Recurso de apelación Camps contra auto Flors ... - Los Genoveses

AL ILMO. SR. MAGISTRADOR INSTRUCTOR 

SALA-D_E LO CTWL Y PENAL 

TRDUNAL 9IJ?ERIOR DE TUSflCL{ 

DE LA COMUMDAD V{LENCIANA 

PII-AR PALOP FOLGADO Procu¡adora de los llribunales, Colegiada no 94, en 

nombre del MOLT HONORABLE SR. PRESIDENT DE LA GENERALITAT 

VALENCIA, D. Francisco Camps Orü2, cuya representación consta acreditada 

en las Diligencias Previas n" 2109, arúe el llrno. Sr. Inskuctor compa¡ezco y, 

couro mejor proceda en Derecho, D I G O: 

Que mediante el presente escrito paso a interponer. en tiempo y forma, 

RECURSO DE APELACION contra el Auto de 6 de julio de 2.009, interesando 

Eg-feyasciq¡t" de actlerdo con las siguientes 

ALEGACI-QNES 

PNMERA.- Procede acorda¡ Ia revocación del Auto recurrido, segln 

considera esta parte, atendiendo a las razones expuestas mediante escrito de 6 

dr¡ abril de 2.009 (Folios 187 a 194 vuelto del Rollo Penal n' 1012.009), 

evactlando el trámite conferido por Auto de 2 de abril del mismo año, y en el de 

fecha 17 de junio de 2.009 (Folios 1.432 a 1.434-Tomo V). evacuando eI t¡ámite 

confr:rido por Providencia de 12 de junio anterior, a las pruebas practicadas has 

ia meritada Providencia y como coÍrsecuencia de un anáisis del mencionado 

Auto t¿nto en relación con dichas pmebas como en función de las sustaflcialeA 

conh"adicciones internas del mismo.

SEGUNDA.- Pa¡a facrlitar la labor de la Excma Sala pasamos 

reprodücir, Por esta.r plenamente vigentes en 5u fundamentación tras 

instrucción practicada, los me¡tcionados escritos' 

En el primero de ellos, de 6 de abfll de 2.009, se dice: 

"PRI¡\4ERA.- Et Auto de 2 de abtíl de 2 009 da traslado a lns parte, de Ia pieza 

'lt'orados 

t'ormad.a cot Ia denominación Valencia" a t'in de que, 'Prcvia conqe'j'Jn de los 

hechos atríbuibln d las Person'.s aforadss attte este Tríbunal y determinacíón de su 

releoancía iuríd;ca, fiurifiesten cuanto cotlsiderefl Procedente dcerca d¿ Ia coñpetencia 

d¿l ó\garo jurisdiccional que deba conocer de tales hechos 

" 

Se trdta, legún entiende esta parte, de alegat sobre dicha ampetencía en funaón 

de hechos attíbufuIes 4 personds ahradas, entre ellas mi ma¡dante' aten¿Liendo a Ia 

efectioa releoancía de tales hechos. 

Debemos ddelantol que la segregqción producída de la denominada píeza de 

aforudos Porc de m.anifiesto actuaciones en la Cttusa pincipal que e¡¡idencian 

iituaci.onx procesales que cofiPortan la necesaria nulidad de actuaciones' como luego 

someteremas aI mejor crtterio de Ia SaIa, bíot por af¿cción aI detecho de tlefensa' bien 

por la quiebra producida del derecho fundamental a I4 tuteh judicial efecttve en rclación 

mn eI derecho al juez pred¿termílado por la ley 

S&B@LpL- In ampetencia de Ia SaIa a que tengo el honor de diri1¡rn1e' oftne 

determitada por Io díspuesto et el afi{culo 73 .3 a) de I0 Ley Orgdnica del Poder Judicial 

errclacíófl con los lrtículos 23,3.y31d¿l4L¿VOrgd iu 5182 reguladora del Estatuto 

de Autonomíd de ]a Comunidad Valencianq, morlificacla P()r Ley Or|án¡ca 112 A06' de 

70 de abril. 

En efecto, de exist¡ hechos dftibuibles de relnancit petal, Ii illstr ccióí es 

competencía de la \ab a que me dirijo' cnnstítlrída como ¡Je lo Pettal La posible 

'txígencia" de responsabilidatl petwl e que se tet'íere el artlculo 37 del Esflltuto' 

umporta una plena cofipetencia de esta Sala' a tenor de Ia normatitta señalada' para 

reso|lt¡er sabre tal clase de responsabilidad si a tenor del ?rinciPta acusatorio se redliza 

alguntl clqse de atríbución de hedtos de reliene penal, en este caso por el Fiscal' 

2 

ia

Esto supone que habié?tdose inhibído por Auto tle S .ie marzo de 2.009 eI luzgado 

Central de Instrucción n S d.e Madríd, en sus Díligerrcias preuiü 

-una Z7S:2.¡AB.V,af ,or 

rle esta snla, y aún confeníend.o dicho Auto relacíón extensa de nechos y 

atribuciones tlpicas entre otros a mi m,zndante, en todo caso insosteníbles, habrd que 

eshtr, a nueslro criterio, a Ia pretensión d.el MintsteriLt pública en sus ínformes de 1g de 

Jebrero de 2.009 G-109 det T-III de ¿ste pieza), e iz.cluso al posterior íe 3 d.e marm de 

2.009 T-III d.e esta Preza), para 

.(F-129 

asumir que, dada ta aiibucíón que formula sobre 

h¡potéticos pagos de t¿rceros d.e ciertas preindas que se dieen oi.qririoo" po, _, 

mqnrh¡nte, encajando eI hecho en Iq posíble conJiguracíón típica del aftícuto 426 d¿l 

Código Penal, el ardliíís y resoluctón que sobre t4l suerte de atribrrc¡.ón tntcnl deba 

hacerse correspotde a esta SaIa, por las razones erpuestas. 

TERCERA.- Consecuencia d¿ Io anterio¡ es que d.e entre los preceptos det Códiga 

Pendl cüyo cantenüo oalora el Razoíaníento lurtd¡c., Tercero del Auto ¿le 5 d.e fiarzo 

de 2,009 dictado por el luzgadn Central de Instrucción n" S de Madlíd, haya que 

centrarse ¿n si realmerte de lo actua¿o se deducen elementos d.e prueba sufiaentes para 

que se-de urw inoestígalión penal en relación con mi reprÁentad.o án ,elrrancío 

enftalle en ¿I attículo 426 del Cód.tgo peruL Desde luego nfngtin analists cabe ha.er 

soore ntpotetrcos hechos con r¿lieoe a los efectas de los arículos 426 y 3g0 en retacíón 

con eI j92, todas ellos del C1digo penrú, por no d.etraerce naáa relatiuo a mi 

represefttado, a tmor del factum d.e dícho Auto, y por no hnber sido siquieru tomado en 

consid.eracíón en sendos infttnnes del Fbcal qntes mencionqdos. 

Sala a que me 

. .La 

úrijo es necrsariamente comyetente para determincr si de las 

que e.n. la 

i"-r::i:* .coneton 

piem objeto 

. 

de esie pror"ai^,i"rro niy ,t"*"nto, 

bastantes para síquieru iníciar una instrucción relqtire a mi repr*míad.o para 

aoenguación 

la 

de si mncl,Íren o no indicíos de Id conducta ttpífcaú en rl n¡¡"rto +zt. 

La condición d.e aforado dz mí and.inte así lo requierc, y este es el adecwd'o proceaet 

Ia SaIa, 

de 

como en otror procedimíentos ha tÁido lt4qrr, dado 

actultc1o.nes 

,""lr*[ria* ,r* 

y Ia exposíción ramnaiLa, asl como en los c'sos ,n Io"'qu" s" prrr"nto 

denwtciq 

,n 

o querella ante este Tríbunq), se decide ,¡ ,rii" "*- ""rir, 

surtciTnte 

,¡*A¡" 

pdra lleuar a cabo uM ínsluccíón o no. Ad.elantamos que 

entefidefios 

en este caso 

que no, tanto desde la perspectúa f.jctiül coifto de la jurfii[a de ta 

tlpica 

conaucta 

a la que acude Ia Frscalía y eI propo aun. 

en di.c.ha dobte perspe$iira, 

?#:-::,:::!ylno,s 

por to que se ";": referc at 

y#*#* 

unsidera 

"**:+, 

respinosa*r"rr'"r'r"*plii 

,:t:::í?"* que : constqn ;: * 

no pued.e conctutrse en el sentído 

¡nnnic¡¿n " |n¿Áo el ei ;{;;;;;;: ,"r-;: ;','{n*,o o'oo'n'o por et Auto de

fflic;al¡neflt¿ sotprende que el fierítad.o Ar11:o desoíqd en gran ¡nedida las 

declaraciones prer'ías a dícho Auto de D. loséTomdsy especlfíamente La que tuoo lu84r 

eI 70 de lebrero de 2.A09 G 48 del Tomo IID quien insistió et1 qüe mi representado pttgó 

a (.t'ectipo Ia ropa adquíride, descattando la comprada por eI mísmo en Ia tienda de 

Mílano -pues 

fue deauelta-, En defiflitiud seiala que pagó siempre en efecti'ro y que 

habia quedad.o pend.íente -según este señor- un smoking y tn chaleco blanco, Debemos 

ad,elantat qtle esto tiltíno no sucedió, pues mi mandante no adquírió estas dos prend.as, 

sí bien ahora debe decirse que tampoco cofista que el supuesto paSo de esta sufuestas 

cDmpras las híciera un Lercero, pues se dlucle, ümo siempre en las actuoaones a 

documentacíón, pagos y facturas siempre con anfídades globdles, esto es compre4siuas 

se dice- de difeftntes cofiprds, y se plnnteq Ia exístencíq de falsedades doc rnefitlles, 

discrimtruindase según parece sír crite¡ia clato alguno Io que x falso y Io que no, 

aparentLtLdo1e eflcajar hipot¿tices coftpras en pagos reales sin exce6ú)o rigor, Io que 

decimos con toda considerución. La referencia al smokíng y aI duleco bltrlco dnn lugat 

¿nprzsamette a la qtribución ttpica del qrtkulo 426 del Código Pendl lorrnulada Por el 

Fiscal en su infurme de 1.8 de febrero de 2.009 (F 109 del Tor¡1o I). 

Si el Auto de inhibicióft parte de Ia documentacíón y de lns declnracion s hasta 

esd fecha existetltes dcl Sr. Tofiáq repetimos que sorprende su textura, pues Ia 

documentqción y eI resto de lqs declaraclones sólo Permiten pensar que estanns Ente 

una docufientación de suyo io fiable, resPecto de Ia cual el yropio Instructor tiene todas 

Ias resetzas fdctícas y jut{dicas, llegardo a plaflteÁr su cardcter fahario, siendo un 

eletnento común respecto rle los pagos su aúlcter global esto es que comprmde 

diferentes compras-, parccíendo que alahora de rcIqcíonar factüas con pngos se realízó 

a posteriotí una adecuación de estos a aquellas -en algunos €asos cofl anotdcioneg a 

mano en las ptopias facturas y docuwentos- íncluso poníendo numeración a las fqcturas 

a mano y sin que dicha t'acturas tupieran su propia numeractón, lo que tamhién es 

llamrtroo, En términos de derecln es ínasumible que 9e de anlor 4.l9uno a tal coniuflto 

documental. 

Pera mns aIId de los tértflinos jut{dícos, unícos a los que d.ebemos atender, co 

posterioñdqd a la iudicialmente desolda declaracíón del Sr. Tomds, se incor1ora un 

nueoo informe de Ia Policla (E-125 del Tomo II) ELe hace su propía lectura de las 

actuaciofles, tambíén d.esoyendo la dicha d¿claración, t¡ rcaliza sus ptoPiqs conclusiones 

que el Sr. Instructor sín crltíNa qlgund, cual sí de una actuacíón judicíal probdtais se 

tratara, hace propias y da lugar al segund.o ínforme del Fiscal de 3 d'e marzo de 2 009 

Los hechos que hasta ese tnomeíto se r¿latdn respecto d.e mi mandante no son 

cfurtos, por lo que se refiere a prendas y desde bugo a pagos de terciros, que ¿l supxera. 

Pues en un cotltexto que se díce falsario, de justifícacíones en materia dineraría, etc... 

4

no puede saber ti conocer mi repruentado sí terceros utilizaron 0 no sus hipotéticas 

cohlpras y pagos que eI mismo realizara, para t'ormahzar facturas con cant lades en las 

que presurltamente e¡rglobaron túIes pagos e íncluso presumieran de ello; Io que al:amos 

a nwl merumente htpolilico, a Ia oista de lo que consla en las qcfuqc¡r¡nes. LO que Si u 

cierto es que mi mandqnLe nunca autotizó a persona alguna para que en sustítr1cíón 

suya, pagard con d¡nero de aqué|, prend.a que éI adquiríe.ra. Ní Io autorizó, ni lo 

cansltltió, fti corlsta en lq causa documento alguno que pruebe siquiet|, que Io conociera 

-sí es qtte tw¡o lugar-. 

