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M A TERIALES<br />

y<br />

CONSTRUCCION~<br />

DE<br />

pon<br />

D. MANUEL PARDO,<br />

INGENIERO JEFE DE CAMINOS, CANALES Y PUERTOS<br />

Y PROFESOR DE LA ESCUELA.<br />

T'EX'l'O.<br />

MADRID.<br />

IlUPRENTA y FUNDICIÓN DE MANUEL 'rELLO,<br />

IMPRESOR DE CÁMARA DE S. M.<br />

Isabel la Católica, 23.<br />

1885.


Estn obm es p1'opíednd de su autor.<br />

PRÓLOGO.<br />

Al encargarme, hace ya más de diez años, de la clase<br />

de Jlateí'iales de construcción, en la Escuela de Ingenieros<br />

de Caminos, noté la imposibilidad de señalar á los<br />

alumnos un libro de texto, por estar diseminados en multitud<br />

de obras, los heterogéneo s asuntos que comprende la<br />

asig'natura. Desde el primer curso, empecé á reunir datos,<br />

á extractar memorias, á consultar tratados relativos<br />

á las diversas industrias de que es preciso dar siquiera<br />

una idea á los alumnos, con objeto de redactar, por lo<br />

menos, unos apuntes, que facilitaran algÚn tanto la enseñanza.<br />

Ha llegado ya, y á la verdad, con temor mío, el<br />

momento de dar forma y publicar el fruto de mi trabajo;<br />

.Yno se crea que al expresarme así quiero recurrir á manoseadas<br />

frases de falsa modestia, que suelen ser la capa<br />

de no escasa presunción. Aparte de las faltas que tenga<br />

el libro y de que yo deba responder, si no como autor,<br />

porque claro es que nada he inventado y que mi misión<br />

ha sidO'la más modesta de recopilador, que podré haber<br />

desempeñado con mayor ó menor acierto, presenta la<br />

obra deficiencias evidentes, lagunas de consideración, que<br />

no es factible evitar. Bien las conozco y no las enumeraré,<br />

porque no trato de escribir un juicio crítico de mi<br />

propia obra, pero sí debo hacer constar que si acudo en


{;<br />

ella con frecuencia á buscar ejemplos fuera de España,<br />

va de las condiciones de determinados materiales, ya del<br />

oJ<br />

resultado qU8 han producido en la práctica, ya de los experimentos<br />

de que han sido objeto, no se me oculta que<br />

hubiera ganado el libro dándole más color local. Sin embargo,<br />

en la conciencia de todos está, y creo que no necesito<br />

esforzarme en demostrarlo, que es alJsolutamente<br />

imposible: la fiebre con que se emprende entre nosotros<br />

la construcción de obras pÚblicas, tras períodos de marasmo<br />

en la industria y de hondas convulsiones en otras<br />

esferas, hace que los Ingenieros, por regla general, apenas<br />

puedan ocuparse más que en las atenciones perentorias<br />

del servicio, sin descender á prolijidades, que requieren<br />

tranquilidad y calma; algunos, sin embargo, que se<br />

encuentran en circunstancias á propósito, hacen investigaciones<br />

y experimentos notables, pero las más de las veces<br />

sin que lleguen á conocerlos, no ya el pÚblico, sino<br />

sus mismos compañeros. Ante obstáculos tan insuperables,<br />

no cabe lucha, y la diligencia más exquisita sólo logra<br />

adquirir datos incompletos y sin ilación.<br />

Para escribir este libro, he tomado trozos enteros de<br />

ciertas obras, he extractado capítulos de otras, y he sacado<br />

notas y apuntes de algunas; de todas incluyo al final<br />

una relación detallada, prescindiendo de las publicaciones<br />

periódicas, nacionales y extranjeras,<br />

también poderoso auxilio.<br />

que me han prestado<br />

Si con mi trabajo gana algo, por poco que sea, la enseñanza,<br />

y si los constructores hallan datos ó noticias que<br />

les interesen, quedarán satisfechas mis aspiraciones.<br />

M. PARDO.<br />

MA TERjAtE~ D~ CÜN~TRUCClON,<br />

-<br />

INTRODUCCIÓN.<br />

El curso de, MATERIALES DE CONSTRICCIÓN tiene por olljeto, como<br />

lo indica su noml1l'e, el estudio de las principales suhstancias em-<br />

pleadas en la ejecución de las obras.<br />

Este estudio, al)solutamente indispensable para el Ingeniero, se<br />

divide en dos partes: 1. a<br />

Conocimiento y preparación de los 1Jwlerl:l1les;<br />

y 2. a<br />

Análisis química de los mismos,<br />

La primera parte abraza, no sólo el examen detenido de las propiedades<br />

de los materiales, sino la reseJ1a circunstanciada de las di-<br />

versas operaciones que hay que practicar, desde que se descnhren<br />

las primeras materias que los constituyen, hasta el momento de po-<br />

nedos en obra.<br />

La segunda comprende la determinación cualitativa y cuantitativa<br />

de los elementos que componen los materiales. Á pesar de la g-ran<br />

ulilidad que pudiera reportar el conocimiento detaUado de los proce-<br />

dimientos de análisis, lo esencialmente práctico del curso hará que<br />

la segunda parte se limite al px~men de los medios más rápidos de<br />

ensayo, que arrojen, á la vez, snficicnte luz sobre la composiciÓn de<br />

los materiales qlJe emplea el Ingeniero de Caminos.


PRI~IERA PARTE.<br />

CONOCIMIENTO Y PREPARACiÓN DE lOS MATERIALES.<br />

El estudio del Conocimiento y preparación de los II/llter{:ales,se subdividirá<br />

en tres importantes secciones, que son:<br />

1." Estlalio de los materiales (je origen petreo.-Esta secci6n,<br />

difícil de definir, por el gran nÚmero de cuerpos cuyo examen abarca,<br />

se puede decir, desde el punto de vista del constructor, que tiene<br />

por objeto principal el estudio de las piedras, tanto naturales como<br />

artificiales, así como el de las mezclas que sirven para unirl~s, como<br />

morteros, betunes, etc.<br />

'2." E studio de los mate/'iales de origen vegetal, como maderas,<br />

cuerdas, resinas, gomas, etc.<br />

5: Estudio de los materiales metálicos; entre éstos se considerarán<br />

en primer término el hierro y el acero, y en segundo el cobre,<br />

el zinc, el plomo, el estaÜo y las aleaciones más interesantes.<br />

Como complemento al estudio de las tres secciones, se darán á<br />

conocer: 1. o, las pinturas y barnices, así como los procedimientos<br />

para dorar y broncear, que se aplican á obras construÍdas con materiales<br />

pétreos, vegetales ó metálicos; y 2. o, los papeles y cartones<br />

que se emplean en construcción.


PRHIERA SECCIÓN.<br />

MATERIALES DE ORIGEN PÉTREO.<br />

PIEDRAS.<br />

Muchos antores empiezan por dividir las piedras en na[umlcs yartificioles;<br />

annque parece oportuna esta clasificaciÓn, es tan difícil<br />

precisar dÓnde coneInyen las unas y comienzan las otras, qne bastará<br />

indicar que se dice que una piedra es na[ural cnando para empleada<br />

no hay más ([ue extraeda del sitio en que se encIHmtra y darJe<br />

la forma conveniente.<br />

Se emp~zará el estudio de las piedras por el de las cualidades qne<br />

deben tener para ser Útiles en las construcciones.<br />

REQUISITOS Á QUE HAN DE SATISFACER LAS PIEDRAS.<br />

Las piedras naturales son materiales importantÍsimos en la construcción,<br />

y siempre que se encuentren cerca del sitio donde haya de<br />

ejecutarse una ohra de alguna entidad, se prefieren á otros que pudieran<br />

servir para el mismo objeto. En general, las obras que dehan<br />

tener gran [h!raei(~lll y esttlr sornctidas Ú.esfuerzos considerables, Y:1<br />

permanentes, ya accidentales, conviene construirIas con esta clase de<br />

materiales. Sin emhargo, todas las piedras no tienen iguales wntajas<br />

ui convienen para la misma especie de obras, y constantemente neeesitan<br />

mayor Ó menor preparación, segl'm el objeto {¡ que se df~sti-<br />

11<br />

nano 111'modo que es preciso estudiar, siquiera sea ligeramente, las<br />

priucipales condiciones Ú que han de satisfacer para su empleo en<br />

las obras en cIuehayan de aplicarse, así como el medio de extraerlas<br />

~.darIes la form


1'2<br />

mentos fIl'l'ojau gran luz sol)]'(' la J'f'.sisl¡'llCiaal rozami~llto de los materiales,<br />

eil'CUllstallcia muy importf\n te en algunas ohl'f\s (l).<br />

Disposición para la labra.-Sin emhargo, auuque es convenien<br />

te Cfllelas piedras sean mllY cImas, nodehen serIo tanto cJlH'<br />

impidan lahrar hien SilScaras, cuando sea necesaria esta operaciÓn:<br />

de modo qne deherá procurarse, en lo posihle, que satisfagan á la yez<br />

a la condición de dureza y it la de facilidad de la lahra. No es imposihle<br />

reunir esos requisitos, como á primera \'ista parece: hay, en<br />

efecto, piedras, como las de Alicante, Angulema, Burdeos, etc., que<br />

rehlandecidas por el agua de cantera se dejan labrar por la sierra, y<br />

en cuanto pierden por evaporación aqueJla agua se endurecen extraordinariamente.<br />

Adherencia con los morteros.-Deberá procurarse también<br />

que las piedras tengan<br />

se adhieran<br />

una superficie bastante áspera para qne<br />

;¡ los morteros, cuando hayan de unirse con esas mezclas,<br />

pues de lo contrario no quedarian bien enlazadas y deslizarían<br />

fácilmente unas sol)re otras, dejando de formar un macizo compacto,<br />

como requiere la estahilidad de las construcciones.<br />

Hay que ohservar que las piedras se trahan entre sí por el intermedio<br />

de los morteros por economía, á fin de evitar los grandes gastos<br />

que produciría elpnlimento clelas caras de las piedras que hayan de<br />

estar en contacto; pulimento que, si fuera perfecto, determinaría en<br />

muchos casos una adherencia enérgica. ,<br />

Absorción y permeabilidad.-Estas dos cualidades de las<br />

piedras no dehen confundirse, pues pueden aClueIlasposeerIas en grados<br />

muy distintos; unas, como las piedras de filtros, dejan pasar el<br />

agua á través de sus poros, no reteniendo casi ning"una; por el contrario,<br />

otras, como las (Iue se destinan á la construcción de ,presas y<br />

demás obras hiddulicas, conviene que no tengan permeabilidad, aunque<br />

puedan 'ahsorher ciertas cantidades de agua. Á su cualidad absorbente<br />

se deJJe la gran utilidad dcl yeso, que, al amasarlo, recobra<br />

el agua de cristalizaciÓn que hahía perdido en la cochura, y cristalizando<br />

entre<br />

dmooe.<br />

los materiales, CllYosintersticios llena, {m.qua Óse en-<br />

.<br />

(-1) Véase el cuadro núm. 3, inserto al final del estudio de los materiales<br />

de origen pétreo.<br />

Se puede medir la ahsorción cle las<br />

Piedras con b "Tan facilidad , 1'e-<br />

sultando, segÚn Vaudoyer, qne la de los mármoles es, por término<br />

medio, 0,0052 de su volumen; la del granito 0,006; y la del yeso, segÚn<br />

Coriolis, 0,59. En los firmes de carreteras no conviene "emplear<br />

material muy ahsorhente: se ha reconocido que el límite de absorción<br />

no debe pasar de 12 kilogramos de agua, por metro cÚbico de material,<br />

en veinticuatro horas. .<br />

Inalterabilidad ante los agentes atmosféricos.-Una<br />

¡le las principales condiciones ¡\ que han de satisfacer las piedras, es<br />

la de poder resistir á los agentes atmosférjcos. Hay muchas, efectivamente,<br />

que se desagregan hajo la acción repetida de los vientos,<br />

lllJvias, hielos, emanaciones salinas del mal' y de los pantanos, etc.<br />

En tal caso convendrá evitar el empleo de esas piedras, por lo me-<br />

\lOSen los puntos en que hayan de estar más expuestas á la infIuentia<br />

de dichos agentes, y de no poderIo hacer así, será preciso lomar<br />

las precauciones necesarias para combatir su rápido deterioro.<br />

PIEDRASRELADIZAS.-Elhielo es el más destructor de los aO"entes<br />

atmosféricos y el más dificil de comhatir. Mientras ciertas piedras<br />

están sometidas á la acción de fríos intensos sin manifestar alteración<br />

aparente, existen otras á las que las menores heladas de nuestros<br />

climas atacan de un modo notable. Ya sufi'en una desagregaeión,<br />

(1ue se ohserva sobre todo en los ángulos y en las aristas; ya dejan<br />

llue se desprendan fragmentos Ú hojuelas de mayor ó menor tamaño'<br />

. ya puede, en fin, suceder que la solidez de la pi~dra se haya alterad~<br />

profundamente, sin que aparezca al exterior: de esto ofreee un ejemplo<br />

notable la piedra de Namur (Bélgica), (Iue alg'unos al10S después<br />

~lehaher sufrido la acci?n de los hielos, y permaneciendo al parecer<br />

llltac~a .en.las.~onstrucclOl:es. en que se ha empleado, al menor golpe,<br />

almas lllslgmticante movIllllento, se desmorona por completo. Este<br />

fenómeno reconoce por causa la facultad clue tienen laspiedras de absorber<br />

y retener con fuerza el agua de cantera ó la que proviene del<br />

vapor atmosférico; y cuando, á consecuencia de fríos rigurosos, se<br />

~ongela el liquido en los lJoros de las piedras, se dilata con llna gran<br />

luerza de expansión, que si sol1repuja á la de cohesión de la materia,<br />

p~'~~ucelo~ fenómenos ya indicados. Muchas veces basta una expo-<br />

SIClOnal aIre más ó menos prolongada (generalmente un verano),<br />

para que se evapore el agua de cantiTa que contiene la piedra, y<br />

1'> d


1\<br />

.'<br />

hacer desaparecer<br />

efecto.<br />

Ó disminuir considerablemente la iutensidad del<br />

El ser las piedras de grano lino Ú apretado, no garantiza que sean<br />

menos hcladizas que las porosas y permeables, pues, segÚn Vicat, en<br />

estas obran los esfuerzos aisladamente en cada poro, y se debilitan<br />

por determinarse una trasudaciÚn, que empieza euando el agu~ tiene<br />

todasia fluidez. En las piedras compactas, en que no puede yerIUCarse<br />

libremente esta trasudaciÚn, se exfolian las superficies, separáuc10sepequeÜas<br />

hojuelas u materia puherulenta. . .<br />

Cuando no se conoce por la inspección de antIguas construcCIOnes<br />

el grado de resisteneia á la helada de las piedras de una cantera, se<br />

re;urre al sÜruiente método de ensayo, dehido á Brard y comprohado<br />

por una l~rga experiencia. Se ha observado que varias sales, y notablemente<br />

el sulfato sUdico (sal de Glauher), tienen la propiedad de<br />

'H'oducir eflorescencias en la superficie de las piedras que las contielen,<br />

acompaÜadas aquellas, casi si~mpre, -de una desagregació;I más<br />

j menos completa. Observo tamhIén Brard, que en gran numero,<br />

le circunstancias se formaban en la superficie de las piedras hela-<br />

¡lizas eflorescencias semejan tes de agua cristalizada, y que en esos<br />

-asos era cuando se prodndan<br />

-iones.<br />

con más intensidad las descomposi-<br />

PUllllándose en la analogía de estos dos fenómenos, se ha llegado á<br />

a consecuencia, después de repetidos experimentos, de que las pielras<br />

heladizas son las mismas, que, en determinadas condiciones, se<br />

lesagregan por el su]{'ato so(lico. Sentado este principio, para reco-<br />

IOcer si una piedra es heladiza, se escogen muestras en los puntos<br />

le la cantera en que se noten diferencias de color, cohesión, etc.,<br />

Iaciendo eu cada una las indicaciones suficientes para poder recono-<br />

:er siempre su procedencia; se lahran lllego los ejen~plares en cuIlos<br />

le aristas vivas, de unos 0111,05de lado, teniendo cUIdado de que no<br />

't~ciban golpes hruscos al la]rrarlos, Ú l1n de que no experimenten<br />

~ambios en su textura, que pudieran influir en la resisteneia de los<br />

:ulJOsá la aceiÚn de la sal. Se satura en frio (la proporción es para<br />

l11abotella ordinaria de agua, medio kilogramo de sal próximamen-<br />

,e) la cantidad de agua bastante para sumergir las .mues.t~'as que se<br />

IlLÍeranensayar. Se hace hervir á borbotones esa dIsolucIOn, y cuanlo<br />

ha llegado al punto de ebullición, se introducen en ella las mues-<br />

13<br />

tras, dejándola al fuego media hora, contada desde ese momento. Se<br />

ha observado, efectiyamente, que so pena de producir efectos supel'iu1'es<br />

á los de la helada, no se debe pasar de ese limite. Se sacan los<br />

fliferentes ejemplares, colgando cada 1!l10de un hilo, de modo que<br />

([ueden perfectamente aislados. El agua en que han hel'Vido se trasyasa<br />

á 1mnÚmero de vasijas igllal al de ejemplares, separando por<br />

decantacilm los detritos que se hayan formado durante la eJHlIliciÓn.<br />

Se coloca en seguida una de esas vasijas debajo de cada culJO,teniendo<br />

cuidado de no mover]as ya en todo el experimento. Si el tiempo<br />

nI) es demasiado frío ni hÚmedo, al cabo de algunas horas las superficies<br />

de los cubos se cubren de e!Iorescencias; se sumergen entonces<br />

las piedras en el vaso que tengan debajo, para disolver la materia sajina;<br />

y cada vez que ésta vuelve á formarse, se repite la operación. La<br />

traucIlIilidad del aire amhiente influye mucho en la formación de las<br />

eJIorescencias; por eso se recomienda<br />

habitación cerrada ó en un sótano.<br />

efectuar el experimento en una<br />

Si las eflorescencias se disuelven por completo, la piedra no es heladiza;<br />

en caso contrario, la sal arrastra consigo fragnlelItos de piedra<br />

y, por lo general, se deforman los ángulos y aristas tlel cuho. El<br />

experimento concluye al final del quinto día, contado desde el momento<br />

en que han aparecido las eflorescencias por primera vez.<br />

Hay que precaverse de saturar el agua mien tras esté caliente, pues<br />

se ha recol1oeido que piedras que resisten á la aec ión de la helada y de<br />

la disolución saturada en frío , se desaoTeo'an com<br />

l )letanIente ba ] ' o la<br />

t' 1:'). .<br />

acción del líquido saturado á una temperatura elevada.<br />

Medios de contener la acción del hielo y de los demás<br />

agentes atmosféricos.-Para contrarrestar la aeción de<br />

los agentes atmosféricos, se han preconizado varios métodos, que generalmente<br />

han dado resultados poeo decisivos. De todos eJIos sólo se<br />

darán á conocer los dos más usados.<br />

MÉTODODE SILICATACIÓNDE FücHs.-Este método, introducido en<br />

Francia por Kulhmann, consiste en hacer penetrar en las piedras,<br />

hasta donde sea posible, una substancia en disolución, (lile, cristalizando<br />

en los poros del material, forme productos indestructibles por<br />

la acción de los agentes citados, y una las partes que podrían desprenderse.<br />

La suhstancia que se emplea para este objeto es el vidrio<br />

soluble Ósilicato potásico, que se ohtiene eaIeinando una mezeJa de


.\11<br />

.<br />

l t de 1 )0tasio con 15 de sílice y una<br />

10 \ 1artes en ¡Jeso de cal' Jona o' '..<br />

t . "<br />

".<br />

. ,.tica es la SlD'lllen e.<br />

( 1 l ' La l eaCClOn l[Ue se ,e11, :::><br />

e cal' )011. '<br />

[C 'O " - [(2 J<br />

J<br />

;¡ C'<br />

.) (O" + SilY O" +:. = p j<br />

S'IY~<br />

1 o' + 4CO<br />

i<br />

y es<br />

' d IH'esenta en masa vítrea<br />

El silicato P otásico, así ol1te111o, se . , . d<br />

. le es fácil esta preparaclOn, se pue e<br />

muv soluhle en el agua. Aunql ,<br />

' 1 . l ' cato alcalino CI ue deherá<br />

. ,( ,( ,<br />

.,<br />

adqmnr (hrectam '. ente en el comerno e SI 1 ,<br />

,<br />

1 a 'E ~ te IJl'oducto se em l11ea . . . , 1artes<br />

'<br />

( ,<br />

e ag u. "w<br />

,<br />

(hsolverse en cuatlO o CU1CO1 .<br />

l . (<br />

'elasp1el1as (<br />

(ll1e se 'tl'ata. de silicatar sean o<br />

de dos modos segu:l qu<br />

,'<br />

1 ción se reduce á llar con una<br />

" ,<br />

no cahzas. r~n e1Pnmer caso a opela, ,<br />

'.' las caras de paramento. Ollrandoel 51brocha<br />

unas cuantas manos a '<br />

.<br />

l, t ca' lcl' que cO' conslÍtuve la roca,<br />

l' el cal' Jona o' '" J<br />

licato de potaslO so ne<br />

.<br />

. '<br />

d d 1 leves de Berthollet, un silicato<br />

1 " . tlenl e a fOlma ' 'rse en vlrtu e a~ .<br />

'.. . 1 II que el carl10uato del mismo metal,<br />

de calcio, cuerpo mas 111S0 U) e. ,<br />

reacClon:<br />

efectuál1l10se la siguiente<br />

SiLY<br />

}<br />

[ CO" ) O "] -<br />

Sil\' ( O"+ '2[ C }<br />

Q<br />

04 :r. + - , j \. ,<br />

Ca""<br />

K~ Ca"<br />

.<br />

2"¡ 02<br />

~ i 1ita<br />

u,<br />

eJeprec 1, lJues , e SI lea<br />

.<br />

. . la sal de 1<br />

\ 10tasio. Se lava entonces e<br />

pIel '1 ra, unen, tras sale al<br />

,<br />

extel'101. .<br />

paramento para (hSolveI,~l~.,la r 1 sal v quitar el silicato alcalino que<br />

No c'onviene silicatar los lechos y 50haya<br />

l\uella(lo en la supeI ICle'seconseD'uiria<br />

l<br />

que se adhirieran bien ~<br />

'<br />

J .<br />

1 . 1' t (le calcio rellenando los lJ01'OSde la<br />

brelechos, pues de hacer o, no . .:::><br />

los morteros.<br />

1', es menester emplear, al mismo LÍem-<br />

S' 1 Pie(lras no son ca Izas, } .<br />

e 1 as ., . '<br />

na sal soluble de calcio, que , on manael<br />

sIhcato de potasIo,u<br />

1 1 ,<br />

po qne<br />

. ,"tendido juntamente con la sal a ca ma,<br />

mente es el cloruro, lIu~, ~x<br />

silicat~r produce la siguiente reacción:<br />

sobre las caras quese qllIeIen "<br />

SiIY) . J(4) O' + '"<br />

9Ca"C[i -<br />

Silv 1 O' + 4KCL<br />

- Ca"'!. j<br />

" d ' 1 e P<br />

"<br />

. recipita en los poros de la pie(h'a, como<br />

El slhcato e ea clO s<br />

1 ' ] 1 1 al ex<br />

en el caso anteI 101, )<br />

" . " el cloruropotásico, que es so u J e, sa e . -<br />

.17<br />

terior, y desaparece al efectuarse ellayado. Por este procedimiento,<br />

se ha conseguido hacer penetrar la composición hasta Om,05 Y Om,07<br />

de la superficie, espesor sobrado para proteger eficazmente las piedras<br />

contra los agentes antes citados.<br />

~IÉToDoDE JhL\Es.-Este método consiste en dar dos manos á las<br />

piedras, con una brocha; la primera de sebo ó cera, y la seg'unda de<br />

resina ó azufre. Se hacen penetrar las substancias protectoras en el<br />

in terior de la piedra, bruÜenclo después la superficie con un cepillo.<br />

Cuando se quieren cubrir con aquellas materias los paramentos de<br />

alguna construcción, se principia por limpiarlos con una brocha de<br />

aJam/¡j'e, para quitar el poho, las plantas parásitas y las eflorescencias;<br />

IIluchas veces es preeiso picados ó labrarlos de nueyo. Este<br />

procedimiento tiene el inC01lYeniente, como el anterior, de que si<br />

(lueda alguna parte de la superfieie sin barnizar, penetrará por ella<br />

la humedad, y extendiéndose por el interior, hará saltar la piedra<br />

cuando sobrevenga una helada. En general, parece que, aunque no<br />

como remedio radical, se puede prolongar por mucho tiempo la duración<br />

de las piedras, que se modifican por los agentes atmosféricos,<br />

empleando una conservación esmerada, pintándolas al óleo en obras<br />

de alguna importancia, y simplemente encalándolas en las de menor<br />

entidad, ó también cuhriéndolas con un enlucido de cal ó cemento,<br />

segÚn los casos, y polvo de la misma piedra. Siempre será preferihle,<br />

conforme se ha indicado, examinadas bien y no usarlas si presentasen<br />

alguno de los inconvenientes seÜalados, cuando puedan<br />

reemplazarse por otras ó por otro material, que, aunque algo más<br />

costoso, sea duradero y no exija una conservación difícil.<br />

otros defectos de las piedras,-Otros defectos pueden tener<br />

las piedras, que, si bien no de la importancia de los anteriores,<br />

conviene conocer, porque habrá casos en que deberán desecharse los<br />

materiales que los presenten.<br />

Los defectos más comunes suelen ser: 1.°, grietas ó pelos, producidos<br />

por la filtración de las aguas, y que de ordinario están rellenos<br />

de una substancia blanca y pulverulenta, que ,no se adhiere al resto<br />

y puede, por tanto, perjudicar á la solidez de las construcciones;<br />

'2", coquerasI qne son pequeñas cavidades ocasionadas por la destrucción<br />

accidental de algÚn resto fósil que las ocupaha, y clue no<br />

suelen perjudicar á la solidez, pero sí al bueÚ a~pecto de la obra;<br />

'2


18<br />

3. o, ¡'cstos orglÍllicos, no endmeridos ó sin adherencia; y 4. o, nMuLos<br />

ó riJiollcs de piedra dura y más ó menos adherente, que dificultan la<br />

lahra. En todos los casos, antes de emplear las piedras, deherán estudiarse<br />

cuidadosamente sus propiedades y recoger cuantos datos sea<br />

posible para asegurarse de que procluciran buenos resultados.<br />

Clasificación de las piedras,-Pareccria natural pasar ahora<br />

á exponer la clasificación de los minerales pl'treos; pero estudiándose<br />

con detalle en el curso de 3Iineralogía y Geologia, se prescindira<br />

de ella, entrando desde luego en el importante estudio de la explo tación<br />

de canteras.<br />

EXPLOTACIóN DE CANTEHAS.<br />

Generalidades.-Se da el nombre de cantcra, á la formación<br />

geológica de donde se extraen las piedras para una construcciÓn cualquiera.<br />

Cuando las canteras presentan los bancos que se van a extraer,<br />

en la superficie del terreno, ó euando pueden descubrirse fácilmente,<br />

se dice que la explotación se hace al (lcscll{¡ierto ó ti cielo<br />

abierto; por el contrario, las cantcras en que los hancos se hallan a<br />

cierta profundidad, requieren una explotaciun suútcrníne([,.<br />

Cuando se proyecte emplear la piedra procedcnte de una cantcra,<br />

deberán ante todo examinarse sus propiedades fisicas y químicas,<br />

viendo si reune las condiciones necesarias; determinando su peso especifico<br />

y, si es posible, su resistencia; lahrando una cinta; observando<br />

el sonido y la fractura, y dcduciendo, en muchos casos, su composición.<br />

Antes de empezar la explotación de llna cantera, conviene darse<br />

cuenta de la disposiciÓn que afectan las rocas que se van á extraer;<br />

lo que no presenta dificultad cuando los hancos se hallan al descuhierto;<br />

pero si se encuentran á alguna profundidad, será preciso examinar<br />

las capas naturales del terreno ó las excavaciones ya existentes,<br />

y en caso de no poder llsar estos medios, sc tendrá que recurrir<br />

á la apertura de pozos.<br />

19<br />

EXPLOTACION AL DESCUBIERTO.<br />

Desbrozo.-Elegillo el sitio en qlle se ha de atacar la roca, se<br />

empieza por fIlIitar, en un espacio correspondiente á la importancia<br />

,le la explotaciÓn, las primeras capas de tierra y los detritos que generalmente<br />

cuhren los hancos. Esta operaciÓn, que recibe elnomhre<br />

de dcsúro:::;o (le La canteNJ, dehera tenerse en cuenta al redactar el presupuesto<br />

de la explotaciÓn.<br />

Sistemas de explotación.-La explotaciÓn se hace por metodos<br />

diferentes, segÚn la naturaleza y disposiciÓn de los hancos, y<br />

segÚn la forma y tamaÜo de los bloques que se trate de obtener. La<br />

natmaleza de la roca indicará, de ordinario, la clase de herramientas<br />

que convenga emplear; su disposiciÓn, el orden de los trabajos y los<br />

puntos que dehan descuhrirse antes que otros; la forma y tamaño de<br />

los hloques completarán los elementos que hay que considerar. En<br />

efecto, si se quiere extraer sillares de forma regular, no sera oportuno,<br />

por lo general, usar materias explosihles; pero si es indiferente<br />

la forma de las piedras, como sucede, por ejemplo, cuando se han de<br />

emplear en escolleras ó mamposterias, no presentara ningÚn inconveniente<br />

su aplicación.<br />

En definitiva, todos los sistemas de explotación se r(3ducen a extraer<br />

los hloques por medio de palancas, operación que se verifica<br />

deslle lnego cuando los bancos estan cuarteados naturalmente. En<br />

caso contrario, hay que principiar por colocarlos en esa disposiciÓn,<br />

lo que se consigue roz(tndo la superficie con picos ÓcuÜas, ó empleando<br />

suústancias expLosivas, que determinen lineas de rotura en la<br />

masa compacta que convenga explotar.<br />

Palancas.-Las paLancas, que en a~'unas provincias recihen el<br />

nomhre de perpales, se reducen a barras de hierro (fig'. 1.a) de 20 á<br />

50 kilogramos de peso, que, introduciéndose en las grietas de la roca<br />

ya cuartcada, y manejadas por cuatro ó CiilCOhomhres, sirven para<br />

separar los hloques que se han de extraer.<br />

Rozas.-Cuando no existen en los hancos intersticios que permitan<br />

el empleo inmediato de las palancas, es preciso allrirlos artificial-


20<br />

mente por medio del pico de cantera,<br />

hre de ro::;a.<br />

operacIon que recille elnoll1-<br />

Otras veces, y para producir el mismo efecto, se practican cavidades<br />

á corta distancia una de otea, siguieiulo la dirección en que<br />

se desee cuartear la piedra, y se introducen en ellas cuÜas de acero,<br />

solas ó cuhiertas con una lámina de palastro (fig. 2. '), y golpeando<br />

sohre ellas con mazos de 5 á 10 kilogramos de peso, se producen rozas<br />

en la masa. Se suelen emplear también cuÜas de madera seca,<br />

que mojadas después de introdueidas en las cavidades practicadas en<br />

la piedra, aumentan de volumen en el sentido transversal de las fihras<br />

y determinan hendeduras.<br />

En fin, si la naturaleza de la roca lo permite, se pueden usar, para<br />

separar los hloques, sierras<br />

eribirán.<br />

análogas a las que m{¡sadelante se des-<br />

.<br />

Empleo de substancias explosivas.-Cuando por la dureza<br />

de la piedra ó por cual(Illiera otra cirennstancia no eonvenga rozar<br />

la eantera, se hace LISOde suhstancias explosivas para euartear los<br />

bancos. Las que más generalmente se emplean son la pólvora de mina,<br />

la nitroglicerina y la clinamita. Sin emhargo, eomo la pólvora es al<br />

que más se apliea, sohre todo para la explotación en peqneiia escala,<br />

se supondrá, por 10 pronto, que sea la que se use eomo materia explosiva,<br />

;\ reserva de seÜalar, en lugar oportuno, las moditicaeiones<br />

que introduee<br />

nitroglieerina.<br />

en el procedimiento el empleo de la dinamita ó de la<br />

DISPOSICIÓNDE LOSBAlmENos.~Para que la pólvora produzea el<br />

efeeto eOI1Yeniente,se deposita en UIlas capaeidades ahiertas en la<br />

roca, eilindricas, por lo general, que recihén el nomlJl'e de barrenos.<br />

Siempre que se aplique la pólvora elehe procllrarse hacer"uso de la menor<br />

cantidad posihle, a fin de que todo su efecto se aproveche pai'a<br />

cuartear la roea, y no para partida ni para proyectada á distaneias<br />

grandes. Con ese ohjeto se eligen los puntos en que la roea es más<br />

dura y esta exenta de grietas y oquedades para ahrir el harreno,<br />

cuya elil'eeción elebe ser normal á las superfieies de mínima resistencia.<br />

Si, por ejemplo, la roca esi.Úestratifieada, sc disponen los harrellOSperpendicularmente<br />

á los ledlUs ue cantera, es decir, á las superficies,<br />

que determinan el sentido en que la separaeión de bloques<br />

puede efectuarse con mas facilidad. En otros casos, sólo la practiea<br />

21<br />

hace conocer las direcciones más á propósito. Si se quisiera sacar<br />

sillares de forma y dimensiones determinadas, podrían emplearse harrenos<br />

pequeÜos, que se llaman pistoletes ó petardos, coloeados en<br />

las líneas que figuren el eontorno de la pieza.<br />

En la aplicación de la pÓlrora hay que eonsiderar cuatro operaeiones<br />

distintas: L" apertura del barreno,' 2:, carga; 5.', atacadura ó<br />

atraque, y 4:, e,xplosión.<br />

.-\PERTDLtDELBAHHExo.-Se empieza por praetiear en el sitio en<br />

que se quiere ahrir el harreno, un orificio pequeÜo con el puntero ó<br />

pico para que aganen las barrenas. Estas herramientas se redueen á<br />

barras maeizas de hierro, que pueden tener diferentes formas, con<br />

¡¡no ó sus dos extremos terminados en uno Ó varios hiseles acera-<br />

dos: ir veces se haeen todas de aeero para darles mayor resisteucia.<br />

Las figuras<br />

usuales.<br />

5. 4:<br />

"<br />

y 5", representan barrenas eleformas muy.<br />

SegÚn sea StI tamaÜo, se manejan las harrenas por uno ó más<br />

hombres. En el primer caso, puede proeederse de dos modos diferentes:<br />

ó hien sentado el operario, agarra la barra, euando es eorta,<br />

por cerca del extremo, y golpeando con un mazo produee la percusiÓn<br />

necesaria; ó hien, si es larga, la coge hacia el medio cOlllas dos<br />

manos y determina el ehofIue por el peso solo de la barra ó por el<br />

esfuerzo que le comuniea, si trahaja de pie. A cada golpe haee girar<br />

~m poeo la herramienta para que el ¡¡isel yaya mordiendo por igual.<br />

A<br />

~r~<br />

de 'qne la harrena no se destemple con mucha freeueneia y para<br />

faeIlJI.ar.la desagregación de la roea, se echa agua en el l¡aueno; y<br />

para evItar que se salga, se tapa la abertura eon una arandela de<br />

enero, tepes (masa de areilla ó tierra muy mezclada con raíces vegetales<br />

entrelazadas) ó esparto, ele modo que no impida el movimiento<br />

de las !larras. Cuando el barreno esta ahierto en una superficie inelinada<br />

de, la roea, se consigue que no penetren en él las aguas llovedizas,<br />

rodeando la hoca con arcilla. Las dimensiones ordinarias de las<br />

harrenas, cuando las mueve 1m solo homhre. s!1!~!en1'1')'11m 70 ,]¡o !'>,,~<br />

go por Om,02de diámetro. Los harrenos ;biertos ~~¡-n'es~~; J;~I:~:;mientas,<br />

tienen, por 10 general, Om,50 de profundidad y Om,02 de<br />

diámetro. Si han de ser de dimensiones mayores, se emplean varios<br />

hombres en su apertura, sentándose uno de ellos para dirigir la barrena,<br />

mientras que los demás produeen el choque. De este modo se


22<br />

ha logrado abrir harrenos bastante grandes: los usados en las canteras<br />

del puerto de Tarragona, tenían 1m,50 de profandÜlad r 0111,10de<br />

diÚmetro. Cuando sea preciso que los barrenos tengan alln tamaÜo<br />

más considerahle, se recurre para abrirlos á máquinas perforadoras<br />

moyidas por Yapor, agua ó aire comprimido; la principal aplicación<br />

de estas mácIuinas es {¡ la construcción de suhterráneos.<br />

En el momento que la pasta formada por el agua y los detritos,<br />

dificulte la acción de las barrenas, se saca )Jor medio de la cucharilla<br />

(fig. 6.') Concluida la apertura del barreno y antes de proceder á la<br />

carga, se seca aquel perfectamente, {¡ fin de que la humedad no impida<br />

la inflamación de la pólvora.<br />

CARGA DELBARRENo.-LapÓlvora que se emplea, casi siempre, es la<br />

(le mina, que se diferencia de las otras clases en que sus granos, en<br />

vez de ser polÜMricos, son esféricos, y, por tanto, dejando entre si<br />

mayor yolumen de huecos, queda interpuesto hastante aire, por cuya<br />

expansión se aumenta mucho la fuerza de quebrantamiento de la<br />

pólvora y se disminuye la de proyección.<br />

La pólvora se compone de nitro, azufre y carbón, desarrollándose<br />

por la combustión, en un pequeiio espacio, una gran cantidad de gases,<br />

cuya fuerza de expansión produce hendeduras, principalmente<br />

en las superficies de mínima resistencia. La reacción que se verifica<br />

en la combustión de la pólvora, puede formularse del modo siguiente:<br />

4 ]{<br />

J<br />

J<br />

- } O + S} + 6C = 2/{2S + 2 ~V} + 6C02.<br />

[ NO'"<br />

S<br />

[<br />

;y -<br />

En algunas circunstancias, se obtiene una substancia explosiva mas<br />

barata, pero análoga, mezclando nitro, azufre y asenÍn, en proporciones<br />

convenientes. Para preparar esta pólvora, se tritura el nitro<br />

hasta dejado reducido á polvo grueso, se asolea por espacio de Cllatro<br />

ó cinco horas, para que pierda el agua de cristalización; se mezcla<br />

entonces con las aserraduras, que delJen ser mllY finas y secas, y<br />

lnego se anade la ílor de azufre. Este explosivo, que se ha l1sado con<br />

buen éxito en Cataluña y en el cana! de Isa!jcl II (1), tiene la venta-<br />

Ct) Las proporciones empleadas fueron 58 partes de nitro, ,16de azufre<br />

)" 26 de aserrín.<br />

.<br />

23<br />

ja, además de ser econÓmico, de arder tranqnilamenLe al aire lihre,<br />

¡mn en gran can tidad. Sería la mezcla todayía más barata, si en vez<br />

de nitro se emplease nitrato sÓdico; pero esta sal, que es muy delicuescente,<br />

tarda mucho en inflamarse y atrae la humedad, razÓn<br />

por la cual no puede reemplazar al salitre.<br />

No hay reglas científicas para determinar con exactitud la cantidad<br />

de pÓlvora necesaria, para limitar Sil acciÓn á cuartear la roca,<br />

sin proyectarIa á distancias g-randes. El !:teneral ino-MsBuro-orne<br />

v u v ~ ,<br />

.'<br />

establece que las cargas deben ser proporcionales á los cubos de las<br />

líneas de menor resistencia, entendiendo por éstas la mínima distancia<br />

de la carga á las superficies de aquel nomhre, que serán las caras<br />

exteriores del banco, cuando la roca resista por igual en todos sentidos.<br />

Sin embargo, como, por una parte, el coeficiente no puede ser<br />

constante, sino (Iue ha de depender de la naturaleza d~ la piedra y<br />

de la posiciÓn y dimensiones del harreno, y como, por otra, es muy<br />

difiÓl, por no deÓr imposible, determinar las líneas de menor resis~<br />

tencia, se comprende lJien que la regla no haya recibido la sanción de<br />

la practica. Lo que debe hacerse es aumentar ó disminuir, segÚn<br />

aconsejen los resultados oJJtenidos, la cantidad de pÓlvora emple~da<br />

en los primeros harrenos, que, siguiendo el uso general, se cargarán<br />

hasta un tercio próximamente<br />

ser excesiva.<br />

de su altura, aunque esta carga suele<br />

La pólvora se echa, por 10 comÚn, en grano, y queda en contacto<br />

inmediato con las paredes del barreno; no obstante, cuando (~stees<br />

horizontal ó inclinado, se envuelve la materia explosiva en cartuchos<br />

de papel. Si el barreno se ha de dar debajo del agua, ó si se teme que<br />

esté hÚmedo, se introduce la pólvora en sacos de tela embreada ó en<br />

cañ titos de hoja de lata. Las filtraciones eR los barrenos pueden atajarse<br />

tapando las grietas con arcilla.<br />

AT_+CADURA .-Introducida la pólvora y para que resulte formado el<br />

oído, se hace penetrar, apoyándola en las paredes del barreno, la<br />

aguj;[ (fig. ?!), de su~rte que ~u ~x~remidad quede dentro de la cartía.<br />

hl aguja es, pUl' lo generéd, de hierro, aunque convendria fuese<br />

de cobre, sobre todo si liJ 1'o(',aes sÜicea ó se emplea arena para los<br />

tacos, pues el hierro pudiera producir chispas y ocasionar quizás la<br />

explosil'm estando los operarios al lado del barreno. No se ha generalizado,<br />

sin embargo, el uso dcJ cobre, porque obligaría á aumeritar


2J..<br />

demasiado el diametro de la aguja, y, por tanto, el del oido, en perjuicio<br />

del huen efee to del harreno. Sca cual fuere el metal con que se<br />

construyan, dehen cngrasarse las agujas, con objeto de que no se<br />

adhieran a los tacos. Para éstos se usan substancias baratas y que<br />

ahunden en la localidad. De ordinario se apnIYechan las areillas, las<br />

calizas cretaceas,<br />

Para aumentar<br />

las piedras de yeso, el aserrín, el esparto r la arena.<br />

el efecto de los tacos se comprimen, después de colocados<br />

~p el harreno, con una alacadÚa (fig. 8:), que tiene una ranura,<br />

que permite el paso de la aguja. La atacadera es casi siempre<br />

de hierro, pero convendda, por las razones antedichas, hacerla de<br />

cobre ó madera. Concluido el atraque, se saca lentamente la aguja,<br />

haciéndola girar poco a poco y cuidando que no se ciegue el oido<br />

para poder colocar la mecha.<br />

Las mec4as orclillarias consisten en tuhos de papel, caÜones de<br />

plumas, tripas, pajas de centeno ó caÜas, que se rellenan de pólvora<br />

sola ó formando una masilla eon aguardiente ó vinagre. Por la parte<br />

inferior, comunican con la eal'ga, para lo enal, si la pólvora está en<br />

cartucho, se rompe eon la aguja la envoltura, a fin de que pueda introducirse<br />

la meeha, que exteriormente se pone en contacto con una<br />

pajuela comÚn, un reguero de pólvora ó un pedazo de yesca, de Sllfiriente<br />

longitnd para que desde que se prenda fuego hasta que se verifique<br />

la explosión, tengan tiempo los operarios de ponerse en salvo.<br />

Son prcferibles y se usan hoy en casi todas partes las llamadas salclticlws<br />

ó mechas de seguridad de Birkford. Consisten en una cuerda<br />

de cáÜamo () algodón emhreada por el exterior, torcida en forma de<br />

hélice r que lleva en su interior un filete de pólvora, (flle preservado<br />

de esa manera de la humedad, se puede emplear sin inconveniente<br />

dehajo del ¡¡.gua. Contienen de 11 a 12 gramos de pólvora por metro<br />

lineal y miden de 5 a 7 milímetros de diámetro. Ofrecen la ventaja<br />

de evitar el empleo de la ag'uja, pues colocada la carga de pólvora<br />

en el harTeno y antes de poner el taco, se introduce la mecha de seguridad,<br />

apoyándola en las paredes del harreno y de modo que quede<br />

en eontacto con la pólvora , Ift!:t.9.'\ Las suhst


26<br />

carga un efecto completamente análogo al que se consigue con la atacadllra<br />

en los harrenos ordinarios.<br />

Corn'iene dar fuego ;\ la yez, e 'inmediatamente antes de las horas<br />

de descanso de los operarios, á todos los harrenos que estén preparados:<br />

así' se eyitan las desgracias clue pudieran resultar, si por cualquier<br />

circunstancia no se yerificase en seguida la explosión de algunos<br />

de aCluellos. Transcurrido eierto tiempo, pueden aproximarse<br />

sin riesgo los trahajadores y separar con palancas las partes cuarteadas<br />

y removidas.<br />

GRANDES VOLADURAS.<br />

Cuando se f(uiere hacer saltar de UJla yez masas grandes de rocas,<br />

los procedimientos anteriores se modifican notahlemente. En primer<br />

lugar, suele aplicarse la electricidad para dar fuego á los harrenos;<br />

en segundo, éstos adquieren dimensiones mucho más considerahles,<br />

cIne exigen para su apertura el empleo de medios mecánicos ó de<br />

reactivos químicos, convirtiéndose á veces en grandes capacidades,<br />

clue se denominan hornillos; en tercer lugar, la pólyora de mina suele<br />

reemplazarse con explosivos más enérgicos; y finalmente, en circunstancias<br />

especiales, se recurre á medios de explotación especiales tamhit:n,<br />

entre los que merece citarse la explotación por arranque, practicada<br />

en algunas localidades. Se examinarán sucesivamente estas diversas<br />

cuestiones.<br />

APLICACiÓN DE LA ELECTRICIDAD PARA DAR FUEGO<br />

Á LOS BARRENOS.<br />

Método de Roberts.-En el aiio 1842 se empleó por primera<br />

Vezla electricidad para dar fuego á los harrenos, dehiéndose el aparato<br />

ideado en aquella fecha, al Ingeniero inglés Roherts, que aplicalJa<br />

la pila de Daniell perfeccionada, usandosulfato cÚprico en yez<br />

de los ácidos nítrico y su!fÚrir.o, y snstitnrendo las cajas de barro por<br />

una artesa de madera diyidida en compartimientos.<br />

DESCRIPCIÓ:'f DELAPARATODEHOBERTs.-De cada lado de la artesa<br />

(fig. 10), se eleya un montante de madera, A, enlazados entre sí por<br />

un eje mal conductor de la electricidad, B. Á uno de ellos va unido<br />

.<br />

"<br />

27<br />

invariahlemente un disco de estaÜo C, y al otro un disco D, tamhién<br />

de estaÜo, por el intermedio de un resorte, que le permite moverse á<br />

lo largo del cje. De este Último disco parten dos hilos malos conductores,<br />

que, atravesando el C, van á reunirse más allá en un cordón, E,<br />

en el que se actÚa para poner en contacto los discos, si está quitado<br />

el tope, F, que sirve para impedir que se unan cuando no ha de funcionar<br />

el aparato. El disco C comunica por un alamhre con el polo<br />

negativo, iV, de la pila.<br />

El conductor está formado por dos alamhres de cohre de unos 5 milímetros<br />

de diámetro y de una longitud igual á la que media de la pila<br />

al harreno; los dos alamhres se unen por un tercero, que se anolla<br />

alrededor de ellos; se envuelven con un hilo de algodón encerado, y se<br />

recuhre todo con lacre, dejando lihres los extremos de los alamhres,<br />

cn una longitud de unos 0111,50.<br />

MODoDEUSAIlESTEAPARATO.-Dispuestala pila á bastante distancia<br />

del barreno, á fin de evitar todo peligro, se coloca el conductor. Los<br />

dos cahos de un extremo se ponen en contacto, uno con el disco D y<br />

el otro con el polo positivo, P; los otros dos cabos se atan á dos hilos<br />

de cobre, que se introchicen en el barreno antes de proceder al atraque.<br />

Estos dos Últimos hilos, cuya longitud excede en alguna cantidad<br />

á la profundidad del harreno, se arrollan dejando libres los extrcmos;<br />

los cahos de uno de éstos quedan fuera del harreno, y son los<br />

que se unen Ú los alamhres del conductor; los otros dos penetran en<br />

el cartucho (fig. 11), en cuyo interior se enlazan las dos puntas con<br />

un hilo muy delgado de platino, ]{. La disposiciÓn general del conjunto<br />

es la que indica la figura 12,<br />

Unidos de este modo la pila y el barreno por el conduelor, se ponen<br />

en f)ontacto los discos C y D; la corriente eléctrica que se desarrolla,<br />

éncuentra una gran resistencia en el hilo de platino, que se<br />

pone incandescente y produce la inflamación de la pólvora.<br />

La figura 13, representa la disposición nias comÚn del harreno el1<br />

estos casos. El cartucho, B, está rodeado de cierta cantidad de pólvora,<br />

A, que sine para rellenar los huecos que existen cntre el cartuchoy<br />

las paredesdel barreno;encÍnl2lde la carga se deja una capa<br />

de aire, D, que la separa de un taco de madera ó estopa, E, s01)recl<br />

qne se apoya el de arena ó tierra, F. Si el taco, E, es de madera,<br />

lIeya una ahertura para dejar paso al conductor, C.


28<br />

hCO:\VE"rC:UES DE ESTE pnOCEDL\IIE:\To.-Tiene este procedimien-<br />

:0 el incomeniente de que para elHojece!' el hilo de platino á unos<br />

;)00 metros de distancia, se necesitan pilas de muchos elementos y<br />

de gran superficie, porque son indispensables una intensidad v Ull~<br />

tensiÜ.nconsiderahles en la corriente eMctrica. Se requieren aclemÚs<br />

dos hIlos conductores,<br />

multáneas.<br />

y no pueden producirse varias explosiones si-<br />

Procedimiento de Verdú.-Estos incomenientes se han e\'itado<br />

;le n:uch~s m.odos: se descrihirÚ el procedimiento ideado por el<br />

S:'' ",erdu,. il1'1~~dlerqu~ fué d~l Cuerpo de Ingenieros del Eji~rcito.<br />

\' erdll sustItuyo a la corI'Iente dIrecta de la pila una corriente inducida,<br />

cuya intensidad y tensión aumentaha con un mulLiplicador de<br />

coniente de inducción, y emplea11a además cehos mucho m:':s illf1~ma~1Ies.Su<br />

aparato consta de cI,mtro partes: L", una pila hidroel:ctI'Ica,<br />

A, compuesta de un solo elemento de Bunsen (fig. 14);<br />

2. , un carrete de Ruhmkorff; 3.", un conductor metálico, C; v 4.",<br />

los cehos de mina, n. "<br />

CONrJ!iCTOn ELÉCTIUCO.-Esun alamhre de cobre de 2 milimetros de<br />

diámetro. Si ha de estar enterrado Ü sumergido en el agua, se éitbre<br />

con una capa de gutapercha, y si ha de hallarse expuesto á los ardores<br />

del sol, se recubre esta Última capa con otra compuesta de una<br />

mezcla de gutapercha y flor de azufre, para que no se rehIamlezca.<br />

Estos. conductores son fIexihles, se arrollan fácilmente y apenas se<br />

deterIOran con las explosiones. Si hay que alargar el conductor, se<br />

descuhre el extremo de los hilos que van á unirse, cn una 10nO"itudde<br />

unos 0111,05; se limpian cou esmero, se enlazan retorciénd;los con<br />

unos alicates, y se cubre la unión con gutapercha rel)landecida.<br />

CEBos Para disponer los cebos, se principia por preparar unos<br />

tuhos de gutapercha, cubiertos interiormente de suIfuro de colJre.<br />

Para esto se amasa en caJiente la gutapercha con azufre, y se envuelven<br />

con esta pasta trozos de alambre de cohre, de un diámetro io'ual<br />

al calibre de los tubos que se han de preparar. Al cabo de alO"t~nos<br />

,~ ~, 1., ,,,,~--_o-:__!<br />

días sr, saean los ;1hnnln>p.~- , nhlpn!pnrlA ,--Ü)i.Ú}U<br />

--- __rj"'-_~'-'''''..i..L''''.''-'<br />

':!C'; lAC h1h,~.;:-.<br />

,-,UJjV , 'LiVU<br />

.<br />

jet LctlJd lJJ.te--<br />

j'IOr de sulfuro metálico. Se cortan estos tubos en trozos de unos<br />

0111,05de longitud (fig. 15), Y hacia el medio se practica la DllIesca<br />

C; se cortan tam])ién trozos de alambre de cobre, de unos O'" 50<br />

de longitud, cubiertos de gutapercha, y cuyo diámetro es me:10r<br />

'20<br />

IIue el tId l:onductor; se desl:ubren los extremos A y B (fig. 10)<br />

de estos alamhres, y después de limpios, se introducen en los tuhos<br />

préviamente preparados, de modo que dejen entre si y hacia el medio<br />

de la muesca C, un intervalo de unos 5 milimetros. En ese hueco<br />

se eo'ocan con precanciun llnas lentej uelas de fulminato de mer-<br />

(7YC'\2<br />

\"<br />

curia (cianato tIc mercurio) ¡ O', que se prepara haciendo ac-<br />

H~"<br />

tuar alcohol sobre el nitrato ¡'¡cidode mercurio. Se retuercen entonces<br />

los hilos como indica la figura, cuidando de que queden descllhiertos<br />

los dos extremos de los alambres. Para transportar los cehos,<br />

se colocan el tubo A B Y las partes de alambre mÚs próximas,. en un<br />

dedal de gutapercha, que se suele reIJenar de pOlvora. Se cierra el dedal<br />

reblandeciendo los hordes y apreUmdolos contra el alambre, quedando<br />

en la disposición que marca la figura 17,<br />

MANElL\DEOPElulL-Para producir la explosión, una vez colocados<br />

en el sitio conveniente la pila y el multiplicador (fig. 14), se tiende<br />

el conductor, C, uniéndolo por un extremo á uno de los polos del carrete,<br />

al positivo por ejemplo; se une el otro extremo á uno de los<br />

alambres del cebo, D; el otro alambre de éste y el polo negativo del<br />

carrete, se ponen en contacto con la tierra. Haciendo entonces funcionar<br />

la pila, se verifica la explosiÓn instantáneamente.<br />

Si hay varios hornillos ó harrenos pr¡'¡ximos, se pueden haccr saltar<br />

á la vez y con un so)o conductor. Los cebos, en tal caso, dehen<br />

, comunicar entre si, el primero además con el conductor v el Último<br />

con la tierra, como se ve en la figura 13, en la clue a, 'b' Y e representan<br />

tres barrenos, Si la distancia entre los hornillos ó harrenos<br />

fuere mayor que la que separa á cada uno de ellos del carrete, convendrá,<br />

por economía, emplear un conductor l)ara cada barreno. Se<br />

recoger


30 31<br />

MÉTODO DE LAS Co\MARAS, DE COURGEBAISSE.<br />

Cuando se trata de desmontar un volumen cOllsiderable de roca,<br />

se ha ohservado que produce mayor efecto tUl barreno de grandes<br />

dimensiones que varios pequeÜos, cuyas capacidades reunidas sean<br />

iguales á las del primero, porque éstos tienen el inconveniente de producir<br />

demasbda división en la roea.<br />

Para facilitar el empleo de hanenos grandes, disminuyendo los<br />

gastos que oeasiona su apertura, Courhehaisse ideó un procedimiento,<br />

que estÚ fundado en la propiedad que tienen los ;'¡cidosenérgicos<br />

de atacar y disolver las piedras calizas, no debiéndose emplear, por<br />

tanto, cuando las rocas que se hayan de explotar sean de otra naturaleza.<br />

Se comienza por abrir un barreno del modo ordinario; se hace<br />

descender un tubo de colJre por la boca hasta la prófundidad donde<br />

se quiere clue empiece el ensanche, tapando perfectamellte con estopa<br />

y arcilla los intersticios que quedan entre las paredes del harreno<br />

y el tulJO (fig. 19). Por el interior de éste se hace ])ajar otro de menor<br />

tli


HORNilLOS<br />

Cuando hay lJlle efectuar roladuras grandes y no hastan los T!H'tOdos<br />

ordinarios, se reemlJlazan los barrenos con yastas capacidades<br />

denominadas hornillos, siguiendo uno de los dos métodos que se describen<br />

á continuación.<br />

Método de pozos.-En la parte de roca que se quiere atacar<br />

(fig. 20), se practica un pozo, P, del fondo del cual se hace partir,<br />

hien una g'aleria de la (Iue se deriyan otras yarias, ó ya una serie<br />

de galerias en forma radiada, adaptándose UllO Ú otro sistema,<br />

segÚn la disposición de la roe;¡ (lue se trata ríe yolar. Las dimensio-<br />

~1esde estas galerías deben ser las suficientes p~ra que pueda tralm-<br />

.lar en ellas un hombre; lJastará que tengan de Om,90 á Om,95 de altura,<br />

y Om,50 á ()m,GOde ancho.<br />

Al Jinal de estas galerias, se construyen una ó más cámaras Uamadas<br />

hornillos, donde se introduce la lJólvora encerrada en harriles<br />

(fig. 21), Y en los que penetran los conductores que se vayan á<br />

emplear. Se reUenan con mampostería los vacíos que dejan en el hornillo<br />

los barriles de pólvora y se cierran también con idéntica fábrica,<br />

las galerias, cuidando de dejar paso á los conductores, y reriticándose<br />

la explosión por los medios indicados.<br />

Por este procedimiento se hicieron saltar en los desmontes del ferrocarril<br />

de novel' hasta 500.000 metr;)s cÚbicos (le piedra, con B to- .<br />

neladas de pólrora.<br />

Método de galerÍas.-Otras Yeees, en lugar de un pozo, se alJre<br />

una gal~ria (tig. 22), Y al extremo de ésta se perforan las que han<br />

de termlllar en los hornillos. Este sistema es más ventajoso en alg-unos<br />

casos, si la disposieiónde la roca se presta á eIlo,pues es mu~ho<br />

más eeonómica la extraeeión de los produetos, pero tiene el ineomeniente<br />

de que los hornillos pueden dar boeazo con mayor faeiJidad<br />

que en el caso anterior.<br />

Cantidad de pólvora que exigen los barrenos y los<br />

hornillos.-SegÚn la regla dada por el general llurgoyne, la earg'a<br />

media que en los barrenos ordinarios viene dada enlibra~ inglesas (1)<br />

(1) Una libra inglesa = okg",'\';)J::S.<br />

32 3 .,<br />

. u<br />

por del cubo de las líneas de menor resistencÍa medidas en pies<br />

3~<br />

1 . 1<br />

ingleses (1), debe ser para las yoladuras grandes de a de<br />

15 20<br />

1 . 1.<br />

la misma cantidad, si se usan pozos, y (e 1 a SI se emp 1ean<br />

12 10'<br />

~'a!erias. , Estas reglas empírieas deben acogerse con mucha resena.<br />

De las obsenaciones hechas en las yoladuras efectuadas en las<br />

ohras del puerto de Holyhead (Inglaterra), se ha deducido otra re-<br />

!!,'la,(Iue puede ser de alguna más utilidad. Se reduce á emplear una<br />

lihra inglesa de p


3 '"<br />

la fórmula eorrespondiente á un nitrato, que se obtenllría sustituyendo<br />

los tres átolllos de hidrógeno LÍpicopor el residuo halogénír:u<br />

del ácido nítrico, .1\'0", resultando:<br />

(CIf2 - aNO"<br />

~ cl:! - 01\'0"<br />

(ck" - ON02 ¡<br />

= C5/P'" 01\<br />

ON02<br />

'02<br />

,<br />

ONO"<br />

f,'¡rmula que, condensada, coincide con la admitida para el compuesto<br />

(Iue se estudia.<br />

Sin embargo, la nitroglicerina no se puede considerar como UD<br />

nitrato, pues no sólo (',arece de los caracteres generales de los nitratos<br />

(no es soluble en el agua, no deflagra en los carhones encendidos,<br />

etcétera), sino que como la glicerina no es un hidrato, es evidente<br />

que no procede efectuar la formación de la nitroglicerina del modo<br />

flue se ha supuesto, que senÜ'á, no obstante, para explicar elnombrc<br />

y facilitar el recuerdo de la fórmula.<br />

PlIOPIEDADEs.-Tien el aspecto de uu aceite amarillento; su densidad<br />

es de 1,6U; es soluble en el akohol y en el éter, pero no en el<br />

agua; expuesta á un frío poco intenso, cristaliza en agujas alargadas.<br />

La nitroglicerina tiene un sahor azucarado, aromático y picante á la<br />

vez; es tóxica, y produce, en pequeÜas dosis, fuertes dolores de caheza.<br />

Esparcida por el suelo, la inflama con dilienltad un cuerpo en<br />

combustión, y arde poco á poco. Se puede volatilizar á fuego lento, sin<br />

que se modififlue; pero si la ehullición llega á ser aeliva, su detonación<br />

es inminente. Cuando esta substancia contiene impurezas,<br />

pued~ descomponerse espontáneamente ton desprenclimiento de gases.<br />

A esta causa se deben, sin duda, los efettos desastrosos clue en<br />

varias ocasiones ha producido: estando en botellas hien tapadas, los<br />

gases que provienen de su alteración, no pueden encontl'ar salida y<br />

ejereen una gran presión sobre ella; en estas circunstancias, elll1e~<br />

nor choque ó movimiento determina la explosión.<br />

Resulta, pues, que el medio más á propósito para hacerla detonar<br />

consiste en someterla á un choque violento, yerificándose entonces<br />

l/na descomposición, que no se conoce con exactitud, pero que hipolr~titamente<br />

se puede forlllular así:<br />

1 (C"¡I'Oél¡V5) = 12 CO"+ 1U G~j o) + () C~})<br />

;30<br />

+ ~}.<br />

De esta fórmula se desprende que la niLroglieerina contiene más<br />

ox.í!!:elJodel necesario para producir la comJmstión de sus elemen.tos.<br />

Se puede aprovechar este ox.ígenopara quemar una pequeÜa cantIdad<br />

dc azufre, alcohol ó petróleo.<br />

A Ürualdad de peso produce tres veces y media más gases que la<br />

pólYor~ de caza, y seis á igualdad de volumen. En euanto á la temperatura<br />

desarrollada, viene a ser doble elpesos iguales quela correspondiente<br />

á la pólvora (1). El trahajo máximo ~nkilográmet~os e~ dohle<br />

ó triple que el de la pólvora, segÚn se consIderen pesos o. yolnmenes<br />

iguales.<br />

.<br />

I~s\alla enormillacl de las presiones iniGiales que desarrolla la llltroglicerina,<br />

que llega á determinar la rotura del hierro forjado, efecto<br />

que no se consigue con la pólvora. .<br />

PltEPAIlACIÓ:'\. - La glicerina se obtiene sapolllficaJHlo las grasas<br />

animales con úx.iltoplÚmbico (litargirio). Este Último precipita los<br />

principios inmediatos (le las grasas: estearinas, margarinas y oleinas,<br />

bajo la forma de estearatos, margaratos y oleatos de plomo Í1~solubles,<br />

y la glicerina aislada se disuelve en el agua. Com~ esta dl~olución<br />

suele contener alguna cantidall de litargirio, se pUrifica haciendo<br />

pasar por ella una corriente de hillrógeno sulfurado, q~lel:reG~p~ta el<br />

plomo en estallo de sulfuro; se concentra entonces el h(IUldo a luego<br />

lento, y se acaha la evaporación en el vacío. .<br />

Con la glicerina así obtenida, se prepara de varios modos la 111troglicerina,<br />

~l1ezdando íntimamente aquella suhstancia, ya con ácido snlf'Úrico<br />

concentrado y nitratos de potasio ó sodio, ya con áeido nítrico<br />

en diversos estados de concentración. Todas estas manipulaciones (lehen<br />

hacerse COIlel mayor ~smero, para evitar los desastres<br />

de pro(lucir la explosión de la nitroglicerina.<br />

que pue-<br />

USO DE LA NITROGLICElUNA .-Si se quiere desmontar un banco de 1'0-<br />

(1) Segú.n Berthelot, el volumen de gases formados por ~n kilogramo ~e<br />

pólvora de caza es de 216 litros, y de 710 el q~e produce ,Igual peso de ~Itroo-licerina.<br />

Las cantidades de calor desprendIdas por kilogramo de pol-<br />

YO~1y nitroglicerina, son 64LOOOy L320.000 calorías, respectivamente.


36<br />

l l t t 10 s ,<br />

' 1 1) ea, á 1m,50 Ú<br />

l e '<br />

Clll J¡;¡j'fI']¡:)<br />

;:; .<br />

Detros (e a aris a ex el" 1', e u<br />

de 2 á 5 metros de profundidad: después de haher sClcado g¡'oseramente<br />

del interior el agua, el balTlJy la arena, se yierten CO:lun em-<br />

:c;<br />

I 1 II 00 :<br />

:\ '). 000 °Tamos de nitroo-lieeriu::t, se hace hapr en se-<br />

1) IllCo c e . v < -' . 1)<br />

:)"uidaun tuhito de unos Om,O-íde diámetro y de 0,05 á 0,06 de alto,<br />

lleno (le pólyora ordinaria, al que va unida ~lllamecha d~ seguridad,<br />

(1ue penetra hasta cierta profun~idad para .mffamar la polvora en un<br />

momento dado: eJ cilindro se ha,p por mecho de la mecha,. y el tact.o<br />

de la lll-<br />

basta para conocer el momento en que llega á la ~upe~'fi:le<br />

tro()'licel'ina. En este instante se conserva la mecha mmovIl, y se echa<br />

are~la fina hasta llenar todo el barreno, siemlo inÚtil y peli,grosa toda<br />

compresión ó atacadura. Se corLa la mecha a algl~nos centlmetros del<br />

harreno y se le prende fuego; al caho de pocos 1111l1ntos,la combl~stión<br />

llega al cilindro é infIam:1.la pólvora, resultando un choque VIOlento<br />

([~e hace detonar la nitroglicerina.<br />

La explosión es tan rápida, que la al'ena no tle~le " tiempo.~~. ser<br />

lanzada; se ve levantal'se la masa de la roca, camInar de posIclOn y<br />

volvel' á caer tranquilamente,<br />

nación sorda.<br />

al propio tiempo qne se oye una deto-<br />

La potencia de la fuerza desarrollada por la explosión, se conoce<br />

aproximimdose al sitio donde se. ha verificado., Se ven masas enormes<br />

de roca ligeramente removJdas, pero agrIetadas en toc~oss~ntidos<br />

yen disposición de desmontarse con palaneas. La ventaJ~ l:nncipal<br />

consiste en que la piedra se destruye poco y el desperdicIO es<br />

insignificante. La carga indicada tle nitroglicerina, hasta, por lo gelH\r~l,<br />

para desmontar de 4U ;:\30 metros cÚbicos de roca; el volumen<br />

tiene que variar entre límites muy extensos" lme~ ~l~pende, en<br />

primer término, de la dureza de la roca y de su dlSPOSIC~?n. .<br />

Siendo deletéreos los gases desarrollados por la exploslOn, conVIene,<br />

antes de emprender nuevas labores, .dejar pasar nn~ Ó,dos horas<br />

para que hayan tenido tiempo de esparCIrse por la atm~sfera. ...<br />

Dinamita.-C01IPOSICIÓN<br />

y PJ\OPIEDAIms.-Sehan Visto los gIan-<br />

{les illCQIlYCD.icntes qtl8 ]!fe~u~,nt{1 rl l1S0 dA 1::! ni!.!~ogli(~p,rina. Conser-<br />

var la fuerza explosiva de esta suhstancia, haciel~d(~desap~rcecr aquellos,<br />

era un problema de demasiada impoetal:cla ,mclnstl'lal para 'pasar<br />

inadvertido á los ojos de los homhres elCutlÍicos. ~l In~el1!~ro<br />

sueco Nobel, ha conseguido resolverlo, mezclando la llItroghccnna<br />

-<br />

:3i<br />

con IIU2;; a 75 por 100 de siJice, alÚmina, ])oho de ladrillo 1'1otra<br />

materia inerte, que tenga un gran poder ahsorhente para que la nitroglicerina<br />

conserye su fuerza.<br />

Las dinamÍlas de Nohel, se clasifican en las fáhricas por la cantidad<br />

de líquido explosihle que contienen y la naturaleza del euerpo<br />

poroso, en tres clases distintas: la nt'm1CTO1, se elahora con huena siliee<br />

que ahsorhe un 75 por 100 de nitroglicerina, y tiene un color<br />

daro y sonrosado por la adición de una pequeiia cantidad de cólrotal';<br />

se emplea para ohtener el may.or efecto posible con el menor volumen<br />

de carga y siempre que ésta haya de obrar dehajo del agua:<br />

la nÚmero 2, tiene un 50 :'155 por 10U de explosivo, y varia en coloraeión<br />

con la naturaleza de las materias inertes mezcladas, us(\n-<br />

(lola cnando el esfuerzo ha de actual' sobre llna gran superficie; por<br />

Último, la nÚmero 5, sólo encierra de 25 ¡\ 30 por 100 de nitroglicerina,<br />

es de un color pÚlido de tierra, y recihe su principal apli-<br />

('ación para el desmonte ó queJJrantamiento de rocas muy duras y<br />

secas.<br />

En EspaÜa hay montadas varias fahricas de dinamita; pero la m:'ts<br />

importan te es la estahlecida en Gald{lcano, cerca de Bilhao.<br />

Las dinamitas conservan, aunque algo amortiguadas por la suhstaneia<br />

porosa, todas las propiedades explosivas de la nitroglicerina,<br />

y pueden transportarse, manejarse y almaeenarse sin exposición al-<br />

guna.<br />

De los experimentos hechos en 1868, resulta que la dinamita soporta<br />

los efectos del cajor y del ehoc1ue, sin produeir generalmente<br />

explosión; tan sólo cuando se la expone á una alta temperatura en<br />

vasos resistentes y herméticamente cerrados, ó euando se la some1.e<br />

{t tUlchoque violento en1.re cuerpos duros, es cuando se hacen temij,les<br />

los ereetos de su explosiÓn, que son más violentos cuando está<br />

congelada.<br />

En contacto de una llama al aire lihre, arde sin explosión. Cuando<br />

se quiere producir ¡'~sta,se somete la dinamita á la acción del clIOque<br />

violenl.o causado por la detonaciÓn de un fulminante. La explosión es<br />

instantánea, haeiendo estaJJar las piezas m;\s duras y los metales más<br />

resistentes, sin neeesidad de taco.<br />

A causa de su insoluhilidad, la dinamita sine 10 mismo para los<br />

hanenos dehajo del agua que para los ahiertos en seco. Su acciÓn es


38<br />

esencialmente lJuc]¡ranl.adora, cxlendit~'ndose sus efectos á una zona<br />

1')esfera de un radio ig'nal, porl,¡''l'IllÍllOmeiJio, ¡'¡la longitml del barreno,<br />

creciendo, sin emhargo, cuanto mÚs se aproxima la direcciÓn<br />

de este Último á la normal Úla superficie de la excayaciÓn qne se intenta<br />

practicar. La manera de oJJrar de esta suhstancia, explica que<br />

no pueda reemplazar ti la p¡)]yora en las armas de fuego.<br />

No se conoce á punto fijo la reacciÓn que se efectÚa eu la explosi¡jn<br />

de la dinamita, aunque es probahle sea la misma que se iudicÓ<br />

al tratar de la nitroglicerina, quedando lihre, por tanto, cierta cantidad<br />

de oxígeno, que pudiera aprovecharse, como en aquel caso, aÜadiendo<br />

á la dinamita, en la dehida propol'ciÓu, alguna suhstancia com-<br />

) 9 i<br />

lmstihJe, por ejemplo, i(~¡j<br />

de azufre,<br />

i~O de alcohol Ó i(J(j<br />

de carl¡uro<br />

(le hidr¡'¡geno.<br />

USO DE LA DE\'A}fILL-La dinamita se expende en cartuchos de (listintos<br />

tamaÜos, formados de papel consistente é impermeahle; en<br />

¡'¡ cada harreno se colocan uno, dos más cartuchos, segÚn su tama-<br />

Üo, y en el Último, que es más pequerio y que se !lama cartucho-cebo,<br />

se introduce el extremo de la salchicha ¡'¡ condllctor en que se ha fijado<br />

el fulminante, volviéndolo á cerrar y aUndolo perfectamente á la<br />

mecha; cada cartucho se mete en el harreno, apreUmdolo un poco<br />

con una atacadera de madera, pero cuidando de que quede aire interpuesto,<br />

a fin de que dé resultado la explosi¡'¡n;sobre el cartucho-ceho<br />

¡'¡ agua, que sirva de taco, dejando flle!'a<br />

se echa un poco de arena<br />

llna longitud suficiente de mecha para que los operarios se pongan<br />

en salvo. Como la dinamita es una substancia que la piel ahsorbe con<br />

facilidad y que ataca al sistema nervioso, hay que lavarse las manos<br />

después de preparar el cebo, teniendo también la precauci~n de dar<br />

lugar á que desaparezcan los gases producidos por la explosión, antes<br />

de aproximarse al barreno, para evitar la perniciosa acción de<br />

aCluellos en el organismo.<br />

Aunque el precio de la dinamita viene á ser séxtuplo del de la pól-<br />

V01~aot'dinaJ~ia) las ventajas producidas por ID.nlayor fÜel'za explosi\'fJ<br />

de este agente, y la diminuci¡'¡n de mano de obra y coste de herramientas,<br />

hacen, sin embargo, que el empleo de esta suhstancia dé, en<br />

grandes desmontes de rocas duras, uua economia que varia generalmente<br />

del l7 al 50 por 100.<br />

e<br />

39<br />

El uso de la dinamÍla es reciente. En Espaiia se empleó por primera<br />

vez el] 1871, en una mina de carMn de la provincia de Burgos,<br />

Otros explosivos menos usados.-Algunos explosivos, que<br />

han estado muy en hoga, han perdido su importancia, desde que se<br />

ha generalizado la dinamita; entre ellos conyiene citar el al,qodónpól-<br />

'VO)'{l ó }Jl:ro.xilina, que se obtiene sumergiendo el algodón, durante<br />

quince minutos, en una mezcla de ácidos nitrico y sulfÚrico. La piroxilina<br />

es de aplicaciÓn peligrosisima, porque es frecuente su explosión<br />

espontánea, que se atrilmye á los compuestos detonantes que<br />

origina el ácido nítrico<br />

del algodón.<br />

al actuar sobre algunas de las impurezas<br />

En las puJJlicaciones científicas aparecen todos los días recelas de<br />

JllleVOSexplosiYos, pero ninguno de ellos está garantido<br />

riencia. Bastará indicar los siguientes:<br />

por la expe-<br />

1. o<br />

J~adinamita-goma,inventada tamhién por Nohel,que se com-<br />

pone de 95 á 94 partes de nitroglicerina y de 7 á 6 de algodón pólvora<br />

soluhle ó coloclión, y que tiene mayor potencia que la dinamita.<br />

2." La pólvora {t}noniacal de llercules, que, como la anterior, es<br />

mils enérgica que la dinamita, y se compone de 80 partes de nitrato<br />

amónico, 6 de carbón y 10 á 20 de nitroglicerina.<br />

5. o<br />

La sebasÚna, que es una Inezcla de' nitroo'licerina carhÓn y<br />

o , .<br />

azufre, ósea Ilna pólvora en ([lle se reemplaza el nitro con nitroglicerina.<br />

EXPLOTACIÓN POR ARRANQUE.<br />

Cuando la formación geológica de la roca es tal que los hancos de<br />

piedra esl.i'mseparados lUJOSde otros pori.ierra ó detritos, se pueden<br />

explotar las canteras por el método llamado de armnque, usado<br />

con lmen éxito en las canteras de lVIonjuich(Barcelona).<br />

Consiste en abrir normalmente al corte de la cantera, y en un hanco<br />

de bastante resistencia, varias galerías que se profundizan hasta<br />

encontrar á otra, paralela al frente de la escarpa (fig. 23). Se empiezan<br />

á desmontar los apoyos, que separan entre sí las primeras galerías,<br />

lo suficiente para producir el desplome de la masa. Con objeto<br />

de evitar desgracias, un capataz Ú operario experimentado se coloca<br />

en la parte exterior de la cantera, y está constantemente ohservando


.1,0<br />

la roca para hacer Hna sellal conycnida, en el momento que ('sta empiece<br />

Údesprenderse. En cuanto oyen la seiial, se retiran los trabajadores<br />

{¡ la galería del fondo, hasta que haya cesado el desprendimiento,<br />

saliendo luego por una de las Últimas galerías normales, que<br />

siempre se dejan libres.<br />

I~sta clase de explota


B<br />

los socavones y harían imposihle los trahajos, si no se pudiera dar salida<br />

al agua qlle producen. Cuando las galerías son horizontales Óascendentes,<br />

ofrecen un medio muy sencillo de extraer el agua que se<br />

encuentre en la cantera, siempre que las excavaciones no hayan llegado<br />

por deJléljodel nivel de aquella. En los demás casos, es necesario<br />

emplear m{lquinas de agotamiento: a veces hastan homhas ordinarias,<br />

movidas {l hrazo; en otras ocasiones, es indispensable montar<br />

m:'lquinas hidráulicas de gran potencia.<br />

OLI'oincomeniente hay que comhatir en las canteras suhterráneas;<br />

la dificultad de renovar el aire viciado por la respiraciÓn de los operarios,<br />

la comhustiÓn de las lámparas y la explosiÓn de los ]JalTenos;<br />

comÚnmente se remedia esta dificultad ahriendo uno Ó mas pozos,<br />

que renuevan el aire con el tiro que estahlecen. Cuando no se<br />

puede recurrir á ese medio, se efectÚa la ventilaciÚn, inyectando<br />

aire puro, por medio de maquinas; el estudio de estos importantes<br />

detalles, que reciben su principal aplicaciÓn en la perforaciÓn de tÚneles,<br />

sale fuera de los IÍJ':iLCSde esta obra.<br />

PHEPARACIÓN DE LOS BLOQUES.<br />

División de bloques.-Como generalmente los bloques que<br />

se ohtienen por los medios que se han indicado, son muy grandes y<br />

dificilps de transportar, es menester partirlos para darles las dimensiones<br />

convenientes; unas veces se consigue dividirlos con cuflas y<br />

palancas, otras por medio de pistoletes; otras basta marrearlos, es decir,<br />

golpearlos con una maza pesada. .<br />

Hendiri1iento.-Cuando la piedra, en vez de ser compacta, es<br />

de estructura esqllistosa, se aprovecha esta disposiciÚn para henderIa<br />

Ódividirla en lajas, por medio de ClUlas¡'¡de cuchillos, qne se hacen<br />

penetrar entre las hojuelas. lIe ese modo se ohtienen las placas de<br />

pizarra que sirven para cubiertas, para solados, etc. (1).<br />

('1) Las dimensiones de las láminas de pizarra son muy variables: como<br />

ejemplo se insertan á continuación las admitidas por la Compañía pizan'era,<br />

de Villar del Rey (Badajoz):<br />

I<br />

I<br />

I<br />

I<br />

43<br />

Desbaste y labra. -Partidos los bloques, es necesario en<br />

muchos casos labmrlos, para lo cllal se principia por desbastarlos, Ó<br />

spa darles una forma que se aproxime {l la qne han de tener los si-<br />

-- -,-<br />

N Ú1118ro(le orden. Dimensiones. OBSERVACIONES. I<br />

-~~~<br />

111<br />

.1.......<br />

0,65 X 0,35<br />

2... ,,"...,.... "" "'.<br />

0.66 X 0,34 Las pizarras son de forma rec-<br />

; 3............... 0,60 X 0,35 tangular, pero también se cortan<br />

I 4......,........ 0,60 X 0,30<br />

rombales y de<br />

5.,............. 0,55 otras figuras .<br />

X 0,30<br />

! 6.. . .. . . . , ...., . 0,4.5 X 0,30 El peso de un metro cuadrado<br />

l... o.,." ..'... 0,00<br />

I<br />

X 0(]5 de cubierta de pizarras, varía, se-<br />

8............... O,IrOX 0,30 gún las dimeusiones de éstas, eu-<br />

9............... 0,35 X 0,25<br />

I<br />

I '10............... 0,32 X 0,22 tre 20 y 30 kilogramos.<br />

I H............... 0,40 X 0,45<br />

'14duplicado...... 0,30 X 0,20<br />

11<br />

I<br />

I<br />

,---<br />

I<br />

r<br />

,12. "'"<br />

Pizarras para cubiertas.<br />

... ....., 0.25 X 0,-15<br />

Pizarras para pavin'len tos.<br />

PESO APROxnIADO DE 4.000 PIZARIIAS.<br />

DIMENSIONES. .----------<br />

Sin labrar. I Labradas.<br />

Kilog1'amos.<br />

0,29 X 0,29 oo 3.380<br />

0,28 X 0,28 , 3.'150<br />

0,27 X 0,27 .,... 2.940<br />

0,26 X 0,26 ".., 2.730<br />

0,25 X 0,25<br />

0,24. X 0,24. ."..<br />

"'"<br />

2.540<br />

2.34.0<br />

0,23 X 0,23 2.460<br />

0,22 X 0,22 1.980<br />

0,2'1 X 0,2'1 oooo... 0\.820<br />

0,20 X 0,20 oo..." 0\.650<br />

0,19 X 0,19 0\.500<br />

0,'18 X 0,48 1.350<br />

0,17 X 0,'17 ""oo' L220<br />

0,16 X 0,46 1.080<br />

0,'15 X 0,40<br />

0,44 X O,H. "'"<br />

"'"<br />

960<br />

840<br />

""'"<br />

Kilogramos.<br />

3.'150<br />

2.940<br />

2.730<br />

2.MO<br />

2.340<br />

2.'160<br />

1.980<br />

-1,820<br />

4.650<br />

-1,500<br />

'1.350<br />

'1.220<br />

L080<br />

960<br />

840<br />

740<br />

--<br />

I II<br />

I<br />

I<br />

I


4.1<br />

llares labrados. El desbaste se ejecuta casi siempre con el pico y el<br />

puntero; la descripción de estas hel'l'amientas y de las que. se usan<br />

para la labra, así como la manera de efectuar las dos operaclOnes, se<br />

explican con detalle en el curso de EstereotoJilÍa. Conviene tener presente<br />

quc en ciertas ohras de cantería, se emplean las piedras simplemente<br />

desbastadas.<br />

ASEUH\}llE"'iro.-En algunos casos se puedcn dividir los bloques y<br />

ohtener ;\ la vez una gran regularidad<br />

de sierras, que se emplean:<br />

en las superficies, por medio<br />

J. o<br />

Cuando las piedras son sullcientemente blandas, para que<br />

~\(lueIlasherramientas sean de f:'cil y ventajosa aplicación.<br />

2: Cuando, siendo dmas las piedras, ticnen Illl precio hastante<br />

elevado para que haya inter


1:0 4-7<br />

La pieza principal del mecanismo es una rueda horizontal dentada,<br />

A, de 6 metros de diámetro próximamente, que está unida por<br />

medio de brazos á tlll árbol vertical, B, que le sine de eje. Al COlljunto<br />

de la rueda y del árbol se le da rigidez con tUl nÚmero suficiente<br />

de toniapuntas inclinadas, C. J~a nll~da engrana con una linterna,<br />

JJ, que recibe su movimiento de otra rueda dentada vertical, E,<br />

fija al árbol motor. En YÍrtud de estas disposiciones, la rueda, A,<br />

puede girar á muy corta distancia de una área anular, a, perfeelamellte<br />

lisa, en que están sujetos los baldosines que se han de pulimentar;<br />

otros lJaldosines, b, de 111misma especie, se apoyan en los<br />

J.razos de la rueda ~.siguen su movimiento. Estos Últimos eonservan<br />

SLlposición, mediante Ullas varillas flexibles, F, que se apoyan,<br />

por un lado, en las piezas de madera que forman la armadura de la<br />

rueda, y por el otro, en los bordes interiores de las haldosas. Para<br />

aumentar el efecto del roce, (Iue se verifica cuando la máquina eslci<br />

en marcha, se eargan los balcIosilles superiores con pesos, G, más<br />

ó menos considerables; se riega continuamente la superficie de los<br />

inferiores, empleando para este ol>jetoun cubo, I, eolocado so11rela<br />

rueda y que vierte. el agua poco á poeo por un grifo; y, por Último,<br />

se espolvoreall de cuando en eualldo las superficies frotadas con arena<br />

silicea muy áspera.<br />

Para baldosas de O,m30 de lado, la operación dura unas seis horas,<br />

y se prolonga tanto más cuant~1 mayores son las dimensiones.<br />

MORTEROS Y HORMIGONES.<br />

Conocidos ya los medios de extracción de las piedras, se pasará á<br />

tratar de las mezclas


,,'<br />

-1'0<br />

CALCINACIÓN.<br />

Generalidade.s.-La operacióu por la cual se convierten las<br />

calizas en cales, recibe el nombre de calcillaciull y consiste en someter<br />

las piedras á una elevada temperatura, la del calor rojo (1), á la<br />

que debe cuidarse de Ilegal' con lentitudj Una temperatura uniforme,<br />

pero mellor, 110bastaría, por mucho que se prolongara, para la descomposicióÚ<br />

de la caliza, pues para tm calor determinado se establece<br />

un estado de elIuilil,rio entre la fuerza expansiva del gas. car-<br />

II/'mico y su afinidad con la cal. Si la temperatura fuera demasiado<br />

fuerte desde el principio, se correría el riesgo, sobre todo eu ¡os 1101'nos<br />

discontinuos, de que se' hendieran las piedras, reduciéndose ;i<br />

fragmentos que se opondrían á la marcha regular de la llama.<br />

Si las calizas son bastante puras, es indiferente, desde el punto ~le<br />

vista de la calidad del produeto, verificar su eaIcinación á una 1empera<br />

tura excesiva, pues la Única desventaja que resulta es un gasto<br />

inÚtil de combustible; pero si las calizas son arcillosas, es de la mayor<br />

importaneia que no se pase de la temperatura (Iue la experiencia<br />

haya demostrado ser más á propósito, para que no se formen<br />

silicatos fusibles ni se vitrifiquen ciertos elementos.<br />

(1) Se desigllarán las temperatllras por los colores, que son mÚs fáciles<br />

de apreciar en las operaciones industriales q ae los grados Úque corres- '<br />

ponden.<br />

valencias<br />

Sin em bargo, se j azga oportuno<br />

deducidas por Pouillet:<br />

estampar á continuación<br />

,.<br />

las eq ui-<br />

Colores.<br />

Rojo naciente... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Idem obscuro. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Ccreza naciente """<br />

Cereza.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

" . . .<br />

Cerez,\claro. . . . . . . . . . . . .<br />

Anaranjado ohscuro. """"'"<br />

[dem claro. . """"""""<br />

"""'"<br />

..' . . .,<br />

lJh\ll(',o.. . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

'.' , .'<br />

. . .<br />

""<br />

. . . . , .<br />

[dcm .brillante. . . . . , . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Grados centí


00<br />

empleado esté ó no en contacto con la caliza. Hay, pues, queexaminar<br />

los cuatro métodos siguientes:<br />

,<br />

Por capas al aire lihre.<br />

.<br />

'. IntermItente. . . . .<br />

{ ConcomhustIhle de llama larg'a. v<br />

Calcinación. ~<br />

.<br />

¡,<br />

~on comlmstIl}le de llama Iarga.<br />

i {<br />

Contmua. . . . . .. 1 )<br />

01' capas.<br />

Calcinación al aire libre.-Este método, considerado industrialmente,<br />

es el peor de todos para obtener llna producción constante<br />

de cal; pero si se trata tan sólo de preparar la necesaria para<br />

una ohra, que no esté en circunstancias excepcionales, es el más conveniente<br />

por la economía, facilidad y prontitud de la instalación. Se<br />

prepara Úna área circular hien plana y perfectamente seca; se exca- '<br />

va en seguida en el centro un tronco de COllOde unos Om,90 (le profundidad,<br />

cuya sección superior puede tener 2m,50de radio y la inferior<br />

Om,52. Del fondo de esta excavación arranca una zanja (figura<br />

50), de unos Om,50 de ancho en su punto de partida y de Om,40<br />

á Om,45 en su intersección con el circulo exterior, que se prolonga<br />

de Om,60 á un metro más allá de la excavación tronco-cónica, y que<br />

se eubre con losas, de modo (Iue resulte una canal de Om,50 de alto<br />

en su desembocadura y de Om,50 en el fondo. Esta canal, que sine<br />

para prender fuego, está ,construída de tal modo, que las losas que<br />

la cubren dejen entre si hastantes intersticios para que se comunique<br />

la llama al comhustihle empleado. '<br />

En seguida se colocan, desde el fondo de la excavación, capas alternadas<br />

de hulla menuda ó carMn vegeta!, y cali:za; las primeras capas<br />

de caliza no tienen más de Om,]2 á O,] 5 de espesor; pero éste<br />

aumenta gradualmente hasta unos 50 á 55 centímetros, con ohjeto<br />

de hacer más uniforme la calcinación, pues es evidente que las capas<br />

superiores estarán expuestas más tiempo á la acción del calor.<br />

Las capas de comhustihle, que tienen de Om,]2 á Om,'15 de espesor,<br />

están, á fin de conseguir este mismo ohjeto, compuestas de pedazos<br />

de carMn más gruesos y mejores en la parte inferior que en la supenor.<br />

Fórmase asi un montón, que aparece por encima del suelo como un<br />

tronco de cono de 5m,60 á' 3m,80 de altura, cuyas bases tienen respectivamente<br />

5 y 4 metros de diámetro, y terminado por un casquete<br />

01<br />

esférico. To(las las dimensiones indicadas, son las de un montón de<br />

capacidad media, pudiendo aumentadas ó disminuidas segÚn los<br />

casos.<br />

Con objeto de impedir la pérdida de calor y para qne el viento no<br />

prolluzca una calcinación irregular, se cubre todo el macizo con una<br />

capa de arcilla mezclada con paja menuda y arena, de Om,05 á<br />

Om,UGde espesor ,sobre la cual se coloca á veces un rey~timiento<br />

de piedras, de Om,50 á Om,40 de grueso; pero de todos modos, se<br />

refuerza la hase con piedras ó tierras, que se dejan con su talud natural,<br />

mil, pr¡o<br />

Concluído el montan, se introducen por la canal practicada en el<br />

fondo algunos haces de leÜa seca, brezo a ramaje, á que se prende<br />

fuego; la llama se comunica á la capa inmediata de combustihle; en<br />

cuanto ésta ha ardido bien, se rellena la canal con piedras, tapantlo<br />

su entrada con arcilla a tierra. La caliza tarda cuatro ó cinco dias<br />

en calcinarse; transcnrrido este tiempo, se deja enfriar porcompleto<br />

el montón, que se deshace entonces para sacar la cal. Ésta sale<br />

mezclada con cenizas, pero como queda en terrones, es fácil separarla<br />

á mano.<br />

La calcinación al aire lihre puede efectuarse tamhien con com-<br />

Imstibles de llama larga, disponiendo una lJóveda en la l)ase del<br />

montón, de capacidad suficiente para que pueda desarrollarse la llama;<br />

cncima se coloca la caliza, formando los paramentos de este<br />

horno de camp(tllctcon las piedras más gruesas, y enlodándolos con<br />

arcilla amasada con zarzos Ü paja. Las caleras suelen ser de planta<br />

rectangular a circular, y de ordinario se alimentan con ramaje,<br />

que se' introduce, a medida que se necesita, en el hogar a caldera.<br />

Con frecuencia se hace un socan)n en un rihazo, de suerte que el<br />

mismo terreno natural forme las paredes posterior y laterales del<br />

horno, y en la del frente, construida con piedras gruesas, se practica<br />

la JJoca del hogar.<br />

El principal inconveniente de la calcinación al aire lihre, es la repartición<br />

desigual del calor, pues mientras algunos fragmentos se<br />

recuecen; otros no se calcinan hastante, constituyendo lo que los alhaÜiles<br />

denominan huesos. Tamhien se pierden grandes cantidades<br />

de calor, pero estas desventajas se compensan. con la facilidad de establecer<br />

el montón ,y obtener así la cal al pie de ohra.


52 "'<br />

D"<br />

Calcinación en hornos.-GExERJLIDJDEs.-En los demás sistemas<br />

de calcinación, ya intermitente, ya continua, la cochura de la<br />

caliza se efectÚa en hornos construídos expresamente para ese fin.<br />

Los hornos, en general, se componen de tres partes principales: el<br />

/Zogar, el vientre y la chimenea.<br />

El /Zogar,unas yeces lateral, otras colocado en el centro del horno,<br />

está siempre en la parte inferior. Cuando el comlmstible empleado<br />

es leÜa, el hog'ar no tiene ninguna diYisión, pero cuando se<br />

haya de quemar-carbOn, es preciso []stablecer dos compartimientos<br />

separados por una rejilla, siniendo la parte inferior para cenicero.<br />

El vientre, que constituye la capacidad del horno propiamente dicho,<br />

es de forma muy variada; si tiene suficiente altura, como sucede casi<br />

siempre en los hornos destinados á la fabricación de cal, se puede<br />

prescindir de la chimenea, cuyo Único ohjeto es establecer el tiro.<br />

En todos los casos debe cuidarse de dejar entrada al aire para alimentar<br />

la combustión.<br />

Los hornos de cal se suelen hacer de fálJrica, y se componen de un<br />

macizo exterior de ladrillos, sillarejo, mampostería ó cualcIuier otro<br />

material abundante en la localiclad; en el interior, y dejando un lmeco<br />

bastante considerable entre ambos macizos, se eleva la camisa ó<br />

pared interna, formada de ladrillos refractarios en cierta parte de su<br />

espesor, y de ladrillos ordinarios tI otra fábrica"el1el resto. Entre la<br />

camisa y el muro exterior se apisona arena, ceniza, arcilla ó cualquiera<br />

otra suhstancia mala conductora del calor, con 10que se consigue<br />

dar á las paredes suficiente grueso para cIueno haya gTandes pérclidas<br />

de calórico por radiación, á la vez que se evita el empleo de un<br />

volumen considerable de fábrica.<br />

CALCINACIÓNINTER~HTENTEEN HORNOS.-Los hornos de marcha intermitente<br />

son los más antiguos y sencillos; tienen, por lo general,<br />

la forma aovada que representa la figura 31, Y presentan en su<br />

hase una abertura lateral, por la que se introduce el combustible y<br />

se saca la cal cuando está cocida: la caliza se echa en el vientre por<br />

la boca ó [mgante del horno. Para sostener la masa y para dejar libre<br />

el espacio necesario para el hogar, se empieza por escoger los<br />

fragmentos más gruesos de caliza y formar con ellos una bóveda, sobre<br />

la que se colocan las piedras, disponiendo las mayores en la parle'inferior,<br />

para corregir, en 10 posible, como en la calcinadón al<br />

aire libre, las irregularidades de la cochura. La hóyeda suele apoyarse<br />

en un re tallo anular practicado en el macizo del horno, como indica<br />

el dibujo; sin embargo, á yeces descansa en machones formados<br />

tamhÍl~ncon grandes piedras calizas.<br />

Se enciende en el hogar el combustihle, que ordinariamente es<br />

leÜa ó turba; la llama se eleya y penetra á través de la masa; se hace<br />

subir poco á poco la temperatura hasta el rojo, y la transformación<br />

de la caliza en cal se efectÚa con un abundante desprendimiento de<br />

gas y de vapor. Terminada la cochura, se deja apagar el fuego; se<br />

sacan los fragmentos de cal y se reemplazan con otros de caliza. Entre<br />

las dos hornadas media cierto intervalo, no pudiendo utilizar el<br />

calor mientras el macizo se enfria.<br />

Se reconoce que ha terminado la calcinación en que se produce<br />

un asiento en la masa, que, en general, varia de ~ á ~; en que la<br />

llama sale casi sin humo, y en que la piedra toma el aspecto que<br />

dehe tener después de calcinada y cIuela práctica enseÜa en cada caso.<br />

Si hay alguna duda, todo se reduce á ver si los ácidos producen ó no<br />

efervescencia en fragmentos sacados de la parte superior del horno.<br />

SegÚn Vicat, el tiempo que exige la calcinación varia, para un horno<br />

de 60 á 75 metros cÚlJicos de calJida, de 100 á 150 horas; los<br />

elementos que más influyen en la duración, Son la naturaleza del<br />

combustible, el estado de la caliza y las condiciones atmosféricas.<br />

En cuanto al consumo de combustihle es en extremo variable. Afirma<br />

Vicat que en la calcinación intermitente con llama y empleando<br />

combustibles vegetales, oscila el gasto entre limites lllUY distantes,<br />

y que depende solJre todo de la naturaleza de aquellos, pudiendo admitirse,<br />

como términos medios, que un metro cúbico de cal exige<br />

1 m5, 66 de huena leÜa de encina, 22 metros cÚhicos de haces ordinarios<br />

y 30 de hrezo ó retama,<br />

primir.<br />

medidos en grandes pilas y sin COlll-<br />

CALCINACIÓS CONTINUACONLLAMA. -La figura 52 representa un<br />

horno para la calcinación continua con llama; está formado por un<br />

dohle cono de 10 metros de altura, y tiene un hoga1' lateral, F, del<br />

que sale la llama, penetrando en la masa por tres conductos situa~<br />

dos en un mismo plano horizontal, á 2 metros de la hase. Después<br />

de cargado el horno, se enciende en el centro un fuego de leña, dél


IH<br />

mismo modo que se explicó al describir los hornos intermitentes,<br />

con olJjeto de poner al calor rojo las piedras que están por debajo de<br />

los conductos; se enciende entonces el hogar Jateral, en el que se<br />

quema leila ó hulla de llama larga, y prosigue la calcinación, sin que<br />

se necesite conservar el fuego central. Cada doce horas se saca por<br />

la abertura G cierta cantidad de cal, y se reemplaza con otras piedras<br />

que se echan por el tragan te. La calcinación marcha, por tanto,<br />

con continuidad.<br />

La figura 55 da Úconocer otro horno de fabricación continua. La<br />

caliza se apoya en una hÓreda de fábrica, que deja aberturas para<br />

el paso de la llama del hogar, que está situado deJlajo: una puerta<br />

lateral que termina á la altura del arranque de la lJóreda, permite<br />

sacar la cal, que se reemplaza en la parte superior con caliza. Esta disposiciÓn<br />

tiene, respecto de la anterior, la ventaja de no exigir más que<br />

un hogar, pero ninguna de las dos puede emplearse si no se dispone<br />

de un comJmstiJJle de llama larga, como leÜa, ln'ezo ó hulla seea. Se<br />

ha ensayado en algunas oeasiones el empleo del carbón de piedra de<br />

llama corta, pero los resultados han sido detestables, porcIue los<br />

fragmentos próximos al hogar se calcinaban demasiado, mientras<br />

que quedaban sin cocer los situados á alguna distancia.<br />

Se comprende desde luego que, á igualdad de las demás cOlH1iciones,<br />

este método de calcinaciÓn ha de ser más econÓmico en com-<br />

JJUstible que el intermitente, pues que se reducen notablemente las<br />

pérdidas de calórico, pero las cantidades de leila ó de hulla varían<br />

tanto de unas fáhricas á otras, cIue nada enseñaría consignar algunos<br />

guansmos.<br />

CALCINACIÓNCONTINUAPOR CAPAs.-En el horno, que tiene de ordinario<br />

un perfil parecido al de la figura 32, se colocan capas alternadas<br />

de caliza y de hulla de llama corta; toda la masa descansa en la<br />

parrilla del cenicero. Se prende fuego á la capa inferior de carlJón,<br />

que descompone á la caliza que está en contacto con el1a; la segunda<br />

capa de combustible se inflama a su vez, y así se propaga sucesivamente<br />

la acción del calor. Las cenizas del comJmstihle atraviesan la<br />

rejilla y se sacan por una aJJel'tura especial; al paso que por otra se<br />

~xtrae la cal viva, reemplazándola con nuevos fragmentos de caliza,<br />

[Iue se introducen por la hoca del horno.<br />

Las dimensiones de los hornos 'y los espesores de las capas, tanto<br />

.~5<br />

¡le caliza, como de carhÓn, dep enden, no sOlo de la naturaleza de las<br />

materias, sino de multitud de circunstancias. La ohsenación que<br />

dehe tenerse presente en la calcinación continua, ya sea con llama<br />

Úpor capas, es que conviene, para que los productos sean uniformes,<br />

red~lcir las calizas á fragmentos pequeilos, del mismo tamailo.<br />

El volumen de hulla Ó antracita que se consume para fahricar un<br />

metro cÚhico de cal, cuando se efectÚa la caIeinaciÚn por capas y<br />

con continuidad, varía con la dureza de la piedra, pero entre límites<br />

poco tlistan tes. SegÚn Vicat, se puede graduar que, por término medio,<br />

se Q"asta ,) '/ de metro cÚbico, ó sean unos 5 hectolitros v<br />

"<br />

])('111, por metro cÚhico de cal.<br />

de car-<br />

Muchos inconvenientes ha hahido que salvar para ohtener huenas<br />

cales por e] método que se reseila. El mismo Vicat los indicaha en la<br />

notaMe obra que publicÓ en 1828, y que aÚn puede consultarse con<br />

fruto para el estudio de los morteros y de sus elementos constitutivos.<br />

« Un sencillo camhio en la direcciÓn ó intensidad del viento, decía<br />

aquel ilustre Ingeniero, algunas degradaciones en la pared interior<br />

del horno, demasiada desigualdad en el tamaÜo de los fragmentos,<br />

son otras tantas causas que retardan ó aceleran el tiro, producen<br />

movimientos irregulares en el descenso de los materiales, determimíndose<br />

precipitación de carbón ó de piedra en un mismo punto,<br />

y resultando exceso Ó falta de cochura. Á veces un horno funciona<br />

perfectamente muchas semanas, y de repente se altera su marcha sin<br />

que se pueda advertir la causa; la mfls pecIueña variación en la calidad<br />

del carbón hasta para confundir al operario más avezado: en una<br />

palabra, la cochura continua con hulla, es cuestión de tanteos y de<br />

práctica.)) Una larga experiencia ha logrado vencer estas dificultades<br />

tan gráficamente indicadas, y en el día son muchísimas las fábricas<br />

que dan productos excelentes, habiendo llegado á este resultado, perfeccionando<br />

más y más la forma de los hornos y la manera de dirigir<br />

la operación.<br />

Lo que precede ]Jasta para tener una idea exacta de los procedimientos<br />

que se siguen para calcinar en hornos las calizas. Se harán<br />

ahora algunas consideraciones para deducir la forma teórica que de-<br />

]Jen tener las caleras, segÚn los casos.<br />

FORMAS TEÓRICASDE LOSHORNos.-Las parede$ interiores de los 1101'nos<br />

han de ser siempre superficies de revolución, porque en éstas


56<br />

las secciones transversales son círculos, y presentan, por tanto, el<br />

mínimo perímetro para una área determinada, de suerte que se disminuyen,<br />

en lo posible, las pérdidas de calor por radiación. El eje delJe<br />

ser vertical: en un horno de eje inclinado, quc comunicase con<br />

una chimenea alta, se podría obtener un tiro enérgico; pero la caliza<br />

es poco resistente, sería imposihle evitar asientos y la corriente calorífera<br />

tendría una marcha irregular.<br />

En cuanto á la altura de los hornos, pudiera creerse que seria<br />

oportuno admitir la suficiente para que los gases saliesen fríos, pues<br />

así se utilizaría por completo el calor; pero no es así, porque el Único<br />

resultado que se obtendría en las capas de caliza colocadas por encima<br />

de la en que comience la calcinación, seria secar la piedra,<br />

que ya se ha visto es perjudicial, y que obligaría á aumentar la<br />

temperatura. La altura de los hornos debe limitarse , Por consio'uien- v<br />

te, á la en que se halle la Última capa calcinada, cuando el hog'ar dé<br />

el mhimo calor compatible con la buena cochura de la cal. De aCIuÍ<br />

se deduce que la altura habrá de ser, por lo general, tanto menor<br />

cuanto menos elevada sea la temperatura necesaria, esto es, cuantas<br />

más impurezas contenga la caliza.<br />

Para estudiar las demás condicion es á cIue debe satisfacer la forma<br />

de los hornos, se examinarán sucesivamente los que tienen hogar<br />

y los que se destinan á la calcinación continua por capas.<br />

Hornos con Iwgar.-Lo primero que hay que determinar es la<br />

meridiana de la superficie que constituye el paramento interior del<br />

horno. Es evidente que si se quiere aprovechar la mayor cantidad de<br />

calor posiJJle, y al mismo tiempo someter todos los trozos de caliza<br />

a su acción, las meridianas halJrán de coincidir con las trayecto-<br />

'ias que siguen los productos gaseosos de la comlmstión á 10largo de<br />

a pared, desde el hogar á la hoca del horno. Á medida que los gases<br />

;e alejan del hogar, se enfrían, y como están sometidos á una pre-<br />

;ión constante, la de la atmósfera, se contraen, de modo que, si el<br />

IOrno fuera cilíndrico, no podrían salir á hoca lIena los gases, á melOSque<br />

disminuyera su velocidad; pero ésta es uniforme, puesto<br />

ue el movimiento de cada capa está ligado con el de las demás, y<br />

n cuanto una avanza, pasa inmediatamente otra á ocupar su sitio.<br />

la corriente gaseosa se contrae, por tanto, hacia el eje del llOro,<br />

verificándose de un modo muy irregular la calcinación en los<br />

DI ''"<br />

espacios próximos á las paredes, en los hornos cilíndricos ó prismáticos,<br />

y quedando muchos fragmentos sin calcinar. Este incollyenien<br />

te, que tratándose de cales grasas podría remediarse por una<br />

elevación de temperatura, que representaría, en definitiva, un aumento<br />

de gasto, no es factible evitado en la preparación de cales<br />

hidráulicas, si no se adopta para el horno una meridiana de inclinación<br />

variable respecto del eje. Deberá ser, pues, la meridiana una curva<br />

que, arrancando normalmente á la sección del horno por encima<br />

del hogar, se vaya aproximando al eje á medida que se contraen los<br />

gases por el deseenso de temperatura, y como á la salida se encuentran<br />

en tUl medio mucho más frío y la contracción es muy rápida,<br />

el elemento de la meridiana hahrá de presentar una inclinación acentuada<br />

cuando llegue á la boca del horno. Las dimensiones de esta<br />

Última deben determinarse prlldencialménte, teniendo en cuenta que<br />

no ha de ser demasiado pecIueiia, porque entonces no bastaría para<br />

dar salida á la masa de aire que entra por el hogar con la máxima<br />

velocidad que puede tomar; la corriente se cfuebraría, menguaría la<br />

velocidad, y por consiguiente, el tiro sería menos activo. El estrechamiento<br />

del tragante tiene además el inconveniente de corresponder<br />

á una diminución en el volumen del horno. Tampoco se puede<br />

fijar a priori la inclinación del último elemento de la meridiana, que<br />

depende de la temperatura del ambiente, de las condiciones del com-<br />

Jmstible, etc., etc.; el arco de circulo es una de las infinitas curvas<br />

que pueden trazarse de modo que, arrancando normalmente al paralelo<br />

del hogar, presente en la boca del horno la inclinación que se<br />

desee (fig. 34).<br />

Hornos en que se efectÚa la calcinación continua por capas.-Repartiéndose<br />

en estos hornos con más igualdad la temperatura, no<br />

serían tan grandes, como en el caso anterior, los inconvenientes que<br />

presentarían las formas cilíndrica ó prismática. Sin embargo, hay<br />

que tener en cuenta dos condiciones á que deben satisfacer. Supóngase<br />

que desde una eierta altura AB (fig. 35), hacia arriba, estén sin<br />

arder las capas de combustible, quemándose Únicamente las situadas<br />

por debajo; como á medida que arde el carbón disminuye su yolumen,<br />

es preciso, para que la masa consene la compacidad suficiente<br />

y no se produzcan asientos bruscos, que vaya disminuyendo desde AB<br />

hacia abajo la sección del horno. Por otra parte, como los gases pro-


58<br />

venientes de la com]mstiÓn se contraen á medida que se elevan, será<br />

forzoso, si se ha de obtener una marcha regular en la calcinaciÓn,<br />

que la meridiana del horno se vaya acercando al eje, desde AE<br />

hacia arriba. Para atender á estos dos requisitos, se suele adoptar<br />

para forma del horno la de dos troncos de cono unidos por su hase<br />

mayor (Hg. 56); la altura del inferior queda determinada teóri- .<br />

camente por el nivel á que se encuentra la primera capa encendida<br />

de com]mslible; el segundo debe terminar en el paralelo en que la<br />

temperatura sea inferior á la necesaria para la calcinación. En<br />

cuanto á la inclinación, dehe ser mayor la del tronco inferior que la<br />

del superior, pues el volÚmen de la masa contenida en aquel, disminuye<br />

rápidamente, mientras que los gases en un horno de esta clase<br />

se eufrían con lentitud.<br />

DU'ICliLTADESQ1iE PRESENTALA CALC1XAC¡ÓN.-Entre las varias diHcultades<br />

que presenta la calcinación, se mencionarán dos: la primera,<br />

que se manifiesta sobre todo en los hornos intermitentes y que<br />

se ha indicado ya en renglones anteriores, es la de repartirse desigualmente<br />

el calor; la segunda consiste en el difícil aprovechamiento<br />

de los gases que se escapan por la hoca.<br />

Para aminorar la primera, ideó Vicat un horno que tiene la forma<br />

de un cono invertido, y en cuya hase están dispuestos tres hogares<br />

laterales (Hg. 57), cuhierto cada lUlOpor su bóveda, y que se encienden<br />

sucesivamente durante la tercera parte del tiempo imertido<br />

en la calcinaciÓn.De ese modo, la hase no está sometida á un calor<br />

elenclo en todos sus puntos, mientras que la parte superior recihe<br />

continuamente la influencia de la corriente gaseosa. También se ha<br />

construido por Chanard un horno para la calcinación continua con<br />

llama, en que el hogar es anular, y regulariza, por tanto, la cochura:<br />

este horno produce 1° metros cÚbicos de cal por día.<br />

Para aprovechar los gases calientes se han imaginado hornos dobles,<br />

análogos al que se representa en la Hgura 58. Se dispone un lJOgar<br />

lateral, de suerte que la llama pase al compartimiento superior,<br />

por encima de la rejilIa ó bóve.da acanalada, B, en que se apoya la<br />

caliza; este hogar no se encietide hasta el momento en que es preciso<br />

apagar el del horno inferior para que no se vitrifique la cal. Con ohjeto<br />

de utilizar el calor del primer horno, se 11aceque el segundo reciha<br />

el aire por el conducto C, á través de toda la masa caliente d~ aquel;<br />

59<br />

por este medio se logra que la llama del segundo hogar adquiera un<br />

incremento consideral¡le de temperatura. La economía de comhustible<br />

viene á ser de 20 por 1°°; esta disposición se puede aplicar con<br />

gran ventaja para fahricar a la vez cal y ladrilIos, porque entonces<br />

se cuecen estos en el compartimiento de arriba, en que el calor es<br />

más fuerte. Conviene ohservar que la meridiana del horno inferior<br />

termina en un elemento que no esta inclinado con relación al eje,<br />

sino que es normal al plano que separa los dos compartimientos, como<br />

debe sucedcr, porque los gases al pasar del horno inferior al superior<br />

no se enfrían.<br />

Coste de un lnetro cÚbico de cal.-Para calcular el precio<br />

de un metro cÚbico de cal, hay que presuponer el coste de los materiales<br />

y la fabricación. Los elementos que habrá que considerar,<br />

suponiendo que se emplee la calcinación continua por capas, serán<br />

los siguientes: importe al pie de ohra de 1m" 25 de caliza; precio de 5<br />

hectólitros de hulla; jornales que se paguen por machaqueo de la piedra,<br />

carga y descarga del horno, vigilancia de la cochura, separación<br />

de huesos, etc.; amortización del capital de construcción; conservación<br />

del horno y extracción de detritos; y, por Último, 10 por<br />

10O, clue convendrá añadir siempre para imprevistos y pérdidas.<br />

Estos gastos, unidos á los de transporte, hacen variar mucho el<br />

precio de la cal de una localidad á otra. Este material suele venderse<br />

por peso; para la reducción de metros cÚbicos á kilogramos, hay<br />

qne COl~ocerla densidad, que varía de 0,30 á 0,90 en la cal viva.<br />

CLASIFICACIÓN DE LAS CALES.<br />

Se expondra la clasificación de cales dehida á Vicat, que, aunque<br />

tiene algunas imperfecciones, es la universalmente admitida, y no se<br />

ve razón para sustituirIa por otra, por más que sean recomendables.<br />

los trabajos hechos sobre esta cuestión en época muy reciente, por<br />

el ilustrado Ingeniero de Puentes y Calzadas, D. L. Durand-Claye.<br />

Se dividiran las cales en los cinco grupos siguientes:<br />

1.0 Cales grasas.<br />

2: Cales dridas.<br />

5. o Cales hiclrdulicas.


4. o<br />

GO<br />

Cales limiles, cementos de fraguado lento ri cemenlos de<br />

Portland.<br />

5.0 Cementos romanos, de Parker ó de fraguado rápido.<br />

Cales grasas Ó.crasas.-Las cales grasas reciben este nomhre,<br />

porque producen, con el concurso de una cantidad suficiente<br />

de agua, una pasta fina, trahada, untuosa y que aumenta mucho de<br />

volumen; esta pasta permanece indefinidamente hlanda en parajes<br />

hÚmedos, fue\:a del contacto del aire; en el agua se disuelve poco á<br />

poco y acaha por desaparecer. Los caracteres anteriores muestran<br />

desde luego que estas cales serán ¡Hiles en la construcci6n, cnando<br />

se empleen en sitios secos ó poco hÚmedos, pero qne en manera alguna<br />

podrán usarse en ohras hidráulicas.<br />

Apagando las cales grasas por el método de fusi6n, que másadelante<br />

se explicará, experimentan un entumecimientoó Ju:ncha::::ón,<br />

que varía de 1,5 á 2,5 veces el volumen de la cal viva. Las cales son<br />

tanto más grasas clHinto más pura es la caliza de que proceclen. Pronto<br />

se verá que la arcilla parece ser la suhstancia que comunica la hidraulicidad<br />

á las cales, e~ decir, que les da la importante propiedad<br />

de endurecerse bajo el agua; la mayor parte de las cales grasas contienen,<br />

sin emhargo, los elementos de aquella sal, y es, en realidad,<br />

algo arhitraria la fijación del plmto en que concluyen las cales grasas<br />

y comienzan las hidráulicas. Se admitirá el guarismo adoptado<br />

por Vicat, que considera que las cales hidráulicas provienen de la<br />

calcinación de calizas, que encierran por lo inenos 12 por 100 de arcilla.<br />

En definitiva, las calizas que dan por la cochura cales grasas<br />

son aquellas que, teniendo pocas impurezas,<br />

por 100 de arcilla.<br />

encierran menos de 12<br />

Cales áridas.-Tratadas por el agua las cales áridas, se resuelven<br />

en una pasta poco trahada, que se entumece menos y no tiene<br />

la untuosidad de la de cal grasa. Al secarse las cales áridas en contacto<br />

del aire, se desagTegan y se reducen á polvo; el agua las disuelve<br />

en parte, y en parte las deslíe; por consiguiente, no deben emplearse<br />

en las construcciones.<br />

Las cales áridas provienen de la calcinación de calizas, que, encerrando<br />

también menos de 12 por lOO de arcilla, contÍ(men cantidades<br />

considerahles de arena más ó menos fina, óxidos y silicatos de<br />

hierro, ínagnesia Ú otras suhstancias. No hay para qué decir .que<br />

61<br />

tampoco resultan hien marcadas la diferencias entre las cales grasas<br />

y las áridas, pues en ambas se encuentran materias extraÜas y no<br />

hay posibilidad de fijar la cantidad ni calidad de éstas que corresponden<br />

al límite; no hay más remedio que recurrir á experimentos<br />

en caso de duda.<br />

Cales hidráulicas.-Las cales IÚdriÍul¡:casse llaman así, porque<br />

la pasta que resulta de su apagamiento goza de la propiedad de<br />

endurecerse en el agua, así como en los lugares hÚmcdos, estén ó no<br />

privados de aire, al contrario de lo que sucede con las cales grasas y<br />

áridas. Estas notahles cualidades, de que tan frecuente uso se hace<br />

cn la construcción, se dehen, segÚn parece, á la arcilla, cuando se<br />

encuentra mezclada con el carhonato cáIeico en la caliza, en proporciones<br />

variahles de 12 á 20 por iOO. Las pastas que forman las cales<br />

hidráulicas no son nunca tan finas ni se entumecen tanto como<br />

las de cales grasas. La energía ó grado de hidraulicidad de las cales<br />

se mide, en general, por la relación que existe entre las cantidades<br />

en peso de arcilla y de cal cáustica, CaG, que encierran, nÚmero ahstracto,<br />

que se conoce con el nombre de indice de hidraulicidacl. Las<br />

cales hidráulicas se suhdividen en eminente, mecliana y clébilmente<br />

hidráulicc;s, segÚn que sus índices estén comprendidos entre 0,56 Y<br />

0,40, entre 0,50 y 0,56 ó entre 0,24 y 0,50; guarismos que corres-<br />

.ponden respectivamente á dosis de arcilla de 17 á 20, Ó de 15 á 17,<br />

ó de 12 á 15 por 100, en las calizas arcillosas, de que provienen las<br />

cales (1).<br />

La clasificación precedente supone la intervención de una arcilla<br />

casi pura y cIue se acerque en Sll composición media á la del hisilica-<br />

(,1) Las correspondencias indicad'as por Vicat no son exactas, aun suponiendo<br />

que las calizas se compusieran sólo de carbonato cálcico y arcilla.<br />

El tanto por ciento de esta substancia, equivalente á un índicc de hio<br />

o<br />

d b el ,<br />

o o 1400 m<br />

clraultClda rn, se o ten na por 1a<br />

expreslOn que se d cd uce con<br />

14ID + 25'<br />

fac.ilidad. Los tantos por ciento que resultan sustituyendo ell aquel quebrado<br />

en vez de m los valores de los índices límites, no coinciden con los scñalados<br />

en el texto. Por otra parte, se comprende bien que para tomar como<br />

base de la clasificación la composición de la caliza, es preciso prescindir<br />

de todos los elementos que no seall carbonato cálcico ó arcilla; parece más<br />

natural recurrir al índice de hidraulieidad, que es' la relación de dos mÍmeros<br />

que se obtienen inmediatamente en la análisis química.


62<br />

to (64 partes de sílice por 56 de alÚmina), pero no sucede siempre<br />

así, pues las dosis de dichos cuerpos varían entre limites bastante<br />

extensos. Además, como no siempre se puede hacer la análisis química,<br />

en la practica couviene recurrir á propiedades, que se comprueben<br />

con facilidad, y que sinan para distinguir unas de otr as las cales<br />

hidráulicas. Para conseguido, se obsena el tiempo que tardan en<br />

endurecerse ó fraguar debajo del agua, admitiéndose que se mida<br />

la cohesión que constituye el fraguado, por medio de una aguja de<br />

hacer media, de lmm,2 de diámetro, limada en lUlOde sus extremos<br />

en el sentido de la sección recLa, y cargada en el otro con un peso<br />

de 50 decágramos, lo que representa una presión, por centímetro<br />

cuadrado, de 26kg",5: cuando la pasta de cal puede sostener la aguja<br />

sin deprimirse aparentemente, se dice que ha fraguado.<br />

Partiendo de este supuesto, para ensayar una cal se empieza por<br />

apagada, formando una pasta de regular consistencia, y se coloca despues<br />

en una vasija cualquiera con agua potahle. La cal será eminentemente<br />

hidráulica cuando la pasta sumergida, como se ha indicado,<br />

fragÜe del segundo al sexto día, segÚn la estación, pues la temperatura<br />

del agua ejerce una influencia muy marcada; cuando al cabo de<br />

un mes esté dura y sea insoluble en la superficie, y, por Último,<br />

cuando transcurrido medio aÜo se rompa en pedazos por el choque,<br />

sin reducirse á polvo. Las cales medialwmente hidráulicas, fraguan<br />

del sexto al noveno dla, y al ca]¡o de cuatro ó cinco meses su eOllsistencia<br />

es comparable a la de una buena pasta cer,ímica seca, antes<br />

de eocerla, no abandonando ya cal su sllperfieie al baÜo de inmersión.<br />

Por Último, las cales (lebilmente hidráulicas fraguan del noveno<br />

al décimoqtlinLo día; su consistencia no es mayor, después de<br />

seis meses, que la del jabón seco, y transcurrido ese periodo aÚn es<br />

algo soluble la película exterior.<br />

La insolubilidad superficial, no prueba que en el interior de las<br />

pastas que forman las mejores cales hiddulicas, no se encuentre cal<br />

soluble; por el contrario, puede asegurarse que á cierta disLancia de<br />

la superficie, las pastas convierten en agua de cal á la destilada, aun<br />

al cabo de muchos a11os.El grado de insolubilidad de las pastas en el<br />

agua podría servir, dice Vicat, para apreciar la estabilidad química<br />

de las cales hidráulicas y para medir su energía, por un lllóLododistinto<br />

del fundado en los caracteres físicos de su endurecimiento: has-<br />

63<br />

tarÍa rccoger la cal disuelta en baiios dc agua destilada, que se renovaria<br />

hasta que no la enturhiase el oxalato amÓnico. La totalidad de<br />

cal disuelta, dividida por la superficie mojada, expresada cn centÍmctros<br />

cuadrados, dada el grado de solubilidad, referido a aquella unidad,<br />

de las cales que hubiesen de compararse. Es claro que la cal hidráulica<br />

seria tanto más enérgica cuanto más pequeiio fuere el nÚmero<br />

así determinado.<br />

Cales límites.-Cuando la cantidad de arcilla contenida en una<br />

caliza csta comprcndidaentre 20 y 25 por 100, se obtienen por la<br />

calcinaciÓn prodLlctos variables, con los que Vicat formÓ el grupo de<br />

las cales limites (, de los limites de las cales, que hoy se llaman con<br />

preferencia, cuando se preparan como luego se dirá, cementos (, cimentas<br />

de fraguado lento ú cementos de Portland, debiendo considerarse<br />

este Último nomhre como genérico (1).<br />

Cuando las cales límites se han obtenido calcinando las calizas á la<br />

temperatura suficiente para que se desprenda el anhidrido carbónico,<br />

son lllUYdificiles de apagar; algunos fragmentos no se apagan sino<br />

mucho tiemp() después de haberse empleado en obra, ocasionando<br />

entonces la desuniÓn de las fábricas y reduciéndose a pol\'o los morteros.<br />

Si terminada la cocciÓn se trituran y se baten con mucha<br />

agua, se con,sigue un apagamiento completo, pero los morteros, que<br />

. fraguan con rapidez, no tienen solidez permanente y no tardan en formal'<br />

lechadas. Por tanto, las cales límites, fabricadas como las o1'(linarias,<br />

deben proscribirse severamente de las construcciones.<br />

Pero cuando la cochura de las calizas correspondientes se efectÚa<br />

á una temperatura hastante elevada para que haya principios de vitrificación,<br />

las cales límites trituradas y hatidas no se apagan (de igual<br />

suerte que los cementos romanos), y constituyen productos eminentemente<br />

hidráulicos, que fraguan en un espacio de tiempo variable<br />

desde media hora á diez y ocho horas. Las cales así obtenidas, a<br />

las que llamó Vicat cales quemadas, son los cementos de fraguado<br />

lento ó de Portland, (Iue tienen una composición algo diferente, segÚn<br />

sus procedencias, y de cuya fabricación se hablara más adelante.<br />

(-1) Iteciben estos cementos el nombre de Portland, porque los primeros<br />

que se fabricaron en Inglaterra tení,ll1, después de fraguar, un color y<br />

aspecto parecidos á los de la sillería de aquella procedencia.


Los fenómenos que al tratarlas<br />

64<br />

por el agua se obsenan en esta clase<br />

de cales, justifica la denominación de límites, que les dió VicaL<br />

Proyiniendo de 'calizas que contienen de 20 él 25 por 100 de arcilla,<br />

puede decirse que su índice de hidraulieidad oscila entre<br />

0,40 y 0,60.<br />

.<br />

Cementos romanos, de Parker, ó de fraguado rápido<br />

(1).-J~as calizas que contienen de 25 á 40 por 100 de arcilla,<br />

dan por la calcinación los cementos romanosÓde lmguado rápido,<br />

que mezclados con agua no se combinan con ella ni se reducen á polvo,<br />

es decir, no se apagan, pero que contienen todos los elementos necesarios<br />

para endurecerse casi instantélneamente cuando se baten vivos,<br />

esto es, al salir del horno; el endurecimiento se retarda<br />

tanto cuando los cementos están lríos, por haber permanecido<br />

a}o-Ún<br />

.0:><br />

enyasados<br />

cierto tiempo, mas, por lo general, no tardan en fraguar<br />

ba de un cuarto de hora á una hora.<br />

arri-<br />

Las cualidades de los cementos varían mucho con la composición<br />

de la arcilla que contienen y con el grado de cochura: éste se determina<br />

experimentalmente en cada caso, para ohtener productos de la<br />

mejor calidad posible; debiendo adyertir que la temperatura más á<br />

propósito no es la necesaria para desalojar todo el anhidrido carbónico,<br />

sino la que se requiere para hacer atacables hasta el máximo los<br />

elementos de la an~illa, así es que hay cementos que contienen proporciones<br />

relativamente<br />

poner.<br />

crecidas de carbonato cálcico sin descom-<br />

El índice de hidraulicidad varía de 0,60 á 1,20; pero estos nÚmeros<br />

no tienen ya la misma significación que en las cales hidráulicas,<br />

porcIue, segÚn se acaba de ver, la rapidez del frag'uado de los cementos<br />

depende, en gran parte, de circunstancias distintas cIueel de aquellas.<br />

Algunos autores dividen los cementos romanos en cementos limites<br />

inleriores, orclinarios y limitt!s superiores, conforme la menor<br />

Ó l11ayol~rapidez con que se verifica el endurecimiento, pero es una<br />

(01) Reciben estos cementos el nombre de romanos, por la preocnpación<br />

mny extendida de que los antignos usaban en las construcciones morteros<br />

especiales y de gran solidez. En Inglaterra se 11tman cementos de PaTkeT,<br />

del nombre del inventor, que por primera vez los fabricó en Londres<br />

en 1696.<br />

-<br />

DESW"ACIÓ:'/ DE LAS CALES Y CEME~TOS.<br />

Cantidad<br />

Índices de arcilla que entra<br />

de<br />

el1 un peso 100 de<br />

las calizas de que<br />

hidraulicidad. pl'ovienen 1:1s cales<br />

ó cementos.<br />

Cales grasas y Óridas. . . . . .... . ... » menos de 1'2<br />

Cales débilmente hidriÍulic:ls......... '"<br />

0,24 ¡\ 0,30 ,1'2 á ,¡¡¡<br />

Cales medianamente id. . . . . . . . . . . . ., 0,30 á 0,36 -liS á 17<br />

Gales eminentemente id. . . . . . . . . . . . . . 0,36 á 0,40 47 á'20<br />

Cementos de fraguado lento. . . . . . . . . . 0,40 á 0,60 '20 á '2"<br />

Idell1 de id. rápido. . . . . . . . . . . . . . . . ., 0,60 á Ij ,~O '25 á 4.0<br />

I<br />

,,"<br />

uD<br />

dasil1cación completamente arhitraria y que no presenta utilidad en<br />

la practica. Lo Único que puede asegurarse es que los cementos que<br />

l'rag'Liancasi instantáneamente, aun despues de enfriados, y que de<br />

ordinario proceden de calizas muy arcillosas (55 á 40 por 100 de<br />

silicato de aluminio)<br />

medianos.<br />

son de dificilísima aplicación y dan resultados<br />

Cuando se trata á los cementos de fraguado r¡'¡pido, como Úlas cales<br />

limites que se quiere transformar en Portlallll, es decir, cuando<br />

se someten á una Yitritlcaciun parcial, adquieren propiedades an!;lo-<br />

~'as v á las de los cementos de fra!wado v lento.<br />

Las calizas que encierran más de 40 por 100 de arcilla, no dan por<br />

la calcinación productos que contengan los elementos suticientes para<br />

endurecer los morteros, pero en muchos casos se obtienen de este<br />

mollo verdaderas pu;:;olanasartificiales, que habrán de estudiarse más<br />

adelante. Como quiera que en las puzolanas, la cal no es un componente<br />

indispensable,<br />

sitio.<br />

no es lógico insistir sobre el particular en este<br />

Resumen de la clasificación de las cales.-En el cuadro<br />

siguiente se resume cuanto se ha dicho en los renglones anteriores<br />

sobre los índices de hidraulicidad de las diferentes clases de<br />

cales y ceillentos, y sobre las proporciones de arcilla que entran en<br />

las calizas de que proceden.<br />

EXPLICACIÚN DEL ENDURECIMIENTODE LAS PASTAS DE CAL.<br />

Señalados los fenómenos que corresponden á cada uno de los grupos<br />

en que se han dividido las cales, es natural que se éntre en al-<br />

5


66<br />

gUllas explicaciones respecto á las causas que producen el endurecimiento,<br />

en determinadas circunstancias, de las pastas de cales grasas<br />

é hidráulicas y de los cemontos. Asunto complejo es el que se ya<br />

á examinar v en el que no hay perfecto acuerdo entre los hombres<br />

de ciencia, p"erose dar ¡'má conocer las hipÓtesis más admitidas, ell~pezando<br />

por estudiar la influencia que se atribuye en la calidad de las<br />

cales á las suhstancias que suelen contener las calizas de que proceden.<br />

Influencia de las substancias extrafias.-En casi todas<br />

las calizas se encuentran sílice, alÚmina, Óxidos de hierro y de manganeso<br />

y magnesia; á veces también ácidos sulfÚrico y fosfÓrico,<br />

materias bituminosas Ó carburadas, restos orgánicos yagua. Además,<br />

las cales suelen contener cenizas provenientes del combustible<br />

empleado en la cochura de las calizas.<br />

hFL(E~CIA HE LAS SUBSTANCIASYOdT1LEs.-El agua, los restos 01'gimicos,<br />

las materias bituminosas y, en general, todas las Yolát~les,<br />

no pueden ejercer acciÓn alguna, porque desaparecen en la calcmaciÓn<br />

y, por consiguiente, no se hallan en las cales. Sin embargo,<br />

éstas encierran casi siempre algo de anhidrido carhónico, ya por no<br />

haberse desprendido por completo de las calizas, ya por haberlo alJsorbido<br />

del. aire; de la atmÓsfera procede asimismo el agua que á<br />

veces contienen. Las cales en que se encuen tran dosis algo considerables<br />

de gas carbónico, se dice que están ail'eaclas,circunstancia que,<br />

por lo co~Ún, disminuye la ellergia de sus propiedades.<br />

.<br />

,<br />

.<br />

INFLUENCIADELAsÍLIcE.-La silice desempeÜa un papellJl1portantlsimo.<br />

Todas las cales hidráulicas encierran silice, y á ella dehe atrilmirse,<br />

en primer término, el endurecimiento de aquellas, segÚil re~<br />

suIta de los experimentos dir3ctos de Vicat y de Berthier. Al hablar<br />

de la silice, debe entenderse de la que es susceptible de combinarse<br />

con las bases enérgicas como la cal, es decir, de la gelatin'osa, de la<br />

hidratada, que se obtiene por la acciÓn de los ácidos enérgicos sobre<br />

los silicatos, y muy principalmente de la que combinada con la alÚmina<br />

en las calizas ó diseminada en forma de polvo impalpable en la<br />

masa, se transforma por la cocción en sílice quimicamente atacable<br />

por la cal. El anhidrido silicico no maniGesta ninguna energia cuando<br />

está w'reO"adoen o ü forma de arena ó ¡:rranoscuarzosos, v<br />

aunque es-<br />

tos se reduzcan mecánicamente á polvo: en tal caso la sílice contribuye<br />

sólo á hacer áridas las cales.<br />

67<br />

hFLUESCLI.DELA.u,Gms\.-La acción de la alÚmina no es tan cla- .<br />

ra. - Es un hecho indiscutible que hay cales hidráulicas excelentes,<br />

como las de T!leíl y de 8enol1ches, en que apenas entra a/Iuel cuerpo;<br />

de algunos experimentos que se han practicado resulta que coD.<br />

la alÚmina sola, gelatinosa ó calcinada, no se ha conseguido hacer<br />

fraguar bajo el agua á las cales grasas, si bien parece que Frémy ha<br />

logrado, en época reciente, preparar alull1inatos de calcio, que después<br />

de molerIos, batidos y sumergirIos en el agua, se han endurecido<br />

con rapidez. Se presenta, por consiguiente, la duda, que no se<br />

puede aclarar en el estado actual de la ciencia, de si la alÚmina por<br />

si sola, ó por mejor decir, en presencia de la cal cáustica, puede determinar<br />

el endurecimiento de la pasta debajo del agua.<br />

Lo que parece fuera de discusiÓn es que cuando la alÚmina<br />

acompaiia á la silice, se exaltan los caracteres hidráulicos de las cales<br />

y qne su energía creee, no sÓlo con la proporción de sílice, sino<br />

con la de alÚmina que contienen. Sin embargo, se cree, aunqne no<br />

está suficientemente comprobado, que la proporción de alÚmina no<br />

debe pasar de cierto limite, que Vicat fija en la que corresponde al<br />

bisilicato (64 de sílice por 56 de alÚmina), para que contribuya á la<br />

hidr.aulicidad de las cales; el exceso, si lo lmhiere, tendería á hacer<br />

árido el produeto. Es muy raro que en la práctica se alcance ese<br />

. límite; asi es que, por lo general, se determinan por separado las<br />

dosis de amllOs cuerpos, y á su suma se da la denominación, algo impropia,<br />

de a}'ciUa.<br />

L'!FLUENCL\. HE LOS ÓXIDOS DE HIERRO Y DE J\L\NGANESO.-Los óxidos<br />

de hierro pareee qne no tienen influencia en la hidraulicidad de las<br />

cales, ya se considere el ferroso ó el ferrico, y ya estén agreg-ados u<br />

en estado de gelatina. Lo mismo debe decirse de los óxidos de manganeso,<br />

por más que cuando se empezó á estudiar científicamentela<br />

hidraulicidad de las cales, ereyeran Bergman y Guyton que la presencia<br />

de a(JueIlos óxidos era esencial para el fraguado de las pastas<br />

debajo del agua.<br />

En de1initiva, los óxidos de hierro<br />

que sólo sirven para aridecer las cales.<br />

y de manganeso es de creer<br />

INFLUENCIA DELA}IAGNESIA.-Lamagnesia es quizá el cuerpo, cuya<br />

influencia en la calidad de las cales se ha debatido más, sin que<br />

hasta hoy se pueda precisar nada de un modo riguroso. Por esta


68<br />

razón no se hará más que indicar las opiniones sustentadas. De los<br />

experimentos de Berthier resultaba que la magnesia podía reemplazar<br />

ventajosamente en las cales hidráulicas á la alÚmina, obrando<br />

de un modo semejante al de ésta; pero unos ensayos de laboratorio<br />

no bastan para demostrado, y hasta podría suceder que el fra-<br />

::o o'uado de las mezclas se hubiera verificado sin intervención<br />

lla base.<br />

de aque-<br />

En 1856, Yicat manifestó que se haJJía equivocado al atribuir importancia<br />

secundal'ia a la magnesia, y que este cuerpo solo, si se hallaba<br />

en proporciones convenientes, hacía hidráulicas las cales. Experimentos<br />

posteriores de Sainte-Claire- Deville han demostrado que<br />

podrÚn ser ciertas las observaciones de Vicat, en circunst~nci~~ cs~<br />

pecialísimas de cochura (entre otras la de hacerse la calcmaclOn a<br />

una temperatura de 500 á 400°), que no se realizan cn la faJJl'icación<br />

industrial; pero que, por lo general, la magnesia es inerte, si no<br />

contribuye a aridecer las cales.<br />

Este modo de ver la cuestión, parece hoy día el mas acertado.<br />

Muchos autores hablan de las cales magnesianas, como de excelentes<br />

cales hidráulicas, que se obtienen por la calcinación de las dolomias<br />

(mezcla de carbonatos cálcico y magnésico), cuando estÚncompuestas<br />

de 65 á 66 partes de carbonato de calcio, 20 a 25 de carbonato de<br />

magnesio y 10 a 14 de arcilla. No parece probable, en virtud de lo<br />

que antecede, que sus buenas propiedades deban atribuirse á Ja<br />

magnesia; lo correcto parece que sería decir que las .dolomías arcillosas<br />

pueden dar buenas cales, á pesar de la magnesw, cuando en su<br />

composición no éntre<br />

al 25 por 100.<br />

el carJ)onato magnésico, en dosis superiores<br />

La magnesia que resulta de la cochura del carbonato neutro de<br />

magnesio, tiene cierta analogía en sus propiedades con la cal gr~sa.<br />

INFLUENCIA DEL ÁCIDO SULFÚRICO Y DE LOS SULIIUROS.-Algllnas calIzas<br />

contienen ácido sulfÚrico,en estado de sulfato cálcico, ó sltlfuros, que<br />

suelen ser piritas de hierro. Durante la calcinación, los sulfuros<br />

pueden convertirse en sulfatos cuando la llama sea oxidante, ó al<br />

contrario, los sulfatos pueden transformarse en sulfuros, cuando la<br />

acción sea reductora. r


70<br />

Si se trata de cales grasas, esos fragmentos, que son los llamados<br />

huesos, son inertes; no pueden hiclratarse, y es preciso tener cuidado<br />

de separados al verificar el apagamiento, para que la pasta sea fina y<br />

homogénea.<br />

En los cementos de fraguado rápido no importa que exista anhidrido<br />

carhónico, pues ya se sabe que la temperatura, a que se Yerifica<br />

la cochura de las calizas correspondientes, no es la necesaria para<br />

desalojar el gas, sino la que la experiencia demuestra ser más á<br />

propósito para ohtener la energía hidráulica que convenga. Como<br />

los cementos no se apagan, desaparece el inconveniente que una<br />

carbonatación parcial ofrece en las cales grasas.<br />

Los huesos mezclados con cales hidniulicas, son los que han llamado<br />

por mucho tiempo la atención de los ingenieros y de los sahios,<br />

habiendo hecho notahles experimentos homhres tan eminentes<br />

como .l\Iinard y Vicat. Es fácil darse cuenta de los efectos que produce<br />

la calcinación incompleta de calizas arcillosas. La cal que queda<br />

comhinada con el anhidrido carbónico forma un carhonato cáIcico,<br />

suhstancia inerte; pero la cal lihre, la que puede combinarse<br />

con la sílice, está entonces en menor proporción relativa y el índice<br />

de hidraulicidad aumenta. Se comprende, pues, que por este medio<br />

podría acrecerse la energía de las cales, haci0ndolas pasar, por ejemplo,<br />

de débil á medianamente hidráulicas. Este hecho, importante<br />

en teoría, no puede tener aplicaciün en la práctica, por la dificultad<br />

de regular la cochura, de suerte que se obtenga ~ll1adosis determinada<br />

de gas carbónico. De todos modos, los trozos poco calcinados<br />

hay que separados al apagar las cales; si fueren almndantes, cahrá<br />

ensayar si conviene utilizarlos en alguna obra, teniendo presente que<br />

de ordinario ofreceran caracteres hidráulicos algo más acentuados<br />

que los de la masa de cal de la misma hornada. .<br />

h:FLUENCIA DE LOS TUOZOSDE1IASIADOCALCINADos.-Ya que en el párrafo<br />

precedente se han visto las propiedades de los trozos poco calcinados,<br />

ü sea de los huesos, procede decir breves palabras de las que<br />

tienen los fragmentos que hayan experimentado una calcinaciün exceSIYa.<br />

Cuando las cales son grasas, nada importa, desde el punto de vis..;<br />

ta de calidad de los productos, que, en la totalidad o en parte de una<br />

hornada, se haya elevado demasiado la temperatura de calcinación.<br />

Como se dijoal tratar de la<br />

yeniente qne resultará será<br />

tible.<br />

Si las cales son hidraulicas, ó si se trata de cementos, los trozos<br />

sobrecalcinados ó recocidos podran obrar como las cales límites<br />

cuando experimentan una vitrificaciün parcial; quizá sean aprovechahles,<br />

por consiguiente, para ciertas obras, pero deben separarse<br />

con cuidado al hatir las pastas.<br />

Conocida ya la influencia que ejercen las diversas suhstancias que<br />

snelen contener las cales, se podrán comprender los fenúmenos que<br />

producen su endurecimiento.<br />

Fraguado de las cales grasas.-Cuando la pasta de cal está<br />

expuesta al aire, se endurece por la desecaciün; al secarse experimenta<br />

una coutracciün, que se hace más sensible a medida que la<br />

cal es mas pura. Esta causa es la mas importante de las que influyen<br />

en el fraguado de las cales grasas, y explica el que no puedan<br />

emplearse debajo del agna, ni en sitios a que no tenga acceso el aire<br />

atmosférico.<br />

Otra circunstancia notable que contriJmye al endurecimiento de<br />

las -cales grasas, es la acciún lenta del anhidrido carMnico del aire,<br />

que poco a pnco penetra en la masa y la va transformando en car-<br />

. honato insoluble, ó por mejor decir, en un hidrocarhonato cálcico,<br />

cuyos cristaliLos se unen y entrelazan. La reacei6n química que se<br />

verifica, es probable que deba escrihirse así:<br />

.71<br />

cochura de las calizas, el Único inconun<br />

exceso inÚtil de gasto de comlnrs-<br />

'> ( Ca"l 0 2) C()2 - CO") r) 2 Ca"! r2<br />

+.. 1ft<br />

'" H2'<br />

-<br />

~-- Hidrocarbonato cálcico.<br />

Ca" J u + W 5 t) + H J O.<br />

Se ve, pues, como se anticipó anteriormente, que en el fraguado<br />

de las cales no se regenera nunca el carbonato primitivo.<br />

Fraguado de las cales hidráulicas.-De los desarrollos en<br />

que se ha entrado en este artículo, se desprende que la substancia<br />

(pIe contribuye por excelencia a la hidraulicidad de las cales es la<br />

sílice, a la qne la calcinaciÓn convierte en combinación química atacahle<br />

por los reactiyos: la alÚmina, sin ejercer una acción tan energica,<br />

facilita, por lo menos, la influencia de la sílice y exalta la hi:-


,2 i3<br />

draulicidad de los productos. Los otros cuerpos exÜ'años son inertes<br />

ó perjudiciales, á excepción del azufre, en estado de sulfmo, y de<br />

los álcalis fijos, ffue accidentalmente pueden coadyuvar al endurecimiento.<br />

Respecto de la magnesia, es dudoso si se asemeja en su modo<br />

de obrar Ú la alÚmina, ó si se limita á aridecer las pastas, aunque<br />

parece más verosímil la segunda hipótesis.<br />

Aun admitidos estos precedentes, no hay uniformidad absoluta en<br />

la explicación del fraguado, que dan los químicos más distinguidos.<br />

SegÚn Rivot, las calizas de cales hidráulicas ordinarias, se han<br />

IransfOl'1l1adoal salir del horno en mezclas de silicatos y alumina-<br />

S'IY<br />

tos cilcicos y de cal libre. La fórmula del silicato debe ser C:"2} O<br />

(2:3 partes. en peso de cal, por i 5 de sílice), y la del aluminato<br />

(1W)VI(()G (168 de cal por 105 de alÚmina). Los índices dehi[lrau-<br />

Ca"a .1 '<br />

licidad de estos dos productos serían respectivamente 0,54 y 0,6J,<br />

de los cuales el primero está comprendido entre los que corresponden<br />

á los cementos de PorLland, y el segundo coincide casi con ellímite<br />

de separación de los de aquellos cementos y de los de fraguado<br />

rápido; de donde se deduce que, admUendo esta teoría, en las cales<br />

hidráulicas propiamente dichas dehe haber siempre cal libre en exceso.<br />

Las cales hidráulicas puestas en contacto con un poco de agua,<br />

se apagan y reducen a polvo por la extinción propia de la cal lihre,<br />

fIue Produce una desarrrcrración general en la masa. Si se ailade ma-<br />

L'! ü u<br />

1'01'cantidad de agua para formar la pasta, los silicatos y almninatos<br />

cakicos se hidratan, formando hidrosilicatos é hidroaluminatos<br />

insolubles, que fraguan por una especie de cristalizaci¡'m confusa, como<br />

se verifica en la solidificación del yeso. La cantidad de agua con<br />

que se combinan los silicatos de calcio es, segÚn el mismo Rivot, de<br />

seis moléculas por una de sal. El fenómeno de endurecimiento se<br />

efectÚa lo mismo hajo el agua que al aire libre.<br />

La explicación que antecede es la generalmente adoptada, pero,<br />

sin emhargo, no está conforme con ella un químico tan ilustre como<br />

Frémy, que sostiene que el fraguado no procede de la hidra~<br />

tación del silicato cálcico, sino de su unión con la cal hidratada,<br />

viniendo á obrar aquella sal como una especie de puzolana. En lo<br />

que sigue, se aceptará la teoría de Rivot; mas conviene llamar la<br />

, atención sobre que este y Fremy están conformes en que el aluminato<br />

cálcico es un producto muy hidráulico, que fragua con mucha<br />

rapidez, pero que su endurecimiento no es estable y se descompone<br />

debajo del agua en poco tiempo.<br />

Fraguado de los cementos.-Riyot ha tratado de explicar<br />

la diferencia entre el modo de fraguar los cementos y las cales hidráulicas.<br />

En estas Últimas, la cal libre que acompaila á los silicatos<br />

y aluminatos de calcio después de la cochura, retarda el endurecimiento<br />

de la pasta; no pudiendo contar para solidificarse más que<br />

con el anhidrido carbónico, cuya acción es muy lenta, una parte de<br />

aquella cal es arrastrada por el agua, y el resto queda englobado en<br />

el hidrosilicato, á medida que cristaliza. Los cementos, al salir del<br />

horno, no tienen cal libre; se componen sólo de silicatos y aluminatos<br />

de calcio, que se hidratan y fraguan con gran rapidez. En otros<br />

detalles se ocupa tambitm Rivot, Íntimamente ligados con este interesante<br />

asunto; pero, como quiera que parte de hipótesis arbitrarias<br />

y que dejan mucho que desear, no se juzga oportuno entrar en su<br />

examen.<br />

CALES Y CEMENTOS ARTIFICIALES.<br />

Hasta ahora se ha supuesto que las cales y cementos provengan<br />

de la calcinación directa de calizas de composición adecuada, para<br />

que los productos ofrezcan Jos caracteres que en cada caso sean<br />

oportunos. Sin emhargo, partiendo de la ohservación sencilla de<br />

que las cales hidraulicas son una mezcla de cal pura y arcilla, Vicat<br />

empezó a fahricar en 1820 cales artificiales, cuya industria llegó<br />

á adquirir gran desarrollo. El invento es de importancia SUIlla,<br />

pues gracias a el se pueden elahorar, en cualquier sitio, cales y cementos,<br />

en los que la arcilla y la cal estén exactamente en la relación<br />

que se desee. Aunque sin entrar en detalles, se expondran los<br />

procedimientos que se siguen en la fabricación.<br />

FABRICACiÓN DE CALES HIDRÁULICAS ARTIFICIALE8.<br />

Las cales hidráulicas artificiales se preparan por simple y por do-<br />

ble cochura. '


74 i5<br />

Procedimiento de simple cochura.-Se buscan calizas<br />

hlandas y faciles de puh-erizar, y se determina la cantidad de arcilIa<br />

que contienen, por los procedimientos de análisis, que se daran<br />

a conocer en la segunda parte de esta obra. Se deslie el poh-o en agua,<br />

formando una papilla espesa; por otra parte, se deslie del mismo modo<br />

arcilla pura; se mezclan las dos papillas, en la proporción que convenga,<br />

y se somete la pasta á una trituración enérgica para obtener<br />

un producto tan homogéneo como sea posible. La trituración se<br />

efectÚa á veces en toneles amasadores, que se descri]Ü~n al reseüar<br />

la fabricación mecánica de morteros; pero, en general, se prefieren<br />

los molinos :verticales, de que tambit'm se hal)lará entonces, porque<br />

hacen sufrir á la materia una compresión enérgica y no una agitación<br />

simple. Al salir de los toneles ó de los molinos, la substancia<br />

pasa á una serie de depósitos escalonados, que comunican entre si<br />

por vertederos: cuando está lleno el superior, la pasta empieza á introducirse<br />

en el inmediato, y asi sucesivamente, hasta el depósito inferior,<br />

en que se reune un líquido fangoso, formado por las aguas<br />

que suben á la superficie en cada uno de los compartimientos, al<br />

que se da salida por el medio que, segÚn las circunstancias locales,<br />

sea más económico.<br />

Cuando la pasta se ha secado un poco en los depósitos, se corta<br />

en forma de adoquines pequeüos, que se acaban de secar en una era<br />

solada. Cuando están secos, se cuecen como las calizas ordinarias.<br />

La composición de la cal hidráulica artificial de París, que se empleó<br />

mucho en las obras de fortificación, es la siguiente:<br />

CaL.. . . . . . . . . , . . . . . . . . . . . . .<br />

Sílice. . . . . . . . . . . . . . . . . , . . . . .<br />

Al¡'¡nllna. . . , . . . . . . . . . . . . . , . .<br />

Oxido de hierro, . . . . . . . . . . . . .<br />

74,GO<br />

15,8G<br />

7,95'<br />

1,(H<br />

TOTAL. , . . . . . , , . , . 100,00<br />

,<br />

' d' 1 1 ' 1 l . . 15,86 +<br />

d 1<br />

7,9'5 .<br />

O ~C\<br />

SUlll Ice (e mraUICI.a( es<br />

.<br />

7460 , = ,a""',ypuedeCOll- siderarse, por tanto, como una cal medianamente hidráulica.<br />

Procedimiento de doble cochura.-Cuanclo no se puede<br />

lisponer de una caliza fácil de puherizar, se empieza por calcinarla.<br />

Obtenida la cal, se apaga con cuidado y se hace una papilla que<br />

,e mezcla con la arcilla; se comprime la pasta; se moldea, como en<br />

31caso anterior, y se cuece de nuevo para hacer revivir la cal. Después<br />

de la cochura, se puh-eriza el producto.<br />

Vicat empleó cal hidráulica artificial, preparada por este procedimiento,<br />

para los cimientos de las pilas del puente de Souillac; colo-<br />

~aba la pasta moldeada encima de la caliza ordinaria, en el vientre<br />

de un horno intermitente. La caliza era la primera que recibía la<br />

acción del fuego y se transformaba en cal grasa; la cal grasa ohtenida<br />

en una hornada entraba en la composición de cal artifieial en<br />

la hornada siguiente. Se comprende desde luego que para esta clase<br />

de fabricación, producirían excelentes resultados los hornos doJ)les,<br />

[rUese descrihieron al reseñar los medios de utilizar el calor que se<br />

pierde en la cochura (fig. 58).<br />

Las cales hidráulicas artificiales han perdido mucha importancia,<br />

desde que la baratura de los transportes por mar y por las vias perfeccionadas,<br />

permite llevar los productos naturales á grandes distancias.<br />

FABRICACIÓN DE CEMENTOS ARTIFICIALES.<br />

Fabricación del Portland.-Ordinariamente los Únicos cementos<br />

artificiales que se fabrican son los de Portlaml ó de fraguado<br />

lento, que aparecieron por primera vez en los puertos del canal<br />

de la Mancha, en 1850. Los que gozan de más reputaciün son los<br />

ingleses, el de Stettin (Prusia) y los de Boulogne y Theil, en Francia;<br />

para la preparación del Último se utilizan los trozos demasiado<br />

calcinados, que resultan al cocer la cal hidráulica natural de la<br />

misma procedencia. Las composiciones del Portland inglés y del de<br />

Boulogne son las siguientes:


Portland inglés.<br />

iWJ,<br />

Portl:1nd<br />

de Boulog-ne.<br />

(2)<br />

CaL... ., ... . ..., ..,<br />

Sílice. ....".. "'" .....-.......... '" """ ...<br />

AlÚmina. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .}<br />

Anhidrido férrico.. . . . . . . . . . . .. .<br />

~Iagnesia. . . . . .. . . . . .. . . . . . . . . . '" . . .<br />

59,23<br />

22,42<br />

.13,02<br />

0,64 f<br />

6.1.60<br />

23,93<br />

6,37<br />

2.97<br />

0,72<br />

Acido sulfÚrico.. . . . .. . . . . ., . . . . . . .<br />

Auhidrido carhónico y elementos uo<br />

dosificados. .... oo..... o...,.,..<br />

0,50<br />

4.,.19<br />

0,53<br />

3,88<br />

TOTALES. '.".""'"<br />

'j6<br />

CaL.. . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Silice. . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

AlÚmina. . . . . . . . . . . . . . . .<br />

,100,00 100,00<br />

Son de notar las pequelias diferencias que existen en las proporciones<br />

en que entran las diversas suhstancias en los dos cementos:<br />

sus índices de bidraulicidad son 0,59 para el primero y 0,49 para el<br />

segundo, aunque en realidad el primero será algo menor, porque para<br />

deducirlo con exactitud sería preciso segregar la dosis de anhidrido<br />

férrico, que en la análisis no se ha separado de la alÚmina. En general,<br />

la composición química de los cementos de PortJand que se usan<br />

en las construcciones, varían entre límites muy próximos, pudiendo<br />

estahiecerse que las proporciones de los elementos esenciales oscilan<br />

entre los guarismos que se expresan á continuación:<br />

59 'a 65 por iOO<br />

21 a 25<br />

5 a 10<br />

Como es raro encontrar una caliza que tenga el carhonato cálcico<br />

y la arcilla en la relación que se necesita para preparar buen 13ortland<br />

natural (22 á 24 por i 00 de arcilla, por 73 á 76 de carhonato<br />

. cáJcieo), resulta que casi todos los cementos de fraguado lento son<br />

productos artificiales. El procedimiento que se sigue es, en la esen-<br />

(-1). Esta composición se refiere al cemento inglés, de marca Johnson, del<br />

que han analizado 82 ejemplares, Hervé Mangon y Durand-Claye.<br />

.<br />

(2) La composición estampada es el término medio de las de 172 ejemplares<br />

analizados por los mismos Ingenieros citados en la nota anterior.<br />

cia, el mismo de simple cochura, que se ha explicado para las cales<br />

hidraulicas, si bien la fabricación es más esmerada.<br />

En Inglaterra, en los establecimientos próximos a Londres, se<br />

mezcla, .en las dosis adecuadas, Cl'et~ pura con arcilla de aluyion de<br />

las -orillas del Tamesis. En otras partes, se aiiade creta amargas<br />

arcillosas ó arcilla a margas calizas, ó, por Último, se mezclan margas<br />

aJ'Cillosas y margas calizas. Lo esencial es que la cohesión de<br />

las materias no sea grande, y que entren la arcilla y el carhonato<br />

en las pi'oporciones que se requieren, para que por la calcinación<br />

resulten cementos de fraguado lento. Cuanclo los cuerpos que se mezclan<br />

no tienen álcalis, se suele aliadir de 0,5 á 1 por 100 de carbonato<br />

aJcalino ó sal comÚn, pues ya se sahe que la potasa y la sosa<br />

mejoran la calidad de los cementos.<br />

Las sul)stancias se deslien en agua, y para reducidas á polvo impalpahle,<br />

se someten en canales anulares á la acción de QTandesrastras<br />

de hierro. La papilla clara obtenida así, se hace saliru á través de<br />

una tela metálica de ncallas estrechas, yendo á parar á alhercas ó estanflues<br />

escalonados, en que se depositan las materias sólidas. La capa<br />

fangosa va aumentando de espesor, hasta llenar las alhercas; se<br />

revuelve la pasta para hacerla homogénea; se corta después, en forma<br />

de adoquines, y se concluye la desecación al aire libre ó á cubierto,<br />

segÚn el clima. Á veces se acelera la desecación, soncetiendo<br />

la Illasa moldeada a una temperatura de 80 á 100°.<br />

"La cochura del cemento de fraguado lento, dice Hervé Mangon,<br />

ejerce en sus propiedades grandísima influencia: basta cierto punto<br />

puede corregir un error en la composición química normal de la<br />

pasta, y á eIJa del)~ siempre el cemento la densidad considerable que<br />

posee, cuando es de huena calidad. La cochura, no sólo tiene por oJJjeto<br />

desalojar el anhidrido carbónico, sino determinar entre los elementos<br />

una conihinación íntima y producir un principio de yitriLIcación<br />

en la superficie de los fragmentos. Esta operación exige un personal<br />

celoso y de mucha practica.))<br />

Después de seca la pasta moldeada, se dividen los paralelepípedos<br />

en fragmentos que puedan pas?,.r en todos sentidos por un anillo de<br />

Om,06 a Om,07 de diámetro, y se cuecen en hornos intermitentes alimentados<br />

con cok, proscrihiéndos~ el carbón de,piedra, cuyos betunes<br />

y piritas podrían perjudicar notal)lemente al cemento. Los hor-<br />

77


78<br />

nos ordinarios están formados por dos troneos de cono, unidos p!Jir<br />

su base, de 20 á 25 toneladas de eabida; la coceión dma de winticuatro<br />

a eineuenta horas y el enfriamiento dos ó tres días, eonsumiéndose<br />

de 200 á 350 kilogramos de eombustihle, por tonelada de<br />

eemento. Teniendo que estar sometidos los hornos de Portland á una<br />

temperatura nweho más eleyada que los ordinarios de eal, deben<br />

eonstruirse eOIlespeeial solidez.<br />

Al descargar el homo, se separan todos los trozos de mala calidad,<br />

que se eonocen en su aspeeto, color y pequeña densidad, debiendo<br />

rechazarse todo eemento cuyo peso no esté eomprendido entre<br />

1.270 y 1.500 ldlogramos, por metro cÚbico. Esta es una eireuns-<br />

Lancia muy importante, como se verá en lo sueesivo, y que indiea<br />

tlesde luego la eonveniencia de establecer en los pliegos de condiciones,<br />

que la recepción del Portland se haga por peso y no por \'0h'lll1en.<br />

Los fragmentos buenos se trituran primero, en muelas de granito<br />

ó en eilindros, y después se pulverizan en un molino de pieflras ho-;rizontales;<br />

se eriba el polvo y se envasa en barriles para exportado.<br />

En el eomereio se venden á veces, eon el nombre de Portland,<br />

mezclas de cemento de fraguado lento con materias inertes, eales<br />

hidrálllieas, yeso Ú Oxislllfuros cáleieos. Estos compuestos fraguan<br />

en el momento que se emplean, pero el endurecimiento no es estable<br />

y se desagregan pronto. Es preeiso estar prevenidos eontr;l esas<br />

falsificaeiones, y no recibir los cementos sin SO}lleterlosa experimentos<br />

previos.<br />

PlUNCIPALES CALES Y CEMENTOS QUE SE EMPLEAN<br />

EN ESPAÑA.<br />

Las eales son muy abundantes en EspaÜa, razón por la cual es imposible<br />

reseíiar las que se apJiean en las diferentes provineias. Por<br />

eonsiguiente, sólo se indicarán las que ordinariatnente se emplean<br />

en Madrid; los importantes eementos que se ohtienen en el Norte de<br />

Espal1a, sobre todo en la provineia de GuipÚzeoa, y los produetos<br />

extranjeros que se usan eon freeuencia en el servicio de Obras pÚblicas.<br />

79<br />

Cales que se emplean en Madrid.-La cal grasa que se<br />

emplea en Madrid para las construcciones, es la de la Alcarria; las<br />

calizas de que proyiene sonllluy pmas, resultando de su calcinación<br />

una cal en extremo untuosa y cuyo índice de entumecimiento (l) pasa<br />

algo de 2.<br />

En las obras que requieren una cal medianamente hidraulica, se<br />

usa con buen resultado la de Valdemorillo, cerca del Escorial, quc,<br />

yiva y en terrón del tamaÜo del puÜo, tiene por densidad 0,872; un<br />

metro cÚbico de cal viva se cOl1Yierteen '1,59 de cal apagada en<br />

polvo finísimo, segÚn resulta de los experimentos del Inspector general<br />

del Cuerpo, D. José 1\Iorer.<br />

Estas son las dos cales mas empleadas, por mas que hay otras<br />

varias de diferentes procedencias que sirven para la construcción en<br />

la capital.<br />

Cementos de Guipúzcoa.-Los cementos de GuipÚzcoa constituyen<br />

productos de notahle importancia, cuyo uso se ha generalizado,<br />

no sólo en EspaÜa, sino en el extranjero, exportandose grandes<br />

cantidades all\Iediodía de Francia y a América, donde compiten con<br />

los cementos ingleses y franceses. Las fábricas que existen en dicha<br />

provineia, son muy numerosas: las de mayor entidad se eneuentran<br />

en Zumaya, Iraeta y San Sebastian, y aUIIC[uehay poea diferencia<br />

entre los cementos que en ellas se preparan, la mas acreditada es la<br />

que tiene estableeida en Zumaya D. Eusebio Gurruchaga, cuyos produeto<br />

s se analizaron por Vicat, habiéndose efeetuado otras varias<br />

análisis en el Seminario de Vergara, en el lahoratorio de la Escuela<br />

de Puentes y calzadas, en el de la de Ingenieros de Caminos, ete.<br />

Estos ensayos, heehos eon mucho esmero, no han dado, sin emhargo,<br />

resultados idéntieos, á causa de lafalta de homogeneidad de los<br />

hancos de caliza, de donde proviene este eemento natural; pero, por<br />

término medio, resulta de 26 á 30 por 100 de arcilla en la caliza,<br />

dehiendo, por tanto, clasificarse el cemento entre los de fraguado rápido,<br />

por más que éste no sea instantáneo. Una análisis de la piedra<br />

de que procede el eemento de Zumaya, se ha publicado en 1883 en<br />

el Joul'J/al officietilluslrB de Burdeos, al dar euenta del premi~ de<br />

('1) Se llama índice de entumecimiento la relación entre el volumen de<br />

pasta de cal y el de la cal viva en terrones.


80<br />

medalla de oro concedido al Sr. Gurruchaga, en la Exposición celebrada<br />

en aquella ciudad. La composición es la siguiente (1):<br />

Carbonato cálcico. ..............<br />

Idem magnésico. . . . . . . . . . . . . . . : .<br />

Anhidrido férrico. . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Silice. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

AIÚnÜna. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Arena, agua y pérdidas.. . . . . . . . . .<br />

TOTAL. . . . . . . . . . . . . . .<br />

----<br />

"-<br />

67,50<br />

0,70<br />

5,50<br />

16,60<br />

9,40<br />

2,70<br />

'100,00<br />

. . . 16,60 + 9,40 -<br />

El imlice de hidrauhcHlad corresPOndIeJ\te es 67,50 x 0,56<br />

O 70 -<br />

,.<br />

De los experimentos hechos en el puerta de Brest, ~e de~luce que. el<br />

mJllutos, SIse<br />

cemento de Zumaya tarda en fraguar una hora y dI~Z<br />

y tres,<br />

emplea en cuanto se recibe; dos horas, al cabo de seIS me,ses,.<br />

cuando ha transcurrido un auo. Este producto pesa, por termmo medio<br />

!lna tonelada por metro cúbico.<br />

Cemento de Novelda.-Se eml)lea también mucho en las<br />

provincias del centro y de levante, un ce~llent.oprocede:1te d~ Novelda<br />

(provincia de Alicante), que es algo mferror al de .Zl~llla~a. 1<br />

Cales y cementos extranjeros.-Se usan asn1Jlsmoen EspaÜa<br />

algunas cales y cementos extranjeros. . .<br />

C\L DETUEIL.-La más importante de aquellas es la de Th~rl, en<br />

quizá la meJor ,de<br />

el departamento del Ardeche. Esta cal natural. es.<br />

cuantas se fabrican en Francia, y se emplea prJllcIpall11ente en 0])1as<br />

maritimas, porque no la descomponen las aguas del mar , por lo m~nos<br />

las del Mediterráneo, como lo demuestran los resultados obteI~I-<br />

España se apIrca<br />

dos en los puertos de Argel, Talón y Marsella; .en<br />

con excelente éxito en los de Barcelona, ValencIa, Cartagena y otros<br />

puntos. La cal de Theil se endurece mucho con el tiempo; no fragua<br />

hasta los cinco ó seis dias de sumergida, lo que se comp~'en.de. que<br />

suceda, porque pertenece al grupo de las eminentemente lmlrauhcas.<br />

(,1) Es probable que esta análisio sea la efectuada en la Escuela de Puentes<br />

y calzadas.<br />

81<br />

En efecto, del término medio de las 21 análisis l¡echas por Hervé<br />

lVIangony Durand-Claye, se deduce que su composición media es la<br />

siguiente:<br />

Cal.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Sil ice . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

AlÚnÚna.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Anhidrido férrico. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

lHagnesia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Agua, anhidrido carbónico y sulJstancias no dosificadas..<br />

TOTAL. . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

62,62<br />

25,51<br />

2,01<br />

0,50<br />

1,05<br />

10,51<br />

100,00<br />

El indice de hidraulicidad es 23,51 + 2,01 62,62<br />

- 0,40; aunque el<br />

que se obtiene es algo menor,. considerando los resultados de las<br />

análisis de Vicat y de Hivot, siempre resulta que la cal es eminentemente<br />

hidráulica, y por cierto es un notable ejemplo, que ya se tuvo<br />

ocasión de citar, de productos hidráulicos imnejorables, que apenas<br />

encierran alÚmina.<br />

Al sacarla del horno, se lleva la cal de Theil á fosos en que se<br />

apaga y se reduce á polvo con lentitud; se criba después para sepa-<br />

1'arlos huesos y se envasa en sacos Óbarriles.<br />

CEMENTOS DE PORTLANIJ.-Tam]Jiénse importan en grandes cantidades,<br />

de Inglaterra y Francia, cementos de fraguado lento, cuya<br />

fabricaciÓn y proporciones se han dado á conocer en el articulo anterior.<br />

El Portland no se prepara en EspaÜa, pero parece que se hacen<br />

ensayos para montar su elalJoración en Zumaya.<br />

AP AGAlVIIENTODE LAS CALES.<br />

La cal viva que sale de los hornos, tiene una gran avidez por el<br />

agua; absorlJe la humedad de la atmósfera y tiende á apoderarse del<br />

agua que encierran los tejidos orgánicos, produciendo el efecto de<br />

un cauterio enérgico. Para formar la pasta de cal, que es el elemento<br />

esencial de las argamasas, es preciso empezar por lJidratarla,<br />

haciendo que se comlJine con toda el agua que refluiere. Esta opera-<br />

6


82<br />

ción, que se llama e,xtinción ó apagamiento de la cal" puede, !Ia~erse<br />

de tres maneras: 1.°, por fusión en el agua; 2.°, por tl!merswl! o as-<br />

» .<br />

' 11 ;; o<br />

Y eS1JOI!tdneamente 1 )01'la sola acción de la atmósfera pe¡.\w, u."<br />

.<br />

. .<br />

Apagamiento por fusión ó en balsas.-El apagamIento<br />

en balsas debe hacerse, como lo indica su nombre, en albercas,<br />

no empleando más que la cantidad de ag'ua necesaria para r~ducir<br />

la cal al estado de papilla espesa, procurando echar de pnmera<br />

intención bastante agua para no tener que aliadir más durante<br />

la efervescencia; en Último resultado, se espera á qu: . se enfríe la<br />

cal para aliadir con mucha precaución una nueva cantIdad de agu~.<br />

Se ha de tener cuidado de no poner en la alberca donde debe hacelse<br />

la extinción, más que un volumen tal de cal viv~, que el entumecimiento<br />

no la haga desbordarse; se echa en segmda el agua sobre<br />

la cal, y cuando se vea disminuir la efervescencia, se hate la masa<br />

hasta que todos los pedazos de cal ~ueden, p~rfectamen~e deshechos.<br />

Si la cal es grasa, cuando la papIlla esta blen homogenea, se h~ce<br />

pasar á depósitos excavados en el suelo, donde puede conservarse llldefinidamente,<br />

cubriéndola de arena, hasta ell11ol11e~1tode emplearla'<br />

así se 10°Ta que todas las partículas queden bIen apagadas, y<br />

m~jora de u~ modo notable.la condición de la cal. 'En cu~nto á las<br />

cales hidráulicas, como se endurecen con más ó menos rapIdez, hay<br />

que preparar la pasta á medida que se ne~esite.,<br />

.<br />

Al apag'arla en l)alsas, la cal gnsa se luende e hll~cha, aumentando<br />

de volumen en la relación de f á 1,5 ó 2, y a veces en la de<br />

f á 2,5; Y la combinación química del agua y de la cal desarrolla<br />

una gran cantidad de calor, que produce vapores ~bun~lantes. En<br />

las cales hidráulicas, el apagam.iento no suele producIr mas de vez y<br />

media el volumen primitivo, y el calor desarrollado es menor que<br />

en las cales grasas. Los g'uarismos que se han indicado, suponen que<br />

la cal viva se mida en terrón sin descontar huecos, y que la pasta<br />

tenga una consistencia media.<br />

~<br />

. ,<br />

1 ,<br />

L ~ ~..,~ nAn uno ~o 1,


8.\:<br />

Apagamiento por inmersión ó aspersión.-P.ara ,apa-<br />

O'ar la cal por inmersión, se rellucen los terrones de cal se colocan VlYaa peen<br />

dazos de la magnitud de una nuez próximamente, Y el ,agua el<br />

canastos Ó ces~os de claros anchos, CJuese sumer?en ~n<br />

tiempo que sea necesario, y que, por termino medIO, Ylen~ a ser un<br />

minuto, para que se produzca un principio de .efervescencla; se ,sacan<br />

entonces los cestos y se dispone su contemdo en m?~ltones o en<br />

.<br />

d ll1 0do CI ue Perdiemlose el calor con ,<br />

cajas, e,<br />

menos facIlIdad, se re-<br />

duzca la cal Úpolvo. . . , .<br />

Pudiera<br />

de noria,<br />

emplearse, para apagar la cal por mmel'SI~n, ,vIva, una calcul~I~O especIe<br />

en cuyos cangilones se colocase la ca: pel'maneCIeI.a<br />

la velociclad del aparato, de modo CJuecada. c~I~gllon<br />

en el agua el tiempo necesario para que se llllClara la efervescencIa<br />

en la cal que contuviere.<br />

las<br />

El apagamiento por asper~iÓn, que es el e~pleado po~' t,o:as,<br />

fáhricas de alO'una importancia, se reduce sencIllamente el I eual los<br />

fra2'mentos d~ cal viva, colocados en montón en una area plana: la<br />

caI~tidad de agua que es preciso incorporar varía, segÚn Durand-<br />

Claye, clesde un cuarto hasta la mitad del volumen de cal, conforme<br />

sea la naturaleza de ésta.<br />

los fragmel~-<br />

, Procédasepor inmersiÓnó por aspersión, al al~a~arse<br />

tos de cal, se hienden con ruido, se produce un SIll)ldo al desprendeIdesarrollase las masas de vapor, Y<br />

