Action a raudales
«Salvándolo. Salvamos el mundo»
Superman ha vuelto a la Tierra. Action Comics ha vuelto a las tiendas. Nada es como antes. Todo es diferente. Superman se ha traído a dos niños de Mundo Guerra. La colección deja la grapa y sale en tomo.
Como bien indicó Enric Doblas, Action Comics va de acción. Philip Kennedy Johnson se mantiene como guionista. El autor que volvió a llevar a Superman a WarWorld en un momento repleto de retrohomenajes (Crisis, Mongul, Exilio) trae de vuelta al héroe.
Después del último eventazo de DC las series se han reiniciado. Eso implica cambios de autores, de ruta, de temáticas. Kennedy Johnson se mantiene por lo que deberá subir el tono de la colección que ya era intensa.
¿Cómo lo hace?
Pues no tenemos un Superman, tenemos diez. Hagamos recuento (Kal, Jon, Conner, Kenan, Steel, Kara, los Supergemélos, Hershaw y el Erradicador).
Tanto personaje supone un reto y complicaciones para el guionista. En las colecciones de grupo, suele haber unos seis o siete personajes, incluso menos. Aquí tenemos una decena que al final son la versión de uno, más Lois, Luthor, Metalo, etcétera.
Está claro que a Kennedy Johnson le va lo grande y no se arruga. La serie hace honor a su título y tiene bofetadas a raudales. Lo cual supone mucho más trabajo para el escritor. Le deja mucho menos espacio para desarrollar los personajes y se nota.
Vamos por partes. Aquí el villano es Metalo (que por cierto, tampoco tenemos uno, sino decenas) que manipulado por Luthor y contaminado por la tecnología de Mundo Guerra ve cómo su parte humana (física) se pudre mientras en una carrera contra el tiempo se enfrenta a un Superman al que cree secuestrador de su hermana (aquí está la manipulación de Lex).
Por otra parte, tenemos a Jon celoso de los Supergemelos. Esto queda rarísimo. Al buenazo de Jon le queda fatal sentir celos. No nos lo pueden presentar con sentimientos de envidia y queda toco un poco “quiero y no puedo”. La mezcla con la trama en la que se perdió en el espacio y volvió ya adulto está poco desarrollada. Hay prisas y no hay espacio. Queda un poco forzado y anticlimático.
Al igual que Kal. En medio de la marabunta de personajes, PKJ nos lo quiere presentar como el patriarca de una (literalmente) superfamilia. Está escrito de tal manera que para destacar parece más un profesor de catequesis o un misionero que un superhéroe que se ha enfrentado a los peores horrores del universo. Nos quieren dejar muy claro porque Superman es tan bueno, es el ejemplo perfecto, porque no mata, porque salva a los villanos de morir… el problema es que se sobre-subraya algo que ya hemos leído mil veces. Puede que Kennedy Johnson no esté muy seguro de los motivos de Clark y quiera convencerse a si mismo.
Lois está casi desaparecida y de Lex no podemos esperar más que tópicos de villano de opereta. Destaca la aparición del Superman Ciborg y del Erradicador aunque solo sea para ver más (y más) versiones del kryptoniano. Como se trata de un tomo queda disimulada lo poco que aparecen personajes como Kara o Steel, ya que en algún momento u otro aparecen para decir algo o meter alguna h*stia.
Y es que aquí se atisba el primer motivo de tanto aturullamiento, Kennedy Johnson no quiere escribir un cómic, ni una serie, si no, un crisol de tradiciones vinculadas a Superman. La cosa queda rara.
Como se trata de una serie mensual, tenemos (ligero) baile de dibujantes. Destaca el titular: Rafa Sandoval. Después de pegarnos un bofetón de realidad (es de los mejores ilustradores del género a día de hoy) en Black Adam. La capacidad del ilustrador para reflejar acción a raudales, trepidantes peleas, tremebundos puñetazos y violencia (contenida) es el despampanante caballo sobre el que cabalga el lector para avanzar viñeta tras viñeta, página tras página.
Soltura es un sustantivo muy pobre para calificar el trabajo de Sandoval pero este redactor no da para más. Porque es soltura lo que transmite su manera de explicar la historia, de estructurar la página, los recursos que usa para facilitar el desarrollo de la trama. Da la sensación de que Sandoval lo hace fácil, como sin querer. Y aún así, no deja de asombrar la tensión que transmiten los momentos más dramáticos, la intensidad de la acción, la emoción…
Si PKJ quiere ofrecernos un crisol de tradiciones de Superman, Sandoval consigue conjugar las grandes virtudes del género superheróico, en un dibujo, atractivo, emocionante, funcional, pragmático y bello que es una clase magistral de cómic mainstream.
Es cierto que vivimos una época en que los tebeos de superhéroes se han dispersado en multitud de estilos diversos y diferenciales. Autores como Fornés, Shaner, Smallwood, Campbell, Dani, Redondo y muchos otros conforman un mosaico riquísimo. Pero si queremos leer puro cómic de superhéroes, si queremos leer a Superman como lo que es, un héroe por excelencia, nada mejor que un autor como Rafa Sandoval.
No desentona Max Raynor en los momentos que aparece en la serie. Pero da la sensación de que debe dar lo máximo para que el autor titular no se salga disparado hacia el horizonte.
Matt Herms en el color está excelente. Compagina su estilo colorido y algo opaco con el festival de Action a los que nos somete Sandoval.
En definitiva, un cómic que se lee sin complejos, entretenido y trepidante que van a gozar los fans del personaje porque Supermanes los hay por un tubo.
Lo mejor
• Rafa Sandoval.
Lo peor
• A Kennedy Johnson le va grande conducir un trailer de 4 ejes.
Action a tope
Guion - 5.5
Dibujo - 9
Interés - 7
7.2
Entretenido, vibrante.... pero con dibujazo
Aparte, las historias vienen con complementos, de manera que la historia/trama principal se queda con muy poco espacio para desarrollarla.
El arco de Mongul de Kennedy Johnson está bastante mejor en mi opinión. Este arco aún teniendo cierta continuidad con el otro con la llegada de los super gemelos, se nota apresurado, me gusta la idea de que este reunida toda la superfamilia, pero aquí la historia coral deja poco espacio al desarrollo. Seguir esta serie ya es por pura continuidad. Al menos se agradece el dibujo de Rafa Sandoval, todo un espectáculo. Lo disfrute mucho más en Green Lantern, porque era la ultima etapa de Venditti como guionista, sucesor de Geoff Johns en la sèrie, y fue una buena historia con algunos momentos muy épicos. Después se fue a la extensa Flash de Williamson que fue de más a menos. Después la olvidable Academia Titanes, y por último Black Adam, el primero me gustó, pero el segundo tomo lastra muchísimo y se me hizo infumable. Es una pena que a veces los grandes dibujantes no cuenten con un guionista a la altura. El dibujo de Sandoval siempre me ha gustado mucho, pero cuando no está el guionista adecuado no se disfruta igual. De ahí la comparación de Green Lantern con las otras series que lo he seguido. Pero ya sabemos cómo va este mundillo, no es el primer ni el último gran dibujante con el que nos pasará esto. Dicho esto me gustaría pensar que Action Comics pueda remontar, o Sandoval vaya a un proyecto mejor.
100% de acuerdo. Sandoval merece estar en una serie que le de la visibilidad que merece como autorazo que es.