Por Io que se refiere a las ¡Ieclafacrones d.el Sr. Tofth llama la ateíción, como se 

ha dicho, que el Auto d.e inhibtción se d.esentiendá en gran medid.a de la precedente 

d.eclarq.ción del mismo ! que asuma acrítícamente las conjetur.4s polícíales que, amo las 

propias actuacíorcs judícíales, llepan un tieñpo centrdndose en mi fttdndantz pese a su 

córulic¡ón d.e aforado. '( d.icha desatencíón a la mencionad.a d.¿claración se prorluce 

incluso a ls hora di recoger o no manit'estaciones del declarante por lo que se. ret'iere a las 

supuestfis llqñádos telefónicas recíbid,as d.e mi rEresenta(ll, aludiéndose en el Auto a. 

que d.ijo que Átparo Pérez ers un bocazas (pdg, 21 del Auto) pero tn diciendo Io que el 

Sr. Tottlá.s manif¿sta (F-62 del Tctmo III) en eI sen id.o d.e que ,9u afdn era saber sr 

algüiefl habln pagado algo d.e éL..,'d.espués de insistir en que él habta pagedo. TaI 

manifestÁción, orillada por eI Auto inhíbitaño, sóIo d.¿moshar{a el desconocímiento d.e 

mi mandante de que t¿fceros hicíeran uso, a sus propios efectos, de t'acturas ylo 

documentos relq.tíuos a las prendcs que mmpró y pagó -como declató dicho señor- v por 

lo kmto su desanocimiento d.e los hechos que súpuestarnente se te atribuyei. Mí 

represeñtad.o no puede ser responsable d.¿ corul.Ltc¡as de terc¿ros, absalutatgnte 

de\conocidas por el mismo, en el señalprlo contexto de relacionu entre socied.ades v eI 

cuestb na.fi rcnto d.o cumental antes dicho. 

OUIñI?A.- Con posteriaríddd qI Auto de S d.e marzl d.e 2.A0g üenc lugar atra 

declaración del Sr. Tomás, ¿n concTeto el 13 de marzo d,e 2.009. De Ia documenmaon 

que ilteya la pieza seporad.s no se concluye eI orígen cl.e La misma, esto se si comparece 

tms acudir a la Políc{a, si se presenta poluntariamente aI }uzgado, sí se Le ata por 

Providmcia... Consta que tuuo lugar trqs eI Auto d.e inhibíción, to que entendemos no 

se &fipad.ece con las achltc¡ones de ínstrucción que puede hacel ún Juzgad.o después de 

inhibirse, p?isto 

lo d.ispuesto en el arÍc lo 25 de Ia Ley de Enjuic¡amiento Críminal. 

Lo cierto es que por su .ontenido puede conclu¡rse que tale€ maniJbstaaones, que 

y adeTan. y.,nelor ñedidq aI precedente inlorme periciial y a1 contenida del preoio 

Auto d.e inhibición, no resisten los paráfietros mlnimos para ser consú.erqdas 

jur{di.camente odlidns, por cwflto: 

5

L.'fiene luger en confusnaon aIo publicada eft medios de comnn.icacion en los 

osp"rtol qu, ol dui,onle no l¿ con¡'erlan Recuérdese que eI ptocediñiento era fiás qw 

oúblico, peje al secreto (lcordado, corrto 'on buen tino ha puesto de tunífiesto Ia Sala' 

2.- Adapta s1l declaración al @nocimiento que tuoo de que-el cha.le.co debla ser 

,"g , ; ";;t;;;;;' ;mo habla dítho' v afirma que fue urr error' ¿sólo ese detaue? 

3, Contestd, en Io que par¿c¿ quiere ser urt debatu can y rcntra ñi rcpresentado' 

con m'iesLras (rüdenfes de cierto despe(ho 

4.- SaIe 4L paso ¿le xna denuncia que le había realimdo su eryresa -que @nsta en 

t"nr,'rol"'á4rirw frente a ld misma y fente al despi'7o que se Ie htbía formulqdi 

y il 

que contBta 

5.- Aporta doaunfie'¡tal cuestiotuble Po: lo qur se refíere hipotétiumente a su 

oeracidad respecto a Ia fecha y nüft$os de teiéfuno' como se demuestra en Ia misn!' y en 

eI debate que suscitó en su propia declaración 

6.- Tiene lugar la declaración ert un coflterto tenso' d¿ peBona que aJirma suJrt 

mobbing desd.e hace meses en su enpresú y se'ir ta docffiEnt\ción qû:âl)rtí tetl.er. 

'iro gi*" deptesiót de la que estiy sienlo trqtado médícamente hace nanos 

-desd'e 

meses", círcurLstatlcia que cooe suponir pon'L¡l¡¡ en co,ttocimie.nto del Instructor y que en 

til caso permíte aí!w' esta declaración en sus debidos t¿r tttos' 

7.- Términos que son absolútaflente contradictotios con su snteríar declaraaól|' 

u ori arr'iuit ot'û'o d" ínhíbición' sin explícat eI declaralte mínírrtfterte Las 

razofles de la corúradiccíón ' 

,u, 

B'.Est\flosqnteIadeclifacióndeuncoimputadoenelprccedimtentopfircipal 

,J ,rlri'1"-io, l"quisins Tutisprudenciat.es 

pam "-::l:',!:--::::' r1les camo 10 

congtuencia, persistencla. en ra incríminccíón' ro contradícciones sustanciales tl 

nus¿ncíq de móaíIes espufns' tan sxpresatnente manífestados en su declatación' 

La cterto es, cn lodo coso, que de tal mole.:¡r.l prcbalorio.no se pwcle conclutr 

como t¡ercsímil lo que t'dctiamente se ahibrye a rni reprcsefltado ', po-r que sea' 

^nímb 

Dacutlefttal no crefuIe' suluestos faSos ttufica exaclamente-correlattuos cor' comptas' 

J"lpr" "rgl"Aoa*, tdecuición.d posierwrt de los mistnos a Jacfuras de suyo no PíIrdas' 

qtribuciorles d¿ pagos que se cet heclns por cheque para en ottu morne'tro deür qu¿ 

eta en metdlicn, etc. ', todo eIIo adobado Po¡r las declaracíones dichas del Sr' Tomds' Por

no citar las d.e otros it¡tputdd.as que tampoco permitrn. atríbúir elementos, rncluso 

níegqn, (an consiste¡7cia flctica y releuancia jwldica a mí representado . 

Señalar, por úItímo, que siquien sea el sentrdo coñún permíte concluír sobr¿ Ia 

faltr de tod,a lógrü1 dc Ete eI Presid¿nte d¿ una Comunidad, Autónoma, en este caso ta 

aal('.ncwna, enbe en Ia dindmíca de, d.ejarse rcgalar cletermínadas prcn(ias s los efectos 

que se tnd.ican en el Auto, es decir en consideración a su función; y ello en el tftrnscutso 

de tres anos y en las círcunstancías que se d.escrfuen. Simplemente úbsurdo, siendo 

inc(irnprenstble se preste atencíón a plarrteamientos que aparecen d¿I tod.o insostetihles, 

en tértnnos de lógíca, mngruencía, y en atencíón precisdmente y además a Ia 

pc"ronalidq.l de ¡ñi trundante. 

SEXTA.- Sí frlcticameftte d.e Io acÍuado cabe conclutr caft-to írreal lo atftbución 

hecha a mí reprcse\t1.do, a1ln d¿sd.e Ia perspectíaa acusatoría debemos ancluir que los 

hechos intcío]mente akibuídos no tíenen encaje ttpico ¿¡ eI artículo 426 del Códígo 

Penal. Aceptando, a los meros efectos dialécticos,Io que se abíbuye a mi ftald.aftte con 

carcicter supu¿sto, d.ebe conclu se como se ha ilichq no concurren los eletentos úpicos 

del cítado ptecrpto de ruestro Código punitiuo. 

Por Io que se refiere al sujeto actiuo, síendo que ñ¡ representado es eI prest(lente 

de la Generalitat Valenciana tambíén es crcrta tpe o enla un rclernnte c(trro en un 

partido polltíc,, En Ins actuacion¿s se al^de constant¿mette a relüciones "on Á,rmbro, 

d,e dicho Partid.o, a organizacíón de actas tlel referid.o partid.o, etc..., íncluso se cLta Ia. 

organiza..iófl de congresos rlel mísmo, y mas especlfifufiente d.el año 2.A02 en Ia 

Comuúdad Valencian¡. No se e cuentra úngún eletfieúo flctíco que permila concluir 

que los supuestos re&alos tengan que uer nn Ia condición d.e autorid.ad. de mt mandante 

y no con b que ostenta m el mencionado partido, mós bi¿n esto tilttno sería más lógico 

y ser[a q lo que aputta.r{an las coTltinuas rcferencias e[ mismo en lq.s actutlciones, Debe 

tenerse en cuenta que en eI partido pod.ría d.e alguna manera inten)enir y ser 

cott\teteflcia de mi manda¡te directa.mente o presid.iendo sus órganos ejecutrvos tomar 

tl.ecisiones 

fatorcced.oras para la organización de actos, Io que no hizo. Como presidente 

de Ia Generalitat, no ítteruiene en adjudícaciones en nin|ún sentido, ni tampo.o el 

órgano que 

-ejecutiuo 

en tal concepto pleside, síendo Io cieúo que eI dmbito de la 

General.ítat es awlio corl muy distintos órganos colegiados y persánaks, sín que exista 

m pued,a existít ür ftenor relación erl los térmínos qu\, prcteíde insiuar eL Auto tfe 

inhíbic.íón y de los que se separa el informe del Ftscql; debíénd.ose tener e¡ dtgn¡ qr. ¡, 

actioídad adñintstratiua Ia desanollan cuerpos futtcíonaríales, estd físcalízarla y 

presidida por los principios de legalidad e ímparcialítlad., ,oô ,o pu"á, ser de otra 

¡turera. Debe tenergg en ¡u¿¡¡s, también, que tos infotmes d.e ta Fíicalía ¿lesomculan 

expresafiett¿ a mt rEresentadn de las empresds que constan en autos, d.e adjudicaciones 

a las mismas, actas otganíza.d.os, etc... ningu4a t¡ittculacíón sE acredi'ta, nnn4fla

oinculacíón hay a et'ectos de pasos o fuídiaas. No encontrarnos, etu sumct razón alguna, 

saluo el mero uolüntdrístr1o, pQrQ sostener que las supuestas dádivas 1o fueron en 

coísideración al cargo ptiblico, como presidenLe de la GenercIítat Valenciana. Pat ln 

fant'o no existe la necesaría conexióft caxsal ¿ntre tlddivq o regalo y la f.Lncíón de 

autorídad, pues eI tilo requierc que Io seqn 'En consideruci.ón d su fun.iórr"' lo que debe 

dcred¡Iarse. 

Por Io que se ref¡erc gl cvncepto de dddítta o regalo estxtos ante vn cancepta 

oaloratioo a et'ectos peflales, Pot cuanto Ia jurisprurietcia e.rige que se excluyan squellls 

q e scan socialftette adecuados, aterudtendo a su cualltld y etistencia o no de relación 

petsonal entre quien ofrece el regnlo y quien Io aepta. 

En d.efinitíoa, si no consta, cofio asl es, que eñstan regalos en atencíón a la 

función propi& y esPeclfu de autoridsd públíca, la conducta no es flpica. Como indica 

Mortlnez Arrieta -en Comentarios al Código Penal, Barcelona 2.00 , parios autores, 

dír. C. Conde-PunrPido Touróí, ttol. 4 póg 3129- 'be tequiete Ia existencía de úna 

conexíón entre el cnrgo que se fusempeña y Ia recepción del regalo, de manefi que éste se 

en&egue erL consideración aI c4/8o, o por la realízación de un hecho no prohibicLo, es 

decfi, algo que se realiza d¿ntro del dmbíto de la fuflciórt que se desempeña y eft el 

funcíotumiento legal que desempeña eI t'ancionario" 

Pero, en totlo caso, awt ddndzse Ia anlerior circunstancít, que no se dq, la 

qdecudción social del regalo excluírla igualaente Ia tilicidad, centrdndose dícha 

adec!ícióñ en términos de relsc¡orrcs socíales acept\d\s 'lltendiendo 

a las zspecífcas 

rcInciones" así, Matt{íez Atríeta, ob. y Ioc. ctt-. 

