Resumen y conclusiones del libro Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva

Resumen y conclusiones del libro Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva

Resumen y conclusiones del libro Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva

Todos queremos tener éxito. Y un camino hacia el éxito es identificar los hábitos que pueden ayudarnos en nuestro camino.

Recomiendo comenzar ese camino leyendo el libro más vendido de Stephen Covey, Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva. ¿No tienes tiempo para leer las 432 páginas?

 

Lo entiendo, la mayoría de nosotros no. Es por eso que resumimos todo el libro para usted a continuación.

 

Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva de Stephen R. Covey es un libro de superación personal. Está escrito sobre la creencia de Covey de que la forma en que vemos el mundo se basa completamente en nuestras propias percepciones. Para cambiar una situación dada, debemos cambiarnos a nosotros mismos, y para cambiarnos a nosotros mismos, debemos ser capaces de cambiar nuestras percepciones.

 

¿Qué hábitos tienen las personas altamente efectivas?

 

El libro comienza con una explicación de cuántas personas que han logrado un alto grado de éxito exterior todavía se encuentran luchando con una necesidad interna de desarrollar efectividad personal y relaciones sanas con otras personas.

 

Covey cree que la forma en que vemos el mundo se basa completamente en nuestras propias percepciones. Para cambiar una situación dada, debemos cambiarnos a nosotros mismos, y para cambiarnos a nosotros mismos, debemos ser capaces de cambiar nuestras percepciones.

 

Al estudiar más de 200 años de literatura sobre el concepto de "éxito", Covey identificó un cambio muy importante en la forma en que los humanos han definido el éxito a lo largo del tiempo.

 

En épocas anteriores, la base del éxito descansaba sobre la ética del carácter (cosas como la integridad, la humildad, la fidelidad, la templanza, el valor, la justicia, la paciencia, la laboriosidad, la sencillez, la modestia y la regla de oro). Pero a partir de la década de 1920, la forma en que la gente veía el éxito cambió a lo que Covey llama "ética de la personalidad" (donde el éxito es una función de la personalidad, la imagen pública, las actitudes y los comportamientos).

 

En estos días, la gente busca soluciones rápidas. Ven a una persona, equipo u organización exitosos y preguntan: "¿Cómo lo haces? ¡Enséñame tus técnicas!" Pero estos "atajos" que buscamos, con la esperanza de ahorrar tiempo y esfuerzo y aun así lograr el resultado deseado, son simplemente curitas que producirán soluciones a corto plazo. No abordan la afección subyacente.

 

"La forma en que vemos el problema es el problema", escribe Covey. Debemos permitirnos experimentar cambios de paradigma, cambiarnos a nosotros mismos de manera fundamental y no solo alterar nuestras actitudes y comportamientos en el nivel superficial, para lograr un cambio verdadero.

 

Ahí es donde entran los siete hábitos de las personas altamente efectivas:

 

Los hábitos 1, 2 y 3 se centran en el autodominio y en pasar de la dependencia a la independencia.

Los hábitos 4, 5 y 6 se centran en desarrollar habilidades de trabajo en equipo, colaboración y comunicación, y pasar de la independencia a la interdependencia.

El hábito 7 se centra en el crecimiento y la mejora continuos y encarna todos los demás hábitos.

Profundicemos en los 7 hábitos ahora: siga leyendo o haga clic en un hábito específico para ir directamente a esa sección.

 

Resumen completo del libro de audio en Bookey .

 

1. Sea proactivo

Sumario rápido:

Estamos a cargo. Elegimos los guiones por los cuales vivir nuestras vidas. Utilice esta autoconciencia para ser proactivo y asumir la responsabilidad de sus elecciones.

El primer hábito del que habla Covey es ser proactivo. Lo que nos distingue como seres humanos de todos los demás animales es nuestra capacidad inherente para examinar nuestro propio carácter, para decidir cómo nos vemos a nosotros mismos y nuestras situaciones, y para controlar nuestra propia eficacia.