la cal se reduce á polvo. El c~lor<br />

do es bastante considerable para inflamar un poco de polvora colocada<br />

al abrigo de la lllulleclad, en una cavidad practicada en uno de los<br />

terrones.<br />

.<br />

Á veces los montones de cal mojada se cubren de arena; la ex.tmciÓn<br />

se va haciendo con lentitud y sin el contacto del aire', y se conserva<br />

asi, en buenas condiciones, la cal necesaria para el consumo de<br />

~~~~. .<br />

Cuanclo la cal se ha apaga(lo en polvo, es precIso preparar cl~s-<br />

necesarIa,<br />

,<br />

n~..~ AllA<br />

N' I' 1""/'::1<br />

1'11 ,'u l111a alberca el a2'ua<br />

pues '1a PasLO.. '" rilid


86<br />

frecuentemente á la inmersión ó á la aspersión, por emplearse cales<br />

hidráulicas procedentes de grandes fábricas, que envasan y exportan<br />

sus productos apagados en polvo. No obstante, Vicat consid~ra<br />

preferihle la extinción seca para los morteros de cal grasa, funuandose<br />

en que si bien resulta un aumento notable en el gasto de cal,<br />

se acrece en unos dos tercios, la cohesión de las argamasas; por el<br />

contrario, para las de cales hidráulicas, se inclinaba al apagamiento<br />

en balsas, que, segÚn el, da un incremento en la cohesión de las<br />

mezclas, que, aunque es de poca entidad cuando aquellas están expuestas<br />

al aire, llega á ser de 1/5 en el caso de inmersión constante.<br />

Estos resultados no parece que están suficientemente comprohados;<br />

sin embargo, es posible que el apagamiento por inmersión favorezca<br />

á los morteros de cal grasa, por la circunstancia de que la pasta<br />

preparada por aquel medio tiene, á igualdad de volumen, menor cantidad<br />

de agua y producirá menos contracción al secarse.<br />

Tercer método.-Apagamiento espontáneo.-EI apagamiento<br />

espontáneo preconizado por Vicat, consiste en abandonar<br />

la cal viva en terrón á la acción de la atmósfera; la humedad del<br />

aire acaba por apagarla al cabo de cierto tiempo, que no l¡aja de<br />

tres meses. Este método, que nunca se ha llevauo al terreno de la<br />

práctica, aparte de que exig'iría un acopio considerable de cal y vastos<br />

almacenes, no es verosímil que produjera buenos resultados, porque<br />

la cal no absorbería sólo agua, sino anhidrido carbónico. Por lo demás,<br />

aunque fuera aplicahle á cales grasas, no podría emplearse<br />

para las hidráulicas, por pequeño que fuese su índice, en atención á<br />

que al airearse se alLerarían sus propiedades.<br />

CONSERV ACION DE LAS CALES.<br />

Para conservar las cales grasas, el mejor método consiste en re-<br />

Illl/'.i1'l;¡s;í n;¡sta. , en albercas Ú hoyos poco permeables y cubrirlas<br />

1. .,.<br />

-<br />

, ~,<br />

-<br />

con una capa de 0111,50á Om,40 de arena ó tierra. A medida qlÍi:><br />

pasa tiempo la cal mejora; todos los granos se apagau por completo:<br />

(lesaparecen los grumos y la pasta se hace tau untuosa, que Albertl<br />

ha visto alguna, prepara(la siglos atrás,<br />

mente homogénea y suelta.<br />

que se conservaJJa perfecta-<br />

87<br />

Las ca!es gmsas pueden también guardarse vivas y en terrón, pero<br />

este slsten~a se aplica en especial á las hidraulicas, cuyas pastas<br />

no delJen batIrse hasta el momento de usarlas, para evitar que se<br />

cndurezcan. La cal en terrón es dificil de consenar en almacenes<br />

porque si no se hiciese mas que disponerla en 111ontones,absorberi~<br />

el agua y el anhidrido carbónico de la atmósfera, perdiendo sus cualidades,<br />

sobre todo si fuese hidráulica; además, á consecuencia de su<br />

extinción lent~ aumentaría de volumen ejerciendo empujes en los muros,<br />

ql~epodnan comprometer su estabilidad. Desaparecen estos iuconvementes<br />

apagando en polvo una cantidad suficiente de cal para<br />

formar, en la extensión del suelo del espacio cubierto de que se disponga,<br />

un lecho de ~m,15 á Om,2O de espesor, sobre el que se apilan los<br />

terrones de cal VIva, comprimiéndolos lJien para disminuir los llUecos;<br />

cuando el montón está terminado, se cubre por todas partes<br />

c?n una capa de cal en polvo, que se aloja en parte en los intersti-<br />

CIOSy.que protege toda la superficie exterior; se alisa con una pala<br />

la culHer.ta, que ha de tener unos Om,15 de grueso, á fin de evitar,<br />

e~llo posIble, la .entrada del aire hÚmedo, y sobre toda la pila se ext~enden<br />

lonas, SI hay oportunidad para ello. Resguardada así la cal<br />

VIva, puede conservarse sin alteración sensible cinco ó seis meses:<br />

la cal en po!vo no se carbonata más que en un espesor insignificante.<br />

Debe cI~ldarse de que los depósitos estén cubiertos y cerrados en<br />

todos s.entIdos, porque si llegase á penetrar algo de agua, pudiera<br />

ocaSIOnar un incendio. Conservada la cal como se lIa descrito no<br />

se apag~, si han tra~1scurrido algunos meses, con la energía y eferv~scencla<br />

~lue al salIr del horno; para formar la pasta suelen necesltars~<br />

vanas horas, y a veces un día entero de trabajo.<br />

. Guarcl~nse las cales apagadas en polvo, sin más precauciones que<br />

ll1trodUClrl~sen almacenes definitivos, ó en tinglados sencillos al pie<br />

de obra, cUIdando de comprimirIas perfectamente y de cubrirlas con<br />

lonas. Villeneuve cita el ejemplo de un acopio de 1.000 toneladas de<br />

cal destinada a las ohras de un viaducto cerca de AviIi.ón,(fUeno Dudo<br />

jemplearse hasta pasados más de dos aIi.os; la cal se había 'consel:vado<br />

bajo tinglados, y produjo morteros de cohesión notable. Sin embargo,<br />

por lo general, no parece prudente este sistema cuando se ha de o'uardar<br />

por. mucho tiempo la cal, siendo entonces preferible almace~1arJa<br />

en JJal1'Iles. Esta precaución es de todo punto indispensable si se tra-


88<br />

ta de cementos, que es preciso conseguir que no se aireen demasiado,<br />

porque de lo contrario pierden su energía, y segÚn Vicat, se transforman<br />

en puzolanas. Los cementos ganan con consenados en barriles<br />

algÚn tiempo, porque se enfrían, no fraguan con rapidez excesiYa y<br />

se facilita su empleo. En las grandes fabricas, sobre todo en las de<br />

Portland, suelen almacenar el cemento algunas semanas para que se<br />

enfríe aireandose un poco, y despues lo emasan para la exportación<br />

en sacos ó barriles.<br />

PUZOLANAS.<br />

Puzolanas naturales.-Hay en la naturaleza substancias conocidas<br />

con el nombre genérico de puzolanas, que mezcladas con la<br />

cal forman compuestos hidráulicos. Las puzolanas, que fueron conocidas<br />

por los antiguos y de las que haJ)la Vitruvio, deben su nombre<br />

á que en un principio se sacaban sólo de las inmediaciones de Pozzuoli,<br />

en la bahíá de Nápoles. En la actualidad se sabe que existen<br />

estos productos en muchas regiones, y en general, en todas en las<br />

que hay volcanes apagados ó en actividad; como hecho curioso conviene<br />

consignar que las catacumbas de noma están perforadas en<br />

macizos de puzolana.<br />

La puzolana es siempre una roca escoriácea y algunas veces cavernosa,<br />

que presenta indicios claros de haber estado sometida á una<br />

temperatura elevada; es deleznable y relativamente ligera, pues su<br />

densidacl no suele pasar de 1,2 ó 1,5; el color es en extremo variable<br />

(1). La análisis química demuestra que los elementos esenciales<br />

de la puzolana son la sílice y la alÚmina; casi siempre contiene óxido<br />

férrico v á veces en fuertes dosis; y como elementos accidentales<br />

entran la c~l, la magnesia, los aIcalis fijos, el agua y otras materias.<br />

Toclas las apariencias hacen creer que las puzolanas 110fueron primitivamente<br />

más que arcillas, que bajo la acción de las fuerzas naturales<br />

experimentaron cambios en su composición y constitución, re-<br />

(-1) La puzolana de la isla de San Eustaquio, de que se hizo el muelle de<br />

San Juan de Puerto-Rico, es gris verdosa; la de Ángono, cerca de Manila,<br />

gris obscura.<br />

89<br />

sultando atacables por la cal su sÍlíce y su alÚmina, del mislllo 1110do<br />

que se verifica por efecto de la calcinación en las calizas arcillosas.<br />

Esta hipótesis explica satisfactoriamente el fraguado de las pastas<br />

puzolánicas, porque si la roca volcánica se pone en contacto con<br />

cal yagua, se tienen todos los elementos necesarios para la formación<br />

de los hidrosilicatos e hitIroaluminatos cálcicos, que explican<br />

el endurecimiento de casi todos los compuestos hidráulicos.<br />

Para que la puzolana se una á la cal con la mayor energía posible,<br />

es preciso reducida á polvo fino; la trituración se hace, por lo general,<br />

por medios mecánicos,<br />

evitar fraudes.<br />

y conviene efectuarIa al pie de obra para<br />

En la naturaleza se hallan tambien algunas otras substancias que<br />

ofrecen en menor grado las propiedades de las puzolanas. Entre ellas<br />

conviene citar: 1.°, algunas lavas porosas; 2:, ciertas rocas que provienen<br />

de la descomposición del anfibol y las dioritas; 5. °, las arenas<br />

arcillosas, que son granos cuarzosos cementados por una arcilla parda<br />

ó anaranjada;<br />

cilIosa.<br />

y 4:, algunas areniscas deleznables de pasta al'..,<br />

Las puzolanas naturales propiamente dichas y las rocas cIue á<br />

ellas se asemejan, apenas se usan en España, donde se prefieren siempre<br />

las cales hidráulicas y los cementos. En la parte septentrional<br />

tIe Francia y en las regiones próximas al mar del Norte, es donde<br />

está más extendida la aplicación de las puzolanas, empleándose la<br />

traquita, que se conoce con el nombre de trass de Holanda, y que se<br />

explota en las montañas volcánicas inmediatas al Rhin, desde Maguncia<br />

á Colonia. Sin embargo, en epoca muy reciente se han usado<br />

puzolanas en obras tan importantes como el puerto de Trieste y<br />

el canal de Suez.<br />

.<br />

Puzolanas artificiales.-Estas substancias provienen de la<br />

torrefacción de las arcillas; sus propiedades hidráulicas son mucho<br />

menos energicas que las de las puzolanas naturales, en razón, sin<br />

duda, á que en la formación de estas Últimas han concurrido circunstancias<br />

desconocidas hasta ahora, y que, por tanto, no es posible<br />

reproducir en la fabricación industrial.<br />

Las arcillas que dan mejores puzolanas artificiales son las que tienen<br />

un poco de carbonato cálcico , Pudiendo siem ,<br />

lJre conseo-uirse<br />

pues ])astara en todo caso agregar á la arcilla un poco de cal<br />

u'<br />

grasa,


90<br />

de suerte que el producto encierre después de la cochura un 10<br />

por i 00 de cal.<br />

SegÚn Vicat, la temperatura de la cocción ha de ser pí'óximamente<br />

la del rojo obscuro (GOOá 700°),para que se logre llegar a la máxima<br />

potencia hidráulica; el calor debe elevarse algÚn tanto si las arcillas<br />

eontienen más de 15 ó 20 por 100 de earhonato<br />

que éste se descomponga 1)01'completo.<br />

cálcieo, para<br />

La torrefaceión no dehe verifiearse en vasos cerrados, porque la<br />

(<br />

desaoTeo-aeión moleeular es menor Iue euando se opera en capacidab<br />

ti<br />

des abiertas. Se patentiza este hecho tratando sucesivamente por un<br />

áeido hirviendo, el elorhidrico por ejemplo, dos partes iguales de puzolana<br />

que se hayan obtenido por uno y otro procedimiento, teniendo<br />

euidado de pulverizadas antes de haeer obrar el reactivo. La alÚmina<br />

ataeable formará un eloruro soluble, y se podrá separar de<br />

las demás materias por filtración, vertiendo en ambas disoluciones<br />

amoniaco, que preeipita á la alÚmina en estado de hidrato; pero se<br />

observará que la puzolana obtenida en vasos abiertos da mayor ean-<br />

Lidad de precipitado que la otra, lo que prueba que aquel método es<br />

el que en mayor escala modifica la arcilla,<br />

elementos.<br />

haciendo atacables sus<br />

Por lo general, la cocción se efectÚa en hornos especiales de reverbero<br />

(i) ó en la parte superior de hornos de calcinación intermitente<br />

con llama larga.<br />

Para facilitar la pulverización ulterior de la puzolana, es preciso<br />

que al sacada del horno sea ligera y porosa, lo que se eonsigue agregando<br />

á la pasta asel'rín, paja picada ó salvado: estas materias se<br />

queman durante la cochura y dejan porosa la masa. .<br />

Las operaciones que requiere la fahricación de la puzolana artIficial,<br />

son: 1. a Amasadura de la arcilla con agua, agregando, si se<br />

cree conveniente, cal y substancias destinadas á aumentar la porosidad;<br />

esta amasadura puede hacerse en toneles iguales á los que se<br />

emplean para la preparación de morteros. 2: División de la pasta,<br />

en forma de panes ó adoquines, que se secan al aire y se cuecen<br />

después, á una temperatura de GOOá 7000 en hornos reverberos<br />

(1) En la tercera sección de esta primera parte se describirán los hornos<br />

reverberos.<br />

91<br />

Óen caleras. 5: Pulverización en molinos de ruedas verticales y cernido<br />

á través de una tela metálica.<br />

Además de la arcilla calcinada, todas las materias silicatadas, sometidas<br />

á la cochura, gozan de propiedades lH!zolánieas más ó menos<br />

acent'ladas; asi, el gneis tostado, las cenizas de hulla ó de tur1Ja,<br />

las escorias de hase de hierro, las de los hornos allos, y otros cuer- .<br />

pos, pueden emplearse como puzolanas.<br />

Se suelen usar también, como puzolanas artificiale3 de mediana<br />

calidad, el polvo de ladrillos, tejas y demás productos que se obtienen<br />

por la trituración de pastas cerámieas. Las tejas están cocidas<br />

con más uniformidad que los ladrillos y dan, por consiguiente, mejores<br />

resultados. El polvo de ladrillo ó de teja se emplea mucho en<br />

EspaÜa como base de las pastas puzolánicas con que se retunden las<br />

juntas y se hacen otros tralJajos de no gran importancia. Sin embargo,<br />

en algunas provincias, la de Cáceres, por ejemplo, se aplican<br />

aquellas pastas para obras de mas entidad, como solados de azoteas,<br />

revestimientos y zampeados de depósitos de agua, etc.<br />

CONDICIONES DEL AGUA<br />

QUE HA DE SERVIR PARA LA FABRICACION DE LOS MORTEROS.<br />

Las aguas que tienen que emplearse en la fabricación de morteros,<br />

son las de manantiales, ríos, pozos, estanques, lagunas ó del mar.<br />

Las dos primeras son, por lo general, buenas; las de pozo ó estanque<br />

no siempre deberán usarse, en particular si son yesosas, pues<br />

perjudicarían notablemente á las mezelas, sucediendo lo mismo con<br />

algunas aguas de pantanos; de modo (Iue, en general, conviene buscar<br />

aguas potables. Las del mar no son á propósito, en razón á la<br />

gran cantidad de sales que contienen y que podrían entrar en C0111hinación<br />

con los componentes de los morteros, á no ser que éstos hayan<br />

de estar siempre sumergidos en agua salada, en cuyo caso podrán<br />

tener aplicación.


9'2<br />

ARENAS.<br />

Clasificaciones.-Las arenas provienen de la desagregación<br />

mecánica ó (Iuímica de rocas compactas, y pueden dividirse en varios<br />

grupos, segÚn su naturaleza, el tamailO de sus granos y su<br />

procedencia.<br />

SegÚn su origenó naturaleza, se distinguen en calizas y siliceas,<br />

pudiendo comprenderse, en esta ÚHima denominación, las arenas<br />

Clla/'zosas,graníticas y volcánicas. Cada una de ellas, proviene de la<br />

clase de roca que su nombre indica. Las arenas calizas se descomponen<br />

por los ácidos, y de ordinario no son á propósito para las<br />

construcciones; las cuarzosas, cuando están limpias, son bastante<br />

buenas, y lo mismo sucede con las graníticas y las volcánicas. si no<br />

conlÍenen mucha mica ó substancias de fácil descomposición. En estas<br />

dos Últimas van comprendidas muchas que son verdaderas puzolanas,<br />

es decir,<br />

tos hidráulicos.<br />

(Iue mezcladas con cales grasas producen compues-<br />

SegÚn el tanuuio de los granos, las arenas reciben diversos nombres,<br />

y aun cuando no ha y limites precisos que marquen la separación<br />

de los grupos, pueden, en general, dividirse en finas y gruesas,<br />

Y gravilla, excluyendo de la clasificación la arena impalpable, qne,<br />

á consecuenciade estar casi siempre mezclada con tierra y restos<br />

orgánicos, tiene muy poca aplicación en la construcción. Se llama<br />

arenafina aquella cuyos granos no llegan á tener un miJimetro de<br />

diámetro; arella gruesa es la que está formada por granos de 1 á 5<br />

milimetros; estas dos clases son las que más se usan, especialmente<br />

para la fabricación de morteros. Gravilla es la arena cuyos granos<br />

tienen un diámetro de 5 á 10 milímetros. Pasando de este límite, se<br />

llega ya á la grava, que puede tener dimensiones hasta de 6 ó j centimetros,<br />

pero que en manera alguna delJe considerarse como arena,<br />

sino como piedra.<br />

SegÚn su procedencia ó modo de encontrarse en el terreno, las<br />

arenas pueden ser de mina, de río ó de maJ'. Las primeras son las<br />

que se hallan en la superficie de la tierra ó en el interior, formando,<br />

93<br />

capas, filones ó holsas; las de rio son las que depositan en su aIveo<br />

y orillas las coerientes de agua dulce, y de mar, las que existeu en<br />

el fondo de este ó en sus playas, y que están expuestas á la acción<br />

inmediata de las emanaciones salinas. Las arenas de mina son las<br />

mejores, cuando además de ser de buena calidad, están limpias; siguen<br />

á éstas las de río, que suelen estar mezcladas y necesitan cri-<br />

l)al'se, y por Último, las de mar que~ atendida su composición y las<br />

sales que "encierran, exigen muchas precauciones para su uso. Ordinariamente<br />

hay que lavarIas hien en agua dulce, á no ser que se<br />

destinen á obras sumergidas en el mar.<br />

Condiciones á que deben satisfacer.-Las condiciones<br />

principales á que deberá procurarse satisfagan las arenas para empleadas<br />

en las construcciones, son: 1.", estar bien limpias de tierra,<br />

lo cual se probará observando si crujen en la mano al apretarIas, ó<br />

echándolas en agua clara y viendo si la enturbian; y 2.", tener grano<br />

igual, á cuyo efecto se las hace pasar por cribas ó zarandas con<br />

agujeros del diámetro que convenga en cada caso. Cuando las arenas<br />

no satisfacen al primer requisito es indispensal)le lavarIas, para lo<br />

cual se extienden en el suelo fOL'mando una capa delgada, que se riega<br />

llna Ó más veces, si fuere preciso. Cuando en la proximidad de la<br />

obra exista un arroyo, por que corra agua, se pueden lavar las arenas<br />

l)arreando la corriente y echándolas á paladas en el remanso (Jue<br />

se forma agua-arriha; las partículas arciI10sas y tenues quedan en<br />

suspensión y las arrastra el agua; los granos si1íceos van al fondo,<br />

de donde se sacan perfectamente limpios.<br />

De todos modos, la separación de la arena cuando está mezclada<br />

con tierras es de coste elevado, con relación al precio del material,<br />

y es ventajoso en extremo encontrar, á no grandes distancias, arenas<br />

puras.<br />

Aplicaciones.-La aplicación principal de las arenas en las<br />

construcciones, es á la fabricación de morteros; las más gruesas se<br />

destinan á la de piedras artificiales, y también á empedrados, recebos<br />

de carreteras, rellenos, etc. Algunos de los usos de la arena están<br />

fundados en la poca compresibilidad que tiene ese material, aun<br />

bajo la acción de fuertes cargas.<br />

Influencia de la arena en los morterOS.-Prescindiendo<br />

de algunas arenas puzolánicas, todas las demás son inertes, segÚn


9~<br />

Vicat, y no ejercen quimicamente, a lo menos durante mucho tiempo<br />

y sin la intenencián de principios extrailos, ninguna accián en la<br />

cal con que se mezclan; pero consideradas desde el punto de vista<br />

de la adherencia que contraen con aquella, las de grano áspero y<br />

anguloso dan á las mezclas mucha más cohesián que las de granos<br />

lisos y redondos.<br />

La densidad media de la arena fina y seca es 1,45.<br />

COMPOSICION y PROPIEDADES DE LOS MORTEROS Ó ARGAMASAS. ,<br />

Se examinarán sucesivamente los morteros de cales grasas é hidráulicas,<br />

los de cementos y las pastas puzolánicas.<br />

MORTEROS DE CALES GRASAS O HIDRÁULICAS.<br />

Objeto y condiciones de la arena.-Los morteros de cales<br />

grasas á hidráulicas son mezclas de pasta de cal y arena, empleándose<br />

esta Última substancia para remediar los inconvenientes que<br />

presentaría el uso de la cal sola. En efecto, la pasta de cal experimenta<br />

una gran contraccián al fraguar, y si se usara sin ningÚn<br />

otro ingrediente para unir los materiales, quedarían éstos sin sálido<br />

enlace. La arena es, pues, en los morteros, un cuerpo inerte que<br />

aminora la contraccián de la masa, y adémás disminuye el coste de<br />

la mezcla; basta que cada grano de arena esté cubierto de una película<br />

de cal para lograr la misma adherencia y producir iguales efectos<br />

que si la argamasa estuviese formada exclusivamente de aCluellasubstancia.<br />

Siendo inerte la arena, claro es que los morteros tendrán<br />

idénticos caracteres químicos que las cales de que se compongan;<br />

pero si la arena no ejerce, por lo general, reacción alguna, contrae<br />

con la cal una adherencia puramente física, superior á la cohesión<br />

de la pasta. El tamaÜo de la arena que forma parte integrante de<br />

los 111orteros,no es indiferente. SegÚn Vicat, en los de cal grasa<br />

debe prefl3rirse la arena gruesa á la fina, al paso que ésta produc~<br />

95<br />

mcjores resultados que (lcluclla cn los de cales hidraulicas, hasta el<br />

punto quc representando por 100 la cohesión definitiva de un mortero<br />

hidráulico preparado con arena fina, desciende á 70 si se emplea<br />

arena gruesa, y á 50 si se hace uso de gravilla. Sin cmhargo,<br />

por más que la resistencia de los morteros de cal grasa aumente<br />

con la arena gruesa, elí algunos casos, como suced~, por ejemplo,<br />

cuando se trata de colocar si11ares Óde retundir juntas, es menester,<br />

para el Jmen asiento y aspecto de la construccián, preparar el mortero<br />

con arena fina.<br />

Parece que la naturaleza de la arena no influye, por lo comÚn, en<br />

la calidad de los morteros, con tal que los granos sean duros y estén<br />

sueltos y limpios.<br />

Proporciones en que deben entrar la pasta de cal y<br />

la arena.-Las proporciones en (Iue han de entrar la pasta de cal y<br />

la arena deben ser las que experiulCntalmente se determinen en cada<br />

caso, para ohtener mezclas impermeahles, es decir, sin vacíos, V<br />

además la energía é hidraulicidad que convengan.' Las proporciones',<br />

tanto en los morteros ordinarios, como en los hidráulicos, suele va",--<br />

rial' de 11/. á 4 partes en volumen de arena, por una de cal en pasta:<br />

en EspaÜa es muy e<br />

corriente usar la mezcla más rica en cal (5<br />

volÚmenes de arena, por 2 de cal) para las fábricas de alguna importancia,<br />

en el servicio de Obras pÚblicas; pero se comprende<br />

que en las dosis que se adopten han de influir, no sálo la calidad<br />

de los materiales, sino las condiciones en clue hayan de estar las<br />

mezclas. Desde luego puede asegurarse que cuanto más expuestos<br />

queden los morteros á las acciones atmosféricas, mayor cantidad de<br />

arena habrán de contener, porclue la contraccián de la pasta es entonces<br />

muy rápida y hay gTaves riesgos de que se formen grietas;<br />

por el contrario, si se teme que parte de la cal pueda ser arrastrada<br />

á disuelta por el agua, será prudente<br />

de arena.<br />

disminuir la cantidad relativa<br />

~l volumen de mortero que resulta no es igual á la suma de los<br />

de pasta de cal y arena, y no precisamente porque haya contraccián,<br />

en el sentido científico de la palahra, sino porque la cal tiene<br />

que rellenar los huecos que dejan entre sí los granos de arena y qne,<br />

segÚn los experimentos hechos por Claudel con arenas de río, cuyo<br />

diámetro estaba comprendido entre 1/ ó Y 1,5 milímetros, pueden


VOLÚ31ENES NECESARIOS<br />

Relación PARA OBTENER 1m3 DE MORTERO.<br />

I entre el volumen --- "- --de<br />

pasta de cal y el de Pasta de cal. Arena"<br />

arena. - -<br />

M et1.os cúbicos. Metros cúbicos.<br />

I<br />

96<br />

graduarse en el 34 por 100 del volumen de arena poco mojada y sin<br />

comprimir (1). ,<br />

El cuadro siguiente da los volÚmenes de los dos componentes, que<br />

de])en mezclar~e para formar un metro cÚ])ico de mortero de cal<br />

gras'a ó hidráulica, segÚn las relaciones de aquellos:<br />

2 á 3 0,50 O~" ./G<br />

1 á 2<br />

1 it 3<br />

1 á 4<br />

0,'\'3<br />

0,3,1,<br />

0,25<br />

0,86<br />

'1,00<br />

'1,00<br />

Claro es que admitiendo la relación aproximada de i para el volumen<br />

de los huecos de 1 de arena, los morteros en que la relación<br />

de la cal á la arena sea menor que i<br />

/3'<br />

decir, que no contendrán suficiente cal para<br />

no serán compactos, es<br />

llenar los huecos ~ue<br />

existen entre los gTanos del otro componente. Los morteros propIamente<br />

dichos no tienen nunca menor cantidad de cal que el Último<br />

de los que figuran en el cuadro anterior, pero se lIacen á veces mezclas<br />

más áridas , como la llamada hormigón de arena, que se forma<br />

.<br />

con una parte en volumen de cal grasa ó hidráulica, segÚn las CIrcunstancias,<br />

y 6 ó 7 de arena; en otros términos, á un metro cÚbico<br />

de arena, se le agregan unos Omo,15 de cal. Este compuesto se<br />

endurece con el tiempo y se pueden hacer con él macizos, con tal<br />

(-1) De aquí se deduce que si ~ es la relación de volúmenes de pasta<br />

de cal y de arena que se haya admitido, el volumen x de pasta, y el y de are-<br />

o 1 -!_t~<br />

~~1",~ ...:In<br />

na, neCeSarIOS para proaueJ!" Ull llH::L1U l)U.lJl\..¡V 'YY"Ir\'rt,D"J'f'\c:pr~:'In.<br />

U.lV.J. L'-.l.V,<br />

u'-.- '->'-'U."--'<br />

,1 111<br />

x = 1 + 0,66m; y = ,1+ 0,66m;<br />

fórmulas que pueden aplíearse mientras 111sea menor que ,3. .para va~ores<br />

de m mayores que 3, en el metro cúbico de mortero entrara slBmpre Igual<br />

volumen de arena.<br />

/ 3<br />

!l7<br />

'fue no esten sometidos Úla acción del agua, ni á la de fuertes car-<br />

¡ras. Se emplea frecuentemente el hormigÓn de arena para el reIleno<br />

de bóyedas; la pequeÜa dosis (le cal que encierra, hasta para agreg-ar<br />

la arena y destruir los empujes que ejerce en todos sentidos v<br />

niéndose en, rl~finitiYa un monolito, que no obra más que por' suobte peso:<br />

suele aSlllllsmo usarse para cimientos de empedrados.<br />

Se preparan tamhién morteros debil ó medianamente hidráulicos,<br />

mezclando con la arena una pasta formada de cal QTaSay<br />

hidráulica, cn proporciones á propósito. Dan Jmenv<br />

cal nlUv<br />

no son dc aplicaciÓn frecuente.<br />

resultado, per~<br />

Consistencia que deben tener los morteros.-Sobre la<br />

importante cuestión de la consistencia que l¡an de tener las mezclas<br />

d~SP~leSd,epreparadas con pisÓn, máquinas r\ batideras, nada pued e<br />

anall1rse a lo que se expresa en los reng'lones siguientes escritos<br />

por Vicat:<br />

« El mortero hidráulico (1) dehe batirse á cubierto cuando el<br />

tiempo está lluvioso y la arena mojada; en tal caso se toma sólo la<br />

mitad Ó la tercera parte de la pasta ordinaria de..cal que haya de<br />

ell1plea~>se,y se reemplaza la que falta con la misma cal apagada en<br />

polvo, a fin de que absol'J)a el agua de la arena: sin esta precaución<br />

se obtendría un 111orterodeslavado. .<br />

, "Si el ~iempo es seco y caluroso, es indispensable, pl~r el contrarIO,<br />

aliadlr ag'ua, pero con precaución, porque hasta muy poca para<br />

ahogar el mortero.<br />

"Se insiste en estos detalles, porque la consistencia llue se da á la<br />

Il:ezcla a~ha~irla, ejerce gran influencia en la dureza «¡ueIlega á adquirIr;,<br />

enlllngnn caso se le debe dar el grado de blandura que tienen las<br />

p~pIIlas" al~nque sean espesas; el mortero se ha de sostener en Ja paleta<br />

SIl1deprmul'se demasiado: se JIega á-penler un 50 por 100 en la hon-<br />

~l~d de un~ fábrica expuesta al aire, si se emplea un mortero ahogado<br />

o Il1troducIdo á manera de inyecciÓn entre las piedras Ómampuestos<br />

de que af[ueIla se compone; y un 50 por 100, si se trata de construedones<br />

hidráulicas, que hayan de estar constantemente sumergidas.<br />

"En elgTado de consistencia que se prescriJ)e, el mortero s~ em-<br />

(-1) Las mismas observaciones deben aplicarse á los morteros de cal<br />

Sl'asa.<br />

7


gS<br />

plearía nwy mal COIlmateriales alJsorlJeutes y lllUYsecos, como el<br />

rlrillo: es preciso teuer ÚilIll,ellos completamente empapados hasta<br />

lllomeuto de senta1'1os; delJen, si se puede decir asi, sudar agua.<br />

secreto de ulla huena fáhricase encierra en este precepto: morte;<br />

consistentes y maleJ'iales mojados, que es, como se ve, 10 contrario<br />

como 10 entienden los a1haÜiles, que parece que han tomado por nc<br />

lila trahajar con materiales secosy morteros liquidas.))<br />

Cuando la mezcla tiene la cOBYenienteconsistencia para emp1ear1<br />

se dice que está encerada"<br />

Endurecimiento de 10snlorteros.-Los morteros frao"ua<br />

1:><br />

por las mismas causas fisicas y químicas, que las cales que entr.<br />

en su composición. La principal de aque11as es la desecación de<br />

pasta de cal, que sólo se efectÚa en las fábricas expuestas al aire<br />

no deJJajo del agua: otra cansa física es la considerahle<br />

([ue se esta1Jlece entre la arena y la pasta.<br />

adllCrencJ<br />

Hespecto á las reacciones químicas que se 11l'oducen, dependel<br />

como es natural, de la clase de cales y de los medios en que estÚ<br />

colocados los morteros. Los de cal grasa, cuando tiene acceso el air<br />

atmosférico, se van endureciendo, del exterior al interior, por la 1'01'<br />

mación dellJidrocarlJonato cálcico, en que se convierte la cal tí me,<br />

dida que ahsorhe la humedad y anlÜdrido carbónico del aire. Esli<br />

acción es muy lenta; lJasta, para convencerse de ello, consignar e<br />

hecho de que el general 'Ireussart encontró en .Estrashurgo ~el afl(<br />

1322, al demoler uu hastióu construído en 1G66, que el morterc<br />

estaha en el interior de la fáhrica tan lJlando y fresco, eomo si se<br />

huhiera empleado pocos dias antes. La earlJOnatación mare1m mucho<br />

más de prisa cuando la construcción en que se ha usado e1mortero<br />

tiene poco espesor; asi como eu el easo excepcional de que la fáIJl:ica<br />

se 11a11en un sitio hÚmedo y muy cargado de anhidrido carhónico,<br />

como se ha comprolJado al derribar los muros de los sótanos tle<br />

algunas casas viejas. Estas ligeras consideraciones justifican ]a exactitud<br />

que tiene el dicho vulgar de los albaiiiles franceses de (lUC<br />

á los cien ({itOsel morte}'o ordinario es un ¡¡i¡lo. El fraguado de estas<br />

mezclas se acelera á veces, aÜadiéndolesun poco de cal vi,'a pulverizada<br />

ó de cal á medio apagar; esta se jJidrata por completo, aJlsorhiendo<br />

el agua del mortero, cuyo endurecimiento se efectÚa en 1)0cos<br />

minutos, pero la coherencia es muy poco estal)le. El mortero<br />

gg<br />

tiende á hacerse puh'erulento y debe proserihirse en alJsoluto semejante<br />

medio.<br />

En cuanto á los morteros de cal hidráulica, podrán endurecerse<br />

algo, si están expuestos al aire atmosférico, por la desecación de la<br />

pasta y la carhonatación lenta de una parte de la cal JiJJre; pero la<br />

principal causa del fraguado, y la Única, cuando las mezclas están<br />

sumergidas en el agua, parece ser la formación y cristalización de<br />

hidrosilicatos é lJidroalUll1inatos eálcieos, como con todo detalle se ha<br />

explicado ya. Por refda general, los 1menos morteros hidráulicos introducidos<br />

en ag'ua dulce ó salada, si ésta no los ataca, alcanzan su<br />

cohesión máxin;~ al caho de tres a11os,1)ero los progresos rápidos<br />

se verifican en los seis primeros meses.<br />

Cualidades que adquieren los morteros endurecidos.<br />

-Los morteros expuestos al aire, al seearse, se contraen; pero la<br />

eontracción es tanto menor cuanto menos gTasa sea la cal y menos<br />

agua y más arena haya en la pasta. Asi se explica que en los morteros<br />

sujetos á las influencias atmosféricas sea conveniente forzar la<br />

dosis de arena; que al aire lihre tengan mejor éxito las argamasas<br />

hidráulicas que las g-rasas, y que estas Últimas den resultados mucho<br />

más favorahles en los sitios hajos y algo hÚmedos, que en las<br />

partes elevadas, en que la desecación es activa.<br />

Por otra parte, se sabe que la eal se adhiere fuertemente á los<br />

o°Tanos<br />

de arena. Su adherencia es aÚn más marcada con los mate-<br />

riales principales de las fáhricas: en las juntas, al secarse el mortero,<br />

tiende á concentrarse, pero el movimiento se ve contrariado por<br />

su cohesión eon las piedras, resultando desgarros interiores y una<br />

desagregación parcial, tanto más acentuada cuanto más grasa es la<br />

cal y menor la proporción de arena. Los morteros lJidráulicos sumeri")o'idos,<br />

no sufren<br />

componen.<br />

la contracción debida á la desecación, v., no se des-<br />

Las heladas tienen tamhién influencia en los morteros. Vicat ha<br />

hecho constar que cuando eslán las mezclas bastante endurecidas,<br />

la mayor parte resisten perfectamente á la acción del hielo; pero que<br />

euando no han fraguado, se desagregan con prontitud. Estos hechos<br />

se explican ohserYando que las heladas no actÚan más que sohre UlW<br />

de los elementos de las mezclas, el agua, cuya cantidad va disminuyendo<br />

con el tiempo. De todos modos, conviene no hatir ni


100<br />

emplear las argamasas, durante los frias rigurosos del imie1'llo.<br />

No se hablará de la acción del agua del mar en los morteros, porque<br />

se estudia con todo detalle en el curso<br />

marítimas.<br />

de Puertos y clemds obras<br />

Resistencia de los morteros á la tracción.-La cohesión<br />

ó resistencia de los morteros á la tracción, se ha JeterminaJo experimentalmente<br />

por Vicat, que ha sacado las consecuencias siguientes:<br />

l. a, que la resistencia á (¡ue llegan los morteros (le cal grasa en<br />

las casas ordinarias, varia, por centímetro cuadrado, de lkg.,25 á 2<br />

kilogramos en las partes elevadas sobre el suelo y constantemente á<br />

cuhierto; 2:, que la resistencia de los morteros de cales déhilmente<br />

hÜlráulicas, en fáhricas expuestas a la intemperie, varia de :5a 7<br />

kilogramos; 5.', que en los morteros medianamente hidraulicos, oscila<br />

en las mismas condiciones, entre 7 y 9 kilogramos; 4:, que en<br />

lo~ morteros de cales arcillosas eminentemente hidrilulicas, tamhién<br />

en aquellas circunstancias, varia la resistencia de lOa 15 kilogramas;<br />

y 5:, que suhe de 15 a 17, cuando en las cales eminentemeute<br />

hidraulicas domina la sílice. La cohesión de los morteros hidraulicos<br />

sumero'idos b disminuye J en un 30 a 40 ])01'100.<br />

El mismo Vicat ha ensayado morteros de monumentos romanos,<br />

encontrándolos, por término medio, menos resistentes que los que<br />

hov se usan circunstancia mu y dio'na de tenerse en cuenta p~ra sa-<br />

J'<br />

her que no hay razÓn seria para admirarse ciegamente de la excelencia<br />

de las argamasas romanas. "Y-asimismo conviene hacer constar<br />

que el empleo de los morteros ordinarios es tan antiguo y tan<br />

pequeñas las modificaciones qne en su composici."H:y. manipl;la,ción<br />

se han introJucido, que la mezcla usada en las Pm\J1udes de EgIpto,<br />

y sobre todo en la de Cheops, construida mas de dos mil ailos antes<br />

de Jesucristo, es completamente semejante á las que en la actualidad<br />

se fabrican en Europa.<br />

Resistencia de los morteros al aplastamiento.-Las<br />

resistencias al aplastamiento que 1!egml á fI(lquirir, por centimetro<br />

cuadrado, los morteros de diferentes clases, se dedujeron tamlJiell<br />

por Vicat, que ohtuvo los términos medios siguientes:<br />

Morterosde cal arasa. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1!) kilogramos.<br />

~<br />

ldem de cales hidráulicas ordinarias. . . . . . . . . . 74<br />

ldem (le cales eminentemente hidraulicas. . . . . . . 144<br />

u<br />

.<br />

101<br />

'¡OBTEROS DE CE1IENTO RO}[ANO.<br />

Objeto de la arena y proporciones en que entra.-<br />

Los cementos romanos se emplean rara vez simplemente amasados<br />

c?n ~gu~; casi siempre se les aÜade arena, que no tiene por objeto<br />

thSllllnmr, como en los morteros de cal, los efectos de la contracción<br />

de la pasta, pues la de cemento, sólo experimenta alguna reducción<br />

de volumen en el momento de preparada. Con la adición de la<br />

arena. se logra economizar cemento y hacer menos facil la formación<br />

de gl'letas e.n los morteros endurecidos y expuestos al aire; pero si<br />

e:to se consIgue es á expensas de la resistencia, que mengua a me-<br />

(hda que crecen las dosis de arena.<br />

L~ cantidad ~leagua necesaria varia para cada cemento, y cOllviene<br />

fi,Jarla experunentalmente en los diversos casos. Con el cemento<br />

francés de Vassy, puede graduarse en medio volumen de ao'ua<br />

POI lUlO(e 1 cemento, l as proporCIOnes . adecuadas; t1 ,<br />

de los ensayos hechos'<br />

en l,as ohras (~elCanal de Isabel II por el Inspector general del<br />

CUClpO,n. Jose IHorer, resulta que un metro cÚbico de cemento de<br />

Zumaya d~]Jehatirse con 575 ](ilogramos de agua.<br />

ta cantIdad de arena varia asimismo con los resultados que se<br />

desee oht~ner., El cuadro siguiente marca la composición que puet~ydarse<br />

a varIOSmorteros de cemento; es el mismo publicado por<br />

~]audel para los de cemento de Vassy, y se puede aplicar á los de<br />

Zumaya, por ser casi icMnticas las densidades de ambos productos:


'1 I I I<br />

i<br />

IN'<br />

I 1:I nlliS.<br />

10:l<br />

R1!8aCIOll l" Y l' l' Peso I<br />

1,' i o um€nes (e: ,<br />

. de Idel volumen de ceo i arena. ! de cemento.<br />

OBSERYAC¡ÓS.<br />

I I - -<br />

orden.' mento al de 'trena. i JI dJ'os cÚbicos. I I{ilogra1nos.<br />

I I<br />

: I<br />

,1 .] a O I 0,00 I 1.204,<br />

2 3 á .1<br />

0,35<br />

928<br />

I<br />

I<br />

3 '2 á .1<br />

0,46 I 843<br />

I<br />

4 3 á estampadas en este<br />

I '2 0,53 I 771<br />

1) ,1 á .1 ¡ 0,70<br />

651<br />

cuadro,<br />

6 , son las ne-<br />

2 á 3 0,81' 530<br />

7 ' 1 á '2<br />

i 0,98 451 I<br />

cesarias para obte-<br />

8 ! ,1 á 2,5 '!<br />

'1,00 390<br />

9 ,1 á 3<br />

1,00 300 ner un metro cúbi-<br />

,10 '<br />

1 á 3,5 ! '1,00 258<br />

H .1 á 4 1,00 233 co de mortero.<br />

12 ,1 á ')"~) ! .1,00 '203<br />

,13 .1 á 5 -1,00 ~85<br />

I<br />

Las proporciones<br />

El mortero nÚm. 1, es decir, el de cemento puro, se emplea tan<br />

sÓlopara atajar filtraciones ó fugas de agua; los nÚmeros 2, 5, 4 Y 5,<br />

para enlucido s de acueductos, algibes, depósitos, etc., en los que<br />

se exige mucba adherencia é impermeahilidad; los nÚmeros G, 7 Y n, .<br />

para retundidos de juntas de todas clases, y para las ohras que<br />

hayan de estar expuestas á las influencias atmosféricas; los nÚmeros<br />

!) y 10, para las bóvedas, muros y macizos qne puedan aguardar el<br />

completo fraguado de los morteros antes de cstar sometidos á fuertes<br />

presiones, Ópara las obras en que no se nccesite una impermeahilidad<br />

total; los nÚmeros 1:1, 12 Y 15, aunque muy inferiores Ú los<br />

precedentes, tanto por su adherencia como por su permeahilidad, se<br />

pueden utilizar para rellenos y construcción de macizos.<br />

Además de las aplicaciones que se han citado, los eementos romanos<br />

se emplean para la construcción de tuhos de conu.ncciún de agua<br />

y gas, y para comisas y moIduras de las edificaciones Ul'hanas; la<br />

propiedad que tienen de aumentar algo de volumen al fraguar, lo<br />

contrario de lo que sucede con los morteros grasos é hidráulicos ordinarios,<br />

los hacen muy á propósito para estos fines. La resistencia y<br />

la dureza dc los cementos romanos permiten tamlJién que se construyan<br />

losas con aquel material, que se usan á veces para aceras.<br />

El tamaÜo de la arena puede yariar, segÚn sea el ohjeto á (fue<br />

se destine el eemento, desde la fina, que es la adecuada para en-<br />

./<br />

J¡lcidos, l¡asla la gravilJa, que<br />

.103<br />

puede adoptarse para pavimentos.<br />

Preparación de los morteros de cemento.-Como cStas<br />

mezclas fraguan con extraordinaria rapidez, har que preparadas en<br />

cortÍsimas cantidades y á medida que se van á poner en obra: no<br />

son, por consiguiente, aplicables los procedimientos que pronto se<br />

darán á conocer para la fabricación de los morteros en general, y es<br />

preciso consagrar aquí á este asnnto breves palabras.<br />

El hatimiento se hace de ordinario en artesas ó cuezos, como los<br />

[Iue se emplean en el trabajo del yeso: se echan primero la arena y el<br />

eemento en las proporciones convenicntes, mezclándolos en seco, y<br />

en seguida se aiiade poco a poco cl agua, removiendo la masa eon l~<br />

paleta. A veces se hace la manipulación en una mesa eon rebordes.<br />

Durante la amasadura, la pasta de eemento puro se contrae algÚn<br />

tanto; la diminución de volumen es variable con la naturaleza de<br />

los eementos, pero en los más COJ11unmentempleados en Francia, la<br />

contracci(jn se puede estimar en un 17 por 1OÚ;en otros términos,<br />

mI metro cÚbico de cemento, medido sin comprimido al salir del<br />

envase, sólo produce Om",n5 de pasta, circunstancia que lla de tcncrse<br />

presente al graduar las dosis de cemento y arena. Sin enlhargo,<br />

la contracción parece que es JJastante mayor en el cemento<br />

de Zumaya, pues de los ensayos hechos por el Inspector Sr. Morer,<br />

resulta que amasando un metro cÚhico de cemento sin asentar,<br />

7)7;) kilogramos de agua, sólo se olJtienen Om",7i de mortero.<br />

eon<br />

Endurecimiento de los morteros.-lfácil es prever que<br />

el fraguado de estos morteros, se dehe exclusivamente Ú las reacciones<br />

químicas producidas por los elementos que cntran cn la sul¡st¡~ncia<br />

activa, esto cs, en el cemento. Se sahe asimismo que cs pre-<br />

('ISO para que cl fmgnado no sea instan taneo, emplear cement.os<br />

fríos, es decir, qne no estén recién salidos del horno y qne se lJallen<br />

lInpoco aireados, aunque no con exceso, porque en tal caso ohran<br />

romo puzolanas. Por consiguiente, la rapidez del fraguado será distinta,<br />

no sólo de un cemento á otro, sino en un mismo producto, segl'm<br />

las circunstancias en (<br />

Ine se encuentrc' , POI'lo g-eneral, c.' el tiempo<br />

]Iecesariopara el endmecimiento varía de un cuarto de hora á<br />

do~ ~lOras, adquiriendo entonces lm:'ximamente 'Ir; de su dureza defil1ltIva,á<br />

la que llega á los docc ó diez y ochomeses, crecicndomuy<br />

de prisa en los primeros y con gran lentitud en los Últimos. CIar;)


_es quc los nÚmcros consignados no son más que terminas medios;<br />

pronto se ycrán los resultados obtenidos con el cemento de Zumaya.<br />

Cualidades que adquieren los morteros de cemento<br />

después de fraguar .-Los morteros de cemento no se contraen<br />

al fraguar, como los de cales; por el contrario, se entu1l1ecenligeramente,<br />

á la manera de los de yeso. Por consiguiénte, las pastas hechas<br />

con estos cementos son compactas é impermeahles, siempre que<br />

no sean demasiado áridas, esto es, siempre que contengan cantidad<br />

suficiente de cemento para llenar todos los huecos de la arena; así,<br />

de los 13 morteros cuya composición figura en el cuadro inserto en<br />

este mismo artículo, serán impermeables los marcados con los 8 primeros<br />

nÚmeros, pero no los 5 restantes.<br />

Los morteros de cemento endurecidos tienen una solidez análogoa<br />

á la. de las piedras de construcción.<br />

Sucede muchas veces que la desecación agrieta estos mortCl'os; lo<br />

que se explica, porque el exceso de humedad que tiene la pasta se<br />

abre salida á través de la superficie, que, endurecida ya, forma. una<br />

especie de costra; un efecto semejante produce la congelación del<br />

agua. Las grietas adquieren más importancia por la mala. costumbre<br />

de los alhauiles de bruÜir fuertemente la superficie con la paleta, en<br />

vez de comprimida.<br />

Los morteros de cemento parece que experimentan dilatación sensihle,<br />

con las variaciones de temperatura: las piez3s muy largas,<br />

como los tubos de conducción, se rompen á menudo, por efecto de<br />

los fríos intensos. Tanto este inconyeniente, como el indicado en el<br />

párrafo que antecede, se remedian, en parte, forzando la cantidad<br />

de arena en los morteros: pero así se disminuye su cohesión, porque<br />

el cemento se adhiere mal á la arena y es preciso amas arlo con más<br />

agua, lo que perjudica a su resistencia, que parece se reduce á la mitad,<br />

cuando el cemento se deslie en mucha agua ó cnando se emplea<br />

en inyección, presentando entonces una estructura porosa ypermeable.<br />

Los cementos romanos no ofrecen, en opinión de Vicat, garantías<br />

sólidas de duraciün más qne cl1ando se usan dehajo del agua ó en lugares<br />

coustantemente Inlmedos; en esas circunstancias, adquieren en<br />

pocos meses nna dureza á que no llegan, en id¡\nticas condiciones,<br />

sino al cabo de 1m aiJo ti aiJo y medio, los mejores morteros de cales<br />

hidráulicas.<br />

10j.<br />

~o:s<br />

Por las dificulLades selialadas y por los obstáculos que la excesiva<br />

rapidez con que fraguan los cementos romanos produce para su empleo,<br />

hay una tendencia manifiesta á reemplazados con el Portland,<br />

ti sea con los cementos que se endurecen con lentitud.<br />

Resistencia de los morteros de cemento romano á la<br />

tracción.-Para comparar las resistencias á la tracción de los<br />

morteros de cemento romano con los de PortIand, se hahrá de decir<br />

algo, más adelante, acerca de las deducidas para el cemento de Vassy.<br />

Bastará, por ahora, dar cuenta de los experimentos hechos con el<br />

de Zumaya.<br />

Los ensayos verificacIos por los Ingenieros de Puentes y calzadas,<br />

un 1878, con morteros compuestos de volÚmenes iguales 'de areHa y<br />

cemento, dieron los siguientes resultados:<br />

I<br />

Tiempo transcurrido Resistencias por cm2.<br />

después de emplear el mortero. -<br />

Kilog,¡~amo8.<br />

6 horas.................. 3,6<br />

24 idem............. ...... 5,5<br />

8 dias................... 9,0<br />

15 idenL.................. '10,0<br />

Con cemento puro sumergido se han determinado recientemente<br />

en la fáhrica de Gurruchaga, las cargas de rotura por tracción: se<br />

consignan aquí con tanta más confianza, cuanto que se diferencian<br />

muy pocode las encontradas en el puerto de Socoa (Francia), donde<br />

se jwuehan tocIoslos cargamentos antes cIeempleados (1). o<br />

I1<br />

Tiempo transcurrido<br />

después de emplear el cemeuto.<br />

24 horas... .. .. " . . . .<br />

8 días...................<br />

'15 idern ... o. . . . . . . . . . . . . .<br />

;.]~esesoo""""""<br />

-, anos .. o... ... '" .. .<br />

""<br />

.<br />

Resistencias por cm.'.<br />

Kilog,'amoso<br />

(1) Los números que aparecen en el estado son, sin embargo, algo menores<br />

que los deducidos por el Ingeniero del Cuerpo, D. Fernando García<br />

Arenal, que se daril]l {¡ conocer al hablar de los morteros de Portland.<br />

1<br />

6<br />

H<br />

~2<br />

.iD<br />

.17<br />

~


10í,<br />

Resistencia de los morteros de cemento romano al<br />

aplastamiento.-De los ensayos efectuados por Gariel r Ga,l'l1iel><br />

resulta que bloques de cemento puro de Vassy, expuestos al a11'e.lIhre<br />

por más de dos ailos, podían sufrir sin aplastarse, cargas yar~ahles<br />

de 121 á 197 kilogramos, por centímetro cuadrado: como termino<br />

medio, puede adaptarse la presión de 150 kilogramos:<br />

Couche ha obtenido para carga de rotura por aplastamIento, en<br />

morteros compuestos de volÚmenes ig'uales de arena y del mismo<br />

cemento de Yassy, la de 15G kilogramos, tamhién por centímetro<br />

cuadrado.<br />

Morteros de cal grasa Y cemento.-Se obtieneu excelentes<br />

morteros hidraulicos, mezclando con los ordinarios de cal grasa,<br />

cantidades de cemento romano, que suelen variar de la mitad á la deeima<br />

parte del volumen de pasta de cal que entre en la arga~lasa<br />

comÚn. Muchos, la mayor parte de los autores franceses, proscnhen<br />

este sistema, por mas que algunos, en estos Últimos ailos, empiezan<br />

á mirarlo con menos prevención. Apenas habrá Ingeniero en EspaÜa<br />

\fue no lo haya usado, convenciéndose de la bondad de los resuIt.a~<br />

dos, aun en ohras delicadas, como son, por lo general, todas las lndráulicas.<br />

No se dehería insistir sobre el particular, porque los hechos<br />

demostrados por la experiencia constituyen leyes supre~la~ en<br />

materia de construcción; pero bueno scrá hacer ver que la practlca,<br />

teoría admi~ida.<br />

en este caso, está absolutamente conforme con .Ia<br />

En efecto, segÚn se ha visto, la diferencia esencIal que separa a las,<br />

cales hidráulicas de los cementos, es que, existiendo en ambos productos<br />

la silice y la alÚmina de la arcilla primitiva, en est~do de<br />

combinaciones atacables por reactiyos enérgicos, en los prJ~l~ros<br />

hay además cal libre; pues bien, es claro á todas luces que s~ él un<br />

cel;lento se le aÜade cal grasa, se le convierte en una substancia que<br />

encierra todos los elementos de las cales hidráulicas ordinarias.<br />

La cantidad de cal grasa qne convendrá agregar, dependerá de la<br />

naturaleza del cemento y de la clase de -producto que ~e<br />

quiera O~J-<br />

l.)<br />

1 1 .~~..] ~ ~ 1 ~-..A ",..nlAl.""n.('1 n n.ól.,u:t<br />

tener, pues que, regulanUü aCerLi:.lUdlilI:;UL\J " ld~ 1'.1\)l'Ul v.lVHv"" FVU.~ t.l.U<br />

prepararse morteros de una energía determinada. ~ada ~lay que decir<br />

del fraguado, de las propiedades ni de las resIstenCIaS de esta~<br />

argamasas, porque se aplica á ellas cuanto se ha expuesto respecto a<br />

las )¡idraulicas.<br />

.107<br />

Bastará hacer ligel'as iwlicaciones sohre el modo de prcpararlas.<br />

Pudiera incorporarse el cemento á la pasta de cal, dejar reposar un<br />

día la mezcla y hatirJa luego con la arena, por los procedimientos<br />

ordinarios; pero así se eorreria el riesgo de cIue fraguara alguna parte<br />

del cemento antes de que se emplease el mortero. Por esta razón<br />

es preferible fabricar primero la argamasa comÚn de cal grasa, con<br />

la sola precaución de hatirla un poco clara, y en seguida, operando<br />

en pecIueiias porciones, agregar la cantidad de cemento que correspanda"<br />

verificando la mezcla á IJrazo Ó mecánicamente, aunque es<br />

más recomendable aquel medio, sohre todo si la dosis de cemento e¡:;<br />

de algnna entidad.<br />

MORTEROS DE CEMENTO DE PORTLAND.<br />

Ventajas de estos morteros.-Las propiedades hien conocidas<br />

del cemento de Portland lo hacen por todo extremo á propósito<br />

para una infinidad de aplicaciones, pues reune las ventajas de los<br />

cementos romanos, sin presentar sns inconvenientes: tan sólo habrá<br />

que dar la preferencia á aquellos en los casos excepcionales en que<br />

se requiera un fraguado casi instantáneo. Las principales venlajas<br />

que ofrece<br />

guientes:<br />

el Portland para la fabricación de morteros, son las si-<br />

l. a<br />

Tarda en fraguar de media á diez y ocho horas, pero aquel<br />

período se refiere sólo á los cementos muy vivos recién salidos del<br />

lIOrna: por regla'general, puede admitirse que el Portland se endurece<br />

en (los horas, como tiempo mínimo, y en seis Ú ocho,por término<br />

medio. El batimiento y el empleo en obra se puedeIi hacer,<br />

por tanto, en las mismas c.ondiciones que cuando se trata de morteros<br />

de cal, y sin preeaución especial de ningún genero.<br />

2. a<br />

Adquiere en poco tiempo una gran solidez, aun cuando se<br />

mezcle con proporciones considerables de arena. En la fábrica de<br />

los estribos del puente de San Miguel, ha empleado Vaudrey, eon excelente<br />

éxito, un mortero compuesto de un metro cúbico de arena,<br />

250 kilogramos de cemento (próximamente Om\19) y 125 litros de<br />

agua, no llegando, por consiguienle, el VOIUj11ende Portland á la<br />

quinta parte del de arena. En las obras en que la compacidad sea un


I<br />

10g<br />

elemento esencial, como sucede en las mal'itimas, hay que forzar la<br />

dosis de cemento; así en el puerto de! Ha\Te se ha preparado e!<br />

mortero con un metro cúbico de arena, 400 kilogramos de cemento<br />

(Om",50) y 240 litros de agua: este mortero, aunque a primera vista<br />

no lo parezca, resultó perfectamente impermeahle, lo que se debe<br />

á la contracciÓn que experimenta la arena, durante la amasadura.<br />

La pasta de PortlalJd no es grasa y untuosa como la de cal; al batir el<br />

mortero, los granos de arena pueden moverse en la pasta de cemento<br />

como en el agua pura, resultando alguna contracción en el volumen<br />

de arena, y necesitandose a veces mas de un metro cÚbico de este<br />

material para formar igual cantidad de mortero. La contracción,<br />

([ue delJe tenerse siempre presente en los calculos, es tanto mayor<br />

cuanto más se prolongue la manipulaciÓn de los morteros: varía tamhÜ~ncon<br />

las dosis en que entren los ingredientes, de manera que conviene<br />

deducida experimentalmente en cada caso. Sin emhargo, podrá<br />

ser útil el siguiente cuadro que resume los ensayos hechos sohre<br />

este particular, por el Sr. Voisin, Ingeniero Jefe de Puentes y<br />

calzadas.<br />

Volú:rnenes.<br />

Aren". Cemento. Ag-na. Mortero<br />

resnltftnte.<br />

.1 ,1,00 0,62 1,69<br />

1 0,50 0,43 -1,24.<br />

I 0,33 0,38 1,'12<br />

,1 0,2.5 0,35 -1,05<br />

,1 0,20 0,34. '1,00<br />

,1 0,17 0,32 0,96<br />

La contraccion definitiva no depende sólo de que disminuyan los<br />

huecos entre los granos de arena, sino de que al formar la pasta de<br />

cemento puro mengua también el volumen de la masa, en una proporción<br />

que se diferencia poco de la scJialadapara los cementos romanos.<br />

3. a El cemento de Portland puede amasarse con mayor cantidad<br />

de agua qne los de frag'uado rápido. Para éstos se ha visto que, como<br />

termino medio, dehe emplearse un \'oltlInen de agua por dos de ce-<br />

109<br />

mento molido. Sé ha indicado antes que la dosis de agua admitida en el<br />

Havre ha sido la de 60 por 100, con relación al volumen de cemento<br />

y de 80 por 100 con relación al peso. En los morteros estudiados<br />

por Voisin, las proporciones de agua, respecto al volumen de Portland,<br />

varían de 0,62 a 1,88. SegÚn Leblanc, que ha hecho detenidos<br />

ensayos con estos cementos, los morteros que contienen 2,5 volumenes<br />

de cemento, por 10 de arena, dan los mejores resultados cuando<br />

se alllasan con 2,7 volÚmenes de agua, lo que equivale al, 10 de<br />

líquido por 1 en volumen de cemento, ó bien á 815 litros de agua,<br />

por tonelada de cemento, suponiendo Ú éste una densidad de 1,55.<br />

4. a Los enlucidosde Portland tienden menos á agrietarse por la<br />

desecación que los de ceménto romano.<br />

5: Segun el referido Leblanc, otra de las notables ventajas de<br />

las mezclas de Portland es que no las destruyen las heladas; por ma-<br />

Ilera que las fábricas en que se empleen pueden ejecutarse, en casos<br />

urgentes, en riguroso invierno.<br />

6.. Puede exigirse que el Portland tenga una composición química<br />

constante, lo que no sucede con los cementos romanos, que<br />

proceden siempre de la calcinación directa de calizas, que es imposible<br />

presenten una homogeneidad absoluta en todos los hancos de la cantera.<br />

Composición de los morteros de Portland.-Aunque en<br />

lo que antecede se ha dicho ya algo de las dosis en que suelen entrar<br />

el cemento y la arena:en los morteros de Portland, conviene conocer<br />

la composición de algunos, que han dado excelentes resultados en<br />

obras importantes. Constan en el siguiente cuadro tomado de la obra<br />

de Dehanve sobre Executiun des traVa/M;.


DESIGNACIÓN<br />

DE LAS OBRAS.<br />

Puentes de París.<br />

Bóvedas.. . . . . . . . .,. .<br />

Macizos. . . . . . . . . . . . .<br />

Obras marítimas<br />

en Honfleur.<br />

.Juntas y enlucidos...<br />

Fábrica'de ladrillos en<br />

paramento. .. . . ,<br />

Mamposterías ordinarias.<br />

.. . . . . . . . . . . . . .<br />

Viaductos del {crracarril<br />

de<br />

Nantes á Chdteaulin.<br />

Mamposterías expuestas<br />

al mar. . . . . . . . . .<br />

Pilas.. . . . . . . . . . . . . , .<br />

Bóvedas.. . . . . . . . . . . .<br />

t10 111<br />

VolÚmenes VolÚmenes<br />

de cal<br />

Peso<br />

I<br />

de arena. hidráulica, de cemento OBSERVAClO.\ES.<br />

lJIets. clibs. 1I:fets. cÚbs. Eilo!J1'CIlnos<br />

0,90<br />

0,90<br />

1,00<br />

i ,00<br />

.¡ ,00<br />

0,90<br />

0,90<br />

0,90<br />

))<br />

Cantidades necesa-<br />

j'<br />

)<br />

rias para. form:1l"<br />

un lnetro cúbico<br />

\ de mortero,<br />

5:20<br />

¡Se admitía la contracción<br />

dé<br />

» }.33 . ra el volumen<br />

'/ Hato-<br />

~talde las mnterias<br />

mezcladas.<br />

» 323<br />

J)ebe proscribirse, á juicio de Leblanc, el empleo de la arena fina,<br />

usándose la gruesa, y aun mejor la gravilla, para la preparación de<br />

los morteros de PortIand muy áridos, esto es, muy cargados de aquel<br />

íngrediente; en los dem{ls no es tan importante la elección de arena,<br />

pero siempre hay alguna ventaja en que sea de grano grueso.<br />

Influencia de la densidad en la calidad de los morteros<br />

de Portland.-Al comenzar la fabricación de los cementos<br />

de PortIand, no pesaban éstos más lIue de 1.100 á 1.200 kilogramos<br />

por metro cÚbico, pero la experiencia ha demostrado que el<br />

cemento pesado, esto es, el que pesa 1.500 kilogramos, da morteros<br />

cuva resistencia excede en tUl 50 por 100 á la de los preparados C011<br />

ce¿lento ligero. Esta consideración, que no deja de ser aplicable<br />

tamhién á los cementos romanos, explica la tendencia constante, en<br />

estos Últimos tiempos, á dar en peso las proporciones de los cemelltos<br />

que han de entrar en las mezclas.<br />

)<br />

);<br />

»<br />

0,30<br />

0,34.<br />

.\:60<br />

33°<br />

460<br />

200<br />

.150<br />

¡<br />

I<br />

Cantidades necesarias<br />

para formar<br />

un metro cÚbico<br />

de mortero.<br />

Endurecimiento de los morteros de Portland.-La<br />

arena 110ejerce acció]] alguna, de suerte que la teorla del fraguado<br />

de estos morteros, es]a misma que se admite para el cemento de que<br />

se componen. Los morteros de Portland, como los de cemento romano,<br />

aumentan de dureza con rapidez en los seis primeros meses, siguen<br />

endureciéndose ]ueg'o con lentitud quizc1pierden después alo'o de su<br />

cohesión, como pro~lto se verá, y ~s probable que adquierano elmáximo<br />

definitivo de resistencia a los dos ó tres aiios.<br />

Los cementos puros y los morteros se endurecen más debajo de]<br />

agua que al aire libre; sin embargo, la r~sistencia, que es superior<br />

a] cabo de cierto tiempo en las partes sumergidas, es menor en los<br />

primeros dlas, que cua11do las mezclas están expuestas al exterior.<br />

La temperatura del medio e11que está colocado el cemento influye<br />

tamhié11en su resistencia. Está demostrado (Iue el frío retarda el fraguado,<br />

y que al mismo tiempo disminuye su resistencia, ó más lJien<br />

retrasa la época de llegar á su mc1ximo, pues resulta de ensayos<br />

efectuados por Béthencourt, que el m{lximo es más elevado cuando el<br />

cemento se ha puesto en ohra á una temperatura baja.<br />

Resistencia de los morteros de Portland á la tracción.-lUuchos<br />

ensayos se han hecho sohre la resistencia de estos<br />

morteros Ú la tracción. Las cargas medias de rotura de las pastas<br />

formadas de cemento puro, se consignan en el cuadro siguiente:<br />

I¡esistencias<br />

NÚmero de días por centímetro cnndrado.<br />

clespués del empleo. -<br />

I(ilofj1Ytmos.<br />

-----<br />

I<br />

5 8 á i2<br />

15<br />

.¡¡¡<br />

á 20<br />

30 20 á 25<br />

La resistencia aumenta algÚn tanto con el tiempo, pero después<br />

parece fIue disminuye un poco hasta alcanzar el máximo definitivo,<br />

que nunca ha de contarse con que pase de 22 á 25 kilogramos, por<br />

centímetro cuadrado: aSl á lo menos se deduce de los experimentos<br />

hechos, durante muchos aiios, en la fáhrica de Doulogne-sur-mer. Es-<br />

Losresultados son, sin embargo, menos favorahles a la resistencia,


I<br />

DESIGNACIÓN<br />

DE LOS CEl\IENTOS.<br />

112<br />

que los obtenidos por el Ingeniero j). FCl'llando Garcia Arcnal, que<br />

ha verificado ensayos en el puerto de Gijón, para comparar los cementos<br />

de Portland ingleses y alemanes entre sí y con el cemento de<br />

Zumava. Los nÚmeros deducidos se consignan en el siguiente cuadro<br />

e~lel cual y en la casilla de residuos deL cernido, se estampan<br />

los ~Iue de.iarOl~ iO litros de los diversos cementos, al pasados por un<br />

cedazo de 900 maJlas en centímetro cuadrado:<br />

COJIPOSICIÓN Tiempo Resistencia Residuo<br />

DE LA PASTA. tl'anscurri. por centíme- del<br />

I<br />

Cemento. Agua..<br />

do después<br />

tro cuadrado cernido.<br />

de la<br />

- -<br />

-<br />

Litl.os. Lit¡.os. inmersión. I(-ilogl'Cl..l1lOS. Litros.<br />

-<br />

----<br />

~.1 día... 16,87 \<br />

Portland inglés 7 días.. 29,~5<br />

(Wouldhan)......... 4 .1 3 meses. 35,-18 I<br />

) 1,38<br />

( 6 id. . .. 38,-15<br />

1 año... 48,25<br />

-1 día... 31,32 \<br />

\ 7 días.. 38,43 I<br />

ldem alemán (stettín). 4 0,8 3 meses. 4-4,45 0,80<br />

( 6 id. ... 47,.16 \ )<br />

'1 año... 50,60<br />

( ,)<br />

dJa. ., 6,2.1<br />

\ ;<br />

7 días.. 7,50<br />

Cemento de ZUlnaya.. !~ -1,3<br />

( 3 meses. .16,29 3,1e8<br />

6 id. ... 18,28 \<br />

1 año... 20,65 ;<br />

( 7 días.. 1:\,85<br />

ldem id. (otro ejem-<br />

I<br />

1.3 \ 3 meses. 19,95<br />

pIar)............... 4<br />

3,40<br />

( 6 id.... 21,6í , )<br />

I año... 20,29<br />

Los morteros de Portland tienen, por lo general, una cohesión<br />

hastante menor que la pasta de cemento puro, como puede verse en<br />

el cuadro siguiente, formado por Darcel, en que se comparan además<br />

las resistencias á la tracción de los morteros de PortIand y de<br />

los de cemento romano de Vassy:<br />

,<br />

113<br />

I RESISTENCIA PESO DE CE~!ENTO EN POLVO,<br />

POR CENTÍMETRO CUADRADO. POR UETRO CUBICO DE MORTERO.<br />

Proporción<br />

I<br />

volumen de MORTERO DE CEMENTO CE)1EXTO<br />

rn arena por ~----- ~-------..<br />

¡un volumen de<br />

De Portland. Romano. De Portlo.nd, de Romano, de<br />

cemento.<br />

densidad=1,4. densidad<br />

- -<br />

= 1,1.<br />

KilogIYWWS. Kilo[j¡'amos. - -<br />

KiloU¡.{t1"os, Kilog¡'u1!ws.<br />

O 20,0 -10,0 -1.400 l. .100<br />

.1 20,0 .10,0 830 660<br />

2 14,0 8,0 565 4-46<br />

3 1'1,5 6,5 456 355<br />

.J.. 10,0 5,6 350 275<br />

5 9,0 .J..,7 280 220<br />

6 8,2 4,0 233 -1-i3<br />

7 7,5 3,0 200 -157<br />

8 7,0 2,5 -175 -139<br />

9 6,5 1,8 156 .122<br />

))<br />

.10 6,0<br />

14.0 1.10<br />

Del examen del estado precedente, resnlta:, 1.., que Darcel no ha<br />

teuido en cuenta la contracción que experimentan las pastas, y que;<br />

por consiguiente, en la práctica hahrá que forzar los pesos que se<br />

expresan para ohtener un metro cÚlJico de mezcla; 2.., que tanto<br />

con los cementos de PortIaml como con los romanos, se alcanzan resistencias<br />

iguales, empleándolos solos ó con un volumen de arena<br />

igual al suyo; 5.", que, como ya se ha indicado antes, á medida que<br />

aumenta la dosis de arena disminuye con hastante rapidez la resistencia<br />

de los morteros; y 4.", que, á igualdad de volÚmenes de arena,<br />

son mucho más coherentes las mezclas de Portland que las de<br />

cemento romano, hasta el punto que un mortero compuesto de un<br />

~<br />

metro cÚbico de arena y 550 kilogramos de PortIand (0111\25), tiene<br />

tanta resistencia como el formado de volÚmenes ig'uales (Om5,60) de<br />

arena y cemento romano, en el que entrarían,<br />

kilogramos de cemento.<br />

de consiguiente, 660<br />

La adherencia del Portland á las piedras y á los otros materiales<br />

semejantes, es muy considerahle. No se conoce su valor numérico,<br />

pero un experimento repetido muchas veces, ha hecho ver que el<br />

Portland amasado con consistencia adecuada y colocado entre dos ladrillos,<br />

contrae pronto con ellos tal cohesión, que, cuando se trata de<br />

8<br />

I


114<br />

unión de los la-<br />

separarlos por tracción, la roLura no se hace ,por l~<br />

drillos y el cemento, sino por el espesor de este o por el cuerpo de<br />

uno de aquellos.<br />

. Resistencia de los morteros de Portland al aplastamiento.-Se<br />

han hecho pocos ensayos sobre la resistencia de estos<br />

morteros al aplastamiento. De algunos Yeri~cados en la fáI~rica de<br />

Bouloo'ne-sur-mer, se deduce que puede consIderarse como sIete veces<br />

n~ayor que la carga de rotura por tracción, para las pastas de<br />

cemento puro, y como cinco veces para los morteros. ,<br />

Esta ley no puede aplicarse de una manera general; a lo sumo será<br />

exacta, dentro de ciertos limites de tiempo (dos ó tres meses),<br />

porque parece que la resistencia al aplaslami~nto crece ~I:definida~<br />

mente, al paso que la que las mezclas oponen a la lracclO~ ,llega a<br />

un máximo absoluto y decrece luego hasta alcanzar el defimtIVO.<br />

Portland.-Lo que se<br />

Morteros de cales ordinarias Y<br />

ha dicho ya respecto á los morteros de cal grasa y cemento romano,<br />

puede aplicarse á los formados con aquella y PortIand: el buen resultado<br />

es aÚn más seguro, porque no hay que temer que durante la<br />

'preparación fragÜe total ni parcialmente el cemento. En las obras del<br />

viaducto de Orsay, el Ingeniero lHalibran obtuvo excelentes. mezclas,<br />

aOTeO'andoal metro cÚbico de mortero de cal grasa, 100 lnlogramos<br />

d~ P~rtland (Oro3,07, suponiendo que la densidad sea 1,4), pero est.a<br />

proporción puede bajar bastante si no se necesitan morteros muy lud<br />

'áulicos' asi aliadiendo á una argamasa compuesta de un volumen<br />

á la deci?la<br />

d~ cal po~'do~ de arena, una cantidad de. PortI~nd ~gu~l<br />

parte del volumen de pasta de cal, es decIr, yroo:04J, o sean 60, krlo-<br />

°Tamos, por metro cÚbico de mortero ordmarlO, se preparara una<br />

~lezcla muy á propósito para multitud de aplicacio:les: .<br />

Tambien se usan morteros de PortIand y call1ldrauhca; en este<br />

mismo articulo se han dado á conocer las composiciones de los empleados<br />

en las fá]Jl'icas de las pilas y de las bóvedas de los grandes<br />

viaductos del ferrocarril de Nantes á Chftteaulin. En dichos morteros<br />

ó el 1/3del de pasta<br />

el volumen de cemento era próximamente el 1/"<br />

de cal. Como las cales hidráulicas tienen cal libre, se compren~}~que<br />

la teoria de estas mezclas es la misma que la' explicada para<br />

cal grasa y ceUlento.<br />

las de<br />

FraO'uando o el Portland con lentitud, se pueden batir los mor-<br />

110<br />

teros por los procedimientos ordinarios, incorporando el cemenLo á<br />

la l)asta de cal; pero tam])ien se puede preparar primero la argamasa<br />

comÚn ó hidráulica, dejándola un poco clara para que, al batida<br />

con el PorLland, quede con el encel'amiento comeniente.<br />

Condiciones que deben exigirse para la recepción<br />

del Portland.-Tienen hoy tanto interes los cementos de frao'uao do lento, que parece oportuno transcribir los requisitos á que ha de<br />

satisfacer este material, segÚn las condiciones facultativas aprobadas<br />

en Francia por<br />

zadas.<br />

las adminisLraciones de Marina y de Puentes y cal-<br />

1. o La densidad mínima ha de ser 1,2, es decir, que el metro<br />

cÚbico de Portland, medido en cajones en que se le haga caer lenta-<br />

mente y sin sacudimiento, ha de pesar como minimo 1.200 1\ilooTab<br />

mos. SÍI~ embargo, en la actualidad es comÚn fijar el mínimo en<br />

1.350. A veces los pliegos de condiciones establecen tambien un<br />

máximo, con objeto de no exagerar el peso necesario de cemento para<br />

ohLener una compacidad determinada en los morteros: de no tomar<br />

esta precaución, se corre el riesgo de que el cemento sea demasiado<br />

pesado y se eleve sensiblemente el precio de las mezclas, puesto que las<br />

fÚJn'icas venden siempre el PortIand al peso. Otra razón que abona ]a<br />

fijación de un n~áximo, es que la mayor densidad se o])tiene haciendo<br />

más energica la cochura, y podría suceder que esta huhiera sido<br />

exagerada, ohteniendose fragmentos demasiado fríos y quizá inertes.<br />

El peso máximo prefijado suele ser de 1.450 kilogramos, por<br />

metro cÚhico de cemento sin comprimir, ó de 1.750, cuando se mide<br />

muy comprimido.<br />

2. o El cemento deJ)eestar perfectamente molido, lIOdejando un<br />

residuo que llegue al 10 por 100 de su peso, cuandó se le haga pasar<br />

por un cedazo de teja metálica que tenga 1135claros por decimetro<br />

de longitud.<br />

5. o El Portland ha de tardar en fraguar lllftsde dos Jwras y menos<br />

de diez. Se considcra que ha fraguado el cemento sumergido, cuando<br />

la superficie de la l)asta sostiene sin deprimirse aparentemente una<br />

aguja de sección cuadrada, de 1mJU,5 de lado, que lleya en uno de sus<br />

extrcmos una carga de 1.450 gramos. La presión á que así se somete<br />

la pasta es de 65kg',55, por centímetro cuadrado.<br />

4. o La composición qUÍl11ic~del Portlaná ha de ser constante,


\<br />

\<br />

Designación.<br />

Tiem]Jo<br />

transcurrido,<br />

Resistencias<br />

por centÍ1119tl'O<br />

cu",drado.<br />

-<br />

K ilo!J)'amos,<br />

!<br />

I<br />

Cemento puro, . . . . . i<br />

( I<br />

~lortero. . . . .<br />

?Jdías.<br />

15id.<br />

30 id.<br />

5 id,<br />

,í.<br />

10<br />

'20<br />

4.<br />

, . . . . .¡ &.5id. \<br />

O á 1'2<br />

1<br />

116<br />

no pasando de 1 por 100 la dosis de sllIfato cáIeico, o de O,Ü por<br />

100 la de ácido sulfÚrico. .<br />

.<br />

'<br />

5." El cemento puro y el mortero han de reSJstlr comementet<br />

' 1 fracción 1 ) ( ,<br />

men e a a,<br />

rescribiÓnc1ose que se harán ensayos con las<br />

. ,<br />

ti a( 1oqullJes. ' Las 1" esis-<br />

mezclas, preparadas éstas en forma de pa,n:s<br />

tencias que exigen nrios pliegos de COllllIclOnes, son las que se con-<br />

Sio'lIan u á continuaciÓn:<br />

PASTAS PUZOLANICAS.<br />

. .' n de la s Pastas puzolánicas.-Estos 1ll0rLe,.<br />

ComposlClO .<br />

1'1 sI' ros se cmnpone. elll1 we de dos elementos esencIales, que son pu-<br />

, ,<br />

,<br />

.'<br />

' l '<br />

. '6 . l . sta de cal' esta ulLllna es JIUIspensazolana<br />

nalural o al lIIcla J pa ,<br />

. . .,-<br />

hle 1)01'(ue 1 las puzolanas<br />

. ,,,<br />

no contienen los elementos necesallOS pa<br />

'l' e. Y alÚmina atacahles, pero nunca la cal<br />

'a fra o'uar; enCJCl 1an SI JC .'<br />

.<br />

6<br />

l. .<br />

~ ut'.<br />

seurequiere para formar silicalos y aIU~ll~latoscalclco~,en su 1-<br />

ltI (la(1 I)al'a determinar el endurecll1llento, pues SI la con tu-<br />

' .-NeQ e can . . 1 t<br />

.<br />

,. " '<br />

" el (la(lel (<br />

vIeran sel'lan OS cementos. Otra substancIa, a al ena, en la<br />

' ' 1 '1<br />

algunas veces en las pastas que se exam~nan: por regla genera, so o<br />

se'recurre á ella por razones de econOllna. . .' :<br />

constrLutll as<br />

( VIS proporciones , en que han de entrar las l11atenas.<br />

' ' t .<br />

YdelJellden de la calIdad de aquevarían<br />

entre Imlltes lllUYex ensos, . .<br />

"<br />

11 ,de la clase de mortero que se quiera preparar. De los ex~eII-<br />

11::1~OSde Vical resulta que cuando las pastas<br />

~ehan de s~merfJI',e.n<br />

V1\<br />

ao'uadulce, es á propósito la calltida(lde i 8 kIlogramos e ~~<br />

u<br />

~<br />

. (<br />

100 le Puzolana compuesta ,<br />

de 64 partes de s¡!Ice pOI<br />

grasa, pOI.<br />

,in<br />

513 de alÚmina: cuando la puzolana contenga sub'stancias inerles,<br />

será fácil ded lIci!', conocida la a nálisis química, la canlidad de cal<br />

que corresponda á los pl'Íllcipios actil'os de la roca que se considere.<br />

De todos modos, estas dosis deben acogerse con reserva, recu-<br />

. rriendo siempre á la fijación experimental.<br />

Si la cal que lla de entrar en la pasta es hidráulica, las proporciones<br />

dependen entonces, no sólo de la energía de la puzolana, sino de<br />

la hidraulicidad de la cal. Cree Vicat, si lJÍen su opinión no parece<br />

lJastante flIndada, que la cantidad de cal hidráulica que deberá entrar<br />

en la pasta, habrá de ser por 10 menos doble de la de cal grasa<br />

que se admitiría, á igualdad de todas las dernas eÍrCllnstancias.<br />

Como las pastas puzolánicas solo se emplean, en grandes volÚmenes,<br />

para obras que hayan de estar delJajo del a.gua, o en sitios muy<br />

llÚmedos, no hay que temer los efectos de la desecación de la pasta<br />

de cal; así es que la arena, que se agrega en muchos casos, no puede<br />

tener más objeto que hacer bajar el coste de las mezclas. Es cierto<br />

(Jue así disminuye la cohesion, pero lJaY que considerar, como<br />

atinadamente dice Hervé Jlfangon, que "no es la resistencia absoluta<br />

de un mortero lo que más delJe preocupar al Ingeniero: la rapi:"<br />

dez del fraguado; las dificultades de fabricación, y sobre todo el precio,<br />

tienen casi siempre para él mayor importancia. En la ejecucion<br />

de una olJra, no se trata nunca de olJtener mezclas de resistencia<br />

máxima, sino de suficiente cohesión y al menor precio posible.))<br />

Preparación y fraguado de las pastas puzolánicas.-<br />

"Siendo la col1Csiónde toda pasta puzolanica,)) dice Vical, "el resultado<br />

de una comlJÍnación, es evidente que se favorecerá: 1.°, por la<br />

división física de las substancias, prolongada mecánicamente lJasta<br />

donde se pueda llegar; 2. °, por el contacto Íntimo de los ingredientes,<br />

consecuencia de una buena manipulación; 3.", 1)01'la presencia continua<br />

de la llumedad, sin la cual lio podrían obrar las afinidades. Por<br />

tanto, la cal apagada en l)alsas será preferible á la apagada por inmersión,<br />

y la puzolana en polvo impalpable á la que sea del tamaflo<br />

de la arena. Para formarse idea de la influencia del grado de dil'isiól1,<br />

baslará saber que las cohesiones finales de las pastás eslán<br />

en la relacion de los nÚmeros 90, [i0 y 40, seg'Únque las partículas<br />

de puzolana sean polro impalpable, del tamaf¡o de la arena gruesa ó<br />

del de los granos de la p(jlvora de caÜón.»


118<br />

Las pastas de puzolana natural ü artificial, ü de poh'os de ladrillo<br />

ó teja, y ya se emplee ó no arena, se lJatcn exactamente del mismo<br />

modo que los morteros ordinarios.<br />

El fraguado de las pastas puzolánicas se explica por consideraciones<br />

teóricas, que ya se expusieron, y que son idénticas á las que se<br />

admiten para darse cuenta del endurecimiento de los morteros hidráulicos<br />

ordinarios y también de los compuestos de cal grasa y cementos.<br />

Resistencia de las pastas puzolánicas.-Afirma Claudel<br />

que las pastas puzolánicas, sin mezcla de arena, adquieren, después de<br />

estar dos meses sumergidas en agua dulce, la mitad de su cohesión<br />

definitiva, á la r[ue llegan en un plazo variable de lUlOá tres aÜos.<br />

Esta cohesiün depende de la calidad de los ingredientes y del esmero<br />

con que se hayan confeccionado las pastas; rara vez excede de i 5<br />

kilogramos por centímetro cuadrado, y suele 110pasar de 5. .<br />

No se insistirá más en el estudio de estas pastas, que desde que se<br />

usan cales hidráulicas han perdido la inmensa importancia que te- .<br />

nÍan. En tiempo de la repÚhlica y del imperio de Roma, no se empleaba<br />

más cal que la grasa y todos los morteros hidráulicos se preparahan<br />

añadiendo á aquella suhstancia roca puzolánica: hoy el uso<br />

de estas mezclas es muy limitado y sólo conservan importancia en<br />

algunas regiones de Europa, que se indicaron al hahlar de las puzolanas<br />

naturales.<br />

HORMIGONES.<br />

Definición Y aplicaciones.-EI hormigón, llamado también<br />

nuégado y derretido de pierJ,ras,es una fábrica que no se (~iferencia .<br />

de la de mampostei'Ía más que en el tamaÜo de los matel'lales y en<br />

la manera de ejecutada: en lugar de los mampuestos ordinarios, se<br />

emplea grava ü piedra partida, cuya dimensión máxima no ~xcede<br />

en ningÚn caso de 0111,06ü 0111,07;y en vez de sentar las pIedras<br />

una por una sobre bario de morlero, se hace la mezcla de los ~1a:eriales<br />

aparte, ya á brazo, ya con máquina. Preparado el hOrilugon,<br />

se echa directamente con la pala, con carretillas ó con cajones, seaÚn<br />

u los casos en los moldes ó, en las zanjas que lo han de recibir;<br />

'<br />

,119<br />

se comprime y se consigue hacer con capas sucesivas, que se sueldan<br />

entre sÍ, grandes macizos, por encima ó por debajo de las aguas,<br />

sobre los cuales pueden ejecutarse las construcciones más pesadas; así<br />

se cimientan todos los días obras importantísimas, como puentes,<br />

muelles, esclusas, faros, etc., etc. Colocando el hormigón en cajones<br />

de madera, de paredes móviles, y procediendo del mismo modo que<br />

para la construcción de macizos, se obtienen bloques artificiales, cuyo<br />

volumen varía de i Oá 50 metros cÚbicos, y con los cuales se hacen<br />

escolleras bastante sólidas para resistir á la violencia del mar y para<br />

proteger los diques de los puertos, así como los faros y las fortificaciones<br />

elevadas en islotes sumergibles. Tamhién se moldean C011<br />

hormig'ón grandes piezas, que tienen léJ apariencia y producen los<br />

mismos efectos que monolitos: como ejemplo de estas construcciones,<br />

se pueden citar en España las bóvedas de varios puentes de la provincia<br />

de Logroiio, que proyectó y llevó á cabo el malogrado Ingeniero<br />

Jefe del Cuerpo, D. Ricardo BeIlsolá, y cuya descripción detallada<br />

consta en la Revista de Obras pÚblicas. No se limitan las aplicaciones<br />

del hormigón á las que se han indicado: se ejecutan con esta<br />

clase de fábrica las capucllinas Ó chalJas impermealJles, que se colocan<br />

encima de las bóvedas; los salados, que requieren mucha dureza<br />

é impermealJilidad, etc., etc. En Madrid se ensayó hace algunos aÜos<br />

la construcción de aceras con un hormigón, que llamaban betún plástico,<br />

y que estaha compuesto de mortero<br />

menudas.<br />

de PortIand y piedrecilIas<br />

Elementos constitutivos de los hormigones.-Los elementos<br />

constitutivos<br />

dras.<br />

de los hormigones, son los morteros y las pie-<br />

Todos los morteros estudiados, ya sean de cal grasa ó hidráulica,<br />

. ya de cemento romano ó de PortIand, ya de cemento y cal, ya de<br />

puzolana, se aplican para la fabricación de hormigones. Claro es que<br />

cuando éstos tengan rpIe sumergirse en el agua, el mortero habrá de<br />

ser hidráulico, eligiéndolo de la clase que, en atención á las circunstancias<br />

locales, sea más adecuada; pero en los cimientos en terreno<br />

seco ó poco hÚmedo, podrá emplearse la mezcla de cal grasa y<br />

arena. Á veces los morteros comunes se reemplazan con hetunes asfáIticos<br />

y resinosos ü con otras substancias,<br />

indicaí'án.<br />

(fue oportunamente se


-120<br />

El segundo elemento es la piedra, que también se suele reemplazar<br />

con otras materias, entre las que conviene citar, por su frecuente<br />

aplicación en Madrid, los fragmentos de ladrillos que se han vitrificado<br />

demasiado en el horno, y que se llaman santos. La naturaleza<br />

de la piedra parece que no tiene influencia en la calidad del hormigón;<br />

por mucho tiempo se ha creído que era indispensable que la<br />

piedra estuviese partida ó machacada para que, presentando aristas<br />

vivas, trabase mejor con el mortero; pero en la actualidad se preparan<br />

hormigones excelentes con grava ó cantos rodados, y aun en algunos<br />

casos especiales, como cuando se usa mortero de Portland,<br />

se deduce de los ensayos de Leblanc, que producen mejores resultados<br />

las formas redondeadas que las angulosas, explicándolo por la<br />

circunstancia de que las primeras facilitan el deslizamiento de unos<br />

materiales sobre otros, remediando algÚn tanto la falta de untuosidad<br />

rlel Portland.<br />

El tamaÜo de las piedras depende principalmente del objeto á que<br />

se destine el hormigón: si se trata de construir macizos voluminosos,<br />

no hay ningún interés en que los cantos sean menudos, y puede adaptarse<br />

sin inconveniente la dimensión máxima de Om,06 Ó Om,07; en<br />

construcciones de poco espesor, se adopta la de Om,04 Ó Om05; y<br />

para bóvedas, chapas y salados, no debe pasar de Om,025 á Om,03.<br />

En resumen, el tamaÜo de los cantos es variable, y oscila su mayor<br />

dimensión entre 2 1/2 Y 7 centímetros.<br />

En una misma fábrica de hormigón, se debe procurar que las piedras<br />

sean de igual magnitud, pues así traban mejor las capas y se construye<br />

una masa más homogénea. También debe cuidarse de que la<br />

piedra esté limpia de substancias térreas ó arcillosas; por no dar<br />

importancia a esta condición, se han solido fabricar llOrmigones detestables.<br />

Para limpiar la piedra se la coloca en carretillas de fondo<br />

calado y se riega con mucha agua: si no se tienen á mano carretillas<br />

de esta especie, se ponen las piedras en espuertas que los operarios<br />

introducen en un depósito de agua, agitándolas en el interior<br />

hasta que los guijarros rrueden limpios.<br />

Proporciones en que han de entrar el mortero y la<br />

piedra.-La proporción de mortero se determiua del mismo modo<br />

que la de cal en las argamasas. Hay interés en forzar las rlosis rle<br />

pierlra y en economizar el mortero, que es siempre más caro; pero,<br />

,<br />

121<br />

por otra parte, para (¡ue el hormigón sea compacto es preciso que,<br />

por lo menos, llene el mortero los huecos de las pierlras.<br />

De los experimentos de Boisvillette y Hirsch, resulta que para la<br />

piedra machacada al tamaÜo de Om,04 Ó de Om,07, los huecos son<br />

iguales á los macizos, es decir, que representan el 50 por 100 del<br />

volumen; para la grava gruesa, la relación se reduce á 0,45<br />

Ypara la menuda á 0,53. Por consiguiente, las composiciones de un metro<br />

cÚbico de hormigón, en que el mortero llene exactamente los huecos<br />

de las piedras, serán las siguientes:<br />

Omo,50 de mortero y un metro cÚbico de piedra macllacada, Ó<br />

Om",53 á Om",45 de mortero y un metro cÚbico de cantos rodados.<br />

La primera se ha empleado para los bloques artificiales hechos con<br />

cal de Theil en ~Iarsella, Talón y Argel, y para multitud de cimientos<br />

y rellenos. A veces se disminu ye la cantidad de mortero , lle


VOLÚMENES DE<br />

Designación.<br />

Relación entre los<br />

volúmenes de<br />

mortero<br />

y de piedm,<br />

,------~<br />

Mortero,<br />

Metros -oúbioos. PiedrD,,<br />

JJ1etros-oúbicos. --,<br />

I<br />

!<br />

I<br />

Hormigones grasos... . . .<br />

{<br />

Idem ordinarios. . . . . . .,<br />

.f á 1<br />

3 á 5<br />

'2 á 3<br />

.1 á2<br />

0,67<br />

0,55<br />

0,57<br />

0,50<br />

0,6i<br />

0,91<br />

0,86<br />

.f,00<br />

Idem áridos... . . . . . . . . .<br />

{<br />

á3<br />

" .f Ú k<br />

.f Ú 5<br />

0,33<br />

0,25<br />

0,20<br />

-,,00<br />

",00<br />

-1,00<br />

122<br />

CUADRO DE LAS PROPORCIO:-iES DE MORTERO Y PIEDRA PARTIDA,<br />

QT:E ENTRAN EN UN METilO CÚBICO DE ALGUNOS HOMIIGOXES (-1);<br />

Resistencia del hormigón.-No se conocen experimentos especiales<br />

sobre la resistencia de los hormigones. Se admite que es<br />

igual á la de los morteros de que se componen, hipótesis justificada<br />

por el hecho de que la adherencia de la cal con la~, y, por consiguiente,<br />

la del mortero con las piedras, es superior, en general, á<br />

la que presentan las mismas pastas. '<br />

Lechadas.-El empleo del hormigón, asi como la acción que<br />

sohre él ejerce el agua del lllar, salen fuera del programa de esta<br />

ohra. Sin emhargo, conviene hacer una ohservación. Por muchas<br />

que sean las precauciones que se tomen al sumergir el hormigón en<br />

los recintos que lo han de contener, se forma siempre cierta can-<br />

(-1) Llamando ~ la relación entre los volúmenes de mortero y de piem<br />

.<br />

dra; x el volumen del primer material, é y el del segundo, podrÚn calcularse<br />

estos números cn los hormigones grasos y ordinarios por las fórmulas<br />

2, '2 m<br />

e<br />

x='2+m y=2+m'<br />

suponiendo que los huecos que dejan entre sí las piedras sean iguales á los<br />

macizos. En el metro cúbico de hormigones áridos, entrar,) siempre un metro<br />

cúbico de piedra, y el volumen de mortero quP.corresponde al valor de<br />

la relación ~.<br />

'IJI<br />

,123<br />

ti dad de materia llamada [echada, que ofrece muchos incomenientes.<br />

Es una especie de cal desleida ó de cemen to proveniente del<br />

mortero, que se mezcla con el fango arcilloso que tiene el ag'ua en<br />

suspensión ó que está adherido á las piedras, y contrae con él:'al parecer,<br />

una comlJinación quimica, que no está lJien estudiada. Posee<br />

el aspecto de un precipitado lechoso, que se ve apar3cer en el interior<br />

del liquido, en el momento que se echa el hormigón, y que se dirige<br />

lentamente hacia el fondo. La lechada no es hidráulica, permanece<br />

siempre hlanda y fangosa, y se deposita en las desigualdades de<br />

las capas de hormigón ya colocadas, impidiendo que tralJen con las<br />

siguientes.<br />

En absoluto no se puede evitar la formación de las lechadas, pero<br />

es factible disminuir su importancia, empleando huenos métodos de<br />

inmersión y procurando darIes salida, ya dejando intersticios en los<br />

recintos, por donde puedan escaparse, si el agua tiene algun movimiento;<br />

ya haciendo que se reunan en el fondo en un sumidero, 'de<br />

donde se extraen con el auxilio de una homha.<br />

Si el hormigón se ap:ica á ohras maritimas, el agua salada parece<br />

que produce l:recipitaciones de sales que estahan disueltas y (pIe<br />

aumentan la entIdad de las lechadas, complicando aÚn más la explicación<br />

teórica de su formación.<br />

BREVE HESEÑA DE OTRAS PIEDRAS ARTIFICIALES.<br />

Aparte del hormigón, de que ya se ha hahlado, y de los ladrillos,<br />

que son las piedras artificiales más usadas, hay otras que conviene<br />

conocer, algunas de las cuales han adquiriclo cierta importancia. No<br />

se hará de ellas un estudio detenido, pero sí se dirá algo de los 1101'migones<br />

de arcilla, de los aglomeiYldosde Coignet y de las piediYls<br />

adificiales silicatadas.<br />

Hormigón de arcilla.-lUezcIando 10 partes en volumen de<br />

pasta de cal, 45 de arena y 45 de arcilla, se ohtiene una especie de<br />

hormigón, de mortero muy árido, y en que la piedra se reemplaza<br />

con arcilla. Este compnesto se deslava en el agua y no puede soportar<br />

esfuerzos considerables; pero snstituye con ventaja á la fábrica


Desig'nación<br />

PropOrCi01'l es en vol ~lll1.enes.<br />

/~-~ Arcilla Pasta<br />

I<br />

Ohservaciones.<br />

I<br />

de las obras en que CENIZAS DE HULLA<br />

han de emplearse<br />

los ag'lomerados.<br />

Fábrica ordinaría<br />

para muros.<br />

Id. id. muy dura<br />

y de rápido endurecímiento..<br />

Mold uras y jambas..........<br />

Losas arti/icia -<br />

¡les.... .......<br />

Bloques id.....<br />

Aren"<br />

-<br />

8<br />

') {l 6<br />

:3<br />

.1<br />

I<br />

Tri turadas.<br />

-<br />

.1<br />

»)<br />

1<br />

I<br />

»<br />

Sin tri- cocida.<br />

turar.<br />

--<br />

» .1<br />

I » I<br />

»)<br />

I I<br />

I<br />

rs 1<br />

») )<br />

Ce-<br />

de cal. mento.<br />

I --<br />

I<br />

L"<br />

cal es gra-<br />

1 » sa ó hidráuli.<br />

ea, según los<br />

I casos.<br />

La arena. es<br />

I (/4. Ú J/3 de río ó de mi.<br />

nao<br />

L:1 com}Josi~<br />

1 » ción de los bloques<br />

es h de<br />

Il )) los ensaya dos<br />

1 /2 en SfI,U Juan<br />

.1<br />

'/4 {l 1/2 de Luz.<br />

121 123<br />

de tapial (arcilla batida sin cocer) que tanto se usa en EspaÜa, en<br />

Oriente, en la costa occidental de la América del Sur, y en general<br />

en climas secos y calurosos, para multitud de construcciones que<br />

no exijan gran resistencia.<br />

Aglomerados de Coignet.-Estos compuestos, impropiamente<br />

llamados por su Ítwentor hormigones aglome)'(ldos,hicieron muellO<br />

ruido al aparecer hacia el allo 1858: con ellos se pretendía<br />

reemplazar, con notahles ventajas y economía, todas ó casi todas las<br />

fábricas que se usan en la construcción, formando en UIlOScasos verdaderos<br />

monolitos, y empleándolos en otros en forma de losas ó de<br />

bloques artificiales. Los buenos resultados qne produjeron en Francia;<br />

el informe favorable de UIla comisión de Ingenieros de Puentes<br />

y calzadas, de la que fué secretario el ilustrado Hervé Mangon, que<br />

tantas veces se ha citado ya, explican que se recibieran los aglomerados<br />

de Coignet, como un descubrimiento notabilísimo, que bahía de<br />

producir una revolución en el arte de construir. Tan--BXagerada es<br />

esta opinión como la de negar toda importancia á estos productos.<br />

Antes de consignar las reflexiones que sugiere la invención, es preciso<br />

conocer la composición de los aglomerados, que varía ])astante,<br />

segun el objeto él qne se destinen, pero de la cual da sufi(;iente idea<br />

el siguiente cnadro, en que se especifican las proporeiones de los ingredientes<br />

para diversos casos.<br />

CO;VIPOSICIÓ¡f DE VARIOS AGLmmRADOS.<br />

I<br />

I<br />

I<br />

Coignct tomaha cn la prcparación dc sus aglomcrados muchas precauciones:<br />

empleaba siempre la cal apagada en polro, insistia en que<br />

se eliminase todo el exceso de agua de las mczclas y en que se hatieran<br />

y comprimieran enérgicamente, verificándos2 la fabricación<br />

del aglomerado en amasaderas mecánicas, y apisonando luego el producto<br />

en moldes á propósito, muy semejantes, cuando se trata de<br />

construir muros, á los que se usan para la fabrieación de tapiales.<br />

El secreto, en una palabra, se reduce á preparar una masa perfectamente<br />

compacta y sin huecos.<br />

Los aglomerados fraguan, segÚn resulta del informe de la comisión<br />

de Ingenieros, en cinco ó seis días, y la construcción de muros y<br />

bóredas se hace con gran facilidad. Si se van á ejecutar, por ejemplo,<br />

las bóvedas de un sótano, se desmonta el terreno de suerte que<br />

su superficie presente la forma del intradós de los arcos, se apisona<br />

con esmero el aglomerado, por capas de 5 centímetros, y al cabo de<br />

algunos días se desmonta el terreno natural que ha servido de cimhra.<br />

Los aglomerados cuya densidad es de 2,085 á 2,548, presentan<br />

una resistencia al aplastamiento, que varía, al decir de Michelot, de<br />

185 á 498 kilogramos por centímetro cuadrado.<br />

Conocidos los hechos, su explicación es muy sencilla. Los aglomerados<br />

de Coignet se diferencian de los morteros de cal, ó de cal y<br />

cemento ordinarios: 1. o, en (Iue son mucho más áridos; la relación<br />

del volumen de cal al de los aglomerados, cuya composición se ha<br />

.<br />

.<br />

1 1 d<br />

2 1<br />

'1<br />

') o<br />

cons1gna( o en e cua 1'0antenor, OSCIa entre<br />

'11 Y11; ':.. , en (Iue<br />

no encierran ninguna agua en exceso; 5. o, en que se aÜadená veces<br />

algunos cuerpos (cenizas de hulla, arcilla cocida, etc.) que no entran<br />

el1las mezclas comunes; y 4:, en que se l)aten y comprimen<br />

con más energía. Lo qne á primera vista no se ve claro, es el papel<br />

que desempeiían las cenizas de carbón de piedra y la arcilla<br />

cocida; sin embargo, hasta olJservar que ambas suhstancias se pueden<br />

considerar como puzolanas, para que se comprenda su ohjeto:<br />

parece (Iue, en Último resultado, los aglomerados de Coignet,<br />

son pastas puzolánicas, por más (Iue lo niegue terminan tell1cntc el<br />

inventor. SegÚn él, las cenizas de hulla, de turha ó de esquisto,<br />

la arcilla cocida, los polvos de ladrilIo, las verdaderas puzolanas,<br />

pues todas estas materias propone para diversos casos, no se intro


121i<br />

ducen en los aglomerados para conseguir un fraguado más r


128<br />

las obras hien organizadas, se divide esta Última, por medio de tabiques<br />

de tablas, en 4 compartimientos iguales y de suficiente magnitud,<br />

para que quepa en cada uno el mortero necesario para el trabajo<br />

de un día. Durante los tres primeros, se llenan;:; compartimientos;<br />

el cuarto día se llena el Último y se HIelve á batir el mortero<br />

del compartimiento nÚm. 1, empleándolo en seguida; el quinto día<br />

se llena de nuevo el nÚm. 1 y se vacia el segundo, y así sucesivamente:<br />

de esta manera se tiene la seguridad de que los morteros estén<br />

en io'ualdad de condiciones ,<br />

b.<br />

durante toda la manha de los trabajos.<br />

La mezcla de las substancias que entran en los morteros puede<br />

efectuarse á brazo ó mecánicamente.<br />

MANIPULACiÓN DE MORTEROS.<br />

Se prepara una área bien plana, que se cubre con un solado de I<br />

ladrillos, de losas ti de tablas, en que se echan los ingredientes que<br />

han de componer el mortero. En algunas ocasiones se coloca la arena<br />

en montón, de suerte que limite el espacio en que se va á manipular:<br />

la cal se reduce á pasta en la capacidad así determinada, y<br />

cuando está preparada aquella, los operarios la baten con la arena<br />

que constituía las paredes. Otras veces, la manipulación se efectÚa<br />

en albercas de madera ó fábrica, cuyas dimensiones son muy variables.<br />

Los albaÜiles se colocan en el perímetro del área ó de la alberca<br />

con bat¡:derasde hierro, y áveces de madera, provistas de mangos<br />

largos (lig. 59); con la parte convexa de la batidera, y yendo de l.a<br />

circunferencia al centro, comprimen la masa, de modo que se trIture<br />

la mezcla, y luego, con la parte opuesta de la l)atidera y maniobrando<br />

en sentido contrario, atraen hacia sí la parte comprimida;<br />

poco á poco van cambiando de sitio, alrededor del espacio en (lue<br />

se trabaja, hasta conseguir que todas las partes del mortero (lueden<br />

hien mezcladas y trituradas. Se considera que el mortero está<br />

lJÍen encerado cuando se sostiene en la paleta sin aplanarse sensiblemente,<br />

ó presenta la consistencia de la masa de pan antes de cocerse,<br />

y además, cuando no se pueden distinguir á simple vista los elementos<br />

que lo constituyen; si presenta puntos hlancos llamados palomas<br />

ó palomillas, es indicio de que no se ha batido bastante.<br />

12~<br />

En épocas calurosas, la cal en pasta se seca pronto y queda demasiado<br />

dma; los albaÜiles creen remediado aÜa(ljendo agua, pero<br />

esta operación es detestable y empeora siempre la calidad del mor-<br />

Lero: en tal caso, se puede ahlandar la pasta con un hatimiento enérgico<br />

ó comprimiéndola con fuerza, por medio de pisones de madera,<br />

ú mejor aÚn, de lJÍerro colado; es un traJwjo suplementario, pero,<br />

gracias á eJ, se obtiene un bueumortero. En ciertas ocasiones, cuando<br />

está la arena demasiado seca, se riega con precaución,<br />

Si la argamasa tiene mucha agua, cOllviene comprimida con tlll<br />

pisón para aumentar su consistencia y poderla utilizar.<br />

Algunas veces, en lugar de agitar la mezcla con hatideras, los<br />

operarios la J)aten con los pies, después de introducidos en un JJalio<br />

de alfJuitrán para preservados de la causticidad de la cal. Este método<br />

ofrece la ventaja de que es fácil reconocer por el tacto los lmesos<br />

y fragmentos recocidos que contenga la mezcla, los cuales deberán<br />

separarse cuidadosamente.<br />

Estos procedimientos son los que se usan con más frecuencia, pero<br />

en obras importantes cabe acudir á medios mecánicos para fabricar<br />

el mortero.<br />

FABRICACiÓN MECÁNICA.<br />

Para la fabricación mecánica de los morteros se usan máquinas<br />

muy diversas, que p'ueden clasificarse en tres grupos, á saber: molinos,<br />

1'astrillos y toneles amasaclores: se darán á conocer las principales<br />

de cada uno.<br />

Molinos.-Son semejantes á los que usan en la fabricación de<br />

cales hidráulicas artificiales. Los llay de varias clases, pero J)astará<br />

lescriJ)ir dos: el empleado en las fortifÍcaciones de París, en tiempo<br />

le Luis Felipe, yel que se adoptó en las obras de las dársenas de Liverpool.<br />

.<br />

MOLlNODEPARÍS.-El primero (fig. 40) se compone de una canal<br />

mlosada de forl11a anular, a, practicada en un macizo de fábrica,<br />

lligeradopara disminuir su coste. La circunferencia exterior de esa<br />

canal tiene 2m,15 de radio, y lm,55 la interior; su anchura es,<br />

mes, de ()m,60. En el centro se eleva un Pie derecho de madera , b,<br />

fue termina por su parte superior en un gorrón, que recibe una<br />

ruz formada por dos pértigas de madera, c, el, de Om,f2 á Om,f5 de<br />

\1


130<br />

diámetro, ensambladas en angulo recto y reforzadas con cuatro tirantes,<br />

('.<br />

De los cuatro brazos de las pertigas, hay tres que, á ulla distaneia<br />

de cerca de un metro de su extremidad, están articulados, como<br />

representa el detalle B, con objeto de que, si al girar las ruedas(lue<br />

llevan las pértigas en sus extremos, encuentran algÚn ohstáculo,<br />

puedan salvado con más facilidad sin que se rompa ninguna pieza.<br />

Las ruedas, f, son de carros ordinarios; tienen de 1m,70 á 1m,90 de<br />

diámetro, y las llantas de O];}, 10 á Om,15 de anchura; están colocadas<br />

á diferentes distancias del centro, de manera que ruede una de<br />

ellas por el horde interior de la canal, otra por el exterior, y la tercera<br />

por el centro, logrando así que se eomprima toda la masa.<br />

El cuarlo brazo de la eruz, que no está artieulado, lleva una 1101'l[uilIa<br />

(detalle A), para remover la masa triturada por las ruedas.<br />

Encima de las pértigas hay otra más larga, h, unida á las inferiores<br />

por muescas, y sostenida, además, por medio de tirantes de hierro,<br />

i. , al airar esta Pieza al'l'astra en su movimiento á las otras dos. En<br />

b .<br />

lUlOde los extremos de la pértiga, h, se engancha la caballena que<br />

pone en movimiento el molino; en el otro extremo se dispone una<br />

compuerta de madera (detalle C), que se puede suhir ó bajar como<br />

eonvenga. Con ohjeto de que esta compuerta no aumente mucho los<br />

rozamientos, lleva una rueda, n, sobre la que descansa y que va rodando<br />

por el borde exterior de la canal. Para facilitar el servicio, se'<br />

estahlece el molino en una pecIueña escarpa, lo que permite construir<br />

una cámara solada, O, revestida de muros de piedra en seco,<br />

en la que, por una trampa,<br />

cae eJ mortero ya preparado.<br />

P, practicada en el fondo de la canaJ,<br />

Para efectuar Ja operación se coloea en Ja canal la mezcla de arena,<br />

cal, cemento ó puzolana yagua, en Jas proporciones convenientes;<br />

se levanta la compuerta e, se engancha la caballería y se pone<br />

en movimiento la maquina. Cuando la mezcla y trituración han terminado,<br />

se baja la compuerta, se abre la trampilla, P, yelmortero,<br />

empujado por la compuerta, cae en la camara O.<br />

Con esta máquina se pueden batir de 20 á 25 metros cúbicos de<br />

mortero, en diez horas de trabajo.<br />

MOLINODELIVERPOOL (fig. 41) .-En este molino Ja trituración se<br />

efectÚa por un medio anaIogo al precedente, pero las piezas que lo<br />

/<br />

1:31<br />

componen, se mueven de distinto moelo. Las ruedas, que son de hierro<br />

coJado, no tienen más que un movimiento de rotación alrededor<br />

de un árJJol horizontaJ y fijo, AB. El espacio anular, de llÍerro<br />

fundido tamhién, está unido á un vástago metálico, C, que puede<br />

girar sobre su eje, y que se pone en movimiento por una máquina<br />

de vapor, que actúa al mismo tiempo, en otros molinos de Ja misma<br />

especie. La operación se verifica como anteriormente, coJocando<br />

en Ja canaJ Jos elementos necesarios para preparar eJ mortero v.<br />

haciendo funcionar la máquina.<br />

lUODIFICACIO:\ESINTRODUCIDASEN LOS JlOLL\Os.-Se han usado molinos<br />

con ruedas cónicas, cIue se mueven en una canal, de fondo también<br />

cónico (fig. 42), con objeto de que Ja masa cIescienda por su<br />

propio peso y quede siempre bajo las ruedas para que se comprima<br />

bien; pero no han producido mejor resultado que Jos moJinos descritos.<br />

Se podrían empJear para comprimir Ja Illasa ruedas cuyas llantas,<br />

de hierro forjacIo ó fundido, estuviesen agujereadas (fig. 45). POI'esta<br />

disposición se oJ)Jigaría á la mezcla á pasar por los orificios, haciéndoJe<br />

experimentar una gran división; pero estas ruedas no podrían<br />

apJicarse sino á obras de gran importancia, porque aumentan considerablemente<br />

los gastos de instaJación.<br />

Máquinas de rastrillo.-Perronet empJeó en Jas notables<br />

constnrccÍones dirigidas por él, una mácIuina perteneciente á este<br />

grupo.<br />

Consiste en un macizo de fábrica (fig. 44), que forma una aJJJerea<br />

ó depósito donde se echan Ja pasta de cal -y Ja arena; en eJ centro<br />

se .levanta un eje, alrededor deJ cuaJ puede girar un bastidor de<br />

madera, aJ que va unido eJ rastriJIo, formacIo de un gran numero<br />

de púas de hierro. El hastidor termina en Ja parte superior en un<br />

Jarguero, al que se engancha Ja caballería, y de este modo, al ponerse<br />

en movimiento la máquina, Jas púas de hierro dividen y<br />

mezclan completamente la masa. Este procedimiento tiene gran analogía<br />

con el de Ja manipulación ordinaria, pues Jas púas desempe-<br />

Üan el mismo papeJ que Jas hatideras.<br />

Toneles amasadores.-Se describirán el de Bernard y eJ de<br />

Roger. .<br />

TONELDEBEHNARD.-EnJas obras de Jos puertos de Tolón yde Lo- .


132<br />

rient, se empleó por el Inspector general de Puentes y calzadas, señor<br />

Bemard, un tonel amasad 01' (fig. 45), compuesto de una capacidad<br />

de hierro fundido ó de madera reforzada con aros de hierro,<br />

y de forma cónica ó cilindrica: fijos á la pared interior del tonel y á<br />

diferentes distancias del fondo, estim dispuestos, en sentido de los<br />

radios de las secciones rectas, varios rastrillos de hierro, armados de<br />

pÚas ó dientes. En el centro se eleva un eje, en el que van montados<br />

otros rastrillos móviles con él, armados también de dientes, y colocados<br />

de taimado, que al girar el eje pasen por entre las pÚas de los<br />

rastrillos fijos, sin que se efectÚe ningÚn choque. En la parte inferiol'<br />

del tonel, hay una abertura que puede cerrarse ó abrirse, por medio<br />

de una compuerta unida a una cremallera que engrana con un piñón.<br />

El eje lleva un larguero, que se mueve por hombres ó cahalJerías;<br />

también se puede aplicar el vapor si se quiere que funcionen á<br />

la vez varios toneles,<br />

Para hacer el mortero, se echan por la parte superior los elemimtos<br />

que lo constituyen, y al caer se van mezclando por la acción que<br />

ejercen los dientes. Con un tonel movido por una caballería, se pueden<br />

obtener 2m"50 de mortero, por hora de tralJajo.<br />

El inconveniente principal que presenta el aparato, consiste en<br />

(Iue, como durante la operación se cierra la compuerta, á medida<br />

que avanzan la mezcla y trituración de las substancias, se comprime<br />

más el mortero en la parte inferior del tonel, y hay que desarrollar<br />

mayor esfuerzo, conpeligTode romper el eje.<br />

TONELDEROGER.-Este inconveniente lo ha remediado el Arquitecto<br />

Sr. Roger, con un aparato, que se empleó por primera vez en las<br />

ohras del puerto de Argel.<br />

Dos modificaciones principales distinguen la amasadera de Roger<br />

de ]a de Bernard.<br />

La primera consiste en que el fondo, en vez de ser macizo, es calado;<br />

de esta manera e] mortero encuentra salida y no se comprime<br />

y acumula en la parte opuesta á]a abertura (fig. 46). Pudiera temerse<br />

que e] mortero saliera de] tonel sin estar hien hatido; pero esto no<br />

sucede más que al empezar á usar ]a máquina, y puede evitarse tapando<br />

el fondo hasta que las capas inferiores estén completamente trahadas.<br />

Un industrial frances ha aÜadido otro detalle, que permite<br />

obtener morteros mÚs ú menos encerados, y que consistc cn tener di-<br />

.<br />

,133<br />

fcrentes fondos con calados de diversos tamaños para poderlos colocar<br />

segÚn convenga.<br />

La segunda modificación introducida por Roger hace que, no sólo<br />

se mezclen los elementos del mortero como sucede en el tonel de<br />

Bemard, sino que experimenten una trituración. Se consigue este<br />

resultado por medio de una pieza radiada de hierro fundido, que se<br />

une al eje en su parte inferior; el mortero cae debajo de] triturador<br />

(fig. 46, detalle B), que lo comprime al girar.<br />

Por lo demás, la planta, el alzado y el corte de la amasadera, así<br />

como el detalle A, que representa la proyección horizontal de los rastrillos<br />

montados en el eje, dan una idea cabal del aparato, qne, en ]a<br />

esencia, es muy análogo al que antes se describió, pudiendo asimismo<br />

ponerse en movimiento por hombres, por caballerías, por e] vapor ú<br />

por otro motor cualquiera.<br />

Cuando se hace uso de materias muy pulverulentas, el resultado<br />

es casi el mismo en ambos toneles; pero cuando se emplean arenas<br />

arcillosas, el mortero hecho con el de Roger es de calidad superior<br />

al fabricado con el de Bernard. Ambos vienen á dar igual cantidad de<br />

mortero.<br />

FOR~IATEÓRICADE LOSTONELEs.-La forma de los toneles amasadores<br />

es muy variable: los hay que tienen arriba la sección mayor;<br />

otros, por el contrario, ensanchan por la parte inferior. Para determinar<br />

lo más conveniente, es preciso considerar que la mezcla<br />

va experimentando, á medida que se forma el mortero, una diminución<br />

de volumen, lo que ocasionaría, si la sección transversal fuese<br />

constante, vacíos en ]a parte inferior y ag]omeraci6n de materias<br />

en ]a superior, que descenderían de repente, produciendo una irregularidad<br />

grande en la fahricaci6n del mortero; por tanto, atendiendo<br />

,ó]o á esta circunstancia, la secci6n del tonel dehería ser menor aha-<br />

io' que arriba. Pero, por otro lado, á medida que aumenta el batillÍento<br />

del mortero, éste se comprime más y opone mayor resis-<br />

,encia al movimiento de los dientes; de modo que es preciso ejer-<br />

~ersobre el eje un esfuerzo más enérgico para hacerle girar, lo que<br />

ndica la conveniencia de ensanchar el tonel por la parte inferior. Se<br />

reduce de estas dos observaciones, que la forma del aparato no delerá<br />

separarse mucho de la cilíndrica.<br />

.<br />

Si se quisiera determinada con completa exactitud, se ohserva-


,13,'~ 135<br />

ría: l.", que las secciones del tonel deben estar en la misma relación<br />

que los volúmenes de mortero; representando, pues, por e y e' los<br />

círculos superior e inferior, y por v y v' los volúmenes de los materiales<br />

antes de hacer el mortero y después de hecho, se deberá vee'<br />

rificar (Iue --<br />

e =<br />

v'<br />

-,<br />

v<br />

v'<br />

de donde se obtiene e' = e -;<br />

v<br />

v'<br />

y como - es menor<br />

v<br />

que la unidad, e' habría de ser menor (Iue e: 2. o,. que las secciones deben<br />

variar en la misma relación que las resistencias; por tanto,<br />

siendo R y R' respectivamente las opuestas al movimiento por los ma-<br />

.<br />

tArJaes 1 v 1 )01' e1 mortero,<br />

e'<br />

se ten dra' - =<br />

R'<br />

, R'<br />

1 1 1<br />

R ' (e ( once e = e _ .J<br />

Cl<br />

o;<br />

n<br />

v<br />

.J<br />

eomo<br />

R'<br />

es mayor Ir que 1, resultaría e' mayor que c. Haeiendo<br />

, vr R', . . -,<br />

e = e .- , se tendran en euenta ambas comhclOnes. La relaelOJl<br />

v 1" I<br />

de los volúmenes es facil de hallar experimentalmente, así como la<br />

que existe entre las resistencias. Claro es que sólo podrán reeibir alguna<br />

aplicación estas consideraciones en obras de excepcional importanda.<br />

La altura de los toneles es de una á dos veces el diámetro de la base.<br />

Si la altura es escasa, para que el mortero quede bien hecho, es preciso,<br />

cuando el fondo es calado, que los agujeros sean pequeilos y pro-,<br />

dllzcan una salida lenta; en los toneles del sistema de Bernard se dehe<br />

cerrar por completo la compuerta, en cuyo caso aumenta el esfuerzo<br />

de tracción, á medida que se va fahricando el mortero. Si, por el con':<br />

trario, la altura es excesiva, dehe abrirse la compuerta del tonel de<br />

Rernard y poner al de Roger nn fondo de claros grandes. Como resultado<br />

práctico, suele darse á los toneles una altura algo inferior á<br />

tres veces el radio de la hase: 1m,50 de altura y jm, 1O de diámetro<br />

son dimensiones muy aceptahles.<br />

FABRICACIÓN DE HORMIGONES.<br />

El hormigón, como se }Javisto, es un material compuesto de piedra<br />

y mortero. La fabricación se reduce á hacer que la argamasa llene<br />

todos los huecos que dejan entre sí ~aspiedras, y á impedir que<br />

éstas se hallen en contacto directo. El hormigón puede hacerse d<br />

.<br />

{¡mzo, en caNelones Óá máquina.<br />

Manipulación del hormigón.-Para la manipulación del<br />

hormigón se comienza por establecer una are a bien plana, que se cubre<br />

con ladrillos, tablones, losas, etc. En un extremo de esta area se<br />

ponen el mortero y la piedra, en las proporciones necesarias y por capas<br />

alternadas; los operarios se colocan en el lado opuesto, y por<br />

medio de una batidera con garfios de hierro, llamada j'astJ'rt(fig. 47),<br />

efectúan la mezcla, atrayendo hacia sí una parte de las capas; van<br />

en seguida al otro costado y vuelven a atraer la mezcla que acaban<br />

de dejar, continuando así hasta que termina la operación. Uno ó más<br />

trabajadores van recogiendo y uniendo á la masa los materiales que<br />

se separen al verificar el batimiento.<br />

También se han fabricado hormigones en que, sin preparar previamente<br />

el mortero, se mezclaban todos los elementos en seco, se<br />

echaba luego el agua y se batía toda la masa.<br />

Finalmente, en España se ha seguido a veces otro procedimiento,<br />

que consiste en colocar en seco, en las zanjas de eimentación, todos<br />

los elementos del llOrmigón, sin el agua, se apisonaban y bastaba el<br />

agua, que afluía naturalmente del terreno, para formar un buen hormigón.<br />

Conviene acoger estas indicaciones con desconfianza.<br />

Fabricación en carretones.-Puede fabricarse el hormig'ón<br />

por otro medio: a alguna distancia de la obra se preparan el mort~ro<br />

y la piedra y se coloean en carretones atravesados por un eje, que va<br />

unido a las ruedas y esta armado en el interior de paletas de hierro,<br />

que se l1lueven al mismo tiempo que las rÚedas, y que verifiean la<br />

mezcla á la vez que se transportan los materiales.<br />

Fabricación mecánica.-Las máquinas para fabriear hormigón<br />

son muy numerosas: las principales son las de eaiones, las<br />

llamadas llOl'migoneJ'rtsy las de helicoide.<br />

MÁQUINADECAJONEs.-La máquina de cajones es una de las .más<br />

antiguas; se compone (fig. 43) de 3 á 10 capacidades de hierro, A,<br />

B, etc., que están montadas en una sólida armazón de madera, y de<br />

modo que cada cajón pueda girar alrededor de un eje horizontal: á<br />

cada capacidad va unida una pieza de madera, que es sobre la quP<br />

se aetúa para hacerla girar. Delante del aparato, hay una área plana,<br />

en la que se colocan los materiales mezclados por capas alterna


13(,<br />

das; C011una pala se ceban en el primer cajón; cuando esta lleno, UlJ<br />

operario lo haee girar y vuelca la mezcla en el segundo; del mismo<br />

modo se hace pasar del segundo al tercero, y as! sucesivamente; al<br />

salir de la última caja, el hormig'ón esta perfectamente mezeIado, y<br />

eOllvendrá, siempre que sea posible, disponer la máquina de modo que<br />

desde el Último cajón, caiga direytalnente la masa en el sitio en que<br />

se haya de emplear: en caso contrario, se recogerá el hormigón en<br />

una área plana. El movimiento de los cajones es casi continuo: apenas<br />

uno se ha vaciado, cuando tiene qüe recibir el material del anterior.<br />

Diez homhres hastan para el manejo, y se obtienen de 50 á 45111"<br />

de hormigón, por cada diez horas de trahajo.<br />

HOR1IIGONERAS. -Se descrihirán la de Krantz v la de Schlosser.<br />

La primera se empleó por primera vez en las ol;ras del puerto. de<br />

Argel. Es un aparato menos costoso y mas senciJIo que el de cajones:<br />

se compone (fig. 49) de una caja de madera, de forma de prisma rectangular,<br />

de 2 metros á 2m,50 de altura, cuya sección tiene un metro<br />

de anchura y 0111,80de largo. Está abierta por la parte superior; tres<br />

de sus caras verticales están cerradas, y la otra tiene, en su parte inferior,<br />

una alJertura de todo el ancho de la cara, y de 0111,60de altura,<br />

para que salga por ella el hormigón. En la parte superior hay lUl<br />

plano inclinado, por donde se echan los materiales, y además tiene<br />

dentro otros dos planos inclinados alternativamente en direcciones<br />

opuestas, de modo que los materiales al caer, se mezclan por la acción<br />

de los choques, y sale por la abertura el hormigón completamente<br />

formado. Tanto las paredes como los planos inclinados se lwcen<br />

de tablones; los últimos suelen forrarse de chapa de hierro.<br />

Para que se efectÚe hienla operación, es preciso que el cajón esté<br />

lleno hasta los tres cuartos de su altura; en este estado, se echan por<br />

la parte superior el mortero y las piedras, en las proporciones convenientes;<br />

la presión producida por esta mezcla semifIuida, hace que<br />

salga por la parte inferior el hormigón ya preparado. Por este procedimiento<br />

se obtienen muy huenos resultados, pudiéndose fabricar<br />

de 50 á 60 metros cúbicos diarios de hormigón; además reune las<br />

circunstancias de su poco coste y su sencillez, que permiten instalar<br />

el aparato en el momento que se necesite. Se han empleado tamhién<br />

cajones completamente semejantes al descrito, con la Úniea difereneia<br />

de tener G, en vez de 5 planos inclinados.<br />

1,3,<br />

La hOl'migonera que presenta mayores yentajas es la de Schlosser,<br />

(fue se usa hoy en las ohras más importantes. Consiste en un tubo cilíndrico<br />

y vertical, de palastro grueso, que tiene 2 metros de altura<br />

y Om,50 de diámetro, y que lleva en su interior 25 hierros redondo~<br />

de un centimetro de diámetro. Estos hierros están equidistantes, ocupan<br />

toda la altura del cilindro, y se colocan en la dirección de los diámetros<br />

de éste; en planta dividen á la base del cilindro en partes iguales,<br />

y están dispuestos de suerte que cada lUlOde éllos se proyecta<br />

horizontalmente en la hisectriz del ángulo formado por las proyecciones<br />

de los dos hierros inmediatos superiores. El tubo" cilindrico<br />

termina por ahajo en llll troneo de cono de Om,50 de alto, cuya<br />

hase superior es igual á la de la hormigoncra, y la inferior tiene<br />

0111,28de diámetro. Esta hase inferior lleya una puerta que se mueve<br />

en 1111plano perpendicular al eje y que puede ahrirse ó cerrarse, segÚn<br />

convenga. En la parte superior tiene el aparato tres ó cuatro argollas,<br />

de las que se le suspende á las vigas del suelo en que se miden y disponen<br />

los ingredientes. Esta hormigonera funciona lo mismo que<br />

la de Krantz; pero la carga del material preparado se facilita, pues<br />

todo se reduce á tener ahierta la puerta hasta que se llene una carretilla<br />

colocada debajo; se cierra en seguida y se vuelve á abrir cuando<br />

se haya presentado otra.<br />

)\UQUINADEHELICoIDE.-La málluina de helicoide (fig. 50), sirve<br />

para fahricar hormigones con piedra menuda, pero puede también<br />

aplicarse para el hatimiento de morteros de cal ó de cemento; la ideó<br />

Greveldinger.<br />

En la parte superior tiene esta máquina una tolva, en la que se<br />

echan en seco las suhstancias, en las proporciones convenientes. En<br />

]a parte inferior de la tolva, hay un cono que gira y que remueve<br />

y mezcla los ingredientes; en un costado, y á la altura del cono, va<br />

un disco que cierra la toha y que se puede ahrir total ó parcialmente,<br />

por medio de un piÜón y de una eremallera. Por la ahertura<br />

caen los materiales en un cono invertido, que los l¡ace pasar á un<br />

cilindro horizontal, en cuyo interior y en toda su longitud se encuentra<br />

un helicoide, que gira por el mismo mecanismo que pone<br />

en movimiento el cono de la tolva.<br />

En este cilindro, junto al sitio por donde caen los materiales, entra<br />

el agua necesaria por un tubo, que está en comunicación con un


138<br />

depósito, en (fue el agua se encuentra siempre á un nivel invariable,<br />

para que el gasto de liquido sea constante: dicho tubo tiene una llave<br />

para dar ó cerrar el paso al agua, conforme se desee. Por medio del<br />

helicoide, que gira y que tiene además de trecho en trecho garfios<br />

de hierro, los materiales y el agua atraviesan todo e:Jcilindro, se verifica<br />

su mezcla intima y el hormigón ya formado 'sale por un agujero<br />

practicado en el extremo del aparato, recogit~ndolo en cubos dispuestos<br />

en una plataforma, que se hace mover de suerte que cada<br />

cubo permanezca dehajo de la ahertura hasta que se llene.<br />

Si el cilindro es muy grande, se produce la rotación del helicoide<br />

por el v(lpor; si es pequeÜo, á hrazo, actuando en un manubrio.<br />

Esta máquina se usü en las obras del alcantarillado del boulevard<br />

de Sehaslopol, en París.<br />

YESO.<br />

Variedades.-EI yeso es una suhstancia que sirve de IJase á<br />

otra clase de morteros de gran importancia en la construcción; se<br />

obtiene quemando ó calcinando una piedra natural, el algez ó piedra<br />

de yeso, que es un sulfato cálcico hidratado, que tiene por fürmula<br />

SO'/I<br />

( H<br />

H2 } O' + 2<br />

O<br />

H J ) . Se encuentran en la naturaleza muchas<br />

variedades de piedra de yeso, que se estudian en el curso de Mineralogía,<br />

pero conviene recordar las siguientes: 1.", el algez fibroso,<br />

que abunda mucho en EspaÜa, hallándose muy cerca de j\ladrid,<br />

en Vallecas, Vicálvaro y gran numero de pueblos de la rihera del<br />

Tajo; de esta variedad se saca huen yeso para mezclas: 2:, el espejuelo<br />

de asno, compuesto de cristales voluminosos, que se pueden<br />

diYidir en hojas delgadas y brillantes, y de suficientes dimensiones<br />

para sustituir en algunas localidades á los vidrios ordinarios; del espejuelo<br />

se extrae el mejor yeso para estucos y moldeo: 5:, el yeso<br />

en flecha, ü sea formando cristales hemitropos; se aplica para vaciar<br />

objetos muy delicados: 4:, el algez sacarino, que cuando es de grano<br />

muy fino y de color muy blanco, constituye el alabastro yesoso, con<br />

1.gg<br />

el que se hacen objetos de adorno; se diferencia del alabastro calizo<br />

ti oriental, en que es más ligero que él y no produce efervescencia<br />

con los ácidos; cuando la variedad sacarina, que abunda mucho, no<br />

tiene las condiciones del alabastro, se emplea como mineral de yeso;<br />

y 5:, el algez compacto, que se asemeja en su aspecto á la caliza<br />

de igual estructura, pero que es piedra poco comÚn.<br />

Anhidrita.-Se encuentra á veces el sulfato de zaleio en estado<br />

anhidl'o, formando entonces la anhidrita: esta roca EO reune las<br />

propiedades que, como luego se verá, determinan el uso del yeso eu<br />

la preparaciün de morteros, pero como es bastante resistente, puede<br />

emplearse en mamposterías.<br />

Propiedades del algez.-El algez contiene á menudo algunas<br />

cantidades de silice gelatinosa y de caliza; estas sulJstancias se cree<br />

que activan el fraguado del yeso, y á ellas se deben IJrobablemente<br />

las excelentes condiciones del de lUontmal'tre (Francia), que contiene<br />

hasta un 1OÓ 12 por 100 de carbonato cálcico y algo de sílice.<br />

La piedra de yeso tamlJién puede encerrar alg'unas otras impurezas<br />

mezcladas mecánicamente, como arena, gravilla, etc., que<br />

se llaman gmnzas, y disIDinuyen el valor del yeso que de ella se extrae;<br />

tanto es así, que debe estipularse en los pliegos de condiciones<br />

el tanto por ciento máximo de granzas, que podrá contener aquel<br />

material, cuando no esté cernido; de ordinario se fija en Madrid el<br />

m;\ximo en 8 por 100.<br />

El sulfato calcico hidl'atado es soluble en el agua y le comunica<br />

propiedades perjudiciales; las aguas que han atravesado bancos de<br />

algez se llaman selenÜosas; son indigestas y Íl0 sirven para la cochura<br />

de los alimentos ni para el lavado. Son además completamente<br />

inaceptables para la alimcntaciün de las calderas de las máquinas de<br />

vapor, cuyas paredes llenan de incrustacioncs, como se verá con detalle<br />

en la segunda parte de esta obra.<br />

La solubilidad del sulfato de calcio hidratado, al contrario de lo<br />

que sucede con la generalidad de las substancias sólidas, no crece con<br />

la temperatura; á 12°, un litro de agua, disuelve 2gr',55 de sal;<br />

á 55°, 2gr.,54, que es el máximo, y á100°, 2gJ.'.,17. Así es, que una<br />

agua selenitosa (fue se hace hervir, se enturlJia, porque á 100° se<br />

precipita parte de la sal que contenía disuelta á una temperatura<br />

mits haja.


HO<br />

El algez pierde su agua de cristalización á una temperatura de<br />

120 á 150"; cuando se enfría tiende á recuperarIa, apoderándose de<br />

la humedad del aire; el polvo de yeso, mezclado con agua, vuelve<br />

á hidratarse, se entumece y fragua; este fraguado se debe á la formación<br />

de una masa confusa de cristalitos, que se encajan unos en<br />

otros. Es preciso que la temperatura á que se someta al algez no<br />

pase de 1600, porque el yeso demasiado cocido, vuelve á hidratarse<br />

con lentitud extremada, y si se le ha sometido á la temperatura<br />

del calor rojo, se hacé semejante á la anhidrita, dejando ya<br />

de hidratarse. Al rojo blanco se funde el yeso sin descomponerse.<br />

Existen varios sistemas para cocer la piedra de yeso, pero todos<br />

ellos pueden cIasificarse en dos grupos: la cocllUraintermÚenle y la<br />

conÚnua.<br />

Cochura intermitente.-HoRNO DECA)IPo.-El horno (Iue se<br />

emplea de ordinario para quemar la piedra de yeso, es el llamado<br />

horno de campo (fig. 51); está cerrado con muros por tres lados<br />

Ünicamente, pudiendo ser descubierto ó cubierto; en este Ültimo caso,<br />

la cubierta está formada por un tejado sencillo, en que las tejas<br />

dejan paso, por numerosos intersticios, á los productos de la combustión.<br />

Con las piedras más gruesas se construyen bovedillas, sobre<br />

las cuales se van colocando, por orden de magnitud, los fragmentos,<br />

disponiendo los pedazos menores y el polvo en la parte supe dar .<br />

Debajo de las bóvedas se introducen haces de leÜa ó de ramaje, il<br />

que se prende fuego; la llama atraviesa la masa que se calienta poco<br />

á poco, perdiendo la cuarta parte de su peso, que es lo que representan<br />

próximamente el agua de cantera y la combinada. La operación<br />

dura de diez á quince horas, segÚn el estado atmosferico, la<br />

calidad de la piedra y el combustible empleado. El yesero ejercitado<br />

reconoce, y esto es muy importante, el instante preciso en que<br />

ha terminado la cochura, por el aspecto del material y del humo. La<br />

cantidad de com]mstible necesaria, varía con la clase de leña que<br />

se emplee (1).<br />

(1) De los experime.ntos hechos en las canteras de Chanteloup, se deduce<br />

que para obtener un metro cúbico de yeso se necesitan, por término medio,<br />

211 kilogramos de haces de encina, ,192 de abedul y castaño mezclados y<br />

135de encina y carpe.<br />

.<br />

, .<br />

14-1<br />

COCHURA EXHORXOS FIJos.-EI anterior es el horno más comÚn;<br />

pero también se emplean los de hogar lateral ó central, análogos á los<br />

descritos para la cal, en los cuales se hace uso de combustibles de<br />

llama larga.<br />

COCHl](APORCAPAs.-Se puede también veriticar la cochura del algez<br />

en montones formados de capas alternadas de piedra y de combustible<br />

de llama corta, por un procedimiento parecido al que se sigue<br />

para fabricar la cal; pero entonces el yeso sale mezclado con las<br />

cenizas y presenta un color obscuro, recibiendo el nombre de yeso negro,<br />

que sólo se emplea en obras que no hayan de quedar aparentes.<br />

El yeso negro tiene asimismo aplicación en la agricultura para<br />

abono de tierras pobres en cal.<br />

Cochura continua.-HoRNOS ORDINAlUos.-Lacochura contillua<br />

se efectÚa en hornos semejantes á los de cal; la figura 52 representa<br />

lII10de los establecidos en lUontmartre.<br />

EMPLEODEL VAPOR.-Si se quiere obtener Ull yeso muy fino, se<br />

puede verificar la cocción por el vapor de agua, en un aparato<br />

(fig. 55) ideado por Violette, que, en esencia, consta de un generador<br />

de vapor y de tres tinas de fábrica unidas á aquel y entre si,<br />

por medio de tubos provistos de llaves, que permiten abrir ó cerrar<br />

á voluntad las comunicaciones. Se hace entrar el vapor, después<br />

de pasar por un serpentín para que se eleve su temperatura, en<br />

]a primera tina, que atraviesa, por ejemplo, de arriba a abajo. Se<br />

ahre la comunicación de la primera tina con la segunda, á fin de<br />

que el vapor procedente de aquella recorra ésta y efectúe en ella un<br />

principio de cochura antes de salir á la aimósfera. Terminada la<br />

cocción en la primera tina, se cierra la comunicación con la segunda<br />

y con el generador; se hace llegar directamente el vapor á la segunda,<br />

desde la cual pasa á la tercera, y desde ésta al exterior.<br />

Mientras tanto se puede vaciar el primer depósito y llenado de nuevo,<br />

obteniéndose así un yeso bastante hueno y muy blanco, con suma<br />

facilidad y economía, y en grandes cantidades.<br />

COCHURAEN HORNOSHELICOlDALEs.-Se efectúa también una cochura<br />

muy uniforme, empleando nn tostador de helicoide, cuya inclinación<br />

y velocidad se calculan de modo que la piedra se cueza a]<br />

recorrer el cilindro, que se calienta por la par~e exterior.<br />

Carga de los hornos y molienda del yeso.-.Cualquiera


\\.2<br />

que sea el procedimiento que se siga, la carga en un 1101'110ue<br />

yeso debe arreglarse, para obtener resultados homogéneos, como indique<br />

la experiencia en cada caso. Los diferentes bancos de piedra<br />

dan efectivamente productos muy distintos; pero con mezclas bien<br />

dispuestas, se puede preparar yeso excelente.<br />

Extraido del horno, se muele el yeso; en explotaciones de escasa<br />

entidad, se efectúa la operación por medio de mazas ó almadenas;<br />

pero en la fabricación en grande escala, se emplean molinos de ruedas<br />

verticales, parecidos a los usados para batir los morteros: después<br />

de molido suele cernerse el yeso. Esta substancia se expende en<br />

sacos de facilmanejo y de una cabida de unos 25 a 40 litros; el yeso<br />

blanco, cuya densidad es de i, 20 a i, 2 7, se vende en Madrid en costales<br />

de 4 arrobas de peso (46 kilogramos), que vienen a tener un volumen<br />

de 57 litros.<br />

APLICACIONES DEL YESO,<br />

Morteros y enlucidos.-El yeso en polvo mezclado con agua<br />

y reducido al estado de papilla, frag'ua al poco tiempo y cristaliza'<br />

en masa; para conseguir ]men resuILado, es preciso mezclar, apro:"<br />

ximadamente, volÚmenes iguales de yeso yagua (1): se echa lH'imero<br />

el agua en un cubo, artesa ó cuezo de madera, y se amasa con<br />

la mano y una raedera, ó con una paleta, que conviene sea de cobre,<br />

y no de hierro, para impedir la oxidación. Con la proporción media<br />

de agua indica"da, se obtiene una mezcla espesa, que fragua con rapidez<br />

y que hay que emplear en seguida. Amasado con mas liquido,<br />

el yeso absorbe 1/8 menos de agua, tarda mas en fraguar y su resistencia<br />

disminuye mucho. El yeso en estado de lechada es poco resistente<br />

y se debe desechar como mortero; pero para enlucidosó<br />

blanqueos, se emplea con preferencia a la cal en muchas localidades.<br />

Sucede á veces que el yeso se ha aireado, es decir, que ha absorhido<br />

humedad: entonces, al amasado, se forma una mezcla pulveru-<br />

(,1) De los experimentos de Clandel resnlta: 1.°, qne el yeso bien cocido<br />

y cribado, destinado á enlncidos, debe amasarse con 30 litros de agna, por<br />

25 de material; 2.°, qne el yeso bneno ordinario y que se emplea en morteros<br />

ó gnarnecidos, debe mezclarse con 18 litros de agna, también por 25 de<br />

yeso.<br />

\\.3<br />

lenta que no fragua, mientras que el yeso bueno da una pasta untuosa,<br />

que no se desagrega entre los dedos. Antes de recibir este material<br />

en una obra cualquiera, conviene ensayarlo, amasando una pequeÜa<br />

cantidad.<br />

El yeso se puede conservar en barriles herméticamente cerrados,<br />

u en montones colocados en una era bien seca y regados cn su superficie,<br />

de modo que se cubran de una capa sólida que proteja la<br />

masa de la acción del aire hÚmedo.<br />

" El yeso se dilata al fraguar, aumentando su volumen próximamente<br />

en l/S (1); a esa propiedad debe sus excelentes aplicaciones<br />

como mortero, pues rellena con exactitud todos los vacíos que quedan<br />

entre los materiales: sin embargo, no puede emplearse mas<br />

que al abrigo de las lluvias ó de la humedad, porque el agua lo disuelve<br />

poco a poco. En los casos en que sea un inconveniente el<br />

aumento de volumen del yeso, puede anularse mezclandolo con Ulla<br />

pequeña cantidacl de cal, que por su contracción compense el entumecimiento<br />

de aquel; por lo general, lo que se hace es amasar el<br />

yeso con una lechada de cal, operación que aumenta su resistencia.<br />

Debe emplearse con mucha parsimonia la arena en los morteros de<br />

yeso, tanto porque no existe la razón principal que determina su<br />

aplicación en los de cal, como porque la arena disminuye mucho la<br />

cohesión de estos mOI'teros.<br />

El cuadro siguiente contiene los nÚmeros admitidos comunmente<br />

para medir la resistencia del yeso, segÚn que se amase con agua ó<br />

con lechada de cal, espeso ó claro y solo ó con arena.<br />

(~) Según Clandel, un metro cúbico de yeso en polvo prod uce 1m3, "18de<br />

mortero en el primer instante de su solidificación, y el entnmecimiento es<br />

de 1 por ~00 más á las veinticuatro horas de emplearlo. El aumento de volnmen<br />

lo explica por la circnnstancia de ser tan rápida la cristalización,<br />

qne las molécnlas no tienen tiempo para colocarse formando nna masa<br />

compacta.


DESIGNACIÓN DE LAS ~rEzCLAS.<br />

IU f l-J .<br />

RESISTENCIA POR I<br />

CENTÍ~IE'l'RO CUADRADO I<br />

~--.,<br />

Ála Al aplasta'<br />

tracción. miento.<br />

Kilog¡'amos.<br />

-<br />

Kilog'i"(unos.,<br />

l<br />

l<br />

OBSERVACIONES.<br />

Tabiques y bóvedas.-Se fabrican en París y empiezan a<br />

usarse en Madrid, tabiques enteros de yeso; en EspaÜa se construyen<br />

ademas bóvedas de ladrillo y mortero de yeso, con las que se<br />

salvan luces considerahles, aumentando el ancho de las crujías, que<br />

de otro modo está limitado por las dimensiones corrientes de las<br />

vigas. Las bóvedas tabicadas,presentan el inconveniente de su difícil<br />

construcción; sin embargo, en ciertas localidades, y sohre todo en<br />

las provineias de Levante y Mediodía, mereed a una larga practica,<br />

han adquirido los albañiles gran destreza en la ejecución de esta clase<br />

de fabrica, cuyo estudio no es de este lugar.<br />

Estucos.-EsTUCO DEYEso,-El yeso amasado 1'011cola, hrurlirlo<br />

y adornado con vetas de colores, constituye el estuco (le yeso. La<br />

cola fuerte ó gelatina, con que se amasa, se extrae de las materias<br />

animales, fundándose en la propiedad que tiene de ser soluhle en el<br />

agua. Para obtenerla, se someten músculos, cartilagos, pieles, etc., á<br />

la acción del agua hirviendo en una caldera; se trasvasa el líquido,<br />

y por su evaporación se obtiene la gelatina, que después<br />

de secarla sobre redes de bramante, se expende en el comercio con el<br />

nombre de cola. Casi siempre contiene impurezas, que provienen<br />

de que la gelatina va acompañada de algunas otras suJ)stancias<br />

soluh!es elJ el agua; la cula (lue se emplee eu estucos JJa de sel' de<br />

las n:ás IHu'i1S(. iuculuras, como la llamada de Plalldcs, que se extrae<br />

d('..IHelesde animales lJ1unteses; la de pescado, que se fabrica con las<br />

Ye.JIg'asmÜatorias de algunas especies de esturi9nes, ó la de retazos,<br />

(Iue procede de recortaduras<br />

para J¡acer guantes.<br />

de haldés, ó sea de pieles a propósito<br />

Si ~e quiere estucar un JllUl'O,se toma yeso espejuelo de primera<br />

cahdad, se muele en un mortero y se pasa a traYés de un tamiz<br />

de seda lllUYfino; se amasa en seguida con una disolución ni muv<br />

f]oja ui muy fuerte, de gelatina, y se extiende con igualdad'sobre ~l<br />

1l1~¡ro,previamente guarnecido y enlucido con yeso blanco, comprimIendo<br />

el estl~co con l,a ll~na. Cuando esta hien seco, se apomaza,<br />

se frota despues con tnpoh y un pedazo de fieltro, y<br />

se acaha de sac~r.<br />

el lustre pasando una l11uÜecamojada en agua ciejabón, al prin-<br />

CIpI~, y al fin, en aceite solo. Para que el estuco no quede mate, es<br />

¡n'.ecIso frotar sin interrupci()ll hasta ohtener cl hrillo; debe asimIsmo<br />

euidal'se .de que la superficie del muro sea bien plana, pues<br />

laS~ll1ellOl'eSdesIgualdades quedan muy visihles con el pulimento.<br />

. El. estuco ~e yeso, llamado en EspaÜa escayola, ti ene la apa-<br />

1'lenCIadel marmol, sobre todo si se figuran vetas de diversos colores,<br />

lo que se consigue agregando el la pasta Üxidos metMicos Ú<br />

otras suhstaucias colorantes: así se logra imitar los mármoles, hasta<br />

tal punto, que se necesita toear las superficies estucadas, que no<br />

producen<br />

terial.<br />

sensacióll de frío, para distillguir la naturaleza del lila-<br />

L.osI~stueosde yesono pueden aplicarse más que en el interior de<br />

ha)ntaclOnes yen parajes secos.<br />

Esn;cc~ ~EcH.-Para el exterior se emplea un estuco de cal, del<br />

I[ue se chran hreyes palabras, aunque parezca que no es este el sitio<br />

mas adecuado. Sin embargo, tanto porque en este nuevo estuco suele<br />

entrar el alabastro yesoso, como para dejar completo el estudio<br />

de estos enlucidos, se dará a conocer el modo de preparado. El estuco<br />

de, cal se l](1cee~n una mezcla de cal muy l)ien cocida y blanca, y<br />

de marn:ol Manea o de alabastro de yeso en polvo muy fino, pasado<br />

por tal11~zde seda. Conviene apagar la cal por inmersión y molerla<br />

s~bre marmol como se haee con los colores. Después de cuatro ó<br />

ClllCOmeses de apagada, se mezcla la cal con pa¡'tes iguales de polvo<br />

10


11'(;<br />

de mármol ó de alahastro, sin aiiadir agua, y se muele hasta que la<br />

mezcla sea intima.<br />

La pasta, así preparada, se aplica sohre un enlucido hien plano y<br />

perfectamente seco. Se moja primero el enlucido hasta que no admita<br />

más agua; entonces se da con una brocha una mano ligera rle<br />

estuCQ desl~ído en agua; en fin, con una esp{¡tula Ó una llana se aplica<br />

una mano de estuco duro. Amedida que el estuco se seca y endmece,<br />

se pule, frotandolo con un trapo mojado algo hasta y con<br />

hruiiidores de acero, ó hien con la parte carnosa del dedo en las 11101duras<br />

ó en los relieves. Se puede colorar este estuco del mismo modo<br />

que el anterior.<br />

Moldeo.-El yeso fino de superior calidad se emplea para vaciar<br />

figuras, medallas, estatuas, bustos, yen general, para reproducir las<br />

formas de aquellos objetos de que se desee tener gran nÚmero de<br />

ejemplares. Se prepara primero el molde en que ha de vaciarse la<br />

fio'ura que se quiere reproducir. Para vaciar, por ejemplo, una mon~da<br />

Ó llna medalla, se forma un borde á su alrededor con una tira<br />

de cartón ó con cera, y se la unta de aceite para que el yeso no se<br />

adhiera, y se despegue después sin dificultad; se frota luego con un<br />

pincel mojado en una papilla clara de yeso, haciéndola penetrar por<br />

las cavidades mas insignificantes de la medalla, á fin de que no queden<br />

burbujas (le aire entre ésta y la capa de yeso. Se echa en seguida<br />

con una cuchara una papilla mas espesa que la anterior, hasta la<br />

altura del horde; cuando se haya endurecido el yeso, se invierte todo,<br />

y se dan algunos golpecitos en el reverso de la medalla, por<br />

cuyo medio se despega el molde de ye~o con la may.or sencillez y<br />

limpieza. Repitiendo con el molde lo mIsmo que se luzo con la medalla,<br />

se obtendra la reproducción en yeso.<br />

Cuando se quiera sacar la figura completa de un objeto más complicado,<br />

sera menester que el molde se componga de varias partes fáciles<br />

de separar, a fin de poder extraer la forma vaciada. Para dar<br />

una idea del macla de disponer estos moldes, se supondrá que se desea<br />

preparar el necesario para la reproducción de una mano. Se coloca<br />

ésta, después de lU11.adaligeramente de aceite, encima de una<br />

toalla y se tiende sobre ella una hebra de seda, algo fuerte. Se da á la<br />

mano una capa de yeso, que se aplica con un pincel mojado en una<br />

papilla muy clara, haciendo de modo que penetre hasta en los plie-<br />

t -i.¡<br />

gues más delic'lclos de la pie!; mIles que esta primera capa de yeso<br />

se haya cndurecido, se echa con una cuchara una papilla mas espesa,<br />

cuidando de que llene todas las cavidades; se agregan sucesiYamente<br />

nuevas capas de yeso, hasta que el moluf) haya adquirido por<br />

todos sus puntos el espesor conveniente, que dehe ser de algunos<br />

centímetros. Se aguarda lUJOScuantos minutos para que el yeso<br />

principie á tomar consistencia, y entonces se levanta la helJra de seda<br />

verticalmente, cogiéndola por una de sus extremidades: de este modo,<br />

se divide el molde en dos mitades. Se espera todavia á (fue la<br />

masa se haya endurecido, para separar las dos partes del molde y<br />

poder sacar la mano. Reuniendo las dos mitades, untadas de aceite',<br />

puede llloldearse la mano y reproducida cuantas veces se necesite.<br />

Por medios análogos se construyen los moldes que sirven para<br />

formar los lJUstos y estatuas de yeso y otros ohjetos de arte ó de<br />

adorno; pero en estos casos, es l)reciso componer los moldes de mayor<br />

nÚmero de piezas, que se mantienen con una armadura exterior ó<br />

casco. Las uniones de las diversas partes del molde, se reproducen<br />

en los vaciados, formando filetes salientes, que se quitan con un<br />

cuchillo.<br />

Cuando el yeso ha de servil' para moldear ohjetos delicados, dehe<br />

ser más puro que el empleado en las construcciones, y su coeh lira<br />

exige tamhién mucho más cuidado, practicándola siempre fuera del<br />

contacto del comhustible. En París aplican á este uso el yeso en<br />

flecha, que forma peqneñas capas en medio de la formación yesosa de<br />

J1Iontmartre: partido en fi>agmentos menudos, lo cuecen en hornos,<br />

cuya temperatura dehe ser gradual y lo más uniforme posible. En<br />

EspaÜa se emplea el espejuelo, muy abundante en los alrededores de<br />

Madrid, Valencia, Alicante, etc.<br />

Yeso alúmbrico.-Desde hace bastantes alias se utiliza para<br />

moldear objetos artísticos, un yeso cocido con alumbre, que podría<br />

lIamars\) yeso alÚmbrico (1) ó mármol artificial. Tiene más dureza<br />

que el yeso ordinario, y presenta también aspecto más agradable,<br />

por ser menos mate y algo tríj.líslúcido. Para preparar el yeso alúlllbrico,<br />

se somete el ordinario á una primera cocción, que elimina el<br />

(,1) Parece más correcto este nombre que el de alumbrado, con que gencralmente<br />

se le conoce.


as<br />

agua de cristalización, é inmediatamente se le sumerge en un baÜo<br />

d~ agua saturada de alumbre, donde se deja por espacio de unas seis<br />

horas. Se saca, se seca al aire y se le hace sufrir una se¡.runda cochura,<br />

en la cual se activa el fuego hasta el rojo obscuro. Se muele<br />

después, y en este estado, se emplea para los objetos indicados, lo<br />

mismo que el yeso ordinario, aunque es frecuente amasado con una<br />

disolución de alumbre, en vez de haced o con agua pura. La solidificación<br />

del veso alÚmhrico no es tan rápida como la del ordinario,<br />

pues se con'serva blando, aun transcurridas muchas horas.<br />

El yeso alÚm]Jrico reemplaza con ventaja al ordinario para la preparación<br />

del estuco. Mezclado con igual cantidad de arena, da una<br />

materia que adquiere mucha dureza y sirve para fabricar baldosas.<br />

BETUNES.<br />

Los betunes son compuestos, en general, más complicados que los<br />

morteros, y de menos aplicación; pero se usan también en diferentes<br />

ocasiones para el mismo objeto Ú otros análogos. Conviene, pues,<br />

conocer los principales, á cuyo fin se examinarán sucesivamente<br />

los calizos, los metálicos, los asfálticos, los l'esínosos y algunos otros<br />

de composiciones variadísimas, que es dificil clasificar.<br />

BETUNES CALIZOS.<br />

En 10s]Jetunes calizos entra como componente, segÚn indica su<br />

nombre, la cal, que unas veces se apaga en agua, del mismo modo<br />

que en los morteros ordinarios, y otras en aceite, cera, leche, etc.<br />

Se aplican ordinariamente á enlucidos de mejor ó peor calidad, aunque<br />

también se usan para enlazar otros materiales.<br />

Existen multitud de recetas en todos los tratados de Construcción,<br />

pero se dirán algunas palabras del betun de Vauban, del de Loríot y<br />

del zulaque.<br />

Betún de Vauban.-Este betul1 se obtiene mezclando 2 partes<br />

en volumen de polvo de teja, pasado por tamiz, con 5 ó 6 de cal<br />

apagada en aceite de linaza. La mezcla se efectÚa batiendo las dos snbs-<br />

149<br />

tancias por espacio de cinco ti seis horas, haciéndola reposat' una<br />

noche, y volyiendo á hatida al día siguiente durante media hora, al<br />

ir á emplearla. Este hetÚn es muy á propósito pa:'a enlucir el interior<br />

de los depósitos de agua. Se extiende por capas de 5 á 4 milímetros<br />

de espesor, dejando secar cada una tres ó cuatro días antes de aplicar<br />

otra.<br />

Se puede mejorar este betÚn sustituyendo el polvo de teja por puzolana;<br />

su fraguado se explica de la misma manera que el de las<br />

pastas puzolánicas, puesto que su composición es análoga á la de<br />

éstas.<br />

Betún de Loriot.-Para preparar este betlm se mezclan en una<br />

artesa Óen un cuho 5 partes en volumen de cal apagada en polvo y 4<br />

de agua; se tritura la mezcla con la paleta, hasta que la cal quede<br />

dividida por completo y forme una masa sin grumos. Se deslíe bien<br />

la cal r se afladen 16 partes de grava silícea en polvo ó de tejas pulverizadas,<br />

ó hien una mezcla de estas dos substancias, y se vuelve á<br />

batir perfectamente todo. En el momento de empleado se le aI1ade<br />

una parte de cal viva pulverizada, que se mezcla lo mejor posible.<br />

AUll cuando se recomienda esta mezcla para enlucir depósitos de<br />

agna, parece que la cal viva que contiene y que acabará de apagarse<br />

después de puesta en obra, ha de ser siempre un elemento perju-<br />

(licial. Por lo demás, la composición del betÚn participa á la vez de<br />

la de las argamasas y de las pastas puzolánicas ordinarias.<br />

Zulaque.-Este betÚn, de qne tanto uso hacen los fontaneros<br />

para tapar las grietas de las caÜerias, es una mezcla hidráulica muy<br />

enérgica, qne también puede emplearse para las juntas de los sillares<br />

que están debajo del agna, como acontece en las murallas de Cádiz.<br />

Se compone de un pie cÚbico de cal viva cernida, media arroba<br />

de aceite de sardinas, yen su defecto de atÚn, y 0,1 de pie cÚbico<br />

de estopa picada (1). Se baten primero la cal y el aceite en una artesa<br />

y (lespués se mezcla la estopa, macerándola á fuerza de pisón<br />

de cuÜa. Un hombre puede hacer en un día de dos á tres veces la<br />

cantidad de zula(fue que resulta con las dosis indicadas. Á veces se<br />

aÜaden al zulaque algunas escorias de fragua.<br />

(1) Equivaleo estas pf¡)por.~¡ones {\ '2'2litros de cal<br />

".<br />

5kg. /5 de a;:eite v 2<br />

litros de estopa.


El elemento esencial de estos betunes es alguno de los metales<br />

usuales ó de los óx.idos correspondientes. Entre el gran nÚmero de<br />

composiciones que se emplean, se indicarán las más acreditadas.<br />

Betún de DihL-Para este betÚn se dan varias recetas. La<br />

publicada por Claudel consiste en mezclar 92 partes en volumen de<br />

polvos de restos de porcelaha con 8 de litargirio, y amasar el resultado<br />

con 25 litros de aceite de linaza ó de nueces, para cada 100 kilogramos<br />

de betÚn. Este es lUlO do los que gozan más crédito; se<br />

usa para rejuntar losas en sitios hÚmedos y para enlucir los paramentos<br />

de sillería que se hayan de pintar al óleo y estar expuestos<br />

al aire del mar, como sucede en los faros. La primera aplicación<br />

que se ha indicado, hace ver que el betÚn de Dihl, como el zulaque,<br />

es uno de los muchos betunes de fontanero que se conocen.<br />

Betún de limaduras.-Otro de los betunes empleados en los<br />

trabajos de fontaneria, se prepara dejando en infusión, durante veinticuatro<br />

horas, 12 lálogramos de limaduras de hierro, ó de bierro y<br />

cobre, en 2 litros de vinagee y medio litro de orines, á los cuales se<br />

kg. ,50 de sal común. Antes de usado hay que ase-<br />

añaden 4 ajos y i<br />

150<br />

BETUNES METÁLICOS.<br />

gurarse que la limadura de hierro no está. oxidada; de lo contrari~,<br />

el betún no podría adherirse á la fábrica ni fraguar. El endureCImiento<br />

de este betÚn parece debido á la formación de un acetato doble<br />

de hierro y amonio; la oxidación del hierro contribuye al resultado,<br />

por el considerable aumento de volumen que experimenta el<br />

metal al verificarse la reacción química.<br />

Betunes para empotrar el hierro en la piedra.-Se<br />

usan 111llchosbetunes para hacer sólida la unión de los metales en<br />

general y del hierro en particular, con las fábricas de ~lbaÜilería y<br />

cantería. Los elementos esenciales de las mezclas, han sIdo por mucho<br />

tiempo las limaduras de hierro y el azufre; aÚn se aplican con<br />

frecuencia, pero siempre con mal resultado y peor aspecto: al oxidarse<br />

el azufre ataca sin duda á las piezas de hierro, los enlaces se<br />

aflojan y se manchan los paramentos, quizá por arrastrar mecánicamente<br />

la humedad parte del hidl'ato férrico que se produce. Debe,<br />

pues, proscríbírse<br />

~5,1<br />

aCluelcuerpo: en los dos betunes que se indican á<br />

continuación no entra el azufre.<br />

BETÚNORDINARIO .-Se prepara mezclando con aceite de linaza una<br />

parte en voluIl1en de cal hidráulica, 2 de polvo de tejas y i/2 de limaduras<br />

de hierro. Por su composición debiera haberse expuesto<br />

en el grupo de los betunes calizos, más bien que en el de los metálicos;<br />

se prefiere, sin embargo, colocado en este sitio por tener la<br />

misma aplicación que el siguiente. El fraguado de este betÚn se explica<br />

por el de la pasta puzolánica de que se compone; las limaduras<br />

de hierro deben contribuir al resultado por el aumento de volumen<br />

(Iue experimentan al oxidarse.<br />

BETÚNDEOXICLOllURO DEZINc.-Este betún, llamado cemento por su<br />

inventor Sorel, se prepara desliendo óxido de zinc en una disoluci(\n<br />

de cloruro del mismo metal, á 50" del areómetro de BamÜé. Para<br />

que el cemento fragÜe con menos rapidez, se le aÜade 5 por 100 de<br />

bórax. Cuando la mezcla está fluida se puede vaciar en moldes, cuya<br />

forma reproduce con notahle limpieza al endurecerse. Este betÚn se<br />

hace más duro que la caliza compacta; resiste perfectamente á las<br />

variaciones de temperatura y de humedad, y los ácidos le atacan con<br />

mucha lentitud. Para disminuir su precio suelen aÜadirse otras substancias,<br />

como arena y limaduras de hierro; estas Últimas se agregan<br />

siempre cuando el cemento se destina á asegurar el empotramiento<br />

de los metales en las fábricas. El cemento de oxidoruro de zinc se<br />

aplica asimismo para construir<br />

vaciar objetos de arte.<br />

losas artificiales de mosaico y para<br />

BETUNES VARIOS.<br />

Hay otros betunes que en algunas circunstancias dan buenos resultados,<br />

que no encajan en la clasificación general que puede hacerse'<br />

de aquellos, y cuyas composiciones se encuentran en los tratados de<br />

Construcción ó en los relativos á industrias especiales; sólo se indicarán,<br />

por su frecuente uso, el de vidriero, el de cantero yel hidrófugo.<br />

Masilla de vidriero.-Se mezclan 5 partes de creta con una<br />

de albayalde ó de blanco de zinc, y un kilogramo del producto se<br />

nIuele y hate perfectamente con 18 ó 20 decagramos de aceite de linaza.<br />

Al ir á emplear la masilla se reblandece fl'otándola con los de-


,152<br />

dos. Este hetÚn es el que se usa para unir 10s cristales it las VIdrieras.<br />

Betún de cantero.-En las canteras de las orillas dellUosa v,<br />

del Hainaut, se emplea, para disimular los defectos de las piedras y<br />

para pegar las saItaduras, un betÚn que se prepara fundiendo una<br />

parte de cera y 2 de colofonia, y aÜadiendo á esta mezcla una 1)1'0porción<br />

mayor (í menor de la misma piedra molida. Se conserva este<br />

betÚn en forma de barritas, y se aplica calentándolo para que se<br />

ablande. Se usan otras muchas mezclas semejantes, constituídas<br />

siempre con polvos de las mismas piedras: recihen los nombres de<br />

betunesde fuego y de gabarros.<br />

Betún hidrófugo.-Los enlucidos hidrófugos se aplican á las<br />

paredes y á las maderas que convenga secar antes de pintadas.<br />

Cuando 'se trate de las pinturas, se dirá la composición de algunos de<br />

estos hetunes; pero procede hablar al[uí del de l\Iarchahée, por([ue no<br />

sólo se emplea con aquel objeto, sino con los de lJreServar á los hierros<br />

de la oxidación, empotrar las verjas y unir los tubos de hierro<br />

fundido. Las proporciones en peso de las diversas substancias que entran<br />

en este betÚn, son las siguientes:<br />

Pezde Burdeos... .. . .. . . ..., . . .. .. .. . .<br />

Galipodio.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Betún de Bastennes.. . . . . . . .. . . . . . . . . . . .. . . . .<br />

Cera. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4,<br />

Sebode Rusia... ... . .. . .. . ., . . ... .. . . ;)<br />

Cal hidráulica apagada.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Cemento romano., . . . . . . . . , . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

BETUNES ASFÁL TICOS.<br />

En los compuestos que se van á descrihir, entran como materiales<br />

esenciales los betulle¡; propimnente (licllOs; así es que comendrá<br />

exponer algunas ideas que den á conocer estos cuerpos, dejando su<br />

estudio detallado para el curso de Mineralogía.<br />

Betunes y asfaltos,-Los betunes propiamente dichos son cuerpos<br />

de composición variable ('1), que se encuentran en la naturaleza<br />

( 1) Según Malo, los betunes minerales contienen dos plincipios: un hiaroearhuro<br />

c1n11", Y un radical oxigenado e Pnq o f'. La natu; a]eza de los<br />

betunes varía con la eomposición de esos principios carburados.<br />

60<br />

'2<br />

19<br />

(¡<br />

153<br />

ya puros, ya mezclados con otras materias. Los hay líquidos, como la<br />

'naftayel petróleo; viscosos, como la malta ó pisasfalto, y sólidos,<br />

como el betÚn de Judea} que flota en la superficie de las aguas<br />

del mar ¡Huerto. Á veces los betunes están mezclados con una ganga<br />

térrea, como sucede en el lago de la Pez, en la isla de la Trinidad,<br />

una de las Antillas; la ganga es en ocasiones cuarzosa, y de<br />

ello presentan ejemplo las aren"s biLuminosas de Clermont y las ya<br />

agotadas de Bastennes; con frecuencia el betÚn se halla mezclado<br />

más íntimamente con ciertas rocas que, por decido así, están impregnadas<br />

de principios carburados, y así se observa en varios<br />

esquistos (1), y sobre todo en alg'unas calizas, que son las que por<br />

su mayor abundancia relativa se utilizan en la construcción para<br />

preparar los compuesLos de betÚn natural. Los principales yacimientos<br />

de calizas bituminosas están situados en una línea paralela al Jura,<br />

desdeWisemburgo á Chambery, y las canteras más importantes en<br />

esta formación geológica son las de Val-de-Travers y Seyssel. DeJJen<br />

citarse también, aunque tienen mucha menor entidad, los criaderos<br />

de rocas bituminosas de l\IaestÚ, en Navarra, y los que existen en las<br />

provincias de Barcelona, Hurgos, Álava y Soria; en i 882 sólo se explotaron<br />

canteras en las dos Últimas, que produjeron en junto unas<br />

500 toneladas.<br />

El carbonato cálcico bituminoso, que es á lo que se llama asfalto<br />

(2), tiene una densidad variable de !, 1 á i, 5, Y se compone de<br />

90 a 94 por '100 de carbonato cáleico puro y '10 á 6 por '100 de betún.<br />

El asfalto se parece en su aspecto al algez y en su color al chocolate;<br />

si se corta, se advierte en la superficie una coloración hlanquecina<br />

semejante tamhién á la que en el choeolate deja el cuchillo.<br />

El grano es fino, y cuando se examina con atención la estructura de<br />

la roca, se ohserva (Ille cada partícula de caliza está rodeada por una<br />

capa casi atómica de hetÚn: un grano cualquiera está separado de<br />

('1) Los esquistos bituminosos de Autun, el De1tinado, etc., producen, por<br />

la destilación, un excelente aceite para alumbrado, que se llama de esquisto.<br />

(2) Los mineralogistas emplean la palabra asfalto. para designar una variedad<br />

de betún. Sin embargo, en todo lo que signe se dará aquel nombre á<br />

la caliza bituminosa,<br />

pado en este asunto.<br />

como lo lucen Coulaine y Malo, que tanto se han ocu-<br />

.


-1::,4,<br />

los inmediatos por un bamiz, que sirve á la vez para pegados entre<br />

sÍ.<br />

Extracción del betún.-Aunque el betÚn puro ofrece para<br />

el Ingeniero poca importancia, es preciso saber extraerlo de las rocas<br />

que lo contienen, porque se necesita en alguna cantidad en la fabricación<br />

de los compuestos asfálticos. Se extrae generalmente sometiendo<br />

las rocas bituminosas á la acción del agua hirviendo. Agitando<br />

la masa, aparece en la superficie el betÚn en forma de espumas,<br />

que se recogen á medida que se van formando, y en el fondo de<br />

la caldera se depositan al propio tiempo la caliza y todos los cuerpos<br />

que estaban impregnados de betÚn. El oJJtenido así, contiene<br />

aÚn algunas cantidades de materias extrañas que arrastra consigo;<br />

si se quiere purificarlo, se le somete á una segunda fusión, resultando<br />

entonces la operación más cara y una pérdida bastante grande<br />

de betÚn que queda mezclado en el fondo con las demás su»stancias.<br />

Se ha ensayado otro procedimiento, que sin duda dará buenos<br />

resultados cuando se trate de obtener grandes cantidades de este<br />

material: consiste en someter el asfalto á la acción sucesiva del sulfuro<br />

de carbono y de una temperatura poco elevada: el sulfuro de<br />

carl)ono no disuelve más que el betÚn, precipitándose el carbonato<br />

cálcico; sometida la disolución á la destilaci6n, se separan el betÚn y<br />

el sulfuro de carbono, que se puede recoger y aprovechar de nuevo.<br />

Es preciso calentar el asfalto con muchas precauciones, porque<br />

el betÚn se funde á poco más de 100°, y entre 120 y 140° entra en<br />

ebullici6n, desprendiéndose humos e~pesós. El producto .de la destilaci6n<br />

es un aceite, cuya naturaleza';¿ la que parece tiene mayor<br />

influjo en las propiedades del betÚn.<br />

Las calizas bituminosas qne se emplean para la preparación de los<br />

betunes asfálticos, se someten á varias operaciones que es menester<br />

reseñar.<br />

Explotación de las canteras.-La extracción delas rocas<br />

se verifica como la de las demás piedras, al descubierto ó por galerías<br />

(1). Cllando se sigue el primer sistema, depende de la tempera-<br />

(1) En Seissel y en Val-de-Tra vers, la explotDción se hace al descubierto;<br />

eu Volant y en Clwvaro3he (también entre Wisemburgo y Chambery),<br />

en galeria.<br />

tura el resultado ó efecto útil,<br />

135<br />

siendo más fácil la explotación en<br />

invierno, por(!ue en esta estaci6n saltan mejor las piedras y no se<br />

embotan<br />

rreoso.<br />

tanto las herramientas, por estar el betÚn menos co-<br />

Machaqueo y pulverización de la piedra.-Extraida la<br />

piedra, hay que triturarla para formar el polvo asfáItico, á cuyo<br />

fin se suele empezar por machacada al tamaÜo de Om,06 á Om,08<br />

de dimensión máxima, bien á mano, con pisones ó almadenas, ó bien<br />

por medio de cilindros acanalados (fig. 54), como los que se usan para<br />

partir las piedras destinadas á afirmados. Esta operación se hace con<br />

mucha más economía en invierno que en verano, y produce una merma<br />

en el volumen, que se eleva á 20 por 100.<br />

Para pulverizar la piedra partida se recurre á diversos procedimientos,<br />

reduciéndose<br />

en frio.<br />

á cnatro los principales, dos en caliente y dos<br />

Uno de los primeros consiste en introducir la piedra machacada,<br />

colocada en cajas de palastro, en retorías 6 estufas cerradas, provistas<br />

de chimeneas ó tubos para dar salida á los gases, y en las qae<br />

.<br />

se eleva la temperatura, de una manera suave y uniforme, consiguiendo<br />

así reblandecer el betÚn y desagregar las piedras. Este metodo<br />

presenta el defecto de que aunque se sacudan las cajas de cuando<br />

en cuando, para que se presenten sucesivamente todos los fragmentos<br />

de asfalto á la acción del calor, no se logra la conveniente<br />

uniformidad. Por otra parte, casi siempre se pasa de la temperatura<br />

á que se volatiliza el betÚn, perdiéndose alguna cantidad, que es preciso<br />

luego reponer artificialmente<br />

la mezcla.<br />

cOn grave riesgo de que empeore<br />

El segundo procedimiento en caliente se reduce á. introducir el<br />

asfalto en cilindros bien cerrados, por los que se hace circular una<br />

corriente de vapor de agua á una presi6n de 3 6 4 atmósferas, con<br />

lo cual se logra también ablandar el betÚn y redÚcir á polvo la piedra.<br />

Aunque este método no presenta los inconvenientes del anterior,<br />

tiene, sin embargo, el de que el vapor de agua parece destruir<br />

algunas de las propiedades de la materia bituminosa. Los procedimientos<br />

en que se recurre á elevar la temperatura, puede decirse<br />

que no se emplean más que cuando las calizas son muy ricas en<br />

betÚn.


1GB<br />

Uno de los sistemas para practicar la desagregación en frio consiste<br />

en hacer pasar los fragmentos de piedra machacada entre dos<br />

cilindros laminadores de superficie lisa, que dejan entre sí un claro<br />

de 3 á 10 milímetros. De esta manera se comprime la piedra y sale<br />

formando una lámina pastosa, que se halla en las mismas condiciones<br />

que el polvo obtenido por los procedimientos anteriores para la<br />

fabricación de los l)etunes. COlwiene este método, como los dos que<br />

preceden, para las piedras muy bituminosas, siendo perjudicial que<br />

haya en la masa algunas partes de caliza no impregnada: este sistema<br />

es el que mejores resultados<br />

de- Travers.<br />

da con los asfaltos de Seyssel y Val-<br />

Por Último, el segundo procedimiento en frío está fundado en reducir<br />

á polvo los fragmentos, por medio de muelas de piedra ó de<br />

hierro colado, ó bien empleando molinos aná.logos, en cuanto á la<br />

forma, á los que se usan para moler el café y otras substancias, pero<br />

de mayor fuerza. Los molinos dan resultado más satisfactorio COI]<br />

las calizas pobres en betÚn, pues las ricas los obstruyen y obligan<br />

con frecuencia á parar el trabajo para limpiados.<br />

Cernido.-Trituradas las piedras, se tamizan los productos,<br />

haciéndoles pasar por rejillas metálicas, cuyos huecos tengan de<br />

2,5 a 5 milímetros de diámetro, volviendo luego a desagregar todos<br />

los fragmentos de mayor tamaño. Las zm:andas tienen, por 10 general,<br />

una forma cilíndrica (fig. 55), Y se colocan horizontales ó con<br />

poca inclinación. Introducido el polvo de asfalto en las zarandas, va<br />

cayendo á través de la rejilla, mientras gira el cilindro, y los pedazos<br />

mas gruesos corren por dentro y á lo largo de él, saliendo por<br />

nn extremo: las zarandas suelen presentar claros de diferentes di~<br />

mensiones, que van aumentando de la parte superior á la inferior,<br />

consiguiendo<br />

magnitud.<br />

así clasificar las substancias cernidas por orden de<br />

De este modo queda ya el polvo en disposición de empleado para<br />

la fabricación de tortas ó panes asfálticos, ó bien para utilizarlo inmediatamente,<br />

de la manera que se dira después.<br />

Fabrioación de los panes asfálticos.-Para formar los<br />

panes asfáIticos se hace uso de calderas de hierro colado, de forma<br />

cilíndrica (fig. 56), en las cuales se empieza por fundir una pequeJia<br />

cantidad de hetÚn puro, y cuando esta ya lÍ/[uido, se echa poco á<br />

1GI<br />

poco la caliza bitumiuosa, revolviendo constantemente la masa con<br />

agitadores unidos al eje del cilindro, para que no se pegue al fondo<br />

de la caldera, y evitar que ésta se deteriore. La temperatura ha de<br />

ser moderada, á fin de que no se descomponga el betÚn. En cuanto<br />

la mezcla está bastante fluida y homogénea, se agrega otra nueva<br />

cantidad de asfalto, y se continÚa así hasta que la masa se espese<br />

hastante para no poderla remover con facilidad; entonces se puede<br />

aliadir un poco más de betÚn:por el contrario, si la piedra fuera muy<br />

hituminosa, seria preciso echar alguna cantidad de caliza pma molida.<br />

Se conoce que la masa queda bien preparada, introduciendo una<br />

espátula ó tabla, que deberá salir humedecida y sin ninguna partícula<br />

adherida a ella.<br />

Las cantidades relativas de hetun y caliza que se emplean, son<br />

150 kilogramos de betÚn pmo, para cada dos toneladas de caliza bituminosa,<br />

reduciéndose la mezcla, después de la operación, á unos<br />

2.000 kilogramos, hahiéndose evaporado ó convertido en aceites volátiles<br />

lo demás. Después de fundida la masa, se saca de la caldera con<br />

cazos de hierro y se va echando en los moldes, que se componen, por lo<br />

general, de anillos de hierro divididos por un diámetro, y que tienen<br />

de 10 á 12 centímetros de altura por 15 de radio (fig. 57). Los moldes<br />

se colocan en placas de hierro, donde se vierte la masa y se deja<br />

hasta que se enfríe, formando asi tortas que pesan unos 25 kilogramos.<br />

Las tortas se sacan con facilidad, separando las dos mitades<br />

del molde, que al efecto van provistas de asas, y cuidando de cubrir<br />

de arcilla las paredes de aquel para evitar la adherencia.<br />

Fabricación del betún asfáltico.-Para preparar el hetÚn<br />

asfáltico, ó hien se vuelven á fundir los panes, pulverizándolos antes<br />

por medio del triturador universal de C(Lrr, formado de unas cuantas<br />

linternas concéntricas, que giran alternativamente en sentido diferente;<br />

ó bien se funde desde luego la caliza pulverizada, empezando<br />

siempre por echar en lacaldel'a un poco de betÚn puro. Cllando<br />

la masa está ya fluida, se agrega arena ó gravilla bien limpia de<br />

tierra, que desempeña en estas composiciones análogo papel que en<br />

los morteros, pues produce economía y disminuye la pastosidad que<br />

el betÚn comunica al asfalto en tiempos calurosos. La cantidad de<br />

arena varía seg(m el ohjeto a que se destine el betÚn y los agentes á<br />

que haya de estar expuesto; pero puede decirse que oscila entre


158<br />

5 (J Y 8O por 100 en peso de la mezcla (1). No debe echarse la<br />

arena de repente, sino poco á poco, esperando cada vez á que la cantidad<br />

que se agregó primero se sumerja por si sola; se revuelve entonces<br />

la masa y se deja pasar algÚn tiempo sin introducir otra nueva<br />

porción de arena, hasta que la mezcla vuelva á adquirir la misma<br />

temperatura.<br />

Cuando los ingredientes forman una masa homogénea, puede emplearse<br />

el betÚn. Ordinariamente se hacen la fusión y mezcla al pie<br />

de obra, en calderas pequeÜas y ligeramente cónicas (fig. 58); pero<br />

este sistema, además del inconveniente que tiene de obstruir el paso<br />

y de producir un olor desagradable, es poco económico, porque se<br />

desperdicia bastante betÚn y se gasta mucho combustible; así, es que<br />

en las poblaciones donde se hace uso del asfalto para aceras y firmes,<br />

se prepara en sitios á propósito y en grandes cantidades, llevándolo<br />

ya hecho al lugar donde se ha de emplear, en calderas cilíndricas<br />

montadas sobre ruedas y tiradas por caballerías; estas calderas<br />

tienen un pequeflO hogar para mantener fundida la masa, y un<br />

agitador, que se maneja desde fuera, para impedir que el betÚn se<br />

adhiera á las paredes.<br />

Algunas veces suele usarse el asfalto comprimido, para lo cual no<br />

hay más que someter en caliente, á una fuerte presión, el polvo asfáltico<br />

hasta que se reduzca á pasta y se una. Este sistema se adopta<br />

en particular para el afirmado de calles, y se explica con detalle en<br />

el curso de Carreteras.<br />

Aplicaciones del asfalto en la construcción.-La principal<br />

aplicación del asfalto es para la construcción de aceras, firmes<br />

y azoteas. Sin embargo, en la mayor parte de EspaÜa no se puede<br />

emplear en esta clase de obras, porque el calor hace que se reblandezca<br />

mucho el betÚn; pero produce buenos resuHados en pavimen-<br />

(1) El bettín asfáltico que se emplea en aceras en París, tiene la composición<br />

siguiente:<br />

Asfalto de Seyssel. " .,. "'" '"<br />

..,.. 23 kilogramos.<br />

Gravilla.... . ... .. . .. . .. . .. .. .. . ... . 15 »<br />

Betún libre. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1,5 »<br />

Las cantidades anteriores son las que se necesitan para cubrir un metro<br />

cuadradu de acera.<br />

H,9<br />

tos que no estén directamente expuestos á los rayos del sol. Se hace<br />

también á veces, para cimentar bajo el agua, un hormigón de piedra<br />

y betÚn asfáltico (1), y no es raro construir con este betÚn las chapas<br />

impermeables de las hóvedas. Los betunes se emplearon como<br />

morteros en épocas muy remotas, como se verá al hablai' de los ladrillos.<br />

Betunes asfálticos artificiales.--Se preparan betunes asfálticos<br />

artificiales mezclando caliza ordinaria con una cantidad conveniente<br />

de betÚn puro. Estos betunes no han tenido nunca buen<br />

éxito en la práctica, porque no se ha conseguido una mezcla tan<br />

íntima del betun y de la caliza como la que presentan los asfaltos. Se<br />

comprende que sea así, porque para conseguir que la caliza se impregne,<br />

hay que recurrir á una temperatura de unos 200., á la cual<br />

empieza á descomponerse el betÚn. Estas mezclas sólo deberán enlplearse<br />

en sitios en clue no queden expuestas á la acción del calor y<br />

de la intemperie.<br />

También se preparan otros compuestos sustituyendo el betÚn natural<br />

con el alquitrán mineral ó colta (2); en un principio produjeron<br />

malos resultados, pero se ha logrado mejorarlos, destilando el<br />

colta y reemplazando los aceites volátiles que se desprenden, con un<br />

aceite fijo, con caucho ó con gutapercha. Así se fabrica la b¡'ea ó<br />

pez mineral, que mezclada con un peso triple de una substancia terrosa,<br />

y mejor aÚn de creta, constituye la llamada lave! fusible, que<br />

se utiliza para las mismas aplicaciones que los betunes asfálticos naturales,<br />

es decir, para aceras, azoteas, pavimentos, etc.<br />

Aglutinando gravilla ó arena con brea mineral, se prepara el hormigón<br />

de pez, que se ensayó con éxito satisfactorio en las obras del<br />

puerto de Orán.<br />

BETUNES RESINOSOS.<br />

Composición y preparación.-Los betunes l'esinosos se di-<br />

(1) El hormigón de asfalto se prepara, por lo general, con 5 kilogramos<br />

de bettín puro, 95 de betún asfáltico y 150 de piedra machacada.<br />

(2) El alquitrán mineral se obtiene al destilar el carbón de piedra para<br />

preparar el gas de alumbrado.


160<br />

ferencian Únicamente de los asfálLicos en que la resina reemplaza al<br />

betÚn. Para su fabricación se usan las diversas resinas que se expenden<br />

en el comercio, pero las substanéias que con más frecuencia se<br />

emplean son el alq¡Útrán vegetal, la brea y la pez. Todas ellas son<br />

productos de la destilación de las maderas, y en particular del pino,<br />

mezclados con carbón. Más adelante se explicarán con algÚn detalle<br />

la composición y preparación de dichas materias.<br />

Fabricación de los betunes resinosos.-Estas mezclas<br />

se obtienen de una manera análoga á las asfálLicas; se fuude la resina<br />

en una caldera con las precauciones indicadas para el hetÚn pnro,<br />

y se aflade la caliza en pe(Iuer1as cantidades, removiendo constantemente<br />

la masa. La operación se considera terminada cuando se desprenden<br />

humos blancos y corre la mezcla sobre la espátula sin presentar<br />

granos visibles. Si se advierle un olor nauseabundo, es seÜal<br />

que la cochura ha sido excesiva y debe ar1adirse resina para que el<br />

betÚn no resulte quebradizo. Cuando se haya de emplear como mortero<br />

para unir otros materiales, se suele sustituir la caliza conladrillo<br />

molido ó arena silicea bien seca, que dan más tenacidad y adherencia<br />

á la masa.<br />

Defectos principales de estos betunes.-Los betunes resinosos,<br />

aunque dan buen resultado enalgullos casos, son de peor<br />

aplicación que los asfálticos, pues no es posible conseguir en ellos<br />

la' "tralJazon Íntima que tienen las substancias en los asfaltos naturales.<br />

Como las resinas contienen siempre alguna cantidad de ácido pirole/loso<br />

(ácido acetico impuro), que no entra en el lJetÚn,se secan<br />

más rápidamente que éste. Para evitar, en parte, el inconveniente, se<br />

hace entrar en la mezcla cal apagada, en cantidad tal, que el volumen<br />

de cal viva correspondiente, sea igual al de resina; se forma entonces<br />

un acetato cálcico que es inerte. Las cales grasas parece que son<br />

mas á propósito que las hidráulicas.<br />

Otro defecto de los betunes resinosos, y quizá el más importante,<br />

es la frecuencia con que se presentan grietas difíciles de unir, en las<br />

superficies cubiertas con ellos. Para evitar algun tanto las quebraduras,<br />

se suelen extender los betunes en dos capas superpuestas, á juntas<br />

encontradas, dé 6 á 7 milímetros de espesor; pero sucede á menudo<br />

que no se sueldan bien entre sí.<br />

-161<br />

"<br />

De lo dicho se desprende que los betunes asfálLicos dehen preferir-<br />

se á los resinosos. Cuando se quiera emplear estos Últimos, convendrá<br />

.hacer antes experimentos y fijar, en su consecuencia, las prop~rcIOnes<br />

en que deban entrar las diversas substancias y las precau-<br />

CIOnes que proceda tomar en la fabricación y en la colocación en<br />

obra.<br />

44


162<br />

PASTAS CERÁMICAS.<br />

Las pastas cerámicasó pruductosde al/areda, son objetosmoldeados<br />

con arciIIa y somet.idos á la acción del fuego. Entre las pastas<br />

cerámicas hay algunas, com¡:,.los ladrillos, de importancia suma en<br />

las construcciones, y que son verdaderas piedras artificiales; otras<br />

que, como las tejas, baldosas, azulejos y tubos, tienen as~mismo ~nterés<br />

para el Ingeniero; otras, finalmente, que no es preciso est~ul~ar<br />

en este Cllrso, como la terracota (1), la loza, la porcelana, et.c., SIbIen<br />

sobre la terracota se harán ligeras indicaeiones.<br />

Siendo las arcilIas la base de la cerámica, se principiará por estudiarIas<br />

con alguna detención.<br />

ARCILLAS.<br />

Composición Y propiedades.-Los silicatos de aluminio<br />

se encuentran profusamente esparcidos en la superficie de la tierra,<br />

v tienen grandes aplicaciones en las artes y la industria. Muchas 1'0-<br />

~as, las feldespáticas sobre todo, que constituyen masas considerables<br />

del globo, están compuestas de una mezcla más () menos íntima de<br />

silicatos de aluminio y de potasio, soclio ó litio.<br />

Los hidrosiIicatos de aluminio, las arcillas, determinan, como se<br />

ha visto, la hidraulicidad de las cales; forman la base de los produc-<br />

CI) Se adopta la palabra italiana admitida en toda Europa, pero escribiéndola<br />

con ortografía castellana.<br />

¡53<br />

tos de alfarería ó pastas cerámicas; ciertas variedades recihen importantes<br />

aplicaciones en la pintura, otras en la desengrasaciún de<br />

paÜos, etc.<br />

Las propiedades generales de las arcillas consisten: 1. a En ser infusibles<br />

á las temperaturas más elevadas que pueden obtenerse en<br />

los hornos; se funden, sin emhargo, á la que produce el soplete de<br />

gases oxígeno é hidrógeno, lo que se comprende recordando que ¡J<br />

esta temperatura entran en fusión los dos elementos que las constituyen.<br />

La infusibilidad se refiere á las arcillas puras; pueden estas<br />

cambiar de estado con facilidad si estan mezcladas ó combinadas con<br />

proporciones algo considerahles de ciertas substancias, como óxidos<br />

de hierro, carbonato cálcico, agua, ete. '2. a En presentar casi siempre<br />

un aspecto térreo, con cierta poros~dad que determina un apegamiento<br />

á la lengua. 3.' En exhalar, cuando están hÚmedas, un olor<br />

característico y formar con el agua una pasta más ó menos trabada.<br />

Esta Última propiedad es de la mayor importancia: en efecto, las arcillas<br />

puras forman con el agua una pasta que puede 11l0ldearse perfectamente;<br />

después de seca es susceptihle de tornearse y trahajarse<br />

COIlinstrumentos cortantes; por Último, la cocción la endurecc, haciendole<br />

perder la plasticidad. Todas estas circunstancias reunidas<br />

- explican el empleo de las arcillas para la fabricación de pastas ceránucas.<br />

La densidad de las ar.ciIIas varia,<br />

pero en ocasiones IIega á 1,95.<br />

por 10 general, de 1,64 á 1,71.i,<br />

Las arciIIas se dividen en cuatro grupos: plásticas, esmecÚcas, tiglttinas<br />

y compuestas ó mi.xtas, división qne reconoce por base la composición<br />

de estos cuerpos, la cual, como es natural,<br />

piedades físicas y químicas.<br />

modifica sus pro-<br />

Arcillas plasticas.-Las arciIIas plásticas, como su mismo<br />

nombre lo indica, gozan en alto grado de la propiedad de formar pasta<br />

muy traJJada con el agua; son casi inatacables por los ,ícidos, y<br />

contiencn de 10 á 12 por 100 de agua, que por la mayor parte de<br />

los autol'es no se considera como combinada con el silicato de aluminio.<br />

Brogniart admite que las arcillas yerdaderamente plásticas<br />

tienen por fórmula química, prescindiendo del agua, S/;3O" (Al2)".<br />

Las propiedades de las arciUas plásticas las 11acenmuy á propósilo<br />

l)ara la. alfarería. Hespecto á la acción que sohre eUas ejercen los


164-<br />

ácidos y las bases enérgicas, debe tenerse presente un fenómeno particular:<br />

una cocción moderada hace atacables los elementos de la arcilla,<br />

al paso que si la cochura es muy enérgica ó se repite varias<br />

veces, disminuye la cantidad de materia soluble en aquellos reactivos.<br />

Como prueba del primer hecho, basta recordar que los elementos<br />

de la arcilla contenidos en las cales y en los cementos que<br />

provienen de una calcinación poco enérgica de calizas hastante arcillosas,<br />

son atacahles, casi en totalidad, por la cal, circunstancia<br />

no ofrecia la arcilla del carbonato primitivo.<br />

que<br />

Arcillas esmécticas .-Las arcillas esmecticas contienen de 22<br />

á 25 por 100 de agua comhinada, son menos aluminosas que las plásticas,<br />

gozan de poca plasticidad y los ácidos las atacan. La pasta que<br />

forman con el agua es muy poco trabada; la cochura las deforma y<br />

agrieta. Estas arcillas están siempre mezcladas con proporciones<br />

mayores ó menores de óxidos de hierro, magnesia y carbonato de<br />

calcio, á lo que deben el ser fusihles á la temperatura de los hornos<br />

de porcelana. Los caracteres precedentes hastan para que se comprenda<br />

que las arcillas esmécticas no pueden aplicarse á la fabricación<br />

de pastas cerámicas; y en efecto, si alguna vez se usan, es Il.l1icamente<br />

para desengrasar otras arcillas, es decir, para disminuir su<br />

plasticidad, lo qllC es necesario en varias ocasiones, para evitar, en<br />

parte, la contracción que experimentan las pastas durante la cochu-'<br />

ra. El uso principal á que se destinan las arcillas esmécticas, es á<br />

verificar por capilaridad la absorción de las materias grasas de los<br />

paños, de donde proviene el nomhre de tierras de batanero que se les<br />

suele dar: á este género corresponde la arcilla que se conoce vulgar-'<br />

mente con la denominación de tierra dc Segovia.<br />

'<br />

Arcillas :figulinas.-Las arcillas figulinas presentan gran analogia<br />

en sus propiedades fisicas y quimicas con las plásticas; se distinguen<br />

de ellas en que son menos compactas y más deleznables, y<br />

en que la pasta que forman con el agua se deslie con mayor facilidad.<br />

Estas arcillas se pueden considerar como el tránsito de las plásticas<br />

á las esmécticas; sin embargo, contienen siempre óxidos de hierro y<br />

carbonato cálcico, y este último cuerpo entra á veces en proporción<br />

de 5 y 6 por 100, lo que hace que algunas arcillas figulinas se fundan<br />

á una temperatura á que permanecen inalterables las esmécticas.<br />

La composición quimica de estas arcillas oscila entre limites bastan-<br />

165<br />

te extensos. De todo lo dicho se desprende que las tierras fio-ulillas :,<br />

~odran ' emp1earse, ,como base de las pastas cerámicas que no exijan<br />

:ara S~l COCClOnuna .temperatura muy elevada: los objetos de<br />

~o~a:<br />

los dv barr~, como t,Iestos, pucheros, estatuas y jarrones para<br />

JaI ~ll1es; los ladnllos y tejas se traba.jan, en efecto, con esta clase de<br />

arcIllas.<br />

Arcillas, compuestas.-Las arcjJJas que no están mezcladas<br />

con subs,tancIas extraÜas en can tidades demasiado considerahles, pueden<br />

clasIfka:'se en uno ir otro de los tres grupos anteriores; pero<br />

cuando las Impurezas aumentan, se obtienen las llamadas arcillas<br />

c~mplt~stas. Dejando su estudio completo para el curso de l\!ineralogw,<br />

~Sl como tjmbién el de las arcillas que se distinguen por particulal'ldades<br />

de estructura,<br />

y de las m(l1'gas.<br />

se dirán hreves palabras acerca de los acres<br />

9CREs.-S,on arc~lla~ ordinarias mezcladas con una proporción<br />

notable de hIdrato ferl'lco, que comunica á la masa un color amari-<br />

Uo, ó de anhidr~do férrico, que da una coloración roja; en este Últin~o<br />

caso, la arcIlla recilJe elnomhre de ferruginosa. Los acres amanllos<br />

pueden tO,mar un color rojo, haciéndoles perder por la cochura<br />

el agua. que enCIerran; su principal aplicación es á la pintura. Entre<br />

las varIedades de ocres rojos, se citarán: la piedra sanguinaria con<br />

]<br />

'<br />

aplCes (e 1 HlJO; e almagre ó almazarrón, que se<br />

CI ne se fa]Jrican 1 ,' .<br />

n~a en pmturas bastas,<br />

1 d'<br />

y el bol armenico, medicamento y substan-<br />

CIacolorante que se exportaba de Persia y Armenia y que hoy se explota<br />

en muchos puntos.<br />

!IA,RGAs.-Los m~neral~gistas reservan ,el nombre de marga á una<br />

mezcla, en ,proporcIOnes Iguales, de arcilla y carbonato cálcico; pero<br />

~n lo qu~ sIgue se dará aquel nombre á las calizas muy arcillosas Ó<br />

a las arcIllas muy calizas, que se diferencian de estas rocas en contener<br />

elementos que se desagregan con facilidad al aire en virtud de<br />

la cohesión y estruct.nra especial de lasuhstancia. Por 'consiguiente:<br />

desd: el l~lmto de vIsta de la composiciÓn, se pasa por modificaciones<br />

ll1~ensIbles desde la caliza pura á la marga, por el intermedio de<br />

las calIzas ~rciIlosas; así como las margas arcillosas, al perder cali-<br />

' 1<br />

z~, se COIlYIertengradualmente en arcillas puras. Las marg-as se distmguen<br />

con facilidad de las arcillas por la efei'vescencia v<br />

que producen<br />

con los ácidos; su aplicación más importante ]a reciben en la


,ltiG<br />

agl'ií'IIItIl1'a, para ahono de terrenos, en los lfue ejercen Sil acción pO!'<br />

los elementos desagregables que encierran.<br />

Caoline3.-No parece natural dar por terminado el estudio general<br />

de las arcillas sin decir algo acerca de los caolines, que tanto<br />

por su composición (hidrosilicatos de aluminio), como por sus aplicaciones,<br />

pueden considerarse C01110arcillas. Los caolines son deleznahles,<br />

forman con el agua una pasta poco trabada, y cuando se les<br />

ha separado, lavándolos, de las materias cxtraflas que contienen, son<br />

infusihles en los hornos de porcelana, adquiriendo por la cocción<br />

mncha dureza y volYiéllllose fácilmente quehradizos. Estas propiedades<br />

hacen del caolín un material precioso para la fahricación de la<br />

porcelana fina, si hien necesita mezclarse con diversas suhstancias,<br />

I[Uevarían segÚn la composicitin de aquel, á fin de ohtener masas (]¡~<br />

plasticidad conveniente. La ll1ayor parte de los autores consideran Ú<br />

los cao1ines C01110resultado de una descomposición lenta de las roras<br />

feldespáticas (silicatos d01l1esde aluminio y UlJmetal aIcaJino), producida<br />

por la acciúnde las aguas, que irían disolviendo poco Úpoco<br />

la parte a1calina; otros sostienen qne la descomposieión de las rocas<br />

fe1despi\ticas dehe explicarse por fuerzas eléctricas. No se insistirÚ<br />

cu estc punto, que se desarrolla en el curso de Geología, hastando<br />

consignar aquí qne los elementos feldespáticos de que proviencn los<br />

eaolincs corresponden la mayor parte de las veces á rocas graníticas,<br />

pero que los pórfidos, y aun las traquitas, se encuentran asimismo<br />

asoriados á aquellos. Cuando se extrae el caolin de la cantera sale<br />

Inrzc]¡Hlo con felUespato, poco ó nada descompuesto, y con granos<br />

C'uarzosos: se plH'ifica por ll'vi,r¡ación,Ú cuyo efecto se deslie la masa<br />

en el agua de un dept'isito, se agita ellíqniflo con una rueda de paletas<br />

y se dccanta con rapidez; el caolín 'Iueda en suspensión, y la mayor<br />

parte del feldespato y del cuarzo ran al fondo. Hepitiendo la ope-<br />

1'¡H~iúnvarias veces, dpjando reposar el líquido, dando salida al agua<br />

por medio de nn sifÜn, y haciendo que se sc(!ue el caolin, se consigue<br />

aislado por completo.<br />

El caolín lavado presenta una composición hastante variahle. En<br />

casi Iodos los caolines hay sílice libre, aunque no debe considerarse<br />

cml10 esencial esta circunstancia. En EspaÜa existe el caolín en varias<br />

localidades; pero en JBB2 scilo se explot¡'¡ la mina AlIlencia, situada<br />

ea el término de Valdemori.JIo(Madrid), !fIJe produjo 30 ~oneladas;<br />

16i<br />

Expnestas las ideas precedentes, se pasará al estudio detallado de<br />

los ladrillos, y se examinarán después rápidamente las demás pastas<br />

cerámicas que usa el Ingeniero.<br />

LADRILLOS.<br />

ELECCI()N DE LAS TIERRAS Y COMPOSICION DE LAS PASTAS.<br />

Cualidades que deben tener las tierras.-Los ladrillos<br />

se fahrican casi constanterÍ1ente con arcillas fig'ulinas teiiidas de<br />

amarillo () rojo por el hidrato Ü el anhidrido férrico, y que vale más<br />

pequen por exceso de crasitud que por ser demasiado arenosas.<br />

Conviene que tengan hastante plasticidad para pocler moldeadas fácilmente,<br />

que sean algo ásperas al tacto, y sohre todo que sólo contengan<br />

cantidades pequeiias de suhstancias salinas ó térreas diferentes<br />

de las que constituyen su esencia, así como de materias metálicas<br />

y orgánicas y de cantos rodados Ú otros cuerpos extraÜos.<br />

Las arcillas muy arenáceas tienen multitud de inconvenientes para<br />

la fahricación de ladrillos. Van casi siempre acompaiiadas de<br />

otras suhstancias, que hacen fusibles las pastas, y que no sepueden<br />

eliminar de ellas con la economía que impone la preparación de<br />

un material artificial, que si no es harato, pierde la más importante<br />

de sus ventajas; la arena en cantidad excesiva, disminuye mucho la<br />

plasticidad de la arcilla, que forma con el agua una masa nada untuosa<br />

y difícil de moldear; durante la cocción, la arena se vitrifica, y<br />

si es ahundante quedan las sUperficies de los ladrillos como cuhiertas<br />

de una película hrillante y lisa, que impide que agarren hien las<br />

mezclas.<br />

!\las no se crea por esto que la pasta con que se preparen los ladrillos<br />

ha de estar desprovista en ahsoluto de arena; todo lo contrario,<br />

este cuerpo, en determinadas proporciones, es muy necesario,<br />

porque aminora la contracción que, como ya se sabe, experimentan<br />

las arcillas en la cochma, contracción perjudicial en alto grado,<br />

no por la diminución de laJílaÜo de los ohjetos cocidos, sino porque


168<br />

no siendo posible que se verifique por igual en todos sentidos, agrieta<br />

y deforma las pastas y encona ó alabea las superficies que debieran<br />

quedar planas.<br />

Además las arcillas muy puras, las verdaderamente plásticas, que<br />

forman pastas finas y traJJadas, y que son muy á Pl:OPÓSitopara obtener<br />

baldosines, azulejos, tejas, tubos y otros productos en que se ha<br />

de atender al aspecto más bien que á la resistencia, darían ladrillos de<br />

acabados paramentos y agradables á la vista, pero á los que les faltaría<br />

la solidez indispensable para emplearlos como piedras de construccirln.<br />

Desde luego puede sentarse, y una larga experiencia lo confirma,<br />

que las arcillas que dan mejores ladrillos no pueden utilizarse<br />

para modelar objetos de arte, y que recíprocamente, las arcillas más<br />

finas y puras no producen, en su estado natural, en la mayoría de<br />

los casos, pastas adecuadas para el trahajo, tan basto como ú.til, del<br />

ladrillero.<br />

Para una arcilla y una arena dadas, existe una relacirln entre ambos<br />

elementos, con la que se obtienen mejores ladrillos que con otra<br />

cualquiera; pero como la arcilla y la arena, no srllo no tienen una<br />

composición fija, sino que rara vez son homogéneas, no se pueden<br />

tiar reglas precisas, y Únicamente por tanteos y experimentos sería<br />

factible deducir en cada hornada las proporciones respectivas de las<br />

dos substancias que convenga mezclar. La inmensa mayoría de los<br />

fabricantes se aferran siempre á una rutina, y asi se explican las diferencias<br />

notahles que ofrecen ladrillos de la misma procedencia.<br />

Las consideraciones que anteceden son más que suficicntes para<br />

que se comprenda que no sera comÚn encontrar en la localidad en<br />

que se vaya á estahlecer el alfar, tierra ni más ni menos plástica,<br />

ni más ni menos fusible, ni más ni menos arenosa que la quc se requiera<br />

para olltcncr ladrillos excelentes. Los operarios prácticos y<br />

expertos reconocen por el tacto la calidad dc las arcillas y se equivocan<br />

pocas veces: nada más sencillo, por otra pal'te, quc moldea!'<br />

ladrillos pequeÜos, cocerlos en un horno de cal ó en otro cualquiera<br />

'que esté fllncionando y examinar las condiciones de los productos,<br />

deduciellllo con ,completo conocimiento, si es oportuno engras(/r<br />

ó desengrasar la arcilla, esto es, aumentar ó disminuir Sil plasticidad;<br />

si se lograrán mejores resultados haciendo la pasta más<br />

fusible, más vitrificahle, etc. Estos ensayos son int.eresantes, porque<br />

-169<br />

las condiciones de una arcilla pueden mejorar con la adición de suhstancias<br />

variables, segun los efectos que se desee producir.<br />

Cuerpos que se agregan á las tierras.-Oportuno es, por<br />

consiguiente, reseÜar las materias que con mayor frecuencia se agregan<br />

á las tierras, y conocer las modificaciones principales que introducen<br />

en la calidad de las pastas.<br />

ARCILLAs.~Unaarcilla que no sea bastante untuosa, se podrá engrasar<br />

amasándola con otra plástica. Claro es, además, que las mezclas<br />

de una arcilla plástica con otra esméctica, de una esmectica con<br />

una figulina rayana con las plásticas, ó de dos figulinas de diferente<br />

grado de plasticidad, podrán dar, proporcionando bien las dosis, resultados<br />

satisfactorios. Lo mismo que se dice de las arcillas, debe entenderse<br />

de lasmargas.<br />

ARENA.-La arena es la suhstancia antiplástica por excelencia;<br />

mezclada en cantidad á propósito con una arcilla demasiado grasa,<br />

la hace más fácil de trabajar, evita que se pegue á las herramientas,<br />

y contribuye á que se seque con mas rapidez e'igualdad, y á que sea<br />

uniforme la cochura.<br />

La arena silícea es la mejor y casi siempre se encuentra asociada<br />

a los hancos de arcilla, lo que permite acopiarla con pocos gastos;<br />

además la arena silícea presenta la ventaja de que, por regla general,<br />

disminuye lé).fusihilidad de las arcillas, a diferencia de las arenas<br />

feldespáticas, micáceas, ferrllginosas y calizas, ((ue la aumentan.<br />

Si la arena es de grano desigual ó está mezclada con gravilla, hay<br />

que criharla antes de agregarla á la arcilla.<br />

La arena puede reemplazarse con areniscas pulverizadas; pero este<br />

procedimiento reclama mucha mano de obra.<br />

CE}lENTos.-Enalfarería se da el nomhre de cementos al resultado<br />

de triturar arciUas cocidas, como tejas y ladrillos viejos ó que se hayan<br />

desechado de las hornadas. Bajo el concepto de la plasticidad es<br />

indiferente el cemento que se admita, porque todos poseen, casi en el<br />

mismo grado, la facultad de hacer más compactas y fáciles de secar<br />

las pastas. Pero cuando se trate de preparar ardUas refractarias, es<br />

decir, ardUas ((ue resistan sin deformarse las temperaturas más elevadas<br />

de los hornos, conviene mezclar, para ohtenel: productos de<br />

primera calidad, uJla arcilla lJUra, y por consiguiente infusihle, con<br />

cementos que proyeng'ill1de materias clue hayan estado expuestas al


170<br />

fuego intenso de los hornos, como ladrillos, crisoles ó vasijas refractarias;<br />

las arcillas, refractarias también, pero algo inferiores, provienen<br />

de mezclar arcillas puras con el cemento que produce la misma<br />

arcilla cocida y pulverizada; por Último, los objetos refractarios menos<br />

esmerados, se tra])ajan con arcilla plástica desengrasada con<br />

arena silícea fina.<br />

CRETAÓ CARBONA;O cÁLclco.-La<br />

-<br />

caliza, y sohre todo la creta, se<br />

emplea muy á menudo para desengrasar las arcillas y hacerlas más<br />

fusibles. Es preciso cuidar de agregar la creta muy dividida y de<br />

suerte (lue se reparta con uniformidad en la masa, asi como de que<br />

la temperatura á que se hag'a la cocÓón sea bastante elevada para<br />

que se descomponga el carhonato y para que la cal se combine con<br />

los elementos de la arcilla. Si se verifica la combinación, se ohtienen<br />

ladrillos duros, resistentes y de buena calidad; si, por el contrario,<br />

,¡ueda cal cáustica libre en la pasta, atrae la humedad y el anhidrido<br />

carbónico, y al entumecerse ejerce presiones que desagregan<br />

y reducen á polvo los ladrillos. No es fácil llegar á una comlJÍnación<br />

completa de la cal con la sílice y la alÚmina, porque si se prolonga<br />

la temperatura: necesaria para producirla, se funden el silicato<br />

y el aluminato cálcico. Parece, pues, que la aplicación del cm'bonato<br />

como desengi'asador ofrece serias dificultades, y será prudentr<br />

no añadir<br />

de creta.<br />

a la arcilla arriba de un i O á tUl 15 por -i 00 en peso<br />

ESCORIAS DE LOS HORNOS ALTOS (1); ESCOI\IAS DE FRAGUAS (2); CENIZAS<br />

DE MULu.-Todas estas substancias, que se componen de silicatos<br />

fusibles, son antiplasticas. Si se trituran con cuidado, al mezclarlas<br />

con la arcilla y someter la pasta á la acción del fuego, se obtienen<br />

productos dl!l'oS y resistentes, pero no tan buenos como los preparados<br />

con arcilla y con arena ó cemento, porque son más fusibles. La<br />

superficie de los ladrillos se viLrifica, lo 'que si es inconveniente para<br />

la adherencia de las mezclas, es ventajoso para que resistan mejor á<br />

\,1) Las escorias de los hornos altos se componen esencialmente de silicatos<br />

dobles de 'aluminio y calcio; contienen tambiéu, en mayor ó menor<br />

cantit\


~72<br />

«El origen de los ladrillos es tan antiguo que se pierde en la noche<br />

de los tiempos; sin embargo, se puede afirmar que debieron emplearse<br />

posteriormente á la piedra, y que solo á consecuencia de las<br />

dificultades que se experimentarían en algunas comarcas para procurars~<br />

piedras o para labrarlas, se pensaría en fabricar otros materiales<br />

que sirvieran para el mismo uso. No es posible (!lIe se haya<br />

recurrido á piedras artificiales antes de experimentar la utilidad de<br />

las naturales.<br />

"Las formas de los ladrillo~mas antiguos que se conocen, confirman,<br />

en efecto, esta marcha de la industria humana, pues se aproximan<br />

mucho á las que recibían las piedras de construccion.<br />

"Los griegos conocían tres clases de ladrillos, que designaban<br />

con los nombres de didol'on, tetradol'on y pentadoron. Los primeros,<br />

que los usaron también los romanos, tenían, seg'ún Vitruvio, un<br />

pie antiguo o Om,296 de lado, por medio pie de espesor. Los de las<br />

otras clases eran cÚbicos, y debían tener de lado Om,592 los mÚs<br />

pequeiios y Oro,740 los mayores. Todos estos ladrillos y la mayor<br />

parte de los que se emplearon eu el Asia Menor y en Egipto, estaban<br />

formados de arcilla amasada con paja ,cortada,<br />

'Y simplemente<br />

;~cada al sol. Su dese~ació.n completa exigía mucho tiempo; Vitru-<br />

,lO recomendaba que<br />

~e dejasen tr,anscurrir dos años á lo menos, y<br />

lprohaba que los magIstrados de Utica no permitiesen utilizar los<br />

ldobes, sino después de cinco aiios de fabricados. Estos materiales<br />

¡resentaban, por otra parte, el inconveniente de no poder resistir á<br />

a accion deletérea de las lluvias prolongadas y de las heladas."<br />

Los adobes que hoy se usan no difieren de los antiguos sino en<br />

fue se hacen de las mismas dimensiones proximamente que los la-<br />

.rillo~ cocidos, con lo (Iue se consigue la notable ventaja de que la<br />

esecacion es mucho más rápida y no se necesita la larguísima<br />

.<br />

osicion al sol preconizada porVitruvio.<br />

ex-<br />

Los adobe~ se preparan con tierras semejantes a las que se emplean<br />

ara los ladl'lllos comunes, las cuales se amasan con acrua<br />

. o Ycon Pa-<br />

1o 1leno menu do, que aumenta su cohesión. A' veces cn lucrar de<br />

atir la arcilla, no se hace mas que recoger el barro de los caI~linos,<br />

ue ha experimentado cicrta tritlll'ació'n con el transito de los /veíeulos.<br />

.<br />

Para qne sean econc\micos los adohes, es preciso fabricarlos en el<br />

~~3<br />

mismo sitio en que se han de colocar en obra. Se cava la tierra hasta<br />

unos Om,50 de profundidad; en el deposito as! formado, cuyo fondo se<br />

remueve con la azada, se echa agua en cantidad suficiente para hacer<br />

una pasta o barro espeso, o JJiense llevan las tierras, purgadas de<br />

cuerpos extraiios, á una alberca o noque, donde se vierte el agua; la<br />

pasta se amasa con los piés o con una cahallería. Después de bien<br />

amasada se ai'lade la paja o heno cortado, y se moldean los adobes<br />

en gradillas, del mismo modo que se explicará para los ladrillos. Se<br />

dejan ptimero secar en la misma era en que se han moldeado; luego<br />

que están oreados, se les pone de canto, y más tarde pueden apilarse.<br />

Las estaciones favorables para<br />

ra y el otoiio.<br />

la fabricacion son la primave-<br />

Para unir los adobes se emplea la misma arcilla de que aquellos<br />

se componen,<br />

muy menuda.<br />

mezclada con estiércol de huey ó caballo o con paja<br />

Para que la fábrica de adobes resista á la intempetie, es preciso<br />

protegerla con un enlucido, que puede ser una encaladura, una mano<br />

de alquitrán o de pintura, ó un enfoscado de arcilla y paja, que<br />

se alisa y comprime con una tabla.<br />

Ladrillos cocidos. -ORIGE~ y DJ~IENSIONES. - Los ladrillos<br />

compuestos de arcilla cocida son los que se emplean con frecuencia<br />

suma en las construcciones: se aplican también desde tiempo inmemorial.<br />

Así se expresa Heynaud en su ya citada obra:<br />

"Los antiguos puehlos de Oriente conocían la cochura del ladrillo,<br />

pues la torre de Babel se construyo con ladrillos cocidos, según resulta<br />

del siguiente pasaje del Génesis: « Y se di/eron uno á otro: hagamos<br />

ladrillos y cozámoslos al fuego. Emplearon, pues, ladrillos en<br />

vez de piedras y betÚn para unirlos." Pero parece que los romanos<br />

no los usaron hasta 'una época relativamente proxima a nosotros; Vitruvio<br />

apenas habla de ellos, y no se encuentran restos de este material<br />

en ningÚn monumento, que se pueda asegurar sea anterior al<br />

panteón de Agrippa, que data del tiempo de Augusto. Desde esta<br />

época con ladrillos cocidos se construyeron la mayor parte de<br />

los edificios que levantaron los romanos en las diversas partes de su<br />

vasto imperio. Los muros de ladrillo los cubrían, por lo general,<br />

con un enlucido de estuco; á veces, con losas de mármol; en ocasiones,<br />

quedaba el material al descubierto. Los ladrillos de los romanos


t ,j.<br />

tenían dimensiones variables; algunos eran muy g~;andes, pero siempre<br />

de pequeÜo espesor, como conviene para obtener una buena co-<br />

)hura.»<br />

En la actualidad el ladrillo se emplea más que la piedra en España,<br />

311Bélgica y en Inglaterra; cuando es de huena calidad, las fábricas<br />

resultan ligeras, de facil ejecución y muy resistentes. Los ladrillos<br />

}OlllUneSson siempre de forma de prislllas rectos de base rectanjrular',<br />

su tamaÜo varia , no Sl)lode un País á otro, sino en las diferen-<br />

les localidades. Ordinariamente, se les da en EspaÜa 0ll1,2B de lon-<br />

rritud Om14 de ancho y de Om,04 á Om,045 de grueso; con aquel<br />

~ , , oi .<br />

3SpeSOl'y con el de Om,O!que tiene el mortero en las obras corrientes,<br />

,e necesitan 470 ladrillos para formal' un metro cÚbico de fáhrica. En<br />

Francia, los ladrillos de Borgoña, que son los mejores que se emplean<br />

en París, tienen Om,22 X Om,107 X Om,055, contándose con<br />

que se necesitan 635 para construir un metro cÚhico. En Londres<br />

vienen á tener Om,25 x Om,ll X Om,065. Las sociedades de Ingenieros<br />

y Arquitectos y la administración del Estado, han admitido<br />

en Alemania un mo(lelo de ladrillos, cuyas dimensiones<br />

son Om,25 X O,m12 X Om,065, que presenta la ventaja de facilitar<br />

los cálculos para presupuestos y liquidaciones, porque en un metro<br />

cÚbico de fábrica corriente entran 400 ladrillos justos.<br />

OPERACHJNES QUE COMPRENDE LA FABRICACIÓN DE LADRILLos.-Aparte de<br />

la elección de tierras y de la detel1ninación de las suhstancias que<br />

comenga af1adirles, as'untos (Le que se ha tratado ya en el articulo<br />

precedente, la fabricación de ladrillos comprende cuatro operaciones<br />

esenciales, que son: 1.', preparación de la pasta; 2:, moldeo; 5:, desecación;<br />

v 4.', cochura. De todas ellas habrá que hablar con algÚn<br />

detalle, d;ndo á conocer los procedimientos ordinarios y los perfeccionados,<br />

por más que hoy todavía los métodos primitivos son los que<br />

casi siempre se practiean, porque no exigen gastos considera Mes de<br />

instalación y permiten limitar la producción á ias exigencias de la<br />

localidad. Tan sólo en la proximidad de las gTandes pohlaeiones ó al<br />

pie de obras de importancia excepcional, se preparan los ladrillos ~<br />

máquina ó se cuecen en hornos especiales, porque tratándose de<br />

producidos en vasta escala, no tienen gran influencia en el precio<br />

definitivo los desembolsos iniciales; pero, en general, y á menos que<br />

reunan condiclones especiales, los ladrillos no se transportan á g1'an-<br />

n5<br />

des distancias, porque, como sucede con todos los materiales baratos,<br />

el coste de la conducción aumenta los precios en proporciones<br />

considerables.<br />

MEDIOS OE RECONOCER U BONDAD DE LOS LADRILLos.-Antes de describir<br />

las operaciones que se han enunciado, conviene dejar sentados los<br />

requisitos que hahrán de reunir los ladl'illos, que resume Claudel<br />

del modo siguiente:<br />

l. o<br />

Homogeneidaden toda la masa.<br />

2. o Carencia de hendeduras y otros defectos semejantes.<br />

5. o Hureza suficiente para poder resistir fuertes cargas.<br />

4. o Regularidad de formas, para (Iuelos tendeles sean de espesor<br />

uniforme, y que, por tanto, lo sea también el asiento de la fábrica.<br />

5.0 Uniformidad de dimensiones para que los ladrillos de una<br />

misma hilada sean de idéntico grueso, y para que se obtengan sin di-<br />

ficultad paramentos regulares.<br />

6. o<br />

Igualdad de coloración que, sin embargo, sólo tiene interés<br />

para los ladrillos de paramento<br />

ración.<br />

Ópara los que se emplean en deco-<br />

j. o Facilidad de cortarlos del tamar10que se necesite al ejeeutar<br />

las fábricas.<br />

Estas cualidades son siempre consecuencia de una fabricaciÓn<br />

buena y metódica. Los ladrillos malos se conocen inmediatamente<br />

por su color amarillo rojizo y mejor aÚnpor el sonido apagado q ne<br />

pro~ucen cuando se les golpea con un cuerpo duro; tienen un granu<br />

desIgual y heterogéneo; se desagregan oprimiendo un fragmento con<br />

los dedos; se rompen sin dificultad, y absorben el agua con avidez.<br />

Por el contrario, los buenos ladrillos dan un sonido metálico al 0"01-<br />

pearlos; presentan una fractura de grano fino y apretado, sin manochas blancas ó caliches, procedentes de caliza mezclada con la arcilla'<br />

. ,<br />

tIenen, por lo. g'eneral, una coloración roja obscura; y á veees, aUlHlue<br />

no deha consIderarse como regla fija de buena calidad, ofrecen en la<br />

s~lpe~ficie pa~tes vitrificadas. Los ladrillos bien secos absorben, por<br />

termmo medIO, segÚn los experimentos de Salvetat, 'una cantidad de<br />

agua igual al 15,11 por 100 de su peso. Claro es que, además de todos<br />

los requisitos seiialados, es preciso que los ladrillos no sean helad~zos,<br />

~o.que se'eomprueba sometiendo un ejemplar á la acción del<br />

sulfato so(11co,exactamente como se hace con las piedras naturales.


176<br />

PREPARACiÓN DE LAS PASTAS.<br />

La preparación de las pastas con que se han de moldear los ladrillos,<br />

es quizá lo que más influye en la calidad de éstos, pues tiene<br />

por objeto dar á la materia toda la trabazón necesaria y purgarIa de<br />

las substancias extraiias perjudiciales. Por desgracia, en la práctica<br />

no es comÚn tomar las precauciones que se indicarán, ni en la<br />

preparación de las tierras, ni en los trabajos á que luego se sujetan;<br />

así se obtienen, ordinariamente, ladrillos baratísimos, pero detestalJles,<br />

de lo que son buen ejemplo la mayor parte de los que se<br />

usan en Madrid; si se fabricaran con más esmero, es cierto que subiría<br />

el precio, mas en cambio se prepararían ladrillos excelentes,<br />

verdaderas piedras artificiales, como sucede en Inglaterra.<br />

La preparación de las pastas comprende varias operaciones, que se<br />

estudiarán en cuatro grupos, á saber: excavación de las tierras, exposición<br />

de las mismas á los agentes atmosféricos,<br />

tancias y amasadura.<br />

adición de subs-<br />

Excavación de las tierras.-La excavación de las tierras<br />

se hace al descubierto ó 1101' pozos Ygalerías, conforme la posición del<br />

banco de arcilla que se vaya á explotar. Los trabajos se organizan<br />

como para los d0smontes ordinarios, pero deben hacerse algunas<br />

prevenciones,<br />

al desculJierto.<br />

para el caso más corriente, que es el de la excavación<br />

La arcilla ha de tomarse á alguna profundidad, desechando no sólo<br />

la tierra vegetal, sino las capas que estén inmediatamente debajo,<br />

que, por lo comÚn, encierran en abundancia materias orgánicas y cantos<br />

rodados. Si el banco de arcilla no tiene mucho espesor, es preciso<br />

cuidar de no hacer muy profundo el desmonte, para que no salga la<br />

tierra mezclada con suhstancias perjudiciales, circunstancia digna<br />

de tenerse en cuenta, porque es muy frecuente en las formaciones<br />

geológicas que los banc,os de arcilla alternen con otros de arena.<br />

Por el contrario, si el banco arcilloso es muy potente, resultará más<br />

económico organizar la explotación por escalones.<br />

Las excavaciones han de hacerse de suerte que los cortes resulten<br />

verticales y no en declive, para que las aguas no deslían las tierras<br />

que se hayan de extraer,<br />

tran en suspensión.<br />

depositando en ellas las materias que arras-<br />

177<br />

La arcilla desmontada se transporta cerca de las albercas ó noques<br />

en que ha de sufrir las operaciones sucesivas; pero cuando se trata<br />

de fabricaciones en pequeÜa escala, los depósitos se establecen en el<br />

nÜsmo sitio en que se efectÚa la cava. Para ello, se organiza ésta del<br />

modo siguiente: se a]n'e una primera zanja de un metro próximamente<br />

de ancho, de igual profundidad y de una longitud variable,<br />

depDsitalldo la arcilla utilizable alIado de las aristas del desmonte;<br />

Ú contin uaciÚn de esta primera zanja, y sin dejar ningÚn intervalo<br />

entre eHas, se abre otra semejante, llenando el primer depósito con<br />

las tierras extraídas de ésta; junto á la segunda zanja se abre la tercera,<br />

echando en aquella la arcilla que se saque, y así sucesivamente.<br />

Ala Última excavación se le da mÚs anchura, se deja vacía y es en la<br />

que más adelante se principia la amasadura.<br />

Exposición á los agentes atmosféricos.-Como ya se<br />

sabe, las tierras arcillosas no se pueden moldear inmediatamente<br />

después de excavadas: encierran siempre granos de caliza, piedrecillas<br />

silíceas, fragmentos de piritas, etc., que es menester eliminar.<br />

Por otra parte, hay que aÜadir casi siempre substancias que mejoren<br />

la calidad de las tierras.<br />

Las materias extraÜas de tamaiio algo grande, se separan á mallO;<br />

las que sean más pequeÜas, con la zaranda, después de desmenuzar la<br />

arcilla, si fuere necesario; á veces se recurre á lavar las tierras, pero<br />

es operación que sale cara y que únicamenle se usa en Inglaterra,<br />

donde se fabrican quizá los ladrillos mejores de Europa. Para que<br />

en todos los casos se descompongan y desaparezcan los cuerpos perjudiciales<br />

menudos, y para que las arcillas adquieran la trabazón y plasticidad<br />

necesarias, se ha observado (lesde los tiempos más antiguos<br />

(y ya lo hacía constar Plinio en sus obras) que no hay ningÚn medio<br />

tan eficaz como dejarIas exp-uestas algunos meses a la intemperie.<br />

Sometidas las tierras á la acción del sol, de la lluvia, de las heladas,<br />

de los deshielos, bien en los depósitos provisionales en que suelen colocarse<br />

al desmontarIas, bien cerca dc las albercas de fábrica, en los<br />

establecimientos de alguna consideración; removiéndolas de cuando<br />

en cuando con la pala, para que no se produzca un asiento que impida<br />

el contacto con la atmósfera de las capas inferiores, se consigue,<br />

no sÚlo que la masa alcance un grado extremo de división, sino que<br />

la mayoría de las materias orgánicas y muchas de las minerales se<br />

12


178<br />

desprendan formando productos gaseosos. No están bien explicadas<br />

las reacciones químicas que se verifican, a pesar de los interesantes<br />

trabajos de Brogniart y Salvetat; se comprende también que no deben<br />

ser idénticas en las diversas circunstancias; pero lo que sí comprueba<br />

la practica es que entre los g'ases desprendidos hay notables cantidades<br />

de l¡idrógeno su1furado, á cuyo hecho corre:,ponde la locución vulgar<br />

de que las tierras se pudren.<br />

Para que los agentes naturales produzcan el máximo efecto, conviene<br />

que obren sobre las tierras durante los meses de invierno; así<br />

es' que de ordinario se excavan las arcillas en el otoÜo, experimentan<br />

la putrefacción en la estación siguiente, verificándose la amasadura y<br />

moldeo en la primavera, época muyá propóslto para que no sea demasiado<br />

lenta la desecación espontánea.<br />

Cuando por razones especiales no sea posible exponer la arcilla<br />

a la intemperie por el tiempo necesario, no debe prescindirse de<br />

colocarla en capas delgadas a la acción de las lluvias, ó de los riegos,<br />

si el tiempo fuere seco.<br />

.<br />

Lo que se 11adicho acerca de la manera de someter las tierras á la<br />

putrefacción, se refiere a las que se usan para moldear ladrillos: si<br />

se tratase de arcillas puras destinadas á la preparación de pastas<br />

para objetos delicados, no se pueden dejar al aire lilJre, porllue las<br />

alternativas de sec[uedad y humedad las agrietan y endurecen, necesitándose<br />

luego mucho trabajo para hacerlas plásticas. Se conservan<br />

en tales casos en grandes tortas, en sótanos hÚmedos, donae se<br />

impregnan de agua y entran en putrefacción, pero sin perder su<br />

ductilidad. Cuanto más tiempo se mantengan en este estado, mejor se<br />

trabajan y más gana la calidad de los oJJjetos (Iue se fabrican. Cuéntase,<br />

aunque no parezca verosímil, que para la elaJJoración de sus<br />

afamadÍsimas porcelanas no emplean los chinos pastas<br />

g-an mas de un siglo de antigÜedad.<br />

que no ten-<br />

Adición de substancias.-Después de haber mejorado las<br />

tierras por Ja exposición a los agentes naturales, y antes de proceder<br />

á la amasadura, hay que aliadir las substancias engrasadoras ó desengrasadoras<br />

que convengan en cada caso, teniendo presente respecto<br />

a este punto lo (Iue se 11adicho en articulos precedentes. Para que<br />

la mezcla resulte lo mas Íntima posible después de la amasadura,<br />

suelen disponersc en los depósitos ó albercas, por capas alternadas,<br />

179<br />

las arcillas y las'materias que se adopten para modificar sus condiciones'<br />

á lo menos cuando la amasadura se ha de efectuar por los<br />

medios ordinarios, pues cuando se hace á máquina, es preferible introducir<br />

en los aparatos, en el momento que vayan a funcionar,<br />

las cl~sis correspondientes de aquellas substancias.<br />

Amasadura.-Sin duda alguna la amasadura es la operación<br />

más importante de cuantas hay que practicar para la fabricación de<br />

ladrillos y otros productos de alfareria que se usan en las construc,.<br />

clones. La amasadura se puede hacer con los pies ó con máquinas;<br />

por ahora, sólo se explicará el primer sistema, dejando para más<br />

adelante el dar una idea de los aparatos de diversos géneros que se<br />

aplican á la preparación de ladrillos.<br />

Si no se usan albercas de fábrica, sino los depósitos que suelen<br />

establecerse en el mismo terreno arcilloso al desmontar las tierras,<br />

se empieza la amasadura en el Último depósito, que se dejóvacio, á<br />

cuyo efecto se riega y se introduce parte de la tierra de la penÚltima<br />

zanja, teniendo cuidado de extenderla bien y de desmenuz.ar golpeándolas<br />

todas las partes que estén apelmazadas; ~n segUIda. los<br />

operarios pisan la arcilla con los pies descalzos, aÜadlendo suceSIvamente<br />

cubos de agua y tierra hasta que la capa de barro espeso tenga<br />

una altura de Qm,50 Ó Om,40. Cada hombre amasa una torta de<br />

unos 5 metros de diámetro, moviéndose desde el centro a la circunferencia,<br />

en la dirección aproximada de una espiral, á fin de que la<br />

mezcla quede batida con uniformidad. Todos los cuerpos duros, todos<br />

los grumos, todas las substancias extrañas que encuentren los trabajadores<br />

al amasar la pasta deben retirarlos, continuando la operación<br />

hasta que la homogeneidad y trabazón de aquella sean perfectas.Mientras<br />

se verifica la amasadura, un hombre va de un montón<br />

á otro, recogiendo con una pala de madera la tierra que quede en<br />

los bordes é incorporandola a la torta correspondiente. Dehe cuidarse<br />

de humedecer las herramientas para que no se adhiera á ellas la<br />

arcilla, PQrcIuede lo contrario se seca y se forman grumos, que<br />

mezclados luego con la pasta la empeoran. .<br />

]j;n algunas localidades, la amasadura se efectÚa con bueyes ó caballerías;<br />

nunca producen tan buen resultado. como los hombres,<br />

porqne no pueden realizar uno de los trabajos más importantes, es<br />

decir, el de limpiar las tierras, separando los cuerpos extraÜos.


180<br />

La cantidad de agua que conviene emplear depende de la naturaleza<br />

de las tierras; debe proporcionarse de suerte que la pasta quede con<br />

la consistencia que tiene la masa de harina con que se fabrica elIJan;<br />

Una vez terminada la amasadura, procede hacer el moldeo inmediatamente;<br />

si la pasta queda expuesta al sol y al aire, se seca y IJasta<br />

puede no ser utilizable; para impedir una desecación rápida, si<br />

no se moldea en seguida, hay que alisar su superficie y al,rigarla<br />

con esteras ó lonas.<br />

En los establecimientos importantes, la amasadura se ejecuta, segÚn<br />

se 1mindicado ya, en albercas. Durapte el invierno permanecen<br />

expÚestas las tierras cerca de un albercón revestido de ladrillos cogidos<br />

con mezcla hidráulica, cuyas dimensiones deben corresponder á<br />

la entidad de la producción que se haya de obtener; para 100.000<br />

ladrillos suelen dársele -4 metros de ancho y de largo y 1ni, 50<br />

de profundidad. Al lado del allJercón se dispone una alberca de<br />

2m, 50 X 1, 50 X 1,25, revestida también de buena fábrica para que<br />

las tierras consenen en ella su humedad y para que no se filtre el<br />

agua que se aliada.<br />

Se llena el allJercón con la tierra que haga más tiempo que se ha<br />

desmontado, que, como es sabido, es la mejor; y se vierte en seguida<br />

agua, en cantidad variable, pero que, por término medio, será de<br />

60 á 70 hectoliLros, y se abandona todo á sí mismo, lJor espacio de<br />

tres días. Transcurrido este tiempo, un operario pisa la tierra en<br />

todos sentidos, la divide con la azada en trozos de lUJOSOm,25 de<br />

grueso, y la va echando en la alberca, que se llena con la capa que<br />

ocupaba aquel espesor en el alJJercón. Puesta la arcilla en la alberca,<br />

la amasa por segunda vez, colocándola luego en la era del alfar,<br />

donde la pisa por tercera vez, formando entonces una masa<br />

de Oro,15 de altura, que cubre con una pequeÜa cantidad de arena<br />

para que no se pegue á los pies; la amasa entonces por cuarta vez,<br />

vuelve á aÜadir arena y pisa de nuevo la pasta. Inmediatamente la divide<br />

en grandes panes que lleva al otro extremo del taller, donde los<br />

invierte y les l¡ace experimentar otros dos IJatimientos: un segundo<br />

operario transporta la pasta por peclueÜostrozos á una mesa, donde<br />

la vuelve á batir con las manos, cuidando de ecllar arena de cuando<br />

en cuando encima del tablero para que no se.pegue la masa; por Último,<br />

la pasta así trabajada se lleva al banco delmoldeador.<br />

181<br />

Se han hecho conocer los términos extremos de los procedimientos<br />

de amasadura con los pies: el menos esmerado, y el que.sólo se practica<br />

en fábricas, cuyos productos gozan de crédito un!versal: entre<br />

ambos hay multitucl de métodos, variables con la localIdad y ~on.l~s<br />

l ..<br />

es (. le los laclI'illos cuya explicación detallada no anadma<br />

conf JCIOn . '.. .<br />

I' dea 11IIe\ r ninguna<br />

a. á las adquiridas sobre este Importante asunto.<br />

MOLDEO.<br />

con ella<br />

Preparada la pasta es necesario moldeada; ó sea f~brica~'<br />

los ladrillos Ú otros objetos, dándoles las formas y dImenSIOnes que<br />

s~ desee. El moldeo puede hacerse á mano ó á máquina; ~or ahora<br />

sólo se hablará del primer sistema, dejando para lo suceSIVOel ha-<br />

blar de losprocedimientos mecánicos. . .<br />

Aunque en la esencia, son iguales los metodos para mol~leaJ,a<br />

mano los ladrillos, vadan notahlemente los detalles de una a OtI~<br />

localidad. Á fin de que se adquiera una idea exact~ de est~ o~eración,<br />

se darán á conocer el sistema empJeaf~oen varras ~r?Vll1CIa~ de<br />

España, el que se sigue en Francia y BélgIca y el admitIdo, pOI lo<br />

general, , en Inglaterra. .'<br />

Procedimiento español.-En \lna er~ IH~n<br />

plana y apIso-<br />

\ln culJOcon<br />

uada, se sienta el moldeador, teniendo á su Iz:me~'d~<br />

a"ua o. , Ycerca de si un molde de uno Ódos compartullIentos, Uama-<br />

d' ll 'll (ti" 59\ es un<br />

do gmdiUit, y una tabla Órasero. La gra I a sencI a o' ;'.<br />

moíde compuesto de cuatro paredes verticales de madera, que que deJan las<br />

entre ellas un espacio prismático de dimensiones algo m~~Tores<br />

que debe tener el ladrillo, para compensar la c.o~ItraCC10nqI~een la<br />

asta produce la cochura (1); con ohjelo de facIlItar el maneJo de la<br />

~I' a ' diJIa,. se hacen mas largas las tablas . o<br />

que constituyen las paredes<br />

L t' en Por lo<br />

lono"itndinales, como representa el dibuJo. os rasero s ren '.<br />

gen~ral, un mango normal á la tablilla; se hacen de forn~as muy va-<br />

;'iadas, algunas de las cuales pueden verse en la figura bO.<br />

(;1) Claro es que sHa cocción. produce un acortamiento de ;1O,por~~10oe;<br />

t()I]erOm,z8 X o~n,1 X<br />

ias dimensiones lineales, y ellad rillo ha d~<br />

~ dj'lla'<br />

las aristas correspondientes del paralelepli)edo qued,e,termma a gra ,<br />

Om,3Q, Om,155 y Om,OH.<br />

habrán de ser respectivamente<br />

, /


,182<br />

Un muchacho pone á la derecha delmoldeador un montón de pasta<br />

preparada; el operario coge una gradilla, la moja en el eubo y después<br />

de colocarla en el suelo la lleua de barro, extendiéndolo perfectamente<br />

con la mano izquierda y quitando luego con el rasero, que<br />

tiene en la derecha, la pasta excedente que eeha al montón. En s(~guida<br />

se retira un poco, levanta el molde y lo introduce en el agua,<br />

repitiendo las mismas operaeiones. Cuando los ladrillos han tomado<br />

alguna consisteneia (generalmente después de haber transeurrido<br />

doce horas), un muehaeho los eoloca vertieales ó apoyándosede dos<br />

en dos, haeiendo desapareeer almisl110 tiempo con un cuehillo las imperfeeciones<br />

más aparentes.<br />

Unllloldeador práctico prepara de este lllodo 300 á 1.000 ladrillos<br />

por hora, pero con una pasta poco consistente; cuando se da ;'¡ésta la<br />

cohesión necesaria para moldear piezas resistentes y de buena calidad,<br />

no es aventurado decir que la producción se limita por lo menos<br />

en un 50 por 100.<br />

Procedimiento francés ó belga.-Elmoldeo se hace en<br />

la era del alfar sobre tablas, ó mejor en ll1lbanquillo, cuya superficie<br />

se espolvorea con arena seca para qlle no se pegue la arcilla. Los<br />

enseres que se necesitan son un rasero, una raedera para limpiar los<br />

moldes, un cuho con agua, un cajón IJeno de arena y varias gradi-<br />

IJas de las formas ya descritas, pero que se hacen de madera en su totalidad,<br />

ú cuhriendo con chapa de hierro las ocho aristas de las hases,<br />

ó forrando de afluel material las cuatro caras laterales, ó bien construyendo<br />

de palastro todo el molde, segl'm la menor Ó mayo!' perfección<br />

que se desee obtener en los prod11ctoS.<br />

La arcilla se lleva al taller de moldeo, en carretillas y pe(fllCñas<br />

porciones; 1111m11chacho echa en el banquillo un montón de pasta, y<br />

otro presenta al moldeador una gradilla lavada, que ha introdLlcido<br />

hÚmeda en la arena seca. El moldeado!' la llena de barro, quita el<br />

exceso con la mano (~iguala la superficie con el rasero; mientras<br />

tanto, el segundo muchacho prepara otra gradilla. Un peón coge la<br />

que está llena, la hace deslizar hasta el borde del hanco yen seo'uida,<br />

por medio de una rotaciún de no", la coloca de suer~e que ir~ist.a<br />

en una de las paredes longitudinal(~s, para transportada sin qne<br />

se caiga el ladrillo: la IJeva así al secadero, la pone de canto en el<br />

suelo y después, por una sacudida hrusca, la invierte, haciendo que<br />

183<br />

el ladrillo quede descansando en una de sus dos caras mayores. Entonces<br />

se p~lede sacar verticalmente el molde, sin que se deforme la<br />

pasta, volviendo á llevar la gradilla al banco de moldear. Todos los<br />

operarios continÚan del mismo modo, dedicado cada cual á su tarea.<br />

Como término medio, un moldeador prepara al día unos 6.000 ladrillos;<br />

pero vale más que no pase de 2 Ó :5.000 y que trabaje con<br />

pasta consistente.<br />

Procedimiento inglés.-Los enseres que se usan en Inglaterra<br />

para el moldeo, se asemejan mucho á los que se emplean en<br />

Francia, aunque en general están construidos con más esmero. Los<br />

moldes, no sr)Jo tienen siempre las aristas cubiertas de láminas de<br />

hierro pulimentadas, sino que las paredes interiores están también<br />

forradas de chapas del mismo metal, traIJajadas y ajustadas con el<br />

mayor cuidado. El hanco del moldeador está formado de un tablón<br />

cuya cara superior es perfectamente lisa y que está sostenido por<br />

cuatro pies bastante sólidos. En uno de sus extremos, á la izquierda<br />

del moldeador, se hallan dos pelluerios compartimientos, A (fig. 61);<br />

uno de ellos está lleno de arena para espolvorear las gradillas; el<br />

otro contiene unas 50 tablillas bien planas y de una superficie UlI<br />

poco mayor que las caras más grandes del ladrillo. Del mismo<br />

extremo del banco parten dos viguetas, B, colocadas perpendicularmente<br />

alIado menor de aquel y sostenidas por un caballete; las dos<br />

viguetas dejan entre sí un espacio pequeÜo y están unidas por una<br />

lahla clavada á sus caras inferiores: las superiores eurasan con el<br />

hanco y llevan dos medias cahillas de hierro que forman una especie<br />

de cal'riles. El moldeo se hace como en el procedimiento francés;<br />

pero en lugar de entregar el molde lleno al aprendiz, elmoldeador<br />

saea él mismo el ladrillo, á cuyo fin toma una de las tablillas de que<br />

ya se ha hablado, la pone encima del molde y da una vuelta completa<br />

al conjunto; en seguida, levantando el molde por sus extremos,<br />

deja el ladrillo sohre la tablilla. Coloca esta Última cargada en los<br />

carriles, y por una pequeiia impulsión la hace deslizar. Hecho esto,<br />

el moldeador espolvorea con arena la gradilla, forma otro ladrillo y<br />

continÚa repitiendo las propias operaciones. Cuando hay en los carriles<br />

i O ú j 2 ladrillos, nn peún los lleva al secadero, colocándolos en<br />

una carretilla de forma especial, que se representa en la figura 62.<br />

:Una '"ez en el sitio que se debe descargar, toma el peón una ta-


484<br />

bliIIa igual á las que sostienen los ladrillos. la aplica á la superficie<br />

superior del que se va á sacar de la carretilla, y oprimiendo el ladrillo<br />

entre las dos tahlillas (fig. (¡5), lo pone de canto en la era, lo que no<br />

ofrece dificultad, tanto porque en Inglate1'l'a se hacen los ladrillos<br />

con pasta bastante espesa, cuanto porque su grueso es mayor (fUPel<br />

IIsado ordinariamente en Francia y en Espal1a.<br />

Cuando están ya en el suelo del secadero los ladrillos IJue callen<br />

en una carretilla, el<br />

Peón arre!:da , O'olpeando con una (le las tahlas<br />

'-, b . ,<br />

-<br />

-<br />

los ángulos ó las aristas que puedan haherse deformado, y vuel\"e al<br />

banco del moldeador con las tablillas, á recoger una nueva carga de<br />

~~W.<br />

e<br />

Todas estas operaciones marchan con mucha rapidez. Un huen taller.<br />

de moldeadores ingleses, compuesto de un operario que prepara<br />

la tierra, de un moldeador y de un aprendiz, puede prodncir' en quince<br />

horas de trabajo 4 ó 5.000 ladrillos, que equivalen en volumen<br />

á 5 ó 6.200 de los franceses y á 4.200 ó 5.200 de los espaÜoles.<br />

Se fahrican á veces eu Inglaterra ladrillos (Jue presentan en una de<br />

sus caras mayores una depresión poco profunda, que se ohtiene aÜadienclo<br />

á la gradilla ordinaria un fondo en relieve. Este fondo, formado<br />

de una lámina de palastro pulimentado como las paredes laterales<br />

de la gradilla, est~ fijo, por lo general, al banco cle moldear, y<br />

las operaciones se hacen exactamente del mismo moclo (Jue en el caso<br />

ordinario. El ohjeto del hueco es poder interponer más mortero ent¡'e<br />

los laclrilJos, dejando, sin embargo, tendeles muy pequeÜos al exterior.<br />

Estos ladrillos se emplean, sobre todo, para la r.(}nstrur.(~.jl.ÍlJ de<br />

depiÍsilos y acneductos.<br />

DESECACI0N.<br />

Objeto de la desecación.-La desecaciÓn tiene por objeto<br />

dar al ladrillo cierta solidez, quitándole la mayor parte del agua que<br />

encierra; de este modo, no sólo se economiza una cantidad notable<br />

de comhustible en la cochura, sino que (~stase regulariza y se evita<br />

que los ladrillos salgan porosos, agrietados y poco resistentes, como<br />

acontece cuando no se han secado de antemano.<br />

Condiciones del secadero.-El seccdeJ'o debe establecerse<br />

en ulla e1'a prJdma al tlIler de moldeo para no alargar inÚtilmente<br />

.<br />

.185<br />

la distancia de transporte, y para disminuir las deformaciones que<br />

á veces se manifiestan, durante la conducción, en los la¡lrillos recién<br />

moldeados. El teneno á propósito para secadero no ha de ser<br />

hÚmedo ni estar demasiado asoleado; la acción del sol es muy il'l'eguIar,<br />

y produce con frecuencia una desecación brusca, que raja<br />

ó hiende la pasta. Esta ohsenación es tan importante, que cuando<br />

se eleva mucho la temperatura, los ladrilJeros inteligentes cuidan de<br />

resguardar los ladrillos, ya espolvoreándolos con arena, ya disponiendo<br />

con pértigas y esteras una especie de toldo '(Iue amortigÜe<br />

los efectos del sol, dejando al propio tiempo que el aire circule.<br />

Escogido el sitio para secadero, se quitan todas las hierbas con la<br />

azada y se regulariza el terreno para transforma do en una era tersa<br />

y consistente, que se cubre de una ligera capa de arena fina y seca.<br />

Para ohtener ladrilJos bien configurados, sin enc.orvaduras ni alabeos,<br />

es indispensahle que la era del secadero no se deforme, á cuyo fin<br />

dehe recomendarse tUl apisonamiento enérgico, que convendrá repetir<br />

al principiar cada campaÜa. También será muy oportuno, cuando<br />

las circunstancias lo exijan, sanear el terreno y dar salida á las<br />

aguas de lluvia, recogiéndolas en cunetas ahiertas en el perimetril<br />

de la era.<br />

Desecación previa.-Los peones encargados de transportar<br />

al secadero los ladrillos, los colocan de plano en el suelo, como se<br />

dijo al hahlar del moldeo; sin emhargo, si tuvieran suficiente grueso<br />

poddan ponerse desde luego de canto, COUlOse practica en Inglaterra.<br />

SiUlause los ladrillos unos al lado de otros, de manera que<br />

el conjunto ofrece el mismo aspecto que si se huhiere enladrilJado<br />

la era (fig. 64); no est~ de más echar sohre ellos uIJacapa delgada<br />

de arena, que se oponga á que la pasta se agriete; pero si ésta es<br />

hastante arenosa, puede prescindirse de dicha precaución.<br />

Se dejan los ladrillos de plano todo el tiempo qlle sea necesal'io<br />

para que adquieran alguna consistencia en la cara expuesta á Irl<br />

acción del aire; claro es que el periodo variará con la naturaleza de<br />

la pasta empleada, con la temperatura y con el estado higrométrico<br />

del ~mbiente; pero casi nunca excede de veinticuatro horas. Cuando<br />

se reconozca que el ladrillo opone cierta resistencia á la presiÚn del<br />

dedo; cuando es algo sonoro y de color uniforme, y cuando se<br />

puede sostener sil! romperse ni alabearse, descansando en una de las


~86<br />

caras limitadas por la mayor y la menor de sus tres dimensiones, se<br />