Requisitos ttpicos que ígualmente acoge y erylica Ia jurísprud"encia As{, en 

relación con aforados, eI Auto de 75 de nouiembre de 2.001 del Tríburatl Superíor de 

lusticia de Granada, que drchioó ab ínítio las actuaciones, sobre hechos auecidos en 

2.a01 y regúIo por cudnt{a de 720.000 ptas Se alude en dicha resolución ademds a la 

exísteícia de 'tierta dmistad". Efl este caso se alude ¿r1 l/.s t¡ctuaciones a la existencút de 

cíerta relación deiuada por los actos del Partida En Págíía 73 del Auto de inhibictón se 

alude a 'buenas relacíones" de Álaaro Pérez Por su Parte la Sefltencia ile la Sala 

Sg8ünda d,el Tribunal Suptema de 13 de junio de 2 0AB estoblece igualmente los 

r¿.luísitos típicos, eí el sentído yq señalado. 

Ltr to constancia de que hubiera regalos en atencíón al csrgo y furtcíón 

desemveñada mmo Autoridad públíu, con la conseq0nte ínexistencia de I4 típictl 

relacíón causal explicedn, y e1x todo uso la sllecusción socíal de los regalos que se dicen

en el Auto, mds aun por Ia relacíón que se dice exrstente, por raznn de organizacíón d.e 

actos del Partída, sierulo rle cuantla meúar, mds altn si se sitúa en el d.iscurrir d.e oanos 

años Q.006 a 2.008), hace que se pueda cancluir qut de s¿r cierto lo que se afirma al 

respecto e17 eI Auto de ínhibíción, lo qLLe traemos a colcción d 106 meros efectas 

dialécüms, los hechos to serlan tlpíms, procetlíend.o el intnediato archíoo de las 

acfiu¡c¡ones. 

SEPTIM{.- Con cardcter subsidiarío entiende esta parte qüe eI intefesqdo 

archiao debe acordafse coño consecuencid de Ia 4ggsarit nulidad de actuaciones que 

propoftemost dado Io preaisn er el arttculo 238.10,,)" y 240 de la Lry Argdníca del 

Poder ludicíal, siendo apreciable dícha tulídarl en cualquier momento del pracedímíento 

e incluso de ofcío, dada la wttÍaleza del mcidente que se suscita v de los d.erechos 

fundnmentales infr ingídos. 

Do.do el cardcter y releoancía d.el presente procedímiento, debemos manifestdr 

qne 6iend,o obligación de tod.o ínt¿roiient¿ eú un proceso petal potter .le reliepe ¿stñs 

clrcunstqn¿ias, se h.ace con eI aludíd.o cafdcter subsidiario por cuanto, a su uez, Ia ejor 

defensa de los íntereses de mi mand.ante pasa por intercsar priícipalmette eI archlli/o de 

Ias actua.ciones por m estar acredttzd.os ! en su caso 40 ser .ónstitutiaos de delin los 

hecl¡os que se Ie atríbuuen. 

7.- EI Auto de esta dígntsima Sala tle 2 d.e a|t¡íl ¡je 2.009 señala en el Hecho 

Tercero que las sucesivas prórrogas del seú¿ta de las qctuacíones, según Io dispuesto en 

el artículo 302 de Ia Ley de Enjuicínmiento Crímiruzl, tuaieron lugar desd.e el S d.e 

septiefibre de 2.008 'por send.os autos de td.éntico contenida". No cansm en e¿ 

testimonio remítido '\a resolucíón que atordara la prtinoga corr¿spondiente aI mes de 

d.íciefibre ". 

Sieado ello así, estañdo secretas ¿ichas aclua.iones hasla la fecha, sabo el 

testimon¡a tlqldo a esta pieza, sin canstancit en las mismas d.el necesario Auto d.e 

prórrcga d.el secfeto, con ind.epend.encia añad.ída d.el mimétim conteftido de los suc¿sraos 

autos d.e prórroga, es Io c¡erto que a la oista d.e Io que constd en este procedimiento Ic 

Caut)a ha estqd,o secreta sin d,eberlo d.esde el 4 de dtcie¡nbre de 2.00g hasta la fecha, por 

no estar acordÁdo el secreto conforme Io dispuesto en el q.rt{cula 302 de lq kv de 

Enjuiciamiento Crímira| srendo los autos posteríores aI 4 de nopiembte de 2.00g 

prórrogds d.e una resolución sitt canstaíci.a en aútos. Las qctuaciones que han tenid.o 

Iugar en estas fechas son nulas por ínfracrión d.el meritnd.o preepti procesal, con 

quíebra del derecho fundamehtal a un procedímiento con todas las &a.ra¡í4s, ! a la 

defetsa (arfculo 24 de la Constitución), i¡ris aún si terlemos en cuenta que

pdralzla enle a La íflstrucción de la Causa 

Instrucdón Iu t¿r1ido lugar en lo 

indet'ensión de mi mandante por la 

prin¿ipto secreta. 

'Se.:reta" 

en el luzgado Central de 

que llzoamos del año 2.009 una sítuación de 

selectiun repercusión pública de tna Causa en 

2. EI segundo motioo por el que iñtercsqmas subsíliariamente Ie nuliáat de 

acruaciones at'ecta igualmeúe aI derecho a rn procedimíento con las dzbidqs Saranlt4s 

efl relaciótr can eI derecho a luez predeterthínado pot ld L¿y (artlculo 24 de la 

Constítució . 

La normaüta 4ue requicre que anlquier íntestigacíón petal que P eda sufrise 

cotfra ffii flnndante d¿be serlo, por su condición de tforado, ante la SaIa a que me díríio 

yaha silo puesta de relíeae. 

Que para pod.et remítit d Ia jurisdiccíón espec{ficu de aforados uñss d.íIigencits, 

tiene que dirs¿ dlgún tipo de dch¡acíón procesal en la que conste eI afotado es tatñbién 

mident¿. Como Io es que a parlir de ese momento procede temitir Io actuado a dicha 

jurisdicción, que es la única competente para l4 itxstruccíón, confotme establece el 

artículo 7j.j de la Leg Orgdnica del Poder lud.icíal. 

Consta efl la presente ríeza dctuacíafles d.esde eI 6 d.e not¡iembte de 2.007, m 

concreto en 10 de octubre de 2.007 Ia d.eclanciór' de Ia Sra lsabel lardán (F-37 y 

siguíefltes del Totrc-IL el Informe de Ia Polich remilida a Fiscallq el 4-12-08 (F-42 del 

Tomo-l} Aparece en dicho Tomo I el ad.juttto referido a la publícoción del nombramíento 

de mi mandante como Presidente de Ia Genenlítat Vqlenciaxa G-750) y una deÍalladq. 

subsíguiente inoestigaci(¡n en tortn a Mílano. y as{ hasta uws primeras declarqciones 

del Sr. Tomds a partir del2i d¿ etwo de 2.009 (E-229), un Informe aI Juzgado de 23 de 

febrerc de 2.009 sobre una denuncia y documental PresenLadq coítru el Sr. Tomds. y asl 

úbundante ínaesii4acíón d ratte el mes de febrero, incluída la declaración, entre otras, 

en eI luzgado del Sr. Tomdl Cabe poner d.e relieoe que dicha ioxstigación se relacíona 

con utLa supuesta olgatiTgción de empresas '! per'onas, efl cuyo ttrarco se pretende 

situar las con¿uctas atribuidas a mi mandante y a otros. Basta para ello acudir aI Propio 

Aüto de ínhibiciótl d.e 5 d.e narzo de 2.009. No obstant¿ Id instrucción conjuntq inicilll 

de los hechos no era necesaria, rulizdnrlose bajo pretexto de algin tiPo de rclación con la 

alLdida arganizacíón, lo que se ha eoidenciado inexiÁtente a tenor de Io actuado y Ios 

proptos infotmes emitidos yor eI Ministeio Eiscal. 

De ahl que podafios afirnur ya que el modn 4r que se incorPora artifícialftente 

aI procedimiento lq. defluncia prcsenfada pot el Sr. Hinojosa (F-318 y siguientes del T- 

I), uniéndose a las que se segu{an en el ltLzgldo Central de Instrucción n' 5 supuso 

10

propoütr utu cotleNtón inexistente de hechos, habiénd.o:¡e lf'sionad.o por eIIo eI tlerecho aI 

laez orditario pred.eterminado por Ia ley . 

Mantener como se hízo la competencí|. por la supuesta conexún con Ln con)unto 

de empresas, que se ha d.et fistrado irreal, ha dadc, lugat a la sustTacción de Ia 

cn.mpetencrq dtlrante un tiempo del Tribuxal competente, era y es la SaIa a que ¡n¿ 

d.iríjo, dantlo lugar con ello a la nulídqd de actuacíones ríspecto de ta ilegal e 

itrcot$titucionalmente instruido por eI luzgado CentraL d¿ tnstrulcción no S respecto d.e 

ñí mandante, pot quiebra d.el d.erecho fundamental at luez predetermiwdo par lo. Ley, 

drldo Io díspuesto en el arttculo 236 de Ia Ley Orgúnica del'poder ludicial y el or culo 

24.2 d.e la Constitución Españ{-la y eI artículo 6 ie Ia C'ow¿ención Europea'de Derechos 

Sobre los efectos de la oulneracióft habida de derechos 

fund.amentales Ia 

jutisprudencia es clara, siend.o de citq.r por alu.dir y resoloer al respecL, en otra marerta, 

tenienáo en cuenta la irrulúiad, d.e Ia conezión d.e una persorL n hechos realaados por 

uw organtzación, Ia Sefttencia de Ia Sqla Segunda del l,tibunal Supremo de 11 de mayo 

de 2.006, Eí eI caso malizado en dícha Sentencía el propio llt¿z se mntrudijo at separur 

despu¿s una píeza, tras haber ínstruída conjuntfrflente pol [a írreal conexion con una 

Se afrma que prolotgar en el espacio La competencía 

li!"r,i*r!: 

cqrece de base tegal, 

steftLo. arortrarrc. e trreal pue| la f,nrió en algo que no existfa y era la conenón 

tnex$tente con Ia organizactón. Se señala en la meltita.da Sentencie que el luu de 

Instr cci.ón ,ton alg mento notorí\merte ínconlístente, aoocó 'a 

su propio 

c?hgcimiento utt asunto que no le coftespo dta, produciendo una incompetencra total y 

absoluta, que da fugar o.Ia Nulid.ad d.e su actuacrón,,. 

En nuestro ciso se parte e ínsíste en la relacíó1t con empresas o personas que 

e,futfi en una 

para luego ¿n 

,orgenízactón, 

otden a d.eclinar la ,o,-p"t"r"ío recoTtocerse 

que no es a9{, demostrdnlose que lo instru.ido en Mtdid lo fue por un Tribunal que 

c4fecA ahsolufament¿ de coftrpetencia, co?t las consecuettcias predilmdas de nuhdad., por 

Ias ra]onps d has 

Pot tlltitno señltlnr 

., - ! . 

que en todo ca.so, can cardcter subsidiarío a n antenor 

nulidad, interesada, lqs actuacíones lleoadas a ubo por eI luez nr*riir' o porto aa 

Auto d.e ínhibición de E d.e marzo de 2.009, tarnbién son ,uI*, po, ,uorto inytngen el 

o: * Ley de En¡uiciamiento 

ilr!!, ,U 

Críminal, en retacíón io sólo con el derecho at 

tuez orq.tnarro precl¿termttado por Ia Lzy, síno también con eI derecho a las 

del ploced.ítniento 

garan as 

y a Ia tutela judiciltt efectioa. 

Dichas actuaciones se tecogen en eI Tomo III, B partir del folio 745 . 

t1

El art{culo 25 de la Ley d.e Enjuicíamimto Criminal t'eculta a.l Iuez Instru.tor 

pam lleuar a cabo las diligenc¡ls necesarías para comprobar el delíto, aoeriguar e 

identiJi.car a los posíbles culpablu. Una oez protLtcido eI Auto de inhibición dichas 

'llue'ds " 

diLígencias nad.a aportabdn con cffiácter 'hecesario" 

a los et'ecfas legsles,Io que 

es notofio y eaidente con su merd lectura, debiéndose añadtr que más parecen 

actuociaftes añadidas por autores - 

¿quién las promouió7, ¿se aatdsron por eI luzgado 

ínicialmente?- o finu desconocidos, qre actuaciones segui.d.as d.e acuetdo an Ia 

exigencía legal que plsntea eI menciona.do precepto ! que ha sido claramekte 

infingíd.a. 

La v .lnercción d¿I q.fudído prccepto legal comporta un elemenlo d.s d,e 

actuación prccesal qlte supone la necesídad de predicar Ia nulídad. d.e dichns actuacinnes, 

en este caso e el extremo espec{fico que ha sido onsidendo." 

