tampoco compartan con sus padres los almuerzos y cenas del fin
de semana.
Los adolescentes sanos tambin participaban ms en fiestas familiares y festivales religiosos, que los que
sufren problemas mentales.
Los dos grupos vean el mismo nmero de horas de televisin, pero las familias de los que estn sanos
compartan ms conversaciones, excursiones, vacaciones y otras actividades. Los adolescentes que han
experimentado problemas de salud mental describen en mayor proporcin a sus familias como
"disfuncionales".
El estudio, llevado a cabo por el Centro Mdico de Alicante, en Espaa, compara a 83 adolescentes de
edades comprendidas entre los 14 y los 23 aos, atendidos por el servicio de salud mental, con 177 de la
misma edad, pero sin problemas mentales. La mayora de los que visitaban el servicio de salud mental
sufran ansiedad y depresin. Todos los adolescentes estudiados viven todava con sus padres.
Compartir la comida es bueno. BBC Mundo 18 de enero de 2002.

Salud mental y calidad de vida.- Objetivo: Analizar los instrumentos que evalan de forma genrica la
calidad de vida para identificar las afinidades/divergencias que existen en las dimensiones que integran el
constructo salud mental en las diferentes escalas. Metodologa: Revisin bibliogrfica. La muestra est
configurada por 14 escalas que miden la calidad de vida de forma genrica, entre ellas la Escala de
Calidad de Vida de la Taxonoma Enfermera NOC. Resultados: El constructo salud mental aparece en los
14 instrumentos genricos analizados, aunque en la gran mayora, los tems o indicadores utilizados para
medirlo son distintos. Conclusiones: El indicador ms frecuente es el de satisfaccin general, lo cual
evidencia que la perspectiva ms utilizada para valorar la calidad de vida es la subjetiva, aunque son
muchos los instrumentos que utilizan tanto elementos objetivos como subjetivos para su anlisis,
adecundose a la propuesta realizada por la OMS.
Puig LLobet M, Lluch Canut MT, Sabater Mateu P, Anlisis del uso del constructo salud mental en los instrumentos
genricos que evalan la Calidad de Vida. PRESENCIA. 2007; 3(6).

Salud segn Fromm.- Lo sano puede definirse de dos maneras: socialmente e individualmente. Una
persona sana o normal socialmente es aquella capaz de cumplir con el papel social que le toca
desempear, y adems cuando es capaz de la reproduccin, vale decir, formar una familia. Desde el
punto de vista individual, en cambio, la persona sana es aquella que alcanza un grado ptimo de
expansin y felicidad individuales.
En la mayora de las sociedades no se dan las condiciones para que se cumplan ambas posibilidades.
Frecuentemente ocurre que para que alguien logre adaptarse a la sociedad (es decir, sea sano
socialmente) debe sacrificar su yo individual, su expansin y felicidad individuales. Precisamente el
neurtico es aquel que no est dispuesto a someter completamente su yo en esta lucha. Desde luego que
su intento por salvar su yo individual no tuvo xito, y en lugar de expresar su personalidad
creativamente, busc la salvacin en los sntomas neurticos, retrayndose en una vida de fantasa.
Desde esta perspectiva, el neurtico sera ms sano que la persona que sacrific su individualidad en su
afn de adaptarse socialmente.
Condensado de Fromm Erich (1985) El miedo a la libertad. Captulo 5.

Centros de salud mental.- El papel de los psiquiatras dentro de los centros pblicos de salud mental se
ha visto obstaculizado por la concepcin que los considera como profesionales que slo prescriben
medicamentos y firman formularios. Esta concepcin limita las oportunidades en las que el psiquiatra
puede implicarse en el tipo de atencin integral que ha atrado a muchos mdicos hacia esta especialidad.
En este artculo se propone una revisin del modelo actual, en una direccin que maximiza la experiencia
de este especialista, as como de otros mdicos, en el equipo de atencin de la salud. La unidad bsica
consistira en un psiquiatra (con fundamentos adecuados en psicofarmacologa y psicoterapia), un
internista y cuatro psicoterapeutas clnicos que puedan ofrecer un tratamiento basado en evidencias tras
la evaluacin inicial del psiquiatra.
El funcionamiento de un centro as concebido se basara en evaluaciones peridicas, la combinacin
secuenciada de tratamientos y una estrecha coordinacin entre los miembros del equipo. La
revalorizacin del papel del psiquiatra en el contexto de un equipo en el que la asignacin de funciones
sea clara puede dar lugar a mejores resultados y a favorecer la incorporacin de psiquiatras en el sector
pblico.
G. A. Fava; S. K. Park; S. L. Dubovsky. Centros de salud mental: Un nuevo modelo. WORLD PSYCHIATRY. 2008
OCT;7(3):177-181.

SALUD PBLICA
Definiciones.- La definicin ms conocida seala que es una rama de la medicina cuyo inters
fundamental es la preocupacin por los fenmenos de salud en una perspectiva colectiva.
En 1920 Winslow le defini como: La salud publica es la ciencia y el arte de prevenir las enfermedades,
prolongar la vida y fomentar la salud y la eficiencia fsica mediante esfuerzos organizados de la
comunidad para sanear el medio ambiente, controlar las infecciones de la comunidad y educar al
individuo en cuanto a los principios de la higiene personal; organizar servicios mdicos y de enfermera
para el diagnostico precoz y el tratamiento preventivo de las enfermedades, as como desarrollar la
maquinaria social que le asegure a cada individuo de la comunidad un nivel de vida adecuado para el
mantenimiento de la salud.
En 1990 Milton Terris propone algunas modificaciones: Es la ciencia y el arte de prevenir las dolencias y
las discapacidades, prolongar la vida y fomentar la salud y la eficiencia fsica y mental, mediante
esfuerzos organizados de la comunidad para sanear el medio ambiente, controlar las enfermedades
infecciosas y no infecciosas, as como las lesiones; educar al individuo en los principios de la higiene
personal, organizar los servicios para el diagnstico y tratamiento de las enfermedades y para la
rehabilitacin, as como desarrollar la maquinaria social que le asegura a cada miembro de la comunidad
un nivel de vida adecuado para el mantenimiento de la salud.
Como especialidad no clnica de la medicina esta disciplina enfoca el tema de la salud en un contexto
colectivo, buscando mediante la aplicacin de diversos enfoques de intervencin, influir positivamente
para evitar la ocurrencia de enfermedad.
Definicin de J. H. Halton: La salud pblica se dedica al logro comn del ms alto nivel fsico, mental y
social de bienestar y longevidad, compatible con los conocimientos y recursos disponibles en un tiempo y
lugar determinados. Busca este propsito como una contribucin al efectivo y total desarrollo y vida del
individuo y de su sociedad.
Definicin de la Asociacin Mdica Estadounidense: La salud pblica es el arte y la ciencia de mantener,
proteger y mejorar la salud de la poblacin, mediante esfuerzos organizados de la comunidad. Incluye
aquellas medidas por medio de las cuales la comunidad provee servicios mdicos para grupos especiales
de personas. Se relaciona con la prevencin y control de las enfermedades, con quienes requieren
hospitalizacin para la proteccin de la comunidad y con los mdicamente indigentes. La salud pblica es
una disciplina que integra conocimientos de otras reas: ciencias biolgicas, ciencias sociales, economa,
administracin, demografa, y bioestadstica.
Ramrez Elizalde J, Cano Garrido M, Escamilla Salas D y Gonzlez Ramrez E (2006) Epidemiologa, salud pblica y
medicina preventiva.

mbitos de trabajo.- La salud pblica incluye:


1- Acciones de saneamiento ambiental: Supervisin de alimentos, del agua, de la leche y sus derivados,
as como de medicamentos, productos caseros y equipos de recreacin. Control de insectos, roedores y
otros vectores. Control de la contaminacin ambiental.
2- Prevencin de las enfermedades y sus consecuencias: Control de padecimientos transmisibles,
incluyendo infestaciones parasitarias. Control de deficiencias y excesos alimentarios. Trastornos de
conducta. Enfermedades mentales incluyendo retraso mental. Alergias. Enfermedades respiratorias
agudas y crnicas no transmisibles. Enfermedades neoplsicas. Padecimientos cardiacos y
cerebrovasculares. Trastornos metablicos. Ciertos trastornos metablicos y genticos. Enfermedades
ocupacionales. Accidentes en el hogar, vehiculares y en el trabajo. Trastornos dentales. Ciertos peligros
de la maternidad, del crecimiento y el desarrollo.
3- Actividades relacionadas a proporcionar cuidados integrados de salud.

4567-

Actividades relacionadas con la coleccin y anlisis de estadsticas vitales.


Educacin para la salud individual y colectiva
Planeacin y evaluacin de los servicios.
Investigacin cientfica.

Ramrez Elizalde J, Cano Garrido M, Escamilla Salas D y Gonzlez Ramrez E (2006) Epidemiologa, salud pblica y
medicina preventiva.

Diferentes interpretaciones del concepto de salud pblica.- La primera equipara el termino


pblica con la accin gubernamental. La segunda adems del proceso gubernamental incluye la
participacin de la comunidad organizada. La tercera identifica la salud pblica con los llamados servicios
no personales de salud, es decir aquellos que se aplican al medio ambiente (por ejemplo el saneamiento
ambiental) o a la colectividad (por ejemplo la educacin masiva de salud) y que por lo tanto no son
apropiables por un solo individuo en forma especifica. La cuarta es una ampliacin de la tercera en tanto
se le aaden una serie de servicios personales de naturaleza preventiva dirigidos a grupos vulnerables
(por ejemplo los programas de atencin materno-infantiles). Por ultimo a menudo se utiliza la expresin
problema de salud pblica para referirse a padecimientos de alta frecuencia o peligrosidad en la
poblacin.
Ramrez Elizalde J, Cano Garrido M, Escamilla Salas D y Gonzlez Ramrez E (2006) Epidemiologa, salud pblica y
medicina preventiva.

Generalidades.- Desde sus inicios como materia de estudio y durante el transcurso de este siglo, la
salud se ha visto como una ciencia social a la que concurren un conjunto de disciplinas y es el aporte de
estas el que determnale nivel de comprensin de integral de los procesos salud-enfermedad.
La salud pblica tiene la responsabilidad de promover el desarrollo pleno y sano de los individuos y las
comunidades en la que ellos se encuentran inmersos.
Debe sealar el rumbo a seguir por la sociedad en materia de atencin y cuidado de la salud en un
escenario de extrema complejidad.
La salud pblica se apoya de la epidemiologa para enfrentar la salud y sus problemas en una perspectiva
colectiva, pero va mas all de solo preocuparse por estos sino tambin de los elementos conducentes a la
modificacin de situaciones indeseadas mediante la organizacin, administracin y aplicacin de efectivas
medidas de prevencin y control.
La esencia de la salud pblica consiste en que adopta una perspectiva basada en grupos humanos o
poblaciones lo que nos da sus dos campos de accin, como campo del conocimiento y como mbito para
la accin.
A diferencia de la medicina clnica, que se ocupa del individuo, y de la biomedicina, que se ocupa a nivel
subindividual, la salud pblica se ocupa de poblaciones.
Adems de las funciones bsicas se pueden aadir otras, pero las esenciales deben estar siempre
presentes para constituir la matriz de la infraestructura operativa de la Salud Pblica: Desarrollo de una
cultura de la vida y la salud: incorporar conocimientos y formar valores culturales compartidos
socialmente. Desarrollo de entornos saludables y control de riesgos y daos para la salud: reduccin de
impacto de emergencias y desastres de la salud. Desarrollo de la ciudadana y de la capacidad de
participacin social: capacitacin ciudadana en materia de salud, promocin de salud, desarrollo de
polticas. Atencin de las necesidades y demandas de salud: garanta de la calidad de la atencin,
promocin del acceso a los servicios de salud.
Las responsabilidades institucionales en materia de salud pblica: interpretar las necesidades de la
sociedad y responder a ellas, actuando para satisfacerlas; movilizacin, orientacin, articulacin y apoyo
de los diversos agentes sociales y de la propia sociedad a favor de la salud de la poblacin.
Ramrez Elizalde J, Cano Garrido M, Escamilla Salas D y Gonzlez Ramrez E (2006) Epidemiologa, salud pblica y
medicina preventiva.

Funciones esenciales de la salud pblica en las Amricas.- Son las siguientes:


1.- Seguimiento, evaluacin y anlisis de la situacin de la salud: a) Evaluacin de las tendencias de
salud del pas. b) Identificacin de necesidades de la poblacin. c) Manejo de estadsticas vitales y
situacin de grupos de mayor riesgo. d) Generacin de informacin til para evaluar los servicios de
salud. e) Comunicacin de la informacin a los responsables de salud pblica.
2.- Vigilancia de la salud pblica, investigacin y control de riesgos y daos en salud pblica.
3.- Promocin de la salud.
4.- Participacin de los ciudadanos en la salud.
5.- Desarrollo de polticas y capacidad institucional para la planificacin y gestin en materia de salud
pblica.
6.- Fortalecimiento de la capacidad institucional de regulacin y fiscalizacin en materia de salud pblica.
7.- Evaluacin y promocin del acceso equitativo de la poblacin a los servicios de salud necesarios.
8.- Desarrollo de recursos humanos y capacitacin en salud pblica.
9.- Garanta y mejoramiento de la calidad de los servicios de salud individuales y colectivos.

10.- Investigacin en salud pblica.


11.- Reduccin del impacto de las emergencias y desastres en la salud.

Ramrez Elizalde J, Cano Garrido M, Escamilla Salas D y Gonzlez Ramrez E (2006) Epidemiologa, salud pblica y
medicina preventiva.

SALVAJE DE AVEYRON
Generalidades.- En 1799 fue encontrado en las selvas de Cannes, Francia, un nio de aproximadamente
12 aos de edad. No hablaba ni contestaba preguntas, no pareca responder a ruidos cercanos, estaba
desnudo y su cuerpo estaba lleno de cicatrices.
Philippe Pinel, el psiquiatra ms reputado de entonces, concluy que el pequeo salvaje, nombrado como
Vctor, padeca una "imbecilidad constitucional", por lo que debera reclursele en una institucin para su
custodia. A pesar de este diagnstico, un educador de sordos, Jean Itard, consider que a Vctor no haba
que recluirlo sino educarlo intentando socializarlo, ensearle a hablar, despertar su sensibilidad y ampliar
la esfera de sus ideas. Itard estaba influenciado por la ideas de J. Locke, y entenda que las capacidades
humanas son prcticamente infinitas y estn determinadas por el ambiente. Aunque nunca lleg a
convertir a Vctor en una persona normal, pudo demostrar que los diagnosticados como idiotas podan
aprender ciertas habilidades sociales mediante un entrenamiento adecuado. Su discpulo Seguin
demostr que se poda entrenar en ese sentido a los retrasados mentales, mediante un sistema
educativo por entonces llamado mtodo fisiolgico.
Para mayor informacin puede consultarse Lane, H (1984) El nio salvaje de Aveyron, Madrid: Alianza. El
informe original data de 1802, y llevaba por ttulo Des premiers dveloppements du jeune Sauvage de
l'Aveyron .
Cazau P (2002) Vocabulario de Psicologa. Buenos Aires: Redpsicologa.

SANITARISMO
Generalidades.- "Conjunto de principios ideolgicos y ticos, teoras cientficas y tecnolgicas,
tecnologas y prcticas por medio de las cuales, en forma planificada, el equipo multidisciplinario de Salud
junto con la comunidad encaran la preservacin y promocin de la salud y la prevencin de la
enfermedad actual y potencial, y de sus secuelas sociales".
El sanitarismo es el conjunto de mtodos y tcnicas para el abordaje de la salud pblica, desde las cuatro
P: 1) Proteccin: de la salud, cuando no est amenazada. 2) Prevencin: de la salud, cuando hay riesgo
de perderla o cuando ya est perdida. Hay una prevencin primaria, secundaria y terciaria. 3) Promocin:
de la salud, mostrando que por ejemplo no es un gasto sino una inversin. 4) Previsin: prever a corto,
mediano y largo plazo.
El sanitarismo tiene su marco de referencia en la epidemiologa, y su marco operativo en la planificacin.
Es una tarea multidisciplinaria (varios profesionales que se ocupan de un problema comn, en este caso
la salud, sin llegar a un producto diferente, como ocurre en la tarea interdisciplinaria).
En cuanto al rol del psiclogo en el sanitarismo, este no debe limitarse solamente a lo asistencial. El
sanitarismo es un amplio campo que incluye, por ejemplo: a) Problemas organizacionales en hospitales.
b) Educacin para la Salud. c) Planificacin de la Salud (Psicologa Social). d) Acciones comunitarias de
Salud. e) Formacin de recursos humanos. f) Psicosocilogos y psicoantroplogos como agentes de
cambio de valores, creencias y actitudes.
Saforcada Enrique, Mdulo I: Programa. Publicacin interna de la Ctedra de Salud Pblica y Salud Mental de la
Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires, 1996.

SCREENING
Definicin.- Designa la forma abreviada en que pueden tomarse algunos tests. Su finalidad puede ser,
por ejemplo en el caso del Inventario de Desarrollo de Battelle, una forma de economizar tiempo sin
perder fiabilidad, permitiendo detectar en qu rea del desarrollo debe o no hacerse una evaluacin
completa.
Cazau P (2000) Vocabulario de Psicologa. Buenos Aires: Redpsicologa.

SECRETO PROFESIONAL
Generalidades.- La doctrina Tarasoff sostiene bsicamente, el deber de revelar el secreto profesional
cuando de su no revelacin se desprenda un peligro de dao hacia una tercera persona identificable. Se
basa en el caso Tatiana Tarasoff, asesinada por su novio, un paciente que fue liberado cuando los
mdicos forenses determinaron que no se hallaba alterada su facultad de discernimiento y bajo la
promesa del paciente de no acercarse a ella (Travacio, 1996:62). En estos casos el derecho a la vida se
privilegia por encima del derecho a la intimidad.

Segn Nerio Rojas (citado por Travacio, 1996:68) el mdico puede optar entre dos caminos: 1) si
denuncia el delito, cumple con una obligacin establecida del cdigo procesal y por su imperativo moral.
En este caso no comete el delito de violacin del secreto profesional por mediar una causa justa; y 2) si
decide callar, su obligacin de denunciar queda neutralizada por una excepcin que ampara el silencio y
contemplada en el artculo 177 del cdigo procesal penal argentino.
El secreto profesional del psiclogo es vlido tanto en su tarea asistencial como en su tarea pericial, slo
que en este ltimo mbito presenta ciertas caractersticas propias ya que el perito no slo eleva un
informe sobre el sujeto sino que tambin podra tener que declarar sobre l en forma pblica y oral.
Travacio (1996:74) distingue tres momentos del secreto profesional del psiclogo en su actuacin
pericial: 1) En el momento de hacer la pericia, el psiclogo es el depositario de lo enunciado bajo secreto;
2) en el momento de informar sobre lo peritado, sern el juez y/o las partes los depositarios de la
informacin, quedando el secreto como propiedad del tribunal y no del perito; y 3) dictada la sentencia,
el psiclogo contina bajo el secreto profesional, y si utiliza la informacin con fines didcticos o de
investigacin ,deber preservar la identidad del sujeto.
Travacio M (1996) Manual de psicologa forense. Buenos Aires: Oficina de publicaciones del CBC, Universidad de
Buenos Aires.

SEGURIDAD
Generalidades.- Un merodeador en el vecindario.- El autor empieza comentando la liberacin del
pedfilo Sidney Cooke de la crcel, comentario a cargo de Decca Aitkenhead, una periodista. La gente
estaba enfurecida y queran encontrar al pedfilo y matarlo: era una motivacin colectiva. Pero no es una
nueva causa, sino una vieja que vuelve a aparecer. Cooke es visto como una amenaza tangible, alguien
que puede ser encerrado, no una amenaza vaga. El est donde se cruzan las preocupaciones privadas y
los temas pblicos, y los polticos no estn preparados para enfrentar esto, pues se mueven en el espacio
pblico y buscan ocupar posiciones solo en ese mbito. Pero atienden los reclamos y sostienen que la
gente no debe hacer justicia por mano propia, no deben estar unidos por el crimen, como indica Girard,
nica forma de recuperar la solidaridad comunitaria. Pero el individuo pre-social es algo inventado por los
filsofos.
El caldero de Unsicherheit.- Freud sostena que la cultura ofrece seguridad frente a muchos males
derivados de los instintos animales del hombre. Sin embargo, hoy en da es al revs: hoy lo que se
sacrifica es la seguridad, en aras de una libertad individual en permanente expansin.
La seguridad incluye tambin la certeza y la proteccin, entendiendo por certeza la posibilidad de
distinguir entre lo razonable y lo insensato, y por proteccin la posibilidad de que no haya ningn peligro
si nos comportamos de manera correcta.
Si falla la seguridad, la certeza o la proteccin, comienza la inseguridad y la desconfianza existencial, que
es lo que vemos suceder en nuestro tiempo. La seguridad se ha vuelto insegura, la certeza incierta y la
proteccin desprotegida.
Seguridad insegura.- En nuestro tiempo encontramos inseguridad en la subsistencia, en el desempleo,
etc, junto con la falta de una institucin capaz de reducir este peligro. La composicin del lugar de
trabajo est en constante cambio: es poco lo que se puede durar en un trabajo, y la amenaza del despido
ha aumentado. La inseguridad genera no solo insomnio sino tambin dificultades del yo para
identificarse: cualquier yo es posible.
En el corazn de la vida poltica anida un profundo e insaciable deseo de seguridad, y actuar a partir de
ese deseo produce una mayor inseguridad, ms profunda an. Incluso se ha cortado, para obtener
seguridad, el apoyo incondicional de los otros, en las buenas y en las malas. Pero la inseguridad elige a
las personas al azar, y ya no pueden tenerse parmetros racionales y confiables.
Certeza incierta.- Hoy slo podemos albergar dos certezas: que hay pocas esperanzas de que los
sufrimientos producidos por la incertidumbre sean aliviados, y que slo nos aguarda ms incertidumbre.
Los grandes sistemas econmicos han perdido la transparencia y la flexibilidad. Estas dos caractersticas
auguran mayores certezas para los globalistas, pero para los localistas slo indican y predicen que habr
an ms incertidumbre.
El discurso neoliberal avanza a medida que avanza la desregulacin, quitando as poder a las
instituciones polticas que en principio podran hacer frente al libre juego del capital y las finanzas y
aumentar las certezas. Las empresas multinacionales gobiernan la economa mundial, y a ellas han de
someterse los gobiernos de cada pas: los estados-naciones pierden margen de maniobra. Se constituye
as una violencia estructural signada por la ausencia de solidaridad. El mercado florece con la
incertidumbre, llmese a esta competencia, desregulacin, flexibilidad, etc.
Proteccin desprotegida.- Ya nadie est protegido en el mundo, y no slo porque est a merced de la
muerte como cualquier ser humano, problema ante el cual cada cultura ha dado sus propias respuestas.
Por ejemplo se propuso que si bien la vida era algo fugaz e insignificante, deba ser dotada de sentido.
Creci as la importancia de la accin individual, y en este contexto dos totalidades encajan bien en esta
estrategia: la nacin y la familia.

La imagen de la nacin satisfaca con mucha precisin los requerimientos de necesidad y eleccin, ser y
hacer, inmortalidad y vida mortal, duracin y transitoriedad. Del mismo modo la familia pone de
manifiesto, an ms que la nacin, la dialctica tpicamente moderna entre la transitoriedad y la
duracin, entre la mortalidad individual y la colectiva, ya que la familia es un eslabn en la larga cadena
generacional: all se nace y all se trasciende.
Hoy las naciones ya no estn seguras bajo la proteccin poltica del estado, que ante funcionaba como
garanta de la vida perpetua. Otro tanto ocurre con la familia, la cual en nada se parece a un seguro y
duradero puerto donde uno pueda anclar su propia existencia.
Hoy nacin y familia sufren un desmoronamiento gradual y constante. En su nacimiento, la modernidad
despoj a la muerte de su sentido trascendental y heternomo, y hoy tambin le quit su sentido
colectivo, quitando viabilidad a la estrategia heternomo-autnomo.
Los miedos en accin.- Las personas poco pueden hacer, individual o colectivamente, frente a las
amenazas contra su seguridad o frente a la incertidumbre de sus vidas futuras. Estn inundadas por el
miedo y por la desesperanza, porque sienten que nada pueden hacer.
Los mecanismos productores de incertidumbre e inseguridad son en general de tipo global y por tanto
estn fuera del alcance del control de las naciones y poderes polticos. Los gobiernos no pueden prometer
honestamente a sus ciudadanos una existencia segura ni un futuro incierto, y slo se reducen a
preocuparse por la ley y el orden, o sea la proteccin del cuerpo y la propiedad privada. Hay inseguridad
individual y desproteccin pblica.
El enfriamiento del planeta humano.- La frialdad hacia los forasteros, los extranjeros que se convierten
en vecinos y los vecinos que son tratados como extranjeros expresan un descenso de la temperatura en
todas las relaciones humanas en todas partes. Frialdad se entiende aqu como prdida de la calidez del
contacto humano, consuelo, respaldo, aliento y posibilidad de compartir con otros nuestros destino y
esperanzas. Valores como la amistad brillan por su ausencia, pero an la amistad se vuelve intil, porque
de qu sirve la amistad si uno pierde el empleo y queda excluido de la sociedad?
Frente a ello hay dos respuestas posibles: la maldad, es decir atacar y ridiculizar a las vctimas, y la
indiferencia, es decir los que pretenden que no ha pasado nada pero no hacen nada por remediarlo. Pero
el mundo de hoy est colmado de miedo y frustracin que busca desesperadamente una va de escape
comn, ya que el individualismo asla en vez de unir.
Condensado de Bauman Zygmunt (1999) En busca de la poltica. Buenos Aires: FCE. Captulo 1.

SELF
Definicin.- S mismo. Concepto terico que abarca el Yo, el Ello, el Supery y el esquema corporal.

Fernndez Moujn Octavio (1988) Abordaje terico y clnico del adolescente. Buenos Aires: Nueva Visin. Captulo 8.

Definicin.- Segn Winnicott, cada cual tiene un self corts y socializado (por ejemplo el que dice
gracias por cortesa, aunque no est agradecido), y tambin un self privado slo accesible a la
intimidad. Es lo que sucede normalmente y podemos considerarlo normal. El primero es el falso self, y el
segundo, el verdadero self. En la salud esta divisin del self es un logro, pero en la enfermedad es un
cisma de la mente que puede llegar incluso a la esquizofrenia.
Winnicott D (1964) El hogar, nuestro punto de partida. Buenos Aires: Paids, pgs. 78 y 83.

Self Segn Kernberg.- El self es el producto integral de la experiencia subjetiva, la persona total de un
individuo que incluye el cuerpo somtico y su organizacin psquica. Es la suma total de representaciones
de s-mismo. O sea, el self es el conjunto de representaciones que el sujeto considera que lo representan.
Condensado de Abadi Sonia y otros (1997) Desarrollos posfreudianos: escuelas y autores. Buenos Aires: Editorial
Universidad de Belgrano.

SENSACIN
Definicin.- Constituye el elemento primario, bsico de la sensopercepcin. La sensacin es el registro
en la conciencia, de la estimulacin producida por cualquiera de los aparatos sensoriales que, por las vas
centrpetas, es conducida a la corteza (Betta, 1984:85).
Betta Juan (1984) Manual de Psiquiatra. Buenos Aires: CEA, Octava edicin.

Generalidades.- Segn H. Pieron, hay sensacin cuando la eficacia de una estimulacin es revelada por
una reaccin global del organismo, una modalidad particular de actividad, una forma de conducta o una
modificacin consecutiva de ciertos comportamientos. En otras palabras, cuando el efecto de la
estimulacin puede integrarse en el sistema de la vida psquica que gobierna la adaptacin del organismo
al medio. La excitacin y la reaccin general no involucran forzosamente la sensacin. Ver Excitacin.
Kaufmann M, La sensibilidad. Publicacin interna de la Ctedra de Psicologa General I del Departamento de Psicologa
de la Facultad de Filosofa y Letras de la Universidad de Buenos Aires. Ficha N 319. 1971.

Generalidades.- Vivencia subjetiva producida por la accin de un estmulo sobre los rganos
sensoriales. Puede entenderse tambin como sinnimo de sentimiento. Existen diferentes clases de
sensaciones en funcin del rgano sensorial que interviene: sensacin visual (cromtica y acromtica),
sensacin auditiva (de ruido y de tono), olfativa, gustativa y tctil (de dolor, presin o temperatura).
Estas sensaciones responden a estmulos externos, pero tambin existen sensaciones que responden a
estmulos internos: musculares, tendinosas, respiratorias, articulares, etc. En las sensaciones hay que
distinguir su intensidad, duracin y cualidad. El psiclogo alemn W. Wundt, considerado el padre de la
psicologa, distingue entre sensacin y percepcin de tal forma que, para l, la sensacin es un elemento
y la percepcin un conjunto integrado por esos elementos. Posteriormente se abri un debate entre
diferentes psiclogos y escuelas psicolgicas sobre qu se daba en primer lugar o qu englobaba a qu.
Actualmente se estudia la sensacin desde el punto de vista neurofisiolgico, y se debate hasta qu
punto las sensaciones son el reflejo de los estmulos que llegan al rgano receptor, puesto que todava es
desconocido el mecanismo por el cual las sensaciones se hacen concientes. En cuanto a la duracin de
stas, se sabe que no alcanzan su plenitud hasta despus de un breve lapso de tiempo que dura de 1/4 a
1/80 partes de segundo, duracin que depende del sentido del que se trate, y que la extincin de la
sensacin es gradual.
Farr Mart J (1999) Diccionario de psicologa. Barcelona: Ocano.

Procesos sensitivos.- 1. El estudio de la sensacin es el estudio de cmo las diversas clulas receptoras
en los organismos de los sentidos convierten la forma de energa fsica en mensajes nerviosos; cmo
llegan estos mensajes al sistema nervioso central; y las diferentes experiencias que originan. El proceso
afn de la percepcin es la interpretacin de los datos sensitivos por el cerebro.
2. En todos los procesos sensitivos alguna forma de energa estimula una clula receptora en uno de los
rganos de los sentidos. La clula receptora transforma entonces la energa en una seal nerviosa. En
esta forma la seal nerviosa pasa por los nervios sensitivos y llega al sistema nervioso central, y se
codifica ulteriormente. Al momento que llega al cerebro, su mensaje es muy preciso. El cerebro crea la
ilusin de una experiencia sensitiva al interpretar los disparos en varias fibras nerviosas, como los
nervios ptico y auditivo.
3. La intensidad mnima de energa que se requiere para producir alguna sensacin se denomina umbral
absoluto. El umbral absoluto de cualquier sentido es muy bajo. El cambio ms pequeo de estimulacin
que una persona puede detectar se denomina diferencia de umbral o diferencia apenas perceptible. En
general, cuanto ms fuerte sea la estimulacin global, mayor ser el cambio que se necesita para que
pueda sentirse.
4. La luz entra al ojo a travs de la cornea y pasa por la pupila, que se extiende o contrae para dejar
pasar ms o menos luz. La parte coloreada del ojo alrededor de la pupila es el iris. Dentro de la pupila la
luz pasa por el cristalino que la enfoca en la retina. Las imgenes se encuentran en el foco ms preciso,
en la fvea, mancha deprimida en la retina justo por detrs del cristalino.
5. El estmulo fsico del sentido de la vista es solo un pequeo segmento del espectro de energa
electromagntica. Existen dos clases de receptores en la retina, los conos y los bastones. Los conos
funcionan en el da (luz diurna) y reaccionan a los colores. Los bastones son los principales responsables
de la visin nocturna cuando no hay luz suficiente para estimular los conos. La fvea contiene miles de
conos pero ningn bastn.
6. En general varios bastones se unen con una solo neurona bipolar, mientras que la mayor parte de los
conos se conectan a su propia neurona bipolar. La conexin de uno a uno en la fvea entre los conos y
las neuronas bipolares permiten la mxima agudeza visual, o sea la capacidad de distinguir detalles finos.
Por tanto, la visin es ms precisa cuando la imagen llega directamente a la fvea; fuera de la fvea la
agudeza disminuye en forma importante.
7. Cuando la intensidad de la luz se modifica, las clulas receptoras cambian su propia sensibilidad. Esto
se llama adaptacin a la oscuridad, tanto los bastones como los conos se vuelven ms sensibles a la luz
en respuesta a los bajos niveles de iluminacin; en la adaptacin a la oscuridad, tanto los bastones como
los conos se vuelven ms sensibles a la luz, al aumentar la iluminacin. Adems los pequeos
movimientos oculares involuntarios mantienen una imagen en ligero movimiento en la retina; as que los
receptores nunca se adaptan por completo.
8. Los mensajes nerviosos se originan en la retina, pero deben llegar al cerebro para que se produzca
una sensacin visual. Dentro de la retina bastones y conos se unen a las neuronas bipolares; por
consiguiente, conectan las clulas ganglionares. Los axones de las clulas ganglionares convergen para
formar el nervio ptico que lleva mensajes del ojo al cerebro. Las fibras del nervio ptico del lado derecho
de cada ojo van al hemisferio derecho del cerebro; las del izquierdo llegan al hemisferio izquierdo. Las
fibras cruzan al lado opuesto del quiasma ptico. Algunos estmulos llegan a las partes del cerebro que
controlan los movimientos retinianos. Otros se dirigen a las reas de proyeccin visual en el cerebro.
9. Tono, saturacin y brillantez son tres aspectos de la experiencia del color. El tono (matiz) se refiere a
lo que la mayora de nosotros llamamos color (por ejemplo, rojo, verde, azul). La saturacin designa la
pureza del tono; y la brillantez indica la intensidad del tono (de claridad a oscuridad).

10. Existen dos procesos para mezclar los colores. En la mezcla de color aditiva, las luces de colores
diferentes se combinan para crear un nuevo tono. Dos colores que no se encuentran en el espectro y que
originan un gris neutro al mezclarse se denominan colores complementarios. La mezcla de color puede
producir colores que no estn en el espectro (colores no espectrales). Tres colores que, cuando se
combinan en cantidades iguales producen gris y cuando se mezclan en varias intensidades desiguales
pueden originar cualquier color visible, son los colores primarios. La mezcla de color por sustraccin
consiste en combinar pigmentos que reflejan slo los tonos, que son reflejados por los pigmentos en la
mezcla.
11. Existen dos teoras principales de la visin en color. De acuerdo con la teora tricromtica, el ojo tiene
tres clases diferentes de receptores de color que reaccionan a la luz roja, a la verde y a la azul,
respectivamente. Al combinar estos tres colores bsicos, el ojo puede detectar cualquier color en el
espectro. La teora del proceso opuesto acepta la idea de que hay tres clases diferentes de receptores,
perro seala que cada receptor reacciona a algn elemento de los tres pares bsicos de color: rojo-verde,
azul-amarillo y negro-blanco (oscuro y claro).
12. La teora tricromtica proporciona una explicacin convincente del daltonismo (ceguera al color),
incapacidad total o parcial de percibir los tonos. La gente con visin normal puede percibir cualquier tono
al combinar solamente los tres colores primarios: a estas personas se las denominan tricrmatas. Las
monocrmatas tienen una rara deficiencia al color, no perciben ningn color, en cambio, las dicrmatas
son ciegas ya sea al rojo-verde o al azul-amarillo. La teora del proceso opuesto puede con mayor
facilidad explicar las imgenes secundarias, experiencias que ocurren cuando un estmulo se elimina.
13. La investigacin moderna ha dado apoyo a ambas teoras. Ahora se sabe que existen tres tipos de
receptores de color en la retina. Adems las neuronas bipolares o las clulas ganglionares procesan
seales codificadas de los receptores segn un principio de proceso opuesto. Cuando estas seales llegan
al cerebro, los receptores del color en la corteza visual los procesan ulteriormente, en una forma de
proceso opuesto. Por tanto, Helmholtz y Hering tienen razn en parte.
14. Los estmulos fsicos del sentido de la audicin son las ondas sonoras. Su frecuencia determinan el
tono de un sonido; su amplitud rige la sonoridad y los semitonos determinan el timbre.
15. Las ondas sonoras producen vibracin del tmpano. La vibracin La vibracin hace que los huesos del
odo medio (el martillo, el yunque y el estribo) vibren en secuencia. Estas vibraciones se intensifican al
pasar por el odo medio y entrar al odo interno. Las vibraciones hacen all que el lquido dentro de la
cclea se mueva, empujando la membrana basilar y el rgano de Corti hacia arriba y abajo. Dentro del
rgano de Corti hay pequeas clulas las ciliadas que son receptores para la audicin. La estimulacin de
estos receptores produce seales auditivas que se trasmiten por el nervio auditivo al cerebro.
16. La teora del lugar de audicin sostiene que el cerebro determina el tono al delimitar el sitio donde el
mensaje es ms fuerte en la membrana basilar. La teora de la frecuencia establece que la frecuencia de
las vibraciones de la membrana basilar, en conjunto, se traducen a una frecuencia equivalente de los
impulsos nerviosos. Las neuronas, no pueden excitarse tan rpido como la frecuencia del sonido tonal
ms alto. Esto sugiere un principio de descarga, por el cual las clulas nerviosas descargan en secuencia
para enviar una serie rpida de impulsos al cerebro.
17. Los sentidos vestibulares indican en qu posicin est el cuerpo, si se est moviendo, y qu direccin
es correcta. Los receptores para este sentido se localizan en los rganos vestibulares en el odo medio. El
mareo por movimiento se origina en los rganos vestibulares y puede producirse por discrepancias entre
las sensaciones vestibulares y la informacin visual.
18. Al sentido del olfato lo activan sustancias en molculas transportadas por el aire a las cavidades
nasales. Ah activan los receptores del olfato que se localizan en un rea de tejido denominado epitelio
olfatorio. Los mensajes van directamente a los dos bulbos olfatorios en el cerebro. La teora
estereoqumica de los olores es un sistema de clasificacin de olores que se basa en la estructura de las
molculas productoras de olor. El hombre est ms capacitado a detectar la presencia de los olores que a
identificar su fuente.
19. Las clulas receptoras del sentido se encuentran en los botones gustativos de la lengua. Cada botn
contiene un racimo de receptores del gusto, o clulas ciliadas, que hacen que sus neuronas adyacentes
emitan descargas al activarse por las sustancias qumicas en la comida. Percibimos solo cuatro clases de
sabores primarios (dulce, amargo, salado y cido), los cuales se combinan para combinar todos los otros.
20. Los receptores en la piel caen dentro de tres categoras. Las terminaciones nerviosas libres estn
exactamente por debajo de la piel y son responsables del dolor, la temperatura y tal vez la presin. Las
terminaciones nerviosas en cesto se enrollan en la base de un cabello y reaccionan al tacto o a la presin
suave. En los rganos terminales encapsulados una fibra nerviosa termina dentro de una especie de
cubierta o cpsula. Las fibras de todos los receptores llegan al cerebro por la mdula espinal, cruzndose
en varios puntos hasta que los mensajes del lado izquierdo del cuerpo alcanzan el hemisferio derecho y
viceversa.
21. El sentido de la temperatura depende de los dos grupos de receptores: un grupo para el calor y otro
para el fro. Si se estimulan ambos al mismo tiempo, el cerebro interpreta como caliente su patrn
combinado de estimulacin. Esto se llama calor paradjico.

22. El dolor est sujeto a mayor interpretacin individual que los otros sentidos. Existen tres enfoques de
la teora del dolor. Uno establece que los receptores primarios del dolor son las terminaciones nerviosas
libres que actan en cadena para enviar los mensajes al cerebro. El segundo, la teora del patrn,
sostiene que la percepcin del dolor se basa en la intensidad del estmulo y la forma en que el sistema
nervioso la codifica. El tercero tiene elementos de las otras dos teoras y es la teora de control de
entrada. De acuerdo con ella, el sistema que seala el dolor tiene un mecanismo como puerta que, segn
el nivel de actividad de las fibras largas, puede abrirse totalmente, abrirse en parte o cerrarse. Si la
entrada se cierra, no llegar en mensaje de dolor al cerebro no habr la sensacin de dolor. El
mecanismo exacto propuesto por esta teora se ha rechazado, pero los principios bsicos han sido
aplicados con xito en el rea de la investigacin del dolor.
23. Las encefalinas y las endorfinas reducen el dolor al inhibir el estmulo de los impulsos nerviosos que
van al cerebro. La teora por acupuntura parece funcionar por estimulacin qumica cuando se liberan
estas sustancias que bloquean los impulsos dolorosos.
Sntesis de Morris C (1985) Psicologa. Mxico: Prentice-Hall. Captulo 3.

SENSOPERCEPCIN
Definicin.- La sensopercepcin permite adquirir todo el material del conocimiento procedente del
mundo exterior y del mundo interior fsico y mental. Se requiere la participacin activa: 1) de los cinco
sentidos externos: vista, odo, gusto, olfato y tacto; 2) de los sentidos internos: cenestsico, cintico o
kinestsico y el de orientacin y 3) de la percepcin del mundo mental por la conciencia (Betta,
1984:85). Normalmente, en un acto de atencin y en la unidad de tiempo (por segundo) se perciben
claramente cuatro unidades de percepcin (Betta, 1984:86).
Betta Juan (1984) Manual de Psiquiatra. Buenos Aires: CEA, Octava edicin.
Alteraciones cuantitativas.- Pueden distinguirse, segn Betta, variaciones normales y variaciones
patolgicas en la sensopercepcin.
a) Variaciones normales: 1) Disminuye por la fatiga de la atencin. Vara en los diversos momentos del
da. 2) Percepcin ms activa y clara por entrenamiento especial. 3) Mayor inters produce mayor
concentracin atentiva y mayor claridad.
b) Variaciones patolgicas: 1) Aceleracin de la percepcin: aumento de las unidades de percepcin por
segundo; en los casos de aceleracin del ritmo psquico (excitacin psicomotriz). 2) Retardo de la
percepcin: disminucin del nmero de percepciones por segundo; en los casos de retardo del ritmo
psquico (depresin psicomotriz, confusin mental). 3) Abolicin de la percepcin, normalmente en el
sueo y en el caso de lesiones del sistema nervioso central: en zona sensorial determinada (odo vista,
etc.). Apercepcin psquica; lesiones perifricas de los aparatos perceptivos, agnosia o falta de
conocimiento (Betta, 1984:87).
Betta Juan (1984) Manual de Psiquiatra. Buenos Aires: CEA, Octava edicin.
Alteraciones cualitativas.- Betta (1984:87) distingue tres categoras: ilusiones, alucinaciones, y otras
alteraciones perceptivas (como pseudoalucinaciones, alucinaciones psquicas, alucinosis, alucinaciones
verbomotoras, alucinaciones hipnaggicas, alucinaciones extracampinas, percepciones delirantes y eco o
sonorizacin del pensamiento).
Betta Juan (1984) Manual de Psiquiatra. Buenos Aires: CEA, Octava edicin.

SENTIDO COMN
Definicin.- El sentido comn es la habilidad para encarar problemas en forma intuitiva, rpida y tal vez
inesperadamente exacta. El trmino suele aplicarse a ciertas habilidades como las interpersonales o las
mecnicas, pero no a otras como el sentido musical. El trmino se puede aplicar tambin a quienes
parecen capaces de planear con anticipacin, explotar oportunidades, guiar sus destinos y los ajenos de
forma prudente, no contaminados por ideologas o teoras complejas, todo lo cual estara relacionado con
la inteligencia intrapersonal y con la esfera de la voluntad.
Gardner Howard, Estructuras de la mente: la teora de las mltiples inteligencias, Mxico, Fondo de Cultura
Econmica, 1983, pg. 320.

Definicin.- 1. Juicios y conclusiones que se fundan en la experiencia individual pasada ms bien que en
una valoracin crtica de los datos. 2. Trmino usado en la doctrina de Aristteles para designar la
capacidad de unir los sentidos separados, y tambin la capacidad para aprehender cualidades comunes a
todas las experiencias (espacio, tiempo, nmero, etc.), que son llamadas common sensibles. Fue
transmitido por escritores medievales y usado en el siglo XVIII (especielamente por Thomas Reid) para
indicar la fuente de actos mentales tales como las intuiciones, las verdades axiomticas, etc. (Warren).
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

SENTIDO DEL HUMOR


Generalidades.- El Dr. Richard Wiseman, de la Universidad de Hertfordshire, ide y condujo un
experimento respaldado por la Asociacin Britnica para el Progreso de la Ciencia. Durante los tres meses
de experimentacin (<http://www.laughlab.co.uk>), alrededor de 10.000 chistes fueron sometidos a la
evaluacin de ms de 70 pases, y alrededor de 100.000 usuarios de Internet dieron su opinin.
Entre los hombres, los chistes ms votados incluan agresin, menosprecio de las mujeres e insinuaciones
sexuales. Las mujeres, por su parte, no vieron nada de gracioso en esas mismas bromas. No resulta
sorprendente que las mujeres difieran de los hombres en cuanto a qu consideran gracioso. Ni tampoco
que difieran entre s los gustos de personas de diferentes nacionalidades. Los investigadores calificaron a
las nacionalidades de acuerdo con el grado de gracia que le hacan los chistes. Los alemanes resultaron
ser los que se divertan ms fcilmente. El 35% de las bromas les resultaron muy graciosas. Los
franceses fueron los segundos reidores de la lista de nacionalidades, y las computadoras, por su parte,
generaron los chistes peor evaluados de la investigacin.
Condensado de Tom Kuntz, El sentido del humor segn nacionalidades y sexo. The New York Times/LA NACION Julio
2002.

Sentido del humor en pacientes mentales graves.- Resumen: El sentido del humor es una capacidad
nica del ser humano. La risa y el sentido del humor merecen un importante protagonismo dentro de la
psicologa positiva, Se le atribuyen numerosos beneficios psicolgicos, fsicos y sociales, por lo que el uso
del humor como intervencin teraputica se ha estudiado en diversos sectores de la poblacin, En
relacin a las personas con trastorno mental grave, pensamos que puede ser interesante la aplicacin de
programas de mejora del sentido del humor, y adems en el marco de la Rehabilitacin Psicosocial
(filosofa de trabajo y tcnicas que seguimos en nuestras intervenciones rehabilitadoras). Los programas
de mejora del humor pueden ser una intervencin eficaz para mejorar el control de los factores de estrs,
la resolucin de problemas, las habilidades sociales y las relaciones interpersonales, con el fin ltimo de
contribuir a mejorar el funcionamiento psicosocial de los pacientes e incrementar su calidad de vida. En
este trabajo hacemos, en una primera parte, una revisin conceptual sobre el sentido del humor, modelo
tericos, localizacin cerebral, trastorno mental grave y aplicaciones teraputicas. En una segunda parte
se describe el programa de mejora del sentido del humor utilizado en el Centro de Rehabilitacin
Psicosocial (objetivos, metodologa, evaluacin,) as como su desarrollo y resultados. Como conclusin,
compartimos la opinin de Buxman, K (2004) respecto a que el empleo del humor como una
intervencin planificada con personas que tienen un trastorno mental grave ofrece numerosos beneficios
teraputicos.
Mercedes Chico del Ro; Beatriz Soro Blanco; Alicia Martn Jurado, Aplicacin teraputica del humor en personas con
enfermedad mental grave: Grupo de mejora del sentido del humor. INTERPSIQUIS. -1; (2008).

En pediatra.- Introduccin: Los pacientes peditricos son especialmente susceptibles al estrs. De ah


que el humor se use como estrategia en muchos hospitales en el mundo para disminuir el estrs durante
la hospitalizacin, especialmente en los nios.
Mtodos: Se realizaron intervenciones peridicas en las unidades intermedias de Kennedy y Cuba de la
ESE Salud Pereira, que inicialmente se basaron en el cambio del ambiente hospitalario: la decoracin de
las salas y los implementos utilizados por el personal de salud. Los grupos de voluntarios fueron
entrenados en tcnicas de clown, construccin de personajes y juego personalizado.
Resultados: Se realizaron 108 intervenciones, con un promedio de 12 por mes, en un perodo de 9
meses, en las cuales se trabaj con 648 nios, con una relacin de 72 nios por mes; sus edades
fluctuaron entre los 2 meses y los 14 aos. Se destaca el impacto favorable en el ambiente hospitalario y
en la sensacin subjetiva de un mayor bienestar por parte de pacientes, familiares de pacientes y
personal de salud, adems del inters y la necesidad de llevar a cabo estudios que utilicen marcadores
biolgicos de estrs para valorar el impacto en los pacientes peditricos hospitalizados de este tipo de
programas.
Discusin y conclusiones: Los resultados cualitativos de esta intervencin fueron los esperados y la
valoracin subjetiva del personal de salud, de los pacientes y de sus familiares fueron satisfactorias en
cuanto al logro de este objetivo. Esta experiencia suma argumentos para la discusin acerca de la
necesidad de implementar programas de este tipo en las instituciones de salud y la inclusin de
formacin acerca de terapia del humor en los currculos de las carreras de las reas de la salud.
Julio Csar Snchez Naranjo; Julio Csar Gutirrez Segura; Jorge Javier Santacruz...(et.al) El humor como estrategia
teraputica en nios hospitalizados en unidades peditricas en Pereira (Colombia). Reporte de una experiencia.
REVISTA COLOMBIANA DE PSIQUIATRA. 2009 MAR;38(1):99-113.

SENTIMIENTO
Definicin.- El sentimiento es un estado afectivo elaborado en la conciencia mediante el aporte del
juicio y del razonamiento, que le confieren los caracteres de estabilidad, subjetividad y especificidad

individual, y cuyo grado de pureza depende de la capacidad comprensiva de cada intelecto y la tonalidad
depende de las inclinaciones naturales de la personalidad. Hay sentimientos: egostas, altruistas e
impersonales (Betta, 1984:201).
Betta Juan (1984) Manual de Psiquiatra. Buenos Aires: CEA, Octava edicin.

Definicin.- Segn McDougall (1908) es "un sistema organizado de disposiciones emocionales que se
centran alrededor de la idea de algn objeto". Segn este autor, existen tres sentimientos: amor, odio y
autoconsideracin.
Rycroft Ch., "Diccionario de psicoanlisis", Buenos Aires, Paids, 1976, pg. 104.

Generalidades.- Lejos de reducirse a la designacin de un afecto, el sentimiento es su interpretacin en


el sentido ms vigoroso, que liga una vivencia incognoscible en s a una causa que se supone acorde con
lo que se vivencia.
En relacin con la castracin, la violencia primaria actuara en dos momentos ya marcados por Freud:
cuando la madre amenaza con un castigo designando al padre como ejecutor (odo), y segundo cuando
el nio hace efectiva la amenaza ante la visin del sexo diferente (vista). Este redoblamiento permitir e
inducir el pasaje del afecto al sentimiento: ubica a nio frente a la vivencia afectiva y a la designacin
de lo que ser necesario apropiarse para adecuarla a la realizacin de la demanda.
Aulagnier P, La violencia de la interpretacin, pg. 142.

SER EN EL MUNDO
Generalidades.- Podemos comprender qu significa ser-en-el-mundo si equiparamos esta idea con la de
trascendencia. Al trascender pertenece tanto aquello hacia lo cual se trasciende (el mundo) como
tambin lo trascendido (yo-mismo), o sea el yo trasciende hacia el mundo. No tiene sentido entonces
separar mundo y yo, objeto y sujeto. Heidegger destacar esta unidad de la existencia humana y el
mundo.
La enfermedad psquica implica una modificacin de este ser-en-el-mundo, hay una perturbacin de la
trascendencia, y el anlisis existencial en psiquiatra investiga estas modificaciones de la estructura del
ser-en-el-mundo.
Hay as distintas formas de ser-en-el-mundo, y en las formas patolgicas hallamos tanto una
mundanizacin (o modificacin de la configuracin del mundo) como una desmundanizacin (aislarse del
mundo). En este ltimo caso aparece una falta de libertad: el ser est determinado por un rgido
bosquejo del mundo. Binswanger menciona aqu una variante no contemplada por Heidegger: el serms-all-del-mundo como ser de la existencia, que no es otra cosa que el amor. Aqu tambin esta
estructura puede modificarse, generando por ejemplo el autismo.
Binswanger L, De la direccin analtico-existencial de la investigacin psiquitrica. Includo en Binswanger L, Artculos
y conferencias escogidas.

SER HUMANO
Generalidades.- El ser humano puede ser caracterizado por lo siguiente:
a) Su condicin de pertenecer a una naturaleza muy peculiar, la humana. A partir del Renacimiento es
cuando el hombre comprende que forma parte de la naturaleza, pero mucho ms tardamente acepta que
forma parte, adems, de una naturaleza distinta y muy particular; su condicin de ser social hace que
paulatinamente se estructure una sntesis integrada de naturaleza y sociedad, en la que esta ltima no es
un factor superficial que modifica caractersticas transitorias o no esenciales del ser humano, sino que
cambia profunda y sustancialmente la primitiva condicin del ser natural, en el sentido de depender en
gran parte, o totalmente, de la naturaleza.
b) Su condicin de ser concreto, esto es, que pertenece a determinada cultura, a determinada clase
social, grupo tnico, religioso, etc., y que esta pertenencia (pgina 19) no es casual o aleatoria, sino que
integra su ser y su personalidad. Que no se debe estudiar la conciencia o la atencin in abstracto, sino la
conducta concreta de tal individuo o de tal grupo en tales condiciones concretas y en un momento dado.
c) Su condicin de ser social, solo por la cual es un ser humano; que solo deviene tal por la incorporacin
y organizacin de experiencias con los dems individuos y que el conjunto de las relaciones sociales es lo
que define al ser humano en su personalidad.
d) Su condicin de ser histrico, tanto en el sentido individual como social; que es el producto de un
desarrollo en el cual emergen nuevas potencialidades, que no se dan de una vez para siempre en forma
fija e inmutable. Que este alto grado de desarrollo depende de una compleja organizacin de la materia
viva y es reflejo de la estructura social, en el ms amplio sentido.
e) Que en medio ambiente del ser humano es un ambiente social, y que los estmulos fundamentales
para la organizacin de sus cualidades psicolgicas provienen de este ltimo.
f) No puede conocerse la condicin del ser humano por pura reflexin; el conocimiento que se alcanza
est, a su vez, socialmente condicionado.

g) Que el hombre es el nico de los seres vivos que puede pensarse a s mismo como objeto, utilizar el
pensamiento, concebir smbolos universales, crear un lenguaje, prever y planificar su accin, utilizar
instrumentos y tcnicas que modifican su propia naturaleza. Que aun formando parte de la naturaleza,
puede en cierta medida ser independiente de ella. Todo esto est en estrecha relacin con su posibilidad
-distinta de los animales- de producir sus medios de subsistencia.
h) Que la produccin de estos medios de subsistencia crea la matriz fundamental de todas las relaciones
humanas (pgina 18).
Bleger Jos (1965) Psicologa de la conducta. Buenos Aires: Eudeba. 3 edicin.

SERIES COMPLEMENTARIAS
Generalidades.- Constituye la teora de una causalidad introducida por Freud y que, en buena medida,
coincide con ciertos aspectos fundamentales de la causalidad recproca. Con ellas estudi Freud
principalmente los fenmenos comprendidos en la psicopatologa, pero se aplican tambin a toda la
psicologa. En las series complementarias hay tres series de causas que no actan independientemente,
sino que, en realidad, lo que acta es la resultante de la interaccin (pgina 121).

11. Factores congnitos y hereditarios

22. Experiencias infantiles

33. Disposicin

4. Factores actuales o desencadenantes


4

55. Efectos

Una primera serie complementaria est dada por los factores hereditarios y congnitos. En factores
hereditarios se incluyen todos aquellos transmitidos por la herencia, es decir, por los genes; en los
factores congnitos se incluyen todos aquellos que provienen del curso de la vida intrauterina. Una
segunda serie complementaria est constituida por las experiencias infantiles, que adquieren una
importancia fundamental porque ocurren en una poca de formacin de la personalidad y, por lo tanto
son ms decisivas. Una tercera serie complementaria est constituida por los factores desencadenantes o
actuales. Estos ltimos actan sobre el resultado de la interaccin entre la primera y segunda serie
complementaria, es decir, sobre la disposicin (pgina 122).
La primera serie complementaria da, como resultado, lo que se denomina el componente constitucional.
Tanto sta como la segunda serie complementaria, se pueden incluir dentro de lo que Lewin ha llamado
la causalidad histrica, mientras que la disposicin y los factores desencadenantes constituyen la
causalidad sistemtica, porque hay que tener en cuenta que la disposicin es tambin un factor actual,
integrante del campo presente, al igual que los factores desencadenantes. Los efectos pueden reactuar,
solamente, sobre estas dos ltimas series complementarias, es decir, modificando la disposicin y/o los
factores desencadenantes; no pueden modificar el pasado (la herencia y las experiencias infantiles), pero
s la gravitacin de los mismos. Existe tambin una interaccin entre los factores desencadenantes y la
disposicin, en el sentido de que esta ltima acenta, promueve o estructura la actuacin de
determinadas causas desencadenantes, y estas ltimas pueden, a su vez, modificar la disposicin. Por
supuesto que todas estas interacciones tanto como existen pueden dejar de existir y entrar en un crculo
vicioso, estereotipado (paralizacin del aprendizaje), tanto como se pueden distorsionar, perturbar o
influir positivamente (pgina 122).
Las tres series complementarias estn siempre presentes en toda conducta (normal o patolgica), pero
puede existir un predominio (siempre relativo y nunca absoluto) de cada una de las series en los casos en
que la intervencin de cada una de ellas sea preponderante; cuando tal es el caso para la primera y
segunda serie complementaria (constitucin y disposicin), se caracteriza como un predominio de
factores endgenos, mientras que cuando lo importante es el factor desencadenante, se caracteriza como
un predominio de los factores exgenos. Entre ambos, no hay contradiccin o exclusin, siempre estn
presentes ambos, aunque, como acabamos de ver, puede ocurrir un predominio de alguno de ellos. Estas
denominaciones, segn el predominio de alguna de las series complementarias, se utilizan para calificar
tanto las causas como las conductas mismas (normales o anormales: sntomas y enfermedad). Exgeno
y endgeno califican solamente predominios relativos, pero no son excluyentes; lo exgeno solo puede
actuar a travs de lo endgeno, y a su vez este ltimo condiciona o modifica al primero. Adems, lo
endgeno ha sido a su vez, en algn momento del desarrollo, tambin exgeno (pgina 122).

Bleger Jos (1965) Psicologa de la conducta. Buenos Aires: Eudeba. 3 edicin.

SEXUALIDAD
Definicin.- Funcin de relacin con los dems caracterizada por la bsqueda de comunicacin,
afectividad y placer. Complementariamente puede implicar reproduccin. Es una constante del ser
humano desde el nacimiento hasta la muerte. Su estructuracin es fundamentalmente social y cultural
ms que biolgica.
Barragn Medero F, (1991), La educacin sexual. Gua terica y prctica. Barcelona: Paids, pg. 154.

Definicin de sexo.- Conjunto de caracteres biolgicos, inicialmente inmodificables por la cultura.


Genitales externos, vulva o pene, y diferencias reproductivas biolgicas.
Barragn Medero F, (1991), La educacin sexual. Gua terica y prctica. Barcelona: Paids, pg. 154.

Sexualidad y reproduccin.- En la reproduccin un solo individuo genera dos o ms. En la sexualidad


deben unirse dos individuos. En los protozoos reproduccin no est asociada con sexualidad, pues se
reproducen vegetativa o asexualmente, es decir a partir de un solo individuo (sea por singamia o por
conjugacin). Los protozoos slo se reproducen sexualmente en condiciones adversas, como el
hacinamiento o el hambre.
Weiss, La ciencia de la zoologa. Ed. Omega, pgs. 280-285.

Iniciacin.- La vida sexual de las mujeres europeas comienza a una edad cada vez ms temprana (a
los 16 aos en algunos pases) y se prolonga ms all de la menopausia, segn un estudio del Instituto
Nacional de Estudios Demogrficos de Francia (INED).
La investigacin revela que las islandesas siguen siendo las ms precoces, ya que la media tiene su
primera relacin sexual con 16 aos y tres meses, seguidas de las mujeres escandinavas, que hacen por
primera vez el amor a los 17 aos. Con 18 aos suelen adentrarse en el mundo sexual las jvenes de
pases como Francia, Alemania y Gran Bretaa, mientras que las mujeres de Grecia y Portugal (los nicos
pases del sur de Europa de los que dispone de datos el INED) tienen su primera experiencia sexual con
19.
Los autores del estudio subrayan que la reduccin de la edad de la primera relacin sexual de las mujeres
es un fenmeno que afecta a toda Europa y que los pases en los que stas son ms precoces son los
mismos en 1997 que en la dcada de los aos 50. Por otra parte, sealan los investigadores, en todos los
pases europeos la distancia entre los sexos en relacin a la primera experiencia sexual se ha reducido en
los ltimos cincuenta aos y las edades de la primera relacin convergen cada vez ms. De hecho, en
algunas naciones, como Dinamarca y Noruega, las mujeres son incluso ms precoces que los hombres
desde comienzos de la dcada de los 90. El anlisis refleja por otra parte que el comportamiento sexual
de los hombres ha cambiado menos que el de las mujeres en la segunda mitad de este siglo, ya que la
precocidad sexual que en 1950 caracterizaba a los hombres en los pases del sur de Europa permanece
inalterable en la dcada de los 90. La propagacin del SIDA (Sndrome de Inmunodeficiencia Adquirida)
no ha alterado la edad de la primera relacin sexual de los europeos, aseguran los especialistas. Adems,
la vida sexual de los europeos se prolonga cada vez ms, y la sexualidad despus de los 50 aos ha
experimentado un incremento notable, aunque persiste una considerable diferencia entre los hombres y
las mujeres de esa edad. Cuando casi la totalidad de los hombres con edades comprendidas entre los 50
y los 69 aos tiene una vida sexual activa, un 28% de las mujeres dejan de hacer el amor.
Las europeas se inician sexualmente cada vez mas jvenes En
http://www.geocities.com/HotSprings/Villa/3479/mujeriniciosex.htm

Primera relacin sexual.- Es aquella relacin consentida donde la persona obtiene placer sexual por
primera vez como resultado de la estimulacin de la otra. Una experiencia de este tipo importa
beneficiosos cambios psicolgicos porque genera un campo de confianza en los dems y elevar la
autoestima ("pude hacerlo"). En el caso especial del adolescente, facilita el proceso de identificacin con
el adulto que ser, y el desprendimiento de las identificaciones infantiles.
Cazau P (2001) Vocabulario de psicologa. Buenos Aires: Redpsicologa.

Sexualidad y fantasas.- Los britnicos hacen el amor siete veces al da, aunque slo en sus cabezas,
pero la tendencia es recomendable ya que soar despierto mejora la vida amorosa. Una encuesta de la
revista "Men's Health Magazine" calcul que los hombres se entregan 2.555 veces al ao a las fantasas
erticas. "Las fantasas sexuales mejoran la calidad de vida sexual en la realidad", dijo la publicacin.
(Fuente: La frecuencia de las fantasas erticas. En El Expreso Diario, Buenos Aires, Argentina, 17- 9-95).

Sexualidad y estrs.- La relacin entre el estrs y la sexualidad constituye un vnculo importante poco
trabajado, que a veces se ha abordado desde un marco estrecho, en la bsqueda de diferencias entre los
hombres y las mujeres con relacin a las respuestas de estrs. Tambin se han valorado diferentes

eventos de la pareja como ruptura, matrimonio, muerte del cnyuge y las tensiones que se crean
producto de stos.
Se presenta un programa para manejar el estrs y enriquecer la sexualidad. El programa considera los
siguientes aspectos esenciales: la relacin entre aspectos psquicos y corporales, el uso de terapias
corporales, el grupo como va fundamental para el tratamiento, el enfoque personalizado y la importancia
del enriquecimiento de la sexualidad. Se considera la experiencia y la reflexin como puntos de partida
para la realizacin de los cambios que deben producirse. Se incluyen los Hatha Yoga como modalidad
teraputica fundamental. El programa tiene 3 semanas de tratamiento que contempla 12 sesiones de
trabajo con objetivos y contenidos especficos en cada una de ellas.
Alina Julia Ortega Bravo, Estrs y sexualidad: un programa de intervencin. REVISTA INTERNACIONAL DE
ANDROLOGA. 2007 JUL;5(3).

Servidumbre sexual.- La expresin servidumbre sexual fue elegida en 1892 por Krafft-Ebing para
designar el hecho de que una persona puede llegar a depender en un grado extraordinario de otra con la
que mantiene relaciones sexuales. Esta servidumbre puede alcanzar algunas veces caracteres extremos,
llegando a la prdida de toda voluntad propia y al sacrificio de los mayores intereses personales, Ahora
bien: el autor no olvida advertir que cierta medida de tal servidumbre es absolutamente necesaria si el
lazo ha de lograr alguna duracin. Esta cierta medida de servidumbre sexual es, en efecto,
indispensable como garanta del matrimonio, y tal y como ste se entiende en los pases civilizados, y
para su defensa contra las tendencias polgamas que lo amenazan. Entendindolo as, nuestra sociedad
civilizada ha reconocido siempre este importante factor.
Krafft-Ebing hace nacer la servidumbre sexual del encuentro de un grado extraordinario de
enamoramiento y debilidad de carcter, por un lado, con un ilimitado egosmo, por otro. Pero la
experiencia analtica no nos permite satisfacernos con esta sencilla tentativa de explicacin. Puede
comprobarse ms bien que el factor decisivo es la magnitud de la resistencia sexual vencida, y
secundariamente la concentracin y la unicidad del proceso que culmin en tal victoria. La servidumbre
es as ms frecuente e intensa en la mujer que en el hombre, si bien este ltimo parece actualmente
mucho ms propenso a ella que en la antigedad. En aquellos casos en los que hemos podido estudiar la
servidumbre en sujetos masculinos hemos comprobado que constitua la consecuencia de unas relaciones
erticas en las que una mujer determinada haba logrado vencer la impotencia psquica del sujeto, el cual
permaneci ligado a ella desde aquel momento. Muchos matrimonios singulares y algunos trgicos
destinos -a veces de muy amplias consecuencias- parecen explicarse por este origen de la fijacin ertica
a una mujer determinada.
Freud S (1918), El tab de la virginidad.

SHAMN
El shamn y su eficacia simblica segn Lvi-Strauss.- El primer gran texto mgico-religioso
conocido dentro de las culturas sudamericanas arroja nueva luz sobre la cura shamanstica. Dentro de l
hay por ejemplo un canto para ayudar en el parto difcil que describe la confusin de la partera y su
pedido de ayuda al shamn. Este trae imgenes esculpidas en ciertos materiales que le dan eficacia
simblica. El shamn viajara al mundo de los espritus malignos para sacar el doble del enfermo y
restiturselo, para poder ser curado.
El shamn no toca el cuerpo del enfermo ni le da remedios, con lo que hay que pensar en una influencia
psicolgica. Los males y los dolores son personificados en espritus para que el enfermo pueda
aprehenderlos, conciente o inconcientemente. Se trata de restablecer un orden sobre el cual ya no pesa
ninguna amenaza.
La mitologa del shamn no corresponde a una realidad objetiva pero eso no importa: la enferma cree en
esa realidad, y es miembro de una sociedad que tambin cree en ella. Es como si nosotros, invocando la
presencia de un virus, cursemos a una persona. El shamn da a la enferma un lenguaje en el cual puede
formular estados informulables por otro medio.
As es que la cura shamanstica est a medio camino entre nuestra medicina orgnica y la cura
psicoanaltica. Comparemos entonces la cura shamanstica y la psicoanaltica.
En ambos casos el fin es hacer concientes conflictos y resistencias que han permanecido inconcientes,
sea por represin, sea por causas orgnicas (como el caso del parto del shamn).
En ambos casos la cura se produce no por tomar conocimiento del conflicto sino porque dicho
conocimiento permite experimentar una situacin donde el conflicto se desbloquea, se reactualiza y
puede resolverse. Es la llamada abreaccin (en psicoanlisis).
Shamn y psicoanalista son verdaderos protagonistas: el shamn entra al cuerpo para curarlo, y el
psicoanalista entra a la familia (con la transferencia). Ambos construyen un mito que el paciente debe
revivir. Hay diferencias inversas: uno apunta a la cura psquica, otro a la orgnica; uno escucha, otro
habla. En ambos hay una eficacia simblica: no son las palabras sino lo que representan simblicamente
lo que llega al inconciente.

En la cura psicoanaltica, el mdico cumple las operaciones y el enfermo produce su mito; en la cura
shamanstica, el mdico proporciona el mito y el enfermo cumple las operaciones (dilatacin del tero,
etc.). Tal la nica diferencia entre ambos: en un caso el enfermo reencuentra el mito como tesoro
individual, en el otro lo recibe como tradicin colectiva.
El subconciente son los contenidos aprendidos, la memoria, en cambio el inconciente es una estructura
que recibe esos datos del subconciente y les otorga significacin, los organiza segn sus leyes y se
constituye, as, el discurso.
La analoga entre ambos mtodos sera mayor si se pudiera admitir, como est empezando a ocurrir, la
base bioqumica de los trastornos psquicos.
Condensado de Lvi-Strauss C (1986) Antropologa estructural. Mxico: Siglo XXI. 5 edicin. Captulo 10.

S MISMO
Definicin.- El individuo tal como es conocido por l mismo en un marco de referencia socialmente
determinado.
Vander Zanden James, Manual de Psicologa Social, Barcelona, Paids, 1986, pg. 626.

Definicin.- Hay que distinguir entre el Yo (Ego) y entre el s mismo (Alemn: seibst; Francs: soi
mme). Segn el Psicoanlisis, el Yo es aquella parte de aparato psquico con la cual el individuo toma
contacto con el mundo esterior, la parte visible de la persona. Este Yo sufre una deformacin por las
fuerzas instintivas y sociales (Ello y Supery); representa, pues, una falsificacin del Yo verdadero que es
el s mismo. Conocer a s mismo es el lema de la filosofa griega; s t mismo: es la meta de la
formacin espiritual del hombre humanista.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

S mismo social.- 1. Aspecto de un individuo que es percibido por los otros en el intercambio social. 2.
Caractersticas de un individuo particularmente aptas para la interaccin social. 3. rea de la
personalidad determinada por influencias sociales. 4. Imagen que el individuo posee de s mismo,
dependiente de las suposiciones sobre cmo es visto por otros individuos.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

S mismo verdadero / idealizado.- Segn K. Horney, se llama s mismo verdadero a la fuente de


energa que todo individuo posee y que puede ser movilizada hacia un crecimiento constructivo y sano,
de caudal variable en atributos y fuerza segn los individuos, y s mismo idealizado al s mismo
perfeccionado y glorificado que el neurtico con su imagen idealizada.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Generalidades.- En contraste con el uso del trmino s mismo por Freud para referirse a la
personalidad del yo emprico, Jung utiliz este trmino para designar un arquetipo central que comprende
elementos concientes o inconcientes. Como su idea del inconciente se extiende a las potencialidades
futuras as como a la experiencia actual y pasada, el s mismo, como centro de una personalidad que es a
la vez actual y potencial, representa no solo lo que la persona era y es, sino tambin lo que ha de devenir
todava (pgina 107).
Kaplan H y Sadock B (1992) Compendio de psiquiatra. Mxico: Salvat. 2 edicin.

Generalidades.- El s-mismo es un patrn constante de apercepcin a travs del cual se organizan los
procesos psicolgicos (Stern, 1985). Este patrn suministra una experiencia subjetiva organizadora que
le da a la percepcin un sentido de coherencia y unidad. Sin un sentido organizador del s-mismo, las
experiencias sensoriales seran fragmentarias e incoherentes, y habra poca diferencia entre el s-mismo
y otros o, para el caso, entre el s-mismo y el resto del mundo. Lo que es ms, sin un sentido del smismo no habra ninguna apreciacin de la continuidad de la experiencia a travs del tiempo, y por lo
tanto ninguna estructura organizadora para la experiencia. Por todo ello resulta evidente que, para
entender cmo se organizan y estructuran los procesos cognitivos y cul es la mejor manera de
cambiarlos, es importante comprender cmo se desarrolla el s-mismo.
El sistema de la memoria es el medio a travs del cual diferentes aspectos de la autoexperiencia (es
decir, el agente, la afectividad, la coherencia y la continuidad a travs del tiempo) se integran en una
nica perspectiva subjetiva organizadora.
Condensado de Safran y Segal (1991) El proceso interpersonal en la terapia cognitiva. Captulo 4.

SIESTA
Siesta y memoria.- En mi poca de estudiante, en la Facultad, sola tener la irrefrenable costumbre de
dormir la siesta, justo en medio de la parte ms complicada de la preparacin para un examen, y an
cuando la evaluacin se me viniera encima. Lo mismo suceda por la noche: llegada cierta hora, me era

imposible seguir estudiando. Y poda levantarme a las 4 de la madrugada para seguir, pero no quedarme
teniendo la vela toda la noche. Admito que ese comportamiento me haca sentir un poco culpable, pero
era irrefrenable, por describirlo de alguna manera.
Ahora, diversos estudios cientficos explican por qu (tal vez) a pesar de esa inclinacin a abandonar la
cabalgata justo en el medio del ro mis resultados en las pruebas solan ser buenos. Y es que, segn
parece, durante el sueo se fijan los conocimientos recin adquiridos; y no slo eso, tambin es posible
inducir esa mejora en el rendimiento de la memoria.
Un grupo de neuropsiclogos belgas comprob que dormir es fundamental para que los conocimientos
recin adquiridos y depositados en la memoria inmediata se conviertan en recuerdos de larga duracin.
En la Universidad de Lieja (Blgica), los expertos se valieron del videojuego 'Duke Nukem 3D', que no
tiene un desarrollo lineal, sino espacios abiertos, ciudades sumergidas, pasadizos, callejones,
encrucijadas, ciudades espaciales o sumergidas. La misin principal del jugador: matar extraterrestres.
Los jugadores fueron divididos en dos gripos, uno de los cuales durmi despus de la primera sesin de
entrenamiento, mientras que el otro estuvo despierto toda la noche. Las dos siguientes noches se
permiti dormir a ambos grupos.
Luego de ese tiempo, los investigadores hallaron observaron a travs de tcnicas de resonancia
magntica funcional que inmediatamente despus de jugar los dos grupos de voluntarios mostraban su
hipocampo (zona del encfalo, en el cerebro, que se vincula con la memoria) con mucha actividad.
Pero, de acuerdo con lo publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, tres
das despus de haber jugado los investigadores volvieron a examinar el cerebro de los participantes
mientras stos jugaban. En esa ocasin se activ el estriado (otra regin del encfalo vinculada con la
regulacin del movimiento), pero ms intensamente en las personas que haban dormido. Significado?
Que durante el sueo los recuerdos se transfieren parcialmente del hipotlamo al estriado.
Es decir que el sueo haba favorecido que una experiencia dependiente en principio de la habilidad
espacial del individuo, se transformada en algo mas de largo plazo, en un comportamiento aprendido,
ms automtico, que exige menos esfuerzo.
Por otro lado, una investigacin publicada esta semana en la revista Nature, muestra que la aplicacin de
suaves corrientes elctricas en el cerebro durante una fase determinada del sueo puede incrementar la
memoria hasta un 8%.
En la universidad de Luebeck (Alemania), los cientficos consideran que el sueo ayuda al cerebro a
consolidar los recuerdos. De manera tal que lo aprendido antes de una siesta se rememora mejor que lo
aprendido sin dicho sueo posterior.
El sueo humano se compone de ciclos recurrentes de 70 a 120 minutos de sueo NREM y sueo REM
(Rapid Eye Movement, movimiento rpido de ojos), caracterizado este ltimo porque el cerebro se activa
elctrica y metablicamente, con frecuencias similares al estado de vigilia.
De acuerdo con las investigaciones alemanas, la aplicacin de una corriente elctrica con cierta
frecuencia en el cuero cabelludo durante el sueo no REM puede provocar un aumento de la memoria de
alrededor del 8% en el aprendizaje de palabras.
Fuente: Gentil Andrea (2006) Dormir siestas mientras se prepara un examen, la mejor manera de retener ms lo
aprendido. Disponible en www.saludyciencias.com.ar

Siesta y trabajo.- Las empresas deberan olvidarse de los bonos e incentivos econmicos para sus
empleados, pues lo que realmente podra aumentar la productividad sera una siesta reparadora, dijeron
expertos britnicos.
El Comit del Sueo del Reino Unido hizo un llamado al Gobierno para acabar con la jornada laboral de
nueve de la maana a cinco de la tarde, para favorecer un horario ms flexible, dijo Reuters.
El comit bas su peticin en los resultados de un sondeo mundial, hecho a travs de Internet, que
mostraron que la siesta tradicional de muchos pases mediterrneos era una opcin estupenda.
De las 12.000 personas entrevistadas, 41% dijo que su productividad era mayor en las maanas,
mientras que 38% afirm que su productividad aumentaba en las tardes.
'El significado es que la mayora de las personas no est muy alerta en horas del medioda, el perodo
tradicional de la siesta en pases de clima clido', dijo el experto en sueo Chris Idzikowski, profesor de la
Universidad inglesa de Surrey, quien dirigi el estudio de dos aos de duracin sobre el sueo.
El cientfico sugiri que se permitiera a los trabajadores seguir sus hbitos naturales de sueo, ya que un
horario flexible beneficiara a los empleadores a largo plazo, pues contaran con empleados ms
productivos y ms despejados durante la mayora de la jornada.
La siesta alivia presiones de jornadas extensas. http://noticias.eluniversal.com/2001/10/27/27404EE.shtml

SIGNIFICANTE
Significante segn Lacan.- Lacan plantea aqu su tesis, que dice que la realidad est marcada de
entrada por el anonadamiento simblico. As, es estructuralmente necesario postular una etapa primitiva
en la cual aparecen en el mundo significantes en cuanto tales. Antes que el nio aprenda a articular el

lenguaje, debemos suponer que hay significantes que aparecen, que ya son del orden simblico. Esto ya
implica lenguaje.
En este campo de articulacin simblica se produce la Verwerfing. Esto es el rechazo, la expulsin de un
significante primordial al exterior, significante que a partir de entonces faltar en ese nivel. Tal el
mecanismo fundamental de la paranoia. Es un proceso primordial de exclusin de un interior primitivo del
orden del significante.
Resumen de Lacan J (1978) Seminario 3. Captulo 11, apartado 2.

Significante y psicosis.- Para entender la psicosis hay que situarse en el fenmeno significantesignificado: las categoras alucinacin, interpretacin, sensacin, percepcin son insuficientes. El
fenmeno de la lectura es ilustrativo: se puede leer un texto al revs sin entender nada, y en el otro
extremo saberse de memoria lo que se lee. As, la relacin significante-significado es muy diversa, y
podremos aceptar el testimonio del alineado sobre su posicin respecto del lenguaje.
Resumen de Lacan J (1978) Seminario 3. Captulo 16, apartado 1.

Significante y psicosis.- Recapitulando lo anterior, deba haber algo que no se realiz, en el dominio
del significante, que haba sido Verworfen. Lo que as fue objeto de una Verwerfung, reaparece en lo real.
Freud distingue la proyeccin intencional, pasional (imputo al otro mis propias pulsiones de infidelidad)
de la proyeccin delirante: aqu lo que fue rechazado del interior reaparece en el exterior, en lo real.
Como se aprecia en el caso Schreber, el inconciente est desplegado afuera, todo pas del ello al mundo
externo. Tal la posicin clsica.
Para pasar al delirio hay una etapa previa de confusin, un periodo prepsictico, como se ve en Schreber:
el sujeto es presa de extraos presentimientos e invadido por imgenes. Pero el punto esencial es que el
delirio comienza a partir del momento en que la iniciativa viene de Otro, con O mayscula, en que la
iniciativa est fundada en una actividad subjetiva. El Otro quiere esto, y quiere significarlo.
En el fondo, se trata en la psicosis de un impasse, una perplejidad respecto del significante. Es como si el
sujeto reaccionase a l mediante una tentativa de restitucin, de compensacin. El sujeto reacciona a la
ausencia de significante por la afirmacin de otro esencialmente enigmtico. El Otro, con mayscula, est
excluido en tanto portador de significante.
Resumen de Lacan J (1978) Seminario 3. Captulo 14, apartado 3.

Significante y neurosis.- El significante ltimo en la neurosis no es un significante sin significacin. Si


el neurtico habita el lenguaje, el psictico en cambio es habitado, posedo por el lenguaje y cabe la duda
si entr verdaderamente en el lenguaje. La no integracin del sujeto al registro del significante indica la
direccin en que pueden entenderse las condiciones previas de la psicosis.
El sujeto est sometido al problema de alguna falta que concierne al discurso permanente que sostiene lo
cotidiano, el material bruto de la experiencia humana. El lenguaje est estructurado, pero es ideicamente
neutro o sea est el plena discordancia con los afectos del sujeto, ningn mecanismo afectivo basta para
explicarlo.
Resumen de Lacan J (1978) Seminario 3. Captulo 20, apartado 1.

El significante y el Otro.- Para Lacan, en la relacin dual, propia de lo imaginario, del estadio del
espejo, no hay distincin entre el significante y el significado, entre el nombre y la cosa nombrada. La
separacin la produce el smbolo, el significante, la palabra, o sea el orden simblico, que es introducido
por el padre, la ley, el Otro con mayscula.
El Otro es el amo, el lugar de la verdad, pues en la dualidad de lo imaginario no haba verdad ni mentira.
El Padre aparece como un lugar al que puede referirse el deseo de la madre, y ya no al nio. El Otro
tambin desea a la madre, e impone su ley.
El padre se introduce as en una triple posicin: como frustrador, como privador y castrador, tres
modalidades de la prdida segn Lacan. El padre frustra al hijo y priva a la madre de ese objeto flico. La
castracin es una operacin simblica de separacin de la madre del hijo y viceversa. Finalmente, en el
tercer tiempo del Edipo aparece el padre permisivo, que reinstaura la instancia del falo como objeto
deseado por la madre y ya no como objeto del que puede privarla como padre omnipotente. El nio se
identifica con todas estas figuras.
Condensado de Abadi Sonia y otros (1997) Desarrollos posfreudianos: escuelas y autores. Buenos Aires: Editorial
Universidad de Belgrano.

El significante y lo inconciente.- Para Freud, el modelo de la fsica no es el nico que podra haberse
usado para edificar el psicoanlisis. Si l hubiera conocido la lingstica de Saussure podra haberlo hecho
sobre esta base.
Lacan retoma la idea de Saussure del lenguaje como una estructura, constituido por signos compuestos
por un significado y un significante que se remiten recprocamente. El lenguaje ya no es ms una
nomenclatura donde cada palabra remite a una cosa de la realidad, sino que su significado depende de su
relacin con los otros signos.

Lacan destacar la primaca y autonoma del significante respecto del significado. De hecho la relacin,
en lo inconciente, es de significante a significante, por ejemplo, 'rbol' remite a 'bol ar' y de aqu a 'volar'.
Lacan agrega que as como el lenguaje se estructura en base a relaciones de metfora y metonimia, el
inconciente tambin lo hace en base a los mecanismos correspondientes: la condensacin y el
desplazamiento. Sntomas, sueos, lapsus, deseos, son formaciones del inconciente comprensibles y
explicables como expresin de operaciones metafricas o metonmicas donde se expresa su fuerza
combinatoria. El sentido es el producido del abrochamiento retroactivo, el punto de capiton en la
cadena, pero no est en ningn lugar especfico de la misma.
Condensado de Abadi Sonia y otros (1997) Desarrollos posfreudianos: escuelas y autores. Buenos Aires: Editorial
Universidad de Belgrano.

SIGNO
Definicin.- Indicador objetivo de un proceso orgnico, como por ejemplo la fiebre.
Belloch A y otros, Manual de Psicopatologa, Volumen I, Madrid, McGraw-Hill, 1995, pg. 88.

Signo-gestalt.- Es el estmulo que desencadena la respuesta sonriente, y concretamente consiste en


una peculiar configuracin de un rostro humano, caracterizada por: a) el rostro est de frente; b) se
centra en los ojos y su entorno, es decir, frente y nariz; y c) est en movimiento.
Spitz Ren, El primer ao de vida del nio, Mxico, Fondo de Cultura Econmica, 1979, pgs. 78 y 81.

SIMBOLIZACIN
En psicosis y neurosis.- De aqu nos interesa el problema del simbolismo en las psicosis, o sea el
estatuto lingstico de las afirmaciones del esquizofrnico, ya que en estos hay un trastorno lingstico.
Freud cita dos ejemplos de afirmaciones de esquizofrnicas: "El me torci los ojos" y "El me hizo
ordinaria como l", "me false la posicin".
En estos ejemplos hay tres cuestiones:
1) Lo que dicen tiene sentido. "Me torci los ojos" por ejemplo significa "l me cambi la forma de ver las
cosas". No se trata de una metfora, ya que la paciente se refiere al ojo real. Un smbolo, una metfora
vale por lo que NO es.
2) Lo que dicen testimonian que el amado se entrometi dramticamente en su vida.
3) Esta intrusin aparece en forma ms velada como queja, y la paciente atribuye pendularmente la
culpa al otro y a s misma. En la neurosis esta intrusin es reprimida, y as evita sentirse invadido por el
mundo y las personas.
Al modo de expresin del esquizofrnico Freud lo llama LENGUAJE DE RGANO. El cuerpo est cosificado,
no es un smbolo de otra cosa como en la histeria de conversin. El neurtico se conecta con el mundo
mediante smbolos, representaciones que no son cosas mismas, o sea hay una distancia de lo real. Por
ejemplo, de otra cultura no entendemos nada pues nos faltan sus recursos simbolizantes. En cambio el
psictico se conecta directamente con las cosas, las cosifica (sean las cosas del exterior, sea su propio
cuerpo), le falta una clave interpretativa y por ello est siempre a merced de ellas (lo atacan, lo espan,
le leen el pensamiento: las cosas le hablan). El neurtico hizo callar al mundo y escucha slo sus
fantasas.
Que las cosas hablan significa que ya desde el nacimiento el sujeto es hablado, libidinizado, sometido al
imperio de los otros. Cuando el psictico dice que le leen el pensamiento est retratando aquello que nos
pasaba en la infancia, cuando nuestra madre nos "lea el pensamiento" (por ejemplo nos tapaba cuando
sentamos fro).
Lo dicho no significa que el psictico no tenga lenguaje, sino que lo tiene alterado. Hay lenguaje porque
el psictico no es animal, es humano, es decir, tiene pulsiones (no instintos) y por ende hay lenguaje.
El simbolismo en las psicosis es un problema en Freud. Para indagarlo debemos preguntarnos acerca de
qu fracasa en la psicosis (o, lo que es lo mismo, qu triunfa en la neurosis, donde hay manifiestamente
simbolizacin). Para ver lo que piensa Freud podemos ir a su artculo La Negacin. Nos interesa el
concepto de "afirmacin primordial". Para negar algo debi haber antes una afirmacin. El neurtico le
dice "no" al deseo, pero antes tuvo que haberle dicho "s" (afirmacin primordial). Al decirle que "no" le
da cabida a la falta, y busca entonces llenarla sustituyendo una cosa por otra que la simboliza. Todo
smbolo siempre representa otra cosa distinta a la que l es.
El psictico en cambio le dice "no" al "s" primordial, no hubo represin originaria. En l falta la falta, y
por tanto no puede negarse nada.
Freud aport la idea de que en la base del simbolismo humano est el binario "hay o no hay", "falocastracin". Lo que no tiene Freud es una teora de cmo se organiza este simbolismo, cosa que hace
Lacan cuando habla de un organizador llamado "Nombre del Padre". Esta metfora paterna es la base
para entender la psicosis.
Condensado de Sal, Lo inconciente, sntoma, angustia y represin. Clases dictadas en la ctedra de Psicopatologa de
la Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires, 1996.

SMBOLO
Definicin.- Los smbolos son relaciones constantes y universalmente vlidas entre determinados
contenidos del ello y particulares representaciones conciente de la palabra o cosas. El conocimiento de
dichas vinculaciones nos faculta para extraer conclusiones precisas acerca de las manifestaciones
concientes de lo inconciente, sin necesidad de deshacer previa o penosamente toda una medida
defensiva del yo (Freud A, 1979:25).
Freud Anna (1979), El yo y los mecanismos de defensa. Buenos Aires: Paids.

Generalidades.- 1. El ser humano es el animal que vive en smbolos. (Uexkll). El smbolo es el objeto
sensible (signo) que representa una idea, o una idea que representa a un signo. Es la representacin de
una idea lo que hace smbolo a lo que, en s, no es ms que un signo. Una bandera en s es un trapo, o
un simple signo; como bandera de una nacin ya es un smbolo representativo de una idea. 2. (Psicologa
Analtica) Fue Jung quien elabor toda su psicologa a base de su teora de los smbolos. El smbolo es
un aparato psquico que transforma la energa (Energetik der Seele) En otro lugar: Las imgenes
psquicas en el sueo y en cualquier otra de sus manifestaciones son reproducciones de la energa
psquica, son smbolos (Wandlungen und Symbole der Libido). Los arquetipos son smbolos,
representaciones de una idea colectiva, ancestral de la humanidad. La mandala es un smbolo general,
como los nmeros, especialmente 2 y 3, son representaciones simblicas. 3. (Psicoanlisis)
Representacin encubierta de un motivo sexual inconciente, que posee algn significado permanente, sin
estar asociada concientemente con la actividad sexual. En la psicologa las palabras simbolizan objetos,
ideas, etc., y el hablar, como tambin ciertas otras actividades, simbolizan un comportamiento ms
general. Los trminos: acto simblico, experiencia simblica, comportamiento simblico, experiencia
simblica, expresin simblica, reaccin simblica, respuesta simblica, etc., son utilizados en este
sentido. (Alemn: Sinnbid).
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Simbolismo.- 1. (Psicoanlisis) El conjunto de sntomas psquicos. Los smbolos pueden manifestarse: 1)


afectos solamente; as, por ejemplo; el smbolo de la histeria de angustia consiste en intensa angustia sin
ninguna idea pertinente; 2) afecto con idea: la idea es considerada dolorosa y completamente extraa al
Yo conciente. 3) sntomas orgnicos: el paciente se queja de padecer una enfermedad. Los smbolos
pueden aparecer como fantasas, alucinaciones, afectos mrbidos, obsesiones, hipocondra, etc. Los
sueos constituyen una clase especial de smbolos. 2. (Psicoanlisis) Silberer subdivide al simbolismo en
dos tipos. El primero (llamado por Jones) el tipo material, y el segundo: funcional. El tipo material parte
de una insuficiencia aperceptiva de origen puramente intelectual, mientras que el funcional proviene de
una insuficiencia aperceptiva de origen afectivo. 3. (Psicologa Analtica) MANDALA.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

SINCRONIZACIN CEREBRAL
Definicin.- Accin y efecto de sincronizar los hemisferios cerebrales derecho e izquierdo, es decir, de
iniciar y mantener en ambos un ritmo nico y coherente de forma tal que operen al unsono y
coordinadamente. Algunos estudios han demostrado que los hemisferios cerebrales derecho e izquierdo
operan de diferente manera y en diferentes ritmos, lo que ha llevado a la conclusin de que los humanos
utilizan, por lo general, slo una mitad del cerebro por vez. Pero varios especialistas han probado que en
ciertos estados mentales extraordinarios tales como la meditacin profunda o la intensa creatividad,
ambos hemisferios mudan su funcionamiento hacia un ritmo nico y coherente, operando al mismo
tiempo. Los cientficos llaman a este estado 'sincrona', y recientemente pudo comprobarse que ciertos
instrumentos que estimulan el cerebro pueden generar ese estado.
SINESTESIA
Definicin.- Variedad patolgica de aglutinacin perceptiva (ver Percepcin alteraciones), en la que una
sensacin se asocia con una imagen que pertenece a un rgano o modalidad sensorial distinta.
Belloch A. Y otros, Manual de Psicopatologa Vol I, Madrid, McGraw Hill, 1995, pg. 227.

SISTEMA NERVIOSO
Organizacin funcional.- El esquema 1 sintetiza la organizacin funcional del sistema nervioso. El
esquema 2 lo complementa, pues amplia con mayores detalles la parte del sistema de los tres niveles
funcionales.
ESQUEMA 1 SISTEMAS QUE COMPONEN EL MODELO

CUERPO

CEREBRO

Sistema
Emocin

Organos
receptores
(ojo, etc.)

Sistema
prefrontal

Sistema de los
tres niveles
funcionales

Canales sensoriales

Sistema
Memoria

Va motora

Sistema de
Alerta

Organos
efectores
(msculo,
etc.)

ESQUEMA 2 DETALLE DEL SISTEMA DE LOS TRES NIVELES FUNCIONALES

Sistema
prefrontal

CEREBRO

Nivel funcional de simbolizacin


Comprensin

Sistema
Emocin

Expresin

Nivel funcional gnsico-prxico


Gnosias

Sistema
Memoria

Praxias

Nivel funcional sensorio-motor


Plataforma de
llegada

Plataforma de
salida

Canales sensoriales

Va motora

Sistema de
Alerta
Canales sensoriales (flechas que suben): Toda la informacin proveniente del medio externo e interno llega al SN
mediante estos canales, como el visual, el auditivo, el somatosensitivo, etc.
Va motora (flechas que bajan): Va de las respuestas motoras, lo que tambin incluye la palabra escrita y hablada.

SISTEMA

FUNCION

LOCALIZACION

Sistema de los
tres niveles
funcionales
1. Nivel funcional
sensorio-motor

Son subordinados entre s.

Lbulos frontal, parietal, temporal,


occipital.

Plataforma de llegada: Percepcin


primaria (senso-percepcin).
Plataforma de salida: Motricidad.

2. Nivel funcional
gnsico-prxico

Gnosias: Reconocimiento unimodal de la


informacin sensorial.

Plataforma de llegada: Areas


sensoriales primarias: reas 1-2-3 del
lbulo parietal, lbulo temporal, lbulo
occipital.
Plataforma de salida: Area motora
primaria: rea 4 del lbulo frontal.
Gnosias: Areas secundarias o reas
corticales de asociacin unimodal
(reas vecinas a las reas sensoriales
primarias): Area 18-19 para visual,
rea 22 para auditivo, y rea 5-7 para
somatosensitivo

Praxias: Organizacin de la accin.

3. Nivel funcional
de simbolizacin
Sistema
prefrontal

Conceptualizacin y simbolizacin.
Posibilidad de nombrar objetos sin
tenerlos presentes. Lenguaje verbal.
Control e iniciativa cognitivos.
Es superordinado.

Praxias: Corteza parietal; rea


frontosubcortical.
Areas de asociacin polomodal: Zona
parietotemporal y frontal posterior
Area prefrontal: corteza de asociacin
supramodal.

Sistema memoria
Sistema emocin
Sistema de alerta

Memoria episdica, semntica y


procedural que interactan en paralelo
con los tres niveles funcionales.
Funciona en paralelo con los tres niveles
funcionales, facilitando o inhibiendo su
actividad.
Despertar cognitivo de la corteza. Ciclo
sueo/vigilia. Permite alcanzar un nivel de
conciencia necesario para interpretar
adecuadamente los fenmenos
neuropsicolgicos.

Hipocampo.
Areas lmbicas y paralmbicas
(hipotlamo, etc).
Sistema reticular (formacin
reticulada).

Resumen de Tamaroff L y Allegri R, Introduccin a la neuropsicologa clnica. Buenos Aires: Argentum, 1995. Item
Organizacin funcional del sistema nervioso.

SITUACIN
Generalidades.- Lalande define la situacin, como el trmino empleado por algunos filsofos
contemporneos, especialmente por Dewey, para designar el lenguaje neutro, tal fase determinada de la
experiencia, cierto conjunto tpico de condiciones concretas, que constituyen o determinan tal estado de
actividad. En forma coincidente, Fairchild incluye la siguiente definicin: La totalidad de los factores,
internos y externos, orgnicos o ambientales, de importancia para la conducta que se investiga, tales
como aparecen a un observador e un anlisis cientfico objetivo. Von Uexkll introdujo el trmino
Umwelt para designar as al mundo circundante que es el producto del organismo, pero como se lo
confundi con el milieu que es lo que rodea en forma inmediata al organismo, el mismo autor lo
reemplaz por Merkwelt (mundo perceptible) con lo cual designa el mundo especial que tiene cada
organismo, formado por lo que l recoge o percibe del mundo exterior. Este ltimo no es otra cosa que la
situacin total considerada campo en un momento dado, es decir, es un corte hipottico y transversal de
la situacin (pginas 34-36).
Bleger Jos (1965) Psicologa de la conducta. Buenos Aires: Eudeba. 3 edicin.

Generalidades.- Nicol propone un mtodo de investigacin psicolgica y a la vez un sistema de la


organizacin de la vida humana en situaciones. Busca as superar a la psicologa natural, que se
mostraba insuficiente para proporcionar una comprensin autntica de la vida humana, en su concrecin
cualitativa. No puede lograrse la comprensin del hombre concreto (opuesto a hombre abstracto) sino a
travs de sus situaciones (hombre en situacin es opuesto a hombre aislado).
Lo vital y la estructura de la vida.- El hombre tiene experiencias y realiza acciones en el marco de un aqu
y ahora (espacio-temporalidad concreta). En tanto que es algo actual y presente, se articulan en la accin
las llamadas dimensiones del pasado y del futuro, las cuales son, con el presente mismo, las
determinaciones fundamentales de la temporalidad, determinaciones que son cualitativas, es decir,
subjetivas y no objetivas. Por ejemplo, un espacio puede parecerle grande a una persona y pequea a
otra (por ejemplo, sentirse oprimida). Con el tiempo pasa lo mismo: cuantitativamente, o sea,
midindolo con un reloj, un acontecimiento de hace aos ocurri afectivamente hace aos, pero
subjetivamente puede parecerle al sujeto haber ocurrido apenas ayer, y es esto ltimo lo que interesa en
la experiencia psicolgica, porque el sujeto organiza su vida en funcin de esa distorsin de lo objetivo.
Pero el hombre no es un ser aislado: vivir es estar en situacin, siempre estamos en alguna situacin, es
decir, nuestra accin est en conexin con el afuera nuestro, con el medio, y toda experiencia humana
es siempre intersubjetiva. La situacin que estoy viviendo existe por algo externo a m, pero no existe
situacin con el yo, que es quien est en la situacin. La situacin no est constituida por lo que me
rodea, sino por la relacin vital que mantengo con lo que me rodea. La situacin es tan vital como el
sujeto mismo que la vive, y no hay sujetos sin situacin ni situacin sin sujeto.
De esta manera, la modalidad o las caractersticas de tal o cual situacin, no depende simplemente de la
manera como estn dispuestas las cosas en torno al sujeto, sino adems de la manera particular como se
relaciona con ellas el sujeto, o sea, la experiencia que l haga de ellas en o ante aquella disposicin. Ante
el mismo dispositivo externo, dos sujetos pueden tener experiencias distintas.
Mi experiencia se localiza y temporaliza por las situaciones vitales. O sea, son las situaciones vitales las
que determinan la espacialidad y la temporalidad de toda experiencia. Las situaciones vitales constituyen
las categoras en torno a las cuales se organiza la existencia humana. Un cierto tipo de situaciones vitales
pueden darse en personas distintas (por ejemplo, en el hombre poltico y en el religioso), e
inversamente, dentro de una misma forma de vida pueden presentarse situaciones distintas. Vivir es
entonces estar-en-situacin. Nuestra vida la organizamos en funcin de algo que no somos
exclusivamente nosotros mismos.
Las situaciones vitales.- Nuestras situaciones vitales tienen una estructura u organizacin, y un sentido
que les otorgamos. En funcin de estos criterios, podemos dividir las situaciones en fundamentales

(genricas, propias de todo ser humano y que tiene por el mero hecho de existir), y lmites (individuales
y excepcionales). Ejemplo de las primeras: la situacin de un ser que vive una nica vida. Ejemplo de las
segundas: el exilio. Las situaciones lmites aparecen en las crisis. A veces la gravedad de la crisis rebasa
nuestra capacidad de optar y entonces nos dejamos llevar por los acontecimientos.
Todo hombre vive situaciones fundamentales, pero no todos situaciones lmites. Nuestra vida no alcanza
ordinariamente un lmite, sino que se mantiene ordinariamente a cierta distancia prudente. Filosofar es
alcanzar este lmite y permanecer en l. La experiencia mstica es tambin una situacin lmite.
Segn otro criterio, las situaciones pueden ser permanentes o transitorias. No es lo mismo estar enfermo
a ser un enfermo (enfermedad crnica): una situacin cambia cualitativamente cuando dura ms, cuando
se hace permanente, o a la inversa, cuando se hace transitoria. Es obvio que las situaciones
fundamentales slo pueden ser permanentes y las lmites solo transitorias. Hay tambin situaciones que
son permanentes solamente a partir de cierto momento (como la situacin de rehacer mi vida).
En rigor, una situacin transitoria no se define a partir de su duracin, sino por el hecho de que en
cualquier momento puede cambiar. Por ejemplo, la situacin econmica, la situacin social, etc. Las
situaciones fundamentales no pueden cambiar y se mantienen necesariamente toda la vida. Otros
ejemplos de situaciones transitorias son la intimidad y la prisa: estar en intimidad, estar apurado.
Azar, destino y carcter. Situacin y expresin.- La vida humana es accin, y la accin es el smbolo y la
consecuencia de nuestra limitacin. En la accin y por ella vamos siendo, nos vamos haciendo, ganando o
enriquecindonos o recayendo por el mal en disminuciones o anulaciones de nuestro ser. Esto ocurre
hasta que se agota nuestro poder de seguir haciendo o hasta la muerte.
La limitacin es forzosa. Y toda forzosidad es destino. Destino es lo dado en el hombre, lo que no se
puede cambiar, lo que no se ha elegido y no se puede alterar. Solo el hombre tiene el poder de luchar
contra el destino, para lo cual se requiere ser conciente de la propia limitacin. Mientras, nuestro carcter
se va perfilando en este ejercicio. La libertad depende del modo como utilizamos lo que es dado en
nosotros y que nos limita, buscando siempre el contacto con el lmite, en un intento reiterado por
trascenderlo, y sin ceder ante falsos limites que la comodidad, la frivolidad, el temor y la pereza nos
simulan siempre ms ac de los verdaderos.
Mi destino no lo hice yo, pero yo me hago a m mismo con los materiales que me dio el destino. Por
tanto, la condicin humana es digna porque es obra humana: nadie es digno por destino o necesidad,
sino por carcter o libertad.
En esta tarea vamos viviendo situaciones, aunque no siempre sta se expresen. Pueden repercutir en
nosotros ciertos acontecimientos sin que la conmocin se manifieste. Podemos conmovernos sin que ello
se exteriorice. Podemos haber tomado una decisin sin que nadie lo advierta. A veces se altera la
situacin, con lo cual nos alteramos tambin nosotros, y sin embargo pretendemos y logramos que no se
altere nuestra expresin. As, una teora psicolgica de las situaciones vitales, conduce a una teora de la
expresin.
Nicol Eduardo (1963) Psicologa de las situaciones vitales. Mxico: Fondo de cultura econmica. 2 edicin.

Situacin y percepcin.- Una situacin es un breve suceso espacio temporal donde actuamos de una
forma especfica donde intervienen un conjunto de factores sociales que influyen en la experiencia o
conducta de una persona en un cierto momento o lugar.
Definicin de la situacin: al captar una situacin al mismo tiempo la estamos definiendo en funcin de
nuestras creencias: si creo que el alcohol es peligroso, la situacin de alguien bebiendo alcohol la
definimos como peligrosa.
Para que se pueda realizar una interaccin social, las dos personas deben compartir una misma definicin
de la situacin (significados compartidos). Si los seres humanos definen una situacin como real, ser
real en todas sus consecuencias: si creemos que una persona es superior y sta tambin lo cree, ambos
actuarn como dominado y dominador, aunque la superioridad no sea real.
Definiciones compartidas: un acto social es una conducta orientada hacia otros e influida a su vez por
otros ms. No hay sociedad sin actos sociales. Si dos personas deben ajustar mutuamente sus cursos de
accin, necesitarn significados coincidentes, definiciones compartidas de las situaciones. Dichas
definiciones de las situaciones no son una propiedad absoluta, objetivamente inherente a los objetos y
circunstancias, sino que mas bien resultan de la interaccin social misma y son mantenidas a travs de
sta.
Condensado de Vander Zanden J (1986) Manual de psicologa social. Barcelona: Paids.

Situacin limtrofe segn Karl Jaspers.- Estamos siempre en una situacin. Yo puedo actuar para
cambiarla; pero hay situaciones que quedarn siempre en su estado actual: debo morir, debo sufrir, debo
luchar, dependo de casualidades. Las situaciones lmites son adems de la lucha y de asombrarse, la
fuente de la filosofa. Nosotros reaccionamos a estas situaciones lmites o con una disimulacin o con un
intento desesperado de reestablecer nuestro Yo mismo. (Alemn: Selbsein, Seinbeyusstsein.) Las
situaciones lmites son situaciones fundamentales de nuestra existencia. Debemos enfrentarnos con
estas situaciones; las situaciones espiritualmente caractersticas son las siguientes: a) se puede cerrar los
ojos, no querer ver; b) se puede desesperarse; c) se puede enfrentarse con la situacin, aceptando lo

que no es cambiable, pero luchar para una solucin mejor a pesar de la situacin dada. Cmo soluciona
cada uno su problema corresponde siempre a la forma de su s mismo. (Einfhrung in die Philosophie,
1950) (Alemn: Grenzsituationen.)
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

SKINNER, BURRHUS
Biografa.- Burrhus Frederick Skinner (1904-1990), psiclogo estadounidense, es considerado el
principal divulgador del conductismo. Centrndose en el estudio del aprendizaje, plante un nuevo tipo
de condicionamiento llamado operante o instrumental, diferente al condicionamiento clsico o de
respuesta. Propuso que la psicologa deba estudiar la conducta observable sin hacer suposiciones acerca
de los procesos internos, inobservables, de los que hablan los mentalistas.
B. Skinner es un psiclogo estadounidense, nacido y fallecido en su pas. Estudi en Harvard y luego fue
profesor en diversas universidades americanas. Es considerado, despus de J. Watson, el principal
divulgador del conductismo. Centrndose en el estudio del aprendizaje, plante un nuevo tipo de
condicionamiento llamado operante o instrumental, diferente al condicionamiento clsico o de respuesta
propuesto anteriormente por I. Pavlov. Propuso que la psicologa deba estudiar la conducta observable
sin hacer suposiciones acerca de los procesos internos, inobservables, de los que hablan los
mentalistas.
El conductismo es, para Watson, la nica orientacin cientfica en psicologa: fundado en el mtodo
inductivo, no presupone ninguna teora previa y opera metodolgicamente igual que las ciencias
naturales. Sostiene que el ser humano no es una entidad autnoma sino funcin de las condiciones,
ambientales o genticas.
Skinner sostiene la tesis conductista del estmulo-respuesta. Las conductas han de poder ser explicadas
en trminos fisiolgicos, pero estos estados orgnicos son efectos de condicionamientos ambientales,
tanto presentes como pasados. Sobre esta base, es posible predecir y controlar la conducta e incluso
construir una sociedad mejor que funcione sobre la base de los refuerzos (recompensas y castigos, pero
principalmente de las primeras).
Su invento ms conocido es la caja de Skinner, una jaula para ratas que incluye una palanca. Cuando
sta es accionada por azar por el animal, entrega alimento, y de esa manera aprende a accionar la
palanca porque recibir una recompensa. El alimento funcion, en este caso, como un refuerzo, y fue lo
que permiti que aprendiera.
Entre sus principales obras estn Walden II (1948), Anlisis de la conducta (1951), Ciencia de la
conducta humana (1953), La tecnologa de la enseanza (1968), Ms all de la libertad y la dignidad
(1971), Sobre el conductismo (1974), y La conducta de los organismos (1975).
Fuentes consultadas: (a) Ferrater Mora J., Diccionario de Filosofa, Madrid, Alianza Editorial, 1979, Tomo 4. (b) Farr
Mart J., Diccionario de Psicologa, Barcelona, Editorial Ocano.

SOBREAPRENDIZAJE
Definicin.- Prctica de una tarea ms all del punto de dominio para combatir el olvido y mejorar la
transferencia.
Woolfolk A (1996) Psicologa educativa, Mxico, Prentice-Hall Hispanoamericana SA, pg. 316.

SOBRENATURAL
Generalidades.- Desde el punto de vista teolgico, dice Burger: Lo que no pertenece a la sustancia o a
la complementacin de la naturaleza ni es consecuencia o exigencia de la misma. Se distingue lo
sobrenatural con relacin a una naturaleza individual y lo sobrenatural sin ms, es decir, con relacin a la
totalidad de la naturaleza creada. El conjunto de lo sobrenatural sin ms se denomina sobrenaturaleza.
La sobrenaturalaza no destruye la naturaleza, antes bien, la supone y perfecciona ms all de su campo
propio. El concepto de sobrenaturalaza es fundamental para comprender la revelacin cristiana. Fuera del
uso teolgico, el trmino sobrenatural significa muchas veces lo suprasensible o espiritual,
contraponindose la naturaleza al espritu.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Generalidades.- El elemento comn de los fenmenos sobrenaturales es el misticismo. Naturalmente


hay que distinguir rigurosamente entre verdadero y pseudo-misticismo; el segundo puede ser
considerado como sntoma de histeria o de paranoia. Se consideran como fenmenos sobrenaturales
solamente aquellos casos del misticismo, en sus diferentes formas, en cuya veracidad no cabe ninguna
duda. La medicina pastoral habla tambin de fenmenos paralelos y denomina como tales fenmenos
aquellos en los cuales, a pesar de su curiosidad, falta de elemento sobrenatural, pues se puede, con
razn suponer o probar una causa natural.

Los grupos de los fenmenos sobrenaturales son: A) Fenmenos corporales, con carcter milagroso
(Prodiges biologiques, segn Henri Bon). Pertenecen a este grupo a) la inedia, b) las heridas
sangrientas y c) la estigmatizacin. En la historia de los santos se conocen casos de la completa falta de
alimentacin durante largo tiempo. En el siglo XIX, Luise Lateua (1850-1883) vivi durante 14 aos en
ayuno completo, y casi en nuestros das, en el caso de Konnersreuth, Therese Neumann vivi ms de 30
aos sin ingerir ninguna sustancia ni slida ni lquida, y no tiene ms alimento que la hostia de la
comunin. En este caso hay un control mdico perfecto. Tratndose, en el ltimo caso, de fenmenos
controlados, la ciencia, lgicamente, busca una aclaracin natural por la llamada credule materialista
(Bon), aceptando -por no tener otra posibilidad- la autenticidad del fenmeno, pero, sosteniendo una
hiptesis: se trata en estos casos de una nutricin por la respiracin de la piel o de influjo de ondas
elctricas y del sol. Se habla tambin de fuerzas csmicas de vibracin (Buchinger) que permiten
sobrevivir sin alimentacin. El segundo grupo es el de los signos sangrientos milagrosos. En estos casos
tambin se distinguen entre los casos aclarables (cas mdicaux) y no aclarables (cas religieux). Hay tres
formas: 1) lgrimas y sudor de sangre, como se ha podido observar y comprobar en el casode Therese
Neumann; 2) sangra fresca de un cadver despus de largo tiempo de la muerte; 3) sangra de objetos:
de la hostia, de las reliquias de los santos, del crucifijo. Naturalmente, la ciencia intenta aclarar estos
fenmenos como naturales, y en muchos de los casos logra aclararlos, justamente en los fenmenos
llamados paralelos, por ejemplo la hostia sangrienta puede producirse por las colonias de bacilus
prodigiosus. En el caso de Therese Neumann tambin en lo que se refiere al tercer grupo de los
fenmenos corporales, a la estigmatizacin, el control mdico es tan rgido y permanente que no hay
duda de su carcter mstico. Hay tambin fenmenos parasicolgicos a los cuales los creyentes
denominan fenmenos sobrenaturales. Estos son: la levitacin y la bilocacin. La primera significa que un
objeto religioso, sin ninguna intervencin humana, cambia de su lugar, levantndose y volando; la
segunda se refiere al fenmeno de ver al mismo objeto religioso, o a una persona santa, en el mismo
tiempo en dos lugares diferentes, a veces a gran distancia el uno del otro. B) Fenmenos msticos. Lo
mstico significa la unin directa entre Dios y el individuo. Sus formas son: a) xtasis, b) visiones, y c)
revelaciones. La precondicin de estos fenmenos es la elevacin mstica del espritu. San Juan de la Cruz
habla sobre este estado de elevacin suprema simblicamente, como la noche oscura del espritu. Las
visiones, en general, aparecen como revelaciones. En la visin pueden aparecer: Dios, Cristo, La Virgen,
un Santo, etc., pero puede tambin aparecer como visin la pasin de Christi, de un Santo, el diablo
mismo, etc. La revelacin puede referirse a una relacin particular; en estos casos se trata de un
psuedomisticismo, pero puede tratarse de una revelacin con contenido religioso, de una revelacin de un
plan o intento divino. C) Los fenmenos de demonomagia, creer en Satans, en demonios, involucra la
posibilidad de los fenmenos del demonismo. Durante siglos y siglos (1400-1700), la creencia de que
Satans obsesiona y posesiona a las brujas tom una forma de mana colectiva, y fueron quemadas o
ahogadas a ms de diez mil mujeres. En 1873, todava fueron quemadas unas brujas en Mxico. La
posicin eclesistica era de strigus que non sunt nec mentio fiat (las brujas, por no existir, no deben ser
ni mencionadas). Sin embargo, la obsessitas, es decir: un demonio que puede obsesionar a una persona,
es propio de todas las religiones, desde la ms primitiva hasta hoy da. El ser humano, en estos casos,
est sometido, en su cuerpo, en su alma, a las influencias demonacas, sin que la libertad de voluntad
sea suspendida. Se trata, pues, de una prueba espiritual en la cual el ser humano lucha contra las
influencias demonacas, contra la tentacin de Satans. La hiptesis que puede actuar esta influencia en
unos casos, mejor dicho, la creencia de un fiel en la existencia de Satans, en demonios, puede ser bien
estudiada en una psicoterapia espiritual. Se distingue entre tres formas de obsesin. La forma ms suave
es la circumsessio, en la cual los ataques y el secuestro espiritual demonaco vienen desde afuera, pero
se oye una voz o acta una fuerza interior ajena a la voluntad y creacin del sujeto. Se trata ya de una
verdadera obsesin, llamada insessio. La forma suprema de la dominacin demonaca es el possessio, es
decir: el Demonio que se posesiona completamente del ser humano. En estos casos la Iglesia aplica el
exorcismo, la expulsin del Demonio del cuerpo. El sacerdote recibe el poder de ser exorcista ya con el
primer grado de su ordenacin. Esta ltima forma de fenmenos sobrenaturales, como tambin todos los
fenmenos de la demonomagia, estn considerados como fenmenos extranaturales. D) Todos estos
fenmenos pueden ser producidos por enfermedades mentales o histeria, o por una disposicin
psicopatolgica. La posicin de la Iglesia romana es, en todos los casos, la ms severa y se expresa por
las las siguientes palabras de San Agustn: Deus autem creator et conditor omnium naturam nihil contra
naturam facit. Es decir, Dios que es el creador y hacedor de todas las cosas, no hace ninguna de ellas
contra la naturaleza. La Iglesia no acepta que un fenmeno sea sobrenatural o milagroso hasta que haya
una aclaracin natural. Por otro lado: no hay duda que hay un gran nmero de fenmenos a los cuales no
solamente falta la posibilidad de aclararlos cientficamente, sino los cuales, por su carcter trascendental
pueden ser considerados como materia de una ciencia natural: La evolucin cientfica, no hay duda
aclarar un gran nmero de los fenmenos sobrenaturales y, donde no hay aclaracin por no pertenecer
a su competencia, llegar a un diagnstico diferencial correcto entre lo natural y lo sobrenatural. El caso
de Theresa Neumann de Konnersreuth, sometido a un control cientfico exacto y severo, el control de los
milagros de Lourdes, ha demostrado, sin embargo, sin ninguna duda: a) la existencia de estos fenmenos

sobrenaturales; b) la imposibilidad de aclararlos por los conceptos bsicos de orden cientfico natural. No
hay, pues, razn cientfica, para excluirlos de las consideraciones psicolgicas.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

SOLEDAD
Definicin.- Por soledad entendemos el sentimiento prolongado, desagradable, involuntario, de no estar
relacionado significativamente o de manera prxima con alguien. No necesariamente est relacionada
con aislamiento social, pues puede surgir de percibir deficiencias en las actuales relaciones ntimas.
Tambin puede asociarse con la muerte, cuando muere el ser querido, donde quedamos 'solos'. En
cambio aislamiento remite a aspectos ms objetivos: es un estar separado de otros, es la prdida de la
comunidad, como por ejemplo el ostracismo y la prisin.
Condensado de Muchinik E y Seidmann M (1995) Aislamiento y soledad.