pone de canto en el mismo sitio, cluedando los ladrillos como se indica<br />

en la figura 65. Así se conservan algÚn tiempo antes de proceder<br />

a la desecación definitiva.<br />

Á pesar de lo que se ha expuesto, convendra apresurarse a colo-<br />

car los ladriJIos de canto si amenaza lluvia , Porcl ue si el a"ua ti lleo'a ~<br />

a caer en abundancia, los deslava y pueden clueelar inservibles.<br />

Perfila dura y prensadura.-Antes de disponer los ladrillos,<br />

como en seguida se vera, para que acahen de secarse, se perfilaJl,<br />

cogiendolos lUlOpor uno y quitando con un cuchiJIo ordinario las rebabas<br />

de los cantos para sacar aristas vivas y limpias.<br />

Los ladrillos que hayan de formar paramentos en la construcción,<br />

suelen someterse a una prensadura, que se efectÚa golpeando sus<br />

caras con una pala de madera (fig. 66); así se aumenta la compacidad<br />

de la pasta, se favorecen la desecación y la cochura, y se ohtienen<br />

productos mas duros y resistentes;<br />

precio en la mano de ol)ra.<br />

pero es a costa de un sohre-<br />

Desecación definitiva.-La segunda parte de la desecación<br />

se verifica colocando los ladriJIos en rejales, esto es, apilandolos de<br />

manera que el aire pueda circular libremente a su alrededor, para<br />

IIuitarIes la mayor parte de humedad que contienen todavía, y dando<br />

á la pila suficiente estahilidad para /fue se conserve todo el tiempo<br />

que exija la desecación. ~-' -<br />

Para levantar un rejal se marca con una cuerda su dirección longitudinal<br />

y se dispone ;'¡lo largo de ella una fila de ladrillos de canto,<br />

cuyas aristas mayores formen un ángulo agudo con aquella línea;<br />

encima de esta fila se coloca otra C<br />

lue hag-a con la cuerda un ánoTIlo<br />

u<br />

.<br />

b<br />

suplementario del primero; sobre la segunda fila corre una tercera,<br />

paralela ;'¡la primera; encima otra, paralela a la segunda, y así sucesivamente.<br />

Entre dos ladrillos consecutivos de una misma fila se<br />

deja siempre un vano de f, 5 ó 2 cen lÍmetros. AlIado de estas filas<br />

superpuestas se estahlecen otras exactamente del mismo modo, pero<br />

de suerte que no se toquen dos montones inmediatos, sino que quede<br />

entre ellos un hueco en planta de unos 2 centímetros. Los extremos<br />

se consolidan con pilares de ladrillos, dispuestos como en el cuerpo<br />

dell'ejal, pero con la diferencia de que las hiladas se cortan á escuadra.<br />

Las dos U tres ¡'¡!timas filas d{~(~adamoul.t'lU,se colocan de<br />

187<br />

modo que las esteras ó lonas con que se cubre el rejal afecten la inclinación<br />

de los tejados ordinarios. Por regla general, la altura de los<br />

rejales no pasa de 2 metros; su espesor es igual a la longitud de<br />

cuatro ladrillos, mas la que corresponde á los tres intervalos, que<br />

entre ellos se dejan, es decir, que viene á ser de 'lm,18, admitiendo<br />

el largo de los ladrillos españoles; la longitud es indeterminada. La<br />

figura 67 hace ver en planta la disposición de los dos primeros lechos<br />

y el alzado lateral de un reja!.<br />

El suelo en que se establecen los rejales, no sólo ha de esta!'<br />

muy seco, sino que conviene cubrirlo con una capa de paja, que tiene<br />

por objeto impedir que el primer lecho de ladrillos atraiga la humedad,<br />

y al mismo tiempo facilitar la circulación del aire por la parte<br />

inferior; en los lechos superiores penetra con libertad, en virtud<br />

de las disposiciones reseIi.adas.<br />

Á veces se elevan los rejales debajo de cobertizos construidos á propósito,<br />

y es claro que entonces no hay que emplear esteras y se puede<br />

dar á las pilas la forma general de paralelepípedos rectos de base<br />

rectangular.<br />

Los ladriJIos permanecen en los rejales un espacio de tiempo que<br />

depende, lo mismo que en la desecación previa, de la naturaleza de la<br />

arciJIa y de las condiciones del aire: hay localidades en que se secan<br />

los ladrillos en veinticinco ó treinta días á lo sumo; en otras, es preciso<br />

prolongar mas la operación. En general, cuanto mas seca este la<br />

pasta, antes y mejor se cocerá. Los caracteres distintivos que han de<br />

rennir los ladrillos para que sea conveniente suspender la desecación<br />

y llevados al horno, son: no conservar la impresión del dedo cuando<br />

se les oprime con fuerza; dar un sonido claro al golpearlos con un<br />

cnerpo duro; presentar fractura limpia, y baher adquirido hastante<br />

solidez para poder emplearse en la composición de las fáhricas interiores<br />

de un edificio.<br />

COCHURA.<br />

Si las operaciones precedentes se han ejecutado con esmero e inteligencia,<br />

los ladrillos serán sÓlidos y de formas regulares; pero<br />

sólo la cochura puede hacerlos inalterables y convertirlos en verdaderas<br />

piedras artificiales. La acciLÍndel fuego debe prolongarse hasta<br />

que los silicatos fllsihles presenten lIIl principio de vitrificación, esto


188<br />

es, ha~ta que en las superficies de los ladrillos aparezca una especie<br />

de pel~cula escarchada, que, en general, sine para presenar á los<br />

matenales puestos en ~hra de los efectos de las heladas.<br />

El momento en que conviene detener la cocción es difícil de aprecim',<br />

y Únicamente la práctica puede determinado. Si la vitrificación<br />

es excesiva, los ladrillos adquieren poca adherencia con las mezclas<br />

y las fáhricas no quedan hastante trahadas; si, por el contrario, l~<br />

cochura es incompleta, los ladrillos son poco resistentes y<br />

se corre<br />

el grave riesgo de que se aplasten cuando se les somete i. esfuerzos<br />

algo considerahles.<br />

La cocción puede verificarse en hornos provisionales, que desaparecen<br />

por completo después de la operación, que se forman con los<br />

mismos ladrillos que se van á cocer y que reciben el nombre de hormigueros,<br />

ó bien en !tornos definitivos. El primer procedimiento no<br />

da productos tan regulares como el segundo, y exige más gasto de<br />

combustihle; pero su sencillez, la circunstaucia de que el hormiguero<br />

puede estahlecerseen cualquier partB y la economía que introduce<br />

en los tral:sportes y en la instalación, explican que el Ingeniero tenga<br />

que aplIcado con frecuencia,<br />

cerlo con alglm detalle.<br />

y demuestran la necesid,ad de cono-<br />

Cochura en hormigueros.-Antes de elevar el macizo se<br />

igu~la y apisona el sltélo y se sanea, además, siempre qne sea hÚmedo<br />

o haya temor de que se inunde. Los hormigueros pueden ser de<br />

planta rectangular Ü cuadrada; en el primer caso, el lado mavor es<br />

pr¡'¡xima?lente ~gual á tres veces y media la altura del maciz~, y el<br />

menor (lene tnple longitud que la misma altura. En cuanto á las<br />

dimensiones ahsolutas, dependen del nÚmero de ladrillos que se hayan<br />

de cocel', que, en general, son más de ;')0.000 y pasan rara vez<br />

de 200.000, aunque en ocasiones se elevan á medio miIIÜn: la altura<br />

de los hormigueros no suele exceder de Gm,5IJ.<br />

. Des~ués de trazat'. el rectángulo de la planta, se coloca un primer<br />

lecho o daga de ladrIllos de canto, como indica la fiO'ura118 cuidando<br />

de dejar ent~'e cada dos filas consecutivas un hu~co igu:1 ai espe-<br />

sor. de un ladr.lllo, que se llena de combustible menudo, que puede<br />

ser de mala calIdad. Encima de la primera daga se estahlece la nÚmero<br />

2, formarla tamhién de ladrillos de canto, pero normales á los<br />

de la anterio!'; esta segunda daga se htelTumpe en 11, á una distan-<br />

,189<br />

cia del extremo igual á la longitud de tres ladrillos, y la interrupción<br />

se repite, en toda la extensión del hormiguero, en el sitio correspondiente<br />

á cada cinco ladrillos de la daga nlll11. l. La tercera daga se<br />

coloca como la primera y la cuarta como la segunda; pero conservando<br />

los huecos marcados por ésta, y formando así unos hogares<br />

r¡ue ocupan todo el ancho del hormigllero. Los intervalos entre filas<br />

consecutivas sólo se dejan hasLa la tercera daga; en las siguientes<br />

los ladrillos se disponen al tope, separándose cada dos ¡'¡tres leellOs,<br />

segun la calidad del combustible, por una capa de carbón menudo<br />

de Om,02 Ó Om,05 de espesor. Las dagas nÚmeros 5 y 6 se colocan<br />

eomo indica la figura; la quinta estrecha por cada lado, y en<br />

una Iong-itud igual á la cuarta parte de un ladrillo, los espacios reservados<br />

para hogares, y la sexta los cierra por arriba, dejando sólo<br />

de trecho en trecho unas chimeneas cuadradas B, por las cuales se<br />

echan brasas para propagar el fuego á todo el hormiguero. Antes de<br />

cubrir los hogares se llenan de ramas secas y de fragmentos gruesos<br />

de carbón.<br />

Dispuestas las seis dagas, en la forma que se ha indicado, se encienden<br />

todos los hogares; al cabo de diez y ocho ó veinte horas, la masa<br />

está candente; se tapan entonces con ladrillos y arcilla las bocas<br />

de los hogares y de las chimeneas para moderar la acción del fuego,<br />

y después se coÜtinÚa elevando el hormiguero, por medio de dagas<br />

cruzadas de ladrillos puestos de canto y al tope, separadas por capas<br />

de carbón menudo.<br />

Las dagas nó se establecen siempre con sujeción estricta á la<br />

descripción que antecede; pero el principio á


190<br />

partición desigual del calor, ya destapando lUlOÚ otro de los hog"a-<br />

~'es, y~ abrigando las partes expuestas alas vientos dominantes, por<br />

lonas o esteras, A (fig. 69), sostenidas por pertigas: esta Última precaución<br />

es indispensable cuando el tiempo se mete en aguas. Apesar<br />

de todo, sucede casi siempre que los ladrillos que ocupan el centro<br />

del hormiguero se vitrifican, nI paso que los próximos a la camisa<br />

no reciben mas (lue un principio de cocción; estos Últimos, cuaudo<br />

se hacen varias hornadas, se utilizan para formal' la base del hormiguero<br />

siguiente.<br />

Se emplea como combustible la hulla, cuaudo en la localidad se<br />

puede adquirir a precios bajos; pero producen también buenos resultados<br />

la turha y el carbón vegetal. La cantidad de comhustible<br />

que se consume depende de su naturaleza, de la mayor ó menor habilidad<br />

de los encargados de dirigir la cochura, y de otra multitud<br />

de circunstancias; ordinariamente, oscila entre J 50 Y 280 kilogramas,<br />

por millar de ladrillos, aun cuando hay autoridades en la materia,<br />

como Bonneville, que juzgan que debe adaptarse, como gasto<br />

medio, el de 4 hectolitros de hulla ordinaria, ó unos 580 kilogramos,<br />

por millar de ladrillos (1).<br />

Como no deJ)e colocarse una daga hasta que el fuego actÚe en la<br />

precedente, á fin de no ahogar la comhustión, se tarda de ocho a<br />

diez días en construir un hormiguero para 200.000 ladrillos; en la<br />

cochura se invierten de doce á quince, contados desde el momento<br />

de encender los hogares.<br />

Cochura en hornos definitivos. -GENEI\ALIDADEs.-Los<br />

hornos para ladrillos constan de los mismos elementos esenciales que<br />

sc indicaron al hahlar de los empleados para la calcinación de las<br />

c~lizas. Los ladrillos se colo~an en el interior por dagas cruzadas y<br />

(hspuestas de un modo semejante a las que constituyen la base de los<br />

hormig"ueros, con ohjeto de que los productos de la comhustión se<br />

repartan por toda la masa y la cuezan con reg"ularidad: claro es, sin<br />

embargo, que no llay que formar los hogares, que, por regla general,<br />

constituyen parte integrante de los hornos fijos. La capacidad del<br />

vientre, ó de cada uno de los vientres de un horno, es muy variable:<br />

(-1) Se supone que la densidad de la hulla sea 0,95.<br />

191<br />

se consideran pequeÜos cuando no caben mas de 25.000 ladrillos, y<br />

son ya grandes cuando admiten 100.000.<br />

Los combustibles que se emplean con mas frecuencia son la hulla,<br />

la turba, la leÜa y la paja ó estiércol; a igualdad de condiciones, la<br />

turba y los Últimos son los más económicos; pero hay (lue recurrir<br />

siempre al combustible que más abunde en la eomarca. La forma y<br />

tamaÜo de los hogares dependen ue la substancia que se haya de<br />

(Iuemar; eOlllOel carbón no arde bien en contacto con sus cenizas, los<br />

hoo"ares se dividen , cuando se usa dicho combustible, en dos coml'<br />

partlmientos, separados por una rejilla, sirviendo de cenicero el inferior;<br />

los hogares en que se quema leÜa ó paja son siempre los de<br />

mayor extensión, pero se puede preseindir del cenicero.<br />

El comlmstible que se cmplee influye mucho en la forma y disposición<br />

que deba darse á los hornos, porque es preciso proelll'ar que<br />

los gases calientes se propagnen con uniformidad en la masa. En<br />

hornos eerrados de hogar lateral ó interior, será preferible un combustible<br />

de llama larga, como la ¡eÜa, la turba ó la hulla seca. Por<br />

el eontrario, si no se tienen á mano mas que hullas grasas ó de llalila<br />

eorta, se obtendrán mejores resultados empleando hornos en que,<br />

como en los hormigueros, los ladrillos estén mezclados eon el carbón.<br />

Si, á pesar de todo, se tuvieran que usar combustibles sin llama, en<br />

hornos cerrados, deJ)erán éstos ser pequeÜos para que no haya grandes<br />

diferencias<br />

puntos.<br />

en la cantidad de calor que reeiban los uiversos<br />

El comlmstible necesario para cocer un millar de ladrillos, varía<br />

entre límites muy extensos: puede conceptuarse eOJllOun término<br />

medio, en hornos oruinarios, unos 2 hectolitros, ó sear~ J90 kilogramos<br />

de hulla, que es el consumo de los hornos de Issy, cerea de<br />

París. Sin embargo, al consignar aquel guarismo se parte de la J)ase<br />

ue que la cochura se dirija con inteligencia, y que todos los trabajos<br />

estén bien organizados. Ha de empezarse por someter los ladrillos.<br />

durante veinticuatro horas, á un calor suave; se tienen después á<br />

una temperatura media, por espacio de treinta y seis horas, y, por<br />

último, se eleva gradualmente el calor hasta que llegue á su máxima<br />

intensidad, conservándolo constante mientras dure la cochura. El<br />

horno no debe descargarse hasta que los ladrillos estén fríos; de lo<br />

contrario, se agrietarían y perderían sus formas: el enfriamiento se


,192<br />

ha de verificar con lentitud,"para evitar el mismo inconveniente, lo<br />

que obliga á tapar todas las entradas del aire y á tomar otras muchas<br />

precauciones que sólo la práctica puede ense11ar.<br />

La duración de la cochura es también muy variable. En los hornos<br />

ordinarios, de 40 á 60.000 ladrillos de cabida, suele estar encendido<br />

el fuego de diez á doce días, y el enfriamiento<br />

cinco ó seis más.<br />

se prolonga<br />

J~on hornos hien dispuestos se disminuyen hastante las pérdidas<br />

de calor por radiación, y se economiza combustible respecto<br />

al que se consume en los hormigueros, como lo demuestran los términos<br />

medios que se han ser1alado; se pueden obtener asimismo productos<br />

de huena calidad, pero nUllca uniformes por completo, pues<br />

los ladrillos de una misma hornada no tienen jamás el mismo grado<br />

de cochura. En Madridse llama ladrillo de pinta, pintón ó l'ecochu<br />

al más cocido, que tiene la superficie viLrificada y presenta un color<br />

encendido ó amarillo bajo, segÚn la calidad de las arcillas; portero ó<br />

paJ>doal poco cocido, que se distingue por su mal color y poca resistencia,<br />

y rosado al que se encuentra en circunstancias medias de<br />

cocción. Los ladrillos recochos, en que la vitrificación se ha extelldiclo<br />

á casi toda la masa, se~onocen con elllombre de santos. Estos<br />

Últimos están en extremo deformados v, no se unen bien . con los<br />

morferos, excepto cuando se parten en fragmentos, para empleados<br />

en la preparación de hormigones, que dan inmejoraJ)le resultado; los<br />

recochos tienen excelentes condiciones de resistencia y sólo ofrecen<br />

el inconveniente de que suelen estar algo alabeados, lo que les hace.<br />

poco á propósito para paramentos; los rosados se pueden usar,<br />

aunque no resisten esfuerzos tan considerables como los recochos;<br />

los porteros son flojos y inuchas veces heladizos, de suerte que no<br />

deben aplicarse más que en rellenos, y con frecuencia<br />

nuevo en otra hornada.<br />

se cuecen de<br />

CLASIFICACIÓN DE LOSHORNOS.-Loshornos que se emplean para la<br />

cocción de los ladrillos, afectan disposiciones muy diferentes y pue-<br />

(len dividirse en intermitentes y continuos. Los primeros son aquellos<br />

en que se necesita apagar el hogar para descargar el horno, y los<br />

segundos los que proporcionan ladrillos cocidos, sin apagar el fuego.<br />

Aquellos se subdividen, á su vez, en descubiertos ó cuhiertos:<br />

los hornos descubierlo"~tienen, por lo general, planta cuadrada ó rec-<br />

193<br />

tano"ular C> vJ son sencillos ó dobles; los cuúieJ'ios suelen ser tle sección<br />

cuadrada ó circular, unas veces sencillos y otras mÚltiples, pudiendo<br />

estos Últimos estar yuxtapuestos<br />

¡) superpuestos.<br />

Los hornos continuos se clasificarán en hOJ'nos de hogar móvil, de<br />

c(t!-ga móvil, regeneJ'({clores y anulares.<br />

Sin clescrihirlos todos, se dará, sin emhargo, una idea de los de<br />

cada clase y de sus ventajas é inconvenientes, explicando sólo con<br />

detalle los hornos descubiertos más sencillos y los continuos más<br />

perfeccionados. .<br />

HOIL';oSINTER\IITE~TES DESCUBIEl\Tos.-Seusan mucho por la facilidad<br />

de su construcción y por la sencillez de las operaciones que requieren,<br />

por más que haya en ellos, como en los hormigueros, mucha<br />

pénlida de calor, aunque no en tan gra~1deescala. Consisten en<br />

un espacio cerrado por cuatro muros (fig. 70), enterrado por lo general<br />

en el suelo hasta cierta profundidad, ó sostenido algunas veces<br />

por tres de sus caras en un ribazo ó ladera. En la parte inferior está<br />

el hogar ó caldera, A, que es un caÜ.ón cuhierto por una serie de<br />

arcos, B, distantes entre si la longitud de medio ladrillo, para dejar<br />

paso á la llama. Sobre estas hóvedas y el macizo lateral va la parrilla,<br />

c, que sirve para sostener la carga, y en el extremo del hogar se<br />

coloca la chimenea, D, cuyo tiro se regula por medio de un registro<br />

dispuesto en la hoca, E. Se entra en el horno por dos aherturas, F,<br />

al nivel del suelo, y al hogar se haja por la rampa, G. Todas estas disposiciones<br />

tienen por o])jeto disminuir,<br />

calor.<br />

en lo posihle, las pérdidas de<br />

Se carga el horno colocando ladrillos de canto sohre la parrilla,<br />

algo separallos entre si y poniendo encima de la primera daga otras<br />

sucesivas cruzadas; en algunos sitios se dejan claros algo mayores<br />

que los que quedan entre las filas de los diversos lechos, con objeto<br />

de regularizar el tiro y facilitar la circulación del calor. Después de<br />

cargar el horno, se cierran con adohes ó arcilla las aberturas F, y se<br />

clihre la parte superior con tejas, dejando sólo algunos respiraderos<br />

qne no recihan viento muy fuerte. El fuego dehe empezar á encenderse<br />

cnando se ha colo~cadola cuarta daga.<br />

El horno descrito supone que se quema leria, pudiendo modificarse<br />

el hogar para otra clase de comlmstible.<br />

Estos hornos pueden también hacerse dohles, yuxtaponiendo<br />

13<br />

otro


194.<br />

compartimiento por la parte posterior, cuando se quiere fabricar de<br />

una vez lllás ladrillos de los que se cuecen con un hogar. Hay que<br />

tener presente que como el combustible se tiene que introducir por<br />

un extremo, nunca convendrá que el hogar sea demasiado profundo.<br />

En general, los muros de los hornos intermitentes deJJen ser bast,.11tegruesos,<br />

y en muchos casos se construyen con dos envolventes<br />

de fábrica, rellenando el hueco que estas dejan. entre si con cenizas<br />

Ú otros cuerpos malos conductores del calor.<br />

HOIL\OSL\TERmTENTES CL'J)lERTOS.-Nopudiendo usarse los anteriores<br />

para una fabricación p'ermanente, por estar expuestos á las lluvias,<br />

golpes de viento, etc., se ha recurrido á los hornos cubiertos,<br />

en los que hay una bóveda fija para cerrar la parte superior, la cual,<br />

en algunas ocasiones, tiene varias aJJerturas para la salida de los gases,<br />

y en otras se halJa en comunicación con una chimenea.<br />

Por la parte superior ó por los costados, se practican aberturas<br />

para cargar y descargar los ladrillos, y durante la cocción, se enlodan<br />

para concentrar el calor en el interior del horno. La sección de<br />

estos hornos es cuadrada ó circular, variando, segÚn los casos, la<br />

disposición de las hóvedas,J de los hógares, el número de éstos y la<br />

manera de circulal~ los productos de la combustión.<br />

Para disminuir aÚn más las pérdidas de calor y aprovechar la elevada<br />

temperatura de los gases que se desprenden por la boca del<br />

horno, utilizándolos para la desecación de otra hornada, se han<br />

construido hornos cubiertos mÚltiples, yuxtapuestos ó superpuestos.<br />

En los primeros se hacen pasar los gases que salen del horno en (Iue<br />

se está verificando la cochura al inmediato, antes de salir por la chimenea,<br />

y cuando se ha terminado la primera hornada, se enciende el<br />

hogar del segundo compartimiento con poco fuego, hasta cIue el pl'imero<br />

está otra vez cargado, en cuyo caso se hacen entrar en el<br />

los gases calientes, ahorrándose "asi bastante combustible. Al mismo<br />

tiempo, se consigue con esta di~posición disminuir la superficie que<br />

está constantemente en contacto con el aire exterior.<br />

Los hornos superpuestos evitan el tener que invertir, como en los<br />

anteriores, la dirección natural de los productos de la combustión,<br />

haciéndoles marchar de arriba á abajo. Se componen de varios pisos<br />

de sección rectangular ó circular, y necesitan, como es natural, menos<br />

comhustihle para cocer los ladrillos colocados en los pisos superiores,<br />

195<br />

por haberse calentado ya con los gases que proceden de los inferiores.<br />

En los hornos mÚltiples se pueden cocer, al mismo tiempo que ladrillos,<br />

calizas, piedras de yeso Ú otras substancias, en diferentes<br />

compartimientos. Lo mismo se hace, en ocasiones, en los hornos<br />

sencillos ordinarios; pero los resultados no pueden ser buenos, porque<br />

las diversas materias requieren temperaturas distintas para su<br />

calcinación.<br />

Por muchas que sean las precauciones que se tomen en los hornos<br />

intermitentes para aminorar las pérdidas de calor por radiación, son<br />

éstas bastante considerables, sobre todo desde que termina la cochura<br />

hasta que se pueden sacar los ladrillos; así es que, en las explotaciones<br />

en grande, hay tendencia marcada a construir hornos continuos.<br />

HORNOSCO:'\TINUOSDE HOGARMÓVIL.-Para que se comprenda el fundamento<br />

de esta dase de hornos, se ha representado en la figura 71<br />

1Ullio'ero diagrama. Supóngase un espacio rectangular ó cuadrado,<br />

divillido, por ejemplo, en cuatro compartimientos, V, V', V", V"', que<br />

dejan en los ángulos otras tantas capacidades, E, E', E", E"', Y en<br />

el centro una galería, G, alrededor de la chimenea; If. Los compartimientos,<br />

V, que son los vientres del horno, comunican con la galería<br />

G, con las capacidades de los ángulos y con el exterior, por medio<br />

de unas abel'turas que pueden abrirse ó cerrarse a voluntad con<br />

compuertas. El hogar, F, corre por unos carriles, l, y se pone sucesivamente<br />

en frente de cada compartimiento.<br />

Fácil es darse cuenta del modo de funcionar el horno. Si se van á<br />

coe,er los ladrillos en el vientre V, se abre la compuerta v; se coloca<br />

dehin te el hogar y se abre también la comunicación de aquel<br />

compartimiento con la chimenea. Los ladrillos co~ocados ~e manera<br />

que den paso á los productos gaseosos, Y<br />

que halnan sufrIdo ya un<br />

principio de cocción, ¡j por mejor decir, una desecación, en la capacidad<br />

E'" , se someten ahora á una cochura completa. Cuando esta<br />

' V ha terminado en V se cierran las compuertas y se lleva el hogar a ',<br />

donde se repite la operación anterior, de modo que en un momento<br />

dado, los ladrillos de V estarán cociéndose, los de V'" enfriandose,<br />

en V' se estarán colocando los que contenía el espacio E, y en V"<br />

extrayendo se los ya cocidos y fríos.<br />

HORNOSDE CARGA ~lÓvIL.-En estos hornos los ladrillos se cargan


,196<br />

en vagonetas, que recorren unos conductos cerrados é inclinados,<br />

provistos de carriles, y en los que circulan los gases á la temperatura<br />

conveniente para la cocción. Las canales se establecen de tal suerte,<br />

que el tiempo invertido en recorrerl2.s sea suficiente para la cochUl'a<br />

y enfriamiento completo de los ladrillos, y llevan dos compuertas,<br />

una, que sirve para introducir los ladriJlos crudos, y otra, para darles<br />

salida después de verifieada la cocción. Cuando los ladrillos entran<br />

por la parte superior, es predso no abrir las (los compuertas<br />

a un tiempo, ponlue la corriente de aire pudiera producir uu enfriamiento.<br />

El movimiento de las vagonetas se establece con facilidad,<br />

pues las descemlentes pueden unirse por un calJle a las ascendentes,<br />

y con poco gasto de fuerza, se logra determinar<br />

v, otras.<br />

la marcha de unas<br />

AIO"unoshornos pertenecientes también a esta clase, son de plataform~<br />

circular giratoria; están divididos, por medio de muros radiales,<br />

en compartimientos en que se colocan los ladeillos y que pueden<br />

someterse sucesivamente á la acción de un hogar fijo en el centro.<br />

HORNOSREGENERADOREs.-Hace ya algunos aÜos se idearon por los<br />

Sees. Siemens unos hornos llamados j>egenel'aclores,que están fundados<br />

en los mismos principios que las máquinas de aire caliente.<br />

Se hacen pasar los productos de la combustió:1, antes de salir á lá<br />

atmósfera, por un macizo de ladrillos que presenta Canales sinuosas<br />

y numerosos intersticios, y que se calienta al contacto de aquellos<br />

gases. Por los intersticios de este macizo es por donde penetra lueg~<br />

el aire frío, que se hace llegar á un segundo hogar, recobrando aSl<br />

el calor que los productos de la combustión en el primero habían<br />

transmitido al macizo: los productos de la combustión de este segundo<br />

hoO"aeP asan á su vez v Por un seO"undomacizo o<br />

ó j'egeneráclor igual<br />

al primero, destinado a devolvCl~después el calor de que se ha apoderado,<br />

al aire que alimenta la ~ombustión en el primer hogar.<br />

Los principales inconvenientes deestos hornos son: 1.°, q~e necesitan<br />

dos hogares, que es menestee cargar y descargar alternatIvamente,<br />

á cada cambio de posición de los registros que regulan la salida de<br />

los productos de la combustión y la enteada del aire frío; 2.°, que<br />

los aparatos ocupan mucho espacio y se pierde bastante calor por<br />

radiación; 5.°, que la maxima temperatura se produce en los hogares<br />

v. no en la solera del horno. Para salvar estas ,dificultades, , los<br />

197<br />

Sees. Siemens han reemplazado el carbón con g'ases combustibles, lo<br />

que permite suprimir los dos hogares y producir la combustión en<br />

la misma solera del horno. Los combustibles gaséosos se oMienen en<br />

aparatos de destilación y se calientan lo mismo que el aire frío en el<br />

sistema<br />

drillos.<br />

primitivo, es decir, por regeneradores ó macizos de la-<br />

Claro es que estos hornos se pueden aplicar a industrias<br />

ferentes.<br />

muy di-<br />

HORNOANIJLARDEHOFF~IANN.-En 1359 construyó Hoffmann, en<br />

Prusia, el homo que lleva su nombre y que consta de un espacio de<br />

planta circular (fig. 72), en el que una corona, Jr!, está dividida en<br />

cierto nÚmero de compartimientos, 12 por ejemplo. Cada uno de<br />

ellos comunica: 1.°, con el exterior, por una puerta, a, que puede<br />

cerrarse con un murete de adobes ó ladrillos; 2.°, con los compartimientos<br />

anterior y posterior por unas compuertas, b, de hierro fun-<br />

(lido; 5.", con la parte superior por una porción de aberturas CÍrculares<br />

que pueden cerrarse con tapas, el, también de hierro colado, y<br />

4.°, por la parte inferior, y por medio de canales, e, con otra galería<br />

anular, 1/1,de la que parten cuatro conductos, n, que desembocan<br />

en la chimenea, J¡, colocada en el centro. Se pueden al)rir ó<br />

,<br />

cerrar las cOll1Ul1icaciones de los compartimientos del horno con la<br />

chimenea por unas válvulas, l, de hierro fundido, qne se manejan<br />

con cuerdas y poleas y que ajustan en las bocas de las canales. La<br />

chimenea está dividida, hasta cierta altura, en cuatro secciones, cada<br />

una de las cuales recihe las corrientes gaseosas procedentes de uno<br />

de los conductos, n. Para disminair el coste de la fábrica, no se hace<br />

macizo todo el horno, sino que se dejan galerías, R, que se rellenan<br />

con substancias malas conductoras del calor, como arena, ceniza, etc.<br />

Finalmente, el horno, que tiene la altura de un hombre, lleva una<br />

cubierta lig'era que lo preserva de las lluvias y nieves.<br />

La manera como se verifican las diversas operaciones, es por demas<br />

sencilla. Cada compartimiento constituye en realiclad un horno<br />

en el que se puede efectuar la cochura, disponiendo convenientemente<br />

un hogar, ó mezclanclo el combustible con los ladrillos, colocados<br />

en dagas anMogas a las que forman los hormigueros. Al<br />

enipezar á funcionar, se cierran las comp llcrtas, b, se cargan todos<br />

los compartimientos, se enciende el comlmstible del compartimiento


198<br />

nÚm.- 1, Y levantando la válvula, li' se establece el tiro necesario;<br />

se repite la misma operaci6n en el segundo, en el tercero, etc., hasta<br />

que estén fríos los ladriUos contel1idos en el 1.°; sup6ngase que<br />

es~oOC1~'I:ecUaI:do el fuego se halla en actividad en el compartimIento<br />

j. Se CIerran entonces todas las aberturas, a, menos la ai;<br />

se alzan todas las compuertas, b, menos la<br />

b!2' que separa el compartimiento<br />

nÚm. 12 del L°, y se cierran todas las válvulas, 1, menos<br />

la lw El aire entra por<br />

al' Y al mismo tiempo que enfría lentamente<br />

los ladriUos colocados en los compartimientos 2, 5, 4, 5<br />

Y 6, que conservan diferentes grados de calor, pues los primeros<br />

están sólo templados y los Últimos candentes, va adquiriendo una<br />

temperatura cada vez más alta, lIasta que llega al compartimiento<br />

7, en donde activa de un modo extraordinario la comJmsti6n'<br />

de allí pasa á la chimenea<br />

lJor los compartimientos 3, 9, 10' ,<br />

11 Y 12, en d()ndese va enfriando gradualmente, á la par (Iue<br />

eleva la temperatura en estos Últimos, y principia á cocer, 6 á<br />

lo menos' seca los ladrillos que contienen. Mientras tanto se lIan<br />

, , ,<br />

extraIdo los ladrillos del compartimiento nÚm. 1, y cuando ha terminado<br />

la cochura en el núm. 7, se abre la puerta 0.2'se lJaja la com-<br />

pu~rta bi y se alza la<br />

~i2'<br />

levantando al propio tiempo la válvula 1i y<br />

bajando la 1i2"Se empIeza á cargar el cOll1partimi~nto núm. 1 y á<br />

descargar el núm. 2; el aire entra<br />

Por las aherturas a v a 1.J 1,)'<br />

ce.la máxima temperatura en el compartimiento nÚm. 3 y pasa<br />

IJroduá<br />

la<br />

cIul11eneapor la canal correspondiente al mim. 1. Cuando este Últim?<br />

está ~argado, se tapia la puerta al, se ahre la aó Y se continÚa<br />

aSl sucesIvamente, efectuando, sin interrupci6n, la desecaci6n, la cochura,<br />

el enfriamiento, la descarga y la introducci6u de ladriUos.<br />

Las ah~rturas superi~res, d, por su nÚmero y disposición, permiten<br />

exanunar en cualcIlller momento el estado de la cocción, y acelerada<br />

ó retardada en los sitios donde sea necesario, ao-re


200<br />

pies derechos que se hincan en el suelo: en el centro de la caja va<br />

colocado un árhol verLical, E, armado de cuchillos, dispuestos en<br />

forma de hélice, al que se comunica un movimiento de roLación por<br />

una palanca horizonLal de la que tiran cahallerías, ó por cualquier<br />

otro medio. La tierra mezclada con el agua se echa por la parte superior,<br />

y sale perfectamente amasada por tUl orificio ahierto en el<br />

fondo.<br />

En Inglaterra se hace la caja cilíndrica, 10 que además de no ejercer<br />

influencia sensible en el resultado, dificulta la construcción del<br />

aparato. Los ingleses añaden casi siempre á la arcilla, antes de amasada,<br />

lIna pequeÜa cantidad de cok en polvo, que tiene por olJjeto<br />

descolorar el ladrillo, sin perjuicio de las ventajas que áporta aquella<br />

substancia y que en lugar oportuno se expliraron.<br />

MOLDEO MECÁNICO.<br />

Generalidades y clasificación.-Por regla gencl'al puede<br />

decirse que no es conveniente el empleo de las málluinas para mol- .<br />

deal' ladrillos, sino en circunstancias especiales, puesto quc, aparte<br />

de ser comunmente costosas y de conservación difícil, no producen,<br />

en la mayor parLe de los casos, basLante economía, á causa de haber<br />

operarios ll1uy diestros que hacen, como se ha visto, gran nÚmero de<br />

ladrillos al día.<br />

Además, son pocas, y aun puede decirse que ninguna, las máquinas<br />

que amasan, trituran y limpian la arcilla de substancias extra-<br />

Üas con tanto esmero como lo hacen los hombres, aunque luego el<br />

llloltleo y prensadura se hagan con más igualdad y prontitud en algunas<br />

de ellas. Por consiguienLe, s¡)lo cuando la canLidad de ladrillos<br />

que se necesite sea muy considerahle y no puedan proporcionada<br />

los 1l10ldeadores ordinarios, es cuando tendl'án buena aplicación las<br />

mltquinas; así es (¡Heno se harlt más que dar una ligera idea de los<br />

sistemas principales y de sus ventajas y defectos más notahles, descrihiendo<br />

t'tnicamentl' la máquina de Clayton, que es de las mas usadas<br />

en EspaÜa.<br />

Se admitirá la clasificación de lHalepeyre, que divide las már!uinas<br />

de moldear en cinco grupos, á saher: máquinas de embolo, laminadoms,<br />

(le hehcoide, de molde cortantey compuestas.<br />

201<br />

.<br />

Máquinas de émbolo.-Son las más numerosas y generalizadas<br />

y pueden subdividirse en dos clases, segÚn la manera de funcionar<br />

del émbolo, las de presión y las de choque.<br />

En las primeras, el moldeo se efectúa por la presión desarrollada<br />

por un émbolo ó una plataforma, que, en virLud de un mecanismo<br />

cualquiera, desciende con lentitud ó rapidez, ó hien con una velocidadboTadualmente<br />

creciente. En algunos casos, la presión no se ve-<br />

riOca de una sola vez, sino en dos ó tres períodos distintos; asi, por<br />

ejemplo, en la máquina de Bradley y Craven, que ohtuvo privilegio<br />

de invención en Inglaterra en 1859, la primera presión se produce<br />

por un fondo móvil, que actÚa en un plano inclinado colocado debajo<br />

de a, y el moldeo se termina por las presiones ejercidas por dos<br />

émbolos que ohran sucesivamente y de arriba á ahajo. Al fin de la<br />

operación, el fondo móvil se levanta después de haberse retirado<br />

émholos y hace saltar el ladrillo fuera del molde.<br />

los<br />

En las máquinas de choque, se eleva el émbolo hasta cierta altura,<br />

por un medio mecánico, y se le deja caer luego sobre la pasta previamente<br />

preparada; claro es que entonces ol)rael émbolo por la<br />

fuerza viva desarrollada durante su caída.<br />

Las maquinas de émbolo tienen varios inconvenientes. En primer<br />

luo'ar los embolos, b<br />

al elevarse, arrastran consigo parte de la arcilla<br />

ya moldeada,<br />

'<br />

quedando deformados los ladrillos; sin embargo, ~e<br />

puede remediar con facilidad este defecLo, ya enarenando con Cllldado<br />

el eml)olo, ya humedeciénclolo después de cada excursión, ya<br />

forrándolo con franela ó cualquier tejido vegeLal. Otro inconveniente<br />

más grave de estas máquinas, consiste en que introclucen ó dejan en<br />

la pasta cierta cantidad de aire, que se opone á que queden en contacto<br />

las particulas, lo que produce ladrillos ligeros, porosos, poco<br />

sonoros y de tan escasa cohesión, que se rompen al menor choque.<br />

Además, el aire se dilata por la cocción, y si no determina la rotura<br />

del ladrillo, produce por lo menos gl'Íetas ó soluciones de continuidad,<br />

que empeoran notablemente la calidad del material. Para atenuar<br />

estos efectos es para lo que se recurre á dividir la presión,<br />

como se ha dicho, en varios períodos; otras veces se abren en los<br />

moldes v en los émlJOlos agujeros capilares ó se forran unos y otros<br />

de fran~la Yen alalmas ocasiones se prensan los ladrillos después<br />

, L><br />

de moldeados. Por ÚlLimo,otro defecto de las máquinas de émbolo


202<br />

consiste en que, ya porque la presión no sea suficiente, ya porque<br />

ejerza influencia el. aire (Iue queda en la pasta, parece que si t'sta no<br />

se halla completamente saturada de agua ó bien amasada, se produce<br />

al terminar el moldeo una reacción, que tiende á hacerla salir de lo~<br />

bordes del molde; de suerte que, si no se prensan los ladrillos, no<br />

quedan toclos del mismo tamatio y sus superficies resultan alabeadas<br />

ó desiguales, lo que da mal aspecto á las construcciones ejecutadas<br />

con este material.<br />

Á pesar de los inconvenientes enumerados, se usan algunas de estas<br />

máquinas con buen resultado, cuando la tierra, está mojada y<br />

bien amasada (1).<br />

Máquinas laminadoras.-En. esta clase de máquinas elmoldeo<br />

se hace laminando la pasta con uno, dos ó más rodillos ó cilindros.<br />

Las de un solo rodillo pueden suhdividÜ'se en tres grupos: 1.°, las<br />

máquinas en que el rodillo es un cilindro de gran peso, que no tiene<br />

más movimiento que uno de rotación alrededor de su eje. En tal<br />

caso, es preciso que los moldes, con la pasta pr~parada, se vayan<br />

presentando para recibir la compresión necesaria, lo cual se consigue<br />

por medio de una plataforma horizontal y giratoria, por una<br />

cadena de transmisión, ó por una plataforma de movimiento alternativo,<br />

que sllcesivamente coloqu2 los moldes debajo del cilindro ó los<br />

retire de esa posición. 2.° Las máquinas cuyo rodillo, cilíndrico también,<br />

tiene además de un movimiento de rotación alrededor de su eje,<br />

otro de traslación que le permite ejercer su acción sobre los diversos<br />

moldes colocados en una plataforma, que puede ser fija ó estar animada<br />

de un movimiento alternativo. 5.° Las máquinas en que el rodillo<br />

es cónico y tiene dos movimientos, uno de rotación alrededor<br />

de su eje y otro de traslación, circular y continuo, sobre una plataforma<br />

fija.<br />

Las máquinas de dos ó más cilindros laminan la arcilla de una manera<br />

semejante á la que más adelante se dará á conocer para preparar<br />

las planchas metálicas (2).<br />

(1) Al tratar de los ladrillos huecos, se describirá una máqniua de<br />

émbolo.<br />

(2) Al explicar la fabricación de tnbos de avenamiento, se describirá<br />

una máquina laminadora de dos cilindros.<br />

'203<br />

Estos aparatos, ya sean de UllOÚ otro sistema de rodillos, y ya se<br />

compongan de uno ó varios de éstos, pueden re~ibir la arcilla por<br />

medio de tolvas ó cajas superpuestas y comprimirla directamente en<br />

los moldes, ó bien ejercer la presión en cajas piramidales de las que<br />

sale la masa, á través de orificios ó hileras, formando un filete continuo.<br />

Las máquinas laminadoras no están exentas de defectos. Las<br />

que echan directamente la pasta en los moldes parece que no la<br />

comprimen bastante, y que dan ladrillos poco compactos, cuyo moldeo<br />

se tiene que perfeccionar con la prensadura. Los roclillos arrastran<br />

en su superficie una cantidad considerable de tierra, que queda<br />

adherida y que obliga á establecer raederas mecánicas, á suspender<br />

la operación para limpiar los rodillos, ó á forrados de fieltro, fr~nela<br />

ó gutapercha, medios toclos que ocasionan gastos de alguna entidad;<br />

este incomeniente se remedia también humedeciendo ó enarenando<br />

continuamente los rodillos, pero así se complican las máquinas y las<br />

maniobras. Los ladrillos moldeados con esta clase de aparatos no<br />

presentan una superficie superior muy lisa y unida, lo que ocasiona<br />

que en las obras que exijen mucho esmero, sea preciso desechar<br />

bastantes; aclemás, la interposición de granos de arena ó piedrecillas,<br />

cuando la arcilla no está l}ien limpia y la presión es considerable,<br />

hace que los moldes y los mismos rodillos experimenten averías<br />

que obligan á renovados con frecuencia. Finalmente, se censuran<br />

las Jiláquinas que comprimen la masa en cajas piramidales, porque<br />

sus rodillos no tienen casi nunca la potencia mecánica suficiente para<br />

hacer que el filete que sale por la hilera tenga una sección uniforme;<br />

respecto a este punto, debe advertirse que la forma y disposición de<br />

los orificios de salida de la masa, ejercen mucha influencia en la calidad<br />

de los productos y en la perfiladura de las aristas. Pronto se<br />

describirán los medios empleados por ela yton y que han recibido la<br />

sanción de la experieneia.<br />

Máquinas de helicoide.-Estas máquinas pueden ser de movimiento<br />

intermitente, pero casi siempre lo tienen continuo; es decir,<br />

que la arcilla sale del orifieio de las hileras formando un filete de sección<br />

constante, como en llllOde los casos que se han considerado en las<br />

laminadoras. Muchas de estas máquinas amasan la arcilla al mismo<br />

tiempo que la moldean; á este efecto, la amasadera termina en la


204<br />

parte inferior en un helicoide que se mueve en una caja o camara,<br />

en cuyo folido ó paredes hay abiertos orificios para que salga la pasta<br />

en forma de un prisma rectangular continuo, que se corta a la<br />

salida por diversos medios mecánicos.<br />

En otros aparatos la arcilla, después de amasada en un tonel, se<br />

s~lllete a la accion de un helicoide de altura conveniente, que fun-<br />

ClOnacomo una rosca de ArquÚnedes, en una envolvente cilíndrica,<br />

y obliga ir salir á la pasta á través ddas hileras. Á veces hay dos hélices<br />

montadas en el mismo árbol; la superior bace pasar la tierra por<br />

una rejilla metálica ó zaranda de cualquier especie, para separada<br />

pOl:completo de las piedras, raices y otros cuerpos extrarios, y la inferrOl'<br />

es la que determina la salida de la pasta por las hileras.<br />

Los helicoides y sus cilindros pueden se!' verticales Úhorizontales.<br />

Se atribuye á estas mÚquinas el defecto de necesitar mucha fuerza<br />

para hacer d~slizar la arcilla á lo largo del h~licoide, y sobre<br />

todo, para empujar la masa y forzarIa á salir por las hileras, lo<br />

que suele hacer indispensahle el trabajar con materias muy blandas,<br />

que dan productos difíciles de manejar, que se secan con lentitud<br />

y necesitan mucho combustible para cocerse. Se ha observado<br />

tamhién que, á causa de los rozamientos en la superficie belicoidal<br />

y de las resistencias que se oponen al paso de la masa por las telas<br />

metálicas, la arcilla sube á lo largo de las paredes del cilindro ó de<br />

la envolvente; que es preciso emplear tierras muy limpias, porque<br />

los cuerpos extrarios que pueden detenerse en los bordes de la hilera<br />

d.eterminan surcos é imperfecciones en el prisma de pasta, y, por ÚltImo,<br />

que para obtener productos de huena calidad, es indispensable<br />

engrasar con frecuencia las aristas de las hileras. La máquina de<br />

Clayton, que ya se ha citado, pertenece a este grupo, y en seguida<br />

se vera que por las ingeniosas disposiciones adoptadas por su i~vental',<br />

se salvan muchos de los inconvenientes enumerados.<br />

Máquinas de molde cortante.-Las maquinas de esta clase<br />

se suhdividen en dos grupos: de molde móvil y de molde lija. En las<br />

pr~meras, el molde desciende sohre la arcilla previamente preparada~<br />

y a la que se ha heellO adquirir cierta densidad, por medio de rodillos,<br />

émbolos Ú otro sistema cualquiera. La arcilla está colocada en<br />

plataformas gimtorias ó animadas de un movimiento alternativo, en<br />

las cuales, al final de su descenso, los moldes verifican el corte.<br />

205<br />

En el otro grupo, las partes mÚyiles son cajones llenos de arcilla,<br />

que avanzan ó deseienden sobre moMes (le diversas forIDas para bacer<br />

penetrar en e110sla masa de que estan cargados, y que se sepa-<br />

1'an de los moldes cuando han dejado la masa necesaria para hacer<br />

un nÚmero de ladrillos igual al de aquellos.<br />

El fondo del molde es casi siempre móvil, pudiendo separarse después<br />

(le terminada la presión, por medio de resortes ó pla!10Sinclinados,<br />

á fin de poder sacar con facilidad los ladrillos. A veces el<br />

molde no tiene fondo y está sencillamente colocado encima de una<br />

placa; en este caso, al subir la caja arrastra consigo el molde a cierta<br />

altura, hace salir elladri110 y en seguida vuelve á colocar elmolde<br />

en su posici6n primitiva.<br />

Por lo general, el molde tiene los bordes cortantes para facilitar<br />

la operaci6n. En algunos aparatos el molde desciende primero, y<br />

luego el fondo que tiene una porción de agujeros, con cuya disposición<br />

se consigne comprimir la masa, después de cortada,' y hacer<br />

que el exceso salga por los orifieios: cuando se adopte este procedimiento,<br />

es necesario alisar la superficie superior del ladrillo, lo que<br />

se consigue haciendo pasar por ella una placa pulimentada.<br />

Algunas mÚquinas, para hacer más fácil la operación de sacar el<br />

la(lrillo del molde, están dispuestas de modo que éste, antes de actuar<br />

sohre la arcilla, se introduce sucesivamente en agua y en arena.<br />

Con estas máquinas se pueclen emplear suhstancias coherentes y<br />

ohtener ladrillos duros y de huena calidad. Apesar de esta ventaja,<br />

de la sencillez del mecanismo y de ser racional el principio en que<br />

estan fundadas, las maquinas de molde cortante no se han generaliza(lo,<br />

no pudiéndose dar otra explicaciÚn de este hecho, que la de<br />

que no se oMienen con ellas productos tan ahundantes como con<br />

las de los otros sistemas. Se concibe, sin emhargo, que pudiera<br />

aumentarse su trabajo, y que su movimiento alternativo permite<br />

aplicar con ventaja la fuerza del vapor.<br />

Máquinas compuestas.-Las maquinas compuestas resultan<br />

de la combinación de dos ó mas de los sistemas anteriores.<br />

Máquina de Clayton.-Entre las máquinas de moldear, la que<br />

parece haber dado mejor resultado y la que casi exclusivamente se<br />

ha empleado en España, es la Clayton, que pertenece al tercer gwpo.<br />

Consta (lig. 74) de una amasadera cilíndrica, que tiene en la par-


~O6<br />

te inferir)r de las paredes dos orificios colocados simétricamente con<br />

relación al eje, y cuyas dimensiones son las del rectánaulo mavor<br />

de un ladrillo. La masa, después de salir por eIlos, se re~ibe en t~na<br />

~lat~forma formada de rodilIos giratorios, que dejan entre sí pequenos<br />

I11tervalos, que se reIlenan con arena fina ó cenizas de huIla cern.idas.<br />

El eje vertical, A, además de comunicar el movimiento al<br />

eJe, B, de la amasadera, Ileva una polea, D, á la que se arroIlan<br />

dos corr~as de. transmisión, que mueven otras poleas montadas<br />

en los mIsmos eJes de los pares de rodillos, E/ colocados junto á las<br />

aherturas del cilindro para ayudar con su movimiento lento al del<br />

prisma de masa, F, é impedir que se deformen sus aristas. Con este<br />

mismo objeto se colocan sobre las hileras dos cajas con agua, H, de<br />

las que salen unos tubos, G, que se bifurcan, terminando todos<br />

ellos en una Ilave que se encuentra encima de cada uno de los<br />

rO;lillos, E; así se logra que éstos estén siempre hÚmedos y hacer<br />

m~s suave su contacto con la masa. Las plataforl!1as, e, llevan ademas<br />

unos ]Jastidores giratorios, 1, con alambres para cortar la masa<br />

del grueso conveniente. En seguida se Ilevan los ladrilIos al secadero<br />

en carretilIas á propósito. Con estas máquinas se necesita poca aO'ua<br />

paI:a hacer .la amasadura, y no es preciso, por tanto, que la p:Sta<br />

este demasIado blanda; evitan también la raspadura, que es muy frecuente,<br />

cuando se han de hacer paramentos esmerados. Se fabrican<br />

con eIlas de 4 á 5.000 ladrillos por hora.<br />

PRENSADURA MECÁNICA.<br />

Objeto de la prensadura.:-Á veces se prensan los ladri1los<br />

después de moldeados, en cajas de fondo m6vil. Esta operación da á<br />

]a masa mayor densidad y resistencia; hace que sean menores las<br />

mermas, y que no haya que dar grandes creces á las oTadilIa<br />

.. o<br />

s,<br />

aSI como que no .se agrreten tan fácilmente los ladrilIos y adquieran<br />

una dureza suficIente para podedos colocar desde luego en rejales,<br />

ocupando menor espacio. Algunos opinan que esta dureza no es<br />

más que superficial y que perjudica á la buena calidad del ladrilIo<br />

alterando la acción química que debe haber entre la arcilla y el ao'ua:<br />

pero esta apreciación no tiene fundamento alg'uno, y en definitiv~, l~<br />

prensadura no ofrece más inconveniente que el sobreprecio que pro-<br />

[luce en el coste del material.<br />

20í<br />

Prensa de Clayton.-Una de las prensas más sencillas es la<br />

ideada por el mismo Clayton. Consiste (fig. 75) en una armazón (:e<br />

hierro fundido que sostiene una caja, A, con sus cuatro caras vertIcales<br />

fijas, y en la que se ajusta exactamente el ladrillo, 1. .<br />

El fondo de la caja es móvil y puede llegar hasta la superficIe superior<br />

para colocar en él el ladrillo; la tapa, B, de la caja, también<br />

móvil, está sostenida por un bastidor, c.<br />

Levantando la palanca, P, que se apoya en el rodillo, D, se baja<br />

dicho fondo con el ladrillo y al mismo tiempo desciende la tapa, B,<br />

por medío del bastidor e, conducido por las guías E, oprimiendo al<br />

ladrillo contra la caja. Bajando la palanca se levanta la tapa y sale<br />

el ladrillo, que se puede quitar para colocar otro. Un contrapeso, F,<br />

equilibra todas las piezas y facilita el movimiento de la palanca. ~l<br />

fondo ó la tapa s\telen tener relieves, que d.ejan.huecos en los ladnllos<br />

(generalmente la marca de fábrica), con obJeto de aumentar la<br />

adherencia con los morteros.<br />

DIVERSAS CLASES DE LADRILLOS.<br />

Clasificación.-Los ladrillos propiamente dichos, esto es, los<br />

ladrillos cocidos, pueden subllividirse, seg'Únsu naturaleza, en orclinarios,refractarios<br />

y flotantes; y, segÚnsu forma, en rcctangularcs,<br />

aplantiUados y huecos. Todo lo que hasta ahora se ha dicho, se refiere<br />

á los ladrillos ordinarios rectangulares; resta hablar de los aplantillados,<br />

huecos. refractarios y flotantes; debiendo advertir que los<br />

denominados rasillas, no difieren de los comunes sino en que son<br />

más finos y pequeños, y en que se emplean á menudo para solados<br />

y bovedillas.<br />

Ladrillos aplantillados.-La fabricación de los ladrillos<br />

aplantillados es exactamente igual á la de los ordinarios, con la Única<br />

diferencia de que el moldeo se hace en gradillas á propósito. Ya<br />

tienen ¡os ladrillos la forma de cuña (fig. 76); ya la de dovelas (figura<br />

77), para emplearse en la construcción de arcos ó de bóvedas; ya<br />

la reciben muy variada, segun que hayan de servir para ejecutar<br />

muros curvos, chimeneas, etc., etc.<br />

Ladrillos huecos.-Los ladrillos huecos presentan grandes


208<br />

Ycnl


210<br />

.<br />

d )<br />

.<br />

los maCIZOS, se e)C a ' (Iue aquellos, á Pesar de ser bastante resis-<br />

.<br />

tentes, no lo son tanto como éstos. Sll1 embargo, a'" pes.~l ,de sel ~ relativamente muy modernos, pues Sll inventor Bone los dIO a ~onocer<br />

en la Exposición universal de París de i 355, ,s~ han generalI~ado<br />

mucho fabricándose ya en toda Europa, en Amenca,. en la IndIa y<br />

en Aus'tralia. En España abi.mdan las fábricas de lad:nllo hue~o;, una<br />

de las más acreditadas de Madrid es la establecida por SantIg?s ~n<br />

la continuación del barrio del Sur, con el título de La Cet:amtea<br />

MadJ'ilelia. Prescindiendo de los variados productos de alfa~erIa que.<br />

en ella se construyen, ~<br />

conviene consignar ~ue s~ hace~ rasll1~s hue~<br />

cas, y que los tres tipos corrientes de ladnllos tIenen 2, 5 Y 9 hue<br />

cos de sección cuadrada.<br />

Ladrillos refractarios.-Los<br />

.<br />

ladrillos refractaTlos, que se<br />

emplean en la fabricación de retortas y crisoles, y en los pal:amelltQs<br />

. .<br />

111tenores de, los llor<br />

nos se hacen con arcilla refractana, que,<br />

.<br />

. .<br />

como es, sal)l '(lo Se Prepara desengrasando e una arcIlla pura con<br />

. ,<br />

t d al fi<br />

~ arel o ó ' Por lo menos, con arena slhcea muy ll1a,<br />

cemen o e 1,<br />

" ..<br />

si no se necesita que los productos sean de calIdad s:lperlOr.<br />

Ladrillos flotantes.-Son ladrillos bastant~ ~lgeros para p~del'<br />

flotar en el agua. Se moldean, bien con tobas sIlice~s, mezcladas<br />

Iuen" a '- .<br />

.<br />

con una pe( pI'o porción de arcilla, ó bien con una tIerra porosa y<br />

.<br />

lensa llamada magnesita ó espuma (le mar, que es un 1'd' II IOSIroc~<br />

(de<br />

.lca o n:aO"nesio.Como hecho curioso conviene saber que en Bell-<br />

1l1~,~~ ° de Bel' ll'n , se han fabricado ladrillos ligeros, mezc!andoola<br />

pasta eomÚn con pedacitos de patata q~e, al quelll~rse en a<br />

cochura, dejan en la masa una porción de cavIdades pequenas.<br />

ESTUDIO DE OTRAS PASTAS CERÁMICAS<br />

USADAS EN LA CONSTRUCClON.<br />

BALDOSAS.<br />

d " S Y clasific ación -Las brtl.:losas no son en rea-<br />

Con lClOne . , .<br />

lidad más que ladrillos délgados de fo~'ma.~uadrada o pol~gonal, (~u~<br />

se emplean para pavimentos; su falmcaclOn debe ser mas esmeIa<br />

1<br />

211<br />

da que la de los ladrillos, siendo muy esencial prensarlas para que<br />

resistan lJien al roce y no dejen paso á la humedad.<br />

Las baldosas cuadradas de un pie de lado (OID, 278), se llaman de<br />

solar; las más pequeñas, que suelen tener 8 pulgadas (OID, 1(6) de<br />

lado, balclosines; las de mayor tamaño que el ordinario, que se<br />

utilizan para forinar repisas y cornisas que se han de hacer de<br />

yeso, sepultw'el'as, y las triangulares, clwletas. Las baldosas ordinarias<br />

cIue se usan en Madrid, se llaman de la ribera, por proceder de<br />

la del Jarama; están fabricadas con arcillas mezcladas eon detritos<br />

vegetales que las hacen porosas. Los baldosines comunes se traen de<br />

muchas localidades, siendo Ariza una de las que en mayor escala<br />

surten á la corle.<br />

Fabricación.-El m01deo de estos materiales se hace como el<br />

de los ladrillos; las gTadillas son de madera y algo más grandes que<br />

las JJaldosas. Cuando se sacan del molde se dejan primero de plano<br />

y después de canto, hasta que adquieren cierta consistencia; lueg(\<br />

se coloca cada una de plano, encima de una mesa J)ien lisa, y<br />

se comprime, batiénclola con una pala de madera bastante gruesa<br />

(lig. (7). Se aplica en seguida un patrón que tenga la misma forma<br />

que ha de afectar la baldosa y que está formado por una tabla<br />

con aristas vivas, rodeada de una chapa de hierro pulimentada: este<br />

patrón lleva además cuatro puntas (lig. (8), para fijado bien en la<br />

baldosa, y sirve de guía para ({uitar con un cuchillo la pasta (Iue exceda<br />

del patrón. Se obtienen así JJaldosasde aristas vivas, como se recluiere<br />

en el comercio. Se exige tamhién que produzcan un sonido claro<br />

cuando se golpean con un cuerpo duro; que sean il1atacabJespor las<br />

heladas, y suficientemente duras y tenaces para resistir al roce a que<br />

han de estar sometidas. Á veces se pulimentan las haldosas finas y los<br />

baldosines, frotándolos entre sí, y empleando al efecto aparatos análogos<br />

al que se describió al estudiar Jos diferentes medios de pulimentar<br />

las piedras; otras, se les da un J)arniz compuesto de 20 partes<br />

de litart\'irio molido y 5 de sobreóxido mangánico (}}fn 02), desleído<br />

en una papilla arcillosa, que se aplica con una JJroc]¡a. Es menester<br />

cuidar de no lJarnizal' las caras que hayan de estar en contacto<br />

con el mortero sohre que se sientan las haldosas, porque disminuiría<br />

la adherencia. Al colocadas en el horno se ha de verificar de suerte<br />

clue no se toquen, pues se estropearían y se pegarían unas con otras.


212<br />

Mosaicos.-Los mosaicos que tanto se usan para pavimentos,<br />

no SO:1más que bal(losines pequei10s de formas y colores muy variados,<br />

que se moldean, aglutinando con poca agua arcillas muy<br />

finas previamente trituradas, para cuyo objeto tiene excelente aplicación<br />

la terracota, que está hoy en boga para vaciar objetos artíslicos.<br />

Tanto el moldeo, como la prensadura y la cocción, se verifican<br />

con el mayor esmero, pero en la esencia no difieren los procedimientos<br />

de los que se han explicado para las cerámicas ordinarias. Conviene<br />

citar, entre los mosaicos más acreditados, los procedentes de<br />

la fábrica de Nolla, establecida en la provincia de Valencia; tamhien<br />

gozan de bastante aceptación los de Cataluña.<br />

Además de estos mosaicos, cuyas piezas tienen formas geométricas,<br />

se hacen otros compuestos de fragmentos irregulares de piedras<br />

artificiales ó naturales, unidos con mortero, que imitan á los llsados<br />

por los romanos, y tienen el aspecto de brechas. Conviene asimismo<br />

recordar que se hacen baldosas de diferentes formas con el<br />

yeso alúmhrico ó mármo~ artificial.<br />

Los diversos colores que se dan á las piezas de los mosaicos y á<br />

los baldosines, provienen de óxidos metálicos que se incorporan á la<br />

masa, en la forma que muy en breve se dará á conocer al tratar en<br />

general del vidriado de las pastas cerámicas.<br />

AZULEJOS.<br />

La fabricaciónde losazu~ejos se verificadel mismo modo que la de<br />

las baldosas, siendo algo más esmerada, entramlo á veces en su composición<br />

el caolín, y cubriéndose las caras, que han de quedar aparentes,<br />

con un esmalte formado por un silicato fusible á la temperatura<br />

de los hornos en que se ha de cocer la pasta. Para esmaltar<br />

los azulejos, se da el silicato desleído en agua t;on una brocha,<br />

agregando los óxiclos metálicos á propósito para que resulten los colores<br />

que se desee. Para obtener dibujos, se colocan sobre los; azulejos<br />

patrones que están recortados ó picados, de modo que al dar un<br />

silicato que produzca cierto color, quede descubierta la parte de superficie<br />

que deba recibido, y cubierto todo el resto. Se consigue<br />

el mismo objeto, imprimiendo en relieve los contornos del dibujo, y<br />

pintando con pincel las superficies limitadas por los trazos.<br />

213<br />

Los azulejos ordinarios sufren una sola cochura, de modo que el<br />

barniz se aplica antes de introducidos en el horno. Los azulejos<br />

finos se cuecen antes de recibir los silicatos; se esmaltan después de<br />

cocidos y se someten una segunda vez á la acción del fuego, con el<br />

solo fin de determinar la fusión de las sales que han de producir<br />

los colores. En cuanto á la fabricación de azulejos, puede decirse<br />

que si bien en Espaíia está bastante desarrollada, la industria ha<br />

atrasado en vez de allelantar, pues así como los azulejos que hoy se<br />

preparan pierden los colores con el tiempo, los fabricados durante<br />

la dominación de los árahes tenían matices más vivos y permanentes,<br />

como lo prueban los, que se encuentran en monumentos de<br />

aquella época, que, á juzgar por la brillantez de sus tonos, deben conservarse<br />

lo mismo que cuando se pusieron en obra. Los azulejos se<br />

emplean en revestimientos de muros en el interior de edificios, en<br />

solados, y formando fajas ó cenefas en la decoración de fachadas.<br />

Las principales fábricas de España son las establecidas en las provincias<br />

de Valencia, Alicante y Murcia.<br />

TEJAS.<br />

o<br />

Clasificación.-Las tejas se fabrican próximamente como las<br />

baldosas. Las más usadas son las p~anas; las árabes, comunes ó aba¡,oquilladas;<br />

las flamencas, y las romanas ó de reborde. Las superficies<br />

curvas que á menudo limitan las tejas, son siempre desarrollablrs.<br />

Fabricación.-Las planas (fig. 39) Y las de reborde (fig. 90),<br />

no ofrecen nada de particular en su preparación.<br />

Las abarquilladas (fig. 91), que generalmente tienen pie y medio<br />

de largo (Om,418), medio de ancho (Om,159), y media pulgada de<br />

grueso (Om,012), se moldean en un marco alomado, sobre el cual<br />

se coloca la pasta de arcilla, que se comprime, dándole al mismo<br />

tiempo la forma exterior con un rasero ó cercha, cuya concavidad<br />

es igual á la curvatura exterior de las tejas. Para secadas se apoyan<br />

primero en los dos bordes mayores. y cuanclo tienen ya alguna<br />

consistencia, se ponen de pie.<br />

El moldeo de las tejas de formas más complicadas se verifica<br />

preparando primero una placa de grueso liniforme, que tenga la<br />

misma magnitud que la teja desarrollada, y dándole luego la curva-


214<br />

t~ra, por medi~ (~emoldes á propósito. Como ejemplo, bastará indICar<br />

~l procedImIento que se sigue en Boom (Bélgica) para moldear<br />

una teja flamenca (fig. 92). El moldeo de la teja desarrollada se hace<br />

en marcos formados por varillas de hierro<br />

(fia- 9'::) .<br />

mo( 1o<br />

. ;:)' v, de1 mIsmo<br />

~ue SI.se tratara de un ladrillo. Cuando la placa tiene ya cier-<br />

-ta consl~tencIa, el operario la coloca encima de un lJanquillo de forma<br />

partlcu!ar (fi~', 94), á cuya curvatura l)aée (fue se adapte, ali-<br />

;al1(l~ al mIsmo Íl~mpo la super~cie con la mano mojada. Se le da<br />

a ~oIma de S, aplIcando la porcIón de masa que sobresale del ban-<br />

(fUllIocontra el borde de éste, como se ve en la fia-lI<br />

ra 9 ~ c110 (e 1 1 . b v. El gan-<br />

a. teja se forma comprimiendo la masa con el dedo pulgar<br />

~nlacavIdad q, prac.ticada en el molde (fig. 94); la depresión que<br />

1esulta en la sl~perfiCle, se llena en seguida con pasta. Para sacar<br />

delm.o~de l.a teja sin deformada, el operario coloca encima una paleta<br />

cIlmdrIca (fig. 96), é invirtiendo ell)anquilIo<br />

bre la queda la teia so-<br />

Paleta, J<br />

,<br />

con~o~uestra la misma figura. En esta ' disposición se<br />

tI ansportan las<br />

t~Jas a una especie de estantería, cuyas tablas dejan<br />

claros pa~'a que cIrcule el aire, y que está colocada bajo un colJertizo;<br />

las tejas se sitÚan unas al lado de otras volvie<br />

Il do la .<br />

dad l' laCIa arrIba: . cuando están suficientemente ,. secas, para C onveXI- no de-<br />

fO~'~larseal transportadas, se ponen de canto en el suelo del tejar<br />

d~Jandol~s al sol hasta su completa desecación. La cochura se efec~<br />

tua lo mIsmo que la de los ladrillos; á veces se les da un color azul<br />

mate, ahumando la hornada al fin de la operación.<br />

. Condiciones á ~ue han de satisfacer las tejas.-Es in-<br />

dIspensable que las tejas no sean helarlizas; que estén lJien moldeadas<br />

y que ~engan bastante resistencia, para que, colocadas sobre el<br />

suelo volvIendo hacia arriba su concavidad, no se rompan con el<br />

peso<br />

~e un, ~oml)re. Se requiere, además, que den un sonido claro<br />

y caSI<br />

m~tal.lCo~uando se golpean con un cuerpo duro; un sonido<br />

apaga~o mdICa sIen~pre grietas que justifican el que no se reciba el<br />

materIal: Se reconu~l:(~a también que las tejas sean casi i1l1permea-<br />

Mes, p~Io esta. comlIclOn rara vez se consigue con las tejas nuevas'<br />

las .meJ.ores dejan pasar al principio l)astante agua, pero al cabo d~<br />

al~un tIempo, las materias (Jue arrastra la lluvia tapan los poros. En<br />

albun,os puntos se logra desde luego la impermeabiIidad,<br />

las tejas con una composición igualo semejante á la que barnizando se ha indi-<br />

215<br />

cado al tratar de las baldosas; otras veces, se dan unas manos de<br />

alquitran. Se pueden pintar las tejas con colores variados: los arabes<br />

usaban mucho este elemento decorativo, que todavía se encuentra<br />

con frecuencia en Aragón y en algunas provincias del litoral del<br />

l\Iediterraneo, pero sohre todo esta muy extendido en las naciones<br />

de Oriente.<br />

BOTES Y CAÑOS.<br />

Aplicaciónes de los botes.-Los barros ó botes se emplean<br />

en las construcciones que se quierl~ sean ligeras y resistentes. El uso<br />

de estos materiales es antiquísimo y de todas las épocas, como lo<br />

prueba el haberlos hallado en las ruinas de varios templos indios,<br />

en las de Herculano y Pompeya, y en muchos castillos feudales de<br />

Alemania.<br />

Se usan con ventaja en las construcciones de suelos, bóveda~,<br />

campanas de chimenea y tabiques; se asemejan bastante a lo.sladflllos<br />

huecos, pero los barros son aún mas ligeros y se trabajan con<br />

una pasta de mejor calidad que la que se destina á los pl~oductosordinarios<br />

de alfarería. La cualidad más importante que presentan los<br />

cilindros de barro para la construcción de tabiques y suelos, es la<br />

poca facilidad que ofrecen á la propagación del sonido. .<br />

Moldeo de 108 botes.-En el moldeo de estos cilindros se emplean<br />

maquinas analogas á las que sirven para la fabricación de ladrillos<br />

huecos, ó el torno ordinario de alfarero (fig. 97). El arbol,<br />

e, del torno, gira sobre el tejuelo G; el operario lo pone en movimiento,<br />

haciendo actuar el pie en la plataforma D; encima del disco<br />

de madera A, coloca el cilindro de barro que le trae un aprendiz;<br />

apoyando primero un dedo, después la mano, en el eje del cilindro,<br />

lo ahueca y ensancha por el interior, y luego, apl~ca~do la<br />

mano de canto en el interior, lo alarga hasta que pase delmdIce de<br />

ballena Q, que esta sostenido por la varilla vertical °, fija a una<br />

vasija, N, llena de agua, en la que el operario mete de cuando en<br />

cuando la mano, para que no se adhiera la pasta. En el momento que<br />

el cilindro tiene el diametro que se desea, el moldeador lo cierra por<br />

arriba, dohlando todo lo que rebasa del índice Q, y apoyando sobre<br />

el fondo así formado, ya un raspador, ya la palma de la mano: lo separa<br />

después de su hase cortando la pasta con un alamhre, ohtenién-


':H6<br />

clase de este modo un cilindro, ó más hien un tronco de cono hueco<br />

(fig. 98). Antes de quitado del torno, se presenta á su superficie exterior<br />

una lámina de palastro, dentada como una sierra, que produce<br />

en el lJote una porción de estrías, destinadas á aumentar la adherencia<br />

con los morteros. Una vez hecho esto, se practican en las<br />

paredes y en el fondo, tres agujeros con oJJjeto de faciJitar la circulación<br />

del aire durante la cocción. Se comprende fácilmente que,<br />

poniendo los barros unos alIado de otros, y uniéndolos con mortero<br />

de yeso ó cal, se pueden formar muros y JJóvedas.<br />

Botes prismáticos.-Se emplean tamhién botes prismáticos ó<br />

de forma de tronco de pirámide; por lo general, su espesor es mucho<br />

mayor que el de los barros ordinarios, y pueden asimilarse más lJien<br />

á ladrillos huecos. Las figuras 99 y 1.0.0representan dos modelos<br />

corrientes.<br />

Caños .de barro.-Los ea/íos de barro se emplean principalmente<br />

en las construcciones para bajadas y conducción de aguas, y<br />

para subidas de humos.<br />

Se fabrican lo mismo que los botes, de los que se diferencian en<br />

no estar cerrados por sus extremos y en el JJarniz Ó vidriado que<br />

llevan á menudo en el interior para hacerlos impermeables.<br />

Son de forma tronco-cónica ó cilíndrica. En el primer caso, se<br />

unen por enchufe; es decir, introduciendo el extremo más estrecho del<br />

uno en el más ancho del otro (fig. 101). Los tuhos cilindricos se enlazan<br />

por un rebajo (fig. 1.02) ó por un manguito ó golilla (fig. 1.05).<br />

Los de .om,.05 de diámetro se llaman en Madrid naranJeros; los de<br />

.om,.06, peloteras; los demás se distinguen por el numero de pulgadas<br />

ó de dedos de su diámetro; la sección recta es circular ú ovalada.<br />

Para los cambios de dirección se usan unas veces cáños encorvados,<br />

que recihen la denominación de codillos; otras, sobre todo cuando en<br />

una tulJería se quiere hacer una bifurcación, los llamados Y griegas,<br />

nombre que hasta para que se comprenda la forma. Todos los caños<br />

que se venden en Madrid tienen .om ,42" ó sea media vara de longitud.<br />

En Francia se construyen caños de sección rectangular llamados<br />

de Gourlier (fig. 1.04), con los ángulos redondeados y rayados por el<br />

exterior para que agarren lJien los forjados; se usan en especial para<br />

subidas de humos.<br />

Los tubos grandes para conducciones, que ,tienen hasta! m,50 de<br />

2I7<br />

iámetro, se suelen componer de varias dovelas moldeadas á má-<br />

[uina y de la forma de ladrillos huecos (fig. 1.05).<br />

Los mejores tubos de barro vidriado para conducir aguas, son los<br />

ngleses y los que se faJJrican en Alsacia. En la Península, merecen<br />

tarticular mención 10RelaJJorados en Lishoa y en Sevilla.<br />

TUBOS DE AVENAMIENTO.<br />

Formas y dimensiones de los tubos.-Para las cañerías<br />

mbterráneas destinadas á avenar ó sanear marjales, se emplean casi<br />

~xclusivamente tubos de barro cocido, de .om,5.o á Om,40 de longi-<br />

;Úd, de un diámetro que varia entre .om,.o5 y.o, m2.o, segÚn el vo-<br />

,umen de agua que hayan de recoger, y de un espesor cIue se diferencia<br />

poco de .om,.o1 en los tuhos pequeÜos, y que rara vez llega<br />

í .om,02. Los tubos son, de ordinario, de sección circular, pero<br />

también se hacen aovados, como indica la figura 1.06, ó con una<br />

base plana para facilitar su asiento en el terreno, segÚn se ve en la<br />

1.07. Lo más común es unir los tubos con manguitos.<br />

En el cuadro siguiente, tomado como casi todo lo que se dirá de<br />

tuhos de avenamiento, del notable artículo sohre Agricultura, escrito<br />

por Herve ~rangon é inserto en el DiccionaJ'iode Artes y Manufactums,<br />

de Lahoulaye, se estampan las dimensiones y pesos de los tuhas<br />

más usados:<br />

I<br />

Ndmm<br />

de<br />

DIÁMETRO<br />

Interior. Exterior.<br />

Longitud. Peso del mill,1l'<br />

de tubos secos.<br />

orden. J!{ iU".etros. JJHUmetros. CenU,netros. Kilogramos.<br />

---<br />

1 27 4,3 32 4,!4,<br />

2 28 4,5 3:2 552<br />

3 31 50 32 686<br />

4, 31 50 33 720<br />

5 35 54,,5 30,8 74,0<br />

6 39 59 34.,5 998<br />

7 40 61 30,8 1.002<br />

8 54, 74,5 31,5 ,1.098<br />

9 57 80 30,2 1.342<br />

10 97 128 30,2 3.200<br />

101 132 167 30,2 4.880<br />

12 185 23.' 30,2 8.300<br />

I


2~8<br />

Fabricación de tubos.-Todas las arcillas a propósito para<br />

hacer tejas lo son también para tubos de avenamiento,<br />

de limpiar y amasar aún con mayor esmero.<br />

pero se han<br />

Casi siempre se hace el moldeo a maquina. Se usan a .ve?es a~aratos<br />

de acción intermitente, que se reducen en su esenCIa a un embolo<br />

que se mueve en una caja de hierro fundido y ob~iga a la pasta<br />

á salir por una hilera, formando un numero mayor o menor, cuatro<br />

por lo general, de tubos continuos, . que s~ cortan del "tamaño<br />

que convenga: estas maquinas no se dlferen?Ian de la que. se l~a<br />

hecho conocer para moldear ladrillos huecos más que en la dISpOSIción<br />

de la hilera, y no es necesario puntualizar los detalles. Otras<br />

veces se emplean máquinas de acción continua, ya heli~oidale.s y semejantes<br />

a la de Clayton, ya laminadoras de dos rodIllos, a cuyo<br />

género pertenece la de Ainslie, que representa la .figura 108. .Se<br />

compone de dos cilindros de hierro colado, que g.I~'anen. s.enbdo<br />

contrario y van montados en una armadura tamblen metahc~: el<br />

movimiento lo comunica un operario, que actúa en una mamvela<br />

unida á llllO de los brazos del volante, cuyo eje lleva mI piñón que<br />

enO'rana o con una rueda dentada. Una tela sin fin colocada delante de<br />

los cilindros recibe la pasta arcillosa, que arrastran aquellos en su<br />

movimiento, comprimiéndola en una capacidad, y forzándola á pasar<br />

á través de una hilera. El tu])O continuo de arcilla se apoya en<br />

otra tela metálica y va avanzando, cortándose del tamaflo que ~Iaya<br />

de tener, por medio de alam])res que se mueven por el mecal1lsmo<br />

sencillo de palancas, que se ve en el dibujo.<br />

Después de moldeados y cortados los tubos se cogen de 2 en 2, de<br />

5 en 5 ó de 4 en 4, con mangos de diámetro adecuado y los lleva u~<br />

muchacho al secadero, que se establece debajo de un cobertizo: ~lh<br />

se colocan en tablas horizontales dispuestas á modo de estantena,<br />

como se hace con las tejas. De cuando en cuando se vuelven los<br />

tubos, cambiándolos de sitio, y en el momento que la desecaci?n<br />

está muy allelantada, se les hace rodar uno por uno sobre una pIedra<br />

lisa, con objeto de regularizarloe y que se atenÚen las deformaciones<br />

que aparecen á veces en la desecación, en especial cuando la<br />

por mucha-<br />

pasta estaba demasiado blanda: La rodadur~ s.e ~f~ctÚa<br />

chos y es una operación muy Importante,<br />

prácticos en la materia.<br />

a .JUICIOde los hombres<br />

2,19<br />

Respecto á la cochura, baste saber que todos los hornos apropiados<br />

para cocer tejas se pueden aplicar á la fabricación de tubos. Éstos<br />

se colocan verticales, y si no son del mismo diámetro se introducen<br />

los menores dentro de los mayores. En los establecimientos<br />

de importancia media, produce buen resultado un horno de sección<br />

circular, cubierto con lJóvéda esférica y que lleva ocho hogares en<br />

la base para que el calor se reparta con mas uniformidad; en un<br />

horno de esta especie se pueden cocer en una hornada de 50 á 55.000<br />

tubos de 45 milímetros de diámetro. La cocción dura de treinta v<br />

tres á treinta y cuatro horas y consume 4 toneladas de hulla de me~<br />

diana calidad; la descarga del horno se hace veinticuatro horas después<br />

de haber apagado el fuego.<br />

VIDRIADO Y COLORES.<br />

Ya se ha indicado, al explicar la fabricación de baldosas y azulejos,<br />

los barnices adecuados para dar un aspecto más agndable á estos<br />

materiales; pero ahora se tratará en general de los que se usan<br />

para cubrir toda clase de pastas cerámicas con una película que se<br />

llama vicll'iacloó esmalte, por la apariencia que toman los olJjetos que<br />

reciben dichos enlucidos.<br />

El efecto principal del vidriado es hacer impermeables las pastas<br />

cerámicas; se emplea, además, en diversas circunstancias, segun se<br />

ha dicho antes, como elemento decorativo. Del primer caso presentan<br />

ejemplos muy vulgares los pucheros, cazuelas, tubos,etc. y en<br />

general, todos los ohjetos de barro (lue hayan de contener en s~' interior<br />

algun liquido; del segundo, los azulejos, los mosaicos y la mayor<br />

parte de las cerámicas finas. Los barnices que se aplican no son<br />

más que silicatos fusibles á una temperatura inferior á la de la cochura<br />

completa de la pasta.<br />

El método seguido para vidriar los materiales de arcilla cocida<br />

que se utilizan en la construcción, consiste en pulverizar las substancias<br />

que han de formar el barniz, desleirlas en agua y extender luego<br />

con una brocha, sohre la superficie de los objetos, la papilla que resulte.<br />

Las piezas preparadas así se dejan secar y se meten en el hor-


220<br />

no, cuidando de que no se toquen, para evitar que se adhieran unas<br />

á otras.<br />

Ya se ha visto que el barniz se puede dar antes ó después de cocida<br />

la pasta: en este último caso, hay que someter nuevamente las<br />

piezas á la acción del fuego, pero tan sólo á la temperatura necesaria<br />

para la fusión del barniz; resulta, por tanto, un aumento notable<br />

en el coste, pero, en cambio, el esmalte es más permanente y<br />

limpio, por lo que se aplica el procedimiento de la doble cochura<br />

siempre que se trate de pastas muy finas.<br />

. La reacción que se verifica en estas operaciones, se reduce á ([ue<br />

la sílice, por ser el ácido más fijo á temperaturas elevadas, desaloja<br />

á todos los demás, combinándose con los óxidos alcalinos ó metÚlicos,<br />

que entran en la composición del ])arniz, y formando silicatos<br />

fusibles que se vitrifican al enfriarse.<br />

El esmalte blanco de la loza y de los azulejos se prepara mezclando,rocas<br />

feldespáticas ó cuarzosas con óxidos de plomo (litargirio ó<br />

minio) y ácido metastánico; el vidriado del bafl'o ordinario se obtiene<br />

agregando á una papilla arcillosa cierta cantidad de litargirio y<br />

sobreóxido mangánico, como se ha dicho al hablar de las baldosas y<br />

de las tejas, ó bien el sulfuro de plomo, llamado vulgarmente alcollOlde<br />

alfarero.<br />

Puede formarse un barniz muy ordinario, como el que presentan<br />

los pucheros y otros objetos análogos, echando en el horno unos pu-<br />

Üados de sal común, que da lugar á la formación de silicatos múltiples<br />

de sodio y de los metales contenidos en la arcilla, desprendiéndose<br />

el cloro, después de haberse combinado con el hidrógeno proveniente<br />

del agua que se descompone para oxidar el sodio de la sal.<br />

La diversidad de las substancias contenidas en la arcilla explica satisfactoriamente<br />

los diferentes colores que se obsérvan en el vidriado<br />

de los objetos de barro, cuando, como en este caso y en el segundo<br />

de los antes reseñados, entran en la composición de los silicatos<br />

fusibles los mismos elementos de la pasta moldeada.<br />

Saldría fuera del programa de esta obra descender á explicaciones<br />

sobre el esmalte y pintura de las cerámicas finas. ScHose indicará<br />

que los colores se obtienen, por lo general, añadiendo óxidos metálicos<br />

á los ingredientes que constituyen los barnices; así, por ejemplo,<br />

el color blanco resulta de los óxidos de plomo y alcalinos; el<br />

221<br />

amarillo, del rérrico y de los de cromo; el verde de botella.. del fefI'OSO;otros<br />

verdes de distinta intensidad, del cÚprico; el azul, del<br />

de cobalto; el violado, del de manganeso, etc. Se consigllC un color<br />

gris ó azul mate, ahumando el horno con leña verde y dejándolo tapado<br />

algunos dlas, COñl0se . indicó al describir<br />

jas flamencas.<br />

la fabricación de te-<br />

Á veces conviene, sobre todo cuando se trata de ladrillos destinados<br />

á usos especiales, descolorar la arciUa, que á consecuencia de<br />

los óxidos de hierro que contiene, comunica á la masa tonos amarillos<br />

ó rojos más ó menos pronunciados. Se logra fácilmente, según<br />

se dijo al hal)lar de la preparación mecánica de las tierras para ladrillos,<br />

aÜadiendoá la pasta un pocode carbón en polvo, que, durante<br />

la cochura, reduce aquellos óxidos.


222 223<br />

NOCIONES<br />

SOBRE LA FABRICACIÓN DEL VIDRIO.<br />

Antes de dar por terminado el estudio de los materiales de origen<br />

pl;treo, conviene exponer algunas nociones sobre la fabricación del<br />

viclrio, que aunque no sea un material de gran importancia para el<br />

Ingeniero, se tiene que usar con alguna frecuencia en la ejecución<br />

de las obras pÚblicas.<br />

Vidrio ordinario.-PRoPIEDADES y COMPOSIClóN.-Seda en general<br />

el nombre de vidrios á ciertas substancias duras, dotadas de<br />

alguná transparencia y que presenten una fractura lisa ó concoidea.<br />

En esta definición (Iuedan comprendidas muchas materias fusibles,<br />

que no cristalizan fácilmente por el enfriamiento, como los ácidos<br />

fosfórico y bórico; pero en el lenguaje vulgar se denominan vidrios<br />

los silicatos múltiples y transparentes que se pueden trabajar en caliente<br />

por el soplo y que no los altera el agua. .Más especialmente<br />

debe darse aquel nombre á los silicatos dobles de calcio y un álcali:<br />

sin embargo, estos elementos pueden reemplazarse con otros; así<br />

sustituyendo el álcali con el óxido ferroso se obtiene el vidrio de boteUas;<br />

cuando en lugar del óxido de calcio se usa el de plomo y el álcali<br />

es la potasa, el vidrio que resulta es de mucha mejor calidad y<br />

se llama cristal.<br />

La fabricación del vidrio se reduce en esenci¡t á fundir los silicatos<br />

y dejarlos enfriar. No se entrará en detalles, pero sí se explica-<br />

1'á la preparación de objetos por medio del soplo, que presenta alguna<br />

novedad: en cuanto á la fundición ó moldeo del vidrio, se comprende<br />

desde luego que consiste en echar la materia derretida en<br />

moldes de forma adecuada y dejarla enfriar conJentitud.<br />

Se supondrá, para precisar las ideas, que se trate de fabricar un<br />

vidrio plano ordinario. Las substancias y proporciones de éstas que<br />

se emplean, como término medio, son las siguientes:<br />

Cuarzopulverizado. . . . . . . .. """"""""<br />

,110<br />

Carbonato potásico ó sódico. . . . . . . . . . :. . . . . . . . 64<br />

Cal cáustica 24<br />

Diversas substancias.. .. .. . . .. .. " . . . . . . . . . . . . '2<br />

Las substancias diversas que figuran en la composición anterior,<br />

suelen ser el ácido aJ'senioso y el sobreóxirko mangánico. La primera<br />

tiene por objeto purificar el cuarzo, haciendo que desaparezcan, en<br />

estado de arsenimos ó arseniatos, la mayor pal'te de los cuerpos que<br />

le acompaÜan, á excepción del hierro. El sobreóxido mangánico<br />

sirve únicamente para hacer perder al vidrio un tinte verdoso que<br />

disminuye mucho su valor comercial, y que se debe á una pequeÜa<br />

cantidad de óxido ferroso que siempre contiene la masa. Por la acción<br />

de aquel reactivo, el anhidrido ferroso (FeO) se transforma<br />

en anhidrido férrico (Fe2O'5), reduciéndose el sobre óxido mangáuico<br />

á óxido manganoso, resultados que se condensan en la fürmula<br />

siguiente:<br />

2 FeO + iI'1n02 = Fe2O'5 + iI'1nO.<br />

De este modo, el vidrio sale casi incoloro, pues el tinte amarillento<br />

que da el óxido férrico y el violado que corresponde al manganoso,<br />

apenas son perceptibles, al paso que una pequeña cantidad<br />

de óxido ferroso da una coloración verde intensa. Lo que precede<br />

justifica el nombre de iabón de vidriero, que suele recibir el sobreóxido<br />

mangánico.<br />

El álcali que entra en la composición del vidrio, es el más IJarato<br />

en la localidad; así en Francia y en EspaÜa se emplea la sosa por<br />

el bajo precio á que se vende el carbonato, al paso que en Alemania<br />

se da la preferencia á la potasa. Los vidrios fabricados con este último<br />

álcali, son de mejor calidad, á igualdad de las demás condiciones,<br />

pero la mano de obra resulta siempre más cara, porque el si-<br />

200


224,<br />

licato correspondient'C' no se trabaja<br />

dico.<br />

con tanta facilidad como el Só-<br />

FUSIÓN.-Para prepárar el vidrio se empieza por pulverizar y<br />

mezclar perfectamente las substancias antes citadas, que se colocan<br />

en crisoles refractarios fabricados con arcilla pura molida, desengrasacla<br />

con cemento de crisoles viejos. Estas vasijas se introducen<br />

en hornos de varías hogares en que se produce una elevada temperatura,<br />

desplÍes de haber hecho experimentar á las materias una especie<br />

de calcinación preliminar llamada frita ó mazacote, que determina<br />

un prineipio de combinación, al mismo tiempo que permite<br />

templar los crisoles para que resistan<br />

estar sometidos.<br />

el calor intenso á que han de<br />

FABRICACIÓN PORELsOPLO.-Los instrumentos que se usan son el<br />

pttntil y la eaiia metálica; el puntil es una varilla de hierro que sirve<br />

para probar el estado de la masa, segÚnse dirá. La caI1a(fig. 109), .<br />

es un tubo de hierro, ab, de 1m,50 de largo y de 5 milímetros de<br />

diámetro interior, que está resguardado hacia los dos tercios de su<br />

lon,yitud 1 )01' una cuhierta D<br />

de madera, cd, que impide que el operarío<br />

se queme por efecto de la conductibilidad del metal.<br />

Se calienta el horno, se cargan los crisoles, se tapan todas las<br />

puertas, y de cuanclo en cuando, un operario introduce el puntil por<br />

unas aberturas dispuestas alrededor del horno; saca una pequeI1a<br />

cantidad de masa adherida á aquel; deja que se enfríe, y basta su<br />

aspecto para que conozca si está en disposición de trabajarse. Una<br />

vez en el grado conveniente de fusión, el aprendiz saca con la carla<br />

cierta cantidad de liquido; el operario hace dar vueltas entl'e los (ledos<br />

al tubo metálico, con ohjeto de reunir el vidrio en la extremidad,<br />

é introduce esta en moldes humedecidos y en forma de pera,<br />

practicados en un banquillo de madera que tiene cerca de si. Como<br />

de una vez no se extrae la porción de masa fundida que se necesita,<br />

vuelve á introducir el aprendiz la carla en el horno, coge una nueva<br />

cantidad, y el operario sopla por el extremo opuesto, tomando la<br />

masa la forma que indica la figura 110; vuelve entonces el instrumento<br />

hacia arriba y la masa se extiende en sentido horizontal<br />

(fig. 111), en virtud de su propio peso; baja IJruscamente la ca~a, y<br />

consigue así cIue la pasta acentÚe Sil curvatura por la parte mferior<br />

(fig. 112). El operaría imprime en seguida á la cafia un 1110vi-<br />

225<br />

miento de vaiven, soplando al mismo tiempo, de modo que, bajo la<br />

acción simultánea del soplo y del peso, la masa se alarga, y se continÚa<br />

de esta manera hasta que el globo de vidrio tome la forma<br />

aproximada de un cilindro (fig. 113). Es esencial que se conserve<br />

constantemente la pieza en movimiento, para que no se deforme por<br />

el descenso de la masa: mientras se efectÚan todas estas operaciones,<br />

es pl'eciso que el vidrio esté bastante pastoso para poderse trabajar; si<br />

se endurece algo hay que reblandecerIo, lo que se consigue sometiéndolo<br />

á la acción del calor, en una de las aberturas laterales del horno.<br />

Cuando el cilindro tiene las dimensiones que se le quiere dar, el<br />

aprendiz lo introduce en el horno, de modo que su extremidad se<br />

ponga á una alta temperatura, tapa al mismo tiempo con el dedo el<br />

agujero de la carla y aguarda á qne la dilatación del aire perfore el<br />

vidrio por o. Otro medio de 10grarIo consiste en pegar con el puntil<br />

cmell'emate del cilindro una pequeña cantidad de vidrio muy caliente;<br />

el operario mete aquel extremo en el horno, y sopla con fuerza<br />

en la carla ó ])ien se limita á tapar, como antes, la abertura con el<br />

ledo; la presión del aire interior basta para romper el cilindro, por el<br />

>Ítio, o, que se reblandeció con la gota de vidrio caliente (fig. 114).<br />

Perforado ya el cilindro, se retira del horno, y el aprendiz corta con<br />

Lmastijeras la sección extrema, lo que no ofrece dificultad por la<br />

blandura que ha adquirido la pasta; as! se abre por completo el ci-<br />

!indro, que queda en la disposición que indica la figura 115. El ope-<br />

'ario continÚa imprimiendo á la carla un movimiento de vaivén y<br />

mn le da vuelta completa para que se enfrie la masa con rapidez,<br />

impidiendo que se alabee.<br />

Para desprender el cilindro de la carla, el aprendiz la coloca en<br />

Lmcaballete; el operario coge nna gota de agua con una varilla de<br />

llierro encorvada; pone la gota en la unión, a, del vidrío con la caiia,<br />

y dando en la mitad de esta un golpe seco con la misma varilla,<br />

,e desprende la pieza soplada, que queda abierta por un lado y ce-<br />

l'1'adapor el otro. Para ahrirla por este Último, el operario adapta á<br />

lo largo de la generatriz superior del cilindro, colocado horizontal,<br />

una regla en que está marcada la longitud que ha de tener la lámina<br />

de vidrio; y después, siu 'mover la regla, toma de] crisol con el<br />

puntil una gota de vidrio, que hace hebra al alargarse, y que aplica.<br />

á la sección recla be del cilindro (fig. 116), en el sitio en que haya<br />

45


226<br />

de verificarse la rotura,<br />

pieza.<br />

que se produce en seguida con mucha lim-<br />

El cilindro, ya con l~s dimensiones requeridas, tiene que abrirse<br />

por una de sus generatrices, para lo cual se dispone horizontalmente<br />

en una mesa; se apoya una regla en la generatriz pasando superior; en seguida se hace un<br />

carrer a lo largo de ella una gota de agua, Y<br />

hierro enrojecido, se determina la fractura.<br />

EXTENSIÓN .-Únicamente falta desarrollar el cilindro, operación verse<br />

que se lleva a cabo en hortlOs particulares, c:lya forn~a ~uede<br />

en la figura 117. Se_hacen pasar los mangUItos de vIdrIO por unas<br />

guias a un departamento que se halla a una temperatura elevada, y<br />

cuando uno de ellos esta próximo á desplegarse por efecto del calor,<br />

se coloca encima de una placa de hierro colado ó de vidrio enyesado,<br />

en la cual y del modo que representa la figura 118, se extiende, alisándolo<br />

después con un mazo de hierro ó de chopo que va (fig. montado 119), que en<br />

tiene una de sus caras muy pulimentada, Y<br />

un manO'o largo. Por Último, con una regla delgada de hierro, ter-<br />

~1inada ~n una horquilla (fig. 120), se pasa la lámina á otro compartimiento<br />

del horno (fig. 1l7), en que la temperatura es ~1enol"<br />

á fin de qUt; el vidrio se enfrie algo, antes de sacarlo. Las dIversas t?quen,<br />

laminas se disponen en esta capacidad de suerte que no se.<br />

pues, de lo contrario, se correría el riesgo (le que se a(llllneran Y<br />

deformaran.<br />

Vidrios del comercio.-Los<br />

vidrios ordinarios sencillos se<br />

distinO'uen en el comercio por nÚmeros, que son la suma del largo<br />

v del ~ncho, expresados en pulgadas francesas; así, por ejemplo, las<br />

iáminas que tienen 20 pulgadas de longitud y 15 (le anchura, corresponden<br />

al nÚm. 55. Los vidrios comunes mas pequeÜos son26). los<br />

del nÚm. 16 (9 pulgadas X 7), Y los mayores los del5~ (52:<<br />

Se usan también cristales ordinarios de mayores dImensIOnes Y<br />

mas grueso que los sencillos,que se llaman dobles (1): su area varía,<br />

78 X 20. Tanto los sen-<br />

por lo general, entre 26 pulgadas X 20 Y<br />

cillos como los dobles se expenden con creces de una pulgada en<br />

ambos sentidos, de suerte que las (limensiones que aparecen en los<br />

(1) El espesor de los vidrios sencillos suele ser 2mm,25, y el de los dobles<br />

4.mm,50.<br />

22i<br />

c~talo~os, deben. cO~lsiderarse como las que quedan lihres cuando estan<br />

sUjetos los VIdrIOs en los )11arCOSy junquillos.<br />

~os vidrios raspacl?s, que se ol~tienen frotando los ordinarios, des-<br />

pues de haberlos cuJnerto de aceIte con otro Vidl l' O con 1 ' ,' una anuna<br />

. "<br />

d~<br />

hOJa,de l~ta ó con un asperón, hasta que pierdan el hrillo y la<br />

tr anspa~enCla, suelen tener de 20 a 60 pulgadas francesas, siendo<br />

estos _nuIl1.eroslas sumas ,de los largos y anchos respectivos. Iguales<br />

tamanos tIenen las muselmas, que son vidrios raspados sólo en parte,<br />

de manera que se formen dibujos sobre fondo transparente ó<br />

mate, segun se desee.<br />

. Los vidrios de colores se preparan aÜadiendoa la pasta subsLan-<br />

Clas co:orantes, que casi siempre son óxidos metálicos. Los colores<br />

que mas se :lsan ~on el amarill~, ~l azul, el rojo, el verde y el violado.<br />

Las dImenSIOnes de los vldrros coloridos varian o'eneralmente<br />

de 20 a 51 pulgadas para las longitudes y de 14 a 21 °para los anchos.<br />

Vidrio t~mplado.-Cuando los objetos de vidrio fabricados<br />

por el soplo o el moldeo, se templan, es decir, se elevan a cierto<br />

gr~do de cal~r y se sumergen después en un haflo frio de aceite, adqllleren<br />

~rople~ades notables. El vidrio pierde su fragilidad y aumenta<br />

su r:slsLencla, en tan grande escala, que, por tél'lllino medio, lmede<br />

decIrse que es 50 veces mayor que la del ordinario; el vidrio<br />

templado no se altera por los cambios bruscos de temperatura tiel~emucha<br />

l1~aselasLi~idad (~ue el comun; es tan limpio y tra:lspa-<br />

1ente como este; admIte puhmento y coloración, y puede taladrarse<br />

y cort~rse con el Lrépano y la lima. Se han hecho ya ensayos al al:ec~~'fa:?rables,<br />

.par~ aplicar el, vidrio templado á la vigueri~, lla<br />

fabllcacIOn de tejas, a las tuhenas de ao'ua Y de o'as '1 t'<br />

. . .. o ti , a a cons l uc-<br />

ClOn(e 1 cOJmetes y otras piezas resistentes de maquÍ11aria a las cámaras<br />

de preparación del acido sulfurico y áotra multitud<br />

como 1)at erras<br />

(<br />

' l e cocma, " obtención de liquidos fermentados,<br />

de<br />

usos,<br />

etc.<br />

'<br />

Terminado el estudio de los materiales de oriO'ell o., pe' tI eo ' que mas<br />

. , ..<br />

mtel esa conocer al Ingemero, se mcluye á continuación un cuadro<br />

l1:arcado conell:Úm. 1, en (fue se estampan las densidades y resisten-<br />

CIas al aplastanllento de algunas piedras y ladrillos, no expresandose<br />

,<br />

.,#


DESIGNACIÓN<br />

DE nrA.Ti:RlALES.<br />

PIEDRAS VOLC'\NICAS.<br />

-<br />

Densidad.<br />

228<br />

los datos relativos a morteros y hormigones, que se han consignado<br />

con detalle en los sitios correspondientes de esta obra. Entre los materiales<br />

que figuran en rl estado hay algunos extranjeros y muchos<br />

menos españoles d~10 que fuera de desear, pero no ha sido posible<br />

adquirir más noticias, a pesar de la diligencia con que se han buscado.<br />

Los guarismos referentes a muchos materiales usados en las<br />

colonias ultramarinas y a algunos de España, se han tomado del<br />

jJJanual (lel Ingeniero y Arquitecto, del coronel-D. Nicolás Valdés;<br />

otros, también de materiales del país, se deben a la amabilidad<br />

de los Ingenieros del Cuerpo, que se citan en la casilla de observactOnes.<br />

La resistencia al aplastamiento es la que mas interesa determinar,<br />

en general, tratandose de piedras y ladrillos, pero, sin embargo, en<br />

el cuadro núm. 2, aparecen los términos medios que pueden adoptarse<br />

para medir la resistencia á la tracción, segÚn la naturaleza de<br />

los materiales; y en el núm. 51a dureza comparativa de algunos que<br />

conviene conocer en ciertas construcciones, como, por ejemplo, en<br />

los enlosados.<br />

Cuadro núm. l.<br />

Rcsistencia<br />

al<br />

aplastamiento,<br />

por OBSERV.A.CIONES.<br />

centímetro<br />

cuadrado.<br />

-<br />

Kilogramos.<br />

Basalt.osde Suecia y A u- I 2,95 2.950 Experimcntos varios, reuniverma....<br />

.., .',..... .. t dos por Olaudel.<br />

Lava dura del Vesuvio...<br />

2,60 592<br />

ldem blanda de Nápoles.<br />

~,97 230<br />

id. id ,m D,'om.<br />

Idem gris de Roma.. ..,.<br />

~,97 228<br />

(¡"m<br />

Toba de Roma. ... ,..<br />

'.<br />

'1,'H<br />

57<br />

Piedra pÓl11ez. ......... 0,60 34<br />

(Compuesta de<br />

Brecha de Ansono (Filipinas).<br />

. . . . . . . . . . . . . .. .1,66 46 t fragmentos de Experilaya.<br />

mentos<br />

l'euni d o s<br />

por el co-<br />

Idel11de Meycauayán (id.) '1,58 43 ¡ Idem d~ pómez<br />

y ronelValeSCOrIas. dés. '<br />

l'<br />

Toba de Guadalupe (id.). .1,45 26 1........""<br />

DESIGNACIÓN<br />

DE MATERIALES.<br />

Densidail.<br />

229<br />

Resistencia<br />

al<br />

aplastamien-<br />

to"por<br />

centlmetro<br />

cnadrado.<br />

-<br />

Kilogra11WS.<br />

- -----<br />

OBSERV.A.OIONES.<br />

PIEDRAS GRANÍTICAS,<br />

SILÍCEAS y ARCILLOSAS.<br />

-<br />

Pórfido. . . . . . . . . . . . . . ., 2,87 2.470<br />

Granito verde de los Vosgos.<br />

.................<br />

Idem gris de idem.. . . . ..<br />

2,85<br />

2,643<br />

620<br />

420<br />

l Experimentos varios, reunidos<br />

por Claude!.<br />

Idem de Normandía (Francia).<br />

.." . .. . .. . .. ....<br />

Idem aznl de Aherdeen<br />

(Inglaterra).... . . ..<br />

ldem de Cornwall (idem). ""<br />

Idem de Hong-Kong (China)<br />

., ................<br />

Idem de Guadarrama.. ..<br />

Traquita de San Miauel<br />

(Filipinas).........~...<br />

ldem de Aspe (Bilbao)...<br />

Molar de Chatillon (París)<br />

Piedra silícea de San Mí-<br />

guel (Cuba). . . .. .. . . '.<br />

ldem id. de Dundee (Inglaterra).<br />

... . ... . . .. ..<br />

Idem. id. de Derby (id.)..<br />

Aremsca dura de Fontainebleau.<br />

. . . . . . . . . ..<br />

Idem blanda. . . . . . . . . ..<br />

Idem gris de Floreucia ..<br />

Idem de la Isla (Cádiz)...<br />

2,71-1<br />

2,62<br />

2,66<br />

2,60<br />

2,50<br />

2,40<br />

2,445<br />

2,01,23<br />

2,i.¡<br />

2,53<br />

2,32<br />

2,57<br />

2,49.1<br />

2,56.1<br />

2,48<br />

707 )<br />

76.1<br />

ldem id. id. por Dabanye.<br />

H3 1<br />

800<br />

350 ¡<br />

~demid. id. por Valaés.<br />

266 \ I<br />

») í E~perimentos del Ingeniero<br />

( Jefe D. :FJvaristo de Chu.<br />

rruca.<br />

)) { Experimentos varios, reunidos<br />

por Olaudel.<br />

,1..160 ldem id. id. por Valdés.<br />

I<br />

~4.0<br />

J ldem id. id. por Debauve.<br />

223<br />

895<br />

4 ~ldemid. id. por Claude!.<br />

420<br />

» \<br />

Idem de Santa Catalina<br />

(idem).. .. .., ... . . . ..,<br />

PIedra arcillosa de la Osa<br />

(Habana). .. . . . . . . . . . ..<br />

Idem i.d. de la Cueva (id.)<br />

Idem Id. de Vedao (id.)<br />

(calidad superior)......<br />

Idem id. id. (id.) (id. me-<br />

2,01.6<br />

2,08<br />

'1,60<br />

2,4.1<br />

))<br />

42<br />

37<br />

62<br />

,<br />

r"m<br />

id. id.<br />

'''"<br />

I<br />

V"',,..<br />

diana). .. . .. . . .. . . . . ..<br />

Idem id. de la Playa de<br />

Chivos (id.)...........<br />

Idem id. de la Cachimba<br />

de S~n Antonio (id.)....<br />

Idel11Id. del iVIorro(id.).<br />

Vinelo (id.) .. .. .. .. ....<br />

2,08<br />

»<br />

2,34<br />

2,42<br />

2,20<br />

5.1<br />

,a<br />

56<br />

66<br />

26 I


DESIGNACIÓN<br />

DE l\IATERIALES.<br />

PIEDRAS CALIZAS<br />

Y DE YESO.<br />

-<br />

Densidad.<br />

I<br />

Resistencia<br />

al<br />

aplastamien.<br />

to, por<br />

centímetro '<br />

cuadrado.<br />

-<br />

Kilog,'amo8.<br />

Mármolestatuario. . . . .. 2,694 3.\0<br />

Idem negro de Flandes. o<br />

Idem blanco de Italia.. ..<br />

Idem id. de Brabanteo . ., 2,70 651-<br />

Idem rojo de Devonshire<br />

(Inglaterra) . . . . . . . . . .. » 528<br />

OBSERVACIONES.<br />

\ Expel'Ímentos~va"ios, reuni-<br />

2,722 790 dos por Olaudel.<br />

2,72 686<br />

Id,m id. id. ,~ D.,h.,,,<br />

\<br />

Idem de Portland (id.).. .<br />

[dem de la isla de Pinos<br />

(Cuba)...... .........<br />

2,43<br />

2,60<br />

324<br />

,128<br />

I<br />

¡d= i'. id.,~ V,Id"<br />

Caliza negra de San Portunato<br />

(cerca de Lyon)<br />

(muy dnra y conchífera)<br />

Idem de Chi'ltillon(cerca<br />

y poco<br />

de paris) (dura<br />

conchifera). . oo.""" Idem de Conflans (empleada<br />

en París) . . . .' ..<br />

Idem blanda (id. id.)<br />

2,653<br />

2,292<br />

2,077<br />

630<br />

170<br />

90<br />

\<br />

I<br />

(lambourde Y vergelet)... '1,822 60 Idem id. id, por Claudel.<br />

Idem amarilla oolltica<br />

de Jaumont (cerca de<br />

,18(1<br />

Metz) (primera calidad).<br />

La misma anterior (segunda<br />

calidad). . . . . . ..<br />

2,201<br />

230<br />

2,009 4'20<br />

Caliza arcillosa azul de<br />

Mp.tz...... ...... .... 2,600 300 (<br />

Idem de Ponce (puerto-<br />

Idem id. id. por Valdés.<br />

2,40 no<br />

Rico). . . . . . . . . . . . . . . .,<br />

I<br />

Idem arcillosa del Monte<br />

Cabras (Bilbao).<br />

" .'<br />

Experimentos del Ingeniero<br />

. . . 2,705 » t Jefe D. E. de Churruca.<br />

j Idem del id. id. D. Rafael<br />

Idem de San Telmo (Má-<br />

laga)........<br />

2,64 » t tYagüeo<br />

o""""<br />

Idem del id. D. Manuel Ló-<br />

2,69 » pez Martín.<br />

Idem de Almellones (id.).<br />

Idem de Rueda (Zarago-<br />

.<br />

I<br />

za). Piedra muy blanda<br />

( T" ermmome d' 10de dosexperI'<br />

y á propósito para molduras.<br />

.. ........ .. ... » 63<br />

mentos hechos porelInspec-<br />

l tor general D. .José Morer.<br />

!<br />

1,92 711<br />

Algez de Montmartre. . .,<br />

Experimentos varios. reunit<br />

dos por Debauve.<br />

~'<br />

DESIGNACIÓN<br />

DE ~rATERrALESo<br />

Densidad.<br />

Resistencia<br />

al<br />

aplastamiento,<br />

por<br />

centímetro<br />

cuadrado.<br />

]Glogramos. -<br />

OBSERVACIONES.<br />

LADI\ILLOS.<br />

-<br />

Adobes. . . . o. . . . . . . . . .. » 33 Experimentos de Vicat.<br />

Ladrillos bien cocidos de<br />

Borgoña . . . . . . . . o. . . .. 2,195 ,150<br />

Idem id. de Sarcelles. . 4,997 '125<br />

"<br />

Id~rn de cocción ordinarra<br />

de Montereau<br />

Idem rojos ordinari;~<br />

'1,78 HO<br />

Id,m do Cl>"'iol<br />

j<br />

. ci~<br />

Pariso...<br />

Idem ordi;a~i~~<br />

1,52 !:lO<br />

.¿~ i:ia'~:<br />

~erschmith. (Alemanla.).................<br />

» 71 Idem reunidos por Debauve.<br />

Ladrillo fino prensado de ' El nado "'=" á la resi~-<br />

MÍO'I<br />

231<br />

la fábrica de Rombado.. 2,075 9~ tOIlcia, es término<br />

medio de 20<br />

t experimentos.<br />

En s.a<br />

Idem fino de Vaciama-<br />

y os<br />

verIfica -<br />

dos en las<br />

drid................. . » 47 Iden! lO.. ¡ ' de 6 ex- obras del<br />

, perlmentos. canal de<br />

[dém del Puente de SeO'o-<br />

Isabeln,<br />

via............. ."' » 60<br />

,1<br />

¡d= id. do< id"<br />

Idem recocho fabr'ic;ci;<br />

'" Inspector<br />

Don<br />

en el Depósito del Canal<br />

José Mode<br />

Isabelll. . . . . ., .... '1,723 49 Idem id. de3 id. rer.<br />

Idem pardo fabricado en<br />

el mismo depósito. ..... » 33 Idem id. de 11 id, ¡<br />

I<br />

DESIGNACIÓN DE MATERIALES.<br />

Basalto de Auvernia<br />

I,<br />

Marmol de Portland: : : : : : : : : : :<br />

Caliza compacta.. .., . .. .., . .<br />

ldem arenacea. "<br />

1<br />

I Idem. oolitica. . :::::::::::::::<br />

I<br />

Ladrrllos de buena calidad. . . . .<br />

Cuadro núm. 2.<br />

Resistencia<br />

á la tracción,<br />

por centímetro<br />

cuadrado.<br />

-<br />

Kilogramos.<br />

47<br />

60<br />

32<br />

23<br />

44<br />

18 á 20<br />

OBSERVACIONES.<br />

Este cuadro está tomarto<br />

de la obm de Deba.uve, ti-<br />

:~~. ]"lo.'"" d" 'm-<br />

i


I<br />

11<br />

DESIGNACIÓN DE MATERIALES.<br />

Mármol blanco veteaclo ;...<br />

Granito rosado (sienita) ..<br />

Iclem verde.. . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Iclem color de hoja seca.. .., . . .<br />

Idem gris de los Vosgos........<br />

Idem id. de Bretaña...,.. ..,..<br />

Iclemid. de Normandía........<br />

Mármol azul turquí . . , . . , . . . . .<br />

Caliza dura ordinaria (liais)... . .<br />

232<br />

Cuadro núm. 3.<br />

/'<br />

Dureza<br />

comparativa.<br />

1,00<br />

10,08<br />

9,70<br />

9,30<br />

8,9'2<br />

8,56<br />

'7,00<br />

1,28<br />

0,88<br />

üBSERV ACIONES.<br />

Los números que figurau<br />

en este cuadro se refiereu<br />

á experimentos de Rondelet,<br />

citados pOlOReyr¡aud<br />

en su Cm'so de A1'q"itect'lwa.<br />

11<br />

S~:GUNDA SECCIÓN.<br />

MATERIALES DE ORIGEN VEGETAL.<br />

JI ORGANOGRAFÍA Y FISIOLOGÍA DE LOS VEGETALES,<br />

El estudio de esta sección, y lllaS especialmente el de las maderas,<br />

requiere el conocimiento previo de algunos principios de organogra(ia<br />

y fisiologia de los vegetales, que conviene recordar.<br />

La primera describe los órganos (Iue componen las plantas; la segunda<br />

las funciones qne cada UllOde ellos desempeña.<br />

OHGANOGRAFÍA.<br />

Célula.-La celula es el elemento orgánico primitivo del reino<br />

vegetal. Esta formada de una membrana sumamente delgada, esférica<br />

ó aovada, que encierra en su interior cuerpos de varia naturaleza,<br />

unos sólido,s, otros liquidos y otros gaseosos. La substancia<br />

principal que entra en la composición de esta memhrana se llama<br />

celulosa (C6H'00"). Es hlanca, diMana, sólida é insoluble en el<br />

agua, en el alcohol, en el éter, én las grasas y en los acidos y alcalis<br />

diluidos. Es claro, pues, que si se somete un tejido vegetal á la<br />

acción de los citados agentes, se disolverán todas las materias excepto<br />

la celulosa.<br />

Las


234<br />

Y oxalato de calcio: encuéntranse, aparte de estos cuerpos sólidos,<br />

ia savia, aceites y resinas, como liquidos; y entre los gaseosos, el<br />

aire, el oxígeno, el hidrógeno, el nitrógeno y el anhidrido carbónico.<br />

Tejidos.-Las celdillas nacen y se desarrollan unas al lado de<br />

otras, constituyendo los tefidos. Á consecuencia de la multiplicación<br />

y de las presiones recíprocas que experimentan en todas direcciones,<br />

pierden su forma primitiva y afectan otras poliédricas, irregulares<br />

y anormales á veces, que se denominail fibras si se prolongan y adelgazan<br />

en sus extremidades, -y vasos si alargadas también, presentan<br />

calibre cilindrico y están ábiertas por sus dos extremos.<br />

La célula pl'Ímitiva determina el tejido conectivo ó celltla1',llamado<br />

también pal'énquil1w, el cual ofrece el aspecto de una membrana<br />

muy delgadS!-ytransparente, fácil de observar en las partes blandas<br />

de 'los vegetales; la fibra,' el tejido fibroso, que suele ser de paredes<br />

gruesas y consistentes, y que forma las maderas de los vegetales<br />

leñosos, así como los nervios de muchas hojas y los haces del<br />

líber en algunas plantas, como el lino, el cáñamo y, en general, todas<br />

las textiles; y Últimamente, el vaso origina el tejido vasculm', que<br />

no tiene siempre la misma estructura, porque tamlJién es muy diversa<br />

la de los vasos.<br />

Clasificación de los vegetales.-Los órganos simples que<br />

se han enumerado constituyen los órganos compuestos, en cuya descripción<br />

se ha de entrar ahora; pero como estos Últimos varían segÚn<br />

la planta á que pertenecen, conviene presentar, antes de pasar<br />

adelante, una clasificación de los vegetales, con objeto de no tratar<br />

más que de los órganos que tengan alguna importancia dentro del<br />

programa de esta sección.<br />

Linneo dividió el reino de las plantas en dos grandes grupos: las<br />

criptógamas y las (anerógamas. Las primeras están formadas por te-<br />

,iidos celulares y no presentan aparentemente sus órganos de generación;<br />

las segundas tienen estos 6rganos muy desarrollados y están<br />

compuestas de toda clase de tejidos.<br />

Revélase en la semilla de, las fanerógamas un bosquejo de raíz,<br />

tano y órganos apendiculares ó foliáceos, representados por unos<br />

cuerpecillos más ó menos consistentes, llamados cotiledones, en cuyo<br />

nÚmero y disposición está fundada una segunda división del reino<br />

235<br />

vegetal. Llámanse plantas monocotiledones las que poseen un solo cotiledón;<br />

dicotiledones las _que tienen dos, y acotiledones las que carecen<br />

de ellos, y que son las mismas que Linneo denominó criptógamas.<br />

Las otras dos agrupaciones son fanerógamas, y á ellas habrá<br />

de concretarse el estudio que se haga, por([ue son las que producen<br />

las maderas.<br />

Se dividirán los órganos compuestos en dos secciones: órganos destinados<br />

á la nutrición ó conservación del individuo, 'y órganos de genelYICión,que<br />

tienen por objeto la reproducción de la especie.<br />

Órganos de nutrición.-Son órganos principales de nutrición<br />

la miz, el tallo, las yemas y las lwjas; se expondrán ligeras indicaciones<br />

acerca de todos ellos, exceptuando el tallo, que habrá de<br />

describirse con algÚn más detalle.<br />

R


236<br />

Ellronco, propio de los vegetales dicotiledones, es un tallo lel1oso,<br />

de forma prolongada y cónica, que a cierta altura se divide en ramas<br />

y ramos, que á su vez sustentan las hojas y las flores. La sección<br />

transyersal del tronco (fig. 1:24) se compone de una serie de<br />

capas circulares concéntricas, que forman dos regiones distintas,<br />

llamada sistema corlic(d ó col'leza la exterior,y sistema lClioso la interior.<br />

El sistema cortical se compone del exterior al interior: 1."<br />

de la epidermis, membrana en extremo delgada y transparente, de<br />

tejido celular y sembrada de poros ó eslomas, que sirven para la<br />

respiración de la planta; esta membrana esta cubierta exteriOl'lllente<br />

por otra muy tenue é incolora que se llama epidermis coi'tical ó<br />

cuticula: 2.", de la capa ó envuelta suberosa, formada por celdillas<br />

rectangulares parcluscas, que á veces toman gran desarrollo, como<br />

se ve en el corcho: ;;.", de la cubierta [Zerbdceaó mé(lltla e,xterna,<br />

que es verdosa y esta comp uesta de tejido celular; y 4.", del liber ó<br />

fibras corticales, q-tiepne(len separarse sin dificultad, por medio de la<br />

maceración. -<br />

El sistema leJiosoestá formado por un conjunto de hacecillosfibrovasculares,<br />

rayados y punteados, cuya consistencia y dimensiones<br />

aumentan con la edad. La sección transversal de este sistema se divide<br />

en dos zonas; una externa llamada allllt1'a 6 (alsa madera, más<br />

blanda y de color menos obscuro (IUe'la segunda, y otra interna que<br />

es la parte más dllra del vegetal y constituye la madera perfecta,<br />

corazón ó duramen. El centro de esta zona y eje del vegetal es la médltla,<br />

compuesta (le tejido celular y separada de la madera por una<br />

especie de tubo llamado estuche medula!', constituido por vasos paralelos;<br />

la médula desapareee eon el tiempo en todos los árboles. La<br />

masa del cuerpo leiioso se halla dividida por líneas que van del centro<br />

á la periferia, y que reciben el nombre de ,I'adios medltlares, gl"andes<br />

ó pequClios, segun que se extiendan desdela médula hasta elliber<br />

ó que estén limitados por dos capas concéntricas.<br />

El astil es un talIo leiioso, propio de los vegetales monocotiledones,<br />

que termina por un ramillete ó cabellera de hojas, como sucede<br />

en la palmera y el cocotero. Esta clase de árboles es poco abundante<br />

en nuestro suelo, excepto la palmera, muy conocida en las<br />

provincias meridionales y de levante. La estructura anatómica de<br />

los hacecillos fibro-vascl1lares qne componen el astjl, es muy seme-<br />

23;<br />

jante á la de los troncos, pero no están dispuestos ni ordenados en<br />

capas concéntricas; de manera que no se advierten estuche, médula,<br />

ni radios medulares. Si se hace una sección transversal (fig. 125)<br />

en el astil de la palmera, se verá que el centro está formado por llna<br />

masa de' fibras lel1osas, más ó menos reunidas por un tejido celular<br />

sin consistencia, y que en la periferia, las fibras se aproximan y vienen<br />

á formal' un compuesto muy duro. La sección ensancha por la<br />

superficie exterior, porque las hojas crecen y se desarrollan,adheridas<br />

alrededor de la corteza, la cual queda encerrada dentrq,de un<br />

estuche determinado por las partes inferiores de las hOjas;'éIue no<br />

acompañan á las superiores en su caida. Al caho de algÚn tiempo la<br />

corteza se endurece,<br />

líndrica.<br />

deja de ensancharse y concluye por hacerse ci-<br />

YE)lAs.-Las yemas son órganos que encierran el rudimento de<br />

las ramas, flores y otros apéndices foliáceos. Se desarrollan en la extremidad<br />

de un tallo v,1 entonces se llaman terminales , ó en el áncrlllo b<br />

formado por la hoja y el tallo, recihien(loel nombre de axilal'es, ó<br />

hien aparecen accidentalmente y sin orden en cualquiera otra parte<br />

del vegetal, y se denominan adventz:cias. Las yemas se presentan, por<br />

lo general, en el verano y crecen hasta el otOl10,quedando estacionarias<br />

durante el invierno para adquirir su completo desarrollo en la<br />

primavera, en cuya época caen sus cubiertas y aparecen los nuevos<br />

órganos de las plantas.<br />

con los climas.<br />

Claro es que el periodo de evolución varia<br />

HOJAs.-Otro órgano de gran importancia en la vegetación es la<br />

hofa. Las hojas son de ordinario expansiones planas y verdes, que<br />

nacen del tallo. Su organización es idéntica á la de éste, componiéndose,<br />

por tanto, de la epidermis que las cuhre, y de fihras y vasos<br />

que, ramificados de diversas maneras, dibujan una red cuyas mallas<br />

ó intersticios ocupa el tejido celular. El color, aunque segÚn la definición<br />

es verde, varía en algunas<br />

rojizas y árgentinas.<br />

plantas, viéndose hojas amarillas,<br />

La hoja (fig. 126) se compone, en general, del peciolo ó cabo, prolongación<br />

variable del tallo, en la que los haces fibro-vasculares continÚan<br />

todavia unidos; y del limbo ó lámina, parte plana en la que<br />

los haces se separan dividiéndosey subdivicliéndoseen nervios, venas.<br />

y venillas. Ellimho presenta una base, un vértice, un borde ó margell


'238<br />

Y dos caras,<br />

{erial', que<br />

una supcrior, comÚnmente<br />

es de color más claro y está<br />

mas lisa<br />

sembrada<br />

y verde que<br />

de estomas<br />

la indestinadas<br />

a la respiración.<br />

Las hojas pueden ser sencillas y compuestas: las primeras tieneu<br />

el limbo indiviso, como las del tilo, y las segundas ofrecen soluciones<br />

de continuidad, dividiéndose en hojuelas, como las de la acacia.<br />

Se llaman pecioladas las que tienen peciolo, y sentadas las que carecen<br />

de él; y por su forma se clasifican en lineales, lanceola(las,<br />

aovadas, elípticas, etc. '<br />

OlíGANOS SECUNDAlílOs.-Como órganos secundarios de nutrición,<br />

deben citarse las estipulas, {)j,(lcteas, zarcillos, espinas, etc., en cuyo<br />

estudio no es necesario entrar.<br />

Órganos de-@producción.-Son los destinados al dese mpeÜo<br />

de las funciones vegetales que tienen por objeto la conservación<br />

de la especie: se dividen en órganos de floración y de {rltctificación.<br />

OlíGANOSDE ~'LORACIÓN.-Las llores estan compuestas de un conjunto<br />

de hojas tran~formadas y colocadas en circulas ó verticilos. Sostiénelas<br />

generalmente una prolongación del tallo, el pedÚnculo, aunque<br />

hay flores sin este aditamento, que se llaman sentadas. Los verticilos<br />

florales son cuatro, que enumerados de la periferia al centro,<br />

se denominan respectivamente: cál¡:z, corola, estambres y pistilos.<br />

E! cáliz (fig. 127) es una expansión del pedÚnculo y forma la envoltura<br />

exterior de las flores. Tiene generalmente un color verde;<br />

pero también hay calices rojos, amarillos y azules. Sus hojas recil)en<br />

el nomhre de sépalos, y segÚn las que se agrupan para constituir<br />

el caliz, puede ser éste gamosépalo ó polisepalo.<br />

La cOI'ola (fig. 128) es la envolvente inmediata de los órganos sexuales.<br />

Tiene un tejido sumamente delicado, exhala una parte de la<br />

fragancia de las flores y puede presentar los colores mas vivos y variados.<br />

Sus hojas se llaman pétalos, y por el nÚmerode éstos puede<br />

ser la flor monopétala y polipétala.<br />

Los estambres (fig. 129), ó tercer verticilo floral, son los órganos<br />

masculinos de la flor. Compónese cada uno de tres partes principales,<br />

que son: filamento, a, antera, b, y polen. E! filamento es la<br />

prolongación delgada y filiforme que sostiene la antera; falta algunas<br />

veces y afecta formas muy diversas. La antera es una cap:-<br />

~<br />

"<br />

~39<br />

sula membranosa, compuesta de celdillas que contienen el polen;<br />

estas celdillas se ligan por adherencia de sus paredes, ó por el intermedio<br />

de un cuerpo carnoso llamado conectivo. El polen es un<br />

,polvillo muy tenue y la parte esencial en la fecundación de los vegetales:<br />

esta constituido por una cantidad considerable de pequeÜos<br />

vasos de color casi siempre amarillo, conteniendo a su vez estos vasos<br />

una substancia líquida muy espesa, que lleva en suspensión muchos<br />

corpúsculos.<br />

Los pistilos (fig. 150), cuarto ver.icilo de la flor, son los órganos<br />

femeninos. Cada UllOse componede tres elementos: ovario, a, estilo,<br />

b, y estigma, c. El ovario es la parte inferior, por lo general<br />

ensanchada, en cuyo interior empiezan a desarrollarse los vasos polinicos.El<br />

estilo es una prolongación, de tejido celular casi toda ella,<br />

que une al ovario con el estigma. Este Último, remate del pistilo,<br />

esta provisto de glandulas que segregan un liquido viscoso, que retiene<br />

facilmente los vasos polinicos, que desprenden los estambres en la<br />

época de la fecundación.<br />

Los órganos sexuales de una planta no se observan siempre en<br />

una misma flor, sino que estan distribuidos de muy distintas maneras.<br />

De aqui las varias denominaciones que reciben las flores. Son<br />

hermali'oditas, las que presentan estambres y pistilos; unisexuales,<br />

las que sólo tienen pistilos ó estamhres; monóicas, si las flores masculinas<br />

y femeninas estan en un mismo pie de la planta, y dióicas,<br />

en caso contrario. Hay ademas flores neutras que carecen de órganos<br />

sexuales.<br />

OUGANOSDE FlíUCTIFICÁCIÓN.-El fruto es el ovario fecundado y maduro.<br />

Compónese del pericarpio y de la semilla. El primero, que es la<br />

cubierta de la segunda, está fornJado del exterior al interior: primero,<br />

por el epica1l1io, membrana delgaday transparente, llamada vulgarmente<br />

piel; segundo, por el mesocarpio ó sarcocarpio, parte intermedia,<br />

á veces jugosa y carnosa, y tercero, por el endocaJ'pio, memhrana<br />

que suele llegar á adquirir consistencia leÜosa, constituyendo<br />

el hueso. Hay frutos que encierran cuerpos distintos de las membranas<br />

mencionadas, ofreciendo un notable ejemplo la naranja, cuya<br />

pulpa ó parte carnosa se desarrolla dentro del endocarpio, que es la<br />

membrana delgada que la divide en gajos y envuelve las pipas ó semillas.


:HO<br />

La semilla es ellmevecillo vegetal fecundado y maduro. En toda<br />

semilla se distinguen dos órganos esenciales: los tegumentos y la al..<br />

mendra. Los primeros son dos membranas: una, más ó IDenos grue-<br />

S3, crusLácea y acorchada llamada testa, y otra, que cubre el interior<br />

de la primera, y que es delgada, transparente y lisa, á la cual se ha<br />

dado el nombre de endopleura. Estas dos membranas están á veces<br />

tan unidas, que parecen una sola.<br />

La almendra se compone del perispermo y del embrión. El pe¡'ispel'lno<br />

Óalbumen es una masa de tejido celular, más ó menos desarrollada;<br />

unas veces dura y córnea, como en el café; otras carnosa<br />

y blanda, como en el ricino, y algunas seca y harinosa, como en<br />

todas las gramíneas. El embrión, parte esencial de la almendra, es<br />

un nuevo individuo eÍ1 estado rudimentario, que, al desarrollarse,<br />

se convierte en una planta igual á la que lo ha producido. Compónese<br />

de tres partes, que son (fig. 151): la radíeula ó )'eJo, pequeña protuberancia<br />

cónica, a, que es el germen de la raíz; la plÚmul(t, b,<br />

que tiende á salir á la superficie para formar el tallo del vegetal, y,<br />

por ultimo, los eotiledones, e, rudimentos de las primeras hojas<br />

del embrión, insertos en sus partes laterales y que se diferencian de<br />

las verdaderas hojas en su forma, tamaÜo y :consistencia. El embrión<br />

suministra caracteres IDUYimportantes en su estructura para<br />

distinguir unas de otras las plantas, y por eso ha servido de base<br />

para fundar una de las grandes clasificaciones del reino vegetal.<br />

FISIOLOGÍA.<br />

Clasificación.-Como se ha dicho anteriormente, la Fisiología<br />

es la parte de la Botánica que tiene por objeto el estudio de las funciones<br />

de las plantas.<br />

Las 'funciones, lo mismo que los órganos, pueden ser de nutrieión<br />

y de reprocluceión, subdividit\ndose las primeras en las de absorción,<br />

ciJ'culación, respiración y trctnspiraeión, (¿similación, secreción y excteción;<br />

y las segundas en florescencia, fecundación, fructificación,<br />

diseminación y germinaeión.<br />

Los límites del program3. adoptado no permiten describir con<br />

detalle ninauna de estas funciones; así es que sólo se consignaran ligerísimas<br />

ideas sohre el particular,<br />

cotiledones.<br />

contrayendose a los árboles di-<br />

.<br />

2~f<br />

Funciones de nutrición.-Los árboles se nutren de alimentos<br />

que proporcionan la tierra y la atmósfera; por medio de las espongiolas<br />

recogen de aquella el agua y las substancias minerales,<br />

como el fósforo, el azufre, los fosfatos y silicatos, las l)ases y sales<br />

alcalinas, las materias nitrogenadas, etc., y por las hojas absorben<br />

de la .atmósfera el anhidrido carbónico, el hidrógeno sulfurado y el<br />

amOlllaco.<br />

Cuando la vegetación renace, el liquido asimilado por las raíces<br />

empieza a elevarse por las capas más recientes de la albura, constituyendo<br />

la savia, que entonces recibe el calificativo de ascendente.<br />

Este movimiento se produce por la capilaridad de los vasos y por los<br />

vacio~ relativos qu~ la evaporación en la superficie de las hojas determll1a<br />

en los conductos vasculares, que desde aquellas. se extienden,<br />

por el intermedio de los peciolos, a lo largo de todo el tallo.<br />

Cuando Ia savia ascendente llega a la superficie de las hojas, se<br />

transforma por la respiración; abandona gran parte de su humedad<br />

y absorbe el anhidrido carbónico del aire, cuyo carbono se apropia<br />

la planta, desprendiéndose el oxígeno. Pero este fenómeno se realiza<br />

por la influencia de la luz, pues durante la noche las funciones<br />

que se verifican son análogas a las de la respiración animal, habiendo<br />

entonces absorción de oxígeno y desprendimiento de anhidrido<br />

carbónico, si bien con mucha menos actividad que en las funciones<br />

diurnas. Compréndese así el equilibrio, aparente á lo menos, de la<br />

atmósfera en las condiciones que son necesarias para el crecimiento<br />

y la p~>opag-aciónde todos los individuos orgánicos, l)orque mientras<br />

los ammales consumen oxígeno y despiden anhidrido carbónico los<br />

vegetal~s s.e alimentan con este último y proporcionan el oxí~eno,<br />

que es mdlspensahle para la vida del reino animal. ,<br />

La savia modificada empieza a descender; es ~as espesa que la ascendente<br />

y se le da el nomhre de cambium;corre entre el liher y la<br />

albura, y ai'iade a ésta una nueva capa y a aquel una nueva hoja.<br />

Tal es. el mecanismo de la nutrición. Parando la atención en los arboles<br />

dicotiledones, se observa que cada aÜo se enriquece la albura<br />

con una capa, y que lentamente van transformandose en madera las<br />

más antiguas ó sean las más próximas al centro. Puede patentizarse<br />

este fenómeno introduciendo á través de la corteza de un árbol un<br />

pedazo de metal que vaya a fijarse en la primera capa de la albura,<br />

46


242<br />

ejemplo, se verá. qu~ el metal<br />

Y al cabo de algunos años, veinte, po:'<br />

está cubierto por 20 capas concéntncas. Su espesor dIsmmuye del<br />

centro á la circunferencia, pudiéndose conocer cuáles corresponden<br />

á inviernos rigurosos, porclue, cesando el movimiento de la savia en<br />

las épocas del frío, es claro que cuanto más duraderas sean éstas,<br />

menos tienipo se hallará la capa en formación y, por tanto, será más<br />

delgada.<br />

Funciones de reprod:ucción.-Bastará decir dos palabras<br />

sohre las funciones de reproducción. Al llegar á cierta edad, variable<br />

con las especies y climas, el árbol comienza á florecer, las flores<br />

se abren, los estamhres se hinchan, y de su antera se desprende el<br />

polen, que recogido por el estigma ó parte superior del pistilo, penetra<br />

en los conductos que atraviesan el estilo y llega hasta el ovario.<br />

Las vesiculas se alargan al atravesar aquellos conductos y se<br />

rompen en la parte superior del ovario que: fecundado entonces,<br />

constituye el fruto donde se desarrolla la semIlla. Algunas veces el<br />

polen de la flor masculina atraviesa grandes di~tancias, y llevado por<br />

el aire ó por los pájaros, va á caer sobre el estigma que, para favorecer<br />

la realización del fenómeno, está cubierto de una membrana<br />

gomosa. . .<br />

Cuando la flor y el fruto se secan, caen las semIllas al suelo y empieza<br />

a formarse el nuevo vegetal.<br />

243<br />

MADERAS.<br />

CORTA Ó APEO DE ÁRBOLES.<br />

Época de la corta.-La época en que deben cortarse ó apearse<br />

los arboles se ha debatido mucho, porque resulta de la experiencia,<br />

que las maderas se pudren con mayor ó menor prontitud y son más ó<br />

menos resistentes, segun la estación en que se han cortado los árboles<br />

de que proceden. Algunas autoridades en la materia recomiendan<br />

que se haga la corta en primavera, por mas que no aparezca<br />

muy justificado, porque precisamente en esa época comienza el<br />

movimiento de la savia, que, al impregnar las fibras vasculares del<br />

tronco, las coloca en situación de fermentar con rapidez. Lo mismo<br />

puede decirse de la opinión de los que pretenden haber reconocido<br />

por la práctica que las maderas mejores son las apeadas en verano,<br />

en el momento que las fnnciones nutritivas han adquirido su máximo<br />

desarrollo.<br />

La costumbre universalmente admitida, a lo menos en la zona<br />

templada, es cortar los árboles cuando la vegetación se adormece,<br />

esto es, después de la caída de las hojas, á la entrada del invierno.<br />

Una experiencia secular demuestra que 11:l.smaderas cortadas en el<br />

primero ó los Últimos meses del año, han resistido por mucho tiempo<br />

á todas las causas de destrucción, en las obras en que se han empleado,<br />

y es razonable conservar esta práctica tradicional, mientras<br />

no se demuestren sus inconvenientes de un modo terminante.<br />

Hay madereros que opinan que las fases de la luna tienen marcada<br />

influencia en la calidad de los productos, creyendo que son menos<br />

atacables por los insectos las maderas apeadas en cuarto menguante.<br />

En la antigÜedad estaba muy arraigada esta creencia, pero en el


2.\,4<br />

dia se atribuye, por lo general, mucha menos importancia á la acción<br />

lunar: sin embargo, en ciertas localidades, como por ejemplo,<br />

en las Antillas españolas, continua consignándose en las condiciones<br />

facultativas para la ejecución de obras pÚblicas, que las maderas habrán<br />

de cortarse en cuarto menguante.<br />

Se ha defendido también por personas competentes, entre ellas<br />

Duhamel y Buffon, que deben descortezarse los árboles un año antes<br />

de apearlcs, para obteney-maderas más duras y menos propensas á<br />

ser destruidas por los insectos, pero el método no ha prevalecido,<br />

porque la madera apeada en aquellas condiciones se hiende y resquebraja<br />

con tal facilidad, que á veces sólo sirve para leña. Se comprende<br />

que así suceda, porque el sistema cortical es indispensable<br />

para la vida de los árboles y el privarles de él equivale á dejarles<br />

morir en pie; las maderas procedentes de árboles descortezados deben<br />

considerarse como maderas muertas, cuyo empleo se proscribe<br />

en absoluto para todas las construcciones, por sencillas que sean.<br />

Sistemas de explotación y repoblación de montes.-<br />

Se pueden reducir á tres los métodos que se siguen para explotar los<br />

montes, que son:<br />

1. o Por cuarteles, que es el más comÚn y consiste en dividir el<br />

monte en varias porciones, apeando anualmente los arboles com-<br />

.prendidos en la que toque por turno; se dejan las cepas ó tocones sin<br />

arrancar para que se repueble el cuartel, como luego se dirá. Siguiendo<br />

este procedimiento, la superficie total del monte se aprovecha<br />

en un período que suele variar entre siete y veinticinco ariOS,<br />

segun las especies arJJóreas, las prácticas de los diferentes países y<br />

la naturaleza del suelo. Á veces se exceptuan de la corta algunos<br />

árboles de buenas condiciones, que se llaman resalvos, que dejándolos<br />

á distancia adecuada unos de otros y sin cortapisas de aire ni de<br />

luz, se desal'rollan con rapidez y producen más tarde maderas de calidad<br />

excepcional, dentro de la especie.<br />

2.. Por entresacas, que se reduce á escoger los árboles que se<br />

han desarrollado bastante y que pueden cortarse, aclaranclo el monte,<br />

y dejando que los otros árboles más pequeños crezcan en circunstanciasfavorables<br />

para apearlos cuando convenga.<br />

3: Por talas generales, que es un sistema que se usa sólo cuando<br />

se quiere roturar un monte, cuidando entonces de arrancar por<br />

245<br />

completo las cepas, para que el suelo se pueda trabajar con las máquinas<br />

ó herramientas agrícolas.<br />

Sea cual fuere el procedimiento de explotación que se siga, antes<br />

de apear los árboles conviene marcar los que puedan utilizarse para<br />

sacar maderas de construcción. Por regla general, deben elegirse los<br />

árboles que tengan la corteza sana, compacta y uniforme; cuyas hojas<br />

aparezcan y desaparezcan en las épocas normales, repartiéndose con<br />

igualdad en toda la copa y en particular en la cima; que presenten<br />

ramas robustas y de forma cilindrica en la parte leIiosa, así como<br />

el desarrollo proporcionado<br />

produzcan un sonido seco.<br />

á su edad, y que al golpear el tronco<br />

Cuanclo se dejan las cepas en su sitio, brotan muchos retoÜos alrededor<br />

del cuello ó nudo vital, entre la albura y las capas corticales;<br />

estos brotes se cortan algunos años más adelante, pero dejando<br />

n~alvos, que con el tiempo se convierten en verdaderos árboles, reproduciéndose<br />

así la especie, si bien con mucha lentitud.<br />

Los montes se repueblan también por siembra o diseminación y pOI'<br />

estacas. Aquel es, en definitiva, el sistema natural de fecundación de<br />

la semilla, de que ya se ha hablado al explicar las funciones fisiológicas;<br />

es claro que para aplicado á un monte, se necesita tener cuidado<br />

de arrancar las cepas al apear los árboles que lo poblaban. La<br />

reproducción por estacas ó plantones produce excelente resultado en<br />

los árboles que crecen en las riberas, como sucede con el chopo, el<br />

sauce y otros muchos. Pero, de ordinario, se efectÚa la repoblación<br />

criando los individuos, con todo género de precauciones, en lugares<br />

adecuados, que se llaman viveros, y trasplanlando los arbolitos al<br />

sitio definitivo que han de ocupar, euando tienen la fuerza y desarrollo<br />

necesarios para poder vivir y crecer sin las atenciones prolijas que<br />

exigen en sus pl'imeros. aÜos. No se hacen más que estas ligerísimas<br />

indicaciones, que se amplían en el curso de Carreteras.<br />

Procedimientos usados para apear los árboles.-La<br />

corta ó apeo de unarhol puede hacerse, segÚn se deduce de lo que<br />

antecede, de tres maneras distintas:<br />

1." arrancando el tronco inmediatamente<br />

por encima del cuello, ó sea de su unión con la raíz,<br />

dejando en el suelo la cepa; 2:, arrancando el árbol de cuajo con<br />

todas sus raíces, y 5.., cortando el tronco y sacando las raíces por<br />

separado.


24-6<br />

APEOCONHACHA.-Para apear el tronco conservando la cepa, se<br />

puede emplear el hacha ó la sierra. En el primer caso, empieza el<br />

hachero por examinilr el sitio y ver de qué lado comiene que caiga<br />

el arbol para facilitar las operaciones ulteriores y para. que cause a<br />

los inmediatos el menor daño posible: en seguida, con hachas de una<br />

ó dos bocas, que pesan de 2 á 5 kilogramos, se practica una entalladura<br />

cuya profundidad sea mayor que la mitad del diametro<br />

y que mire hacia la direcQón en qne comenga que caiga el arbol;<br />

éste se fija al terreno coíí una cuerda, que se ata a la copa y que se<br />

atiranta en el mismo sentido, bastando ya abrir poco a poco, por el<br />

opuesto otra entalladura, que determina la caída del tronco. Para no<br />

perder mucha madera debe procurarse hacer el corte lo mas cerca<br />

posible del cuello, pero siempre se pierde algo, porque la entalladura<br />

abierta coil hacha tiene cierta altura. También es preciso cuidar,<br />

si se quiere utilizar la cepa para la reproducción por brotes, de que<br />

su superficie superior no quede cóncava, sino convexa ó con alguna<br />

inclinación para que escurran las aguas de lluvia y no la pudran; por<br />

el contrario, cuando no se ha de aprovechar el tocón, puede recomendarse<br />

la forma de huso que dan al corte los hacheros de los<br />

montes de la provincia de Santander, porque queda en la cepa una<br />

cavidad cónica, que retiene el agua y favorece la pudrición de<br />

aquella, en beneficio del monte, porque además de servir de abono,<br />

impide que el tocón dé brotes, ocupando inÚtilmente un terreno a<br />

propósito para criar otros arholes.<br />

APEOCONSIERHAS.-EIhacha se reemplaza á menudo con la sierra,<br />

que es mas expedita y permite no desaprovechar madera, porque<br />

puede hacerse el corte por el mismo cuello. Para manejar la sierra<br />

ordinaria, se abren dos hoyos en el suelo y en direcciones opuestas<br />

con relación al tronco; en cada uno de ellos se coloca un aserrador,<br />

y entre los dos ponen en movimiento la herramienta.<br />

En las explotaciones en grande se emplean hoy sierras mecánicas:<br />

la que parece produce mejor efecto es la de Ransome, compuesta<br />

de una hoja recta movida directamente por el vapor; es ligera, de<br />

facil transporte y rapida en su acción, pues en menos de cinco minutos<br />

corta. un roble de mas de un metro de diámetro, y en una<br />

hora apea 8 árboles, incluyendo el tiempo invertido en trasladar la<br />

máquina. No se entrara en detalles, por no permitido el programa<br />

247<br />

de esta obra, pero se puede consultar el Tratado de maderas. de<br />

cons{mcción civil y naval, escrito por el ilustrado Ingeniero de montes<br />

D. Eugenio Pla y Rave.<br />

CORTADEL.{RBOLy DE LASRAÍCEs.-Cuando se quiere arrancar de<br />

cuajo un árbol, se descalza el terreno a su alrededor para descubrir<br />

y separar el cuerpo ó vástago principal de la raíz; se hacen luego otras<br />

excavaciones en sentido de las ramificaciones principales de aquella,<br />

y se levantan éstas con cuerdas y palancas; mientras tanto se consena<br />

el arlJol vertical con tres cuerdas, á. lo menos, que se amarran<br />

á otros troncos; cuando las raíces están ya bastante desprendidas<br />

del suelo, no hay más que quitar con precaución uno ú otro de<br />

los vientos, para que el ;'n'bol caiga en la dirección que se desee.<br />

Cuando se prefiera sacar las raíces por separado, basta desarraigar<br />

como antes el vástago principal, y cortar con hacha ó aserrar las raíces<br />

secundarias que parten de aquel; el árbol queda en pie, pero sin<br />

el apoyo necesario para sostenerse, no tardando en caer por sí solo.<br />

En cuanto á las raíces, se extraen después excavando el terreno.<br />

APLICACIÓNDE LA IJINAMITA.-Enla actualidad, cuando conviene<br />

verificar las cortas en poco tiempo, se acude al empleo de substancias<br />

explosivas enérgicas, como la dinamita. Para comprender los métodos<br />

que pueden seguirse y que se han ensayado en España, bastara<br />

transcribir el siguiente párrafo de la ya citada obra de Plá y Rave:<br />

« En Madrid se practicaron á principios de 1872 varias experiencias<br />

en la Casa de Campo, que dieron buenos resultados. Se eligieron dos<br />

álamos, UllOblanco y otro negro, de Om,50 de diámetro: para derribar<br />

el primero se practicó un taladro horizontal de Om,04 de diámetro<br />

y Om,'25 de profundidad, que se llenó de dinamita sin comprimil',<br />

empleándose quince minutos en la operación, y se prendió fuego<br />

a la carga por medio de la electricidad, y el arbol, aunque al pronto<br />

quedó en pie, se vino á tierra muy pronto por su propio peso: el segundo<br />

álamo se atacó cÍÜendo fuertemente al tronco un cartucho de<br />

tela relleno de un kilogramo de dinamita, prendiendo fuego por un<br />

extremo á la carga, que ardió toda instantáneamente con gran estruendo,<br />

yel árbol se desplomó, dejando perfectamente limpia la línea<br />

de separación en el sitio que ocupó el collar de la carga, cuya<br />

colocación é inflamaciónsólo exige algunos segundos.»<br />

ApUCACIóN DE J.AELECTRICIDAD.-Por último, en la India inglesa


2.í8<br />

Y en les Estados-Unidos se ha ensayado la aplicación de la electricidad<br />

al apeo de los árboles: reducido á. sus ejes, consiste el método<br />

en poner candente un hilo de platino por el paso de una corriente<br />

eléctrica; el hilo corta la madera sin producir aserrín y dejando carhonizada<br />

la sección:<br />

CARACTERES DE LAS MADERAS MÁS IMPORTANTES.<br />

I<br />

IIIlPoréancia dé'las maderas.-Ell el siglo xV[se expresaha<br />

en estos términos Bernardo de Palissy: «Algunas veces he querido<br />

formar una relación de las artes (fue dejarían de existir cuando no<br />

JlIlbiese ya maderas; pero despues de escritas muchas, no he podido<br />

nnnca terminar la lista, porque pensándolo hien, deduje que no hahía<br />

ni un~ sola que pudiera ejercerse sin ese materiaL» Estas pala-<br />

!Iras, que reprodujo Fournier ir la cabeza de su informe sohre maderas,<br />

con motivo de la Exposición universal de 1367, son siempre exae-<br />

I.as, ;{ pesar del prodigioso eonsumo de metales que se haee en todas<br />

partes. Si tres siglos atrás temía Palissy que se agotasen los montes,<br />

hoy pudiera preocupar más esa idea, ante el hecho de que la riqueza<br />

forestal de los pueblos civilizados ya disminuyendo de día en día. Sin<br />

embargo, no es de temer que las maderas escaseen; si los montes del<br />

Centro y Mediodía de Europa se han despohlado en grandes extensiones,<br />

los paises del Norte y los bosques de dilatadas comarcas de<br />

Asia, de Africa, del Nuevo Mundo y de la Oceania, ofrecen aÚn una<br />

masa inmensa de madera, que bastará para satisfacer, por muchos<br />

siglos, las necesidades de la industria. Además de las maderas conocidas<br />

de antiguo, se emplean ya hoy en las construcciones, y sobre<br />

todo en las navales, muclJas especies exóticas, muy duras y resis,.<br />

tentes, cuya aplicación se extiende con notable rapidez.<br />

Clasificación de las maderas.-Se darán á conocer los<br />

caracteres más salientes de las maderas que con mayor frecuencia se<br />

usan en las obras pÚblicas, y para introdueir alg'un orden en el<br />

estudio, se dividirán en duras, blandas, resinosas y finas, por más<br />

que esta clasificación no tenga rigor científico, pues que l11uclJasde<br />

las comprendidas en los dos Últimos grupos son de gran dureza. En<br />

249<br />

;;tas cuatro secciones se indicarán las cualidades de las maderas Ínígenas<br />

y de aquellas que, procedentes de apartadas regiones, vegem<br />

en estos climas, cultivándose, en particular, como árJJoles de somra.<br />

En artículos especiales se hablará también de las maderas exócas<br />

de Asia, América y Oceanía, que se suelen emplear en Europa,<br />

de las que más se usan para construcciones en las colonias espaolas<br />

de Cuba, Puerto-Rico y Filipinas.<br />

MADERAS DUl\AS.<br />

Caracteres generales.-Todas las maderas de este grupo se<br />

istinguen hastante hien de las de los otros por su dureza, peso y<br />

oloración; es además frecuente en ellas el presentar alrededor de los<br />

írculos anuales, multitud de poros que hacen el efecto de puntos.<br />

Acontinuación se reseñan los caracteres particulares de las maeras<br />

duras más usadas.<br />

Roble y encina (Querclls).-Las maderas de roble y de encina<br />

on duras, elásticas y de bastante resistencia, tanto á la compresión<br />

amo á la tensión; sin embargo, desde el punto de vista de los csucrzos<br />

que pueden soportar, no ocupan los primeros puestos, como<br />

esulta de la tabla que se incluye más adelante. Hay especies de 1'0-<br />

Ile que alcanzan hasta 55 metros de altura, con un diámetro prolorcionado;<br />

la encina llega á tener de 15 á 13 metros, por 5 de cir-<br />

.unferencia en la hase del tronco; por tanto, del roble y de la encina<br />

e pueden sacar piezas de grandes dimensiones.<br />

Expuestas estas maderas al aire, son de las más resistentes, y<br />

lajo el agua, si no tiene el líquido materias extrañas que las descomlongan,<br />

son completamente inalterables; presentan un color amarillo<br />

lardusco, que se obscurece al aire ó en el agua hasta hacerse negro;<br />

a albura, que es en general muy gruesa, y. que se conoce con facililad<br />

en muchas ~species por su color hlanco, tiene menos peso que el<br />

:orazón; en obras delicadas no deben admitirse piezas que no estén<br />

:xentas por completo de albura.<br />

ApLIcAcIONEs.-Algunas especies dan la mejor madera para carpinería<br />

de armar; la encina y el roble se emplean, sobre todo, en pie-<br />

;as resistentes ó en obras haÜadas por el agua, como maquinas hilráulicas,<br />

pilotajes, presas, etc.; producen asimismo excelentes re-


250<br />

sultados cuando se aplican á la preparación de traviesas para camlnos<br />

de . hierro. No admiten mucha clavazón, por lo que no son con-<br />

'.' le 'o de ensamvenientes<br />

para piezas que hayan de llevar gran nun 1<br />

hladuras; en fin, se usan bastante en ehanistería para artesonados,<br />

muebles, etc. f<br />

ESPECIEs.-Son muchas<br />

. . . ~<br />

las especies . del género que¡.'cusque se u l-<br />

1 d t 'ia' las prmclpales se comlizan<br />

en la constrncClOn en a ll1 us 1 ,<br />

°/ . .' . del<br />

prenden en el c~ladro siguiente, qt~e~10 es .~1as<br />

que un extI acto<br />

detenido estudio hecho por D. Eugemo Pla.<br />

Nombres científicos.<br />

---:--<br />

---<br />

Nombres vulgares.<br />

ES la madera de .más d",ración,<br />

'<br />

t<br />

Robl e defruto peduncuál1l<br />

quiz~ por el. áCIdo t<br />

l b CO<br />

l qu:<br />

.. contIene. Es lrreemp aza '3 lJa<br />

Q uercus peduncu[¡¡- lado, Roble albar (As-<br />

1'01las piezas q.ue ha2 de est~r<br />

turias), Carballo y Car- su.ietas á la aCClón del calor<br />

t<br />

y .e<br />

ta ...,. b a II bl anco<br />

(Galicia).. la humedad, Se_encuentra en el<br />

°<br />

Norte de Espana.<br />

se emplea también en toda clase<br />

de construcciones, o cup a n do,<br />

después del roble pedunculado,<br />

\ . Roble de fruto sent.ado, el primer lugar para las<br />

.<br />

i'Nae<br />

les, En España se da en e. .10-<br />

Quercussessiliflora. Roble comun, ' Robl<br />

ral cantábrico, en el PIrmeo<br />

albar (Santander). .., aragonés y navarro, en Logro-<br />

~<br />

y otras<br />

ño, Alava, Salamanca<br />

. i localidades.<br />

( Se emplea mucho en ht con~truc'<br />

ción sobr~ todo en OrIente.<br />

Esta: especie no se ~ncuentra en<br />

Que cus cel'ris.. ... Rebollo ( ESpaña, pero. se lillP<br />

"<br />

d H ortlj, ~e a l<br />

,<br />

Sur de FrancIa, e ungl'l,<br />

de Austria y de Italia.<br />

..<br />

Quejigo, Rob le<br />

queJlfio, Es de excelente calidad, con el<br />

único defecto de henderse f~cil-<br />

Quercuslusitanica..) Roble carrasqueno<br />

/ ~<br />

mente. SJaencuentra en caSIto-<br />

(Bargos) daEspan.<br />

.<br />

(Encina Encino, carraS-<br />

,<br />

ES también de buena crlbdad,<br />

ea Quercus<br />

.<br />

~Iex<br />

, Cl~aparro Matacao'<br />

.<br />

nes (MurcIa, sIerra de<br />

" España). Coscolla neo<br />

de !La<br />

pero co~ el defact aeaS:<br />

se Y raJal~sec~alldo se seq. v<br />

emplea con mucha ventaja en<br />

las o]:Jras que ~eban ~s;¡-rEu:<br />

( b. "'ra pana.<br />

nola), Matapar "<br />

da<br />

J<br />

.<br />

\<br />

---C:<br />

(Alcoy .<br />

sierra Ma- meEgIdas. Se crla en o a s<br />

Nombres cientificos. I Nombres vulgares. OBSERV ACrONES.<br />

I<br />

I<br />

251<br />

'R b II R bl 1\1l'<br />

Es madera mediana para la construcción,<br />

porque se agrieta,<br />

'o °, ° ',"'.1°, hi,nd" dd"m.mMh, "".<br />

Marojo, Roble negral ó que los inseetos la atac~n con<br />

tocio (Santauder) Car- preferencia á las demás espe-<br />

Quel'cus to'Zza. .... Cles de ro~le; además es muy<br />

ballo neOTO b (Gali ,e, ia) nudosa y tIene mucha albura.<br />

Roble negro, turco ó Vegeta enAndalu~ía, Extrema-<br />

t villano (Asturias).. . . . ~ura, las dos .CastIllas, .C~tal una,<br />

Aragón, Alava, Gmpuzcoa,<br />

\ Asturias y Galicia.<br />

onSERV ACIONES. Castafio (Fagus castanea) .-EI casta¡w da árboles de dimensiones<br />

extraordinarias; pero, por regla general, el grueso es inferior al<br />

Estas tres espeCle~ se parecen<br />

bastante á la encma, pero se<br />

. emplean poco en las construcciones,<br />

porqu~ se alterar; sometidas<br />

alternatlvamen~e a l!l s~-<br />

Quel'cussube/'. . . ., Alcornoque quía y. h'!-1,11edad. ~u prll~fI:<br />

Quercus hispanica.. Mesto ( pal.a phcaclOn espala la eX<br />

. . t\ 0-<br />

)). taClÓn del corcho, que cons 1 u<br />

l . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Quercus occ~denta ~s<br />

\<br />

ya la envuelta suberosa. El alcornoque<br />

se encuentra en Cata-<br />

\ luña, Extremadura Y Anclalu-<br />

\ cía.<br />

del roble. La madera es algo parecida á la de éste, fibrosa y elástica;<br />

sus propiedades, desde el punto de vista del tejido fibroso, la colocan<br />

entre el roble y el olmo; se acepilla mal, y es poco susceptible<br />

de pulimento. Tiene el defecto de agusanarse en el interior, aun<br />

cuando en el exterior no lo acuse; se hace entonces dura y quebradiza.<br />

Se pudre fácilmente en medio de las mamposterías; bajo el agua<br />

resiste casi sin alteración. El castaÜo se encuentra en todo el Norte<br />

de EspaÜa, en Ávila, Caceres y varias localidades de Andalucía.<br />

APLICACIONES.-Nose puede emplear en carpintería de armar por<br />

su tendencia á agnsanarse; tampoco se usa en ebanistería; es excelente<br />

para pilotajes, pipas, tubos de conducción y mangos de herramientas,<br />

que se sacan de los plantones. El castaÜo da también un<br />

buen carbón de fragua.<br />

Olmo (Ulmus campesttis).-Esta especie, a la que pertenecen<br />

las variedades llamadas álamo neg¡'oy negrillo, suministran piezas de<br />

dimensiones bastante considerahles, pues el tronco 1lega á adquirir<br />

una altura de 14 metros y un diámetro medio de Om,30. Su madera<br />

es pardusca, y la albura amarilla clara y muy gruesa; las piezas son<br />

fibrosas;~duras y elásticas, pero poco tersas en sentido de las fibras.<br />

El olmo es_correosoy agnanta bien la clavazón; no se hiende fácilmente,<br />

llo'se porrompe en el agua, pero se tuerce y agusana expuesto<br />

á la intempede. Hállase esta especie en Andalucía, Extremadura,<br />

Aragón, Cataluíia, Casti1la, etc.<br />

APJ~ICACroNES.-EI olmo puede reemplazar al roble en las piezas de<br />

I


2152<br />

grandes dimensiones que no estén sometidas á esfuerzos considerables;<br />

es muy Útil para las que hayan de llevar muchas ensambladu- ~<br />

ras; se usa poco en ebanistería porque no admite pulimento, aUIlque<br />

cubierto de barnices grasas toma un color obscuro é imita al<br />

roble viejo. Su principal aplicación es á la carretería para la construcción<br />

de pinas y cuhos de ruedas; se usa asimismo con ventaja<br />

en obras de molino~, prensas, lJUsiUos y tuercas, y en general para<br />

las piezas de madera de las má(Iuinas hidráulicas.<br />

Nogal (Juglans regia).-Esta especie da maderas de gran diámetro<br />

con relación á su longitud, (Iue es también considerable. La<br />

madera es fácil de conocer por su color pardo con vetas algo semejantes<br />

á las del jaspe. Se trahaja bien, y puede recibir un buen pulimento;<br />

resiste mal á los esfuerzos de fIexión; no se alabea ni se<br />

agrieta, pero está muy expuesta Üagusanarse y se pudre dehajo del<br />

agua. Ahunda el nogal en todo el Norte de EspaÜa.<br />

APLICACIONES.-SUS cualidades le hacen de mala aplicación para la<br />

carpintería de armar; pero es muy apreciado para ehanistería y objetos<br />

torneados. Se usa con frecuencia en má([uinas y en carrnajes, haciéndose<br />

á veces de nogal los cubos de las ruedas. Se emplea, por Último,<br />

para modelos ó plantiUas en la fundición del hierro, porque resiste<br />

muy bien á la deformación en las cajas de moldear.<br />

Haya (Faglts sylvatica).-Ellwya suministra en algunas comarcas<br />

hÚmedas y montuosas de EspaÜa, árholes de los de mayor tama-<br />

Üo entre los que se conocen, pues llega á adquirir<br />

de altura.<br />

hasta 28 metros<br />

La madera se puede reconocer fácilmente por su color rojo claro,<br />

y por estar salpicada de pajiUas finas y hriUantes que cubren la superficie<br />

de separación con la corteza. Estas mismas pajillas se presentan<br />

en las secciones rectas; en el sentido de los radios medulares<br />

ofrece facetas briUantes y satinadas<br />

en el roble.<br />

más pequeÜas y numerosas que<br />

Las propiedades de esta madera la harían excelente para la construcción,<br />

si no se alterase con facilidad y no estuviera expuesta á<br />

agrietarse y á agusanarse.<br />

Sometida á la intemperie, á cubierto, se apolilla; debajo del agua<br />

resiste más que las otras maderas, pero si se extrae, fermenta y se<br />

pudre; un calor constante y fuerte la endurece mucho. Es, como se<br />

253<br />

verá más adelante, la madera dura que absorbe mejor las substancias<br />

antisépticas. Si después de cortada, no hahiéndose i~lyecta~o, se,dej,a<br />

secar durante un aÜo, sumergiendo luego, por espaclO de cmco o seIS<br />

meses las piezas escuadra.das, puede emplearse para carpintería de<br />

armar, en construcciones de segundo orden. El haya, como el no-<br />

o o'al se encuentra en toda la parte septentrional de España.<br />

,<br />

1 ' d ' 1 ,<br />

APLICACIONES .-Presta muy buen servicio en obras 11 rau Icas constantemente<br />

baÜadas por el agua. Se asegura que no hay riesgo .de<br />

que se agusane en ohras expuestas á vihraciones; pero ~sta pr~pledad<br />

no es exclusiva del haya, pues las vihraciones constItuyen SIempre<br />

una garantía para que no se alojen ni desarrollen los gusanos: de<br />

todos modos el haya, sobre todo si se ha inyeetado, da muy buen resultado<br />

en traviesas de ferrocarriles.<br />

Conviene para armaduras y cubiertas de taIIeres, fragu.a~, hornos,<br />

etc., donde está expuesta á un calor fuerte; es muy utrl tamhién<br />

para pilotajes y estacadas. Tiene otros usos menos importan.tes,<br />

como para cajas de los cepiUos de carpintero, ~langos de martlllos<br />

de fragua, llmehles, etc. La propiedad que recollllenda su empleo, es<br />

la considerahle resistencia que posee.<br />

Fresno (Fraxinius excelsior).-La madera se distingue ~or s~<br />

color hlanco, en el que se dibujan venas longitudinales amarIllas o<br />

rosadas. En las secciones transversales se observan coronas de madera<br />

dura, y capas con multitud de poros, como en elro,ble; ,<br />

Es madera fuerte y elástica, de fibra unida y se trabaja facrl~en~<br />

te; con el tiempo se hace pesada, rígida y dura; tiene tende~cla a<br />

agusanarse, en particular cerca de los nudos. El fresno VIve en<br />

Espai1a en'Oellitoral cantáhrico, en los Pirineos, en León, en Burgos,<br />

etc. . ,<br />

APLIC:


'<br />

254-<br />

ca en este sitio, porque /su extraordinario desarrollo lo ha hecho el<br />

árbol de moda en los paises meridionales de Europa, en que arraiga<br />

perfectamente, aunque nunca adquiere el crecimiento á que llega en<br />

Oceania. Hay, sin embargo, ejemplares qne han crecidoOm,50 en<br />

un mes, y tambien ~oshay en Argel que en seis años han alcanzado<br />

12 metros de altura y Om,50 de circunferencia.<br />

El tronco presenta en los primeros años la forma prismática, que<br />

poco á poco se va convirtiendo en cilindrica. La madera de eucalipto<br />

es dura, resistente y de una gran densidad. Las hojas exhalan un<br />

olor fuerte y aromático, dehido á la notable cantidad de esencias<br />

que contieIien y á las que se atriJmyen excelentes cualidades para<br />

neutralizar, ó cuando menos atenuar, los efectos de las emanaciones<br />

de pantanos, y como medicamento para las fiebres intermitentes.<br />

Por esta razón se han hecho grandes plantaciones en Extremadura,<br />

donde se conoce al eucalipto con el nombre de árbol de las calenturas.<br />

.<br />

La especie más conocida y cultivada en Europa es el eucalyptus<br />

globulus; pero hay otras, como la robustct, la resinifera, la cordala,<br />

etc., que por el gran desarrollo que alcanzan y su rápido crecimiento,<br />

son dignas de mencionarse.<br />

APLICACIONES.-EI eucalipto da maderas muy á propósito para las<br />

construcciones civiles y navales, que se están empleando con huen<br />

exito en la mayor parte de los"huques de alto bordo que hacen la<br />

travesia entre Inglaterra y Australia. De la corteza del eucalipto<br />

se extrae tanino para curtir las pieles, y la infusión de sus hojas se<br />

usa, como ya se ha indicado,<br />

tentes.<br />

para el tratamiento de las intermi-<br />

Otras maderas duras.-Además de las maderas duras, cuya<br />

ligera descripción precede, conviene citar en este grupo el carpe<br />

(carpinus betulus), yel ailanto (ailanthus glandulosa).<br />

MADERAS RESINOSAS.<br />

Caracteres generales.-Se distinguen muy bien estas maderas<br />

de todas las demás por los caracteres de sus seccioneslongitudinales<br />

y transversales. Observanseen las primeras, fajas estrechas de<br />

255<br />

colores claros, separadas por otras de una coloración más intensa,<br />

que son las cargadas de resina. En las secciones transversales, las zonas<br />

de color claro se hallan rodeadas por otras de matiz más ohscuro.<br />

La resina que impregna los vasos da cohesión y elasticidad á las<br />

fibras, de modo que la madera se considera tanto mejor cuanto más<br />

desenvuelta está la parte resinosa: se prefieren, pues, para los trahajos<br />

de carpintería de armar las más ~ubidas de color y más pesadas,<br />

por ser indicio de ,que contienen mayor cantidad de resina.<br />

Estos árboles re({uieren que se les descortece inmediatamente que<br />

se apean, pues de lo contrario, se agusanan. La madera cuya resina<br />

se ha explotado, durante el crecimiento del árbol, se considera, por<br />

lo general, como superior en duración y resistencia á la que no ha<br />

sufrido aquel aprovechamiento; la que se ha sangrado por completo,<br />

no puede aprovecharse más que para leña.<br />

Las maderas resinosas reemplazan á las duras, á las que se aproximan<br />

por su resistencia y duración. La magnitud de las piezas, su<br />

haratura y demás condiciones, hacen que este grupo sea m uy importante<br />

para el Ingeniero; el pino, uno de sus principales generos,<br />

es la madera más usada en las obras.<br />

Pino (Pinus).-EI pino es ahundantisimo en especies. No es<br />

preciso indicar caracteres generales despues de expuestos los del<br />

grupo, que le corresponden por completo; los particulares de cada<br />

especie se indicarán muy pronto. De los colores que ofrece, que son<br />

el rojo, el amarillo y el hlanco, el primero corresponde á las maderas<br />

más resistentes; el pino amarillo viene á ser el termino medio entre<br />

los otros dos.<br />

El mejor pino que se usa en Madrid es el negml de Cuenca, procedente<br />

de la"sierra de Segura, y se emplea para todas las piezas resistentes<br />

y de duración, siendo el que se exige ordinariamente para<br />

la carpinteriade armar. Para tablazón y serradizos se usa en especial<br />

el pino de Soria, y para la carpinteria de taller, el llamado blanco<br />

ó clela tierra, que proviene (le Balsain, San Martin de Valdeiglesias,<br />

etc.El pino de Cuenca es duro, pesado y resinoso; el de la<br />

tierra, ligero, de fibra recta, poco resinoso, limpio y fácil de trabajar,<br />

pero de corta duración. Estas diferentes condiciones explican<br />

sus diversos usos.<br />

ESPECIEs.-Las especies más comunes de pino, cuyas propiedades se


2ii6<br />

detallan en la obra de Plá y Rave, se consignanen el cuadro si;'<br />

guiente:<br />

Nombres científicos. Nombres vulgares. OBSERVACIONES.<br />

I Es árbol de grandes dimensiones,<br />

pues 11eo-aá medir de 30 á 40 metros<br />

y 4' de circunfere~cia, aunque<br />

en España no adqUIere tanto<br />

crecimiento. El color del dura.<br />

y<br />

men varía del rojo al amarillo,<br />

sus condiciones son también muy<br />

distintas. En el Norte de Euro¡;a,<br />

se crían los pinos de esta espeCle,<br />

que producen maderas de construcción<br />

de prime]' orden. EJ?-~as<br />

latitudes de Espana sus condlclOnes<br />

desmerecen, pero se pu~den<br />

emplear en viguerías ó serradlZo~,<br />

segÚn las variedades. Esta comfera<br />

forma montes en Cataluña,<br />

Pirineo aragonés, Navar~a, Ala:va,<br />

Logroño, Burgos, Sorla, AVlla<br />

Guadarrama, Teruel, Caste-<br />

\ 116n, Sierra Nevada, etc.<br />

Esta madera se parece mucho á la<br />

de pino silvestre del Norte de<br />

Europa; los pinos negros de los<br />

Pinus montana. .. Pino negro Alpessondespués del alerce, los<br />

más apreciados para la construcción.<br />

En España sólo se d~ en los<br />

¡ Pirineos catalán<br />

y aragones.<br />

. -)'<br />

El duramen, de color rojo p,a¡;dus-<br />

Pmo salgareno, lmo co tiene excelentes condlclOnes<br />

negral (Cuenca, Gua- pa~a la construcción. Es la mad~dala<br />

y Caste-<br />

J'ara \ raquem~s se~mplea en Espana<br />

¿ para carpmterra de armar, y pro-<br />

Pinus lm'icio... . . Han), .' Plll~ nasar:o duce ta)llbién buen result:-do pa-<br />

'<br />

(Huesca) PlDO PUdlO ra travlCsas de ferrocarrIles.<br />

y<br />

Se<br />

) ( Burcyos') ,<br />

Cascalbo cría ~n Cataluña en todas la~<br />

. b' ( localIdades enumeradas al dar a<br />

\ (Avlla) ............ conocer los nombres vulgares.<br />

P'no 1 rodeno Pino ne-/El duramen es de color rojo claro;<br />

'. la madera es qura, de fibra gru~.<br />

gral (Andalucla YI sa y poco elástica. A esta espeCie<br />

sierras de Guadarra-I pertenecen muchos de los tablo-<br />

Yde Gredas ma<br />

) Pi- nes que se importan qel ;Norte de<br />

" ) Europa. Se emplea prlUclpalmeny<br />

P'inuspinaster... . no rodezno (Jaeo, te en serradizos, traviesas pos-<br />

Pilla carrasco (Sierra tes telegráficos. En JjJspaña se ~n-<br />

Nev ada ) Pino marí- cuentra en AndaluCla, ValencIa,<br />

". al Cuenca Boria, Caste11ón,Burgos,<br />

\ timo, Pmo de las Logroño y 1<br />

Pino albar, Pino de<br />

. . Balsaill, Pino royo,<br />

Pmus sylvestns.. .<br />

) Pino de arboladuras; <<br />

\ Pino silvestre......<br />

en la costa y alguna<br />

Landas. .. . . . . . . . . . otra localidad de Cataluña.<br />

Pino piñonero, Pino<br />

de comer , e a<br />

Pino don- Esta madera se parec á l<br />

'<br />

la del<br />

. piuo rodeno, pero es m S 1gera '<br />

y<br />

cel (C~enca), Pmo menos co~p3:cta. Se aplica en E~uñal<br />

Pmo ver o (Va- paña, prlllClpalmente para Calpintería<br />

de blanco. Abunq a en las<br />

. localIdades que se h an Clt ad o al<br />

(Guadarrama), ' Pmo enumerar los nombres vulgares<br />

j<br />

y<br />

de la tierra, Pino en otras muchas.<br />

\ real (Andalucía)...<br />

I<br />

Pinus pinea. . . . . . lencia ) Pino blanco<br />

21:17<br />

Abeto, pinabete y pinsapo (Abies).-Las grandes relaciones<br />

que ligan á estos tres árboles y á sus maderas, inducen á<br />

describirIos á la vez. Los nombres vulgares corresponden á tres especies<br />

botánicas distintas, que son la excelsa, la pectinata y la pinsapo.<br />

Las tres tienen el mismo aspecto, presentando su tronco recto,<br />

rodeado por las ramás dispuestas en pisos casi horizontales, que dan<br />

á los árboles la forma d9 una pirámide.<br />

Las hojas del abeto son verdes obscuras y brillantes por un lado<br />

y plateadas por el opuesto; se hallan insertas en las ramas, á manera<br />

de las pÚas de un peine. Las del pinabete y el pinsapo no son<br />

plateadas por ningtlna de sus caras, y circundan á las ramas, formando<br />

á Sll alrededor un cilindro.<br />

Los pinabetes de primera magnitud alcanzan hasta 40 metros de<br />

altura, por 2 de diámetro en la base. La madera es poco resinosa y<br />

de color blanco Ó.con un matiz pardo-rojizo muy claro; no se conserva<br />

bien si está expuesta á la acción de la humedad ó á cambios bruscos<br />

de temperatura. Li:!.elasticidad del pinabete es considerable, superior<br />

á la de las otras maderas resinosas indígenas y aun á la de la<br />

mayor parte de las exóticas. En los países del Norte, donde es muy<br />

abundante y adquiere gran desarrollo, recibe variadas aplicaciones,<br />

importándose á EspaÜa y á otros países en forma de tablones que se<br />

emplean en construcción civil y naval, debiendo preferirse siempre<br />

la madera que tenga los círculos más estrechos. Vegeta el pinabete<br />

en los Pirineos aragonés y navarro, y en Cataluila, en el ~Ionseny.<br />

El pinsapo es espontáneo en EspaÜa y abunda principalmente en<br />

la serranía de Ronda; puede aplicarse á él cuanto se ha dicho del pinabete.<br />

La madera de abeto es de textura más homogénea que la de pinabete<br />

y de color más claro; aunque es más ligera y menos fibrosa,<br />

tiene las misl11as aplicaciones; se aprecia mucho el abeto, cuando no<br />

presenta nudos y está sano, para la construcción de cajas sonoras de<br />

instrumentos de mÚsica. SegÚn la autorizada opinión del Inspector<br />

generalde Montes, D. Máximo Laguna, no se encuentra este árbol,<br />

á lo menos formando rodales, en ningÚn monte de España.<br />

Alerce (L,a1-ix europcea).-Brev.es palabras se dirán acerca de<br />

esta clase de nladera que no es propia de nuestro país. Tiene las buenas<br />

condiciones de las resinosas, y es la más duradera de todas, ex-<br />

-17


:258<br />

puesta a la intemperie; debajo del agua adquiere gran ~~I~eza, resistiendo<br />

a cualquier clase de herramientas; arde muy dIfIcllmente.<br />

Los alerces se distinguen de los abetos y pinahetes en que las ramas<br />

caen hacia el suelo.<br />

Las tablas de alerce que se usan a veces en EspaÜa proceden de<br />

los puertos del Adriático. . ..,<br />

Ciprés (Cupressus sempervU'ens) .-El ctp¡>esproduce ~na madera<br />

muy dura, olorosa, con vetas rojas y casi incorruptIble, cuyo<br />

empleo no esta muy generalizado por la ~enti.tud con ~,ue se desarrolla<br />

el árbol. Como prueba de la extraordmana duraclOn de esta madera<br />

bastará decir que las puertas de la iglesia de San Pedro, en<br />

Rom~ hechas de ciprés, en tiempo de Constantino, se conservaban<br />

bien ~uando Eugenio IV las reemplazó, once siglos después, con<br />

otras de bronce. El tronco pasa con mucha frecuencia de 15 metros<br />

de altura y llega hasta Om,40 de diámetro. .,<br />

El ciprés es excelente para carpintería de armar, ebamstena, objetos<br />

torneados yescultur~s..<br />

' ><br />

Araucaria (AraucaJ>ta).-La vanedad excelsa prodnce los alboles<br />

más pintorescos de los que se emplean para adorno; p~>ocede<br />

de la isla de Norfolk y se da bien en varios puntos de Espana.. La<br />

araucal'ia, como el abeto y el pinabete, tiene las ramas extendIdas<br />

alrededor del tronco, formando planos horizontales.<br />

La variedad imb¡>icata,originaria de Chile, llega a 50 metros de<br />

altura y resiste temperaturas menores que la excelsa, lo que hace<br />

que se cultive más en Europa. .<br />

Wellingtonia (W ellingtoma<br />

.<br />

gtgantea) .-La<br />

'.<br />

.<br />

welltngtoma es<br />

tamhién árbol de adorno, del que se encuentran algunos ejemplares<br />

sin salir de lVIadrid.Conviene citado, porque es la más gigantesca<br />

de las coníferas; en California, su patria,<br />

10 metros de diámetro y i 00 de altura.<br />

llega a adquirir su tronco<br />

Cedro (Pinus cedl'us).-El cedro, árbol de import~ncia histórica<br />

es oriainario del Líbano y el Himalaya, donde adqmere colosales<br />

pr~porcio~es. La madera, de grano muy fino, es demasia~o blanda<br />

que se<br />

para admitir pulimento; exhala un olor agradable que ~Vl~a<br />

agusane y (lue contribuye a su duración. Se emplea pn~cIpalmente<br />

en Europa para cubrir el interior de los llluebles de lUJo.<br />

:21\9<br />

MADERAS BLANDAS.<br />

Caracteres generales.-Los caracteres que presentan estas<br />

maderas permiten distinguidas fácilmente de las demas. Ofrecen un<br />

tejido blando y esponjoso, semejante a la aIJmra de las maderas duras;<br />

su color es blanco más ó menos limpio; no se observan, ó están<br />

muy poco marcados, los círculos de crecimiento anual, así como la<br />

albura, que sólo se distingue de la madera perfecta por ser aquella<br />

algo más blanda.<br />

Estas maderas son poco resistentes y duraderas, pero más faciles<br />

de trabajar que las anteriores, por cuya razón se emplean casi exclusivamente<br />

para la.carpintería de blanco ó de taller.<br />

Géneros.-Hay muchas clases de maderas blandas, pudiéndose<br />

citar entre ellas el aliso comÚn (alnus glutinosa), el abedul (betula),<br />

el almez comÚn (celtis australis), el arce (acer campes tris ), el<br />

plátano ol'iental y occidental (platanus orientalis y occidentalis), el<br />

tilo (tilia platiphyIla), los diferentes géneros y especies de acacias<br />

(gleditscllia y robinia), el castaJio de Indias (resculus lJippocastanum),<br />

el sauce (salix), el laurel (laurus nobilis) y otras muchas;<br />

pero solamente se describira como tipo el álamo blanco (1).<br />

Álamo blanco (Populus alba).-Hay en Europa unas veinte<br />

especies de álaIllo, pero se tratará en particular, de las conocidas<br />

con los nombres de álamo blanco y de chopo, que son casi idénticas.<br />

La madera es blanca, y de fibras finas y homogéneas, venas y capas<br />

anuales apenas visibles. El chopo es blando y ligero, fácil de trabajar,<br />

susceptible de buen pulimento, pero poco resistente yduradero;<br />

se puede inyectar fácilmente, excepto en el corazón. Se da bien en<br />

todas las éomarcas humedas y so])re todo en las riberas; es una de<br />

las especies arbóreasc que se reproducen mejor por estacas.<br />

ApLIcACIONE~-Se usa á veces esta madera en carpintería de ar-<br />

(-1) rara la descripción de todos los árboles citados y otros muchos que<br />

se usan para adorno y sombra en paseos y caminos, puede consultarse el<br />

Compendio de ArboTicultura, escrito por el Ingeniero jefe del Cuerpo, D. Luis<br />

Sainz y Gutiérrez.


260<br />

mar, aunque es peligrosa en suelos ó vigas, porque se rompe sin dar<br />

seiiales de ello. Su principal uso es liara ebanistería, por lo bien que se<br />

alisa y acepilla, á causa de no presentar nudos. Por su ligereza y facilidad<br />

de trabajarse se busca también para cajones de embalaje.<br />

~IADERAS FINAS.<br />

Caracteres generales.-La mayor parte de las maderas así<br />

llamadas, prorienen de árboles frutales ó exóticos. Tienen por caracteres<br />

comunes presentar una estructura homogénea y compacta, resultante<br />

de la unión íntima de fibras finas y rectas. Ofrecen, en general,<br />

bastante dureza y resistencia, y son susceptibles de tomar buen<br />

pulimento. Esto, unido á sus coloraciones, que muchas veces son va'7<br />

riadas y agradables, las hace muy á propósito para la decoración y las<br />

chaperías. Los árboles de que proceden no suelen ser de gran tama-<br />

Üo, ni de tronco recto, de suerte que no tienen aplicación en las obras<br />

más que como elementos ue ornamentación, ó para ciertas piezas de<br />

las máquinas y herramientas, tales como ejes, clavijas. llav~s, etc. ~e<br />

citarán, entre las maderas del pais, las de peral, serbal, bOJ,corneJo,<br />

mad,'olio, cerezo, ciruelo, olivo, manzano, acerolo, níspero del Japón,<br />

acebo, aligustre, aladierna, avellano, saÚco,etc., y de ellas sólo se describirá<br />

la primera.<br />

Peral.-La madera tiene un color rojizo, es pesada y de textura<br />

fina. Suave, correosa, muy unida é igual, se acepilla y se corta. bien<br />

en touos sentidos y se hiende rara vez; los gusanos no la atacan y se<br />

pulimenta perfectamente. Es preciso esperar para t~'~bajarla, á que<br />

se seque bien, pues experimenta una gran contraC?lOn. La ~lad~ra<br />

de peral es muy dura y más aun si no procede de arJ)oles de Jardm.<br />

APLICACIONEs.-Semplea para montar las herramientas de ebanista,<br />

y para rodajas y otras piezas análogas de las máquinas; es<br />

muy apreciada para esculturas de madera, y tamhién una de las q~e<br />

mejor pueden suplir al boj para el grabado; teÜida ~e,l:eg~o .Y p~hmentada<br />

imita al ébano hasta el punto de ser muy dIfICildlstmgmrla<br />

de él; 'finalmente, tiene gran aplicación para toruear objetos delicados.<br />

261<br />

MADERAS EXOTICAS.<br />

Breves palabras bastarán para dar á conocer las principales maderas<br />

exóticas que se nsan en Espaiia.<br />

Caoba (S;vielen¡:a mahogani). - La caoba forma bosques importantes<br />

en America, principalmente en las Antillas, lUéjico, Hon-<br />

IIuras y Brasil, y se cría tambien en África y en Asia. La madera es<br />

compacta é inalterable, aunque de desigual resistencia y no mucha<br />

duración; presenta fibras onduladas, y el pulimento produce tablas<br />

veteadas, cuyo dibujo es muy variado y caprichoso en la unión con el<br />

tronco de las ramas y raíces. La caoba sumergida en el agua aumenta<br />

considerablemente de peso; expuesta al aire, se obscurece su color<br />

elaro.<br />

En Europa se usa exelusivamente en ebanistería, pero en América<br />

se emplea con frecuencia en construcciones civiles y navales. En el<br />

comercio se designan, con el nomhre de caoba hembra, diversasmaderas<br />

exóticas parecidas á la caoha, como la cedrela adorata, ósea<br />

caoba de Guayana, cedro rojo, cedro de lag Antillas y calantás de Filipinas;<br />

la cedrela gllianensis; la ceclrela a1tstralis, etc.<br />

Palo santo (Gllaiacu1II officinalis). - El palo santo, procedente<br />

del Brasil y las Guayanas, se explota asimismo en abundancia<br />

en Cuha y Puerto-Rico, donde se conoce comÚnmente con los nomhres<br />

de guayaco y guayacán. Es una madera dura, seca, resinosa, de<br />

olor suave, que adjnite perfecto pulimento, y que está formada por<br />

fibras negras separadas por partes más blandas y menos obscuras.<br />

Tiene casi la misma dellsidad que la caoba, y, como ella, se nsa<br />

para la constrÍlcción de muehles.<br />

Ébano (Diospyros).-Existen muchas variedades, que casi todas<br />

se dan en la--i-s11.Ile Cuha. La m~s importante, el ébano real<br />

(diospyros ehenus\ es un árbol de 12 á 15 metros de altura y de<br />

Om,25 á Om,50 de diámetro. La madera es de corazÓn negro, fina y<br />

compacta, y se emplea en ebanistería para los muebles de más lujo,<br />

en los que suele entrar el marfil como elemento decoratiro. Es una<br />

madera muy pesada.<br />

Majagua (Pa"itium elatum).-La majagua crece también en


262<br />

Cuba, llegando á tener el tronco hasta 18 metros de altura 1'1 de<br />

diámetro. Las fibras del Iíber no alteran sensiblemente su longitud<br />

por las variaciones higrométricas y de temperatura, lo que hace que<br />

reemplacen con ventaja á las cintas y cadenas para la medida de distancias.<br />

La madera, de un color amarillo ó verdoso claro, es dura,<br />

elastica, de fibras rectas y muy útil para multitud de objetos industriales.<br />

Las banderolas más estimadas para trabajos topográficos,<br />

muchos trípodes y cajas ó armaduras de aparatos, se hacen de ma-<br />

Jagua.<br />

Teca (Teetona grandis).-La teca, llamada también en España<br />

tiela y yate, y en Filipinas ealatayate, es un árbol que alcanza á veces<br />

una altura de 80 metros; á la edad de .noventa alios suele tener<br />

20 metros de elevación, hasta las primeras ramas, y 1 metro de<br />

diámetro; la madera es de color parecido al del roble, compacta,<br />

dura, pesada, sin nudos, resistente y fácil de trabajar; es muy<br />

untuosa, porque la impregna una resina que evita que se agusane y<br />

que se oxide el hierro puesto en su contacto. La teca es la madera<br />

de más duración, aunque no incorruptible como algunos suponen,<br />

y de mayor resistencia á las alternativas de calor y humedad.<br />

La teca de mejor calidad es la procedente de Java; en segundo término,<br />

la de lHalabar, y en tercero, la de la India, Siam, llirmania y<br />

otros puntos, que es la que más abunda en el mercado. SegÚn el<br />

P. Blanco, la teca es com¡'m en algunos montes de Visayas, lUindanao,<br />

Zambales, etc., en el archipiélago filipino.<br />

La teca se emplea mucho en todas las naciones para construcción<br />

naval; en Ing'laterra se aplica también para la civil, sobre todo para<br />

puertas de esclusas; finalmente, gran nÚmero de fabricas la utilizan<br />

para coches y vagones de ferrocarriles.<br />

~IADERAS USADAS EN LAS CONSTRUCCIONES<br />

E;'i' LAS COLONIAS ULTRAMARINAS.<br />

MADERAS USADAS EN CUBA.<br />

Extraordinario es el número de géneros y especies arbóreas, que<br />

vegetan en la isla de Cuba. En la imposibilidad de darIas á conocer<br />

263<br />

todas, no se hara mas que enumerar las principales, que son muchas,<br />

sin embargo, haciendo ligeras indicaciones sobre sus propiedades<br />

y aplicaciones, que se extractan del detenido estudio que hizo el<br />

coronel D. Nicolas Valdés, y de los antecedentes suministrados por<br />

el Ino-eniero u de Caminos, D. ManuelIrihas.<br />

Ácana (Sapote acana).-lUadera dura, no muy elastica, de fibra<br />

recta, de color rojizo morado, que se olJscurece con el tiempo. Se<br />

llsa en construcciones de cualquier genero, incluso las hidráulicas, en<br />

carpintería<br />

la isla.<br />

y en ebanistería. Abunda el arbol en todos los montes de<br />

Aguacatillo (PejOseaborbonica).-Árbol de 8 a 10 metros. Madera<br />

fuerte, pesada y elástica; de color amarillo, que baja de tono<br />

del corazón á la albura; ésta poco llJenos resistente que el duramen.<br />

Se rompe casi á tronco por flexión y tensión, y en astilla larga por<br />

torsión. Se puede emplear en todas las construcr'¡ones, en especial<br />

en las que exijan gran elasticidad.<br />

Arriero.-Árbol que puede pasar de 12 metros. Madera de dureza<br />

uniforme; amarillo-rosada, con vetas longitudinales, negras en<br />

el centro; de fibra recta, sin poros y susceptible de hermoso pulimento.<br />

Se rompe casi á tronco por tensión, y en diagonal y de pronto<br />

por flexión y torsión.<br />

CIOnes.<br />

Se puede emplear en todas las construc-<br />

Ayua (Zanthoxylon ternatum).-Árhol de 12 á 14 metros. Madera<br />

blanda y fácil de trabajar, amarillenta, de fibra recta y porosa.<br />

Expuesta la madera al sol se cuartea y hiende, por lo que no debe<br />

emplearse a la intemperie: su aplicación principal es para tal1leros y<br />

cercos de puertas interiores, y para cajas de azúcar y mercancías.<br />

Azulejo.-Árbol de 8\.á 10 metros de.altura y Om,30 de diametro.<br />

Madel'a casi toda de corazón, amarilla, nada porosa, de fibra<br />

recta, compacta elastica y fuerte. Abunda en Vuelta-Abajo y en la<br />

isla de Pinos. S~ puede emplear con ventaja en toda clase de construcciones<br />

y de envases.<br />

.<br />

Baria (Cordia).-Hay que distinguir dos especies:<br />

1.° La baria prieta (cordia speciosa).-Árhol de 8 a 10 metros<br />

y Om,50 de diametro. lUadera facil de trabajar; de albura porosa y<br />

amarillo-blanquecina, y de corazón amarillo.,.rosado, muy compacto<br />

y fuerte. Se rompe casi á tronco por flexión, y diagonalmente por


264.<br />

tensión y torsión.<br />

urbanas.<br />

Se emplea para cuartOl1es en las construcciones<br />

2: La baria blanca (cordia eliptica).-Árbolmayor que el anterior.<br />

Madera más consistente, de color blanco-amarillento, con ve-<br />

t~s negras lon~itudinales, interrumpidas como las fibras. Se rompe<br />

sIempre en astIlla larga. Se emplea más que la baria prieta por su<br />

mayor elasticidad y tenacidad; se usa también en tablas, para forros<br />

y pisos de barcos.<br />

Birigí (Eugenia buxi(olia ).-Madera de corazón y alJmra igualmente<br />

duros, amarillo-rojizo ésta y rojo aquel. Abunda bastante en<br />

el ceI~tro de la isla y en Vuelta-Abajo. Es muy buena para las construccIOnes,<br />

aunqu~ bastante nudosa. Se rompe siempre casi á tronco.<br />

Canelilla.-Arbol de Vuelta-Abajo y de la costa del Sur. lUad,e~atoda<br />

de ~orazón, compacta, amarillo-rojiza, de fibra recta y difIcIl<br />

de trabaJar. Se rompe á tronco ó en diagoual muy corta; es buena<br />

para todas las construcciones, en especial para tablazones carruajes<br />

y objetos de industria, que requieran fuerza y elasti;idad.<br />

Caoba (Stvietenia mahogani).-Descrita ya al tratar de las maderas<br />

exóticas, sólo se aÜadirá que, aunque no muy resistente, se<br />

emplea :n Cuba en, construceiones urbanas y militares.<br />

C~pa-rota.-Arbol de.a á 10 metros y tronco de Om,30 á Om,40<br />

de dIametro. Madera amanllo-rosada, toda de corazón, fuerte, fÚcil<br />

de trabajar, muy elástica y resistente, de fibra recta y algo reticulada;<br />

muy á propósito para las construcciones<br />

rompe en astilla larga.<br />

civiles y navales. Se<br />

Carbonero (¿CapparÜ J amaicensis?)-Árhol de 10 á 12 metros;<br />

tronco de Om,20 á Om,40 de diámetro. Madera blanco-amarillenta,<br />

~e dureza uniforme y de fibra recta. Resiste hien debajo del<br />

agua, sIendo muy á propósito para pilotajes. Se rompe por flexión y<br />

torsión en diagonal corta, y por tensión casi á tronco.<br />

.<br />

Cedro (Cedrela odorata).-Árbol que no debe confundirse con<br />

el de igual nombre, originario de Asia; es uno de los que se ha dicho<br />

que se conocenen el comercio con el nombre de caoba hembra.<br />

Crece con más rapidez que la caoba, llegando en cuarenta aÜos á<br />

más de 30 metros de altura y el tronco á más de 5 metros de diámetro.<br />

Madera con bastante albura, pero cuyo corazón es muy grueso<br />

y basta para sacar grandes piezas, utilísimas para todo género de<br />

construcciones é industrias,<br />

265<br />

labrándose con tanta facilidad como el<br />

pino, y con la circunstancia favorable de no alterarIa el comején (1)<br />

ni ninO'un ::> otro insecto. Su color es rojo Y tiene aspecto parecido al<br />

de la caoba, aunque es más porosa y de calidad inferior que ésta.<br />

Abunda mucho y se rompe casi á tronco por flexión y tensión, y en<br />

astilla larga por torsión.<br />

El cedro hembra es una variedad del anterior; de madera menos<br />

densa, elástica y resistente; de color más claro, y no tan estimada<br />

para los diferentes usos á que se destina el cedro; se emplea ordinariamente<br />

para cajas de tabacos.<br />

Cerillo (Exostemma caribeum).-Árbol cuyo tronco llega á 9<br />

metros de altura por Om,50 de diámetro. Madera rojiza, de corazón<br />

fuerte y compacto y albura menos dura; muy elástica y resistente y<br />

.fácil de trabajar. Sería una de las primeras maderas si no la atacase<br />

y destruyese un insecto, que la busca con preferencia; los árboles<br />

que se consiguen sanos son inapreciables para todo género de construcciones,<br />

incluso para las que han de estar sumergidas en el agua.<br />

Se rompe á lo largo por flexión y tensión; y á tronco por torsión.<br />

Cuaja,ní (Cerassus occidentalis).-Arbol de 10 á 15 metros y<br />

tronco de Om,50 a Om,40. Madera casi toda de corazón, fuerte, compacta,<br />

amarillo-rosada y de fibra recta y reticulada. Abunda en las<br />

sierras y á orillas de los ríos, en todas las Antillas. Se emplea principalmente<br />

en tablazón, cuidando de pintarla, si se usa al aire libre,<br />

para defenderla de un insecto, que e~tonces cría. Se rompe en diagonal<br />

por flexión y tensión, y á tronco por torsión.<br />

Cuero duro.-Árbol'de ) a á 10 metros; tronco de Om,50<br />

á Om,60. Madera cenicienta,' toda de corazón, compacta y dura; es<br />

muy resistente, y en especial á la tensión la igualan muy pocas<br />

maderas. Ahunda en el centro de la isla y sirve para toda clase de<br />

construcciones, particularmente para postes, péndolas, carpintería,<br />

ruedas hidráulicas, ejes de máquinas, etc. Se rompe á lo largo, astillándose<br />

por las aristas.<br />

Chicharrón (ChiclwJ'mnia intermecli(t).~Arbol de unos 12 metros,<br />

tronco de Om,56 á Om,60. Madera fuerte y dura de trabajar,<br />

elástica y mllY resistente á la tensión; de fibra recta, de corazón ex-<br />

(1) El comején es un insecto nenróptcro parecido á la carcoma.


266<br />

céntrico y negruzco, y de albura verdoso-amarilla. Se puede usar<br />

para todas ~as c?nstrt~cciones, pero se aplica en especial a trabajos<br />

de carreterIa y a tr~pIches y ruedas de molino, hidraulicas y denta-<br />

da~. Se romp.e en dIagonal larga, astillandose, por tensión y torsión,<br />

y a tronco, Sll1acabar de separarse las fibras, por flexión.<br />

Dagame (Calycophyllum candidisimum).-Tronco de 15 metros<br />

de alto y de Om,40 a Om,60 de diámetro. Madera toda de corazón,<br />

limpia y de resistencia uniforme, gris-amarillenta, compacta y<br />

de fibra recta: Es bastante eIastica y muy fuerte y Útil para toda~<br />

las construcCIOnes navales y urhanas, pudiéndose usar también en la<br />

industria, en maquinas, carruajes, curei'las, etc. Abunda mucho y se<br />

rompe siempre a lo largo.<br />

Ébanos (DiospYJ'OS j.-Se describieron ya entre las maderas<br />

exóticas. ,<br />

Granadillo ó ébano rojo (Brya ebenus).-Hermosa madera,<br />

sumamente dura y compacta, vidriosa y veteada; corazón de color<br />

de taJJaco obscuro, y albura amarillenta, de poco espesor y algo me-<br />

n~s c~mpacta que aquel. Se rompe casi a tronco; se emplea en eballlstena<br />

y es muy buena para pies dere~hos, porque es, entre todas<br />

las maderas de la isla, la que mas resiste a la torsión y a la presión<br />

en sentido de las fibras. '<br />

Guamá de costa (Lonc/wcarpus sericeum).-Tronco de 3 a 10<br />

metros de alto y de 1 de diametro. Madera casi toda de corazón<br />

fuerte y tenaz, amarillenta, de fibra recta, con algunas vetas negra~<br />

a lo largo; se conserva bien dehajo del agua. Abunda en la isla de<br />

Pinos yen la costa del Sur, y es muy a propósito para pies dere-<br />

cJ~?S, entar~~lados: pilotajes, etc. Se rompe en astilla larga por fle-<br />

XlOn y tenslOn, ya lo largo por torsión.<br />

Guao.conchita (Comocladia dentataj.-Árbol de (-j a 10 metros;<br />

tronco de Om,50 a Orn,40, ocupado en casi toda su extensión<br />

por el.corazón, de colol' rojo. Se rompe siempre en diagonal corta,<br />

y en vIrtud de su mucha elasticidad y hastante resistencia puede<br />

emplearse en las construcciones; para debajo del agua es excelente.<br />

Este. arb~l es tan venenoso, que su sombra basta para entorpecer la<br />

respIraclOn.<br />

~ua~aco, guayacán ó palo santo (Guaiacum o((icinalis).<br />

-A lo dIcho al hablar de las maderas exóticas, sólo hay que añadir<br />

267<br />

que el palo santo, a causa de su dureza, se emplea en Cuba eJJdieJJtes<br />

de ruedas, ejes, tornillos, poleas, etc.<br />

Guayraj e (Eugenia baruensis) .-Árbol de 7 a 3 metros. Madera<br />

toda de corazón, dura, compacta y de fibra recta. Por su resistencia<br />

y elasticidad es muy adecuada para las construcciones de<br />

edificios, para carretería y para multitud de objetos de industria;<br />

sirve asimismo para obras hidraulicas, porque se conserva bien debajo<br />

del agua. Se rompe en diagonal por flexión y tensión, y á lo<br />

largo por torsión.<br />

Jagüey (Ficus dimidiata) .-Árbol secular, las mas de las veces<br />

parasito, que llega á 10 metros de altura. Madera casi toda de corazón,<br />

amarillo-verdosa, con extensas vetas obscuras en el centro,<br />

no difícil de trabajar; es buena para ebanistería y para cualquier clase<br />

de construcciones, en particular para las expuestas a la presión y a la<br />

torsión, dentro y fuera del agua. Abunda mucho en la isla y se rompe<br />

siempre en diagonal corta, astillandose. Las fibras del Iíber son tan<br />

fuertes como las que se extraen de la majagua y gozan de las mismas<br />

propiedades higrométricas.<br />

Jaimiquí, llamado también almiqui y yaimiqui.-Árbol de unos<br />

12 metros de alto; tronco que llega a Om,30 de diametro. Madera<br />

fina, uniforme, amarillo-rojizo y de fibra compacta. Se parece bastante<br />

al acana, pero a la intemperie se alabea algo, y no resiste bien<br />

debajo del agua. Se rompe casi a tronco.<br />

Jibá (Erithroxylon alterni(oljy;Ín). -Madera toda de corazón,<br />

dura, re;>istente y elastica; fibra recta y algo reticulada; color amarillo<br />

en el centro y amarillo-obscuro ó verdoso en los extremos, de<br />

donde salen algunas vetas y manchas hacia el centro, que hacen<br />

muy vistosa la sección transversal, y propia la madera para trabajos<br />

de ebanistería. Se puede emplear también con ventaja en toda clase<br />

de construcciones, aunque es algo pesada para las navales. Por flexión<br />

y tensión se rompe á media madera larga, y por torsión á lo<br />

larg'o, astillandose las aristas.<br />

Jiquí de ley (Bumelia nigra) .-Árbol que se eleva a 12 metros<br />

y que abunda en todos los terrenos, en el interior de la isla.<br />

Madera fuerte, pesada, de corazón pequeño y rojo-obscuro, de albura<br />

uniforme y blanco-amarillenta; de fibra recta; elastica y dura<br />

de trabajar; bastante resistente a la tensión, y mucho a la presión y<br />

("


.<br />

torsión. Se emplea el\ toda<br />

268<br />

clase de construcciones, y en especialen<br />

pies derechos y piezas de armaduras. Se rompe en diagonal corta.<br />

Júcaro negro ó bravo (Bucicla buceras).-Árbol de más de<br />

20 metros de altura, tronco de O ,80 á 1 metro de diámetro. Madera<br />

muy dura y fuerte; amarillo-verdoso-obscura, con vetas longitudinales<br />

interrumpidas, negras y claras, siendo el corazón de color más<br />

subido, pero no de mayor resistencia. Es muy fuerte en todos conceptos,<br />

muy elástica e incorruptible debajo del agua; es una de las<br />

mejores maderas que se conocen y se aplica á cuantas construcciones<br />

y objetos de industria se quiera. Á causa de la altura del árbol<br />

y de lo derecho que es su tronco, se pueden preparar con esta madera<br />

mag'níficospilotes de más de 20 metros de 10no'Ítudv de<br />

b J O"' , 50<br />

á Om,60 de diámetro en ]a cabeza. Se rompe á media madera, y por<br />

la torsión á tronco, astillándose. Abunda mucho en Cuba, en Santo<br />

Domingo y en Puerto-Rico, donde ]a llaman l/licaro y Inicar.<br />

Leviza (Laurus).- Tronco de 6 metros de largo por Om,30 de<br />

diámetro. Madera fuerte, compacta, toda de corazón, amarillo-verdosa<br />

y de fibra reticu]ada: excelente para las construcciones, en<br />

particular para las urbanas, y para carretería y ebanistería. Se<br />

suelen hacer con ella ejes de carretas, estevas y lanzas de arados.<br />

Se rompe en astilla larga por flexión y tensión, y á tronco por<br />

sión.tor-<br />

Lino.-Precioso árJ)ol de 8 á 10 metros de altura; tronco de<br />

Om,40 de diámetro. Madera toda igual y amarilla de oro; de fibra<br />

recta muy unida; elástica, resistente y fácil de trabajar; se. agrieta<br />

algo a] aire libre, y conviene no exponerla al so] sin pintada ó barnizarla.<br />

Se rompe astillándose, por flexión; por tensión, casi á tronco;<br />

y por torsifln, á]o largo, astillándose también. Se puede em-:p]ear<br />

en todas las construcciones urhanas y navales, y en multitud<br />

objetos de industria.<br />

de<br />

Lirio morado.-lHadera compacta, de corazón, de fihra recta,<br />

muy elástica y resistente, amarillo-morada, y muy á propflsitopara<br />

toda clase de construcciones y para la ebanistería. Se rompe en diagona]<br />

por flexión y tensión, y á ]0 largo por torsión,<br />

Maboa blanca (Cameraria latifolia).-Árbo] de 10 á 15 metros;<br />

tronco de Om,50 á Om,60. Madera cenicienta, muy pesada y<br />

elástica; de gran resistencia á la tensión y sólo regular á la presión.<br />

'269<br />

Es a propósito para vigas, péndolas, puentes y construcciones navales;<br />

se consena l)Íen debajo del agua y en terrenos<br />

.<br />

rompe á media madera larga.<br />

humedos. Se<br />

Macurije (Cupannia oppositifolia).-Árbol d~ 10 á 12 metros;<br />

tronco de Om,50 á Om,60. Madera blanco-amarillenta, dura, compacta,<br />

limpia, toda de corazón; excelente para las construcciones.<br />

Abunda en la costa del Sur, en las laderas y en las orillas de los<br />

arroyos. Se rompe<br />

torsión.<br />

en diagonal por flexión y tensión, y á tronco por<br />

Majagua (Paritium elatwn) .-Descrita esta madera entre las<br />

exóticas, sólo hay que agregar que para los usos de la industria ocupa<br />

uno de los primeros lugares entre las mejores.<br />

Mamey (Lacuma mammosa).-J\Iadera de color rojo subido,<br />

fuerte, compacta, muy elástica; resiste lo mismo al sol que debajo<br />

del agua; es una de las maderas que deben ponerse en primer término<br />

para construcciones, ejes 'de ruedas hidráulicas, carretería,<br />

muebles, etc. Las piezas se rompen á tronco por flexión y tensión, y<br />

en diagonal, astillándose, por torsión.<br />

Hay otra variedad, el mamey colorado, árbol muy grande, de forma<br />

piramidal, cuya madera tiene iguales-propiedades. Ambas ahundan<br />

en Cuba, Santo Domingo y Puerto-Rico,<br />

francas y fuertes.<br />

vegetando en tierras<br />

Mangle negro ó prieto (Avicenia niiidaj.-Árbol de 10 metros;<br />

tronco de Om,50; abunda en las costas. Madera pardo-amarillenta,<br />

de fibra ondulada, pesada, compacta, elástica, muy resistente<br />

dentro y fuera del agua; no la ataca el teredo; se aprecia mucho para<br />

pilotajes, obras hidráulicas, construcciones navales y para cua]quiera<br />

otra aplicación, ya á la intemperie, ya debajo del agua, ya en<br />

terrenos humedos. Se rompe casi á tronco por flexión y tensión, y en<br />

diagonal, astillándose, por torsión.<br />

Mije ó mijí.-Árbol ahundante; tronco de 5 metros de largo,<br />

por Om,20 Ó Om30 de diámetro. Madera de corazón, amarillo-agrisada,<br />

elástica, compacta, dura, sana, de fibra recta, fácil de trabajar<br />

y resistente á todo y en todos los medios. Se romp¿ en astillas<br />

por flexión, por descomposición ó segregación de fibras en la tensión,<br />

y á lo largo por torsión. Se puede emplear con ventaja en las construcciones,<br />

particularmente en puentes y armaduras.


270<br />

Montecristo.-1\Iadera inapreciable por sus excelentes cualidades;<br />

homogénea, de fibra reticulada, de color amarillo obscuro, sumamente<br />

elástica y resistente, en especial á la tensión. Muy buena<br />

para todo género de construcciones,<br />

rla. Se rompe en astilla larga.<br />

para carretería y para ebaniste-<br />

Moruro (Acacia a1'llOl'ea j.-Se l~ama también sabicÚ, por la<br />

analogía que tienen las dos especies. Arbol de gran tamaÜo; tronco<br />

de Om60 , de diámetro. Madera de corazón fuerte, morado-obscura,<br />

elástica y resistente. Se rompe longitudinalmente. Se emplea en ruedas<br />

hidráulicas, mazas de trapiches, cubos de carros, tablas para<br />

pisos, etc., y se puede usar en todas las con~trucciones.<br />

...<br />

Naranjo agrio (Citrum vulgal'isj.-Arbol que en seIS o siete<br />

aiios se eleva á 7 metros. Madera blanco-amarillenta, de fibra recta<br />

y unida, muy correosa, resistente y fácil de trabajar. Se rompe por<br />

flexión por algunas fibras de la parte convexa, por tensión á tronco,<br />

por torsión á lo largo. Se emplea en obras de carpintería y mangos<br />

de herramientas; puede 'aplicarse con preferencia á péndolas, varas<br />

de carruajes, etc. .<br />

Ocuje (Calopyllwn catabaj.-Es del mism~ género que el palomaria<br />

de Filipinas y la maria de Puerto-nico. Arbolmuy abundante<br />

en todos los terrenos; de 28 metros de alto y 1 de diámetro. Madera<br />

rojizo-amarillenta, de fibra algo ondulada, de bastante consistencia<br />

y no poca elasticidad; se rompe en diagonal corta, y se emplea<br />

en construcción naval y en piezas de armaduras; á la intemperie se<br />

altera fácilmente. El aceite que se saca del fruto sirve para la pintura<br />

y para la preparación<br />

Pejojó ó lechoso<br />

de hamices grasoso .<br />

(¿Tabml'nemontana citl'i{olia?j.-Arhol que<br />

se da en terrenos bajos y medianos. Madera amarillo-rojiza, toda de<br />

corazón, fuerte, compacta, de fibra algo ondulada y muy resistente á<br />

la presión y torsión; es excelente para las construcciones, para ebanistería<br />

y para carpintería. Se rompe á media madera.<br />

El tronco y las ramas dan por incisiones una resina blanca.<br />

Pino (Pinlts).-El pino blanco (pinus occidentalis) es poco resistente<br />

y no puede emplearse más que en pisos interiores; el pinotea<br />

del país (pinus tffida) es más resinoso y de mejores aplicaciones,<br />

pero se prefiere siempre el de igual nombre, procedente de Nuevay<br />

ork. Este último tiene fibra más fina y es menos resinoso (Iue el de<br />

'!74<br />

la tierra, admite bien la clavazón, y su uso en las construcciones<br />

está lllUYgeneralizado; se rompe en diagonal.<br />

Hay otras especies de pinos, como el sipo!, que es más blanc~,<br />

fino y elástico; el de Suecia, mejor aún que el de los Estados-Umdos,<br />

y el tea nudoso, que sólo se emplea en so~eras ó durmient~s.<br />

Quiebra-hacha ó caguairán (Copatfera hymenCEfolLaj.-<br />

Arbol IÍlUYcomún; tronco de 10 metros de altura, por Om,70 á 1<br />

metro de diámetro. Madera de corazón rojizo y albura blanco-amarillenta;<br />

de compaciclad y dureza férreas; difícil de trabajar; pero<br />

muy resistente y la mejor madera para obras hidráulicas, .porq~e se<br />

petrifica debajo del agua; es también excelente por su resIste.nCla y<br />

duración para traviesas de caminos de hierro. Se rompe en dIagonal<br />

larga por flexión y tensión.<br />

Rana macho.-l\'Iadera homogénea,<br />

.. . ,<br />

fuerte, cemcIenta, de fibIa<br />

recta, elástica, muy resistente en todos conceptos é incorruptible<br />

debajo del agua. Es de las mejores que se pueden "emplear en cualquier<br />

género de construcciones. Se rompe en astilla larga.<br />

Raspalenguas (Casearia hirsutaj.-lHadera de excelentes condiciones;<br />

amarillo-clara, fuerte, compacta, muy elástica y resistente<br />

en todos sentidos, en especial á la presión y tensión. Se rompe en<br />

diagonal corta, y se puede usar con ventaja en piezas d{( puentes,<br />

máquinas hidráulicas y ejes de carrua;ies.<br />

Roble (Bygnonia pentaphylla j .-Arbol de 9 á 11 metros; tronco<br />

de 01l1,80á 1 metro. Madera de tejido uniforme, ceniciento-amarillenta,<br />

de fibra recta, fácil de trabajar, muy elástica y resistente.<br />

Se emplea, por lo general, en construcciones ur]Janas y navales,<br />

siempre que no haya pasado mucho tiempo después .de cortada, P?rque<br />

la ataca al momento un insecto. Se rompe en dIagonal y astIlla<br />

larga.<br />

Roble guayo (Boureria iuculentaj.-lHadera<br />

. .<br />

muy parecIda a<br />

la anterior, que tiene las mismas aplicacionesy que a1mndabastante<br />

en tOllala isla. Se rompe en diagonal por flexión y tensión, y á<br />

tl'onco, astillándose, por torsión.<br />

Semejantes á los robles descritos son el pl'ieto, el bombo, el blanco<br />

y el amarillo: todos tienen analogía con las variedades<br />

Puerto-Rico.<br />

del capá de<br />

Sabicú ó jigüe (Acacia {ol'mosaj.-l\fadera menos obscura que


21'2<br />

la de moruro, pero que se parece mucho á ella; se emplea también<br />

en todo género de obras. Abunda en la isla.<br />

Sabina (Juniperlts sabina).-Árbol parecido al ciprés, que tierra<br />

adentro se suele llamar enebro criollo; tiene de 12. á 15 metros<br />

de altura, y tronco de unos Om,6Ude diámetro. MadCl;arosada, fina,<br />

fácil de trabajar y de fibra recta. Se emplea, de ordinario, en pies<br />

derechos y entablonados; da buenos resultados debajo del agua, á<br />

causa de ser aceitosa; puede recomendarse su uso para todas las construcciones,<br />

en particular para las que requieran elasticidad; es excelente<br />

para traviesas de ferrocarriles. Se rompe á media madera<br />

por flexión, y á tronco por tensión y torsión.<br />

Sigüe.-Árbol de unos 10 metros; tronco de Um,30. Madera<br />

dma, compacta, toda de corazón, amarillo-rosada, de fibra recta,<br />

elástica y muy resist~nte á la presión. Se puede aplicar para pies<br />

derechos, vigas y soleras, y con especialidad para la ebanistería por<br />

su hermoso aspecto y por la finura de su tejido. Se rompe á media<br />

madera, astillándose.<br />

Tamarindo (Tamarindus indica).-Árbol hermoso y de larga<br />

vida, á pesar de la rapidez de su crecimiento; se da en todos los te- -<br />

1'1'enos.Madera de corazón, bastante compacta y con vetas claras,<br />

que auquieren realce con el barniz. Se rompe en diagonal y se puede<br />

usar en todo género de construcciones, en especial en las que exijan<br />

elasticidad y resistencia á la tensión.<br />

Ubilla ¿ ubero (¿Cocolora ubifera?j.-Árbol que abunda en<br />

las playas arenosas; tronco de 6 metros de altura por Um,40 de diámetro.<br />

Madera amarillo-rojiza, fuerte, fina; fácil de trabajar, aunque<br />

toda de corazón; de fibra recta, y muy resistente, en particular á la<br />

presión y tensión. Se aplica á la construcción de pies derechos, ejes,<br />

mazas, etc., y á la ebanistería. Se rompe en diagonal por flexión y<br />

tensión, y á lo largo, astillándose, por torsión.<br />

Yaití (Execaria lucida). -Tronco de 5 metros de largo,<br />

por Om,2.0de diámetro. Madera amarilla con grandes manchas obscuras<br />

á lo largo, pesada, dura, muy elástica y resistente en todos<br />

sentidos, é incorruptible debajo del agua. Essumamente útil en la<br />

industria y en todo género de construcciones; á tener el tronco mayores<br />

dimensiones sería la primera de todas las maderas, á pesar de<br />

ser algo difícil de labrar. Se rompe siempre casi á tronco.<br />

273<br />

Yamagua ó yamao (Guarea tl'ickilioide).-Árbol de 10 á 12metros;<br />

tronco de Om,40 á Om,50. Madera homogénea, de fibra recta<br />

un poco reticulada, de color amarillo-rojizo y con manchas obscuras<br />

en la sección transversal. Es bastante elástica y resistente para<br />

poderse emplear muy bien en las construcciones, tanto más cuanto<br />

que nada sufre á la intemperie: se usa mucho para hacer marcos<br />

de puertas. Se ua en toda clase de terrrnos y se rompe á tronco, astillándose.<br />

Zapote negro (DiosPY1'OS [a1wifolia).-Árbol de 8 á 10 metros.<br />

Madera de fibra un poco ondulada, morado-obscura, compacta,<br />

pesada, elástica y muy resistente, sobre todo á la presión. Se rompe<br />

siempre á tronco, y puede emplearse en pies derechos, sopanuas,<br />

puentes, ejes de carros, etc. Ahunda en la mayor parte dI')los montes<br />

de la isla.<br />

MADERAS USADAS EN PUERTO-HICO.<br />

Respecto á las principales maderas usadas en la construcción en<br />

la isla de Puerto-Rico, se han consultado unos apuntes manuscritos,<br />

proporcionados por el Ingeniero Jefe del Cuerpo, D. Leonardo de Tejada,<br />

que por bastantes años estuvo al frente del servicio de Obras<br />

públicas en aquella provincia.<br />

Abispillo. -Árbol que crece bastante; de madera resistente en<br />

obras interiores, pero que se altera expuesta á la intemperie; se<br />

emplea en tablazón y construcciones urbanas.<br />

AIgarrobo.-Árbol robusto y de mucho crecimiento; da madera<br />

dura, resistente y de aspecto agradable; se emplea en ebanistería,<br />

y para hacer canoas grandes de una sola pieza, mazas para trapiches,<br />

etc. Del algarrobo se saca una resina muy apreciada para la<br />

preparación de barnices y otros usos.<br />

Almácigo.-Se emplea la madera en cuartones y tablazón, que<br />

duran mucho, no estando sometidos á los agentes externos.<br />

Ausubo.-Árbol grandísimo y el que da la mejor madera para<br />

viguería; se conservan las piezas lo mismo en obras interiores que<br />

a la intemperie.<br />

Bariaco.-lVIadera lllUY buena para estacadas, porque resiste<br />

expuesta al aire y debajo del agua.<br />

48


~7).<br />

Blanca.-Árbol de truncu delgadu, pero llue da madera resi~tente<br />

y adecuada para vigueria, pies derechos, tablazón, etc.<br />

Ca~acey de paloma.-Se puure á la intemperie la madera,<br />

pero da bueu resultado en soleras, carreras y otras piezas análogas<br />

en las construcciones urhanas.<br />

Capá.-Existen dos especies, el blanco y el prieto, parecidos,<br />

cumo ya se dijo, ellos rohles de Cuba del género bOlll'eria. El eapá<br />

blanco da IJiezas muy gTandes y duras, con que se hacen cureÜas y<br />

aJustes; del prieto se sacan piezas, grandes también, pero no tan<br />

duras, que se utilizan en la constl'ueción naval, y para vigas, puertas<br />

ventanas, etc., en la civil.<br />

Cedro.-nebe ser del mismo género y quizá espeeie, que el árbol<br />

de ig'ual nombre de la isla de Cuha. Además ,de emplearse en<br />

ebanistería y para tablazón de barcos, se saca~l de el, botes y lanchas<br />

de uua pieza, por la extraordinaria corpulencIa del arhol.. ,<br />

Cuero de sapo.-Madera muy dura, pero que no resIste a la<br />

intemperíe; se emplea en obras interiores, y por su agradable aspecto<br />

pudiera utilizarse en ebanistería. . ..-<br />

Espinillo.-Se aplica esta madera, que reSJste muy Inen baJu el<br />

agua, pero ({ue es muy dura y dificil de trabaj~r, á l~ construcción<br />

.<br />

de piezas t.orneadas y á la de obras de grandes (hll1enSlOn~sy que re-<br />

([uieran poca labra, como pies derechos, cuartones, pIlotes, eslaeas,<br />

etc.<br />

Guaraguao.-Arbol de buen erecimiento;<br />

. .<br />

la madera es vIdrwsa,<br />

pero se emplea cun ventaja en entablonados, cuartones, eanoas, muebles,<br />

etc.<br />

Guayacán.-!Jebe ser<br />

.<br />

la madera que con el mIsmo nombre y<br />

también con el de palo santo, se conoce en Cuba; es tan dura que sólo<br />

pw:de trahajarse eon la sierra y con el torno. Aparte de en~~learse<br />

para muchos objetos de industria y par~ ,1l1ueble~, suele .utIlIzarse,<br />

como se indicó antes, para la construcClOn de pIezas resIstentes de<br />

las máquinas. ,<br />

Higuerillo.-Arbol<br />

.<br />

.<br />

grande; su madera resIste a" la mtempene y<br />

al ao'na' L> se emplea Para pies derechos, cuartones y tablazón.<br />

,<br />

Hortegón.-l\Iadera de corazón, muy compacta y dura, l 1~<br />

gran resistencia á la presión y poca á la fIexión; se conserva bien del)ajo<br />

del agua, y da piezas de extraordinarias dimensiones. f~sla ma-<br />

z75<br />

dera preferida para pies derechos, y se usa tamhién mucho para pilutajes<br />

y estacadas; para construccÍones marítimas es irreemplazahle.<br />

Húcaro ó húcar.-Es el mismo árhol que se llama en Cuba<br />

júcai'o negro ó bravo. No hay que añadir nada á lo que se ha dicho<br />

va . acerca de esta excelente madera.<br />

Jagua.-Árhol de mucho crecimiento; madera á propósito para<br />

cajas de armas de fuego y para esculturas, por ser compacta y poco<br />

fihrosa; sirve también para tablazones interiores.<br />

Jagüey.-Quizá sea una nueva especie ó variedad del árhol<br />

del mismo nombre, que v_~ta en Cuba y de que. ya se ba hablado.<br />

De Sil madera se sacan cano~s y hateas de una pIeza.<br />

Laurel.-Arhol que da huena tablazón, cuartones, vigas, perchas<br />

de arboladuras, etc. El laurel de Puerto-Hico es diferente del<br />

({ue lleva el mismo nomhre en España.<br />

Limoncillo.-ÁrlJOl grande que da madera muy dura, adecuada<br />

para dientes de trapiches; se sacan tamhién vigas, cuartones, etc.,<br />

({ue duran muchísimo, preservándolos de la intemperie. El limonci-<br />

110produce buen carbón.<br />

Maga.-~Iadera incorruptible, cuando está enterrada; se emplea<br />

para tablazón, cuartones, muebles de lujo, ete.<br />

Majagua -La majagua de Puerto-Rico no es igual á la de Cuha;<br />

esta es la paritium elatum y aquella la hibiscus tiliaceus, idéntiea<br />

aJ balibago de Filipinas. La majagua portorriqueña se parece<br />

mucho, sin emhargo, á la cubana; es ligera y correosa y se emplea<br />

para garrochas. Con las fibras del liber se hacen las cuerdas del país,<br />

que sirven para fahricar hamacas y otros objetos. Las majaguas se<br />

utilizan también en las cercas de las casas de campo, por lo mucho<br />

que se entretejen las ramas de estos árboles.<br />

Mamey.-Es idéntico al de la isla de Cuba ya deserito.<br />

Mangle colorado.-Árhol que ereee en las costas; la maderi1<br />

da piezas curvas para embarcaeiones y se emplea tambiÓl en estacadas<br />

y otras construcciones hidráulicas; la corteza y las hojas son<br />

muy ricas en tanino. Este árhol se da asimismo en Cuha; no se describió,<br />

si]1 embargo, entre las maderas de diella isla, porque las pequeñas<br />

dimensiones, que en general tienen las piezas, restringen<br />

mucho sus aplicacíones.<br />

María.-Es el ocuje de Cuba. En Puerto-Rico se emplea prill-


2ifi<br />

cipahnente para entablonaclos ('.n construcciones civíles y navales.<br />

Moral.-De su madera se hace alguna tablazón, per¿ es mejor<br />

para remos,<br />

elástica.<br />

porque tiene las propiedades de ser ligera<br />

,-,'<br />

correosa v<br />

,<br />

Naranjo.-Es idéntico al de Espaiia; la madera es dura y se<br />

empleacn mangos de henamientas y en piezas torneadas.<br />

Palmas.-Bajo esta denominación general se comprenden muchos<br />

astiles de vegetales monocotiledones. De la envuelta externa de<br />

la palma de cocotero se sacan piezas largas y estrechas, que duran<br />

muchos aÜos en revestimientos y pisos de barracas; de la palma de<br />

yagua se desprende todos los meses un fragmento de hoja acorchada,<br />

\fue recibe también aquel nombre, que tiene de 1m,20 á 1m,50 de<br />

longitud, por Om,45 á Om,60 de ancho, y que es muy á propósito para<br />

cubiertas<br />

nales.<br />

y paredes de ))arracas y otras construcciones provisio-<br />

Pimiento negro.-Arbol grande, de madera muy dura y que<br />

resiste;bien á'la intemperie y debajo del agua; se emplea en pilota-<br />

.ies, en edificaciones urbanas y en postes de telégrafo.<br />

Roble cimarrón.-Arhol de huen crecimiento, que da n1a(lera<br />

excelente para tablazón, cuartones y otras piezas necesarias para<br />

I;onstrucción de casas; es de poca duración á la intemperie.<br />

hable ¡lue este roble sea parecido a los de Cuba.<br />

Es pro-<br />

Serrezuelo.-Arbol grande, de madera muy dura, que se emplea<br />

para tablas y barandas en la edificación urbana; se podría usar<br />

también para mlie])les de lujo, por la hermosa coloración de sus vetas.<br />

Tachuelo.-Arbol de hastante altura y poco grueso; su madera<br />

dura muchísimo á la intemperie y dehajo del agua; se emplea en pilotajes,ficos.<br />

estacadas, pies derechos, vigas, serradizos y postes telegrá-<br />

Tortugo.-Arbol de extraordinario erecimiento; su madera se<br />

usa para tablazón, pies derechos y viguería; se conserva perfectamente<br />

bajo el agua y al aire. La madera tiene colores muy variados y es<br />

muy á propósito para trabajos de ebanistería. '<br />

Yaití.-Arbol delgado y alto; su madera es en extremo, resistente,<br />

sean cuales flleren las circunstancias en que se ponga en obra; se<br />

emplea en especial para muebles de lujo. El yaití de Puerto-Rico debe<br />

ser muy parecido, si no igual, al de Cuba.<br />

-,,<br />

~-"<br />

Ya!a.~Árbol que crece mucho; la madera se puede IIsar ell<br />

ohras Ultenores, pero al exterior se pudre<br />

Prouto , como no se teno'a<br />

]<br />

~<br />

a precaución de tellerla sumergida en agua algÚn tiempo para que<br />

desaparezcan las substancias putrefactivas; esta circunstancia no es<br />

peeuliar de esta madera, como más adelante se verá.<br />

MADERAS USADAS EN FILIPINAS,<br />

. ~)ara la d~~ipción de las maderas de construcción usadas en ~'ihpll1a~,<br />

se tIenen más 'datos que para las de Puerto-Rico, pues los<br />

trabaJos del Coronel de Ingenieros D. Nicolás Valdés<br />

r los más 1110d.~rno~.<br />

de los Inge~ieros de l\~Ol~tes,D. Ramón Jordana y D. Se])astmn<br />

Idal, resumIdos estos ultlmos en la obra de 1). Eugellio Plá,<br />

~<br />

permIten conocer con bastante exactitud los árboles maderables del<br />

archipiClago: sólo se citaran aquí los que tienen alguna importancia.<br />

Acle ó acre (iWimosa acle ó acre) .-Arhol de gran tamario:<br />

madera rojo-obscura, sin olor sensible, compacta, de pocos poros,<br />

de fihra ondulada, que se rompe en astilla larga (1), y de viruta áspera<br />

y poco enroscada. Se emplea<br />

abunda en muchos puntos.<br />

en construcción civil v naval<br />

'<br />

y<br />

.<br />

Amuguís ó amoguís (Cyrtocarpa lJuinquestila).-Madera de<br />

(~olorrojo cl~ro á rojo de carne, uniforme ti con manchas plomizas;<br />

textura medIanamente compacta, con poros numerosos de diferentes<br />

tama1ios; se rompe en astilla larga. l,a madera recién labrada tiene<br />

un olor desagradable; da buena tablazón para construcciones; se la<br />

apreciaría más si no fuese tan propensa á que la ataque el anay (2).<br />

.<br />

Abnnda en muchos puntos.<br />

Antipolo ( Artoca1'pUSincisa).-Arhol que se eleva á más de 20<br />

metros; madera amarillenta con frecuentes manchas blancluecinas;<br />

de textura estoposa y poros muy marcados; se rompe en astiIl() larga.<br />

Se usa ~)ara.tablazÓn en edificios y embarcaciones menores, y<br />

algo en ebamstena; no es muy apreciada.<br />

, B~lao. panao ó m~lapaho (Dipterocarpus vernicifluus).-<br />

~Jstearbol produce la resma llamada balao Ó malapaho, fluida y 010-<br />

.<br />

('1) La manera de romperse,<br />

fiere á esfuerzos de flexión.<br />

cnando no se (liga nada en contrario. se re-<br />

(2) El anay es el eomején de Cuba.


'278<br />

rosa, que se emplea para barnices, para preservar á las maderas del<br />

anay y para otros usos. La madera es hlanco-amarillenta ó ceniciento-verdosa<br />

con manchas cenicientas, aunque también hay variedades<br />

l'ojizo-claras ó amarillento-rojizas; la textura es variahle, algo<br />

compacta y fibrosa, y se rompe unas veces á lo largo y otras en asti-<br />

IJa corta. Se usa hastante en construccit'm civil y algo menos en la<br />

naval, haciéndose de eIJa canoas. El halao es frecuente en ~íindol'{),<br />

Tayabas, llataán, Visayas, etc.<br />

Balibago (Hibisclts t/liacclts).-Es la majagua de Pnerto-H.ico;<br />

la altnl'a del arholito no llega a 5m,40. De las fibras delliher se hacen<br />

cuerdas y papel; la madera puede usarse para piezas de máquinas,<br />

y da un carbón á propósito para empleado<br />

pólvora.<br />

en la fahricación de<br />

Banaba (Lagel'stl'wmia speciosa).-Se conocen dos variedades,<br />

la )'oia y la onlincwia ó blanca; el árhol tiene de 10 á 12 metros de<br />

aIlura. Madera tenaz, que resiste hien a la intemperie y dehajo del<br />

ag'ua, y que se aprecia para toda clase de obras. La primera varie~<br />

dad es de color blanco-Tojo ó rojo apagado, de poros que parecen a<br />

veces grietecillas; se l~ompeen astilla corta y la viruta es áspera.<br />

poco enroscada y porosa; es la variedad que se prefiere en construcciones<br />

civiles y para forros de barcos en las navales. La banaha blanca<br />

es de textura más hasta que la roja y de cualidades inferiores.<br />

Amhas variedades,<br />

islas.<br />

y en particular la Última, ahundan mucho en las<br />

Bancal ó bangcal (Nauclea glabel'l'ima).-Árbol de ti á lU<br />

metros; tronco que llega á Um,70 de diámetro. Madera amarilla de<br />

oro ó amarillo-verdosa, de fibra alargada y textura algo estoposa; se<br />

aprecia por su tenacidad y dureza para la construcción de armaduras<br />

y pisos, aunque Sl! principal aplicación es para hacer embarcaciones<br />

pequeilas ó bancas. Abunda en el centro y sur de Luzón.<br />

Bansalagui.-La madera de este árbol de primera magnitud,<br />

tiene cada día más aceptación en construcción civil para tirantes y<br />

piezas que exijan mucha resistencia y elasticidad; es de color blancorosado<br />

con manchas cenicientas, ó rojo claro uniforme; de textura<br />

compacta, con poros pequeÜos; fibrosa y que se rompe en astilla larga.<br />

El bansalaglli de superior calidad procede de Tayabas.<br />

Baticulín ó baticuling (i1WlingtonÚt quadrip¡:nnata).- Tron-<br />

279<br />

ea de 6 á 8 metros de alto y Om,40 de diámetro. Madera hlancoamarillenta<br />

ó amarillo-verdosa, de textura Lastante floja, con muchos<br />

poros; es de fácil lahra y susceptihle de buen pulimento; se emplea<br />

mucho en c~lstrucciÚn. civil como madera de sierra, utilizándose<br />

también para moldes de fundir r trabajos de escultura. Abunda<br />

en las islas de Luzón, Mindoro y Visayas. y se conocen muchas va-<br />

I'iedades como las llamadas dajon, SltrU8W'U,etc.<br />

Batitinan ,-Madera rojo-cenicienta Ó pardo-aceitunada. muy<br />

I~ompacta, que se usa bastante en construcciÓn naval y algo en la I~ivil.<br />

Se extrae de los montes de Tayabas.<br />

Betis (A::;aola betis).-La madera de esta especie, cuando se<br />

consiguen piezas de buenas dimensiones, es irreemplazable para<br />

([uillas. Es de color rojo tostado ó rojo morado con vetas más claras,<br />

de textura compacta, vidriosa y se rompe á tronco.<br />

Bolongita, bolongeta ó bolongaeta (DiospU¡'OS pilosantlze-<br />

)'(t).-:Madera rojo-clara Ú obscura con manchas negras, de textura<br />

compacta, de viruta fina, correosa y ondeada; se eompe en astilla<br />

corta. Emplt'ase algo en constmceiÓn, pero sohre todo en ebanistería.<br />

Cala~tás ó cedro de Filipinas (Cedrela odorata).-Es el<br />

mismo cedeo de que se ha hablado entre las maderas cuhanas. Se usa<br />

en construcción de canoas y para cajones finos y envases de tahacos<br />

de clases superiores. Abunda en Panay, })lindoro, Zambales, etc.<br />

Camagón (¿DiospYl'os discolol'?)-Árbol cuya preciosa madera<br />

negra con vetas estrechas, pardas ó rojo-amarillentas, y manchas ne-<br />

~ras, se emplea con preferencia para construir muehles finos. Ad-<br />

;¡uiere hermoso pulimento y se suele confnndir con el luyong ó éha:.<br />

110.'El camagón se presenta aislado en rocIales de otra especie.<br />

Camuning (Connarus santaloides).-Madera amarilla de oro<br />

uniforme Ó con vetas onduladas y manchas pardas. Se pulimenta<br />

perfectamente, y se emplea, como la anterior, en muebles finos; á<br />

pesar de su dureza y resistencia no se usa en construcción por las<br />

escasas dimensiones del árbol, pues no pasa de 5 metros.<br />

Cana espina (Bamblls arunclo).-Las ca¡/'astienen de ()m,07<br />

á Um,'25de diámetro, y de 6 á 15 metros de altura; se emplean en<br />

andamios, casas, puentes, cuerdas de mucha resistencia y otra porción<br />

de aplicaciones menos interesantes para el Ingeniero. Al ahrigo


280<br />

de la intemperie son ineorruptihles; llajn tiel'l'a y aun en el fango,<br />

duran muehos aiios.<br />

Cubí.-3Iadera amarillento-pardusea, eon reflejos verdosos; de<br />

textura algo eompaeta y poros poco numerosos, pero pequeÜos y<br />

distribuidos con uniformidad. Se emplea en construcción como madera<br />

de hilo, y se le atribuye mucha duraciÓn; abunda en Visayas.<br />

Dungon, dongon ó dúngol (Sterculia cymbiformisj.-<br />

Arbol de primera magnitud: madera ro,io-morada, de olor de cuero<br />

curtido, textura compacta, fibras comprimidas y entrelazadas, y poeo<br />

porosa; se rompe á tronco y á hilo, y da una viruta unida, áspera y<br />

poco enroseada. Aunqne la labra es dificil, como la madera tiene<br />

gran duración, se usa mucho en constrllceión civil y naval, para<br />

pies derechos, vigas, largueros, tirantes, quillas, baos, etc. Abunda<br />

en tOllo el Archipiélago, sobre todo en el centro y sur de Luzón.<br />

Ébano ó luyong (Diospyros nigra) .-Es una de las especies<br />

tIe ¡'~hanode que se habló al tratar de las maderas exóticas. Se emplea<br />

en la construcción de muebles finos, y el carhón que produce es<br />

muy á propósito para pulvora.<br />

Guijo, guiso Ó guísoc (Dipte¡'ocarpus guisoj.-Madera rojizo-clara<br />

o rojo-cenicienta, de poros numerosos y marcados, de fibra<br />

fuerte, correosa y ondulada; sus diversas variedacles se aprecian mucho<br />

en las construcciones y en carretería. Abunda en casi todas las<br />

islas, y en algunas se encuentran árboles colosales de esta especie.<br />

Ípil (Eperua decandraj.-Árbol de primer orden: madera rojoobscura<br />

ó amarilla de ocre, que se ennegrece con el tiempo; de olor<br />

grato, pero poco pronunciado; de textura fuerte, fibra transversal<br />

y comprimida, y poros alargados y muy visibles; se rompe en astilla<br />

corta y da una viruta áspera y enroscada. Es madera muyapreciada<br />

para viguería y toda clase de construcciones civiles y navales;<br />

se exporta en tablas á los mercados de Hong-Kong y Shangai. Se encuentra<br />

en muehos montes, pero la mejor se extrae de lUasbate y Tayabas.<br />

Lanete ó laniti (Anas.~er laniti j.-Madera fina, blanca, de<br />

textura suave y poros imperceptibles, que se emplea para construir<br />

sillas y muebles comunes. Se halla en Bataán, Cavite, Tayabas,<br />

La Laguna y Pangasinan.<br />

Lanután (Unona latitolia).-Madera blanco-rojiza o rojo-cJara,<br />

281<br />

con visos amariJlentos; de textura fina, con vasos per{ueÜos y fihras<br />

rectas. Se emplea algo como madera de sierra, pero su principal<br />

aplicación es para construir muehles ordinarios. Ahunda en las Visavas,<br />

Luzón, :\Jindoro v otras islas.<br />

J<br />

Lauán ó saud~na (Mocanera thuri{eraj.-Arhol de 15 á 30<br />

metros de altura y tronco de más de un metro de diámetro, del cual,<br />

por incisiones, se extrae una gomorresina olorosa, que sirve como<br />

incienso. Madera hlanco-rojiza Ó cenicienta, con manchas pardas y<br />

textura estoposa; apenas se usa más que para construir canoas ó ha1lc.as;<br />

las hordas de los galeones antiguos se hacían de esta madera,<br />

porque las balas no la astillan.<br />

t.odo en Luzón.<br />

Es comÚn en muchos puntos, sohre<br />

Malabonga (Laurlts hexandr'a) .-Arbol de segunda magnitud:<br />

madera rojo-clara, con visos anaranjados y á veces con vetas plomizas;<br />

de fibra aplastada y de poca duración; la atacan los insectos, en<br />

especial el anay; se emplea en la construcción de cajones ordinarios.<br />

Ahunda en lVIorong,La Laguna, Bataán, Nueva-Écija, etc.<br />

Malatapay, mabolo ó malacapay (Diospyros embriopterÚj.-Madera<br />

amarillenta con manchas pardo-negruzcas, que se hacen<br />

negras con el tiempo; pertenece al mismo género que el ébano,<br />

y se emplea también en la construcción de muebles de lujo. Las piezas<br />

son pequeñas, porque el árbol es de poco crecimiento.<br />

Idalatumbaga ó hinstótoor (Cru[lya spicataj .-l\Iadera de<br />

color rojo de carne :i rojo de ladrillo; da tablas de huenas dimensiones,<br />

que se llsan principalmente en edificaciones urbanas y para hacer<br />

cajones ordinarios. Es de textura compacta y fácillahra; se enenentra<br />

al sur de Luzón yen otras varias islas,<br />

Mangachapuy, mangachapoy ó guison-dilao (Dipterocarplls<br />

mangachapoij.-Arhol que llega á 20metros de altura; tronco<br />

de Om,60 á Om,80 de diámetro. Madera amarilJo-cenicienta ó de<br />

tintes rojizos, segÚn se considere la variedad blanca o la colorada; de<br />

textura compacta, vidriosa, de fibras comprimidas; se rompe :i<br />

tronco ó en astilla larga, y da una viruta algo áspera y poco enroscada.<br />

Se sacan hermosos tablónes, que se usan en la construcciÓn<br />

naval. Abunda en Angat, San Mateo y Bataán.<br />

Molave (Vitex geniculataj.-La madera de este árbol, que alcanza<br />

20 metros de altura por Om,(j(J(le diametro, es amariJIa, ama-


282<br />

rillo-verdosa ó cenicienta; de textura compacta, fina v homoO"t:neav<br />

de fibra comprimida; á veces despide un olor ácido, Úene tlI~ sabo;'<br />

algo amargo y tiÜe de amarillo al agua; se rompe en astilla corta v<br />

da una viruta lllUYfina, compacta, correosa y enroscada. Es la ma~<br />

dera qne se prefiere en construcción, y antes se creía que era irreemplazable;<br />

resiste lo mismo á la intemperie, que en obras sumergidas,<br />

que empotrada en fáhricas, si bien comunica á los morteros su color<br />

ama6110; la madera de molave se tiene por la reina de las de Filipinas,<br />

pues además de todas las propiedades enumeradas, posee la de<br />

no atacada el anay. Es frecuente en todo el Archipielago, exceptuando<br />

algunas provincias del centro y norte de Luzón; pero el gran consumo<br />

que se hace disminuye las existencias en las localidades en que<br />

es fácil su extracción.<br />

~arra Ó naga (Pterocarpus santalinus).-lUadera roja, de<br />

textura sólida, muy vidriosa, susceptible de hermoso lmlimento, y de<br />

olor agradable. Abunda en todas las islas, y de esta madera se consh'uyen<br />

la mayor pal'te de los muebles de lujo.<br />

La narra blanca ó amarilla, naga, asana ó agana, se considera por<br />

algunos como una variedad de la precedente, y por otros como una<br />

llueva especie (pte¡'ocarpus paUiclus). La madera es de color amari-<br />

110 de ocre con vetas pardas, que se oJ)scurecen con el tiempo; 1"<br />

textura es fina y los poros están !llenos marcados que en la narra anterior;<br />

se emplea en m uebles ordinarios.<br />

Palma brava ó anahao (corip/wminoJ) .-Los astiles de<br />

monocotiledones los emplean los indígenas para pies derechos (ha1'1:glles)<br />

de sus viviendas, porque, por lo general, resisten bien á la humedad.<br />

La palma más importante es la llamada brava, que se eleva,<br />

como la del cocotero, hasta 20 y 25 metros de altura; el astil es negro<br />

y muy recto; la parte cortical, pues la médula no puede aprovecharse<br />

por ser demasiado blanda, presenta gran dureza y es casi incorruptible<br />

debajo del agua, enterrada ó á la intemperie. Se usa con<br />

ventaja para pilotes y postes telegráficos.<br />

Palo-maría, dancalEtll, bitanjol ó bitanhol (Callophyllum<br />

inophyllum) .-Pertenece á la misma especie que el ocuje cubano y la<br />

maría portorriqueÜa. Madera ro.io-clara, de textura fibrosa, de poros<br />

gTandes y prolongados; se rompe á media madera en astilla larg'a,<br />

y produce una viruta áspera y muy enroscada. Se usa con pre-<br />

283.<br />

ferencia para arboladuras de emharcaciones; en la construcción ciyil<br />

se debe evitar que est/~en contacto con cal, porque así es de poca<br />

duración; la variedad rojiza es más estimada que la hlanca. Abunda<br />

en todas las islas.<br />

Supa (Dipterocarpus) .-El árbol alcanza grandes dimensiones, y<br />

su madera es de color amarillo de ocre sucio, que se hace con el<br />

tiempo pardo amarillento, presentando á veces tintas rojas. Se parece<br />

mucho á la madera de ípil y la sustituye en construcciones civiles<br />

y navales, aunque es mucho menos estimada. Se distinguen ambas<br />

maderas, en que la de ípil tiene los poros repartidos con regularidad<br />

en todo el espesor del anillo; en que los radios medulares son<br />

más finos y aparentes en la supa, y en que esta suele estar surcada<br />

por vetas estrechas pardo-obscuras, mientras que el ípil es, de ordinario,<br />

de coloración uniforme. Ab~nda en el centro y sur de LuzÚn<br />

y en Visayas.<br />

Tangile ó tangili (Diptel'ocarpus polyspermus).-Madera de<br />

color rojo tostado, de textura bastante fina, con vasos grandes y numerosos;<br />

se rompe á tronco. Se aplica mucho á la construcción de<br />

canoas, y tambien como madera de sierra él la de cajones y algo á<br />

la edificación urbana. Es comÚn en los montes de casi todo el Archipiélago,<br />

en especial en los del centro y sur de Luzón.<br />

Teca (Tectona grandis).-Esta especie, de que se ha hablado ya<br />

entre las maderas exóticas que se usan en Europa, tiene las mismas<br />

condiciones técnicas y valor industrial que la procedente de la India.<br />

Se encuentra, segÚn el P. Blanco, en algunos montes de Visayas,<br />

Jlindanao, Zambales, etc.<br />

Tíndalo ó balayón (Epel'ua J'/wmboidea) .-Madera de color<br />

rojo claro de siena, qLle llega á ser con el tiempo casi negra, presentándose<br />

á veces con coloración uniforme y otras con vetas más<br />

obscuras; de textura sólida y compacta y de fibras atravesadas diagonahnente;<br />

se rompe casi á tronco, en dirección de éstas, y también<br />

en astilla corta, dando una viruta áspera, muy porosa y no enroscada.<br />

Se usa en ebanistería para muebles finos; en construcción civil<br />

se emplea poco por la dificultad de sacar piezas de dimensiones á<br />

pí'opósito. El tíndalo se encuentra accidentalmente en muchos montes<br />

del Archipielago, como en los de Tayabas..<br />

Yacal ó saplungán (Diptel'oCarpU8plagallts).-Arbol de J2


284<br />

á 20 metros de altura, tronco de 0111,80de diámetro. }ladera amarillo-terrosa,<br />

de textura sólida y fina; se rompe en astilla larga y da<br />

una viruta suave, compacta y enroscada. Se usa en la construcción<br />

civil para pares de armaduras y en la naval para quillas y codastes.<br />

Es una de las maderas más pesadas y resistentes<br />

abunda en casi todas las provincias de Luzón.<br />

de Filipinas, y.<br />

III~NSIDA])y HESISTENCIA BE LAS :\IAJJERAS.<br />

Observaciones.-La densidad y resistencia de las maderas varian<br />

de un modo notable, no sólo de un ejemplar á otro de la propia<br />

especie, segÚn las condiciones fisiológicas del árbol, el terreno y clima<br />

en que ha crecido, la época en que se ha apeado, etc., sino para<br />

una misma pieza, segÚn que haya transcurrido más ó menos tiempo<br />

desde que se cortó, que esté en un grado mayor ó menor de sequedad,<br />

que se ensaye total ó parcialmente limpia de albura, etc. Así se<br />

explican las diferencias, enormes a veces, que se advierten entre los<br />

guarismos consignados para una especie arbórea cualquiera por diversos<br />

experimentadores, por grandes que sean la exactitud y esmero<br />

con que hayan procedido en las operaciones. Al acompaIiar a continuación<br />

una tabla bastante completa de la densidad y resistencias á<br />

la compresión, a la tensión, a la flexión y á la torsión de las maderas<br />

más usadas en EspaIia y sus colonias, es indispensable, por las<br />

razones que preceden, decir el origen de los experimentos. Por mas<br />

que algo se haya variado la forma, la tabla comprende, con ligeras<br />

modificaciones, las publicadas por el Coronel Valdés en su Manual<br />

del Ingeniero, que se han preferido a las de otros autores, por la<br />

circunstancia de que todos los ensayos de maderas de Cuba y Filipinas<br />

y muchos de los referentes a las europeas, se practicaron por el<br />

mismo ValMs, empleando para los Últimos, ejemplares propios de<br />

EspaÜa, lo que da más garantías de poder usar en las aplicaciones los<br />

números deducidos. Hay que hacer, sin embargo, las advertencias<br />

siguientes: 1. a En la tabla constan algunas especies que no figuran<br />

en las que han servido de hase; los nÚmeros correspondientes a ellas<br />

se han tomado de varias obras, entre las que conviene citar las de<br />

J)ehauve y Plá. 2.' No parece que se hayan hecho ensayos de resis-<br />

~8tí<br />

tencia de las maderas de Puerto-Hico, aparte de los consignadus en un<br />

manuscrito clue se ha tenido a la vista, pero que no se incluyen en la<br />

tabla, tanto porque aquellos se refieren sólo á la flexión, cu~nto porque<br />

son muy incompletos y hasta se ignora quién los verificó, y por<br />

tanto, el valor que se les pueda atribuir. 5: Para densidades de las<br />

maderas filipinas se han admitido las deducidas en época reciente por<br />

otro Coronel del Cuerpo de Ingenieros del Ejército, D. Tomas Cortés.<br />

Y 4.' No se han podiclo resumir los trabajos hechos por el mislilO<br />

acerca de resistencia, porque no se han publicado, y no son suficientes<br />

para conocerIos los resultados relativos a la flexión que se<br />

citan en la obra de 1). Eugenio Plá y en la M enwria de D. Sebastian<br />

Vida!.<br />

En cuanto a la manera de hacer los diversos ensayos, nu hay nada<br />

Ilue decir, pues se suponen perfectamente conocidos los métodos, por<br />

los cursos de Fisica y de Mecánica aplicada a las construcciones; por<br />

lo demás, el Sr. Valdés explica con detalle, en su Manual, cómo ha<br />

determinado los nlÍmeros que miden las resistencias.


Tabla de las densidadt's y ,'esish'ncias de las maderas más iml)ortantcs qlll~ se us~n en Espalia, las AnlilJas<br />

y Filipinas.<br />

ESPECIES AR,B6R]':A.S,<br />

PHL'\CTPAJ,gS MAnEIIAS USA nA~<br />

J


I<br />

~<br />


ESPECIES ARBÓREA.S.<br />

----<br />

Jaimiqul. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Jiqui de ley. . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Jácaro negro ..,.. ......<br />

Leviza. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Lino .<br />

Lirio morado...................<br />

Maboablanca.. . . . . .<br />

'"<br />

, . .<br />

Macurije... .. . .....<br />

Majagua . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

ldem blanca.. . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

1\Iamey. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Mangle colorado. . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Idem negro....................<br />

Mije .<br />

Montecristo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Moruro. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Naranjo agrio..................<br />

Ocuje .<br />