2.- En el escrito de 17 de junio de 2.009, se alega: 

"Pnl@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@ 

Esta parte consiAera que de 1o actwdn hasta Ia techa no cabe 

concluir que existan eletnefltos de prueba que penflitan sustentar Id stribución típica 

formulada llente a mi mandante en el ómbito de lo pteoisto e4 el arÁculo 4?6 del Código 

P-.49f. Dzbe soslenerse que las consid.eracíones realízad.as por ¿sta parte et eI escríto d.e 

6 de ¡bril de 2.009, eoacuando el tráñite conferido por Auto d¿ 2 de sbríl de iguñl año, 

pot las que se entendíi que en modo alguno ea.ist{an iídicios bastantes en orden a 

acreditar los hech,s ínicíalmmte atribuidos, por mds qu¿ eÍ tod.o caso tales hechos aun 

¿n términos acusatorios rro son típicos, 6e ratifícat plenamente tras Id€ díIig¿nctas htsta 

Ia fecha Eracücadas. 

Es por ello que debemoÉ traslqdar al llmo, Sr. Instruclor ld preced¿nte 

corlsid.eracíón, aufl estand.o pend¡¿nte Ia próctíra d,e d.íIigeacias, 

SEGIINDA.- Entre las díIigencias practimdas cube consüerur ln d.eclaracíón de 

mi fepresentado, y las de otrls personas que declarcron en su misma condición, que 

l4eron contundettes en sta aclsraciones sobre qué prend.as efectíuamente compraroh 

cud¡1do y có o. Ante dichas fialiÍestacinres se pretende íniciq.Imente que tengan oalor 

diligencias de prueba d.e todo Wnto inconsistent¿s y sumamente cotttfadic.torias como 

lq se ¿rPuso efl las alegq.ciones cúattay quinta de nuestro mencíoñado escrito. 

72

Insístimos en que Lo posteríarru|nte qctl&do sólo permite reíterar y rutrlicar Io 

entonces ditho. 

Por Io tlue se refiere a lqs decl*rq.cíotLes testífcales, lo. de D. Alaaro pétez, un las 

gqmfitías dcorddAas, permitió tatífícar ta ausencia d.e cualquier pago por terceros de las 

señalades prmdas, y le del Sr, Tomás d.io lugar a comprob'ar las ciránshnctas, no sóIo 

publicítarías, ea las que se producra Ia misma, siguiendo la smdd de ras contndiccíones 

sustalTcrales con ta significacíón destacada en Ia quintt alegación de nuestra repettdo 

escrito, a la que nos remitimos_ Cabe añad.ir que a tenol d.e lo manifestadp por el 

Mintsterío F.ís1l c.n su escrtto de fecha 1g de tnayo de 2.009, por "l qru se itterpone 

Reanrso de Apelación cantra eI Auto de 74 d, -ryó d" Z.Ar/9, D. losé Tomds Garcta estó 

en d pr1cedimYnto seguido qnte 

ffllo 

eI TSI de Mqdlid por delito d.¿,fqlsedad. 

e:a M condrcún con 

:ena:r 

lo que. por lo que afrma Io Eiscalla, se encontraba eI sr. 

lorullt al trenpo de detlorar en esle prccedimiento y siendo asl que dicha cond.ícíón eru 

baló Lq que tuu¡eron lugar sL$ prtcedentes decraraciones, es ro cieúo que su declaración 

4o relkte los pardmetros exigíbles para que Ia misma puedo s"r tinida err cuenta a 

efec.tos de.confígurar cargo alguno. A fecha de la metciotudn d.eclaración sigue sm 

poder explicar Iq razón de ser de Iq sustanaal mod.ifícaci.ón habid.a ettre lq cleclaración 

tnmedíatamente anteríor ! Iq conse.uente a Ia fecha del Auto de inhibición del luzgado 

CentraL de Instruccíón n" S de Matl,ríd., siendo s esta llltimq a Ia que flatura¡tnerLte mal 

se.atemperó la declaración aquí prestade. Cabe recordar, en fin, q)e según la testryo D" 

Elnt .Rodíguez, el Sr. Tomds nbrabs petsotalmente en efectízto en io pocas ocasiones 

a clúntes, tanif*tqcíón que d,¿be incardínarse eft el conjunta proLabtio de este 

procedimi¿íto, junto cDn la relattaa al uso índisqiminarlo de cód.igos de otros empleados 

de la propiü tíenrla 

TERCE,R4.- En todo caso del co junto de Ins declaraciones habid.as y 

documinta.l practicqda, ro pued.e detru.erse que mi representad.o comprara prcndA 

alguna en Milano, siendo su relacíón nn d.ícha tienda en Madlid. la dr rn orgm 

deterrnínados trales que por |as rczones reiterad.as pot los que han dlclarado 

*:0" mds..-Todos 

t'ueron 

tos que 

17:rr: 

pudieron d.eclori, otgo ot'rr"prrio, rrioí", ¡n"t*o 

zt.>r. r otnl*t m*nrJestafon que antes der aerano der 2.006 mi mand.nte no 

uísítada 

habíq 

nunca d.icha tiendd (recordemos las declalaciones d.el Sr:. f"^^ )'i" O. Vi"*, 

San Felipe qaieft htmbíén e4ti¿nde que es imposíble que -i rrprrr"ntoío'"rtroi"ro 

dícha 

", 

tienda dntes de lo d.e Los traied. 

Es por ello sorprendente v demoslfttíl)o del nuh o muy límitado 

puede 

alcanct 

dar 

que 

a determinada 

se 

documental que se preterula que etr fechas 24 V 26 

z.uuo 

de etero 

mt rn4naante 


comprara detetminadas prcndqs, qae en un balan.e de pe1dlentes 

pago se consignen, 


se at'irma mn dudas que puerle set de Camps tr,", A¡ix[ni ae n a, 

13

junio de 2.0A9), relaciondnrlose con tickets innomitudos para atribuír nueuas compras a 

mi representado, Ilegando a afírmar el in/otme policial de L8 de mayo de 2.0A9 que 

efectioamente h ¿s compras son aLe fit rcpresentado, ptrmítiéndole incrcfleÍtar la suma 

d.e pagas, en esa escald.dd de ir sumando prendas et base a dalos erróneos, como lo 

demuestran lqs testifcales habidús, contund.entes .'n este punto y Ia document!1l 

ftPortqda pof esta parte qcompañtda a fluestlo escrlto de 1, d¿ íunío de 2.0A9 que acreatta 

Ia imposíbílídad de Ia prese¿cía de mi reprcseñtada en tales t'echas y hores que consta en 

Ias carrclatíDos tíckeb, en Ia repetídq tiend.a d.e MíIano. 

CUARTA.- Por Io que se refíere c las adquisícionn por mi mandante en Ia 

tte da de Foreaer young debemos remitirnos a nuest/o repetido escrifo y reiterar que Io 

que manifestó en su declsracíón es lo cí¿rto, Compró Ia all{ dicho y cle la farna señalada, 

incluso tn utq acasíón cofipletó Ia cantidad en fietrllíco un escolta e17 ljresencla de! 

chófef- Expllco mi representado la razón d.el pago en )Ttetdlico, eI por qué no usa 

públicament¿ tdrjeta ftí talorles, lo que es fícíImente comyrobable si Su Señorla Io 

entiend.e pertitrcnte. Cabe añadir que mi representado realíza la compra de su ropa estos 

illimos aiios del mod.o y fomM qlre desoibtó en su decldración, como se puede 

comprobaf. 

De la testific( prrctícsds sólo se concluye que los cotrc(ptos contenidos en eI 

conocido documento n' 71, -F-57i del T-I, no puede d.ecírse quién, cót o y e4 base a qu¿ 

Io hizo. Desde luego no D. laoíer Garcla quien sí hizo anotaciones maÍuscrítas, se¡:ut1 

indíca.cíones d.e terce¡os que ío acredilan tampoco cqu:iqlmente rclación alguna del pago 

concreto de Io que en tal documento se dice, ní por supl¿esto Ia reqlidad. de Io que dice. 

Por Io que se refiere aI l-L56 del T-III d¿ las Dtligetcías Pret)ías, cabe señalqr 

que d.esde Ia declaración del St. Tomds, aludiend.o d que lo habla manuscríto quien luego 

tesulta no haberlo hecho, sín acred.itación qlguna sobre su Ueracidad y mn el ínforme 

ratíftcado por D. Alturo Ger¡or Montero quien incluye en Iq Factura 78108, por 

¡mporte de 4.040,40 € una s¿tie d.e 'trques" g e rutd,o tien¿rl que per con las compras de 

mi mafldatlte (pdgina segundd, sólo cqbe concluir que una oez mds estatflos con la 

pretensión d¿ atfibuir a mi representado hechos ño cíertos, íncorporad.os a la Causa 

taldlamente -recuérdese las circunstancias d.e la decktrución qur da lugar aI cítddo F- 

156 del T-III- y que las díligencias practicad.as asl Io fuin eoid.encíado. Dida declarucíón 

del Sr. Genjor también cuestionó d.e modo contundente el repetido dacumento no 7L. 

Pü¿de afirmarce qve desd.e eI conlunto de pfentL/ts a que se refer{a el inicíal A to 

de ínhib¡cíón hasta lo. t'echa, Ias actuacíones se realucerrt efL relación mn mí rnananflte, a 

Ias prendas sobre las que d.eclsró y las que aftmó haber .otnprudo y pagad,a 

perog nql mentq Nqda ñós. 

T4

Cabe decir, de otra patte, qrte lhs dilígencias habidas en Madríd el Pqsado 20 de 

iunio no sóIo radt añaden, sino q,u¿ Eportan elementos acredúatioos de Ia falta de 

suste l0 de las atribuciores penhtes alízadas a ni fiandante' En la d¡Iigeñcía habidq 

en eL ti,ul cle la calle Sernno, 57-1'o dllia, de "Castellana 

de Inmuebles y I'acales, S A " 

enten(',¿r(,os eI sentído de Id antePenllltíma línea deL apartaclo prímeto, sin duda 

\igniíicat¡Da de la docünentación drrdllzd:dr. Ek Ia diligtnaa celebrada en esta f¿cha en 

la srdc de Cortefíel en Madrid, se tuela¿ tobre un chaqué qte flí síquíeru zl Sr' Tomds 

dijt Erc se le pagara por nadíe a lní matldante, ni que ¿s¡e lo compran y a suPuestas 

conpras al fnal no identillca(las eh fechii en las que inrlubitndnmente mi representad, 

nh estwo en Milano. Recordetros qu¿ bôs bs testiSos que Ie uieron dijeron que nunu 

cstuoo afites de lo de los *ai¿s' 

QUIM3.- Creemos qué ho es eI moÍflento de ínsístir trds en la ausencia d¿ 

elem¿fltos bastantes que pett¡titLti sostener la dtribución a mi rndndante de h¿chos 

indiciaríos de la r¿alizació¡ dil attlculo 42ó del Códiqo P¿nqI' Lo dicho en nuestto 

escTito de 6 de abril d,e 2.009 y en eI preseflte 1o de uestra claramente, y es Por ello qu¿ 

Ia reiteraftos y ponemó' erl. . conocifiiento del llmo. S¡. Instructof a los efectos 

proc¿dentes, asl como qu¿ a l)a vísta de todas las d,iligenci.es hasta Ia fecha Wacticddss 

es ímposible Ia cottcurr¿ncia t'dctica y jur{dica de los e[emerLtos t{pius del aludido 

precepf.o penal." 

fnnCSRA,- Se ha ido observando desde el lnicio de ia presente 

ínshucciórL si tomamoe como punto de pa¡tida el contenido del propio Auto de 

inhibtción o mEor media¡te el que se exporJa razonadamente Ia competencia 

de este Tñbuna.l, una constante variación sobr¡: las hipotétlcas prendas 

cohpradas por mi mandante, que se dice pagadasr por terceros. No vamos a 

entete¡er a la Sala con ello. Basta ana.lizar dicho primer Autg p¿¡¿ comprobar 

cómo se ha desvanecido en gran medida tarr variopinto conlunto de prendas 

imputadas, para acabar con lo que el act!¡al Auto ¡ecurrido dice como 

indiciariamente ecreditado. Todo ello en un discurrir de la instrucción en el que 

se iban multiplicando misteriosamente hajes y prendas, mediante equivocados 

informes poüciales, cuando no por documental de ot.igen procesal desconocido 

o por las declaraciones ptocesales 'aho¡a, no las anteriores- acompasadas a las 

i5

exhaprocesales del "tesügo" D. José Tomás, a quien cla relevarcia a efectos de 

prueba indiciaria de la acusación el Auto recunido para sor?rendentemente 

no 

acepta¡ como ac¡editadas parte de sus maiifestaciones y sí otfas. Todo ello, 

Pese a concurrir además en dicho "tesügo" una situación procesal anómala e 

irregular, pues no se entiende bien cómo decla¡ó como teshgo, sin las gara.ntÍas 

dei imputado, quien está imputado en las diligencjas seguidas en lvladrid 

aho¡a en el Tribunal Superior de Justicia, según reconoce la Fiscalfa en el escritg 

de 18 de mayo de 2.009 por el que se interpone Recurso de Apelación cont¡a el 

Auto de 14 de mayo de 2.009 y ahora afirma el propio Auto que se recurre, y srn 

embargo D. Alvaro Pérez en igual situación decla¡a ¿¡ es¡s tr.cedimiento con 

las Eara¡Has del irnputado. Tanrpoco se entiende bien cómo dice el Auto 

recurrido que las contadicciones del Sr. Tomás son meras "imprecisiones" por 

razón del tiempo t¡ansculrido, siendo lo cie¡to y constatable que no son 

imprecisiones sino conhadtcciones susta¡tciales entre lo declarado en Valencia y 

en ¡a declaración posterior a la inhibición del Juzgado Cent¡al de Inst¡ucción n 

5. enfadado -como se ve en &cha dedaración- y acc'mpasá¡dose al contenido de 

la inhíbición PoÍ razones sin duda mi6tefio6as y con dara contadlcción 

susta¡cial -no imprecision€G con sus preüas decla¡aciones en ias que el Sr. 

