El valle conocido actualmente con el nombre de Hijuelas, era llamado antiguamente como las Hijuelas de Torrejón, debido al apellido del que fue su dueño, don Manuel de Torrejón y Puente, corregidor de Quillota en 1718, quien llegó a chile a fines del siglo XVII, y que fue hijo de don Alonso de Torrejón y doña Catalina de la Puente, naturales de San Torcaz; el cual compró estas tierras al famoso capitán y encomendero don Alonso Campofrío, recordado también como el marido de Catalina de los Ríos y Lisperguer, la cruel Quintrala. Esta compra se realizó después del matrimonio9 de Torrejón con doña Ignacia de Heredia, y precisamente con la suculenta dote que ésta aportara. Al repartir sus territorios entre sus abundantes hijos, surge el nombre de Las Hijuelas.
El antiguo apellido de don Manuel de Torrejón aún se conserva en la zona, debido a un promontorio conocido como la Punta de Torrejón , el cual al ser tramontado se llega al hermoso valle de Romeral, según data antiguos anales, la hacienda de Romeral perteneció a un valiente capitán y maestre de campo que fue jefe de estado mayor por el 1700, don Francisco de Aragón, el cual había llegado muy joven, como muchos, a ganar fama y fortuna en la conquista de Chile. A su vejez se le concedieron las tierras de Romeral, que según la topografía indígena recibe el nombre de Ranquil en la sierra de curichilonco.
Don Francisco de Aragón tuvo dos hijos, doña Isabel y don Bernardo de Aragón, quien como clérigo tuvo la oportunidad de bendecir el matrimonio de su hermana con don Bernardo Ruiz de Echeverría, cediendo o vendiéndole su parte de la herencia a los dos novios, con lo cual quedaban don Bernardo Ruiz como dueño de la hacienda de Romeral.
Se dice que esta hacienda es gemela con la de Ocoa que le hace frente por la otra orilla del río. La historia nos cuenta que cuando los jesuitas se establecieron en las tierras de La Cruz y La Calera, creyeron conveniente agregar una estancia de vacas que los surtiera de productos lácteos, por tal motivo, el padre Pedro de Ovalle compró los terrenos de Ocoa en la cantidad de cuatro mil pesos. De esta manera se estableció una crianza de ganado, que en 1767 alcanzaba a 2.286 vacas y algo menos de dos mil ovejas, también sembraron trigo para el consumo domestico y construyeron un molino cerca de las casas que ocupaban, las cuales se encontraban a los pies del cerro de la Calavera. Los jesuitas trabajaban también el cáñamo con lo que fabricaban cordeles para maniobras marítimas. Pero sin duda, una de las obras mas importantes de los jesuitas fue la construcción de la cuesta Pachacamac, labrada por ellos y que parte desde la hacienda del mismo nombre, culebreando los cerros, viniendo a dar a Pocochay, ahorrándose , en aquél tiempo, dos o tres leguas en el camino de Quillota. Esta antiquísima hacienda de Pachacamac perteneció en un principio a los padres dominicos quienes se la cedieron a los mercenarios, y finalmente, en octubre de 1725 quedó en poder del padre Fray Valeriano de Lillo .
En las condiciones que hemos dicho se encontraba la hacienda de Ocoa cuando ocho años después de la expulsión de los jesuitas, la compró en remate público, el 28 noviembre de 1775 , el fundatario de Romeral, don Diego Echeverría y Aragón, hijo de los antiguos dueños del Romeral, pagando el precio de 40.771 pesos en ocho años plazo. De esta manera los Echeverría se hicieron dueños de las dos fértiles márgenes del río Aconcagua.
Hacia 1870 ambas haciendas estaban partidas en ocho hijuelas, tres de las cuales pertenecían al Romeral y eran propiedad de la familia Morandé Echeverría. Las cinco restantes de Ocoa pertenecían a don José Rafael Echeverría y don José Manuel Guzmán, ambos antiguos senadores de la República. Otro dato de importancia histórica es la antigüedad de la Parroquia San Nicolás, creada en el año 1744. Conchalí, cabecera de la Comuna de Hijuelas, obtuvo su título de Villa en el Gobierno de don Federico Errázuriz y siendo Ministro del Interior don Eulogio Altamirano por Decreto Supremo del 29 de Julio de 1876. Hijuelas se encuentra ubicada geográficamente en el centro de Chile Continental y en el corazón de la quinta Región sa 241 metros sobre el nivel del mar.