Pejojó. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . .<br />

Pino blanco. . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Idem tea del país. . . . . . . . . " . . . .<br />

ldem id. de los Estados-Unidos. . .<br />

ldemid. id. id. nudoso . .,. . .<br />

ESPECIES ARBÓREA.S.<br />

Quiebra-hacha.. . . . .<br />

Rana macho. . . . . . . . ::::::::::::<br />

Raspalellguas . . . . . . . . .. . . . . . . . .<br />

Roble. . . . . . .<br />

Idem guayo. . : : : : : : : : : : : : : : : : : :<br />

SabiclÍ.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Sabina. . . . . . :<br />

Sigüe ::::::::::::::::: :<br />

Tamarindo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

UhiJla. . . . . :<br />

Yaití ...................<br />

....................<br />

Yamag ua. .....................<br />

Zapote. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

PI1T:\'ClPALES MADEJlAS USADAS<br />

EN PUEI1TO-RTr.O.<br />

Abispillo .. . , . . . , . . . . . . . . . . . . . .<br />

Algarrobo.. . . . , . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Ausubo. . . . . . . . .. . .. . . . .<br />

'" " "<br />

Cap.200<br />

78.100<br />

78.100<br />

'120.2nO<br />

,135.noo<br />

!17.700<br />

Coeficiente<br />

ó módulo<br />

de eIastici


ESPECIES ARn6REAS.<br />

Cuerode sapo.. . . .<br />

Espinilla.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Guaraguao. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Guavac~n. . . . . . . . . . . . .<br />

" . . . . . ..<br />

Higuerilla. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Hortegón.. . . . . . . .. . . . . . . . . . .<br />

Búcar. . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . '" . . . .<br />

Idemamarillo..................<br />

Idem colorado.. ..<br />

Jagua<br />

Laurel<br />

. . . . . . . . . . . . "" . . . . """""<br />

'. . . . . . . . .<br />

amarillo.. . . . . . . . .. . . . . . .<br />

Idem prieto.<br />

Limoucillo<br />

. . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Mamev. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Mangle colorado. . . . . . . . . . . . . . . .<br />

María .<br />

Moral .<br />

Naranjo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Pimiei1tOuegro.. . . . .<br />

Rohle cimarrón.. """"'" . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Tachue]oblanco. . "'"<br />

COllIPRESIÓN. TENSIÓN. F'J.EXIÓN, TORSIÓN.<br />

Densidad<br />

-<br />

Resistencia Resistencia Resistencia<br />

Flexión<br />

Coeficiente Coeficiente<br />

de la madera normal en sentido á la tensión ó<br />

Dláxi1na á<br />

ó módulo de rotura<br />

ESPECIES ARBÓREAS. á las fibras, de las coeficiente de elasticidad, 6 máxima<br />

por fibras,por<br />

que se ¡me-<br />

secada al de cohesión,<br />

,den someter<br />

por torsión, por<br />

centímetro centímetro por centímetro<br />

las piezas centímetro centímetro<br />

aire. cuadrado. cuadrado. c1l1tdrado.<br />

en las conscuadrado.<br />

cuadrado.<br />

- - - trucciolles. - Kilogramos. Kilogramos. KilogranlOs. Kilogramos. Kilogramos. -<br />

- ----<br />

»<br />

))<br />

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)<br />

))<br />

Tortuga amarillo.. . . . . . . . . . . . . 1,03 )) )<br />

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Idem prieto.................... " '1,25 ») ))<br />

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Yaiti negro.................... 0.0~<br />

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)) Yaya.......................... ))<br />

0,7.\'<br />

» ») )<br />

»<br />

PRINCIPALES MADEUAS USADAS<br />

EN FILIPINAS.<br />

COMPRESIÓN. TENSIÓN. I"LEX¡Ó N. TOlIsrÓN.<br />

-~~~ ---<br />

--~- --- ~-<br />

Densidad<br />

Resistencia Resistencia Resistencia<br />

de la madera, normal en sentido á la tensión ó<br />

Flexión<br />

Coeficiente Coeficiente<br />

te las fibrfls, de las coeficiente<br />

mtÍxima á<br />

ó mÓdulo de rotura<br />

secada al<br />

fibras, por<br />

que se pue- de elasticidarl, ómlÍxima<br />

de cohesión,<br />

por torsión, por<br />

cenB~~tro centímetro por centímetro den someter<br />

centímetro centímetro<br />

cuadrado. cuadrado. cuadrado. las piezas<br />

aire.<br />

en llts cons-<br />

cuadra.!o. cuadrado.<br />

Kitogl'amos. Kilogramos. trucciones.<br />

IÚlog1'amos. Kilogl'amos. [(ilag1'amos.<br />

0,80<br />

-1.'10<br />

0,60<br />

'1, -IG<br />

0,66<br />

1,'25<br />

I,OG<br />

11,07<br />

0,93<br />

0,80<br />

0,9G<br />

0,8.1<br />

1, '20<br />

1,19 (.1)<br />

'1,15 (.1)<br />

0,91<br />

0,57<br />

0,48<br />

1,02<br />

0,85<br />

'1,-1'2<br />

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Aele.....................,..... 0,709 34.0 1.98 4.90 0,00010 i.0. ,130 0140<br />

Amuguís,. . . . . . . . .. . . ... ... 0,53!; '220 338 57'2 0,00-10 56.362 165<br />

Antipolo. .<br />

" "<br />

" . ... . . . . . . . . . . .. . 0,593 70 '286 564, 0.0007 7,-;.608 0loi5<br />

Ba]ao,. .. . . . . . . . . . . . . .. . . " 0,393 0146 393 800 0;0009 90.000 102<br />

Balibago. . . . . . "" . . . . . .'. . . . . . . . . " .. 0,46 200 6,16 -1.180 0,00.11 -108.000 .165<br />

Banaba . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 0,776 -126 348 004 0,0008 0loi2.300 .166<br />

Bancal. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,52'1 66 '220 47'0 0,0007 65.500 76<br />

Bansalagni. . . . . . . . . . . . . . . . . . . " 0,676 ») » »<br />

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))<br />

Baticulln. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . " 0,50<br />

») ») ) ») »)<br />

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Betis.......................... "<br />

) ) 0,7-19<br />

»<br />

») ))<br />

Bolongita. .... ...... ........... 0,789 -120 360 858 0,00\01 78.600 H53<br />

Ca]antás...........<br />

0,563 60 470 1;,(7 0,0007 78.600 108<br />

Camagón .. . . . . . . . . . """""" . . . . . . . . . .. 1,153 34.0 558 752 I 0,00\01 71.472 172<br />

Caña espina. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,6 ») .) )<br />

)) ) ))<br />

Dungon.. . . . . . . . . . . . . . . . . ; . . . .. O,8i13 200 435 G58 0,00\01 60.468 0140<br />

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(1) Á estas especies se les asigna la misma densi


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296<br />

mero determinado de ramas. Si la Úlcera se ha formado en la axila<br />

de una rama desgajada parcialmente del tronco, se denomina [agrimal;<br />

si la descomposiciÓn no se propaga al interior, sólo resulta de<br />

la enfermedad un nÚcleo de madera vana incrustada en la masa le-<br />

Üósa sana, sin otro perjuicio que disminuir el volumen de madera<br />

aprovechable.<br />

Caries.-La savia que afluye a los bordes de una Úlcera se altera<br />

también, transformandose en un liquido pardo y acre, que dificulta<br />

que la herida se cicatrice y que se forme una capa cortical que la<br />

proteja, suspendiéndose en ese sitio la superposición de anillos, y resultando<br />

un agujero que nunca se cierra y que constituye la caries.<br />

Esta enfermedad no afecta mas que a la extensión que ocupa, y sólo<br />

tiene el incol1Yeniente de amenguar las dimensiones de las piezas al<br />

separar las partes daÜadas.<br />

Goteras y grisetas.-Se conoce con estos nombres el efecto<br />

producido por la filtración del agua en el interiol' del tronco. La acciÓn<br />

de los vientos ó las podas descuidadas pueden dejar aberturas,<br />

por donde penetren las aguas pluviales, causando la descomposición<br />

(le la madera y originando las goteras Ógrisetas (enfermedad en que<br />

degeneran elveces las Úlceras), que, aumentando sin cesar, se transmiten<br />

a las fibras longitudinales del tronco, que parten de la periferia<br />

de una rama desgajada, llegando elocupar una ancha zona alrededor<br />

del punto de uniÓn de las ramas y el tallo. Este defecto puede<br />

constituir un vicio muy grande en la madera; á medida que el mal<br />

se desarrolla va penetrando hacia el interior del arhol, aclarándose<br />

el color de la griseta, que, segÚn los casos, se llama negm, amarilla<br />

ó blanca; en la mayoría de las circunstancias, no convendra emplear<br />

en las construcciones piezas que acusen la existencia de goteras<br />

hlancas ó amarillas. '<br />

Grietas ó fendas. -La sequedad, el bochorno y la acción violenta<br />

del sol despm\s de grandes frios, producen hendeduras longitudinales<br />

ó transversales, que á veces llegan hasta ellíbel' y la albura;<br />

la parte puesta al descuhierto no se nutre, se seca, y el desarrollo<br />

del arbol es desigual. Cuando las gl'ietas ó fendas son poco profundas<br />

y no presentan en los bordes síntomas de otras enfermedades, se puede<br />

utilizar la madera.<br />

Pie de gallo, pata de gallina ó simple pudrición.-<br />

29i<br />

Es una de las primeras manifestaciopes de la pudrician: se da a conocer<br />

por una gl'ieta que, partiendo del corazón, se dirige en sentido<br />

radial a la periferia del tronco, y que tiene cubiertas sus paredes<br />

de una especie de moho que despide un olor repugnante, caracter<br />

que sirve para diferenciar este vicio del llamado corazón partido,<br />

que generalmente es una grieta causada por la sequedad. El pie<br />

de gallo ataca a los arboles, bien por su decrepi~ud, bien por la pohreza<br />

del suelo y falta de condiciones para la vegetaciÓn. Cuando<br />

el defeeto se presenta sólo en la l)ase del tronco, puede emplearse la<br />

parte no daiiada; pero si tiene mucha extensión hay que desechar la<br />

madera, porque ofrece poca resisteneia y es muy propensa a pudrirse.<br />

Esta enfermedad se propaga después de apeado el árl)Ol, si no se<br />

extirpa la parte enferma.<br />

Pudrición roja y tabaco.-Se puede considerar como una<br />

pudrición de mayor intensidad que la pata de gallina; se origina por<br />

la decrepitud del árhol ó un estado morboso de los tejidos. Por lo general,<br />

se acusa el defecto por un polvo de color rojo-canela, algo parlusco,<br />

de donde toma el nomhre de pudrición roJa,' si la descompo-<br />

Úción esta avanzada, el polvillo es más obscuro y la enfermedad se<br />

llama entonces tabaco. La madera de arboles que tengan estos vicios,<br />

110dehe emplearse en construcción.<br />

Madera pasmada, heladura ó atronadura.-Consiste<br />

~n una hendedura que desde la periferia penetra al interior del tron-<br />

)0, en la dirección de los radios medulares, a mayor ó menor profundidad,<br />

segÚn la intensidad del defecto. Al cicatrizarse la fenda,<br />

;e forma al exterior un pequeño reborde negruzco, que no desapare-<br />

)e del tronco y manifiesta el vicio. Éste proviene de la desigual dila-<br />

~ación de los tejidos, producida por heladas tardías, que congean<br />

y hacen aumentar de volumen el agua de la savia ya en movil1iento;<br />

otras veces se dehe a fuertes vientos ó calores. Duhamello<br />

)onsidera como resultado de la acción mecanica del viento ó del pe-<br />

;0 de la nieve, pero es poco verosímil esta explicación. De ordinario<br />

10 debe recibirse la madera pasmada, como no se utilice para ase-<br />

'rarIa en tablones y emplear los que queden sanos.<br />

Acebolladura, colañaó cebolla.-Produce esta enfermelad<br />

una solueión de continuidad entre dos anillos contiguos, dejando<br />

111espacio vacío, qne a menudo ocnpa toda la extensión de una capa


~g8<br />

anual. aislándola y separálHlola del tejido IeÜoso formado después.<br />

La facilidad con que puede penetrar el agua en dicha zona, constituye<br />

unmedjo de descomposición muy frecuente. Este vicio puede<br />

provenir, ya de la acción de vientos fue des que desprenden la corteza<br />

en la epoca en clue el árbol está en plena savia, ya del peso de la<br />

nieve Óde la acciÓn mecánica del viento, ya del choque que experimenta<br />

el árhol al caer en terreno duro, ya de la congelación de la<br />

savia, motivada por fríos intensos, que descomponen el caml)ium,<br />

dando lugar á la separaciÓn de la corteza del árbol. De todas estas<br />

causas, la más prohahle parece la Última, porque se ohserYa que las<br />

acehoIladuras se presentan en las capas que corresponden á alios de<br />

inviernos muy rigurosos.<br />

La madera acebolIada no dehe emplearse en las construcciones, á<br />

lnenos que.dividida por los siLiosagrietados, resulten trozos sanos de<br />

dimensiones convenientes.<br />

Fibras torcidas ó reviradas.-Este defecto se prodllce por<br />

la acción de un viento fuerte sobre un árbol joven. La madera (le<br />

fibras torcidas ÓI'evimda.~, si no muy elástica, ofrece á veces hastante<br />

resistencia, pero no se debe escuadrar ni aserrar, porque so<br />

cortarían las fibras, dehiliLándose la pieza; por tanto, la madera que<br />

tenga pronunciado este defecto, conviene desechada siempre.<br />

Desprendimiento de la corteza ó defoliación cortical.-Consiste<br />

en la muerte y desecaciÓn de la epidermis y algunas<br />

capas corticales, que se desprenden y dejan el liber al descubierto.<br />

No se ha averiguado el origen de esta enfermedad: algunos botánicos<br />

la ab'ihuyen á la acciÓn de grandes sequías después de una llUmedad<br />

prolongada; puede también provenir de la picadura de ciertos<br />

insectos. Sea como quiera, este accidente, si adquiere intensidad,<br />

produce la muerte del árbol.<br />

Verrugas, tumores, lupia s ó lobanillos, infarto s,<br />

postemas.-Son vicios locales que alteran la organización del liber,<br />

determinan la acumulación de savia en uno Óvarios puntos, V<br />

producen abultamientos que, segÚn sus formas, toman los nombres<br />

expresados. Se prorlucen estos defectos, por la picadura de insectos,<br />

por las heridas, por la succión de plantas parásitas y rOl' otras<br />

causas. De ordinario las verrugas tienen la misma importancia que<br />

los nudos Óclavos,de que luego se hahlará; cuando son redondeadas<br />

~g~1<br />

conauas, se reputan por los prácticos como indicio de salud; poro<br />

son longitudinales y están situadas á lo largo del árbol, lo deforan<br />

y es comÚn que la madera experimente alteración.<br />

Brotes quemados.-Los gnndes fríos suelen producir la<br />

uerte de los brotes tiernos, sohre todo si ahundan en jugos ó lmedad.<br />

Cuando los arholes no tienen dimensiones bastantes para rc-<br />

;tir la acción del frio, Ó cuando están plantados en una zona de<br />

Inde no son propios y en que se trata dc aclimatados, la enfermcld<br />

que se descrihe puede producir su muerte.<br />

Defoliación.-Es la caída de las hojas antes de la época orditria.<br />

Tiene por causas una enfermedad dcl liber, la acción de un<br />

loI' demasiado fuerte ó la de heladas tardías: la madera que se<br />

rma cn tales circunstancias es de mala calidad.<br />

Ictericia.-Asi se llama el vicio que, descolorando las hojas, las<br />

¡'lede amarillo. Esta enfermedad es propia de los árboles viejos, y<br />

tera de un modo notahle las condiciones de la madera.<br />

Tizón.-Cuando un árbol padece esta enfermedad, se cubren sus<br />

)jas y tronco de un polvillo rojo producido pOl' un hongo dcl g'(~ne-<br />

I ureclo.<br />

Plantas parásitas. ir! usgos, liquenes, hongos .-Las plantas<br />

lrásitas impiden el desarrollo del árhol, no sÚloporque ir veces se<br />

11ren á expensas de él, sino porque rodeándolo por todas partes, Ú<br />

en le privan de ensancharse por la compresiÚu que ejercen, Ó que-<br />

111incrustadas en las cnvueltas corticales, de manera que al secar-<br />

: dejan elliber al descuhierto. Los hongos se nutren á expensas del<br />

'bol, y sus raíces penetl'an hasta el liber, ahsorben la savia é im-<br />

.den su circulación por los conduetos fihro-vasculares. Los musgos<br />

liquenes se alimentan de los principios nutritivos de la atm(Jsfera,<br />

~ro tienen los demás inconvenientes seÜalados.<br />

Agallas.-Son excrecellcias producidas en las hojas y en los<br />

.'otespor los insectos. La nuez de agaUas provicne de un roble del<br />

sia Menor.<br />

Madera picada, agusanamiento.-Las larvas introducidas<br />

ljo la corteza del árbol, producen al desarrollarse gusanos que pe-<br />

~tran en todas direeciones, abriendo galerías que acahan por ocaonar<br />

la muerte del indi,'idno. Esta enfermedad se propag'a en los<br />

tOntes con rapidez.----


300<br />

Caducidad, decrepitud, madera borne.-Los arboles<br />

viejos se coronan; es decir, se secan las puntas de las ramas, tomando<br />

las copas una forma redondeada: esto indica que el arbol ha llegado al<br />

fin de su vida y que no tardara en descomponerse. Cortada la madera<br />

en el momento que se inicia la caducidad, puede utilizarse en las construcciones;<br />

pero mas tarde, es ya inservible.<br />

Nudos ó clavos.-Se da este nombre a los discos de diversa<br />

clase de madera, que estan incrustados en el tejido leiloso, como residuo<br />

de una rama que fué rodeada por los crecimientos anuales del<br />

tronco, sin soldarse del todo con ella las nuevas capas formadas. Los<br />

nudos son, por regla general, mas ohscuros que el resto de la madera,<br />

y suelen dar lugar á la formación de grisetas. Sucede á menudo<br />

que el muMn que deja una rama al separarse del tronco muerc antes<br />

de que 10 cubran las capas leI10sas formadas posteriormente; en<br />

tal caso, queda una porción de madera que puede entrar en descomposición,<br />

recibiendo el clavo el nombre de nudo con cáscara tragada, y<br />

presentandose con frecuencia en el punto correspondiente algunas<br />

manchas hlancas.<br />

Doble albura.-Hay arholes que tienen dos zonas de alhura,<br />

separadas por varios anillos de madera dura; a veces la albura interior<br />

no ocupa toda la sección circular, sino simplcmente un sector.<br />

SegÚn la opinión más autorizada, proviene este defecto de fríos intensos<br />

impropios de la estación, que detuvieron la circulaciün de la<br />

savia antes quc se transformase la albura en duramen. La madera<br />

que presenta este defecto no puede emplearse en construcción, porque<br />

es muy propensa á que la ataquen los insectos y a entrar en<br />

putrefacción; sin embargo, si el mal no es muy intenso, no hay inconveniente<br />

en utilizar los tahlones ü tablas que se saquen, con tal<br />

qne queden exentas de falsa albura.<br />

Filomanía.-La excesiva abundancia de jugos suele ocasionar<br />

un desaiTollo extraordinario de hojas, en cuya formaciün se invierte<br />

gran parte de las substancias nutritivas, produciendo una circulaciün<br />

anormal, rle la que resulta una albura que no puede más tarde convertirse<br />

en madera perfecta.<br />

301<br />

CAUSAS DE DESTRUCCIO~ DE LAS MADERAS CORTADAS.<br />

Madera recalentada ó quemada. -Cuando después de<br />

apeados los arboles se colocan las piezas, labradas ó s~n<br />

labrar, en un<br />

almacén hÚmedo y mal ventilado, la savia que contIenen no puede<br />

evaporarse y empieza a fermentar, presentando la ~l~dera .en tal estado<br />

manchas negras ó rojas, que exhalan un olor aCldo; SIno se t.oman<br />

precauciones, las piezas se pudren rapidamente se l:ac~n I.n-<br />

!<br />

servibles 'para las construcciones. Por esta razón, conVIene (hSmllllUr,<br />

en lo posible, la cantida(l de savia, y por tanto, apear los árboles,<br />

cuando estan en suspenso las funciones de nutrición.<br />

La madera recalentada se halla en el primer periodo de descomposición;<br />

cuando la enfermedad avanza, pasa ya al estado de madera<br />

[uemada, convirtiéndose en un polvillo muy fino, de color n~gr~zco<br />

y olor nauseabundo, é invadiéndola los insectos con preferencIa a las<br />

piezas sanas.<br />

Carcoma.-La madera<br />

. , ,<br />

almacenada se reduce tamlHen a polvo<br />

)01' la aceión de un insecto parásito especial, conocido con aquel<br />

~lOll1bre(anobium). La carcoma no ataca, por lo general, mas que á<br />

la madera vieja ti defectuosa. Conviene desechar la pieza que tenga<br />

~lll1enor indicio de estar carcomida.<br />

Pudrición blanca, caries seca.-Es una especie de lepra<br />

lue destruye completamente la madera, y se manifiesta por el desa-<br />

Tollo de hongos de todas clases en la superficie del tronco. Las maleras<br />

recalentadas y las de mala calidad, son las que mas á menudo<br />

Jresentan este vicio, que se propaga con rapidez asombrosa en los<br />

llmacenes. No hay conformidad entre los botanicos acerca del origen<br />

le la pudricion blanca: atribúyenla algunos á la presencia de un<br />

lOngo que determina<br />

,ada en primavera.<br />

la fermentación de la savia de la madera cor-<br />

La pudrición blanca se presenta también en los arboles vivos,<br />

~uando se cierra una boca de griseta, después de haber penetrado<br />

)01'ella el agua en el interior' del tronco. Ofrece entonces caracteres<br />

llUYsemejantes a los de la pudriciün roja o tabaco.


:J02<br />

CONDICIONES A QUE Dl~llEN SATlSFACE1{ LAS MADERAS<br />

PARA E~lPLEARSE E" LAS CO"STRUCCIO:-iES,<br />

Condiciones generales.-La madera sin descortezar dobé<br />

tener una forma ligeramente cónica y corteza fina y uniforme. La<br />

sección transversal ha de presentar un color ohscuro é igual; es pretiso<br />

que la transición del duramen á la albura se haga por grados<br />

insensibles, y no de una manera hrusca; cuando es irregular, se puede<br />

asegurar que el árbol ha padecido alguna enfermedad.<br />

El olor dehe ser fresco y ag'radahle. La madera recalentada ó picada,<br />

presenta un olor á humedad mÚs ó menos caracterizado, segÚn<br />

la intensidad del defecto, y que permite reconocerla fftcilmellte.<br />

La madera vieja tiene un 0101'imperceptihle, pero cuando se quita<br />

con un cepillo Ú otra herramienta la capa superficial, reaparece con<br />

hastante fuerza.<br />

Golpeando con nn mazo la pieza, sostenida en dos apoyos, ha de<br />

dar nn sonido claro; si no fuese así, seria prueha de que está alterada<br />

Úde que contiene oquedades. Los madereros prácticos reconocen,<br />

por este solo indicio, los puntos en que existe el "defecto.<br />

La madera dehc estar perfectamente seca; haberse cortado con<br />

lmstante anterioridad á su empleo en obra, y proceder de buen terreno<br />

y de árboles apeados en la estación conveniente.<br />

Maderas que deben desecharse.-Por regla general, conviene<br />

desechar las maderas en/utas, mquíticas, de fibras torcidas,<br />

pasmadas, acebolladas, con grietas ó fendas pl'ofundas,a,ql'isetadas,<br />

agusanadas, carcomidas, etc.; las que presenten ind¡:cios de pltcirición<br />

ro/a () blanca; las proeedcntes de itrholes decrepitos o que hubieren<br />

muerto antes del apco; las que tengan doble albura, y por Último,<br />

las recalentadas ó quemadas.<br />

Las piezas que presenten seÜales de nwlos, ven'ligas, tltlnores, Úlcems<br />

Ú c/wncros, grietas o plantas parásitas, dehen excluirse, a ser posible,<br />

reemplaz:'mdolas con otras; pero como es rara la que no tiene<br />

alguno de esos defectos, hay quc examinarlas con especial cuidado,<br />

y pueden admitirse y emplearse en obra, siempre que ofrezcan condiciones<br />

sohradas de resistencia. Cuando tengan nudos que no sean<br />

30::)<br />

muy profundos, lo que se reconoce sondeando con una barrena, se<br />

(Iuita la parte viciada y se sustituye con un pedazo de madera dura<br />

mojada en alquitrán, que se introduce á g'olpes de mazo.<br />

En todo caso, debe desecharse la pieza que dé lugar á dudas, porque,<br />

de lo contrario, se pudiera comprometer la solidez ó duración<br />

de la olJra por una economia relativamente insignificante.<br />

Para terminar lo relativo á recepción de maderas, se incluye á continuación<br />

un cuadro, tomado de la obra de D. Eugenio PIel, en que<br />

se consignan las enfermedalles y defectos que pueden presentar aquellas,<br />

los caracteres por (Iue se distinguen en los árboles en pie y en los<br />

cortados, y la influencia que tienen en el aprovechamiento de las piezas<br />

para construcciones navales ó civiles de cierta importancia,<br />

~


"" <br />

DE~'ECTO. CARACTERES.<br />

ÁRBOL EN PIF:.<br />

UTILIDAD DF. LA MADERA.<br />

Úlceras y chal1cros Un punto de supuración Útil ,la parte sana.<br />

Nudos con cáscara tragada. . . .. .. Nudo con manchas blancas... . .. . . . ... .. . . . . .. ., . ... Desechada generalmente.<br />

Goteras Señales de humedad en la unión de hs ramas Idem id.<br />

Caries. . . . . . . . . . . .. . . . . ... . .. La madera se convierte en polvo. . .., . .. .. . .. ., . . . .., Desechada siempre.<br />

Fendas . . . . . . . . . . . . . " . . . . . . . . . .. Grietas en la corteza.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. Idem. id.<br />

Heladura, madera pasmada Grietas profundas en la albura y el duramen Desechada generalmente.<br />

Pata de gallina. . . . . . . . . . . . . . . . .. Grietas circulares en la corteza. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ., Aceptahle alguna vez.<br />

Acebolladura, colaña ó cebolla Tronco hueco que se reconoce al golpearlo Desechada generalmente.<br />

Fibras torcidas ó reviradas Fibras en espiral..<br />

Desechada siempre.<br />

Tumores ó verrugas Protuberancias leñosas """""""""""""""'"<br />

Oesecha(la generalmente.<br />

De[oliación cortical. . . . . . . . . . . . ., La corteza se desprende en placas.. . . . . . . . . . . . . . . . . .. Util.<br />

Brotes quemados .. Quemada la extremidad de las ramas ., Idem.<br />

De[oliación Caída prematura de las hojas Idem.<br />

Filomanía. . ... . . ... .. . . . .. Producciónexcesivade hojas... . ... . .. . .. . ... .. . . .. Idem.<br />

Tizón . Polv'orojizo en las hojas y á veces en el tronco Idem.<br />

Ictericia.. . .. . . . . . . . . . . . ., Hojas amarillas ['uera de ia época acostumbrada. .. . . .. Desechada siempre.<br />

Quemadura.. .. ' . . . . . . . . . . ., Árbol ennegrecido ó muerto en parte... . . . .. . . .. . . . ., Desechada generalmente.<br />

Decrepitud, caducidad, madera<br />

borne. .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ., Las ramas superiores secas ó muertas. . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Pud.rición. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ., Madera parecida Ú mantillo.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Carne de gallina.. . . . . . . . . . . . . . ., Puntos blancos manchando el color de la madera. . . . . .<br />

Maderamuerta... .. . . . . ., . . . . .., Maderablanday quebradiza, vegetación suspendida...<br />

Hongos, musgos y líquenes. . . . . ., Plantas, parÚsitas en el tronco ó la raíz. . . . . . . . . . . . . . . .<br />

I Agallas Excrecenciasen las hojasy hrotes.... . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

I Madera picada... ,. Desmerecimiento rápido del árbol ..<br />

(<br />

DZFECTO. CAf\.\CTEIIES.<br />

Á!lnOL APEAno,<br />

Desechada siempre.<br />

Dcsechada generalmente.<br />

Desechada siempre.<br />

Idem id.<br />

Desechada generalmente.<br />

Aceptahle muchas veces.<br />

Dcsechada siempre.<br />

UTlLlIIAD DE LA MAlJlmA.<br />

Madera rója... . . . . . . . . . ... . .. Madera rojiza y porosa.. . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . .. . . . . ..<br />

Albura , '" Madera próxima á la corteza, blanda y clara...........<br />

Doblc albura Dos capas de albura separadas por duramen.. .. ,..<br />

Madera viciada Fibras cntrecruzadas, ondnladas y torcidas ..., . .,<br />

Fibras torcidas.. .. .. . . . .. . . .. . .. Fibras eIl espiral. . , .,. . . . , . . . . . . . . . . . . .. " . Dcsechada generalmente.<br />

Aceptable muy pocas veces.<br />

Desechada generalmente.<br />

Desechada siempre.<br />

.. .. . Idem id.<br />

Fibras desiguales. . . . . . .. . . . . . ..1 Fibras de desigual tamaño y distribueión.. .., . '" . . . . ., . Desechada generalmente.<br />

Madera nudosa. , Nudos frecuentes y numerosos ., . .. Idem id.<br />

Madera helada y alburosa.. """" AnUlos de color más pálido que la madera............ '" '" Desechada siempre.<br />

Madera agrietada.. .. . . . . . . . "'" . Hendeduras trans ¡rersales. . . .. . ., .. . . . ... . . . . . Idem id.<br />

Madera hendida. . .., . . .. . . ., "" . . .. Grietas en sentido longitudinal" ó de las libras. " " . . . . .. ., Útil para cortarse por las<br />

[endas.<br />

Madera acebollada.. . . . . . . . . .' . Manchas pardas en la madefil recién cortada; or,lina-<br />

" riamente produce un souido apagado por la percusión. D~sechada generalmente.<br />

Madera acebollada y con pata. de<br />

gallina ""'" Fendas radiales y circulares... .. Idem id.<br />

Madera recalentada... . Olor ácido, desagradable, savia """ fermentada. ..,. .. Desechada siempre.<br />

Madera podrida... .. ... """"" Olor desagradable; madera delezo.able, pulverulenta; "" co-<br />

"""'"<br />

lor negruzco ó pardo-rojizo.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. Idem id.<br />

Madera amarillenta Olor ácido, manclus circulares amarillas Idem id.<br />

Manchas de savia """"'" Manchas más obscuras que en el defecto anterior, y sin<br />

ningiln olor desagradable "'"<br />

Aceptable.<br />

Pudrición blanca y seca... Madera quebradiza, deleznable, color canela... """ .. .. Desechada siempre.<br />

Caries seca. .. .. .. .,. '" "" Olor !leido, madera pulverulenta y presencia de '" vegeta-<br />

""'" les parásitos... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. Idem id.<br />

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1-


308<br />

do a reemplazar a otro antiguo, sobre el Gelise, el Sr. FargLle, Ingeniero<br />

de Puentes y calzadas, oJ)servó que los pilotes viejos hahían<br />

experimentado, no sólo una putrefacción, sino una destrucción completa<br />

de la substancia letiosa; ésta se haJ)íatransformado en una materia<br />

esponjosa, sin ninguna consistencia, que los operarios cortaban<br />

con Ja pala. Los pilotes eran de rohle y habían estado resguardados<br />

del aire en absoluto, no pmliéndose, por tanto, atribuir su descomposición<br />

á alternativas de sequedad y humedad. El agua que se escapaba<br />

de los agujeros de los pilotes estaba cargada de un polvillo<br />

amarillento, de olor nauseabundo y parecido á un precipitado químico;<br />

la análisis demostró que aquella agua no provenia del río, sino de<br />

las filtraciones de los marjales de las Landas. Algunas aguas estancadas<br />

encierran una especie de fermento que destruye con rapidez la<br />

substancia leñosa, siendo esto sin duda el origen del hecho señalado<br />

por Fargue.<br />

2. o<br />

El Ingeniero Fontanges, al construir un puente sohre el Epte,<br />

en Gisors, encontró en los cimientos antiguos, que descansaJJan en un<br />

banco de turba, pilotes completamente sumergidos y que se podían<br />

cortar con la azada, a pesar de conservar la forma y el aspecto naturales.<br />

La causa de la destrucción de la madera debe atribuirse verosí-<br />

milmente a los sulrmos de la turba.<br />

;:;. o<br />

Se ba observado que las aguas selenitosas se descomponen en<br />

contacto con la materia organica de la madera; el sulfato se reduce á<br />

sulfuro, la substancia vegetal absorbe oxíg'eno, y se produce una<br />

combustión lenta que destruye el duramen.<br />

IJe las líneas que anteceden se deduce que si hien, por lo general,<br />

las piezas de madera se conservan perfectamente cuando estan sumergidas<br />

de continuo, pueden destruirse con rapidez, si la constitución<br />

química del suelo ó de las materias que el agua tiene en disoludón<br />

ó suspensión, es á propósito para producir reacciones que alteren<br />

el tejido vegetal.<br />

Piezas sujetas á alternativas de humedad y sequedad.-La<br />

madera entenada ó la sujeta alternativamente á las acciones<br />

del aire y del agua, pierde en pocos años sus condiciones y se<br />

tiene que sustituir con otra. Todos los días se patentiza este hecho<br />

con las traviesas usadas en los ferrocarriles. De los datos estadísticos<br />

que ha tenido la amabilidad de facilitar el Ingeniero D. Eduar-<br />

309<br />

do.de Peralta, resulta que en la Compañía de Madrid á Zaragoza y á<br />

.AlIcante: las duraciones medias de las traviesas, segÚn las especies,<br />

y ~upol1lendo un halaste permeahle y l)ien saneado, son las sigmen<br />

tes:<br />

Roble de huena calidad.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Pino sin prepara.!', procedente de la sierra de Segura,<br />

Cuenca y Soria (sa[gare¡io, albar y negral). . . . . .<br />

Aheto rojo del Báltico """"""""""""<br />

8 á 12 aÜos.<br />

;:; á 4.<br />

5 a 4.<br />

La misma Compañía consiguió en épocas anteriores hacer durar<br />

de ocho a diez alios traviesas de pino de Segura, sin inyectar, y de<br />

seis a siete las procedentes de Cuenca, en iguales condiciones, pero<br />

los rodales que se explotahan han desaparecido ya. En la actualidad<br />

pueden admitirse los nÚmeros consignados al principio, como términos<br />

medios para toda España, tanto por la extensa zona a que se refier~II,<br />

cuanto porque los datos que se han recogido de otras empresas<br />

.1111portantes,como la de los ferrocarriles del Norte y la de Asturlas,<br />

Galicia y León, están conformes con los estampados, en cuanto<br />

a la duración de las traviesas de rol)le, no empleándose de ordinario<br />

las de pino, sin inyectadas como luego se verá.<br />

La fermentación producida por la humedad y el calor es más activa,<br />

á medida que éste crece en intensidad; así es que en Alemania<br />

se admiten las siguientes duraciones medias para las traviesas no<br />

pl'eparadas, hastante mayores qne las que corresponden á España:<br />

Hoble.. . . . . . . . .. . . . . . . . 14 á 16 años.<br />

Aheto. . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Pino.. . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

7<br />

4.<br />

á<br />

á<br />

8<br />

5<br />

Haya, . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2 1/2 a 5<br />

En la zona t6rrida, por el contrario, la destrucción es rapidísima,<br />

aun(Iue las maderas sean tan duras como la teca, el palo de hierro,<br />

ete., que se llsan en la India inglesa.<br />

Piezas sUluergidas en agua salada. -Las maderas sumergidas<br />

en el mal', se descomponen a veces en muy pocos a11os,por<br />

la acción de algunos parÚsitos; pero fuera de esta circunstancia, las<br />

pie~as introducidas constantemente en el agua se hacen más duras y<br />

resIstentes en la mayor parte de los casos.<br />

})<br />

»


;\40<br />

ltntre los parásitos debe citarse, en primer término, el tereao,<br />

l1amauo vulgarmente broma, y por algunos taraza, que es un molusco<br />

acefalo bivaho, que pertenece á la misma familia que la almeja y la<br />

ostra, el.las cuales, sin .emhargo, no se parece en nada exteriormente.<br />

El teredo a])l'e galerías en las piezas de madera, destruyendo con<br />

notable celeridad la suhstancia leiiosa. SegÚn Quatrefages, hay tres<br />

especiesde teredo oriundos de Europa, que son el navalz:s, el bipennala<br />

y el {atalis; este Último se halla en los pnertos de Pi1sa.iesy San<br />

Sebastián.<br />

Tambi¡'m se consignará que un crustáceo, el limnol'ia lel'ebrans,<br />

produce estragos en el mar del Norte, en las obras marítimas de<br />

madera; que el chelura terebrans ha aparecido en Kingstown; y que<br />

otro molusco bivalvo, el {dlado (pllOlas), se refugia, no sólo en la madera,<br />

sino en las rocas y las fábricas. Los fóJados abundan poco en las<br />

costas de Europa; en las de España el teredo ó hroma es el Único qne<br />

se desarrolla.<br />

Las indicaciones qne se han hecho, se amplían en el curso de<br />

Puertos.<br />

CONSEHVACIÓN DE MADERAS.<br />

Procedimientos que se emplean.-No hay necesidad de<br />

insistir en la conveniencia de preparar las maderas de tal suerte,<br />

que sin gravar demasiado su precio, se consiga prolongar su duración,<br />

ya cuando las piezas han de estar sujetas á alternativas tel'Il1Ométricas<br />

e higrométricas, ya cuando corren riesgo de que las ataquen<br />

los insectos ó los moluscos, ya cuando han de estar enterradas<br />

total ó parcialmente, como sucede con las traviesas de ferrocarriles.<br />

Por desgracia, el prohlema no está resuelto aÚn de un modo satisfactorio;<br />

pero se darán á conocer los procedimientos que con éxito<br />

vario se siguen en la actualidad. Pueden dividirse aquellos para su<br />

estudio en los tres gl'Llposiguientes: 1.o, elllucidosy forros;2. o, inyección<br />

de substancias antisépticas; 5.o, carhonizaciónsuperficial.<br />

ENLUCIDOS y FOIlROS.<br />

Enlucidos.-Se prescindirá de las pinturas, que, por regla ge-<br />

311<br />

n8ra], se aplican á las obras interiores y á las de ehanisteria, y que<br />

no protegen por completo á las maderas de la picadura de insectos,<br />

uehie1ll10considerarse principalmente como elemento de decoración:<br />

de ellas se tratará al final de esta primera parte. Los enlucidos protectores<br />

se usan sohre todo en construcciones de madera expuestas al<br />

aire libre Ósumergidas, y son muchos los propuestos, sin que ninguno<br />

pueda recomendarse en absoluto. Conviene conocer los siguientes,<br />

aparte de otros varios, que se describen en el curso de Puertos.<br />

1." El alquitranamiento (\ embreadura, que consiste en dar va-<br />

1'ias manos de alquitrán ó de brea, substancias que á la vez que<br />

constituyen verdaderas pinturas, sobre las que escurre la hume(lad,<br />

gozan de propiedades antisépticas 6 antipÚtridas. La manera de alquitranar<br />

y de embrear, se describirá al hablar de las pinturas.<br />

2." Cubrir las superficies de las piezas con una composición formada<br />

de 60 partes en peso de alquitrán veg'etal, 20 de colla ó alqui-<br />

.trán mineral, y 20 de asfalto líquido. Este enlucido difiere hien poco<br />

en su esencia del anterior, pero presenta la ventaja de hacer el efecto<br />

ue un barniz negro agTadable.<br />

5.0 Emplearla llamadacola marina de Jeffery, que se prepara<br />

disolviendo 500 gramos de goma elástica en unos 18 litros de nafta,<br />

esencia de trementína ó aceite procedente de la destilación del alquitrán<br />

minera.l; se agita de cuando en cuando la mezcla, por espado<br />

de diez días para facilitar la disolución; se aÜaden luego dos partes<br />

en peso de laca por una de nafta, y se calienta todo en un recipiente<br />

de hierro. Esta cola no ha producido mejores resultados que<br />

la cmhreadura ordinaria en las construcciones civiles; y en las navales,<br />

en las que el inventor creia que podria economizar los forros<br />

metálicos de los harcos, se ha ohservado que no resguarda hien á la<br />

madera, y que los cascos se cubren pronto de hierhas, molusco s y<br />

otros cuerpos marinos.<br />

No conviene enlucir ni pintar más que piezas perfectamente secas<br />

y sanas: es un error creer que la pintura puede prolongar la duración<br />

de una mauera mala, hÚmeda ó recalentada, siendo asi que la<br />

acorta, pon{ue la fermentación se propaga con mayor rapidez. La<br />

preocupación de que sucede lo contrario está muy arraigada y es dificil<br />

hacerla desaparecer.<br />

Forros.-Los (orros ó cubiertas se emplean principalmente para


312<br />

defender las maderas contra el teredo. La cubierta mas sencilla, y<br />

en definítiva la m{ls eficaz, se reduce a clavetear toda la superficie<br />

con clavos, cuya cabeza ocupe la extensiún que se haya de proteger;<br />

claro es que para que el rewstimiento sea completo y produzca<br />

buen resultado, es indispensable que las cabezas no sean circulares,<br />

sino rectangulares ó cuadradas. Las maderas que sirven para<br />

construir puertas de esclusa en el mar, se clavetean casi siempre; para<br />

los largueros de busco que del)en aplicarse con exactitud y producir<br />

un cierre hermético, se usan alfileres, cuya cabeza se hace enrasar<br />

con la superficie de la madera. El principal defecto del sistema<br />

eonsiste en que las cabezas de los clavos están muy expuestas á oxidarse<br />

y requiere, por tanto, una conservación continua y esmerada,<br />

que se traduce en gastos de alguna consideración.<br />

Los forros ó revestimientos de palastro, de cemento, de cuero, con<br />

que se ha ensayado culn'ir las maderas en obras marítimas, no hau<br />

tenido, por lo general, lmen éxito.<br />

INYECCIÚN DE SUBSTANCIAS ANTISEPTICAS.<br />

Efectos de las substancias antisépticas.-Las suhstancias<br />

antisépticas se pueden inyectar, por los procedimientos que luego<br />

se explicaran, en las maderas resinosas más usadas, en las blandas<br />

y en la alhura de las que se han clasificaclo como duras. El corazón<br />

de éstas no es facil de inyectar, con la excepciún del de haya, que<br />

absorbe perfectamente los líquidos antipÚtridos. No es un inconveniente<br />

que el duramen del roble y otras maderas semejantes no admitan<br />

la inyecciún; si se consigue que la albura adquiera tanta resistencia<br />

como aquel á los agentes destructores, se habrá logrado un gran<br />

resultado, á lo menos para una porción de usos a que se pueden declicar<br />

las piezas: no parece, por tanto, fundada la opinión de algunos<br />

autores, y entre ellos Debauve, que sostienen que las piezas que se<br />

inyectan han de ser homogéneas.<br />

La causa de que la maclera se destruya es una comhustión lenta,<br />

que se procluce por la influencia combinada del aire y el agua; el<br />

sistema lel'ioso está constituído por suhstaneias no nitrogenadas, pero<br />

impregnadas de sayia, cuyos elementos principales son la fibrina<br />

313<br />

Y la albÚmina vegetales, materias ricas en azoe y eminentemente<br />

putrefactivas. Pal~a que se produzca la fermentaciÚn son indispensahles<br />

el oxígeno y el agua, cuerpos que est¡'ll1en contacto con las maderas<br />

enterradas ó expuestas al aire libre, lo que explica la rapidez<br />

con que se alteran en tales circunstancias.<br />

Las suhstancias antisépticas preservan a las maderas por varias<br />

razones: 1." el hecho sólo de la iilyección desaloja mecánicamente<br />

mayor ó menor proporción de savia; 2.', los antisépticos tienen, en<br />

O'eneral la lwopiedad de coagular v las materias nitrogenadas v como la<br />

o'<br />

albúmina, ó de combinarse con ellas, haciéndoles perder en ambos<br />

casos sus condiciones putrefactivas; 5.', los fermentos, que son seres<br />

organizados, no pueden vivir en contacto con los cuerpos mas ü<br />

menos venenosos que se inyectan.<br />

Pero antes de seguir -adelante, conviene llamar la atención sobre<br />

uno de los efectos que se han indicado. Todo lo que sea favorecer la<br />

salida de la savia que impregna las fibras del tejido leo.oso, contrihuye<br />

en alto grado á la conservación de la madera. Así es que, independientemente<br />

del sistema de preparación que se haya de seguir<br />

(exceptuando el especial de Boucherie), y aun cuando hayan de utilizarse<br />

las piezas sin preparar, es muy oportuno procurar que pierdan<br />

toda la savia posihle. Á este efecto recomendaba Hondelet lJue<br />

se mantuviesen verticales, por algÚn tiempo, los árboles después de<br />

la corta, para que por la sola acciún de la gravedad desaparecieran<br />

en parte los }ícluidos contenidos en los vasos del tejido; pero esta<br />

operaciÓn no se puede realizar siempre con facili¡lad y exige gastos<br />

considerables de mano de obra.<br />

en agua dulce ó salada.<br />

Más comÚn es sumergir las piezas<br />

IN~IERSrÓNEN AGUA DULCE.-Serecluceá tener sumergidas las maderas<br />

en agua estancada ú corriente, y mejor en esta Última, por espacio<br />

de tres ú cuatro meses. De este modo se disuelven ó son arrastradas<br />

las materias azucaradas, gomosas Ó salinas de la savia, precisamente<br />

las más difíciles de extraer. Apilanllo y almacenando luego<br />

las piezas, se secan mejor y en menos tiempo que cuando no se han<br />

sumel'gírlo.<br />

IN\IERSró:{E~ AGUA SALADA.-Conesta operaeión se consiguen los<br />

mismos resultados que con la anterior, anulando ú contenienclo los<br />

efectos de la caries seca, por la desaparición de materias putrefac-


311<br />

tiyas. Es preferible introducir las piezas en depósitos que contengan<br />

nna disolución preparada de sal comÚn en agua dulce, que<br />

verificar la inmersión en el mar, donde estarían expuestas á que las<br />

atacase la broma. En los arsenales suelen consel'Yarse las maderas,<br />

por algnnos af1OS,enterradas cerca del mar; pero ya se siga uno Ú<br />

otro sistema, es preciso dejadas secar antes de Usarlas.<br />

En la Carraca (Cádiz) se sumergen las piezas de rohle por tres<br />

meses en ap;ua salada; se conservan luego, hast.a que se van á utilizar,<br />

enterradas en fango ó arcilla (i), é inmediatamente antes de<br />

emplearlas se introducen en agua dulce algunas horas, para que desaparezcan<br />

las sales y substancias extraÜas que encierren. El olmo,<br />

el baya, el sahicÚ y el pino tea, se conservan en agua saturada de<br />

sal; el pino rojo, el pinahete, la caoha, el cedro, el palo santo y algunas<br />

otras maderas, en tingla[los por donde puede circular el aire.<br />

Diferente3 antiséptico3 que se emplean.-Terminada la<br />

digresión anterior, y antes de clasificar y describir los métodos de<br />

inyección, conviene enumerar las ventajas é inconvenientes de las<br />

diversas suhstancias antisépticas. No se hablará de todas éstas, que<br />

son en nÚmero crecidísimo, pero sí se indicaran las principales.<br />

PmOLIGNITOS DE HIERRO Y DE PL01IO.-E! piro/ignito de hierro es uno<br />

de los antisépticos usauos de más antiguo; se prepara macerando herrajes<br />

viejos en (¡cido piroleiioso, ó sea en el ¡'¡cidoacético impuro,<br />

que se ohtiene destilando las maderas. Es una suhstancia barata y<br />

cuyo efecto es hacel' insoluhles varias sales que no lo son: para demostrarlo<br />

experimentalmente, hasta tomar dos rajas de melun, mojar<br />

una de ellas en pirolognito y abanuonar á sí misma la otra; al cabo de<br />

algunos días se verá qne ésta se ha podrido y que aquella, aunque<br />

ennegrecidé1, se conserva entera. El pirolignito de hierro ha producido<br />

buen resultado en muchos casos, pero en ]a actualidad se prefieren<br />

otros cuerpos, que parece ohran con mcis energía.<br />

El pil'olignito de plomo se ha usado menos que el anterior y nunca<br />

tan vent.ajosamente.<br />

SUilLBIADOCORIIOSIVO.-El suUimado corrosivo ó cloruro mercÚrico<br />

(1) El robJe gana mucho estando enterrado, por Ja formación deJ tan ato<br />

de hierro, rcsuJtado dc la combinación deJ ácido tánic? de Ja madera con<br />

el óxido de hierro, que contienen Jas areiUas.<br />

3i5<br />

(H gel") forllla con las fibras de la madera una combinación insoluhle<br />

y exige, ÚcO:jsecuencia de ser un veneno violento, multitud de<br />

precauciones al someter las piezas á su acción. Aparte de la disposición<br />

especial que hay que dar á los depósitos, los operarios tienen<br />

que evitar todo contacto con la disoluci¡'m de sublimado y con lé1s<br />

piezas preparadas, y sobre todo guardarse muy bien de qne se introduzcan<br />

las menores partículas de sal en los órganos digestivos ó respiratorios.<br />

Debe prepararse la disolución en una vasija cerrada, que<br />

reciba primero el agua hirviendo y después la sal; si se hiciera al revés,<br />

el vapor arrastraría mecánicamente algo de sublimado; de todos<br />

modos, el operario que agite la mezcla debe taparse la boca con un<br />

obturador. La extracción de las piezas del bario salino es también<br />

lllUY delicada: hay que empezar por trasvasar el licluido con bomhas<br />

de madera á un depósito inmediato; para sacar luego las piezas<br />

tienen que usar los operarios guantes y capotones, cuidando ademÚs<br />

de lavarse con mucho cuidado, en particular antes de las comidas. Es<br />

cierto que muchas industrias requieren precauciones análogas, á que<br />

se acostumbra pronto el personal en una fabricación permanente;<br />

pero cuando se trata de instalaciones provisionales, en las que se utilizan<br />

los servicios de braceros de la localidad, que no comprenden<br />

que su vida pueda depender del cumplimiento de prescripciones que<br />

juzgan nimias y exageradas. es difícil alcanzar la prudencia indispensable<br />

para manipulaciones tan peligrosas. Á pesar de estos graves<br />

inconvenientes, el suhlimado corrosivo se emplea hoy en la inyección<br />

de maderas, usando, por lo general, disoluciones de 1 parte<br />

en peso de sal por 150 de agua.<br />

CLORUHO DEZlNC.-El eloruro de zinc forma, como el de mercurio,<br />

una combinación insoluble con las fibras vegetales; presenta las ventajas<br />

de que no rec[uiere precauciones especiales, de que las maderas<br />

impregnadas de esta sal se pueden emplear en seguida, y de que, después<br />

de secas, admiten pintura al óleo; pero las piezas que llevan<br />

pasadores u escarpias de hierro, en cuyo caso se hallan las traviesas<br />

de ferrocarriles, se pudren fá.cilmente. No obstante, el Ingeniero<br />

holandes I{entergein, que en 1376 escribiu una notable memoria sohre<br />

la inyección de traviesas, considera el cloruro de zinc como el<br />

mejor antiseptico, empleándolo en la disolución acuosa en la proporci¡'m<br />

en peso de 1 á 5 por i OO.


.3~6<br />

SULFATOFERnosoy FÉRRlco.-Son preservativos<br />

usan poco, porque desagl'egan el tejido fibroso.<br />

energicos, pero se<br />

SLLFATOCÚPHIco.-EI sltlfato cÚprico ó caparrosn azul, formacompuestos<br />

insolubles con la alhÚmina y otras materias, mas si contiene<br />

algo de sulfato ferroso, produce desagregación en las fihras. Las<br />

maderas resinosas absorben mucho sulfato cÚprico, que expulsa á las<br />

suhsta,ncias nitrogen,adas, pero siempre queda libre cierta cantidad<br />

de ácido sulfÚrico que ejerce acción perjudicial. A pesar de que la<br />

caparrosa azul es un veneno enérgico que destruye á los animales y<br />

los fermentos, parece que no da buen resultado para defender á las<br />

piezas de la broma en las construcciones marítimas, lo que se explica<br />

porque la combinación que forma con las substancias albuminosas<br />

es poco estahle; el sulfato cÚprico queda casi en estado de lihertad,<br />

á poco.<br />

y como es soluble, el agua lo va haciendo desaparecer poco<br />

En cuanto a la modificación que este antiséptico ocasiona en la<br />

estructura de la madera, se puede neutralizar, segÚn Chateau, inyectando<br />

aceite de linaza en las piezas, después que bayan al)sorbido la<br />

sal metálica.<br />

La caparrosa azul, en la proporcion de 1,5 á 5 por 100 de peso en<br />

disolución acuosa, es una de las materias que más se emplean para<br />

la conservación de maderas, sohre todo de traviesas de ferrocarriles.<br />

Á veces se reemplaza con el sulfato de zinc, que actÚa de un modo<br />

completamente análogo.<br />

CnEosoTA.-La creosota es un aceite amarillo-verdoso, algo más<br />

denso que el agua, soluhle en el alcohol y en el éter, que arde con<br />

llama fuliginosa, como todos los cuerpos ricos en carbono. Se ol)tiene<br />

recogiendo los productos que se desprenden, entre 160 y 200", al<br />

destilar el alquitrán mineral; á temperaturas inferiores á 160" se<br />

volatilizan sales amoniacales y aceites ligeros que encierran bencina,<br />

tan empleada en la industria, en particular para la preparación<br />

de los colores de anilina. La creo sota es un compuesto complejo, en<br />

que se han encontrado unas 20 substancias distintas; las más conocidas<br />

son la verdadera creosota, C;IfsO, v el ácido renico ,. C6H60 ,<br />

oJ<br />

que es un excelente desinfectante y al que se atribuyen las propiedades<br />

enérgicas de la creosota, hahiendo quien propone, Chateau entre<br />

enos, que se nse para inyectar las maderas Úna corta cantidad de<br />

31i<br />

aquel Úeido pmo. Éste es indispensable para que la creosota dé buellOSresultados;<br />

ha dI' entrar en la proporción mínima de 1 por 100,<br />

segÚn J3ethelI, y otros afirman que no ha de hajar de 15 por 100,<br />

siendo preciso, de lo contrario, adicionado mecánicamente: tam])ién<br />

ha de tenerse presente clue si ]a creosota encierra más de 50 por 100<br />

de 1Laltalina es ineficaz, no sólo porque esta Última materia es muy<br />

volátil, sino porLlue espesa el aceite dificultando su inyección. De<br />

todo 10dicho, se deduce que la preparación de la creosota tiene que<br />

efectuarse con gran esmero.. '<br />

De los numerosos experimentos hechos pOI' el Ingeniero Jefe de<br />

Puentes y calzadas, Forestier, resulta (¡ue la creosota es el mejor<br />

antiséptico para las maderas empleadas en obras marítímas y el cIue<br />

más las preserva de la destrucción por el teredo, con tal que las piezas<br />

absorhan unos 500 kilogl'amos por metro cÚbico; si la cantidad<br />

que se inyecta es menor, no se evita el ataque. Para Üladeras enterradas<br />

ó expuestas al aire, la dosis puede reducirse á la mitad. Las<br />

piezas creosotadas se labran perfectamente, y]a practica demuestra<br />

que no pierden nada en flexibilidad ni en resistencia. En camhio de<br />

las ventajas señaladas, la creosota presenta los inconvenientes del<br />

fuerte y desagradable olor que con eHa adquiere la madera, de la<br />

mayor facilidad de al'der que comunica á las piezas, de que éstas no<br />

admiten pintura despUl'.sde inyectadas y de que el coste del antiséptico<br />

es relativamente crecido. Prescindiendo de esta Última circunstancia,<br />

claro es que las anteriores llO tienen valor alguno cuando<br />

se trate de obras mal'Ítimas. La creosota se suele emplear en Inglaterra<br />

mezclada con alquitrán mineral ó con ácidopiroleñoso; tÍ.<br />

veces se usan otros cuerpos procedentes asimismo de la destilación<br />

de substancias vegetales ó minerales y (lue tienen mayor ó menor<br />

analogía con la creosota en su composición, como la brea 'mineral extraída<br />

del gas de alumbrado, la pctrajina (1) disuella en aceites esenciales,<br />

el aceite de colta (2), etc., etc.<br />

(1) La pr¡rafina es una substancia sólida, de O,8i de densid:1d. pandda<br />

en sus propiedades físicas á la espernB de hallena. Se re:;oge destilando<br />

los aceites pesados, últimos productos de la destilación de l¿s


318<br />

OTROS Al'íTISÉPIIcos.-Se han propuesto muchos otros antisépticos,<br />

ninguno de los cuales ha alcanzado importancia real en la práctica,<br />

como los sulfatos bárico y estróllcico, que actÚan de una manera semejante<br />

á la caparrosa; la cal, cuyos huenos efectos son dudosos v<br />

no se explican satisfactoriamente; el bórax, etc.<br />

En resumen, las substancias antipÚtridas que hoy se aplican con<br />

preferencia para la inyeccionde maderas, son el sublimadocorrosivo,<br />

el cloruro de zinc, la ca l Jarrosa azul y la creo sota ó sus conn-éneres<br />

INYEOOIÓN POR INMERSIÓN.<br />

. ü ,<br />

y aun puede decirse<br />

Últimas.<br />

que en EspaÜa no se emplean más que las dos<br />

Clasificación de los métodos de inyección.-La inyección<br />

en la madera de substancias antisépticas puede hacerse: 1.°, por<br />

simple inmersión en depósitos llenos de líquido; 2.°, por una peqlleÜa<br />

presioll y el efecto de la capilaridad en piezas recién cortadas, que es<br />

el procedimiento de Boucherie; y 5.°, por el vacío y la presión en vasos<br />

cerrados. Se eXI )licarán los tres sistemas , haciendo lueo'o aJo"unas in-<br />

'ü ti<br />

dicaciones acerca de las substancias que se suelen inyectar para colorir,<br />

hacer incombustibles ó petrificar las maderas.<br />

La inyeccion por inmersión es muy económica, pero no da más que<br />

resultados medianos. Siguiendo el método adoptado por Couche en<br />

su ohra de ferrocarriles, se subcIivi[lidl el procedimiento general en<br />

otros cuatro, segÚn que la inmersión se efectÚe en /Ho; en caliente;<br />

en un ba¡iohirviendo; y en caliente, desplU!s de ¡¡({bersecado las maclems<br />

en estufas.<br />

Inmersión en frío.-Es, por lo general,poco eficaz; su acción,<br />

en la que parece que la endósmosis desemperia algÚn papel,<br />

es muy lenta, debiendo prolongarse la inmersión por espacio de<br />

la destilación del alquitrán, pero recogiendo los productos á temperaturas<br />

algo distintas: á veces, este aceite no contiene nada de creosota. Los productos<br />

de estas destilaciones están poco estlldiados; hay algunos que tienen la<br />

l~isma composición química, y sin emhargo, quizá por diversas disposicIOnes<br />

mole~ulares, gozan de propiedades muy diFerentes. Bajo el nomhre<br />

genérico de c/'tlosota,se comprenden substancias diversas y que no es posible<br />

predsar en el estado actual de la ciencia.<br />

.<br />

319<br />

unos ocho días. Se comprende, por tanto, que para una producción<br />

diaria. considerable, se necesita un material enorme de depósitos.<br />

Los antisépticos más comunes en este procedimientD, san la caparrosa<br />

azul y el sublimado corrosivo. Cuando se emplea este Último, los depósitos<br />

deben ser de platino ó platinados, y si son de madera se cubren<br />

interiormente de un enlucido compuesto de aceite de linaza;<br />

cera, goma y estopa picada; este betÚn se da. I:)ncaliente y sirve<br />

también para rellenar las juntas cuando se presente alguna fuga de<br />

lírluido; herrajes exteriores y largos pasadores de rosca embutidos<br />

en el grueso de los tablones, sirven para apretar<br />

las impermeahles.<br />

las juntas y hacer-<br />

La inmersión en frío se practica aÚn, o por lo menos se practicaba<br />

no hace muchos arios, para inyectar tra,'iesas resinosas para va-<br />

1'ios ferrocarriles de Prusia, Sajonia y Baden.<br />

Inmersión en caliente.-Poniellllo el baüo de caparrosa á<br />

una temperatura de 60° próximamente, se ha observado que en media<br />

hora se obtiene una inyección más eni\l'gica,


:320<br />

viesas de haya y aun de rohle, pero no clemudo la temperatura mas<br />

que á 84" a lo sumo, y empIeanclo el cloruro de zinc en lugar de la<br />

caparrosa azuL<br />

Inmersión en caliente, después de secar las piezas en<br />

estufas.-Ya se ha dicho anteriormente la cOl1Yenienciade sumergir<br />

las piezas en agua dulcc ó salada y secarlas después. La desecación<br />

en estufas se hace con mucha rapidez, porque el agua se vaporiza,<br />

y a(lemas presenta la ventaja de que dilatitndose el aire que<br />

ocupa los poros (lel tejido, se le obliga á salir, si no totalmente, en<br />

cantidad considerahle. Sumergicndo las maderas calientes en hallas,<br />

que estén asimismo á una temperatura algo elevada, absorben más líquido<br />

en menos tiempo; pero es preciso aplicar el calor con cautela<br />

para que no se rajen las piezas.<br />

La desecación en estufa y la inmcrsión, durante un plazo comprendido<br />

entre veinticuatro y cuarenta y ocho horas, en un bario de<br />

aceite de colta, á una temperatura de 100", constituye uno de los<br />

procedimientos de llethell, que se usa mucho en Inglaterra y que<br />

también se ha puesto en practica en Alemania, en el camino de<br />

Aqllisgrán á Dusseldorf.<br />

Otro método seguido por Bethell consiste en colocar las piezas en<br />

un secadero, al que se dirigen los productos de la comlJllstión; las<br />

maderas se secan, se impregnan de materias empireLlmáticas y se<br />

sumergen después en aceite hiniendo.<br />

Ambos sistemas, y sohre todo el primero, están muy generalizados,<br />

en espec,ial en los ferrocarriles ingleses.<br />

PROCEDIMIENTO DE BOUCHERIE.<br />

Descripción.-El procedimiento ue Boucherie es, sin duda al-<br />

~, auna el más lóaico o de todos. El liquido, sometido a una pequeiia<br />

presión, penetra en el machón por UllOde sus extremos o por el medio,<br />

segÚn se vera más auelante; marcha a lo largo de los vasos del<br />

tejido, en virtu(l de la presión, de la capilaridad de los conductos y<br />

del vacio relativo producido por el mismo movimiento de la savia;<br />

y esta y el aire que ocupaha los poros, son expulsados por la suhstancia<br />

antiséptica, que impregna las fibras y llena sus intervalos. Se<br />

comprende, pues, desde luego: 1." que la operación no podra verifi- -<br />

321<br />

carse mas que en piezas recién cortadas y siu descortezar; :!.<br />

la desecación, que es tan favorable en los otros sistemas, sobre todo<br />

cuando se emplean antisépticos insoluhles en el agua, como la creosota<br />

y el aceite de colta, seda un obstáculo casi insuperable en el<br />

método que se examina, porque el liquido, que se somete á una presión<br />

exigua, no puede penetrar en el tejido le11osomás que cuando está<br />

hÚmedo é impregnado de savia.<br />

Boucherie empleó al principio el pirolignito de hierro, pero lo<br />

sustituyó pronto por la caparrosa azul, que vió experimentalmente<br />

o, que<br />

que era más eficaz. Se prepara la disolución con la dosis de 617de<br />

sal, esto es, H¡ kilogramos por metro cÚlJico, y se obtiene una presión<br />

de 1 kilogramo por centímetro cuadrado, colocando el depósito,<br />

11 (figs. 132 y 133), que encierra el liquido, en un andamiaje de<br />

unos 10 metros de altura. Un tubo de plomo o de cobre, t, t, t,<br />

arranca de la cuba, y corriendo por debajo de las piezas P, tendidas<br />

en el suelo, perpendicularmente a ellas, distribuye el liquido á<br />

cada una por el intermedio (le un tuhito de caucho e, e, que termina<br />

en un pequeÜo deposito cilíndrico, cuya altura puede ser tan<br />

pequeria como se quiera, pero que debe tener por hase la casi totalidad<br />

de la sección transversal de la pieza, a fin de que la suhstancia<br />

inyectada lo sea en todos los canales vasculares.<br />

En las maderas que no han de aserrar se para empleadas, como<br />

stlcede con los postes telegraficos, el depósito se forma con un disco<br />

de madera fijo a la pieza por un pasador de rosca, que oprime una<br />

trenza de cáiiamo ensanchada hacia su medio (fig. 134), y colocada<br />

en la circunferencia de unión de la pieza y (lel disco, la cual forma<br />

la periferia de la pequeiia capacidad cilíndrica. El tornillo puede<br />

reemplazarse ventajosamente con tres piezas de gancho b, b, b, que<br />

fijan el disco por el intermedio de un bastidor triangular (figuras<br />

135, 136 Y 137).<br />

Las piezas que se pueden aserrar por la mitad, como las que se<br />

usan de ordinario para preparar traviesas, llevan el depósito en<br />

el medio; las figuras 133 y 138, representan en planta el conjunto.<br />

Un corte transversal de sierra deja intacto sólo un pequeño segmento<br />

del círculo de la sección; colocando una curia dehajo del segmento,<br />

se abre la cortadura, se introduce la cuerda dé cáiiamo, y al retirar<br />

2'1


;3:2:2<br />

la c'utia la elasticida(l de las fibras, continuas en la parte no aserrada<br />

tie¡~de á cerrar el corte, oprimiendo la cuerda. Un agujero in-<br />

(fig. 159),<br />

cli~lado abierto con harrena, recihe un tubito de madera f<br />

cuyo extremo sUl)eriol' se une al tuho flexible, el, que arranca de la<br />

caileria general, n. Estahlecida la comunicación con la cuha, la savia<br />

aparece casi inmediatamente en los dos extremos, en ~l caso. de<br />

estar el depósito en la. mitad de la pieza, y en la caheza lIbre SI el<br />

(lepósito está limitado por la otra; al caho de un~<br />

hora á lo ~UI1l0,~a<br />

savia sale mezclada con sulfato cúprico y poco tIempo despuesdonllna<br />

esta sal. Sin emhargo, como la resistencia de la madera á la penetración<br />

no es uniforme, se prolonga la inyección, aun cuando el<br />

ocho á se-<br />

liquido salga casi puro, haciéndola durar de cuarenta y .<br />

senta horas para el haya y el carpe, que son las especIes que se<br />

prestan mejor á la absorción. .<br />

El sulfato cÚprico que escurre por las cahezas de los machones, y<br />

además por la parte media cuando se opera en p.iezas aserr~das.' se<br />

recoge en regueras de sección triangular- ó trapeclal, que est~n (hbujadas<br />

en las figuras 152, 155, 156 Y 1~9. .Est~s reguer.a~ tIe~len la<br />

inclinación á propósito para conducir ellH[lUdo a nn deposito slluado<br />

158), desde el cu~l se eleva<br />

por hajo del andamiaje (figs. 152, 155 Y<br />

para utilizado á la cuha superior, A (fig. 152), por me(ho de uua<br />

bomha aspirante. . .<br />

Por Último, las piezas no descansan directamente en el suelo, SlllO<br />

que se apoyan en carreras de madera, dispuestas en la forma que con<br />

claridad marcan las figuras.<br />

Tal es, en resumen, el procedimiento de Boucherie, por más que en<br />

alg-unos casos se hayan admitido modificaciones de detalle. El autor<br />

d~l método fija en<br />

5kg.,5 de sal, por metro cúhico de madera de haya,<br />

la (losis de inyección. .<br />

Resultados obtenidos.-Los resultados obtenidos con este<br />

sistema, han sÜlo muy variables. La administración belga lo ha<br />

ahandonado por completo para la preparación de las traviesas de .l~aya<br />

y carpe de los ferrocarriles del Esl.ado; en otras pai:tes, tan~l)len,<br />

la duración de piezas inyectadas ha sido muy corta. En camhiO, se<br />

pudieran citar muchísimos ejemplos, que atestiguan la l)o11(la(ldel<br />

procedimiento cuando se aplica l)ien. .<br />

Pero á pesar de ello, la incertidumhre que hay sobre su eficacia<br />

;3:23<br />

práctica, su coste relativamente elevado, y la necesidad de opora1'<br />

con piezas recién cortadas y en rollo, han impedido que se extienda<br />

lo que hubiera podido esperarse. El precio á que sale la inyección<br />

es aún mayor si las piezas se han de escuadrar, por la necesidad de<br />

preparar todo el tronco; al aumento de coste contribuyen siempre,<br />

por otra parte, las pérdidas de sal, por más que se recoja y se haga<br />

volver á las cubas la que sale por las cabezas 1-por la parte media<br />

de los machones, segÚn se ha indicado.<br />

En la actualidad puede decirse qneel sistema de Boucherie no se<br />

aplica más que á la preparación de postes y traviesas, cuando la Hnea<br />

está próxima a hayales.<br />

INYECC¡ÓN POR EL VAcío y LA PRESIÓN EN VASOS CERRADOS.<br />

Descripción.-Este procedimiento, que fué indicado por Bréant<br />

en el ailo de 1851, ha recibido desde esa fecha numerosos perfeccionamientos,<br />

conociéndose, por lo general, con el nombre de Blythe<br />

cuando se emplea la creosota como antiséptico, y con el deLegé y Fleury-Pironnet,<br />

cuando se usa el sulfato cúprico. No es muy justa esta<br />

última denominación, porque afirma Couche haber visto el sistema<br />

en plena actividad en Austria, en 1855, muchos años antes de haberse<br />

importado á Francia.<br />

Se emplean como antisépticos la creosota y SlLSsimilares, el cloruro<br />

de zinc ó la caparrosa azul. En los dos Últimos casos los aparalos<br />

y enseres necesarios para la inyección son los siguientes: i.", un<br />

recipiente ó larga caldera cilíndrica, terminada por un extremo en<br />

un casquete esférico y perfectamente cerrada por el otro, por medio<br />

de un óbturador que ha de poseer suficiente resistencia, lo mismo<br />

que la caldera, para soportar presiones efectivas de 7 á 9 kilogramos<br />

por centimetro cuadrado; 2. o, vagonetas en que se apilan las piezas,<br />

y que se mueven en vías dispuestas de tal modo, que sean expeditas<br />

las cargas y descargas del recipiente; 5.0, una máquina de<br />

vapor, que suele ser una locomóvil; 4. o, homhas netID1áticas é impelenles;<br />

y 5. o, las llaves y tuhos necesarios para establecer ó inteiTumpir<br />

las comunicaciones. Introducidas las vagonetas en el cilindro,<br />

se hace llegar el vapor, que humedece las piezas, desaloja la<br />

savia y disuelve muchas substancias putrefactivas: haciendo COlllU-


3M<br />

nicar el recipiente con las bombas neumáticas, se produce un vacio<br />

parcial que desembaraza á las maderas del agua y del aire que encierran;<br />

en esta situación el tejido vegetal puede absorber fácilmente<br />

el antiséptico, que se hace llegar al cilindro, sometiendo todo el<br />

sistema, por medio de las bombas impelentes, á la presión que convenga.<br />

Si se trata de inyectar creosota ó aceite de alquitrán, la acción<br />

del vapor de agua tiene qne reemplazarse con una desecación previa<br />

en estufas (para las clue ideó BIythe una disl)osición muy ingeniosa),<br />

porque la presencia de la humedad, aun en proporeión muy pequeña,<br />

es un ohstáculo para que penetre el antiséptico. Es indispensahle<br />

calentar éste en el cilindro, á fin de que conserve su fluidez cuando<br />

la temperatura exterior es poco elevada; así es que subsisten los tuhos<br />

de inyección de vapor, que se suele utilizai' también l)ara calentar<br />

moderadamente el depósito al aire libre, que contiene el aceite.<br />

Cuando se hace uso de la creosota ó del cloruro de zinc, el recipiente<br />

es de palastro, pero para la inyección del sulfato cÚprico es<br />

preciso hacerlo de cobre, lo que representa un gasto inicial de bastante<br />

consideración, tanto más cuanto que se necesitan dos cilindros<br />

para una producción continua; esta circunstancia limitó por mucho<br />

tiempo la aplicación del proceclimientocon la caparrosa azul. .<br />

Bastan las ideas anteriores para que se comprenda la esencia dd<br />

método: para estudiar con fruto los detalles de instalación, pueden<br />

consultarse la memoria publicada en I31:i3en los Anales de Puentes<br />

y calzadas, por el Ingeniero Jefe Forestier, en que describe el<br />

taller montado para creosotar las maderas en las obras del puerto de<br />

Sables d'Olonne, y los artículos dados á luz en 1878 en los Anales<br />

de la Constl'ucción y de la lnclust¡'ia, en que el Ingeniero del Cuerpo,<br />

11. Eusehio Estada, da á conocer los aparatos empleados por él para<br />

inyectar creosota en las traviesas de los ferrocarriles de Mallorca.<br />

Ventajas é incol1venientes.-Comparado el procedimiento<br />

de inyección por el vacío y la presión con el de Boucherie, presenta<br />

aquel algunas ventajas. El tiempo transcurrido entre la corta y la<br />

preparación no tiene influencia sensible; las piezas labradas se inyectan<br />

lo mismo que las que no lo están, lo que evita la pérdida de<br />

un 25 por IOn de madera preparada, que se experimenta cuando hay<br />

que aserrar maderas inyectadas en roBo; y parece, por Último, que<br />

325<br />

el corazón aJ)sorJ)Cmás antiséptico que cuando se aplica el método de<br />

Boucherie.<br />

Sin embargo,. en algunas ocasiones, la inyección de la caparrosa ó<br />

del cloruro de :li1.nCha producido malos resultados, debidos quizá á<br />

que se desorgamce en parte el tejido, por las acciones sucesivas del<br />

vapor<br />

~e .agua, el vacío y la presión. La creosota, inyectada por el<br />

p"'ocedll1uento de BIythe ha surtido, por lo general, Jmen efecto en<br />

construcciones marítimas, siempre que las piezas absorban la cantidad<br />

mínima que se consignó al tratar de este antiséptico.<br />

Hoy día, el sistema más en boga para pre<br />

. parar traviesas de i'<br />

carn 1es, a -<br />

' 1o<br />

menos en Francia y en España, es el que se ha descri- lerro<br />

to, usando unas veces eJ sulfato cÚprico<br />

, , Yotras la creoso ta .<br />

l En 1as<br />

meas ' de la Compal1la - del Norte no l1an tenido sin erubarO"<br />

,.<br />

. ,<br />

exlto 1a,stravIesas<br />

preparadas de pino de las Landas, pues no<br />

bO,<br />

han<br />

buen<br />

du-.<br />

rado mas que tres ó cuatro aiios; es dificil avericruar si el fraca<br />

.<br />

J ¡ . , OSO de. Je atn Hurse a defectos del procedimiento, á mala calidad de la made-<br />

ra,<br />

~ á. condiciones climatológicas; pero parece proJ)al11eque llaya<br />

C011SlStl~Oen ({uepor falta de presión la ahsorción fuere demasiado<br />

superficIal, toda vez que persona digna de todo crédito asegura 11aber<br />

observado que la capa inyectada tenía menos de un centímetro<br />

d~ grueso. La Compaüía de Madrid á Zaragoza y á Alicante, lla obtenulo<br />

res.l~Ilados ace~tables: 1. °, inyectando de su1fato cÚprico, e~ la<br />

proporclOn 5kg.,u, por metro cÚhico, las traviesas de abeto rojo<br />

d~<br />

del Norte; 2. , creosotando, por el sistema de BIythe, las de pino de<br />

SegUl~ay d,eCuenca, en la proporción de 1.4kilogramos por traviesa,<br />

t~ue vlen~ a representar de .140 á 150 por metro cw)ico. En la actuahdad<br />

esta ~reosotando la n1lSma compañía traviesas de abeto rojo del<br />

Norte, llac1Cndo~J~sorber 12 kilogramos á cada una. Para completar<br />

est~s ~ato~, sumll~lstrados por el Ingeniero D. Eduardo de Peralta,<br />

se mdIcara que la myección de caparrosa azul saJe mucho más ])arata<br />

/fue la de creosota; pues el precio de la primera es de O¡jtas.<br />

.<br />

..<br />

t<br />

G5<br />

po~' ra~lesa,~a 1paso<br />

que la seg'unda resulta á Ipta.,3.5,<br />

para el ahet.o "<br />

rOJo, y a 1,4b ó 1,50 para el pino.<br />

La cantidad de sulfato cÚprico aJ)sorJ)idopor las piezas varía mucl~o<br />

con la nat,uraleza de<br />

.J~ madera, cuando se emplea elprocedi-'<br />

n:Iel~to ~el vac~oy la preslOn, en vasos cerrados. EJ Ingeniero naval<br />

\ ersIgme conSIgna los siguientes resultados ohlenidos. .


Cantidad<br />

de sulfato<br />

cúprico ab-<br />

CLASE DE )[ADERA. sorbido<br />

Dor metro<br />

-clibico.<br />

- Kilogramos.<br />

---<br />

OlJSERVACIONES.<br />

Roble seco........<br />

Idem fresco.. ...' .<br />

Olmo seco. ., . . . .,<br />

Idem fresco. . . . . ..<br />

Haya seca. ......,<br />

Idem fresca. . .. ...<br />

Chopo seco.<br />

2,834<br />

0,643<br />

9,484<br />

4-,816<br />

8,'189<br />

3,7%<br />

8,030<br />

El duramen sin invec',ar.<br />

Idem id., la albura escasamente.<br />

Invección bastante uniforme.<br />

Idim1 id. id.<br />

Inyección completa en duramen y albura.<br />

Idem id. id. id.<br />

Inyección perfecta.<br />

'"<br />

o"<br />

Idem fresco....... 4,357 Idem id.<br />

Fresno seco....... '2,347 El duramen sin inyectar.<br />

Acacia seca. .. . . ., 1,0'11 De difícil inyección.<br />

Carpe seco.. . . . . .. 4,709 Inyección completa en duramen y albura.<br />

Abedul seco. ...,. 4,007 Resultados diversos.<br />

Pino silvestre seco. 13,474 Sólo la albura inyectada.<br />

Idem rodeno id.. .. 4,'297 Idem id. id.<br />

ldem del Norte id. 2,207 Idem id. id.<br />

Castaño fresco. . . .. 0,936 De difícil inyección.<br />

COLORACIÓN, INCOMBUSTIBILlDAD<br />

;326 32~<br />

y PETRIFICACIÓN DE MADERAS.<br />

Coloración.-Inyectando en las maderas, por cualquiera de los<br />

procedimientos explicados, substancias adecuadas, se com~rende bien<br />

que podrán adquirir colores variados, sin que sea ~ecesano desarrollar<br />

grandes presiones, porque para nada se re~Ulere .que la pe~le~<br />

tración sea muy profunda. El pirolignito de hIerro tnie de gns a<br />

las maderas; inyectando primero sulfato férrico y luego ferrocianu-<br />

1'0potásico, en virtud de una reacción bien cO~10cida,re~uItar~ el<br />

color azul propio del ferrocianuro férrico, vanando su mtensldad<br />

con la concentración de los liquido s absorbidos. Aparte de estas y<br />

otras sales, que se pueden usar para colorir maderas, una porciÓn<br />

de materias tÍntóreas vegetales, como la l'ubia, son absorhidas con<br />

facilidad por el tejido, al que comunican sus colores. Sin eml)argo,<br />

la coloración por inrecciones se usa poco, y es lógico (1ue así sea,<br />

porque como elemento decoratiyo no puecle :ompetir con ~a. ~intura.<br />

Incombustibilidad.-Para disminlllr la comlmstllnhdad de<br />

las maderas, epie es lUlOde los principales defectos de este material,<br />

I<br />

I<br />

I<br />

se pueden inyectar substancias muy Yariadas. El sulfato sódico y los<br />

cloruro s cálcico y magnésiro, qÜe se ensayaron con mal éxito como<br />

antisépticos, son sales delicuescentes, que impiden que se sequen<br />

por completo las maderas, hacitmdoles conservar cierta elasticidad y<br />

flexibilidad; es claro, por consig'uiente, que las piezas inyectadas r,on<br />

esas suJ)stancias han de resistir a la acción del fuego mejor que las<br />

no preparadas Pero es claro que si la temperatura aumenta ó se<br />

conserva estacionaria algÚn tiempo, el agua de las sales se vaporizará,<br />

decrepitando éstas, y quedara la madera á. merced de las llamas.<br />

Multitud de cuerpos se han ensayado, si no para anular, á lo menos<br />

para disminuir la combustibilidad de las piezas, en caso de incendio.<br />

Los silicatos potásico ó sódico, son los de uso más extendido;<br />

las maderas que los aJ)sorben no arden, y sólo, si el calor es muy<br />

intenso, se carbonizan. Estos silicatos tienen además la ventaja de<br />

que no alteran la madera y pueden resistir á la intemperie. Para<br />

aplicarlos no se necesita recurrir á ningÚn procedimiento especial de<br />

inyección: basta dar varias manos de las sales desleídas en agua,<br />

del mismo mOfloque se dan las manos de color en las pinturas ordinarias,<br />

aguardando para extender una á que se seque la anterior. Produce<br />

buen resultado adicionar á los siJicatos algo de arcilla ó polvo<br />

de ladrillo.<br />

En Plymouth (Ing'laterra) y en Chicago (Estados-Unidos), han surtido<br />

buen efecto los experimentos que se han hecho con una disolur,ión<br />

de tungstato sódico, que se inyecta en caliente, y que no sólo<br />

hace á la madera relativamente incombustible, sino que le da una dureza<br />

comparable á la de la teca. Puede también reemplazarse el tungstato<br />

sódico con una mezcla de bórax y sal comÚn.<br />

Sainslmry recomienda para hacer incombustibles las piezas y aumentar<br />

su duración, que se las inyecte en frio y á una presión de 5<br />

atmósferas, con un líquido de la composición siguiente:<br />

Alumbre.. " . ""<br />

. . . .. ""<br />

. .. . . . . . .. . . . . . .. . . . . . . ,16kilogramos.<br />

Caparrosaazul.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . -16 »<br />

Bromuro y yoduro sódicos (en proporciones relativas<br />

arbitrarias). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Agua. . ... ,.. . . . . . . . .. . . . . . . ... . .. . . ., . . . . . . . 4.000<br />

""<br />

'2 »<br />

»)<br />

Petrificación.-Folbaci ha hecho conocer en Alen1ania un procedimiento<br />

de su invenciÓn para dar á la madera la dureza y resis-


328<br />

tencia (le la l)ieclra, haciéndola á la vez impermeable é incomlmstible.<br />

Pretende el inventor cIue un fuego intenso no produce más<br />

efecto en las piezas preparadas, que carbonizarlas superficialmente,<br />

de suerte c[ue en caso de incendio podrían los operarios transitar por<br />

ellas sin temor de que cediesen. De ser así, la preparación de las<br />

maderas que se emplean en la edificación urbana, se generalizaría<br />

con rapidez. He aquí la mezcla de su])stancias, que propone Folbaci:<br />

Sulfato de zinc. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5 kilogramos.<br />

Potasa americana. .. . .,. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ..:2<br />

))<br />

Alumbre amoniacal. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Manganesa.<br />

4<br />

))<br />

, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ..<br />

Ácidosulfúrico, á 60°.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ..<br />

'2<br />

'2<br />

»<br />

))<br />

Agnapura.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . , . . . . . . . . . . . . . .. 5<br />

))<br />

Se mezclan todos los ingredientes sólidos en una caldera, vertiéndose<br />

luego el agua á la temperatura de 45°; en cuanto aquellos se<br />

hayan disuelto se añade con lentitud y poco a poco el ácido sulfÚrico.<br />

Para inyectar las maderas se colocan en una caja sobre un enrejado<br />

de hierro, dejando entre cada dos piezas consecutivas un hueco de<br />

5 milímetros; se llena en seguida la caja con la disolución, que se<br />

hace hervir tre~ horas; transcurrido este tiempo se extraen las piezas,<br />

y una vez secas están en disposición de emplearse en eonstrucciones<br />

civiles y navales, vagones, cureñas, pavimentos y, en particular,<br />

en todas las obras expuestas á incendios.<br />

CARBONIZACIÚN SUPERFICIAL.<br />

La cal'bonizaciónsupe¡'ficíal es el Únicomedio de preparación de<br />

maderas que resta examinar. La influencia de la carlJOnizaeión para<br />

conservar las piezas se ha reconocido de muy antiguo; hasta la gente<br />

del campo tien..e la costumhre inmemorial de carbonizar la punta de<br />

los pies derechos que hincan en el suelo para hacer vallados y cercos<br />

de puertas.<br />

Método de Lapparent.-Esta práctica se ha generalizado en<br />

las construcciones navales: en los astilleros se suele impregnar el<br />

casco de los barcos de substancias resinosas, como alquitrán ó ln'ea,.<br />

que se hacen arder sobre ]a misma madera, por medio de ramas en-<br />

329<br />

cendidas de aulagas. En Francia y otros paises, los Ingenieros de la<br />

armada carbonizan las cuadernas y, en g'eneral, los forros de los buques,<br />

empleando el dardo inflamado de un koplete de gas de alumhrado,<br />

que se hace recorra toda la superficie. El selior de Lapparent,<br />

director de construcciones navales de la vecina Repuhlica, ha extendido<br />

el sistema, demostrando la conveniencia de aplicarlo a los postes<br />

telegráficos y á las traviesas. El dardo del soplete está á una temperatura<br />

de 1.000 á 1.200°; se concibe, pues, que la madera experimente<br />

una desecación, una carhonización completa en cierta profundidad,<br />

y hasta una destilación, en un espesor mucho más grande. Los<br />

efectos serán, por consiguiente: 1.°, aumento de dureza y compacidad<br />

en las superficies de las piezas, que se harán menos sensibles á los agentes<br />

atmosféricos; '2.°, producción, á causa de la destilación que se efectÚa<br />

en las capas más profundas, de una especie de alquitrán vegetal,<br />

que tiene, como la creosota, propieclades antisépticas; 5.°, destrucción<br />

de los fermentos por la temperatura á que se somete toda la<br />

pieza; y 4.°, formación de un enlucido ó revestimiento, que podría<br />

ser perjudicial si se aplicara á maderas humedas, pero que es beneficioso<br />

cuando están secas, como sucede siempre que se sujetan á la<br />

carbonización.<br />

No están, sin embargo, conformes con estos resultados muchas<br />

autoridades en la materia. De los experimentos de Duhamel y otros<br />

varios, se deduce que la carhonización no aumenta nada, ó aumenta<br />

muy poco, la duración de las maderas; por otra parte, el coronel Émv,<br />

verdadera ilustración en todo cuanto se refiere á carpintería, cr~e<br />

que la carbonización no puede producir más efecto que el (le impedir<br />

el contacto inmediato de la tierra hÚmeda con la madera no carbonizada,<br />

y que, en camhio, presenta el inconveniente de destruir, hasta<br />

cierta profundidad, nn material bueno que tardaría mucho tiempo<br />

en pudrirse. En lugar (~ecarbonizar las piezas que hayan de enterrarse,<br />

cree preferible Emy dejarlas intactas y rodearlas de substandas<br />

malas condnctoras de la humedad, como arena, cantos siliceos,<br />

escorias de fragna ó de vidrio, etc.<br />

Á pesar de toclo, la carbonización se generaliza cada vez más, y<br />

no podía menos de pensarse en sustituir el aparato primitivo, que<br />

snpone la existencia de una distribución de gas, con otro (Iue no exija<br />

este com]mstihle. El director de la fáhrica de gas de París, Hu-


330<br />

gon, ha ideado el que se representa en la figura 140, en el que se<br />

emplea carbón de piedra para producir la llama, y que tiene la disposición<br />

general de una lámpara de esmaltar. Un fuelle S, parecido<br />

al de las fraguas ordinarias, envia aire al depósito R, que se dirige<br />

por el tubo T al hornillo F, lleno de hulla candente; la llama sale<br />

por el orificio A. y carboniza la superficie de la pieza t, que se apoya<br />

en rodillos ]', colocados en el caballete s. Un depósito de agua, p,<br />

envía al tuhito a algunas gotas de agua, que se descomponen por la<br />

hulla, cuando ésta deja de dar llama; se producen así hidrógeno y<br />

óxido de carhono, gases muy combustibles que arden con mucha llama.<br />

El hornillo tiene una puerta, P, para introclucir el carbón, y<br />

está sostenido poi' una columna e, que permite elevar y hacer girar<br />

á voluntad el aparato, por medio de una palanca, L, equilihrada con<br />

contrapesos; así se consigue dirigir el dardo inflamado al punto que<br />

convenga.<br />

La carhonización de las traviesas sale mucho mis barata que todas<br />

las demás preparaciones que se han explicado.<br />

Método de Hutin y Boutigny.-En 1848 propusieron Hutin<br />

y Boutigny un método para conservar las maderas, que aunque<br />

no se ha adoptado, conviene conocerlo, porque es racional el principio<br />

en que se funda. Se describe aCluí,por tener algunos puntos de<br />

contacto con la carhonización.<br />

Las maderas, dicen los inventores, se destruyen por la acción incesante<br />

de la humedad y el oxígeno del aire, gérmenes que penetran<br />

hasta el duramen por absorción y filtración. Su presencia en la madera<br />

y su acción continua en la fibra elemental, desarrollan una combustión<br />

lenta y espontánea. Esta penetración de los elementos destructores<br />

se efectúa cxclusivamente por las cahezas de las piezas, y en el<br />

sentido natural de la circulación fisiológica. Resulta de estos diversos<br />

hechos que, si se consiguiera suhstraer las maderas á las acciones desorganizadoras<br />

que se han indicado, se conservarían por tiempo indefinido;<br />

yen Sllvirtud, si se cierran herméticamente los extremos absorhentes<br />

de las piezas, se hará en favor de su duración lo que de consuno<br />

reclaman los principios científicos, la observación y la experlenCla.<br />

El procedimiento se reduce en definitiva á secar las cabezas de<br />

las piezas, áneutl'alizal' sus propiedades higrométrir,as ron un prin-<br />

331<br />

cipio de comhustión, y á evitar toda cOllluniración con el exterior,<br />

por medio de un hetÚn, que penetre entre las fibras. Las operaciones<br />

que hay que practicar son: La, sumergir las calJezas en un carburo<br />

cualquiera de hidrógeno, por ejemplo, en aceite de esquisto, que<br />

penetra bastante en poco tiempo; 2.', prender fuego al carburo y, en<br />

el momento que se apague la llama, introducir las piezas, verticalmente<br />

y hasta la altura de algunos centímetros, en una mezcla calientc<br />

de pez, alquitrán y laca, que es ligeramente absorbida, y que<br />

forma en cada caheza una especie de cierre hermético, relativamente<br />

inalterahle;5. a, emhrear ó alquitranar las piezas, en toda su extensión,<br />

por los procedimientos ordinarios.<br />

INFLUENCIA DEFINITIVA DE LOS PROCEDIMIENTOS<br />

DE CO:-¡SERVACrÚN.<br />

Nada concreto puede decirse sobre la influencia definitiva de los<br />

procedimientos de conservación en la duración de las maderas, porque<br />

el estudio detenido de lo que precede habrá hecho comprender<br />

que el problema no está aún resueIto: no sólo no es IJosible asegurar<br />

que sistema de preparación conviene en cada caso, sino que un mismo<br />

método, en condiciones al parecer idénticas, da exceIentes resultados<br />

unas veces, mientras que otras no produce ventajas positivas.<br />

Así lo reconocieron los Ingenieros alemanes reunidos en Dresde, al<br />

ohseryar los datos contradictorios suministrados por las compaÜías<br />

de caminos de hierro, respecto á la duración de traviesas de divcrsas<br />

clases de madera, ya sin preparar, ya preparadas por diferentes<br />

procedimientos. La opinión de aquellos Ingenieros es que las duraciones<br />

de las traviesas empleadas al natural ó bien pl'eparadas, sin precisar<br />

el sistema, son, por término medio, las que se consignan en el<br />

siguiente estado:


I<br />

ESPECIE ARBÓREA. I<br />

DURACIÓ;XMEDIA DE LAS TRAVIEsAs<br />

No preparadas. Bien preparadas.<br />

- -<br />

A,1os. Años.<br />

l\oble. .... ...... ..... H á -16 20 á 25<br />

Abeto. . . . . . . . . . . . . . . . 7 á 8 .12 á H<br />

Pino.<br />

o" o............ 4 á 5 9 á 10<br />

Haya...... ..:..<br />

2,5 á 3 9 á 10<br />

"""<br />

Duración I<br />

CLASES DE TRAVIESAS. media. OBSEIIVACIONES. I<br />

-<br />

Años.<br />

Pino de Segura, Cuencay<br />

Soria, sin sangrar ni pre-<br />

332 333<br />

Los guarismos anteriores se refieren a Alemania; es evidente que<br />

no podrian aplicarse a España, pero sí pudiera admitirse que el aumento<br />

relativo de duración fuese próximamente el mismo y aceptar,<br />

por tanto, quc las traviesas de roble, hien preparadas, duran un 50<br />

por 100 mas que las que se emplean al natural; las de abeto un 73,<br />

las de pino un i i i Y las de haya un 245 por '100.<br />

Se terminará cuanto se refiere a conservación de maderas, consignando,<br />

en el cuadro que se estampa á continuación, el resuIlado de<br />

los Últimos experimentos hechos por la CompaÜía de :Madrid á Zaragoza<br />

y á Alicante sohre duración de traviesas de pino:<br />

parar. . . . . . . . . . . . . . . .'<br />

Pino de Segura, sin sangrar<br />

3 á 4 En 7 años<br />

completo.<br />

se pudrieron por<br />

é inyectadas de caparro-<br />

sa azul.. . . . . . . . . . . . . .. ü En 9 1/2 años se pudrieron el 81,77<br />

Pino de las Landas, saogra-<br />

por 100.<br />

das é inyectadas de caparrosa<br />

azul. . . . . . . . . .. ü Eu 9 '/2 años se pudrieron el 77<br />

Pino de Segura, sin sangrar<br />

por '100.<br />

é inyectadas clecreosota. -lO En 7 '/2 años se pudrierou e13[),80<br />

por .100.<br />

'/2<br />

I<br />

LABHA DE MADERAS.<br />

Maderas del comercio.-Antes de explicar las operaciones<br />

á que se someten las piezas de madera, desde el momento en que se<br />

corta el árhol, es preciso saber las formas y dimensiones (fue tienen<br />

las que (le ordinario se expenden en el comercio, y las clasificaciones<br />

que de ellas se hacen.<br />

Las maderas, segun la aplicación á que se destinan, reciben diversos<br />

nombres, tales como maclerascleconstl'uccióncivi[, piezas cle<br />

marina, madems industriales, etc., comprendiendo entre las Últimas<br />

las dedicadas á ehanistería, carretería, tonelería, etc.<br />

SegÚn la forma que se da á las piezas, se distinguen las clases siguientes:<br />

maclerasen roUo, rollos ó roUizos, que son troncos con corteza<br />

ó puramente descortezados, de apariencia cilíndrica; mader(ts<br />

escuadradas, enterizas ó de hilo, que están labradas por sus cuatro<br />

caras, no se han dividido con la sierra y conservan, por tanto, el corazón<br />

del árhol; maderas de raja, que se obtienen por desgaje ó 11endimiento,<br />

en el sentido longitudinal de las fibras, como sucede, por<br />

ejemplo, con las duelas; y maderas (le siel'ra ó asermdizas, que se<br />

preparan con aquel instrumento,<br />

uos, ya piezas escuadradas.<br />

y provienen, ya de dividir los tron-<br />

l\JAltcos.-En el monte se suelen vender las piezas en pie ó en rollo<br />

después de apeadas; en los almacenes se expenden escuadradas,<br />

con arreglo á dimensiones más ó menos constantes, cuyo conjunto<br />

constituye el 1UCWCO. Para cada pieza se consigna su longitud, y los<br />

dos lados de su seccióntransversal ó escuadria, que se llama tab[a ó<br />

ancho el mayor,y canto, grueso ó espesor el más pequeÜo.En los rollos<br />

se sustituyen estos Últimos datos por el diámetro ó la circunferencia<br />

de la sección recta. Tanto para las piezas escuadradas como<br />

para los ro11os,suelen medirse las dimensiones transversales al tercio<br />

de su longitud, á contar del migal ó extremo más grueso.<br />

Las piezas de marina recihen diversos nomhres, que no se detallarán,<br />

y se sujetan a las dimensiones de una sola tarifa en todo el reino;<br />

pero las maderas de uonstruución civil, por el contrario, se presen-


334.<br />

tan en los mercados ¡;on gran diversidad de diJ:lensiones, que ni aun<br />

para una misma provincia son constantes, antes bien varían sin limitación<br />

precisa, recibiendo asimismo denominaciones muy diferentes.<br />

Por regla general, puede considerarse el marco castellano como uno<br />

de los tipos más usados, y que está aceptado en muchas provincias,<br />

salvo algunas variaciones en el tamaÜo de las piezas Ó exclusión de<br />

. cierto nÚmero de estas, por efecto de necesidades ó costumbres locales.<br />

Sirven de fundamento en la mayoría de los marcos, para la clasificación<br />

de las piezas, la longitud de las mismas y las dimensiones<br />

de su escuadria. El marco valenciano prescinde, sin embargo, de las<br />

dimensiones lineales para clasificar sus tipos; adopta como unidad de<br />

medida el volumen, y dentro' de uno determinado admite variaciones<br />

en la escuadria y en la longitud, presentando, por consiguiente, un carácter<br />

de originalidad que no tienen los demás marcos. El valenciano<br />

l)ermite aprovechar la mayor cantidad posible de madera, porque<br />

dentro de cada clase hay una gran libertad de dimensiones; así, en<br />

el caso que una pieza no llegue al tipo para que fue labrada, por defecto<br />

de la madera ó por cualquiera otra causa, la pérdida se reduce<br />

á la que resulte de clasificada en el tipo inmediato inferior, sin necesidad<br />

de dividirla para saGar de ella cierto número de piezas menores,<br />

como sucede en los demás marcos. Aquí sólo se dan á conocer,<br />

en los estados que van á continuación, el castellano ó de Cuenca<br />

y el segoviano ó de Guadarrama, que son los más usados en el centro<br />

de EspaÜa; la reseÜa de todos los dem;Js puede verse en la obra de<br />

D.EugenioPlá y llave, titulada: M arcos de maderas para la constmcción<br />

civil y naval, con el precio qne tienen éstas, y otros productos<br />

forestales en las Pl'incipales provincias de Espaiia.Los siguientes marcos<br />

de Cuenca y Guadarrama se han extractado de la misma obra:<br />

N O:VIB R.ES<br />

y CLASES DE LAS<br />

PIEZAS.<br />

lIlADEI\A DE ,HILO.<br />

Media vara.<br />

Pie y cuarto..... "'"<br />

Tercia. .<br />

Cuarta. """" ,<br />

Sesma. ,....<br />

Vigueta.. . . . . . . . .<br />

Media vigueta.. . .<br />

Doblero de 18.. ..<br />

Doblero de ,16....<br />

Doblero de 1L...<br />

Medio doblero. ..<br />

lIlADERA DE SIERRA.<br />

Tirante de 48... . .<br />

Tirante de .13. .,.<br />

Tirante de ,12... ..<br />

Medio tirante. .' .<br />

Tabla alcaceña. . .<br />

Tabla portaleña...<br />

Tabla de chilla. ..<br />

Tabla de ripia, ..<br />

MBDIDAS AN'rIGUAS. MEDIDAS 1\1ÉTRICAS. Número<br />

- --<br />

de<br />

piezas que<br />

Largo. Tabla. Oanto.<br />

Largo. Tabla. Canto. com-<br />

Pies. - - -<br />

Dedos.<br />

-<br />

ponen un<br />

Dedos.<br />

Metros. ]1:[etros. Met,.os. cargo.<br />

- --<br />

30 24, 20<br />

30<br />

30<br />

30<br />

30<br />

22<br />

.\2<br />

'18<br />

,16<br />

14,<br />

.10<br />

20<br />

.\6<br />

.12<br />

.12<br />

,\1<br />

1.\<br />

,10<br />

8<br />

7<br />

.10<br />

.16<br />

n<br />

'1'2<br />

9<br />

8<br />

8<br />

8<br />

6<br />

5<br />

8<br />

48 7<br />

,15 7<br />

42 7<br />

7 t/, 7<br />

9 24<br />

9 20<br />

7 ti, .16<br />

6 ti, 42<br />

NOTA. La vara tiene 48 dedos.<br />

335<br />

Cucnca.-~lARco CASTELLANO.<br />

5<br />

5<br />

;)<br />

;j<br />

3<br />

2 t/,<br />

z<br />

'<br />

1 1/,<br />

8,36 0,~2 0,35 »<br />

8,36 0,35 0,28 »<br />

8,36 0,28 0,2.1 »<br />

8,36 0,24 0,'2.1 »)<br />

8,36 0,21 0,4[; »<br />

6,43 0,'19 O,H »<br />

3,3q, 0,49 O,H »<br />

5,02 0,'17 0,014, »<br />

4".\.6 0,111. 0,.10 »<br />

3.90 0,1'2 0,08 »<br />

2,79 0,17 O,.¡t" »<br />

5,02<br />

.\.,'\8<br />

3,34,<br />

0,12<br />

0,'1'2<br />

0,.12<br />

0,08<br />

0,08<br />

0,08<br />

'18<br />

22<br />

27<br />

2,09<br />

2,5'\<br />

2,51<br />

0,42<br />

0,.\.2<br />

0,35<br />

0,08<br />

0,05<br />

0,04,<br />

»<br />

25<br />

30<br />

2,09 0,28 0,03 60<br />

1,76 0,'21<br />

I<br />

0,02 120<br />

I


\<br />

Segovia.-l\fAnco DE GUADARI\AMA.<br />

MEDIDAS ANTIGUAS.<br />

MEDIDAS MÉTRICAS.<br />

MADERA DE PINO.<br />

NOMBRES<br />

y CLASES DE LAS PIEZAS.<br />

----<br />

I,nrgo.<br />

Pies.<br />

Tabla.<br />

Dedos.<br />

Canto.<br />

Dedos.<br />

Largo.<br />

lIíetl"os.<br />

\<br />

Tnbla.<br />

-<br />

lILetl"oS.<br />

-<br />

Canto.<br />

lIfetros.<br />

VOl="'1 de<br />

la p~za.<br />

lIíets. clÍbs.<br />

MAnERA DI'<br />

1111.0.<br />

.1'2á 30 33 ;\.34, á 8,36 0,575 0;H8 ~)<br />

Media vara ¡loble. .....<br />

'2"<br />

..0'" .0"<br />

,1'2á 30 .16<br />

'2'"<br />

:'1,3" á 8,36 0,'\"18 0,'27\) »<br />

)¡<br />

Media vara sencilla.. . . . . . . . . . . . . .<br />

,1'2á 30 '2\) '20 3.31~ á 8,36 0,505 (1,31,,8<br />

)¡<br />

Pie y cuarto dobl~. .......... ...<br />

'20 H 3,31t á 8,36 0,318 O,'2H<br />

Pie y cuarto sencIllo. ..., . . . . . . .. 1'2 á 30<br />

1'2iJ 30 ,16 B 3,31, á 8,36 0,'27() 0;20() »<br />


338<br />

Operaciones que se estudiarán en la labra de maderas.-Conoci(las<br />

ya las formas y dimensiones de las maderas del<br />

comercio, se explicarán sucesivamente los métodos que se usan para<br />

desmochar, trocear y rajar los troncos; para escuadra¡' y aserr(t/' las<br />

piezas, y para encorvar las maderas rectas. Se dirán, además, hreves<br />

palahras acena de las transformaciones que tienen que sufrir las<br />

piezas escuadradas ó rollizas hasta colocadas en ohra.<br />

DESMOCHE, TROCEO y HENDIMIENTO.<br />

Desmoche y troceo.-Apeados los árholes por los procedimientos<br />

que se descrihieron, se desmoc1wn, es decir, se quitan á los<br />

troncos todas las ramas gruesas (1), por medio del hacha de bosqltcÓ<br />

de lmíad01', ó de la sierra trocera, que se emplea asimismo para cortar<br />

después el machón en trozos de diversas longitudes, cuya operación<br />

recihe el nom])re de troceo.<br />

La sierra tl'OCB1'a(fig. 141) está comlmesta de una lámina de acero,<br />

armada de dientes de formas muy variadas y provista de dos mangas<br />

ó empuñaduras para manejada. El hacha de le¡ladol' (fig. 142) es<br />

corta y gruesa, de filo curvo y con mango de madera.<br />

Hendimiento.-Elhendimiento del tronco tiene por ol)jeto rajarlo<br />

en sentido longitudinal; se verifica la operación por medio de<br />

cuñas de hierro ó de madera dura, que, golpeadas con mazos, se hacen<br />

penetrar en sentido de la dirección de las fibras y de los radios<br />

medulares. Para que se puedan rajar los troncos, es preciso que sean<br />

de fibra recta y que estén cortados en trozos de pequei'la long-itud.<br />

Las maderas resinosas, como el pino y el pinal)ete, son las que se<br />

prestan mejor: entre las duras, la de haya es la Única rajadiza; la<br />

encina, el olmo, etc., se hienden con mucha dificultad. I)ara dirigir<br />

el hendimiento con exactitud, y evitar que salten astillas cuando son<br />

árholes de gran diámetro, se introducen las cuñas á la vez, á lo largo<br />

de dos generatrices del tronco diametralmente opuestas; en todos los<br />

casos se puede fijar exactamente la dirección por medio de taladros<br />

(1) El desmoche de los árboles no se hace nunca antes de la corta, porque<br />

las ramas sirven para amortignar la violencia de la caída.<br />

que atraviesen el árhol, pasando<br />

339<br />

por el corazón; el nÚmero de taladros<br />

dehe ser tanto<br />

madera.<br />

mayor, cuanto más dificil de hender sea la<br />

Se pueden también rajar los troncos con mucha reO'ularidad<br />

1:) ,<br />

en<br />

1-<br />

pleando substancias explosivas. Para ello se hace con una harrena á<br />

lo largo. d~l rollo, y siguiendo la linea por la que se ha de practicar<br />

el hencllJ11lento,una serie de agujeros que dehen llegar hasta el corazón<br />

del árhol, y que distan entre si de Om,30 á 1 metro; se coloca<br />

cn ellos una peque11a carga de pólvora, cuyo peso, así como la distanci~<br />

entre los pistolctes, dependen del diámetro de la ]Jieza y de la<br />

tenacIdad de sus fihras; se tapa en seguida cada ao'ujero con una cla-<br />

.. . 1:)<br />

vIJa que se Introduce golpeándola con un mazo de madera, hal)iendo<br />

tenido antes cuidado de quitar á lo largo de cada clavija un peque-<br />

110segmento para dejar un oído que se llena de pólvora. Un reguero<br />

de .esta misma .su1Jstancia, de suficiente longitud para que los operanos<br />

tengan tIempo de retirarse, y á que se prende fuego con un<br />

trozo de yesca, que arde con lentitud, hace saltar á la vez todos<br />

los pistoletes. ~l.~rbol se hiemle exactamente<br />

se pueden su1JuIYHhrluego del mismo modo.<br />

en ,dos partes, cIue<br />

ESCUADRAClON.<br />

. La escuactmción tiene por ohjeto sacar de un tronco una lÜeza de<br />

lorma g'eneralmente prismática, de modo que se desperdicie la menor<br />

cantidad posible de madera,<br />

r que la escuadria sea una de las<br />

comprendidas en el marco de la localidad. Se puede hacer la escuadración<br />

de dos maneras diferentes: pOi' medio del hacha y de la sie-<br />

Tra, siendo lH'eciso distinguir en amhos casos que las piezas sean l'eclas<br />

ó curvas. En todos ellos, la escuadración puede dividirse en tres<br />

operaciones principales, que son: '1.", colocación cOllveniente del<br />

tronco; 2.", trazado de los datos necesarios sobre el machón para<br />

determinar la forma de la pieza que se trata de ohtener; y 3.", lahra<br />

de la pieza ya definida.<br />

Escuadración con hacha, de piezas rectas.-COLOCA-<br />

C¡ÓN CONVENIENTE DEL TIlONCO y TMZADO DE LOS DATos.-Se coloca el<br />

tronco sobre cárceles ó dl!l'1nienles de madera, que son piezas rolli-


zas ó escuadradas, B (fig.<br />

310<br />

145), enterradas en parte, para darles<br />

más solidez, y cortadas en la parte superior, como se Yeen el dibujo.<br />

Se fija el tronco, A, por medio de cuñas, C; se traza en su base menor<br />

el mayor rectángulo de marco que se pueda inscribir en la sección<br />

circular limitada por la albura, y en seguida se procede á dibujar<br />

en la 'Otra base un rectiÍngulo igual y semejantemente dispuesto,<br />

de tal manera, que ambos determinen las dos bases de un<br />

prisma recto inscrito en el tronco. El trazado del segundo rectángulo<br />

se puede hacer de los dos modos siguientes: i. o<br />

Una vez marcada<br />

la primera sección, se aplica á uno de sus lados una regla, fijándola<br />

por medio de clavos; hecho esto, en el centro de la otra sección del<br />

tronco se coloca un clavo pequeÜo, y un operario hace girar el borde<br />

de una regla alrededor de este clavo como eje, hasta que este en<br />

el plano de la primera, lo que se reconoce dirigiendo una visual desde<br />

una distancia conveniente y viendo si se confunden los hordes de<br />

las reglas; obtenida la coincidencia, se traza el diámetro correspon - .<br />

(liente, que sirve para determinar la posición de la otra secci6n de la<br />

pieza. Claro es que se puede escoger como línea de referencia una<br />

diao'onal b Ú otra . recta cual quiera. 2.. En un vt'l'tice de la primera<br />

secciün se fija un clavo al cual se ata el hilo de una plomada, se hace<br />

girar entonces el tronco en las cárceles hasta (Iue el hilo pase por<br />

el vertice opuesto y se aprietan las cuñas, de modo que el machün<br />

quede completamente inmóvil; se traslad'il el operario á la otra secciün,<br />

y haciendo que la plomada pase por el centro, seÜala en aquella<br />

dos puntos que determinen el diámetro marcado por la dirección<br />

del hilo: hasta entonces trazar otro diflmetro perpendicular á este<br />

Último, y se tienen datos más que suficientes para que quede definida<br />

la segunda sección. Si en vez de haber tomado el diámetro que une<br />

dos vértices, se hubiera elegido el paralelo á dos lados opuestos, resultaría<br />

la ventaja de poder comprohar con otra plomada que coincidiese<br />

con uno de ellos, si el tronco<br />

movimiento.<br />

había experimentado algÚn<br />

Verificadas las operaciones anteriores, se procede á seÜalar la intersección<br />

del plano correspondiente á la cara plana que se va a labrar<br />

con la superficie tronco-cónica que limita el machón, lo que se<br />

consigue prolongando (fig. 144) los lados mm', nn', mn, m'n', hasta<br />

que encuentren á la superficie en los puntos q, g', p y p', y de una<br />

3H<br />

manera análoga en la otra sección; despues se labran entre los pl111~<br />

tos P y q, p' y q', etc., pequeÜas fajas planas, R, quitando la corteza;<br />

en seguida, con una cuerda empolvada y aplicandola entre los<br />

puntos (M, M'), (M, N'), (Mp M') Y (M" N'), se marean las cuatro<br />

aristas (MM, j}/'J1I'), (111M, iV'N'), (M{J(, lWM') y (M{lJlpiV'N'),<br />

cuando se exige mucha exactitud; pero, en general, basta trazar dos<br />

aristas que estén en una misma cara de la pieza.<br />

LABRADE L.\.PIEz.\.-Obteniclos los datos necesarios para labrar la<br />

pieza, se practican con el hacha entaIladuras, S (1), cuyos bordes se<br />

apoyen en las aristas, y se comprueba por medio de la plomada si están<br />

todas en un mismo plano, bastando ya, cuando se ha conseguido<br />

este resultado, cortar con el hacha los segmentos que quedan entre<br />

las hendeduras. De este modo se obtiene una superficie bastante irregular<br />

aÚn, que se iguala con la azuela (fig. 145), ó con el hacha de<br />

carpintero (fig. 146). Una vez que se han escuadrado las dos prim~ras<br />

caras, se hace girar el machün en las carceles y se fija de análoga<br />

manera para labrar las otras dos.<br />

Escuadración con hacha, de piezas curvas.-Cuando<br />

de un tronco cuno se quiere sacar una pieza tambit~n curva, se da á<br />

esta de ordinario la forma de una superficie limitada por cabezas<br />

reetangulares, por dos earas planas y otras dos cilíndricas de mayor<br />

Ómenor curvatura. La escuadración se principia siempre por las caras<br />

planas, colocando al efecto el tronco (fig. 147) sobre las cárceles,<br />

de modo que quede convexo por la parte superior; desput~sde haher<br />

trazado los rectángulos de las cahezas de la pieza por lino de los<br />

métodos anteriores, se hace que los planos de las caras que se van á<br />

labrar sean verticales, por medio de dos plomadas que pasen por las<br />

líneas Pp y P'p/; en seguida, en la intersección del tronco y el plano<br />

que determinan los dos hilos, se marcan con clavos varios puntos,<br />

a, b, e..., que sirven, una vez labrada la faja plana, R, para seÜalar<br />

por partes ab, be, cd, etc., y con una cuerda empolvada, la curva<br />

intersección del plano de la cara con la faja El, curva que, como se<br />

ve, no se 'puede marcar de un solo trazo por la imposibilidad de hacer<br />

vibrar la cuenla élcausa de la forma del tronco. Practicando en-<br />

(1) En la figura se han marcado las entaUaduras, supouiendo que, des...<br />

pués de practicadas, se ha hecho girar el machón 90°.


3H<br />

talladuras verticales se concluye la labra de las caras planas, como<br />

cuando se trata de piezas rectas.<br />

Respecto al trazado de las otl'as aristas, efectuándose en un plano<br />

ya labrado, se practica por medio de cerchas.<br />

Escuadración con sierra.-Se procede como en los casos<br />

anteriores, en cuanto al trazado de datos en el sólido' l )ero en IUITar<br />

, v<br />

de quitar á hachazoslas cachas ó costeros, es decir, los segmentos exteriores<br />

del tronco, se sacan de una sola pieza, aserramlolos con los<br />

aparatos que se describiran<br />

maderas.<br />

al tratar en g"eneral del aserramiento de<br />

La escuadración con sierra es más cara que la que se ejecuta con<br />

hacha: de que compense ó no el valor de los cosLeros obtenidos con<br />

la sierra, el exceso de gasto (Iue lleva consigo este método, dependerá<br />

principalmente<br />

dración.<br />

el cfue se elija uno Ú otro para efectuar la escua-<br />

ASEHRAlHIENTO DE MADERAS.<br />

El aserramiento de las maderas puede hacerse a brazo ó mecánicamente,<br />

por meclio de sierras rectas, circulares ó sin fin. La operación<br />

se practica de distinto modo en estos diferentes casos.<br />

Aserramiento á brazo.-Cuando se quiere verificar el aserramiento<br />

á brazo, se principia por marcar en el tronco, de una manera<br />

analoga a la descrita al hablar de la escuadración, las trazas de<br />

los diversos planos de división. En el caso que el madero tenga peqllelias<br />

dimensiones, el aserramienLo se verifica por un solo hombre,<br />

que sujeta la pieza con la mano izquierda y hace mover con la derecha<br />

la sierra ordinaria ó de mano. Cuandoel madero es de mayor tamaño,<br />

se apoya en unos caballetes, llamados burros, bastante elevados,<br />

para que un hombre pueda colocarse debajo; y después, por medio<br />

del instrumento denominado sien'a de largo ó bracera (fig. 143),<br />

se opera la división, haciendo avanzar la herramien ta en sen tido de<br />

los planos determinados. La sierra bracera se maneja ordinariamente<br />

por dos ó tres homJ)res: consiste en una lamina de acero, armada de<br />

dientes, tanto más largos y agudos cuanto menos dura sea la madera<br />

que haya que,aserrar; lleva dos mangos de madera, que sirven de empuñaduras.<br />

A veces se usan sierras bracera s q10ntadas en un basti.<br />

343<br />

dor; su forma es entonces muy parecida a la de la sierra de mano,<br />

pero de mayores dimensiones. Cuando se emplean tres hombres, se<br />

colocan siempre dos debajo y uno encima del burro; para facilitar el<br />

trabajo de la herramienta, en cuanto principia a experimentar resistencia,<br />

se introduce en la aserradura una cUIia que hace ensanchar<br />

las paredes y evita las vibraciones de las partes aserradas.<br />

Aserramiento mecánico.-Las máquinas de aserrar son de<br />

hoja recta, circular ó sÚtfin.<br />

SIERRASRECTAs.-Se componen, por lo general, de un sólido basti-<br />

1101',que se mueve a lo largo de ranuras verticales Ú horizontales, y<br />

al que van unidas una ó varias hojas de sierra. Se comunica un movimiento<br />

alternativo al bastidor, por diversas combinaciones mecánicas,<br />

entre las cuales una de las mas empleadas es una biela movida<br />

por un arbol acodado ó por un excéntrico. El mismo arbol<br />

suele poner en movimiento dos ó mas bastidores, con objeto de utilizar<br />

la acción descendente de los unos para la slÜ1idade los otros.<br />

La pieza que se quiere aserrar se fija á una carrera ó apoyo móvil,<br />

que se empuja contra la hoja, á medida que esta va mordiendo;<br />

en algunas ocasiones la máquina misma hace mover el apoyo, ya por<br />

medio de un tornillo, ya de una cremallera, que engrana con un piñón<br />

dentado. La figura 149 ofrece un ejemplo de esta Última combinación.<br />

SIERRASCIRCULAREs.-Lasierras de hojas circulares son mas sencillas.<br />

La sierra, compuesta de una hoja delgada de acero, perfectamente<br />

plana, de espesor uniforme, y armada en su periferia de<br />

dientes más ó menos agudos, pero todos muy iguales, está montada<br />

en un eje que recibe un movimiento de rotación bastante rápido.<br />

Próximamente la mitad de la circunferencia de la sierra sobresale<br />

por la parte superior de un banco sólido, en el que se hace deslizar,<br />

apoyándola en guías laterales, la pieza que se va á aserrar (fig. 150).<br />

Las mayores sierras circulares destinadas á cortar piezas de<br />

grueso algo considerable, no suelen pasar de Oro,53 de radio; cuando<br />

se emplea sólo una sierra, y la pieza tiene más espesor, hay<br />

que cortada en dos veces. Se asierra primero la pieza hasta una<br />

profundidad un poco mayor que la mitad de su grueso, y después se<br />

invierte para concluir de dividida en todo el espesor. En los grandes<br />

talleres se evita esta maniobra, colocando dos sierras de igual<br />

grueso y diámetro en un mismo plano vertical, como indica la figu-


314, . 3'f;)<br />

1'a 151; esta disposiciun permite aserrar de una vez árholesde dimensiones<br />

poco comunes.<br />

Brunnel ha ideado sierras circulares que tienen hasta 1m,50 de<br />

diámetro, pero que no sinen más que para aselTar chapas delgadas.<br />

Una sierra de esta especie se compone de un disco de metal cuyo es..,<br />

pesor puede ser mucho mayor que el necesario para impedir que se<br />

doble; este disco está montado en el extremo de un árhol que no lo<br />

atraviesa. Su horde, terminado en biscl en la cara por que se une al<br />

eje (fig. 152), lleva en la otra una hoja muy delgada, formada de<br />

varias piezas que constituyen una corona ancha y plana, cuya circunferencia<br />

exterior está dentada. En cuanto la sierra ha penetrado<br />

hasta cierta distancia en la pieza de madera, la chapa que se desprende,<br />

salva el gTlICSOdel disco y se encona al encontrar al árbol,<br />

sill que resulte IIingÚn obstáculo para la Jmena marcha del asen'amiento.<br />

Cuando éste se hace á máquina, basta marcar las trazas de<br />

los planos de división en una de las cabezas de la pieza; la máquina<br />

hace lo demás y la regularidad de la operaciun depende tan solo del<br />

esmero con que esté construido el aparato.<br />

SIERRAS DE ltODEAR Ó CO:'ofTORNEAR.-Las sierras rectas y circulares<br />

que se han descrito, no pueden aplÍl~arse más que para cortar maderas<br />

al hilo, pero no pueden emplearse en el momento que hay que<br />

asel'l'ar piezas delgadas, á lo largo de líneas CUl'vas, que formen contornos<br />

más ó menos complicados. La sierra de Périn, que se dio á conocer<br />

en la Exposicion universal de París de 1867, Y que se representa<br />

en la fig'ura 155, resuelve pc'rfectamente el problema. HedÚcese á<br />

dos poleas de eje horizontal, guarnecidas de caucho, y montadas en<br />

un solido bastidor de hierro fundido, en las cuales se arrolla una cinta<br />

de acero estrecha y delgada, que constituye la hoja. Una de las<br />

poleas puede coloearse á diferente altura para que sea fácil cambiar<br />

la cinta o regular su tension. Una locomóvil actÚa en una de las<br />

dos poleas, consiguiéndose que la sicrra aclquiera una gran velocidad:<br />

á cierta distaneia del suelo, la cinta atraviesa un tablero unido<br />

al hastidor, colocado entre las dos poleas y que, por lo general,<br />

se puede inclinar más ó menos; las piezas en las que previamente se .<br />

ha marcado la línea que ha de seguir la aserradura, se sitÚan encima<br />

del tahlero, y un operario las presenta á la acciun de la herramienta,<br />

de suerte que siga ésta el contorno del dibujo. Por este procedi.<br />

miento se ejecutan en un instante y con precisiun asomhrosa los cortes<br />

más complicados, pero es preciso procurar que la lámina de acero<br />

no sea gruesa ni ancha, pues de lo contrario los resultados no son<br />

satisfactorios.<br />

Preparación de maderas de sierra.-Fácilmente se concibe<br />

que de una viga ó un machun se pueden sacar maderas de sierra<br />

de muy diyersasmaneras, pero no todas cumplen del mismo modo<br />

con los requisitos que se exigen para una huena división, pues no<br />

sulo se trata de ol)tener de un árhol el mayor producto l)osible, sino<br />

que hay que hacer de modo que cacla una de las piezas que se extraigan<br />

esté en las mejores condiciones. Es imposible dar reglas generales<br />

respecto al primer punto, porque la combinación más ventajosa,<br />

en cuanto se refiere al valor en venta de los productos del aserramiento,<br />

depende, como es natural, del precio relativo en la localidad<br />

de las piezas de diversos marcos. En cuanto al segundo punto,<br />

será Útil consignar algunas observaciones. Supongase (llle se trata de<br />

aserrar un tronco, como indica la figura 154, qué representa la sección<br />

transversal: si se traza en esta secciun la dirección de los radios<br />

medulares, desde luego se reconoce que, exceptuando la pieza central,<br />

A, todas las demás están cortadas por los radios, de suerte que<br />

contienen mayor nÚmero de ellos en el lado más próximo al centro.<br />

Como quiera lIlle el tejido que rellena los radios es la parte más higrométrica<br />

de las maderas, resulta de esta disposicion que las variaciones<br />

de sequedad y humedad ocasionarán contracciones ó dilataciones<br />

desiguales en las dos superficies, y que hajo la influencia de<br />

estas variaciones, las piezas aserradas se enconarán, ya en un sentido,<br />

ya en otro (fig'. 155). Este inconveniente, muy grave en ciertos<br />

casos, va acompaÜado de otro que no lo es menos; en efecto, la<br />

disposicion de los radios meclulares es tal, en la mayo)' parte de las<br />

piezas, que las variaciones higrométricas se dejarán sentir sohre todo<br />

en direccion de su ancho, en la que son mucho más sensibles ypeligrosas<br />

que en cualquiera otra, pues ocasionan á D~enudohendedu.<br />

ras Ú otros desperfectos en los entablonados. Si los radios medulares .<br />

fuesen próximamente paralelos al ancho de las tablas, como en la<br />

pieza A (figs. 154 Y 155), ó se distribuyeran regularmente á dere.<br />

cha é izquierda del plano que pasa por elmédio de la pieza, como en<br />

la B de la figura 156, se evital'Ían estos inconvenientes, pues, por una


34.6<br />

parte, las' variaciones higrométricas 'se harían más perceptibles en<br />

sentido del grueso, produciéndose deformaciones menos aparentes en<br />

la mayoría de los casos, y, por otra, repartiéndose con uniformida(l<br />

las variaciones en las dos caras, tendería la pieza ti.conservar la forma<br />

plana.<br />

ASERRA)IfENTO POR LOS RADIOS MEDULAREs.-Fundándose en las observaciones<br />

anteriores, y para obtener en cierta clase de ohras el<br />

mayor nÚmero de piezas que satisfagan ti.las condiciones indicadas,<br />

se practica a veces el llamado aserramíento pOI' ~asmaLlas ó por ~os<br />

mdíos medu~(tJ'es, en el cual los planos de división se dirigen de la<br />

circunferencia al centro (fig. 156). Á pesar de las ventajas indiscutibles<br />

que presenta el aserramiento por las mallas, desde el punto de<br />

vista de la lJOndad de las piezas que produce, se emplea muy poco,<br />

tanto a causa de la mayor sujeción que impone, como por la imposihilidad<br />

de obtener tahlas de espesor uniforme.' La reducción ulterior<br />

al mismo grueso, ocasiona además una mano de obra algo costosa<br />

y una pérdida de madera hastante considerahle; así es que se<br />

reserva este sistema para ohras especiales, en que el empleo de ta-<br />

Mas aserradas por el método ordinario, ó sea pOI' ~oscircll~osanuales,<br />

presentara inconvenientes particulares. En general, se recurre a este<br />

Último, teniendo cuidado de escoger para las partes más expuestas ti.<br />

henderse ó alahearse las piezas (Iue mas se aproximen por sus condiciones<br />

a las que se sacan aserrando<br />

medulares.<br />

en la direceÍón de los radios<br />

ASERRAMIENTO HOLANDÉS .-Los holandeses acostumhran sacar tahlas<br />

por un método menos defectuoso que el ordinario, pero que<br />

ofrece el inconveniente de dar piezas de anchos desiguales (fig. 157).<br />

Cuando se quieren preparar tahlas de anchura uniforme, se api-<br />

Jan (fig. 158), se atan con una cuerda y de un solo corte se asierran<br />

todas a la vez. Igual método se sig'ue cuando, al emplear el sistema<br />

ordinario, no se comience por separar del tronco los costeros B, e,<br />

D y E (fig. 154).<br />

OTROS MÉTODOSDE ASERRA~IIENTO.-No se explicaran otros métodos<br />

propuestos para sacar maderas desierra, como el ,ideado por Moreau,<br />

cuya descripción puede verse en las obras de Emy y de Demanet,<br />

porque todos ellos son complicados, imponen mucha sujeción y no<br />

ofrecen ventajas practicas positivas.<br />

3!¡.7<br />

ENCORVADURA DE MADERAS.<br />

Muchas construcciones civiles, y sohre todo las navales, exigen<br />

el empleo de piezas Curvas de madera, cuya escue.dl'ación se ha estudiado<br />

ya. Para ohtener el machón con la curvatura que se requiere,<br />

lo primero que ocurre es sacado de una pieza recta de suficien'tes<br />

dimensiones, por medio de la sierra ó (lel hacha; pero como se<br />

ve inmediatamente, habría así una gran pérdida de madera, y ademas<br />

se cortarían la mayor parte de las fihras, (lebilitánclose la pieza,<br />

que quedaria en muy malas condiciones de resistencia.<br />

Maderas curvas naturales.-Al explotar los montes, se'<br />

encuentran algunas veces arholes cuyos troncos presentan la curvatura<br />

necesaria; en cuyo caso se dehen utilizar y escuadrarlos,<br />

de modo que las piezas obtenidas presenten sus fihras continuas, y<br />

puedan emplearse en ohra sin inconveniente de ningÚn género. ~ero<br />

como es muy raro hallar en los montes árholes que sean susceptIbles<br />

de suministrar desde luego piezas curvas, ha sido preciso recurrir<br />

á encorvar artificialmente las maderas.<br />

Dos son los métodos mas usados: uno que se aplica a los arboles<br />

en pie, y otro á los apeados.<br />

Encorvadura de árboles en pie.-Cuando se dispone de<br />

arholes delgados y jóvenes, que se prestan hien a reci])ir curvatura.s<br />

determinadas, se empieza por sujetados, por medio de cuerdas<br />

ó vientos, a estacas verticales y piezas horizontales, convenientemente<br />

colocadas, y de taImado, que queden fijos y con la curvatura que<br />

se desee; todo se re(luce en lo sucesivo a camhiar de cuando en cuando<br />

los vientos, a medida que la planta crece y aumenta de diametro,<br />

manteniendo, sin embargo, su curvatura hasta el momento en que<br />

los árholes se hayan desarrollado lo suficiente para que, libres de los<br />

lazos, no se altere su forma, y denmachones á propósito para el ohjeto<br />

á que se destinen. Para emplear una pieza ohtenida de este 1110-o<br />

do, necesita transcurrir gran nÚmero de aÚos, de suerte que el procedimiento<br />

sólo puede ofrecer algunas ventajas en los grandes montes<br />

del Norte de Europa; en Rusia se pone en práctica ti.menudo para<br />

constrncciones navales, y aun para dar a las piez.as la forma circula!'


34,8<br />

Yconstmir llantas de una sola junta: aparte del inconveniente de su<br />

extremada lentitllll, este sistema retarda el crecimiento del árbol y<br />

altera tamhi(~n algo la homogeneidad de la madera; no conviene, por<br />

tanto, aplicado mt1s qne en circunstancias muy especiales, y se prefiere<br />

casi siempre enconar<br />

dos ordinarios.<br />

las piezas rectas obtenidas por los méto-<br />

Encorva1.ura de piezas ordinarias. -Para encorvar las<br />

maderas cuando los árboles están apeaclos, no hay más que ablandarlas,<br />

y una vez en este estado, darles la forma conveniente. La operación<br />

está fundada en la propiedad que tiene la madera de que, penetrando<br />

el calor y el agua en la substancia leÜosa, la ablandan lo suficiente<br />

para porIer recihir formas curvas que conserva después de<br />

. seca. Para reblandecer la madera, se emplca la acción directa del<br />

fuego, el vapor de agua, el agua hirviendo ó la arena caliente.<br />

RgBLHDECBIlEl'iTO CONELFUEGo.-Desde muy antiguo se emplea el<br />

fuego para enwrVílr las maderas. Los toneleros usan diariamente este<br />

procedimiento para la constl'llcciún de harriles; como las du~las ql~e<br />

los constituyen son muy delgadas, hasta un fuego de poca mtensldad<br />

para encorvarl~s; así, pues, reunen las duelas en el o~'den.correspondiente,<br />

las sujetan por medio de un aro en su parte mferlOr,<br />

y hasta la acción del fueg'o producido por unas virutas colocadas en<br />

el centro, para que puedan encorvarse, sin temor de que pierdan su<br />

forma después que se colocan los aros que las unen.<br />

Los carpinteros de ribera emplean tamhién este sistema para encorvar<br />

las tahlas. Las que tienen de Om,05 á Om,07 de grueso y provienen<br />

de árhole¡¡ recién apeados, se enconan tan sólo con la llama<br />

de una antorcha; pero cuando las dimensiones son mayores, es preciso<br />

someterlas á la acción de un fuego más intenso, como representa<br />

la figura 159. Un extremo, a, de la tabla se introduce hajo una pieza<br />

horizontal, b, fija con pasadores á dos pies derechos, c. Se somete<br />

a la acción del fuego, h, apoyándola en una fuertc harra sostenida en<br />

dos oTandes morillos de hierro, t, que pueden avanzar ó retirarse, y<br />

que ~ermiten colocar la tabla á diversas alturas. Una gruesa piedra,. [j,<br />

dispuesta en el extremo de la pieza, aumenta su peso y determma<br />

su flexión, á medida que el calor penetra en la madera. Se acelera la<br />

operación mojando con frecuencia la parte superior de la tabla.<br />

Con piezas enconadas de este modo, sujetas con cepos de ma~<br />

34,9<br />

dera y estrihos de hierro, pueden constmirse bóvedas ó cimbras de<br />

grandes dimensiones v considerahle resistencia: la disposición se ve<br />

~n la fiuura 160 que' representa la cimhra<br />

general" de Puentes ' y calzadas, Sr. Eustache,<br />

un puente en Melun, el aÜo 1850.<br />

usada por el Inspector<br />

para la construcción de<br />

REBLANJ)ECDIlE:'iTO CON AGUA HIRVIENDo.-Para reblandecer la madera<br />

con agua hirviendo, el aparato se reduce, por lo general, á una<br />

caldera muy larga . de cobre, colocada en un horno. El fondo de la<br />

caldera está sostenido por harras de hierro; el horde superior recibe<br />

las láminas de palastro, que constituyen la cuhierta. Las piezas se<br />

apoyan en pequelias cárceles para que ellíquiclo las rodee por completo:<br />

al caho de cierto tiempo se sacan, y mientras están hÚmedas<br />

se enconan, como luego se indicará. Por este medio se consigue rehlandecer<br />

mucho las t~hlas, pero se ohserva que el agua camhia de<br />

color y toma gusto amargo, lo que hace suponer que aquellas pier-<br />

den una parte de su materia constitutiva, y por consiguiente de su<br />

resistencia.<br />

.<br />

REBLANDECUIlE:\TO POR MEDIO DEL VAPOR.-En este método las maderas<br />

están sometidas al calor y á la humedad, por medio del vapor<br />

de agua.<br />

El aparato que se emplea consla, en resumen, de una caja perfectamente<br />

constmída, y de dimensiones proporcionadas á la 10ngitUlI<br />

y al nÚmero de piezas quc haya que reblandecer, á la cual se hace<br />

lleo'ar el vapor de agua á presión conveniente.<br />

Los holandeses adoptaron ya en el siglo XVIIestufas de madera para<br />

encorvar las tahlas destinadas á construcción naval. En el puerlo<br />

de Lorient se usó el ailo i 850 la estufa que está representada en la<br />

figura 16 i; consiste en un cilindro formado de tablones de aheto, semejantes,<br />

en su sección transversal, á las dovelas de una bóveda<br />

en caMn. El vapor se introduce por un tuho, s, que comunica con<br />

una caldera, e, de hogar interior. En la estufa va colocada una especie<br />

de parrilla, m, sohre la que se disponen las piezas, con objeto<br />

de que por tollas partes estén sometidas á la acción del vapor de<br />

agua. Se cierra herméticamente la capaciclad, por sus dos extren~os,<br />

con tapas, b, suspendidas de un mástil, i, y que se aplican á<br />

los hordes de la estufa, por medio de tornillos, que las sujetan é impiden<br />

los escapes. La experiencia ha demostrado que, dejando ex-


:)50<br />

puestas las piezas á la acción del vapor tantas horas como pulgadas<br />

tienen de espesor, adquieren la suficiente blandura pÚa encorvarse.<br />

Estos aparatos tienen el defecto de que se deforman con mucha facilidad,<br />

escapándose el vapor por las juntas, por minuciosas<br />

.<br />

las precauciones que se adopten para evitado.<br />

que sean<br />

La fuerza del vapor podría aplicarse con mejor éxito empleando<br />

un tubo grueso de hierro que sustituyera á la estufa, en el cual se<br />

colocarían las piezas, y por medio de una ó dos calderas, se obtendría<br />

el vapor á una presión de algunas atmósferas. Claro es, que de esta<br />

manera el calor y el vapor penetrarían hasta el corazón de las piezas<br />

más gruesas, reblandeciéndolas y haciéndolas susceptibles de tomar<br />

curvaturas muy acentuadas.<br />

REBLANDECnJIE,,"To CONARENA.-Se ha sustituido á la caja de vapor<br />

una estufa con arena, de fondo horizontal y dimensiones proporcio~<br />

nadas á la longitud. y nÚmero de las piezas que se vayan á introducir.<br />

Se coloca en el fondo una capa de arena de Om,10 á Om,12 de<br />

espesor, y sobre ella se disponen los maderos de canto, de modo que<br />

no se toquen unos á otros; se llenan los intervalos y se cubre todo de<br />

arena caliente, pudiéndose formar así varios lechos de piezas, sobre<br />

los que se extiende otra capa de arena de Om,55 á Om,40 de espesor,<br />

que se moja continuamente con agua hirviendo. Dispuesta la caja en<br />

hogares l)ien acondicionados, se logra Ilue las maderas adquieran<br />

una temperatura muy elevada, y se reblandecen más que en las estufas<br />

de vapor, á igualdad de circunstancias.<br />

l\IODODE E,,"CORVAItLAS PIEZAS ItEBLANDECIIJAs.-Cualquiera que sea<br />

el grado de reblandecimiento y la flexibilidad que hayan adlluirido<br />

las maderas, es preciso encorvarlas antes de colocadas en ohra. Se<br />

empezará por explicar el método más sencillo. I~n un suelo bien plano<br />

y horizontal se dibuja la curva á que se ha de plegar la pieza, y<br />

en varios de sus puntos se clavan fuertes estacas verticales, b, como<br />

se representa en la parte de la derecha de la figura 162, y en lllime-<br />

1'0 suficiente para el desarrollo de la pieza. La distancia entre las estacas<br />

varía con la curvatura que se trate de obtener, pero no debe<br />

exceder nunca de 1m,50. La cabeza del machón, ó m8S en general, la<br />

sección en que haya de empezar la curvatura, se sujeta entrc dos estacas,<br />

a y el. Por medio de un polipastos, l, unido á un fuerte pie derecho,<br />

m, se pone la pieza en contacto con las diversas estacas, y á me-<br />

35\<br />

dida que toca á cada una de ellas, se fija por sólillos piquetes, e, e ,<br />

que se introducen en agujeros hechos de antemano, para que la encorvadura<br />

se efectÚe con la mayor rapidez posible, y la madera, en<br />

virtud de su elasticidad, no pueda volYer á su posición primitiva. En<br />

esta situación se aguarda á que la pieza se seque y enfríe.<br />

Elmétoclo anterior es muy expedito, pero deja mucho que desear<br />

desde el punto de vista de continuidad en la curva. Se obtienen mcjores<br />

resultados aplicando el sistema que se ha dibujado en la parle<br />

de la izquierda de la misma figura 162. Las estacas e, son de sección<br />

cuadrada, y perfectamente planas en la cara de contacto con la<br />

l)ieza: se colocan en el suelo varios maderos, t, normales á la curva<br />

marcada, sobre los cuales descansa la pieza, k, recién salida de la estufa<br />

ó de la caja de arena; se fija como antes entre las dos estacas,<br />

et y el, y á medida que se encona por medio del polipastos, ql',<br />

se la sujeta con dos cinchos de hierro, u, coloéaclos lUlOencima y el<br />

otro debajo de la pieza, que abrazan la estaca correspondiente y dos<br />

fuertes piezas de madera, v y x, verificándose un ajuste perfecto por<br />

medio de dos cuiias, y, y, como se observa en la figura 165, que es<br />

un corte por GIl de la 162.<br />

Por este método, y disponiendo hien las estacas, se pueden dar á<br />

las piezas diversas curvaturas con bastante exactitud, aunque siemprc<br />

aparece algÚn garrote en los puntos de contacto con las estacas,<br />

por lo cual se emplea en ciertas ocasiones un sistema más perfeccionado.<br />

Sohre un molde ó patrón, In (fig. 1(4), que puede ser de madera,<br />

piedra Ú otro material, que tenga exactamente la curvatura<br />

que se quiera obtener, se aplica la pieza que se va á encorvar; tanto<br />

el patrón como la pieza, k, insisten en maderos, e, e , y con objeto<br />

de mantener fijo aquel, se une con pasadores á dos fuertes estacas,<br />

b, que, hincadas en el suelo, se colocan en sus extremidaileso<br />

Á medida que se aplica la pieza sohre el patrón, por medio de<br />

los polipasto s el, el, se la sujeta con estribos de hierro, e, representados<br />

en la misma figma y en el corte por 111N (fig. 165), los cuales<br />

hacen que no se altere el contacto, y por consiguiente que se conserve<br />

con precisión la curvatma. Los estribos abrazan á la pieza y al<br />

patrón; las dos ramas de aquellos se unen por britlas, f, que se ajustan<br />

con tornillos y que no tocan á la pieza, para que no se deforme,<br />

interponiéndose al efecto las piececillas ó cuÜas g. Á fin de que por


3:)2<br />

( , no<br />

el esfuerzo de tracciun ejercido en las cuerdas de los lJolilJastos .<br />

1 1 ',1 ple~'(an eI~r~gu arJua( 11as<br />

aristas de la viga, se hace que aquellos se<br />

aplIquen a prezas de madera, It, 1I(fig. Hi4), de la forma que muestra<br />

el corte por PQ (fig. 1(6); al propio tiempo las cuerdas estan sel~aradas<br />

de las caras del patrun por los rodillos, i, i, que se ven eulas<br />

frguras 164 y 166.<br />

rHANSFOIUUACIONES QUE TIENEN QUE SUFRIn LAS PIEZAS<br />

HASTA COLOCARLAS EN OBRA.<br />

Operaciones y herramientas ordinarias.-Las piezas<br />

escuadradas, tales como se expenden en el comercio, pueden emplears~<br />

desde lue?,o er~a.l~unas obras; pero por lo general, ya se apliquen<br />

a constl'lICCIO.nescIVIles, ya' á la industria, necesitan experimenta1~<br />

una multItud de transformaciones, que tienen unas veces<br />

por ohJ~to afinar las superficies de las maderas, como la alisadllr{l y<br />

la aceptlla~l,tra; otras ahrir cajas Ú orificios, como la escopleadura y<br />

la pcr(oracwn; otras labrar superficies de revolución, como la torncarlllra,<br />

etc., et~. Algunas d.e estas operaciones se practican sencillamente<br />

con la SIerra, y no tIenen más ohjeto que labrar las piezas<br />

deshastadas en la eseuadración; otras sirven para verificar la ensamhladura<br />

de una ó varias piezas, estudiándose con todo detalle en el<br />

C:ll'SOde Estereotomía,. en el que también se dan á conocer muchas,<br />

s~ no todas las herranllentas que usan los carpinteros; otras se efectuan<br />

para l~j:rar. con más ~sm~ro las piezas u darles formas especiales.<br />

Las hel! anllentas ordmanas de trahajo, como las hacltas las<br />

azuelas,<br />

lo~,<br />

cinceles, l~s (ormones, la~ tenazas, los cepillos ó !J~l1'lopas,.las<br />

baJlenas, los trepetnos, los berlnquies, cte., etc., son unas demaslado<br />

conocidas para que requieran descripciones especiales; de<br />

ot~'as se ~la haMado ya en artículos anteriores; y algunas tienen los<br />

mIsmos nomhres é idéntica disposición que las que se definirán al tratar<br />

del trabajo de los metales.<br />

. Herra~ien~as mecánicas.-Pero la mayoría de las opera-<br />

CIOnesque a la hgera se han indicado, pueden hacerse con instru-<br />

n~eI:tos movidos á máquina, y que se denominan IlCrramientas mecamcas,<br />

aparatos muy recomendahles para los grandes talleres de<br />

353<br />

maderas, pues si bien el trabajo de éstas ha progTesado mucho menos<br />

que el de los metales, existen, sin embargo, establecimientos importantes<br />

en que se preparan y labran las piezas de madera con preeisión<br />

asombrosa y celeridad notable. Las herramientas mecanicas<br />

ofrecen las inmensas ventajas de que el personal no necesita poner<br />

en juego más que su inteligencia, y de que con ellas se pueden ejecutar<br />

pronto y bien muchas operaciones, que serían dificilísimas, si no<br />

imposibles, si se emplearan exclusivamente las fuerzas musculares<br />

del hombre.<br />

Muchas de estas herramientas presentan analogías marcarlas, y están<br />

fundadas en los mismos principios que las que se explicarán para<br />

trabajar los hierros; así es que sólo se haran aquí indicaciones muy<br />

someras.<br />

Los constructores ingleses son los que han llegado á más alto grado<br />

de perfección en la disposición de los operadOi'es, que ante todo deben<br />

montarse en amlazones macizas, pesadas é inmuviles, que eviten<br />

las vibraciones y los choques que resultan de la falta de homogeneidad<br />

de los materiales que se trabajan; vibraciones y choques que se amortiguan,<br />

y á veces se anulan, dando á las herramientas considerable<br />

masa. Para que el empleo de éstas sea económico, es indispensahle<br />

agrupadas en el mismo orden en que se han de verificar en las piezas<br />

las operaciones respectivas: por lo general, se transmite el movimiento<br />

á cada aparato por correas y poleas de diferentes diametros, que<br />

lo reciben de un árbol horizontal, que atraviesa el taller en toda su<br />

longilud.<br />

Se dirá en pocas palahras el fundamento de algunas máquinas.<br />

MÁQuINASDEPERFORAR.-Secomponen en esencia de una barrena ó<br />

broca vertical, montada en una vaina de hierro fundido, qne termina<br />

en una rueda cónica horizontal, que se pone en movimiento por otra<br />

rueda vertical, también cónica, colocada en el extremo de un árhol<br />

horizontal, que lleva dos l)oleas, una motriz y otra loca: una<br />

palanca permite arrollar la correa de transmisión á la polea que convenga,<br />

para que la broca gire ó para que se detenga. No basta que el<br />

aparato esté animado de un movimiento de rotación; es preciso que<br />

descienda además poco á poco, y con una velocidad que ha de quedar<br />

a yoluntad del operario, porque depende de la c1ase de madera y<br />

de las dimensiones del orificio. Para conseguido, la vaina vertical<br />

23


3 '"<br />

;)1. 3;)1)<br />

que !leva la hroca, atraviesa á ranura v, leno'Üeta la rueda motriz<br />

~ , de<br />

suerte que puede subir ó bajar, sin que el giro se interrumpa: el<br />

operario determina el movÜniento vertical, por medio de una rueda<br />

montada en el eje de un piÜón, que engrana con una crcmallera vertical,<br />

la cual va unida ,í unos manguitos entre los cualcs queda comprendido<br />

el estuche de hierro colado; al hacer girar la rueda en un<br />

sentido, baja la cremallera y con ella los manguitos, y por tanto, la<br />

harrena. Cuando está ya abierto un orificio, no hay más (1ue morer la<br />

rued~ en sentido inverso al anterior, para que suba la hroca y poder<br />

practIcar un nuevo taladro.<br />

l'HQLL'O.SDEESCOPLEAH.--Constande un cincel vertical montado en<br />

una pieza de hierro fundido; ésta, por medio de una hiela sobre la<br />

que actÚa la fuerza motriz, adquiere un morimiento de oscilación,<br />

que hace que el cincel penetre en la madera, sacando cada vez una<br />

viruta. El aparato está dispuesto de tal suerte, quc el opcrario puede<br />

reg"ular á voluntad la profundidad de la caja y la marcha de la pieza.<br />

,'HQUINcIS DE ACEPILLAH.-Los cepillos mecánicos se componen de<br />

una sólida armazón de hierro fundido, (Iue lleva en la parte superior<br />

una plataforma horizontal, que recihe un movimiento alternativo de<br />

progresión, por medio de una cremallera, (Iue engrana con un sistema<br />

de piÜones y ruedas dentadas, que á su vez recihen la impulsión<br />

de la polea motriz. La pieza de madera, al avanzar con gTan rapidez,<br />

pasa por debajo de uno ó varios cinceles, que esl


31)6<br />

medio de hajar las piezas tiene el inconveniente de deterioradas,<br />

sohre todo si el declive es muy rápido: para e,.itarlo se hacen i'odaderos<br />

al'lificiales, dándoles una pendiente uniforme y moderada. Los<br />

rodaderos artificiales se componen de troncos de arboles, colocados<br />

unos al lado de otros, y puestos longitudinalmente en sentido de la<br />

máxima inclinación, los cuales se sostienen en esta posición porpiquetes<br />

cuando descansan en el terreno, ó por cahalletes de madera<br />

mas ó menos complicados cuando se tienen que separar de él, pero<br />

cuidando de que formen con regularidad el plano inclinado; á éste<br />

se le ponen algunas veces guardalados, hechos también con troncos.<br />

El declive que se da al plano es el suficiente para que las maderas<br />

bajen por su propio peso, no siendo necesario un ángulo horizontal<br />

mayor de 200; y para disminuir los rozamientos, que á un mismo<br />

tiempo desgastan el plano y los troncos que hajan, si se puede disponer<br />

de ulla corriente de aglta, se la hace bajar por el plano, para<br />

que, manteniéndolo hÚmedo, lo haga reshaladizo.<br />

Por mucho que sea el cuidado que se tenga con los planos inclinados,<br />

no pueden evitarse los destructores efectos del roce: para salvarIos,<br />

en lugar de abandonar las piezas á su propia accÍtJn, se reunen<br />

muchas de ellas y se colocan en rastl'as ó trineos, formados de<br />

piezas rollizas transversales, que distan entre sí de Om,60 á i metro,<br />

sólidamente fijas á dos piezas paralelas en sentido perpendicular<br />

á ellas. Las pendientes se arreglan para que el peso de la carga pueda<br />

hacer reslJalar la rastra; éstas van siempre guiadas por un homhre<br />

colocado delante, que, sin hacer un gran esfuerzo, ll10diflca la<br />

velocidad del tren, ya deteniéndolo ó ya empujándolo con un gancho<br />

ó hichero.<br />

Una vez reunidos los troncos en los puntos convenientes, inmediatos,<br />

como se ha dicho, á las vías de comunicación, se escuadran para<br />

facilitar el segundo transporte; cosa ventajosa, portIue se consigue<br />

disminuir su volumen y peso en más de un 25 por 100.<br />

Transporte por caminos ordinarios.-EI transporte de<br />

las piezas de madera por caminos ordinarios para conducirIas á las<br />

pohlaciones ó almacenes, se efectÚa generalmente en vehículos, cuyas<br />

formas varían de un país á otro y también con la clase de motores<br />

que se empleen. Sin entrar á hacer una clasificación de aquellos,<br />

se expondrán las reglas principales que deherán tenerse presentes.<br />

357<br />

Para la conducción de grandes piezas se hace uso de lo que se Ilama<br />

un trinquibal, que está reducido á un eje resistente con dos ruedas,<br />

v una lanza que sine para enganchar el tiro. La pieza ó piezas<br />

se aS~f!;uranal eje y lanza, colocándolas por encima ó por dehajo,<br />

emple~ndose dos trinquibales unidos, si la longitud de los maderos<br />

lo requiere. La mayor dificultad consiste en el modo de cargar y<br />

descargar las piezas, para cuyo ohjeto se emplean gatos, palancas<br />

ó cal)rias, que sucesivamente levantan las piezas por uno y otro ext.remo.<br />

Cuando éstas son pequeiias se transportan en carretas ó earros<br />

de dos ruedas. Las precauciones que hay que tomar, son: i..,<br />

que la carga esté equilibrada sobre el eje; pues si estuviera delantera<br />

molestaría demasiado á las caballerías de varas, y si estuviera trasera<br />

se ejercería en el vientre de las mismas, por medio de las guarniciones,<br />

una presión que les imposihilitaría arrastrar el peso; 2:,<br />

evitar que las maderas tropiecen con las cahallerías, lo que se consigue<br />

de dos maneras, ó bien colocando las piezas en sentido de la<br />

longitud del carro, descansando en tUl travesaiio sitnado en l~ parte<br />

anterior de él, ti poniéndolas en sentido de la diagonal del rectangulo<br />

que forma la proyección horizontal del vehiculo; .<br />

Transportes por agua.-Cuando el pars presenta cor1'1entes<br />

de aO"ua a propósito, pueden aprovecharse para el transporte de las<br />

mad~ras, que puede efectuarse de tres modos diferentes: 1:, á mailera<br />

perdida, es decir, abandonando las piezas suelt!!.s á la corriente,<br />

y deteniéndolas luego en el punto que se quiera por medio de presas<br />

ó diques construídos al intento; 2. o, por flotaáón en balsas; 5.0, en<br />

barcos ó buques de tmnsporte.<br />

TRANSPORTEÁ MADERAPERDIDA.-EI primer método se emplea cuando<br />

puede disponerse de corrientes que tengan ~astante agu~; pero<br />

presenta la dificultad de que los recodos no sIempre permIten el<br />

paso de piezas largas, á menos de aJn'ir un nuevo lecho al río ó<br />

arroyo. Generalmente, el mismo movimiento del agua condnce las<br />

maderas flotp.ntes, siendo suficiente distribuir algunos hombres ó<br />

gancJ¡eros por las orillas para empujar las piezas detenidas por cualquier<br />

obstáculo. Este procedimiento se usa mucho en Espafia; entre<br />

los diversos ejemplos que pudieran citarse, se indicará el transporte á<br />

Valencia, por el Turia, de los pinos de Valdemeca, Moya, Albarra-


358<br />

cín, lUolinches, San Martín y otros varios: los principales puntos de<br />

embarque son Ademuz y Santa Cruz; y todos los interesantes deta-<br />

JIes de las maderadas pueden verse en la memoria escrita por el Ingeniero<br />

Jefe de Montes, D. Juan Navarro Reverter,<br />

tomo 5." de la Revista forestal.<br />

y publicada en el<br />

TRANSPORTE EXBALsAs.-Cuando las aguas no tengan velocidad su-<br />

I1ciente, ~e reunen las maderas para formar balsas, armadias ó almallias.<br />

Estas se componen de piezas unidas por mimbres Üramas<br />

lIexihles y torcidas, que pasan por agujeros hechos con barrenas en<br />

los extremos de aquellas; la anchura de las halsas está limitada por<br />

la de los pasos que tienen qne atraYesar; de ordinario, se reunen varías<br />

almadías, que se conducen á la sirga por homhres ó cahallerías<br />

que marchan por las márgenes.<br />

Este método ocasionaría algunas dificultades, en ríos caudalosos,<br />

sobre todo si son navegables. Se disponen entonces grandes halsas<br />

formadas de piezas longitudinales V transversales sólidamente unidas;<br />

encima de ellas se colocan las' maderas, poniendo las más cortas<br />

en la parte superior, hasta Ilegal' á una altura proporcionada. En<br />

lugar de una gran balsa, pueden construirse varias pequeíias enlazadas<br />

entre si, para que se acomoden el las infIexiones de la corriente.<br />

Una operaciÜn de esta naturaleza exige precauciones, tales como la<br />

de repartir la gente que ha de practicada en los sitios á propÜsito<br />

para lograr mejor el objeto: los capataces cuidan de la dirección; v<br />

los gancheros, ya desde la orilla, Üya en las mismas balsas, las vm;<br />

guiando armados de largos bicheros, de los cuales se sirven, apoyándolos<br />

en las orillas 6 en el fondo, para imprimÜ: la dirección qne<br />

se desee.<br />

Cu~ndo las piezas se transporten sumergidas en el agua, es muy<br />

esencIal que no se vuelvan á sacar hasta Ilegal' á su destino, por lo<br />

~erjudiciales. que son las alternativas de sequedad y humedad; y es<br />

Igualmente mteresante, que si el río va á dar á aguas saladas, se<br />

haga la extracción antes de Ilegal' al punto que las contenga, porque<br />

las suhstancias<br />

serdaí'iosas.<br />

salil.rosas de que se impregnan las maderas pudieran<br />

TRANSPORTE E"iBARcos.-Es preferihle el transporte en barcos, y<br />

sohre todo para grandes distancias, por la ventaja .de poder reuni!' y<br />

resguardar á un mi~mo tiempo gl'an nÚmero de piezas. La coloca~<br />

359<br />

cion de estas es la misma que se adopta, y se explicará pronto, para<br />

apilarlas en los almacenes, teniendo la precaución de aseguradas<br />

para que no se caigan con los movimientos del barco, y procurando<br />

además que no se mojen al embarcadas ó desembarcadas.<br />

Transporte desde los almacenes.-Resta hablar del pequeIio<br />

transporte desde los almacenes á las obras. Si la pieza es<br />

de pequeÜo volumen y mediano peso, un solo pe(m puede llevada<br />

al hombro: si el volumen y peso aumentan, se necesita un homhre<br />

para cada punta, cargándola lUlOen el hombro derecho y el<br />

otro en el izquierdo, por cuyo medio está como en equilibrio sin necesidad<br />

de sujetada con las manos; si los dos la llevasen en el mismo<br />

hombro tendrían necesidad, no sólo de inclinar el cuerpo hacia el lado<br />

opuesto, sino de sujetar la pieza con las manos; es indispensable<br />

siempre, que los operarios que verifiquen la conducciÜn marchen<br />

á compás.<br />

Cuando una pieza es de peso excesivo, se reunen los hombres que<br />

sean necesarios, y se reparten á lo larg'o de la pieza, de modo que<br />

alternativamente estén uno á la derecha y otro á la izquierda. Es<br />

conveniente, si la distancia es muy larga, que se formen cuadrillas<br />

que puedan alternar, contando COIlque los peones de cada una<br />

tengan estaturas poco diferentes. Para cargar la pieza se principia<br />

por levantar una punta, reuniendo en ella el esfuerzo de todos<br />

los operarios; siendo suficiente después un corto nÚmero para tenerla<br />

levantada, de modo que puede ir el resto á la otra punta, y repartirse<br />

inmediatamente á lo largo de la pieza. Para descargar el<br />

madero se procede en orden inverso.<br />

También pueden llevarse piezas pesadas, pasando por dehajo de<br />

ellas palancas ó harras de hierro, cuyas puntas llevan cogidas los<br />

peones que marchan pareados á uno y otro lado de aquellas.<br />

Por Último, las piezas muy grandes pueden transportarse con 1'0-<br />

IliIIos; para ello se levanta una punta y se coloca dehajo un cilindro; se<br />

hace lo mismo con la otra, y entonces se puede empujar el madero<br />

con las Ínanos en.jel sentido que se desee, teniendo cuidado de colocar<br />

delante un rodillo, antes que la punta posterior llegue á descansar en<br />

el m{JSdelantero; así se logra que constantemente haya dos rodillos<br />

hajo la pieza. Á estos se les puede dar la oblicuidad á prop6sito para<br />

seguir la direceÍ(in que cOIlYenga.


360 ;)61<br />

'ALMACENAJE DE MADERAS.<br />

Conveniencia del almacenaje.-Las maderas cortadas,<br />

troceadas y escuadradas Ó aserradas, no suelen recihir la lahra definitiva<br />

ni ponerse en ohra, inmediatamente después de haber sufrido<br />

aquellas diversas operaciones. En la mayor parte de los casos conviene<br />

que tra.nscurra bastante tiempo para consegnir que las piezas se<br />

sequen y pierdan la savia, que, como ya se ha hecho observar, es una<br />

de las causas principales de su descomposiciÓn ulterior. Al efecto se<br />

acostumbra en los grandes talleres de construceÍón hacer considerables<br />

acopios de madera, que exigen una vigilancia incesante y una<br />

porción de precauciones, de que se dará una ligera idea.<br />

Las circunstancias perjudiciales para la conservación de las maderas,<br />

son: la humedad, sobre todo cuando la acompaÜa el calor; las<br />

altel'l1ativas de sequedad y huÍnedad, y el bochorno ocasionado por<br />

un fuerte calor ó por una corriente de aire demasiado intensa. Las<br />

primeras producen el recalentamiento ó pudrición de las piezas, facilitando<br />

la fermentación de los líquidos que entran en la savia; la<br />

Última determina á veces grietas ó fendas, que casi siempre disminuyen<br />

el valor de las piezas.<br />

Apilamiento.-De ordinario, se apilan las piezas al aire libre,<br />

pero son muy preferibles los almacenes construidos ¡'¡propósito,<br />

Ó á lo menos tinglados provisionales y bastante salientes respecto á<br />

las pilas, para preservadas de la acción de los rayos solares y de las<br />

lluvias. Cada pila está formada de diversos lechos de piezas ([ne se<br />

cruzan; la primera capa descansa en dados de<br />

IJiedra alo-o o elevados<br />

sobre el suelo, y las dem¡'¡s se hallan separadas entre si por durmientesó<br />

marranos bastante gruesos para que el contacto no se verifique<br />

en ningÚn punto, y para que queden claros su!icientes p~r<br />

los que el aire pueda circular con libertad.<br />

Se colocan, en lo posible, los tinglados en sitios JJÍenventilados y<br />

resguardados al mismo tiempo de la acción del sol y de los vientos<br />

reinantes, pues éstos, además del bochorno ({ue producen, pudieran<br />

impeler la lluvia bajo los cohertizos. Se tiene cuidado, en fin, de l'e-<br />

mover ias pilas de cuando en cuando, camhiando de lugar las piezas<br />

v á veces las pilas enteras. No se puede prescindir de esta operaciÓn<br />

;lesde el momento en que se observe por el olor ácido y acre que se<br />

suele manifestar en los almacenes, ó por el calor del aire amhiente,<br />

que se inicia el recalentamiento. No debe prescindirse, cuando se<br />

remuevan las pilas, de separar las piezas que presenten indicios de<br />

aquella enfermedad ó de carcoma, y de reponer los marranos que no<br />

estén sanos, á fin de impedir la propagación delmaI.<br />

Condiciones á que deben satisfacer los edificios destinados<br />

á almacenes.-Los almacenes han de tener colocadas<br />

las puertas en los extremos de sn mayor dimensión, para que no sea<br />

preciso dar la vuelta á las piezas antes de que lleguen á su sitio, lo<br />

que sería difícil si fuesen muy largas. Para apilar las piezas grandes<br />

en los almacenes, se emplean cabrias ó polipastos, que se sujetan<br />

á las vigas de los pisos superiores ó de las armaduras; por consiguiente,<br />

deben calcularse las dimensiones de aquellas, de suerte que<br />

puedan resistir á los esfuerzos á que han de estar sometidas.<br />

Cuando los almacenes tienen varios pisos, se hacen las pilas de<br />

madera algo menos elevadas que en el caso contl'ario, para no car-<br />

O'al ' demasiado la vi o'uería de suelos , ' ordinariamente éstos no se foro<br />

'O ~<br />

jan para que el aire circule con más liJJertad. Las piezas mayores se<br />

apilan siempre en los pisos inferiores. Las ventanas, que no necesitan<br />

vidrieras, se abren ó se cierran, segun las estaciones y la dirección<br />

del viento, y segÚn convenga ventilar las piezas ó resguardadas<br />

del hochorno, de la lluvia, de las nieblas ó de los ardores<br />

del soI.<br />

Si los almacenes no tienen más que planta baja, es indispensable<br />

que además de las ventanas abiertas en los muros, se dispongan en<br />

la cubierta lumbreras y chimeneas que sirvan de ventiladores, y puedan<br />

abrirse ó cerrarse á voluntad. El suelo de un almacén ha de estar<br />

más elevado;que el terreno; conviene enlosado ó adoquinado, y<br />

mejor aÚn cubrido con Üna capa de bastante espesor de hormigÓn Ó<br />

de hetÚn asfáltico ó hidrMugo, para impeclir el acceso de la humedacl:<br />

nunca se debe entarimar, porque las tahlas y los ristreles se pudrirían<br />

pronto y comunicarían la descomposicÍfjn á las maderas almacenadas.


362 363<br />

OTROS MATERIALES VEGETALES.<br />

Terminado el importante estudio de las maderas, hay que consagrar<br />

algunas líneas á reseiiar otros materiales de origen vegetal en<br />

su totalidad ó en alguno de sus elementos esenciales, que si no de .<br />

un uso tan frecuente como las maderas, no dejan de emplearse en<br />

las construcciones. Se darán, pues, á conocer: L°, los callizos, ramajes<br />

y tepes; 2:, las cuerdas, y 5:, las gomas, 1'esinasy otros productos<br />

que, como el caucho y la gutapercha, fluyen de incisiones hechas<br />

en ciertas plantas.<br />

CAÑfZOS, RAMAJES Y TEPES.<br />

Los caJiizos Y los materiales de ramaje se emplean á menudo en<br />

revestimientos y defensas de escarpas y márgenes, en trabajos de<br />

consolidaciL\n de terrenos y en multitud de otras obras civiles, apart.e<br />

de la importancia suma que tienen en las de fortificación. Las<br />

pl'Opiedades especiales que caracterizan ir estos materiales, son:<br />

1. a, arraigarse y adherirse fácilmente á las partes de las orillas ó<br />

márgenes existentes; 2", pleg'arse, por la flexibilidad de sus elementas,<br />

á todas las desigualdades y ondulaciones del terreno en<br />

qlH~se asientan, repartiéndose así las cargas superiores de un modo<br />

conveniente; 5." que por las variaciones de su peso específico, pueden<br />

flotar durante los primeros periodos de ejecución, y sumergirse<br />

desput.s sin dificultad por el peso de las partes superiores; 4.a, dejar<br />

una multitud de salidas al agua por sus intersticios, deteniendo al<br />

mismo tiempo, como en un filtro, las materias que aqueJIa conduce<br />

en suspensÜ'm, las cuales sirven para consolidar la obra; 5.", ..,er, á<br />

volumen igual, mucho más económicos (pIe cualquiera otra especie<br />

de materiales. En cnanto á la elección que debe hacerse entre los que<br />

se vau Údescrihir, depende de una porcil'll1de eircunstandas relati-<br />

ras a la clase de obra que se trate de ejecutar, á su situación, a los<br />

medios disponibles y al caracter provisional ó permanente que tenga:<br />

en todo caso cOl1YendrÚ hacer con ellos experimentos preliminares y<br />

tomar las precauciones adecuadas para asegurar un completo éxito.<br />

CANIZOS.<br />

Los caJiizos ó revestimientos de caJias se componen de una capa de<br />

caÜas ó de paja encaÜutada de unos Om,05 de espesor, puesta longitudinahllente<br />

sobre la superficie que se ha de revestir, en sentido de<br />

su línea de mÚXima pendiente, como se ve en la figura i 67: se sujeta<br />

al terreno con unas ligaduras compuestas de haces retorcidos de la<br />

misma paja, del grueso del brazo, que atraviesan perpendicularmente<br />

la capa, formando líneas transversales distantes entre sí de Om,15<br />

á Om,20 y que desplH~sde haber abrazado una extensión de Om,'25<br />

á Om,;:;Ode longitud horizontal, penetran en el terreno hasta Om,15<br />

Ó Om,20 de profundidad. La introducción se hace con una especie de<br />

horquilla (fig. 168), con la qUA se comprimen las ligaduras lo que<br />

sea necesano.<br />

Estos caÜizos son muy haratos y de conservación fácil, pero que<br />

debe ser continua, porque atravesando el agua la superficie del revestimiento,<br />

moja y ahlanda el terreno que cubre, afIoja las ligaduras<br />

y destruye la construcción. Su duración llega á ser de cerca<br />

(le Ullaño, cuando sólo están expuestos a la acción de las olas del mal';<br />

pero resisten menos si están sometidos á las riadas.<br />

MATERIALES DE RAMAJE.<br />

Zarzos.-El zarzo (lig. 169) es un tejido que se forma colocando<br />

verti(:alment.e una líÚea de piquetes clavados en el terreno con una<br />

ec[uidistancia de Om,50 á Om,40, alrededor de los cuales se van entrelazanc10<br />

tallos flexibles qne se aprietan unos contra otros, teniendo<br />

al mismo tiempo cuidado de que se crucen las uuiones de ramas<br />

en filas consecutivas: las cahezas de los piquetes son más gruesas<br />

que el resto para impedir ([ue se salga el ramaje y se deshagan los


36~<br />

zarzas. .Éstos pueden colocarse por capas sohre el terreno naturai,<br />

sujetandolos con piquetes que los atraviesen, ó aplicarse á las superficies<br />

que se hayan de revestir, clavandolos en el terreno por la punta<br />

que tienen aguzada, y asegurándolos además con otros piquetes.<br />

Faginas.-Las faginas son haces de ramas de árboles jóvenes,<br />

cortadas poco después de la caída de la hoja, a menos que se quiera<br />

que vegeten en el sitio que se coloquen, y reunidas por ligaduras de<br />

mimbre ó ramas flexibles de sauce: se preparan en dos caballetes,<br />

como el de la figura 170, formados cada uno de dos gruesos piquetes<br />

hincados en el suelo, cruzados y sujetos por arriba; las ramas se<br />

ponen con las partes más gruesas hacia un extremo y las más delgadas<br />

ó puntas hacia el otro, formando así una figura próximamente cónica;<br />

después se aprieta el haz con una cuerda ó braga, por medio de<br />

p


3GIj<br />

TEPES.<br />

En muchas obras de defensa y reresLimienLo se emplean los te}les,<br />

'llte son unas especies de adobes, de ligura prismáLica, generalmente<br />

de base cuadra/la, 'lue se sacan de la capa superior de los marjales,<br />

y que están cnbiertos, por lo comÚn, de césped Ú otra hierba análoga;<br />

su resistencia es IJastante grande Úcausa de la cohesión y adherencia<br />

de la tierra con las raiees que tiene entrelazadas. Para'extraer<br />

los tepes, una vez elegido el terreno á propósito, se siega la hierba<br />

á raíz, y se marcan con cuerdas las dimensiones que se les quiere<br />

dar; después se van cortando en sentido vertical con palas, y po\' Último,<br />

se introducen éstas horizontalmente por debajo para separarlos<br />

y levantados.<br />

CUERDAS.<br />

Aplicaciones.-Las cuerdas se emplean elllas construcciones,<br />

COIllOmedio auxiliar de ejecuciun. Sinen, en efecto, segÚn sns clases<br />

y circunstancias, para marcar alineaciones en los replanteos de<br />

obras; para plomadas; para aumentar la adherencia de los morteros<br />

y maderas, envolviendo á estas; para sujetar las piezas de los andamiajes;<br />

para embrag'ar y levantar materiales; como partes integrantes<br />

de cabria s y tornos; etc., ete.<br />

Substancias con que se hacen las cuerdas.-Las cuerdas<br />

pueden formarse con diferentes materias textiles, como cáÜamo, lino,<br />

seda, algodón, coco, abacá, esparto, pita r otras; pero Únicamente<br />

se hahlará en lo que sigue de las de cáliamo, que, por su mayor re-<br />

~istencia y flexibidad, son preferidas en las construcciones á las denÜs,<br />

que son muy débiles ó muy costosas. Las de espa1'to se emplean<br />

tambien algunas veces: de este material son las tamizas, que se<br />

us:m para envolver las maderas.<br />

Preparación del cáfiamo.-El cáliamo se saca del liber de<br />

h planta del mismo nombre, que está compuesto de una porción de<br />

Mi,<br />

lihras longitudillales, cubiertas de una corLeza rerde y aspera. Su<br />

cosecha se recoge en el mes de Agosto, arrancando las matas y formando<br />

hacecillos que se extienden al sol hasta que se seca la cásca-<br />

1'a Ó corteza; entonces se machacan con piedras ó se resquebrajall<br />

con la mano, r se colocall en depósitos llenos de agua, mejor corriellte<br />

que estancada, sujetándolos con piedras para que se manLellgall<br />

sumergidos, y dando asÍlugar á que se pudran las partes que unen las<br />

libras, y á que éstas se suavicell y afilien al mismo tiempo. La operación<br />

se llama cucer el cáÜamo;después de concluida se sacan los<br />

haces, se ponen á secar al sol, y luego se espaclan (1) para que, desprendiéndose<br />

las cortezas, queden sueltos los filamenLos: en esLadisposición<br />

se guarda el cáÜamo hasLa que se usa, teniendo entonces<br />

necesidad de una preparación, que consiste en rast¡'illaJ'loó peinado<br />

con un pequeiio rastrillo, cuyas pÚas son de acero. Seg'un que esta<br />

operación se verifique una, dos ó tres veces, se obtiene caiiamo de<br />

tercera, segunda ó primera clase; el residuo que queda en el rastrillo<br />

constituye la estopa. Los mejores cáÜamos se cogen en EspaÜa,<br />

Uusia, Suiza y Alsacia; los más apreciados en EspaÜa se crían en la<br />

vega de Granada.<br />

Las cuerdas del comercio esLán hechas de cáiiamo, despojado sólo<br />

de la estopa, y aun no de toda algunas veces, para aprovechado más;<br />

pero las cuerdas que han de utilizarse en trabajos delicados, ó las<br />

que con poco grueso han de sufrir grandes tensiones, dehen hacerse<br />

con cáÜamo de primera clase.<br />

El cáÜamo se hila al torno, que muere un operario por medio de<br />

un manubrio, mientras que otro se 1Jonela madeja arrollada al cuerpo;<br />

y después de unir un mechón al carrete del torno, va tirando<br />

del cáÜamo con más ó menos viveza, segÚn exija la velocidad con que<br />

gire la rueda.<br />

Filástica.-Un largo mechón de cáÜamo torcido se llama filás-<br />

Úca: exceptuando muy pocos casos, la torsión de ésta es de derecha<br />

á izquierda. Si la torcedura es mucha, adquiere la filástica una fuerza<br />

grande de elastici,dad que tiende á destorcerla; de modo que, jun-<br />

("1 Se entiende por espadal' el cáñamo, macerarlo con un instrumento<br />

de madera llamado espadilla, que se compone de una tabla de unos Om,4.0<br />

de largo y de 0111,07á Om,10de ancho, con uno ó dos filos.


368<br />

tando dos ó más de ellas, y dejando obrar la elasticidad, cada uIJa<br />

se destorcerá arrollándose en la otra, y formarán hilos de diferentes<br />

gruesos y denominaciones. La unión de dos filásticas mU~Tdelgadas<br />

constituye lo que se llama vulgarmente bramante, tramilla, etc.,<br />

que aparece torcida al reves de la filástica,<br />

derecha.<br />

es decir, ele izquierda á<br />

Ramales, cabos y cables.-Juntando tres ó más filásticas,<br />

como en el caso anterior, se preparan los llamados ramales ó cordones.<br />

Si se aumenta la torsión de varios cordones, se unen como las<br />

filásticas, y se deja obrar su elasticidad, se enroscará cada uno de<br />

ellos en los demás, y se formará la cuerda ó cabo: es claro que el<br />

cabo está torcido al revés que el ramal y en el mismo<br />

filástica.<br />

sentido que la<br />

Cuando el cabo tiene l1iás de 5 pulgadas de circunferencia, Ü de<br />

mena (i), y está hecho con tres ramales, se llama gltindaleza; si tiene<br />

más, se denomina [/uz:nrlalezade cuatro, cinco ó más ramales, ó guindaleza<br />

acalabrotada. Si se aumenta ia torsión de varios cahos, y se<br />

unen, como se ha dicho respecto de los ramales, resulta otra cuerda<br />

que toma, según su grueso, el nombre de cable ó calabrote, cuya<br />

torsión es al revés que la de las guindalezas.<br />

Claro es que las filásticas para estas ÚlLimasclases han de ser más<br />

gruesas que las destinadas al bramante, aunt[ue no deben pasar de<br />

tres ó cuatro lineas de circunferencia, porque de otro mo(lo se obtendrían<br />

cuerdas poco resistentes, pues dependiendo la fuerza de éstas<br />

de la torsión de aquellas, seria inevitable que en el interior quedasen<br />

filamentos sin torcer, en los que se enroscaría, por decido así,<br />

la capa exterior, resultando que linos tendrían<br />

desigual resistencia que otros.<br />

diferente tensión y.<br />

Clasificación.-Las cuerdas con relación á sus gruesos toman<br />

los nombres siguientes (2): se llaman betas cuando tienen menos de<br />

5 pulgadas de mena; guindalezas, cuando tienen de 5 á i i; calabrotes,<br />

cuando miden de 6 á i i, Y están torcidos al revés que las J¡etas y<br />

(1) Esta dimensión y las demás qne luego se citan, están referidas á las<br />

antiguas nnidades francesas.<br />

(2) EIl esta clasificación se prescinde de los variadísirnos nombres que<br />

se dan á las cuerdas ó jarcias en la marina.<br />

31ig<br />

las guindalezas; cables, cuando tienen de 11 á 32, Y estan torcidos<br />

en el mismo sentido que los calabrotes. Sin embargo, no dehe atribuirse<br />

un rigor absoluto á esta clasificación, pues en la práctica es<br />

muy comÚnllamar cables á todas las cuerdas que sirven para elevar<br />

pesos de alguna consideración.<br />

cisión en las denominaciones.<br />

En la marina suele haber mayor pre-<br />

Fabricación.-Se ha indicado que para hacer las cuerdas se<br />

torcían bien los cordones, y unilmdolos por sus extremos se dejaba<br />

obrar la elasticidad á fin de que se arrollasen unos en otros: esto exige<br />

ciertas precauciones para que no se tuerzan los ramales con desigualdad.<br />

Con tal objeto, se cogen las filasticas que han de componer el ramal,<br />

se aseguran por uno de sus extremos á lUlOde los carretes del<br />

torno, y por el otro se une!! al gancho de un carretón á propósito, de<br />

cuatro ruedas, apoyando de distanciaen distancia las filásticas en banquillos<br />

Ücaballetes: en seguida se da vuelta á la rueda, y empiezan á<br />

eolcharse (1) Y á formal' el ramal, que, segun aumenta la torsión, va<br />

disminuyendo en longitud, y, por consiguiente, se aproxima elcarretón,<br />

que debe tener la suficiente movilidad. Concluída la torsión, se<br />

lía el ramal á un grueso carrete; se amarra con filástica; se saca del<br />

carrete, y quedan hechos los rollos que se expenden en el comercio.<br />

De un modo análogo se procede para colchar los cabos y cahles.<br />

El grado de torsión que se ha de dar á los cabos no es indiferente:<br />

se había creído que mientras más torcidos estuv iesen, tendrían<br />

mayor resistencia; pero la experiencia ha demostrado el error: si estÚn<br />

muy colchados, se quebrantan las fibras del cMiamo; y si lo están<br />

poco, quedan muy flojos, bay poco roce entre aquellas y reshalan<br />

eon facilidad. Por esta razón á la filástica se le da Únicamente la c(jl-<br />

,<br />

ehadura necesaria para que no se rompan sus filamentos; la de los ramales,<br />

segl1n el resultado de muchos experimentos hechos, dehe ser<br />

i<br />

la adecuada para que se acorte su longitud en 4' y la de los cabos<br />

( . . i. i<br />

II e Je prod ucu' un acortanuen to de"4 a<br />

5"<br />

Cuando las cuerdas son de más de cuatro ramales, se unen éstos<br />

(1) Eu cordelería se usa la palabra colchar como sinónima de torcer.<br />

2


370<br />

con imperfección, dejando un claro en el centro que impide se apoyen<br />

bien unos en otros, de lo que resulta siempre que alguno se coioca<br />

naturalmente en el centro, torciéndose por si solo, mientras los<br />

demás quedan enroscados en él: la cuerda hecha de este modo seria<br />

mala, porque el eje sustentaría sólo el peso ó esfuerzo, y no tendría<br />

buenas conrliciones de resistencia. Para remediar este defecto, los<br />

cordeleros acostumbran poner en el centro un ramal, llamado alma,<br />

al que se arrollan los demás, lo que tiene la ventaja de aumentar la<br />

fuerza de la cuerda, sin que crezca proporcionalmente su grueso; el<br />

alma tiene, por lo general, el mismo diámetro que los demás ramales.<br />

En lugar del cordón central se ha puesto algunas veces una alma de<br />

Iilástica de su mismo grueso, muy poco colchada; pero esto presenta<br />

elinconveniente de que por su propia flojedad la filástica absorbe agua,<br />

y la conserva mucho tiempo, por no estar inmediatamente expuesta<br />

al aire, siendo causa de que se pudran,<br />

males.<br />

tanto ella como los ra-<br />

Cuerdas embreadas.-Las cuerdas pueden §cr blancas y negras<br />

ó embreadas; todo lo que precede se refiere Úlas primeras:<br />

neO"ras ó embreadas se hacen del mismo modo<br />

las<br />

( v<br />

IUC las blancas, sin<br />

más diferencia que untar de brea ó alquitrán las filásticas, antes de<br />

formar los ramales, ó bien untar las cuerdas después de hechas. Ya<br />

sea de uno Ú otro modo, la operación se ha(~e metiéndolas en un caldero<br />

de alt[uitráll caliente, y pasándolas luego por agujeros practicados<br />

en una tabla, con objeto de cxprimirlas y quitar el exceso de liquido.<br />

El alquitrán tiene por objeto resguardar las cuerdas de la intemperie;<br />

pero no se logra enteramente, poi'que al cabo de poco tiempo<br />

pierden el bailo exterior. Los numerosos experimentos efectuados<br />

hasta el día, demuestran que las cuerdas embreadas ofrecen los siguientes<br />

incon venientes ~'especto á las blancas: 1.0, que el alquitrán<br />

destruye las fibras de las cnerdas y las inutiliza, ya se usen en parajes<br />

secos ó se conserven en almacenes; 2. o, que expuestas á las alternativas<br />

y variaciones del tiempo, duran menos que las hlancas; ::;.o,<br />

que se acen tÚa considerablemente su rigidez con el frío; 4.0, que<br />

con el alquitrán aumentan mucho de peso y de volumen; 5:, que<br />

como las puntas de las fibras del cáÜamo se quedan muy pegadas,<br />

los fabricantes validos de esta circunstancia, pueden emplear peor<br />

material. Á pesar de todo lo expuesto, es preciso embrear las<br />

3,\<br />

cuerdas cuando han de estar sometidas á la acción del agua y del aire<br />

hÚmedo y salitroso del mar, que inmediatamente las destruyen: esta<br />

es la razón de que la marina use siempre jarcias negras.<br />

Cuerdas forradas.-Cuando las cuerdas han de emplearse en<br />

seco, y se las quiere preservar de la influencia atmosférica, al mismo<br />

tiempo que de los roces que pudieran destruirlas, se forran con<br />

cuero de vaea remojado y hien cosido eonhramante.<br />

Cuerdas planas.-Se da este nombre á las formadas por varios<br />

cordones no colehados, sino yuxtapuestos y sujetos por ligaduras,<br />

constituyendo como una faja plana. Se usan en minería ~ara<br />

que, á pesar de sus considerables longitudes, no abulten demasIado<br />

cuando se arrollan en los tornos.<br />

Se componen regularmente de 4 ó Gcordones, y á cada lUlOse da<br />

1 1<br />

el grueso correspondiente al :4 ó (; de la carga total que haya de sos-<br />

tener la cuerda.<br />

Condiciones á que han de satisfacer las cuerdas.-<br />

Para que las cuerdas sean huenas, han de satisfacer á varias cond~ciones<br />

de calidad y construcción, que exigen se haga lUl reconOCImiento<br />

preliminar de ellas y de su resistencia. Para pr~ceder con<br />

orden se tomá un pedazo de la cuerda que se ha de exanunar, y se<br />

determina su longitud; se destuerce y se mide nuevamente para ver<br />

si está bastante torcida. Se observa si tiene un olor bueno y que no<br />

acuse vestigio de humedad; si su color es el natural del cáÜamo sin<br />

estar manchado, cuyo color puede ser por orden de hondad, argentino,<br />

gris-perla, verdoso ó amarillo, advirtiendo que se reconoce si es<br />

falso, frotando con un trapo blanco mojado. Debe exigirse que , la cuerda<br />

presente en sus extremos pocas puntas de las fibras del cañamo, porque<br />

es prueha de que éste tiene huena longitud. Se ve si los rama!es<br />

son lisos y de grueso UI)Íforme; si la torsión es igual, y en el sentIdo<br />

conveniente; y por último, si la cuerda es dura y flexihle, lo que<br />

probará que la torsi9n de la filástica está bien proporcionada<br />

los ramales y la de éstos á la de la cuerda.<br />

á la de<br />

Las cuerdas se ensayan también, reconociendo si presentan la resistencia<br />

correspondiente á sus dimensiones, detalles que se pasan por<br />

alto, pudiendo, sin embargo, consultarse el estado que va al final de<br />

este articulo, que contiene datos curiosos acerca de las cargas lIue


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CUERDAS POCO COLCHADAS. CUEHUAS CON COLCHADUltA J


:)74<br />

GOMAS, RESINAS Y OTROS PRODUCTOS,<br />

Clasificación.-Las substancias que, por medio de incisiones,<br />

fluyen del tallo de ciertas plantas, son de naturaleza diversa: algunas,<br />

como el alcanfor, son verdaderos aceites esenciales; otras, como<br />

las gomas, tienen una consistencia lJlanda, son más ó menos soluhles<br />

en el agua é insoluhles en el alcohol; otras, que reciben el nombre<br />

de resinas, son, por el contrario, insolubles en el aaua y<br />

C1 . solulJles en<br />

el alcohol; por Último, hay algunas que no son más que carhuros de<br />

hidrógeno sólidos, como el caucho y la gutapercha. Se dir~n IJreves<br />

palahras acerca de todas ellas, prescindiendo de los aceites esenciales,<br />

que no tienen gran importancia para el constructor.<br />

GOMAS.<br />

Principios que contienen.-Las ,gomas son substancias heterogéneas.<br />

que resultan de la unión, en proporciones varialJles, de<br />

los tres principios siguientes:<br />

1. o La arabina, hase de la goma al'ábiga,que fluye de varias especies<br />

de acacias y proviene de la Arahia: es completamente soluble<br />

en el agua.<br />

2. o<br />

La cerasina. La gonw comÚn, llamada tamhién del pais y berberisca,<br />

trasuda de varios árboles frutales, durante la madurez de sus<br />

frutos, como del ciruelo, del cerezo y de otros. Esta g'oma, tratada<br />

por el agua, se divide en dos partes: una cIue'se disuelve y otra que<br />

no hace más que desleirse; la primera es la arahina . Yla seaunda ü la<br />

cerasina. Esta no es sino una modificación isomérica de aquella; una<br />

ehullición prolongada la convierte en arabina.<br />

5. o<br />

La basorina (\ draganlina, que es la parte insolnble de la go;ma<br />

tra,gacantoó alr¡uitim, que trasuda de varias especies de astraga-<br />

1us, árboles que se cultivan principalmente en Siria y Creta (1). La<br />

parte soluble de esta misma goma es la arahina.<br />

(-1) La alquitira se extrae también de otros vegetales, entre los cuales<br />

merece especial men~ió[1 el granévano, que abunda en la Mancha.<br />

375<br />

Propiedades.-Las gomas son substancias neutras, en las que<br />

el oxigeno y el hidrógeno entran en la misma proporción que en el<br />

agua. Sometidas á la acción del ácido nítrico dan ácido oxálico, C~H204,<br />

Y un precipitado blanco,<br />

mado ácido mÚcico.<br />

pulverulento, característico, que se ha lla-<br />

Las gomas se emplean en farmacia, pero su principal aplicación en<br />

ingeniería la reciben como materias que determinan la adherencia<br />

con otras. En el comercio hay muchas resinas que se denominan impropiamente<br />

gomas, como la goma copal, la goma laca, etc.<br />

RESINAS.<br />

Propiedades generales.-Las resinas se distinguen de las<br />

gomas por su aspecto, su insolubilidad en el agua y su composición.<br />

Las resinas son, en efecto, suhstancias sohrehidrogenadas, combustibles,<br />

nítrico.<br />

y que no dan ácido mÚcico cuando se las trata por el<br />

Clasificación.-Se dividirán las resinas en tres grupos: resinas<br />

propiamente clichas, que son las resinas puras; !]omol'resinas, ó sean<br />

las anteriores, mezcladas con productos de naturaleza gomosa; y<br />

óleo-res'';nas,l1'enwntinas Ó bálsamos, que son resinas que conservan<br />

mucha cantidad del aceite esencial en que se encuentran disueltas en<br />

los veaetales C1 Y se ll1llan en un estado semilílIuido. Sin embargo, la<br />

denominación de hálsamos se aplica con preferencia á los productos<br />

resinosos que encierran<br />

suave y agradable.<br />

ácido henzQico y un aceite esencial de olor<br />

RESINAS PROPIAMENTE DICHAS.<br />

Resinas del pino.-Las resinas más importantes son las que<br />

proceden del pino. Haciendo incisiones algo profundas en el pino silvestee,<br />

se ohtiene un líquido viscoso, que es la óleo-resina llamada<br />

tl'ementina. Esta se recoge en artesas de madera ó en hoyos practicados<br />

al pie del árbol, separándola después de la tierra y trozos de pino<br />

que contiene, ya poniéndola al sol en toneles agujereados, encima de<br />

otros que no lo estén, ya fundiéndola y colándola á través de capas de


paja.<br />

376<br />

Sometida la trementina á la destilación, se separa una substancia<br />

líquida, la esencia ó espíritu de trementina,llamada tamhién aguarrás<br />

(1), muy empleada en la preparación de barnices; y otra sólida,<br />

inodora, rojiza, transparente y muy soluble en el alcohol y el éter,<br />

que es la resina llamada colofonia ó pe::; griega, que tiene grandes<br />

aplicaciones en las artes. La colofonia se compone de tres principios<br />

ácidos poco enérgicos: el ácido pínl:co,el pimárico y el silvico, que se<br />

consideran como estados isoméricos de un mismo cuerpo.<br />

La resina comÚn difiere muy poco de la eolofonia, y se obtiene<br />

cuando, en vez de recoger ésta en el momento que cesa el desprendimiento<br />

de vapores de aceite esencial, se la vierte hirviendo en un touel<br />

de madera, removiéndola fuertemente con 10 por 100 de agua.<br />

El producto que resulta encierra agua combinada, es opaco y menos<br />

frágil que la colofonia, y en el alcohol sólo se disuelve la tercera<br />

parte de su peso. Esta resina, mezclada con azufre y sebo, forma<br />

una materia muy á propósito para calafatea!' los buques; sirve también<br />

para la preparación de un betÚn de fontanero, que se obtiene<br />

fundiendo una parte en peso de resina con dos de ladrillo muy lJien<br />

pulverizado. Con esta y otras resinas puede fabricarse un gas de<br />

alumbrado,<br />

coste.<br />

de excelente calidad, que no se usa por lo elevado de sn<br />

Otras resinas de alguna importancia.-Entt'e las demás<br />

resinas propiamente dichas, se citarán:<br />

l. o<br />

La almáciga, que fluye por incisiones que se practican en el<br />

pistacia lentisclls,alfóncigo que crece en la isla de Chío. Su aspecto<br />

es semejante al de la semeláraca,de {llle en seguida se hahlará,<br />

usa para la preparación de l)arnÍces. Llámase también másticis.<br />

y se<br />

2: La sandáraca ó grasilla, procedente del arbusto t/utia articulata,<br />

(1ue se cría en Berbet'Ía: tiene un color amarillo cetrino; se emplea<br />

en la fabricación de barnices, y su polvo se usa en los escritorios<br />

para impedir que la tinta se extienda sobre el papel, cuya superficie<br />

se ha raspado.<br />

5: La resina copal, llamada impropiamente gOllla IJopaL Se divide<br />

en dos especies: una que se conoce en el comercio con este Úl-<br />

(1) El aguarrás tiene por fórmula CIOHIG.Algunos autores la cscriben<br />

Cloflu (H2), y cousidcrau {¡ aquel cuerpo como un bihidruro de cimcna.<br />

timo nomhre,<br />

'}""" u"<br />

y otra con el de anime: la primera procede principalmente<br />

de la India, y la segunda de la América del Sur; se extraen<br />

del hymenwa velTucosa Ó del cltrbaril, y son casi insolubles en<br />

el alcohol frío: su color es blanco-amarillento ó amarillo-rojizo. La<br />

copal, pulverizada y conservada en una estufa, absorbe oxígeno,<br />

pierde carbono y se hace soluble eu el alcohol y el éter: se saca partido<br />

de esta propiedad para la preparación de ciertos barnices.<br />

4: La laca llamada también impropiamente goma laca; fluye de<br />

varios árboles de la India por la picadura de la hemhra de un insecto<br />

hemíptero, el coecus lacca, parecido á la cochinilla, que le comunica<br />

el colo!' rojo. La laca entra en la composición de varios harnices<br />

y betunes, sirve para pegar los objetos de barro y loza, y tiene otras<br />

muchas aplicaciones.<br />

5. o<br />

La sangre de drago, resina que se extrae de varios vegetales,<br />

qne crecen en paises cálidos, como los géneros ealamas, clracama y<br />

pteroearpus. Tiene siempre lUl color rojo más 6 menos vivo y se emplea<br />

en la fabricación de bal'l1ices y como substancia colorante.<br />

ti. o<br />

La resina elemi, llamada también goma elemi ó de limón; se<br />

compone de varias resinas amarillas y odoriferas, que provienen de<br />

la familia de ]as bltrst'J'tÍceas, que viven en la América meridional.<br />

GOMORRESINAS.<br />

Cnéntanse entre ellas, la goma alnoniaco, el asa /etida, el incienso,<br />

la miri'íl, la glttagamba, etc., pero s610 se dirá algo de la Última.<br />

Gutagamba.-La glttagamba se obtiene por incisiones, ó hien<br />

tronchando las hojas y hotones de la ,garcinia cambogia, la stalagmites<br />

cambogioides, la esula indica y otras plantas, y recogiendo el zumo<br />

que destilan: dichos vegetales se crían en la isla de Ceilán y en<br />

otras localidades. La gutagamha contiene 30 partes de resina amarilla,<br />

i 9 de goma y llna cortisima cantidad de otras substancias. Es<br />

soluble en elalcohol, al que da una coloración roja; su disolución amoniacal,<br />

origina precipitados de diversos colores, segun los reactivos<br />

que se emplean. La guta se utiliza mucho en pintura, sobre 10(10para<br />

min iatnras y acuarelas; se usa también para colol'Ír varios hal'l1ices.


378<br />

ÓLEO-RESI NAS.<br />

Trementina.-La más importante de las óleo-resinas es la trementina<br />

orllinaria, cuyo origen y extracción se han explicado ya.<br />

Después de separada la trementina, siempre quedan gotas adheridas<br />

al tronco ó en los hoyos donde se recoge: por la acción del calor<br />

solar van perdiendo el aceite esencial y se solidifican, constituyendo<br />

en este estado la ¡"esinade pino ó galipoclio. Esta resina purificada,<br />

fundiéndola en el agua y filtrándola por unas capas de paja, da lugar<br />

á la pez de Borgolia, blanca ó ntbia, que tiene muchos usos en<br />

las artes.<br />

La trementina es la base de varios productos importantes, entre<br />

los que se citarán la pez negra, el alquitrán vegetal y la brea. Quemando<br />

en un montón ó en un horno particular, los fiJlros de paja<br />

que sirvieron para purificar la trementina ó la resina de pino, y las<br />

astillas provenientes de los cortes hechos en los árboles para dar salida<br />

á la trementina, se va fundiendo la resina que quedó adherida.<br />

Si se mezcla con carbón y se la hace pasar á una caldera con agua<br />

para que hierva y tome consistencia, se obtiene la pez negra, cuyos<br />

usos y propiedades son bien conocidos.<br />

Quemando los pinos cnando ya no dan más trementina, resulta<br />

una nueva cantidad de resina carboni;;ada en parte y mezclada con<br />

carbón, que se expende con el nombre de alquitrán, que es una materia<br />

liquida muy espesa, de color pardo negruzco, semitransparente,<br />

de olor muy desagradable, que hierve con facilidad y acaba<br />

por transformarse en pez negra. Arde con llama fuliginosa, en<br />

medio de la que se ven elevarse burbujas inflamadas. El alquitrán<br />

sirve para empegar las jarcias y cascos de los buques, así como en muchas<br />

ocasiones las maderas, las tejas y otros materiales de constrncción.<br />

El alquitrán mezclado con pez negra forma la lwea, que se difel'encÍa<br />

de aquel en que es más consistente y completamente negra.<br />

Se usa en el calafateo de los buques, y sustituye al alquitrán en casi<br />

todas sus aplicaciones.<br />

En el Norte de Europa se preIJere á todos los alquitranes, el extraído<br />

del pino de Escocia: en Espal1a es muy estimado el procedente del<br />

pino salgareiio de la provincia de .Jaén (pinus laricio), conocido allí<br />

379<br />

eon el nombre de alqllitJ'{ln dulce, para distinguirlo del amargo que<br />

dan otros pinos.<br />

CAUCHO Ó GOMA ELAsTICA.<br />

Procedencia ó preparación.-El caucho ó goma elástica,<br />

contenido en el zumo lechoso de muchos vegetales, se presenta en<br />

forma de globulillos en suspensión en un liquido acuoso, del mismo<br />

modo que lo están los glóbulos grasos en la leche. La mayor parte<br />

del caucho viene de la América del Sur y de Java; los arboles qne<br />

la 'producen son el sip/wnia cahucha y el ticus elástica. La savia lechosa<br />

de estos árboles contiene cerca de un 50 por 100 de caucho:<br />

abandonada á sí misma, los glóbulos de goma elástica suben á la superficie,<br />

porque son más ligeros que el agua, y forman una crema<br />

viscosa. Esta separación se hace más facilmente si se aumenta la<br />

densidad del agua añadiéndole sal comÚn.<br />

Para recoger el caucho se practican incisiones profundas en la parte<br />

baja de las plantas que lo producen, y se recil)e en vasos de barro<br />

el liquido que destila; este liquido, eucerrado en botellas herméticamente<br />

tapadas, se puede transportar y conservar mucho tiempo sin<br />

que sufra alteración sensible. La mayor parte del caucho que se encuentra<br />

en el comercio tiene la forma de peras, lisas ó recubiertas<br />

de dibujos en bueco, y generalmente de color obscuro. Para obtener<br />

estas peras, los indios fabrican con arcilla moldes de aquella forma,<br />

sobre los cuales extienden capas sucesivas de zumo lechoso, que coagulan<br />

al sol, ó más comÚnmente, exponiéndolo a un fuego de ramaje.<br />

Cuando el caucho ha adquirido el espesor conveniente, sumergen<br />

el molde en el agua; ésta deslie la arcilla, que se puede hacer salir<br />

por el gollete en que termina la botella de caucho. El color obscuro de<br />

la suhstancia se dehe á las materias fuliginosas que se depositan durante<br />

la desecación al fuego.<br />

Para obtener el caucho puro, es necesario recurrir al mismo zumo<br />

lechoso; se mezcla éste con 4 veces su peso de agua, y se deja reposar<br />

veinticuatro horas; los glóbulos de goma se reunen en la superficie,<br />

formando una especie de nata, que se saca y se agita en una<br />

nueva cantidad de agua, cuya densidad se aumenta con uu poco de<br />

/


380<br />

sal comÚn y de ácido clorhídrico; después de un tiempo más ó menos<br />

largo, el caucho se reLme otra yez en la superficie, se separa y se sujeta<br />

á nuevas lociones, hasta que el agua no disueha nada. La materia<br />

se comprime en seguida entre dos papeles de filtro y se seca en<br />

el yacía, por medio de la máquina neumática. El caucho así preparado<br />

es una substancia blanca y elástica, que tiene por densidad 0,925.<br />

Contiene próximamente B7,2 partes de carbono por 12,B de hidrógeno,<br />

de suerte que su fórmula cfuímica no se apartará mucho de<br />

C'HI'.<br />

Propiedades y aplicaciones.-Con el caucho en forma<br />

de peras se hacen todas las preparaciones que utiliza hoy día la industria,<br />

empleándose procedimientos mecánicos muy variados, que<br />

no pueden describirse aCIuÍ. La elasticidad del caucho y Sll impermeabilidad<br />

le hacen muy estimado para multitud de objetos de cirugía<br />

y de tocador; se lIsa también con frecuencia en los laboratorios<br />

de química y física; se aplica asimismo con buen éxito para culn'ir<br />

telas y hacerlas iml)erll1eables.<br />

El caucho es duro á UIlabaja temperatura, pero se ablanda mucho<br />

por el calor; á 25° tiene gran flexibilidad. Se funde á 120° Y da entonces<br />

un líquido viscoso que no recobra su estado primitivo sino al<br />

cabo de bastante tiempo; si se sigue calentando ellícIuido, adquiere<br />

más fluidez y queda indefinidamente viscoso, á pesar del enfriamiento.<br />

El caucho fundido y desleído en una pequeÜa cantidad de aceite<br />

graso, se emplea con buen resultado para engrasar las llaves. En contacto<br />

con nn cuerpo en combustión, arde con llama muy fuliginosa.<br />

Si se calienta hasta la destilación, se transforma en muchos aceites<br />

esenciales, más ó menos volÚtiles, que á su vez se modifican por nuevas<br />

destilaciones.<br />

El caucho es insoluble en el agua y en el alcohol; el agua hirviendo<br />

lo ablanda y lo entumece, pero no lo disuelve; el éter, las esencias<br />

y el sulfuro de carbono, por el contrario, lo disuelven fácilmente,<br />

y dan líquidos que depositan, despues de su evaporación espontÚnea,<br />

una capa de caucho, elástica é impermeable, sohre los objetos<br />

que se han mojado con aquellas disoluciones.<br />

Caucho vulcanizado.-EI caucho calentado en contacto COIl<br />

azufre á llna temperatura de 80° á iOO°, ¡'¡sumergido durante algunos<br />

miIlutos en llna mezcla de 40 partes de slllfl1ro de carbono y 1<br />

381<br />

de cloruro de azufre, experimenta modificaciones notahles en sus propiedades<br />

físieas, y sobee todo, en su elasticidad. Así, al paso que el<br />

caucho comÚn es hlallllo á mas de 10° Y<br />

se hace muy duro y que~<br />

hradizo a una temperatura menor, el modificado p,or el azufre" o<br />

uulcaJ/i;;;ado,como se le suele llamar, permanece perfect~mente elastico,<br />

aun expuesto a fríos intensos. El caucho yulcamzado no s~<br />

hace pep;ajoso como el ordinario á una temperatura algo elevada: J<br />

hoy dí; se emplea para multitllC~,de usos, pues se ha ~onsegllld~<br />

dade bastante dureza é inalleralJlhdad l)ara que pueda 1eemplazaI<br />

en sus aplicaciones á la ballena, al asta, a la concha y á otras suhstancias.<br />

GUTAPERCHA.<br />

Propiedades Y aplicaciones.-Se encuentra en e~ comerci?<br />

una materia de origen orgánico, que presenta en sus prolHedades f¡sicas<br />

y lIuÍl1licas mucha analogía con el caucho; ~s.la gUlapcl'c/¡:t,<br />

con la cual se fabrican las correas para las transmlslOl:es de mOVImiento<br />

de las maquinas, y multitud de objetos que necesIl~n u?a gran<br />

solidez acompaIlada de no menor flexibilidad. Esta matena Viene de<br />

la India y de China, y se tiene por seguro que se extrae como la goma<br />

elástica, del zumo de ciertos vegetales. .'<br />

La gutapercha es de color hlanco agrisado, de consistencIa parecIda<br />

Úla del asta y de escasísima elasticidad. Se ablanda y se hace algo<br />

elástica por una elevación de temperatura, rec~brand? ~u dm:eza des~<br />

pues del enfriamiento: esta propiedad la hace a proposlto paI a tamal<br />

impresiones muy delicadas; hoy se emplea la gutapercha en los mol-<br />

desdestinadosá la galvanoplastia. . . ,<br />

Arde como el caueho, con llama hrillante y fuhgmosa. 1


TERCERA SECCIÓN.<br />

383<br />

les metaIicos, de suerte que es lógico principiar por describir, a manera<br />

de introducción, las operaciones que suelen comprender. También<br />

se dara después una idea de las diversas clases de hornos que se<br />

emplean en los trabajos metalÚrgicos.<br />

MATERIALES METÁLICOS. PHEPAHACIóN MECÁNICA DE LOS MINERALtS.<br />

Entre todos los metales que se emplean en la construcción soJJ1'esale<br />

el hierro,', por su importancia extraordinaria. La may;r parte<br />

de . est~ seeClOn se consagrara al estudio de aquel material, cuyas<br />

aplIcacIOnes adquieren de día en día mavordesarrolIo. Aun cuando<br />

p~ra ~l Ingeniero tengan interés más li~itado, algo se habrá de dec~r,<br />

SIl1embargo, de otros metales que, como el cobre, el plomo, el<br />

ZIl1Cyel estaÜo, se emplean también en las obras pÚblicas.<br />

Es raro encontrar los metales en estado nativo; casi siempre hay<br />

(Iue separarIos de los cuerpos con que están combinados, constituyendo<br />

las menas; pero en general estas Últimas se hallan mezcladas<br />

con suh~~ancla~ de composición muy variada, que se llaman gangas.<br />

La reUIllon ~e estas y aquellas da lugar á los mincmles metálicos, que<br />

se extraen du'ectamente de la tierra por explotaciones al descuhierto (\<br />

s~lbterránea~. La j}f etal~trgia es la parte de la Química industrial que<br />

tlene por objeto beneficiar los minerales, es decir, extraer de ellos el<br />

metal que contienen, operación que sólo puede realizarse económicamente<br />

cuando la mena es bastante rica, para que el valor del metal<br />

obtenido com~ense con creces los gastos que su))eneficio exija.<br />

Al tratar de los dIversos metales que se han de estudiar, se empezará<br />

por dar a conocer los principales procedimientos metalÚrgicos que<br />

se usan para su extracción, pero exponiendo tan sólo breves nociones,<br />

pues que su estudio detallado corresponde a los Ingenieros de<br />

Minas.<br />

El beneficio, de los minerales casi nunca puede hacerse directa-<br />

~Iente: es indispensable someterlos á preparaciones previas, cuyo oh-<br />

Jeto es s~parar, en cuanto sea posible, la mena de la ganga. Estas<br />

preparacIOnes son en la esencia las mismas para todos los minera-<br />

MINEHALES DE HIERBa.<br />

Los minerales de hierro han de ser muy ricos en metal para que<br />

su beneficio pueda hacerse en Jmenas condiciones económicas; la ganga<br />

es casi siempre arcillosa, y se.separa fácilmente de la mena, dejando<br />

el mineral expuesto por algunos meses á los agentes atmosféricos,<br />

que poco a poco van desagregando la arcilla. En otras ocasioues,<br />

la separación se efectÚa sometiendo los minerales, en pequeI10s<br />

fragmentos, á la acción de una corriente de agua, en la que se agitan<br />

aquellos, por medio de palas ó ruedas de paletas: el líquido arrastra<br />

la arcilla y se recoge en el fondo la mena casi pura.<br />

OTHOS MINEHALES METÁLICOS.<br />

Otros miuerales metálicos tienen que sufrir preparaciones mucho<br />

más min uciosas, que pueden dividirse en separación y clasificación,<br />

trituración, lavado y torre(acáón ó calcinación. De todas ellas se dirán<br />

breves palabras, advirtiendo que un mismo mineral no exige, en<br />

la mayoría de los casos, que se le someta mas que á algunas de las<br />

operaciones previas indicadas.<br />

Separación y clasificacíón.-Tienen por objeto dividir el<br />

mineral tal como se extrae, en tres partes: una, que por estar compuesta<br />

casi exclusivamente de mella, se lleva desde luego á los hornos;<br />

otra, cuyos /ragmentos están formados casi en su totalidad de<br />

ganga, que se desecha, y otra, en que ésta y aquella están mezcladas<br />

y que debe sometcrseá las operacionesque siguen.<br />

Esta primera preparación se verifica ordinariamente á mano por


38~<br />

mujeres ó peones menores, que proYistos de martillos, mazas ó almadenas,<br />

empiezan por reducir el mineral a fragmentos<br />

de una nuez.<br />

del tamaIiu<br />

Trituración.-Los fragmentos de mineral que se han incluidu<br />

en la tercera clase pasan a los aparatos de trituración, que son de<br />

tres especies: cilindros, bocades y molinos, usándose generalmente lus<br />

dos primeros, que son los que se descrihirán.<br />

CILINDl\OS.-Dosclases de cilindros se utilizan para la trituración,<br />

unos acanalados y otros lisos, todos de hierro fundido muy duro.<br />

EmpIeanse los primeros para triturar fragmentos de tamaÜo relativamente<br />

grande, reservandose los segundos para los de pequeIia dimensión<br />

y para los procedentes del trahajo de los anteriores.<br />

Los trituradores lisos constan de dos cilindros, A y B (fig. 177;;<br />

el A, recibe el movimiento de una rueda hidrÜulica 1'1otro motor<br />

cualquiera, y arrastra en su moyimiento al B: ambos cilindros se apoyan<br />

en cojinetes, K y L, fijos los primeros y móviles los segundos,<br />

á lo largo de las guías ab y crl. Encima de los cilindros hay una tulva<br />

por la que se echa el mineral á paladas. Se impide que el cilindro<br />

B tienda á separarse del A, por medio del contrapeso P, que actÚa<br />

en el extremo de una larg-a palanca, 81'.<br />

.<br />

Los trituradores acanalados (1Ig. 173) no difieren de los anteriores,<br />

sino en que sus superficies .presentan entalladuras longitudinales.<br />

El mineral triturallo en estos Últimos cilindros se recoge en una<br />

criba inclinada, cuyos orificios superiores son de pequeÜo diámetro<br />

y de sección mayor los inferiores: con esta disposición y mediante las<br />

sacudidas que de vez en cuando se imprimen á la zaranda, se consigue<br />

clasificar ios pedazos por órden de magnitud, separándose los<br />

demasiado grandes, que no se someten it la acción de los cilindros<br />

lisos sin partidos de nuevo en los acanalados.<br />

CUIBAIlIDl\,\ULICA .-Despm\s de pasar el mineral por los dos géneros<br />

de cilindros, se somete á una nueva clasificación, análoga á la explicada,<br />

que se verifica en la criba hidráulica (fig. 179). Este aparato<br />

se compone de una zaral1l1acilíndrica, C, cuyo fondo está constituido<br />

por nna tela metálica lJastante tupida para impedir que pasen {1<br />

través de sus mallas los fragmentos de mineral: esta zaranda va unida<br />

a una varilla de hierro, h, articulada á la palanca horizontal qlt',<br />

que se equilibra con el contrapeso P; la zaranda se sumerge en una<br />

385<br />

cuba, B, llena de agua, pudiellllola mayor el operario, actuando en<br />

la manija {, y haciendo subir ó bajar la pieza de madera E, que entra<br />

cn el cilindro D, que le sirve de guia. El mismo peón llena hasta<br />

la mitarlla zaranda de mineral, que, reducido á fragmentos de 5 á 6<br />

milímetros de dimensión máxima, ocupa la mesa, A, y sacude bruscamente<br />

la criha dentro del ag'ua; por efecto de esta sacmlida, el agua<br />

penetra por las mallas y levanta el mineral,qHe se encuentra así<br />

abandonado á la fuerza de la gravedad: como los fragmentos tienen<br />

un volumen casi idéntico, se separaran por orden de densidades, y al<br />

calJo de cierto tiempo, y en virtud de los movimientos alternativos de<br />

la zaranda, la separación sera ya completa y quedara en el fondo de<br />

aquella una capa de Dlena casi pura; en la parte media se hallará<br />

ésta algo mezclada con la ganga, la cual quedad casi en su totalidad<br />

en la parte superior.<br />

El mineral que ocupa la parte media de las cribas pasa Éllos bocartes.<br />

BOCAl\TEs.-Estos aparatos (fig. 180) se componen de una batería<br />

de almallenetas, P, P, que no son otra cosa más que varillas de madera<br />

provistas de pilones ó calzas de hierro, que van montadas en un<br />

lJastidor que les permite un movimiento alternativo vertical: para<br />

comunicárselo llevan unos topes, t, que se levantan por la acción de<br />

los alabes, a, de un árbol horizontal, xy, al que imprinle la rotación<br />

una rueda hidráulica Ú otro motor cualquiera. Con objeto de que no<br />

sea muy grande el esfuerzo, se colocan los topes á diferentes alturas,<br />

y de tal suerte, que la resistencia que opongan sea casi uniforme.<br />

Las almatlenetas trituran y comprimen el mineral en una caja, u,<br />

cuyo fondo está formado por una placa gruesa de palastro, AB, clavada<br />

a un fuerte tablón, cn, estahlecido todo en un sólido macizo de<br />

fábrica. Las paredes laterales de la caja est,ín formadas por rejillas<br />

ó chapas de hierro en las que se han practicado orificios.<br />

Una corriente de agua ]lega constantemente a la caja: el mineral<br />

triturado permanece en suspensión en el liquido, pasa por los orificios<br />

laterales á las canales E, F, Y de ellas a otra serie de canales con poca<br />

pendiente, donde lc¡sfragmentos grandes se depositan cerca del aparato,<br />

mas allá los menores, y la parte más fina, que tarda mucho en<br />

depositarse, 10 hace en grandes capacidades de poco fondo dispuestas<br />

al efecto: de esta suerte se (~onsiguela separación de la parte<br />

20


.386<br />

beneJiciable, de la ganga, y del mineral que debe layarse para someterlo<br />

á una nueva clasificación.<br />

Lavado.-El principio físico en que se funda el lavado es exactamente<br />

el mismo que explica el modo de funÓonar las cribas hidráulicas<br />

y los bocartes. Muy yariadas son las disposiciones que se<br />

emplean, y los limites de esta obra no permiten que se describan<br />

todas, por lo cual sólo se dará una idea de las más comunmcnte empleadas,<br />

que son: las cajas lijas, las mesasdurmientes, ¡as mesa:>móviles<br />

ó de percusión y las mesas cónicas.<br />

CAJASFIJAS.-No son más que cajas de madera de forma semejante<br />

á tUl ataÚd y cuyo fondo presenta cierta inclinación. Estttn cerradas<br />

en e (fig. 181), por una tabla en que hay practicadas yarias<br />

aberturas á distintas alluras, que permanecen cerradas durante el<br />

trabajo. En el otro extremo hay Ulla banqueta, A, donde se colo~a<br />

el mineral, IIue, arrastrado por una corriente de agua, cae en la caja<br />

Be, y se va depositando á diferentes distancias de la banqueta. Cuando<br />

la caja está llena de agua, se interrumpe la corriente, se al~re lino<br />

de los orificios inferiores de e, pasando por él las aguas turIHas que<br />

llevan en stíspensión las partes más tenues, las que van depositándose<br />

en una canal VU', que las conduce á extensos depósitos, en que<br />

abandonan las partículas finas que arrastran. El mineral que se deposita<br />

en el fondo de la caja se separa por orden de densid~des, encontralldose<br />

en la parte más próxima á la cabeza, mena caSI pura, y<br />

en la media é inferior, mineral que dehe lavarse de nLieyOen otras<br />

mesas.<br />

.<br />

Mesas durmientes.-Se llaman tamhÍ!~n gemelas, porque por<br />

lo o-eneral van pareadas. Son parecidas á las anteriores, y constan de<br />

un~ tabla de 7 á 8 metros de longitud, con una inclinación que depende<br />

de la natUl'aleza del mineral que deba lavarse.' pero qt~e, por<br />

término medio, es de 0,12; las mesas están guarnecHlas de lIstones<br />

de muy poca altura, para impedir que el agua se derrame por los<br />

costados.<br />

El mineral se coloca en una caja, 111 (fig. lB2), á la que llega constantemente<br />

un filete de agua, agitándose la mezcla por medio de la<br />

ruedecilla de paletas R, que recibe el movimiento de otra rueda de<br />

cajones S, que á su vez gira en virtud de la caída del agua que lleva<br />

la canaleja 00'. El mineral se pone así en suspensión en el liquido, el<br />

../<br />

.38'i<br />

cual pasa á otra canaleja, xx', dispuesta en la cabeza de las mesas,<br />

y desde aIli penetra en éstas por las aberturas A (fig. 185). El plano<br />

A (flg. 182), tiene demasiada inclinación para que se deposite en él<br />

el mineral, que pasa en totalidad á las mesas propiamente dichas, extendiéndose<br />

elli(Iuirlo por toda la superficie, mercerl á los topes de<br />

forma de prismas triangulares que lIeya el plano A (fig. 185), que<br />

determinan una serie de choques. Las materias más ricas se depositan<br />

en la parte superior de las mesas; las más pobres en la inferior,<br />

ó hien son arrastradas hasta la canal ee' (fig. 132), de donde pasan<br />

eldepósitos de sedimentación, D, lJ'.<br />

Cuando la mesa está cubierta de cierta cantidad de mineral, se interrumpe<br />

el filete de ag'ua que se dirigía á la caja 111,y IIeva eloperario,<br />

con una escoba, á la parte superior de la mesa, todo cuanto<br />

en eIla se hahía depositado: en seguida hace llegar al montón así formado<br />

un filete de agua limpia, qne arrastra las arenas pobres que<br />

accidentalmente se hubieran depositado, quedando sólo las más ricas,<br />

que en la generalidad de los casos po(lrán beneficiarse desde lueg'o.<br />

Se barren eslas arenas, y se les da salida por unas aberturas<br />

/tu', vv', practicadas al efecto en la parte inferior de las mesas, y<br />

qne están cerradas durante la operación, recogiendo las arenas en<br />

cajas situadas deJ¡ajo.<br />

Mesas de percusión.-Se componen (fig. 134) de tUl suelo<br />

inclinado, Be, apoyado en fuertes tablones para dad e peso considerable<br />

y gran solidez. El suelo eslá suspendido por cuatro cadenas ó<br />

varillas de hierro articuladas, ab, a'b', tt, t't'; las dos primeras van<br />

unidas á apoyos fijos; las Últimas á una larga palanca, LL', que gira<br />

alrededor del eje 00', por cuyo merlio se puede variar la inclinación<br />

del suelo BC; varios pasadores de hierro, que se fijan á la altura que<br />

conveng'a en el pie derecho xz, mantienen la palanca en la posición<br />

que se haya adoptado.<br />

El árbol horizontal, XX, puesto en movimiento por una rueda hidráulica<br />

Ú otro motor, está provisto de álabes c, e, que al apoyarse<br />

en la palanca acodada K, hacen que ésta empuje hacia adelante al<br />

suelo BC, abandonándolo luego á su propio peso; al caer, choca afIuel<br />

con tablones fijos que producen una violenta sacudida. En el extremo,<br />

B, del suelo hay un plano inclinado, A, con topes prismáticos, análogo<br />

al representado en la figura 185.


388<br />

El mineral se deslie en la caja 11(lig. 184), á la que llega una co-<br />

ITiente continua de agna por la canal u; la mezcla se agita constantemente<br />

con una rueda de paletas, Ú otro medio cualquiera, y el liquido<br />

que lleva en suspensión las arenas, pasa por la abertura A á la mesa<br />

BC, en la que tienden aquellas ~ depositarse, lo que no efectÚan al momento<br />

á causa de los repetidos sacudimientosdel suelo, que separan<br />

nuevamente las partículas, las vuelven á poner en suspensión, hacen<br />

que se depositen otra vez, y así se obtiene la separación por densidades<br />

y tamaÜos de una manera perfecta.<br />

La diferencia principal entre estas mesas y las anteriores se reduce<br />

á que en las durmientes se remueven á brazo las materias depositadas,<br />

al paso que en las que se acaban de describir, efeclÚa esa óperación<br />

el mismo aparato.<br />

.<br />

Por Último, debe observarse que, segÚn sea la naturaleza del mineral,<br />

se harán variar la inclinación de la mesa, el nÚmero y amplitud<br />

de las sacudidas y la cantidad<br />

en suspensión.<br />

de agua que conserva las arenas<br />

M,esas cónicas.-l\Iuy variadas son las disposiciones qne ofrecen<br />

estas mesas; así es que sólo se describir;) una de las más sencillas,<br />

para que se comprenda el principio en que se fundan.<br />

La Hgura 185 representa, en corte y planta, la llamada roundbw:lrlle,<br />

empleada con buen éxito en Inglatcrra. Consta del cono A,<br />

hecho de tahlas, dentro del dornajo ó artesón cilíndrico B, revestido<br />

también de tahlas y practicado en el mismo suelo del taller. Las arenas,<br />

puestas previamente en suspensión en el agua, por una disposición<br />

cualquiera, corren por la canaleja h y caen en el distribuidor,<br />

que se reduce á tres conos, dos de ellos, C, de madera y móviles alrededor<br />

del eje vertical b, y el tercero, C', fijo y de fábrica. Van dep(}sitándose<br />

las substancias por zonas en la mesa A, las más ricas en<br />

la parte superior; pudiéndose recoger con las escobillas i, suspendidas<br />

á los brazos giratorios el, d, del eje b, por medio de cordones que,<br />

pasando por rodillos fijos, terminan en contrapesos, que sirven para<br />

graduar á voluntad la altura é inclinación de aquellas.<br />

Torrefacción ó calcinación.-Tiene por objeto someter el<br />

mineral á una temperatura bastante elevada, ya para que se desprendan<br />

los productos volátiles ó susceptibles de formal' combinaciones<br />

que lo sean, como el azufre, el fósforo, el arsénico, el anhidrido<br />

.<br />

389<br />

carbónico, etc., que pudieran perjudicar á la buena .calidad del metal;<br />

ya para desagregar los minerales y facilitar las reacciones que<br />

han de verificarse al beneficiarlos.<br />

.Cuando se reducen los minerales en los hornos altos suele snprinurse<br />

esta operación, por verificarse sus efectos en la parte superior<br />

de aquellos, como se verá al descrihirlos. Fuera de este caso, convendrá<br />

practicar la calcinación por separado, bien sea al aire libre,<br />

bien en hornos parecidos á las caleras.<br />

La operación es fácil de ejecutar, y sólo exige s~ cuide de la<br />

igual repartición del fuego y de no elevar mucho la temperatura, Ú<br />

fin de no fundir el metal, deteniéndose en aquella que sea conveniente,<br />

según las circunstancias.<br />

HORNOS.<br />

Los hornos que se emplean en las operaciones me tal Úrg-icas, son<br />

construceiones ejecutadas con materiales refractarios, Ú1; menos en<br />

su parte interior, en las cuales existe una capacidad que sirve de laboratorio<br />

para el trabajo y transformación de las substancias, por la<br />

acción del calor.<br />

Clasificación.-La clasificación más admitida de los hornos<br />

está fundada en la manera de obrar el combustible sobre la materia<br />

y se distinguen, desde este punto de vista: 1.o, los hornos de cuba, el~<br />

los que de ordinario las substancias y el combustible están en contacto;<br />

2:, los hornos reverberos ó de llmna, en los cuales la materia<br />

no está en contacto con el comlmstible sólido empleado, pero sí con<br />

la llama ó gases, producto de la comlmstión; 5:, los hornos de crisoles<br />

ó de retortas, en los que la materia sometida á la acción del ca-<br />

, 101'no está en contacto directo con el combustible sólido ni con<br />

la llama.<br />

En tod.os los horno~, el aire necesario para la combustión y para<br />

las reaCClOlles,se obtIene unas veces por el tiro determinado por una<br />

Ó~lás chimeneas, llamándose entonces de corriente natural, y otras<br />

se l1lyecta con mác{uinas soplatloras, recibienclo el nom])re de hornos.<br />

de corriente forzada.<br />

En lo sucesivo habrán de describirse con algÚn detalle hornos de


390<br />

todas estas especies; así es que ahora bastará decir los elementos<br />

esenciales de que se componen los correspondientes Ú cada una, para<br />

cuya exposición se extractará lo que sobre este asunto se consigna<br />

en el Álbum de J1Jetalurgia general del Sr. Ibrán.<br />

Hornos de cuba.-Toman su nombre de la forma del vaso interior;<br />

por lo general, son de corriente forzada, y como antiguamente<br />

se usaba una manga de cuero para conducir el aire desrle la máquina<br />

sopladora, se acostumbra á llamados hornos [le manga.<br />

Los hornos de cuba comnnes constan<br />

menea.<br />

de plaza, laboratorio y chi-<br />

La pla::;aconstituye la parte inferior del horno y se hace de materia<br />

muy refractaria, mezclada á veces con carbón, formando nn<br />

aglomerado, que recihe el nombre genérico de hormigón. En la parte,<br />

de la plaza inmediata tI la delantera del horno, ó sea al sitio por<br />

donde se ha de dar salida á la substancia fundida, se constl'uye una<br />

cavidad de forma variada, que se llama crisol, la cual comunica con<br />

el exterior por una ó dos canales practicadas en los costados de la<br />

delantera y que se denominan canilleros ó agujeros de sangria.<br />

El laboratorio,vasoó cuba, es la capacidad prismática, cilíndrica 6<br />

cónica, en que se verifican las reacciones; tiene comunicaciÓn con el<br />

exterior por tres puntos principales: el tragante Ócargadero, por donde<br />

se introducen las substancias; los ori¡'iciosde tobera,para la entrada<br />

del aire, y el bigote ¡j abertura por donde corre la materia fundida<br />

que se desecha. ,<br />

La chimenea, aunque no es de necesidad absoluta, se suele emplear<br />

en los hornos (le cuba para dar dirección á los humos, evitar<br />

que incomoden á los operarios y conseguir que no retroceda la columna<br />

gaseosa a su salida por el tragante. Por regla general, la altura<br />

de la chimenea no pasa de 5 a 4 metros.<br />

Los hornos altos que se usan para el beneficio de los minerales<br />

de hierro,<br />

pronto.<br />

son hornos de cuba especiales, que se describiran lllUY<br />

Hornos reverberos.-En los hornos l'everberos, de reverbero<br />

l) de llama, las substancias estan en contacto con los gases de la C0111-<br />

. hustión, qne producen la temperatma necesaria y además los efectos<br />

oxidantes Üreductores que casi siempre se necesitan en las operaciones<br />

metalÚrgicas. El combustible que se emplea es, por lo comÚn,<br />

39\<br />

de llama larga, como lefla, hullas secas, ramaje y monte bajo. De ordinario<br />

los reyerheros son hornos de corriente natural, aunque también<br />

los hay de corriente forzada. Sus elementos esenciales son el<br />

hogar, el laboratorio y la chimenea.<br />

El IlOgaJ' está dividido en dos compartimientos por la parrilla; el<br />

superior es el hogar propiamente dicho, donde se quema el comlmstible,<br />

y el inferior el cenicero. Cada compartimiento tiene su puerta:<br />

la del primero sine para cargar el combustible, y la del segundo para<br />

dar entrada al gas comburente y para extraer las cenizas. El hogar,<br />

generalmente de forma prismática, está cubierto por una bóveda,<br />

que deja la abertura necesaria para que la llama penetre en ellaboratodo;<br />

tanto la hóveda como las paredes del hogar se hacen de Imena<br />

fábrica refractaria. El macizo que establece la separación entre el<br />

hogar y el resto del horno, se llama puente, tmuco ó altar, yes donde<br />

se produce la temperatura máxima.<br />

El laboratorio de los reverheros es la parte comprendida entre el<br />

puente y la chimenea; en él se encuentran la plaza, las puedas, la<br />

bóveda Y, el tragante. La plaza constituye la solera del laboratorio;<br />

tiene en planta forma rectangular, trapecial ó elíptica, cortando los<br />

ángulos interiores con chafIanes ó líneas curvas, cuando la sección<br />

es poligonal. El macizo de la plaza es unas veces de hormigón de<br />

arcilla y carbón; otras de mampostería ó arcilla, y terminado en su<br />

parte superior por ladrillos refractarios; y otras, como en los hornos<br />

de pudelar, se forma con una plancha de hierro fundido, sobre la que<br />

se dispone un lecho de arena, escorias, etc.<br />

Cuando la materia fundida ha de extraerse del interior del horno,<br />

en ciertos períorlos, se necesita hacer un corte cónico en la plaza,<br />

que se denominap'Íla ó crisol, en el que se reune la substancia líquida,<br />

dando al efecto la correspondiente inclinación á la solera. En el<br />

mismo macizo de la plaza se practica una canal ó canillera, que se<br />

tapa durante el trabajo, con un obturador de arcilla, Y que enlaza el<br />

crisol con un recipiente exterior, en el que cae el metal fundido.<br />

Las puertas ó ventanillas de los reverberos sirven para arreglar el<br />

acceso del aire, para introducir por ellas las herramientas con que<br />

se trabaja, y muchas veces, sobre todo en EspaÜa, para cargar el<br />

horno. Reciben estas aberturas diferentes nombres, según que estén<br />

en uno Ú otro frente Y segÚnsu posiciémrespectiva en cada uno: así


39~<br />

se llaman (le la delanle¡'a, cle la ti'asel'a, de la ]Jz:la, (le la chimenea, de<br />

alTiba Ó de abajo. Los huecos de las puertas se cierran {\ voluntad,<br />

con planchas de hierro colado.<br />

La bóvecla constituye el cielo del laboratorio; es continuaciÓn de<br />

la que cuhre el hogar, y va descendiendo desde el plano vertical del<br />

puente hasta la comunicaciÓn de la plaza con la chimenAa. La sección<br />

longitudillal de la bóveda tiene figuras variadas: la transversal<br />

es casi siempre elíptica. Se construye con materiales lllUY refractarios,<br />

y á veces se dejan en eJIa aberturas donde enca,jan tolvas de palastro,<br />

(le forma de tronco de pirámide cuadrangular, que sirven<br />

para introducir la carga. La blheda y el conjunto del laboratorio se<br />

refuerzan exteriormente con armaduras metálicas, que se conocen<br />

con el nombre de engaliUados.<br />

El tragante es la parte del laboratorio, que da l)aso á los gases que<br />

en el se reunen, ya procedentes del combustihle que se quema en el<br />

hogar, ya de las reacciones que se producen en el horno. El tragante<br />

está formado por una canal horizontal, Ó ligeramente inclinada<br />

hacia la chimenea, y abierta de ordinario en el muro opuesto al del<br />

puente, aunque á veces se practica en lUlO de los IJerpendiclllares á<br />

aquel. En ocasiones hay dos trag'antes aislados Ó que se reunen en<br />

uno á cierta altura para desembocar juntos en la chimenea.<br />

La chimeneaes el conducto vertical de ladrillos Ó palastro, colocado<br />

a continuación del tragante, y que sirve para dar salida á los<br />

humos y substancias volátiles, y para estahlecer el tiro. Cuando los<br />

tragantes son cortos, como acontece en la mayoría de los casos, las<br />

chimeneas están yuxtapuestasá los hornos y les basta una altura de<br />

10 á 15 metros; pero si están aisladas y separadas de los reverberos<br />

por tragantes largos, llega su elevaci¡)n hasta 50 y 55 metros, dispásición<br />

que se adopta asimismo cuando de los hornos se desprenden<br />

materias nocivas á la economía animal ó vegetal.<br />

En los reverberos, lo mismo que en todos los aparatos de caldeo,<br />

es preciso poner en el tragante, en la parte baja Óen la alta de la<br />

chimenea, regislros destinados á regular el tiro, que se reducen á<br />

planchas de palastro ó hierro fundido.<br />

Hornos de crisoles y retortas.-En estos hornosse colocan<br />

las substancias en vasos de arcilla refractaria, que según su forma<br />

se llamancrisoles, ¡'etortas,11/uflas,etc. mchos recipientes esUn<br />

j<br />

3\!3<br />

rodeados de carbÓn candente ó expuestos á la acción de la llama.<br />

En el primer caso, el horno es una especie de cuha, con una rejilla<br />

en la parte inferior, sohre la cual se pone un apoyo que sostiene el<br />

crisol; á esta especie pertenecen los hornillos de los laboratorios y<br />

los hornos para fundir acero, que se (lescribirán más adelante. En el<br />

segundo caso, los hornos presentan a veces disposiciones semejantes<br />

á los reyerheros, como ocurre en los que se emplean para preparar<br />

el latÓn; otras veces carecen de plaza, y las vasijas se ponen directamente<br />

sohre el hogar, escapándose los gases por aherturas practicadas<br />

en la JJOyeda,á cuya categoría corresponden los hornos helgas<br />

para la reducciÓn de la calamina.<br />

Dentro de esta clase de hornos pueden clasificar se tamhién los que<br />

contienen una mufla de grandes dimensiones, alrededor de la que<br />

circula la llama, como sucede en los que se usan para preparar el<br />

acero cementado. Tienen analogía con el horno de copela de los laboratorios,<br />

con la diferencia de que la mufla no se caldea con carJJones<br />

candentes, sino con los productos de su comhustión.<br />

Otras clases de hornos.-Hay otra porción de hornos, que no<br />

es fácil clasificar. Tales son los llamados lwgal'es, que comprenden,<br />

entre otras, las fraguas ó forjas catalanas y las de afinación, en que<br />

si hien el combustible está en contacto directo con el mineral, las<br />

toberas actÚan en la parte superior, y careeen por tanto de cuba. En<br />

otros hornos, por el contrario, el mineral no está en contacto con el<br />

comhustible sólido, y sin embargo, el vaso tiene la forma de cuba;<br />

así sucede, por ejemplo, en los hornos de Almadény de Idria para el<br />

tratamiento del mercurio, y en los que se han descrito en la primera<br />

sección de esta ohra para la calcinaciÓncon llama de las piedras<br />

calizas.


394<br />

HIERRO.<br />

Menas de que se extrae (i).-Varios son los estados en que<br />

se encuentra el hierro en la naturaleza; no se enumerarán ni se describirán<br />

detenidamente, pues para el estudio que se ha de emprender,<br />

bastará indicar que las menas de hierro que se benefician con más<br />

frecuencia son: el anhiclrido férrico, llamado por los mineralogistas<br />

hierro especular, oligisto ó hematites roja; el hickrato férrico, á que'<br />

dan aquellos el nombre de hematites parda; el óxido magnético, y por<br />

Último, el carbonato férrico Óhierro lÚoicle, que es casi el Único explotado<br />

en Inglaterra, en cuyas minas de IndIa se encuentra con<br />

profusión, particularidad á que se debe, en gran parte, la mucha<br />

importancia que en aCfuelpaís ha adcfuirido la preparación del hierro.<br />

En resumen, puede decirse que las menas de hierro que se acostumbra<br />

beneficiar, no son más que óxidos y carbonatos de este metal.<br />

Á la primera categoría, es decir, á los óxidos, corresponden los<br />

abundantes minerales que se explotan en la provincia de Vizcaya, algunos<br />

de los cuales se benefician en la misma loealidacl, pero que en su<br />

mayoría se exportan á Inglaterra. J~oshierros suecos, tan estimados<br />

en el comercio, se extraen generalmente del óxido magnético (Fe1 04).<br />

Propiedades.-Se recordarán ahora varias propiedades físicas<br />

y químicas de este metal, para la cabal inteligencia<br />

seguir.<br />

de lo que va á<br />

PROPIEDADES FÍSICAS.-EI hierro presenta un colo!' gris azulado, es<br />

maleable, dÚctil y muy tenaz. Cuando es puro no se puede fundir<br />

por los medios ordinarios, pero á una temperatura elevada se ablanda<br />

y se sÜelda consigo mismo, tomando por la acción del martillo<br />

(i) Tanto al hablar de las propiedades como de la metalurgia del hierro<br />

y de los demás metales, será necesario repetir, para la debida claridad. ca~<br />

racteres y reacciones que se estudian en los cursos de Física, l\Iilleralogía<br />

y Qui mica.<br />

395<br />

todas las formas que se quiera; cuando esta combinado ó mezclado<br />

con cierta porción de carbono, constituyendo el hierro fundiclo ó co-<br />

~aclo es fusible a la temperatura producida en los hornos altos.<br />

L~ textura es granuda; mas por el tralJajo con los laminadores Ú<br />

otras máquinas, se hace nerviosa y fibrosa; la fractura es blanca y<br />

hrillante.<br />

PnOPIEDADES QuÍmcAs.-Al aire seco no se altera el hierro, pero en<br />

contacto con la humedad se cubre pronto de una capa de hidrato férrico:<br />

esta oxidación se debe al anhidrido carbónico que contiene<br />

el aire; por la acción de aquel y del oxígeno, se forma un ~arbona~o<br />

ferroso que por ser muy poco estable, se transforma en hIdrato ferrico<br />

~lediante la absor'ción de una nueya cantidad de oxígeno y de<br />

aglla: El anhidrido carbónico desprenllido en esta transformación, f~cilita<br />

la oxidación de una nueva cantidad de hierro, á la que contrIbuye<br />

enérgicaménte un fenómeno eléctrico; en efect~, el hi~ITO y<br />

la pequeña capa de óxido de que se cubre su superficI.e, constlt~[yen<br />

un par, cuyo elemento positiyo es el metal; el par tIene s~lficIente<br />

potencia l)ara descomponer el agua de la atmósfera, y el oXIgeI~o. de<br />

aquella se comhina con el metal, formando una nueva capa de oXIdo<br />

y aumentándose la fuerza del par, lo que se comprueha obsenando<br />

~fue, en cuanto empieza á manifestarse la .oxidació~l en U~lpunto del<br />

metal, se extiende a su alrededor con rapIdez crecIente. A.una tem~<br />

peratura elevada se oxida también el hierro, por cuyo ll:OtIvo debera<br />

trahajarse con cuidado, caldeándolo las menos veces yosIbles.<br />

Diversos estados en que se emplea el hlerro.-Los estados<br />

en que se emplea este metal son tres: el de hierro du~c~ ó.ma-<br />

~eable, el de h¡:errofundido ó co~adoy el de acel'o; los dos ult.I1110S<br />

resultan de combinaciones ó mezclas del hierro con proporcIOnes<br />

variables de carbono Ú otros cuerpos, como más adelante se verá.<br />

METALURGIA DEL HIERRO.<br />

Sistemas de beneficio.~Dos son los Pl'ocedimientos que se<br />

siguen ordinariamente para la extracci


:39G<br />

por métodos que se estudiarán en su lugar, se transforma en hierro<br />

dulce.<br />

PROCEDIMIENTO CATALAN.<br />

Descripción de las fraguas.-En el procedimiento catalán,<br />

que es el mas antiguo, se verifica la redur:cion del metal en las<br />

forjas Ó/rar¡1/as llamadas calalanas, que consisten (fig. 136) en un<br />

hogar abierto, cuyo fuego se activa por medio de fuelles Ó yentiladores,<br />

que no se describirán. El aire de estos fuelles penetra por la<br />

tohera T, que es de cobre y de forma tronco-cÓnica, desprendiéndose<br />

los gases de la combustiÓn por la parte superior, y acumulándose<br />

el metal y escorias en el espacio j}J, que se llama crisol. Éste<br />

consiste en un recipiente cuadrangular de unos Om,70 de pro-.<br />

fnndidad, apoyado en uno de los muros de la ferrería, y establecido<br />

en un macizo de grandes piedras unidas con arcilla refractaria.<br />

El fondo del crisol no descansa directamente en el suelo, sino en bovedillas<br />

de fabrica, á fin de evitar que penetre en él la humedad, lo<br />

que tendría grayes inconvenientes: encima de las bóvedas hay una<br />

capa de arcilla y escorias, substancias que evitan las pérdidas de ca-<br />

101'por radiación, y todo está culJierto con una losa de granito, que<br />

es la solera del crisol.<br />

La pared de éste, opuesta á la tobera, se llama lado del conlraviento<br />

Ú ore; es algo cuna é inclinada y se construye con piezas de hierro,<br />

S, en forma de dovelas. La pared por que penetra la tobera recihe<br />

el nombre de forja: es vertical y esta constituida por piezas, t,<br />

también de hierro, apoyándose la tobera en la superiór. Se denomina<br />

escoriadero Ómano el muro de delante, en que está practicada la pl~qllera<br />

Ú orificio que sirve para sangrar el crisol, dando salida a las escorias;<br />

la mano es vertical y de unos Om,G5de altura, y está formada<br />

por tres piezas de hierro, sirviendo la central de pun Lo de apoyo ti.<br />

los espetones o hurgones que manejan los operarios durante el trahajo.<br />

La cara opuesta al escoriadero se conoce con el nomhre de cava;<br />

tiene una ligera inclinaciÓn de dentro á fuera, y se hace de fabrica<br />

refractaria (1).<br />

( 1) Los nombres que se dan á las paredes de las fraguas catalanas sOtl<br />

diferentes en las diversas localidades. Los que se han indicado son los más<br />

397<br />

Carga del horno.-Comprendida la disposiciÓn general del<br />

homo, se explicará CÓlllOse procede á su carga. Se empieza echando<br />

en el crisol varios carbones encendidos, llenándolo por completo<br />

de combusliblehasta el orificio de la tobera; en seguida sostiene el<br />

operario una pala en posiciÓn vertical y paralela á la pm'ed de la forja,<br />

diYidiendo el crisol en dos compartimientos, de suerte que el<br />

comprendido enlre la forja y la pala sea doble del otro: en este<br />

momenlo varios operarios echan carbón en el espacio grande, y Inineral,<br />

reducido á fragmentos del lamaÜo de nueces, en el pequeÜo,<br />

levantando al mismo tiempo con cuidado la pala; así se consigue formar<br />

dos mureles, lino de comhustible junto á la tobera, y otro de<br />

mineral que se eleva 0111,20sobre el conlraviento, y que se hace terminar<br />

en una superficie curva ll/y; la parte {y se cubre de brascCl<br />

Ó carbondla, esto es, de una mezcla de arcilla y de polvo de carbón<br />

11umedecido.<br />

Dispuesto el horno, se da viento a la tobera, y á medida que se<br />

consume el carbón y se reduce el mineral, se van echando capas sur:esivas<br />

de a(Inel Y de éste en pequeÜos trozos, cuidando de humede~<br />

cer ligeramente el mineral para evitar que pase á través de los in~<br />

tersticios del combustible.<br />

Marcha de la operación.-Bajo la acciÓn del aire lanzado<br />

por la tobera, el carbón que está inmediato a ésta arde, transformándose<br />

en anhidrido carbónico, el cual, al atravesar la masa de combustible<br />

áuna temperatura hastante grande, se apodera de cierta cantidad<br />

de carhono, convirtiéndose en Óxido de carbono: éste a su vez,<br />

al encontrar el mineral á una elevada temperatura, se apodera de su<br />

oxigeno, reduciélldolo á hierro metálico y regenerándose el anhidrido<br />

carMnieo; elmelal va eayendo en fragmentos esponjosos al fondo del<br />

p'isol; pero no todo el mineral se reduce, sino que una parte, combinandose<br />

eon elementos de la ganga, forma silicatos mÚltiples muy<br />

fusibles, que caen y se acumulan en el fondo del crisol hasta que se<br />

les da salida por la piquera practieada en la parte inferior del escoriadero.<br />

corrientes en España; sin embargo, las denominaciones admitidas en Vizeaya<br />

son muy distintas, y pueden verse en la obra de Metalurgia especial<br />

del malogrado D. Luis Barinaga, Ingeuiero Jefe de Minas.


J!J8<br />

Al cabo de unas dos horas se habrá acumulado en el crisol cierta<br />

cantidad de metal, y entonces el operario, introduciendo con precaución<br />

un espetón entre el contraviento y el mineral, reune los diversos<br />

fragmentos de metal, aproximánaolos algÚn tanto á la tobera,<br />

á fin de desalojal' el carbón que haya podido combinarse con<br />

ellos, operación que sustituye al afino que se hace experimental' al<br />

hierro colado para convertido en dulce: durante este periodo se echan<br />

con más frecuencia capas de mineral y comlmstihle. Alas cinco horas<br />

de trabajo, casi todo el mineral ha hajado al fondo del crisol, la reacción<br />

ha terminado ya y el operario reune con el espetón los trozos<br />

de metal, formando con todos una masa que recibe los nombres de<br />

zamarra, bola ó pelota, que pasa después á las máquinas que han de<br />

purgarla de las materias extraÜas que contenga y dade la textura<br />

conveniente.<br />

Casos en que conviene aplicar este método.-El procedimiento<br />

de las fraguas catalanas se emplea en paises montailosos,<br />

en que seria muy caro establecer las grandes eonstrucciones que rcquieren<br />

los hornos altos; en que la escasez de los medios de comunicación<br />

dificultada la salida de las considerahles cantida(les de metal<br />

que aquellos producen, y en las que suele abundar el combustible<br />

vegetal, que es el que de ordinario se emplea en este método. Exige<br />

además, para que se apliflue en buenas condiciones, que el mineral<br />

