Juventud Tomo IV No_7.pdf - REDICCES

REVISTA MENSUAL 

m LA 

SOCIEDAD CIENTIFICU-LITERARIA 

-- 

DEL MIS,110 NOYUME. 

EDITOR RESPONSABLE Y ADMINISTRADOR, 

DOROTEO FONSECA. 

TOMO PV. - NUMERO 1. 

SUMARIO 

1 Dedicatoria - 11. En $21 cuarto Centenario, por Victor Bi. Jerez - 111. OvaciGn 

al Padre de America (La velada del doce) - IV. Discuiso, por Rubeii Rivera 

- V. A Colon (poesia), por Doroteo Eonseea -VI. A Cristobal Colon (poesi?~), 

por Carlos A. Imendia - VII. Discurso, por F. Xartinee SiiArec - VIU. -4 Gristobal 

Colon (poesia), por Francisco A. Gamboa - IX. A Cristobal Col611 (p>ce@sia), 

por Vicenta Laparra de la Cerda - X. A Critobal Colon (poesia), por N&poleon 

F. Lara - XI. A Cristobal Colon (poesia), por JosF: Maria Gomar -- XII. 

A Cristobal Colon (canto epico), por Juan Fermin Aycineira -- XIII. A Cristobal 

Colon (poesia), por Josefa Carrasco - XIV. A Dona Isabel la Catolica {pesial, 

por Jua~i Fermin Aycinena - XV. Miscelinea. 

Redaccion y Administracion: Calle de Frankiin num. 14. 

SAN SALVXDOK-I.MP~~ENTA NACIONAL, CAT,T,R I>E TIIDALGO. 

Octubre dc 1892.

Dona 

Sriia. 

Lic. D. 

JUNTA DIRECTIVA: 

Presidente D. Abraham Chavarria. 

ler Vocal ,, Francisco Martinez Subz, 

2" ,, Rafael E. Chaves. 

~iseal ,, Victor M. Jerez. 

Tesorero ,, Adrian Garcia. 

lii- Secretario ,, Jiian Gomar. 

20 > 1 ,, Doroteo Fonseca. 

SOCIO HONORARIO 

Doetar Don Fsteba-a Casdro. 

1, 

79 77 

79 

DI"" 99 

OCIEDAD. 

I Dr. D. Quadalupe Ramiraz. 

,, ,, Fnaceisco Espinal. 

Br. ,, Lisandro Blandon. 

,, ,, Francisco uotii'rrez. 

,, ,, 2uan Kena. 

Josefa @arrasco. 

J. Ferrriin Ayeinena. 

Rubeu Rivera. 

Abraham Rivera. 

Francisco A. Reyes. 

Carlos A. Hrnendia. 

Anseimo Valdes 

Ismael Cerna. 

Juan J. Lainez. 

Esteban C. Roque, 

Carlos B. Calvo. 

Nstzario Salaverria,

Gox~s~oiu REDACTORA : 

Abraham Chavarria-Director, 

Doroteo Fonseea, Victor M. Jerez. 

DEL

- 186 

LA 

JUVENTUD 

En el Cuarto Centenario, 

Cantar los numerosos esfuersos 

del espiritu humano, hacer cumpli- 

do elogio de los triunfos de la fe y 

de las victorias de la esperanza, fi- 

jar con todo acierto las consecuen- 

cias trascendentales de empresas 

que abren nuevas vias al comercio, 

que presentan campos mas .dilata- 

dos a la industria, medios mas fe- 

cundos al pensamiento y notas mas 

hermosas a la poesia, es trabajo re- 

servado por su magnificencia a a- 

quellos que tienen el poder de ex- 

presar el entusiasmo en las formas 

explendidas del himno o en los vue- 

los sublimes de la epopeya. Recor- 

dar en las efusiones del amor y en 

interminables trasportes de carilio, 

la abnegacion y la constancia de 

los servidores de la humanidad, es 

tarea para la que tan solo basta 

obedecer a los nobles impulsos de 

generosos sentimientos e inspirar- 

se en los mas puros ideales del pa- 

triotismo. 

En el glorioso centenario del des- 

cubrimiento, como en aquel hermo- 

so dia en que se presentaron a los 

ojos de los marinos europeos las 

rientes y tranquilas playas por 

tanto tiempo ansiadas, asi tambien 

la exhuberante naturaleza ameri- 

cana, en este dia de justos entu- 

siasmos y de expontanem alegrias, 

debiera en senal de gratitud ves- 

tir sus campos de trajes primave- 

rales, coronar de blancas espumas 

las olas rumorosas de sus mares, 

iluminar las cimas altisimas de 

sus volcanes y ofrendar, junto con 

las dulces cadencias de sus bos- 

ques, las auras perfumadas de sus 

vergeles. 

