Análisis contrastivo de los sistemas acentuales del ... - Héctor Ortiz

Análisis contrastivo de los sistemas acentuales 

del inglés y del español 

Héctor Ortiz Lira 

Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación 

Universidad de Santiago de Chile 

hortizl@vtr.net 

Este trabajo compara algunos de los aspectos básicos de los sistemas acentuales 

del inglés y del español en el nivel posléxico desde la perspectiva de la enseñanza 

del inglés como lengua extranjera a alumnos hispanoparlantes. La discusión se 

organiza en tres secciones. En la primera, se analiza la naturaleza del acento y se 

define la terminología que se empleará; luego, se examinan los principios que 

rigen la acentuación léxica en ambas lenguas y, finalmente, el problema de la 

acentuación posléxica, también llamada acentuación oracional, discursiva o 

sintáctica; en este caso, nos referiremos específicamente a la localización del 

último acento tonal o núcleo acentual del enunciado, el cual es responsable en 

gran medida de la determinación de foco. 

La investigación en prosodia se ha caracterizado por la existencia de una serie de 

cuestiones básicas que ha costado resolver y por diferencias fundamentales de 

enfoque. Esto nos obliga a elegir un marco teórico adecuado para cubrir nuestras 

necesidades y, consecuentemente, a definir términos. El enfoque que proponemos 

para comparar fenómenos de prominencia en español e inglés se basa en la teoría 

prosódica británica actual, que comienza poco antes de la década de los años 60 

con Bolinger (1958, 1961), en Estados Unidos, y prosigue con Gimson (1962), 

O’Connor y Arnold (1973 2 ), Crystal (1975), Cruttenden (1986, 1990), Tench (1996) 

y Wells (2006). En cuanto a la teoría entonacional, propiamente tal, reconocemos 

aportes del enfoque autosegmental, que comienza con Pierrehumbert (1980). En 

cuestiones relacionadas con foco y consiguiente localización de acentos nucleares 

adherimos a los trabajos de Ladd (1980, 1996) y Gussenhoven (1984). 

1. La naturaleza del acento 

En Fonética, como en todas las ciencias, podemos distinguir entre el nivel físico o 

fonético, que se asocia a los parámetros de producción, transmisibles y 

escuchables y, por lo tanto, observables y medibles; y, por otra parte, el formal o 

lingüístico, que es un nivel de representación más abstracto, en el cual intentamos 

describir y explicar los datos observados a nivel físico. Este nivel formal intenta 

explicar la competencia lingüística del hablante, es decir, el conocimiento implícito 

que posee acerca de la lengua que habla. 

1

Si aplicamos estos conceptos a los fenómenos prosódicos, podemos organizar los 

rasgos responsables de ellos de acuerdo al siguiente diagrama: 

nivel nivel 

fonético lingüístico 

productivo acústico perceptivo léxico posléxico 

tensión en frecuencia altura tonal tono 

cuerdas vocales fundamental 

fuerza de intensidad sonía acento acento 

espiración léxico oracional 

duración duración duración cantidad entonación 

posiciones características calidad calidad 

articulatorias espectrales (timbre) (timbre) 

Diagrama 1: Características prosódicas generales de las lenguas 

El diagrama 1 intenta resumir la dicotomía entre los niveles de análisis físico y 

lingüístico. Las definiciones de prominencia acentual (o, simplemente, acento) 

existentes en la literatura caen, dependiendo del enfoque que adoptemos, en 

algún punto entre lo físico y lo formal. Así, una definición de acento que hable de 

“la fuerza espiratoria con la que enunciamos...” u otra que aluda a “la sílaba que se 

percibe como la más prominente” hacen referencia a los aspectos físicos 

(productivo el primero; auditivo el segundo). En la literatura española, existen tres 

escuelas de pensamiento que intentan explicar la naturaleza del acento: (i) el 

acento de intensidad, cuyos principales exponentes son Navarro Tomás y Alarcos 

Llorach; (ii) el acento melódico, defendido, entre otros, por Quilis y Martínez 

Celdrán, y (iii) el acento de cantidad, propuesto por Canellada y Kuhlmann 

Madsen. Una cuarta posición, la del acento rítmico, es adoptada por Ladd, que 

deja de lado el análisis fonético de sílabas particulares para concentrarse en la 

fuerza métrica existente al interior del enunciado, reflejo de las relaciones 

sintagmáticas establecidas por la fonología de la lengua. 