beneficiado sea muy rico, por perderse bastante metal en las escorias.<br />

Las forjas catalanas estÚn muy extendidas en los Pirineos y en CÓrcega.<br />

En EspaÜa se' encuentran principalmente en Vizcaya.<br />

Gasto de combustible.-La cantidad de combustible que se<br />

gasta es, por término medio, de unos 2 metros cÚbicos por J 60 kilogramos<br />

de metal obtenido; á primera vista parece muy considerable,<br />

y, sin embargo. es menor que la que se consume en el tratamiento<br />

por los hornos altos, porque en el método catalán se prepara desde<br />

luego el hierro dulce, sieÚdo inÚtiles las operaciones, de que no se<br />

puede prescindir en el otro para transformar el hierro fundido.'<br />

Acero natural.-Antes de terminar lo relativo á las forjas catalanas,<br />

debe advertirse que, tomando ciertas precauciones, y contando<br />

con operarios prácticos é inteligentes, se pueden obtener en<br />

ellas verdaderos aceros, esto es, hierros en cierto grado de carburaciÓn.<br />

399<br />

PI{OCEDDlIENTO DE LOS HORNOS ALTOS.<br />

En los hornu:>altu:>, ó por el procedimiento llamado tamJJÍenilldi-<br />

NctO, se reduce el mineral, obtelJiendo el hierro mezclado ó combinado<br />

con una pequerla proporción de carbono, en estado de hierro fundido,<br />

que se transforma después en dulce, como más adelante se verá.<br />

Descripción de un horno alto.-Se compone de dos troncos<br />

de cono e y B (fig. J87), éste mucho más bajo que aquel, reunidos<br />

por su base. El e, que recibe el nombre de cuba, está revestido<br />

intel'iorn~ente con u,na camisa de ladrillos refractarios, ii, de primera<br />

cahdad; una hgel'a capa de escorias molidas separa la camisa<br />

de ,una segunda envolvente de ladrillos, ll, que se ,,!plica directamente<br />

a la obra mucrta, pq, p'q', ú macizo exterior de fábrica de silleria,<br />

de mampostería ó de ladrillo ordinario. La parte superior, G, de<br />

la cuba es el tl'ayal!te Ú c(wgadcl'o; á veces se prolonga en forma cilíndrica,<br />

F, constituyendo una chimenea, en la que hay practicadas<br />

una Ó más puertas para la carga.<br />

El cono infe:'ior, B, ó sean los etalajes, está formado por piedras<br />

mu,y refractarIas, á fin de lIlIe puedan resistir la elevada temperatura<br />

a ~Iuehan de estar expuestas durante el trabajo: la unión de los<br />

etalajes con la cuba, que se denomina vientl'e del horno, se verifica á<br />

menudo por una pequeiia superficie de revolución, para evitar el ángulo<br />

que de otro modo resulta en la meridiana.<br />

Debajo de los etalajes hay una superficie cilíndrica ó prismática,<br />

E, llamada obl'a (J laboratorio; su parte inferior, D, es el crisol, en<br />

que se acumulan las escorias y el metal fundido, y cuya sección era<br />

antes, por lo general, rectangular y hoy circular. La pared anterior<br />

de la obra, t, está interl'lunpida á algunos decímetros del fondo, sosteniéndose<br />

pOl' fuertes vigas de hierro empotradas en la fábrica del<br />

homo, y termina en una plancha de palastro, que se conoce con los<br />

nombres de timpe ó temple.<br />

"<br />

~l fon~o del crisol no es más que una losa de piedra muy refract~rla,<br />

~)ajola .~ual ha~ practicadas varias abel'turas que pel'l11iten la<br />

hbr~ clrculaclOn del aIre, por la parte inferior del horno; y para que<br />

no se acumule el agua en dicho sitio y evitar que se enfríe el crisol,


ocasionando graves<br />

400<br />

entorpecimientos, todo el horno está establecido<br />

sobre sólidas galerías abovedadas, lI.<br />

Tres de las paredes del crisol son prolongación de las correspondientes<br />

de la 01)1'a;la cuarta está formada por una piedra prismática,<br />

(l, llamada clama (de la palabra holandesa clamm que significa dique),<br />

que está algo más saliente que el timpe. Hay en ella un canillero Ú<br />

orificio ~e sangría, por el que pasa el metal fundido á las canales en<br />

que se enfría, y que permanece cerrado mientras dura la operación.<br />

La parrd posterior y las laterales tienen practicadas aberturas,<br />

O, O, que reciben los extremos de las toberas destinadas á activar<br />

la combustión. La disposición de éstas y de los tubos que comunican<br />

con la máquina sopladora, es la representada en la figura 188,<br />

que es un corte del horno á la altura de las toberas: D, es el crisol;<br />

o, o, o, las aberturas de las paredes, que no deben estar ;J la misma<br />

altura, á fin de evitar el choque de las corrientes de aire lanzadas<br />

por cada una de las tolJeras, l, t, t; x, x, x, los tubos de comunicación<br />

de aquellas con los depósitos de aire; A, A, A, A, espacios<br />

abovedados que permiten llegar á las toberas y al crisol, tanto para<br />

observar su marcha, como para hacer las reparaciones necesarias; y<br />

R, R, R, R, galerías que facilitan la circulación<br />

y el paso it los espacios A.<br />

alrededor del horno<br />

Las toberas constan (fig. 189) del tubo cónico B, rodeado de una<br />

doble envolvente tronco-cónica de cobre ó de hierro colado, abdc, dentro<br />

de la cual circula una corriente continua de agua, que entrando<br />

por t y saliendo por t', impide la fusi ¡)n dc las extremidades, efecto<br />

que se produciría de no adaptarse esta precaución, dada la alta temperatura<br />

á qne han de hallarse expuestas. Lleva además cada tolJCra<br />

Ün regulador para lanzar al horno la cantidad de aire<br />

los diversos casos.<br />

necesaria en<br />

Dehe procurarse establecer el horno alto, junto áuna ladera, que<br />

se consolida con muros de fábrica (fig.187); á la altura del cargadero,<br />

se dispone una explanada, U, que se enlaza á la plataforma pp',<br />

por medio de un viaducto,<br />

inclinado, al que se suhen<br />

alt'. Á la explanada se llega por un plano<br />

con cahles de alamhre,<br />

¡) por cualf[uier<br />

otro método, las cargas de comlmstible y mineral, que se llevan después<br />

por vías y vagones hasta el tragan te ó hasta las puertas de la<br />

chimenea. Cuando no hay ladera al costado del horno alto, se cons-<br />

401<br />

truye un plano inclinado desde el sucIo de la fcrrería hasta la platafurma<br />

superior.<br />

La altura que, por lo gellera1, suclcn alcanzar lus horllos altos es'<br />

de 10 metros cuando se emplea carbón vegetal, y de 15 cuando se<br />

usa hOl'l1aguera ó cok. En EspaÜa, la altura varía de. 10m,50 á 13<br />

metros.<br />

Por fin, cOlJviene saber (1ue cn estos Últimos tiempos se han COllStruído<br />

en Inglaterra hornos parecidos á los que se acaban de describir,<br />

pero sin obra y revestidos cxteriormente de palastro. Ordinariamente,<br />

hay varios hornos, unos alIado de otros, alimentados todos<br />

con el airc de una sola mÚ(luina de inyección.<br />

Carga del horno. -Se explicará ahora cómo se procede á la<br />

carga de un horno alto, suponiendo que csté recién construido ú reparado.<br />

Lo primcro que deberá procurarse cn semejante caso es la<br />

desecación de la fi'¡)Jrica,quc se verifica por medio de un fueg'o de<br />

ramaje que se cnciende antes de colocar la dama: para facilitar la<br />

operaeiÜn sc dejan en los muros del horno multitud de pequeÜas canales,<br />

que, comunicando con el exterior, permiten la salida del vapor<br />

de agua que se desprende de} macizo.<br />

Terminada la desecación y colocada la dama, se echa el comhustihle<br />

por la 11arte superior hasta llenar completamente la cuba; se da<br />

aire con las toberas, y cuando la comlmstión es activa, se van colocando<br />

capas all.ernas de mineral y de combustible y fundente, cuyo<br />

grneso varía segun la naturaleza de aquellos.<br />

Tanto en las reacciones que se verifican en el horno, como en la<br />

Galidad de sus productos, ejercen marcada influencia, que es preciso<br />

estudiar, los combustibles y los fundentes.<br />

FrJNDENTEs.-Recibenelnombrli de fundente:;, diversos cuerpos wya<br />

mezcla con el mineral facilita su reducción: de esta definici6n se<br />

deduce evidentemente que han de ser de naturaleza tal, que puedan<br />

formar con la ganga del mineral comlJinaciones bastante fusibles, y<br />

que mejorcn, si es posible, la calidad del metal.<br />

El fundente más á propÚsito para la reducción de los diversos minerales<br />

de hierro, susceptibles de beneficiarse, varia con la naturaleza<br />

de la ganga, que cs, por lo general, silícea, arcillosa ó caliza. En<br />

el priiner caso, la sílice de la ganga sólo podría separarse del mineral<br />

en estado de silicaLo fusible, y como la Única base con que pudie-<br />

2G


402<br />

ra combinarse es el óxido de hierro, se perdería gran cantillad de metal,<br />

que pasaría a las escorias, como se ha tenido ya ocasión de obsenar<br />

al hablar de las forjas catalanas. Igual perdida se experimentaría<br />

en el caso de ser arcillosa la ganga, puesto que ésta sólo se<br />

fundiría combinánclose con otra base, que sería el mismo óxido de<br />

hierro, y formando silicatos mÚlliples de aluminio, hierro y ({uiza<br />

otros metales. Estos inconvenientes desaparecerán desde el momento<br />

en que se ponga en contacto con el mineral una base capaz desustituir<br />

al hierro en los silicatos fusibles: esta base, cuya adquisición ha<br />

de ser económica, es la cal, que se mezcla con el mineral, en estado de<br />

carbonato, que tanto abunda en la naturaleza, y al cual se da en metalurgia<br />

el nombre de castina. La observación ha demostrado que el silicato<br />

doble de aluminio y de calcio es más fusible que los en que entra<br />

como base el hierro, y que de los diversos silicatos dobles de dichos<br />

metales, lo es en mas allo grado aquel en que el oxígeno del acido<br />

esta con el de las dos bases reunidas en la relación de 5 á 2. La relación<br />

entre las dos bases no es indiferente: se obtiene la combinación<br />

más fusible, añadiendo á la arcilla natural, cuya composición varía<br />

poco, un peso de carbonato cálcico que esté con el de éllI, uella en la<br />

misma relación de 5 á 2. Con estos datos se tienen los elementos necesarios<br />

para deducir en cada caso la cantillad y calidad de los fundentes<br />

que habrá que agregar. En la práctica se procura mezclar minerales<br />

de diversas gangas, con cuya composición se satisfag?-n aproximadamente<br />

las prescripciones indicadas. Si sólo se dispone de minerales<br />

de ganga silicea, deberá añadirse caliza y arcilla; si son de<br />

ganga arcillosa, bastarÚ mezclarlos con carlJOnato cálcico, y si, por<br />

último, son calizos los minerales que se explotan, no halu'á necesidad<br />

de agregar ningÚn fundente, por separarse fácilmente la ganga<br />

en estado de cal cáustica, á la temperatura del horno.<br />

C01IBUSTIBLES.-Loscombustibles que se emplean<br />

'<br />

mas comunmente<br />

en los hornos altos son el carbón vegetal y el cok. El primero<br />

reune las condiciones de ser muy pequeña la cantidad de cenizas que<br />

deja, las cuales, á mas de no contener ninguna substancia que pueda<br />

alterar la buena calidad del hierro colado, son muy ricas en álcalis<br />

(potasa y sosa), que al combinarse con la sílice de la ganga, forman<br />

silicatos muy fusibles; de aquí proviene el ser los hierros obtenidos<br />

con este combustible de superior calidad, reservándose para la fabri-<br />

403<br />

ración de hierros y aceros superiores. En compensación de las ventajas<br />

enumeradas, el carbón vegetal ofrece el inconveniente del excesivo<br />

precio á que resultan los productos, á causa de la gran cantidad<br />

de combustihle que se consume y de la escasez relativa de éste, por<br />

lo cual sólo se emplea de ordinario en países como Suecia, cuya riqueza<br />

forestal es dc todos conocida, y cuyos hierros gozan por esta<br />

razón de una reputación universal, justamente merecida. También<br />

en EspaÜa se usa a veccs el carbón vegetal en los hornos altos; como<br />

cjcmplos bastará citar la ferrería de los Sres. Goitia y Compaiiia, en<br />

Beasain (Guipúzcoa), y la del Pedroso, en la provincia de Sevilla.<br />

Por los motivos expuestos, se usa por lo general el cok, que se ohtiene,<br />

/Soma es sahido, por la destilación de la hulla Úhornaguera;<br />

pero este combustible tan almnuante y relativamente barato, prcsenta<br />

la desventaja de dejar gran cantidad de cenizas, que contienen á veces<br />

piritas en proporción hastante grande, euyo azufre al disolverse<br />

en el hierro colado le comunica muy malas cualidades; esta circunstaneia,<br />

que sería mucho mÚs perjudicial si se empleara directamente<br />

la hulla, se suele remcdiar forzando la propor¡;i6n de c(U'bonato cálcico<br />

o castina, que se mezcla con el mineral en calidad de fundente,<br />

evitándose así la disolución del azufre en el metal, por combinarse<br />

aquel con la cal para formar sulfuro de ealcio, que pasa á las escorias:<br />

mas sigüiendo este método, resultan estas menos fusihles, tlehiéndose,<br />

por tanto, elevar mÚs la temperatura para darles la fluidez<br />

necesaria, lo cual se traduce en un aumento considerable en los gastos<br />

de explotación.<br />

Teoría de los hornos altos.-Comprendidas ya la disposieión<br />

y la manera de cargar el horno alto, y conocidos la naturaleza y<br />

cfectos de fundentes y carbones, se puede pasar á estudiar los variados<br />

fen6menos físicos y reacciones químicas que se verifican en este<br />

vasto aparato.<br />

Recuérdese ante todo, que al atravesar una corriente de anhidrido<br />

carhónico una masa de carbones encendidos, se comhina con una<br />

nueva cantidad de carlJono, formándose un volumen doble de óxido<br />

de carbono, reacción que se eXIJresa con la siguiente fórmula:<br />

C02 + C = 2CO;<br />

y que el óxidó de carbono, en:virtud de su gran afinidad con el oxí-


404<br />

geno, á una elevada temperatura, es un gas eminentemente reductor,<br />

que al encontrarse en contacto con óxi~o de hierro, seapo:leI:a<br />

de su oxígeno, dejando libre al metal y formandose otra vez anllldndo<br />

carbónico, reacción que se puede escribir así:<br />

Fe5O~ + 4CO = 4 CO~ + 5Fe.<br />

Con estos precedentes se entrará de lleno en el examen de los fenómenos<br />

que se producen. Si se observa con a~ención la marcha ~e un<br />

horno alto, se advertirá que existen dos eor1'1entes que lo atraVIesan<br />

en sentido contrario, cuyo nmtuo encuentro determina los efectos<br />

que dan por resultado la obtención del hien?, fundido: ~.stos efectos<br />

son, en el orden en que se suceden, clesecacwn, recluccwn,carburacióny<br />

fusión. . .<br />

Se seguirá paso á paso la marcha de cada una de dIchas cor1'1entes<br />

para comprender mejor sus transformaciones: una es la de los gases<br />

que, entrando por las toberas, salen por el carga~ero del horno, y<br />

otra la de las materias sólidas (mineral, combustIble y fundente),<br />

que entran por la boca y van á parar al crisol. ,<br />

El aire lanzado por las toberas encuentra una masa<br />

'<br />

de carJJOna<br />

elevada temperatura, la combustión es vivísima á causa del exceso<br />

de oxígeno; el carhono al combinarse con él forma anhidrido carbónico,<br />

desprendiéndose todo el calo~' susceptiJ~le .de desaI:r~llarse~n<br />

esta reacción. La conversión del aIre en anllld1'1docarJJOl1lCOy mtróo'eno<br />

se verifica en la obra, y algunas veces en la parte inferior<br />

de los etalajes, aunque con mucha menos intensi!lad. El anhidrido<br />

carbónico, producto de esta combustión, halla en los etalajes y parte<br />

inferior de la cuba, una gran masa de carbón al calor rojo; se<br />

combina con una nueva cantidad de carbono y se pro(luce, como se<br />

ha dicho, un volumen doble de óxido de carbono: esta combustión<br />

inversa, por decido así, y el aumento de volumen del gas absorben<br />

mucho calórico, verificándose un descenso de temperatura en esta<br />

parte del horno, notablemente mayor que el que se efectuaría si la<br />

pérdida de calor fuera debida únicamente al equilibrio de temperatura<br />

entre los gases y las materias á través de las que circulan aquellos.<br />

El óxido de carbono así formado, encuentra á su vez en la cuba una<br />

masa considerable de mineral, es decir, de óxido de hierro, cuya<br />

temperatura es bastante elevada, y se apodera de su oxígeno, rege-<br />

,W5'<br />

nerandose el anhidrido carbónico: de suerte que los gases que se escapan<br />

por la boca del horno estaran compuestos de una gran cantidad<br />

de nitrógeno y anhidrido carhónico, y además de óxido de carbono,<br />

cuya transformación en anhidrido no habrá podido realizarse; también<br />

saldrá una pequeÜa proporción de hidrógeno, resultante de la descomposición,<br />

que, á causa de la elevadísima temperatura de la obra,<br />

hahrá sufrido en ella el yapor de agua contenido en el aire lanzado<br />

por las toberas. Estos gases son, pues, eminentemente comlJUstihles,<br />

en virtud del hidrógeno y óxido de carhono de que se componen en<br />

parte, y á su inflamación, en contacto del aire, se dehe la llama<br />

azulada que se obsena algunas veces en la hoca del horno, mientras<br />

dura la operación.<br />

Los materiales que, introducidos por el tragante, van descendiendo<br />

de un modo regular, hasta el vientre, encuentran en la parte superior<br />

de la cuha los gases, aÚn bastante calientes, de que se ha hahlado,<br />

y la temperatura se eleva á medida que descienden por la cuha,<br />

verificándose así la desecación y deshidratación del mineral: al<br />

Hegar á la parte inferior de la cuha y superior de los etalajes, se ponen<br />

en contacto con el óxido de carbono, el cual reduce aLmineral,<br />

quedando las partículas de metal mezcladas con la ganga: al mismo<br />

tiempo se efectÚa la descomposición del carbonato caIcico, formándose<br />

cal cáustica, y desprendiéndose el anhidrido carMnico, á la vez<br />

que se descompone el carJ)onato de hierro en óxido de hierro y anhidrido<br />

carhónico, si se beneficia esta clase de mena. Al llegar las<br />

materias dispuestas de esta suerte á la parte media é inferior de los<br />

etalajes, cuya temperatura es la del calor hlanco, la cal se combina<br />

con la ganga, produciéndose silicatos mÚltiples, que se funden un poco<br />

más abajo y van á caer al crisol, constituyen.do las escorias: el hierro<br />

se encuentra, pues, libre, pero no se funde, por ser todavía haja la<br />

temperatura á que está expuesto; pero como se halla en una atmósfera<br />

poco oxidante, y en presencia del carhono á una temperatura elevada,<br />

se combina con éste, pasando al estado de hierro colado: una<br />

corta cantidad de sílice se reduce tamhién si la temperatura es muy<br />

alta, combinándose con el hierro el silicio que queda libre. El hierro<br />

colado y las escorias pasan á la obra, donde el calor es elevadísimo:<br />

las escorias y el metal adquieren una fluidez completa y caen gota á<br />

gota en el crisol, separándose ambas materias por orden de densidades.


406<br />

Dehe observarse que, siendo en extremo oxidante la atmósfera que<br />

hay en .la parte inferior de la ohra, es preciso que la atraviesen las<br />

materias con bastante rapidez, á fin de impedir la oxidación de una<br />

gran cantidad de metal: por esta causa se le da una sección transversal<br />

muy pequeiia.<br />

.<br />

Las escorias van acumulándose en el crisol hasta que llegan al nivel<br />

superior de la dama, dirigiéndose entonces por el plano inclinado<br />

df (pg. 137) á lUtOSdepósitos de quese extraen después de enfriadas.<br />

1'1 aspecto de las escorias manifiesta si el horno funciona hien,<br />

pues cuauclo esto se verifica aquellas son claras, transparentes y fluidas;<br />

si presentan color azulado, amarillento, verdoso, ó más ó<br />

menos obscuro, es sellal de que el mineral no se ha reducido por completo,<br />

y quc hace falta aumentar la proporción dc comhustible. Sirven<br />

tí~mbién para conocer la marcha de la operación, el aspecto de la<br />

llama, la manera de actuar las tohcras y el descenso de las cargas;<br />

con la observación de estas circunstancias y con la práctica del<br />

trabajo, se viene en conocimiento de las variaciones que dehen in-<br />

I.roducirse en las proporciones respectivas de comlmsLible y flludentes<br />

y de aire lanzado por las toberas.<br />

Al cabo de doce ó veinticuatro horas, según la capacidad del crisol,<br />

se llena~te de hierro fllucliclo, que se deja siempre cubierto de una<br />

(lelgada capa de escorias, á fin de preservado de la acción oxidan te<br />

fIel aire de las toberas: se sangra entonces el horno, ahriendo el canillera,<br />

y sale el metal, dirigiéndose por una reguera que parte de dicho<br />

agujero; de ésta arrancan otras regueras perpendicularcs, que comunican<br />

con una seric de depresiones, del tamaño que hayan de tener<br />

los lingotes, parale1a~ á la reguera principal. Terminada la sangría, se<br />

echa arena sohre los lingotes, con ohjeto de hacer menos molesto para<br />

los operarios el calor que radian aquellos.<br />

Perfeccionamientos en los hornos altos.-Varios perfeccionamientos<br />

se han introducido en el trahajo de los hornos altos,<br />

siendo los principales y Únicos de que se hahlará, el empleo de aÜ'e<br />

e,aliente en vez del inyectado á la temperatura ordinaria, y el aprovechamiento<br />

de los gases comhustibles que se escapan del tragan te del<br />

horno.<br />

E'IPLEODEAIRECALIENTE.-Este perfeccionamiento encontró mucha<br />

oposición entre los fabricantes y opemrios de InglatelTa, al pro-<br />

407<br />

ponerlo Neilson en 1851, apoyándose aquellos en que la experiencia<br />

había demostrado que los hornos altos funcionaban mejor en invierno<br />

que en verano, lo cual, si á primera vista parece un argumento de<br />

fuerza contra el empleo de aire caliente, no lo es si se considera<br />

que se ha explicado esta aparente anomalía por contener la atmósfera<br />

menos vapor de agua, cuando la temperatura es baja. La innovación<br />

produjo desde luego excelentes resultados, y hoy día se ha sustituído<br />

en casi todas las fábricas el aire frío por aire á una temperatura de<br />

520 á 450. centígrados, habiéndose llegado Últimamente en algunas<br />

ferrerías inglesas á elevarla hasta 600.. Así se logra una economía<br />

de combustible, que se hace subir en ciertos casos á 55 por 100;<br />

ohteniéndose además mayor producción, mejor calidad en los hierros<br />

y más regularidad en la marcha de los hornos.<br />

E! aire se caldea obligándole á pasar por un sistema de tubos calr,l1tados<br />

exteriormente, ya por combustihle aplicado de una manera<br />

directa, ya aprovechando los gases desprendidos del horno, que es el<br />

caso más general, y en el que es realmente notahle la economía que<br />

se ha indicado. Los hornos de calefacción, que se llaman estufas, deben<br />

situarse lo más cerca posible de las toheras, para evitar, no sólo<br />

el enfriamiento consiguiente, sino también la diminución grande en<br />

la presión que experimentaría el fluido al circular por tubos muy<br />

largos. Para conseguir el mayor aprovechamiento de calor, ha de procurarse<br />

dar poco espesor á los tubos, aumentar en lo posible la superficie<br />

de caldeo y disponer los hornos de manera que el aire de los<br />

tubos marche en sentido contrario que los gases de la combustión.<br />

Con objeto de no disminuir demasiado la presión del aire, es conveniente<br />

hacer pasar á éste por una serie de tulJOSde sección pequeña,<br />

con lo cual es grande la superficie de caldeo y corto relativamente<br />

el trayecto recorrido.<br />

La primera estufa ideada por Neilson era por demás sencilla: consistía<br />

en una retorta cilíndrica de palastro, colocada en un hogar ordinario,<br />

disponiéndose una para cada tobera; así no se lograba calentar<br />

bastante el aire, y los resultados no fueron satisfactorios.<br />

Posteriormente sustituyó el mismo inventor este aparato por otro,<br />

en que la temperatura podía elevarse de 160 á 220. centígrados.<br />

Componíase (fig. 190) de unos tubos de hierro fundido, BS, perfectamente<br />

empalmados, dentro de los cuales había una serie de diafrac:rb


J.DS<br />

m¡ls, P, para que el ail'e circulara con la menor velocidad posible y<br />

tnriera tiempo para calentarse. Todo elloestaha dispuesto en el horno,<br />

00, diridido en los dos compartimientos, a, a', en uno de los<br />

.<br />

cuales se situaha el hogar.<br />

Otra estufa muy empleada y que ha dado excelentes resultados,<br />

es la llamada de CaTela, por haherse aplicado por primera vez, en<br />

la fábrica de este nomhre: consta de dos tubos horizontales de hierro<br />

¡<br />

.<br />

fundido, por uno de los que entra el aire fdo, saliendo por el otro el<br />

caliente; ambos comunican entre sí por varios tubos de palastro encorva<br />

dos en forma de U, C01110fácilmente se ve en las figuras 191,<br />

192 Y 195, que representan, la primera un corte horizontal á la altUl;;'<br />

del arranque de los tubos de U, y las otras dos, secciones transversal<br />

y longitudinal, respectivamente, de uno de estos aparatos.<br />

APROVEC1LDIIENTO DEG;\sEs.-Los gases que se escapan por el tragante<br />

del horno contienen en su masa algunos elementos combustihles<br />

no quemados todavia (de 20 á 28 por i 00 de óxido de carhono r<br />

¡le 2 á 6 de hidrógeno), y están á una temperatura sumamente elevada,<br />

que puede utilizarse. Se han ideado varias disposiciones para su<br />

aprovechamiento, destinando unas veces esos gases Ú calentar la mÚf(lIina~le<br />

vapor de los ventiladores, otras á la torrefacción de los minerales,<br />

y más generalmente ¡'l caldear el aire de las toheras, ohtoniéndose<br />

así una verdadera economía de combustible.<br />

Uno de los medios más sencillos que se ocurren á primera vista, es<br />

situar la estufa de caldeo del aire encima del horno; pero esta colocación<br />

presenta tantos y tan gTaves inconvenientes, que ha habido<br />

¡{Ilerecurrir á otros sistemas, como el de dar salida á los gases por<br />

la parte superior del horno, llevimdolos, por conductos Ú propl',sito,<br />

Ú las estufas, dehiéndose hacer la toma á una altura tal, que se hayan<br />

verificado por completo todas las reacciones en que han de intervenir<br />

los gases, y snficientemente baja para que no lleguen á enfriarse<br />

ni á inflamarse en contacto del aire.<br />

Dos disposiciones son las empleadas con mayor frecuencia: la primera,<br />

ó clefragante abiel'lo (fig. 194), consiste en una serie de aherturas<br />

)argas y estrechas, A, practicadas á la altura conveniente, que<br />

comunican con el espacio anular, B, de que arranca<br />

toma de los gases.<br />

el tubo, C, de<br />

La segunda, .\ (le tragante cerlYtdo, es la indicada en la figura i 95,<br />

.\.09<br />

en la que el tubo, C, parte del mismo horno, permaneciendo cerrada<br />

la hoca de éste por una especie de emhudo, A, cuyo fondo está formado<br />

por una trampa cónica, B, suspendida de una cadena que pasa<br />

por la polea P, y lleva en su extremo un contrapeso. Con esta ingeniosa<br />

disposición, al verter la carga por el embudo, como el peso<br />

de aquella es mayor que el del contrapeso, haja la trampa, caen los<br />

materiales en el horno, y se cierra casi inmediatamente la ahertnra<br />

por la acción del contrapeso, siendo insignificante la cantidad de gas<br />

que se escapa durante la carga, y verificándose ésta con la mayor<br />

sencillez. El aparato descrito se conoce en casi todos los idiomas con<br />

la denominación inglesa de cap and cone (tolvay cono).<br />

Productos de los hornos altos.-El metal que se ohtiene<br />

en los hornos altos es el hierro crudo, colado Úde primera fusión. El<br />

hierro colado contiene, además de silicio, nitr


6,10<br />

posición los que se funden con carhón vegetal que aquellos para cuya<br />

óbtención se usa col" ni los preparados con aire frio ó con aire caliente.<br />

El hierro colado se funde á temperaturas comprendidas entre 1.000<br />

y 1.200°; tiene mucha menos ductilidad que el forjado ó dulce. Los<br />

hierros grises son granudos y porosos; se cortan, liman y taladran<br />

con hastante facilidad: los blancos suelen presentar textura radiada<br />

ó cristalina; son agrios y algo más fusibles que los grises.<br />

Los hierros colados grises y manchados, se clasifican en las fábricas<br />

con nÚmeros, asignando el 1. ° á los más obscuros y grafitosos, y<br />

los sucesivos hasta el 6, y á veces hasta el 7, á los hierros que van<br />

siendo más claros, y encierran, por consiguiente, menor cantidad<br />

de grafito. Los hierros fundidos blancos se distinguen, de ordinario,<br />

con las denominaciones de (ibl'osos, g¡'anUrkos, cavernosos y especulares,<br />

que correspomlen al aspecto que presentan sus fracturas.<br />

HIERROS COLADOSl\1ALEABLES.-A los hierros colados se les puede dar<br />

una maleabilidad parecida á la qne tienen los hierros dulces, descarbTVandolos<br />

en parte. Si una pieza de hierro fundido, de poco espesor,<br />

se calienta en medio de una masa de anhidrido férrico en<br />

polvo, el carbono que se halla en la superficie de aquella, se oxida<br />

y se desprende en estado de oxido ó anhidrido carbónico. La parte<br />

externa de la pieza se descarhura, por tanto; pero el carbono disuelto<br />

en el interior vuelve á carburarIa, se quema a su vez, y continuando<br />

así se logra suficiente descarburación para que el hierro adquiera<br />

maleabilidad. Sin embargo, para obtener buen resultado es indispensahle<br />

que la pieza tenga muy poco geueso, á fin de que no quede demasiado<br />

carburado el interior, y que no 6llcierre dosis considerables<br />

de silicio, fósforo, metales ni otros elementos, que no se pueden separar<br />

por el método indicado, para el que tienen aplica(~ion excelente<br />

los hornos anulares de Hoffmann.<br />

El carhono que se elimina es el que está comhinado ti disuelto; el<br />

geafito permanece intacto, y como éste, al calor hlanco, se disuelve<br />

en el hierro, se comprende que el producto, que se trabaja sin dificultad<br />

á temperaturas hajas, salte en pedazos al choque del martillo,<br />

a las muy elevadas. Los hierros colados maleables son menos densos<br />

y resistentes que los hierros dulces.<br />

411<br />

TRANSFORMACION DEL HIERRO FUNDIDO<br />

EN DULCE Ó MALEABLE.<br />

Se acaba de ver que los productos de los hornos altos son hierros<br />

comhinados o mezclados, en proporciones mayores ó menores, con<br />

carbono, manganeso, silicio, azufre, fósforo y otros diversos cuerpos,<br />

que influyen más ó menos en su calidad. Separar todas estas substancias,<br />

ya en estado gaseoso, ya en estado liquido ó de escorias, es<br />

el objeto de lo que sigue.<br />

Teoría química de la transformación.-Si se somete<br />

el hierro colado pastoso ó semiliquÜlo á una acciun oxidan te enérgica,<br />

dirigiendo á su superficie una fuerte corriente de aire, los diversos<br />

cuerpos que encierra la masa tenderán á combinarse con el oxígeno,<br />

y lo verificarían por el orden de sus afinidades, si esturiesen en<br />

proporciones prüximamente iguales; pero por la acción conocida de<br />

las masas, el hierro es el primero que se oxida. Sin embargo, esta<br />

oxidaciun no es más que momentánea, porque el silicio y el manganeso<br />

reducen en seguida el oxido formado, no sólo porqne tienen<br />

mas afinidad con el oxígeno que el hierro, sino porque aqnella se<br />

exalta, en virtud de la tendencia á producirse silicatos fusihles de<br />

hierro y de manganeso, que se separan con las escorias. El carbono<br />

se oxida también, desprendiéndose en estaclo de oxido o de anhidriclo<br />

carbónico, y el fósforo se transforma en anhidrido fosfórico, que Ú<br />

su vez da lugar á fosfatos de hierro fusibles. En cuanto al azufre,<br />

desaparece una parte en estado de anhidrido sulfuroso; otra pasa á<br />

las escorias formando oxisulfuros de hierro, y otra queda comhinada<br />

con el metal. Todas estas reacciones se activan removiendo la masa<br />

con espetones.<br />

Una condición esencial para que la operación tenga éxito satisfactorio,<br />

es que no predomine la sílice en la plaza y paredes interiores<br />

del horno, pues de lo contrario se forman silicatos de hierro abundantes"<br />

que pasan a las escorias, perdiénrlose cantidades considerahles<br />

de metal. Otro inconveniente del exceso de sílice consiste en que<br />

dificulta la eliminación del fósforo, porque aUn cuando en un principio<br />

se Jormen 1'osfatos fusihles, se transforman pronto en silicatos, á


~12<br />

causa de la gran fijeza de la sílice, y el ácido fosfórico vuelve á reducirse<br />

con la intenención del metal ó del óxido de carbono.<br />

La accilHl oxidante del aire se re fuerza á veces, aÜadiendo esco-.<br />

das de operaciones precedentes y limaduras de hierro, materias ambas<br />

muy ricas en óxido de este metal y que, por tanto, sumi¡1istran<br />

gran parte del oxígeno necesario, disminuyendo á la vez las mermas<br />

en d hierro que se trabaja. Obsérvese además que la sílice de las escorias<br />

no proviene en su totalidad del silicio del hierro, sino tamlJién<br />

de los granos de arena adheridos á las barras de metal, de las cenizas<br />

del comlmstible y de las escorias que se agregan.<br />

Esta teoría tan clara tropieza con grandes dificultades al ponerla<br />

en práctica, lo cual se comprenderá si se advierte que es absolutamente<br />

imposible conocer el momento preciso de haberse separado<br />

todos los cuerpos extraÜos, para interrumpir entonces la entrada del<br />

aire, perdiéndose, por consiguiente, gran cantidad de hierro, cuya<br />

oxidación no se podrá evitar si aquella acción se prolonga demasiado.<br />

Por otra parte, la separación de algunas suhstancias, tales como el<br />

aznti'e y el fósforo, es en extremo difícil, y, sin emhargo, es indíspensahle<br />

eliminar amhoscuerpos, y en particular el azufre, por lo<br />

notablemente qne alteran la calidad de los productos.<br />

Tantos gastos y tantos inconvenientes prácticos ocasiona la separaci,'11}del<br />

azufre, que se procura no ("ntre en el hierro fundido, ya calcinando<br />

previamente los minerales, si de éstos proviene, ya forzando,<br />

como se dijo en lugar oportuno, la proporción de castina, si el comhustible<br />

es el que lo s-uministra. En general; puede decirse que el<br />

hierro colado que contenga una proporción algo crecida de azufre, no<br />

dará más que hierros agrios y de mala calidad.<br />

Procedimientos empleados para la transformación.<br />

-,. Varios son los procedimientos empleados para este objeto, idéntico's<br />

en el fondo, y que sólo se distinguen por la forma especial de los<br />

hornos y la manera de dirigir las operaciones, dependiendo, como es<br />

natural, que se prefiera uno Ú otro, de la calidad del hierro que haya<br />

que descarburar: todos ellos se pueden encerrar en los tres grupos<br />

siguientes:<br />

Primer grujJo. Cuando el l1ie1'rocolado sea muy puro, como los<br />

ohtenidos de buenas menas y con carbón vegetal, bastará fundido y<br />

someterIo á la acción oxidante, en hornos especiales análog'os á las<br />

H.3<br />

forjas catalanas, de los que saldrá el metal completamente libre de<br />

carbono, silicio y demás substancias con que estaba mezclado, recihienda<br />

esta operación el nombre de afino en forjas ó simplemente<br />

afino ó afinación.<br />

Segundo grupo. Si el hierro fundido es algo impuro, no bastaría<br />

el procedimiento anterior para transformado en hierro dulce, siendo<br />

necesario, á más de afinarIo en hornos parecidos á los precedentes,<br />

acabar de purificado fundiéndolo en hornos r8'.'erberos, operación á<br />

que se ha dado el nombre de afino en reverberos, jJudelaje ó pudelación<br />

(1), del inglés to p uddle (remover).<br />

TercC1'gl'UpO. Empleanclo métodos especiales para la pudelación,<br />

se pueden descarJmrar los hierros colados, suprimiendo la afinación<br />

previa que es indispensable con el pudelaje ordinario.<br />

AFINACiÓN EN FORJAS.<br />

Descripción del horno.-El horno empleado para este objeto<br />

consta (fig. 196) de un pequeño hogar, U, en forma de pirámide<br />

cuadrangular truncada, cuyas pareeles están revestidas de placas de<br />

hierro cubiertas de arcilla. La profundidad del hogar es de unosOm,25,<br />

y su ancho de Om,60 á Om,70. La tobera, t, análoga á las descritas<br />

al tratar de los hornos altos, está dispuesta de suerte que su eje corte<br />

á la arista inferior de la cara opuesta: delante del hogar hay una<br />

placa de hierro fundido, aba'b', ligeramente inclinada, y de la parte<br />

superior del crisol arranca la pÍlluera para dar salida á las escorias,<br />

la cual termina en la parte inferior del mismo.<br />

Todo el horno está cubierto con una campana de chimenea, e, por<br />

- la que se desprenden los productos de la combustión; á la campana<br />

se unen placas de palastro, P, para resgnardar á los operarios, á manera<br />

de pantallas, de la radiación calorifica durante el trabajo.<br />

Marcha de la operación.-Para efectuar la operación, se<br />

llena el hog'ar U de carhones encendidos, se da aire para activar la<br />

combustión y se colocan encima los lingotes de hierro colado: mer-<br />

(1) Para no hacer uso de una circunlocución, parece oportuno formar el<br />

verbo pl.ldela,', del inglés to pnddle. Si se admite el verbo, lo natural es llamar<br />

pndelaciólI á la acción y efecto de pudelar, aunque también puede aceptarse<br />

el nombre de pudelaje, que se usa comúnmente.'


.Íji. 41:5<br />

ced á la elevada temperatul'a que se obticne, se funde el metal y<br />

c\e oo'ota á b o-ota en el fondo del ho!wr; al atravesar la corriente ,le<br />

~.<br />

aile de las toberas, se oxida su snperficie, el óxido así formado obra<br />

soh'e el carbono y el silicio, desprendiéndose aquel en estado de óxido<br />

tle carbono ó de anhidrido carhónico, y comhinándose éste con<br />

el óxido de hierro para producir silicatos, que constituyen las escorias.<br />

Al llegar al fondo del crisol, ha perdido el metal casi todo' su<br />

carbo;:o y gran parte del silicio y demás suhstancias que contenía,<br />

que se habran desprendido, como ya se ha dicho, en estado de combinacio:lCs<br />

g'aseosas ü líquidas, haciéndose á la vez el metal mucho<br />

menos Huido. Se dejan salir de vez en cuando las escorias, y se van<br />

echando desperdicios de hierro, lllUYahundantes en óxidos, que aumentar¡'\I1la<br />

acciün descarburante del aire de las t01eras. Al caho de<br />

unas tr~'s horas, en que se habrá ya fundido la cantidad de metal que<br />

se trata (100 á 150 kilogramos), levanta el operario, provisto de un<br />

espetón, la masa de hierro, que presenta hastante consistencia, y la<br />

coloca frente á la tohera, con lo cual estará sometido el metal á una<br />

acción oxidante muy enérgica: aiiade cOIllhustihle, da aire con más<br />

fuerza, y con la gran elevación de temperatura que así se produce,<br />

adlluie:e suficiente pastosidad la materia para caer al fondo del crisol,<br />

donde toma cuerpo en seguida, pudiéndose<br />

terIllin ado el afino.<br />

ya entonces dar por<br />

Va reuniendo el operario con su espetón las masas esponjosas de<br />

hierro que se hallan esparcidas en el crisol y que se sueldan fácilmente,<br />

cuidando, no ohstante, de someter á la acción de la tobera los<br />

fragnll'ntos cuyo afino le parezca imperfecto, y forma una zamarra<br />

que se saca del horno, después de dar salida á las escorias, para llevarIa<br />

á las máquinas que han de trabajarla.<br />

COlnbustible.-El com]mstible que se emplea en el afino es<br />

carbón vegetal, pues aunque alguna vez se ha querido sustituir por<br />

cok, ha habido que<br />

calidad.<br />

desistir por obtenerse pro(luctos de muy mala<br />

AFINACiÓN EN HORNOS Y PUDELACIÓN.<br />

Ya se ha dicho que, por regla general, cuando se trata de hierros<br />

colado~ que tengan muchas impurezas, hay que someterlos á las<br />

operaciones del afinoy de la pttdelación ó pudelaie.<br />

- tenderse por el laboratorio, cuya bóveda rebajada hace que vava la-<br />

Afinación.-El<br />

se acaba de indicar.<br />

afino se verifica de una manera amlloga {¡<br />

la que<br />

Los hornos empleados son muy parecidos á los<br />

descritos, aunque de mucha mayor capacidad, pudiéndose afinar en<br />

cada lUlO de 1. 000 á 1. 200 kilogramos de metal; el comlJUstihle<br />

que se usa es el cok.<br />

El producto de este afino se llama por los ingleses fine-metal, y no<br />

es más que hierro colado, en CI ue el silicio , el fósforo , el mano'aneso 0<br />

y parte del carbono se han separado ya; podría, por tanto, denominarse<br />

metal semiafinado.<br />

El fine-metal que sale en estado liquido del horno de afinación,<br />

pasa á unas regueras donde se enfría bruscamente, rociándolo con<br />

agua; se hace entonces muy agTio y se parte en pequeiios fragmentos<br />

Ó c1wpetas, de 15 á 20 centímetros de lado. Otras veces, á fin<br />

de conseguir una división extrema del metal, se le deja caer en estado<br />

líquido sobre el suelo desde una altura considerable, ó se emplea<br />

el sistema de placas giratorias, que consiste en verter el metal<br />

fundido desclecierta altura, menos gTande que en el método anterior,<br />

sobre una plataforma horizontal, animada de un rápido movimiento<br />

de giro alrededor de un eje vertical; al caer el chorro de metal fundido<br />

encima de la plataforma, se reduce á gotas que se recogen en<br />

llll depósito lleno de agua, colocado en la parte inferior del aparato.<br />

Para transformar elmctal semiafinado cn hierro dulce , es indispensable<br />

pudelarlo, á fin de separar la mayor parte de los cuerpos<br />

extraiios que contiene todavía.<br />

Pudelación.-Esta operación se verifica en reverberos , cuvo .<br />

carácter principal es, como ya se dijo, el de no estar el metal en<br />

contacto con el combustible sólido.<br />

HORNOSDEPUDELAR.-Están compuestos de tres partes principales,<br />

como todos los reverberos: el hogar, el laboratorio y la chimenea; el<br />

cO~lbustible empleado es generalmente hulla de llama larga, que se<br />

extIende en capas delgadas sobre la parrilla del hogar; el enérgico<br />

tiro producido por una chimenea de llnos 10 metros de altura, activa<br />

fuertemente la combustión y, aspirando la llama, la obliga á exmiendo<br />

la plaza, donde la temperatura se eleva hasta el calor ])lanco.<br />

En la figura 197 se representa una vista general del horno, y<br />

en la 198 un corte vertical y otro horizontal.


416<br />

De ordinario está constituida la plaza por una placa de hierro colado,<br />

cubierta. de arena ó escorias de operaciones anteriores, y bajo<br />

la-cual circula una corriente de aire frio para impedir su fusioll;<br />

dicha plaza, horizontal en casi toda su extension, presenta en su extremo<br />

posterior, B (fig. 193), una depresión, doncle se depositan ~as<br />

escorias que se forman durante el trabajo, y á las que se da salida<br />

por la piquera, O, cuando la operación ha concluido; el laboratorio<br />

está separado del hogar por el puente, P. .,<br />

En las paredes del horno, que son generalmente de ladnllos refractarios,<br />

con engatillados, están practicadas las cuatro ventanillas, lJ,<br />

E, F YG; las D y E, en ellahoratorio, sirviendo la primera para el<br />

trahajo, durante el cual permanece abierta, y la segunda solamen te<br />

para Ümpiar y cargar el horno, estando, por tanto, cerrada mientras<br />

dura la operación; las F y G, en el hogar, y se utilizan pura la carga<br />

de combustible. El tiro de la chimenea, e, puede regularse por<br />

medio de un registro, R, que se mueve desde el suelo con una cadena.<br />

Para efectuar la operación se calienta el horno hasta el rojo blanco,<br />

y se introduce el metal semiafinado mezclado .con nna cuarta ~)~rte<br />

de escorias procedentes de operaciones anterIOres y desperdicIOs<br />

de hierro; se cierran herméticamente todas las puertas, tapando<br />

bien las rendijas, y se ahre por completo el registro de la chimenea;<br />

el metal<br />

registro,<br />

entra pronto en fusión, debiendo cerrarse poco á poco el<br />

Ú medida que esto se consigue. A causa de la separación<br />

del carbono cn cstado dc óxido ó de anhidrido carbónico, la masa<br />

metálica va perdiendo su fluidcz y se desagrega formando masas esponjosas<br />

cuhiertas dc escorias; entonces el operario, provisto de un<br />

11ll1'°Ónremueve o , toda la materia, a]n'iendo con cuidado la pnerta. dc<br />

trahajo ]J, á fin de que el aire que por ella entra no oxide demasla do<br />

el met::l, hasta que por el aspecto de (~ste reconozca que la transformación<br />

se ha cfectuado por completo, en cuya momento va soldando<br />

y reunicnclo los fragmentos de metal esparcidos por la plaz~,<br />

fonnamlo varias zamarras de Om,50 a 0111,55de diámetro, que deja<br />

junto al puente; se hacen salir las escorias, y se ll~van las zam~rras<br />

a las máquinas que han de dar al hierro la compaCIdad necesaria.<br />

Pudelación perfeccionada.-Se ha indicado ya que, en virtud<br />

de ciertas modificaciones y perfeccionamientos introducidos en<br />

la pmlclación, hastaha ésta para descal'lJUl'ar hierros colados impuros:<br />

417<br />

muchos y muy variados son estos proccdimientos, p udicndose casi<br />

asegurar que cada fábrica tiene el suyo peculiar para tratar los llierros<br />

que la abastecen, y sería tarea interminable describirlos todos,<br />

aun someramente, por lo eual no se hará más que indicar tres de los<br />

más usados, á saber: la pudelaciónen hornos<br />

ciónpOI'vapor y la silesiana.<br />

hervideros, la ]Judela-<br />

HOH:\osHEHvIDEHos.-Esteprocedimiento, ideado por Hall á principios<br />

de este siglo, sólo se distingue del ordinario en que la temperatura<br />

a que se eleva el horno es mucho mayor, por lo cual debe<br />

estar construído con materiales más refractarios y su plaza formada<br />

por un grueso lecho de escorias para evitar los desperfectos que de<br />

otro modo resultarían, por la circunstancia de que en este método el<br />

hierro colado se licua por completo, sufriendo una especie de elJUllición,<br />

dlll'ante la cual se separan las eseorias, fénomeno que ha dado<br />

nombre a los hornos que se emplean.<br />

PUDELAcróNPOHvAPoR.-Este sistema consiste en hacer pasar por<br />

el horno chorros de vapor de agua, á una presión de 5 á 4 kilogramos,<br />

por centímetro cuadra.do; el vapor se descompone por la afinidad<br />

del oxígeno con el carbono y por la elevada temperatura que<br />

reina en el laboratorio, contribuyendo poderosamente a la acción<br />

descarburante el oxigeno que esta descomposición pone en lihertad,<br />

á la vez que el hidrógeno se combina con otros cuerpos extraÜos,<br />

como el azufre, el fósforo, el arsénico, etc.<br />

PUDELACIÓN ~ILES¡ANA.-Elhorno empleado en el procedimiento silesiano<br />

es en realidad un generador de gas combustible; éste arde en<br />

contacto del aire inyectado por una máquina sopladora, y se introduce<br />

en el laboratorio por una abertlll'a; una serie de toberas alimentadas<br />

por la misma máquina, prodncen corrientes que al chocar entre<br />

si determinan remolinos en la masa de metal, que se encuentra expuesta<br />

en todos sus puntos á la acción descarburante del oxigeno. La<br />

cantidad de aire y de gas inyectados se regula con llaves de compuerta,<br />

pudiéndose así aumentar ó disminuir la temperatura, y consiguiéndose,<br />

según parece, que la operación marche con la regularidad<br />

de una máquina. Este método presenta las ventajas de poder prescindir<br />

de la remocion de la masa con espetones, de realizar una economia<br />

de un 55 por 100 en comhustible, y de librar al metal de todo contacto<br />

con las cenizas é impurezas de aquel.<br />

27


418<br />

Se terminará cuanto á la pudelación se refiere, indicando que las<br />

faenas penosas que exige y la escasez relativa de operarios inteligentes<br />

y robustos para efectuarlas, hace que cada dia se extienda más la<br />

sustitÚcióu de los sistemas antiguos por los model'l1os, en que se<br />

tonsigue reemplazar con mecanismos los esfuerzos corporales.<br />

TRABAJO DEL HIERRO.<br />

"'liQUINAS K\lPLEAIJAS PARA DAH AL HIEHIlO<br />

LA TEXTURA CO:\fVENIENTE.<br />

Máquinas de cinglar.-Después de sacar el hierro de las forjas<br />

de afino ó de los hornos de pudelación, se llevan las zamarras á<br />

las maquinas en que han de trabajarse para obtener la textura, compacidad<br />

y homogeneidad convenientes, y acabar de desalojar las escorias,<br />

lechadas é impurezas que contenga el metal. Conseguidos estos<br />

resultados, se puede pasar Údar al hierro la forma en que se ha de<br />

expender en el comercio ó que deba tener para los usos á que se destine.<br />

Las máquinas que se emplean ]Jara cinglar, esto es, para dar al<br />

metal la compacidad necesaria, pueden clasificarse, conforme su<br />

modo de actuar, en los tres grupos siguientes: LO, máquinas que<br />

trabajan por compresión, ti sean prensas; 2.0, mác[uinas laminadol'as,<br />

y ;:;.0,máquinas que trahajan por percusión, ó martillos y martinetes.<br />

Cada una de estas clases de máquinas tiene sus ventajas é inconvenientes.<br />

Por lo general, á no ser que se trate de hierros especiales,<br />

que exijan con preferencia una máquina determinada, se utiliza el<br />

trabajo sucesivo de dos ó tres distinlas.<br />

VENTAJAS É INCONVENIENTES DE CADA CLASE DE MJQUINAs.-Para cin-<br />

glal' el hierro, las prensas son las máquinas mas económicas y que<br />

aprovechan mayor cantidad de material, sin duda porrlue no se renueva<br />

tan fácilmente la capa de óxido que se forma en su superficie,<br />

y porque no extraen hien las escorias y lechadas; en cambio, dan un<br />

hierro menos compacto y maleable que el trabajado por otros métodos.<br />

Los lalllinadores estiran mejor el hierro y le dan una textura<br />

419<br />

fihrosa, pero, aunque suelen ser máquinas muy económicas, son las<br />

que peor comprimen el hierro y le quitan las impurezas. Los martinetes,<br />

si bien son los aparatos que odginan mayores gastos y trabajan<br />

con más lentitud, son los que dan al metal la mayor compacidad<br />

y le dejan más limpio y puro. En vista de esto, para cinglar el<br />

hierro, se le somete, de ordinario, á la acción sucesiva de los martinetes<br />

y de lo:; laminadores; pero cuando el hierro tenga que trabajarse<br />

á una elevada temperatura, podrá convenir emplear primero las<br />

prensas y luego los laminadores, porque los martinetes, á causa de<br />

la lentiLud con que actÚan, enfrían considerablemente el metal. En<br />

ciertas ocasiones, se usan los tres grupos de máquinas, sometiendo<br />

el hierro sucesivamente á la acción de las prensas, de los martinetes<br />

y de los laminadores.<br />

PRECisAs.-Las más usadas son análogas á la representada en la<br />

figura 199, que es la que se conoce en Inglaterra con el nombre de<br />

sr¡zeeezcr,y que también se llama en EspaÜa esquizer. Esta máquina,<br />

movida por un medio cualquiera, comprime la zamarra entre un tahIero<br />

fijo, A, y una placa de hierro fundido, A', adaptada á la parte<br />

móvil. El metal, que para este tra]Jajo, así como para los que en seguida<br />

se explicarán, dehe estar a una alta temperatura, la del calor<br />

rojo próximamente, se introduce más ó menos entre la parte fija y la<br />

móvil, segÚn sus dimensiones, y, después de haherlo comprimido en<br />

varios sentidos, se saca para llevarlo á otras maquinas de cinglar ó a<br />

las que le hayan de dar la forma conveniente.<br />

Se emplean también con frecuencia otras prensas menos senci-<br />

Has: una de las más generalizadas es la de Brown (fig".200), compuesta<br />

en esencia de varios cilindros, cuya sección recta afecta la forma<br />

necesaria para ir aumentando por grados la energía de la compresión,<br />

y que reciben el movimiento por ruedas dentadas, dispuestas<br />

en sus extremos. Cuando funciona la maquina, se coloca la<br />

zamarra, K, entre los cilindros superiores, y a medida que va descendiendo,<br />

se comprime más, hasta que llega á la parte inferior,<br />

donde suele recogerse en los topes de una cadena de transmisión,<br />

que la eleva a la altura necesaria para hacerla pasar por los laminadores<br />

antes de que se enfríe.<br />

Otra máquina cingladora bastante usada es la pl'ensa horizontal<br />

(fig. 201); en este aparato, un cilindro excéntrico respecto a otro


420 .<br />

que lo envuelve, arrastra al girar la zamaáa, haciénclola pasar por<br />

sitios cada vez más estrechos, hasta que sale por el otro extremo.<br />

Como se comprende fácilmente, este medio de cinglar, aunque desaloja<br />

mejor las escorias y lechadas, no comprime bien el hierro, pues<br />

se observa que muchas zamarras se ahren y agrietan, lo que obliga<br />

á volver á empezar la operación; además, las prensas se sueJen<br />

descomponer á menudo, lo que ocasiona frecuentes interrul)ciones y<br />

hace el método bastante costoso, si bien no tanto como el de los<br />

martinetes.<br />

.l\lARTI:'


U2<br />

sean máquinas bastante económicas y las que le dan mejor la textura<br />

fibrosa, ya se ha indicado que no lo comprimen bien y que siempre<br />

le dejan algunas hendeduras.<br />

Todos los laminadores de cinglar constan de dos ti más cilindros<br />

con acanaladuras, cuyas formas dependen de la c1ase de hierro \}ue<br />

se quiera preparar. Los cilindros tienen en sus extremos (fig. 2(5) dos<br />

partes más delgadas y bien alisadas, que sirven de gorrones y se apc1yan<br />

en cojinetes de bronce ó de hierro fundido, colocados en dos armaduras<br />

ó cajas sólidamente empotradas, ó unidas á una placa ó<br />

plataforma fija en el suelo. Uno de los extremos se prolonga más allá<br />

del montante correspondiente, para recibir los órganos de transmisión<br />

que imprimen á uno de los cilindros el movimiento producido por<br />

un agente cualquiera; el segundo cilindro gira en sentido contrario,<br />

por medio de engranajes que le ponen en comunicación con el primero.<br />

Generalmente, los cojinetes del cilindro superior se puedenl110ver<br />

algo en las cajas para elevarse lo necesario y dejar pasar el hierro;<br />

este movimiento se limita por tornillos colocados en la parte superior<br />

de las armaduras, ó por otro medio adecuado. Conviene que haya en<br />

estas máquinas alguna pieza que pueda romperse, antes que los cilindros<br />

ó sus ejes, cuando se encuentre una resistencia insuperable.<br />

Los cilindros de que se componen los laminadores cingladores tienen<br />

practicadas acanaladuras bastante profundas y anchas, en sentido<br />

de las secciones rectas, y de dimensiones desiguales, que van<br />

disminuyendo de modo que el hierro que salga de una de ellas pueda<br />

pasar por la siguiente: deben colocarse las mayores en los extremos<br />

para no debilitar demasiado los cilindros. En los laminadores<br />

perfeccionados se suele colocar á la altura de la generatriz superior<br />

del cilindro inferior, una plataforma ó mesa para apoyar en ella el<br />

hierro y presentado más cómodamente á la acción de los cilindros;<br />

esta plataforma en algunas máquinas, y particularmente cuando hay<br />

tres cilindros superpuestos, es susceptible de un movimiento vertical<br />

para presentar el hierro, ya delante de los cilindros superiores, ya de<br />

los inferiores. Las acanaladuras de estos laminadores tienen á veces<br />

boquillas ó partes salientes, con objeto de coger mejor el hierro y<br />

hacede pasar por los cilindros. La forma de las acanaladuras varía<br />

mucho, y sólo la práctica puede determinar la más conveniente en<br />

cada caso; en general, y aun cuando no sea la misma que en defini-<br />

4~3<br />

tiva haya de tener el hierro, dehe aproximarse a ella y no separarse<br />

mucho de la circular ó cuadrada, para que no se agrieten las harras.<br />

Los cilindros son de hierro colado muy duro y compacto, y tanto mas<br />

lisos cuanto más haya de laminarse el metal. J..a longitud varia segÚn<br />

los hierros que se hayan de trabajar; ordinariamente es de Om,80<br />

Ú 1m,20. La velocidad va aumentando, á medida que se perfecciona<br />

la forma del hierro; oscila entre 20 y 200 ü más vueltas por minuto.<br />

El trabajo se hace por dos hombres, uno de los cuales, después de<br />

haher pasado la barra por ellaminador, la coge con unas tenazas, y<br />

ayudado por un muchacho, si es menester, la devuelve por encima de<br />

los laminadores para que el otro operario, cogiéndola asimismo con<br />

tenazas, la haga pasar de nuevo por la propia canal ó por otra. Estas<br />

operaciones deben hacerse con rapidez, para que no se enfríe el hierro,<br />

economizándose tiempo y efectuándose mejor el trabajo en los laminadores<br />

de tres cilindros superpuestos, porque en este caso, después<br />

de pasar hacia un lado todas las barras, el operario que está á<br />

este costado, las introduce entre los otros cilindros, verificándose la<br />

laminación en ambos sentidos. Cuando las barras se han enfriado hastante,<br />

se cortan en pedazos de 50 á GOcentímetros y se forman nuevos<br />

p;quetes que se caldean hasta el rojo blanco en hornos parecidos<br />

á los de pndelar, pero más pequeños y sin corriente de aire exterior.<br />

Entonces se vuelven á hacer pasar los paquetes por los laminadores y<br />

se repiten todas las operaciones.<br />

MEDIOS DE DAH AL HIERHO LA FORMA CONVENIENTE.<br />

Máquinas que se emplean.-Después ue dar al hierro la<br />

compacidad y homogeneidad necesarias, hay que haced e tomar las<br />

formas en que se expende en el comercio ó las especiales que en ciertos<br />

casos se necesitan. Para conseguido se pueden emplear las mismas<br />

tres clases de máquinas descritas para la, cingladura, aplicando<br />

las de un grupo con preferencia á las de otro; segÚn la forma que<br />

haya de tener el hierro y el objeto á que se destine.<br />

Las condiciones á que debe satisfacer el trabajo del hierro en caliente,<br />

son: 1. a, que las moléculas vayan por' el camino mas corto<br />

desde la posición que tenían al principio, á la que hayan de ocup~r


4-'14<br />

definitivamente; 2:, que 110se destruya, sino que, en lo posible, se<br />

aumente la fuerza de cohesión del metal.<br />

.. -.. Para dar una idea de las máquinas que en cada caso se emplean y<br />

de las disposiciones que convenga adoptar, se examinará sucesivamente<br />

el modo de preparar los hierros de formas sencillas ó complicadas;<br />

los ltsuales del comercio; los especiales, como los de sección de T, las<br />

barras-carriles, etc.; los palast/'Os;los alambres, y las cadenas. El trabajo<br />

de todos los hierros, desde que salen de los cingladores, hasta que<br />

empiezan á labrarse para aplicarlos á una obra determinada, se hace<br />

en caliente, con las úni~as excepciones del estiramiento en la hilera<br />

para la preparación de alambres y de algunas operaciones, como cortes<br />

de barras ó palastros, que se hacen en frio.<br />

Cuando los hierros se han enfriado, hay que caldearlos en hornos<br />

reverberos, pero debe procurarse no verificarlo á menudo, para evitar<br />

la formación de cantidades considerables de óxido.<br />

Hechas las advertencias anteriores, aplicables á todo lo que sigue,<br />

se dar;'ll1las explicaciones indispensables para que se conozca el modo<br />

de trabajar las diferentes clases de hierros que se han indicado.<br />

Hierros de formas sencillas.-Las prensas ó máquinas para<br />

dar forma por compresión, convendrán cuando se trate de hierros<br />

que hayan de sufeir pocas variaciones dUl'ante el trahajo: obteniéndose<br />

de este modo un metal bastante hueno y compacto, slemlJre<br />

que las prensas estén dispuestas de suerte que constituyan moldes de<br />

forma adecuada al ohjeto que se haya de preparar. Las placas de<br />

blindaje, los émbolos de ciertas máquinas, los topes de los vagones y<br />

alaunas ruedas, pueden trahajarse de este modo.<br />

vHierros de formas complicadas.-Si las piezas que hay<br />

que fahricar tienen formas extrailas ó complicadas, se trabajan ordinariamente<br />

con el martinete, como se hacía antes para toda clase de<br />

barras. En este caso queda á la práctica del operario la manera de<br />

colocar las piezas para recibir la acción de la maza, á fin de conseguir<br />

dar pronto forma al objeto y llenar, en cuanto sea factible, las<br />

I",ondicionesexpuestas.<br />

Hierros usuales delcomercio.-CJ"ASIFICACIÓN DELOSHIERROS.<br />

-Los hierros usuales del comercio son barras de sección rectangular,<br />

cuadrada ó circular, que tienen una longitud variable, pero que no<br />

suele pasar de cuatro ó cinco metros, y que reciben diversos nomhres<br />

421$<br />

en cada localidad, según sean las dimensiones transversales, que, por<br />

regla general, varían desde menos de Uti centímetro á poco más de<br />

ocho, tanto para los lados de cuadrados y rectángulos, como para los<br />

diámetros de círculos. En la imposihilidad de reseÜar todos los nomhres<br />

locales, se indicará: L°, que las barras de sección cuadrada se<br />

suelen llamar hierros cuadl'(ldosó cuadradillos, reservando la última<br />

denominación para las harras cuya sección no pasa de 2 á 5 centímetros<br />

de lado (1); 2.°, que las de sección rectangular, en que un<br />

lado es por lo menos cuatro veces mayor que el otro, reciben el nombre<br />

de llantas, y los de llantillas y {le/es aquellas en que el grueso es<br />

relativamente menor (2); 5.°, que los hierros de sección circular se<br />

conocen con la denominación genérica de redondos ó cabillas v. con<br />

la especial de varillas si el diámetro no llega á 2 centímetroL<br />

Los hierros del comercio se pueden forjar en martinetes ó laminadores;<br />

aunque se usan más estos Últimos, se explicarán brevemente<br />

ambos procedimientos.<br />

FORJAEN lHARTINETEs.-Lasbarras de sección cuadrada ó rectangular<br />

se trabajan fácilmente en los martinetes ordinarios, debiendo<br />

el operario colocar el hierro de la manera más á propósito para dar<br />

á la barra las dimensiones que se requieran.<br />

Si las barras han de ser redondas, ya no conviene que sean de caras<br />

planas los yunques y mazas, porque si hien es cierto que la forma<br />

exterior sería buena, el interior de la harra no quedaría bien<br />

comprimido, resultando diminución en la bondad del hierro. Se<br />

. prefierenlos yunqÜesy martillos cóncavos, que tienen la facultad de<br />

comprimir las fibras en dirección del centro; ohteniéndose tanto mejores<br />

resultados cuanto más se aproximen las curvaturas de aquellos<br />

á la que haya de afectar la sección de la barra. No siendo posihle,<br />

sin embargo, tener en las ferrerías una variedad tan grande de martinetes,<br />

se usan ordinariamente los yunques en forma de V (figu-<br />

(1) Las barras de sección cuadrada de 35 milimetres de lado (dos dedos),<br />

suelen llamarsépalanquillas; las de 52 milímetros (tres dedos), hien'os to1'chuelos<br />

ó medios tQl'chos;y torchos, las de 70 milímetros (cuatro dedos).<br />

(2) Las harras de sección rectangular de 52mmX9 (tres dedos de ancho,<br />

por 1/2de grueso), se conocen con los nombres especiales de hierro cetlar, cuchillero,<br />

arquero ó plunchuela; y las de 87mmX 17 (cinco dedos de ancho, por<br />

uno de grueso), con el de hierro carretil.


426<br />

ra 206), y la maza plana: así se consiguen idénticos resultados y se<br />

pueden trabajar con el mismo yunque, barras de distinto diámetro.<br />

La ahertura del ángulo suele ser de unos 80".<br />

FORJAEN L.\)IINADORES.-Elempleo de laminac1ores, á la par que<br />

produce un hierro fibroso, bueno para las aplicaciones corrientes,<br />

es más económico que el de las máquinas anteriores, pues se aprovecha<br />

mejor el calor, á consecuel1ija de la rapidez de las operaciones,<br />

y no es necesario,<br />

frecuencia.<br />

por consiguiente, caldear el hierro con tanta<br />

El trahajo de desbaste y afinaciónde las barras en estos aparatos,<br />

es análQgo al que se efectÚa en los laminadüres de cinglar; consiste<br />

en hacer pasar la barra por una serie de acanalac1uras de dimensiones<br />

cada vez más pequeÜas, hasta darle la forma conveniente. Los<br />

laminadores que se usan son parecidos á los ya descritos, pero los<br />

cilindros que los:componen deben ser de mayor solidez, por tener que<br />

trabajar casi siempre el hierro más frío. Las acanaladuras son menores<br />

y se aproximan más á la sección definitiva del hierro; carecen<br />

de relJOrdes ó boquillas para sujetar las harras, que son arrastradas<br />

Únicamente por la adherencia y el roce con los cilindros, cuya velocidad<br />

debe ser<br />

cinglar.<br />

tamhi¡\n superior á la de los que se emplean para<br />

CORTEDELOSHIERRos.-Después de pasar los hierros por los faminadores<br />

y antes de almacenarlos, es preciso algunas veces darles las<br />

dimensiones<br />

mente.<br />

convenientes, cortándolos transyersal ó longitudinal-<br />

.<br />

El primer modo de división, que es el más frecuente, se practica<br />

con tijeras análogas á las empleadas para cortar el hierro en frío,<br />

con cortafrios ó también con sierras circulares, muy gruesas, muy<br />

resistentes y de dientes menos agudos que los de las que se usan<br />

para aserrar maderas. Estas sierras van montadas en un árbol animado<br />

de gran velocidad; la barra se coloca en un carretón 6 bastidor<br />

m6vil, de modo que al presentarse á la acci6n de la sierra ejerza sobre<br />

ella cierta presión.<br />

El corte en sentido longitudinal puede verificarse asimismo por<br />

medio de sierras, pero se emplea también una maquina muy parecida<br />

á los laminadores, y que consta (fig. 207) de dos cilindros armados<br />

de cuchillos circulares y delgados de acero ó hierro acerado, cIne<br />

+27<br />

deben sobresali!' de la superficie del cilindro una longitud mayor que<br />

el espesor de la b~rra que se trata de dividir. El espacio comprendido<br />

e~1,trelos cu~Illllos, se llena con arandelas del mismo espesor, pero<br />

de chametro mas pequeÜo, que los conservan á distancias Üwales al<br />

ancho. de las piezas que se quiere obtener. Cada juego de vcuchillos<br />

se aplIca por un lado á una arandela, que forma cuerpo con el árIJOl<br />

y esto\.cubierto, por el opuesto, con otra arandela móyil. Los hierro~<br />

cortados longitudinalmente ó hendidos, se usan principalmente para<br />

la fabricación de clavos.<br />

DIFERENTES PROPIEDADES DE LOS HIERIíOS DEL CO}IElícro.-Los hierros<br />

forjados que se expenden en el comercio pueden ser dulces ó maleabl~s<br />

y ag}'io~ ó quebradizos. Se distinguen por su composición,pues los<br />

prnneros tienen muy pocas impurezas, y tantas meno~ cuanto más<br />

dl'l~tiles sean y más á propósito para emplearse en he!'rajes de labra<br />

dehc,!da; los otros, por el contrario, tienen dosis apreciables de azufre,<br />

fósforo, arsé,nico, silicio. carbono, manganeso y otros cuerpos,<br />

y no se prestan a extenderse en placas, ni á estirarse en alambres.<br />

Los c~r~cteres indicados no sirven para reconocer por su aspecto<br />

las condIcrones de los bierros. Como regla general, puede decirse<br />

que los hierros dulces tienen un color gris azulado y que su fractura<br />

pres~nta. granos algo alargados, con tendencia á formar fibras, 6 una<br />

aparIenCIa ganchuda. No se necesita gran práctica para apreciar estos<br />

~aractere~,. pero se requiere muy grande para deducir por las<br />

propIedades flsIcas, sin acudir á experimentos previos, si un hierro<br />

dulce es blando ó duJ'o, calificativosque no necesitan explicaci6n, y<br />

que se emplean para distinguir en la industria los hierros maleables.<br />

La estructura granuda ó laminar, y sobre todo la Última, así como<br />

tamhien una coloración muy clara, son caracteres distintivos de<br />

lo.shierros agrio,s. Pero conviene tener presente que entre éstos hay<br />

hIerros quebJ'ad~zos en {do, circunstancia que se dehe, se,O'ÚnalO'u-<br />

u ~<br />

nos autores," á proporciones algo considerables de fósforo, y cuyo<br />

empleo hay que proscribir terminantemente por ser muy temibles<br />

las.roturas después de colocadosen ohra: otros hierros son agl>ios en<br />

cal~ente, lo que suele atribuirse á la presencia del azufre ó del arsénico;<br />

estos hierros podrían emplearse en gran nÚmero de C¡J.sossi<br />

~o fuera por l~ dificultad de trah~jarlos, a consecuencia de que' no<br />

tIenen la propIetlad de los hierros dulces de soldal'se entre sí y pl'es~


428<br />

tarse a recibir diversas formas con el auxilio del calor; sucede, sin<br />

emharo'o a veces CI ue el metal adc(uiere maleahilidad y v .J ductilidad<br />

entre ciertos<br />

'<br />

límites de températura, y entonces se, puede salvar el<br />

inCOllYeniente.<br />

Hierros especiales.-Para fahricar ciertos hierros especiales,<br />

como los de sección de e, de T y de doble T, los de ángulo ó cantoneras,<br />

los carJ'iles, etc., se puerlen emplear martinetes, pero casi<br />

siempre se usan laminadores, dispuestos de modo que la sección de<br />

sus acanaladuras se vaya aproximando cada vez más á la definitiva<br />

del hierro. La figura 203 da idea del trazado de las acanaladuras para<br />

un laminador destinado á fahricar carriles de caheza doble.<br />

De ordinario las superficies de los hierros especiales, deben qnedar<br />

perfectamente terminadas, y los planos de las cabezas ser perpendiculares<br />

al eje de la pieza. Los cortes en sentido transversal se efectÚan<br />

por los medios indicados al hablar de los hierros usuales del comercio,<br />

y para la alisadura y afino de las superficies, se emplean métodos<br />

analogos a los que se siguen para la mayor parte de los hierros,<br />

que, aunque sea ligeramente, se (larán á conocer 111;'ISadelante.<br />

Excusado es decir que estos hierros, sometidos casi siempre á esfuerzos<br />

considerables, se tienen que preparar con paquetes de barras<br />

duras y muy resistentes en frio.<br />

Las dimensiones y los pesos de los hierros especiales varían segÚn<br />

las fabricas, á cuyos catalogos cQlwiene acudir cuando se redacta un<br />

proyecto, para no proponer piezas qne salgan fuera de las condiciones<br />

usuales. Al final de esta tercera sección se incluye una lista de<br />

varios estahlecimientos espaÜoles dedicados a la fabricación de metales<br />

y máquinas, lista que l)asta para que se comprenda que tan importantes<br />

industrias se van extendiendo por el país, haciendo concebir<br />

fundadas esperanzas de que no transcurran muchos aÜos sin que<br />

EspaÜa deje (le ser tributaria en materia de hierros, de naciones<br />

que, como Inglaterra, Alemania, Bélgica y Francia, la han surtido en<br />

absoluto hasta época muy reciente.<br />

La diversidad de dimensiones y pesos de los hierros especiales, en<br />

tan alto grado importantes en el servicio de Ohras pÚblicas, es, como<br />

se ha indicado ya, muy grande: cada fabrica tiene sus modelos<br />

particulares, y no hay duda alguna de que convendría mucho llegar á<br />

la unificación. Así se ha comprendido en Alemania, donde una comi-<br />

'BU<br />

sión ha redactado una colección de perfiles normales, que se han admitido<br />

por gran nÚmero de corporaciones oficiales y de fabricas. La<br />

colección de perfiles se ha publicado en i 881 por los Sres. Heinzerling<br />

é Intze, individuos de la comisión y profesores de la Escuela tecnológica<br />

de Aquisgran.<br />

Palastros.-El hierro se expende también en el comercio en<br />

forma de planchas mas ó menos gruesas, que reciben el nombre de<br />

chapas ó palast¡>os, reservándose comÚnmenteel Últimonombre para<br />

las placas que tienen más de 5 milímetros de espesor. Estas láminas<br />

de hierro se fabricaban hasta no hace muchos años con martinetes,<br />

pero hoy se preparan casi exclusivamente con laminadol'es. Se daran<br />

a conocer amlJos procedimientos.<br />

FABRICACIÓN CON~L\l\TINETEs.-Para emplear los martinetes es preciso<br />

extender primero el hierro poco a poco, estirandolo al mismo<br />

tiempo. Se usa para ello una herramienta llamada estaJnpct ó embutidem<br />

(fig. 209), que consiste en un cuchillo de hierro redondeado y<br />

grueso, provisto de un mango hastante largo. La embutidera se coloca<br />

sohre el hierro para recibir la percusión de la maza delmartinete,<br />

y se va moviendo a cada golpe de éste, corriendo tamhién la<br />

pieza de hierro. De esta manera se forman en aquella una serie de<br />

estrías, que se hacen desaparecer golpeandola directamente. Si de una<br />

sola vez no ha quedado reducido el material al espesor que se desee,<br />

se repite la operación; cuidando entonces de hacer las estrías en otro<br />

sentido. Después de adelgazado el hierro lo que fuere necesario, se<br />

estira é iguala su superficie sometiéndolo a la acción de otros martinetes<br />

de marcha más lenta y muy anchos, con ohjeto de aplanar<br />

y dejar hien lisas las caras de las planchas. Se comprende que de<br />

esta manera, por mucho cuidado y práctica qne se tenga, es muy<br />

difícil consegyir que los palastros queden con espesor uniforme, por<br />

cuya razón se prefiere trahajarlos en laminadores.<br />

FABRICACIÓN CONLA~nNADOItEs.-Enestos se lamina el hierro de una<br />

manera parec\da á la que ya se conoce, procurando desde luego darle<br />

todo el ancho que deba tener, para no cuidar después más que de<br />

estirado hasta que sel>eduzca al espesor necesario, tratando al mislilO<br />

tiempo de que no se produzcan grietas. Los laminado res destinados<br />

á fabricar palastros se componen de cilindros lisos; el superior<br />

debe tener un movimiento vertical, para que pueda disminuirse su


4-30<br />

distancia al inferior, á medida que se va adelgazando la hoja. Las mál[uinas<br />

laminadoras no son en realidad cilíndricas, sino que están<br />

limitadas por superficies de re\"olución, cuyas meridianas son curvas<br />

de muy pequeña curvatura y que presentan una ligerísima concavidad<br />

hacia el exterior: esta disposición obedece á que, siendo la parte central<br />

de los laminadores el sitio por donde empiezan á introducirse las<br />

barras, cuando no tienen aÚn el ancho que los cilindros permiten, y<br />

dilatándose éstos más por el centro que por los extremos, á causa de<br />

la elevación de temperatura que experimentan en contacto con el hierro<br />

al rojo, resultarían las hojas más delgadas por el medio que por los<br />

extremos, si no se tomara la precaución indicada.<br />

Cuando las chapas que se han de trabajar son muy delgadas, se laminan<br />

juntas varias de ellas, y para (Iue no se adhieran ó se suelden<br />

unas con otras, se sumergen, antes de someterlas á la compresión, en<br />

una legÍa ó en agua mezclada con arcilla ó greda, pero sin nada de<br />

sílice, que podría ser perj udiciaI.<br />

CORTEDELOSPALASTRos.-J)espuésde fabricadas las limlÍnas se re.,.<br />

ducen á la dimensión conveniente por medio de tijeras y cortafríos.<br />

Tamhién se suele emplear una especie de guillotina, que consiste en<br />

una cuchilla de grandes dimensiones, colocada entre dos sólidos montantes<br />

provistos de guías para dirigir su descenso. Con estas máquinas<br />

se pueden cortar de un solo golpe hasta láminas de :5 metros<br />

de ancho, produciéndose<br />

ras del palastro.<br />

una sección limpia y á escuadra con las ca-<br />

APLANA}I!ENTO DELASHOJAs.-Las chapas Ú hojas muy delgadas se<br />

suelen encorvar y colocar en hornos de recalentar, para someterlas<br />

después á la acción de mazos ó martinetes muy anchos, con objeto de<br />

aplanarIas y dejadas completamente concluÍdas.<br />

PALASTRONDEADO.-Áveces en lugar de aplanar las láminas de<br />

palastro se hace que adquieran una superficie ondeada, aplicándolas<br />

calientes en moldes á propósito y que presenten ondas con las curvaturas<br />

que se desee obtener. El palastro ondeado se emplea bastante<br />

en las construcciones, sobre todo para cubiertas de edificios.<br />

Alambres.-TamIJién se usa el hierro en forma de hilos más ó<br />

menos delgados, que se llaman alambJes. El hierro destinado á este<br />

objeto debe ser muy dulce en caliente para prestarse á un adelgazamiento<br />

suficiente, por la acción de los laminadores; muy dÚctil y re-<br />

~31<br />

sistente en frío para poder estirarse en la hilera' v más bien duro<br />

que blando, á causa de la textura nerviosa que a(lc~uierepor el trabajo.<br />

Los hierros más á propósito son los obtenidos v afinados con<br />

carbón vegetal. Se fabrican alambres de varios nÚmer~s, cada uno de<br />

los cuales se refiere á un grueso distinto; para poder conocer á qué nÚmero<br />

pertenece un alambre, se hace uso de una chapa de hierro circular<br />

llamada calibrado!', en cuyo contorno hay diferentes mortajas<br />

numeradas, relacionadas con los diversos diámetros de que se construyen<br />

los alambres. Los calibradores más comunes son el de París<br />

(fig. 210) Y el inglés: este Último tiene 27 nÚmeros, correspondiendo<br />

el cero al diámetro de 3 milímetros y el 26 al de medio milímetro;<br />

en el calihrador de París, á medida que aumenta el nÚmero<br />

crece también el diámetro del alambre, como se ve en el cuadro<br />

siguiente:<br />

N Úln61~OS.<br />

I<br />

D'á 1 me t. 10.<br />

-<br />

I<br />

1JIilímet1"Os,1<br />

K'l<br />

!t<br />

Peso<br />

de cada 100<br />

metros.<br />

-<br />

ogrCi1nos.<br />

5 '1,0 0,612<br />

6<br />

7<br />

1,'1<br />

1,2<br />

0,740<br />

0,881<br />

8<br />

9<br />

,10<br />

'1,3<br />

1,i<br />

'1,5<br />

'1,034<br />

,1,199<br />

'1,397<br />

11<br />

H<br />

'1,6<br />

,¡,s<br />

1,1166<br />

'1,983<br />

-13 2,0 2,448<br />

14- 2,2 2,962<br />

'15 2,4, 3,525<br />

16 2,7 4,,46,1<br />

17<br />

,18<br />

'19<br />

20<br />

3,0<br />

3,4.<br />

3,9<br />

4.,4<br />

5,507<br />

': .074<br />

9,307<br />

,1,1,846<br />

21 4,9 14. 6 92<br />

22<br />

23<br />

24-<br />

5,4.<br />

5,9<br />

6,1~<br />

n,8'\'3<br />

'i'1,300<br />

25,063<br />

25 7,0 29,983<br />

26 7,6 35,343<br />

27 8,2 41,144<br />

28 8,8 47,386<br />

29 9,4 54,607<br />

30 '10,0 6,1,,190


.\,32<br />

FABRICAC[ÓN DE ALA}IBREs.-Para fahricar los alambres se lmcen<br />

pasar primero las harras por laminadores hasta reducirlas á un diá-<br />

si hay<br />

metro de unos 8 milimetros, que á veces haja hasta 5 ó 4, Y<br />

que adelgazarlos aÚn más, se llevan á las hileras. Se reducen éstas<br />

á placas de acero, en las que hay practicaclos varios agujeros de<br />

distintos diámetros; los agujeros son de forma cónica y se hace<br />

entrar el hilo por la parte más ancha. Las hileras seperforan en caliente<br />

con un punzÓn cÓnico, de vértice muy agudo. El espesor de<br />

las placas varia de 12 á 25 milímetros, segÚn los casos.<br />

Para hacer pasar el hierro por la hilera, se principia por aguzar la<br />

punta de modo que, pasando por uno de los agujeros, se pueda agarrar<br />

por el otro lado con unas tenazas. Al retroceder éstas mantienen<br />

sujeto al hilo y le van haciendo alargarse, soltándolo cuando lle-<br />

b n-anal fin de su excursión, v. volviendo á la hilera para cogerlo de<br />

nuevo, si el hilo es grueso; pero si es delgado, las mismas tenazas lo<br />

arrollan á un carrete cónico vertical, animado de un movimiento de<br />

rotaciÓn, que desarrolla el esfuerzo de tracciÓn necesario para que<br />

continÚe estirándose y devanándose el hilo. El trabajo en las hileras<br />

se efectÚa siempre en frío. Con objeto de disminuir los rozamiento s,<br />

se eno-rasan los ao'uJ 'eros v el alambre, ó lo que es mejor aÚn, se hab<br />

:,"'<br />

ce pasar éste á traves de grasa, colocada previamente en el taladro<br />

correspondiente de la hilera.<br />

La velocidad ha de ser uniforme en cada pasada, pero variahle con'<br />

la naturaleza del hierro y el objeto y diámetro del alamhre, debiendo<br />

aumentar, á medida que crezca el nÚmero de veees que el hierro se<br />

sujete á la acción de la hilera.<br />

Los agujeros están dispuestos de modo que DOnecesite pasarse el<br />

hilo por todos, sino cuando se aproxime á tener el diámetro que le<br />

corresponda. Si el alambre ha de pasar muchas veces por la hilera,<br />

se hace poco dÚctil y es preciso recocerlo, cuya operaciÓn se practica,<br />

bien en reverberos, donde se le somete á la temperatura del rojo ohscuro,<br />

bien en montones de carbón Ó en vasijas cerradas, después de<br />

lo cual puede volver á pasarse por la hilera: como siempre se forma<br />

una capa de Óxido, que podría, no sólo perjudicar á la hondad del<br />

alamhre, sino deteriorar las hileras, se hace desaparecer por medio<br />

de ácido sulfÚrico diluido prÓximamente en 240 veces su peso de<br />

agua; sin embargo, para los hilos recocidos al descubierto debe em-<br />

433<br />

plearse un ácido más concentrado: antes de volverlosá estirar se dejan<br />

secar alguuas horas. El alamhre recocido es muy flexihle y dulce;<br />

asi es que se usa en todos los casos en que se requiere que los<br />

hilos puedan dohlarse y retorcerse mucho sin romperse.<br />

Para ohtener hilos muy finos, y particularmente de ciertos metales<br />

más dÚctiles que el hierro, se disponen hileras con zafiros, ruhies y<br />

otras piedras muy duras, en las que se practican agujeros sumamente<br />

peclueños Yhien pulimentados;<br />

rés para el Ingeniero.<br />

pero esta fahricaciÓn no tiene inte-<br />

APLICACIONES DELALA~lllRE .-Sirvenlos alambres para la preparaciÓn<br />

de clavos y tornillos, cerramientos, cahles de gran resistencia (que se<br />

tuercen d~ una manera análoga á la explicada para los de cáÜamo) y<br />

otra multItud de usos. El alambre que se emplea en telegrafía, como<br />

vehículo de la electricidad de una estaciÓn á otra, es de hierro galvanizado,<br />

es decir, culJierto de una delgadísima capa de zinc, por<br />

los procedimientos que más adelante se indicarán: varia su diámetro<br />

de 5 á 5 milímetros.<br />

CABLESDEALA}IBRE.-lle todas las aplicaciones enumeradas, sólo<br />

necesita decirse algo acerca de los cables de alambre. Pueden construirse<br />

con ó sin alma de cáñamo; á igualdad de fuerza, son más<br />

económicos y menos voluminosos que los ordinarios. Empezaron á<br />

usarse en 1851, en las minas de las montaiias dé Hartz, y desde esa<br />

fecha se han generalizado muchísimo. Se hacen redondos y planos:<br />

los primeros constan regularmente de ü cordones de igual nÚmero<br />

de alamhres, y los otros de 6 cordones tamhién, pero compuesto cada<br />

uno de 24 alambres.<br />

Se emplean estos cahles para la jarcia firme de los hUllues, siendo<br />

la fábrica más completa, de las que surten á la marina, la del arsenal<br />

de CharlestowIl (NIassachusets, Estados-Unidos). En la industria<br />

se usan cada vez más para la extracción de minerales, para la transmisión<br />

de fuerzas á distancia, para el arrastre de vel!Ículos por planos<br />

inclinados, etc., etc.<br />

El cuadro siguiente contiene, para los cahles de alamhre, datos semejantes<br />

á los que se consignaron en lugar oportuno para los de cáñamo:<br />

28


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436<br />

fectos principales de fahricación que suele presentar el hierro forjado,<br />

son: 1.°, 110jedadó dohladura, ó sean huecos y falta de trabazón entre<br />

las fibras, que quitan al hierro mucha resistencia; 2.°, cenizas<br />

ó materias extrañas interpuestas, que si ahundan lo transforman en<br />

hierro agrio; 5.°, pajas ó grietas superficiales, que proceden de estar<br />

mal trabajado; 4.0, grietas transversales, que pueden influir de<br />

un modo notable en la resistencia á la flexión; 5.°, falla de homogeneidad<br />

en las fibras. Al examinar los hierros que se hayan de elllplear<br />

en una oJ}ra, dehe verse si tienen estos defectos y desechar los<br />

que no ofrezcan suficientes garantías de resistencia (l). Convendrá<br />

examinar la densidad del metal, que, si es compacto y está bien trahajado,<br />

no hajará de 7,78 á 7,30.<br />

OPEHACIONES Á QUE HAN DE SOMETEnSE LOS HIEHROS<br />

ANTES DE COLOCARLOS EN OBHA.<br />

Todas las operaciones que se han desáilo hasta ahora tienen por<br />

ohjeto dar á los hierros la forma en que se expenden en el comercio;<br />

pero es mcnester, para poderlos colocar en obra, sorneterIos á<br />

nuevas preparacioncs, en virlud dc las cuales afecten la disposición<br />

que en definitiva hayan de tcnel'; de éstas, unas se ejecutall en caliellte,<br />

coustituyendo el tl'abajo del herrero; y otras en frío, que ¡meden<br />

efectuarsc por cerraje¡'us ó con herramientas mecánicas. En los<br />

articnlos signientes se dará idea de todas ellas, consagrando llllOespecial<br />

al trabajo del palastro ó de caldcrc/'Ía, por la importancia<br />

grande {Jne tiene para el Ing"eniero.<br />

TRABAJO DEL HERRERO.<br />

Herramientas.-Las principaJes herramicntas y enseres empleados<br />

por los herreros son la f'rayua, las tenazas, la bigol'nia y<br />

yunque, los martillos, las estampas, los mandriles, los punzones y las<br />

clavcras.<br />

La f'ragua ó {oria es sencillamente un hogar elevado, con lUlO Ó<br />

CI) Al final de la sección tercera ;se incluye un cuadro, en que constan<br />

los esfuerzos que pueden resistir los diferentes hierros y otros metales.<br />

mas fuelles para activar<br />

437<br />

la comhustión; las hay portatiles para empleadas<br />

al pie de ohra, y en este caso los fuelles se mueven por medio<br />

de pedales, palancas ó volantes.<br />

Las tena:;as sirven para sacar el ob. J'eto de hierro de la fraO"ua o Y<br />

para sostenedo sobre el yunque mientras se trahaja, cuando es de<br />

pequeI1as dimensiones.<br />

La bigomia (fig. 215) es una masa prismatica de hierro, terminada<br />

en dos de las caras laterales opuestas por una piramide y un cono;<br />

en su parte inferior lleva una espiga, tamhién de hierro, que se asegura<br />

en un tajo ó banco de madera, que sirve de hase. Cerca de UllO<br />

de sus extremos, está abierto un agujero, cuyos usos se verán muy<br />

pronto. La superficie superior de la higomia, sobre que se ha de hatir<br />

el metal, se llama tabla, y dehe estar acerada; y las puntas laterales<br />

se denominan bicorn¡:os.Las l¡jgornias pequeI1as (fig. 214), que<br />

van montadas en un tajo portátil, reciben el nombre de bigornetas.<br />

El yunque no se diferencia de la higomia más que en que carece de<br />

hicornios.<br />

Los ma¡.tillos son análogos á los de carpintero,<br />

mucho más largos, y la maza de mayor peso.<br />

aunque de mangos<br />

Las estampas son herramientas compuestas de dos partes, y sirven<br />

para dar al hierro que se trahaja alguna forma particular. Una<br />

de las partes lleva un remate, que se introduce en el aou o . J'ero de<br />

la bigomia y tiene en relieve ó en lmeco la forma que en hueco ó<br />

en relieve se desee dar al ol¡jeto que se trabaja. Sohre ella se coloca<br />

éste, después de calentado ó enrojecido en la fragua, y encima<br />

se dispone la otra parte de la estampa, sohre la cual se golpea fuertemente.<br />

Las estampas que se colocan encima están provistas de un<br />

mango largo de madera;<br />

ellas.<br />

la figura 215 contiene varios dibujos de<br />

Los mandril es son moldes de hierro de diferente sección (circular,<br />

cuadrada, etc.), sohre los que se forjan las piezas huecas. .<br />

Los punzones son harretas de hierro terminadas en punta acerada<br />

y sirven para ahrir agujeros. La sección de los punzones es en general<br />

circular, aunque tamhién los hay que la tienen poligonal. Para<br />

ahrir un agujero se empieza por caldear el ohjeto, se coloca luego<br />

en la higomia, de modo que el sitio por donde haya de horadarse<br />

quede encima del agujero de la taMa, y entonces con el punzón,


.(.38<br />

sobre el cual se golpea con martillos, se practica el orificio. Á Yeces<br />

los punzones llevan mangos semejantes á los de las estampas,<br />

como el que está dihujado en la figura 21 G. Los taladros de cualquier.<br />

especie hechos en metal, se agrandan y redondean con una herrannenta<br />

de acero, en forma de punzón esquinado, con sección cuadrada<br />

ó poligonal, que recibe el nombre de escaI'iaclor.<br />

~as .~laveJ'asson los moldes ó matrices que se emplean para la fahr~caclOn<br />

:le pernos ó clavos. Constan de una barreta hueca y cilíndrIca<br />

de hIerro, cuya superficie interior corresponde á la forma que<br />

h.ayan de tener aquellos. Para hacer un clavo se fija la clavera vertIcalmente,<br />

y sobre el!a se coloca la varilla ó alambre enrojecido, que<br />

s~ g'olpea con el m~rtIllo para que se introduzca hasta ocupar la ca-<br />

VIdad del molde. SI la cabeza del clavo ha de ser irregulai', se remacha<br />

el metal que quede fuera de la clavera: en caso de que deba tener<br />

forma d~terminada, se hace uso de una estampa especial, que se<br />

conoce tambIén con la denominación de clavera.<br />

Principal~s operaciones de herrería:-El trabajo de los<br />

hel'l~eros.se ven?ca con Ul~asola ó con varias manos. Cuando por la pequenez<br />

o poca Il1IporlancIadel olljeto que se fabrica, puede el llenero<br />

sujetarIo sobre la bigornia con las tenazas que tiene en la mano<br />

izquierda, mientras que con la derecha maneja el martillo, se dice<br />

que se ejecuta el trabajo con una sola mano. En caso contrario, se<br />

efectua por el herrero y otros operarios llamados majaclo¡'es' el herrero<br />

sostiene el objeto en la bigamia y los majadores son 'los que<br />

golpean con los ma~os. Los martillazos los dan alternativamente, y<br />

levant~ndo los martIllos sobre la cabeza, en otro martillo de mango<br />

peql~ello, que con la ~1~no derecha apoya el herrero en la parte de<br />

la pIeza que deba reCIbIr los golpes. Se calienta el hierro cada vez<br />

que se necesite hasta terminar la operación.<br />

CORTE y PROLONGACIÓNDE BARRAS.-Los herreros tienen frecuentemente<br />

que cortar y prolongar las barras. Para cortar una barra, se<br />

la coloca después de caldeada, de suerte que el punto porque se haya<br />

de cor~ar, quede entre dos piezas algo afiladas (fig. 217), fija una en<br />

el agujero de la tabla, y la otra, sobre la cual se golpea, provista de<br />

un mango. Claro es, que el corte pudiera hacerse también con un<br />

martillo ordinario y una de las piezas representadas en la fignra~ .<br />

Para prolongar las barras 10ngitudinahl1ente, se llace lo que se<br />

439<br />

llama unión al tope, operación que consiste en calentar las harras<br />

por los extremos qne han de adherirse, y dejadas caer verticalmente<br />

sobre la tabla de la bigamia ó sobre una plancha de hierro colocada<br />

en el suelo, con lo cual se ensanchan ó engruesan; después no hay<br />

más que juntar y golpear los extremos ensanchados. El ensanchamiento<br />

de los extremos es indispensable, porque si no se hiciera, se<br />

estrecharía la sección con los golpes que se dan para soldarlos. AdemÚs,<br />

á causa de la facilidad con que se oxida el hierro y con ohjeto<br />

de evitar que la producción de óxido haga que las dos harras no se<br />

unan hien, hay que tener la precaución de espolvorear los extremos<br />

correspondienles con arena seca, originándose de esta manera un silicato<br />

fusihle que salta al golpear, arrastrando consigo todo el óxido<br />

formado.<br />

UXIÓXDEFATILLA.-Otra operación es la de iun(c/I' de patilla, que<br />

consiste en soldar dos piezas, de manera que se encuentren en la dirección<br />

que se desee. Se ejecuta, como la unión al tope, calentando<br />

las dos superficies que han de quedar en contacto, despu(\s de espolvorearlas<br />

con arena, 'y golpeando en seguida hasta que se verifique<br />

la soldadura.<br />

FOMIACIÓNDEPAQUETEs.-La formación de paquetes constituye la<br />

operación que los herreros llaman liar. Para efectuarIa no hay más<br />

que calentar las barras, previamente espolvoreadas, y unidas por la<br />

acción repetida y enérgica de los martillos.<br />

ENCORVADURA DE BARRAS Y FORiHACIÓN DE ANILLos.-Para encorvar las<br />

harras ó formar anillos sirven los hicomios, á los cuales se aplican<br />

aquellas después de caldeadas.<br />

Naturaleza del combustible y temperatura á que debe<br />

trabajarse.-Hay que tener en cuenta en el trabajo del hierro<br />

dos circunstancias, que son: la naturaleza del comhustible y la temperatura<br />

á que dehe someterse el ohjeto que se trahaja.<br />

La naturaleza del combustihle es de suma importancia, pues si<br />

contiene azufre, fósforo, arsénico ó cualquiera otra suhstancia capaz<br />

de comhinarse ó mezclarse con el hierro, puede alterar la calidad de<br />

éste, haciéndolo frágil y quehradizo. En el carbón de leña no se encuentra<br />

ninguno de aquellos cuerpos, pero tiene el inconveniente de<br />

producir muchas chispas y pasarse demasiado pronto. Los COI11-<br />

Imstibles preferidos comúnmente, son hullas que no contengan mate-


440<br />

rias perj udiciales o que las encierren en proporciones muy pequeÜas.<br />

En cuanto á la temperatura á que dehe someterse al hicrro para<br />

trabajado, hay que considerar que, si es muy baja, los martillazos<br />

hacen poco o ningÚn efecto. y si es muy elevada, el hierro se (fuema<br />

Ú oxida completamente. Debe adaptarse, por tanto, un término medio,<br />

que se puede fijar en el rojo blanco.<br />

Soldadura.-Cuando se trata de unir el hierro con otro metal<br />

y en general, piezas metálicas que no se adhieran directamente, e~<br />

menester hacerla empleando la soldadura, composición o liga de metales<br />

más fusible que los cIuese trata de enlazar. Con objeto de facilitar<br />

la fusion y de hacer desaparecer, al propio tiempo, de la superficie<br />

de los metales los oxidas que se hayan podido formar, se<br />

ariade un fundente que sirve, por decirlo así, de vehículo para estahlecer<br />

lln contacto íntimo entre los elementos de la soldadma y las<br />

piczas metálicas.<br />

La soldadura se llama floja o blanda,cuandose funde antes del calor<br />

rojo, y si necesita para ello una temperatura más elevada, se denomina<br />

fUe1'teó dura.<br />

El estaÜo y el plomo, con una corta cantidad de cobre o plata, forman<br />

la soldadura hlanda, y los fundentes que se emplean son la resina<br />

comÚn, para el estaÜo, cohre o hierro; el sebo, para el plomo, y<br />

la sal amoniaco, para el bronce.<br />

La soldadura fuerte se compone de bronce ,amarillo y un exceso de<br />

zinc; los fundentes son el bórax o la sal amóniaco.<br />

Claro es que no podrá emplearse la soldadura floja sino en piezas<br />

que no hayan de estar sometidas á temperaturas superioi'es á la del<br />

calor rojo.<br />

Para soldar dos ohjetos se interpone entre las superficies que han<br />

de unirse, la soldadura y el fundente pulverizados, se aprietan con<br />

alamhres, se llevan a la fragua hasta que se verifique la fusión de la<br />

soldadura, y se golpean luego para que queden perfectamente unidos.<br />

Las rebabas que produce la soldadura, se quitan con la lima.<br />

TRABAJO DEL CERRAJERO.<br />

El herrero da á los ohjetos que trabaja una forma poco diferente de<br />

la que han de tener en definitiva, pero aÚnhay que perfeccionar y<br />

441<br />

pulir ó bruÜir las superficies, lahrar los tornillos ó tuercas que hayan<br />

de llevar las piezas, y ejecutar otras varias operaciones, ciue se<br />

hacen siempre en fria, bien á mano, constituyendo entonces el trahajo<br />

del celTajero, hien mecánicamente en los talleres de ajustar.<br />

Todas estas operaciones, lo mismo se aplican al hierro que a otros<br />

metales.<br />

Herramientas de cerrajería.-Los principales enseres y<br />

herramientas que se usan en cerrajería, son el tornillo de cerrajero,<br />

scmejante al d~ carpintero y destinado á sujetar fuertemente los ohjetos<br />

qne se trabajan; los corla/J'ios; las sierras, que tienen escasa<br />

aplicacion; las limas, y herramientas para taladrar y para construir<br />

luercas y tomillos.<br />

CORTAFRÍos.-LoscOI'tafdos o cinceles son herramientas de hierro, .<br />

con hoca y corte de acero hien templado, que sirven para cortar el<br />

hierro en fria, golpeando con un martillo. Los hay de muchas formas;<br />

el que se representa en la figura 213, ()s un hurilo harreta<br />

muy acerada, que se emplea en ohra gruesa.<br />

LUIAs.-Las limas, que tienen por objeto pulir las sUIJerficies, son<br />

de hierro mas o menos acerado, de forma muy diversa, y están cuhiertas<br />

de asperezas, que constituyen una superficie rugosa que<br />

muerde y desgasta el metal. Cuando las asperezas son dientes gruesos<br />

y triangulares hechos con punztll1, la herramienta se llama escofina;<br />

si las desigualdadesprovienen de estrías hechas con cincel, resn!lan<br />

las limas propiamente dichas. Tanto éstas como las escofinas.<br />

reciben diversos nombres, segÚn la forma que afectan, como los de<br />

(a{¡las,medias cwias, colas (le mtón, etc.<br />

BERBIQUÍEs.-Para taladrar, usan los cerrajeros los berbiquíes, que<br />

son de muchas cJases. El llamado berbiquí de bomba o bombillo estÚ<br />

compuesto de una harreta de hierro, que tiene agujereado el extrerno<br />

superior para dar paso a una cuerda qne viene á sujetarse á las extremidades<br />

de un travesaiio de madera torneada; por debajo de éste<br />

hay una hola de metal que al propio tiempo que aumenta el peso,<br />

contribuye a que reciba el aparato el movimiento rápido de rotacion<br />

que necesita, y el extremo inferior está dispuesto para colocar el<br />

operador, que puecleser una barrena o broca para taladrar, o un avellanador,<br />

herramienta que sirve para agrandar o suavizar los agujeros.<br />

La presión de la mano del operario sobre el travesai'lo, después


4-í.2 H3<br />

de dada vuelta a la cuerda alrededor del vastago principal, hace girar<br />

á la barreta hasta que la cuerda toma la misma vuelta en sentido inverso<br />

al primitivo;<br />

ladro.<br />

esta operación repetida es la que produce el ta-<br />

Otro berbiquí bastante generalizadoes elde "arco, que representala<br />

figura 219. El operador va colocado en el eje de un carrete de madera,<br />

al que se comunica un movimiento de rotación muy rápido, por<br />

medio de un arco, b, Y una cuerda ó correa, que da una ó dos vueltas<br />

alrededor del carrete. El operario se pone en el pecho una }Jlaca<br />

ó almohadilla, a, con la que oprime fuertemente la cabeza de la In'oca,<br />

mientras que con la mano derecha imprime á la cuerda el movimiento<br />

que hace girar la herramienta.<br />

El bombillo y el herbiquí de arco no suelen usarse sino para<br />

ahrir agujeros pecfueiios. De todos los berbiquíes, el más empleado<br />

es el de peto ó de pecho (fig. 220). Se compone de una barra de<br />

hierro con dohle vuelta unida por una parte recta, que se puede hacer<br />

girar actuando con la mano en una chapa, hola ó empuiiadura<br />

que lleva en el centro. Desde los extremos de la vuelta sigue la harra<br />

en direcciones diametralmente opuestas; una de ellas termina en<br />

un hotón plano de madera, unido con holgura suficiente para que gire<br />

con libertad la herramienta, y en la otra extremidad tiene una<br />

cavidad piramidal en que se coloca y afirma con un tornillo la barrena,<br />

broca ó avellanador. Para hacer taladros en sentido horizontal,<br />

el operario apoya el botón dellJCrbiquí en el pecho () en el est¡)mago,<br />

interponiendo una almohadilla ó tabla para no hacerse daÜo.<br />

Recientemente se han construido otros berJJiquíes én que se comunica<br />

el giro por un manubrio y el intermedio de dos ruedas de<br />

angulo dentadas. Tamhién los hay fijos, de más ó menos potencia,<br />

en los grandes talleres de cerrajería. "<br />

FABRICACIÓNDE TORNILLOS Y TUERCAs.-Para fahricar tornillos y<br />

tuerca s se emplean respectivamente las ten'ajas y los machos.<br />

Si los tornillos que se quiere fahricar son de dimensiones peque~<br />

flas, la tCl'l'aja se reduce á una placa de acero con varios agujeros<br />

de distintos diametros, en cada lUlOde los cuales se han lahrado dos<br />

ó tres espiras de tuerca. Para °IJerar con esta herramienta, se principia<br />

por fijar fuertemente en el hanco de cerrajero la pieza cilíndrica,<br />

en que se ha de lahrar la rosca; se introduce su extremo en el ol'i-<br />

licio correspondiente de la terraja, y haciendo girar ésta, para que<br />

vaya mordiendo el metal, se consigue formar el tornillo.<br />

Cuando los tornillos han de tener diámetro algo considerable, hay<br />

que emplear la terraja de dados ó de cojinetes, que se compone de<br />

dos piezas ó dados de acero, que reunidos determinan un paralelepipedo<br />

recto de base rectangular, En la parte interior de cada uno de los<br />

cojinetes se ha labrado algo menos de media tuerca y están unidos<br />

por su parte exterior por una guarnición de hierro con mangos largos.<br />

Los dados pueden disponerse de dos modos diferentes: ó bien uno de<br />

ellos está fijo a uno de los mangos, mientras que el otro puede deslizar<br />

a lo largo de una ranura, por medio de un tornillo labrado en el<br />

otro mango (fig', 221), ó bien ambas piezas, guiadas también por ranuras,<br />

reciben el movimiento de dos tornillos laterales (fig. 222).<br />

Para construir un tornillo con la ten'aja de cojinetes se fija verticalmente<br />

la pieza cilíndrica en que se ha de labrar, en el hanco<br />

de cerrajero; se introduce su extremo superior entre los dados,<br />

que se aprietan fuertemente contra la superficie del cilindr~; y en<br />

seguida se da vueltas a la ten'aja, actuando en los mangos, form¡'mdose<br />

así la rosca del tornillo. Hay que repetir esta operación tres<br />

ó cuatro veces, pues de una sola no es facil que quede hien terminada<br />

la pieza.<br />

Las tuerca s se fahrican con las herramientas llamadas machos. Se<br />

componen (fig. 225) de tres partes: la cabeza,a, el cuello,b, y el macho<br />

propiamente dicho, c; este Último puede ser cilíndrico (fig. 225),<br />

cónico (fig. 224) ó cilindro-cónico (fig. 225). En los primeros, la rosca<br />

está comprendida entre dos superficies cilíndricas; en los segundos,<br />

entre dos superficies cónicas, y los Últimos son tornillos cilíndricos,<br />

cuyas espiras inferiores se han limado hasta darles la forma<br />

representada, de suerte que la rosca queda limitada entre una superficie<br />

cilíndrica y otra cónica. La sección recta de los machos no es<br />

circular, sino que presenta recortes (fig. 226), a fin de que el metal<br />

desprendido no estorbe á la acción del operador y salga por los huecos.<br />

La caheza tiene una sección que corresponde a la de la llave ó<br />

bandeador con que se mueve. Para principiar a abrir una tuerca se<br />

prefieren los machos cónicos ó cilindro-cónicos, que no le dan la forma<br />

de una vez, como los cilíndricos, sino gradualmente; la lahra puede<br />

perfilarse y concluirse con estos Últimos.


444- U5<br />

La torneadura consiste, como es sabido, en comnnicar á la pieza<br />

que se trabaja un movimiento r¡'¡pido de rotaciun, alrededor de la<br />

línea que ha de ser su eje de figura, y en hacer ~ctual: sobre ell.a UlI<br />

cuchillo de hoja estrecha, que, colocado á una chstancIa convemente<br />

del eje, vaya laln'ando por fajas una superficie de revolución.<br />

TOR:SOSDEPL\TAS.-I;os aparatos que se emplean para tornear los<br />

metales, son parecidos á los que usan los carpinteros, pero más fuertes<br />

y mejor ajustados. En los tomos más sencillos, que se ll~man de<br />

JIU/no, el operario produce el movimiento. de giro por mecha de un<br />

pedal, y sostiene y dirige el cuchillo, apoyándolo en el hombro u en<br />

la plataforma del torno; con estos instrumentos. ~1O<br />

pueden labrarse<br />

sino objetos pequeÜos, y se necesita mucha halnhdad para hacer un<br />

trabajo perfecto.<br />

Para tornear ruedas, árboles gruesos, etc., se usan tornos mucho<br />

mayores, que se mueven casi siempre á máquina, que llevan consigo<br />

el operador y que suelen ll,amarsel~aJ'(tlelos.L~ fi~'ura227 rep>~>esenta<br />

11110de estos aparatos. A la izqUIerda del dIbuJo se ven vanas<br />

poleas de distintos diámetros ó una sola con diversas g~rgantas; una<br />

correa de transmisiun enlaza con el ;\rhol que corre a lo largo del<br />

taller, la que convenga para obtener una velocidad adecuada; las poleas<br />

están unidas invariablemente al eje de giro, excepto una, que es<br />

loca, para po(ler arrollar á ella la correa, cuando se des~e que el ~orno<br />

no funcione. A la derecha de la figura se ve una val'llla ternunada<br />

en punta, (Iue, por medio de unl11allubrio, se puede acerc,aI:má~ u<br />

menos á otra varilla, terminada también en punta, ({ue esta a la IZquierda,<br />

y ({ueva montada en el mismo árbol que las pol~as motrices,<br />

el cual gira apoyálldose en cojinetes colocados en sóhdos mO~Itantes<br />

de hierro fundido; de igual material es la armazón que sostICne<br />

la varilla de la derecha. La pieza que se va á tornear se conserva<br />

entre las puntas, de una manera invariable, ya directamente, ya por<br />

el intermedio demanclriles u agarraderos. Entre las dos puntas se<br />

indica en la figura el operador, que se fija con tornillos de presión á<br />

la distancia adecuada; puede moverse en la plataforma, paralela y<br />

perpendiClllarmente al eje de giro, de suerte que es susceptihle ~e re-<br />

Para construir una tuerca se empieza por abrir un taladro en la pieza,<br />

de un diámetro menor en que el que haya de tener la tuerca,<br />

~<br />

y, sujetando fuertemente aquella en el JJalICO,se hacen llenetrar los<br />

machos, manejándolos con el handeador.<br />

TOR:'iEADURA.-Áveces es preciso dar al hierro una regularidad en<br />

su superficie, que no se consigue más que con el torno, con el cual<br />

se IaJJl'an superficies de revolución. Los tornos se describirán en el<br />

artículo siguiente, entre las herramientas mecánicas para trabajar<br />

el hierro en frío: aquí bastará decir que para medir los diámetros de<br />

los objetos torneados, precaución muy importante, sobre todo cuando<br />

han de encajar unos en otros, se emplea un compás parecido Ú<br />

los de proporción; las puntas de un lado están encorvadas y sin'en<br />

para medir el diámetro de las .piezas COl1YeXaS, y las del otro son<br />

rectas, para determinar el de las superficies cóncavas.<br />

HERRA.MIENTAS MECÁNICAS PARA TRABAJAR EL HIERRO EN FRío.<br />

Generalidades.-lHuchas de las operaciones que hace á mano<br />

el cerrajero se pueden ejecutar con herramientas mecánicas en los ta-<br />

.<br />

lleres de ajustar.<br />

La disposición de estos talleres y la descripciün de las máquinas qne<br />

se emplean, así como las formas de los operadores y la manera más<br />

conveniente de hacerlos funcionar, salen fuera del programa de esta<br />

obra; así es, que sülo se exponddm breves consideraciones sohre el<br />

modo de trahajar los metales en frío y acerca de los diferentes tipos<br />

de máquinas qne para ello se emplean.<br />

Las operaciones que ordinariamente se hacen en frío con el hierro<br />

Ú otros metales en los talleres, pueden reducirse á siete, que enunciadas<br />

en el orden en que dehen efectuarse cuando la pieza necesita<br />

sufrirIas todas, lo que no sucede casi nunca, son las siguientes: tOI'neadum,<br />

alisadura, acepilladum, perforación, construcción(le tornillos,<br />

escopleadura y ajuste.<br />

Torneadura.-Cuando haya que verificar la operaciun de [01'- .<br />

nert1',debe ser la primera que se ejecute, tanto porque en ella se inutilizan<br />

frecuentemente los ohjetos, cuanto porque facilita las siguientes.<br />

COITertoda la longitud del ohjeto y darle en cada punto el perhl que<br />

le corresponda. . ,.,<br />

En algunos tornos de puntas, la varilla que no gira esta muda lll-


446<br />

variablemente á los montantes de hierro colado, los cuales tienen un<br />

moYimiento longitudinal en una ranura practicada á lo largo de la<br />

plataforma; llevan en tal caso un tornillo, en su parte inferior, que<br />

se fija á la distancia que se quiera del eje de las poleas, por medio de<br />

una tuerca.<br />

Las piezas que han de tornearse deben centrarse antes y colocarse<br />

de modo que el eje de rotación sea precisamente el de los objetos que<br />

se van á labrar. Una vez colocada la pieza en el torno, se hace girar<br />

éste con la velocidad conveniente y se aproxima el cuchillo para que<br />

vaya desgastando el metal. Se engrasa el eje, á fin de que no se caliente,<br />

y á menudo se humedece también el operador para facilitar el<br />

trabajo. El diámetro de las piezas se comprueba con los compases<br />

que se han descrito en el artículo precedente.<br />

TOltNOSAl,AIRE.-Los tornos de mano y los paralelos que se IJan<br />

dado á conocer, se designan con la denominación de tornos de puntas,<br />

y tienen su eje horizontal. Existen además tornos, cuyo eje vertical<br />

comunica el movimiento de giro á una placa horizontal unida<br />

á él, en la cual, y por medio de topes, se asegura la pieza que se ha<br />

de labrar; estos tornos son los que se llaman al aire. También Imeden<br />

hacerse tornos al aire de eje horizontal, que en resumen resultan<br />

de suprimir en los de puntas, la varilla que no gira; reciben su principal<br />

aplicación para tornear objetos pequeÜos que tienen suficiente<br />

estabilidad, apoyándolos sólo en una varilla.<br />

OnSEI\VACIONESSOBRELA TORNEADURA.-El ángulo que ha de formar<br />

el operador con la superficie que se tornea y la velocidad del torno, se<br />

hacen variar con la naturaleza de los objetos que se trabajan, debiendo<br />

aquella ser pequeña cuando se trata de hierro fundido; mayor para<br />

el hierro forjado, que se debe humedecer, á fin de que no se destemplen<br />

las herramientas, y aÚn mayor para el cobre, que no es necesario<br />

humedecer, á causa de la poca dureza del metal, que hace<br />

que se tornee fácilmente. El trabajo en esta clase de máquinas se<br />

ajusta y paga casi siempre por piezas.<br />

OTRA CLASEDE TORNos.-En la actualidad se construyen tamhién<br />

tornos que labran superficies que no son de revolución, como por<br />

ejemplo, elipsoides de ejes desiguales. Basta para conseguido bacer<br />

que, conservándose fijo el operador, el árbol que lleva la pieza, esté<br />

montado en un excéntrico, calculado de mo(lo que las distancias del<br />

Hi<br />

árbol de giro el la hoja del cuchillo, que le es paralela, varíen del<br />

mismo modo que los semidiámetros de la elipse principal correspondiente.<br />

Se usan poco, y bastan las indicaciones hechas para que se<br />

comprenda el principio en que están fundados.<br />

Alisadura.-La alis([clul'a tiene por objeto labrar agujeros cilílHlricos<br />

ó cónicos, pulir la superficie interior de los cilindros y otros<br />

trabajos análogos. Los alisadores, sin embargo, son máquinas de escasa<br />

aplicación, y se van sustituyendo por las que sirven á la vez para<br />

otras operaciones. La manera de trabajar es análoga á la de los tornos;<br />

las piezas deben centrarse y colocarse con cuidado en la posición<br />

fija que hayan de ocupar, y la herramienta gira en el interior<br />

de ellas, desbastando y puliendo la superficie. Estas máquinas se<br />

componen, ordinariamente, de una barreta de hierro susceptible de dos<br />

movimientos, lUlOde Totación alrededor de su eje, y otro de traslación<br />

en el sentido del mismo: dicha barreta va montada en dos apoyos<br />

fijos en una plataforma. El operador se reduce á una placa de<br />

acero cortada en hisel por sus dos extremos (fig. 228), que se coloca<br />

atravesando la barreta por ranuras practicadas en ella, ó hien se<br />

compone de varias láminas, análogas á la anterior, que se sujetan á<br />

un manguito de hronce unido á la misma varilla (fig. 229).<br />

Los primeros se usan para cilindros cuyo diámetro esté comprendido<br />

entre {)m,05y OUl,20,y los segundos para los de mayor dimensión.<br />

El movimiento de rotación se ohtiene de un modo análogo al<br />

de los tomos, y el de traslación por pesos ó por un tornillo y varios<br />

engranajes. Hay l¡Ue trabajar con cuidado para que no se mellen los<br />

operadores y produzcan estrías en las piezas, sin dejadas perfectamente<br />

lisas; y al}uellos delJen estar montados de modo que, al encontrar<br />

una resistencia demasiado considerable, se rompa un órgano poco<br />

importante de los qne sostienen la herramienta, para que no padezcan<br />

esta ni el objeto que se trahaja.<br />

Los alisadores pueden ser horizontales y verticales, segÚn la posición<br />

de su eje. Los primeros se emplean para cilindros largos y de<br />

poco diámetro, que se hacen descansar á lo largo de una generatriz;<br />

los verticales, al contrario, se usan para cilincIrGsde poca longitud<br />

y diámetro grande, pues si éstos se colocasen sohre una generatriz,<br />

podrían aplanarse por la acción de su propio peso, aunque estuvieran<br />

interiormente bien calihrados, ó en virtud de su poca estabilidad mo-


H8<br />

verse durante la operación, alterándose el calibre interior, defecto de<br />

consideración cuando se trate de objetos que necesiten tener secciones<br />

rectas constantes, como cuerpos de bomba y cilindros de máquinas<br />

de vapor. Los alisadores verticales tienen los inconvenientes<br />

de dificultar la colocación de las piezas hasta hacer coincidir sus ejes<br />

con el de la máquina, y de no asegurar tan bien como los horizontales<br />

la inmovilidad del objeto que se quiere alisar.<br />

La velocidad que parece convenir á estas máquinas es algo menor<br />

que la de los tornos. El trabajo se suele pagar por metro lineal.<br />

Acepilladura.-La operación de acepillar tiene por objeto principal<br />

alisal' superficies planas y de gran extensión. Puede verificarse<br />

á mano con, cinceles y limas, pero se prefiere muchas veces emplear<br />

mÜquinas. Estas afectan formas mU~Tdiversas, pudiendo dividirse en<br />

dos gTupOS:las primeras conservan fijo el objeto, teniendo en movimiento<br />

el operador, y las seguwlas ~on de plataforma móvil y en ellas<br />

la herramienta permanece fija. En ambos casos debe tener la máquina<br />

medios de aproximar el operador á la pieza y hacer ocupar á ésta ó<br />

á aquellas posiciones necesarias para que el trabajo pueda efectuarse<br />

en toda la extensión de la superficie f{lle se ha de acepillar. Se<br />

consideran más perfectas las máquinas de plataforma móvil, pon[ue<br />

en ellas qumla la herramienta muy sujeta y puede funcionar mejor.<br />

E! movimiento de la plataforma se consigue generalmeute con barras<br />

dentadas y engranajes; la pieza que se trabaja se fija con alguuos<br />

pasadores que se introduceu en orificios á propósito practicados<br />

en la plataforma, cuidando de colocar bien la cara sobre que han de<br />

actuar los operadores. Éstos, que son parecidos á los cortafrios, van<br />

montados en cajas, que pueden moverse y situarse eri la posición<br />

l{UecOllvenga. Después de haber marchado la plataforma () el operador<br />

en un sentido, levantando una cinta de metal, debe tener también<br />

la máquina medios de hacerIos retroceder, para poder continuar<br />

el trabajo. Con objeto de no perder tiempo en esta operación, durante<br />

la cuallasljerramientas no actÚan, se procura que ,elretroceso se<br />

haga con bastante velocidad: hay máquinas en que el operador puede<br />

girar para trabajar en dirección inversa, pero lo que parece preferible<br />

es colocar dos herramientas que trabajen en sentidos opuestos,<br />

una á la ida y otra á la vuelta, pues cuando un mismo instrull:t,ento<br />

funciona en ambas direcciones, no queda tan seguro como conviene.<br />

Hay máquinas de acepillar de tamaÚos muy diferentes: el trabajo<br />

suele pagarse por metro cuadrado de superficie acepillada. Estos aparatos<br />

se aplican, en el servicio de obras pÚblicas, á labrar dovelas de<br />

hierro fundido, y á hacer bien planas las superficies de las placas<br />

de asiento, que sirven para transmitir á los apoyos de un puente ó de<br />

un viaducto los empujes de las vigas metálicas.<br />

Perforación. - Las máquinas de pCi'foral' tienen por ohjeto<br />

practicar agujeros. Los operadores yan montados en el extremo de<br />

una barra, qne recihe un movimiento de rotación por medios análogos<br />

á los ya explicados, y otro longitudinal qne se obtiene á Dlano Ó<br />

con las mismas máquinas, qne son, por otra parte, hastante variadas<br />

en su forma y disposición. Como tienen mucha importancia, conviene<br />

describir lUlOde los tipos más perfeccionados, qne es el representauo<br />

en la figura 250, y que tiene gran analogía con la perforadora que<br />

se dió á conocer para trabajar en madera, El aparato, como todas<br />

las herramientas mecánicas, está 6imentado en el suelo del talIer, de<br />

suerte que no tenga el menor movimiento; el operador va unido á un<br />

fuerte montante de hierro colado, cuya forma se aproxima á la de<br />

un sólido ~e ig'ual resistencia. Á la derecha de la figura hay una polca<br />

de vanas gargantas, arrollándose la conea de transmisión á la<br />

que convenga, segÚn la magnitud del agujero y la dureza del objeto<br />

que se haya de perforar. El movimiento de rotación del eje horizontal,<br />

se transmite por dos ruedas cónicas al vástago que lleva la broca.<br />

La rueda que hace mover al vástago, está unida á él por una cnsamhladura<br />

de ranura y lengüeta, de suerte que la herramienta lmeda<br />

subir ó hajar sin que se suspenda el giro; el movimiento vertical lo<br />

regula el operario, dando vueltas a la rueda dibujada en la parte superior,<br />

que hace girar al tornillo y produce el avance, haciendo que<br />

descienda muy poco á poco, cuanclo quiera producir la perforación sin<br />

gran resistencia: claro es, por otra parte, que el movimiento vertical<br />

pudiera también efectuarse mecanicamente. El árhol horizontal lleva<br />

un pasador, que, cuando se descorre, desconecta el eje y las poleas,<br />

maniohra que hay que verificar cuando se ha practicado el agujero;<br />

entonces se hace suhir con rapidez el vástago vertical, se coloca en la<br />

plataforma la pieza que haya de someterse á la acción de la perforadora,<br />

se establece de nuevo la conexión y se repiten las operaciones.<br />

. Hay también aparatos en que la herramienta puede camhiar de posi-<br />

i\.()<br />

29


450<br />

ción sinlllover las piezas, y otros que llevan varios operadores para<br />

hacer algunos taladros a la vez.<br />

Las hrocas que suelen usarse en estas maquinas, son parecidas á<br />

las del berbif[uí, como indica la figura '251; conviene lmmedecerlas<br />

con aceite ó agua de jabón para perforar piezas de hierro dulce. Generalmente<br />

acompaÜan á estas máquinas unas tijeras, semejantes á<br />

las que se describirán en el articulo siguien te. Antes de colocar las<br />

piezas en la plataforma que las recibe, han debido marcarse los puntos<br />

en que se han de hacer los taladros, poniendo los objetos en la<br />

posición conveniente para que salgan aquellos hien hechos y en su<br />

sitio. El pago de este trabajo se efectÚa comÚnmente por el nÚmero<br />

de agujeros abiertos.<br />

Fabricación de tuercas y tornillos.-Para hacer á máquina<br />

las tuereas ó tornillos, se coloca un macho ó la barra en que<br />

se va á labrar el filete, en el extremo de un in'bol horizontal (eomo<br />

indica el eroquis dibujado en la figura 252), montado en dos apoyos<br />

y suseeptible de un movimiento de rotacÍfJn sobre su eje y otro longitudinal.<br />

Á otro montante colocado en prolongación de este eje,<br />

se sujetan respeetivamente la pieza en que se quiere abrir una tuerca<br />

ó la ten'aja y, haciendo avanzar el árbol con precaución, se labran<br />

las tuercas ó tornilJos. Se preparan también tornillos con tornos perfeccionados,<br />

en cuya descripción no se entrará.<br />

Este trabajo se paga ordinariamente por piezas, variando el pre-<br />

(:io con las dimensiones de aquellas.<br />

Escopleadura.-La operación de escoplea¡'consiste en practicar<br />

taladros ó cajas de gran tamaño, y se hace con má([uinas parecidas á<br />

las de perforar, pero con hérramientas á propósito. Puede trabajarse<br />

tambiénasi el interior de los cilindros, actuamIo ~en el sentido<br />

de las generatrices, con operadores muy estrechos ó curvos, en vez<br />

de hacerlo en dirección de las secciones circulares, como con los alisadores.<br />

Estas máquinas, que se usan poco, llevan una plataforma que sostiene<br />

las piezas que se trabajan y las coloca en la posición adecuada.<br />

La plataforma puede recibir tres movimientos, uno de rotación y<br />

dos de traslación en sentidos perpendiculares: uno de estos Últimos<br />

casi siempre se verifica á mano, y todos concurren á presentar<br />

bien el objeto á la acción de los operadores, que están animados de<br />

451<br />

un mOYÍmiento rectilíneo, alternativo y vertical. Se IJacen asimismo<br />

máquinas de escoplear en que la pieza está sólidamente fija, y el<br />

cincel tiene un movimiento de vaivén en sentido de la profundidau<br />

de la caja ó del taladro, y otro de traslación.<br />

Ajuste.-La Última operación se reduee á quitar á mano las pequeÜas<br />

desigualdades (fue puedan aÚn presentar las piezas, empleando<br />

nara ello cinceles anchos ó estrechos, martillos, limas y demás<br />

her:'amicntas análogas. Al mismo tiempo, se van colocando 'las piezas<br />

que hayan de estar en contacto, en la posición que dehan tener,<br />

para ver si ajustan con perfección. Si esto sucede, se marcan ó numeran<br />

para no dudar después acerca del sitio que corresponde á cada<br />

una, yen caso contrario, se quitan los defectos que tengan hasta conseguir<br />

que ajusten como es dehido:<br />

Talleres de armar. -Eu los talleres de armar ha de haber<br />

taIllJ¡j¡~nalgunas de las máquinas que se han indicado, á más de las<br />

grÚas ó tornos indispensables y de fraguas portátiles, por si se necesita<br />

retocar alguna pieza al tiempo de reunidas todas para constituir<br />

la máquina ó construcción de que se trate: pero estas operaciones<br />

se l'efieren especialmente á la ejecución de ol)ras de hierro, puesto<br />

que las piezas quedan ya con la forma que se requiere para poderlas<br />

emplear.<br />

TRABAJO DEL PALASTRO.<br />

Generalidades.-La importancia extraordinaria del palastro<br />

cn las construcciones, justifica el que se consagre un articulo especial<br />

á la explicación de las operaciones de ca[clcreríagruesa, á que<br />

hay que someter, hasta colocadas en obra, las planchas que se encuentran<br />

en el comercio; para los demás hierros hasta lo que se ha<br />

indicado anteriormente, pero respecto del palastro, es oportuno entrar<br />

en alguno$ detalles.<br />

El espesor de las hojas de hierro yaría generalmente dei de mi-<br />

límetro á 20 milímetros. Las más delgadas, cuyo espesor es menor<br />

de 2 milímetros, se trabajan en frío; las que tienen de 2 á 4,<br />

unas veces se trahajan en frío y otras en caliente, y las de mayor<br />

grueso, casi siempre en caliente. El grueso .se mide con un calibradar,<br />

que es análogo al instrumento de igual nombre que se usa pa-


45:2<br />

ra determinar el diámetro de los alamhres; la figura 233 representa<br />

el calihrador inglés, que comprende 26 mortajas; la Última tiene el<br />

calihre de Omm,35, y la nÚm. 1 el de 7mm,7G, pero se hacen tamhiÓn<br />

placas de espesor mayor, que llegau hasta 15mm,90 para calderas de<br />

grandes dimensiones, y piezas que hayan de tener mucha resistencia<br />

(1).<br />

Las formas que ordinariamente afecta el palastro en las construcciones,<br />

son: planas, cilíndricas, cónicas ó esfcricas. La forma plana<br />

se le da sin dificultad, golpeándolo con IDazas muy anchas, sobre<br />

planchas ó yunques grandes y perfectamente )lisos, ó bien haciéndole<br />

pasar por laminadores especiales; la cilíndrica se ohtiene por<br />

medio de rodillos, como más adelante se explicara; pero para las<br />

formas cónica y esférica, es preciso amoldarlo, por decirlo así, a<br />

superficies á proposito, ohligándole a doblarse por compresión, y<br />

claro es que para que adquiera hien dichas formas, será preciso que<br />

no sea demasiado grueso, y que la curvatura que se le haga tomar<br />

no sea muy grande, debiendo dejarle hastante tiempo en esta<br />

clase de prensas ó moldes, para que al sacarlo conserve la encorvadura<br />

que se le haya dado, Es evidente, por otra parte, que las hojas<br />

de palastro no pueden adaptarse con exactitud geométrica a superficies<br />

que no sean desarrollahles: cuando los moldes estén limitados<br />

por superficies alabeadas ó no regladas, Únicamente podra lograrse<br />

hacer tomar á la plancha formas poliédricas ó desarrollahles, (Iue se<br />

aproximen lo posihle a aquellas.<br />

Las operaciones que se suelen ejecutar con las hojas de palastro,<br />

pueden reducirse á las siete que siguen: trazar el coutorno de las<br />

hojas y marcar la posición de los rohlones, cortar las hojas, taladrarlas,<br />

caldearlas, cimbrarlas ó encorvarlas, coserlas Óroblarlas, y por<br />

fin, retundir las juntas y chaflanar las aristas.<br />

Trazado del contorno de las hojas y sefialamiento de<br />

los orificios que han de ocupar los roblones.-La primera<br />

operaeión se reduee a trazar y seÜalar en las hojas de palastro el<br />

«1) Hay palastros hasta de Om,'16Ó Om,20 de grueso, que sirven para<br />

blindajes de buques y fortificaciones; en las construcciones civiles. puede<br />

decirse que no se usan más palastros que aquellos cuyo espesor varia de 16<br />

mili metros á 1mm,5; las chajJas de menor grueso se aplican á la fabricación<br />

de hoja de lata, de placas galvanizadas, cte.<br />

. .<br />

453<br />

contorno de la forma que dehan afectar, lo cual se verifica, si son planas,<br />

con el puntero, la regla y el compás, procurando desperdiciar la<br />

menor parte posihle de las hojas; si las superficies han de ser desarrollahles,<br />

se aplican plantillas de zinc, iguales al desarrollo de aquellas;<br />

y para las demás formas, se usan patrones pequeÜos, que eorrespondan<br />

a las earas del poliedro con que se reemplaza la superficie, ó no se<br />

hace más que fijar la posicion de los puntos principales.<br />

Se seiiala el centro de los rohlones, ahriendo con el punzón un<br />

agujero de un milímetro de diámetro: el tamaÜo de aquellos y su<br />

distaneia ya se suponen determinados, siendo el diámetro, por término<br />

medio, dohle del espesor del palastro, y la distancia de los centros<br />

igual á dos y media ó tres veces dieho diámetro.<br />

Corte de las hojas.-Esta operación se verifica con tijeras o<br />

cizaUas) con máquinas de aeepillar ó con máquinas de escoplear. Las<br />

primeras son las que se usan con mas frecuencia, pues aunque las<br />

otras, en muchos casos, pueden dar huenos resultados, suelen ser de<br />

acciÓn más lenta, y exigen casi siempre preparaciones preliminares<br />

en el palastro, como la de perforar ó estriar el contorno de las hojas<br />

para facilitar la acción de las herramientas.<br />

CORTE CONCIZALLAs.-Las cizallas que se emple~n para el trabajo<br />

de los palastros son sencillas ó de mano, ó mecánicas.<br />

Las primeras (figs. 234 y 235) tienen la forma de las tijeras ordinarias<br />

y pueden ser de hrazos desiguales, como la representada en el<br />

segundo dihujo, para fijar el más largo de aquellos en ellmlco; las<br />

cizallas de mano se usan principalmente por los hojalateros.<br />

Las mecánieas se mueven de ordinario, por la acción directa ó indirecta<br />

del vapor; ofrecen dos tipos principales: las de acción intermitente,<br />

y las circulm'es ó de acción continua.<br />

Las más comunes de acción inteí'mitente, se reducen (Hg. 236) a<br />

dos láminas gruesas de acero, una fija, B, y otra móvil, A, entre las<br />

cuales se aplica al palastro que hay que cortar; la parte movil gira<br />

all'ededor de un eje horizontal unido á la mandibnla inferior, y termina<br />

en una palanca larga de hierro, AG, que se mueve por un<br />

excentrico, DE, cuyo eje de rotación, R, recihe la impulsión de una<br />

máquina de vapor ó de una rueda hidráulica; el movimiento puede<br />

también transmitirse por bielas y manivelas y por otros medios.<br />

Excl1sado es decir qne la hoja fija esta invariablemente unida á un


454 455<br />

sólido apoyo de hierro colado, empotrado en un macizo de fáhrica.<br />

Por lo general, las láminas cortantes se colocan perpendicularmente<br />

al eje de la palanca, como en las tijeras de mano; pero<br />

otras veces son paralelas al mismo, como sucede en las tenazas, y<br />

en este caso, actuando las cuchillas de una sola vez ó en .un corto<br />

espacio de tiempo, necesitan mucha más fuerz& y casi siempre se<br />

IlllleVCnpor el vapor. Un ejemplo de esta disposición se ve en la cizalla<br />

representada en la figura 257, que es muy á propósito para la<br />

construcción de calderas y vigas. Consta de un macizo sMido y hien<br />

cimentado, de hierro fundido: en el eje motor van montados un volante<br />

para regularizar el movimiento, una polea de transmisión y otra<br />

loca, y una rueda dentada, que engrana con otra, cuyo eje atraviesa<br />

el macizo de hierro y termina en un excéntrico; éste cónull1ica un<br />

movimiento alternativo vertical á una ¡Iiela, que lleva en su extremo<br />

una masa de hierro fundido, á la que se fija la cuchilla móvil, cortada<br />

en hisel y de hoja algo inclinada, á fin de que no actÚe á la vez en<br />

toda su extensión. La cuchilla inferior es una lámina de bisel horizontal,<br />

á la que se aplica el palastro que se va á cortar. Una palanea,<br />

que maneja el, operario encargado de dirigir el trabajo, permite<br />

sostener la pieza de hierro fundido que lleva la hoja, y limitar sn<br />

descenso á la altura suficiente para que no toque al palastro lJasta que<br />

se haya -colocado con exactitud en la posición que deha tener; mientras<br />

tanto, la biela y la manivela se mueven sin que actÚe el operador.<br />

Cuando se han de cortar hierros de ángulo ó escuadras, se cambian<br />

las cuchillas por otras de perfil adecuado; la inferior presenta<br />

entonces un ángulo entrante en que se apoya la escuadra, y la superior<br />

tiene un perfil inverso, esto es, un ángulo saliente.<br />

Las cizallas de acción intermitente, ya sean de uuo ti otro de los<br />

géneros que se han descrito, dan bastante buen resultado, particularmen<br />

te cuando se ha de cortar en línea tecta; pero para seguir una<br />

línea CIll'Va,Ópara trabajar con continuidad, se prefieren las tijeras<br />

eit'eulares, que se redncen (fig. 253) Údos discos de acero, montados<br />

en dos ejes animados de movimientos de rolación muy rftpidos,<br />

iguales y en sentido contrario. Los ejes comunican entro sí pOI'engranajes,<br />

y se ponen en movimiento, bien por 1Ina manivela aplicada<br />

directamente á nno de ellos, hien por nna eombinación de ejes y<br />

ruedas, segÚn el espesor de las hojas que haya de eortar la mÚquina.<br />

Los discos se ponen en contacto, haciendo mover el tornillo D, y su<br />

espesor, así como la parte en que dehan cruzarse (que se ~uede regular<br />

con el tornillo C), dependen del grueso del palastro. Este se coloca<br />

en una plataforma, que se mueve á mano ó por la misma máquina,<br />

para presentar la hoja por punto á propósito á la acción de los<br />

cilindros.<br />

Ya se ha visto también que existen otras tijeras, las de guillotina,<br />

capaces de cortar de un solo golpe lÚminas de dimensiones considerables,<br />

pero su aplicación suele limitarse á la fabricaeÍón de palastros<br />

y no á darles la forma en que se han de emplear.<br />

En los grandes talleres van unidas comÚnmente en la misma máquina<br />

las cizallas y los sacabocados para practicar los agujeros de los<br />

roblones.<br />

CORTE CON~L{QUINASDE ACEPILLAR.-Las que se emplean para esta<br />

operación, suelen ser de cuchillo móvil; las hojas se sujetan bien á la<br />

plataforma, y si son delgadas, pueden cortarse muchas de una vez.<br />

Se apJican con buen éxito á hojas muy largas, sirviendo asimismo para<br />

cortadas en hisel ó chafIanarlas. .<br />

CORTE CON MÁQUINASDE ESCOPLEAR.-Se usan para cortar los palastros<br />

que han de tener formas variadas en su contorno, lo cual haría<br />

de apJicación difícil los medios anteriormente expuestos. Para emplear<br />

las máquinas de escoplear se sujetan hien las hojas, y se practica,<br />

siguiendo el contorno, una serie de orificios (fig. 259); después<br />

se cortan las partes que quedan entre los agujeros con la máquina de<br />

escoplear y operadores á propósito, hasta dejar los bordes como se ve<br />

en la figura 240, terminándose luego las piezas por medio de diversas<br />

herramientas. Por lo general, se empieza por descargar las partes<br />

salientes con un operador redondeado, de suerte que quede el horde,<br />

como indica la figura 241; después se regulariza con una herramienta<br />

plana y, por Último, se perfila y pule con la lima. El procedimiento<br />

referido puede aplicarse cuando haya nec,esicladde preparar varias láminas<br />

ignales.<br />

Taladros.-La tercera operacir\n tiene por ohjeto practicar los<br />

taladros en los sitios ya serialados, dándoles el diámetro que les corresponda.<br />

Ordinariamente no se taladl'an antes del cimlJl'eo más que<br />

los agujeros de una de las hojas que han de estar en contacto, abriéndose<br />

después los de la segunda, siniendo de patrón la primera. Las


456<br />

m:'lquinas que se emplean para este trahajo, afectan una disposición<br />

parecida a la de las cizallas de cuchillas paralelas al eje de rotación,<br />

sólo que en vez de láminas cortantes llevan en la parte fija una matriz,<br />

en la que se coloca una pieza de acero, ligeramente cuna en la<br />

parte superior y con un agujero vertical de forIlla cónica para dejar<br />

pasar por el centro el pedazo de palastro desprendido; y en la parte<br />

móvil un punzón ó sacahocados de diámetro igual al del taladl'o que<br />

. se quiere practicar, de longitud algo mayor que el espesor del palastro<br />

y guiaclo de modo que no tenga más que un movimiento vertical.<br />

Como estos taladros se hacen por presi6n y no como en las maquinas<br />

de perforar, en que la herramienta obra girando y comprimiendo<br />

á la vez, resulta que el punzón dehe ser muy sólido, y que paril<br />

trahajar en huenas condiciones, el diámetro de los agujeros no ha de<br />

exceder mucho del espesor del palastro, si este es algo grueso; cuando<br />

el espesor de las planchas llega á i 5 milímetros, cuesta mucho trabajo<br />

hacer los taladros y se estropean bastantes punzones.<br />

El palastro se coloca encima de la matriz, de suerte que la vcrtical<br />

del punto en que se haya de practicar el orificio, coincida exactamenle<br />

con el eje del punzón, y en seguida se hace descender éste.<br />

Después de abierto el taladro, a fin de que al retroceder el operador<br />

no levante consigo la hoja, se coloca para cOl1tenerla un tope Ú horquilla<br />

en el bastidor de la maquina, a ÍlO ser que, como en otros<br />

aparatos, el sacabocados actÚe dentro de un cilindro hueco que desciende<br />

primero, para apoyarse en el palastro, y se levanta después<br />

que la herramienta, sujetando hasta entonces las hojas. Para detener<br />

el sacabocados con rapidez, por estar mal colocado el palastro ó por<br />

cualquiera otra causa, en vez de fijado directamente a la hiela ó a las<br />

guías, se le deja cierto huelgo, con objeto de poder introducir una<br />

cuña, que cuando esta colocada, permité funcionar á la máquina;<br />

pero cuando se quita, en el instante que tropieza el extremo del punzón<br />

con el palastro, se mete dentro de las guías ó sigue s¡'¡Joel movimiento<br />

de la biela sin oprimir casi las hojas. 'Aunque es algo difícil<br />

Y delicaclo,pueden disponerse las mácluinasde modo que elpalastro,<br />

colocado en un hastidor, vaya presentando los diferentes puntos<br />

en que ::.ehan de abrir los taladros á la acción del punzón, pero, por<br />

lo general, este trabajo se verifica a mano. Los aparatos pueden moverse<br />

a hrazo ó por 'medio del vapor y con un movimiento intermi-<br />

41)7<br />

tente ó continuo. La figllra 242 representa una herramienta para taladrar,<br />

movida á vapor, cuya semejanza con las cizallas de la figura<br />

257 es hien manifiesta:- la máquina lleva dos poleas, una motriz y<br />

otra loca; en el eje comÚn a ambas va un piü6n, que engrana con una<br />

rueda dentada, cuyo árhol atraviesa el macizo de hiena colado y termina<br />

en un exccmtrico, del cual esta suspendido el punz6n y la masa<br />

de hierro que lo rodea. El excéntrico comunica al sacahocados un<br />

movimiento alternativo vertical, que se puede limitar ó darle toda su<br />

amplitud, actuando en una palanca. Al macizo de hierro está fija la<br />

matriz de acero, sohre la cual se ve en la figura una pieza que da paso<br />

al punzón, pero que sirve de tope para detener la hoja de palastro,<br />

si la arrastra consigo el operador al elevarse, después de hecho el taladro.<br />

El tope tiene otra forma en algunas máquinas; en la figura 245,<br />

M representa la matriz, algo cun-a en la parte superior y con un taladro<br />

ensanchado por ahajo para dar paso al anillo metálico que se<br />

desprende de la plancha, P; S es el sacahocados con su envolvente de<br />

hierro, y T, una horquilla de palastro delgado, encorvada y que se<br />

fija á la máquina, permitiendo el paso al punz6n, pero deteniendo a<br />

la plancha si se eleva con aquel.<br />

Hay también aparatos especiales, en cuya descripción no se entrara,<br />

para ahrir agujeros en el borde de una hoja encorvada en forma<br />

cilíndrica, tlue hayan de corresponderse con los ya abiertos en el<br />

opuesto.<br />

SegÚn se indicó, es muy comÚn que en el mismo apoyo estén<br />

montados el punzón y las cizalIas. La figura 24A muestra una pers-<br />

IJecliya de esta disposición, que se comprenderá perfectamente después<br />

de las explicaciones que preceden.<br />

Calda de las hojas.-Tiene por objeto calentar las hojas de<br />

palastro cuando son algo gruesas, para que puedan sufrir con facilidad<br />

las operaciones que siguen. Se verifica de ordinario en hornos<br />

sencillos (fig. 245), parecidos a los de caldear el hierro forjado, y<br />

que se reducen á una camara de poca altura y de la extensión suficiente<br />

para que quepan las laminas. La plaza de estos hornos es una<br />

placa de hierro colado 6 una Mveda de ladrillo cubierta de arena yen<br />

la que se disponen cuatro ó cinco barras de hierro,


458 459<br />

en toda su longitud, pasan por dos conductos laterales. e, á las<br />

chimeneas, D, disposiciün que se adopta para evitar el enfriamiento<br />

de las paredes. La eolocación y extracción de los palastros,<br />

por la puerta P.<br />

se hace<br />

Cimbreo ó encorvadura. - El cimbreo de los palastros<br />

para darles la curvatura que hayan de presentar, se hace en frío ó<br />

en caliente, seg'Ún su espesor, Como generalmente se emplean las<br />

planchas en las ohras de importancia, en formas planas ó cilíndricas,<br />

bastará indicar los aparatos que se usan para preparar cilindros,<br />

puesto que se ha explicado ya el modo de aplanar las hojas.<br />

ENCORVADURA ENCALIENTE.-Antiguamente, aun en trabajos de calderería<br />

gruesa, se verificaba lú: encon-adura en caliente, cmpleando<br />

un rodiJIo de hierro fundido, A (fig. 246), terminado en dos gorrones,<br />

que podian girar, apoyándose en cojinetes dispuestos en los extremos<br />

de dos ménsulas de hierro forjado, sólidamente empotradas en<br />

un mnro distante unos Om,i O de la superficie del rodillo. Se colocaha<br />

la hoja de palastro entre la pared y el cilindro, y, por medio de<br />

palancas de hierro, B, móviles alrededor .de charnelas eUlpotradas<br />

tamhién en el muro, y en las que actnaban los operarios, ya con euerdas,<br />

ya eon el peso de sus propios cuerpos, se conseguía que se dohlase<br />

el palastro y que afectara la forma que representa la figura. Hecho<br />

esto, se levantahan las palancas, se hacia hajar la hoja UIla cantidad<br />

suficiente y se empezaba de nuevo la operacióIl hasta que aquella quedaha<br />

casi redonda. La encorvadura se concluía con martillos, y siempre<br />

en caliente, en caballetes de l¡ierro de gran longitud.<br />

La máquina más perfecta para encorvar palastros es la de Lemaltrc,<br />

que no es necesario dibuja!' para que se comprenda hien cómo<br />

funciona. El aparato se compone: 1.°, de dos montantes de hierro colado,<br />

que JIevan cojinetes, en los que se mueven los gorrones del cilindro<br />

á que se han de arrollar las hojas; uno de los montantes sirve<br />

Úla vez dc apoyo á los engranajes que comunican el movimiento:<br />

2. °, de un cilindro, talllhir~n de hierro fundido, un poco más largo<br />

que las piezas que haya que encorvar y de la misma sección recta con<br />

que dehan quedar éstas: '5.°, de una barra rectangular de hierro, situada<br />

debajo del piJindro, y unida á sus extremos por estribos y<br />

tornillos; cntre la barra y el rodillo se disponc la hO.ia,fij.indola con<br />

solidez, por medio de las mismas piezas que se han indicado: 4.°, de<br />

otro cilindro de hierro colado paralelo al primero, y sostenido por<br />

dos cremalleras yerticales, situadas cerca de los montantes, y de tal<br />

suerte, que los ejes de ambos rodil!os no estén en un mismo plano<br />

vertical. Las cremalleras se mueren con palancas dentadas, que se<br />

manejan a brazo, y sinen para acercar ó separar el cilindro inferior<br />

del superior, segÚn conyenga. El horde de la hoja se introduce<br />

entre el rodillo, que va a senil' de molde, y la harra, uniéndola<br />

como antes se dijo; se mueyen las palancas hasta que el cilindro inferior<br />

oprima con fuerza a la plancha, ohligándola a aplicarse al patrón;<br />

se fijan entonces las palancas y se pone en moyimiento la mÚquina,<br />

que va plegando la hoja con la cunatlll'a del cilindro móyil.<br />

Cuando en virtud del movimiento, se ha doMado la hoja en<br />

todo su ancho, se para la máquina, se haja el rodillo, se aflojan los<br />

tornillos que unen la harra, se saca la pieza, y se procede á una nueva<br />

operación. De este modo, el palastro toma exactamente la forma<br />

del molde a que se aplica, y por tanto, es preciso camJ)iar el cilindro,<br />

siempre que varíe la curvatura que se quiera dar a las hojas.<br />

ENCORVADURA ENFuio.-El inconveniente expresado desaparece en el<br />

aparato de Derosne y Cail, con el que es factihle enconar en frío palastros<br />

de 10 á 12 milímetros de espesor, y del que se representa un<br />

corte transversal, en la figura 247. Se compone de tres cilindros, a, b<br />

yc, de hierro fundido, montaflos en gorrones de hierro; los de los dos<br />

pí.'imeros se apoyan en cojinetes ajustados en los montantes [{oEl cilindro<br />

superior puede suJÚr ó j)ajar, como los cilindros de los laminadores,<br />

por medio de un t


460<br />

que la rueda {, que engrana con otro piÜón g, montado en el eje de<br />

la polea de transmisión, /¡.<br />

Muchos otros aparatos se han ideado para enconar las láminas,<br />

pero el anterior es el que parece que produce mejores resultados.<br />

Fabricación de roblones.-Los roblones ó recloblones son<br />

pequeÜos cilindros de hierro, proyistos de una cal)eza redondeada<br />

(fig. 248), con los que se unen, cosen Ól'oblan los palastros. Para su<br />

fahricación se emplean muchas clases de máquinas, aunque el trabajo<br />

á mano, si los operarios están bastante ejercitados, es suficiente y se<br />

preJiere en la generalidad de los casos; pero puede haher economía<br />

en el empleo de máquinas, si hay '¡ue fabricar muchos roblones y de<br />

una manera rápida y continua.<br />

FABItICACIÓN Á MANo.-La fabricación á mano se yerifica cortando<br />

primero las barras en trozos de la longitud necesaria. Esta operación<br />

se ejecuta sobre una bigornia (fig. 249), que lleva dos piezas, A y B,<br />

fijas á la distancia conveniente; se coloca la barra, C, de modo que<br />

su extremo toque á la pieza B, y dando un martillazo en la parte de<br />

la barra que está sobre A, se produce una 11eÍldedura, pudiendo acabar<br />

de cortarIa en el acto ó seguir del mismo modo seÜalando los<br />

puntos en que se han de' dar los 'cortes; en este Último caso, es preciso<br />

que el tope, B, esté dispuesto de tal modo que no impida el avance<br />

de la barra. Después de troceada ésta, se puede usar el aparato dilmjado<br />

en la figura 250, que se compone de una masa de hierro fundido,<br />

de Om,60 á Om,70 de altura, hueca en el cenlro y que presenta<br />

en su parte superior la forma de un yunque ordinario, mientras<br />

que el extrCJp.o inferior se empotra en una lJasa de madera. El lmeco<br />

interior lo ocupan la matriz ó c1ayera, en que se coloca la barra<br />

con que se ha de formar el roblón; una barreta de hierro que se<br />

apoya por abajo en el basamento del yunque, que sirve de botado)'<br />

para sacar los roblones, y cuya longitud depende de la de éstos; y<br />

una palanca, que tiene su punto de apoyo en el mismo yunque, y<br />

que se introduce en una ahertura practicada en la barreta. Después<br />

de haber estampado la cabeza del roblón, de la manera ordinaria,<br />

hasta mover la palanca para que salga de la clayera. Cambiando la<br />

matriz y el botador, se pueden fabricar roblones de diversos diámetros<br />

y magnitudes:<br />

pernos ó pasadores.<br />

este . aparato se utiliza tambit'm para construir<br />

461<br />

FABRICACIÓN 1IEdNICA.-Las máquinas más senci11as y á propósito<br />

para este objeto, son parecidas á las de taladrar, sustituyendo la matriz<br />

inferior por otra que pueda contener el roblón que se ya á trabajar,<br />

yel punzón por una estampa con la figura que deba tener la<br />

cabeza. Después de haher cortado barras del diámetro necesario, en<br />

)onda, por medio de cizalIas<br />

fra o'mentos de la lono'itud ( l ue corres l<br />

:J <br />

movidas ordinariamente por la misma máquina, se coloca enrojecido<br />

uno de los trozos en la matriz, y haciendo descender la estampa<br />

se forma la caheza. Cuando se eleva el operador, se mueve,<br />

bien á mano, bien por medio de la misma máquina, una palanca<br />

colocada en la parte inferior y terminada en un botador que,<br />

penetrando en la clavera, hace saltar el redohlón formado. El tiempo<br />

que permanece elevada la estampa debe ser suficiente para dar lu-<br />

o'ar á ( I<br />

ue se efectÚe esta Última operación, y á que se pueda colo-<br />

:J<br />

cal' otra barra; con este fin, y para trabajar con rapidez, se han<br />

ideado máquinas que tienen diez ó doce matrices, situadas en una<br />

plataforma circular, animada de un movimiento de rotación, que va<br />

presentando sucesivamente cada matriz á la acción de la estampa.<br />

La figura 251 representa el croquis de la máquina de LemaiLre, que<br />

pertenece á este Último género: A, es un cilindro de vapor; B, la<br />

'palanca que mueve la estampa C; D, una clavera circular móvil, con<br />

diez ó doce orificios, que se llena de agua para que no se caldee; E,<br />

otra palanca, que recibe su movimiento de la B y hace saltar el 1'0hlOn<br />

estampado. La plataforma se mueve á mano, pero hay aparatos<br />

más perfeccionados, como el de Gouin, en que la rotación se produce<br />

lllecánieamente.<br />

Otra máquina ingeniosa es la de Bergue y Compañía, de l\Iancl1ester,<br />

qne llamó la atención en la Exposición universal de Londres<br />

de 1862. No se describirá eon detalle, pero si conviene conoeer el<br />

principio que la earacteriza, que es el movimiento de rotaeión de<br />

que están animadas las piezas principales. El disco de hierro colado,<br />

k (fig. 252), que lleva 8 matrices, está montado en el extremo de<br />

un árhol horizontal y giratorio; al paso que la estampa, u, que ha de<br />

formar la caheza de los rohlones, se apoya en una varilla x, que se<br />

rompe si se presenta alguna resistencia que no pueda vencer la máquina,<br />

y va unida á una biela de hierro fundido, h, dirig'ida por el<br />

excéntrico de otro árbol horizontal, g. Los engranajes est.:ll1dispues-


4.6:!<br />

tos de suerte que la biela hace ocho excursiones, por vuelta completa<br />

del disco, y en cada movimiento altel'llativo se forma la cabeza de un<br />

roblón. En el momento que la es tampa empieza á actuar sobre el<br />

hierro colocado en la matriz, el excéntrico se halla muy próximo al<br />

final de su excursion, y como el extremo de la biela está guiado de manera<br />

que en ese instante se mueva la estampa en dirección del radio<br />

del disco, re§ulta que en el tiempo que se tarda en hacer la cabeza del<br />

roblon, la matriz v la estal11lJ'l tienen moYÍmientos combinados de<br />

modo que los ejes " de la biela y de la matriz están casi en línea rec- '<br />

ta, acercándose primero y separándose después; en tales condiciones,<br />

la accion se produce como si la estampa no tuviese más que unmovimiento<br />

rectilíneo y estuviera fijo el disco. En el interior de éste IJay<br />

una corona excéntrica, t, cuyo objeto es detener al tope m, en que<br />

se apoya el roblon, cnando se efectÚa la estampación, y rechazarIo<br />

en el momento que se retira la biela. No hay para qué decir que el<br />

aparato de Bergue lleva unas cizallas que cortan las hanas en trozos<br />

de longitud adecuada, antes de colocadas en la matriz.<br />

Cosido ó robladura de las hojas.-Las hojas de palastro'se<br />

unen por medio de roblones; pero como no corresponde á esta obra¿~<br />

el estudio de las formas en que conviene cosedas, sólo se indicará<br />

que, por lo general, se coloca una placa sobre otra, haciendo<br />

coincidir los agujeros de los roblones, situados en una o dos<br />

filas (fig. 253), ó IÜen se unen al tope, por interlnedio de una o dos<br />

planchas ó cubl'ejunlas, provistas también de agujeros para la colocación<br />

de los pasadol'es (fig. 254). Á veces la robladura se hace interponiendo<br />

piezas de ángulo Ú otras especiales, y la figura 255 ofrece<br />

un ejemplo; pero hay otras muchas disposiciones que no pueden examinarse<br />

en este sitio.<br />

H.OBLADURA Á ~rANo.-EI cosido de las hojas se efectua frecuentemente<br />

á mano, y así hay que colocar siempre muchos roblones, para<br />

terminar las piezas COll113licadasó de grandes dimensiones, y para<br />

las reparaciones y otros trabajos análogos. La operacion se reduce<br />

á calentar los roblones, de ordinario en fraguas portátiles, y hallandose<br />

dispuestas ya las hojas de modo que coincidan los agujeros<br />

respectivos, introducir los pasadores por las a]JCrturas en que<br />

se han de colocar, golpeando, si es necesario, sobre la cabeza ya<br />

formada; se sujeta entonces ésta con martillos ó mazos apoyados<br />

463<br />

sólidamente en puntos fijos, y se forma la segunda cabeza con una<br />

estampa, que se conoce con el nombre de eloile; después se repasa<br />

el trabajo y se hacen desaparecer todas las imperfecciones<br />

que pueda presentar la cabeza hasta que quede tan acabada como la<br />

primera.<br />

fecta.<br />

Al enfriarse el roblón, se acorta y produce una unión per-<br />

Si se quiere que las cahezas queden emJmtidas en el espesor de<br />

las láminas, es preciso que los taladros sean en parte cónicos (figura<br />

256), y una vez remachados los rohlones, se hace saltar con cinceles<br />

ó cortafrÍos la parte excedente.<br />

H.OBLc\DURA Á ~L(QUINA.-LasmÚquinas que suelen emplearse están<br />

fundadas absolutamente en el mismo principio que las de taladrar y<br />

las de hacer roblones; en todas ellas el operador, sea punzón ó estampa,<br />

va montado en un émbolo ó barra rígida, á que se comunica un movimiento<br />

alternativo rectilineo de corta extensión. Desde el punto de<br />

vista de disposición y construcción, estas diversas máquinas presentan<br />

las diferencias que son inherentes á los trabajos respeetivos que han<br />

de ejecutar. En los detalles varían muchísimo los aparatos para roblar;<br />

con objeto de que se tengan ideas claras acerca de ellos, se describirán<br />

dos tipos de los menos parecidos entre sí: la máquina de Gouin y<br />

la de LemaILre.<br />

La figura 257 representa un corte lungitudinal de la primera, que<br />

es de las más sencillas y en la cual el vapor actÚa directamente en<br />

el operador. La armazón, a, de palastro grueso, está unida con pasadores<br />

al cimiento de fábrica y enterrada en parte en el suelo; á la<br />

derecha se eleva un montante, que recibe la estampa fija, b, y en el<br />

montante de la izquierda se dispone el cilindro de vapor cel. La construcción<br />

de éste constituye lo más interesante de la máquina; se compone<br />

de dos partes cilíndricas c y el, cada una de las cuales tiene un<br />

émholo montado en el eje comÚn, en cuyo extremo va la estampa<br />

móvil ó doile. Haciendo Ilegal' el vapor al émbolo más grande, la varilla<br />

avanza con fuerza y rapidez y se efectÚa la rohladura; al paso<br />

que si se abre el escape correspondiente a este émbolo, y se introduce<br />

el vapor en dirección opuesta, haciéndole ohrar en el émholo pequeño,<br />

el vastago retrocede hasta su posición primitiva, sin gran<br />

consumo de fuerza motriz. El sistema descrito, con más ó menos<br />

modificaciones, está muy generalizado, lo que se comprende, por


461.<br />

que es difícil alcanzar mayor sencillez ni una acción mÚs ventajosa.<br />

La mc\quina de Lema1lre se distingue de las demcís en que es de<br />

doble acción; la estampacian de la cabeza no se efectÚa hasta que las<br />

dos láminas reunidas se han sujetado á una fuerte compresión. Desde<br />

luego se presume, y ]a práctica lo acredita, que ]a rob]adllra será<br />

tanto mas perfecta cuanto más se opriman las láminas, y que la compresión<br />

previa y directa ha de ser mucho más enérgica que la producida<br />

indirectamente por la cabeza del rohlón. El aparato se representa<br />

en la figura 253, y consta de una armazón, a, empotrada en un<br />

macizo de sillería, á la que va unido sólidamente el zoquete Ú,que sostiene<br />

la estampa fija á que se aplica la cabeza inferior del roblón; la<br />

misma armazón lleva además los dos cilindros de vapor c y el, el eje<br />

comÚn á las dospa]ancas f y g, y las guías del cilindro hueco e, qne<br />

es el que ejerce la compresión previa de las hojas, y que está articulado<br />

en el brazo menor de la palanca f; por Último, la estampa móvil<br />

va debajo de tUlcilindro macizo, que se mueve dentro del hueco,<br />

y que se artiGula en el extremo de la otra palanca, g. Con esta disposición<br />

si se da vapor al cilindro el, funciona la palanca f, baja la<br />

pieza e, y oprime las hojas coloca.das de. antemano en la matriz ó<br />

estampa fija; inmediatamente se introduce vapor en c, y la palanca g<br />

olJliga a descender al doile, ([ue forma la cabeza. Abriendo luego<br />

los escapes correspondientes á ambos cilindros, vuelve la máquina á<br />

su posición primitiva y comienzan de nuevo las operaciones para estampar<br />

otro roblónó para que reciba el anterior más golpes, si, á<br />

consecuencia del espesor de las láminas, los necesitase.<br />

En algunos aparatos, las hojas pueden moverse mecánicamente,<br />

pero se usan poeo, por(Iue son demasiado complicados. Es muy frecuente<br />

que la misma máquina se aproveche para roblar y para taladrar,<br />

cambiando las matrices y los operadores; para emplear la de<br />

Lemattre en hacer taladros, puede adaptarse un punzón al cilindro<br />

movido por la segunda palanca.<br />

Calafateo y retundido de juntas.-La Última operación<br />

que se ejecuta con los palastros consiste en calafatea¡' y 1'etundil' las<br />

juntas, trabajos que no siempre hay que efectuar, y que tienen por<br />

objeto hacer impermeables las uniones, y regularizar y dejar bien<br />

terminada la obra; deben hacerse con mucho esmero, particularmente<br />

cuando los hierros han de. estar sometidos á fuertes presiones,<br />

405<br />

como en las calderas de las máquinas de Yapor. Por lo genera], estas<br />

operaciones se practican á mano, y ]a substancia que ha de servir<br />

para hacer impermeables las juntas, que de ordinario es estopa impregnada<br />

de algÚn hetÚn, se introduce en las uniones, por medio de<br />

punzones lllUYagudos, que se golpean con martillos. En las obras<br />

que no necesiten calafateal'se, el trahajo se reduee, cuando más,<br />

á repasar la huena posición de los robloncs y á chaflanar las aristas<br />

de las láminas con cortafríos ó con máquinas de acepillar.<br />

HlERHO FUNDIDO O COLADO.<br />

Ya Se ha dicho que se entiende por hic}')'o colado ó tundido, Ulla<br />

composición ó mezcla fusible ¡le hierro y una corta cantidad de carbono,<br />

de 2 á 4,5 por 100, y que, segÚn la mayor ó menor proporción<br />

de carbono combinado, resultan hierros más ó menos agrios que se<br />

conoeen con los nombres de blancos, manchados ó atl'ltc1wdosy<br />

g/'eses.<br />

Fusiones sucesivas.-El hierro fundido puede emplearse tal<br />

como resulta de la primera fusión eh los hornos altos,


4066<br />

raciÓn. Lus eubilutes afectan, en general, la forma de cilindrus, de<br />

prismasó de troncos de cono Ópirámide de poca inelinaciun; su capacidad<br />

varía mucho, segÚn el hierro que hayan de fundir, el aire<br />

que se pueda inyectar J' el comlJUstible que se emplee. Los que cousu~encok<br />

deben tener de 2 metrus á 5m,5 de alLura; los de carbÚu<br />

yeg'etalllegan Úmedir 4 metros de eleyaeiun: el diámetro oscila cutre<br />

(Jm,GOy (Jm,ao. Sobre los eubilotes se eoloca una especie de campalla<br />

de chimenea.<br />

HORXOSREVEI\llEHos.-Seemplean también para la segunda y tercera<br />

fusiÓn los reverberos, aunque presentan el inconveniente de blanquear<br />

y afinar el hierro; así es que se reservan para cuando se cal'(~ce<br />

de aparatos sopladores, ó cuando las dimensiones de las piezas de<br />

hierro que se han de fundir no permiten usar cubilotes.<br />

Cazos.-Al sangrar los cubilotes Úhornos de reverhero para JJeval'<br />

el metal fundido á los moldes, se recoge aquel en cazos, cuyo nÚmero<br />

y dimensiones deben estar en armonía eon la naturaleza é importancia<br />

de los trabajos. Cuando su tamaÜo lo hace factible, se trallsportan<br />

directamente los cazos, lJor lUlOÚvarios operarios, 'desde lus<br />

hornos de fusión á los moldes; en caso contrario, se emplean grÚas.<br />

En un taller de fundiciÓn l)ien montado, debe haller cazos de dimensiones<br />

variadas, desde los más pequeÜos que contienen de j 5 á 20<br />

kilugramos de metal y que los maneja un solo hombre, hasta los de<br />

10 u j2.000 kilogramos de cabida, que exigen para moverIos grÚas<br />

de mucha fuerza. No es comÚn construir cazos de mayor tamaÜo;<br />

cuando hay que moldear piezas de peso méÍsconsiderable, se emplean<br />

varias vasijas, consiguiéndose así que el hierro fundido se distrihuya<br />

antes y con más facilidad en el molde, que puede recibir el metal<br />

por diversos puntus á la vez.<br />

En las fundiciones antiguas se hacían los cazos de hierro coladu<br />

y de 3 á 55 milímetros de espesor: en la actualidad se cOlJstruyell casi<br />

siempre de palastro, vistiéndolos interiormente con una capa de<br />

arena arcillosa, á (fue se da consistencia con estiércol de caballo. La<br />

Iigm'a 2GO representa la furma de un cazo, ([ue puede manejar 1111<br />

operario; la 261, la de un cazo de 2()O kilogl'amos de cabida, que se<br />

mueve también á brazo; y la de 262 se refiere á una vasija de i. 800<br />

kilogramos, que se transporta con grÚa, y está formada por dos envolventes<br />

metálicas, que comunican por alJajo, de suerte que el l1ie-<br />

~í.G~<br />

1'1'Ucolado que llena la capacidad más pequeÜa, y que es el ([ue se<br />

vierte en el molde, no puede arrastrar ninguna de las impurezas (¡ue<br />

(lueuan sobrenadando en el cilindro interior. El corte vertical (figura<br />

2G5), muestra claramente la disposiciÓn (lescrita, que cuanuo 111)<br />

se adopta, o]¡ligaÚespumar con frecuencia suma los cazos, para (lue<br />

JlOpenetren en los moldes las suhstancias<br />

hierro fundido.<br />

extraÜas mezcladas con el<br />

A los cazos de QTandes dimensiones ~<br />

Jliente para vaciados, introduciendo<br />

se les da la inclinaci('1l1 conve-<br />

'<br />

una palanca de ojo en el eje de<br />

suspensiun, ¡'¡bien por un mecanismo sencillo (fig. 264), que se reduce<br />

á un tornillo labrado en el eje de la polea de transmisiún, ({ue<br />

engrana con una rueda montada en el vástago alrededor del cual ha<br />

de girar el cazo. Los de mayor tamaÜo que se emplean suelen tener<br />

un diámetro interior de j m,40 y una profundidad de i m,50.<br />

Métodos de llloldeo.--Se siguen cinco métodos distinLos para<br />

vaciar ó moldear el hierro fundido, que se diferencian en la natm'aleza<br />

y modo de disponer los moldes. Éstos pueden ser de a1'ena<br />

e.clenditla, dc a1'cnave1'dc,de a1'cnascca, de grcckt Ü a1'cilla y de hie-<br />

J'I'Uculada, en cuyo orden varia el precio de las piezas preparadas<br />

cun una misma clase de hierro.<br />

CO.'iDICIONES DELAAI\ENA.-La al'ena que se usa para hacer los muldes<br />

en los tres primeros procedimientos, de]¡e ser de granos linos,<br />

homogéneos y prÓximamente de igual tamaiio, por cuya razón se<br />

criha antes de empleada. Debe contener, además, cierta cantidad de<br />

arcilla, que le comunique la plasticidad y consistencia necesarias<br />

para que reciba y consene las formas que se le den; ha de ser infusible<br />

;'1la temperatura á que la eleva el contacto con ellJÍerro fllndi-<br />

(lo, y es preciso que no se vitrifique ni se adhiera, impidiendo el paso<br />

de los gases calientes, (1uese desprenden durante el trabajo. La<br />

arena que reune todas estas cualÜlades, es muy estimada; para conseguida<br />

es frecuente que se tenga que conducir á las fundiciones<br />

desde localidades lejanas.<br />

Plt!\lEI\MlhoDo.-lJlolelco en arcna extendida.-La preparaciun de<br />

los moldes de arena extendida no ofrece dificultad alguna: se echa<br />

y apisona en el suelo una capa de arena, comprobando con un nivel<br />

si la superficie superior es perfectamente horizont.al. Suponiendo<br />

que se trate de moldear un objeto de forma sencilla, una placa rec-


468<br />

tanguJar, por ejemplo, se colocan unos listones de madera, de modo<br />

que sus hordes exteriores indiquen el contorno de la plancl~a; se<br />

comprime entonces con fuerza la arena contra la cara ex~erlOr .de<br />

los listones, y quitó.ndolos queda formado el molde, cuyas chmenslOnes<br />

han de sel' un poco mayores que las de la placa, para compcnsar<br />

la contracción del hierro al enfriarse,<br />

en las dimensioncs lineales.<br />

que viene ó. ser de 1 por 100<br />

Si se tuviera que moldear un ohjeto de contorno lllás complicado,<br />

ó cuya cara visihle hubiese de llevar molduras, ad~rno~ ó.l~tras, se<br />

seualaría cl perimetro con listones ó cerchas, y se Imprmllnan en la<br />

superficie de l,a arena, las molduras,<br />

plantillas de madera.<br />

adornos ó letras, con moldes ó<br />

l)ispuestos los moldes, se vierte en ellos con cazos el metal derretido,<br />

á menos que aquellos fuesen lllUYgrandes y conviniese conducirlo<br />

desde el agujero de sangría, por una reguera; se hace que el<br />

liquido enrase con los hordes del molde, y se cuhre con una capa<br />

de Om,03 á 0111,04de la misma arena que se empleó antes, á fin de<br />

uniformar el enfriamiento y la contracción del hierro, sin lo cual<br />

sería muy fácil que se alahease ó rajase el olJjeto que se fabrica.<br />

Cuando está frío el hierro, se quita la arena que lo oculla y se saca<br />

la pieza lloMeada. Siempre se tienen preparados varios moMes, en<br />

los cuales se vierte sucesivamente todo el hierro contenido en el cazo,<br />

pues de otro modo hahría que volver ;'tfundir el (Iue sohrase, lu<br />

que, ademÚs de las pérdidas de metal que resultarían por la oxidación,<br />

que siempre se produce,<br />

combustihle.<br />

ocasionaría un gasto consideraJ)le de<br />

El moldeo en arena extendida tiene el inconveniente de que no puede<br />

aplicarse sino á aquellos ohjetos que no han de tener visihle más<br />

que la parte que, al llenar el molde, queda en contacto con la arena,<br />

que al principio se apisonó ó recihió alguna forma particular, pues<br />

la cara superior del ohjeto, ó sea la del nivel dellicluido, resulta simnpre<br />

muy rugusa y desigual después del enfriamiento. Esta clase de<br />

moldes sólo se emplea, por consiguiente, para las piezas que han de<br />

tener una cara oculta, como, por ejemplo, los emparrillados de los<br />

hoo-ares de las mácl uinas' de vapor.<br />

b<br />

J .<br />

SEGUNDO ~lÉTODO.-lIIJ aldea en arena vel'de.-Se usa para o )Jetos<br />

de dimensiones .no muy considerables y cuya sl1perfieie deba ser<br />

46U<br />

perfectamente lisa. Los marcos ó cajas de moldear (fig. 2(5), que son<br />

los utensilios principales en este metodo, constan de dos partes iguales,<br />

que se superponen; cada una de ellas está formada por cuatro<br />

paredes de tahlas de madera ó de placas de hierro fundido. Los bordes<br />

superiores de la caja superior y los inferiores de la otra, se unen<br />

por dos traveseros que aumentan su solidez; cada marco tiene además<br />

dos mangos para levantarlo, y, para asegurar la exactitud del<br />

ajustc, lleva dos orejas que se unen á las del otro, por medio de pasadores.<br />

Las cajas de hierro tienen la ventaja de que puede hacerse<br />

variar su long'itlld entre ciertos límites, para lo cual las caras estÚn<br />

dispuestas de suerte que las transversales ó mÚs pequeÜas puedan<br />

fijarse á las mayores, dejando entre sí un intervalo de la extensión<br />

que convenga.<br />

Además de las cajas, se necesita una plantilla de madera, ósea<br />

una representación exacta del ohjeto que se quiere yaciar. Supóngase<br />

que se trate de ohtener un cilindro macizo, terminado en dos rehordes;<br />

la plantilla tendrá la misma forma que la pieza que se haya de<br />

moldear, como representa el dihujo de la derecha de la figura 2(jfj,<br />

pero con las creces necesarias, á fin de compensar los efectos de la<br />

contracción. Para preparar el molde, se hace descansar la caja inferior<br />

en el suelo de la fundición, que generalmente está enarenado;<br />

se va echando y apisonando arena en la caja hasta una altura tal que,<br />

dejando encima la plantilla, sobresalga lél.mitad de ésta de los bordes<br />

superiores del marco; llegado este punto, se coloca la plantilla y se<br />

sigue echando arena y apisonándola contra aquella hasta que enrase<br />

con los hordes de la caja; se alisa entonces la superficie con una pa-<br />

1eta y se cubre con polvo de carbón humedecido, para que no se peguen<br />

las dos superficies que han de estar en contacto; se dispone en<br />

seguida la caja superior encima de la inferior, de modo que los bordes<br />

de amhas ajusten perfectamente; y se unen las orejas por medio<br />

de los pasadores. Fija ya la caja superior, se llena de arena de lin<br />

modo análogo al que se ha indicado para la inferior, pero antes de<br />

que este cuhierta por completo la plantilla, se ponen sol!re ella dos<br />

palos redondeados y aguzados, que se sacan cuando está llena la caja,<br />

haciéndoles girar con suavidad, y así se determinan dos huecos que<br />

sirven, el uno, que se llama bebedero, para echar por él el hierro<br />

fundido, y el otro para dar salida Ú los gases y conocer cuándo está


},O 4,7,1<br />

lleno el molde. El conjunto queda, por tanto, dispuesto como marca<br />

el dibujo de la izquierda de la propia figura 2{jG.<br />

Sigue ahora la maniobra más delicada, que es la de separar los<br />

marcos; para llevarla Ú cabo, dos operarios elevan verticalmente la<br />

caja superior y la colocan en el suelo imertida, para que no caiga la<br />

arena. En seguida se humedece, para hacerla mÚs compacta, la arena<br />

que en la caja inferior rodea á la plantilla, y clavando con cuida-<br />

110en ('>stados clavos pequeños Ó alfileres, se saca imprimiéndole un<br />

ligero movimiento. Si en cualquiera de las dos cajas se huhiera (lesprendido<br />

arena, se vuelve á arreglar y á comprimir; se yuxtaponen<br />

aquéllas de n11evo,y se vierte el hierro fundido.<br />

JjOShuecos de los objetos moldeados se obtienen empleando piezas<br />

que se consLrnyenaparte de la plantilla y que se llaman machos,<br />

almas ü nÚcleos. Las plantillas se hacen siempre macizas, pero selialando<br />

los huecos con partes salientes, que produzcan en la arena cavidades<br />

para alojar los extremos de los machos.. Estos deben construirse<br />

con una suhstancia que resista al calor y presiÓn del metal,<br />

pero sin adherirse al hierro fundido para que se puedan sacar fácilmente:<br />

además lJan de, ser bastante pesados para que no tiendan á<br />

flotar en el liquido; asi es que cuando son largos hay (Iue disponerlos<br />

en harras de hierro ¡'¡en tulJOs, si su diÚmetro lo permite. En este<br />

ÚIlimo caso, para hacer el machu correspondiente al cilindro llUeca<br />

que se trata de cf'ullllir, se toma un tulJO de hierro colado de diámetro<br />

menor que el del macho, y que tenga en su superficie muchos<br />

agujeros, dispuestos de ordinario en forma de hélice, que tienen por<br />

objeto dar salida á los gases; sobre este tuho se arrolla una teenza de<br />

heno hÚmedo y se cubre todo con una capa de greda mezclada con<br />

yeso y pelo para darIe más consistencia. El macho recibe la forma<br />

cilíndrica haciéllllole girar por medio de una manivela, de suerte qne<br />

enrase con una regla fija. Después, se llevan los machos á una estnfa,<br />

donde se secan, colodndolos en filas y superpuestos; una vez<br />

secos, se acahan de perfilar con un cuchillo ó llna lima y se ennegrecen<br />

con carhÓn desleído en agua, volviéndolos á secar. Para hacer<br />

llSOde un macho, se cortan sus extremos hasta que se adapten en<br />

las cavidades practicadas en la arena por la plantilla: colocado ya<br />

el macho, que queda en la forma que se ve en la figura 2(;7, se vierle<br />

el hierro fundido, se vilrifica la greda r se quema el heno, de ])10-<br />

do que se puede sacar con facilidad el tubo; la greda queda adherida<br />

á la superficie interior y se quita con cinceles y raederas. Los machos<br />

pequeños se hacen también de hierro fundido, vaciándolos en<br />

moldes especiales de arena hÚmeda: las partes salientes que hayan<br />

de aiiadirse á la plantilla se hacen, como ésta, de madera y se fijan á<br />

eJIa con clavos, teniendo cuidado de no usar cola, que se ablandaría<br />

con la humedad de la arena y con el calor.<br />

El principal inconveniente de este método es el desprendimiento<br />

sÚbito de nporcs, que perjudican al operario y que hacen duro y refractario<br />

al hierro que est¡\ en contacto con la arena.<br />

TERCEJI~nhoDO. Nolcleo en arena seca.-Este sistema de vaciar<br />

(lifiere del anterior en que, después de preparados los moldes, se llevan<br />

las cajas á un horno, doncle se dejan hasta que la arena se seqne;<br />

de este modo corre el líquido por tUl molde seco y caliente, resllllando<br />

mejor metal, aunque más caro por el mayor gasto de comhustiblc.<br />

CUAJlTO1II1~TODO.JJJJoldeo en arcilla ó greda.-Este modo de fun-<br />

(lir es el más rlificil y costoso; así es que se reserra para la fabrica-<br />

('iÓn de grandes cilinrlros para máquinas de vapor, yen general, para<br />

r,ualquier pieza, que por sus considerahles dimensiones exigiese cajas<br />

de tal peso y tamaÜo que no se pudieran manejar con faciliclarl.<br />

La arcilla Ógreda se trabaja teniendo á la vista los dibujos, y las operaciones<br />

se diferencian tanto de las que se efectÚan con arena, que<br />

en las fundiciones har trahajadores esp'eciales para la obra rle greda.<br />

A fin rle facilitar el estudio del procedimiento, se descrihirá el<br />

modo de moldear y fundir un cilindro de gran tamaÜo, que se supondr;i<br />

terminado por dos rebordes con molduras (fig. 2613).El mol-<br />

(leo Re efectÚa sohre una plancha circular de hierro fundido, colocada<br />

en el sllelo del taller; esta placa, PP' (fig. 2fW), cuyo diámetro<br />

dehe exceder en Om,2, por lo menos, al del cilindro proyectado, llm'a<br />

en su circunferencia tres partes salientes b, b', b", á las que se aplican<br />

cadenas suspendidas de una grÚa, que puede!) elevarIa en una posicir'm<br />

perfectamente horizontal. En el centro de la placa hay practicado<br />

un agujero, en el que se introduce el gorrón de una lJarra de hierro<br />

Ó eje, E, que se eleva, ajustándose por la parte superior en una<br />

cruz de madera, que le impide cahecear, pero no el que gire libremente<br />

en sn interior y sin sacudimiento: el eje lleva además cerca de


.4.';2 4,3<br />

su extremo, LUlOÓdos brazos cd, c'd', paralelos entre si y normales it<br />

la barra, que tienen varios agujeros destinados á fijar, por medio de<br />

pasadores de rosca, unas plantillas, T, llamadas tablas de filo ó espej'as,<br />

en la posición cOlweniente. Para el caso que se considera, la primera<br />

de estas tahlas, cuyo borde interior deherá engendrar al girar<br />

alrededor del eje, E, un cilindro igual al interior del tubo que se<br />

quiere fundir, se fija á los brazos, cel, c'el', de modo que dicha arista,<br />

perfectamente recta, diste del eje una longitud igual al radio interior<br />

del tubo, y que su extremidad inferior quede unos 5 ó 4 milímetros<br />

por eÜcima de la superficie del disco que sine de !Jase. Se<br />

principia entonces la construccHm del macho, que se hace con adohes<br />

hlandos y arcilla hÚmeda, sobre la placa de hierro colado y alrededor<br />

del eje, cuidando de que la superficie exterior de esta fúhrica,<br />

que si es de dimensiones muy cOl{siderahlespuede hacerse hueca,<br />

(liste por lo menos Om,02 Ó 0111,05rIel borde de la espera, y sea algo<br />

más alta qne el cilindro (Iue se ha de vaciar: se revoca en seguida<br />

con una capa de (Jm,05 de grueso, de barro halido con pelo, y se hace<br />

girar la espera, cuyo filo la rae hasta que se forme un cilindro lustroso,<br />

11/,que constituirá el macho e. parte hueca del tubo. Así per-<br />

JHalleCehasta que se seca, operación que se activa en tiempos hÚmedos,<br />

y cuando el macho no es macizo, encendiendo carh6n e.ramaje<br />

eu su interior. Se levanta después la espera unos Om,06 Ó 0111,07para<br />

formar sohre la plancha una cubierta de arcilla, aa, que correspondera<br />

á la cara inferior del rehorde del cilindro. Concluido de secar<br />

el macho, se tapan todas las grietas ó hendeduras que se presenten,<br />

con gTeda hÚmeda, y se cuhre su superficie con una capa espesa<br />

de polvos de carbón yagua, para evitar que se pegue la que ha<br />

de coloeat'se encima. Se reemplaza luego la primera espera con<br />

ol.l'a (fig. '270), cuyo borde interior afecte exactamente la misma forma<br />

del perfil exterior del cilindro proyectado, con todas las ll10lduras<br />

continuas que tenga, pero prescindiendo de las delrehorde superior:<br />

esta nueva espera se coloca á una distancia del eje igual alradio<br />

exterior del tu!Jo, de suerte que al girar engendrará el filo interior<br />

Ilna superficie igual á la exterior de aquel. Dispuesta la espera,<br />

se extiende otra capa de arcilla preparada sin pelo, qne se aproxime<br />

en forma y dimensiones á las que haya de presentar el hierro colado<br />

del tuho: haeiendo mover la espera se corregirán los defectos y se ob-<br />

tendrá la representaeión exacta del tuho y su rehorde inferior, t (figura<br />

2(9), puesto que esta capa de arcilla ocupará el sitio en que después<br />

habrá de vaciarse el hierro. Cuando está seca la arcilla se ennegrece<br />

como antes con carhón la superficie externa, pues conforme se<br />

verá, hay que separar esta capa de la que se ponga encima. La espera,<br />

que no se necesita ya, se quita: se colocan entonces sohre la<br />

hase metálica, dos placas semicirculares de hierro, 111(fig. '271), con<br />

tres salientes cada una, y cuyos hordes interiores tienen la curvatnra<br />

de la sección inferior del tubo. Estas placas, Q (fig. 2(9), sirven de<br />

IJase para la parte exterior del molde ó chaqueta, /¡, que se construye<br />

sobre ellas, con adobes y arcilla, como el macho, en dos miLa(lessemicilindricas<br />

separadas por j untas verticales corridas, que correspondan<br />

á las uniones de las placas semicirculares, á fin de que se puedan<br />

separar fácilmente, cuando 'se haya secado la chaqueta. Ésta se<br />

eleva hasta la cara inferior del reborde superior, y encima se constl'Uye<br />

este reborde, r, con arcilla, dándole el perIil exacto, por me-<br />

(lio de una espera ó tabla pequeila, que se prepara al efecto. Por Último,<br />

se hace en otra plancha separada un bollo ó torta de greda<br />

para cubrir la parte superior de dicho rehorde. Cuando están secas<br />

estas diversas piezas, se extraen lateralmente las dos mitatles de la<br />

chaqueta, valiéndose de una grÚa, y la parte representativa del cilindro,<br />

ya inÚtil, se rompe con cuidado; se suspende lueg'o con la<br />

grÚa y cadenas la placa fundamental, qUé sostiene el macho, el cual<br />

se aloja con la base de hierro en una excavación de profundida(l<br />

mayor que la altura del cilindro, practicada de antemano en un sitio<br />

bien seco, de modo que la plancha permanezca horizontal, y se disponen<br />

en el lugar que les corresponde, las dos piezas de la chaqueta.<br />

En seguida se rellenan el interior del macho, si no es macizo, y el<br />

hueco que queda entre la superficie exterior de la chaqueta y las paredes<br />

de la excavación, con arena que se comprime con cuidado alrededor<br />

del molde, que se puede sujetar además con una cadena; finalmente,<br />

se coloca en la parte superior la torta de greda, en la que<br />

(leben haberse abierto previamente un portillo para la entrada del<br />

metal, y lUlOÓmás respiraderos para dar salida al aire caliente y á<br />

los gases. Todo queda enterrado en la arena, con la cual se rellena<br />

el pozo hasta el nivel del suelo de la fundición, encontrándose ya el<br />

molde en estado de recibir el bierro colado.


4,74<br />

Los moldes tIe greda son siempre de dimensiones considerahles y<br />

requieren una gran carga de metal y un reverbero para fundirlo, y<br />

corno no ]Iaslan los cazos para transportar el hierro colado, se estahlece<br />

llna reguera, por donde corre el melal Iíqnido desde el horno<br />

hasta el mollle, cuantlo se verifica la sangría. Después que se haya<br />

enfriado el hierro fundido, se extrae del pozo la arena qne cubre el<br />

molde, se rompe la chaqueta y se puelle sacar la pieza ya terminada.<br />

Cnando se requieran hienos fundidos más compactos ó llensos que<br />

los orllinarios, se coloca el mollle en tUl pozo profunclo con portillos<br />

y respiralleros, á una alLura sohre aquel, mayor ó menor, segÚn<br />

el grado de compacidad que se desee; se vierte el metal hasta<br />

la superficie superior del portillo y evidentemente, en virtud de la<br />

presilm del)Üla á su aJtura sobre el molde, se producirá cierta condensacillll<br />

en el hierro que ('stc contiene. La dirección del portillo no<br />

Ilehe ser vertical, porque el peso del metal podría romper el molde<br />

al caer desde tal altura, ó llevar consigo aire que formaría ampollas<br />

en el ohjeto vaciado.<br />

QUINTO 1IIÉTODO. j}Joldeo en hierro colado. - Los hierros fundidos<br />

que recihen el nombre de templados, sólo difieren de los qne se preparan<br />

por el procedimiento anterior Cn que se usan moldes de hiena<br />

colado de mucho espesor y cuhiertos con una ligera capa de arcilla.<br />

Las piezas hechas de este modo resuJtau m3s duras en la superficie<br />

que las que se ohtienen por los otros métodos, y el interior t¡!lnda<br />

formado por un hierro que no es agrio, porqne si hien el enfriamiento<br />

brnsco que sufre el metal que se pone inmediatamente I'n<br />

f:ontacto con el molde le hace hlauqllear, como el calor transmitido {¡<br />

(~stepor el metal ¡¡'luido, eleva pronto su temperatnra, el interior<br />

tal'da hastante en enfriarse, y conserva las condiciones de huen Ilir-<br />

1'1'0 colado gris. No se entrará en detalles de fabricaciÓn, bastando<br />

indicar que este método se usa para construir cilindros lamilladores,<br />

tuhos grancles para conducción de aguas, y otras piezas semejantes,<br />

y que los hierros ([ue se obtienen son de mucha mejor calidad cuando<br />

los moldes se colocan verticales para recibir el metal fundido.<br />

Generalidades sobre las obras de hierro colado.-AI<br />

ejecutar una obra de llierro fundido debe cuidarse de preparar con<br />

esmero los moldes c\ las plantillas, de no invertir más metal que el<br />

necesario para la debida resistencia y buen aspecto de las piezas, y<br />

;j-,D f.¡o."<br />

sobre todo, ue que no haya gran diferencia de espesores entre las diversas<br />

partes, especialmente en las uniones, pues el exceso relativo de<br />

material en un punto, puede contribuir á la rotura de la pieza pOI'<br />

los más débiles.<br />

El coste (le una obra de hierro fundido puede apreciarse de varios<br />

modos: ya pesando directamente los objetos; ya calculando el peso<br />

por medio de Sll volumen y de la densidad, que oscila entre 7,2 y 7,;),<br />

seg'Ún la composiciÚn de los hierros y el trabajo á que se someten;<br />

ya pesando la plantilla y multiplicando por la relaciÓn de densidades<br />

del hierro colatlo y de la madera COllque aquella se haya construído.<br />

Para los tuhos y otras obras análogas, la evaluación puede hacerse<br />

por metro corriente, que es el método más expedito. Cuando el<br />

tamallO y forma de las piezas son constantes, se toma por unidad el<br />

valor de una de dlas.<br />

ACEBO.<br />

Teoría y propiedades del acero.-El acero se considera<br />

generahncnte como tllJ metal compuesto de hierro y de carhono, en<br />

(~lcual la cantidad de este Último elemento varia del i al 2 por 100.<br />

Esta proporcic\n es menor que la qne entra en el hierro fundido, qlle<br />

oscila de 2 á 4,5 por 100, pudiéndose considerar el acero, desde este<br />

punto de vista, como un tránsito del hierro pllro al colado, de modo<br />

c[ue por grados insensibles se podría pasar del hierro dulce al acero<br />

y de (~steal hierro colado, anmentando progresivamente la cantidad<br />

de carhOlIO.<br />

Sin embargo, no se crea que en el acero no entra más cuerpo extraflo<br />

al hierro que el carbono, pues se encuentran muy á menudo el<br />

silicio, el azufre, el fósforo, el arsénico, el aluminio, el cobre, el cromo,<br />

el tungsteno y otras substancias. Pero hay más: parece prohado<br />

que muchas de ellas deben considerarse como acerantes, y que las<br />

proporciones en que se hallan son las que determinan las notables<br />

propiedades de los aceros templados. Como comprobación de que el<br />

carhono no desempcÜa un papel esencial en la aceracic\n, hastadl<br />

consignar algunos hechos. En i 3G7, la fábrica de Nellberg (Austria)<br />

fahl'iet'1un acero que, con :¡milésimas solamente de caJ'honoy 10 de


476<br />

silicio, resultalm análogo, por sus l)ropiedarles, al acero duro orrlinario<br />

con 10 milésimas de carbono; lo cual se interpretó diciendo que<br />

el silicio porlÍa reemplazar al carhono. Trahajos más recientes en la<br />

fálJl'icade Seraing (Bélgica), han hecho ver que el mismo acero podía<br />

recihir hasta 14 milésimas de silicio, hajando el carbono á 16<br />

diezmilésimas. De calidad excelente y con tenacidad casi doble que<br />

la ordinaria, se fabrica el acero en BrookIyn, cerca de Nueva-York,<br />

ligando con el hierro una corta cantidad de cromo, y con este producLo<br />

se ha construído so])re ellUississipi, en San Luis, un magnifico<br />

puente metálico. De experimentos hechos por llerthier resulLa que,<br />

no sólo el cromo, sino también el tungsteno, COlllunica al acero<br />

una dureza considerahle. Por Último, la fábrica de Terrenoire (Francia)<br />

tomó privilegio para un mIeVOprocedimiento, segÚn el cual,<br />

hajando á una milésima el carhono, se podian dejar 4 milésimas de<br />

fósforo en el acero sin perjudicar su calidad; recurso que ya desde<br />

1369 utilizaban dos estableeimientos alemanes, poco menos que<br />

COl110una falsificación inocente para el suministro de carriles.<br />

Nada tiene de particular qne el f6sforo, por sí solo, haga duro el<br />

hierro sin perjudicar su resistencia, porque el mismo resultado produce<br />

ailadido al bronce, como más adelante se verá. En el acero no se<br />

trata de aiiadir f6sforo, sino de dejar una parte del que contienen naturalmen<br />

te algunas menas, que, como las belgas, se proscribian antes<br />

para cierLos trabajos. El resultado industrial puede llegar á ser<br />

importante, pero el científico lo es desde luego, porque se ha venido<br />

á demostrar que el carbono, el f6sforo, el silicio, el cromo y otros<br />

cuerpos, combinados en cortísimas dosis con el hierro, pueden convertido<br />

en acero, con la condición de no encontrarse dos juntos en<br />

proporciones anaJogas, pues entonces la suma de ambos perjudica Ú<br />

la calidad y hace el mismo efecto que el aumento de proporción de<br />

uno de ellos. Así es que si a un acero de 10 milésimas de carbono,<br />

se le ailaden 2 ó 5 de fósforo, resulta tanto ó más agrio que un hierro<br />

colado lllUYcarburado; pero bajando el carbono á una milésima,<br />

puede aumentarse el fósforo hasta 4, sin inconveniente alguno.<br />

No se puede decir, por tanto, que el carbono sea el agente Único de<br />

la aceración; pero no esta todavia bastante estudiada, ni con arreglo<br />

fl un plan sistemático, la acción 6 influencia de oiros cuerpos; y aun<br />

cuando la explicación que se ha apuntado parece exacta, dista de es-<br />

,~-<br />

.]:, I<br />

tal' suficientemente demostrada, y por eso la teoria del acero se encuentra<br />

ahora en la eonfusión causada por el descubrimiento de nuevos<br />

heehos, y es probable que eontinÚe así hasta que se generalice el<br />

estudio de la inf1ueneia que ejerce en la textura de los metales su<br />

combinaci()n eon pequeiias dosis de otras substancias (1).<br />

En lo sueesivo se eonsiderará el aeero, como se ha dicho al principio<br />

de este artículo, como un hierro modificado por una corta cantidad<br />

de carbono, comprendida entre 1 y 2 por 100, puesto que no<br />

hay elementos te6ricos ni praeticos que basten para poder examinar<br />

esLos produetos desde un punto de vista más elevado.<br />

J~as propiedades físicas del acero varian mueho, segÚn que se le<br />

haya 6 no sometido á la operación del temple, que luego se describirá.<br />

En el segundo caso el acero presenta un conjunto de caracteres,<br />

(fuese diferencian muy pocode los del hierro, pues no se distingue de<br />

él en ductilidad ni maleahilidad, y su trabajo se verifica de la misma<br />

manera que el del hierro, soldándose perfectamente consigo mismo y<br />

eon este Último metal. El ácido nítrico es muy á propósito para reconocer<br />

ambos cuerpos, porqne si bien ataca á los dos, produce en el<br />

acero una mancha de color verdoso y en el hierro de color gris.<br />

Pero si el acero se ha templado, adquiere una gran dureza y una<br />

elasticidad considerahle, haeiéndose bastante diferente del hierro por<br />

sus propiedades especiales, circunstancias que explican las muchas<br />

aplicaciones que recibe.<br />

La densidad media del acero viene a ser, como la del hierro forjado,<br />

7,8.<br />

FABHICACIÓN ])EL ACE110.<br />

Clasificación.-Para dar llna idea de los variadÍsimos procedimientos<br />

que se siguen para fabricar el acero, se dividirá este importante<br />

producto en tres grupos, que se distinguen entre sÍ, 110sólo<br />

por los métodos de preparaci6n, sino también por las propiedades<br />

de los metales obtenidos. Dentro de cada uno de los grupos caben<br />

(,1) Esta interesante teoría de la aceración se ha tomado de un notable<br />

artículo publicado por el sabio Inspector general del Cuerpo, D. Eduardo<br />

Saavedra.<br />

'


-i-i8<br />

]Jueras sulldiy isioncs que oportunamente se illllicar¡~l. Las tres dases<br />

de acero que comprendc la primcra dirisión, son las siguientes:<br />

1. a Aceros ordinarios.<br />

') a Acero oriental ó damasquino.<br />

;)." Accros olJtenidos por procedimicntos mOdel'llOs.<br />

ACEROS ORDINARIOS.<br />

Subdivisión.-En el comercio se distinguon YéU'WSclases de<br />

al~eroordinario, segÚn sus propiedades y los procedimientus que han<br />

senido para preparado, á saber:<br />

L° El accro natural.<br />

:2." El acero de forja ó de fl'{{!JU{{.<br />

;:¡." El acero de cemen{aciÓII,<br />

4. " El accro fundido.<br />

Acero natural.-Se obtiene directamente dc. algunas mellas<br />

especiales, por la reducción en forjas catalanas. Al hablar del hierro<br />

preparado por este método, ya se ha dicho que, tomando ciertas precauciones<br />

en la marcha de la operación, podía prepararse acero, es<br />

decir, conseguir que el hierro, en vez de salir completamente descar-<br />

JJUrado, conserve una pequelia cantidad de carhono. El resultado depende<br />

por completo de la pericia de los operarios, los cuales lograrán<br />

que el producto sea hierro dulce ó acero, segÚn se desee, o también<br />

un hierro más ó menos carlmrado.<br />

Este procedimiento es el Único que sirve para extraer el acero di- .<br />

rectamente de los minerales.<br />

Acero de forja ó de fragua.-Es el que se ohtiene mediante<br />

una aGnación incompleta, que se hace sufrir á algunos hierros fundidos,<br />

para quitades parte de su carhono; los que dan mejores aceros<br />

de fragua son los grises ó hlancos que proceden de menas espáticas<br />

y cargadas de manganeso. Durante el afino, la totalidad del silicio y<br />

del manganeso se separan y pasan á las escorias; el manganesu las<br />

hace lllUYfluidas y sirve, por tanto, para detener la aeciÚn descar-<br />

{¡urante sobre el hierro fundido.<br />

La teoría de la operación es la misma que la del afino del hierru<br />

colado, sólo que esta afinación dehe detenerse antes de la descarburación<br />

total. Las escorias que se emplean son muy ricas en oxido de<br />

.<br />

'ti9<br />

[¡ierro, y ceden su oxigono, ({ue,en virtud de la mayor afinitlad que<br />

ticne esLe cuerpo con cl carbono que con el hierro, a una aILa temperatura,<br />

se combina con el carbono del hierro fundido, desprendiéudose<br />

en estado de oxido de carbono. Se ve, pues, quc si hay mcdio de<br />

detener la accion oxidantc y descarbmanLe antes de haber despojado<br />

por completo dc su carbono al hierro, sc ohtendrá acero; micntras<br />

({UCsi se prolonga, el resultado será hierro dulce.<br />

Pasanrlo á la pl'Úctica de la operacion, seria muy largo enumcrar<br />

los diversos ml~todos quc sc siguen para llevada á caho, pues que ou<br />

cada país existe el suyo propio: como, por otra parte, todos ellos 110<br />

se diferencian más que en detallcs, y las reacciones que se verillcall<br />

están fundadas en la teoría que se acaba de recordar, Únicamente se<br />

describirá como ejemplo el cmpleado en el departamento del Isere<br />

(Francia) .<br />

El horno' (Hg. :27:2)afecta llna forma completamcnte análoga á la<br />

de los descritos para la afinación ordinaria, con pe([ueI1isimas yariadones.<br />

No tieÍle mÚs que una tobera, en posición casi horizontal<br />

y situada á Om,56 sohre el fondo del crisol, consiguiéndose de este<br />

modo que el aire no produzca llna acción descarlmrante tan completa<br />

como en la afinación; el fondo y paredes del crisol est{m cubiertos<br />

de IJrasca. Ija carga se verifica de la misma manera que en las fraguas<br />

catalanas, colocando junto al contra viento la mezda de hierro<br />

fundido y escorias, y proximo á las forjas, o sea á la pared en que<br />

se apoya la tobera, y ocupando un espacio doble, el carbón vegetal.<br />

Se da aire una vez terminada la carga, y como se han echado de antema1l0<br />

algunos carbones encendidos, toda la masa de comhustiblc so<br />

pone candente, transmitiendo á la mezcla de metal y escorias la temperatura<br />

necesaria para que se verifique la reacción. Con ohjeto de<br />

no prolongar demasiado el afino, cuando ya esté fluido el hierro, debe<br />

amortiguarse la corriente de aire y echar arena silicea para impedir<br />

el contacto inmediato del metal con el oxigeno del aire. Las escorias<br />

han de permanecer siempre fluidas, para que llU operario que provisto<br />

de un espeton remueve la masa, pueda separar las que suban, a<br />

causa de su menor densidad, del acero que va tomando cucrpo poco<br />

Úpoco y acaba por depositarse en el fondo del crisol, donde se coagula<br />

en estado esponjoso. El operario rompe con el hurgón la costra<br />

queforll1an las escorias, cuando la rcacción ha tcrminado, y se tiene


480<br />

una torta de i 5 á 20 kilogramos, que se llama lobanillo y que se<br />

saca para cÍnglarla. La duración completa de la operación es dl'<br />

unas veintiocho horas, para obtener aquella cantidad de acero; pero<br />

como éste es muy poco homogéneo, se hace necesario someterIo á<br />

operaciones que mejoren su textura, y de las que se hahlará luego.<br />

Acero de cementación.-Esta clase de acero se obtiene produciendo<br />

la carburación del hierro forjado, hajo la influencia de uIla<br />

alta temperatura, en contacto con carhún. El trabajo se verifica<br />

colocando las barras de hierro y el combustible en cajas de"paredes<br />

refractarias, que se cierran herméticamente después de llenas y que<br />

establecidas dentro de un horno se someten á la acción de un calor<br />

enérgico.<br />

Las dimensiones de los homos de cementación varían mucho y dependen<br />

de la cantidad de acero que se quiera producir. Su capacidad<br />

media suele ser la suficiente para recibir de 16 á 25 toneladas de<br />

hierro; el que se describirá como ejemplo es uno de los empleados en<br />

el condado de York, Y puede admitir una carga de 17.600 kilogramos.<br />

Las cajas de cementación, a (fig.275), se construyenconladrillos<br />

refractarios ó con arenisca cuarzosa perfectamente labrada; cuando<br />

se hacen de la primera suhstancia, la13cajas se componen de dos filas<br />

de ladrillos puestos de canto: en ambos casos las juntas del)en tomarse<br />

y retundirse con arcilla refractaria. El fondo de las cajas descansa<br />

en varios apoyos de sección cuadrada ó rectangular, formados<br />

de mampostería ó ladrillos refractarios; también están separadas de<br />

las paredes, dejando conductos, b, para el paso de la llama, con<br />

objeto de que ésta las rodee por completo. El horno se compone de<br />

cuatro muros verticales, cuhiertos con bóvedas rehajadas y en rincón<br />

de claustro.<br />

La longitud de las cajas es toda la que permite el horno, teniendo<br />

en cuenta el espacio ocupadopor los conductos; su capacidad es de<br />

poco más de 3 metros cÚhicos cada una. La altura de la lluveda, que<br />

varía de Om,90 á 1m,50, es la necesaria para que los operarios puedan<br />

cargar ó descargar con comodidad las cajas. El hogar, provisto de su<br />

cenicero y de puertas especiales,. esta en la parte inferior, y encima<br />

de él se colocan las dos cajas que contiene cada horno. Las dós paredes<br />

verticales longitudinales, llevan además cada una tres aberturas<br />

rectangulares, que comunican con otras tantas pequeÜas chimeneas<br />

481<br />

verticales, e, que desembocan todas en una buveda esférica, g, apoyada<br />

en llll muro cilíndrico dé fábrica, (Iue rodea al horno, y en comunicaciun<br />

con la chimenea central, (l. El muro cilindrico tiene huecos<br />

practicados en su parte inferior, que permiten el acceso á las<br />

puertas del horno. Las paredes de éste lJl'esentan lateralmente varias<br />

aberturas; la del medio, e, ó sea la mayor, es la puerta por donde<br />

penetran los operarios para efectuar la carga y descarga de las barras,<br />

y otras dos pequeÜas, l, tienen por objeto sacar durante la operación<br />

barras de prueba, que sirven para conocer el progreso de la<br />

cementación y eu~llldoesta. terminada.<br />

Como combustible se emplea en Suecia carbón vegetal, y en Inglaterra<br />

hulla.<br />

Para cargar las cajas, se coloca en el fondo una capa de carbón<br />

de 8 centímetros; después se ponen las barras de hierro, dejando<br />

entre ellas un intervalo de un centímetro. Su longitud debe ser un<br />

poco menor que la de las cajas, para que puedan dilatarse libremente;<br />

la sección suele ser cuadrada u rectangular. Los espacios que quedan<br />

vacíos entre las barras, se llenan de carbón; sobre aquellas se<br />

dispone una capa de la misma substancia, de 1,5 á 2 centímetros de<br />

espesor; encima va una nueva fila de barras en el mismo sentido que<br />

las anteriores, pero teniendo cuidado de que los lechos estén formados<br />

alternativamente por banas puestas de plano y de canto; así se continÚa,<br />

terminando con una capa de carMn de 8 centímetros, igual á<br />

la inferior, que debe quedar á algunos centímetros por debajo del borde<br />

superior de las cajas. Se ha tratado de cerrar éstas herméticamente<br />

por varios medios, y el que ha dado mejores resulLados consiste en<br />

recubrir la Última capa de carbón, con otra de 10 centímetros de<br />

espesor, formada de los detritos que se depositan al pie de las ruedas<br />

de afilar; esta materia, constituída en esencia de cuarzo pulverulento<br />

y de partículas de acero oxidado en su superficie, se coagula<br />

y se reblandece por la aceión del calor, pero sin fundirse nunca.<br />

Ya cargado el horno; se eleva rápidamente la temperatura hasta<br />

obtener la del rojo obscuro, que es la en que se verifica la cementación;<br />

una vez alcanzado este grado de calor, debe procurarse que se<br />

mantenga constante. Como el horno carece de registros, el modo de<br />

dirigir el trabajo depende exclusivamente de la práctica de los operarios,<br />

los cuales obtienen la temperatura necesaria, regulando por<br />

31


4,82<br />

tanteos el combustible, consistiendo su habilidad en consenar fijo el<br />

calor rojo obscuro, por un nÚmero de días que debe ser proporcionado<br />

á la sección transycrsal de las bal'l'as y á la carbUl'ación que se<br />

quiera obtener; pero, por lo general, la acciÓn se tiene que prolo:lgar<br />

unos siete días. Después se deja enfriar el horno con mucha lentItud,<br />

no bajando de ocho días el tienpo que se destina á aquel objeto. Sumando<br />

este periodo con el anterior, se ve que en definitiva las barras<br />

permanecen dentro del horno unas dos semanas.<br />

En este procedimiento puede emplearse cualquier clase de hierros;<br />

pero los que dan mejores aceros de cementación son los suecos, noruegos<br />

y rusos; esto quizá se deha á que su preparación se hace con<br />

carbón vegetal, pues es cosa comprobada por la experiencia, como ya<br />

se sabe, que muchas de las buenas cualidades de aquellos hierros reconocen<br />

por causa el empleo de dicho combustible.<br />

Cuando se sacan las barras salen llenas de ampollas y con oquedades<br />

en su superficie, distinguiéndose las marcas de los fragmentos<br />

de carbón con los cuales aquellas estaban en contacto, y presentando<br />

en sus secciones numerosas grietas, generalmente paralelas á las caras<br />

mayores de la barra. La maleabilidad queda destruída, haciéndose<br />

tan frclgiles las barras, que basta dejarlas caer sobre una piedra ó<br />

un cuerpo resistente para producir su rotura. En este estado es, por<br />

tanto, imposible toda aplicación, y para emplear el acero de ceme~Itación<br />

hay que someterlo á ciertas transformaciones, segÚn el ohJeto<br />

á que se destine. Estas operaciones dan lugar ¡) tres clases de acero,<br />

el cilindrado, el estirado y el batido.<br />

ACEROCILINDRADo.-Paraobtenerlo se calientan las barras en un reverbero<br />

y se pasan después por el lamjnador, consiguiéndose así<br />

aproximar y soldar las partes agrietaclas por efecto de la cementación.<br />

Esta clase de acero se emplea en particular para muelles de carl'uajes.<br />

ACEROESTlRADo.-Se obtiene por dos operaciones distintas y succsivas.<br />

La primera consiste en calentar las barras dc acero en un hogar<br />

con tohcra, recociéndolas así una por una. La segunda se reduce<br />

á trabajarlas al rojo blanco cn martinetes, también una por una, hasta<br />

forjar piezas de las dimensiones y formas que convengan. .El ace~:o<br />

cstirado tiene algunas aplicaciones en los casos en que no sc eXIJél<br />

gran resistencia, pues siempre queda escamoso y poco homogénco.<br />

~83<br />

ACEROB\TlDo.-Se compone de paquetes de barras de acero de cemcntación.<br />

Para prepararlo se empieza por recalentar cierto nÚmero<br />

de bal'l'as, t'lles como han salido del horno; una yez recocidas, se trabajan<br />

cn ellamil1ador (\ en el martinete, para soldar perfectamente<br />

cntre sí todos los elcmcntos del paquete. Cuando sc quiere olJtener<br />

acero de mejor calidad, se dispone el paquete de suerte que las<br />

barras exteriores del mismo sean de acero anteriormente cilindrado ó<br />

estirado.<br />

Los aceros más apreciados y de mayor resistencia se preparan formando<br />

paquetes con las barras resultantes de haber efectuado una<br />

ó dos. veces la operación descrita en el párrafo anterior.<br />

Ya se dijo que el acero de fragua del)e sufrir algunas preparaciones<br />

para cinglarlo y darle forma; son iguales á las que se acaban de<br />

explicar para el de cementación, teniendo presente que es mucho<br />

más fácil ol)tener las modificaciones de estructura con la primera clase<br />

de acero, es decir, con el de forja.<br />

OTRO MÉTODODE CE1IENTAC¡ÓN.-Se ha tratado también de cementar<br />

el hierro, produciendo su carburación, por medio de Llna corriente<br />

de carburo de hidrógeno. Los ensayos que se han verificado llan sido<br />

varios, habiendo tenido todos ellos poca aceptación, á causa de resultar<br />

caros los aceros obtenidos. Para dar una idea de lo que en<br />

principio son estos procedimientos, más hien teóricos que prácticos,<br />

se describirá ligeramente el debido á lHakintosh.<br />

El aparato que propuso para la cementación, se compone de tubos<br />

cilíndricos de hierro colado, vestidos interiormente de arcilla refractaria<br />

en un espesor de 5 centímetros. Cada uno termina, por sus<br />

dos extremos, en otros tubos de diámetro mas peclueÜo, que sirven<br />

para la entrada y salida del hidrocarburo, llevando con este objeto<br />

las llaves correspondientes. Las barras que han de convertirse en<br />

acero se colocan en el interior y en sentido de la longitud del tubo,<br />

teniendo cuidado de separar cada fila horizontal de las demás, para<br />

lo cual las barras se disponen sobre caballetes sencillos, formados de<br />

dos harretas de hierro; de este modo el metal ofrece la mayor superficie<br />

de contacto posible á la acción del gas carlmrante.<br />

El tubo se coloca en un hogar, dispuesto de modo que quede rodeado<br />

de carhc\n por todos lados. Una vez cargado el recipiente, se<br />

enciende el fuego, y cuando aquel está a la temper~tUl:adel rojo obs-


-1,81'<br />

curo, se hace llegar una corricnte de hidrógeno carbonado, no abriendo<br />

más que la llave de entrada y teniendo cerrada la de salida. Así<br />

permanece durante media hora; al caho de este tiempo, y con objeto<br />

de renoyar el.gas, se abre la segunda llave. y se deja salir el contenido<br />

en el tubo; se hace llegar nueva cantidacl de gas y se repite del mismo<br />

moclo la operación, remudando cada media hora el carhuro. Se<br />

ohsel'Ya que éste, al salir del tuho, se encuentra despojado de gran<br />

parte del carhono que contenia, ardiendo, por consiguiente', con llama<br />

poco hrillante.<br />

La duración de la cementación completa depende de las dimensiones<br />

de las barras y de la temperatura a que se verifica: diez y ocho<br />

á veinte horas se puede tomar como término medio. El acero asi preparado<br />

posee las mismas {;ualidades, con corta diferencia, que el producido<br />

por la cementación ordinaria, si bien parece ser algo más homogéneo.<br />

Acer;o fundido.-Para preparar esta clase de acero es necesario<br />

someter á.la fusión aceros obtenidos por cualquiera de los tres<br />

procedimientos anteriores; de este modo se consigue que ad(luieran<br />

una gran homogeneidad, que es imposible que alcancen, tanto el<br />

acero de cementación como el natural y el de fragua, si no se les ha<br />

sometido antes á operaciones especiales. El descuhrimiento del acero<br />

fundido se debe a Benjamín Huntsman, que montó el primer establecimiento<br />

de este género en Sheffield, por el año de 1740.<br />

La fusión del acero se verifica en crisoles especiales, que se colocan,<br />

por lo general, de dos en dos, en hornos á propósito. Cada horno<br />

(fig. 274), está formado por cuatro muros verticales, que con la<br />

plaza y la tapa, forman un paralelepípedo recto de hase rectangular,<br />

construido con arenisea cuarzosa, lllUYrefractaria y compacta. Tres<br />

de estos muros se prolongan hasta el suelo, y en el cuarto hay una<br />

abertura que permite la entrada del aire necesario para la combustión;<br />

el opuesto presenta otro hueco, que comunica con un tragan te<br />

que conduce los gases de la combustión á. una chimenea de 10 á 12<br />

metros de elevación; la arista superior de dicha abertura debe quedar<br />

á unos cuantos centímetros por debajo de la cara superior del<br />

horno. La chimenea lleya un registro, como indica el dibujo, de<br />

modo que puecla variarse su sección para regular el tiro. La tapa<br />

del horno (fig. 275), esta formada por ladrillos refractarios, suje-<br />

-1,85<br />

tos á una gual'llición de hierro, por medio de tornillos de prcsión.<br />

Los crisoles son análogos á los que se emplean para la fahricación<br />

del yidrio. Se construyen con una mezcla de arcilla refractaria, de<br />

fragmentos de crisoles viejos machacados y pulverizados, y de cok<br />

también triturado; en definitiva, están constituÍdos por arcilla refractaria<br />

de primera clase y cok. Esta mezcla forma con el aaua<br />

una pasta que se moldea perfectamente; las tapas de los crisole; se<br />

preparan del mismo modo.<br />

Para verificar la operación se empieza por dar fuego al horno,<br />

siendo casi siempre cok el comhustible empleado, sobre todo en Inglaterra.<br />

Cuando la temperatura es la del rO.ioohscuro, se introducen<br />

los crisoles vacíos y tapados, los cuales se habrán tenido hasta ese<br />

momento en un horno de recocer, después de haherIos secado al aire,<br />

con objeto de que no se rompan por efecto de un camhio brusco de<br />

tem lJeratura. Se llena el horno de cok, se ahren los reo'istros , hasta<br />

b<br />

entonces cerrados, y se coloca la tapa en la cara superior del horno;<br />

así se ohtiene un tiro enérgico, que da lugar á una temperatura muy<br />

elevada. En este estado se procede á introducir el acero en los crisoles,<br />

cerrando el horno una vez cargado y produciéndose la fusión<br />

del metal, en la que se invierten unas cuatro horas.<br />

La carga de los crisoles comunes varía de 13 a 15 kilogramos, de<br />

modo que en cada horno se funden 50 kilogramos. En los talleres<br />

hay generalmente una fila de 10 hornos, pudiéndose producir á la vez<br />

unos 500 kilogramos de acero. Existen, sin emlJargo, fáhricas de<br />

mucha mayor extensión, entre las que figura, en primer lugar, la<br />

fundada por Krupp, en el camino de Berlín á Colonia. Este establecimiento,<br />

lUlOde los más importantes del mundo, ocupa una superficie<br />

de 400 hectáreas, midiendo 75 los edificios cubiertos; los transportes<br />

interiores se hacen por un ferrocarril de via ancha, de 37 ldlúme1.ros<br />

de long-itud, y otro de vía estrecha, de 15; en las minas de<br />

hierro y carbón y en los hornos altos, que proporcionan las primeras<br />

materias, trabajan 8.000 operarios, y 12.000 en la fabricación<br />

de acero; y entre las colosales instalaciones con que cuenta este<br />

vasto centro industrial, bastaráD1cncionar19 hornosaltos, 250 hornos<br />

para fundir acero y más de 1.(JOO herramientas mecánicas.<br />

Krupp ha llegado á obtener un lingote de 52 i/2 toneladas, qu~figuró<br />

en la Exposición de Viena. En esta exp]otaciün, y aun en otras de


486<br />

menor desarrollo, los crisoles contienen de 20 á 40 kilogramos de<br />

metal, y suelen colocarse hasta 24 vasijas en cada horno.<br />

Yeriticada la fusión del acero en los crisoles, se sacan éstos con<br />

unas tenazas grandes, (Iue manejan varios operarios; se destapan<br />

dando un golpe a la cubierta, y se vierte su contenido en las lillgo-<br />

[eras, que son capacidades de hierro fundido, por lo general, y cuya<br />

forma suele ser la de un prisma dc hase octógona. Los lingotes prcsentan<br />

también vacíos y oquedades en su estructma, lo que hace prcciso<br />

someterlos á la acción de las máquinas de cinglar, practicando<br />

operaciones algo parecidas, aunqne en menor escala, á las qne se<br />

han indicado para el acero de cementación.<br />

PREPARACIÓN DIRECTA DEL ACERO pUNDIDo.-EI acero fundido tiene<br />

excelentes propiedades; pero su precio resulta muy elevado, puesto<br />

que, como al principio se ha dicho, es necesario preparar prcviamente<br />

acero de cualquiera de las tres clases anteriores. Por este motivo<br />

se ha tratado de obtenerlo directamente y sin necesidad de fundir<br />

acero fahricado de antemano. Varios han sido los trahajos hechos con<br />

este ohjeto, pero no se hará más que citar dos métodos encontrados<br />

por Bréant al tratar de preparar el acero adamascado.<br />

El primer procedimiento consiste en fundir hierro dulce con 4<br />

por 100 de negro de humo. La operación es muy sencilla, pero el acero<br />

resulta extremadamente dmo y difícil de trabajar; presenta un<br />

grano muy fino, toma un hermoso pulimento, y por la acción de los<br />

ácidos débiles adquiere las aguas del acero oriental.<br />

El segundo procedimiento se reduce á aunar en un reverhero cierta<br />

cantidad de huen hierro fundido, al que se aÜade después otra<br />

igual del mismo hierro sin descarhurar; se mezclan hien las substancias,<br />

que entran pronto en fusión, y producen un acero de buena calidad,<br />

cuya carburación<br />

el hierro colado.<br />

es próximamente<br />

.<br />

la mitad de la que tuviera<br />

ACERO DAMASQUINO.<br />

Propiedades.-Esta clase de acero, conocida tamhién con los<br />

nombres de acero adamascado ó acero oriental, no presenta gran interés<br />

desde el punto de vista de sus aplicaciones á la construcciün, y'<br />

sulo se dará una ligerísima idca de ella, pues constituye un artieulo dc<br />

lujo por sus propiedadcs cspecialcs, que le dan un precio elevadisi-<br />

487<br />

mo. Este acero ha sido muy apreciado en Europa, y sobrc todo en<br />

Oriente, para dagas, espuelas, hojas de espadas y otros varios objetos.<br />

El nomhre que se le da indica su procedencia, y su fabricación<br />

puede decirse que es un secreto, sahir'ndose sólo que el mineral de hierro<br />

que se emplea es óxido magnético muy rico, con ganga cuarzosa.<br />

El vcrdadero acero damasquino es notable IJar su extremada dureza<br />

y gratide elasticidad, maleabilidad y ductilidad; pero sobre todo<br />

por su color, generalmente de fondo ohscuro, sobre el cual sc ohservan<br />

irisaciones<br />

oblicua.<br />

muy variacas, ó sean aguas, cuando rccibc la luz<br />

Imitaciones del acero damasquino.-El elcvado precio<br />

dc este acero ha sido causa de que se hayan hecho muchos trahajos<br />

eon ohjeto dc imitarlo, y entre los más importantes, se dehen cital'<br />

los del Ingeniero ruso Anocoff. Éste encontró, después de muellOSensayos,<br />

cuatro métodos distintos para producir aceros que<br />

presen tan con mayor ó menor aproximaciÓn las propiedades del<br />

oriental. El procedimiento que le dió mejores resulLados, fué fundir<br />

el hierro con grafito; una vez produeido el acero, es necesario S0111Ctcrlo<br />

á ciel'tas operaciones para obtener los reflejos ó aguas características,<br />

y una de las más importantes, es pulimentado.<br />

El sistema no se diferencia del primero de Bréant, antes citado,<br />

más que en que el negro de humo se reemplaza con grafito; sin embargo,<br />

segÚn Anocoff, los reflejos ohtenidos por medio del negro de<br />

humo no se parecen á los del verdadero aeero de Damasco. El proeedimiento<br />

de Anoeoff da un aeero casi igual al oriental, pero que resulLa<br />

a un precio tanto ó más eonsiderable que este Último.<br />

Stodart y Faraday han hecho ver que añadiendo al acero pequerias<br />

cantidades de algunos metales, como platino, plata, aluminio, paladio,<br />

radio, vanadio y cerio, presentan<br />

jmltes á las del aeero damasquino.<br />

los compuestos aguas seme-<br />

.<br />

En la aetualidad, las fáJn'icas de armas hlancas en Europa han llegado<br />

a igualar, si no á sobrepujar, el famoso tcmple y flexibilidad dc<br />

las antiguas hojas de Damasco, aunque el acero no ofrezca, por lo<br />

general, las irisaeiones caraeterÍsticas del oriental. Entre las fábricas<br />

europeas, merece colocarse en primer lugar la histt\rica de Toledo,<br />

tanto por su respetahle<br />

SlISproductos.<br />

antigÜedad, como por la excelencia de


4.88 489<br />

Acero indio.-Se dará por terminado este asunto, indicando<br />

que el acero indio, llamado tamhién de TVootz, es sumamente puro,<br />

de dureza considerable, de grano muy fino y tiene la propiedad de<br />

adamascarse con facilidad. Se usa en la construcción. de armas y<br />

para la cu¡;hillería fina, en la que da mejores resultados que los aceros<br />

fundidos de calidad superior.<br />

ACEROS FABRICADOS POR PROCEDIMIENTOS MODERNOS.<br />

Muchos y muy variados son los métodos perfeccionados que en el<br />

día se emplean para fabricar aceros, y muy distintos también los productos<br />

que se ohtienen. Bastará ocuparse en los dos que tienen mayor<br />

importancia, que son el procedimientodepuclelación y el de Bessemer.<br />

Acero pudelado.-La teoría de la preparación de este acero<br />

es exactamente la misma que la de la pudelación y afino del hierro<br />

colado, pues como la composición del acero suele no diferir de la del<br />

hierro dulce más que en una pequeI1a cantidad de carbono, se concibe<br />

que, deteniendo la pudelación en cierto punto, se obtendrá acero.<br />

Los hornos que se emplean son anáJogos á los reverberos ya descritos,<br />

pero más resistentes, y la Mveda mi:s rebajada con objeto de<br />

concentrar el calor. El trabajo se verifica con mayor lentitud, hasta<br />

conseguir la temperatura más alta posihle, eolocando las barras de<br />

hierro fundido hajo un baíio de escorias y conservando una llama<br />

muy poco oxidante. En el Creuzot se ha visto que es mucho mas ventajoso<br />

hacer penetrar en el horno una corriente de aire, dejando her-<br />

'méticamente cerrado el cenicero.<br />

En esta pudelación, lo mismo que sucede con la ordinaria para<br />

preparar el hierro dulce, el buen resultado depende en gl'an parte de<br />

la practiw de los operarios encargados de dirigirla, trabajo que es<br />

sin duda de los más penosos que se conocen en las industras modernas.<br />

En cuanto á lo que se refiere á la caJidad del producto obtenido,<br />

los pareceres de los industriales y de los homhres de ciencia están<br />

divididos. Los Últimos sostienen que el hierro parcialmente pudelado<br />

es verdadero a¡;eI'O,mientl'as que los otros lo consideran como un<br />

l¡ierro acerado, es decir, como un hierro carhurado, intermedio entre<br />

el hierro dulce y el acero. En las renombradas fáhricas de Shef-<br />

field no se admiten aceros pudelados, por no poseer, segÚn la opinión<br />

de los fahricantes, los mismos caracteres que el acero propiamente<br />

dicho. De todos modos, es evidente que los productos que resultan son<br />

más económicos que los a¡;eros fundidos ordinarios, y proporcionan<br />

un material de mejores condiciones que el hierro forjado y susceptible<br />

de numerosas aplicaciones.<br />

Acero de Bessemer.-TEoRÍA DELPROCEDUUENTQ.-La teoría<br />

de este método de preparación consiste en ohtener directamente acero<br />

fundido, haciendo pasar una corriente de aire á través del hierro colado<br />

líquido. Éste se coloca en un aparato especial, que IOnseguida se<br />

deserihirit, y se inyecta en él una fuerte corriente de aiee; á primera<br />

vista pare¡;e que el líquido dehiera enfriarse, pero el descuhrimiento<br />

más importante y fundamental hecho por Bessemer, ¡;onsiste en haber<br />

demostrado que sucede pre¡;isamente lo contrario, en virtud de las<br />

rea¡;ciones que se verifican. La corriente de aire, encontrándose con<br />

el hierro fundido, lo remueve enérgicamente, manteniendo una homogeneidad<br />

perfecta en la masa, que permanece fluida, por la elevada<br />

temperatura que desarrolla la combustión de sus elementos, en particular<br />

el silicio y el manganeso, que son los primeros que se oxidan,<br />

siguiendo lllego el carbono, y por Último el hierro. Se comprende, por<br />

consiguiente, que si se tiene un hierro colado que encierre, además de<br />

los elementos del acero, otl'OSque sean perjudiciales y que la corriente<br />

de aire pueda eliminar, bastará detener la inyección, en el instante<br />

eonveniente, para obtener acero, es decir, el hierro, con la proporción<br />

de carbono que se desee. Pero como será raro encontrar hierros<br />

fundidos que reunan las condiciones necesarias, y como, por otra<br />

parte, no se podrá tampoco hacer cesar la corriente en el momento<br />

exactamente preciso, Bessemer ha modificado el procedimiento. Emplea<br />

hierro colado que se licua en el aparato; hace después penetrar á<br />

través de él la corriente de aire, [lue se deja obrar hasta que los gases<br />

acahen de desprenderse, lo que indicará que han desaparecido<br />

todos los cuerpos eliminahles. Teóricamente el producto de esta separación<br />

debiera ser hierro maleahle, pero en la práctica se obtiene, en<br />

estado liquido, un hierro muy duro y en extremo agrio, cuyas propiedades<br />

le apl'Oximan al que se conoce con los calificativos de nitrogenado<br />

ó quemado, que no tiene aplicación alg'una en las construcciones<br />

ni en la industria. Una vez obtenido dentro del aparato este metal,


o sisten<br />

490<br />

se aÜade otro hieno co]ado ((fUe comendrá tenga a]go de manganeso)<br />

y de tal carburación, que ]a mezc1a resu1te con la que haya de tener<br />

e] acero.<br />

SegÚn ]0 que se acaba<br />

"<br />

de decir, se ve que el acero de Bessemer<br />

puede prepararse de dos maneras: 1.', directamente por la afinación<br />

parcia] de ciertos hierros; 2:, descarburanrlo tota]mente e] hierro<br />

fundido y mezc1ando con e] producto otra nueva cantidad de aque]<br />

mismo meta] ó de otro más ó menos carhurado. Por ros motivos<br />

que antes se expusieron, e] primer método apenas se usa.<br />

DESCRIPCIÓN DEL APAfiATO.-E] aparato en que se efectÚan todas<br />

estas operaciones, se designó por su inventor con e1nombre de convel,tidor<br />

Ó conversor, perfectamente ap]icado, puesto que sirve pa-<br />

ra convertir a] meta] fundido en hierro quernaJo y á éste en acero.<br />

E1 conversor (Hg. 276), consiste en una retorta de pa]astro vestida<br />

interiormente de arciUa refractaria; los pasadores que unen ras placas<br />

de hierro no han de 1legar al interior de la retorta, sino que<br />

deben quedar embutidos en la camisa. Está montado en fuertes<br />

apoyos de hierro co]ado, que, provistos de cojinetes, permiten que<br />

el conversor pueda girar alrededor de un eje horizontal; este eje no<br />

lo atraviesa tampoco, sino que va unido á la envolvente de palastro<br />

por dos puntos opuestos de su superficie; el movimiento se comuni-<br />

ca por medio de engranajes (fig. 277). La altura de] eje ha de ser<br />

tal, que cuando e] conversor esté vacío se encuentre completamente<br />

equilibrado; si se halla cargado de hierro fundido baja el centro de<br />

gravedad, asegurándose la estahi1idad del aparato.<br />

El fondo del conversar (Hgs. 276 y 278), lleva una placa de llierro<br />

colado con siete agujeros, donde se colocan las toberas, que con-<br />

simplemente en cilindros de arcilla refractaria (fig. 279), cada<br />

uno de los cual es tiene 5 ó 7 agujeros de un centímetro de diámetro.<br />

Estas toberas se introducen en la placa de hierro fundido, como<br />

indica la figura 276.<br />

Debajo de las toberas hay un cilindro metálico de poca a1tura, cerrado<br />

por una placa de hiena de las mismas dimensiones (Iue la que<br />

1leva las toheras, y que es una caja de aire, comÚn á todas ellas;<br />

penetra aquel por un tubo que permite conservar la actividad de la<br />

corriente en todas las posieiones del aparato. Con este ohjeto el tubo<br />

(Hg. 277), que parte de la caja de aire, sigLie junto al vicntre de la<br />

491<br />

rctorta y se introduce cn el ejc, de donde sale para entrar en una caja<br />

de estopas, que cstá en comunicación con e] conducto que da paso {¡<br />

la corriente de aire producida por la máquina inyectara.<br />

La forma especial que afecta el conversor es la más apropiada para<br />

facilitar las reacciones que en su interior se han de producir y las<br />

maniobras que con él se tienen que ejecutar; en conjunto se ve que<br />

presenta el aspecto de una retorta de grandes dimensiones, cuyo cue-<br />

Ho estul'Íera truncado. El ensanchamiento que ofrece tiene por objeto<br />

hacer posible, inc1inando el aparato por medio de una rotación<br />

alrededor de su eje horizontal, introducir en él la cantidad de hiena<br />

colado necesaria, sin que el nivel del li(!uido llegue á enrasar con los<br />

orificios de las toberas, que, en caso contrario, se obstruirian. Á la<br />

vez, con el estrechamiento y perfil de la parte superior, se consi-<br />

"gue que gran parte delas materias proyectadas vuelvan á entrar en<br />

el conversar, lo que no sucedería si fuera vertical la boca de la retorta.<br />

l\IAI\CHA DE LA oPEfiAcróx.-Descrito ya el aparato, se explicará cómo<br />

se dirige la operación para ohtener acero, suponiendo que se va<br />

á preparar por el segundo procedimiento, que es el único que de ordinario<br />

se emplea. El interior del conversor se calienta con cok, al<br />

mismo tiempo que el hierI'o fundido se tiene en cubilotes Ó reverheros<br />

donde se verifica la fusión; cuando ésta se haya producido, se quita<br />

compl¡~tamen te el cok no quemado que quedase en el con versor, el<br />

cual se inclina, colocándolo en la posición conveniente, para recibir el<br />

hierro colado, que se echa hasta que llegue al nivel de las toberas.<br />

Antes de volver el aparato á su posición vertical se inyecta aire en<br />

las toberas, á fin de que no se ohstruyan; cuando aquel ha adquirido<br />

toda su fuecza, se pone el conversor en su situación primitiva, comenzando<br />

entonces las reacciones.<br />

La afinación que sufre el hierro fundido s(~ verifica en unos veintidos<br />

minutos, durante los cuales se observan diferentes fenómenos,<br />

cuyas manifestaciones exteriores pueden dividirse, segÚn Cizancourt,<br />

en los cuatro períodos siguientes: l,er periodo. Duración de siete á<br />

ocho minutos; producción de chispas hasta que aparece la llama.-<br />

2." periodo. Duración de ocho minutos; aumento de la llama y formación<br />

del dardo.-5.er periodo. Duración de dos minutos; producciún<br />

tIe detonaeiones, erupciones y proyecciones, á cansa de la flui-


4-92<br />

dez.-4: periodo. DuraciÓn de tres á cuatro minutos; se ayiya la<br />

llama y aumenta su intensidad lumitwsa hasta que desapare~e.<br />

La explicación de estos efectos es muy sencilla, conociendo las<br />

materias contenidas dentro de] COllYerSOry las reacciones á qne la<br />

corriente de aire y ]a temperatura dan lugar, que son muy análogas<br />

á las que se producen en la afinaciÓn y puclelación ordinaria del hierro<br />

fundido. Se recordará que el metal que se introduce es un hierro<br />

colado comÚn, y que, por tanto, no poddl menos de contener<br />

rezas, en proporción mayor ó menor.<br />

impu-<br />

L er peJ'iodo.- Una vez vertical el aparato y lanzado el aire por<br />

las toberas, se determina en el líquido una violenta agitación, que<br />

es causa de que se desprendan chispas de la masa candente. El silicio<br />

y el manganeso contenidos en el hierro, son los primeros que se<br />

oxidan, y al combinarse con el oxigeno del aire, á una alta temperatura,<br />

resultan silicatos fusibles de manganeso. Al mismo tiempo,<br />

un poco de carbono se quema; el hierro que queda libre se oxida, y,<br />

uniénclose al anhidrido silícico, forma un silicato líquido de hierro.<br />

El calor va así aumentando graclualmente hasta que todo el silicio<br />

está oxidado; el carbono empieza entonces á combinarse<br />

mente con el oxígeno, y se manifiesta una llama tenue.<br />

más libre-<br />

2: periodo.-Aumentando la energía de la reacción, la llama va<br />

creciendo con rapidez hasta que se verifica una combinación muy activa,<br />

apareciendo el dardo. El metal sube cada vez más en el conversor,<br />

algunas veces hasta ocupar más del doble de su primer volumen,<br />

y en este estado, completamente fluido, presenta una gran superficie<br />

á ]a acción del aire, que continÚa combinándose con el carbono aÚn<br />

contenido en el hierro,<br />

mente intensa.<br />

y produciendo una com!Justiónextremada-'<br />

5.er peJ'iodo.-El carbono se quema con tal actividad en este periodo,<br />

que determina una serie de explosiones, arrojando fuera del<br />

comersor las escorias fluidas en mayor ó menor cantidad; mientras<br />

tanto, la combustión de los gases es perfecta, y tUl dardo blanco y<br />

prolongado sale por el tragante de la vasija. .<br />

4. o<br />

periodo.-La llama sigue aumentando mas y más en intensidad,<br />

hasta que llega un momento cn que se apaga repentinamente. lo qne<br />

indica la completa descarburación del metal empleado.<br />

Conforme se indicÓ, el producto obtenido por esta afinación no es<br />

493<br />

hierro maleable, como la teoría induciría á suponer, sino hieno quemado<br />

ó nitrogenado, y hay que agregade ahora la cantidad de hierro<br />

fundido necesaria para transformado en acero. El metal que de ordinario<br />

se usa esta preparado con carbón Yegetal; para echado en el<br />

con1'ersor, se empieza por colocar horizontal el aparato, cuando la<br />

llama ha cesado por completo, y del mismo modo que se vació la<br />

primera dosis de hierro colado, se verifica la introduccit\n de la segUl1lla,<br />

por supuesto en estado líquido, é interrumpiendo la corriente<br />

de aire. Lleno con la cantidad necesaria el conyersor, se vuehe á<br />

dar aire con toda la fuerza posible, á fin de remover y hacer que se<br />

mezclen perfectamente el hierro quemado y el fundido; esta operacit\n<br />

no se prolonga mas que algunos segundos, para evitar la oxidación.<br />

En seguida se vierte el contenido, que será ya acero, en los<br />

cazos, lo que se \'erifica haciendo girar e] comersor y cesando de inyectar<br />

aire.<br />

DrsPOSrC[ÓNDELOScj,zos.-Las vasijas ó cazos que se cmplean son<br />

grandes capaeidades de palastro. vestidas en su interior de arcilla refractaria,<br />

que deben tener todos los movimientos necesarios para<br />

recibir el acero á su salida del aparato y distribuido en los moldes.<br />

Para conseguir este olJjeto, el cazo se coloca en el extremo de un<br />

brazo metalico (fig. 280), móvil alrededor de un eje vertical; el otro<br />

extremo del brazo lleva un fuerte contrapeso, que equilibra el sistema.<br />

También se suele haeer que el eje vertical sea el émbolo de una<br />

prensa hidráulica, lo que permite, además del movimiento giratorio<br />

horizontal, elevar más ó menos el cazo, segÚn las alturas de los<br />

moldes y del cuello del conversor. Á fin de no tener que inclinar e]<br />

cazo al verter su contenido en los moldes, presenta en el fondo un pequelio<br />

agujero (fig. 2(1), revestido igualmente de arcilla refractaria y<br />

cerrado por un tapón cónico, á manera de válvula. La varilla para<br />

efectuar las maniobras tiene la forma de una horquilla, que pasa por<br />

encima del cazo; está cubierta de tierra gredosa, se mueye en unas<br />

guías colocadas en la parte exterior de la vasija, y lleva un mango<br />

para suhida ó bajada y abrit' ó cerrar, por tanto, el orificio. De este<br />

modo, las impurezas y escorias que flotan en la superficie del acero<br />

fluido no pasan á los moldes, y el chorro metalico llega á éstos sin<br />

ponerse en contacto con sus paredes. Los moldes, cuya forma es ligeramente<br />

ct\nica ó piramida], se colocan en el arco de circulo


494<br />

descl.ito por el caZ!) en su morimiento alreuedor del eje vertical.<br />

Pl\OPIEDADESDEL ACEItODE BESSE}IEl\.-Las propiedades del produeto<br />

ohtenido han sido tamhien, como las del acero pudelado, objeto de<br />

discusión. Fl'émy sostiene ([ue ell'esultado de la operación es verdadero<br />

acero, y que usando c::mrenientemente el COl1YerSOrcon<br />

hierros a propó sito, se pueden preparar aceros de superior calidad:<br />

Taylor y los industriales ingleses, en general, no le reconocen tan<br />

huenas condiciones, sino que lo consideran simplemente como un<br />

hierro acerado, no admitiéndose p,or este motivo los aceros })reparados<br />

por el procedimiento (fue se reseÜa, en las celebres fábricas de<br />

cuchillos de Sheffield. De todos modos, es indudable que, aunque no<br />

re una todas las propiedades del buen acero fundido, es un pro(lucto<br />