Clasificacin.- Se alude a dos tipos de soledad: a) La soledad por aislamiento emocional, que deriva de
la ausencia de una relacin ntima con una figura de apego. Es la experiencia ms desagradable; y b) La
soledad por aislamiento social, que ocurre por falta de lazos con un grupo social cohesivo de pertenencia
(una red social de amigos o una organizacin vecinal).
Condensado de Muchinik E y Seidmann M (1995) Aislamiento y soledad.

Generalidades.- Por soledad, propiamente dicha, entendemos el sentimiento prolongado,


desagradable, involuntario, de no estar relacionado significativamente o de manera prxima con alguien.
[...] Se alude a dos tipos de soledad: a) la soledad por aislamiento emocional, que deriva de la ausencia
de una relacin ntima con una figura de apego. Esta es la experiencia ms desagradable; y b) la soledad
por aislamiento social que ocurre por falta de lazos con un grupo social cohesivo de pertenencia (una red
social de amigos o una organizacin vecinal) (pgs. 33-35).
Investigadores y clnicos coinciden en sealar dos causas principales de soledad: a) las internas o
personales, dificultad para estar solo, habilidades sociales deficientes o patrones cognitivos
disfuncionales; y b) las externas o situacionales, carencia de recursos sociales, econmicos,
demogrficos (pg. 57).
Muchinik E y Seidmann S, Aislamiento y soledad, Eudeba, Buenos Aires, 1998.

Generalidades.- Cuando pensamos en la soledad inmediatamente relacionamos esta idea con ausencia
de compaa, es decir, ausencia de otros seres humanos. Sin embargo, esto le quita bastante riqueza al
concepto. Se suele decir, por ejemplo, que se puede estar solo an rodeado de mucha gente, en especial
si se trata de persona desconocidas, como en una estacin de tren o en una fiesta. Sin embargo, la
condicin de estar solo existe siempre, an cuando una persona est acompaada por sus seres ms
queridos e incondicionales. En todo caso, no est aislada, pero en un nivel est sola, entendiendo por
soledad una condicin donde no se pueden compartir ciertas experiencias, pensamientos, sentimientos o
acciones, bien porque se consideran ntimos o bien porque resulta imposible hacerlo, como una
experiencia mstica y el gusto o inclinacin por determinada cosa o actividad. Desde ya, una persona
podra fusionarse con otra de tal manera que, simbiticamente, compartieran absolutamente todo y no
quedaran espacios de privacidad. En estos casos, la persona quiz habra dejado de estar sola pero
pagando un alto precio: la desaparicin de su yo como entidad individual.
Cazau P (2002) Vocabulario de Psicologa. Buenos Aires: Redpsicologa.

Generalidades.- La soledad es un fenmeno asociado a la calidad de las relaciones interpersonales. Es


una emocin, pues es un estado que provoca emociones vinculadas a una ansiedad debida a que hay una
'ausencia', pues alguien falta.
La realidad subjetiva de la soledad depende del significado que le de cada persona. Hay quienes se
sienten solos rodeados de amigos. Para la mayora de las personas, la soledad tiene el significado de una
relacin intensa y satisfactoria a nivel emocional con otra persona, lo que vale ms que tener cien
relaciones superficiales.
La soledad es una experiencia desagradable diferente del aislamiento social, que tambin es
desagradable. Refleja la percepcin individual subjetiva de deficiencias cuantitativas (no tener suficientes
amigos) o cualitativas (carencia de relaciones ntimas con otros) en la red de relaciones sociales.
Aislamiento implica no estar en contacto con otros seres humanos. Esta deprivacin sensorial produce
alucinaciones, delirios, etc. En situaciones de aislamiento social o grupal hay ms depresin y
pensamiento ineficiente, as como mayor hostilidad y aburrimiento. Se ve por ejemplo en tripulantes de
submarinos, prisioneros en celdas, grupos aislados en la Antrtida, etc.
Situaciones conflictivas o experiencias negativas en las relaciones sociales contribuyen al sentimiento de
soledad. Otras dimensiones para caracterizar la soledad son el tiempo (la soledad como rasgo o como
estado), el mbito relacional (pareja, amigos), y el valor de la experiencia (positiva o negativa).
Condensado de Muchinik E y Seidmann M (1995) Aislamiento y soledad.

Historia.- Como sentimiento, la soledad adquiere significado y se define dentro de un contexto social.
En la Edad Media emergen espacios privados, reservados para cada individuo al que tienen derecho,
aunque tambin hay espacios donde se los margina. Sin embargo, en la Edad Media se consideraba que
el hombre que andaba solo estaba en peligro, debiendo siempre estar integrado a un grupo o comunidad.
No haba espacios para la intimidad individual, y quien buscaba encerrarse era objeto de sospechas.
Existan tambin rdenes religiosas que vean como una virtud la soledad y el aislamiento. Lo que
empobrece es la soledad en el mbito urbano, que no alimentaba el espritu: haba que recluirse en un
convento o en el campo.
En los siglos 16 y 17 evolucionan las relaciones interpersonales, y se lleva a firmar ms la individualidad
con preservacin de la vida privada. La familia se convertir en el mbito de la privacidad por excelencia.
Se comienza a hablar en el siglo 18 de la amistad, como una relacin entre personas de nivel similar que
permite la satisfaccin mutua. Surgen otros modelos de relaciones como las hermandades y logias,
lugares neutros donde no interviene el Estado. En el siglo 19 se amplia ms el horizonte social, y hubo
autores que idealizaron la 'comunidad'.
Hoy en da, segn Gergen, la multiplicacin de estmulos sociales, la pluralidad de modelos y la
saturacin de modernas tecnologas producen muchos estmulos que quiebran el sentido de coherencia
en la vida cotidiana. El hombre escucha muchas voces, y la soledad deviene as de la fragmentacin del
sentido de s mismo. Para compensar el aislamiento se formaron redes sociales de apoyo, porque vieron
que atenuaban el estrs de las personas y favoreca la salud mental. En la clnica, la soledad se ve en
trastornos de ansiedad, depresin, etc., derivados de prdida de vnculos significativos de sostn,
carencia de intimidad perdurable, etc.
Es paradjico encontrar tantos solitarios en la era de las comunicaciones. Pero esta globalizacin
aumenta el individualismo y el aislamiento, as como la discriminacin y la intolerancia por la diversidad
de puntos de vista. Debemos recapturar el valor del grupo humano, el sentido de la pertenencia grupal y
la solidaridad social.
Condensado de Muchinik E y Seidmann M (1995) Aislamiento y soledad.

Soledad e intimidad.- La intimidad, a diferencia de la soledad, no es un sentimiento. Es la cualidad de


una relacin con cierta simetra y mutualidad, relacin que brinda un espacio de confianza. La intimidad
se diferencia del apego en que en el apego hay una asimetra: alguien brinda seguridad y apoyo, y el otro
la recibe. Sin embargo, en la intimidad hay algo de apego porque se supone que alguien da seguridad al
otro.
En la intimidad ambos seres buscan y expresan la validacin de sus atributos, y comparten una visin del
mundo. Es un requisito para la empata adulta. La capacidad de sostener relaciones ntimas es una
habilidad social.
En la intimidad, la apertura emocional favorece el atractivo mutuo, pero tambin aumenta el riesgo
porque uno se expone frente al otro, queda desnudo, a merced del otro. Sin embargo, la intimidad
aumenta la seguridad y la autoaceptacin, mientras que disminuye el miedo y la vulnerabilidad. Quienes
tienen dificultades para una relacin ntima, temen el sufrimiento implicado en ella.
Condensado de Muchinik E y Seidmann M (1995) Aislamiento y soledad.

Duracin de la soledad.- Hay una soledad crnica, permanente, y una soledad situacional, que es
ocasional, o sea, como episodio agudo, breve y doloroso. Mientras esta ltima est relacionada con un
estado transitorio (mudanzas, etc.), la soledad crnica tiene relacin con rasgos duraderos de
personalidad en aquellos sujetos que permanecen solos por largos periodos. A quien creci sin vnculos
afectivos importantes en la infancia, le cuesta entablar y sostener relaciones ntimas, pues no posee
imgenes internalizadas para evocar. La duracin de la soledad depende adems del nivel de educacin,
el status marital, la historia del divorcio parental, los grados de intimidad, etc.
Condensado de Muchinik E y Seidmann M (1995) Aislamiento y soledad.

La soledad en la literatura.- Ya en la Biblia se dice que no es bueno que el hombre est solo. Otros,
como Lope de Vega, revelan la necesidad de intimidad con uno mismo, ms que la bsqueda de otros. En
otros lugares se asocia la soledad con la muerte (los muertos estn solos), y los existencialistas hablaron
de la soledad existencial, al hablar del hombre sin religin o significado para su vida.
Condensado de Muchinik E y Seidmann M (1995) Aislamiento y soledad.

Concepciones.- En 1930, Zilborg hablaba ya de experiencias tempranas de abandono. Para Sullivan,


asimismo, la soledad es un sentimiento que impulsa a buscar el contacto y romper el aislamiento, y los
seres humanos enferman cuando fracasan en la forma de manejar su soledad.
Ms adelante, otros autores aportaron nuevas ideas. Para Peplau la soledad estriba en la discrepancia
entre lo que uno desea y lo que realmente obtiene en la intimidad con el otro.
El self se construye con los otros significativos. En este contexto, la persona siente la ausencia interna de
personas significativas para quienes l era importante, alguien sin quien no se merece vivir.

Fernndez lvarez describe tres formas de ubicarse frente a la dolorosa experiencia de soledad: el
paraso perdido (extraan algo que perdieron), el naufragio (se sienten arrojados a la soledad), y la
desnudez del alma (se sienten vacos).
Condensado de Muchinik E y Seidmann M (1995) Aislamiento y soledad.

La soledad y la teora del apego.- Bowlby desarroll la teora del apego, segn la cual el nio busca
una figura protectora en sus padres, alguien que se siente seguro y pueda protegerlo. Esto hace que el
nio desarrolle luego confianza en s mismo y fortalezca sus relaciones interpersonales.
Mary Ainsworth describi tres estilos de apego que luego se convierten en modelos: a) el apego seguro,
que se da en nios cuyos cuidadores responden a las necesidades del nio, disfrutando ambos de una
relacin placentera. b) El apego ansioso / ambivalente, donde el cuidador da un respuesta de cuidado
inestable, imprevisible. El nio queda crnicamente solo. Y c) apego ansioso elusivo o evitativo, donde el
cuidador es bsicamente inexpresivo y rechazante. El nio se vuelve desapegado, socialmente aislado,
irritable, distante.
Las personas con apego ansioso / ambivalente siguen buscando como esperanzas compaeros de apego.
Esto define el modelo de afrontamiento frente a la soledad. Asimismo, el modelo de apego evitativo /
ansioso lleva a un patrn de autosuficiencia consigo mismo que implica gran soledad ("no necesito de
nadie, me la puedo arreglar solo"). Esto resulta del miedo al dolor en las relaciones con los dems.
Condensado de Muchinik E y Seidmann M (1995) Aislamiento y soledad.

Relacin de la soledad con el aislamiento emocional y con el aislamiento social.- Robert Weiss
identifica seis tipos de relaciones, cada una de las cuales satisface ciertas necesidades ofreciendo, para
esto, ciertas provisiones sociales:
1) Apego en las relaciones: la persona recibe una sensacin de seguridad. Habitualmente del cnyuge o
pareja. Su ausencia predice la soledad por aislamiento emocional.
2) Integracin social: provista por la red de relaciones, los amigos. Aqu las personas comparten
intereses, la pertenencia y desarrollan la identidad. Una falla a este nivel produce la soledad por
aislamiento social, y se produce en mudanzas, migraciones, cambios sociales, desclasamiento, etc.
3) Posibilidad de ser cuidado, nutrido. El rol se asigna generalmente a los hijos adultos.
4) Reaseguramiento del valor: Se reconocen las habilidades de la persona, mayormente por parte de
compaeros de trabajo. Su ausencia es el mejor predictor de la soledad por aislamiento social. Existe
relacin entre aislamiento y autoestima.
5) Alianza confiable: La persona puede confiar con ser asistida en cualquier circunstancia, funcin
provista mayormente por familiares cercanos.
6) Gua: por parte de personas en cuya autoridad se confa como proveedores de consejos o asistencia,
como maestros, mentores, padres, etc.
Otros aspectos para caracterizar la soledad.- La soledad puede ser resultado de una fusin excesiva
(intrusin parental) o de una presencia insuficiente (descuido, separacin o prdida) de los padres,
ambas desfavorables para la consolidacin de vnculos emocionales firmes con los dems.
Los vnculos de apego y de integracin social pueden coexistir, aunque no necesariamente. La persona
aislada socialmente, con pocos vnculos desarrollados, siente enojo, aburrimiento, irritabilidad, etc. La
soledad surge a partir de una sed de contactos sociales no satisfecha.
Una persona puede estar aislada socialmente y tambin emocionalmente, aunque ambas situaciones
tengan, como se vio, orgenes diferentes.
Condensado de Muchinik E y Seidmann M (1995) Aislamiento y soledad.

Construccin de la soledad.- Hay una coincidencia en afirmar dos causas principales de soledad: a)
causas internas o personales, dificultad para estar solo, habilidades sociales deficientes o patrones
cognitivos disfuncionales; y b) causas externas o situacionales, carencia de recursos sociales,
econmicos, demogrficos. Ambas causas interactan.
La dificultad para estar solo o para relacionarse con otros, forman parte ambas cosas del aspecto central
de la soledad. La falta de capacidad para estar solo toma dos formas: la evitacin de la soledad (buscan
contactos sociales para romper el aislamiento) y el refugio en la soledad (buscan estar solos para
protegerse de rechazos sociales reales o imaginarios).
Hay siete habilidades sociales, cuya falla precipita el sentimiento de soledad: 1) iniciacin del contacto
social, 2) apertura de la persona, 3) habilidad para concertar encuentros, 4) capacidad para proveer
consejo y gua, 5) asertividad general, 6) asertividad acerca de situaciones y sentimientos negativos, y 7)
resolucin de conflictos.
Dos habilidades sociales permiten predecir la soledad: dificultad para entablar relaciones sociales, e
inhabilidad para profundizarlas. Tambin son importantes los patrones cognitivos disfuncionales, como la
baja autoestima, el pesimismo sobre la relacin social, falta de autoconfianza, etc.
Condensado de Muchinik E y Seidmann M (1995) Aislamiento y soledad.

Soledad y redes sociales de apoyo.- En nuestro siglo aument mucho la soledad, entre otras cosas
por los divorcios, el aumento de ancianos, y el individualismo propio de nuestra cultura. El aislamiento
social es un fenmeno propio de la sociedad de masas contempornea, y es un teln de fondo donde
surgen los sentimientos de soledad.
Surge as el llamado apoyo social para situaciones estresantes, definido como la ayuda, gua e
informacin que uno recibe de la red social, lo que incluye familia, amigos, compaeros de trabajo,
vecinos. Las redes de apoyo proveen no slo intimidad y cuidado (apoyo emocional) sino tambin apoyo
instrumental (obtencin de recursos para satisfacer necesidades). Veiel considera el apoyo social como
una relacin entre necesidades individuales y los recursos provistos por la red social. El fracaso al obtener
apoyo social, genera sentimientos de soledad.
Condensado de Muchinik E y Seidmann M (1995) Aislamiento y soledad.

La experiencia de soledad y cuestiones de gnero.- Los varones se socializan con preferencia en


grupos, y por ello suelen desarrollar vnculos de adhesin fuertes a un grupo social. Las nias, en cambio,
forman vnculos de apego didicos ms slidos. Tambin las mujeres son quienes hacen ms referencias
explcitas sobre la soledad, propia o ajena. Como son mejores cuidadoras, son ms sensibles y estn ms
pendientes de la relacin que los hombres, quienes entablan relaciones menos ntimas (amigos del bar,
del club, etc.).
La soledad suele verse como un estigma social: el solitario es un 'perdedor'. Esto a su vez aumenta la
vulnerabilidad. Los hombres tienden a atribuir su soledad a factores externos a ellos. En las relaciones
amorosas, a las mujeres les interesa ejercer un poder y un control ms encubierto e indirecto.
Condensado de Muchinik E y Seidmann M (1995) Aislamiento y soledad.

La soledad en los distintos momentos de la vida.- Para Ellison, los primeros signos de soledad
aparecen ya en los primeros tres meses de vida, y Rubin dice que los nios de tres aos y an menos ya
pueden experimentar soledad por aislamiento social.
Para Sullivan, la soledad como carencia de intimidad slo puede ser sentida hacia los 9-12 aos.
Asimismo, los nios de padres divorciados son los ms proclives a sentir soledad, pero la experiencia de
soledad se hace bien patente en la adolescencia, donde la autopercepcin de soledad es mxima, lo que
fue atribuido a una falta de sentido de la comunidad. Para Erikson, ellos tienen difusin de rol, no saben
bien quienes son y buscan ser ms que otras personas reconocidos y admirados.
En la juventud, la soledad aparece en experiencias de insercin en mbitos institucionales desconocidos,
como por ejemplo sentirse solo al ingresar en la universidad o en un empleo. En la mediana edad, un
buen matrimonio provee la intimidad, el afecto, la identidad y el cuidado necesarios para el bienestar
fsico y psquico. Es aqu donde se dan los menores porcentajes de soledad.
Contrariamente a lo que se cree, los viejos como grupo no padecen significativamente de soledad, salvo
los mayores de 80 aos. Algunos lo explican porque los viejos no necesitan tanto de contactos sociales,
los que declinan con la edad. La otra razn es que los viejos tienden, a diferencia de los jvenes, a
privilegiar la calidad ms que la cantidad de los vnculos interpersonales. La viudez acenta la soledad al
perderse un vnculo significativo ntimo.
Condensado de Muchinik E y Seidmann M (1995) Aislamiento y soledad.

Soledad y familia.- Para Winnicott, tanto la soledad como la capacidad para estar solo son experiencias
que se originan en la familia. Tomar conciencia de la soledad puede producir angustia, pero tambin es
un mecanismo adaptativo para defenderse del estrs causado por una carencia. Esto lleva a explorar
nuevas relaciones, tanto dentro como fuera de la familia.
Large seala cinco patrones tpicos de familias de sujetos crnicamente solos: duelo no resuelto en una
familia (el muerto amado sigue estando), certidumbre patolgica (no sentirse respetado o escuchado en
la familia), sincronizacin (familias que valoran la productividad y eficiencia en vez del acercamiento
emocional o la espontaneidad), la expansin familiar (como los jvenes que dejan el hogar), y abdicacin
parental (un padre deja de asumir su rol prematuramente, lo que aumenta el riesgo de soledad de los
hijos).
Condensado de Muchinik E y Seidmann M (1995) Aislamiento y soledad.

Afrontamiento de la soledad.- Por temor al estigma social, la gente puede negar su condicin de
soledad, pero el poder reconocer esta condicin es el primer paso para poder afrontar la soledad. Salir de
la situacin de soledad requiere estrategias de afrontamiento, y un primer paso puede ser revelar el
estado mismo de soledad.
Algunos autores mencionan cuatro estrategias para afrontar la soledad: autocompasin y pasividad
(personas que caen en la inactividad, no hacen nada, miran TV, es la forma que tienen de afrontar la
soledad); soledad activa (hacen algo en su soledad: leen, tienen un hobby, etc); gastan dinero como
forma de pasar el tiempo; y buscan contacto social, llaman a amigos, etc.
Est la soledad como 'estado' y la soledad como 'rasgo'. En el primer paso, la terapia pasa por una
terapia breve dirigida a reconstruir la red social. Para la soledad como rasgo se requiere, en cambio, una

intervencin que mejoren las habilidades sociales e interpersonales del sujeto. Hay tres tipos de
intervencin: las que facilitan los contactos sociales, las que promueven mejores estrategias de
afrontamiento de la soledad, y la prevencin de la soledad, como por ejemplo en grupos de apoyo en
situaciones de riesgo (hijos de padres divorciados, etc).
La soledad por aislamiento social requiere una estrategia comunitaria, mientras que la soledad por
aislamiento emocional requiere explorar el pasado de la persona.
Edison plantea seis alternativas de afrontamiento: sensorial (alcohol, drogas, sexo), salida religiosa,
buscar relaciones interpersonales, leer o estudiar, desarrollar contactos ntimos con amigos (la amistad
se construye y requiere cierta dosis de esfuerzo, solidaridad y afecto, y reciprocidad para sostenerla), y
refugio en conductas de pasividad.
Condensado de Muchinik E y Seidmann M (1995) Aislamiento y soledad.

La soledad y el sistema inmunitario.- La soledad impacta el sistema inmunitario. La gente sola tiene
ms incidencia de enfermedades cardacas e infecciosas, y necesita ms tiempo para recuperarse. Si un
cnyuge muere, el otro se siente solo y puede morir por enfermarse debido a la disminucin de defensas
inmunitarias.
Condensado de Muchinik E y Seidmann M (1995) Aislamiento y soledad.

El proceso de atribucin y las causas de la soledad.- Segn la teora de la atribucin de Heider, la


gente tiende a explicar las causas de sus propias acciones y de las ajenas, atribuyndolas a diversas
condiciones. Por ejemplo: "Juan est solo porque es egosta". Esto se termina convirtiendo en una
profeca autocumplidora, porque la gente no le prestar atencin a Juan, quien a su vez se ir haciendo
ms resentido y egosta.
Weiner clasifica las causas de acuerdo a tres dimensiones:
1) Segn que la causa sea externa o interna. Por ejemplo "estoy solo porque soy poco simptico" es
atribuir un fracaso, la soledad, a una causa interna. Atribuirla a una causa externa sera decir "estoy solo
porque me abandonaron".
2) Segn que la causa sea permanente u ocasional. En el primer caso sera por ejemplo "siempre soy un
fracaso con las mujeres".
3) Segn el grado de control sobre la situacin. La soledad est asociada con un escaso deseo de
controlar y con la creencia de que uno no tiene el control, es decir, no puede controlar las causas de su
soledad. Por ejemplo, atribuyo mi soledad a la actitud de los dems. Las personas que se sienten solas
atribuyen su soledad a lo inexorable de la vida, el destino, pero tambin a su propia culpa (estoy solo por
culpa ma), la mala suerte o un mensaje divino.
Otras dimensiones consideradas fueron la intencionalidad (estoy solo porque quiero estarlo), la globalidad
(estoy solo siempre y donde quiera que vaya), y excusabilidad (estoy solo porque nadie vino a verme).
Se llama indefensin aprendida cuando la persona considera que su soledad es inevitable porque est
causada por factores internos de su personalidad, con lo cual entra en la desesperanza.
Condensado de Muchinik E y Seidmann M (1995) Aislamiento y soledad.

La medicin de la soledad.- Un ejemplo de mtodo cuantitativo es la escala de soledad de la UCLA,


compuesta por 20 afirmaciones sobre sentimientos de soledad, y 10 sobre satisfaccin en vnculos
interpersonales. Otras mediciones buscan evaluar el sndrome interno de soledad, o sea los factores de
personalidad que hacen que una persona experimente soledad. A diferencia de la escala UCLA, utilizan a
veces escalas multidimensionales pues consideran diferentes dimensiones de la soledad, como soledad
emocional (sentimiento de privacin en las relaciones), soledad social (privacin en la integracin social y
en los valores sociales), aislamiento emocional (deficiencia en la intimidad y apegos en la red social) y
aislamiento social (deficiencia en la integracin social en la red social actual).
Condensado de Muchinik E y Seidmann M (1995) Aislamiento y soledad.

Evaluacin cualitativa de la soledad.- Se evala mediante entrevistas a diferentes personas de


diferentes edades, nivel de escolaridad, etc, configurndose cuatro grupos: jvenes con estudios
primarios, con estudios secundarios, viejos con primaria y viejos con secundaria.
Se les pregunt sobre las diferencias entre estar solo y sentirse solos. El estar solo fue connotado
negativamente por los jvenes con secundaria (es malo estar solo para ellos). Las viejas con secundaria
connotaron positivamente estar solas (puedo reflexionar estando sola, etc).
El sentirse solo tiene en cambio que ver con tener problemas en los vnculos interpersonales, no
comprensin, etc. Todos los grupos entrevistados manifestaron sentirse solos alguna vez, y de ellos los
jvenes destacan problemas de pareja o el alejamiento de la familia, mientras que en las viejas esto est
asociado con la viudez. En cuanto a las relaciones entre sentimientos de soledad y apego, la mayora no
se sintieron solas ni poco cuidadas cuando eran chicas, y muchos atribuyeron a factores internos las
causas de su soledad.

En cuanto a las formas de afrontamiento de la soledad, unos adoptaron actitudes activas (buscan
relacionarse con los dems), y otros pasivas (se dejan estar, no hacen nada, etc.) Los jvenes
presentaron ms dificultad para afrontar la soledad.
Condensado de Muchinik E y Seidmann M (1995) Aislamiento y soledad.

La capacidad para estar a solas segn Winnicott.- Es un logro madurativo del desarrollo emocional.
Comienza a edad muy temprana, y se aprende a estar solo... en presencia de alguien como la madre.
Luego, en el adulto esta experiencia ser la relajacin.
Condensado de Abadi Sonia y otros (1997) Desarrollos posfreudianos: escuelas y autores. Buenos Aires: Editorial
Universidad de Belgrano.

SOLIPSISMO
Acepciones.- 1. En filosofa, teora segn la cual slo existe el individuo, mientras que el mundo exterior
es aparente, porque no es otra cosa que los propios pensamientos del sujeto. 2. En psicologa, suele
equipararse el solipsismo con el narcisismo primitivo (del beb) para quien supuestamente el mundo
exterior sirve exclusivamente para satisfacer sus propios deseos.
SOLUCIN DE PROBLEMAS
Generalidades.- Scheerer menciona dos teoras acerca de resolucin de problemas: ensayo y error
(Thorndicke y otros), y comprensin (Gestalt).
Los experimentos acerca del modo cmo resuelven problemas los animales y el hombre fueron una
importante fuente de informacin acerca de cmo ellos piensan y aprenden.
Morgan plantea que la conducta debe siempre explicarse en funcin del mecanismo ms simple posible
(principio de parquedad psicolgica). Aplicando este principio, y estudiando a los gatos, Thorndicke
defini problema como una situacin donde la meta buscada no se logra con una accin conocida,
exigiendo una nueva accin o una nueva integracin de acciones. Por ejemplo, un gato soluciona el
problema de salir de la jaula al incorporar una nueva accin que es recompensada: tirar de una palanca.
No es preciso dar una explicacin ms complicada, apelando por ejemplo a una supuesta comprensin
intelectual del gato.
La psicologa de la Gestalt, en cambio, concibe al problema como una estructura total que percibe el
sujeto, y no como una sucesin de estmulos y respuestas. Es el caso del chimpanc que ve la banana, el
palo y el cajn, y percibe inmediatamente el problema y su solucin. Del mismo modo, un nio resuelve
el problema de la superficie de un paralelogramo percibiendo la figura como un todo y comparndola con
la de un rectngulo. No es un aprendizaje por ensayo y error, como crea Thorndicke.
Sin embargo, muchas veces pasa que el hombre no llega a la solucin de un problema a pesar de tener
capacidad de comprensin, porque queda fijado en una solucin inadecuada: es el fenmeno de la
fijacin. Para evitar tal fijacin, la Gestalt seala la necesidad de una reformulacin o recentracin del
problema, para salir de la solucin inadecuada: es lo que hacen quienes resuelven bien un problema.
La fijacin y la recentracin son fenmenos que tienen gran fuerza en la resolucin de problemas. Por
ejemplo, el problema de los fsforos, consistente en cmo armar cuatro tringulos con 6 fsforos. Este
problema no se podr solucionar en tanto en sujeto quede 'fijado' en las dos dimensiones. Para
solucionarlo, deber recentrar el problema en trminos de tres dimensiones, porque slo as pueden
disponerse los 6 fsforos para formar una pirmide de cuadro lados triangulares.
Parece ser que la tendencia a quedar fijado en una solucin mala depende del grado en que el sujeto est
implicado psicolgicamente en el problema, es decir, lo considera un problema propio. Por ejemplo, un
chimpanc muy hambriento es probable que quede fijado en una solucin inadecuada (como mirar
fijamente el pltano sin hacer nada ms).
Otro factor que influye sobre la fijacin es la habituacin (tener respuestas habituales o estereotipadas
para los problemas dificulta encontrar su solucin).
La comprensin es el elemento fundamental para la resolucin inteligente de problemas, mientras que la
fijacin es su principal enemigo.
Al estudiar la solucin de problemas, una dificultad es que no podemos ver los procesos mentales que
estn en juego, por lo que suele pedrsele a los sujetos que hagan o digan todo lo que estn pensando.
No obstante, pueden no mencionar la totalidad de sus procesos mentales. Adems, frente al mismo
problema, no todos los sujetos utilizan los mismos procedimientos mentales.
Fuente: Scheerer Martin, Solucin de problemas (artculo).

SOMATIPO
Definicin.- Clasificacin de la estructura corporal (fsico) en el sistema de tres componentes de Sheldon
(endomorfia, mesomorfia, ectomorfia).
Aiken L (2003) Tests psicolgicos y evaluacin. Mxico: Pearson. 11 edicin (pgina 458).

SOMBRA
Segn Jung.- Son los aspectos ignorados, rechazados e inadaptados del sujeto que pueden irrumpir en
la conciencia sin aviso, traducindose entonces en estados de nimo o conductas que el mismo sujeto no
puede explicar ni adscribir a s msmo. La sombra puede ser proyectada en otros, cuando asignamos
cualidades a otras personas que rechazamos en nosotros mismos.
Ostrov Len, Clases ao 1978, Facultad de Psicologa, Universidad de Buenos Aires.

Segn Jung.- Mientras las cualidades fuertes se intensifican en la conciencia, el lado ms dbil e
inadaptado se retrotrae hacia el inconciente. All formar una constelacin que, una vez cargada de libido
o energa suficiente, sale a la superficie bajo la forma del complejo autnomo llamado sombra, que viene
a representar el lado ms dbil u oscuro de la personalidad. En la condicin neurtica la sombra aumenta
considerablemente cubriendo gran parte de la personalidad (pg. 113-116).
La sombra, ubicada en el inconciente personal, puede se controlada, pero cuando se desplaza a estratos
ms profundos, dicho complejo adquiere cualidades arquetpicas, adquiere ms energa y ejerce ms
fcilmente su efecto. En este caso, la sombra ya no ser expresada como una figura del mismo sexo del
sujeto, sino del opuesto, es decir, la sombra se transforma en anima (en el hombre) o en animus (en la
mujer). Si bien esta situacin tiene efectos desagradables o negativos, Jung considera que forma parte
del proceso creador de la individuacin, por cuanto integra conciencia e inconciente (pg. 119-121).
Progoff Ira, La psicologa de Jung y su significacin social, Buenos Aires, Paids, 1967.

Segn Jung.- La sombra se representa en los sueos como otra persona del mismo sexo que el
soador. Personifica las cualidades inconcientes personales reprimidas del que suea, su otra
personalidad. En la medida en que el individuo no es conciente de su sombra, atribuye a los dems
aquellas cualidades que rechaza y no puede aceptar en s mismo (pgina 107).
Kaplan H y Sadock B (1992) Compendio de psiquiatra. Mxico: Salvat. 2 edicin.

Sombra hablada.- Para Aulagnier, la violencia primaria es necesaria para el acceso del sujeto al orden
de lo humano. Antes de nacer, al sujeto preexiste un discurso que le concierne: es una sombra hablada,
un discurso que la madre proyecta sobre el cuerpo del infans. En un primer momento, el discurso
materno se dirige a una sombra hablante proyectada sobre el cuerpo del infans, demandndole que
confirme su identidad con la sombra.
La sombra hablada es el discurso de la madre proyectado sobre el cuerpo del infans, que se convierte en
una sombra hablante de un soliloquio a dos voces sostenido por la madre. La sombra es lo que la madre
querra que el nio fuera, es una idealizacin, lo que no impide que el nio pueda ser otra cosa: entre
sombra y objeto est siempre la posibilidad de la diferencia. Por ejemplo la sombra idealiza una nia,
pero el nio ser un varn. Si la sombra coincide con el objeto el infans siente placer y alegra, y si no
hay duda, sufrimiento, agresin.
Sin embargo, la sombra se mantiene un tiempo sin contradiccin pues el nio an no habla: no puede
contraponer sus propios enunciados identificatorios a los de que la sombra le proyecta. No obstante, el
nio puede expresar la contradiccin con su cuerpo, por ejemplo con su sexo. La madre asigna as a las
funciones corporales un valor de mensaje que informa sobre la verdad o falsedad del discurso que ella
proyecta.
El discurso de la sombra permite a la madre ignorar el ingrediente sexual de su amor por el nio: por
efecto de la represin, la madre cuida al nio por su bien, lo higieniza, alimenta, etc, pero no lo excita ni
ella misma lo hace. No obstante, siempre hay un fracaso de esta represin, y la madre entablar un
vnculo sexual.
La sombra hablada es as un conjunto de enunciados que expresan el anhelo materno referente al nio,
produciendo una imagen identificatoria que se anticipa a lo que enunciar la voz del cuerpo infantil, por
ahora ausente.
La sombra est al servicio de la represin: preserva a la madre del retorno de un anhelo reprimido
(tener un hijo de su padre, y an de su madre). La sombra es lo que el Yo materno pudo reelaborar a
partir del segundo anhelo reprimido (sobre el nio), logrando la perclusin del primero. El nio es un
dique que protege a la madre del retorno de los reprimido por ella, pero al mismo tiempo es quien ocupa
el lugar ms cercano al deseo inconciente materno. Tal deseo retorna en el nio en forma invertida: que
el nio pueda, a su vez, convertirse en padre o madre, y pueda desear tener un hijo.
Aulagnier P, La violencia de la interpretacin, pgs. 119-121.

SOMNILOQUIO
Definicin.- "Habla durante el sueo".

Belloch A y otros, Manual de Psicopatologa, Volumen I, Madrid, McGraw-Hill, 1995, pg. 399.

SOMNOLENCIA
Definicin.- Estado del organismo, intermedio entre en sueo y la vigilia, que se presenta generalmente
fuera del horario habitual del sueo. El enfermo conserva parte de su conciencia, pues aunque su aspecto
parece indicar que se halla durmiendo, el enfermo contesta si se lo interroga, y conserva las nociones de
tiempo y espacio. Cuando la somnolencia no es transitoria, como la provocada por la simple falta de
sueo, pasa a ser un fenmeno patolgico, que puede obedecer a diversas causas.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

SOPOR
Definicin.- Estado de enturbiamiento de la conciencia, caracterizado por perodos de inconciencia, la
mayor parte del tiempo, con otros de conciencia activa. La persona no da respuesta a los requerimientos
verbales o estmulos dolorosos y precisa de estmulos enrgicos para despertarse. Aparece una
disminucin muy marcada del tono muscular y de los reflejos, con una respiracin regular, profunda y
retardada.
Farr Mart J (1999) Diccionario de psicologa. Barcelona: Ocano.

SUBJETIVIDAD
Generalidades.- Categora que pone el nfasis en el sujeto, es decir, desde donde se conoce (no
hacia donde se conoce). Si el discurso objetivo apuntaba al conocimiento del objeto en forma neutral y
verificable, el discurso subjetivo surge desde lo afectivo del investigador (por ello la subjetividad es
importante en el contexto de descubrimiento, y la objetividad en el contexto de justificacin). Mientras
Popper destaca la importancia de la objetividad en la ciencia, Feyerabend destaca los aspectos subjetivos
del cientfico, como creencias, ilusiones, deseos, etc. En la subjetividad no se explica: se pretende
explicar, y su tesis filosfica subyacente es el subjetivismo, el idealismo, el empirismo de Berkeley, etc.
Dentro de la psicologa, encontramos por ejemplo a Scheler, Jaspers, Brentano y el introspeccionismo de
Wundt.
Yez Corts R (1985). Clases de Metodologa de la Investigacin psicolgica. Buenos Aires. Universidad de Belgrano.

SUBLIMACIN
Definicin.- Desviacin de la energa de un impulso sexual u otro impulso biolgico de su meta
inmediata a una naturaleza o uso social, moral o esttica ms alta.
Aiken L (2003) Tests psicolgicos y evaluacin. Mxico: Pearson. 11 edicin (pgina 458).

Definicin.- Como mecanismo de defensa, es transformar inconcientemente impulsos inaceptables en


otros ms aceptables, por ejemplo, transformar la necesidad de dominar a otros en la organizacin de
obras de caridad.
Gelder M, Mayou R y Geddes J (1999), Oxford Psiquiatra, Madrid: Marbn, 2da. Edicin, pg. 91.

Definicin.- La sublimacin es el medio de transformar y elevar la energa sexual convirtindola en una


fuerza positiva y creadora, pero tambin, a la inversa, es un medio de atemperar y atenuar su excesiva
intensidad. Por tanto, desde Freud la sublimacin puede entenderse o bien como la expresin positiva
ms elaborada y socializada de la pulsin, o bien como defensa que puede atemperar los excesos
pulsionales (pg. 104).
Nasio J, Enseanza de siete conceptos cruciales del psicoanlisis. Barcelona: Gedisa.

Definicin.- La sublimacin es el proceso a travs del cual la psique es forzada a reemplazar sus
objetos privados o propios de carga libidinal (comprendida su propia imagen) por objetos que son y
valen en y por su institucin social, y convertirlos en causas, medios o soportes de placer para s
msmo (pg. 240).
Castoriadis C (1989), La institucin imaginaria de la sociedad. Barcelona: Tusquets, Volumen 2.

Generalidades.- Una pulsin se sublima cuando es derivada hacia un nuevo fin, no sexual y socialmente
valorado como el arte o la produccin intelectual. En las dems defensas el impulso es mantenido a raya
mediante una elevada contracarga: en la sublimacin ello no ocurre porque se quita energa al impulso
cargndolo en otro fin. Para Fenichel, la sublimacin es la nica defensa exitosa, pero tengamos presente
que las otras defensas tambin pueden usarse normalmente. La sublimacin implica una modificacin del
yo.
Celener G. y otros, "Los mecanismos de defensa y las tcnicas proyectivas", Publicacin interna de la Ctedra de
Teora y tcnicas de exploracin y diagnstico Mdulo II, Facultad de Psicologa, Universidad de Buenos Aires, 1996.

Definicin.- En la formulacin de Freud, en la que operaba con la teora de los instintos, el concepto de
sublimacin fue presentado como las conductas que, socialmente aceptadas y tiles, canalizaban o
descargaban, sin embargo, tendencias que eran culturalmente rechazadas en su forma original. Toda la
actividad y la produccin cientfica, intelectual, artstica, cultural en general, incluidas las religiones, eran
consecuencia de la sublimacin (pgina 147).
Bleger Jos (1965) Psicologa de la conducta. Buenos Aires: Eudeba. 3 edicin.

Generalidades.- La sublimacin es un "proceso invocado por Freud para explicar ciertas actividades
humanas que aparentemente no guardan relacin con la sexualidad, pero que hallaran su energa en la
fuerza de la pulsin sexual. Freud describi como actividades de resorte principalmente la actividad
artstica y la investigacin intelectual. Se dice que la pulsin se sublima, en la medida en que es derivada
hacia un nuevo fin, no sexual, y apunta hacia objetos socialmente valorados" (Laplanche y Pontalis,
1981:415).
La sublimacin puede ser considerada entonces, como una defensa exitosa contra las pulsiones. A
diferencia de una defensa fallida, como el sntoma neurtico, la sublimacin no implica sufrimiento sino
placer, y adems no es improductiva sino productiva: el yo tiene oportunidad de desarrollar sus
habilidades y capacidades, y hallar en esa actividad una fuente importante de placer. Desde este punto
de vista, actividades sublimatorias son el juego, el trabajo, el arte, el humor y las diversas otras
manifestaciones de la cultura.
Cazau P (1998) Vocabulario de Psicologa. Buenos Aires: Redpsicologa.
Referencias bibliogrficas
Laplanche J y Pontalis J (1981) Diccionario de psicoanlisis. Barcelona: Labor, 1981, 3 edicin.

Sublimacin y creacin.- Una forma de aproximarnos a la relacin entre ambos procesos es a partir de
un razonamiento que Freud desarrolla en "Las fantasas histricas y su relacin con la bisexualidad"
(pgina 139). All afirma que hay un tiempo preedpico donde, al no haber ocurrido la represin
(secundaria), las fantasas sexuales son an concientes: el beb no experimenta vergenza ni reparo
alguno en imaginarlas, y se complace en descargarlas a travs de la masturbacin.
Sin embargo, una vez instaurada la represin, estas fantasas pasan a ser inconcientes. Tras ello, operar
luego el retorno de lo reprimido, es decir, las fantasas inconcientes buscarn una forma de exteriorizarse
y descargarse, para lo cual habr dos posibilidades: o bien la libido sexual retorna como sntoma
neurtico, o bien es sublimada, es decir, canalizada hacia fines superiores y desexualizada.
En el primer caso, estamos frente a un desarrollo rutinario, repetitivo e improductivo porque tales son las
caractersticas del sntoma. En cambio el segundo camino, el de la sublimacin, es innovador, cambiante,
diversificado, ya que se manifiesta el libre juego de la imaginacin y aplicado adems a diversos aspectos
como el arte, la filosofa, etc. Adems, resulta productivo porque redunda en un beneficio tanto para
quien lo ejerce como para quien lo recibe. Por lo tanto, la sublimacin es ante todo un acto creativo.
Tal vez la primera manifestacin de la creatividad sublimada sea el juego infantil. Al respecto nos dice
Freud: "No deberamos buscar ya en el nio las primeras huellas del quehacer potico? La ocupacin
preferida y ms intensa del nio es el juego. Acaso tendramos derecho a decir: todo nio que juega se
comporta como un poeta, pues se crea en mundo propio o, mejor dicho, inserta las cosas de su mundo
en un nuevo orden que le agrada" (Freud S, El creador literario y el fantaseo, pgina 127).
"El poeta hace lo mismo que el nio que juega: crea un mundo de fantasa al que toma muy en serio,
vale decir, lo dota de grandes montos de afecto, al tiempo que lo separa tajantemente de la realidad
efectiva" (Freud S, El creador literario y el fantaseo, pgina 128).
En la Conferencia 23, Freud describe la relacin entre la realidad y la fantasa mostrando sus caminos de
ida y vuelta. En la formacin del sntoma neurtico asistimos a un pasaje de la realidad a la fantasa
mediante un mecanismo de regresin e introversin de la libido, pero admite que el camino inverso es
tambin posible, y como ejemplo de retorno de la fantasa a la realidad da como ejemplo el arte (Freud
S, Conferencia 23: Modos de formacin de sntomas, pgina 320).
Ms concretamente: el artista busca el placer del reconocimiento, el honor y el amor de los dems. Como
en la realidad no encuentra posibilidad de satisfacer estas tendencias, vuelve su inters sobre sus
fantasas. A partir de aqu el individuo puede devenir un profano o un artista. La diferencia est en que el
profano, esto es el neurtico, extrae de sus fantasas un placer limitadsimo debido al carcter implacable
de sus represiones que lo obliga a contentarse con escasos sueos diurnos, que encima no son siempre
concientes.
En cambio el artista sabe despojar a sus sueos diurnos del carcter personal que pudiera desagradar a
los dems y los transforma en fuente de goce para todos. Sabe embellecerlos hasta encubrir su equvoco
origen, y puede modelarlos conforme a la representacin de su imaginacin, enlazando as a su fantasa
inconciente un placer suficiente como para suprimir las represiones. Es el camino de la sublimacin.
Cuando el artista logra hacer esto, procura a los dems nuevas fuentes de goce que para ellos haban
sido inaccesibles, y, con ello, logra el reconocimiento, el honor y el amor que originalmente haba
buscado.

Pero creacin se opone tambin a destruccin. El psicoanlisis nos revela en efecto que la sublimacin es
siempre una actividad constructiva, hacia donde se han canalizado por impulsos destructivos del hombre,
y la construccin implica siempre un acto creativo. El cirujano, por ejemplo, ha sublimado esos impulsos
hacia un fin constructivo: reparar un cuerpo enfermo. Por otro lado, Melanie Klein (Laplanche J y Pontalis
J, 1981:417) ve en la sublimacin una tendencia a reparar y a restaurar el objeto bueno, que haba sido
hecho pedazos por las pulsiones destructivas.
Tomando ahora en consideracin el pensamiento de D. Winnicott, podemos tambin pensar a partir de l
los vnculos entre creacin y sublimacin.
Por empezar, este autor ingls no utiliza frecuentemente el trmino 'sublimacin' en sus escritos, pero s
emplea el concepto de 'juego', que ocupa un lugar central en su pensamiento. Si consideramos que el
juego es la actividad sublimatoria por excelencia, podemos ver la relacin entre sublimacin y creatividad
a partir de la conceptualizacin de Winnicott sobre la actividad ldica.
Un rasgo fundamental del juego es para Winnicott el hecho de que en l, "y quiz solamente en l, el
nio o el adulto estn en libertad de ser creadores" (Winnicott D, 1994:79). El juego implica una
capacidad de crear un espacio intermedio entre lo que est afuera y lo que est adentro que no se vale
de juegos regulados, adquiridos como fantasas o rituales, sino que se sita en el origen mismo de la
experiencia cultural. Los rituales son repetitivos, y por tanto no es actividad creadora. Asimismo, la
fantasa por s sola no es creadora sino en la medida en que puede exteriorizarse, o tomando conceptos
de Winnicott, situarse en un espacio transicional intermedio entre lo subjetivo y lo objetivo.
Esto ofrece una base incluso para la psicoterapia, entendida esta como un proceso que ofrece
"oportunidades para la experiencia informe y para los impulsos creadores, motores y sensoriales, que
constituyen la materia del juego. Y sobre la base de este se construye toda la existencia experiencial del
hombre. Ya no somos extravertidos o introvertidos. Experimentamos la vida en la zona de los fenmenos
transicionales, en el estimulante entrelazamiento de la subjetividad y la observacin objetiva (Winnicott
D, 1994:91).
Estos conceptos de Winnicott vienen a introducir una nueva oposicin: la creatividad se opone a la
enfermedad. As, dice este autor que "lo que hace que individuo sienta que la vida vale la pena de vivirse
es, ms que ninguna otra cosa, la apercepcin creadora" (Winnicott D, 1994:93). Seala seguidamente
que una relacin enfermiza con la realidad exterior es la relacin de acatamiento, la sensacin de estar
atrapado en la creatividad de algn otro, o de una mquina. En el otro extremo, sita una subjetivizacin
acentuada de la realidad, como en el caso de las alucinaciones: stas no 'crean' una realidad, sino que la
inventan. El punto medio es, para Winnicott, la salud, donde no se capta mecnicamente la realidad
exterior (esto se hara en el acatamiento conformista), ni se la inventa, sino donde se la crea
productivamente, es decir, donde como l dice, se entrelazan en forma estimulante la subjetividad y la
observacin objetiva.
Podemos concluir, entonces, lo siguiente: a) la salud mental implica algn tipo de posibilidad de sublimar
los impulsos, tanto sexuales como agresivos; b) la sublimacin implica la posibilidad de crear; c) por lo
tanto, el desarrollo de la creatividad est ntimamente ligado al mantenimiento y la restauracin de la
salud.
Cazau P (1998) Vocabulario de Psicologa. Buenos Aires: Redpsicologa.
Referencias bibliogrficas
Freud S, El creador literario y el fantaseo. Obras Completas, Tomo 9, Buenos Aires, Amorrortu, 1993.
Freud S, Conferencia 23: Modos de formacin de sntomas. Obras Completas, Tomo 16, Buenos Aires, Amorrortu,
1993.
Freud Sigmund, Las fantasas histricas y su relacin con la bisexualidad. Obras Completas, Tomo 9, Buenos Aires,
Amorrortu, 1993.
Laplanche J y Pontalis J (1981) Diccionario de psicoanlisis. Barcelona: Labor, 1981, 3 edicin.
Winnicott D (1994) Realidad y juego. Barcelona: Gedisa.

SUBLIMINAL
Generalidades.- El psiclogo Anthony Pratkanis, de la Universidad de California en Santa Cruz, ha
realizado una serie de experiencias que vuelven a demostrar que las cintas de audio subliminales no dan
el resultado que se espera de ellas. En estos experimentos, que duraron cinco semanas, 78 hombres y
mujeres oyeron los casetes para mejorar la memoria o la autoestima. Los participantes no pudieron
superar a la gente del grupo de control -que no haban odo las cintas- en ninguno de los 14 tests que
Pratkanis dise a los efectos de medir alguna mejora en las aptitudes investigadas.
El crecimiento multimillonario de este negocio se explica, segn Pratkanis, ms por el inters de la gente
que por la efectividad del producto. Si bien puede cuestionarse la capacidad de estos casetes para inducir
cambios de conducta ms o menos permanentes, tienen cierta utilidad en la medida en que, por lo
menos para algunas personas, facilita el ingreso en un estado de relajacin profunda, siempre beneficiosa
para el trajn de la vida cotidiana y an, empleada como tcnica auxiliar, para los pacientes con
trastornos de diverso nivel de gravedad.
Fuente: Revista Descubrir, Buenos Aires, Agosto de 1991.

SUEO
Generalidades.- El sueo es una desconexin fisiolgica del SARA. La estimulacin noradrenrgica
induce al sueo, mientras que su inhibicin produce el despertar. Entre las alteraciones cuantitativas del
sueo cabe mencionar el insomnio y la hipersomnia, mientras que alteraciones cualitativas son la
disomnia y la parasomnia.
El sueo presenta normalmente dos periodos cclicos: el sueo lento o ligero (No-REM), y el sueo rpido
o paradojal (REM).
1) Periodo No-REM: Sueo lento o ligero donde no se suea. Est controlado por los ncleos de Baffe,
que envan sus impulsos inhibiendo la descarga ascendente y descendente del sistema reticular. El
neurotransmisor involucrado es la serotonina (los ncleos de Baffe son ricos en ella), que es distinta a la
serotonina de origen plaquetario causante de las cefaleas. El periodo No-Rem abarca el 70-80% del total
del tiempo de sueo, y es el primero que aparece. Cada periodo No-Rem dura de 60 a 90 minutos, y
comprende cuatro fases.
Fase 1: Estado confusional de baja reactividad y pensamiento desorientado donde el sujeto se va
quedando dormido. Al EEG predominan las ondas alfa de 3-7 ciclos por segundo. Las ondas se lentifican,
durando esta fase entre un minuto y un minuto y medio.
Fase 2: Sueo verdadero, donde el sujeto est dormido. Al EEG se encuentran dos cosas. Primero las
espigas del sueo, es decir husos que duran de medio minuto a dos minutos, donde cada huso tiene de
12 a 14 ciclos por segundo. Segundo, aparecen complejos K o pequeas ondas bifsicas con una
deflexin negativa (hacia arriba) seguida de una positiva (hacia abajo). La fase dura entre 30 y 40
minutos.
Fase 3: Esta fase y la siguiente se llaman en conjunto fase Delta. An no hay actividad onrica y hasta
cierto punto est conservado el tono muscular, pudiendo haber excitabilidad por falta de Ca, y an
sonambulismo. En las fases 3 y 4 hay ondas delta de alto voltaje (75 mV), y grandes y muy lentas (de
medio a dos ciclos por segundo). Ambas fases en conjunto duran entre 30 y 60 minutos. En la fase 3 el
20% del registro son estas ondas lentas (delta).
Fase 4: Entre el 25% y el 40% del registro son ondas delta.
2) Periodo REM: Sueo rpido o paradojal que se instala sbitamente. Est controlado por el locus
ceruleus, siendo el mediador qumico la noradrenalina. Hay actividad onrica y el tono muscular
desciende, pudiendo llegar a abolirse, ya que la noradrenalina inhibe los centros motores. Se mueven los
globos oculares, en el hombre hay ereccin y, en general, predominan signos simpticos: aumento de la
frecuencia cardaca y respiratoria, con aumento de la presin arterial. El EEG es similar al cortical de la
vigilia, con ondas rpidas y de bajo voltaje, en ritmo alfa (7-14 ciclos por segundo). En una noche hay
tres o cuatro periodos REM y cada vez se hacen ms largos: el primero dura cinco minutos y el ltimo
sesenta minutos. Todos se alternan con los periodos No-Rem. En suma, el periodo REM tiene cuatro
caractersticas: motricidad ocular, hipotona muscular, signos simpticos y actividad onrica.
Castelluccio A, Clases de Correlaciones de la Clnica Mdica, Carrera de Psicologa, Facultad de Humanidades,
Universidad de Belgrano, Buenos Aires, 1983.

Sueo y depresin.- Entre los estudios epidemiolgicos existentes que han examinado la relacin
entre la depresin y las alteraciones del sueo, hay pocos estudios a escala nacional conducidos en
personas que representan la poblacin general. Por lo tanto, el presente estudio fue conducido para
aclarar la relacin entre la depresin y las alteraciones del sueo, en particular la relacin entre la
depresin y la duracin de sueo as como la suficiencia subjetiva del sueo, utilizando una amplia
muestra representativa de la poblacin en general. La encuesta fue conducida en junio del 2000,
utilizando cuestionarios autoadministrados, a una poblacin que fue seleccionada al azar entre 300
comunidades a lo largo de todo Japn. Entre los que respondieron, se analizaron los datos de 24,686
individuos con edad de 20 aos o superior. Se utiliz la Escala de Depresin del Centro para Estudios
Epidemiolgicos para evaluar la presencia de depresin. Se evalu el estatus del sueo, incluyendo la
duracin del sueo, la suficiencia subjetiva de sueo, y la presencia o ausencia de sntomas de insomnio.
Aquellos en los que la duracin del sueo era inferior a 6 horas y, aquellos en los que la duracin del
sueo era 8 horas o superior; tendieron a estar ms deprimidos que aquellos cuya duracin de sueo era
de 6-8 horas. As que, la duracin de sueo mostr asociacin de U con los sntomas de la depresin.
Cuando la suficiencia de sueo subjetiva disminuye, los sntomas de depresin aumentan, indicando una
relacin lineal inversamente proporcional. El hecho de que la duracin de sueo y la suficiencia subjetiva
de sueo mostraron relaciones diferentes con los sntomas de la depresin, indica que estos 2
parmetros de sueo tienen cada uno su propia importancia respecto a la depresin. Estas conclusiones
pueden ser tiles en el tratamiento mdico de enfermedades mentales.
Yoshitaka Kaneita; Takashi Ohida; Makoto Uchiyama... (et.al), Relacin entre la depresin y las alteraciones del
sueo: Un estudio nacional japons entre la poblacin general. J CLIN PSYCHIATRY. 2006;67(2):196-203.

Sueo y depresin.- Introduccin: Los trastornos depresivos son una de las causas ms comunes de
insomnio y las alteraciones del sueo tienen implicaciones pronsticas y teraputicas en este tipo de

pacientes. El insomnio residual tras la mejora en los sntomas depresivos es un importante predictor de
recada, conllevando adems, un deterioro en la calidad de vida de los pacientes que lo sufren.
Objetivos: Determinar la prevalencia de los trastornos del sueo en pacientes diagnosticados de algn
trastorno depresivo. Evaluar las alteraciones del sueo en los trastornos depresivos.
Metodologa: Muestra: La muestra est constituida por 124 pacientes ambulatorios (34 varones y 90
mujeres) tratados en una USM del Complejo Hospitalario Universitario de A Corua, diagnosticados de
algn tipo de trastorno depresivo, con una edad media de 39.43 aos. Mtodos: se utilizaron como
instrumentos para evaluar a los pacientes de la muestra: Escala de Depresin de Beck (punto de corte
13-14. ndice de calidad de sueo de Pittsburg (Macas-Royuela, 1996), utilizando como punto de
corte 5-6. El anlisis estadstico fue realizado con el programa SPSS versin 13.0 para Windows.
Resultados: En la muestra analizada, el 72 % de los pacientes presentaban alteraciones del sueo,
siendo la prevalencia de los trastornos del sueo muy superior en mujeres respecto a los varones, con
diferencias estadsticamente significativas en las escalas de Calidad Subjetiva de Sueo y Perturbaciones
del Sueo. Los pacientes con edades ms avanzadas presentan mayor nmero de alteraciones en las
escalas que los grupos de edad ms jvenes. Se detectaron importantes alteraciones en Calidad
Subjetiva de Sueo, Disfuncin Diurna y Medicacin para Dormir en todos los tipos de trastornos
depresivos. La Depresin Mayor Recidivante es el trastorno depresivo que presenta ms alteraciones en
el patrn vigilia-sueo, con diferencias respecto al resto de los diagnsticos analizados.
Conclusiones: La elevada prevalencia de los trastornos del sueo en los pacientes diagnosticados de
algn tipo de trastorno depresivo, y sus implicaciones en el pronstico de la enfermedad hacen
aconsejable el anlisis de las alteraciones del sueo en este tipo de trastornos, en especial en los
pacientes con Depresin Mayor Recidivante, y la determinacin de los parmetros predictores de recada.
C. Armas Barbazn; M.C. Garca Maha; M. Vidal Millares. Calidad de sueo en pacientes depresivos. REVISTA DE
PSIQUIATRA Y SALUD MENTAL. 2009 SEP;(2)

Sueo lcido.- Un Sueo Lcido es un sueo en el cual el soador se da cuenta de estar soando. ste
tipo de sueo se puede dar de forma espontnea o bien ser inducido por determinadas prcticas y
ejercicios. El trmino Sueo Lcido fue usado por primera vez por el psiquiatra holands Frederick van
Eeden en un estudio realizado en 1913. A la persona que se autoinduce el sueo lcido o lo tiene a
menudo de forma espontnea se le conoce como onironauta.
Es probable que la mayora de las personas hayan tenido uno o ms sueos lcidos en algn momento de
su vida, aunque la mayora de las veces hayan sido olvidados al igual que los sueos comunes. Hay
personas que se ejercitan para tenerlos y llegar a controlarlos de diferentes maneras ya que durante el
sueo lcido, el soador puede tener diferentes grados de control del sueo, pudiendo llegar, los
soadores ms experimentados, a controlarlos casi a voluntad, dirigiendo el sueo y llevando a cabo sus
deseos en los mismos. Es posible para un soador experimentado cambiar el lugar donde se encuentra
en el sueo, visitar sitios conocidos o imaginarios, volar y cualquier cosa que se le ocurra durante el
sueo. Los sueos lcidos son notables por perdurar en la memoria, siendo excepcionalmente mejor
recordados que los sueos tpicos y no lcidos (aunque tambin es posible no recordarlos). Los
onironautas describen regularmente sus sueos como excitantes, llenos de color y fantsticos, y a
menudo comparan sus sueos con experiencias espirituales. Adems, incluso, han informado de sueos
lcidos que han tenido lugar en una hiperrealidad, una realidad que es ms real que el estado cotidiano
de vigilia. En estos sueos todos los elementos del sueo estn amplificados. Al igual que los sueos
normales, los sueos lcidos se producen durante la etapa REM del sueo.
Recordar sueos.- Recordar los sueos es una habilidad muy importante para los soadores lcidos (y
para cualquiera que est interesado en conocer algo ms de su mundo onrico) ya que si no se recuerdan
los sueos, tampoco se podrn recordar los sueos lcidos. Habitualmente, mejorar el recuerdo de los
sueos es el primer paso para poder aprender a tener sueos lcidos. Adems permite familiarizarse con
el propio contenido onrico, lo cual, ser til para identificar signos (ver ms adelante test de realidad)
que tambin nos pueden ayudar a alcanzar la lucidez.
Una prctica comn que permite incrementar los sueos recordados es mantener un diario o cuaderno de
sueos, que se debe mantener cerca de nuestra cama, de manera que tan pronto como nos
despertemos, podamos plasmar en papel los sueos, impresiones o pensamientos que tengamos en ese
momento. Es recomendable que cuando despertamos no nos movamos y mantengamos durante un rato
los ojos cerrados, pues esto puede ayudar a recordar mejor el sueo que acabamos de tener.
Si esperamos a escribir en este diario en otro momento del da, podemos olvidar gran parte o el total de
los sueos que hayamos tenido, pero tambin hay que tener en cuenta que, a veces, durante el da,
algn suceso o acontecimiento pueden hacer que recordemos sueos que habamos olvidado y en estos
casos es recomendable, si es posible, tomar nota de todo lo que nos venga a la memoria, incluyendo que
fue lo que nos hizo rememorar ese sueo.
Otra tcnica para retener los sueos es mentalizarse antes de dormirse que a la maana siguiente se va
a recordar el sueo. Por ejemplo, podemos visualizarnos por la maana en la cama, recordando detalles
del sueo y apuntndolos.

Test de realidad.- Con el test de realidad se pretende obtener un mtodo para distinguir si se est
soando o no. Este es un proceso muy importante, pues puede ser la clave para tener sueos lcidos. El
mtodo consiste en realizar algn tipo de accin que sea difcil de llevar a cabo en un sueo, o tambin,
intentar hacer algo que en el estado de vigilia no sea posible. Algunos ejemplos del primer tipo podran
ser leer algn texto, apartar la vista de ese texto y volverlo a mirar para ver si se ha producido algn
cambio o, de igual manera, mirar la hora en un reloj. En el estado de vigilia el texto no cambia y la hora
puede cambiar apenas un minuto, en cambio, en un sueo, a menudo, se produciran cambios
significativos o extraos. Un ejemplo del segundo tipo de test, sera intentar elevarse del suelo y volar,
accin que slo se podra producir en un sueo. Dado que en nuestros sueos aceptamos como lgica o
normal cualquier cosa por extraa o imposible que parezca y que en el estado de vigilia no podra ocurrir,
es necesario llevar ese anlisis racional a nuestros sueos para poder alcanzar la lucidez, por tanto, otra
operativa que complementa al tipo test expuesto anteriormente sera tratar de identificar cierto tipo de
signos en nuestros sueos que nos pueden servir como pistas para saber si estamos soando o no.
Cada vez que realizamos un test de realidad debemos comprobar nuestro entorno y a nosotros mismos
de forma lgica analizando si hay algo extrao o algn signo que nos pueda ayudar a identificar si
estamos soando o no. Este test se debe realizar de forma habitual y continuada en el estado de vigilia
durante el tiempo que sea necesario (que puede variar desde unos das a varios meses) para convertir
este proceso en un hbito que finalmente se lleve a cabo tambin dentro de nuestros sueos, y de esa
manera poder alcanzar la lucidez. Es conveniente elegir algunos tipos de test (siempre ms de uno) y
llevarlos a cabo regularmente comprobando lo que nos rodea y pensando que el resultado sera diferente
si estuviramos soando. Adems tambin es muy importante hacer un test de realidad cada vez que nos
despertemos pues nos podra ayudar a alcanzar la lucidez si se produjera un falso despertar. Este
proceso puede dar resultados rpidamente en algunas personas y en otras no, pero lo importante es
mantener la constancia en el proceso hasta que se convierta en un hbito que se traslade a nuestros
sueos. Tambin puede ser de ayuda el que si no se consigue realizar este test durante el sueo, hacerlo
unas pocas veces antes de ir a dormir mientras se est despierto.
Cmo elegir que tipo de test debemos realizar depender de nuestra actividad diaria, de que se adapte a
nuestra personalidad, de la rapidez con la que se pueda hacer y de que sea discreto, si no quiere ser
descubierto (cuando se encuentra en lugares pblicos, en el trabajo, etc.). Si mantenemos la constancia
adecuada y la concentracin necesaria al realizar este test, obtendremos el resultado que buscamos.
Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/

Sueo y aprendizaje.- Un equipo de cientficos de la Universidad de Pennsylvania, Estados Unidos,


descubri que la mejor manera de almacenar informacin en el cerebro es dormir un par de horas
despus de aprender algo nuevo. Experimentando con ratones notaron que aquellos a los que se les
permita dormir inmediatamente despus de haber sido entrenados en una tarea especfica, recordaban
mucho mejor "la leccin" que los que permanecan despiertos durante varias horas. Los cientficos
tambin llegaron a la conclusin de que las primeras cinco horas que siguen al momento de aprendizaje
son un perodo crucial, ya que en ese lapso la nueva informacin es almacenada en la memoria. Sin
embargo, los ratones privados del sueo cinco o diez horas ms tarde del momento de aprendizaje no
sufrieron alteracin alguna.
Los resultados del equipo de Pennsylvania sugieren que el sueo afecta la memoria ayudando a regular la
actividad en la parte del cerebro llamada hipocampo. Por otra parte, el dormir result ser crucial en otras
funciones fsicas y mentales. "El sueo desempea un papel importante en una serie de funciones fsicas
y psicolgicas, como por ejemplo en la conservacin de energa o en la estimulacin del sistema
inmunolgico", seal el doctor Abel, uno de los investigadores.
Sueo y aprendizaje. BBC http://news.bbc.co.uk

Sueo en nios.- En muchas ocasiones se han vinculado los problemas sexuales o el mal sueo de los
nios con el hecho de que compartan la cama con los padres por las noches. Sin embargo, ahora a travs
de un estudio se comprob que dicha costumbre no afecta a los ms pequeos. El estudio fue realizado a
lo largo de 18 aos con 205 familias, por Paul Okami, de la Universidad de California, en Los Angeles.
Nios que comparten la cama con los padres. Diario La U, Buenos Aires, 21 de agosto de 2002.

Sueo en esquizofrenia.- Muchos estudios clnicos, de laboratorio y de no laboratorio han examinado el


contenido del sueo reportado por pacientes esquizofrnicos, pero los resultados han sido variables e
inconsistentes. Investigamos el contenido del sueo en 14 pacientes con esquizofrenia (edad promedio
25.5 3.2 aos) bajo medicacin antipsictica atpica y 15 controles sanos (edad promedio 22.3 4.2
aos), utilizando cuestionarios basado en medidas de laboratorio de los despertares del sueo REM.
Tambin se explor la relacin entre la densidad del movimiento ocular durante el sueo REM y el
contenido del sueo.
Los datos del cuestionario revelaron que cuando se compararon con los controles, los pacientes con
esquizofrenia reportaron haber experimentado un mayor nmero de pesadillas pero no se encontr
diferencias significativas en otras medidas, entre ellas la memoria del sueo general, presencia de sueos

recurrentes y frecuencia de emociones especficas. 39 informes de sueo fueron recolectados de cada


grupo despus de los despertares del sueo REM.
Las narrativas del sueo de laboratorio por parte de los pacientes fueron ms cortas y despus de
controlar la longitud del informe, desaparecieron la mayora de las diferencias significativas en el
contenido del sueo entre los dos grupos, con la excepcin de una proporcin mayor de caracteres
desconocidos en el grupo participantes. Los pacientes con esquizofrenia clasificaron espontneamente sus
informes de sueo como menos extraos que los controles, a pesar de una densidad similar de elementos
extraos evaluados por jueces externos.
Finalmente, ambos grupos tenan una densidad comparable de movimientos oculares rpidos durante el
sueo REM pero se encontr una correlacin positiva significativa entre la densidad de movimiento ocular
y las variables del sueo contenido nicamente en los controles. En general, los resultados sugieren que
las caractersticas del sueo contenido en la esquizofrenia pueden reflejar procesos neurocognitivos,
incluyendo el procesamiento emocional, especfico de este trastorno.
Flix-Antoine Lusignan; Antonio Zadra; Marie-Jose Dubuc...(et.al) Contenido del sueo en personas tratadas
crnicamente con esquizofrenia. SCHIZOPHR RES. 2009 JUL; 112(3):164-173.

SUEOS
Temas y argumentos de los sueos.- Varios investigadores americanos, entre ellos Calvin Hall, Fred
Snyder y Milton Kramer, han recopilado miles de informes sobre los argumentos de los sueos de las
personas. Del anlisis de este censo, apareci una serie de pautas comunes. Por ejemplo, el tema ms
habitual de los sueos de los adultos (44%) es la familia, y el 29% incluye parientes amenazados,
heridos, agonizantes o muertos. En el 8% de los casos, la persona suea que est siendo perseguida o
atacada. El 33% de los argumentos transcurre en el hogar de la persona que suea. El 15% en algn
medio de transporte, el 10% en la calle y otro 10% en la playa o en lugares relacionados con la
diversin. Por otra parte, la aparicin de la desgracia es mucho ms frecuente que el xito (46 versus 17
% de las veces). Otros sentimientos que se destacan por su repeticin (ordenados de acuerdo con la
frecuencia de su aparicin) son la angustia, la ira y la sorpresa, la amistad, la tristeza y la vergenza.
Los nios de 3 o 4 aos apenas suean con sus padres. Y si lo hacen con personas, suelen referirse a sus
hermanos. El tema fundamental entre los chicos parece ser los animales, que aparecen entre el 33 y el
45% de los sueos. En cuanto a los sexos, tambin parece haber diferencias. As, entre las mujeres se
registran con mayor frecuencia argumentos con contenidos familiares, contactos amistosos y
sentimientos. Por la parte masculina predominan los sueos con agresiones, desgracias y ambicin.
Fuente: Estadsticas sobre temas y argumentos de los sueos. Diario Clarn, Buenos Aires, 26 de julio de 1994.

Sueo, inteligencia y salud.- Un equipo de investigacin anglosajn sostiene que dormir poco reduce
dramticamente la inteligencia y ayuda a enfermarse. Jim Horne, de la Universidad de Laughborough,
sostiene que cada hora de sueo perdido reduce en un punto o dos el coeficiente intelectual. En una
semana de mal dormir, una persona normal con CI = 100 acaba teniendo el rendimiento de un deficiente
mental (CI = 80 aproximadamente). El problema tiene su origen en una cultura que exige cada vez un
rendimiento mayor que obliga a perder horas de sueo.
Fuente: Diario Clarn, Buenos Aires, 30 mayo 1999.

Concepcin de Medard Boss.- Boss se ha dedicado a los sueos ms que cualquier otro existencialista
y los considera parte importante de la terapia, pero en vez de interpretarlos como hacen los freudianos y
junguianos, permite que revelen sus propios significados. Todo no est escondido tras los smbolos,
escondindose del censor permanentemente presente. Ms bien, los sueos nos muestran cmo estamos
iluminado nuestra vida: si nos sentimos atrapados, nuestros pies estarn estancados en un bloque de
cemento; si nos sentimos libres, podremos volar; si nos sentimos culpables, soaremos con pecados y
culpas; si estamos ansiosos, soaremos con objetos persecutorios.
Como ejemplo, Boss nos habla de un hombre que tena dificultades sexuales y se senta bastante
deprimido. Durante los primeros meses de su terapia, soaba solo con maquinarias (algo no poco usual
para un ingeniero, pero tampoco demasiado excitante). A medida que progresaba su terapia, sus sueos
cambiaron. Empez a soar con plantas, luego con insectos (peligrosos, quizs, e incluso amenazantes,
pero al menos eran cosas vivas). Posteriormente so con ranas y culebras, luego con ratones y conejos.
Durante algn tiempo, aparecieron cerdos.
Despus de dos aos en terapia, al fin empez a soar con mujeres. Este hombre estaba triste porque se
haba confinado a un mundo solo hecho de maquinarias y le tom bastante tiempo llegar a soar con algo
tan clido como una mujer. El punto a tomar en cuenta es que aqu los cerdos no representan nada (ni
deseos escondidos, ni arquetipos o inferioridades para la teora del terapeuta. Pertenecen al ingeniero;
eran lo que su iluminacin evolutiva traa a su vida en esos momentos.
Puedes encontrar la teora de Boss en Existential Foundations of Medicine and Psychology. Psychoanalysis
and Daseinsanalysis contrasta con la terapia existencial y freudiana. Su trabajo sobre anlisis de los
sueos podemos encontrarlo en The Analysis of Dreams y I Dreamt Last Night.

Boeree George (2002) Teoras de la Personalidad. Traduccin de Gautier Rafael.

Interpretacin de los sueos segn Adler.- La interpretacin del sueo nos sirve para demostrarle al
enfermo sus preparativos, comnmente desenmascararlo como arreglador de sus sufrimientos y
demostrarle que, mediante el sueo y sus escenas, intenta abordar sus problemas actuales de una cierta
forma, en funcin de lograr su objetivo ficticio. El sueo muestra tambin una ilgica, de forma que sus
argumentos carecen de toda fundamentacin real.
Resumen de Adler Alfred (1967) Prctica y teora de la psicologa del individuo. Buenos Aires: Paids. 4 edicin.
Captulo 18.

La elaboracin del sueo.- El autor parte de los pensamientos latentes y tratar de observar todo lo
que ocurre con ellos, es decir, su transformacin en el contenido manifiesto.
Los sueos ms fciles de comprender son los no deformados, llamados sueos de tipo infantil. Suelen
ser sueos que satisfacen deseos o necesidades orgnicas, como el hambre, la sed, deseos
excrementicios, etc. El sujeto se halla molesto por una necesidad orgnica y suea que satisface esa
necesidad. Tiene sed, por ejemplo, y suea que est bebiendo. En este ltimo ejemplo, la fuerza psquica
que impulsa a la formacin del sueo es el deseo de beber. Por lo tanto en el sujeto en el sujeto que est
dormido hay un pensamiento como el que sigue: tengo deseos de beber. En el sueo mismo el sujeto se
ve bebiendo; es decir, el deseo latente se ha convertido en una imagen ptica. Es sta, tal vez, la
transformacin esencial en la elaboracin del sueo: el convertir en imagen los pensamientos latentes.
El convertir deseos en imgenes ocurre lo mismo en sueos no deformados que en los que han sufrido
alguna deformacin. Se llama deformacin de un sueo a las transformaciones que sufren los
pensamientos latentes al aparecer en el contenido manifiesto. Estas transformaciones son la
condensacin, el desplazamiento, la simbolizacin y la elaboracin secundaria.
Para afirmar o negar la existencia de la deformacin de un sueo, no basta con observar el contenido
manifiesto y deducir de l si el sueo es compresible o no. Hay sueos que pueden ser perfectamente
comprensibles y cuyo significado latente difiere por completo del que aparece en el contenido manifiesto.
La condensacin, en la elaboracin del sueo, hace que varios pensamientos del contenido latente
aparezcan representados en un solo elemento del contenido manifiesto. De esto resulta, por ejemplo, que
cuatro personas, A, B, C y D, del contenido latente aparezcan en el contenido manifiesto bajo la forma de
una sola persona. Pero esta ltima tiene los rasgos de A, va vestida como B, tiene los gestos de C y vive
en la casa de D. Con todo ello, la sola persona del sueo representa a las cuatro personas distintas del
contenido latente. Tal carcter del sueo ha sido percibido por un caricaturista que lo ha expresado
grficamente.
En su elaboracin, todos o casi todos los sueos sufren un proceso de condensacin. La elaboracin del
sueo suele reunir mltiples pensamientos latentes; busca las analogas y los puntos de contacto entre
estos pensamientos para formar, apoyndose en ellos, un sueo condensado.
Opuesto a la condensacin es el desdoblamiento: una persona o un objeto de los pensamientos latentes
corresponden a dos o ms elementos en el contenido manifiesto; cada uno de los elementos del
contenido manifiesto indica una cualidad diferente del elemento latente nico.
Otra de las maneras ms frecuentes de la deformacin de los pensamientos latentes en la elaboracin de
los sueos es el desplazamiento. Debido al desplazamiento, los pensamientos latentes aparecen
representados, en el contenido manifiesto, no tal como son, sino solamente de un modo parcial o bien
nicamente a travs de una alusin. (Gramaticalmente se conoce este tipo de representacin bajo el
nombre de sincdoque o metonimia.) Otra forma de desplazamiento consiste, durante la elaboracin del
sueo, en acentuar, en el contenido manifiesto, algo que en los pensamientos latentes tiene un valor
secundario, y en cambio, colocar lo principal en segundo trmino.
El desplazamiento ocurre tambin en la vida cotidiana, y por motivos anlogos a los del sueo, de una
persona fea se dice que es poco agraciada o que es simptica; de una vieja, que tiene cierta edad; de un
dbil mental, que es distrado, de alguien que roba que le gusta lo ajeno, etc.
La simbolizacin -que puede considerarse segn Garma como una forma especial de desplazamiento- es
otro de los procesos que intervienen en la elaboracin de los sueos. Cuando en diferentes sueos se
observa que determinado elemento concreto del contenido manifiesto est relacionado, con cierta
constancia, con un elemento reprimido del contenido latente, se denomina al primero smbolo.
Es interesante notar que al preguntar al sujeto qu es lo que se le ocurre con respecto a los elementos
simblicos de su sueo, las asociaciones a menudo fallan y no se le ocurre nada. Por este Freud llam a
los smbolos los elementos mudos del sueo. Para su interpretacin se emplea el significado encontrado
en las antedichas manifestaciones psquicas del tipo del folklore o la escritura.
En el sueo y en las manifestaciones psquicas citadas, hay, entre el smbolo y su significado, una
relacin muy constante. No es que un smbolo no pueda tener ms que un significado y que ste sea
invariable en todas las razas y en todos los tiempos. No. Su presencia y significado a veces varan segn
el ambiente cultural, pero la variabilidad es pequea.
Si el nmero de smbolos es muy grande, en cambio no lo es el nmero de ideas que tienen una
traduccin simblica en los sueos. Posiblemente, dicho nmero no pase de ciento. Las ideas

simbolizadas se refieren sobre todo a la genitalidad, y despus al nacimiento, a la muerte y al propio Yo y


a los parientes ms prximos.
Jones, Rank y Sachs son los psicoanalistas que mejor han estudiado el simbolismo. Con ellos, se puede
afirmar que si predominan las significaciones simblicas de orden genital, se debe a que ningn otro
instinto est tan sometido a la presin de las convenciones sociales y con tanta frecuencia privado de la
satisfaccin directa. El instinto genital se compone adems de mltiples y variados elementos perversos
que sufren una represin intensa y que, por lo tanto, son propicios a la representacin simblica.
En resumen, los caracteres del simbolismo en el sentido psicoanaltico son los siguientes: la relacin con
procesos inconcientes; significado prcticamente constante y muy frecuentemente genital; la
independencia de factores individuales; conexiones lingsticas y existencia de smbolos anlogos en
varias otras manifestaciones de la psique humana.
Existe algn otro proceso en la elaboracin del sueo? S; el que se conoce con el nombre de
elaboracin secundaria, cuya funcin es perfeccionar el sueo desde el punto de vista de la conciencia.
En trminos corrientes, se puede decir que la elaboracin secundaria da los ltimos retoques al sueo,
para hacerlo ms preciso y ms comprensible en su aspecto exterior.
La elaboracin secundaria es anloga a una funcin que interviene en nuestras percepciones, cuando se
convierten en representaciones. Supngase, por ejemplo, que tenemos ante nuestros ojos la figura
geomtrica llamada cubo. En una percepcin corriente de este cuerpo solamente se ven tres de sus
caras. Sin embargo, por su disposicin deducimos que deben existir tres caras ms; nos figuramos estas
tres caras ocultas que reunidas con las anteriores nos dan la representacin de un cubo. Nos figuramos,
pues, algo que no vemos, y ello mediante una elaboracin secundaria que sintetiza nuestras percepciones
con ayuda de recuerdos de percepciones anteriores. La elaboracin secundaria interviene tambin en la
visin del movimiento en el cinematgrafo, cuando, al observar imgenes sucesivas de un cuerpo en
diferentes posiciones, suponemos que se ha desplazado de una posicin a otra.
La elaboracin secundaria es, a veces, causa de error en la percepcin. Es lo que ocurre, por ejemplo,
cuando dejamos de percibir un error de imprenta en la lectura de un libro. Ese error de imprenta alterara
el conjunto armnico de nuestra lectura, y por eso lo eliminamos sin darnos cuenta.
En el sueo, la elaboracin secundaria procura formar un contenido manifiesto armnico y sin
contradicciones.
La condicin que los pensamientos latentes deben reunir para pasar al contenido manifiesto es no ser
inmortales. No ser inmortales en relacin con la moral propia del sujeto y no con una moral de tipo
colectivo. Hay pensamientos inmortales desde el punto de vista colectivo y que un sujeto se tolera con
perfecta tranquilidad, y otros pensamientos que, desde el punto de vista social, son inocentes y que en el
sujeto despiertan intensos remordimientos. Teniendo en cuenta que la interpretacin de los sueos se
efecta sobre todo, de hecho, en personas neurticas y, por lo tanto, con una moral especial, hay que
tener muy presente esta distincin entre los diferentes tipos de moral. Al interpretar los sueos se debe
procurar descubrir cul es la moral especial del soante. Expresado en trminos psicoanalticos, procurar
descubrir la forma propia del Supery del sujeto, viendo cules son los pensamientos rechazados por la
censura del sueo. Dicha censura del sueo es una manifestacin del Supery.
A pesar de su variabilidad, los pensamientos latentes tienen siempre una condicin. En todos los casos
son pensamientos importantes. En los pensamientos latentes el sueo rehye trivialidades, al revs de lo
que ocurre con el contenido onrico manifiesto, que prefiere lo indiferente. Para comprobar la afirmacin
de la importancia de los pensamientos latentes, basta con examinar los sueos anteriormente citados.
Los pensamientos latentes son producto de la actividad psquica, que contina a pesar de que el sujeto
duerma. El hecho de que dicha actividad sea inconciente, no niega su existencia. Quin no conoce, por
ejemplo, la posibilidad de solucionar, mientras se duerme, conflictos psquicos? La visin clara de la
conducta a seguir aparece al despertar a la maana siguiente, siendo as que, en el momento de
acostarse, todo se hallaba todava en estado confuso. El consejo de consultar con la almohada tiene, en
gran parte, su explicacin en la existencia de la actividad psquica nocturna.
Otro es el problema que plantea el sueo de angustia, ya que la manifestacin del deseo es posiblemente
ms fcil de observar que en otros sueos. Consiste en saber por qu el deseo -desagradable a Yo-, que
constituye la base del sueo, no ha sido lo suficientemente deformado para que pudiese bajar al
contenido onrico manifiesto, sin que el Yo reconozca lo que significa. Se supone que este
comportamiento se debe a diversas causas. Una de ellas podra ser una intensidad demasiado grande del
deseo, ya primitiva o tambin consecutiva a una exacerbacin, bajo la influencia de un suceso diurno
determinado.
Otra causa sera una disminucin de la intensidad represora de la censura onrica. La disminucin tiene
que ser intensa, porque en un grado menor se presenta normalmente siempre que se duerme,
posiblemente debido a que, lo mismo que otras fuerzas psquicas del sujeto, las fuerzas represoras que
originan la censura se entregan tambin al reposo durante la noche. Si el reposo es demasiado intenso,
permite el paso, sin las deformaciones necesarias, a los deseos hasta entonces reprimidos, originndose
la angustia del Yo.
Resumen de Garma ngel, Psicoanlisis de los sueos. Buenos Aires: Nova. Tercera edicin. Captulo 8.

Sueo y trauma.- Segn Freud el sueo es una satisfaccin de deseos inconcientes. Segn el autor, ni
los sueos de angustia, ni los sueos masoquistas, ni tampoco los que representan un castigo del
Supery, se oponen tericamente a esta concepcin psicoanaltica.
Sin embargo, hay un tipo de sueos que parece ser una excepcin. Son los sueos de las neurosis
traumticas. Cuando una persona ha sufrido un shock psquico intenso -caso relativamente frecuente en
pocas de guerra-, sus sueos son una reproduccin montona de las sensaciones desagradables
experimentadas en el momento del trauma. En tal reproduccin de la situacin traumtica en los sueos,
no existe deseo alguno que se satisfaga alucinatoriamente.
Hay tambin otra excepcin. Con gran frecuencia se observa en sueos la presencia de vivencias
desagradables olvidadas, que ocurrieron en la infancia del sujeto y que tuvieron un influjo traumtico en
su evolucin psquica. Si con frecuencia los sueos reproducen dichas vivencias traumticas infantiles,
ello contradice tambin la teora de la satisfaccin del deseo. Sin embargo, no es del todo as, ya que
muchas veces, en tales sueos, la situacin traumtica infantil aparece modificada en el sentido de la
satisfaccin del deseo.
No es partidario Freud de que la idea de que la excepcin confirma la regla. Lo ms que se puede admitir
-dice- es que la excepcin no invalida la regla. Teniendo en cuenta las excepciones anteriores, en las que
falla la supuesta funcin del sueo, Freud ha introducido una pequea modificacin en la teora
psicoanaltica. En vez de decir que el sueo es una satisfaccin de deseos, afirma que el sueo es una
tentativa de satisfaccin de deseos.
En la opinin del autor, la situacin traumtica interviene no solamente en los sueos de las neurosis
traumticas y en los sueos que reproducen ciertas situaciones traumticas infantiles, sino tambin en
todos los sueos. Creemos que la existencia de una situacin traumtica es un factor importantsimo en
la gnesis de los sueos, posiblemente el factor ms importante de todos. Esta opinin supone un punto
de vista nuevo en el estudio de la psicologa de los sueos. El autor procura demostrar esta hiptesis.
Estudiando los sueos de una persona se observa la gran frecuencia con que su contenido es
desagradable. La observacin fue hecha ya en el ao 1981 por Debacker, en sueos de nios, y fue
repetida en adultos por S. Weed y F. Haller en el ao 1985; segn estos ltimos autores el 58% de los
sueos de adultos son desagradables.
En s, la observacin anterior no es una objecin insalvable a la citada teora psicoanaltica, ya que
sueos desagradables, al ser interpretados, pueden sealar la satisfaccin de deseos. La existencia
dentro de la personalidad de instintos molestos al Yo, la intervencin del masoquismo y asimismo la
existencia del Supery, pueden explicar la aparente objecin.
Pero la explicacin citada deja algn descontento, sin que se sepa por qu. Parece como si, aun
conociendo todos estos ltimos motivos, no se explicase por completo la frecuencia del carcter
desagradable del sueo. Estudiando sueos ajenos y propios e interpretndolos, se tiene la impresin de
que el sueo se siente atrado hacia lo desagradable o hacia lo penoso. Veamos los sueos de A
Dominan, con mucho, los sueos desagradables para el sujeto. El predominio de lo desagradable se hace
aun ms patente si, dejando de lado el contenido manifiesto, nos ocupamos de los pensamientos
latentes. La base de casi todos los sueos de A la forman pensamientos molestos para el sujeto,
atenundose la molestia en su transformacin en contenido onrico manifiesto.
Otro fenmeno extrao en relacin con la teora de la satisfaccin de deseos es la frecuencia con que la
satisfaccin instintiva del sueo es poco intensa. El sueo suele ser cobarde en la realizacin de la
satisfaccin.
En el origen de los sueos suele hallarse una situacin desagradable para el sujeto, que el sueo intenta
corregir. A esta situacin se la puede designar con el nombre de situacin desagradable, situacin
angustiosa, situacin de conflicto psquico, situacin traumtica, etc. Teniendo en cuenta una situacin de
Freud, al autor le parece que el trmino ms adecuado es el de situacin traumtica. En efecto, Freud
llama vivencia traumtica a aquella que ocasiona, en poco tiempo, una intensidad tan grande de
excitaciones psquicas que el sujeto no puede librarse de ellas o elaborarlas de un modo normal corriente.
Son stas las caractersticas de la situacin desagradable que constituye el origen de los sueos, es decir,
la incapacidad del sujeto de librarse de excitaciones demasiado grandes o de elaborarlas de modo
normal.
El admitir la existencia de una situacin traumtica en la base de los sueos es algo que concuerda
completamente con otras investigaciones psicoanalticas.
En el origen de los sntomas neurticos se observa que existe siempre una fijacin del paciente a una o
varias situaciones traumticas, y ya se conocen las analogas que existen entre el sueo y los sntomas
neurticos. Por otra parte, el admitir la existencia de una fijacin a una situacin traumtica, en los
sueos, no invalida la teora de la satisfaccin de deseos. Ms bien completa esta teora, sealando un
punto que es necesario tener en cuenta para la interpretacin. No solamente invalida la teora de la
satisfaccin de deseos, sino que le da mayor fuerza, por el siguiente motivo. Comparando el contenido
latente con el contenido manifiesto del sueo y con la excepcin de los sueos de la neurosis traumtica,
se observa que la situacin traumtica, que forma la base del contenido latente, es transformada, en el
contenido manifiesto, en una situacin agradable o, por lo menos, en una situacin menos desagradable

o indiferente. Es decir, que en la elaboracin del sueo ha habido una clara evolucin en el sentido de la
satisfaccin de un deseo.
La existencia de una situacin traumtica fundamental explica para el autor el por qu de la cobarda del
sueo en sus tentativas de satisfacer deseos. El sueo es incapaz de atreverse mucho en el camino de la
satisfaccin, justamente porque el sujeto est psquicamente fijado a la situacin traumtica. Sin esta
fijacin, la satisfaccin de deseos en el sueo sera ms intensa.
En la opinin del autor, la situacin traumtica es el factor principal del sueo y la causante de que los
pensamientos sigan un camino regresivo, abandonando los trminos abstractos del pensamiento
ordinario y constituyendo alucinaciones concretas. En cuanto a las neurosis traumticas, no hay dudas de
que en ellas es ste el origen de los sueos. Lo mismo debe ocurrir en los otros sueos. El deseo que se
satisface, no es la causa de la regresin alucinatoria, sino solamente una tentativa de disminucin del
desagrado psquico, originado por la fijacin de la situacin traumtica.
Resumen de Garma ngel, Psicoanlisis de los sueos. Buenos Aires: Nova. Tercera edicin. Captulo 9.

SUFRIMIENTO
Generalidades.- Existen por lo menos dos maneras de relacionar entre s sntoma y sufrimiento,
utilizando para ello la conectiva lgica condicional (el famoso "si... entonces..."):
1) Sntoma > Sufrimiento.
2) Sufrimiento > Sntoma.
En el primer caso, lo que se afirma es que si hay sntoma, entonces hay sufrimiento. Esto es cierto, sea
que consideremos al sntoma en su sentido psicoanaltico o en su sentido mdico: quien tiene un sntoma
tiene algn grado de sufrimiento, aunque ste se derive de la simple presencia molesta del sntoma. En
el segundo caso, se afirma que todo sufrimiento implica un sntoma. Esto no es cierto: una persona
puede sufrir por la prdida de un ser querido y no constituir su padecer un sntoma, entendiendo por
este ltimo una forma de manifestacin de una patologa, orgnica o psquica: una persona
mentalmente sana puede sufrir por una prdida. Este breve anlisis resulta importante porque se suele
relacionar, superficialmente, psicoterapia con sntoma, sntoma con sufrimiento y, por carcter
transitivo, psicoterapia con sufrimiento. Sin embargo, no todo sufrimiento justifica una intervencin
psicoteraputica.
Cazau P (1999) Vocabulario de psicologa. Buenos Aires: Redpsicologa.

Diferentes formas de padecer.- Pueden distinguirse dos tipos de sufrimiento, segn que la persona
encuentre o no encuentre sentido en l: el padecimiento justificado y el padecimiento gratuito.
1) Padecimiento justificado: Un sufrimiento donde las personas encuentran en l un modo de realizacin
de su existencia personal o social, tales como los mrtires o aquellos que aceptaron el sufrimiento como
parte de una misin que lo justificaba. Esta justificacin del padecer en aras de un ideal depende de
valores culturales.
2) Padecimiento gratuito: En estos casos, el ser humano padece sin que haya ninguna justificacin clara
que otorgue sentido a esa experiencia de sufrimiento, que es entonces vivida como enajenada, como
algo extrao que debera poder concluir pronto y poder corregirse este 'desvo' o 'error', y poder retomar
un plan de vida. La psicoterapia es uno de las muchas formas en que la humanidad intent corregir este
error, este dolor sin justificacin.
Ms concretamente, la psicoterapia se ocupa de cuatro tipos de padecimiento:
1) La psicoterapia se ocupa del sufrimiento sin justificacin, o gratuito. La persona que encuentra un
sentido a su sufrimiento en funcin de un objetivo, no recurre a la psicoterapia para aliviarlo, y hasta la
rechaza si alguien le sugiere psicoterapia. No es lo mismo el sufrimiento de una anorxica al sufrimiento
de quien hace una huelga de hambre.
2) La psicoterapia se ocupa de aquellas personas que, an encontrando un sentido a su sufrimiento, no
logran la convalidacin de los dems. Por ejemplo, alguna persona prxima al padeciente puede
reclamar ayuda psicoteraputica para ste ltimo.
En estos casos -un ejemplo puede ser un esquizofrnico- no se puede aplicar psicoterapia en sentido
estricto, aunque s otras formas de intervencin clnica o recursos psicoteraputicos varios.
Por lo dems, la persona que sufre porque ve sufrir a otro s puede ser un potencial receptor de alguna
forma de ayuda psicoteraputica. Esta situacin encuadra dentro de alguna de las variantes de
sufrimiento gratuito que siguen a continuacin.
3) La psicoterapia se ocupa de personas que, ms all de si sufren o no, son consideradas como
individuos que pueden hacer sufrir a los dems, es decir, como alguien potencialmente peligroso para
sus semejantes. La asistencia psicoteraputica toma aqu la forma de una coaccin extrema, y es por
tanto el ejemplo de situacin ms alejada de lo que es el ejercicio de la psicoterapia. La psicoterapia no
obstante, puede aqu resultar til en tanto recurso subsidiario dentro de una intervencin ms amplia, y
siempre que no implique una coaccin o imposicin, explcita o implcita.
4) La psicoterapia se ocupa de las personas que sufren gratuitamente, pero que buscaran en todo caso
otras formas de alivio como la religin, la militancia poltica o la asistencia social. No debemos restar

importancia a estas formas alternativas, que son modos igualmente legtimos de ayuda que la
humanidad ha generado desde siempre. La indicacin psicoteraputica se justifica cuando el sufrimiento
es gratuito pero adems, cuando la persona comprende que ella sola no puede resolverlo. Aunque un
psicoterapeuta sugiera hacer un tratamiento, a veces este no prospera porque la persona no ha hecho
una genuina elaboracin de su dificultad para superar el sufrimiento. Cuando el individuo, en cambio,
pide ayuda psicolgica, deposita en el psicoterapeuta la tarea que l no puede realizar, o que no puede
realizar solo.
El paciente que puede beneficiarse con la psicoterapia, concluye Fernndez lvarez, es aquel que juzga
su sufrimiento innecesario, sea por su contenido, su intensidad o su persistencia, y que considera dicho
padecer como una forma de enfrentar la vida que l no esperaba de s.
Condensado de Fernndez lvarez H (1992) Fundamentos de un modelo integrativo en psicoterapia. Buenos Aires:
Paids. Captulo 12.

Caractersticas del padecimiento que justifica una psicoterapia.- Las situaciones a las que se
aplican las psicoterapias estn constituidas por los siguientes elementos:
1) Existe una situacin de malestar que puede ser indefinido ("todo en la vida me va mal"), o bien estar
relacionada con alguna circunstancia particular (por ejemplo angustia ante un abandono de la novia,
ideas obsesivas de suicidarse o matar, etc). Dicho malestar puede expresarse como alguna forma de
sufrimiento, queja, etc., a travs de mltiples canales, y en forma explcita o implcita.
2) Existe la conviccin de que ese malestar no se circunscribe a un hecho fsico (como el dolor por un
golpe, o la fiebre que acompaa una infeccin), ni a un desorden social (desempleo, violencia urbana,
etc). Se trata, en rigor, de evaluar el grado de compromiso de los factores fsicos, sociales y
psicolgicos, ya que en toda situacin participan en alguna medida todos esos niveles de realidad.
3) Existe la sensacin de que es imposible evitar dicho malestar mediante acciones voluntarias y
concientes.
4) Existe la creencia de que ciertos cambios internos modificarn ese estado de cosas, y que un experto
ser de ayuda para lograrlos. La persona debe tener la sensacin de que para mejorar su situacin, debe
producirse algn cambio dentro de s misma, lo que puede asumir distintas formas, tales como aumento
de ciertas capacidades (asertividad, resistencia fsica, etc), nuevas formas de ver los hechos, cambios en
la forma de sentir, desbloqueo de conductas, recuperacin de una funcin perdida (sueo, apetito,
sexualidad, etc.) o recuperacin de un estado de cosas (recomposicin de la pareja, estima de los
dems, etc).
Condensado de Fernndez lvarez H (1992) Fundamentos de un modelo integrativo en psicoterapia. Buenos Aires:
Paids. Captulo 12.

Esquemas de percepcin del sufrimiento.- Cmo nos percatamos de que estamos sufriendo? La
pregunta tiene sentido porque vivimos en un conglomerado muy diversificado de experiencias, y resulta
difcil hacer un balance: muchas personas, frente a la pregunta acerca de si son o no felices, contestan
dubitativamente. El balance de 'felicidad' suele hacerse en momentos como el cumpleaos, el comienzo
del ao o el fin de ao, momentos donde suele aumentar bastante el nmero de consultas psicolgicas.
La demanda de ayuda tiene que ver con una vivencia de disfuncionalidad en nuestra forma de organizar
la realidad, y en el poder continuar nuestro guin personal.
Para detectar tales situaciones disfuncionales, las personas utilizan ciertas modalidades, llamadas
'motivos de consulta', los que pueden agruparse en tres categoras: sntomas, problemas y conflictos.
a) Sntoma: situacin donde una persona considera que hay algn trastorno que afecta su conducta y
marca su disposicin a actuar. Por ejemplo, reacciones de ansiedad y depresin, trastornos
psicosomticos, insomnio, inhibiciones del pensamiento, disfunciones sexuales, alucinaciones, conductas
adictivas y descontrol de la agresividad.
b) Problema: situacin donde una persona considera que su trastorno afecta sus relaciones
interpersonales, como por ejemplo no poder manejarse en una relacin afectiva, incapacidad para elegir
compaeros adecuados de tarea, y vivir en ciertas condiciones sociales. El sujeto no se centra tanto en
una dificultad interior como en determinadas circunstancias externas que no pueden eludirse.
c) Conflicto: situacin donde la persona concluye que algo inherente a su vida en general es el origen de
su padecimiento. No es una determinada conducta, como en el sntoma, ni una forma determinada de
interaccin, como en el problema. Por ejemplo, inseguridad generalizada, confusin general en cuanto a
objetivos en la vida, etc.
Estos tres motivos de consulta estn obviamente relacionados. Por ejemplo, todo sntoma implica un
problema y expresa un conflicto. El psicoanlisis se centra en el sntoma, mientras que la terapia
sistmica en el problema.
Segn cual sea la situacin considerada, ser tambin la estrategia teraputica. Una persona puede ver
en la dificultad para alcanzar el orgasmo un sntoma, otra puede verlo como problema porque afecta su
relacin con su pareja, y otra puede verlo como un conflicto porque le preocupa que ello le ocurra con
todas sus relaciones afectivas. Unas veces los mismos pacientes traen su motivo de consulta, al que
llegaron por autoobservacin. Otras veces son allegados los que identifican el trastorno (familiares,

amigos, etc.). En casos de psicosis y otras perturbaciones graves, as como en los nios, el paciente no
tiene ninguna conciencia del trastorno ni, por lo tanto, necesidad alguna de ser ayudado. En estos casos,
la psicoterapia requerir una participacin activa y comprometida de quienes rodean al paciente.
Condensado de Fernndez lvarez H (1992) Fundamentos de un modelo integrativo en psicoterapia. Buenos Aires:
Paids. Captulo 12.

Sufrimiento psquico y sentimientos negativos.- Un tpico clsico de la psicopatologa alude a la


dificultad de valorar el sufrimiento psicolgico. El concepto sentimientos negativos (S.N.) originario de
la psicopatologa centroeuropea engloba componentes que los autores del presente artculo consideran
tiles indicadores clnicos del sufrimiento psquico. Dichos S.N. se refieren a afectos y emociones
dolorosas que acompaan el da a da del sujeto que los padece. Desde la perspectiva nosolgica, los
S.N. pueden emplazarse con propiedad dentro de la esfera depresiva por la naturaleza distmica de los
mismos, aunque tambin aparezcan en otros procesos (de naturaleza principalmente neurtica). As, los
S.N. de soledad suelen asociarse a otros de desamparo y tristeza. Al decir de M.A. Mondelli es la
sensacin de que algo falta y provoca ansiedad por una ausencia.
El S.N. denominado vaco emocional o sensacin de no tener nada dentro es un trastorno en la vivencia
del yo donde el propio cuerpo o tambin los propios pensamientos, sentimientos, etc. se sienten como
extraos (alienacin-despersonalizacin con prdida de la motivacin y el inters por lo que ocurre. Otro
S.N. habitual es la culpa que puede ser intrapunitiva (culparse uno de lo ocurrido) o extrapunitiva (culpar
a los dems de lo ocurrido, incluso de nuestros propios males).
Los S.N. de autodestruccin aluden a una vivencia autoltica y tienen como consecuencia frecuente el
aislamiento, incluso la conflictividad relacional
El S.N. de inescapabilidad emocional es sentirse atrapado/a en una situacin generalmente relacional, sin
visos de poder superar el problema. Finalmente la recreacin de sentimientos negativos se refiere a
pensamientos repetitivos de tinte afectivo negativo: tristeza, culpa, ansiedad, angustia y sentimientos
anlogos que generan insatisfaccin. Paradjicamente el sujeto parece recrearse en ellos de forma
masoquista, sufriendo y complacindose al mismo tiempo.
Se realiz un estudio que tena un doble objetivo: observar la morbilidad de los sentimientos negativos
dentro de la poblacin general y cualificar la naturaleza de dichos sentimientos negativos dentro de una
poblacin diana de sujetos afectos de dicha nosologa.
Material y mtodo: El instrumento de evaluacin fue el Inventario IRIDS 100 de Sirvent y Moral, 2008 y
dentro del mismo- la escala de sentimientos negativos de dicho inventario para medir el sufrimiento
mediante las subescalas de soledad, vaco emocional, culpa, autodestruccin, inescapabildad emocional y
recreacin de sentimientos negativos. A dicho propsito se estudiaron 78 sujetos diagnosticados de
dependencia emocional comparndolos con 311 sujetos de grupo control (poblacin general). Se
determin la significacin estadstica de las diferencias en los resultados realizando un anlisis de
varianza de clasificacin simple (ANOVA-1) complementado con la prueba de rangos mltiples de
Duncan, para hallar la significacin entre 2 medidas. El anlisis de los resultados extrados se realiz
mediante el paquete estadstico SPSS.
Carlos Sirvent; M Villa Moral; Pilar Blanco; Cruz Rivas. Sufrimiento psquico y sentimientos negativos. INTERPSIQUIS.
-1; (2009).

SUJETO
Definicin.- (Latino) Subiectum, significa lo puesto debajo, lo que se encuentra en la base. A este
sentido etimolgico responde la ms de las veces el significado ontolgico del vocablo sujeto, conforme
al cual el sujeto es la realidad que est en la base, que sostiene, el sustentador. (Alemn: Trge). Un
caso particular del sujeto ontolgico lo constituye el sujeto psicolgico, el Yo en cuanto sujeto de sus
actos.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Generalidades.- Sujeto es, en cierta medida, sinnimo de aparato psquico, porque es la suma de los
efectos mutuos de las diferentes instancias que lo componen (ello-Yo-Supery). El aparato psquico sera
su expresin objetivante, mientras que el sujeto quedara asignado a la experiencia de la subjetividad
(Green A, 1996).
Green A (1996) La metapsicologa revisada. Buenos Aires: Eudeba.

SULLIVAN, HARRY
Su pensamiento.- Su pensamiento fue importante en los EEUU, y para l la unidad de estudio no es el
inconciente sino la situacin interpersonal, y por ello fue un precursor de la psicologa social. Define a la
personalidad como un centro dinmico de procesos inter-personales, y podemos reconocer en la postura
de Sullivan tres elementos fundamentales: los dinamismos, la personificacin, y los procesos cognitivos.

1) Dinamismos: el psiquismo se compone de procesos, de transformaciones de energa que se hacen a


travs de unidades mnimas y que muy a menudo se concentran en determinadas zonas, como por
ejemplo las zonas ergenas. Esta tesis de la fragmentacin de la energa total es lo que para Sullivan
fundamenta la dinmica de la persona. Si esas dinmicas funcionan bien, la persona se desarrolla
normalmente, y ocurrira lo contrario si se presentan obstculos.
La persona se entiende a partir de su relacin con la sociedad y ms concretamente sus relaciones interpersonales. Estas relaciones generan siempre ansiedad, y frente a estas ansiedades se elaboran defensas
conformndose el llamado sistema del s-mismo. Si este sistema es coherente con la realidad, la
persona funciona armnicamente, y si no lo es, la persona es neurtica.
2) Personificacin: resulta de la necesidad de dar una imagen y que los dems nos perciban como una
imagen definida. Son estereotipos compartidos por el mundo que nos rodea, a los cuales uno se ajusta o
intenta siempre ajustarse.
3) Procesos cognitivos: de los cuales existen tres tipos: prototxico, paratxico y sintxico. El prototxico
es el conocimiento de las relaciones causales, es el modo habitual del pensar. Se lo denomin corriente
de la conciencia. El paratxico es una modalidad de apoyarse en la magia y la supersticin, y conecta
acontecimientos en series no causales. El tipo sintxico tiene una actividad simblica verbal que
determina mediante el lenguaje un orden lgico de experiencias.
Todas las transformaciones de energa se realizan, para Sullivan, a travs de trabajos manuales y
mentales, fundamento de la labor teraputica. Esta implica un reconocimiento recproco entre paciente y
terapeuta, un detallado interrogatorio relacionado con lo situacional, y una iniciacin que debe
necesariamente ir acompaada de una emocin tambin recproca, nacimiento del pacto teraputico.
Condensado de Kauffman Mara del Pilar C, Historia de la psicologa. Clases dictadas en la Ctedra de Historia de la
Psicologa, Facultad de Psicologa, Universidad de Belgrano. Buenos Aires, 1986.

SUPERDOTACIN
Definicin.- La Organizacin Mundial de la Salud considera superdotada a aquella persona con un
coeficiente intelectual por encima de los 130 puntos.
Fuente: http://www.eltercertiempo.net/recortes/recort10.htm

Definicin.- El trmino superdotacin se refiere al potencial para los altos niveles de ejecucin creativa
en la adultez y se puede encontrar en el rea intelectual, emocional, fsica, o sensibilidad esttica, entre
otras. Hacindose eco de otras opiniones, Lorenzo Garca prefiere el trmino talento para evitar
etiquetar a ciertas personas como muy diferentes, y a ciertos nios que pueden exacerbar su autocrtica
y la exigencia de los dems.
Lorenzo Garca R, Acerca de la problemtica del talento, en Revista del Instituto de Investigaciones de la Facultad de
Psicologa, Universidad de Buenos Aires, Ao 5, 2000, pg. 44.

Generalidades.- Se definen por poseer aptitudes que sobrepasan claramente la capacidad media de los
nios de su edad y por tener un talento creador en uno o varios campos. Superdotados y precoces no son
sinnimos. La problemtica de estos nios se relaciona con el hecho de que la superioridad intelectual no
entraa necesariamente el xito, ni el xito implica el desarrollo de la personalidad, ni la preparacin
para la asuncin del fracaso y la frustracin. As por ejemplo, un pequeo problema puede ser un factor
de desadaptacin con regresin, prdida de motivacin e indiferencia escolar. El medio exterior
desempea un papel muy importante en la inadaptacin (expectativas de la familia, profesores, pueden
suponer importantes conflictos ante una contrariedad o fracaso). Los autores coinciden en que los
posibles problemas son individuales, pero parece que las necesidades de adaptacin aumentan a mayor
CI (coeficiente intelectual). La falta de paralelismo entre madurez intelectual y madurez psicoafectiva
puede suponer una desadaptacin interna y social (tendencias a grupos de mayor edad, exigencias
familiares...). As paradjicamente pueden presentar fracaso escolar por falta de inters o motivacin
hacia las actividades escolares.
Fuente: http://www.sanamens.com/abuscar/superdotados.htm

Generalidades.- Segn Pat Hollingsworth, especialista en educacin para superdotados, hay patrones
comunes que muestran si un nio es ms avanzado que sus pares y debe recibir una mayor estimulacin
educativa: Suelen ser verborrgicos, analticos y curiosos. "Son esa clase de nios que los dems
califican como encantadores", dice Hollingsworth. Demuestran inters en aprender cosas nuevas. Tienen
una memoria asombrosa para retener detalles sobre un tema especfico desde muy chicos. Son muy
curiosos. Segn Linda Kreger Silverman, son chicos que preguntan mucho y quieren saber ms. Tienen
mucha imaginacin. Suelen inventar amigos imaginarios. Cuando son ms pequeos, duermen menos
que los chicos de su edad.
Fuente: http://www.unidosaqui.com/content/es005817A8.html

Generalidades.- No hay acuerdo en definir al superdotado, pero entre los puntos de vista ms actuales
encontramos el de J. Renzulli (1982) quien sugiere que debera distinguirse entre el superdotado
acadmico y el superdotado creativo / productivo. Las personas superdotadas a nivel acadmico
aprenden las lecciones con mucha facilidad y rapidez y por lo general obtienen buenas calificaciones en
pruebas de inteligencia. No obstante, estos indicadores no pronostican necesariamente xito en el futuro.
Los estudiantes superdotados a nivel creativo tienden a sobresalir en situaciones que requieren utilizar
informacin para solucionar problemas en formas nuevas y efectivas. Es ms probable que estas
caractersticas se asocien con el xito en la edad adulta.
En base a estas ideas, Renzulli y Reis (1991) definieron al superdotado como una combinacin de tres
caractersticas bsicas: capacidad general superior al promedio, un alto nivel de creatividad, y un alto
nivel de compromiso con las tareas o motivacin para tener un buen desempeo en ciertas reas.
Woolfolk A (1996) Psicologa educativa, Mxico, Prentice-Hall Hispanoamericana SA, pg. 123.

Generalidades.- Los modelos empleados para la investigacin de talentos se pueden clasificar en cuatro
grupos: 1) orientados a rasgos o capacidades, por ejemplo poniendo nfasis en la inteligencia (Terman,
Galton, Pearson, Binet, Gardner); 2) orientados hacia componentes cognitivos o mecanismos de
funcionamiento intelectual (Sternberg y otros); 3) orientados al logro o rendimiento (Stern, ltimos
trabajos de Terman y propuestas actuales de Feldhusen, Renzulli, etc.); y 4) orientados a lo sociocultural
o psicosocial, que consideran el impacto de la familia, escuela y comunidad (Tannenbaum y otros).
Lorenzo Garca R, Acerca de la problemtica del talento, en Revista del Instituto de Investigaciones de la Facultad de
Psicologa, Universidad de Buenos Aires, Ao 5, 2000, pg. 49-52.

Generalidades.- Se puede hacer una caracterizacin del nio dotado tomando en cuenta tres
caractersticas bsicas: intelectuales, afectivas y perceptivas (Gerson y Carracedo, 1996:39):
Los aspectos intelectuales estn definidos a partir de caractersticas como gran poder de abstraccin,
tendencia a examinar lo inusual y a establecer nexos de relacin entre lo aparentemente no relacionado,
marcado inters por la solucin de problemas, tendencia a seleccionar solo lo relevante, elevado nivel de
energa, independencia en el trabajo y en el estudio, pensamiento crtico, comportamiento dirigido a
objetivos, inusual capacidad para procesar informacin, habilidad para generar ideas y soluciones, muy
buena memoria, habilidad para la lecto-escritura temprana, elevado nivel de habilidad verbal y mayor
comprensin de las sutilezas del lenguaje, marcado inters por la experimentacin, habilidad para
identificar y considerar soluciones mltiples a un problema dado (pensamiento divergente), flexibilidad,
actitud cuestionadora y elevada capacidad para la re-creatividad (da una nueva forma a lo esencial).
Como caractersticas afectivas se destacan un agudo sentido del humor, despreocupacin por las normas
sociales, persistencia en mantener un punto de vista, inusual profundidad o intensidad emocionales,
hipersensibilidad, perfeccionismo, elevada autoconciencia, agudo sentido de la justicia y la libertad,
tendencia a la automarginacin, poca tolerancia a la frustracin e independencia en actitud y
comportamiento social.
Por ltimo, sus caractersticas perceptivas implican poseer intuicin muy acentuada, agudo sentido de la
percepcin visual, gran agudeza auditiva, y percepcin supra-fenomnica y atemporal (percibe ms all
de lo visible y lo tangible).
Gerson K y Carracedo S, (1996), Nios dotados en accin, Buenos Aires, Tekn.

Superdotado.- Persona cuyo funcionamiento intelectual est significativamente por arriba del promedio,
por lo general se define como en CI de 130 o 140 y ms alto.
Aiken L (2003) Tests psicolgicos y evaluacin. Mxico: Pearson. 11 edicin (pgina 458).

