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Discrimen por Razón de Sexo - Departamento del Trabajo y ...

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La Esclavitud <strong>de</strong> las Mujeres<br />

Por:<br />

LCDA. MARÍA DOLORES FERNÓS<br />

PROCURADORA DE LAS MUJERES<br />

Revista UAD 7<br />

Hace unos pocos años mientras visitaba una librería feminista en Madrid me<br />

topé con una frase enmarcada que rezaba MAS POLVO EN LOS MUEBLES, MENOS<br />

EN EL CEREBRO. No i<strong>de</strong>ntificaba la autora. Obviamente lo compré y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> entonces lo<br />

exhibo para provocar la reflexión <strong>de</strong> quienes visitaban mis oficinas, sobre todo a l@s<br />

estudiantes en los años en los que enseñaba en la Facultad <strong>de</strong> Derecho.<br />

La frase es un llamado a que las mujeres se eduquen y se preocupen más <strong>por</strong><br />

su propio <strong>de</strong>sarrollo y menos a aten<strong>de</strong>r las tareas domésticas. Es, sin duda, un llamado<br />

revolucionario, pero no tanto <strong>por</strong> fomentar el progreso personal sino <strong>por</strong> llamar a<br />

rehusarse a realizar tareas tan inmemorialmente asociadas a nosotras que los hombres<br />

las consi<strong>de</strong>ran indignas. La frase señala hacia la gran dicotomía en las vidas <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>masiadas mujeres aún al presente, décadas <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> que masivamente nos<br />

incor<strong>por</strong>áramos al estudio y al trabajo fuera <strong>de</strong>l hogar. Las eternas opciones <strong>de</strong> ¿la casa<br />

o el trabajo?, ¿estudiar o casarse?, ¿ascen<strong>de</strong>r y llegar a posiciones <strong>de</strong> li<strong>de</strong>rato o<br />

mantenerse en el llamado mommy track? han sido las constantes tensiones que han<br />

agobiado y aún hoy agobian a muchas mujeres.<br />

Las <strong>de</strong>cisiones ante estas opciones han provocado gran<strong>de</strong>s dudas y no han sido<br />

fáciles dadas las herencias culturales que todavía ejercen enormes presiones sobre<br />

nosotras y nuestras hijas. Pero, sus efectos, sin dudas, son <strong>de</strong>vastadores para las<br />

mujeres. Lamentablemente estas consecuencias negativas vienen a percibirse tar<strong>de</strong> en<br />

nuestras vidas, cuando llegan los momentos <strong>de</strong>l retiro, o <strong>de</strong> los divorcios, o <strong>de</strong> la<br />

in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia económica <strong>de</strong> los hijos e hijas, o <strong>de</strong> las enfermeda<strong>de</strong>s y la vejez.<br />

Entonces es que las mujeres sufren las consecuencias <strong>de</strong> vivir en una sociedad que no<br />

les compensa <strong>por</strong> esas labores duras, interminables, exigentes física y emocionalmente,<br />

y en muchas ocasiones inhumanas. Son a<strong>de</strong>más, necesarias, imprescindibles para la<br />

vida social.<br />

Parece que ha habido mucho más polvo en los cerebros y en los corazones <strong>de</strong><br />

todos los integrantes sociales que en los muebles <strong>de</strong> nuestros hogares. Ha habido<br />

insensibilidad, tolerancia al abuso, oficialización <strong>de</strong> la esclavitud.<br />

Las mujeres, su presente y sus futuros no han sido prioridad <strong>de</strong> ningún hacedor<br />

<strong>de</strong> política pública ni <strong>de</strong> ningún grupo po<strong>de</strong>roso. No lo hemos sido <strong>de</strong> los partidos, ni <strong>de</strong><br />

los sindicatos, ni <strong>de</strong> los economistas, ni <strong>de</strong> l@s legislador@s. Los grupos feministas han<br />

trabajado mayormente solos aunque en ocasiones han logrado alianzas estratégicas<br />

ventajosas.<br />

Las mujeres seguimos siendo el sexo más pobre, las que poblamos<br />

<strong>de</strong>spro<strong>por</strong>cionadamente los resi<strong>de</strong>nciales y las barriadas más marginadas <strong>de</strong> nuestro<br />

país, las que cuidamos a la infancia, <strong>de</strong> los viejitos y las viejitas, a los familiares que


sufren <strong>de</strong> algún impedimento incapacitante, las que aten<strong>de</strong>mos a las personas<br />

enfermas <strong>de</strong> nuestro núcleo familiar. Pese a que es una necesidad aten<strong>de</strong>r la niñez y a<br />

quienes sufren <strong>de</strong> enfermeda<strong>de</strong>s así como a la vejez, no hemos reconocido como<br />

sociedad la necesidad <strong>de</strong> articular una política social que reconozca esta necesidad<br />

imperiosa y que compense a quienes realizan esta labor.<br />

otra forma <strong>de</strong> <strong>de</strong>cirlo, son las esclavas <strong>de</strong>l mundo mo<strong>de</strong>rno. No tienen<br />

compensación <strong>por</strong> su trabajo, no tienen salario mínimo, ni horario máximo, ni retiro, ni<br />

plan médico. Su a<strong>por</strong>tación, sin la cual la vida económica y la producción no podría ser<br />

viable, no es i<strong>de</strong>ntificada, reconocida, ni valorada como trabajo. Hasta que no lidiemos<br />

directamente con esta situación <strong>de</strong> absoluta opresión, las mujeres continuarán<br />

recibiendo violencias <strong>de</strong>spro<strong>por</strong>cionadas y viviendo en pobrezas extremas.<br />

Para iniciar este trabajo <strong>de</strong> equidad tenemos que conocer con la mayor exactitud<br />

posible cual es la realidad fáctica para presentarla al país, a todos los sectores cuyo<br />

apoyo es necesario para lograr la aprobación <strong>de</strong> las políticas sociales y económicas.<br />

Sólo con hechos claros y contun<strong>de</strong>ntes podremos convencer a quienes se resisten a<br />

reconocer la opresión e insisten en ver la realidad como una instancia natural e<br />

inamovible <strong>de</strong> la existencia humana.<br />

Una <strong>de</strong> las medidas que tenemos que tomar para iniciar y acelerar esta situación<br />

ya intolerable es la <strong>de</strong> establecer un sistema <strong>de</strong> recogida <strong>de</strong> datos, números y<br />

estadísticas que nos permita tener y presentar un claro cuadro <strong>de</strong> la realidad <strong>de</strong> las<br />

mujeres.<br />

El <strong>Departamento</strong> <strong>de</strong>l <strong>Trabajo</strong>, <strong>por</strong> ejemplo, <strong>de</strong>be establecer una clara política <strong>de</strong><br />

recogido y publicación <strong>de</strong> datos con variables <strong>por</strong> sexo. Sus datos, junto a los que nos<br />

arroja el recién publicado Censo 2000 sobre la inci<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> pobreza en nuestro país,<br />

con los que poseen otras agencias públicas como la Junta <strong>de</strong> Planificación, el<br />

<strong>Departamento</strong> <strong>de</strong> la Familia así como el <strong>Departamento</strong> <strong>de</strong> Educación y el sistema<br />

universitario <strong>de</strong>l estado nos permitirán analizar las verda<strong>de</strong>ras discrepancias en los<br />

ingresos <strong>de</strong> las mujeres y <strong>de</strong> los hombres en el mundo <strong>de</strong>l trabajo asalariado tanto<br />

como el origen <strong>de</strong> las discrepancias <strong>de</strong> ser estas reales. Nos permitirá conocer las<br />

razones <strong>por</strong> las cuales hay pocas mujeres representadas en sectores im<strong>por</strong>tantes <strong>de</strong><br />

nuestra economía y <strong>por</strong>qué siguen sobre representadas en las profesiones y oficios <strong>de</strong><br />

menor remuneración. Podremos realizar investigaciones y estudios más profundos y<br />

conocer si el discrimen se produce al momento <strong>de</strong> compensar o si es al momento <strong>de</strong><br />

reclutar o si fue al momento <strong>de</strong> elegir o ser elegido para una <strong>de</strong>terminada carrera<br />

profesional u oficio que pue<strong>de</strong>n aten<strong>de</strong>rse con medidas administrativas o legislativas o,<br />

si <strong>por</strong> el contrario, el mayor limitante es el factor social que victimiza a través <strong>de</strong> fuerzas<br />

culturales colectivas que requieren <strong>de</strong> procesos fundamentales <strong>de</strong> educación y<br />

transformación <strong>de</strong> los imaginarios colectivos.<br />

La información nos permitirá comparar la situación <strong>de</strong> las mujeres en Puerto<br />

Rico con la <strong>de</strong> otros países. Según el censo <strong>de</strong>l 2000 en los EEUU, <strong>por</strong> ejemplo, existe<br />

una diferencia marcada entre los ingresos que reciben las mujeres y los que reciben los<br />

hombres. Se entien<strong>de</strong> que las mujeres reciben el 73% <strong>de</strong> los ingresos que reciben los<br />

hombres y que esta diferencia se ha mantenido inalterada durante la década <strong>de</strong>l 1990.<br />

Unos sectores plantean que la razón que lo explica no es que a las mujeres se les<br />

compense menos <strong>por</strong> el mismo trabajo <strong>por</strong>que hay normas jurídicas que lo sancionan y<br />

mecanismos que fiscalizan su cumplimiento sino que las razones ubican en los tipos <strong>de</strong><br />

trabajo que realizan los hombres y las mujeres, los salarios que se le asignan a estas


diferentes funciones y las dispares posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> ascenso y promoción que tienen<br />

ambos sexos en el mundo<br />

económico. Otros sectores plantean que estas anteriores no son razones sino<br />

resultados <strong>de</strong> las <strong>de</strong>cisiones que tienen que tomar las mujeres para po<strong>de</strong>r aten<strong>de</strong>r las<br />

responsabilida<strong>de</strong>s familiares y las activida<strong>de</strong>s sociales asociadas. Plantean la<br />

necesidad <strong>de</strong> políticas sociales que distribuyan las responsabilida<strong>de</strong>s sociales que<br />

hasta hoy recargan a las mujeres y que las responsabilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>ben repartirse entre<br />

todos los componentes sociales y económicos para evitar que continúen siendo<br />

limitantes a gastiones profesionales, ascensos y posiciones <strong>de</strong> li<strong>de</strong>rato exclusivamente<br />

<strong>de</strong> las mujeres. Proponen caminar en la dirección <strong>de</strong> una sociedad en que veamos a los<br />

hombres asumiendo responsabilida<strong>de</strong>s paternas y reconociendo que son compañeros<br />

<strong>de</strong> seres <strong>de</strong> igual valía; al estado aprobando políticas sociales que valoricen las tareas<br />

<strong>de</strong> reproducción social y atención a sectores <strong>de</strong>sprovistos <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r resolverse sus<br />

necesida<strong>de</strong>s básicas <strong>de</strong> vida, como lo sería el seguro social para las amas <strong>de</strong> casa; y<br />

las entida<strong>de</strong>s privadas a<strong>por</strong>tando parte <strong>de</strong> la ganancia que generan en el proceso <strong>de</strong><br />

producción económica al proceso <strong>de</strong> reproducción social.<br />

Obviamente las mujeres también tenemos que hacer modificaciones en nuestras<br />

vidas y reflexionar sobre las <strong>de</strong>cisiones que nos correspon<strong>de</strong> tomar. La víctima solo<br />

merece protección especial cuando no posee información, no tiene po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>cisional o<br />

carece <strong>de</strong> opciones reales. En tanto en cuanto las informaciones se hagan disponibles,<br />

las estructuras sociales y jurídicas se acomo<strong>de</strong>n y propulsen equidad en las relaciones<br />

sociales y se <strong>de</strong>sarrollen o<strong>por</strong>tunida<strong>de</strong>s económicas, las victimizaciones <strong>de</strong>ben<br />

reducirse.<br />

Para esto, claro es, se requieren políticas y acciones afirmativas que inicien el<br />

proceso <strong>de</strong> eliminar las pasadas discriminaciones: centros <strong>de</strong> cuido para infantes y<br />

envejecientes, financiamiento <strong>de</strong> proyectos <strong>de</strong> autogestión que fomenten el surgimiento<br />

<strong>de</strong> pequeños negocios, la revitalización <strong>de</strong> los centros urbanos que sirvan <strong>de</strong> plazas<br />

para esas iniciativas económicas y preferencias para la venta <strong>de</strong> sus productos y<br />

servicios en los mercados <strong>de</strong>ntro y fuera <strong>de</strong>l país. Nuestra meta es la plena igualdad<br />

humana. Debe ser la meta <strong>de</strong> tod@s.<br />

"Las mujeres seguimos siendo el sexo más pobre, las que poblamos<br />

<strong>de</strong>spro<strong>por</strong>-cionadamente los resi<strong>de</strong>nciales y las barriadas más<br />

marginadas <strong>de</strong> nuestro país, las que cuidamos a la infancia, <strong>de</strong> los<br />

viejitos y las viejitas, a los familiares”.<br />

“Según el censo <strong>de</strong>l 2000 en los EEUU, <strong>por</strong> ejemplo, existe una<br />

diferencia marcada entre los ingresos que reciben las mujeres y los que<br />

reciben los hombres. Se entien<strong>de</strong> que las mujeres reciben el 73% <strong>de</strong> los<br />

ingresos que reciben los hombres y que esta diferencia se ha mantenido<br />

inalterada durante la década <strong>de</strong>l 1990”.


