Complicaciones de la diabetes

La diabetes es una de las enfermedades no transmisibles más comunes en la actualidad. Esta compleja afección afecta a hombres y mujeres de todas las edades y altera la forma en que el organismo absorbe el azúcar en la sangre, lo que a menudo conlleva complicaciones crónicas que se desarrollan con el tiempo.

Con motivo del Día Mundial de la Diabetes, que se conmemora en noviembre, el Dr. Gregory Celis, Director Médico de Laboratorios Bagó, comenta sobre algunas de las complicaciones más frecuentes de esta enfermedad: “Nuestro objetivo es crear conciencia entre la población y alentar a las personas a someterse a revisiones médicas de rutina para prevenir, detectar y tratar la diabetes a tiempo, evitando así las complicaciones que se detallan a continuación.”

Hipertensión y enfermedades cardíacas: «Para los pacientes con diabetes, mantener una presión arterial alta es perjudicial, ya que daña los vasos sanguíneos, especialmente cuando se combina con altos niveles crónicos de azúcar en la sangre», comenta el Dr. Celis. La Asociación Estadounidense para la Diabetes recomienda que estos pacientes mantengan su presión arterial por debajo de 140/80 mm Hg. La enfermedad cardíaca o vascular puede causar bloqueos en las arterias del cerebro o el corazón, lo que puede dar lugar a complicaciones graves como un AIT (ataque isquémico transitorio), un ACV (accidente cerebrovascular), angina (dolor de pecho) y/o ataque al corazón. Además de los bloqueos arteriales o venosos en las piernas, que pueden generar problemas circulatorios que afectan la movilidad del paciente, siendo esta complicación crónica la causa más frecuente de mortalidad en pacientes diabéticos, especialmente en aquellos que fuman y tienen altos niveles de triglicéridos.

Nefropatía diabética: Una de las complicaciones crónicas más comunes en pacientes diabéticos es el daño renal. «Los riñones son responsables de filtrar desechos de la sangre y expulsarlos a través de la orina; la nefropatía diabética ocurre cuando los vasos sanguíneos microscópicos del riñón se obstruyen debido a la diabetes”, explica el experto de Laboratorios Bagó. Esta afección puede pasar desapercibida durante años, hasta que el daño es considerable y se detecta a través de la presencia de proteínas o microalbúmina en la orina. Por lo tanto, es fundamental mantener bajo control los niveles de azúcar en sangre y la presión arterial, además de someterse a análisis de orina frecuentes para detectar y estabilizar tempranamente el daño renal.

Pérdida paulatina de la visión y/o problemas oculares: El Dr. Celis menciona que los pacientes diabéticos tienen un mayor riesgo de sufrir complicaciones oculares como retinopatías, cataratas, glaucoma, edema macular e incluso ceguera, debido a daños vasculares en los vasos que irrigan la retina. Para prevenir o tratar con éxito estas complicaciones, es esencial que los pacientes diagnosticados con diabetes se sometan a exámenes periódicos con un oftalmólogo. La detección temprana y un control adecuado de los niveles de glucosa en sangre son fundamentales para evitar consecuencias graves.

Neuropatía diabética: La neuropatía diabética se refiere al daño en el sistema nervioso del paciente, tanto en el sistema nervioso central (cerebro, cerebelo y médula espinal) como en el periférico (resto del cuerpo). Al igual que en las afecciones mencionadas anteriormente, el daño ocurre debido a daño en los vasos sanguíneos que irrigan estos tejidos. «El sistema nervioso controla todas las funciones de nuestro organismo, en caso de una lesión de cualquier origen, y en especial de la diabetes, esto puede dar lugar a múltiples complicaciones y enfermedades, entre ellas la neuropatía diabética, que es la alteración del funcionamiento de los nervios; puede afectar a cualquier órgano.  

Pie diabético: Según el Dr. Gregory Celis, «las afecciones en las extremidades, especialmente en los pies, son el resultado de complicaciones previas como neuropatías y mala circulación. En pacientes diabéticos, la pérdida de sensibilidad origina en el paciente que él no sienta las lesiones y como no tiene dolor, no les presta la atención debida, pudiendo estas infectarse y gangrenarse, provocando incluso la amputación del miembro afectado.”