En pocas palabras, para ser efectivo uno debe ser proactivo.

Las personas reactivas adoptan una postura pasiva: creen que el mundo les está sucediendo. Dicen cosas como:

· " No hay nada que pueda hacer " .

· " Así soy yo " .

Piensan que el problema está "allá afuera", pero ese pensamiento es el problema. La reactividad se convierte en una profecía autocumplida, y las personas reactivas se sienten cada vez más victimizadas y fuera de control.

Las personas proactivas, sin embargo, reconocen que tienen responsabilidad, o "capacidad de respuesta", que Covey define como la capacidad de elegir cómo responderá a un determinado estímulo o situación.

Para ser proactivos, debemos centrarnos en el Círculo de Influencia que se encuentra dentro de nuestro Círculo de Preocupación; en otras palabras, debemos trabajar en las cosas sobre las que podemos hacer algo.


La energía positiva que ejerzamos hará que nuestro Círculo de Influencia se amplíe.

Las personas reactivas, por otro lado, se enfocan en cosas que están en su Círculo de Preocupación pero no en su Círculo de Influencia, lo que lleva a culpar a factores externos, emanando energía negativa y haciendo que su Círculo de Influencia se reduzca.

Lecciones clave:

Ponte a prueba para probar el principio de proactividad haciendo lo siguiente:

1. Empezar a sustituir el lenguaje reactivo por un lenguaje proactivo.

Reactivo = "Él me hace enojar tanto". Proactivo = "Yo controlo mis propios sentimientos".

2. Convertir tareas reactivas en proactivas.

 

2. Comience con el fin en mente

Sumario rápido:

Comience con un destino claro en mente. Covey dice que podemos usar nuestra imaginación para desarrollar una visión de lo que queremos llegar a ser y usar nuestra conciencia para decidir qué valores nos guiarán.

A la mayoría de nosotros nos resulta bastante fácil mantenernos ocupados. Trabajamos duro para lograr victorias: promociones, mayores ingresos, más reconocimiento. Pero a menudo no nos detenemos a evaluar el significado detrás de este ajetreo, detrás de estas victorias; no nos preguntamos si estas cosas en las que nos enfocamos con tanta atención son las que realmente nos importan.

El segundo hábito sugiere que, en todo lo que hacemos, debemos comenzar con el fin en mente. Comience con un destino claro. De esa manera, podemos asegurarnos de que los pasos que estamos tomando van en la dirección correcta.

Covey enfatiza que nuestra autoconciencia nos permite dar forma a nuestras propias vidas, en lugar de vivir nuestras vidas por defecto o en función de los estándares o preferencias de los demás.

Comenzar con el fin en mente también es extremadamente importante para las empresas. Ser gerente se trata de optimizar para lograr la eficiencia. Pero ser un líder se trata de establecer la visión estratégica correcta para su organización en primer lugar y preguntarse: "¿Qué estamos tratando de lograr?"

Antes de que nosotros, como individuos u organizaciones, podamos comenzar a establecer y lograr objetivos, debemos ser capaces de identificar nuestros valores. Este proceso puede implicar algunos rescriptos para poder afirmar nuestros propios valores personales.

Reescribir, explica Covey, es reconocer guiones ineficaces que se han escrito para usted y cambiar esos guiones escribiendo proactivamente otros nuevos que se construyen a partir de sus propios valores.

También es importante identificar nuestro centro. Cualquier cosa que esté en el centro de nuestra vida será la fuente de nuestra seguridad, guía, sabiduría y poder.

Nuestros centros nos afectan fundamentalmente: determinan nuestras decisiones, acciones y motivaciones diarias, así como nuestra interpretación de los eventos.

