Los estudiantes de la Universidad DePaul han iniciado una acampada en la explanada del campus de la universidad de Lincoln Park, uniéndose a los campus de todo el país que expresan su apoyo al pueblo de Gaza y exigen que sus escuelas corten los lazos financieros con Israel.
La acampada comenzó oficialmente el martes a las 10 de la mañana y, al mediodía, más de 100 estudiantes se habían reunido en el pasto. Los estudiantes compartieron el almuerzo, algunos se apuntaron a clases por internet y otros jugaron voleibol.
El programa de la acampada del martes incluye oradores, oraciones, un acto de enseñanza y una concentración.
“Anunciamos esta acampada sólo unas horas antes y, como pueden ver, ya tenemos [apoyo]”, dijo al Sun-Times Henna Ayesh, organizadora de la DePaul University Divest Coalition. “Creo que eso es un testimonio del poder de la comunidad de Chicago en su conjunto y simplemente [que] la gente en general apoya a Palestina”.
Los estudiantes de DePaul se unen a cientos de estudiantes de la Universidad de Chicago que establecieron un campamento en el cuadrilátero principal de su universidad el lunes por la mañana.
Las manifestaciones se producen tras días de protestas en el campus de Evanston de la Universidad Northwestern, donde estudiantes y profesores ocuparon Deering Meadow durante cinco días antes de llegar a un acuerdo con las autoridades universitarias para retirar las casas de campaña. Las protestas continuarán allí hasta el 1 de junio, cuando finalizan las clases.
Ayesh dijo que varios organizadores de Northwestern han pasado por el campamento de DePaul para dejar casas de campaña y suministros.
El campamento de la DePaul University’s Divestment Coalition ha publicado una lista de reivindicaciones, en las que se pide a la administración que reconozca el creciente número de muertos en Gaza, que deje de invertir en empresas que “fomentan el sufrimiento palestino y se benefician de la ocupación”, y que se una a la Ciudad de Chicago en la petición de un alto el fuego.
Nour Odeh, ex alumna de DePaul y organizadora del grupo contra la guerra CodePink, dijo que los grupos hicieron demandas similares cuando ella era estudiante hace dos años.
“No se trata necesariamente de reivindicaciones nuevas”, dijo Odeh, sentada frente a su carpa rosa en el patio. “En mi época en DePaul, pedíamos lo mismo, que hicieran pública su cartera de inversiones porque los estudiantes no saben adónde va su dinero”.
La oficina del presidente de DePaul envió un correo electrónico a los estudiantes el martes por la mañana diciéndoles que están “siguiendo de cerca la situación”.
“Si bien las tiendas de campaña y las estructuras no permitidas en la propiedad de DePaul infringen una variedad de políticas universitarias, invitamos a los miembros de nuestra comunidad universitaria que protestan a discutir con nosotros cómo expresarse pacíficamente”, decía el correo electrónico.
“Nuestro objetivo es identificar un camino a seguir que permita a nuestra comunidad hacer oír su voz, respetando al mismo tiempo los derechos de sus compañeros a seguir participando activamente en su educación y permaneciendo en el cumplimiento de la ley y la política de la universidad”.
Ayesh, estudiante de segundo año de la universidad, dijo que el correo electrónico no era más que una repetición de declaraciones anteriores y que la universidad no se ha puesto en contacto directamente con ningún organizador. En caso de que la administración se ponga en contacto, Ayesh dijo que la coalición tiene un equipo preparado para entablar negociaciones.
“No es nada nuevo”, comentó Ayesh. “En DePaul reafirman sus valores, pero en realidad no los cumplen”.
Hacia las 3 de la tarde del martes, un puñado de contra manifestantes llegaron portando banderas israelíes y estadounidenses. Los contra manifestantes se colocaron en círculo cerca de la entrada del cuadrilátero, a veces coreando “traiganlos a casa”, pero no se acercaron al campamento.
Lily Hecht, estudiante de primer año y copresidenta de Hillel, dijo que se unió a la contraprotesta para demostrar que hay una población judía en DePaul y que “estamos orgullosos y apoyamos a Israel”.
Los organizadores del campamento dieron instrucciones a los participantes para que no se enfrentaran directamente con los contra manifestantes.
Durante la contramanifestación, los cientos de participantes en el campamento respondieron con gritos de ”Dilo alto y claro: los sionistas no son bienvenidos aquí” y “Qué vergüenza”. Pero apenas hubo interacción entre ambos grupos, y los contra manifestantes acabaron dispersándose.
Traducido por Gisela Orozco para La Voz Chicago
