Cabalgando en acémila ajena

En las actuales circunstancias un buen porcentaje de peruanos, tras tomar conciencia del valor o importancia de su voto y “sentir” que fuerzas oscuras pretenden arrebatárselo para favorecer a quien no es de su orientación, aceptan lo anotado por Jorge Luis Borges en un párrafo de “Oda escrita en 1966”: “Nadie es la patria, pero todos lo somos / Arda en mi pecho y en el vuestro, incesante / Ese límpido fuego misterioso” (o por José Martí: “La patria es dicha, dolor y cielo de todos y no feudo ni capellanía de nadie”), y seguros de que nos acercamos a un capítulo complicado de nuestra historia, vienen mostrando, en actos cívicos y serenos, su decisión de defenderlos. Y al hacerlo demuestran su interés por el futuro del país, y su respeto a lo construido desde antaño por quienes nos precedieron.   

Entre tanto, festejando apresurada y adelantadamente el triunfo de Perú Libre, reducidos pero aún influyentes personajes, intentan otorgar sentido a su “alquimia política”, buscando sustento al accionar oportunista mostrado, y comienzan a desenredar su mal tejido revestimiento, dando curso a una serie de especulaciones que oscilan entre la ingenuidad y la astucia. Uno de ellos es la velada convocatoria que vienen pergeñando para construir en torno a Pedro Castillo una organización política que les posibilite dizque romper con Perú Libre, dejando de lado el extremismo cerronista y antaurista vinculado al narco-terrorismo, gobernando el país con una propuesta (rosada) de izquierda moderada, que cobraría cuerpo bajo la vestidura de la aún sin partido Verónika Mendoza y del estratega del terror Martín Vizcarra (cuyos antecedentes son bastante conocidos), contando para ello con Salaverry, artero “puntero mentiroso” que habría ganado espacio para convertirse en jefe de gabinete, sumándose además un grupo variopinto de congresistas recientemente elegidos.

Lo señalado, en términos políticos constituye un timo a Perú Libre, en tanto los personajes y agrupaciones que subieron al carro del lápiz no darán marcha atrás en su intento de apropiarse de ella, capturándola (al mismo estilo de los piratas) y erigiéndose como triunfadores, a fin de continuar aplicando su programa, el mismo de hace 20 años, pues mediando la caviarada, coparon muchos espacios en el Estado. Para aferrarse a ello, optaron ante la debilidad programática y carencia de cuadros, por camuflarse en su interior, fingiendo sentimientos, escondiendo intenciones y sumando sus voces al estribillo ¡Castillo y Cerrón un solo corazón! 

Con el correr de los días, la captura del poder por los rosados se viene develando y cuanto más demore la proclamación del nuevo presidente, esas intenciones se van alejando. Ello explica su desesperación e intento de presión a: la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE), Jurado Nacional de Elecciones (JNE), así como al Poder Judicial (PJ). Conforme dice un adagio popular, el tiempo ayuda a descubrir todo: las mentiras más ocultas, las razones más ciertas y las personas más falsas. En esa línea, el interrogante que flota en el ambiente es: ¿Cuánto tiempo seguirán cabalgando en acémila ajena, y cuánto más lo permitirá su propietario?

Ahora bien, quienes pensamos en un mejor futuro para el país, entendiendo el mensaje de Kofi Annan: “Si nuestras esperanzas de construir un mundo más seguro y mejor han de ser más que una ilusión, necesitaremos la colaboración de voluntarios más que nunca”, autoconvoquémonos para defender la voluntad popular y la democracia.