XacopediaSaint-Gilles

En occitano, Sant Gèli. Localidad de 13.300 habitantes (7 m) en la Vía Tolosana, en Francia. A 1.604 km de Santiago de Compostela. San Gil o Egidio [del latín Aegidius], fue un anacoreta procedente de Grecia que con el apoyo del rey visigodo Wamba habría fundado un monasterio dedicado a San Pedro y San Pablo en un cerro que dominaba la desembocadura del Ródano. Murió en el año 720. A partir del siglo IX se suceden en torno a su tumba los milagros y las sanaciones, especialmente los relacionados con las enfermedades mentales, la propiciación de la fertilidad o el ganado, pues el santo se hacía acompañar en vida, como eremita, por un ciervo y otros animales salvajes.
El culto a San Gil alcanzó una enorme popularidad en los siglos centrales de la Edad Media. Su santuario se convirtió en uno de los más frecuentados por los peregrinos y en el más notable del Languedoc, siendo objeto de una especial atención por parte de Aymeric Picaud. El poitevino, sin embargo, añade que no son equiparables los santos a los apóstoles, aunque su cuerpo, como los de Santiago, San Martín y San Leonardo, poseía el don de la inviolabilidad. En su guía describe el mausoleo con todo lujo de detalles y relata los muchos beneficios que han obtenido sus devotos en el lugar.
La abadía también se vio favorecida por estar emplazada en pleno camino de Arles, a tan solo cuatro leguas de la ciudad de partida, y no lejos de Aigües-Mortes, puerto de embarque a Tierra Santa a partir del siglo XIII. Procedente del norte contaba, asimismo, con un camino propio de romeraje que pasaba por Nimes: la vía Regordana. A tan estratégica posición se sumaron otras circunstancias positivas como la dependencia de Cluny a partir de 1066, la instalación de los hospitalarios (1101) y de los templarios (1135) en la ciudad y la voluntad de los condes de Toulouse, también llamados de Saint-Gilles, de potenciar su puerto, que solo entraría en crisis con la creación del ya citado de Aigües-Mortes. Las insignias que los peregrinos adquirían en Saint-Gilles-du-Gard han aparecido por diversos países de Europa, lo cual es un indicio del éxito que tuvo el santuario.
La basílica románica, enorme edificio de 98 metros de largo por 25 de altura en la nave central, fue comenzada en 1116, pero las guerras de religión la deterioraron mucho y únicamente se salvaron la fachada y los muros y pilares de las naves. En el siglo XVII fue reconstruida pero modificando la altura de las naves y renunciando a la girola, cuyos cimientos son visibles tras la cabecera. De este periodo también data el nuevo busto-relicario de Saint-Gilles. Lo único que ha permanecido intacto es la cripta de tres naves, donde fue situado el sepulcro del santo, y con ligeras variaciones la fachada, en la que el románico manifiesta un gran apego a las fórmulas clásicas, reutilizando elementos de antiguos edificios romanos.
Hasta cinco maestros diferentes ejecutaron las esculturas presentes en la triple portada de Saint Gilles, en cuyos frisos se suceden, a la manera de los episodios que ornaban los arcos romanos de triunfo, los registros de la vida de Cristo. Los tímpanos están ocupados por el Pantocrátor (centro), la Epifanía (al norte), que es un tema propio de los caminos de peregrinación, y la Crucifixión (al sur). En las jambas fueron situados altorrelieves de apóstoles, santos y obispos, entre ellos Santiago el Mayor con un libro abierto en el que se puede leer: “Omne datum optimun et omne domun perfectum des”. El ambicioso programa iconográfico es completado con otras escenas del Antiguo Testamento (en la base), figuras del bestiario o un completo zodiaco. [AP]


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