Tomás dijo que los trajes de Mila¡o fueron delr¡eltos y el resto de prendas, en 

Forever, ias habla pagado mi representado. Nunca ha explicado el S¡. Tomás la 

¡azón de estas conhadicciones, no imprecisiones, y desde luego no puede sedcr 

el tiempo pues cabe suponer que se aco¡daía mejor de 1o sucedidos hace meses 

que ahora. Su dedaración en este procedimientó evidenció sus propias 

ma¡.ifestaciones, intenta¡do evadir las exitibles respuestas a ta¡ sustar¡ciales 

contradicoones (ve¡ el último CD de su decla¡ación). 

Tampoco se entiende biery tras ta¡tas contradicciones, en per€ona 

imputada que declara como testigo, que se diga que ningúa m¿Ievolencia o 

móül espurio hay en sus dedaraciones, e induso se afirma y acepra su 

manifestación sobre la gran consideraoón que tenia de mi representado. Oha 

1ó

sorpresa rnás. La aceptación por el Sr. Insbructor de ta¡ incalificable 

ma.nifestación en quien simultá¡eamente, ñinutos ¿¡ltes a su decla¡ación wenla 

en taxi con un medio de comunicación televisrvo a su declaracióry quien ha 

dado entrevistas a medios escritos y teleeisivo6 del mismo g(¡po, etc . y desde 

luego con un acento cítico y de despecho hacia mi representado, es igualmente 

so¡?tendente. Po¡ ser un hecho notorio no vatros a insistir en ello. Pe¡o nos 

parece inaceptable, lo que decrmos con la máxirna consideración, que el llmo. 

5r. lnstructor acepte tal ausencia de malevolencia o animadversión La mera 

lectura de los medios, permiten conduir con toda evidencia lo conha¡io 

Igualmente la lectura de la declaración del sedicente testigo de fecha 13-3-09 (F' 

145 y siguiente6. T-II1, Pieza aforados) pone de relieve el enfado, displlcencia y 

despecho hacia rni manda¡Ite, en una declaración reacción del Sr. Tomás, has e] 

Auto del Juzgado Central no 5 de Madri4 y ias reacciones Públicas que habla 

despertado, 

Y esto e6 tafi obvio como que este "testigo", que indica la Fiscalfa que 

está imputado en el TSJ de Madrid por falsedad documental, sin duda que tiene 

que ofrecel aquí una versión que le permita defenderse de tal imPutación 

Penal. 

así como de la denuncia o querella presentada contra él Por la emPresa Fiara Ia 

que habajaba, titular de la tienda Forever, que precisamente álude a falseFades 

doomenta.les (F-318 y siguienteo. T-I, Pieza Afora.dos), e igualmente por su 

contencioso laboral con dicha merca¡til (ver documental unida a la citada 

decla¡ación al F-145 y siguientes. T-III, Pieza Alor,rdos). 

l{emos de decir, repetimos que coñ toda consideraciórt que sorprende y 

no e5 procesalmente asumible que se diga qúe realmente es un testiSo, cuando 

luego consta que realmente debió dedarar con las garantÍas, del imPutado, que 

se a{rtme que no concr.rrren en el mismo móviles $pu¡ios o de animadversióD 

y que adernás se diga que sólo incurre en imprecisiones, cuando las 

contradicciones son tales que si se atendiera a su declaración judicial previa de 

17

10 de feb¡ero de 2.009 (F-4&T-Ifi, Pieza Aforados) habrfa que archivar el 

procedirniento- 

CUARTA.- Como se ha seña.lado, el prc,pio Auto reorrido contiene 

contradicciones intelñas ciertameñte sustanciales, mas allá de la6 ya señaiadas 

relativas a.l "testiso" S¡. Tomás. 

De una parte, pese a la posición adoptada descarta buen número de las 

prendas supuestamente adquiridas por mi representado a las que se ¡efirió el 

5r. Tomás cuando cambió de versión y desde luego a las que se referfa el Auto 

del Juzgado Cenhal de I¡rstrucción no 5. 

Se dan por pagadas por tercero6 prendas que se reconoce en el propio 

Auto como no adqúiridas por mi ¡epresentado, lo cual es cie¡tamente relevante, 

po¡ más que las ca¡tidades que se dicen pagadas no guardan una correlación 

causal con la supuesta compra en concreto y siempte se integran en pagos 

globales, integración que tiene lugar por razón de lo que afi¡ma el S¡. Tomás o 

por instrucciones que se dice que este daba. Es decir que ¡ealmente ai e.l pago do 

determinada prenda supuestamente comprada por mi representado se integra 

en un pa8o global posterior, induso muy posterior en meset depende de 

instucciones o afirmaciones del Sr. Tomás, lo g.re nos reconduce sin mas al 

solitario razonarniento de su propia .redibilidad. 

No deja de sef un argumento tautológico añrma¡ que alguna -solo 

a.lguna- de las manifestaciones del S¡. Tomás se corrobora pgr documental, 

cuando dicha documental, ref€rida a pagos, s{t refiere a tales ca¡rtidades 

globalizadas en las que se incluyen conceptos pretendidamente relativos a mi 

mandante porque asf lo dijo el Sr. Tomás. 

18

1.- Por lo que se reñere a las supüestas compras d€ mi mandante en la 

tienda de Mlano de la calle Senano, 29 de Mad¡id, debemos analizar lo que 

indicia¡iamente acepta el Auto recü'rido en el Hecho Sexto, 3.D. 

Se dice que a principíos del año 2.006 mi representado visitó ücha 

tienda. No es cierto. En este caso, toda la pmeba ha puesto de manifiesto que 

a¡rtes del verano de dicho aflo y como rnucho antes de la primave¡a de1 mismo 

mi representado janás estuvo en dicha tenda. A ltulo de eiemplo, citarnoa las 

declaraciones del Sr. Tomág conteste6 en este ext'emo, y la de D. Vfctor 

San Felipe ante €l llmo. Sr. lnstructor, fechas 21 de mayo y 1 de junio de 2.009, 

rcoycLuvd¡rúrrE. 

Obsérvese que se citan cuaüo trates, encargados y dei'ueltos, sieado su 

encargo en Ias aludidas fechas primavera-verano de 2.006, no a¡tes. AParecen 

hojas de Sastgor con-forme pedidos de 3 de agosto de 2.006 (F-1565 a 1.566) y 

previos de tallas distintas. En todo caso, es evidente y confirmado por toda la 

prueba testifical que mi mandante no estuvo a principioE de 2.006 en dicha 

tienda. Se cita en este sentido las hojas de inventa¡io de Mla¡ro 

correspondientes a ene¡o de 2.006 y se dice que en el misl¡ro aparecen dos 

a¡otaciones con el apellido Camps (folio 1.194), por mas que la propia entidad 

remite documentación en contestación al Auto de 22 de junio de 2.009, en cuyo 

anexo fV se cita la compra correepondiente al ticket de 24-1-06 admitiendo en el 

mismo que segú¡ inventa¡io de 01 / 06 Ia anotación pudiera no 6e¡ de Ca¡nP6 

A este respecto cabe señalar que en las dos fechas, 24 y 26 de enero, que 

se citan en dicho inventa¡io de pendientes de cobro, mi representado no pudo 

esta¡ en la tienda el dl4 ni desde luego la hora que consta en el irÍtomi¡ado 

ticket correlatrvo, lo que se ha acreditado con la documenta-l acompañada a 

nuestro escnto de fecha 1 de junio de 2.009 (F-9409 a 983); que como se ha dicho 

todos los testitos han señalado que en esa época mi representado no pudo esta¡ 

19

en la tienda; que el propio Sr. Tomás decla¡ó ante el ILto. Sr. Instructo¡ al ser 

preguntado sobre eete exb:emo. es decir cómo era posible que cons¡ata mr 

rep¡esentado en las señaladas fechao en el repetido inventa¡io y afirmara que 

era imposrble que estuüera en tales fechas, dijo claramente que la cajera 

encargada de dicho inventa¡io cometía errores o se equivocaba a veces; que no 

dEa de ser un esfuerzo de voluntarismo considerar sirl más, vistos los señalados 

a¡tecedentet que efectivamente dicho inventario se rcfiere a mi representado, 

más aú¡ cua¡do en infor¡ne posterior la propia empresa fitula¡ de la tienda 

dqda si efectivaqente lo es; y qua, finalrnente, nos encóntramog a¡rte un 

informe policial que deriva de tal aputte imcia! necesariarnente atribuido a mi 

fepresentado como no cabla espera¡ otra cosa de dicho informe, suceuvas 

ano¡aqones que ar¡ashan aquellos apuntes hasta ser incluidos en pagos en 

etechvo o por talón mas de ocho meses después, de nodo global y dando por 

hecho además que se paga¡ por terceros traies de!.ueltos. Sin duda 

sofPrendente. 

En efectg consütuye a_tgo irreat y absurdo, por más que absolutamente 

contradictorio, la fantástica afi¡mación de que las referidas prendas, repehmos 

que dÉrivadas de uñ inventa¡io de enero de 2,006 que por lo dicho nada 

acredita en releció! con mi fepresentado, por lo que se ¡efiere a kaies der.ueltos 

sean fin¿lmente pagados, y se atribuye por ello que terceros pagan dichos [a]es 

a mi representado. 

En este senEdo cabe recordar que los hajes encaigados a l\4tla¡o, todos, 

fúeron devueltos. Esto es indudable segrln toda la prueba practicada. De estos 

baies se p¡etende que uno de ellos por 900 eu¡os está incluido en el ticket 

187706 (3.300 er'rros) y qhe5 dos, esta vez se¡án de 200 euros !Jr, en er ticket 

787729 (1.4AA evros). El Auto recurrido cita documentos y folios. por lo que se 

refie¡e al prime¡ pato qe dice tuvo lugar en efectivo los dÍas 23 de enero cle 

2.007 y 27 de igual m"s f' a;to y en crlalto al segundo por dos talones de 11 de 

20

sepüembre de 2.006. Recordemos que en cuanto los pagos en eféctivo en tales 

fechas se produce la falaz obsesión de la acusación popular, fielmente 

reproducida en a1gún medio relativa a que mi ¡epresentado no pudo estar (lo 

que de ota pa¡.te es cuestionable) dichos dfas para pagar en efectivo. Absurdo 

pues nunca señaló esos dlas para pagar en efectivo, ni siquiera para paEa¡ nada 

qu{: final¡nente na compró. 

Con independencia de las conhâdicciones probatorias sobre la cua¡ifa 

global de la que se dice sale ese dine¡o en efectivo pa.ra el pago de los 3.300 

euros el 23 y 27 de enero de 2.0O7, eg 1o cierto, y no querernos insistir más e¡ 

ello, que lo que aflrlra "el sastre" es que con la6 cantidades señaladas en pago 

de las anotaciones "a¡rast¡adas" desde fecha inicial iripooible y tickets 

innominados se afirma que a mi repregentado $e Ie han pagado por terceros 

t¡ajes de Milano que fi¡almente no adqui¡ió potque fueron devueltos, lo que 

incluso reconoce expresanente el Auto recurrido. Es decir, reconoce que no los 

adquirió. Por lo que, comp¡enderá Ia Exc¡na, SaIa que con semejante 

Planteamiento, derivado sin duda de una prueba 

,,epidérmica,, 

segii¡ la 

acusación popula¡. di¡íat¡os nosotros que incojBi8tente y contradicto4a, no 

podamos aceptar las imputaciones contenidas en el auto recurrido, ningúna de 

ella.s derivada de igual análisis de la documental, tan vincr¡lado a los inforttres 

policiales -que err si ¡nismo ao configuran prueba-, imputaciones que acaban 

confiEu.rándose en este caso en tomo al pago de unos trajes que, por devueltoo, 

nu¡ca adqui.rió mi representado. Ante ta¡ fantasiosa co)¡unfufa _üales no 

comprados y pagados- la conclusión es evidente: la absoluta falta de fiabilidad 

de la documental y del análisis que el Auto realiza de la mi6ma. 