Las fiestas del centenario no tie- 

nen los perfiles sombrios que tie- 

nen los homenajes a lo que esta- 

blece la violencia, ni nos traen a 

la memoria sangre hermana derra- 

mada en los campos de la patria, 

ni ataques al derecho, ni irasgre- 

siones de la ley, son fiestas de la 

cultura y del sentimiento en que 

se presentan a la consideracion de 

las edades el heroismo y el atrevi- 

miento de una raza superior, el in- 

domable empeno de un hombre es- 

forzado cuya frente esta, cenida 

con los laureles de la inmortalidad, 

y cuya memoria es glorificada por 

los votos ardientes de las almas. 

Al antiguo Continente le faltaba 

la tierra americana, para aclima- 

tar en este suelo privilegiado el ar- 

bol de la libertad, que nunca po- 

dia prosperar en aquellos puntos 

donde aun soplan fuertemente los 

vientos del despotismo; necesitaba 

de ArnBrica para que sus hijos a- 

provecharan la vegetacion prodi- 

giosa de nuestros campos, las faci- 

lidades de trasportes de nuestros 

caudalosos rios, los inagotables ve- 

neros de nuestras rnontanas y lo 

que es mas, necesitaba mezclar la 

sangre generosa y los altos senti- 

mientos de los hijos de Pelayo, cola 

la indomable bravura y las nobles 

cualidades de los iiidios, para for- 

mar una raza llamada por sus me- 

recimientos a la felicidad y desti- 

nada por su entereza a la vida de 

la republica y del derecho. 

Sorprendidos contemplan las e- 

dades y rebosando amor aplauden 

los corazones, aquella gloriosa pe- 

regrinacion en demanda de anxi- 

lios, para dar e11 cambio el presen- 

te mas rico que registra la Hieto- 

ria y que aun suefia la fantasia. 

Juntandose todos los aplausos tri- 

butados a tan magna empresa, aun 

no se obtiene la primera nota del 

canto irmortal que ella merece y 

reuniendo todos los elogios he- 

chos al marino genoves, aun no se 

forma la primera estrofa del poe- 

ma grandioso que consagraran a. 

Colon los siglos agradecidos. 

Es en efecto muy digno de ad - 

mirarse como se acometio el inten - 

to audaz del descubrimiento de8

Nuevo Mundo y las circustancias 

que en el irifluyeron, toca a las ge- 

neraciones venideras ensalzarlas 

cual corresponde. La noble Espa- 

na, la hidalga patria del Cid, se en- 

contraba aun lidiando con sus brios 

nunca agotados por la restitucion 

de su suelo, que en mala hora fue 

ocupado por las hordas aguerridas 

de la morisma; la lucha que se ha- 

bia empenado era de suyo glorlo- 

sa, se trataba de la reconquista del 

derecho en la tierra de los proge- 

nitores, por donde solo debieran 

oirse las notas guerreras de los 

bron5es de Castilla, formando con- 

traste con los poeticos rumores del 

Darro y del Genil. El orgullo es- 

panol no podria permitir que don- 

de paso el troton de Rny Diaz de 

Vivar se posara la planta del ex- 

tranjero, y con su genial arrojo 

quito el pendon de la media luna 

que flameara en las altas torres de 

la Alhambra, para colocar alli la 

ensena de Castilla y hragon y los 

blancos estandartes de la fe. 

Pensar en descubrimientos cuan- 

do se trataba de grandes batallas 

parecia irrisorio, y sin embargo lo 

que los estrechos criterios juzga- 

ban como locura, el genio lo apre- 

cio en su magestad y grandeza. 

Hay una atraccion en las inteligen- 

cias que se realiza de una manera 

necesaria, salvando las diferencias 

de tiempo y de lugar y haciendo 

concurrir a un solo e identico fin 

los distintos esfuerzos de las razas, 

cuyo recuerdo se conserva en las 

brillantes paginas de la Historia, 

ti pesar de las graves reflexiones 

de la necedad, de las manosas habi- 

lidades de la envidia y de los trinn- 

fos hoi.rorosos de la muerte. 

Aquella secreta confianza en las 

aserciones del visionario, aquella 

fe en los raciocinios de un loco, a- 

quella nunca bien alabada comu- 

nidad de ideas entre la magnani- 

ma Reina de Castilla y el audaz 

navegante genoves dieron origen 

LA JUVENTUD SAL VADORENA. 187 

a las celebres capitulaciones formadas 

en el campo de las batallas 

emprendidas, es decir, en la 

ciudad de Santa Fe de la Vega de 

Granada; dicho pacto que pareciera 

una locura proporciono a Espaiia 

e! mas rico floron de su corona, 

fue el maravilloso eomplernecto del 

planeta y restituyo *una gyan porcion 

del genero humano a la vida 

de la religion y del progreso. 

