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EL HOMBRE DEL M.O.A. - Ceticismo Aberto

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LA NAVE DE LOS LOCOS EDICIÓN ESPECIAL/JUNIO 2008<strong>EL</strong> <strong>HOMBRE</strong> D<strong>EL</strong> M.O.A.El general Ángel Bastida jugó un papel decisivo en la desclasificación de losarchivos OVNI secretos del Ejército del Aire español. Su más estrecho colaboradorcivil en ese proceso nos desvela aspectos desconocidos de cómo comenzó agestarse este hito de la ufología de nuestro país.Por Vicente-Juan Ballester OlmosEncuentro por sorpresaEl 5 de junio de 1992 me encontraba enlas dependencias de la Oficina deRelaciones Públicas del Cuartel Generaldel Aire, amablemente atendido por supersonal. Necesitaba repasar lacorrespondencia, allí conservada, decuantos particulares hubieran escrito alEjército del Aires desde los años setentahasta acá. Sabía que pronto ese materialse llevaría a los archivos generales paraser enterrado irremisiblemente parasiempre. Antes de que eso pasara -y conlas limitaciones que se me impusierandebíaconsultarlo. Durante mi revisión depapeles, ora solo, ora acompañado,encontré un documento de sumaimportancia. En mi transitoria condición dehistoriador de las relaciones del Ejército del Aire conla problemática OVNI, no podía pasarlo por alto. Yentonces hice algo de lo que no me sientoparticularmente orgulloso, pero que consideré erami obligación. Me levanté y con la mayor naturalidadposible me acerqué a la fotocopiadora, introduje lospapeles y pulsé el botón correspondiente para hacercopias.El teniente coronel Ángel Bastida y Vicente-JuanBallester Olmos. Su estrecha relación se inició en 1992 yfinalizó con la prematura muerte del primero en 2007.No conocía para nada a ese oficial, jamás habíaoído su apellido.-Alguien ha debido verme haciendo esasfotocopias subrepticias -pensé para mis adentrosyhan designado a ese oficial para que me lea lacartilla.-Señorita -pregunté a la secretaria del general-,¿donde está el lavabo?Tras dejar la oficina de Relaciones Públicas, subí ala quinta planta. En la jefatura del Museo del Aireme esperaba su director, el general José TomásMora Sánchez, quien iba a contarme interioridadesde ciertas incidencias militares sobre los OVNISque, aunque acaecidas veinte años atrás, resultaronmuy reveladoras. Mientras aguardaba en laantesala, sonó el teléfono de la secretaria delgeneral.-Sí, está aquí. Ahora se lo digo -respondió Adelina,al tiempo que clavaba sus ojos en mí.-Señor Ballester -se dirigió a mí la joven-, me dicende la oficina de Relaciones Públicas que baje, elteniente coronel Bastida quiere hablar con usted.Allí saqué las copias furtivas de mi portafolio y laspuse a buen recaudo. Obviaré contar al lectordonde decidí esconderlas. Y descendí de nuevo ala planta baja. Estaba a punto de entrar cuandoinopinadamente se abrió la puerta de la oficina deRelaciones Públicas. El oficial en jefe, de uniformecompleto, salía en compañía de otros. Entonces,para mi sorpresa, ¡se cuadró y me saludómilitarmente!-Salvado por la campana -se me ocurrió pensar.-Tienes en el teléfono de microondas al tenientecoronel Bastida, del Mando Operativo Aéreo, quequiere hablar contigo -me dijo el comandanteÁlvarez Mateus.1


LA NAVE DE LOS LOCOS EDICIÓN ESPECIAL/JUNIO 2008Apuntes biográficosGallego de pura cepa, de La Estrada(Pontevedra), nacido el 22 de agosto de1948 -yo también nací aquel año, buenaugurio, luego cumplido-, Bastida ingresóen la Academia General del Aire en 1967(donde luego fue instructor de vuelo) yentre sus destinos ha estado el 462Escuadrón de la base aérea de Gando(Gran Canaria) y el Ala 12 de la base aéreade Torrejón, y ha sido jefe de operacionesdel Servicio de Búsqueda y Salvamento. En1988 realizó el curso de Estado Mayor yfue destinado al Sub-registro PrincipalOTAN/Aire.El teniente