El Tau Cerámica sumó su segunda victoria en el grupo D y se coloca en una situación inmejorable para afrontar el choque de trenes del próximo miércoles contra el CSKA. El partido de ayer se jugó a un ritmo infame, en un pabellón impresentable y con una comisario de mesa cómico. En un momento del partido, el árbitro marcó falta personal de Harissis y el comisario se la cargó a Jurak aduciendo que él la había visto mejor.

El partido arrancó con una gran labor de Macijauskas (4-10, m. 6), pero las defensas no fueron buenas y el intercambio de golpes concluyó en un 26 a 23.

El segundo cuarto se inició con la tercera de Sergi Vidal. El partido continuaba sin ritmo, pero tras un parcial de 6-14, el Tau pegó un gran arreón (38-45, al descanso). El juego dirigido por dos bases permitió a Ivanovic respirar tranquilo.

En el tercer cuarto se lesionó Calderón, y Liadelis y Gorenc tomaron el mando de las operaciones con un parcial de 9-0. El último periodo vio como los guarismos volvían a igualarse, pero el Tau jugó con inteligencia en las últimas posesiones y se llevó una valiosa victoria.

Tuvo que sudar, sin embargo, la gota gorda para que el triunfo cristalizara. Con 82-85 Harissis, dispuso de dos tiros libres. El primero fue dentro; el segundo, fuera, intencionadamente. El ex jugador del Tau recogió el rebote ofensivo y lanzó para empatar. Pero no lo consiguió y el balón lo capturó con rabia Andrés Nocioni, que esta vez estuvo mucho más tiempo en el banquillo que en la cancha.