Cuando la ciencia se vuelve una religión

Por Bob Perry

La ciencia, y la tecnología que engendra, es una fuerza dominante en nuestra cultura. Y es comprensible. La ciencia ha extendido la expectativa de vida del ser humano y también la ha hecho más cómoda. Y promete seguir haciendo esto en el futuro. Pero el éxito de la ciencia nos puede tentar a darle más valor e importancia de la que merece. Como sociedad, vamos más allá de la idea de que la ciencia otorga una manera de mejorar la vida humana. Y ahora nos acercamos a creer que la ciencia establece la única manera para conocer cualquier cosa. Esta forma de pensar sobre la ciencia se llama cientificismo.. Y el cientificismo es algo más que un sistema de creencias erróneas. Cuando la ciencia se vuelve una religión también se transforma en una ideología peligrosa. Desafortunadamente, todosnosotros hemos aceptado esta idea hasta cierto punto. Por ello nos conviene aclarar nuestras expectativas sobre la ciencia.

¿Qué es el cientificismo?

El filósofo en ciencia Tom Sorell define el cientificismo de la siguiente manera:

“[…] la creencia que la ciencia, en especial las ciencias naturales, son […] lo más valioso que el ser humano puede aprender […] porque es la que tiene mayor autoridad, o seria , o beneficiosa[…]o que siempre es bueno que temas que no pertenecen a la ciencia se sitúen sobre una base científica.”

Hay mucha  historia  que nos llevan a creer que eso es lo mejor pero quiero resaltar la manera en que el cientificismo afecta el mundo en que vivimos hoy.

Un reflejo de nuestro cientificismo

Hace poco, una universidad que está cerca de mi casa lanzó una campaña publicitaria en toda la ciudad. Su propósito era resaltar el éxito sin comparación de las investigaciones médicas y los programas de terapias que había llevado a cabo el hospital de esa universidad. Sin lugar a dudas, son extraordinarios. Pero el eslogan publicitario que salía en las estaciones de radio, en los programas de televisión y en otro tipo de anuncios que estaban por toda la ciudad era el siguiente:

“En la ciencia vive la esperanza.”

No quiero darle demasiada importancia a una campaña publicitaria, pero ¿ves el reflejo del cientificismo en este cartel? No se trata sólo de que la ciencia sea una actividad valiosa. Vivimos en una cultura que cree que la ciencia es el camino que nos lleva a la esperanza.

Esta es la gran promesa del cientificismo. Y lo primero que debesnotar es que no es una afirmación científica. Porque no puedes realizar un experimento que demuestre que “en la ciencia se encuentra la esperanza”. Y tampoco puedes usar a la ciencia para demostrar que sólo a través de la ciencia se pueden conocer todas las cosas. Este tipo de afirmaciones no son científicas. Tienen más de filosóficas. Y al final, son realmente religiosas. Aquí está el porqué digo esto.

¿Qué es la ciencia?

De esta manera el diccionario  define a la ciencia, “una rama del estudio… que proporciona un conocimiento sistemático del mundo físico o material obtenido mediante la observación y la experimentación”. Esta palabra viene del latín scientia, que significa “conocimiento”. Y parece que desde aquí se está distorsionando el pensamiento.

El cientificismo se equivoca cuando nos dice que la ciencia es nuestra única fuente de conocimiento. Pero no es así, la ciencia es sólo un camino para comprender el mundo en que vivimos. Y ni siquiera es el más confiable.

Cosas que sabes sin recurrir a la ciencia

Hay muchas cosas en el mundo que conoces sin haberlas descubierto de manera científica, Por ejemplo, tu sabes que:

  • Las afirmaciones que se hacen sobre algo no pueden ser verdaderas y falsas al mismo tiempo y de la misma manera. Esta es una de las muchas leyes de la lógica que usas constantemente sin darte cuenta.
  • No necesitas realizar un experimento científico para saber las verdades matemáticas (ejemplo, 2+2=4). Estas son cosas absolutamente ciertas. Y no podrían ser de otra manera.
  • Sabes más acerca de lo que acontece en tu mente que cualquier otra persona (o científico) podría conocer. De hecho, la única manera en que alguien más se entere de lo que piensas y sientes es que tú lo digas.
  • Posees un conocimiento moral para ver el mundo y eso no está basado en la ciencia. No existe ningún proyecto científico que pudiera convencerte que torturar a bebés pequeños por diversión es algo bueno.

Los prerrequisitos de la ciencia

No subestimes la importancia de los puntos anteriores. Cada uno de ellos es una forma de conocimiento que obtuviste sin necesidad de hacer ciencia. De hecho, tienes que utilizar cada uno de ellos antes de poder hacer ciencia en absoluto. La ciencia depende del pensamiento lógico para determinar cómo llevar a cabo un experimento o evaluar los datos que se obtienen de él.