general Alfredo ChamorroChapinal, comandante en jefe delMOA/MACOM.Resulta que el jefe de la sección de Inteligencia delMOA y responsable último de la desclasificaciónOVNI en ciernes, teniente coronel Ángel Bastida,quería localizarme. Estaba al tanto de los pasos quedesde hacía un año yo estaba dando en el entornodel Estado Mayor, para suscitar la necesidad de unadesclasificación de los archivos OVNI, y habíallamado a la oficina preguntando cómo podíaponerse en contacto conmigo. Allí le dijeron que,precisamente, aquel día me encontraba en la casa.Bastida me dijo que conocía mis trabajos enufología -advertí lo hacía con respeto- y, ya que meencontraba en Madrid, le encantaría quepudiéramos encontrarnos. Quedamos citados esatarde en mi habitación del hotel Meliá Castilla.Aquella fue la primera de una larga y provechosaserie de reuniones que también iniciaría una sinceraamistad personal.Preparando nuevos procedimientos OVNIPara el militar -creí adivinar- sería una buenaoportunidad para enterarse del trasfondo de lainvestigación OVNI en España, así como paraconocer la información complementaria que losestudiosos civiles teníamos de los casos compiladospor el Ejército del Aire. Bastida había desarrolladoEn julio de 1991 pasó como consejerotécnico a la Dirección General deArmamento y Material, para finalmenterecalar en la Sección de Inteligencia delEstado Mayor del Mando Operativo Aéreo(MOA) en la Base Aérea de Torrejón deArdoz. Fue en ese puesto en el que diseñóla estrategia de la desclasificación y lapuso en marcha hasta su cambio dedestino en 1993.En 2003, el coronel Bastida fue ascendidoal empleo de general de brigada y se leencomendó la jefatura del Sistema deMando y Control del Mando de Combate(MACOM).Bastida tenía en su haber la Gran Cruz dela Orden de San Hermenegildo y la GranCruz del Mérito Aeronáutico.Su último acto oficial fue la lecciónmagistral de apertura del Curso Académico2006-2007 de la Escuela de Técnicas deMando, Control y Telecomunicaciones(EMACOT), en septiembre de 2006.En los últimos años su vinculación con eltema OVNI fue exclusivamente a través denuestra relación personal, fundamentalmentebuscando apuntes sobreavistamientos OVNI en los registros de loslibros de control de la defensa aérea, quecomplementaran noticias de mis archivos.Lo que halló está pendiente de darse aconocer.2


LA NAVE DE LOS LOCOS EDICIÓN ESPECIAL/JUNIO 2008un modelo de sumario para los expedientesdesclasificados inspirado en ciertos estándares queel físico valenciano Miguel Guasp y yo propusimosen nuestro libro “Los OVNIS y la Ciencia”, que porcierto trajo consigo. En efecto, cada expediente adesclasificar iba a comenzar con un covermemorandum que -además del resumen de losucedido- llevaría un apartado para consideracionessobre los fenómenos que se relataban.-Lo he leído, me ha gustado y me ha servido -meconfesó, hablando de mi obra- mientras mi ego seinflaba.La sección relativa a la extrañeza-credibilidad deuna experiencia OVNI le resultó una especial fuentede inspiración. Ese libro, y otros materiales que lesuministré más adelante, le iba a servir para muchoen el desarrollo de los nuevos protocolos deencuesta de casos OVNI del Ejército del Aireespañol, lo que más tarde se conocería comoInstrucción General Número 40-5 (IG-40-5).