Claro es que el Aúto recur:r.ido necesita da¡ ürtualidad a tales compras, 

que nr¡¡ca lo fuerorL y pagos, pues de lo contrario tampoco puede teneda la 

supuesta comp¡a de las americanas, aJ englobaree su supuesta compra y pago 

en idéntico discurso (inventarios, tickets, pagos) ya e)(plicado. Necesita sltuar a 

21

ñi ¡ep¡esentado en enero de 2.006 en ta tienda de Milaro para que todo sea 

Posible, aunqúe todos los testigos que al respectrr deda¡a¡on 1o negara:r. y lo 

hace con cierta imprecisióry sin conc¡eta¡, y asl rn el apartado D) fdel Hec]Lo 

Sexto 3], dice "en fecha no precisada, a principios de 2.006.,. quince o veinte 

dfas después...", y luego señala "a pnncipios de ese rnismo año (al tiempo del 

encárgo del prime¡ traie aI qre utt"" oe ha hocho re{erencia) tarnbién se 

encargaron por D. Fra¡tcisco Cámps hes amFlicanas a medida...". Sólo 

ao-rdiendo a e¡Efo de 2.00ó y al referido inventario es posible esa afirmación, 

Por 1o que hemos üsto, es 6in embargo imposible, por 1o que también lo es todo 

lo relaüvo a las tr€s a¡nericanas. Recordar que los responsables de la tienda no 

se atreven a afimar que efectivammte fue¡a "Camp6". 

Si hubo america¡as mi rep¡esentado lo desconoce, como si algrlien las 

.paga u¡r año despuéo, pues ni sabe ni conóce toda esa ¡elación que se dice enhe 

empresas y las hendas; ni por supuesto nunca autorizó nada al respecto. Ta[ vez 

conve¡ga recorda¡ la transc¡ipción de una conversación telefónice de la que Be 

olvida el Auto recu¡Tido, tenida entre dos personas con el alcance que en 

justicia debe dá¡sele. Convereación entre D. Alvalo Pérez y el Sr. Coñea el dla 

22-1-07: "... yo no le he Leealado ningú¡ haje a ose hombre. el curita. Yo he 

comprado trajes a su medida porqúe cuando hemos hecho una sesión de foto6 

6e lo ha puesto y luego me lo ha devuelto". Con independencia del alcance de 

dicha conve¡sación fundamentalmente por lo que se refiere a la necesa¡ia 

concreción de la persona a que se alude, pendiente de deter¡nina¡, lo oerto e5 

. que debe atende¡se a todo tipo de conve¡saciórt cr"ralquiera que sea su sentido 

procesa.l. 

Conviene relaciona-r con lo dicho Ia docu¡nmtación remitida por 

Cortefiel, 5.A-, de la que se nos dio traslado por I'rovidencia de 30 cle junío de 

2.009, en cuyos Anexos se induye una ¡elación de prendas atribuidas a 

.personas y por lo que se refie¡e a mi mandarte incluye siete trajes y tres 

22

a¡nerica¡as, incluso el primer traje el de 2g de noviembre de 2.005 y el rllürno de 

9 de agosto de 2.006^ Esto desbo¡da inclüso las preüsionas del Auto recu¡ndo, 

aludiéndose al encargo de un tr{e incluoo én 2.005 (recordemos que Ios téstigos 

situa¡ a mi mandante po¡ primera vez en Milano en pdtnave¡a_verano de 

2.006). Serne¡ante multipli¡ación de prendas, la incomprensible referencia a 

fechas, tal vez nos sitrie mejor en er contexto de la aludida conversacrófl 

telefónica, y no en otra cos4 como pretende el Auto recurrido. una cosa es ro 

que terceros hicieron y otra lo realmente acrerlitado en relación con mi 

r€presentado. En la tienda de Mla¡_ro mi representado enca¡gó y devolvió los 

trajes inicia.lmente citados, siendo la p¡areba indudable. De lo de¡i1á6 nada sabe, 

ni autorizó, Si lo que devóh,,ló alguien lo pag4 sé comprenderá que no es 

cuestión de mi repre6entado, ñi puede iriteg¡a¡ illcito alfiuno. 

2.- Por lo que 6e refiere al establecünimto come¡cial -lSIgCef-LouACl el 

Hecho Sexto, 4, se refie¡e en los apár.tados A) y B) a la ¡upuesta relac1ón con mi 

¡epfes"'rtado, Desca¡tado en e1 apartado B) todo ro relativo a una sene de 

P¡endas, debemos centrd¡nos en los hechos consignados en el apa¡tado A/. 

De entrada llama la aten 

mandante pagos y recibos ."*j:.ff"",:;::jT,. lr"ff;'".:r:: 

Así se dice en el Auto que u¡ traje con hoja de pedido er 4 de enero de 2,002 

recibo de venta el 4 de noviembre 

:ene¡a,:n 

de 2.006, dos ¡¡reses ante8. Esto es 

ImDosrble- 

Como ¡lama la atención que el concepto ,,Campe Nuevo Cirente,, se 

identifique acfticamente a ¡ni ma¡dante pese a la prueba practicada, co¡no po¡ 

ejemplo el contundeqte informe d€ 

suscito po¡ D. Edrr*ao ut o¡o"u y ffi"t;;::;**" 

3 de julio de 2.00e

Sigue llámando la atención que tampoco cuadre, en sentido alguno, ia 

cifra asignada en eI conocido "Docr¡mento 71" (F 513. T-l Pieza Aforados) a mi 

mandante po! cuantfa de 5.393,50 euros. No cuadra con Pago concreto alguito; 

no cuadra con prendas compradas, Por no cuadrar/ en modo alguno 1o hace con 

las prendas que cita el Auto recurrido como pagadas/ Pues los F¡at¡'o t¡ajes 

suma¡ 2.880 euros -se8ún los propio6 datos que ma¡eja el Auto- y aun(¡¡e 6e 

sume un quinto taje lue8g "aparecido-" és imPosible alcanza¡ la cifra de 

5.393.50 euros. 

Con e6to bastarla Para concluir sobre la imposibilidad de que dicho 

"docu¡nento 

71" pruebe nada, ni por tanto sü cor¡elativo correo elechónico 

kafdo al procedimiento sin que nadie 1o pidiera, lo que sólo demLrestra qqe 

dicho papel y su documental correlativa 6e enmarca" úna vez más, en las 

conshucciones del Sr, Tomás, quien se8üJa 6u propia dinámica en relación con 

terceros -per6ona y emPresas- cob¡aba en ocasioneo Personalmente y decidla e¡r 

dicho contexto a qúé atribúir, Para iustificarlos, Pagos en metálico, cheques o 

trai\6ferencias, ordenando el migmo, 8in control algrmo, cómo englobar en tales 

pagos comPlas ya abonadas a SuPuestas comPras en euos' A este respectq en 

relación con el refe¡ido doñ¡mento y su alc¡¡ce, son de i¡terés las decla¡¿ciones 

de D. ]avier Garcfa y d€l Perito Sr, Genior, Por lo que se refiere a las ca¡tidades 

ahibuidas a cada una de las Personas citadas en dicho docunento' 

Como se ha señalado, no se encuentra pago alguno ctrrelaüvo y 

causalmente conectado a las Plendas 

atribuidas a mi representado SienPre 

estarnos ante La inclusíón volunta¡ista y querida de suPuestas prendas de mi 

representado de quien aef decidla y lo afirma sin credibilídad alguna' Ahora el 

Axto tambíén lo serlala mediante referencia a las a¡otaciones manuscritas en 

dicho documento 71 del Sr. Garcfa, quien dijo que Io hacla Por las instrucciones 

dichas- Se deda que el Pa&o tuvo lugar por una bansferencia banca¡ia de 

n.497,5g "r;r.cla, de"Diseño Asrrnétrico, S-L.", canhdad que no tiene que ver con

l ; 

1a atriduida a mi manda¡te en diihd dócumento ni Ia que en el Auto se senala 

como htribuible a los trajes -{üé üil aLrn menos-. Deci¡ que denb:o de esa 

canüdJd está el pago real de tdlÉtC Hajes no deja de Ber una afirmación sin 

contenido, como también lo ee ld (üü üora se dice en el Auto, indicándose que 

tal pago se incluía en los cheqüéd üé "servimadrid lntegral, S.L." por 16.0.17,30 

25 

que la documental en qué se 

báoa no puede tener fiabilidáüi a lOii-efectos quo 6e pretenden, qr.re núnca 

exigten pagos conc¡etos por pfeftlhs Hi particular, qrue son cifras globales, y que 

el sistema seguido por "f Sij" fbhdls en ¡elación con tales empresas puede 

responder a finalidade! t{üii d¿i{il no se iavestigan y que desde luego no 

excluyert antes al contrarf{i¡'ll'tflidad del abono de sus prendas por parte de 

* - , l! : .rin 

¡epresent¿do, Debd tmefBétn cuenta, en todo caso, acudiendo a los folios 

que el Auto ota, quii ii gúñii a" tos importes de los trajes atribqidos a mi 

mandante (2.160, 

' - 1 . : , ' " 

7?0c l,880fno coincide con el impo¡te exacto de ningtno de 

los cheques (2.845,50| 5;203; 2-660; 4.348,75 y 960). Tarnpoco con el importe 

exaeto de la de Diseño Asimétrico por impo¡te de 9,49260. Y 

desde luego tampoi:d es aceptable que se pague lo nismo por las dos I,fas, El 

cambio op9i4{é:-de una üa a ot¡a del supuesto pa¡;o sólo acredita la falta de 

coherencia en el plantearniento. que mas bien responde a intentar cuad.ra¡ lo 

que no se puede, sencillamente por no ser cie¡to que nadie pagara prenda 

alguna a mi representado. Por cierto que tampoco ee @ncuent!án ückets q¡e 

respalden facturao. 

QIJ]}fIA,- Con Io dicho entendemos quer queda suficientemente 

razonada la imposibilidad de poder dar por aceditado, siquiera sea 

i¡dicia¡iaEiente, el pago por terce¡os de p¡endas rea.llmentg adqui¡idas por mi 

mandante, con independencia de las razones de ser de los comportarnientos 

contables del Sr. Tomás en relación con dlbhos terceroe. La pérdida de fiabüdad

de ta.l documental ec notori4 como ya se ha exPuesto, y no 

. flndamentar lo que señala el Auto al resPecto. 

srfve 

26 

Para 

Cabe reco¡da¡ lo dispuesto en el arlculo 87 del Código de Come¡cro en 

el sentido de que "1as comPras y ventas verificadas en el establecimiento se 

presumifár! siempre hechas al contado, salvo ta Pñreba en conkar:io". Asf es en 

este caso, en el que la prueba en contraiio no existe, si 6e valora con el necesddo 

rigor juldico, en tanto que el abono de Ia$ Prendas que mi rePrese{tado sefialÓ 

h¡vo lugar en la fo¡ma que dedaró. Ya exPlicó que el Pago en efectivo era el 

mgdo de actuación normal en el mismo. y las razones Por lao que no uülizaba 

tarjeta o talones, 1o que es fácilmente demosh:able; cómo en alBuna ocasión 

cornpletó la cantidad a abonar qn ¡niembro de su escolta; que no conserva 

documental de cada compra. En este extremo esta Parte no puede entendd la 

insistencia en requerir tal docummtal, no sólo pff el tiempo transcurrido desde 

la riltima compra que el Auto seffala, sino por el propio smtido común en ios 

modos de comportamiento de la persona de acuetdo con los usos y costl¡.grbres 

comlirunente acePtados. sentrdo comú¡ que debe imPregnar el sentido jurldico 

Pensamos que, sil dud4 e1 sistema de Pago e¡r.pleado Por y con el Sr' Tomás 

facüita los ulteriores comPortamiento contablee, como ya se ha indicado' 

SEXTA.- En el Razo¡¡amiento furfdico Primero e[ Auto recurrido d€.liÍúta 

los elementos de prueba en los que se dice se basa¡ los indicios raclonales de las 

imputaciones que realiza. No trae a coiación elementos de la investigación de 

evidente descar8o Pa¡a los imPtltados, y esPecffi¡:amente Pa¡a mi representado' 

Al resPecto cita en Primer término la deda¡ación conro "testigo" del 5r' 

Tomás. Ya nos hemos referido a la misma anteno¡mente, a 1a5 contradiccíones 

-no imPrecisiones- sustancialet a que no ha exPlicado Ia razón de ser de las 

mismas. Nunca ha exPlicado cgh€¡entemente Por: qué reiterÓ ante6 del Auto del 

Juzgado Central de lnstrucción n" 5 que rni representado sienPre Pa8ó los kaies

que comp¡ó, todos ellos, en efec 

dice ro conhario. c.^, r" n"*"J;;i::t:"::i:":::.:: *'j,:::":X 

y de animadversión es sorprendente) los tiene para defende¡se frente a la 

emp¡esa Pa¡a ia que trabalaba, y frente a rai rnanda¡te, como lo demuesha el 

pfoplo contenido y tono de la declaración en el citado Juzgado de Mad¡id, y sus 

enkevistas en medios de comunicación antes de la decla¡ación m Valencia, el 

misno dla de la decla¡ación _acudiendo con un medio en taxi a decla¡ar._, e 

incluso manifestaciones realizadas tras ei Auto que se recqÉe. Afirma¡, de otra 

pa¡to? que hay documenta.l que confirma sus declaraciones, es ta¡tó .ómo 

desconoco¡ él origen de dicha documental y eü antoía, aol como o¡illa¡ el nulo 

valor probatgrig de la ¡nisma poi las contradicclones/ incohe¡encías e 

msuficiencias a las que conduce conforme se ha acreditado en la precedente 

alegación. 

