Usuarios de Windows 10: tómense unos minutos y comprueben que han instalado las actualizaciones de seguridad de Microsoft de agosto de 2019 en su PC. Si bien probablemente ya se le haya pedido que actualice su sistema, nunca está de más verificarlo nuevamente.
La última actualización de Windows corrige una larga lista de vulnerabilidades encontradas en las versiones actuales del sistema operativo insignia de Microsoft. La mayoría de ellos son riesgos mínimos, afortunadamente, pero la actualización aborda cuatro vulnerabilidades graves en el Remote Desktop Protocol (RDP) de Windows 10, dos de las cuales son similares a la vulnerabilidad de Bluekeep que se descubrió y parcheó de versiones anteriores de Windows a principios de este año.
A diferencia del bug Bluekeep, estas vulnerabilidades son (un poco) menos preocupantes ya que la función RDP está desactivada de forma predeterminada en Windows 10. Aún así, si son remotamente tan peligrosos como Bluekeep, entonces debes asegurarte de que has actualizado Windows de inmediato.
Puedes verificar si tu sistema tiene actualizaciones pendientes haciendo lo siguiente:
- Abre el menú de inicio de Windows
- Clic en el ícono de configuración
- Ve a Actualización y seguridad> Actualización de Windows
- Verás “Actualizaciones disponibles” si hay una nueva esperando para ser instalada
- Hacer clic en “Descargar” para comenzar el proceso, pero recuerda que deberás reiniciar tu PC y esperar a que se apliquen las actualizaciones para que surtan efecto.
En términos generales, es posible que también desees hacer una copia de seguridad rápida de los archivos críticos de tu sistema en caso de que una actualización de Windows cause algún problema (como se sabe que lo hacen de vez en cuando). Si bien es importante instalar las actualizaciones de Windows rápidamente, como acabamos de mencionar, también puede darse un retraso de unos días (a través de la función “pausar actualizaciones” de las Actualizaciones de Windows) en caso de que quieras darle a Microsoft un poco de tiempo para arreglar una actualización que no estaba todo lo bien que debería.