Caben, ahora, las siguientes preguntas: ¿Cuál es la relación entre los rasgos 

físicos y los lingüísticos?. ¿Utiliza, un oyente angloparlante, las mismas claves 

físicas que un oyente hispanoparlante para determinar efectos acentuales y 

entonacionales? La correspondencia entre los rasgos físicos descritos y las 

características prosódicas abstractas (acento oracional, entonación) es bastante 

compleja. Existe, aparentemente, una asimetría entre la producción y la 

percepción; así, por ejemplo, mientras la duración y la intensidad aparecen como 

2

los correlatos más sistemáticos del acento a nivel de producción, a nivel de 

percepción la clave predominante es la frecuencia fundamental (o diferencias de 

tono). 

Los parámetros físicos que acabamos de describir son, por supuesto, comunes en 

inglés y español, como lo son para todas las lenguas entonacionales. Las 

diferencias que se pueden dar se deben al distinto peso que puede tener un 

parámetro sobre otro, de acuerdo a la lengua de que se trate. Así, por ejemplo, el 

parámetro calidad segmental es más utilizado en inglés que en español para 

señalar diferencias de prominencia. Esto se debe a la existencia, en inglés, de dos 

subsistemas vocálicos, uno fuerte y otro débil. Esto significa que el anglooyente 

puede inferir contrastes acentuales basándose en el contraste entre vocales 

fuertes y débiles. Existen tres vocales débiles en inglés que él naturalmente no 

puede asociar con prominencia: schwa y las vocales /i/, /u/ (p. ej. en happy /i/ to /u/ 

announce). 

Debemos, en este punto, introducir una diferenciación entre las nociones de 

prominencia, acento léxico (stress) y acento posléxico (accent). El siguiente 

diagrama intenta explicar las diferencias y las relaciones entre ellas: 

nivel nivel 

fonético lingüístico 

léxico posléxico 

prominencia acento acento 

(‘stress’) (‘accent’) 

lo audible; palabra contexto 

lo sobresaliente, abstracto; concreto; 

pero no necesariamente acento tonal realización de 

acentuado potencial ‘stress’ 

Diagrama 2: Los rasgos de prominencia 

Debido a que la prominencia y el acento tonal son el resultado de la interacción de 

los mismos correlatos ya señalados en el diagrama 1, no debe extrañar que el 

alumno hispanohablante confunda manifestaciones fonéticas con decisiones 

fonológicas. Esta confusión se hace ostensible en ciertos patrones entonacionales, 

como los ascendentes. Por ejemplo, en el enunciado con final ascendente 

(1) Will you put the 

fire 

out? 

3

el alumno tenderá, equivocadamente, a otorgar acento oracional (núcleo 

entonacional) a out en lugar de fire por la condición de prominente de la partícula 

adverbial; en otras palabras, mientras las categorías prominente vs. no prominente 

operan sólo a nivel fonético, la categoría acento tiene estatus fonológico. Una 

apropiada definición fonética de acento como “la sílaba que inicia movimiento 

tonal” y, por otra parte, la regla fonológica que aconseja otorgar acento tonal al 

argumento (sustantivo, complemento directo) en detrimento de la partícula a 

menudo resultan insuficientes para obtener el patrón acentual correcto Will you put 

the FIRE out. 

2. La estructura acentual de la palabra 

Una habitual fuente de error por parte del alumno se encuentra en la estructura 

acentual de la palabra, es decir, en la sílaba portadora del acento léxico primario. 

La incorrecta distribución de los acentos primarios en palabras polisilábicas es 

responsable de diversos grados de interferencia, situación que se agrava en los 

casos de patrones más complejos que constan de más de un acento, primario y 

secundario(s). 

Estos son los principios básicos que gobiernan los sistemas acentuales del inglés 

y el español: 

(i) Los acentos léxicos son propiedad de la palabra. 

(ii) El hablante no puede interferir en la distribución de acentos léxicos. 

(iii) Cada palabra tiene al menos un acento léxico: el acento léxico primario. 

(iv) Hay palabras que, además de un acento léxico primario, tienen uno o más 

acentos léxicos secundarios. 