Por 1o que se refiere a la documertal de la tienda Milano, ya nos hemos 

¡eierido a4te6 a la misma, y su nulo valor a estos efectos al araancar de un 

inve¡¡¿.¡.¡e de pendientes de pago con fechas imposibles en relación con mi 

representado, el cue6üonamiento de la propia empresa de si el inven¡ar.ro se 

re¡rere a mi mandante, y finalmente el absu¡do de que se pretenda acreditar el 

pago de prendas reconocidas como denueltas. 

Las decla¡aciones de la caJ.era de Mila¡o se relacionan con tales 

inventarios semestrales^ 

E[ S¡. To¡¡ 

ra misma. En rodo caoo ""*.."::1:;:::il" * "Tl|ff"il:il 

acredita¡. seEún el Auto,la paradoja del pago de prendas devueltas. 

Las hol'as de encargo de la sastrerfa Sat6tgor. si se realiza un análisis 

detenido de las mismas al menos por lo que se refiere a mi representado, sólo 

acredrta diferencias en las medida¡ 

tiene que ver con el .."h" o.0.""o":to"T:"r:::,:"'rT:l"r: "Xi::"#:; 

27

del pago de las mismas po¡ mi representado cqando efectivamente adqui¡íó 

algrrrLa prenda. 

Por io que se refiere a los rnfo¡mes que aporta la titular de,,Fo¡ever 

Young" sorprende que el Auto se ciña a extremos muy particulares, ya 

analizados, en la precedente alegación, y oriila toda consideración sobre el 

contenido de su denuncia f¡ente al Sr. Tomás, apu:ntando a acfuaciones 

falsarias 

del mismo, que ni cite el informe pericial del Sr. Genjor, aseso¡ fisc¿l de tal 

mercantil, y su ratificación ante eI Ilmo. S¡. Instructor, y que evite toda 

consideración sobre el contenido de la diligencia de 1a Sra. Secreta¡ia el 20 de 

junio de 2.009 en sede social de la empresa Castella¡a de Inmuebles y Locales, 

S.A. sita en la calle Serranq 51 de lvfadnd y sobre ei ínforme de 3 de julio de 

2.009 remitido por la misma a requerimiento del llmo. Sr. Instructof y suscrito 

por el Sr. Hinojosa y la Sra. Vázquez. 

Sob¡e Io¡ í¡rshumentos de pago ya nos hemos referido en la p¡ecedente 

alegación. Son cantidades globales, nunca en correlación con compras reales de 

mi representado. Se p¡etende su inclusión en las ñismas/ incluso de haies 

de\,'l¡€ltos, por mor de ia voluntad de quien así lo hace, y ac¡edita¡la act¡erclos 

entre quienes formaliza¡ determlnada facturación, c¡¿ación de tickets en srr 

caso y pago6. Recordemos que la testifical ha acreditado que en ocasiones el Sr. 

Tomás uülizaba la clave de otro empleado para generar tickets. Por lo ta¡to. 

además de no acredita¡ 1o qúe se pretend.e, cabe decir que no supone prueba 

alguna de la realidad que se intenta iústificar, ya que sólo dará prueba del 

hecho mismo del pago global con la finalidad q:e pretenden quien paga y 

cobr4 lo que pof lo visto es objeto de las achEciones a¡te el TgJ de Mad¡id. Lo 

que sÍ es claio es que no eiste documento alguno suscnto po¡ mr mandafite 

que acredítando alguna compra comporte autorización, consentimiento o 

conocimiento de este tipo de ope¡aciones 

que ninguna relación gua¡da¡ con el. 

28

Por último se refiere el Auto ¡ecufiido a la cadena de conve¡saciones 

telefónicas. Poco podemos decir, dado que la incorporación del llmo' Sr. 

Instructor de dichas conversaciones se produce media¡te una selección de las 

mismas. por si y a¡te si, sin que las pades hayan tenido la menor intervención 

en dícha selección sólo en la posterior audidón cie lo ya seleccionado. En este 

senhdo tiene lugá¡ una quiebra elemental de los derechos de las partes, 

a¡runciada por nosotros en nuesho piimer esdito. y como viene señalando la 

acusación popular en relación con este ptocedirrúento/ sin que sea necesario 

recorda¡ a la Excma. Sala a que me didjo los requisitoo qúe deben darse Pa.ra 

que tenga valor este tipo de pruebas, segúri constante jutisprudencia de 

nuestros fibunales, por ser conocidos y dado que la propia Sala fue Pionera en 

sus resoluciones al respecto. 

Lo que sí llama la atención es que el P¡oPio Ilmo Si. Instructor se lefie¡e 

a estas conversaciones olvidándose de la habida enbe el 5r. Pérez y el Sr. 

CotTea, se dice que et 22 de ene¡o de 2.009 a la que a¡terior¡nente nos hemos 

referido. 

Como también lo es cue al dec¡r del Auto recur¡ido la "cadena" de 

convo¡saciones señalada hene lugar "con Posteñoridad a la fecha en que el 

primero de ellos (es D. José Tomás Garcla) fue llamado a dedara¡ ante la 

Fiscalla en relación a los hechos que dieron lugar a este procedimiento". 

Obsérvese que esta6 convelsaciones seleccionadas por el llmo. Sr. Insúuctor (no 

sabemos si hay otras) comienz.¡n el 20 de e¡ero de 2,009 (ver kanscriPción de 

díchas conversaciones), si bien se tránsqibe una convercación eqtre los Sre6. 

Crespo y l{errero de 3-11{8, y la primera declaración que consta en este 

procedirniento del Sr. Tomás en Fiscalía es de ff¡!9349¡qi9-!989 

29 

(F-229 y 

siguientes del T-l Pieza Afo¡ados). Po¡ lo taito, bien eúste en el Auto un erfor 

esencial en el apa¡tado K del Razonamiento Jurldico Primero o bien existe 

realmente una declaración preüa del S¡, Tomás ante la Fiscalfa de ia que no

trenen consta¡cia las pa¡tes, lo que no creemos posible po¡ la p¡opia gravedad 

que tendrla de ser cierto. 

Concluimos esta alegación reiterando qüe no exlste prueba en términos 

mlnima.mente aceptables en De¡echo de que terce¡os hayan pagado prenda 

alguna a mi representado, por lo expuesto anteriormente. No existe la meqor 

Prueba en contario de 1o afirmado por mi mandante. F¡ente a lo dicho por este, 

absolutamente coherente desde ia perspecUva del senüdo jurfdico, esto es del 

sentido comú¡, no se alza prueba alguna milima¡lente fiabie de lo conFario. 

Cabe reco¡da¡ al respecto la jurisprudencia consbfucional relativa a la 

p¡esu¡ción de i¡rocencia" al valo¡ de la declaracjón de los coimputados, a la 

exigencia de prueba de ca¡go bastante, pero también en el extremo que 

trata¡nos i¿ ju¡isp¡udencia que establece que Ia ca¡encia de prueba de ca¡go no 

puede sa¡a¡se con la falta de credibilidad que el Tnbwnl otorga a la prueba de 

descargo, intentando suplir con eilo la falta de consistencia -como en esté casode 

la prueba de cargo. A este respecto ver, entre otras, la Sentencia del ..1ribunal 

Supremo de 3 de junio de 2.009 en el Recurso de Casaqón n. 11.523/2.008 (pte. 

Joaquín Glmenez Gaxcla), Sobretodo, añadimos, sr la tesrs de descargo ss 561i¿¿, 

coherente y cornúnrnente dable. 

La acusación popular dice que el resultado de esta instrucción es 

epídé¡mico, como señala m su escrito de proposición tle prueba de 19 d.e Jutuo 

de 2,009 (págrna 4), luego denegad4 lo que seria suficiente pa.r.a proceder aI 

a¡chivo de la causa. pero no es este el caso; la ¡ealidad es que de la abundante 

insh"ucción habida sólo se concluye que existe un dlscurso argumentat 

rnsosteniblg que desde la falta de coherencia en el hatamiento de la prueta, lo 

que decimos con el m¿iximo respeto, atendiendo sólo a las diligencias 

aPaxentemente desfavorables y no a las claramente favofableg se liega a Ia 

inadmisible condusión del pago de prendas devueltas o la aceptaoón de 

documental como de cargo que alribuye pagos por prendas. resultando que al 

30

cua¡tifica¡ estos surnan rnucho menos de lo que establece dicha documenta.l, 

incluyéndose el pago de prenda enca¡gada meses después del mismo, todo ello 

según se ha explresto anteriormente. 

SÉPTIMA.- por lo 

acfuactones, al amparo de 

En¡uioamiento Criminal. 

dicho procede 

lo pfevisto en 

sob¡eseimiento li.bre de 

artículo 637.1a de la Ley 

En todo caso, a efectos estrictarnente d.ialécticos. d.ado lo establecido en el 

Auto recu¡.rido co¡ c¿¡ácter aubsidia¡io a nuesha anterior pretensióo hemos de 

señalar que los hechos que establece el Auto de se¡ cie¡tos, que no io soIl, no 

pueden integrarse en el delito det a¡tfculo 426 del Códiso penal. 

Nos remitimos en este extremo al contenido de nuesbo inicial escrito de 

6 de abril de 2.009 reproducido en la primera alegación del p¡esente escnto. 

Debemos ariadir. desde la perspectiva del interés jurídico órotegido que 

no existe la menor afección del mismg ni lesión o puesta en peligro, por la 

conducta descrita en el Aqto en relación con mi ¡epresentado. y sin dicha 

afección al interés jurldico protegido no puede hablarse de la necesaria 

antiju¡idicidad material para poder considera¡ co¡¡ro delicüva una cond.ucta. 

Conata¡te iurisprudencía constitucional alude a la necesidad rle dicha 

a¡hluridicidad material desde la perspectiva del principio de ofensividad o de 

lesividad, no pudiéndose ad¡nitir en un Estado de Derecho que los meros 

quebrantamientos formales de normas integren conductas delictivas (o que 

tampoco 6e da en este caso). 

Cabe ¡ecorda¡, a este respectg que la jurispmdencia exige ,,la necesidad 

de una conexión causal entre la entrega de la dádiva y el ca¡ácte¡ público del 

receptor" (Sentencias del Tribunal Suprca\o 30l94, de 21 de enero y 3621200g, 

el 

el 

31 

las 

de

de 13 de iunio), siendo necesari 

pod.er que el carso p,rbr,"" d.,";;P"::::'r" iln?Ti:i:T":i::ir# 

objeto del delito". Aquí 6e casüga, en consecuencia, ,,linica¡nente 

a aquellas 

conductas de las que se deduzca un mlnimo de contenido de iryusto o de 

lesividad pa¡a el bren jurídico protegidq que no es una qulmica pu¡.eza" 

sino el 

cor¡ecto/ impa¡cial y objeüvo desa¡¡ollo de Ia concreta función que tenga 

encomendad4 entre las priblicas, el sujeto que recibe ia dádiva., (Sentencia 

de Ia 

Audiencia provincial de Balea¡es n" 41, de 5 de ma¡zo de 1.99n. 