Or<strong>de</strong>namiento Jurídico para la prohibición <strong>de</strong>l discrimen <strong>por</strong><br />

razón <strong>de</strong> género en Puerto Rico<br />

Revista UAD 7<br />

Por:<br />

Lcda. Carmen A. Lugo<br />

Fournier<br />

Unidad Antidiscrimen<br />

Durante el siglo XX las mujeres en la mayoría <strong>de</strong> las naciones ganaron el <strong>de</strong>recho al<br />

voto y lograron que aumenten sus o<strong>por</strong>tunida<strong>de</strong>s educativas y <strong>de</strong> empleo. Pero aún más<br />

significativo es que han logrado una reevaluación <strong>de</strong> su rol en la sociedad y, ante la<br />

iniquidad ostensible, van logrando que paulatinamente se modifiquen algunas <strong>de</strong> las<br />

estructuras preexistentes que en absoluto respon<strong>de</strong>n a sus necesida<strong>de</strong>s. Po<strong>de</strong>mos afirmar<br />

que una revolución en nuestro or<strong>de</strong>namiento jurídico en torno a los asuntos <strong>de</strong> la mujer, ha<br />

superado algunos <strong>de</strong> los escollos legalistas que impedían nuestra estabilidad y <strong>de</strong>sarrollo en<br />

el empleo.<br />

Durante estos últimos <strong>de</strong>cenios, las controversias sobre igualdad <strong>de</strong> o<strong>por</strong>tunida<strong>de</strong>s<br />

en el empleo han reclamado gran atención. De 12 casos que recibimos en la Unidad<br />

Antidiscrimen <strong>de</strong>l <strong>Departamento</strong> <strong>de</strong>l <strong>Trabajo</strong> en el 1975, cuando se creó nuestra agencia,<br />

hoy recibimos cerca <strong>de</strong> 1000 querellas anuales. Administramos legislación protectora que<br />

prohibe el discrimen en el empleo <strong>por</strong> 10 causales; raza, color, sexo, edad, origen o<br />

condición social, i<strong>de</strong>ales políticos, creencias religiosas, origen nacional, matrimonio e<br />

impedimento físico o mental. El discrimen <strong>por</strong> razón <strong>de</strong> sexo es la causal <strong>por</strong> la que más se<br />

radican querellas ante la Unidad Antidiscrimen. Se radican 520 casos anuales <strong>de</strong> discrimen<br />

<strong>por</strong> razón <strong>de</strong> sexo, el 93% radicados <strong>por</strong> mujeres y cerca <strong>de</strong> una tercera parte bajo la<br />

modalidad <strong>de</strong> hostigamiento sexual en el empleo. La falta <strong>de</strong> representación <strong>de</strong> la mujer en<br />

algunos puestos, especialmente en el ámbito <strong>de</strong> toma <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisiones, el hostigamiento<br />

sexual, la represión ante las complicaciones <strong>de</strong>l embarazo, las represalias tras quejarse, un<br />

ambiente <strong>de</strong> trabajo ajeno a las necesida<strong>de</strong>s apremiantes <strong>de</strong> la familia, la <strong>de</strong>sigualdad <strong>por</strong><br />

género en los salarios, son todavía hoy una realidad para muchas en el lugar <strong>de</strong> trabajo.<br />

La Carta <strong>de</strong> Derechos en nuestra Constitución que prohibe <strong>de</strong>l discrimen <strong>por</strong> género,<br />

la enmienda a la Ley 100 <strong>de</strong>l 30 <strong>de</strong> junio <strong>de</strong> 1959 en 1972 para incluir el discrimen <strong>por</strong><br />

género en la lista <strong>de</strong> causales <strong>de</strong> discrimen prohibidas, la aprobación <strong>de</strong> la Ley 69 <strong>de</strong>l 6 <strong>de</strong><br />

julio <strong>de</strong> 1985 y la Ley 17 <strong>de</strong>l 22 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong> 1988, así como las <strong>de</strong>cisiones judiciales <strong>de</strong>l<br />

Tribunal Supremo <strong>de</strong> Puerto Rico en casos como Esther García v. Shiley Caribbean, 88<br />

J.T.S. 101 (1988) y Rivera Aguilar v. K-Mart <strong>de</strong> Puerto Rico, 89 J.T.S., 42 (1989) Florencio<br />

Rodríguez v Supermercados Amigo 90 J.T.S. 50 (1990) disponen y <strong>de</strong>finen im<strong>por</strong>tantes<br />

<strong>de</strong>rechos.<br />

El artículo primero <strong>de</strong> la Ley 69, supra, dispone:<br />

«...Reconocemos que la mujer puertorriqueña constituye la mitad <strong>de</strong> la fuerza<br />

trabajadora, así como también la mayoría <strong>de</strong> las personas <strong>de</strong>sempleadas son<br />

mujeres. La entrada <strong>de</strong> la mujer a la fuerza trabajadora, arrastró también la división<br />

<strong>de</strong> trabajo <strong>de</strong> acuerdo al sexo. Esta segregación en el empleo continua, a pesar <strong>de</strong><br />

las disposiciones constitucionales y legales que las prohíben. Existe, a<strong>de</strong>más, una<br />

subutilización con relación a la preparación académica <strong>de</strong> la mujer, y diferencia en


niveles <strong>de</strong> salario entre sexos. La intención <strong>de</strong> esta ley es garantizar la igualdad <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>recho al empleo <strong>de</strong>l hombre como <strong>de</strong> la mujer, prohibiendo... el discrimen...»<br />

La Ley 69, supra, forma parte <strong>de</strong>l conjunto <strong>de</strong> legislación para combatir el discrimen<br />

<strong>por</strong> sexo. A diferencia <strong>de</strong> las disposiciones constitucionales (Art. 11 Sec. I, Constitución <strong>de</strong>l<br />

estado Libre Asociado <strong>de</strong> Puerto Rico - 1952) o <strong>de</strong> la Ley 100 <strong>de</strong>l 30 <strong>de</strong> junio <strong>de</strong> 1959,<br />

según enmendada (29 L.P.R.A. Sec. 146 et sec.), o <strong>de</strong>l estatuto fe<strong>de</strong>ral <strong>de</strong> aplicación en<br />

Puerto Rico, Titulo VII <strong>de</strong> la Ley <strong>de</strong> Derechos Civiles <strong>de</strong> 1964 (42 U.S.C. Sec. 2000), que<br />

también prohiben el discrimen <strong>por</strong> varias causales, incluyendo sexo, la Ley 69, supra, <strong>de</strong>fine<br />

<strong>de</strong> manera específica algunas modalida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l discrimen <strong>por</strong> sexo. Según ésta, es ilegal<br />

que<br />

- suspenda, rehuse emplear o se <strong>de</strong>spida a cualquier persona, o que <strong>de</strong> cualquier<br />

otra forma se discrimine, contra una persona <strong>por</strong> su sexo, con respecto a su compensación,<br />

beneficios marginales, u otros términos o condiciones <strong>de</strong> empleo.<br />

- limite, divida o clasifique a sus empleados o a las personas que soliciten para un<br />

empleo, en cualquier forma que pueda o tienda a privarlas <strong>de</strong> una o<strong>por</strong>tunidad <strong>de</strong> empleo o<br />

afectarlas adversamente en su condición como empleado, <strong>por</strong> ejemplo mujeres cajeras,<br />

varones empacando.<br />

- cualquier regla o reglamento <strong>de</strong> un patrono que prohiba o limite el empleo <strong>de</strong><br />

mujeres casadas y que no sea aplicable a hombres casados;<br />

- se tomen represalias al <strong>de</strong>spedir o <strong>de</strong> otra manera discriminar contra cualquier<br />

empleado o aspirante a empleo que presente una queja o querella o que se oponga a<br />

prácticas discriminatorias o que participe en una investigación o proceso contra el patrono,<br />

organización obrera o, comité conjunto obrero-patronal <strong>por</strong> prácticas discriminatorias;<br />

- se indique, en un anuncio o aviso <strong>de</strong> o<strong>por</strong>tunidad <strong>de</strong> empleo una preferencia,<br />

limitación, especificación o discrimen <strong>por</strong> razón <strong>de</strong> sexo; con excepción <strong>de</strong> que el sexo sea<br />

un requisito ocupacional “bona fi<strong>de</strong>”, <strong>por</strong> ejemplo, un aviso a través <strong>de</strong>l cual se solicita<br />

“secretaria atractiva para la recepción”.<br />

-se formule cualquier pregunta, antes <strong>de</strong> emplear a una persona, en relación con un<br />

empleo futuro que directa o indirectamente exprese cualquier limitación, especificación o<br />

discrimen en cuanto al sexo, <strong>por</strong> ejemplo, ¿Usted está segura que su esposo le permitirá<br />

viajar? o sobre número <strong>de</strong> hijos o quién se los cuida.<br />

- negarse a colocar una persona utilizando caracterizaciones estereotipadas <strong>de</strong> los<br />

sexos. El principio <strong>de</strong> no-discriminación requiere que se consi<strong>de</strong>re a los individuos a base<br />

<strong>de</strong> las capacida<strong>de</strong>s individuales y no a base <strong>de</strong> cualquier característica que comúnmente se<br />

atribuye al grupo; Ocurre en relación con tareas que tradicionalmente no ejecutaban las<br />

mujeres, <strong>por</strong> ejemplo, piloto, plomero, mensajero, etc.<br />

- negarse a colocar una persona <strong>de</strong>bido a las preferencias <strong>de</strong> los compañeros <strong>de</strong><br />

trabajo, el patrono o los clientes.<br />

Una condición intrínsecamente femenina <strong>por</strong> la que con frecuencia se discrimina es<br />

embarazo. La <strong>de</strong>finición <strong>de</strong> <strong>por</strong> razón <strong>de</strong> sexo, bajo la Ley 69, supra, incluye embarazo,<br />

parto o condiciones médicas relacionadas. Las mujeres afectadas <strong>por</strong> estas razones<br />

recibirán trato igual para todo propósito relacionado con su empleo. En términos legales a la<br />

empleada embarazada se le han reconocido justos <strong>de</strong>rechos. La Ley 3 <strong>de</strong>l 13 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong><br />

1942, según enmendada, provee para una licencia <strong>por</strong> maternidad.


