PLANIFICAR O IMPROVISAR, Y TÚ, ¿QUÉ PIENSAS?

¿PLANIFICAR O 

IMPROVISAR, Y TÚ, 

¿QUÉ PIENSAS?

Actualmente es de mucha importancia para los docentes la reflexión sobre lo que es mejor para el aprendizaje de los estudiantes en las diferentes instituciones educativas, es por ello, que para  ayudar a muchos de mis lectores que se dedican a esta loable profesión y que me han solicitado que escriba sobre lo que es correcto, si  improvisar en el salón de clase o planificar siempre las sesiones de aprendizaje, les ofrezco la siguiente meditación esperando cumpla sus expectativas y que los motive a seguir investigando sobre las nuevas didácticas de aprendizaje y sus aportes al quehacer docente.

Empezaré indicando que la planificación ayuda a organizar de manera coherente lo que se quiere lograr con los estudiantes en el aula, tomando en cuenta los recursos, las actividades y hasta la medición del factor tiempo,  es decir, lo que se quiere hacer en teoría, aunque no siempre resulte en la práctica.

Según la opinión de Eggen y Kauchak (2005) nos indica que los maestros que planifican “identifican metas claras para sus alumnos, seleccionan estrategias en la enseñanza que permitan alcanzar más efectivamente las metas de aprendizaje, proveen ejemplos y representaciones que pueden ayudar al alumnado a adquirir una comprensión profunda de los temas que están estudiando” (p. 20-21).

Este autor nos señala las ventajas de la planificación, entre ellas, que les permite a los docentes organizar el acto de enseñanza, establecer coherencia entre objetivos y aprendizaje, retroalimentar y evaluar los aprendizajes, fomentando el clima, el ambiente apropiado para la enseñanza y el aprendizaje con entusiasmo, calidez, empatía y expectativas positivas.

Así mismo, Mattos (1974) señala que “todo el planeamiento se concreta en un programa definido de acción que constituye una guía segura para conducir progresivamente a los alumnos(a) a los resultados deseados.” (p. 88). Lo anterior implica que la importancia de la planificación docente radica en la presencia de un maestro activo preparado para seleccionar estrategias didácticas adecuadas, que le permitan enseñar la reflexión y análisis en forma crítica, la comprensión y la acción, bajo modelos que favorezcan el desarrollo integral, el aprendizaje cooperativo, el logro de aprendizajes significativos y valiosos para los estudiantes, entre otros.

Para abordar el tema de la improvisación dentro de la actividad educativa empezaremos por definirla como las acciones que se realizan sin haberse preparado o planificado  previamente, es decir que surgen de manera espontánea, por ejemplo un juego, un chiste, una noticia deportiva, sucesos ocurridos en la comunidad, un tema musical o película de moda, un refrán, un temblor, entre otros.

 La autora Gainza (1983) señala que “La educación, considerada como proceso de crecimiento, presenta importantes rasgos comunes con la improvisación” (p.15). Con estas palabras se brinda reconocimiento a la  improvisación y sus posibles aplicaciones en la educación, teniendo como punto de partida la búsqueda de enriquecer la tarea realizada en las prácticas siguiendo la premisa de incorporar a la planificación de clases más actividades que se vinculen con el quehacer del maestro dentro del aula.

Es por ello, que considero  necesario que el actuar del docente debe ser en forma lúdica y alegre, reflexionando sobre lo importante que es la adaptabilidad e improvisación del profesor ya sea con una dinámica grupal o individual para que el trabajo del grupo sea sensible manteniendo la atención y evitando el aburrimiento.

Sin embargo, Latorre,  Angel y Fortes, (1997) advierten que “La improvisación no debe convertirse en el eje conductor del aprendizaje en el aula, sino más bien en un complemento a la secuencia de aprendizaje.” (p.16).  Así mismo continúan explicando que “Las posibilidades de improvisar, deben realizarse siempre sobre un contenido aprendido previamente. Resulta difícil improvisar sobre algo que se desconoce”. (Latorre,  Angel y Fortes, 1997, p. 16). Es importante resaltar que los autores consideran a la improvisación como un medio e indican sobre los peligros que conlleva el ejercicio puro de la espontaneidad sin integrar la razón y el conocimiento.

Por lo anteriormente expuesto, se observa que todo docente debe planificar lo mejor que pueda, sin limitar esfuerzos para que la organización de sus clases sea un éxito, teniendo en cuenta que la improvisación es únicamente una alternativa a la que se recurre cuando los proyectos no se desenvuelven como se espera.

Es muy importante el resaltar que la improvisación por sí sola no puede ganar de ninguna manera, el caso contrario, la planificación siempre llevará las de triunfar, aunque en el camino se apoye de la improvisación.

Es trascendental que todo docente planifique, pero también, que aprenda a improvisar canalizando mejor su energía y su inteligencia, ya que con ello complementará y logrará mejores resultados implementando su productividad.

“Para tener éxito, la planificación sola es insuficiente, uno debe improvisar también”.

Isaac Asimov.

Referencias Bibliográficas

Eggen, Paul D. y Kauchak, Donald P. (2005). Estrategias docentes. Enseñanza de contenidos curriculares y desarrollo de habilidades de pensamiento. México: Fondo de Cultura Económica. p. 20-21.

Gainza  Violeta Nemsy (1983). La improvisación Musical. Buenos Aires. Ricordi. p. 15.

Latorre,  Angel y Fortes, M. Carmen. (1997).  Aproximación al concepto de creatividad desde una perspectiva psicológica. Revista Eufonía 6. Editorial Preó. Barcelona. p. 16.

Mattos, Luis A. (1974). Compendio de Didáctica General. Editorial Kapelus. 11a. Edición. Buenos Aires, Argentina. p. 88.