Sin embargo, Covey señala que ninguno de estos centros es óptimo y que, en cambio, debemos esforzarnos por centrarnos en principios. Debemos identificar los principios atemporales e inmutables por los cuales debemos vivir nuestras vidas. Esto nos dará la guía que necesitamos para alinear nuestros comportamientos con nuestras creencias y valores.

Lecciones clave:

Ponte a prueba para probar el principio de comenzar con el final en mente haciendo lo siguiente:

1. Visualice con gran detalle su propio funeral. ¿Quién está ahí? ¿Qué están diciendo sobre ti? ¿Sobre cómo viviste tu vida? ¿Sobre las relaciones que tuviste? ¿Qué quieres que digan? Piensa en cómo cambiarían tus prioridades si solo tuvieras 30 días más de vida. Empiece a vivir de acuerdo con estas prioridades.

2. Desglose los diferentes roles en su vida , ya sea profesional, personal o comunitario, y enumere de tres a cinco metas que desea lograr para cada uno.

3. Define lo que te asusta. ¿Hablar en público? ¿Retroalimentación crítica después de escribir un libro? Escriba el peor de los casos para su mayor temor, luego visualice cómo manejará esta situación. Escriba exactamente cómo lo manejará.

 

3. Pon primero lo primero

Sumario rápido:

Para administrarnos a nosotros mismos de manera efectiva, debemos poner primero lo primero. Debemos tener la disciplina para priorizar nuestras acciones del día a día en función de lo más importante, no de lo más urgente.

En el Hábito 2, discutimos la importancia de determinar nuestros valores y comprender qué es lo que nos proponemos lograr. El hábito 3 se trata de perseguir estos objetivos y ejecutar nuestras prioridades día a día, momento a momento.

Con el fin de mantener la disciplina y el enfoque para permanecer en el camino hacia nuestras metas, necesitamos tener la fuerza de voluntad para hacer algo cuando no queremos hacerlo. Necesitamos actuar de acuerdo con nuestros valores en lugar de nuestros deseos o impulsos en un momento dado.

Todas las actividades se pueden clasificar en función de dos factores: urgentes e importantes.

Reaccionamos ante asuntos urgentes. Pasamos nuestro tiempo haciendo cosas que no son importantes. Eso significa que descuidamos el Cuadrante II, que en realidad es el más crucial de todos.

Si nos enfocamos en el Cuadrante I y dedicamos nuestro tiempo a manejar crisis y problemas, seguirá haciéndose más y más grande hasta que nos consuma. Esto conduce al estrés, al agotamiento y a apagar incendios constantemente.

Si nos enfocamos en el Cuadrante III , pasamos la mayor parte de nuestro tiempo reaccionando ante asuntos que parecen urgentes, cuando la realidad es que su urgencia percibida se basa en las prioridades y expectativas de los demás. Esto conduce a un enfoque a corto plazo, a sentirse fuera de control y a relaciones superficiales o rotas.

Si nos enfocamos en el Cuadrante IV, básicamente estamos llevando una vida irresponsable. Esto a menudo conduce a ser despedido de los trabajos y depender mucho de los demás.

cuadrante II está en el corazón de la gestión personal eficaz. Se trata de cosas como la construcción de relaciones, la planificación a largo plazo, el ejercicio, la preparación: todas las cosas que sabemos que debemos hacer pero que de alguna manera rara vez hacemos porque no se sienten urgentes.

Para enfocar nuestro tiempo en el Cuadrante II, tenemos que aprender a decir "no" a otras actividades, a veces a las que parecen urgentes. También tenemos que ser capaces de delegar con eficacia.

Además, cuando nos enfocamos en el Cuadrante II, significa que estamos pensando en el futuro, trabajando en las raíces y evitando que ocurran crisis en primer lugar. Esto nos ayuda a implementar el Principio de Pareto : el 80 % de sus resultados provienen del 20 % de su tiempo.

Siempre debemos mantener un enfoque principal en las relaciones y los resultados, y un enfoque secundario en el tiempo.