La esperanza de aquellas dos aimas 

sn compenetracion misteriosa 

saco un continente del seno de. los 

mares, presentando al asombro de 

las naciones, desde el poderoso imperio 

de los Incas hasta las ondas 

del inmenso Amazonas. 

Opera el descubrinziento del Nuevo 

Mundo una portentosa revolinciou 

en las viejas sociedades europeas, 

el espiiitu de empresa se abre 

paso a traves de las piocelosas on- 

das,.~ una caudalosa corriente de 

inmigrantes ;y de elementos de cul- 

tura se establece entre ambos con- 

tirlentes. 

Todo en Ameiiea seduce y des- 

de el joven avido de lo nuevo y 

lleno de hermosas ilusiones, hasta 

el anciano que cede a la accion 

destructora del tiempo, todos sue- 

nan en venir a esta tierra de pro- 

mision, pais bendito, donde ra Pro- 

videncia acumnlanra SUS bonda- 

des, dejando en cada arbol una 

lira de suaves melodias, los arc- 

mas del oriente en las corolas de 

sus agraciadas flores, diademas de 

nacar en las crestas de los Andes, 

caprichos de la luz en sus bosques 

incomparables, mientras se refleja 

en el cristal de sus lagos el azul 

purisimo de sn cielo. 

Nada podia ambicionar el obre- 

ro que no encontrara en el mundo 

de Colon: tierras feraces que solo 

aguardaban la simiente, para de- 

volverla, multiplicada prodigiosa- 

mente, arboledas inmensas que pre- 

sentaban ricas variedades a la eba- 

nisteria, minas inagotables de facil

acceso a un pequeno trabajo, di- 

mas deliciosos y propios para la 

propagacih de las espeeies de o- 

tras latitudes. 

Tales eran las ennd; L( :i ories ventajosas 

que encoritraba In anlbicion 

de los europeos, y si ii e% se 

junttlu los tesoros de civilmcion, 

que presenlwban estos pueblos al 

estadio de los sabios, se comprendera 

como se reuiiiei-on ambas razas, 

trayeiidonos lh de los coiiquistaclores 

su religion, SIIS costum- 

cinclades Iicrias de! ci;ito de ;ds N- 

cuerdos, CC;~ 1:s ent tajas cki ade- 

lanto, con la? sublimi~7alaes de1 m"te; 

sqni so sil-titni15a "los wns de 

Tos raroinlos y los ~il:ibrulo~ de las 

baeantes grirpxs ;?or las tliscucioiies 

dc los sabios y las; ci-eaciones 

de los poetas, no ~e ionscarari !m 

risuenas coiiilas del Eelieori tenie:ldo 

Lis cimas iiipx~dorud:~s de 

nuestms m?niarias. Por. 10s nriilngros 

de !z cjrilizaciori aqai s.> ILIIIdiran 

1::s iazns, scl c,i ~idu;.ii -,)or. eouiyleto 

la ci*.:ii4 :ec.ur,~in?itc de las 

agms del mgi.ado Nilo, la rew:onibradt*, 

actividad de la Fenicia, la 

er~eaulado~.:~ 11ermosur:i. de Iilejaiidria 

para cvus:~~:ja. *- 1% han,a,uiLOfril 

a La marcha evolntiv;~ ;i~ sia p: o- 

gieSO. 

715y qcc se cnrr:p!ei1 ei-iatroeic:;- 

tcs 220s del gl(ilicso dcc:wF~i.imlel~- 

to, pcle;.osos lazos de stirijmtia sc 

extiendeii sobre 1;:s agitdrxs c\~idns 

clel Atllirli;co, pi.edieieL:tio Iz \-critu- 

rosa union dc ia raza latiiia, hier?l- 

pre grande en las empresas de sus 

capitaiies, ea los sacrificios de SUS 

martires, en las obras de sus artistas 

eui las inspiraciones de sus vates. 

La lngra titud que fue el pago 

dado a Colon, Iza sido sustituida 

por las aclamaciones clel entus;asao 

y en su gloiificacih se ha levantado 

un rnoriumenlo, cuyo pedestal 

es America con si* literatu- 

ra, sus leyes, sus l~abitos de trabajo, 

su amor a la ciencia y sus hotneuicos 

combates por la libertad 

y donde se ento:ian las mas dulces 

bres y sn lengua dulce y arm~ni~~sn. sinfoi~ias, los canticos m& soleni- 

America ha nacido tambien zi la ries y los hirniios mas grandiosos. 

vida republicana y en toda su extemion, 

el astro del dia ilumina los 

campos de los hornb~es xgoricrados 

por ci trabajo y amparados 

por la ley; bajo los hermosos pabellones 

de su cielo no hay rm solo 

esclavn y en ~ir-icsti.os dilatados vn- 

Iles, cunas de cuevas civilizaoiones, 

te~drLjn .;u acierita lm3etosns

vacion al Padre del Nuevo Mundo 

alcanzara toda la solemnidad y 

magnificencia posibles. 