de mejores condiciones que el hierro ordinario, y esto es causa de<br />

que los carriles, por ejemplo, que hoy se emplean, son casi en su totalidad<br />

de acero de Bessemer, en reemplazo de los antiguos de llie-<br />

ITOforjado.<br />

Pero todo lo que antecede, supone que los hierros colados que se<br />

someten a la acción del conversor, no contengan dosis considerables<br />

de elementos que no se puedan separar, y entre estos se encuentran<br />

el azufre y el fósforo, y muy en particular el Último.<br />

Las análisis hechas de aceros de Bessemer, prueban que si bien<br />

una parte del azufre se quema al principio de la operación, el resto<br />

continÚa combinado con el metal: en cuanto al fósforo, permanece<br />

íntegl'o, y, por tanto, la proporción de este metaloide es mayor en el<br />

acero (fue en el hierro de que aquel procede, á causa de las mermas<br />

que experimenta el producto por la eliminación de otras substancias.<br />

La permanencia del fósforo se explica satisfactoriamente por existir<br />

sílice abundante en el revestimiento arcilloso del conversor, que<br />

transforma en silicatos fusibles á los fosfatos que puedan formarse.<br />

Para qne el método de Bessemer dé buenos resultados, es preciso<br />

que los hierros colados tengan menos de 0,05 por iOO de fósforo, lo<br />

que sólo se consigue cuando aquellos provienen de menas muy puras,<br />

como las que se explotan en Vizcaya y Suecia.<br />

l)EsFosFORIZAClóN.-Conalgunas modificaciones en el conversor y<br />

en la marcha de las operaciones, se ha logrado desfosforizar los hierros<br />

fundidos. EJproblema lo han resuelto los Sres. Sidney Thomas<br />

r Percy Gilchrist; no se entrará en detalles del sistema, que en defi-<br />

4.91\<br />

nitira se reduce: 1. o, á emplear para revestir el aparato, en vez de<br />

materia silícea, dolomía sola ó amasada con co]ta, petróleo Ú otro<br />

cnerpo oleaginoso mineral; 2.0, a iutroducir en el comer sor un 20<br />

por i 00 de materias basicas, compuestas de cal y óxido de lJierro,<br />

que se destinan a absorher los acÜlossilícicoy fosfórico, a medida que<br />

se forman; 5:, a prolongar la inyección de aire unos tres minutos<br />

más que en el procedimiento ordinario, en cuyo período se oxida bastante<br />

el hierro y se elimina el fósforo con rapidez; 4.0, á deducir<br />

practicamente el término de las reaceiones, por el examen del metal<br />

que se ohtiene.<br />

Este procedim:iento se baIla establecido en el Creuzot desde el<br />

aÜo 1330.<br />

TEMPLE DEL ACERO.<br />

Cuando se calienta una barra ó lamina de acero a diversas temperaturas,<br />

presenta colores distintos, pero que, por lo comÚn, son invariables<br />

para cada una de aquellas, adquiriendo caracteres variables,<br />

segÚn que se temple a una Ú otra. El temple se produce sumergiendo<br />

las piezas en ag ua Ú otras substancias para que se enfrien rapidamenle<br />

cuando tienen el color que se desea, pues casi siempre<br />

se aprecia la temperatura por la coloración del metal, auncl'ue sería<br />

preferible verificarlo con el pirómetro ó con aleaciones fusihles a los<br />

.<br />

6Tados respectivos.<br />

Los colores que presenta el acero, y los grados de calor que aproximadamenle<br />

les corresponden, segÚn DeJJelte, son los siguientes:<br />

1.0 Amarillo de paja, pálido . .. ... ., ..' ., 22,10<br />

2.0 Amarillo de paja, más obscuro .., , 2320<br />

3. o Anaranjado. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2430<br />

4. o El mismo, más obscuro ó castaño. . . . . . . . . . . . 25


496<br />

el 4 para cinceles y herramientas de trabajar el hierro; el 5 para cepillos<br />

y hachas; el () para cuchillos; el 7 para espadas y resortes ti<br />

muelles de reloj; el :3para sierras ordinarias y puÜales, y el [) para<br />

sierras grandes.<br />

Templanrlo el acero con los primeros colores se pone sumamente<br />

duro y fuerte, salta antes de doblarse y tiene poca elasticidad; con<br />

los colores siguientes se hace más blando y flexible, siendo, sin eIllbargo,<br />

bastante duro y mucho más elástico, y con los Últimos se a]Jlallda<br />

en mayor grado y se dobla con facilidad. Si se sigue calentando<br />

desaparecen los colores, y enfriándolo con lentitud se hace muy dulce<br />

el metal y se trabaja perfectamente. Las piezas algo grandes presentan<br />

inconvenientes para templarse, porque es difícil inlroducirIas tan<br />

pronto como es necesario en el agua, e1l toda su longitud.<br />

APLICACIONES DEL ACEBO.<br />

El acero, que apenas se usaba en la construcción hace algunos aÜos<br />

más llue para acerar herramientas, se emplea hoy C011gTan éxito en<br />

las varillas de suspensión ó péndolas de los puentes colgados, en envolventes<br />

de calderas, vástagos de émbolos, ejes de aparatos, etc., y,<br />

en general, en todas aquellas piezas que requieran una resistencia<br />

mayor que la que ofrece el hierro forjado ordinario. Pero la principal<br />

aplicación que en el día recibe es á la construcción de carriles<br />

para las vías ferreas, usándose tambi(~n para algunos elementos y<br />

aun para la totalidad de armaduras ó tramos metálicos que hayan de<br />

estar sometidos á esfuerzos considerables. El acero se destina asimismo<br />

á la fabricación de caÜones y á otra mulLitud de usos importantes<br />

en obras navales y militares.<br />

ACEllAC¡Ó'í DEIlEIlILDIIENTAs.-Por lo COmlll1,las herramientas se<br />

hacen de hierro y se aceran sus puntas ó extremos, con lo cual se<br />

consigue dades bastante resistencia para que no salLencon facilidad,<br />

y al mismo tiempo el temple que sea conveniente al trabajo que hayan<br />

de ejecutar.<br />

El hecho de soIdarse el hierro con el acero hace que esta operación<br />

sea sencilla. Después de unir los dos metales y de dar á la herramieuta<br />

la forma y pulimento adecuados, se templa, de ordinario,<br />

497<br />

muy dura para venderla, pudiendo luego, si conviene, templarIa más<br />

blanda los mismos operarios.<br />

Suelen también acerar se las herramientas, por medio del llamado<br />

temple de caja, que no es más que una cementación, cIue transforma<br />

en verdadero acero la parte exterior y superficial de la IJCrramienta,<br />

para lo cual, después de bien trabajada con hierro forjado,<br />

se introduce en una caja con polYo de carbón y se la tiene en un<br />

horno al calor rojo durante algunas horas; así se convierte en acero<br />

una parte de suficiente espesor, para que pueda templarse y trabajarse<br />

como aquel. Sin embargo, estas herramientas se estropean muy<br />

pronto y el cementadas de nuevo sería costoso, por lo que es preferible<br />

soldar antes el acero, en cantidad conveniente. para que se<br />

agucen y templen siempre que se desgasten, y utilizadas todo el tiempo<br />

que permitan su peso, forma ó dimensiones; en muchos casos es<br />

mejor, y en Último resultado más económico, hacedas enteramente<br />

de acero.<br />

.<br />

32


498<br />

COBRE.<br />

El cobre es un metal conocido desde muy antiguo, puesto que su<br />

aleación con el estaÜo ha sel'vido para designar lUlOde los períodos<br />

prehistóricos, la eclacl del bronce. Los romanos extraían el cohre en<br />

grandes cantidades de la isla de Chi¡lre, cuyo nombre sirvió de raíz<br />

al que se da á aCIue!.<br />

Propiedades.-El colJre es el único metal de color rojo, tiene<br />

tUl hrillo intenso, y desprende, si se le frota, un olor desagradable.<br />

Su densidad, cuando está puro, es de 8,85 á 8,95; la del cobre del comercio<br />

no pasa á veces de 8,5. Estas variaciones dependen de la naturaleza<br />

y proporciones de las impurezas que contenga, y de que<br />

sus moléculas estén más ó menos agregadas por efecto del trabajo a<br />

que se le haya sometido.<br />

Se funde á la tempei'atura de 27° del pirómetro de Wedgwood,<br />

que equivalen á unos 1.200° centígraclos. Al aire seco no se altera,<br />

pero al hÚmedo se cubre de manchas verdes de hidrocarhonato cÚprico,<br />

llamado cardenillo, substancia tóxica, como todas las sales de<br />

este metal, por cuya razón los utensilios de coJH'e de las baterías de<br />

cocina se estaiian en su parte interior.<br />

Es maleable, dÚctil, tenaz y blando: unido al estaiio, que posee<br />

la ultima cualidad en mayor grado, resulta el hronce, cuerpo más duro<br />

que sus componentes; circunstancia digna de notarse, porque ordinariamente<br />

la liga de dos metales tiene una dureza intermedia<br />

de aquellos.<br />

entre las<br />

Existe en estado nativo, y su yacimiento más importante se halla<br />

en las orillas del lago Superior, en los Estados-Unidos; en Chile y en<br />

Bolivia se encuentnrel cobre nativo mezclado con óxido rojo y ganga<br />

cuarzosa, mas como no basta, ni con mucho, en cantidad, para sa-<br />

. tisfacer las necesidades de la industria,<br />

minerales.<br />

es preciso extraerlo de otros<br />

499<br />

Menas.-Las menas de cohre que principalmente se henefician,<br />

SOI1:la pirita cobriza ó chalcopirita, mFe2S. + nCu.S, que á veces<br />

ya asociada á la pl:rita mancia~, F eS'; el su~furo cuproso ó cJ¡a~cosina,<br />

Cu.S, á que casi siempre acompaiian sulfuros de plata, plomo<br />

y antimonio; el óxido cuprosoó ¡'ojo, Cu.O, que es muy importan-<br />

Cu,, {<br />

te y procede en especial de Chile; la malaquita,'<br />

~}<br />

Cu"<br />

{OH<br />

CO", hidrocarbonato<br />

dicúprico, muy estimado en joyería por su color verde<br />

veteado y fácil pulimento, y que no se emplea como mineral de<br />

cohre sino cuando, por ser de mala calidad, no puede aprovechar-<br />

OH<br />

Cu"íOH<br />

lO J CO"<br />

se para la fahricación de ohjetos de lujo; la azurita, Cu" íg ,<br />

¡<br />

} CO"<br />

C ./(0<br />

u<br />

(OH<br />

hidrobica.rbonato tricuprico, de que se explotó una mina en ,Chessy,<br />

cerca de Lyon, que hoy está ya agotada.<br />

Las principales minas de cohre en Europa, se encuentran en Inglaterra,<br />

Espaiia (Riotinto y Tharsis, provincia de Huelva), Alemania y<br />

Sajonia. En América, figuran en primera línea los Estados-Unidos,<br />

Cl~ile, Bolivia y PerÚ. También existen minas en la Oceania, debiendo<br />

citar entre ellas las que se explotan en Filipinas (1).<br />

(1) Se presentan depósitos notables de mineral de cobre, sobre todo de<br />

piritas, en la sierra central de la isla de Luzón. Los igorrotes, que la habitan,<br />

benefician hace siglos el metal por 'Procedimientos toscos, pero que,<br />

sin embargo, revelan tradiciones heredadas de pueblos civilizados, quizá<br />

de la China ó del Japón, pues esta industria es muy anterior á la llegada<br />

de los españoles al Archipiélago. La descripción del-sistema seguido por los<br />

igorrotes, y las vicisitudes por que han pasado las empresas europeas que<br />

han tratado de montar la explotación en grande de los criaderos, pueden<br />

verse en la reseña publicada eu la Rwista Minem, por el Ingeniero de minas<br />

D. Antonio Hernández, yen los viajes por Filipinas de sir John Bowring<br />

y Jagor, de que existen. versiones castellanas. Bastará saber que se calcula<br />

en 300 picos anuales (más del8 t/~ toneladas) el cobre labrado ó sin<br />

labrar, que se puso á b venta por los igarrotes desde 184.0á 1855.


DOO<br />

META.LURGIA DEL comm.<br />

La metalurgia del colJre es bastante complicada; no se hará más<br />

que indicar ligeramente el modo de extraer el metal de las menas<br />

sulfuradas ó pÚ'itosas y de las oxidadas Ú ocrlÍceas,examinando en<br />

el primer caso los tratamientos por vía seca y hÚmeda.<br />

MENAS PIRITOSAS.<br />

Tratamiento por la vía seca.-TEoniA DEws PIIOCEDDIIEN-<br />

Tos.-Se empieza por someter á la torrefacción las piritas cobrizas,<br />

que se convierten así en una mezcla de óxidos, sulfuros y I'ulfatos.<br />

Esta mezcla se funde después de agregar silice, y entonces se producen<br />

varias reacciones basadas en que el cobre tiene más afinidad<br />

con el azufre que el hierro, y el anhidrido silícico más con el óxido<br />

de hierro que con el de cobre. En su virtud, se verifica: 1."<br />

que el<br />

óxido de hierro se une directamente á la sílice, formando un silicato<br />

fusible; 2.0, que el slllfllro de hierro cambia su azufre por el oxígeno<br />

del óxido de cobre, resultando sulfuro de este metal y óxido de<br />

hierro que se une á la silice; 3.0, que el sulfato de hierro se transforma<br />

en silicato, desprendiéndose auhidrido sulfuroso, á causa de<br />

ser el ácido silicico mucho más fijo que el sulfÚrico; 4.0, que el<br />

óxido de cobi'e, como ya se ha dicho, cambia su oxígeno por el azu-<br />

o, que el slllfato de cobre se descompone<br />

fre del sulfuro de hierro; 5.<br />

en anhidrielo sulfuroso que se desprende, y óxido de cobre que se<br />

convierte en sulfuro. Se ve, pues, que, en definitiva, se produce lIna<br />

mezcla de sulfuro de cobre y escorias de silicato de hierro; lJastaría,<br />

pues, separar éstas y calentar el sulfuro de cobre con óxido del mismo<br />

metal, para obtener cobre metálico, segÚn expresa la fórmula<br />

siguiente:<br />

Gu2S + 2Gu2O = 6Gu + S02.<br />

Pero en la práctica todas estas reaccionesno se verificanpor completo,<br />

como indica la teoría, queelando, por tanto, algo de hierro<br />

que impurificaal sulfurode cobre, y pasando á las escorias parte de<br />

este Últimometal, por cuya razón las operacionesse complican, dan-<br />

DOI<br />

do lugar á diversos procedimientos metalÚrgicos. Los más importantes<br />

son el de l\Iansfeld (Sajonia) y el del país de Gales (Inglaterra), que<br />

se diferencian en que en el primero se usan hornos de cuba, y reverberos<br />

en el segundo; se describirá este Último.<br />

PnocEDnnEsToISGLÉs.-Se emplean para el tratamiento minerales<br />

de natura1eza muy diversa, pirilosos la mayor parte, y los demás<br />

de óxido rojo. Las menas piritosas se someten á la torrefacción en<br />

hornos cuya bóveda se encuentra en la disposición que indica la figura<br />

232, con objeto de que la llama vaya lamiendo el mineral que cae<br />

en la plaza por dos tolvas, G y G', provistas de registros, y que los<br />

operarios arreglan y extienden introduciendo los espetones por las<br />

puertas de trabajo, A, A; á estas puertas corresponden otras cuatro<br />

aberturas, B, B, que sirven para hacer pasar al depósito inferior, G,<br />

los productos de la torrefacción, que son, como ya se sabe, óxidos,<br />

sulfuros y sulfatos. Se procura que la llama del horno sea lo más<br />

oxidan te posible, para lo cual, ademas de las puertas, A, que permanecen<br />

abiertas durante el trabajo, hay otras aberturas, D y E, por<br />

donde se verifica la entrada del aire.<br />

En esta operación, cuya duración suele ser de doce horas, cada dos<br />

se remueve el mineral con los espetones, y cuando esta calcinado, se<br />

le hace pasar al depósito inferior, y sin dejar enfriar el horno se<br />

vuelve á cargar, abriendo los registros de las tolvas. El comlmstible<br />

empleado es antracila mezclada con 1/4 de su peso de hulla grasa.<br />

Los productos de la torrefacción se llevan, cuando se han enfriado,<br />

al horno de fusión; se aÜaden sulfuro (Gu.S) de ganga cuarzosa,<br />

esr,orias ricas de operar,iones precedentes y algo de espato fiuor, que<br />

hace más sueltas las escorias; se eleva la temperatura, y entonces se<br />

efectÚan las reacciones que al principio se indicaron, y que dan<br />

por resultado la separación de gran parte del hierro. El horno en<br />

que se opera esta fusión es un reverbero cubierto por una bóveda<br />

rebajada (fig. 233) Y de plaza elíptica formada de escorias. La<br />

llama no ha de ser oxidante, y para satisfacer á esta condición, la tolva,<br />

A, y la puerta de trabajo, B, están cerca de la chimenea, á fin de<br />

que el aire que por ellas éntre sea arrastrado por el tiro enérgico<br />

que la chimenea establece, sin dar lugar á que se oxide el mineral.<br />

La puerta de trabajo, B, sirve para hacer salir las escorias que van á<br />

parar á las piletas D; y el producto de la operación sale por el orifi-


502<br />

cio e, y pasando por el conductodehierro fundidoF, vestidointeriormente<br />

de arcilla, se vierte en el depósito E, lleno de agua. El<br />

trabajo dura cuatro horas, al cabo de las cuales se habrán verificado<br />

las reaceiones reseiiadas, separándose gran parte del hierro en estado<br />

de silicato, y quedando en el depósito una mezcla de sulfmos de co-<br />

bre y hierro, que se llama mata bronceada, y cuya fórmula parece<br />

es 5Cu2S + Fe2S5 + 4FeS. El combustible que se emplea para la<br />

fusión es una mezcla de 2/5 de antracita y 1/3 dehulla.<br />

La mata hronceada se somete de nuevo, primero á la torrefacción,<br />

con ohjeto de oxidar parte de los suIfuros , y ~espués á la fusión,<br />

aiiadiéndole minerales crudos y ricos, y escorias compuestas casi<br />

exclusivamente de sílice y oxido de cobre; la fusión se prolonga hasta<br />

que la mata pierda su color y tome el gris claro, lo que indicará<br />

que no queda ya más que suIfmo de cohre con pequeiias cantidades<br />

de hierro. Este producto, que recibe el nombre de mata blanca, y<br />

cuya fórmula puede expresarse por 3C162S+ FeS, se mezcla con<br />

oxido rojo y se funde en un homo, que difiere del anteriormente descrito<br />

en que la tolva se reemplaza con una puerta lateral, yentonees<br />

se verifica la reacción<br />

C162S + 2Cn2O = S02 + 6Cn.<br />

En esta operación la ganga cuarzosa que contiene el óxido rojo<br />

favorece la eliminación de los metales extraÜos que la mata contuviera,<br />

los cuales pasan á las escorias; el resultado final es cobre negro<br />

ó ampolloso, ó sea metal puro mezclado con pequeÜas eantidades<br />

de hierro, azufre y otras substancias. El anhidrido sulfuroso, juntamente<br />

con algunos otros gases, se desprende. '<br />

El cobre negro se afina fundiéndolo en cubilotes; y cuando las escorias<br />

toman un color rojo, señal de que empieza á formarse silicato<br />

de cobre, se agrega earhón y se remueve la masa con una rama Yerde<br />

gruesa, ó mejor con un tronco de arbol joven, cuyo carbono facilita<br />

la redueción, no empleándose ramas secas, porque arderian<br />

en seguida. Terminada la afinación, se vierte el cobre fundido en<br />

moldes ó lingoteras.<br />

Si los minerales de cobre eontienen otros metales que se quiera<br />

heneficiar, hay que someterIos á tratamientos especiales y complicados,<br />

en cUF descripciÓn no se entrará.<br />

503<br />

En resumen, los minerales sulfurados de cobre se someten a seis<br />

operaciones: i:, torrefacción; 2:, fusión; 5:, torrefaceión de la<br />

mata bronceada; 4:, fusión de la misma; 5:, fusión de la mata blanca,<br />

y ti:, afino del cobre negro.<br />

Tratamiento por la vía húmeda.-EI henefieio del cobre<br />

por la vía hÚmeda se verifica, ya aprovechando las disoluciones naturales<br />

que suelen formarse dentro de las mismas minas, ya actuando<br />

en disoluciones artificiales, obtenidas haciendo ohrar el agua en menas<br />

piritosas oxidadas por la torrefacción, ó exponiendo al contacto<br />

de ::leidos, en estado liquido o gaseoso, menas de diferente naturaleza.<br />

Las disoluciones naturales y las artificiales acuosas, encierran el<br />

metal en estado de sulfato; se precipita, en general, el cobre por<br />

medio del hierro; así se prepara el cubre de cemento, que sometido á<br />

una fusión como las menas suIfuradas, da lugar á cohre negro, que<br />

afinado, produce el del comercio.<br />

Este sistema es el que, en Último resultado, se emplea en Riotinto,<br />

y sobre el que se dirán breves palahras. Las menas que en aquella<br />

localidad se henefician, proceden de una masa considerable de pirita<br />

de hierro, en la que se encuentra diseminada alguna pirita de colJre;<br />

la riqueza de las menas no pasa, por término medio, de 2 1/2POI;i OO.<br />

La calcinación ó torrefacción se verifica en montones de forma de<br />

tronco de pirámide ó de cono, que se llaman te/eras, y tiene por objeto<br />

convertir en suIfatos la mayor parte de los sulfuros que entran<br />

en los minerales. Las menas bien calcinadas, que se recogen al deshacer<br />

las teleras, se llevan á los pilones ó disolvedores, que son estanques<br />

de mampostería, forrados con tablas calafateadas, cuyo piso<br />

está inclinado hacia el costado en que se encuentra el orificio de salida.<br />

Una vez cargados los disolvedores, se hacen llegar las aguas hasta<br />

que alcancen un nivel poco más alto que el de los minerales: á las<br />

veinticuatro horas se da salida al liquido, IH1ciéndole pasar á otros pilones<br />

rep, osad01'es donde deposita las materias que lleva en suspensión;<br />

se vuelve á echar agua en el disolvedor y se repite la operación<br />

de ocho á doce veces. Las tiei'ras que al final quedan en los disolvedores,<br />

se sacan y sellevan á los vaciaderos ó le1'!'Cros; las aguas<br />

claras de los reposadores pasan Ú los pilones de cemeitlación, que no<br />

difieren gran eosa en su forma de aquellos y de los disolvedores ya


504descritos;<br />

Antes de introducir en ellos la disolución de caparrosa, se<br />

colocan en su centro lingotes de hierro colado, que precipitan el cobre,<br />

ohteniéndose gran cantidad de sulfato ferroso, que da color verde al<br />

líquido, y que poco á poco se transforma en sal férrica por la acción<br />

oxidante del aire. En el momento que las aguas han rewlido, es decir,<br />

que han precipitado el cobre que encerraban, se hacen entrar en<br />

los reposadores {le aguas ¡'endidas,en que depositan las substancias<br />

que conservan en suspensión.<br />

El metal precipitado sobre el hierro forma una costra, que en el<br />

l)aísse IIama cdscam; se separa raspando las barras de hierro con unas<br />

talJliIIas, pero después de haber rendido varias disoluciones. La cáscara<br />

recogida se espolvorea con cemento lJien seco, procedente de operaciones<br />

anteriores, y se hacen bolas del tamaño de granadas, que se secan<br />

al sol ó en reverberos de plaza rectangular, llamados calentadores. Las<br />

bolas se calcinan para que pierdan parte del arsénico, azufre, antimonio,<br />

etc., que contienen y se someten en seguida á llna fusión ó de-<br />

1'J'etidoen copelas alemanas, que las convierte en cobre negro, que se<br />

afina por un procedimiento muy semejante al següido en el país de<br />

Gales.<br />

Anualmente se producen en Riotinto, por este sistema, alrededor<br />

de 1.000 toneladas de cobre fino: la unidad se vende en SeviIIa á unas<br />

1.750 pesetas.<br />

MENAS OXIDADAS Ú OCRÁCEAS.<br />

1..amenas ocr{lceas se reducen por el carbón en hornos de cuba; y<br />

con objeto de que las escorias sean perfectamente fluidas y no haya<br />

pérdida de cobre, debe agregarse un fundente. Resulta cobre negro,<br />

que se afina como en los casos anteriores.<br />

COBRE LAMINADO.<br />

Preparación.-EI cobre laminadoseprepara de la mismamanera<br />

que el palastro, haciendo pasar las hojas por cilindros lisos, después<br />

de aplanadas en martinetes.<br />

Como hay que caldear a menudo las hojas, se oxidan rapidamen-<br />

500<br />

té; para hacer desaparecer el óxido, se mantienen sumergidas en orines<br />

dentro de un hoyo, durante algÚn tiempo, formándose así sales<br />

dobles muy volátiles de cobre y amonio, que se desprenden al elevar<br />

la temperatura. El óxido que queda es tan poco adherente, que se<br />

puede hacer saltar con facilidad, frotando con una tablilla de madera;<br />

no así el que cubre los bordes, pues para separado hay que recortar<br />

las hojas. Estos recortes se aprovechan en las operaciones metalÚrgicas<br />

ya descritas.<br />

Dimensiones.-Las 1


306 507<br />

partes de los que se consumen en la industria: tan sólo Inglaterra, de<br />

donde procede la mitad del plomo del comercio, la supera en producción.<br />

PLOMO.<br />

Propiedades.-EI plomo es un metal de color gris azulado,<br />

muy brillante cuando no está oxidado, blando hasta dejarse rayar con<br />

la uila y que mancha el papel por el roce. Es maleable y dÚctil, pero<br />

tanto las hojas como los hilos que con él pueden obtenerse, tienen<br />

muy poca resistencia. Su densidad es de 11, 5S, aumentando algo,<br />

aunque poco, cuando se bate ó lamina. Como todos los metales que<br />

se encuentran mezclados con el plomo, son más ligeros que él y al<br />

mismo tiempo más duros, resulta que el peso específico y la blandura<br />

podrán servil' de indicios para apreciar su pureza: las principales<br />

substancias extrañas que contienen los plomos del comercio son antimonio,<br />

arsénico y cobre. El plomo se funde á una temperatura<br />

comprendida entre 520 y 540°; es algo volÚtil, pero no lo bastante<br />

para que pueda destilarse.<br />

Expuesto al aire se cubre el plomo de una película gris obscura, cuya<br />

compósición parece que se acerca á la del óxido Pb'O, mas la<br />

oxidación es tan superficial,<br />

brillo característico.<br />

que con sólo rayar el metal aparece su<br />

Menas.-La principal mena de plomo es el sulfuro plÚmbico,<br />

PbS, ó galena, que se explota en gl'ande escala en algunas localidades<br />

de Espaila, sobre todo en Linares (Jaén) y en Sierra de Gádor<br />

(Almería). Las galenas encierran casi siempre cierta cantidad de<br />

plata, y á menuda la suficiente para permitir su beneficio.<br />

En la costa de Levante de la Península, se encuenlran también en<br />

abundancia carbonatos y sulfatos de plomo, que constituyen en aque-<br />

JIa zona una importante industria. El carbonato ó 1;,01110 blanco y el<br />

sulfato ó anglesita, se eomprenden bajo la denominación de menas<br />

terrosas: se eree que ambos cuerpos, y en partieular el Último, pro:vienen,<br />

en la generalidad de los casos, de la alteración de la galena.<br />

2<br />

EspaÜaposee tal riqueza en plomos, que contriJHlyecon las "5<br />

METALURGIA DEL PLmIO.<br />

MENAS TERROSAS.<br />

Como el tratamiento de las menas terrosas tiene mucha menos importancia<br />

que el de las galenas, bastará decir que se verifica siempre<br />

en hornos de cuba, y, por consiguiente, poniéndolas en contacto<br />

con carbón, á una elevada temperatura; los carbonatos se convierten<br />

en óxidos, que se reducen con facilidad; los sulfatos se transforman<br />

parcialmente en su]furos, resultando de la acción de éstos sobre los<br />

sulfatos no reducidos, la separación del plomo metálico y un desprendimiento<br />

de anhidrido sulfuroso, segÚn se verá al explicar el tratamiento<br />

de las galenas.<br />

En Cartagena se benefician, por este método, las abundantes menas<br />

terrosas de las sierras inmediatas.<br />

MENAS SULFUROSAS.<br />

Para el tratamiento de las galena s se emplea en unas ocasiones el<br />

sistema llamado de afinidad, y en otras el de reacción.<br />

Tratamiento por afinidad.-Consiste en fundir la galena en<br />

contacto con hierro ó con materias muy ferruginosas, consiguiéndose<br />

asi que el hierro se combine con el azufre y quede en libertad el<br />

plomo. Este procedimiento sólo se emplea para galenas pobres, y<br />

para aqueJIas que, aun siendo ricas, tienen ganga muy cuarzosa. En<br />

los demás casos se recurre al segundo método.<br />

Tratamiento por reacción.-Se explicará este procedimiento<br />

con alguna detención, por ser el mas importante de todos.<br />

TEORÍA DEL IJENEFICIO.-La teoría del beneficio consiste en que si<br />

se hace sufril' ;\la galena una calcinación en reverJJeros, se obtiene<br />

una mezcla de óxidos, sulfatos y sulfuros, que, por su acción mutua,<br />

detenninan la separación del plomo metálico y del azufre, que<br />

. se desprende en estado de anhidrido sulfuroso. Las diversas reacciones<br />

que se producen pueden encerrarse en las fórmulas siguientes:


,<br />

¡¡08<br />

PbS + 2PbO = 5Pb + S02.<br />

PbS +<br />

[<br />

S0211<br />

Pb<br />

J<br />

02 - 9Pb + 9S0 2<br />

11 - - _.<br />

S0211)<br />

PbS + 2 ¡02<br />

Pb" = Pb + 2PbO + 580'.<br />

]<br />

PROCEDDHESTOI:'\GLÉs.-Los reverberos usados en Indaterra (fio-u-<br />

. 'o ::><br />

ra 9UI.)<br />

- "1 tIenen una plaza más larga qne ancha, formada por escorias<br />

pulverizadas ó arcilla poco silícea, que presenta una cavidad ó pila en<br />

el centro, cuyo fondo comunica con el exterior por el canillera, que<br />

permanece cerrado hasta el momento de sangrar el horno. Tres puer-<br />

.<br />

tas á cada lado sinen para introducir los espetones ó huro'ones, y<br />

otra para el combustible. La chimenea comunica con una ~erie d~<br />

cámaras de condensación, donde se depositan el polvo arrastrado<br />

cánicamente y el sulfuro de plomo que se volatilice.<br />

me-<br />

Ext~ndid?~l mineralsobre la plaza, se dejan abiertas las puert~s<br />

mas proxImas al hogar, y empieza la calcinación. Al ir aparecIendo<br />

el sulfato, que se reconoce por su color ]Jlanco, el operario<br />

revuelvela materia con lentitud; y después de mezclarla bien cierra<br />

las primeras puertas y ejecuta el mismo trahajo sucesivame:lte por<br />

l,as.segllnd~s y terceras. Cuando se haya producido bastante sulfato y<br />

oXIdo, se CIerran todas las puertas y se activa mucho el fueo'o para<br />

que se verifiquen las reacciones indicadas, resultando plomo ~letálieo,<br />

que se reune en la pila; anhidrido sulfuroso, que se desprende; matas<br />

compuestas de un sulfuro plumhoso, que se forma á una elevada<br />

~emper~tur.a y que por Ull enfriamiento lento da lugar á plomo y sulfur~<br />

ph~mbIco, y por fin, escorias más ó menos ricas, que se sacan de<br />

ordmarro por la parte opuesta que el plomo. Si el fuego es muy violento,<br />

resultan muchas matas; si no l]a sido suficiente, las reacciones<br />

son incompletas, las escorias contienen sulfato' de plomo en ahundancia<br />

y deben volverse á tratar. Cuando la operación se ha hecho bien,<br />

las escorias pobres que sohrenadan se quitan, y para solidificarlas<br />

más pronto se echan encima algunas paladas de cal, produciéndose<br />

así pastas que se sacan fácilmente, y abriendo el canillero se recoo'e<br />

::><br />

en una caldera de hierro colado ó reposad01',el plomo fundido con<br />

las escorias ricas y las matas. Las escorias que se solidifican prime-<br />

509<br />

1'0 se separan y se vuelven al horno con las materias que no han salido;<br />

actiYando de nuevo el fuego y dejando enfriar el horno conlen-<br />

titud, termina la reacción, y las escorias más fusibles ahandonan el<br />

plomo que retenían mecánicamente. Las matas se quitan también de<br />

la superficie del plomo y se funden en un horno de manga, ó se al1aden<br />

al mineral que se trata en la operación siguiente. El plomo recogido<br />

se vierte en canales para formar gal'¡pagos, que se entregan al<br />

comercio, ó se llevan á los hornos de copela si contienen plata en<br />

cantidad suficiente piara deber beneficiarla.<br />

PROCEDDIIE:'\TO ESPAÍ\oL.-En Linares y Sierra de Gádor se sigue el<br />

procedimiento inglés: las galenas del Último distrito son de ganga<br />

caliza, pero las de Linares la tienen cual'zosa, lo cual dificulta algo<br />

el tratamiento y obliga á constl'llir los hornos con mas esmero que<br />

en Sierra de GÚdor. Los hornos ingleses de lUlO y otro distrito carecen<br />

de tolva, y la carga, que es de 1.250 kilogramos, se hace con palas<br />

ó espuertas, ó con un aparato particular llamado cebadera, que<br />

es una especie de caja de palastro sin tapa y sin uno de los costados,<br />

que se introduce por las puertas ó ventanillas de trabajo. La plaza de<br />

estos hornos es casi plana, y tiene una ligera inclinación hacia la<br />

ventanilla central del muro anterior, por donde se efectÚa la salida<br />

del metal liquido, que se recoge en un crisol.<br />

En muchas de las minas de los distritos mencionados, cuyos propietarios<br />

no tienen grandes capitales y quieren, sin embargo, beneficiar<br />

por sí las galenas en lugar de venderlas, se usan para la fusión<br />

los hornos llamados reverberos espaiioles, que se conocen en algunos<br />

puntos con la denominación de boliches. La plaza de estos bornos es<br />

circular, y en cada operación no se cargan más que 50 arrobas, ó<br />

sean unos 600 kilogramos de galena.<br />

. Desplatación de los plomos.-Se .dirán breves palabras<br />

acerca de este punto. Los plomos extraídos de galenas bastante argentíferas,<br />

se pueden desplatar por la copelación, que está basada<br />

en la propiedad que tiene el plomo de oxidarse cuando se calienta<br />

en contacto con el aire, mientras que la plata no se oxida. Todo se<br />

reduce, pues, á oxidar el plomo, hacer salir fuera del horno ellitargirio<br />

fundido, y la plata quedará en la plaza del horno, que es la copela<br />

propiamente dicha, revestida en su parte superior de una capa<br />

de marga.


5iO<br />

La desplatación de los plomos no se hace directamente en hornos<br />

de copela, sino cuando aquellos contienen 5. ~oo de plata, por lo me.<br />

nos: si la proporción es más pequeiia, pueden beneficiarse eomo se<br />

hace en Cartagena, sometiénclolos previamente á una operación Uamacla<br />

afino por cristalizaciónó pattinsonaje, del nombre de su inventor.<br />

Se funda en el principio de que si se deja enfriar con lentitud<br />

una aleación fundida de plomo y plata, y se agita con una espátula la<br />

masa ]j[Iuida, se forman cristalillos de plomo casi puro, que se separan<br />

á medida que se presentan, quedando una liga más rica en plata<br />

que la primitiva. Repitiendo las manipulaciones, ya en la parte sólida<br />

que se separó, ya en la líquida que se decanta, se obtendrán,<br />

por una parte, plomos cada vez más pobres, y por otra, aleaciones<br />

cada vez más ricas en plata. Ésta se extrae por copelación cuando la<br />

liga ha llegado á adquirir condiciones á propósito de riqueza.<br />

PLANCHAS Y TUBOS DE PLOMO.<br />

I Números<br />

Peso<br />

Ancho. Espesor. aproximado del<br />

de las<br />

metro cuadrado.<br />

- -<br />

plauchas. -<br />

Metros. M ilimetros. Xilag,'amos.<br />

,1 0,81' '1,0 H,35<br />

2 0,84. 1,5 '17,00<br />

3 O,!H 2,0 22,70<br />

4 0,84 2,5 28,33<br />

5 0,84, 2,8 31,80<br />

6 0.84 3,0 34,05<br />

DIMENSIONES DE LAS PLANCHAS. PESO APROXIMADO<br />

Ancho. Espesor. Del metro De cada<br />

cuadrado. plancha.<br />

. Longitud.<br />

I - - - - -<br />

M et'.os. Metros. Milímetros. IGlagramos. Kilogranws.<br />

5,015 1,81 ,1 0,5 5,65 52<br />

6,687 4,950 0,9 40,20 ~34<br />

6,687 '1,950 i ,4. ~5,90 209<br />

6,687 '1,950 1,9 2'1,55 283<br />

6,687 1,950 2,~. 27,25 358<br />

6,687 '1,950 2,8 3,1,80 4i8<br />

6,687 '1,950 3,3 37,45 493<br />

5,015 1,950 3,8 43,15 425<br />

4.,180 1,950 4,3 48,80 40~<br />

~.,180 1,950<br />

I<br />

5H<br />

Clasificación de las planchas.-Las planchas se distinguen<br />

ordinariamente por nÚmeros, que corresponden á los diferentes espesores.<br />

En Madrid se emplean seis nÚmeros, aplicándose el primero á<br />

las chapas de 1 milímetro; el grueso va aumentando eOIlel nÚmero,<br />

v. Ueeraá L> ser de 3 milímetros para las planchas del nÚm. 6. El ancho<br />

es siempre de Om,84 (una vara), pero la longitud varía, aunque no<br />

suele pasar de 3m, 90 (14 pies). El detaUe de la clasificación corriente<br />

puede verse en el siguiente estado:<br />

PLANCHAS. Se construyen, sin embargo, planchas de espesores mucho más va-<br />

Fabricación.-Para laminar el plomo se empieza por preparar<br />

placas de 5 Ó 6 milímetros de espesor, haciendo Uegar el metal fundido<br />

á una losa de mármol horizontal ó con una inclinación muy<br />

suave; las dimensiones se limitan por medio de listones. El plomo<br />

fundido debe moldearse siempre á una temperatura relativamente<br />

baja, de tal modo que tUl papel introducido en el halio se carbonice<br />

sin inflamarse. Una vez preparadas las placas del espesor indicado, se<br />

estiran en frío, en laminadores semejantes á los empleados para los<br />

palastros, hasta que queden con el grueso qne se desee.<br />

Las placas de 5 ó 6 milímetros de espesor pueden también vaciar-'se,<br />

empleando moldes de hierro formados por dos láminas: la primera<br />

con un rehorde de poca altura, y la otra lisa; el espacio que resulta entre<br />

ambas no está reservado en todo su ancho á la plancha, pues queda<br />

dividido en dos compartimientos, uno de eUos muy estrecho, que<br />

comunica con el otro por la parte de abajo. Por el primero se vierte<br />

el metal fundido, y las crasas oxidadas que se reunen en su superficie<br />

110pasan al interior del molde.<br />

riados y de mayor longitud y ancho. Como ejemplo, se estampa á<br />

continuación el cuadro referente á las que se fabrican en Adra, en<br />

el establecimiento de los hijos de Heredia, de Málaga:<br />

4,7 53,35 438<br />

3,3H '1,950 5,2 59,00 388<br />

3,344- i ,950 5,7 64,70 425<br />

I


512<br />

TUBOS,<br />

Los tubos de plomo pueden hacerse continuos ó en tt'ozos. En este<br />

Último caso suelen tener una forma liO'eramente tronco-cónica la.<br />

. r ~ , Y<br />

unJan se efectÚa por enchufes, rellenando los huecos de las juntas con<br />

plomo ó con una aleación de dicho metal y esta110. Los iubos continuos<br />

ofrecen la ventaja de no necesitar soldaduras ó á lo menos<br />

de disminuir mucho su nÚmero, pues es fácil preparal: y manejar tubos<br />

de una sola pieza, mientras su peso no exceda de unos 70 kilogramos.<br />

Las uniones de tubos continuos se verifican tamlJién por enchufe,<br />

cuidando de abocardar uno de ellos y adel¡;'azar el otro.<br />

F~br~cación de tubos continuos.-Se hace llegar el plomo<br />

fundHlo a un molde de hierro colado, abdc (fig. 285), en cuyo eje se<br />

coloca un macho, ef, del mismo diámetro que el calibre de la pieza<br />

que se va á preparar: se obtiene así un tubo de plomo de paredes<br />

muy gruesas y de ()m,6 á Om,7 de altura. Por su interior se introduce<br />

una harra redonda de hierro, que sirve de alma, y así displ~esto<br />

se estir~ en laminadores acanalados, semejantes á los ya descrltos:<br />

se consIgue de este modo adelgazar las paredes del tubo hasta<br />

que adcluiera la longitud conveniente.<br />

En la actualidacl se aplica la prensa hidráulica, con muy buen éxito,<br />

á la fabricación de tubos continuos. Un vástago, V (fig. 286), unido<br />

invariahlemente al émbolo de una prensa de mucha fuerza, puede<br />

penetrar en un depósito, R, practicado en una sólida pieza de hierrO<br />

fundido; en el interior del depósito desliza un disco, P, provisto<br />

de una varilla, que constituye el macho del tubo. El plomo derretido<br />

se hace llegar al depósito por un emhudo, S, que se quita cuando<br />

aquel está lleno, cerrando la abertura con un tapón de rosca; se conserva<br />

Iícluido el metal, 'calentando la capacidad con un llOo'ar anular<br />

.<br />

t> ,<br />

provIsto (e 1 un tubo para dar salida á los productos de la combustión.<br />

En el extremo superior del depósito se coloca una hilera de acero, de<br />

diámetro igual al exterior del tuho, y que tiene su centro en la misma<br />

vertical del macho. Una vez lleno el depósito, se hace mover la<br />

prensa, que oblig'a á elevarse al émbolo, P, el cual empuja al metal<br />

liquido, forzándole á pasar entre la hilera y el macho; se forma así<br />

un tubo que se enfría y'solidifica al salir del aparato, y que se arro-<br />

013<br />

lla en el cilindro D. Hepitiendo las operaciones, llega Úalcanzar el tuha<br />

la longitud que convenga. La misma prensa sirve para hacer tu]JOs<br />

en trozos, pudiendo entonces suprimir se el emlmdo, S. Un aparato<br />

construido con arreglo al mismo principio que se acaha de explica]',<br />

funciona perfectamente en la fáhrica de D. Francisco López, estahlecida<br />

en Madrid, en el paseo de Santa Maria de la Caheza.<br />

Clasificación de los tubos.-Los tuhos de plomo se clasifican<br />

con nÚmeros, que dependen del espesor yel diámetro. En el comercio<br />

de Madrid hay tuhos desde el nÚm. 1 hasta el 20; pero en realidad los<br />

términos de la escala son 25, porque se han intercalado los nÚmeros<br />

1 1/", 5 1/~, li 1/2' G 1/2 Y 8 1/", El espesor varia desde 2 milímetros<br />

(nÚms. 1 á 5) hasta -4 milímetros (nÚms. 18 á 20); el diámetro,<br />

desde 8 milímetros que tienen los del nÚm. i hasta i 38, que miden<br />

los del 20. La escala detallada aparece en el siguiente cuadro:<br />

Peso<br />

aproximado<br />

Números Diámetros, ESlJcsor.<br />

del<br />

metro linea1.<br />

de los tubos. - -<br />

-<br />

Milímetros. M ilímetrot~. I{ iZogra1no.~.<br />

1<br />

,1<br />

2<br />

'/"<br />

3<br />

3<br />

4. '/"<br />

4 ti").<br />

5<br />

6<br />

61/.<br />

7<br />

8<br />

8<br />

,10<br />

H<br />

,15<br />

18<br />

20<br />

23<br />

25<br />

30<br />

35<br />

'¡.O<br />

:1- 1.-<br />

2<br />

2<br />

:2<br />

2<br />

2,5<br />

2,5<br />

2,5<br />

2,5<br />

3<br />

3<br />

3<br />

3<br />

0,75<br />

'1.00<br />

1,25<br />

'1,50<br />

2,00<br />

2,'25<br />

2,50<br />

2,75<br />

3,50<br />

'¡.,50<br />

6,00<br />

6,50<br />

,<br />

8<br />

9<br />

'/"<br />

,10<br />

H<br />

12<br />

,13<br />

H<br />

,15<br />

,16<br />

-17<br />

48<br />

,19<br />

50<br />

57<br />

68<br />

8,1<br />

93<br />

,105<br />

116<br />

427<br />

,1'¡.O ,15,1<br />

163<br />

178<br />

3,5<br />

3,5<br />

3,5<br />

3,5<br />

3,5<br />

3,5<br />

3,5<br />

3,5<br />

3,5<br />

.,<br />

u,tJ<br />

1, "<br />

.¡.<br />

7,50<br />

8,50<br />

'10,00<br />

1'1,00<br />

'13,00<br />

,15,00<br />

,17,00<br />

18,00<br />

20,00<br />

22,00<br />

'26,00<br />

32,00<br />

20 .188<br />

'l'<br />

49,00<br />

33


N limeros<br />

de los tubos.<br />

(¡B.<br />

Hay fábricas, como la de los hermanos de Heredia, en Adra, que<br />

adoptan la clasificación inglesa, en la que el diámetro disminuye a<br />

medida que aumenta el nÚmero, como se expresa en la siguiente relación<br />

de los tubos más usuales, que se construyen en aquel cstal)lecimiento<br />

industl'ial:<br />

Diámetl-o.<br />

Jí ilí"ietros. -<br />

1<br />

75,4<br />

2<br />

69,6<br />

3 63.7<br />

4 56,0<br />

5 50,2<br />

6 44,4<br />

7 37,6<br />

8 3.1,8<br />

9 29,0<br />

40 25,4<br />

H 22,1<br />

42<br />

,13<br />

14<br />

'19,3<br />

'15,4<br />

42,5<br />

APLICACIONES DEL PLOMO.<br />

El plomo en planchas se emplea en construcción para cuhiertas de<br />

azoteas y para canalones y repisas. Los tubos se usan con muchísima<br />

frecuencia, sobre todo para distribuciones de agua y de gas. El<br />

plomo fundido se aplica tamhién a rellenar huecos y establecer empotramientossólidos.<br />

.<br />

El plomo sirve asimismo para preparar algunos compuestos de<br />

gran importancia en la pintura de construcciones, conviniendo citar<br />

entre ellos, el albayalde, el minio y el litargirio.<br />

Forma multitud de aleaciones con otros metales, siendo suficiente<br />

indicar: 1.°, que los caracteres de imprenta se componen de 76<br />

partes en peso de plomo y 24 de antimonio; 2.0, que las aleaciones<br />

mas fusibles que se conocen y que se utilizaron para placas de las<br />

calderas de las mácIuinas de vapor, resultan de la mezcla, en propor-<br />

r<br />

515<br />

ciones variahles, de plomo, estallo y l)ismuto; 3.0, que la soldadura<br />

de plomeros, esta compuesta de 2 partes de plomo y 1 de estaÜo,<br />

ti de partes iguales de ambos metales; y 4. °, que la de hojalateros,<br />

que es más fusible que la anterior, encierra 2 partes de estallo y 1<br />

de plomo. También suele entrar el plomo, aumIue no como elemento<br />

esencial, en el latón, el bronce y otras ligas.<br />

Aparte de las aplicaciones reseñadas, que son las mas interesantes<br />

para el Ingeniero, el plomo tiene otras muchas, usándose para<br />

forrar capacidades Ú objetos destinados á contener líquidos, para la<br />

fahricación de balas y perdigones, para la de jugllCtes, etc., etc.


516 5,17<br />

ZINC.<br />

Propiedades.-El zinc ó cinc tiene un color blanco azula,do;su<br />

estructura es cristalina, como lo demuestran las fracturas rec]entes..<br />

en las que se notan lall1inillas alargadas y de bri!lo muy Ü~tenso. A<br />

la temperatura ordinaria es medianamente agrIO, quebrando se ~l<br />

golpearlo con un martillo; esta ba sido l,a c~usa. :le que eJ~la .~~tl-<br />

O"Üedadno se empleara más que para la falmcacIOn del latan, ]


518<br />

La mezcla de sulfato y óxido se tritura y después se lava perfectamente,<br />

obteniendose como resultado el óxido, pues el sulfato queda<br />

disuelto; una vez separado el óxido, basta reducido por el carbón en<br />

hornos an:'tlogosá los que se emplean en el tratamiento<br />

na, que se explicarán en seguida.<br />

de la calami-<br />

Tratamiento de la calamina-Se conocen tres métodos<br />

para extraer el zinc de la calamina, que son: el silesiano, el inglés y<br />

el belga; diferenciándose tan sólo en la disposición de los hornos y<br />

en las clases y modos de aplicar el combustible, pues es idéntico el<br />

principio en que se fundan. Se indicará brevemente el procedimiento<br />

belga, por ser el más importante<br />

la Real CompaiiíaAsturiana.<br />

y el que se aplica en Espaiia por<br />

La teoría dellJeneficio de la calamina consiste en transformada<br />

en óxido de zinc, por la calcinación,<br />

del carbón.<br />

y en reducir el óxido por medio<br />

C.UCINAClóN.-Para la torre facción de la calamina se usan hornos<br />

de cuba de muchas clases, que varían de una fábrica á otra. Uno de<br />

los que mejores resultados producen en Bélgica es el representado en<br />

corte en la figura 287. Es de forma tronco-cónica y se calienta con<br />

dos hOlYareslaterales u alimentados con hulla, v. cubiertos con una hó-<br />

veda de la que parte una canal, en comunicación con el interior del<br />

horno por 20 aberturas, o, o, de un deeímetro cuadrado de sección,<br />

dispuestas en cuatro ó cinco filas. En la parte inferior del horno hay<br />

practicadas dos aberturas rectangulares, A ,A, destinadas á dar salida<br />

al mineral calcinado. Con objeto de facilitar la extracción, la plaza<br />

está constituida por dos placas de hierro colado, {,f, inclinadas á 45°,<br />

que dividen la columna descendente de mineral. La torrcfacción es<br />

continua; la calamina se echa por la parte superior y se mezclan los<br />

pedazos gruesos con los lJequeños, á fin de dejar paso á la llama. El<br />

mineral pierde el agua y el anhidrido carbónico; el óxitlo de zinc obtenido,<br />

se tritura y criba, y queda en disposición de someterlo á la<br />

acción del carh'Ón.<br />

.<br />

HEDucc¡óN.-EI aparato de reducción (fig. 2(8) se compone de<br />

cuatro hornos yuxtapuestos; cada uno de ellos cubierto por un cañón<br />

cilindrico, .4, cuya arista superior dista 2m,60 de la plaza. La parte<br />

posterior del horno esta formada por un muro, bct, algo inclinado; la<br />

anterior, ae, esta completamente abierta. El hogar, F, se encuentra<br />

51H<br />

cnla zona inferior; hasta hace algunos a116s,se cnbria con una bóveda,<br />

como indica la figura, y la llama penetralJa en el horno por cuatro<br />

aberturas o, o; pero en el dia no se construye bóveda, y el hogar y el<br />

vientre del horno están en comunicación directa. Los prodnctos de la<br />

comlmsti('m, después de haber pasado por el compartimiento A, salen<br />

por tragantes, u, u, y van á parar á una chimenea provista de registros,<br />

T, T, para poder activar más ó menos el tiro. En cada horno<br />

se colocan lUJOS42 crisoles de arcilla refractaria, de forma cilindrica,<br />

bct(fig. 2(9), cerrados por un extremo y abiertos por el otro, y<br />

cuyas dimensiones son i m,1Ode longitud, Orn,15 de diámetro y Om,05<br />

Ó Om,04 de espesor. Al extremo abierto del crisol se adapta un tubo<br />

cónicode hierro fundido, Gel (fig. 290), que mide Om,40de longitud y<br />

hace veces de condensador, y finalmente, á este tubo se une una alargadera<br />

de palastro, e{ (fig. 291), tal cIue en su extremo más delgado<br />

tiene un calibre de Om,02. Los crisoles se acondicionan en el horno<br />

(fig. 2(8), en ocho filas horizontales, para lo cual la pared posterior,<br />

bd, presenta ocho banquetas salientes, en las que se apoyan las<br />

culatas de los crisoles; en el paramento anterior del horno, hay dispuestas<br />

otras tantas placas de hierro colado sostenidas por ladrillos,<br />

que sirven para recibir los extremos abiertos de los crisoles. Se tiene<br />

cuidado de dar á estos una pequeÜa inclinación lJacia adelante.<br />

Para poner en marcha un horno nuevo, se empieza por tapiar<br />

la cara anterior con fragmentos de ladrillos y de crisoles viejos cogidos<br />

con mortero. Se enciende un fuego poco intenso, que se aumenta<br />

gradualmente, y se deja asi unos cuatro días, al calJOde los cuales<br />

se va demoliendo la pared anterior y colocando los crisoles, que de<br />

antemano se han calentado al rojo en un horno especial; se tapan<br />

con mortero los intersticios que queden entre los crisoles y el muro,<br />

y por último, se adapta á cada uno de aquellos su condensador de<br />

hierro fundido. Una vez dispuestos los crisoles en el horno, se introduce<br />

en ellos una pequeÜa cantidad de mineral y de carbón; sucesivamente<br />

se va aumentando la carga, y hasta después de algunos dias<br />

no empieza á marchar el horno con regularidad. La calamina se<br />

mezcla con carbón y un poco de agua en cajas de madera; la carga<br />

se compone de 500 kilogramos de mineral calcinado y 250 de hulla<br />

seca pulverizada, que se unen intimamente con una pala de l]jerro.<br />

Se limpian hien los crisoles, I[uitando los residuos de operaciones


520<br />

anteriores; se echa la mezcla con palas de palastro (Hg.282), de forma<br />

semicilíndrica y mango bastante largo; y cuando ha terminado la<br />

carga, se actiya el fuego, y se desprende pronto gTan cantidad de<br />

óxido de carhono, que arde con llama azul al salir por los condensadores.<br />

Al caho de algÚn tiempo, la llama adquiere Dlás hrillo y<br />

toma un color blanco verdoso, apareciendo humos blancos, lo que<br />

indica que empieza entonces la destilaciÓn del zinc, y en ese momento<br />

es cuando se adaptan las alargaderas de palastro. Por mucho cuidado<br />

que se ponga en la marcha de la operación, para que todo el<br />

horno adquiera próximamente la misma temperatura, el calor es<br />

siempre menor en la lJarte alta; por esta razÓn se tiene cuidado de<br />

colocar en los erisoles superiores el mineral más fácil de reducir,<br />

que suele ser el procedente de calaminas l'o/as, que están muy cargadas<br />

de Óxido de hierro, y en los crisoles bajos se introduce el producto<br />

de la calcinación de calaminas blancas, que tienen menos cantidad<br />

de aquel óxido.<br />

Después de transcurridas unas dos horas, un operario quita las<br />

alargaderas y las sacude encima de una vasija de palastro, separándose<br />

así una suhstancia muy tenue, que recibe en metalurgia los nombres<br />

de polvos ó cadmias, compuesta de zinc y de óxido de zinc, y<br />

que se aiiade al mineral destinado á las reducciones siguientes. Entonces<br />

otro operario aproxima á la abertura de cada condensador<br />

una cuchara ó cazo de palastro, mientras que el primero introduce<br />

en lbs crisoles una varilla de hierro, con la que hace salir el zinc<br />

destilado, el cual se halla acumulado, en estado liquido, en la parte<br />

inferior, procurando al propio tiempo que se separen las g'otas de zinc<br />

adheridas á las paredes del condensador. El zinc líquido recogido en<br />

los cazos está cubierto de crasas metálicas formadas principalmente<br />

de óxido; se quitan con esmero, y se vierte el metal en moldes,<br />

que le dan la forma de tortas rectangulares, de 30 á 35 lÜlogramos<br />

de peso. En seguida se vuelven á colocar las alargaderas de palastro<br />

y se continÚa la operación otras dos horas, al cabo de las cuales<br />

se extrae el zinc, y así se continÚa hasta que termina la campaña.<br />

S~ procede luego á limpiar los crisoles y á reemplazar los que se<br />

hayan inutilizado.<br />

La calamina da por este tratamiento 31 por 100 (le zinc y 11<br />

á 12 por 100 de residuos, que se podrían aprovechar elevando más<br />

52'1<br />

la temperatura del horno; pero esto tendria el incol1Yenielltede que<br />

los crisoles de arciJIa se deformarían con mucha rapidez.<br />

Por lo general, funcionan los hornos uos meses consecutivos: transcurrido<br />

este período, hay que parar los trabajos para componer los<br />

hogares.<br />

TnAllAJO DEL ZINC.<br />

Zinc fundido.-El zinc qne sale de los hornos de reducción es<br />

de primera<br />

el comercio.<br />

fusión, y hay que volverlo Ú derretir para expendedo en<br />

La segunda fusión se hace en reverberos de plaza eJípl.ica y algo<br />

inclinada, parecidos á los que se usan para el beneficio de la galena<br />

por reacci¡)n. En el punto más l)ajo de la plaza se dispone un crisol<br />

semiesférico, en que se recoge el metal fundirlo. ]bste pasa desde el<br />

crisol á otros moldes que le dan la forma de tortas, de espesor proporcionado.<br />

Zinc laminado.-Las placas ue zinc de segunda fusión, se someten<br />

de ordinario á la acción de laminadores para darles la textura<br />

y el espesor que se desee; pero siendo el zinc bastante agrio á<br />

la temperatura ordinaria, es necesario caldeadas antes en tUl segundo<br />

horno, que por lo comÚn va unido al en que se verificó la Última<br />

fusión, utilizándose para elevar la temperatura los gases calientes<br />

procedentes de éste. Cuando las placas están á poco menos de 100",<br />

se hacen pasar por laminadores ue hierro colado: en el momento que<br />

tienen el grueso correspondiente, se cortan en ho,ias rectangulares<br />

de la anchura y longitud<br />

de nuevo.<br />

que convenga; los desperdicios se funden<br />

CUSIFICAC¡ÓNDE LASPLANCIL\.s.-El zinc en planchas se distingue<br />

en el comercio con nÚmeros, que dependen de los espesores. La<br />

mayor parte ue las fábricas clasifican las plancbas en 26 nÚmeros:<br />

el nÚm. 1, tiene Omm,05 de espesor; el grueso aumenta con los nÚmeros,<br />

siendo el del 26 igual á 2111111,78. El nÚm. 14, de Omm,87<br />

de espesor, es el más empleado en la construcción de cubiertas; los<br />

15,16 Y 17, cuyos gruesos respectivos son Omm,96, 1,11 y 1,23,<br />

se usan principalmente para forros de huques.<br />

Por lo comÚn, las planchas de zinc tienen 2 metros de largo y un


N(,mero8.<br />

Espesor<br />

DIMENSIONES Y PESOS DE LAS PLANCHAS.<br />

Peso<br />

de las chapas<br />

de zinc.<br />

PARA FORRO DE BUQUES.<br />

_#.-........ --<br />

PAR,A CUBIERTAS Y OTROS nROS.<br />

.-A.. --<br />

aproximado<br />

del<br />

Ancho, Om,35. Ancho, Om,


52-1-<br />

APLICACIONES DEL ZINC.<br />

El zinc en planchas se emplea en construccion, como ya se ha<br />

visto, para forro de barcos y cubiertas de edificios, y puede reemplazar<br />

al plomo para revestir azoteas, para canalones, repisas, ete.<br />

Con el metal laminado se preparan tamhién tuhos de diametro bastante<br />

considerahle, que se usan para bajadas de aguas plmiales, condnccion<br />

de aguas sulfl1rosas y otras aplicaciones.<br />

El zinc forma multitud de aleaciones, debiéndose citar en primer<br />

término el latan, como se indico al hahlar del cohre, y en segundo<br />

el hronce, en cuya composicion suele entrar, por más que no sea<br />

elemento esencial. Se emplea asimismo el zinc para cubrir otros metales<br />

fúcilmente oxidables y protegerlos contra la oxidacion, sohre<br />

todo el hierro, que, cuhierto de una delgada capa de zinc, da lugar al<br />

ltiel'1'ogalvanizaclo, que más adelante se estudiará.<br />

El zinc se aplica tamhién a la preparacion del oxido, IIue en pintura<br />

recibe el n0111hrede blanco de zinc.<br />

Ademas, este metal tiene hastante importancia en la industria<br />

para forrar el interior de cajas destinadas á contener líquidos; y para<br />

la' construcción de baÜos y de una porción de ohjetos domésticos y de<br />

lujo, como candelabros, relojes de sohremesa, pies de lampara, figuras<br />

de adorno, etc., etc. Con harnices a propósito, el zinc imita perféctamente<br />

al hronce.<br />

!?21;¡<br />

ESTAÑO (1).<br />

Propiedades.-El cstclIio tiene un color hlanco ligeramente<br />

azulado y un l)rillo hastante parecido al de la plata; es de sahor y<br />

olor desagradahles, hlando, algo dÚctil y en extremo maleable, hasta<br />

el punto de hacerse con él láminas del grueso de una hoja de papel,<br />

que se conocen en el comercio con el nomhre de papel cle est(l/io. Su<br />

densidad no pasa de 7,5 cuando está fundido, pero puede elevarse un<br />

poco por la acción de martinetes y laminadores; el estaÜo del comercio<br />

contiene otros metales que le hacen más denso; así es, que de<br />

ordinario su peso específico se acerca a 7,6 Y puede juzgarse de su<br />

pureza por la densidad. Se funde á la temperatura de 2~Oo; es p~co<br />

volátil y tiene estructura cristalina, á la que dehe el somdo especIal,<br />

Ó grito del estalio, que se produce al dohlar las harritas. La eonstitución<br />

cristalina se evidencia atacando la superficie del estaÜo con un<br />

áe,ido, que pone los cristales al descubierto, y al reflejarse en ellos la<br />

luz, da lugar al fenomeno de los anillos coloridos. El grito del estatio<br />

sirve para apreciar su pureza, pues el sonido es tanto más claro<br />

cuanto mayor sea aquella.<br />

El ácido nítrico ataca al estario, convirtiéndolo en ácido estánico,<br />

que no es soluble en dicho reactivo; el Único metal que goza de una<br />

propiedad semejante es el antimonio. El estaÜo puro presenta al solidificarse<br />

una superficie lisa por completo, lo cual no sucede cuando<br />

encierra suhstanciasextraÜas, que le hacen tomar aspecto cristalino.<br />

Ala temperatura ordinaria, el estaÜo no se altera sensihlemente, expuestoal<br />

aire libre.<br />

Acausa. de su gran maleahilidad,<br />

.<br />

el estaÜo no puede pulvenzarse<br />

(1) Por mÚs que científica mcnte deba c]asificarse el estañ,oe~t:e los mctaloides,<br />

en sus aplicaciones se considera como meta], lo que JustIfIca que se<br />

estudie en este sitio.


a26<br />

directamente, pe¡'o se convierLe en polvo fuudiéndolo y agitándolo<br />

con fuerza, mientras se enfría.<br />

Menas;-La mena principal del estallo es el dciclo 1I!ctastiÍnico,<br />

. llamado también casiterita, cuya fOrmula es S1I0'. Se halla asimismo<br />

el estailo en comhinación con el azufre y otros sul1'uros en la<br />

pirita de estalla, cuya fórmula viene á ser<br />

Cu2S, SnS2 + (FeS, ZnS)2 SnS2.<br />

La casiterita se extrae de filones ó capas, ó de terrenos de aluvión;<br />

la que proviene de estos Últimos es mucho más pura que la de<br />

manes, pues aquella ha estado durante largo tiempo sometida á la<br />

acción del agua, sufriendo, por tanto, un lavado natural.<br />

Los principales criaderos de menas de estaÜo radican en Cornwall<br />

(Inglaterra), en Sajonia, en Bohemia y en Banca y lUalacca (India),<br />

siendo muy notables por su pureza los estaiios de esta Última<br />

región y algunos de los ingleses.<br />

METALURGIA DEL ESTANO.<br />

Preparación mecánica. -Los minerales de estaiio se someten<br />

á la acción de hocartes, después de hien pulverizados para separar<br />

mecánicamente las gangas. La clasificación se hace en muy lmenas<br />

condiciones, á causa de la gI'an diferencia que hay entre las densidades<br />

de la ganga y del ácido metastánico, hasta el punto de que<br />

puede aplicarse con ventaja á arenas que no contengan más que 0,5<br />

por 100 de estaÜo.<br />

El mineral ohtenido, en el caso mÚs desfavorahle, esto es, cuando<br />

procede de filones, se compone de ácido metastánico y de algunas -<br />

combinaciones metálicas densas, como sulfuros, arsenisulfuros, óxidos<br />

de hierro cristalizados, etc. Se le somete á una torl'efacción al<br />

aire lihre ó en 1101:nos,queno ataca al ácido y oxida y desagrega parcialmente<br />

á los sulfuros y arsenisulfuros; de manera que si se vuelve<br />

á llevar el mineI'al á los bocartes, se reducen á polvoi:inpalpable<br />

las substancias calcinadas, y el ácido metastánico apenas experimenta<br />

alteración. Un lavado en mesas durmientes ó de percusión, basta<br />

para recoger mi nÚneral, que da á veces más de 50 por 100 de esta-<br />

527<br />

Ilo metálico, alU1cluefuesen pobres las materias<br />

operar.<br />

con que se empezó á<br />

Reducción.-En Sajonia se funde el mineral en un horno de<br />

manga (fig. 2(3), cuya altura es de 3 metros próximamente. La cuba<br />

está formada por UlIpl'isma recto de base trapecial, A, que tiene<br />

la camisa con~tituída por losas de granito; el horno queda abierto por<br />

la part~ super~or, y la plaza, ]J, que es de granito (Jpórfido, presenta<br />

una calda hacIa la parte delantera, donde está el orificio de sangría,<br />

que se. tapa con brasca. Las materias fundidas van á parar á un<br />

antecrlsol B, formado por losas W'stidas también de carbonilla' el<br />

a~ltecrisol comunica por su parte inferior con una caldera, e: de<br />

~llerro colado. En la pared posteriol' del horno hay una tobera, que<br />

1~1yectap~r o, de 5 á Gmetros cÚbicos de aire por minuto. Por ÜltImo,<br />

enCll1ladel horno se colocan unas cámaras de condensación<br />

para recoger los polvos arrastrados<br />

tos de la combustión.<br />

mecánicamente por los produc-<br />

. Descrito ya el horno, se estudiará la marcha de la reducción. Se<br />

mtro(lucen en la cuba el IDineral y el carbón, por capas, ailadiendo<br />

como fundente escorias de operaciones anteriores, en proporción de<br />

25 por 1O~ de la ~eJ~a; el óxido de carbono que se produce hasta<br />

p.ara reducIr la caslt~rlta. Las gangas son, por lo general, muy fusIbles<br />

y forman eSCOrlaspastosas, que, juntamente con el estaño fundido,<br />

~e reciben en el antecrisol. Se espuman las escorias con frec.ueI~Cla,yen<br />

el momento que aquella capacidad está llena de metal<br />

liqUIdo, se abre el agujero de colada y pasa el estaÜo fundido {, la<br />

cald~ra. Se agita con una rama de madera verde, que se carboniza<br />

parcIalmente en el líquido caliente, produciéndose una ebullición<br />

debida á un. des~rendimiento de gases, que hace subir á la superfici~<br />

las crasas dI~enllna~~s en el metal, al mismo tiempo que reduce al<br />

estado metálico al oXIdo de estaÜo, que pudiera estar disuelto. Cuand.o,<br />

el metal se halla á una temperatura poco superior Úla de su fu-<br />

SIOn,<br />

~e sa~a en cazos y se vierte en los moldes para fqrmar los lingotes<br />

o galapagos (le estaJio, que suelen llamarse tamlJién salmones.<br />

El, metal menos denso, que constituye las capas superiores, es el<br />

mas puro; el que ocupa la parte inferior<br />

los cuerpos extraños.<br />

encierra la casi totalidad de<br />

En Inglaterra se somete elminerai que proiriene de arenas estani-


528<br />

feras á un procedimiento lUuy semejante al que se acaba de exp.oner.<br />

Los hornos de cuba son más altos que los empleados en SaJonia,<br />

llegando á tener una eleración de 5 y (j metros. No se intr?duce<br />

en los moldes más que el estallo contenido en ,las capas supe.nores<br />

del crisol, fundiendo de nuevo todo el resto. A veces se calIentan<br />

los lingotes á una temperatura superior á i 00°, y se dejan caer desde<br />

cierta altura sobre un suelo enlosado; el metal, que es muy quebradizo<br />

á aquel grado de calor, se divide en pequeÜos fragmentos<br />

cristalinos, oJJteniéndose así el estaiw en lárrimas, más puro y apr.edado<br />

que el de galÚpagos. El estallo fUllllido procedente de la InclIa,<br />

se expende á menudo en forma de pirámides cuadrangulares t.runcadas,<br />

que se llaman sombreros; el metal es muy puro y tan estImado,<br />

por lo menos, como el estallo en lágrima~. ,<br />

Afinación.-Elmineral<br />

"<br />

de filones tIene muchas mas Impmezas<br />

que el qne proviene de terrenos de aluvión; asi es q~lCel estallo .(~uc<br />

resulta del beneficio de aquellas menas, se somete a una afinaclUlI,<br />

que consiste en calentar lentamente el metal, en la plaza de un horno<br />

reverbero. El estallo es el primero 'que se funde, y como la plaza<br />

está inclinada hacia el canillero, se puede recoger el líquido en un<br />

crisol ó caldera; en la plaza queda una aleación de estallo y los de~<br />

más metales. Este afino pOI' licuación, hay que repetido<br />

se quiere prel)arar estallo muy puro.<br />

ti veces, SI<br />

TRABAJO DEL ESTAÑO.<br />

Estano en barras.-El estallo se haIla con frecuencia en el<br />

comercio cn forma de bauitas. Para preparado no hay más que<br />

fundir el estaiio y verter el líquido en moldes tubulares del tamaÜo<br />

que se desee. . . . , .<br />

Papel de estano.-EI estallo se utIlIza tal1l~)WI~lanIlnado ~n<br />

hojas sumamente delgadas. El papel de estaÜo se faln:lca por n:ecJ¡o<br />

de martinetes, no empleando más que metal de prImera calId,ad,<br />

que se empieza por moldeado cn placas, las cu~les se S?~leten a !a<br />

aeción de martinetes hasta reducir su espesor a tUl mIlImetro. 1


530<br />

dustria, pues entra aquel metal en varias de las que se nombraron<br />

en artículos anteriores; en este caso se encuentran el bronce, muchas'<br />

veces el latón, las soldaduras y las ligas fusibles. Á estas aleaciones<br />

debe aiiadirse la amalgama de estaiio con que se azogan los espejos.<br />

También se emplea en grande escala para proteger metales fácilmente<br />

oxidables. Los utensilios de cobre que se usan en la preparación<br />

de alimentos, se estaiian por su parte interior, pero el ejemplo<br />

más notable es la estaiiadura de chapas de hierro, que da lugar á la<br />

hoja de late!.<br />

Descuhriendo la textura cristalina, en la capa exterior de la hoja<br />

de lata, por medio de ácidos, se preparaba hace algunos aÜos elllamado<br />

muare metálico, por la semejanza de sus aguas y reflejos con<br />

los de la tela de aquel nomhre. Con este material se fabricabaI~ petacas,<br />

cajas de rapé y de mÚsica, etc., á las que se daba color y un<br />

barniz transparente que dejaba ver las cristalizaciones; en el día son<br />

poco comunes estos objetos.<br />

531<br />

ALEACIONES Ó LIGAS METÁLICAS.<br />

De la multitud de aleaciones qne se emplean en la industria súIo<br />

se daráu el conocer: 1.°, el latón y los bl'O/lccs,por su importan~ia en<br />

las construcciones y en la maquinaria; 2. °, las ffue resultan de extender<br />

sobre un metal una capa delgada de otro, como la hoja lle lata<br />

y el hierro galvanizado.<br />

LATÓN.<br />

. Propiedades.~Ellatón es una aleación, en proporciones muy<br />

dIversas, de co.bre, ZIllC,estaüo, plomo y algunos otros cuerpos, siendo<br />

los dos prImeros los elementos esenciales. El latón es de color<br />

amarillo, que se asemeja más ó menos al del oro, segÚn la cantidad<br />

de cobre que .c~~Itiene;.su densidad es muy variable, pues depende<br />

de la composlclOn, oscIlando entre B,4 Y B,9. Es mas duro que el<br />

cohre, pr~piedad á que dehe principalmente su aplicación, pues éste<br />

es den~asIa(~o hlan~o para estirado en hilos y extenderlo en planchas.<br />

.J~II~tOl~es du~tIl, maleable, se funde con facilidad y s~ molde.~<br />

Inen; a dIferencIa del acero, se ahlanda calentandolo al rojo y enfnandolo<br />

de repente por la inmersión en agua. Expuesto al aire, se<br />

cubre de una capa verdosa formada principalmente de hidrocarhonato<br />

cÚprico; los objetos que no pueden limpiarse con frecuencia<br />

y que han de estar sometidos á las influencias atmosféricas, se enlucen<br />

con un betÚn formado de laca disuelta en alcohol y colorido con<br />

un poco de sangre de dr~g~. Cuando se destina el latón á piezas que<br />

hayan de tornearse, es ll1dlspensable aüadir al cobre v al zinc alO'o<br />

de plomo, a veces más del 2 por 100, porque de lo cont~ario el Dle~l


I<br />

PROPORCIONES EN PESO.<br />

Cobre. Zinc. Estaño. Plomo.<br />

Latón para objetos torneaclos. 6,1 36 0,5 2,5<br />

ldem en alambres.<br />

"'"<br />

.... 65 34 O,B 0,5<br />

lclem para forros de barcos<br />

(metal de Muntz). . . .. . . . .. 60 40 ») »)<br />

532<br />

embota la lima. Una corta cantidad de estaÜo facilita también el trabajo<br />

del latón.<br />

Preparación.-Se prepara el latón fundiendo cobre en granalla<br />

con zinc procedente de recortes de planchas. La fusión se vedüca<br />

en crisoles y hornos reverberos; aquellos son de arcilla refractaria<br />

y forma cónica, pudiendo contener cada uno hasta 58 kilogramos<br />

de lat6n. En un reverhero de sección cuadrada ó circular, se<br />

colocan 4 Ú U crisoles; por lo general, se usa COl110comlmstible cok.<br />

Fundido el metal, se moldea en lingoteras de hierro si se ha de laminar,<br />

y en arena si se han de construir objetos fundidos.<br />

Aplicaciones.-Ellatón se emplea para el forro de barcos por<br />

casi toda la marina mercante inglesa; para piezas de máquInas; para<br />

multitud de ohjetos en construcciones urbanas, como llamadores,<br />

molduras, etc.; para construir alamhres, que reemplazan á los<br />

ordinarios de hierro, cuando por cualquier circunstancia no conviene<br />

usar este metal; y en otra porción de aplicaciones menos importantes<br />

para el Ingeniero, como fabricación de ohjetos de uso doméstico<br />

ó de adorno, alhajas falsas, alfileres, etc., etc.<br />

Á contilluaci6n se especifican las composiciones de diversas clases<br />

de latón; las dos primeras del)en considerarse como términos medios.<br />

Sin embargo, las diferencias de unas á otras no son muy grandes, y<br />

puede decirse que, en general, la relaci6n que existe entre el cohre y<br />

el zinc contenidos en el latóri, no se aparta mucho de la de 5 á 2.<br />

Metal delta.-EI delta es una aleación formada de col)re, zinc<br />

y hierro, preparada muy recientemente por D. Alejandro Dick, de<br />

Londres, y C[ne no difiere del latón ordinario más que en contener<br />

vierta cantidad del Último metal nombrado. Se sahía ya hace tiempo<br />

que .el. lat()ncon<br />

1:$33<br />

peflueiias cantidades de hierro gozaba de mejores<br />

cO:ldlc:?ne~ que e~ ordinario, pero no se había podido llegar á la fahncaclOn<br />

mdustnal de esta aleaci6n, pOl'fIlle en el momento que se<br />

trataba de obtener el producto en grande, resultaba un metal falto<br />

de hO~logeneidad. Las investigaciones de Dick pruehan (Iue el inconvelllente<br />

desaparece, empezando por preparar una comhinaci6n<br />

en lH'?porciones definidas, de hierro y zinc, y aÜadiendo después co~<br />

h:'e. A este efecto, se calientan los crisoles que contienen el zinc fundIdo:<br />

en h~r.nos de temperatura constante, cuidando de que no llegue<br />

,volatlhz.arseel metal, y se a11~den seguida el hierro, en la pro-<br />

~<br />

porClOnaproxImada de 5 por i OO.A la liga de zinc y hierro se a°Tega<br />

después la cantidad de cobre 6 de cohre y zinc que se considere<br />

oportuna, obteniéndose así un metal perfectamente homoo'éneo.<br />

. Esta aleaci(~n ~s, con rela~ión al latón, lo que el acero ~especto al<br />

II.I~rro; las prmclpales ventajas del delta son la resistencia y la elastIcIdad.<br />

Aunque el nuevo metal se aplica ya á la construcción naval<br />

á la ingenie:Ía la maquinaria, su agI'adahle aspecto ha hecho qu~<br />

! ~<br />

desd.e u~ prmCIpI? ~e use en la fabricación de objetos de adorno y de<br />

escntono, guarmclOnes de tiro, etc.<br />

BHONCES.<br />

Propieda~es.:-Los metales que entran en la preparación de<br />

los bronces ord,narlOs,son casi los mismos que en el latón, sólo quc<br />

en aqu~llos los elementos esenciales son cohre y esta110,y eL!.éste cobre<br />

y Zinc.<br />

m bronce, que se considera como el primer metal de que hicieron<br />

uso las so.ciedades hun~anas, es de composición muy variada y con<br />

e~]~ expenmcnta C~ll1J)lOSnotahles en su apariencia y condiciones<br />

f¡SIcas. El hronce tIene un color amarillo tanto más suhido cuantomayor<br />

es la dosis de c?bl'e ~ue encierra; es más duro y tenaz que<br />

aquel metal y hastante mas fusIble; su textura es de °Tano fino cuando<br />

está bien faJ)l'icado; puede recihir lÍu hermoso ;ulimento: Como<br />

regla general, su peso específico es mayor que el término medio del<br />

de los metales que lo componen; la densidad del hroncc empleado en


531<br />

artillería oscila entre 8,4 Y 8,9. Expuesto a las influencias atmosféricas,<br />

se cubre de una cutícula oxidada, de color verde aceitunado,<br />

que recibe el nomhre de pátina, y que es muy perceptihle en las estatuas<br />

colocadas al aire libre; la pátina da a éstas un aspecto muy<br />

agraclahle, así es que se procma formada artificialmente en muchos<br />

bronces modernos, empleando disoluciones algo ácidas, que se extienden<br />

en capas ll1uy delgadas sobre las estatuas, columnas, etc. El<br />

bronce, lo mismo que el latón, se ahlanda cuando, después de calentado<br />

al rojo, se enfría con rapidez en el agua.<br />

Por lo demás, ya se ha inclicado que sus caracteres fisicos varían<br />

con su composición; á medida que aumentan las proporciones de estaiio<br />

adquieren los bronces ordinarios más dureza y se hacen más<br />

agrios; en cambio, forzando la cantidad de cobre, resultan metales<br />

más tenaces, de mayor ductilidad y que pueden moldear se en mejores<br />

condiciones. Es claro que convendrá que dominen unas Ú otras<br />

propiedades, segÚn los ohjetos que se quiera construir.<br />

Fabricación del bronce.-'-Se harán breves indicaciones sobre<br />

este particular. El bronce destinado á campanas, a piezas de artillería<br />

y á ohjetos que hayan de sufrir grandes esfuerzos, se prepara,<br />

por lo general, en reverberos de plaza circular ó elíptica, y á veces<br />

rectangular; el metal líquido se vierte en moldes, dispuestos de<br />

un modo algo semejante al que se explicó al hablar de la fundición<br />

del hierro en greda. Respecto á la fabricación de caiiones, conviene<br />

advertir que en EspaÜa se elabora de antemano el bronce y se forman<br />

con él torales, que se funden después para el moldeo de las<br />

piezas.<br />

El bronce usado en estatuas y objetos de ornamentación es muy<br />

comÚn preparado empezanclo por hacer dos aleaciones, una de cobre<br />

y zinc y otra de cobre y estailo, que se funden luego juntas para<br />

obtener la triple que debe constituir el metal; la adición de zinc hace<br />

que el bronce se preste bien al trabajo de la lima y el cincel.<br />

Durante mucho tiempo se procmó fundir de una vez las estatuas<br />

de gran tamaiio, los bajos relieves, etc., y la dificultad de que el nIetal<br />

se mantuviera perfectamente derretido al correr por todas las partes<br />

del molde, hacia que con mucha frecuencia se estropeasen piezas<br />

grandes y se destruyeran moldes cuya construcción era costosa. En<br />

el día el moldeo de aquellos objetos se hace en trozos pequeÜos, que<br />

535<br />

se sl~eldan despu~s con bronce más fusihle y se sujetan con colas<br />

de 11lllano: huen ejemplo presentan los leones que decoran el pórtico<br />

del Congreso, uno de los cuales se fundió en 2.271 piezas, sin contar<br />

las colas, que se vaciaron aparte y se soldaron después de hechos<br />

los le.on~s. El m~ldeo se verifica en arcilla ó arena, especialmente en<br />

esta ultIma, de]nendo tener gran esmero en la elección de los trozos<br />

ó.lo que pudiera llamarse el despiezo, para que las uniones se per~<br />

clban poco y el modelo no pierda su carácter.<br />

Aplicaciones.- Ya se han indicado al tratar de la ohtención<br />

del bronce muchas de sus aplicaciones. Sin embargo, los Últimos<br />

ade~antos introducidos en la fabricación del hierro fundido y en especIal<br />

del acero, le han hecho perder bastante importancia. Á pesar<br />

de todo, el hronce se usa en la actualidad para hacer monedas, camp~nas,<br />

e~tatua,s, columnas, balaustradas, fuentes, objetos de lujo y<br />

pIezas sUjetas a gTandes rozamientos, como cojinetes, tejuelos, apoyos<br />

de máquinas, etc. También se emplea para la construcción de<br />

los espejos metálicos de los telescopios.<br />

. ,Composición de los bronces ordinarios.-La composi-<br />

C~O~l de los bronces,. segÚn ya se apuntó, es en extremo variable, y<br />

facllmente se comprende que debe ser así, en atención á la heteroO"eneidad<br />

~e los objetos á que se aplica. Claro es, por ejemplo, que ;ara<br />

espejos de telescopio convendrá forzar la proporción de estailo,<br />

pues a~uelIos han de ser muy duros para adquirir un pulimento perfecto,<br />

Importando poco que el metal no sea tenaz; tampoco necesita<br />

tener esta Última propiedad, en alto grado, el bronce para campanas:<br />

pero ya exige más condiciones di: fusibilidad, y so])re todo de sonorI~lad;<br />

el ])ronce para caiiones y macluinaI'ia requiere gran resis-<br />

~enc.la, á la par que propiedades que permitan trabajarlo ])ien, lo que<br />

JustIfica el emplear toda la cantidad de cobre que sea compatible con<br />

la dureza que necesita y que le comunica el estaiio; por Último, el<br />

metal estatuario sólo ha de satisfacer á los requisitos de ser de aspecto<br />

agradable, prestarse bien al trabajo y tener bastante fluidez<br />

para. llenar los moldes y reproducir los menores detalles, circunstanCIas<br />

todas que explican que e] metal se aproxime<br />

dosis de sus elementos.<br />

al ]atónen las<br />

El siguiente cuadro comprende<br />

males de algunos bronces:<br />

las proporciones medias centesi


536 1)37<br />

Cobre. Estaiío.<br />

PROPORCIONES EN PESO.<br />

I<br />

Zinc.<br />

I<br />

Plomo.<br />

Bronce para estatuas.. . . . . 91,4. -1,7 5,5 -1,4<br />

Idem para campanas.... .... " 75 21\ » »<br />

Idem para cañones. . . . . . . 90,1 \1,9 » »)<br />

Idem para cojinetes. " 88 -12 » »)<br />

Idem para instrumentos ""'" cor-<br />

87,7<br />

)) ))<br />

tantes.<br />

'12,3<br />

Idem para'''''''''''''''''' monedas. ..,.... W'<br />

.;)<br />

4.<br />

))<br />

1<br />

))<br />

Idem para espejos metálicos. 67 33<br />

»)<br />

Los guarismos del cuadro precedente estan en armonía con las obsenaciones<br />

que se ban hecho respecto Úla composiciÓn que han de<br />

tener los bronces, segÚn la obra Ú que se destinan. Los nÚmeros referentes<br />

al bronce estatuario, son el término medio de los que resultan<br />

para las estatuas construÍdas en VersalIes en el siglo XVII,por<br />

los hermanos KeIler, célebres.fundidores suizos. Las proporciones del<br />

metal para campanas son ordinariamante las que seiiala el cuadro,<br />

pero debe advertirse que es frecuente aÜadir plomo y zinc, hasta cerca<br />

de 10 por 100 entre ambos; así se hace hoy en Inglaterra, por<br />

m¡ís que autoridades en la materia lo conceptÚen perjudicial y solo<br />

ventajoso para los fundidores. La aleaciÓn legal de cobre y estaño<br />

para el bronce de caiiones es en Francia y en Espaiia, de 100 del<br />

primer metal por 11 del segundo, nÚmeros que están en la misma<br />

relación que los señalados en el cuadro. La moneda fraccionaria que<br />

se usa en España desde 1864, es de bronce y tiene la ley que se ha<br />

marcado.<br />

Bronce fosforoso.-En 1870 se han hecho estudios en Bélgica<br />

por Montefiori y Kunzel sobre el resultado de aÜadir fasforo á la<br />

aleación de cobre y estaÜo, continuando los practicados en 1859 por<br />

Ruolz y Fontenay, en Francia. Parece resultar de los experimentos<br />

hechos en la fundición de caiiones de Lieja, que la dureza del bronce<br />

fosforoso es l)róximamente triple que la del ordinario, y que presenta<br />

más elasticidad y estructura mucho más compacta y homogénea.<br />

De los trabajos realizados porRuolz y Fontenay, se desprende que el<br />

bronce fosforoso debe prepararse moldeando en arena el fosfuro de<br />

c011rey aiiadiendo unas cuantas milésimas al hronce ordinario.<br />

No se sabe apunto fijo la composici¡\n de los metales énsayados en<br />

Lieja, pero de los datos presentados por los autores, se deduce que<br />

las aleaciones más convenientes para obtener la resistencia mÚxima<br />

son las siguientes:<br />

Cobre. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Estaño.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Fósforo . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

" . . . ... . . . .<br />

93,8<br />

4..,7<br />

11,:5<br />

94,,8<br />

2,6<br />

2,6<br />

Además de aplicar el bronce fosforoso á la construcción de caiiones,<br />

se han fabricado con él cojinetes, guias y otras piezas de maquinaria<br />

sujetas á grandes rozamientos.<br />

Bronce de aluminio.-Esta aleación, compuestaesencialmente<br />

de cobre y aluminio, es muy maleable y presenta bastante dureza<br />

para recibir hermoso pulimento, tomando entonces uu color que se<br />

parece mucho al del oro. Tiene, sin embargo, el inconveniente de<br />

oxidarse pronto y perder el brillo, pero se remedia agregando una<br />

corta cantidad de oro Ú otros metales. Se emplea en particular para<br />

objetos de adorno y escritorio: su composiciÜn es muy variable, y<br />

bastará conocer las dos siguientes:<br />

Cobre.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Aluminio... . .. . .. . . . . . ... . . ... . . . .. . . . .<br />

Oro . . .. . .. ... ... . . . . . . " .. .. . . '" ..<br />

90<br />

7,5<br />

2,5<br />

ALEACIONES DE METALES SUPERRUESTOS.<br />

92,5<br />

7,5<br />

Objeto.-La aplicaciÜn de un metal sobre Otl'O,tiene muchas veces<br />

por objeto resguardar la superficie de los que son fácilmente oxidahles<br />

Ü atacables por los agentes á que hayan de estar sometidos,<br />

con otros que no lo sean tanto y puedan evitar Óretardar la destrucción<br />

de los primeros. Ejpmplo prcsenta la estaÜadura interior de las<br />

vasijas de cobre destinadas á preparar alimentos; pero entre los compuestos<br />

ohtenidos por superposieiÜn de metales, los Únicos que tienen<br />

importancia en las construccione¡¡ son la hoja de lata y el hierro galvanizarlo.<br />

Los procedimientos que se van á reseilar difieren de los que se Cl11-<br />

))


538<br />

plean para dorar yhroncear, que más adelante se estudiaran, en q.ue<br />

éstos necesitan un cuerpo intermedio ó un agente para que se vel'lfique<br />

la uniÜn mecánica de los metales, y aquellos dan lugar a venlaueras<br />

aleaciones, que se verifican entre los dos cuerpos que se ponen<br />

en contacto.<br />

Desoxidación.-La superficie del metal sohre que se ha de<br />

aplicar otro, dehe estar lJien desoxidada y limpia para que tome el<br />

!JaÜonecesario. Con ese olJjeto se emplea casi siempre para el hierro<br />

una disolución de ! de acido clorhídrico en agua. El hierro tiene más<br />

6<br />

afinidad (lue ellJidrógeno con el cloro, y en cambio el hidrÜg'eno se<br />

comlJina más fácilmcnte con el oxígeno; se comprende, pues, que una<br />

parte del Üxido de hierro que cubre á la pieza se descomponga, y que<br />

el resto deje de estar adherido con fuerza al metal y pueda hacerse<br />

sallar en escamas. La reacciÜn relativa á la descomposiciÜl1 del Üxido,<br />

se puede formular del modo siguiente:<br />

FeO + 2HCT =<br />

FeCl2 + lJ20.<br />

A]gunas veces, sin emhargo, se usa un cloruro doh]e de zinc y<br />

amonio, propuesto por Golfier-Besseyre, que se ohtiene sencillamente<br />

por la combinaci()!l de una molécula de cloruro de zinc y otra de sal<br />

amoniaco. SegÚn el inventor de este método, se explica la acción de<br />

la sal por el hecho de que el zinc posee más afinidad con el oxígeno<br />

que con el cloro, al paso que los demás metales, incluso el hierro,<br />

tienen más tendencia á. combinarse con éste que con aquel metaloide.<br />

Por consiguiente, al someter el hierro á]a aCeÍón del calor, después<br />

de haherle cuhierto de una capa de la sal doh]e, el óxido que<br />

contuviera la pieza, en contacto con el cloruro de zinc á que se reduce<br />

la sal por la volatilizaciÜn del cloruro<br />

reacciÜn:<br />

amónico, produciría la<br />

ZnCl2 + FeO = FeCl2 + ZnO.<br />

Sin negar la exactitud de la explicación dada por Golfier-llesseyre,<br />

parece que es incompleta, pues de no producirse más fenómeno que<br />

e] indicado, holgada ]a sal amoniaco y pudiera emplearse sólo el clo-<br />

ruro de zinc. Es prohah]e que ocurra algo más; el cloruro amónico<br />

a] desprenderse dehe descomponer parte del óxido de hierro, formán-<br />

539<br />

dose compuestos volátiles que contribuirán á que algo de óxido desaparezca<br />

y á que sea posible separar el resto.<br />

Para ladesoxidaciÜn del cobre que haya de estaÜarse se emplea<br />

la sal amoniaco, que corre y se extiende perfectamente sobre las piezas<br />

calentadas, y que forma con el metal sales dobles muy volátiles.<br />

HOJA DE LATA.<br />

Desoxidación de las chapas.-Las chapas de hierro estafiadas<br />

reciben el nombre de hoja de lata Ú hojalata; para ohtenerJas,<br />

se suele utilizar hierro preparado con carbón vegetal, que se lamina<br />

y corta del tamaño que permiten las máquinas y que exige el comercio.<br />

Se reunen después las hojas en paquetes de 100 á 225: la<br />

desoxidación se hace, como se ha dicho, con ácido clorhídrico, empleando<br />

unos 2 kilogramos de ácido á 25° Y 12 kilogramos de agua,<br />

para ocho paquetes de 225 hojas. Se doblan éstas en forma cilindrica<br />

de sección de !2, y se introducen en ]a disolución, de modo que<br />

sus dos caras se humedezcan bien. Á los cinco ó seis minutos se sacan<br />

cOn una barra de hierro y se meten para secadas en un horno calentado<br />

al rojo obscuro. Después de caldeadas se dejan enfriar al aire,<br />

saltando el oxido en escamas; se golpean cada ocho ó diez sohre una<br />

plancha de hieno fundido, y se pasan por un laminador compuesto<br />

de cilindros de unos 48 centímetros de diametro. Si las hojas tienen<br />

aÚn manchas negras, se lavan sumergiéndo]as diez ó doce horas<br />

en agua ligeramente acidu]ada, y se agitan luego una hora en agua<br />

con algunos céntimos de ácido sulfÚrico, en una caja de plomo dividida<br />

en compartimientos: se sacan con rapidez y se ponen en agua<br />

destilada, donde se frotan con estopa y arena, para. conservarlas<br />

hasta el momento conveniente, sin temor de que se oxiden. Hay también<br />

otros medios de desoxidarlas, como el ya explicado con el cloruro<br />

doble de zinc y amonio, pero todos conducen al mismo resultado.<br />

Bano de estano.-El baIlOdebe componerse de partes iguales<br />

de estaño en galápagos y en lágrimas, añadiendo un kilogramo decobre<br />

por cada 70 de estaño. Fundido e] metal, se cubre de una capa<br />

de un centímetro de seho ó grasa para impedir la oxidación, y se ca-<br />

]ienta todo lo posible, pero sin que se inflamen aquellas substancias.


MÓ<br />

Las hojas se introducen una por una y se dejan cosa de una hora en<br />

una caldera de grasa, con objeto de que se calienten sin oxidarse, y<br />

luego se sumergen verticalmente en estaÜo liquido, en nÚmero<br />

de unas 540, durante hora y media. Al sacadas se dejan gotear sohre<br />

una rejilla, faltando sulo después lavadas y quitar el exceso de<br />

estaño.<br />

Lavado de las hojas .-Ellavado de las hojas requiere cinco<br />

calderas: la 1:, con estaño fundiuo para surtir las otras; la 2:,<br />

que es propiamente la de lavar, con estaño en lágrimas fundido; la<br />

5. a, a, fría y con una rejilla en el fondo;y la<br />

con seboderretido; la 4.<br />

5:, para alisar, con una capa de estalla liquido, de un centímetro<br />

de espesor. La segunda caldera está dividida en dos compartimientos,<br />

por un tabique muvil en sentido vertical; levantándolo se separa<br />

el estaño oxidado á un lado y se vuelve á lJajar para que no pase al<br />

otro departamento: cada vez que hay metal oxidado se repite esta<br />

operaciun, y cuando se reune mucho se espuma y se reemplaza con<br />

estaño de la primera caldera. Después de lavadas unas cuantas hojas,<br />

se colocan en un horno, y cogiéndolas una por una con tenazas, se<br />

frotan por las dos caras con una hrocha de cáI1amo: se sumergen<br />

por segunda vez rápidamente en la caldera de lavar para quitar las<br />

señales que haya dejado la brocha, y se pasan luego á la de grasa,<br />

en la que permanecen corto tiempo. Se llevan en seguida á la cuarta<br />

caldera, donde se enfrían, formándose un reborde de estaÜo en la<br />

parte inferior, que se quita en la Última vasija, fundiéndolo en contacto<br />

con el estaÜo liquido. Se sacan, y dándoles un golpe con una<br />

varilla, se hace caer todo el metal excedente.<br />

Cuando hay que cortar las hojas de lata, dehe cuidarse de cubrir<br />

de estaÜo el canto para que no quede el hierro al descubierto.<br />

l\tIarcas usadas en el comercio.-Ell el comercio se vende<br />

la hoja de lata en rajas; cada una encierra un nÚmero determinado<br />

de hojas de dimensiones fijas; el peso de las cajas varia, como es natural,<br />

con el espesor de las láminas, y las letras con que aquellas se<br />

designan representan, por lo general, los pesos correspondientes. Las<br />

marcas son diversas en las diferentes localidades de que proceden las<br />

hojas, que suelen ser Alemania, Silesia, Inglaterra y Francia. Las cajas<br />

procedentes de este Último país, tienen comÚnmente 100,<br />

200 Ó225 hojas.<br />

150,<br />

.<br />

-<br />

DIME:NSIONES.<br />

Pesos<br />

I<br />

I<br />

NO~IBRES ¡medios. I<br />

I Longi tud. Ancho.<br />

OBSl!1RV ACIONES.<br />

I<br />

DE LAS HOJAS.<br />

Tamañomayor. .<br />

Idem menor. "<br />

511<br />

. L~s.hojalateros de M~dr!d dan á las láminas los nomlJres que se<br />

explesan el~el cuadro sIgUIente, en que se especifican las dimensiones<br />

respectIvas y los pesos medios.<br />

I<br />

Cm.<br />

-<br />

Cm.<br />

-<br />

K~.<br />

I<br />

200 ,100 I~<br />

D entl:o .d~ cada clase se haceJ<br />

I '100 50 7,82 subdlvls1ones, que reconocen¡<br />

"'"<br />

iHojas de marca. . .. por f~lldamento el espesor de<br />

4'-1- 32,5 i '1,09 las hOJas. I<br />

i ldem de marquilla. 38 28 0,37 Los pesos son términos medios<br />

IIclem doble regular. 51 36 O,iO en atención á que la cu,ntid"A<br />

¡rdem regular.: .... 36 '2:j,5 0,20 d~ estaño .que reciben las lá.<br />

DllD3.S. de 19uales dimensiones<br />

Idem de cañutillo. . 36 25,5 0,09 no esrIgurosamente consta.nte.<br />

HIERRO GALVANIZADO.<br />

Preparación.-Se llama hieNo galvanÚ;aclo,el que está cuhierto<br />

de una capa de zinc fIue le preserva de la oxidaciun. Se funde este<br />

metal en cl'Ísoles de harro encerrados en otros de hierro reso'uardando<br />

el haüo de la oxidación por medio de una capa de s;l an~oniaco u<br />

de.una mezcla formada de resina ordinaria y carbonato de sodio. Los<br />

ohJetos, s~ calientan en un horno reverhero, después de desoxidados<br />

con ~laCIdo,como ya se ha explicado, y cuando han tomado el haiio<br />

de ZIllCy se han pulimentado, primero con piedra pómez y lueo'o<br />

con cOl'~hoó cuero, se c.uhren de arenilla hÚme(b y se frotan c~n<br />

una Il1uneca d~ trapo n:~Jada en una disolución de sal amoniaco, que<br />

for~la un harmz muy solIdo. Esta operación se hace también por proc,~d.lInientosgalvánicos,<br />

cuyo fundamento se estudia en el curso de<br />

l'Islca.<br />

.<br />

La ?,alvanización de ol:jetos pequeilos, como clavos, tornillos, etc.,<br />

se _ver¡{ic~en cestas ó cajas de tela metálica, que se introdncen en el<br />

hano de .Zlnc, donde permanecen el tiempo necesario para que la capa<br />

adq.Ulera el espesor conveniente. Al sacar las cajas, se agitan para<br />

que caIga el exceso de zinc.<br />

El hierro gal vanizacloresiste hien á la acción de la htllileclad, pero<br />

I


5B<br />

no á la de los ácidos, por cuya razón se ha pensado aplicar sohre la<br />

capa de zinc otra de plomo, que es metal menos atacable que aquel.<br />

El principio es racional, pero en la práctica se tropieza con el grave<br />

inconveniente de que si el baño de plomo está demasiado caliente y<br />

se prolonga su acción, el zinc se disuelve en a({l~elinet~l, combi~l~I~dose<br />

con él, y deja, por tanto, de proteger al hIerro. bs muy tbflCll<br />

que la aplicación del plomo se haga á la temperatura comeniente ~ara<br />

que el zinc no se disuelva y se extienda sobre él un baño plomIzo<br />

de espesor uniforme. El inventor del procedimiento, Sr. Rabatel,<br />

proponía que su sistema se aplicase á las chapas galvanizadas para<br />

preparar planchas muy á propósito para cul~iertas de edificios. .<br />

Pintura galva ni ea-Se emplea tambIén para preservar ell11e-<br />

1'1'0de la oxidación la llamada pintura galvdnica, que consiste en cubrir<br />

la superficie del metal con tUl enlucido compuesto de zinc en<br />

polvo y de una substancia untuosa, fOl:madageneral~lCn~~ de una pa~'te<br />

de ao'uarrás y tres de aceite obtemdo por la destdaclOn del alqUItrán<br />

mineral. La reducción del zinc á polvo se facilitacombinándolo<br />

con la décima parte de su peso de hierro.<br />

Como quiera que esta pintura especial no se ha generalizado, no<br />

se darán más detalles.<br />

5.13<br />

CLAV AZÓN.<br />

Generalidades.-Se comprende l¡ajo el nomhre de clava:;ónel<br />

surtido de clavos, clavijas y tornillos metálicos, que se encuentran<br />

en el comercio. La clavazón se fabrica de hierro, de cobre, de zinc y<br />

algunas veces de bronce: sólo tiene gran importancia la de hierro,<br />

pues las de cohre y zinc se reservan para polvorines, y para unir las<br />

planchas con que se forran los buques ó se cubren las construcciones,<br />

evitando siempre poner en contacto metales heterogéneos, que<br />

pudieran facilitar acciones destructoras.<br />

Se preparan también clavos y tornillos estañados, embreados y<br />

galvanizados: estos Últimos se usan con frecuencia, pero los otros<br />

reciben escasísimas aplicaciones.<br />

El hierro empleado en clavazón puede ser forjado ó fundido; sin<br />

embargo, las propiedades de este Último metal hacen que se restrinja<br />

muchosn empleo; así es que los clavos fundidos no tienen,<br />

por lo general, arriba de 4 centímetros de longitud, al paso que los<br />

hay forjados, como luego se vera, de mÚs de medio metro de largo.<br />

Los clavos y clavijas de hierro dulce pueden hacerse á brazo, según<br />

se explicó en lugar oportuno, ó á máquina; los tornillos y sus tuercas<br />

se construyen con ten-ajas y machos movidos, conforme se expuso,<br />

á mano ó por mecanismos.<br />

El hierro dulce para clavazón ha de ser duro y maleable, proscribiendo<br />

el blando y el agrio en frío; se requiere también que seltaya<br />

tl:abajado lo bastante para presentar la debida resistencia. Á este<br />

efecto, conviene cuidar de establecer en los pliegos de condiciones<br />

el peso de la clavazón de diferentes tamaÜos, expresando, por ejemplo,<br />

el del millar de cada clase de clavos ó tornillos. Asimismo debe<br />

exigirse qÜe la clavazón no presente oquedades ni rehabas; (fue las<br />

superficies estén bien terminadas y brillantes; que las puntas de los<br />

clavos y clavijas sean agudas ó cOl'tantes, segÚn los casos, y que los<br />

filetes delos tornillos estén labrados con perfección.<br />

Formas y dimensiones de los clavos y clavijas.-Entre<br />

los clavosy las clavijas no hay más diferencia sino que éstas se


alojan en barrenos<br />

544<br />

hechos á propósito para recihidas, al paso que<br />

aquellos abren al clavados las cavidades en que se introducen, ó<br />

agrandan, por lo menos, las preparadas con barrenas para fIue no se<br />

hiendan las piezas.<br />

La forma de las cabezas y espigas de las clavijas y clavos son Yariables<br />

en extremo. La cabeza es á veces irregular, por estar simplemente<br />

remachada; se hace tambit'm plana, como en los alfileres ó puntas<br />

de París; piramidal, como en los clavos de cabeza de diamante;<br />

de forma de ala de mosca; de gancho, como en las escarpias ó alcayatas;<br />

de anillo, como en las armellas ó hembrillas, cuya espiga puede<br />

ser de tornillo; de segmento esférico, y comÚnmente dé lalón,<br />

como en los clavos 1'01JWnOS, etc., etc. En ocasiones los clavos no tienen<br />

cabeza y se llaman agujas; en otras, la espiga es corta y la cabeza<br />

grande, denominándose tachuelas, que se usan para unir lonas y<br />

otras piezas.<br />

También las espigas son de formas muy distintas; las hay piramidales<br />

con dos biseles; cilíndricas y terminadas en punta cuadrangular,<br />

como las de los alfileres; escamadas ó con pequeÜos salientes para<br />

que agarren mejor en la madera y resistan bien á los movimientos<br />

de trepidaci6n, como en los clavos arponarlos, etc.<br />

En el estado siguiente se estampan los nombres de los clavos corrientes<br />

del comercio de Madrid, su longitud y el nÚmero de piezas<br />

que entran en un peso de 1 Ó 100 kilogramos. El cuadro está dividido<br />

en dos partes; comprende la primera la clavazón gruesa, 6 sean<br />

los clavos que tienen más de () pulgadas ((jm,14) de longitud, y la<br />

otra la menuda, 6 clavos que miden menos de 5 pulgadas (Om,12).<br />

Clavazón gruesa.<br />

LONGITUD EN Entran<br />

NOMBRES. .~ en<br />

Pulgadas.<br />

I<br />

Metros. 100kg.<br />

I Estaquillas.......... 24 0,567 05<br />

Medias estaquillas.. .. 15 0,3!k8 215<br />

De á pie.. . . . . . . . . . .. 12 0,278 390<br />

De á cuarta... . . . . . .. 9 0.209 565<br />

Rellotes. . . . . . . . . . . .. ', O, '163 6,10<br />

BelJotillos.. . . " ..... 11 O, ,139 650<br />

.<br />

NOMBRES.<br />

1:>1,5<br />

Clavazón menuda.<br />

LONGITUD EN<br />

~<br />

Pulgadas. Metros.<br />

Entl'fln<br />

en<br />

1 kg.<br />

De á dos cuartos... . .. 5 O,.1.16 32<br />

De á seis mara ,.edís.. 4 0,092 43<br />

De á cuarto.. . . . . . . .. 3,50 0,081 72<br />

De á ochavo... . . . . . .' 3 0,069 ,108<br />

De chilla.. .. . . . . . . .. 2,50 0,058 253<br />

Dc media chilla. . ., ., 2 0,046 362<br />

De ala de mosca.. . . ., 2,50 0,058 245<br />

Agujuelas. ...... 1,75 0,040 543<br />

Medias agujuelas... "" .. '1,50 0,034 62.1<br />

Tabaques. . . . . . . . . . . . 1 0,023 483<br />

Del cuadro precedente resulta que los nombres de los clavos ordinarios<br />

del comercio se toman unas veces, de la fornja de la caheza 6<br />

de la espiga; otras, del precio que han tenido en alguna época; otras,<br />

de sus dimensiones, y otras de la clase de madera á que se aplican;<br />

de ciertas denominaciones no se descuhre el origen á primera vista.<br />

En cuanto á los alfileres ó puntas de París, que no constan en el<br />

cuadro, se venden en el comercio por paquetes de á 10 lihras<br />

(4kg.,60), que varían en el nÚmero de su contenido, segÚn el grueso<br />

del alambre empleado en la fabricación. Las longitudes de los alfileres<br />

están comprendiclas entre 11 Y 95 milímetros; se clasifican con<br />

los nÚmeros del () al 21. Los de los tres Últimos reemplazan con<br />

ventaja á los clavos de á dos cuartos, de á seis maravedís, dea cuarto<br />

y de á ochavo. Los alfileres se usan casi exclusivamente por los<br />

carpinteros dehlanco y los eJm1istas, porque presentan la ventaja<br />

sobre los clavos ordinarios de no hender las tablas. Se dijo ai1tes<br />

que la cabeza de los alfileres es plana, y sin emhargo, hay algunos,<br />

comolos (le cabeza (le gota de sebo,que la tienen acopada, y otros<br />

que casi carecen de ella, y se llaman (le cabeza perdida. El cuadro<br />

siguiente expresa la longitud y peso de los alfileres comunes:<br />

35


I<br />

N Únlel'O L3lJg-itud.<br />

NÚMERO DE ALFILERES QUE ENTRAN<br />

EN PAQUETE DE<br />

de los --<br />

al fileres. lliet1'os. 10 libras=4kg-., 60. Un kilogramo.<br />

I<br />

---<br />

I<br />

-<br />

----<br />

5~6<br />

6 0,01! 26.610 5.790<br />

7 0,0'11 20.000 4.350<br />

8 0,018 '10.000 2./175<br />

\) 0,018 8.880 -1.930<br />

,10 0.023 7.280 1.580<br />

H 0,023 5.000 1.090<br />

,12 0,0'27 4.300 935<br />

13 0,033 3.240 705<br />

H, 0,037 2.920 635<br />

'15 0,040 1.600 350<br />

~6 0,04.5 1. 280 280<br />

'17 0,050 960 2'15<br />

18 0,055 7H 155<br />

'19 0,069 400 85<br />

20 0,080 202 4.5<br />

21 0,095 196 4.0<br />

Las tachuelas hechas á máquina se clasifican tamJJién por nÚmeros<br />

y se venden en paquetes de á 10 libras. Las longitudes correspondientes<br />

á los div.ersos nÚmeros, se expresan á continuación:<br />

N lÍmeros r,ong-itud. Números Longitud.<br />

de - de -<br />

las tachuelas. Met1'os. las tachuelas. Met1'os.<br />

2 0,005 16 0,016<br />

4 0,008 20 0,°'1 9<br />

6 0,009 'lIt 0,020<br />

8 0,012 32 0.024<br />

.10 0,0-12 36 0,026<br />

,12 0,014- 40 0,028<br />

Formas y dimensiones de los tornillos.-La espiga de<br />

los tornillos es, por lo general, ligeramente cónica, y tiene labrado el<br />

filete en unos 2/"6 de su longitud. La cabeza presenta una muesca<br />

en la que engrana el filo del destornillador; unas veces ofrece la<br />

forma de un casquete esférico, y otras la de un tronco de éono invertido.<br />

-<br />

54.7<br />

En lugar de cabeza, suelen tener los tornillos un anillo, como sucede<br />

en las armelIas de que ya se ha hahlado.<br />

En el comercio de Madrid hay tornillos de longitudes variaJJles des-<br />

(le 7 Ú 140 milímetros; están clasificados en ID nÚmeros, del 10<br />

al .28, c~~lprendie;Hlo cada uno. pie~as de diversas longitudes y el<br />

mIsmo dI


Clase<br />

de mineral.<br />

Cantidade~ Cantidades Cantidades<br />

de de de men1enas<br />

menas be-<br />

explotadas. neficiadas. tal obtenidas.<br />

- - -<br />

Toneladas. Tonelaclas. Toneladas.<br />

548 549<br />

INDUSTRIA DE METALES EN ESPAÑA,<br />

Beneficio de menas.-Al hablar de los hierros especiales, se<br />

anunció ya que van progresando y extendiéndose con JJastante rapidez<br />

en EspaÜa las industrias relativas al trabajo de metales. Aun el<br />

JJCneficiode los minerales respectivos tiene mucha importancia COlllparada<br />

con la que alcanzalJa en época reciente; sin embargo, en la<br />

actualidad se exportan todavía al extranjero .la mayor parte de las<br />

abundantes menas de la Península, lo que prueJJa que, continuando<br />

la industria su marcha progresiva, la metalm;gia podrá llegar á adquirir<br />

extraordinario desenvolvimiento, máxime en un país como<br />

España, dotado por la naturaleza con excelentes combustibles vegetales<br />

y minerales. Concretando las observaciones á los metales más<br />

empleados en la construcción, que son el hierro, el cobre, el plomo y<br />

el zinc, en el estado siguiente aparecen las cantidades de menas que<br />

se explotaron en EspaÜa y las que se sujetaron al tratamiento metalÚrgico<br />

para su beneficio, en el aÜo 1882; los datos están tomados de<br />

la Estadística oficial minera, publicada en 1834 por la Dirección general<br />

de Agricultura, Industria y Comercio.<br />

OBSERVACIONES.<br />

\120.064<br />

Hierro.. 4.726.'293 260. 3!~3<br />

5.553<br />

Plomo... 361. M3 (3) 293.080 90.672<br />

Cobre. .. 1.720.903 (~) '1,035.253 23.478<br />

Zinc. ... 57.353 '13.060 7.032<br />

(-1)<br />

(2)<br />

(5)<br />

(1) De esta cantidad se<br />

sometieron al afino 85.140<br />

toneladas. que prodnjeron<br />

59.669 de hierro clulce' se<br />

obtuvieron también 55i toneladas<br />

de acero.<br />

(2) Este guarismo se renere<br />

al hierro dulce obtenido<br />

por procedimientos directos.<br />

(3) En este peso se comprenden<br />

las menas de plomo<br />

(4)<br />

~,,"t",ro.<br />

Se comprende el cobre<br />

arO'entífero.<br />

(5) §e comprende el plomo<br />

argentífero.<br />

I<br />

I<br />

I<br />

En la misma fecha de 1882, estuyieron en actividad 55 hornos<br />

altos para la obtención de hierro colado, y no funcionaron 18; las<br />

forjas catalanas, que tanto aJmndaban en Vizcaya ailos atrás, van desapareciendo<br />

á medida que crece el nÚmero de hornos altos, que producen<br />

cantidades enormes de hierro y á precios más bajos (Iue aquel<br />

método de beneficio.<br />

Trabajo de metales.-Desde el punto de vista de la preparaciun<br />

de materiales de construcciun, tiene mucho más interés conocer<br />

el estado de la industria en lo relativo al trabajo de metales ya<br />

obteniclos, que en lo que se refiere al beneficio de menas.-No es fácil<br />

hacel' una estadística de tan importante asunto, pero cluizá pueda<br />

ser de alguna utilidad el cuadro que se incluye al final de este<br />

artículo, en el que se comprenden algunos de los establecimientos industl'iales<br />

de EspaÜa, dedicados al trabajo de metales. Por más que<br />

se ha limitado la lista á las fábricas de mayor entidad, es indudable<br />

que faltarán muchísimas; aun para recoger las noticias que se expresan,<br />

ha sido preciso abusar de la benevolencia de amigos y compaÜeros<br />

y consnltar multitud de folletos y catálogos. En la relaciun se<br />

prescinde de los estabh~cimientos de beneficio de minerales de cobre,<br />

plomo y zinc, de los que algo se ha dicho en lugar oportuno; se citan,<br />

sin embargo, las ferrerías, á causa de que en casi todas ellas<br />

se preparan, por lo menos, piezas corrientes del comercio y á veces<br />

hierros especiales. Por Último, no se expresan las acreditadísimas<br />

fábricas, que están á cargo del Cuerpo de Artillería, entre las que<br />

figuran, en primer término, la de Trubia (Oviedo) y la fundición de<br />

caÜones de Sevilla, qne, por lo general, se dedican exclusivamente á<br />

trabajos que dependen de los Ministerios de la Guerra y de Marina.<br />

Después de la lista de fábricas, y á semejanza de lo que se ha hecho<br />

en las dos secciones anteriores, se acompaÜa un estado en que<br />

constan la resistencia y densidad de los principales materiales metálicos.


RELACION de alg'lIuas de las principales fábricas de España (ledicadas á la obtención (lel hiel'l'o y al tI'ahajo<br />

de metales.<br />

I<br />

I<br />

NmfllRES<br />

de los estahlecimientos,<br />

Provincias.<br />

SITUACIÓN,<br />

Localidndes.<br />

NOMBRES DE LOS DUEÑOS.<br />

} Se (ledic", á 1:1obtención y ",fino acl hierro co-<br />

F ' d S P d Al \ D L - 1 u ,<br />

.<br />

~<br />

erren a e an e ro. aya ¡ rraya. . . .'.. . con ee fl¡sOIla. ' t . . . . . l",do. Tiene un horno nlto en activid",d, :tlimen-<br />

' tndoconc:trMnveg-et:tl.<br />

/ 2,700 toneladas de hierro (lulcc,<br />

be dedica :tl trabajo del zinc, cobre, bronco<br />

y l:ttón, Entre los v",rios objetos quo elabor""<br />

conviene citar los sig-uientcs: :tl",nbres de cobre<br />

I y latón, bis:tgras de l:tMn lamin:tdo ó fundido,<br />

e . - - tI- 'CI' Alb t<br />

San Juan de<br />

bombas de l,,:tón<br />

¡ l<br />

}<br />

y bronce, cerradums y ompanla me a ur"lca ace e..<br />

ctlden:ts<br />

de San Juan de Alca-<br />

Alcaraz, elel:ttón, grIfos de te(hs clases, c:tntonerasdc<br />

í s t L ' ';' socledad anónima. ...<br />

.' .. Ch:tl1:tde l:tMn, llam:telores, picaportes, plnn-<br />

,<br />

raz. . . . . . . . . . . . . . .. Murcia an<br />

(Cartagena). ~<br />

y estlraelos, etc., etc. Los tubos estIrados, l:ts<br />

pbnchas de cobre para cajas do fueg-o y l:ts (le<br />

'<br />

metal amarillo par:t ferro ae buquos, so prep:tran<br />

en banta Lucía (C:trtagen:t:; los demás obje-<br />

I<br />

tos en San J u:tn ele Alc:traz,<br />

La principal industria á que se dedic", es la.<br />

Gra n, f'!'<br />

~ :nca d e rejl"n as<br />

} Alicante... Alicante Sres. A[)aricio Y Villalva..<br />

f;,bric",ción de rejill:ts de :tla.mbre galval}iZ:tdo.<br />

metaltccls. . . . . . . . ¡ :bldespachoestáenla calledeMontengon, 7,y<br />

'" ,<br />

\ en lIt de Belén, 22.<br />

,"<br />

Además (le las planchas y tubos (le plomo,<br />

sres. Hljosde M. A. I-Iere- cuyacla,siHcación consta en pág-inas 'lntCl'iores,<br />

San Andrés. . . ... Almería... . '\dra ... . ...' dla, de l\IalaCla. . ...,<br />

Ert1882seprcprtmron<br />

él u c 1a chas~lelatóny cobre,tubosdel:ttÓn,en trozos<br />

(<br />

OBSERVACIONES.<br />

prepara ~st"' fábl:ica~l


NOl\IBRES<br />

de los establecimientos.<br />

SITUAOI6N.<br />

Provincias. Localidades.<br />

I NO~lBRES DE LOS DUEÑOS. OBSERV AClONES.<br />

puentes; de vagones 1'0,1'1\ferrocarriles y tmn.<br />

vías; de vehículos para transportes ordinarios,<br />

etc., etc. En la actualidad funcionan en los talleres<br />

cinco 1náquinas de vapor, de fuerza. comprendida<br />

entre 120 y 2~ caballos, sieurlo de 324<br />

la potencía total; varias máquinas pequeúas para<br />

mover las cízallas, perforadoras y otras he.<br />

rr11lnientns lnecánicas; dos martinetes de vapor;<br />

oinco hornos de pudelar y seis de afino; etc., etc.<br />

llo, realizado construcciones importantes para<br />

las Compañías de ferrocarriles del Norte, del Mediodía,<br />

de Barcelona á Tarragona y J!rancía, de<br />

Aranjuez á Cnenca y de Cuenca á Valencia; ha<br />

ejecutado los tramos del puente sobre el Tnjo,<br />

en la carretera de Tarancón á h ArmUlla, y los<br />

del establecí do sobre el Francolí, en la de Alcolea<br />

del Pinar á Tarrag-ona, asi como un tin((ln.do<br />

para ellmerto de Almería. El domicilio social<br />

está en Barcelona, calle An0ha, núm. 2.<br />

\S M .<br />

Sigue el anterior.. . . » » »<br />

Esta ferrería tiene bastante importancia; no<br />

res. ~:ques, ' A1egrct y se pueden detallarlps ti"abajos ó. que se d~~iqa<br />

Fábrica de San José... Barcelona.. Sans '<br />

l COmpallla. . . ..... . .. por no poseer suaCIentes datos. El domiCIlIO<br />

'" t social está en Barcelona.<br />

Construye tubos de hierro embetunados para<br />

I<br />

conduccióu y distribución [le agua y gas; así co-<br />

Idem de tubos de hie-<br />

~<br />

¡ j 'Villanueva V , mo todas las piezas especiales que son necesarro<br />

inoxidables... Id.<br />

. D. ManuelTomas . ..<br />

..<br />

Geltrú.<br />

¡<br />

(<br />

ri,:s. Los calibres [le lostubosva,;ían entrepn ,03<br />

y Cm,eo; se han ensltya,10 en vrtrms poblac1Ones.<br />

"",<br />

Los pedidos pueden hacerse ó.D. Agustín Forg-a,<br />

I calle de Mercaders, núm, 10, Barcelona.<br />

I<br />

L .<br />

.<br />

.<br />

Ferrería de la Constan-) iD. Satnrnino Gómez de CiS-<br />

.<br />

cia .. .. .. .. . .. . .. .. ,Bnrgos.. Barbadillo.. . neros (uno de los propie- Se dedican á b obte~ci óny afino del hierro<br />

)<br />

"<br />

.<br />

l t ) colado. En 1882 produjeron 350 tonela[las de<br />

.<br />

anas. . . . . . . . . . . . . . . . . hierro dulce.<br />

Idem La Previsora... . Id. Id.<br />

» j<br />

¡<br />

. ., .<br />

FundlClOn<br />

(<br />

le hierro v \<br />

t 11<br />

. J { , .<br />

~ d<br />

l<br />

I , .<br />

I<br />

I<br />

.<br />

rSe dedica á fa f:1briMción de.norias,.1?rensas,<br />

fuentes,.calorlferos, booas de rlego, gJ.'lfos, bal-<br />

cones, CIerros, cancelas, escaleras, etc., y á la<br />

eres e maqUlna- CadIZ<br />

j<br />

. CadIZ"'." . D. Rafael de Matos y RlllZ. reparación de máqnino.s y ca<br />

.'<br />

.<br />

na ................ Los talleres<br />

lderas de v!,-]~or.<br />

esttl.n en el en.mpo de lns DelICIas,<br />

I<br />

Id. \<br />

¡<br />

CI,\(<br />

l' lZ ( Punta-<br />

{ 1<br />

I<br />

s . rcs.<br />

f<br />

..<br />

nÚm. 5, y el despacho en la calle . del Duque de<br />

¡ Tetuán, núm. 15.<br />

,( Ss dedica. nl'Íncipalmente ó. fundir tubos y<br />

HIJos dc D. Tomas) '\<br />

pieza~ especi';les d~ encar((o; peroJ1[1,oe tambi~n<br />

\ pttrn. construcciones ci.viles.y/ navales.'d,<br />

Idcm de Puntales.. . .<br />

Idcm de hierro.. . . . . . Id.<br />

.es) . . . . . . " Haynes ¡ máqmnas y trabajos de ca.ldererJay 11errerla.<br />

JerCZ (Valle-<br />

{<br />

SC( Iuillo )<br />

) S~ dedica, comoln. fundici6n 'f\,'nte1:'iol', ó..mol-<br />

D. Ignacio Gutiérrez v Com- deartubos<br />

{<br />

y piezl1S especiales roducirpor semana 450,quintales<br />

metrlcos de lmg'ote. En 181';2prepa.ro 1.000 to-<br />

.llelf!.das de hierro colado, que suministraron<br />

2.750 de hierro dulce.<br />

Su horno alto produjo, en 1882, 3.800 toneladas<br />

j de lingote, [le bs qne se afinaron 3400, que<br />

dieron 2.500 (le hiel"rO dulce, dedicán(lose 300 tÍ<br />

I objetos moldeados,<br />

( Esta fábrica. pro[h~jo'. et!)&~2, 1\12tone~adas<br />

) de acero cementrtdo, l11Vll"tlCndose 2CO


NOMllRES<br />

de los eshblecÍmientos.<br />

Provincias.<br />

Fábrica de flllldición Y<br />

c°I?-strucción de má- Madrid..<br />

C[Ulnas. . . . . . . . . . . . .<br />

[(if~~s~l~ .t~~~~~~ .1~1~:~~}<br />

I<br />

Fundición de hierro Y<br />

plomo.<br />

}<br />

""""""<br />

Id. id.<br />

Id. id.<br />

SITUACIÓN.<br />

Localidades.<br />

Ll Maquinaria agrícola Id. Id.<br />

, Parsons y Graepel. . . . Id. I Id.<br />

Talleres de construcción<br />

de Il1Úquinas y<br />

fundición de hierro..<br />

1<br />

!<br />

Id.<br />

Id.<br />

Id.<br />

Id.<br />

Iel.<br />

" Madrid Sres. Herederos de Sanforcl.<br />

Id.<br />

NOMBRES DE LOS DUEÑOS.<br />

Id.<br />

[d.<br />

1(1.<br />

Id.<br />

. . "<br />

OI3SEIlVACIONES.<br />

Se dedica á la constrncci6n de máquin"s de<br />

vapor, motores IÜdránlicos, bombas llar" elevar<br />

I1g-UtlS,n1tÍquinas para fabricar aceite y papel,<br />

etc. Constrnye t:tmbién los almratos auxiliares<br />

para la ejecuci6n de obr:ts pÚblicas, como martinetes<br />

para clavar pilotes. grÚas, Cf\,bl~estn,ntcs,<br />

c:trretillas, rodillos compresores, etc. POlo ,¡!timo,<br />

f:tbric:t tocl:ts In. piezas metlÍlicas neC8sarias<br />

1>O.1'aconstrucciones ur!mnas. Lo" t"lleres<br />

están en la calle de ~'uencarrn.l, nÚm. 147.<br />

Se dedica á la fabricación de telas metálicas,<br />

chapas perforadas y objetos de cedn.r.ería. :1'lI<br />

propietario es también representante de varias<br />

D.FrancIscoRtVlCre. . . . .. caSas extr'~njeras para el surtido do máquinas<br />

parafábricas de harinas, pan, etc. Los n.hm1Cenes<br />

¡<br />

y despacho están en la calle del Pdncipe,<br />

nÚm. 45; los talleres en la de Zurita.<br />

.<br />

S3 construyen los ohjetos que se encarg-"n relativos<br />

tÍ construcciones urbanfl.s, á máquÍnns<br />

de vapor, bombas, rodillos compresores, tuhe-<br />

Sres. Bonaplata, hermanos. ~ ría de hierro fundido y de plomo, plauchas de<br />

plomo para cubierba~, etc. Los tallores se hallan<br />

establecidos en el Paseo de St1nta Eng-racia,<br />

t núm. 21 (Chamberí).<br />

( Puede decirse lo mismo respecto á esta fun-<br />

D J P . , dición que á la de los Sres. Bonaplata. Los ta-<br />

. . 1cazO.... . .. .. . .. .. j<br />

llere8 están situados en la calle de Fuencarml,<br />

\ . nÚm. 141, y Olid, núm. 1.<br />

Construye planchas de plomo de 10s.nÚmeros<br />

1 á 5; tuboría del mismo metal de los ~5 nÚmeros<br />

qne se usan en el comercio, y tubos


No~mRES<br />

de los establecimient08.<br />

SITUACIÓN.<br />

Provincias. Localidades.<br />

NOIUllIlES DE LOS DUEÑOS. OBSEIl VAClONES.<br />

(<br />

I<br />

y eirculares, I1rmaduras metálicas de 15á 3) me-<br />

Sigue el anterior. . . .»» » j<br />

y<br />

t,r°s de luz, toda clase de herrl1j es pMI1 edi.<br />

\ JiClOS.<br />

Sres. Hijos de la viuda de ( Ap,,:rte (le l\18máquinns necesa!'ias pal'l1 in-<br />

. , ,. (Maaga.... Maaba... . .. . j dnstrIas especIales, construye nOrIas de Illerro<br />

Talleres de construc- \<br />

C,londemaqUinas.<br />

' 1 ' 1 a '<br />

.. \ ¡ E.Gaa... . . . .. . ... ... ..<br />

\ Y bombl1s de rosario movidas por cahallcrías.<br />

S3 dodicaála obtenci6ncon carhÓn vcg'c:"lde<br />

I I<br />

hierro colado, qne se i1Jina en Málag-a, en la fá-<br />

Ferreria de La Concep-)<br />

d<br />

(Mal'bella(IlíojSres. Hijosde M. A. Here- brica de «La<br />

. l. Const'tncia." 'l'iéne tres ho,rnos ) 1-<br />

, "'<br />

,<br />

"<br />

V d ) I d<br />

¡<br />

.<br />

c!On. . .. . .. . .. . .. ..) tos, cadanno deloscualespuedeprodncll'sema-<br />

'<br />

\ er e la...... ..., ... ... ..., nalmente 33'3quintales móLricos de língote. FJn<br />

el año 1882 s610 fuucionÓ uno, que pro(lujo 916<br />

(<br />

toneladas de hierro colado.<br />

I<br />

Como la anterior, se de(lica á obtener ling-o-<br />

Fundiciones (le hierro tes de. hierro colado. El 11Ornoalto qu~ pos~e<br />

. Y.' fo't- produjo en 18~2, 2.255 toneladas. Enla m¡smafe-<br />

Idem de Ola-Andía. .. Navarra... Vera bnca de acero del Blda- cha se habían empl'end ido eJí la fábricag-rl1.ndes<br />

¡<br />

,<br />

soa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . trabajos de ensanche para montar la fabricaci6n<br />

de ( hierros laminados y palastros, acero pu-<br />

, delado y cementado, herramientas, aperos, etc.<br />

La !teal Compañia Asturiana explotl1. carbones<br />

en Arnao tOviedo), hierros y<br />

blendas en<br />

I<br />

Oyarzun (GuipÚzcoal, calaminas y galenas en<br />

Ceg-ama (Santandel'), y<br />

g'alenas cn Linares (Jaén).<br />

J!]l beneficio y trabajo del zinc y del plomo los<br />

ejecuta en España en dos fábricas: los del zinc<br />

en Arnao, partido judicial de Castrill6n, á orilbs<br />

del mar y á 11 kilómetros de Avilés; b fábric"<br />

de plomo estlÍ. situada en R,el1terÍlt (GuipLÍzcoa),<br />

entre San Sabastián é IrÚn, en el ferrocarril<br />

del Norte. Elabora planchas de zinc de las<br />

dimensiones .y espesores q Minas de carbón y de ¡<br />

minerales de .~íne Y(Ovíedo Castrillón...<br />

plo~o: BeneficIOme-<br />

\ -,.<br />

GUiPÚzcoa.1 Rentería... .. ¡ Real CompallIa Astunana..<br />

ue se han expresl1.do en<br />

talurglco de ambos<br />

lugar oportuilo. y que se aplican á forros ,le buques,<br />

lÍ.cubiertas, á tejas. á canalones y<br />

metales." .. . . . . . . . .<br />

á tubos.<br />

~<br />

La producciÓn de plomo es abundante, tanto en<br />

ling-otes como en planchas y tubos. Los hornos<br />

de la maquinaria c1ela fábrica de Arnao están á<br />

la altura de los LÍHimos adelantos.<br />

]:n 1832 produjo la Real Compl1.ñía Asturiana<br />

5.0m toneladl1s de zinc en lingote s y 2.86t en láminas.<br />

..<br />

\ Esta Com1miíía puede decirse que es la única<br />

íque explota en España la metalurgia c1el zinc.<br />

Además de los trabajos comunes de fundici6n<br />

de hie1'1'O,se ocupa en los de hierro for,inr1o y en<br />

fabricar puntas de París. Tiene talleres de cons-<br />

Fundición de hierro.. Oviedo..". 'Gijón. . ... D. Anselmo CHuentes.. . ..<br />

(<br />

trucci6n de máquino'BY de cál


No~mRES<br />

SITUACIÓN.<br />

de los establecimientos. Provincias. Localidades.<br />

NO~lBRES DE LOS DUEÑOS.<br />

OnSERVAClONES.<br />

La Compañía explota en Comillas (Santander)<br />

minas de calamina, y en Quirós (Oviedo) otras<br />

de earbón y Compañía de minas<br />

fund idones de San YJ -<br />

mineral de hierro. 'fiene hornos altos<br />

en Quirós, fábrica de hierros y talleres en<br />

Trubia, y<br />

nn ferroearl'il (le vía estreeha qne,<br />

partiendo de las minas de Santa Marina, en<br />

Quirós, pasa al pie de los hornos altos, y<br />

termi-<br />

1111en la fábriea de Trnbia, eon nn desarrollo de<br />

39 ki lómetros.<br />

Los hornos altos son dos, de los cnales marcha<br />

en mejores eondiciones el m{tSmoderno, que produce<br />

semanalmente 841 quintn.les métrieos de<br />

.<br />

-<br />

hierro colado. I~n la f"bric". quo posee en '1'ru-<br />

Oviedo. . .. Qmr?s...... tander y Quirós.. .. .<br />

bíal3: misma Compañía., ex~steu el tall~r de pu-<br />

Trubla. ..... }sociedadanónima.... . . . . < dela01ón oon 10 hornos fun01ouando, 6 on cous-<br />

J'<br />

trucción; el tren de lmninadores; los almratos Y<br />

máquinas necesarias para la fahricación de carriles;<br />

los talleres de ajustar y montar; los de<br />

fundición de hierro y carbón, etc. Desde Pebre-<br />

1'0 de 18S'2á 1. o de Enero de 1883, pro eluj o esta<br />

ftíhrica 900 toneladas de carriles para el c:1.1nino<br />

de servicio de la OompartÍa, 250 paro' las vías ele<br />

las mino's, y 3.250 toneladas (le hierros de difereutes<br />

formas'para el comeroio. Invirtió aelemás<br />

\<br />

en otros trabajos 7.250 tonela(hs de ling-ote. En<br />

los talleres del estahleoimiento se han construí.<br />

do los lamim,eloros.los volantes ele h>s máquinas<br />

de vapor y los va.g-ones pa.ra el ferroct>rril.<br />

Las fábrioas ele la Felguera y Vegoa,1.1canzan<br />

tn.ntft Í1nporktncia C01nüln. do Mieres, Están si.<br />

tnadas á 150 metros de la ostación de Veg'a, on<br />

( el ferrocarril de Lang-roo á Gij6n. Para el sorvioio<br />

interior tienen 4 kilómetros de vías, enb-<br />

Izadas oon las de "quel, ele sneroe que los trenes<br />

pueden llevar las primeras materias al pie de<br />

los horuos y de los talleres. La ::3ocie(1ad posee<br />

también minas de carbón y de hierro en la provincia<br />

ele Oviedo<br />

Para la ohtención del hierro colaelo cuentan<br />

con cun.tro hornos altos; igTlf\1número de máqui.<br />

nas soplaeloras y estu'as para. oalentar el aire.<br />

Para pudelar el hierro fundido hay 31 horws,<br />

uno de ellos de pudelacióu mecáuica, para cinglar<br />

el hierro dnloe tres martiuetes 3' ele ,-apor y<br />

tres trenes ele laminadores con todos sus accesorios.<br />

Paro. la elaboración. del' 11ierro lmyvastos<br />

Fábrlcas de la FelgUera<br />

y Vega. . . . . . .. . . }<br />

I<br />

Id.<br />

J tn.lleros con hornos: .h~rrn,mienta?, '11:\oc6..nict\s.<br />

Y.'<br />

V S D T ('1 -. ~Jx.isten además talleres (le construcci6n y rel)f).,ega..<br />

res. uro) ,...ompallla...<br />

\<br />

ración de máquinas; de calder ería con encorv,,-<br />

"""<br />

dor mecánico pn,ra las pb,nchv..sj de cn,rpintel'í:1j<br />

.<br />

(le ladrillos refractarios, etc.IDn los eliversos servicios<br />

se emplean 63 motores, que reunen nna<br />

fneJ'za de 1.200 oaballos, pro elucida por 4~[(eneradores.<br />

}


NOMBRES<br />

de los establecimientos. Provincias.<br />

Fundición de hierro de )sevilla. . . .<br />

Santa Mattlde. . . . . . . J<br />

!domdoh¡"," v "J ¡<br />

trucción de rnaquinaría<br />

y ce;rajcría dc\<br />

San Antomo. . . . . . . . . i<br />

'"<br />

""<br />

Fundición de metales"<br />

Fábrica de planchas<br />

cobre.. . . . . . . . ..,<br />

de}<br />

. .<br />

Id.<br />

[d.<br />

Bilbao.... ...<br />

Galdácano. . .<br />

Ferrería de San Barto-}<br />

lame..<br />

., Id. MiravaJles.. .<br />

""'" ""<br />

Id.<br />

La Agricultora.. . . . . . Id.<br />

La Catalana.. . . . . . . . . Id.<br />

Talleres mecáuicos de<br />

co~strucción ele máqUInas.<br />

. , . . . . . . . . .. }<br />

-<br />

\ ¡<br />

\<br />

Id.<br />

SITUACIÓN.<br />

Localid",des.<br />

Sevilla......<br />

Id.<br />

Id.<br />

Id.<br />

Id.<br />

NO~IBRES DE LOS DUEÑOS. ORSEHV ACroNES.<br />

.<br />

Se dodica á trfLbajos de herrerb y cerrajerb.<br />

Construye molinos, bom has, norias, viA'as de do-<br />

D. Manuel Antouio ~ioutes. ble T, ruedas pfLra carret.ilbs, lmlcones, ver,ias,<br />

etc. Los talleres están sItuados en la callc de<br />

l Teodosio, núms. 47 y 49.<br />

So declica principfLlmente á la fabricfLción de<br />

nlolinos y prensas para aceite, norias privileg-iadas,<br />

candelabros monmnentfL1es y ob,]etos de<br />

ornfLmentación. Ha construido lo, parte metálica<br />

fiel puente de Isahel n, en SevillfL; del merc",do<br />

.<br />

1 cle Alfonso xn y<br />

Sres, Perez, lermanos<br />

plazfL de Toros. en Mábg-fL; del<br />

pfLtio árabe de la CaSfLde los Sros. Vacas GfLrcÍfL,<br />

hermanos, en Badajoz; rlel GrfLn teatro de Cádiz;<br />

del de Cartag-ena; del del Gran Capitán, en Córdoba;<br />

de los de IJar/t y la Comer1ia, en Ml1drir!, y<br />

\ del qne se está ejecutl1IHlo en VI111l1rloJi(l. Los tl1lleres<br />

están eIlla calle de Sl1n Vicente, J1\lm. 81.<br />

Se ocupa especil11rnente en lfI construccióu de<br />

D. Josó Duarte ,. . . .. . . . máquÍ1~as I1grí~olas. El despl1cho está e<br />

n 111calle<br />

'.' t de AdrIano, num, 16.<br />

.<br />

Fundición de hierro, construcción de máquinas<br />

ytallei' de cerrajeria. Lafábrica sohalb es-<br />

D. Eustasio .Oñós.. .. . . . . . tablecida en Sevilla, Atarazanas, núms, 7, 8, O,<br />

f 10 Y 1~; tiene unl1 sucursfLl en Jaén, en el porti-<br />

\ 110 de San Jerónimo.<br />

, / Rste establecimiento se (leilicl1 á la construcción<br />

de toill1 cll1se de hierros y do ml1quinl1ril1. En<br />

él se bbricó b pl1rte metálica dellJUente de San<br />

1<br />

Pedro, en la línel1 de Mérida f, Sevilb, I1sícomo<br />

1I1sarmfLclur:ts de 111caSI1,le Moneib cle MI1c1rid.<br />

La Compl11lÍa T1'I1nsatlántica se surte de cl1lcloras<br />

en estos talleres, que recientemente hl1 suministrado<br />

c10sjne¡¡os de 2.000 cl1bl1lios cfLdfLuno.<br />

ConstruyemÍLquin:ts ile v:t]1or paI'11111n1l1ríuI1c1e<br />

(Sres. Portilla White y Com- \ g-l1er~l1, y ) _.' , hl1presentl1do un proyecto d,emáql,lÍn.l1s<br />

y<br />

cl11de1'l1sde 1.500 cl1ballos. ]~u trabn,,]os de for.JI1,<br />

¡ panUL<br />

hl1 construido ejes par:t los lJUques de la C0111-<br />

1. paliía Trallsatlánticl1, de Ümetros de long-itud y<br />

0111,3)de diálnetro\ y los codaste s para. a]g-unos<br />

vapores. Fl1hricl1 bastl1ntesmáquinas<br />

P"1'I1 la<br />

prel'fLración (le la hl1rina y del [teei te. Los talleres<br />

de fundición, de herramientl1s 111ecánicI18.de<br />

forjas, de IIrmar, de cfLlderel'Í11y de Il1minl1dÓn,<br />

están dotl1dos de buenos hornos y de apl1l'atos que<br />

van n.umentandoconstnntemente en.111'imero.'Ln<br />

fábrica csM situadl1 en la calle de'Arjona,,4..<br />

. Beneficia mineral 'dehierroy<br />

const'i'1l.ye \lm'-t.f1s.<br />

cun.dl"D.9-illos y n,lgun.os hierros espC{~io..lcs.<br />

LI11Jroducclón I1n11111de hIerro cln1ce os de 1.50G<br />

t'Jneladl1s.<br />

13eneficÍl1 el minel'l11 de hierro en tres hornos'<br />

altos y<br />

se están comtruyendo dos más, que pro-<br />

\<br />

ducirán diaril11nente 200 tonebdl1s de lino'ote<br />

entre ambos, E,; 1,fLac~ul1liilad prepl1l'11 con J1Í~-<br />

1'1'08 pudebdos o fundIdos en sus talleres, Cl1rrI- ) i<br />

I<br />

l?s pl1ra. c:1m~n9~ m~nürosy tl'f!..llvfns, vig-uetn.s de :<br />

Sl1nl~le<br />

Idem de Santa Ana<br />

del<br />

Bolueta. . . . . . . . . . .<br />

.<br />

"<br />

Id. Regoña. . . . . .<br />

y doble I! }uel'ros de ttngnlo, paSftll1tl.l108, I<br />

b:1stlCloras, medIOs redondos, rueda, tem¡JlI1-!<br />

el"s para v"g-ones<br />

y<br />

colum",,", ]TIl metl11 emploa-'<br />

do en estas fabricl1ciones viene á ser de 10,700 !<br />

t


!\NOnIBE5<br />

de los est:1bleeimientos.<br />

Provincias.<br />

SITUACIÓN.<br />

Ferrería de San Fran- )Vizcaya. ..<br />

cisco. . , . . . . . . . . . . . , )<br />

Idem de Vizcaya. . . , .<br />

Idem de SanJuan USán-'<br />

solo.. . . . . . . . . . . . . . .<br />

~-<br />

I<br />

I<br />

METALES.<br />

Zine. ,..<br />

j<br />

I<br />

Id.<br />

Id.<br />

Localidades.<br />

NmmRES DE LOS DUEi\OS.<br />

{Excmo .<br />

Scstao . . . . . . 'l Mudela<br />

. Sr. Marqués ,<br />

(. o..<br />

de<br />

. . . . . . . . . . . . ..<br />

¡<br />

FJsta ferrerb. que tiene cuatro hor!,?s !tU?S, \<br />

sólo se dedic!t, por ahorft, ,U!1producclOudc.1m-<br />

"-otes que exportft !tI extmn.]ero, y eu espe~l!tl ,~<br />

'AJeu;:> Iüa, parft 1ft fál!rica de Kmpp. IDl hIerro<br />

cola([o que prepam vIene á ser de unas 30.000<br />

toneladas al n.ño.<br />

El establecimiento está situftdo eu.1a cnscna-<br />

,<br />

. da de Sestfto, . á orillf1s de 1ft rílt (le BIllmo.<br />

Estlt fábrica, que se está construyenclo en 1ft<br />

actnftlidftd, se dedicará, en gTan parte, á b pre-I<br />

11 Sociedad anónima.. . . , . . . paraciónde~ltcerodeBessemer y á la fal,rIclI- i<br />

( . ción de carnles<br />

ünSElW ACIONES.<br />

.<br />

y planchas. Con arreg-lo al pro-<br />

\ yecto, nehe tener gran im]10rt!1llcia. .<br />

( a.iinn.el<br />

Benefici!t<br />

hierro<br />

en horno<br />

colado<br />

alto<br />

y I)rúparn,l)~eZf\.SC01Il.Ul1CS<br />

el mmeral de hIerro;<br />

Vedia D.Fernando Campos J yalg-nnas especiales. T"a<br />

pro(lucCIón (lO h,orro<br />

\ dulce es (le unas 1.750 toneladas por f1nO.<br />

I<br />

DENSIDAD Y RESISTENCIA DE LOS PRINCIPALES MATERIALES METÁLICOS.<br />

1<br />

DenSida-1<br />

CARGAS DE<br />

R~;~:~::~~<br />

70,0<br />

~,O,O<br />

»<br />

»<br />

30.0<br />

'160,0<br />

»<br />

»<br />

»<br />

»<br />

')<br />

22,7<br />

»<br />

»<br />

»<br />

MILÍMETRO<br />

des I' .<br />

E ó e<br />

..<br />

xtensl n. ompreslOn.<br />

medias. - -<br />

Flexión. TorsiÚn.<br />

IGlo[Js. IÚlo[Js. Kilo[Js. [{UOlJs.<br />

I<br />

Hierro forjado (barrasl<br />

delg


APÉNDICES Á LA PRUIERA PARTE.<br />

PINTURAS Y BARNICES.<br />

En algunas ocasiones se pintan, y á veces se barnizan además, ciertas<br />

obras de fáhrica, de madera ó de metal, con ohjeto de preservarlas<br />

de la acción destructora de la atmósfera, ó de que tomen un aspecto<br />

más agradable. Prescindiendo de la cuestión artística, que sale<br />

fuera del programa de este lihro, se dará alguna idea del alquitranamiento;de<br />

las pinturas al óleo, al temple, á la cerveza, al fresco y á la<br />

encdustica, y de los batnices. Como introducción al estudio de las pinturas,<br />

se dirá lo necesario acerca de los col01'es.<br />

ALQUITRANAMIENTO.<br />

Clases de alquitrán y modo de aplicarlo.-Más bien<br />

que pintura, el alquitranamiento es un enlucido formado de capas de<br />

alquilrán, que generalmente se aplica á construcciones que se hallan<br />

á la intemperie, sobre todo á obras de madera, á muros de adobes<br />

ó tapiales y á cuhiertas de teja.<br />

Dos son las clases de alquitrán que se conocen: el mineral y el vegetal.<br />

Como se ha. visto en la primera y segunda sección, el alquitrán<br />

mineral es un prodLlcto liquido, de color negro, que se obtiene en uno<br />

(le los periodos de la destilación de la hulla, para producir el gas de<br />

alumbrado;el alquitrán ve,ryetales un producto análogoal anterior, que<br />

se recoge al uestilar las maderas. En las aplicaciones que se examinan,<br />

dehe preferirse siempre el mineral, pues como el vegetal es bastante<br />

soluhle en el agua, al poco tiempo desaparece.<br />

o6¡¡<br />

,Par~ ~lqulLranar una superficie, se dan capas delgadas de alquitranlllrYIendo,<br />

procurando que penetre por las juntas ó hendeduras<br />

de la obra; sobre la primera mano, y cuando está seca, se extiende<br />

otra en iguales condiciones, y asi se prosigue, hasta dar las necesar.ias,<br />

que pOI: l~ general, son tres. Se invierte próximamente l/s de<br />

lItro de alqmtrall para dar tres manos á un metro cuadrado de' madera<br />

que hubiese estado ya alquitranada,<br />

trata de madera nueva.<br />

y medio litro cuando se<br />

Calafateo y embreadura.-Algunas veces el enlucido anterior<br />

se aplica á superficies que se quiere hacer impermeahIes, como<br />

cascos de buques, calderas de máquinas de vapor, depósitos de agua,<br />

etc., y en tales casos hay que practicar otras dos operaciones, que son<br />

el calafateo y la embreadura. El calafateo consiste en introducir en las<br />

juntas, después de la primera mano de alquitrán, por medio de un<br />

ci~1celplano y sin filo, á golpes de mazo, estopa empapada en alquitran,<br />

hasta que no admitan más. La embreadura se reduce á cubrir<br />

las juntas calafateadas con brea fundida. La brea ó betÚn artl/icial es<br />

segÚn se explicó en la sección primera, el alquitrán mineral, pri~ad~<br />

d~, la mayor parte de..losaceites esenciales que entran en su composi-<br />

ClOn,y que se reemplazan á menudo con aceites fijos ó carburas: es<br />

un producto sólido y negro á la temperatura ordinaria, pero se funde<br />

á un calor poco elevado. La brea se extiende, como el alquitrán,<br />

una brocha áspera.<br />

con<br />

COLORES.<br />

SUBST ANClAS COLORANTES.<br />

Las pinturas propiamente dichas, tienen todas por base común<br />

los colorqs; las diferencias que existen eutre unas y otras, consisten<br />

sólo en los diversos modos de aplicación de aqueUos.<br />

Los colores que suelen obtenerse directamente, son: el blanc~, el<br />

neg1'0,el amarillo, el azul, el verde, el 1'0/0y varios obscuros' los demas<br />

y aun algunos de los expresados, se preparan mezcland;, en div.ersas<br />

proporciones, otros colores, segÚn las indicaeiones de la práctIca.<br />

Se reseÜarán las suhstancias que para producir las coloraciones


i)ü6<br />

mencionadas se usan con mayor frecuencia en las artes, y en especial,<br />

en la pintura de construcciones, que es la aplicación que más interesa<br />

conocer al Ingeniero.<br />

. Blancos.-BLA:NCODE CRETA Ó DE ESPAÑA.-Esun carbonato cálcico,<br />

que se encuentra en la naturaleza y que se purifica por lociones<br />

sucesivas y prolongadas. Es color basto, poco fijo y que sc usa mucho<br />

para adulterar los siguientes, ó para pinturas muy ordinarias.<br />

ALDAYALDE.-Esel carbonato de plomo, que, por lo general, está<br />

mezclado con hidrato ferroso, lo que hace que los objetos pintados<br />

con esta substancia, tomen al poco tiempo un tinte amarillo, dehido<br />

á la conversión del hidrato ferro so en llidrato férrico. En el curso de<br />

Químir,a se estudian los procedimientos industriales para la preparación<br />

del albayalde.<br />

BLANCOSDE HOLANDA, DE I-tUIBURGO y DE V ENECIA.-EstÚn formados<br />

de carbonato de plomo ó albayalde, mezclado con cantidades varia-<br />

Mes de sulfato de ]mrio, que da al color la opacidad que le falta. Los<br />

hlancos de Veneci{l, If amlw/'go y If olanda, resultan respectivamente<br />

de mezclar una parte en peso de alhayalde, con una, dos ó tres de<br />

sulfato Mrico. Esta sal se emplea también en el comercio para adulterar<br />

el albayalde.<br />

BLANCODE PLATA.-Escarbonato de plomopuro. Presenta el inconveniente<br />

de que resulLa cara la pintura, por serIo el color y necesitarse<br />

además mucha cantidad, porque cubre muy poco.<br />

OBSERVACIÓN SOBRE EL uso DE LOS BLANCOS DE PLOMo.-Los colores á<br />

que se refieren los tres parrafos anteriores se conocen con el nombre<br />

de blancos de plomo. El grado de pureza se puede determinar. por un<br />

ensayo químico, pero en la practica es más sencillo moler y desleir<br />

en ]a misma clase de aceite, los blancos que se quiere comparar; extcnderlos<br />

en fajas uniformes sobre una lamina de vidrio, y ver el resultado<br />

de cada uno, después de expuestos por algÚn tiempo al aire.<br />

Los colores de base de plomo, tienen el gravísimo inconveniente de<br />

c,jercer una acción tóxica cn la economía animal, élcausa de las partículas<br />

(fue se introducen mecánicamente en el aparato digestivo. Su<br />

cfecto es tal, que producen una violenta enfermeLlad que empieza con<br />

1111cólico (cólico satu/'ninoÓ(lepintores). En un principio, y hasta<br />

que los operarios reciban el tratamiento facultativo, conviene hacerles<br />

tomar limonadas sl1lfÚricas.<br />

1567<br />

BLANCO DE ZINc.-Para obviar las defectos que presentan los hlancos<br />

de plomo, hay tendencia á sustituidos por el blanco de zinc, que<br />

es óxido de este metal, más Ómenos purificado; presenta la desventaja<br />

de ser más caro, pero á pesos iguales, culn'e mayor superficie que<br />

el albayalde. El blanco de zinc se llama tamhién de malvCt t'osa y de<br />

nzeve.<br />

CALVlvA.-Se emplea sohre todo en la pintura al temple, aÜadiéndole<br />

casi siempre un poco de alumbre ó de arcilla, con ohjetode<br />

darle más solidez. Desleída en aceite se seca pronto, pero amarillea<br />

al cabo de algÚn tiempo. .<br />

SCLFATO CÚCICO NATURALÓ YESO.-EI yeso puro, hien molido y cernido<br />

se emplea para colorir papeles y en la pintura a] temple, que<br />

resulta muy sólida usando este color. Kuhlmann ha propuesto aplicar<br />

el yeso á pinturas mas delicadas, fijándolo con gelatina Óalmidón.<br />

SULFATO B.{RICO Ó BLANCO DE BARITA.-Es un color muy sólido, pero<br />

que cubre ma] y se ennegrece con las emanaciones su]furosas; se<br />

usa, desleído en cola, l)ara ]a fabricaciÓn de papeles pintados. Se emplea<br />

asimismo, como ya se ha dicho, para preparar Óadulterar algunos<br />

hlancos de plomo. Kuhlmann ha propuesto taml)ién que se aplique<br />

á la pintura, fijándolo con almidÓn, gelatina ó disoluciones silíceas.<br />

OTROSBLANCOS.-Existenotros blancos de aplicaciÓn menos comÚn<br />

que los anteriores, entre los cuales pueden citarse, el sulfuro {le zinc<br />

ó blenda, el óxido de antimonio y el oxicloruro del mismo cuerpo, el<br />

.wlfato de plomo ó albayalde de lYfllllwllse, y el sulfato, el antimoniato,<br />

el antimonito y el tungstato plÚmbicos.<br />

Negros.-NEGRO DE HUJIO,-Escarbón muy dividido, que se obtiene<br />

por la combustión incompleta de substancias vegetales Ó animales.<br />

El del comercio se prepara generalmente con hulla grasa. Á<br />

causa de su poca densidad se deslie muy mal en agua.<br />

NEGRO DE MARFIL.-Seobtiene por la carbonización y destilaciÓn<br />

del marfil, en vasos cerrados. Cubre mas que e] negro de humo, pero<br />

es mucho más caro; de modo que sólo se usa para pinturas finas.<br />

NEGRO DE C03IPOSICIÓN.-Es<br />

el residuo de la calcinaciÓn, en vasos<br />

cerrados, del azul de Prusia Ú otros productos cianurados. La materia<br />

cIuese obtiene, ofrece un hermoso color negro-azulado; es muy<br />

secante y lmstante sólida. Considerada químicamente, es carlmro de<br />

hierro; mezclada con albayalde da lugar al gris de plata y a] de perla.


B68<br />

TIJ\TADECm.NA.-Esle color, aunclue no se emplea en las pilltmas,<br />

tiene tanta importancia en las artes del dihujo, que conviene decir<br />

siquiera su composición. La Únta de China se fahrica desde tiempo<br />

inmemorial en la región que le da nomhre; se ignora el procedimiento<br />

que siguen los chinos, sabiendo sólo que está formada de carhono<br />

muy dividido, cementado con goma arábiga ó gelatina, y que se aromatiza<br />

con almizcle ó alcanfor. En Europa se prepara hoy esta substancia,<br />

habiendo conseguido obtenerla de excelentes condiciones; cada<br />

fabricante tiene su receta especial.<br />

Amarillos.-~Iuchas son las suhstancias orgfmicas y minerales,<br />

que producen estos colores; se indicarán las principales.<br />

OCRESA)IAllILLos.-Son arcillas mezcladas con hidrato f(~rrico. Los<br />

oc¡'estienen las propiedades g'enerales de las arcillas, y debe exigirse<br />

que se reduzcan á polvo con facilidad y no sean arenosos. Se mezclan<br />

perfectamente con los hlancos, para proclucir tonos amarillos de<br />

menor intensidad.<br />

AMAItILLOSDECRO)IO.-Son, por lo general, cromatos plÚmbicos,<br />

cuyos matices varían desde el amarillo de canario al anaranjado. No<br />

pueden mezclarse con el blanco, porque producen colores poco sólidos;<br />

se emplean raras veces en la pintura ordinaria, por ser caros y cubrir<br />

poco.<br />

A)IAItILLO)IINEItAL.-Es un oxicIoruro de l110mo, que da un color<br />

sólido, empleauo en pintura de decoraciones y coches; cubre bien y se<br />

ennegrece poco. Se realza á menudo su tono con amarillo de cromo.<br />

. A)[AItILLODE N.\.rOLES.-Es el antimoniato de plomo, que da tonos<br />

muy sólidos y de gran riqueza. Se usa 11l'incipalmente para imitar el<br />

tono de oro.<br />

OTItOSMIARILLOs.-Entre las otras muchas suhstancias minerales,<br />

que (lan colores amarillos y que se emplean en las artes, se citarán<br />

las siguientes: ,la tie1"m de Italia, que se asemeja mucho á los ocres<br />

amarillos; el anwl'illo de 111al'te, que se prepara precipitando el óxido<br />

de hierro de una disolución ferrosa con un carbonato alcalino ó con<br />

cal; el amal'illo de ultmmal', ó Cfomato Mrico; el cromalo cálcico; el<br />

amarillo de botón de 01'0,Ócromato de zinc; el amarillo cle cadmio, ó<br />

sulfuro de dicho metal; el oro 1!1usivo,bronce de pinturas ó polvos cle<br />

bronce, de que más adelante se hablará; el amarillo de antimonio, mineml<br />

superfillo e) !le 1VIerimee, que participa á la vez dei amarillo de<br />

Nápolesy del mineral; el yoclw'u<br />

B69<br />

de plomu,'el sullatu básicuy el (tI'lienito<br />

del mismo metal; el oro de A.lemania, que es una aleación de<br />

cohre y zin~, reducida á hojas delgadísimas, que se mezclan con goma<br />

y se extIenuen en conchas, como se hace con el oro y la plata;<br />

otro amarillo mineral, que es un sulfato de mercurio; el oro metálico,<br />

que se emplea en hojas, en polvo, en cal (cuando proviene de la<br />

afinación de menas de plata auríferas)<br />

ó sulfuro amarillo de arsénico.<br />

y en conchas; y el oropimente,<br />

De las materias amarillas organicas, que se utilizan como colorantes,<br />

se indicarÚn la gutagamba, la c¡ircunw, el ccirtamo ó alazor, la<br />

laca de gualcla y el amarillo indico, que segÚn Erdman es el depósito<br />

de la orina de los camellos alimentados con el fruto del mangostana<br />

mangi{era, y segÚn otros se prepara en la India secando al sollos<br />

Ol'ines de húfalo.<br />

Azules.-AzI'L DE PRUSIA.-Es el que más se emplea en la pintura<br />

de edificios. Químicamente considerado, es ferrocianuro férrico,<br />

que se prepara tratando una sal soluhle férrica por el ferro cianuro<br />

de potasio, verificándose la siguiente reacción:<br />

.<br />

5! (FeCy G) IV J{4 l + 2 ( (S02/1)5<br />

I \<br />

(Fe2)VI<br />

J<br />

= (<br />

)<br />

S02" 6 /{2 02) + (FeCyG)'" (J?e2r.<br />

~<br />

~ OG )<br />

Es un color intensísimo, hastando para ohtener el azul celeste<br />

mezclar un gramo de azul (le p¡.ltsia cOn 90 de albayalde. Dehe conservarse<br />

sin desleir hasta el momento de usado, pues de lo contrario<br />

se espesa y no puede extenderse por igual. Mezclado con blancos,<br />

resultan tonos hien marcados, pero que se enverdecenconel tiem-<br />

po" El azul de Prusia es muy estable, por lo general; sin embargo, se<br />

destruye por completo con las emanaciones salitrosas de los muros.<br />

En el comercio se encuentra en forma de panes ó en trozos de color<br />

azul pronunciado, con reflejos rojizos y fractura concoidea.<br />

El azul de Prusia mezclado con ocres amarillos, da verdes más ó<br />

menos intensos: los que se ohtienen agcegándole amarillos de cromo,<br />

son muy hrillantes, pero poco sólidos.<br />

El azul de Tlwnbull se considera en el comercio como idéntico al


¡¡iO 3i1<br />

de Prusia, pero químicamente es el precipitado que resulta de tratar<br />

una sal ferrosa por el ferricianuro potÚsico.<br />

AZljLDEULTRA}IAR Ó LLTlLUUR.-El ultramar natural existe en el<br />

mineral llamado lapislázuli ó lazulita, que proviene de Oriente. Para<br />

preparar el color se somete, por varios días, la piedra molida á la<br />

acción del vinagre fuerte, que disuelve la cal que se halla mezclada<br />

mecánicamente. Las demás sulJstancias perjudiciales se extraen mezclando<br />

la materia con un IJetÚn compuesto de resina, cera y aceite<br />

de linaza cocido. Una serie de lociones con agua tihia, produce aZll-<br />

Jes de diversas calidades y tonos.<br />

El ultramar artificial, mucho más barato que el natural, se fabri.<br />

ca principalmente en Francia y Alemania: sin entrar en detalles acerca<br />

de su preparación, bastará consignar que las materias primeras<br />

que se emplean, á lo menos en Alemania, son el caolín, el sulfato y<br />

carbonato sódicos, el azufre y el carbón vegetal.<br />

El ultramar es inalterable al aire é insoluble en el agua, en el alcohol,<br />

en el éter y en todos los aceites que se usan en pintura. Tiene<br />

multitud de aplicaciones industriales, pero por ser de poco cuerpo y<br />

de coste elevado, no suele usarse más que para dar la Última mano<br />

en la pintura de construcciones.<br />

AZLL DE CODALTOÓ DETHENAIID.-Este hermoso azul puede considerarse<br />

como una mezcla de fosfato alumínico y de óxido de cobalto:<br />

se vende en el comercio en polvo y en trozos. Resiste perfectamente á<br />

la acción del calor, de la luz, de los ácidos, de las emanaciones sulfurosas,<br />

del cloro y de los álcalis; cubre tanto como el ultramar, pero<br />

da cierto tono violado. SegÚn Boullai-J\IarilIac, se obtiene un azul<br />

más rico y aterciopelado reemplazando la alÚmina con cal. Como el<br />

nltramar, no suele emplearse en las construcciones ~iviIes más que<br />

para dar la Última mano.<br />

ULTllAMAll DE COBALTo.-Seprepara calcinando al rojo cereza una<br />

mezcla, en partes iguales, de alÚmina gelatinosa y nitrato de cohalto.<br />

Tiene un ligero tono violado, lo mismo qne el azul de Thenard, pero<br />

se usa bastante en ía pintura al óleo.<br />

AZljL ÓES}IALTE.-Este color, que usaron ya los griegos y los romanos,<br />

debe considerarse como un silicato doble de potasio y cobalto,<br />

mezclado con alÚmina, magnesia, óxidos de hierro y níquel, cte.<br />

Se prepara tostando el mineral llamado esmaltina ó coballo blanco,<br />

que es un arsenimo de dicho metal, para desalojar el arsenieo; se<br />

pulveriza y se funde, agregándole arena y carbonato potasico, resultando<br />

una substancia, que tratada con agua fría, se hace muy quebradiza;<br />

se deja secar y se muele.<br />

El esmalte no se deslíe bien en aceite, á eausa de la arena que encierra,<br />

de suerte que no es ápropósito para la pintura al óleo; se emplea<br />

en las pinturas al temple y al fresco, para azular los papeles y<br />

lienzos hlanqueados y en muchas otras aplicaciones industriales.<br />

LACA ~IIXERAL.-Substanciade hermoso color de lila, que resulta<br />

de la comlJinación de los óxidos de cromo y esta11o; se usa mucho<br />

en Inglaterra para pintar loza y porcelana; puede aplicarse con<br />

ventaja á la pintura al óleo y á colorir papeles.<br />

AzuL DE MONTAÑAÓ CE'\IZAS AZULES.-EI primer nombre se reserva<br />

ordinariamente para el color natural, que proviene de la azurita ó<br />

sea hidrobicarbonato tricÚprico. Las cenizas azules vienen il tener la<br />

misma composición, sohre todo las preparadas en Inglaterra, que son<br />

las mejores: las francesas están siempre mezcladas con cal cáustica<br />

y yeso, y tienen poca solidez y tonos menos ricos que aquellas. Las<br />

cenizas azules se aplican sohre todo á la pintura de papeles y decoraciones;<br />

en la pintura al óleo no se usan con frecuencia.<br />

ÍNDIGOÓ AÑIL.-Esta materia colorante se extrae por maceración<br />

de las hojas y ramas del indigofcra ó ncrium, del polygonum tinctol'ium<br />

y del isatis tinctoria, que se encuentran en Am6rica, la India y<br />

Filipinas.. El Mtil del comercio puede considerarse como una mezcla<br />

de cal y del principio colorante del índigo, ó incligotina; es insoluble<br />

en la mayor parte de los líquidos, exceptuando el ácido sulfÚrico;<br />

los cuerpos grasas lo enverdecen ó ennegrecen, por cuya razón, así<br />

como por la de no extenderse bien la materia desleída en aceite, se<br />

emplea muy poco en la pintura al óleo; en caml)io se usa mucho en<br />

las pinturas al temple, siempre que no estén expuestas á la acción<br />

del sol, obteniéndose tonos más ricos que con el azul de Prusia.<br />

Verdes.-En general se preparan los verdes mezclando amarillos<br />

con azules; pero en el comercio se encuentran muchas substancias<br />

minerales que dan directamente aquellos colores, y conviene conocer<br />

las más usadas.<br />

VERDEDE RINN}IANN,DE COBALTOÓ DEZINC.-Es una mezcla, ó quizit<br />

una combinación, de óxidos de zinc y colJaJto, que se obtiene des


572 573<br />

liendo aCfuelóxido en una disolución de sulfato ó nitrato de cobalto y<br />

calcinando la mezcla hasta el rojo obscuro. El color posee excelentes<br />

condiciones, pero no se usa muchó por su elevado coste.<br />

VERDE DE CR0110 Ó VERDEES1IERALDA.-Esel óxido crómico (Cr2O'),<br />

insoluble en el agua y en los ácidos, que se puede preparar por las<br />

vías seca y hÚmeda. Produce tonos ricos, pero algo pálidos, y es un<br />

color muy sólido que se emplea en la pintura al óleo y en la fahricación<br />

de telas y papeles.<br />

VERDEDElUILORYÓEN GRANos.-Parece que esta substancia, que<br />

reune todas las buenas cualidades que' se pueden exigir á un color,<br />

se compone de suIfatos de bario y plomo y de ferro cianuro y cromato<br />

potásicos. Se expcnde en polvo y en granos, y se emplea mucho en la<br />

pintura al óleo.<br />

LACAVERDE.-Se diferencia del verde de Hinnmann, en que el óxido<br />

de cohalto se reemplaza con el de cobre. Hesiste muy bien á la acción<br />

del aire y tienda misma aplicación que el anterior.<br />

VERDE DE SCHEELE, YERDE l\IINERAL Ó VERDE PAPAGAyo.-Este color,<br />

cuando está puro, es simplemente arsenito de cobre, pero el del comercio<br />

encierra siempre óxido del mismo metal. Se prepara tratando<br />

una disolución de sulfato cÚprico por otra de arsenito potasico; el<br />

precipitado se lava con agua caliente y se seca después á un calor suave.<br />

Es poco sólido, pero se emplea bastante, en especial para colorir<br />

papeles. Tiene el inconveniente de ser una substancia en extremo venenosa;<br />

segÚn Louyet, el verde papagayo de los papeles, se descompone<br />

en contacto del aire y produce un desprendimiento de hidrógeno<br />

arseniado, que es muy tóxico.<br />

VERDEI~GLÉs.-Con este nombre se conocen muchas variedades de<br />

color verde. Se obtienen mezclando el verde papagayo con sales blancas,<br />

como el sulfato lJárico ó el calcico. Los tonos varían desde el<br />

verde de manzana hasta el verde de hoja seca. El verde inglés es muy<br />

vcnenoso, cubre bastante, es poco sólido, y ofrece la desventaja de<br />

hacer cambiar el tono Úotros muchos colores. Su precio no es elevado,<br />

lo que explica qne se nse bastante en las pinturas ordinarias al<br />

¡)leo y al temple.<br />

VEllDEDESCHWEINFURT .-Esta formado de ácido arsenioso, óxido<br />

cÚprico yacido acético; es color sólido que no se altera por el aire, el<br />

calor, ni las emanacionessuIfurosas; es soluble en los ácidosnítrico y<br />

clorhidrico hirvientes; si la solubilidad no es completa, proviene de<br />

que el color está mezclado con sulfato hárico. El ve1'[lede Scllweinf'urt<br />

se usa en pintura con mucha frecuencia.<br />

VERDEDEMITISÓDEVIENA.-Es el arseniato cÚprico, que se prepara<br />

descomponiendo el sulfato de cO])1'econ el arseniato potásico, y<br />

lavando y secando el precipitado; tiene color verde de prado, de varios<br />

tonos; es sal muy venenosa, que pocas veces se encuentra pura<br />

en el comercio; posee bastante solidez y se emplea en la pintura<br />

al óleo.<br />

VERDE1IO:'iTA;\AÓ DE BRUNSWICTL-Es un hidrocarbonato dicÚprico,<br />

que proviene unas veces de la malaquita natural, y se prepara otras<br />

tratando el sulfato cÚprico por el carbonato sódico; en este Último<br />

caso es cuando se le aplica el nombre de vercle de Brunswick. Tanto<br />

(~stecomo el verdemontwia son venenos activos y colores de poca fijeza.<br />

En el comercio se encuentran, por lo general, mezclados con sulfato<br />

de bario.<br />

En Alemania se conocetambién con la denominaciónde vercle de<br />

Brunswick al oxicloruro de cobre, que se usa asimismo en pintura.<br />

VERDEDE BRE1IA.-Se diferencia del verdemontaÜa artificial, en<br />

que se reemplaza la mitacl del carbonato sádico con una cantidad igual<br />

de potasa cáustica. El color tiene un tono azul-verdoso; es poco sólido.<br />

aTltOsVERDEs.-Ademas de los verdes minerales reseÜados, sc cmpIcan<br />

otros, acerca de los cuales ]mstarán ligerísimas indicaciones.<br />

Son los siguientes:<br />

Tierras verdes de Verona y de Chipre. Colores muy sólidos, que se<br />

aplican en especial á pinturas artisticas.<br />

Ocres verdes. Provienen de la mezcla de ocres amarillos, con ácido<br />

clorhidrico, ferro cianuro potásico y sulfato férrico. Son poco sólidos.<br />

Verdes cle zinc. Son unas veces cianuro ferroso-zínCÍco, y otras<br />

óxido dohle de zinc y cobalto.<br />

Cinabrio verde, ó sea mezcla de amarillo de cromo y azul de Prusia.<br />

Este color no es nada sólido. .<br />

Verde gris ó subacetato cÚprico; sal incristalizahle y muy vene-<br />

.<br />

nosa, que da un color poco sólido.<br />

Verdete cristalizado, ó acetato cÚprico, que se encuentra en cristales<br />

gruesos, pareciéndose, por lo demás, en sus propiedades al anterior.


374-<br />

VCl'dc cCl'vnds. Colormuy sólido, de base de arselliato cÚprico;<br />

tiene excelentes condiciones, llero su elevado precio hace que sólo se<br />

emplee en pinturas arLÍsticas.<br />

Verdes orgánicos. Entre los verdes orgánicos, sólo se citará el verdc-vejig(t<br />

ó verde vegetal,que es una laca formada con la materia colorante<br />

del r/wmn1ts calharticus y la alÚmina ó la cal. Es uno de los<br />

pocos verdes inofensivos; no se emplea en pinturas al óleo por su poca<br />

solidez, pero se usa en acuarelas y para las aguadas verdes de los<br />

planos.<br />

Rojos.-l\IINIO Ó AZARcóN.-Segim Dumas, se }1Uedeconsiderar<br />

. Pb".\<br />

como un plumbato plÚmbIco, Pbrv J 04. Su preparación consiste en<br />

calentar al aire, por bastante tiempo y sin fundido, el litargirio (óxido<br />

plÚmbico). Es color que se usa mucho, generalmente sólo, en<br />

manos de pintura ó de imprimaciün. Es caro y suele falsificarse con<br />

polvo ~leladrillo ó con rojo inglés: para reconocer si es legitimo, se<br />

toma una pequeiia cantidad, se coloca encima de una placa de palastro<br />

y se calienta al rojo; si es puro, se transforma en litargirio, quedando<br />

toda la masa amarilla; por el contrario, la presentación de<br />

puntos rojos ó negros acusará las impurezas.<br />

BER1IELLÓN .-El mercurio y el azufre combinados en cierta proporción,<br />

dan origen á tUl compuesto rojo, que cuando está en masa cristalina,toma<br />

el nombre de cinabrio, y cuando en polvo el de bermellón.<br />

Este se emplea en pintura, usándose á veces el natural, pero más<br />

aÚn el artificial, que se obtiene, ya por la vía hÚmeda, ya por la seca.<br />

Se fabrica en EspaÜa con productos de Almadén, aunque el mejor<br />

proviene de China. El bermellón se suele adulterar con acres Ú otras<br />

substancias rO.ias. Se reconoce calentando un poco en una vasija: si<br />

se volatiliza todo, es puro; si quedan residuos, contendrá substancias<br />

extrar1as.<br />

ROJOINGLÉSÓ CÓLCOTAR.-Conestos nombres se conoce un rojo,<br />

(Iue no es otra cosa más que el anhidrido férrico y que generalmente<br />

se obtiene como producto secundario en la fabricación del<br />

ácido sulfÚrico concentrado, y mejor aÚn, del de Nordhausen. Tiene<br />

el aspecto de ocre rojo, aunque de matiz más intenso.<br />

Se dehe escoger de color uniforme, pues algunas veces presenta<br />

puntos negros, y en este caso es de inferior calidad. Ofrece extra 01'-<br />

570<br />

dinaria dureza y se emplea también para Hl'llÜir metales y vidrios.<br />

OClIESROJos.-Los ~Jcres amarillos se convierten en rojos por la<br />

calcinación, como se vió al tratar de las arcillas. Existen acres rojos<br />

naturales, pero son muy bastos, así es que se prefieren los procedentes<br />

de los amarillos. Entre los naturales, el más usado es el almazr;l'I'ón<br />

Óalmagre, que se emplea principalmente para pintar baldosas y<br />

para seÜalar trazos en la labra de maderas y piedras; sin embargo,<br />

gran parte del almagre que se consume no es natural,<br />

con acres amarillos.<br />

sino preparado<br />

OTROSROJos.-Entre las substancias minerales, conviene conocer<br />

las siguientes: el bol arJlu!nico, de que ya se habló al estudiar las arcillas;<br />

la cal metálica, muy usada en Inglaterra, y que es el arseniato<br />

cobáltico natural ó artificial; la rosa dc cobalto, que proviene de la<br />

calcinación de una sal de cobalto mezclada con magnesia; el rojo obscuro,<br />

resultado de la fusión, en un crisol de barro, de 10 partes de<br />

minio y i de cólcotar; la eseal'lata ó yoduro mercÚrico; el rojo de<br />

pÚrpura, cro111atode mercurio ó de plata; la pÚrpura de Casio, que<br />

es, segÚn Figuier, una aleación de estaño y oro, y, segÚn otros autores,<br />

el estanato áurico; yel rejalg(tI', natural<br />

sulfuro de arsénico.<br />

ó artificial, ó sea el bi-<br />

Entre los colores rojos vegetales se citarán la laea y el carmín (le l'Ub¡:a;la<br />

laca (le Fernambuco, extraída de maderas rojas del Brasil, y<br />

el rojo (le cártamoó (le alazor.<br />

De los rojos animales, se indicarán el c(tI'Inínde cochinilla, extraído<br />

del insecto de este nomJJre, que se cría en abundancia<br />

.<br />

y las laeas cal'minadas.<br />

en Canarias,<br />

Colores obsou.ros.-Elltre las substancias colorantes que dan<br />

tonos obscuros, se encuentran: La tierra de sombra, denominación<br />

bien impropia, pues que la Última palabra se deriva deUmb1'ia, provincia<br />

de los antig'uos Estados pontificios; está compuesta principalmente<br />

de üxidos de hierro y manganeso, y calentada toma un color<br />

rojo obscuro. La tierra de Siena, que debe su coloración al óxido<br />

de hierro que contiene, y que reducida Úpolvo, después de calcinada,<br />

da un tono rojo particular, con el que se imita el matiz y las vetas de<br />

la caoba, en la pintura de edificios. La tierra de Colonia ó de Cassel,<br />

que es un lignito ferroso y pulverulento, que da un color obscuro<br />

muy agradable y sólido, de que se hace uso en las pinturas al óleo y


57(; 577<br />

al temple. El obscul'o de Van-Dyck, que es el color más sólido que se<br />

conoce; se emplea sobre todo en la pintura al óleo, y procede unas<br />

reces de la calcinación de un ocre amarillo y otras de la del cólcotar.<br />

Los betunes 11.alura[es,de que se habló en lugar oportuno. Y por Último,<br />

y prescindiendo de otros menos importantes, la sepia, cuyo<br />

origen y aplicación son bien conocielos.<br />

COMPOSICiÓN DE TONOS.<br />

Colores primitivos y secundarios.-Los colores fIue se<br />

han mencionado, bastan para producir gran nÚmero de tonos por su<br />

mezcla en diversas proporciones.<br />

Una pequeua cantidad de rojo mezclada con gris, da a éste un tono<br />

cálielo que no tiene de suyo. Mezclas de amarillo, azul y rojo,<br />

darán siempre grises de diversos tonos. El amarillo agregado al rojo,<br />

producirá anaranjado; se obtendrá el violado mezclando rojo y<br />

azul, etc. En general, la composición de tonos se funda en fIue, por<br />

medio de los colores Pl'imitivos, ó sean el amarillo, el rojo y el azul,<br />

se pueden preparar taclos los demás. Si se suponen colocados en una<br />

circunferencia los nombres de los colores, en el orden siguiente, rojo,<br />

anaranjado, amarillo, verde, azul y violado, de modo que correspondan<br />

a los seis vértices de un hexágono regular, resultará<br />

cada uno de los tres colores secundarios, mezclando los dos primitivos<br />

contiguos á él. La mezcla de un color secundario y uno de los primitivos,<br />

entre que afIuelesta comprendido, da un nuevo touo más<br />

próximo a este color, de suerte que se puede pasar por grados insensibles,<br />

del azul al rojo, del rojo al amarillo y del amarWo al azul. La<br />

mezcla de un color primitivo y del secundario opuesto, produce gris;<br />

porque de cualquier manera que se opere, se realiza la unión de los<br />

tres colores. Sucedería lo mismo si se mezclasen dos colores secundarios.<br />

Estas observaciones demuestran, que no se obtienen colores muy<br />

vivos más que mezclando dos colores primarios; la adición de un<br />

tercer color, empaña siempre el tono. Además, hacen ver cómo se<br />

debe proceder para obtener, sin tanteos, un gris determinado: si el<br />

color es demasiado verde, se agrega rojo; si es muy azul, se añade<br />

anaran,jado; siesta demasiado anlal;illo, se mezcla con violado; en una<br />

palahra, se neutraliza la influencia de un color dominante adicionando<br />

el opuesto.<br />

Los colores hlancos y negros sirven respectivamente para aclarar<br />

y obscurecer los tonos.<br />

La mezcla de colores se hace siempre después de D1olerlos y desleirlos.<br />

MOLIENDA Y DESLEDIIENTO.<br />

Una vez obtenidas las materias colorantes, es necesario moler las y<br />

desleirlas.<br />

Molienda.-La molienda puede hacerse a bra~o ó ¡\ m¡\quina.<br />

La molienda á brazo se verifica extendiendo encima de una losa de<br />

marmol pulimentada, cierta cantidad de color reducido á polvo, y<br />

mezclado con la cantidad necesaria de aceite, agua, gelatina Ú otras<br />

substancias, segÚn los casos, para que se forme una pasta bastante<br />

consistente; después se muele dUl'ante el tiempo necesario, con una<br />

nwletade mármol, sobre la cual actÚa con fuerza el operario. Ciertos<br />

colores, como el blanco, el amarillo y el rojo, se muelen con facilidad;<br />

en tanto que los demás necesitan mayor trabajo para conseguirlo.<br />

Una vez molido el color, se recoge con un cuchillo de punta redondeada,<br />

y se echa en vasijas de barro, barnizadas interiormente, que<br />

se cubren con una capa de agua ó aceite, de más de 2 centimetros<br />

de eS1)esor, á fin de que el aire no altere las materias.<br />

La mo]ienda á máquina consiste en echar la mezcla del color y del<br />


578<br />

madas por un mango de madera y un penacho. eriz~do de cerda ó de<br />

pelo de jabalí. Algunos fabricantes mezclan crll1es o ballenas c.on las<br />

cerdas: la falsificación se conoce mojando las hrochas, pues Si después<br />

de sacurlir ligeramente el agua, se enderezan los pelos, y presentan<br />

una superficie unida, las brochas son buenas;. al paso ({[lehay<br />

que desecharlas, si los pelos se encorvan. Deben mOjarse la: hroch~s<br />

antes de usarlas, para que hinchándose algo el asta, se apl'lete la lIgadura<br />

de las cerdas.<br />

.'<br />

Las lu'ochas más pequeiias que usan los pmtores<br />

.'<br />

para pmtm hletes<br />

y líneas se llaman de filete; las que contienen menos de 50 gramos<br />

de cer:la, (le pulgacla; las (lLleencierran de 50 á 125 gramos,<br />

(le preparación; las que tienen de 150 á 130 gramos, de mano, .~<br />

brocllOncsó brochas grandes, aquellas en que el peso de la cenIa esta<br />

comprendido entre 200 y 275 gramos... ", .<br />

Las hrochas ordinarias, cuyo penacho tlene mas de 27 nllhmetros<br />

(le longitud, suelen ser de pelos grises, y las más pequeñas de pelos<br />

blancos.<br />

PINTURA AL OLEO.<br />

Aceites.-El aceite que ordinariamente se emplea en la pintlll:a<br />

de construcciones es el de linaza, suhstancia viscosa, de color amanllo-verdoso<br />

y olor desagradahle; es muy secante, y más aÚn ag['egÚi~dole<br />

litargirio, y haciendo cocer la mezcla; en tal ca~o, tom~ un matIz<br />

pllrdo-rojizo. Este aceite se prepara tostando la semIlla del hno yJl10 liéndola después. Se debe procurar que sea puro, pues suele vemr fa~sificado<br />

del extranjero con aceite animal, que lo empeora mucho. l~l<br />

aceite de linaza tiene el inconveniente de enranciarse con fac~lidad.<br />

Para pinturas finas, se emplean aceites de nueces, adarmuleras,<br />

piJianes, etc. Si eStaJI puros son incoloros: algunos de ~llos ~O~I poco<br />

secantes, pero se logra modificarlos cociéndolos con htargll~Io.. Los<br />

aceites que se someten á esta operaciÓn, se llaman grasas o l~laJ'gÚ'iados.<br />

Secantes.-Para<br />

'.<br />

que los agentes extenores<br />

, .<br />

no estropeen las Plllturas,<br />

couviene que é~tas se sequen pronto. Los colores claros, á ex-<br />

579<br />

cepci6n de los de zinc, son bastante secantes para que no se necesite<br />

aiiadir ningÚn ingrediente al aceite de linaza en que se deslíen; pero<br />

los oIJsclU'oS,y sobre todo el llegro,- exigen, no sólo el cmpleo de<br />

aceite cocido con litargirio, sino la adición de un secante en el momento<br />

de usarlos. Los secantes que se aiiaden con más frecuencia<br />

son el litargirio, previamente molido del mismo modo que los colores,<br />

y el aguarrás. .<br />

Cuanto mayor es la proporci6n de secante, la desecación se verifica<br />

con más rapidez; pero en camhio los colores se adhieren peor al<br />

oJJjeto á que se aplican, formándose grietas y resquebraduras. Por<br />

esta razón no se debe recurrir á secantes más que para colores que<br />

lo sean muy poco, Ü cuya desecación convenga acelerar por cual-<br />

quiei'causa.<br />

Para colores obscuros, basta aiiadir al aceite ordinario de linaza<br />

tres decagramos de litargirio, por kilogramo de color molido. Elnegro<br />

molido en aceite, se hace bastante secante con sólo mezclar dos<br />

decilitros de aguarrás, por kilogramo de color.<br />

En general, no conviene adicionar secante á los colores de base<br />

de plomo; y en todos .los casos, aquel ingrediente ha de incorporarse<br />

en el momento de ir á aplicar la pintura, pues, de lo contrario, los<br />

colores se espesan y hacen hebra en la brocha.<br />

Modo de aplicar la pintura.-1.<br />

o<br />

EN MURos.-En primer<br />

lugar hay que preparar el paramento con un enlucido de cal ó yeso,<br />

segÚn los casos. Sobre el enlucido, después de seco, se dan una ó dos<br />

manos con aceite de linaza puro Ü mezclado con minio, para hacerle<br />

más secante, tomando entonces el paramento un tinte rosado claro;<br />

estas manos, que sirven para preparar r\ abrevar el muro, deben darse<br />

de modo que penetren todo lo posible. Seca la Última mano, se dan<br />

dos U más de imprÚnación, de color ])lanco (generalmente de zinc ó<br />

plomo), molido y desleído en aceite. Sohre la Última mano de imprimación,<br />

una vez seca, se tienden dos ó mas del color que se desee,<br />

dehiendo aumentar el nÚmero de manos, á medida que se quiera<br />

ohtener mayor bl'illo y uniformidad.<br />

Las pinturas al Üleo más sencillas, cuando se emplean en muros,<br />

comprenden por lo menos: una mano de preparación,<br />

mación y dos de color.<br />

una de impri-<br />

Cuando se hayan de pintar paredes húmedas ó salitrosas, se em-<br />

.


580<br />

pieza por quitar elenluciclo de yeso ó cal que las. cubra, y se les da<br />

otro con buenas substancias hidráulicas. Se aphcan luego eon una<br />

l¡rocha ancha varias capas de una de las dos composiciones siguientes,<br />

propuestas respectivamente por Darcet y Thenard. La pri~lera<br />

se prepara con una parte de cera fundida y tres de aceite de lmaza<br />

cocido con 1/10 de litargirio: la segunda, con dos ó tres partes de resina<br />

ordinaria fumlida, y una de aceite, también litargiriado. Esta<br />

Última es la que se emplea de ordinario; la anterior es cara y se reserva<br />

para muros que hayan de recibir pinturas finas. Es:os he~unes<br />

hidrófugos se extienden á una temperatura de unos 100 , telllendo<br />

cuida(lode calentar previamente la pared con un escalfaclo)' (1): cuando<br />

el enlucido hidráulico ahsorhe la primera mano, se da la segunda<br />

y se continÚa así hasta qne no absorba más. Dis~)t1es~ade.~ste moelo<br />

la superficie, se cubre con la primera mano de lmpl'lmaclOll. . ,<br />

2.° EN MADERAs.-Se empieza por dar una mano de preparaClon<br />

con aceite de linaza sólo, ó de imprimación hlanca muy clara. Después<br />

se empastan bien las oquedades, grietas y venteaduras con ll1a~<br />

silla de vi(lriero, si el color es obscuro, ó con betún de albayalde, SI<br />

es claro efectuando la introducción con una espátula ó con la hoja de<br />

un cucl:illo flexible. Se aplican en seguida una Ódos manos de imprimaciÓn,<br />

y las de color necesarias para conseguir el efecto que se<br />

desee.<br />

Si la madera es muy resinosa y tiene muchos nudos, hay que frotados<br />

con aguarrás ó áci(lo nítrico antes de dar mano alguna de prepm'ación,<br />

á fln de evitar que salga la resina y manche el. col~r. .<br />

5.° EN METALEs.-Selimpia hien el metal, sobre todo SIesta oXIdado',<br />

se le da lueo'o o una mano de imprimación de minio, que es . el co-<br />

1 1<br />

101'(Iue se adhiere con más solidez á los metales. y en part.lcu al' a<br />

hierro; después de seca, se da otra si ha quedado poco cublCrto con<br />

la primera, y, finalmente, se extienden las de color que fueren necesarias,<br />

aunque, por lo comÚn, no pasan de dos.<br />

Precauciones que deben observarse. -1.' No se debe<br />

preparar á la vez más que la cantidad de colores estrictamente. necesaria<br />

para el trabajo que vaya á ejecutarse,á fin de consegUIr que<br />

(,1) Consiste el escalfador en un plato de metal con bordes y mango, en<br />

el que seponen brasas encendidas que lo ¡-,aldeano<br />

1$84<br />

los tonos sean uniformes, pues los colores son más vivos y brillantes<br />

cuando estan recién desleídos. 2: Todo color desleído en aceites puros<br />

ú 31'asos, ó mezclado con se~ntes, ha de tener la fluidez necesaria<br />

para que no haga hebra en la brocha. 5: Es preciso remover, de<br />

cuando en cuando, el color antes de introducir la ]¡rocha, para que<br />

tenga siempre la misma fluidez é idéntico tono; de no proceder así,<br />

las materias se precipitan en la vasija, espesandose el color en el<br />

fondo y aclarándose en la superficie. Cuando, á pesar de esta precaueiún,<br />

se olJserva que se han espesado las substancias en la parte inferior,<br />

se ailade un poeo de aceite. 4: Las brochadas deben darse<br />

con uniformidad, y de suerte que, en lo posible, sean paralelas.<br />

5: Hay que cuidar de no trabajar con demasiado color en la brocha,<br />

y de no acumulado en las molduras que hayan de quedar con perfiles<br />

bien dibujados. 6. a No conviene dar una mano hasta que esté seca<br />

la anterior, lo que se reconoce aplicando el dorso de la mano sobre<br />

el ol¡jeto pintado. Si se pasa la brocha por una parte hÚmeda, la capa<br />

precedente absorbe el aceite de la nueva, y el color queda mate y<br />

granilloso. En este caso, hay que dar otra mano á toda la superficie,<br />

ó barnizar la pintura. 7: Cuando la pintura ha de estar expuesta al<br />

sol antes de secarse, se deben desleir poco los colores y emplear<br />

aceite mezclado con algo de aguarrás: de lo contrario, la pintura se<br />

llena de ampollas, que influyen desfavorahlemente en el aspecto y en<br />

la duraci()n. (J. a Cuando se hayan de pintar paredes, maderas ó metales<br />

que lo huhieran estado ya, es preciso' hacer saltar la pintura antigua<br />

para que se adhiera bien la nueva. Se facilita esta operación,<br />

untando previamente aquella de aguarrás, y haciendo pasar por enci~<br />

ma un escalfador ó una estufilla de alcohol con colípila, que dirige la<br />

llama horizontalmente al punto que se quiere, y agrieta la pintura,'W<br />

la cual se puede levantar raspando con una lámina triangular de'a.ce-<br />

1'0, con tres filos. Descubiertas las' superficies, se lavan con agua de<br />

jabón, que se da con una ]Jrocha áspera, an~es de aplicar la pintura<br />

nueva.<br />

Cantidades de color que deben emplearse.-La cantidad<br />

de color necesaria para cubrir un metro cuadrado varía, no sólo<br />

con la naturaleza del color, sino con el estado de la superficie que ha<br />

de pintarse. Por término medio, en una superficie perfeCtamente<br />

a]H'evada, se pueden dar tres manos de imprimaci()n blanca ó de


-582<br />

tono gris daro con 5li .) 40 decagTamos de color. Para la misma canlidatl<br />

de ohra haslan de ~O ;'123 decagramos de pintura negra.<br />

PINTURA Á LA COLA Ó AL TEMPLE.<br />

Generalidades.-La diferencia esencial entre la pintura al<br />

«Íleoy la que se va á estudiar, consiste en que en esta los colores se<br />

mezclan con agua para molerlos y se deslien en una disolución de cola<br />

Ú otra suhstancia gelatinosa. La pintura al temple es mueho más económica<br />

que la anterior, y aun cuill1do es menos duradera, se conserva<br />

aceptahlemente, si se ha preparado hien y no está expuesta á la<br />

acción de la lluvia. Por regla general, se emplea 1 parte de cola de<br />

huena calidau (1), por 5 de color molido: se conoce que la consisteneia<br />

es la conveniente cuando el color empieza a formal' algo<br />

de 11e1)ral sacado con la brocha. Debe cuidarse de qne la cola no esté<br />

en exceso, porque entonces la pintura se resquebraja; por el contrario,<br />

si hay poca gelatina, el roce más pequeiio hasta para que<br />

desaparezca el color.<br />

La cola se disuelve en agua caliente y se aliade liquidaá la matee.<br />

ria colorante, previamente molida.<br />

Modo de aplicar la pintura.-Es análogo al explicado para<br />

la pintura al óleo. Casi siempre se principia por dar una ó varias<br />

manos de cola caliente sohre la superficie que se ha de pintar; estas<br />

manos de eneolaLlura reemplazan á las que se extienden para abreyar<br />

las superficies que se han de pintar al óleo. Se dan en seguida uIJa .<br />

.) más manos de imprimación qne se aplican tibias, y, por Último, las<br />

que se necesiten de color ó pintura.<br />

Se calcula que, por térinino medio, se invierten 125 gramos de<br />

color para pintar un metro cuadrado.<br />

Pinturas barnizadas.-A veces la pintura al temple, así co- .<br />

DIOtamhién la al óleo, sc apomazan y harnizan, como más adelante<br />

se verá. De este modo se consiguen con pinturas al temple, sobre<br />

(1) Suele emplearse la cola de retazos para las yintnras qne no han lle<br />

barnizarse, y la de pergamino para las qne hayanae recibir brillo.<br />

583<br />

todo en el interior de edificios, ,resultados excelentes y relath-amente<br />

económicos. La pintura, que se suele llamar ehipolin, está formada<br />

por muchas capas de (',olor á la cola, apomazadas con esmero y Cllhiel'tas<br />

con dos () tres manos de harniz de alcohol.<br />

PINTURA Á LA CERVEZA.<br />

Esta pintura es de poco uso; su mayor aplicación es para pintar<br />

maderas ordinarias, imitando á otras de mayor precio. Se empieza<br />

por dar dos ó lllás manos de imprimación con pintura al óleo del colór<br />

qne se desee. Cuando están bien secas, se aplican otras lllanos de color<br />

molido con agua y desleido en cerveza (1), y después que se bayan<br />

secado, se cubren con dos ó tres manos de un barniz de alcohol.<br />

Esta clase de pintura se emplea principalmente para imitar al roble:<br />

en tal caso las manos de imprimación se dan con ocre amarillo y<br />

l)lanco de plolllo ó zinc. Se figuran las vetas con sie¡ut natural (2),<br />

molida con agua y desleída también en cerveza.<br />

PINTURA AL FRESCO.<br />

Generalidades.-La pintuJYtal {teseo sólo se emplea en la decoraciÚn,<br />

y si se trala de ella en esta obra, es porque, para aplicarla,<br />

es necesario poner antes la pared en cOlUlicionesespeciales.<br />

Se ejecuta la pintura ~ohreestuco blando ó {J'eseo (de donde toma<br />

el nombre) con los colores desleídos en agua pura, los cuales, en<br />

virtud de las condiciones secantes y ahsorbentes de la cal que contiene<br />

el estuco, se incorporan á él con tanta solidez, que suhsisten mientras<br />

no desaparece el enlucido.<br />

(1) Se da el nombre de cerpeza á la infusión fermentada de cebada germinada,<br />

conservada y perfumada con lúpulo úhr)mbrecillo.<br />

(2) La siena natural, que se ha citado ya anteriormente, es nu ocre ligeramente<br />

hitnminoso<br />

dinarios son opacos.<br />

y transparente,<br />

.<br />

de color am1rillo-pardo; los acres or


i)8'\'<br />

El estuco extendido sobre las paredes Ú otras superficies, es la sola<br />

preparaciÓn indispensable; pero como su huena ejecución es la hase<br />

del trahajo artístico, se procurará no abanclonarla á la práctica del<br />

alhaÜil, por inteligente que sea en obras de esta naturaleza.<br />

Preparación del estuco.-Se empieza por crihar en un cedazo<br />

de cerda la cal más fina de que se pueda disponer, mezc1ándola<br />

con un volumen igual de arena limpia de río, tamhien cernida por<br />

el mismo cedazo. La mezcla se echa en una vasija, hatiéndola mucho<br />

en agua dulce y clara, con la que se deja hien cubierta. Al día siguiente<br />

se quita la película de cal que habrá aparecido en la superficie,<br />

mudando el agua, si es necesario, yagreganclo otra igualmente<br />

limpia y ahundante; después se hate como antes, se deja reposar y se<br />

quita la capa superior á las veinticuatro horas, continuando del propio<br />

modo por espacio de cuatro á seis meses, al caho de los cuales<br />

estará la masa tan suave y pastosa como la manteca, sin que pueda<br />

alterar lo más mínimo los colores ([uehaya de recihir, ni camhiar con<br />

las variaciones higrométricas, ni humeclecer lo pintado, que Úveces.<br />

es causa del mal resultado de los frescos.<br />

Como los preparativos, son /largos, se procurara acoroeterlos con<br />

la debida antelación, conservando la masa en vasijas hien aconclicionadas.<br />

Sin embargo, si la ohra fuere urgente, poclrían pintarse sohre<br />

estuco preparado en pocos días, las partes de menos importancia,<br />

aguardando, para las que requieran más esmero, á que la pasta adquiera<br />

toda su homogeneidad.<br />

Cuando se vaya á tender el estuco se cuiclará de que la parecl esté<br />

l}Íen preparada, observando las siguientes prescripciones: 1. a, si estuviese<br />

la pared lisa y revocada de antiguo, bastará raspada con<br />

igualdad y hañarla dos ó tres veces para qi1e reciha con perfección el<br />

estuco; pero de no ser así, hay que picada y guarneceda de nuevo,<br />

dejánclola áspera y uniforme; 2", no se estucará hasta que la lJare,l<br />

esté }lerfectamente seca; 5", la víspera del día en que haya de aplicarse<br />

el estuco, se hañara con agua dulce el trozo correspondiente,<br />

repitiendo la operación por la maÜana imtes de fijar la masa.<br />

Hecho esto, marcara el artista el trozo que puecla pintar en aquel<br />

día,. trazando las líneas de contorno con unas creces de 2 á 4 centímetros.<br />

En seguida extenderá el alhaÜil el estuco con toda limpieza,<br />

sin pasar cle las líneas señaladas, dejánclolo del grueso de un<br />

1)85<br />

duro poco más ó menos, hruiiendolo despues con la llana para darle<br />

más firmeza, y pasando ligeramente una llluÜeca de trapo mojada,<br />

á fin de fIuitar la capa blanquecina que hará salir el hruÜido:<br />

con lo cual, y con matar los rastros de la llana para hacer aparecer<br />

los poros, sin lo que no se adheriría bien el color, habrá terminado<br />

su tarea el a]haiiil. Para que pueda unirse con el estnco dado el que<br />

haya de recibir el muro al día sig'uiente, se procurará rociar el primero<br />

de cuando en cuando, particularmente en sus extremos, que el<br />

pintor cuidará de recortar oblicuamente al terminar su trabajo. En<br />

invierno, espeeialmente en tiempo de heladas, es fácil que se congele<br />

la pasta extendida, y en verano que se reseque pronto: por una y<br />

otra razón conyiene rociarIa con cierta frecuencia; en el primer caso<br />

con agua caliente, y en el segundo con agua del tiempo, pues de<br />

manteuer el estuco siempre fresco depende, no sólo que la pintura<br />

pueda penetrar por los poros, sino que se unan perfectamente los<br />

contornos de las diferentes tareas con las nuevas capas de enlucido.<br />

P1NTURA Á LA ENCÁUSTICA.<br />

Con el nombre de encállstica se conocen dos cosas distintas: la<br />

pintllm á la r:em ó ced/ica, y el encemmiento.<br />

Pintura á la cera.-Esta clase de<br />

lJintura es muy antio'ua ,<br />

pues, segÚn Plinio, si bien se atribuía su inyención á Arístides debía '"<br />

ser bastante anterior. El sistema primitivo de encáustica pare~e que<br />

consistía en pintar con ceras co]oridas y quemar la pintura; la cera<br />

no se desleía en aceite esencial, sino que se hacía malealJle por el fuego.<br />

Se ponían las ceras a la lumbre en pequeÜos \'asos, y cuando se<br />

derretían se les daba los colores. Conla punta más estrecha de UIla<br />

espátula de hierro ó bronce, sacaban los pintores la cera endurecida<br />

de los vasos, y la ponían, á modo de toques ó pinceladas, en los sitios<br />

que debía ocupm'la pintura, con lo que formaban un eshozoó borradar,<br />

cuyas asperezas quitaban aproximando la punta ancha de la espátula<br />

calentada. La obra se ultimaba con un escalfador portátil, que<br />

disminuía el espesor de los toques y endurecía el tralJajo.


;\86<br />

Modernamente se emplean para esta clase de pintura diferentes<br />

procedimientos, (Iue, salyo ligeras diferencias, consisten todos en moler<br />

los colores ordinarios en una preparación llap.lada gluten. Esta<br />

suhstancia semifluida es cera muy blanca, mezclada con aguarrás<br />

purificado; resinas elemí y copal, que dan á la cera flexibilidad y tenacidad,<br />

y aceite de linaza que, al volatizarse más lentamente que<br />

el aguarrás, deja al pintor mayor tiempo para su trabajo.<br />

Esta pintura puede emplearse sohre piedra,. yeso, estuco, madera,<br />

etc., con tal que las superficies estén secas é impregnadas preyiamente<br />

de ulla capa de cera y aceite, extendida por medio del fuego.<br />

Dehe ohservarse, sin emhargo, que la encáusticá: está muy distante<br />

de poseer las cualidades que se le han atrihuído de resguardar a las<br />

superficies pintadas de la humedad, conservar á los colores el brillo<br />

y asegurar el mate ó quitar toclo reflejo.<br />

Como ejemplo de encáusticas modernas, pueden citarse las magníficas<br />

pinturas murales de la iglesia de San Vicente de Paul, en París.<br />

Enceralniento.-En las artes se da tamhién el nombre de encállslic((<br />

á varias preparaciones, que tienen por base la cera, y cuyo<br />

ohjeto es hacer fácil el extender esta sulJstancia en capas delgadas y<br />

uniformes, sobre la superficie de los cuerpos que se quiere encera¡><br />

para ponerIos lustrosos y hacerles inaccesibles al polvo y á la humedad,<br />

pues tales son los resultados que se obtienen encerando los muebles,<br />

los pavimel'ltos, etc.<br />

El enceramiento, comparado con los barnices, tiene sus ventajas l'~<br />

inconvenientes. Aquel resiste hien á los choques y rozamientos, y<br />

puede repararse con facilidad, ya por simples fricciones, ya por una<br />

nueva aplicación de cera; el barniz no ofrece la misma resistencia,<br />

pues al rozar con un cuerpo duro se l'aya Ó se agTieta, y los desperfectos<br />

sólo se pueden corregir haciendo saltar el barniz antiguo y<br />

reemplazándolo con otro nuevo. En cambio, el brillo producido por<br />

la cera no tiene el realce del barniz, y además aquella se ahlanda por<br />

la acción de un calor poco elevado, lo que reduce en extremo SllS<br />

aplicaciones.<br />

El enceramiento se hace á veces con cera natural: así se da lustre<br />

á los suelos y escaleras en muchas localidades, como sucede en las<br />

provincias Vascongadas. Pero otras yeces se usan pomadas ó encáusticas,<br />

de las que hay multilud de recetas: una de las mas recOlllen-<br />

587<br />

dadas se compone de una parte de cera amarilla, que se derrite, y ti<br />

la qne se ailaden poco Úpoco, después deretiral' la vasija del fllego,<br />

dos partes de agnarrÚs templado.<br />

BARNICES.<br />

Definición. -Se entiende, en general, por barnices materias<br />

resinosas ó gomorresinosas, que disueltas ó en suspensión ell nn liquido<br />

adecuado y extendidas en tal estado sobre la superficie de los<br />

cuerpos, forman, aun después de la evaporación ó desecación del li-<br />

(luido que sirvió de vehículo, una capa brillante, unida, sólida, transparente,<br />

inatacable por el aire y el agua durante más ó menos tiempo,<br />

y fuertemente adherida á la superficie del objeto.<br />

Clasificación y propiedades.-En ciertos barnices, los preparados<br />

con éter li alcohol, el disolvente se evapora por completo y<br />

las partículas resinosas recolJran el color, brillo y solidez de que gozaban<br />

en su estado primitivo; en otros, los fahricados con esencias ó<br />

aceites grasas, quedan uniJas á las resinas, después de la desecación,<br />

las materias fijas de los disolventes y, por tanto, las cualidades físicas<br />

de éstas modifican las de aquellas. En rigor podrían dividirse los<br />

barnices en estos dos grupos tan sólo; pero c01110lanaturaleza dellífluido<br />

influye notablemente en sus cualidades y aplicaciones, se admitirán<br />

cuatro clases: 1", los barnices (le cler, que son los más secantes<br />

por la gran volatilidad del liquido; 2." los de alcohol, cuyas<br />

.'<br />

propiedades secantes son algo inferiores á las de los que preceden;<br />

5:, los (le esencia, menos secantes aÚn, no porque el vehículo no se<br />

evapore con rapidez, sino porque deja un residuo de materia (10 por<br />

100 próximamente de la esencia empleada), que permanece viscosa<br />

mucho tiempo y retarda, por consiguiente, la solidificación de la capa<br />

resinosa;y 4:, los gmsos, hidrófugos ó al óleo, que son los menos<br />

secantes, porque el liquido empleado para preparados (aceite graso y<br />

esencia) se seca con mucha lentitud y deja prodnctos muy abundantes<br />

(10 por 100 de la esencia y 12,5 p81' 100 del aceite empleado).<br />

La rapidez de la solidificación ó desecación no depende exclusiva-


588<br />

mente de la especie del vehículo: influye tamhién la naturaleza más ó<br />

menos seca de la resina ó resinas empleadas, de suerte que en cada<br />

grupo de harnices los bay más y menos secantes.<br />

Se comprende inmediatamente que una capa de harniz no aumentará<br />

de resistencia á los choques, al roce y á las acciones atmosféricas<br />

por estar compuesta de materias muy secas y duras, pero poco<br />

lrahadas entre sí; una película formada de tales substancias resinosas<br />

sería muy poco resistente. La trementina que se aÜade á los harnices<br />

de alcohol, las partes fijas del líquido que quedan mezcladas con<br />

las resinas en los de esencia y grasas, tienen por ohjeto modificar las<br />

materias sólidas, rehlandeciéndolas y dificultando que recohren sus<br />

primitivos caracteres, para conseguir, de este mallo, que aumente su<br />

resistencia Éllos agentes destructores antes citados, en virtud de la<br />

trabazón que adquieren. Basta lo que precede para que qllelle sentado<br />

que los barnices niás secantes son los menos duraderos: en la<br />

práctica conviene, como es natural, encerrarse en un justo medio<br />

para lograr á la vez que el harniz no se destruya pronto, y que 110<br />

tarde ll1UdlO'en seéarse para lihrarle así lle las ac~iones del polvo y<br />

de los rozamientos.<br />

Composición.-En la lista siguiente se especifican los cuerpos<br />

mas usados para la preparación de barnices:<br />

Diso1ventes. Cuerpos sólidos. Materias colorantes.<br />

Aceite do adormideras.<br />

Idem de linaza.<br />

Aguarrás.<br />

Esencia de romero.<br />

1dem de espliego.<br />

Alcohol.<br />

Éter.<br />

Espíritn de leña.<br />

Acetona.<br />

Trementina.<br />

Sandáraca.<br />

Colofonia,<br />

Copal.<br />

Almáciga.<br />

Laca.<br />

ElenÚ.<br />

Succino.<br />

BenjnÍ.<br />

Alcanfor.<br />

Caucho.<br />

Gutagamba.<br />

Sangre de drago.<br />

Áloe.<br />

Azafrán.<br />

Cúrcuma.<br />

Extracto de sándalo rojo.<br />

Betún de .Judea.<br />

Á eonLinuaciun se estampan las composiciones de yarios harnices<br />

usados con frecuencia, que se han tomado de la ohra de Chi\teau titulada<br />

Tec1mologie du BCttimellt:<br />

589<br />

BARNICES DE ALCOHOL.<br />

Bami;; para maderas, he/Tajes, 1'erjas, etc.<br />

Sandáraca. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ,15á H) Laca en hojas .. ... 6<br />

d ecagramos.<br />

»<br />

Pez vegetal.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Tfementina clara.. .. .. .. .. .. .. . .. .. .<br />

12 á ,13<br />

.12a 13<br />

»<br />

»<br />

Vidrio molido (1). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12 á 13 »<br />

AlcohoL.. ......... ....... \)7 á 98<br />

Barniz para desleir los coloJ'es blandos y para dar brillo al papel y á todas<br />

las superficies blancas.<br />

Sandáraca.<br />

" . . .. . . :. .. . .. . . . .. . .<br />

Almáciga en lágrimas pulverizada. '" . . . .<br />

Elemí. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Esencia de espliego.. . . . . . . .' ... . . . ..<br />

Mézclense estas substancias y añádase:<br />

Alcohol. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Este barniz se seca pronto; es sólido y brillante.<br />

15 á ,16 decagramos.<br />

61 gramos.<br />

30 »<br />

30 »<br />

OtJ'o barniz blanco que puede reemplazaJ' al anterior.<br />

Almáciga<br />

Sandáraca<br />

en lágrimas<br />

en polvo<br />

pulverizada..<br />

""<br />

6'1 gramos.<br />

2q, á 25 decagramos.<br />

Trementina grasa de VEmecia.<br />

"""'"<br />

,122 gramos.<br />

Alcohol.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 kilogramo.<br />

})<br />

kilogramo.<br />

Barniz blanco ~usceptible de pulimento para jambas, dinteles, eta.<br />

Almácigaen lágrimas.................<br />

Sandáraca. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Elemí.. .,......<br />

Trementina de Venecia. ., . . ""'"<br />

Barniz para objetos expuestos á 1'ozamientos, como sillas, estuches, jambas,<br />

metales, etc.<br />

Copallíquido.,...<br />

',"""" """""<br />

Sandáraca. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . , . . , .<br />

Almácigapura.. . . .. .. . . .. . "'"<br />

.. .<br />

. ... .<br />

Vidrio molido. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Trementina clara.. . . . . . . . . . . . . . , . . . . .<br />

Alcohol. . . . . . . . . . . . . . . . . . , . . . . . . . . . .<br />

,12 á -13decagramos.<br />

.\.8 á 49 »<br />

6<br />

))<br />

2 litros.<br />

9 decagramos.<br />

18 á ,19 »)<br />

9 »<br />

,12 a 13 »<br />

7 á 8 »<br />

97 á 98 »)<br />

(1) El vidrio molido sirve para dividir las resinas, impedir (lue se adhieran<br />

en el fondo de la vasija y retener las materias extrañas que pudieran<br />

estar mezcladas con ellas.


Háganse cocer en alcohol:<br />

590<br />

Barni3 para objetos de latón.<br />

Cúrcuma. . . . .. . . . ., . . . . . . . . . .. . . . . . .<br />

Azafrán. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

2.\. partes.<br />

[)<br />

»<br />

Se filtran, y en esta tintura se hacen cocer al baño de María:<br />

Gntagamba. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Elemi.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Sangre de drago.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Alcohol. .. .. . . . . . . . . . . . . . " . ... . . . . .<br />

Barni~ secante para muebles.<br />

Copal blando. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ., .<br />

Sandáraca. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Almáciga.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Trementi1la. .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Vidrio molid o. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Alcohol.. . , . . . . . . . . . ; . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

24-partes.<br />

90 »<br />

30 »)<br />

500 »<br />

Barniz de apomaz;ar, para muebles.<br />

Sandáraca. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Almáciga.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Sarcocola (1)... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Trementina de Venecia...............<br />

Benjní. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Alcohol. .. .........................<br />

90 gramos.<br />

100 »)<br />

90 »<br />

75 »)<br />

.\00 »<br />

I kilogramo.<br />

250 gra mos.<br />

26 »<br />

G)" ~a »<br />

30 »<br />

8 »<br />

500 »)<br />

591<br />

RAllNICES DE ESENCIA.<br />

Barni~ para cuadros.<br />

.Hmáciga pura. . . . . . . . . . . . .. . . . .<br />

Trementina... . . . . . . . . . . . . " . . '" . ., . . . . . .<br />

Alca nfor.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Vidrio molido... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Aguarrás.. . . . . . . . .. . . .<br />

"<br />

,¡¡)<br />

gramos.<br />

60<br />

30<br />

375<br />

»<br />

»<br />

»<br />

. . . . . . . .. .. .<br />

360 gramos.<br />

,\e5 »<br />

,13 »)<br />

.150<br />

))<br />

Barniz de succino<br />

.1.100 »)<br />

para dorados sobremadera.<br />

Colol'onia. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Succino. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Elemi.. . . . . . . . ... .. . . . . . . . . . . . .. .<br />

Aguarrás..<br />

'"<br />

. .. . . . . . . . ~ .. . . . . . . .., . ., .<br />

IJarni:; para hierros.<br />

Colofonia fundida. . .. . . . . .. .. . .. . .., .<br />

Sandáraca. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Laca .<br />

Aguarrás.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Cuando está todo disuelto se añade:<br />

Alcohol destilado . . . . ., ., . .. ...,<br />

-1'2 decagramos.<br />

18 »<br />

Ü »<br />

12 »<br />

.18 »<br />

Este barniz es un excelente preservativo contra la oxidación.<br />

Bm'niz;negro para palastros.<br />

Colofoniafundida.. .. .. .. . .. .. . .. . .. .<br />

Succino.. .,... . . . . ... . . . . . . . . ...<br />

""<br />

Después de la fusión y'enfriamiento se añaden:<br />

60 gramos.<br />

90 »<br />

Barniz para dar al latón el color del oro. Aguarrás.. . . .. ..<br />

"<br />

. . ., . .. . . .. ..<br />

Barniz de pintores. . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

.-i.5<br />

4-5<br />

»<br />

»)<br />

Laca en granos...<br />

Succino fundido...<br />

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

. . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

180<br />

60<br />

gramos.<br />

»<br />

Si el barniz sale demasiado espeso, se deslíe en esencia.<br />

Gutagamba.. . . . . . . . . . . . . . , . . . . . . . . . . 6 »<br />

BAIL'OCES GIlASOS.<br />

Extracto de sándalo rojo.. .., . . ., . ....<br />

Sangre de drago.. . . . . . . . . . . . . . . . .. . . .<br />

1<br />

35<br />

'J<br />

»<br />

Barniz; de pintores.<br />

Azafrán. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Vidrio molido... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Alcohol. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

'2<br />

»<br />

»<br />

»<br />

»<br />

»)<br />

Sandáraca.. . . . . . . . . . . . .<br />

'.'<br />

. . . . . . . . . . . 120<br />

30<br />

6<br />

gramos.<br />

»<br />

»<br />

(1) La sarcocola es una gomorresina, que se extrae del penOJa mucronata,<br />

arbusto de Arabia.<br />

Almáciga.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Trementina de Venecia . . . . . .. .. .. .<br />

Aceite de linaza cocido ó aceite de adormideras..<br />

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Aguarrás... . .. . . . . " .. . .. ... . ., .<br />

750<br />

00<br />

»<br />

»


592 '<br />

Bamiz para maderas. Barniz para herrajes,<br />

Aceite de linaza .,1) deca;:;ramos.<br />

Succino,. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 50 »<br />

Litargirio en polvo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . ,1G »)<br />

Minioen idem.. . . . . . . . . . . ; . . . . . . . . . . 92 ))<br />

Este barniz, bien aplicaclo, resiste á laacc\ón del agua hirvienda.<br />

Barniz de copal.<br />

Copal fundido. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Almáciga. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Olíbano (-1)..........................<br />

Las substancias anteriores se deslíen en<br />

Esencia de espliego.. . . . . . . ...<br />

y des;més se añade:<br />

Aceite de linaza.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Barniz dorado.<br />

GOOgramos.<br />

18 »<br />

30 »<br />

2:3 »<br />

1 kilogramo.<br />

Succino ,... ':Há 25 decagramos.<br />

Laca. . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . G »<br />

Aceite de linaza cocido .. . " ..~... .'H á 25 »<br />

Esenciade trementina.. . . . . . . . . . . . . . . 48 á 49 »<br />

Se da la coloración derritiendo, por separado, en la mezcla anterior, gutagamha,<br />

azafrán, sangre de drago y un poco de achiote (2). Variando las proporciones<br />

de las materias colorantes, se pueden obtener diversos tonos<br />

de oro.<br />

. Bamiz para coches.<br />

Sandáraca.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1¡,8 á 49 decagramos.<br />

Aceite de linaza cocido 24 á 25 »<br />

Se añade la cantidad de esencia necesaria para aclarar el barniz.<br />

Este barniz conserva los colores de suerte que se pueden lavar sin estropearlos.<br />

(,1) El olíbano es una gomorresina extra ida de un árbol parecido al<br />

enebro. .<br />

(2) El achiote es una substancia colorante, obscura exteriormente y roja<br />

en el interior, que se extrae de las semillas del bixcia orellana y del metella<br />

tinctori!t: es originario de América; se cultiva HIgoen Cuba y las demás Antillas.<br />

El achiote entra cnla composición del bermejo que usan los doradores.<br />

593<br />

Betún de Judea.. . . .<br />

Colofonia. . . . . . . . . . Se funden por separado y se mezclan.<br />

Succino . . . . . . . . . . . }<br />

Aceite graso y aguarrás.<br />

Entre las recetas precedentes no figura ninguna de barnices de éter,<br />

porque se usan casi exclusivamente en joyería. Los de alcohol son<br />

los más empleados en obras interiores. Los de esencia tienen poca<br />

aplicación, pues no son miis sólidos que los anteriores, despiden olor<br />

desagradable y se secan con lentitud; sin embargo, son muy á propósito<br />

para cuadros y, segÚn Taffe, reemplazan con ventaja al aceite<br />

para el desleimiento de colores en la pintura al óleo. Por último, los<br />

barnices grasos se aplican siempre que los objetos han de estar<br />

continuanlente expuestos á agentes destructores, como sucede, por<br />

ejemplo, con las puertas exteriores de edificios, con los carruajes,<br />

vagones, etc.<br />

Precauciones que deben observarse al aplicar los<br />

barnices.-Ya se emplee el barniz sobre pinturas ó directamente,<br />

se de])cn tener en cuenta las siguientes reglas: La Se ha de procurar<br />

que el objeto. esté limpio, resguardado del polvo y á una temperatura<br />

suave ó elevada, segÚn se trate de barnices de aleohol ó grasoso2.<br />

a El barniz debe conservarse en vasijas cerradas yen parajes<br />

frescos, sacando sólo la cantidad estrictamente necesaria para el<br />

trabajo que se vaya á ejecutar. 3: Para dar el barniz se toma una<br />

pequeiia cantidad con la brocha, y se extiende de tal manera que<br />

ésta no pase dos veces por el mismo sitio, ni deje espacios sin barnizar<br />

que producirían mancha. Las cajJas han de ser delgadas y<br />

uniformes; el espesor dehe ser, cuando más, el de una hoja de papel.<br />

Si no basta una mano para obtener buen resultado, se da otra<br />

ó las que fueren necesarias, pero esperando que esté bien seca la anterior.<br />

4. a Si el barniz está demasiado espeso y no se extiende bien,<br />

se aclara aiiadiéndoleun poco de alcohol destilado ó de aguarrás, segÚn<br />

se trate de l¡arnices de alcohol ó grasoso 5: Si el barniz se rechupa<br />

ó presenta mal aspecto, hay que levantarlo todo inmediatamente,<br />

para lo cual, si. está fresco, se frota la superficie con alcohol<br />

38 '


5%<br />

ó esencia, seo-Ún que el vehículo del barniz sea aquel cuerpo ó un<br />

aceite graso~ 6: Cuando el harniz se aplica il1lnediata~ente sohre<br />

maderas, las superficies, después de apomazadas, se pulImentan con<br />

lija Ú otro cuerpo aspero.<br />

.<br />

DORADO Y BRONCEADO.<br />

Como complemento al estudio de pinturas y harnices, se entrará<br />

en algunas explicacionessobre el dora[lo y el bronceado,que se usan<br />

con frecuencia en ohl~asde decoración.<br />

DORADO.<br />

Se examinaran sucesivamente los procedimientos de dorado que<br />

más se emplean para piezas metalicas y para objetos de n:adera, !e-<br />

so etc. De losprimerosse darán á conocer el dorado a fuego o al<br />

m~l'cltl'io, el dorado galvánico y el dorado por inmersión; de los segundos<br />

el dorado al óleo ó al pan y el dorado al temple.<br />

Dorado á fuego.-Se<br />

gama de oro, calentarlas<br />

reduce á eubrir las piezas de un.a amal-,<br />

para que se yolatilice el mercurl~, y aSl<br />

queda en la superficie de aquellas una delgada capa de oro mtlmamente<br />

adherida. Este sistema se adopta sobre todo para dorar el<br />

bronce, pero pudiera también aplicarse allat6n y al cobre; el hierro<br />

y el acero exigen que se les c~bra<br />

antemano de una capa de co-<br />

~~<br />

l)re sumergiéndolos en una dlsoluclOn de caparrosa azul. .<br />

Antes de dorar las piezas hay que limpiadas calentándolas al rOJo<br />

ácido sulfÚrico, y a veces<br />

é introduciénclolas en agua aciduladacon :<br />

en acido nítrico concentrado, para producir una desoxidación mas<br />

completa que se llama reanimación. Se amalgama .Ia superfi~ie con<br />

la escobilla de alambre ó grata, pequeña brocha de lulos de laton, que<br />

se sumerrre LJ en una disolución de nitrato ácido de mercurio, . y se oprime<br />

en serruida sobre la amalgama de oro para consegmr que se<br />

adhiera l~na parte de ésta. Se frotan las piezas con la escobilla, se<br />

calientan en una chimenea de buen tiro para que desapal'ezcan los<br />

yapores mercuriales,<br />

595<br />

qlte son lllUYnocivos pal'a los tl'ahajadol'es; se<br />

repiten todas las operaciones las veces qne sea preciso para que las<br />

piezas queden hien cuhiertas de oro; después se limpian con vinagre<br />

muy diluído, y las partes que hayan de tener hrillo se pulimentan<br />

con hruÜidores de pie[lra sanguinaria (ocre rojo ferruginoso).<br />

Dorado galvánico.-El dorado gah'ánico se ya extendiendo<br />

más cada día, por los peligros que ocasiona el empleo del mercurio<br />

en el dorado á fuego. Conocida por el curso de Fisica la teoría del<br />

procedimiento, hastará decir que el haÜo que parece que produce<br />

mejores resultados se compone de 100 partes de agua destilada, lO<br />

de cianuro de potasio y i de cianuro de oro. Se eleva la temperatura<br />

del baÜo á 70°, Y se somete el objeto que se quiera dorar á la<br />

cOl'riente eléctrica producida por un par yoItáico de corriente constante,<br />

colgándolodel polo positivo de la pila, mientras que alnegativo<br />

se une una laminilla de oro. Ésta se va disolviendo á medida que<br />

la acción eléctrica deposiLa en el ohjeto el oro contenido en ellíquido;<br />

el haÜo se conserva así durante<br />

tado de concentraci6n.<br />

todo el trahajo en el mismo es-<br />

El procedimiento anterior, descuhierto por La Rive en f 340 Y perfeccionado<br />

después por Ruolz, se aplica directamente á dorar la plata,<br />

el hronce, ellat6n y algunos otros metales; pero para el hierro,<br />

el acero, el zinc, el estaiio y el plomo, es preferible empezar por cubridos<br />

de una capa de cohre para que la de oro tengo más solidez.<br />

Nada se dirá acerca de la preparación de las piezas antes de introducirIas<br />

en el ])aÜo, ni de las operaciones que 11an de sufrir luego,<br />

para no dar demasiada extensi6n á estas ligeras ideas.<br />

La galvanoplastia se aplica también á depositar una capa de cobre<br />

. en piezas de hierro colado de gran tamaiio; en Madrid pueden presentarse,<br />

COliOejemplo, las farolas colocadas en algunas plazas. En<br />

estos ohjetos se imita la pátina, pintando la superficie cobriza con<br />

una disolución compuesta de vinagre incoloro, sal amoniaco, sal comÚn<br />

yagua amoniacal.<br />

Dorado de metales por inmersión ó al temple.-No<br />

se usa más que en joyería y relojeria, así es que sólo se indicará que<br />

consiste el procedimiento en sumergil' los objetos perfectamente limpios<br />

en una disolución hirviendo de cloruro de 01'0en cal'bonato alcalino.<br />

El método usado por los relojeros de introducir las piezas en


5%<br />

una disolución de oro en agua regia, ofrece el inconveniente<br />

ellÍtIuido ácido ataca al metal que se va á dorar.<br />

de cIue<br />

Dorado al óleo,-El dorado al óleo se aplica principalmente á<br />

las maderas, al yeso y a las l1iedl'as, pero también se usa para a]gunas<br />

piezas metálicas. Se reseñará la marcha que se sigue para dorar<br />

cÚpulas, techos, estatuas, verjas, balcones, etc., prescindiendo del<br />

dorado de carruajes, muebles, marcos y otros oJJjetos de menor importancia<br />

en ingeniería.<br />

Se da una mano de imprimación de albayalde molido en aceite litargil'iado<br />

y desleído en aceite de linaza mezclado con algo de aceite<br />

graso y aguarrás. Se aplica en seguida una capa de color de oro (1)<br />

Y acei te, destinada a servir de cuerpo intermedio para la fijación del<br />

oro, y cnando aquella está bastante seca se procede al dorado. Se emplean<br />

al efecto las laminillas de extrema tenuidadque se venden en<br />

el comercio en librillos de unas 24 hojas y que se llaman pan de oro:<br />

conviene cerciorarse de la pureza del metal que, si no está falsificado,<br />

no ]0 atacarán los ácidos nitrico y sulfÚrico. Las hojuelas se cortan<br />

en pedazos, y con ayuda de algodón muy suave se oprimen eontra la<br />

superficie del objeto, haciéndolas Ilegal' al fondo de las partes entrantes<br />

con un pincel de pelo fino. Las grietas ó desigualdades que presenta<br />

la superficie dorada se repasan, siguiendo el mismo método. En el<br />

caso de que las piezas no hayan de quedar expuestas al aire libre se<br />

cubren con un hamiz de alcohol, paseando a la vez por la superficie<br />

un escalfador que le da transparencia;<br />

diendo una mano de barniz al óleo.<br />

se termina la operación exten-<br />

En el dorado de mármoles se sustituye la imprimación<br />

capa de barniz graso.<br />

por una<br />

Dorado al temple de maderas y yesos.-Muchas piezas<br />

del interior de edificios, y sobre todo maderas y yesos, se suelen dorar<br />

al temlJle, es decir, reemplazando el aceite usado en la clase de<br />

dorado que se acaba de reseÜar, con cola de pergamino. El trahajo<br />

exige una porción de operaciones minuciosas, que no se detaJIarán,<br />

(1) El color de oro es el residuo de los colores molidos y desleídos en<br />

aceite, que se encuentra en los vasos en qne los pintores limpian sus pinceles.<br />

Esta materia viscosa y grasa se muele de nuevo y se cuela á través de<br />

un lienzo.<br />

597<br />

pero que pueden verse en la Tecll1l010gie du Batiment de] Sr. CMteau<br />

. y en el Di~cionario de Arquitectura é Ingeniería de D. Pelayo Clai-<br />

rac, Ingel1lero Jefe de] Cuerpo.<br />

BRONCEADO.<br />

Es frecuente en las construcciones dar aspecto de bronce á hierros<br />

y.maderas, en ohras interiores. Se consigue fácilmente pintando las<br />

plCzas con ~na ,mezcla de ocre amarillo, azul de Prusia y negro de<br />

humo dcslwlos en ~gua de coja, y retocando luego las partes salientes<br />

con bronce de ptntores (1) para imitar los efectos producidos por<br />

el roce en los }Jronces antiguos.<br />

El hl'~nceado de objetos de arte es bastante complicado y no ofrece<br />

gran mterés para el Ingeniero de Caminos.<br />

(1) El bronce, de,pintores ó polvode bronce,es casi siempre el cuerpoque<br />

s~ ~onoce e~<br />

QUlmlca con el nombre de oro musivo, es decir, el sulfuro estan:co,<br />

SuS Se presenta en forma de hojuelas micáceas, de un color amarillo<br />

llltermedlO'. entre el del latón y el bronce.


598 599<br />

PAPELES Y CARTONES.<br />

PAPELES PINTADOS.<br />

Parece que los papeles pintados se emplearon por primera vez en<br />

Europa para decorar muros interiores en el siglo XVI;los holandeses<br />

fueron los introductores de este material, que se usaha desde época<br />

remota en China y el Japón.<br />

Fabricación.-Cualquier papel, con tal que tenga cola, es á<br />

propósito para recibir por impresión los colores. Antiguamente era<br />

preciso cortar las hojas y encoladas para formar los rollos; l)ero en<br />

la actualidad, gracias á los perfeccionamientos introducidos en la fabricación<br />

del papel continuo, la preparación del que se usa para vestir<br />

paredes se reduce a sometedo á las cuatro operaciones siguientes:<br />

pintura (lel fondo, desecación, alisaclura é impresión.<br />

PrNTuRADELFONDo.-Se deslíen en una disolución de cola cle Flandes<br />

un color blanco, que ordinariamente es creta, cal ó yeso, y el<br />

que deba tenel' el fondo; la pintura asídispnesta, se extiende sO]Jre<br />

el papel con brochones. Á veces se divide esta operación en dos; se<br />

empieza por dar una mano de cola tibia, y cuando está seca se aiiade<br />

la de color, como se acaba de explicar. .<br />

DESECACIÓN.-Elrollo se seca extendiéndolo sobre rodillos ó vari-<br />

Has de madera, en un tendedero especial que hay en todas las fábricas.<br />

ALISADuRA.-Cuandola pieza se ha secado, se alisa ó glasea con<br />

un pequeiio rodillo de cohre ó con una regla de madera. El papel se<br />

coloca encima de la mesa al revés, es decir, con la cara pintada hacia<br />

abajo, siempre qne el fondo haya de quedar mate. En caso contrario,<br />

es decir, si el fondo ha de tener hrillo, se satina con una brocha<br />

áspera de cerdas de ,jabalí; la pieza se coloca entonces con el color<br />

hacia arriba; se espolvorea con talco molido, y después se le hace<br />

sufrir<br />

brillo.<br />

una frotación enérgica con la brocha hasta que aparezca el<br />

La base del color del fondo conviene que sea creta cuando aquel<br />

deba ser mate, y yeso muy fino si se ha de satinar.<br />

brPRESIÓN .-Para imprimir los rollos de papel, se emplean tablas<br />

de peral, en que se graban los dibujos que se desee reproducir; estas<br />

tablas son parecidas á las que sirven para imprimir las telas en<br />

general, y los percales en paelicular; cada una lleva en la cara no grabacla<br />

una asa fUCl'te, también de madera. Como en todos los grabados,<br />

se colocan en los angulos de la tabla unas puntas, que determinan<br />

líneas de fe, y que se llaman pzenturas. Al lado de la prensa, se<br />

dispone una cuba de piedra llena de agua, sobre la cual se mantiene<br />

tensa y siempre humedecida, una piel cubierta de fieltro por la parte<br />

exterior. Un muchacho echa sobre el fieltro con una brocha el co-<br />

101;que se vaya á emplear, y lo extiende uniformemente con una<br />

muÜeca. El impresor cuhre la tahla de color, apoyándola sobre el<br />

fieltro, y la aplica á las piezas de papel, ejerciendo repetidas veces y<br />

en diversos puntos una fuerte presión, por medio de una larga palanca<br />

de madera dispuesta del otro lado del hanco en que se apoya<br />

el rollo. En seguida levanta con precaución la tabla, la cuhre otra<br />

vez de color y la aplica sobre la hoja, cuidando de que las punturas<br />

de los ángulos del eostado inferior, coincidan exactamente con los<br />

agujeros que en la aplicación anterior dejaron en el papel las punturas<br />

del lado opuesto. Á medida que la pieza se estampa, se la hace<br />

correr, apoyándola en un caballete que se va retirando de suerte que<br />

el papelÜo toque nunca al suelo. La mesa en que se verifica la impresión<br />

tiene un mullido para que la operación se efectúe mejor y no<br />

se estropee la tabla.<br />

Aun cuando en las fabricas importantes hay "maquinas para imprimir<br />

varios colores a la vez, lo mas general es emplear tantas ta-<br />

])las como colores y tonos diferentes haya. Cuando se ha estampado<br />

el primer color en torlo el rollo, se lleva éste al tendedero y se aguarda<br />

a que esté bien seco para aplicar el segundo. Por lo comÚn, la<br />

primera tahlalleva el tono medio del color que se repite más; la segunda,<br />

ei tono obscuro, que da sombra al primero: si hay mas colores,<br />

se da cada uno con una ó clos tablas, segÚn el nÚmero de tonos;


600<br />

por Último, cuando el papel ha recibido todos los colores, se aplican<br />

las luces con una tabla que lleva los blancos.<br />

Papel apailado ó aterciopelado.-Á los papeles de lujo se<br />

les da el aspecto de palios ó terciopelos, cubriéndolos total ó parcialmente<br />

con la lJorra Ópelusa que sale de los paflos cuando se tunden<br />

y que se llama tundizllo. Hoy se usan tundiznos blancos desengrasados,<br />

que se tiÜen del color y tono que convenga por los procedimientos<br />

ordinarios de tin torerÍa. Después de impresa la pieza, se ex-<br />

.<br />

tiende con una tabla especial un mordiente, llamado impropiamente<br />

encáustica, compuesto de albayalde y aceite de linaza litargiriado, á<br />

que se suele aliadir aguarrás. Aplicado el mordiente, se coloca el<br />

papel de plano en una caja ó tambor largo provisto de tapa y cuyo<br />

fondo está formado por una piel muy tensa de ternera: se espolvorea<br />

la pieza con la pelusa de lana, se cierra la caja y en seguida se<br />

golpea el fondo con varillas largas. El tundizno se levanta y vuelYe á<br />

caer encima del papel, adhiriéndose con fuerza á los puntos en que<br />

se aplicó el mordiente. Se saca la pieza, se sacude para que caiga la<br />

pelusa no adherida y se lleva al tendedero; nna vez seca, se dan las<br />

sombras y luces con colores al temple de tono apropia(lo, que se estampan<br />

con tablas especiales.<br />

Dimensiones de las piezas de papel.-Los rollos de papel<br />

pintado suelen ser de 8m,75 de longitud y Om,47 de ancho, ó bien<br />

de 10m,40 de largo y 0"',54 (le anchura; pero se comprende que estas<br />

dimensiones no deben considerarse como invariables, y, en efecto,<br />

es comÚn que se diferencien algo las correspondientes á piezas que<br />

proceden de fabricas distintas.<br />

Las cenefas y zócalosse venden tamlJién por piezas de longitudes<br />

diversas y cuyas anchuras varían entre limites aÚn más distantes.<br />

CARTONES.<br />

Cartón ordinario.-El cartón ordin{wio es una materia consistente,<br />

de mucho mas espesor que el papel comÚn, lJreparada con<br />

los trapos inÚtiles para éste, con desechos de cuerdas, alpargatas, papel<br />

viejo, etc., cocido todo y extendido luego en máquinas a propósito,<br />

que dan Úla materia el gTueso que se apetece.<br />

601<br />

Cartón moldeado.-Elmoldeo del cartón puede hacerse con<br />

hojas encoladas ó con cartón ordinario.<br />

Cuando se sigue el primer medio, se empieza por encolar en el<br />

molde hueco una hoja de papel muy delgado y transparente, de suerte<br />

que siga con exactitud el contorno; para aplicar el papel se usa<br />

una brocha pequeña y una muñeca de lienzo fino. Á la primera hoja<br />

se encola la segunda, á ésta la tercera y las demás que sean necesarias<br />

(todas ellas de papel de estraza), segLinla resistencia que se (luiera<br />

dar al cartón ó la naturaleza de los objetos que hayan de moldearse.<br />

Una vez seco y frío el cartón, se saca del molde, invirtiéndolo v<br />

golpeando encima. Si la pieza tiene superficies redondeadas, se mol~<br />

dea en varios trozos, que se cosen con alamlJre de hierro ó de latón.<br />

Con hojas de papel superpuestas se construyen objetos de formas muy<br />

complicadas para la decoración interior de edificios.<br />

El cartón ordinario se emplea también para moldear. Á este efecto,<br />

á la pasta de cartón se añade un poco de cola de harina para darle<br />

consistencia; se deja secar y se comprime hasta que quede tan<br />

fina que pueda adaptarse á las impresiones más delicadas. Cuando se<br />

va á emplear esta substancia pulverulenta, se amasa con un poco de<br />

agua y se extiende la pasta con los dedos en el fondo del molde, dándole<br />

un espesor de unos 2 milímetros, con la mayor uniformidad<br />

posible. Se pasa en seguida con cuidado una esponja fina para absorlJer<br />

el agua de la pasta, y al cartón bien oreado se le da una mano<br />

de cola. No sólo se hacen de cartón estatuas y bajos relieves de todos<br />

tamaÜos, sino jarrones, candelabros, cornisas, florones para techos,<br />

etc.; estos adornos, sobre todo si están en parajes secos, duran<br />

más que los de yeso, ofreciendo además la ventaja de que si se estropean<br />

se pueden reparar á poca costa.<br />

Los cartones moldeados cubiertos con barnices á propósito, se parecen<br />

á las lacas chinas y suelen llamarse lacas francesas; se aplican<br />

con buen éxito á toda clase de piezas, por complicado que sea su<br />

contorno.<br />

Cartón piedra.-El cartón piedm es una mezcla moldeada, que<br />

imita á la piedra, y que por su poco peso y reducido coste, se prefiere<br />

á ella para la decoración arquitectónica. Se compone de pasta de<br />

papel, cola, arcilla y creta, á cuyos ingredientes se aliade á veces<br />

aceite de linaza. Estas composiciones, vaciadas en moldes de hronce


60:2<br />

engrasados, sirven para preparar objetos de adorno ligeros y resistentes.<br />

Las recetas que siguen se han tomado de la obra de Chateau,<br />

citada ya en renglones anteriores.<br />

Nú)I. ,l.<br />

Pasta de papel y recortes de libros. .. . . . . . . . .<br />

Cola. . . . . . . . . . . . . . . . . . ~ . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Creta, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Tierra holar (-1)... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Aceite de linaza crudo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Esta receta da un cartón delgado, duro y mny liso.<br />

Nú~[. 2.<br />

I parte.<br />

tj2 »<br />

1 »<br />

2 »<br />

-1 »<br />

Pa sta de pa pe!. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 1/2 partes.<br />

Cola... . ... ... .. . .. . .. . ... .. . . ., ..'" . ..<br />

Tierrabalarblanca.. . . . . . . .. . . . . . ,. . . . . . ..<br />

El cartón es de muy buen aspecto, duro y liso.<br />

-1 »<br />

»<br />

NÚM. 3.<br />

Pasta de papel... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1/2 -1 partes.<br />

Cola... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2 »<br />

Tierra bolar blanca.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Creta .. .. ... .. ., ....<br />

"'"<br />

.......... ...<br />

2<br />

2<br />

»<br />

»<br />

Cartón liso y t,lIl duro como el marfil.<br />

NÚM.4.<br />

Pasta de papel. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Cola , ........<br />

Tierra balar blanca. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Aceite de linaza, . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. .....<br />

Cartón elástico y de muy huen aspecto.<br />

NÚM.5.<br />

-1 parte.<br />

1 »<br />

3 »<br />

1 »<br />

Pasta de papel... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 parte.<br />

Cola. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1/2 »<br />

Tierra balar..., " . . . . . . ..,. . " .. . . ., . . . . . . 3 »<br />

Creta... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 »<br />

Aceite de linaza. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 1/2 »<br />

Esta recet:l.da UDcartón superior al del núm. -1;añadiendo unos cuantos<br />

gramos de azul de prusia, imita perfectamente al bronce.<br />

(-1) La tierra bolar es ulla arcilla deleznable y de textura muy fina.<br />

603<br />

Para preparar el cartón piedra, se aglutina en un mortero la pasta<br />

de papel con la disolución de gelatina, y después se aÜaden las<br />

sul)stancias térreas; se baten bien todos los ingredientes y se vierte<br />

encima el aceite de linaza, si entra este cuerpo en la composición.<br />

Cuando se emplea el cartón piedra para hacer columnas, pilastras,<br />

frontones, cornisamentos y otros adornos, que hayan de estar<br />

expuestos al aire, después de haberlos colocado y prendido con clavos<br />

galvanizados, se llenan todos los intersticios y se cubren las juntas<br />

con un betÚn fluido, compuesto de albayalde y creta, perfectamente<br />

desleidos en aceite de linaza secante.<br />

El cartón piedra data por lo menos del siglo xv, se ahandon¡} en<br />

el XVII,algo se empleó en el xvm, y en el actual ha vnelto á ponerse<br />

de moda, prestando inapreciables servicios en la decoración de edifidos.<br />

Cartón cuero.-Se ha empezado á usar en 1822. Se prepara<br />

con residnos molidos de pieles, que se mezclan con pasta de papel<br />

muy espesa, y se aglutinan con cola ó un mucílago cualquiera. La<br />

pasta se moldea como el cartón piedra.<br />

El cartón cuero se usa en especial para hacer arabescos, rosetones,<br />

capiteles, modilIones, bajos relieves y todos los adornos que hayan<br />

de dorarse, pero se emplea asimismo para cubrir algunas construcciones.<br />

Cartón embetunado.-El cartÓnembetunado, que también se<br />

llama embreado, alquitranado y asfaltado, se reduce á hojas de cartón<br />

grueso impregnado de alquitrán, que se usan bastante para cubiertas<br />

de edificios por permitir proyectar armaduras muy ligeras y dar<br />

poca inclinación a los faldones. Con este material se han cubierto<br />

los edificios de estaciones de los ferrocarriles del Hhin y muchas<br />

contrucciones en Bélgica.<br />

El cartón eml)etunado se prepara mojando en agua, por algunas<br />

horas, el cartón ordinario, colocándolo después en una tabla inclinada<br />

para que escurra el exceso de líquido; al día sig,tlÍente se da al<br />

cartón una mano de ahruitrán hirviendo, que penetra fácilmente en<br />

los poros abiertos por la humedad.<br />

En Inglaterra se emplean mucho para cubiertas los fieltros de lana<br />

embetunados, que se diferencian de los productos anteriores en que<br />

el cartón se reemplaza con fieltro y en que no reciben la capa de


6M<br />

alquitd.n hasta qlÍe están clavados en la armadura. Los fieltros se<br />

venden en piezas ó rollos de Om,UOde ancho y S!5 metros de largo.<br />

Telas encartonadas Y embetunadas.-Estas telas, preparadas<br />

por los Sres. Chameroy y Compaüía, se.<br />

aplican con muy huen<br />

é:::to á cuhiertas y revestimiento de superficIes que convenga preservar<br />

de la humedad. Son resistentes y de fácil colocación; por lo general,<br />

tienen 25 .metros de longitud y f metro de anchura.<br />

SEGUNDA PARTE,<br />

ANÁLISIS QU[MICA DE LOS MATERIALES DE CONSTRUCCiÓN.<br />

MANIPULACIONES.<br />

Definiciones.-La Quimica analítica es aquella parte de la Química<br />

que se ocupa en determinar la composición de los cuerpos.<br />

Cuando la análisis tiene por ohjeto conocer la naturaleza de los elementos,<br />

recihe el nomhre de cualitativa, llamándose cuantitativa cuando<br />

se trata de deducir la proporción en que cada elemento entra en la<br />

composición del cuerpo considerado, ó lo que es lo mismo, de closifical'<br />

las suhstancias constitutivas.<br />

No se tratará aquí el prohlema de la amllisis química en toda su<br />

generalidad; su complicada resolución no interesa al Ingeniero de<br />

Caminos, que, por lo general, no dispone de un lahoratorio, y no<br />

puede emprender, en la práctica de su profesión, operaciones analíticas<br />

que requieran gran delicadeza y exactitud. En semejantes casos,<br />

siempre tiene que recurrir á estahlecimientos ó personas, que<br />

por su especialidad puedan suministrarle datos y noticias precisas<br />

que le guíen en sus investigaciones. No se hará más, por consiguiente,<br />

que sentar los principios generales indispensables para poder ensayar<br />

con alguna aproximación, los materiales comunmente empleados<br />

en la ejecución de las obras pÚblicas.<br />

Aun cuando en la mayoría de los casos la análisis cualitativa de-


606<br />

he preceder a la cuantitativa, hay varios, en que al mismo t~empo<br />

que la naturaleza de los elementos, se determinan ~us ,prop~rclOn~s.<br />

Sin emhargo, para estahlecer algÚn orden,<br />

~e ~s:udlaran pOI sepal ado<br />

las dos análisis, comenzando por la cualItatn a. t'<br />

Reactivos.-En general, se deducen los elementos que e~l 1an<br />

en un cuer 1)0, por la ol)servación de las re~cciones ql~e secon ver1flc~n otI os<br />

poniénclolo en contacto, en determinadas c11'cu.nstan~~a~,<br />

. .,<br />

o.<br />

COIlOC ' l . da que se llaman reactwos. SI estos se eme<br />

composlclOn<br />

. , ,<br />

lalisis se hace por vw l'wme-<br />

111eall en disoluciones, se dice que la aI,<br />

1 ' 1'1 onen en con-<br />

,<br />

elel"cuando, al contrario, se usan en estat o so lt o y se p<br />

ta~to á una alta temperatura con el cuerpo dado, el ensayo se lleva<br />

,<br />

á caho por da seca.<br />

.<br />

C .<br />

todos los re activos se encuentran en el comercIO,<br />

Óme~lo.sde- pero antes<br />

de u::~los s~ tienen que someter a una pu.rifica~ión n~~s explesan<br />

licada seO'llnel ohjeto a que se destinen. A contllluacl.on ~e<br />

los re~cti~os más importantes para las análisis, prescl.l1lhendold.e ~os<br />

que reclaman los ensayos con el soplete, que se estudIaI~ en e CUISO<br />

de l\Iineralogia y se suponen conocidos en todo lo que sIgue:<br />

Agua.<br />

AlcohoL<br />

Ácido clorhidrico.<br />

..leido nítrico.<br />

Acido sulflÍrico,<br />

Acido sulfhídrico.<br />

..leido fluorhídrico.<br />

Acido oxálico.<br />

Agua regia.<br />

. Amoniaco.<br />

Potasa cáustica, .<br />

't. Carbonato amónico.<br />

Nitrato amónico.<br />

Fosfato amónico.<br />

Sulfuro amónico.<br />

. Oxalato amónico.<br />

Carbonato potásico.<br />

Clorato potisico.<br />

1'errocianuro potasico.<br />

l'errician uro potásico.<br />

Sulfocianato potasico.<br />

Carbonato sádico.<br />

l'osfato sódico.<br />

Carhonato bárico.<br />

Cloruro bárico.<br />

Carbonato cálcico.<br />

1'luoruro cálcico.<br />

, . Nitrato argéntico.<br />

Cloruro argéntico.<br />

Cloruro cúprico,<br />

Cromato pllÍmbico.<br />

~ Cloruro platínico.<br />

,<br />

' 1 les l)l'enaración YP<br />

"<br />

urificación<br />

Hesl )ecto á la composlCJOll,proplel ac '., f<br />

- d'" 10 Cl ue se expone en<br />

tle estos diversos cuerpos, nada hay que ana 11a.<br />

'<br />

los tratados de Química general.<br />

607<br />

OPEHAClONES FHECUENTES EN LAS ANALISIS.<br />

Antes de entrar de lleno enla explicación de losprocedimientos analíticos,<br />

forzoso es que se den a conocer ó se recuerden varias operaciones'<br />

que continuamente reclaman los ensayos. Para mayor claridad,<br />

se dividirán en mecánicas, fisicas y químicas. Entre las primeras<br />

se estudiaran la división 1¡;ecrínicade los cuerpos, la decantación y la<br />

filtración; entre las segundas, la disolución, la evaporación, la fusión,<br />

la ebullición, la cristalización, la destilación y la sublimación, y entre<br />

las Últimas, la desagregación, la precipitación, la calcinación, la oxielacióny<br />

la 1'educción.<br />

OPERACIONES MECÁNICAS.<br />

División mecánica.-Esta operación, necesaria en la mayor<br />

parte de los casos, tiene por objeto facilitar las reacciones en las<br />

análisis por vía hÚmeda, aumentando la superficie de contacto del<br />

cuerpo con el disolvente, y disminuyendo la fuerza de cohesión de<br />

aquel.<br />

Para reducir una suhstancia a polvo, se empieza generalmente por<br />

machacarIa en un mortero de hierro fundido ó hronce, con objeto de<br />

dividida en fragmentos más pequeños. Algunas veces conviene fracturarIa<br />

con un mazo sohre una placa de acero, envolviéndola en un<br />

papel ó en una hoja delgada de palastro, á fin de no perder riingÚn<br />

trozo. Si el cuerpo no tiene gran dureza: se acaha de pulverizar en<br />

un 1110rteritode vidrio, porcelana, acero ó ágata, segÚn las circunstancias.<br />

Cuando la suhstancia es muy dura para poder triturarIa por el<br />

método ordinario, yse posee corta cantidad de ella, se emplea el<br />

mortero llamado de Abich (fig. 294), que consiste en un cilindro<br />

hueco DE, de unos 25 milímetros de diámetro interior, y Om,02 de<br />

altura; el cual recibe un émbolo macizo F. El 'cilindro hueco encaja<br />

en una pieza circular AB, que presenta un rehajo cilíndrico de 4 ó 5


608 .<br />

milímetros de profundidad, sobre el que se aplica exactamente la<br />

parte inferior del émholo. Todo el aparato delJe ser de acero templado.<br />

Para usado se coloca el cuerpo en el rebajo y se golpea con un ~artillo<br />

la caheza del émbolo, G. La pulverización se termina en un mortero<br />

de ágata.<br />

Cuand~ los métodos anteriores no dividen hastante la materia, ó<br />

cuando se exig"emucha igualdad en el tamaño de las partículas, se necesita<br />

proced;r á la levigación, que consiste en desleir en agua la substancia<br />

pulverulenta, dejada en reposo (',ierto tiempo y decantar ellíquido<br />

con el mayor cuidado, como luego se explicará: el agua conservará<br />

evidentemente en suspensión las partículas más tenues, que se<br />

recogen, hien por decantación, tlesptH~sde reposar el líquido algunas<br />

horas, bien por medio del filtro. El depósito que queda se puede aprovechar,<br />

pulverizándolo de nuevo y repitiendo las operaciones.<br />

Los métodos indicados para la división de las substancias muy duras,<br />

tienen que aplicarse casi siempre a las análisis de los materiales<br />

en que dominan los silicatos.<br />

Decantación.-La decantación, lo mismo que la filtración, tiene<br />

por objeto separar un cuerpo sólido de un liquido. Aquella sólo<br />

presenta ventajas cuando el sólido es bastante denso para que se deposite<br />

con rapidez. ,. . ,<br />

Una vez verificada la precipitación, se decanta el IIqmdo vertlendolo<br />

con mucha precaución, y cuidando de que no llegue á arrastrar<br />

ninguna partícula del depósito formado. Si es posible, con,vie~1eque<br />

la vasija tenga una posición inclinada, a fin de separar ell~e~Uldocon<br />

mavor facilidad. Se puede evitar todo movimiento de la vaSIJa, extra-<br />

ramas; este Últiyedelo<br />

el líquido, con una pipeta ordinaria ó de do~<br />

mo m~ediose emplea, sobre todo, cuando es convemente resguardar el<br />

precipitado del contacto del aire. En ese caso se usa un frasco (figu-<br />

1'a 295) cerrado por un corcho que tiene dos taladros, uno de los<br />

cuales da paso á lapipeta a y el otro á un tubo recto b: soplando por<br />

la abertura superior de éste, se proeluce la salida del liquido. El extremo<br />

inferior del tuho a, está encorvado, como se ve en la figura,<br />

con objeto de poder prolongar la extracción<br />

tículas del tlepósito.<br />

sin que se escapen par-<br />

Filtración.-Siempre que no puede aislarse un sólido de un líquido,<br />

por decantación, hay que recurrir a la filtración, que esta<br />

609<br />

fundada en la propiedad que tiene el papel sin cola de ser permeahle<br />

á casi todos los líquidos é impermeahle á los sólidos por tenues que<br />

sean.<br />

El papel para filtros tlebe satisfacer á cuatro condiciones: l. a, ser<br />

hastante fino para retener los precipitados, aunque estén muy divididos;<br />

2." dejar escurrir fácilmente los liquidos; 5." contener la mellor<br />

cantidad posible de suhstancias solubles en los ácidos e\ áJcalis;<br />

y 4. a, producir poca ceniza al quemarse. Tan sólo el papel que se fabrica<br />

en Suecia, con arreglo éllas prescripciones de Berzelius, re~ll1e<br />

todas estas cualidades; el que se expende en el comercio está muy lejos<br />

de poseerlas, y casi siempre que se trata de operaciones delicadas,<br />

es preciso empezar por prepararlo, a cuyo efecto se lava primero con<br />

ácicIo clorhídrico diluído en tres ó cuatro partes de agua, y después,<br />

