Como ya llevaba un rato hablando de la simbiosis cooperativa entre flores e insectos, y de los efectos devastadores de la disminución del número de abejas, decidimos interrumpirle con una pregunta que a todos nos rondaba …

Y los anarquistas, ¿Cuál sería su flor?..

¡Todas ellas compañero!.

Flor AnarquistaHabituados como están los anarquistas a ser despreciados y perseguidos, a ser comparados con la mala hierba que hay que exterminar; sabiéndose flores raras de su tiempo acostumbrados a sobrevivir entre cardos y espinas de la realidad, forzadas a mantenerse abiertas incluso en entornos con falta absoluta de luz, no es extraño que estimen a todas las especies habidas y por haber. Es más, como también saben que una o dos flores en un jarrón no hacen la primavera, no es raro verles allí donde se generen las mínimas condiciones para la insurrección y la utopía, cultivándolas en toda su belleza y armonía..

..las ideas anarquistas nunca se orientaron según los métodos intensivos de la plantación ideológico-partidaria: se desperdigaron siguiéndolas ondulaciones inorgánicas de la hierba plebeya….”1

A pesar, dijo, de que no es habitual encontrar a fitólogos anarquistas, incluso apenas contamos algunos farmacéuticos o boticarios, sin embargo los anarquistas entienden lo suficiente de folclore botánico para saber que la dispersión triunfante de las semillas no se circunscribe a una mera lucha por la supervivencia del linaje; o como dirían ellos, si se trasplanta el espino blanco de un terreno duro y seco, a otro abonado con las dosis apropiadas de solidaridad y cooperación, sus espinas se trasforman en flores.

Aunque muchos de ellos fueron naturistas y veganos, e incluso grandes aficionados a la botánica y la entomología social, muy pocos de ellos habían leído a Elías Reclus, hermano mayor de Eliseo y que siempre rechazó todo tipo de reconocimientos. Elías comenzó a publicar sus primeros artículos sobre este tema tras regresar de su viaje a España en tiempos de revolución [1868-69], donde al mismo tiempo que actuaba como emisario de la Alianza de la Democracia Socialista, tomaba notas para un libro que nunca llegaría a ver publicado en vida, Physionomies Vegetales, y que nos ha servido para ilustrar diversos pasajes de este trabajo.

6Creemos haber demostrado que la Internacional encierra en sí el germen de todas las instituciones venideras; sólo falta ahora ir ensanchando el campo de su dominio hasta lograr que ni una sola población, ni un solo rincón de territorio carezca de su benéfica influencia; entonces se verá desaparecer como por encanto la vieja sociedad y florecer el orden nuevo que ha de regenerar al mundo..”2

Tras esta mención obligada a este espíritu fuerte y libre que fue Elías Reclus, siguió diciendo que cualquier repaso a la iconografía floral del movimiento obrero, debía prestar especial atención a la gran diversidad botánica presente en el campo anarquista.

Su materialización ideal sería el Jardín de Acracia, contra-imagen del pecado original católico que condenaba a Eva y a Adán a exiliarse, privándolos de la belleza y la paz de las flores del paraíso. Estaríamos por tanto, ante una de las máximas expresiones de la belleza en el seno de la cultura ácrata, usado bien como estandarte del nuevo arte revolucionario o como alegoría de la sociedad ideal, en la que los humanos volvían a sincronizarse con el ritmo de la naturaleza…

El jardín que nos ocupa es el ácrata, y sus flores, que si bien no aromatizan el aire con sus agradables olores y no recrean nuestra mirada con sus vistosos colores, su esencia y su belleza son simbólicas..”3

En su relato del jardín ácrata que germinó en las mentes y en los corazones de aquellos viejos luchadores había algo de nostálgico, recalcó que en verdad era el auténtico sustrato de la espiritualidad anarquista, hija del dolor universal y de una fe inmensa en la especie humana; un espacio simbólico y de confluencia mística, donde todas las flores podían desarrollarse con su aroma particular, y con la misma esencia de rebeldía por haber sido abonado el suelo social previamente con dosis justas y equilibradas de libertad, tolerancia, solidaridad y armonía.

