Descubrimiento de la alfarería: su origen y diferencias con la cerámica
El descubrimiento de la alfarería se remonta a los orígenes de la civilización, y hoy día sigue siendo un arte que está muy presente en nuestras vidas. Mientras unos optan por crear con sus propias manos, otros prefieren admirar y coleccionar diferentes tipos de piezas de alfarería.
Qué es la alfarería
La alfarería es el nombre que se le da al arte consistente en elaborar vasijas de barro cocido. También se le conoce como modelado en torno.
Para explicar qué es alfarería, podría describirse como la técnica de dar forma a una bola de arcilla blanda utilizando las manos y una rueda giratoria o torno, controlando y guiando el material, a medida que la fuerza del giro impulsa la arcilla hacia afuera y hacia arriba.
La técnica de la alfarería se utiliza para la creación de piezas redondeadas como vasijas, cilindros, bowls o platos, aunque también puede ser un punto de partida para otras formas más complejas. A veces suelen confundirse los conceptos de alfarería y cerámica, y aunque están íntimamente relacionadas, son técnicas artesanales diferentes.
Diferencia entre alfarero y ceramista
La principal diferencia entre alfarero y ceramista es que la alfarería está vinculada al torno o la rueda giratoria, mientras que la cerámica incluye una gran variedad de técnicas para la fabricación de piezas de arcilla, entre las cuales se puede encontrar la alfarería, además de escultura, modelado a mano, decoración, etc. Es decir, el ámbito del ceramista es mucho más amplio y puede incluir la fabricación de objetos para todo tipo de usos, incluso industriales.
La alfarería, sin embargo, está más centrada en la creación de objetos decorativos y artísticos. En ambos casos se utiliza barro o arcilla que tras moldearse se cuecen en un horno a unos 1000 ºC, para después pintar o barnizar con diferentes técnicas.
Descubrimiento de la alfarería
La historia de la alfarería se remonta al Neolítico, hace más de 10 000 años, cuando el sustento de las personas dependía del cultivo de la tierra, aunque los vestigios más antiguos del arte de alfarería se sitúan en el Japón de hace 12 000 años, en la cerámica Jomon.
Se tiene noticia de que fue en Mesopotamia donde los artesanos comenzaron a especializarse, y se inventaron las primeras herramientas para trabajar la arcilla, incluyendo los primeros tornos de alfarero y el horno para cocerla.
En Grecia, y en la zona de los Balcanes la alfarería antigua que se creó estaba influenciada por la cultura de Anatolia, como muestran las bonitas vasijas con forma de tulipa y engobe de colores blanco y rojo, que ahora se pueden admirar en los museos.
Con el tiempo cada cultura fue perfeccionando sus propias técnicas decorativas, dando lugar a diferentes corrientes artísticas. El tipo de alfarería en cada región del mundo también está definida por tipo de arcilla disponible en cada suelo, la mezcla con minerales o arena, la presencia de tierra o fragmentos de piedra, etc. Así, la riqueza de cada artesanía es única en cada zona.
Desde el descubrimiento de la alfarería hasta hoy han pasado muchos milenios, pero la técnica tradicional se mantiene vigente. Se trata de un tipo de artesanía profundamente ligado a la historia de la humanidad con implicaciones simbólicas y artísticas.