repetidas<br />

usarlo.<br />

veces, con agua pura, dejando que se seque antes de<br />

Los filtros pueden afectar dos formas, la cónica y la piramidal<br />

con ángulos alternativamente entrantes y salientes. La Última se emplea<br />

con preferencia cuando la filtración deba hacerse con rapidez y<br />

no haya que aprovechar el precipitado; no se hablará, sin emhargo,<br />

de la manera de hacer los filtros en tal caso, porque en la mayor<br />

parte de las anáJisis se usan los cónicos. La preparación de éstos no<br />

ofrece ninguna dificultad: se corta un cuadrado de papel y se dobla<br />

dos veces paralelamente á sus lados, de manera que se forme un<br />

cuadrado cuatro veces más pequeÜo; conservando doblado el papel,<br />

se hace centro en uno de los vértices, y con un radio igual al lado<br />

del cuadrado menor, se traza un arco de 90°; se recorta por la línea<br />

así seiialada, y levantando una de las cuatro hojas superpuestas,<br />

se obtiene un filtro de forma de cono recto de base circular. Para recortar<br />

con facilidad y exactitud el papel por el arco que se ha indicado,<br />

puede usarse el cortafiltros de Mohr, que consiste en un cuadrante<br />

de circulo de cartón, zinc ó palastro, cuyos radios extremos<br />

tienen rebordes para sujetar el papel. Se coloca éste hien dohlado sobre<br />

el patrón y se recorta siguiendo su contorno. Como se necesitan<br />

filtros de varias dimensiones, claro es que habrá que proveerse<br />

cle patrones de distin tos tamaÜos.<br />

Los filtros de papel se colocan en embudos de vidrio, teniendo<br />

cuidado de que en toda su superficie se apliquen con exactitud<br />

39<br />

al va-


610<br />

so. El embudo debe sobresalir, por lo menos, de 4 a 6 milimetros<br />

respecto al filtro, y se ha de cuidar también de no echar el liquido<br />

por los bordes, sino de manera que escurra por las puntas. Los embudos<br />

se colocan en las bocas de las vasijas en que se quiere recoger<br />

el líquido, ó en sustentáculos de formas en extremo variadas. La figura<br />

296, indica una disposición muy cómoda, que se adopta con frecuencia.<br />

Siempre que se filtra sobre una vasija, cuya boca no tenga suficiente<br />

estrechamiento, como la de dicha figura, hay que colocar el embudo<br />

de modo que su punta esté en contacto con la superficie del vaso,<br />

a fin de evitar que la caida de las gotas produzca pérdidas apreciahles<br />

de líquido.<br />

En las filtraciones hay clue tomar siempre además la precaución<br />

de hacer correr el filete liquido a lo largo de una varilla de vidrio,<br />

que se sujeta con la mano izquierda, dirigiéndola haciael punto del<br />

filtro que sea conveniente.<br />

Cuando por cualquiera circunstancia no pueda emplearse el papel<br />

para la preparación de filtros, como sucede, por ejemplo, cuando. es<br />

atacado por los liquidos con que se opera, ó cuando las substancias<br />

sólidas recogidas se descomponen á la temperatura necesaria para la<br />

calcinación del papel, suele reducirse el filtroá alg'odón en rama,<br />

que se coloca en el embudo ó en un tubo terminado en punta. Los<br />

precipitados se recogen quemando el algodón ó disolviéndolo en étel:.<br />

Se ha dicho anteriormente que el papel para filtros debe producir<br />

pocas cenizas al quemarse; el papel sueco da tan sólo algunas milésimas<br />

de su peso; hay algunos en el comercio que producen hasta el<br />

7 por 100, yes muy comÚn que den el 5. Sea como quiera, es indispensable<br />

en las investigaciones cuantitativas delicadas, conocer el<br />

peso exacto de las cenizas; esta determinación se hace con la mayor<br />

facilidad, pues basta quemar cierto nÚmero de filtros de iguales dimensiones,<br />

10 por ejemplo; recoger con cuidado las cenizas calcinadas,<br />

y pesadas. Claro es que la décima parte del peso ohtenido será<br />

el residuo medio correspondiente á cada filtro, y por consiguiente, la<br />

cantidad que habrá que deducir del peso que se halle para la mezcla<br />

del precipitaclo y las cenizas.<br />

61!<br />

OPERACIONES FÍSICAS.<br />

Disolución.-Entre las operaciones fisicas debe considerarse la<br />

disolución, basada en la propiedad que tienen los cuerpos sólidos de<br />

unirse a ciertos liquidos, variables con la naturaleza de aquellos,<br />

formando todos homogéneos. Cuando al efectuarse la disolución no se<br />

produce ninguna reacción, toma aquella el nombre de simple, recihiendo<br />

el de química en el caso contrario. Las disoluciones constituyen,<br />

por decido asi, el fundamento de los estudios cualitativos por<br />

la via hUmeda.<br />

El disolvente usado en la mayoria de los casos, es el agua pura ó<br />

mezclada con ácidos ó álcalis. TamlJién se usan como disolventes otros<br />

cuerpos: el éter, el alcohol, el sulfuro de carhono ó ácido sulfocarbónico,<br />

el agua regia, etc.<br />

El calor favorece la disolución, tanto por las corrientes que determina<br />

en el liquido, cuanto porque la experiencia ha demostrado que<br />

casi todos los cuerpos sólidos son mas solubles á las altas que á las<br />

bajas temperaturas. Hay algunas substancias para las que esta regla<br />

no se verifica; ejemplo ofrece el sulfato cálcico, que se disuelve mas<br />

facilmente en el agua fría que en la caliente. El estado de división de<br />

los cuerpos influye asimismo en la rapidez de la disolución; se comprende<br />

que cuanto más divididos se hallen, es decir, cuanto menor<br />

sea la cohesión y mayor la superficie en contacto con el liquido, mayor<br />

será el poder disolvente que éste ejerza sohre aquellos. Igual resultado<br />

se produce con la fl~ecuente agitación del sólido.<br />

Se dice que una disolución está saturada a una temperatura determinada,<br />

cuando el la misma el liquido no puede disolver mayor<br />

cantidad del cuerpo que se considera. Violette ha ideado un aparato<br />

muy ingenioso, de forma semejante á la de un areómetro, destinado<br />

á conocer si una disolución esta saturada.<br />

Evaporación.-La evaporación tiene por objeto aislar las substancias<br />

sólidas contenidas en una disolución ó concentrar una disolución<br />

diluida.<br />

Las evaporaciones se hacen, por lo general, en cápsulas de porcelana,<br />

plata ó platino: las primeras resisten bien al fuego y son muy


612<br />

cómodas, annque no pueden emplearse para la evaporación de líquidos<br />

que contengan algún álcali cáustico ó que desprendan ácido fluorhíddco.<br />

Las cápsulas de plata no resisten tanto al fuego, pero no las<br />

atacan los álcalis cáusticos; en cambio, no pueden usarse cuando el<br />

líquido contiene ácidos libres. Las cápsulas de platino se emplean con<br />

mucha frecuencia, mas debe tenerse presente que son atacadas por<br />

la potasa, la sosa y los carbones candentes, y disueltas por el agua<br />

regia, y en general por las mezclas, que puedan ejercer acciones clorurantes<br />

ó bromurantes enérgicas. También debe evitarse calentar<br />

en ellas al rojo, los fosfatos, sulfatos y arseniatos metálicos, que en<br />

presencia del platino y por la acción de los productos carburados de<br />

la combustión, originan fosfuros, sulfuros y arseniuros de platino,<br />

substancias todas muy fusibles.<br />

Las cápsulas, láminas, hilos y crisoles de platino, tienen que limpiarse<br />

con el mayor cuidado después de usarlos. Á este efecto se introducen<br />

en una vasija que contenga agua hirviendo, pura ó mezclada<br />

con ácido clorl]idrico, para disolver las materias que hayan quedado<br />

adheridas á dichos objetos; se sacan éstos y se acaban de limpiar<br />

con un trapo fino de hilo, mojado y espolvoreado con arenilla<br />

muy fina. Si se observa que han sufrido abolladuras, se quitan con<br />

tacos y un macito de madera blanda.<br />

La mayor parte de las evaporaciones se hacen con el auxilio del<br />

calor; sin embargo, algunas, como las que tienen por objeto concentrar<br />

una disolución, se verifican espontáneamente. Las vasijas eml)leadas<br />

entonces pueden ser las partes inferiores de los globos ó retortas<br />

de vidrio, que se cortan con un carbón candente.<br />

Cuando se activa la evaporación con el fuego, hay que procurar<br />

que el aire se renueve con libertad en la superficie del liquido, á cuyo<br />

fin se practican generalmente estas operaciones debajo de la campana<br />

de la chimenea del laboratorio, teniendo cuidado de cubrir la capsula,<br />

para que no caigan materias extrañas sobre el liquido; con una<br />

hoja de papel de filtros, colocada á altura conveniente.<br />

Si se calienta el liquido, como se hace por lo comun, de abajo á<br />

arriba, las burbujas de vapor, que se forman en el fondo, producen<br />

movimientos bruscos en la masa y determinan el salto violento de<br />

partículas del liquido, que arrastran cantidades mayores ó menores<br />

de las substancias disueltas; estos efectos son aún más sensibles al<br />

613<br />

aumentar la concentración del liquido. Para remediar tales incoIlvenientes,<br />

se hace que la cápsula no se caliente más que por su parte<br />

lateral, colocándola en el horno sobre un tronco de cono de palastro,<br />

rodeado de carbones encendidos. También suele adoptarse el método<br />

indicado por Berzelius, cuando el calor empleado es el proveniente de<br />

una lámpara de aceite ó alcohol; consiste en hacer la evaporación en<br />

un crisol que se pone inclinado y no en la vertical de la llama.<br />

La colocación directa de la vasija sobre el fuego produce siempre<br />

malos resultados, y por esta razón, cuando no se recurra al baiío de<br />

aI'ena Óal de jJfal'Ía, conviene interponer entre la cápsula y el fuego<br />

una capa de ceniza y usar un combustible que se consuma con lentitud.<br />

El carMn de turba es muy á propósito.<br />

BAÑOSDE ARENA.-La evaporación por medio del baño de arena,<br />

se reduce á poner las vasijas sohre arena caliente.<br />

Los haÜos de esta especie tienen formas muy distintas, pero para<br />

dar á conocer una de las disposiciones más ventajosas, se describirá<br />

la adoptada en ellahoratorio de la Eswela de Puentes y calzadas de<br />

Francia (fig. 297). Consiste en una vasija de hierro fundido ó palastro,<br />

llena de arena, que se coloca sobre el hogar de un horno de ladrillo,<br />

alimentado con leÜa, hulla Ú otros combustihles. Á fin de evitar<br />

que las substancias extraÜas ensucien los cuerpos sometidos á los<br />

experimentos, y para obtener, en lo posible, una temperatura constante,<br />

el baüo de arena está rodeado por un bastidor corredizo de<br />

cristales y cubierto con una tolva, que cODlunica con la chimenea.<br />

El aire se introduce sobre el haüo por una al)ertu1'a practicada en la<br />

parte inferior del bastidor. De este modo se consigue una rápida evaporación,<br />

puesto que los vapores se escapan en cuanto se forman,<br />

merced al tiro que establece la tolva, y que el aire se renueva sin<br />

interrupción en la superficie del liquido.<br />

Se suelen hacer de hierro colado los hornos para baÜos de arena,<br />

pero es preferihle que sean de ladrillo con revestimiento refractario.<br />

Para gran numero de operaciones, el baÜo de arena puede reducirse<br />

á un pequeÜo dep6sito de palastro 6 hierro fundido, lleno de<br />

arena, que se ajusta en la abertura superior de un horno: algunos<br />

agujeros practicados en la pared de éste, por dehajo del reborde de que<br />

esta provisto el depÓsito,' sirven para estaJJlecer un tiro conveniente.


6H<br />

Sea cual fuere la disposición adoptada, claro es, que aproximando<br />

más ó menos al hogar la vasija cn que se verifique la evaporación, é'<br />

introduciéndola una cantidad mayor ó menor en la masa de arena,<br />

puede conseguirse la temperatura adecuada al objeto en cada caso.<br />

La arena usada en estos baños debe ser silícea, homogénea y perfectamente<br />

seca.<br />

BAÑODEMAR[A.-La evaporación en el batio de María consiste en<br />

rodear la capsula de vapor de agua. Á este efecto se usa comÚnmente<br />

una vasija de cobre, hoja de lata ó hierro fundido, llena hasta la<br />

mitad de 2.gua y perfectamentp. adaptada a un horno: la cápsula se<br />

dispone encima de la vasija. Á fin de que el mismo vaso pueda servir<br />

para cápsulas de diferentes tamaños, se emplean arandelas con<br />

aberturas de diversos diámetros, que se colocan directamente sobre<br />

la vasija y reciben la cápsula. Teniendo cuidado de que el agua de la<br />

vasija hierva siempre, la evaporación se hace con gran celeridad.<br />

Claro es que si la disolución es acuosa, no podrá entrar nunca en<br />

ebullición, a causa del enfriamiento que produce el aire exterior.<br />

Reemplazando la arandela con nna vasija de menores dimensiones<br />

que la primera y dispuesta como indica la figura 298, se obtiene un<br />

baño de María en que pueden hacerse desecaciones y evaporaciones<br />

á temperatura constante. Si se quiere que ésta sea superior á la correspondiente<br />

á la ebullición del agua, basta echar aceite en la primera<br />

vasija, con lo cual puede obtenerse una temperatUra que se<br />

acerque á 3000. En tal caso, las vasijas deben ser de cobre y estar<br />

soldadas con latón ó hierro fundido. De las cuatro aberturas marcadas<br />

en la figura, en la tapa de la vasija interior, una esta destinada<br />

á recibir un termómetro; dos, á facilitar la renovación del aire y el<br />

desprendimiento de vapores, y la Última, que puede cerrarse, sirve<br />

para introdncir el líquido que se va á evaporar.<br />

Otras operaciones físicas.-Entre las operaciones físicas,<br />

cIue con frecuencia reclaman las análisis, deben contarse, como se<br />

indicó al principio, la fusión, la ebullición, la cristalización, la destilación<br />

y la sublimación; pero como quiera que todas ellas son bien<br />

conocidas, ya por el CUl'SOde Física, ya por el de Química general,<br />

no es necesario insistir sobre este punto.<br />

Wj<br />

OPERACIONES QUÍMICAS.<br />

Desagregación.-Enlas análisis por vía hÚmeda se opera siempre<br />

en cuerpos en disolución, de suerte que es preciso hacer solubles<br />

a los que resisten á los disolventes comunes. Para ello, es indispensablesometer<br />

las substancias a un tratamiento especial, que desuna<br />

sus elementos y dé lugar á nuevas combinaciones susceptibles<br />

de disolverse. Esta desagregación puede efectuarse casi siempre fundiendo<br />

el cuerpo con carbonato de potasio ó sodio; algunas veces se<br />

consigue ejecutar la operación por vía hÚmeda, empleando una disolución<br />

hirviendo y concentrada de carbonato alcalino. La acción<br />

de estos carbonatos se explica fácilmente: descomponen la substancia<br />

de tal manera, que los ácidos que encierra se combinan con la potasa<br />

ó con la sosa para formar sales con exceso de base, que son muy<br />

solubles; los óxidos eliminados por los álcalis, pasan al estado de<br />

combinaciones insolubles en el agua, pero atacables por los ácidos.<br />

La desagregación por vía seca se efectÚa casi siempre en crisoles de<br />

plata ó platino. Estos Últimos no pueden emplearse si los fundentes<br />

son álcalis cáusticos, como se dijo anteriormente.<br />

Precipitación.-Cuando en un líquido existen en suspensión,<br />

ó se forman mediante ciertas reacciones, cuerpos insolubles, se depositan<br />

generalmente en el fondo de la vasija, constituyendo lo que<br />

se llama precipitados.<br />

En las operaciones analíticas se necesita continuamente precipitar<br />

substancias que se hallan disueltas en un liquido, lo cual puede efeetuarse<br />

de muchas maneras. Es suficiente, en algunos casos, modificar<br />

el disolvente: el nitrato hárico, por ejemplo, es soluble en el<br />

agua, pero aiiadiendo áciclo sulfÚrico á la disolución, se consigue la<br />

precipitación del bario, en estado de sulfato. En la generalidad de los<br />

casos se procede por doble descomposición, es decir, empleando otra<br />

sal, cuya base forme con el ácido de la disuelta, ó inversamente, una<br />

tercera sal insoluble. Por ejemplo, si se agrega una disolución de nitrato<br />

hárico á otra de sulfato potásico, se yerifica la reacción siguiente:<br />

(N(j2')'<br />

Ba"<br />

l 2<br />

j<br />

SO'" 1 . -<br />

(NO 2')2"t.<br />

.<br />

S02" / 2<br />

O + ]{2 O<br />

5 -: ](' )<br />

O + Ba" 5 O ,


6,16<br />

en virtud de la cual se precipita el sulfato bárico, que es insoluble,<br />

quedando disuelto el nitrato potasico.<br />

Los precipitados que en los diversos casos se obtienen, presentan<br />

aspectos muy distintos; unos sonplllventlentos,como los de carbonatos<br />

bárico, cálcico, etc.; otros, cristalinos, como los de fosfato amónicomagnésico,<br />

fluosilicato Mrico, etc.; otr?s, gelatinosos, como los de<br />

hidratos alumínico y férrico;otros ofrecen la apariencia de la leche<br />

cortada, como los de cloruro de plata. .<br />

InÚtil es advertir que en las operacionés analíticas deben emplearse<br />

para precipitar los cuerpos, los reactivos que los hagan más insolubles.<br />

También es evidente que cuando se obtengan precipitados<br />

que no sean insolubles por completo en el líquido en que se hallen,<br />

convendrá concentrar mucho la disolución. Así, por ejemplo, siendo<br />

algo soluble en el agua el sulfato de estroncio, se concentran fuertemente<br />

las disoluciones de sales de dicho cuerpo antes de precipitarIas<br />

por el acido sulfÚrico.<br />

Algunos precipitados se producen en seguida; otros tardan algÚn<br />

tiempo, y hasta su formación suele exigir ciertas precauciones, como<br />

la de agitar vivamente el líquido, ó someterlo a una temperatura próxima<br />

a la de ebullición. Esto prueba que hay que verificar experimentos<br />

antes de asegurar que en determinadas ocasiones no aparece<br />

precipitado.<br />

Las precipitaciones se efectÚan generalmente, sobre todo cuando<br />

se trata de análisis cualitativas, en pequeños tubos cilíndricos de<br />

vidrio de Om,12 a Om,15 de longitud y 10 á 15 milímetros de diámetr'O,<br />

ó en las copas llamadas de precip"'ados. También suelen emplearse<br />

globos ó redomas de vidrio, en especial cuando la operación<br />

se lleva a cabo con el auxilio del calor. Las partes inferiores de las<br />

retortas, cortadas a alLura conveniente, proporcionan asimismo vasijas<br />

muy á propósito para precipitaciones.<br />

Una vez obtenido un precipitado en el fondo de una vasija, es preciso,<br />

en particular en las análisis cuantitativas, aislarIo del lÍlfuido,<br />

lo cual se consigue por decantación, por filtración ó por ambas operaciones<br />

comlJinadas.<br />

Loc[ó~.-Es indispensable lavar el precipitado, esto es, separar de<br />

él todas las partículas solubles que hayan quedado adheridas. La loción<br />

puede llevarse á cabo decantando ó fiJtranclo.<br />

6t7<br />

En el primer caso, no hay más que volver á sumergir el cuerpo<br />

en un líquido en que sea insoluble, y solubles las substancias que se<br />

trata de separar; se deja formar de nuevo el precipitado y se decanta<br />

otra vez, continuando así hasta obtener la pureza necesaria. Por<br />

último, para hacer desaparecer el líquido de que queda impregnado<br />

el cuerpo, se le somete a una evaporación lenta. Este método tiene los<br />

inconvenientes de exigir el gasto de mucho líquido y ser largo; sólo<br />

se emplea cuando el precipitado es completamente insoluble ó tan<br />

denso, que se deposita inmediatamente en el fondo de la vasija.<br />

La loción por medio del filtro se verifica vertiendo sobre éste un<br />

disolvente á propósito, para que arrastre las materias solubles. El líquido<br />

que se emplea, siempre que no se oponga ninguna circunstancia<br />

especial, es el agua. La loción del precipitado debe efectuarse<br />

con la menor cantidad de agua que se pueda, á cuyo fin, no se echa<br />

una nueva porción de líquido, hasta que la primera se haya filtrado<br />

por completo. También es preciso que el agua caiga sobre el precipitado<br />

formando un filete muy fino, cuya dirección varíe á voluntad<br />

del operador, para lavar todas las partes del filtro. Esta Última condición<br />

se satisface vertiendo el Jiquido, bien por medio de una pipeta<br />

que tenga encorvadosu brazo superior, bien por medio del frasco de<br />

sll1'tidOJ', representado en la figura 299, que consiste en una redoma<br />

tapada con un corcho ó un obturador de gutapercha, que tiene dos<br />

taladros que dan paso á igual nÚmero de tubos enconados, a y b; la<br />

rama vertical del primero llega hasta cerca del fondo, y la inclinada<br />

termina en punta. Soplando por el tuho b, se carga el a y se determina<br />

la salida de un filete delgado de agua. El líquido empleado<br />

como disolvente se vierte unas veces frío, y otras a una temperatura<br />

más elevada. Para que en este Último caso sea factible coger con la<br />

mano el frasco, suele rodearse el cuello de éste de un anillo de corcho.<br />

.Muchos aparatos se han ideacIo para la loción de precipitados,<br />

pero siendo los dos que se han indicado los que se emplean casi exclusivamente,<br />

no es preciso insistir en este asunto.<br />

La lociÓn se tiene que continuar hasta que el líquido salga claro<br />

sin arrastrar materia alguna extraiia. Para saber cuando se llega a<br />

este estaclo,hasta evaporar una gota del líquido filtrado, sobre una<br />

lámina de platino; el residuo que quede después de la evaporación,<br />

dará á conocer el grado de pureza que se ha ohtenido.


6.18<br />

Siempre que hay que pesarull precipitado, es preciso después de<br />

lavado secarlo, y algunas veces calcinado además.<br />

DEsEcAcró:.¡- .-Para seca/' un precipitado, se deja que el filtro que<br />

lo contiene escurra perfectamente el agua de las lociones: se saca en<br />

seguida el filtro del embudo y se extiende sol)re papel de estraza, que<br />

se cuida de renovar con frecuencia. Cuando por este medio haya perdido<br />

la mayor parte del agua, se coloca en una cápsula y se acaba de<br />

secar en un baÜo de arena ó de Maria, ó simplemente al sol.<br />

Acontece .1menudo que el filtro no puede separarse con facilidad de<br />

su embudo; entonces se verifica la desecación dentro de él, teniendo<br />

la precaución de envolverlo en un pliego de papel de estraza, y no se<br />

extrae el filtro hasta que esté seco.<br />

Cuando el precipjtado puede pesarse, sin necesidad de calcinarlo,<br />

se conservaen SIl filtro, no olvidando colocar en el platiJJo de la balanza<br />

destinado á las pesas, un filtro exactamente igual al en que está<br />

contenido el cuerpo, á fin de evitar todo error en la determinacÍl)n<br />

del peso.<br />

CALClNAClóN.-Cuando los precipitados son permanentes é inalterables,<br />

como sucede á la sílice, se hace más perfecta la desecación<br />

calcinándolos, procedimiento que se sigue también con las substancias<br />

que adquieren así composiciones más definidas, como el<br />

.<br />

fosfato<br />

amónico-magnésico, el oxalato cálcico, etc.<br />

La calcinadón se hace ordinariamente en un crisolito de platino,<br />

empleando se los de porcelana, cuando los precipitados contienen<br />

alguna substancia que pueda alterar aquel metal. Se saca el precipitado<br />

del filtro por medio de una espátula de platino, lo más completamente<br />

posible, y operando sobre un pliego de papel glaseado, con<br />

objeto de evitar pérdidas; se introduce el cuerpo en el crisol y encima<br />

de aquel el filtI.o, previamente dohlado; secbmprime todo con<br />

la espátula y se calienta el crisol. cerra.do con su tapa, hasta el calor<br />

rojo. Terminada la carbonización del filtro se destapa el crisol para<br />

que el aire pueda entrar en el interior, y se conserva candente mientras<br />

no desaparezca todo vestigio de carbón. En algunos casos en<br />

que los precipitados decrepitan, hay que conservar cerrado el crisol,<br />

hasta que terminen por completo las detonaciones. El crisol debe colocarse<br />

de tal manera,<br />

haga con facilidad.<br />

que la renovación del aire en su interior se<br />

619<br />

La calcinación es muy larga en ciel'tas ocasiones, sobre todo cuando<br />

la loción no ha sido perfecta ó cuando el precipitado está tan dividido,<br />

que se introduce en los poros del filtro: varios métodos hay<br />

para facilitar la operación. Uno de eJ]os consiste en rociar con ácido<br />

nítrico el carbón del filtro, dejar que se evapore el ácido y volver á<br />

calcinar, continuando así mientras sea necesario. También suele empleal'se<br />

para acelerar la calcinación el ácido sulfÚrico y el nitrato<br />

amónico, pero todos estos métodos son expuestos, por las reacciones<br />

que dichos cuerpos pueden ejercer sobre los precipitados, por cuya<br />

razón es preferible<br />

del calor rojo.<br />

prolongar la operación directa, esto es, la acción<br />

Si el precipitado contiene un metal reducible, en presencia del carbón,<br />

ó si es tan. tenue, que puede ser arrastrado en parte por los<br />

productos de la combustión del filtro, se calcinan separadamente éste<br />

y el precipitado, teniendo cuidado antes de Oprimir lio-eramente con<br />

D<br />

los dedos el filtro, á fin de separar la mayor cantidad posible de materia<br />

y unirla á la extraída ron la espátula. Por lo general, en este<br />

caso, se corta el papel en varios pedazos, que se queman uno por<br />

uno encima de la tapa del crisol ó en una cápsula de porcelana. Debe<br />

operarse siempre, como se ha dicho antes, sobre papel glaseado.<br />

Después de calcinado un precipitado, se deja enfriar y se pesa rápidamente,<br />

no olvidando deducir del resultado el peso de las cenizas<br />

del filtro.<br />

.<br />

Los crisoles se calientan al calor rojo en hornillos, ó lo que es más<br />

frecuente, en lámparas de alcohol de doble corriente de aire. Sin<br />

embargo, algunas calcinaciones, como la de la cal, exigen temperaturas<br />

más elevadas que las que aqueJ]as producen: entonces puede<br />

usarse la lámpara de Deville, que esta representada en la figura 500.<br />

Se alimenta con aguarrás, y el aparato se compone de un frasco de<br />

nivel constante, A, que comunica por un tubo, g, con la lámpara<br />

propiamente dicha, la cual á su vez está en comunicación oon un distrihuidor<br />

de aire, E, que lo recibe por medio del tubo e y lo inyecta<br />

por el soplete o.<br />

La lámpara (fig. 501), es la pieza más complicada del aparato y<br />

exige una descripción detallada. El espacio anular, CC, está cerrado<br />

por todas partes: por la superior y laterales con una placa gruesa de<br />

cohre, y por la inferior con una lámina, BB, que encorvándose exte-


620<br />

riormente, deja alrededor del recipiente una capacidad que. se llena<br />

de ao'ua. La lámina tiene tres taladros c, c, c, que dan paso a los tubos<br />

d' el" vo. El tubo g penetra en el espacio anular, cuya pared interior,'<br />

ii, e~lcorvada en forma de copa, tiene 3 agujeros,<br />

milímetros de diámetro.<br />

t, de 5 á 4<br />

La lámpara está cul)ierta con una cÚpula de cobre, le, que se apoya<br />

en una ranura practicada en la parte superior de aquella y da salida<br />

á la llama por un orificio de unos 24 milímetros de diámetro.<br />

Finalmente, una chimenea un I)OCOcónica, D, de 75 milímetros de<br />

altura, se ajusta sobre el aparato; en su lJas~ tiene a~chas aberturas<br />

n destinadas á dejar pasar una gran cantIdad de aIre.<br />

El :xtremo superior del soplete, o, termina en un tubito móvil, euya<br />

punta mide 2 1/4 milimetros de diámetro; tal 'dimensión es á pr~pósito<br />

en la mayor parte de los casos, pero de todas maneras C?nVIeI~e<br />

tener varias puntas con agujeros de diversos diámetros. La dIstancIa<br />

wrtical, que separa la abertura del soplete de los agujeros t, del)e ser<br />

5 milímetros.<br />

.<br />

destinaclos á conducir el aire á la superficie su-<br />

Los tubos d' v d"<br />

perior del agua;rás 'de la lámpara, se reunen en uno solo, ~, p~'~visto<br />

de una llave, 1', y que termina en el depósito E, en comUlllcaClOncon<br />

el fuelle de una lámpara de esmaltar. .<br />

Para hacer uso del aparato, se llena el frasco A (fig. 500) .de esencia<br />

de trementina, y después de haber armado las diversas PIez:s, s.e<br />

estahlece cuidadosamente el nivel deltuho ab, que debe quedar b mIlímetros<br />

por debajo de los agujeros t (fig. 501). Se abre e~to~ces la<br />

llave f (fig. 500), la cual se cierra en el momento que el hqmdoyega<br />

en la lámpara al nivel del extremo b del tuh~ ab. En la ~apacIdad<br />

BS (fig. 501) se coloca agua, que se hace hervIr algl~nos ll1stalltes,<br />

calentando la parte inferior, por medio de una lampanll~ de alcohol.<br />

Hecho esto se introduce aire con el fuelle, se abre poco a pocola llave<br />

l' y se aproxima al mismo tiempo á las aber~uras n, la llama. de<br />

una lámpara ordinaria. Si el agua de la capacIdad BB ha hern.do<br />

bastante tiempo, la tensión del aguarrás es suficiente par~ que el aIre<br />

saturado de su vapor, se inflame ardiendo co~ llama rOJIza ~ clara.<br />

Si el vapor de esencia no se inflamase, bastana para ConsegUIrl? cerrar<br />

la llave l' y hacer hervir de nuevo el agua. Una vez prendIdo. el<br />

y se hace van al'<br />

gas se aumenta poco á poco la abertura de la llave l'<br />

621<br />

la velocidad del aire inyectado por el fuelle, hasta que funcionando<br />

activamente la lámpara, se hayan determinado de una manera conveniente<br />

las condiciones necesarias para la producción de la temperatura<br />

más elevada que sea posible. Algunos instantes después de haber<br />

encendido la lámpara, se abre la llave f (fig. 500); para que si'ga<br />

ardiendo, no hay más que hacer mover el pedal del fuelle; si se<br />

quiere apagar basta cerrar primero la llave l' y después la f.<br />

Con el aparato que se acaba de describir se pueden fundir substancias<br />

que exijan temperaturas muy elevadas; pero preferible á este<br />

medio y á todos los anteriores, es una lámpara alimentada con gas<br />

de alumbrado. No se explicará, sin embargo, la disposición que se<br />

adopta para estos mecheros, porque raras veces podrán los Ingenieros<br />

disponer de ellos.<br />

Calcinación.-En los experimentos analíticos, no sólo ocurre<br />

el caso de calcinar precipitados, que es el que se acaba de consideár,<br />

sino qlle se calcinan muchas substancias con objetos muy variados.<br />

No se aÜadirá nada sobre el particular, pues en los párrafos<br />

anteriores se han detallado las precauciones que esta operación<br />

exige.<br />

Oxidación.-La oxidación tiene por objeto aumentar el grado<br />

de oxigenación de los cuerpos. Siendo numerosos los ejemplos que<br />

presenta la Química general de la manera de llevarla á cabo, bastarán<br />

muy pocas palabras.<br />

La oxidación puede hacerse por vía seca ó hÚmeda. En el primer<br />

caso, se verifica calcinando la substancia, en una vasija abierta, á fin<br />

de que el aire se renueve frecuentemente.<br />

Los principales reactivos que se emplean para la oxidación por vía<br />

humeda son: el ácido nítrico, el agua regia y el cloro. El ácido nítrico,<br />

á temperaturas apropiadas, oxida y disuelve casi todos los metales;<br />

ataca á muchos sulfuros, convirtiendo su azufre en ácido sulfÚrico,<br />

y transforma las sales ferrosas en férricas. El agua regia oxida y<br />

disuelve el oro, el platino, etc. El cloro determina la oxidación de<br />

muchos cuerpos ya disueltos, eomo el ácido sulfuroso, las sales ferrosas,<br />

etc.<br />

Reducción. - La reducción tiene por objeto desoxigenar un<br />

cuerpo completa ó parcialmente. Por las razones ya expuestas, no se<br />

haránlllás que breves consideraciones acerca de este asunto.


622<br />

La reducción, lo mismo que la oxidación, puede verificarse por vía<br />

seca ó húmeda. .<br />

Las reducciones por vía seca se efectuan, bien en una atmosfera<br />

de hidró


624,<br />

acción ejercida sobre h substancia, por el soplete y los reactivos de la<br />

vía seca.<br />

Después de haber adquirido una idea aproximada del cuerpo, es<br />

cuando ordinariamente se procede por la vía hÚmeda, sin que esto<br />

quiera decir que en ciertas ocasiones no se emplee desde luego este<br />

método, pues que todo depende del conocimiento que se tenga de la<br />

materia que se trate ~de analizar.<br />

Disolventes.-Antes de emplear re activo de ninguna especie,<br />

es preciso reconocer la solulJilidad de la substancia en los disolventes<br />

usados con más frecuencia, que son el agua, los ácidos clorhídrico y<br />

nítrico y el agua regia; pero como quiera que este sólo se emplea para<br />

la separación de metales, que no ofrecen interés en la construcción,<br />

Únicamente se considerarán los tres primeros.<br />

Cuando no se sabe el disolvente que conviene al cuerpo dado, se<br />

empieza por ensayar su solubilidad en el agua, á cuyo efecto se intl'oduce<br />

en una vasija que contenga un volumen de líquido 10 ó 15<br />

veces mayor que el de la substancia. Si después de agitar la mezcla<br />

no se verifica la disolución al cabo de algÚn tiempo, se traslada á<br />

un tubo ó pequeÜo matraz y se hace hervir dos ó tres minutos á la<br />

llama de una lámpara de alcohol. Entonces pueden ocurrir tres casos:<br />

LO, que la substancia se disuelva completamente en el agua; 2.0,<br />

que sea insoluble, ]0 que se reconoce en que la evaporación de unas<br />

gotas del liquido, previamente decantado ó filtrado, no deja ningÚn<br />

residuo, y 5. o, que sea en parte soluble, de tal manera que quede una<br />

porción del cuerpo sin disolverse y que la)vaporación delliq uido produzca<br />

un residuo mayor 'o menor.<br />

En este Último caso, es preciso determinar si la disolución parcial<br />

proviene de la presencia de varios cuerpos, unos solubles y otros no,<br />

ó de la poca solubilidad de una sola sulJstancia, que haya llegado á<br />

saturar la cantidad de líquido empleada. Para resolver la cuestión,<br />

basta aislar la parte no disuelta, decantando ó filtrando el agua; tratar<br />

repetidas veces el sólido con agua destilada, y si el residuo de la<br />

evaporación es próximamente constante, puede asegurarse que el<br />

cuerpo \la es una mezcla de substancias solubles é insolubles, sino que<br />

su solubilidad eS pequeÜa y necesitaría gran volumen de agua para disolyerse<br />

por completo. Si, al contrario, el residuo de las eyaporaciones<br />

sucesivas es cada vez menor, llegando á desaparecer, claro es que<br />

625<br />

el cuerpo conLÍene materias insolubles, que por este procedimiento<br />

pueden separarse de las demás.<br />

Las4materias cuya solubilidad es muy pequeÜa, se consideran en<br />

las análisis como insolubles, puesto que no se disuelven lo bastante<br />

para provocar reacciones bien determinadas.<br />

Sometiendo á los experimentos seÜalados las sales formadas por los<br />

ácidos y las bases, que suelen entrar en los materiales, es factible<br />

averiguar desde luego las que son solubles, si se exceptua el carbonato<br />

amónico que se volatiliza casi al mismo tiempo que el agua, pero<br />

cuya presencia siempre se acusa durante la evaporación por el<br />

olor que le es peculiar.<br />

Las sales solubles en el agua, entre las que pueden formar los ya<br />

mencionados ácidos y bases, y que se encuentran comÚnmente en los<br />

productos naturales, son las que se expresan á continuación:<br />

Cloruros y nitratos de todos los metales correspondientes a las bases indicadas<br />

anteriormente.<br />

'<br />

Slllfatos de potasio, sodio, amonio. aluminio. magnesio, manganeso y hierro.<br />

Fosfatos alcalinos.<br />

Silicatos de potasio y sodio, con gran exceso de base.<br />

Carbonatos alcalinos.<br />

Los cuerpos insolubles en el agua, se someten á la acción del ácido<br />

clorhídl'ico diluíclo, y si es menester, á la del mismo ácido concentrado<br />

y caliente. Se empieza por colocar la substancia pulverizada en<br />

un matraz ó en un tubo cerrado por un extremo, se vierte sobre ella<br />

un volumen próximamente d(~cuplo,de ácido clorhídrico, y si no se<br />

observa fenómeno alguno, se calienta el recipiente á la llama de una'<br />

lámpara de alcohol, hasta la ehullición del líCluido. Puede suceder,<br />

como cuando se empleaba por disolvente el agua, que el cuerpo sea<br />

soluble, insoluble ó soluble en pal'te, lo cual se reeonoce pOl'los mismos<br />

caracteres ya seÜalaclos, debiendo sólo advertir que antes de decantal'<br />

ó filtral' el líquido, conviene aÜadirle un volumen doble ó triple<br />

de agua. InÚtil es decil' que en el caso de contener .el cuerpo<br />

substancias solubles e insolubles, hay que separarlas, para someterlas<br />

después á tratamientos distintos.<br />

Si la materia es ataeada por el ácido, deben observarse con cuidado<br />

los gases, que con frecuencia se desprenden. Por ejemplo: los<br />

carbonatos se disuelven con efervescencia, y emiten anhidrido carhó-<br />

,<br />

4,0


.<br />

626<br />

nico (1); varios óxidos singulares aislan el cloro (2); llluchos sulful'oS<br />

desprenden hidrógeno sulfurado (5), etc.<br />

Hay en la naturaleza varios silicatos que son mÚs ó meno's descompuestos<br />

por el áciclo clorhídrico concentrado, el cual disuelve las<br />

bases, separandose la sílice en estado gelatinoso. Cuando los silicatos<br />

estan mezclados con carhonatos ó sulfuros, como sucede á menudo,<br />

ademas de verificarse la referida separación, se desprenden anhidrido<br />

carJJónico ó hidrógeno suIfurado.<br />

Los cuerpos que resisten a la acción del agua y del acido clorhidrico,<br />

se someten a la del ácido nitrico, siguiendo exactamente el<br />

mismo método que con el disolvente anterior. Este ácido es el oxidante<br />

más enérgico que se emplea en los ensayos por la via hÚmeda,<br />

y el disolvente por excelencia de las aleaciones y metales, á los que<br />

transforma, por lo general, en nitratos, desprendiéndose óxido nitrico<br />

ó vapores rutilantes. Muchos sulfllros alJandonan el azufre por la acción<br />

del ácido nítrico, convirtiéndose poco a poco aquel metaloide en<br />

ácido sulfÚrico; otros, se transforman en suIfatos. El tratamiento de<br />

los suIfllros exige casi siempre que el ácido sea muy concentrado;<br />

para el de los demás cuerpos basta que el disolvente tenga una densidad<br />

de 1,2. Efectuada la disolución dehe aÜadirse agua, antes de<br />

usar los reactivos.<br />

El ácido nitrico disuelve muchos cuerpos más que el clorhídrico, y<br />

si, de ser posihle, se emplea éste con preferencia, es porque el primero<br />

complica é impicle á veccs la acción de ciertos reactivos, por ejem-<br />

plo, la del l¡idrógeno sulfurauo. y porque es más fácil quitar de un<br />

líquido un excesodel segundoácido que del primero.<br />

Examinado el poder disolvente del agua y de los otros dos cuerpos<br />

tantas veces nombrados, sobre las substancias que constituyen los<br />

materiales de construcción, resulta que las Únicas insolubles en los<br />

tres líquidos, son las siguientes:<br />

( CO" 1 1) O" + 2I1CI = Ca"CI" + H'O + CO" .<br />

Ca" J<br />

cq<br />

(2) MnO. + HICI = Mn"CI2 + ~H20 + Cl j'<br />

(3) R"S + 2HCl = R"CI2 + H'S.<br />

IBj<br />

Sílice.<br />

Sulfato de calcio, que, sin embargo, es soluble en pequeña cantidad.<br />

Sulfatos de bario y estroncio.<br />

Silicatos sin exceso de base alcalina.<br />

Fluoruro de calcio.<br />

En resumcn, los ensayos que preceden permiten dividir todas las<br />

combinaciones que se han de examinar, en tres grandes grupos: f.o,<br />

cuerpos solubles en el agua; 2. °, insolubles ó poco solubles en el agua,<br />

pero que se elisuehen en los ácidos clorhídrico ó nítrico; y 5. °, insolubles<br />

ó poco solubles en el agua yen los ácidos.<br />

Podrá suceder que un mismo cuerpo contenga materias incluídas<br />

en dos y aun en los tres grupos, pero lo que antecede facilita separarIas,<br />

y bastará, por consiguiente, exponer la manera de determinar<br />

los ácidos y las hases de las diversas suhstancias contenidas en cada<br />

grupo, considerando tan solo los cuerpos que suelen entrar en la composición<br />

de los materiales de uso más frecuente.<br />

Para efectuar estas investigaciones, se divide cada una de las disoluciones<br />

obtenidas en varias porciones, que se pueclan someter á tratamientos<br />

especiales. El volumen de aquellas debe ser de 1 á 2 centímetros<br />

cÚlJicos.<br />

DETERMINACION DE LOS ÁCIDOS Y DE LAS BASES<br />

DE CUERPOS SOLUBLES EN EL AGUA.<br />

Determinación de los ácidos.-PROIER ENSAyo.-Se vierte<br />

en la disolución ácido nítrico, pudiendo ocurrir cuatro casos: 1.°,<br />

que se produzca efervescencia; 2.°, que se forme un precipitado blanco,<br />

más ó menos abundante; 5.°, que se presenten ambos fenómenos<br />

á la vez; y 4. °, que no se determine efervescencia ni precipitación.<br />

En el primer caso, existe anhidrido carbónico, pues si hien la reacción<br />

pudiera corresponder al gas sulfhídrico, este cuerpo no entra,<br />

por lo general, en las sulJstancias que se consideran; por lo demás, se<br />

distinguen con facilidad uno y otro por el olor del gas desprendido.<br />

La segunda reacción indica la presencia de la silice. Este ácido es<br />

algo soluble en el agua yen el ácido nítrico, por cuya razón pudiera no<br />

precipitarse si entra en la composición de una sal muy diluída: para


628<br />

precipitar la sílice en tal circunstancia, no hay más que evaporar ellir¡:uidohasta<br />

la sequedad, y tratar el residuo con agua acidulada con<br />

ácido clorhídrico, que disuehe<br />

cipita á ésta en caso contrario.<br />

el cuerpo si no contiene sílice y pre-<br />

La tercera reacción prueha la presencia á la vez, del anhidrido carbónico<br />

y la sílice.<br />

Finalmente, en el cuarto caso hay que pasar al<br />

SEGUNDOENsAYo.-Terminado el primero y después de haber eliminado<br />

por la ebullición el anhidrido carbónico y ]101'la filtración la<br />

sílice, si alguno de esos cuerpos existiese, se divide la disolución en<br />

dos partes, operándose el segundo ensayo en una de ellas. A este<br />

efecto, se aliade al líquido una sal soluhle de hario, después de haherle<br />

neutralizado con amoniaco (1), pudiendo suceder: 1. o, que se forme<br />

un precipitado completamenteinsoluhle en el acido nítrico; 2. o, un<br />

precipitado solulJleen el mismo ácido; ;).o, un precipitacloen parte<br />

soluhle; y 4.°, que no se procluzca precipitación.<br />

El primer fenómeno acusa la presencia del ácido sulfÚrico; el segundo,<br />

la del fosfórico y el tercero la de amhos. En el cuarto caso<br />

hay que pasar al tercer ensayo.<br />

Siendo difícil reconocer, en algunas circunstancias, si un cuerpo es<br />

soluhle en parte, convendrá, cuando se tengan dudas de si una suhstancia<br />

contiene ó no á la vez los ácidos sulfÚrico y fosfórico, comprobar<br />

directamente la existencia del Último. Para ello, en la disolución<br />

en que empezó á hacerse este ensayo, que debe estar muy ácida, se<br />

vierte un exceso de nitrato de plata; si se forma el cloruro de este<br />

metal, se separa filtrando ó decantando; se aÜade en seguida gota á<br />

gota y con mucha precaución amoniaco, que da un precipitado amarillo<br />

de fosfato arg-éntico, P<br />

A O~" , ! 05, cuando el cuer L llo contiene áci-<br />

gO<br />

do fosfórico. Es preciso cuidar de no verter gran cantidad de amoniaco,<br />

porque el referido fosfato es soluble en un exceso de aquel<br />

cuerpo, pero de todos modos hasta calentar el liquido para asegurarse<br />

de si se forma ó no el precipitado.<br />

También puede reconocerse la presencia del ácido fosfórico, que<br />

(,1) Es preciso neutralizar el líquido, porque los fosfatos se disuelven fácilmente<br />

en los ácidos.<br />

629<br />

estará combinado con un álcali, toda vez que los fosfatos que se consideran<br />

son soluhles en el agua, por el hecho de que esas sales dan<br />

un precipitado lJlanco y cristalino de fosfato amónico-magnésico,<br />

cuando se les aliade cloruro amónico y sulfato magnt~sico, sobre todQ<br />

si se agrega amoniaco cáustico y se agita la mezcla.<br />

Si á pesar de todo lo dicho, quedasen algunas dudas respecto á la<br />

existencia de los ácidos sulfÚrico y fosfórico, podrían aclararse recurriendo<br />

á ensayos sencillos por la YÍaseca. En efecto, si se eyapora hasta<br />

la sequedad una pequeÜa cantidad de la materia soluhle dada, se reconoce<br />

con la mayor facilidad la presencia de cualquier sulfato sólido,<br />

porque si el residuo de la evaporación se introduce en un tubo cerrado,<br />

se mezcla con carbón y carbonato alcalino y se calcina en un hornilJo<br />

comÚn, sahido es que cuando existe algÚn sulfato, se forma un<br />

su1furo que, tratado por los ácidos, da lugar á un desprendimiento de<br />

hidrógeno sulfurado. Este experimento puede yariarse en la forma,<br />

pues en lugar de mezclar el residuo de la evaporación con carbón y<br />

carbonato alcalino, no ha y inconveniente en someterIo á la llama de<br />

reducción, adherido á un glóhulo de sosa y sílice.<br />

Un ensayo completamente análogo determina la presencia de un fosfato.<br />

Basta calcinar el residuo seco de la evaporación de la disolución<br />

primitiva con un fragmento de potasio, formándose así un fosfuro,<br />

que en presencia del agua, produce un desprendimiento de hidrógeno<br />

fosforado, cuyo olor y aspecto son característicos. Sin emhargo, este<br />

procedimiento pudiera ofrecer dudas si el cuerpo dado contuviese sílice,<br />

potque el hidrógeno siliciado despide un olor semejante al del<br />

fosforado, pero siempre cahría reconocer éste por la forma especial en<br />

que se desprende.<br />

TERCERENSAYo.-En la segunda porción de líquido que se separó<br />

después del primer ensayo, se vierte nitrato de plata. Pueden presentarse<br />

dos casos: 1. o, que se forme precipitado; y 2.", que no se<br />

verifique este fenómeno. En el primero, la disolución puede contener<br />

los ácidos clorhiclrico, bromhídrico, yodhídrico y cianhídrico, reconocitmdose<br />

el clorhídrico, que es el Único que interesa, por las circunstancias<br />

de disolverse el precipitado en el amoniaco, ser insoluble en<br />

el agua y en el ácido nítrico y ennegrecerse por la acción de la luz.<br />

En el segundo caso, es decir, cuando no se produce precipitación,<br />

se pasa al


630<br />

CUARTO ENSAYO.- Tienepor objeto reconocer la existencia del acido<br />

nítrico.<br />

La manera mas sencilla de determinar si hay acido nítrico libre en<br />

la disolución primitiva, esta fundada en la propiedad que tiene dicho<br />

acido de disolver a casi todos los metales, cediéndoles parte de su<br />

oxígeno y desprendiéndose acido nitroso Ú óxido nitrico, que se convierte<br />

en hiponitrido, en contacto del aire. Todo se reduce á introducir<br />

unas hojuelas de cobre en el liquido, y si se escapa el hiponitrido,<br />

facilmente reconocible por los vapores rutilantes que le caracterizan,<br />

puede aseg'urarse que hay acido nítrico en libertad.<br />

Pocas veces, al ensayar los materiales de construcción, se encuentra<br />

acido nítrico libre en la disolución acuosa: por lo general, convendrá<br />

recurrir a experimentos en la suhstancia sólida pulverizada,<br />

para deducir si contiene ó no aquel acido, valiéndose para ello de los<br />

caracteres distintivos de los nitratos, entre los que conviene citar en<br />

primer término el de deflagrar cuando se proyectan en carbones encendidos,<br />

y detonar al calentados con carbón en polvo.<br />

Si estos ensayos hacen creer que existen nitratos en la disolución,<br />

se evidencian provocando el desprendimiento de hiponitrido, por<br />

medio de hojuelas de cobre, segÚn se explicó antes: para ello, se calientan<br />

ligeramente, en un tubo tapado, 1 ó 2 centímetros cÚl)icosde<br />

la disolución, con un poco de acido sulfÚrico v de laminillas ó torneaduras<br />

de aquel metal. "<br />

Se acusan dosis insignificantes de nitratos, como las que se hallan<br />

en el residuo de la evaporación de aguas naturales, desliendo la substancia<br />

en acido sulfÚrico concentrado y vertiendo un poco de brucina<br />

(i), que produce una coloración intensa.<br />

Determinación de las bases.-El conocimiento de los acidos<br />

que entran en la composición del material, arroja desde luego<br />

hastante luz sobre la naturaleza de las hases, y permite, en general,<br />

seguir procedimientos r


632<br />

sencia de este oxido se lava e] precipitado, vertiendo luego sobre<br />

e] filtro ácido clorhídrico di]uído, que disuelve tanto á la alúmina<br />

como al óxido de hierro; se recoge la disolución, se le aÜade primero<br />

una gota de ácido nítrico, después amoniaco para neutralizarlo, y<br />

finalmente, ocho ó diez veces su volumen de una disolución de potasa:<br />

se hace hervir algÚn tiempo la mezcla, y se filtra otra vez. El<br />

filtro retiene el oxido de hierro, que es insoluble en la potasa; la a]Úmina,<br />

si existe, queda disuelta: se vierte sobre el Último liquido un<br />

pequeÜoexceso de ácido clorhídrico y tUl poco de amoniaco, que<br />

produce un precipitado blanco y en forma de copos flotantes, de hidrato<br />

de aluminio, cuando el cuerpo dado contiene este metal. Si<br />

no se forma precipitado, se puede asegurar que no entra la alÚmina<br />

en la composición de la materia, y que el precipitado o])tenido por<br />

la acción del amoniaco sobre el ]íquido primitivo era sólo de óxido<br />

de hierro. Sin embargo, es preciso cuidar de destruir las materias<br />

orgánicas del filtro, pues sin tal precaución pudiera no presentarse<br />

el precipitado de alÚmina, si ésta se hallara en corta cantidad (:1).<br />

SEGUNDOENSAYo.-Sobre el liquido primitivo, después de tratado<br />

por el amoniaco y de separar de él los óxidos de hierro y ]a alÚmina,<br />

se vierte oxalato amónico. Si no se produce deposito, no existe en ]a<br />

disolución barita, estronciana ni cal, y se pasa á verificar el tercer<br />

experimento; en caso contrario, el cuerpo puede contener alguna ó<br />

algunas de dichas bases.<br />

En los materiales de construcción rara vez hay barita ni estronciana,<br />

de suerte que, en general, el precipitado obtenido es de oxalato<br />

cálcico. No obstante, si se quiere proceder con todo rig'or, se aÜade<br />

á la disolución sobre que se ha empezado á operar en este ensayo<br />

otra de yeso; si la reacción no da lugar á precipitado, sólo hay cal; si<br />

]0 produce; puede haber barita ó estronciana, que se distinguen una<br />

de otra por la circunstancia de que, cuando hay barita, el ácido hidroiluosilicico<br />

determina un precipitado en la misma disolución que<br />

lo produjo el suIfato de calcio, y cuando sólo existe estronciana, el<br />

mismo ácido no ocasiona precipitación alguna. También puede usar-<br />

(1) Para destruir las materias orgánicas del filtro, basta espolvorear con<br />

clorato potásieo la disolución del precipitado en ácido clorhídrico, al hacerla<br />

hervir con la potasa.<br />

633<br />

se como reactivo el cromato potásico, que precipita, en disoluciones<br />

diluidas, á la barita y no á la estronciana.<br />

TERCERESSAYO.-Terminado el anterior, se empieza por filtrar el<br />

precipitado lJue haya podido producir el oxalato amónico. Asi se obtendrá<br />

un !iLluidoque no puedé contener óxido de hierro, alúmina,<br />

barita, .estronciana ni cal. Se aÜade á la disolución un poco de amoniaco<br />

y de fosfato amonico, y se calienta: si se forma inmediatamente<br />

un precipitado blanco, o un deposito cristalino, al cabo de algunas<br />

horas de reposo, contiene magnesia (1); en caso contrario, no existe<br />

esta base, pero puede haher en ]a disolución potasa, sosa ó amoniaco,<br />

álcalis que se determinan como se verá en el siguiente ensayo.<br />

Hay que tener mucho cuidado, antes de emplear el fosfato amónico,<br />

de asegurarse de si el oxalato ha precipitado 'toda la ea]; podria<br />

suceder muy hien, de no ser asi, que el precipitado obtenido por este<br />

ensayo no fuese fosfato amonico-magnésico, sino simplemente fosfato<br />

cálcico, debido á ]a parte de cal no precipitada.<br />

CUARTOENSAYO.- Tiene por objeto examinar si ]a substancia dada<br />

encierra amoniaco, potasa ó sosa. El primerálca]i se determina concentrando<br />

por la e]mllicion, si está muy diluida, la disolución primitiva,<br />

aiiadiéndole un poco de cal o potasa y calentándola ligeramente.<br />

Si hay amoniaco se desprende, siendo reconocihle por su olor y por la<br />

reacción básica que ejerce en el papel de tornasol, expuesto á sus vapores.<br />

La investigación de la potasa y la sosa no es tan fácil y exige<br />

una precaución particular, cuando .la materia contiene ácido su]fÚrico<br />

y magnesia. Suponiendo primero que no existe ácido sulfúrico,<br />

se vierte en una porción del ]Üluidoprimitivo un exceso de carbonato<br />

amónico; se filtl'a para separar el precipitado que se forme;<br />

se evapora hasta la sequedad el Jiquido filtrado, y se calienta al rojo<br />

poco intenso el residuo de ]a evaporación, para desalojar las sales<br />

amoniacales y descomponer las de magnesio. El producto de esta<br />

operación se trata nuevamente por el agua, que sólo disuelve las sa-<br />

(-1) El precipitado es en tal caso el fosfato amónico-magnésico:<br />

iONH'<br />

PO'''} O,<br />

J~i 9<br />

lo j "


634 635<br />

les de potasio r sodio. La separación de estos dos cuerpos se efectÚa<br />

por el cloruro platínico, PtGl\ que, vertido en una disolución de<br />

sal potásica, forma un cloruro doble de platino y potasio, que es<br />

muy poco soluble en el agua y se precipita, presentando un color<br />

amarillo. El mismo cuerpo, vertido en una disolución de sales de sodio,<br />

no da precipitado. .<br />

Si el liquido primitivo contiene ácido sulfÚrico y magnesia, como<br />

el sulfato de magnesio no se descompone completamente al calor<br />

rojo, hay que empezar por verter en la disolución cloruro de hario;<br />

se añade en seguida un exceso de carhonato amónico; se filtra, se<br />

somete de nuevo á la acción del agua el liquido filtrado, y se concluye<br />

el experimento como en el caso precedente.<br />

Con lo expuesto se determinan todos los elementos solubles en el<br />

agua, que contienen comÚnmente los materiales de construcción.<br />

Los principiantes deberán, sin embargo, ejercitarse en comprobar<br />

la naturaleza de los diversos componentes que vayan separando, por<br />

cuantos medios les suministre el conocimiento de la Química general.<br />

DETERMINACIÓN DE LOS ÁCIDOS Y DE LAS BASES<br />

DE CUERPOS INSOLUBLES ó POCO SOLUBLES EN EL AGUA, PERO SOLUBLES<br />

EN LOS ÁCIDOS CLORHíDRICO Ó NíTRICO.<br />

Entre los cnerpos insolubles en el agua, pero solubles en los ácidos<br />

clorhídrico ,) nítrico, se hallan suhstancias que forman parte con suma<br />

frecnencia de los materiales que usa el Ingeniero. Así, las cales,<br />

los cementos y las calizas pertenecen al grupo que va á considerarse.<br />

Se ha indicado al tratar de los disolventes, que el cuerpo se somete<br />

á la acci6n del agua, cuidando de separar por el filtro ó la decantación<br />

todas las partes insoluhles. Éstas se introducen en ácido clorhic1rico<br />

ó nítrico y se aislan las substancias que permanezcan depositadas,<br />

para sujetarlas á un tratamiento especial. Sabiendo ya cómo<br />

se evidencian los elementos contenidos en el primer disolvente, bastará<br />

ahora ocuparse en la investigación de las materias encerradas<br />

en el segundo. Para ello se seguirá el mismo orden que en el caso<br />

precedente, esto es, se determinarán primero los ácidos y luego las<br />

bases.<br />

Determinación de los ácidOS.-Concretando el estudio á<br />

los cuerpos tantas veces referidos, los Únicos ácidos que pueden entrar<br />

en la disolución son el anhidrido carbónico, la sílice y el ácido<br />

fosfórico.<br />

PRDIERENSAYO.-Sial vel'ificar la disolución de la substancia en<br />

ácido clorhídrico ó nítrico, se produce efervescencia, hay anhidrido<br />

carbónico. En caso contrario, se procede al<br />

SEGUNDOENSAYo.-Se evapora hasta la sequedad una corta porción<br />

del liquido, y se trata el residuo con agua acidulada, que precipita la<br />

sílice, si semejante ácido existe en el cuerpo dado. Cuando no se forma<br />

precipitado, se pasa al<br />

TERCERENSAyo.-Tiene por oJ)jeto reconocer la presencia del ácido<br />

fosfórico, y ofrece mayores dificultades que los dos anteriores.<br />

Pueden salvarse haciendo uso de algunos de los caracteres que se expresan<br />

á continuación:<br />

1. o Cuandola disolución ácida no se precipita por el ácido sulfhídrico<br />

ni por el sulfuro amónico, esto es, si no tiene hierro ni alÚmina,<br />

y el amoniaco da lugar á un precipitado blanco, existe ticido<br />

fosfórico (i). Este procedimiento se aplica principalmente á las disoluciones<br />

de fosfatos alcalino-térreos.<br />

2: Cuando el ácido fosfórico está combinado con la cal, la harita<br />

ó la estronciana, se reconoce disolviendo el cuerpo en ácido nítrico,<br />

vertiendo en la disolución nitrato de plata y aJiadiendo amoniaco<br />

con mucha precaución. El precipitado amarillo de fosfato argt"ntico,<br />

aparece en el momento en que el líquído está completamente<br />

neutro. Si el cuerpo dado se hallase disuelto en {Icidoclorhídrico,<br />

sería necesario cmpezar por echar en la disolución ácido nítrico y un<br />

exceso de nitrato de plata, filtrando el cloruro de este metal, que inmetliatamente<br />

se precipitaría.<br />

5: El ácido fosfóríco se acusa, si se encuentra combinado con la<br />

cal en una disolución de ácido clorhídrico, aÜadiendo á ésta un volu-<br />

CI) Se explica la formación del precipitado por el hecho de que los fosfatos<br />

no alcalinos disueltos en un ácido, se hacen insolubles cuando ellíquido<br />

pierde su acidez.


636<br />

men de alcohol igual al suyo, y después ácido sulfllrico. Se forma asi<br />

y se precipita el sulfato de calcio (1), quedando mezclado el ácido fosfórico<br />

con los excesos de ácidos clorhidrico y sulfÚrico empleados.<br />

Se filtra el líquido y se determina si existe en él Úcidofosfórico, haciendo<br />

uso de las propiedades conocidas de este cuerpo. Puede, por<br />

ejemplo,verterse un exceso de amoniaco y una sal soluble de magnesia,<br />

con lo que se precipitará el fosfato amónico-magnésico.<br />

4.. Finalmente, para descubrir el ácido fosfórico, puede hacerse<br />

hervir durante algunos minutos una porción de la disolución ácida,<br />

con nn exceso de carbonato sódico, y filtrar para separar el precipitado<br />

que se forma. Si el liquido contiene algÚn fosfato, como no puede<br />

ser alcalino, pues que entonces se hubiera disuelto en el agua, será<br />

descompuesto por el carbonato de sodio, dando lugar á un fosfato de<br />

dicho metal. Conseguido este resullado, se puede proceder como se<br />

explicó al ha1}1ar de los fosfatos solubles en el agua. El ensayo puede<br />

hacerse directamente con la materia insoluble en el agua, sin<br />

necesidad de disolverla en ácido clorhídrico, ó bien con el producto<br />

de la evaporación de la disolución ácida: en ambos casos conviene<br />

emplear el carbonato sódico seco, y hacer enrojecer la mezcla, después<br />

de lo cual se somete la masa resultante á la acción del agua, y<br />

se filtra con rapidez.<br />

Con estas indicaciones se tienen suficientes datos para reconocer<br />

el ácido fosfórico en todos los cuerpos que haya que examinar. Claro<br />

es que los procedimientos podrán simplificarse en muchos casos; si se<br />

sabe, por ejemplo, que la substancia ensayada no tiene más fosfato<br />

que el de calcio, bastará aplicar el tereer ml~todo de los cuatro explicados.<br />

Determinación de las bases.-Puede ocurrir: 1.., que el<br />

cuerpo 110contenga ácido fosfórico, y 2:, que encierre dieha sul)stancia.<br />

En el primer caso se proeede exaetamente de la misma manera<br />

que cuando la materia es soluble en el agua.<br />

En el segundo, se lava cuidadosamente el precipitado obtenido<br />

después de tratar la disolueion Ücida ó la substancia sólida por el<br />

carbonato sódico; se disuelve aquel en ácido cIorhídrieo y se opera<br />

('1) El sulfato de calcio es insoluble en el alcohoL<br />

637<br />

con esta disolución del mismo modo que cuando en el cuerpo no hay<br />

áeido fosfórico.<br />

DETERMINACIÓN DE LOS ÁCIDOS Y DE LAS BASES<br />

DE CUERPOS INSOLUBLES Ó POCO SOLUBLES EN EL AGUA Y EN LOS<br />

ÁCIDOS CLORHÍDRICO Y NíTRICO.<br />

Ya se han mencionado los principales compuestos naturales que<br />

son insolubles en el agua y en los ácidos clorhídrico y nitrico. Algunos<br />

de ellos se reconocen con la mayor sencillez por ensayos muy<br />

expeditos; pero otros resisten á la acción de estos medios, y no se disuelven<br />

en los reactivos ordinarios, sino despul's de varias operaciones,<br />

que no dejan á veces de presentar dificultacles.<br />

Determinación de los sulfatos.-Ante todo, debe procurarse<br />

determinar si existen slllfatos y fluoruros. Lo primero se verifica,<br />

como se ha explicado anteriormente, por ensayos por la vía seca que<br />

reduzcan los sulfatos á suIfuros, que se reconocen por la acción que<br />

sobre ellos ejercen los ácidos. Puede también hacerse hervir la suhstancia<br />

con una disolución de carhonato alcalino; se filtra, y si hay sulfatos<br />

quedarán<br />

bario.<br />

disueltos, y se precipitarán por una sal soluble de<br />

Determinación de los fluo~uros.-Para deducir la presencia<br />

de los fluoruros, basta pulverizar la materia y colocarla con<br />

ácido sulfÚrico en un pequeiio crisol de platino, que se cubre con<br />

una lámina de vidrio barnizada, en la que se marcan con una punta<br />

fina algunos caracteres, de manera que desaparezca el barniz. Se ca-<br />

1ienta ligeramente el fondo del crisol, y si existe algÚn fluoruro, se<br />

desprende ácido fluorhidrico, lo que se conocerá observando si se ha<br />

corroído el vidrio en los puntos no enlucidos.<br />

Algunos fluoruros pueden evidenciarse por un procedimiento todavía<br />

más sencillo. No hay más que someterlos á la llama del soplete,<br />

con unpoco de sal de fósforo (1), en un tubo de vidrio, para ver<br />

.<br />

que el interior de éste se corroe.<br />

(1) En los ensayos COIlel soplete, se llama sal de fósforo al fosfato Sódico<br />

-amónico. Por la acción del calor se desprenden el amoniaco y el agua de


638<br />

Ciertos minerales encierran fluoruros que resisten á los ensayos<br />

indicados. Para demostrar la presencia del fiuor se puherizan y se<br />

calcinan al rojo en un crisol de platino, con tres ó cuatro veces su peso<br />

de carbonato de sodio. Se somete la masa á la acción del agua, que<br />

disuelve el f¡uorLll'ode so(Hoformado y el exceso de carbonato alcalino;<br />

se filtran las partes insolubles y se evapora el líquido en una<br />

cápsula de platino. Cuando la disoluci()n está bastante concentrada,<br />

se vierte con precaución ácido clorhídrico, para descomponer por<br />

completo el carbonato. Una vez desprendido todo el anhidrido carbónico,<br />

se introduce el liquido con cloruro dc calcio, en un frasco que<br />

se pueda cerrar; así se deposita el fluoruro eálcico, que es insoluble.<br />

Se filtra cuando ha terminado de precipitarse, y se comprueba si es<br />

efectivamente dicho cuerpo, por los métodos explicados cn los dos<br />

párrafos precedentes.<br />

Cuando los ensayos anteriores demuestren que no hay suJfatos<br />

ni fluoruros, es casi seguro que el cuerpo dado es un silicato.<br />

Determinación completa de ácidos y bases.-Veriticados<br />

los experimentos reseüados, se hace hervir durante algÚn tiempo,<br />

cierta cantidad de la materia previamente pulverizada, con dos ó<br />

tres veces su peso de carbonato de sodiodisuelto en seis Ú ochopartes<br />

de agua. Después de diez ó quince minutos de ebullición, se filtra rápidamente.<br />

El liquido filtrado, si la materia se puede desagTegar por<br />

este método, contiene todos los ácidos de la substancia combinados<br />

con la sosa, y el examen de su naturaleza se verifica por los métodos<br />

ya expuestos. Las materias contenidas en el filtro, serán las bases de<br />

la substancia dada, en estado de carbonatos ó hidratos; se disuelven<br />

en ácido clorhídrico ó nítrico y se determina la especie de los diferentes<br />

óxidos, por los procedimientos explicados para el caso de hallarse<br />

disueltos en un ácido. La imestigación de los ácidos y de las<br />

bases, es tanto más sencilla, cuanto que de los primeros sólo podrán<br />

entrar el suJfurico, el silicico y el fluorhídrico, y de las segunclas no<br />

se encontrará generalmente<br />

la barita u otras.<br />

más que la cal, y en casos excepcionales,<br />

;<br />

Cuando el cuerpo dado se desagrega enteramente por la ebullición<br />

esta substancia, y queda una combinación de ácido libre y sal fusible, scmejante<br />

al bórax en sus propiedades y en las reacciones que produce.<br />

,1<br />

639<br />

con el carbonato sódico, el ensayo que se acaba de indicar basta para<br />

determinar por completo los elementos de que está formada la substancia.<br />

Pero cuando no se produce aquel resultado, el compuesto<br />

contendrá ordinariamente sílice, y algunas veces, aunque raras, ácido<br />

fluorhídrico, pudiendo además encerrar todas las bases que deben<br />

considerarse. Entonces es preciso proceder de otra manera. Se calienta<br />

al calor rojo la materia dada, finamente pulverizada, y mezclada<br />

con tres ó cuatro veces su peso de carbonato alcalino, hárico ó cálcico,<br />

segÚn los casos. Si la substancia que se ensaya tiene sílice, se convierte<br />

en silicato con exceso de base, que se deja enfdar y se puede<br />

disolver en ácido clorhídrico, siempre que la calcinación se haya efectuado<br />

en buenas condiciones. Logrado ese ohjeto, puede verificarse la<br />

análisis cualitativa por los métodos indicados. En lo que sigue se expondrán<br />

detalJadamente las precauciones que delJen tomarse en estos<br />

ensayos.<br />

Con lo que antecede, se habrá comprendido la marcha general que<br />

ha de seguirse en las análisis cualitativas, y que en la mayoría de los<br />

casos podrá abreviarse: las propiedades físicas de los cuerpos, su origen,<br />

los ensayos preliminares que se practiquen, los caracteres de los<br />

diversos cuerpos estudiados en la Química general, etc., permitirán<br />

casi siempre introducir simplificaciones en los procedimientos. Sólo<br />

se aÜadirá que los principiantes conviene que sigan una marcha sistemática,<br />

aunque resulten ensayos inÚtiles, pues de lo contrario pudiera<br />

suceder que no advirtieran la existencia de algunos cuerpos.<br />

ANÁLISIS CUANTITATlV AS.<br />

Descritos ya los métodos para reconocer la naturaleza (lelos elementos<br />

que entran en la constitución de un cuerpo, se terminará lo relativo<br />

á.procedimientos generales, dando una ligera idea de los usados<br />

en las análisis cuantitativas.<br />

La dosificación de los cuerpos que forman una substancia, puede<br />

hacerse de varias maneras, pero sólo se tratará aquí del método general,<br />

en que se hace uso de la balanza y de los ensayos volumetricos,<br />

que si bien no muy generalizados, van adqniriendo de día en día mayor<br />

importancia.


HO 611<br />

DOSIFICACIÓ.'{ CO~ LA BALANZA.<br />

Observaciones sobre el uso de la balanza,-Antes de<br />

explicar la marcha que debe seguirse, conviene entrar en algunos detalles<br />

relativos al empleo de las balanzas. Conocidas por el curso de<br />

Física la forma y disposición de aquellas, bastará indicar que para<br />

la mayor parte de las operaciones analíticas que tiene que practicar<br />

el Ingeniero, no se requiere un aparato de extraordinaria sensibilidad<br />

y precisión, siendo suficiente una balanza que pueda pesar<br />

hasta 50 gramos con una aproximación de uno á medio centigramo.<br />

El peso de los cuerpos se determina, en general, por el método<br />

de sustitución que, como es sabido, consiste en colocar la suhstancia<br />

que se va á pesar en UllOde los platillos; equilibrarla exactamente<br />

con pesas Ú otros objetos colocados en el otro; quitar entonces<br />

el cuerpo, cuyo peso se va á hallar, y reemplazarlo con pesas que<br />

equilibren á las materias contenidas en el segundo platillo. Claro es<br />

que el peso de aquellas sera idéntico al del cuerpo, aun cuando haya<br />

alguna desigualdad en la longitud de los brazos de la balanza, puesto<br />

que lUlOy otro se equilibran en las mismas circunstancias.<br />

Como en la mayor parte de los casos se conoce el peso límite de<br />

que no deben exceder los cuerpos ensayados, se puede proceder de<br />

un modo más sencillo. Supóngase que se trate de pesar en un áisol<br />

de platino substancias cuyo peso sea inferior ..i lOgramos; se colocará<br />

en un platillo de la balanza el crisol y tUl peso de 10 gramos,<br />

y se equilibrará colocando pesas en el otro platillo; si se representa<br />

por p el peso de las mismas, es evidente que p servirá de tipo<br />

para todas las pesadas que haya que efectuar. En efecto, cuando OCllrra<br />

pesar una substancia en las condiciones antedichas, no habrá más<br />

que disponerla con SLlcrisol en uno de los platillos, añadiéndole el<br />

peso que sea necesario para equilibrar al p, colocado previamente en<br />

el otro, y es bien claro que el nÚmero que se busca estará representado<br />

por la diferencia entre lOgramos y los pesos contenidos en el<br />

mismo platillo en que esté la materia.<br />

Lo que antecede supone que los cuerpos que se pesan se colocan<br />

siempre en elmislllo platillo, condición que. no debe olvidarse ob-<br />

se1'\"ar, por lo mucho que facilita las operaciones. También conviene,<br />

sobre todo en las an¡Uisis delicadas, no poner directamente la substancia<br />

sobre el platillo, sino por el intermedio de un vidrio de reloj ó<br />

de una cápsula de porcelana ó platino,<br />

do de antemano.<br />

cuyo peso se haya determina-<br />

Cuando se l{uiera deducÜ' con la ma yor rapidez posible el peso de<br />

un cuerpo, no se deben colocar de una manera arbitraria las pesas<br />

sobre el platillo, sino proceder con orden, ensayando cada vez la mayor<br />

pesa de las que aun queden disponibles. Un ejemplo lo hará comprender:<br />

si se tiene una pesa de 20 gl'amos, dos de 10, una de 5, dos<br />

de '2 y una de 1, Y la substancia alcanza un peso (le 58 gramos, se<br />

empezará pOI' colocar en el platillo la pesa de 20 gramos, se aiJadirá<br />

en seguida una de 10, y como no bastara para establecer el<br />

equilibrio, se colocará inme(liatamente la otra de 10: habiendo ya<br />

exceso de pesas, se quitará una de las de lOgramos, reemplazándola<br />

con la de 5; se colocará después una de las de 2, yen seguida<br />

la segunda del mismo peso; esta Última se verá que es excesiva, y entonces<br />

se cambiará por la de un gramo, que producirá equilibrio. Si<br />

la sulJstancia no pesase un nÚmero exacto de gramos, se procedería<br />

exactamente<br />

gramo.<br />

de la misma manera al usar las pesas de fracciones de<br />

En algunas ocasiones hay necesidad de pesas que den partes de<br />

gramo, inferiores á las contenidas en la colección, pudiendo prepararlas<br />

muy sencillamente. Basta pesar con mucho esmero uno ó dos<br />

gramos de alambre muy fino de platino, medir su longitud total y<br />

cortarlo por el punto que corresponda al peso que se necesite. Los<br />

extremos de estos hilos deben doblarse en gancho, ó bien darles en<br />

toda su longitud la forma de espiral, para manejarlos con más facilidad.<br />

Hay también que tener cuidado, si se quiere una gran exactitud,<br />

de no cogerlos con la mano, sino con pequeÜas pinzas,<br />

.<br />

á fin de<br />

eviLar toda causa que pudiera alterar su peso.<br />

Marcha de las operacione3.-La separación y dosificación<br />

de los cuerpos se efectÚan en las análisis cuantitativas, provocando,<br />

por lo general, dobles descomposiciones mediante re activos apropiados,<br />

que ya se emplean disueltos en el agua, ya en estado sólido, del<br />

mismo modo que en las operaciones analíticas cualitativas por las vías<br />

hÚmeda y seca. Los reactivos empleados para las dos especies de aná- .<br />

.H


6.\.1 6~3<br />

lisis son en gran numero de casos los mismos; se comprende, sin<br />

emhargo, que en varias ocasiones ciertas suhstancias producirán<br />

reacciones que harán reconocibles los elementos de un cuerpo, y no<br />

podl'án utilizarse para la determinación de las proporciones en que<br />

entren, hien pOrfjue den lugar á precipitados poco estahles, hien por<br />

otras diversas circunstancias, que sería largo enumerar.<br />

La separación y dosificación de cada elemento de un cuerpo, se vcrifka<br />

siempre aisladamente de las de los demás, lo que explica que<br />

la análisis cuantitativa de una suhstancia compleja, sea larga y presente<br />

á veces serias dificultades,<br />

Ordinariamente, las diferentes operaciones que lleva consigo la dosificación<br />

de un cuerpo simple contenido en un compuesto, se hacen<br />

en el mismo orden. Se empieza por pulverizar la suhstancia dada y<br />

pesarla con cuidado; se disuelve en seguida, ó después de ciertos preparativos,<br />

en el líquido qne sea conveniente, y se precipita, por medio<br />

de Ull re activo adecuado, el cuerpo que se trate de dosifica!', combinado<br />

con otro Ú otros que faciliten la determinación cuantitativa.<br />

Se recoge en un filtro el pÍ'ecipitado; se le somete á esmeradas 10ciones;<br />

se seca con el mayo!' esmero, y se calcina, si necesario fUCl'e.<br />

Por Último, se pesa el precipitado, viniendo, por simples operaciones<br />

aritméticas, en conocimiento de la cantidad del cuerpo correspondiente,<br />

que entra en la suhstancia ensayada. Estas operaciones<br />

no ofrecen ninguna dificultad, bastando tener á la vista las fórmulas<br />

químicas de los IJrecipitados y de las materias que se vayan á dosificar,<br />

así como los pesos atómicos de las substancias elemcntales. Sólo<br />

se apuntan estas ideas, que se explanarán más adelante.<br />

Ciertas separaciones exigen que el cuerpo de que se trata se precipite<br />

primero en un estado poco á propósito para la dosificación:<br />

entonces se vuelve á disolver el precipitado en un líquido á propósito,<br />

y se precipita otra vez el cuerpo, de modo que forme parte de una<br />

comhinación que se halle en buenas condiciones para el objeto quese<br />

desea.<br />

Las hreves palabras que anteceden hacen ver que los cuerpos no<br />

se dosifican casi nunca en el estado en que se encuentran en la substancia<br />

que se examina. Este hecho, que á primera vista parece que<br />

lleva consigo inconvenientes y ninguna ventaja, proporciona, no olJstante,<br />

una que tiene gran interés. En efecto, las análisis se efectÚan<br />

así con mayor precisión, puesto qne si, por ejemplo, se dosificara<br />

directamente el azufre de un sulfuro,~ las inexactitudes afectarían<br />

en su totalidad á aquel cuerpo, al paso que si se dosifica en. estado<br />

de sulfato hárico, los errores y todas las pérdidas que hayan podido<br />

experimentarse y que no hay razón para que sean mayores que<br />

cn el otro caso, se reparten entre varios elementos extraños y afectan<br />

en cantidades mucho menores á la substancia que se dosifica.<br />

Se terminará lo refe!'ente á la marcha general de las análisis cuantitativas,<br />

recomendando que todos estos ensayos se hagan, lo mismo<br />

que los cualitativos, operando con pequeñas cantidades de la substancia<br />

que se quiere analizar. Casi siempre hastarán uno ó dos gramos<br />

del cuerpo, no debiendo pasa!' de uno, cuando el mineral conte¡~ga<br />

hierro ó alÚmina, pues los precipitados á que dan lugar son muy<br />

voluminosos y su loción sería difícil si se empleasen dosis nwyores.<br />

En caso que algunos elementos entren en cantidades muy pequeñas<br />

en el cuerpo que se ensaya, y se quieran dete!'minar con hastante<br />

exactitud, podrán hacerse análisis especiales, en fragmentos de la materia<br />

de mayor peso que el antes indicado,<br />

DOSIFICACIÓN POR ENSAYOS VOLUlHÉTIUCOS.<br />

Los ensayos volumctl'icosque se efectÚancon líquidos preparados<br />

de composición exactamente conocida, no se empleahan hace algÚn<br />

tiempo más que para determinar el valor comercial de los álcalis y<br />

de los cloruros descolorantes; pero hoy día, gracias á los perfeccionamientos<br />

introducidos, se van generalizando cada vez más en<br />

las operaciones industriales, Algunos ejemplos se presentarán en lo<br />

que sigue de las aplicaciones de este método analítico, del que se<br />

dará ahora una ligerísima idea, describiendo además los aparatos que<br />

reqUIere.<br />

:E'undamento de los métodos volumétricos.-Los liquidos<br />

preparados, de que se ha hecho mención en el párrafo anterior,<br />

110son más, por lo general, que los reactivos ordinarios disueltos en<br />

agua, pero cuyas disoluciones tienen una composición definida con<br />

precisión. En las análisis ordinarias. el cuerpo se pone en presenciíl<br />

de ui1 exceso de reactivo,. y el precipitado que se forma se recoge en


6H<br />

un filtro, se lava, se seca, se calcina y se pesa; en los ensayos volumétricos,<br />

al contrario, no se hace uso mis que de la cantidad rigurosamente<br />

necesaria de liquido para produ,cir el efecto deseado, deduciéndose<br />

la composición del cuerpo, del volumen gastado de reactiva,<br />

el cual se mide en un tubo graduado, que en ,realidad no es más<br />

que una probeta.<br />

La volumetría reune las ventajosísimas circunstancias de ser á la<br />

vez un método exacto y expedito de análisis, y de evitar las numerosas<br />

precipitaciones, filtraciones, lociones, desecaciones, calcinaciones<br />

y pesadas, que hacen tan largos y difíciles los procedimientes analíticos<br />

ordinarios. El final de la operación está determinado por fenómenos<br />

muy aparentes, como formación ó disolución de un precipitado,<br />

aparición ócambio de color, etc., pues los ensayos están fundados<br />

en Último resultado: L., en la saturación de las bases por los<br />

ácidos ó de los ácidos por las bases, lo que da lugar respectivamente<br />

á la alcalimetría y a la acidimetl'Ía, acusándose la terminación del<br />

ensayo por el cambio de color de la tintura de tornasol; 2", en fenóm~nos<br />

de reducción y oxidación, como sucede al dosificar el hierro,<br />

en cuyo caso el líquido, que en un principio es incoloro, se enrojece<br />

rápidamente por el .camaleón (permanganato potásico) ó toma<br />

un color azul por el yoduro de almidón; 3.., en precipitaciones,<br />

anunciándose entonces el término de la reacción, bien por formarse<br />

un precipitado, como acontece en la dosificación de los cianuros, bien<br />

por desaparecer éste, como en la de la plata y los cloruros.<br />

Las aparatos indispensablespara estas análisis, se reducen á pl'Obetas<br />

y pipetas graduadas y vasijas de saturaeión.<br />

Probetas graduadas.~Tienen por ohjeto medir con exactitud<br />

cantidades variables de liquido y permitir la salida de éste, gota á gota,<br />

ó en filete continuo. Las bay de formas muy diversas, pero las que<br />

se usan con más frecuencia son las debidas á Gay-Lussac y á Mohr.<br />

PROBETADEGAY..:LussAc.-Está representada en la figura 302, y<br />

consiste en un tubo ancho graduado, abierto por un extremo y cerrado<br />

por el otro, de cuyo fondo arranca otro tubo mucho más estrecho,<br />

en comunicación con el primero, y que sirve para dar salida al líquido<br />

por su extreIl1idad encorvada. El origen de la escala esta colocado<br />

un poco mas alJajo que el orificio del tubo de salida. Estas prolJetas<br />

tienen, por lo general, una capacidad de unos 50 centímetros cúbicos<br />

645<br />

Y estan divididas en 100 partes, ó lo que es lo mismo, en mitades de<br />

centímetro cúbico. No se constrnyen de mayor taúlaÜo, porque serían<br />

difíciles de manejar y fatigosa la lectura de la escala, por lo muy<br />

próximas que se hallarían las divisiones; para las operaciones que<br />

exigen gran esmero, se construyen probetas más peque1'iasdivididas<br />

en décimos de centímetro cúbico.<br />

La manera de hacer uso del aparato no puede ser mas sencilla. Se<br />

introduce el reactivo en el tuho ancho, de suerte que el plano horizontal<br />

tangente al menisco pase por el cero de la escala; se coge el<br />

instrumento con la mano derecha y hacia la mitad de su longitud,<br />

inclinándolo con precaución sobre la vasija que contenga la substancia<br />

que se vaya á dosificar. En virtud de la capilaridad, se eleva rapidamente<br />

el líquido por el tubo estrecho y salvando la curvatura en<br />

que éste termina, cae gota a gota por el orificio. Se agita la vasija con<br />

la lllano izquierda y se continÚa vertiendo el reactivo, aumentando<br />

gradualmente la inclinación del aparato. Cuando el líquido haya producido<br />

el efecto que se desea, se ,coloca la probeta en posición yertical<br />

y se anota la cantidad de líquido gastada.<br />

Al principio de la operación, esto es, cuando esta llena la probeta,<br />

la salida se verifica con rapidez, sucediéndose las gotas sin interrupción;<br />

pero al final, quedando ya muy poca cantidad de reactivo,<br />

no sale con rerrularidad. Entonces conviene ver el volumen que se ha<br />

''J<br />

consumido y llenar de nuevo la proheta.<br />

Debe recordarse que por los efectos capilares, el nivel del líquido<br />

estara siempre más elevado en el tubo estrecho que en el ancho; pero<br />

no hay que tener en cuenta mas que la altura del re activo en el<br />

Último tubo nombrado, porque el fenómeno capilar se produce constantemente<br />

tubo.<br />

en idéntico sentido y causa igual efecto en un misJllo<br />

PROBETADElUOIIR.-Esta probeta, adnlitida por Liehig, Vtihler y<br />

otros químicos distinguidos, es muy superior á la que antecede. Consiste<br />

(Hg. 503) en un tubo que se estrecha en su parte inferior, y<br />

está dividido en toda su longitud en capacidades iguales, que representan<br />

mitades, quintos ó decimos de centímetro cúbico. Á la punta<br />

de la probeta ya unido un tuho de caucho vulcanizado, cogido hacia<br />

la mitad de su longitud por unas pinzas, y terminado en un tuhito<br />

de vidrio.


64.G<br />

Las pinzas (fig. 504) son de alambre de latón templado de 2 1/2 á 5<br />

mjlímetros de diámetro, que se dobla de manera que se obtenga un<br />

círculo de i Oá ilmilímetros de radio, extendiendo después los dos<br />

extremos del alamhl'e, de modo que estén en contacto r coincidan<br />

con la prolongación de nn diámetro. Para dar mayor elasticidad al<br />

alambre, se golpea con un martillo de boca lisa sobre un yunque<br />

pulimentado, hasta que pierda su forma cilíndrica y afecte la plana.<br />

Uno de sus extremos se encona en ángulo recto y termina en un<br />

botón; al otro extremo se sueldan dos pedazos del mismo alamJH'c,<br />

de suerte que abracen la rama correspondiente; se enconan también<br />

a 90° y se unen á otro botón idéntico al anterior. Cuando se ahandonan<br />

las pinzas a sí mismas, las dos ramas del anillo estan unidas<br />

y cierran por completo el tnbo de goma elástica; pero si se oprimen<br />

con los dedos los hotones, se separan las ramas, se abre el tubo r<br />

cae el liquido contenido en la probeta: la fig. 505 representa un<br />

corte del aparato en esta Última posición. Es claro que cuando dejen<br />

de oprimirselos botones, las pinzas se cerr¡¡.ran, en virtud de su<br />

elasticidad, sin que haya temor ae que los tubos dejen salir la menor<br />

cantidad de líquido. La sencilla disposición descrita rivaliza con<br />

las mejores llaves para contener liquidos ó gases.<br />

Las probetas de ~Iohr se colocan en un sustentácnlo (fig: 506),<br />

de modo que se mantengan verticales y que los hotones de las pinzas<br />

queden a la derecha, y la escala enfrente del operador.<br />

Para usar el aparato se empieza por verter elliqnido hasta por<br />

encima del cero, y después se oprimen fnertemente las pinzas, con<br />

objeto de determinar la salida de un filete continuo que desaloje el<br />

aire, consigniendo así llenal'completamente de reactivo el tubo. Hecho<br />

esto, se deja salir el liquido gota á gota, hasta que el plano tangente<br />

en el punto más hajo del menisco, enrase exactamente con la<br />

división cero.<br />

Estas probetas tienen sobre las de Gay-Lussac las ventajas innegahles<br />

de la celeridad en las operaciones y del rigor en los resultados.<br />

En efecto, se llenan facilmente hasta el cero, colocando esta división<br />

a la altura de la vista, y oprimiendo ligeramente los hotones; y<br />

el líquido puede permanecer un día entero en el aparato, sin que se<br />

altere su nivel. Por otra parte, es facil hacer que salga sólo una cantidad<br />

insignificante de reactivo, por ejemplo, la cuarta parte de una<br />

64.7<br />

gota, si así fuere necesario, realizando al propio tiempo la ventaja<br />

de que no siendo preciso tocar el tuho con la mano, no se calientan<br />

los liquidos por esa causa. Por Último, estos instrumentos poseen<br />

también la circunstancia recomendahle de que se les puede dar<br />

las dimensiones que requieran los experimentos, haciendo desaparecer<br />

el inconveniente de llenar varias veces la proheta en un mismo<br />

ensayo.<br />

Se debe tener una probeta de i 00 centímetros cÚbicos de capacidad,<br />

divididos en quintas partes de dicha unidad; dos de 50 centímetros<br />

cÚhicos de cabida, con idéntica graduación, y otra más estrecha<br />

de 25 centímetros cÚbicos, divididos en décimos, destinada exclusivamente<br />

a operaciones muy delicadas. Las dos probetas de 50 centímetros<br />

pueden conservarse colocadas en un mismo sustentaculo.<br />

PRODETADE l\IANGoN.-Conviene mencionar la disposiciÓn ideada<br />

por el Ingeniero Jefe de Puentes y calzadas, Hervé Mangon. En realidad,<br />

el aparato se reduce (qg. 307) á una probeta de Gay-Lussac,<br />

cuya parte superior comunica con la hola de caucho a, por el intermedio<br />

del sustentaculo hueco bb y del tubo flexible c. La hola tiene<br />

un pequetio agujero que comunica con el aire exterior. Colocando<br />

el dedo sobre el agujero y comprimiendo un poco la hola,. claro es<br />

que se aumentara la presión en la superficie superior del líquido, el<br />

cual saldrá por el extremo del tubo dd, pudiendo dirigir el filete a la<br />

vasija de saturación e. Para interrumpir la salida, bastara evidentemente<br />

retirar el dedo, puesto que entonces el aire exterior penetrará<br />

en la 1)Ola.La introducción del reactivo en la proheta se verifica<br />

aproximando el extremo el al frasco que contenga el reactivo, comprimiendo<br />

la hola, y colocando el dedo encima del agujero hasta que<br />

aquella recobre Sil forma primitiva; así se consigue disminuir la presión<br />

en el interiol' del aparato, y por tanto, determinar la entrada<br />

del líquido.<br />

Esta probeta es preferihle á la de Gay-Lussac porque se maneja<br />

con más facilidad. Puede construirse de bastante longitud, sin que se<br />

haga incómoda, admitiendo hasta 400 ó 500 divisiones perfectamente<br />

visihles. Su capacidad varía de 10 á 60cm5.<br />

En las investigaciones delicadas, se hace la lectura en la escala<br />

por medio de una pequetia lente.<br />

PROIJETASDESTINADASÁ ENSAYOSESPECIALEs.-Cllando se destinan las


64,8<br />

prohetas exclusivamente á ciertos ensayos especiales, suelen llevar<br />

una división particnlar que permite determinar, sin ninguna opera-o<br />

ciün ariLmetica, la composición del cuerpo qne se examina, ti á lo menos<br />

su mayor ó menor pureza. Esto sucede, por ejemplo, en los ensayos<br />

hidrolimétricos, de que más adelante se hahlará con alguna<br />

detención.<br />

Otras veces las divisiones del tubo no representan volÚmenes, sino<br />

unidades lineales, en cuyo caso se determinan las capacidades ó la<br />

composición, con el auxilio de tablas lJl'eviamente formadas.<br />

Pipetas graduadas.-SÍrven para medir con exactitud cantidades<br />

de liquido inferiores á 1OOcm'.Sus formas (fig'. 503) son tan<br />

variadas como las de las pipetas ordinarias, distinguÍf~ndosede eHas<br />

en una seii.algTahada en el vidrio, que corresponde á un volumen determinado.<br />

Como en muchos casos hay que extraer los líquidos sin agitación<br />

de los frascos que los contienen, debe procurarse que las pipetas sean<br />

cilíndricas y de diámetro bastante pequeiio para qne puedan introducirse<br />

por las bocas de las vasijas.<br />

El uso á que se destinan las pipetas exige que se tenga en cuenta<br />

el líquido que queda adherido al vidrio después que 'se han vaciado;<br />

por consiguiente, conviene que la determinación del volumen se haga<br />

estando hÚmedo el aparato. La cantidad de liquido que retiene<br />

una pipeta, varía con la manera de vaciarla; es mayor cuando la salida<br />

se verifica libremente, que cnando se apoya el orificio inferior de<br />

la pipeta en la pared hÚmeda de la vasija ó cuando se introduce<br />

aquel en el líquido. De lo dicho se desprende que hlS pipetas debeu<br />

usarse en las mismas circunstancias en que se haya determinado Sil<br />

capacidad.<br />

Para tomar con la pipeta el volumen de licluido que corresponde<br />

al trazo marcado en el tubo, no hay más que sumergir su extremo<br />

inferior en el líquido y aspirar suavemente por su parte superior<br />

hasta que aquel suha por encima de la línea de enrase. Entonces se<br />

deja de aspirar, y colocando vel,tical el instrumento, se oprime con<br />

el dedo la abertura mayor, dejando salir el líquido gota fl gota, hasta<br />

que su nivel coincida con la seÚa!.<br />

Vasijas.-La reacción del líquido que se emplea sobre el cuerpo<br />

que se va {¡ ensayar, se efectlla generalmente en vasijas cuya r,apa-<br />

64.9,<br />

eidad \"aria de 2;) centílitros á un litro. Un vaso ti una copa ordinaria<br />

de g'l'andes dimensiones sirven para este objeto.<br />

Por Último, un matraz qne pneda coutener un litro hasta una línea<br />

marcada en su cucllo, y dos I.l1bosgraduados de medio litro<br />

y lOOcm' de capacidad, respectiYall1cnte, son también muy Útiles<br />

para los ensayos yolull1(\trieos.


650 651<br />

ENSAYOS DE MATERIALES DE CONSTRUCCIÓN.<br />

Conocida la marcha general que debe seguirse, tanto en las análisis<br />

cualitativas como en las cuantitativas, se pasará al examen particular<br />

de los ensayos de los materiales, cuya composición química<br />

conviene conozca el Ingeniero de Caminos. Á este efecto se reseiiará<br />

el modo de ensayar: LO, las calizas; 2.°, las margas; 5:, las cales y<br />

cementos; 4:, los cuerpos en que dominan los silicatos, como arcillas,<br />

ladrillos, puzolanas, etc.; 5.°, las t¡:erras vegetales; 6.°, los hiel'1'os,<br />

y 7.°, las aguas.<br />

ENSAYOS DE CALIZAS.<br />

MÉTODO GENERAL.<br />

Elementos que se determinarán.-No hay para qué insistir<br />

en la importancia que tiene para el Ingeniero la an;\.Iisis de las<br />

. caliza~; hasta recordar ([ue de la composici


652<br />

se seca y se pesa inmediatamente, y esta, despues de haherla filtrado<br />

Ódejatlo reposar ellitjllido para tlecílntar. La suma (le los dos pGSOS<br />

ohl.l'lIirlosdnhe ser sensihlemente igual al del precipitado insoluble<br />

que se peslÍ al principio. Este método mecánico de separaciÓn satisface,<br />

en general, á las necesitlatles de la pr{¡ctica.<br />

Sílice disuelta.-Si ellíqllido filtrado, reunido al agua empleada<br />

en la lociÓn, contiene una cantidatl apreciable de sílice, se evapora<br />

hasta la sequedad y se trata el residuo cOn agna ligeramente acidulada;<br />

se filtra para recoger la sílice, que se pesa una vez lavada,<br />

seca y calcinada.<br />

Alúmina y óxido férrico.-La disolución primitiva, desemh:u'azada<br />

ya de la sílice, puecle contener hierro, alÚmina, cal y mag'-<br />

Ilcsia, en unión con el áci(lo que se haya usado como disolvente.<br />

Se vierte en el líquido, colocado en una vasija de fondo plano, ácido<br />

clorhídrico y un ligero exceso de amoniaco, que precipita el óxido<br />

rÓrrico y la alÚmina en estado de hidratos, sin precipitar la magnesia,<br />

puesto que la disolución encierra sales amoniacales. Se hace<br />

hervir un instante la mezcla, se filtra y se lava cuidadosamente el precipitado:<br />

si no contiene éste más que hierro, se calcina y se pesa; pero<br />

si el óxido de hierro y la alÚmina entrasen en la composición de<br />

la caliza, se separarian por el método explicado al exponer la marcha<br />

general de las análisis cualitativas: sobre este asunto se insistira cuando<br />

se descriha el ensayo de cales y cementos.<br />

Cal.-EI líquido filtrado y el agua proveniente de la loción del<br />

precipitado, no eontienen ya mas que eal y magnesia. Se coneentra la<br />

disolueión, si es demasiado voluminosa, y se le aÜade un exeeso de<br />

otra de ácido oxálieo ti oxaIato amónieo, que debe estar concentrada<br />

e hirviendo; así se produce llllabundante IJreeipitado de oxalato eálcieo.<br />

Se deja reposar el liquido por espacio de unas doce horas,ó se<br />

hace hervir durante veinticinco ó treinta minutos, a fin de facilitar la<br />

formaeión completa del preeil1Ítado. Para que la reacción se verifi~<br />

qne totalmente, es preciso que la disolución de oxalato amónico contenga<br />

un peso de esta sal, doble del de la caliza empleada; eon este<br />

dato se caleula con la mayor sencillez la cantidad de ácido oxálieo que<br />

habrá que verter, cuando este cuerpo se use como reactivo. Eloxala:..<br />

to cálcico se recoge en un filtro, se lava y se seca eon esmero, pero<br />

no se deduce de su peso la proporción de cal que entra en el ejem-<br />

653<br />

pIar que se analiza, porque es muy dificil secar hien el oxalato sin<br />

descomponedo en parte. Es, pues, necesario transformarlo en un<br />

compuesto de mayor estabilidad.<br />

Varios métodos pueden seguirse. El más expedito consiste en calentar<br />

hasta el hlanco, durante unos cinco minutos, el oxalato eálcico<br />

con su fillro, en un crisolito de platino, cerrado con su tapa, Ú<br />

la llama de un soplete de gas ó una lámpara de Deville. Se cOllYierle<br />

asi la sal en cal vira (1), que se pesa rápidamente en el mismo eristJl<br />

cerrado. Se reconoce si la calcinaeit'Hl ha sido eompleta, y si la cal no<br />

contiene nada de ilnhidrido carbónico, rociándola, después de pesada,<br />

eon un poco de agua y añadiendo ácido clorhídrico, que debe disolver<br />

el producto sin desprendimiento de aquel gas.<br />

Cualluo no se puerIl' disponer de un foco calorífico de bastante intensidad<br />

para transformar el oxalato en cal viva, se suele cambiar<br />

aquel cuerpo en carbonato cálcico. Basta para ello calentar el oxalato<br />

en una capsulita de platino hasta el rojo obscuro, dejar que se enfrie<br />

la masa, rociada con una disolneión de earbonato amónieo y calentarla<br />

después á una temperatura poeo inferior á la del calor rojo.<br />

El empleo del carbonato amlÍnico tiene por ohjeto carbonatar eOlllpletamente<br />

las porciones de cal viva, que produzca la primera calcinación.<br />

Se repite dos ó tres veees el tratamiento por el carbonato<br />

de amonio, se pesa después de eada operación la cápsula con su cOlllenido,<br />

prosiguiendo hasta que llos pesadas consecutivas den casi el<br />

mismo resultado. Este método exige mucho tiempo y práctica, introduciendo<br />

siempre mayores errores que el anterior.<br />

Pudiera parecer más natural precipitar la cal en la primera disolución<br />

en estado de carbonato, por medio del earbonato amónico,<br />

puesto que, en Último resultado, el oxalato se tiene que transformar<br />

en 'un compuesto más estable; pero hay que tener en cuenta, que si<br />

bien el carbonato amónico precipita la cal, conservando disuelta la<br />

magnesia, conduce Úresultados menos exactos. En efecto, si el reactivo<br />

empleado es el carhonato neutro ó hásico, puede precipitarse algo<br />

de magnesia, sobre todo si la disolución está concentrada y se prolonga<br />

el contacto: si, al contrario, se usa un carbonato amónico áciclo<br />

C202" I<br />

('1) Ca" J 02 = CaO + CO! + CO.


(1)<br />

.<br />

~<br />

2 PO",jO\M ,, = O<br />

[ ] + 2NH3+ H20.<br />

¡<br />

O } 9<br />

O \<br />

G5t<br />

se disolrerá toda la rnagllesia, pero puede disoherse también alguna<br />

pequeii.a cantidad de carbonato cálcico.<br />

Magnesia.-El líflUidoque se separó del oxalato citlcico, por<br />

mellio del filtro, no contiene ya más que sales amoniacales, formadas<br />

por las dobles descomposiciones sucesivas, y magnesia. Se pueden<br />

seguir dos caminos para dosificar esta hase.<br />

HedÚcese el primel'o á verter en el líquido fosfato amónico, dejarlo<br />

reposar una noche y recoger en un filtro el fosfato amónico-magnésico<br />

que se precipita. Lavando, secando y calcinando esta sal se<br />

convierte en pirofosfato magnésico (1), que se pesa para venir en conocimiento<br />

de la cantidad de magnesia que encierra la caliza.<br />

El segundo camino es algo largo, pero da resultados más exactos<br />

que el anterior. Consiste en evaporar el liquido hasta la sequedad con<br />

un exceso de carbonato potásico; desalojar las sales amoniacales por<br />

el calor, y someter el residuo á la acción del agua que lo disuelve<br />

por completo, con la sola excepción de la magnesia, que se puede<br />

recoger. Para dosificarla, en estado de óxido, hasta secarIa, calcinada<br />

y pesarla.<br />

Manganeso.-Alglll1as calizas contienen óxidos de manganeso.<br />

Esta circunstancia se presenta raras veces, pero entonces no puede<br />

seguirse el método expuesto, porque el amoniaco precipita parcialmente<br />

las sales de manganeso. Para evitar la dificultad, se disuelve<br />

la materia en ácido clorhídrico poco enérgico y se separa la arcilla,<br />

como en el caso anterior; se aii.ade ácido clorhídrico al liquido filtrado<br />

y se neutraliza enseguida con amoniaco: se vierte entonces en la<br />

mezcla un exceso de sulfuro amónico, que precipita el hierro, el<br />

manganeso y la alÚmina, si la caliza contiene todos estos cuerpos.<br />

El precipitado se recoge en un filtro, se lava cuidadosamente con<br />

agua que contenga un poco de sulfuro amónico, y se vuelve á disolver,<br />

en el mismo filtro, en ácido clorhídrico diluído en agua caliente.<br />

Obtenida esta disolución pueden separarse los tres óxidos por procedimientos<br />

que se describen en los tratados completos de Química<br />

\<br />

O/<br />

ONH. PO'" O j "<br />

Mg<br />

PO'"<br />

~<br />

°'<br />

\Mg"<br />

6 """<br />

analitica y que no se darán aquí á conocer, tanto porque no dejan de<br />

ser complicados, cuanto porque la mayor parte de los experimentos<br />

que el Ingeniero tiene que practicar no exigen la determinación rignrosa<br />

del manganeso, que sólo se reconoce cualitativamente y se<br />

deja mezclado con el hierro, al que se asemeja mucho por las reacciones<br />

que produce: ambos metales se separan de la alÚmina siguiendo<br />

los procedimientos que se explicarán para el caso de que en la<br />

mezcla sólo entren hierro y alÚmina.<br />

En cuanto al líquido desembarazado ya del hierro, del manganeso<br />

y de la alÚmina por la operación precedente, se le hace hervir hasta<br />

que no desprenda hidrógeno sulfurado, y se filtra para separarle del<br />

azufre que haya podido querlar aislado. Como el azufre está en extremo<br />

dividido, hay que repetir la ebullición y la filtración cuantas<br />

veces sea necesario hasta obtencr un líquido perfectamente claro. En<br />

seguida se deducen las cantidades de cal y magnesia por los métodos<br />

ya expuestos.<br />

Claro es que la precipitaci6n del hierro y de la alÚmina puede hacerse<br />

por medio del sulfuro am6nico, aun cuando la caliza no contenga<br />

manganéso. Aquel reactivo se emplea, en efecto, en la práctica<br />

con tanta ó más frecuencia que el amoniaco, á fin de evitar los ensayos<br />

previos para determinar si existe manganeso en la suhstancia<br />

que se trata de ensayar.<br />

Sulfato cálcico.-Ciertas calizas suelen contener tambÜ'n áeido<br />

sulfÚrico, por lo general, en cstado de sulfato de calcio, y couvicne<br />

determinar la proporción en que entra esta sal. Como existe de<br />

ordinario en dosis muy pClfueÜas,es preciso operar en una masa algo<br />

considerable de la substancia para obtener una valllaci6n aproximada.<br />

Al efecto se pulverizan con esmero 15 ó 20 gTamos de la caliza,<br />

que se abandonan á la acci6n del agua destilada, por espacio de<br />

algunos días, sirviéndose pai'a este objeto de un matraz grande, que<br />

se agita con frecuencia. Se decanta, y el residuo se deja dos ó tres<br />

días más en el agua; se filtra y se conserva la materia insoluble. Se<br />

evaporan las dos porciones de líquido, obtenidas respectivamente por<br />

decantación y filtración, y si la segunda deja todavía residuo apreciahle,<br />

no habrá seguridad de haber disuelto todo el sulf&to cálcico;<br />

en este caso, es preciso tratar de nuevo por el agua la materia insoluble<br />

que se recogió; filtrar al cabo de dos ó tres días, y evaporar el


656<br />

liquido, aÜadiendo el residuo á los dos precedentes. Si el Último<br />

fuere todavia apreciable, sería necesario repetir la operacion, que<br />

se continÚa hasta ohtener un líquido cuya evaporación produzca un<br />

residuo insignificante. El cuerpo solido, resultado de estas diversas<br />

operaciones, no será otra cosa más que el sulfato cálcico contenido<br />

en la caliza, que puede pesarse después de calcinado.<br />

La dosificadón del ácido sulfÚrico puede efectuarse también por<br />

medio de una desagregación. Los 15 ó 20 gl'amos de caliza pulverizatla,<br />

se ponen en contacto, por espacio de dos horas, con una disolución<br />

hirviente de carbonato potásico o sódico. Se filtra y se lava con<br />

cuidado el residuo insoluble; se vierte en el líquitlo filtrado un ligero<br />

exceso de ácitlo cIorhírlrico o nítrico, y después una sal soluble de<br />

l¡ario, hasta que no se forme precipitado. Se recoge el suIfato bárico<br />

protlucido, se lava con agua caliente, se calcina y se pesa; el nÚmero<br />

así hallado hará conocer la proporción de ácido sulfÚrico y la de sulfato<br />

cálcico correspondiente.<br />

Si cualquiera de estos procetlimientos indica sólo ligeros vestigios<br />

de suIfa:tode calcio, se puede efectuar la determinación de todos los<br />

cuerpos, en un trozo de la caliza propuesta; en caso contrario, se<br />

operará en la materia insoluble en el ag'na, ó en el líquidó filtrado<br />

despnés de tratar por el carbonato alcalino, segun el método que se<br />

haya seguido para dosificar el ácido snlfÚrico.<br />

Agua y anhidrido carbónico.-Las indicaciones precetlentes<br />

permiten determinar las cantidades de arena, arcilla, alúmina,<br />

óxido de hierro, cal y magnesia que entran en la composición de la<br />

caliza propuesta, así como también el ácido sulfÚrico que puede encerrar.<br />

Resta hallar las proporciones. de agua y de anhidrido carbónico.<br />

Esta Última podrá de'terminarse, por lo general, calculantlo<br />

la cantidad de anhidrido necesaria para saturar les pesos de cal y<br />

mag'nesia deducidos; en cuyo caso, la proporción de agua será la diferencia<br />

entre el peso de la caliza y el de todos sus otros elementos.<br />

!fácil es, sin embargo, comprender la poea exactitud de este método,<br />

pues que en los resultados infIuiríanlos errores cometidos en las operaciones<br />

que anteceden, cuya entidad no se puede prever. Por otra<br />

parte, la valuación directa del agua y del anhidrido carbónico que<br />

contiene la caliza, dehe siempre llevarse á cabo, porrlue proporciona<br />

una comprobación útil, y en ciertas circunstancias, cuando se proce- .<br />

667<br />

de con esmero, puede, hasta cierto punto, recmplazar el una análisis<br />

más completa.<br />

Se expondrán varios métodos para hacer estas dosificaciones.<br />

DETER)l[XAcró:\ DmECU DE LAS DOS st'nSTA'\CIAS REUXIDAs.-En los ensayos<br />

de ealizas, no se haee generalmente, después de ejecutadas las<br />

operaciones anteriores, más que someter nna nueva parte de la materia<br />

á una fuerte calcinación. Á este efecto, se pesa con cuidado un<br />

crisolito de platino con su tapa, en el que se introducen dos ó tres gramos<br />

de caliza puherizarla. Se calienta á la llama de un mechero de<br />

gas ó de la lámpara de Deville, ó hien en un hornillo ordinario, encerl'ándolo<br />

previamente en otro crisol de harro, tapado también. Se<br />

deja enfriar y se pesa de nuevo con la materia que contiene y sin destapado:<br />

si la calcinación se ha prolongado bastante, no debe observarse<br />

efervescencia, cuando se vierta un poco de ácido clorhídrico sobre<br />

la substancia mezclada con algunos gramos de agua.<br />

La pérdirla de peso ocasionada por la calcinación, que desaloja al<br />

aO'ua Y al anhidrido carbónico, debe ser sensiblemente igual á la<br />

<br />

suma de los pesos de ácido yagua, determinados aquel por el cálculo<br />

y éste por la substracción antes indicada. Cuando la diferencia<br />

entre ambos guarismos pase de UllO Ó dos centigramos, puede asegurarse<br />

que se han cometido en la análisis errores superiores á los<br />

inherentes á los métodos expuestos.<br />

DOSIFICAcrÓNDIRECTADEL ANHIDRIDOcARnóNIco.-Por el procedimiento<br />

explicado, se determina la suma de las proporciones de agua y<br />

anhidrido carhónico que contiene la caliza ensayada, y por consiguiente,<br />

se hace posible una comprohación de la análisis por vía hÚmeda,<br />

pero no la obtención directa de los pesos de aquellas substancias,<br />

que muchas veces conviene deducir, y .que siempre proporcionan<br />

verificaciones más exactas (lel conjunto de la operación. Para<br />

conseo'uir este ohJ'eto, se expondrán Ü .<br />

ta del anhidrido carbónico.<br />

dos métodos de dosificación direc-<br />

1: El Ingeniero Mangon, tantas veces citado, recomienda el siguiente<br />

sistema, que ha producido excelentes resultados en el laboratorio<br />

de la Escuela de Puentes y calzadas. En un frasquito de hoca<br />

ancha y de 35 á 40cm5de capacidad, se introducen 4 ó 5 gramos de<br />

ácido clorhídrico concentrado, mezclado con un poco de agua, que<br />

puede variar de tO á 15 gramos. Se cierra perfectamente la.boca del<br />

42


GiSS<br />

frasco con tUl tapón, que tenga algunos agujeros rodeados de papel<br />

de filtros, y se determina con la mayor ex.actitud posible el peso del<br />

aparato asi dispuesto, que, en general, no pasa de .40 á 45 gl:amos.<br />

Se pesan con igual esmero 2 gramos de la calIza, t[ue se 1l1troducen<br />

en el frasco, teniendo cuidado de vo1\'erlo á tapar en se-<br />

el anhidrido car-<br />

guida. El ácido clorhídrico descompone la caliza, y<br />

bónico se desprende, pasando á través de los agujeros del cordlO y<br />

de los pliegues del papel, que retienen toda el agua qne el gas pue.da<br />

arrastrar mecánicamente. Cuando cesa por completo la efenescencla,<br />

se agita el frasco repetidas veces y se sopla dentro del aparato, por<br />

medio de un tubo terminado en punta, que se mete por uno de los<br />

agujeros del tapón, á fin de desalojar los Últimos residuos de anhidrido<br />

carbónico; se pesa de nuevo el frasco, en el estado en que se<br />

encuentra, y restando de su peso primitivo, aumentado en el de la<br />

caliza, el obtenido en la segunda pesada, se deducirá el peso de anhidrido<br />

carbónico encerrado en 2 gramos de la caliza propuesta. El guarismo<br />

calculado de esta manera tiene que corregirse algÚn tanto, porque<br />

el anhidrido carbónico arrastra una cantidad de vapor de agua,<br />

tanto más considerable, cuanto más elevada es la temperatura, y por<br />

consiguiente, la pérdida observada es superior al peso real del a~hidrido<br />

carbónico, en una cantidad representada por el peso de dIcho<br />

vapor de agua. Tanto los experimentos como el cálculo indican que<br />

se obtienen resultarlos bastante exactos, multiplicando la pérdida deducida,<br />

1101'el coeficiente de la talJla siguiente, que corresponda á la<br />

temperatura á que se haya verificado el ensayo:<br />

Temperaturas<br />

en grados<br />

centígrados.<br />

5°<br />

,10°<br />

15°<br />

20°<br />

25°<br />

..,.. lO<br />

"<br />

.110""'"<br />

'" "<br />

, .., o...""'"<br />

0""'- ""<br />

...,.,., ,..<br />

1..1..""<br />

...,<br />

""""<br />

l""'"<br />

1.-"""<br />

""""'0'"<br />

,. lO .0,<br />

Coeficientes<br />

de<br />

corrección.<br />

---<br />

0,996<br />

0,994<br />

0,991<br />

0,987<br />

0,983<br />

Cuando se tenga una halanza que pueda pesar con precisión un<br />

peso más consideralJIe qne el que se ha admitido como limite, se de~<br />

he emplear mayor cantidad de caliza que la indicada. Finalmente, SI<br />

no se dispusiera más que de una halanza ordinaria del comercio, que<br />

GiS9<br />

dé el peso de 500 Ó 600 gramos, con aproximación de una ó media<br />

unidad, se poddan obtener resultados prácticos ll1U~-convenientes en<br />

algunos casos, por ejemplo, en los ensayos de margas, descomlJOniendo<br />

unos 100 gramos de caliza en una vasija de capacidad proporeionada.<br />

2: El método anterior, con las precauciones y la correceión qne<br />

se han indicado, produce resultados bastante exactos en los ensayos<br />

ordinarios. Cuando se trate de análisis más delicadas, se hace la dosificación<br />

de una manera algo diferente, que exige el empleo de una<br />

halanza susceptible de pesar 100 gramos, con aproximaciém de tUJO<br />

Ó dos miIigramos.<br />

El aparato que se usa está representado en la figura 509. Se coloca<br />

la caliza en el frasco A, y en el tubo B el ¡'¡cidonítrico, que ha de<br />

producir la descomposición de los carhonatos. Un tubo encorvado,<br />

que Hega hasta el fondo del B, pone á éste en comunicación con el<br />

frasco; C es tUl tubo lleno de fragmentos de cloruro de calcio fundido,<br />

y al B se adapta otro tubo E, que presenta im ensanchamiento.<br />

Después de haber pesado exactamente el aparato con el ácido y la caliza,<br />

se aspira ligeramente por el tubo D, hasta (Iue pase al fi'asco A<br />

un poco de ácido, dando en seguida al instrumento una inclinación<br />

conveniente para determinar la salida regular del lirIuÜlo y su introdllceiÓn<br />

en A. El ácido nítrico desaloja al gas carMnico, que pierde<br />

su humedad al atravesar el tuho C; se continÚa la operaeión hasta<br />

rlue todo el reactivo haya pasado al frasco (Iue contiene la caliza.<br />

Cuando cesa la efervescencia, se calienta muy ligeramente la capacidad<br />

.1 para que termine la reacción, y es claro que soplando por E<br />

se expulsará al anhidrido carbónico, que ahandonará, antes de salir<br />

por ]J, la humedad que pudiera arrastrar. Al calJo de media hora<br />

se vuelve á pesar el aparato, tal cual se -halla, y es evidente (Iue<br />

restando su peso del que al principio se encontró, se vendrá en conocimiento<br />

de la cantidad de anhidrido carhónico que entra en el peso<br />

empleado de caliza. No hay necesidad de advertir que este Último<br />

debe determinarse de antemano.<br />

El aparato descrito tiene un peso de 50 á 60 gTamos,y permite<br />

dosificar el anhidrido carbónico con bastante exactitud. Se han construido<br />

muchos instrumentos con igual ohjeto y fundados en el mismo<br />

principio, pero no es preciso insistir en este punto.


660<br />

La pérdida por calcinación da a conocer el peso del agua y del<br />

anhidrido carbónico de la caliza. Restando de este guarismo el que<br />

represente el peso del acido, deducido por uno de los dos metodos, se<br />

obtendrá la proporción de agua y materias volátiles, con toda la precisión<br />

que se puede apetecer.<br />

Piritas.-Se terminará lo relativo al método general de ensayo<br />

de calizas por la vía hÚmeda, haciendo una observadón que no deja<br />

de tener alguna importancia. En las operaciones analíticas hay que<br />

distinguir dos clases de calizas: las no bituminosas, que no contienen<br />

cantidades apreciables de materias orgánicas, y las bÜuminosas,<br />

que están en el caso contrario. Las primeras encierran algunas<br />

veces piritas, pero se presentan en nódulos, que se pueden separar<br />

con facilidad y que se cuida de no introducir en los hornos de calcinación:<br />

su análisis se hace exactamente por los métodos ya descritos.<br />

Las hituminosas deben ensayarse de una manera algo distinta.<br />

Hállanse en ellas casi siempre piriLas de hierro, diseminadas en granos<br />

tan pequeños, que no pueden reconocerse ni con el auxilio de una<br />

lente. Esas piritas perjudican á la calidad de las cales hidráulicas, por<br />

el sulfato cálcico que originan en la cochura. NingÚn interés prescnta<br />

la valuación de las proporciones de piritas, pero sí 10tiene la del sulfato<br />

que contendrá la cal. Para determinada, se somete a una calcinación<br />

la caliza bituminosa y se dosifica el sulfato producido. Claro<br />

es que la calcinación en una atmósfera muy oxidante y efectuada en<br />

un peso muy exiguo de materia (10 ó 15 gramos), no producirá el<br />

mismo efecto que la cocción en los hornos ordinarios, y dara lugar<br />

á mayor cantidad de sulfato; pero preciso es contentarse con el resultado<br />

que se obtenga, dada la imposibilidad de realizar en ellahor¡ltorio<br />

las condiciones de la practica.<br />

La calcinación dehe llevarse a cabo con lentitud, a una temperatura<br />

poco superior a la del rojo obscuro, la cual es suficiente para la<br />

descomposición de las materias organicas y la total oxidación del<br />

azufre.<br />

El ácido sulfurico, y por consiguiente, el sulfato cálcico, se dosifica<br />

por uno de los métodos explicados en párrafos anteriores. Obtenido<br />

el guarismo que expresa la cantidad de sulfato caleico, no es posible<br />

dade una interpretación ahsoluta, pues no existen suficientes datos<br />

para precisar el límite de la proporción de la referida sal que puede<br />

.<br />

661<br />

aumitirse en una cal hidraulica. Tan sólo cabe asegurar que una cal<br />

es peor que otra, cuyos resultados se conocen experimentalmente,<br />

cuando la primera contiene más sulfato cÓlcicoque la segunda.<br />

Efectuada la operación anterior, conviene proceder a la determinación<br />

de los óxidos básicos é indiferentes, operando con el producto de<br />

la calcinación, pues la presencia de las pirita s suele introducir grandes<br />

dificultades. En cuanto al anhidrido carhónico y al agua, pueden<br />

deducirse directamente por los métodos explicados.<br />

MÉTODOS ABREVIADOS PARA EL ENSAYO DE CALIZAS.<br />

Las calizas que contienen, además de arcilla y carhonato c:ilcico,<br />

alÚmina soluble en los ácidos diluidos, hierro y magnesia, en dosis<br />

más ó menos considerables, tienen que ensayarse forzosamcnte,<br />

por los procedimientos largos y algo dificiles que se han dado á conocer.<br />

Pero cnando la análisis cualitativa só]o acuse en el material<br />

de que se trate, cantidades insi.!rnificantes de hierro Y maO"nesia ,<br />

\..' ... Ü<br />

como ocurre con frecuencia en la practica, se pneden simplificar mucho<br />

los métodos ordinarios de analisis, reduciéndolos á operaciones<br />

tan sencillas, que es casi imposible no llevadas á cabo de un modo<br />

conveniente.<br />

Se describirán algunos de estos métodos expeditos, que no son<br />

aplicables, segÚn acaba de indicarse, más que á las calizas compuestas<br />

de carbonato cálcico y de arcilla ó arena, y que no contienen<br />

proporciones notables de hierro y magnesia.<br />

Ensayos ordinarios.-Las cantidades de arcilla ó arena y de<br />

carbonato de una caliza, se obtienen con gran rapidez, determinando,<br />

como antes se dijo, las dosis de agua y anhidrido carbónico que<br />

encierra; basta, en efecto, multiplicar el peso del anhidrido carbóni-<br />

co por 1~~ = 2,27, para obtener el del carbonato cálcico corres-<br />

44<br />

pondiente. AÜadiendo á este producto el peso del agua, y restando la<br />

Sllma del de la maleria ensayada, se dedueira el peso de la arcilla y<br />

la arena, cuyas substancias pueden separarse por levigación.<br />

La dosificación del carbonato cálcico de una caliza puede tam])ien<br />

determinarse por otro medio, que sólo exige el empleo de un reaclivo.


GG2 ,<br />

Se hace una mezcla de una parte


661,<br />

no presenta dificultad alguna. Tal1lbÍl~npueden encargarse ambos liquidos<br />

a una fábrica cualquiera de productos qnímicos, hacientlo las<br />

indicaciones numéricas que preceden.<br />

MODODEYERIPIC.\RELE'iSAYo.-El ensayo de una caliza es sencillísimo.<br />

Se toma un peso 7i de la substancia, igual al necesario para<br />

la saturación de 25cm3de ácido normal, y se pone en contacto con e<br />

este volumen de acido. Cuando ha terminado el desprendimiento<br />

de anhidrido carbónico, se aÜade á la disolución tres ó cuatro veces<br />

su volumen de agua y un poco de tintura azul de tornasol. Si la caliza<br />

propuesta no contuviera más que carbonato cálcico, el ácido<br />

clorhídrico se saturaría exactamente, y elreactivo orgánico no se enrojecería;<br />

mas como se supone que la caliza es arcillosa, parte del<br />

ácido quedará libre, después de atacar al material que se ensaya, y<br />

enrojecerá la tintura. Se vierte entonces sohre el líquido, con la<br />

proheta, sacarato de caleio, hasta ([ue dicha tintura recohre su color<br />

primitivo. Representando por 11el nÚmero de divisiones que en<br />

la probeta ocupaba el sacarato vertido, hasta llegar á ese resultado,<br />

es evidente que el peso de carJwnato cálcico contenido en el 7i<br />

. . N - 11<br />

.<br />

d l E l'<br />

1 d" .<br />

e ca Iza, sera 1': ;V-' 1n a practIca se procura por a a IClOna1<br />

¡\cido y al sacarato, de proporciones convenientes de agua, que 1~<br />

sea nn nÚmero entero y peque¡Jo de centÍgramos de carbonato de<br />

. , N - 11<br />

calcio, de suerte que el cálculo ee 1 1a<br />

expreslUn 1':<br />

~<br />

se pueua<br />

hacer de memoria. Tamhién cabría establecer en la probeta una división<br />

especial, cuya lectura diese clesde luego la cantidad de carhonato<br />

cálcico puro, contenido en la materia ensayada. Una vez hallado<br />

el peso del carbonato, por diferencia se obtienc el del agua y la<br />

arcilla, que se poclrían separar,<br />

generales.<br />

si fuere necesario, por los m


666<br />

carbonato calcico que contengan las partes susceptihles de desagregarse<br />

por la acción atmosférica.<br />

De lo dicho se desprende, que el ensayo de una marga se compone<br />

de dos operaciones distintas: la análisis química del cuerpo, y la determinación<br />

por un procedimiento mecánico, de la proporeilill en qne<br />

están las partes desagregables por el aire.<br />

Análisis química.-Por lo que antecede se ve que las margas<br />

sou verdaderas calizas, de una constitución física partieular, y por<br />

consiguiente, que su análisis debe hacerse siguiendo las indicaciones<br />

que para aquellos materiales se han explicado.<br />

Cuando la marga contiene lJierro y magnesia, lo que sucede con<br />

frecuencia, y se quieren deducir las proporciones de esas suhstancias,<br />

es preciso recurrir al método general de anÚlisis, expuesto precedentemente.<br />

En los ensayos (Iue rerIuieren mueho esmero, se dehe<br />

también determinar si la marga contiene fosfatos, que desempeÜan<br />

papel importante en la alimentación vegetal: al exponer los procedimientos<br />

de análisis cualitativa, se dieron á conocer hastantes medios<br />

para investigar la presencia del ácido fosfórico, y en cuanto á<br />

su dosificación, que es muy delicada, nada se dirá porque no es fácil<br />

que tenga que efectuarla el Ingeniero de Caminos. .<br />

En los ensayos de estas substancias, conviene ademÚs hacer hervir<br />

en una disolución de potasa algunos gramos de marga, y deducir las<br />

proporciones de sílice y alÚmina disueltas en aquel reactivo. Las margas<br />

que ahandonan á la potasa cantidad considerahle de dichos cuerpos,<br />

pueden ser extraordinariamente Útiles en los terrenos escasos en<br />

sílice, y en el cultivo de ciertas plantas que ahsorben aquellos elcmentos<br />

en granÜes dosis para la formación de sus tejidos.<br />

Hay margas que encierran algunas milésimas de nitrógeno; se puede<br />

dosifiear este metaloide por una análisis orgánica, de la que nada<br />

se dirá, l)orque no tiene cabida dentro de los límites de esta obra.<br />

En genera), en los ensayos práeticos y repetidos de margas de la<br />

misma localidad ó de localidades próximas, extraídas de bancos diferentes,<br />

no se hace mils que determinar las proporciones de carhonato<br />

cálcico contenido en la masa; todos los métodos expeditos que se<br />

han explicado son entonces aplicables, pero en especial los ensayos<br />

volllluétricos.<br />

Determinación de la cantidad de materias inertes.<br />

-La<br />

(j6i<br />

determinacil:m tIe la cantitIad de arena y nÚcleos inertes de una<br />

n~m'?'a,. se hace por levigacilJl1. Al efecto, se coloca en una vasija de<br />

ndrlO u de barro de furma á propósito, 1 kilogramo, por lo menos,<br />

tIe la marga que se va á ensayar, mezclada con cierta cantidad de<br />

agua, y se tiene en reposo, por espacio de una hora. Pasado este tiempo,<br />

se agita viv~m~nte, se<br />

~~j,areposar de nuevo algunos minutos y<br />

se decanta el hqmdo, repItlendose la operación cinco ó seis vecps<br />

h.asta que el agua salga clara. Las partes finas de la marga, que constItuye:),<br />

l~or lo comÚn, la masa desagregable, son arrastradas, y las<br />

materIas mertes, que quedan en el fondo de la vasija, se pesau des-<br />

PUl!Sde secas. AhanJonadas á sí mismas las aguas provenientes de las<br />

decantaciones, depositan al caho de algunas horas, en forma de fango<br />

mllY fino, las suhstancias que tenían en suspeIlsiÜn: para examinadas<br />

Üvcrificar Sil an;'disis, se filtran y se procede como antes se ¡,a<br />

indicado.<br />

ENSAYOS DE CALES Y CEMENTOS.<br />

La calcinaciÜn de las calizas hace soluhles en los Úcidos los elementos<br />

(~Cla ~rcilla (Iue contienen, circunstancia que introduce algnnas<br />

mochficacIOnesen el método descrito 11ara la anillisis de aquellas.<br />

Dosificación de la sílice.-Se pesan 2 gramos de la cal Ü<br />

cemento que se quiere ensayar, y se colocan en una cápsula de porcelana;<br />

se vierten 6 Ú (3 gramos de agua, y se aÜaclen i 5 Ü 20 de<br />

ácido clorhídrico. La disolución se verifica en o'eneral fácilmente<br />

l . . b,<br />

Hen a la<br />

temperatura ordinaria, bien calentando con precaución. Se<br />

evapora .ellíqÚido hasta la sequedad, procurando con el mayor cuidado<br />

eVItar las proyecciones. Se hace enfriar la masa y se echa de<br />

nuevo un poco de ÚciJo clorbídrico; se eva<br />

. l )ora seO"undavez<br />

u , ao.itando<br />

b<br />

sm cesar, y se calienta casi hasta el rojo la materia sólida: estas precanciones<br />

son indispensables para que no se disuelva nada de sílice<br />

en el ácido y pueda recogerse, como en seguida se verÚ. El producto<br />

de la evaporación se deja enfriar, y se trata despues por ácido clorhí-<br />

(}¡>icopoco enÓ'gico; se hace henil' algunos instantes la mezcla y se<br />

filtra. La sílice, enteramente hlanca, qneda en el filtro, se lava con<br />

cuidado, se calcina y se pesa; pero hay que tener en cuenta que con


. GG8<br />

la sílice puede haberse recogido alguna pequeila cantidad de alÚmina,<br />

y que es preciso asegurarse de la pureza, ~el ácido obtenido. Pa~'a<br />

ello, se puede operal' por vía seca: la slhce .pura f?rJl1a,un boton<br />

transparente con la sosa y permanece intacta sl,se cahent~ a la llama<br />

del soplete eon un glÓbulo de sal de fÓsforo: estas :los'proP.I~d~des hastan<br />

casi siempre para reconocer la pureza del anllldrIdo S¡[ICICO;mas,<br />

en el caso actual, presentan el inconveniente de que pueden no acusar<br />

la presencia de un 10 pOI' 100 de alÚmina. En los ensayos que requieran<br />

gran exactitud, conviene, pues, al~li?ar uno de los dos ,pr~cedimientos<br />

siO'uientes: 1.0 Mezclar el precIpItado con cuatro o C1l1CO<br />

veces su pes~ de carbonato de potasio y calentar la lllasa al rojo; aI'iadir<br />

ácido clorhídrico á la materia fundida, evaporar hasta la sequedad<br />

y tratal' el residuo por agua, que no disuelve la sí.lice sí la~ sales. ~l-<br />

~<br />

calinas y de aluminio; se filtra y se aÚade amOl1lacoa l~ chso~uclOn,<br />

cuyo reactivo producirá un precipitado bl~nco de alÚllll!~a:sl.empr,e<br />

que éntre este óxido en el compuesto SO~letldo al ensayo. 2. SI la Sllice<br />

no es pura y contiene alguna alÚmll1a, puede reconocerse calentando<br />

el cuerpo á la llama del soplete con nitrato de cobalto, que !e<br />

comunicaría un color azulado si hubiere alÚmina. Este segunclome- .<br />

todo es mucho más expedito que el primero, pel:o tiene el i~lCOI~V~niente<br />

de que, si efectivamente acusa la presencIa del referIdo OXIdo,<br />

hay que recurrir al primer ensayo para separar por completo la<br />

sílice.<br />

Dosificación de la alúmina y el óxido de hierro.-<br />

Para proseguir la análisis, se supondrá separada y~ y dosi~ca~a la<br />

sílice; el líquido filtrado contenclrá la cal, la magnesIa, la alum1l1a y<br />

el Óxidode hierro. Se aÜade un poco de ácido clorhídrico y despu:~s<br />

un liO'ero exceso de amoniaco; se hace henil' la mezcla para reumr<br />

y se filtra. La<br />

el pI~ecipitado y desalojar el exceso de álcali volátil.',<br />

alÚmina y el Óxido férrico quedan en el filtro; la 10Cl~nse hace con<br />

agua caliente, y es una operación muy larga yque e~lge gran esm~-<br />

1'0y paciencia. La separaciÓn de la alÚmina y del 111erroque estan<br />

mezclados en el filtro, puede hacerse,de muchas maneras, entre las<br />

que se indicarán las dos más comunes, segÚn que se pl'oceda por el<br />

sistema ordinario ó por ensayos volmuétricos.<br />

PRD'IER1IéroDo.-Se vierte sohre el filtro que contienc los dos óxi.<br />

dos, en estado gelatinoso, un poco de ácido clol'hidricodéhil, que di-<br />

669<br />

suelve eompletamente el precipitado. Se recoge la disolución así ob~<br />

tenida, y se lava con cuidado el filtro, reuniendo á aquella el agua<br />

proveniente de esta operación. La mezcla formada de cloruros de<br />

hierro y aluminio, se tl'ata por un ligero exceso de amoniaco, que<br />

precipita de nuevo los dos metales en estado de hidratos, y Cll seguida<br />

se somete á una ebullición prolongada, con un exceso de disoluciÓn<br />

de potasa cáustica pura. La alÚmina no tarda en voIrer á disolverse<br />

en el líquido potásico, [armando un aluminato alcalino, y<br />

el color del precipitado, que no contiene ya más IIue hidrato fenico,<br />

es pardo leonado. Se recoge el precipitado en un filtro y se lava con<br />

el mayor esmero con agua caliente; inmediatamente se seca, se calcina<br />

quemando el filtro y se pesa, ohteniendo, por tanto, la cantidad<br />

buscada de anhidrido férrico.<br />

Ellílluido filtrado, juntamente con el agua de las lociones, sc sohresatura<br />

de ácido clorhídrico y se precipita la alÚmina por el amoniaco<br />

ó el carJJOnato amónico. Se filtra y se pesa el precipitado, después<br />

dc lavado, secado y calcinado con las precauciones ordinarias.<br />

Cuando la proporción relativa de hierro en la mezcla pasa de una<br />

centésima, no hasta verificar una sola vez la operaciÓn que se acaha<br />

de describir para clesalojar toda la alÚmina. El precipitado de oxido<br />

férrico, hien lavado, se tiene que disolver de nuevo en ácido clorhídrico<br />

diluído, repitiendo cl ensayo anterior. En el líquido filtrado,<br />

dcspués de tratar por la potasa, se encuentra ordinariamcnte una<br />

cantidad apreciahle de alÚmina, que se precipita como ya se ha dicho.<br />

Para conseguir una separación completa, se necesita á menudo<br />

repetir la operación tres ó cuatro veces.<br />

El óxido ferrico recogido, contiene casi siempre un poco de potasa,<br />

que es punto menos que imposible hacer desaparecer por medio<br />

de lociones. En las análisis delicadas conviene, por consiguiente,<br />

disolver el óxido de hierro o]Jtenido en ácido clorhídrico, y precipitado,<br />

en el mismo estado de hidrato férrico, por el amoniaco.<br />

SEGUNDO j'L~roDo.-Se puede dosificar el hierro en una mezcla de<br />

alÚmina y óxido férrico, de manera muy rápida, por un ensayo volumétrico.<br />

Este procedimiento es cómodo y suficientemente exacto<br />

para casi todas las análisis relativas á materiales de construcción. Se<br />

funda en la propiedad que tienen las sales ferrosas, en presencia de<br />

un exceso de ácido, de descomponer instanUmeamente la disolución


6íO<br />

de permanganato potásico, que es de color rojo muy vivo. El ácido de<br />

]a sal se resue]re en óxido manganoso y en oxígeI;o, que hace pasar<br />

al óxido ferroso a] máximo de oxidación, transformándose el permanganato<br />

en una sal potásica y en otra manganosa. Para fijar las ideas,<br />

suponiendo que el ácido sulfÚrico sea el elemento electro-neo'ativo de<br />

ü<br />

la sal que se considere, la reacción que se verificará sera ]a siguiente:<br />

S02" ¡<br />

10 02<br />

[ J + G[ SO'" ( 02<br />

J + ') Fe"<br />

)<br />

MuO" IO<br />

IP)' - [ ]{ \ J<br />

= 5e~22'XJ ooJ + S~:"j 02 + 2DiL~:'} O' J + Gll'O.<br />

A fin de conocer e] modo de cjecutar cl ensayo, preciso cs comenzar<br />

por exponcr ]a manera de preparar elreactiro y deducir su<br />

cncrgia, esto es, el volumen de sal necesario para que l;ase un gramo<br />

de hierro del minimo al máximo de oxidación ó cIoruracÍón.Los<br />

cristales de permanganato potásico, que se expenden en cl comercio,<br />

son ápropósito para estos experimentos, bastando disolverlos<br />

en agua hirviendo. Con ohjeto de hallar el guarismo que se busca, se<br />

pesa exactamente un gramo de alambre de hierro muy fino y sin el<br />

menor vestigio de oxidación; se introduce en un matraz de un litro<br />

de capacidad; se aiiaden 23cm' de ácido clorhídrico, y se hace hervir<br />

la mezcla hasta que el hierro se disuelva por completo, diluyendo en<br />

seg'uida ]a disolución en medio litro próximamente de agua muy acidu]ada<br />

con ácido sulfÚrico. Se coloca el liquido en una vasija de saturación<br />

y se vierte sohre él poco á poco, y por medio de una proheta<br />

graduada, la disolución de permanganato, hasta que la adición de<br />

una sola gota comunique á toda la mezcla el color rojo, lu'opio de<br />

aquella sal. Sea N el nÚmero de divisiones de la proheta, que mide<br />

cl volumen de reactivo necesario para conseguir ese resultado; es<br />

evidente que las N divisiones corresponderán á un gramo de hie-<br />

rro, y por tanto, cada división representará gramos de hierro<br />

i~<br />

ó<br />

160 :lO<br />

1 ] . 1 . .<br />

d f S . (e an Jl( 1'1o érl'lco. 1 e1 11Íerro<br />

empleado no fuese<br />

n 2N= 7N<br />

muy puro, seria necesario determinar la proporción de materias extraÜas<br />

y tenerIa en cuenta en el cálculo precedente. .Para evitar esta<br />

6íl<br />

dificultad, se suele deducir la composición de] permanganato por medio<br />

del ácido oxá]ico ó de] suIfato amónico-ferroso; pero la pmificación<br />

de estas substancias es tan difjci] como la an¡'¡lisis del hierro y<br />

el método descrito es preferi]¡]e, por ser más directo.<br />

Una vcz verificado este experimento preliminar, nada mas fácil quc<br />

determinar la cantidad de hierro contenida en un cuerpo dado.<br />

Lo primero (Iue hay que ]¡acer es transformar e] óxido férrico en<br />

ferroso, si 'e] metal se hallare en aquel estado, en la disolución de<br />

ácido clorhídrico. Se verifica rápidamente la reducción, empleando el<br />

zinc metálico: hasta que hierva el líquido y aiiadir poco Úpoco hoj uelas<br />

de zinc puro, y sobre todo exento de hierro; se desprende así un<br />

poco de hidrógeno, y tamhién óxido nitroso, cuando la disolución encierra<br />

ácido nítrico. Se conoce que ha terminado la reacción, esto es,<br />

(Iue el hierro ha pasado al mínimo de oxidación, en que el líquido<br />

pierde su color amarillento y se hace incoloro.<br />

L]evada á cabo la transformación, se vierte con la probeta sobre<br />

el líquido, la disolución de permanganato. El color rojo de este cuerpo<br />

desaparece por la agitación, mientras la solución contiene aÚn sales<br />

ferrosas; pero cuando todas ellas se han transformado en férricas, una<br />

sola gota que se aiiada de permanganato hasta para comunicar a] líquido<br />

un tinte rojizo persistente. En el momento que esto sucede, ha<br />

concluido la operación: claro es que si n es el nÚmero de divisiones de<br />

]a proheta, que mide el volumen gastado de reactivo, la cantidad de<br />

hierro contenida en el producto ensayado será ; gramos.<br />

El mismo método puede aplicarse á deducir las proporciones relati-<br />

va~ de óxidos ferro so y férrico ?n una substaneia, investigación que<br />

es mteresante en algunos casos. A este efecto, se disuelve una cantidad<br />

adecuada de ]a materia que se va á analizar en ácido clorhidrico, y<br />

se dilu~Tela disolución en un litro, poco más ó menos, de agua acÍdulada<br />

con ácido sulfÚrico. Se divide el liquido en dos partes exactamente<br />

iguales: se vierte en una de ellas el permanganato a]calino y<br />

se ve el nÚmero n' de divisiones de la proheta, necesario para conseguir<br />

]a coloración permanente; e,sclaro que ]a cantidad de hierro encerrado<br />

en la parte de disolución en que se ha operado, en estado de<br />

, . . n'<br />

oXIdo ferroso, será Igual á ~T-.S . e lJace lJerYir con zinc la segunda<br />

1r ,


Gi2<br />

parte del líquido, acidulado, si necesario fuere, con ácido clorhídrico,<br />

procediendo delmislllo modo que se ha dicho antes. Se deja enfriar y<br />

se obsena el número n de divisiones de la probeta, que da el volumen<br />

o'astado de reactivo hasta Producir en esto segundo . v<br />

o<br />

experimento el<br />

'<br />

color J'ojizo. La cantidad total de hierro contenido en cada una de las<br />

partes de la disolución, será<br />

:~<br />

gramos, y por tanto, el peso del hie-<br />

rro existente en estado de óxido ferrico, se determinará por la expre-<br />

., n-n'<br />

SlOn -¡¡-o<br />

Dosificación de los demás elemelltos.-Lo dicho en los<br />

párrafos anteriores se re110re simplemente á la separaciÓn del hierro<br />

y la alÚmina, que se hahían obtenido en el flltro. La cal y la magnesia,<br />

Únicas substancias que restan por dosi11car, están disueltas en<br />

el líquido proveniente de la flltración, y se pueden hallar las proporciones<br />

en que entran, siguiendo el método expuesto al tratar de la<br />

análisis de calizas. .<br />

Las cales y cementos ahsorben rápidamente el agua y el anhidrido<br />

carbónico de la atmósfera. Por la calcinación hasta el rojo<br />

intenso, se determinará la suma de estas dos materias, y la dosis de<br />

gas carbónico se calcula por uno de los procedimientos reseiiados<br />

ya con detalle. Este Último ensayo es indispensal)le para apreciar el<br />

agua encerrada en una cal, porque no es posible, como en las calizas,<br />

deducir uel peso de la cal y la magnesia el del anhidrido carbónico,<br />

pues eJ cuerpo que se ensaya no es un carbonato de proporciones definidas.<br />

ENSAYOS DE AHCILLAS, LADHILLOS, PUZOLANAS, ETC.<br />

Generalidades.-La análisis de los silicatos insoluhles en ácido<br />

clorhídrico, exige una operación preliminar que los haga atacables<br />

por ese reactivo, y permita reducir la determinaciün de sus elementos<br />

á las condiciones ordinarias de los ensayos por vía hÚmeda.<br />

Dicha operación consiste casi sicmpre en fundir la substancia con una<br />

base cnérgica, que pueda formar con la sílice una combinación facilmente<br />

descomponihIe por los ácidos.<br />

673<br />

Se tratará ante todo de la análisis de los compuestos silicatados,<br />

que no contengan sosa ni potasa, indicando en seguida las modificaciones<br />

que dehe introducir la presencia de los álcalis, en la marcha<br />

general de los ensayos.<br />

Los compuestos que es necesario calcinar al rojo, en contacto de<br />

los fundentes, se tienen que redueir previamente á polvo, tanto más<br />

fino, cuanto más difíciles sean de desagregar. Si se ensayan ladrillos,<br />

puzolanas Úotras substancias que encierren, en estado de mezcla más<br />

ó menos íntima, carbonato cálcico Ú óxido de hierro, se principia por<br />

hacerlas hervir, durante algÚn tiempo, con ácido clorhídrico muy poco<br />

enel'gieo, que disuelve todas las materias extraiias. Se filtra y se lava<br />

con cuidado la parte no atacada, y el líquido filtrado se analiza por<br />

los procedimientos ordinarios, que se han seÜalado al tratar de las<br />

calizas. En cuanto al residuo insoluble, esto es, al silicato, se seca por<br />

completo, se pesa con exactitud y se le somete á las operaciones que se<br />

van á enumerar.<br />

Tratamiento por los carbonatos alcalinos.-El peso de<br />

silicato en que se opera suele ser de 2 gramos, como en la mayor<br />

parte de los ensayos que se han eonsiderado. El referido peso se mezcla<br />

íntimamente, en un crisol de platino, con otro cuatro ó seis veces<br />

mayor de un fundente, compuesto de cuatro pa(tes de carbonato de<br />

sodio y cinco de carbonato de potasio, cuyas sales deben estar perfectamente<br />

secas. No es indispensable, sin embargo, emplear el fundente<br />

expresado; pudiera servir para el objeto una cualquiera de las<br />

dos sales alcalinas, pero se pre11ere de ordinario la mezcla, porque<br />

presenta mayor fusihilidad que uno solo de los carbonatos.<br />

El crisol de platino con las substancias indicadas, y cuhierto COIlsu<br />

tapa, se calienta fuertemente, por espacio de un cuarto de hora ó media<br />

hora, en una lámpara de )Jeville, en un mechero de gas, ó en un<br />

hornillo provisto en su parte superior de un cono de palastro que active<br />

el tiro; en este Último caso, conviene introducir el crisol de platino<br />

en otro de barro, que á su vez dehe estar tapado, cuidando de<br />

rellenar perfectamente los espacios vacíos con una suhstancia inerte.<br />

Cuando el crisol haya sufrido la acción del calor el tiempo que se ha<br />

dicho, se deja enfriar hasta que su temperatura sea la del rojo obscuro,<br />

en cuyo momento se sumerge en agua su parte inferior; el enfriamiento<br />

JJrusco así producido hasta, en general, para IIue. se se-<br />

43


6 _,<br />

H 675<br />

pare del crisol la materia más ó menos vitrincada que se ha formado.<br />

Si se verifica este fenomeno, se traslada la masa á una cápsula de<br />

porcelana: en caso contrario, se coloca en esta el crisol con todo su<br />

contenido; se humedece la materia con agua, y después de algunos<br />

instantes, se aÜade con precaución cierta cantidad de ácido clorhídrico.<br />

Se manifiesta desde lueg.o una eferrescencia muy viva y la disolución<br />

se va operando poco á poco: cuando la adicion de una nueva<br />

porción de ácido clorhídrico no produce ya efecLo, se lava con esmero<br />

el crisol, aÜadiendo el agua de las lociones á la substancia encerrada<br />

en la cápsula, la cual debe estar tapada mientras dUl'ela efervescencia,<br />

para evitar las proyecciones.<br />

Cuando la desagregación por los carbonatos ha sido completa, toda<br />

la masa se disuelve en el ácido clorhídrico, bien á la temperatura ordinaria,<br />

hien calentándola algo. Puede suceder, no oJJstante, que<br />

alguna parte de la sílice quede soJJrenadando en el líquido, en estado<br />

gelatinoso, á pesar de haber sido descompuesta toda la materia, pero<br />

en tal caso no quedarán nunca en el fondo de la cápsula granos duros<br />

y arenosos. Si se manifiesta esta Última circunstancia, el ataque<br />

no ha sido completo, ya porque la calcinacion no se haya prolongado<br />

bastante tiempo, ya porque el cuerpo no esté bien pulverizado. Entonces<br />

es preciso empezar de nuevo todo el experimento, ó separar las<br />

partes no desagregadas, pulverizarlas y calcinarlas segunda YeZcon<br />

carlJonatos alcalinos.<br />

La disolución en ácido clorhídrico, se evapora hasta la sequedad<br />

una ó dos veces; se trata cada uno de los residuos de la evaporaci')r¡<br />

con agua acidulada, y se filtra; todo lo cual tiene por objeto agregar<br />

y hacer insoluble la sílice. Se prosigue después la análisis, ateniéndose<br />

en un todo á las prescripciones establecidas en el artículo referente<br />

al ensayo de cales y cementos.<br />

El agua que puede contener el cuerpo dado, se dosifica por la calcinación<br />

al rojo vivo de cierta cantidad de la substancia.<br />

Si la análisis se ha hecho con bastante esmero, y se encuentra, sin<br />

embargo, una diferencia apreciable entre el peso de Ja materia ensayada<br />

y la suma de los elementos determinados, es muy probable que<br />

el silicato propuesto encierre álcalis fijos. Entonces pueden deducirse<br />

las dosis en que entran por uno de los métodos que se exponen á continuación.<br />

Tratamiento por el carbonato de bario.-])os<br />

o<br />

°Tamos<br />

de la suJJstancia reducida á poh.o impalpable, y después de tratada<br />

por el ácido clorhídrico, como se ha dicho antes, se mezclan lo<br />

más íntimamente posiJJle con 3 ó lOgramos de carbonato hárico<br />

puro. La mezcla se intrO'luce en un crisol de platino, tapado, el cual<br />

se coloca á su vez en otro de harro, enlodando hien su unión con la<br />

tapa, por medio de un betÚn á propósito. En este estado se calienta<br />

todo hasta el JJlanco, por espacio de una hora Úhora y media, en una<br />

lámpara de neville, ó en IUl JJUen 1101'110 IIue tenga suficiente tiro.<br />

Enfriado el crisol de platino, se se l Jara de él la materia ao'¡utinada<br />

t)<br />

que contiene, se la mezcla con ocho o diez veces su peso de agua y<br />

se aÜade poco á poco ácido clorhídrico ó nítrico, teniendo cuidado de<br />

aguardar, antes de verter más ácido, á que haya terminado la aceión<br />

del precedente: sin esta precaución, el cloruro de hario, que es muy<br />

poco soluble en el ácido clorhídrico, se precipitaría oponiéndose á la<br />

disolucion de la materia. Se reconocerá, por otra parte, si la desag¡'egacion<br />

por el carbonato de bario ha sido completa, como se explicó<br />

para el caso de emplear fundentes alcalinos.<br />

El carbonato hárico necesario para la análisis, se prepara vertiendo<br />

en una disolucion de cloruro o nitrato puro de bario, un exceso<br />

de carbonato amónico y lavando con cuidado el precipitado con agua<br />

caliente. El carbonato de sodio ó el de potasio producirían la misma<br />

reacción química que el de amonio, pero no deJJen usarse, porque<br />

dan lugar á sales muy difíciles de separar por la locion, y que introducirían<br />

graves errores en los resultados del ensayo.<br />

La disolucion de Ja materia en ácido clorhídrico se evapora hasta<br />

la sequedad, con las precauciones ordinarias, y el producto de la evaporación<br />

se trata con agua acidulada, que disuelve todos los cloruros<br />

sin atacar á la sílice, la cual se separa por medio del filtro.<br />

El líquido filtrado puede analizarse de dos maneras distintas:<br />

1. a Cuandosólose quieren dosificarlos álcalis fijosy no es necesaria<br />

una exaetitud absoluta, se ai'lade al líquido un exceso de carbonato<br />

amónico, se filtra para separar el precipitado, se lava éste y se<br />

evapora hasta la sequedad el líquido obtenido. El resultado de la operación<br />

se calcina al rojo y se pesa, tratándolo en seguida con agua,<br />

que no disuelve más que los cloruros alcalinos, cIuedando como residuo<br />

la magnesia en estado de óxido; hallando el peso de esta Última


676<br />

Y restándolo del que se encontró antes, se conocerÚ el de los dos eloruros<br />

de potasio y sodio. Se aÜade al líquido nilrato de plata en exceso,<br />

que, descompone los clorl1ros a1ca1inos, precipitándose el cloruro<br />

de plata. Se recoge el precipitado, se lava, se seca y se pesa,<br />

determinando de esta manera la cantidad de cloro contenida en la<br />

mezcla de las dos sales, y por consiguiente, la suma de los pesos de<br />

l)Qtasio y de sodio que estahan combinados con aquel metaloide. Puede<br />

deducirse, partiendo de los números ohtenidos, las dosis respectivas<br />

de l)otasa y sosa, siguiendo el procedimiento que se dará á conocer<br />

al tratar de las análisis indirectas.<br />

No estará de más observar que si los metales a1calinos se hallasen<br />

disueltos en ácido sulfÚrico, en vez del clOrllidrico, se efectuaría su<br />

dosificación, deduciendo primero el peso de los dos su1fatos reunidos,<br />

y luego el del ácido sulfúrico, para 10 cnal pudiera emplearse<br />

como reactivo una sal soluble de bario, que precipitaría el su1fato<br />

hárico, cuyo peso serviría para determinar el del ácido.<br />

2: El liquido resultante después de verificada la desagTegación<br />

y separada la sílice, puede analizarse por completo, siguiendo otra<br />

marcha. Se vierte en la disolución, snficientemente diluída en agua,<br />

ácido sulfÚrico que precipita la barita. Se filtra para separar el precipitado<br />

y se lava con bastante agua, á fin de disolYer el su1fato cálcico<br />

(f), si la substancia dada encerrase cal. Se separa de este liquido<br />

la alúmina y el hierro con el amoniaco ó con el sulfuro amónico,<br />

y la cal con el oxalato de amonio ó con el ácido oxálico; se evapora<br />

hasta la sequedad y se calcina al rojo el residuo, con objeto de desalojar<br />

las sales amoniacales, volviéndole á tratar en seguida COIlagua.<br />

Si el liquido contiene magnesia, se puede dosificar esta base precipitándola<br />

de una parte de la disolución, por medio del amoniaco y el<br />

fosfato sódico. Los diferentes compuestos enumerados, se recogen y<br />

se pesan, como se ha dicho al tratar del ensayo de cales y cementos.<br />

En la Última disolución obtenida, sólo quedan la potasa y la sosa, que<br />

se dosifican como se ha expresado en el caso anterior, ó hienel11pleando<br />

el cloruro platínico, PtCli, cuyos efectos son conocidos, y<br />

que tiene la ventaja de conducir directamente<br />

peso de cada uno de los dos á1calis.<br />

á la determinación del<br />

(1)100 partes de agua pueden disolver de 0,20 á 0,25 de sulfato cálcico.<br />

677<br />

. ~s cO~1Venientesiempre que se tenga que efectuar el ensayo de un<br />

slhc~to mata cable por los ácidos, nevado á caho por los dos métodos<br />

explicados, es decir, usando como fundentes los carbonatos alcalinos<br />

y el de bario. Si las operaciones se hacen con esmero, amhos del)en<br />

dar resnl! ados próximamente iguales.<br />

Tratamiento por el ácido fiuorhídrico.-La acción del<br />

ácido fIuorhídrico sobre la sílice, se utiliza á menudo para analizar<br />

por completo un silicato. Entre los diversos procedimientos ideados<br />

COIl este fin, se explicará el de Laurent, que se distingue por su sen-<br />

cillez y exactitud.<br />

El aparato empleado es el que representa la figura 510; A es 'la va-<br />

..<br />

sIJa de plomo en que se produce el ácido fluorhídrico' ({<br />

el tubo de desprendimiento,<br />

qu~ debe ser de platino; B, un crisol' ta~11)iénde platino,<br />

en el que se mtroducen 2 gramos de la suhstancia que se va á<br />

ensayar, desleídos en 10 á 15 de agua; C, una lámina del mismo metal,<br />

con dos agujeros, qne dan paso respectivamente al tubo de despr~ndimiento<br />

y á una espátula b, asimismo de platino, que sirve de<br />

ag.ltador. El tuho de desprendimiento entra, según se ha dicho, en el<br />

crIsol, pero debe cuidarse de que no llegue á estar en contacto con el<br />

agua. I~a marcha del ensayo es por demás sencilla: colocando algunos,<br />

carbones encendidos dehajo de la vasija de plomo, pronto empieza<br />

a desprenderse por el tuho ({<br />

el ácido fIuorhídrico, que se disuelve<br />

en el agua del crisol; al calJOde algunos minutos ejerce su acción<br />

sobre el silicato, desalojando al silicio en estado de fIuoruro. En ton-<br />

c~s es preciso agitar constantemente la materia, por medio de la espatula,<br />

y pr.oceder con la mayor lentitud para evitar las pérdidas<br />

por proyeccIOnes. El ataque 1m de durar cerca de una hora: cuando<br />

l~rJ11ina, e~ silic~,to habrá desaparecido, no existiendo en el crisol,<br />

Sll10l~na (lIsoluCIOnde color más ó menos oJ)scuro, óunarnateria<br />

par~clda al engrudo. Inmediatamente se retira el crisol. y se vierte<br />

en el ~'ota á gota, ácido sulfúrico puro, diluído en un volumen de<br />

agua l~ua~ al suyo: el ácido deJ)e estar en suficiente exceso, para<br />

convertir a todos los fIuoruros en sulfatos. Se 'evapora 11astala sequeda~,<br />

,empleando el lJall0 de María, mientras se desprenda ácido<br />

fIuorlndrlc?, . y despl~é~Ml1ego descuhierto, hasta que desaparezca el<br />

exceso de aCldosuIflIrlco: cuando el residuo se hava enfriado se des-<br />

He en ácido clorhídrico concentrado, se deja rep¿sar una h~l:a y ~e


G'i8 '<br />

añade agua, calentando con precaución. Si el ataque por el ácido<br />

fIuorhídrico ha sido completo, la disolución en ácido clorhídrico sera<br />

perfecta: en caso contrario, llay que decantar el líquido y someter de<br />

nuevo el residuo á las acciones sucesivas de los ácidos fluorhídrico,<br />

sulfÚrico y clorhídrico.<br />

1!;nla disolución á que se 11ega, estarán contenidos la cal, la alÚmina,<br />

el óxido de hierro, la magnesia, la potasa y la sosa, si el silicato<br />

propuesto encerrase todos estos cuerpos, los cuales se dosifican<br />

por los métodos conocidos. También puede determinarse el anhidrido<br />

carhónico y el agua, caso que entren en la substancia cIue se ensaya,<br />

por los procedimientos explicados. En cuanto á la sílice, se dosifica<br />

por diferencia, ó fundiendo una porción especial de la materia con car-<br />

}wnatos alcalinos.<br />

El tratamiento por el ácido fluorhídrico tiene el inconveniente de<br />

las muchas y minuciosas Precauciones ( I ue 11eva consiero<br />

t1 .<br />

ENSAYOS nApIDOS DE PUZOLANAS.<br />

La análisis química de una puzolana, verificada por los métodos<br />

precede~ltes, no suministra datos positivos sobre su energía, ó 10que<br />

es 10 nlIsmo, sobre su potencia hidráulica, que es, IJar 10general, lo<br />

que más interesa conocer al Ingeniero.<br />

Se verá ahora cIue,IJar medio de ensayos expeditos, puede valuarse<br />

por comparación, la hidraulicidad de una puzolana, siempre que por<br />

cualquiera circunstancia no sea posible recurrir á experimentos directos.<br />

Ensayo por medio de una disolución depotasa.-Basta,<br />

de ordinario, para determina!' la energía de una puzolana, l'educirla<br />

á polvo y lJacer hervir unos 5 g!'amos de la substancia en una disol~lción<br />

de potasa. Se filtra, se lava cuidadosamente el residuo, se cal-<br />

CIl1~y se pesa de nuevo. La pérdida, deducida que sea el agua COl1temda<br />

en la puzolana (la cual se calcula por la calcinación directa de<br />

otra parte del si1ieato), hace conocer la proporción de elementos solubles<br />

en l~ potas~. Operando siempre de la lÍlisma manera, empleando<br />

el react.Jvo en Jgual grado de concentración y efectuando los ensayos<br />

en CIl'cullstallcias casi iguales de tiempo y temperatura, puede.<br />

admitirse,<br />

679<br />

hasta cierto punto, que las diversas puzolanas se descomponen<br />

por la cal, y le ceden Sll sílice y alÚmina, con una facilidad<br />

comparable á la con que esos dos cuerpos se combinan con la potasa,<br />

en la disolución a1calina. En cuanto á las cantidades de sílice y<br />

alÚmina disueltas en la potasa, se dositlcan neutralizando con un ácido<br />

el líquido filtrado, evaporando hasta la sequedad para agregar la<br />

sílice, y volviendo á tratar el residuo con agua acidulada, que disuelve<br />

la alÚmina, la cual se precipita<br />

amónico.<br />

por el amoniaco ó el carhonato<br />

Ensayo volumétrico.-El ensayo anterior exige bastantes pesadas,<br />

filtraciones y lociones. Se expondrá otro método dehido á Mangon,<br />

que abrevia extraordinariamente las operaciones, y que 10 propone<br />

aquel distinguido Ingeniero con las mayores reservas, porque no<br />

ha sido sometido á experimentos bastante numerosos.<br />

Se ha observado hace mucho tiempo que las puzolanas precipitan<br />

la cal disuelta en el agua, y que la cantidad de agua de cal así descompuesta,<br />

parece proporcional á la energía hidráulica de la materia.<br />

La poca solubilidad de la cal en el agua pura, y la rapidez con<br />

que la disolución se altera en contacto del aire, hacen dificil poner en<br />

práctica un método de ensayo, basado en la propiedad que se acaba<br />

de recordar. Sin embargo, el sacarato cálcico, tan fácil de preparar<br />

y (Iue se conserva y maneja sin inconveniente alguno, se descompone<br />

por las puzolanas del mismo modo que el agua de cal, y proporciona<br />

lUlmedio expedito para ensayar estos materiales.<br />

Se empieza por pulverizar las puzolauas que van á compararse. El<br />

polvo correspondiente á cada ejemplar, se tamiza á través de un cedazo<br />

de seda fina ó de una tela metálica de mallas muy pequeiias; y<br />

las partículas obtenidas por este cernido, se tamizan de nuevo por un<br />

cedazo más fino que el primero, que puede ser una gasa. Sólo se emplean<br />

las partículas que quedan en el segundo tamiz, consiguiendo<br />

de esta manera que todos los ejemplares tengan próximamente<br />

el mismo errado de tenuidad, Puesto que las pequeñas partículas así<br />

ij<br />

ohtenidas, son bastante finas para pasar por el primer cedazo y has-<br />

tante erruesas para que las retenga el segundo.<br />

b . 1 .<br />

Se pesan 50 ó f 00 gramos de la suhstancia pulverIzar a, segun se<br />

ha dicho, y se introducen en un frasco ó en un matraz de fondo plano,<br />

con medio litro ó un litro de sacar ato cálcico, preparado como se


ú80<br />

explico al tratar del ensayo volulll(~trico de calizas. Se tapa la vasija<br />

con un corcho y se abandona la mezcla á sí misma, á la temperatura<br />

ordinaria, por espacio de veinticuatro o treinta horas, agitándola<br />

vivamente siete Ú ocho veces, durante ese intervalo, con objeto de<br />

renovar las superficies en contacto. Se deja reposar el liquido, del cual<br />

se sacan después con una pipeta graduada 50cmo,que se colocan en una<br />

vasija de satlll'acion con un poco de tintura azul de tornasol. Se llena<br />

entonces la probeta de ácido sulfÚrico o clorhidrico, bastante diluido<br />

en agua, para que 50cm;¡ del sacarato empleado exijan para su saturación,<br />

antes de estar en contacto con la puzolana, 480 á 500 divisiones<br />

de la probeta. Sea N cl nÚmero de divisiones necesarias para conseguir<br />

este resultado, guarismo que se determina de una vez para<br />

todas, como en los ensayos de calizas. Si se supone ahora que el<br />

nÚmero de divisiones de la proheta, indispensable para enrojecer la<br />

tintura azul mezclada con el sacarato sohre que Ha ejercido su acción<br />

la puzolana, esté representado por n, la proporción relativa de<br />

, N-n<br />

sacarato descompuesto por la puzol ana sena ---¡v-; de suerte que<br />

si se admite que la energía de las puzolanas sea propol'cional á esta<br />

cantidad, los valores de los diferentes ejemplares ensayados por el<br />

método precedente, estarán entre sí como los nÚmeros N - n, N - n',<br />

N - n", etc., teniendo la letras n', n", etc., significación análoga á<br />

la de n.<br />

Los dos procedimientos indicados en este al'tículo, suponen que se<br />

compare una puzolana con otra tomada como tipo, cuyas propiedades<br />

sean hien conocidas; se fundan, por otra parte, en leyes de<br />

proporcionalidad, que no están comprohadas por tal nÚmero de experimentos,<br />

qne puedan admitirse sin restricción: no obstante, la facilidad<br />

de e,jecucion del ultimo ensayo, le hace utilísimo desde luego<br />

en muchas circunstancias. Por lo demás, se concibe que seria necesario<br />

poder comparar entre sí gran copia de puzolanas distintas,<br />

para dar a este método toda la generalidad de que pudiera ser susceptible.<br />

¡¡SI<br />

ENSAYOS DE TIEBRAS VEGETALES.<br />

Generalidades.-La analisis completa de las tierras vegetales,<br />

es una operación en extremo delicada; pero hastará indicar algunos<br />

ensayos muy sencillos, que es posible tengan que efectuar en ciertas<br />

circunstancias, los Ingenieros encargados de senicios hidrológicos.<br />

Los ejemplares de tierra que se quiera someter a la anúlisis,<br />

deben escogerse cuidadosamente en toda la profundidad de la capa<br />

que se vaya á examinar, y en varios puntos del mismo campo, para<br />

que la mezcla de las diferentes porciones de tierra represente, en lo<br />

posible, la composición media del terreno. Cada e,jemplar ha de pesar,<br />

por lo menos, i ó '2 kilogramos, y conservarse en un frasco de<br />

hoca ancha.<br />

Antes de verificar los ensayos, conviene secar la tierra á una temperatura<br />

conocida, de i OO'por ejemplo, con ohjeto de quitarle toda<br />

el agua higrométrica; así como separar con la mano los cantos ó<br />

guijarros, cuyo tamaÜo exceda del de una avellana. '<br />

Separación mecánica de elementos.-La separacit'1l1mecanica,<br />

por medio de la levigación, de los diversos elementos de una<br />

tierra, da frecnentemente ideas muy exactas de su constitución física;<br />

y como, por otra parte, la operación es sencilla, dehe siempre<br />

preceder a los ensayos químicos. Para efectuarla con orden, puede<br />

seguirse el método siguiente:<br />

1.. Se hacen hervir 200 gramos de tierra en una cápsula, con<br />

un litro de agua destilada, por espacio de una hora; en seguida se<br />

echa la masa sobre una criba de hojalata ó cohre, cuyos agujeros<br />

tengan próximamente 5 diezlllilimetros de diámetro, la cual se coloca<br />

encima de una vasija para precipitados, de dos litros, por lo menos,<br />

de capacidad. Agitando la tierra con una cuchara, el agua se escapa<br />

y arrastra consigo, á través de la criba, la arena fina y las demás<br />

partículas tenues. Se coge eon la cuchara parte del agua que se<br />

ha escapado, y se mezcla de nuevo con la tierra, agitando sin cesar,<br />

para que el arrastre de las materias tenues sea completo. Finalmente,<br />

se añade poco a poco á la masa agua destilada, continuando<br />

la agitacVm, hasta que el liquido salga claro.


2:<br />

682<br />

La mezcla que queda en la criba se compone de grava mas ó<br />

menos gruesa, arena de mediano diÚmetro y restos orgánicos no descompuestos.<br />

Se vierte todo en una vasija para precipitados y se<br />

remueve con agua. Los restos orgánicos sobrenadan y se pueden recoger<br />

con una cucharita ó un cazo. La arena y la grava se depositan en<br />

el fondo, de donde se sacan para colocarIas en una segunda criba, cuyos<br />

agujeros tengan 5 milímetros de diámetro. Se repite entonces la<br />

primera operaciÓn, consiguiendo asi separar la grava y la arena;<br />

ésta sale mezclada con el agua, y aquella queda en el tamiz.<br />

Aislados los restos orgánicos no descompuestos, la arena de mediano<br />

grueso y la grava, se secan y se pesan por separado.<br />

5. o<br />

I...asmaterias que pasaron por la primera criba se cOJl1ponen<br />

de arena fina y tierra propiamente dicha. Se agita el lícfuido mezclado<br />

con esas substancias, se hace reposar un instante y se decanta.<br />

La arena fina queda en el fondo de la vasija y la tierra es arrastrada:<br />

se deja reposar el líquido decantado y se vuelve á verter agua clara<br />

sobre las materias que qlledaron en la primera vasija; se agita de<br />

nuevo y se decanta, después de un instante de reposo. Repitiendo<br />

tres ó cuatro veces las operaciones precedentes, la separación de la<br />

arena y la tierra es casi completa. Termina el ensayo haciendo una Última<br />

decantación con agua limpia.<br />

Una vez separada la arena fina, se seca y se pesa.<br />

4: La tierra tenue arrastrada por el agua (5.°) se recoge en un<br />

liltro, se lava con agua caliente, se seca y se pesa. El liquido filtrado,<br />

juntamente con el agua invertida en la loción, contiene todos los<br />

elementos solubles del terreno examinado. Se concentra fuertemente<br />

la disolución á fuego lento,<br />

() más bien en el vacío, y se pesa el residuo<br />

después de secado.<br />

Las cuatro operaciones resei'ladas permiten separar con bastante<br />

exactitud y valuar las proporciones de las substancias que componen<br />

la tierra, á saber: materias solubles en el agua, grava, arena media,<br />

arena fina, tierra tenue y restos orgi'micos no descompuestos. Estos<br />

ensayos tan sencillos y que no exigen ningÚn aparato delicado, pueden<br />

por sí solos proporcionar indicaciones muy Útiles, cuando se<br />

ejecutan para comparar una tierra de calidad conocida, con otra que<br />

se trate de mejorar, pues desde luego arrojan gran luz acerca de las<br />

ventajas probables que se lograrán, ai'ladiendo á la tierra que se exa-<br />

683<br />

mina arcilla, grava ó arena. Los resultados prácticos obtenidos en<br />

la agricultura con la aplicaciÓn de estos medios, han sido satisfactorios.<br />

Análisis de las substancias separadas.-El complemento<br />

natural de las operaciones descritas, es la análisis química de las diversas<br />

materias separadas por levigaciÓn. Los ensayos más importantes<br />

y fáciles de ejecutar son los siguientes:<br />

1.0 El residuo de la evaporaciÓn de las aguas de lociÓn de la<br />

tierra es bastante complejo; encierra casi siempre cuerpos orgánicos<br />

nitrogenados y gran nÚmero de sales minerales, cuya completa<br />

análisis es dificil. El Ingeniero puede limitarse ;', pesado en masa y<br />

á analizarlo cualitativamente, bastando, para la mayor parte de los<br />

casos, las indicaciones hechas al tratar de procedimientos generales.<br />

2: La grava, la arena mediana y la arena fina, son casi siempre<br />

silíceas y su análisis química no presenta, en general, utilidad práctica.<br />

Si fuere preciso verificada, se haría por los métodos explicados<br />

para analizar los silicatos insolubles en los ácidos. Se debe determinar,<br />

sin embargo, si esas tres clases de compuestos contienen carbonato<br />

de cal; á este efecto, se tratan con ácido clorhídrico diluído,<br />

que producirá una efervescencia., siempre que existan carbonatos.<br />

En este caso, se deja que termine la acción del ácido, se lava bien el<br />

residuo silíceo, se seca de nuevo y se pesa. La diferencia indica la<br />

proporción de materia caliza; pudiéndose ver, por los métodos onlinarios,<br />

si el líquido ácido no contiene más que cal ó una mezcla de<br />

esta base y mag-nesia.<br />

5: La tierra que quedó en el filtro contiene la mayor parte de<br />

las materias orgánicas, carbonato y fosfato cálcicos, arcilla y óxido<br />

de hierro. Se toma cierto peso de la mezcla previamente desecada,<br />

y se calcina al rojo en una cápsula, hasta que se queme toda la<br />

substancia orgánica y no queden vestigios negros de carlJón. Se pesa<br />

de nuevo y la pérdida da á conocer la suma de los pesos de materias<br />

orgánicas yagua combinada con la tierra. El residuo de la calcinación<br />

se introduce en una redoma de fondo plano y se calienta, por<br />

espacio de media hora, con ácido clorhídrico diluido. Filtrando en<br />

seguida, el filtro retiene las materias insolubles en el ácido (arcilla,<br />

sílice, etc.), las cuales se pesan, después de lavadas y secas. ,El líquido<br />

filtrado encierra fosfatos, cal, óxido de hierro, y algunas veces


68.\-<br />

sílice v alÚmina: se evapora la disolución hasta la sequedad, para hacer<br />

in~oluhle la sílice; se trata nuevamente el residuo con agua acidulada,<br />

y se recoge la sílice en un filtro, secándola y pesándola inmediatamente.<br />

El líquido filtrado se trata con un exceso de amoniaco,<br />

que precipita los fosfatos, el óxido de hierro y la alÚmina, si la disoluci6n<br />

contiene todos estos cuerpos: se recoge el precipitado<br />

filtro, se seca y se pesa.<br />

en un<br />

Si se quisiera hacer una análisis exacta, se recurriría a los procedimientos<br />

indicados en articulos anteriores. .<br />

Ellíqnido separado del Último precipitado, no contiene más qne<br />

cal y algunas veces magnesia, cuyas materias se dosifican, como se<br />

ha dicho , al tratar de la análisis de calizas. ..<br />

En los ensayos de tierras no se hace generalmente mas que<br />

d<br />

osificar<br />

el carhonato cálcico; el ácido sulfÚrico, que se encuentra en<br />

ellas casi siempre, en estado de suIfato de calcio, y las materias orgánicas.<br />

Estas operaciones son tanto m;is important:s, cuanto que e~<br />

ensayo que en muchos casos hay que hacer de una tIerra, se reduce a<br />

la determinaci6n de uno de aquellos elementos.<br />

Dosificación del carbonato cálcico.-Para dosificar el<br />

carhonato cálcico se pesa, después de seca, cierta cantidad de la tierra<br />

propuesta, se calcina para destruir las materias orgánicas, y se tra~a<br />

luefYocon o ácido clorhídrico diluído, hasta que cese la efervescencIa .<br />

producida. Se filtra y se lava la parte insoluhle, tratando con amomaco<br />

el liquido filtrado: se forma asi un nuevo precipitado, que se separa<br />

de la disolución, la cual se ataca después, con oxalato de amonio<br />

ó ácido oxálico, que, como es sabido, precipita la cal. Se recoge<br />

el oxalato cálcico producido, se lava, se seca y se procede como se ha<br />

dicho para determinar la proporci6n de cal, que da inmediatamente<br />

á conocer la de carhonato.<br />

Dosificación del ácido sulfúrico.-La dosificaci6n del ácido<br />

sulfÚrico ó del sulfatocálcico correspondiente, puede hacerse con<br />

hastante exactitud, operando en i 5 ó 20 gramos de tierra y desagregándola,<br />

por vía hÚmeda, con un carbonato alcalino, segÚn se expli-<br />

có al tratar de las calizas.<br />

Dosificación de las materias orgánicas.-La pérdida de<br />

peso experimentada por la calcinación en contacto del aire, de una<br />

tierra ya desecada, se toma frecnentemente como medida de la can-<br />

.<br />

68:)<br />

tidad de materias orgánicas que contiene; pero hay que tener el!<br />

cuenta que este ensayo determina, al mismo tiempo que el peso de<br />

las sulJstancias combustibles, el del agua combinada, y que, por eOIlsiguiente,<br />

no da idea exacta de la cantidad de materia orgánica.<br />

Algunas veces se caleula la proporción en qne estos cuerpos entral!<br />

en una tierra, mezclando una parte de la substancia que se va á ensayar<br />

con veinte de óxido plÚmbico, y calentando la mezcla en un crisol<br />

de barro. Después del enfriamiento., se encucntra por residuo una escoria<br />

vitrea y un bot6nde plomo, qne se pesa. El plomo se ha reducido<br />

por la combustión de las materias orgánicas, y resulta de los experimentos<br />

de Berthier, que se deduce el peso de aquellas, multiplicando<br />

por 0,075 el del botón metálico.<br />

Este ensayo se hace con rapidez, pero supone que las materias orgánicas<br />

contenidas en las tierras, tienen siempre la misma composici6n,<br />

hipótesis que está muy lejos de ser cierta. Sin embargo, este<br />

método combinado con procedimientos más perfectos, puede dar resultados<br />

comparativos de algÚn interés, y conviene conocerlo.<br />

La mayor parte de las materias orgánicas que encierran las tierras<br />

forman una suhstancia ohscura, soluhle en la potasa y designada<br />

con los nombres de rícido !zÚmico y !ulInina.En muchas ocasiones<br />

s6lo se quiere determinar la dosis en que entra este cuerpo: para ello<br />

se hace hervir cierto peso de tierra con una disolución de potasa; se<br />

liltl~ay se lava el residuo con la misma disolución alcalina caliente y<br />

diluída; el licluido se sobresatura de ácido clorhídrico, se recoge en<br />

un liltro el precipitado obscuro producido, se seca y se pesa, se calcina<br />

en seguida al rojo y se pesan las cenizas obtenidas. La diferencia<br />

entre las dos pesadas, determina la cantidad de materias orgánicas<br />

disueltas en la potasa.<br />

El experimento descrito da resultados bastante vagos, por la composici6n<br />

compleja de las substancias orgánicas solubles en los álcalis;<br />

por consiguiente, si se quiere proceder con completo rigor, es<br />

preciso atenerse á los métodos de análisis otgánica, que la índole especial<br />

de esta obra no permite exponer.


686 687<br />

contiene una disolución concentrada de potasa, destinada á retener el<br />

ENSAYOS DE HIERROS.<br />

Elementos que se considerarán.-Los hierros fundidos y<br />

los aeeros se eomponen eseneialmente de carbono y hierro, pero además<br />

eÍleierran eon freeuencia silicio, azufre y fósforo, aparte de otras<br />

substancias, de que se prescindirá en estos ensayos, tanto porque de<br />

ordinario entran en dosis insignificantes, cuanto porque no está bien<br />

definida la influeneia que ejereen en la calidad de los hierros.<br />

Dosificación del carbono.-La pulverización de la materia<br />

suele presentar alguna difieultad, sobre todo si se trata de hierros<br />

fundidos blaneos, pues los grises se pueden atacar con la lima, obteniendo<br />

por ese medio partíeulas bastante tenues. En aquellos se ejecuta<br />

la división, reduciéndolos primero á fragmentos de mediano tamaño<br />

en yunque ó mortero ordinario, triturándolos después en el<br />

de Abich, y pasando finalmente la materia obtenida, á través de tUl<br />

cedazo de seda, cuyos claros sean muy menudos. Es evidente clue las<br />

partículas que queden en el tamiz se habrán de triturar de nuevo,<br />

si se necesitasen para el ensayo.<br />

En extremo variados son los métodos que se conoeen para la dosificación<br />

del carbono, pero bastará dar á conocer los más usados.<br />

MÉTODODEHEGNAULT.-Semezclan 5 gramos de hierro fundido ó<br />

acero pulverizado con 100 ó i 20 de eromato plÚmhico; se separa<br />

la euarta parte de la substancia así formada, y se añaden á las tres<br />

euartas partes restantes 5 gramos de elorato potásico, verificando la<br />

mezela lo más íntimamente que sea posible. Se introduee esta en un<br />

tubo de combustión, ab(fig. 51 i), de vidrio poco fusible, de Om,50<br />

á Om,GOde longitud, abierto por uno de sus extremos, a, y terminado<br />

por el otro en una punta encorvada y cerrada; sobre esta parte de la<br />

substancia, que naturalmente oeupará la posterior del tubo, se echa<br />

la que se separó al prineipio, que no eontiene elorato potásico. El tubo<br />

se eoloca en un hornillo de palastro; al extremo a de aquel se adapta<br />

un tubo A, en fOl'made U, que eontiene eloruro de caleio ó piedra<br />

pómez empapada en ácido sulfÚrico conccntrado, COIlobjeto de absorber<br />

la humedad que desprendan los euerpos eneerrados en el tuho<br />

de eombustión; finalmente, se dispone un aparato de Liehig, B, que<br />

anhidriuo earhónico que se forma, como en seguida se vel:á.<br />

Se empieza por ealentar la parte, a, del tubo de combustión que no<br />

contiene clorato l)otásico, aproximanuo después lentamente los carl)ones<br />

á la ocupada por dicha sal y las demás sul)stancias. La combustión<br />

del hierro carburauo se verifica, tanto á expensas del oxígeno<br />

del cromato plÚmbico, como del que se desprende del clorato; su produeto<br />

es anhidrido carbónico, que se disuelve en el tubo de Liebig,<br />

constituyendo earJ)onato potásico. Se continÚa aÜadienuo carbones,<br />

hasta llegar al extremob del tubo ab: en esta operación, el exceso<br />

de oxígeno proveniente de la descomposición del rlorato, se desprende<br />

al mismo tiempo, á través del aparato, yendo á parar á la<br />

atmósfera. Con un poco de práctiea se pueue moderar bastante el<br />

desprenuimiento de dicho gas, evitando las pérdidas que de otra manera<br />

se experimentarían, á causa de las proyecciones de la disolución<br />

alcalina. Conviene colocar en el extremo b del tubo de combustión<br />

una pecIueÜa cantidad de una mezcla de cromato plúmbico y<br />

clorato potásico, á fin de que, al terminar la operación, se produzea<br />

una corriente de oxígeno puro, que desaloje los restos de anhidrido<br />

carhónico que contenga el tubo, obligándoles á pasar al aparato de<br />

Liebig. También debe procurarse disponer las materias en el tubo,<br />

de suerte que en el extremo el quede un espacio libre, pues de lo<br />

contrario sería de temer que el cromato, que se haee pastoso y se<br />

hincha algÚn tanto, obstruyese la capaeidau y determinara una explosión.<br />

De lo dicho se desprende que si se pesa el apal'ato B, antes y después<br />

de la operación, la diferencia entre ambas pesadas dará á conocer<br />

el anhidrido carbónico producido, de cuyo guarismo se deducil'á,<br />

eon la mayor faeilidad, el peso del earbono contenido en el hierro<br />

ensayado. Si éste encerrase azufre, en nada se alterarían los resultados<br />

del expel'imento, pues dicho metaloide quedaría en el tubo de<br />

combustión formando sulfato alcalino.<br />

Claro es que el mismo procedimiento puede apliearse, sin variaeión<br />

alguna, á la análisis de hierros dulces.<br />

El método expuesto ofrece el ineonveniente de que de la mezcla de<br />

el'omato plÚmbico yelorato potásico se desprende, además de oxígeno,<br />

una pequeiia eantidad de cloro, segÚn han observado lUarignae


688<br />

Y I\udernatsch. El doro es absorbido al mismo tiempo que el anhidrido<br />

carhónico por la disolución alcalin::t, de suerte, que el nÚmero<br />

hallado para peso del carhono es siempre algo erróneo por exceso.<br />

Para ohviar esta dificultad se han propuesto varios medios, entre los<br />

que conviene citar los dos siguientes: 1.°, emplear, en YeZdel eIorato<br />

potásico, bicromato del mismo metal, que se mezela con el cromato<br />

plÚmbico, en proporción de 1/10próximamente; 2. °, mezeIar tan sólo<br />

óxido cÚprico con el hierro pulverizado, y calcinar las substancias en<br />

un tuho de comhustión, haciendo pasar al propio tiempo, á travcs del<br />

aparato, una corriente de oxigeno. Este Último es, en concepto de<br />

Hose, el procedimiento más aceptal¡]e.<br />

MÉTODO DE BERZELIliS, E:\IPLEAXDO CO~'IOREACTIYO EL CLOIU.iUODE PLATA.<br />

-Se puede dosificar el carhono, fundiendo en una cápsula de porcelana<br />

50 ó 40 gramos de cloruro de plata, de manera que se forme<br />

ulla masa, que presente una superficie lisa, la cual se introduce en<br />

una vasija con agua' ligeramente acidulada con ácido clorhidrico,<br />

preservándola del contacto del aire, por medio de una placa de vidrio.<br />

Sobre el cloruro de plata, se coloca un trozo del hierro que se va á<br />

ensayar, cuyo peso, determinado con la mayor exactitud, debe sel'<br />

de unos 5 gramos. El cloruro de plata se descompone paulatinamente,<br />

formándose cloruro ferroso y quedando en lihertad el carhono; pero<br />

la reacción es muy lenta, y se necesita á veces, para que sea completa,<br />

el transcurso de muchas semanas. .<br />

La substancia esponjosa que se obtiene como residuo, no es carhono<br />

puro; contiene algÚn hierro, silieio, etc., mas se puede determinar<br />

con suficiente aproximación el peso del carhono. Á este efecto,<br />

se hace hervir la materia en ácido clorlridrico diluido, que disuelve<br />

los Últimos vestigios de hierro; se recoge el precipitado en un filtro<br />

previamente pesado; en ese estado se seca á una temperatura de 100<br />

á i 50°; se pesa, y después se le separa del filtro. El peso así ohtenido<br />

es el de una mezcla casi exclusiva de carhono y sílice, de suerte<br />

que si se verifica la comhustión de la materia, en contacto del aire,<br />

el carbono se desprenderá en estado de anhidrido carbónico y quedará<br />

como residuo la sílice. Determinando el peso de ésta y rústándolo<br />

del antes obtenido, se hallará la cantidad buscada de carbono.<br />

Este procedimiento es el más antiguo de cuantos se conocen para<br />

la dosificación del carhono en los hierros carburados; se usa con<br />

689<br />

ventaja en muchas ocasiones, pero es poco exacto, segÚn resulta de<br />

las observaciones hechas pOI' químicos distinguidos. Tiene además el<br />

inconveniente de que, como ya se ha dicho, e~ige mucho tiempo para<br />

(Iue el ataque por el cloruro de plata sea completo.<br />

MÉTODO DE BERZELIUS, EllPLEANDO C01IO REACTIYO EL CLORURO CÚPRICO.<br />

-En realidad, este método es una modificación del anterior. ElI1ie-<br />

1'1'0se ensaya pulverizado, y se reemplaza el cloruro de plata con<br />

cloruro cÚprico. Por lo demás, la marcha difiere poco "dela anterior.<br />

Este método se emplea con mucha fi'ecuencia.<br />

SEPARACIÓN DEL CARBONO MEZCLADO Y DEL Cü1IBINADo.-Se sahe que el<br />

carbono puede existir en los hierros en dos estados: 1. °, en el de carlJOnocombinado<br />

ó disuelto, como en los hierros fundidos blancos y en<br />

los aceros; y 2", en el de laminilIas grafíticas aisladas, que se encuentran<br />

en los hierros colados grises. Es de la mayor importancia distinguir<br />

estos dos estados del carbono, porque influyen de una manera<br />

esencial en la naturaleza de los metales: puede verificarse de un modo<br />

sencillo. En efecto, cuando se ataca el acero ó un hierro fundido blilllco,<br />

con ácido clorhídl'ico, el metal se disuelve, desprendiéndose hidrógeno,<br />

que exhala un olor fétido, á consecuencia de estar mezclado<br />

con proporciones notables de hidrógeno carbonado gaseoso y con vapores<br />

de otros carburos de hidrógenos liquidos, que no se han estudiado<br />

bien todavía. Todo el carbono del hierro desaparece formando<br />

parte de esos productos, y el residuo se compone solamente de la sílice<br />

producida por el silicio contenido en la materia.<br />

Si, al contrario, se ataca con ácido clorhídrico un hierro fundido<br />

gris, el gas que se desprende es tamhién fétido, puesto que el carbono<br />

que estaha en combinación con el hierro se convierte en carburos<br />

de hidrógeno liquidos ó gaseosos; pero el carbono grafitico queda intacto,<br />

en unión con la silice. Se recoge el residuo en un filtro y, después<br />

de haberlo lavado hien, se deja secar; se vierte en seguida sohre<br />

el filtro un poco de éter, que disuelve las materias aceitosas que l)lldieran<br />

quedar; se seca de nuevo el filtro, á una temperatura superior<br />

á 100°, Y se pesa el residuo, determinando de esta manera la<br />

cantidad de silice y grafito. Se calienta la substancia en una cápsula<br />

de platino, en contacto con el aire, ó mejor en una corriente de oxígeno;<br />

el grafito arde, produciendo anhidrido carbónico, y por consiguiente,<br />

el peso del residuo de la combustión dará á conocer el de<br />

44


690<br />

la sílice, y por tanto el del grafito. Si se resta del peso total del carbono;<br />

hallado por uno de los procedimientos que se han dado á conocer,<br />

el del grafito, se obtendrá el del carbono combinado.<br />

Dosificación del silicio.-Casi nunca deja de entrar el silicio<br />

en las diferentes especies de hierros, pero se puede admitir que<br />

sus proporciones son tanto menores, cuanto mayores las de carhono.<br />

La misma observación se aplica al azufre, al fósforo y á los demás<br />

cuerpos, que forman parte de aquellos materiales.<br />

El silicio se encuentra en el hierro, en estado de siliciuro de hierro,<br />

si hien se cree por algunos que en ciertas ocasiones se presenta en<br />

el de sulfuro de silicio.<br />

El procedimiento que generalmente se emplea para dosificar este<br />

cuerpo, consiste en disolver el hierro en ácido clorhídrico, con lo<br />

cual se consigue cambiar el silicio en sílice gelatinosa. Se evapora el<br />

líquido hasta la secluedad para hacer insoluble la sílice, se trata de<br />

nuevo con agua, y se recoge el residuo en un filtro. Se pesa la sílice,<br />

después de hal)erla calcinado á la temperatura del rojo obscuro, deduciendo<br />

así el peso del silicio.<br />

SegÚn Schafhaült, al disolverse el hierro fundido gris en ácido clorhídrico,<br />

no pasa todo el silicio al estado de sílice, sino que parte de<br />

ese cuerpo simple da lugar á un oxido de silicio, el cual puede convertirse<br />

en ácido silícico, vertiendo en la disolución amoniaco, que<br />

produce al propio tiempo un desprendimiento de hidrógeno.<br />

El método expuesto es suficientemente aproximado para ensayos<br />

que no exijan gran perfección; pero conviene advertir que, segÚn<br />

Hose, no hay seguridad de que sea exacto en absoluto, porque hasta<br />

ahora no se ha hecho ningÚn experimento encaminado á determinar<br />

si los carburos de hidrógeno, que se desprenden al disolverse<br />

el hierro en el ácido, arrastran alguna peclueña cantidad de hidrógeno<br />

siliciado.<br />

Sucede con frecuencia que los hierros encierran partículas interpuestas<br />

de escorias, de manera que el residuo contiene, no sólo la<br />

sílice proveniente del silicio, sino las escorias diseminadas y atacadas<br />

en mayor ó menor grado por el ácido clorllídrico. Las escorias<br />

de los hornos alimentados con carbón vegetal no son atacables, en<br />

general, por aquel reactivo; pero las de los homos en que se enciende<br />

cok se modifican más o menos. El residuo que se obtiene atacall-<br />

(j!)1<br />

do el hierro con ácido clorhídrico puede componerse, pues, de silice<br />

gelatinosa y de escorias; para separar estas substancias, nO hay más<br />

que sometedas á la acción de una disolución de potasa cáustica, que<br />

disuelve la primera y no altera á las demás. Se puede conocer, por<br />

consiguiente, con ])astante exactitud, la sílice proveniente del silicio<br />

del hierro.<br />

Dosificación del azufre.-Para dosificar el azufre se disuelve<br />

el metal en agua regia; el hierro se convierte en cloruro f¿rrico y<br />

el azufre en ácido sulfÚrico; se-diluye el liquido en agua y se lJrecipita<br />

el ácido sulfÚrico, en estado de sulfato bárico, por medio del cloruro<br />

correspondiente. El peso de aquella sal dará evidentemente á<br />

conocer el del azufre contenido en el hierro.<br />

El método anterior tiene el defecto de ser poco exacto, en atencirin<br />

á las pequeÜas dosis de azufre que encierran los cuerpos que<br />

se consideran. Para proceder con más escrupulosidad, es preciso disolver<br />

el hierro en ácido clorhídrico y volatilizar el azufre en estado<br />

de hidrógeno sulfurado. No hay necesidad de insistir en este asunto:<br />

sólo se dirá que la operación bosquejada exige mucho tiempo para<br />

llevada á cabo en la práctica, pues no baja su duración de diez á catorce<br />

días para los hierros fundidos, de ocho á diez para el acero y<br />

de tres á cuatro para el hierro dulce.<br />

Dosificación del fósforO.-Para dosificar el fósforo pueden<br />

seguirse varios métodos, entre los que sólo se dará á conocer uno,<br />

que consiste en precipitar el fósforo, en estado de suhfosfato rerrico.<br />

Se ataca la materia con agua regia, evaporando despues hasta la sequedad<br />

para desalojar el exceso de ácido, y tratando con agua el residuo.<br />

Sobre el líquido, que contendrá el fósforo en estado de acido<br />

fosfórico, se vierte un exceso de sulfhidrato potásico, y se dejan en<br />

contacto mutuo todas las substancias, por espacio de muchas horas,<br />

y á una temperatura próxima á i 00°. El hierro y algunos otros metales<br />

(Iue, como el manganeso, pueden entrar en la composición del<br />

cuerpo que se ensaya, se precipitan en estado de sulfuros, y pueden<br />

separarse por medio del filtro. En el liquido que se obtiene, y que<br />

encierra el ácido fosfórico, se descompone el sulfuro alcalino con llll<br />

ligero exceso de ácido clorhídrico, haciendo en seguida l]ervir la disolución<br />

para que se desprenda el hidrógeno sulfurado que se forma.<br />

Verificadas las operaciones anteriores, se pesa con la mayor exac-


692<br />

titud un deciO'ramo de alambre de hierro muy puro, se disuelve en<br />

t><br />

aO'ua reO'ia v se vierte en la disolución obtenida anteriormente, el<br />

t> t>"<br />

cloruro férrico procedente del ataque por el Último reactivo. Se añade<br />

al líquido unexceso de amoniaco,que determina la precipitación<br />

del hierro en estado de hidrato férrico, y la del acido fosfórico en el<br />

de subfosfato férrico. Se calcina, en contacto con el aire, todo el precipitado,<br />

se pesa el residuo, del guarismo hallado se restan 145 miliO'ramos<br />

(peso del anhidrido férrico producido por un decigramo de<br />

ll~etal puro), y la diferencia dará á eonocer la cantidad de acido fosfórico<br />

procedente del fósforo contenido en la substancia que se analiza.<br />

El fósforo puede dosificarse de muchas otras maneras; pero todas<br />

ellas presentan poco interés para el Ingeniero de Caminos.<br />

Dosificación del hierro.-EI hierro es el cuerpo que entra<br />

ineomparablemente en mayores proporciones en estos materiales; de<br />

suerte, que si del peso total de un trozo eualquiera, se resta la suma<br />

de las cantidades correspondientes de carbono, silicio, azufre y fósforo,<br />

que ya se ha visto cómo se determinan, se obtendrá con bastanteaproximación<br />

la dosis de hierro, por más que se haya hecI~o<br />

caso omiso de varias sldJstancias, que pueden entrar en la composIción<br />

de la materia. En efecto, todas ellas tienen poquísima, por no<br />

decir ninguna importancia, puesto que sólo algunas milésimas acusaría<br />

en la constitución del material, la análisis más delicada: ademas,'<br />

v por una razón análoga, no es posible que los errores cometidos<br />

eI~las dosificaciones efectuadas, influyan sensiblemente en el resultado<br />

final.<br />

ENSAYOS DE AGUAS.<br />

CONSIDERACIONES GENERALES<br />

SOBRE LAS AGUAS NATURALES.<br />

Las aguas que se encuentran en la naturaleza, están muy distantes<br />

de ser puras; además del oxígeno y el nitrógeno, provenientes del<br />

aire atmosférico que encierran en disolución, contienen ó pueden<br />

693<br />

eontener, en igual estado: potasa, 'sosa, cal, magnesia, oxido terroso<br />

y alÚmina; anhidrido carhónieo; ácidos sulfÚrico, nítrico y silíeico;<br />

cloro, bromo y yodo combinados con el hidrógeno ó con algunos de<br />

los metales, cuyos óxidos se han expresado; materias orgánicas, y<br />

otras muchas que sería largo enumerar. Prescindiendo por completo<br />

en todo lo que sigue, de las aguas saladas y de las llamadas minerales,<br />

se tratará tan sólo de las procedentes de corrientes naturales,<br />

que se denominan, por lo general, aguas dulces.<br />

Al Ingeniero sólo le interesa conocer la composición de las aguas<br />

desde los puntos de vista de su empleo en la economía doméstica, en<br />

los riegos y en las calderas de las má(Iuinas de vapor. Asuntos son<br />

estos, sin emhargo, delicados en extremo, y sobre los cuales Únicamente<br />

se expondrán ligeras consideraciones.<br />

AGUAS POTABLES.<br />

Á contiríuación se extractan del Anuario de las aguas de Fmncia,<br />

correspondiente al año 1851, las principales propiedades que deben<br />

caracterizar á las aguas potahles, así como la influencia que en su calidad<br />

ejercen la mayor parte de las materias que antes se han citado.<br />

El agua puede considerarse como buena y potahle cuando es fresca,<br />

clara e inodora; cuando es casi insípida y su ligero sahor no es<br />

desagradahle, soso, salado ni azucarado; y cuando contiene pocas<br />

substancias extrañas, encierra suficiente aire en disolución, disuelve<br />

el jabón sin coagularse y cuece hien las legumbres. '<br />

Influencia del aire y el anhidrido carbónico.-Una pequeI1a<br />

dosis de anhidrido carbónico da un sabor algo perceptible al<br />

agua y la hace más agradable, al mismo tiempo que facilita las funciones<br />

digestivas, por la acción excitante del gas. En cuanto al aire,<br />

todos los autores admiten que delJe entrar en disolución en una agua<br />

de buena calidad.<br />

Influencia de las sales de calcio.-Cuando el agua contiene<br />

más de una milésima de sales de calcio en disolución, se considera<br />

como impropia para los usos domesticos, y se dice vulgarmente que<br />

es cruda. Sin embargo, no se consideran perjudiciales para las aguas<br />

todas las sales cálcicas; la mayor parte de los médicos, y entre ellos<br />

Dupasquier, creen que el J)icarbonato, en proporción de media milé-


sima, no sólo no es desfavorable,<br />

Útil.<br />

69¡'<br />

sino que constituye un elemento<br />

Influencia de las sales de magnesio.-Las sales solubles<br />

de magnesio se pueden administrar en grandes proporciones, sin determinar<br />

accidentes inmediatos, pero no está hien estudiada la acción<br />

que ejercen, cuando se hallan en dosis de alguna consideración en<br />

las aguas potables, y cuando intervienen, por tanto, diaria y continuamente,<br />

en la alimentación del hombre.<br />

Influencia de los sulfatos.-El sulfato que más comÚnmente<br />

encierran las aguas en disolución, es el de calcio, que desempeiia<br />

un papel muy diferente del que se atribuye al bicarbonato del<br />

mismo metal. En efecto, esta Última sal, á diferencia de la primera,<br />

tiene la propiedad de desprender un gas eminentemente estable y<br />

favorable á la acción digestiva. Pero aparte de esta circunstancia,<br />

el ao'ua ü Puede disolver una cantidad de sulfato cálcico, suficiente pa-<br />

ra adquirir un sabor azucarado muy desagradable; además esa sal<br />

es susceptible de descomponerse, mediante la influencia de una materia<br />

orgánica, dando lugar a hidrógeno sulfurado, que es elemento<br />

en extremo pernirioso; y por Último, el sulfato de calcio ejerce acción<br />

descomponente sobre los jabones, y contribuye en gran escala á la formación<br />

de incrustaciones en las calderas de las maquinas de vapor.<br />

Influencia de los nitratos.-En casi todas las aguas naturales<br />

entran nitratos, si bien en pecIueÜas proporciones. No están<br />

bien estudiadas sus acciones, pero es presumible que el nitrato calcico<br />

obre en la economía yen los usos domésticos de una manera<br />

anÚloga á la que se ha explicado para el sulfato del mismo metal. El<br />

nitrato de calcio es muy favorable al desarrollo de la vegetación.<br />

Influencia de los cloruros, bramuras y yoduros.-La<br />

insignificante cantidad de cloruro de sodio (apenas una millonésima)<br />

que se encuentra en algunas aguas potables, ejerce en la economía<br />

animal más bien acción Útil que perniciosa. En efecto, si se considera<br />

la proporción mucho más elevada de sal comÚn que entra en<br />

los alimentos, se comprenderá fácilmente que una cantidad tan pequefla<br />

de sal en el agua, no puede producir otro efecto que el de contribuir<br />

con las demás substancias á darle cierto sabor. Pero debe<br />

observarse, que la experiencia demuestra que los cloruros disueltos<br />

en el agua van acompañados siempre de yoduros y bromuros, y como<br />

G95<br />

estas Últimas sales arlministl'arlas diariamente, aunque en proporciones<br />

en extremo pequeiias, lmcllen producir en el organismo acciones<br />

elll~rgicas, se deduce que es de la mayor importall~ia la determinación<br />

rigurosa<br />

tables.<br />

de los cloruros, yoduros y bromuros en las aguas po-<br />

Influencia de los álcalis, la alÚmina, el óxido ferroso<br />

y<br />

l~ sílice..-Entran, por lo general, todos estos cuerpos en tan pequenas<br />

cantIdades en la composición de las aguas potahles, que no<br />

dan lugar á fenómenos importantes<br />

usos domésticos.<br />

en la economía animal ni en los<br />

.Conclusiones.-Por lo cIue precede se ve que la análisis quí-<br />

~l1lca no ha conseguido todavía resolver clara y decididamente los<br />

Importan tes problemas que se refieren a la higiene de las aguas potables.<br />

Por desgracia, hoy día no hastan los métodos analíticos que<br />

se conocen para declarar si una agua es de huena calidad; para asegurado,<br />

es preciso que una información previa demuestre que las<br />

personas que la beben no encuentran ningÚn inconveniente en su uso<br />

y que, por esa causa, no se ha alterado en lo más mínimo su constitución<br />

ni su salud.<br />

.<br />

Las consecuencias más importantes que pueden deducirse de todo<br />

~o~ic!lO, son: qu~, en general: ~assales disueltas en el agua son per-<br />

JudICiales; que solo debe adnutIrse en una agua potable una milésima<br />

de sales de calcio en disolución, y que Únicamente el bicarbonato<br />

cáIc~c~puede considerarse, si se halla en pecIueÜas proporciones, co-<br />

1110utIl para las funciones digestivas.<br />

S~ aÜadirán .do~ palabras acerca de este Último punto. Dupasquier<br />

explIca de la sIgUIente manera la acción favoralJle del bicarbonato.<br />

E! carbona~o cálcico es casi insoluble en el agua pura, pero puede<br />

dIsolverse SI hay un exceso de anhidrido carMnico, que es precisamente<br />

lo que sucede en las aguas potables que lo contienen. Al ab-<br />

. sorber el carJJonatomayor cantidad de anhidriclo,pasa al estado de<br />

bicarhonato y obra en el estómago como los JJicarbonatos aJcalinos,<br />

que son la hase de las pastillas de Vichy, empleadas para excitar las<br />

funciones digestivas. El hicarhonato cálcico de las aguas potaJJles se<br />

descompone, como los bicarbonatos de potasio y sodio, por los ácidos<br />

gástricos y se desprende el anhidrido carMnico, cuya acción es JJÍen<br />

conocida.


696<br />

El eminente Ingeniero DupuÍt, admitiendo la teoría de Dupasquier,<br />

cree que no pueden tomarse sus consecuencÍas con la generalidad que<br />

les atribuye su autor. Se funda en que sólo una parte del agua consumida<br />

por cada persona, se toma sin haberla calentado previamente,<br />

y en que la restante recibe la influencia del calor, ya para preparar<br />

otras bebidas, ya para cocer alimentos. Es claro que en ~ste segundo<br />

caso, la mitad del anhidrido carbónico del bicarhonato se desprende,<br />

y por tanto, no puede producir fenómeno alguno favorahle<br />

ni desfavorahle en el organismo; el carbonato cálcico formado, se<br />

precipita y sus efectos en la economía tienen que ser perjudiciales.<br />

Parece muy racional y en extremo acertada la opinión de Dupuit,<br />

dehiendo aÜadir además, que no es evidente ni mucho menos que<br />

convenga excitar las funciones digestivas de las personas que no padezcan<br />

enfermedad alguna. Boutron y Boudet, aseguran, por otra<br />

parte, que el agua que contiene 77 centigramos de bicarbonato de<br />

calcio, por litro, no se presta al empleo del jabón en el lavado.<br />

AGUAS EMPLEADAS EN RIEGOS.<br />

l..as cualidades que deben tener las aguas usadas para riegos, dependen<br />

naturalmente de la clase de terrenos y cultiros á que se destinen.<br />

En general, para una tierra determinada, la mejor agua es la<br />

que contiene los principios de que carece aquella; así, por ejemplo,<br />

las aguas ricas en cal, podrán ser muy ventajosas en un terreno<br />

areilIoso y detestahles en otro calizo; en camlJÍo, serán muy convenientes<br />

para este Último las aguas en que ahunde la potasa.<br />

Aparte de la insuficiencia actual de las análisis químicas, es claro<br />

que las calidades de las aguas propias para riegos, nunca podrán<br />

fijarse de una manera ahsoluta, puesto que variarán con la naturaleza<br />

de los terrenos á que hayan de aplicarse y con la clase de frutos<br />

qÜe se cultiven.<br />

Hay, sin emhargo, algunas aguas que desde luego pueden considerarse<br />

como de malas condiciones para riegos. Tales son: 1.', las<br />

que provienen de marjales ó sitios pantanosos, que encierran princÍ- ,<br />

pios ácidos y astringentes, que las hacen muy perjudiciales para la<br />

vegetación; 2", las que son muy frias; 5:, las que contienen mi exceso<br />

de sales cálcicas, que pr~ducen en las tierras incrustaciones<br />

697<br />

desfavorahles para el cultivo. Todas estas aguas pueden mejorarse,<br />

y se mejoran en la agricultura, por procedimientos diversos.<br />

Se terminará lo relativo á esta aplicación de las aguas, manifestando<br />

que con mucha frecuencia puede prescíndirse de la análisis<br />

química de las mismas, ateniéndose á las indicaciones suministradas<br />

por la práctica, acerca de los vegetales que se desarrollan en el agua,<br />

segÚn su naturaleza.<br />

AGUAS EMPLEADAS<br />

EN LA ALIMENTACiÓN DE CALDERAS DE MÁQUINAS DE VAPOR.<br />

Estas aguas dehen satisfacer á la condici()n de no tener sales en<br />

disolución, susceptibles de formar incrustaciones peligrosas. Se explicará<br />

en seguida en qué consisten éstas, pero se hahrá de entrar en<br />

algunos detalles y considerar la cuestión con más generalidad, pues<br />

las incrustaciones, no sólo tiene que estudiarlas el Ingeniero en las<br />

calderas de las máquinas de vapor, sino en los acueductos y caÜerías<br />

destinadas á la conducción y distribución de aguas.<br />

OBSERV ACIONES<br />

SOBRE LAS PROPIEDADES INCRUSTANTES DE LAS AGUAS.<br />

Incrustaciones en las cañerías,-Algunos autores admiten<br />

como norma general que toda agua que contenga por litro más<br />

de 25 cenLigramos de materias sólidas en disolución, dehe dar lugar<br />

á concreciones calizas. Esta regla empírica ha sido desmentida pOl'<br />

la experiencia, como no podía menos de suceder; se citan, en efecto,<br />

aguas que no sólo encierran más de 25 centigramos de sales disueltas,<br />

sino una cantidad de carbonato de calcio superior á ese guarismo,<br />

que no han incrustado nunca las caÜerías; por el contrario, existen<br />

aguas muy incrustantes, en las que las proporciones de sales en disolución<br />

no llegan á la seÜalada como limite.<br />

Para prever si una agua será ó no incrustan te, es preciso tener en<br />

cuenta, ademas de las caÜtidades de sales fijas que encierra, la naturaleza<br />

de estas suhstancias, y sobre todo, por las razones que se<br />

expondrán, la presencia ó ausencia de anhidrido carbónico libre.<br />

El agua privada de aquel gas apenas disuelve, á la temperatma 01'-<br />

,


698<br />

dinaria, de 4 á () centigralllos de carbonato cálcico, por litro; pero si<br />

encierra en disolución el anhidrido, necesita para saturarse dosis<br />

mucho más considerables. Para convencerse de ello experimentalmente,<br />

basta hacer llegar gas carbónico á una vasija con agna, que<br />

tenga en suspensión caliza muy dividida; se obserra que entonces el<br />

líquido disuelve con mucha facilidad de 80 centigramos<br />

de sal, por litro.<br />

á un gramo<br />

El carbonato de calcio disuelto en una agua potable puede, pues,<br />

considerarse dividido en dos partes: la primera, que no excede de<br />

1<br />

del peso del agua, está simplemente<br />

1G.000<br />

disuelta en el líquido y<br />

no tiende á precipitarse; la segunda se consena disuelta por la acción<br />

del anhidrido carbónico, se halla en estado de bicarbonato, y se<br />

precipita en cuanto no existe en el líquido bastante gas para mantenerIa<br />

en disolución. Y efectivamente, si se coloca en el vacío, ó se<br />

hace hervir algÚn tiempo, una agua que encierre más de 6 centigTamos<br />

de carbonato caJcico, se observa en seguida desprendimiento de<br />

anhidrido carbónico y precipitación de la sal. Todos estos fenómenos<br />

se apuntaron ya, pero se ha creído conveniente insistir, para facilitar<br />

la cabal inteligencia de lo que sigue.<br />

Se deduce inmediatamente de lo expuesto, que todas las circunstancias<br />

cIue favorezcan el desprendimiento del anhidrido carlJOnico<br />

del agua, tenderán á determinar depósitos ó incrustaciones de carhonato<br />

cálcico, y los producirán, en efecto, siempre que la proporción<br />

de gas que quede en el liquido no sea suficiente para eonservar<br />

disuelto el carbonato contenido en el agua"'.<br />

Las causas que contribuyen al desprendimiento del anhidrido car-<br />

Mnlco son varias, y explican satisfactoriamente la mayor parte de<br />

las incrustaciones que hasta ahora se han observado. Entre dichas<br />

causas pueden enumerarse las siguientes: 1.', la agitacion del líquido,<br />

que produee choc[ues reiterados del agua con los cuerpos sólidos<br />

de la proximidad; asi es que cerca de la puerta de algunas esclusas,<br />

agua-abajo de las ruedas de los molinos, cerca de las caídas de<br />

agua, etc., se encuentran con JJastante frecueneia incrustaciones calizas;<br />

2:, la diminución de la presión que sufre el líquido en algunas<br />

caiierias, como también su circulación en pequeiias masas por<br />

tubos ó aeueductos en que el aire puede renovarse, arrastrando sin<br />

699<br />

cesar el anhidrido carbónico, que tiende á desprenderse por el roce<br />

del agua eon las paredes más ó menos rugosas de aquellos; 5.', ciertos<br />

vegetales aeuáticos, cuyas partes verdes descomponen el anhidrido<br />

carbónico del agua, determinando á menudo abundantes incrustaciones;<br />

4:, acciones eléctricas, que producen el mismo resultado; así,<br />

por ejemplo, una placa de plata, puesta en contaeto eon un tubo de<br />

hierro fundido ó de plomo, en una agua que encierre bicarbonato<br />

eáIcico, se cubre rápidamente de una incrustación de carbonato neutro,<br />

dirigiéndose la molécula sobrante de gas carbónico al metal más<br />

eleetro-positivo: el cobre, el latón, las soldaduras, la misma heterogeneidad<br />

de las masas metálicas bastan para constituir pares eléetricos<br />

de mayor ó menor energía, que acusan con intensidad variable el<br />

mismo fenómeno; 5:, el diferente grado de temperatura, pues es sabido<br />

que el agua puede disolYer tanto más gas, cuanto menos elevada<br />

sea aquella.<br />

Por consiguiente, la formación del depósito calizo depende, no<br />

sólo de la eantidad absoluta de sal disuelta, sino muy en particular<br />

de la proporción de anhidrido earhónico que encierra el liquido, sobre<br />

la estrictamente necesaria para hacer soluble el carJJonato cálci..<br />

co en el agua que se considere. Si dicha proporción es nula ó muy pe-<br />

CjueI1a,el depósito empieza á formarse al menor desprendimiento de<br />

gas; si, al contrarío, es considerable, el agua puede estar en agitaeión<br />

más ó menos tiempo, antes de clue pierda J)astante anhidrido<br />

earhónico para que se manifiesten las incrustaciones. Se eoncibe, por<br />

tanto, la posibilidad de evitadas por completo, pues bastaría introdueir<br />

en las caiierías, de una manera continua y regular, el anhidrido<br />

carbónico necesario para impedir la precipitación del carbonato.<br />

En eiertos tubos de conduceión se observa que las concreeiones no<br />

son de carbonato eálcico puro. Esto sucede en algunas caI1erías de la<br />

distribución de aguas de París, en las que se llareconocido que las<br />

incrustaciones encierran de 5 á 6 por 100 de una materia orgánica<br />

nitrogenada, que forma eon la ealiza un aglomerado de gran compacidad<br />

y difícil de separar de las superficies á que está adherido.<br />

Incrustaciones en las calderas.-La alimentación de las<br />

ealderas da lugar á ohservaciones análogas. Cada kilogramo de vapor,<br />

que se escapa de una caldera, deja en ella una cantidad de materia<br />

sólida, igual al peso de las suhstancias disueltas en un litro del liqui-


do empleado. Los incomenientes<br />

700<br />

de esta acumulación de substancias<br />

dependen de su naturaleza, más bien que de sus proporciones absolutas.<br />

Así, por ejemplo, si los cuerpos se disuelven, como sucede con<br />

las sales alcalinas, ó forman depósitos fangosos, no producen en l'ealidaclmalas<br />

consecuencias, aun cuando aquellos sean muy abundantes,<br />

pues todo se reduce á vaciar y limpiar de cuando en cuando la caldera.<br />

Por el contrario, aguas poco cargadas de materias fijas, pero qne<br />

den lugar á incrustaciones<br />

ciales y hasta peligrosas.<br />

sÓlidas, son extraordinariamenLe perjudi-<br />

Las bases ordinarias de estos depósitos son la cal y la magnesia,<br />

mas las incrustaciones se producen de diverso modo, seglll1la naturaleza<br />

del ácido combinado con dichos óxidos.<br />

.<br />

Se admite en general, como ya se IJa manifestado, que el agua<br />

puede disolver, por litro, de 4 á 6 centigramos de carbonato cálcico<br />

neutro, y una cantidad mayor cuando existe en el líquido anhidrido<br />

carbónico. Esta segunda parte del carbonato se deposita, en forma<br />

de polvo, cuando la ebullición ha hecho que se desprenda suficiente<br />

volumen de gas, pero tiene poca tendencia á agregarse, y por consi.;.<br />

guiente, no presenta grandes inconvenientes. En cuanto al carbonato<br />

neutro que queda en el líquido, su solubilidad va disminuyendo con<br />

el aumento de la temperatura, es nula á 150", Y desde ese punto se<br />

precipita la sal en estado pulverulento. Finalmente, laparte de carbonato<br />

cálcico que se precipita, á causa de la evaporación del agua y<br />

de saturarse el líquido que queda en la caldera, tiende á dep-psitarse<br />

en capas cristalinas adherentes. La experiencia ha demostrado,<br />

sin embargo, que estas capas son menos abundantes á igualdad de<br />

circunstancias, cuando se emplean aguas que abandonan gran proporción<br />

de carJ)onato por el desprendimiento del anhidrido carbó.<br />

nico, que cuanclo las aguas sÓlo encierran en disoluciÓn el carbonato<br />

neutro. Sellega, pues, así al resultado paradójico á primera vista, de<br />

que respecto á las incrustaciones de carlJOnato cálcico, es preferible<br />

emplear aguas un poco cargadas de esa sal, y que no contengan<br />

otras, á hacer uso de aguas muy puras: la razón, ya se ha indicado,<br />

consiste simplemente en que aquellas aguas podrán dar lugar<br />

á depósitos mucho más ahundantes<br />

nos adherentes.<br />

que estas, pero que serán me-<br />

Las aguas ricas en sulfato cálcico, son por desgracia muy comu.;.<br />

701<br />

nes y ocasionan las incrustaciones más graves. El sulfato de calciC!<br />

es bastante soluhle en agua fría, pero su solubilidad disminuye con<br />

el aumento termométrico, anulándose hacia 200°. Una parte de la<br />

sal se deposita, pues, rápidamente por el solo hecho de la elevación<br />

de temperatura, y uniéndose al snlfato depositado por la evaporación,<br />

forma costras que se adhieren á las paredes de la caldera, y<br />

que en muchas ocasiones presentan gran dureza. Estas costras son<br />

cristalinas ó amorfas, según el punto de la caldera en que se depositan;<br />

una misma suele presentar los dos aspectos. Las próximas al<br />

metal de la caldera, pierden su agua de cristalización, á causa del<br />

calor á que se hallan expuestas, y son por consiguiente amorfas: al<br />

contrario, las capas recién depositadas están aÚn hidratadas y en<br />

forma de cristales.<br />

Si el agua contiene carbonato cálcico, al mismo tiempo que sulfato,<br />

como sucede casi siempre, el carbonato, que por sí solo no da lugar<br />

en general, á depósitos muy temibles, se precipita sobre la superficie<br />

rugosa del sulfato, se encuentra comprendido al poco tiempo,<br />

entre dos capas consecutivas de yeso, á las que se adhiere con<br />

fuerza. Por último, si el agua encierra magnesia, esta base se agrega<br />

á la masa y forma cuerpo con el depósito.<br />

Las explicaciones precedentes demuestran la conveniencia de que<br />

los quimicos estudien con el mayordetenimiento las aguas, para poder<br />

sacar consecuencias más terminantes de las que ahora se conocen,<br />

respecto á la alimentación de las calderas de máquinas de vapor.<br />

ENSAYOS RÁPIDOS DE AGUAS.<br />

No es posible explicar aquí detenidamente las análisis de las ag.uas,<br />

que se encuentran en la naturaleza; tales investigaciones son en extremo<br />

delicadas y requieren profundos conocimientos de Quimica; y<br />

aparte de estas razones, rarísimas veces podrá llevar á cabo el Ingeniero<br />

de Caminos unas análisis, para las que son indispensables aparatos<br />

de que no se puede disponer, por lo general, en el servicio de<br />

Ohras publicas. En su consecuencia, se limitará el estudio: L°, á exponer<br />

ensayos rcípidos para reconocer la presencia ó ausencia de las<br />

substaneÍas, que más influyen en la calidad de las aguas potables;


70'2<br />

2.", ~ explicar el modo de comparar eutre sí las aguas empleadas<br />

en la alimentacióu de calderas; y 3.", a dar á conocer los procedimientos<br />

Itidrotimét/'icos, quc tienen importaucÍa grande para el lugeuiero.<br />

AGUAS POTABLES.<br />

Determinación de los gases disueltos.-Se sabe ya que<br />

las aguas potahles encierran siempre en disolución los elemeutos del<br />

aire atmosférico, esto es, oxigeno, nitrógeno y anhidrido carbónico,<br />

aparLe de otros gases que pueden contener, si hien en proporciones<br />

muy pec{ueÚas. El volumen total de todos ellos puede determinarse<br />

con mucha facilidarl. Basta, en efecto, hacer henil' el agua en un<br />

matraz, de cuyo tapón salga un tubo rle desprendimiento que conduzca<br />

los gases á una campana colocada en una pila rle mercurio.<br />

El matraz dehe estar enteramente lleno de agua, y el extremo del<br />

tubo que atraviesa el corcho, ha de enrasar con la superficie inferior<br />

de éste, de manera que al tap,!-r la vasija se obligue al agua á<br />

que desaloje todo el aire y llene el tulJo. Desde la primera impresión<br />

de calor, se escapan bur!Jujas de gas, que se recogen en la campana;<br />

el desprendimiento cesa después de algunos minutos de ehulliciÓn.<br />

Representando por V el volumen gaseoso que se recoja, medido<br />

con las precauciones ordinarias; por H la altura rle mercurio,<br />

en milimetros, correspondiente á la presión atmosférica en el momento<br />

en que se ha verificado la o!Jservarión; por t, la temperatura<br />

en el mismo instante; y por f la tensión máxima del vapor de agua,<br />

en esas circunstancias, valuarla en milímetros de mercurio; el volumen<br />

gaseoso V', a la temperatura (le 0° y á la presiÓn de 760 milímetros,<br />

será:<br />

, 1 H-f<br />

V = V 1 + O,OO567t7iTIJ'<br />

Si el agua sólo tuviese en disolución oxígeno y uitrógeno, fácilmente<br />

se deduciría el peso disuelto rlecada lUlOrle esos gases, hallado<br />

que fuese V' y conocidas las fracciones que miden la soluhilidad<br />

de amhos cuerpos. Pero el agua contiene casi siempre anhirlrido car-<br />

703<br />

hónico y es preciso .separar este gas de los otros; se cousigue por<br />

medio de una disolución de potasa, que absorbe el anhidrido carbónico<br />

y no ejerce acción sobre los otros rlos. Determinando como antes<br />

el volumen del residuo gaseoso, se conocerán las cantidades de<br />

oxigeno y nitrógeno, pudiendo hallar la de anhidrido carbónico, por<br />

diferencia. Se prescinde de los demás gases, que pueden estar disueltos,<br />

porque su completa obtención sale fuera rlel programa dc<br />

este libro, y porque existen, segÚn se ha indicado, en proporciones<br />

insignificantes en las aguas potahles.<br />

En las análisis delicadas, la extracción> de los gases no se verifica<br />

á la temperatura de ebullición, sino á una inferior á 50°, para lo<br />

cual hasta operar hajo llna presión peclueiia, empleanrlo aparatos especiales.<br />

Determinación de las substancias fijas disueltas.-Se<br />

ha dicho anteriormente, que casi todas las aguas potables contieneu<br />

lJicarlJOnato rle calcio, y que algunos autores pretenden que su presencia<br />

en pequeÜas dosis, es favorable. Para ver si realmente existe esa<br />

sal, no hay mas que aÜadir al agua una gota de tintura alcohólica de<br />

palo campeche, lIue producira en caso afirmativo, un color violado,<br />

dehido a la combinación de la materia colorante (hematina) con la<br />

cal. Si el agua contiene mucho carbonato, la coloración aparece inmediatamen<br />

te.<br />

Puede conocerse también, si el agua encierra carbonato cálcico en<br />

abundancia, en que haciéndola hervir se enturbiará, determinando<br />

un precipitado de carhonato neutro.<br />

La presencia de los cIoruros y de los suIfatos alcalinos, cálcicos ó<br />

magnésicos, se acusara vertiendo sucesivamente, sobre el agua, una<br />

pequeÜa cantidad de sales solubles de plata y de bario, que formaran<br />

precipitados tanto mas voluminosos, cuanto mayores sean las proporciones<br />

en clue entren aquellos cuerpos.<br />

El reactivo empleado para poner en evidencia las materias organicas,<br />

es el cloruro de oro, AuCf3: si algunas gotas de la disolución de<br />

este cuerpo comunieal1 al agua un color amarillo, inalteralJle por la<br />

ebuIlicióu, se puede deducir que el agua no encierra materias orgáuieas,<br />

en cantidades sensilJles; si al contrario, el líquirlo toma un tinte<br />

violado y se enturJJia, esta rcaeción denotara la presencia de un<br />

exceso de materias orgtinicas, l{lle reducen el oro al estado mettili-


'iD;.<br />

co (1). La coloración violada se dehe á partículas d.e, oro, ext~'ao~'dinariamente<br />

divididas, que se conservan en suspenslOn en el hCIUldo.<br />

Otro medio de reconocer si hay exceso de materias orgánicas, consiste<br />

en evaporar el líquido hasta la sequedad y someter el residuo á<br />

un fuerte calor, pues en el caso de ser considerable la proporción de<br />

aquellas suhstancias, se ohtiene, después de todas las operaciones,<br />

una masa negra Ú ohscura. Para que los resultados sean exactos, dehe<br />

hacerse la evaporación en el vacío, pues la temperatura de iOO' y la<br />

presencia del oxígeno, alteran profundamente y hasta llegan á destruir<br />

la mayor parte de las materias orgánicas.<br />

Bastan laslicrerisimas o indicaciones Cl ue se han apuntado; sólo se .<br />

aÜadirá que los cuerpos fijos disueltos en el agua, pueden deternunarse<br />

con más exactitud por el procedimiento que se expone á continuación,<br />

y que se aplica sobre todo al ensayo de las aguas usadas en<br />

las calderas.<br />

2 AaCtó + 3 H' \ 02<br />

AGUAS EMPLEADAS<br />

EN LA ALIMENTACiÓN DE CALDERAS DE MÁQUINAS DE VAPOR.<br />

Para ]a comparación de' las aguas empleadas en la alimentación de<br />

calderas de máquinas de vapor, el ensayo que se verifica suele reducirse<br />

á evaporar en una cápsula grande de porcelana, por medio de una<br />

ehullición lenta, 4 litros a lo menos del agua que se va á examina~.<br />

Cuando el volumen del liquido se ha reducido prÓximamente á la untad,<br />

se separan, por fillracion o decantación, las sales térreas ~ue. se<br />

hayan precipitado y qne estahan en disolucion, merce.d .al anludl'ldo<br />

carbónico contenido en el agua. Se seca y pesa el precIpItado, que se<br />

compone casi siempre, en gran parte, de carbonato cálcico, y que por<br />

tanto, se puede analizar con bastante exactitnd, siguiendo las prescripciones<br />

establecidas pata ensayar calizas.<br />

Se evapora hasta la sequedad el líquido, ya separado de las sales<br />

(-1) Sllponiendo, para fijar las ideas, que la mat~ria orgánica ~obreqlle<br />

actúe el cloruro de oro sea el ácido oxálico, la reacCIón que se veflfica es la<br />

siguiente:<br />

[ C'O''')<br />

J<br />

Au"'!<br />

= 600' + 6FlCt + Aa'" j'<br />

. 'i05<br />

térreas, secando y pesando el residuo obtenido, que en la mayoría de<br />

las aguas ordinarias, es una mezcla de sulfato y carbonato cálcicos y<br />

de óxido de hierr? Su análisis puede efectuarse por los métodos descritos<br />

anteriormente, pero en las aplicaciones prácticas es casi siempre<br />

suficiente conocer su peso. La calidad de] agua será tanto mejor, á<br />

igualdad de las demás circunstancias, cuanto más pequeÜo sea aqne!.<br />

HIDROTIMETRíA.<br />

Principios y exposición del sistema.-La hidrolimetria,<br />

o método volumétrico para ensayar rápidamente las aguas, es de la<br />

mayor importancia para el Ingeniero, por cuya razón se expondrá con<br />

algunos detalles, tomados del folleto puhlicado por Boutron y Boudet,<br />

introductores de] sistema en Francia.<br />

Estos f[uimicos han partido de las curiosas observaciones de] doctor<br />

Clatk, sohre el empleo de la tintura alcohOlica de jabón para medir<br />

la crudeza de las aguas. El método está fundado en ]a propiedad<br />

que posee el jahón, de producir desde luego espuma persistente en el .<br />

agua pura, c[ue no aparece en las cargadas de sales térreas, hasta que<br />

descompuestas y neutralizadas éstas, por una cantidad equivalente de<br />

jabón, quede un pequeÜo exceso de dicho cuerpo en el liquido. Como<br />

la crudeza de una agua es sensiblemente proporcional á las sales térreas<br />

que contiene, claro es que la tintura de jabón que se necesite<br />

para producir la espuma persistente, puede medir la crudeza delliquido.<br />

La formación de la espuma, en la superficie del agua, es un fenomeno<br />

tan aparente, la cantidad de jabón que se necesita para producirIo<br />

es tan pequeÜa (1 decigramo por litro), y tan fácil de notar el<br />

momento en que una agua cargada de sales cálcicas ó magnésicas, cesa<br />

de neutralizar el jabón y empieza á presentar la espuma, que la<br />

disolución alcohólica de jabón puede considerarse como un reactivo<br />

extraordinariamente sensible para ]a dosificacion de las mencionadas<br />

sales en liquidos muy diluidos, como lo son las aguas de corrientes<br />

naturales.<br />

Se hará ohservar de una vez para todas, que para que aparezca la<br />

espuma en una agua pura ó cuyas sales se hayan ya neutralizado,<br />

45


iOG<br />

hasta agitarla, después de mezclada con la disolución alcohólica de<br />

jabón.<br />

Se prepara el reactiyo, disolviendo 100 gramos de jabón muy blanco<br />

en 1.600 de alcohol (1); se calienta la mezcla hasta la ebullición;<br />

se filtra para separar todas las materias insolubles; se añade á la disolución<br />

filtrada 1 kilogramo de agua destilada, ol)teniendo así muy<br />

cerca de 2.700 gramos de un líquido, cuya energía es preciso determinar<br />

(2).<br />

Para ello se emplean los mismos aparatos que sirven para deducir<br />

la crudeza del agua, los cuales consisten: 1. °, en una probeta para<br />

ensayos volumétricos, que recibe el nombre de Ju:dl'otímetl'o,y<br />

~.o, en UlIfrasco de tapÓn esmerilado, en cuya superficie están marcadas<br />

las divisiones correspondientes á los volÚmenes de 10, 20, 50 Y<br />

40 centímetros cÚbicos.<br />

El hidrotímetroestá representado en la Hgura 512, y como ya se<br />

ha dicho, no es más que una prol)eta, que si bien no tiene la forma<br />

de ninguna de las que se lwn dado á conocer, no es preciso describirla,<br />

pues hasta la inspección del dibujo para la perfecta intelig'encia.<br />

Claro es que por la especie de embudo (t debe verterse el reactivo,<br />

y que por la punta b puede hacerse salir y caer, con la lentiLud<br />

que se desee, sohre el agua que se va á ensayar, colocada en el frasco<br />

de que se ha hecho mención en el párrafo precedente.<br />

La graduación de la probeta está hecha de tal modo, que una capacidad<br />

de 2em3,4, contada desde una línea circular marcada en la<br />

parte superior de la probeta, quede dividida en 25 partes iguales. Á<br />

partir de la sección que corresponde á los 2em3,4 hasta el extremo<br />

inferior, las uivisiones son exactamente iguales á las primeras. Cada<br />

una de ellas representa un grado hidrotimétrico,pero el cero se marca<br />

en la segunda división, aunque para todos los ensayos se debe llenar<br />

la probeta de reactivo hasta la primera. La explicación de esta<br />

particularidad es sencilla: los experimentos se verifican siempre en<br />

40em3 de agua, y sea cual fuere la composición de ésta, se la consi-<br />

(.1) El alcohol empleado debe tener 90 por '100 de alcohol puro y ,10<br />

pOI' ,\ 00 de agua.<br />

(2) Antes de filtrar ellír¡uido cOllviene dejarlo reposar algunos días, agitándolo<br />

de vez en cuando.<br />

iOi<br />

dera como formada de aCluel yolumen de agua p Lira y de una proporción<br />

variable de materia susceptible de descomponer el jabón. La experiencia<br />

ha demostrado que, admitiendo para ell'eactivo la energía<br />

seÜalada por Boutron y Boudet, clue en seguida se dará á conocer,<br />

40em3 de agua pura exigen un yolumen de reactiro medido por una<br />

dirisión de la proheLa, para adquirir cierta Yiscosidad y producir<br />

espuma persistente. La primera división se resena, pues, á fin de<br />

que las siguientes puedan representar Única y realmente la cantidad<br />

de jabón descompuesta por las substancias disueltas en el agua.<br />

La disolución alcohólica de jabón debe tener la energía necesaria<br />

para que las 25 divisiones de la probeta, comprendidas entre la línea<br />

circular superior y la nÚm. 22, esto es, 22 grados efectivos, produz-<br />

{:all espuma persistente en 4Qem3de una disolución acuosa de clo-<br />

1<br />

rUl'Ocálcico fundido, que contenga 4.000 de su peso de sal, es de-<br />

cir, 25 centigramos de cloruro, por litro de agua destilada. Por consiguiente,<br />

para determinar la energia delreacti\'o preparado, segÚn<br />

se ha dicho antes, no habrá más que llenar de él el hidrotímetro y<br />

ver cuantas divisiones hay que gastar para producir espuma persistente<br />

en la disolución normal de cloruro cálcico. Si el nÚmero de<br />

grados que se observe es 22, la disolución de jabón tendrá exactamente<br />

la composición que se requiere; si fuere inferior, se diluirá<br />

el lícIUido en una nueva cantidad de agua, teniendo presente<br />

que se necesita aÜadirle 215de su peso ue agua destilada para ami-<br />

norar la energía en 1°; finalmente, si el nÚmero hallado excediese<br />

de 22, se concentraría la disolución. En cualquiera de los dos Últimos<br />

casos, hay que hacer nuevos ensayos, hasta obtener el grado de<br />

dilución conveniente.<br />

La disolución normal ue cloruro cálcico contiene 25 centioTamos<br />

o<br />

de sal, por litro de agua, ó lo que es lo mismo, 1 centigramo de cloruro<br />

por 40em3de agua. ])e aquí se deduce: 1.°, que 22° de disolución<br />

de jabón se neutralizan por 1 centigramo de cloruro; 2:, que un<br />

Ogr 01<br />

grado corresponde á ~ = Ogr.,OOO45de esa sal, y 5.°, que ca-<br />

-..<br />

da grado de reactivo neutralizado por 40 centímetros cÚJ¡icosde di-


¡08<br />

Og'r,01 X 25<br />

solución normal, representa - ' 22<br />

= 0/;1'" 114 de cloruro<br />

°<br />

de calcio en un litro de la misma disolución. Como es posihle apreciar<br />

con ~proximación de medio grado el momento erl que se produ-<br />

ce espuma persistente<br />

que el reactivo puede<br />

en la superficie de una disolución, resulta: 1.°,<br />

Ogro00045 .<br />

acusar ' es decIr, menos de un<br />

2 '<br />

cuarto de miligramo de cloruro de calcio en 40 gramos de agua.; 2:,<br />

que operando en 40cm5 de una disolución de cloruro de calcIO, se<br />

puede reconocer con aproximación de<br />

0'11',,0114<br />

2<br />

- gr"O o'"'" ;)', es de<br />

°<br />

cir, con diferencia de 5 á 6 miligramos, la proporción de cloruro<br />

contenido en un litro de la disolución.<br />

Por otra parte, si se admite para peso molecular del jabón empleado<br />

el nÚm. 1.052, qne es el que resulta para el jaJJón de Marsella<br />

de las análisis verificadas por Thenard, se tendrá, recordando que<br />

1052 X Ogr',25<br />

el peso molecular del cloruro cálcico es H 1, que 11 i<br />

= 2gr. 524 de jaJJón equivaldrán á Ogro,25 de cloruro de calcio. De<br />

aquí se' deduce,' que i litro de la disolución norma~, que contie,ne ?5<br />

centigramos de aquel cuerpo, neutralizará 25 declgramos de Jabon.<br />

Pero como la graduación de la probeta se ha calculado de manera<br />

que, operando en 40cm5 de disolución normal, corre~p.ondan 22° á<br />

la producción de espuma persistente, se puede aduutIr que cada<br />

9gl." 524<br />

o .,<br />

d . 1 '<br />

o' l'ado hidrotimetrico re lH'esenta - ,<br />

b 22<br />

tralizado por un liLro de la disolución. Para m~yor sencillez, sic.mpre<br />

que no se trate de investigaciones muy delIcadas, puede decIrse<br />

que cada grado equivale á 1 decigramo de jaból!. Hesulta, ~or t~nto,<br />

que dispuestas, como se ha explicado, las divis~ones del IJldrotl~1Ctro<br />

y la composición de la disoluei~n alcohóh~a, ca~): delermmar<br />

inmediatamente, actuando en 40emo de una dlsoluclOn acuosa de<br />

cloruro de calcio, la proporción de cloruro contenido en 1 litro de<br />

disolución,<br />

de líquido.<br />

y la cantidad de jabón que neutraliza elmisll10 volumen<br />

Es evidente, por otra parte, que una disolución de nna sal de cal-<br />

('1'0 ~, macrnesio, bario Ú otro metal susceptible de formar compues-<br />

"<br />

= Og'l'" 1 ü e Ja Jon, neu-<br />

,09<br />

tos insolubles con los ácidos del jabón, podría analizarse por medio<br />

del mismo reactivo, con igual sencillez que una disolución de cloruro<br />

de calcio, pues lIOofrecería ninguna dificultad la formación de<br />

una tabla que diera la cantidad de cada una de dichas sales, por litro<br />

de líquido, correspondiente á un grado hidrotimetrico. Los diferentes<br />

guarismos se determinarían por simples operaciones aritmeticas.<br />

Si en lugar de una disolución de cloruro cálcico se sometiese al<br />

experimento el agua de una corriente natural que contuviera, como<br />

casi siempl'e sucede, sales de calcio y de magnesia, el nÚmero de grados<br />

hidrotimetricos observado, representaría á la vez las proporciones<br />

de clorul"o de calcio y de jaMn neutralizado, equivalentes á aquellas<br />

sales, por litro del agua examinada.<br />

Para obtener tales resultados, todo está reducido á observar rápidamente<br />

cuántos grados hidrotimetricos de reactivo se necesitan<br />

para producir espuma persistente en 40cm5 de agua. Suponiendo,<br />

para fijar las ideas, que una agua lIaya dado el grado 20, este guarismo<br />

hará conocer: 1.°, el nÚmero de orden que correspondería<br />

al Jíquido ensayado en una clasificación metódica, que tUYiesepor<br />

punto de partida el agua pura, representada por 0°; 2.°, la proporción<br />

de clGruro de calcio equivalente, desde el punto de vista químico,<br />

á las sales cálcicas y magnésicas, contenidas en un litro de agua,<br />

que sería 0,0114 X 20 = Ogr',228; 5.°, la cantidad de jabón (20<br />

decigramos) que neutralizaría un litro de agua.<br />

Por medio del hidrotÍmetro pueden verificarse ensayos mucho más<br />

completos que los explicados, pero que no se detallarán, porque de<br />

ordinario la dosificaeión de substancias no se hace nunca por este<br />

medio.<br />

Maroha general de las operaoiones.-ENsAYo PRELUIINAU.<br />

~Cuando se quiere ensayar una agua cualquiera, se empieza por introducir<br />

una pequeÜa cantidad de ella, 20 ó 25 gramos, en un vaso,<br />

aÜadiendo un centímetro cÚbico de líquido hidrotimétrico. Si después<br />

de agitada con una varilla de vidrio, toma el agua un color de ópalo,<br />

sin coagularse, se verifica el ensayo definitivo, como en seguida se<br />

dirá.<br />

En caso contrario, el agua estará demasiado cargada de sales cálcicas<br />

y magnésicas, para que se pueda ensayar en su estado natural:


710<br />

es necesario entonces mezclada con suficiente cantidad de agua destilada,<br />

para que el grado del líquido resultante sea inferior á 50. Al<br />

agua que se examina se le añade, segÚn los casos, una, dos ó más veces<br />

su volumen del mismo }j(Iuidodestilado, teniendo cuidado de mll1tiplicar<br />

por 2, 5, etc., respectivamente,<br />

se deduzca para la mezcla.<br />

el grado hidrotimétrico que<br />

Sucede algunas veces que el agua destilada no es perfectamente<br />

pura y exige más de una división de la probeta para producir espnma<br />

persistente; por tanto, cuando haya que mezclada con el agna<br />

que se va a ensayar, conviene someteda á un experimento previo, y<br />

tener en cuenta el grado que se ohserve. Se concibe, en efecto, que<br />

si una agua destilada, en lugar de producir espuma persistente á 0°,<br />

neutralizara 2 ó 5 divisiones de reactivo, haría asignal' al agua que<br />

se examina 1 ó 2 gl'ados de más, cuyas cifras multiplicadas 1)01'el nÚmero<br />

corl'espondiente, segÚn los volÚmenes de agua destilada iIlYertida,<br />

alterarían considerablemente la exactitud de los resultados.<br />

Otra obsenación, también muy importante, debe hacerse respecto<br />

al líquido hidrotimétrico. La energia constante de éste es la condición<br />

fundamental de los ensayos, y como es posihle que experimente<br />

alguna variación con el tiempo, éonviene comprobada antes de emprender<br />

una serie de ensayos, bien por medio de la disolución normal<br />

de cloruro de calcio fundido, en la proporción de 01


712<br />

En cuanto á la arcilla y al anhidrido ferrico, nada hay que advertir,<br />

puesto que esos cuerpos se hallan en el mismo estado en la caliza;<br />

pero si se ha visto que la cal y la magnesia eutran sólo en carbonatos,<br />

será necesario ver á que pesos de carbonatos de calcio y magnesio<br />

corresponden respectivamente Og"',794 de cal viva y Ogro,270de pirofosfato<br />

magnésico.<br />

Se empezará por la cal, cuya fÓrmula química es CaO, y por tanto,<br />

su peso molecular 40 + 16 = 56. El carbonato cálcico tiene por<br />

fÓrmulaCaCO",y por peso molecular 40 + 12 + 5 X 16 = 100.<br />

De aquí se deduce que 100 partes de carbonato cálcico contienen<br />

56 de hase, y que, por consiguiente, 1 gramo de cal representará<br />

,<br />

100 25<br />

,.., ~<br />

1 8 7 d b S 1 .<br />

=! gr,,' ~ e cal' onato. e tencra, pues, que OgT.,7B4<br />

56 = 14<br />

de cal corresponderán á OgT,794 X 1,7857 = Igr',418 de carbonato.<br />

Del mismo modo, el peso molecular del pirofosfato magnesico,<br />

Mg2rO" será 2 X 24 + 2 x 51 + 7 x 16 = 222, Yel del carhonato<br />

de magnesio, que encerrará la misma cantidad de metal,<br />

2 (MgC03), será igual á 2 (24 + 12 + 5 X 16) = 168. Por tanto,<br />

en 1 gl'amo de pirofosfato magnesico entrará el mismo peso de hase<br />

168 98<br />

que en (.\(.\(.\ = ;,.., =<br />

0gJ.",7568 de carl)onato. Demanera que 0g¡..,270<br />