Desde las T p. m., una hora antes 

de la en que el acto debia inaugu- 

rarse, el Teatro-prof usamente ilu- 

minado por electricos focos y en- 

galanado con decoraciones alego- 

ricas, alusivas al gran suceso en 

conuiemoracion,-se fue llenando, 

hasta mas no cont9ner, por damas 

y caballeros de lo nxls culto y dis- 

tinguido de Ia sociedad salvadore- 

Tia. A las 8 p. m. se alz6 el telon, de- 

jando ver en el fondo del escena- 

rio un mriagriifico retrato del gran 

Almirante, suspendido sobre el es- 

cudo de El Salvador, bajo la bar?- 

dera dc Espana y entre las de las 

cinco Republicas de Centro-Arrrb- 

rica. 

E1 acto se efectuo eoziforme al si- 

guieiitc, 

"PROGRAMA 

CON QCE 

LB "BCADEIIA DE ClEEiCIBS Y BELLAS LETRAS" 

P LA SOCIEDAD CIEXT~FICO-LI~~ERARIA 

CELEBRAN EL IV CEYTEXARIO 

DEL Dlci-teusamrxxsTo DE ~ wfi~~ea, 

- 

PRIISIEZA. PARTE. 

1 Obertura de la opera OBEFI~N. Weber. 

Ejecutada por la Banda do los Altos 

P deres. 

2 DISCURSO Di% APEBTiJRA, 

por Ruben Rivera. 

3 Fantasia sobre la opera RIGO- 

LBTTQ ...................... Leibach 

Ejecutada por la senorita Enriqueta 

Boniiia. 

4 k CEZ[dTOBBL COLOA; poesia 

Por Doroteo Fonseca. 

5 Fantasia sobre la opera EL TRO- 

TADOB ...................... Liszt. 

Ejecutada por el senor don Eafad 

Meanv. 

6 A CRIST~BAL COL6,V. poesia 

por @dos A. Irnendia. 

7 Fantasia brillante sobre ia opera 

DOX PASCUAL.. ........ Roselle. 

Ejecutada por la senorita Maria 

Prado. 

8 BC)J!!EI

190 LA JUVENTUD SALVADORERA. - 

rior Programa, estuvo a la altura 

del magno asunto que con magicas 

melodias contribuian a celebrar. 

Las apreciabilisimas senoiitas 

Enriqueta Bonilla, Marin Prado, 

Saya Bouiiieau, Melida Urrutia y 

Trhsito Sol, respectivamel~te, a- 

creclituroii r e mas ~ eii e1 piano 

los brillantes talentos artisticos 

que las adt n~an, y arr;~ncarol~ 31 

publico, que extasiado las eacuchabn, 

los riicis un5aimes, estriiendo- 

?as y repetidos aplausos. ;Vayan 

los paiabieiles de "L:L cb~ventud 

Sslvildo~~enn,~ a los pies de las distingnidas 

artistas sefioritas Sol, 

Urrutia, Bouiiit.au, Prado y Boai- 

Ela ! 

Cabe aqui mei~cionar tarnbioi~ la 

dulce, caclericiosa y adecuada voz 

con que la senorita IIortensia Sa- 

Lazar recito la composicion tle la 

reriornhrada poetisa gnatemalteca 

ctolia Viceilta Laparra de la Cerda; 

recitacioii aplaudida con 110 menos 

entusinsrno que las ejecuciories mu- 

sicales ti que acabamos de referir- 

nos. 

Los caballeros don Rafael Olme- 

do, don H. Drews, don Rafael Mes- 

ny, don Daniel y don Fernando 

Cruz, y do11 Flavio Pineda, corres- 

pondieroii, en la parte lirica tam- 

bien, a todo lo mucho que de su 

justa fama tenia derecho A esperar 

la concurrencia. Y gque diremos 

aqui de1 simpatico ninito Emilio 

Ferrer? ;Que se lucio admirable- 

mente y que esta, llamado a ser un 

gran artista! 

Damos por terminadas estas bre- 

ves referencias a la parte lirica, 

aplaudiendo lo bien que las dcs 

Bandas de esta capital ejecutaron 

las piezas que les correspondian en 

~1 Programa. 

Por lo que hace S la parte lite- 

raria, no es a nosotros, sino al pu- 

blico, ti quien corresponde juzgar 

de ella, y, por tanto, nos limitamos 

publicar a continuacion todas 

I 

las producciones recitadas, eii e1 

mismo orden en que las anunciara 

el Programa. 