-Conce<strong>de</strong> una licencia <strong>de</strong> 8 semanas a paga completa. Las obreras en estado<br />

grávido tendrán <strong>de</strong>recho a un <strong>de</strong>scanso que compren<strong>de</strong>rá cuatro semanas antes <strong>de</strong>l<br />

alumbramiento y cuatro <strong>de</strong>spués a sueldo completo. La empleada <strong>de</strong>berá presentar<br />

certificación médica sobre su estado <strong>de</strong> embarazo. La Ley Núm.165 <strong>de</strong> 10 <strong>de</strong> agosto<br />

<strong>de</strong> 2002 conce<strong>de</strong> licencia <strong>de</strong> 12 semanas a las empleadas <strong>de</strong>l sector público.<br />

- La empleada podrá optar <strong>por</strong> tomar la licencia una semana antes <strong>de</strong>l<br />

alumbramiento y 7 <strong>de</strong>spués o, podrá optar, <strong>por</strong> regresar al trabajo <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> dos<br />

semanas <strong>de</strong> <strong>de</strong>scanso postnatal. De elegir esta opción, <strong>de</strong>berá presentar evi<strong>de</strong>ncia<br />

médica <strong>de</strong> que está en condiciones <strong>de</strong> trabajar,<br />

-Los abortos y los partos prematuros están cubiertos <strong>por</strong> la Ley.<br />

- El patrono no podrá <strong>de</strong>spedir, sin justa causa, a una mujer embarazada. No<br />

se enten<strong>de</strong>rá que es justa causa el menor rendimiento para el trabajo. En el caso <strong>de</strong><br />

Rivera Aguilar v. K-mart, supra, y en el <strong>de</strong> Ginette Padilla v. Centro Gráfico <strong>de</strong>l Caribe<br />

Inc. al 98 J. T. S. 21 (1998) el Tribunal Supremo reconoció una clasificación especial y<br />

una protección mayor a la mujer obrera embarazada.<br />

El hostigamiento sexual es una forma <strong>de</strong> discrimen <strong>por</strong> razón <strong>de</strong> sexo y se prohibe a<br />

través <strong>de</strong> las leyes que hemos mencionado, sin embargo la Ley 17, que se aprobó el 22<br />

<strong>de</strong> abril <strong>de</strong> 1988, <strong>de</strong>fine y establece los parámetros <strong>de</strong> esta causa <strong>de</strong> acción.<br />

Cuando hablamos <strong>de</strong> hostigamiento o acoso sexual nos referimos a solicitud <strong>de</strong><br />

favores sexuales o cualquier otra conducta verbal o física, no bienvenida y que al rechazarla<br />

o someterse a esta conducta tiene efectos tangibles en las condiciones <strong>de</strong> su empleo, como<br />

<strong>de</strong>spedir, <strong>de</strong>scen<strong>de</strong>r, etc. o crea un ambiente hostil, ofensivo o intimidante.<br />

Véamos un ejemplo <strong>de</strong> un caso <strong>de</strong> aspirante a empleo en que el rechazo <strong>de</strong> la<br />

conducta sexual fue la razón para negarle el empleo. Ella buscaba trabajo como secretaria<br />

en una oficina <strong>de</strong> servicios. El reclutador, que es el dueño, le pregunta si tiene novio, si<br />

saldría con él, si quiere bailar al son <strong>de</strong> “440” y se le pega <strong>por</strong> <strong>de</strong>trás, cuando no acce<strong>de</strong> a<br />

sus proposiciones, le dice que le avisará, nunca le avisa.<br />

El reconocimiento <strong>por</strong> el Tribunal Supremo Fe<strong>de</strong>ral <strong>de</strong> esta causa <strong>de</strong> acción al<br />

amparo <strong>de</strong>l TVII <strong>de</strong> la Ley <strong>de</strong> Derechos Civiles, en el caso Meritor Savings Bank v. Vinson<br />

477 US 57 (1986) ha servido <strong>de</strong> guía en otras jurisdicciones.<br />

En P. R. nuestro Tribunal Supremo se ha expresado en doce ocasiones en casos<br />

don<strong>de</strong> se alegaba hostigamiento sexual en el empleo. En el primero <strong>de</strong> éstos, Florencio<br />

Rodríguez v. Supermercado Amigo, 90 JTS 50(1990) el Tribunal dictó las pautas a los<br />

tribunales inferiores indicando que estos casos había que verlos en los méritos y que<br />

elementos sobre severidad, frecuencia, intensidad, contexto en que se dan los hechos,<br />

período <strong>de</strong> tiempo, extensión, conducta y circunstancias personales <strong>de</strong>l <strong>de</strong>mandante son<br />

factores a analizarse. El que se permitiera someter evi<strong>de</strong>ncia sobre las circunstancias<br />

personales <strong>de</strong> la reclamante <strong>de</strong> hostigamiento sexual provocó que se intentara escudriñar<br />

sobre su vida sexual e intervención in<strong>de</strong>bida sobre su intimidad, convirtiendo el proceso <strong>de</strong><br />

vindicación en otro escollo. Por lo antes expuesto, se aprobó el 10 <strong>de</strong> enero <strong>de</strong> 1998, la<br />

Ley 16 para establecer procedimientos especiales para la admisión o no <strong>de</strong> evi<strong>de</strong>ncia<br />

sobre la conducta sexual <strong>de</strong> la reclamante en una <strong>de</strong>manda judicial sobre hostigamiento


sexual, don<strong>de</strong> se evalúa el valor probatorio <strong>de</strong> la evi<strong>de</strong>ncia frente al carácter inflamatorio <strong>de</strong><br />

la prueba.<br />

En Keyla Rosario Toledo v. Distribuidora Kikuet, Inc. 00 TSPR 107, 146 DPR ___<br />

(29 <strong>de</strong> junio <strong>de</strong> 2000) el Tribunal Supremo <strong>de</strong> Puerto Rico resolvió que bajo las Leyes Núm.<br />

100, 17, supra, y Ley Núm. 69 <strong>de</strong> 6 <strong>de</strong> julio <strong>de</strong> 1985 un agente, oficial, administrador o<br />

supervisor <strong>de</strong> una empresa respon<strong>de</strong> civilmente en su carácter personal, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong>l<br />

patrono real, <strong>por</strong> los actos <strong>de</strong> hostigamiento sexual llevado a cabo <strong>por</strong> él contra un<br />

empleado.<br />

En Afanador Irizarry v. Roger Electric Co., Inc., ___DPR___(2002) 2002 TSPR 56,<br />

nuestro Tribunal Supremo acoge la <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong> Oncale v. Sundowner Offshore Services<br />

Inc., 523 U.S. 75 (1998) cuando interpretó que la causa <strong>de</strong> acción <strong>por</strong> hostigamiento sexual<br />

en el empleo, es aplicable a casos <strong>de</strong> hostigamiento entre personas <strong>de</strong>l mismo sexo.<br />

Otros <strong>de</strong>sarrollos im<strong>por</strong>tantes, <strong>por</strong> vía <strong>de</strong> jurispru<strong>de</strong>ncia fe<strong>de</strong>ral, ha sido a través <strong>de</strong><br />

los casos <strong>de</strong> Burlington Industries v. Kimberly Ellerth 118 S. Ct. 2257 (1998) y Beth Ann<br />

Faragher v. City of Boca Raton 118 S. Ct. 2275 (1998). Los hechos <strong>de</strong>l caso <strong>de</strong> Faraguer<br />

nos ilustran claramente lo que se entien<strong>de</strong> <strong>por</strong> hostigamiento sexual en la modalida <strong>de</strong><br />

ambiente hostil:<br />

Una ex- salvavidas alegó que dos supervisores repetidas veces sometieron a<br />

salvavidas mujeres a agresiones ofensivas y no solicitadas y que la ciudad faltó al no<br />

diseminar entre los empleados <strong>de</strong> la playa su política anti-hostigamiento. Terry le tocó<br />

las nalgas a Faragher, hizo un comentario menospreciando su apariencia y una vez<br />

señaló que nunca ascen<strong>de</strong>ría a una mujer a Teniente. También hacia referencias<br />

menospreciando a las mujeres en general. Silverman , un teniente capitán,<br />

supervisaba el trabajo y el entrenamiento físico <strong>de</strong> los salvavidas. Este hizo<br />

comentarios acerca <strong>de</strong> tener relaciones sexuales con Faragher y en una ocasión la<br />

atacó físicamente. También hacia comentarios frecuentes y vulgares sobre las<br />

mujeres, comentaba sobre los cuerpos <strong>de</strong> las salvavidas mujeres, una vez hizo una<br />

mímica sobre un acto <strong>de</strong> sexo oral y <strong>por</strong> lo menos dos veces le dijo a salvavidas<br />

mujeres que le gustaría tener sexo con ellas.<br />

Estos casos resueltos <strong>por</strong> la Corte Suprema <strong>de</strong> los E. U. el 26 <strong>de</strong> junio <strong>de</strong> 1998<br />

establecen la doctrina fe<strong>de</strong>ral en cuanto a la responsabilidad <strong>de</strong>l patrono cuando el<br />

hostigamiento sexual es realizado <strong>por</strong> supervisores <strong>de</strong>l patrono. Reafirma la obligación <strong>de</strong>l<br />

patrono <strong>de</strong> ejercer cuidado razonable en prevenir y corregir prontamente el hostigamiento<br />

sexual y <strong>por</strong> otro lado requiere, cuando el hostigamiento no tiene consecuencias tangibles,<br />

que la empleada que se siente discriminada que notifique a su patrono <strong>de</strong> la conducta<br />

hostigante.<br />

Como parte <strong>de</strong> esta <strong>de</strong>fensa afirmativa el patrono vendrá obligado a <strong>de</strong>mostrar que<br />

ejerció cuidado razonable en prevenir y corregir el hostigamiento. De acuerdo a las guías<br />

emitidas <strong>por</strong> la <strong>por</strong> la Comisión Fe<strong>de</strong>ral <strong>de</strong> Igualdad <strong>de</strong> O<strong>por</strong>tunida<strong>de</strong>s en el Empleo(EEOC)<br />

el 18 <strong>de</strong> junio <strong>de</strong> 1999 “cuidado razonable” significa que estableció una política clara contra<br />

<strong>de</strong>l hostigamiento sexual y hostigamiento <strong>por</strong> otras causales. Se aconseja que los patronos<br />

gran<strong>de</strong>s <strong>de</strong>ben instituir mecanismos formales. La política <strong>de</strong>be ser <strong>por</strong> escrito y en lenguaje<br />

comprensible a todos los empleados y <strong>de</strong>be notificarse efectivamente, a esos efectos se<br />

recomienda exhibirla a través <strong>de</strong> carteles en sitios visibles e incluirla en el manual <strong>de</strong>l<br />

empleado. Ofrecer adiestramiento es una <strong>de</strong> las medidas preventivas más efectivas y<br />

<strong>de</strong>muestra un genuino interés <strong>de</strong>l patrono en ejercer cuidado razonable. El adiestramiento


<strong>de</strong>be ofrecerse con regularidad y a todos los niveles. El compromiso <strong>de</strong> no tolerancia al<br />

hostigamiento <strong>de</strong>be proce<strong>de</strong>r <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la más alta gerencia.<br />

Otros elementos que <strong>de</strong>ben incluirse en una buena política en contra <strong>de</strong>l<br />

hostigamiento ilegal son la base legal 1 <strong>de</strong> don<strong>de</strong> emana, una clara explicación <strong>de</strong> la<br />

conducta prohibida con ejemplos, provisiones para evitar y garantizar que no se tomarán<br />

represalias. Debe establecerse allí un procedimiento con más <strong>de</strong> una vía <strong>de</strong> real acceso<br />

para presentar la queja. Debe garantizar en lo posible la confi<strong>de</strong>ncialidad. El procedimiento<br />

<strong>de</strong>berá realizarse prontamente, <strong>de</strong> manera concienzuda e imparcial. Debe garantizar que el<br />

patrono tomará medidas inmediatas y apropiadas para que el hostigamiento termine y no<br />

vuelve a ocurrir. La acción correctiva no <strong>de</strong>be penalizar a la víctima. Las guías <strong>de</strong> la EEOC<br />

proveen otros <strong>de</strong>talles con relación a la forma en que <strong>de</strong>be conducirse una investigación<br />

interna sobre hostigamiento.<br />

Las medidas apropiadas para <strong>de</strong>tener el hostigamiento y que no vuelva a ocurrir<br />

pue<strong>de</strong>n incluir acciones disciplinarias al hostigador como una reprimenda o amonestación,<br />

transferencia o reasignación, <strong>de</strong>scenso, reducción <strong>de</strong> salarios, suspensión o <strong>de</strong>spido 2 .<br />

También pue<strong>de</strong> ser necesario ofrecer entrenamiento para sensibilizar y dar seguimiento<br />

para verificar que la situación se corrigió.<br />

Para corregir el efecto en la víctima <strong>de</strong>berán tomarse las medida necesarias que<br />

podrían incluir <strong>de</strong>s<strong>de</strong> restaurar la licencia usada <strong>por</strong> razón <strong>de</strong>l hostigamiento, expurgar<br />

evaluaciones negativas <strong>de</strong> su expediente producto <strong>de</strong>l hostigamiento, reinstalación,<br />

disculpas <strong>de</strong>l hostigador, seguimiento, y corregir cualquier otro daño, incluyendo compensar<br />

<strong>por</strong> perdida <strong>de</strong> ingresos o beneficios y angustias mentales.<br />

La Ley 17, supra, a su artículo 10, impone la obligación <strong>de</strong> establecer medidas para<br />

prevenir, <strong>de</strong>salentar y evitar el hostigamiento sexual. Dispone que todo patrono esta<br />

obligado a<br />

establecer una política en contra <strong>de</strong>l hostigamiento sexual,<br />

dar a conocer sus disposiciones, adiestrar sobre los <strong>de</strong>rechos, obligaciones y<br />

sanciones<br />

y establecer un procedimiento interno a<strong>de</strong>cuado y efectivo para aten<strong>de</strong>r<br />

querellas.<br />

Cuando el trabajador o trabajadora siente que está siendo víctima <strong>de</strong> hostigamiento<br />

sexual le recomendamos lo siguiente:<br />

— No pase <strong>por</strong> alto el hostigamiento.<br />

—Lleve un diario <strong>de</strong> los acontecimientos, incluya el lugar, fecha y nombres <strong>de</strong><br />

testigos,<br />

—Plantee el problema al supervisor u otra persona con autoridad,<br />

—Utilice el procedimiento interno que provee patrono, sino obtiene un resultado<br />

pronto o efectivo<br />

—Recurra a los foros con autoridad para asesorarla o intervenir,<br />

—Pue<strong>de</strong> recurrir a un abogado para asesorarse o radicar su reclamación,<br />