Si consideramos los acentos léxicos como potenciales acentos contextuales y, 

consecuentemente, como abstracciones, resulta inadmisible definirlos en términos 

físicos. No podemos decir que el acento léxico primario es más prominente que el 

secundario ni éste menos fuerte que aquél. Lo definimos, en cambio, en términos 

funcionales. Acento primario es aquél que usualmente se realiza como acento 

tonal posléxico en contextos no marcados; acento secundario, aquél que se 

realiza como acento tonal posléxico en contextos marcados rítmicamente o por 

contraste. Y es precisamente en la realización y distribución de los acentos léxicos 

secundarios donde radica una de las diferencias principales entre el inglés y el 

español y, por lo tanto, uno de los problemas de más difícil solución por parte del 

estudiante de inglés. 

Ejemplifiquemos la realización de acentos léxicos por efectos de ritmo. El acento 

secundario se realiza como acento tonal, en desmedro del primario, cuando ocurre 

delante de otra palabra marcada con acento. Este es el caso de prácticamente 

todos los adjetivos de más de un acento léxico. Por ejemplo, diplomatic tiene 

acento secundario en dip- y primario en -mat-; process tiene acento primario en 

pro-. Sin embargo, el sintagma nominal diplomatic process no produce el patrón 

4

diploMATic PROcess, sino DIPlomatic PROcess. Aunque este reordenamiento 

acentual (“stress shift” en inglés, aunque deberíamos llamarlo más 

apropiadamente “accent shift”) no es ajeno al español, como lo hemos demostrado 

anteriormente (Ortiz, 2000, 2003) su aplicación resulta difícil aun para el 

estudiante avanzado. Otros ejemplos son: 

(2) MIDdle EAST + CRIsis → MIDdle east CRIsis 

(3) TRANSatLANtic + FLIGHT → TRANSatlantic FLIGHT 

Del mismo modo, el estudiante debe ser capaz de identificar los contextos donde 

el reordenamiento no se ejecuta, lo que ocurre cuando la segunda palabra del 

sintagma no recibe acento fuerte y, por lo tanto, ambos acentos léxicos del primer 

elemento, primario y secundario, se realizan tonalmente, p. ej. 

(4) APpliCAtion + FORM → APpliCAtion form (*APplication FORM) 

(5) REFuGEE + CENtre → REFuGEE centre (*REFugee CENtre) 

Ejemplifiquemos la realización de acentos léxicos por contraste: en los siguientes 

casos, los acentos secundarios (y no los primarios) se realizan como acentos 

tonales siguiendo la tendencia de la desacentuación de la información dada; en 

otras palabras, FINanced no se opone a UNderFINanced, sino a UNderfinanced, 

como se ve en (6) y los ejemplos siguientes: 

(6) Tell me about the FInanced and the UNderfinanced projects 

(7) Are those plans WORKable or UNworkable? 

(8) First you ZIP up the files and then you UNzip them 

La localización del acento léxico en palabras compuestas en inglés representa otro 

gran desafío para el alumno hispanohablante. Para efectos de comparación, 

eludiremos la diferencia entre compuestos verdaderos y colocaciones. Los 

principios que gobiernan estos patrones son los siguientes: 

1. Todos los compuestos en español tienen acento fuerte en el segundo 

elemento (o, potencialmente, dos acentos, uno en cada elemento), 

independientemente de su estructura sintáctica. El patrón rítmico es, pues, ws 

(w=débil; s=fuerte), p. ej. 

(9) QUItaMANchas, merCAdo NEgro, RAdio reLOJ 

2. La mayoría de los compuestos en inglés se acentúan sólo en el primer 

elemento (es decir, sw), especialmente aquellos formados por dos sustantivos, p. 

ej. 

(10) SHOPkeeper, SEX appeal 

5

3. Aquellas colocaciones constituidas por adjetivo + sustantivo, por el contrario, 

tienden a acentuarse en el segundo elemento (y, potencialmente, también en el 

primero); es decir, adoptan el patrón ws, p. ej. 

(11) RED CARpet, PERsonal STEReo 

4. En ciertos casos de ambigüedad, por ejemplo secuencias constituidas por V-ing 

+ sustantivo, la estructura gramatical determina el patrón rítmico; en (12) el 

sustantivo no es el sujeto del verbo (es decir, “conditions do not work”); en (13), el 

sustantivo es el sujeto de la acción señalada por el verbo (es decir, “classes 

work”): 

(12) WORKing conditions (sw) 

(13) WORKing CLASses (ws) 

En general, las siguientes colocaciones tienden a adoptar el patrón sw: 

(i) S1+S2 en las cuales S1 es el complemento directo de la acción del agente S2, 

p. ej. WORD processor. 

