Acallar al tigre

La mente es como un tigre hambriento que nunca se sacia, que aúlla y continuamente nos recuerda que está ahí. Cuando le hacemos caso nos lleva hasta lugares a los que jamás iríamos. Desconectamos de lo presente y viajamos con él, buscando continuamente un nuevo lugar, una nueva presa. Cuanto más lo seguimos más fuerte se siente, más lejos se va, más ruge, más nos exige. Ante nuestra atención se hace poderoso y toma el mando. Pero hay una forma de amansar al tigre.

Una forma que implica escuchar aquello de lo que no somos todavía conscientes. Implica mantener la mente abierta, reconectar con los sentidos y respirar con consciencia para que podamos sentir lo que realmente está ocurriendo. Esto puede ser difícil, pues quedarse sentado tranquilamente con las manos abiertas, en silencio, o hacer algo con calma, paciencia y atención en algún momento del día puede resultar sospechoso en nuestros tiempos. Podemos dar la impresión errónea de ser una persona perezosa, distraída o que está desvinculada de la realidad. Pero realmente acallar al tigre de nuestra mente es lo que nos conecta con la realidad. Acallar el ruido de la mente te proporciona serenidad, bienestar y conexión contigo y los demás. Esto te permite, entre otras cosas, responder con mayor sensatez, escuchar mejor a los demás, disminuir tus conflictos.

Nuestra manera de acallar nuestro ruido interior y abrirnos a nuevas formas de escuchar puede resultar complicado al principio, requiere de aprendizaje y técnicas y es posible que nuestro tigre lleve demasiado tiempo siendo consentido, por lo que no va a dejar su poder fácilmente. Una técnica muy sencilla y que puede resultar muy útil en el comienzo es la respiración:

1.- Pon una alarma en el móvil a distintas horas del día.
2.- Durante 1-5 minutos dedícate a observar tu respiración.
3.- Presta atención a lo que escuchas, ves, sientes y piensas.
4.- Toma una respiración profunda y continúa con tu día.

 

Es sencillo, eficaz, útil y te permite ir creando distancia entre el tigre hambriento y nosotros. Le enviamos el mensaje de que a veces tendrá que esperar; de que nosotros decidimos cómo y cuándo le prestamos atención; y quizás descubramos que muchas veces ruge por costumbre, de manera automática.

Durante el curso de Metamorfosis del estrés tomamos consciencia de nuestro ruido interior, del poder que tiene nuestra mente sobre nosotros, enredándonos muchas veces en problemas y preocupaciones que no deberían tener cabida en nuestra realidad. Desarrollamos técnicas que nos permitan mantenernos firmes ante el tigre hambriento y entre todos nos apoyamos para que no le tengas miedo y seas capaz de ir tomando la responsabilidad de tu bienestar.

Mente y cuerpo están estrechamente unidos y cuando descuidamos una parte, es probable que se manifiesten problemas en la otra. Eres todo un mundo, no renuncies a todo lo que puedes descubrir de ti por no enfrentarte al tigre hambriento.

por Gloria Lorenzo