-Hemos redactado una IG de obligado cumplimiento-señaló-, la cual incluye un cuestionario tipo, basadoen los dos que tú nos entregaste, el de la USAF y eldel CEI.En efecto, el 31 de marzo de 1992 se emitió concarácter de uso general por todas las unidades delEjército del Aire español la Instrucción General 40-5,que recoge las nuevas normas que seguir en lainvestigación de una observación OVNI informada alas autoridades aéreas, así como su posteriortratamiento administrativo. El documento completotiene 28 páginas, incluyendo anexos y apéndices.Bastida -en tres horas y media a palo seco- mepuso al corriente de lo que se llevaba entre manos:el nuevo procedimiento de encuesta, la propuesta alJefe del Estado Mayor del Aire de unadesclasificación exhaustiva, la sentencia de la Juntade Jefes de Estado Mayor que rebajaba declasificado a reserva interna el nivel deconfidencialidad de la información OVNI de losarchivos, etcétera. No iban a hacer deinvestigadores de OVNIS –“nuestro único interés esla seguridad del espacio aéreo”, me dijo-, pero a míse me asemejaba a un proto-ufólogo, ya que estabadispuesto a incorporar ciertas dosis de análisis ydatos frescos a las viejas observaciones que iba aliberar. Sin duda, una aportación de nuestro lado lebeneficiaria, podría ejecutar un mejor trabajoprofesional en esta singular misión de enseñar a losciudadanos los “secretos” del Ejército del Aire entorno a los objetos volantes no identificados.Los oficiales de inteligencia del MOA, ÁngelBastida y Enrique Rocamora, reunidos conV.J. Ballester Olmos en el Cuartel Generaldel Aire (Madrid).El militar me explicó que había producido una basede datos informatizada con todos los archivos quemandó el cuartel general al MOA a principios deaño, y tenía especial interés en saber qué basesde datos usábamos los ufólogos para procesarnuestros propios datos OVNI. Le expliqué que nohabía un sistema homogéneo y que lainformatización de nuestros archivos está de variosmodos, según el objetivo del usuario. A los pocosdías, sin embargo, le hice llegar un informe sobrebases informáticas y datos OVNI, preparado exprofeso por el Dr. Félix Ares de Blas, profesortitular de la Universidad del País Vasco y expertoen teoría de la Información.En este artículo se presenta por primera vez unade las hojas de esta base de datos hecha por elteniente coronel Bastida. Hecha antes de iniciarseel proceso de desclasificación –recuerdo al lector-,tenía una singularidad: incluía tanto los casos delos archivos secretos del Ejército del Aire comoalgunos otros casos militares remitidos por mí, queeran desconocidos por el Ejército del Aire(extraviados, traspapelados o destruidos). Estosúltimos, naturalmente, no se incluyeron en losexpedientes desclasificados porque nunca seclasificaron, ya que procedían de archivos civiles.3


LA NAVE DE LOS LOCOS EDICIÓN ESPECIAL/JUNIO 2008Izquierda: Sede del Cuartel General del Ejército del Aire, donde se custodiaron los archivosOVNI entre 1962 y 1991. Derecha: Edificio del MOA/MACOM en la base aérea de Torrejón.Desde sus instalaciones se llevó a cabo la desclasificación OVNI.Que los diversos materiales técnicos abastecidos leservían queda asentado en una comunicación queme hizo llegar quince días después: “Creo que nosserá muy útil para estructurar, tanto los casos yaexistentes, como los que puedan producirse en elfuturo. El beneficio será general porque, tal como tecomenté, pretendemos que los datos actuales yfuturos sean de la máxima utilidad para todos.Indudablemente, una buena estructura ayudará aello”.La estrecha relación que inauguraba aquelencuentro me ha asegurado una posición ventajosa-cerca del vórtice de la desclasificación- que me hapermitido hacer un seguimiento estrecho delproceso y, en última instancia, atestiguar sufiabilidad. Desde entonces he podido comprobar pormí mismo cómo el día a día de la ocupación delEjército del Aire en cosas de OVNIS depende depersonas abiertas y cooperativas que, comoBastida, incluso sostiene cierta simpatía hacia estamateria (es sobrino del exacerbado escritorSalvador Freixedo, y su propia madre fue testigo deun desacostumbrado espectáculo luminoso en 1974desde su casa gallega). Ésa es la pura realidad, nohay pues oscuras personalidades que mueven loshilos como alguna serie de televisión ha implantadoen muchas mentes inmaduras.El jefe del servicio de inteligencia del MOA centracon precisión -en un posterior artículo