Definiciones.- Existe una terminologa variada para designar a los nios que sobresalen mentalmente en
algn sentido respecto del promedio: superdotados, talentosos, precoces, genios, sobredotados, etc.
La Organizacin Mundial de la Salud considera superdotada a aquella persona con un coeficiente
intelectual por encima de los 130 puntos (OMS, 1999). En el caso de los nios, se definen por poseer
aptitudes que sobrepasan claramente la capacidad media de los nios de su edad y por tener un talento
creador en uno o varios campos.
No hay acuerdo en definir al superdotado, pero entre los puntos de vista ms actuales encontramos el de
J. Renzulli (1982) quien sugiere que debera distinguirse entre el superdotado acadmico y el
superdotado creativo / productivo. Las personas superdotadas a nivel acadmico aprenden las lecciones
con mucha facilidad y rapidez y, por lo general, obtienen buenas calificaciones en pruebas de inteligencia.
No obstante, estos indicadores no pronostican necesariamente xito en el futuro. Los estudiantes
superdotados a nivel creativo tienden a sobresalir en situaciones que requieren utilizar informacin para
solucionar problemas en formas nuevas y efectivas. Es ms probable que estas caractersticas se asocien
con el xito en la edad adulta.
Sobre la base de estas ideas, Renzulli y Reis (1991) definieron al superdotado como una combinacin de
tres caractersticas bsicas: capacidad general superior al promedio, un alto nivel de creatividad, y de

compromiso con las tareas o motivacin para tener un buen desempeo en ciertas reas (Woolfolk A,
1996:123).
Hacindose eco de otras opiniones, Lorenzo Garca prefiere el trmino talento al de superdotado para
evitar etiquetar a ciertas personas como muy diferentes, y a ciertos nios que pueden exacerbar su
autocrtica y la exigencia de los dems. (Lorenzo Garca R, 2000:44). Compartimos este punto de vista,
por lo que hemos decidido adoptar el trmino talentoso, an cuando al describirse las teoras que dan
cuenta del talento, se conserve la denominacin superdotado para respetar la terminologa de los
autores.
El trmino talentoso utilizado internacionalmente y avalado por la National Research Center on the
Gifted of the United States, corresponde a las caractersticas del nio en cuya conducta podemos
observar la interaccin de los tres compuestos bsico de los rasgos humanos: inteligencia general o
especfica por encima de la media, alto nivel de creatividad y de compromiso con la tarea. (Benito Mate,
Y. 1994:83).
La razn por la cual se decide utilizar talentoso tiene que ver con la connotacin subjetiva que puede
otorgrsele a superdotado, como si se tratase de un nio excepcional, lo cual puede ir en contra de la
opinin que sostenemos en este trabajo sobre la necesidad de integrar al nio, y no aislarlo por
considerrselo distinto.
Por connotacin subjetiva se entiende el significado que cada persona da a un trmino. Resulta
inadecuado para los propsitos de la definicin, porque la connotacin subjetiva vara no solo de un
individuo a otro, sino tambin para el mismo individuo en diversos momentos, ya que ste puede adquirir
nuevas creencias o abandonar las viejas (Copi, 1974:144).
A continuacin, se mencionan algunas precisiones terminolgicas y concepciones importantes sobre la
superdotacin y el talento.
Gagn, en 1968 (Clemente A y otros, 1997:23), propone denominar superdotacin a la competencia
general, y llamar talento al elevado rendimiento de reas especficas. Gagn seala que la superdotacin
puede convertirse en talento como consecuencia del aprendizaje, en el cual debern administrarse ciertos
catalizadores o disparadores del rendimiento.
Renzulli, en 1978 (Clemente A y otros, 1997:23), ubica a la superdotacin en la interseccin de tres
caractersticas personales que l llama anillos: el primero se relaciona con un alto nivel intelectual, el
segundo se refiere a una creatividad elevada, mientras que el tercero concierne a una alta motivacin de
logro y persistencia en la tarea.
Jackson y Butterfield por su parte, en 1986 (Clemente A y otros, 1997:23), asignan especial importancia
al papel que tiene la metacognicin en los talentosos. Consideran que los procesos superiores
extraordinarios que regulan el anlisis de la tarea y la autodireccin de la conducta, en la resolucin de
problemas, pueden ser componentes importantes para identificar a las personas superdotadas.
Sternberg simultneamente utilizar tres subteoras diferentes para comprender la inteligencia
superdotada y comparte con otros autores la idea de que la superdotacin, lejos de ser un atributo
unidimensional, puede abordarse de muy diversas maneras.
Monks y Van Boxtel, en 1988 (Clemente A y otros, 1997:23), agregan a la definicin de los tres anillos de
Renzulli la importante dimensin de los contextos sociales en los cuales el alumno interacta: el colegio,
los compaeros y la familia. Consideran la superdotacin como un fenmeno dinmico dependiente de los
cambios de la persona y de su entorno.
Gardner (Monks y otros, 1997:24), indica siete reas de desempeo en las cuales se desarrollan los
individuos creativo/productivos, y que son lingstica, lgico-matemtica, visual-espacial (capacidad para
imaginar situaciones tridimensionales), musical, corporal-kinestsica, intrapersonal e interpersonal. Estas
siete reas de desempeo creativo son denominadas por este autor inteligencias.
Gardner (Pozo, 1993:22) identifica tres tipos de escolares, el ltimo de los cuales podra incluir al nio
talentoso:
1) El aprendiz intuitivo: O aprendiz natural, universal o ingenuo: es el nio pequeo que, bien dotado
para aprender el lenguaje y otros sistemas simblicos, desarrolla teoras prcticas sobre el mundo fsico y
social durante los primeros aos de vida.
2) El aprendiz escolar: O estudiante tradicional. Desde los 7 a los 20 aos ms o menos. Es el sujeto que
intenta dominar la lectura y la escritura, y los conceptos disciplinares de la escuela. Ms all de su
rendimiento, este tipo de aprendiz una vez que abandon las aulas, vuelve a pensar como lo haca en el
preescolar o la primaria.
3) El experto disciplinar: O especialista. Persona de cualquier edad que domina los conceptos y
habilidades de una determinada disciplina y puede aplicarlos bien a nuevas situaciones. Son los que
realmente comprenden, porque pueden por ejemplo, utilizar el saber de las clases para aclarar nuevos
fenmenos.
Finalmente, cabe mencionar aqu la caracterizacin del nio dotado tomando en cuenta tres
caractersticas bsicas: intelectuales, afectivas y perceptivas (Gerson y Carracedo, 1996:39):
Los aspectos intelectuales estn definidos a partir de caractersticas como gran poder de abstraccin,
tendencia a examinar lo inusual y a establecer nexos de relacin entre lo aparentemente no relacionado,

marcado inters por la solucin de problemas, tendencia a seleccionar solo lo relevante, independencia
en el trabajo y en el estudio, pensamiento crtico, comportamiento dirigido a objetivos, inusual capacidad
para procesar informacin, habilidad para generar ideas y soluciones, muy buena memoria, habilidad
para la lecto-escritura temprana, elevado nivel de habilidad verbal y mayor comprensin de las sutilezas
del lenguaje, marcado inters por la experimentacin, habilidad para identificar y considerar soluciones
mltiples a un problema dado (pensamiento divergente), flexibilidad, actitud cuestionadora y elevada
capacidad para la re-creatividad. Esta ltima capacidad hace referencia a la habilidad para tratar un
problema ya conocido de una manera novedosa o bien para mejorar una solucin ya conocida. La
recreacin implica mantener lo esencial, aunque cambindole la forma. Por ejemplo, un cineasta puede
re-crear una nueva pelcula sobre Drcula an cuando este tema ya haya sido expuesto en films
anteriores, si es capaz de mostrarlo desde una nueva perspectiva que supere todo lo anterior.
Como caractersticas afectivas se destacan un sentido del humor, despreocupacin por las normas
sociales, persistencia en mantener un punto de vista, inusual profundidad o intensidad emocionales,
hipersensibilidad, perfeccionismo, elevada autoconciencia, agudo sentido de la justicia y la libertad,
tendencia a la automarginacin, poca tolerancia a la frustracin e independencia en actitud y
comportamiento social.
Por ltimo, sus caractersticas perceptivas implican agudo sentido de la percepcin visual y gran agudeza
auditiva.
Benito Mate (Benito Mate, 1993:83) destaca algunos aspectos de la conducta observable de los nios
talentosos, tales como, por ejemplo, desarrollo motor precoz (gran agilidad y coordinacin psicomotriz),
desarrollo precoz del lenguaje, precoz y eficaz aprendizaje de la lectura y la escritura (por ejemplo,
comienzan a leer a los tres aos, y aprenden de corrido, sin deletrear ni silabear), adquieren
precozmente la idea de nmero y la capacidad para operar con ellos, manifiestan un inters precoz por el
tiempo (cuentan el tiempo a los cinco aos), y prefieren los juegos y actividades que supongan riesgos o
desafos. No suelen gustar de los deportes de mayoras, y sus hobbies preferidos son la lectura, la
escritura, el dibujo, hacer puzzles. Se relacionan mejor con nios ms pequeos o con nios mayores
(Benito Mate Y, 1994:83-85).
Ejemplos de caractersticas de nios talentosos-creativos (con especial nfasis en el aspecto de la
creatividad):

Curiosos.

Amplio vocabulario y memoria.

A veces, aprenden a leer sin ayuda.

Claro sentido de las fechas.

Persistentes.

Coleccionistas.

Independientes.

Mantienen, durante aos, el inters por una o varias reas de conocimiento.

Inician sus propias actividades.

Profundo sentido del humor.

Les divierten los juegos complicados.

Creativos e imaginativos.

Inters y preocupacin por los problemas del mundo.

Se analizan a ellos mismos y son muy autocrticos.

Comportamiento maduro para su edad.

Ambiciones e ideales muy elevados.

Son lderes.

Dotados para arte, msica, escritura, teatro y/o danza.

Investigan utilizando mtodos cientficos.

Ven conexiones entre conceptos diferentes.

Producen trabajos nicos, vitales y sorprendentes.

Crean ideas y procesos novedosos.

Inventan y construyen aparatos mecnicos originales.

Habitualmente opinan en contra de lo tradicional.

Expresan dudas sobre el status quo.

Aplican sus conocimientos a nuevas situaciones.

Hacen cosas inesperadas.

Suelen parecer diferentes.

Les gusta leer, sobre todo, biografas y autobiografas.


Benito Mate Yolanda (Coord), (1994) Intervencin e investigacin psicoeducativas en alumnos superdotados,
Salamanca, Amar Ediciones.
Clemente A, Prieto J y Arocas E (1997), Atencin educativa de alumnos con altas capacidades, en Revista de Psicologa
de la Educacin, Buenos Aires, N 21.
Copi Irving (1974) Introduccin a la lgica, Buenos Aires: Eudeba, 15 edicin.
Gerson K y Carracedo S, (1996), Nios dotados en accin, Buenos Aires, Tekn.

Lorenzo Garca R (2000) Acerca de la problemtica del talento, en Revista del Instituto de Investigaciones de la
Facultad de Psicologa, Universidad de Buenos Aires, Ao 5.
Monks F, Ypenburg I y Blumen S, (1997) Nuestros nios son talentosos, Ponticia Universidad Catlica del Per, Fondo
Editorial.
OMS (1999) [citado 02 setiembre 2001] Disponible en <http://www.eltercertiempo.net/ recortes/recort10.htm>.
Pozo Juan Ignacio, (1993) "Teoras cognitivas del aprendizaje", Madrid, Morata, 2 edicin.
Woolfolk A (1996) Psicologa educativa, Mxico, Prentice-Hall Hispanoamericana SA.

La teora trirquica de Sternberg sobre la superdotacin.- (Orientada a componentes cognitivos o


mecanismos de funcionamiento intelectual). Esta teora plantea suscintamente que una inteligencia
excepcional se define a partir de tres factores (Benito Mate Y, 1994:29): un factor componencial, que
especifica los mecanismos mentales que subyacen a la conducta inteligente excepcional del
procesamiento de la informacin; un factor experiencial, vinculado con el comportamiento inteligente
excepcional cuando deben enfrentarse tareas nuevas, que con el paso del tiempo se automatizan; y un
factor contextual, vinculado con el mbito sociocultural donde la inteligencia surge, es decir, para quienes
y dnde tal o cual conducta se considera excepcionalmente inteligente.
Sternberg se ha centrado principalmente en la concepcin psicomtrica de la inteligencia, intentando
entenderla como un grupo de fuentes estticas y latentes diferencias, individuales, llamadas factores,
siendo estos ltimos constructos estadsticos destinados a describir los elementos subyacentes en el
individuo (Benito Mate Y, 1994:27).
La siguiente tabla nos permitir orientarnos ms fcilmente en la exposicin.
FACTOR
Componencial
Experiencial
Contextual

Componentes
6 Metacomponentes
7 Componentes de realizacin
3 Componentes de adquisicin
2 Capacidades bsicas (enfrentar nuevas situaciones, e interiorizar lo aprendido).
5 condiciones (pertinencia, intencionalidad,, adaptacin, modelacin y seleccin).

El factor componencial se refiere concretamente a las relaciones entre inteligencia y mundo interno, e
incluye tres sub-categoras, si cabe esta expresin: metacomponentes (procesos de orden superior
usados en planificar, guiar y tomar decisiones en tareas), componentes de realizacin (procesos de orden
inferior que ejecutan lo que le mandan los metacomponentes) y componentes de adquisicin de
conocimiento (adquisicin, retencin y transferencia como mecanismos para adquirir informacin nueva,
recordar la ya existente y transferir la aprendida a otro contexto).
Existen seis metacomponentes:
a) Decisin acerca de qu problemas son los que se deben solucionar, lo cual tiene que ver con la
habilidad de reconocer la organizacin eficaz del tiempo.
b) Seleccin de los componentes de orden menor para la solucin de estos problemas, lo cual tiene
relacin con la habilidad para poder reconocer cules son los elementos implcitos del o los problemas.
c) Seleccin de estrategias en la solucin de problemas, lo que implica saber colocar esas etapas en la
secuencia adecuada. Por ejemplo: en un examen de matemticas las frmulas estn disponibles, pero
depender del estudiante averiguar cules, cundo y cmo utilizarlas.
d) Seleccin de representaciones para presentar la informacin. Por ejemplo, los expertos jugadores de
ajedrez representan la informacin de jugadas de forma ms eficaz que los no expertos. Cabe consignar
que no existe una nica estrategia que sea la mejor, ya que depender del tipo de habilidad del jugador:
espacial o verbal.
e) Resolucin en la designacin de componentes en la solucin de problemas: lo que implica aprovechar
los recursos cognitivos disponibles. Cabe pensar en el ejemplo de los profesionales y ejecutivos que
deben decidir sobre el reparto del trabajo entre aquellas personas de su grupo que resulten ms eficaces.
El estudiante talentoso tiende a emplear ms tiempo en codificar los trminos del problema que en
resolverlo: el talentoso parece entender que perder tiempo en organizar los datos del problema
implicar luego un ahorro en el tiempo empleado para su resolucin.
f) Solucin guiada en la resolucin de problemas, lo que implica la capacidad para ser flexible cuando
deben modificarse los planes o las estrategias en funcin de la realidad.
Los siete componentes de realizacin son:

codificar

traducir (datos como representaciones internas para poder realizar con ellas operaciones
mentales)

inferir (detectar relaciones en un campo dado donde existen varios objetos: por ejemplo, un
alumno podra inferir que el aumento de la intervencin militar parece correlacionarse con la
disminucin del entusiasmo de los americanos por el efecto de la guerra)

organizar (descubrir relaciones entre relaciones, por ejemplo, cuando un alumno enumera
diversas razones para justificar la intervencin militar en Irak y la falta de entusiasmo de los
americanos por este motivo y determinar en qu coinciden),
aplicar (extrapolar una regla inducida a situaciones nuevas, haciendo entonces predicciones, por
ejemplo, qu suceder con la respuesta de los ciudadanos americanos si la intervencin militar
fuese exitosa)
comparar (diferentes respuestas para ver cul es la mejor opcin, por ejemplo, el alumno
compara sus propias hiptesis sobre la guerra con las los expertos)
justificar (verificar la mejor de las opciones, aunque no sea la ideal y da una respuesta)

Los tres componentes de adquisicin del conocimiento son: codificacin selectiva (separar la informacin
relevante de la irrelevante), combinacin selectiva (implica saber cmo combinar las piezas de
informacin como una totalidad internamente conectada, es decir, capacidad para generar una nueva
estructura de conocimiento), y comparacin selectiva (relacionar la informacin nueva con la informacin
adquirida en el pasado).
El factor experiencial implica dos capacidades bsicas: la capacidad para enfrentarse a situaciones
nuevas, y la capacidad para interiorizar lo aprendido y/o automatizar la informacin. En el primer caso, el
sujeto ha de contar con cierta capacidad de insight en los procesos de codificacin, combinacin y
comparacin selectivas. Los ejemplos tpicos son los problemas que aparecen en los puzzles (Si t tienes
calcetines negros y marrones en tu cajn, mezclados en proporcin de 4 a 5, cuntos calcetines tendrs
que sacar para asegurarte de tener un par del mismo color?).
El factor contextual plantea la cuestin de qu conductas son inteligentes para quin (para los
evaluadores, para los pares), y dnde (medio ambiente donde el nio se desarrolla) estas conductas son
inteligentes. En tal sentido, el hecho de saber qu constituye un acto de inteligencia excepcional se puede
diferenciar de un sujeto a otro, o de un mbito sociocultural a otro, en el sentido de que tal vez una
misma conducta pueda ser considerada excepcional en ciertos contextos y en otros no.
Sternberg considera que una definicin de la inteligencia contextual debe incluir: pertinencia (relacin
con el mundo real, por ejemplo, la inteligencia de un pigmeo africano no ser correctamente evaluada si
la situamos en la sociedad americana), intencionalidad (inteligencia dirigida hacia metas), adaptacin (al
ambiente, por ejemplo, cuando un empleado intenta conciliar sus propias metas con las de la empresa
donde trabaja), modelacin (el hombre acta sobre el ambiente para modificarlo ) y seleccin (de los
ambientes, por ejemplo cuando un ambiente no permite la adaptacin, puede elegir otro alternativo).
Benito Mate Yolanda (Coord), (1994) Intervencin e investigacin psicoeducativas en alumnos superdotados,
Salamanca, Amar Ediciones.

El modelo del enriquecimiento tridico de Renzulli sobre la superdotacin.- Este modelo define a
los nios superdotados como una combinacin exitosa de tres factores: habilidades por encima del
promedio, creatividad y compromiso con la tarea (Benito Mate Y, 1994:54).

Habilidad superior a
lla media

Compromiso con la
ttarea

C
Creatividad

Las habilidades por encima de la media: Considera dos tipos de habilidades: la general, que consiste en
la capacidad de procesar informacin, integrar experiencias que tienen como resultado respuestas
apropiadas y que se adaptan a nuevas situaciones, y la capacidad de desarrollar un pensamiento
abstracto; las especficas: consisten en la capacidad de adquirir conocimientos, patrones, o realizar una o
ms actividades especializadas y dentro de una gama restringida, como por ejemplo la qumica, la
mecnica, el ballet, la matemtica, la composicin musical, la escultura, la fotografa, etc.
Cada habilidad especfica, puede a su vez, ser dividida en otras ms especficas como la fotografa de
retratos.
El compromiso con la tarea: En las personas creativo-productivas es muy frecuente encontrar un alto
monto de motivacin, entendida sta como un proceso general energizante que pone en accin y
mantiene activas respuestas en los organismos. El compromiso con la tarea puede apreciarse en la
perseverancia, la resistencia, el trabajo duro, la prctica dedicada, la confianza en uno mismo, y una
creencia en la habilidad de uno mismo para realizar trabajos importantes.
La creatividad: Ciertos estudios como los de Mackinnon, que datan de 1964 (Benito Mate Y, 1994:60),
consideran creatividad a la originalidad de pensamiento, en los planteamientos de los problemas,
ingenio constructivo, habilidad para dejar a un lado las convenciones y procedimientos establecidos
cuando no sean apropiados, y un don para idear proyectos efectivos y originales.
Benito Mate Yolanda (Coord), (1994) Intervencin e investigacin psicoeducativas en alumnos superdotados,
Salamanca, Amar Ediciones.

SUPERIORIDAD
Generalidades.- Adler sugiri que la psique tiene como fin primario el objetivo de la superioridad. Tal es
el finalismo ficticio y ltimo por el que luchan todos los seres humanos y da unidad y coherencia a la
personalidad. La superioridad no significa querer ser ms que los dems, sino el deseo de ser competente
y efectivo en cualquier cosa que el individuo quiera hacer. Es un concepto similar al de autorrealizacin
de Jung.
La lucha por la superioridad puede tomar la forma de un ansia exagerada de poder, buscando ejercer
control sobre objetos y personas y jugar a ser dios, lo cual puede introducir una tendencia hostil en la
vida. La pugna por la superioridad es innata y es parte de la lucha por la supervivencia que el hombre

comparte con otras especies en el proceso evolutivo. Segn Adler, la vida no busca reducir tensiones o
restaurar equilibrios, sino que es alentada por el deseo de superarse.
Engler Barbara, Introduccin a las teoras de la personalidad. Mxico: McGraw-Hill, pg. 103.

SUPERSTICIN
Generalidades.- (Psicoanlisis) La supersticin se da tambin en el intelectual cuya vida anmica se ha
detenido en determinado punto. Es esta categora, los enfermos obsesivos son los que suministran el
mayor porcentaje de supersticiosos. Se trata, en general, de impulsos agresivos que se transforman en
temores supersticiosos de desgracias; estos impulsos reprimidos tornan en esta forma a la esfera
conciente de la que haban sido desplazados. Esos neurticos obsesivos suelen inventar sus modalidades
o bien aceptan alguna de las supersticiones difundidas.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

SUPERYO
Definicin.- El trmino superdotacin se refiere al potencial para los altos niveles de ejecucin creativa
en la adultez y se puede encontrar en el rea intelectual, emocional, fsica, o sensibilidad esttica, entre
otras. Hacindose eco de otras opiniones, Lorenzo Garca prefiere el trmino talento para evitar
etiquetar a ciertas personas como muy diferentes, y a ciertos nios que pueden exacerbar su autocrtica
y la exigencia de los dems.
Lorenzo Garca R, Acerca de la problemtica del talento, en Revista del Instituto de Investigaciones de la Facultad de
Psicologa, Universidad de Buenos Aires, Ao 5, 2000, pg. 44.

Segn M. Klein.- "Segn la escuela de M. Klein existira, desde la fase oral, un superyo que se formara
por introyeccin de objetos 'buenos' y 'malos' y que el sadismo infantil, que entonces se encuentra en su
acm, hara particularmente cruel".
Laplanche J y Pontalis J, Diccionario de psicoanlisis, Barcelona, Labor, 1981, 3 ed, pg. 421.

Segn M. Klein.- "Los padres ambivalentemente amados introyectados durante la posicin depresiva
forman el ncleo del superyo".
Segal H, Introduccin a la obra de Melanie Klein, Buenos Aires, Paids, 1987, pg. 122.

SUPRASENTIDO
Generalidades.- Segn Viktor Frankl, el supra-sentido es la idea de que, de hecho, existe un sentido
ltimo en la vida; sentido que no depende de otros, ni de nuestros proyectos o incluso de nuestra
dignidad. Es una clara referencia a Dios y al sentido espiritual de la vida.
Boeree George (2002) Teoras de la Personalidad. Captulo sobre Vktor Frankl. Traduccin de Gautier Rafael.

SUSPIRO
Definicin.- El trmino designa la aspiracin fuerte y prolongada seguida de una espiracin. Es un
indicador de un estado afectivo, que puede ser por ejemplo afliccin o deseo. Desde ya, tambin es una
forma de comunicar a los dems esos estados afectivos.
Cazau P (2002) Vocabulario de Psicologa. Buenos Aires: Redpsicologa.

TAB DE LA VIRGINIDAD
Generalidades.- Freud desarrolla esta idea a partir de una opinin de Ferenczi segn la cual en un
principio la cpula se realizaba entre individuos idnticos, uno de los cuales alcanz un desarrollo ms
poderoso y oblig al otro, ms dbil, a soportar la unin sexual (Freud S, 1918:2452). Debido a esto
ltimo este ser ms dbil, la mujer, desarroll una especie de resentimiento y hostilidad hacia el hombre
que la desfloraba que expres en forma de frigidez o insatisfaccin sexual. De esta manera,
prohibindose desflorar a la mujer, el hombre se librara de tales peligros.
Freud S (1918) El tab de la virginidad (Contribuciones a la psicologa del amor, 3). Includo en Obras Completas
Completas Tomo 3. Madrid: Biblioteca Nueva.

TAPPING
Generalidades.- Las tcnicas tapping se utilizan en el campo de la psicoterapia y el desarrollo personal.
El ncleo de la tcnica consiste en hacer tapping (golpear suavemente con los dedos) sobre ciertos
puntos de los meridianos de energa de la medicina tradicional china mientras estamos mentalmente
enfocados en el problema emocional que queremos solucionar. Con el tapping normalizamos el flujo
energtico asociado con ese bloqueo emocional, y a consecuencia de esto la emocin negativa

desaparece. Complementariamente, puede usarse el test muscular para desarrollar un tratamiento ms


refinado.
La hiptesis fundamental que subyace a estas tcnicas es que las manifestaciones emocionales negativas
estn causadas por perturbaciones en el sistema energtico humano, es decir las perturbaciones
energticas inducen los cambios fsico qumicos corporales relacionados con la emocin.
http://www.tecnicas-tapping.com/tt_intro.htm

TAQUITOSCOPIO
Definicin.- (Etimolgicamente significa 'mirar rpido'). Es un aparato que proyecta imgenes
rpidamente sobre una pantalla. Tiene diversos usos en psicologa experimental. Por ejemplo, la escuela
del New Look lo utiliz para determinar las caractersticas selectivas de la percepcin humana.
Cazau P (2000) Vocabulario de Psicologa. Buenos Aires: Redpsicologa.

TAT
Descripcin.- El TAT (Test de apercepcin temtica de Murray y Morgan) consta de 31 lminas (una de
ellas es blanca). De ellas solo se administran 20 (11 universales y 9 segn sexo y edad). Las diez
primeras son menos raras y dramticas que la serie de las diez siguientes: entres estas ltimas se da la
lmina en blanco.
Las figuras movilizan agresiones, temor, sexualidad, tendencias represivas y suicidas, relaciones paternofiliales, el Yo Ideal, el supery, el ello, etc. Algunas lminas presentan una sola persona, otras dos del
mismo sexo, otras de distinto sexo, otras tres personas y otras un grupo. Desde una perspectiva de
vnculo interpersonal, presentan situaciones madre-hijo, madre-hija, padre-hijo, padre-hija, pareja
sexual, hermanos, dos mujeres y un hombre, paisajes sin personas y la lmina neutra en blanco.
Celener G (1995) Fundamentos tericos para la inclusin de lminas en blanco (ORT-TAT). Publicacin interna de la
ctedra de Mtodos y tcnicas de exploracin diagnstica II. Facultad de Psicologa de la Universidad e Buenos Aires.

Historia y caractersticas.- En 1935 aparece el TAT de Murray basado en una idea holstica y
centralista de personalidad, por oposicin al elementalismo y al periferialismo, respectivamente. Supone
que cuando una persona interpreta una situacin social ambigua, expone su propia personalidad.
Murray menciona dos tipos de hechos susceptibles de observacin: objetivos y subjetivos.
Objetivos: los cambios externos perceptibles por el sujeto, cambios fisiolgicos, acciones espontneas y
las aparentes satisfacciones (xitos) o frustraciones (fracasos).
Subjetivos: Verbalizaciones del sujeto sobre sus sentimientos, pensamientos, intenciones, aspiraciones,
etc. El aspecto objetivo de tales procesos es la verbalizacin misma.
Murray utiliz conceptos de Freud, Jung, Adler, McDougall y Lewin, pero limita el alcance del modelo
terico del test, porque es solo una aproximacin reducida en comparacin con toda la riqueza del
psiquismo. Es esquema conceptual debe ser cmodo, coherente, comprensivo y necesario.
Murray concibi la existencia de FUERZAS PULSIONALES intrapsquicas, que buscan objetos y
situaciones, o bien que reaccionan a la presin de las mismas. Al principio las llam instintos parciales, y
luego propensiones, e identific varias: pasividad, masoquismo, ansiedad, etc.
Murray distingui tambin NECESIDADES Y PRESIONES. El anlisis de la personalidad exige conocer las
necesidades as como las presiones que inciden en el comportamiento.
NECESIDADES: Las necesidades llevan al sujeto a una bsqueda de satisfaccin para mantener un
equilibrio, siempre inestable. Murray las clasifica en latentes y manifiestas:
a) Necesidades latentes: Son necesidades inhibidas que influyen indirectamente sobre el comportamiento
manifiesto. 1)
1) Algunas son las siguientes:
2) Humillacin rechazada: necesidad inhibida de sufrir, de ser dominado sexualmente.
3) Agresin rechazada: necesidad inhibida de hacer sufrir a otros.
4) Dominacin rechazada: necesidad inhibida de poder sobre otros.
5) Exhibicionismo rechazado: necesidad inhibida de brindar espectculo.
6) Sexualidad rechazada: necesidad inhibida de relaciones heterosexuales.
7) Homosexualidad rechazada: dem anterior pero con respecto al mismo sexo.
8) Seguridad: temor de encontrarse sin ayuda.
b) Necesidades manifiestas:
1) Primarias o viscerorgnicas: respirar, beber, comer, sexo, lactancia, miccin, defecacin, evitar el
dolor fsico, etc. Estas necesidades primitivas no se consideran en el TAT.
2) Psicolgicas: de adquisicin (de objetos o situaciones), de conocimiento, de conservacin, de
construccin, de curiosidad, de retencin, etc.
PRESIONES: Son las fuerzas del ambiente, fsico y social, que favorecen, limitan o impiden la satisfaccin
de las necesidades. Al internalizarse, estas presiones crean barreras aun cuando objetivamente ya hayan
desaparecido. Murray indica seis presiones principales:

a) Afiliacin: pertenecer a un grupo, tener padres, mujer, etc.


b) Agresin: que alguien lo odie, lo castigue, lo provoca y obliga a defenderse, le destruya sus
posesiones, perjudica a sus allegados.
c) Dominacin: se lo fuerza a hacer algo coercitivamente, se le impide que haga algo, se le impide que
haga algo, se lo seduce o induce a hacer o no algo.
d) Proteccin: alguien lo perdona, cuida, alimenta, protege, ayuda.
e) Rechazo: lo desprecian, repudian, les es indiferente.
f) Carencia-prdida: peligro fsico, falta de apoyo familiar, rivalidad, socorro, sumisin, sexo.
APERCEPCIN: Para Murray, el sujeto supone que cada objeto es portador de algo beneficioso o daino
para su organismo, y lo llama influyente. La percepcin influyente es reconocer que algo es
beneficioso o perjudicial. Interesa, sin embargo, la apercepcin influyente, definida por Murray como
una situacin generada por un estmulo que excita imgenes (concientes o inconcientes), representativas
de pasadas situaciones influyentes, con lo cual lo ya vivido es actualizado. As, apercepcin equivale a
proyeccin externalizadora.
Murray distingue dos tipos de proyeccin: la proyeccin de elementos constitutivos del si mismo (o
proyeccin suplementaria), y la proyeccin de elementos constituyentes figurativos (objetos imaginados
con los que el sujeto interacta en su fantasa, y se trata en general de objetos importantes como padre,
madre, amigos, enemigos, con los que se ha estado ntimamente vinculados).
Por ejemplo, un sujeto puede atribuir elementos constituyentes de s mismo a un personaje (por ejemplo,
el hroe de la historia que cuentan) y constituyentes figurativos a los restantes personajes. La figura que
lo representa a l es el alter, y sobre ste, el sujeto puede ejercer una presin (agresiva, evasiva, de
rechazo, aflictiva, etc.). Murray pens en poner, incluso, en cada imagen un personaje (objeto evocador
de s mismo) con el cual el sujeto pueda empalizar e identificarse con l. Con esto habra que tener
juegos de lminas para adultos, para nios, etc.
Las tcnicas proyectivas estimulan la imaginacin, pero slo ciertos aspectos de esas representaciones
pueden llamarse proyecciones, y el resto no nos interesa.
En suma: a travs de la proyeccin estimulada por situaciones-estmulo ambiguas, el sujeto mediante su
fantasa revela aspectos concientes e inconcientes de sui personalidad. Se ha objetado que el sujeto bien
podra relatar algo de su experiencia reciente (una pelcula que vio el da anterior), pero debe tenerse en
cuenta que la memoria es selectiva, que las huellas mnmicas sufren transformaciones en funcin de las
constelaciones emocionales del sujeto.
Celener G (1995) Fundamentos tericos para la inclusin de lminas en blanco (ORT-TAT). Publicacin interna de la
ctedra de Mtodos y tcnicas de exploracin diagnstica II. Facultad de Psicologa de la Universidad e Buenos Aires.

Comparacin entre fantasas y las historias del TAT.- Semejanzas: De acuerdo a Holt, 1) Siguen un
formato narrativo con una figura central con varias aventuras. 2) Las dems figuras se delinean poco:
son auxiliares. 3) Los fines y actividades de los personajes expresan los del sujeto mismo: habilidades,
defensas, sentimientos, patrones, interpersonales, etc. 4) Tienen formas variadas, donde se mezclan
proceso primario con secundario. Freud traz paralelos entre fantasas e historias, pero no las identifica
como iguales.
Diferencias: 1) En la fantasa hay estado abstrado o de ensueo, y el la historia completa vigilia. 2) La
fantasa es espontnea, pasiva, y la historia deliberada. 3) La fantasa puede no ser verbal, y estar
constituida solo por imgenes. 4) En la fantasa hay continuidad y transiciones implcitas, pero en las
historias son explcitas. 5) En la fantasa predomina el proceso primario. 6) La fantasa es menos
recordada y ms sujeta a represin. 7) En la fantasa hay poca trama, y en la historia una estructura
narrativa externamente impuesta por formas literarias y usos culturales. 8) En la fantasa se expresan
ms directamente los deseos y emociones, y en la historia bajo formas ms socialmente aceptables.
Celener G (1995) Fundamentos tericos para la inclusin de lminas en blanco (ORT-TAT). Publicacin interna de la
ctedra de Mtodos y tcnicas de exploracin diagnstica II. Facultad de Psicologa de la Universidad e Buenos Aires.

Descripcin.- Prueba proyectiva que consta de 31 lminas (una de ellas es blanca). De ellas slo se
administran 20 (11 universales, y 9 segn el sexo y la edad). Las diez primeras son menos raras y
dramticas que la serie de las diez siguientes: entre estas ltimas se da la lmina en blanco.
Las figuras movilizan agresiones, temor, sexualidad, tendencias represivas y suicidas, relaciones
paterno-filiales, el Yo Ideal, el superyo, el ello, etc. Algunas lminas presentan una sola persona, otras
dos del mismo sexo, otras de distinto sexo, otras tres personas y otras un grupo.
Desde una perspectiva de vnculo interpersonal, presentan situaciones madre-hijo, madre-hija, padrehijo, padre-hija, pareja sexual, hermanos, dos mujeres y un hombre, paisajes sin personas y la lmina
neutra en blanco.
Celener Graciela, Fundamentos tericos para la inclusin de lminas en blanco (Ort-Tat), publicacin interna de la
Ctedra de Tcnicas psicodiagnsticas II de la Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires, 1996.

Bases tericas.- En 1935 aparece el TAT de Murray basado en una idea holstica y centralista de
personalidad, por oposicin al elementarismo y al periferialismo, respectivamente. Supone que cuando
una persona interpreta una situacin social ambigua, expone su propia personalidad.
Murray menciona dos tipos de hechos susceptibles de observacin: objetivos y subjetivos.
Objetivos: los cambios externos perceptibles por el sujeto, cambios fisiolgicos, acciones espontneas, y
las aparentes satisfacciones (xitos) o frustraciones (fracasos).
Subjetivos: Verbalizaciones del sujeto sobre sus sentimientos, pensamientos, intenciones, aspiraciones,
etc. El aspecto objetivo de tales procesos es la verbalizacin misma.
Murray utiliz conceptos de Freud, Jung, Adler, McDougall y Lewin, pero limita el alcance del modelo
terico del test, porque es slo una aproximacin reducida en comparacin con toda la riqueza del
psiquismo. El esquema conceptual debe ser cmodo, coherente, comprensivo y necesario.
Murray concibi la existencia de FUERZAS PULSIONALES intrapsquicas, que buscan objetos y
situaciones, o bien que reaccionan a la presin de las mismas. Al principio las llam instintos parciales, y
luego propensiones, e identific varias: pasividad, masoquismo, ansiedad, etc.
Murray distingui tambin NECESIDADES Y PRESIONES. El anlisis de la personalidad exige conocer las
necesidades as como las presiones que inciden en el comportamiento.
NECESIDADES: Las necesidades llevan al sujeto a una bsqueda de satisfaccin para mantener un
equilibrio, siempre inestable. Murray las clasifica en latentes y manifiestas:
a) Necesidades latentes: Son necesidades inhibidas que influyen indirectamente sobre el comportamiento
manifiesto. Algunas son las siguientes:
Humillacin rechazada: necesidad inhibida de sufrir, de ser dominado sexualmente.
Agresin rechazada: necesidad inhibida de hacer sufrir a otros.
Dominacin rechazada: necesidad inhibida de poder sobre otros.
Exhibicionismo rechazado: necesidad inhibida de brindar espectculo.
Sexualidad rechazada: necesidad inhibida de relaciones heterosexuales.
Homosexualidad rechazada: dem anterior pero con respecto al mismo sexo.
Seguridad: temor de encontrarse sin ayuda.
b) Necesidades manifiestas:
1) Primarias o viscerorgnicas: respirar, beber, comer, sexo, lactancia, miccin, defecacin, evitar el
dolor fsico, etc. Estas necesidades primitivas no se consideran en el TAT.
2) Psicolgicas: de adquisicin (de objetos o situaciones), de conocimiento, de conservacin, de
construccin, de curiosidad, de retencin, etc.
PRESIONES: Son las fuerzas del ambiente, fsico y social, que favorecen, limitan o impiden la satisfaccin
de las necesidades. Al internalizarse, estas presiones crean barreras an cuando objetivamente ya hayan
desaparecido. Murray indica seis presiones principales:
a) Afiliacin: pertenecer a un grupo, tener padres, mujer, etc.
b) Agresin: que alguien lo odie, lo castigue, lo provoca y obliga a defenderse, le destruya sus
posesiones, perjudica a sus allegados.
c) Dominacin: se lo fuerza a hacer algo coercitivamente, se le impide que haga algo, se lo seduce o
induce a hacer o no algo.
d) Proteccin: alguien lo persona, cuida, alimenta, protege, ayuda.
e) Rechazo: lo desprecian, repudian, les es indiferente.
f) Carencia-prdida: peligro fsico, falta de apoyo familiar, rivalidad, socorro, sumisin, sexo.
Celener Graciela, Fundamentos tericos para la inclusin de lminas en blanco (Ort-Tat), publicacin interna de la
Ctedra de Tcnicas psicodiagnsticas II de la Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires, 1996.

Comparacin entre fantasas e historias del TAT.- a) Semejanzas: De acuerdo a Holt, 1) Siguen un
formato narrativo con una figura central con varias aventuras. 2) Las dems figuras se delinean poco:
son auxiliares. 3) Los fines y actividades de los personajes expresan los del sujeto mismo: habilidades,
defensas, sentimientos, patrones interpersonales, etc. 4) Tienen formas variadas, donde se mezclan
proceso primario con secundario. Freud traz paralelos entre fantasas e historias, pero no las identifica
como iguales.
b) Diferencias: 1) En la fantasa hay estado abstrado o de ensueo, y en la historia completa vigilia. 2)
La fantasa es espontnea, pasiva, y la historia deliberada. 3) La fantasa puede no ser verbal, y estar
constituda slo por imgenes. 4) En la fantasa hay continuidad y transiciones implcitas, pero en las
historias son explcitas. 5) En la fantasa predomina el proceso primario. 6) La fantasa es menos
recordada y ms sujeta a represin. 7) En la fantasa hay poca trama, y en la historia una estructura
narrativa externamente impuesta por formas literarias y usos culturales. 8) En la fantasa se expresan
ms directamente deseos y emociones, y en la historia bajo formas ms socialmente aceptables.
Celener Graciela, Fundamentos tericos para la inclusin de lminas en blanco (Ort-Tat), publicacin interna de la
Ctedra de Tcnicas psicodiagnsticas II de la Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires, 1996.

Comparacin entre los estmulos del TAT y del TRO.1) Movimiento: el TAT sugiere ms movimientos en las figuras.

2)
3)
4)
5)
6)
7)

Contenido humano: En el TAT claro y delimitado en sexos y edades.


Estructuracin: Alta en el TAT, por el mayor contenido de realidad.
Saturacin proyectiva: Baja en el TAT, por la alta estructuracin.
Contenido y forma: Contenido-significado en el TAT y contenido-forma en el TRO.
Conducta predominante: Fantasa en el TAT, percepcin y fantasa en el TRO.
Incidencia cultural: Alta en el TAT.

Celener Graciela, Fundamentos tericos para la inclusin de lminas en blanco (Ort-Tat), publicacin interna de la
Ctedra de Tcnicas psicodiagnsticas II de la Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires, 1996.

TAXIA
Definicin.- 1. Mutaciones determinadas por el ser zoolgico en coordinaciones hereditarias de los
movimientos (reacciones) instintivos. (Khn). 2. Tipo genrico de respuesta simple para la cual
organismos mviles se orientan en conjunto hacia la fuente de estmulo externo. Sinnimo de Tropismo,
que es ms usado actualmente.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

TCNICA PSICOLGICA
Clasificacin.- En el mbito del ejercicio profesional, las tcnicas psicolgicas pueden ser clasificadas
como tcnicas de in-put y tcnicas de out-put, segn que su finalidad principal sea buscar informacin
sobre la persona o producir un cambio en ella, respectivamente. Las tcnicas diagnsticas son un
ejemplo de las primeras, y las tcnicas teraputicas son un ejemplo de las segundas.
En general las tcnicas deben estar adecuadas a las caractersticas del sujeto (el test CAT es para nios),
y a las caractersticas de quien la implementa (idiosincrasia, personalidad, etc), y pueden o no ser
compatibles con determinados marcos tericos u objetivos diagnsticos o teraputicos. Por ejemplo, para
un diagnstico psicodinmico es ms adecuada la tcnica proyectiva que la psicomtrica. Del mismo
modo, en principio no podra usarse la tcnica conductista de la desensibilizacin sistemtica en un marco
terico psicoanaltico, porque mientras esa tcnica busca eliminar el sntoma, la teora, al revs, busca
mantenerlo para poder analizarlo.
La clasificacin de tcnica en tcnicas de in-put y de out-put trasciende la psicologa y se extiende a otras
ciencias y a la vida cotidiana. Por ejemplo, un alumno utiliza tcnicas de in-put cuando toma apuntes o
cuando se copia en un examen, y tcnicas de out-put cuando intenta ponerse como vctima para que el
profesor lo apruebe.
Cazau P, reas de investigacin en psicopedagoga. Clase dictada el 22-9-97 en la Ctedra de "Investigacin
Psicopedaggica I" de la Carrera de Psicopedagoga de la Universidad de Belgrano, Buenos Aires.

TCNICAS PROYECTIVAS
Definicin.- Son mtodos donde se emplean estmulos para obtener respuestas, pero no es cualquier
estmulo el aplicado, ni cualquier respuesta la que se espera obtener.
Los estmulos deben cumplir cuatro caractersticas:
1) El sujeto no debe tener una idea clara del objetivo del estmulo, para que no lo manipulee
concientemente.
2) No debe ser claramente estructurado, para potenciar la expresin de la personalidad y sus
motivaciones ms fundamentales.
3) Debe estar tipificado o standarizado, para permitir una comparacin inter e intrasujeto. La patologa
es una exageracin de rasgos existentes en la personalidad adaptada. Para poder comparar se usan,
entonces, PARAMETROS, o constantes que se toman en cuenta no slo en la estimulacin, sino tambin
en la recoleccin de respuestas y en su interpretacin: para estas tres cosas hay modos constantes (de
estimular, de recolectar, de interpretar).
4) Los segmentos de comportamiento a los que apunta deben estn claramente determinados.
Las respuestas estn determinadas por los estmulos (respuestas populares o clishs), pero tambin por
los factores organizativos intraspsquicos (hiptesis de la proyeccin). El fin de la tcnica proyectiva es
poner de manifiesto las relaciones ms idiosincrsicas y menos socializadas de la personalidad.
Celener Graciela, Fundamentos tericos para la inclusin de lminas en blanco (Ort-Tat), publicacin interna de la
Ctedra de Tcnicas psicodiagnsticas II de la Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires, 1996.

Presupuestos tericos de los tests proyectivos.- Son bsicamente el psicoanlisis y las psicologas
holsticas (Gestalt-Lewin). La mayora de las tcnicas proyectivas pueden considerarse formas
estructuras de actividad asociativa, y descansan sobre los siguientes presupuestos psicoanalticos: 1) El
inconciente como fuerza motivante de la conducta. 2) El concepto de proyeccin. 3) El concepto de
personalidad. 4) El concepto de transferencia.

Celener Graciela, Fundamentos tericos para la inclusin de lminas en blanco (Ort-Tat), publicacin interna de la
Ctedra de Tcnicas psicodiagnsticas II de la Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires, 1996.

Resea histrica.- Ya en 1895 Binet haba sugerido manchas de tinta para estudiar imaginacin visual,
a lo que siguen otros intentos, pero hasta 1920 solo se aplic a contenidos mentales, imaginacin y
diferencias individuales, y no exploraron la personalidad en su conjunto, ya que no haba por entonces
un concepto englobante como ese.
El concepto de personalidad surgir con el psicoanlisis, y en l se basarn Murray y Phillipson. En 1920
surgen las verdaderas races de los tests proyectivos.
Ejemplos de tests proyectivos son:
TAT Test de Apercepcin Temtica de Murray
TRO Test de Relaciones Objetales de Phillipson
Ambos son tests de estimulacin visual, poco estructurados, verbales (contar historias) y constructivos
(por la tarea a realizar).
Celener Graciela, Fundamentos tericos para la inclusin de lminas en blanco (Ort-Tat), publicacin interna de la
Ctedra de Tcnicas psicodiagnsticas II de la Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires, 1996.

Generalidades.- Las tcnicas proyectivas son un mtodo, mediante el cual se puede abordar el estudio
de un objeto, desde una determinada teora o marco terico. El objeto es un sujeto entendido como un
aparato psquico en el sentido psicoanaltico. En cuanto a la teora, los presupuestos tericos de las
tcnicas proyectivas son el Objeto-Modelo de la Caja Llena o Caja Transparente (pues a travs de ella se
puede 'ver' el funcionamiento interno del aparato psquico). Se trata de un modelo antipositivista,
racionalista e idealista. Un ejemplo es el psicoanlisis, que no estudia los hechos observables desnudos,
sino el sentido que la persona le da a los hechos, lo cual es interior, inobservable, como lo seala
Ricoeur.
El objeto modelo es una representacin del objeto: cuando esta representacin es imperceptible, no
observable, es el objeto-modelo de la caja transparente, y cuando es una representacin perceptible,
estamos en el objeto-modelo de la caja negra.
Lo contrario de este modelo es el Objeto-Modelo de la Caja Negra, o modelo positivista clsico, que toma
en cuenta solamente lo observable, es decir, un estmulo y una respuesta (explicaciones causales
externas), sin interesarse por lo que pasa en el interior del psiquismo (causas internas), ya que no es
observable. En psicologa, es el modelo conductista, como por ejemplo el de Skinner.
El modelo de la Caja Negra es nominalista, y el de la Caja transparente es realista, porque intenta llegar
a lo 'real', a lo subyacente e inobservable que se oculta tras la conducta manifiesta. Este modelo es el
que sirve de base o marco terico para las Tcnicas Proyectivas.
Condensado de Celener Graciela, Las tcnicas proyectivas, captulos 1-2-5 (publicacin interna de la Ctedra de Teora
y tcnicas de exploracin y diagnstico. Modulo II, Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires, 1996)

Tcnicas proyectivas y psicoanlisis.- La primera tcnica proyectiva es la Asociacin de Palabras, de


Jung. Se lea una palabra a la persona y se meda cuanto tardaba en reaccionar a ella con otra palabra
(tiempo de reaccin), lo que permita estudiar los complejos psquicos.
Freud retoma esta idea diciendo que la palabra asociada no era casual, sino que responda a una
determinacin inconciente. As, siguiendo el modelo de la Caja Transparente, a partir de la Respuesta,
poda reconstrur los componentes internos, estructurales, de la caja (mente). Todo est determinado, y
a esto se llama Hiptesis de la Causalidad Psquica: uno asocia una palabra con otra no por casualidad.
Para Freud, entonces, el objeto de estudio de los mtodos proyectivos es el mismo que el del
psicoanlisis: la vida psquica inobservable. En sntesis:

Psicoanlisis
Mtodos proyectivos

Objeto modelo
Modelo transparente
Metapsicologa freudiana
Modelo transparente
Metapsicologa freudiana

Mtodo
Paciente: asociacin libre
Terapeuta: Atencin flotante
1-Estmulos
2-Respuestas
3-Hiptesis interpretativas

Finalidad
Teraputica
Diagnstica

Las tcnicas Proyectivas son un mtodo que permiten que lo inobservable se haga observable, lo no
evidente se haga evidente mediante inferencias interpretativas, aunque las conclusiones que se obtienen
nunca con absolutas o definitivas.
El objeto es el sujeto con su aparato psquico. Definido as el objeto, nos queda determinar el mtodo
adecuado que nos permita registrar los inobservables que la Tcnica apropiada pondr en evidencia
transformndolos en observables.
Condensado de Celener Graciela, Las tcnicas proyectivas, captulos 1-2-5 (publicacin interna de la Ctedra de Teora
y tcnicas de exploracin y diagnstico. Modulo II, Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires, 1996)

Base terica.- Tres hiptesis subyacen a los Mtodos Proyectivos: 1) Causalidad o determinismo
psquico: Las asociaciones y ocurrencias de un paciente no son arbitrarias, sino que responden a una
causalidad que debe ser interpretada. 2) Proyeccin: Proceso normal por el cual externalizamos nuestros
procesos afectivos e intelectuales sobre en mundo exterior, por ejemplo, sobre un material poco
estructurado de un test proyectivo. No siempre implica un proceso patolgico. 3) Apercepcin: Segn
Bellack, es la percepcin significativamente interpretada. No existe el dato puro, totalmente objetivo:
cuando percibimos estamos incluyendo en la percepcin nuestra subjetividad, estamos interpretando lo
percibido de acuerdo con nuestros deseos, miedos, expectativas, etc.
Por ejemplo en la apercepcin analgica, Husserl dice que no percibimos en objeto en s sino otros
elementos con l relacionado (ejemplo en la asociacin libre).
Condensado de Celener Graciela, Las tcnicas proyectivas, captulos 1-2-5 (publicacin interna de la Ctedra de Teora
y tcnicas de exploracin y diagnstico. Modulo II, Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires, 1996)

Elementos.- Los tres elementos constitutivos del Mtodo Proyectivo son: estmulo, respuesta e hiptesis
interpretativas. Primero aplicamos Estmulos (E), luego registramos las Respuestas (R), y a continuacin
hacemos una Hiptesis Interpretativa (I).
1) Estmulo
Segn su forma de expresin o presentacin, los estmulos pueden ser:
a) Verbales: como una serie de preguntas. Se esperan respuestas tambin verbales. Ej: Desiderativo.
b) Verbales combinadas con escenas, como en el TRO.
c) Verbales con manchas: Rorschach.
d) Verbales pidindole al sujeto que dibuje algo.
e) Grficas: se le muestra al sujeto unos trazos para que los complete con un dibujo.
f) Ldicas: Hora de juego diagnstica.
Las consignas - estmulos son metforas, pues poseen carcter evocativo que el sujeto relaciona con algo
de su historia.
Los estmulos pueden ser, desde el punto de vista de su estructura fsica o de su significado cultural, de
tres tipos: a) Altamente estructurados: bien ntidos, se sabe de qu se trata; b) Medianamente
estructurados: Se identifican las formas pero se les puede dar distintos significados. Por ejemplo una
silueta humana, pero no se sabe el sexo, la edad, etc. c) Bajamente estructurados: sin forma
reconocible, como en el Rorschach.
Los estmulos deben estar estandarizados: siempre debe darse el mismo estmulo y en el mismo orden.
El sujeto que hace una prueba proyectiva sabe que est siendo investigado, pero al no conocer el test no
puede ejercer demasiado control sobre sus respuestas (ausencia de censura).
2) Respuesta
Las respuestas a las consignas pueden ser verbales, grficas y ldicas.
En las historias y narraciones que hace el sujeto se expresan, como demostr Freud, todos sus deseos
ms ntimos y el funcionamiento de su personalidad, como as tambin en las respuestas grficas, como
por ejemplo dibujar o completar dibujos. Las representaciones grficas tambin son, entonces,
interpretables, lo mismo que el juego (respuestas ldicas).
Toda respuesta lleva implcita la interpretacin personal que el sujeto hace del estmulo, porque no existe
el 'dato' (estmulo) puro.
El contexto en el cual se producen las respuestas es el Proceso Psicodiagnstico, ya que los mtodos
proyectivos no se administran en forma aislada. Este proceso psicodiagnstico tiene tres elementos
bsicos:
- Espacio: ejemplo, un consultorio, el hospital.
- Tiempo: es acotado.
- Protagonistas: psiclogo y consultante.
3) Hiptesis interpretativas
Las hiptesis interpretativas se realizan sobre:
a) Sobre la relacin transferencial y contratransferencial.
b) Sobre el proceso: la evolucin de la relacin psiclogo-sujeto, las alternativas, las consignas, la calidad
de las respuestas, etc.
c) Sobre el producto, es decir, sobre la respuesta dada a la consigna - estmulo, que pueden ser verbales,
grficas o ldicas. En todos los casos se debe atender a la forma (o pautas formales), al contenido (o
pautas de contenido).
Los datos observados en el vnculo transferencial - contratransferencial, en el proceso y en el producto
pueden confluir en un mismo significado, llamando a esta confluencia recurrencia.
Los tres elementos mencionados tambin pueden diferir en su significado y hasta ser contrarios, pero
siendo estas diferencias dinmicamente significativas, llamndolas, entonces, convergencias. Ellas ponen
de manifiesto conflictos, como por ejemplo entre deseos y defensas.
Desde el punto de vista de la interpretacin, debemos distinguir tres niveles de inferencia:
a) Interpretacin de datos observables. Ejemplo: una conducta.

b) Localizacin del concepto en algn lugar del espectro conceptual. Ejemplo: la identificacin del nio
con su padre.
c) Interpretacin de la facticidad interpretada, distante de la observacin comn.
Condensado de Celener Graciela, Las tcnicas proyectivas, captulos 1-2-5 (publicacin interna de la Ctedra de Teora
y tcnicas de exploracin y diagnstico. Modulo II, Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires, 1996)

mbitos de aplicacin.- Las tcnicas proyectivas se aplican en los campos clnico, educacional, laboral
y forense. El contexto situacional acta como variable interviniente: la misma persona dar historias
diferentes en contextos situacionales distintos: dar una si es un examen clnico, otra, si es una pericia
forense, otra, si es para seleccin de personal, etc.
a) Las TP en el rea clnica.- Cuando las TP exploran las dificultades pero tambin los logros del sujeto, la
tarea diagnstica pasa a enriquecer tanto a entrevistador como a entrevistado. En esta tarea las TP
deben explorar la historia vital del sujeto, exploracin destacada por Winnicott, Grassano, Friedenthal y
Scott. O sea, las TP son facilitadotas del vnculo entrevistador-entrevistado y adems importantes
auxiliares para recolectar informacin.
Las TP como auxiliares en la devolucin, planificacin de la estrategia teraputica y su seguimiento: Las
TP suelen dar ocasin para que el paciente empiece a ver sus cosas e iniciar as un dilogo sobre sus
logros y dificultades. Un Rorschach, por ejemplo, puede dar datos sobre la motivacin para el
tratamiento, el balance que hay entre defensas adaptativas y patolgicas, el tipo de vnculo, etc., qu
espera en cuanto a un futuro terapeuta, etc. Incluso Peyru propone hacer tests antes, durante y despus
del tratamiento para hacer el seguimiento, y aqu hay que tener clara la base terica, o sea establecer
porqu se va modificando el paciente, por insight, por sugestin, por contacto interpersonal, etc. En este
estudio hecho por Exner, se da a los pacientes la posibilidad de optar por el tipo de terapia (gestltica,
analtica, biofeedback, etc.).
b) Las TP en el rea educacional.- Aqu, las reas ms importantes son los trastornos de aprendizaje, y la
orientacin vocacional. Para lo primero, no solo se evaluar inteligencia, sino tambin afectividad y grado
de plasticidad del yo, as como si hay o no correlacin entre los estadios de Piaget y la evolucin del yo
desde el psicoanlisis. Son importantes tambin los vnculos familiares y el beneficio del sntoma de no
aprender, as como tambin el tipo de vnculo entre paciente y maestro, que es la Pareja Educativa.
La orientacin vocacional se basa tanto en tests psicomtricos, ms objetivos, que miden capacidades e
intereses, y en pruebas que buscan lo psicodinmico: fantasas puestas en una determinada carrera o
profesin, etc. Suele usarse una batera de tests, que variar segn los resultados de un pre test.
c) Las TP en el rea laboral.- Aqu se parte de la base que las cualidades para tal o cual trabajo pueden
ser detectadas antes, mediante tests. O sea, el nfasis no est puesto en un diagnstico de la
personalidad (como en el mbito clnico) sino en el pronstico de desempeo del individuo en la empresa.
En este contexto se buscar por ejemplo, la persona que ms se acerque al ideal para determinado
puesto. Otra diferencia con la clnica, es que los tests tienen ms importancia en la evaluacin laboral,
como elemento crucial.
d) Las TP en el rea forense.- Como en el rea laboral, las personas son aqu citadas para hacerles un
test, pero en el caso forense, la responsabilidad del psiclogo es muy grande por estar en juego una
sentencia. Estas pruebas evalan si hay o no un fondo psictico o psicoptico, si hay peligrosidad o
recuperabilidad, si una persona anciana es o no lcida (herencias, etc.), e incluso, evaluar la capacidad
de una pareja que quiere adoptar un hijo, etc.
Condensado de Frank de Vertelly Renata (1992), Temas de evaluacin psicolgica. Buenos Aires: Lugar Editorial.

Historia.- Los griegos, pero en el Renacimiento ya pintores, usan material inestructurado para evaluar.
En el Siglo XIX imaginar cosas sobre manchas de tinta es un juego de saln, que Binet incorpora como
prueba de imaginacin.
Sern Galton y luego Jung quienes sistematizan ms las TP (tcnicas proyectivas) al proponer palabrasestmulo para la asociacin. Luego, en 1921 Rorschach presenta su prueba diagnstica, aun cuando por
esta poca siguen predominando los tests psicomtricos (por ejemplo, de inteligencia). Solo cuando en
1935 se crea el TAT, se empieza a buscar la fundamentacin terica de los tests proyectivos.
La psicologa proyectiva es una protesta contra el esquema clsico conductista y tiende a ver la
personalidad como un todo funcional complejo y dinmico. Los tests proyectivos buscan diferenciarse de
las tcnicas objetivas.
Condensado de Frank de Vertelly Renata (1992), Temas de evaluacin psicolgica. Buenos Aires: Lugar Editorial.

Tcnicas proyectivas y tcnicas psicomtricas.- Los tests proyectivos buscan diferenciarse de las
tcnicas objetivas en los siguientes puntos:

Tcnicas
objetivas de

Teora
subyacente
Psicologa
clsica

Material
Estructurado, simple,
inequvoco, objetivo

Administracin y rol
del entrevistador
Control cuasi
experimental de

Evaluacin
Inters por los
resultados.

la
personalidad

Psiquiatra
Anlisis
factorial
Estilos
perceptivos
Estilos
cognitivos

Tcnicas
proyectivas
de la
personalidad

Psicoanlisis
Gestalt
Topologa (K.
Lewin)
New Look

(con tems de
correccin incluidos).
Factible de ser autoadministrado.
Autoevaluacin de
conductas, rasgos,
sntomas, etc.
Tests de espectro
amplio o reducido.
Ejemplo, cuestionarios,
inventarios.
Inestructurado,
ambiguo, que facilita la
proyeccin.
Evaluacin indirecta e
inadvertida de aspectos
manifiestos y latentes
de la personalidad
como un todo en su
contexto particular.
Ejemplo: tests grficos,
ldicos, verbales.

variables.
Entrevistador
considerado variable de
error.
Administracin
individual y/o colectiva.
Metfora de Cronbach:
retrato automtico con
cmara fija.

nfasis en lo
cuantitativo.
Cmputo,
codificacin.
Presentacin de
perfiles,
contrastacin con
la norma para
detectar desvos.

Control de variables
algo ms laxo.
Entrevistador
considerado como
variable interviniente de
valor instrumental para
la evaluacin del
vnculo.
Administracin
individual o de
consenso.
Registro de conducta y
secuencia.
Metfora de Cronbach:
retrato artstico con
cmara movible.

Inters por
resultados y
proceso.
nfasis en lo
cualitativo.
Interpretacin.
Cuantificacin
parcial (ndices
porcentuales).
Seleccin de
material ms
significativo para
esa persona en
particular.
Interrelacin
dinmica de datos.
Recurrencias y
convergencias.

Rapaport apoya la inclusin de las TP en la verificacin psicolgica, no solo porque son ms objetivas que
las entrevistas clnicas, sino porque hay una armona entre la teora de los tests y la teora psiquitrica.
No obstante, el autor recalca la importancia de las entrevistas, los TP y los psicomtricos tomados en
batera. Debe buscarse tambin una teora general de los tests, buscando complementariedades ms que
oposiciones, y siempre sobre la base de una teora del pensamiento.
Hacia 1946, la psicologa clnica se defina como evaluacin psicolgica (tests), psicoterapia e
investigacin, en ese orden de importancia.
La psicologa actuarial es estadstica, se funda en correlaciones y busca predecir, surgiendo por
necesidad de la guerra para evaluar rpidamente gente para combatir. Hacia 1954, Meehl mostr que
esta psicologa poda predecir lo mismo o ms que la psicologa basada en el juicio clnico, o en los tests
proyectivos. Frente al ataque, la psicologa proyectiva tuvo que revisar sus mtodos.
El cuestionamiento de la evaluacin psicolgica.- As, como hacia el 60, la cuestin era si el
psicodiagnstico deba predecir (actuariales) o comprender (clnicos), hacia los 70 se cuestion aun ms
el psicodiagnstico clnico, llegando Meehl a decir que no valan la pena las tcnicas proyectivas, pues el
clnico obtena la misma informacin hacia la cuarta sesin.
Para Bleger, el psicodiagnstico no es tan importante en el tratamiento psicoanaltico, pero s cuando
busca detectar algn problema laboral. Dentro del psicoanlisis est tambin Mannoni, quien da ms
importancia al dilogo que al test.
El humanismo critic tambin el psicodiagnstico pues deshumaniza al sujeto en una categora,
etiquetarlo. El conductismo por su parte, lo critica porque se ocupa mucho de la personalidad y poco de
la situacin ambiental. Tambin los rogerianos critican el psicodiagnstico porque ubica al terapeuta en
un lugar demasiado omnipotente. El enfoque sistemtico tambin critica lo mismo, porque el
psicodiagnstico no ubica el problema, el sntoma, en un contexto estructural de relaciones
interpersonales. Todos tienen algo de razn.
Defensa y revisin de la evaluacin psicolgica.- Malan revaloriza el psicodiagnstico como medio para
diagnosticar (criterio psiquitrico), para comprender las fuerzas que operan en el paciente (criterio
psicodinmico), para ver cmo evolucionar su tratamiento (criterio teraputico) y para ver cmo hacer
las cosas lo mejor posibles (criterio prctico). Para Exner, el psicodiagnstico tiene un objetivo especfico:
disear una determinada estrategia de abordaje para cada paciente, aunque esto implique abordarlo
desde una ptica particular, Rabit se ubica en la misma lnea.
Blatt sigue la lnea de Rapaport al decir que el psicodiagnstico debe evaluar las funciones yoicas, y sus
reas de conflicto, as como sus funciones adaptativas, para tener una visin global de su funcionamiento
personal.

Condensado de Frank de Vertelly Renata (1992), Temas de evaluacin psicolgica. Buenos Aires: Lugar Editorial.

El rol psicolgico en la evaluacin psicolgica y la aplicacin de las tcnicas proyectivas.- En


medicina hacer un diagnstico es algo muy importante, pero el psiclogo tiende a desvalorizar en su
campo este rol, dndole ms importancia al tratamiento. Las dos cosas son importantes, y hay quienes
como Blatt dicen que ambas operaciones deben ser hechas por personas diferentes, para asegurar una
ecuanimidad.
Phillipson describe el rol del psiclogo como diagnosticador: debe tener un compromiso emocional,
demostrar la importancia de los tests para investigar al paciente, pasar gradualmente de las entrevistas a
los tests psicomtricos y proyectivos, usar los datos de la entrevista para resaltar el aqu y ahora y
eventualmente lo transferencial, optimizar la complementariedad entre los roles de psiclogo y paciente,
e integrar ms completamente el psicodiagnstico con el tratamiento.
Desde que se cre la materia Tcnicas Proyectivas I (UBA, Filosofa y Letras) hasta hoy, se pueden
describir cuatro etapas:
1) Berstein jerarquiz las tcnicas diagnsticas, y se bas sobre todo en Klein y en otros tests en Freud,
Adler y Jung.
2) Luego se jerarquiz el proceso diagnstico en s y el rol del psiclogo clnico, en un texto de Ocampo y
Arzeno, que buscan diferenciar al diagnosticador del testista y del psicoanalista. Proponen un
enriquecimiento del psicoanlisis y las tcnicas, en forma mutua y surgen tests como el Test de dos
personas (antes La Pareja), de Berstien, el TRO (Test de relaciones objetales), el CAT (Test de
apercepcin infantil), el TAT (Test de apercepcin temtica), etc.
3) Empiezan las crticas a la tarea diagnstica con cuestionamientos tericos, y se da ms importancia o
jerarqua a la terapia. La tarea diagnstica aparece como excesivamente kleiniana o muy conductista.
4) ltimamente aparece una revisin y defensa de las tcnicas, que sobreviven a pesar de los ataques.
De hecho la materia sigue estando en casi todas las carreras de psicologa.
Condensado de Frank de Vertelly Renata (1992), Temas de evaluacin psicolgica. Buenos Aires: Lugar Editorial.

TELEGNOSIS
Definicin.- (Psicotecnia) Suspensin o movimientos de objetos en presencia de un mdium, atribuido a
fuerzas desconocidas u ocultas.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

TELEPATA
Definicin.- 1. (Parapsicologa) Presunto poder de transmisin de pensamiento a distancia. 2.
Comunicacin directa entre dos mentes por cualquier otro camino que sea el reconocido y normal. (The
Century Dictionary). 3. Segn McDougall, la nica hiptesis aceptable para la telepata es la que reconoce
individuos con facultad especial para las recepciones sin necesidad de utilizar los sentidos de la
percepcin. 4. Es un fenmeno muy frecuente en las formas paranoicas de la demencia precoz. El
enfermo cree que puede leer los pensamientos de personas ausentes, como tambin que stas tienen un
contralor permanente sobre todo lo que l piensa o hace.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

TELEQUINESIA
Definicin.- (Parapsicologa) La facultad del medio de mover un objeto de un lugar a otro por su fuerza
parapsquica.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

TELESCOPAJE
Generalidades.- El trmino telescopaje, utilizado en ciruga y traumatologa, fue empleado en
psicoanlisis para designar el proceso en virtud del cual se transmiten de una generacin a otra ciertos
contenidos psquicos vinculados a sucesos muy significativos (traumas, etc.) que, de esta manera,
ejercern sus efectos en la generacin siguiente bajo diversas modalidades, sin que estos efectos
puedan atriburse a experiencias individuales de los sujetos de dicha generacin.
Seala, por ejemplo Ada Rosmaryn (en Orgenes del Superyo): El anlisis de los hijos de
sobrevivientes del Holocausto descubri tanto la creacin de un Ideal de redencin del sufrimiento de los
padres imposible de cumplir, como la identificacin con el agresor en el Yo o en el Supery. Los hijos de
los sobrevivientes debieron sufrir la fragmentacin y contradiccin de un Supery que los condenaba a
volver a ser vctimas en lugar de sus padres (revivir sus experiencias de degradacin y terror), tanto
como les exiga triunfar sobre aquellos que haban querido su destruccin. El anlisis de esta segunda
generacin permiti observar cmo muchos de ellos transfirieron las figuras de los perseguidores nazis

sobre la de los padres imaginariamente omnipotentes de la infancia, transformando a stos en


cruelmente punitivos, poderosos y vengativos. El sufrimiento traumtico de origen social, transmitido
transgeneracionalmente, era atribudo a las figuras edpicas. Estas transferencias regresivas as como las
defensas contra la agresin, parecieron infiltrar al Yo y al Supery posteriores al trauma en los
sobrevivientes y luego, por telescopaje, en sus hijos. Los sentimientos de culpa de los padres por haber
sobrevivido llevaban a estos hijos a ser una vctima sacrificial.
http://www.chasque.net/frontpage/relacion/0004/freudiana.htmm

Generalidades.- En general, se pueden rastrear en las familias de origen de las parejas infrtiles,
situaciones traumticas o duelos no resueltos en relacin a la sexualidad o a la procreacin (nios no
nacidos, abortos, partos traumticos, muerte de la gestadora y/o del nio; muerte de un familiar en el
momento del parto; maternidades sufrientes; genocidios, etc.). Estos contenidos ingresan al psiquismo a
travs de distintas modalidades de la identificacin: enlace emocional primario, fenmenos de sugestin,
de imitacin, de incorporacin masiva, etc. En las generaciones subsiguientes estas formas primarias de
identificacin tienden a expresarse al modo de una "puesta en acto", o lo que otros autores han llamado,
"identificaciones alienantes", "telescopaje", "visitantes del yo".
http://www.psinet.com.ar/rif6/702.htm

TEMPERAMENTO
Generalidades.- Parte biolgicamente determinada de la personalidad, dependiente de los sistemas
endocrinolgico (las hormonas), neurolgico (la anatoma del sistema nervioso) y bioqumico (las
sustancias qumicas del organismo, incluidas las del sistema nervioso). Las cualidades afectivas que
caracterizan a una persona en funcin de sus formas de reaccionar y de su sensibilidad a los afectos
dependen de su temperamento. De forma ms general, se puede entender como el modo de ser
predominante de un individuo, o la manera habitual de funcionar en l los procesos de la psique.
Hipcrates (406-377 a.C.) agrup todas las variantes individuales segn el predominio de los cuatro
humores corporales (sangre, linfa, bilis amarilla y bilis negra), extrayendo de esta premisa cuatro tipos
de temperamentos: sanguneo, flemtico, colrico y melanclico. El temperamento sanguneo se
caracteriza por un estado de nimo variable y con poca constancia; el melanclico, por la tendencia a
estar malhumorado y triste, el apasionamiento y la hipocondra; el colrico por la irritabilidad y la
voluntariedad; y el flemtico por su lentitud, indiferencia y apata. El estudio del temperamento en la
poca moderna empez con E. Kretchsmer, quien distingui tres tipos fundamentales de temperamento:
ciclotmico, esquizotmico y vicioso, que corresponden de una manera general a los tres tipos
fundamentales de la constitucin somtica: pcnico, leptosmico y atltico, respectivamente. El
ciclotmico, segn este autor, se caracteriza por la excitabilidad sentimental, sociabilidad, afabilidad,
vivacidad e inteligencia realista. Son sujetos inestables que se irritan por sucesos poco importantes, y en
los tiempos en que el estado de nimo vara cclicamente de alegre a triste. El temperamento
esquizotmico corresponde a los introvertidos delicados, idealistas, fanticos, religiosos, etc. La tonalidad
psquica oscila entre la sensibilidad y la frialdad. El temperamento vicioso es caracterstico de los sujetos
de hbito atltico, con una tonalidad psquica entre explosiva y flemtica y una psicomotricidad lenta y
mesurada. El temperamento puede tambin definirse como el modo y la forma en que alguien realiza
algo, por ejemplo, con alegra, con seguridad, impulsividad, etc..
Farr Mart J (1999) Diccionario de psicologa. Barcelona: Ocano.

Definicin.- 1. La tendencia inicial de reaccin frente a los estmulos ambientales, constituyendo la


resultante funcional directa de la constitucin corporal. No debe confundirse con Carcter, que es el tipo
de reaccin predominantemente exhibida frente a los diversos estmulos. 2. El efecto integral que
ejercen sobre la vida mental de un individuo los cambios qumicos o metablicos que tienen lugar en su
organismo. (McDougall). 3. Se diferencian varios tipos y grados temperamentales, conforme a la manera
en que dichos factores modifican el carcter del individuo y la intensidad y orientacin de sus respuestas
a estmulos especficos y frente a situaciones determinadas.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Temperamento, constitucin y carcter.- Bleger distingue temperamento de constitucin y de


carcter. La constitucin est dada por las caractersticas somticas, fsicas, ms bsicas y
permanentes. Depende fundamentalmente de la herencia biologica, pero no est libre de la influencia de
los factores ambientales y psicolgicos. El temperamento est constitudo por las caractersticas
afectivas ms estables y predominantes. Se lo ha considerado siempre como el aspecto funcional o
dinmico de la constitucin, en el sentido de su origen totalmente hereditario. Las influencias
ambientales durante los primeros aos de vida son, sin embargo, de gran importancia tanto para la
formacin de la constitucin y el temperamento, como para la de la personalidad total. El carcter est
dado por las pautas de conducta ms habituales o persistentes; para ellas, se admite la influencia
predominante del medio ambiente.

Bleger Jos, Psicologa de la conducta. Buenos Aires: Paids, pgs. 238-239.

TENSIN
Definicin.- Trmino general que denota trastornos en el equilibrio perfecto. El trastorno emocional es la
caracterstica principal de las hipertensiones. Angustia, irritabilidad, incoordinacin e hiperactividad son
los sntomas ms comunes de los trastornos. Segn Kempf, 1918, y Cannon, 1929, las bases de la
tensin estn en la actividad de la porcin simptica del sistema nervioso autnomo. Las tensiones
fisiolgicas y psicolgicas se consideran como el resultado a situaciones tales como frustraciones
continuas, estimulaciones sbitas y preocupaciones prolongadas. De acuerdo con el Psicoanlisis las
tensiones no resueltas pueden tener un efecto perjudicial para la salud.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

TEOREMA DE THOMAS
Generalidades.- El teorema de Thomas -segn Merton- postula que si el hombre define situaciones
como reales, ellas son reales en sus consecuencias. Merton relaciona el teorema de Thomas con lo que
l mismo llama la prediccin creadora, que consiste en el hecho de que la prediccin de un suceso
acta ya como causa para originarlo. Segn el propio Merton, se trata de un mecanismo por el cual un
error de buena fe engendra su propia realizacin ilegtima, produciendo las mismas circunstancias que
errneamente se supuso existir (pgina 42).
Bleger Jos (1965) Psicologa de la conducta. Buenos Aires: Eudeba. 3 edicin.

TEORA DE LA ACCIN RAZONADA


Generalidades.- La Teora de la Accin Razonada puede ser utilizada para entender la conducta del uso
del condn en las mujeres, y como esa informacin puede ser usada para educar, incrementando el uso
de condones entre las mujeres, que son las ms proclives a contraer Sida.
Teora de la accin razonada.- Esta teora afirma que las conductas son una funcin de las intenciones
para realizar esas conductas. Estas intenciones estn a su vez determinadas por creencias conductales y
normativas respectivamente. Por tanto, un cambio en las conductas depende en ltima instancia de un
cambio en las creencias. En el siguiente esquema se resume esta teora:
CREENCIAS CONDUCTUALES
Actitud hacia la
Creencias de que la conducta lleva a
ciertos resultados y la evaluacin de los
conducta
mismos

Importancia relativa de las


consideraciones normativas y
actitudinales

CREENCIAS NORMATIVAS
Creencias de que individuos o grupos
especficos piensan que l debera o no
realizar la conducta y su motivacin
para complacerlos

INTENCION

CONDUCTA

Norma
subjetiva

El criterio conductal.- Primero debemos identificar la conducta que vamos a estudiar, y para ello debemos
tener en cuenta cuatro aspectos de la conducta: accin, objeto, contexto y tiempo. Esto significa que

toda accin ocurre con respecto a determinado objeto, en un contexto dado y en un tiempo determinado.
Si cambia alguno de estos elementos, cambia la conducta. Por ejemplo usar un condn es una conducta
diferente a comprar un condn, pues cambi la accin. Tambin puede cambiar el contexto: no es lo
mismo usar el condn con el cnyuge que con un amante: aqu la conducta tambin habr cambiado.
Predecir la conducta a partir de las intenciones.- La teora de la accin razonada asume que la conducta
de las personas depende de una decisin voluntaria, y por lo tanto dependen de la intencin para
realizarla. Conociendo la intencin por realizar cierta conducta, podemos predecir si la conducta ocurrir
o no, siempre con algn grado de probabilidad.
Predecir las intenciones a partir de las actitudes y las normas subjetivas.- A su vez, para poder predecir
la intencin nos basamos en el conocimiento sobre las actitudes de esa persona y sus normas subjetivas.
La actitud son los sentimientos positivos o negativos que tenga la persona hacia la realizacin de la
conducta. La norma subjetiva es la percepcin de la persona acerca de las presiones sociales que lo
llevan a realizar o no realizar la conducta.
As, los individuos tendrn intencin por realizar una conducta no solamente cuando tengan una actitud
positiva hacia ella, sino tambin cuando crean que otras personas importantes para ellos piensan que la
debera realizar.
La importancia relativa de estos dos factores que determinan la intencin vara mucho de un individuo a
otro y de una conducta a otra. En algunos casos es ms importante las actitudes que las normas
subjetivas, o viceversa.
Si se desea cambiar una intencin por realizar una conducta determinada, deberemos reforzar la actitud
hacia esa intencin y las normas subjetivas que la fomentan.
La estructura cognoscitiva subyacente.- Esta estructura est conformada por creencias: tanto las
creencias conductales como las creencias normativas. Este conjunto de creencias determinar la
intencin para realizar la conducta.
La actitud de una persona para realizar una conducta est dada en funcin de sus creencias ms
importantes (predominantes en la mente) que le indican que al realizar la conducta lograr ciertos
resultados y la evaluacin personal de los mismos. Si uno cree que la realizacin de la conducta llevar a
una consecuencia negativa, o a la evitacin de una consecuencia positiva, entonces esto determinar una
actitud negativa, la que influir a su vez negativamente en la intencin de la conducta. Como resultado,
la persona tendr pocas probabilidades de realizarla.
Con respecto a las normas subjetivas, en trminos generales una persona que cree que la mayora de los
referentes con los cuales est de acuerdo piensan que debera realizar la conducta, percibir presin
social para llevarla a cabo.
Con el fin de cambiar o reforzar actitudes hacia llevar a cabo una conducta dada, uno debe cambiar o
reforzar las creencias normativas importantes y/o la motivacin para actuar de acuerdo al grupo.
Al respecto deben tenerse en cuenta cuatro puntos importantes:
a) Importancia: Con el fin de desarrollar intervenciones efectivas, se debe primero determinar los
resultados y referentes que son importantes para la conducta en la poblacin considerada. Por ejemplo,
las consecuencias importantes que se piensan cuando se considera usar condn, pueden ser muy
diferentes cuando se considera pedir a la pareja que use un condn.
b) Seleccionar las creencias-objetivo: una vez identificados los logros y referentes importantes, debemos
decidir cuales de estas creencias conductales y normativas sern objetivo de la investigacin. Esta
decisin depender de cul de ambos tipos de creencias tengan ms peso en la conducta investigada.
Muchas intervenciones fallan porque no se toman en cuenta las creencias adecuadas. Si elegimos la
creencia adecuada podremos cambiar las actitudes de las personas, y por tanto su intencin de realizar la
conducta.
c) Determinaciones mltiples: Como las creencias que tiene una persona son muchas, el cambio en
alguna de ellas puede no ser suficiente para producir un cambio en la actitud y la intencin, razn por la
cual deben tomarse varias creencias importantes.
d) La regla de la correspondencia: As como la intencin puede corresponder exactamente al
comportamiento que se quiere predecir, cambiar o entender, as tambin las creencias deben
corresponderse con la intencin. Por ejemplo si se desea cambiar la intencin de una mujer de decir a su
esposo que use condn, se debe cambiar su actitud o norma subjetiva con respecto a "decir a mi esposo
que siempre use condn" y para ello se deben cambiar sus creencias acerca de decir a su esposo que
siempre use condones
Esta teora de la accin razonada fue aplicada al estudio de los determinantes de la intencin de las
estudiantes de universidades norteamericanas con experiencia sexual, de decir a sus parejas que usaran
condn cada vez que tuvieran relaciones sexuales. Segn la teora de la accin razonada, esa intencin
depender de sus actitudes y normas subjetivas, como qued dicho. En las investigaciones hechas se
comprob por ejemplo que tenan ms peso las actitudes que las normas subjetivas.
Condensado de Fishbein Martin (1984) Factores que influyen en la intencin de estudiantes en decir a sus parejas que
utilicen condn. Artculo.

TEORA DE LA GESTALT

Races histricas.- Wertheimer funda el movimiento gestltico, Kohler lo difunde y Koffka sistematiza la
teora de la Gestalt o Gestalt Theorie. Sobre ellos ejercieron una influencia previa la filosofa, la psicologa
y la fsica.
La influencia filosfica proviene del empirismo, que influenci a su vez a von Helmholtz, y de la filosofa
kantiana, que influy a su vez sobre Hering y sobre la psicologa del acto de Brentano. Por su parte,
Hering consider que el orden espacial de la percepcin visual es innato, dado a priori, mientras que el
espacio real visual es construido en la experiencia. La influencia kantiana se aprecia en la idea de Hering
de que el elemento organizador de la percepcin es dado a priori.
Dos ideas de Kant influyen sobre Brentano: el elemento organizador de la percepcin es innato a priori, y
lo psquico es acto, no sustancia pensante, consistiendo la actividad del sujeto en ordenar los datos
sensibles caticos.
Von Helmholtz dise un mtodo experimental en psicologa que fue tomado por Wundt aplicndolo al
estudio de los fenmenos psquicos. Tanto Wundt como Brentano parten de la experiencia inmediata
concibindola como un proceso psquico, pero mientras Wundt estudia el contenido psquico con el
mtodo experimental (psicologa del contenido), Brentano estudia la actividad misma de representar
contenidos (psicologa del acto).
Brentano y Wundt a su vez ejercieron influencia en la escuela austraca (von Ehrenfels), la que, a
diferencia del elementalismo de Wundt, no intenta reducir la percepcin a elementos ltimos. Por su
parte, von Ehrenfels siguiendo a Brentano preanuncia la posibilidad de una experimentacin distinta en la
nueva psicologa, al concluir que el mismo acto psquico es el que organiza los estmulos. La crtica de la
escuela austraca al elementalismo inspira al movimiento gestltico.
Condensado de Bollini M (1986) Material para la ctedra de Escuelas Psicolgicas, de la carrera de psicologa de la
Universidad de Belgrano. Buenos Aires.

TEORA DEL CAMPO


Teora del campo y espacio vital.- Lewin us el concepto de 'campo de fuerzas' de la fsica para
analizar y comprender la conducta humana, y lo describi como una totalidad de hechos coexistentes y
mutuamente interdependientes. Cada individuo existe en un campo psicolgico de fuerzas que determina
y limita su conducta. Este campo psicolgico circunda cada individuo y se llama "espacio vital", que es un
espacio subjetivo, porque se refiere a como cada individuo percibe el mundo. El miedo a la oscuridad por
ejemplo forma parte del espacio vital del nio, pero no del adulto.
El espacio vital de una persona son sus metas concientes e inconcientes, sus sueos, esperanzas,
miedos, experiencias pasadas y expectativas futuras. Estos son aspectos subjetivos, pero el campo tiene
tambin aspectos objetivos como por ejemplo las condiciones ambientales (fsicas y sociales), que
contribuyen a limitar el campo psicolgico.
Si no hay cambios en el campo psicolgico, no habr cambios en la conducta de la persona, y viceversa.
Sin embargo puede haber tensiones en el campo, como por ejemplo cuando se oponen entre s fuerzas
impulsoras (que impelen hacia una meta) y restrictivas, ambas iguales aunque de considerable poder.
Lewin cita el ejemplo de una pareja matrimonial para ilustrar los elementos subjetivos y objetivos en el
campo social (o espacio compartido por ambos). En general, puede decirse que los espacios vitales del
marido y de la mujer sufrirn cambios cuando ambos interactan en el campo social. Suele suceder, de
hecho, que cada cnyuge espere cierta conducta del otro (elementos subjetivo) y luego compruebe en el
campo de interaccin social que la conducta result ser otra (elemento objetivo), con lo cual se generan
malentendidos. Para evitar estos ltimos, cada cnyuge debe comunicar su espacio vital al otro con el fin
de igualarlos o compatibilizarlos.
El "campo en un momento dado".- Lewin sostuvo que la conducta de una persona depende de su campo
psicolgico tal como est "en ese momento", y muchos lo criticaron porque pareca desestimar la
influencia del pasado en la conducta actual. Sin embargo, Lewin cuestion esa crtica, diciendo que el
pasado influye, en efecto, continuamente en la conducta (as como tambin el futuro) pero siempre y
cuando dicho pasado influya en el campo presente "aqu y ahora".
Debido a que el adulto puede ver ms lejos en el pasado y el futuro, dispone de ms cursos de accin
que, por ejemplo, un nio, debido a que las influencias psicolgicas del pasado y el futuro son mayores.
Tambin dijo que tanto en el presente, en el pasado y en el futuro existe un espacio vital real y otro
espacio vital irreal (o fantaseado), que no necesariamente coinciden.
El principio de Lewin segn el cual la conducta actual depende solamente de la situacin actual se llama
principio de contemporaneidad, y los formul en forma matemtica mediante la expresin (aqu
simplificada) de (c)t = f (s)t, lo que significa que la conducta (c) en un tiempo t, es funcin (f) de la
situacin en ese mismo tiempo t.
Lewin revel y aplic este principio estudiando la regresin psicolgica. Por empezar critic la concepcin
freudiana de regresin, diciendo que el tiempo no puede volver atrs, y por tanto menos an la libido. La
conducta regresiva debe explicarse en funcin de un campo vital tal como est en el "aqu y ahora", en el
momento de ocurrir la conducta, un espacio vital donde momentneamente el sujeto no puede alcanzar

una meta madura por existir una barrera, y opta por una meta ms inmadura para, al menos, procurarse
un mnimo de satisfaccin a travs de la descarga de la tensin.
Topologa y matemtica.- En la dcada del '30 Lewin propone el empleo de una rama de la geometra, la
topologa, para representar la conducta y su campo vital. Con ella intentaba construir un lenguaje comn
para psiclogos de diversas orientaciones, y al mismo tiempo dar mayor rigor cientfico a la psicologa,
aunque era enemigo de las formalizaciones prematuras. La topologa implica representar con un rombo el
espacio vital de una persona, dibujando dentro de l regiones, barreras, fuerzas operantes y metas
disponibles. En rigor, la topologa no procura conocimiento nuevo pues se reduce a combinar elementos
ya conocidos, y este enfoque matemtico, luego de la muerte de Lewin tendi a perder vigencia.
Condensado de Board, Robert De (1980) El psicoanlisis de las organizaciones. Buenos Aires: Paids.

Generalidades.- El concepto de campo surge de la fsica, pero fue Kurt Lewin (1890-1947) quien inici
y condujo la aplicacin de la teora del, campo a todas las ramas de la psicologa. Esta teora es un
conjunto de conceptos por medio de los cuales es posible representar la realidad psicolgica. Estos
conceptos han de ser lo suficientemente amplios como para posibilitar su aplicacin a toda clase de
conductas, y al mismo tiempo lo suficientemente especficos como para representar a una persona
definida en una situacin concreta.
La teora lewiniana del campo presenta tres caractersticas:
1) La conducta es una funcin del campo existente en el momento en que aquella tiene lugar.
2) El estudio comienza analizando la situacin como un todo a partir del cual se diferencian las partes
componentes.
3) La persona concreta en una situacin concreta, puede ser matemticamente representada.
Lewin destaca la presencia en una situacin concreta de fuerzas subyacentes como determinantes de la
conducta, y entonces define campo como la totalidad de hechos coexistentes concebidos como
mutuamente independientes.
Condensado de Hall y Lindzey, La teora del campo y la personalidad.

Generalidades.- La teora del campo se propone representar relaciones psicolgicas por medio de
conceptos topolgicos y vectoriales. Esta tarea merece los siguientes comentarios:
1) La teora del campo sostiene que la conducta se explica a partir de todos los hechos coexistentes
interrelacionados entre s en un campo dinmico, donde cada parte depende de las dems. Este campo
dinmico debemos representarlo espacialmente, pero no mediante un espacio fsico sino psicolgico. Es el
llamado espacio vital, que incluye a la persona y a su ambiente psicolgico. Las partes, all, estn
interrelacionadas, y as Hull por ejemplo relaciona una respuesta X no con un solo estmulo sino con una
multitud de factores diversos de los cuales depende la conducta X. En general, la conducta C depende (o
es funcin de) la persona P y el ambiente A, siendo P y A dos variables interdependientes a su vez: C = F
(P A)
Lo cual significa que la conducta depende de la interaccin entre la persona que ejecuta la conducta y el
ambiente donde ella est.
2) Para poder representar un campo psicolgico necesitamos otra geometra, no la convencional o
euclidiana, llamada geometra hodolgica (hodon = camino) donde se puedan representar ideas como
aproximacin o retraimiento sin que carezcan de valor psicolgico. Esta geometra permite una
representacin adecuada de muchos procesos psicolgicos progresivos, como la evolucin del sujeto
desde que nace hasta la adultez, la evolucin de un grupo, o los cambios que sufre una persona cuando
se propone alcanzar una meta por determinados caminos.
3) En el siglo pasado el asociacionismo surgi de la idea que lo importante en la conducta era su causa,
la cual estaba localizada siempre en el pasado, desconfindose de las explicaciones teleolgicas, que
explican la conducta por su finalidad (en el futuro). Por ello se evitaron trminos como meta, previsin,
etc, que escondan una referencia teleolgica.
La imposibilidad de soslayar conceptos tan importantes como meta, voluntad y otros, hizo que los
asociacionistas tuvieran que incluirlos a costa de modificar sus teoras; explicaron as por ejemplo el
alcanzar una meta o generar una intencin a partir de asociaciones particularmente poderosas.
La teora del campo sostiene que la conducta no depende del pasado ni del futuro, sino del campo
presente: este campo tiene una cierta profundidad temporal pues incluye un pasado, un presente y un
futuro psicolgicos, pero son el pasado, el presente y el futuro de un momento dado (hoy yo puedo
considerar el futuro de una manera, y maana de otro). La conducta de una persona es funcin de ese
campo presente, del aqu y ahora, del instante en que ocurre la conducta.
4) Mediante las herramientas conceptuales que provee la geometra hodolgica y la matemtica es
posible estudiar hechos psicolgicos tales como las necesidades, las gratificaciones, etc. Es posible
tambin estudiar cmo gratificar una necesidad o sustituirla por otra, e incluso medir el valor sustitutivo.
La sustitucin de una meta por otra implica nuevas metas y otro nivel de aspiracin. Lo importante es
que con aquellas herramientas conceptuales se pueden estudiar las interrelaciones entre muchos factores
(insight, aprendizaje, afectividad, frustracin, productividad, rigidez, etc) que estn actuando siempre
juntos en un momento dado del espacio vital: el aqu y ahora, y a partir de all se puede predecir qu

conducta desarrollar tal persona en tal momento. Esta es la utilidad de esas herramientas, que son la
geometra topolgica (topos = lugar), la geometra hodolgica, y otras semejantes.
Condensado de Lewin Kurt, La teora del campo en la ciencia social. Buenos Aires: Paids. Captulo 1.

Crticas a la teora del campo.- La teora del campo ha recibido dos tipos de crticas: por un lado los
psiclogos interesados en la estricta derivacin lgica dicen que la teora de Lewin no sigue el orden
lgico definicin / suposicin / conclusin. Por otro lado autores como French le criticaron el haber
planteado primero una psicologa topolgica de tipo matemtico y luego buscar hechos para ajustarlos a
dicho modelo.
Lewin replica que l comenz estudiando y midiendo hechos (la asociacin, la voluntad, los hbitos, etc)
y recin despus ide los constructos que permitiesen comprender aquellos hechos relacionndolos entre
s (sistema de tensin, intencin, etc). Por ejemplo, distingui los hbitos de necesidad (alcoholismo)
de los hbitos de ejecucin (mover una palanca despus de otra) diciendo que los primeros representan
una tensin o sea, son una fuente de accin, pues el sujeto acta movido por una necesidad de reducir
una tensin.
Por tanto, Lewin replic que l primero observ y experiment con los hechos y slo despus, lenta y
gradualmente fue construyendo la teora topolgica del campo, es decir, un conjunto de constructos
dinmicos para poder relacionar y as explicar los diferentes hechos de la psicologa. La psicologa no
puede explicarlo todo con un solo constructo (como asociacin, gestalt, o instinto): debe usar varios
constructos interrelacionados lgicamente, interrelacin que adems de lgica debe reflejar con mxima
fidelidad los hechos observados. Para Lewin esta formalizacin de la psicologa es un medio necesario
para unificar todas las teoras psicolgicas. La teora adems, debe surgir en armona con los hechos: si
los hechos no estn de acuerdo con la teora es intil seguir sosteniendo sta en forma ad hoc. Hay que
cambiarla.
A Lewin se le ha criticado que no toma demasiados casos para confirmar una teora, pero l responde que
ciertas hiptesis no requieren un nmero grande de casos para ser confirmada, aunque otras s.
Ejemplo: el problema de cuando una persona reanuda un actividad cualquiera luego de una interrupcin.
Si ac el problema es saber si la frecuencia de reasuncin depende del punto donde se hizo la
interrupcin, entonces s se necesitan muchos casos para confirmar esa hiptesis y adems mediciones
muy precisas. Pero si el problema es saber si una necesidad o tensin genera una intencin en la
conducta, entonces bastan mucho menos casos pero variados entre s: casos donde hay tensin y casos
donde no la hay, para ver si en cada uno se genera o no una intencin. O sea que para probar una teora
sobre sistemas de tensin res ms importante la variedad que la cantidad.
Condensado de Lewin Kurt, La teora del campo en la ciencia social. Buenos Aires: Paids. Captulo 1.

Crticas a la teora del campo.- La teora E-R critic a la teora del campo que no expres sus
conceptos en trminos puramente fsicos. La teora del campo replica a estos que muchos conceptos
como frustracin o sentimiento de pertenencia deben definirse psicolgicamente y no fsicamente. En
otros aspectos hay coincidencia entre ambos enfoques, pues ambas teoras atienden la necesidad de
formular los conceptos tambin cuantitativamente, y de elaborar una teora lgicamente bien armada,
con supuestos de los cuales inferir derivaciones. Tambin coinciden en la necesidad de las definiciones
operacionales.
Una diferencia con la teora E-R es que la teora del campo no trata el concepto de frustracin en sentido
popular, donde quiere decir muchas cosas distintas, sino como concepto cientfico o elemento de
construccin, el cual se define luego operacionalmente y luego se elabora un anlisis cualitativo, como
por ejemplo la relacin entre frustracin y agresin. Adems, tal concepto cientfico debe poder ser
tratado cuantitativamente mediante conceptos matemticos.
Lewin advierte que conceptos como frustracin, esperanza o amistad no deben definirse a partir de las
meras apariencias (pues fenomnicamente hay muchos tipos de frustracin, de amistad, etc) sino
mediante una frmula matemtica donde combinamos constructos como campo psicolgico, tensin,
meta, etc, as como en qumica definimos qumicamente una sustancia mediante una frmula donde se
combinan varios tomos.
Condensado de Lewin Kurt, La teora del campo en la ciencia social. Buenos Aires: Paids. Captulo 2.

Teora del campo y estructura de la personalidad.- Para definir a la persona como concepto
estructural hay que reemplazarla como una entidad de toda otra cosa del mundo, ya sea mediante
palabras o mediante representaciones espaciales (que a diferencia de las palabras pueden ser tratadas
matemticamente). As, Lewin recurre a representaciones espaciales con el objeto de matematizarlas.
La matemtica de Lewin est destinada a representar las interconexiones y las comunicaciones entre
regiones espaciales, sin considerar su tamao ni su forma.
Mediante esta figura se conceptualizan dos proposiciones sobre la persona: 1) su separacin del resto del
mundo por medio de un lmite continuo, o sea, la diferenciacin de la persona; 2) su inclusin en un rea
ms amplia: relacin parte-todo.

La persona interacta con su ambiente. Para representar la realidad psicolgica Lewin dibuja otra figura
cerrada mayor que la de la persona, de forma elptica, que la incluye, y que corresponde al ambiente
psicolgico. Esta figura no puede compartir los lmites del crculo de la persona, debiendo haber un
espacio entre ellas:

Ambiente no psicolgico
(mundo fsico)

Ambiente psicolgico (A)

Persona (P)

Espacio vital (V) = (A) + (P)

El espacio vital es el universo del psiclogo. El todo de la realidad psquica: contiene la totalidad de los
hechos posibles capaces de determinar la conducta de una persona; incluye todo cuanto es necesario
conocer para comprender a un individuo concreto en un ambiente psicolgico y un momento
determinados. La conducta es una funcin del espacio vital: C = f (V).
El espacio vital est rodeado por el mundo fsico, pero esto no significa que sea de este ltimo. El espacio
vital y el que est ms all de l son regiones separadas y diferenciadas de una totalidad ms amplia. Los
hechos que tiene lugar en la regin exterior y adyacente a los lmites del V (espacio vital) se ubican en la
llamada corteza externa del espacio vital, y segn Lewin, pueden influir materialmente en el ambiente
psicolgico, es decir, los hechos no psicolgicos estn en condiciones de modificar los hechos psicolgicos
y de hecho, lo hacen. El estudio de la corteza externa se llama ecologa psicolgica.
Los hechos existentes en los lmites del V contribuyen a determinar qu es posible y qu es imposible,
qu puede o no suceder en el espacio vital V. Asimismo, los hechos del ambiente psicolgico pueden
producir cambios en el mundo fsico.
Hay por lo tanto una doble comunicacin, y el lmite entre ambos dominios tiene la propiedad de la
permeabilidad. El mundo fsico no se comunica directamente con la persona sino lo hace a travs del
ambiente psicolgico.
Otra propiedad del espacio vital es la siguiente: aunque la persona est rodeada de un ambiente
psicolgico, no constituye una de sus partes, ni est incluida en l.
La membrana, el lmite entre la persona y el ambiente psicolgico, tambin es permeable, y por tanto
hay una mutua influencia tambin.
La persona diferenciada.- Segn Lewin la persona es una estructura heterognea subdividida en sectores
distintos aunque intercomunicados e interdependientes:
En primer trmino se divide a la persona en dos partes con dos crculos concntricos:
1) La superficie perifrica o crculo externo es la regin perceptivo-motriz (PM).
2) La superficie central o crculo interno representa la regin interna (PI) que queda rodeada por el rea
perceptivo-motriz y no tiene contacto directo con el lmite que separa la persona del ambiente
psicolgico.
En segundo trmino, el PI se divide en clulas de dos tipos:
1) Las perifricas (p) adyacentes a la regin perceptivo-motriz.
2) Las centrales (c) en el centro del crculo.
Lewin no estructura en dos el sistema perceptivo-motriz, considerando que cuando la influencia se dirige
desde la persona hacia el ambiente, ello representa lo motor, y cuando se dirige desde el ambiente hacia
la persona, ello representa los procesos perceptivos. Este enfoque coincide con el del sentido comn,
segn el cual la entrada o INPUT es la percepcin, y la salida o OUTPUT la accin motriz.
En suma, la persona es la regin diferenciada dentro del V.

Respecto del ambiente diferenciado, la diferenciacin interna del ambiente no es idntica a la de la


persona; no requiere una especificacin de diversas clases de regiones ambientales; nada hay en el
ambiente que sea comparable con el estrato perceptivo-motor o con la esfera interna PI, siendo todas
sus regiones semejantes.
Conexiones entre las regiones.- El espacio vital consiste en una red de sistemas intercomunicados. Cada
una de las sub-regiones del ambiente contiene un hecho psicolgico, y este hecho no aparece sino en una
regin por vez.
Dos regiones estn conectadas cuando, 1) existe comunicacin entre un hecho de una de ellas y uno de
la otra; y 2) cuando los hechos de una de ellas son accesibles para los de la otra.
Hay distintos modos de representar el grado de accesibilidad existente entre las regiones: cercanalejana, firmeza-debilidad, fluidez-rigidez:
La dimensin cercana-lejana consiste en ubicar las regiones estrechamente unidas cuando la influencia
de una sobre la otra es grande y muy distante cuando la influencia es dbil.
En cuanto a la divisin firmeza-debilidad, el grado de conexin o interdependencia depende no solo del
nmero de lmites que han de ser atravesados, sino tambin del poder de la resistencia ofrecida por el
lmite. Si la resistencia es fuerte la influencia ser escasa y viceversa. El espesor de la lnea representa la
resistencia del lmite o su permeabilidad: una lnea gruesa es un lmite impermeable, y una fina un lmite
permeable. No siempre el lmite es igualmente permeable de ambos lados.
La dimensin fluidez-rigidez responde a la calidad del suelo o superficie de la regin: si el medio es
fluido, flexible y blando, responde a cualquier influencia ejercida sobre l. Si es rgido, duro o inflexible,
se resiste al cambio.
Todas las situaciones son momentneas, no existe nada fijo ni esttico: estn en constante cambio,
resultante de la accin dinmica de las fuerzas. Por ejemplo un lmite fuerte puede tornarse dbil, el
nmero de regiones puede aumentar o disminuir, etc.
Cantidad de regiones.- La cantidad de regiones existentes en el espacio vital es determinada por la
cantidad de hechos psicolgicos diferenciados que existen en un momento dado.
Ejemplo: cuando los hechos son tan solo dos, la persona y el ambiente, hay solo dos regiones en el
espacio vital; si el ambiente contiene dos hechos, juego y trabajo, debe ser dividido en un rea de juego
y otra de trabajo, etc.
Los hechos principales de la regin interna se llaman necesidades, en tanto los del ambiente psicolgico
se llaman valencias. Cada necesidad ocupa una clula diferenciada dentro del PI y cada valencia una
regin diferenciada dentro del ambiente psicolgico.
La persona en el ambiente.- Cuando el ambiente se diferencia en regiones limitadas, la ubicacin del
crculo (Persona) adquiere gran importancia ya que los hechos de la regin en que est situado estarn
ms prximos a la persona y ejercern mayor influencia sobre ella.
Para comprender una situacin psicolgica concreta, es necesario saber en qu punto del ambiente
psicolgico est ubicada la persona. Ejemplo: estar en el cine pero pensando en un partido de ftbol.
Locomocin y comunicacin.- La locomocin es pasar de una regin a otra dentro del ambiente
psicolgico. Las regiones estn ntimamente conectadas, son accesibles cada una respecto de la otra, y
se influyen mutuamente cuando la locomocin puede hacerse fcilmente. Esta locomocin no
corresponde al movimiento fsico de la persona a travs del espacio.
La locomocin es pasar de una regin a otra pero dentro de la persona. Locomocin y comunicacin
resultan de la interaccin de hechos, los cuales constituyen entonces acontecimientos. Hay tres principios
que Lewin tiene en cuenta:
Principio de relacionalidad: todo acontecimiento resulta siempre de la interaccin entre dos o ms
hechos. Para que exista algn tipo de locomocin tiene que haber por lo menos una persona y su
ambiente.
Principio de concretez: solo estn en condiciones de producir efecto los hechos concretos, los que
realmente existen en el espacio vital.
Principio de contemporaneidad: solo los hechos presentes pueden producir una conducta presente. El
pasado no influye.
Reestructuracin del espacio vital.- Se denomina as a todos los cambios estructurales o acontecimientos
que se producen en el espacio vital.
Niveles de realidad.- Para lograr una representacin completa del espacio vital hay que tener en cuenta
una tercera dimensin que tiene que ver con los conceptos de la realidad e irrealidad: la realidad
corresponde con la verdadera locomocin, y la irrealidad con la locomocin imaginaria. Entre la realidad y
la imaginacin pura hay distintos grados o niveles. Los lmites son menos firmes a medida que
avanzamos en la escala de la irrealidad.
La dimensin tiempo o perspectiva.- Las actitudes, sentimientos y pensamientos de una persona acerca
del pasado o futuro pueden ejercer influencia sobre esta persona.
Condensado de Hall y Lindzey, La teora del campo y la personalidad.

Teora del campo y dinmica de la personalidad.- Los conceptos estructurales o topolgicos con
incapaces de expresar por s solos, la conducta concreta en una situacin psicolgica real: para ello Lewin
introduce conceptos dinmicos como energa, tensin, necesidad, valencia, fuerza (o vector).
Energa.- La persona es un complejo sistema de energa (sistema es un conjunto de propiedades
dinmicas de la regin personal interna). La energa que se usa en el trabajo psicolgico es la energa
fsica.
Se libera energa psquica cuando el sistema psquico (persona) tras haber cado en un estado de
desequilibrio, procura recobrar dicho equilibrio. El desequilibrio es el resultado de un aumento de tensin
que puede ser el resultado de un cambio interno o una estimulacin externa. Cuando la tensin de las
distintas partes del sistema es igualada, la descarga de energa se detiene y el sistema total entra en
reposo.
Tensin.- Se produce cuando hay un desequilibrio. Es un estado de la regin personal interna, y tiene dos
propiedades importantes:
1) El estado de tensin de un sistema particular tiende a equipararse con la cantidad de tensin existente
en los sistemas circundantes. Los medios psicolgicos a travs de los cuales se uniforma la tensin se
denominan procesos. Por ejemplo, pensar, sentir, percibir, etc.
Si bien la tensin se dirige siempre hacia una condicin de equilibrio, esta propiedad que es conceptual se
aplica solo al sistema en su conjunto y no a todos los sistemas parciales. Por ejemplo: un sistema parcial
puede volverse cada vez ms tenso en el transcurso del retorno del sistema total a una condicin de
equilibrio. Ejemplo, cuando tenemos que hacer un rodeo para cumplir una tarea. El estado de equilibrio
no implica entonces que el sistema carezca de tensin. Definimos equilibrio entonces como una
uniformidad de la tensin a lo largo del sistema total, o bien el aislamiento (de los otros sistemas
personales internos) del sub-sistema que conserva una desproporcionada cantidad de tensin.
2) La tensin ejerce presin sobre los lmites del sistema. Desde el punto de vista dinmico un lmite es
una zona de resistencia a una barrera que corresponde a fuerzas restrictivas.
Necesidad.- Tanto el aumento de la tensin como la liberacin de energa indeterminada regin personal
interna son originarios por la aparicin de una necesidad.
La necesidad constituye un estado fisiolgico (hambre, sed) o el deseo de algo o la intencin de hacer
algo. Es un concepto motivacional y equivale a trminos tales como motivacin, impulso, etc.
Para Lewin hay tantas necesidades como deseos especficos y discernibles, y cada uno constituye un
hecho concreto. Se pueden distinguir tres estados de necesidad: 1) de hambre, 2) de saciedad y 3) de
sobresaturacin (el objeto o la actividad llegaron a ser desagradables).
Lewin distingue entre necesidades y cuasinecesidades Las primeras obedecen a un estado interno (la
sed), y las segundas corresponden a una situacin especfica (comer en determinado lugar). Todas las
necesidades estn siempre determinadas por factores sociales. Lewin no vincula directamente la
necesidad o la tensin con la accin motora, sino que liga la necesidad a ciertas propiedades del
ambiente, las cuales determinan el tipo de locomocin que ocurrir. Utiliza al respecto los conceptos de
valencia y de fuerza.
Valencia.- Es una propiedad de una regin del ambiente psicolgico que consiste en el valor que esa
regin posee para la persona. Hay valencias positivas y negativas. Una regin de valor positivo es aquella
que contiene un objetivo capaz de reducir la tensin si la persona ingresa en ella. Una regin de valor
negativo es aquella capaz de aumentar la tensin. Toda valencia est coordinada con una necesidad, ya
que las necesidades imparten valores al ambiente. El poder de una valencia depende de la fuerza de la
necesidad y de otros factores. Pero la valencia no es una fuerza y por lo tanto no produce la locomocin,
ni la tensin tampoco, por eso Lewin usa otro concepto, el de la fuerza.
Fuerza o vector.- Siempre que una fuerza acta sobre la persona se produce una locomocin. Aunque
est coordinada con la necesidad, la fuerza no constituye una tensin, pues ella existe en el ambiente
psicolgico y la tensin es una propiedad del sistema personal interno.
Las tres propiedades de la fuerza -direccin, potencia, punto de aplicacin- se representan mediante un
vector, el cual se dibuja siempre en el exterior de la persona porque las fuerzas psicolgicas son
propiedades del ambiente, no de la persona. Si tan solo acta un vector sobre la persona (que es el
punto de aplicacin) habr una locomocin o una tendencia en la direccin del vector, y si en cambio, la
empujan dos o ms vectores de distinta direccin, la locomocin resultante ser el producto total de las
fuerzas.
El concepto de necesidad es el concepto nuclear de Lewin en torno del cual agrupa los restantes: la
necesidad libera la energa, aumenta la tensin, imparte valores y crea fuerzas.
La locomocin se expresa por medio de los conceptos de necesidad, tensin, fuerza, valencia, barrera, las
3 propiedades del medio, la dimensin realidad-irrealidad, y la perspectiva temporal.
Reestructuracin dinmica del ambiente psicolgico.- La reestructuracin es factible, como resultado de
cambio en los sistemas tensionales de la persona, como producto de una locomocin, como producto de
procesos cognitivos (insight) o como producto de la intrusin de factores extraos, provenientes de la
corteza externa.

Retorno al equilibrio.- El fin ltimo de todo proceso psicolgico es hacer volver a la persona a un estado
de equilibrio. Ese equilibrio se puede alcanzar de distintas maneras. Entre ellas: 1) locomocin en al
ambiente psicolgico que conduce a la persona a una regin de objetivos satisfactorios; 2) locomocin
sustitutiva, o proceso que requiere la existencia de dos necesidades ntimamente relacionadas o
independientes de manera que la satisfaccin de una de ellas descargue la tensin del otro sistema de
necesidad; y 3) locomocin puramente imaginaria: imaginarse haciendo algo que provoca cierta
satisfaccin.
Condensado de Hall y Lindzey, La teora del campo y la personalidad.

Teora del campo y desarrollo de la personalidad.- Lewin prefiere una teora puramente psicolgica
por la cual no le da mucha importancia a la influencia de la herencia y la maduracin, ya que estn fuera
del espacio vital.
Lewin investig sobre el premio y el castigo, que segn sus anlisis producen cambios en los vectores,
valencias y lmites del ambiente psicolgico y en los sistemas tensionales de la persona.
Cambios de la conducta.- Lewin estudia los cambios de la conducta que ocurren durante el desarrollo y
estudia como se pueden representar por medio de los constructos de la teora del campo. Entonces:
Variedad: A medida que el individuo crece, aumenta la variedad de sus actividades, emociones,
necesidades, informacin y relaciones sociales.
Organizacin.- Con la edad la organizacin cambia, llega a ser ms complicada (poder hablar y dibujar,
etc.).
Extensin de las reas de actividades: El nio mayor tiene ms libertad de movimientos que el beb. El
tiempo adquiere mayores dimensiones, pues a medida que crece, empieza el nio a pensar en el pasado
y en el futuro y a ver el presente como un segmento temporal ms amplio.
Interdependencia de la conducta: La conducta del nio comprende reacciones difusas en todo el cuerpo.
Lewin llama a esto interdependencia simple, o sea, un estado no diferenciado. Con la madurez se
producen diferenciaciones en la conducta. Lewin denomina interdependencia organizacional a la
combinacin e integracin de actividades en una amplia totalidad. A medida que el chico crece, su
actividad masiva disminuye, la organizacin jerrquica aumenta y el grado de unidad (basado en la
interdependencia organizacional), flucta.
Grado de realismo.- A medida que crece la persona, se orienta cada vez ms hacia la realidad. El nio
pequeo no discrimina fcilmente entre lo real y lo imaginario.
Conceptos evolutivos.- Mediante los cuales Lewin conceptualiza los cambios en la conducta. En primer
lugar est la diferenciacin, que es el aumento del nmero de partes de un todo. Con la edad el nmero
de regiones de la parte personal interna, aumenta, y tambin el ambiente psicolgico se vuelve cada vez
ms diferenciado.
Propiedad de los lmites.- Otro concepto evolutivo, que alude a que con la mayor diferenciacin se
produce un aumento del nmero de los lmites. En general los lmites del nio son menos firmes que los
del adulto. Los lmites de la dimensin realidad-irrealidad y los de la perspectiva temporal presentan
debilidad, propia de la infancia.
Integracin.- Para explicar porqu la organizacin y la integracin de la conducta aumentan con la edad,
Lewin emplea el concepto de interdependencia organizacional: a medida que el beb madura, la
influencia entre los sistemas tensionales vecinos pierde su carcter mutuo y recproco y la relacin es de
tipo director-dirigido. Los sistemas distantes entre s pueden dominarse y dirigirse unos a otros,
establecindose as toda una jerarqua de relaciones dominante-subordinante.
Etapas de desarrollo.- Para Lewin el desarrollo constituye un proceso continuo en el cual es difcil
reconocer perodos discretos. Sostiene que alrededor de los 3 aos se producen importantes cambios
evolutivos, seguidos por una etapa de relativa estabilidad hasta la adolescencia, perodo de
reorganizacin dinmica que culmina finalmente con la estabilidad de la edad adulta.
Regresin.- A lo largo del desarrollo, peridicamente se producen regresiones. Lewin distingue entre
regresin y retrogresin. La retrogresin es un retorno hacia las primeras formas de conducta incluidas
en la historia vital de la persona. La regresin es volver hacia una forma primitiva de conducta con
prescindencia de si la persona en cuestin se ha comportado alguna vez de esa manera. Se produce por
angustia o por frustracin.
Condensado de Hall y Lindzey, La teora del campo y la personalidad.

El campo en un momento dado.- La teora del campo y el espacio de fase.- Al principio, una nueva
idea cientfica se la ve como puro desatino; luego se la objeta como mera terminologa nueva o
simplemente equivocada, hasta que por ltimo todos pretenden haber seguido siempre esa teora.
Muchas variaciones del psicoanlisis o de la teora del reflejo condicionado siguen esencialmente la teora
del campo, pues buscan estudiar y explicar la conducta como algo dependiente de la interaccin
simultnea de una o ms variables.
La teora del campo, no obstante, no dice solamente que un hecho psicolgico es funcin o depende-de
una multitud de factores (multitud de factores que en fsica se llama espacio de fase y en psicologa
espacio psicolgico) sino que adems nos habla de un mtodo. O sea, la teora del campo es

esencialmente un mtodo de anlisis de las relaciones causales y un mtodo de elaboracin de


constructos cientficos.
El principio de contemporaneidad y el efecto del pasado y/o el futuro.- Un enunciado bsico de la teora
del campo dice que cualquier conducta u otro cambio en el campo psicolgico slo depende del campo
psicolgico de ese momento dado. Este es el principio de contemporaneidad, que no debe
malinterpretarse, pues con l no se busca desmerecer los aspectos histricos y evolutivos de la persona.
Cabe aclarar ms este principio.
Por ejemplo, un campo psicolgico puede evolucionar en el tiempo a lo largo de tres momentos: uno
pasado, uno presente y otro futuro. Los tres momentos son genidnticos o sea forman un sistema
cerrado, y los cambios que ocurren en ese lapso pueden explicarse mediante leyes. Si bien la situacin
presente no es funcin de la situacin pasada ni la futura, lo que s puede hacerse es relacionar la
conducta actual indirectamente con una situacin pasada y una futura si todas forman un sistema
cerrado y si los cambios en los periodos intermedios de tiempo pueden explicarse mediante leyes
conocidas.
Como determinar las propiedades de un campo en un momento dado.- Si queremos derivar la conducta
de la situacin presente, debemos hacer un diagnstico de este presente, determinar sus propiedades
en ese instante. Para hacer este diagnstico podemos seguir dos pasos: 1) basarnos en la situacin
pasada (anamnesis), y 2) basarnos en la situacin actual. Es como si quisiramos probar la solidez de un
piso indagando como se construy hace diez aos (anamnesis) o probarlo aqu y ahora saltando sobre l.
El problema de la anamnesis es que mientras pasaron diez aos pudieron haber ocurrido muchas cosas
(el piso se debilit, se refaccion, etc) por lo que la teora del campo prefiere el segundo mtodo: el
anlisis de la situacin aqu y ahora.
Lewin entonces critica el excesivo uso de la anamnesis por parte del psicoanlisis, por caso. Tampoco
debe tomarse tan al pie de la letra lo del anlisis en un momento dado, pues ello no significa un
momento sin extensin temporal, sino un cierto periodo de tiempo, ya que se necesita un tiempo mnimo
para saber si la persona realiz una conducta, o sea si se desplaz a otra posicin y con qu velocidad lo
hizo. Ms concretamente, si tomamos un instante instantneo de tiempo en el momento donde la
persona dice o, al psiclogo le interesa saber a qu frase pertenece esa letra o, con lo cual debe
considerar cierto periodo de tiempo para hacer comprensible la conducta. El periodo de tiempo a
considerar depender del alcance de la situacin, pues a veces determinar el significado de una conducta
(o sea su direccin y velocidad) requiere considerar un tiempo mayor hasta hacerla comprensible. Si la o
forma parte de la palabra fuego y la situacin es un incendio, ello requerir tomar un periodo de tiempo
menor que si la letra formara parte de un discurso poltico.
El pasado, presente y futuro psicolgicos como partes de un campo psicolgico en un momento dado.- El
campo psicolgico de una persona en un momento dado incluye tambin el pasado y el futuro, pues el
sujeto tiene en ese momento ciertas expectativas (futuro) o ciertas ideas sobre el pasado tales como
culpas, etc, o sea en un momento dado siempre existe una perspectiva temporal, que incluye pasado y
futuro. Esta perspectiva temporal cambia de un momento a otro, y entonces cada momento estar
determinando que ocurrir tal conducta y no otra.
El momento dado actual, con su determinada perspectiva temporal, puede modificar incluso la estructura
del futuro psicolgico, lo cual tiene que ver con los niveles de realidad y de irrealidad de los momentos
pasados y el futuro. Un futuro psicolgico as como uno pasado- pueden tener distintos niveles de
realidad: ser ms reales o menos reales para esa persona. El futuro psicolgico de estar maana en
Saturno a las 10 de la maana tiene un alto nivel de irrealidad, como tambin puede tenerlo estar
maana en la esquina de mi casa si a la persona no le interesa estar ah, no lo tiene como meta.
La gnesis y la posterior extincin de un reflejo condicionado ilustra adecuadamente cmo se puede
explicar la conducta en un momento dado en funcin de experiencias anteriores y expectativas de
estmulos futuros. Al estudiar un reflejo condicionado debemos considerar un cierto periodo de tiempo
(desde que se empez a formar hasta la extincin, por ejemplo). Otro ejemplo: el gradiente de meta se
ve como una relacin entre la conducta presente y las situaciones pasadas.
Ecologa psicolgica.- Brunswik ha descubierto nuevas aplicaciones de la estadstica en psicologa,
necesaria para las mediciones cuantitativas.
Dentro de los hechos existentes en un momento dado pueden distinguirse tres reas donde los cambios
pueden ser de inters para el psiclogo:
a) El espacio vital, constituido por la persona ms el ambiente psicolgico tal como existe para ella.
Incluye necesidades, estados de nimo, metas, etc.
b) Procesos fsicos o sociales que no afecten en ese momento dado el espacio vital.
c) Zona limtrofe donde ciertas partes del mundo fsico o social no afectan el estado del espacio vital de
ese momento. En la zona limtrofe encontramos por ejemplo la percepcin y la ejecucin.
Se puede predecir o pronosticar dentro del espacio vital en un momento dado, pero no confundir el
espacio vital con el geogrfico o fsico, pues el primero es pos-perceptual y pre-conductal, o sea todo lo
que hay entre la percepcin del estmulo y la respuesta. Estmulo y respuesta no son absolutos:

dependen de lo que est ocurriendo en ese momento dado en el espacio vital (si no estoy motivado para
ver ciertas cosas no las percibir, por ejemplo).
La teora del campo considera que los procesos fsicos o sociales del punto b, que no afectan el campo
vital, no deben ser tomados en cuenta para explicar la conducta, pero como dichos procesos pueden
tener una cierta probabilidad de incidir en la conducta, Brunswik propone estudiarlos estadsticamente
(probabilsticamente). Esto es correcto siempre y cuando consideremos la probabilidad subjetiva no la
objetiva- o sea la que depende de la persona. Por ejemplo, la probabilidad objetiva que se caiga el techo
es un terremoto o la probabilidad de que ocurra, pero la probabilidad subjetiva depende de la confianza
del sujeto en el techo.
Llamaremos ecologa psicolgica entonces al estudio de las reas del mundo fsico o social que
determinarn, en un periodo dado, la zona limtrofe, estudio que incluye las probabilidades subjetivas de
que dichas reas influyan sobre la persona, porque ellas forman parte tambin del espacio vital.
Condensado de Lewin Kurt, La teora del campo en la ciencia social. Buenos Aires: Paids. Captulo 3.