Las matemáticas son el lenguaje de la ciencia. Tienes que usar la matemática para describir la metodología y los descubrimientos de cualquier experimento científico.

Cada científico debe estar consciente de sus propias limitaciones para planificar y conducir sus investigaciones científicas.

Para confiar en las conclusiones de los científicos, debes confiar en que los científicos están diciendo la verdad.

La ciencia no dice nada

Lo más importante que debemos comprender acerca de la ciencia es que no es más que una herramienta que usamos para describir lo que pasa a nuestro alrededor. La ciencia no nos dice nada por sí misma. O, como diría el infame Frank Turek:

“La ciencia no dice nada; los científicos sí..”

Y ahí está la falla del cientificismo. Porque lo que nos enseña depende de la filosofía de los científicos que lo practican. Y lo que los científicos creen acerca del mundo se verá reflejado en las conclusiones que obtengan. Hacer eso es parte de la naturaleza humana.

Cuando aceptamos la nociónde que la ciencia es nuestra única fuente para conocer lo que nos rodea, somos presa de las presuposiciones que tienen los científicos. Es por eso que dije que el cientificismo es una religión. Es un sistema de creencias. Es una forma de dar respuestas a las principales preguntas de la vida.

A dónde puede llevar la ciencia

Las ciencias como la astronomía, astrofísica y cosmología nosaportaron el conocimiento directo de que el universo tuvo un principio.. Algunos científicos ven esto como la evidencia de que existe un Creador. Otros niegan que de ese conocimiento se pueda inferir tal cosa.

De las ciencias biológicas, hemos aprendido hechos sorprendentes acerca del funcionamiento celular. Algunos científicos visualizan la mano de un Diseñador a través de los microscopios. Otros ven la complejidad de procesos naturales y automáticos.

La física nuclear creó la radioterapia al servicio de la oncología para matar el cáncer. Pero también inventó la bomba atómica.

La ciencia y la tecnología nos han mostrado imágenes a través del ultrasonido que revelan el desarrollo de la vida humana en el vientre materno. Y es la misma ciencia la que permite que algunos padres destruyan esa vida si la prueba prenatal no arroja los resultados genéticos esperados.

Fueron los científicos quienes desarrollaron las vacunas, y quienes siguen buscando formas de curar las enfermedades genéticas. Pero también fueron científicos quienes pusieron en marcha la eugenesia, por medio de la fuerza realizaron esterilizaciones, y llevaron a cabo experimentos en personas vivas en los campos de concentración nazis.

La ciencia tiene el potencial de hacer prosperar la comodidad y calidad de vida humana. Pero también es capaz de crear un inimaginable nivel de sufrimiento. Todo depende del propósito que se crea que promete.

El peligro del cientificismo

Hace poco, estaba “escuchando” en Facebook una discusión acerca de la esencia y el valor de la vida humana. Corté y pegué parte de lo que se leía en la sección de comentarios:

P: ¿Crees que tienes derechos intrínsecos como la vida, la libertad, etc? 

R: No, no creo que los tenga. Pero creería en ellos si pudieran materializar esos derechos intrínsecos para llevarlos a mi laboratorio y hacerles pruebas de confiabilidad.

Esto es lo que cosechas de una cultura que está convencida de que todo conocimiento importante lo da la ciencia. Es el fruto del cientificismo — y hace que la persona crea que la vida, el amor, y la justicia son ilusiones porque no se les puede hacer pruebas de laboratorio.

No nos equivoquemos, el cientificismo es una religión. Pero esa religión no ofrece esperanza. Podría curarte cuando estás enfermo, o prolongar tu vida, o darte una vida más cómoda. Todo eso está muy bien. Pero todo ello es temporal.

La verdadera esperanza es eterna. Y nunca la encontrarás dentro de un tubo de ensayo ni en lo que observes con el telescopio.

Recursos recomendados en Español:

Robándole a Dios (tapa blanda), (Guía de estudio para el profesor) y (Guía de estudio del estudiante) por el Dr. Frank Turek

Por qué no tengo suficiente fe para ser un ateo (serie de DVD completa), (Manual de trabajo del profesor) y (Manual del estudiante) del Dr. Frank Turek 


Acerca del autor: Bob Perry es un apologeta cristiano, profesor y conferencista que escribe artículos sobre cristianismo y cultura en el blog truehorizon.org. Es un columnista del Christian Research Journal y también ha escrito para Touchstone y Salvo. Bob es piloto con una experiencia de treinta y siete años en la aviación militar y comercial. Tiene una licenciatura en ciencias de la ingeniería aeroespacial en la U. S. Naval Academy, y una maestría en apología cristiana de la Biola University. Se casó en 1985 con su amor del bachillerato y aún siguen juntos. Tienen cuatro hijos ya mayores.

Traducido por Gustavo Camarillo

Editado por Jennifer Chavez

Fuente Original del Blog: https://bit.ly/43DosM6

 

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