Senoras, 

Cabalieros: 

Con gatit~itl y coa temor he 

aceptado el honor de abrir la 

velada con nr:i modesta palabra, 

descorricla y desprovista de armonia 

y escasa de ideas bermosas 

y bdlaiites. El alto objeto 

de ella, por el recuerdo grandioso 

que la motiva, - esta muy 

por encima de mis alcniices intelectuales, 

y la presencia de una 

sociedad tan culta y pensadora 

me llena de turbacion y me hace 

desconfiar mas de mis fuerzas. 

BTosotros me escucl~a~eis 

con benevolencia y hallareis en 

mis palabras solamente lo que 

hay aqui en el fondo del corazon: 

nada en el lujo de la frase 

ni de novedad en el concepto; 

solo el lujo de la gratitud, de la 

veneracion y el amor : 

La vision habia herido las pu- 

pilas del genio. 

Ya la tierra no era una plani- 

cie cuyos limites sc unian en el 

horizonte con la base de esa con- 

cavidad azul, que era mansion 

de los dioses y de los espiritus 

que se evaporaban de los cuer- 

pos para habitar con las estre- 

llas que palpitan como ojos de 

virgenes pensativas y amantes.

LAJUVENTUD 

La ciencia ya habia reconocido 

la redondez de la tierna. La 

idea se habia purificado en el 

martirio; pero la habian perseguido 

la burla y el desprecio 

de las multitudes inconscientes. 

Solo se agitaba en los ccrebros 

visionarios y rebeldes. 

Europa se divertia y se asesinaba. 

La libertad que se habia 

alojado en Grecia, en @alia 

y en Roma, en los buenos 

tiempos de la Republica, andaba 

por ahi, escondierido 1s hermosa 

faz y q.,erseguida por los 

tiranos y por los t~ranizsdos: la 

Diosa sorinba con el pis de la 

redencion- . - - - . 

&Donde estaba la tieria prometida 

de la libertad? 

E1 mundo conocido estaba 

degenerado, carcomido por el 

absolutismo: en Africa y en Asia 

no animaba la libeitad los ojos 

de las odaliscas ni de los esclavos 

abyectos que se postraban 

a los pies de sus sefiores despotas: 

de Roma habia huido: en 

todas partes se conspiraba contra 

la proscrita bendecida en el 

Escorial y en el Vaticano. 

Mas aca de las columnas de 

HBrcules estaba el misterio. 

El mundo todo vegetaba en 

las tinieblas de una noche interminable; 

y para matar su tiempo, 

reia, bailaba y se ernbriagaba, 

sin preocuparse de su destino 

y mucho menos de la razon 

del equilibrio del globo en que 

vivia. Algunos insensatos, metidos 

alla en suspobres estudios, 

confundidos entre la multitud, 

peregrinos sonadores, vagos para 

los poderosos y para los 

miserables, pensaban e investi- 

IALVADORENA. 191 

gaban; pero sus pensamientos 

los absorvaan los muros de algu- 

na prision y sus palabras se ex- 

tinguian en el vacio que en de- 

rredor les formaba la indife- 

rencia piiblica. 

Insensatos! locosl 

El oceano ence~rnba el mis- 

terio. La Aatlantida era otro 

rnimdo; pero otro mundo mejor. 

Risueiia y giallard:t como una 

virgen de catorce aaos, lleno el 

semblante de axorcso candor, 

la bella desconocida se banaroa 

en las aguas de dos niares in- 

mensos; se adornaba con pcdas 

y cori palmas, y las brisas, al 

mover los ramajes, deiramaban 

la esencia cle las resinas y las 

flores. La voluptuosa America, 

adorixecicia y tranquila, no so- 

naba que de entre las olas bra- 

vas surgiria Quezalcoatl trayen- 

dole el divino manjar del Olim- 

po. Confiada e indolente, se 

entregaba en brazos del Amor 

y solo tenia visiones de placer. 

Habia un loco, un oscuro ma- 

rino, dado a las hietorias fan- 

tasticas, que se preocupaba de 

la Ondina que debia habitar mris 

aca del Oceano. Este loco, tal- 

vez poeta, sonaba, sonaba corno 

un amante suena cori la caricia 

de su adorada. Y el mundo sa- 

bio y poderoso le juzgaba poco 

menos un imbecil. El hombre 

aquel, terco y meditador, iba de 

trono en trono, mendigando un 

favor para lanzarse en el ocea- 

no en busca de su amada. P 

por todas partes cosechaba des- 

enganos. Aquella ondina solo

192 LA JUVENTUD SALVADORERA. TP" 

-- l 

existia en su cerebro exaltado 

y debil &que habia de existir 

enmedio de la turbulencia de 

las olas bramadoras? Era dig- 

no de lastima, y los sabios te- 

nian compasion de el. 