en la revistaprofesional del Ejército del Aire- el problema conprecisión: “La relación del Ejército del Aire con elfenómeno OVNI está orientada a garantizar laseguridad del Espacio Aéreo Nacional, y no puedeser asimilada con una labor de investigacióntendente a la obtención de conclusiones más omenos científicas sobre origen o naturaleza de lasupuesta presencia de seres o naves extraterrestres”.Es obvio que, para Bastida, la ufologíaequipara OVNI a vehículo del espacio exterior. Ellono es así de ninguna forma, pero es verdad que ladoctrina de la mayor parte de los ufólogos pasa -eso sí, sin pruebas persuasivas- por esa creencia.¿Una nueva desclasificación?Finalmente, la desclasificación pública tuvo lugarentre 1992 y 1999, liberándose la totalidad dedocumentos sobre observaciones OVNIcentralizados y archivados por el Ejército del Airedesde 1962. En total, fueron cerca de dos milpáginas de documentos, agrupados en 84expedientes, relativos a 122 avistamientos distintosocurridos entre 1962 y 1995.Durante todos esos años, desarrollé con el MOAuna intensa labor de asesoría y colaboracióndesinteresada (esto es, sin que mediara ningunacontraprestación), siendo la punta de lanza de unbuen número de colaboradores, expertos ycientíficos que tuve el honor de coordinar, que fuedescrita por el general jefe del MOA como un pactode caballeros.La colaboración que ofrecí al MOA, que sematerializó durante todo el proceso de ladesclasificación (1992 a 1999), tuvo su razón de4


LA NAVE DE LOS LOCOS EDICIÓN ESPECIAL/JUNIO 2008Primeras estadísticas OVNI oficiales del Ejército del Aire. (Informe MOA).ser en las necesidades de información que Bastidame planteó en la primera de las muchas reunionesque mantuvimos y que queda sintetizada en la cartaque el jefe de Inteligencia del MOA me mandó ennoviembre de 1992, de donde extraigo este párrafo:“A la hora de elaborar un cover memorandum quecomplemente, con un punto de vista más actual, losanálisis realizados en su día, se echa en falta una‘visión global’ que pueda proporcionar un marcomás esclarecedor de los hechos. La experiencia ylos archivos del CEI pueden ayudar a esa visión deconjunto, difícilmente extrapolable de un archivocomo el nuestro, con un número de avistamientosmuy limitado”.Esta colaboración, iniciada por Bastida, sería luegocontinuada con su sustituto el teniente coronelEnrique Rocamora Aniorte, hasta la completafinalización del proceso de desclasificación.El nivel de dicha colaboración está más quedocumentado, y vayan aquí algunos ejemplos. Ennoviembre de 1992, Bastida respondía a una cartade Pedro Redón, presidente del CEI, describiendoasí su relación con Ballester Olmos: “Lacordialidad, agilidad y eficacia con que sedesarrolla su labor de apoyo al proceso dedesclasificación de los expedientes OVNI delEjército del Aire, es digna de encomio”.De otro lado, el máximo responsable del MOA, enpersona, también me agradeció y solicitó lacontinuidad de dicha colaboración en variasocasiones. En diciembre de 1992, la amablefelicitación navideña del teniente general AlfredoChamorro Chapinal, comandante en jefe delMando Operativo Aéreo, finalizaba con estaexpresiva frase: “Y que prosiga nuestra fértilrelación sobre temas OVNI”. O bien, la carta delChamorro fechada en julio de 1993 en que desea“que sigan las buenas relaciones personales eincluso se intensifiquen los contactosprofesionales”.5