—Pue<strong>de</strong> radicar una <strong>de</strong>nuncia criminal si hubo amenaza, intimidación o contacto<br />

físico.<br />

Al amparo <strong>de</strong> las leyes que prohiben el discrimen en el empleo hay un año para<br />

recurrir al tribunal, aunque algunas disposiciones en la legislación fe<strong>de</strong>ral requieren que el<br />

reclamante recurra al foro administrativo en términos más cortos, <strong>de</strong> hasta 180 días. La Ley


Núm. 17, supra, se enmendó <strong>por</strong> la Ley Núm. 196 <strong>de</strong> 18 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 2002 para añadir el<br />

Artículo 14 que establece que el término prescriptivo para presentar una causa <strong>de</strong> acción<br />

<strong>por</strong> hostigamiento sexual en el empleo será <strong>de</strong> un (1) año contado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el momento en<br />

que se terminan las circunstancias que podrían entorpecer el ejercicio <strong>de</strong> la acción.<br />

Los procesos administrativos ante la UAD para la vindicación <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos son<br />

similares a los <strong>de</strong> la agencia fe<strong>de</strong>ral, E. E. O. C., se recogen en el Reglamento General <strong>de</strong> la<br />

Unidad Antidiscrimen <strong>de</strong> noviembre <strong>de</strong> 2000. Una vez se radica una querella formal se le<br />

ofrece a las partes la alternativa <strong>de</strong> un proceso <strong>de</strong> mediación para la solución <strong>de</strong> conflicto o<br />

si no acce<strong>de</strong>n voluntariamente o si no se logra un acuerdo se proce<strong>de</strong> a la fase<br />

investigativa, se cita a las partes a una Conferencia <strong>de</strong> Descubrimiento. Como resultado <strong>de</strong><br />

la investigación podría emitirse una Determinación <strong>de</strong> Causa o No Causa Probable <strong>de</strong><br />

discrimen. Si la <strong>de</strong>terminación es <strong>de</strong> No Causa, el o la querellante podría solicitar<br />

reconsi<strong>de</strong>ración al Secretario <strong>de</strong>l <strong>Trabajo</strong>. En los casos en que se emite Determinación <strong>de</strong><br />

Causa Probable se cita a una Conferencia <strong>de</strong> Conciliación, don<strong>de</strong> se recomienda un<br />

remedio y se media para la solución <strong>de</strong>l conflicto, cuando no se logra el caso pasa al<br />

Negociado <strong>de</strong> Asuntos Legales <strong>de</strong>l <strong>Departamento</strong> para litigio.<br />

El <strong>Departamento</strong> ofrece representación legal libre <strong>de</strong> costos al obrero en aquellos<br />

casos meritorios. Las víctimas <strong>de</strong> discrimen pue<strong>de</strong>n ser compensadas <strong>por</strong> el doble <strong>de</strong> los<br />

daños sufridos, incluyendo salarios <strong>de</strong>jados <strong>de</strong> percibir, las angustias y sufrimientos<br />

mentales que hayan pa<strong>de</strong>cido y puedan probar a través <strong>de</strong>l proceso <strong>de</strong> reivindicación. Este<br />

amplio remedio se sostuvo en la <strong>de</strong>cisión judicial <strong>de</strong> Esther García v. Shiley Caribbean,<br />

supra. También se ha reconocido una acción en daños para los parientes <strong>de</strong> las víctimas,<br />

contingente a la acción principal, Santini v. Serv Air, Inc., 94 TSPR 27 (1994). El Tribunal<br />

también pue<strong>de</strong> imponer la restitución en el empleo.<br />

Estos intentos <strong>de</strong> atemperar el or<strong>de</strong>namiento jurídico para superar la condición <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>sigualdad <strong>de</strong> la mujer constituyen un peldaño superado en el camino, una manifestación<br />

<strong>de</strong> evolución social, don<strong>de</strong> la dignidad <strong>de</strong> sus individuos sigue siendo el i<strong>de</strong>al.<br />

1<br />

Ley 100 <strong>de</strong> 30 <strong>de</strong> junio <strong>de</strong> 1959, según enmendada, Ley Núm. 69 <strong>de</strong>l 6 <strong>de</strong> julio <strong>de</strong> 1985, la Ley<br />

Núm. 17 <strong>de</strong>l 22 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong> 1988 y el Título VII <strong>de</strong> la Ley <strong>de</strong> Derechos Civiles <strong>de</strong> 1964<br />

2<br />

Véase a<strong>de</strong>más: Ruy Delgado v. Hospital Interamericano 94 JTS 149(1994)


Género, Familias y <strong>Trabajo</strong>s<br />

Revista UAD 7<br />

Por: Alice E. Colón<br />

Posee un Doctorado en Sociología, es Investigadora <strong>de</strong>l Centro <strong>de</strong> Investigaciones Sociales <strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong> Puerto<br />

Rico, Recinto <strong>de</strong> Río Piedras. Sus investigaciones y publicaciones se concentran en temas como la participación <strong>de</strong> las<br />

mujeres en los procesos sociales en Puerto Rico, el empleo y la pobreza entre las mujeres puertorriqueñas y los<br />

<strong>de</strong>rechos reproductivos en Puerto Rico. Ha participado activamente en el movimiento feminista en el país. Su escrito en<br />

esta revista es un trabajo conjunto con otras participantes <strong>de</strong> una mesa redonda sobre el tema, auspiciada <strong>por</strong> la Oficina<br />

<strong>de</strong> la Procuradora <strong>de</strong> las Mujeres, y presentado en una actividad organizada <strong>por</strong> dicha agencia el 8 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 2002.<br />

El incremento en el empleo <strong>de</strong> las mujeres en Puerto Rico y los cambios que ello<br />

implica en la visión <strong>de</strong> los hombres como los únicos proveedores, nos obligan a revisar<br />

las medidas dirigidas a aten<strong>de</strong>r la situación particular <strong>de</strong> ambos en el mercado laboral y<br />

a reconceptualizar nuestras <strong>de</strong>finiciones <strong>de</strong> trabajo. Estas reconceptualizaciones <strong>de</strong>l<br />

trabajo <strong>de</strong>ben incor<strong>por</strong>ar todas las activida<strong>de</strong>s sociales necesarias que se han <strong>de</strong>finido<br />

como <strong>de</strong>l ámbito femenino. Las mujeres siempre han trabajado; lo han hecho como<br />

asalariadas cuando la economía así lo ha reclamado. En el ámbito privado, trabajar ha<br />

significado también cumplir con las consecuentes y tradicionales obligaciones en el<br />

hogar y como voluntarias en activida<strong>de</strong>s comunitarias, adscritas como sus papeles <strong>de</strong><br />

género. La situación presente requiere, pues, reconocer la im<strong>por</strong>tancia social y<br />

económica <strong>de</strong> estas labores no pagadas para lograr una mayor equidad y <strong>de</strong>sarrollo<br />

social, junto a una integración más a<strong>de</strong>cuada entre la vida laboral y familiar, tanto para<br />

los hombres como para las mujeres.<br />

Definido como una orientación natural <strong>de</strong> servicio, este trabajo en el hogar,<br />

tradicionalmente <strong>de</strong>sempeñado <strong>por</strong> las mujeres, no es remunerado ni recibe el<br />

reconocimiento moral, económico y social que le correspon<strong>de</strong>. Según la producción<br />

mercantil y la monetarización <strong>de</strong> la economía hicieron necesario el trabajo asalariado,<br />

las tareas realizadas en el hogar quedaron invisibilizadas, a no ser que se realizaran<br />

como trabajo remunerado. Por no ser pagado, este trabajo elástico, ofrecido sin tiempo<br />

o horario <strong>de</strong>finidos, ni siquiera se contabiliza en las cifras <strong>de</strong> producción económica<br />

nacional, ignorando su contribución al <strong>de</strong>sarrollo social y económico <strong>de</strong> nuestras<br />

poblaciones.<br />

Para las asalariadas, supone añadir las presiones <strong>de</strong> una segunda jornada <strong>de</strong><br />

trabajo que afecta no sólo su vida familiar, sino sus condiciones <strong>de</strong> empleo. La<br />

<strong>de</strong>finición <strong>de</strong> las mujeres como principales responsables <strong>de</strong>l ámbito doméstico las<br />

estereotipa como trabajadoras secundarias y fundamenta el trato <strong>de</strong>sigual en el<br />

mercado laboral. Las responsabilida<strong>de</strong>s domésticas pue<strong>de</strong>n, <strong>de</strong> hecho, restringir las<br />

posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> trabajo remunerado a muchas mujeres que no tienen acceso al cuido<br />

<strong>de</strong> hijos e hijas y otros servicios <strong>de</strong> apoyo. Junto a la ya endémica insuficiencia <strong>de</strong><br />

empleo en nuestro país, esta situación pue<strong>de</strong> contribuir a que, según cifras <strong>de</strong>l<br />

<strong>Departamento</strong> <strong>de</strong>l <strong>Trabajo</strong>, la participación laboral femenina fluctúe alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 35%,<br />

todavía inferior a la <strong>de</strong> los hombres, e incluso a la <strong>de</strong> las mujeres <strong>de</strong> otros países en el<br />

entorno caribeño.<br />

Su <strong>de</strong>finición doméstica y su disponibilidad <strong>de</strong> tiempo pue<strong>de</strong>n convertirse<br />

también en una limitación al ser consi<strong>de</strong>radas para puestos <strong>de</strong> rango superior en el<br />

mercado <strong>de</strong> trabajo. Las mujeres tienen todavía menos o<strong>por</strong>tunida<strong>de</strong>s ocupacionales y


se concentran en ocupaciones y puestos i<strong>de</strong>ntificados como femeninos, que ofrecen<br />

salarios inferiores a los consi<strong>de</strong>rados masculinos. En Puerto Rico, <strong>de</strong> hecho, las<br />

<strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s en ingreso <strong>por</strong> género más acentuadas se encuentran precisamente en<br />

los niveles ocupacionales y educativos superiores. Pero, a<strong>de</strong>más, la paga es inferior a<br />

las ocupaciones en que hay una mayor pro<strong>por</strong>ción <strong>de</strong> hombres, incluso en trabajos que<br />

pue<strong>de</strong>n consi<strong>de</strong>rarse comparables en términos <strong>de</strong> calificación, responsabilidad, riesgo o<br />

complejidad, aunque no sean exactamente iguales.<br />

A pesar <strong>de</strong> dicha <strong>de</strong>sigualdad, la incor<strong>por</strong>ación laboral creciente <strong>de</strong> las mujeres<br />

apuntan a su papel clave en la instauración <strong>de</strong> las estrategias <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo económico<br />

<strong>de</strong>l País a través <strong>de</strong>l siglo veinte. En los periodos más recientes, <strong>de</strong> hecho, la <strong>de</strong>manda<br />

<strong>por</strong> fuerza laboral <strong>de</strong> escolaridad más elevada se ha nutrido sobre todo <strong>de</strong> los avances<br />

educativos <strong>de</strong> las mujeres en nuestra sociedad. Es preciso <strong>de</strong>stacar que a través <strong>de</strong><br />

estas estrategias económicas, el mercado laboral ha incor<strong>por</strong>ado cada vez más mujeres<br />

con responsabilida<strong>de</strong>s familiares. Los datos censales indican que las mujeres casadas y<br />

las madres representan una pro<strong>por</strong>ción creciente <strong>de</strong> la fuerza laboral. Para 1990, <strong>por</strong><br />

ejemplo, a pesar <strong>de</strong> las restricciones que impone la crianza <strong>de</strong> niños/as pequeños/as,<br />

alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong>l cuarenta <strong>por</strong>ciento <strong>de</strong> las mujeres casadas y <strong>de</strong> las madres solas con<br />

hijos menores <strong>de</strong> 6 años también se encontraban activas en el mercado <strong>de</strong> empleo. Las<br />

jefas <strong>de</strong> hogar, <strong>por</strong> su parte, con tasas <strong>de</strong> actividad económica históricamente<br />

superiores, han aumentado hasta encabezar más <strong>de</strong> una cuarta parte <strong>de</strong> nuestra<br />

familias.<br />

De esta manera, las mujeres a<strong>por</strong>tan alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong>l 40% <strong>de</strong>l ingreso familiar en<br />

los hogares con ambos cónyuges presentes, y <strong>por</strong> supuesto un <strong>por</strong>centaje mucho<br />

mayor en las familias con jefas mujeres. Por consiguiente, han cambiado nuestras<br />