TEORAS PSICOLGICAS
Generalidades.- Marx y Hillix dividen las teoras psicolgicas en tres grandes tipos: de estmulorespuesta, del campo, y de la personalidad. Al psicoanlisis lo mencionan como sistema, aunque a veces
lo denominan teora (pg. 411).
1) Teoras de estmulo-respuesta.- a) De refuerzo (Escuela de Hull-Spence y positivismo de Skinner), b)
De contiguidad (asociacionismo de Guthrie), y c) De dos factores (Mowrer).
2) Teoras del campo.- a) Teora vectorial de Lewin, b) Teora cognitiva del campo (conductismo
intencionista de Tolman), c) Teora del campo del logro (funcionalismo probabilstico de Brunswik), d)
Psicologa ecolgica de Barker, e) Neuropsicologa de Lashley, y f) Interconductismo de Kantor.
3) Teoras de la personalidad.- a) De estmulo-respuesta de Miller-Dollard, b) Teora de los rasgos de
Allport, y teora factorial de Eysenck-Catell, c) Teoras organsmicas (holstica de Goldstein y tipologa de
Sheldon), d) Neoanalticas (social de Horney, del miedo a la libertad de Fromm, de la presinnecesidad de Muray, e interpersonal de Sullivan), y e) De la tercera Fuerza (Maslow y Rogers).
Marx y Hillix (1985), Sistemas y teoras psicolgicos contemporneos. Buenos Aires: Paids, 3 edicin.

TERCERA OLA
Generalidades.- Alvin Toffler denomina Tercera Ola a la etapa de la historia de la humanidad que
surge a partir del momento en que las empresas de servicios superan en cantidad de empleados a las
que contratan obreros para tareas manuales. Es la irrupcin de la vida diaria de la computadora, la fibre
ptica y las comunicaciones satelitales. Para el autor, la Primera Ola es la poca agrcolo-ganadera, y la
Segunda Ola es el periodo iniciado a partir de la mquina a vapor y la revolucin industrial.
TERCERIDAD
Configuraciones de la terceridad.- Green explica que, si bien el psicoanlisis freudiano se ocup de las
situaciones triangulares, se entr ms especialmente en dualidades, y, a pesar que los desarrollos
posfreudianos ahondaron en los vnculos duales, es posible rescatar nuevos sentidos y significaciones a
las triangularidades, que el autor llama terceridades.
Freud entendi el complejo de Edipo como el complejo nuclear de las neurosis. Sin embargo, tambin
describi en detalle estructuras que se prefiere llamar pregenitales ms que preedpicas, pero en su
pensamiento pareca estar implcito que stas solo adquiran su pleno sentido con relacin a esa
coronacin de la sexualidad infantil que era el Edipo.
Tras su muerte, y en razn de influencias de diverso orden, la comunidad psicoanaltica pens haber
hecho un gran descubrimiento al atraer la atencin sobre esas formas pregenitales insuficientemente
estudiadas. Fue entonces cuando se desarroll toda una reflexin sobre la importancia de las relaciones
pregenitales (tambin llamadas preedpicas), caracterizadas por ser relaciones duales. As, con el correr
del tiempo, la figura del padre fue debilitndose cada vez ms hasta prcticamente ausentarse del cuadro
clnico.
Al ir ahondando en las reflexiones de Lacan, Green se dio cuenta de que las relaciones triangulares
haban quedado arbitraria y negligentemente restringidas al complejo de Edipo. En realidad, ms que de
funcin se trataba de la metfora paterna. Fue entonces donde la obra de C. S. Peirce le aport una luz
decisiva, a travs de su nocin de las relaciones tridicas que desembocan en el concepto ms general de
terceridad.
Esa es la razn por la que Green decidi incursionar en los siguientes cuatro terrenos:
a) los procesos psquicos;
b) el Edipo;
c) el aparato psquico;
d) el lenguaje.

En todos ellos se puede observar la naturaleza tridica de las relaciones.


1. El tercero analtico.- Para que haya una relacin debe haber obligadamente dos trminos, lo cual hace
que la pareja sea la referencia terica ms fecunda. Destaca Green que esta dualidad fundamental es la
condicin necesaria para la produccin de un tercero y para la instauracin de la produccin simblica.
En otro trabajo referido al objeto en el psicoanlisis, en 1975, Green haba expresado: El objeto analtico
no es ni interno (a uno o a otro), sino que est entre ellos (Green, 2005, pgina 259), una frase de
evidente inspiracin winnicottiana. En realidad, hizo la hiptesis de una triangulacin primitiva que
incluso existe en el propio ncleo de los denominados intercambios duales entre madre e hijo. Con eso
indicaba el lugar del padre, aunque no como persona distinta, que todava no es en los primersimos
momentos de la vida. Sin embargo, el padre existe segn la forma que adquiera su presencia en el
espritu de la madre.
Esta concepcin est directamente vinculada con la simbolizacin, puesto que la definicin clsica de
smbolo (Diccionario Le Robert) incluye la idea de un objeto cortado en dos que es un signo de
reconocimiento cuando los portadores pueden unir ambas partes. Se hace aqu referencia a un objeto
utilizado en Grecia, llamado symbolon, que era partido en dos pedazos. Luego, cada una de las dos
personas emprenda su viaje con una mitad y, andando el tiempo, si volvan a reencontrarse tal vez no se
reconoceran por su aspecto, que haba cambiado, sino porque coincidan perfectamente ambas partes
del objeto cortado.
Hay, cabalmente, tres objetos: los dos trozos separados y el objeto correspondiente a su reunin. En la
sesin, el objeto analtico es como ese tercer objeto, producto de la reunin de aquellos constituidos por
el analizante y el analista.
2. Procesos primarios, secundarios, terciario.- Green subrayar el papel de los procesos terciarios, cuya
existencia postul en calidad de procesos de ligazn entre los procesos primarios y los secundarios. Sobre
este tema Green vuelve ms adelante. Simplemente anticipa aqu que su idea de procesos terciarios
encontr inspiracin en algunas formulaciones de Bion respecto del ataque a los vnculos en las psicosis,
y en otros autores como Edelman.
Al examinar el armado general de la teora freudiana, vemos que todo se presenta de a dos: dualismo
pulsional, pares contrastados, represin primaria y secundaria, fantasmas originarios y secundarios,
avant-coup y aprs-coup, diferencia de sexos, diferencia de generaciones, etc. No terminaramos nunca
de hacer la lista de nociones capitales que viene por pares y exhiben relaciones de sinergia y
antagonismo entramadas en una dialctica sutil (Green, 2005, pgina 261).
Sin embargo, el cuadro exhibe dos notables excepciones: el complejo de Edipo y las dos teoras de las
instancias del aparato psquico. Aqu la terceridad es no slo manifiesta sino tambin imposible de
sortear. Quiz pudiera concluirse que, al alcanzarse cierto nivel de complejidad, la dualidad no es
suficiente para dar cuenta de las relaciones, y que slo una relacin tridica permite apreciar el
fundamento de las combinaciones posibles.
3. El Edipo.- Sin embargo, el lector reconocer igualmente que entre 1897 y 1923, Freud tampoco hace
silencio sobre el tema, desde La interpretacin de los sueos hasta las descripciones de sus cinco grandes
historiales clnicos (Green, 2005, pgina 262). Ser en 1923, con el El yo y el ello, cuando Freud dar la
primera versin un poco detallada -y prcticamente la nica- de su concepcin de Edipo. Particularmente
importante es su propuesta de un Complejo de Edipo completo, es decir, que encierra al mismo tiempo el
Edipo positivo y el negativo, y que puede ser adjudicado a la condicin bisexual originaria del nio por
cuanto en el Edipo completo el nio se comparta tambin como nia al mostrar una actitud femenina
tierna hacia el padre y la correspondiente actitud celosa y hostil hacia la madre.
Freud amplia ms adelante esta concepcin con sus hiptesis de que el Edipo podra englobar todo lo
concerniente a la relacin del nio con sus padres. Esta ampliacin muestra a un Freud conciente de que
el complejo de Edipo no poda quedar encerrado entre los lmites de una fase de la sexualidad infantil,
por importante que esta fuera. Adems, tambin se debe pensar en el Edipo, es decir, en todo lo referido
a la gnesis del supery por identificacin y sus efectos en las relaciones intra e intersistmicas.
Green sostiene, apoyndose en Lacan y Lvi-Strauss, que esta concepcin original freudiana del Edipo
debe ser ampliada: no es un fenmeno que se instala en los estrechos lmites de una edad infantil.
Sostiene que el Edipo, histrico y estructural, debe considerarse adems un modelo del cual slo
conocemos aproximaciones.
Green hace notar solamente que este modelo est menos representado por un tringulo cerrado que por
un tringulo abierto. En efecto, si bien hay una relacin completa entre los padres y una relacin
pulsional de meta inhibida entre madre e hijo, esta relacin no tiene equivalente entre el padre y este. Y
as llega Green a una observacin capital: de los tres polos de esta triangulacin, la madre es la nica en
tener una relacin carnal con los otros dos, padre e hijo, aun cuando dicha relacin difiera en su
expresin. Piensa Green que parte de las complicaciones de la sexualidad femenina tiene su origen aqu
(Green, 2005, pgina 264).
En este modelo se observa que el padre se interpone en la relacin madre-hijo, modificando as la
investidura directa que los une y favoreciendo la separacin. A su vez, el hijo reacciona ante la ruptura
de la continuidad del vnculo con la madre mediante su anhelo de separar a los padres reunidos en la

escena primitiva. Pero esas diferentes interrupciones de las corrientes entre medre e hijo y entre madre y
padre se pagan con la culpa, y con la gnesis del supery y del ideal del yo. La separacin realizada por
el padre da a este una existencia individualizada: el padre comienza a aparecer como agente separador e
interdictor, e incluso como objeto de un segundo amor (el primero era la madre).
Con el tiempo, la concepcin original del complejo de Edipo fue siendo objeto de discusiones y crticas,
por ejemplo porque en la sociedad contempornea el padre ya no ocupa el lugar tradicional que antes
mantena. Adems, varios psicoanalistas mostraron que diversas patologas que aparecan en la clnica
solo podan ser comprendidas por fuera del complejo de Edipo porque su ncleo patgeno estaba referido
a las relaciones duales originales madre-hijo.
Green admite cierta ignorancia respecto de estos nuevos desarrollos y planteos, incluyendo tambin las
situaciones en las cuales, tambin en la sociedad contempornea, un hijo es criado por una pareja
homosexual. Ello tambin obliga a replantear el Edipo tradicional. Estos esquemas clsicos sobre la
sexualidad infantil tambin parecen ser insuficientes frente al fenmeno de la paidofilia. Refiere aqu
Green que as como los desarrollos tericos propuestos en los medios de comunicacin no hacen
referencia a la sexualidad infantil reactivada en el paidfilo por la atraccin que ejercen sobre l sus
vctimas, tampoco se trata de invocar la existencia de una sexualidad infantil en los nios que son
vctimas de los paidfilos.
4. Las instancias.- Debemos seguir a Freud cuando propone la segunda tpica, indica Green. En la
primera tpica hay demasiado centramiento en la conciencia, dejando en un segundo plano la dinmica
pulsional. Green recuerda adems que en la primera tpica, las tres instancias pueden ser reducidas a
dos: conciente-preconciente por un lado e inconciente por el otro.
Son pocos los autores que, como Freud, consienten en relativizar la importancia de la primera tpica
luego de la creacin de la segunda. La gran mayora usa ambas tpicas en funcin de las circunstancias,
debido a que cada una demuestra su pertinencia ante un problema determinado. Algunos de los que se
atienen a la primera tpica expresan muchas reservas con respecto a la segunda, y de la que quisieran
prescindir. No hay razones particulares, seala Green, para proceder as.
Green vuelve a destacar que debe relativizarse la importancia de la instancia llamada Conciente. A
propsito del paralelismo psicofsico, Freud atrae mucha atencin sobre el hecho de que muchos procesos
fsicos o somticos no tienen equivalentes psquicos concientes. Y agrega: Esto sugiere de una manera
natural poner el acento, en psicologa, sobre estos procesos somticos, reconocer con ellos lo psquico
genuino y buscar una apreciacin diversa para los procesos concientes.
El acento debe ponerse para Green no en los procesos concientes sino en la dinmica de los procesos
pulsionales, enfatizados por la segunda tpica, o sea, reconocer las fuerzas que operan en el seno del
aparato psquico. El inconciente est formado principalmente formado por representaciones, que son los
elementos que recibirn las cargas pulsionales.
Tal como el propio Freud lo indica, las organizaciones patolgicas estaran caracterizadas por el conflicto
que mantienen con las pulsiones, ya sea porque stas triunfan sobre el supery en la perversin,
engendrando perturbaciones de algunas funciones del yo en la escisin, o, al contrario, porque la
neurosis pasa a ser en ellas el negativo de la perversin. Todava nos resta hablar de los conflictos de
instancias entre el yo y el supery, que esencialmente se comprueban en las neurosis narcisistas, mana
y melancola (Green, 2005, pgina 272). Con esta grilla encuentra nueva aplicacin la teora de Green
de los gradientes. Y cabe afirmar que no se podra encerrar la problemtica clnica en una concepcin del
psiquismo que le otorgue funciones uniformes en todos los niveles. La prctica psicoanaltica lo
demuestra: los modos de aprehensin del psiquismo no son los mismos en los tratamientos de pacientes
psicosomticos, psicticos, perversos, neurticos o depresivos.
Adems, lo que se debe reelavular es el conjunto de las funciones psquicas, tales como el valor del
lenguaje, de las representaciones y de los afectos, el imperio abandonado de la compulsin a la
repeticin, las funciones del sueo y las pesadillas, etc.
5. El lenguaje.- La existencia de una tercera persona (masculina o femenina, singular o plural) se vincula
con el tercero ausente. El problema de las relaciones entre lenguaje, palabra y discurso es tratado por
Green en el captulo 6.
Peirce distingue dos modos de relacin con la primeridad que testimonian la posicin del sujeto. Luego
considera la relacin didica, relacin de pareja condenada a la circularidad. Encuentra Green aqu las
crticas que impugnan el inters de la denominada relacin dual. Llega despus la relacin tridica, que
es aquella que nos atae. Peirce examina tambin la situacin del sujeto concreto, reuniendo, en la
misma acepcin, la materialidad del signo y su funcin de representacin.
Denomina representamen todo aquello a lo cual se aplica el anlisis de la inteligencia del signo,
incluyendo en el citado anlisis la representacin de aquel que analiza la representacin. La referencia
tercera se vuelve all inevitable: ella est en el inicio del discurso. Este ltimo incluye a la vez el objeto a
partir del cual hay discurso y el discurso sobre ese objeto que conduce al sujeto del discurso. Segn esta
ptica, el sujeto, el objeto al que consagra el sujeto y el objeto producto de esta relacin constituyen una
trada irreductible. Si bien est dicho que el representamen es aquello que el significa, no puede
disociarse de esa significacin la impulsin que esta ltima le propone a aquel que est en posicin de

tomar conocimiento de ella. De ah la definicin de representamen: Un representamen es el sujeto de


una relacin tridica con un segundo llamado su objeto, para un tercero llamado su interpretante. Esta
relacin tridica es tal que el representamen determina a su intrprete a mantener la misma relacin
tridica con el mismo objeto para cualquier interpretante. Observemos que el interpretante no es la
persona que interpreta sino un elemento constitutivo del signo.
Green hace referencia aqu a la teora de los signos de Peirce, y ms concretamente a su definicin de
signo como algo que representa algo para alguien, es decir, el signo se compone de estos tres
elementos: algo dicho, lo representado por ese dicho, y el sujeto que lo dice. Sin embargo, Green va a
enfatizar otra triada diferente: el algo que representa lo dicho, o sea la palabra, el sujeto que emite la
palabra, o sea el representamen, y el sujeto que recibe el mensaje, es decir el interpretante. Lo
representado de Pierce corresponde con el representamen de Green.
En determinado momento de su recorrido, Green propuso, aunque sin haber llegado al final de sus
reflexiones y antes de encontrar a Peirce, una teora de la triangulacin generalizada con tercero
sustituible. En ella afirm que, si bien habra que tratar de seguir pensando segn una modalidad donde
el tercero remitiera a una triangulacin, eso no quera decir que en psicoanlisis sea indefectible
reducirse a una estructura edpica. Es perfectamente posible considerar relaciones triangulares donde el
tercero no representa a la funcin paterna.
En cambio, s le parece interesante no quedar aprisionados en la relacin dual. Para proponer una figura
general, recuerda Green el ejemplo que le sirvi de base: estaramos en presencia de una estructura
ternaria que abarcara al sujeto, al objeto y al otro del objeto, y donde ese otro no sera el sujeto. As,
por ejemplo, la relacin del hijo con la madre remitira a algn otro objeto de la madre, alguna persona
de la fratra o un objeto de deseo de la madre distinto del padre, que fuera soporte de una pasin. El otro
del objeto podra tambin concernir a un objeto de la propia infancia de la madre: su propia madre, su
propio padre, algn hermano o hermana, alguna niera o institutriz. Todo lo anterior demuestra las
mltiples aplicaciones posibles de la terceridad.
Green Andr (2005) Ideas directrices para un psicoanlisis contemporneo. Desconocimiento y reconocimiento del
Inconsciente. Buenos Aires: Amorrortu Editores. Resumen del captulo 5: Configuraciones de la terceridad.

TERMAN, LEWIS MADISON


Biografa.- (1977-1956) Destacado psiclogo y psicotcnico americano, profesor de la Universidad
Stanford. Sus reflexiones del sistema Binet-Simon son consideradas como las mejores. Su primera
revisin, de 1916, se conoce bajo el nombre Stanford Revision (The Measurement of intelligence. An
Explanation of and a Complete Guide for the Binet-Simon Intelligence Scale). La ltima revisin de
Terman realizada en colaboracin con M. A. Merril tiene dos escalas paralelas (L y M), lo que hace posible
repetir la prueba. (Measuring Intelligence: A. Guide to the Administration of Intelligence, 1938). Otra
obra importante es: Measuring intelligence, (1923).
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

TERROR
Definicin.- Terror es el sentimiento de miedo en su escala mxima. Si el miedo se define como
esquema de supervivencia, se puede asumir que el terror sobreviene cuando el miedo ha superado los
controles del cerebro y ya no puede pensarse racionalmente.
http://es.wikipedia.org/

TEST
Definicin.- Con el trmino tests se designan las tcnicas de investigacin, anlisis y estudio que
permiten apreciar una caracterstica psicolgica o el conjunto de la personalidad de un individuo. Tales
tcnicas pretenden organizar los datos extrados de la investigacin de la conducta sin intencin de
explicar causas o consecuencias, sino mas bien limitndose a describir el comportamiento en la
dimensin que persigue en sus objetivos (por ejemplo inteligencia, aptitudes, personalidad, etc.),
conforme a un encuadre situacional y gentico.
Ander-Egg E., Tcnicas de investigacin social, Hvmanitas, Buenos Aires, 1987, 21 edicin, pg. 293-294.

Definicin.- Un test es una prueba que permite, partiendo de un comportamiento observado en un


individuo, la determinacin de comportamientos habituales o futuros significativos.
Sarton Alain, Los tests en la psicologa moderna, Mensajero, Bilbao, 1978.

Definicin.- Cualquier instrumento utilizado para evaluar la conducta o desempeo de una persona. Las
pruebas psicolgicas son de muchas clases: cognoscitivas, afectivas y psicomotrices, por ejemplo.
Aiken L (2003) Tests psicolgicos y evaluacin. Mxico: Pearson. 11 edicin (pgina 458).

Test de asociacin de palabras.- Prueba proyectiva en la cual el examinado responde a cada una de
las palabras presentadas por el examinador con la primera palabra que le venga a la mente. Las
respuestas inusuales o el responder de manera lenta a ciertas palabras pueden ser indicativos de
conflictos u otros problemas emocionales asociados con esas palabras.
Aiken L (2003) Tests psicolgicos y evaluacin. Mxico: Pearson. 11 edicin (pgina 458).

Test de ejecucin.- Prueba en la que se requiere que el individuo manipule diversos objetos fsicos; las
pruebas de ejecucin contrastan con las de lpiz y papel. Algunos ejemplos son la escala de desempeo
de la escala de inteligencia de Wechsler y la Escala de Desempeo de Arthur Point.
Aiken L (2003) Tests psicolgicos y evaluacin. Mxico: Pearson. 11 edicin (pgina 458).

Fundamentos tericos.- Los tests psicolgicos se fundan en tres hiptesis tericas: 1) Todo segmento
de comportamiento muestra la organizacin de la personalidad, la que entonces puede ser reconstruida si
se ha elegido bien el segmento. 2) La patologa es siempre una exacerbacin o desequilibrio de rasgos
que existen en la personalidad adaptada. 3) La teora de los tests indaga como los principios
organizativos de la personalidad y sus alteraciones se trasladan a la ejecucin de los tests.
La investigacin de los tests ayuda a reestructurar nosologas y a investigar ms la personalidad, sobre
todo los nuevos tests. Los tests requieren una fundamentacin terica ms sistemtica, y adems ser
incluida en una teora general de la psicodinmica.
Rapaport, Teora del procedimiento diagnstico.

Definicin.- Los tests son pruebas que provocan y registran comportamientos

Annimo, Test para la seleccin de personal. Buenos Aires, Diario La U, 14 septiembre 2004.

Definicin.- Los tests psicolgicos "son una situacin experimental estandarizada que sirve de estmulo
a un comportamiento. Tal comportamiento se evala por una comparacin estadstica, respecto a otros
individuos colocados en la misma situacin, lo que permite clasificar al sujeto examinado, ya sea
cuantitativamente, ya sea tipolgicamente".
Pichot Pierre (1960) Los test mentales. Buenos Aires: Editorial Paids.

Definicin.- Un test es una prueba que permite, partiendo de un comportamiento observado en un


individuo, la determinacin de comportamientos habituales o futuros significativos.
Sarton A (1978) Los tests en la psicologa moderna. Bilbao: Mensajero.

Test colectivo.- (Psicotecnia) Test construido de tal manera que permite su aplicacin simultnea a un
grupo de individuos o alumnos de un mismo grado escolar. Hay test colectivos de inteligencia, de
rendimiento escolar, de informacin, de rasgos del carcter, etc. Su ejecucin demanda poco tiempo,
pero sus resultados, sobre todo en los test colectivos de inteligencia, no admiten un anlisis cualitativo de
los resultados en la medida que puede llevarse a cabo con los test individuales. (Ingls: Group Test).
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Test estndar o estandarizado.- (Psicotecnia) Los test de inteligencia, rendimiento, etc., que renen
las siguientes condiciones: a) los temas que los componen han sido elegidos de manera que representan
la capacidad media, el rendimiento normal, etc.; b) las instrucciones para la aplicacin y valoracin de los
resultados estn indicados con exactitud, de manera que existen condiciones de uniformidad en su
utilizacin y el la apreciacin del trabajo; c) tienen normas que indican la equivalencia entre la cantidad y
calidad de trabajo y la edad, la escolaridad, sexo y otros factores; d) en su construccin y aplicacin
cumplen con las exigencias estadsticas tales como confianza, precisin, validez, etc.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Test de seleccin de personal.- Su objetivo es averiguar en qu medida una persona se adapta a un


puesto de trabajo determinado. Existen cuatro grandes tipos: 1) tests proyectivos, que buscan predecir el
comportamiento futuro de una persona y tratan de revelar los aspectos ms escondidos de la
personalidad del candidato; 2) tests de aptitudes, que valoran requisitos especficos del candidato para
un puesto, midiendo diversas funciones como la velocidad de reaccin y la coordinacin; 3) tests de nivel
intelectual, donde suelen pedirse secuencias lgicas o escribir cierta cantidad de palabras por minuto; y
4) tests de personalidad, que miden las caractersticas personales del candidato, como autocontrol,
emocionalidad, introversin e iniciativa, entre otras.
Annimo, Test para la seleccin de personal. Buenos Aires, Diario La U, 14 septiembre 2004.

Test objetivo.- Los tests objetivos suelen ser pruebas en las que el paciente debe escribir respuestas a
diversas preguntas y cuestiones. Se suelen asignar puntuaciones numricas, lo que facilita el anlisis
matemtico o estadstico. Un ejemplo de este tipo de test es el MMPI (Inventario Multifsico de
Personalidad de Minessota) (pgina 229).
Kaplan H, Sadock B y Grebb J (1997) Sinopsis de psiquiatra. Buenos Aires: Editorial Mdica Panamericana. 7 edicin.

Test proyectivo.- Los tests proyectivos presentan estmulos cuyo significado no es obvio
inmediatamente: es decir, cierto grado de ambigedad fuerza al sujeto a proyectar sus propias
necesidades en la situacin propuesta por la prueba. Este tipo de pruebas presumiblemente no tiene
respuestas correctas o incorrectas. El sujeto sometido al test debe dar contenido a los estmulos que se le
presentan de acuerdo con sus necesidades, impulsos, capacidades y defensas. Ejemplos de este tipo de
pruebas seras el TAT (Test de Apercepcin Temtica), el test del dibujo de una persona, el test de
Rorschach y el test de las frases incompletas (pgina 229).
Kaplan H, Sadock B y Grebb J (1997) Sinopsis de psiquiatra. Buenos Aires: Editorial Mdica Panamericana. 7 edicin.

Caractersticas generales.- Pese a su gran diversidad en cuanto a la naturaleza y finalidad, los tests
psicolgicos presentan ciertas caractersticas en comn en cuanto a naturaleza y empleo que los
distinguen de las otras formas de reunir informacin sobre los individuos.
Un test psicolgico se define como una medida objetiva y tipificada de una muestra de conducta. Un test
atiende una pequea muestra, pero bien escogida, de la conducta de un individuo, por ejemplo, aptitud
para los clculos aritmticos. La muestra y su tamao dependen del objetivo del test.
Las pruebas del test no tienen por qu parecerse a la conducta que se quiere predecir (reaccin frente a
las manchas de Rorschach y reaccin frente a las personas): slo es preciso que se demuestre una
correspondencia emprica entre los dos.
Al test lo debemos considerar como una muestra de conducta: a partir de varias de estas muestras de
conducta, deben poder establecerse predicciones relativas a otra conducta. Hay tests que por ejemplo,
miden la capacidad, es decir, la potencialidad para hacer tal cosa (capacidad para aprender francs, por
ejemplo, aunque el sujeto no separa nada de este idioma).
En la definicin se habla tambin de tipificacin: esto significa uniformidad de procedimientos en la
aplicacin y puntuacin del test: materiales empleados, forma de dar la consigna, etc. Debemos recordar
que el test es una situacin controlada donde la nica variable independiente suele ser el sujeto mismo
que es probado.
La tipificacin implica tambin establecer normas para poder interpretar las puntuaciones del test. La
norma es la actuacin media, ya que la puntuacin de un sujeto solo puede valorarse con la puntuacin
de los dems. Si los nios normales de 8 aos resuelven bien 12 de 50 problemas, entonces la norma es
12 para ese test: esto se llama puntuacin directa obtenida en el test.
Para establecer la norma necesitamos una muestra de tipificacin, que no solo nos dar la media sino
tambin los diversos grados de desviacin respecto de ella. Las normas de los tests de personalidad se
establecen del mismo modo que para los tests de aptitud: en un test de personalidad la norma no es
necesariamente la actuacin ms deseable o ideal, como tampoco lo es una puntuacin perfecta en un
test de aptitud. La norma apunta al promedio.
En la definicin se habla tambin de medida objetiva: la aplicacin, puntuacin e interpretacin de estas
ltimas, son objetivas en la medida en que son independientes del juicio subjetivo del examinador. No
obstante no hay ni tipificacin ni objetividad perfectas en un test.
Otros sistemas importantes para que un test pueda ser descrito como adecuadamente objetivo son: el
grado de dificultad, la fiabilidad y la validez.
Respecto del grado de dificultad, por ejemplo, cuando se hizo el test Binet-Simon, los tems resueltos por
la mayora de los sujetos se consideraron fciles, y los que fueron poco acertados se consideraron
difciles.
Un test puede tener tems demasiado difciles para cierta poblacin (tienen suelo demasiado alto); un
test tambin puede tener tems demasiado fciles para cierta poblacin (tiene insuficiencia de techo):
en el primer caso, casi todos los sujetos sacarn puntajes bajos y en el segundo demasiado altos.
Ninguno de ambos tests sigue una curva de distribucin normal, sino desviada o torcida.
Cuando un test destinado a la poblacin en general, se aplica solo a estudiantes de nivel superior, se
produce una desviacin del segundo tipo: todos obtienen muy altas puntuaciones. En estos casos no se
pueden medir las diferencias individuales entre los sujetos ms capaces del grupo. Por tanto, cuando en
un test la muestra de tipificacin, muestra una distribucin claramente desviada, suele dificultarse el
nivel de dificultad hasta aproximarlo a la curva normal, o sea, hasta hacer que la puntuacin ms
probable obtenida por el mayor nmero de sujetos, sea aproximadamente un 50 % de respuestas
correctas.
Condensado de Anastasi A (1976) Tests psicolgicos. Madrid: Aguilar. 3ra edicin.

Utilidad.- La funcin bsica del test psicolgico es medir diferencias entre individuos o entre las
reacciones del mismo individuo en distintas ocasiones.
La identificacin del dbil mental, fue uno de los primeros estmulos para la creacin de test. Luego
tambin se estudiaron los inadaptados y delincuentes, y tambin en el mbito educativo (medicin de la
aptitud para aprender, etc.). Los test se usan tambin para el mbito, laboral, militar, etc. Y tambin
para la investigacin de las diferencias individuales (psicologa diferencial).

Los orgenes del test son muy antiguos: ya hace 3.000 aos en China haba un sistema de exmenes
para admitir a gente en la Administracin Pblica. Los griegos, luego, los usaron en el mbito educativo,
y el mtodo socrtico se parece mucho a la enseanza programada de hoy. En la Edad Media tambin se
tomaban exmenes en la Universidad. Pero slo a partir del Siglo XIX, empiezan los antecedentes
importantes para entender como son los tests en la actualidad.
Condensado de Anastasi A (1976) Tests psicolgicos. Madrid: Aguilar. 3ra edicin.

Historia.- 1) Primeros tests para retrasados mentales.- Un inters ms humanizado para dbiles
mentales requiri, en el Siglo XIX, ciertos criterios uniformes para identificar y clasificar los distintos tipos
de debilidad mental. Primero se debi distinguir entre el alienado (desde el comienzo tena trastornos
emocionales) y el dbil mental (desde el comienzo los trastornos eran intelectuales). Esquirol, hacia
1838, empieza con estas distinciones. El mismo autor intent tambin clasificar los distintos grados de
debilidad mental, y luego de varios ensayos, eligi como criterio el lenguaje, criterio que hoy en da tiene
mucha importancia para medir la inteligencia.
Seguin, en 1866, intent curar al retrasado mental con un mtodo fisiolgico de educacin, basado en
adiestramiento muscular y sensorial, que aun hoy se usan y muchos de ellos se incorporaron a los test de
ejecucin o no verbales para medir la inteligencia: por ejemplo: el test de ajuste de formas de Seguin,
donde el sujeto debe ubicar rpidamente piezas de formas distintas en su lugar correspondiente.
2) Primeros psiclogos experimentales.- En el Siglo XIX los psiclogos experimentales se interesaron al
comienzo ms por las afinidades (generalizaciones) de las conductas, que por las diferencias individuales.
Incluso cuando un sujeto reaccionaba en forma distinta que otro en las mismas condiciones, se vea esto
como un error que impeda la generalizacin, con lo cual stas resultaban solo aproximadas. En el
Laboratorio de Leipzig (fundado por Wundt en 1879) se formaron los primeros psiclogos y en ellos
podemos ver la influencia mdica y fisiolgica: estudiaron tiempos de reaccin, sensibilidad sensorial,
etc., experimentos que adems se intentaron hacer en condiciones experimentales rigurosas: esta
tipificacin de los procedimientos lleg a ser luego una caracterstica esencial de los tests psicolgicos.
3) Las contribuciones de Francis Galton.- Este bilogo ingls fue el principal impulsor de los test. Al
estudiar la herencia, comprendi que deba comparar las caractersticas de sujetos emparentados y no
emparentados, caractersticas referidas a procesos psicolgicos sencillos (agudeza visual, energa
muscular, tiempo de reaccin, etc.) Vio as que los parientes tenan ms similitudes entre s que los no
parientes.
Galton pens que la discriminacin sensorial era una medida del intelecto del sujeto, y advirti que el
dbil mental no tena desarrollada aquella facultad discriminativa. Fue tambin Galton uno de los
primeros en usar escalas de estimacin, cuestionarios y asociacin libre, como as tambin el uso de la
estadstica para medir las diferencias individuales, o sea, hacer anlisis cuantitativos. Esto fue proseguido
por K. Pearson.
4) Cattell y los primeros tests mentales.- El americano J. Cattell, empez interesndose por las
diferencias individuales en los tiempos de reaccin. En 1890 introduce por vez primera la expresin test
mental, en relacin a pruebas de nivel intelectual para estudiantes universitarios, donde inclua pruebas
musculares, agudeza sensorial, memoria, etc.
Comparta con Galton la idea de que se puede medir lo intelectual con pruebas simples de discriminacin
sensorial y tiempos de reaccin. Los primeros test se aplicaron sin discriminacin a cualquier edad y
adems no se parecan los resultados a las notas obtenidas por los alumnos. Ebbinghaus tambin
desarroll tests de este tipo, mientras que Kraepelin y Ferrari disearon tests complejos para casos
patolgicos como la esquizofrenia, donde se meda memoria, fatiga, atencin y operaciones aritmticas
simples.
Binet y Henri empezaron a criticar estos tests por ser sobre todo sensoriales y concentrarse
indebidamente en aptitudes sencillas. Adems, para medir funciones complejas no era necesaria una
gran precisin pues las diferencias individuales son mayores que ellas. Estas crticas desembocaran en
las primeras escalas de la inteligencia (Binet).
5) Binet y los tests de inteligencia.- Al principio Binet y colaboradores usaron rasgos fsicos, grafologa y
hasta quiromancia, para medir la inteligencia, pero pronto comprendieron que deban medir rasgos ms
directos. Para responder a una demanda del gobierno para educar nios sub-normales, es que Binet y
Simon prepararon en 1905 la primera escala de inteligencia.
Eran 30 problemas de complejidad creciente, con predominio de pruebas verbales ms que sensoriales.
En la siguiente escala (1908) se agregaron algunos tems y se sacaron otros, pero adems se agruparon
los tests por edad: estaba el test para 3 aos (con problemas que poda resolver el nio de esa edad), y
as sucesivamente. La puntuacin del nio en el test daba su edad mental.
El 1911 se hicieron cambios menores y se extendi la escala hasta los adultos. En Amrica se hicieron
algunas variantes (Stanford-Binet, por ejemplo): esta es importante porque aparece por vez primera la
idea de cociente intelectual (CI), que es la razn entre la edad mental EM y la edad cronolgica o real.
La escala Kuhlmann-Binet extendi la escala hasta los 3 meses de edad.
6) Tests colectivos.- Los tests anteriores son escalas individuales (se aplican de a uno por vez), por eso
tienen gran valor clnico para estudiar intensivamente casos individuales. La primera escala de Binet, fue

un test colectivo, despus no. Por necesidades prcticas (seleccin de reclutas para la guerra) en
Amrica, Yerkes y Otis impulsaron los primeros tests colectivos de inteligencia para el ejrcito. Luego
quedaron los tests Alfa y Beta, para americanos instruidos, y para extranjeros o analfabetos
respectivamente. Luego todos estos tests, revisados, pasaron al mbito educativo, y otros. Los aos 20
fueron un gran auge para los tests, y su aplicacin indiscriminada contribuy a su descuido en la
aplicacin de los mismos y el consecuente descrdito.
7) Tests de aptitudes.- Pronto se comprendi que los llamados tests de inteligencia solo medan
algunos aspectos restringidos de sta (aptitud verbal, por ejemplo).Algunos test de inteligencia eran
simplemente test de aptitudes escolares. As surgi la necesidad de hacer test de aptitudes especiales
para complementar a los de inteligencia, como aptitudes mecnicas, burocrticas, musicales y
artsticas.
Todos los tests hasta entonces estaban hechos de forma tal que un individuo mostraba grandes
diferencias de un tem a otro (sacaba mucho puntaje en el subtest verbal y bajo, en el numrico, por
ejemplo), y si volva a hacer el test, los puntajes podan alterarse, con lo cual no servan para medir la
aptitud diferencial. El anlisis factorial de Spearman vino a resolver este problema, basndose en gran
cantidad de tests distintos hechos a muchas personas.
El anlisis factorial revel la presencia de ciertos factores relativamente independientes, algunos de los
cuales estaban en los tests tradicionales y otros no tanto. Las bateras de aptitud mltiple dieron una
medida de la posicin del individuo en cada rasgo o factor. O sea, en vez de una puntuacin total (CI)
haba varias puntuaciones para cada aptitud, como verbal, numrica, espacial, perceptual, etc. Esto
permiti el anlisis intraindividual o diagnstico diferencial, cosa que poda hacerse con los tests
tradicionales. Estas bateras aparecieron a partir de 1945, sobre todo para personal militar.
En suma: los tests de inteligencia designaron tests globales con un solo resultado (el CI), mientras que
los tests de aptitud medan rasgos especficos (uno solo, como los tests de aptitudes especiales o varias,
cada una con un puntaje, como las bateras de aptitudes mltiples).
8) Tests tipificados de rendimiento.- En 1845 se dejaron de tomar exmenes orales y se tomaron
escritos, lo que evitaba favoritismos y nivelaba a todos los alumnos en cuanto a oportunidades. Fueron
los primeros tests de rendimiento escolar, donde se meda desde aritmtica hasta caligrafa y redaccin.
Luego siguieron programas de tests a nivel nacional y estatal, como el CEEB, establecido a principios de
siglo para reducir las repeticiones de exmenes de ingreso a la universidad. Ms tarde, de aqu sali el
programa ETS. Los tests de rendimiento se usaron tambin para el rea laboral (industriales y
gubernamentales). Los tests tipificados de rendimiento fueron parecindose cada vez ms a los tests de
aptitudes de inteligencia a medida que se difundan los conocimientos de psicometra. Ambos tipos de
tests hoy solo varas en ciertos contenidos y en la medida en que el test persiga tal o cual objetivo.
9) Medida de la personalidad.- Aunque con el trmino personalidad se busca definir todos los aspectos
del psiquismo, los tests de personalidad tienden a medir los aspectos afectivos (no intelectuales),
sociales, motivaciones, etc.
Un precursor fue Kraepelin con su test de la asociacin libre para pacientes anormales. Vio que la fatiga,
el hambre y las drogas aumentaban las asociaciones superficiales. Sommer (1894) emple estos tests
para identificar trastornos mentales, y las pruebas de Galton, Pearson y Cattell, aunque originariamente
para otros fines, luego se incorporaron como test de personalidad.
Un prototipo es el inventario auto descriptivo de Woodworth, para identificar neurticos graves en la
primera guerra. Luego se aplic a otros mbitos e incluso a nios.
Otro tipo de tests fueron los de ejecucin o situacional, donde el sujeto debe realizar una tarea cuyo
objetivo suele estar encubierto y referido a situaciones cotidianas. Las pruebas de Hartshorn y May son
un ejemplo y all se meda el robo, la mentira, la cooperacin, etc.
Un tercer mtodo, son las tcnicas proyectivas, de amplia difusin, sobre todo en medicina, donde se
administran tareas relativamente poco estructuradas, pues admiten muchas soluciones. Se supone que el
sujeto proyectar en ellas, sus modos caractersticos de ser y actuar. De alguna forma los primeros tests
de asociacin libre son ya tcnicas proyectivas. Luego se usaron representaciones dramticas, dibujos, e
interpretacin de manchas. Los tests de personalidad presentan muchas dificultades tericas y prcticas
y no estn tan afianzados como los tests de aptitudes.
Condensado de Anastasi A (1976) Tests psicolgicos. Madrid: Aguilar. 3ra edicin.

Requisitos.- Los tests psicolgicos deben ser vlidos y confiables.


Fiabilidad.- Es la consistencia de las puntuaciones obtenidas por las mismas personas cuando se les
aplica otra vez el mismo test o una forma equivalente. Si un da un test da CI = 100 y el mismo test en
la misma persona da CI = 80 otro da, no es fiable. La fiabilidad puede verificarse respecto de las
fluctuaciones temporales, de la muestra de conducta que mide el test, a las distintas funciones de los
examinadores, etc.: son distintos tipos de fiabilidad.
Validez.- Es el grado en que un test mide lo que efectivamente pretende medir. Generalmente la validez
se determina en base a criterios externos, independientes de lo que el test est destinado a medir.
Ejemplo: un criterio para un test de aptitud paras ingresar a medicina es o ser el xito ulterior de dicha
carrera. Si entre el resultado del test y el grado de xito ulterior, hay una correlacin alta, entonces

decimos que el test tiene validez. Obviamente para saber la validez de un test, debemos antes aplicarlo a
un grupo de prueba (o grupo de validacin) y luego de validado lo aplicamos con fines predictivos.
La validez no solo nos muestra el grado de perfeccin del test en su finalidad (medir tal cosa), sino
adems nos muestra esencialmente lo que el test mide. Por eso es mejor definir validez como el grado en
que conocemos lo que el test mide. Por eso es mejor titular los tests de acuerdo al criterio con el cual se
determin su validez: test de aptitud escolar, etc. En vez del vago ttulo test de inteligencia.
Los tests deben usarse adecuadamente para ser eficaces. Dos razones son importantes para controlar el
uso de los tests: 1) impedir una excesiva familiaridad con su contenido que lo torne inutilizable, y 2)
asegurarse de la idoneidad del examinador. Ambos riesgos hacen peligrar la validez del test, y tambin
su fiabilidad. Personas distintas y por motivos diferentes, pueden obtener la misma puntuacin, por lo
que por ejemplo, hay que considerar la situacin personal de cada uno, su pasado, etc.
Condensado de Anastasi A (1976) Tests psicolgicos. Madrid: Aguilar. 3ra edicin.

Los tests y la tica profesional.- Para el uso correcto de los tests, existen cdigos de tica profesional,
que resguardan por ejemplo, el resultado, el bienestar del cliente, etc. El requisito fundamental es que la
venta y distribucin de tests debe restringirse a personas calificadas, o sea, personas con conocimiento
psicolgico y con experiencia en administracin de tests. Tambin deben ser idneas las personas que
reciben la puntuacin y deben interpretarla.
En el test, sobre todo en los de personalidad, el examinador est indagando aspectos ntimos del
testeado sin que ste lo sepa. Dicha informacin debe ser reservada y comunicada al cliente con cuidado,
pues a veces esto puede empeorarlo.
Al distribuir un test, debe tambin informarse sobre sus mritos, por ejemplo si todava no fue lo
suficientemente validado. Tampoco los tests deben publicarse en revistas para que lo hagan las mismas
personas interesadas: esto adems contribuye a crear una visin errnea del test (sea credulidad
ingenua en ellos o resistencia).
Condensado de Anastasi A (1976) Tests psicolgicos. Madrid: Aguilar. 3ra edicin.

Problemas en la aplicacin de tests.- El requisito ms importante para aplicar bien un test, es la


preparacin previa del examinador, para evitar y anticiparnos a sorpresas. Con ello aseguramos la
uniformidad del procedimiento.
Por ejemplo, conocer muy bien la consigna, saber preparar bien los materiales, aparatos, etc. E incluso
hacer ensayos previos, tanto si tomamos tests individuales como colectivos.
Otro requisito es atender a las condiciones en que se aplica el test: la situacin ambiental: habitacin
adecuada, asientos cmodos, buena iluminacin; incluso la misma hoja donde e hace el test, puede
afectar la puntuacin final, y lo mismo si el examinador es alguien familiar o un extrao. Por tanto: hay
que seguir el procedimiento tipificado hasta el ltimo detalle tal como figura en el manual de
instrucciones; hay que anotar cualquier circunstancia especial, por pequea que sea; y por ltimo, hay
que tener en cuenta las condiciones de la prueba al interpretar el test.
Condensado de Anastasi A (1976) Tests psicolgicos. Madrid: Aguilar. 3ra edicin.

Dinmicas interpersonales en la situacin de test.- Paciente y entrevistador llevan a la entrevista


sus miedos, fantasas, ansiedades, etc., y arman una relacin interpersonal con aspectos reales y otros
fantaseados. En la situacin de test, no se puede eliminar la influencia del examinador sobre el
examinado, o viceversa, pero s conocer esas influencias y saber cmo afectan el diagnstico.
1) Problemas personales del examinador.- El rol psicolgico clnico no est bien asentado -como el del
mdico-. Adems, en su profesin, el psiclogo busca gratificaciones y seguridades, y debe estar alerta a
sus ansiedades, exigencias y resentimientos, porque puede influir en la calidad de sus informes y en las
interpretaciones: puede hacer sobre-interpretaciones, o sea, ir ms all de los datos inventando algo que
no est en el paciente.
Otro peligro es asumir otra postura omnipotente, o usar la tarea de diagnosticar como entrenamiento
para despus ser terapeuta, pues ah tiene a ver la tarea diagnstica como secundaria. Desvalorizar el
diagnstico es tan problemtico como sobrevalorarlo.
Cmo influyen sobre el paciente los problemas profesionales del psiclogo y qu consecuencias trae
esto?
Primero, a veces el examinador quiere respuestas, con lo que aumentar la ansiedad de ciertos pacientes
que no pueden darlas en la cantidad requerida. Segundo, el examinador quiere franqueza, y con ello
corre el riesgo de tornar ms rgidas las defensas del paciente. Tercero, el examinador quiere hacer un
buen registro de las verbalizaciones, y entonces puede sentir resentimiento al ver que el que el paciente
no le hace caso y sigue hablando ms rpido (o sea, no puede hacer un buen registro). En vez de
resentirse el examinador debe pedir que hable ms despacio. Cuarto, el examinador quiere respuesta que
pueda clasificar, y a veces los pacientes no pueden darlas, con lo que se corre el riesgo del rompimiento
de la relacin entre ambos. Quinto, el examinador quiere mantener la administracin estandarizada del
test, cosa que no puede hacerse con pacientes que no cooperan, tener reacciones no estandarizadas.

Aqu, el psiclogo se apartar de lo Standard para reducir la tensin, pero anotar sus intervenciones y
sus consecuencias.
2) Constantes psicolgicas del rol del examinador.- El examinador es una persona entrenada en ciertas
tcnicas de observacin, cuyo objetivo es ayudar a los pacientes perturbados por conflictos de diversa
ndole. A pesar de ello, el examinador tambin reacciona muchas veces primitivamente e
inconscientemente, y he aqu algunas modalidades.
Primero, el aspecto voyeurista del examinador, que espa al paciente y esto puede crearle ms
ansiedad a ste. Segundo, puede haber tambin un aspecto autocrtico, dominador, y disfrutar con ello
en forma sdica. Tercero, est el aspecto oracular, cuando acta como adivino y descifrador de smbolos
ocultos, e implcitamente tambin aconseja al paciente, como si tuviera poderes mgicos. El otro extremo
tambin es peligroso, o sea, dudar siempre, elevar informes problemticos, etc. Cuarto, tambin hay un
aspecto piadoso, de ayudador del paciente, lo cual tambin tiene otro extremo, que es mostrarse muy
impersonal y distante. Ambos extremos influyen negativamente sobre el paciente.
3) La personalidad del examinador en la relacin de test.- Primero, encontramos al examinador con un
sentido inseguro de su identidad personal (no sabe qu quiere, qu no quiere, etc.) lo que aumenta la
ansiedad sobre la toma del test. Por otro lado su inseguridad tiene algo positivo: puede aumentar su
percepcin de lo que le pasa al paciente. Segundo, tenemos al examinador socialmente inhibido, lo que
dificulta el tomar test, pues es sta una situacin de contacto humano. As aparece frialdad, distancia,
brusquedad, etc. Tercero, est el examinador dependiente, el que siente placer al recibir las cosas que le
da el paciente, pasividad que puede llevarlo a interpretaciones equivocadas de los datos. Este
examinador tendr miedo del paciente, podr resentirse con l si no le da lo que l espera. Cuarto, est
el examinador sdico, que buscar los aspectos degradantes en el paciente, disfrutando con ello, con lo
que la relacin puede terminar en un enfrentamiento hostil. El examinador sdico remarca en sus
informes los aspectos enfermos y no los sanos. Quinto, encontramos al examinador con defensas rgidas
frente a sus necesidades de dependencia. Es el psiclogo que elige su profesin porque niega sus propias
necesidades asistiendo a los otros. Estas formaciones reactivas pueden ser dbiles o rgidas. Si es rgida,
el examinador siempre dar y nunca recibir. Sexto, est el examinador con defensas rgidas frente a la
hostilidad: es otra motivacin para elegir la profesin. Tomar un test puede ser para el examinador una
ocasin para reparar sus agresiones y hostilidades. Ser demasiado complaciente con el paciente puede
generar en ste, irritacin y culpa (tengo problemas para cooperar con este examinador tan bueno).
Sptimo, el examinador masoquista, que acepta los abusos y no los cumplimientos de la consigna por
parte del paciente, con lo que la situacin se desorganiza.
4) Constantes psicolgicas del paciente.- El paciente, sobre todo en las evaluaciones psiquitricas, tiene
actitudes irracionales y primitivas. He aqu algunos casos.
Primero, ciertos pacientes pueden sentir que se invada su intimidad, que un espin los est investigando,
un extrao al cual se le cuentan cosas ntimas. Adems no est seguro de qu cosas ntimas descubri el
examinador. Por otro lado el paciente tiende tambin a confiarse a un extrao, siempre ms fcil que
hacerlo ante un conocido. De todas formas la violacin de intimidad, genera ansiedad, tanto a nivel
interpersonal, como transferencial. Segundo, el paciente puede sentir que pierde el control de la situacin
interpersonal, ya que en dicha situacin debe ceder gran parte del control de la misma, al examinador.
No poder controlar la relacin, puede generar tambin ansiedad. Tercero, estn los peligros de la
autoconfrontacin, que ocurre cuando al paciente se le presentan sus aspectos ms reprimidos o
rechazados, y ste reacciona con defensas rgidas. Surge aqu un conflicto entre su deseo de curarse y su
afn de ocultar todo lo conflictivo. La resistencia a ser investigado puede tener relacin con represiones
de deseos sexuales (vergenza, miedo, etc.) o con una autoestima precaria (no se siente capaz de
encarar la situacin y responde defensivamente). Cuarto, encontramos tambin en el paciente
tentaciones regresivas, pues en la situacin de tomarle un test, es una situacin de pedido de ayuda,
imaginando al examinador como la figura salvadora. Puede el paciente reaccionar contra esta tendencia
regresiva, mostrndose rebelde y arrogante. Quinto, estn tambin los peligros de la libertad, ya que al
paciente se le dice en muchas consignas responda como usted quiera. Esto aumenta la ansiedad del
paciente al sentir que carga l con todas las decisiones, con lo cual reaccionar frente a la regla de la
libertad.
Schachtel, basndose en Fromm y Sullivan, dice que a la situacin de test se le pueden dar tres
definiciones subjetivas: la definicin autoritaria (el examinado siente el test como un examen escolar,
que deber ser aprobado o no por una persona con autoridad: el examinador); la definicin competitiva
(la situacin de test es vivida como una competencia imaginaria donde hay que vencer rivales); y la
definicin resistente (que es la forma negativa u opuesta de las anteriores. Aparece por ejemplo, en el
desinters por cumplir las consignas, y hasta el rechazo).
Las tres situaciones generan ansiedad, y por lo tanto defensas y reacciones transferenciales, que debern
ser analizadas tambin para entender mejor al paciente.
Condensado de Schefer R (1989), Interpretacin psicoanaltica en el Rorschach.

Principios de la construccin de los tests.- Un buen test debe estar estandarizado, de modo que el
rendimiento de una persona pueda ser comparado significativamente con el rendimiento de otras. La

estandarizacin es la definicin de puntuaciones significativas comparadas con el rendimiento de un


grupo de estandarizacin al que se administr previamente el test; tambin debe ser fiable, de modo
que suministre puntuaciones fiablemente consecuentes. La fiabilidad es el grado en que un test aporta
resultados vlidos, y se pone a prueba evaluando la consistencia de las puntuaciones obtenidas en dos
mitades del test, o en formas alternadas del test, o mediante su repeticin tarda; y debe ser vlido, o
sea que mida lo que supuestamente quiere medir. A veces es suficiente una validez de contenido, es
decir, que midan lo que pretenden medir. En otros casos se evala la validez de un test comparndolo
con otros tests que miden lo mismo, y en otros casos se aplica la validez predictiva, segn la cual un test
es vlido si puede predecir una puntuacin en el futuro.
Las puntuaciones de los tests generalmente se ordenan en una distribucin en forma de campana (curva
normal). Se asigna a la puntuacin media un nmero arbitrario (por ejemplo 100 en un test de
inteligencia). Los tests de aptitudes tienden a ser muy fidedignos, pero son mediocres predictores de
xito en la vida. Sin embargo su validez predictiva respecto del xito acadmico es bastante considerable
en los primeros grados escolares, pero es ms dudosa si se trata de predecir las calificaciones en la
universidad.
Condensado de Myers David, Psicologa. Madrid: Editorial Mdica Panamericana, 3 edicin. Captulo 11: La
inteligencia.

El problema de la tendencia.- Los tests de aptitud predicen con qu eficacia la persona que afronta un
test se desempear en una situacin dada. De modo que es inevitable que sean tendenciosos, en el
sentido de ser sensibles a las diferencias de rendimiento provocadas por la cultura: por ejemplo un test
puede ser tendencioso porque destaca ciertos aspectos de la inteligencia y no otros, o porque destaca
ciertos elementos que estn en una cultura y no en otra, con lo cual ser ms inteligente el que sepa
qu es una cuchara que el que no lo sepa porque en su cultura no las hay. Pero si tendencioso significa lo
que los psiclogos entienden generalmente por este trmino (un test tendencioso predice con menos
exactitud en el caso de un grupo que en el de otro) entonces los principales tests aqu considerados no
parecen padecer este defecto.
Condensado de Myers David, Psicologa. Madrid: Editorial Mdica Panamericana, 3 edicin. Captulo 11: La
inteligencia.

Test de Binet-Simon.- Binet, psiclogo francs (1857-1911) en colaboracin con Th. Simon, en sus dos
obras de especial importancia: Sur la ncessit dtablir un diagnostique scientifique des tats infrieurs
de lintelligence y Mthodes nouvelles pour le diagnostique du niveau intellectuel des anormaux, han sido
los primeros en expresar la inteligencia mediante la imposicin de una escala de graduacin que permite
determinar previamente la actividad intelectual que corresponde al nio normal. El sistema Binet-Simon
basado en edades mentales fue recibido en su pas de origen (Francia) con indiferencia absoluta. En
cambio fue adoptada en varios pases del extranjero, como en Alemania, por Robertag, en Blgica por
Decroly, y especialmente en Norteamrica, donde han surgido verdaderas escuelas binetistas (Goddard,
Herring, Kuhlman, etc.) Terman, en Stanford Rivision, aunque con modificaciones considerables, ha dado
al sistema Bidet una base cientfica ms exacta. Las ltimas revisiones de la escala Binet-Simon son las
de Kuhlman en su obra: Tests of Mental Development A Complete scale for individual Examination, y de
Terman y Merrill. Si bien es cierto, que en sus comienzos, la escala original de Binet-Simon tuvo su
especial importancia por ser la primera en una poca en que se careca de experiencia acerca de las
tareas realizables por el nio, segn su edad, hoy en da sera impropio emplearla en su forma original,
pues en la actualidad se dispone de una serie de tests mejores y ms exactos y adaptados a nuestras
exigencias.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Test de la pareja humana de Bernstein.- Test proyectivo-grfico destinado al examen


psicodiagnstico de individuos de distintas edades, diseado por el psiclogo argentino J. Bernstein, en
1958. Se le proponen al sujeto cuatro sucesivas: a) dibujar dos individuos de cualquier sexo; b)
asignarles nombres; c) crear una historia acerca de ambos; d) dar un ttulo al relato inventado. La
interpretacin de a) se efecta en el nivel formal (grafolgico) y tambin su contenido (de dinmica
intrapsquica e interpersonal), de c), segn el modelo interpretativo de tipo TAT; y de b) y d), segn el
modelo de interpretacin estilstica; en una instancia final se integran las diversas interpretaciones.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Manual del NEO PI-R (Inventario de Personalidad NEO Revisado).- El Inventario de Personalidad
NEO Revisado (NEO PI-R) ofrece una medida abreviada de las cinco dimensiones o factores de la
personalidad y de algunos de las ms importantes facetas o rasgos que definen cada dimensin. La
denominacin NEO se refiere a las tres dimensiones que el inventario meda originalmente: Neuroticism,
Extraversion y Openess.
En conjunto, las 5 escalas fundamentales y las 30 escalas parciales del NEO PI-R permiten una
evaluacin global de la personalidad del adulto.

Creado por P. Costa y R. McCrae, El NEO PI-R puede aplicarse adecuadamente a sujetos de 17 aos en
adelante que no sufran trastornos (psicosis, demencias, etc) que afecten su habilidad para cumplimentar
la aplicacin del inventario. De aplicacin individual o colectiva, dura aproximadamente 40 minutos y
bsicamente evala la personalidad normal. Los autores brindan una sntesis de los tres pasos que deben
seguirse en toda prueba de este tipo: la aplicacin o administracin, la puntuacin y la interpretacin.
A los sujetos se les entrega: a) una hoja de instrucciones para que los sujetos sepan como realizar la
prueba, y b) un listado de 240 frases a las que el sujeto deber responder eligiendo cinco alternativas
que van desde muy en desacuerdo a muy de acuerdo. Un ejemplo de frase es: Tengo una imaginacin
muy activa.
El NEO PI-R no contempla la puntuacin manual sino la puntuacin automtica mediante un programa
especial que se entrega en disquete para puntuar las respuestas. Puntuar las respuestas significa
asignarles primero un puntaje directo (PD) y luego, en base a este ltimo, obtener un puntaje
estandarizado (T).
El primer paso para interpretar el perfil del NEO PI-R consiste en examinar las escalas de los cinco
factores para conocer la personalidad en su nivel ms bsico: Neuroticismo, Extraversin, Apertura,
Amabilidad, y Responsabilidad.
El segundo paso implica examinar ms detalladamente los cinco factores anteriores y, ms
concretamente, las seis facetas o rasgos de cada uno. Cada uno de los factores del NEO PI-R est
representado por seis escalas ms especficas que miden facetas o aspectos del factor. El examen de las
escalas de las facetas permite un anlisis ms detallado de las personas o los grupos. Sobre todo, puede
resultar ilustrativo cuando la puntuacin del factor es de tipo medio. Por ejemplo, un sujeto cuya
puntuacin media en A incluye valores muy bajos en Altruismo y muy altos en Confianza reaccionar de
forma totalmente diferente a otro con igual puntuacin media, pero con bajo Altruismo y alta Confianza.
Finalmente, la informacin detallada disponible al considerar las puntuaciones de las facetas puede
ayudar a interpretar constructos y formular teoras. Es sabido que la extraversin correlaciona con el
bienestar psicolgico, pero un examen ms preciso muestra que dos de las facetas, Cordialidad y
Emociones positivas, son las principales responsables de esta asociacin; la Bsqueda de emociones no
se relaciona con el bienestar. Estos hallazgos tienen importantes implicaciones en la teora del bienestar.
Sinopsis de Costa P y McCrae R (1999) Manual del NEO PI-R (Inventario de Personalidad NEO Revisado). Madrid: TEA
Ediciones.

TEST DE INTELIGENCIA
Los orgenes de los tests de inteligencia.- Hace ms de un siglo, F. Galton trat de medir en Gran
Bretaa las cualidades mentales individuales, y crey que eran heredables, lo que lo llev a fundar un
movimiento eugennesico para mejorar la raza humana sugiriendo que no se reprodujeran los menos
dotados. Aunque Galton no lleg a desarrollar medidas simples y cuantificables, A. Binet recogi la idea y
prepar preguntas que ayudaron a predecir los progresos futuros de los nios parisienses. A Binet se
debe el concepto de edad mental, que es la edad cronolgica que corresponde tpicamente a un nivel
dado de rendimiento. Por ejemplo el nio medio de 9 aos tiene una edad mental de 9. Al igual que
Galton, L. Terman en EEUU. crea que la inteligencia era una cualidad heredada, y a semejanza de Binet,
crea que su test (el Stanford-Binet) poda orientar a las personas hacia oportunidades adecuadas. A
principios del siglo XX los tests de inteligencia fueron a veces usados, para decepcin de sus creadores,
para documentar una supuesta inferioridad de ciertos grupos tnicos.
W. Stern cre el concepto de CI (coeficiente de inteligencia), que es el cociente entre la edad mental y la
cronolgica dividida por 100. Por ejemplo, un nio de 8 aos (edad cronolgica) que responde como uno
de 10 (edad mental), tiene un CI de 125. La mayora de los tests de inteligencia actuales ya no calculan
el CI, vlido para nios pero no tanto para los adultos.
Condensado de Myers David, Psicologa. Madrid: Editorial Mdica Panamericana, 3 edicin. Captulo 11: La
inteligencia.

Los modernos tests de inteligencia.- Generalmente los tests se clasifican en dos grupos: como tests
de aptitudes (predicen la capacidad de aprendizaje, como el Weschler WAIS- y el SAT aptitud
universitaria-), o como tests de realizacin o rendimiento (para evaluar la competencia actual). Los tests
de aptitudes predicen la capacidad para aprender una nueva habilidad, mientras que los tests de
rendimiento reflejan lo que uno aprendi. La mayora de los tests, sin embargo, al margen de su
denominacin, evalan tanto la capacidad como el rendimiento. La distincin es meramente prctica:
usamos tests de aptitud para predecir rendimiento futuro, y tests de rendimiento para evaluar el
rendimiento actual.
Condensado de Myers David, Psicologa. Madrid: Editorial Mdica Panamericana, 3 edicin. Captulo 11: La
inteligencia.

Estabilidad o cambio?.- La estabilidad de las puntuaciones de los tests de inteligencia aumenta con la
edad; el valor predictivo prctico comienza hacia los tres aos y las puntuaciones son ms o menos

estables hasta los siete aos. Los nios que se aburren rpido con una imagen y prefieren mirar otra,
tienden a obtener buenas puntuaciones en posteriores tests de inteligencia. Hacia los 3 aos, y hasta los
7, los rendimientos de los nios en los tests de inteligencia comienzan a pronosticar sus puntuaciones
futuras en la adolescencia y la adultez: por ejemplo, nios precoces suelen ser luego adolescentes
precoces.
Condensado de Myers David, Psicologa. Madrid: Editorial Mdica Panamericana, 3 edicin. Captulo 11: La
inteligencia.

Extremos de la inteligencia.- La comparacin entre los que alcanzan puntuaciones muy bajas
(retrasados mentales) con los que alcanzan alto puntaje (los dotados) amplan la validez aparente de un
test. En efecto, un modo de comprobar la validez y el significado de un test es comparar a las personas
que alcanzan puntuaciones muy altas con las de puntuaciones muy bajas: los dos grupos deben diferir
visiblemente, y as es.
Cabe tener presente que las cualidades talentosas son son cualidades objetivas, como la estatura, sino
que nosotros mismos estamos decidiendo qu considerar algo como talentoso y qu no.
Condensado de Myers David, Psicologa. Madrid: Editorial Mdica Panamericana, 3 edicin. Captulo 11: La
inteligencia.

Diferencias grupales en las puntuaciones de los tests de inteligencia.- Al igual que en los
individuos, en los grupos la inteligencia (por ejemplo los japoneses, o las mujeres, o los negros, etc.)
tambin vara. La variacin hereditaria en un grupo no significa que hay necesariamente una explicacin
basada en la herencia de las diferencias entre los grupos. En el caso de las distancias raciales en las
puntuaciones de los tests, la evidencia sugiere que las diferencias ambientales son la causa principal,
quizs la nica.
Cabe recordar que las puntuaciones de inteligencia reflejan solamente un aspecto de la competencia
personal, y no otros atributos como la motivacin, el carcter, la capacidad atltica, la madurez
emocional, etc.
Condensado de Myers David, Psicologa. Madrid: Editorial Mdica Panamericana, 3 edicin. Captulo 11: La
inteligencia.

TEST DE LA FAMILIA KINTICA


Generalidades.- El test de la familia kintica, que se inspira en un anterior Test de la Familia, es un test
donde el sujeto debe dibujar a su familia en movimiento, es decir haciendo algo. Puede pedrsele que
refiera la accin a la actualidad (Familia kintica actual) o dentro de cinco aos (Familia kintica
prospectiva).
a) Familia kintica actual.- Respecto de la consigna, primero que se entrega al sujeto una hoja apaisada
bajo la indicacin dibuj a tu familia haciendo algo. Si pregunta como la dibuja, se le responde como
quieras. Luego, se le pide escrib quien es cada uno y qu est haciendo. Si pregunta si l tambin se
dibuja, responder que s. Si el sujeto no se incluye en el dibujo preguntar estn todos?. Si no quiere
incluirse se le pregunta porqu, y no se insiste sobre la cuestin. Puede tambin dibujar en el dorso de la
hoja.
Segn Verthelyi, la interpretacin del test debe referirse a ocho criterios: 1) conducta general, tanto
frente al entrevistador (transferencia) como a la tarea (recursos yoicos); 2) pautas formales; c) primera
figura dibujada y secuencia general (diferenciar la secuencia temporal de la secuencia espacial, ver a
quienes pone juntos, etc); 4) personajes incluidos, adiciones y omisiones (la omisin del sujeto que
dibuja es indicador de conflicto). Se pueden incluir abuelos, tos, animales, etc; 5) configuracin espacial
y mbitos (ver si hay espacios compartidos o no, y como es la relacin entre los miembros de la familia);
6) caractersticas individuales de las figuras; 7) acciones asignadas y roles inferidos; 8) objetos y
escenarios (ver si estn o no relacionados con la accin).
b) Familia kintica prospectiva.- Como consigna, se pide al sujeto dibuj a tu familia haciendo algo tal
como te la imagins dentro de cinco aos. Este lapso de tiempo es lo suficientemente corto como para
considerar a su familia como propia, y lo suficientemente largo como para poder fantasear cambios. Este
test examina la necesidad de articular lo potencial (el deseo) con lo factible (la realidad), as como
tambin el grado de satisfaccin respecto de los vnculos familiares actuales y qu hace el sujeto para
modificarlos. La familia kintica prospectiva es un complemento de la prueba de la familia kintica actual.
Febraio A (1996) Clases dictadas en la Ctedra de Mtodos y tcnicas de exploracin diagnstica II. Facultad de
Psicologa de la Universidad e Buenos Aires.

TEST DE LA PAREJA EDUCATIVA


Generalidades.- Esta tcnica permite obtener informacin sobre cmo se ubica el sujeto frente a la
situacin de aprendizaje, y su objetivo principal es que la persona pueda proyectar su pareja
internalizada relacionada con ensear y aprender, graficando su representacin subjetiva.

Adems de la informacin que proporcionan los aspectos grficos, comunes a otras pruebas, permite
evaluar la actitud del sujeto hacia el proceso de aprender en general, y el medio en que se lleva a cabo.
Podemos elaborar hiptesis, por ejemplo, acerca de si considera la institucin educativa como un espacio
donde se realiza una tarea valiosa en un clima de cooperacin mutua, o si la vive como una experiencia
traumtica y sin sentido, en la que se siente una vctima de profesores autoritarios y agresivos.
Al incluir esta prueba dentro de un proceso de orientacin vocacional, tenemos la posibilidad de acceder a
algunos de los aspectos inconcientes y fantasas del sujeto frente a su insercin en la educacin formal.
Condensado de Casullo M y Cayssials A (1994) Proyecto de vida y decisin vocacional. Buenos Aires: Paids (pginas
214-222: Prueba grfica Pareja Educativa).

Administracin.- La administracin puede ser individual o grupal. Los elementos necesarios son: una
hoja de papel en blanco, un lpiz negro y una goma.
La consigna es la siguiente:
-Dibujar dos personas: una que ensea y otra que aprende.
-Ponerles nombre y edad.
-Escribir una historia relacionando ambas personas.
-Poner un ttulo a la historia.
La mayora de los alumnos dibuja una situacin que se desarrolla en un contexto ulico, pero cuando no
es as y el alumno pregunta si es necesario que estn en la escuela, se le responde S, como quieras.
Si se administra la tcnica individualmente, o si la administracin grupal lo permiten, puede pedirse al
sujeto que ample algunos aspectos de su trabajo. Por ejemplo, que explique por qu eligi los nombres,
las edades, o la situacin, o que aclare partes del relato que puedan resultar confusas.
Condensado de Casullo M y Cayssials A (1994) Proyecto de vida y decisin vocacional. Buenos Aires: Paids (pginas
214-222: Prueba grfica Pareja Educativa).

Interpretacin.- Sin excluir otras posibilidades, sugerimos que la interpretacin puede resultar
provechosa si tomamos en cuenta las siguientes variables:
1. Capacidad para cumplir con la consigna.
2. Anlisis interfiguras (plano grfico).
2.1. Si comparten un eje horizontal.
2.2. Posturas, gestos.
2.3. Edades asignadas.
2.4. Sexos asignados.
2.5. Contexto.
3. Anlisis del comportamiento verbal.
3.1. Emplazamiento.
3.2. Extensin.
3.3. Caractersticas de la escritura.
3.4. Caractersticas del lenguaje.
3.5. Casualidad y coherencia.
4. Integracin general.
4.1. Actitudes hacia el aprendizaje.
4.2. Vnculos (inexistentes, mutuos, unipersonales, agresivos).
4.3. Caractersticas asignadas a las tareas de ensear y aprender.
Si bien la prueba tiene dos partes (grfica y verbal), el anlisis debe ser global, integrando ambas y
trabajando las coincidencias y contrastes que puedan presentarse.
1. Capacidad de cumplir con la consigna.- Las dificultades para cumplir con la consigna en forma total o
parcial pueden darnos indicaciones valiosas acerca del posible comportamiento en el mbito acadmico.
En algunos casos, puede tratarse de bajo nivel intelectual, o de problemas emocionales que llevan a
distraerse. A veces hay una clara actitud oposicionista, que permite predecir problemas para cumplir con
las indicaciones de docentes y autoridades. En otros casos hay una actitud de fuga de la tarea, ya que se
hace lo mnimo posible para cumplir sin comprometerse (por ejemplo, figuras tipo monigote, historia
muy pobre).
2. Anlisis interfiguras (plano grfico).- Si comparten un eje horizontal.- Cuando docente y alumno
comparten un eje horizontal podemos pensar que el sujeto considera al docente como alguien con quien
colabora para concretar la tarea de aprendizaje. Por supuesto, puede suceder que compartan el eje
horizontal, pero estn totalmente desconectados. Hay casos en que aparece el docente muy arriba,
incluso sobre una tarima, y el alumno abajo, en actitud pasiva. Podemos, entonces, pensar que este
sujeto ve al docente como alguien remoto y distante, al que debe obedecer porque es una autoridad. Esta
concepcin del docente puede ser muy negativa para un buen aprendizaje, ya que provoca el desinters y
el rechazo del alumno hacia la tarea.
Posturas, gestos.- Posturas como gestos dan indicaciones acerca del vnculo entre el docente y el alumno.
Hay casos en que se encuentran frente a frente, y la postura corporal nos indica que existe una
interaccin positiva (por ejemplo, brazos extendidos en la direccin del otro). Hay veces en que el docente

aparece en actitud amenazante, incluso con algn elemento en la mano (puntero, regla), frente a un
alumno pequeo y con aspecto dbil e indefenso. Otras veces, es el alumno el que realiza gestos
insultantes o despreciativos hacia un docente que se encuentra de espaldas, escribiendo en el pizarrn
signos que el alumno considera incomprensibles.
Edades asignadas.- Asignar edades prximas a la propia indica la buena ubicacin del sujeto frente a la
situacin actual, su confianza en su propia capacidad para desarrollar su tarea con solvencia. Si se trata
de un alumno con vistas a entrar en la universidad, es frecuente que se dibuje algo mayor, ya como
alumno universitario. Esto sera un signo positivo, que indicara su capacidad de proyectarse en el futuro.
Hay casos en que el sujeto dibuja a alguien mucho menor, a un nio en la escuela primaria con una
maestra que lo protege y lo contiene. Esto puede deberse a una actitud regresiva frente al temor que le
provoca enfrentarse a las responsabilidades propias de la vida adulta, como tomar una decisin con
respecto a una carrera. A veces aparecen trabajos con contenidos muy agresivos, y como parte de esta
actitud le asignan una edad muy avanzada al docente.
Sexos asignados.- En general los alumnos dibujan un alumno de su mismo sexo. La mayora dibuja
docentes del sexo femenino, lo que refleja que, en la Argentina, la mayora de los docentes son mujeres.
Es difcil establecer de antemano en qu casos puede ser significativo el tema de los gneros asignados.
Esto depender de cada situacin en particular, y cuando surja un caso en que este tema sea de gran
importancia, ser conveniente manejarse con los criterios establecidos para el Test de las Dos Personas.
Contexto.- La mayora de los alumnos plantea la situacin en un contexto ulico. Fuera de ste, los ms
frecuentes son los mbitos deportivos y el contexto familiar. De acuerdo con un estudio realizado
recientemente (Diuk, Casullo, 1993), se constat que el contexto ulico apareci con mayor frecuencia en
los grupos que manifestaron mejores vnculos con los docentes y el aprendizaje en general.
3. Anlisis del comportamiento verbal.- Para el anlisis de los aspectos relacionados con el relato verbal,
en forma separada, se toman en cuenta dos criterios planteados para la Redaccin sobre el tema Yo. Sin
embargo, en el caso de Pareja Educativa es importante evaluar cmo se vincular las partes entre s, tanto
en el plano formal como del contenido. Otras, hay una clara desproporcin entre ambas partes. El dibujo
puede ser muy pobre, tipo monigote, y el relato largo y complicado. Podemos pensar que el sujeto
presenta un conflicto entre su necesidad de expresar lo que le pasa y su temor a exponerse, y considera
que le ser ms fcil controlar lo que escribe que lo que puede llegar a mostrar su dibujo.
En algunas ocasiones surgen contradicciones entre los aspectos grficos y verbales, o la historia y el
dibujo aparecen disociados, sin relacin uno con el otro.
Es importante considerar los trminos utilizados para referirse a la tarea que se desarrolla. En algunos
casos, encontramos que el docente ensea, explica, se dedica, tranquiliza, y en otros reta,
culpa, castiga, sanciona. A su vez, el alumno aprende, escribe, expresa, o no entiende, se
aburre, no le entra, tiene problemas.
4. Integracin general.- Actitudes hacia el aprendizaje.- Esta prueba permite detectar cmo se acerca el
sujeto al proceso de ensear y aprender, y cul es su vnculo con el objeto de aprendizaje y con los
docentes en general. Es un proceso de orientacin vocacional, adems de tomar en cuenta variables
relacionadas con los intereses, aptitudes y personalidad, es necesario tratar de indagar si estamos frente
a un sujeto para quien el estudio es algo valioso en s mismo, y por lo tanto valora y respeta el
conocimiento que sus docentes pueden impartirle, o, si por el contrario, es slo un medio para un fin, que
puede ser obtener dinero o prestigio.
Podemos considerar que estamos frente al primer caso si en la prueba aparece una actitud de
colaboracin entre docente y alumno, en un ambiente ulico adecuado, en el que el docente estimula la
curiosidad y el inters del alumno. En cambio, hay casos en que aparece un gran desinters, e incluso
desprecio y agresividad hacia la tarea docente, desde el alumno y desde el propio docente. En este ltimo
caso, debe considerarse la posibilidad de que se trate de un sujeto que, si elige una carrera de grado,
puede desertar ante el gran esfuerzo que le va a demandar estudiar algo que realmente no le interesa.
Vnculos.- Al analizar cmo aparece vinculndose entre s la pareja docente-alumno, encontramos varias
modalidades:
a. Vnculo inexistente: cuando cada uno est enfrascado en una actividad diferente; el profesor no est
enseando ni el alumno aprendiendo.
b. Vnculo mutuo: Cuando ambos comparten la tarea, y por lo tanto surge un producto de aprendizaje. La
actitud es cooperativa, hay una relacin de amistad y respeto mutuo y de inters por la tarea que
desarrollan.
c. Vnculo unipersonal: son los casos en que el profesor est enseando, pero no logra interesar al
alumno, que est aburrido, durmiendo, desinteresado. Tambin los casos en el que alumno reclama
la atencin del profesor, quien ignora sus pedidos.
d. Vnculo agresivo: cuando la relacin es de confrontacin. El profesor amenaza con amonestaciones y
castigos diversos, o insulta al alumno, y el alumno protesta y/o insulta tambin.
Hay una estrecha relacin entre el punto anterior y este, ya que, al representar un vnculo inexistente,
unipersonal o agresivo el sujeto nos da la pauta de que no percibe la posibilidad de establecer una
relacin de crecimiento y enriquecedora con un docente.

Caractersticas a las tareas de ensear y aprender.- Ensear puede ser visto, desde el alumno, como una
tarea pesada, sin inters, montona, mal paga, realizada por personas cuyo nico inters es dar rienda
suelta a sus impulsos sdicos, o ser considerado como una tarea gratificante, interesante, que satisface
una vocacin muy profunda de entrega a los dems. A su vez, aprender puede ser entendido como algo
sin inters, complicado, caro (si va a colegio o universidad privada), y, por sobre todo, intil y puede ser
visto como una experiencia de gran enriquecimiento y crecimiento como persona.
Condensado de Casullo M y Cayssials A (1994) Proyecto de vida y decisin vocacional. Buenos Aires: Paids (pginas
214-222: Prueba grfica Pareja Educativa).

TEST GRUPAL
Generalidades.- Algunos tests grupales son el FKC o familia kintica de consenso (Verthelyi) y el TPI o
pareja en interaccin (Jury, 1964).
Test de la familia kintica de consenso.- La administracin de esta prueba puede realizarse al menos de
dos maneras distintas: 1) En primer lugar a cada integrante de la familia se le da una hoja carta y lpiz
con la consigna habitual del test de la familia kintica actual. Esta produccin es til para comparar los
dibujos, las relaciones, las alianzas familiares, etc. Luego, al grupo familiar se le da una hoja Canson N 5
para que dibujen entre todos a la familia haciendo algo dentro de cinco aos. Se puede apreciar aqu
como cada uno se ve dentro de cinco aos, como los padres ven el crecimiento de los hijos, etc. 2) Se
pide un dibujo grupal de la familia actual en una hoja N 5, y luego un dibujo grupal de la familia dentro
de cinco aos en otra hoja N 5.
Luego de los dibujos se interroga a cada miembro de la familia: 1) autoevale su funcionamiento en
cuanto a la organizacin de la tarea grupal de dibujar; 2) en cuanto considera que aport a la misma, y
examinar si esta repuesta coincide con lo dibujado por l; c) como se sinti; y 4) como evala el
resultado grfico.
Test de la pareja en interaccin.- Se le entrega a la pareja una hoja Canson N 5 y sendos lpices,
pidindosele que dibujen entre los dos una pareja sugiriendo que dibujen una figura por vez. Luego se les
entrega una segunda hoja pidindoles que se dibujen dentro de cinco aos, pudiendo aqu utilizar
colores. Finalmente, se les pide que elijan uno de ambos dibujos para hacer una historia sobre el mismo,
que pongan un ttulo a la historia y que imaginen un segundo final alternativo (lo que permite explorar la
capacidad de reparacin).
Para el anlisis de la produccin verbal debe tenerse en cuenta el tema manifiesto del relato, el tema
latente (conflicto), la distribucin de roles (roles que asumen, roles que adjudican), el tipo de vnculo
(neurtico, psictico, masoquista, gratificante, etc). Tambin se analizar la secuencia de la interaccin
(pasos que dan para realizar la tarea, viendo si hay pautas repetitivas y pautas de conflicto). El anlisis
del final y del final alternativo permiten hacer un pronstico. Finalmente, se correlaciona el registro
grfico con el registro verbal de la historia.
Febraio A (1996) Clases dictadas en la Ctedra de Mtodos y tcnicas de exploracin diagnstica II. Facultad de
Psicologa de la Universidad e Buenos Aires.

TEST PROYECTIVO
Definicin.- La expresin tcnica proyectiva fue creada por Frank para designar un mtodo donde se
enfrenta al sujeto con una situacin estimulante ante la que reaccionar segn el significado particular y
especfico que esa situacin tenga para l, y segn que la experimenta en el curso de esa reaccin.
Frank L, Proyective methods for the study od personality, en Journal of Psychology, 1939.

Generalidades.- En el test proyectivo, la libertad de respuesta frente al estmulo permite que el sujeto
proyecte su propia personalidad... Se suelen distinguir dos tipos de tests proyectivos como formas
principales: los tests proyectivos temticos (por ejemplo el TAT de Murray como prototipo), y los tests
proyectivos estructurales (el Rorschach es el principal).
Ander-Egg E (1987) Tcnicas de investigacin social. Buenos Aires: Hvmanitas, 21 edicin, pg. 297.

Caractersticas.- Las tcnicas proyectivas son mtodos donde se emplean estmulos para obtener
respuestas, pero no es cualquier estmulo el aplicado, ni cualquier respuesta la que se espera obtener.
Los estmulos deben cumplir cuatro caractersticas:
1) El sujeto no debe tener una clara idea del objetivo del estmulo, para que no lo manipule
concientemente.
2) No debe ser claramente estructurado, para potenciar la expresin de la personalidad y sus
motivaciones ms fundamentales.
3) Debe estar tipificado o estandarizado, para permitir una comparacin inter e intrasujeto. La patologa
es una exageracin de rasgos existentes en la personalidad adaptada. Para poder comparar se usan,
entonces, parmetros, o constantes que se toman en cuenta no solo en la estimulacin, sino tambin en

la recoleccin de respuestas y en su interpretacin: para estas tres cosas hay modos constantes (de
estimular, de recolectar, de interpretar).
4) Los segmentos de comportamiento a los que apunta deben estar claramente determinados.
Las respuestas estn determinadas por los estmulos (respuestas populares o clishs), pero tambin por
los factores organizativos intrapsquicos (hiptesis de la proyeccin). El fin de la tcnica proyectiva es
poner de manifiesto las relaciones ms idiosincrsicas y menos socializadas de la personalidad.
Celener G (1995) Fundamentos tericos para la inclusin de lminas en blanco (ORT-TAT). Publicacin interna de la
ctedra de Mtodos y tcnicas de exploracin diagnstica II. Facultad de Psicologa de la Universidad e Buenos Aires.

Presupuestos tericos de los tests proyectivos.- Es bsicamente el psicoanlisis y las psicologas


holsticas (Gestalt-Lewin). La mayora de las tcnicas proyectivas pueden considerarse formas estructuras
de actividad asociativa, y descansan sobre los siguientes presupuestos psicoanalticos:
1) El inconciente como fuerza motivante de la conducta.
2) El concepto de proyeccin.
3) El concepto de personalidad.
4) El concepto de transferencia.
1) El inconciente como fuerza motivante de la conducta.- Es un concepto terico pero con implicancias
empricas, porque permite explicar observaciones realizadas. Se conoce el inconciente por sus
expresiones concientes (sntomas, test, etc.), y no se opone a conciente, sino que es un grado
preparatorio del conciente. No se define negativamente (todo lo que no es conciente) sino positivamente:
incluye contenidos que condicionan la conducta en funcin de motivos concientemente desconocidos. No
tomamos, entonces, su sentido descriptivo sino su sentido dinmico.
La existencia del inconciente se establece por dos cosas: a) el contenido (equivalentes instintivos,
representaciones de objetos u rganos, emociones de amor o clera), y b) el modo de actuar (el proceso
primario, que deviene proceso secundario en el preconciente. Sus mecanismos son desplazamiento,
condensacin, proyeccin, identificacin, ausencia de tiempo y contradicciones, igualdad de valores para
la realidad interna o externa, principio del placer, etc.).
Un sector del inconciente inaccesible a la conciencia es el inconciente reprimido, pero que ejerce su
influencia.
2) El concepto de proyeccin, y su relacin con la apercepcin.- Bellak hace un recorrido histrico del
concepto en Freud, y reformula el concepto psicoanaltico de proyeccin en trminos de distorsin
aperceptiva y a partir de la teora gestltica del aprendizaje.
En 1894 Freud habla de proyeccin en la neurosis de angustia, donde al no poderse controlar la
excitacin sexual interna, se la proyecta en el exterior. En 1896 concibe proyeccin como atribucin de
impulsos propios indeseables a otras personas o al mundo. Posteriormente sigue la misma lnea en el
caso Schreber: el paranoico transforma el impulso homosexual por formacin reactiva (de yo lo amo a
yo lo odio), y luego proyecta ese odio al objeto amoroso original, convertido as en perseguidor. Esta
atribucin es por presin del supery, que lo desaprueba moralmente en el sujeto mismo.
Ms tarde, en Ttem y Tab, Freud habla de proyeccin como un mecanismo universal y normal
mediante el cual configuramos el mundo. Tal el sentido de proyeccin en sentido amplio que se toma
aqu como importante (el sentido restringido era proyeccin como defensa).
En el test hay una percepcin objetiva hipottica, casi pura donde la mayora de los examinados
concuerdan sobre el estmulo. Esto sin embargo no se cumple, pues siempre distorsionamos en mayor o
menor grado el estmulo. La distorsin aperceptiva es la interpretacin subjetiva que se hace del
estmulo, y la apercepcin es una interpretacin (dinmicamente) significativa que un organismo hace de
una percepcin. Implica la influencia de recuerdos sobre la percepcin de estmulos contemporneos.
Hay distintos grados de distorsin aperceptiva, y son cuatro (desde la mxima distorsin hasta la
mnima):
1 Proyeccin Invertida: Es el grado mximo de distorsin, y no puede hacerse conciente. Por ejemplo, el
mecanismo paranoide. La llamamos invertida porque la proyeccin es posterior al mecanismo previo de la
formacin reactiva (de yo lo amo pasa a yo lo odio por formacin reactiva, y de este, por proyeccin, a l
me odia). Esta proyeccin como defensa no suele usarse en tcnicas proyectivas, pero s las tres
siguientes distorsiones, que son normales:
2 Proyeccin simple: No necesariamente clnica, ocurre a diario. Es atribuir al otro sentimientos,
actitudes, que el sujeto ya esperaba encontrar. Es una distorsin simple, asociativa, a travs de la
transferencia del aprendizaje o, en casos ms complejos, por la influencia de imgenes previas sobre las
presentes.
3 Sensibilizacin: En vez de la creacin de un percepto inexistente, las sensibilizacin implica una
percepcin ms sensible de estmulos existentes. Ejemplo, estar ms sensible a los alimentos cuando uno
tiene hambre o tiene una fantasa de realizacin de deseos (percepcin autista). Implica un aumento de
la eficacia yoica en respuesta a una emergencia.
4 Externalizacin: En los procesos anteriores no hay, por lo comn, conciencia. Aqu se trata en cambio
de una configuracin ligeramente reprimida de imgenes, fcilmente evocables concientemente.

3) El concepto de personalidad.- Forma a ser de una persona debida a la peculiar configuracin de sus
rasgos psicolgicos. Es una estructura dinmica modelada por condiciones fisiolgicas y psico-socioculturales.
Se manifiesta en una conducta, la que expresa la relacin entre demandas internas y situacionales,
constituyendo un intento por adaptarse a condiciones internas y externas. Tiene tambin un aspecto
latente, que puede inferirse por los test proyectivos a partir de lo manifiesto. Los motivos latentes
determinan gran parte de la conducta.
4) El concepto de transferencia.- Psicoanalticamente, implica la actualizacin de deseos inconcientes en
una relacin interpersonal, y es una repeticin de prototipos infantiles vividos con sensacin de
actualidad. En sentido ms amplio, fuera del psicoanlisis, designa un desplazamiento de valores,
derechos, entidades, a otro.
Celener G (1995) Fundamentos tericos para la inclusin de lminas en blanco (ORT-TAT). Publicacin interna de la
ctedra de Mtodos y tcnicas de exploracin diagnstica II. Facultad de Psicologa de la Universidad e Buenos Aires.

Generalidades.- La tcnica proyectiva es una tcnica de evaluacin de personalidad relativamente no


estructurada en la cual la persona responde a materiales como manchas de tinta, ilustraciones ambiguas,
frases incompletas y otros materiales diciendo lo que percibe, elaborando historias o construyendo y
arreglando frases y objetos. En teora, como el material no es estructurado, la estructura impuesta sobre
ste por las respuestas del examinado representa una proyeccin de sus propias caractersticas de
personalidad (necesidades, conflictos, fuentes de ansiedad, etc.).
Aiken L (2003) Tests psicolgicos y evaluacin. Mxico: Pearson. 11 edicin (pgina 458).

Generalidades.- Las tcnicas proyectivas son los instrumentos de evaluacin de la personalidad menos
estructurados. De manera tradicional, estas tcnicas se han usado en contextos clnicos para identificar
problemas personales y diagnosticar psicopatologa. Sin embargo algunas tcnicas proyectivas han sido
diseadas o extendidas hacia el anlisis de la personalidad normal.
Se han desarrollado varios tipos de tcnicas proyectivas, incluyendo asociaciones de palabras, frases
incompletas, dibujo de figuras humanas, respuestas a manchas de tinta e inventar historias a
ilustraciones. Quienes defienden estas tcnicas sostienen que los inventarios y otros instrumentos de
autorreporte no logran llegar a las capas ms profundas de la personalidad porque las personas no son
concientes de sus caractersticas y problemas o no los revelan. Como la calificacin de las tcnicas
proyectivas regularmente es muy impresionista y subjetiva, se han encontrado dificultades para
determinar la validez de esos instrumentos.
Las dos tcnicas proyectivas ms populares son la Tcnica de Psicodiagnstico de Rorschach y el Test de
Apercepcin Temtica. Tambin son dignos de atencin el Estudio de Frustracin Ilustrado de
Rosenzweig, el Formulario de Frases Incompletas de Rotter, la Tcnica de Manchas de Tinta de Holtzman
y varias pruebas de historias con ilustraciones para nios, adultos mayores y grupos tnicos no blancos
(Aiken, 2003:425).
Aiken L (2003) Tests psicolgicos y evaluacin. Mxico: Pearson. 11 edicin.

Generalidades.- A diferencia de los que ocurre en los tests no proyectivos, en los tests proyectivos falta
una respuesta nica objetivamente verificable, y dicha respuesta corresponder a un determinante
intrapsquico y no a un criterio externo de validez.
Rapaport, Teora del procedimiento diagnstico.

TESTAMENTO
Pericias psicolgicas.- El objeto de la pericia es aqu determinar la capacidad psquica para testar que
tena el testante en un juicio por nulidad testamentaria. Se trata de determinar si sufra algn tipo de
deterioro que le impidiera testar en pleno uso de sus facultades mentales. Los artculos 3615/3616 (ley
argentina) establecen estos conceptos: perfecta razn, completa razn, sano juicio, estado habitual de
demencia, y ser demente pero en intervalo lcido (esto ltimo exige certeza de la existencia de tal
intervalo, y adems la prolongacin del mismo en forma suficiente en el tiempo como para asegurarse
que por entonces ha cesado la enfermedad).
1. En medicina y psiquiatra legal.- Nerio Rojas dice que lucidez y alienacin no son estados excluyentes,
pues existen los intervalos lcidos. Todo ello a su vez debe ser diferenciado de la semi-alienacin,
caracterizada por dos cosas: hay conciencia de enfermedad, y hay adaptabilidad.
Sano juicio en sentido amplio incluye no slo ausencia de locura, sino tambin ausencia de una
perturbacin momentnea de la razn, no proveniente de la demencia.
Ciertos autores definen salud mental a partir de estas caractersticas: a) discernimiento (intencin y
voluntad) (art 897), donde discernimiento es capacidad para comprender la accin, intencin es la
voluntad de ejecutar la accin, y libertad es la independencia del agente para realizarla; b) perfecta
razn (art 3615); y c) sano juicio (art. 3616).

Perfecta razn es la sanidad de la inteligencia y la voluntad, o sea, comprender el acto y su consecuencia,


y determinacin de manifestar la voluntad conciente y de ejecutar el acto.
A su vez capacidad incluye tres caractersticas: a) conocimiento sobre las reglas de convivencia, b) juicio
suficiente para aplicarlo en casos concretos, y c) firmeza de voluntad para inspirar una libre decisin. En
cuanto a la integridad psquica, son mayores las exigencias para capacidad (civil) que para imputabilidad
(penal).
Tres criterios deben evaluarse para considerar la enfermedad mental como incapacidad:
a) Psicopatolgico: intensidad del trastorno y sus repercusiones en la conducta testamentaria.
b) Cronolgico: habitualidad y/o permanencia del trastorno.
c) Jurdico: si puede o no gobernarse por s mismo o proveer a sus propios intereses.
En la psiquiatra forense gala se hace hincapi en la ausencia de discernimiento o presencia de trastorno
mental en el momento de testar, mientras que en la germana no puede testar quien por trastorno
mental, de la conciencia o debilidad mental no pueda apreciar la importancia de una voluntad propia o de
obrar de acuerdo a ella. No se considera que la vejez sea causa de incapacidad, porque testar no es un
asunto solamente intelectual sino sustancialmente de actitudes afectivas. Tampoco es causa de
incapacidad la depresin reactiva. Algunos autores consideran que debe argumentarse una motivacin en
casos de gran desviacin de la normalidad, y otros no.
El Cdigo chileno habla del incapaz para testar como el que no puede expresar su voluntad claramente,
mientras que el mejicano hace hincapi en el estado del testador al momento de testar.
2. En la doctrina del derecho civil.- Discernimiento es la facultad de distinguir lo justo de lo injusto, lo
lcito de lo ilcito. Esto incluye tanto la intencin como la libertad, de manera que se incluye
enfermedades que no afectan la razn pero s lo volitivo (algunas depresiones).
En el momento de testar entonces debe tener un excelente discernimiento, una esclarecida intencin y
una total libertad, debindose distinguir entre una perfecta razn terica (facultad de discurrir, nocin de
saber lo que queremos y porqu lo queremos), de la perfecta razn de cada testador.
Estado de semi-alienacin mental es oscurecimiento o debilitamiento de facultades mentales que no
alcanzan a ser alienacin mental. La ancianidad no priva de la capacidad de testar, pero una persona
puede faltarle la perfecta razn (alienacin o semi-alienacin) a pesar de su aparente buen juicio en los
actos rutinarios de la vida de relacin.
No debe confundirse la conciencia del acto testamentario con la intencin de efectuarlo, ni con la libertad
de hacerlo. No basta que alguien quiera hacer testamento, hay que ver si su volicin est determinada
por motivos psquicos normales.
Otros autores distinguen vejez de senilidad, siendo esta ltima un estado morboso debido a agentes
patolgicos y por tanto, debe considerrsela semi-alienacin, aunque otros tratadistas homologan
senilidad con demencia senil (en psicopatologa en realidad no son sinnimos).
Otras definiciones de incapacidad son ms amplias, pues adems de sealar enfermedades mentales
como causa, indican tambin cualquier causa que dificulte la funcin intelectiva o volitiva, o algn
impedimento legal para testar.
En suma, en toda peritacin de nulidad testamentaria deben plantearse estos interrogantes:
Surge de autos elementos con significado mdico, psiquitrico y/o psico-clnico legal, que indiquen que
la persona, al menos desde un ao antes de testar:
1) tiene demencia en el sentido jurdico (art 141).
2) est embriagada o usa habitualmente estupefacientes, o est disminuido en sus facultades mentales
(art 152 bis).
3) padece enfermedad mental an sin haber justificado una declaracin de demencia, a pedido de las
personas enumeradas en el art 144 del CC la aplicacin de las previsiones del art 482 del CC.
4) no goza del uso de perfecta razn segn art 3615 del CC.
5) goza con habitualidad del uso no perturbado, sereno, de sus facultades mentales. Perturbacin
significa que el testante fue aprovechado y/o abusado en sus necesidades y/o pasiones por terceros,
entendiendo estos trminos segn el fuero penal.
Condensado de Castex Mariano, La capacidad para testar (Publicacin interna de la Ctedra de Psicologa Forense de la
Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires, 1996).

TESTOSTERONA
Testosterona y depresin.- En un estudio publicado en la revista Archives of General Psychiatry se
concluye que los varones con niveles bajos de testosterona presentan un riesgo cuatro veces mayor de
sufrir una depresin que aquellos varones con niveles normales de esta hormona. Todos los varones con
niveles deficientes de testosterona incluidos en el estudio sufran la condicin denominada
hipogonadismo, condicin tambin caracterizada por una disminucin de la masa sea y muscular y por
un menor inters en el sexo. Para llevar a cabo este estudio, 278 hombres mayores de 45 aos fueron
sometidos a un seguimiento durante 2 aos con objeto de analizar quines desarrollaban una depresin.
Hasta 23 de los pacientes fueron diagnosticados de hipogonadismo. As, en torno a un 20% de los
pacientes con niveles deficientes de testosterona desarrollaron una depresin durante el perodo de

estudio. Por el contrario, la depresin afect a tan slo el 7% de los varones que presentaban niveles
normales de la hormona. Segn explic el Dr. Shores, los resultados alcanzados parecen sugerir que la
administracin de testosterona a los hombres que padecen depresin y presentan bajos niveles de
testosterona podra mejorar su estado de nimo. Sin embargo, tambin aadi que las evidencias
alcanzadas en estudios anteriores sugieren que la solucin para algunos estados de depresin en los
varones puede resultar no tan simple.
Molly M. Shores y otros, Los niveles bajos de testosterona se asocian con la aparicin de depresin en los varones.
ARCHIVES OF GENERAL PSYCHIATRY. 2004 FEB; 61(2).

THORNDIKE, EDWARD LEE


Biografa.- (1874-1949) Se destac en el campo de la educacin y en el de la psicologa. Fue profesor
de Educacin desde 1904 hasta 1940 en la Escuela de Magisterio, anexa a la Universidad de Columbia.
Desarroll una intensa labor de investigacin en el terreno de la psicologa educacional. Su prestigio se
basa ante todo en su contribucin a la teora del proceso de aprender. Fue el primero en enunciar la ley
de efecto considerada como el principio fundamental de la ley de aprender. Es tambin muy importante
su aporte a la teora de la medicin psicolgica. Es autor de varios tests, siendo de uso muy generalizado
la prueba de inteligencia para estudiantes secundarios egresados que lleva su nombre, as como, dentro
de la Escala de Inteligencia CAVD, un test de facultades cuidadosamente estandarizado y graduado.
Thorndike fue, por otra parte, uno de los primeros en aplicar la estadstica al estudio de los factores
psicolgicos y de las cuestiones educacionales. Compuso el Thordike Century Juniors (y Seor)
Dictionary, que abarca los diez mil (ms tarde ampliados a veinte mil) vocablos de uso ms frecuente en
la lengua inglesa, basndose en el cual compuso ms tarde otros. Se le deben tambin notables estudios
sobre la enseanza de lgebra y la aritmtica, sobre la psicologa de la lectura, el influjo de la ventilacin
sobre el desempeo de los alumnos, el valor disciplinario sobre las materias escolares, la instruccin de
los adultos, los factores que concurren al nivel cultural de las ciudades, etc. Su obre monumental,
Education psychology (1903), 3 tomos, seal nuevas direcciones y fue, durante muchos aos, de
importancia fundamental en esta materia. Obras principales: An introduction to the theory on mental and
social measurement (1913); The Measurement of intelligence (1927) Adult Learning (1928); Human
Nature and the Social Order (1940).
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

TIEMPO
Definicin.- 1. Segn H. Piron el tiempo significa, desde el punto de vista psicolgico, la nocin de
intervalo o la duracin. El intervalo o la duracin separan dos puntos, dos vivencias; representan, pues,
dos estados psicolgicos que sealan el comienzo y fin de un fenmeno psquico. (Le sens du temps,
1930). Para Wundt el tiempo es una experiencia interna, para P. Janet es un conjunto discontinuo de
sentimientos, un conjunto de experiencias afectivas irracionales, las cuales varan muchsimo en cada
individuo. La duracin temporal de las vivencias interiores, el tiempo psquico es inmediatamente
percibido por el sentido del tiempo. Se llama tiempo de presencia psquica la extensin de tiempo
inmediatamente presente y la percepcin temporal. Se debe, sin embargo, distinguir entre nocin de
tiempo y su representacin intuitiva. (Junk). 2. Segn Kant, tiempo es una manifestacin puramente
subjetiva intuitiva de la percepcin humana, pero con un valor real emprico. Para Bergson, el tiempo es
la propia intuicin. Para Heidegger el tiempo es el presente que se explicita, o sea, lo explicitado
manifiesto en el ahora El tiempo es, antes que todo, subjetividad o objetividad porque ofrece la
condicin de la posibilidad misma de este antes. 3. Para los fsicos, el tiempo es la cuarta dimensin.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

TIPO
Definicin.- Grupo determinado en base a la forma en que sus miembros dirigen las energas psquicas.
Los dos tipos principales son de introvertidos y el de los extrovertidos, pudiendo subdividirse cada uno
de ellos segn los actos mentales especficos mediante los cuales la energa psquica se pone de
manifiesto.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Tipologa.- Simplificacin de las diferencias entre las personas, clasificndolas en base a los elementos
comunes de sus caracteres. Ya los griegos haban dividido las personas en cuatro grupos: melanclicos,
colricos, flemticos y sanguneos. Jaensch considera los siguientes tipos: 1) El tipo I/1, con integracin
completa de todas las funciones, demostrables en todos los campos de la vida anmica. 2) El tipo I/2, que
solo temporalmente y bajo ciertas circunstancias, en momentos vitales intensos, muestra integracin
completa. 3) El Tipo I-i, que tan solo est integrado hacia el interior. 4) El tipo S (sinestsico), ante todo

integrado hacia el exterior y que presenta fuertes sinestesias (o sea, interaccin o diversas impresiones
sensoriales). 5) El tipo D prximo a l. Son hombres con caso completa falta de integracin.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Tipos de personalidad.- Doctrina que afirma que las personalidades difieren tanto cualitativa como
cuantitativamente y que el individuo tiende a dar en una categora bien diferenciada. En los primeros
estudios sobre tests mentales se aceptaba como dogma en psicologa que todas las diferencias entre las
personas eran cuantitativas, pero con el impulso de la psicologa de la Gestalt ha renacido el criterio de
las diferencias cualitativas. Segn el aspecto cualitativo, las clasificaciones ms conocidas son: 1)
Fundada en la direccin de la energa fsica. C. G. Jung diferencia entre introvertidos y extrovertidos. 2)
Funcional: afectivo, intelectual, intuitivo, sensorial (Jung). 3) Segn las facultades: intelectual, sensitivo,
volitivo. 4) Basada en el sistema constitucional: digestivo, respiratorio, cerebral y muscular (Sigaud) 5)
Segn Kretschmer astnico (leptosomo) displstico, pcnico, y atltico. 6) Tipos de Spranger, segn
valores: econmico, social, poltico, terico, artstico y religioso. Sin embargo, Pvlov, hablando de
carcter artificial de cualquier clasificacin de los tipos individuales, afirma que la clasificacin de
Kretschmer ha de ser considerada como equivocacin e inadecuada (ltima comunicacin sobre la
actividad nerviosa superior, 1932, en ruso).
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Tipos funcionales.- Segn Jung, se dividen de acuerdo a las siguientes funciones: pensar (tipo
intelectual), sentir (tipo afectivo), que pertenecen a la funcin bsica racional; intuir (tipo intuitivo), y
sensacional (tipo sensitivo), que pertenecen a la funcin bsica irracional. Cada uno de los cuatro tipos
funcionales racionales se divide, a su vez, en dos grupos, segn pertenezca a una de las dos actitudes
generales: la extraversin y la introversin. De manera que resultan ocho tipos psicolgicos
fundamentales. El tipo intelectual es aquel en el que predomina la funcin psicolgica de pensar. El tipo
afectivo es aquel en que la principal reaccin psicolgica es de naturaleza afectiva o emocional. Se dice
que hay afecto cuando un estmulo o motivo despierta al sentimiento ms bien que al concepto o
pensamiento. El tipo intuitivo es el que se adapta gracias a indicaciones inconcientes que recibe por
medio de una percepcin e interpretacin especialmente finas y aguzadas de estmulos apenas
concientes. El tipo sensitivo es aquel cuyo propsito consiste en sensacional al objeto, en tener
sensaciones y, si es posible, en regocijarse con ellas. A su vez, lo racional est caracterizado por el
predominio de las funciones del razonamiento y juicio, mientras que lo irracional lo est, no precisamente
por lo contrario de lo racional, sino por lo que est fuera de lo racional, no establecido por la razn, por
ejemplo, la intuicin y la sensacin. Las actitudes generales, a su vez, comprenden una ndole o
peculiaridad mental total que determina la actitud general de una persona, independientemente de -o
previo a- un estmulo exterior. Segn este concepto, todos los seres humanos se dividen en extravertidos
e introvertidos. La extraversin es la disposicin de dirigir el inters al ambiente o encontrar placer en las
cosas de ste, mientras que la introversin significa una orientacin de la libido hacia adentro, con lo cual
se expresa una relacin negativa entre el sujeto y el objeto.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Tipo psicolgico segn Jung.- Desde el punto de vista de Jung, es posible clasificar las distintas
personalidades en base a ocho tipos psicolgicos, que explican las diferencias individuales entre los
sujetos. Estos ocho tipos resultan de combinar cuatro funciones psicolgicas (reflexin, sentimiento,
intuicin y sensacin) con dos movimientos de la libido (extraversin e introversin). As, por ejemplo,
un tipo psicolgico puede ser aquel en el cual domina, en el polo conciente, la extraversin y la reflexin
(tipo extravertido-reflexivo), y as sucesivamente. Entonces el tipo psicolgico queda definido por la
funcin y la orientacin energticas dominantes habitualmente en el estrato de la conciencia. Si domina
la extraversin, quedar relegado o reprimido la introversin en el inconciente, si domina la reflexin,
quedar relegada el sentimiento en el extremo inconciente, y si domina la sensacin, es la intuicin la
que quedar relegada (en cada caso: y viceversa). Cabe recordar que para Jung, las tendencias
dominantes son las que se expresan en la conciencia, mientras que las tendencias reprimidas,
rechazadas o relegadas, se mantienen en el inconciente.
Una funcin o un movimiento de libido se hace dominante porque es aquello para lo cual el sujeto est
ms dotado, pero en especial porque es aquello que le permite una mejor adaptacin social. Al elegir
una funcin o movimiento de libido como dominante, forzosamente sus opuestos quedarn relegados en
lo inconciente, donde activarn elementos dormidos. Un desequilibrio entre estos opuestos se produce
por ejemplo cuando la funcin relegada, la sombra, comienza a invadir la conciencia (por ejemplo,
depresiones y debilidades atraviesan la proteccin conciente). Otro desequilibrio ocurre cuando la
funcin dominante es muy intensa, y ahoga la expresin de la funcin relegada. En ambos casos Jung
habla de una condicin neurtica. Recordemos que funciones dominantes no significa funciones nicas:
la funcin relegada siempre se manifiesta de alguna manera (hay un cierto equilibrio entre ambas).
Funciones psicolgicas.- Por funcin psicolgica Jung entiende cierta forma de actividad psquica que en
circunstancias variables permanece, en principio, igual a s msma. Desde el punto de vista energtico,

es una forma fenomnica de la libido que, tericamente, permanece constante, as como la fuerza
expresa fenomnicamente la energa fsica (citado por Progoff Ira, pg. 129).
Las funciones psicolgicas se agrupan en racionales (la reflexin y el sentimiento), y no racionales (la
sensacin y la intuicin). Las primeras son racionales porque resultan de una actividad deliberada del
sujeto (de interpretar lo percibido = reflexin, y de juzgarlo o valorarlo como agradable o desagradable
= sentimiento). Las ltimas son no racionales porque son ms pasivas (en la sensacin el sujeto recibe
la informacin del medio; en la intuicin se le impone cierta forma de comprensin directa del objeto).
La sensacin permite tomar contacto con el exterior mediante los sentidos. Luego la reflexin significa o
interpreta lo percibido. El sentimiento lo valora en trminos de agradable o desagradable, y la intuicin
permite un acercamiento ms directo al objeto, sin la intervencin de la intuicin.
La reflexin y el sentimiento actan como opuestos y tienden a equilibrarse entre s, y lo mismo pasa
con la sensacin (en tanto impresiones que vienen desde el exterior) y la intuicin (en tanto
impresiones que vienen desde el interior) (pg. 126-130).
Introversin y extraversin.- Son movimientos de la libido hacia el mundo interno y hacia el mundo
externo, respectivamente (en cambio, la regresin y la progresin son movimientos libidinales hacia
atrs y hacia delante, respectivamente).
Progoff Ira, La psicologa de Jung y su significacin social, Buenos Aires, Paids, 1967.

TIPOLOGA
Generalidades.- En psicologa, clasificacin de los individuos basada en los elementos comunes de sus
caracteres somticos o psquicos. Dentro de una misma tipologa existe variabilidad entre los individuos
segn su mayor o menor similitud con el tipo. Lo caracterstico del tipo es precisamente que los rasgos
que lo describen pueden estar presentes con mayor o menor intensidad, e incluso pueden faltar, sin que
ello impida la clasificacin de los individuos en tipos. Se puede definir como tipo, o tipo puro, aquella
persona que posee de modo inequvoco todas las caractersticas de su grupo. De este modo, segn las
caractersticas elegidas, los tipos pueden referirse, por ejemplo, a aspectos constitucionales (ser bajo,
delgado, corpulento, etc.), aspectos psicolgicos (introvertido o extravertido), socioculturales, etc. Como
tipologas importantes dentro de la psicologa se pueden destacar la tipologa-funcional de E. Kretschmer,
o de W. H. Sheldon, y la de orientacin filosfica o de cosmovisin de Spranger. Kretschmer parti de la
observacin de que determinadas enfermedades mentales predominan ms en ciertos tipos corporales;
as, la psicosis manaco-depresiva se daba de forma ms habitual en el tipo pcnico y la esquizofrenia en
el leptosmico. A partir de esta observacin y otras investigaciones, Kretschmer propuso una tipologa
sobre el temperamento incluyendo tres biotipos fundamentales: ciclotmico, esquizotmico y baricinesio.
La tipologa de Spranger contempla seis tipos fundamentales: el hombre terico, el econmico, el
esttico, el social, el religioso y el de poder. En funcin de estos seis tipos bsicos, este autor proceda a
la clasificacin de los individuos.
Farr Mart J (1999) Diccionario de psicologa. Barcelona: Ocano.

TOLERANCIA
Definicin.- "Estado de adaptacin caracterizado por la disminucin de la respuesta a la misma
cantidad de droga o por la necesidad de una dosis mayor para provocar el mismo grado de efecto
farmacodinmico" (pg. 526).
"Disminucin de los efectos de una droga a medida que esta se consume".
Belloch A y otros, Manual de Psicopatologa, Volumen I, Madrid, McGraw-Hill, 1995, pg. 487.

Tolerancia cruzada.- "Fenmeno en el que se toma una droga y aparece tolerancia no slo a esa
droga, sino tambin a otra del mismo tipo o a veces de otro conexo -por ejemplo, la herona provoca
tolerancia cruzada a la morfina, y viceversa- y en menor grado el consumo intenso de bebidas
alcohlicas produce tolerancia cruazada a los frmacos del tipo de los barbitricos".
Belloch A y otros, Manual de Psicopatologa, Volumen I, Madrid, McGraw-Hill, 1995, pg. 526.

TOMA DE DECISIONES
Generalidades.- Fischoff (1992, citado por Casullo, 2005:21) identifica cinco fases en el proceso de
toma de decisiones, que considera central para lograr la comprensin de los comportamientos de riesgo:
identificar las opciones posibles, identificar las consecuencias posibles, evaluar lo que se desea y sus
posibles consecuencias, evaluar las probabilidades de que tales consecuencias ocurran, y combinar toda
la informacin disponible y decidir la accin.
Casullo M (2005) Adolescentes en riesgo. Buenos Aires: Paids.