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LA NAVE DE LOS LOCOS EDICIÓN ESPECIAL/JUNIO 2008Explicación de los documentos:Página 6: El 31 de marzo de 1992 se emitió concarácter de uso general por todas las unidades delEjército del Aire español la Instrucción General 40-5(I.G. 40-5), que recoge las nuevas normas a seguir enla investigación de una observación OVNI informada alas autoridades aéreas, así como su posteriortratamiento administrativo. Esta es la primera páginade un documento de 28 páginas.Página 7: La colaboración ofrecida al MOA por V.J.Ballester Olmos en nombre del CEI y de un equipointernacional de investigadores, que se materializódurante todo el proceso de la desclasificación (1992 a1999), queda sintetizada en esta carta, remitida por eljefe de Inteligencia del MOA, en noviembre de 1992: Ala hora de elaborar un “cover memorandum” quecomplemente, con un punto de vista más actual,los análisis realizados en su día, se echa en faltauna “visión global” que pueda proporcionar unmarco más esclarecedor de los hechos. Laexperiencia y los archivos del CEI, pueden ayudara esa visión de conjunto, difícilmenteextrapolable de un archivo como el nuestro, conun número de avistamientos muy limitado.Página 8: En diciembre de 1992, en una amablefelicitación navideña a V.J. Ballester Olmos, el tenientegeneral Alfredo Chamorro Chapinal, comandante enjefe del Mando Operativo Aéreo (MOA), incluía estaexpresiva frase: Y que prosiga nuestra fértilrelación sobre temas OVNI.Página 9: En julio de 1993 el general Chamorro, jefedel MOA, en carta dirigida a V.J. Ballester Olmos, deseaque sigan las buenas relaciones personales eincluso se intensifiquen los contactosprofesionales.Página 10: En mayo de 2000, el entonces coronelBastida me regaló un ejemplar de “La Defensa AéreaEspañola”, un libro publicado por el MACOM, y tuvo ladelicadeza de dedicarlo con palabras de singular afectoy profundidad: A Vicente-Juan Ballester Olmos,alguien en quien se puede confiar y al queconsidero mi amigo.La mejor síntesis de mi relacióncon Bastida está en unas letrassuyas. En mayo de 2000, elentonces coronel Bastida meregaló un ejemplar de “LaDefensa Aérea Española”, un libroeditado por el MACOM, y tuvo ladelicadeza de dedicármelo consignificativas palabras de afecto:“A Vicente-Juan Ballester Olmos,alguien en quien se puede confiary al que considero mi amigo”.Pero Bastida nos ha dejado unapequeña desclasificaciónpendiente. En efecto, en 2003ascendió al generalato y se leconfió la jefatura del sistema deMando y Control Aéreo deCombate (MACOM/JSMC) en labase aérea de Torrejón (Madrid).Ya en ese destino -crítico en lotocante a la materia de nuestrointerés-, renové mi nuncaabandonada relación con Bastida,con vistas a la búsqueda denueva información OVNI. Y conresultados razonablementefructíferos, dado el posteriorhallazgo de documentación en loslibros de control y otros papeles,que he ido tratando con él entrelos años 2003 y 2007, hasta queun veloz cáncer terminó con suvida prematuramente el pasado12 de septiembre.Naturalmente que ahora le debouna “segunda desclasificación” ensu memoria. NLMás datos en:* Expedientes insólitos. Vicente-Juan Ballester Olmos. Temas deHoy, S.A. (Madrid). 1995.http://www.anomalia.org/g009.htm* Bibliografía de Vicente-JuanBallesterOlmos:http://www.anomalia.org/bibliog1.pdfArtículo publicado en la revistaAño Cero, enero de 2008, páginas71-73.11


LA NAVE DE LOS LOCOS EDICIÓN ESPECIAL/JUNIO 2008Artículo sobre OVNIS en revista militarEn junio de 1992, Bastida comprimió el estado de lacuestión OVNI militar en su doble vertiente, histórica ypresente, en un artículo magistral para la Revista deAeronáutica y Astronáutica, publicación oficial de lasFuerzas Aéreas, que vio la luz en su número de eseverano. “A lo largo de los últimos años se ha discutidosobre hechos más o menos ciertos, se ha argumentadosobre bases poco exactas y, sobre todo, se hafantaseado y exagerado bastante”. Ese prólogo le sirvióde punto de partida para poner seguidamente de relieveque el Ejército del Aire atiende de forma prioritaria a la“vigilancia continua de nuestro espacio aéreo y suprotección contra intrusiones no controladas” yestablece que los avistamientos registrados no suponenuna amenaza para la nación. Desecha la posibilidad deestablecer un organismo para el