El lagrimal

El lagrimal, sistema lagrimal o «aparato lagrimal», es el conjunto de estructuras que se encargan de la producción, distribución en la superficie ocular y eliminación o drenaje de la lágrima. El correcto equilibrio entre estas tres funciones permitirá mantener la conjuntiva y la córnea en perfecto estado de salud

La lágrima cumple una función esencial en el mantenimiento de una superficie ocular sana. Las capas más superficiales de la córnea y la conjuntiva requieren estar constantemente bañadas por este fluido y sus nutrientes. Un ojo sano está cubierto por una fina capa de lágrima, la llamada película lagrimal, que se mantiene estable entre parpadeo y parpadeo. De esta forma se consiguen los dos objetivos fundamentales de la lágrima, mantener estos tejidos sanos y aportar calidad visual.

Tener el lagrimal sano nos garantiza la idónea producción, distribución y eliminación de lágrimas en cada caso. De esta forma evitaremos muchos de los trastornos y enfermedades oculares que veremos más adelante.

Composición i estructura del lagrimal

El lagrimal está compuesto por dos sistemas fisiológicos que son el secretor y el excretor. Estos sistemas son los encargados de producir, distribuir y eliminar las lágrimas.
La función de las lágrimas es la de limpiar, nutrir, oxigenar e hidratar nuestros ojos.

Lagrimal secretor

También llamado glándula lagrimal, es donde se produce y secreta la lágrima hacia la superficie de nuestros ojos a través de los conductos lagrimales. Está ubicado encima del párpado dentro de la fosa lagrimal. Su función es la de aportar mayor o menor cantidad de lágrimas en función de los estímulos que reciben nuestros ojos en cada momento.

Lagrimal excretor

Es el sistema encargado del drenaje y eliminación del exceso de lágrimas en nuestros ojos. Una vez que las lágrimas han cumplido su función se drenan conduciéndolas hacia las fosas nasales. Por este motivo solemos moquear cuando lloramos.

A su vez está formado por cuatro subsistemas:

  1. Puntos lagrimales: uno superior más uno inferior. Son unos pequeños orificios situados al principio de los canalículos. Podemos apreciarlos a simple vista si miramos los extremos internos de los ojos. Tienen la función de recoger las lágrimas como si fueran el punto de desagüe.
  2. Canalículos lagrimales: uno superior más uno inferior. Son los conductos por los que circularan las lágrimas tras su colección a través de los puntos lagrimales.
  3. Saco lagrimal: es una bolsa ubicada entre el ojo y la nariz. la cual presenta una forma ovalada de entre 12 y 15 mm de longitud. Está conectado a los canales lagrimales. Tiene la función de almacenar el exceso de lágrimas a drenar.
  4. Canales nasolagrimales: son los conductos que conectan el saco lagrimal con las fosas nasales. Tienen la función de trasladar las lágrimas excretadas hasta la cavidad nasal para su posterior evacuación del cuerpo a través de la nariz.

Problemas del sistema lagrimal

Cualquier anomalía o alteración del sistema lagrimal puede producirnos desde leves molestias a importantes problemas y enfermedades oculares.

Como vamos intuyendo, la salud del lagrimal es fundamental ya que se trata de un mecanismo de humidificación del ojo y de protección ante posibles daños externos. Tan importante es que las lágrimas se produzcan y distribuyan de forma normal, como su drenaje para poder ser reemplazadas por otras nuevas.

Los problemas más frecuentes que se dan en el aparato lagrimal son malformaciones de los canalículos y del saco lagrimal, tumores, anomalías congénitas, inflamación de la glándula lagrimal y obstrucciones de los puntos lagrimales.
Cualquier alteración del sistema lagrimal comportará seguro una producción i drenaje anómalo de nuestras lágrimas.

Enfermedades oculares derivadas del sistema lagrimal

Ojo seco

El síndrome del ojo seco viene provocado por la generación insuficiente de lágrimas o por la evaporación anómala de las mismas; entonces hablaremos de ojo seco evaporativo. También puede producirse si la lágrima no tiene la calidad necesaria para cumplir todas sus funciones.

Los principales síntomas del síndrome del ojo seco son: sensación de pinchazo, ardor o picor en los ojos, mucosidad viscosa en los ojos o a su alrededor, mayor sensibilidad a la luz, enrojecimiento de los ojos, dificultad para utilizar lentillas dificultad para conducir por la noche, visión borrosa o fatiga ocular.

Los factores de riesgo vienen determinados por: la edad siendo mayor de 50 años, el sexo siendo mujer y debido a los cambios hormonales, llevar una dieta baja en vitamina A, las infecciones oculares, el uso de lentillas.
Su prevención y tratamiento pasa por humedecer el aire, no fijar los ojos en pantallas durante mucho tiempo, parpadear frecuentemente, cerrar los ojos unos momentos, no fumar y evitar el humo, usar lágrimas artificiales de calidad.

Ojo lloroso

Ocurre cuando se produce un exceso de lágrima y su volumen supera la capacidad de drenaje. Normalmente se produce por una obstrucción de cualquier punto del lagrimal excretor. También por traumatismos, alergias, agentes irritantes, o como respuesta al síndrome del ojo seco.

También llamado epífora, sus síntomas pueden ir desde la sensación de tener el ojo mojado, con caída ocasional de alguna lágrima, hasta el desbordamiento o lagrimeo constante sobre la mejilla. También provoca visión borrosa, inflamación, irritación laxitud y caída de los párpados y enrojecimiento de la esclerótica; que es la parte blanca del globo ocular.

Su prevención y tratamiento deberá determinarse tras una revisión oftalmológica completa ya que será totalmente distinto si viene provocado por una alergia que trataremos tópicamente o si lo causa una malformación u obstrucción habrá que recurrir a una cirugía.

Dacriocistitis

Es la inflamación del saco lagrimal. Suele darse como consecuencia de la retención excesiva de la lágrima derivando en una infección aguda. En este caso podemos tener dolor palpebral, malestar, inflamación y fiebre. La inflamación crónica del saco lagrimal produce lagrimeo abundante.

El tratamiento a este trastorno puede ir desde tratarlo con antinflamatorios, antibióticos y analgésicos para eliminar la infección y el dolor hasta una intervención quirúrgica, si la dacriocistitis se cronifica, para crear un nuevo conducto.

Hay otras enfermedades de los párpados como la blefaritis, el chalazión, el orzuelo, el xantelasma y el edema alérgico agudo que pueden afectar el sistema lagrimal y que consecuentemente influyen directamente en la correcta secreción y excreción de las lágrimas.

Como siempre, la mejor solución es la prevención
De ahí la importancia de realizar cada año una revisión ocular completa
¡Os esperamos!

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