Pero un dia, una buena seso- 

ra encopetada que mandaba en 

Castilla, tuvo la paciencia de escucha~ 

al hombre de los suenos, 

y, corno el, perdio el Juicio, creiendo 

en las hisiorias de hadas 

y de palacios encantados, de islas 

misteriosas, de paises siempre 

vwdes. kn noble dama era 

muy seria, pero cayo en la abeyracion 

:, qmza estaria tambi6ii 

loca. Sus eontex~po~aneas de 

los dem&s tronos de Xuropa deben 

ha,ben.sc reido de su camdoy. 

Y el aarixlo impertinente se 

meti6 ea tres carabelas deevencijadas, 

con unos e~mntos desesperados, 

y como slnzwo enamomdo, 

se axojo al abismo cuyas 

fauces inmensas lo iban a 

devorar, sin pensar en las delicias 

de aquella tierra que abandonaba 

tahez para siempre. 

AdiCls el hog?:. tibio y alegre! 

AdiGs las carielas de la esposa 

amada y ?os balbuceos de! hijo 

ado~ado ! Adi6s las delicias infinitas 

da la familia abandonada! 

Y se echo en brazos de Ba 

tempestad, arrebata60 por a- 

qixella idea que estalla golpeando 

su cerebro. 

E9 loco se lanzo en el ocearro 

para luchar con las olas encres- 

padas y bravas, que hacia11 cru- 

jir las pobres naves, a luchar 

con las pasiones exaltadas de 

una tripulacion ignorante, de- 

sesperada e incredula, con los 

diarios desenganos que alejaban 

cada dia la ilusion del pais 

de los suefios. Pero en aquella 

naturaleza fuerte, templada en 

la demanda, infatigable y luchadora, 

no penetraba el desaliento. 

Me parece ver al marino sublime 

perdido en la soledad interminable 

de las aguas agitadas; 

en aquella lucha gigantesca 

superior a las fuerzas humanas; 

puesto a merced de embarcaciones 

flojas que zozobraban 

al embate de las olas, luehando 

con 10s vieiitors y con las eatamtas 

del cielo; yendo adelante 

para voivm atras; sobreponiendose 

6~ 1s desconfianza y ti la 

envidia; demina~~do la kempestsd 

{eriible de las pasiones que 

se desencadenaron en aquellos 

espiri"~us sin fe, libraaado su vida 

del pafial asesino durante 

sesenta dias; impo~iendo por sin 

volunt a cl f &rea y su corazon de 

ni60 y arrastrandolo por fuerza 

hacia el triunfo con la potencia 

sencedora de SU genio indorna- 

hle. Y 61, casi solo, en perenne 

vigilia, devorando el espacio in- 

Snlto, soportando &miro del 

craneo Is tremvnds ienizpestacl 

de ideas, de ai~helos, de calcu 

los, de esparanzas y de eonvic- 

cienes que hacia &Eerrarnni por 

S~IS 

ojos las claridades de aqm- 

!a vision. 

P el genio triunfo, como 

triunfan los valientes, como 

triunfan los que llevan la luz 

en el cerebro, como triunfan los 

buenos, como triunfan los que 

tienen fe en si mismos y en los 

altos destinos de la humanidad. 

El peregrino d~spreciado habia

despejado la incognita, lanzaiidoso 

en el infinito desconocido 

y tempestuoso. El peregrino 

se hizo Cristo, porque tmjo al 

Continente nuevo los rayos de 

una civilizacion que ya degeneraba 

para que tomase nueva 

savia en las razas iiiocentes de 

A4~xeiicc, lleizas de co~azon y de 

ssiasiblh.dad: puso 1a sena,l d.el 

Evangelio sobre los templos 

donde irradiaba el Dios Xol y 

mpi-abnri e! olor do la sat!g.;e 

de 1 %~ virgenes los idolos de %a 

mitologia rimdigena. Dei.*& del 

n-~~~-~~~, 

Cric& ::o p-ccipiij liL hu-. 

rnax:id,rd en bui;c:s de lo3 tesod2 

-, )Dd . :"i'r"' . *'"V. 

ttLUL c I . en20 ~ ~ 1:;s te- 

*;aioi.; elel pSpiL.i~~~ ps;.;~ demtpmarlos 

en temao Lecundo. En 

liberted. i;uyb de los rincones 

r 

c_lel l>ipjo Jf~nZ0 y )'rl-r:-~ 8 .bus- 

~2-y zsilo en las !iaanru.; aireri 

;.ci,:xc;, sobre lo:; ihties y jnnts 

.>S {u;lixlk$ -.1..;r, 

ti-i Vi ISL-GO~ y en las ides 

17 

gau:ctrdas cuya aleg~i:, ecbi?,tan 

I . 2 

los Fagayos canoiws: vlrio ia, no- 

ble yi~udial,lia, fa~joy di) jLL -e- 

.. . , 

iqyo:? z.einnnC2 p.';j:;"yi~y&~ ij 

$5 E,>id"-t> 

9- c ",_.,, V S , ~ reiiini. ~&j, lyi& 

tarGLY sobr*e2 hs ,o,lta,;es y sobLc 

-r- 7 . 7 

1 ., ;Y 

L:. ,;, cor:cieociz~,. 1% . genlo c-e 

Colon vi'& -un mUnCo - nuevo, 

- 

u.11 MIJl'oiO i;e&:3 .p87'2% ltL &;>a- 

3 1: hcon y pam Iv, -['e!;c',"de 

A, .., . , en- 

~qr&*h ~~sti~,kivio~~ i.edcnLob 

- .T. *, . . . 