TTEM

Definicin.- (Psicoanlisis) Animal sagrado (o planta, u objeto), del cual pretende descender el clan
primitivo. Anualmente, el animal totmico era sacrificado, luego de lo cual la horda lamentaba su muerte
mediante ceremonias religiosas, procediendo finalmente a comrselo. El banquete funeral terminaba en
un ambiente de fiesta, en una orga desenfrenada de todos los instintos con extralimitacin de las normas
sexuales o tabes. (Robert Smith). El animal totmico es, segn la concepcin freudiana, la
representacin simblica del padre muerto por la horda primitiva constituida por sus hijos. (Freud: Totem
und Tabu).
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

TRANCE
Definicin.- "Estado de disociacin que ocurre en los pacientes bajo hipnosis y en los mdiums, cuando
quieren dar a entender que estn en contacto con el mundo de los espritus. Estados semejantes al
trance ocurren en la histeria, aunque en tal caso se habla por lo comn de ataques, accesos o estados
onricos; y en la niez, bajo la forma de sonambulismo. La caracterstica comn a todos estos estados
es que alguna parte del yo (o s msmo) est fuera de accin, de modo tal que el sujeto tanto somete su
voluntad a otra como acta sobre la base de deseos y fantasas que de otro modo seran inhibidos".
Rycroft Ch., Diccionario de psicoanlisis, Buenos Aires, Paids, 1976, pg. 115).

TRANSFERENCIA
Definicin.- Psicoanalticamente, implica la actualizacin de deseos inconcientes en una relacin
interpersonal, y es una repeticin de prototipos infantiles vividos con sensacin de actualidad. En
sentido ms amplio, fuera del psicoanlisis, designa un desplazamiento de valores, derechos, entidades
a otro.
Celener Graciela, Fundamentos tericos para la inclusin de lminas en blanco (Ort-Tat), publicacin interna de la
Ctedra de Tcnicas psicodiagnsticas II de la Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires, 1996.

Definicin.- Fenmeno general, universal y espontneo que consiste en unir el pasado con el presente
mediante un enlace falso que superopone el objeto originario con el actual. Esta superposicin del
pasado y el presente est vinculada a objetos y deseos pretritos que no son concientes para el sujeto y
que le dan a la conducta un sello irracional, donde el afecto no aparce ajustado ni en calidad ni en
cantidad a la situacin real, actual.
Etchegoyen H, Los fundamentos de la tcnica psicoanaltica. Buenos Aires: Amorrortu, pg. 106.

Definicin.- Entendemos por transferencia un gnero especial de relacin respecto de una persona; es
un tipo caracterstico de relacin de objeto. Lo que la distingue principalmente es el tener por una
persona sentimientos que no le corresponden y que en realidad se aplican a otra. Fundamentalmente,
se reacciona ante una persona presente como si fuera una del pasado. La transferencia es una
repeticin, una reedicin de una relacin objetal antigua. Es un anacronismo, un error cronolgico. Se
ha producido un desplazamiento; los impulsos, los sentimientos y las defensas correspondientes a una
persona del pasado se han trasladado a otra del presente. Es primordialmente un fenmeno
inconciente, y la persona que reacciona con sentimientos de transferencia por lo general no se da
cuenta de esa distorsin.
Greenson R, Tcnica y prctica del psicoanlisis. Buenos Aires, Siglo XXI, pg. 155.

Evolucin del concepto de transferencia en Freud.- 1) Psicoterapia de la histeria (1895). El


concepto surge a partir de la deteccin de obstculos externos que se presentan cuando se perturba la
relacin con el analista, desapareciendo tambin la buena disposicin del paciente. Al intentar el
analista averiguar los problemas, se interpone en el paciente la conciencia de sus diferencias con l, lo
cual aparece especialmente en tres casos: cuando la enferma se cree descuidada, menospreciada u
ofendida por el analista, cuando teme quedar ligada al analista o perder su independencia, y cuando se
asusta al ver que transfiere al mdico representaciones displacenteras emergidas durante el anlisis. La
transferencia al analista se realiza por una conexin falsa. 2) La interpretacin de los sueos (1900). En
el captulo 5, apartado C, refiere Freud la transferencia como proceso intrapsquico donde se desplaza el
afecto de una representacin a otra considerada inofensiva. El afecto slo puede exteriorizarse si la
representacin entra en conexin con una representacin inocua o indiferente preconciente, no
censurable. 3) Historial de Dora (1901). En el Eplogo, Freud dice que se trata de re-creaciones de los
impulsos y fantasas que se despiertan y hacen concientes con el anlisis, y pueden ser invariadas (el
contenido no se diferencia del modelo, salvo en la sustitucin, o sublimadas, donde hay una modelacin
del contenido y no se trata de una simple reedicin sin cambios). 4) La dinmica de la transferencia
(1912). Freud indica que la transferencia son clishs repetidos a lo largo de toda la vida, repeticiones
que son posibles cuando las circunstancias exteriores lo permiten y cuando estn los objetos erticos
disponibles, como el analista. Esta disposicin congnita y las experiencias infantiles determinarn los

objetos erticos elegidos en la vida. La transferencia puede ser positiva o negativa, y slo en este
ltimo caso constituye una resistencia para la cura. 5) Recordar, repetir, reelaborar (1914). Todos los
tipos de transferencia constituyen resistencia, porque el paciente al transferir repite (acta) para no
recordar, y sin conciencia de ello. En este sentido es imprescindible para la cura: el vencimiento de la
resistencia comienza cuando el analista la desenmascara, pero es preciso dar tiempo al paciente para
enfrascarse en la resistencia, reelaborarla y luego vencerla. 6) Ms all del principio de placer (1920).
La transferencia aparece aqu como la expresin de la compulsin a la repeticin. En el vnculo con el
analista se repiten situaciones traumticas sexuales infantiles vividas como atemporales, momento en el
cual el paciente tiende a interrumpir la cura. Esta repeticin produce displacer por un lado pero por el
otro produce placer, siendo una de las razones de esta ltima el hecho de que al surgir el recuerdo trae
consigo menos displacer que si retornase como suceso actual.
Sin indicacin de autor.

Transferencia negativa.- Se usa esta designacin para los sentimientos de transferencia basados en el
odio en cualquiera de sus formas, sus precursores y derivados. La transferencia negativa puede
manifestarse en forma de odio, enojo, hostilidad, desconfianza, aborrecimiento, aversin, repugnancia,
resentimiento, amargura, envidia, disgusto, desdn, fastidio, etc. Siempre est presente en el anlisis,
aunque a menudo es mucho ms difcil de descubrir que las manifestaciones de transferencia positiva.
Greenson R, Tcnica y prctica del psicoanlisis. Buenos Aires, Siglo XXI, pg. 230.

Transferencia positiva.- Manera abreviada de designar las reacciones de transferencia compuestas


predominantemente por el amor en cualquiera de sus formas o por cualquiera de sus precursores o
derivados. Consideramos que hay transferencia positiva cuando el paciente siente por su analista amor,
cario, confianza, deseo, gusto, inters, devocin, admiracin, infatuacin, pasin, ansia, anhelo, ternura
o respeto. Las formas atenuadas de amor no sexual ni romntico preparan la alianza de trabajo.
Greenson R, Tcnica y prctica del psicoanlisis. Buenos Aires, Siglo XXI, pg. 223.

Definicin.- La transferencia se define habitualmente como conjunto de expectativas, creencias y


respuestas emocionales que el paciente aporta a la relacin mdico-enfermo. Se basan no tanto en quien
es el mdico o cmo es su forma de actuar, sino ms bien en experiencias persistentes que el paciente
ha tenido con otras figuras de autoridad a lo largo de su vida (pgina 6).
Kaplan H, Sadock B y Grebb J (1997) Sinopsis de psiquiatra. Buenos Aires: Editorial Mdica Panamericana. 7 edicin.

Definicin.- Llamamos transferencia a todos aquellos impulsos experimentados por el paciente en


relacin con el analista actual, que no dependen de la situacin analtica actual, sino que remontan su
origen a tempranas vinculaciones con el objeto, reavivadas durante el anlisis bajo la influencia del
impulso repetitivo. Por lo mismo que estos impulsos son recurrencias y no creaciones nuevas, la
transferencia adquiere incomparable valor de la investigacin de las pretritas experiencias afectivas del
paciente (Freud A, 1979:27).
Freud Anna (1979), El yo y los mecanismos de defensa. Buenos Aires: Paids.

Clasificacin.- Se pueden clasificar conforme a sus manifestaciones y segn el grado de complejidad,


en varios tipos:
a) Transferencia de impulsos libidinales.- El primer tipo es sumamente sencillo; las relaciones con el
analista se ven perturbadoras por diversos sentimientos experimentados por el paciente: amor, odio,
celos, angustia, no justificados por ningn hecho vinculado con la actual situacin analtica.
b) Transferencia de la defensa.- No acontece lo mismo con el segundo tipo de transferencia. El impulso
repetitivo que domina al paciente durante la sesin analtica, se extiende no solo a los viejos impulsos,
sino, concomitantemente, a las antiguas medidas de defensa contra el instinto.
c) Actuacin en la transferencia.- Una tercera forma de transferencia nos brinda otro aporte significativo
al conocimiento del paciente. En la intensificacin de la transferencia -durante la cual el paciente
momentneamente se sustrae a las severas normas de la tcnica analtica- puede acontecer que tanto
los impulsos instintivos como las reacciones defensivas contra los sentimientos transferenciales,
empiecen a actuar como hechos de la vida diaria. A este proceso, que hablando con estrictez sucede
fuera ya del anlisis, lo denominamos actuacin en la transferencia (Freud A, 1979:27-28).
Freud Anna (1979), El yo y los mecanismos de defensa. Buenos Aires: Paids.

TRATAMIENTO BIOLGICO
Generalidades.- Se denominan tratamientos biolgicos a todas las medidas teraputicas donde se
hacen operar agentes fsicos, qumicos y/o bioqumicos sobre los pacientes, y que producen cambios en
la conducta alterada de stos. Esto supondra que se considera a ciertos aspectos de la enfermedad
mental causada por factores precisamente biolgicos u orgnicos. De todos modos la moderna psiquiatra
asistencial trata de ser pragmtica y aplica sobre el paciente todo aquello que pueda ayudarlo a aliviar su

enfermedad mental. Tal es as entonces que un paciente puede recibir adems del tratamiento biolgico
en cuestin alguna forma de las actuales psicoterapias. Por consiguiente, el hecho de utilizar
tratamientos biolgicos no excluye otros tratamientos, sino ms bien se complementan. En la actualidad,
hablar de tratamientos biolgicos supone estar tratando fundamentalmente con psicofrmacos.
Monchablon Espinoza
www.alcmeon.com.ar

Alberto

(2002),

Breve

resea

histrica

de

los

tratamientos

biolgicos.

Fuente:

TRAUMA
Definicin.- (Griego) Lesin. En la psicologa una ocurrencia anmica que hiri al sujeto dejando lesiones
afectivas y de conciencia. 1. (Psicoanlisis) Estos traumas, como causas de trastornos psquicos,
ocurrieron en la infancia y tenan una relacin sexual, pero fueron reprimidos. El tratamiento
psicoanaltico consiste justamente en revocar estos traumas, dejarlos revivir, y elaborarlos
definitivamente, ya como elementos del Yo y no del Ello. 2. (Psicoanlisis) Rank afirma que el paciente no
se enferma porque haya tenido experiencias terribles en la niez, sino porque tales experiencias siguen
siendo elementos activos en su vida. 3. (Psicologa del Individuo) Adler niega: a) que estos traumas
tengan forzosamente un carcter sexual; b) que se trate de un trauma, de unas experiencias, sino de
una cadena de experiencias surgidas del sistema educativo en que el nio form su lnea vital, y por las
cuales se profundiz su complejo de inferioridades.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Trauma de nacimiento.- (Psicoanlisis) El nacimiento es la primera catstrofe que le sobreviene al


hombre; ha tenido que dejar el refugio clido y tranquilo que le brindaba el seno materno. El lenguaje de
muchos pueblos primitivos usa el mismo trmino para el tero y el paraso. Segn Freud, el hombre no
consigue jams compensar la prdida de este estado paradisaco y siente la nostalgia del seno materno.
Stekel opina que el estado paradisaco es tan bello que es preciso olvidarlo para poder soportar la vida
posterior. El nacimiento, el paso penoso por la vagina (en el Epos de la Biblia: la expulsin del paraso),
es tambin una catstrofe fisiolgica para el nio, que encuentra su equivalente psquico en el miedo.
Rank afirma que el trauma del nacimiento es la raz originaria de todos los sntomas de angustia. La
segunda catstrofe que le ocurre al lactante es el destete. Se trata de una imposicin de la sociedad que
el hombre, en su inconciente, no le perdona jams a su madre. En los pueblos primitivos las madres
amamantaban a sus hijos hasta que stos encuentran por s mismos el alimento susceptible de
reemplazar la leche materna. El destete est considerado por algunos autores como la ltima fase del
parto, la ruptura fisiolgica definitiva entre la madre y su cra. (Rank, Das Trauma der Geburt).
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Generalidades.- Las experiencias traumticas, ha mostrado el psicoanlisis, dejan una huella que de
una u otra forma repercutir en nuestra conducta el resto de la vida, especialmente si no son
ulteriormente elaboradas o resignificadas, e inclusive si esas experiencias fueron simplemente
fantaseadas, como las fantasas de violacin o seduccin. Si la experiencia traumtica no fue elaborada,
volver a ejercer influjo en la conducta cada vez que al adulto se le presente una situacin que de
alguna forma evoca aquella experiencia. Hay autores que han afirmado que personas con infancias
traumticas han sobresalido o se han destacado como adultos, tal vez como una manera de compensar
aquella experiencia.
Cazau P (2002) Vocabulario de Psicologa. Buenos Aires: Redpsicologa Online.

Trauma y metapsicologa.- Extrapolando un modelo psiconeurobiolgico freudiano se propone un


ensayo metapsicolgico del trauma (situacin universal), basado en la memoria traumtica y en la teora
del dipolo. Desde el psicoanlisis y la ciberntica se conceptualizan la memoria y la conciencia,
interrelacionndolos con el trauma. Cibernticamente constituiran un servomecanismo, circuitos y
"estaciones" donde se ubican las huellas mnmicas, y donde el producto de la entropa por la entalpa es
una constante que se altera con cada trauma. Psicoanalticamente se considera a la Memoria
(Traumtica) en trminos de Almacenamiento (huellas mnmicas) y Facilitacin. La Memoria Traumtica
cumplira con lo que los autores denominan Funcin Homeosttica y Funcin Trfica del Trauma (con una
intencionalidad inconsciente). Se analizan los dos momentos tericos del trauma en la obra de Freud,
cuantitativo y cualitativo, y su importancia clnica. Se puntualizan los conceptos de Desarrollo y Trabajo
Psquico del Trauma, y cmo a travs de los mismos, el trauma puede ponerse en la clnica al servicio de
Eros Tnatos. Los autores proponen una hiptesis metapsicolgica del trauma, basada en la memoria
traumtica, en tres momentos evolutivos universales: 1) Trauma Protoheredado, 2) Trauma Psquico
Sexual Infantil, 3) Trauma Actual. Se reeditaran entre s a travs del Conflicto (siendo fundamental,
pero no imprescindible, el a posteriori edpico para que el trauma de sntomas). Se analiza lo topogrfico,
dinmico, econmico, estructural, evolutivo, y lo adaptativo. Se dan ejemplos clnicos de cmo juegan
estas variables en el trauma psquico. Se considera a la Memoria Traumtica y los mecanismos de
inconcientizacin del trauma en las organizaciones bsicas de la personalidad, tomando como parmetros
clnicos a los recuerdos infantiles y los sueos.

Rubn Mario Basili; Isabel Sharpin de Basili. Un ensayo metapsicolgico del trauma psquico: implicaciones tericas y
clnicas. Revista de Psicotrauma. 2002 dic; 1(1) www.psicotrauma.com.ar

Trauma de nacimiento.- Freud haba subrayado las poderosas reacciones psicolgicas del nacimiento
como prototipo de la ansiedad posterior; pero Rank relacion la ansiedad con la separacin de la madre,
y en particular con la separacin del tero, la fuente de gratificacin sin esfuerzo. Pens que esta
dolorosa experiencia determina una ansiedad primitiva que posteriormente es sometida a una represin
primitiva. Cualquier posterior deseo de volver a la posicin de placer primitivo produce ansiedad. De
hecho, cualquier cambio de una situacin placentera a otra dolorosa genera sentimientos de ansiedad.
Rank sugiri que el nio estaba aplicado en este perodo al dominio del trauma de nacimiento, aunque
entonces desplazaba la ansiedad primitiva a otras situaciones y objetos (Kaplan y Sadock, 1992:111).
Kaplan H y Sadock B (1992) Compendio de psiquiatra. Mxico: Salvat. 2 edicin.

Generalidades.- En su desamparo primordial, el nio no puede asimilar el monto de lo pulsional,


exigencia que se convierte en traumtica y dejndole dicha experiencia una marca, una representacin
del trauma. Han quedado as dos representantes del trauma:
a) El representante-representativo de la pulsin: mediante el cual la situacin traumtica queda inscripta
en el psiquismo. Es una marca que de aqu en ms evocar el desamparo primordial. El representanterepresentativo se llama as porque hay otro representante de la inundacin pulsional traumtica, que es
el monto de afecto.
b) Monto de afecto: No se inscribe, no es simblico, no deja una marca, y por ello los afectos no se
reprimen, aunque pueden aparecer en los llamados destinos del afecto. El afecto es la parte del trauma
que no se inscribe pero es su indicador, su seal. Es contradictorio llamar al afecto "representante
afectivo", porque es lo que no queda inscripto y lo que no representa la pulsin. Con la represin primaria
quedan separados la representacin y el afecto, los cuales seguirn caminos diferentes (destinos).
Condensado de Sal, Lo inconciente, sntoma, angustia y represin. Clases dictadas en la ctedra de Psicopatologa de
la Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires, 1996.

Trauma infantil.- Se utilizaron los datos de la encuesta sobre Comorbilidad Nacional para estimar la
relacin entre la prevalencia del trauma infantil y las experiencias auto-reportadas de las alucinaciones.
Se utilizaron las variables (1) negligencia infantil, (2) abuso fsico infantil, (3) violacin en menores de 16
aos, y (4) abuso sexual en edades menores de 16 aos, para predecir las experiencias de alucinaciones
visuales, auditivas y tctiles. Despus de controlar las variables de antecedentes (sexo, edad, depresin,
antecedentes familiares de depresin, urbanicidad, ingreso hospitalario, drogas y dependencia del
alcohol), un historial de violacin infantil y abuso sexual estuvieron significativamente asociados a
alucinaciones visuales, auditivas y tctiles. Adems, la negligencia estuvo asociada a alucinaciones
visuales y el abuso fsico con alucinaciones tctiles. El experimentar tipos de trauma mltiples estuvo
asociado a incrementos en la probabilidad de experimentar los tres tipos de alucinaciones. Las
alucinaciones son posibles indicadores de un historial traumtico infantil.
Mark Shevlin, Martin Dorahy and Gary Adamson, Trauma y alucinacin infantil: Un anlisis de la encuesta de
comorbilidad nacional. JOURNAL OF PSYCHIATRIC RESEARCH. 2007 ENE; 41(3).

Ideas de Anna Freud sobre el trauma.- Respecto de la ruptura del escudo protector o barrera del
estmulo, puede decirse que toda la organizacin defensiva del yo es dotada de las caractersticas de un
escudo protector y atrados a la rbita de un ataque traumtico potencial, si las defensas no son
suficientemente efectivas.
Respecto del nivel de tolerancia a la excitacin, cada sealar que hay importantes diferencias entre los
individuos y adems diferencias segn las edades. Resulta importante tener en cuenta la adaptacin de
cada sujeto a la estimulacin y la fluctuacin de los niveles de tolerancia se acuerdo a la intensidad del
estmulo externo.
Cmo ocurre la provocacin del trauma? Cuando el individuo es impedido de usar sus defensas
habituales en una situacin considera peligrosa. Por ejemplo cuando el fbico entra en pnico.
Respecto de la consideracin cualitativa del trauma, digamos que estos pueden ser de origen externo
(frustraciones, abandonos, enfermedades), pero tales traumas pueden tornarse internos si coinciden con,
o simbolizan, el cumplimiento de ansiedades o fantasas profundas del sujeto.
Anna Freud, frente a un traumtico en la vida se pregunta si es patognico, si altera o no el desarrollo,
o bien si produce un desgarramiento interno, altera el funcionamiento yoico. En este segundo caso, se
pregunta que habremos de considerar como evidencia de la ocurrencia del hecho traumtico: reaccin
inmediata, parlisis, insensibilidad, etc. Si se evidencia ello, puede hablarse entonces de un dao al yo, y
a partir de all se puede decidir si se trata de un disfuncin parcial o total.
Es importante tambin considerar cmo el yo se recupera del trauma, como transcurre el estado postrecuperatorio, y como el trauma afect el desarrollo.
Resumen de Freud Anna, Comentarios sobre el trauma.

Trauma en campos de concentracin.- 1) Enfoques tempranos del psicoanlisis sobre el tema.- Se


hace aqu referencia a los campos de exterminio nazis y su influencia sobre el psiquismo. Al respecto los
hallazgos psicoanalticos son escasos.
La sobrevivencia fsica no supone necesariamente la sobrevivencia psquica. Los sntomas ms tpicos de
los sobrevivientes fueron severas reacciones psicosomticas y depresivas, disfunciones sexuales, estados
fbicos, achatamientos afectivos y dfe las relaciones emocionales, anestesia afectiva y la llamada culpa
del sobreviviente.
2) Opiniones psicoanalticas sobre la traumatizacin extrema en la primera generacin.- Se entiendo por
primera generacin a las mismas vctimas, que presentan el sndrome del sobreviviente o de realizacin
de un universo psictico. Es la combinacin de extremas condiciones traumticas ern todos los campos
de concentracin, la realizacin de un universo psictico, lo que constituye la diferencia esencial entre
esta y otras formas ms parciales del trauma como la ansiedad de separacin, etc.
Los siguientes son algunos factores cuya combinacin lleva a este particular sndrome de realizacin de
un universo psictico: tortura, trabajos forzados, prdida de la privacidad, aniquilacin de la
individualidad (es un nmero, no una persona), prdida de la dimensin estructurante del tiempo (no
haba relojes ni calendarios), degradacin persistente. Pero, por sobre todas estas cosas, el ms extremo
factor traumtico result ser el haber presenciado el asesinato de los propios hijos: hay traumas bajo los
cuales cualquier estructura psquica se puede romper.
Estas pertubaciones ocasionadas por este sndrome afectan al aparato psquico, y ms concretamente al
Ello, al Yo y al Supery. En el Ello se aprecia un achicamiento de la libido y una regresin oral en inters
a la autopreservacin. Los ataques sdicos llevan a una defusin pulsional Vida Muerte y a remover
impulsos infantiles sadomasoquistas reprimidos. Respecto del Yo, utiliz masivamente la defensa de la
desmentida para atenuar la percepcin de los estmulos traumticos externos. El Supery experimenta en
particular una regresin a formas arcaicas de funcionamiento con grandes cambios en el Ideal del Yo. La
ideologa nazi se internaliza por la defensa de la identificacin con el agresor.
3) Opiniones psicoanalticas sobre la traumatizacin acumulativa en la segunda generacin.- Se hace aqu
referencia a los hijos de las vctimas, y la autora se centra en dos ideas: a) La traumatizacin de los
padres ha impedido y/o destruido la posibilidad del funcionamiento parental, especialmente el materno; y
b) la transmisin a los hijos de todos los sntomas de la traumatizacin parental se proudce mediante el
mecanismo del trauma acumulativo, entendido este como un particular trastorno en la relacin preverbal
entre madres e hijos, y donde la madre funciona como escudo protector contra estmulos que resguarda
al hijo en su periodo de mayor desamparo. Se traduce como defectos de empata que acumulados en el
tiempoi producen efecto traumtico.
Los sntomas que pueden verse en los hijos son de dos tipos: a) apata, depresin, sentimiento de vaco,
falta de involucracin afectiva, y b) hiperactividad agitada.
4) Algunas de nuestras angustias.- Son muchos ms los trabajos tericos sobre los efectos psquicos de
los campos de concentracin que los casos clnicos, y resulta notable la falta de referencias a la
contratransferencia.
Ello se debe a que los horrores que nos comunican los pacientes despertaran rechazo, no slo por el
horroroso contenido de las comunicaciones, sino por lo que podra despertar en nosotros mismos:
nuestras propias reaccioness arcaicas, ms rechazadas y ms inconcientes. La capacidad de empatizar
con los sufrientes es una adquisicin cultural precaria y un logro filogentico tardo, que requiere buen
esfuerzo ontogentico para mantenerlo.
Resumen de Ilse Grubrich-Sinitis, Traumatizacin extrema como trauma acumulativo.

Trauma de seduccin y acin diferida.- 1) Introduccin histrica.- La seduccin infantil traumtica o


abuso sexual infantil incluye diversos conceptos com oseduccin, acoso, toqueteo y para Freud (1896)
incluye tambin traumas parciales que ejercen un efecto traumtico por sumacin.
Freud consider que los hechos traumticos de seduccin infantil podan haber sido tanto reales como
fantaseados. Incluso mayormente en los anlisis estas construcciones suelen ser una combinacin de
ambas.
Finalmente, las teoras preanalticas freudianas sobre la seduccin fueron reemplazadas por la
formulacin del complejo de Edipo, donde el incesto es una fantasa universal.
2) Accin diferida.- Este concepto, llamado tambin a posteriori o aprs coup, se refiere a los efectos
mutativos de experiencias posteriores sobre recuerdos no necesariamente ligados al trauma.
Para Blum, se trata de un concepto ambuo y dudoso. La accin diferida no tiene en cuenta o
desconsidera los efectos inmediatos y potencialmente poderosos de trauma preedpico, y est disociado
de otros conceptos como el trauma acumulativo y los trastornos del desarrollo. El a posteriori o accin
diferida tiende a forzar la patogenia en una configuracin puramente edpica. Los traumas posteriores
reactivan recuerdos traumticos (por ejemplo la seduccin infantil) y no recuerdos indifetrentes, no
provocativos.
La accin diferida desestima consideraciones acerca de experiencias infantiles reales, y destima la
compleja sobredeterminacin de la patogenia durante el desarrollo.

Para Blum la accin diferida debera referirse a alteraciones del desarrollo que puedan tener no slo
efectos traumticos sino que puedasn resultar perjudiciales o beneficiosos, regresivos o progresivos.
En las fases del desarrollo ocurren continuamente transformaciones y recapitulaciones que son nuevas
ediciones ms que repeticiones. Fantasa y realidad se interpenetran e influyen mutuamente, y las
alteraciones psquicas se dan sin que necesariamente haya accin diferida.
3) Representacin intrapsquica y experiencia real.- El sistema de fantasas de un nio o de un
adolescente es alterado por la experiencia traumtica y por los esfuerzo yoicos hacia la recuperacin,
pero hay una influencia recproca continua entre fantasa y realidad, y ocurren alteraciones intrapsquicas
sin accin a posteriori. La reaccin del nio al abuso sexual est relacionada con la fase de su desarrollo,
vulnerabilidad al trauma, fantasas inconcientes, naturaleza, comienzo y duracin del abuso, respuesta
del adulto responsable, etc. En traumas severos por el del incesto, el individuo traumatizado nunca sigue
siendo la misma persona.
En el trauma es importante la identificacin con el agresor, que puede ser global o selectiva: esta
defensa genera una proclividad a repetir y a provocar el trauma.
4) Desarrollo patognico.- El autor hace un extenso recorrido por los factores preedpicos y edpicos que
intervienen en las conductas incestuosas, y que pueden recorrer un amplio espectro desde las
inconcientes a las concientes, de la excitacin inhibida al orgasmo, de los derivados remotos a los
intentos incestuosos o al coito.
Tambin se examinan todas las condiciones familiares, diferentes en cada caso, como alianzas,
traingulaciones, etc. Blum destaca especialmente su oposicin a ciertos autores que han sugerido alguna
relacin incestuosa pueda ser benigna o til.
Resumen de Harold Blum, Trauma de seduccin: representacin, accin a posteriori (diferida) y desarrollo
patognico. JAPA, 1995.

Trauma, tensin y desarrollo.- Sandler aborda aqu la cuestin de la relacin entre la definicin
metapsicolgica de trauma y el uso clnico de dicho trmino, ya que muchos problemas surgen con la
integracin de los significados metapsicolgicos y clnicos del trmino.
Durante largo tiempo Freud no cambi su conceptualizacin del trauma, entendido ste como una
sensacin de impotencia por parte del yo, debido a un exceso de excitacin, ya sea de origen externo o
interno, y que no puede ser tratada. Tomando en cuenta dicha definicin, pueden hacerse las siguiente
consideraciones.
1) En algunos casos la desorganizacin violenta y repentina del contorno con un fuerte shock,
desorientacin e impotencia fsica y psicolgica ha tenido un efecto profundo en el posterior desarrollo de
la criatura.
2) Debe tenerse en cuenta la afirmacin freudiana segn la cual no hay que evaluar un trauma slo por
la situacin externa, sino que debemos considerar en cada caso la situacin interna del nio y la situacin
externa como experimentada por l.
3) El uso clnico del trmino trauma no siempre se refiere a experiencias que se adecuan a la definicin
de trauma dada por Freud. Por ejemplo pueden ocurrir hechos que tengan una influencia definitiva sobre
el nio, pero que no necesariamente denoten la sensacin de impotencia.
4) Puede ocurrir que se de una amplia serie de experiencias que por s mismas no son traumticas pero
que, combinadas, pueden producir un efecto traumtico, lo cual fue reconocido por Breuer y Freud. Por
ejemplo al hablar de los sntomas histricos refieren que no es raro que ocurra que en lugar de un nico
trauma importante hallemos un nmero de traumas parciales que son capaces de provocar un efecto
traumtico por acumulacin.
5) Kris seala la existencia de dos tipos de situaciones traumticas: el shock-trauma y el trauma-tensin.
En la primera la realidad gravita poderosamente en la vida del nio, mientras que en la segunda
responde al efecto de situaciones prolongadas que pueden causar efectos traumticos por acumulacin
de tensiones frustrantes.
6) En ciertos casos se observa la ocurrencia de una experiencia aparentemente traumtica, seguida de
regresin, pero con la caracterstica de que la experiencia perturbadora es la regresin misma y no la
experiencia traumtica.
7) La manipulacin y la provoacin inconcientes de las circunstancias externas pueden llamar al
trauma, como en muchos casos donde se aprecia que un episodio traumtico (por ejemplo seduccin)
no tiene que ver con algo que le sucedi al nio sino con el contenido de sus fantasas del nio
inmediatamente antes de la ocurrencia del hecho traumtico.
8) Abraham seal que los nios que suscitan o consienten los traumas reprimen las experiencias
traumticas y los impulsos sexuales asociados, a causa del sentimiento de culpa asociado al trauma.
9) Si seguimos la teora del trauma en lugar de la clnica se ve que siempre toda criatura experimenta
situaciones traumticas de una u otra clase en todo su desarrollo. Esto plantea el problema de cules son
para el nio los traumas significativos y cuales no. Los traumas pueden ser significativos tanto para el
desarrollo normal como para el patolgico.
Claro que no es la impotencia lo ms importante sino la condicin postraumtica del nio: ha tenido o
no la experiencia traumtica un efecto significativo u observable en la criatura? Finalmente al autor se

pregunta: tendremos que esperar el resuiltado de una regresin normal, que hasta puede producir
sntomas transitorios, antes de catalogar la experiencia como traumtica?
10) El proceso de desarrollo del yo es normalmente estimulado por la ocurrencia regular de experiencias
que, en el sentido de la definicin de Freud, son traumticas. Luego de un fracaso temporario en el
dominio de esas experiencias, puede seguir un mpetu inmediato de adaptacin progresiva.
11) La percepcin de una situacin de peligro (por ejemplo, una situacin que, sobre la base del
recuerdo, lleva consigo la amenaza de un anonadamiento traumtico del yo) puede funcionar como si ella
fuera una experiencia traumtica en s misma. Por ejemplo, ello ocurre cuando el nio ha elaborado una
fantasa anhelosa como derivado aceptable de un deseo peligroso. Debe distinguirse entonces entre una
situacin traumtica en el sentido terico freudiano y la ocurrencia de una seal de ansiedad que suscita
una actividad defensiva.
12) El autor propone el trmino trauma retrospectivo, con lo que quiere significar que la percepcin de
alguna situacin particular evoca la memoria de una experiencia anterior, la cual en las actuales
condiciones se vuelve traumtica. Un ejemplo tpico es la reactivacin traumtica de un recuerdo de una
esena durante la fase flico-edpica. Omo se ve, aqu la memoria acta como una percepcin presente.
Lo visto hasta aqu intenta mostrar la difucltad de aplicar el concepto de trauma a la clnica. Es cierto que
en sta se ven casos claros de trauma, como en las neurosis traumticas infantiles, pero en otros casos
el concepto de trauma resulta difcil aplicarlo hallndonos entonces con un concepto clnico descriptivo,
pesado e impreciso. Por ejemplo, la clnica requerir recurrir al concepto de trauma parcial, y adems
trabaja tambin con el adulto. Sin embargo, es necesario poder aplicar a la infancia de ese adulto
tambin la clnica del trauma. Por ejemplo, es importante entender que la respuesta del nio a un estado
de tensin representa el desarrollo de una nueva organizacin creada progresivamente en orden a
preservar el sentimiento de seguridad del yo y a evitar la experiencia de ser traumticamente abrumado.
Hay evidencias de peso de que muchos nios se recuperan de experiencias verdaderamente traumticas
con poco o nada dao residual para sus personalidades respectivas.
Al evaluar al nio clnicamente desde la idea de trauma, aquel puede quedar situado en cualquiera de las
siguientes categoras: 1) El crecimiento del nio es esencialmente saludable; 2) las formaciones
patolgicas como sntomas, etc, son transitorias y constituen un producto de la tensin evolutiva; 3)
presencia de puntos de fijacin importantes y/o regresiones masivas que empobrecen la progresin,
generando un conflicto en el yo, desrdenes de carcter o bien sintomatologa neurtica; 4) la fijacin y
regresin de los impulsos son paralelas o van acompaadas de regresiones del desarrollo del yo y el
supery generando as desrdenes fronterizos, delictuosos o psicticos; 5) aparecen deficiencias
orgnicas primarias o privaciones precoces que distorsionan el desarrollo produciendo personalidades
defectuosas, retardadas y atpicas; 6) aparecen procesos destructivos (de origen orgnico, txico,
psicolgico o desconocidos) que tienen efectos perturbadores en el desarrollo mental.
El autor ofrece finalmente un esquema de los varios factores que pueden contribuir al desarrollo de un
estado de tensin y a sus consecuencias finales. Los estados de tensin pueden ser ocasionados por
factores externos (una frustracin, un hecho exterior), o por factores internos, que son mltiples:
predisposicin a la ansiedad, tolerancia a la frustracin, rigidez, capacidad de sublimacin y dispositivos
defensivos.
Aparte de estos factores, tiene mucha significacin el grado de conflicto interno o internalizado, y
tambin deben tenerse en cuenta la capacidad para la descarga, los puntos de fijacin, la severidad del
supery y la relacin del nio con los objetos.
Resumen de Joseph Sandler, 1967, Trauma, tensin y desarrollo.

Metapsicologa del trauma psquico.- En el presente artculo Rangell analiza los diferentes puntos de
vista metapsicolgicos en un intento por abarcar la temtica del trauma psquico. El autor procura
integrar diversos datos histricos, empricos y tericos con el fin de construir una teora del trauma lo
ms precisa y completa posible.
Referencia histrica.- El trauma, y en especial el trauma exterior (por ejemplo la seduccin externa) fue
un tema central en las primeras teoras de Freud y lo relacion especialmente con la gnesis de las
neurosis. En 1893 consider al trauma como una experiencia que provoca estados penosos, en 1917
hace referencia a una excesiva dosis de estmulos, en 1920 asocia el trauma a excitaciones tan
poderosas que rompen el escudo protector contra estmulos, y en 1926 vio Freud el trauma como un
estado de desamparo psquico, una impotencia real, a diferencia de un peligro esperado.
Factores fenomenolgicos.- El trauma puede provenir de cualquier lugar o direccin, y manifestarse con
cualquier intensidad, tal como puede ocurrir con una lesin fsica.
Factores constitucionales.- Desde el mismo nacimiento, la relativa incapacidad del organismo para tratar
independientemente con el mundo fsico se transforma en origen de muchos traumas. Las diferencias
innatas existen tanto en la potencialidad de cada organismo para originar un trauma psquico como en su
variable capacidad para soportarlo o enfrentarlo. El aparato innato del yo que describe Hartmann posee
una determinada capacidad para enfrentar al trauma.
El autor trata a continuacin el trauma desde diferentes perspectivas metapsicolgicas: econmica,
gentica, topogrfica, dinmica, estructural y adaptativa.

Perspectiva econmica.- El concepto inicial de trauma en Freud est clramente referido a lo que luego
sera el principio econmico del funcionamiento mental. Luego en 1932 sealar que es slo la magnitud
de la excitacin lo que torna una impresin en un factor traumtico.
Esta conexin original entre el trauma y la magnitud de la excitacin no puede ser omitida, y adems
enriquecida y esclarecida. Deben tenerse presente, por ejemplo, las caractersticas de la maduracin y de
cada etapa del desarrollo: las condiciones econmicas que son traumticas en un determinado momento,
pueden ser buscadas y aun toleradas en un estadio posterior.
Tambin es importante diferenciar los estados de desamparo totales y parciales. En este ltimo caso
aparece desorganizacin o deterioro de ciertas funciones del yo mientras que otras permanecen intactas.
La duracin de la secuencia intrapsquica de los hechos traumatognicos tambin vara
considerablemente. Los segmentos componentes pueden darse uno tras otro en inmediata sucesin o en
forma considerablemente demorada.
Respecto a la duracin, un hecho que ocurre en una fase del desarrollo puede ser traumtico en una fase
posterior, lo cual da razn al trauma retroactivo.
Perspectiva gentica.- Lo que para un individuo puede ser un estmulo trivial e inocuo puede provocar un
fuerte trauma a otro, como si fuera un shock anafilctico. Tales efectos variables dependen de los
antecedentes genticos de la sensibilizacin previa.. Adems, la exposicin a los mismos factores nocivos
puede conducri a veces a la sensibilizacin, y en otras a la resistencia y la inmunidad.
La perspectiva gentica exige considerar la constitucin y magnitud de la excitacin. Para que un hecho
determinado posea cualidades traumticas debe ser lo suficientemente fuerte o bien obrar de acuerdo
con las reas de sensibilizacin previa del individuo. Lo que ha sido traumtico una vez tender a serlo
nuevamente,, junto con lo conectado asociativamente con la situacin traumtica original. Por ejemplo,
una separacin se traducir como un trauma agudo slo si caractersticamente ha sucedido as con
anterioridad.
De esta manera las experiencias traumticas anteriores, genticas o histricas resultan imporantes de
considerar Muchas variables complejas del desarrollo gentico determinan las vulnerabilidades tanto
como las fuerzas del yo respecto de las potencialidades del trauma. As, una persona es sensible a estar
sola, otra a no ser solicitada, y otra por los cambios de escena. Cada una estar determinada por
diferentes experiencias genticas individuales que derivan en un rea vulnerable.
Perspectiva topogrfica.- Desde esta perspectiva, la esencia de los acontecimientos traumticos es
generalmente inconciente y aparece en el significado latente de los hechos externos ms que en sus
manifestaciones explcitas, manifiestas o concientes.
Sin embargo, siempre es el significado latente e inconciente del hecho psquico el que resulta ms difcil
de determinar en su curso y sus consecuencias. As, el hecho manifiesto de incorporarse al ejrcito puede
significar para unos una amenaza de separacin, para otros una tentacin homosexual y para otros la
amenaza del descontrol de la propia agresividad.
Perspectiva dinmica.- Desde este punto de vista, el concepto de trauma est ligado con la teora de la
ansiedad y la naturaleza del conflicto intrapsquico. Hay sutiles pero importantes diferencias entre
tensin, peligro, ansiedad y trauma. Peligro, por ejemplo, no significa trauma sino la posibilidad de
trauma, siendo la ansiedad la conciencia de esa posibilidad.
No es lo mismo el trauma que el estado traumtico por l producido. El estado traumtico de desamparo
o de pnico puede ser el resultado del trauma incontrolado, pero no es lo mismo que el hecho
traumtico. Dinmicamente importa entonces si el trauma genera o no un conflicto.
El hecho traumtico o trauma (ser abandonado, insultado, etc) es el estmulo predipitante que inicia el
proceso mrbido, en tanto que estado traumtico es el resultado que se produce ante la ausencia de
defensas ms o menos exitosas.
Claro que el amenazante trauma puede ser contenido o tratado en sus primeras fases impidiendo que
derive en un esdtado traumtico. Si esto se logra, entonces la amenaza ha sidop prevenida y el estmulo
peligroso no lleg a constiturse en traumtico.
No obstante, el estado traumtico mismo puede actuar como un accidente traumtico original como
ocurre en la ansdiedad, la depresin, la frustracin, la impotencia o cualquier estado afectivo
perturbador.
Los traumas no slo son inevitables sino tambin necesarios El mismo acto de vivir es el primer trauma
para el organismo, y el trauma de nacimiento el prototipo para traumas futuros.
El trauma puede proveir de estmulos excesivos o demasiado escasos, al tiempo que al comienzo de la
vida la fijacin traumtica puede seguir a una sobreprivacin tanto como a una sobregratificacin.
Perspectiva estructural.- Con la estructuralizacin progresiva y la creciente complejidad y amplitud del
desarrollo psquico, los traumas pueden ser definidos ms cuidadosamente.
El estmulo precipitante que indicar el curso de los hechos intrapsquicos que constituyen el trauma,
puede originarse por un estmulo externo o interno, tanto de fuentes somticas como psquicas. Respecto
a estas ltimas, tal impacto puede originarse en el ello, el yo o el supery. Un ejemplo comn es la
presin instintiva creciente, lujuriosa o agresiva, que conduce segn el principio de autonoma de

Hartmann, que la tensin intrasistmica alcance un punto donde provoque consecuencias psquicas
traumticas.
La aptitud del yo para hacer frente al estmulo es muy importante para determinar si el estmulo
alcanzar o no su intensidad traumtica: slo el yo es quien sufre el trauma y quien puede ser
traumatizado. As, la definitiva ausencia o presencia del trauma estar determinada por la capacidad del
yo para dominarla.
Perspectiva adaptativa.- Cualquier situacin psquica que amenaca una adaptacin necesaria y deseada
puede, por s misma, adquirir cualidad traumtica. Aqu tambin se tratya de una funcin mayor del yo:
la de mantener el equilibrio entre interior y exterior. Adems de asegurar la homeostasis interna, objeto
de la amenaza.
Desde el punto de vista adaptativo, el trauma puede conducri no slo a la patognesis sino tambin a los
ms altos niveles de adaptacin. Todo depender de las cualidades reparativas del yo y de su capacidad
para aprender de la experiencia.
Estas seis diferentes perspectivas ofrecidas no son contradictorias ni se excluyen mutuamente. Todas son
componentes que necesitan integrarse en una unidad interpretativa. Para el autor la ocurrencia
traumtica es una secuencia dinmica que, para ser comprendida, debe descomponerse en sus varios
componentes y, a la vez, ser considerada como una experiencia psquica unitaria. Incluye un estmulo y
un modo de manifestarse, la ocurrencia de un proceso intrapsquico especfico y un resultado psicolgico
para abarcar la experiencia completa.
Los componentes secuenciales son: 1) el estmulo precipitante, 2) el hecho traumtico que provoca un
proceso traumtico intrapsquico, 3) la ocurrencia de este proceso traumtico seguida por un efecto o
resultado traumtico, y 4) una sensacin penosa y desagradable. Esta sucesin de hechos es lo que
constituye el trauma. Esta secuencia incluye cada uno de los cuatro componentes mencionados y a los
cuales hizo referencia Freud en diferentes momentos de su obra. Se trata de una secuencia esquemtica,
y, aunque las situaciones clnicas son las complejas, describe esencialmente qu es un trauma.
Por todo ello el autor concluye definiendo el trauma de la siguiente manera: una ocurrencia traumtica se
caracteriza por la intromisin en el aparato psquico de un estmulo o serie de estmulos (el hecho
traumtico), que suscitan una serie inconciente de hechos intrapsquicos (los procesos traumticos) ms
all de la capacidad del yo para enfretarlos en un tiempo determinado.
La dinmica del proceso intrapsquico posterior conduce a la ruptura, parcial o total, de la barrera del yo
o de su capacidad defensiva contra los estmulos, sin poder el yo reparar adecuadamente el dao en un
tiempo suficiente como para conservar el dominioo y la seguridad.
El estado resultante (estado traumtico) es un sentimiento de impotencia psquica de diferentes grados.
Por la insuficiencia de los recursos yoicos, se da un sentimiento de falta de control y una vulnerabilidad
frente as otros estmulos sin la esperanza de una adecuada adaptacin.
En un grado relativamente ligero o transitorio, este estado es parte de la condicin humana como
tambin lo es la ansiedad o el conflicto intrapsquico. En un grado ms severo, sea en intensidad o en
duracin, ya constituye un estado patolgico, comparable a un estado de ansiedad de larga duracin.
El estado traumtico puede derivar en una recuperacin, en unaresolucin o por nuevos sntomas, y es
una condicin psicoeconmica inestable y pasajera que en el curso del funcionamiento mental pasa a un
estado de mayor estabilidad o bien derivar en un estado de mayor patologa.
Resumen de Leo Rangell, La metapsicologa del trauma psquico.

Trauma infantil y esquizofrenia.- Introduccin: La prevalencia de antecedentes de trauma en la


psicobiografa de los pacientes psicticos es alta, hasta el punto de que algunos autores defienden que
hay un subgrupo de esquizofrenia, la esquizofrenia traumtica inducida, que se caracterizara por la
preponderancia de los sntomas psicticos positivos.
Observacin clnica: Presentamos el caso de una paciente joven que sufri abusos sexuales repetidos en
su infancia y que desarroll, a los 19 aos, una esquizofrenia. El inicio de la enfermedad fue con
alucinaciones auditivas sobre el abusador, sintomatologa depresiva e ideacin delirante de
autorreferencia y de control del pensamiento que oblig a un ingreso hospitalario. Durante los 7 aos de
curso de la enfermedad, siempre present alucinaciones auditivas, cenestsicas y visuales, en ocasiones
relacionadas con los abusos y en otras, no. Destaca tambin la ausencia de sntomas negativos.
Discusin: La alta prevalencia de trauma infantil en pacientes psicticos hace pensar en que el abuso
grave podra ser uno de los factores ambientales que influyen en el desarrollo de la esquizofrenia. Una de
las consecuencias de este hecho es la necesidad de indagar de forma sistemtica en las posibles
experiencias traumticas en la biografa de cualquier paciente que se nos presente con sintomatologa
psictica.
Quint Foguet Boreu; Mara Jos lvarez Alonso; Jos Manuel Santos Lpez..(et.al) Trauma infantil y esquizofrenia.
PSIQUIATRIA BIOLGICA. 2009 SEP; 16(3):137-139.

Incidencia del trauma sobre la salud mental adulta.- Antecedente: Los estudios que examinan el
impacto de la exposicin infantil a un desastre sobre el desarrollo de la psicopatologa en la adultez,
informan de tasas crecientes del trastorno de estrs post-traumtico (PTSD) y otra psicopatologa.

Objetivos: Examinar las tasas del PTSD y de otros trastornos del DSM-IV a lo largo de la vida, en adultos
expuestos a un desastre de incendio forestal australiano cuando eran nios en 1983, utilizando una
muestra de control emparejada reclutada en el momento del estudio original.
Mtodo: Se evaluaron a un total de 1011 adultos reclutados de una muestra original de 1531 personas
durante 20 aos despus de los fuegos, utilizando la Entrevista Diagnstica Internacional Compuesta
(CIDI-2.1).
Resultados: Los resultados mostraron nicamente un pequeo impacto directo de los fuegos sobre la
morbilidad psiquitrica adulta. Una gran parte de los supervivientes al incendio cumpli con los criterios
para `cualquier trastorno del DSM-IV' y `cualquier tipo de ansiedad'.
Conclusiones: Los resultados sugieren que el impacto a largo plazo de un trauma importante en la
infancia debe ser evaluado en el contexto de otros traumas durante la vida para proporcionar un ndice
ms exacto de las tasas de prevalencia del PTSD.
Alexander C. McFarlane; Miranda Van Hooff. Impacto de la exposicin en la infancia a un desastre natural sobre la
salud mental adulta: Estudio longitudinal de 20 aos de seguimiento. BRITISH JOURNAL OF PSYCHIATRY. 2009 AGO;
195(2):142-148.

Trauma psquico y psicosis.- El trauma infantil se ha asociado con enfermedades mentales en la edad
adulta, como trastornos de ansiedad, depresin, trastornos de personalidad, trastorno por estrs
postraumtico (TEPT), trastornos alimentarios y dependencia a drogas. Hay un inters creciente en el
estudio de los factores ambientales en el desarrollo de esquizofrenia y trastorno bipolar. Sin embargo no
es hasta el 2004 cuando comiezan a aparecer estudios con alta rigidez metodolgica en los cuales se
analiza la relacin entre trauma y psicosis.
Estudios previos ya haban detectado que los pacientes con comorbilidad entre trastorno mental grave
(TMG) y TEPT, tienen un curso clinico y una peor evolucin, ms trastornos por abuso de alcohol y otras
sustancias, ms hospitalizaciones psiquitricas, ms tentativas suicidas y una peor reinsecin laboral.
Respecto al tratamiento los pacientes con comorbilidad TMG y TEPT existen pocos estudios. Se propone
incluir de forma rutinaria en la anamnesis los antecedentes de sucesos traumticos.
lvarez Alonso, M. J; Valiente Gmez, A; Oses Rodrguez, A... (et.al) Trauma psquico y psicosis. Implicaciones en la
etiopatogenia, clnica, pronstico y tratamiento. ANALES DE PSIQUIATRA. 2009 JUN; 25(3)

TRIANGULACIN
Definicin.- Es un proceso psicolgico, que incluye operaciones psicodinmicas tradicionales por las
cuales una unidad de dos se estabiliza y confiere sentido a su actividad por comn referencia a una
tercera unidad. Esto se manifiesta, por ejemplo, en unidades conyugales en que la persistencia de la
armona depende de un enojo o un inters benvolo, no menos persistentes, hacia un hijo (la tercera
unidad). El significado de la pertenencia a un subsistema se puede experimentar mejor por la referencia
compartida a una tercera unidad que se sita fuera de las fronteras del subsistema.
Umbarger C, Terapia familiar estructural, Barcelona, Paids.

TRIANGULARIDAD
En la familia.- Andolfi desarrolla este tema en el captulo 2, titulado Tringulos y redes generacionales.
El tringulo como unidad de observacin.- Los miembros de la familia estn determinados por sta, pero
tambin ellos influyen sobre la estructura familiar. Hay un continuo movimiento circular entre sistema
familiar y estructura individual.
En el tringulo padre-madre-hijo este ltimo suele ser hacia donde desvan sus conflictos los dos
primeros, como un canal de descarga.
Al aparecer un tercer sujeto en un conflicto dual aporta a la interaccin la posibilidad de hacer alianzas y
que alguno quede excluido de ellas, o incluido. En la interaccin tridica, a diferencia de la didica, cada
participantes puede observar qu sucede entre los otros dos (posicin de observador). El tercero puede
hacer alianzas, templar los nimos, etc.
Tringulos trigeneracionales.- Entre generaciones familiares, los tringulos son intergeneracionales. Por
ejemplo padre-madre-hija se articulan con el siguiente tringulo: hija-marido de la hija-hijo de ambos.
Las relaciones didicas aparecen en una dimensin vertical (por ejemplo madre-hija) o en una dimensin
horizontal (hija-marido), o sea fuera o dentro de una misma generacin o plano generacional.
Los tringulos tienden a transferirse de una generacin a otra. Por ejemplo, si la mujer tiene una relacin
difcil con su madre o marido, es probable que sus expectativas frente a ellos, al quedar sin respuesta,
sean transferidas a su hija. Esta debe entonces resolver la ambigedad de la presencia simultnea de los
dos niveles.
Las coordenadas familiares.- La comprensin del individuo parece favorecida por la construccin de un
esquema de observacin que permite ver los comportamientos actuales de una persona como metforas
relacionales, o bien como seales indirectas de necesidades y afectos del pasado.

La complejidad aumenta si el todo se conecta tambin con esas imgenes de hacer de padre o madre
que uno tiene incorporado en su contexto familiar y cultural, y que llegan a ser verdaderos cdigos de
comportamiento.
Las relaciones conyugales se convierten en el punto de encuentro y de sntesis de dos historias familiares
distintas. Las dimensiones horizontales y verticales interaccionan influyndose mutuamente. Por ejemplo
se puede ver en qu medida el plano horizontal (relacin entre esposos, por ejemplo) son
compensaciones no desarrolladas armnicamente sobre el plano vertical (la relacin de cada esposo con
sus padres, o bien con sus hijos).
Pertenencia y separacin.- Es un conflicto de todo ser humano; por un lado permanecer unido a la
familia, y por el otro ser independiente, separarse, para unirse a otro sistema o grupo. En terapia familiar
puede verse como personas adultas empiezan a tartamudear frente a sus padres, ndice de no separacin
de ellos. Cuanto ms sobrevive un vnculo significativo (por ejemplo padre-hijo) sobre la base de
necesidades parcialmente insatisfechas, tanto ms tiende a repetirse dicho vnculo sin modificacin al
relacionarse esa persona con nuevas personas.
Estos vnculos no son duales sino triangulares. En la terapia familiar se ve como el paciente designado
como tal busca hacer de mediador entre otros miembros de la familia, aglutinndolos en torno a l
porque si no la familia corre el peligro de liberar sus tensiones y desintegrarse. Con su sntoma busca
mantener el equilibrio del sistema familiar, aunque en forma patolgica.
El terapeuta ha de delimitar una y otra vez tringulos familiares diferentes, insertndose en ellos como
tercer elemento o activando desde la posicin de observador a uno u otro de sus integrantes, siempre en
busca de mediacin y de una trama alternativa. La ventaja del terapeuta es que tiene mayor libertad, y
no tiene las necesidades y obligaciones de los miembros de la familia para con esta.
Resumen de Andolfi (1993) Tiempo y mito en la psicoterapia familiar. Captulo 2.

TRISTEZA
Generalidades.- El director del departamento de Psiquiatra y Psicologa Mdica de la Clnica
Universitaria de Navarra, Salvador Cervera, asegur que "se debe diferenciar entre las situaciones de
malestar, congoja, infelicidad, lo que la gente llama 'estar depre' de lo que es la enfermedad como
estado patolgico". Cervera hizo estas declaraciones en la XVIII Conferencia Internacional "La
Depresin", organizada por el Consejo Pontificio para la Pastoral de la Salud en la Ciudad de Vaticano.
El mdico pronunci la conferencia "La depresin: entre el malestar y la enfermedad" en la que explic
que "el estado de nimo triste es un malestar psicolgico frecuente que surge como respuesta ante una
situacin personal difcil" y considera que "la tristeza normal es proporcional al estmulo que la origina,
tiene una duracin breve y no afecta especialmente a la relacin con los dems".
Fuente: Europa Press. 2003:17-diciembre.

TRO
Caractersticas.- El test de Relaciones Objetales de Phillipson (TRO) es un test verbal de estimulacin
grfica que tom aspectos del TAT de Murray (en el material estmulo y en las consignas) y del Rorschach
(en el anlisis e interpretacin de los datos, y la ambigedad de algunas figuras).
Est fundado tericamente en la teora del campo de Lewin, en el New Look, y en la teora de las
relaciones objetales inconcientes de Klein, Fairmain y Ezriel.
Basndose en Klein, sostiene que la percepcin est determinada primariamente por las relaciones
personales, las cuales influyen sobre la conducta y la personalidad. De la orientacin kleiniana toma las
relaciones objetales inconcientes, conjunto de objetos internos residuo de conflictos infantiles, de las
relaciones con personas de las que se ha dependido para la satisfaccin de necesidades bsicas en la
infancia.
Para Ezriel, en toda conducta habr huellas de los tres elementos del sistema tensional: 1) relaciones
fantaseadas con un objeto para gratificar una necesidad, 2) relaciones fantaseadas con un objeto en
funcin de las consecuencias temidas, y 3) relaciones objetales defensivas para evitar la concrecin de la
consecuencia temida. En el test, el sujeto intentar liberarse de las tensiones inconcientes mediante la
lgica conciente del conocimiento de la realidad externa.
El supuesto bsico de Phillipson es que la forma de percibir el mundo es congruente con su forma de
manejar las relaciones humanas, que a su vez depende de cmo manej sus relaciones ms tempranas.
La forma particular en que el sujeto se relaciona con la gente, se percibe, es un intento por conciliar dos
sistemas de relaciones objetales: 1) las inconcientes reprimidas, que fueron fantaseadas en los primeros
aos, y que intentan ser resueltas hoy con conductas irracionales o infantiles, y 2) las experiencias de
relaciones acumuladas desde entonces, donde su validez fue puesta a prueba repetidamente.
Las relaciones objetales inconcientes tendern a imponerse a expensas de las formas ms
concientemente aprendidas cuando:
a) En el individuo predomina la presin con que se busquen gratificaciones sin que haya una
contrapartida de gratificacin en la realidad.

b) En el marco ambiental: 1) cuando la situacin total coincide con la fantasa inconciente en su aspecto
frustrante o gratificante (la situacin paciente-terapeuta-psiclogo mueve lo edpico). 2) cuando la
situacin estmulo, lmina o psiclogo, coincide con la fantasa inconciente. 3) ausencia de elementos
externos que contradigan expectativas inconcientes. 4) el factor emocional en la relacin objetal,
frustrante o gratificante, que puede fortalecer fantasas inconcientes u ofrecer oportunidades defensivas.
Sobre tales fundamentos el test utiliza, en las distintas lminas:
a) Situaciones uni, bi, tripersonales y grupales, b) montos variables de contenido de realidad y c)
diversos climas emocionales evocadores de fantasas.
Celener G (1995) Fundamentos tericos para la inclusin de lminas en blanco (ORT-TAT). Publicacin interna de la
ctedra de Mtodos y tcnicas de exploracin diagnstica II. Facultad de Psicologa de la Universidad e Buenos Aires.

Descripcin.- Consta de tres series de cuatro lminas, y aparte al final, una lmina en blanco. Muestran
diferentes situaciones interpersonales, con diferentes grados de estructuracin del ambiente y con
distintos climas emocionales. Todas tienden a evocar relaciones humanas conflictivas.
Serie A: figuras vagas, sombreados claros, no hay elementos ambientales identificables. Se busca crear
el clima de las necesidades primitivas de dependencia y seguridad, y las ansiedades conexas.
Serie B: figuras ms delineadas, enfatizacin del contraste blanco-negro, ambiente con objetos bien
definidos. Los claroscuros buscan enfatizar las relaciones fantaseadas con objetos amenazantes o
intransigentes
Serie C: figuras ms realistas y vivientes, colores suaves o intrusivos, detalles ambientales ms reales.
Celener G (1995) Fundamentos tericos para la inclusin de lminas en blanco (ORT-TAT). Publicacin interna de la
ctedra de Mtodos y tcnicas de exploracin diagnstica II. Facultad de Psicologa de la Universidad e Buenos Aires.

Teoras de la personalidad subyacentes al TRO y al TAT.- El TAT (Test de Apercepcin Temtica de


Murria) y el TRO (Test de Relaciones Objetales de Phillipson) son test de estimulacin visual, poco
estructurados, verbales (contar historias) y constructivos (por la tarea a realizar).Ya en 1895 Binet haba
sugerido manchas de tinta para estudiar imaginacin visual, a lo que siguen otros intentos, pero hasta
1920 solo se aplic a contenidos mentales, imaginacin y diferencias individuales, y no exploraron la
personalidad en su conjunto, ya que no haba por entonces un concepto englobante como ese. El
concepto de personalidad surgir con el psicoanlisis, y en l se basarn Murray y Phillipson. En 1920
surgen las verdaderas races de los tests proyectivos.
Celener G (1995) Fundamentos tericos para la inclusin de lminas en blanco (ORT-TAT). Publicacin interna de la
ctedra de Mtodos y tcnicas de exploracin diagnstica II. Facultad de Psicologa de la Universidad e Buenos Aires.

Comparacin entre estmulos del TRO y del TAT.- 1) Movimiento: el TAT sugiere ms movimientos
en las figuras. 2) Contenido humano: En el TAT claro y delimitado en sexos y edades. 3) Estructuracin:
alta en el TAT, por el mayor contenido de realidad. 4) Saturacin proyectiva: Baja en el TAT, por la alta
estructuracin. 5) Contenido y forma: contenido-significado en el TAT y contenido-forma en el TRO. 6)
Conducta predominante: fantasa en el TAT, percepcin y fantasa en el TRO. 7) Incidencia cultural: Alta
en el TAT.
Celener G (1995) Fundamentos tericos para la inclusin de lminas en blanco (ORT-TAT). Publicacin interna de la
ctedra de Mtodos y tcnicas de exploracin diagnstica II. Facultad de Psicologa de la Universidad e Buenos Aires.

UMBRAL
Definicin.- El trmino umbral (o limen) se refiere al lmite que separa el estmulo que provoca una
respuesta A, del estmulo que provoca una respuesta B, actuando ambos en el mismo receptor.
Cabe distinguir:
Umbral diferencial: Es la diferencia mnima perceptible que puede indicarse como correspondiente a uin
aumento en la intensidad del estmulo en el 75% de los casos.
Umbral mximo: O superior, es el lmite que corresponde al mximo de estimulacin capaz de producir
sensaciones del mismo tipo.
Umbral mnimo: O umbral de estmulo-sensacin, es aquel que corresponde a la intensidad del estmulo
por la cual se pasa de la ausencia de sensacin a la sensacin. Dicho de otro modo, es el lmite que
corresponde a la mnima cantidad de estimulacin requerida para provocar una sensacin.
Kaufmann M (1971) La sensibilidad. Publicacin interna de la Ctedra de Psicologa General I del Departamento de
Psicologa de la Facultad de Filosofa y Letras de la Universidad de Buenos Aires. Ficha N 319.

Definicin.- Punto en la escala de los estmulos en que se produce una transmisin en cuanto a las
sensaciones o juicios que stos provocan. Hay tres clases de umbrales: a) El umbral de la sensacin o
umbral del estmulo, que se seala habitualmente con las iniciales RL, y que constituye el punto en que
se produce la transicin de los estmulos ineficaces a los que alcanzan para provocar una determinada
sensacin. b) El estmulo Terminal o umbral Terminal, sealado con TR y que constituye el estmulo ms
intenso capaz de producir una sensacin de tipo dado. c) El umbral diferencial (DL), o sea el cambio ms
pequeo que debe sufrir la intensidad del estmulo para que se produzca un cambio apreciable en la

sensacin correspondiente. El trmino umbral lo introdujo Herbart, el 1816; se utiliza en concepto de


Fechner significando la magnitud de un estmulo que produce una sensacin dada. (Alemn:
Reizschwelle; Francs: Seuil; Ingls: threshold.)
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Umbral de discriminacin tctil.- Se puede realizar un experimento clsico de la psicofsica destinado


a medir umbrales de sensibilidad tctil. Resumidamente: primero se necesitar un comps de dos puntas
y una regla milimetrada. A continuacin se elige a una persona y sobre su antebrazo se aplica
suavemente las dos puntas del comps separadas por 10 cm., y se le pregunta si siente las dos puntas o
una sola. Se registra la respuesta en un papel (10 cm = percibe dos puntas). Luego se hace lo mismo
con 9 cm, y as hasta llegar a un centmetro. Llega un momento en que la persona pasa de contestar
que percibe dos puntas a percibir una sola punta (o bien tiene dudas). Si por ejemplo la persona dej de
percibir dos puntas y pas a percibir solo una cuando pasa de 6 a 5 cm, se establece que 5,5 cm es su
umbral de discriminacin tctil, es decir, el punto donde la persona deja de percibir correctamente el
estmulo tctil.
El descrito es el mtodo de las series decrecientes, pero hay muchos otros procedimientos. Para una
mayor informacin acerca de cmo se hace el experimento, puede consultarse Battro A, Manual prctico
de psicologa moderna, Emec, Buenos Aires, 1970, captulo 2.
Cazau P (2002) Vocabulario de Psicologa. Buenos Aires, Redpsicologa.

VACACIONES
Estrs y vacaciones.- Una creencia muy difundida es la de pensar que las vacaciones son algo bueno
para eliminar el estrs. Al respecto, deben tener en cuenta tres cosas:
a) Una situacin de estrs crnico que viene de arrastre no se mejora por el slo hecho de tomarse
vacaciones. Un desorden generalizado de ansiedad (Annimo, 1990d) no se modifica e incluso puede
profundizarse debido a la inaccin de las vacaciones, es decir, en la medida en que estas no provean las
descargas motoras adecuadas.
b) Seala el doctor Migliorelli, del Departamento de neuropsiquiatra del Fleni, que "hay gente para quien
el esparcimiento no ocupa ningn lugar en su vida, y por eso las vacaciones se convierten en algo
desgastante, con las caractersticas de exigencia y rigor que reconocemos habitualmente en el trabajo.
Hay quienes no saben qu actividades les divierten, y entonces se dedican a 'lo que hay que hacer en
vacaciones', 'lo que todo el mundo hace' aunque los aburra o no sientan inters en ello" (Annimo,
1990d). Migliorelli agrega que el resultado es que las conductas digresivas que sustituyen al trabajo
durante el veraneo no actan como descargas motoras tan eficientes como aqul, y la inhibicin de estas
respuestas puede producir manifestaciones psicosomticas.
c) El hecho de salir de vacaciones, en s mismo, conlleva una serie de factores estresantes. Algunos
ejemplos son los siguientes (Annimo, 1990d): 1) La exhibicin del cuerpo implica el riesgo de que se
evidencie cun viejos o gordos nos hemos vuelto, y cun lejos est nuestro fsico del modelo socialmente
aceptable. 2) Las expectativas desmedidas en torno a un resarcimiento del erotismo postergado durante
el ao. 3) El hecho de relacionarnos con nuevas personas o con cnyuges o hijos con quienes no hemos
hablado nunca durante el ao. Por ejemplo, hay padres que al cabo de ese lapso ya no saben cmo
dirigirse a sus hijos que han crecido. 4) Tambin puede ser estresante el mandato de hacer mucho
deporte o actividad fsica sin tener un training previo, intentando compensar la vida sedentaria del ao
que pas. 5) Las vacaciones implican por s mismas un cambio en el rgimen de vida, lo que es tambin
un factor de estrs.
Teniendo en cuenta estos factores y, hasta donde sea posible, la posibilidad de neutralizarlos, las
vacaciones pueden convertirse en un arma anti-estrs, sobre todo si se torna posible realizar en ellas
actividades gratificantes y que provean una descarga motora adecuada.
Cazau P (1998) Vocabulario de Psicologa. Buenos Aires: Redpsicologa.
Referencias bibliogrficas
Annimo (1990d) El estrs en las vacaciones. Buenos Aires: Revista Enciclopedia Popular Magazine N 15.

VADS
Generalidades.- Abreviatura de Test de memoria auditiva y visual de dgitos. Prueba creada por
Elizabeth Koppitz, presentada por esta autora en Argentina en 1981, y que utiliz conjuntamente con el
test de Bender y con el test del Dibujo de la figura humana para el diagnstico de dificultades en el
aprendizaje escolar.
Se propone como una prueba breve, fcil de administrar, confiable y con normas vlidas, til para
diagnosticar dificultades especficas de aprendizaje, para evaluar el progreso de un alumno, etc, y puede
administrarse a nios entre cinco aos y medio y doce aos (Casullo y otro, 1991:19).

Se trata de una prueba de integracin intersensorial y memoria inmediata, y secundariamente mide


ansiedad. Segn algunos autores otros factores pueden incidir en el bajo rendimiento en este tipo de
pruebas: disfuncin del SNC, lesin cerebral y pobre memoria visual (Casullo y otro, 1991:22).
Estructura de la prueba.- La prueba se compone de cuatro subtest, y todos ellos implican reproducir
series que van de 2 a 7 dgitos. Diversos estudios consideran que entre 6 y 7 est el nivel mximo de
dgitos que nios y adolescentes normales pueden evocar en forma inmediata. Los cuatro subtests son
los siguientes: 1) Subtest auditivo-oral (el examinador nombra una serie de dgitos y el examinado debe
repetirlos); 2) Subtest visual-oral (el examinado debe evocar una serie de dgitos que observ en una
tarjeta); 3) Subtest auditivo-grfico (se presentan oralmente una serie de dgitos, que el examinado
reproducir grficamente); y 4) Subtest visual-grfico (se muestra una serie de dgitos y el examinado
los reproducir de memoria en forma grfica) (Casullo y otro, 1991:22).
Materiales.- Para el alumno, una hoja de papel blanca, un lpiz, una goma de borrar y un juego de 26
tarjetas. Para el examinador, un protocolo de respuestas, un lpiz y un reloj con minutero o un
cronmetro (Casullo y otro, 1991:23).
Administracin.- El examinado debe ir respondiendo las diferentes consignas de cada subtest. Para el
subtest 1 la tarjeta 1-1, para el subtest 2 las tarjetas 2-A a 2-10, para el subtest 3 la tarjet 3-1, y para el
subtest 4 las tarjetas 4-A a 4-10. Si el nio no puede leer dgitos o no puede escribirlos, se omiten los
subtests correspondientes. Un ejemplo de consigna es la que se da en el primer subtest: Voy a decirte
algunos nmeros; cuando termine quiero que los repitas, y a continuacin de se leen los dgitos, uno por
segundo (Casullo y otro, 1991:23).
Evaluacin.- El puntaje obtenido en cada subtest es igual al nmero total de dgitos que puede reproducir
sin errores. Pueden tambin obtenerse puntajes de algunas combinaciones de subtests, como por
ejemplo los correspondientes a estimulacin visual (subtests 2 y 4) (Casullo y otro, 1991:26).
Anlisis.- Para la interpretacin de los reultados no slo se tendr en cuenta el comportamiento del nio
durante la prueba sino tambin el anlisis cualitativo de los resultados que, entre otras cosas, debe tener
en cuenta inversiones y confusiones en los dgitos, tamao de los dgitos, organizacin de los dgitos en la
hoja, correcciones, y numeracin, trazado de lneas o encuadres (Casullo y otro, 1991:27).
Casullo M y Figueroa N (1991) El Test Vads de Kopptz. Normas regionales. Buenos Aires: Guadalupe, 3 edicin.

VALIDEZ
Acepciones.- 1. En psicologa del pensamiento, designa la propiedad de todo razonamiento que respete
las leyes y principios de la lgica. Por ejemplo si al razonar nos contradecimos, estamos violando el
principio lgico de no-contradiccin, y el razonamiento es invlido. 2. En psicodiagnstico, designa una
de las propiedades de todo test bien construdo segn la cual el test es vlido cuando mide lo que
efectivamente pretende medir. Un test es invlido, por ejemplo, cuando pretende medir inteligencia
pero slo est midiendo memoria.
Cazau Pablo (2000) Vocabulario de Psicologa. Buenos Aires: Redpsicologa.

VALOR
Valores y salud mental.- El concepto de valor puede tener connotaciones distintas, pero en general se
considera que responde a creencias de la persona acerca de lo que considera bueno, malo, correcto o
incorrecto. Lo comn en la sociedad actual es admitir valores denominados funcionales que obedecen al
inters inmediato de cada persona. De manera que los valores no tienen entidad autnoma, sino
dependiente de un sujeto valorador, es decir, no hay valores en s, sino que aparecen cuando hay una
persona que apetece aquello que para ella es un bien. A partir de ese momento, ese bien tiene para ella
un valor. En este sentido podra decirse que el valor es siempre para alguien, aunque no es puramente
subjetivo, pues ese deseo e inters viene determinado por las propiedades del objeto deseado en cuanto
que satisface las necesidades del sujeto.
Una persona puede tener muchos valores, cada uno de ellos contiene un componente emocional y otro
racional, cuya proporcin variar en funcin del tipo de valor y el significado que ste tenga para la
persona. No todos los valores ocupan el mismo orden de importancia, generalmente su ordenamiento
constituye el denominado sistema de valores, el cual representa una organizacin aprendida de reglas,
para hacer elecciones y resolver conflictos entre dos o ms modos de conducta o entre dos o ms modos
de existencia.
Los valores se adquieren a travs de un proceso prolongado de socializacin y una vez aprendidos suelen
ser bastante estables, aunque no necesariamente estticos, pues como parte de la realidad sociocultural
reflejan los cambios sociales que se van produciendo. No obstante, el cambio de cualquiera de ellos
necesita de una re-socializacin o re-aprendizaje.
Aunque estn bastante condicionados por factores individuales, la cultura ofrece tambin una serie de
valores, que trata de inculcar a las personas a travs del proceso de socializacin. De manera que
durante este proceso intervienen lo que podramos denominar agentes formales de transmisin y cambio
de valores y agentes informales.

Joana Forns Vives, Los valores y la salud mental. PRESENCIA. 2007 ENE; 3(5).

VALLS, JOS LUIS


Biografa.- Jos Luis Valls naci en Buenos Aires, el 2 de enero de 1941, vivi su infancia en Ramos
Meja, provincia de Bs. As. Se recibi de mdico el 9 de enero de 1964, fue mdico residente en
psiquiatra desde marzo de ese mismo ao, jefe de residentes en 1966, Instructor de residentes desde el
66 al 68, en este ltimo ao recibi el ttulo de mdico psiquiatra. Psicoanalista, hizo su formacin en
grupos privados y en la Asociacin Psicoanaltica Argentina de la que es miembro titular en funcin
didctica desde 1980. fue director de la Revista de Psicoanlisis de la APA, primera revista psicoanaltica
de la historia argentina, en ella public numerosos trabajos. En 1995 public el libro Diccionario
Freudiano, primer diccionario escrito originalmente en lengua castellana e ntegramente dedicado a la
obra de Freud y desde una perspectiva ideolgica absolutamente freudiana. Escritor aficionado, escribi
una novela no editada y un libro de cuentos: GABRIELAAA!..., editada por la editorial CIEN este ao.
Tiene en preparacin un libro sobre el "Proyecto" de Freud, visto desde un punto de vista
metapsicolgico. Actualmente es coordinador de la Comisin de tica de la APA, cargo obtenido por
elecciones libres entre todos los miembros de esa institucin. Actualmente vive en la ciudad de Buenos
Aires.
Annimo
Aporte de Ricardo Bruno

VEJEZ
Generalidades.- El envejecimiento es un proceso que se desarrolla en el transcurso del tiempo y que
modifica la forma, las condiciones internas y las funciones de todo cuanto existe. El envejecimiento se da
en el campo material y espiritual, desde las formas ms simples de organizacin, como el tomo, hasta
la materia ms altamente organizada, como los seres vivientes y sus funciones psicolgicas. Estos
cambios se producen tanto por las relaciones de la materia y el ser vivo con el medio, cuanto por sus
propias contradicciones internas
Strejilevich E (1990) Temas de psicogeriatra, pg. 55.

Generalidades.- Diferentes escenarios para una sociedad que envejece presuponen diferentes
abordajes al significado de la vejez. Un escenario anticipa una Prolongacin de la Morbilidad, en el cual el
inters por la calidad de vida podra permitir la eutanasia activa o el suicidio como un medio para ahorrar
dinero. Aquellos que creen en la Reduccin de la Morbilidad optan por la promocin de la salud para
retrasar la morbilidad en favor de un envejecimiento productivo. Los optimistas miran un escenario de
Prolongacin del ciclo de la vida, en el cual los escasos recursos de salud no son invertidos para
incrementar ganancias en la expectativa de vida, sino ms bien en investigacin bsica para posponer a
eliminar el envejecimiento. Finalmente, aquellos que enfatizan la Aceptacin Voluntaria de los Lmites
identifican el significado del envejecimiento con la aceptacin voluntaria de la finitud, en la cual los
reclamos de las generaciones futuras podran limitar la longevidad para cada generacin. De esta
manera, contrastar significados tales como calidad de vida, envejecimiento productivo, supervivencia
indefinida y lmites voluntarios ocasionan consecuencias muy diferentes para la asignacin de los escasos
recursos a travs de los grupos de edad y entre los subgrupos de la poblacin anciana.
Moody H, Envejecimiento, Significado y la Asignacin de recursos. AGEING AND SOCIETY. Volumen 15 Parte 2 Junio
1995

Ancianidad.- La adultez tarda, conocida como ancianidad, generalmente se refiere al ciclo de vida que
comienza a la edad de 65 aos. Los ancianos se dividen en dos grupos: a) ancianos jvenes 65-74 aos,
y b) ancianos mayores: ms de 75 aos. Si bien la senescencia implica una gradual declinacin en todos
los sistemas corporales, se hace necesario destruir el mito de que la ancianidad est asociada con un
estado de profunda enfermedad fsica y mental.

Koldobsky N, Los desrdenes de la personalidad en el anciano. Incluido en Revista Desarrollos en Psiquiatra


Argentina, Ao 2, Nro 3, Marzo-Abril 1997, pg. 72.

Vejez y adultez.- Segn Levinson, existe un perodo de transicin que enlaza la estructura de la vida
anterior del individuo con la de la vejez (Craig y Baucum, 2001:601).
Atchley considera que tratamos de mantener una conducta congruente, porque esto nos hace sentir ms
seguros de nuestros roles, capacidades y cambio de relaciones (Craig y Baucum, 2001:601).
Las investigaciones sealan que algunos rasgos de la personalidad -el neurotismo, la extroversin frente
a la introversin y la apertura a las experiencia- se mantienen estables de la madurez a la vejez (Craig y
Baucum, 2001:601).
Craig G y Baucum D (2001) Desarrollo psicolgico. Mxico: Pearson Educacin, 8 edicin.

Envejecimiento.- En el proceso de envejecimiento los factores psicolgicos, biolgicos y sociales, ms


que ser pensados como actuando unos sobre otros, deben ser observados en la totalidad de su
interaccin y en las resultantes, entendiendo por esto ltimo el envejecimiento individual (Salvarezza,
2002:68).
Salvarezza, Leopoldo (2002) Psicogeriatra. Teora y clnica. Barcelona: Paids, 2 edicin.

Envejecimiento normal.- La senescencia, o envejecimiento normal, designa los procesos biolgicos y


universales del envejecimiento (Craig y Baucum, 2001:573).
Craig G y Baucum D (2001) Desarrollo psicolgico. Mxico: Pearson Educacin, 8 edicin.

Causas del envejecimiento.- El ciclo de vida caracterstico de un organismo presente un componente


gentico, pero tambin participan otros factores como el estrs, los accidentes y la enfermedad. En el
hombre, la vida de campo y el matrimonio suelen alargar la vida, mientras que la obesidad y la
exposicin a la radiacin tienden a acortarla. Conforme a las teoras estocsticas, el cuerpo envejece a
causa de las agresiones aleatorias provenientes de los medios interno y externo; a veces se les da el
nombre de teoras de deterioro y desgaste. Segn las teoras del envejecimiento programado o del reloj
biolgico, las acciones programadas de ciertos genes especficos rigen el envejecimiento. Podemos ver
pruebas a favor de los relojes biolgicos en el sistema inmunolgico y en el ciclo menstrual femenino
(Craig y Baucum, 2001:573).
Craig G y Baucum D (2001) Desarrollo psicolgico. Mxico: Pearson Educacin, 8 edicin.

Aspectos fsicos del envejecimiento.- Muchos de los efectos del envejecimiento no se perciben antes
de la senectud, porque ste es gradual y la mayora de los sistemas fsicos poseen una gran capacidad de
reserva. No todos los ancianos manifiestan los signos del envejecimiento en igual grado. Estos dependen
en gran parte de si permanecen fsicamente aptos y activos. El tipo de vida que se ha llevado, las
enfermedades y los accidentes sufridos influyen en el envejecimiento; a veces a estas situaciones se las
llama factores patolgicos del envejecimiento. Entre los signos del envejecimiento figuran las canas, la
prdida de elasticidad de la piel, el cambio de postura y arrugas ms profundas. En general, los sentidos
se vuelven menos eficientes con los aos; muchos ancianos tardan ms tiempo en percibir y en procesar
un hecho por medio de los sistemas sensoriales. Las deficiencias auditivas son muy frecuentes pero casi
siempre ligeras o moderadas. Se pierde mucha capacidad auditiva para tonos de alta frecuencia. En los
ancianos se observan muchos tipos de deterioro visual: cataratas (opacamiento del cristalino que bloquea
la luz), glaucoma (acumulacin de presin intraocular), disminucin de la capacidad para enfocar objetos
y menor agudeza visual (capacidad para distinguir detalles finos). El gusto manifiesta una gran
estabilidad durante la senectud. Con la edad disminuye el peso muscular, tambin la fuerza y la
resistencia. Los huesos se debilitan, se vuelven huecos y ms frgiles; de ah que sean ms vulnerables a
las fracturas y tarden ms en sanar. El entrenamiento con ejercicios intensos contrarresta la debilidad de
los msculos y la debilidad fsica de los ancianos. El sistema cardiovascular pierde eficiencia con los aos
y disminuye la capacidad pulmonar. Tambin decrece la capacidad de reserva del corazn, de los
pulmones y otros rganos. El sistema inmunolgico cambia durante la senectud, de manera que el
anciano es ms vulnerable a las enfermedades. Los ancianos estn ms propensos a sufrir problemas
crnicos de salud que enfermedades agudas. Esto de debe en gran medida a una menor capacidad del
organismo para afrontar el estrs; tambin intervienen factores socioeconmicos, la raza y el sexo. En
parte, la mala salud de los ancianos se debe a una dieta o alimentacin deficientes. El consumo excesivo
de grasas produce ateroesclerosis, o sea endurecimiento de las arterias, estado que causa muchas de las
cardiopatas tan comunes en esta etapa de la vida. El consumo excesivo, el uso indebido y el abuso de
los medicamentos puede ocasionar problemas de salud a los ancianos (Craig y Baucum, 2001:573).
Craig G y Baucum D (2001) Desarrollo psicolgico. Mxico: Pearson Educacin, 8 edicin.

Duelos de la vejez.- Marta Leonor Mndez (1979:61-77), siguiendo el modelo de Arminda Aberastury
sobre los duelos de la adolescencia, propone cuatro duelos bsicos en la ancianidad:
1) El duelo por el cuerpo potente. Es una toma de conciencia de su declinacin fsica.
2) El duelo por su rol paternal. Este se produce cuando el rol tipo paternal o la generatividad a la que se
refiere Erikson, no lo pueden desempear total o parcialmente por impedimentos fsicos, psquicos o
sociales (enfermedad, asilo). Tambin cuando el rol paterno pasa a la nueva identidad de abuelo.
3) El duelo por el rol social. Se desencadena por la jubilacin, por la prdida del rol laboral, profesional o
econmico.
4) El duelo por la prdida de relaciones objetales significativas (decatectizacin) como por ejemplo las
prdidas de amigos y familiares o la viudez. Se aferra al pasado que fue gratificante a expensas de la
posibilidad actual de comunicarse con los dems.
Mndez M (1979) El senil y el otro. Buenos Aires: Eudeba-CEA.

Cambios cognoscitivos en la edad avanzada.- Muchos suponen que el intelecto de los ancianos se
deteriora de manera automtica. Pero casi todas las capacidades mentales permanecen relativamente

intactas, aunque se observa una reduccin en la rapidez del procesamiento cognoscitivo. Con
entrenamiento, es posible compensar esta prdida. El almacenamiento sensorial y la memoria a corto
plazo cambian poco con la edad, pero se deteriora la memoria a largo plazo. Con una instruccin
cuidadosa y un poco de prctica los ancianos pueden mejorar su capacidad de retencin. La memoria
terciaria, o recuerdo de hechos sumamente remotos, parece conservarse ms o menos intacta en esa
fase de la vida (Craig y Baucum, 2001:574).
Refieren Craig y Baucum (2001:574) que entre las causas primarias de perturbacin del desarrollo
cognoscitivo del anciano se encuentran la enfermedad de Alzheimer y la apopleja. Las causas
secundarias son factores como la pobreza o la mala salud.
La demencia indica la confusin y el olvido crnicos, as como los cambios concomitantes de la
personalidad que a veces se asocian con esta etapa de la existencia. La confusin, los lapsos mentales y
la desorientacin conductual pueden atribuirse a diversas causas, incluidas enfermedades fsicas y
psicolgicas que pueden tratarse.
Aproximadamente 50% de las personas a quienes se diagnostica demencia sufren las enfermedades de
Alzheimer, la cual se caracteriza por un deterioro progresivo de las clulas del cerebro. El resultado final
es una desorientacin seria que no permite dejar solo al paciente. Los miembros de la familia que deben
cuidarlo sufren fuertes tensiones.
La apoplejas o las maniapoplejas son otra causa primaria de demencia. A menudo se deben a la
arteriosclerosis, o sea a una acumulacin de placas de placas de lpidos en el revestimiento de las
arterias.
Las expectativas psicolgicas, la salud mental y otros factores influyen de modo profundo en el
funcionamiento cognoscitivo de los ancianos. Con frecuencia, los que creen que quedarn desvalidos y
dependern de la gente terminan por hacerlo. La depresin es comn en la senectud, en parte por la
prdida de de los seres queridos y de los amigos.
He aqu otros factores que ocasionan el deterioro cognoscitivo: una mala condicin fsica, deficiencias
nutricionales, consumo prolongado de alcohol, efectos secundarios de medicamentos y falta de ejercicio
de las funciones mentales. A medida que los ancianos reconocen las prdidas objetivas y subjetivas de
carcter cognoscitivo, reorganizan y ajustan el sentido del yo (Craig y Baucum, 2001:574).
Craig G y Baucum D (2001) Desarrollo psicolgico. Mxico: Pearson Educacin, 8 edicin.

Relaciones familiares y personales.- Las relaciones personales estrechas siguen definiendo buena
parte del estrs y de las satisfacciones de la vida en la senectud (Craig y Baucum, 2001:601).
En general, los matrimonios dicen sentirse ms satisfechos con su vida conyugal despus que se
marchan los hijos. Los matrimonios felices que logran sobrevivir hasta la vejez suelen ser ms igualitarios
y cooperativos (Craig y Baucum, 2001:601).
Casi todos los adultos afirman tener contactos frecuente con sus hijos y sus nietos. Por lo regular,
asumen la responsabilidad de ayudarles cuando lo necesitan. Los roles de abuelo/abuela se consideran
casi siempre los ms satisfactorios en la vejez. A los bisabuelos les encanta desempearlos (Craig y
Baucum, 2001:602).
Los ancianos que necesitan ayuda en la vida cotidiana suelen apoyarse mucho en su familia. Si al llegar
a la vejez sobrevive el cnyuge, ste suele ser el cuidador. Es estrs afecta ms a las esposas que
cumplen esta funcin que a los maridos (Craig y Baucum, 2001:602).
Cuidar a un paciente de la enfermedad de Alzheimer produce tensiones especiales, sobre todo cuando su
conducta se desorganiza o resulta embarazosa (Craig y Baucum, 2001:602).
La viudez representa una difcil transicin que supone cambios radicales en los patrones de vida y el
riesgo de aislamiento social. Como hay mayores probabilidades que se casen los hombres que las
mujeres tras la muerte del cnyuge, son ms las ancianas que viven solas. Este tipo de vida exige
adaptarse a muchas realidades prcticas y psicolgicas. Los sistemas de apoyo social con que cuentan los
viudos y las viudas son la familia, los amigos, los compaeros de trabajo y los participantes en
actividades de tiempo libre. A las viudas les resulta ms sencillo que a los viudos mantener su vida
social; stos estn ms propensos a aislarse de los contactos anteriores de la pareja (Craig y Baucum,
2001:602).
Muchos ancianos aumentan el contacto y el inters en sus hermanos. Los hermanos comparten la
vivienda, ofrecen consuelo y apoyo en momentos de crisis y se ayudan mutuamente en caso de
enfermedad. Los amigos tambin ofrecen gran estabilidad y satisfaccin con la vida tanto a los casados
como a los solteros (Craig y Baucum, 2001:602).
Craig G y Baucum D (2001) Desarrollo psicolgico. Mxico: Pearson Educacin, 8 edicin.

El crculo de la vejez.- Garca Pintos llama Crculo de la vejez (1993) al conjunto de manifestaciones
vivenciales, actitudes y reacciones que se disparan en el individuo que llega al momento de encarar el
ingreso a la vejez. Es la respuesta total del individuo, de la persona -en tanto que unidad biofsicoespiritual- a la situacin de envejecer. Es un verdadero sndrome general de adaptacin que se dispara
en respuesta a la crisis vital y anmica que representa el ingreso a la tercera edad. Es un sndrome
porque se manifiesta como un conjunto de sntomas y signos; es general porque todas las dimensiones

del ser humano se conmueven, se desordenan y reordenan; es de adaptacin porque responde al matiz
natural y genuino de toda crisis vital, es decir, significar el trnsito hacia una forma nueva y ms
evolucionada de vida.
Por otro lado, es representado como un crculo porque en virtud de las caractersticas y reacciones o
actitudes presentadas, su secuencia y matiz afectivo se asemeja ciertamente a la imagen de la dinmica
circular. Comienza la conmocin y hasta el tercer momento, es decir el fastidio, pareciera ser que la vida
sigue sin acusar la necesidad de cambiar o modificar la actitud ante el nuevo status evolutivo. Cuando la
toma de conciencia de que el ingreso a la vejez es un movimiento imposible de detener ni postergar,
cuando la verdad evolutiva se impone, se presenta la depresin y con ella la primera curva vertical. El
humor cae hasta el momento de la aceptacin. Una vez superada la depresin inicial, el individuo acepta
que es viejo y a partir de all se da una especie de estabilizacin del humor y de nimo ante la vida a
partir de un cambio positivo de actitud se vislumbra como una disponibilidad cierta.
Dentro de este trnsito circular, el hombre puede quedarse fijado en alguna de las etapas sealadas;
segn la fase que no pueda superar, ser el matiz que asumir su vejez. Si consigue cerrar el crculo y
acceder al momento de la prospectiva, el perfil de su vejez ser exitoso, significativo y plenificante
(Garca Pintos, 1993:33-34).
Como la vejez es la vida misma, es parte de ella, la actitud a adoptar ante su emergencia ser similar a
la adoptada ante toda la invitacin de la vida, es decir, la de darle un sentido, encontrarle un sentido a
nuestro vivir (Garca Pintos, 1993:26).
Garca Pintos Claudio (1993) El crculo de la vejez. Sobre la psicologa normal de la persona que envejece. Buenos
Aires: Almagesto.

Vejez y depresin.- La instalacin de cuadros depresivos en la tercera edad se vera facilitada por un
terreno frtil, abonado con la experiencia de una vivencia de vaco interior, como resultado del inexorable
balance que realiza el hombre cuando ve acercarse el teln final. El apremio de la muerte, ese momento
en el cual tomamos conciencia de esa cercana, puede originar dos reacciones posibles segn el saldo
arrojado por ese balance.
Si es negativo, en color rojo, nos aferramos desesperadamente a lo que nos queda de vida porque nos
encontramos con las manos vacas, con todo por hacer. Tomamos conciencia de lo no vivido,
generndose as ansiedad y frustracin. No podemos superar el supremo duelo de irnos de este mundo
sin haber comprendido la razn de nuestro trnsito. La ansiedad nos desborda y divagamos confundidos
entre el deseo de vivir y la impotencia para hacerlo, el deseo de morir y nuestra infantil demanda de
inmortalidad.
Pero si es positivo, en color negro, tendremos un supervit al final del camino. No solo habremos
justificado nuestro paso por la vida sino que tendremos resto para esperar con serenidad el momento de
la muerte (Garca Pintos, 1993:82).
Garca Pintos Claudio (1993) El crculo de la vejez. Sobre la psicologa normal de la persona que envejece. Buenos
Aires: Almagesto.

Vejez y depresin.- Se ha presentado inicialmente al ocio como un factor depresgeno en la ancianidad.


Tal vez, y resultando del desarrollo conceptual, debera decirse que, en realidad no lo es el ocio de suyo
sino, ms bien, la imposibilidad de vivirlo plenamente, aprovechando todas sus riquezas y posibilidades,
lo que se constituye e un factor que favorece la instalacin de manifestaciones depresivas (Garca Pintos,
1993:130).

Garca Pintos Claudio (1993) El crculo de la vejez. Sobre la psicologa normal de la persona que envejece. Buenos
Aires: Almagesto.

Vejez y viudez.- 1. La viudez, siendo la alteracin de un rol y la prdida de un lazo afectivo altamente
significativo, se constituye de suyo y sin lugar a dudas, en un factor depresgeno de importancia en la
ancianidad, difcil de superar.
2. Asimismo, el impacto afectivo que representa la muerte del cnyuge se ve potencializado al actualizar
ansiedades ya desarrolladas acerca de la cercana y posibilidad de la propia muerte.
3. Cuando una problemtica individual es encubierta y, pretendidamente, resuelta a travs de la
constitucin de la dada matrimonial, se elabora una vida parsita, simbitica, que al fracturarse -por
viudez o separacin conyugal- obliga al individuo a hacerse cargo de esa conflictiva personal, pendiente
de resolucin y potencializada por el paso del tiempo y la disminucin de las posibilidades operativas para
abordarla y elaborarla (Garca Pintos, 1993:159).
Garca Pintos Claudio (1993) El crculo de la vejez. Sobre la psicologa normal de la persona que envejece. Buenos
Aires: Almagesto.

Psicoprofilaxis de la vejez.- Es as, entonces, que el trabajo teraputico o psicoprofilctico debe


inscribirse en el mbito familiar. Los planes de asistencia social y de buena salud deben procurar:
a. Concienciar a las familias acerca del valor e importancia que significa mantener al anciano en casa, con
los seres queridos cerca.

b. Favorecer con crditos hipotecarios la ampliacin de viviendas o la compra, para que los ancianos
puedan vivir en casa sin incomodar a la familia en su dinmica, manteniendo cierta independencia y
autonoma.
c. Instrumentar sistemas y servicios de asistencia y rehabilitacin integral a domicilio o a consultorios
externos, internacin parcializada, hospitales de da, etc. que permitan al anciano y a su familia
responder a las necesidades de la vejez y efectivizar la posibilidad de mantener la convivencia e
intercambio generacional (Garca Pintos, 1993:173).
Garca Pintos Claudio (1993) El crculo de la vejez. Sobre la psicologa normal de la persona que envejece. Buenos
Aires: Almagesto.

Autoconcepto del anciano.- El pensamiento estereotipado nos pinta un cuadro sombro del
envejecimiento que muchos longevos aceptan. En realidad, la gran mayora de ellos se percibe bajo una
luz positiva (Craig y Baucum, 2001:601).
La comparacin social, o sea evaluarse uno mismo y la situacin personal en funcin de otros, influye de
manera profunda en la actitud de los longevos (Craig y Baucum, 2001:601).
Craig G y Baucum D (2001) Desarrollo psicolgico. Mxico: Pearson Educacin, 8 edicin.

Vejez y salud.- La satisfaccin con la vida y el ajuste durante la senectud dependen de otros factores
adems de la edad, a saber: salud, dinero, clase social, estado civil, vivienda adecuada y nivel de
interaccin social (Craig y Baucum, 2001:601).
Craig G y Baucum D (2001) Desarrollo psicolgico. Mxico: Pearson Educacin, 8 edicin.

Vejez y actividad.- Frente a la teora de la pasividad, segn la cual el anciano debe permanecer pasivo
el resto de su vida, Maddox (1973) contrapuso su teora de la actividad a la anterior y sostuvo que los
viejos deben permanecer activos tanto tiempo como les sea posible, y que cuando ciertas actividades ya
no son posibles deben buscarse sustitutos para ellas. La personalidad previa del viejo debe servir como
llave para comprender las reacciones a los cambios biolgicos y sociales que se producen con la edad.
Esta teora estaba apoyada en el estudio de sujetos notables que haban creado obras de arte, realizado
descubrimientos cientficos u obtenido logros poltico-sociales a edad avanzada (Salvarezza, 2002:22-23).
Salvarezza, Leopoldo (2002) Psicogeriatra. Teora y clnica. Barcelona: Paids, 2 edicin.

Vejez segn Erikson.- Erickson afirma que cuando los adultos entran en una etapa final de la vida su
tarea consiste en contemplar su vida en conjunto y con coherencia. Necesitan aceptar su propia vida tal
como la han vivido y creer que lo hicieron lo mejor posible en sus circunstancias. Si tienen xito en esta
tarea, habrn desarrollado la integridad del ego. La integridad del ego slo puede obtenerse tras haber
luchado contra la desesperacin. Cuando sta domina, la persona teme la muerte, y aunque pueda
expresar desprecio por la vida, contina anhelando la posibilidad de volver a vivirla. Cuando impera la
integridad, la persona posee la fuerza propia de su edad, que es la sabidura. Con la sabidura el adulto
sabe aceptar las limitaciones. El adulto sabio sabe cundo aceptar el cambio y cundo oponerse al
mismo, cundo sentarse en silencio y cundo luchar. El paso a la tercera edad no pone fin a la
generatividad de una persona (Papalia y Wendkos, 1990).
Papalia D y Wendkos O (1990) Desarrollo humano. Madrid: Mc Graw-Hill.

Vejez segn Erikson.- De acuerdo con Erikson, una tarea central del desarrollo a partir de la
adolescencia consiste en conservar una identidad relativamente uniforme, es decir, un conjunto
congruente de conceptos sobre los propios atributos fsicos, psicolgicos y sociales. Para los muy
ancianos, mantener la cohesin de la identidad personal puede ser muy importante cuando experimentan
grandes cambios en su salud y en su forma de vida. La ltima etapa de la teora de Erikson es el conflicto
psicosocial de integridad frente a la desesperacin. Los que al mirar en retrospectiva se sienten
satisfechos con el significado de su vida adquieren un sentido de integridad personal; en cambio, quienes
no ven sino errores, oportunidades desperdiciadas y fracasos adquieren un sentido de desesperacin. En
parte, el ajuste a la vejez incluye la necesidad psicolgica de recordar acontecimientos pasados y de
reflexionar sobre ellos (Craig y Baucum, 2001:601).
Craig G y Baucum D (2001) Desarrollo psicolgico. Mxico: Pearson Educacin, 8 edicin.

Viejismo.- Con el trmino ancianismo se designa una actitud de indiferencia y de olvido hacia los
ancianos. Las personas de todas las edades suelen asignar estereotipos ms negativos hacia los ancianos
y ms positivos hacia los jvenes. Los estereotipos sobre los ancianos dificultan entenderlos como los
individuos diversos que son en realidad. En algunas culturas y pocas histricas, los ancianos han sido
respetados como personas sabias, transmisores de cultura y depositarios de la memoria histrica.
La edad promedio de la poblacin estadounidense ha venido aumentando y producir una proporcin
cada vez mayor de ancianos durante las prximas dcadas (Craig y Baucum, 2001:573).
Craig G y Baucum D (2001) Desarrollo psicolgico. Mxico: Pearson Educacin, 8 edicin.

Concepciones sobre el anciano.- En las sociedades primitivas el rol de anciano corri suertes
diversas. Desde la asociacin experiencia-saber por la cual eran considerados detentadores de poderes
mgicos o religiosos y por lo tanto temidos o respetados por sus comunidades, hasta culturas en las
cuales eran objeto del ms acrrimo desprecio, pudiendo computarse asimismo sociedades prsperas en
la cual no era una decadencia ni una fuente de prestigio (Wilde, 2005:147).
Wilde Zulema (2005) Deberes humanos de la familia hacia sus ancianos. Buenos Aires: Derecho de familia. Revista
Interdisciplinaria de doctrina y Jurisprudencia. N 31. Julio/Agosto 2005. Abeledo Perrot.

La poltica social y los ancianos.- Las personas de 85 aos en adelante constituyen el segmento de
ms rpido crecimiento en la poblacin de ancianos. Segn los datos actuales, los nonagenarios pueden
ser ms sanos de los sexagenarios (Craig y Baucum, 2001:602).
Aunque en la actualidad la mayora de los longevos son de raza blanca, este grupo mostrar mayor
diversidad racial y tnica en el futuro (Craig y Baucum, 2001:602).
A medida que crece la poblacin de personas de edad avanzada, se ha ido prestando mayor atencin a
la calidad de los servicios que se le ofrecen (Craig y Baucum, 2001:602).
Muchos ancianos no institucionalizados reciben ayuda de uno o varios cuidadores no pagados en su vida
cotidiana. Otros viven en hogares de cuidado residencial dentro de las comunidades. Solo un pequeo
porcentaje vive en los asilos (Craig y Baucum, 2001:602).
Los programas sociales destinados a los ancianos frgiles no estn diseados para atender las
necesidades del individuo. Algunos ancianos sufren discapacidad fsica o mental, carecen de apoyo de su
familia o amigos o no pueden valerse por s mismos; necesitan ayuda en estas reas, no necesariamente
el cuidado completo en un asilo (Craig y Baucum, 2001:602).
Cerca de una de cada cuatro personas puede suponer que sufrir discapacidad y que habr de ser
institucionalizada; muchas ms necesitarn un poco de ayuda mdica, social y en la vida diaria. Estos
servicios pueden ofrecerlos los centros de atencin diurna, donde reciben cuidados limitados y regresan a
casa por las noches (Craig y Baucum, 2001:602).
Los ancianos que gozan de buena salud disponen de otras opciones, como las comunidades de retiro.
Sin embargo, casi todos los adultos quieren pasar sus aos de jubilacin en su propia comunidad y de
preferencia en casa (Craig y Baucum, 2001:602).
Los ancianos cuentan cada da con una mayor cantidad de servicios, entre stos: diversos medios de
transporte, comida sobre ruedas, cuidado en casa, servicios culturales y oportunidades de trabajo como
voluntarios (Craig y Baucum, 2001:602).
Algunas organizaciones activistas como la AARP integran a los ancianos en una fuerza social y poltica.
Luchas por conquistarles ms derechos en el lugar de trabajo y en la sociedad en general (Craig y
Baucum, 2001:602).
Craig G y Baucum D (2001) Desarrollo psicolgico. Mxico: Pearson Educacin, 8 edicin.

Estadsticas sobre vejez.- La poblacin de 65 aos y ms, en 1980, representaba el 15,5% de los
habitantes de Alemania Federal, el 13,5% de Francia e Italia, el 11,4% de los Estados Unidos de
Norteamrica, el 8,2% de la Argentina, el 3,4% del Brasil y el 3% de los pases africanos. En nuestro pas
en 1950 los mayores de 65 aos representaban solo el 4,2% de la poblacin, en 30 aos casi se duplic
el porcentual y para el ao 2000 se estima un porcentaje del 9,6% (Muchinik, 1984:37).
Poblacin de 65 aos y ms (Repblica Argentina) (Muchinik, 1984:37)
Ao
1869
1895
1914
1947
1950
1960
1980

Porcentaje de ancianos sobre la poblacin total


2,2
2,0 (efecto de la inmigracin extranjera joven)
2,3
3.9
4,2
5.7
8.2

Muchinik E (1984) Hacia una imagen de la vejez. Buenos Aires: Universidad de Belgrano.

Residencias geritricas.- En la actualidad, asistimos a una creciente demanda de recursos


residenciales para personas mayores. Las residencias geritricas se van consolidando como un recurso
indispensable para una asistencia de calidad a personas mayores con demandas especficas (Garca
Campero, 2003:651).

Garca Campero Inmaculada (2003) Apuntes de buenas prcticas en la atencin residencial a las personas mayores:
una perspectiva normativa, deontolgico y de calidad. Buenos Aires: Miscelnea Comillas. Revista de Ciencias
Humanas y Sociales Nmero 119, Volumen 61.

Vejez y depresin.- Se determinan los factores de riesgo para padecer depresin entre una muestra de
sujetos ancianos. Para ello los autores de esta investigacin realizaron una bsqueda en las bases de

datos MEDLINE y PsycINFO de los artculos potencialmente relevantes publicados de enero de 1966 a
junio de 2001 y de enero de 1967 a junio del 2001, respectivamente. Veinte estudios resolvieron los
siguientes seis criterios de inclusin: investigacin original presentada en una publicacin inglesa o
francesa, un grupo de estudio formado por residentes, la edad de los sujetos de 50 aos o ms, el diseo
prospectivo del estudio, el examen por lo menos de un factor de riesgo, y el uso de una definicin
aceptable de la depresin. La validez de los estudios fue determinada segn los cuatro criterios primarios
para los estudios sobre los factores de riesgo descritos por el Evidence-Based Medicine Working Group.
La informacin sobre tamao del grupo, la edad, la proporcin de hombres, los criterios de la depresin,
el nmero de casos incidentes de depresin, y los factores de riesgo fue sustrada de cada informe. En el
meta-anlisis cualitativo, los factores de riesgo identificados por las tcnicas univariantes y multivariantes
en, al menos, dos estudios fueron la incapacidad, nuevas enfermedades mdicas, estado de salud pobre,
episodios depresivos anteriores, percepcin del estado de salud de uno mismo pobre, y prdida. En el
meta -anlisis cuantitativo, la prdida, las alteraciones del sueo, la incapacidad, la depresin anterior, y
el gnero femenino fueron factores de riesgo significativos. A pesar de las limitaciones metodolgicas de
los estudios y de este meta-anlisis, la prdida, las alteraciones del sueo, la incapacidad, la depresin
anterior, y el gnero femenino parecen ser factores de riesgo importantes para la depresin entre los
sujetos ancianos.
Martin G. Cole; Nandini Dendukuri, Factores de riesgo para la depresin entre sujetos ancianos: una revisin
sistemtica y un meta-anlisis. AMERICAN JOURNAL OF PSYCHIATRY. 2003 JUN; 160(6):1147-1156.

Vejez y depresin.- En este trabajo se presenta una revisin de la situacin actual de la terapia
cognitivo-conductual (TCC) de la depresin en las personas mayores. La TCC se enmarca en una
perspectiva biopsicosocial y, usualmente, consiste en una integracin de los modelos cognitivo y
conductual en una terapia de tiempo limitado, altamente estructurada, de corte psicoeducativo, centrada
en los problemas del aqu y ahora, identificables y mensurables y basada en una fuerte alianza de
trabajo. Tambin se repasan los modelos empleados de forma habitual para afrontar clnicamente la
depresin, as como su aplicacin en la poblacin mayor. Adems, se discute la eficacia diferencial de la
TCC en la vejez respecto a otras alternativas, como la terapia farmacolgica. En este sentido, la evidencia
emprica existente, aunque limitada, apunta a que la TCC es igual de eficaz con personas mayores que
con personas ms jvenes y, al menos, igual de eficaz en las personas mayores que otro tipo de terapias
(por ejemplo la de tipo farmacolgico). Adems, se sealan las ventajas especficas que puede tener el
empleo de la TCC para la depresin en la vejez respecto a otro tipo de terapias: filosofa optimista, estilo
psicoeducativo y colaborativo, y el respeto y el reconocimiento de la experiencia y el conocimiento
acumulados por la persona mayor. Finalmente, se sugieren algunas modificaciones que podran ser
pertinentes en la aplicacin de la TCC a la poblacin mayor, para adaptarse a los cambios sensoriales y
cognitivos que acompaan frecuentemente al envejecimiento normal.
M Izala M Mrquez; A Losada; I Montorio; R Nuevo. Una revisin sobre las intervenciones cognitivo-conductuales en
problemas de depresin en la edad avanzada. Revista Espaola Geritrica Gerontolgica. 2003 Ene; 38(1):34 - 45.

Vejez y depresin.- Segn algunos autores hay 5 caractersticas que permiten establecer depresin en
la vejez: 1) presencia de varios sntomas depresivos con una duracin de dos o ms semanas; 2) durante
ese tiempo debe haber un sentimiento de disforia, que suele confundirse a veces con pesimismo,
infravaloracin, etc; 3) debe haber alguno de estos elementos: inapetencia, prdida de peso, falta de
energa, falta de inters, quejas, agitacin psicomotora, ideas de suicidio. Cuatro de estos factores hablan
de depresin; 4) alteracin del funcionamiento cotidiano de la persona; y 5) asegurarse que la depresin
no se debe a medicamentos o a problemas de salud.
La aparicin de la depresin se asocia frecuentemente con caractersticas personales del anciano as
como con caractersticas del ambiente. Por ejemplo, el deterioro fsico est entre los primeros. Otras
variables asociadas a la depresin son memoria, aislamiento social, bienestar, realizacin de actividades
placenteras, jubilacin, traslado a una institucin geritrica, etc.
Depresin y demencia: diagnstico diferencial.- En el 30% de los casos se diagnostica demencia
moderada cuando en realidad se trata de depresin. Para evaluar bien si hay o no depresin, debe
verificarse que no hubo cambios importantes de comportamiento, y que el funcionamiento cognitivo en
general no ha sufrido deterioro.
Influencias de la enfermedad y la medicacin.- Debido a que enfermedad y medicacin aumentan en el
anciano, es ms difcil diagnosticar en ellos depresin pues esta es debida a aquellos factores.
Lo caracterstico de la depresin es la disforia, es decir una respuesta emocional subjetiva. Por ello, la
forma ms adecuada de detectar depresin es a travs de las propias manifestaciones de los ancianos
(autoinformes), nicos que pueden detectar la disforia. El problema de los autoinformes es que los
ancianos a veces escriben lo que les conviene (deseabilidad social). Es un mecanismo adaptativo para
mantener el nivel de bienestar ante las deprivaciones de la vejez.
Condensado de Baltes y otro (1992) Evaluacin e intervencin psicolgica en la vejez. Captulo 4.

Diagnstico de depresin en ancianos.- Para diagnosticar depresin en los ancianos se utilizan las
siguientes herramientas: entrevistas, autoinformes, autorregistros y observacin.
Entrevistas.- Se examinan los posibles factores ambientales de la depresin y sus consecuencias. Lo ms
frecuente es el empleo de las llamadas entrevistas estructurales como por ejemplo la CARE, herramienta
multidimensional que evala estado mdico, psiquitrico, nutricional, econmico y social. Las preguntas
se contestan por s/no y apuntan a indagar sntomas especficos. Otro instrumento es la escala de
depresin CARS, con 18 preguntas sobre sintomatologa.
Autorregistros y observacin.- No es aconsejable registrar la conducta problema para no incrementar la
conciencia de la gravedad del mismo. En el autorregistro mas bien se buscan detectar pensamientos
negativos. En cuanto a la tcnica de observacin, esta se utiliza poco y sobre todo en pacientes
hospitalizados mediante planillas de observacin de sus conductas. Los mejores instrumentos son los
autoinformes porque muchas manifestaciones depresivas no pueden apreciarse desde afuera. Al
respecto, hay diferentes tipos: la escala de depresin de Zung, el Inventario de depresin de Beck, la
lista de adjetivos para la depresin, y la escala de depresin geritrica.
Instrumentos de evaluacin de variables asociadas.- La evaluacin se dirige hacia variables
potencialmente relevantes que puedan estar asociadas con depresin, como por ejemplo habilidades
sociales, eventos y actividades placenteras, acontecimientos vitales. Esto ltimo se refiere a
acontecimientos ambientales que puedan afectar el origen y curso de una depresin, como cambios
inesperados en el ambiente, fallecimiento de familiares, etc.
Condensado de Baltes y otro (1992) Evaluacin e intervencin psicolgica en la vejez. Captulo 4.

Intervencin de la depresin en ancianos.- A pesar de varias opiniones en contra, es posible tratar


psicolgicamente a los ancianos con depresin. Se logran xitos con la terapia conductal y cognitivoconductal, y lamentablemente no se han hecho suficientes seguimientos para saber si hay o no recadas.
El fin de estas terapias es ayudar al anciano a que adquiera habilidades para el control del estado de
nimo. Tambin, hacerles participar de programas que proporcionan una explicacin racional sobre la
aparicin y desarrollo de la depresin, y se ensean habilidades especficas para manejar futuros eventos
precipitantes de la depresin.
Tratamiento conductal.- Se basa en la relacin manifiesta entre las consecuencias positivas derivadas de
la realizacin de actividades placenteras, y el humor o estado de nimo.
Intervencin cognitivo-conductal.- Se basa en la posibilidad de modificar el alto nmero de cogniciones
negativas mantenidas por el anciano en relacin consigo mismo, el mundo y el futuro. Tales creencias
errneas predisponen al sujeto a sentirse infeliz. Ejemplos: minimizar sus habilidades y exagerar las
dificultades.
Intervencin psicoeducativa.- Abarca un amplio espectro que va desde el condicionamiento clsico y
operante hasta el empleo de la cognicin como mediador del cambio conductal.
Esta intervencin procura que los ancianos participen en diversas actividades sin necesidad de que se
autocalifiquen como pacientes. Por ejemplo el programa para el afrontamiento de la depresin (sesiones
para el control del humor, aprender a estar atento al estado de nimo y sus fluctuaciones, etc), el curso
de satisfaccin de vida (busca la presencia del humor positivo relacionado con el placer experimentado en
actividades significativas para la persona, la ausencia de humor negativo en actividades no estresantes, y
una valoracin cognitiva sobre lo que uno vale para s msmo y los dems), y el programa para viudos
(grupos de autoayuda).
Tratamientos no psicolgicos.- Se encuentran por ejemplo la terapia electroconvulsiva, la terapia
nutricional, la actividad fsica y finalmente la farmacoterapia.
La terapia nutricional parte de la base de la importancia de los alimentos en el estado de nimo depresivo
en tanto proveen componentes para los neurotransmisores. Asimismo, las actividades fsicas y grupales
contribuyen a mejorar la salud fsica y los sentimientos de bienestar, respectivamente, lo que a su vez
incide en el estado de nimo.
La terapia farmacolgica es el procedimiento no psicolgico ms utilizado. Alivian la depresin los
tricclicos, los psicoestimulantes y los antidepresivos de segunda generacin.
Condensado de Baltes y otro (1992) Evaluacin e intervencin psicolgica en la vejez. Captulo 4.

Ansiedad en la vejez.- Los ancianos, sobre todo los de edad muy avanzada, tienen problemas para
expresar sus estados de nimo con palabras, por lo que el diagnstico de ansiedad es ms difcil. Para
estudiar la ansiedad en el anciano deben tenerse en cuanta los siguientes puntos:
1) Entrevista con la familia, vecinos, enfermeras, etc. para que relaten con ejemplos la vida del anciano.
2) Entrevista individual en el paciente, carta a cara. Se le pregunta qu le pasa, en qu precisa ayuda, y
a qu atribuye sus estados.
3) Exploracin clnica, estudios de laboratorio, ECG y EEG, para buscar alguna patologa oculta.
Hay distintos tipos de ansiedad:
1) Reacciones de ansiedad: son estados de ansiedad transitorios por viajes, operaciones, etc.
2) Caracteropatas ansiosas: debidas a la personalidad previa.
3) Estados de ansiedad: Son los que acompaan a los sndromes depresivos.

4) Estados de ansiedad que acompaan a las psicosis.


5) Estados de ansiedad que acompaan a la insuficiencia circulatoria cerebral.
Dada la policausalidad de la ansiedad en la vejez, deben evitarse los tratamientos simplistas que apuntan
a una sola causa. Son tiles los frmacos ansiolticos, un ambiente favorable, etc.
Condensado de Strejilevich Mario (1985) Temas de psicogeriatra (artculo).