El Auto ¡ecurrido nada di( 

diocenrirsobresup,"".o"."*no"'ffi 

;::,"i:::::::::::Xr"t"tr 

y objehvo desanollo cle las funciones de mi rep.esentaclo. puede decrrse que la 

prueba tesüfical desarrollad4 relr 

Ge¡eraritat Valenoana, """"*." ?::::#'.:::t:,""t::::""" ;':il:".;j: 

después de los supuestos ¡etalos han tenido lugaLr adjudicaciones -p. eJ._ Fitur_ 

con objetividad e irnparcialidad, segrla declararon los miembros de ras Mesas 

ntervinjantes. Si los regalos fueran cie¡tos ninguna eficacia tuvie¡on o pudieron 

teñer, como se constató por más que mi mandante por su 6nción mnguna 

intervención tenJ4 pudo tener o fuvo en todo ello Tampoco se esfuerza el Auto, 

es más nada dice, sob¡e el hipotético ñnda¡nento de los supuestos rega.los en 

hipótesis altemativas a la condición de presidente de la Generalitat Valenciana 

de mi mandante, pue6 algin conocimiento tenía que haber, aunque no fue¡a 

arnista4 con quien 6e dice inte¡venfa en los regdos, en atención a ias lunciones 

de este en relación con actos y campañas del partido popular, de Io que se 

olvida absoluta-rnente el Auto r, ecurido' no ent¡a¡do en ningún ánálisis 

arternativo, como le era exigible. 

En línea con el necesario análisis de la antijuricidad, doctnna y 

iunspmdencia conviene en situar ei alcance de la dádiva o promesa en términos 

de afección al intefts íuridico p¡otegido. Este es el a¡iiiisis técnico juridrco que 

32

aquf importa I no olros en los que paiece adentr¿¡¡se 

el Auto recurrido. Es 

necesaria, por otra par.te, seEún docFina r.rna 

interpretación reskictiva del tipo 

penal, la necesa¡ia siempre en Derecho penal pero rnás en el caso de un qpo 

legal con fronteras evanescentes, en el que es necesarírl por ¡azones dé 

eeguridad judiaa.l llevar a cabo tal interpretación jurfdica siempre en función 

del bien jufdico protegido. 

Ast se afirma en la dochina que hay que acudir a la interpretacrón de la 

Ley, y no a otros elementos, ,,y dado que la letra de la Ley no resuelve eI 

problema. procederá acudir a la consideración de su fina.lidad: si la dádiva o 

presente es de un valor tal que en modo al8u¡o está en situación de influir en el 

eiercioo de la función priblica, procederá ¡echaza¡ ia aplicación del presente 

bpo" Ga¡n9tle¡r9gi¿!ó.Uce_qctal). pa¡te Especiat. T II. dir. Córdoba Roda y 

Ga¡cía A¡án. Ma¡cial Pons. Mad¡id 2004 pág. 2035). Eete es un caso, por todo lo 

expuesto y vista la a.ludida testifical, de imposibilidad de aplicación det 

precepto legal. 

Sobre la necesidad de una interpretación restrictiva y limitadora del 

a¡dculo 426, p¡rmer inciso, del Código penal se manifiesta claramente lermfn 

Morales, indicando que dicha limitacióñ interpretahva debe permur 

"identifica¡ u¡r ml¡rimo de ofensividad para el bien jurldico en las conductas 

subsu¡nibles en el tipo", y se añade que por ello debe apreciaNe ex_ante una 

finalidad de posibilidad de a-fectar a la imparcialidad d.el funcronario que debe 

decidir (este no es el caso) requiriéndose un cierro jlricio de plgpolcion.tidad 

entre el rega.lo con los actos futuros pendientes de resolución por el funoonar¡o 

obsequiado (obüamente este tampoco es el caso ni en la proporcionalidad ni la 

capacidad real de influencia como se ha demoshado por la testificat citada). 

Citas de Qomenta¡ios al Nuevo c¡-al, dir. Gorualo Qulnrero, J. edir. 

Ed. Thomson-A¡a¡zadi. Navarra 2004 p a}as.2t7I y 2714. 

33

Sobre la indicada conexión causal enhe la entrega de la dádiva y la 

condición de autoridad o fu¡rcionario, on nada acreditada en este casq puede 

vefse también la Sentencla del Tribunal Supremo n' 362/2009 de 13 de junio. 

En iglal senüdo se ha manifestado Ma ínez Anieta, quien requiere que quede 

acredltada esa conexión causal, dádiva-carto, pero no en térninos lineales sino 

pot razón a las posibles actuacj.ones que pueda lleva¡ a cabo dicho cargo (en 

ep¡l]e¡lael9j]-gédiCo 

iCn_A dir, C¡índido Conde-l,urnpido Tour¡ón. Ed. 

Bróseta. Barcelona 2.007, T-W, pá8.3L29). Como hemos señalado en nuestro 

caso no cabe establecer: dicha conexión causal, bastándole al Auto cita¡ la 

condición de rni mandante de Presidente de la Céneralita! sin tene¡ en cuenta 

su no intervención en adjudicación alguna, ni podla hacerlo, ni po¡ lo tanto lo 

hizo, siendo en su caso un medio absolqtamente rnidóneo el supuesto (egalo en 

si mismo si se hubiera pretendido alguna finalidad por quien hiciera el regalo. 

Ya hemos señalado qtre además por lae fedras cle los hipotéticos regalos y las 

dedaraciones testificales de los técnicos y ca¡tos de la Generalitat se ha 

acfeditado que no ha existido atisbo de la requerida conexión causal. 

Como venimos señalando la proPia jurisprudencia y doctrura aporta¡ r¡n 

elemento indicaüvo pa¡a averiguar tal conexión causal, Ia idoneidad de la 

dádiva paJa afectar a la imparcialidad (a ello se ¡efie¡e Bema¡do Feijoo, en 

Comentarios al Códi6o Penal, dt. Gonzalo Rodrlguez Mourullo. Ed. Civitas, 1" 

edic.1997, pag. 1141), por cuanto en el supu€sto tfpico que se aplica "los reEalos 

deben oer entregados en atención al puesto que denko de la organización 

adminishativa ocupa la autoridad o funciona¡io y, por tarito con vistas al 

conjunto de competencias o facqltades que de ese puesto se deriv¿¡, de ta1 

fomra que si de algrln rnodo diüa función no fueoe desempeñada por el sujeto 

activo, el pa¡ücular no se hubiera diritldo a é1, ni ofertado el regalo (ST5,21 de 

enero de 1994 (Orts-Valeigg en Comentarios al Código Penai d9,1999. Ed. 

Ti¡a¡rt lo Blanch. Valencia 199ó Vol. IiL pág. 1839). Sin duda que en nuestlo 

caso, de se¡ ciertas las fnfimas dádivas de que se kata, lo que ¡econoce el Auto

ecrxrido, habla¡ de conexión causal, con la necesaria idonei de la 

dádiva para aJecta¡ a la función de mi representado, lo que además se ha 

demo6hado por 10 ya drcho que no fue así en el caso concreto, ni a to largo de 

su públicamente reconocido mandato en términos de honesbdad y austenda4 

es absolutamente ridiculo. Ciertamente el Auto 4c} ent¡a en este análisis 

jurfdico, pero debe entrarse, pues si no se da¡r los elementos estructuJales de la 

antijufidicida4 y obüamente aqul no se da¡, no habrá conducta dclictiva, 

como fealmente no la hay. 

Entendemos respeh¡osamente que el Auto recurrido elude la aplicación 

técúco jurfdica del a¡tículo 426 del Código Fenal. acudiendo a váloracrones 

ético-sociales p¡opias, desatendiendo el necesa¡io juicio de proporcionalidad, el 

establecimiento de ia alud.rda relación causa.l, excluyendo lealmenle un 

auténtico iuicio sobre la a.nüjuricidad de la conducta, adentrándose en e¡ 

peligroso campo de las valoraciones incompaübles con el principio de 

legalidad. Inputa¡ este cohecho para no prodllcir ,,una r€latiüzación de 106 

valo(es sociales que las normas jufdicas t¡atan de prese¡var y una degradacíón 

de los púncipios que deben regir en todo caso la actuación de quienes eje¡cen 

funciones públicas" nos sitúa en un terreno valo¡ativo nunca quericio por el 

legislador penal, y excluye de lorma patente las exigencias constituqonal€s y 

iurisprudenciales relativas a la tipicrdad y anüjuridicfdad, bajo el prisrna del 

bien jurfdico protegido corio criterio básico de interpretación penal, 

necesariamente reshictiva en orden a preservar la seguidad jurldica. 

Por lo dicho no es necesario aclrdír a_l elemento culpabilidad de todo 

delito, en este caso necesariaqente doloso, sobre lo que en absoluto se 

Pronúncia el Auto recu{ido. Pe¡o es cla¡o que si hub¡era sido cierto que la 

dádivas que se citan se hubieran producido _obsérvese por su suma en ftes años 

de la cua¡tfa de que se habla-, vistas las circunstancias ya relatadao se 

desprenderla de forma inequívoca la buena fe de mi mandante, de la que dan 

35

uena nota sus llamadas al Sr. Tonás preguntiindole lo que sucedfa y si alguien 

habfa hecho algo tncorrecto utíliza¡do su nombre, a la vista de lo que trascendfa 

en los medjos. Nos remitimos a las deda¡aciones de mi rep¡esentado y del Sr. 

Tomás. 

Po¡ lo dicho, con el indicado ca¡ácter substdiato, se considera que los 

hechos que refiere el Auto en relación con rni tepresentado no conshhryen eI 

delito tiFificado en et a¡tfculo 426, priqer inciso, clel Código penal, proced_rendo 

por ello el sobreseimiento libre 6egú¡ lo previsto en el a¡tlcr o 637.2" de la Lev 

de Eniuiciamieñto Criminal. 

En términos de tutela iudicial efectivg queremos recabar la atencrón de la 

Sala y reiterar la pehción del aludido sobresermiento, por cuanto consideramos 

que realmente de 10 actuado, no se detraen los elementos necesdios para tener 

cgmo imputado a mi rnandante. La continuación del procedimiento, esta vez 

por ei cauce previsto en ia Ley Orgánica del Tribunal del Jurado, sólo condúce a 

la pe¡sistencia d,e ia afección de los derechos de mi representado, ante la 

situación procesal generada, lo que decimos muy respetuosaÍrente hacía todos 

y cada uno de los órgaros de la Adminiskación de lusticia. Siendo esro asr, 

recabamos que en aplicación del De¡echo se acuerde el sobreseimiento lib¡e de 

las actuaciones, se restablezcan los derechos de ¡ni mandante, imposibilita¡do 

no ya lo que Eerla ü¡a injusta "pena de banquilo,, sirro lo que fealmente se está 

produciendo que casi eri un adelantamiento de tal tipo de pen4 

fundamentalmente por la quiebra extraprocesal del derecho a ia presurición de 

inocensia, en palabras de Diez Picazq mediante enjuiciamientos paralelos 

incoqpatibles con el Estado de Derecho y por Ia persistencia del propio 

procedimiento que itualmente en el caso de mi representado supone la aludida 

situación, con un alcance realmente pünitivo. Lo que decimos ante el 

convencimiento, por lo ach¡ado, y realidad, por lo acaecido, de inexistencia de 

conducta delictiva en el proceder de mi representado, recabando por ello la 

:16

tt"tiT, 

tutel¿ judicial 

:,eñatada 

q. 

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En su virtud, 

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Enjuiciamienro 

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* 'o previsro en e¡ arrcüo óJ 

"T j:r;m 

f:::J"':ff ::'.',:::.":l'"'Tfi :ffi ;]#il:n",h'ff ; 

GUNDO OTROSÍ DIGO: QL¡C A 

:r;:T::::,.":il1;:l:," -I:ff:Li:::.j: u,", o" 

i'-ll.l'*.1 o**;;" 1;i:"I"'".:l".no procede'::; :*iiff .: 

¡'¡cilitamos la .labo¡ a" r" t"-",*r 

l*iara 

de toda la Caqs¿ a i.¡ vez que 

Subsjdraria¡nente 

se 

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info¡-. 

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;:"j.:timonio.rntesro 

ras ach¡ac¡ones, 

al 

T.,Tilr::;

¡n su virtud, 

SUPLJCO 

AL L¡,{O. SR. MACISTRADO-INSTRLTCTO& 

acue¡de 

segú¡ to solicitado. 

I,do. /awier Borx Reig 

Col. n.2.411 

Valencia, a ü.ece cle jul.io de dos mil ¡rueve. 

3B

Recurso de apelación Camps contra auto Flors ... - Los Genoveses

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