<strong>de</strong>finiciones <strong>de</strong> los roles <strong>de</strong> género que prescribían la <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia económica <strong>de</strong> las<br />

mujeres, y el empleo <strong>de</strong> los hombres como únicos proveedores. Contrario a lo que<br />

vivíamos hacia mediados <strong>de</strong> siglo veinte, el empleo <strong>de</strong> las mujeres no se consi<strong>de</strong>ra ya<br />

una anomalía, una excepción, sino algo aceptado y hasta esperado como una<br />

contribución imprescindible al ingreso <strong>de</strong>l hogar. La falta <strong>de</strong> un segundo ingreso o el<br />

ingreso limitado <strong>de</strong> las mujeres condiciona la probabilidad <strong>de</strong> pobreza entre las familias<br />

en pareja y aún más entre las familias con jefa mujer, incluyendo a muchas<br />

envejecientes, <strong>de</strong>sprovistas <strong>de</strong> sistemas <strong>de</strong> apoyo y retiro.<br />

A pesar <strong>de</strong> la necesidad <strong>de</strong>l empleo <strong>de</strong> las mujere, la responsabilidad femenina<br />

en la crianza y el mantenimiento familiar continúa casi inalterada. Se reproduce una<br />

distribución no equitativa <strong>de</strong>l trabajo entre los hombres y las mujeres y se impone como<br />

responsabilidad exclusivamente privada, en particular femenina, lo que es una<br />

necesidad social. La participación creciente <strong>de</strong> las mujeres en el mercado laboral nos<br />

obliga así a mirar a esa otra economía, a ese otro trabajo realizado en el hogar, como a<br />

las condiciones <strong>de</strong> vida familiar y personal que permiten a las personas participar en las<br />

activida<strong>de</strong>s económicas y ciudadanas fuera <strong>de</strong>l hogar.<br />

Las activida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> compra, confección, organización o aseo, <strong>por</strong> ejemplo,<br />

culminan el trabajo necesario para el consumo y permiten la reconstitución <strong>de</strong> la fuerza<br />

laboral y <strong>de</strong> la población en general. La crianza supone <strong>de</strong>sarrollar las generaciones<br />

que nos seguirán, no sólo en términos físicos, sino educativos, emocionales, sociales y<br />

morales. Con el cuido <strong>de</strong> la población envejeciente, <strong>por</strong> su parte, se posibilita el retiro <strong>de</strong><br />

las personas asalariadas y el aumento general en la expectativa <strong>de</strong> vida en la sociedad.<br />

Esta reconstitución requiere, a<strong>de</strong>más, <strong>de</strong>l tiempo para el <strong>de</strong>scanso, para la recreación y


para el disfrute <strong>de</strong> las relaciones íntimas, familiares y comunitarias. Se asegura con este<br />

cuido la sobrevivencia y la reproducción presente y futura <strong>de</strong> nuestra sociedad.<br />

Es un trabajo que se mantiene a pesar <strong>de</strong> las transformaciones tecnológicas,<br />

sociales y en las estructuras familiares en Puerto Rico. Aunque la fecundidad se ha<br />

reducido, las exigencias <strong>de</strong> niveles <strong>de</strong> calificación más elevados requiere más recursos,<br />

mayores esfuerzos, y un tiempo cada vez más prolongado para la crianza. A<strong>de</strong>más, la<br />

población envejeciente continúa en aumento, lo que significa una <strong>de</strong>manda adicional <strong>de</strong><br />

servicios en el hogar, ante la insuficiencia <strong>de</strong> servicios públicos. Al mismo tiempo, la<br />

migración y la dispersión geográfica que han acompañado nuestro mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong><br />

crecimiento económico han restringido en muchos casos los apoyos más directos <strong>de</strong><br />

una familia extendida y han impuesto mayores presiones en los hogares para lidiar con<br />

estas necesida<strong>de</strong>s.<br />

A pesar <strong>de</strong> la im<strong>por</strong>tancia <strong>de</strong>l trabajo en el ámbito doméstico, la separación<br />

histórica entre éste y los ámbitos públicos y <strong>de</strong>l mercado han ignorado los beneficios<br />

que reciben la sociedad y las empresas <strong>de</strong> las funciones <strong>de</strong> mantenimiento familiar y<br />

personal. Ha permitido ignorar, a<strong>de</strong>más, que estos beneficios se establecen a partir <strong>de</strong><br />

las estructuras <strong>de</strong> <strong>de</strong>sigualdad entre los géneros, y que <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>n <strong>de</strong>l trabajo no pagado<br />

<strong>de</strong> las mujeres. Si las mujeres van a a<strong>por</strong>tar toda su capacidad, sin <strong>de</strong>finiciones<br />

estereotipadas, sin doble carga <strong>de</strong> trabajo, y con una retribución justa, el trabajo <strong>de</strong><br />

mantenimiento personal y familiar tendría que re<strong>de</strong>finirse y compartirse con los hombres<br />

y con todas las instituciones sociales.<br />

Ante los reclamos <strong>de</strong> conjuntos amplios <strong>de</strong> diversos países, los más altos<br />

organismos internacionales, incluyendo a las Naciones Unidas, han reconocido que<br />

nuestras <strong>de</strong>finiciones <strong>de</strong> trabajo y <strong>de</strong> productividad <strong>de</strong>ben recoger todas las activida<strong>de</strong>s<br />

dirigidas a la satisfacción <strong>de</strong> las necesida<strong>de</strong>s y al <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> las capacida<strong>de</strong>s<br />

personales y sociales <strong>de</strong> la población. Ello implica políticas y medidas que reconozcan<br />

la im<strong>por</strong>tancia <strong>de</strong>l trabajo no remunerado para la realización <strong>de</strong> las activida<strong>de</strong>s<br />

económicas en el mercado y el ámbito público, la indisoluble relación entre el trabajo<br />

<strong>de</strong>ntro y fuera <strong>de</strong>l hogar, y la necesidad <strong>de</strong> promover una mejor integración entre la vida<br />

laboral y la vida personal y familiar, tanto para las mujeres como para los hombres. Las<br />

instituciones públicas y privadas tendrían que tomar acciones para validar, apoyar y<br />

facilitar esos trabajos no remunerados, necesarios para su funcionamiento y el <strong>de</strong> la<br />

sociedad en general. Se trata <strong>de</strong> compartir una inversión en nuestro <strong>de</strong>sarrollo social y<br />

económico <strong>de</strong> la cual todas las personas e instituciones nos beneficiamos.<br />

1<br />

Resúmen <strong>de</strong>l trabajo en torno al tema, elaborado <strong>por</strong> Alice Colón con Marta E. Fernán<strong>de</strong>z, Merce<strong>de</strong>s<br />

Rodríguez, Elsie De Jesús y otras participantes en una mesa redonda convocada <strong>por</strong> la Procuraduría <strong>de</strong> las<br />

Mujeres. Presentado <strong>por</strong> Alice E. Colón en la actividad Mujeres, Familias y <strong>Trabajo</strong>s: Una relación<br />

integral, auspiciada <strong>por</strong> la Procuraduría el 8 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 2002.<br />

« ...las mujeres a<strong>por</strong>tan alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong>l 40% <strong>de</strong>l ingreso familiar en los<br />

hogares con ambos cónyuges presentes, y <strong>por</strong> supuesto un <strong>por</strong>centaje<br />

mucho mayor en las familias con jefas mujeres».<br />

«A pesar <strong>de</strong> la im<strong>por</strong>tancia <strong>de</strong>l trabajo en el ámbito doméstico,la<br />

separación histórica entre éste y los ámbitos públicos<br />

y <strong>de</strong>l mercado han ignorado los beneficios que reciben la sociedad y las<br />

empresas <strong>de</strong> las funciones <strong>de</strong> mantenimiento familiar y personal>>


Justicia Laboral <strong>de</strong> Beneficio para la Familia<br />

REVISTA UAD 7<br />

POR:<br />

ELSIE DE JESÚS DÁVILA<br />

Elsie <strong>de</strong> Jesús Dávila es licenciada en Farmacia. Se <strong>de</strong>sempeña en la industria farmacéutica. Ha sido militante feminista <strong>por</strong> varias décadas<br />

colaborando con organizaciones no gubernamentales en los temas relacionados a la situación <strong>de</strong> la mujer trabajadora, la salud <strong>de</strong> la mujer y al tema<br />

<strong>de</strong> la violencia doméstica.<br />

Mujeres <strong>de</strong> distintas organizaciones no gubernamentales llevamos muchos años impulsando,<br />

a través <strong>de</strong> los medios <strong>de</strong> comunicación y legislación, varias medidas que harían justicia a la<br />

situación que viven las mujeres trabajadoras y sus familias. Para que estas medidas se implanten,<br />

sabemos que no es suficiente la acción legislativa. Hace falta <strong>de</strong>finición <strong>de</strong> políticas públicas <strong>de</strong> la<br />

rama ejecutiva y <strong>de</strong> la acción <strong>de</strong> los sindicatos en la negociación colectiva.<br />

La situación <strong>de</strong> las mujeres no se da en el vacío; se da en un entorno económico y social que<br />

ejerce gran influencia. El nuevo panorama económico y social en Puerto Rico y en el mundo<br />

obliga a la adopción <strong>de</strong> medidas urgentes para armonizar la vida laboral con la familiar. De<br />

primera instancia pue<strong>de</strong> sonar un contrasentido que en la época <strong>de</strong> la alta tecnología haya esta<br />

urgencia. La realidad es que esta alta tecnología, aunque ha ayudado en algunos aspectos, no sólo<br />

no ha resuelto los problemas fundamentales <strong>de</strong>l ámbito doméstico y familiar, sino que en otros<br />

aspectos ha agravado la situación <strong>de</strong> las personas que están en el mercado <strong>de</strong> empleo.<br />

La vida <strong>de</strong> las mujeres trabajadoras transcurre entre dos ámbitos: el doméstico-familiar no<br />

remunerado y el laboral remunerado. Las estrategias económicas y políticas públicas implantadas<br />

en Puerto Rico no han respondido con las medidas necesarias para reconocer y valorar la relación<br />

integral entre esos dos ámbitos.<br />

La mujer trabajadora se enfrenta a la realidad <strong>de</strong> un País que ha sufrido una rápida<br />

transformación económica sin una planificación integral <strong>de</strong> los recursos y <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo urbano,<br />

don<strong>de</strong> se <strong>de</strong>stacan los problemas <strong>de</strong> escasez <strong>de</strong> vivienda y servicios, <strong>de</strong> <strong>de</strong>sparrame <strong>de</strong> vivienda<br />

horizontal , <strong>de</strong> ubicación <strong>de</strong> viviendas lejanas a los centros <strong>de</strong> trabajo y a los centros educativos<br />

<strong>de</strong> l@s hij@s y <strong>de</strong> una constante congestión vehicular. Los servicios <strong>de</strong> cuido <strong>de</strong> niños/as son<br />

insuficientes y costosos, lo que reduce el ingreso disponible <strong>de</strong> muchas madres empleadas. Ëstas<br />

se enfrentan, a<strong>de</strong>más, a la tensión diaria para llegar a tiempo a los centros <strong>de</strong> cuido o escuelas <strong>de</strong><br />

l@s hij@s y a sus centros <strong>de</strong> trabajo.<br />

Esta situación cotidiana se ha ido agudizando con el incremento <strong>de</strong> envejecientes en el<br />

núcleo familiar. El Censo 2000 indica un aumento <strong>de</strong> 25% <strong>de</strong> esta población. Es la mujer la que<br />

tiene que dar seguimiento a las citas médicas y problemas <strong>de</strong> salud <strong>de</strong> los hijos y <strong>de</strong> todos los<br />

envejecientes en el núcleo familiar. Para aten<strong>de</strong>r esta responsabilidad se ve precisada a usar los<br />

días <strong>de</strong> vacaciones que <strong>de</strong>berían estar <strong>de</strong>stinados a su <strong>de</strong>scanso <strong>de</strong> la fatiga laboral. De lo<br />

contrario, otro tipo <strong>de</strong> ausencia significa reducción <strong>de</strong>l salario o exponerse a medidas<br />

disciplinarias. La situación se agrava para la mujer jefa <strong>de</strong> familia quien no cuenta con un<br />

cónyuge con quien compartir algunas <strong>de</strong> esas responsabilida<strong>de</strong>s. Son condiciones que generan<br />

niveles <strong>de</strong> ansiedad capaces <strong>de</strong> afectar eventualmente su salud mental y que llevan a algunas<br />

mujeres a <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> trabajar asalariadamente. Muchas no tienen esa opción <strong>por</strong>que su salario es<br />

indispensable o único para el sostenimiento <strong>de</strong>l hogar.