Lecciones clave:

Aquí hay algunas maneras en que puede practicar poner primero lo primero:

1. Identifique una actividad del Cuadrante II que haya estado descuidando. Escríbelo y comprométete a implementarlo.

2. Cree su propia matriz de gestión del tiempo para comenzar a priorizar.

3. Calcula cuánto tiempo pasas en cada cuadrante. Luego registre su tiempo durante 3 días. ¿Qué tan precisa fue su estimación? ¿Cuánto tiempo pasó en el Cuadrante II (el cuadrante más importante)?

 

4. Piense en ganar-ganar

Sumario rápido:

Para establecer relaciones interdependientes efectivas , debemos comprometernos a crear situaciones de ganar-ganar que sean mutuamente beneficiosas y satisfactorias para cada parte.

Covey explica que hay seis paradigmas de interacción humana:

1. Ganar-ganar: Ambas personas ganan. Los acuerdos o soluciones son mutuamente beneficiosos y satisfactorios para ambas partes.

2. Ganar-Perder: " Si yo gano, tú pierdes ".

3. Lose-Win: " Yo pierdo, tú ganas ". Las personas Lose-Win son rápidas para complacer y apaciguar, y buscan fuerza en la popularidad o la aceptación.

4. Pierde-Pierde: Ambas personas pierden. Cuando dos personas Ganar-Perder se juntan, es decir, cuando interactúan dos personas decididas, obstinadas y egocéntricas, el resultado será Perder-Perder.

5. Ganar: Las personas con la mentalidad de Ganar no necesariamente quieren que alguien más pierda, eso es irrelevante. Lo que importa es que consiguen lo que quieren.

6. Ganar-ganar o no hay trato: si no puede llegar a un acuerdo que sea mutuamente beneficioso, no hay trato.

La mejor opción es crear situaciones Ganar-Ganar. Con ganar-perder, o perder-ganar, una persona parece obtener lo que quiere por el momento, pero los resultados tendrán un impacto negativo en la relación entre esas dos personas en el futuro.

Es importante usar la opción Ganar-ganar o No hay trato como respaldo. Cuando tenemos No Deal como una opción en nuestra mente, nos libera de la necesidad de manipular a las personas e impulsar nuestra propia agenda. Podemos ser abiertos y realmente tratar de entender los problemas subyacentes.

Al resolver para Ganar-Ganar, debemos considerar dos factores: Consideración y coraje.

Otro factor importante para resolver situaciones en las que todos ganan es mantener una mentalidad de abundancia , o la creencia de que hay suficiente para todos.

La mayoría de las personas operan con la mentalidad de escasez , lo que significa que actúan como si todo fuera de suma cero (en otras palabras, si lo entiendes, yo no). A las personas con mentalidad de escasez les resulta muy difícil compartir el reconocimiento o el crédito y les resulta difícil estar genuinamente felices con los éxitos de otras personas.

Cuando se trata de liderazgo interpersonal, cuanto más genuino es nuestro carácter, mayor es nuestro nivel de proactividad; cuanto más comprometidos estemos con Ganar-Ganar, más poderosa será nuestra influencia.

Para lograr ganar-ganar, mantenga el enfoque en los resultados, no en los métodos; en los problemas, no en las personas.

Por último, el espíritu de ganar-ganar no puede sobrevivir en un entorno de competencia. Como organización, debemos alinear nuestro sistema de recompensas con nuestros objetivos y valores y tener los sistemas establecidos para respaldar el beneficio mutuo.

Lecciones clave:

Anímate a empezar a pensar Ganar-Ganar con estos desafíos:

1. Piense en una próxima interacción en la que intentará llegar a un acuerdo o solución. Escriba una lista de lo que la otra persona está buscando. A continuación, escriba una lista al lado de cómo puede hacer una oferta para satisfacer esas necesidades.

