C. Pradera, Barcelona, 13-12-2012
La salamanquesa común (Tarentola mauritanica) es un pequeño y rechoncho saurio que pertenece a la familia de los guecos (Gekkonidae). Tiene un color grisáceo con manchas oscuras y claras. Los machos adultos pueden medir hasta 17 cm de largo y, las hembras, hasta 15 cm. Se encuentra presente alrededor de la cuenca del Mediterráneo. Se cree que originaria del norte de África desde Marruecos hasta Egipto. En la Península Ibérica se encuentra distribuida prácticamente por todo su territorio, a excepción de las zonas más frías y altas (figura 2) [1].
Es muy abundante en zonas urbanas y rurales. Es un animal crepuscular y nocturno. Se acerca a las farolas para cazar insectos que son atraídos por la luz. Por las noches de verano es fácil verla sobre las paredes. No es una especie amenazada, ya que en el medio urbano le da innumerables lugares de refugio: bajo las tejas, paredes de piedra, cajones de persiana, registros de alcantarillado, registros y armarios eléctricos, etc. Ocupa cualquier rincón que se le deje. Me he encontrado salamanquesas hasta en aparcamientos subterráneos. Por otra parte, no es la única salamanquesa urbana. También está la salamanquesa rosada (Hemydactilus turcicus) a la cual dedicaré otra entrada [2].
La salamanquesa común es una excelente trepadora. Sube por paredes y techos gracias a unas almohadillas adhesivas que tiene en la cara inferior de los dedos. Al ser de hábitos nocturnos, tiene unos ojos grandes y bien adaptados. Las pupilas son verticales y lobuladas. Si se clica sobre las imágenes 1 y 3, se pueden apreciar bien los ojos. La coloración oscura de la piel se adapta bien al terreno y le permite pasar inadvertida. Como se puede ver la salamanquesa se mimetiza bien con el entorno.
Si se agarra una salamanquesa emite unos chillidos agudos. También chilla cuando se relaciona con otros congéneres. La salamanquesa hiberna en las zonas frías, entre noviembre y marzo, aunque en las zonas cálidas se puede mantener activa durante todo el año. Durante la época de cría con la llegada de los calores la hembra realiza la puesta. Se estima que son 2 o 3 puestas, de una de un par de huevos cada una (figuras 7 a 12). La incubación es de 2 a 3 meses. Aunque el número de puestas dependerá del lugar donde se encuentre y de los recursos a los que pueda acceder. En una ciudad como Barcelona no le falta temperatura, cobijo y alimento si se instala en registros de alcantarillado o eléctricos donde tiene cucarachas de las que alimentarse. Este saurio es una bendición y una gran ayuda en el control de insectos.
Notas:
[1] Albert Masó Planas & Manuel Pijoan Rotger. 2011. Anfibios y reptiles de la Península Ibérica, Baleares y Canarias. Editorial Omega, Barcelona. 848 pp. ISBN 8428213682.
[2] C. Pradera. 29-08-2014. Salamanquesa rosada, Hemydactilus turcicus (Sauropsida, Gekkonidae), en Barcelona. El desinsectador y desratizador.
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