Manejo teraputico del anciano con sndromes demenciales.- Nos referimos aqu a las demencias
producidas por trastornos cerebrales orgnicos, y no a dementizacin del psictico.
El manejo teraputico consiste en una serie de conductas distribuidas en tres niveles: 1) farmacolgicas;
2) psicolgicas (individuales o grupales), 3) instituciones (hospital de da, terapia ocupacional, etc.).
O sea, para estos cuadros se impone siempre la utilizacin de tcnicas biolgicas, psicolgicas y sociales
al mismo tiempo, coordinadas y llevadas a cabo por un equipo interdisciplinario al que debe incorporarse
el mdico de cabecera o mdico de familia.
Para el tratamiento se tendrn en cuenta tres parmetros: 1) Conciencia: los ancianos pueden tener
total, parcial o ninguna conciencia de la enfermedad. 2) Conducta: puede ser normal (adecuada al
medio), o psictico. 3) Profundidad: que puede ser con dementizacin total o no. En este ltimo caso el
anciano puede bastarse a si mismo.
Aspectos farmacolgicos: los medicamentos alivian los sntomas, pero estos dependen de muchos otros
factores, grado de evolucin de la enfermedad, etc. Adems, a veces es mejor que dar remedios para la
demencia, dar medicamentos que mejoren la circulacin cerebral. Hay otros medicamentos especficos
para las distimias (leves trastornos del humor), para la irritabilidad, los delirios y paranoias.
A veces los sntomas ceden con un buen manejo asistencial: pacientes que repiten todo el da agua, o
ir al bao es porque hicieron regresiones por indebida atencin.
En estados confusionales, los medicamentos eficaces suelen ser los destinados a infecciones bronquio
pulmonares o renales, desequilibrios electrolticos en das de mucho calor, etc.
Durante el da muchos ancianos no hacen nada, lo que les produce una somnolencia que los hace dormir
de a ratos. Parta evitar estas inmovilizaciones, debe planificarse el da con actividades. Es difcil mantener
un buen nivel de vigilia solamente con frmacos.
Aspectos psicolgicos y tcnicas sociales grupales: el psicodrama y cualquier tcnica psicolgica es muy
til pero tiene la limitacin de que la amnesia puede impedir utilizar el material de una sesin a otra.
La psicoterapia individual y grupal ayuda a dementes leves a su resocializacin y a elaborar el duelo de
su propio deterioro. Otras veces la terapia disminuye las regresiones, mantiene por ejercitacin las
potencialidades psicofsicas, etc. Las tcnicas sociales mantienen una estimulacin adecuada.
La incorporacin del mdico de cabecera o del grupo familiar: el mdico de cabecera supervisa a los
pacientes ancianos que no estn hospitalizados. La hospitalizacin en lugares caros no garantizan un
entorno adecuado; las enfermeras casi ni hablan con ellos y los tratan como nios, favoreciendo la
regresin. La familia juega un rol fundamental, como as tambin los sentimientos de culpa que
experimentan frente a la involucin del anciano.
Condensado de Strejilevich Mario (1985) Temas de psicogeriatra (artculo).

Crisis de la vejez.- Mucha gente ve la vejez como una etapa difcil, y tienen la esperanza de esperar en
ella la muerte antes de la invalidez, la viudez, el desinters de los hijos, etc. Un anciano no suele ir a
terapia, y cuando va lo hace por soledad, por curiosidad, etc. En cambio tienden ms a ir a hospitales
como pacientes externos. Entre las crisis de la vejez encontramos cuatro situaciones: crisis de desarrollo,
crisis de desvelamiento, crisis estructurales y desgracias inesperadas.
Crisis de desarrollo.- Se produce frente al decaimiento inevitable del cuerpo y el vigor juvenil y sexual.
Un anciano en crisis comienza a hablar del pasado, es reacio a cambios y el proceso puede ser sbito o
gradual. Hay puntos decisivos como el momento de jubilarse. La jubilacin es peligrosa para quienes no
saben jugar, aprender o amar.
Por lo general un cnyuge empieza a envejecer ms rpido que el otro. Salen menos, se hablan menos,
rien por tonteras. La mujer puede recuperarse mejor si muere el marido, porque es algo previsible. La
conducta del anciano suele exasperar a la familia (hijos, etc) y resulta difcil la convivencia.
Crisis de desvalimiento.- Ocurre cuando con el tiempo el anciano se vuelve dependiente y es preciso que
lo cuiden y lo atiendan. Suele haber fricciones por quien es el nuevo personaje que manda en la familia.
Tambin ocurre que cualquier signo poco importante de envejecimiento alarma a la familia.
Tambin suelen producirse conflictos entre hijos acerca de quin atender al progenitor anciano (o quin
no lo har).
Muchos ancianos toman drogas medicinales o alcohol para sobrellevar su crisis, pero el ejercicio fsico es
ms eficaz y menos perjudicial.
Crisis estructurales.- Tiene que ver cmo se estructura el ncleo familiar cuando un miembro entra en la
vejez. Muchas cosas se suavizan en la familia al entrar el progenitor en la vejez, salvo que aun controle
el dinero. El peligro de conflictos subsiste si se detenta un poder como el econmico.

Por culpa, sucede tambin que los hijos se ocupen demasiado de atender a sus padres ancianos, o
tambin pueden seguir dependiendo de ellos por temor a volver a ser nios. Algunos hijos siguen
temiendo al padre hasta la muerte, y ste puede mantener intacta esta influencia.
Desgracias inesperadas.- Por ejemplo perder un hijo, cosa que el anciano teme porque nadie podr
ocuparse de l. Tambin desgracias inesperadas son ser vctimas de robos, violencia callejera,
enfermedades, falta de dinero, etc. A pesar que tienen pocas esperanzas de cambiar la situacin
desgraciada, todava pueden esperar vivir y morir con dignidad.
Condensado de Pittman (1993) Momentos decisivos. Terapia familiar en situaciones de crisis. Captulo 12.

Tratamiento de las crisis de la vejez.- El principio ms importante al hacer la terapia con ancianos, es
que nadie llega a la edad adulta. El adulto como tal no existe: o se tienen reacciones de nio o de
anciano. A cualquier edad aun dudamos y aoramos a nuestros padres infantiles.
Otro principio es que el anciano cambia, y a menudo ms velozmente que en otra poca de la vida, pero
lo que s busca mantener inmutable es la estructura de su alrededor para enfrentar esos cambios
internos.
En tercer lugar debe considerarse que el anciano siempre teme perder su poder, y por ltimo debe
entenderse que el anciano sufre las mismas crisis que los dems, pues la vida es siempre y para todos
una carrera con obstculos.
Casos ilustrativos.- a) Se cita el caso de un matrimonio de ancianos donde las seora era quien tomaba
todas las decisiones y el marido era quien enfureca o trataba de agradar a sus hijos. El hijo era
considerado dbil y la hija considerada la fuerte. Ambos se enojaban con el padre por el poder que
detentaba. La terapia les mostr que las decisiones las tomaba la madre, y entonces empezaron
correctamente a consultarla a ella, mientras que con el padre anciano no se enojaron ms y s
empezaron a complacerlo ms. El hijo de divorci y volvi a casarse con una mujer fuerte y callada que
estaba cmoda con su marido dulce y apacible. La hija se divorci y se permiti experimentar la duda. b)
Cerca de los 80, la mujer aun recriminaba al marido sus infidelidades, y ste se mostraba orgulloso, a
pesar de la amenaza de su esposa de abandonar el hogar. Luego, la mujer le dijo que haba tenido una
aventura, el hombre se mostr encantado y dijo que invitara a su amante. En esta crisis estructural,
ambos mantuvieron su nivel de intimidad deseado mediante infidelidades intermitentes. Es probable que
sigan as hasta morir. c) El tercer caso es una desgracia inesperada: una mujer de 80 aos que adquiri
un cncer de esfago y no poda comer normalmente, como haba hecho toda su vida. Ante la situacin
de desvalimiento, opt por otra posibilidad: seguir viviendo como siempre, siendo anfitriona, dando
comidas aunque ella no comiera, etc. Es decir, seguir manteniendo la misma estructura que la haba
acompaado toda su vida. Sus ltimos meses fueron as, alegres y felices.
Condensado de Pittman (1993) Momentos decisivos. Terapia familiar en situaciones de crisis. Captulo 12.

VCTIMA
Definicin.- "Se entender por vctimas a las personas que, individual o colectivamente, hayan sufrido
daos, inclusive lesiones fsicas o mentales, sufrimiento emocional, prdida financiera o menoscabo
sustancial de sus derechos fundamentales como consecuencia de acciones u omisiones que violen la
legislacin penal vigente en los estados miembros, includa la que proscribe el abuso de poder"
Sptimo Congreso sobre Prevencin del delito y tratamiento del delincuente. Miln, 1985, Naciones Unidad.

Victimizacin secundaria.- La victimizacin secundaria, Corsi (1994) comenta que es un mecanismo


mediante el cual quienes estn sometidos a la violencia vuelven a ser victimizados cuando recurren a
quienes debieron protegerlos (contexto familiar ampliado, instituciones policiales, mdicas, educativas,
laborales, etc.) y restaurar la ley quebrantada, estas instituciones se hacen cmplices del sistema, no les
toman la denuncia, minimizan el dao sufrido, etc.
Corsi, J. (1994). Violencia Familiar. Buenos Aires: Paids (3 edicin 1997).

VIDA COTIDIANA
Definicin.- En una primera aproximacin podramos definir vida cotidiana como el espacio y el tiempo
en que se manifiestan, en forma inmediata, las relaciones que los hombres establecen entre s y con la
naturaleza en funcin de sus necesidades, configurndose as lo que hemos denominado sus condiciones
concretas de existencia Podemos caracterizar tambin la cotidianeidad como el modo de organizacin
material y social de la experiencia humana, en un contexto histrico-social determinado La vida
cotidiana se manifiesta como un conjunto multitudinario de hechos, actos, objetos, relaciones y
actividades que se nos presentan en forma dramtica, es decir, como accin, como mundo en
movimiento (pgs. 12-13).
Quiroga Ana, Psicologa social y crtica de la vida cotidiana. Buenos Aires: Nueva Visin.

Generalidades.- Conjunto de actividades que caracterizan la reproduccin de los hombres particulares,


los cuales, a su vez, crean la posibilidad de la reproduccin cultural. Cada hombre tiene una vida
cotidiana diferente: todos duermen y comen, pero cada uno a su manera. Estas actividades lo
conservan como ente natural, viviente. Pero a diferencia del animal, el hombre reproduce lo social slo
cuando desarrolla una funcin en la sociedad: la autorreproduccin es por tanto, un momento de la
reproduccin de la sociedad. La vida cotidiana muestra por un lado la socializacin de la naturaleza,
pero tambin la humanizacin (propio, esto, del hombre). La vida cotidiana tiene, as, una historia.
Todas las capacidades fundamentales, los afectos y los modos de comportamiento fundamentales con
los cuales trasciendo mi ambiente y que yo remito al mundo 'entero' alcanzable por m y que yo
objetivo en este mundo, en realidad me los he apropiado en el curso de la vida cotidiana: el coraje, el
autocontrol, el compromiso, la gratitud, etc. La unidad de la personalidad se realiza en la vida cotidiana
(Heller Agnes - Sociologa de la vida cotidiana - Sobre el concepto abstracto de vida cotidiana).
Heterogeneidad de la vida cotidiana.- La actividad cotidiana es heterognea, ocupa muchos sentidos
(vista, odo, etc) y muchas capacidades (habilidad fsica, memoria, etc) as como diversos afectivos
(simpata, amistad, veneracin, etc). Un proceso singular de objetivacin genrica no utiliza todos esos
sentido ni capacidades: solo algunas. O sea, el grado de utilizacin es muy bajo, y muchos hombres
mueren sin haberlas conocido todas. Ya que la vida cotidiana requiere tipos de actividad netamente
heterogneos, en ella se desarrollan habilidades y sentimientos tambin heterogneos. Tipos de
actividad diferentes son requeridos tanto por la comunidad donde vive el hombre, como por sus
relaciones personales.
Heller Agnes - Sociologa de la vida cotidiana - Sobre el concepto abstracto de vida cotidiana.

VIEJISMO
Definicin.- El trmino ageism (viejismo) fue acuado en 1969 por R Butler, y define el conjunto de
prejuicios, estereotipos y discriminaciones que se aplican a los viejos simplemente en funcin de su edad.
En sus consecuencias son comparables a los prejuicios que se sustentan contra las personas de distinto
color, raza o religin o contra las mujeres en funcin de su sexo. Hoy se define ms ampliamente como
cualquier prejuicio o discriminacin contra o a favor de una categora de edad (Palmore, 1990). El
viejismo se manifiesta de muchas maneras ya sea explcitamente o implcitamente. Edith Stein, por
ejemplo, ilustra algunos prejuicios negativos hacia los viejos (Palmore 1990:3-4): Las personas viejas se
vuelven irritables cuando se expresan disgustadas ante hechos de la vida como lo puede llegar a
demostrar cualquier persona ms joven. Son llamados viejos verdes porque demuestran sentimientos
sexuales hacia otra persona. Son comparados con los nios en cuanto a su dependencia. Olvidan un
nombre o un hecho y se lo asocia a es porque est viejo, no a que puede llegar a tener problemas de
audicin.
Palmore, E B. (1990): Ageism:Negative and positive Editorial Springer Publishing Company, incorporated. New York.

Generalidades.- Est ampliamente demostrado y sin lugar a discusin, que en la sociedad existe una
actitud de discriminacin y segregacin hacia la poblacin vieja que se denomina viejismo. Esta
conducta, ampliamente extendida, se sustenta fundamentalmente en la utilizacin de prejuicios sin los
cuales perdera su soporte operacional.
Salvarezza Leopoldo (comp) (1998) La vejez: una mirada gerontolgica actual, Paids, Buenos Aires, pg. 29.

Generalidades.- El fenmeno viejismo (ageism) comenz a ser estudiado en 1969 por R Butler. Trmino
traducido al castellano y estudiado en el pas por el Dr Salvarezza (Salvarezza, 1998). Basado en sus
investigaciones Butler entiende por viejismo al conjunto de prejuicios, estereotipos y discriminaciones
hacia los viejos en funcin de la edad. Sus consecuencias son comparables a los prejuicios contra las
personas de distinto color, raza o religin o contra las mujeres en funcin de su sexo. Hoy se define ms
ampliamente como cualquier prejuicio o discriminacin contra o a favor de una categora de edad
(Palmore E, 2001).
Es decir, viejismo son todas las conductas prejuiciosas por las cuales la vejez es mirada como dficit y
los viejos, segregados, en una actitud en la que ellos mismos resultan cmplices.
El viejismo se manifiesta de muchas maneras, ya sea en forma consciente o inconsciente. Por ejemplo,
pueden citarse algunos prejuicios negativos hacia los viejos.

Las personas viejas se vuelven irritables cuando se expresan disgustadas ante hechos de la vida
como lo puede llegar a demostrar cualquier persona ms joven

Son llamados viejos verdes porque demuestran deseos sexuales hacia otra persona

Son comparados con los nios en cuanto a su dependencia.

Olvidan un nombre o un hecho y se lo asocia a es porque esta viejo, no a que puede llegar a
tener problemas de audicin.

Se piensa que no logran cambios en tratamiento.

Los viejos son de otra poca por lo tanto lo nuevo no les interesa.


Al jubilarse los viejos son improductivos.
Las actitudes negativas hacia los viejos se las puede observar en la cultura popular, tarjetas de
cumpleaos que denigran el avance de la edad, la carencia de imgenes positivas de los ancianos en
anuncios y programas de TV, y en el uso de la lengua diaria de cada sociedad. Tambin se advierte en
algunos ejemplos ilustrativos del lenguaje coloquial: Los viejos son todos enfermos, El tener canas se
asocia a la vejez, viejo verde, viejo sordo, viejo gaga.
Salvarezza Leopoldo (comp.) (1998) La vejez: una mirada gerontolgica actual, Buenos Aires: Paids.
Palmore, E. (2001): The ageism survey: first findings. The Gerontologist, 41, 572-5.

Prejuicios negativos sobre el envejecer.- Palmore menciona los siguientes (Palmore, 1990:18-25):
1. Enfermedad. Quizs el prejuicio ms comn contra los ancianos es que la mayora son todos enfermos
o discapacitados. Seala que un tercio del comn de la gente asegura que los viejos pasan mucho tiempo
en cama a causa de sus enfermedades; tienen muchos accidentes en el hogar; tienen pobre coordinacin
psicomotrz, desarrollan infecciones fcilmente, que una gran proporcin de los viejos se encuentran
institucionalizados, viven en residencias geritricas y que la mayora de los ancianos no son lo
suficientemente sanos como para realizar sus actividades cotidianas normalmente.
Hechos: La mayora de los ancianos (cerca del 78% de gente sobre 65 aos) son bastante sanos.
Realizan sus actividades con normalidad. Mientras que una basta mayora de la poblacin cree que entre
un 20 y el 50 % de los viejos estn institucionalizados, solamente el 5% de la poblacin mayor de 65
aos lo est. Con referencia al estereotipo de que los viejos desarrollan ms fcilmente infecciones y
tienen ms accidentes, en realidad hay entre ellos muchas menos condiciones agudas de este tipo que
entre las personas ms jvenes/1,1 por persona y por ao contra 2,3 por persona y por ao debajo de
los 65 aos). Es cierto que los viejos tienen ms problemas crnicos (81%), pero solo una vez y media
ms que las personas entre 17 y 64 aos (54%), si se incluyen algunas condiciones menores tales como
el uso de anteojos, reduccin de la audicin y alergias.
2. Impotencia. Un estereotipo relacionado es la creencia de que la mayora de los ancianos no tiene
deseo sexual. Incluso los mdicos asumen a menudo que el sexo en esta etapa de la vida ya no es
importante (Butler, 1975).
Hechos: La mayora de las personas con ms de 65 aos continan teniendo inters y capacidad para las
relaciones sexuales. Master y Johonson (1966) encontraron que la capacidad para satisfacer relaciones
sexuales contina generalmente en los aos 70 y los 80 para las personas sanas. Un estudio realizado en
el Duke Longitudinal (Palmore, 1981) encontr que el sexo contina desempeando un papel importante
en las vidas de la mayora de hombres y mujeres en la sptima dcada de vida. Un estudio (Starr y
Weiner, 1981) encontr que la mayora de los ancianos dijeron que el sexo despus de los 60 es an ms
satisfactorio que en otras etapas de la vida.
3. Desagradable. Otro estereotipo es que los ancianos son desagradables a la vista. La belleza se asocia
a la juventud, y mucha gente, especialmente mujeres, temen la prdida de su belleza en la vejez. Los
trminos siguientes reflejan este estereotipo: Arrugadas, Marchitas, Brujas, Fsil.
Hechos: Mientras que nuestra cultura tiende a asociar al anciano con lo desagradable y a la juventud con
belleza, otras culturas tienden a admirar las caractersticas de la edad adulta.. Por ejemplo en Japn las
arrugas y el pelo blanco son muestras de sabidura, de madurez (Palmore 1985.
4. Declinacin de habilidades mentales. Otro estereotipo es que las habilidades mentales comienzan a
declinar en la edad media, especialmente las habilidades para aprender nuevas tareas y recordar.
Tambin que la confusin y la desorientacin son parte del proceso de envejecimiento.
Hechos: La mayora de las personas ancianas retienen su habilidad mental, incluyendo la habilidad para
aprender y recordar. Es verdad que el tiempo de reaccin tiende a disminuir con la edad y puede que a la
persona le cueste un poco ms aprender algo nuevo. Igualmente, muchas de las diferencias entre
jvenes y viejos pueden ser explicadas por otras variables que incluyen falta de motivacin, estilo para
aprender, prctica o monto de informacin. Cuando estas variables son tomadas en cuenta, la edad
cronolgica no provee
influencias significativas en la habilidad para aprender (Poon, 1987). La mayora de los estudios de
memoria a corto plazo coinciden que la memoria a corto plazo se ve apenas afectada por el proceso de
envejecimiento.(Kausler, 1987). En cuanto a la memoria a largo plazo se encontr que menos del 20%
de la s personas mayores no recuerdan hechos o nombres del pasado, como nombres de presidentes, su
edad, su fecha de nacimiento, nmero de telfono, direccin o el significado de palabras comunes
(Botwinick, 1967: Pfeiffer, 1975). Problemas para aprender y recordar estn asociados a enfermedad que
a la edad en s misma.
5. Enfermedades mentales. Un estereotipo similar es que las enfermedades mentales son inevitables e
intratables a esta edad. Muchas personas mayores y tambin los profesionales de la salud piensan que la
mayora de las enfermedades mentales en la vejez son intratables, lo que prcticamente explica porque
pocos profesionales de la salud mental escogen especializarse en geriatra (Lebowitz, 1987)
Hechos: Tampoco son comunes, inevitables e intratables las enfermedades mentales. Slo un 2% de las
personas mayores de 65 aos son hospitalizados con diagnsticos psiquitricos primarios (George, 1984).

Las comunidades que estudian la psicopatologa durante el envejecimiento coinciden que menos del 10%
de las personas ancianas presentan enfermedades mentales.
6. Desocupados. De acuerdo con el prejuicio acerca de que las personas mayores son enfermas o
discapacitadas muchas personas concluyen que ya no estn en condiciones de continuar trabajando y los
pocos que lo hacen, no son productivos. Esta creencia es la base de la poltica de retiros compulsivos.
Hechos: La mayora de los trabajadores de avanzada edad, trabajan eficazmente igual que los
trabajadores ms jvenes. Estudios demuestran que las personas viejas tienen la misma performance y
esta no es mejor que la de personas ms jvenes (Krauss, 1987; Riley & Foner, 1968).
7. Aislamiento. La mitad de sujetos que respondieron a una encuesta realizada por Palmore piensan que
la mayora de los ancianos se encuentran socialmente aislados y en solitario. Y que la mayora de los
ancianos viven solos (Palmore, 1988). Dos tercios de las personas menores de 65 aos piensan que la
soledad es un serio problema para la mayora de gente de mayor a 65 aos (Harris, 1981).
Hechos: La mayora de los ancianos no se encuentra socialmente aislada. Alrededor de las dos terceras
partes vive con su supuesta familia (U.S. Senate Special Committe on Aging, 1988). Slo el 4% de los
ancianos se encuentran extremadamente aislados (B. Kahana, 1987) Muchos ancianos tienen contactos
con otras personas de su misma edad. Muchos estudios coinciden de que hay una reduccin de la
actividad social en la vejez, pero la mayora de las personas tiende a mantener sus contactos sociales
(Palmore, 1981).
8. Depresin. Ya que se cree que los tpicos ancianos estn enfermos, que son impotentes, que son
inservibles, y que estn en decadencia, es natural que se concluya que los viejos estn deprimidos.
Hechos: La prevalencia de depresin en la vejez es menor que en la juventud. Igualmente la depresin
en la vejez es muy comn. Expertos sostienen que entre un 30 y un 60% de la poblacin anciana ha
experimentado al menos un episodio de depresin que interfiri en su vida cotidiana (Salomon, 1981).
9. Declinacin de habilidades mentales. Otro estereotipo es que las habilidades mentales comienzan a
declinar en la edad media, especialmente las habilidades para aprender nuevas tareas y recordar.
Tambin que la confusin y la desorientacin son parte del proceso de envejecimiento.
Hechos: La mayora de las personas ancianas retienen su habilidad mental, incluyendo la habilidad para
aprender y recordar. Es verdad que el tiempo de reaccin tiende a disminuir con la edad y puede que a la
persona le cueste un poco ms aprender algo nuevo. Igualmente, muchas de las diferencias entre
jvenes y viejos pueden ser explicadas por otras variables que incluyen, falta de motivacin, estilo para
aprender, prctica o monto de informacin. Cuando estas variables son tomadas en cuenta, la edad
cronolgica no provee
influencias significativas en la habilidad para aprender (Poon, 1987). La mayora de los estudios de
memoria a corto plazo coinciden que la memoria a corto plazo se ve apenas afectada por el proceso de
envejecimiento. (Kausler, 1987). En cuanto a la memoria a largo plazo se encontr que menos del 20%
de las personas mayores no recuerdan hechos o nombres del pasado, como nombres de presidentes, su
edad, su fecha de nacimiento, nmero de telfono, direccin o el significado de palabras comunes
(Botwinick, 1967: Pfeiffer, 1975). Las dificultades para aprender y recordar son asociadas a enfermedad
ms que a la edad en s misma.
Palmore, E B. (1990): Ageism:Negative and positive Editorial Springer Publishing Company, incorporated. New York.

VNCULO
Definicin.- (Del latn vinculum, de vincire, atar). Unin o atadura de una persona o cosa con otra.
Berenstein entiende por vnculo a una ligadura emocional estable caracterstica del mundo mental, en el
que se distinguen tres reas:
a) intrasubjetiva o intrapsquica: caracterizada por las relaciones de objeto, que son ligaduras estables,
dispuestas a perpetuarse, pero susceptibles de modificarse por experiencias personales significativas. Los
significados originados en esta rea, se orientan hacia adentro, y se irradian hacia fuera, coloreando el
mundo y la relacin con los otros. b) intersubjetiva o interpersonal: caracterizada por la presencia de
ligaduras estables entre dos objetos. Representantes de estos vnculos son los familiares: de pareja, de
filiacin, de hermanos. c) transubjetiva: son las representaciones ligadas a la ideologa, la poltica, la
religin y la tica.
Berenstein, I (1991). Reconsideracin del concepto de vnculo. Psicoanlisis, APde BA, XIII (2), 219-235.

Definicin.- El vnculo, es la relacin emocional especial que se establece entre el nio y la persona que
le cuida o le cra. Est caracterizado por el modo en el que el nio busca, quiere que le tome en brazos o
desea tener siempre cerca de dicha persona. Hacia el primer mes, con algunas variantes individuales, el
nio empieza a manifestar conducta vinculante con la intencin de acercarse va la persona por la que
siente apego.
El establecimiento adecuado de vnculos en los primeros meses de vida desempea un papel
fundamental en la capacidad del individuo para establecer relaciones interpersonales a lo largo de la vida.
El proceso del vnculo se produce en todos los grupos sociales humanos, en primates subhumanos y de
muchos otros animales (pgina 165).

El psicoanalista britnico John Bowlby (1907-1990) formul la teora de que el vnculo normal es crucial
para el desarrollo sano. Segn Bowlby, el vnculo se produce cuando existe una relacin clida, ntima y
continua con la madre, en la que ambos encuentran satisfaccin y disfrute (pgina 166).
Kaplan H, Sadock B y Grebb J (1997) Sinopsis de psiquiatra. Buenos Aires: Editorial Mdica Panamericana. 7 edicin.

Fases.- En la primera fase, a veces llamada la etapa prevnculo (del nacimiento a las 8 o 12 semanas),
el beb se orienta hacia su madre, la sigue con la mirada en un ngulo de 180 grados y se gira hacia
donde oye su voz, haciendo movimientos rtmicos. En la fase segunda, a veces llamada de formacin del
vnculo (8 a 12 semanas hasta 6 meses), los nios desarrollan vnculos con una o ms personas de su
entorno. En la tercera fase, tambin llamada de vnculo definitivamente establecido (de los 6 a los 24
meses), el beb llora y muestra otros sntomas de malestar cuando se separa de su madre; en algunos
nios esto se produce ya desde los 3 meses. Cuando regresa la madre, el nio deja de llorar y quejarse,
reasegurado por el entorno de su madre. A veces, verla despus de una separacin es suficiente para
que el nio deje de llorar. En la cuarta fase (a partir de los 24 meses), la figura de la madre se percibe
independiente, y empieza a desarrollarse una relacin ms compleja entre ambos (pgina 166).
Kaplan H, Sadock B y Grebb J (1997) Sinopsis de psiquiatra. Buenos Aires: Editorial Mdica Panamericana. 7 edicin.

Vnculo teraputico.- En el contexto de la terapia cognitiva, Greemberg y otros destacan mucho la


importancia del vnculo teraputico entre terapeuta y paciente para lograr un cambio, vnculo que debe
estar impregnado de actitudes de empata, ausencia de crtica, aprecio, autenticidad, etc. destacados
por Rogers.
Greenberg L. Y otros, Facilitando el cambio emocional, Barcelona, Paids, 1996, pg. 39.

Vnculo teraputico.- Robins no desarrolla con tanta amplitud este tema, pero admiten que la relacin
teraputica es un factor contribuyente para el cambio, y ms concretamente los aspectos de rapport,
acogimiento, apoyo y empata. Destacan la posibilidad de la existencia de un ambiente interpersonal
facilitador como base para poder trabajar los componentes activos de la terapia.
Robins A y Hayes A., Una valoracin de la terapia cognitiva, includo en Mahoney M (ed), Psicoterapias
cognitivistas y constructivistas, Descle de Brower, Bilbao, 1997, pg. 70.

VIOLACIN
Violacin sexual.- Situacin donde una persona obliga a otra a establecer un contacto fsico sexual sin
su consentimiento, y puede abarcar desde una simple caricia ertica hasta el coito. Ciertas situaciones
son difciles de clasificar o no como violacin, como por ejemplo: a) el caso de la persona violada que
siente al mismo tiempo displacer y placer y que, en virtud de este ltimo, haya buscado
inconcientemente ser violada. A veces el displacer tiene relacin con haberse sentido mal por haber
sentido placer; b) el caso del cnyuge que consiente tener una relacin con su pareja slo porque quiere
complacerlo, o porque tiene se siente obligada jurdica o moralmente al respecto.
Una violacin es en mayor o menor medida una experiencia traumtica, y sus secuelas dependen de
experiencias anteriores del mismo tenor, sobre todo si fueron infantiles. En el mejor de los casos, una
experiencia de violacin no dejar mayores secuelas, y en el peor de los casos, se engendrar un odio y
una desconfianza indiscriminados hacia las otras personas, dificultades para tener una relacin estable y
provechosa, dificultades para disfrutar de una relacin sexual, etc.
Cazau P (2001) Vocabulario de psicologa. Buenos Aires: Redpsicologa.

VIOLENCIA
Violencia y agresividad.- Violencia suele ser confundida con agresividad. La agresividad sirve para
definir el territorio de cada uno y hacer valer su derecho. La violencia, en cambio, rompe los lmites del
propio territorio y los del otro, invade la relacin y los vuelve confusos. Es una fuerza destructora de s
msmo y del otro. Es consensual definir el acto violento como todo atentado a la integridad fsica y
psquica del individuo, acompaado por un sentimiento de coercin y peligro.
Perrone R y Nannini M (1998) Violencia y abusos sexuales en la familia, Buenos Aires, Paids Terapia Familiar, pg.
30.

Generalidades.- La raz etimolgica del trmino violencia remite al concepto de fuerza. El sustantivo
violencia se corresponde con verbos tales como violentar, violar, forzar. A partir de esta primera
aproximacin semntica, podemos decir que la violencia implica siempre el uso de la fuerza para producir
un dao. En un sentido amplio, puede hablarse de violencia poltica, de violencia econmica, de violencia
social, etc. En todos lo casos, el uso de la fuerza nos remite al concepto de poder.
En sus mltiples manifestaciones, la violencia siempre es una forma de ejercicio del poder, mediante el
empleo de la fuerza (ya sea fsica, psicolgica, econmica, poltica...) e implica la existencia de un

"arriba" y un "abajo", reales o simblicos, que adoptan habitualmente la forma de roles


complementarios: padre-hijo, hombre-mujer, maestro-alumno, patrn-empleado, joven-viejo, etc.
Se considera a la violencia como una situacin donde alguien con ms poder abusa de otra con menos
poder, sin el consentimiento de sta ltima e infligindole un dao. La violencia implica el uso de fuerza
(psicolgica, fsica, econmica) para producir dao. Tambin es considerada una forma de ejercicio de
poder. Implica una bsqueda de eliminar los obstculos que se oponen al propio ejercicio de poder,
mediante el control de la relacin obtenido mediante el uso de la fuerza. El desequilibrio de poder puede
ser permanente o momentneo: en el primer caso, la definicin de la relacin est claramente
establecida por normas culturales, institucionales, contractuales, etc.; en el segundo caso, se debe a
contingencias ocasionales.
En un sentido restringido, "podemos focalizar nuestra observacin en las conductas violentas, cuando nos
ubicamos en el nivel de las acciones individuales. El empleo de la fuerza se constituye, as, en un mtodo
posible para la resolucin de conflictos interpersonales, como un intento de doblegar la voluntad del otro,
de anularlo, precisamente, en su calidad de "otro". La violencia implica una bsqueda de eliminar los
obstculos que se oponen al propio ejercicio del poder, mediante el control de la relacin obtenido a
travs del uso de la fuerza.
Corsi Jorge, La violencia hacia la mujer en el contexto domstico.

Violencia familiar: definicin.- Para establecer un diagnstico de violencia familiar, la relacin de


abuso debe ser crnica o recurrente, e instalarse como una modalidad vincular habitual entre por lo
menos dos miembros de la familia. A partir de los estudios estadsticos (Corsi, 1999:9) se observa que
un 50% de la poblacin sufre o ha sufrido alguna forma de violencia familiar. Generalmente en las
familias en las que aparece la violencia familiar existe una organizacin jerrquica fija o inamovible.
Adems, sus miembros interactan rgidamente, no pueden recortar su propia identidad, debiendo ser y
actuar como el sistema familiar se los impone. Las personas sometidas a situaciones crnicas de violencia
familiar presentan un debilitamiento de sus defensas fsicas y psicolgicas, lo que conducira a un
incremento de los problemas de salud. Muchos padecen de depresin y enfermedades psicosomticas.
Tambin estas personas muestran una disminucin marcada en el rendimiento laboral (Minuchin y otro,
1997). En los nios y adolescentes tienen problemas de aprendizaje, trastornos de conducta y
dificultades en sus vnculos interpersonales. Los nios que fueron vctimas de violencia o que se criaron
dentro de este contexto tienden, por lo dems, a reproducirlos en sus futuras relaciones.
Corsi J (comp) (1999) Violencia familiar. Una mirada interdisciplinaria sobre un grave problema social, Buenos Aires:
Paids.
Minuchin S y Fishman H (1997) Tcnicas de terapia familiar. Barcelona: Paids.

Tipos de violencia familiar.- La violencia familiar se expresa a travs del maltrato (Grosman C
Mesterman S y Adamo M, 1992) entendido este como cualquier comportamiento por accin u omisin, de
carcter intencional que provoca un dao fsico o psquico en otro miembro de la familia. Se pueden
identificar tres grandes modalidades: los maltratos fsico, psquico y sexual. En los tres casos, el maltrato
puede estar dirigido a diferentes miembros de la familia, de donde tambin puede hablarse de maltrato
conyugal (hacia el cnyuge) y maltrato filial (hacia los hijos).
1) Maltrato fsico.- Se refiere a cualquier lesin infligida (hematomas, quemaduras, fracturas, lesiones de
cabeza, envenenamientos), que no sea accidental y provoque un dao fsico o una enfermedad. Puede
ser el resultado de uno o dos incidentes aislados, o puede ser una situacin crnica de abuso.
2) Maltrato psquico.- Generalmente se presenta bajo las formas de hostilidad verbal, como por ejemplo
insultos, burlas, desprecio, crticas o amenazas de abandono. Tambin aparece en la forma de constante
bloqueo de las iniciativas de la vctima. Permitir que los nios sean testigos de situaciones de violencia es
tambin violencia.
3) Maltrato sexual.- Se lo podra definir como el tipo de contacto sexual forzado por parte de un adulto o
tutor hacia los nios de la familia, o de un cnyuge hacia el otro, con el fin de obtener excitacin y/o
gratificacin sexual.
Grosman C Mesterman S y Adamo M (1992) Violencia en la familia. Buenos Aires: Editorial Universidad.

Violencia familiar y abuso de poder.- El trmino violencia familiar "alude a todas las formas de abuso
que tienen lugar en las relaciones entre quienes sostienen o han sostenido un vnculo afectivo
relativamente estable" (Corsi, 1999:30). Se considera a la violencia como una situacin en la que alguien
con ms poder abusa de otra con menos poder: la violencia tiende a prevalecer en el marco de relaciones
en las que existe la mayor diferencia de poder. Los dos ejes de desequilibrio de poder dentro de la familia
estn dados por el gnero y por la edad. La investigacin epidemiolgica acerca del problema de la
violencia familiar ha demostrado que existen dos factores que resultan decisivos a la hora de establecer
la distribucin del poder y, por lo tanto, determinar la direccin que adopta la conducta violenta y
quienes son las vctimas ms frecuentes a las que se les ocasiona el dao (Corsi, 1999:30). Los dos
factores citados son gnero y edad. Por lo tanto, los grupos de riesgo para la violencia en contextos
privados son las mujeres y los nios, definidos culturalmente como los sectores con menos poder.

Corsi Jorge (comp) (1999) Violencia familiar. Una mirada interdisciplinaria sobre un grave problema social. Buenos
Aires: Paids.

Violencia simblica.- Bourdieu define violencia simblica como el desconocimiento basado en el ajuste
inconciente de las estructuras subjetivas a las estructuras objetivas. Desconocimiento significa que los
agentes aceptan el mundo tal como es porque le aplican estructuras cognoscitivas surgidas de las
mismas estructuras de dicho mundo. De esta forma la aceptacin dxica acerca de la significacin de las
experiencias y las situaciones que viven los agentes, hacen que las conductas se ajusten a las
condiciones de funcionamiento, lgicas y exigencias sociales.
Las luchas, en un campo dado, tienen por fin mantener o mejorar la propia posicin. Para lograrlo, los
participantes deben implementar las reglas de juego del campo donde estn, con lo cual todos
contribuyen a la reproduccin del sistema de poder. Este juego alude a las estrategias simblicas que se
ponen en prctica con el fin de monopolizar el capital circulante e imponer a los dems las reglas e
intereses propios de los grupos dominantes. Se trata de legitimar la propia autoridad y reforzar la
adhesin del resto.
Bourdieu P y Wacquant L, Respuestas para una antropologa reflexiva. Madrid: Grijalbo.

VIRTUAL
Definicin.- 1) Entendido como lo opuesto de actual, lo virtual es todo aquello que no se encuentra
presente aqu en el espacio o ahora en el tiempo. Sinnimo: inactual. 2) Entendido como lo opuesto de
real, lo virtual es aquello que no tiene existencia efectiva o tangible. Sinnimo: potencial. En el mbito de
la informtica, el adjetivo virtual suele aplicarse a la realidad (realidad virtual) y a la comunicacin
(comunicacin virtual).
Cazau P (2001) Vocabulario de psicologa. Buenos Aires: Redpsicologa.

VISUALIZACIN ESPACIAL
Deteccin.- La Visualizacin (Vz) es uno de los principales factores dentro de la Aptitud Espacial. Se ha
desarrollado un procedimiento informatizado para la deteccin de las estrategias preferentes en la
resolucin de una tarea de Vz, donde las mismas se identifican por variables temporales, indicadores ms
objetivos y de mayor relevancia para la perspectiva del procesamiento de la informacin que los autoinformes. En base a la literatura y a anlisis de protocolos se han definido dos tipos de estrategias:
analtica y espacial. Se han operacionalizado mediante tres variables temporales en una tarea
informatizada de Rompecabezas, el R-E. Participaron 109 estudiantes que completaron adems tests de
referencia de Vz y un cuestionario sobre el uso de estrategias. Los resultados apoyaron la hiptesis de
que la ejecucin en el R-E est determinada por el nivel de aptitud, y que los tiempos que tardan los
sujetos en distintos procesos estn asociados a la estrategia preferente. La definicin del constructo Vz
debe tener en cuenta que en algunas de las tareas de los tests se pueden emplear estrategias que no
requieran transformaciones mentales.
Dbora Ins Burin, Validacin de un procedimiento informatizado para la evaluacin de las estrategias de resolucin de
una tarea de visualizacin espacial (Universidad de Buenos Aires, Facultad de Psicologa, Revista Investigaciones en
Psicologa Ao 1 N1, 1996).

VIVENCIA
Definicin.- Experimentar vivir algo, a diferencia de aprehender, de captar lo que est fuera de la
conciencia. En la vivencia no puede considerarse que haya aprehensin pues, mientras en la aprehensin
se reconoce un movimiento de la conciencia hacia algo diferente de s mismo, en la vivencia solo por el
anlisis puede distinguirse entre la vivencia misma y lo experimentado en ella; en la vivencia, lo
aprehendido y lo vivido seran la misma cosa. La fenomenologa entiende por vivencia todo lo que
encontramos en el flujo de lo vivido y, por lo tanto, no solo las vivencias intencionales cogitaciones
actuales y potenciales, tomadas en su entera concrecin, sino tambin las que se presentan como
momentos reales en este flujo y sus partes concretas. (Husserl). En psicologa es habitual asimilar la
vivencia a la experiencia afectiva. Segn Dilthey, la vivencia es todo lo vivido, no solo lo momentneo,
sino como una unidad de la experiencia interrumpida con el tiempo.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

VOLUNTAD
Definicin.- Es la energa psquica que, de acuerdo con las necesidades imperantes, se transforma en
mltiples formas de energa cintica. Impregna toda la psique sin localizacin (Betta, 1984:223).
Betta Juan (1984) Manual de Psiquiatra. Buenos Aires: CEA, Octava edicin.

Definicin.- Proceso cognitivo por el que uno mismo se decide a la realizacin de un acto por iniciativa
propia. La psicologa moderna prefiere la utilizacin de otros trminos sinnimos, puesto que el concepto
de voluntad se emplea en la psicologa para explicar una facultad del alma. Desde el punto de vista
emprico se han sugerido diversas teoras, tanto psicofisiolgicas como psicolgicas para explicar la
voluntad. La fuerza de voluntad, en definicin de Lerch, es la capacidad para utilizar las energas
disponibles y dirigirlas a un objetivo.
Farr Mart J (1999) Diccionario de psicologa. Barcelona: Ocano.

WATSON, JOHN BROADUS


Biografa.- (Greenville, EE UU, 1878-Nueva York, 1958) Psiclogo estadounidense. Se traslad a
Chicago para estudiar filosofa, atrado por Dewey y el pragmatismo, pero pronto comenz a interesarse
por la psicologa. Se doctor en 1903 y empez a trabajar como asistente instructor en psicologa animal.
En 1907 pas a la Universidad Johns Hopkins, donde estudi los procesos sensoriales en los animales. Su
convencimiento de que las referencias a los contenidos de la mente y a la conciencia no podan
someterse a ningn criterio objetivo y suscitaban una problemtica seudocientfica le llev a la utilizacin
de los nicos datos objetivos existentes en el anlisis psicolgico, es decir, aquellos que proporcionaba la
conducta exterior. En 1914 public El conductismo: una introduccin a la psicologa comparativa, donde
postulaba la observacin directa de la conducta con el objetivo de hallar conexiones entre ella y la
fisiologa subyacente. Durante los aos veinte abandon la actividad acadmica, aunque continu
publicando numerosos ensayos, entre los cuales destacan Conducta (1914) y Conductismo (1924).
Fuente: Annimo
http://www.biografiasyvidas.com/

WEININGER, OTTO
Biografa.- (1880-1903) Su obra pstuma Sexo y Carcter influy enormemente en los conceptos sobre
la psicologa de la mujer. Weininger sostiene el concepto de bisexualidad en el sentido de que el ser
humano representa un quebrado en que la magnitud de masculinidad y femineidad deciden la
preponderancia. No hay, pues, exclusivamente masculinidad, ni tampoco exclusivamente femineidad.
Cada hombre tiene rasgos femeninos y viceversa. Segn Weininger, todo lo malo del carcter es
femenino. Weininger, que es considerado por su obra como el prototipo de la genialidad, se suicid a la
edad de 23 aos.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

WINNICOTT, DONALD
Biografa.- Psicoanalista ingls (1896-1971), presidente de la British Psichoanalytical Society, desarroll
una concepcin sobre el proceso de maduracin y la tarea de la madre, dando cuenta de un espacio
intermedio entre los mundo interno y externo y planteando, as, una nueva mirada sobre la
estructuracin del psiquismo infantil y la clnica, extensible tambin a la comprensin de los fenmenos
culturales.
Nacido en Plymouth, Condado de Devon, en el seno de una familia metodista, Donald Woods Winnicott
era el menor y nico varn de tres hermanos. Su padre Frederick era un hbil comerciante y hombre
poltico apegado a las tradiciones, y fue dos veces alcalde de Plymouth.
Su madre parece haber sido vivaz y comunicativa, capaz de mostrar y expresar sus sentimientos.
Winnicott creci con la seguridad de ser amado, rodeado de 'muchas madres' como l mismo dice
refirindose a sus hermanas y niera. Tena una capacidad natural para comunicarse y obtener placer, lo
que le permiti superar las contrariedades. En 1910 concurri al Lays School, especializndose en
ciencias. En 1916 ingresa al Jesus College en Cambridge donde estudia biologa, y comienza su formacin
mdica a fines de ese ao en el St. Barholomeus hospital.
Al ao siguiente ingresa como 'mdico' en la Marina, y es embarcado hasta el final de la guerra an no
habiendo completado sus estudios de medicina.
Hacia 1919 el anlisis de nios se centralizaba en Berln, con M. Klein, y en Viena, con A. Freud. En 1920,
Winnicott se especializa en pediatra, y en 1923 comienza su anlisis con James Strachey. Comienza a
ejercer de a poco la psiquiatra, para tratar "la hipocondra de los padres", como l deca. Su primer
matrimonio, con Alice Taylor, dura hasta 1949. Su pensamiento est influenciado por Darwin, Freud y M.
Klein. De Darwin, le impacta su teora de la seleccin natural vinculada con la supervivencia en un medio
hostil, a partir de la cual piensa que el beb no puede adaptarse solo al entorno, necesitando de un
'ambiente facilitador' producido por la madre.
Respecto de Freud, reconoce y admira sus ideas, pero no enfatiza la figura del padre, a quien propone
como sostn de la madre, protector de la diada madre-beb y proveedor de un espacio para que la
madre pueda desarrollar su tarea. El complejo de Edipo, por otra parte, no le resulta suficiente para

explicar las dificultades de desarrollo emocional de la infancia. Tambin, cuestiona las formulaciones
freudiana y kleiniana sobre el instinto de muerte.
Winnicott asignar gran importancia al juego. Este no es slo descarga pulsional: comienza como
movimiento de separacin de la madre en un espacio potencial entre sta y el beb. Se trata de una
experiencia real donde est involucrado el yo con sus capacidades, pudiendo la excesiva excitacin
arruinar o detener el juego.
La influencia que recibi de M. Klein es notoria, sobre todo en lo relativo a la importancia asignada a la
edad temprana del nio, su mundo interno y el poder de la fantasa. Tambin, el papel del juego y el uso
de juguetes como medio para ingresar al mundo infantil, lo persecutorio de los objetos internos, las
defensas primitivas y la depresin reactiva.
Retoma tambin el concepto de reparacin, pero le da una vuelta ms y habla de preocupacin por el
otro y de la posibilidad de aportar algo a la relacin sostenido en la confianza en el ambiente. Esto
produce una actitud de madurez afectiva que hace posible mantener la relacin de objeto y preservar a
los objetos amados de la propia agresividad.
En 1931 publica "Clinical Notes on Disorder of Childhood", su primer libro, y dos aos ms tarde
comienza su anlisis con Joan Rivire, gradundose luego como psicoanalista de adultos y de nios.
Ingresa en la British Psichoanalytical Society con su trabajo "The maniac defense", y, una vez adentro, se
alinea dentro del llamado grupo intermedio, un tercer grupo que no adhiere unilateralmente ni a A. Freud
ni a M. Klein.
Para Andr Green, despus de Freud fueron Lacan y Winnicott, cada uno desde perspectivas diferentes,
quienes hacen las investigaciones ms profundas y coherentes dentro del psicoanlisis.
En 1951 se casa con Clare Britton, y aos ms tarde por dos veces se hace cargo de la presidencia de la
British Psichoanalytical Society, periodo donde publica la mayora de sus obras.
Sus ideas pueden agruparse en tres grandes reas: el proceso de maduracin, la tarea de la madre, sus
cualidades y las dificultades que pueden surgir en este proceso. Muere en Londres el 25 de enero de
1971.
(Extractado de Mancas Amparo, "Biografa de Donald W. Winnicott. Poca cosa, menos que nada". Incluido en Abadi
Sonia y otros, "Desarrollos posfreudianos: escuelas y autores", Buenos Aires, Editorial de Belgrano, 1997).

Biografa.- D. W. Winnicott (1896-1971) naci y creci en el medio provinciano de Plymouth (Devon).


Su padre fue dos veces alcalde y alcanz la condicin de ciudadano de honor de la ciudad. Su madre era
vivaz y entusiasta. Tena dos hermanas cinco y seis aos mayores. Se desarroll en un medio familiar en
que primaba la seguridad, el sentido del humor y la posibilidad de jugar libremente. En su juventud, tuvo
vnculos afectivos positivos. Winnicott se cas por segunda vez, en 1951, con Clare Britton.
Curs estudios en la Leys School (Cambridge). En su tiempo libre andaba en bicicleta, nadaba, jugaba al
rugby. Participaba del grupo de scouts, cantaba en el coro y tena muchos amigos. Aprob su licenciatura
en Biologa en el Jesus College (Cambridge). Al estallar la 1a. guerra mundial, pas su primer ao de
estudiante en medicina como ayudante de enfermero en Cambridge, ya que los colegios se haban
transformado en hospitales militares.
Quiso entrar en la marina y se lo acept como cirujano practicante. Concluida la guerra, en el
Bartholomew's Hospital, en Londres, prosigui su formacin mdica. Era un alumno consagrado
participando de la vida deportiva, social y cultural. Lord Horder fue su maestro ms apreciado, pues le
ense la difcil tarea de escuchar a sus pacientes. Obtenido el doctorado, permaneci durante un ao en
el St. Bartholomew's Hospital, en el servicio de urgencia.
Donald Winnicott comenz su trayectoria en psicoterapia como un Asistente Mdico en el "Paddigton
Green Children's Hospital" en 1923, donde trabaj durante 40 aos. All desarroll una intensa tarea
peditrica con nios y madres que influy de modo notable en su sensibilidad teraputica.Su vinculacin
con el quehacer peditrico es un hecho que no abandon nunca, manteniendo durante todo su vida
profesional un constante intercambio con pediatras, obstetras, padres, trabajadores y asistentes sociales
a travs de charlas, conferencias, publicaciones. Asimismo en sus tareas como mdico psicoanalista en el
Paddigton Green Children's Hospital.
Tuvo una carrera distinguida: en 1944 era Miembro del Royal College of Physicians. Fue Miembro de la
British Psysological Society; fue dos veces presidente de la Seccin Peditrica de la Sociedad Real de
Medicina, y fue honrado con la Medalla James Spence para Pediatras en 1968.
Ya en 1930, como respuesta a las inquietudes despertadas por su trabajo como pediatra, se haba
acercado al psicoanlisis, comenzando su anlisis personal con James Strachey y continundolo luego con
Joan Rivire. Form parte del Instituto de Psicoanlisis durante 25 aos. Fue Presidente de la Asociacin
Psicoanaltica Inglesa durante dos perodos: de 1956 hasta 1959 y de 1965 hasta 1968.
Aunando sus experiencias en el campo peditrico, especialmente en el desarrollo evolutivo infantil, con su
formacin psicoanaltica, elabora nuevos conceptos, acuando denominaciones para los mismos que
adquieren difusin y jerarqua en la literatura psiconaltica, tales como diferenciacin entre "falso Self" y
"verdadero Self", objeto transicional, enfatiz el papel de la ilusin.En lo referido al campo de abordaje
teraputico instrumenta la tcnica del sqwiggle game :es una tcnica de comunicacin descubierta por
Winnicott, consiste en que el terapeuta dibuje una suerte de garabato al comenzar la sesin sobre la hoja

de papel -sqwiggle- luego este es modificado por el nio, nuevamente por el terapeuta. As
sucesivamente a travs de esta forma creada entre ambos "circula" el sentido inconsciente de la comunicacin. La hoja del papel equivaldra al "espacio transicional" de Winnicott en el anlisis de un nio,
y plantea como objetivo la constitucin del "verdadero Self" en el anlisis de adultos. Sin haberse
establecido como iniciador de una nueva corriente o "escuela", sus ideas han influido considerablemente
a contemporneos suyos significativos en el psicoanlisis: Marion Milner, Charles Rycroft, Masud Khan,
por citar slo algunos autores.
Dentro de la corriente francesa de psicoanlisis, su obra -particularmente en lo que se refiere al rol
materno en la constitucin del "verdadero Self"- ha sido objeto de estudio particular; su desarrollo sobre
"El papel del rostro de la madre" (en el libro Realidad y juego) ha sido correlacionado con el "estadio del
espejo" postulado por Lacan. Al respecto se sealan los trabajos de Andr Green, especialmente el
publicado en ocasin del homenaje a Winnicott.
Winnicott se caracteriz por la riqueza de sus aportes, por su espritu polmico y por una posicin ante el
psicoanlisis abierta y asistemtica. Resulta por ello difcil presentar el conjunto de sus ideas de modo
orgnico.
La sntesis de sus principales contribuciones a la teora psicoanaltica comprendera:
1) la consideracin de una etapa de indiscriminacin inicial en el proceso evolutivo;
2) la enfatizacin de la funcin madurativa del ambiente.
Esto implica una teora del desarrollo, que introduce la nocin de "medio circundante facilitador" y la
evolucin de la dependencia a la independencia. Sus nuevas formulaciones comprenden una concepcin
psicoanaltica de base gentico-evolutiva, que se diferencia de las ideas de M. Klein, al poner un marcado
acento en el factor ambiental como determinante de la madurez psquica.
Esta postura terica estara avalada por una amplia formacin clnica. En ese sentido la formacin
peditrica le habra permitido jerarquizar los datos de observacin directa.
3) La formulacin de un nuevo concepto=objeto transicional.
4) La relacin entre dicho objeto transicional y los procesos de simbolizacin (dada sobre la base de
experiencias de ilusin/desilusin).
Ello comprende una teora original sobre el objeto, por las relaciones entre el carcter subjetivo del
mismo y su percepcin objetiva. Ello no sera equiparable a la oposicin freudiana entre la representacin
y la percepcin, ni a la kleiniana de objeto interno / objeto externo.
5) ubicacin de zona de ilusin diferenciable de conceptos kleinianos de mundo interno y mundo externo.
Conceptualiza de este modo una diferente teora del espacio, que implica un rea intermedia: la del
espacio "potencial" y "transicional".El mismo es asiento de la sublimacin y de la experiencia cultural.
6) la consideracin de la prueba de realidad como el resultado de la supervivencia del objeto a la
agresin (fuera del control omnipotente del sujeto);
7) su cuestionamiento del concepto de envidia temprana;
8) el papel de las identificaciones cruzadas (femenino/masculino);
Sobre estos desarrollos se infiere un enfoque personal a la teora de las pulsiones, al incluir nuevas
nociones sobre la agresividad (con la idea de una destructividad, ligada a la incorporacin, sin clera) y la
sexualidad (al vincular el "elemento femenino puro" al ser);
En el plano de la tcnica psicoanaltica sus aportaciones llevan implcito:
1) una teora de la situacin analtica, que comprende una modulacin del marco o setting.
2) una teora de la comunicacin y la no-comunicacin;
3) una teora del "self", por la oposicin entre el "verdadero self" y el "falso self", basado en el anclaje de
las primarias experiencias corporales.
4) El proceso involucra una relacin que se desarrolla entre dos personas. Ello comprende, en la clnica,
la tcnica del "sqwiggle" en el anlisis infantil, que sera equiparable al rea del "juego" en el anlisis de
adultos.
A partir de todas las consideraciones anteriores podra sugerirse la hiptesis que sus aportes
comprenderan:
1) Consecuencias de orden clnico al dar una nueva ubicacin a los dinamismos normales y patolgicos;
creacin de nuevas tcnicas teraputicas (swiggle game en el anlisis de nios, capacidad imaginativa del
analista en el anlisis de adultos).
2) Aunque no lo formulara explcitamente Winnicott constituy una nueva metapsicologa.
3) Parte de las dificultades para que la misma sea estrictamente delimitada se deberan por un lado a: a)
la diversidad de fuentes de que se alimenta el autor; b) del hecho de que gran parte de sus basamentos
tericos parten de la obra de M. Klein, de dificultosa ubicacin metapsicolgica; c) el autor presenta a lo
largo de su obra un menor rigorismo terico en comparacin con la riqueza del campo observacional.
Sus obras ha sido traducidas a varios idiomas entre ellos al espaol.

(1931)
(1935)
(1941)
(1945)
(1948)
(1949)
(1951)
(1952)
(1954)
(1956)
(1958)

Clinical Notes on Disorder of Childhood


"The Manic Defence" En Collected Papers; Trough Paediatrics to Psicho-Analysis.
"The Observation of Infants in a Set Situation"
"Primitive Emotional Development"
"Paediatrics and Psychiatry"
"Mind and its Relation to the Psyche-Soma"
"Transitional Objects and Transitional Phenomena"
"Psychoses andd Child Care"
"Metapsychological and Clinical Aspects of Regression within the Psycho-Analitical Set-up"
"Primary Materrnal Preoccupation"
Collected Papers: Trough Paediatrics to Psycho-Analysis
"The capacity to be Alone" En The Maturational Process and the Facilitating Enviroment
(1959-64) "Classification: Is there a Psychoanalitc Contribution to Psychiatric Classification?"
(1960) "Ego Distortion in Terms os True and False Self"
"The Theory of the Parent-Infant Relationship"
(1962) "Ego Integration in Chid Development"
(1963) "Communicating and Not Communicating leading to a Study of Certain Opposites"
"Morals and Education"
(1965) The Maturational Processes and the Facilitating Enviroment
(1966) "Comment on Obsessional Neurosis and 'Frankie'"
(1967) "The Location of Cultural Expience"
"Mirrow-role of Mother and Family in Child Development"
(1968) "Playing: Its Theoretical Status in the Clinical Situation"
"La Schizophrnie infantile en termes d'chec d'adaptation"
(1971) Therapeutic Consultations in Child Psychiatry
Esther Romano

WUNDT, WILHELM
Biografa.- (1832-1920) Psiclogo alemn. Estudi medicina en Heidelberg y pronto se dedic a la
investigacin en el mbito de la fisiologa y anatoma patolgica. En 1856 trabaja en el laboratorio de J.
Mller, tras lo cual trabaj en las universidades de Heidelberg (1858-1874) y Zurich (1874-1875). En la
Universidad de Leipzig (1875-1917), crea el primer laboratorio experimental de psicologa. Influido por
Helmholtz, un mrito de Wundt es haber fundado una psicologa experimental, completando as la obra
de algunos pioneros que lo precedieron como Herbart o Fechner. Con ello intentaba fundar la psicologa
como ciencia autnoma hasta entonces confinada a la filosofa- basndose en el modelo de ciencia de la
fsica clsica y diferenciada de la fisiologa. Por ejemplo, introduciendo el mtodo experimental
combinado con el mtodo introspectivo, o concibiendo la conciencia como constituida por parte
elementales llamadas sensaciones, del mismo modo que la fsica conceba al universo como un todo
formado por partes indivisibles. Tal vez el impacto que pudo producir Wundt fue precisamente este: el
haber probado que la psicologa poda tambin ser una ciencia. A partir de all, una vez instalada como
tal, la psicologa ingres en una nueva polmica por obra de autores como Dilthey- a partir de la
cuestin de si se trataba de una ciencia natural o una ciencia del espritu. Escribi Fundamentos de
psicologa fisiolgica (1873), Compendio de psicologa (1896) y Psicologa de los pueblos (1900-1904).
Su pensamiento.- Wundt (1832-1920) representa la culminacin de la psicofsica y el comienzo de la
psicologa experimental, haciendo de la psicologa una disciplina independiente. En 1879 funda el
laboratorio de psicologa experimental en Leipzig, y su influencia se extiende hasta 1920 donde surgirn
la psicologa de la conducta y la psicologa profunda.
Para Wundt la psicologa estudia la conciencia, y esta se compone de tres elementos bsicos
(elementalismo), desde los cuales se puede explicar el conjunto de la vida mental: sensaciones,
imgenes y sentimientos.
Sensaciones: formas elementales de la experiencia que se generan cuando un rgano de los sentidos es
estimulado y el impulso aferente llega al cerebro.
Imgenes: Es lo que queda de la excitacin local de la corteza.
Sentimientos: Todas las cualidades de la experiencia que no provienen directamente de la excitacin de
los rganos sensoriales, y constituyen un correlato especficamente psquico.
Los tres pueden ser estudiados con tcnicas experimentales tomadas de la fisiologa, y sus correlatos
psquicos pueden ser abordados mediante introspeccin experimental, o sea una introspeccin controlada
y rigurosa; por ello Wundt trabaja con sujetos entrenados en una introspeccin dirigida, no espontnea.
Sensaciones, imgenes y sentimientos son entonces los nicos elementos que pueden ser estudiados
directamente en forma experimental. Los fenmenos ms complejos (por ejemplo los pensamientos) no
pueden abordarse directamente. Esto es una diferencia con la escuela de Wurzburg (Kulpe), que intenta

un abordaje experimental directo de los procesos complejos superiores, y por eso esta escuela es
antecedente de las psicologas cognitivas.
A Wundt se le critic su postura de que el todo es igual a la suma de las partes, pero Wundt jams tuvo
esto. Para l existe un proceso llamado apercepcin mediante el cual el sujeto integra en una unidad
nueva todos los elementos: es un darse cuenta. Por eso la apercepcin lleva a una sntesis creadora,
donde lo creado es irreductible a la mera suma de elementos. En suma, el proceso total puede describirse
en tres etapas: a) Excitacin local: da lugar a una sensacin; b) Apercepcin: produce una sntesis
creadora; y c) Acto de voluntad: produce la reaccin.
Wundt toma el concepto de voluntad de Schopenhauer. No es una voluntad de la conciencia, o voluntad
psquica, sino orgnica, filogentica, y se refiere a todas aquellas reacciones destinadas a la
supervivencia o mantenimiento de la vida, que filogenticamente fueron hacindose automticas o
reflejas, aunque originalmente no lo fueron. La voluntad, al no ser psquica sino una funcin de cualquier
ser vivo para sobrevivir y adaptarse, es uno de los fenmenos que, si bien tiene una cierta connotacin
psquica, en el caso del hombre escapa al mtodo de la introspeccin.
Condensado de Kauffman Mara del Pilar C, Historia de la psicologa. Clases dictadas en la Ctedra de Historia de la
Psicologa, Facultad de Psicologa, Universidad de Belgrano. Buenos Aires, 1986.

YO
Definicin.- Se puede considerar al yo como el nombre de siete funciones bsicas de la personalidad:
la adaptacin a la realidad, la interpretacin de la realidad, el sentido de la realidad, las defensas, las
relaciones de objeto, las funciones autnomas (en el sentido de Hartmann: pensamiento, lenguaje,
voluntad, etc.), y la sntesis.
Bohoslavsky R, Orientacin vocacional, Buenos Aires, Nueva Visin, 2001, 21 edicin, pg. 54.

Segn Rogers.- De la interaccin del organismo y el ambiente, y en particular de la que se tiene con
otros significativos, emerge gradualmente una estructura del yo, o un concepto de quin soy. Conforme
los nios pequeos interactan con su ambiente, adquieren ideas sobre s msmos, el mundo y de su
relacin con ste. Las experiencias que tienen y que parecen aumentar el yo son incorporadas en la
imagen de s msmo, y las que parecen amenazar al yo son negadas y consideradas ajenas a este. El yo
que forma el individuo puede ser una variacin de la experiencia real de su organismo debido a que
incluye valores que son tomados de otras personas en lugar de las experiencias reales del organismo.
Engler Barbara, Introduccin a las teoras de la personalidad. Mxico: McGraw-Hill, pg. 330-331.

Segn Aulagnier.- El Yo surge en y a travs del a posteriori de la nominacin del objeto catectizado: el
descubrimiento del nombre del objeto y de la nominacin del vnculo que lo une al sujeto da nacimiento
y sentido a una instancia que se autodefine como deseo, envidia, amor, odio, espera de ese objeto. El
Yo no es ms que el saber que el Yo puede tener acerca del Yo: si esta frmula es exacta ella implica
tambin que el Yo est formado por el conjunto de enunciados que hacen decible la relacin de la
psique con los objetos del mundo por ella catectizados y que sumen valor de referencias identificatorias,
de emblemas reconocibles por los otros Yoes que rodean al sujeto.
Aulagnier P, La violencia de la interpretacin, pg. 147.

Yo creativo.- Segn Adler es el yo en sus aspectos creativos que interpreta y hace significativas las
experiencias del individuo y que busca que stas satisfagan el estilo de vida nico de la persona. En otras
palabras, el yo creativo establece, mantiene y persigue los objetivos del individuo, y supone la idea que
la naturaleza humana es en esencia activa, creativa y determinada al moldear su respuesta al ambiente.
El concepto de Adler refuerza tambin la idea de este autor de que los individuos hacen sus propias
personalidades a partir de las materias primas de su herencia y ambiente.
Engler Barbara, Introduccin a las teoras de la personalidad. Mxico: McGraw-Hill, pg. 109.

Generalidades.- El Yo es para nuestra alma lo mismo que el alma es para nuestro cuerpo. William
James dice: Para tener un Yo, por el cual pueda interesarme, debe la naturaleza primero presentarme
algn objeto suficientemente interesante para hacerme desear instintivamente apropiarme de l, por s
mismo... Mi propio cuerpo y lo que satisface sus necesidades son as el objeto primitivo, determinado
instintivamente, de mis intereses egostas. Otros objetos pueden llegar a ser interesantes, por asociacin
con cualquiera de esos objetos, ya sea como medios o concomitantes habituales, y as, de mil maneras,
la esfera primitiva de las emociones egostas puede agrandarse y modificar sus lmites. Esta clase de
inters es realmente el significado de la palabra mo. Todo lo que tiene es, pienso, una parte de m en
su ms amplio sentido posible. Sin embargo, el Yo de un hombre es la suma total de todo lo que pueda
llamar suyo, no nicamente su cuerpo y sus poderes psquicos, sino tambin sus vestidos y su casa, su
esposa y sus hijos, sus antepasados y sus amigos, su reputacin y sus obras, su terruo y caballos, su
yate y su cuenta bancaria. Todas estas cosas originan en l las mismas emociones. Si ellos aumentan o
prosperan, se siente triunfante; si merman y se extinguen, se siente desheredado, no necesariamente en

el mismo grado por cada cosa, pero fundamentalmente de la misma manera por todas. (Principles of
Psychology, 1896.)
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Generalidades.- Trmino utilizado por S. Freud en su teora de la estructura mental. El yo corresponde


a la mente conciente y, cuando se desarrolla, el nio aprende a enfrentarse al mundo real. El yo opera
sobre la base del principio de realidad e intenta gratificar de manera realista los impulsos del ello a fin de
obtener un placer a largo plazo en vez de sufrimiento o destruccin. El yo est conformado en parte por
las percepciones concientes, los pensamientos y los juicios, as como por los recuerdos; es el
<<ejecutivo>> de la personalidad. Decide acerca de nuestros actos cuando media entre las demandas
impulsivas del ello, las exigencias restrictivas del supery y los reclamos de la vida real correspondientes
al mundo exterior. Es un concepto de los ms afortunados del creador del psicoanlisis y uno de los que
se han mantenido en el tiempo. Ha sido superado por las nuevas concepciones derivadas del estudio de
la personalidad, pero sigue siendo interesante por la capacidad de sntesis explicativa que supone.
Farr Mart J (1999) Diccionario de psicologa. Barcelona: Ocano.

Tipos.- En psicoanlisis se habla de tres yoes sucesivos: Yo de realidad inicial (comienzo de


discriminacin yo no-yo por la muscularidad: lo que puedo alejar es no yo, lo que no puedo alejar es yo),
que luego se transforma en Yo de placer purificado (lo malo afuera y es no-yo, y lo bueno adentro y
forma el yo), y por ltimo este se transforma en Yo de realidad definitivo, capaz de la operacin de
represin, que implica una modificacin del narcisismo infantil.
Fernndez R, Psicologa de la personalidad, clases dictadas en la Ctedra de Psicologa de la Personalidad de la
Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires, 1995.

El yo en el tratamiento analtico.- En la tcnica hipntica del perodo preanaltico el yo no desempea


papel alguno. Se propona comprender los contenidos del inconciente, y solo consideraba el yo como un
factor perturbador. Se saba ya entonces que con ayuda de la hipnosis era factible eliminar o vencer el yo
del paciente. En la asociacin libre -que ms tarde sustituy a la hipnosis como recurso de exploracin- el
papel del yo es al principio igualmente negativo. Su renuencia, es cierto, al empleo de la fuerza para su
eliminacin: en su lugar se exige al yo del paciente que se elimine por s mismo. El analizado debe anular
toda crtica a las ideas que se le ocurran y descuidar la necesidad habitual de una conexin lgica entre
las mismas (Freud A, 1979:22).
Es posible describir de un triple modo la posicin del yo frente a la labor analtica. El yo funciona como
aliado del analista en tanto ejerce la auto observacin arriba sealada, poniendo su capacidad al servicio
del anlisis, y, a travs de los derivados inconcientes llegados a su territorio, procura una visin de las
otras instancias. El yo funciona como adversario del anlisis en tanto en dicha auto observacin se
conduce con parcialidad e inseguridad, y mientras al paso que registra y trasmite con fidelidad
determinados hechos, falsifica y rechaza otros, escudndose contra su manifestacin: de esa suerte
contrara la exploracin analtica, empreada en ver todo cuanto surge, sin discriminacin alguna.
Finalmente, el mismo yo es el objeto del anlisis en tanto sus mecanismos de defensa, que emplea
permanentemente, funcionan de modo inconciente y slo a travs de un trabajoso esfuerzo -muy
semejante al requerido por la actividad inconciente de cualquiera de los impulsos instintivos prohibidosson susceptibles de ser llevados al conocimiento de la conciencia (Freud A, 1979:39).
Freud Anna (1979), El yo y los mecanismos de defensa. Buenos Aires: Paids.

Yo Ideal e Ideal del yo.- El Yo Ideal son identificaciones idealizadas que recaen sobre el propio Yo. Est
vinculado con el narcisismo. En cambio el Ideal del Yo son identificaciones idealizadas sobre objetos
externos que se vuelven ideales para el Yo.
Fernndez Moujn Octavio (1988) Abordaje terico y clnico del adolescente. Buenos Aires: Nueva Visin. Captulo 8.

Segn Freud.- Romero y Sauane sintetizan la evolucin del concepto de la siguiente manera:
1911.- "Los dos principios del suceder psquico": Freud habla de un yo-funcin (denominacin de
Laplanche), que cumple funciones como percepcin, memoria, pensamiento, etc. El yo es aqu asimilado
al sujeto: no es instancia (como lo ser el yo-representacin).
1921.- El yo-representacin (denominacin de Laplanche) es el conjunto de representaciones que el
sujeto tiene de s mismo, e incluye representaciones y afectos. Esta idea aparece en Freud recin en
1921, y tambin en 1923 en "El yo y el ello". Es el yo como instancia y el yo al cual se refiere el
narcisismo. En cuanto el representarse a s mismo es una funcin del yo, podemos considerar al yorepresentacin subestructura y efecto del yo-funcin. A su vez, el yo-representacin produce efectos en
las funciones del yo: engaa a este hacindole creer que posee una unidad (que es ilusoria y engaosa
porque originalmente el yo no es una unidad). El "nuevo acto psquico" es el que configura al yo como
una unidad, el que precipita el autoerotismo en la forma narcisista. En suma, el yo humano se constituye
cuando es catectizado libidinalmente.

Romero seala que lo mismo pasa con la representacin-grupo: es tambin configurado engaosa e
ilusoriamente como una unidad, al haber sido investido libidinalmente cada uno de los integrantes del
agregado: as el agregado se transforma en grupo. Al mismo tiempo hay un repliegue del narcisismo
sobre el grupo, o sea, se retira libido del mundo exterior.
1914.- "Introduccin al narcisismo": aqu empieza a indagar el Yo, que todava no lo considera una
instancia sino el sujeto singular, lo que este sabe de s mismo.
1914.- "Introduccin al narcisismo": Aborda la gnesis del yo. El narcisismo es lo que unificar al yo,
momento donde aparece por primera vez unificado y diferenciado de un no-yo. En esta fase narcisstica
aparece el "Yo de placer purificado" donde el yo se identifica con aquello placentero, mientras lo
displacentero ser ubicado en la realidad exterior, o no-yo.
Plantea que para que exista el Yo, el Yo tiene que haber sido catectizado narcissticamente por los padres
o sustitutos: por eso dice "El narcisismo es el complemento libidinal del egosmo (o auto-conservacin)".
Para que exista auto-conservacin, el yo tiene que haber sido narcisizado, y por tanto, las pulsiones de
autoconservacin estarn parcialmente libidinizadas.
1921.- "Psicologa de las masas y anlisis del yo": piensa el yo en relacin a los fenmenos grupales.
1923.- "El yo y el ello": el yo aparece por primera vez conceptualizado como una instancia (yorepresentacin) y explica su gnesis en los siguientes trminos:
1) Identificacin primaria: El ello va a investir directamente un objeto (sin mediacin del yo, porque an
no hay yo). Aqu se habla de 'investir' (cargar de libido el objeto para 'ocuparlo') distinto a 'catectizar' (un
simple movimiento de carga sin que implique ocupar el objeto con libido). Esta investidura del objeto por
parte del ello es la identificacin primaria.
2) Interiorizacin del objeto: Para el sujeto el objeto externo desaparece, es interiorizado y as se forma
el ncleo del yo.
A partir de aqu aparecen las tres fuentes de libido para formar el yo como estructura libidinal:
3) Primera fuente de libido: el ello. Este ncleo del yo le dice al ello: "mame como antes amabas al
objeto". Se trata de un narcisismo secundario (en 1914 deca que era primario), porque se sustrae libido
del objeto. Es un proceso intrapsquico: la libido va del ello directamente al yo. El ello invierte libido en el
yo para que este la maneje.
4) Segunda fuente de libido: las zonas ergenas. La superficie corporal de un cuerpo libidinizado se
proyecta sobre el yo. Ac el yo emerge como estructura libidinal, y como tal intentar dominar las
fuerzas que lo constituyen (tanto intrapsquica como inter-subjetivamente) en forma dialctica. O sea el
yo empieza a funcionar como mediador.
5) Tercera fuente de libido: los padres. Esta fuente proviene de los enunciados identificatorios que la
madre le brinda (sos el ms hermoso, lo abraza, etc). Se identifica con aquello que la madre ama y
admira, y es un proceso interpersonal.
La libido yoica as formada desde estas fuentes, que pasa a ser libido narcisista, va luego hacia los
objetos externos. Una vez all, hay dos posibilidades:
a) Introversin: La libido vuelve sobre el sujeto, sobre las fantasas preconcientes. No sobre el yo, pues
sera libido del yo, y aqu sigue siendo libido objetal la que carga fantasas.
b) Retraccin: La libido vuelve sobre el yo. Esto hace al apuntalamiento de la autoestima y el sentimiento
de s (identidad yoica). Si el objeto cargado se pierde el yo se disgrega, la libido se retrae sobre el yo
para pegar las partes yoicas en vas de fragmentacin, pero no lo logra del todo (moco en vez de
poxipol). Luego, el yo necesitar descargar el plus de libido proyectndolo en el mundo externo
(megalomana tipo "voy a salvar el mundo"). Si esto no basta, se abre otra compuerta: la alucinacin.
Condensado de Romero R y Sauane S (1995) Grupo, objeto y teora, Tomo III. Buenos Aires: Lugar Editorial. Se
incluyen agregados de las clases del Lic. R. Romero 5-9-95, 12-9-95 y 3-10-95 (Ctedra de Teora y Tcnica de
Grupos II, Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires).

El yo segn Bruner.- En este captulo Bruner se referir a lo que l llama "psicologa cultural", y para
ello tomar el concepto de yo. Cuando queremos observar nuestro yo, captamos algo que ya pas, es
decir, es una retrospeccin inmediata con lo cual el yo no es una cosa que est ah, una esencia, sino una
construccin que hacemos nosotros. Somos nosotros quienes armamos una idea del Yo, no es esta una
instancia independiente, como lo sostendra el realismo ontolgico. A esta concepcin se opone lo que
podramos llamar psicologa cultural, que entiende el yo como algo construido, no como algo dado en la
realidad susceptible de mediciones y descripciones precisas mediante, por ejemplo tests de autoconcepto
o de nivel de aspiracin.
Algo similar sucedi con el concepto de 'aprendizaje' que termin siendo definido como un concepto: "la
adquisicin de conocimiento", concepto creado mediante pruebas de laboratorio y tests.
Bruner cita dos revoluciones histricas en psicologa: la psicologa cognitiva, y luego la psicologa
contextual. Ambas y en especial esta ltima empez a entender conceptos como el aprendizaje, o
persona, o el Yo como procesos que no tenan ni localizacin interna ni externa, sino que formaban un
continuum, que no eran "cosas". Es decir no slo deban situarse sino 'distribuirse' en ese continuum
formado por el cuerpo, la mente y el entorno cultural.

Un ejemplo es la investigacin que hizo Gergen y mostr como la autoestima y al autoconcepto de las
personas cambiaban rpidamente en relacin a las observaciones positivas o negativas que les hacan las
dems personas.
Gergen deca al respecto que es posible hacer dos generalizaciones sobre el hombre: este tiene a) una
capacidad de reflexionar sobre s mismo y puede cambiar el presente desde las experiencias pasadas,
pues estas son muchas y variadas. b) una capacidad de imaginar alternativas, o sea puede idear otras
formas de ser, de actuar, de luchar.
A comienzos de la dcada del '80 empez a aparecer la nocin de Yo como narrador (cambio quiz
provocado por la teora literaria): el Yo cuenta historias donde se incluye un bosquejo del Yo como parte
de la historia. Aparece as una verdad narrativa: no importa que el paciente recuerde su pasado tal cual
fue: deca Donald Spence que el anlisis nos permite crear una nueva narracin que, aunque no sea ms
que un recuerdo encubridor o an una ficcin, est no obstante lo suficientemente cerca de la realidad
presente del paciente como para permitir un proceso de reconstruccin.
El yo es as un narrador de su vida, y el analista ha de ayudarle en ello. Roy Schafer lleva la idea de
Spence al extremo, cuando afirma que el "yo es un cuento": nos pasamos narrando a los otros 'historias'
sobre nosotros.
La tarea del analista y del analizando vendra a ser entonces, el siguiente: "Vamos a ver como podemos
volver a contarlo de una manera que le permite comprender los orgenes, significados e importancia de
sus dificultades actuales, y de manera que el cambio resulte concebible y alcanzable". Y en esta tarea
importa, para Schafer, tanto el contenido de la narracin como su forma. El analista pasa a ser un
redactor solcito o un amanuense provisional, y un cmplice del proceso de construccin.
Los otros seran tambin cmplices, dice Bruner, en este 'yo distribuido', un Yo que se ve enredado en
una red constituida por otros.
Las entrevistas que piden respuestas concisas en vez de respuestas tipo narracin seran, as, artificiales,
al darnos una visin artificial del Yo.
El yo no es el resultado entonces de una simple reflexin contemplativa, sino un producto cultural e
individual, pues es el individuo y tambin el entorno quien va definiendo su significado y su historia. Por
tanto, no podemos definir al yo en forma especulativa, abstracta, sino a partir de una autobiografa, o
sea a partir de como cada persona describe lo que cree que ha hecho, en qu situaciones, de qu
maneras y porqu razones. Es una especie de narracin, tan reveladora del yo como su propia sustancia.
Es posible emprender un estudio del Yo de esta manera, como autobiografa, con suficiente rigor
interpretativo. Bruner refiere haber analizado cientos de autobiografas, donde no solo analiz los
contenidos sino la misma forma de estructurar el relato, revelador tambin del Yo. Encontr que haba
significados implcitos que surgan en entrevistas sobre la autobiografa. Incluso cuando las personas
contaban su vida, el tema y la forma de la misma dependa tambin de la actitud del oyente, que
tambin as orientaba el relato. Algunas personas dijeron descubrir cosas que no saban de s mismos
cuando hacan su autobiografa.
En suma, Bruner busca mostrar cmo las vidas y los Yoes que construimos son el resultado de un
proceso de construccin de significados, y que no son ncleos aislados dentro nuestro sino que forman
parte de un proceso interpersonal. Tal el programa de una psicologa cultural, basada en la psicologa
cognitiva.
Resumen de Bruner Jerome (1984) Actos de significado. Captulo 4: La autobiografa del yo.

Generalidades.- El yo funciona como pronombre personal cuando nos referimos a esa "parte de m que
piensa, desea, goza, etc.", y funciona como sustantivo cuando hablamos del yo situndolo desde fuera de
nosotros, como un objeto de estudio. El primero es el yo del discurso ("yo deseo, yo creo, etc") y el
segundo es el yo como una entidad, como algo que est en el psiquismo. En este ltimo sentido es
pasible se ser estudiado cientficamente.
Tambin se puede diferenciar el yo como entidad material, como algo que est en el psiquismo, y el yo
como un conjunto de funciones como percibir, recordar, etc.
Condensado de Abadi Sonia y otros (1997) Desarrollos posfreudianos: escuelas y autores. Buenos Aires: Editorial
Universidad de Belgrano.

Segn Freud.- Freud usa el trmino 'yo' tanto como pronombre como sustantivo, dualidad que se
conserva a pesar de la introduccin del concepto de 'inconciente', ya que al yo le atribuye funciones
concientes e inconcientes. Pero tambin concibe al yo como un precipitado de identificaciones con el otro,
incluyendo la llamada identificacin primaria.
Condensado de Abadi Sonia y otros (1997) Desarrollos posfreudianos: escuelas y autores. Buenos Aires: Editorial
Universidad de Belgrano.

Concepcin freudiana del Yo.- a) Concepcin neurolgica (1895). En Proyecto de una psicologa para
neurlogos, Freud seala que hay ciertas neuronas que asumen un papel directivo, o sea pueden
aumentar, reducir o controlar los impulsos nerviosos y pueden regular as el placer-displacer. Tal
conjunto de neuronas es el Yo. b) Primera tpica (1901).- En La interpretacin de los sueos, Freud

postula tres sistemas: conciente, preconciente e inconciente. El yo es aquello que tiene acceso a la
conciencia a travs de la atencin al mundo externo o partiendo de huellas mnmicas. c) Segunda tpica
(1920).- En El yo y el ello Freud postula la teora estructural o segunda tpica, donde diferencia tres
instancias: ello-yo-Supery. Lo conciente, lo preconciente y lo inconciente pasan a ser cualidades.
El Ello es lo innato instintivo, habiendo instintos de vida o Eros, y de muerte. Es inconciente y est regido
por el proceso primario.
El Yo se origina desde una parte del ello por contacto con el mundo externo. Sus funciones son de
autoconservacin: percepcin, memoria, motilidad, inteligencia, voluntad. El principio del placer, que
rega en el ello, en el Yo tendr un lmite: ante la emergencia de la pulsin siente angustia y monta
defensas contra ella. Posterga as la realizacin del placer, o lo canaliza hacia otro fin. El Yo est regido
por el proceso secundario (lgica racional, temporalidad, respeto al principio de realidad, energa ligada a
objetos). Sus cualidades son conciente, preconciente e inconciente.
El Superyo surge por identificacin con los padres y sucesores, y es tambin conciente, preconciente e
inconciente. Tiene dos aspectos: la conciencia moral y el ideal del yo (uno fundado en prohibiciones, otro
en permisos). d) Concepcin final (1938).- Aparece en Compendio de Psicoanlisis y en Anlisis
terminable e interminable. De aqu parte la psicologa psicoanaltica del yo de Hartmann. Resalta aqu
Freud que la diversidad de manifestaciones y funcionamientos del yo hace que tengamos que pensar que
el yo tiene un componente innato (surge del ello, y entonces es muy similar a l) y otro adquirido. Las
resistencias y defensas que monta el yo pueden estar tanto determinadas por la herencia como ser
adquiridas en su lucha defensiva contra las pulsiones.
Condensado de Bollini M, La psicologa psicoanaltica del yo. Publicacin interna de la Ctedra de Escuelas Psicolgicas
Contemporneas. Buenos Aires: Universidad de Belgrano, 1988.

Psicologa psicoanaltica del yo.- Surge a partir del pensamiento de Anna Freud, pero especialmente a
partir de Heinz Hartmann, quien desarrolla y ampla las ideas freudianas sobre el Yo. Hartmann tomar
de Brentano la idea de intencionalidad, de Darwin la idea de adaptacin y de Sigmund Freud la idea de
asociacin libre, oponindose, en cambio, a la idea de comprensin de Jaspers.
Condensado de Bollini M, La psicologa psicoanaltica del yo. Publicacin interna de la Ctedra de Escuelas Psicolgicas
Contemporneas. Buenos Aires: Universidad de Belgrano, 1988.

Concepcin del Yo de Hartmann.- a) Qu no es el yo.- 1- El yo no es el sujeto: sujeto es conciencia


directa de un objeto y su funcin es conocer. El yo no siempre es conciente ni siempre tiende a conocer.
2- El yo tampoco es autoconciencia: esta es slo una de las funciones del yo. 3- El yo no es el self (smismo). El self es algo ms amplio, incluye toda la organizacin psquica y el cuerpo fsico. 4. El yo no es
la personalidad: sta ltima est conformada por el Yo, el Supery y el ello. b) Formacin del yo.- Hasta
los 5-6 aos se estructura la personalidad: los procesos posteriores solo la enriquecen o restringe. En
este contexto el yo se forma a partir de cinco procesos: diferenciacin, integracin, maduracin,
desarrollo y aprendizaje.
1) Diferenciacin.- A partir del self psicofisiolgico primario se van diferenciando las instancias: por
ejemplo el yo se diferencia del ello, cada cual con sus respectivas funciones. Se diferencian tambin las
pulsiones sexuales y agresivas.
2) Integracin.- A partir de un conjunto previo mezclado, las partes se unen y forman la autonoma
primaria del yo y sus funciones (vase ms adelante). El instinto de vida integra, une, mientras que el de
muerte diferencia, desune.
3) Maduracin.- Crecimiento de lo constitucional donde el medio influye pero de forma muy especfica,
con ciertos estmulos. Por ejemplo: las funciones psicomotrices. La maduracin tiene una secuencia
prefijada.
4) Desarrollo.- Proceso donde la maduracin y el ambiente se influyen mutuamente. El desarrollo del yo
comprende: a) la diferenciacin e integracin de los precursores de autonoma primaria; b) la
maduracin de los precursores de autonoma primaria y su base fisiolgica: las funciones yoicas de
autonoma primaria; c) impacto de las pulsiones sobre el yo; d) impacto del mundo externo sobre el yo
(relaciones objetales): el objeto-persona es lo ms importante del mundo externo.
5) Aprendizaje.- Los precursores de autonoma primaria tienen potencialidad para aprender (adaptarse),
pero este aprendizaje se efectiviza slo en interaccin con el entorno. Las funciones yoicas pueden estar
maduras, pero en muchos casos necesitan la oportunidad brindada por el medio para ser ejercidas.
Condensado de Bollini M, La psicologa psicoanaltica del yo. Publicacin interna de la Ctedra de Escuelas Psicolgicas
Contemporneas. Buenos Aires: Universidad de Belgrano, 1988.

Funciones yoicas segn Hartmann.- Son las funciones de autonoma primaria (percepcin,
representacin, etc), las funciones de regulacin y control., las funciones defensivas, las funciones
defensivas primitivas, la funcin organizadora del yo: ajuste y adaptacin, y finalmente las funciones
adaptativas permanentes: carcter.
A partir de estas seis funciones, se puede sintetizar el pensamiento de Hartmann al respecto de la
siguiente manera.

El yo debe enfrentarse a dos cosas: al mundo externo por un lado, y a la realidad interna o psquica por
el otro (como por ejemplo a las pulsiones y demandas superyoicas). Con cualquiera de ambos frentes
pueden suscitarse conflictos, en cuyo caso surge una seal de alarma. Cuando el yo puede manejar el
conflicto respondiendo adecuadamente a la seala de alarma, no hay problema, como tampoco lo hay si
puede resolver primero los conflictos ms apremiantes y luego los otros. Est actuando aqu la funcin
organizadora del yo (ajuste y adaptacin). Primero hace un ajuste mediante las funciones de regulacin y
control, ajuste que es interno, relacionado con el conflicto intrapsquico. Una vez realizado este ajuste,
puede ahora encarar la relacin con el mundo externo, y esta adaptacin es tpica de cada persona: son
las funciones adaptativas permanentes que configurarn el carcter de esa persona.
Cuando no puede enfrentar el conflicto adecuadamente, responde a la seal de alarma con pnico, y,
cuando dicho conflicto es con el mundo interno aparecen las funciones defensivas, lo cual en principio es
patolgico.
De esta explicacin estructural pasemos ahora a una explicacin gentica del mismo proceso.
En el curso del tiempo, las funciones adaptativas se transforman en funciones defensivas, y viceversa. Al
comienzo de todo el proceso existen solamente las funciones adaptativas (cerrar los ojos ante la luz
fuerte, tragar, escupir lo que hace mal, etc) que tienden a preservar la vida. Pronto, en el nio y ante la
irrupcin de las pulsiones, estas mismas funciones pasan a ser defensivas (negacin, introyeccin,
proyeccin, etc). Esta transformacin puede ocurrir tambin despus, de la pubertad en adelante (el
pensamiento se transforma en idea obsesiva, la accin en compulsin o acting-out, la percepcin y la
memoria en alucinacin, etc). El yo ha pasado de una funcin de autonoma primaria (en este caso la
adaptativa, por ser la primera que aparece) a una funcin de autonoma secundaria (en este caso la
defensiva, porque resulta de la transformacin de otra funcin). Instalada la funcin defensiva, esta
puede ahora volver a transformarse en funcin adaptativa (que ahora ser de autonoma secundaria,
pues deriva de una funcin distinta, en este caso defensiva). Por ejemplo la negacin de la realidad se
transforma en fantasa (arte, ciencia), o la formacin reactiva se transforma en hbito sano de limpieza.
La expresin autonoma alude a que en el yo existe un rea que funciona independientemente de la
funcin defensiva recalcada por Freud, que es la funcin adaptativa, recalcada por Hartmann. Tal rea es
llamada por este ltimo rea libre de conflictos (entendiendo conflicto en sentido patolgico, es decir el
derivado del enfrentamiento del yo con las pulsiones y con el Supery. Tambin hay por supuesto un
rea de conflictos, que funciona defensivamente.
Condensado de Bollini M, La psicologa psicoanaltica del yo. Publicacin interna de la Ctedra de Escuelas Psicolgicas
Contemporneas. Buenos Aires: Universidad de Belgrano, 1988.

Otras caractersticas del yo segn Hartmann.- Los requisitos del yo para que pueda cumplir sus
funciones son: 1- Flexibilidad para poder pasar de las funciones adaptativas a las defensivas, y viceversa;
2- controlar y regular lo exigido por las necesidades (internas) y las demandas (externas); 3- actitud
imperativa, para poder realizar funciones automticamente para ahorrar energa; y 4- poder suspender
sus funciones sin temor al descontrol (por ejemplo al irse a dormir).
El yo utiliza la energa de dos fuentes: 1- Del ello, pues una parte del yo tiene su origen en el ello; y 2de s mismo, pues el yo tiene un desarrollo independiente del ello, al menos en parte.
El yo regula la personalidad en base a dos principios: 1- Principio de satisfaccin de las necesidades
jerrquicamente integradas (reemplaza al principio del placer freudiano). Aqu no es el placer lo nico
que se persigue sino una serie de metas, algunas ms prioritarias que otras, segn una escala jerrquica.
Entre ellas est el placer; 2- Principio de realidad: igual al sentido freudiano.
La fortaleza yoica depende de: factores constitucionales y madurativos, desarrollo e interaccin con el
medio, capacidad para el cambio de funcin, actitud frente al conflicto (control o pnico), flexibilidad,
cantidad de energa disponible y capacidad para neutralizarla (esto ltimo significa por ejemplo
desexualizar la pulsin ertica y desagresivizar la pulsin agresiva), y capacidad organizadora.
Condensado de Bollini M, La psicologa psicoanaltica del yo. Publicacin interna de la Ctedra de Escuelas Psicolgicas
Contemporneas. Buenos Aires: Universidad de Belgrano, 1988.

Concepcin lacaniana del yo.- 1) En qu momento soy verdaderamente yo? Cuando estoy contento o
cuando estoy contento porque los otros tambin lo estn? La relacin entre satisfaccin del sujeto y
satisfaccin del otro est siempre en tela de juicio, pero no obstante hay una diferencia radical entre
ambas.
No hay imagen de identidad, de reflexividad, sino de alteridad.
Debe distinguirse el A (otro con mayscula) y el a (con minscula, que es el yo).
Las estrellas no tienen boca. Esto lo decimos porque sabemos que existe la boca. Que las estrellas no
tengan boca no las hace incompletas: en su realidad estn completas. Al decir que no tienen boca
estamos vindolas desde lo simblico.
Nunca se sabe lo que puede ocurrir con una realidad, hasta el momento en que se la ha reducido
definitivamente inscribindola en un lenguaje. Los planetas no hablan desde que la teora de Newton les
cerr el pico. Todo lo que entra en la teora de Newton no hablar nunca ms, pues se trata de realidades

completamente reducidas al lenguaje. Puede percibirse ac la oposicin entre palabra y lenguaje (ver
punto 1 del captulo XXII).
2) Hay teoras dentro del psicoanlisis que proponen curar a partir de mantener intactas las facultades de
observacin del yo. Integrar los estados fragmentarios del yo, sus pulsiones parciales, etc. Hacerlo
completo.
3) Lacan propone un esquema la ilustrar los problemas del yo y del otro, del lenguaje y de la palabra.

(Es) S

a (otro)

Relacin
imaginaria

Inconciente

(yo) a

A (Otro)

El yo no es real: es una construccin imaginaria. Todos la tenemos, an los locos, slo que estos
adhieren pura y simplemente a este imaginario. Los no locos tienen algo ms.
S significa sujeto analtico, o sea un sujeto que no es total. Nadie es total, si no no estaramos aqu
tratando de organizarnos. El sujeto no es ah donde l se ve. El sujeto se ve en a, por eso tiene un yo.
a es el otro, el semejante, el otro especular superponible a a (el yo). a y a son simtricos respecto del
plano del espejo.
Pero hay otro plano llamado el muro del lenguaje.
El yo y los otros son objetos imaginarios, y son objetos porque son nombrados como tales en un sistema
organizado, que es el muro del lenguaje. Cuando el sujeto habla con sus semejantes toma a los yo
imaginarios como reales. En tanto el sujeto los pone en relacin con su propia imagen, los otros son
aquellos con quienes tambin se identifica.
Pero por otro lado tambin nos dirigimos a Otros (A1, A2, etc), o sea creemos que hay otros sujetos
aparte de nosotros (la prueba es que ellos pueden mentirnos). Nos dirigimos a esos Otros, verdaderos
Otros, verdaderos sujetos a los que no conocemos. No los alcanzo a ellos, estn del otro lado del muro
del lenguaje. Apunto a los verdaderos sujetos pero siempre encuentro sombras, o sea, por reflexin llego
solo hasta los otros (a, a, etc).
Si la palabra se funda en la existencia del Otro, el verdadero, el lenguaje est hecho para remitirnos al
otro objetivado, al otro con el que podemos hacer todo cuanto queremos, incluso pensar que es un
objeto, o sea que no sabe lo que dice.
O sea, el lenguaje sirve tanto para fundarnos en el Otro como para impedirnos comprenderlo
radicalmente.
El sujeto no sabe lo que dice porque no sabe lo que es. Pero se ve del otro lado del espejo en forma
imperfecta. En esta ptica alguna terapias aspiraran a que el yo se unificase, uniese sus fragmentos, sus
estadios pregenitales y sus pulsiones parciales. Segn estas terapias ello puede lograrse mediante la va
imaginaria: el yo puede recomponerse por el sesgo del semejante que el sujeto tiene delante de s. Ese
otro es el analista. Pero el analista tambin habla, no es simplemente imaginario.
El ideal del anlisis de que el yo est ausente es un ideal. Nunca hay sujeto son yo, sujeto plenamente
realizado, pero esto es lo que hay que intentar. El anlisis debe apuntar al paso de una verdadera
palabra, que rena al sujeto con otro sujeto, del otro lado del muro del lenguaje. Es la relacin ltima del
sujeto con otro verdadero, con el Otro que da la respuesta que no se espera, que define el fin del
anlisis.
El anlisis consiste en hacerle tomar conciencia de sus relaciones, no con el yo del analista, sino con
todos esos Otros que son sus verdaderos garantes y que no ha reconocido. El sujeto debe poco a poco
descubrir a qu Otro se dirige verdaderamente an sin saberlo, y de que asuma progresivamente las
relaciones de transferencia en el lugar en que est, y donde en un principio no saba que estaba.

Se conozca o no el sujeto S est siempre all. Al fin del anlisis es l quien debe tener la palabra, y entrar
en relacin con los verdaderos Otros. As el sujeto reintegra sus miembros disgregados, donde reconoce
y reunifica su experiencia.
El anlisis no debe apuntar a que el sujeto acabe por creer en el yo. Esto es una locura.
Resumen de Lacan J (1979) XIX Introduccin del Gran Otro (artculo).

Yo temprano segn M. Klein.- El yo temprano (en oposicin a Glover y Fairbairn y en coincidencia


con Winnicott) carece de cohesin y alterna tendencia a integrarse y a desintegrarse.
Desde el principio el yo tiene como una de sus funciones hacer frente a la ansiedad persecutoria,
vivenciada como miedo a un objeto incontrolable. Tal ansiedad surge del instinto de muerte, del trauma
del nacimiento (ansiedades de separacin) y de la frustracin de necesidades corporales. El nio siente
que el causante es un objeto externo, objeto que luego se introyecta (perseguidor interno) lo cual
refuerza el temor a los impulsos destructivos internos.
Frente a la ansiedad el yo temprano desarrolla defensas. El impulso destructivo es proyectado en parte
hacia fuera, hacia el pecho materno. Otra parte de dicho impulso permanece ligado internamente. Bajo
la presin de estos temores el yo tiende a hacerse pedazos. Cabe suponer que el yo temprano tambin
sufre una escisin como respuesta a la ansiedad primaria de ser aniquilado por una fuerza destructiva
interior. Esta es la base de los procesos esquizofrnicos.
Condensado de Klein Melanie (1946) Nota sobre algunos mecanismos esquizoides. Artculo incluido en Klein M, Obras
Completas, Tomo 3. Buenos Aires: Editorial Paids, 1983.

Yo y el otro en la esquizofrenia.- Objetivo: Los datos recientes de la ciencia bsica indican que en
individuos sanos, el procesamiento auto-referencial y la cognicin social subyacen en sustratos neurales
comunes. Los autores evaluaron la memoria fuente auto-referencial y la cognicin social en una muestra
grande de pacientes ambulatorios con esquizofrenia y sujetos de comparacin sanos para comparar en
cmo estos procesos crticos estn asociados en los dos grupos.
Mtodo: Se evaluaron a noventa y un pacientes ambulatorios con esquizofrenia y a 30 sujetos de
comparacin sanos sobre medidas de cognicin social bsica y la memoria fuente para palabras
previamente aprendidas: palabras auto-generadas, presentadas externamente, y nuevas. Se utilizaron
correlaciones parciales y anlisis de regresin mltiple para probar la asociacin entre las medidas de
cognicin social y el rendimiento de la memoria fuente y las contribuciones de la memoria fuente y las
capacidades cognitivas generales para una puntuacin compuesta de cognicin social.
Resultados: Los pacientes con esquizofrenia demostraron una memoria fuente significativamente menor
para elementos auto-generados (memoria fuente auto-referencial) en relacin a los sujetos de
comparacin, pero mostraron una memoria fuente externa intacta. En ambos grupos, la memoria fuente
auto-referencial y la cognicin social mostraron fuertes correlaciones. Cuando se controlaron los efectos
de las capacidades cognitivas generales, estas correlaciones fueron atenuadas en los pacientes con
esquizofrenia. El anlisis de regresin revel discrepancias entre los grupos en las funciones cognitivas
que contribuyen al desempeo de la cognicin social.
Conclusiones: La memoria fuente auto-referencial deteriorada representa un nico dficit cognitivo en la
esquizofrenia. Por otra parte, la fuerte asociacin entre la memoria fuente auto-referencial y la cognicin
social, observada en sujetos sanos, se encuentra reducida en la esquizofrenia y es moderada por las
capacidades cognitivas generales. Los deterioros en el sistema neurocognitivo que subyacen tanto en el
conocimiento de uno mismo y la cognicin social, proporcionan una explicacin parsimoniosa de los
disturbios en el sentido del yo y el otro que caracteriza a la esquizofrenia.
Melissa Fisher; Kelly McCoy; John H. Poole; Sophia Vinogradov. Yo y el otro en la esquizofrenia: Una perspectiva de
neurociencia cognitiva. AMERICAN JOURNAL OF PSYCHIATRY. 2008 NOV; 165(11):1465-1472.

ZONA DE DESARROLLO PROXIMAL


Definicin.- La diferencia (distancia) entre el nivel de desarrollo actual de un nio (su desarrollo
completado tal como puede ser evaluado por una prueba estandarizada) y su potencial de desarrollo (el
grado de competencia que puede obtener con ayuda).
Aiken L (2003) Tests psicolgicos y evaluacin. Mxico: Pearson. 11 edicin (pgina 458).

ZURDERA
Definicin.- Condicin de la persona que es ms hbil con la mano izquierda. La razn es un
predominio de la actividad del hemisferio derecho del cerebro. Se considera que, en Occidente hay una
tendencia cultural a desarrollar ms el hemisferio izquierdo (habla, lectura, escritura, clculos
numricos) y que por ello la mayora de las personas son diestras.
Cazau P (2000) Vocabulario de Psicologa. Buenos Aires: Redpsicologa.

PSICOPATOLOGA
ABASIA
Definicin.- 1. Incapacidad para la locomocin. 2. (Psicoanlisis) Como sntoma histrico, tiene un
contenido sexual de prohibido. Aparece en general con astasia.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

ABATIMIENTO
Definicin.- Estado de nimo caracterizado por depresin, tendencia a la inhibicin motora, desagrado y
atencin a ciertos rasgos desfavorables de la experiencia individual. Sin.: melancola, tristeza, depresin.
Ant.: jbilo, alegra. (Al.: Niedergeschlagenheit).
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

ABERRACIN
Definicin.- 1. En su sentido general, todo lo que no responde a las reglas acostumbradas de
convivencia, pensamiento, vida psquica y mental. 2. En su sentido propio, distinguimos entre
aberraciones mentales y sexuales. 3. (Psicoanlisis) Todos los efectos que no han tenido salida y has
quedado sin reaccin adecuada aplicada hacia el exterior. (Al.: eingeklemmte Affekte).
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

ABERRACIONES SEXUALES
Generalidades.- 1. Los apetitos sexuales son susceptibles de asumir formas extraas. El anhelo de
contacto sexual acompaado de amor y cario cede a veces el lugar al deseo de hacer sufrir al
compaero sexual (sadismo) o de sufrir y ser humillado por l (masoquismo). En otros casos existe el
deseo sexual de mirar cuerpos desnudos o presenciar el acto sexual ajeno (voyeurismo-escoptofilia), o
bien exhibir sus propios rganos genitales (exhibicionismo). Hay tambin casos en que no el contenido,
sino el objeto del apetito sexual est pervertido, pudiendo la libido orientarse hacia el mismo sexo
(homosexualidad), hacia los nios (pedofilia), hacia los animales (zoofilia), hacia partes determinadas del
cuerpo, como los cabellos y los pies, y aun hacia objetos inanimados como corss y zapatos (fetichismo).
El carcter irracional de tales aberraciones reside en el hecho que el apetito sexual no guarda relacin
con la funcin biolgica de la procreacin. 2. Se distinguen diferentes grupos de las aberraciones
sexuales. Se llama autoertica si el objeto de la aberracin es el propio cuerpo (pertenece a este grupo la
masturbacin patolgica; homoerticas se denominan las aberraciones sexuales dirigidas hacia otra
persona o en relacin con un objeto (fetichismo) o algolagnia, etc. 3. No es posible distinguir en estas
aberraciones sexuales, especialmente en la homosexualidad, hasta dnde se trata de algo patolgico, o
de un vicio. La psicoterapia pastoral encuentra en las aberraciones sexuales la fuente del pecado
primitivo y del elemento de demoniomana. Sin embargo, no hay curacin hasta que el enfermo no
acepte su propia responsabilidad (mea culpa) y no haga el mximo esfuerzo espiritual para vencer sus
aberraciones. 4. (Psicoanlisis) Se encuentra la gnesis de aberraciones sexuales en la afirmacin de que
el recin nacido es un proceso polimorfo y que en la sexualidad infantil en potencia estn ya presentes
las posibilidades futuras de todas las formas de perversiones. Su activacin depende de factores
endgenos, como disposicin y de factores exgenos, del ambiente, influencia, etc. (Al. Abirrungen).
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

ABULIA
Definicin.- Ausencia enfermiza de voluntad para la accin. Sntoma de enfermedades mentales, de la
histeria y de los estados de melancola. En la neurosis obsesiva es una consecuencia de una ambivalencia
de los afectos. Sin.: Insuficiencia ablica (A. Rosenbach).
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Generalidades.- La abulia es ante todo una alteracin de la actividad voluntaria, y ms concretamente


de su fase preliminar, donde aparece perturbado el deseo o la decisin de llevar a cabo una accin.
Debe tenerse en cuenta que el acto voluntario en su complejidad "comprende dos partes fundamentales:
a) la primera es el periodo de elaboracin conciente del acto, desde la iniciacin del deseo hasta la
decisin voluntaria. Se llama tambin accin implcita o conacin; b) la segunda corresponde a la
ejecucin del acto o accin implcita".
Betta distingue, dentro de las alteraciones de la primera parte del acto voluntario, y desde un punto de
vista cuantitativo, tres categoras: la abulia, hipobulia y la hiperbulia.

a) Abulia.- Desde la semiologa psiquitrica, la abulia puede ser definida conceptualmente como "la falta
absoluta de voluntad, la carencia de deseos y decisiones donde la afectividad deja de ser fuente de
deseos, el pensamiento se apaga y la voluntad se inhibe".
Existe una abulia constitucional, propia de las personas que llegan al mundo insuficientemente dotadas
de deseos y reacciones volitivas.
Dentro de la abulia, existen adems distintas modalidades patolgicas: la abulia neurastnica, la abulia
esquizofrnica, la abulia melanclica y la abulia catatnica.
La abulia neurastnica no tiene su origen en la falta de deseos sino en no poder tomar decisiones para
actuar. Luego de una serie de titubeos y dudas, la decisin no se concreta porque hay una resistencia
invencible que angustia al enfermo, impidindole la ejecucin del acto.
En el caso de la abulia de los esquizofrnicos, la gran indiferencia afectiva de estos enfermos produce
carencia de deseos e intenciones. Sin embargo, s surge algn deseo con suficiente intensidad puede
llegar a ejecutarse la accin correspondiente.
La abulia de los melanclicos se caracteriza porque si bien existen impulsos para actuar, esos impulsos
mueren a poco de nacer porque se les opone un intenso sentimiento de impotencia e incapacidad que
impide llegar a la decisin y la ejecucin.
En la abulia de los catatnicos, los mecanismos motores se hallan requeridos por tendencias opuestas
que se neutralizan, como ocurre por ejemplo en el negativismo. Toda tentativa de actuar, espontnea o
sugerida, genera automticamente la tendencia al acto contrario, con lo cual esta abulia es ambivalente
(quiero y no quiero).
b) Hipobulia.- Disminucin de la actividad voluntaria. En realidad es un grado menor que la abulia, y se
manifiesta en los mismos enfermos considerados en la abulia.
c) Hiperbulia.- Aumento de la actividad voluntaria, con lo que se obtiene mayor eficacia y rendimiento en
las acciones. As considerada, la hiperbulia es normal y caracteriza a los sujetos emprendedores y
luchadores. La hiperbulia slo es patolgica cuando engendra actos inadecuados a las normas de
convivencia: en la excitacin manaca, y en los delirantes que llegan a ejecutar actos delictuosos.
Betta Juan C., Manual de Psiquiatra, Buenos Aires, CEA, 1984, 8va. edicin, pg. 207.

ABUSO
Definicin.- "Se denomina relacin de abuso a aquella forma de interaccin que, enmarcada en un
contexto de desequilibrio de poder, incluye conductas de una de las partes que, por accin o por omisin,
ocasionan dao fsico y/o psicolgico a otro miembro de la relacin (Corsi, 1999:30).
Corsi Jorge (comp) (1999) Violencia familiar. Una mirada interdisciplinaria sobre un grave problema social. Buenos
Aires: Paids.

Definicin.- Cualquier acto que daa fsica, sexual o psicolgicamente a otra persona. La relacin de
abuso es aquella en la que una de las partes ocasiona un dao fsico y/o psicolgico a otro miembro,
pudiendo darse este dao por accin o por omisin. "El abuso es una conducta que produce algn tipo de
consecuencia daina en otras persona, sea un perjuicio de orden fsico, psicolgico, emocional, sexual o
moral" (Ferreira Graciela, 1999:51).
Ferreira Graciela (1999) La mujer maltratada. Un estudio sobre las mujeres vctimas de la violencia domstica. Buenos
Aires: Editorial Sudamericana, 4ta edicin.

Abuso conyugal.- Las mujeres cuyas parejas abusan del alcohol, toman drogas, se han quedado sin
empleo o tienen trabajos intermitentes y un peor nivel cultural tienen ms riesgo de sufrir lesiones por
culpa de abusos, segn un nuevo estudio.
Cualquier mujer tiene, aproximadamente, un 9% de riesgo a lo largo de toda su vida de sufrir una lesin
grave derivada de la violencia domstica, un porcentaje que llega a elevarse hasta el 22% cuando las
heridas son de todos los tipos.
Pero si usted tiene una pareja que bebe alcohol, toma drogas, est sin empleo o trabaja de forma
intermitente, sus probabilidades de sufrir agresiones son mucho ms elevadas, segn un nuevo estudio.
Y todava pueden enumerarse ms factores de riesgo.
Otro trabajo reciente demuestra que residir en una zona deprimida aumenta las probabilidades de
padecer abusos fsicos tanto por parte de la pareja como de un extrao, as como convivir con un hombre
adicto a la cocana.
Tanto la primera investigacin como la segunda han sido publicadas en la revista The New England
Journal of Medicine.
Demetrios N. Kryiacou, del departamento de Urgencias del Olive View-UCLA Medical Center, en Sylmar,
California (EEUU), es el director del primer estudio. La investigacin se llev a cabo con un total de 256
mujeres de entre 18 y 64 aos que haban acudido a ocho departamentos de urgencias en todo EEUU
debido a una lesin infringida por su pareja o su reciente pareja (novio, marido, ex novio o ex marido).
El grupo control lo formaron finalmente 659 mujeres que tambin acudieron a los citados servicios
mdicos, pero cuyas heridas no haban sido provocadas de forma intencionada.

Las 256 mujeres agredidas sufrieron un total de 434 contusiones y rozaduras, 89 heridas y 41 fracturas o
dislocaciones. Cabeza, cara, brazos, manos y piernas fueron las partes del cuerpo que ms heridas
sufrieron, mientras que las fracturas y las dislocaciones afectaron mayoritariamente a la cara, a los
brazos y a las manos.
El estudio devela, tambin, que 89 de estas mujeres fueron golpeadas con un arma: palos de escoba,
tubos, botellas y pistolas en el caso de cuatro mujeres, mientras que a 18 de ellas se las maltrat con un
cuchillo o un objeto punzante. Ninguna de ellas sufri una herida de bala.
Tras analizar las caractersticas de los varones, los investigadores encontraron que el riesgo de sufrir una
lesin por malos tratos es de 3,6 veces ms entre las mujeres cuyas parejas abusan del alcohol; 3,5
veces superior si toman drogas; de 3,1 si la pareja tiene un trabajo intermitente o de 2,7, en el caso de
que sta acabe de quedarse en paro.
"Hemos encontrado, tambin, que niveles culturales ms bajos en los varones estn relacionados con un
aumento del riesgo de agresin a la mujer. No obstante, este hecho est estrechamente asociado con
otros factores de riesgo de abuso, como el consumo de alcohol elevado o el desempleo", afirman los
investigadores. El tipo de unin entre la pareja y la convivencia tambin estn asociados con la violencia
domstica. "Las mujeres que tienen novio o marido formal y viven con ellos tienen ms riesgo de ser
agredidas", destaca el trabajo.
El segundo estudio, dirigido por Jeane Ann Grisso, de la Universidad de Pennsilvania, en Filadelfia
(EEUU), se realiz tras comparar a 405 mujeres de entre 16 y 45 aos con otras 520 que formaron el
grupo control. El trabajo demuestra que las parejas de las mujeres que sufrieron abusos eran 4,4 veces
ms propensas a consumir cocana. Adems, las caractersticas de la comunidad de vecinos (bajo nivel
cultural, ingresos bajos) fueron factores de riesgo independientes asociados a los malos tratos.
El caso de las mujeres de Etiopa.- En Etiopa muchas nias son entregadas en matrimonio cuando slo
tienen seis aos y son obligadas a mantener relaciones sexuales antes de que su sistema reproductor
est fsicamente maduro.
La razn fundamental de estos matrimonios pactados suele ser econmica y el motivo por el que las
mujeres son forzadas a la vida conyugal a edades tan tempranas se basa en que el futuro marido (de
entre 18 y 20 aos) y su familia se aseguren de que ella llega virgen al matrimonio. Mulu Muleta, del
Hospital Addis Abada Fistula (en Etiopa) y Gordon Williams, de la Unidad de Urologa del Hospital
Hammersmith, en Londres (Reino Unido) acaban de publicar una carta, en la revista The Lancet, en el
que describen los casos de 91 nias y mujeres (de entre seis y 21 aos) que se presentaron entre 1991 y
1997 en el Hospital Addis Ababa Fistula debido a la incontinencia fecal total que sufran por culpa de las
lesiones provocadas durante el coito. 78 de ellas haban sufrido abusos sexuales en su matrimonio, nueve
fueron raptadas con la intencin de que se casaran y forzadas por sus futuros maridos y cuatro ms
fueron raptadas por extraos. De todas ellas, 24 se presentaron en el hospital en los 12 meses despus
de la lesin, mientras que el resto acudi pasados los 60 meses.
Todas sufran fistula vesicovaginal (desgarro en vejiga y vagina) o rectovaginal (recto y vagina). Y todas
se curaron con el tratamiento: 87 de las 91 necesitaron una sola operacin para resolver su problema. De
las 78 mujeres que sufrieron lesiones en su matrimonio, 59 se divorciaron y 19 fueron abandonadas.
Los autores recuerdan que la prevalencia de este tipo de lesiones en Etiopa se desconoce, ya que
muchas mujeres no buscan ayuda para evitar el rechazo y la humillacin de la familia y la sociedad.
Barcelona, Espaa (DEM).
Parejas que beben, se drogan o estn sin empleo eleva el riesgo de abusos. Copyright 2000 Psycologia.com

Abuso infantil y adicciones de los abusadores.- Hay al menos cuatro relaciones posibles entre ambas
variables: 1) La adiccin es factor causal del abuso de menores. 2) El abuso de menores es factor causal
de la adiccin. 3) Ambos factores se influyen mutuamente y son, por tanto, la mismo tiempo causa y
efecto. 4) Abuso de menores y adiccin son factores independientes, pero ambas dependen de otro factor
causal que acta simultneamente sobre ambos.
Una encuesta de 12 preguntas dirigida por nosotros en Buenos Aires, en 1989, y respondida por 19
profesionales y 19 personas de la poblacin en general, permiti sondear opiniones sobre la relacin
entre ambas variables. Las actividades de los profesionales se encuentran directamente vinculadas con el
tema: mdicos, psiclogos, abogados, etc, de ambos sexos. Ms de la mitad tiene 10 o ms aos de
ejercicio profesional y casi todos trabajan en instituciones del Estado. El pblico en general tiene entre 22
y 65 aos, teniendo casi el 60% estudios universitarios.
Los resultados de las encuestas a los profesionales fueron los siguientes:
1) La adiccin es atribuida como causa del abuso de menores: Varios profesionales coincidieron en
sostener que la adiccin produce una disminucin de las barreras represivas, lo cual genera una
liberacin de la agresividad que puede manifestarse como comportamientos de abuso sobre menores,
precisamente los seres ms indefensos. Algunos de los encuestados hablaron de descontrol y
desinhibicin social al respecto. Adems, el afn de conseguir drogas desata tambin conductas violentas
en el potencial abusador, y, por otro lado, el mismo afn hace que el consumidor menor de edad acepte
ser abusado. Esto ltimo significa que el menor, al querer conseguir droga a cualquier precio, acepta ser
abusado sexualmente, por ejemplo. Otro encuestado habl de la posibilidad de considerar al abuso como

una 'versin' de la adiccin. Probablemente el profesional quiso afirmar aqu que el abuso es una de los
efectos que produce la adiccin.
2) El abuso de menores es causal de adicciones. En contraste con las respuestas a algunas de las
preguntas, donde una gran proporcin habla en favor de esta segunda hiptesis, no se ha prcticamente
encontrado ninguna referencia a la misma en otra de las preguntas.
3) Abuso de menores y adicciones se influyen mutuamente, realimentndose. Algunas respuestas a la
pregunta abierta avalan esta tercera hiptesis, pero son muy pocas.
4) Abuso de menores y adiccin son independientes, pero dependen ambas de otro factor causal.
Ejemplos de ste ltimo que han sido mencionados son: la condicin perversa humana, la 'degradacin'
humana, trastornos mentales severos, depresin, dficit de autoestima, falta de afecto, fallas educativas,
falta de continencia familiar, soledad, prdida de valores, ignorancia, 'falencias' de carcter, falta de
proyectos vitales, todos factores que dan lugar por un lado a abusar de menores y por el otro a drogarse.
Uno de los encuestados incluso afirm que adiccin y abuso de menores son dos facetas de lo mismo: la
falta de amor. Dos de los encuestados dijeron concretamente que "no haba una relacin directa" entre
adiccin y abuso de menores, aclarando que ambos dependen conjuntamente de otros factores.
5) Un quinto grupo de respuestas no contest especficamente lo preguntado, limitndose a indicar
posibles razones del abuso de menores. Por ejemplo: "quien es abusador pudo tambin haberlo sido en la
niez". Tambin alguien indic causales del abuso de menores independientemente de la adiccin, como
alguna tendencia infantil al sometimiento y al masoquismo.
6) Varios de los encuestados indicaron ciertas variables contextuales que actan favoreciendo o
estimulando la aparicin de adicciones y abuso de menores, creando condiciones especiales incluso
agravantes de una actitud ya instalada como por ejemplo el hacinamiento, la promiscuidad, la
participacin en sectas, etc. En general, patologa sociales que hacen al entorno de los protagonistas de
estos comportamientos. As, por ejemplo, segn (1), "un fenmeno que promueve este tipo de conductas
en los sectores postergados es el de las familias "ensambladas", o sea dos o tres grupos familiares que
deben convivir bajo un mismo techo en una situacin de hacinamiento".
Los resultados obtenidos respecto del tipo de adiccin, las que ms predominan son el alcoholismo, luego
la marihuana y la inhalacin de pegamentos y finalmente la cocana, la herona o el LSD. Creemos que
estas frecuencias obedecen a la facilidad para conseguirlas (por ello habra ms casos de inhalacin de
pegamentos que casos de cocana, por ejemplo), al carcter de la venta prohibida o permitida (y por esto
el alcohol figura en primer lugar, seguido por la inhalacin de pegamentos), y tambin al costo de dichas
drogas.
Respecto de las frecuencias para abuso de menores, predominan los casos de violencia fsica sin abuso
sexual, luego los casos de incitacin o seduccin sin llegar a efectivizar el abuso sexual, y finalmente los
casos de abuso sexual efectivo, en cualquiera de sus modalidades.
Ciertas respuestas sugieren claramente que los casos donde aparecen estas actitudes y comportamientos
son frecuentemente mantenidos en secreto o al menos se hace tal intento. En efecto, un 27% de los
encuestados contest que "siempre" se intenta mantener el secreto, y un 56% que ello ocurre entre un
50 y un 95% de los casos. Estos resultados deberan orientar futuras investigaciones sobre el tema hacia
una bsqueda ms activa de estos casos, y no esperar pasivamente informacin de profesionales, a los
cuales llegara solamente un pequeo porcentaje de los casos de adiccin y abuso de drogas.
Muchas veces, pensamos que estos casos se hacen pblicos en dos situaciones en especial: a) cuando los
menores abusados son hijos de otros padres, quienes entonces hacen la denuncia policial
correspondiente. Por ejemplo el caso citado en la bibliografa (2), donde detuvieron a un pediatra que
abusaba de los menores que atenda. b) cuando la situacin trasciende ciertos lmites y se llega al
homicidio, como el caso (3) de la mujer que mat al violador de su hija.
En general, la informacin obtenida a partir de la poblacin en general sobre estos mismos temas tiende
a confirmar los resultados anteriores. La nica diferencia significativa es que, mientras segn los
profesionales en una gran proporcin de casos se intenta mantener en secreto las situaciones de abuso
de menores y drogadiccin, la poblacin en general opin que resulta mas bien perjudicial hacerlo, y que
las denuncias deben hacerse sobre todo a los familiares y allegados, que fue el tipo de respuesta que
predomin (un 75%). Sin embargo, pensamos que informar a familiares y allegados no hace en realidad
pblica la situacin, porque estos a su vez tendern a mantener el secreto tal como se desprende de la
informacin suministrada por los profesionales.
Otras respuestas orientadas hacia las causas ms especficas del abuso de menores y la adiccin,
coinciden bastante con las opiniones de los especialistas, con la nica diferencia que la poblacin ha
puesto un mayor nfasis en la estructura y las relaciones familiares como causales de tales
comportamientos. Esto resulta especialmente importante porque marca un rea de prevencin de estas
situaciones. As, por ejemplo, Sanguinetti (4) remarca la importancia de la tarea de prevencin de la
drogadiccin que les cabe a docentes pero sobretodo a padres, en cuanto a la preservacin y
consolidacin de vnculos familiares adecuados que puedan servir de continente afectivo de los nios,
potenciales drogadictos.