Es muy positivo que en nuestra sociedad aumente la esperanza <strong>de</strong> vida al nacer. Lo que no es<br />

aceptable es que la mujer siga cargando sola o casi sola con las responsabilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la crianza y<br />

<strong>de</strong> la atención a la vejez, que correspon<strong>de</strong> a todo el núcleo familiar, a la sociedad y al estado.<br />

La mujer trabajadora, como toda la clase trabajadora, se enfrenta también a la incertidumbre<br />

<strong>de</strong>l mercado <strong>de</strong> empleo. Las estrategias <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la segunda mitad <strong>de</strong>l siglo XX, en sus<br />

distintas etapas, no han sido capaces <strong>de</strong> absorber toda la fuerza laboral disponible, lo que se ha<br />

agravado con la intensificación <strong>de</strong> la globalización y el cierre <strong>de</strong> las fábricas que operaban bajo la<br />

Sección 936. Sobresale, a<strong>de</strong>más, la pérdida <strong>de</strong> empleos en los servicios y en la administración<br />

pública, vinculadas en parte a las políticas neoliberales <strong>de</strong> privatización. Puerto Rico tiene una<br />

abundante fuerza laboral y talentosa como para administrar esos servicios, manteniéndolos como<br />

servicios públicos que no estén a la merced <strong>de</strong> manos inescrupulosas, ávidas <strong>de</strong> ganancia. Estos<br />

servicios no son mercancía, son servicios a los que tiene <strong>de</strong>recho todo el pueblo.<br />

Para las mujeres que permanecen empleadas, resulta también en una intensificación <strong>de</strong><br />

trabajo al tener que absorber funciones y tareas <strong>de</strong> las personas cesanteadas so pena <strong>de</strong> ser<br />

<strong>de</strong>spedidas. Las mujeres <strong>de</strong>splazadas <strong>de</strong>l mercado <strong>de</strong> empleo, <strong>por</strong> su parte, tienen que optar <strong>por</strong><br />

alternativas como la subcontratación en empleos tem<strong>por</strong>eros, trabajo a tiempo parcial, producción<br />

in<strong>de</strong>pendiente artesanal o doméstica. Estas formas <strong>de</strong> trabajo tienen en común la inestabilidad,<br />

inseguridad, horarios arbitrarios y cambiantes, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> la falta <strong>de</strong> beneficios marginales y<br />

ninguna protección social para el futuro.<br />

Las mujeres trabajadoras y sus familias se enfrentan, a<strong>de</strong>más, a la reducción en los gastos<br />

públicos y <strong>de</strong> programas sociales que estaban disponibles, trasladando así a las familias el costo<br />

<strong>por</strong> unos servicios como los <strong>de</strong> salud, subsidios a las viviendas, atención a madres y niños <strong>de</strong><br />

escasos recursos económicos y otros. Esto representa no sólo una reducción en el po<strong>de</strong>r<br />

adquisitivo <strong>de</strong> las familias, sino una extensión <strong>de</strong>l esfuerzo y el trabajo <strong>de</strong> las mujeres, quienes<br />

absorben gran parte <strong>de</strong> estos costos sociales.<br />

Las cargas <strong>de</strong> las mujeres, sobre todo como jefas <strong>de</strong> familias, tien<strong>de</strong>n a aumentar, mientras<br />

que sus recursos tien<strong>de</strong>n a disminuir sin que se hayan <strong>de</strong>sarrollado políticas <strong>de</strong> apoyo que les<br />

permitan salir hacia a<strong>de</strong>lante.<br />

Ante esta situación que se repite en muchos países, los reclamos <strong>de</strong> amplios sectores <strong>de</strong><br />

mujeres han movido a los más altos organismos internacionales a re<strong>de</strong>finir el concepto trabajo y a<br />

requerir <strong>de</strong> los países medidas tendientes a armonizar los dos ámbitos <strong>de</strong>l trabajo <strong>de</strong> la mujer.<br />

Las medidas que vamos a presentar a la Legislatura son:<br />

Maternidad 2 – Extensión <strong>de</strong>l período <strong>de</strong> la licencia <strong>de</strong> maternidad a doce (12) semanas<br />

con paga completa.<br />

Lactancia – Extensión <strong>de</strong>l período <strong>de</strong> lactancia o extracción <strong>de</strong> leche a una hora <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong><br />

la jornada laboral, proveyendo un espacio a<strong>de</strong>cuado y que ofrezca la correspondiente intimidad a<br />

la madre lactante.<br />

Paternidad 2 – Provisión <strong>de</strong> una licencia <strong>de</strong> paternidad <strong>de</strong> cinco (5) días laborables con<br />

paga completa, para que el padre pueda asumir su responsabilidad con la madre y la criatura.<br />

Cuido <strong>de</strong> niños – Provisión <strong>de</strong> centros <strong>de</strong> cuido <strong>de</strong> niños en sus distintas modalida<strong>de</strong>s <strong>de</strong><br />

financimiento (paridad <strong>de</strong> fondos <strong>de</strong>l estado, empresa y los beneficiarios) en los centros <strong>de</strong><br />

trabajo tanto a nivel <strong>de</strong>l sector público como <strong>de</strong>l privado.<br />

Licencias especiales – Provisión <strong>de</strong> una licencia especial <strong>de</strong> cinco (5) días con paga<br />

completa para usarse, sujeto a la presentación <strong>de</strong> evi<strong>de</strong>ncia, en los siguientes casos:<br />

enfermedad <strong>de</strong> los hijos; enfermedad o gestiones <strong>de</strong> los envejecientes o impedidos <strong>de</strong>l núcleo<br />

familiar; asistencia a citaciones <strong>de</strong> la escuela <strong>de</strong> los hijos; asistencia a citaciones


elacionadas con las pensiones alimenticias; asistencia a citaciones <strong>de</strong>l tribunal en casos <strong>de</strong><br />

reclamaciones <strong>por</strong> discrimen en el empleo, casos <strong>de</strong> hostigamiento sexual o <strong>de</strong> violencia<br />

doméstica.<br />

Es urgente adoptar medidas <strong>de</strong> caracter individual, familiar, <strong>de</strong> política pública y<br />

empresarial, para la mejor integración <strong>de</strong> las dos esferas <strong>de</strong> la vida <strong>de</strong> l@s trabajador@s. Una<br />

mejor calidad <strong>de</strong> vida, en última instancia, produce frutos tanto a nivel <strong>de</strong>l trabajador/ra como <strong>de</strong>l<br />

patrono. La introducción real <strong>de</strong> este concepto, llámese balance, armonización, conciliación o<br />

integración, a través <strong>de</strong> medidas concretas redundaría en beneficios para ambos componentes <strong>de</strong>l<br />

contrato laboral: reduce el estrés y fatiga laboral, y las condiciones médicas que llevan a<br />

ausentismo; reduce errores <strong>de</strong> l@s trabajador@s producto <strong>de</strong>l cansancio acumulado, lo que a su<br />

vez evita pérdidas en la producción; reduce acci<strong>de</strong>ntes en el empleo y promueve la motivación <strong>de</strong><br />

l@s trabajador@s. Promueve, así mismo, la participación <strong>de</strong> mujeres y hombres en la vida<br />

familiar y da paso a mayor igualdad entre los géneros, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> permitir el <strong>de</strong>sarrollo y<br />

formación <strong>de</strong> l@s niñ@s en un ambiente saludable y <strong>de</strong> calidad <strong>de</strong> vida, lo cual es un bien social.<br />

La implantación <strong>de</strong> este concepto tiene beneficios que pue<strong>de</strong>n calcularse y otros beneficios<br />

intangibles <strong>de</strong> incalculable valor en el presente y futuro <strong>de</strong> la sociedad. Sabemos que para lograrlo<br />

hay que asumir unos costos que <strong>de</strong>ben ser distribuidos entre los ciudadanos, el gobierno, y los<br />

patronos <strong>de</strong>l sector privado en la pro<strong>por</strong>ción más justa posible. La evaluación <strong>de</strong> costos <strong>de</strong>be<br />

pon<strong>de</strong>rar que se trata <strong>de</strong> una inversión social <strong>de</strong> presente y futuro, posiblemente la<br />

inversión <strong>de</strong> mayores divi<strong>de</strong>ndos: la reproducción <strong>de</strong> una fuerza laboral saludable para el<br />

País.<br />

Nota: Al momento <strong>de</strong> la publicación <strong>de</strong> este mensaje algunas <strong>de</strong> estas medidas han sido aprobadas <strong>de</strong><br />

forma limitada, aplicando sólamente al sector público. Seguiremos luchando para que se haga justicia<br />

también con las familias <strong>de</strong>l sector privado.<br />

1<br />

Resumen <strong>de</strong> la presentacióln ofrecida <strong>por</strong> Elsie De Jesús Dávila en la actividad “Mujeres, Familias y<br />

<strong>Trabajo</strong>: Una Relación Integral”, auspiciada <strong>por</strong> la Procuradoría <strong>de</strong> las Mujeres, el 8 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 2002.<br />

Los proyectos <strong>de</strong> ley mencionados en esta presentación y su argumentación fueron el producto <strong>de</strong> la<br />

discussion en mesa redonda, convocada <strong>por</strong> la Procuradoría <strong>de</strong> las Mujeres.<br />

2<br />

La Ley Núm. 165 <strong>de</strong> 10 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 2002 concedió beneficios para l@s emplead@s en el servicio<br />

público.<br />

“ El nuevo panorama económico y social en Puerto Rico y en el mundo<br />

obliga a la adopción <strong>de</strong> medidas urgentes para armonizar la vida<br />

laboral con la familiar.”.<br />

“Es urgente adoptar medidas <strong>de</strong> caracter individual familiar, <strong>de</strong> política<br />

pública y empresarial, para la mejor integración <strong>de</strong> las dos esferas <strong>de</strong> la<br />

vida <strong>de</strong> l@s trabajador@s. Una mejor calidad <strong>de</strong> vida, en última<br />

instancia, produce frutos tanto a nivel <strong>de</strong>l trabajador/ra como <strong>de</strong>l<br />

patrono”.


Los Hijos (as) una Responsabilidad Compartida<br />

REVISTA UAD 7<br />

Por:<br />

VÍCTOR M. VILLALBA RODRÍGUEZ<br />

Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la Central Puertorriqueña <strong>de</strong> Trabajadores y <strong>de</strong> la Asociación <strong>de</strong> Empleados <strong>de</strong> Casino<br />

<strong>de</strong> Puerto Rico<br />

Mucho se ha hablado <strong>de</strong> la poca participación <strong>de</strong> la figura paterna en el <strong>de</strong>sarrollo y la<br />

formación <strong>de</strong> los hijos e hijas en el núcleo familiar. Incluso, se ha llegado a pensar que el <strong>de</strong>terioro <strong>de</strong><br />

los valores familiares <strong>por</strong> los cuales atraviesa la sociedad se <strong>de</strong>be, en parte, a la falta <strong>de</strong> participación<br />

<strong>de</strong> los hombres en el proceso <strong>de</strong> formación <strong>de</strong> los hijos(as). Esto <strong>de</strong>bido a muchos factores pero<br />

principalmente a que la mayoría <strong>de</strong> los hombres hacen recaer la responsabilidad <strong>de</strong> la crianza y<br />

educación <strong>de</strong> sus hijos en la mujer.<br />

Por lo tanto, la mujer que ha pasado a formar parte im<strong>por</strong>tante <strong>de</strong> la fuerza laboral <strong>de</strong> la<br />

sociedad, tiene la doble responsabilidad <strong>de</strong> trabajar más <strong>de</strong> ocho horas y ser la principal interventora<br />

<strong>de</strong> la crianza <strong>de</strong> los hijos. Definitivamente una cómoda posición que hemos tenido los hombres y que<br />

la misma sociedad y las leyes que la amparan se han encargado <strong>de</strong> fomentar. Cabe <strong>de</strong>stacar, que<br />

generalizar en este aspecto es un lamentable error en el cual podríamos caer <strong>por</strong>que existen una<br />

mayoría muy gran<strong>de</strong> <strong>de</strong> hombres que asumen su rol <strong>de</strong> padre con cabalidad e integridad.<br />

La responsabilidad <strong>de</strong>l hombre como padre tendría que ser voluntariamente <strong>de</strong>sempeñada <strong>por</strong><br />