El antiguo apellido de don Manuel de Torrejón aún se conserva en la zona, debido a un promontorio conocido como la Punta de Torrejón , el cual al ser tramontado se llega al hermoso valle de Romeral, según data antiguos anales, la hacienda de Romeral perteneció a un valiente capitán y maestre de campo que fue jefe de estado mayor por el 1700, don Francisco de Aragón, el cual había llegado muy joven, como muchos, a ganar fama y fortuna en la conquista de Chile. A su vejez se le concedieron las tierras de Romeral, que según la topografía indígena recibe el nombre de Ranquil en la sierra de curichilonco.
Don Francisco de Aragón tuvo dos hijos, doña Isabel y don Bernardo de Aragón, quien como clérigo tuvo la oportunidad de bendecir el matrimonio de su hermana con don Bernardo Ruiz de Echeverría, cediendo o vendiéndole su parte de la herencia a los dos novios, con lo cual quedaban don Bernardo Ruiz como dueño de la hacienda de Romeral.
Se dice que esta hacienda es gemela con la de Ocoa que le hace frente por la otra orilla del río. La historia nos cuenta que cuando los jesuitas se establecieron en las tierras de La Cruz y La Calera, creyeron conveniente agregar una estancia de vacas que los surtiera de productos lácteos, por tal motivo, el padre Pedro de Ovalle compró los terrenos de Ocoa en la cantidad de cuatro mil pesos. De esta manera se estableció una crianza de ganado, que en 1767 alcanzaba a 2.286 vacas y algo menos de dos mil ovejas, también sembraron trigo para el consumo domestico y construyeron un molino cerca de las casas que ocupaban, las cuales se encontraban a los pies del cerro de la Calavera. Los jesuitas trabajaban también el cáñamo con lo que fabricaban cordeles para maniobras marítimas. Pero sin duda, una de las obras mas importantes de los jesuitas fue la construcción de la cuesta Pachacamac, labrada por ellos y que parte desde la hacienda del mismo nombre, culebreando los cerros, viniendo a dar a Pocochay, ahorrándose , en aquél tiempo, dos o tres leguas en el camino de Quillota. Esta antiquísima hacienda de Pachacamac perteneció en un principio a los padres dominicos quienes se la cedieron a los mercenarios, y finalmente, en octubre de 1725 quedó en poder del padre Fray Valeriano de Lillo .
En las condiciones que hemos dicho se encontraba la hacienda de Ocoa cuando ocho años después de la expulsión de los jesuitas, la compró en remate público, el 28 noviembre de 1775 , el fundatario de Romeral, don Diego Echeverría y Aragón, hijo de los antiguos dueños del Romeral, pagando el precio de 40.771 pesos en ocho años plazo. De esta manera los Echeverría se hicieron dueños de las dos fértiles márgenes del río Aconcagua.
Hacia 1870 ambas haciendas estaban partidas en ocho hijuelas, tres de las cuales pertenecían al Romeral y eran propiedad de la familia Morandé Echeverría. Las cinco restantes de Ocoa pertenecían a don José Rafael Echeverría y don José Manuel Guzmán, ambos antiguos senadores de la República. Otro dato de importancia histórica es la antigüedad de la Parroquia San Nicolás, creada en el año 1744. Conchalí, cabecera de la Comuna de Hijuelas, obtuvo su título de Villa en el Gobierno de don Federico Errázuriz y siendo Ministro del Interior don Eulogio Altamirano por Decreto Supremo del 29 de Julio de 1876. Hijuelas se encuentra ubicada geográficamente en el centro de Chile Continental y en el corazón de la quinta Región sa 241 metros sobre el nivel del mar.
Reserva Mundial de la Biósfera
La UNESCO, declaró a todo el territorio de la comuna de Hijuelas, como Reserva Mundial de la Biósfera, lo que constituye uno de los acontecimientos más importantes en la historia de la comuna, además significa un gran paso en la consolidación de la Capital de las Flores como un lugar sin Industrias contaminadas y que tiene el cuidado del medio ambiente como uno de sus principales objetivos.
El anuncio se oficializó en la vigésimo primera reunión del "Consejo Internacional de la Coordinación del Programa sobre el Hombre y la Biósfera" que se celebró la semana del 25 al 29 de mayo en la Isla de Jeju (República de Corea). El consejo decidió añadir 22 nuevos sitios a la Red Mundial de Reservas situadas en 106 países.
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