2. Identifica tres relaciones importantes en tu vida. Piensa en lo que sientes que es el equilibrio en cada una de esas relaciones. ¿Das más de lo que tomas? ¿Tomar más de lo que das? Escribe 10 formas de dar siempre más de lo que tomas con cada una.

3. Considere profundamente sus propias tendencias de interacción. ¿Son ganar-perder? ¿Cómo afecta eso tus interacciones con los demás? ¿Puedes identificar la fuente de ese enfoque? Determine si este enfoque le sirve o no en sus relaciones. Escribe todo esto.

El correo electrónico es un lugar en el que todos desarrollamos malos hábitos rápidamente. En lugar de perder el tiempo copiando y pegando las plantillas de correo electrónico que usa todos los días, recomendamos usar el CRM gratuito de HubSpot para enviar fácilmente plantillas de correo electrónico personalizadas en Gmail y Outlook.

 

5. Busca primero comprender, luego ser comprendido

Sumario rápido:

Antes de que podamos ofrecer consejos, sugerir soluciones o interactuar efectivamente con otra persona de cualquier manera, debemos tratar de comprenderlos profundamente y su perspectiva a través de la escucha empática.

Digamos que vas a un optometrista y le dices que has tenido problemas para ver con claridad, y él se quita los anteojos, te los da y dice: "Toma, pruébate estos, ¡me han funcionado durante años! " Te los pones, pero solo empeoran el problema. ¿Cuáles son las posibilidades de que vuelvas a ese optometrista?

Desafortunadamente, hacemos lo mismo en nuestras interacciones diarias con los demás. Prescribimos una solución antes de diagnosticar el problema. No buscamos entender profundamente el problema primero.

No podemos simplemente usar una técnica para entender a alguien. De hecho, si una persona siente que la estamos manipulando, cuestionará nuestros motivos y ya no se sentirá segura para abrirse a nosotros.

Escuchar con empatía requiere un cambio de paradigma fundamental. Por lo general, primero buscamos ser entendidos. La mayoría de la gente escucha con la intención de responder , no de entender . En un momento dado, están hablando o preparándose para hablar.

Después de todo, señala Covey, los expertos en comunicación estiman que:

· 10% de nuestra comunicación está representada por nuestras palabras

· 30% está representado por nuestros sonidos

· 60% está representado por nuestro lenguaje corporal

Cuando escuchamos autobiográficamente, en otras palabras, con nuestra propia perspectiva como marco de referencia, tendemos a responder de una de cuatro maneras:

1. Evaluar: estar de acuerdo o en desacuerdo con lo que se dice

2. Sondear: hacer preguntas desde nuestro propio marco de referencia

3. Asesorar: dar consejos basados en nuestra propia experiencia .

4. Interpretar: tratar de averiguar los motivos y el comportamiento de la persona en función de nuestros propios motivos y comportamiento .

Pero si reemplazamos este tipo de respuesta con una escucha empática, vemos resultados dramáticos en una mejor comunicación. Se necesita tiempo para hacer este cambio, pero no se necesita tanto para practicar la escucha empática como para respaldar y corregir malentendidos, o para vivir con problemas no expresados y sin resolver para que luego surjan a la superficie.

La segunda parte del hábito 5 es "... luego ser entendido". Esto es igualmente fundamental para lograr soluciones de ganar-ganar.

Cuando somos capaces de presentar nuestras ideas con claridad y en el contexto de una comprensión profunda de las necesidades y preocupaciones de la otra persona, aumentamos significativamente la credibilidad de sus ideas.

Lecciones clave:

Aquí hay algunas maneras de adquirir el hábito de buscar primero para comprender:

1. La próxima vez que veas a dos personas comunicándose, cúbrete los oídos y observa. ¿Qué emociones se están comunicando que podrían no transmitirse solo con palabras? ¿Estaba una persona u otra más interesada en la conversación? Escribe lo que notaste.