El jardín de la anarquía esta abierto para que en él puedan entrar todos los hombres que quieran aromatizar su corazón con los perfumes que exhalan las flores de la igualdad humana..”4

Conviene entender -dijo- que estas referencias al pensil ácrata son, ante todo, el testimonio apasionado de tod0s aquellos que, conta el reloj de la historia, las cultivaron con sus propias manos, humildes jardineros del ideal que, influidos por el enciclopedismo, las teorías evolucionistas o el naturalismo, pensaban que las personas eran flores del jardín de la humanidad, susceptibles de perfeccionamiento estético y ético, y así, su cuidado en sentido revolucionario las ponía al servicio del bien común, convertidas en el ejemplo a seguir para lograr un entorno más bello y saludable, donde se reencontrarían el hombre y la naturaleza…

El hombre no nace libre, pero lo será siendo moral. Después de haber satisfecho las necesidades ciegas e irresistibles de nuestra naturaleza física, y solo entonces, que podremos poner en marcha nuestras facultades intelectuales y morales. Nuestra vida animal es muy poca cosa en comparación con la vida moral, pero la primera condiciona a la otra. Sin raíces, sin vida subterránea, el árbol no tendría vida aérea, no tendría hojas, ni flores, ni frutos..”5

Tras recordar estas bellas palabras del sabio reclusiano, Mateo señaló que fuera del ámbito personal, o de perfeccionamiento espiritual que prefería decir el hermano Elías, en lo más concreto significaba todo un alegato en favor de la voluntad y de la humanización del trabajo, y por ello cultivar el pequeño jardín o la huerta anexa a la vivienda proletaria fue siempre una alternativa de ocio frente a la concurrencia degradante a bares y cafés, cuando no una especie de prueba piloto que luego serviría para idear modelos válidos para grandes grupos humanos.

Pero vendrá el día en que con el tiempo, no será el mismo hombre quien aprecie las formas, los colores y los aromas, sino otro hombre, más perfecto, más completo, más observador, y entonces, abarcará con su ángulo de mayor certeza, un mundo nuevo y extenso: El mundo de las flores..”6

Mateo dijo que las ciudades de los humanos siempre fueron inmensas moles de flores de piedra; y que algunos visionarios anarquistas tradujeron estas ideas al plano urbanístico y de la ordenación del territorio. Inspirados muchos de ellos en el socialista utópico Carlos Fourier, imaginaron y diseñaron ciudades en la que abundaban los espacios abiertos forrados de vegetación, en la que tenían a su alcance una variedad inmensa de Frutos y, como no, la cercanía de toda clase de flores; las cuales servían siempre como elemento de regeneración social o símbolo de la celebración de la vida en común y de la belleza de la naturaleza.

..dispondremos las ciudades modélicas de la manera siguiente: Cada nueva construcción formará un gran cuadrado cuyo espacio central estaría ocupado por paseos y jardines..” 7

Deshojando la flor del recuerdo, Mateo comentó que algunos de los más experimentados en el vergel anarquista fueron los maestros asociados al movimiento escolar racionalista de la Escuela Moderna que fundara Francisco Ferrer Guardia a comienzos del siglo XX. Para todos ellos resultaba fundamental no sólo contar con unas mínimas condiciones de higiene en las instalaciones escolares, sino también espacios ajardinados anexos que se convertían en parte fundamental del proceso de aprendizaje y, por extensión el lugar perfecto para experimentar con las proporciones idóneas y particulares del jardín de ternuras en el que debía desenvolverse la educación racional de la infancia.

La Escuela Nueva, en cambio, afirma que el niño es cual el capullo de la flor, que al abrirse debe tener olor y perfume propio y rechaza lo mismo la pretensión de pintar los pétalos de la rosa que la de formar el mundo ilimitado de posibilidades de cada niño, y modelarlo a gusto de no importa que color o sector…”8

Concluyó sus notas de jardinería social, diciendo que además de llevar los anarquistas un mundo nuevo en sus corazones, como afirmó Buenaventura Durruti, ese nuevo mundo debía de estar cubierto del color y el aroma de las más variadas flores. En el mismo sentido se expresó uno de los abuelos del anarquismo español, Anselmo Lorenzo, afirmando que los anarquistas eran capaces de transportar un jardín entero en su pecho, y que estaban dispuestos a embellecer con sus gestos de insumisión el gran árbol común de la especie humana, contra la naturaleza malvada de las cosas.

Lo ideal es sólo el desarrollo de la realidad; Todo ideal, la flor de una realidad, será fruto en un futuro más o menos lejano..”9

Como no quería andarse por las ramas, dijo que si hay en una flor en el jardín ácrata, la cual gustan los anarquistas de admirar -exclamó-, esa es la Rosa de Fuego que crece en un jardín junto al mar, ..en donde el pueblo luchó con denuedo, llegando a imponerse por medio del terror, fue en Barcelona, en La Rosa de Fuego, como la llamamos nosotros en América.

