¿Perro adiestrado o perro feliz?

Tal vez la respuesta común sería “quisiera un perro adiestrado y feliz!”. El punto está en aclarar que significa tener un “perro adiestrado” y hacer feliz a un perro.

perro adiestrado

Primero vemos cuales son las 5 cosas principales que hacen un perro feliz y luego hablaremos de qué tipo de adiestramiento canino pueda ayudar a los perros a ser felices.

 

1. Un perro feliz es un perro que se siente parte de la familia

Posiblemente no puedas estar todo el tiempo contigo, aunque sería lo máximo para él. Sin embargo hacerle partícipe de la vida familia, es fundamental para que sea feliz.

¿Estás convencido que un perro necesita una grande terraza o un jardín muy amplio porque allí esté la mayor parte del tempo?

Te estas equivocando. El perro quiere estar cerca de tí. Así que el jardín y la terraza son espacios para jugar, con él, no para dejarlo sólo. Pronto sufrirá por la tristeza y podrá desarrollar problemas de comportamiento.

perro adiestrado

Para hacer otro ejemplo, hay perros a los cuales les gusta descansar cerca de las personas. Al contrario, a lo mejor a nosotros no nos gusta que duerman en nuestra cama. Sin embargo podemos buscar una solución intermedia: poner su camita en nuestra habitación.

Cuando salimos, si podemos dedicar la atención adecuada al perro, y si este no sufre de algún problema de comportamiento, como por ejemplo miedo, será feliz de acompañarnos.

Como podéis ver hasta aquí un perro feliz no necesita ser un perro adiestrado.

Procurar entretenerlo cuando está solo y resolver poco a poco su temor de ser abandonado son unos aspectos a tener en cuenta. Y estos sí pueden ser objeto de asesoramiento por parte de un etólogo, o de un educador canino experto en problemas de comportamiento.

2. La autoestima y la seguridad hacen un perro más feliz

Reconocer y estimular las capacidades del perro son la base para mejorar su autoestima.

Si hay una buena relación nuestro perro está naturalmente pendiente de nosotros y busca satisfacernos. Además cada perro tiene su vocación por raza, por genética o por personalidad. Reconocer lo que puede hacer y recompensar con atenciones, juego, premios, es una buena manera para hacerlo sentir bien.

3. Dejarlo ser perro para que sea feliz

¿Estás seguro de entender a tu perro? Conoces los instintos caninos? Cómo funciona su mente? Cual es su lenguaje? Cual es su concepto de tiempo y de espacio? Cuánto descanso y actividad realmente necesita?

Es importante tener en cuenta que los perros tienen necesidades propias que requieren ser satisfechas. Por un lado hay que respetar sus modalidades de gestionar los encuentros con personas y otros animales. También es un mito creer que cuanta más actividad física mejor.

perro adiestrado

Por ejemplo es un instinto básico olfatear. Para que un perro sea feliz hay que dejar que huela el suelo, las paredes, el aire. El va captando información, y su cerebro se mantiene activo.

Un buen ejercicio mental disminuye el estrés y previene muchos problemas de comportamiento.

Esta práctica es frecuentemente incompatible con el tipo de paseo que se da comúnmente. Un paseo con correa corta no es un buen paseo. El perro al cual se impide de oler para que vaya pegado a nosotros, puede desarrollar altos niveles de estrés.

4. Hacer actividades juntos 

Hacer actividades, por ejemplo realizar unas prácticas de obediencia básica, tiene muchos efectos positivos sobre el perro y sobre la relación entre perro y propietario. En el perro aumenta la autoestima, disminuye la hiperactividad. Además aumenta la comunicación entre perro y propietario, mejora el mutuo entendimiento, aumenta la confianza . También la persona se puede beneficiar de un aumento de autocontrol, y de autoconfianza. El perro desarrolla una mayor capacidad de concentrarse y de prestar atención, aprende a gestionar sus inseguridades.

perro adiestrado Socializar en un ambiente relajado es placentero tanto para el perro como para el propietario. Pasear en armonía sin tirones de correa es una forma básica de interactuar, frecuentemente la única ocasión para estar juntos.

Aprovéchala para el bienestar de ambos.

5. Enseñarle con claridad y sin forzar 

Un perro feliz es el que puede estar con nosotros la mayor parte del tiempo. Así que es necesario que aprenda las reglas del vivir en sociedad. Por ejemplo saber esperar, estar quieto, no ladrar en exceso, etc. Os sorprenderá, pero un perro tranquilo y con una buena autoestima, todo esto lo hace espontáneamente. Educar a un perro es fácil cuando se respeta su forma de ser y su manera de actuar propia de un perro.

Perro adiestrado: ¿que significa?

Primera realidad: un perro puede ser feliz sin ser adiestrado

El perro no necesita ser adiestrado para ser feliz. Al contrario un perro adiestrado con técnicas de adiestramiento canino no adecuadas, no respetuosas, basadas en el castigo, convierten el perro en un ser infeliz.

Segunda realidad: el adiestramiento clásico está ampliamente superado

El adiestramiento canino como se entendía hasta hace unos años es un conjunto de comandos que se imponen al perro presuponiendo su inferioridad y comportamiento prevalentemente de tipo asociativo.

Hoy en día, se sabe que adiestrar al perro no puede prescindir de entender su forma de ser, sus límites y sus emociones.

Lo que se enseña a propietarios y perros no es que los primeros manden sobre el otro exigiendo una conducta fija, independientemente del contexto y de las capacidades del perro.

Tercera realidad: es necesario un enfoque sobre el mundo emocional del perro

Para empezar hay que dejar al lado conceptos y metodologías superadas para explicarlo todo: perro dominante – sumiso, perro alfa, líder de la manada, etc.

Las categorías simples y cómodas que tristemente utiliza todavía el adiestrador canino clásico se han privado de su sentido.

Estudios clínicos y experimentos contrastados han evidenciado la influencia de las emociones en los perros.

La nueva visión sobre el adiestramiento de perros

El cambio de visión que se ha fomentado en todo el mundo desde la investigación a la práctica, prevé que se rechacen términos como perro adiestrado. Incluso el término adiestramiento de perros se ha modificado en educación canina, presuponiendo un tratamiento del animal más respetuoso.

Perro adiestrado: como se logra un perro educado y feliz

Educar a un perro para que sepa lo que nosotros queremos de el en algunas circunstancias tiene beneficios incluso para la felicidad del perro.

Como decía antes, hacer actividades como unas prácticas de obediencia básica, refuerza la relación y motiva el perro para que se sienta más seguro.

Lo importante es emplear en el adiestramiento canino las modalidades adecuadas:

  • Refuerzo positivo y/o auto refuerzo de las emociones
  • Análisis previo del comportamiento para detectar eventuales problemas, su origen y manifestaciones

Después un buen plan de educación canina consiste en proponer actividades divertidas de aprendizaje.

Además, especialmente en casos donde se detecte ansiedad, es recomendable anticipar el plan de educación, con un tratamiento de reducción de estrés.

En esta óptica se logra un perro adiestrado con una simple pero correcta dedicación, con dinámicas de juego, sobretodo mental, y no tanto físico.

Un cambio de perspectiva es posible: podemos tener un perro educado y un perro feliz.

La felicidad de nuestro perro tiene consecuencias también sobre la serenidad de toda la familia.

 

Lecturas aconsejadas:

En la mente de un perro de Alexandra Horovitz http://creatividades.rba.es/libros/pdf/En_la_mente_del_perro.pdf

 

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