En sntesis, los resultados obtenidos nos permiten sostener la hiptesis de una correlacin significativa
entre el abuso de menores y las adicciones, y justifica la iniciacin de investigaciones y estudios ms
profundos y de mayor alcance, destinados a verificar con mayor rigor la misma.
Cazau P (1989) Vocabulario de Psicologa. Buenos Aires: Redpsicologa.
Bibliografa consultada: (1) Zaldvar Gustavo, La estructura perversa del abusador, Clarn, julio de 1994. (2) "Detienen
a un pediatra", artculo de Clarn, agosto de 1994. (3) "Nuevo juicio a la mujer que mat al violador de su hija",
artculo de Clarn, junio de 1994. (4) Sanguinetti Horacio, Actuar antes que la droga, artculo en Clarn, agosto de
1994.

Abuso sexual infantil.- Todo acto de naturaleza sexual en el que son comprometidos sujetos que se
encuentran por debajo de la edad de consentimiento y cuyo fin principal es la gratificacin sexual de la
persona sexualmente madura, es considerado Abuso Sexual Infantil.
"Todo acto de naturaleza sexual": desde exhibicionismos, tocamientos hasta al coito propiamente dicho.
"Por debajo de su edad de consentimiento": la capacidad para consentir depende de la maduracin de la
vctima y de su vnculo con el agresor.
"Persona sexualmente madura": a diferencia de adulto ya que existen agresores sexuales que no han
alcanzado la mayora de edad.
Indicadores fsicos de abuso sexual.- Dificultad para caminar o sentarse. Dolor, hinchazn o picazn en
la zona genital. Dolor al orinar. Enfermedades transmitidas sexualmente. Contusiones, laceraciones o
sangramiento en los genitales externos, la vagina o rea anal.
Embarazo especialmente en la
adolescencia.
Indicadores de comportamiento.- Reacciones similares a las precipitadas por cualquier otro stress severo.
Comportamiento regresivo en nios pequeos, ejemplo mojan la cama, se chupan el dedo, etc. Miedos
repentinos o fobias, ejemplo a la oscuridad, a los hombres, etc. Cambio en el rendimiento escolar.
Cambios notorios en la personalidad, ejemplo depresin, ira, hostilidad, agresin. Ideas o intentos
suicidas. Abuso de drogas o alcohol. Fugas del hogar. Conductas autodestructivas.
Reacciones directamente relacionadas con el Abuso Sexual Infantil.- Relato de abuso sexual de parte del
nio. Conocimiento y comportamiento sexual raro, sofisticado o inusual. Comportamiento seductivo
manifiesto. Juego sexual no apropiado para la edad. Dibujos de naturaleza sexual. Masturbacin
compulsiva. Promiscuidad. Prostitucin. Confusin en cuanto a la identidad y normas sexuales. Repliegue
de los amigos. Desconfianza extrema.
Fuente: Calabretto A y Gil Sendra M, Abuso sexual de menores.

Efectos del abuso sexual infantil.- El abuso sexual infantil tiene profundos efectos en la salud mental
y fsica de los nios, segn un estudio realizado sobre una muestra de 140 chicos de 12 aos que haban
sido vctimas de agresin. Los menores examinados presentaron serios problemas de ndole fsica y
psicolgica, como tambin marcaron un bajo rendimiento acadmico. Asimismo, se comprob que estos
nios eran ms agresivos y apegados a los juegos sexuales. Por otra parte, una cuarta parte de los
pequeos consuman alcohol regularmente y tenan mayor tendencia a la obesidad y las enfermedades
genitales. Christopher Hobbs, uno de los especialistas que trabaj en el informe, remarc que estos
estudios confirmaron los problemas crnicos que surgen despus del abuso sexual, y continu: El reto
ahora es lograr que los profesionales de la salud, los trabajadores sociales y los organismos legales
puedan mejorar estas perspectivas.
Efectos del abuso sexual en menores. Diario La Razn, Buenos Aires, 28-7-2000.

Abuso de sustancias.- Patrn desadaptativo de consumo de sustancias que se manifiesta por las
consecuencias adversas, significativas y recurrentes, relacionadas con dicho consumo. Puede implicar el
incumplimiento de obligaciones importantes, el consumo repetido en situaciones en que hacerlo es
fsicamente peligroso, adems de comportar mltiples problemas legales y dificultades sociales e
interpersonales recurrentes. A pesar de las sucesivas consecuencias indeseables que conlleva, tanto
sociales como interpersonales (por ejemplo, dificultades conyugales, divorcio o violencia verbal o fsica),
el sujeto contina consumiendo la sustancia. Las sustancias de abuso ms comunes son: alcohol,
alucingenos, anfetaminas, canabis, cocana, inhalantes, opiceos (herona) y ansiolticos, sedantes o
hipnticos.
Farr Mart J (1999) Diccionario de psicologa. Barcelona: Ocano.

Abuso infantil y gnero en psicosis.- Antecedentes: Los estudios que demuestran una asociacin
entre el trauma en la niez y la psicosis en la edad adulta, no han explorado sistemticamente las
diferencias de gnero.
Objetivos: Investigar las diferencias de gnero en la prevalencia del abuso sexual y fsico en la infancia
entre personas con psicosis, en comparacin con controles sanos.
Mtodo: Se complet el Cuestionario de Experiencias de Abuso y Cuidado en la infancia, para elicitar
experiencias de abuso sexual y fsico durante la niez en casos de un primer episodio de psicosis y
controles de la poblacin en general.

Resultados: Entre las mujeres, aquellas en el grupo de casos tuvieron dos veces ms probabilidades de
manifestar abuso fsico o sexual comparado con los controles despus de ajustar todos los factores de
confusin. En particular, el efecto del abuso fsico en mujeres fue ms fuerte y robusto que aquel para el
abuso sexual. Se encontr una tendencia similar para las experiencias tipo psicticas en el grupo de
control femenino. No se encontr ninguna asociacin en los hombres.
Conclusiones: Los reportes de abuso fsico o sexual severos en la infancia estuvieron asociados con la
psicosis en mujeres pero no en los hombres.
Helen Fisher; Craig Morgan; Paola Dazzan... (et.al) Diferencias de gnero en la asociacin entre el abuso en la infancia
y la psicosis. BRITISH JOURNAL OF PSYCHIATRY. 2009 ABR; 194(4):319-325.

Abuso sexual infantil en la etiologa de la depresin.- Antecedentes: A pesar de una gran cantidad
de investigacin, an existe una controversia considerable sobre el papel que desempea el abuso sexual
infantil en la etiologa de la depresin. Para evitar dificultades interpretativas, creencias errneas o
confusin entre los profesionales que recurren a esta literatura como gua, este artculo se refiere a la
mejor evidencia cientfica disponible sobre el tema, al ofrecer una revisin sistemtica de las distintas
revisiones que han investigado la literatura sobre el tema.
Mtodos: Se realizaron bsquedas en siete bases de datos, suplementadas con una bsqueda manual de
listas de referencia de artculos recuperados. El autor y un psiquiatra evaluaron de manera independiente
la elegibilidad de todos los estudios que se identificaron, extrajeron datos y evaluaron la calidad del
estudio. Los desacuerdos se resolvieron por consenso.
Resultados: Se analizaron cuatro reseas que incluyen unos 60.000 sujetos extrados de 160 estudios y
que no presentan ninguna limitacin que pueda invalidar sus resultados. Existe evidencia de que el abuso
sexual infantil es un factor de riesgo significativo, aunque general y no especfico, para la depresin. La
relacin es de magnitud baja-media y es moderada por la fuente de la muestra. Las variables adicionales
pueden actuar de manera independiente para provocar depresin en personas con antecedentes de
abuso sexual o interactuar con este tipo de experiencias traumticas para incrementar la probabilidad de
depresin en vctimas de abuso sexual infantil.
Conclusiones: Los programas de apoyo para todas las vctimas de abuso sexual no slo se deben enfocar
en el tratamiento de los sntomas, sino tambin en reducir los factores de riesgo adicionales. Se debe
interrogar a los adultos depresivos que buscan tratamiento psiquitrico acerca de una posible historia de
abuso, como parte de los procedimientos de admisin.
Roberto Maniglio. Abuso sexual infantil en la etiologa de la depresin: Una revisin sistemtica de revisiones.
DEPRESSION AND ANXIETY. 2010 JUL; 27(7):631-642.

ACALCULIA
Definicin.- Tipo de afasia caracterizada por la imposibilidad de ejecutar operaciones aritmticas.
Pueda darse a causa de alguna alteracin en el sistema nervioso central o, ms comnmente, en las
lesiones del lbulo parietal. Una de sus variantes es la discalculia, en la cual el trastorno predominante es
la dificultad para organizar nmeros en una serie espacial.
Farr Mart J (1999) Diccionario de psicologa. Barcelona: Ocano.

ACATAMATESIA
Definicin.- Incapacidad de comprender una conversacin debido a un trastorno mental.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

ACATISIA
Definicin.- La incapacidad de sentarse. Ciertos pacientes al hacerlo o solo pensarlo, sienten angustia.
La acatisia espstica provoca ataques convulsivos de naturaleza histrica. Sin: Acatisia Paresttica;
Acatisia Pcicastnica.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Definicin.- Incapacidad para mantenerse quieto que se acompaa de una sensacin de intranquilidad a
nivel corporal, sin llegar a la angustia. La necesidad imperiosa de moverse lleva al paciente a cambiar de
lugar y de postura, a levantarse y sentarse en forma reiterada, a cruzar y extender las piernas, etc,
razn por la cual este signo se conoce tambin como "sndrome de las piernas inquietas". La acatisia es
un efecto adverso de los neurolpticos, y por tanto no se debe confundir con manifestaciones motoras de
tipo ansioso.
ADICCIN

Definicin.- "Tendencia imperiosa de la persona que pierde su capacidad de dominio en relacin al


consumo de drogas, al uso de objetos (ordenador, televisin) o a la repeticin de actividades (juego
compulsivo), hasta el punto de daarse a s misma o a la sociedad". Ver tambin conducta adictiva.
Farr Mart J., Diccionario de Psicologa, Ocano, Barcelona, 1999, pg. 15.

Definicin.- Cualquier comportamiento que cumpla los siguientes seis criterios ser definido
operacionalmente como adiccin: 1) Saliencia: Se refiere a cuando una actividad particular se convierte
en la ms importante en la vida del individuo y domina sus pensamientos, sentimientos y conducta. 2)
Modificacin del humor: Experiencias subjetivas que la gente experimenta como consecuencia de
implicarse en la actividad. 3) Tolerancia: Proceso por el cual se requiere incrementar la cantidad de una
actividad particular para lograr los efectos anteriores. 4) Sndrome de abstinencia: Estados emocionales
desagradables y/o efectos fsicos que ocurren cuando una actividad particular es interrumpida o
repentinamente reducida. 5) Conflicto: Se refiere a los conflictos que se desarrollan entre el adicto y
aquellos que le rodean (conflicto interpersonal), conflictos con otras actividades (trabajo, vida social,
intereses, aficiones), o dentro de los propios individuos (conflicto intrapsquico) que estn involucrados
con la actividad particular. 6) Recada: Es la tendencia a volver los patrones tempranos de la actividad
que vuelven a repetirse, restaurando los patrones ms extremos de la adiccin tras muchos aos de
abstinencia o control.
Griffiths, M.D. (1998). Internet addiction: Does it really exist? En J. Gackenbach (Ed.), Psychology and the Internet:
Intrapersonal, interpersonal and transpersonal implications (pp 61-75). New York: Academic Press.

Definicin.- Segn Echebura y Corral (1994:251) cualquier conducta normal placentera es susceptible
de convertirse en un comportamiento adictivo. Se podran hacer usos anormales de una conducta en
funcin de la intensidad, de la frecuencia o de la cantidad de dinero invertida y, en ltimo termino, en
funcin del grado de interferencia en las relaciones familiares, sociales y laborales de las personas
implicadas. Los componentes fundamentales de los trastornos adictivos seran la prdida de control y la
dependencia.
Echebura, E. y Corral, P. (1994). Adicciones psicolgicas: ms all de la metfora. Clnica y Salud, 5, 251-258.

Definicin.- Para Griffiths (1998:61) cualquier comportamiento que cumpla estos seis criterios ser
definido operacionalmente como adiccin:
Saliencia: Se refiere a cuando una actividad particular se convierte en la ms importante en la vida del
individuo y domina sus pensamientos, sentimientos y conducta.
Modificacin del humor: Experiencias subjetivas que la gente experimenta como consecuencia de
implicarse en la actividad.
Tolerancia: Proceso por el cual se requiere incrementar la cantidad de una actividad particular para lograr
los efectos anteriores.
Sndrome de abstinencia: Estados emocionales desagradables y/o efectos fsicos que ocurren cuando una
actividad particular es interrumpida o repentinamente reducida.
Conflicto: Se refiere a los conflictos que se desarrollan entre el adicto y aquellos que le rodean (conflicto
interpersonal), conflictos con otras actividades (trabajo, vida social, intereses, aficiones), o dentro de los
propios individuos (conflicto intrapsquico) que estn involucrados con la actividad particular.
Recada: Es la tendencia a volver los patrones tempranos de la actividad que vuelven a repetirse,
restaurando los patrones ms extremos de la adiccin tras muchos aos de abstinencia o control.
Griffiths, M.D. (1998). Internet addiction: Does it really exist? En J. Gackenbach (Ed.), Psychology and the Internet:
Intrapersonal, interpersonal and transpersonal implications (pp 61-75). New York: Academic Press.

Definicin.- Segn la OMS es un estado de intoxicacin peridica o crnica, nocivo para el individuo y la
sociedad, provocado por el consumo repetido de un frmaco natural o sinttico. Sus caractersticas son:
afn exagerado por la droga, tendencia a aumentar la dosis, dependencia fsica o psquica, y aparicin de
sntomas al suprimir la droga.
Berman Marta (1997) Alcoholismo: certezas e interrogantes.

Generalidades.- Puede definirse la adiccin como una dependencia patolgica a una sustancia, objeto o
persona se convierten entonces en el centro alrededor del cual girar la vida del adicto. En este sentido
amplio, la definicin incluye no slo la adiccin a drogas sino tambin la adiccin al trabajo, la adiccin al
sexo, etc.
En una adiccin podemos reconocer cuatro elementos: a) una fuerte compulsin para llevar a cabo la
conducta (especialmente cuando la oportunidad para llevarla a cabo no est disponible); b) un deterioro
de la capacidad para controlar los impulsos adictivos; c) malestar y angustia cuando la conducta es
impedida o dejada de hacer; y d) persistencia en la ejecucin de la conducta (por ejemplo drogarse) a
pesar de la evidencia clara de que ella produce daos fsicos y psquicos (Cazau, 2001).
Lpez Corvo (1994:152-154) distingue, desde una perspectiva psicoanaltica, la adiccin como defensa y
la adiccin como estructura, que aluden esencialmente a dos intenciones diferentes del adicto: en la

adiccin como defensa, las drogas son utilizadas como una forma de mitigar la ansiedad y el sufrimiento
vividos como incontrolables por las funciones defensivas del yo, es decir, las drogas son empleadas por el
adicto para calmarse.
En la adiccin como estructura, en cambio, la intencin es, adems de mitigar el sufrimiento, inducir la
adiccin en otros para atacar envidiosamente los aspectos buenos del objeto. Como puede inferirse, es
una caracterstica comn en el traficante de drogas.
De acuerdo a Kalina, "El adicto vive permanentemente un maltentendido... racionaliza su patologa en
trminos de una ideologa de vida -o, mejor dicho, de muerte- asumiendo un delirio que es diferente en
contenido de los que conocemos en la psicosis, pero similar en su estructura. Para ellos la "qumica' es
algo similar a la bsqueda de la 'piedra filosofal' para los alquimistas, pero en este caso son los adictos
quienes se ofrecen a s msmos como 'cobayos' para sus investigaciones" (Kalina (2000:17).
Cazau P (2001) Vocabulario de psicologa. Buenos Aires: Redpsicologa.
Lpez Corvo Rafael (1994) La rehabilitacin del adicto. Buenos Aires: Nueva Visin.
Kalina Eduardo (2000) Adicciones. Aportes para la clnica y la teraputica. Buenos Aires: Paids.

Segn el psicoanlisis.- Desde el psicoanlisis, las adicciones suelen entenderse, de acuerdo a


Fenichel, como una falla en el control del comportamiento, lo que da lugar a las 'neurosis impulsivas'
donde el sujeto realiza una y otra vez, como una compulsin a la repeticin, ciertos comportamientos que
no puede evitar. Se trata de comportamientos impulsivos sintnicos al yo, es decir, la persona no los
siente como extraos o ajenos a s msma, pero lo que no puede hacer es controlarlos. Segn Fenichel
(1966:414), estas adicciones tienen un papel defensivo mediante el cual el sujeto busca defenderse de
ciertos peligros, reales o imaginarios. Estos propsitos defensivos no quitan que tambin las adicciones
puedan procurar algn tipo de satisfaccin instintiva.
Fenichel Otto (1966) Teora psicoanaltica de las neurosis. Buenos Aires: Paids.

Adiccin tecnolgica.- Griffiths (1997) seala la existencia de lo que el llama "adicciones tecnolgicas",
que se definen como adicciones no qumicas que involucran la interaccin hombre-mquina. Estas
pueden ser pasivas (como la televisin) o activas (como los juegos de ordenador o Internet).

Griffiths, M.D. (1997). Technological addictions: Looking to the future. Artculo presentado en la 105th Anual
Convention of the American Psychological Association, Chicago, Illinois.

Adiccin no txica.- "Dependencia hacia una sustancia, objeto o actividad donde no existe ingesta de
ningn compuesto qumico que ocasione cambios biolgicos nocivos para el organismo".
Belloch A y otros, Manual de Psicopatologa, Volumen I, Madrid, McGraw-Hill, 1995, pg. 588.

Adiccin psicolgica.- "Patrn de conducta persistente caracterizado por: un deseo o necesidad de


continuar la actividad que se sita fuera del control voluntario; una tendencia a incrementar la frecuencia
o cantidad de actividad con el paso del tiempo; dependencia psicolgica de los efectos placenteros de la
actividad; y un efecto negativo sobre el individuo y la sociedad (Walker, 1989)".
Belloch A y otros, Manual de Psicopatologa, Volumen I, Madrid, McGraw-Hill, 1995, pg. 588.

Adiccin psicolgica.- Un nmero creciente de autores (Echebura, 1999; Griffiths, 1998) han
identificado una serie de conductas potencialmente adictivas, incluyendo muchos comportamientos que
no implican el consumo de drogas. Estas adicciones no qumicas incluiran conductas como el juego, el
sexo, el trabajo o las compras (Echebura, 1999). Fuentes: a) Echebura, E. (1999). Adicciones sin
drogas?. Las nuevas adicciones: juego, sexo, comida, compras, trabajo, internet. Bilbao: Desclee de
Brower. b) Griffiths, M.D. (1998). Internet addiction: Does it really exist? En J. Gackenbach (Ed.),
Psychology and the Internet: Intrapersonal, interpersonal and transpersonal implications (pp 61-75).
New York: Academic Press.
Sin embargo, como seala Madrid Lpez las adicciones psicolgicas o no qumicas no se encuentran
incluidas como tales en el DSMIV, en las que el trmino adiccin se reserva para los trastornos
producidos por el abuso de sustancias psicoactivas. En el DSM IV (APA, 1994) las adicciones
psicolgicas vendran incluidas en los trastornos del control de impulsos, tal como aparece el juego
patolgico. Fuente: Madrid Lpez N, La adiccin a Internet, en www.psicologia-online.com.
Segn Echebura y Corral (1994) cualquier conducta normal placentera es susceptible de convertirse en
un comportamiento adictivo. Se podran hacer usos anormales de una conducta en funcin de la
intensidad, de la frecuencia o de la cantidad de dinero invertida y, en ltimo termino, en funcin del
grado de interferencia en las relaciones familiares, sociales y laborales de las personas implicadas. Los
componentes fundamentales de los trastornos adictivos seran la prdida de control y la dependencia.
Fuente: Echebura, E. y Corral, P. (1994). Adicciones psicolgicas: ms all de la metfora. Clnica y
Salud, 5, 251-258.
Indica Madrid Lpez que uno de los aspectos que diferencian a una adiccin psicolgica de una adiccin
qumica es que la primera no tiene las terribles consecuencias fsicas negativas que puede tener esta
ltima. Aun as, en el caso de la adiccin a Internet tambin se han sealado alguna consecuencia, sobre

todo las derivadas de la privacin de sueo (Young, 1999). La privacin de sueo se produce por la
inhabilidad del adicto a cortar la conexin, permaneciendo despierto hasta altas horas de la madrugada,
lo cual podra dar lugar a fatiga, debilitacin del sistema inmunitario y un deterioro de la salud. Fuentes:
a) Young, K.S. (1999). Internet addiction: symptoms, evaluation and tratament. En L. VandeCreek & T.
Jackson (Eds.) Innovations in Clinical Practice: A source book. Sarasota, FL: Professional Resource Press.
b) Madrid Lpez N, La adiccin a Internet, en www.psicologia-online.com.
Finalmente (Cazau), podra consignarse otra diferencia de la adiccin psicolgica con la adiccin de
sustancias: mientras en stas ltimas el tratamiento implica abandonar la sustancia, en las primeras no
est implicado el abandono de la conducta adictiva, ya que equivaldra a decir que para curarse, un
adicto al sexo no debera tener nunca ms sexo, un adicto al trabajo no trabajar nunca ms o un adicto a
Internet nunca ms utilizar la red (Cazau P, 2003, Vocabulario de psicologa, disponible en
www.galeon.com/pcazau).
Adiccin tecnolgica.- Griffiths indic la existencia de "adicciones tecnolgicas", que define como
adicciones no qumicas que involucran la interaccin hombre-mquina. Estas pueden ser pasivas (como la
televisin) o activas (como los juegos de ordenador o Internet).
Griffiths, M.D. (1997). Technological addictions: Looking to the future. Articulo presentado en la 105th Anual
Convention of the American Psychological Association, Chicago, Illinois.

Adiccin sexual y trastornos depresivos.- Partiendo del paradigma que encuentra similitudes de la
Adiccin/ Compulsin Sexual con otros trastornos adictivos tales como el alcoholismo, la
drogadependencia, trastornos en la alimentacin, compras compulsivas, juego patolgico y otras
adicciones, el presente trabajo tiene como intencin realizar una somera reflexin acerca de la
significativa concurrencia entre este tan poco conocido trastorno y los trastornos depresivos. Estudios
realizados en una muestra confeccionada dentro de una poblacin de adictos sexuales masculinos
norteamericanos nos muestra la prevalencia de un 28% de adictos sexuales con trastornos depresivos
por sobre un 12% de la poblacin general con trastornos depresivos. En consecuencia, se destaca la
posibilidad de que a mayores avances en el proceso de recuperacin de un adicto sexual, menor pueda
ser el proceso depresivo. Se resalta aqu la importancia que tienen dichas investigaciones para futuros
diagnsticos diferenciales ya que no es muy comn que una persona consulte por adiccin sexual,
aunque s nos encontramos cotidianamente en la clnica con trastornos depresivos.
Maria Bernarda Romero. Adiccin Sexual y trastornos depresivos. REVISTA PERSONA. 2007 ABR;7(1):25-39.

Adiccin y bsqueda de sensaciones y novedades.- Existe una importante vulnerabilidad individual a


la adiccin que puede estar relacionada con factores de personalidad. Uno de los rasgos de personalidad
ms estudiado en relacin a la susceptibilidad a la adiccin ha sido el de bsqueda de sensaciones o de
novedades. En esta revisin se analizan principalmente datos de investigacin bsica sobre la relacin
entre adiccin y bsqueda de sensaciones. En modelos animales este rasgo ha sido valorado
principalmente mediante la actividad motora en un ambiente nuevo, establecindose dos tipologas de
ratas, las denominadas LR (low-responders)y las HR (high-responders) que muestran respectivamente
niveles bajos y altos de actividad en dicho ambiente nuevo.
Los animales HR son ms sensibles a los efectos estimulantes motores de diversas drogas y muestran
mayor sensibilizacin conductual ante la administracin repetida de la droga respecto a los LR. Adems,
los sujetos HR adquieren inicialmente ms fcilmente la conducta de autoadministracin operante de
diversas drogas de abuso. La reactividad del eje hipotlamo-pituitario-adrenal ante ciertas situaciones de
estrs tambin es mayor en los animales HR que en los LR.
A nivel del sistema nervioso central, los sujetos HR tambin presentan una mayor actividad del eje
hipotalmico-pituitarioadrenal.
Respecto al sistema dopaminrgico, estudios de microdilisis muestran que la cocana ejerce un mayor
efecto neuroqumico (mayor incremento en los niveles de dopamina) en los animales HR que en los LR.
Estos datos en animales a grandes rasgos se replican tambin en humanos, aunque existen tambin
resultados contradictorios tanto en animales como en humanos, indicando que el tema es complejo y an
no est resuelto.
Nadal Alemany, R, La bsqueda de sensaciones y su relacin con la vulnerabilidad a la adiccin y al estrs.
ADICCIONES. 2008;20(1).

ADICCIN A INTERNET
Generalidades.- La adiccin a Internet es un deterioro en el control de su uso que se manifiesta como
un conjunto de sntomas cognitivos, conductuales y fisiolgicos. Es decir, la persona 'netdependiente'
realiza un uso excesivo de Internet lo que le genera una distorsin de sus objetivos personales, familiares
o profesionales. Segn la Dra. Young, responder afirmativamente a cinco o ms de las siguientes
cuestiones es una seal clara de alarma: 1) Se siente preocupado con Internet (piensa sobre la actividad
on-line anterior o anticipa la sesin on-line futura)? 2) Siente la necesidad de usar Internet durante ms

tiempo cada vez que se conecta para lograr la misma satisfaccin? 3) Ha hecho repetidamente esfuerzos
infructuosos para controlar, reducir, o detener el uso de Internet? 4) Se siente inquieto, malhumorado,
deprimido, o irritable cuando ha intentado reducir o detener el uso de Internet? 5) Se queda online/conectado ms tiempo del que originalmente haba planeado? 6) Ha sufrido la prdida de alguna
relacin significativa, trabajo, educacin u oportunidad social debido al uso de Internet? 7) Ha mentido a
los miembros familiares, terapeuta u otros para ocultar la magnitud de su uso de Internet? 8) Usa
Internet como una manera de evadirse de los problemas o de ocultar algn tipo de malestar (ejemplo
sentimientos de impotencia, culpa, ansiedad, depresin)?
Young K, Sndrome de adiccin a Internet, disponible en http://netaddiction.com

Dimensiones del problema.- La adiccin a Internet, en cualquiera de sus significados, tiene cada vez
mayor prevalencia en el mundo de hoy. Por ejemplo, en Marzo de 1999 nos sorprendi una noticia que
saltaba a los peridicos de toda Europa: un italiano que pas tres das casi sin interrupcin navegando
por Internet tuvo que ser hospitalizado, con "confusin mental, alucinaciones y delirios", segn el
peridico La Repblica, que lo considera un caso de intoxicacin aguda de Internet (Bermejo Mercader
A, 1999). Esta noticia muestra efectos que van mucho ms lejos a los que puede producir una adiccin
de tipo social como Internet, pero en cualquier caso representa una llamada de atencin acerca de lo que
empieza a conocerse como adiccin a Internet, que al parecer afecta normalmente a jvenes (de unos 30
aos), con buen nivel cultural y solteros, segn un psiquiatra de la universidad La Gregoriana de Roma,
Tonino Cantelmi, que estima en varios cientos los afectados en Italia durante 1994.
El inters y el alcance del problema se ha extendido por la Red de redes y por los medios de
comunicacin, contabilizndose con ms frecuencia nuevas referencias a congresos, casos y estudios
relacionados con este problema. Por ejemplo, la Dra. Kimberly S. Young (Bermejo Mercader A, 1999),
cifra en unos 400.000 el nmero de norteamericanos afectados por el IAD (Internet Addiction Disorder)
-de una poblacin de unos 20.000.000 americanos conectados. Se tratara en general de sujetos jvenes,
preferentemente varones, con un elevado nivel educativo, y hbiles en el uso de la tecnologa. Se
especula con la existencia de un subgrupo de usuarios caracterizado por la timidez, que encuentra en el
ciberespacio la posibilidad de liberarse de la ansiedad producida por las relaciones sociales cara a cara,
ganando en autoconfianza, dado el relativo anonimato que Internet proporciona.
Bermejo Mercader Alberto (1999) Adiccin a Internet. En Revista Informacin psicolgica, Alicante, Espaa, Agosto
1999, N 70.

Generalidades.- Desde la segunda mitad de la dcada de los 90 se ha asistido a la publicacin de


diferentes trabajos que han alertado en unos casos y alarmado en otros acerca del componente adictivocompulsivo de Internet (Estallo J, 2000). Nada o muy poco se ha dicho acerca de la metodologa de estos
trabajos siendo aceptados sin ms y dando lugar incluso a centros virtuales de tratamiento. Este perodo
coincide plenamente con el de la masificacin de Internet.
Por ejemplo, en el Instituto Federal Suizo de Tecnologa se public un trabajo sobre Internet: conducta y
adiccin (Bermejo Mercader A, 1999). En su investigacin, constataron la existencia de personas que
demostraron conocer a ms gente en la red y sentirse ms perjudicados en su trabajo/finanzas/vida
social; presentaban mayores tiempos de conexin a Internet; adolecan mayores sentimientos de
culpa/tristeza; dedicaban ms tiempo a sus ordenadores que a su ocio. A partir de sus resultados los
autores se inclinaron a considerar la existencia de una conducta de caractersticas adictivas derivada del
uso intenso de Internet.
La adiccin a Internet puede considerarse una adiccin especficamente psicolgica (como la adiccin al
sexo, las compras, al trabajo, los videojuegos, la televisin, etc...), con caractersticas comunes con otro
tipo de adicciones: prdida de control, aparicin de sndrome de abstinencia, uso excesivo de la adiccin,
fuerte dependencia psicolgica, interferencia en la vida cotidiana y prdida de inters por otras
actividades (Echebura, 1994). En relacin con las adicciones en general el psiquiatra Francisco AlonsoFernndez seala que los problemas aparecen (y tambin respecto a Internet) cuando "existe una
absoluta necesidad de desarrollar esa actividad y se experimenta ansiedad si no se lleva a cabo".
(Bermejo Mercader A, 1999).
Viktor Brenner, del Marquette University Counseling Center and Sunny Buffalo, Milwaukee, WI, se centr
en la investigacin sobre los hbitos de utilizacin de la Red. Dise un cuestionario denominado IRABC
(Internet-Related Addictive Checklist). Sus resultados ponen en evidencia la existencia de un subgrupo
de usuarios que han sufrido variaciones substanciales en sus hbitos de vida atribubles al uso de la red,
sin poder determinar fehacientemente la existencia de un trastorno adictivo (Bermejo Mercader A, 1999).
Todas las investigaciones mencionadas sugieren la posibilidad de examinar seriamente la categorizacin
de la adiccin a Internet como una patologa especfica con todas sus caractersticas, sntomas tpicos,
etiologa, pronstico, prevalencia, comorbilidad, etc.
Estallo J (2000). Internet: Uso y abuso. Artculo presentado en el 2 Congreso de Psicologa e Internet, Toledo.
Bermejo Mercader Alberto (1999) Adiccin a Internet. En Revista Informacin psicolgica, Alicante, Espaa, Agosto
1999, N 70.
Echebura, E. y Corral, P. (1994). Adicciones psicolgicas: ms all de la metfora. Clnica y Salud, 5, 251-258.

Generalidades.- Cuando una persona deja de controlar su vida, porque pasa horas y horas conectado a
la red y se olvida de todo lo dems. Deja de hacer cosas importantes para su vida profesional de cara a
la realidad, deja de comunicarse con sus semejantes, esposa, marido, hijos, amistades, compaeros de
trabajo y familia. Deja de hacer deporte, salir al aire libre y seguir desarrollando habilidades sociales e
interpersonales, deja de cuidarse fsicamente en cuanto a comidas, horas de sueo y vigilia etc. Deja la
lectura de libros para solo leer publicaciones en la red. Abandona los hbitos de lectura, y en general
todo lo que esto implica de perder amigos, arruinarse por no trabajar y no acudir a reuniones
importantes con facturas telefnicas fuertes y prdida de la oportunidad de ganarse la vida. Matrimonios
rotos, familias desunidas, dejar de estudiar, dejar de hablar y comunicarse, abandonarse fsicamente e
incluso enfermar.
Isabel Salama, psicologa clnica, especialista en ciberterapia y adiccin a Internet.

Generalidades.- En los pases desarrollados est comenzando a emerger una nueva adiccin, la adiccin
a Internet, que se inicia mucho ms como divertimento que como trabajo, segn han sealado en Madrid
los expertos del primer Congreso de la Asociacin Europea de Psiquiatra Social. Como en el resto de las
conductas adictivas no qumicas (compras, bulimia, sexo, juego y trabajo), subyacen en esta actitud de
dependencia sentimientos de inseguridad, baja autoestima, vaco existencial, soledad o fracaso. Son, a
juicio de los psiquiatras, procesos de patologa mental fruto de las modernas tendencias que potencian de
forma desmedida el consumo y la ambicin, generando relaciones artificiales entre las personas y los
objetos y una falta de comunicacin interpersonal.
http://www.montefiorecentral.com /notysalud/ARCHIVOS/13.htm.

Cuadro clnico.- Lynne Roberts (Madrid Lpez N, 2001) describi algunos de los correlatos fisiolgicos
relacionados con el uso intensivo de Internet:
Respuesta condicionada (aceleracin del pulso, incremento de la TA) a la conexin del mdem.
Estado de conciencia alterado durante largos perodos de tiempo, con una total concentracin en la
pantalla, similar al de la meditacin o del trance (hipoprosexia).
Sueos que aparecen en forma de "scroll".
Irritabilidad importante cuando se es interrumpido por personas o circunstancias de la vida real mientras
se est sumergido en el ciberespacio.
Sobre el paciente, la ciberadiccin causa aislamiento progresivo familiar y social, bajo rendimiento
escolar o laboral y trastornos de conducta en las esferas relacional, sexual, etc. Sobre el entorno,
frecuentemente es causa de ruptura o desestructuracin familiar, prdida de empleo y, frecuentemente,
quebranto econmico (Argem Renom J, 2000).
En efecto, en un estudio de Kraut y cols. (1998) se lleg a la conclusin de que Internet contribua a
reducir el crculo social y afectaba al bienestar psicolgico, desplazando la actividad social y
reemplazando los lazos de unin fuertes por otros ms dbiles. Las amistades creadas en la red parecen
ser ms limitadas que las respaldadas por una proximidad fsica.
En la adiccin a Internet tambin se han sealado alguna consecuencia, sobre todo las derivadas de la
privacin de sueo (Young, 1999). La privacin de sueo se produce por la inhabilidad del adicto a cortar
la conexin, permaneciendo despierto hasta altas horas de la madrugada, lo cual podra dar lugar a
fatiga, debilitacin del sistema inmunitario y un deterioro de la salud.
El medio en el que se desenvuelve la adiccin acarrea tambin una serie de cambios psicolgicos
negativos, consistentes en alteraciones del humor, ansiedad o impaciencia por la lentitud de las
conexiones o por no encontrar lo que se busca o a quien se busca, estado de conciencia alterado (total
focalizacin atencional), irritabilidad en caso de interrupcin, incapacidad para salirse de la pantalla, etc.
(Echebura, 1999).
Los problemas surgidos de la dependencia trascienden el mbito de lo intrapersonal. Desde un punto de
vista sistmico, los efectos negativos de la adiccin se expresan en los mbitos familiar, acadmico y
profesional (Young, 1999). El adicto se asla del entorno y no presta atencin a otros aspectos de las
obligaciones sociales (Echebura, 1999).
El paciente tiende a negar o minimizar su dependencia de la red, amparndose muchas veces en su
utilidad. Por ello, no es fcil que el trastorno se haga evidente en una exploracin inicial (Young, 1999;
Greenfield, 1999; Echebura, 1999).
Del mismo modo que en otras adicciones como el alcohol y drogas o la comida compulsiva, se ha
propuesto que existen una serie de disparadores y seales que son las que lanzan la conducta de
"atracn" o "borrachera" en el adicto a Internet y que deben ser evaluados (Madrid Lpez N, 2001):
Aplicaciones: Lo normal es que el adicto use una aplicacin especfica que es la que acta como
disparador. El evaluador debe examinar sus pautas de uso en cada aplicacin particular: Qu aplicaciones
usa en Internet? Cuntas horas por semana dedica a cada aplicacin?
Emociones: Los adictos experimentan sensaciones placenteras cuando estn conectados en contraste a
como se sienten cuando estn desconectados. Se deben detectar los dos extremos: Cmo se siente
cuando est desconectado? Despus debe determinarse si las respuestas estn en un continuo de

sentimientos negativos (solo, insatisfecho, inhibido, angustiado, frustrado o preocupado). Cmo se siente
cuando est usando Internet? Respuestas como excitado, feliz, desinhibido, atractivo, apoyado o deseado
indican que Internet ha modificado el estado de nimo del paciente.
Pensamientos: El pensamiento catastrfico provee de un mecanismo de escape psicolgico para evitar los
problemas reales o percibidos. Los adictos tienden ms a menudo a anticipar los problemas.
Sucesos vitales: Una persona que no est satisfecha con algn rea de su vida puede usar el Internet
como medio para evitar los problemas u olvidar el dolor, pero cuando se encuentre fuera de la red se
dar cuenta de que nada ha cambiado. Es necesario evaluar si el adicto est usando Internet como medio
para evitar una situacin infeliz como una enfermedad, insatisfaccin marital o laboral, desempleo, etc.
Uno de los primeros sntomas que son notados se refiere a la gran cantidad de tiempo que se pasa en
actividades relacionadas con Internet. En la evaluacin debe determinarse si el incremento del uso de
Internet es algo normal por ser esta una herramienta nueva que causa una inicial fascinacin, o por el
contrario se ha convertido en una adiccin. En esto es importante el tiempo que hace que se inici el
problema.
La clnica de la adiccin a internet presenta las siguientes caractersticas (Argem Renom J, 2000):
Preocupacin por el tema entre sesiones (sesin es el tiempo que dedica a Internet entre dos
interrupciones).
Necesidad de una dedicacin creciente.
Incremento de las horas navegando por internet.
Dificultad para terminar una sesin.
Alteraciones relacionales de la vida real (familia, amigos, etc.).
Ocultacin de los sntomas.
Utilizacin de internet como escape de la vida real.
La presencia de cinco o ms sntomas es altamente sugestiva de adiccin.
Argem Renom J (2000) Nuevas patologas en pediatria social: Ciberpatologa peditrica. Catalua. Disponible en
http://www.comtf.es/pediatria /Congreso_AEP_2000/Ponencias-htm /Arguemi_Renom.htm
Echebura, E. (1999). Adicciones sin drogas?. Las nuevas adicciones: juego, sexo, comida, compras, trabajo,
internet. Bilbao: Desclee de Brower.
Greenfield, D.N. (1999). The nature of Internet Addiction: Psychological factors in compulsive internet use. Presentado
en los encuentros de la APA de Boston, Massachussets, 20 de Agosto de 1999. Disponible en: http://www.virtualaddiction.com/ internetaddiction.htm
Kraut, R., Patterson, M., Lundmark, V., Kiesler, S., Mukopahyay, T. Y Scherlis, W. (1998). Internet paradox: A social
technology that reduces social involvement and psychological well-being? American Psychologist, 53(9), 1017-1031.
Madrid Lpez N (2001) La adiccin a Internet. Disponible en www.psicologia-online.com
Madrid Lpez N (2001) La adiccin a Internet. Disponible en www.psicologia-online.com
Young, K.S., Pistner, M., OMara, J. y Buchanan, J. (1999). Cyber-Disorders: The mental health concern for the new
millenium. Articulo presentado en el 107th Annual Meeting of the American Psychological Association, Boston, MA., 21
de Agosto de 1999.

Categorizacin diagnstica.- En los ltimos aos, la evidencia sobre consecuencias negativas


relacionadas con el uso de Internet ha llevado a varios autores (Echebura y cols., 1998; Griffiths, 1997;
Young, 1996; Goldberg I, 1995) a proponer la existencia de un desorden de adiccin a Internet similar a
los problemas que aparecen con otras conductas adictivas (juego, sexo, trabajo, etc.).
El trastorno de dependencia de la red se ha conocido con muchos nombres: desorden de adiccin a
Internet Internet Addiction Disorder (IAD)- (Goldberg, 1995), uso compulsivo de Internet (MorahanMartin y Schumacker, 1997), o uso patolgico de Internet o Pathological Internet Use (PIU)- (Young y
Rodgers, 1998).
La adiccin a Internet es una cuestin controvertida. Hay quienes aseguran que existe, mientras otros
creen imprudente hablar de una conducta adictiva a la red por el bajo nmero de casos descritos. El
llamado Sndrome de la Adiccin a Internet est suscitando polmica. Hoy en da constituye todava un
interrogante la posibilidad de que una conducta semejante sea una realidad. El hecho que Internet se
considere un medio de trabajo, de extraordinaria creatividad y una vasta fuente de informacin y otros
recursos, pone en duda para muchos su carcter adictivo. Sin embargo, los partidarios de la existencia de
este sndrome definen al adicto como aquel individuo que realiza un uso excesivo de Internet lo que le
genera una distorsin de sus objetivos personales, familiares o profesionales. El Center for On-Line
Addiction (Madrid Lpez N, 2001) describe este tipo de adiccin como un deterioro en su control y uso
que se manifiesta en un conjunto de sntomas cognitivos, conductuales y fisiolgicos.
Segn Alberto Estallo, psiclogo del Instituto Psiquitrico de Barcelona, (Madrid Lpez N, 2001) nos
encontramos ante un fenmeno de relativa novedad y muy escasa investigacin, " por lo que la actitud
recomendable es la de una exquisita prudencia y hablar de hipotticas enfermedades constituye un acto
claro de sensacionalismo y alarma innecesaria". En opinin de Estallo, para poder hablar con autonoma
de ciberadiccin debe existir un abuso del recurso en cuestin y unas condiciones de tolerancia y
dependencia. Cada vez es necesario un uso mayor y si no es as el sujeto experimenta sntomas similares
a la abstinencia. Estallo insiste en que tampoco es posible hablar de adictos a Internet en general, ya que

la red ofrece mltiples recursos y servicios. "Se han descrito pocos casos y casi en su totalidad tienen
problemas con los chats u otros recursos que cumplen con la condicin de interactividad a tiempo real".
El Instituto para el Estudio de las Adicciones (IEA) se ha ocupado de describir qu tipo de personas son
las que tienen ms probabilidades de sufrir este tipo de dependencia. Las personas que padecen
depresin, desorden bipolar, ansiedad, baja autoestima, o han padecido anteriores adicciones son las
ms vulnerables, segn el IEA. El tratamiento del ciberadicto es parecido a otro tipo de adicciones. El
paso ms importante es que el sujeto afectado reconozca que est 'enganchado' y tenga valor suficiente
para solicitar ayuda. Someterse a una terapia de 'desconexin' que no requiere la abstinencia total para
llevar una vida normal constituye la siguiente fase.
Sin embargo, los expertos no logran ponerse de acuerdo a la hora de definir esta adiccin, pero la
mayora coincide en que hay personas que pasan en la Web ms tiempo de lo que podra ser considerado
normal. La Universidad Humboldt de Berln ha hecho el ms reciente esfuerzo por cuantificar la adiccin a
Internet, en un estudio que involucra a 300.000 usuarios de la red en Alemania identificados como
potencialmente adictos (Lpez Fitanovich V, 2000).
El estudio, a cargo del departamento de Psicologa de la universidad, incluye tambin a unas 14.000
personas que estn siendo sondeadas a travs de Internet. "Adolescentes y mujeres de edad son
especialmente vulnerables", dice el psiclogo Andre Hahn, uno de los cientficos participantes en el
proyecto.
El adicto pasa un promedio de 34 horas semanales en la red, dice Hahn. Segn el estudio, el usuario
debe reunir cinco criterios para ser considerado como potencialmente adicto. "Estas personas estn
'online' la mayor parte del da, han perdido el control de s mismos, muestran sntomas psquicos de
aislamiento, desean pasar cada vez ms tiempo 'online' y tienen problemas con su pareja o en el
trabajo", seala el investigador.
Adems de adolescentes y mujeres de edad, tambin solteros sin educacin secundaria e incluso
jubilados se encuentran dentro del grupo de riesgo.
Friedrich Gocht, un psicoterapeuta especializado en adiccin, seala que el promedio de edad de los
adictos a Internet puede aumentar (Lpez Fitanovich V, 2000). "Muchas personas de edad tienen pocos
contactos sociales y tienden a pasar mucho tiempo en lnea", seala. As lo afirma tambin Gabriele
Farke, directora de uno de los primeros grupos de autoayuda para la adiccin a Internet. "Muchas
mujeres mayores de 70 aos nos contactan", dice.
La adiccin a Internet no es considerada oficialmente como enfermedad en la mayora de los pases, a
juzgar por la bibliografa consultada. Pese al nmero creciente de estudios sobre el problema, no hay
todava datos esenciales sobre ella adiccin, y esta falta de informacin dificulta tambin los intentos de
tratamiento.
Echebura, E. (1999). Adicciones sin drogas?. Las nuevas adicciones: juego, sexo, comida, compras, trabajo,
internet. Bilbao: Desclee de Brower.
Goldberg, I. (1995). Internet addiction disorder Diagnostic criteria. [Documento WWW]. Internet Addiction Support
Group (IASG). Disponible en: http://www.iucf.indiana.edu/~brown/hyplan/addict.html
Griffiths, M.D. (1997). Technological addictions: Looking to the future. Articulo presentado en la 105th Anual
Convention of the American Psychological Association, Chicago, Illinois.
Lpez Fitanovich Vernica (2000) Adiccin a Internet? La diferencia entre el hbito y la adiccin. Disponible en
www.adictv.com/mmsfita
Madrid Lpez N (2001) La adiccin a Internet. Disponible en www.psicologia-online.com
Morahan-Martin, J.M. y Schumacker, P. (1997). Incidence and correlates of pathological internet use. Articulo
presentado en la 105th Annual Convention of the American Psychological Association, Chicago, Illinois.
Young, K. S. (1996). Internet addiction: The emergence of a new clinical disorder. Artculo presentado en la 104th
annual meeting of the American Psychological Association, August 11, 1996. Toronto, Canada.
Young, K.S. y Rodgers, R. C. (1998). The relationships between depresin and Internet addiction. CyberPsychology
and Behavior, 1, 25-28.

Categorizacin diagnstica.- Consideremos en primer lugar como ubicar a la adiccin a Internet en


relacin con las clasificaciones del CIE y el DSM.
La clasificacin internacional de enfermedades (ICD) de la Organizacin Mundial de la Salud (OMS) no
incluye la adiccin a Internet como una enfermedad particular dentro de las enfermedades mentales, y la
incluye dentro de la categora "control perturbado de impulsos" (Lpez Fitanovich V, 2000).
Las adicciones psicolgicas/sin drogas no figuran incluidas como tales en el DSM-IV ni en la CIE-10. En
estas clasificaciones psicopatolgicas el trmino adiccin se reserva para los trastornos producidos por el
abuso de alcohol, cocana, opiceos, etc. Algunas adicciones como la ludopata (tambin llamada juego
patolgico) se clasifican en el DSM-IV en el captulo de 'trastornos del control de los impulsos no
clasificados en otros apartados' (DSM-IV, 1994).
Nos indica Echebura y Corral (1994) que estas distinciones slo pueden generar confusin, tanto entre
los profesionales como entre el pblico general, por lo que es necesario realizar una reformulacin de lo
que se entiende por 'adicciones', para lo cual hemos de tener en cuenta que el ncleo central de una
adiccin no es la conducta implicada o la ingesta de una sustancia sino el tipo de relacin que la persona
establece con ella.

La dependencia, entendida como la necesidad subjetiva de realizar imperativamente la conducta para


restaurar el equilibrio homeosttico, y la supeditacin del estilo de vida al mantenimiento del hbito
conforman el ncleo central de la adiccin (Echebura y Corral, 1994). No se trata de conferir atributos
psicopatolgicos a conductas habituales en muchas personas y mucho menos de psiquiatrizar la vida
cotidiana, sino de dotar del status teraputico adecuado a una serie de trastornos que al ser
(relativamente) nuevos son afrontados desde visiones en ms de una ocasin inadecuadas provocando
as sesgos asistenciales y preventivos que inciden negativamente en su prevencin y tratamiento.
Este vaco diagnstico que surge de la no mencin de la adiccin a Internet en la CIE y el DSM ha
empujado a los investigadores a desarrollar sus propios instrumentos de diagnstico.
Quien primero estableci criterios diagnsticos para la adiccin a Internet fue el psiquiatra Ivan Goldberg.
Goldberg (1995) propone un conjunto de criterios para el diagnstico del desorden de adiccin a Internet
basados en los criterios diagnsticos del abuso de sustancias:
Un patrn desadaptativo de uso de Internet, que conlleva un deterioro o malestar clnicamente
significativo, expresado por tres o ms de los items siguientes en algn momento de un periodo
continuado de 12 meses:
Tolerancia, definida por cualquiera de los siguientes:
Una necesidad de incrementar notablemente la cantidad de tiempo en Internet para lograr satisfaccin.
Notable disminucin de los efectos con el uso continuado de la misma cantidad de tiempo en Internet.
Abstinencia, manifestado por cualquiera de los siguientes:
El caracterstico sndrome de abstinencia:
Cesacin o reduccin de un uso de Internet que ha sido grande y prolongado
Dos o ms de los siguientes, desarrollados algunos das durante un mes antes: Agitacin psicomotora.
Ansiedad. Pensamientos obsesivos acerca de lo que estar sucediendo en Internet. Fantasas o sueos a
cerca de Internet. Movimientos de tecleo, voluntarios o involuntarios.
Los sntomas causan malestar o deterioro en las reas social, laboral u otra rea importante de
funcionamiento.
El uso de Internet o un servicio similar esta dirigido a aliviar o evitar los sntomas de la abstinencia.
Se accede a Internet con ms frecuencia o por periodos ms largos de lo que inicialmente se pretenda.
Deseo persistente o esfuerzos infructuosos de controlar o interrumpir el uso de Internet.
Se emplea mucho tiempo en actividades relacionadas al uso de Internet (P.Ej., comprando libros sobre
Internet, probando nuevos navegadores, indagando proveedores de Internet, organizando fichero o
descargando materiales).
Actividades sociales, ocupacionales o recreativas se dejan o reducen a causa del uso de Internet.
Internet se contina usando Internet un pesar de saber que se tiene un persistente o recurrente
problema fsico, social, ocupacional o psicolgico que parece ser causado o exacerbado por el uso de
Internet (privacin de sueo, dificultades maritales, llegar tarde a las citas por las maanas, abandono de
los deberes profesionales, o sentimientos de abandono de personas significativas).
Young ha utilizado una serie de criterios diagnsticos parecidos a estos en sus estudios preliminares
(Young, 1996), basndose en los del abuso de sustancias del DSM IV. Sin embargo, posteriormente
(Young, 1996) propuso una serie de criterios adaptados de los criterios para Juego Patolgico, por
parecerles estos ms semejantes a la naturaleza patolgica del uso de Internet. Dichos criterios se
estructuran en un breve cuestionario de ocho items:
Te sientes preocupado con Internet (pensamientos acerca de la ltima conexin o anticipas la prxima
sesin)?
Sientes la necesidad de incrementar la cantidad de tiempo de uso de Internet para lograr la
satisfaccin?
Ha hecho repetidamente esfuerzos infructuosos para controlar, reducir. O detener el uso de Internet?
Se ha sentido inquieto, malhumorado, deprimido o irritable cuando ha intentado reducir o detener el uso
de Internet?
Se queda ms tiempo conectado de lo que inicialmente haba pensado?
Ha perdido o puesto en peligro alguna relacin significativa, trabajo, oportunidad educativa o profesional
debido al uso de Internet?
Ha mentido a los miembros de su familia, terapeuta u otros para ocultar su grado de implicacin con
Internet?
Usa Internet como un medio de evadirse de los problemas o de aliviar un estado de nimo disfrico?
De acuerdo con estos criterios, se considera adicto si responde afirmativamente a 5 o ms de los items
anteriores y los sntomas no pueden ser mejor explicados por un episodio maniaco.
Young (1999) seala que si bien esta escala da una medida de la adiccin a Internet con la que se puede
trabajar, es necesario un mayor estudio de su validez y utilidad clnica.
Uno de estos intentos de validar cuestionarios para el diagnstico de la adiccin a Internet se debe a
David N. Greenfield. Greenfield (1999) administr un cuestionario a cerca de 18000 sujetos que visitaban
la pgina de ABCNEWS.com. Dicho cuestionario, el VAS (Virtual Addiction Survey), examinaba el uso

general y abuso de Internet. Como resultado de este estudio, Greenfield seala un conjunto preliminar de
siete criterios para la identificacin y prediccin de la adiccin a Internet:
N Total de horas que pasas conectado.
Otras personas piensan que tienes un problema con Internet.
Experimentar serias consecuencias relacionadas con el uso de Internet.
Experimentar una intensa intimidad en la red.
Mantener la cantidad de tiempo que se pasa conectado como un secreto.
Edad (mas joven incrementa el riesgo de adiccin).
No poder esperar para llegar al ordenador y conectarse.
American Psychiatric Association (1994). DSM IV. Manual diagnstico y estadstico de los trastornos mentales.
Barcelona: Masson.
Echebura, E. y Corral, P. (1994). Adicciones psicolgicas: ms all de la metfora. Clnica y Salud, 5, 251-258.
Goldberg, I. (1995). Internet addiction disorder Diagnostic criteria. [Documento WWW]. Internet Addiction Support
Group (IASG). Disponible en: http://www.iucf.indiana.edu/~brown/hyplan/addict.html
Greenfield, D.N. (1999). The nature of Internet Addiction: Psychological factors in compulsive internet use. Presentado
en los encuentros de la APA de Boston, Massachussets, 20 de Agosto de 1999. Disponible en: http://www.virtualaddiction.com/ internetaddiction.htm
Lpez Fitanovich Vernica (2000) Adiccin a Internet? La diferencia entre el hbito y la adiccin. Disponible en
www.adictv.com/mmsfita
Young, K. S. (1996). Internet addiction: The emergence of a new clinical disorder. Artculo presentado en la 104th
annual meeting of the American Psychological Association, August 11, 1996. Toronto, Canada.
Young, K, Pistner, M, OMara, J. y Buchanan, J (1999). Cyber-Disorders: The mental health concern for the new
millenium. Articulo presentado en el 107th Annual Meeting of the American Psychological Association, Boston, MA, 21
de Agosto de 1999.

Categorizacin diagnstica.- Aunque ha habido varios esfuerzos centrados en detectar la Adiccin a


Internet tomando como criterio el excesivo uso de la red, parece haber quedado claro que este no es un
criterio vlido para el diagnstico. Muchos individuos, por razones de trabajo o estudios, deben pasar
muchas horas conectados, delante del ordenador, pero eso no les convierte automticamente en adictos.
Thompson (1996) seala que, para la mayora de las personas que pasan mucho tiempo conectados, lo
que podra parecer una adiccin no es sino el proceso de aprender lo mximo posible en poco tiempo.
Griffiths (1998) analiza varios estudios referidos al uso excesivo de la red y concluye que en la mayora
de los casos esto es puramente sintomtico.
Son numerosas las voces que proponen la inclusin de este supuesto trastorno en los manuales de
clasificacin (DSM-IV, ICD-10), aventurando borradores de criterios diagnsticos (Bermejo Mercader A,
1999):
1 Tolerancia (definida por los siguientes criterios).
1.1 Necesidad de incrementar las cantidades de tiempo conectado a Internet para lograr la satisfaccin.
1.2 Disminucin del efecto con el uso continuado de similares tiempos de conexin.
2 Abstinencia, manifestada por las siguientes caractersticas:
2.1 Sndrome de abstinencia.
2.1.1 Cesacin o reduccin del tiempo de conexin (cuando se han dado perodos de tiempo prolongados
de uso intenso).
2.1.2 Dos o ms de los siguientes sntomas aparecen despus de unos das y hasta un mes de haberse
producido el punto anterior.
2.1.2.1 Agitacin psicomotriz.
2.1.2.2 Ansiedad.
2.1.2.3 Pensamientos recurrentes (obsesivoides) acerca de lo que estar ocurriendo en Internet.
2.1.2.4 Fantasas o sueos acerca de Internet.
2.1.2.5 Movimientos voluntarios o involuntarios similares a los que se efectan sobre un teclado.
2.1.3 Los anteriores sntomas producen malestar o deterioran las reas social, ocupacional o cualquier
otra rea vital.
2.1.4 El uso de Internet o de otro servicio on-line es preciso para aliviar o suprimir los sntomas
abstinenciales.
2.2 Se accede a Internet ms a menudo o durante perodos de tiempo ms prolongados de los que se
haba planeado.
Existen propsitos persistentes e infructuosos de suprimir o controlar el acceso a la Red.
Se invierte una cantidad de tiempo notable en actividades relacionadas con Internet (adquisicin de
libros, pruebas de nuevos browsers, organizacin del material descargado, etc.).
Las actividades sociales, profesionales o de recreo disminuyen o desaparecen a causa del uso de
Internet.
Se permanece conectado a pesar de saber que ello supone un problema persistente y recurrente de tipo
fsico, social, laboral o psicolgico (privacin de sueo, conflictos matrimoniales, negligencia laboral,
sentimientos de abandonar a los seres queridos...).

En este ltimo sentido, es evidente que Internet est produciendo un rpido cambio en las costumbres y
modos de vida de las personas, ya que en cierto sentido est modificando la forma en que nos
relacionamos unos con otros. Kraut y cols. (1998) examinaron el impacto de Internet sobre 169 personas
en 73 hogares, encontrando que un gran uso de Internet estaba asociado con un decremento en la
comunicacin con los miembros de la familia en el hogar, un decremento en el tamao de su crculo
social y un incremento en su depresin y soledad.
Bermejo Mercader Alberto (1999) Adiccin a Internet. En Revista Informacin psicolgica, Alicante, Espaa, Agosto
1999, N 70.
Griffiths, M.D. (1998). Internet addiction: Does it really exist? En J. Gackenbach (Ed.), Psychology and the Internet:
Intrapersonal, interpersonal and transpersonal implications (pp 61-75). New York: Academic Press.
Kraut, R, Patterson, M., Lundmark, V., Kiesler, S., Mukopahyay, T. Y Scherlis, W. (1998). Internet paradox: A social
technology that reduces social involvement and psychological well-being? American Psychologist, 53(9), 1017-1031.
Thompson, S. (1996). Internet connectivity: addiction and dependency study. Tesis de master inedita. Pennsylvania
State University. Disponible en: http://www.personal.psu.edu /sjt11/iads/thesis.html

Diagnstico diferencial.- En el caso de haberse identificado una categora para la adiccin a Internet,
esta debiera poder diferenciarse de otras categoras similares, particularmente de otras adicciones
psicolgicas como la adiccin al sexo, al trabajo o al juego, especialmente porque la adiccin a Internet
provee estmulos para estas ltimas.
Un ejemplo de la problemtica lo encontramos en la relacin entre adiccin al sexo y adiccin a Internet.
Un individuo que fuese adicto a las pginas de contenido sexual, sera un adicto al sexo, a Internet, o a
ambos? Guerricaecheverra y Echebura (1997) exponen un caso clnico de adiccin a las lneas
telefnicas de party line y erticas, sealando que se trata de una variante de adiccin al sexo.
La pregunta es, entonces: a qu se hacen adictos los adictos a Internet? Es al contenido al que acceden
o es al Internet en s? Respecto a esto Pratarelli y cols. (1999), utilizan el trmino de adiccin al
ordenador/Internet, y la definen como un desorden que depende tanto del medio como del mensaje, sin
inclinarse a favor de ninguno. Esto significara que un adicto a Internet es tanto quien se hace adicto al
medio en s (Internet) como quien se hace adicto a algn contenido en particular (por ejemplo el sexo
virtual).
Varios autores (Echebura, 1999; Griffiths 1998) han sealado que Internet podra ser, en al mayora se
los casos, solo un medio o "lugar" donde alimentar otras adicciones o trastornos (P. Ej. adiccin al sexo,
ludopata o parafilias), aunque tambin sealan que existen casos de adiccin a Internet por s mismo.
Segn Argem Renom (2000), la ciberadiccin no solamente puede estar causada por el uso de internet
sino, como se ha dicho, por otras tecnologas relacionadas con las tecnologas de la comunicacin. El
grado de potencial adictivo depende, en principio, de su grado de interactividad. As, de menor a mayor
cabe considerar las siguientes formas etiopatognicas:
Adiccin a la TV.
Adiccin a los videojuegos.
Adiccin a la informtica.
Adiccin al telfono 903 (lneas pornogrficas y relacionadas).
Adiccin a internet.
Todas ellas son parecidas pero destacan por su importancia y extensin entre las diversas edades de la
infancia la adiccin a los videojuegos y la adiccin a internet.
Echebura, E., Amor, P. Y Cenea, R. (1998). Adiccin a Internet: una nueva adiccin psicolgica?. Monografas de
psiquiatra, 2, 38-44.
Griffiths, M.D. (1998). Internet addiction: Does it really exist? En J. Gackenbach (Ed.), Psychology and the Internet:
Intrapersonal, interpersonal and transpersonal implications (pp 61-75). New York: Academic Press.
Guerricaechevarra, C. Y Echebura, E. (1997). Tratamiento psicolgico de la adiccin al telfono (lineas party line y
erticas): un caso clnico. Anlisis y modificacin de conducta, 23 (91), 697-727.
Pratarelli, M.E., Browne B.L. y Johnson, K. (1999). The bits and bytes of computer/Internet addiction: A factor analytic
approach. Behavior research methods, instruments and computers, 31(2), 305-314.

Modalidades clnicas.- Las diversas modalidades en que puede presentarse la adiccin a Internet deben
ser tambin objeto de anlisis. Las diferentes clasificaciones que se han propuesto se basan en dos
caractersticas: la aplicacin que se utiliza y el tipo de contenidos al que se accede.
Young y cols. (1999) y Greenfield (1999) distinguen cuatro modalidades de adiccin a Internet. Si bien
Young y cols. (1999) aaden a esta clasificacin una quinta modalidad relacionada con uso obsesivo del
ordenador para juegos (Doom, Myst, solitarios, etc), no la tendremos en cuenta por considerar que en
ese caso Internet no est presente. La clasificacin se expone en la siguiente tabla:

MODAMODALIDAD

APLICAPLICACIN

CONCONTENIDOSTENIDOS

Adiccin cibersexual

Pginas web para


adultos

Pornogrficos o sexuales.

Adiccin a ciber- relaciones

Grupos de discusin,
mail, chats, etc.

Comunicacin interactiva con otros usuarios.

Compulsiones de la red

Pginas web, en la
mayora de los casos
comerciales.

Juegos de azar, comercio electrnico, subastas.

Buscadores de informacin y
"vagabundos electrnicos"

Robots de bsqueda,
FTP, TELNET.

Navegar por la red sin una meta especfica y


buscar informacin sobre un tema de inters.

Greenfield, D.N. (1999). The nature of Internet Addiction: Psychological factors in compulsive internet use. Presentado
en los encuentros de la APA de Boston, Massachussets, 20 de Agosto de 1999. Disponible en: http://www.virtualaddiction.com/ internetaddiction.htm
Young, K.S., Pistner, M., OMara, J. y Buchanan, J. (1999). Cyber-Disorders: The mental health concern for the new
millenium. Articulo presentado en el 107th Annual Meeting of the American Psychological Association, Boston, MA., 21
de Agosto de 1999.

Comorbilidad.- En la mayora de los casos lo que existe es un trastorno psicolgico o carencia que se
expresa a travs de Internet. Con el avance de la investigacin se debe hacer evidente que la mayora de
las veces la adiccin a Internet no es sino un trastorno secundario a otros como la fobia social, depresin,
adiccin al sexo o las diversas parafilias. Si en la evaluacin se detecta alguno de estos trastornos el
terapeuta debe decidir cual es el trastorno que merece una atencin prioritaria.
A este respecto, Griffiths (1998) seala que Internet puede fcilmente ser el objetivo de
comportamientos obsesivo/compulsivos, reforzado por la gran cantidad de recursos que se pueden
encontrar en la red para alimentar otras adicciones o compulsiones.
La relacin entre un alto uso de Internet y el incremento en los niveles de depresin ha aparecido en
varios estudios (Kraut y cols., 1998; Petrie y Gunn, 1998; Young y Rodgers, 1998). Sin embargo, existe
an mucha controversia sobre si la depresin es la causa o el efecto de la adiccin a Internet. Segn
Pratarelli y cols. (1999), se produce un ciclo en el que la soledad y la depresin alimentan el uso del
ordenador/Internet, y esto lleva a una mayor soledad y depresin. Esto se explicara por una conducta
compensatoria segn la cual la actividad de los usuarios se incrementa a medida que aumentan sus
sentimientos de incomunicacin.
Griffiths, M.D. (1998). Internet addiction: Does it really exist? En J. Gackenbach (Ed.), Psychology and the Internet:
Intrapersonal, interpersonal and transpersonal implications (pp 61-75). New York: Academic Press.
Kraut, R, Patterson, M., Lundmark, V., Kiesler, S., Mukopahyay, T. Y Scherlis, W. (1998). Internet paradox: A social
technology that reduces social involvement and psychological well-being? American Psychologist, 53(9), 1017-1031.
Petrie, H. y Gunn, D. (1998). Internet "addiction": the effects of sex, age, depression and introversion. Artculo
presentado en la British Psychological Society London Conference.
Pratarelli, M.E., Browne B.L. y Johnson, K. (1999). The bits and bytes of computer/Internet addiction: A factor analytic
approach. Behavior research methods, instruments and computers, 31(2), 305-314.
Young, K.S. y Rodgers, R. C. (1998). The relationships between depresin and Internet addiction. CyberPsychology
and Behavior, 1, 25-28.

Prevalencia.- Nadie est seguro sobre cuntas personas estn afectadas por el uso adictivo de Internet.
Pero si consideramos las estimaciones de otras adicciones como el alcoholismo o el juego patolgico,
podra decirse que aproximadamente pueden presentar problemas de adiccin a Internet entre un 5-10%
de todos los usuarios (Young K, 2001).
Segn el estudio de Greenfield (1999) con sujetos de habla inglesa, principalmente norteamericanos y
canadienses, habra cerca de un 6 % de los usuarios adictos a Internet. Las estimaciones de Young y
Greenfield como puede apreciarse, coinciden bastante, aunque habra que ver si la misma prevalencia se
mantiene en otros pases, como por ejemplo los latinoamericanos, respecto de los cuales no se han
encontrado estadsticas en el material consultado.
Greenfield, D.N. (1999). The nature of Internet Addiction: Psychological factors in compulsive internet use. Presentado
en los encuentros de la APA de Boston, Massachussets, 20 de Agosto de 1999. Disponible en: http://www.virtualaddiction.com/ internetaddiction.htm
Young K (2001), Qu es la adiccin a Internet. Disponible en http://w3.arrakis.es /iea/ww/netad.htm

Teoras sobre la adiccin a Internet.- En la bibliografa consultada no puede apreciarse la presencia


de una teora bien estructurada destinada a explicar especficamente el fenmeno de la adiccin a
Internet, tal vez porque esta patologa es bastante reciente. En cambio, se han encontrado mencionadas
diversas condiciones determinantes y/o predisponentes que intentan explicar la adiccin, condiciones que
son tanto internas (por ejemplo cierta disposicin de la personalidad hacia las adicciones) como externas
(por ejemplo un entorno tecnolgico o social que estimula la adiccin).
Segn Greenfield (1999) las cualidades de Internet que parecen contribuir al potencial de la adiccin
estn relacionadas con la velocidad, accesibilidad e intensidad de la informacin a la que se tiene acceso,
del mismo modo que la rapidez de absorcin de una droga es directamente proporcional al potencial
adictivo de la droga.

Desde el punto de vista del autor mencionado, la razn de que aparezcan adicciones a comportamientos
que no son posibles fuera de la red (adiccin a las lneas de chat o a los juegos de red) tiene que vez con
esa velocidad, accesibilidad e intensidad de la informacin. Las relaciones sociales resultan estimulantes
para muchas personas, pero la mayora de las veces no tienen libre acceso a ellas por el lmite que
impone la sociedad o ellas mismas. En las salas de chat se rompen todas esas reglas, una persona puede
dirigirse a otra, decir lo que se le antoje, sentirse escuchada... y dejar de hacerlo cuando le apetezca, sin
represalias.
Algo similar ocurre en el caso del cibersexo. Un ejemplo de esta fuerza adictiva lo encontramos en el caso
de la adiccin a las party line y lneas erticas (Guerricaecheverra y Echebura, 1997). Dichos autores
sealan varias caractersticas relativas al funcionamiento de estas lneas que facilitan la dependencia:
disponibilidad ambiental, refuerzo inmediato, percepcin de control y gran excitacin emocional o sexual.
Otra caracterstica que contribuye a la capacidad adictiva de la red es el anonimato de las transacciones
electrnicas (Young y cols., 1999). Este anonimato contribuye a animar los actos desviados e incluso
criminales como el visionado de imgenes obscenas o ilegales (por ejemplo la pedofilia), proveer un
contexto virtual que permite a los tmidos interactuar en un contexto seguro, facilitar las infidelidades va
Internet y permitir la creacin de personalidades virtuales dependientes del estado de nimo de la
persona.
Segn Young (1997) son varios los refuerzos y mecanismos psicolgicos que llevan a la formacin del
hbito:
Aplicaciones adictivas: Se encuentra que las aplicaciones que ms poder adictivo tienen son las que
permiten al usuario interaccionar con otros, como los chats y los MUDs. Al parecer, si hay algo que
diferencia a los usuarios dependientes de los que no lo son es el tipo de aplicaciones que utilizan. Los
usuarios no dependientes usan Internet para encontrar informacin y mantener relaciones preexistentes,
mientras que los dependientes la usan para socializarse y conocer nueva gente, para implicarse en un
grupo. De acuerdo con esto se determinan tres principales reas de reforzamiento: apoyo social,
realizacin sexual y creacin de un personaje.
Apoyo social: Los grupos se forman rpido en el ciberespacio. Las visitas continuadas a un determinado
chat o MUD hacen que se establezca una intimidad con los dems miembros, alentada por la
desinhibicin que se muestra en la red. Esta desinhibicin es consecuencia directa del anonimato que
proporciona la comunicacin mediada por ordenador. Estos grupos llenan la necesidad de apoyo que
tenga la persona en situaciones estresantes de enfermedad, jubilacin o divorcio.
Satisfaccin sexual: Hay multitud de chats que han sido diseados para la interaccin ertica, desde los
ms clsicos basados en texto a los ms novedosos que incorporan video en tiempo real. Estas
aplicaciones permiten al usuario elegir la fantasa sexual que le apetezca en el momento con solo pulsar
un botn (desde la homosexualidad hasta las diversas parafilias). En estos lugares se sienten libres de
ataduras por el anonimato y el sentimiento de practicar "sexo seguro". Por otro lado las personas que se
sienten poco atractivas fsicamente se ven liberadas de este problema.
Creacin de personalidad ficticia: Internet permite crear un personalidad virtual modificando las propias
caractersticas fsicas que en el mundo real son inamovibles. Por ejemplo, un trabajador de la
construccin de 40 aos, casado y con sobrepeso, puede aparecer en la red como un joven millonario
campen de atletismo. Es unas forma de reinventarse a s mismo, de cubrir necesidades psicolgicas
previamente no afrontadas enmascarando la inseguridad interpersonal. Dos de estas necesidades
psicolgicas son la expresin de un rasgo de personalidad reprimido y los sentimientos de reconocimiento
y poder.
Personalidades reveladas: Internet puede ayudar a sacar a la luz aspectos de la personalidad que
estaban ocultos o reprimidos, como puede ser la agresividad. Una vez sacados a la luz, se debe de
aprender a incorporarlos a la propia personalidad y no limitar esos roles al ciberespacio.
Reconocimiento y poder: Este es un elemento que se deriva de los juegos MUD, en los que se crea un
personaje que va aumentando su poder a medida que consigue puntos, pudiendo llegar al liderato de
otros jugadores subordinados.
Pero, qu es lo que hace que algunas personas se conviertan en adictos y otros no? Hasta ahora parece
ocurrir que en la mayora de los casos Internet cubre un dficit en la personalidad del adicto. Ya que
Internet es un medio de comunicacin interpersonal, es aqu donde el mundo virtual puede convertirse
en un sustituto de la vida real para las personas con dficits en habilidades sociales, timidez o algn tipo
de complejo.
Del mismo modo que un adicto a la herona lo es a la sustancia y no a la jeringa, es lgico pensar que en
este caso lo importante es el contenido, la necesidad que cubre en una persona. Segn Echebura y cols.
(1998) la red permite cubrir dos tipos de necesidades bsicas: la estimulacin solitaria (bsqueda de
informacin, imgenes, sonido, juegos, etc.) y la bsqueda de interaccin social.
Hay ciertas caractersticas de personalidad o estados emocionales que aumentan la vulnerabilidad
psicolgica a las adicciones. La vulnerabilidad psicolgica hacia la adiccin a Internet se expresa en los
siguientes factores de riesgo (Echebura, 1999):
Dficits de personalidad: introversin acusada, baja autoestima y nivel alto de bsqueda de sensaciones.

Dficits en las relaciones interpersonales: timidez y fobia social.


Dficits cognitivos: fantasa descontrolada, atencin dispersa y tendencia a la distraibilidad.
Alteraciones psicopatolgicas: Adicciones qumicas o psicolgicas presentes o pasadas. Depresin.
Segn indicaron en Madrid los expertos del Primer Congreso de la Asociacin Europea de Psiquiatra
Social (2002), como en el resto de las conductas adictivas no qumicas (compras, bulimia, sexo, juego y
trabajo), subyacen en esta actitud de dependencia sentimientos de inseguridad, baja autoestima, vaco
existencial, soledad o fracaso. Se trata de procesos patolgicos fruto de las modernas tendencias que
potencian de forma desmedida el consumo y la ambicin, generando relaciones artificiales entre las
personas y los objetos y una falta de comunicacin interpersonal.
Young y Rodgers (1998) administraron el cuestionario 16 PF a un grupo de personas auto
seleccionadas, encontrando puntuaciones altas en trminos de confianza en s mismos, pensamiento
abstracto, disconformidad con las convenciones sociales, reactividad emocional hacia los otros y
preferencia por las actividades solitarias. Las personas dependientes de Internet suelen ser susceptibles,
vigilantes y privadas. Esta tendencia hacia la introversin tambin fue encontrada por Petrie y Gunn
(1998).
En un estudio con estos grupos de discusin McKenna y Bargh (1998) encontraron que este medio
permita a aquellos con personalidades estigmatizadas (por razones de sexo o ideologa) llegar a una
gran autoaceptacin que en ltima instancia conduca a revelar a sus familiares y amigos su identidad
oculta. Esto hace que la pertenencia al grupo virtual se convierta en una parte importante de su
identidad.
Refiere, finalmente, Madrid Lpez N (2001) que Internet en s permiten el anonimato en las
interacciones, lo cual hace que la comunicacin por va electrnica tenga una caractersticas que la
diferencian de la que se puede dar en la vida real: la desinhibicin: Consiste en una prdida del pudor y
del miedo a expresarse libremente, lo cual provee a la persona de un sentimiento de proteccin y libertad
al mismo tiempo.
Echebura, E. (1999). Adicciones sin drogas?. Las nuevas adicciones: juego, sexo, comida, compras, trabajo,
internet. Bilbao: Desclee de Brower.
Echebura, E., Amor, P. Y Cenea, R. (1998). Adiccin a Internet: una nueva adiccin psicolgica?. Monografas de
psiquiatra, 2, 38-44.
Greenfield, D.N. (1999). The nature of Internet Addiction: Psychological factors in compulsive internet use. Presentado
en los encuentros de la APA de Boston, Massachussets, 20 de Agosto de 1999. Disponible en: http://www.virtualaddiction.com/ internetaddiction.htm
Guerricaechevarra, C. Y Echebura, E. (1997). Tratamiento psicolgico de la adiccin al telfono (lineas party line y
erticas): un caso clnico. Anlisis y modificacin de conducta, 23 (91), 697-727.
Madrid Lpez N (2001) La adiccin a Internet. Disponible en www.psicologia-online.com
McKenna, K.Y.A. y Bargh, J.A. (1998). Coming out in the age of internet: identity "Demarginalization" through virtual
group participation. Journal of personality and social psychology, 75 (3), 681-694.
Petrie, H. y Gunn, D. (1998). Internet "addiction": the effects of sex, age, depression and introversion. Artculo
presentado en la British Psychological Society London Conference.
Primer Congreso de la Asociacin Europea de Psiquiatra Social (2002). Disponible en http://
www.montefiorecentral.com / notysalud/ ARCHIVOS/13.htm
Young, K. S. (1997). What makes the Internet Addictive: Potential explanations for pathological Internet use. Artculo
presentado en el Annual Meeting of the American Psychological Association, Chicago, IL, Agosto, 1997.
Young, K.S. y Rodgers, R. C. (1998). The relationships between depresin and Internet addiction. CyberPsychology
and Behavior, 1, 25-28.

Prevencin primaria.- La prevencin primaria es un concepto comunitario e implica la disminucin de


la proporcin de casos nuevos de trastornos mentales en una poblacin durante un periodo dado,
contrarrestando las circunstancias perniciosas antes de que tengan ocasiones de producir la enfermedad"
(Kaplan G, 1985:43).
Las herramientas tecnolgicas como por ejemplo Internet no son en s msmas ni beneficiosas ni
perjudiciales, dependiendo esto del uso que se haga de ellas. Por esta razn, resulta muy importante,
como prevencin primaria de la salud, educar a las personas en el uso de estas tecnologas de manera tal
de poder evitar la aparicin de ciertas patologas como la que aqu he descrito. Una de las formas de
hacer esta prevencin primaria es detectar las posibles causas que llevan a esta adiccin, para lo cual
debemos primero examinar en qu tipo de poblacin aparece o qu perfil tiene el adicto.
El Center for On-Line Addiction de la Universidad de Pittsburg, dirigido por la Dra. Kimberly Young, es el
pionero en este campo. Su directora asegura que "los programas de prevencin son tan necesarios como
los que se plantean para el alcoholismo y la drogadiccin ya que hay que evitar un futuro riesgo del IA"
(Lacoste Jess, 2002).
En Espaa, este tipo de centros son una realidad en fase expansiva. En noviembre de 2000 se fund la
Asociacin Espaola para la Prevencin y el Tratamiento de la Adiccin a Internet (APTAI). Entre sus
principales objetivos se recoge la voluntad de promover y apoyar todo tipo de iniciativas relacionadas con
la prevencin y tratamiento de la adiccin a Internet. Sus miembros tienen previsto en su programa la
organizacin de conferencias, sesiones de trabajo y encuentros peridicos entre profesionales y usuarios
para debatir la actualidad del tema.

Durante el ao 2000 se registr un aumento importante del acceso de los espaoles a Internet. Segn
datos del Estudio General de los Medios, la mayora han sido hombres de 25 a 34 aos, de clase media,
media-alta y que se conectan en casa y en el trabajo. Sus preferencias: navegar por la World Wide Web y
el correo electrnico. Si estas cifras supondrn ms adictos es una incgnita. Internet tiene muchas
posibilidades y caractersticas. Tal y como manifiesta Bernardo Ruiz, psiclogo del Instituto DeTox, "la
mayora de ellas sern positivas, pero inevitablemente surgirn problemas, conflictos y, como no,
conductas adictivas entre los internautas" (Lacoste Jess, 2002).
Parte del programa de prevencin primaria consiste en dar a conocer a los beneficiarios del mismo
algunos indicadores que podran indicar una futura adiccin. Por ejemplo, Greenfield (1999) encuentra
varios sentimientos que experimentan los usuarios dependientes de Internet y que pueden llevar a la
adiccin:

Los adictos informan de una intensa intimidad cuando est conectados.

Existe un sentimiento de desinhibicin.

Muchos adictos informan tambin de una prdida de ataduras.

Sentimientos de que el tiempo se detiene o que pasa muy rpido.

Sentirse fuera de control cuando se est conectado.


John Suler (Bermejo Mercader A, 1999) seala la existencia de dos modelos bsicos de la hipottica
adiccin a Internet:

Sujetos muy aficionados e interesados por sus ordenadores que utilizan la Red para escoger
informacin, jugar en solitario, obtener nuevos programas, etc. pero sin establecer ningn tipo de
contacto interpersonal (como meta especfica).

Sujetos que frecuentan los Chats, Moods y listas de correo. Todos ellos tienen en comn la
bsqueda de estimulacin social. Las necesidades de carcter afectivo/afiliativo son las relevantes
en este contexto.
Por su parte Kimberly menciona entre los signos de alerta respecto a posibles problemas con el uso de la
Red: a) Comprobacin compulsiva del correo electrnico, b) tendencia reiterada a anticipar la prxima
conexin a la Red, c) quejas de terceros respecto a que se invierte mucho tiempo conectado, d) quejas
de terceros respecto a que se gasta demasiado dinero en conexiones a Internet (Kimberly S, 1999).
Como una tarea preventiva primaria, proponemos en esta tesina la administracin de cuestionarios a
aplicar a postulantes de tareas vinculadas con la informtica para detectar precozmente la adiccin a
Internet. Uno de estos cuestionarios lo exponemos a modo de ejemplo en el Apndice (ver).
Por su parte, algunos autores han propuesto medidas psicoprofilcticas para reducir el riesgo de Adiccin
a Internet, lo cual es tambin una tarea de prevencin primaria. Es importante la deteccin precoz de los
sntomas de adiccin, pues la dificultad del tratamiento es proporcional a la intensidad y duracin de la
misma.
Entre las medidas profilcticas se incluye (Argem Renom J, 2000) que no es recomendable que los nios
tengan el televisor en la habitacin: la accesibilidad limitada a Internet es un elemento esencial de la
profilaxis. Esta limitacin debe ser horaria y de contenidos. Estos ltimos pueden lograrse mediante los
llamados "filtros". Desde hace tiempo existen en el mercado, especialmente el americano, programas
informticos que permiten limitar el acceso a internet de los nios. Se trata de programas que filtran
palabras clave referentes a los temas que se quieren evitar: sexo, pornografa, pederastia, etc. A
veces los proporcionan gratuitamente asociaciones de padres, instituciones religiosas, etc. Son tiles
como coadyuvantes en situaciones difciles de controlar: nios que estn solos en casa, aulas
informticas de los colegios, etc; sin embargo, nada puede sustituir la labor del padre o maestro en la
formacin del recto criterio en el nio y el adolescente.
Finalmente, diremos que la prevencin primaria implica considerar los factores de riesgo de esta adiccin.
Internet es un conjunto de recursos con diferentes funciones accesibles on-line. Generalmente, los
adictos a Internet tienden a formar una atadura emocional con los amigos on-line y las actividades que
ellos crean dentro de las pantallas de su ordenador (Young K, 2001). Disfrutan con esos aspectos de
Internet pues les permite encontrarse, hablar e intercambiar con nuevas personas a travs de las
aplicaciones interactivas de Internet (como los chat, juegos on-line o los newsgroups). Estas
comunidades virtuales crean un vehculo para escapar de la realidad y buscar formas de llenar las
necesidades emocionales y psicolgicas.
Los usuarios de Internet, sobre todo aquellos que estn solos e inseguros en la vida real, aprovechan
esta libertad y rpidamente vierten fuera sus sentimientos ms fuertes, secretos ms oscuros y los
deseos ms profundos. Esto crea una falsa ilusin de intimidad, pero cuando la realidad pone de
manifiesto las limitaciones que tiene confiar en una comunidad annima para el amor y el cuidado (ya
que esto slo pueden ofrecerlo las personas reales), Internet genera una gran desilusin y dolor.
En Internet pueden crearse personalidades muy diferentes a como uno es en realidad. Las personas que
usan esta falsa identidad cultivan un cierto "mundo de fantasa" dentro de las pantallas del ordenador.
Las personas con mayor riesgo de crear esta nueva pseudo-identidad on-line son las que presentan baja
autoestima, sentimientos de insuficiencia y miedo a la desaprobacin de los dems. Estos rasgos tambin

pueden conducir a otros trastornos como la depresin y ansiedad, que pueden entrelazarse con el uso
excesivo de Internet (Young K, 2001).
Son las personas que sufren de otros problemas psicolgicos o adicciones las que tienen ms
probabilidad de sufrir adiccin a Internet? Las tendencias indican que estas personas son ms vulnerables
e incluyen a las mujeres y hombres que ya padecen depresin, desorden bipolar, ansiedad, autoestima
baja, o las personas que tratan de recuperarse de una adiccin anterior. Muchos netadictos admiten
abiertamente tener una "personalidad adictiva" y que previamente abusaron de la medicacin, alcohol,
tabaco o comida. El subgrupo de individuos que padecen adiccin al sexo presenta un riesgo mayor para
desarrollar una adiccin a Internet pues en el ciberespacio encuentran una manera de cumplir sus
necesidades sexuales. Su nico uso de Internet es para conectarse a Cybersex o buscar Cyberporno.
Argem Renom J (2000) Nuevas patologas en pediatria social: Ciberpatologa peditrica. Catalua. Disponible en
http://www.comtf.es/pediatria /Congreso_AEP_2000/Ponencias-htm /Arguemi_Renom.htm
Bermejo Mercader Alberto (1999) Adiccin a Internet. En Revista Informacin psicolgica, Alicante, Espaa, Agosto
1999, N 70.
Greenfield, D.N. (1999). The nature of Internet Addiction: Psychological factors in compulsive internet use. Presentado
en los encuentros de la APA de Boston, Massachussets, 20 de Agosto de 1999. Disponible en: http://www.virtualaddiction.com/ internetaddiction.htm
Kaplan G., (1985) Principios de psiquiatra preventiva. Buenos Aires, Paids.
Kimberly S. (1999) Sin ttulo. Disponible en http://www.pitt.edu/~ksy/welcome.html
Lacoste Jess (2002) Existe realmente la adiccin a Internet? Disponible en http://profesional.medicinatv.com
Young K (2001), Qu es la adiccin a Internet. Disponible en http://w3.arrakis.es /iea/ww/netad.htm

Tratamientos cognitivos y conductuales de la adiccin a Internet.- En Espaa, Echebura (1999)


ha elaborado un programa de tratamiento para adicciones psicolgicas que tambin es aplicable en el
caso de Internet. Este programa consta de los siguientes elementos:
Control de los estmulos vinculados a la adiccin: En una primera fase de la terapia se ha de evitar la
conexin, pero tras un periodo de abstinencia total se ha de tratar de limitar el tiempo de conexin (al
margen de las obligaciones laborales) a no ms de 120 minutos/dia, atender el correo 1 vez al da y a
una hora concreta, de conectarse en compaa, sin quitar horas al sueo y de eliminar los pensamientos
referidos a la red cuando no se est conectado.
Exposicin prolongada a los elementos suscitadores del ansia por la conducta adictiva: La evitacin de los
estmulos en la mayora de los casos es insuficiente, pues esta no se puede mantener indefinidamente,
ya que aumenta el riesgo de recadas. La recuperacin total se consigue cuando se expone a los indicios
de riesgo de forma regular y progresiva y es capaz de resistirse a ellos sin escape.
Solucin de problemas especficos: Deben controlarse varios aspectos relacionados con la abstinencia:
control del ansia por implicarse de nuevo en la conducta, control de la ansiedad, control de la depresin,
control de los conflictos interpersonales.
Creacin de un nuevo estilo de vida: Lo esencial es promover un equilibrio adecuado entre deberes y
deseos.
Prevencin de recadas: La mantencin de los logros teraputicos es ms sencilla cuando hay abstinencia
total, pero si esto no es posible el objetivo ser ensear a la persona a usar Internet de forma
controlada. Algunas de las estrategias que podran usarse son: Identificacin de situaciones de alto
riesgo, respuestas de enfrentamiento a situaciones problema, cambio de expectativas sobre las
consecuencias de la implicacin en la conducta adictiva.
Puesto que en la mayora de los casos la abstinencia en este tipo de adiccin no es posible, Young (1999)
revisa los modelos de bebida controlada y entrenamiento en moderacin para trastornos alimenticios, ya
que Internet parece tener la misma habilidad para proveer alivio emocional, escape mental y maneras de
eludir los problemas que tiene el alcohol, las drogas, la comida o el juego, y propone el siguiente
conjunto de estrategias de tratamiento:
Practicar lo contrario en el tiempo de uso de Internet: Es necesario previamente evaluar lo hbitos de uso
de Internet: cuando, cuantas veces, dnde y durante cuanto tiempo se produce la conexin. La tcnica
consiste en romper la rutina para adaptarse a un nuevo horario. Por ejemplo, si lo primero que hace el
paciente al levantarse es chequear el correo, podemos sugerir que lo haga despus de desayunar, si se
conecta al llegar a casa hacerle conectarse solo despus de cenar. El objetivo es romper con los hbitos
de conexin.
Interruptores externos: Se trata de usar cosas que el paciente tenga que hacer o sitios donde ir como
seales que le indiquen que debe desconectar. Como ayuda a estas alarmas naturales se pueden usar
relojes o alarmas de tiempo.
Fijar metas: Para evitar las recadas se puede elaborar un horario realista que permita al paciente
manejar su tiempo. Se puede elaborar un esquema de conexiones breves pero frecuentes. El tener un
horario tangible puede permitir tener sensacin de control.
Abstinencia de una aplicacin particular: Una vez se ha identificado la aplicacin que resulta ms
problemtica para el paciente, este debe dejar de utilizarla. Esto no significa que no pueda usar otras
aplicaciones relacionadas con la red. Si el paciente encuentra problemas con el las salas de chat,
entonces no debe usarlas ms, pero si puede usar el correo electrnico o los navegadores Web.

Usar tarjetas recordatorias: Para mantener al paciente centrado en la meta de la abstinencia o la


reduccin de uso podemos pedirle al paciente que haga una lista de los cinco principales problemas
causados por la adiccin a Internet y otra con los cinco principales beneficios de estar desconectado de
Internet o abstenerse de usar una aplicacin. La lista puede ser transcrita en una tarjeta que pueda llevar
consigo. Le podemos sugerir que saque la tarjeta cada vez que piense en usar Internet, y que apunte
todos los beneficios que le cause la abstinencia o reduccin de uso as como lo efectos negativos que le
cause su uso.
Desarrollar un inventario personal: Al mismo tiempo que el paciente intenta cortar el uso de Internet,
podemos sugerir que cultive una actividad alternativa. El paciente debe elaborar un inventario personal
de las cosas que ha dejado de hacer a causa de su adiccin, para luego clasificarlas en "muy importante",
"importante" o "no muy importante". Debemos hacer que el adicto examine especialmente las actividades
"muy importantes" para que se haga consciente de lo que ha perdido y le gustara recuperar.
Por su parte, otros autores (Bermejo Mercader A, 1999), proponen otros criterios cognitivo-conductuales.
En general las tcnicas que pueden emplearse en los casos de uso abusivo de Internet son:
Control de estmulos. Establecimientos de tiempos lmite de conexin. Control del acceso al ordenador.
Utilizacin de contraseas por parte de la familia. Revisin del correo electrnico con arreglo a
determinados criterios, etc.
Exposicin en vivo con prevencin de respuestas. Sobre todo en aquellos casos en los que se pretenda
una abstinencia prolongada y siempre en las primeras intervenciones teraputicas. Dependiendo del
caso, los sujetos deben exponerse ante el ordenador (apagado, o usado por otras personas) sin poder
utilizarlo por el tiempo que se considere necesario.
Ofrecer conductas gratificantes alternativas. Promover otras conductas gratificantes para el sujeto.
Uso de estrategias de resolucin de problemas.
Entrenamiento de Habilidades Sociales, en aquellos casos donde se detecte un dficit de habilidades.
Suelen detectarse entre usuarios de Internet enganchados a los IRC (Internet Relay Chats), los
programas para charlas virtuales.
Reestructuracin cognitiva. De todas aquellas creencias irracionales y desadaptativas relevantes en el
trastorno.
Otras tcnicas: terapia de pareja, autoinstrucciones, estrategias de bsqueda de empleo, etc.
El modelo del tratamiento es similar al utilizado en los programas de comida compulsiva o alcoholismo.
La clave est en identificar los 'gatillos', factores o situaciones que disparan el uso no controlado de
Internet y re-aprender a realizar un uso moderado (Young K, 2001)
Bermejo Mercader Alberto (1999) Adiccin a Internet. En Revista Informacin psicolgica, Alicante, Espaa, Agosto
1999, N 70.
Echebura, E. (1999). Adicciones sin drogas?. Las nuevas adicciones: juego, sexo, comida, compras, trabajo,
internet. Bilbao: Desclee de Brower.
Young K (2001), Qu es la adiccin a Internet. Disponible en http://w3.arrakis.es /iea/ww/netad.htm
Young, K.S., Pistner, M., OMara, J. y Buchanan, J. (1999). Cyber-Disorders: The mental health concern for the new
millenium. Articulo presentado en el 107th Annual Meeting of the American Psychological Association, Boston, MA., 21
de Agosto de 1999.

Tratamientos sistmicos de la adiccin a Internet.- En la bibliografa revisada sobre este tema no se


han encontrado referencias explcitas a tratamientos sistmicos clsicos donde es el grupo familiar quien
se trata. Sin embargo, se han encontrado algunos formas de intervencin que tienen en cuenta la
perspectiva sistmica, por cuanto consideran que actuar sobre el entorno, sobre el sistema del cual
forma parte el paciente, puede producir efectos teraputicos.
Segn Echebura (1999), en todo caso, la terapia familiar ser necesaria en aquellos casos en los que las
relaciones familiares se han interrumpido o han sido negativamente afectadas. La intervencin en estos
casos debe estar centrada en:

Educar a la familia en lo adictivo que puede llegar a ser Internet.


Reducir la culpa en el adicto por su comportamiento.
Promover la comunicacin abierta sobre los problemas premrbidos que llevaron al adicto a
implicarse en el abuso de Internet.
Animar a la familia a colaborar en la recuperacin del adicto ayudndole a encontrar nuevas
ocupaciones, tomndose unas vacaciones o escuchando sus sentimientos.

Para Argem Renom (2000), para el tratamiento de esta patologa es necesaria la intervencin de la
familia con la ayuda de un profesional ya sea un pediatra un psiclogo u otra persona entrenada. En
general la deshabituacin consiste en plantear seriamente el problema al paciente y ofrecerle alternativas
como ejercicio fsico, actividades reales, comunicacin con la familia.
El aprovechamiento de las redes sociales ha sido otra propuesta teraputica para la adiccin a Internet.
Autores como Echebura (1999), por ejemplo, proponen entrar en un grupo de apoyo. Puesto que el
apoyo social de la red contribuye a la adiccin de aquellos con estilos de vida solitarios, sera conveniente

ayudarles a encontrar un grupo de apoyo que se refiera a su situacin. Por ejemplo, si un individuo ha
perdido recientemente a su pareja, podramos sugerir que entrase a formar parte en una asociacin de
viudos o que se implicase en actividades de la comunidad.
En la misma lnea se inscriben otras propuestas. Dejando a un lado la controversia sobre si existe un
trastorno de adiccin a Internet en s mismo, lo que parece quedar claro es que existe un incremento en
las demandas de ayuda por problemas relacionados con el uso de la red (Young y cols., 1999).
Debido a esta demanda (Madrid Lpez N, 2001) se han desarrollado programas de tratamiento, sobre
todo en los EEUU, que tratan de recuperar al adictos en forma muy parecida a como ya lo hacen otros
programas como Alcohlicos Annimos o los Jugadores en Rehabilitacin. Una de las primeras propuestas
fue la creacin de un grupo de apoyo va Internet, el IASG (Internet Addiction Support Group; Goldberg,
1995). Este grupo permite que los adictos se apoyen entre s, se conozcan y empiecen a reconocer su
problema. Sin embargo, tambin ha sido criticado, ya que en cierta forma tener un grupo de apoyo en la
red es como una reunin de Alcohlicos Annimos en un bar (Grohol, 1997).
Segn Young K (2001), existen ciertas dificultades en el tratamiento de este tipo de adiccin. La
dificultad ms importante para realizar un tratamiento est relacionada con el rechazo o negacin del
adicto a Internet hacia el problema. De la misma manera que en el alcoholismo, el adicto a Internet debe
comprender primero que tiene un problema y contar con suficiente motivacin para buscar ayuda.
Muchas personas creen que la nica manera de superar la adiccin a Internet es cortando el modem o
tirando el ordenador. Pero esto no sirve de mucho, ms an si tenemos en cuenta que Internet es una
herramienta productiva. Lo importante es encontrar un equilibrio entre el uso educativo o laboral y el
resto de usos y actividades.
Finalmente, consignemos que como muchos otros comportamientos problemticos, la adiccin a Internet
puede tratarse solamente como un sntoma primario o como un trastorno secundario. La depresin
(Petrie y Gunn, 1998; Young y Rodgers, 1998), la fobia social (Echebura, 1999) o la adiccin al sexo
(Greenfield, 1999) son alguno de los trastornos que pueden ser los responsables de una sobre
implicacin en la red. En estos casos el tratamiento especfico para estas disfunciones debe ser adaptado
al medio en el que se produce.
Petrie, H. y Gunn, D. (1998). Internet "addiction": the effects of sex, age, depression and introversion. Artculo
presentado en la British Psychological Society London Conference.
Argem Renom J (2000) Nuevas patologas en pediatria social: Ciberpatologa peditrica. Catalua. Disponible en
http://www.comtf.es/pediatria /Congreso_AEP_2000/Ponencias-htm /Arguemi_Renom.htm
Echebura, E. (1999). Adicciones sin drogas?. Las nuevas adicciones: juego, sexo, comida, compras, trabajo,
internet. Bilbao: Desclee de Brower.
Goldberg, I. (1995). Internet addiction disorder Diagnostic criteria. [Documento WWW]. Internet Addiction Support
Group (IASG). Disponible en: http://www.iucf.indiana.edu/~brown/hyplan/addict.html
Greenfield, D.N. (1999). The nature of Internet Addiction: Psychological factors in compulsive internet use. Presentado
en los encuentros de la APA de Boston, Massachussets, 20 de Agosto de 1999. Disponible en: http://www.virtualaddiction.com/ internetaddiction.htm
Grohol, J.M. (1997). Internet addiction disorder: An examination of the facts. [Documento WWW]. Mental Health Net.
Disponible en: http://www.cmhc.com/archives/editor22.htm
Madrid Lpez N (2001) La adiccin a Internet. Disponible en www.psicologia-online.com
Young K (2001), Qu es la adiccin a Internet. Disponible en http://w3.arrakis.es /iea/ww/netad.htm
Young, K.S. y Rodgers, R. C. (1998). The relationships between depresin and Internet addiction. CyberPsychology
and Behavior, 1, 25-28.
Young, K.S., Pistner, M., OMara, J. y Buchanan, J. (1999). Cyber-Disorders: The mental health concern for the new
millenium. Articulo presentado en el 107th Annual Meeting of the American Psychological Association, Boston, MA., 21
de Agosto de 1999.

AFASIA
Definicin.- Defecto en la habilidad para comunicarse (mediante el habla, por escrito o por signos) y/o
para comprender el lenguaje hablado o escrito ocasionado por enfermedad o lesin del cerebro.
Aiken L (2003) Tests psicolgicos y evaluacin. Mxico: Pearson. 11 edicin (pgina 458).

Definicin.- Entidad compleja en la cual el nio presenta severas dificultades para la adquisicin de la
audicin, del habla e igualmente de la lectura y escritura. Muchos autores ubican la dislexia, en su forma
ms severa, dentro de la afasia (pg. 32). La afasia implica una alteracin de la comprensin y expresin
del lenguaje debida a lesin cerebral.
Condemarn Mabel y Blomquist Marlys, La dislexia. Manual de lectura correctiva, Ed. Universitaria SA, Chile, 1970.

Definicin.- "Trastorno del lenguaje que sobreviene como consecuencia de una lesin cerebral. Existe
acuerdo en cuanto al carcter focal, y no generalizado o difuso, de las lesiones cerebrales que la origina.
Por el contrario, hay desacuerdo sobre la descripcin de la naturaleza de la afasia y qu trastornos
lingsticos deben incluirse bajo dicho trmino. Los sndromes afsicos pueden ser corticales o
subcorticales".
Belloch A y otros, Manual de Psicopatologa, Volumen I, Madrid, McGraw-Hill, 1995, pg. 373.

Clasificacin.- Hay al menos 113 clasificaciones de afasias, siendo la clsica la de Wernicke, aunque
dicho modelo muy extendido- se muestra hoy en da insuficiente. Inicialmente se clasificaron las afasias
segn fueran sensoriales o motoras, pero tambin pueden utilizarse otros criterios, como el tipo de
produccin verbal (afasias fluidas o no fluidas), y otros como la capacidad de repeticin. Se trata de
parmetros neo-asociacionistas, que se tienen en cuenta para la siguiente clasificacin.
1) Afasias perisilvianas.- Son tres: la afasia de Wernicke (o sensorial o receptiva), la afasia de Broca (o
motora o expresiva) y la afasia de conduccin. La primera deriva de una lesin en el rea 22 de
Brodman (lbulo temporal), la segunda de una lesin en el rea 44 de Brodman (lbulo frontal), y la
tercera de una lesin en las fibras que unen o conectan ambas zonas, resultando entonces una prdida
de coordinacin entre los centros sensorial de Wernicke y motor de Broca. En la afasia de Wernicke hay
dificultad para comprender las palabras y sustituye fonemas y palabras equivocadamente. En la afasia
de Broca tiene dificultades para expresarse, apareciendo por ejemplo agramatismo o lenguaje
telegrfico, adems de dificultades de articulacin.
2) Afasias marginales.- Se producen por lesiones en las reas marginales posteriores y anteriores.
Respecto de las reas marginales posteriores, las lesiones se producen en el rea temporo-parietooccipital, y se clasifican en tres: afasia sensorial transcortical (similar a la afasia de Wernicke), afasia
anmica (o semntica) y alexia con agrafia. En cambio las lesiones en las reas marginales anteriores
(zona frontal por delante del rea de Broca) dan la afasia motora transcortical.
3) Otros sndromes afsicos.- a) Afasia global: implica un dao masivo en todas las reas del lenguaje.
(reas perisilvianas y marginales). b) Afasias subcorticales: hay un estado inicial de mutismo que luego
puede evolucionar con producciones verbales anormales como parafrasias, etc. Pueden ser talmicas y
cpsulo-putaminales. c) Afasias puras: afectan una sola modalidad, sea esta receptiva o expresiva. Entre
ellas encontramos la sordera verbal pura (se comporta como si fuera sordo porque qued desconectada
el rea de Wernicke y no puede decodificar el mensaje), la alexia sin agrafia, la agrafia y la anartria
(dificultades fontico-articulatorias).
4) Afasia cruzada.- Es la que sufre un paciente diestro como consecuencia de una lesin ocurrida en el
hemisferio derecho, y su naturaleza no est muy bien estudiada.
Manning Lilianne, Neuropsicologa del lenguaje: visin clsica. El material es una sntesis del punto 1.6 (pgs. 44-62).

Clasificacin.- 1) Clasificacin clsica.- Divide a las afasias en motoras, sensoriales, totales, de


conduccin o afasia insular, y alexia con agrafia. Las afasias motoras a su vez pueden ser subcorticales
(o genuina), corticales (o de Broca), y transcorticales (o de Lichtheim). Las afasias sensoriales pueden
ser subcorticales (o genuina), corticales (o de Wernicke) y transcorticales (o de Lichtheim).
2) Clasificacin segn Luria.- Afasia acstico agnsica, afasia acstico amnstica, afasia motora
aferente, afasia motora eferente, afasia semntica y afasia amnsica.
3) Clasificacin norteamericana.- Sndromes con trastornos de la repeticin (afasia de Broca, afasia de
Wernicke, afasia global y afasia de conduccin), y sndromes sin trastornos de la repeticin (afasia
transcortical motora, afasia transcortical sensorial, afasia transcortical mixta, afasia anmica, afasia
subcortical).
4) Clasificacin francesa (Lecours y Lhermitte).- Afasia de Broca (forma comn; forma casi limitada a un
trastornos articulatorio); afasia de Wernicke (tipo 1: propiamente dicha; tipos 2: repeticin conservada;
tipo 3: con disturbio predominante en escritura); afasia de conduccin; afasia amnsica; afasia mixta; y
afasia global.
Tamaroff L y Allegri R (1995) Introduccin a la neuropsicologa clnica. Buenos Aires: Ediciones Libros de la Cuadriga.

Clasificacin de Head.- Tiene en cuenta la alteracin de las estructuras segn su nivel evolutivo.
Desde el nivel superior al inferior son: 1) Afasia semntica: alteracin del juicio, es decir, narrar,
abstraer, repetir prrafos, etc. Al paciente se le pide que comente un prrafo pero en lugar de narrar
repite frases sueltas del mismo. 2) Afasia sintctica: no puede construir frases, no puede repetir una
frase, emite palabras sueltas. 3) Afasia nominal: altera los nombres. 4) Afasia verbal o motora: altera el
sonido.
Casteluccio (1985) Clases de Correlaciones de la clnica mdica. Buenos Aires, Facultad de Psicologa, Universidad de
Belgrano.

AFECTACIN
Definicin.- En psiquiatra se refiere a un modo o a una conducta artificial. Se encuentra entre personas
que no son estrictamente casos mentales, aunque a veces se destaca en la histeria y en la fase manaca
de la psicosis manaco-depresiva. Es una forma de simulacin porque es un esfuerzo apenas disimulado
para hacer el papel de otro, generalmente con el fin de ganar aprecio.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

AGITACIN PSICOMOTORA

Definicin.- "Sucesin de gestos, movimientos y conductas, rpidos, muy frecuentes, de elevada


frecuencia y variada forma de presentacin".
Belloch A y otros, Manual de Psicopatologa, Volumen I, Madrid, McGraw-Hill, 1995, pg. 606.

AGNOSIA
Definicin.- Incapacidad parcial o total para reconocer estmulos sensoriales.

Aiken L (2003) Tests psicolgicos y evaluacin. Mxico: Pearson. 11 edicin (pgina 458).

Definicin.- Prdida de la capacidad de reconocer los objetos, no obstante estar intacta la percepcin de
los sentidos.

Condemarn Mabel y Blomquist Marlys, La dislexia. Manual de lectura correctiva, Ed. Universitaria SA, Chile, 1970, p.
32.

Definicin.- Reconocimiento alterado de un objeto, no debido a defectos sensoriales, deterioro mental,


desrdenes de conciencia, atencin o desconocimiento del objeto. Este mismo debe ser reconocido por el
sujeto por otro de sus sentidos.
Tamaroff L. y Allegri R., Introduccin a la neuropsicologa clnica, Ed. Libros de la Cuadriga, Bs. As., 1995, p. 48.

Clasificacin.- La siguiente clasificacin de agnosias es segn el rea sensorial afectada:


a) Agnosia auditiva (Sordera Psquica)
Global: Sordera psquica global.
Parciales: Para ruidos; Amusia (para la msica); Sordera Verbal (para fonemas).
b) Agnosia tctil (Astereognosia)
Primarias: Amorfognosia (no reconoce formas); Ahylognosia (no reconoce materiales).
Secundaria: Asimbolia tctil (no reconoce objetos).
c) Agnosia visual
Para cosas, personas (prosopoagnosia), situaciones, imgenes, smbolos, colores.
Espacial. Puede ser: trastorno en la percepcin espacial; trastorno en manipulacin de datos espaciales;
trastorno en la memoria topogrfica.
Alexia agnsica (problemas en reconocer signos grficos del lenguaje).
Tamaroff L. y Allegri R., Introduccin a la neuropsicologa clnica, Ed. Libros de la Cuadriga, Bs. As., 1995, p. 48-72.

Agnosia tctil.- Imposibilidad de reconocer los objetos a travs del tacto en ausencia de trastornos
sensitivos primarios. De acuerdo con la descripcin clsica de Delay, se distinguen tres grados de
identificacin: 1) de los aspectos ms elementales como superficie, temperatura, tamao (hilognosia); 2)
de la configuracin tridimensional (morfognosia); 3) reconocimiento del objeto (estereognosia) (pg.
195).
Tallis J y Soprano M (1991), Neuropediatra. Neuropsicologa y aprendizaje. Buenos Aires: Nueva Visin.

Agnosia visual.- Bajo este trmino se engloba una serie de trastornos de las funciones perceptivas que
conciernen a la discriminacin, la identificacin y el reconocimiento, por el canal visual nicamente, de
los objetos, de los rostros y de sus representaciones, de las formas significativas o no significativas, de
los datos espaciales, no existiendo ningn otro trastorno elemental de la visin, ni dficit de las funciones
mentales superiores, por lo menos en un grado suficiente como para dar razn de los disturbios. A
grandes rasgos podemos distinguir los siguientes tipos: 1) agnosias para los objetos inanimados y para
las imgenes; 2) agnosias para los objetos animados, y para las fisonomas (prosopagnosia); 3) agnosia
para los colores; 4) agnosia para los smbolos grficos (alexia agnsica); 5) Agnosias espaciales (pg
193).
Tallis J y Soprano M (1991), Neuropediatra. Neuropsicologa y aprendizaje. Buenos Aires: Nueva Visin.

Definicin.- Incapacidad para reconocer la informacin sensorial, sin que estn alterados los rganos de
los sentidos y sin que haya dficit intelectual. El reconocimiento de objetos es un acto complejo que
implica poder sintetizar la informacin sensorial y los recuerdos. Son debidas a lesiones parietales.
Casteluccio (1985) Clases de Correlaciones de la clnica mdica. Buenos Aires, Facultad de Psicologa, Universidad de
Belgrano.