Nos explicó que esta conocida expresión fue utilizada por primera vez en agosto de 1909, en una carta escrita desde la cárcel de Terrassa donde estaba encerrado el anarquista gallego Antonio Loredo tras los sucesos de julio, para referirse con ella a la Barcelona insurrecta, cuna del anarquismo peninsular.

..Los de Montjuich y de Alcalá del Valle, los defensores de los incendiarios de julio, los amparadores del anarquismo, que dan á Barcelona el mote de la rosa de fuego..”10

Auténtica flor de Fango, Antonio Loredo fue un anarquista con un corazón esmaltado de flores, que emergió en la prensa obrera allá por 1912 contando que había cruzado el charco ya siete veces, todas ellas a cuenta de la política de exilios de diferentes estados a un lado y otro del Atlántico. Al pronunciar aquellas palabras, dejaba de ser una anónima flor carcelaria y ya nunca pararía de hablar por boca de muchos, hasta el último de sus días, que sobrevino en la flor de su juventud.

El fiero león se ha escapado del escudo de España y en su lugar han colocado una horca. Campan a expensas del patíbulo. Todos los costados manan agua y las fuentes sangre. Cuando nombran a Cristo, la luz cambia de tono y como una rosa de fuego relumbra y se apaga..”11

La imagen del rosal de fuego, convertido ya en lugar común de la memoria colectiva barcelonesa y asociado a la épica proletaria gracias a Loredo, se generalizó hasta el punto que podemos encontrar otras historias que tienen a la rosa ácrata como protagonista. Por ejemplo, podemos aludir a una famosa frase atribuida a Emma Goldman que decía ..Prefiero tener rosas en mi mesa que diamantes en mi cuello; pero como podemos ver en la foto que adjuntamos, lo que en verdad tenía en su mesa era un ramo de azucenas, símbolo de pureza. Aunque tal vez se refiriera a las míticas Rosas de Juno, que era el otro nombre con que se conocía a las blancas azucenas, ya que se dice que habían nacido de la misma leche con que esta diosa griega alimentara a Hércules.

Menos conocido fue lo sucedido con el Rosal del Seisdedos, el que tenía este en el muro de su casa encalada de Casas Viejas, aquella en la que se parapetaron un grupo de campesinos anarquistas y resistieron hasta el final el acoso de los verdugos mandados por el gobierno republicano. Solo unas días después de los hechos, un Blas Infante impresionado por la masacre recogería un esqueje de las ramas del rosal arrancado por los lacayos en la refriega; rosal que enraizaría con vigor en su jardín sevillano, hasta que les dieran muerte a ambos…

..Otros bárbaros como los asesinos de Casas Viejas, esta vez no disfrazados con el gorro frigio, sino llevando por enseña la cruz gamada.. [..] El rosal perdió su lozanía, dejó caer, como lágrimas, las hojas mustias de sus rosas; se despojó de su ropaje verde y se vistió con otro gris, de luto; y por último, la savia dejó de correr por sus venas. Y en una oscura noche sin luna y sin estrellas, exhaló su último suspiro el rosal de Seisdedos. Único superviviente de la más inicua de las tragedias..”12

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Si algo hemos aprendido de nuestra visita al Jardín de Acracia, es que los anarquistas no lo cultivan por mero deleite y egoísmo personal; de hecho saben que nada de todo aquello les pertenece, que con toda probabilidad nunca recogerán sus frutos y que quizás esta será la última vez que lo visitan.

NOTAS:

  • 1FERRER: Cabezas de tormenta. Ensayos sobre lo ingobernable. Anarrés, p. 65. Uno de los iniciadores de anarco-comunismo en la península, el italiano Florido Mateucci, expulsado de Marsella en marzo de 1885 hacia Barcelona. Hablando de anarquistas italianos, Pedro Gori, afirmaba que el camino de la emancipación de los trabajadores era largo, sembrado de afiladas espinas. También, Litvak: La Musa Libertaria: Arte, literatura y vida cultural del anarquismo español [1880-1913]. Ed. Bosch, Barcelona, 1981, p. 9, 26-28, 391 y ss.

