Del “sinvergüenza” al “promarroquí” pasando por el "payaso": el Pleno se vuelve a desmadrar (y da asco)

Cuando hace algo menos de un mes, el 28 de junio, el presidente de la Ciudad, Juan Vivas, optó por suspender la sesión plenaria apelando a la “responsabilidad” y lamentando que se estuvieran “cruzando las líneas rojas”, la noticia no solo se extendió por Ceuta sino por todo el panorama nacional. Ceuta, una vez más, aparecía en portadas nacionales por uno de los que acaban siendo sus dos únicos temas: inmigración o grescas políticas.

Ciudadanos y los propios políticos lamentan que la extensa y rica diversidad de Ceuta no aparezca en la palestra nacional por otros menesteres. Este jueves, día 22, ha vuelto a producirse una nueva sesión plenaria tras aquella suspensión. Pero parece que los deberes no se los han llevado aprendidos y que el ser humano es el único que cae dos, tres o cuatro veces en la misma piedra.

El enfrentamiento, los insultos y los gritos han vuelto a ser la columna vertebral de un pleno del que los ciudadanos prefieren desconectar e irse a dar un baño a la Ribera. Porque para sacar los trapos sucios ya tenemos nuestras casas y los únicos que al final vemos esos plenos de mal gusto e insultos somos los periodistas (porque no nos quedda otra) y los políticos metidos en el asunto.

El portavox de VOX, Carlos Verdejo, le ha dicho al presidente de la Ciudad, Juan Vivas, que “se limite a su papel”, que tiene “fijación con VOX”. Vivas le ha respondido, reglamento en mano, diciéndole que los insultos no deben constar en acta. Pero eso ha sido la caja de pandora. Verdejo ha burlado la acusación diciendo que si no quiere que conste el término “promarroquí” los llamará “proalemán”. Juego de palabras que ha desatado que a Vivas le den donde más le duele, o dónde más le duele, como el presidente ha defendido, a los ceutíes. Es decir, al sentimiento y al amor por la patria, que si bien viene a ser discurso y emblema de ambas formaciones -VOX y PP- no lo es así el modo de expresarlo. Vivas le ha reprochado a Verdejo que entrar a llamar a alguien de esta Asamblea promarroquí es “hacerle el discurso a Marruecos” y es, sobre todo, atacar a donde más duele, porque “todos somos españoles y amamos Ceuta independientemente de nuestro credo”.

Lo ha acusado de “levantar muros” y ha dado paso a la vicepresidenta primera y consejera de Presidencia y Relaciones Institucionales. Mabel Deu no ha podido contenerse tampoco (o no del todo) y si antes había llamado a Verdejo “gallito que cacarea”, ahora lo ha pasado a definir “Verdejo, el educado”. Entiéndase en ironía mientras seguro que por dentro pensaba que su opositor tenía más o menos la edad de sus hijos aunque se encontrara frente a un -lo ha llamado- “sin vergüenza”. “Sin respeto pero con descaro”, lo ha definido Deu, quien además lo ha acusado de “acosar a los técnicos”. “Los acosa laboralmente, se cree que está en la Ceuta del año 40 y no en la del 2021”, le ha recordado Deu.

Por supuesto Verdejo ha aprovechado el “sin vergüenza” para pedir turno por alusiones y los gritos han continuado en múltiples direcciones, mientras el consejero Yamal Dris perdía también los papeles. Vivas intentaba por su parte, y sin lograrlo, poner orden. A esto se le ha sumado la voz de la portavoz del MDyC, Fátima Hamed, exigiendo a Vivas que el orden apareciera por algún lugar. “Que se desaloje la sala”, decía Hamed. Pero ni decoro ni orden. “Agresivos y faltones” le decían a Verdejo, mientras él a su vez comparaba a Dris con “un portero de discoteca”.

Por supuesto no solo con el PP de Ceuta ha sido la trifulca. "Payaso" ha llamado de manera reiterada el diputado socialista Juan Gutiérrez al portavox de VOX. "Eres un mierda que viene aquí a hacer el gilipollas", le ha dicho Gutiérrez mientras tenían que sacarlo de la Asamblea. "Anda vete al mar", le ha contestado Verdejo. Todos discursos muy elaborados sí. Políticos muy a la altura (entiéndase con ironía).

Ni orden ni razón. El Pleno una vez más ha sido un escenario desagradable y populoso; un espectáculo bochornoso que, con razón, hace que los ciudadanos estén mucho mejor dándose un baño en el Parque Marítimo que acalorándose con unos políticos, sean del sello que sean, que estamos todos pagando con nuestros impuestos para que se dediquen a gritarse cual patio del colegio. Bueno igual no, que nuestros escolares son mucho más educados y responsables.