2. La próxima vez que haga una presentación, arraigue en la empatía. Comience describiendo el punto de vista de la audiencia con gran detalle. ¿Qué problemas están enfrentando? ¿De qué manera lo que estás a punto de decir ofrece una solución a sus problemas?

 

6. Sinergizar

Sumario rápido:

Al comprender y valorar las diferencias en la perspectiva de otra persona, tenemos la oportunidad de crear sinergia, lo que nos permite descubrir nuevas posibilidades a través de la apertura y la creatividad.

La combinación de todos los demás hábitos nos prepara para el hábito 6, que es el hábito de la sinergia o "Cuando uno más uno es igual a tres o más y el todo es mayor que la suma de sus partes".

Por ejemplo, si plantas dos plantas juntas, sus raíces se mezclarán y mejorarán la calidad del suelo, de modo que ambas plantas crecerán mejor que por sí solas.

La sinergia nos permite crear nuevas alternativas y abrir nuevas posibilidades. Nos permite como grupo acordar colectivamente deshacernos de los viejos guiones y escribir otros nuevos.

Entonces, ¿cómo podemos introducir sinergia en una situación o entorno dado? Comience con los hábitos 4 y 5: debe pensar en ganar-ganar y buscar primero comprender.

Una vez que tenga esto en mente, puede combinar sus deseos con los de la otra persona o grupo. Y luego no están en lados opuestos del problema: están juntos en un lado, observando el problema, comprendiendo todas las necesidades y trabajando para crear una tercera alternativa que las satisfaga.

Lo que terminamos no es una transacción, sino una transformación. Ambas partes obtienen lo que quieren y construyen su relación en el proceso.

Al presentar un espíritu de confianza y seguridad, incitaremos a otros a ser extremadamente abiertos y alimentarnos de los puntos de vista e ideas de los demás, creando sinergia.

La verdadera esencia de la sinergia es valorar las diferencias: las diferencias mentales, emocionales y psicológicas entre las personas.

Después de todo, si dos personas tienen la misma opinión, una es innecesaria. Cuando nos damos cuenta de la perspectiva diferente de alguien, podemos decir: "¡Bien! ¡Lo ves diferente! Ayúdame a ver lo que tú ves".

Buscamos primero comprender, y luego encontramos fuerza y utilidad en esas diferentes perspectivas para crear nuevas posibilidades y resultados Ganar-Ganar.

Sinergia le permite:

· Valora las diferencias en otras personas como una forma de ampliar tu perspectiva.

· Evita la energía negativa y busca lo bueno en los demás

· Ejercer coraje en situaciones interdependientes para ser abierto y animar a otros a ser abiertos

· Catalizar la creatividad y encontrar una solución que sea mejor para todos buscando una tercera alternativa

Lecciones clave:

1. Haz una lista de las personas que te irritan. Ahora elige una sola persona. ¿Cómo son diferentes sus puntos de vista? Ponte en sus zapatos por un minuto. Piensa y finge cómo se siente ser ellos. ¿Te ayuda esto a entenderlos mejor?

Ahora, la próxima vez que esté en desacuerdo con esa persona, intente comprender sus preocupaciones y por qué no está de acuerdo con usted. Cuanto mejor pueda comprenderlos, más fácil será hacerles cambiar de opinión o cambiar la suya.

2. Haz una lista de las personas con las que te llevas bien. Ahora elige una sola persona. ¿Cómo son diferentes sus puntos de vista? Ahora escribe una situación en la que tuviste un excelente trabajo en equipo y sinergia. ¿Por qué? ¿Qué condiciones se dieron para alcanzar tal fluidez en sus interacciones? ¿Cómo puedes recrear esas condiciones de nuevo?

 

7. Afilar la sierra

Sumario rápido:

Para ser efectivos, debemos dedicar el tiempo a renovarnos física, espiritual, mental y socialmente. La renovación continua nos permite aumentar sinérgicamente nuestra capacidad de practicar cada hábito.