él, como suce<strong>de</strong> en los casos que <strong>de</strong>stacamos en párrafo anterior pero surge la necesidad <strong>de</strong> presentar<br />

legislación que apoye este rol, que <strong>por</strong> legítimo <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> vida, <strong>de</strong>bería compartir el hombre con la<br />

mujer. Ese mandamiento <strong>de</strong>, “Mujer, tú exclusivamente, te harás cargo <strong>de</strong> la educación, crianza y<br />

formación <strong>de</strong> tus hijos”, no vino estampado en el certificado <strong>de</strong> nacimiento <strong>de</strong> la mujer. Es y <strong>de</strong>be ser<br />

responsabilidad <strong>de</strong> ambos géneros compartir completamente la vida <strong>de</strong> los hijos(as).<br />

Por eso, cuando se presentan medidas encaminadas a permitir que la madre reciba un apoyo<br />

real <strong>de</strong>l padre en el rol im<strong>por</strong>tantísimo que es la educación <strong>de</strong> sus hijos(as), nosotros como dirigentes<br />

en el movimiento laboral, estamos en la obligación moral <strong>de</strong> apoyar esas iniciativas cabalmente.<br />

Porque la labor realizada <strong>por</strong> la mujer, como madre, es sin duda uno <strong>de</strong> los trabajos injustamente<br />

remunerados y que, sino fuera <strong>por</strong> la sensibilidad y amor con el cual <strong>de</strong>sempeñan su trabajo,<br />

indudablemente tendríamos en nuestras manos un verda<strong>de</strong>ro conflicto social.<br />

Coincido en que muchos <strong>de</strong> los hombres, <strong>por</strong> pura inercia se han <strong>de</strong>jado llevar <strong>por</strong> la<br />

sociedad y han hecho recaer toda esa responsabilidad en la mujer. Todo esto, sin <strong>de</strong>tenerse a pensar<br />

que la figura paternal en el hogar es un so<strong>por</strong>te adicional <strong>de</strong> gran im<strong>por</strong>tancia para que esos hijos(as)<br />

se integren a esta sociedad. Darle esa a<strong>por</strong>tación a la vida <strong>de</strong> esos futuros mujeres y hombres y que<br />

tengan las herramientas necesarias para cambiar <strong>de</strong> manera positiva ese mañana al cual ellos tendrán<br />

que enfrentarse con la responsabilidad <strong>de</strong> hacerlo mucho mejor que nosotros.<br />

Es <strong>por</strong> esa razón, que <strong>de</strong>bemos apoyar las medidas legislativas encaminadas a permitir que el<br />

hombre asuma su papel en la sociedad como padre responsable <strong>de</strong> la crianza, educación y formación<br />

<strong>de</strong> sus hijos. Aunque reconocemos que un gran <strong>por</strong> ciento <strong>de</strong> la sociedad se constituye <strong>de</strong> mujeres<br />

solas, jefas <strong>de</strong> familia y que con gran gallardía han sabido llevar a cabo ambos roles <strong>de</strong> padre y madre,


tenemos también que reconocer que los hombres se han acomodado <strong>de</strong>sprendiéndose <strong>de</strong> esa<br />

responsabilidad que conlleva la crianza <strong>de</strong> sus hijos(as). Y no es justo, en ningún aspecto. El padre<br />

<strong>de</strong>be asumir su papel y ya que formó parte <strong>de</strong>l milagro <strong>de</strong>l nacimiento <strong>de</strong> sus hijos también <strong>de</strong>ben<br />

formar parte <strong>de</strong> su crianza y <strong>de</strong>sarrollo.<br />

Como dije anteriormente, no tendría que hacerse legislación que sustentará el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> uno<br />

<strong>de</strong> los padres a tomar parte <strong>de</strong> este proceso. Esta responsabilidad <strong>de</strong>be ser llevada a cabo sin presión<br />

legal. Sin embargo, se hace necesario adoptar medidas que flexibilicen el tiempo y la ardua labor <strong>de</strong><br />

llevar el sustento al hogar. Medidas que brin<strong>de</strong>n espacio para compartir el crecimiento <strong>de</strong> los<br />

hijos(as). Como comentó un buen sabio una vez, “no <strong>de</strong>bemos vivir para trabajar, sino trabajar para<br />

vivir”.<br />

Los empleados <strong>de</strong>l servicio público <strong>de</strong>l Estado Libre Asociado <strong>de</strong> Puerto Rico han recibido<br />

mediante legislación, que se les reconozca el <strong>de</strong>recho a participar <strong>de</strong>l proceso <strong>de</strong> alumbramiento <strong>de</strong> la<br />

mujer otorgán-dosele una Licencia <strong>por</strong> Paternidad <strong>de</strong> cinco (5) días con sueldo, contados a partir <strong>de</strong>l<br />

nacimiento <strong>de</strong>l hijo(a).<br />

La ley #165 aprobada <strong>por</strong> la legislatura el 10 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> este año y que <strong>de</strong>roga y adopta una<br />

nueva Sección 5.15 <strong>de</strong> la Ley # 5 <strong>de</strong>l 14 <strong>de</strong> octubre <strong>de</strong> 1975 es, sin lugar a dudas, un paso im<strong>por</strong>tante<br />

<strong>de</strong> avanzada encaminado a conce<strong>de</strong>r el <strong>de</strong>recho al disfrute <strong>de</strong> esa licencia <strong>de</strong> paternidad. Esta<br />

enmienda a la Ley <strong>de</strong> Personal <strong>de</strong>l Servicio Público <strong>de</strong> Puerto Rico pone <strong>de</strong> manifiesto la necesidad <strong>de</strong><br />

promover más legislación relacionada a estos fines. Pone <strong>de</strong> manifiesto también, el promover una<br />

legislación que amplié los alcances <strong>de</strong> leyes similares y le permita al padre, que es trabajador <strong>de</strong> la<br />

empresa privada, a disfrutar <strong>por</strong> <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> estas mismas medidas. Actualmente, resulta<br />

discriminatorio que solamente los padres <strong>de</strong> los trabajadores <strong>de</strong>l servicio público puedan participar <strong>de</strong><br />

esta legislación y se hace necesario radicar legislación encaminada a ofrecer ese mismo <strong>de</strong>recho a los<br />

padres <strong>de</strong>l sector privado.<br />

Sabemos que se presentarán obstáculos para que estas medidas tengan oídos en la legislatura,<br />

mayormente argumentando el consabido caballito <strong>de</strong> batalla <strong>de</strong>l sector patronal, “que medidas así<br />

afectan el clima <strong>de</strong> inversión en el país”. Posición que en este caso, lejos <strong>de</strong> ser real, tien<strong>de</strong> a apoyar<br />

el sector machista <strong>de</strong> la sociedad. En los países europeos se ha establecido este tipo <strong>de</strong> medidas y<br />

todos conocemos que no están precisamente ahogados en la miseria. Como reza en la misma<br />

exposición <strong>de</strong> motivos <strong>de</strong> esta Ley #165, “la implantación <strong>de</strong> estas medidas tienen beneficios que<br />

pue<strong>de</strong>n calcularse y otros beneficios intangibles <strong>de</strong> incalculable valor en el presente y futuro <strong>de</strong> la<br />

sociedad. La evaluación <strong>de</strong> costos <strong>de</strong>be pon<strong>de</strong>rar que se trata <strong>de</strong> una inversión social <strong>de</strong> futuro,<br />

posiblemente la inversión <strong>de</strong> mayores divi<strong>de</strong>ndos: la producción <strong>de</strong> una fuerza laboral y una población<br />

saludable para el futuro <strong>de</strong>l país”.<br />

Es menester <strong>de</strong>stacar que estas medidas legislativas tienen el apoyo <strong>de</strong>l Gobierno, los<br />

presi<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong> Cámara y Senado, Honorables Carlos Vizcarrondo y Antonio Fas Alzamora,<br />

respectivamente y <strong>de</strong> la Gobernadora <strong>de</strong> Puerto Rico, Hon. Sila M. Cal<strong>de</strong>rón. El compromiso <strong>de</strong><br />

promover leyes que luchen <strong>por</strong> la justicia laboral ha sido <strong>de</strong>fendido <strong>por</strong> estos lí<strong>de</strong>res y estamos<br />

seguros que las mismas tienen el visto bueno y la <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> ellos.<br />

Sabemos que esta Ley será una <strong>de</strong> otras muchas iniciativas que permitirán que los vínculos<br />

familiares no se vean trastocados. La familia, institución que es la piedra angular <strong>de</strong> la sociedad,<br />

necesita fortalecerse y es nuestra obligación, como individuos sociales, contribuir con ese<br />

fortalecimiento. Ya sea tomando conciencia <strong>de</strong> lo imperativo que resulta trabajar hacia ese fin pero<br />

sobretodo tomando iniciativas reales encaminadas a ello. Tenemos planteado un reto para promover<br />

una sociedad funcional para nuestro futuro inmediato y no <strong>de</strong>bemos continuar <strong>de</strong>legando esa


esponsabilidad. El movimiento obrero está comprometido con este reto y luchará incansablemente en<br />

contribuir para alcanzar el mismo. Pero éste es un compromiso que <strong>de</strong>bemos acatar todos y este es el<br />

momento para hacerlo.<br />

“...cuando se presentan medidas encaminadas a permitir que la madre<br />

reciba un apoyo real <strong>de</strong>l padre en el rol im<strong>por</strong>tan-tísimo que es la<br />

educación <strong>de</strong> sus hijos(as), nosotros como dirigentes<br />

en el movimiento laboral, estamos en la obligación moral <strong>de</strong> apoyar<br />

esas iniciativas cabalmente”.


El hostigamiento sexual entre personas <strong>de</strong>l mismo género: Los<br />

casos <strong>de</strong> Irizarry y Oncale<br />

REVISTA UAD 7<br />

POR:<br />

LCDO. PEDRO SOTO-RÍOS<br />

El autor obtuvo el grado <strong>de</strong> Juris Doctor <strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong> Puerto Rico. Ha participado en programas <strong>de</strong><br />

educación continuada en las Universida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> Harvard, Purdue y el Wharton School <strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong><br />

Pennsylvania. Está autorizado a ejercer la profesión <strong>de</strong> abogado ante la Corte Suprema <strong>de</strong> Puerto Rico, la<br />

Corte <strong>de</strong> Distrito <strong>de</strong> Puerto Rico , la Corte <strong>de</strong> Apelaciones <strong>de</strong> los Estados Unidos <strong>de</strong>l Primer Circuito<br />

(Boston), la Corte Suprema <strong>de</strong> los Estados Unidos y en Washington D.C.. A<strong>de</strong>más, es miembro <strong>de</strong> la<br />

Comisión <strong>de</strong> Derecho Laboral <strong>de</strong>l Colegio <strong>de</strong> Abogados <strong>de</strong> Puerto Rico.<br />

El Tribunal Supremo <strong>de</strong> Puerto Rico, <strong>por</strong> voz <strong>de</strong>l Juez Francisco Rebollo, emitió<br />

recientemente una opinión – sin disi<strong>de</strong>ncias- que ciertamente tiene gran impacto tanto para<br />

empleados como para patronos. Sin duda alguna será citada en innumerables ocasiones en el<br />

futuro <strong>por</strong> ser el primer caso en el cual nuestro Tribunal Supremo se expresa referente a<br />

hostigamiento sexual en el empleo en la modalidad <strong>de</strong> varón a varón. Es una <strong>de</strong>cisión que no nos<br />

toma <strong>por</strong> sorpresa y la cual el gremio <strong>de</strong> abogados laborales esperábamos. Nos referimos al caso<br />

<strong>de</strong> Arcadio Afanador Irrizarry, Margarita González y la Sociedad Legal <strong>de</strong> Gananciales vs.<br />

Roger Electric Co. Inc. 1<br />

En el mismo nuestro Tribunal resuelve que la Ley 17 <strong>de</strong> 22 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong> 1988 2 , en cuanto<br />

establece una causa <strong>de</strong> acción <strong>por</strong> hostigamiento sexual en el empleo, es aplicable a casos <strong>de</strong><br />

hostigamiento entre personas <strong>de</strong>l mismo sexo (varón a varón o mujer a mujer). No se requiere que<br />

el hostigamiento se <strong>de</strong> en un contexto heterosexual. En igual dirección se había pronunciado el<br />

Tribunal Supremo <strong>de</strong> los Estados Unidos en el caso <strong>de</strong> Joseph Oncale vs Sundowner Offshore<br />