  • 2ACTUALES instituciones de la AIT consideradas con relación al porvenir, en La Federación 27-11-1869. Entre las excepciones hispanas en el campo de la botánica anarquista encontramos a Felipe Alaiz, que dejó mucho escrito sobre la historia natural del Cinca; y sobre todo al reclusiano Alberto Carsi, 1876-1960, miembro de Consejo de la Escuela Nueva Unificada durante la revolución y que publicó en plena guerra Los regadíos de Cataluña, además de importantes estudios hidro-forestales para trazar el mapa geográfico-biótico de Cataluña al objeto de reforestar y explotar la riqueza maderera contando con los obreros forestales o bosquetaires, ..“y esto es una flor, un adorno del hombre y de la vida, un eslabón en la cadena infinita de los hechos..”, Carsi: CNT 08-09-1957. También, CNT 08-07, 26-08-1956.

  • 3BERNABEU: Solidaridad Obrera 25-09-1957. La expresión, que es propia del anarquismo hispano, se documenta por primera vez en 1889, incluido en un Himno anarquista que se presentó en el II Certamen Socialista, que llevaba la siguiente estrofa, ..Acracia al fin triunfará. Bello jardín la tierra será.

  • 4CNT 10-11-1957. Esta idea surge siempre frente a una realidad social contraria al pleno desarrollo de la condición humana, plasmada en una educación autoritaria que conducía entre otras rutas macabras al jardín de la guerra, ..“flores rojas que surgían por todo el territorio, impregnando con su aroma el ambiente. ¡Flores del ideal! ¡Flores que embellecían la primavera del mundo!”, Acracia: Tierra y Libertad 03-12-1913.

  • 5RECLUS, Elías: L’Association 21-01-1866. Especialmente difundida a partir del desarrollo de las ideas anarco-naturistas, como fue el caso de la valenciana Palmira Luz que utilizó el seudónimo de Sensitiva -mimosa púdica-. También, Solidaridad Obrera 14-09-1946.

  • 7 MOILIN: Paris en l’an 2000. Librairie de la Renaissance, Paris, 1869, p. 14. Las aportaciones teóricas anarquistas sobre organización del territorio, entre las que destaca La ciudad industrial del futuro, de Kropotkin, se materializarían durante la revolución española en diversos proyectos que superaban el ámbito municipal y que pretendían abordar un desarrollo urbano más armónico, reduciendo las distancias entre campo y ciudad, ..“Dicha población, que según se calcula cuenta con 200 años de existencia, debe su origen á una partida de exploradores compuesta de 100 personas entre hombres y mujeres, las cuales después de atravesar infinidad de terreno desconocido por entre bosques y barrancos desafiando y salvando mil peligros á cada momento, encontraron una hermosa pradera con un terreno fértil cruzado por encantadores arroyos de agua cristalina, y rodeada de numerosos árboles frutales silvestres que proporcionan el alimento necesario á los viajeros errantes..”, Acraciopolis: La Revista Blanca 01-10-1902. Ver, Martínez Rizo: La Urbanística del Porvenir, 1932. También, Litvak: La Musa Libertaria. Ob. Cit, p. 324-325.

  • 8PUIG Elias: Floreal 23-09-1936. Así sucedió con la escuela de Tolstoi en Yásnaia Poliana, pero quien integró la naturaleza en el proceso educativo fue Federico Froebel y sus Jardines de infancia -Kindergarden-, ..“Estos son fruto de la semilla sembrada en pleno yermo; aquellos son fruto del grano sembrado con amor en abonado y cultivado jardín..”, El Sembrador 10-10-1931.

  • 9RECLUS, Elías: Revue philosophique et religieuse, 1855. Durante la revolución española se hizo un enorme esfuerzo en el ámbito agro-forestal, por ejemplo con la creación de numerosas granjas experimentales repartidas por la retaguardia con diferentes fines -abastecimiento, experimentación y formación-. Ver, Font I Quer: Diccionario de Botánica. Dirección general de Agricultura, Generalitat de Cataluña, 1938. También, Lobula: Granja Astrea. Alacant Obrera, 2010.

  • 10La ÉPOCA 22-10-1910. La carta de Loredo está fechada el 30 de agosto de 1909, y se conserva en el Archivo Maura, de dónde Joaquín Romero extrajo la idea para el título de su libro editado en 1976, La Rosa de Fuego. Republicanos y anarquistas: la política de los obreros barceloneses entre el desastre colonial y la semana trágica 1899-1909.

  • 11PUYOL: Solidaridad Obrera 12-10-1946. Loredo, peluquero, periodista, maestro racionalista y agitador, nació en Vigo en 1879 pero sus padres pronto tuvieron que emigrar a Argentina hasta 1909, cuando volvió a España. Ver, Madrid: Mis palabras son mi vida. Antología de Antonio Loredo Martínez. La Malatesta, Madrid, 2012; …..


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