En el año de 1999, entre la Isla de Loin y el islote de Veli Orjule, se realizó uno de los más grandes descubrimientos subacuáticos en la historia de la humanidad, la afamada estatua Apoxiomenos de Croacia. Existen otras Apoxionemos en otros museos de Europa (la más reconocido es la estatua de bronce del Kunsthistorisches del Museo de Viena, descubierto en 1896 en Éfeso).
La Apoxiomenos descubierta en Croacia es una obra del periodo helenístico que data aproximadamente del siglo I a.C., la cual fue descubierta por un joven belga aficionado al buceo, y quien se encontraba disfrutando de unas buenas vacaciones en las aguas tranquilas transparentes del Adriático. La figura es la de un joven atleta de 1,92 metros de altura que limpia su cuerpo del aceite, polvo y sudor con una herramienta de raspado de una competición.
Es la unica obra de bronce de tales proporciones encontrada hasta la fecha en la costa oriental del Mar Adriático de tal envergadura. Para los investigadores, la estatua fue depositada en el mar a comienzos del siglo primero d.C., al parecer porque el barco que la transportaba estuvo en peligro de volcarse por el mal tiempo de la zona; aunque también se puede tratar de una especie de ofrenda a los dioses para contar con un paso seguro la travesía del canal de Oso, el cual separa la Isla de Cresy la isla de Losin
Durante la restauración, que duro 7 años, fue posible determinar su antigüedad gracias a los restos del nido de un pequeño roedor que se encontraban dentro de la estatua; además analizando de forma detallada el estilo de la mano de obra, se estableció; que este tipo de estatuas datan del siglo IV a. C, por lo que esta sería una copia helenística del siglo I.
El escultor de la obra es desconocido, pero la belleza clásica y la alta calidad de la mano de obra, dan testimonio que pudo haber sido un artesano consumado. La estatua ha sido catalogada como Patrimonio Cultural Subacuático por la Unesco; categoría que abarca todas aquellas huellas que comprueben la existencia humana en determinada zona, y que además posean un carácter cultural, arqueológico-histórico; y hayan estado bajo las aguas, tanto marítimas como fluviales y lacustres, parcial o totalmente, de forma periódica o continua, por más de 100 años.
Todas estas obras que a través de la historia han sido tragadas por las aguas, constituyen un verdadero tesoro patrimonial tanto para investigadores como para el público en general.
La estatua se exhibe de forma permanente al público en el Museo de Zadar
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