Services, Inc. 3 , <strong>por</strong> voz <strong>de</strong>l Juez Antonin Scalia y en forma unánime, interpretando las<br />

disposiciones <strong>de</strong>l Título VII <strong>de</strong> la Ley <strong>de</strong> Derechos Civiles <strong>de</strong> 1964 4 . El alto foro fe<strong>de</strong>ral dispuso<br />

que lo <strong>de</strong>terminante es que la conducta discriminatoria se <strong>de</strong> en función <strong>de</strong>l sexo <strong>de</strong> quien la<br />

pa<strong>de</strong>ce. El Tribunal Supremo <strong>de</strong> los Estados Unidos no solo reiteró la posibilidad <strong>de</strong> que<br />

surgieran reclamaciones <strong>de</strong> conducta discriminatoria entre miembros <strong>de</strong> <strong>de</strong>terminado grupo, sino<br />

que reconoció que ni <strong>de</strong>l lenguaje <strong>de</strong> la Ley <strong>de</strong> Derechos Civiles ni <strong>de</strong> los prece<strong>de</strong>ntes<br />

establecidos se <strong>de</strong>sprendía alguna regla <strong>de</strong> exclusión categórica para ese tipo <strong>de</strong> reclamación. Esta<br />

<strong>de</strong>cisión fue citada con aprobación <strong>por</strong> nuestro alto foro en el caso <strong>de</strong> Irizarry.<br />

El estereotipo <strong>de</strong> hostigamiento sexual es el <strong>de</strong> hombre a mujer. Sin embargo, sabemos<br />

que el hostigamiento sexual ocurre en cualquier combinación, es <strong>de</strong>cir: <strong>de</strong> hombre a mujer, <strong>de</strong><br />

mujer a hombre, <strong>de</strong> hombre a hombre y <strong>de</strong> mujer a mujer. El caso <strong>de</strong> Irrizarry lleva a una<br />

apreciación más realista <strong>de</strong>l hostigamiento en el lugar <strong>de</strong> trabajo. En este tipo <strong>de</strong> caso, los<br />

protagonistas no necesariamente son homosexuales 5<br />

Repasemos brevemente los hechos <strong>de</strong> ambos casos, la actitud asumida <strong>por</strong> los respectivos<br />

patronos y los principios <strong>de</strong> <strong>de</strong>recho envueltos. Comencemos con el caso local.<br />

El Sr. Arcadio Irizarry, comenzó a trabajar para la empresa Roger Electric Co.,<br />

Inc. en el montaje <strong>de</strong> una <strong>de</strong> sus tiendas en Hatillo. Luego continuó trabajando como


ven<strong>de</strong>dor en dicho establecimiento bajo las ór<strong>de</strong>nes <strong>de</strong> su supervisor, Sr. Alberto<br />

Rivera. Alegadamente, el Sr. Irizarry fue objeto <strong>de</strong> múltiples inci<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong> hostigamiento<br />

sexual <strong>por</strong> parte <strong>de</strong> su supervisor inmediato <strong>de</strong>s<strong>de</strong> que comenzó sus labores,<br />

incluyendo miradas penetrantes, preguntas altamente sugestivas, comentarios sobre<br />

disponibilidad para sostener intimidad sexual, entre otros. A<strong>de</strong>más, le advertía el Sr.<br />

Rivera que si hablaba <strong>de</strong> lo ocurrido le garantizaba su <strong>de</strong>spido. Ante ello, el<br />

<strong>de</strong>mandante se queja <strong>de</strong> lo sucedido al Gerente <strong>de</strong> la tienda, Sr. Gerardo Vázquez.<br />

Este intentó “calmarle”, diciéndole que habría <strong>de</strong> notificar lo sucedido a las oficinas<br />

centrales, al tiempo que le recordaba que “la soga partía <strong>por</strong> lo más fino.” Esto último,<br />

refiriéndose a que había parentesco entre el supervisor y el dueño <strong>de</strong> la empresa. La<br />

situación continuó y el <strong>de</strong>mandante vuelve a querellarse ante su gerente. Al ver que no<br />

se tomaba acción alguna, recurrió a la Unidad Anti-<strong>Discrimen</strong> <strong>de</strong>l <strong>Departamento</strong> <strong>de</strong>l<br />

<strong>Trabajo</strong> y redactó una carta la cual entregó al Gerente Vázquez como querella formal.<br />

La empresa respondió con una disculpa a Irizarry, le solicitó que <strong>de</strong>shiciera la carta y le<br />

expresó que Rivera no trabajaría más allí. Mientras tanto, la condición <strong>de</strong> salud <strong>de</strong><br />

Irizarry se había <strong>de</strong>teriorado como consecuencia <strong>de</strong> toda esta situación al punto que fue<br />

incapacitado <strong>por</strong> el Seguro Social. El Sr. Irizarry <strong>de</strong>mandó a su patrono y prevaleció en<br />

su día en corte.<br />

Por otro lado, en el caso <strong>de</strong> Oncale se trata <strong>de</strong> un empleado que tiene que <strong>de</strong>jar<br />

su empleo <strong>por</strong> que siente que <strong>de</strong> no hacerlo así sería forzado a tener sexo con sus<br />

compañeros <strong>de</strong> trabajo. El Sr. Oncale trabajaba en un grupo <strong>de</strong> ocho hombres y en<br />

repetidas ocasiones fue sometido a distintas humillaciones <strong>de</strong> naturaleza sexual en<br />

presencia <strong>de</strong> otros que, para proteger su dignidad, el Juez Scalia no <strong>de</strong>talló en la<br />

opinión. Oncale se había también querellado a su supervisor quién, como en el caso <strong>de</strong><br />

Irizarry, trató <strong>de</strong> “carmarlo” diciéndole que a él le hacían lo mismo todo el tiempo.<br />

En ambos casos- en la modalidad <strong>de</strong> ambiente hostil- notamos la conducta<br />

sexual no bienvenida que causó ansiedad y <strong>de</strong>bilitamiento <strong>de</strong> la autoestima <strong>de</strong>l<br />

empleado sin que los patronos tomarán una pronta y a<strong>de</strong>cuada acción para corregirla.<br />

Obsérvese que ambos empleados dieron conocimiento al patrono <strong>de</strong> los actos a los<br />

cuales se les estaba sometiendo, lo cual les imponía una obligación <strong>de</strong> evitar que ello<br />

ocurriera. La responsabilidad vicaria recayó en los patronos.<br />

Las <strong>de</strong>cisiones representan una victoria para los empleados. La <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong><br />

Oncale fue también <strong>de</strong>l agrado <strong>de</strong> muchos grupos <strong>de</strong>fensores <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos civiles, así<br />

como <strong>de</strong> asociaciones <strong>de</strong> homosexuales que claman <strong>por</strong> igualdad <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos. Dichos<br />

grupos y asociaciones vieron en la <strong>de</strong>cisión el reconocimiento <strong>de</strong> que les cobijan las<br />

mismas protecciones y reglas que todos los <strong>de</strong>más en el lugar <strong>de</strong> trabajo. Si embargo<br />

no todas son malas noticias para los patronos. Es im<strong>por</strong>tante señalar que en Irizarry<br />

nuestro alto foro dispone que en el hostigamiento sexual en la modalidad <strong>de</strong> ambiente<br />

hostil la conducta hostigante no pue<strong>de</strong> consistir <strong>de</strong> un inci<strong>de</strong>nte aislado. Naturalmente,<br />

este no es así <strong>de</strong> tratarse <strong>de</strong> la modalidad <strong>de</strong> quid pro quo. De igual forma, los casos<br />

representan una buena o<strong>por</strong>tunidad para las empresas <strong>de</strong> tomar medidas preventivas y<br />

evitar futuras situaciones. En estos casos se han <strong>de</strong>jado claras guías, tanto para los<br />

patronos, como para los tribunales <strong>de</strong> menor jerarquía sobre cómo manejar este tipo <strong>de</strong><br />

conducta. 6 Las empresas pue<strong>de</strong>n y <strong>de</strong>ben tomar medidas pro activas para cumplir su<br />

responsabilidad y mantener un ambiente serio <strong>de</strong> trabajo. La prevención es la regla que<br />

impera en el taller <strong>de</strong> trabajo.


Los patronos <strong>de</strong>ben establecer programas <strong>de</strong> adiestramiento anuales para los empleados,<br />

darles copia <strong>de</strong> la política sobre hostigamiento sexual <strong>de</strong> la empresa y <strong>de</strong>l procedimiento para<br />

querellarse. Una política a<strong>de</strong>cuada <strong>de</strong>be <strong>de</strong>finir en qué consiste hostigamiento sexual, establecer<br />

claramente la prohibición <strong>de</strong> esa conducta, proveer un procedimiento claro para someter<br />

querellas, establecer que aquellos que cooperen con la investigación no sufrirán represalias y ser<br />

difundida entre los empleados 7 . Si alguien es hostigado sexualmente, el patrono <strong>de</strong>be tomar<br />

prontamente medidas correctivas comenzando con una investigación cabal <strong>de</strong> los hechos. La<br />

investigación ha <strong>de</strong> ser llevada a cabo <strong>por</strong> una persona con conocimiento <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho laboral y<br />

que investigar y la libertad <strong>de</strong> emitir sus recomendaciones sin ataduras. No <strong>de</strong>be aplicarse lo que<br />

el fenecido Don Santos P. Ama<strong>de</strong>o llamaría la “sicología <strong>de</strong>l avestruz”. De encontrarse que se<br />

incumplió la política <strong>de</strong> la empresa <strong>de</strong>be tomarse acción disciplinaria contra el hostigador(a)<br />

prontamente. Esto constituirá la mejor <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong>l patrono.<br />

Finalmente, <strong>de</strong>bemos reflexionar en el estudio <strong>de</strong> estas im<strong>por</strong>tantes <strong>de</strong>cisiones y evaluar<br />

la conducta humana. Debemos preguntarnos:¿Porqué tienen que existir todas estas leyes para un<br />

empleado darse a respetar en el lugar <strong>de</strong> trabajo? ¿ Porqué todavía ocurren este tipo <strong>de</strong> situación a<br />

las alturas <strong>de</strong>l Siglo XXl? La contestación envuelve múltiples razones. Cultura, ausencia <strong>de</strong><br />

valores, comunicación ina<strong>de</strong>cuada y <strong>de</strong>sconocimiento podrían ser algunas posibles explicaciones<br />

ante el discrimen <strong>por</strong> sexo. Confío que más temprano que tar<strong>de</strong> el discrimen sea erradicado y<br />

que<strong>de</strong> atrás en la historia, como la esclavitud, <strong>por</strong> atentar contra la dignidad <strong>de</strong>l ser humano.<br />

1<br />

2002 t.s.p.r. 056<br />

2<br />

29 L.P.R.A., Sec. 155 et. Seq.<br />

3<br />

523 U.S. 75 (1998)<br />

4<br />

42 U.S.C. Sec. 2000(e)-2(a)(I)<br />

5<br />

Véase R.L. Paetzold, “Same-Sex Sexual Harassment, Revisited: The Aftermath of Oncale v.<br />

Sundowner Offshore Services, Inc.”, Employee Rights and Employment Policy Journal, Volume<br />

3, Number 2, 1999.<br />

6<br />

A la publicación <strong>de</strong> este artículo, el Tribunal Fe<strong>de</strong>ral <strong>de</strong> Circuito <strong>de</strong> Apelaciones para el<br />

Quinto Circuito, resolvió el 19 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 2002 el caso <strong>de</strong> Patrick La Day vs. Catalyst<br />

Technology, Inc. don<strong>de</strong> se plantea otra acción basada en el Título VII <strong>por</strong> hostigamiento sexual<br />

en la modalidad <strong>de</strong> personas <strong>de</strong>l mismo género y basándose en el caso <strong>de</strong> Ondale.<br />

7<br />

Véase artículo <strong>de</strong> Miguel Nieves, “Joseph Oncale v. Sundowner Offshore Services, Inc.:<br />

Re<strong>de</strong>fining Workplace Sexual Harassment to Inclu<strong>de</strong> Same-Sex Sexual Harassment and the<br />

Effect on Employers”, The New England Law Review, Volume 34, Number 4, 2000 p 975.<br />

“...nuestro Tribunal resuelve que la Ley 17 <strong>de</strong> 22 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong> 1988 2 , en cuanto<br />

establece una causa <strong>de</strong> acción <strong>por</strong> hostigamiento sexual en el empleo, es aplicable a<br />

casos <strong>de</strong> hostigamiento entre personas <strong>de</strong>l mismo sexo...”<br />

“Los patronos <strong>de</strong>ben establecer programas <strong>de</strong> adiestramiento anuales para los<br />

empleados, darles copia <strong>de</strong> la política sobre hostigamiento sexual <strong>de</strong> la empresa y <strong>de</strong>l<br />

procedimiento para querellarse”.

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