(ii) S1+S2 en las cuales S1 especifica el significado de S2, p. ej. APple tree. 

(iii) A+S cuyo significado tiende a ser más especializado, p. ej. BLACKlist, 

DARKroom. (Cp. BLACK LIST, DARK ROOM). (Sin embargo, hay una 

cantidad apreciable de colocaciones de este tipo que podríamos considerar 

excepciones, ya que adoptan el patrón ws: BEST MAN, RED TAPE, CLOSE 

SHAVE, DEAD END, DARK HORSE, etc.). 

(iv) S+participio, p. ej. TYPE-written, LANDlocked. 

Las colocaciones ws (o de dos acentos) incluyen: 

(i) S1+S2 en las cuales S1 indica lugar o tiempo, p. ej. CIty CENTre, MORNing 

paper. 

(ii) S1+S2 que designan nombres de personas, lugares o instituciones, p. ej. 

JAMES BOND, MaGELlan STRAIT, WORLD BANK. 

(iii) S1+S2 en las cuales S1 designa un material o ingrediente, p. ej. STONE 

FLOOR, FRUIT SALad. (Se exceptúan las colocaciones en las cuales S2 es 

juice o cake). 

(iii) Adjetivos que provienen de combinaciones S+A (p. ej. BRAND-NEW); A1+S-ed 

(p. ej. BAD-TEMpered); A+V-ing (p. ej. EAsyGOing). 

3. El acento posléxico 

Existen algunas similitudes y numerosas diferencias entre los sistemas acentuales 

posléxicos en inglés y español. Entre las primeras podemos señalar: 

1. En español e inglés tienden a acentuarse las palabras de clase abierta o de 

contenido; las palabras de clase cerrada (estructurales) tienden a desacentuarse; 

6

una de las excepciones más importantes es la acentuación de los verbos 

auxiliares en español, p. ej. 

(14) If you had ASKED me I would have HELPED you. 

Si me huBIEras peDIdo te haBRIa ayuDAdo. 

2. En enunciados en foco amplio, es decir, aquellos que contienen sólo 

información nueva, el último acento tonal (núcleo entonacional) cae en la última 

palabra de contenido del grupo entonacional. En el caso del español, este principio 

se puede simplificar diciendo simplemente “última palabra”. 

3. En español e inglés tienden a desacentuarse algunos adverbiales finales, 

como los oracionales (en oposición a los no oracionales) y otros, p. ej. 

(15) She speaks ENGlish, naturally. 

Habla inGLES, naturalmente. (=Como resultado de un proceso lógico) 

(16) She speaks English NATurally. 

Habla inglés naturalMENte. (=Lo habla con naturalidad) 

(17) I’ll see you THEN. 

Te veo enTONces. (=A la hora que convinimos) 

(18) I’ll SEE you then. 

Te VEo entonces. (=Infiero como resultado de un acuerdo previo) 

(19) You’re gonna STAY, I imagine. 

Te vas a queDAR, me imagino. 

Otras coincidencias se observan en los siguientes patrones acentuales, que 

pueden considerarse las formas no marcadas, p. ej. 

(20) A cup of TEA, please. 

Una taza de TE, por favor. 

(21) A: Any more tea? 

B: NO, thank you. 

(22) A: ¿Más té? 

B: NO, gracias. 

Si comparamos la ubicación de los acentos nucleares en dos textos paralelos, 

comprobaremos numerosas coincidencias en inglés y español: 

(23) EVery afterNOON, / as they were COMing from SCHOOL, / the CHILdren 

USED to GO and PLAY / in the GIant’s GARden. / ONE DAY / the GIant 

came BACK. / He had been to VISit his FRIEND, / the CORnish Ogre, / 

and had STAYED with him / for SEVen YEARS. / When he arRIVED, / he 

SAW the CHILdren PLAYing in the GARden. 

(24) CAda TARde, / cuando volVIan de la esCUEla, / los NIños soLIan paSAR 

a juGAR / al jarDIN del giGANte. / UN DIA / el giGANte regreSO. / HaBIa 

Ido a visiTAR a su aMIgo, / el Ogro de CORNwall, / y se haBIa queDAdo 

7

con EL / SIEte Años. / Cuando lleGO / VIO a los NIños juGANdo en el 

jarDIN. 