1'as, rca:mo i;*h~iis y prxmp~os, 

pactico ejemplos 6 hizo figuras 

sob~ehtirmnas: engend~o 6, Washington 

y & Eidalg~, A Bolivar 

y ii Sucie; inculco la ciencia de 

Xoise y de Fran&liii y ericamo 

en el coraz6:i de las i~uevas m- 

%as el sealtimiento de la frateinidad: 

trajo A la tierra promet,ida 

la expatrkda del cielo, y 

LA JUVENTUD SALVA UORENA. 193 

en este pais de bendicion ha fio- 

recido ya mi el Norte como una 

planta sagrada, y estan en el Sur 

germiiiando sus semillas para 

crecer mas tarde quizlj mtZs lo- 

zana y mas robusta y para asom- 

brar al niziiido con sus t~i~mfos 

6 iluminar con sus claridades las 

tinieblas en que se mueven los 

7 ajos - - de 8em y de Can, de que1 

lado del Paciilco. 

El loco llego al pais de la GEo- 

iia sc,bre tres naveci!las que 

1 

Imn *;, se7 devom6a(i, por 12s 

f;:;uccs ifis,r$n,bleu del o&,rio. 

t?~ji:>l? el 11-i:eyo .L.e&litor. 

IL~? ':rpd ye;j:,3'a&l:eic^ij 

-, 

7 # en bol1- 

Tr.ai> , l.T s.-, bqP1,7,"ci yepr.:sdac3&ndose 

i,li~.ntrus ~L~*o I:, vi& & 1% 1lC;.. 

-> L . ?T,;i?nz: Yo;" -- ~;?o Bs Gesf a de: 

7 O 

cvnicr;alio no es soio zest;: 

19s :'Lmeylcaj.ios; t>h;(4y e 3 ll;% -7- .LOnaao 

este &zd &lo g~~~fi;, el 

- 7 

grito Iti lx-c;]Eitpdes emhr;;itt- 

7 Y 

ga⁣ 7 e;ill.,-[o ee ?;~iyge~~~ 

7 " . 

qpa@~;&~~ ; -07 all?iS:eS 

han ik?xrnninnt:o sus &y:2,3; p y 

eso todos $3 .~tyy:l

194 LA JUVENTUD SALVADOREKA. 

lineas; la musica de las cuerdas 

1leiiarB en ondas los ambitos 

del salon, y el canto amoroso y 

tierno de las virgenes ira a es- 

treaecer las fibras misteriosas 

del sentimiento. En cada oe- 

rebro hay ahora una idea de jus- 

ticia y en cada corazon se le- 

vanta un altar a la memoria del 

genio que llena con su figura 

luminosa la I~istoria de la hu- 

manidad. 

Y en medio de nuesiro entu- 

siasmo, coii-futid;da t:on los cm- 

tos profanos >- con las plega~ias 

de todos los pueblos, nos pare- 

ce oir aquella palabra magica, 

que xigxnificaba redencion y que 

despues ?le tantos dias de bata- 

lla @ganites.ca, hizo dilatar las 

pupllas del descubridor fijas en 

el horizonte lleno de palmas; 

nos parece oir a la misma tri- 

pulacion que poco antes habia 

intentado echar B Colon en las 

aguas, gritando: !tierra ! arreba- 

tada por la admiracion y en lo- 

co frenesi. 

Y luego creemos ver al hom- 

bre inmortal, al sabio triunfa- 

dor, al genio de los genios, en 

medio de las armonias mages- 

tuosas del Te Deunz, vestido de 

gala, con las banderas de Cas- 

tilla flotando en el viento, con 

el nimbo de la gloria sobre su 

frente, poniendo el primero sus 

plantas en la tierra de Ameri- 

ca, dando asi el abrazo de amor 

a su +gen adorada, inauguran- 

do para el genero humano una 

era de libeit,ad y formando una 

familia que debiera ser toda de 

Colones, por la abinegacion, por 

la fe, por la, constancia y el va- 

lor. 

r 

Fue un momento solemne : 

La idea de Cristo proclamada 

en el Calvario acababa de llegar 

a su templo; y en el ha brilla- 

do como el sol. 