~~~ a'<br />

de la primera materia representarán Ogro,270 X 0,75G8 =<br />

Ogr.,204<br />

de la segnnda.<br />

Resta deducir el peso del agua contenida en la caliza, que sel'á<br />

igual al peso de ésta, menos la suma de los pesos de los elementos<br />

hallados, esto es, 2gt., - (0,240 + 0,120 + 1,418 + 0,204)<br />

= 2gr. - 19J.",982 = Ogr',018.<br />

Por consiguiente, en 2 gramos de la caliza pl'opuesta entl'an las<br />

sul)Stancias siguientes:<br />

Arcilla.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Anhidrido férrico. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Carbonato cálcico. o. . . . . . . ' . . . . . . . . . . .<br />

Carbonato magnésico.. . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Agua... o<br />

-' O",",""" "'"<br />

o.......<br />

Ogro,240<br />

O . ,120<br />

1 , 418<br />

O , 204<br />

O , 018<br />

TOTAL , 2,000<br />

713<br />

Pero al presentar los resultados de la análisis, además de los datos<br />

anteriores, se consigna la composiciÓn de 100 partes de la suhstancia<br />

ensayada. Esta nueva determinación no ofrece dificultad alguna,<br />

pues es claro que si en 2 gramos de caliza entran Ogr.,240 de arci-<br />

Ha, en 100 partes<br />

o<br />

de aquella entraran<br />

0,24 X<br />

9 ...<br />

100<br />

= 12. Operaciones<br />

análogas harían ver, en el caso actual, que 100 partes del cuel'po<br />

ensayado se componen de<br />

TOTH 100,00<br />

'12,00 de arcilla.<br />

6,00 de anhidrido férrico.<br />

70,90 de carbonato cálcico.<br />

'10,20 de carbonato magnésico.<br />

0,90 de agua.<br />

En la práctica se simplifican mucho todos estos cillculos, con sÓlo<br />

tener á la vista una tahla de 1nUllil}licacloresquímicos, es decir, (le<br />

los nÚmeros por los que es preciso multiplicar los pesos de los cuerpos<br />

que se han hallado para obtener los de los que se huscan. Al final<br />

de este volumen se acompañan varias tablas, y en la segunda están<br />

consignados los multiplicadores que con más frecuencia tiene que usar<br />

el Ingeniero en las investigaciones químicas, figurando entre ellos los<br />

1,7857 y 0,7568, que se han deducido antes para pasar respectivamente<br />

de los pesos de cal viva y pirofosfato magl1f~sico¡Í los de los<br />

cal'bonatos correspondientes.<br />

Basta el ejemplo examinado, para comprender la marcha que habría<br />

que seguir en cualquier otro caso.<br />

ANÁLISIS INDIRECTAS.<br />

En lugar de pesar por separado, hajo la forma de una coml)inación<br />

cualquiera, los cuerpos que se trata de dosificar, se tiene que determinar<br />

algunas veces el peso indirectamente, pesando á la vez los dos<br />

compuestos y dosificando en seguida una de las partes constitutivas de<br />

su comhinaci6n comÚn. Así, por ejemplo, se ba visto que cuando en


il1<br />

una disolución se tienen reunidas potasa y sosa, pueden dosificarse,<br />

pesándolas juntas, en estado de sulfatos l')cIar mas, y determinando<br />

después la cantidad de ácido sulfÚrico ó cloro, á cuyo fin se precipitan<br />

de la disolución estos cuerpos en estado de sulfato de bario ó de<br />

cloruro de plata respectivamente, por medio del cloruro badco ó del<br />

nitrato argl\ntico. Supóngase, para fijar las ideas, que el peso de los<br />

dos sulfatos alcalinos sea P, y P el del ácido sulfÚrico, y que se trate<br />

de determinar las cantidades x é y de potasay de sosa.<br />

Para ello, se empezará por determinar los pesos moleculares del<br />

Úcido sulfÚrico, de los úlcalis y de los su1fatos correspondientes,<br />

son los que se expresan á continuación:<br />

que<br />

503 = 32 + 3 XI6 = 80<br />

Anhid1'ido sulfúrico..<br />

PotaSlt .<br />

Sosa .<br />

Sulfalo potásico.. ., . .<br />

Sulfato sódico . . . . . . .<br />

[(20<br />

= '2 X 39,'¡ + .16 =<br />

94,2<br />

Na2O= 2 X 23 +\6 = 62<br />

[('50' = '2 X 39,'\ + 32 + 4 X W = 17 4, '2<br />

Na2SOI=2 X '23+32+4. X ,16= 0142.<br />

. . 1742 871<br />

d Ir . .<br />

Una parte de potasa dara lugar a e su ato potaslCo,<br />

942 =471<br />

y x partes de aquel á.Icalia ~;: x de sulfato. Del mismo modo se ve-<br />

. 142 71 1 lf<br />

ría que y parte~ de sosa formaran 62 y = 51 Y<br />

. r<br />

(e su ato SOl lCO.<br />

Es, pues, evidente que deberá verificarse la siguiente ecuación:<br />

871 71<br />

'''' I X+ "' 1. Y=P.<br />

Ij, .)'<br />

Ademas, de los pesos moleculares antes deducidos, se deslH'ende<br />

1 . 400 1 1 . que una parte de potasa se com Jlna con (e an IH['J(o I '1 su If" ¡mea,<br />

471<br />

. . . d<br />

40<br />

Y una de sosa con ;:;-<br />

. .11 del mIsmo aCI.o. Se podrá,<br />

1<br />

hlecer esta otra ecuación:<br />

por tanto, esla-<br />

400 40<br />

471<br />

;J; + 51 y = p.<br />

Nada más sencj]]o que calcular las dos cantidades .r é y, que están<br />

determinadas por un sistema de dos ecuaciones de primer grado COI1<br />

dos incÜgnilas.<br />

'i1!:S<br />

He una manera completamente análoga se procededa si los dos alcalis<br />

se huhieren pesado juntos en estado de cloruros.<br />

MODO DE PRESENTAR LOS RESULTADOS DE LAS ANALISlS.<br />

Ap;H'te de presentar en un cuadro la composición de los 2, 5 () 4<br />

gramos que se hayan empleado en la análisis, asi como tamhién la correspondiente<br />

á 100 partes de la substancia, segÚn se ha dicho antes,<br />

conviene acompaÜar una nota en que se den á conocer, con más l)<br />

menos detalles, las propiedades físicas del cuerpo examinado, la marcha<br />

seguida en la análisis, la naturaleza de los reactivos, los hechos<br />

observados, los experimentos de comprohaÓón ó de cualquiera otra<br />

especie tí que se haya recurrido, y en una palabra, todos los datos<br />

que se crean necesarios para hacer apreciar la exactitud que deba<br />

atribuirse al resultado, y para que sea posible repetir el ensayo en<br />

las mismas condiciones que la primera vez.<br />

Cuando se analicen compuestos definidos, es indispensable deducir<br />

de su composición centesimal, la fórmula química del cuerpo;<br />

pero casi todas ,las substancias (/ue tiene que ensayar el Ingeniero<br />

son mezclas mas ó menos complejas, siendo muy raras las circunstancias<br />

en que haya necesidad de efectuar aquel cálculo.<br />

Se terminara la segunda y Última parte de este tratado, insertando<br />

a continuaciÓn cuatro tahlas: la primera contiene los pesos alt'¡micos<br />

de los cllerpos simples que entran en la composición de los materiales<br />

más usados, Üen la de los reactivos empleados para sn an,'¡Jisis;<br />

la segunda, los Illultiplicadores químicos que se necesitan con<br />

m:ls frecuencia; la tercera, la densidad, peso del litro y coeficiente de<br />

dilataciÜn de algunos gases; y la cuarta, la densidad y coeficiente de<br />

varios líquidos.<br />

Todas ellas tienen bastante aplicacillll.


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NÚ:Vr. 2.<br />

Ta')la de los multiplica dores químicos más usados.<br />

NOMBRES Fórm~las qUí.<br />

1m 1"OS CUEl~POS QUE SE PES.A.N. mICas.<br />

Cloruro argéntico. AgC!... . . . . . . .1<br />

rdcrno """"""'" ..""""'" [dern. !<br />

)dern... . . .. . .. . . .. . . . . . . . . . . . . rdem. 1<br />

.ldem. " [deln. ........<br />

Nitrógeno.. . . . .. . .. .. . . .. .. . . . ... N . ..<br />

rdern. .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. [dem. ,.<br />

[dern """ rdem. ........<br />

Amoniaco. .. .. ... .. ... ... ... N[l"..........<br />

rdcrn.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ..., Idern. .<br />

[dem.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. rdern. ... . . . . .<br />

1<br />

Ácido nítrico roncentrado. . . . . . .<br />

"<br />

HN03. . . . . . . . .1<br />

Nitrato potÚsico. . . . . . . . . . . . . . . . .. KNO'. . .. . . . . .<br />

Sulfato bitrico. . . . . . . . . . . . . . . . .. .. RaS04.........<br />

Idem Idem. ........<br />

rdern... " ... ... . ;. .. . .. [dem.<br />

rdem. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. [dern. ::::::::!<br />

Cal viva cao.. .<br />

,<br />

Idern. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. [denl. ........<br />

, '''''''<br />

,<br />

Carbonatocálcico. CaCO'.. . . 1<br />

" ,.<br />

Idern. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . "<br />

Idcm. .. . . . . . .1<br />

~ulfato cÚ[cico. ... . . . . . . . . . . . . ... CaS04 ..<br />

Idcm .. .., ... rdcrn. ,.. 1<br />

Anhidridocarbónico. ..., . ... C02. 1<br />

) Tdem.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ., dern.<br />

Óxido cÚprico. . . . . . . . . . . . . . . . . . .. CuO. . . .. . . . . '<br />

Tdem... . . ... .. . ... rdem.........<br />

Hierro..<br />

1<br />

....... . ................, Fe !<br />

!<br />

Multiplicadores.<br />

0,'H74<br />

O 2[H4<br />

0;4077<br />

0,5199<br />

4,214-3<br />

4,5000<br />

7,22-14<br />

0,8235<br />

3,7059<br />

5,%7'1<br />

0,2698<br />

O ,1682<br />

0:3"33<br />

0,5R37<br />

0,7476<br />

0,6094<br />

4,7851<br />

2,4286<br />

0,5600<br />

0,4-100<br />

0,4148<br />

0,7353<br />

2 2727<br />

.1 :909'1<br />

0,7987<br />

0,20'13<br />

4, 2R Q 7<br />

I NOMBRES<br />

I DE LOS CUERPOS BUSC.A.DOS.<br />

I<br />

Cloro...........................<br />

Ácido clorhídrico... .. . . . . . . . . . . . .<br />

! Cloruro sódico. . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Cloruro potilsico.. I .., . . . . . . ., . . . .<br />

Amoniaco."""""""........<br />

Ácido nítrico conccntrado. . . . . . .. .<br />

Nitrato potÚsico. . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Nitrógeno. ......................<br />

Ácido nítrico concentrado. . ...<br />

Nitrato potÚsico . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Amoníaco... . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

rdelll. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Anhidrido sulfúrico.. . . . . . . . . . . . . .<br />

Sulfatocillcico... . .., ...<br />

Sulfato potásico. . . .. " . ... . . . . . . .<br />

Sulfato sódico.. . . . . . . . .. . . . . .. . . .<br />

Carbonato cálcico. ...............<br />

Sulfato cÚlcico. .. . . . . . . . . , . . . . . . .<br />

Cal viva . ....<br />

Anhídrido cclrbónico..............<br />

Cal viva<br />

.'<br />

...<br />

Carbonato cÚlcico.. . . . . . . . . . . . . . . .<br />

rdem .<br />

Carbonato magnésico. . . . . . . . .<br />

Cobre. . . . . . . . . . . . . . ... "" . . . . . . . . . .<br />

Oxígeno. ..<br />

Anh-idridofeeroso. ...<br />

1~ármll1(LS quími<br />

cas.<br />

Cl.<br />

HC!.<br />

NaCl.<br />

RCl.<br />

NIl".<br />

lINO'.<br />

RNO'.<br />

N.<br />

lINO'.<br />

KNoa.<br />

NIJ3.<br />

rclcm.<br />

SO'.<br />

CaSO~.<br />

1\:2301.<br />

Na2SO'.<br />

CaCoa.<br />

CaSO~.<br />

CaO.<br />

CO".<br />

CaO.<br />

CaC03.<br />

[dem.<br />

MgC03.<br />

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FeO.<br />

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-


722<br />

COUCHE.-Voie, matériel roulant et exploitation technique des chemins<br />

de fer.<br />

DEBAUVE.-Exécution des travaux.<br />

DEYIANET.-CourSde Construction.<br />

DELESSE. -:Matériaux<br />

de 1855.<br />

de Construction de l'Exposition universelle<br />

DOBSON.-Arudimentary<br />

tiles.<br />

teatrise on the manufacture 01'bricks and<br />

DURAND-CLAYE (D. L.)-Chimie appliquée á l'art de l'Ingénieur.<br />

ECK.-Application générale du fer, de la fonte, de la tole et des poteries<br />

dans les constructions civiles, industrielles et militaires.<br />

ÉlUy.-Traité de l'art de la Charpenterie.<br />

ESPINosA.-Manual de Construcciones de albañilería.<br />

FAIRBAIRN.-Theiron.<br />

GERHARDT y CHANCEL.-Précisd'analyse chimique qualitative et quantitative.<br />

GOSCHLER.-Traitépratique des chemins de fer.<br />

HERvÉMANGON.-Essai et analyse chimique des matériaux employés<br />

dans les constructions et de quelques autres produits<br />

l'art de l'Ingénieur des Ponts et Chaussées.<br />

IBR.(N.-Album de Metalurgia general.<br />

intéresant<br />

JULLIENy VALÉRIO.-Nouveaumanuel complet du Chaudronnier.<br />

KUHLlIIANN.-Illstructionpratique sur l'application<br />

lins solubles au durcissement des pienes.<br />

LABOULAYE.-Dictionnairedes Arts et Manufactures.<br />

des silicates aka-<br />

LANDRIN.-Manuelcomplet théorique et pratique du maltI'e desforges.<br />

LANDRIN.-Traité de la fonte et du fer.<br />

LARDNER.-Lefer et l'acier lllanufacturés.<br />

LAuNAY.-Manuel du fondeur.<br />

LEJEuNE.-Guide du briquetier.<br />

MALEPEYRE.-Nouveau111anuelcomplet da briquetier.<br />

~fALo.-Note sur l'asphalte.<br />

MrLLINGToN.-Elelllentosde Arquitectura.<br />

}loNAsTERIO.-Anuariode Construcción.<br />

723<br />

MuÑozy SALAZA1\.-Tratado de Materiales de ConsLrucción.<br />

NAQUET.-Principes de Chimie.<br />

PELOUZEy FRÉlIIL-Traité de Chimie géllérale.<br />

PÉ1\EZDELASALA.-Tratado de Construcciones en el mar.<br />

Pd y HAvE.-3Iarcos de maderas.<br />

Pd y RAvE.-Tratado de :Maderasde construcción civil y naval.<br />

HEBOLLEDo.-Construccióngeneral.<br />

HEDTElIIBACIlER. - Hésultats scientifiques et pratiques destinés a la<br />

construction des machines.<br />

HEGNAULT.-Coursélémentaire de Chimie.<br />

REID.-A pratical treatise on the manufacture 01'Portlánd cemento<br />

REYNAuD.-Traité d' Architecture.<br />

llrvoT.-Traité d'analyse des substances minérales.<br />

HODRÍGUEZ ALoNso.-Tratado de Siderurgia.<br />

llODllÍGUEZDUl\ÁN.-Las<br />

la guerra.<br />

dinamitas y sus aplicaciones á la industria y á<br />

SAAVEDRA (D. F.)-Tratado de Química y nociones de Historia natural,<br />

con aplicación á los reconocimientos de aduanas.<br />

SAINz.-Compendio de Arboricultura.<br />

SCHEIDNAGEL.-Inflamaciónde minas militares por la electricidad.<br />

TREussART.-Mémoiresur les lllortiers hydrauliques et sur les mortiers<br />

ordinaires.<br />

VALDÉs.-lUanual del Ingeniero y Arquitecto.<br />

VlcAT.-llesumé sur les mortiers et ciments calcaires.<br />

VlcAT.-Traité pratique et théorique de la composition des lllortiers,<br />

ciments etgangues a pouzzolanes.<br />

VIDAL. - Breve descripción de algunas de las maderas más importantes<br />

y mejor conocidas de las Islas Filipinas.<br />

WANDERLEY.-Traitépratique de constructions civiles.


ÍNDICE.<br />

Prólogo... . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . ... . .. . . . .. . . . . . . . . ... .. .. . ..<br />

Introducción. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

PRIMERA PARTE.<br />

CONOCIMIENTO Y PREPARACIÓN DE LOS MATEHIALES.<br />

,<<br />

PRIMERA SECCiÓN.<br />

l\UTERIALES DE ORIGEN PÉTREO.<br />

PIEDRAS. ... "" .... ... ..... ... ... ... . .. .. " . ..,<br />

Requisitos á que han de satisfacer las piedras ,.<br />

Explotacióndecanteras... '" . . . . . . . . . .. . . . .. . . ..., .. ..<br />

Explotación al descubierto.<br />

"'"<br />

,..<br />

"""""""<br />

Grandes voladuras.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Aplicación de la electricidad para dar fuego á los barrenos. . . . .<br />

Método de las cámaras de Courbebaisse. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Horuillos ......<br />

Otras substancias explosivas. (Nitrogliceriua y dinamita.). ., . . .<br />

Explotación por arranque. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Explotación snbterránea.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Preparación de los bloques. . . . . . . .. . .. . . .. . .. . . .. . . .. . .. ...<br />

MORTEROS y HOR)IIGONES.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Cales.......................................................<br />

Calcinación.. . . . . ... . . .. .. . . . . . . ... . . . . . ... . .. . . . . . . . .. ... ... .<br />

Clasificación de las cales ..................................<br />

Explicación del endurecimiento de las pastas de caL..............<br />

Cales y cementos artificiales. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Fabricaciónde caleshidráulicasartificiales...................<br />

Fabricación de cementos artificiales . ...,......<br />

Principales cales y cementos que se emplean en España.. . . . . . . . . . .<br />

Apagamiento de las cales """, .'... .. .<br />

Conservación de las cales ,.....................<br />

...<br />

Págs.<br />

5<br />

7<br />

10<br />

10<br />

18<br />

19<br />

26<br />

26<br />

30<br />

32<br />

33<br />

39<br />

40<br />

42<br />

47<br />

47<br />

48<br />

59<br />

65<br />

73<br />

73<br />

75<br />

78<br />

8'1<br />

86,


Puzolanas.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Condiciones del agua que ha de servir para la fabricación de los morteros.<br />

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Arenas. "<br />

'j26<br />

"""""" , ..,<br />

Composición y propiedades de los morteros ó IIrgamasa3... ..<br />

Morteros de cales grasas ó hidráulicas. .. . .. . ., . . .. . . . . . . . . . . . . .<br />

Morteros de cemento romano. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Morteros de cemento de Portland. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Pastas puzolánicas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Hormigones. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Breve reseña de otras piedras artificiales. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Fabricación de los mOl'terosde cal y de los hormigones...............<br />

Fabricación de morteros... : . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Manipulación de morteros. . . .. .. . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . .. ... . .<br />

Fabricación meeánica... . . . . . . . . .., .. . .. . . . . . . . . . . . . .. . . . ..<br />

Fabricación de hormigones. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Yeso .<br />

Aplicaciones del yeso... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Betunes.<br />

"""'"<br />

.................. ,..............<br />

Betunes calizos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Betunes metálicos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Betunes varios. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Betunesasfálticos. , . .. . .. .. .. . ... . .. .'.. . . .. . ""<br />

Bétunes resinosos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

PASTAS CERA~uCAS .. ... " "'" """"'"<br />

. ..<br />

..<br />

. . .,<br />

Arcillas. .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Ladrillos.. . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Elección de las tierras y composición de las pastas.. . . . . . . . . . . . . . .<br />

Fabricacióndeladrillos..,.. . . . . .. . ... .. . ., . . . . . .. . . .., .. ..<br />

Preparación de las pastas.. . . . . . . .. ... . . .. . . . . . .. . . . . . . .. . ..<br />

Moldeo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Desecación. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Cochnra. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Fabricación mecánica de ladrillos. .. . " .. .... ..... " """<br />

.. .. ..<br />

Amasadura mecánica. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ; . . . . . . . . . . . .<br />

Moldeo mecánico . . . . . . . . . . ... . . . . . . . :. . . .. . . . . .<br />

Prensadura mecánica .. .. .. .. . . .. . . . . . . . .' . . . .. .. . ..<br />

Diversas clases de ladrillos. . . . . . . . . . . . . . . " , . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Estudio de ot1'llS pastas cerámicas tt,mdas en las constmcciones. . . . . . .<br />

Baldosas... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Azulejos..<br />

T'eJas<br />

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

,.<br />

Botes y caños. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ..<br />

Págs.<br />

88 Tnbos de avenamiento ,.. ......<br />

Vidriado y colores.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

91<br />

92<br />

94<br />

94<br />

,10'1<br />

107<br />

oJI6<br />

0118<br />

'123<br />

127<br />

'127<br />

128<br />

129<br />

134.<br />

138<br />

442<br />

.\48<br />

148<br />

150<br />

151<br />

152<br />

159<br />

162<br />

162<br />

,167<br />

,167<br />

,17,1<br />

176<br />

18,1<br />

,181:<br />

487<br />

199<br />

199<br />

200<br />

206<br />

207<br />

2,10<br />

210<br />

212<br />

2,13<br />

215<br />

NOCIOXESSOBRELA FABRICACIÓNDELVIDRIO... , ... .<br />

CUADRONú~r. 4.-Densidades y resistencias al aplastamiento<br />

"<br />

. . .. .. .<br />

de algunas<br />

piedra s y ladrillos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

CUADRONÚ~r.2.-Resistencias á la tracción de algunas piedras y ladrillos...<br />

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

CUADRONÚM.3.-Durezas comparativas de algunas piedras... .. .. . .<br />

127<br />

SEGUNDA SECCIÓN.<br />

MATERIALES DE ORIGEN VEGETAL.<br />

Organografía y fisiología de los vegetales...........................<br />

Organografía. .<br />

" . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Fisiología. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

MADERAS.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Corte ó apeo de árboles. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Caracteres de las maderas más importantes........................<br />

Maderas duras.. . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Maderas resinosas .............................<br />

Maderas blandas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Maderasfinas.. . . . .., . . . . . . . . . . .. . . .. . . .. . . .. . . .., .. . ... .<br />

Madera s exóticas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Maderas usadas en las construcciones en las colonias ultramarinas.<br />

Maderas usadas en Cuba. . . . .. . . . .. . . .. . .. . .. . . . . .. .. . .<br />

Maderas usadas en Puerto-Rico. . .. . . . . .. . . . ... . . . . . . . . .<br />

MaderasusadasenFilipinas.. . . . . . .. ......................<br />

Densidad y resistencia de las maderas.. ...................<br />

Tabla de las densidades y resistencia de las maderas más importantes<br />

que se usan en España, las Antillas y Filipinas.. . . .. . .<br />

Defectos de las maderas, condiciones á que deben satisfacer y causas de su<br />

destrucción en las obras.. .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Enfermedades y defectos de los árboles en pie.. . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Causas de destrucción de las maderas cortadas. . .. . .. . .. .. . ..<br />

Condiciones á que deben satisfacer las maderas para empIcarse "" en<br />

las construcciones.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . .<br />

Causas de destrucción de las maderas puestas en obra. . . . . . . . . . . . .<br />

Conservación de maderas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Enlucidos y forros.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Inyección de substancias antisépticas ...............<br />

Págs.<br />

217<br />

219<br />

222<br />

228<br />

23,1<br />

232<br />

233<br />

233<br />

240<br />

243<br />

243<br />

248<br />

249<br />

2M<br />

259<br />

260<br />

261<br />

262<br />

262<br />

273<br />

277<br />

284<br />

286<br />

295<br />

295<br />

301<br />

302<br />

307<br />

3,10<br />

3,10<br />

312


728<br />

Inyección por inmersión ........,............<br />

Procedimiento de Boucherie.. . .. .. . . . ., . .. ..,. . ... .. .<br />

Inyeccióll por el vacío y la presión,<br />

"'"<br />

en vasos cerrados.<br />

"<br />

.. ..., . .<br />

Coloración, incombustibilidad y petrificación de maderas .<br />

Carbonización superficial. . . . . . . ... .,. . . . . . . . . . . .. . . . . . .. . . . . . . .<br />

Influencia definitiva de los procedimientos de conservación..<br />

" . . . .<br />

Págs.<br />

318<br />

320<br />

323<br />

32ü<br />

328<br />

331<br />

333<br />

338<br />

339<br />

3~2<br />

347<br />

Labra de maderas.-Maderas del comercio. Marcos "" ...,..<br />

Desmoche, troceo y hendimiento .. .. ..... .... .. . ,..<br />

Escuadración ,.. .. . ,..<br />

Aserramiento de maderas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Encorvadura de maderas ........................<br />

Transformaciones que tienen que sufrir las piezas hasta colocarlas en<br />

obra "' ,................<br />

Ttansportedemaderas.... ... .. . '" . .. . . .. . . . . . ... .. . . .. ." .<br />

Almacenaje de maderas... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

OTROS MATERIALES VEGETALES. . . . : . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Cañizos.. . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Materiales de ramaje .... .. ... .... . '" ... " ..<br />

Tepes ..........<br />

Cuerdas... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Gomas, re.linas y otros productos... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Gomas... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Resinas.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Resinas propiamente dichas... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Gomorresinas... . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Óleo-resinas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Caucho ó goma elástica... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Gutapercha .. ... ... . .. ....... ....... .........<br />

TERCERA SECCIÓN.<br />

MATERIALES METÁLICOS.<br />

Pteparación mecánica de los minerales.............................<br />

Hornos .. .. . .. . .. .. .. . .. . .. .. .. . . . .. . . . . . . .. .. . . .. .. . .. . . . .<br />

/lIERRO. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

:Metalurgia del hierro.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Procedimiento catalán. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . '" .<br />

Procedimiento de los hornos altos. . . . . . . . . . .'. . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Transformación del hierro fnndido en dulce ó maleable. .. .. . .. ... .<br />

Afinación en forjas... ...,<br />

" . . .. . . . ... . . .. . .. . ... . ., . . ...<br />

"<br />

.<br />

352<br />

354<br />

360<br />

3ü2<br />

363<br />

363<br />

36ü<br />

366<br />

374<br />

374<br />

375<br />

375<br />

37,<br />

378<br />

379<br />

381<br />

383<br />

389<br />

394<br />

395<br />

39ü<br />

399<br />

411<br />

4B<br />

Afinación en hornos y pudelación.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Trabajo del hierro.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Máquinasempleadas para dar al hierro la textura conveniente<br />

"<br />

Mediosde dar al hierro la forma conveniente. .. .,. ... ...,.. .<br />

"'"<br />

Operacionesá que han de someterse los hierros antes de colocarlos<br />

en obra.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Trabajo del herrero.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Trabaj o del cerraj ero.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Herramientas mecánicas para trabajar el hierro en frío... . . . . . .<br />

Trabajo del palastro... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

llierro fundido ó culada. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . .<br />

Acero .<br />

Fabricación del acero . . . .. . . . .. ..' .. . . . . . . .. . .. . .. .<br />

"'" '"<br />

Aceros ordinarios. .. . .. . . . ... . . ., . . . . . . . . .. . ..,. .. . .. . . .,.<br />

Acero dam3squino. '. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . .<br />

Aceros fabricados por procedimientos modernos.. . . . . . . . . . . . . .<br />

Templedel acero.. . . .. .. . . .. . . .. .. .., ... . . ., . . . .. . ..<br />

'" '"<br />

Aplicacionesdelacero..., . . .,. . ... ... . . . .. ... .. ., . .. . . . . .,. . . ..<br />

COBRE. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Metalurgiadel cobre... .. . . ""<br />

729<br />

.., . .. . ., . . . ., ., ... . . .., . .,. ... .<br />

Cobre laminado. . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Aplicaciones del cobre. . . . . . . . . . . . . . . . . . ~ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

PLOMO.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Metalurgia del plonIO.. '. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Planchas y tubos de plomo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

'Aplicaciones del plomo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

ZINC .<br />

Metalurgia del zinc. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Trabaj o del zinc.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Aplicaciones del zinc. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

ESTAÑO.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Metalurgia del estaño. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Trabajo del estaño '" .. ... . . ...<br />

Aplicaciones del estaño. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

ALEACIONES Ó LIGAS METAr.rCAS.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Latón.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Bronces. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Aleaciones de metales superpuestos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Hoja de lata. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Hierro gal vanizado. . . . . . . . . . . . . : . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . .<br />

CLAVAZÓN ... ., ........<br />

INDUSTRIA DE METALES EN ESPAÑA. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

DE:-iSTDAD y RESISTENCIA DE I.OS PRINCIPAl_ES MATERIALES lIIET..\LICOS...<br />

Págs.<br />

414<br />

418<br />

418<br />

423<br />

43ü<br />

436<br />

440<br />

44~<br />

451<br />

4ü5<br />

475<br />

4.77<br />

478<br />

486<br />

488<br />

495<br />

496<br />

498<br />

500<br />

504<br />

505<br />

506<br />

507<br />

510<br />

51.\-<br />

516<br />

517<br />

52'1<br />

52~<br />

525<br />

526<br />

528<br />

529<br />

53,1<br />

53'1<br />

533<br />

537<br />

539<br />

5H<br />

543<br />

548<br />

5ü3


730<br />

APÉNDICES Á LA PRIMERA PARTE.<br />

y<br />

PI:'


ERRATAS PRINCIPALES.<br />

Página. Linea. Dice. Debe decir.<br />

20 19 al la<br />

,122 penúltima corresponde corresponda<br />

,129 25 que usan que se usan<br />

152 15 Marchabée Machabée<br />

190 2 por con<br />

253 20 Fraxinius Fraxinus<br />

346 20 presentará presentara<br />

359 35 más delantero de atrás<br />

386 26 Mesas durmientes. MESASDURMIENTES.<br />

387 22 Mesas de percusión. MESAS DE PERCUSIÓIí.<br />

388 18 Mesas cónicas. MESAS CÓNICAS.<br />

4.59 34 e a<br />

6,10 3 las puntas la punta<br />

656 29 les los

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