Las diferencias más importantes entre las dos lenguas se pueden resumir en tres 

reglas: 

1. El inglés es particularmente sensible a la información dada, la cual es 

generalmente inacentuada; en español, en cambio, la desacentuación de 

información dada se realiza en casos extremos que, por lo tanto, en muchos casos 

pueden considerarse las formas marcadas. Las versiones reacentuadas en inglés 

en los casos siguientes resultan incorrectas: 

(25) ¿VIEnes o no VIEnes? 

(26) TRES cinco CUAtro / dos NUEve / cero NUEve. 

(27) AnaliCEmos las venTAjas y las desvenTAjas. 

Los siguientes ejemplos muestran diversos casos de información dada 

inacentuada: 

(28) A: HAM and CHEESE? 

B: No, saLAmi and cheese. 

(29) A: HOW about some spaGHETti? 

B: Yes, I LOVE pasta. 

(30) A: SHALL we take a DEtour? 

B: No, I HATE diversions. 

2. Los sustantivos en inglés prevalecen sobre otras palabras de contenido 

(verbos, adjetivos, adverbios) en materia de acentuación posléxica. Las formas 

equivalentes en español permiten destacar la diferencia, p. ej. 

(31) The DOOR’S open. 

La PUERta está aBIERta. 

(32) I have a conFESsion to make. 

TENgo que haCERte una confeSION. 

(33) KEEP the FIRE going. 

No DEjes que se aPAgue el FUEgo. 

(34) What SIZE do you take? 

¿QUE talla Usa? 

3. Las palabras de clase abierta de bajo contenido semántico a menudo se 

desacentúan en inglés; compárese la versión española, p. ej. 

(35) Let’s ASK someone. 

PregunTEmosle a Alguien. 

(36) WHY don’t you have a WORD with the guy? 

¿Por QUE no conVERsas con el TIpo? 

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(37) You’re iMAGining things. 

Te esTAS imaginando COsas. 

Las diferencias y similitudes que hemos señalado conforman sólo un estudio 

superficial en el área de la prosodia comparativa. Estamos, sin duda, en mejores 

condiciones que hace un par de décadas para poder explicar la naturaleza de los 

variados casos de interferencia a nivel acentual que se escuchan en el aula. 

Sabemos más acerca de las nociones de foco, acentuación y desacentuación; 

existen estudios comparativos entre diversas lenguas. Tal vez podremos, en 

veinte años más, entender mejor otros patrones acentuales que no hemos 

examinado en esta descripción y que, por el momento, sólo incluimos bajo el rubro 

de idiomaticidad. 

Referencias 

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Cruttenden, A. (1986). Intonation. Cambridge: Cambridge University Press. 

Cruttenden, A. (1990). ‘Nucleus placement and three classes of exception’. En S. 

Ramsaran (ed.) Studies in the pronunciation of English: a commemorative 

volume in honour of A. C. Gimson. London & New York: Routledge. 

Crystal, D. (1975). The English tone of voice: essays in intonation, prosody, and 

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Gimson, A. C. (1962). An introduction to the pronunciation of English. London: 

Edward Arnold. 

Gussenhoven, C. (1984). On the grammar and semantics of sentence accents. 

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Ladd, D. R. (1996). Intonational phonology. Cambridge: Cambridge University 

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O’Connor, J. D. y G. F. Arnold (1973 2 ). Intonation of colloquial English. London: 

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Ortiz Lira, H. (2000). ‘La acentuación contextual en el español culto de Santiago de 

Chile’, en A. Valencia y L. Piña (eds.) Actas de ‘El español culto en el mundo 

hispánico’. Santiago: Universidad Bolivariana, 91-102. 

Ortiz Lira, H. (2003). ‘Los acentos tonales en un corpus de español de Santiago de 

Chile: su distribución y realización’, en E. Herrera y P. Martín Butragueño 

(eds.) La tonía: dimensiones fonéticas y fonológicas. México, D. F.: El Colegio 

de México, 303-316. 

Pierrehumbert, J. B. (1980). The phonology and phonetics of English intonation. 

Tesis doctoral publicada en 1987, Indiana University Linguistics Club. 

Tench, P. (1996). The intonation systems of English. London: Cassell. 

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Wells, J. C. (2006). English intonation: An Introduction. Cambridge: Cambridge 

University Press. 

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