Observe cuidadosamente si el niño presenta:  Respiración muy rápida Respiración difí­cil que causa movimiento anormal del cuello y de la parte superior del pecho Fiebre alta Una tos que no se mejora sino que se empeora Deshidratación Somnolencia exagerada y aletargamiento Color azulado en la piel, los labios o las uñas