Definicin.- La prdida de la facultad de transformar sensaciones simples en percepciones propiamente


dichas. Segn Pltzl, la percepcin en agnosia puede ser: a) muy retardada; b) incompleta; c)
confundida en el crculo de la misma categora de conceptos; d) fundida con impresiones ajenas
anteriores, perturbada en su continuidad. Las concepciones fallidas muestran, en su dinamismo,
semejanza con los sueos; e) completa. En psiquiatra se emplea este trmino para indicar la prdida o
desuso del conocimiento de objetos cuando este conocimiento parece alterarse por circunstancias de
orden emotivo. No es raro que ciertos pacientes de demencia precoz, cuyos aparatos visual e intelectual

estn intactos, sostengan que no conocen en absoluto a los parientes o allegados que tienen delante. El
deseo de no conocerlos causa una especie particular de agnosia. Puede provocarse una agnosia completa
bajo el estado hipntico. Tambin puede observarse en individuos histricos y epilpticos, que a veces no
reconocen objetos familiares. Suele ocurrir que pacientes deprimidos con una sensibilidad agudizada de
culpabilidad pueden separar, de las cosas y circunstancias que los rodean, tan solo aqullas que los
hacen sentirse aprisionados; su sensacin de vivir en prisin puede llegar a un grado tal de intensidad
que los lleve a una agnosia psquica de la naturaleza verdadera del medio que los rodea.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Agnosia auditiva.- Es un defecto en la capacidad de reconocer la naturaleza de los estmulos auditivos


(ruidos, palabras, msica). Se trata de pacientes que, a pesar de tener intactas o muy poco alteradas las
capacidades auditivas primarias, son incapaces de identificar el significado o la naturaleza de los
estmulos no verbales (sordera psquica), de distinguir tonos o melodas (sordera para tonos, para
melodas, amusia) o de comprender el lenguaje mientras las otras esferas de sta se hallan intactos
(sordera verbal) (pg. 195).
Tallis J y Soprano M (1991), Neuropediatra. Neuropsicologa y aprendizaje. Buenos Aires: Nueva Visin.

AGORAFOBIA
Definicin.- (Psicoanlisis) Temor morboso insoportable de estar en plazas o en calles angostas o
anchas, sntoma de histeria de angustia. El enfermo cree correr peligro en lugares abiertos. El Yo
desarrolla una angustia de seal (Signalangst) que ha de servir para evitar los lugares donde el enfermo,
segn l se imagina, corre peligro. Se trata la ms de las veces de angustias infantiles que se combinan
con el miedo a la castracin. Tiene particular significado la persona acompaante, significado que est
psicolgicamente determinado. Segn Helene Deutsch, la persona acompaante corresponde
regularmente al padre o a la madre, en el cual recae el odio del complejo de Edipo. El enfermo fastidia a
la persona acompaante por su obligacin, y al mismo tiempo le est agradecido por su solicitud, lo que
da, a su vez, nuevo alimento al odio. (H. Deutsch, Zur Genese der Platzangst). (Al.: Platzangst.)
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Generalidades.- La CIE-10 caracteriza la agorafobia "con un sentido ms amplio que el original y que el
utilizado an en algunos pases. Se incluyen en l no slo los temores a lugares abiertos, sino tambin
otros relacionados con ellos, como temores a las multitudes y a la dificultad para poder escapar
inmediatamente a un lugar seguro (por lo general el hogar). El trmino abarca un conjunto de fobias
relacionadas entre s, a veces solapadas, entre ellos temores a salir del hogar, a entrar en tiendas o
almacenes, a las multitudes, a los lugares pblicos y a viajar solo en trenes, autobuses o aviones.
Aunque la gravedad de la ansiedad y la intensidad de la conducta de evitacin son variables, ste es el
ms incapacitante de los trastornos fbicos y algunos individuos llegan a quedar completamente
confinados en su casa" (pg. 171). La caracterizacin que hace el DSM-IV no difiere sustancialmente de
la anterior.
CIE-10 Trastornos mentales y del comportamiento, Madrid, Organizacin Mundial de la Salud, 1992.

AGRAFIA
Definicin.- La incapacidad de escribir correctamente letras o palabras no obstante ser normal la
inteligencia y la capacidad de mover la mano.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

AGRAMATISMO
Definicin.- Perturbacin del lenguaje, que consiste en hablar empleando verbos en infinitivo, con
supresin de algunas partes de la oracin (lenguaje telegrfico).
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Definicin.- "Alteracin del lenguaje que se da en cuadros afsicos que se caracteriza por una dificultad
para utilizar correctamente las relaciones gramaticales y sus reglas. Los pacientes agramticos no
pueden unir las palabras para formar secuencias sintcticamente correctas".
Belloch A y otros, Manual de Psicopatologa, Volumen I, Madrid, McGraw-Hill, 1995, pg. 373.

AGUDO
Agudo y crnico.- Lo agudo es lo actual o transitorio, y lo crnico lo permanente. Esta distincin apunta
a la evolucin de la enfermedad, e incluso a su forma de comienzo, pero no a su origen o etiologa.

Lo AGUDO significa o bien algo grave, o bien algo repentino, paroxstico, que puede ser la forma de
comienzo de la enfermedad, como puede ser la mana o la melancola. Lo contrario sera una forma de
comienzo INSIDIOSA, generalmente de pronstico ms grave. Cuando tal manifestacin aguda
desaparece se dice que ocurri una REMISIN del sntoma. Lo agudo puede consiste en brotes, como la
esquizofrenia, o en fases, como en la psicosis manaco-depresiva. La diferencia est en que el brote deja
defecto.
Lo CRNICO tiene una evolucin continua, progresiva y, en general, irreversible. Afecta el sistema
permanente de la personalidad. Una esquizofrenia es una psicosis crnica, y su comienzo puede ser
brusco, por brotes (forma paranoide o catatnica) o insidioso (la forma simple de la esquizofrenia). La
cronicidad es de peor pronstico pues se considera que los brotes son intentos de curacin, y entre brote
y brote el paciente est estabilizado, o compensado como dice el psiquiatra (disminuye o desaparece su
sintomatologa).
En suma: comienzo (agudo, insidioso); evolucin (por brotes, por fases, crnica).
Considerando el eje agudo-crnico, las enfermedades mentales pueden ser:
Agudas y paroxsticas

Crnicas, o delirios crnicos, o


psicosis delirantes crnicas

Mana
Distimia o psicosis afectivas
Melancola
Psicosis manaco-depresiva
Psicosis (delirios agudos)
Delirantes (sndrome de automatismo mental)
Agudas (sndrome confusional)
Paranoia
Parafrenia
Esquizofrenia

Endgenas

Exgenas

El sndrome confusional es siempre de causa txica, tumoral, traumtica o infecciosa. Los delirios
crnicos incluyen la paranoia y la parafrenia: solamente Ey agrega la esquizofrenia.
Condensado de Lpez Susana y Hemmingsen Isabela, Trastornos de la percepcin y el pensamiento. Clases de la
Ctedra de Psicopatologa de la Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires, Setiembre/Octubre 1995.

ALCOHOLISMO
Definicin.- Es una enfermedad crnica producida por el consumo incontrolado de bebidas alcohlicas,
lo cual interfiere en la salud fsica, mental, social y/o familiar as como en las responsabilidades laborales.
http://www.tuotromedico.com/temas/alcoholismo.htm

Definicin.- 1. Estado de intoxicacin, que puede responder a causas constitucionales o sociales, y que
lleva a una existencia angustiosa y acumulativa de alcohol. Se caracteriza por una disminucin de la
eficiencia y una negligencia en las responsabilidades. 2. (Psa.) S. Freud compara la modalidad aguda del
alcoholismo con estados manacos: las represiones quedan abolidas, las sublimaciones se anulan y el
Supery se desintegra. En la modalidad crnica del alcoholismo, por efectos del alcohol, queda abolida la
represin; de ah las brutalidades, la exhibicin y la acentuacin de la homosexualidad. El Psa. Deriva del
alcoholismo de un erotismo oral particularmente intenso. 3. Niedermeyer afirma que solamente se ha
demostrado una curacin definitiva en aquellos casos en los cuales se ha logrado transformar
definitivamente la vida espiritual por la religin. 4. Corresponde a la sociologa ver en el alcoholismo el
factor primordial, a veces nico, de la materia fsica y social. Hay otra miseria, la espiritual, y las dos
formas aparecen como coincidencias simultneas.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Generalidades.- El alcoholismo es una enfermedad crnica, progresiva y a menudo mortal; es un


trastorno primario y no un sntoma de otras enfermedades o problemas emocionales. La OMS define el
alcoholismo como la ingestin diaria de alcohol superior a 50 gramos en la mujer y 70 gramos en el
hombre (una copa de licor o un combinado tiene aproximadamente 40 gramos de alcohol, un cuarto de
litro de vino 30 gramos y un cuarto de litro de cerveza 15 gramos). El alcoholismo parece ser producido
por la combinacin de diversos factores fisiolgicos, psicolgicos y genticos. Se caracteriza por una
dependencia emocional y a veces orgnica del alcohol, y produce un dao cerebral progresivo y
finalmente la muerte.
El alcoholismo afecta ms a los varones adultos, pero est aumentando su incidencia entre las mujeres y
los jvenes. El consumo y los problemas derivados del alcohol estn aumentando en todo Occidente
desde 1980, incluyendo Estados Unidos, la Unin Europea y los antiguos pases del este, as como en los
pases en vas de desarrollo.
El alcoholismo, a diferencia del simple consumo excesivo o irresponsable de alcohol, ha sido considerado
en el pasado un sntoma de estrs social o psicolgico, o un comportamiento aprendido e inadaptado. El

alcoholismo ha pasado a ser definido recientemente, y quiz de forma ms acertada, como una
enfermedad compleja en s, con todas sus consecuencias. Se desarrolla a lo largo de aos. Los primeros
sntomas, muy sutiles, incluyen la preocupacin por la disponibilidad de alcohol, lo que influye
poderosamente en la eleccin por parte del enfermo de sus amistades o actividades. El alcohol se est
considerando cada vez ms como una droga que modifica el estado de nimo, y menos como una parte
de la alimentacin, una costumbre social o un rito religioso. La qumica del alcohol le permite afectar a
casi todo tipo de clula en el cuerpo, incluyendo aquellas en el sistema nervioso central. En el cerebro, el
alcohol interacta con centros responsables del placer y de otras sensaciones deseables; despus de una
exposicin prolongada al alcohol, el cerebro se adapta a los cambios que produce el alcohol y se vuelve
dependiente de l. Para las personas con alcoholismo, beber se convierte en el medio primario mediante
el cual pueden tratar con personas, el trabajo y sus vidas. El alcohol domina sus pensamientos,
emociones y acciones. La gravedad de esta enfermedad es influida por factores como la gentica, la
psicologa, la cultura y el dolor fsico.
http://lucas.simplenet.com/trabajos/alcoholismo/alcoholismo.html

Generalidades.- El alcoholismo es uno de los problemas mdico-sociales ms difciles de definir; es en


realidad un modo de enfermar especficamente humano, que se manifiesta con modalidades diferentes
debido a factores socio culturales e individuales que dificultan una definicin unvoca, vlida y fiable.
Es un fenmeno multifactico que reconoce en su etiologa factores biolgicos, psicolgicos y sociales. El
reconocimiento de estos aspectos constituye la base para establecer un diagnstico ms preciso y
completo, de fundamental importancia para planear y ejecutar un programa preventivo y teraputico
adecuado.
El alcohol es la droga ms aceptada socialmente, la ms barata y la ms difundida, y existe una negacin
del alcoholismo como enfermedad.
El consumo (uso) est muy difundido y se lo considera como una prctica socialmente aceptada en la
mayora de los pases del mundo.
Definir los lmites de la cantidad de alcohol que un individuo sano puede consumir sin riesgos, es difcil.
Es frecuente que la poblacin en general se pregunte: Qu tanto alcohol puedo consumir diariamente sin
exponerme a problemas futuros? Este interrogante puede plantearse tanto desde el punto de vista social
como del estrictamente orgnico.
El modelo de anlisis est en gran parte influido por factores culturales y depende de cada individuo
determinar cunto alcohol puede tomar para obtener mximos beneficios del consumo de alcohol sin
problemas, lo que suele dar un carcter subjetivo a la cantidad de alcohol que se consume.
En general se aborda el problema del consumo de alcohol ms en trminos de control personal que
social.
Los patrones de consumo de bebidas alcohlicas se estiman fundamentalmente con base en respuestas
individuales en estudios sobre poblacin general. Estas encuestas por lo general difieren en las preguntas
y por lo tanto la informacin obtenida acerca de la cantidad y frecuencia de consumo de bebidas
alcohlicas casi nunca es comparable.
Probablemente las diferencias ms importantes entre ellas se refieren a la definicin de las tipologas de
los hbitos alcohlicos, por ejemplo: con base en el consumo diario de alcohol, otros lo hacen de acuerdo
con el consumo semanal o mensual y la cantidad mxima consumida en alguna ocasin, etc.
Existen otros factores relacionados con el consumo de bebidas alcohlicas que afectan en forma
importante la cantidad de alcohol que se puede consumir diariamente, edad, sexo, cronicidad, diferencias
culturales.
Es evidente que los resultados y las percepciones acerca de qu tanto alcohol puede tomar un individuo
normal son muy variables.
Se ha implicado al alcohol como una de las primeras causas de muertes accidentales, accidentes
automovilsticos, suicidios impulsivos ms que premeditados, crmenes, actos delictivos, violencia
familiar.
El consumo frecuente puede tener importantes consecuencias mdicas, hepticas, respiratorias,
cardiovasculares, cerebrales, etc. as como tambin consecuencias sociales, individuales, familiares.
Cazau P (2003) Vocabulario de psicologa. Buenos Aires: Redpsicologa.

Generalidades.- Se dieron diversas definiciones de lo que es el alcoholismo. Hay definiciones


conductistas (que distinguen el uso normal del alcohol, del mal uso, que es ocasional, y del abuso, que es
crnico).
El DSM-III distingui dos diagnsticos: a) Abuso de alcohol: pauta patolgica del uso del alcohol de por lo
menos un mes, que produce deterioro social u ocupacional a causa del alcohol; b) Dependencia del
alcohol: pauta de uso patolgico del alcohol o de deterioro del funcionamiento social u ocupacional a
causa de dicho mal uso. En este diagnstico se incluyen tambin los sndromes de tolerancia o
abstinencia.
Goodwin, por su parte, establece cuatro categoras de bebedores: 1) moderado: ni abstemio ni gran
bebedor; 2) gran bebedor: al menos durante un ao bebi todos los das, o bien 6 o ms tragos al menos

una vez por semana; 3) bebedor-problema: igual al anterior pero tuvo problemas de relacin con la
bebida; y 4) alcohlico: igual al anterior, pero debe haber tenido problemas en tres de estas cuatro
reas: desaprobacin social o del cnyuge, problemas laborales, frecuentes desvanecimientos o
temblores y prdida del control, y bebida por la maana.
Condensado de Steinglass P y otros (1993), La familia alcohlica. Barcelona: Gedisa. 2 edicin. Captulo 1.

Sndrome de dependencia alcohlico.- Desde 1978 la OMS estableci los criterios diagnsticos para
establecer la existencia de un sndrome de dependencia alcohlico.
a) Sntomas de alteracin de la conducta frente al alcohol. Es una manera de beber del individuo distinta
a lo admitido culturalmente en cuanto a cantidad y a la oportunidad y tendencia continuada del consumo
de alcohol, disminucin de la valoracin de las consecuencias fsicas, morales, sociales.
b) Sntomas de alteracin del estado subjetivo. El sujeto no puede controlar el consumo de alcohol y
existe una disminucin del dominio de s mismo, necesidad compulsiva de beber.
c) Sntomas de alteracin del estado psicobiolgico. Aparece el sndrome de abstinencia, necesidad de
ingerir alcohol para atenuar el malestar provocado por la propia ingestin (precedente) y elementos de
acostumbramiento fsico.
La OMS especifica ms su definicin sealando que es un trastorno crnico de la conducta, caracterizado
por la dependencia fsica hacia el alcohol, expresado a travs de dos sntomas: la incapacidad de
detenerse en la ingestin de alcohol y la imposibilidad de abstenerse del alcohol.
Baglehole R, Bonita R y Kjellstrom T, (1994) Tipos de estudio en Epidemiologa Bsica. Organizacin Panamericana de
la Salud. Washington DC, p 33-57.

El consumo de alcohol en adolescentes.- Una investigacin realizada sobre 4800 varones jvenes
citados a examen mdico para el servicio militar en 1992 en Buenos aires, revel que el 42% de los
mismos haba abusado del alcohol (Mguez y Pecci, 1994).
Serfaty y otros (1997) sostienen, en base a una investigacin realizada en varones de 18 aos de la
ciudad de Buenos Aires, que el consumo de sustancias txicas entre los jvenes es uno de los mayores
problemas de Salud Pblica. "Las caractersticas de inestabilidad emocional, propias de esta edad, la
frecuente necesidad de hallar y probar sus propios lmites y el intento de reafirmacin de su personalidad
llevan a colocarlos en situaciones de riesgo" (Serfaty y otros, 1997:35).
Mguez H y Pecci M (1994) Consumo de alcohol y droga en jvenes de Buenos Aires, Acta psiquitrica de Amrica
Latina, 40 (3), 231-235.
Serfaty E y otros, (1997) Consumo de tabaco, alcohol, marihuana y cocana en varones de 18 aos de la ciudad de
Buenos Aires. Estudio comparativo 1988-1992. Acta psiquitrica de Amrica Latina, 43 (1), 35-40.

Tratamiento.- En el abordaje de los trastornos por uso de alcohol se utilizan diversas psicoterapias
como coadyuvantes del tratamiento psicofarmacolgico. Adems de las intervenciones psicosociales
utilizadas en el tratamiento del alcoholismo, las de mayor utilizacin por los profesionales que manejan el
alcoholismo se agrupan en terapias cognitivo-conductuales (prevencin de recadas, tcnicas de
autocontrol, entrenamiento en habilidades sociales, desensibilizacin sistemtica), terapias conductuales
(terapia aversiva, contrato de contingencias, exposicin con prevencin de respuesta) y terapias
psicodinmicas. Asimismo, se mencionan la intervencin familiar y grupal.
Monasor R y otros, Intervenciones psicosociales en alcoholismo. Incluido en Trastornos Adictivos. 2003 Ene;5(1):22
26.

Alcoholismo y cerebro.- Nueva York, EEUU (Reuters).- La complicada relacin entre el consumo
intenso de alcohol y las deficiencias de vitamina B1son nebulosas. Pero, afirman los investigadores, es
claro que ambas, juntas o separadas, pueden tener efectos serios sobre el cerebro.
En la edicin actual de la revista Alcoholism: Clinical & Experimental Research, informan los
investigadores los resultados de experimentos en ratones que muestran que el consumo intenso de
alcohol y la deficiencia de vitamina B1, limitan el aprendizaje, la memoria y la funcin muscular y
nerviosa. En humanos, tales sntomas pueden aumentar en los alcohlicos cuyos hbitos han causado
una deficiencia de vitamina B1, o tiamina. Algunos alcohlicos desarrollan demencia, pero no est claro si
el alcohol o la deficiencia de tiamina tienen la funcin ms importante.
Esta nueva investigacin sugiere que el efecto combinado del alcohol y deficiencia de tiamina, acelera el
inicio de la demencia en alcohlicos, dijo el autor principal de estudio, Dr. Philip Langlais de la
Universidad Estatal de San Diego. Debido a que los alcohlicos permanecen sin comer durante perodos
prolongados, seal, sus reservas de tiamina pueden ser particularmente bajas. Los experimentos de
Langlais en ratones demostraron que el consumo de alcohol y la deficiencia de tiamina juntas, impiden la
capacidad de aprendizaje. Pero, contrario a las explicaciones de este equipo, los dos no actan juntos
para empeorar la funcin de la memoria -la capacidad por ejemplo de recordar un nmero telefnico y
recordarlo mientras se marca. En cambio, el slo consumo de alcohol bloquea el trabajo de la memoria, y
la deficiencia de tiamina en realidad parece proteger el trabajo de la memoria del dao relacionado con el

consumo de alcohol. Adems, la deficiencia de tiamina pero no la de alcohol, dificulta el movimiento y


coordinacin en los animales.
Independientemente de los variados efectos de ambas condiciones sobre las diferentes partes del
cerebro, su significativo efecto combinado sobre el aprendizaje, sugiere que los suplementos de tiamina
pueden proteger a los alcohlicos de la demencia. De acuerdo con Langlais, sus experimentos
demuestran una menor severidad en la incapacidad funcional cerebral, comparados con investigaciones
anteriores; una razn, dijo, pueden ser los suplementos de tiamina que su equipo administr a los
ratones. En realidad, algunos alcohlicos son tratados con inyecciones de tiamina. Pero los suplementos
alimenticios o an las bebidas alcohlicas con vitaminas, pueden ser otra opcin.
De hecho, seal Langlais, un estudio australiano muestra que debido a que este pas obliga a que
ciertos alimentos se fortalezcan con tiamina, la demencia relacionada con el alcoholismo ha disminuido.
Los alimentos naturalmente ricos en tiamina incluyen la carne de cerdo, frijoles, vegetales verdes
frondosos y nueces. "Continuamente me asombro," agreg Langlais, "sobre lo poco que sabemos acerca
de lo que causa la demencia, problemas de memoria, defectos cognitivos y dao cerebral en los
alcohlicos."
Como siguiente paso su equipo planea examinar los efectos de varias dosis de tiamina en ratas expuestas
a niveles elevados de alcohol. Langlais sospecha que solo ciertas dosis sern benficas, y que las dosis
muy altas o muy bajas, pueden empeorar los efectos del alcohol.
Alcohol y deficiencias de tiamina generan problemas para el cerebro. Copyright 2000 Psycologia.com

Interaccin alcohol medicamentos.- El consumo de alcohol (como etanol) est ampliamente


generalizado. Tiene el potencial de interactuar con los medicamentos en dos formas: interacciones
farmacocinticas que son ms importantes con el consumo crnico de etanol e interacciones
farmacodinmicas que son importantes con el consumo de etanol de forma aguda.
Adelaide Donarelli, La interaccin entre el alcohol y los medicamentos. ADVERSE DRUG REACTION BULLETIN. 2004
JUN; (226).

Diagnstico.- El alcoholismo es uno de los problemas mdico-sociales ms difciles de definir; es en


realidad un modo de enfermar especficamente humano, que se manifiesta con modalidades diferentes
debido a factores socio culturales e individuales que dificultan una definicin unvoca, vlida y fiable.
Es un fenmeno multifactico que reconoce en su etiologa factores biolgicos, psicolgicos y sociales.
El reconocimiento de estos aspectos constituye la base para establecer un diagnstico ms preciso y
completo, de fundamental importancia para planear y ejecutar un programa preventivo y teraputico
adecuado.
El consumo (uso) est muy difundido y se lo considera como una prctica socialmente aceptada en la
mayora de los pases del mundo.
Desde 1978 la OMS estableci los criterios diagnsticos para establecer la existencia de un sndrome de
dependencia alcohlico.
a) Sntomas de alteracin de la conducta frente al alcohol. Es una manera de beber del individuo distinta
a lo admitido culturalmente en cuanto a cantidad y a la oportunidad y tendencia continuada del consumo
de alcohol, disminucin de la valoracin de las consecuencias fsicas, morales, sociales.
b) Sntomas de alteracin del estado subjetivo. El sujeto no puede controlar el consumo de alcohol y
existe una disminucin del dominio de s mismo, necesidad compulsiva de beber.
c) Sntomas de alteracin del estado psicobiolgico. Est alterado el estado psicobiolgico, aparece el
sndrome de abstinencia, necesidad de ingerir alcohol para atenuar el malestar provocado por la propia
ingestin (precedente) y elementos de acostumbramiento fsico.
Berman Marta (1997) Alcoholismo: certezas e interrogantes.

Etapas o fases del alcoholismo.- Son las siguientes:


a) Fase prealcohlica u oculta.- Es aquella en la cual el sujeto efecta ingestas que conducen a una
relajacin de sus tensiones, facilitando el contacto, disminucin de inhibiciones y momentneo bienestar.
Este perodo cuya duracin depende de la constitucin fsica y psquica del individuo, dura meses y a
veces aos, el sujeto bebe sin darse cuenta que el alcohol allana sus dificultades. Con el correr del
tiempo se aumentan las ingestas que tienden a hacerse ms repetidas y mayores, incrementando
paulatina y progresivamente su resistencia: acostumbramiento.
b) Fase prodrmica.- El comienzo de esta fase est marcada por la aparicin de amnesia retrgrada
caracterizada por lo que se ha denominado lagunas de memoria "black outs". Este sera el primer
sntoma orgnico, de la intoxicacin crnica que puede ocurrir en bebedores excesivos y an en
moderados agotados fsica o emocionalmente. Los individuos adquieren conciencia de su relacin de
dependencia con la bebida, situacin que hace disminur su autoestima y genera sentimientos de
culpabilidad. Esta etapa dura entre seis meses y cinco aos aproximadamente, es una etapa til para
interceptar el alcoholismo.
c) Fase bsica o decisiva.- Su iniciacin est marcada por la prdida de control de la ingesta. La
posibilidad de detenerse o abstraerse no slo depende de los factores psquicos desencadenantes, sino de

algn factor predisponente que se supone hereditario o congnito de naturaleza fsica. En esta etapa el
alcohlico trata de justificar su conducta responsabilizando a la familia, a sus compaeros de trabajo, a
sus amigos, de su fracaso. Esta situacin lo sumerge en un aislamiento que se acompaa de una
creciente agresividad. El sujeto abandona a sus amigos, su trabajo, hacindose cada vez ms evidente la
prdida de intereses. En esta etapa es donde se altera la nutricin y aparecen las consecuencias
somticas que derivan de la alimentacin deficiente y de la alteracin de las neuronas por accin directa
del alcohol. Un hecho frecuente suele ser la decadencia sexual, experiencia conflictiva que proyecta
surgiendo las ideas celotpicas. Abrumado por las tensiones emocionales y acosado por las molestias
fsicas, que se experimentan desde el despertar, el paciente comienza a beber desde el primer momento
que le es posible hacerlo.
d) Fase crnica.- Se caracteriza por las embriagueces repetidas, los conflictos familiares, los problemas
laborales y los trastornos econmicos. Se observa disminucin de los rendimientos, labilidad emocional,
hay dificultades en el rea intelectual, afectiva y volitiva. A continuacin presentamos un cuadro que nos
ha sido de gran utilidad en el abordaje clnico con pacientes alcohlicos.
Las fases del alcoholismo
Etapa de bebida excesiva
Pasa ms tiempo bebiendo socialmente
Bebe ms noches a la semana
Bebe a hurtadillas
Toman bebidas ms fuertes que sus
compaeros
Adopta estrategias para obtener ms bebidas
Est preocupado por la bebida
Bebe para aliviar tensiones

Tolerancia aumentada
Culpa por la bebida
Fracasos sociales que se excusan
Con explicaciones fabricadas
Necesita beber para actuar adecuadamente en el trabajo y la sociedad
Mayor sentimiento de culpa
Siente que la bebida se ha transformado en una
necesidad

Etapa de dependencia del alcohol


Comienzo de las amnesias alcohlicas
(prdidas de la memoria)
Mayor frecuencia de amnesias
Prdida del control: bebida compulsiva
Reduccin de intereses
Cada de eficiencia en el trabajo
Absentismo
Ebrio durante el da
Reprobacin de su jefe o parientes
Autoestima baja
Remordimientos
Alardes y generosidad compensatorios
Despilfarro de dinero
Engaa a la familia, contrae deudas
Aislamiento social cada vez mayor
Arranques de agresividad

El cnyuge asume ms responsabilidades


Deterioro de las relaciones familiares
Malas interpretaciones paranoicas
Autocompasin
Justifica la bebida con autoengao
Reduccin del impulso sexual
Celos morbosos
Ebrio los fines de semana
Prdida del empleo
Destruccin de la familia
Ansiedad matinal
Bebida matinal
Oculta las provisiones de licor
Reiterados intentos de dejar de beber
Impulsos e intentos suicidas
Descuido de las comidas

Etapa de alcoholismo crnico


Dominan sntomas fsicos y mentales
Prdida del apetito, escasa ingestin de
alimentos
Bebida contnua
Disminuye la tolerancia
Razonamiento confuso prolongado

Uso de vinos baratos y alcohol desnaturalizado


Delrium tremens
Va a Alcohlicos Annimos o busca tratamiento
mdico
Graves enfermedades fsicas

Berman Marta (1997) Alcoholismo: certezas e interrogantes.

Cuestiones de definicin del alcoholismo.- El alcohol es la droga ms aceptada socialmente, la ms


barata y la ms difundida, y existe una negacin del alcoholismo como enfermedad. Definir los lmites de
la cantidad de alcohol que un individuo sano puede consumir sin riesgos, es difcil.
Es frecuente que la poblacin en general se pregunte: Qu tanto alcohol puedo consumir diariamente sin
exponerme a problemas futuros? Este interrogante puede plantearse tanto desde el punto de vista social
como del estrictamente orgnico.
El modelo de anlisis est en gran parte infludo por factores culturales y depende de cada individuo
determinar cunto alcohol puede tomar para obtener mximos beneficios del consumo de alcohol sin
problemas, lo que suele dar un carcter subjetivo a la cantidad de alcohol que se consume. En general se
aborda el problema del consumo de alcohol ms en trminos de control personal que social. Los patrones
de consumo de bebidas alcohlicas se estiman fundamentalmente con base en respuestas individuales en
estudios sobre poblacin general. Estas encuestas por lo general difieren en las preguntas y por lo tanto
la informacin obtenida acerca de la cantidad y frecuencia de consumo de bebidas alcohlicas casi nunca
es comparable.
Probablemente las diferencias ms importantes entre ellas se refieren a la definicin de las tipologas de
los hbitos alcohlicos, por ejemplo: con base en el consumo diario de alcohol, otros lo hacen de acuerdo
con el consumo semanal o mensual y la cantidad mxima consumida en alguna ocasin, etc.
Existen otros factores relacionados con el consumo de bebidas alcohlicas que afectan en forma
importante la cantidad de alcohol que se puede consumir diariamente, edad, sexo, cronicidad, diferencias
culturales. Es evidente que los resultados y las percepciones acerca de qu tanto alcohol puede tomar un
individuo normal son muy variables. Se ha implicado al alcohol como una de las primeras causas de
muertes accidentales, accidentes automovilsticos, suicidios impulsivos ms que premeditados, crmenes,
actos delictivos, violencia familiar. El consumo frecuente puede tener importantes consecuencias
mdicas, hepticas, respiratorias, cardiovasculares, cerebrales, etc. as como tambin consecuencias
sociales, individuales, familiares. Resulta til por tanto escuchar los problemas personales ms
relacionados con el consumo frecuente y la susceptibilidad del individuo al dao.
Berman Marta (1997) Alcoholismo: certezas e interrogantes.

Determinantes genticos del alcoholismo.- La observacin de que el alcoholismo muestra tendencia


a presentarse en familias ha sido sealada en numerosos artculos cientficos. La conclusin de estos
estudios es que ser familiar de un alcohlico es factor de riesgo importante (Cotton, 1979, investigacin
sobre alcoholismo familiar en un perodo de 10 aos). Sin embargo no se puede interpretar estos
resultados con base nicamente en tendencias genticas, ya que la intervencin de factores genticos no
excluye la posibilidad de que factores ambientales sean los que por ltimo determinen la expresin o no
de la alteracin gentica. Es probable que tanto factores genticos como del medio ambiente contribuyan
a la expresin de problemas relacionados con el consumo de alcohol de cada individuo. Estas expresiones
pueden variar por ejemplo, segn el subtipo de alcoholismo, de manera que existe un tipo de alcoholismo
que parece depender bastante de factores genticos y ambientales, y otro que se presenta sin factores
genticos evidentes.
Berman Marta (1997) Alcoholismo: certezas e interrogantes.

Determinantes familiares y sociales del alcoholismo.- Entre la cultura y el individuo, la familia


cumplira una funcin de filtro.
En ella confluirn la ideologa de consumo, los ideales del grupo de pertenencia, los mandatos
generacionales y los proyectos individuales.
Creemos que cuando un individuo puede desprenderse de su medio familiar y salir al mundo de la cultura
se transforma en un ser independiente, pero la propuesta de la cultura en muchos sentidos, a veces es
generar nuevas formas de dependencia.
Ha habido muchsimos factores que ocurrieron en todo el mundo y tambin en nuestro pas. Hubo una
franca promocin de la droga, el creer que las drogas son inocuas, lo cual genera confusiones en la
sociedad.
Interviene el consumismo a ultranza, la lgica del tiempo rpido, como parte del modelo de sociedad que
hoy tenemos. Y particularmente en la ltima dcada en pases como el nuestro, una crisis econmica que
fu desorganizando la estructura familiar, que es la base del tejido social.
Y en medio de esta sociedad hay personas que tal vez no son familiar o socialmente dbiles. Sabemos
que existen individuos que prueban drogas sin caer en la adiccin, consumen espordicamente durante
tiempos cortos y pueden dejarlas con facilidad. Pero tambin existen otras personas que despus de slo
probar una sustancia inmediatamente entran en un espiral de consumo.
Sabemos que existen una serie de mecanismos genticos que transforman a estas personas en dbiles
orgnicas. Una debilidad que no los induce a iniciarse en la droga, pero s les hace muy dificultoso
abandonarla. Si estalla la drogadiccin como fenmeno social, va encontrando en ese estallido personas
con debilidades orgnicas que se vuelven las vctimas predilectas.
Berman Marta (1997) Alcoholismo: certezas e interrogantes.

Consecuencias mdicas del alcoholismo.- El rango de consecuencias mdicas del abuso del alcohol es
inmenso y complejo, virtualmente ninguna parte del organismo est libre de los efectos del abuso de
alcohol. El dao al hgado (sitio primario del metabolismo del alcohol) puede expresarse como hgado
graso, hepatitis alcohlica y cirrosis.
En el tubo digestivo puede dar lugar a esofagitis y exacerbacin de lceras ppticas preexistentes. El
riesgo de cncer esofgico aumenta as como la frecuencia de gastritis atrfica crnica. El consumo
excesivo de alcohol es causa importante de pancreatitis crnica y causa comn de pancreatitis aguda.
El consumo excesivo de alcohol se acompaa de deficiencias en la nutricin, pudiendo presentarse
tambin anemia, neuropata y depresin de las funciones celulares y hormonales. Las deficiencias
nutricionales contribuyen al sndrome alcoholo fetal, enfermedad heptica, enfermedad pancretica, mala
absorcin y carcinognesis. El alcohol tiene efecto metablico profundo sobre el metabolismo de
carbohidratos, lpidos y protenas.
El consumo crnico de alcohol puede afectar el msculo cardaco y ocasionar adems arritmias cardacas.
Se asocia a hipertensin y tiene un papel importante en la enfermedad cardaca isqumica.
El alcohol afecta el sistema inmunitario y endocrino, puede producir complicaciones neurolgicas que
incluyen demencia, convulsiones, alucinaciones y neuropata perifrica.
Es evidente que el consumo excesivo de alcohol constituye un grave riesgo para la salud. Es imperativo
reconocer el consumo exagerado en fases tempranas. Es importante reconocer que la cantidad de alcohol
necesaria para producir dao, depende en parte del elemento de juicio que se analiza. Ejemplo de lo
anterior es el hecho de que para que el alcohol se relacione con un accidente automovilstico no se
requieren de cantidades tan grandes y prolongadas como las que se necesitan para generar dao
heptico. Si las diferencias entre las consecuencias sociales y las orgnicas son muy claras, tambin se
aplican a distintos rganos, asi por ejemplo, se ha demostrado una relacin directa entre mayor consumo
de alcohol y pancreatitis aguda, que es independiente del tiempo, en tanto que en la cirrosis heptica no
se observa dao alguno durante los primeros aos de consumo de alcohol, el que se hace evidente
despus de 10 o 20 aos. En otros rganos, como el corazn, cantidades pequeas se han descripto
como beneficiosas, segn las ltimas investigaciones en el tema cardiolgico.
Berman Marta (1997) Alcoholismo: certezas e interrogantes.

Alteraciones psiquitricas en el alcoholismo.- El alcoholismo es una conducta patolgica


caracterizada por la tolerancia y la dependencia motivada por profundos sentimientos de impotencia.
La dependencia requiere la existencia de una dependencia fisiolgica evidenciada tanto por la tolerancia
como por la abstinencia y por un deterioro de la actividad laboral y social.
La tolerancia (DSM IV) significa que se necesita un notable aumento de la cantidad de alcohol para
conseguir los efectos deseados, o bien que hay una notable disminucin del efecto con la utilizacin
regular de la misma dosis. Es importante tener en cuenta que hay amplias variaciones individuales en
cuanto a la capacidad para beber grandes cantidades sin tener manifestaciones de intoxicacin.
La abstinencia es un cuadro clnico residual provocado por la suspensin o reduccin en el consumo de
alcohol caracterizado por: ansiedad, angustia, insomnio y deterioro de la atencin, temblor de manos,
lengua y prpados.
La dependencia se instala generalmente varios aos despus del comienzo de la alcoholizacin,
observndose un aumento progresivo de la dosis.
Esta dependencia puede traducirse del siguiente modo: 1) Como la imposibilidad de abstenerse de
consumir alcohol, constituyendo una verdadera "prdida de libertad" con respecto al alcohol, que se
reconoce, como dice H. Ey, como el criterio esencial de la enfermedad alcohlica. 2) Esta dependencia se
caracteriza por el hecho que despus de haber tomado el primer vaso es incapaz de controlarse, hasta
llegar a la embriaguez.
Berman Marta (1997) Alcoholismo: certezas e interrogantes.

Trastornos psquicos.- El alcoholista crnico, alcoholomana o dependencia al alcohol (DSM IV)


presenta como manifestaciones psquicas el cambio de carcter: irritabilidad, impulsividad, agresividad,
celos, hiperemotividad, con distimias generalmente de tinte depresivo.
Concomitantemente aparecen los dficit intelectuales, trastornos de atencin, disminucin del
rendimiento, fallas amnsicas ms o menos importantes, y de una forma general, un descenso del
comportamiento en sociedad. Sin embargo, su capacidad judicativa puede permanecer por largo tiempo
intacta.
Las fallas mnsicas denominadas lagunas, baches de memoria, black out, que representan una forma de
amnesia retrgrada, se consideran un signo del comienzo de la toxicomana o adiccin alcohlica.
Es en el marco de la afectividad donde las alteraciones son ms claras pues incrementan sus tendencias
egostas y disminuyen sus responsabilidades. Es frecuente la aparicin de ideas celotpicas al deteriorarse
las relaciones de pareja.
Estos trastornos psquicos se acompaan de los fsicos, los cuales se plasman en el aparato digestivo, el
sistema nervioso perifrico, el aparato cardiovascular.
Berman Marta (1997) Alcoholismo: certezas e interrogantes.

Psicodinamia de la conducta alcohlica.- La escuela psicoanaltica interpreta la conducta alcohlica


como una regresin a un estadio del desarrollo, el estadio oral. En esta fase la absorcin de alimentos y
la actividad libidinal se fusionan en una misma satisfaccin "la incorporacin del objeto".
Pero esta incorporacin del objeto se encuentra fusionada a una funcin de la que se separa ms tarde,
la relacin con el otro, en otras palabras, con la funcin de identificacin. El alcoholista, fijado en el
estadio oral, el objeto significativo que puede ser la madre, el cnyuge, la sociedad, se sienten como
indispensables en funcin de nutricin.
El alcohol representa para el alcoholista por la satisfaccin que produce, el objeto ideal, cuya absorcin es
vivenciada con la desaparicin de la tensin interna, que es la consecuencia de ser abandonado por el
otro, es decir, por el objeto significativo (madre, esposa, incluso sociedad).
En la euforia de la embriaguez, el alcohlico lleva a cabo sus realizaciones sin las limitaciones que impone
el mundo real, de una forma idealizada, los deseos y sueos se plasman en este mundo narcisista, en el
que se puede aniquilar al otro, al que se vive como generador de sus problemas y conflictos.
Berman Marta (1997) Alcoholismo: certezas e interrogantes.

Intoxicacin por alcohol (DSM IV).- La caracterstica esencial de la intoxicacin alcohlica es la


presencia de un cambio psicolgico o comportamental desadaptativo, clnicamente significativo, por
ejemplo comportamiento agresivo, labilidad emocional, deterioro de la capacidad de juicio y deterioro de
la actividad laboral y social que aparece durante la ingestin de alcohol o poco tiempo despus. Estos
cambios se acompaan de lenguaje farfullante, falta de coordinacin, marcha inestable, nistagmo,
deterioro de la atencin o de la memoria, estupor o coma. La demostracin de que el sujeto ha bebido se
puede conseguir por el olor de su aliento, por la historia obtenida a travs de la informacin del propio
sujeto u otro acompaante e incluso si es necesario, practicando anlisis de orina y de sangre.
Berman Marta (1997) Alcoholismo: certezas e interrogantes.

La personalidad del alcohlico.- Resaltaremos los rasgos que consideramos esenciales en la


personalidad del alcohlico, sin entrar en polmicas con el sinnmero de postulados, tntos cuantas
corrientes hay, que pretenden haber encontrado las caractersticas psicopatolgicas de la personalidad
prealcohlica.
Para poder alcanzar sta, nuestra pretensin, consideramos importante dejar de lado lo que el paciente
ha llegado a ser hoy, para orientarnos en los aspectos anteriores de su patobiografa. Es decir, lo que
intentamos es alcanzar la personalidad prealcohlica, no la ex-alcohlica. Buscamos aquellos rasgos de
personalidad que hicieron del paciente candidato a la alcoholmana.
El primer rasgo que notamos es el sentimiento de soledad originado en la incapacidad del futuro
alcohlico, de establecer un vnculo estable con los dems.
Paralelamente, el futuro alcohlico adolece de una exagerada necesidad de dependencia, cuya realizacin
no puede afrontar casi nunca, pues el miedo a un contacto afectivo profundo, altera sustancialmente su
posible vnculo con un otro.
As, el prjimo se transforma en un ser temible, capaz de destrurlo, originando abundantes elementos
que alimentarn los sentimientos de inferioridad psicofsica y la desconfianza paranoide.
Por otra parte, y al mismo tiempo que el miedo y los sentimientos de desconfianza y de inferioridad se
constituyen en los elementos estructurales bsicos de su personalidad, el individuo prealcohlico es
acosado por las dudas y la falta de fe en su potencial creativo. As, aunque sus proyectos no se extingan,
son considerados por l como irrealizables y condenados al fracaso, cerrndoseles las puertas de su
proyeccin al futuro.
La organizacin del yo en una personalidad de este tipo, es dbil, su capacidad integrativa escasa, y las
tensiones emocionales producidas por la presin de las esferas pulsionales toman una tonalidad subjetiva
difcilmente soportable.
La represin dirigida contra estos impulsos pulsionales tiende a extenderse gradualmente a todos los
elementos derivados de aqullos y ms o menos a todos los sentimientos y pensamientos que tienen
alguna conexin asociativa con las pulsiones originarias. Esta extensin de la represin conduce a una
nueva y severa restriccin y a un empobrecimiento de la personalidad.
As, con un pasado que lo amenaza con sus sombras y fantasmas, y un porvenir cerrado por la
desesperanza y falta de fe en s mismo y su potencialidad creativa, el prealcohlico se aloja en un
presente que lo domina y del cual no puede escapar, un presente que no es el producto de la decisin de
hacerse presente una situacin, sino de una situacin presente que se le impone inevitablemente, un
presente donde las tensiones emocionales elementales lo acosan y donde un estado de desesperanza lo
ahoga.
Ahora bien, frente al desarrollo anterior, la entrega a la bebida en este tipo de personalidades, tiene una
significacin especial: la de la correccin subjetiva por medio del txico, del perturbador y doloroso
estado de sobriedad. Es la manera como el alcohlico se sirve del txico para escapar de su esclavizacin
personal a una realidad insoportable que se dilata en la temporalidad del presente. Esta evasin es
vivenciada como redencin y como culpa, mezclndose las sensaciones placenteras de libertad y de

triunfo sobre una realidad adversa, al estilo de una redencin, con el sentimiento vertiginoso de culpa,
propio de una evasin existencial.
Esta suerte de exorcismo de la realidad que el alcohlico practica con el txico, lo lleva segn dice Hoff, a
una especie de "religin qumica", o segn otros autores a buscar "a Dios en una botella", es decir a
mistificar la accin anestsica que trae el alcohol, con el alivio respecto de las pesadumbres, el
resentimiento, el dolor fsico y moral, etc.
Berman Marta (1997) Alcoholismo: certezas e interrogantes.

Algunas reflexiones acerca de la problemtica del alcohol.- Cul sera entonces la diferencia entre
beber, o beber excesivamente y emborracharse, y convertirse en un alcohlico? Los pacientes cmo se
nos presentan? Primer gran desafo que se nos plantea como terapeutas: 1- Solicitan ayuda, reconocen
un estado de enfermedad, o de dependencia a la bebida alcohlica, tambin porqu no, de cronicidad en
algunos casos.
Ya lo mencionamos, pero sera de utilidad conceptualizar una vez ms, que vivimos en una sociedad
donde es costumbre beber, a travs de una copa de cerveza o vino o champagne ofrecemos hospitalidad
y mostramos nuestra sociabilidad -aunque no nos gusten los borrachos, desconfiamos un poco de los
abstemios: "se aceptan intoxicaciones mnimas reiteradas", son favorables a las buenas relaciones
sociales.
En general no bebemos slo para obtener sensaciones fsicas o mentales particulares, tambin nos
estamos ajustando a situaciones en que la bebida es apropiada.
Tambin nuestros pacientes alcohlicos alguna vez bebieron con moderacin, qu les hizo cruzar la lnea
del alcoholismo?
Estaban las causas actuando inexorablemente en su interior, o fueron las circunstancias del entorno y de
la vida? Debemos por lo tanto considerar los factores fsicos, sociales y psicolgicos.
El alcoholismo es un desorden grave, a menudo fatal, su magnitud no es evaluada como es debido. Su
efecto recae no slo en quien padece esta enfermedad sino en sus familiares y amigos. Sus
repercusiones sociales afectan las tasas de accidentes en la va pblica, encuentros deportivos, etc.
Sin embargo, en el sistema de salud de nuestro pas, esta problemtica no recibe una consideracin lo
suficientemente seria.
Pensamos que es importante definir nuestra concepcin del paciente alcohlico: qu es un alcohlico? Si
no definimos el concepto adecuadamente, el trmino podra aplicarse a todos los que beben en forma
anormal; sin embargo no todos ellos son alcohlicos. Algunos son bebedores excesivos, algunos de stos
llegan a la prxima etapa (dependencia), pero no todos.
La mayora de los alcohlicos son dependientes del alcohol, no pueden dejar de beber en forma
espontnea. Existen dos factores esenciales que determinan qu es un alcohlico: bebida excesiva que
implica bebida repetida, el segundo elemento es el dao que resulta de la bebida (fsicos, psicolgicos o
sociales), pudiendo ocurrir en una de estas esferas o en ms de una.
Obviamente la dependencia del alcohol es mucho ms aceptada por la sociedad que la dependencia hacia
otras sustancias como la cocana, marihuana o herona (ya que la bebida es aceptada normalmente).
El trmino dependencia es apropiado para los alcohlicos, en un sentido muy importante, incluso aunque
no necesiten ingerirlo constantemente, es decir que pueden no ser fsicamente dependientes, deben
volver por lo menos de vez en cuando, si no contnuamente. Con la ayuda del alcohol pueden hacer
frente a un problema interno o con su familia. Muchas veces es el estmulo que necesita para ser
sociable, otras para negar situaciones que no puede tolerar o elaborar, sta es la irona de su situacin,
la misma droga en que los alcohlicos confan para funcionar u olvidar, trae el inexorable efecto
fisiolgico de deteriorar el funcionamiento.
En nuestra concepcin el tratamiento que requiere el alcohlico debera estar brindado por todos aquellos
que tienen relacin con l.
A continuacin detallaremos la modalidad de tratamiento que se estableci desde hace un ao en el
Hospital Rivadavia, en el servicio de Psicopatologa, Adultos, con aquellos pacientes alcohlicos que
llegaron para ser atendidos. Se estableci como prioridad apoyarse en el trpode: mdico clnico o
psiquiatra que evaluara el estado general del paciente, solicitando todo tipo de exmenes, de orina, de
sangre, tambin ecografas para ver el estado de hgado y vescula, psiclogo una o dos veces por
semana, y asistencia a los grupos de AA que el paciente eligiera.
Existi una situacin grupal realmente importante que surgi de esta dinmica, a raz de que nuevas
cadenas de apoyo y solidaridad nacieron de los pacientes que teniendo asistencia psicolgica con la
misma terapeuta y concurriendo al grupo Palermo (grupo de AA que tambin est ubicado en el
Hospital), comenzaron a reconocerse en el hall del servicio y formaron un subgrupo de relacin que fu
altamente favorecedor a los tratamientos, ya que se avisaban cuando haba algn problema, y no podan
asistir a la terapia o se llamaban por telfono para recordarse o recordarle a alguien que no dejara de
asistir, tanto a la sesin, como a las actividades del "otro grupo" de AA.
Esta situacin de solidaridad y empata, se vi notablemente en las fiestas de fin de ao, donde varios de
ellos, que antes no se conocan, y que no contaban con un lugar donde estar, se citaron previamente en

el hall del servicio, para hacer los arreglos correspondientes al Ao Nuevo, y cmo lo pasaran en el
grupo.
Esta circunstancia apoya notablemente la teora de que el trmino tratamiento en el caso del paciente
alcohlico, sugiere algo que slo un equipo as conformado puede brindar un mdico, un psiclogo y
Alcohlicos Annimos (AA).
Es importante remarcar que en el tratamiento psicolgico, no se cuestionan las pautas de AA, donde a
veces se presiona con el tema culpa, abstinencia, sino ms bien se propuso claramente a los pacientes
que en el consultorio se podan evaluar aquellos temas que en AA no se podan decir; pero que la
asistencia a dichos grupos era fundamental como parte de una rutina de esclarecimiento de su
problemtica. Hubo quienes manifestaron su rechazo al rezo final, y pudiendo elaborar sto, continuaban
con las dos situaciones paralelamente (sin que una terapia - interfiriera con la otra --> grupo).
Esta contnua interaccin, cambi la forma de pensar de la "vieja hermandad" de AA, que sostena que
"los mejores profesionales de la tierra" no podan ayudar a los alcohlicos a recuperarse, slo "ellos", los
integrantes de AA.
Lentamente comenzaron a comprender que ciertos estados mentales: fuertes depresiones, trastornos de
conducta, trastornos fsicos, psicosomticos, problemas conyugales, filiales, etc. eran tratados en el
servicio por el mdico y el psicoterapeuta, y que esta pauta influa positivamente en los asistentes al
grupo (comenz as una aceptacin del servicio del Hospital). El "absolutismo" cambi en una adecuada
aceptacin del tratamiento psicolgico.
Es importante remarcar que la modalidad en los grupos de Argentina fu morigerar el "evangelismo",
hacia situaciones de charlas grupales, donde el testimonio es ms bien un relato hacia aquellos pares que
puedan escuchar sin censurar y entender. Por supuesto sto no sucede en todos los grupos, y es por sto
que se insisti en el grupo Palermo, ya que sus integrantes son personas clidas y solidarias entre s
(extrado de los mismos pacientes que recalcaban las diferencias entre este grupo y otros).
El rol del psiclogo en el tratamiento, tambin consisti en aceptar las recadas con naturalidad, no
censurar y evaluar porqu sucedi, en qu momento de la historia personal del sujeto y cmo prevenir
situaciones semejantes. Queda claro que el psiclogo en este caso entendi que poda darle al paciente
algo que el grupo no, pero a la vez se le daba a entender a ste, que por las caractersticas de su
enfermedad era absolutamente necesario que tuviera los telfonos de sus compaeros de grupo, a
quienes deba acudir inmediatamente cuando se sintiera compelido a beber.
Se estableci claramente la necesidad de encontrar nuevos lazos sociales, en lugar de continuar sus
antiguas relaciones con otros bebedores.
Es interesante destacar que en un punto coincidimos plenamente con un concepto de AA (y sto fu
claramente visualizado por los pacientes): sto es la visin de que sufren no por debilidad o desviacin,
sino por una enfermedad.
La Argentina como pas en vas de desarrollo no cuenta con coberturas sociales que contengan a quienes
sufren esta problemtica. Es por sto, que un grupo de pertenencia es fundamental, ya que los
organismos oficiales no contemplan adecuadamente este tipo de situaciones.
Pensemos luego tambin la particular relacin existente entre el sujeto y su entorno social, y cmo se
vincula con el alcohol: siempre o casi siempre seran formas socializadas de integracin. En el caso clnico
que luego presentaremos, veremos cmo la cerveza, en el caso de una paciente brasilera, el vino en el
caso de los argentinos, y la bebida fuerte (pisco, ginebra) en el caso de peruanos, chilenos, bolivianos,
simbolizaba fuertemente su adherencia a rasgos culturales muy arraigados en sus lugares de origen.
Ahora bien, como podramos establecer un determinado abordaje que nos permitiera entender estos
entramados sociales, dentro de la nueva poltica de reduccin de dao.
Primero nos planteamos las tensiones entre los modelos conocidos:
Abstinencia <--> Reduccin del dao
Enfermedad <--> Promocin de la salud
Ideologismo <--> Pragmatismo
Disciplinariedad <--> Interdisciplina
Entendimos que en estos ltimos aos, hubo cambios importantes en cuanto al tratamiento del paciente
alcohlico, por ejemplo: se abandon la idea del "asilaje" cambindola por la de "coordinacin
personalizada de casas" (de hecho es como se comenz a trabajar en nuestro servicio del Hospital
Rivadavia).
Siempre se relacion a cada paciente y su enfermedad con su contexto particular. Esto nos lleva a un
desplazamiento del sujeto y su producto adictivo, en este caso alcohol, hacia su medio ambiente,
contexto, sociedad. Se diversificaron los paradigmas "reduccin del dao" versus abstinencia,
penalizacin versus laissez-faire, internacin versus reinsercin social.
Se abandon totalmente la idea de demonizacin de la bebida, con su consecuente penalizacin.
Sabemos asimismo que el consumo de alcohol en nuestro pas (suponemos que en muchos otros lugares
del mundo, especialmente en Europa es as), se sita en un nivel intermedio - sera "intersticial" - entre
lo normativo, lo patolgico y el sufrimiento del paciente. Comprobamos continuamente la superposicin
de discursos y la retroaccin a espacios ideolgicos que se crean superados. La asociacin alcohol -->

"xito", "vida loca", "juventud", "diversin", "el vino es la bebida de los pueblos fuertes" - droga = sida,
resulta un exponente visible en lo social de todas estas construcciones, su mutuo atravesamiento y la
dificultad que luego se nos presentar en los tratamientos. Debemos dar lugar entonces tanto a la
diferenciacin como a la integracin. Pensamos constantemente que el fenmeno del consumo (visto
desde una perspectiva sociolgica) se define por y a travs de recursos simblicos y materiales del
contexto, siendo en este punto una estructura paradojal: que promueve el consumo pero que carece de
instrumentos de control o contencin social. Fu entonces nuestra tarea encarar con pragmatismo la
bsqueda de nichos adecuados de contencin y solidaridad social, y en ciertos grupos de A.A.
encontramos aquello del orden social que en nuestra estructura (Hospitales, Casas de salud, etc.) no
ubicamos.
Nuestra labor como estrategia teraputica, est encaminada al logro de objetivos, siendo el objetivo
primario promover la salud fsica y psquica para mejorar la calidad de vida, lo que a su vez habr de
favorecer el desempeo personal, familiar, laboral y social. Por lo tanto el tratamiento del alcohlico, con
un enfoque global y unitario del hombre enfermo, debe resolver las races biolgicas, las problemticas
psicolgicas y las conflictivas familiares y sociales del trastorno. El objetivo final consiste en arribar a una
abstinencia durable con una calidad de vida compatible.
Indagamos cmo es su vida cotidiana, partiendo de la realidad del paciente, cmo vive y no slo qu
consume.
El objetivo del tratamiento no se limita a la salida de la toxicomana, sino mejorar la salud del usuario,
permitirle vivir con menos sufrimiento y menos riesgo, menor exclusin social y laboral.
Consideramos que los profesionales de las diferentes disciplinas tienen que comunicarse; podemos tener
diferentes puntos de vista pero hay que aunarse para favorecer la atencin de la salud del paciente.
Trabajar en equipo colaborando con un objetivo comn; nos necesitamos unos a otros, humildad entre
profesionales, y entre profesionales y pacientes. Debemos escuchar a los pacientes, aprender de ellos;
confrontar lo que dicen sera indispensable para hacer cada evaluacin.
Es importante tomarse el tiempo no slo para "formacin" sino tambin para "informacin". No condenar
el uso, sino mejorar la informacin para una mayor proteccin y conocimiento. Como terapeutas ms all
de la teora en el trabajo clnico con estos pacientes, no adherimos al concepto de "neutralidad del
analista", sino acompaar al paciente e involucrarse tambin desde el afecto y la atencin hacia un nuevo
proyecto vital.
Berman Marta (1997) Alcoholismo: certezas e interrogantes.

Un caso clnico.- Se trata de una paciente de 38 aos A.S., brasilera, radicada en Argentina desde hace
4 aos. Comienza a beber cerveza a los 15 aos, luego de un desengao amoroso con un novio que la
abandona.
Refiere que al principio comenz de noche a beber 4 o 5 botellas y que luego tambin beba por las
tardes, hasta que la ingesta lleg a ser de 15 a 16 botellas seguidas. Terminaba tirada en alguna vereda
o en la playa, hasta el da siguiente. Este esquema contina hasta que debe venir a la Argentina por
razones laborales. Se ubica en una casa de familia donde la contratan para tareas domsticas y cuidar a
una anciana enferma. Casi diariamente se alcoholiza por la noche, empieza a sentir que al despertar su
estado anmico es agresivo, irritable, con descontrol de sus impulsos. Estos sntomas sumados a que su
patrn se anoticia de su consumo de alcohol, hacen que l le proponga que pida algn tipo de ayuda. As
es como llega a nuestro servicio.
La paciente es asistida por dos profesionales: el mdico psiquiatra que hizo la admisin, y el psiclogo
que tom el caso. El psiclogo le sugiere una entrevista con el mdico clnico para efectuar exmenes de
laboratorio, sangre y orina, y una evaluacin del estado general de salud. Se le ofrece la posibilidad de
asistir al grupo Palermo de A.A. y conjuntamente asistencia a psicoterapia una vez por semana.
La paciente se compromete con el tratamiento, asistiendo regularmente a los controles mdico-clnicos,
inicia psicoterapia y concurre al grupo Palermo conjuntamente. La paciente ingres hace un ao al
servicio y hace 8 meses se encuentra en abstinencia.
Se implement el modelo de intervencin aplicado en Francia, en el que 4 indicadores o registros
funcionan como herramientas para la evolucin de la paciente desde su ingreso como as tambin, su
evolucin a lo largo del tratamiento. Estos 4 indicadores son:
- toxicomana - 2
- seguimiento mdico - 1
- aspecto social - 1
- aspecto psiquitrico, psicolgico - 1
Se evaluaron exhaustivamente cada uno de estos indicadores con una puntuacin de 1, 2 o 5 de acuerdo
a una escala de riesgo creciente, que nos permiti arribar a un score o grado de riesgo en el que se
encontraba en cada rea en particular, su estado general y calidad de vida, y en funcin de ello se
determin la modalidad de seguimiento anteriormente explicitada: seguimiento mdico, psicoteraputico
y asistencia a los grupos AA.
Berman Marta (1997) Alcoholismo: certezas e interrogantes.

Alcoholismo y cocana: un caso clnico.- Objetivo. Analizar la importancia que la dependencia


conjunta de alcohol y cocana tiene en la presentacin de diferentes trastornos psicopatolgicos. Material
y mtodos. Se describe el caso de un paciente que solicit una consulta en la unidad de alcoholismo por
presentar dependencia de alcohol y cocana. Asimismo, se mencionan los datos ms relevantes que se
observaron durante los 6 aos en que el paciente estuvo en seguimiento. Resultados. A pesar de los
diferentes tipos de abordaje teraputico utilizados (desintoxicacin hospitalaria y tratamiento
ambulatorio), el paciente estuvo abstinente de alguna de las sustancias durante cortos perodos de
tiempo. Durante el seguimiento present dos episodios que fueron diagnosticados como trastorno bipolar
tipo dos. Adems, presentaba un trastorno del comportamiento sexual, etiquetado como paraflico, cuyas
primeras manifestaciones precedieron al consumo de drogas y se manifestaba clnicamente bajo su
efecto. Conclusiones. El consumo de alcohol y cocana incrementa la morbilidad psiquitrica y empeora el
pronstico de la dependencia de ambas sustancias, el abordaje teraputico es ms complejo y el
cumplimiento teraputico es menor.
JJ vila Escribano, R Villa Dez, Presentacin de diferentes trastornos psicopatolgicos en la dependencia de alcohol y
cocana. TRASTORNOS ADICTIVOS. 2007 OCT;9(4).

La familia alcohlica.- La tesis bsica de este libro es que el alcoholismo es un estado capaz de
convertirse en un principio organizador central alrededor del cual se estructura la vida de una familia.
Cuando ello ocurre, esta se convierte en una familia alcohlica, algo distinto a familia con miembros
alcohlico, donde el alcoholismo no se constituy como organizador de la vida familiar.
Cada familia con un miembro alcohlico debe hacer frente a un estado que tiene cinco caractersticas
centrales: 1) es crnico, 2) implica el uso de una droga psicobiolgicamente activa, 3) es de naturaleza
cclica, 4) produce respuestas predecibles, y 5) tiene un curso de desarrollo definido.
Un modelo sistmico de la familia alcohlica ve la vida familiar como un producto del juego dinmico
recproco entre dos grupos de procesos: 1) uno vinculado con la regulacin interna de la vida de la
familia (homeostasis y morfoestasis), y 2) el otro relacionado con el crecimiento y desarrollo de sta
(morfognesis).
Aunque el modelo propuesto se concentra en la familia alcohlica, pretende tener una aplicabilidad ms
general. El modelo se puede organizar alrededor de una construccin de desarrollo que los autores
llaman maduracin sistmica. Dicha construccin postula que todas las familias, fuese cual fuese su
composicin o la edad de sus miembros, pueden dividirse, por motivos de conveniencia, en tres fases
diferentes (primera, intermedia, tarda) basadas en el surgimiento secuencial de una serie de temas de
desarrollo. Se da por supuesto que estas fases de desarrollo no slo son universales, sino, adems, de
naturaleza epigentica. Por lo tanto, en general es posible describir un ciclo caracterstico de la familia
modal, influido por la personalidad nica de la familia ms all de su historia, valores, etc.
Junto al concepto de maduracin sistmica aparece tambin como importante la idea de deformacin del
desarrollo. Esta construccin se refiere a los cambios y alteraciones de la forma acostumbrada de la
maduracin sistmica, que son la consecuencia de experiencias especficas singulares que la familia se ve
obligada a enfrentar. Una de estas experiencias es el alcoholismo crnico de uno de sus miembros. En
este ltimo caso, se dan en la familia alcohlica ciertos cambios caractersticos, ciertas alteraciones de la
maduracin sistmica normal que pueden tambin describirse en tres fases: primera, intermedia y final.
El modelo de sistema de familia alcohlica presenta cuatro principios bsicos:
1) Las familias alcohlicas son sistemas conductales en los cuales el alcoholismo y las conductas
vinculadas con ste se han convertido en principios organizadores centrales en torno a los cuales se
estructura la vida en familia. 2) La introduccin del alcoholismo en la familia posee la capacidad potencial
de alterar en profundidad el equilibrio que existe entre el crecimiento y la regulacin en el seno de la
familia. Por lo general, esta alteracin impulsa a la familia acentuando la estabilidad a corto plazo
(regulacin), a expensas del crecimiento a largo plazo. 3) El impacto del alcoholismo y de las conductas
conexas con el alcohol sobre el funcionamiento sistmico se ve con mayor claridad en los cambios en las
conductas reguladoras, a medida que la familia adapta poco a poco su vida a las exigencias del
alcoholismo. 4) A su vez, los tipos de alteraciones que se producen en las conductas reguladoras pueden
verse en su profunda influencia sobre la forma general de crecimiento y desarrollo de la familia. Son
cambios en el ciclo normativo de sta, llamados deformaciones del desarrollo.
En la familia distinguimos cambio de crecimiento. El cambio es cualquier alteracin sistmica en la
familia, mientras que el crecimiento son cambios pero predecibles a lo largo del tiempo, o sea la familia
atraviesa distintas etapas, hay una lnea temporal de maduracin sistmica que se divide en tres fases:
primera, intermedia y ltima. Estas fases tendrn caractersticas distintas segn hablemos de una familia
normativa (o normal) o de una familia alcohlica.
El ltimo captulo se refiere al tratamiento de la familia alcohlica. Cuatro temas son aqu importantes: 1)
las familias alcohlicas son muy heterogneas entre s, por lo que no puede aplicarse a todas el mismo
enfoque de tratamiento; 2) la terapia familiar es un enfoque clave para tratar la familia alcohlica, sobre
todo si el alcohol se convirti en el organizador central de la misma; 3) puesto que el alcohol tiende a
invadir las conductas reguladoras de la familia, esas conductas son importantes focos para evaluar y
diagnosticar si estamos o no en presencia de una familia alcohlica; y 4) puesto que la familia alcohlica

es capaz de producir deformaciones del desarrollo en familias normativas, las tres fases normales de
desarrollo deben ser puntos de referencia importantes en la terapia.
Sinopsis de Steinglass P y otros (1993) La familia alcohlica. Barcelona: Gedisa. 2 edicin.

Alcoholismo en la vejez.- Antecedentes. Poco se conoce sobre la prevalencia y los factores de riesgo
de los problemas de alcohol entre las personas mayores (especialmente aquellos en edades de 75 aos y
mayores). Los objetivos de este estudio fueron reportar los patrones de consumo de alcohol y determinar
su asociacin con variables sociodemogrficas y caractersticas de salud.
Mtodo. 3224 sujetos no dementes en edades de 75 y mayores, que acudan a mdicos generales (GPs)
(n= 138) en un rea urbana de Alemania; fueron estudiados a travs de entrevistas clnicas
estructuradas incluyendo una evaluacin detallada de los patrones de consumo de alcohol, distinguiendo
entre abstemios, bebedores moderados y bebedores en riesgo (>20 g de alcohol para mujeres y >30 g
de alcohol para hombres).
Resultados. Una alta proporcin (50.1%) de la muestra eran abstemios, 43.4% eran bebedores
moderados. La prevalencia del consumo de alcohol en riesgo fue de 6.5% (CI 95% 5.6-7.4). Las tasas
fueron significativamente mayores para los hombres (12.1%; CI 95% 10.2-14.0) en comparacin con las
mujeres (3.6%; CI 95% 2.8-4.4). Despus de ajustar por completo las variables de confusin
encontramos que en comparacin con el consumo moderado de alcohol, la abstencin de consumo de
alcohol estuvo significativamente asociada al gnero femenino, a una educacin menor y a un deterioro
de la movilidad. En comparacin con el consumo moderado de alcohol, los bebedores en riesgo fueron
significativamente mayores en hombres, individuos con una enfermedad del hgado y fumadores
actuales.
Conclusiones. El anlisis multivariado revel que, aparte de la enfermedad heptica, el bebedor en riesgo
en una poblacin no demente en edades de 75 aos y mayores, estuvo asociado a una salud fsica y
mental relativamente buena. Sin embargo, las medidas preventivas pblicas deben centrarse en los
bebedores de riesgo para que tomen conciencia de los riesgos potenciales de un alto consumo de alcohol
en la vejez.
Siegfried Weyerer; Martina Schufele; Sandra Eifflaender-Gorfer... (et.al) Riesgo de consumo de alcohol en pacientes
en atencin primaria en edades de 75 aos y mayores. INTERNATIONAL JOURNAL OF GERIATRIC PSYCHIATRY. 2009
DIC; 24(12):1376-1385.

ALEXIA
Definicin.- Perturbacin adquirida a continuacin de una injuria cerebral, parcial o total de la lectura.
Neurolgicamente, se emplea el trmino 'alexia' como supresin de lectura, mientras que el trmino
'dislexia' se referira a su perturbacin.

Condemarn Mabel y Blomquist Marlys, La dislexia. Manual de lectura correctiva, Ed. Universitaria SA, Chile, 1970. p.
32.

Definicin.- Situacin de un paciente que por lesin adquirida del cerebro ha perdido la capacidad de
comprender la palabra escrita, sea manuscrita o impresa.
Tamaroff L. y Allegri R., Introduccin a la neuropsicologa clnica, Ed. Libros de la Cuadriga, Bs. As., 1995, p. 172.

Alexia y dislexia.- La alexia es secundaria a una lesin cerebral, adquirida cuando la funcin de la
lectura est ya constituda, mientras que la dislexia implica una incapacidad constitucional o de
desarrollo. El dislxico tiene dificultades para aprender a leer.
Tamaroff L. y Allegri R., Introduccin a la neuropsicologa clnica, Ed. Libros de la Cuadriga, Bs. As., 1995, p. 172.

Alexia y dislexia.- La mayora de los mdicos utilizan el trmino alexia para referirse a las
incapacidades de lectura, de cualquier gravedad, derivadas de lesiones cerebrales, mientras que utilizan
el de dislexia para designar una incapacidad innata para aprender a leer. Los psiclogos y educadores,
por otra parte, utilizan alexia segn sus derivaciones lingsticas para hacer referencia a una total
incapacidad para aprender a leer. En general, conviene limitar la definicin de dislexia al problema
presentado: fracaso en la lectura. Las diversas definiciones se entrecruzan en el aspecto de que en la
dislexia del desarrollo existe una discrepancia entre el real nivel de lectura del nio y el esperado, dados
su edad mental, su nivel de escolarizacin y su inteligencia (Kaplan y Sadock, 1992:770).
Kaplan H y Sadock B (1992) Compendio de psiquiatra. Mxico: Salvat.

ALEXITIMIA
Definicin.- Se trata de un trmino originalmente dinmico que fue introducido por Sifneos en 1973.
Etimolgicamente significa falta de palabras para los afectos y se refera a los pacientes con incapacidad
para expresar los afectos a travs de las palabras.
Vallejo Ruiloba J y otros, Introduccin a la psicopatologa y la psiquiatra, Masson, Barcelona, 1999, 4 edicin, pg
234.

Definicin.- Puede definirse la alexitimia de la siguiente manera: a) pobreza de la actividad de fantasa,


b) dificultad del material asociativo en descubrir emociones vinculadas a conflictos psquicos interiores, c)
dificultad en encontrar las palabras adecuadas para describir sus sentimientos y afectos, d) debilidad en
la estructura del Yo, e) precoz alteracin de la relacin materno infantil, f) frecuentes antecedentes de
acting out, g) ausencia real o en la estructura del aparato psquico de la figura paterna (esto ltimo tuve
ocasin de comprobarlo en la clnica).
Albalustri Luis, Alexitimia y patologa psicosomtica. Includo en Revista Desarrollos en Psiquiatra Argentina, Ao 2,
Nro 3, Marzo-Abril 1997, pg. 61.

Definicin.- Incapacidad para describir los afectos a travs del lenguaje verbal y para elaborar
fantasas. Los sujetos alexitmicos presentan una gran dificultad para reconocer y describir sus propias
emociones y afectos, as como para discriminar entre estados emocionales y sensaciones corporales. Se
ha descrito en enfermedades psicosomticas, dolor psicgeno, depresin, abuso de txicos, anorexia
mental y trastorno por stress postraumtico.
Farr Mart J (1999) Diccionario de psicologa. Barcelona: Ocano.

Prevalencia.- Resumen: Introduccin: La Alexitimia se caracteriza por una dificultad en la identificacin


y la descripcin de los estados emocionales, as como tambin de un estilo de pensamiento orientado de
forma externa. Este estudio investig la prevalencia de la alexitimia en una muestra britnica de
estudiantes no graduados y valor su relacin con la vinculacin paternal y la disociacin.
Mtodo: Se administr la escala de Alexitimia de Toronto (TAS-20), el instrumento de vinculacin
paternal (PBI), y la escala de experiencia disociativa (DES) a una muestra de 181 estudiantes varones y
190 mujeres, ambos grupos de estudiantes no graduados de ciencias exactas y artes.
Resultados: Los ndices de alexitimia se compararon con aquellos observados en algunos pases.
Contrario a las predicciones, las mujeres presentaron ndices ms altos que los varones, y la presencia de
alexitimia fue ms alta. Como en estudios anteriores, la alexitimia estuvo ligada a una disociacin y
percepcin de falta de cuidado maternal, aunque el grado de asociacin a esta ltima fue pequeo. Las
experiencias disociativas fueron predecibles por una sobreproteccin maternal y por dificultades en la
identificacin de sentimientos.
Discusin: Se encontr cierta ayuda calificada en la relevancia de la vinculacin maternal temprana a las
dificultades en el proceso de emociones posteriores. Se discute la presencia de un mayor ndice de
alexitimia en mujeres y en particular en estudiantes mujeres de ciencias exactas, en referencia a otras
observaciones similares. Tambin se encontr una relacin comprensible entre la dificultad en la
identificacin de sentimientos (TAS) y en la despersonalizacin/no-comprensin y asimilacin (DES).
Mason O y otros, Alexitimia: Su prevalencia y sus correlatos en una muestra britnica de estudiantes no graduados.
PSYCHOLOGY AND PSYCHOTHERAPY: THEORY, RESEARCH AND PRACTICE. 2005 MAR; 78(1).

ALIENACIN
Definicin.- Estado de quien se encuentra exento de comunicacin consigo mismo, con el producto o
resultado de sus propias acciones, con los dems, o con el medio social en que se desenvuelve. /
Alienacin mental, trmino psiquitrico que se utiliz para caracterizar los estados de falta de
comunicacin del sujeto con el mundo exterior (autismo esquizofrnico) y de deterioro de las relaciones
sociales (paranoia). El trmino fue sustituido por el de enfermedad mental.
Farr Mart J (1999) Diccionario de psicologa. Barcelona: Ocano.

ALOGIA
Definicin.- Trastorno del lenguaje. Se refiere a la dificultad para generar temas y dotarlos de una
informacin adecuada, por lo que el discurso del paciente aparece empobrecido y vaco de contenido. Se
distingue entre pobreza del habla y del contenido. En la pobreza del habla se observa una restriccin en
la cantidad del lenguaje espontneo, por lo que las respuestas tienden a ser poco fluidas, vacas, breves,
fragmentarias, vagas y no elaboradas. A veces las contestaciones son monosilbicas, y algunas
preguntas se quedan sin respuesta. En la alogia por pobreza del contenido, la fluidez verbal se halla
preservada, pero aunque las respuestas sean suficientemente largas y el habla sea adecuada en
cantidad, contiene poca informacin. El lenguaje tiende a ser muy abstracto. El sujeto acostumbra a
obviar la informacin adecuada y a no especificar. La alogia es uno de los sntomas negativos
caractersticos de la esquizofrenia, si bien es posible observarla en otros grupos de pacientes crnicos,
sobre todo en rgimen de institucionalizacin. Otra alteracin algica es el bloqueo del habla.
Farr Mart J (1999) Diccionario de psicologa. Barcelona: Ocano.

ALUCINACIN

Definicin.- Representacin mental que: a) comparte caractersticas de la percepcin y de la


imaginacin; b) se produce en ausencia de un estmulo apropiado a la experiencia que la persona tiene;
c) tiene toda la fuerza e impacto de la correspondiente percepcin real; y d) no es susceptible de ser
dirigida ni controlada voluntariamente por quien la experimenta.
Belloch A y otros, Manual de Psicopatologa, Volumen I, Madrid, McGraw Hill, 1995, pg. 227.

Tipos.- Algunas tipos de alucinacin son los siguientes: 1) Alucinacin extracampina: es aquella que se
experimenta fuera del campo sensorial plausible; 2) Alucinacin funcional: alucinacin activada y/o
desencadenada por un estmulo, el cual es percibido al mismo tiempo que la alucinacin y en la misma
modalidad sensorial; 3) Alucinacin refleja: Alucinacin producida en una determinada modalidad
sensorial que es desencadenada por la percepcin (correcta) de un estmulo perteneciente a un campo
sensorial diferente a aquel en que se produce la alucinacin.
Belloch A y otros, Manual de Psicopatologa, Volumen I, Madrid, McGraw Hill, 1995, pg. 227.

Definicin.- Grave manifestacin de desorden sensorial, en que se atribuye carcter de percepcin a


datos puramente subjetivos. La alucinacin es una percepcin sensorial sin estmulo externo. Las
alucinaciones pueden presentar diversas modalidades, pero las ms frecuentes pertenecen al terreno
auditivo. Este punto de vista fue introducido por Esquirol (1838), quien es a su vez creador del trmino.
Los estmulos auditivos no tienen su origen en el medio ambiente sino que son originados dentro del
paciente mismo. Es conocido el empleo de diversas drogas para provocar alucinaciones y Hofman y otros
has destacado el valor del factor patolgico en los centros ideacionales. James parece inclinarse a favor
de la hiptesis de la disociacin; algunos autores atribuyen ciertas alucinaciones a la situacin patolgica
de los rganos de los sentidos o de los nervios sensoriales. Baillarger diferencia dos clases de
alucinaciones: la psico-sensorial y la psquica. En la primera combinan la imaginacin con un estmulo
sensorial, mientras que la alucinacin psquica es el resultado de la imaginacin sin la interposicin de un
estmulo sensorial. Algunas autoridades usan la expresin de alucinacin psquica para ideas inspiradas.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Definicin.- La alucinacin es una alteracin perceptiva producto de la elaboracin de un juicio


interferido y desviado, que crea una vida representacin originada en una imagen del recuerdo o de la
fantasa; proyectada al exterior y es aceptada como real, como producto de una captacin sensorial Ball:
percepcin sin objeto (Betta, 1984:87).
Betta Juan (1984) Manual de Psiquiatra. Buenos Aires: CEA, Octava edicin.

Clasificacin.- 1) Alucinaciones sensoriales: Se producen en los cinco aparatos sensoriales externos.


Pueden ser: a) Alucinaciones auditivas, indiferenciadas: ruidos, zumbidos, silbidos. En un grado ms
diferenciado: forma verbal, repeticin invariable de una o ms palabras. En un grado de diferenciacin
perfecto, se distinguen diferentes voces con gran nitidez. b) Alucinaciones visuales: Generalmente en
estados txicos e infecciosos. Elementales: llamas, colores y sombras indefinidas. Ms individualizadas:
animales, objetos o personas. c) Alucinaciones olfatorias y gustativas: Generalmente asociadas y
desagradables; en relacin con los alimentos. En algunos casos agradables. d) Alucinaciones tcticas y de
la sensibilidad general: de contacto, trmicas y dolorosas: de tacto activo sensacin de tocar; de tacto
pasivo sensacin de ser tocado.
2) Alucinaciones cenestsicas: se refieren a los sentidos internos: hipocondracos melanclicos y
neurticos.
3) Alucinaciones cinticas o kinestsicas: sensacin de movimiento parcial o total del cuerpo,
esquizofrnicos (Betta, 1984:87).
El autor menciona tambin los siguientes tipos de alucinacin (Betta, 1984:88):
Alucinacin extracampina.- Cuando se captan estmulos que escapan al campo sensorial. Son visuales.
Alucinacin hipnaggica.- Cuando disminuye la lucidez de la conciencia: paso de la vigilia al suelo, fatiga,
surmenage, etc.
Alucinacin psquica.- Intensa representacin sin exteriorizacin; conciencia de que se produce en el
cerebro (palabras o pensamientos que imparten rdenes) (Betta, 1984:88).
Alucinacin verbomotora.- Ms que alucinaciones es una perturbacin del pensamiento: sensacin de que
otras personas hablan por intermedio del sujeto (Betta, 1984:88).
Betta Juan (1984) Manual de Psiquiatra. Buenos Aires: CEA, Octava edicin.

Clasificacin.- Segn los rganos de los sentidos involucrados, las alucinaciones pueden ser de la vista,
del odo, del olfato, de la sensibilidad general y cenestesia, kinestsicas y verbomotoras, psquicas,
extracampiles y combinadas.
Pereira, Manual de Psiquiatra.

Tipos de alucinacin.- Introduccin: Las alucinaciones auditivas (AA) deberan abordarse desde una
perspectiva multidimensional. Sanjun (2006) propone un modelo etiopatognico de las alucinaciones en

la psicosis que implicara, por un lado, una vulnerabilidad a or voces, y por otro, una respuesta
emocional anmala ante las alucinaciones.
Objetivos: Determinar grupos homogneos de pacientes a partir de diversas dimensiones de las
alucinaciones. Segn las predicciones de nuestro modelo, los sujetos con una alta respuesta emocional a
las alucinaciones presentarn una mayor duracin y frecuencia, adems de un curso ms crnico de las
mismas.
Metodologa: A 143 pacientes psicticos con AA se les administr la escala PSYRATS (Phychotic Symptom
Rating Scale) para AA (Haddock et al ,1999). Se llev a cabo un anlisis de conglomerados (mtodo K
medias) con las variables de esta escala. Se valor la frecuencia en que las AA provocaban una respuesta
emocional placentera.
Resultados: Determinados cuatro grupos distintos: 1) respuesta de ansiedad alta y frecuencia y duracin
de las alucinaciones altas (n=77); respuesta de ansiedad baja, frecuencia y duracin bajas (n=28);
3)respuesta de ansiedad baja, frecuencia y duracin altas (n=23); sin embargo fue el grupo con una
respuesta placentera mayor; y 4) respuesta de ansiedad alta, frecuencia y duracin bajas (n=15). Los
grupos 1 y 3 estaban formados principalmente por alucinadores crnicos.
Conclusiones: Podemos diferenciar 4 grupos homogneos de pacientes. Para la mayora de los pacientes,
la respuesta emocional (tanto negativa como positiva) determin la gravedad (frecuencia y duracin) y la
cronicidad de las alucinaciones.
N. Herrero Sebastin, E. Gonzlez Snchez, O. Brotons Girona...(et.al). Alucinadores: Existen diferentes tipos?
REVISTA DE PSIQUIATRA Y SALUD MENTAL. 2008 NOV. Ponencia incluida en el XII Congreso Nacional de Psiquiatra.

Alucinacin en personas normales.- Resumen: Que una porcin sustancial de individuos mentalmente
saludables indique haber tenido experiencias que podran llamarse alucinaciones representa un
descubrimiento potencialmente importante. Como sugiere la hiptesis del continuo de la psicosis, tales
experiencias son una parte de la conciencia normal para la poblacin general, ya que las alucinaciones
generalmente no estn asociadas con una estructura neurtica. En este estudio, se examinan tres
factores que podran estar relacionados con la experiencia alucinatoria en individuos normales: la
propensidad a la fantasa, la absorcin psicolgica y las experiencias disociativas. Las personas que
tienen alta capacidad de absorcin, tienen imaginera visual intensa y vvida, y experiencias sensoriales
intensas e imaginativas, lo cual tambin podra ser un factor de predisposicin para la experiencia
alucinatoria. En la categora de la disociacin normal, se incluyen experiencias alucinatorias tambin
que operan en un continuo en cuyo extremo estn los estados disociativos normales, como la
autohipnosis, hasta estados patolgicos, como la amnesia disociativa y la despersonalizacin. Testeamos
tres hiptesis sobre una muestra de 650 estudiantes universitarios de ambos sexos (24% varones y 76%
mujeres; rango etario = 1757 aos) y encontramos diferencias significativas en absorcin (r= .615 p
< .001) y aunque algo menor propensidad a la Fantasa (r= .546; p < .001), y disociacin (r= .554;
p< .001) con el puntaje total de tendencia a alucinar. Se realiz un anlisis de regresin lineal por el
mtodo de pasos sucesivos para valorar hasta que punto la absorcin, la disociacin y la propensidad a la
fantasa explican la presencia de experiencias alucinatorias. Dada la consistencia de nuestros resultados
tenemos una validacin de las experiencias alucinatorias en poblacin normal.

Alejandro Parra, Interrelacin entre disociacin, absorcin y propensidad a la fantasa con experiencias alucinatorias en
poblacin no-clnica. ALCMEON. 2007 SEP;14(1).

Alucinacin en la esquizofrenia.- Las alucinaciones en la esquizofrenia se han considerado como el


resultado de la atribucin errnea de la informacin internamente generada a una fuente externa. Las
distorsiones en la imagen mental pueden ser la base de tales confusiones. Investigadores de la
Universidad de Utrecht analizaron el funcionamiento de 77 sujetos sobre mltiples medidas de
comportamiento de las imgenes y percepciones mentales auditivas y visuales, y una medida de
monitorizacin de la realidad. Las comparaciones se hicieron entre el funcionamiento de los pacientes
esquizofrnicos con (N=22) y sin las alucinaciones (N=35) y los sujetos normales emparejados para la
comparacin (N=20), despus de controlar los factores atencionales. No emergieron diferencias en
cualquiera de las medidas de la imagen mental, ni en la realidad que monitorizaba la exactitud. Esto
sugiere que no hay disposicin estable hacia las imgenes mentales anormales asociadas con las
alucinaciones. Sin embargo, para los pacientes con alucinaciones activas (N=12), la severidad de la
alucinacin correlacion positivamente con una medida de interaccin entre la imagen y la percepcin en
la modalidad auditiva r =0.70, p =0.01. Aunque de modo preliminar, este hallazgo es constante con las
recientes propuestas tericas en las cuales las alucinaciones se han sugerido como resultado de una
influencia creciente de las expectativas sensoriales descendientes en la percepcin consciente.
Aleman A y otros, Bases cognitivas de las alucinaciones en la esquizofrenia. SCHIZOPHR RES. 2003 NOV; 64(2):175185.

Generalidades.- Las alucinaciones son un hecho del discurso, pues slo podemos acceder a ellas porque
el paciente las cuenta. Para Jaspers, en la alucinacin podemos identificar tres caractersticas
fundamentales: corporeidad, objetividad y espacializacin (lo alucinado se percibe como ubicado en el

espacio exterior). Estas caractersticas son importantes porque permite hacer una clasificacin de las
alucinaciones en dos grandes grupos: con espacializacin y sin espacializacin. En las primeras estn las
tres caractersticas indicadas, mientras que en las segundas no hay ni corporeidad ni espacializacin: slo
hay una objetividad psquica. Cada autor les dar distintos nombres (en el siguiente cuadro se agregan
tambin las alucinaciones por alteracin orgnica):
1. Alucinaciones espacializadas: (corporeidad,
objetividad, espacializacin)
2. Alucinaciones sin espacializacin: (solamente
objetividad psquica)
3. Alucinaciones por alteracin orgnica:

o
o
o
o
o
o

psicosensoriales (Ey)
pseudoalucinaciones (Pereyra)
psquicas o pseudoalucinaciones (Ey)
psquicas (Pereyra)
sensoriales (Ey)
verdaderas (Pereyra)

1. Alucinaciones con espacializacin: Segn el psicoanlisis, son ms regresivas que restitutivas y en


general son terrorficas (salvo en algunos delirios msticos, que pueden ser agradables). Pueden ceder
con medicacin, no as los delirios. Nos interesa aqu sin embargo lo que dice la semiologa psiquitrica:
las alucinaciones son percepciones sin objeto presente. De acuerdo a Betta, es una alteracin perceptiva
producto de un juicio desviado (idea delirante) que crea una representacin viva, originada en una
imagen del recuerdo o la fantasa, y que es proyectada al exterior y captada como real. Ey las llama
alucinaciones psicosensoriales, para diferenciarlas de las pseudoalucinaciones, y para enfatizar el hecho
de que no son los sentidos los que andan mal, sino que es algo del orden psquico (ejemplo: escuchar
voces no a raz de un problema en el odo sino por causa psquica).
Las alucinaciones se clasifican segn el sentido involucrado. Las visuales se dan en etapas agudas, como
en los estados txico-infecciosos, siendo un ejemplo el delirum tremens del alcohlico crnico. Son raras
en los delirios crnicos.
Las acsticas (escuchar voces) se dan mas bien en las psicosis crnicas, y se llaman tambin auditivas,
verbales, o acstico-verbales. Pueden ser simples (escuchar ruidos) o compuestas (escuchar voces), y
tienen valor diagnstico para identificar esquizofrenia. Los pacientes suelen no hablar de sus
alucinaciones, y les producen mucho sufrimiento.
Tambin hay alucinaciones tctiles (sentir quemaduras, pinchazos, calor, dolores varios, etc).
Por otra parte estn las alucinaciones cenestsicas que comprometen el esquema corporal y la
sensibilidad general, tanto propioceptiva como interoceptiva. Tambin son de valor diagnstico para la
esquizofrenia, donde son patognomnicas. Por ejemplo, una paciente senta movimientos en la panza y
deca estar embarazada. En la prctica podemos confundir una alucinacin cenestsica con una
interpretacin delirante, pues en este ltimo caso realmente hay un problema corporal, y el paciente lo
interpreta a su manera. Las alucinaciones cenestsicas pueden ser generales o especficas. En el primer
caso, cuando afectan todo el cuerpo, o sea hay una despersonalizacin, sentimientos de transformacin
corporal, sensaciones de posesin diablica o zooptica (posedos por un animal). La transformacin
corporal puede implicar que se le abren los huesos, se le pudre la piel, que no sienten los tejidos o se les
desgarran, que les falta algn rgano, etc. En las alucinaciones especficas est comprometida slo una
parte del cuerpo, generalmente los rganos genitales.
Un ejemplo de alucinaciones cenestsicas es una paciente que relata que fulano le conect un video que
abarca toda la casa y no se pierde nada de lo que hace. "Empiezan a dormirme con ter y a torturarme:
me parten las muelas, me inyectan la cabeza, pierdo todo el pelo, me queman las piernas, y lo que ms
me lastimaban era la matriz. Haba das que me levantaba dando un grito, toda sangrada".
Tambin hay alucinaciones olfativas y hasta gustativas, como una paciente que refiere que alguien le
contagi la lepra y siente que su cuerpo se descompone y larga un olor muy feo. Son alucinaciones
frecuentes en enfermedades orgnicas y en esquizofrenias de larga evolucin.
Otro tipo son las alucinaciones cinticas o motrices, relacionadas con la sensibilidad muscular (el
movimiento), y donde el paciente siente que es una marioneta que estn moviendo, o que sus miembros
son movidos por alguna fuerza, etc.
Otro tipo son las alucinaciones extracampiles, donde los estmulos se captan fuera del campo sensorial,
como por ejemplo ver a alguien detrs de la pared. Suelen aparecer en la esquizofrenia. Por ltimo, estn
las alucinaciones degeneradas, que son las que pierden tonalidad afectiva y se vuelven indiferentes,
como en los estados terminales de la esquizofrenia.
2. Alucinaciones sin espacializacin: Tambin llamadas 'intrapsquicas', aparecen en el espacio subjetivo
o interior del paciente, y son vividas como fenmenos psquicos extraos y raros. Las ms frecuentes son
las acsticas, como las voces que se escuchan dentro de la cabeza, no afuera. Es el mismo pensamiento
el que toma carcter alucinatorio, de ah que algunos las consideran trastornos del pensamiento pues son
voces interiores, que incluso pueden originar 'ideas de perjuicio' del tipo me roban el pensamiento, me
adivinan el pensamiento o me los divulgan. Las voces interiores se llaman tambin sonorizacin del
pensamiento.

Un ejemplo de alucinacin intrapsquica es la paciente embarazada que escucha dentro suyo la voz de su
madrina que le orden matar a la hija que est por nacer. Cuando nace intenta matarla, y sus familiares
consultan y esta mujer queda internada. Vemos como estas alucinaciones determinan la conducta de la
persona, con gran sufrimiento para ella y riesgo para su hija.
Otros pacientes escuchan voces pero no hablan sobre lo que estas dicen, mostrando reticencia. Por
ejemplo "no s, no recuerdo, tengo lagunas mentales". Otro paciente cuenta que escucha voces dentro
de l porque le pusieron un transmisor dentro de los odos.
En cualquiera de los tipos de alucinacin vistos, la alucinacin no es un simple fenmeno sensorial
aislado, sino la respuesta de la totalidad del psiquismo enfermo, ya que ms que un problema sensorial
aislado es un trastorno del juicio, sea espordico o permanente. Adems, la alucinacin sola no tiene
valor diagnstico como para identificar un cuadro clnico: es slo un dato ms y hay que ver cmo se
articula con los otros signos y sntomas.
3. Alucinaciones por alteracin orgnica: Se dan en cuadros orgnicos o txicos, como el delirium
tremens del alcohlico, y le sigue una interpretacin delirante. No confundir estos fenmenos con la
'alucinosis', tambin de origen orgnico, pero que no va ni antecedida ni precedida por delirios (o sea son
alucinaciones 'puras', sin delirios), y la persona adopta una actitud crtica frente a lo alucinado, pues sabe
que no es real. Pueden deberse a afecciones cerebrales, lesiones de los rganos de los sentidos, etc.
Condensado de Lpez Susana y Hemmingsen Isabela, Trastornos de la percepcin y el pensamiento. Clases de la
Ctedra de Psicopatologa de la Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires, Setiembre/Octubre 1995.

Alucinacin y delirio.- En las alucinaciones especializadas y sin espacializacin, las alucinaciones se


producen despus del delirio: el paciente delira y produce una alucinacin con l relacionada. En las
alucinaciones por alteracin orgnica es al revs: se produce una alucinacin por causa orgnica y luego
el paciente hace una interpretacin delirante.
Condensado de Lpez Susana y Hemmingsen Isabela, Trastornos de la percepcin y el pensamiento. Clases de la
Ctedra de Psicopatologa de la Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires, Setiembre/Octubre 1995.

Alucinacin auditiva: etiopatogenia.- Introduccin. En los ltimos aos, dos tipos de abordajes han
tratado de avanzar en la comprensin de las alucinaciones auditivas en la psicosis. Desde estudios
epidemiolgicos en poblacin general se viene defendiendo el or voces como un fenmeno humano
comn donde los factores ambientales y el ajuste social, y no las alucinaciones en s, constituiran la
verdadera patologa. Desde las tcnicas de neuroimagen se han descrito las principales reas implicadas
en la fisiopatologa de las alucinaciones auditivas. No hay intentos de integracin de estas lneas de
investigacin tan diferentes, tanto en sus bases tericas como en sus propuestas teraputicas. Adems,
ninguna de estas aproximaciones aborda el problema de la vulnerabilidad gentica. Desarrollo. A partir
de la revisin de la bibliografa y de nuestros propios hallazgos, en estudios genticos en pacientes
psicticos, planteamos un modelo etiopatognico integrador gentico-ambiental de las alucinaciones
auditivas en la psicosis. Los factores genticos pertenecen a dos categoras: los que confieren una
vulnerabilidad a escuchar voces estaran implicados los genes que se expresan en las reas del lenguaje
y se relacionan con trastornos del habla (FOXP2) y los que confieren vulnerabilidad a una anormal
respuesta emocional a las voces estaran implicados los genes que regulan, directa o indirectamente, la
actividad dopaminrgica en el sistema lmbico (5-HTT, CCK-AR). Los factores ambientales y culturales
modulan el contenido y la repercusin emocional a largo plazo de dicho fenmeno alucinatorio.
Conclusin. El modelo que se presenta permite integrar datos, hasta ahora dispersos, desde la
epidemiologa, la neuroimagen y la psicofarmacologa sobre las alucinaciones auditivas.
Julio Sanjun J, Etiopatogenia de las alucinaciones auditivas en las psicosis. REVISTA DE NEUROLOGA. 2006 SEP;
43(5).

Alucinaciones musicales.- Introduccin: El fenmeno alucinatorio musical es bien conocido aunque


poco frecuente en pacientes neuropsiquitricos. El primer caso de alucinaciones auditivas musicales fue
descrito por Baillarger y Coleman en 1846 y 1849 respectivamente. Se ha discutido si han sido fuente de
inspiracin y creatividad para compositores como Haydn y Donizetti.
Objetivos: Describir el fenmeno de alucinaciones auditivas musicales, fenmeno de procesamiento de
complejos sonidos en que la percepcin est basada en msica instrumental, con el fin de aumentar
nuestros conocimientos y realizar una mejor prctica clnica.
Metodologa: A propsito de un caso realizamos una revisin bibliogrfica mediante una bsqueda en
base de datos pubmed de artculos publicados en los ltimos 20 aos con el descriptor musical
hallucinations.
Resultados: Segn su etiologa se clasifican en 5 grupos: desrdenes psiquitricos, hipoacusia, lesiones
cerebrales focales (tumores o traumatismos), epilepsia, intoxicacin. Prevalece en el gnero femenino
(70 %), la edad media de aparicin es 61,5 aos. El 67 % de pacientes eran sordas y 40 % el nico
sntoma. En un 27 % exista historia psiquitrica previa, predominando sintomatologa afectiva tipo
episodio depresivo. No existen estudios avalados respecto al tratamiento, los resultados con
neurolpticos o anticonvulsionantes insatisfactorios.

Conclusiones: Estudios de neuroimagen funcional demuestran que el lbulo temporal tiene importante
funcin en la produccin de alucinaciones auditivas musicales. La sordera es condicin frecuente pero no
necesaria. Berrios concluye que son ms frecuentes en mujeres con sordera asimtrica, preferentemente
odo izquierdo, sin historia previa psiquitrica. En caso de enfermedad cerebral la alteracin del
hemisferio no dominante es ms comn, donde se localiza la percepcin musical.
M. Herrera Gimnez; S. Martnez Bentez; J.M. Lpez Navarro... (et.al) Un mundo auditivo: Alucinaciones musicales.
REVISTA DE PSIQUIATRA Y SALUD MENTAL. 2009 OCT; 2:110. Ponencia presentada en el XIII Congreso Nacional de
Psiquiatra celebrado en Madrid, Octubre, 2009.

Alucinacin olfativa.- Desde comienzos del siglo XX se ha descrito la existencia de alucinaciones


olfativas junto a delirios de referencia secundarios en sujetos con rasgos sensitivos de la personalidad.
Desde entonces, se debate si estos sntomas constituyen una entidad nosolgica independiente o, por
el contrario, son slo un sndrome que aparece en distintos trastornos psiquitricos.
En este sentido, se han propuesto unos criterios diagnsticos a partir de los casos clnicos coincidentes
publicados en la literatura. Pryse-Philips, en su trabajo sobre las alucinaciones olfativas, estableci el
diagnstico diferencial de este sndrome respecto a la esquizofrenia, la depresin y la epilepsia focal.
En este trabajo, se expone el caso de una paciente de 18 aos que est convencida de desprender mal
olor corporal y presenta conductas repetitivas de limpieza asociadas. Adems, muestra unas ideas de
referencia sensitiva que conducen a un importante retraimiento social como consecuencia de los
sentimientos de malestar y vergenza que experimenta ante la presencia de otras personas. Esta
conducta coincide con la denominada por Pryse-Philips contriste reaction, caracterizada por la vergenza
y el desconcierto causados por los delirios. Aunque la paciente afirma que ella no nota su mal olor, est
convencida de que los dems lo perciben. Estas particularidades psicopatolgicas se traducen en la
dificultad para diferenciar en la prctica clnica las alteraciones sensoperceptivas de tipo olfativo de los
delirios de contenido olfativo.
Jos ngel Portera; Jos Manuel Jaquotot Arniz; Rogelio Luque Luque, Sndrome de referencia olfativo: Revisin
histrica y clnica a propsito de un nuevo caso. PSIQUIATRIA BIOLGICA. 2008 JUL; 15(4):144-146.

Alucinacin en la depresin y la esquizofrenia.- Dada la escasa investigacin realizada sobre este


tema, decidimos comparar el tipo y la frecuencia de alucinaciones entre los pacientes hospitalizados
diagnosticados de trastorno bipolar (TBP) con los que se dan en otras enfermedades psiquitricas
mayores. En el momento del ingreso, a todos los pacientes hospitalizados en el Departamento de
Psiquiatra de la Freie Universitt Berlin (1981-2001) se les realizaron extensas evaluaciones mediante el
sistema estandarizado de la Association for Methodology and Documentation in Psychiatry (AMDP).
Utilizamos estos datos para comparar los riesgos y tipos de alucinaciones y los factores asociados
mediante pruebas multifactoriales y bifactoriales en pacientes diagnosticados de TBP, depresin mayor o
esquizofrenia.
Resultados: En el momento del ingreso, la prevalencia de alucinaciones entre los 4.972 sujetos
hospitalizados fue la siguiente: esquizofrenia (61,1 %), bipolar mixto (22,9 %), mana bipolar (11,2 %),
depresin bipolar (10,5 %), depresin unipolar (5,9 %). Las alucinaciones ms frecuentes en todos los
pacientes fueron las de tipo auditivo, seguidas de las somticas y las visuales. Tan slo se detectaron
diferencias menores de edad y sexo en el riesgo de padecer alucinaciones. En comparacin con los
pacientes diagnosticados de esquizofrenia, las alucinaciones entre los pacientes con TBP eran menos
graves, ms frecuentemente de tipo visual y menos frecuentemente auditivas. Las caractersticas de las
alucinaciones fueron similares entre los sujetos manacos y los depresivos tanto bipolares como
unipolares. Entre los pacientes con trastornos afectivos mayores, los que experimentaron alucinaciones
tenan un nivel educativo ms bajo, puntuaciones de ansiedad ms altas, menor conciencia de su
enfermedad e ingresos hospitalarios un 17 % ms prolongados como promedio. En todos los
diagnsticos, las alucinaciones, sobre todo las olfativas, se asociaron significativamente a la ideacin
delirante.
Las alucinaciones en el TBP se vieron acompaadas con mayor frecuencia por delirios de persecucin; los
delirios de grandeza se asociaron menos a las alucinaciones.
Conclusiones: Este estudio aporta datos descriptivos detallados con respecto a la frecuencia
(transeccional) y a las caractersticas de las alucinaciones de una amplia muestra de pacientes con TBP,
depresin mayor o esquizofrenia. Nuestros resultados sugieren una relacin entre un bajo nivel educativo
y la presencia de alucinaciones en los trastornos afectivos mayores. La significacin de este hallazgo, as
como el papel de la ansiedad en los pacientes con alucinaciones, requiere un mayor estudio.
Christopher Baethge C y otros, Alucinaciones en el trastorno bipolar: caractersticas y comparacin con la depresin
unipolar y la esquizofrenia. BIPOLAR DISORDERS. 2005 ABR; 7(2).

Tratamiento.- Los tratamientos cognitivo-conductuales dirigidos a las alucinaciones se han centrado


generalmente en las alucinaciones auditivas, seguramente al ser estas las ms habituales. El tratamiento
de las alucinaciones auditivas se ha desarrollado a partir de diversos marcos tericos basados en parte en
las teoras cognitivas sobre las alucinaciones y en parte en la teora cognitiva en general. La amplia

mayora de estas teoras asume que el proceso de formacin y mantenimiento de las alucinaciones
auditivas est asociado con algn sesgo en el habla interna del sujeto.
Sumarroca Hernndez X y Cirici Amell R, Modelos tericos sobre la formacin y el mantenimiento de los delirios y las
alucinaciones. ANALES DE PSIQUIATRA. 2006; 22(5).

ALUCINOSIS
Definicin.- Estado alucinatorio persistente, que no despierta ninguna interpretacin delirante:
conciencia de que se produce a consecuencia de una perturbacin determinada (Betta, 1984:88).
Betta Juan (1984) Manual de Psiquiatra. Buenos Aires: CEA, Octava edicin.

Definicin.- En el caso del alcoholismo, "es un episodio con sntomas psicticos que se produce tras una
fuerte intoxicacin alcohlica en la que el individuo ha estado consumiendo dosis grandes de alcohol
durante varios das. Cursa sin desorientacin ni prdida de conciencia".
Belloch A y otros, Manual de Psicopatologa, Volumen I, Madrid, McGraw-Hill, 1995, pg. 487.

AMENCIA
Definicin.- Es poco frecuente el uso del trmino amencia en la literatura psiquitrica moderna, que en
la actualidad se utiliza para designar a la fase terminal de una enfermedad degenerativa (pg. 732).
Kaplan H y Sadock B (1992) Compendio de psiquiatra. Mxico: Salvat.

AMNESIA
Definicin.- 1. Desaparicin o falta de las representaciones mnmicas correspondientes a un
determinado tiempo de la vida individual. 2. (Psicoanlisis) Lagunas de la memoria del histrico que
arraigan en la primera infancia; estos elementos de la amnesia son acontecimientos de importancia que
por represin han pasado a la esfera inconciente. El contenido de la amnesia es siempre de carcter
sexual o agresiva. Hablemos asimismo de Amnesia infantil, tambin de contenido sexual o agresivo. El
tratamiento psicoanaltico intenta hacer concientes estos contenidos de amnesia infantil reprimidos en lo
inconciente.
Szkely B (2000) Diccionario de Psicologa. Buenos Aires: Editorial Claridad.

Definicin.- Las amnesias son alteraciones cuantitativas de la memoria consistentes en la prdida de


los recuerdos de una poca de la vida, con certeza de que existieron y se han perdido (Betta,
1984:162).
Betta Juan (1984) Manual de Psiquiatra. Buenos Aires: CEA, Octava edicin.

Clasificacin.- a) Amnesias parciales: Afecta aspectos muy limitados (visual, auditivo, verbal, etc.)
Amnesia parcial orgnica por destruccin de tejido nervioso. Amnesia parcial psicgena (neurticos). b)
Amnesias totales: Extensivas a todos los elementos y formas del conocimiento. Amnesia antergrada o
de fijacin: incapacidad para fijar los estmulos. Imposibilidad para evocar hechos recientes. Se
conservan los antiguos. Amnesia retrgrada: Dificultad para actualizar un viejo recuerdo, que fue
evocado fcilmente en oportunidades anteriores. Amnesia retroantergrada o global: Afecta a la fijacin y
a la evocacin. Produce desorientacin y fallas de comprensin (Betta, 1984:162).
Betta Juan (1984) Manual de Psiquiatra. Buenos Aires: CEA, Octava edicin.

Definicin y clasificacin.- Prdida total de la memoria. Puede ser parcial (visual, auditiva, etc, lo que
tiene relacin con lesiones cerebrales focales), o total, cuando abarca todos los datos del conocimiento.
En este caso la amnesia puede ser de fijacin (no se fija la informacin reciente aunque s recuerda el
pasado), de evocacin (se pierde lo ya fijado), y global (de fijacin y de evocacin). En la
arterioesclerosis encontramos esta progresin. En la vejez se pierde la memoria de fijacin debido a la
falta de ARN.
Castelluccio A, Clases de Correlaciones de la Clnica Mdica, Carrera de Psicologa, Facultad de Humanidades,
Universidad de Belgrano, Buenos Aires, 1983.

Amnesia antergrada.- Incapacidad para adquirir nueva informacin.


Belloch A y otros, Manual de Psicopatologa, Volumen I, Madrid, McGraw Hill, 1995, pg. 271.

Amnesia retrgrada.- Incapacidad para recordar el pasado.

Belloch A y otros, Manual de Psicopatologa, Volumen I, Madrid, McGraw Hill, 1995, pg. 271.

Amnesia funcional.- "Por oposicin al sndrome amnsico, aquel tipo de amnesia que no tiene una
etiologa orgnica, siendo los factores emocionales los principales responsables de su ocurrencia".
Belloch A y otros, Manual de Psicopatologa, Volumen I, Madrid, McGraw Hill, 1995, pg. 271.

Amnesia transitoria.- Tambin llamada blackout. En el caso del alcoholismo, designa la "amnesia total
o parcial para lo ocurrido mientras el individuo estaba ebrio".
Belloch A y otros, Manual de Psicopatologa, Volumen I, Madrid, McGraw-Hill, 1995, pg. 487.

AMOK
Definicin.- Episodio disociativo que se presenta entre los nativos de Malasia. Consiste en un acceso de
violencia indiscriminada, no motivado por ningn acontecimiento, en el cual el individuo destruye todo
tipo de objetos, mata animales y llega, incluso, a asesinar a otras personas. Al concluir el episodio se
produce una amnesia de todo lo ocurrido. Con relativa frecuencia termina en el suicidio. El amok
constituye uno de los ejemplos ms caractersticos de las psicosis culturales.
Farr Mart J (1999) Diccionario de psicologa. Barcelona: Ocano.

ANANCSTICO
Definicin.- Trmino que define determinados rasgos de la personalidad obsesivo-compulsiva.
Farr Mart J (1999) Diccionario de psicologa. Barcelona: Ocano.

Frecuencia de sntomas anancsticos en la poblacin.- Introduccin: Los autores se proponen


analizar la frecuencia de los sntomas anancsticos en la poblacin general, dada su relacin con los
trastornos depresivos y con la eleccin de pareja. Lo que influye en la gentica de las poblaciones.
Material y mtodos: Utilizan las respuestas al Mini-Inventario de Rasgos Anancsticos de la Personalidad
(MIRAP) de una muestra de 418 sujetos extrados de la poblacin general. Se dividi la muestra entre
sujetos anancsticos (puntuacin total en el MIRAP-2 > = 37) y no-anancsticos (puntuacin total en el
MIRAP-2 <= 36). Las pruebas estadsticas empleadas han sido la prueba exacta de Fisher, la t de
Student y un anlisis discriminante escalonado.
Resultados y discusin: Los sntomas anancsticos aislados son frecuentes en la poblacin general. Sin
embargo, existen diferencias estadsticamente significativas en ambos grupos estudiados. Los sujetos
anancsticos muestran ms sntomas presentes y con mayor intensidad que los no-anancsticos. El
anlisis discriminante revela que diecisis de los veinte tems originales del MIRAP separan con un 96%
de eficacia a ambos grupos. Los autores concluyen que los sntomas anancsticos son frecuentes en la
poblacin general. Pero no pueden dar respuesta a si tal incidencia es real o una correlacin ilusoria
socialmente condicionada.
Cordero Villaffila, A; Ramos Brieva, J. A; Ramos Cordero, A. Frecuencia de sntomas anancsticos en la poblacin
general. ANALES DE PSIQUIATRA. 2009; 25(5)

ANHEDONIA
Definicin.- Este trmino, empleado por Ribot [] a finales del siglo 19, se refiere a la incapacidad para
experimentar placer. Kraepelin y Bleuler la incluyeron ms tarde entre los sntomas del deterioro
esquizofrnico []. En trminos dinmicos se interpreta el sntoma como un coadyuvante de la represin
del conflicto neurtico [y] tambin existen aplicaciones basadas en postulados comportamentales y
biolgicos.
Vallejo Ruiloba J y otros, Introduccin a la psicopatologa y la psiquiatra, Masson, Barcelona, 1999, 4 edicin, pg
233.

Anhedonia y esquizofrenia.- La anhedonia, o disminucin de la capacidad de experimentar emociones


placenteras, es una caracterstica comn y resistente al tratamiento de la esquizofrenia que a menudo se
incluye en los sntomas negativos de este trastorno. Esta revisin selectiva describe tres de los
planteamientos ms habituales para evaluar la anhedonia en la esquizofrenia: medidas basadas en
entrevistas clnicas semiestructuradas, cuestionario del rasgo autoinformado y evaluaciones basadas en
tests de laboratorio que examinan las experiencias emocionales. En cada planteamiento se valoran las
propiedades psicomtricas, las relaciones con otros sntomas y caractersticas de la esquizofrenia, as
como las relaciones con otros planteamientos de evaluacin. Se llega a la conclusin de que la anhedonia
puede evaluarse de manera fiable y constituye un aspecto diferencial clnicamente importante de la
esquizofrenia, un aspecto que debe ser incluido en una evaluacin completa de los sntomas negativos.
Se comentan los actuales trabajos para definir ms precisamente la naturaleza del dficit hednico y se
dan recomendaciones para la evaluacin ptima de la anhedonia en ensayos clnicos de nuevos
tratamientos de los sntomas negativos.
William P Horan, Ann M Kring, Jack J Blanchard, Anhedonia en la esquizofrenia: revisin de las estrategias de
evaluacin. SCHIZOPHRENIA BULLETIN. 2006 ABR; 32(2).

ANOREXIA

Definicin.- La medicina define la anorexia como un cuadro caracterizado por prdida de apetito que
lleva a una prdida de peso corporal, evolucionando hacia la desnutricin o caquexia.
Tiene tres etapas definidas. En primer lugar pierde el apetito, con una consecuente prdida de lpidos que
ocasiona prdida de peso. En segundo lugar aparece una prdida de protenas, y en tercer lugar
sobreviene un estado grave de desnutricin, la caquexia, de caractersticas irreversibles, ya que en cierto
momento la falta de apetito hace que la hipfisis deje de funcionar.
Etiologa.- En cuanto a la etiologa, la anorexia puede ser esencial o sintomtica, es decir, primaria o
secundaria.
La anorexia esencial, primaria o nerviosa es lo que conocemos hoy en da simplemente como anorexia.
Diversas teoras intentan dar cuenta de sus causas: una teora biolgica, que sostiene que se produce
una inhibicin del centro hipotlamico del apetito como resultado de un estado de estrs; una teora
psicolgica, que sostiene las hiptesis de una inhibicin de la oralidad, de una alteracin de la imagen
corporal, etc.; y podemos tambin indicar una teora social, que ve en los mensajes de los medios
masivos de comunicacin que privilegian un cuerpo delgado un factor determinante, o cuanto menos
contribuyente.
La anorexia sintomtica es secundaria a otra enfermedad: patologas como la enfermedad de Basedow, la
enfermedad de Addison, los carcinomas, la insuficiencia heptica, etc., o cualquier otra que produzca
delgadez inhibiendo el centro hipotlamico del apetito. Esta anorexia sintomtica o secundaria es una
entidad diferente a la anorexia nerviosa y como tal, por sus similitudes, debe ser distinguida de ella a
travs de un diagnstico diferencial.
Anorexia nerviosa.- Rechazo contundente a mantener el peso corporal por encima del valor mnimo
normal considerando la edad y la talla (normalmente un IMC de 16 o menos). Miedo intenso a ganar
peso, a engordar. Se mencionan dos subtipos: el subtipo bulmico, llamado tambin 'tipo atracn' o 'tipo
purgante', donde la paciente presenta episodios de atracones y conductas purgantes; el subtipo
restrictivo, donde la persona no presenta episodios de ingesta voraz o conductas purgantes.
Belloch A y otros, Manual de Psicopatologa, Volumen I, Madrid, McGraw-Hill, 1995, pg. 554.

Anorexia en varones.- En los ltimos diez aos, la presencia masculina en la Asociacin de Lucha
contra la Bulimia y la Anorexia (Aluba) trep de un cinco a un quince por ciento. Aunque no hay
estadsticas nacionales sobre bulimia (ingesta compulsiva y vmitos) y anorexia (inanicin
autoprovocada), la psiquiatra Mabel Bello explic que el ingreso de los varones dentro de esta
problemtica es un fenmeno en crecimiento. "La presin social por la belleza asociada a la extrema
delgadez, alcanz tambin a los varones", dijo Bello.
Aunque estas patologas son curables, es la resistencia a reconocerlas lo que, segn la Organizacin
Mundial de la Salud (OMS) provoca una mortalidad del quince por ciento.
(Fuente: La anorexia es tambin problema de varones. Diario La Nacin, Buenos Aires, Argentina, 17-9-95).

Definicin.- Prdida de apetito que lleva a una prdida de peso y a una desnutricin caquxica.
Castelluccio A, Clases de Correlaciones de la Clnica Mdica, Carrera de Psicologa, Facultad de Humanidades,
Universidad de Belgrano, Buenos Aires, 1983.

Etapas.- Hay tres etapas definidas. Primero se pierde el apetito y el peso, principalmente por prdida de
lpidos. Segundo, hay prdida de protenas. Tercero, aparece caquexia o grado mximo de desnutricin.
Se produce un dficit hormonal hipofisario irreversible, porque en cierto momento la falta de apetito
hace que la hipfisis deje de funcionar.

Castelluccio A, Clases de Correlaciones de la Clnica Mdica, Carrera de Psicologa, Facultad de Humanidades,


Universidad de Belgrano, Buenos Aires, 1983.

Etiologa.- Segn sus causas, la anorexia puede ser esencial y sintomtica. 1) Esencial o nerviosa:
intervienen factores constitucionales y hormonales no bien conocidos. Corresponden a personalidades
pre-esquizoides (que pueden llegar al autismo), a sujetos de hbitos astnicos (leptosmicos),
neurticos o enfermos psicosomticos donde hay una inhibicin de la oralidad. Puede haber alteraciones
en el vello axilar y pubiano (aunque ello

También podría gustarte