estudio de los casosOVNI por limitaciones presupuestarias y por suEl autor, en “Pegaso”, búnker subterráneo delGrupo Central de Mando y Control y centroneurálgico de la Defensa.alejamiento de la misión principal que les compete, pero aboga por una “cierta especialización” del personal dedicado a lainvestigación de estos fenómenos, aspecto introducido posteriormente en el corpus de la IG-40-5.El ensayo continúa con una exposición de la normativa militar sobre OVNIS, que estableció ya en diciembre de 1968 que estainformación tuviese la condición de confidencial. Refiere la clasificación en 1979 a nivel de la Junta de Jefes de Estado Mayor, laasignación al MOA de esta responsabilidad en 1992, la confección de la IG-40-5 y la re-clasificación de la JUJEM.Bastida explica que, formalmente, el peso de la clasificación subsiste, ya que todavía no se ha producido la desclasificación deningún expediente, y aborda su programa para el proceso que tendrá lugar a continuación, cuya literatura está extraída de la notainformativa INT/EM/MOA 13/3/92. Acerca de los archivos depositados en el MOA, reconoce que son 62 expedientes más otrosrelativos a consultas sobre asuntos relacionados con los OVNIS.Este artículo presenta las primeras estadísticas de la casuística OVNI reconocida por el Ejército del Aire, con el apoyo de variosgráficos generados por ordenador. Aunque al imprimirse en blanco y negro perdieron parte de su belleza -conservo los originalesen color-, proporcionaron datos útiles y, sobre todo, novedosos.En cuanto a la localización de los avistamientos, escribe: “Se observa que la mayor densidad se registra en zonas en las queexiste una Base Aérea o una instalación del Ejército del Aire”. En cuanto al reparto temporal de los fenómenos, indica que “seaprecian tres picos significativos, correspondientes a los años 68-71, 74-77 y 79-81” que correlaciona con la tabulación de tres mil500 casos de España y Portugal que inserté en mi libro “Los OVNIS y la Ciencia”. “Como cabría esperar -concluye el oficial-, secorresponden con bastante exactitud con los máximos registrado en los catálogos generales de la casuística OVNI”. Otrodiagrama muestra que no se produjo detección por los radares del sistema de defensa aérea en el 68% de los casos. En 13ocasiones (20%) se detectó un eco, pero no llegó a ordenarse el despegue de cazas interceptores. En 7 casos se produjerondichos despegues en misión de defensa aérea activa y en una sola ocasión se llevó a cabo un despegue sin que se registrasedetección radar, por localización visual del fenómeno.Un histograma suministra información sobre el grado de fiabilidad de los sucesos. El sistema Bastida, como habría quedenominarlo, se basa en dos coordenadas, la preparación del testigo y la calidad de la observación, según unas escalas arbitrariaspero con cierto sentido práctico. Evidentemente predominan los informes de las más altas categorías (sólida formación y múltiplestestigos), “esperable en un conjunto de observaciones relacionado en gran medida con personal del Ejército del Aire”. Lo que tanaltas cotas no dicen es que, mayoritariamente, tales avistamientos tienen explicaciones plausibles.La última página del texto original del artículo de Ángel Bastida para la Revista de Aeronáutica y Astronáutica contiene una frasepremonitoria: “Tal como se indicó anteriormente, se pretende desclasificar los expedientes eliminando el mínimo de datosimprescindible para respetar la seguridad y confidencialidad, aunque siempre habrá quien piense que ‘algo se queda dentro’”. Esinevitable. ¡Cómo conocías la mendaz naturaleza humana, amigo mío!12


Primera hoja de la base de datos creada por el Teniente Coronel Ángel Bastidacon los informes por desclasificar, así como por otros, desconocidos por elMOA, informados por el autor.

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