El hábito 7 se centra en la renovación, o en tomarse el tiempo para " afilar la sierra ". Rodea todos los demás hábitos y hace que cada uno sea posible al preservar y mejorar su mayor activo: usted mismo.

Hay cuatro dimensiones de nuestra naturaleza, y cada una debe ejercitarse regularmente y de manera equilibrada:

Dimensión física: El objetivo de la mejora física continua es ejercitar nuestro cuerpo de una manera que mejore nuestra capacidad de trabajar, adaptarnos y disfrutar.

Para renovarnos físicamente, debemos:

· Comer bien

· Descanse y relájese lo suficiente

· Haga ejercicio regularmente para desarrollar resistencia, flexibilidad y fuerza.

Centrarse en la dimensión física ayuda a desarrollar los músculos del Hábito 1 de la proactividad. Actuamos basados en el valor del bienestar en lugar de reaccionar a las fuerzas que nos impiden estar en forma.

Dimensión Espiritual: El objetivo de renovar nuestro yo espiritual es proporcionar liderazgo a nuestra vida y reforzar su compromiso con nuestro sistema de valores.

Para renovarte espiritualmente, puedes:

· Practica la meditación diaria

· Comunicarse con la naturaleza

· Sumérgete en la gran literatura o música

Un enfoque en nuestra dimensión espiritual nos ayuda a practicar el Hábito 2, mientras revisamos y nos comprometemos continuamente con nuestros valores, para que podamos comenzar con el fin en mente.

Dimensión Mental: El objetivo de renovar nuestra salud mental es seguir expandiendo nuestra mente.

Para renovarte mentalmente, puedes:

· leer buena literatura

· Mantenga un diario de sus pensamientos, experiencias y puntos de vista.

· Limite el tiempo que mira televisión a solo aquellos programas que enriquecen su vida y su mente.

Enfocarnos en nuestra dimensión mental nos ayuda a practicar el Hábito 3 al manejarnos de manera efectiva para maximizar el uso de nuestro tiempo y recursos.

Dimensión Social/Emocional: El objetivo de renovarnos socialmente es desarrollar relaciones significativas.

Para renovarte emocionalmente, puedes:

· Busca entender profundamente a otras personas.

· Hacer contribuciones a proyectos significativos que mejoren la vida de los demás.

· Mantenga una mentalidad de abundancia y busque ayudar a otros a encontrar el éxito.

Renovar nuestra dimensión social y emocional nos ayuda a practicar los hábitos 4, 5 y 6 al reconocer que existen soluciones Ganar-Ganar, buscar comprender a los demás y encontrar terceras alternativas mutuamente beneficiosas a través de la sinergia.

A medida que nos enfocamos en renovarnos a nosotros mismos en estas cuatro dimensiones, también debemos buscar ser guionistas positivos para otras personas. Debemos buscar inspirar a otros a un camino superior mostrándoles que creemos en ellos, escuchándolos con empatía, animándolos a ser proactivos.

La verdadera belleza de los 7 hábitos es que la mejora de un hábito aumenta sinérgicamente nuestra capacidad para mejorar el resto.

La renovación es el proceso que nos empodera para avanzar en una espiral ascendente de crecimiento y cambio, de mejora continua.

Lecciones clave:

1. Haz una lista de actividades que te ayudarían a renovarte en cada una de las 4 dimensiones. Seleccione una actividad para cada dimensión y anótela como meta para la próxima semana. Al final de la semana, evalúe su desempeño. ¿Qué te llevó a tener éxito o no lograr cada objetivo?

2. Comprométete a escribir cada semana una actividad específica de "afilar la sierra" en las cuatro dimensiones, para realizarlas y evaluar tu desempeño y resultados.

El hábito 5 dice que debemos buscar primero comprender, luego ser comprendidos. Para buscar comprender, debemos aprender a escuchar.

Siempre me resulta útil recordar algunos conceptos de este libro

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