Salve, padre de America! 

Salve, hija de Colon! 

Largos 6;glos America tenia 

de yaccr ignorada e ignorante 

del antiguo hemisferio, 

cuando en glorioso dia 

un Genio-Navegante 

de su existencia reve16 el misterio. 

Nauta tambien del mar del pensamiento, 

el gran Colon, tras meditar profundo, 

por vez primera anuncia al Viejo Mundc 

de un mundo nuevo el virginal portento 

Atonita la Europa, no comprende 

como aquel hombre en afirmar se aferra 

la inaudita existencia do una tierra 

que ella, en su miopia, no trasciende 

Reyes, sabios, magnates y pequenos 

juzganle un insensato visionario, 

que convertir en realidad pretende 

el menos verosimil de los suenos 

y el proposito mas estra’aIario. 

Vanos son los empenos 

de Colon, por mostrarles la certeza 

del mundo que les lleva en la cabeza; 

mundo al cual corresponde 

otro mundo real cuya grandeza 

tras un inmenso oceano se esconde. 

Los sabios ........ no recuerdan 

haber dado jamas en sus lecturas 

con nueva semejante;

LA JUVENTUD 

ni con su propio parecer ccncuerdari 

las que creen absurdas conjeturas 

de un espiritu audaz-o delirante. 

Su juicio, pusilanime, no avanza 

a donde el ojo de aquel Genio alcanza ... 

Declaran imposible 

lo que, a despecho de su orgullo necio, 

solo les fuera ignoto o inaccesible; 

y obstinandose eri ver con mas desprecio 

lo que menos entienden, el oido 

cierran a las razoues de aquel hombre 

que-sabio 6 necio, loco o atrevido- 

puede acaso afectarles el renombre 

por su presunta ciencia conseguido ...... 

Dos !iombres, solamen te, 

de alto saber y penetrante juicio, 

que en silencioso, pobre monasterio, 

se dan humildemente 

de la santa piedad al ejercicio- 

abren las puertas de su gran criterio 

a las razones que Colon aduce, 

y no juzgan absurda la existencia 

de la tierra gentil porque suspira 

y que, a traves de un mar desconocido, 

en sus profundos extasis trasluce. 

Por vez primera, de placer respira 

al verse comprendido 

de dos mortales cuya enhorabuena 

con efusion recibe anticipada: 

siente un consuelo en su infinita pena 

y la esperanza anima 6 su mirada 

viendo asi alimentada 

la constante ilusion que le enajena. 

!Bien eterno hayan Perez y Marchena! 

Del favor de los reyes en demanda 

para llevar a cabo sus empenos 

por disputar al tenebroso Atlante 

el encaqtado mundo de sus sueiios- 

cual pordiosero misero, anda, y anda 

cuanto m& desairado mas constante, 

de nacion en nacion, de corte en corte. 

!Magnanima indigencia 

que tanto mas le agranda 

ciaanto que lleva el bien comun por norte 

y por oculta ley, la Providencia! 

Superior, cada vez, a la desgracia 

que doquier implacable le persigue, 

ni de los reyes la actitud rehacia 

ni de los pueblos la irrision insulsa, 

logran que se amortigue 

en su espiritu inmenso, la ardentia 

del levantado anhelo que le impulsa, 

de la luz misteriosa que le guia: 

antes fiel dl benefico destino 

que la alma Providencia le confia, 

ningun mortal, ninguno, 

ya insensato le llame, ya importuno, 

apartarle podra de su camino.. . . . . .. 1 

No siempre tan sabidos 

los poderosos son, cuanto engreidos; 

y de entre aquellos reyes, nadie sabe 

atender a los ruegos repetidos 

de aquel nauta errabundo 

que les pide una nave 

para darles en cambio.. .!todo un inundo ! 

Siempre obstinandose en creerle loco, 

no les dicta su altiva ligereza 

otra respuesta que tener en poco 

al humilde piloto que imagina 

su apoyo merecer para una empresa 

no menos colosal que peregrina ..... 

S610 el alma sublime 

de Isabel-la piadosa soberana 

que con el brillo de su nombre imprime 

eterno brillo a la Corona hispana- 

solo ella, si, compenetrarse logra 

de la titanica y benefica obra 

que, por secreta inspiracion de lo alto 

y para gloria del Poder divino, 

intenta aquel marino, 

rico de fe, si de recursos falto. 

Secundando del Genio la alta idea, 

su alto apoyo le ofrece decidida; 

aunque para ello necesario sea 

empenar aun la joya mas querida. 

Cumplelo asi aquella mujcr magnanima 

y de su Dios y de su patria en nombre, 

al nauta explorador da los auxilios 

que tantas veces le negara el hombre ... ! 

!Con que intimo alborozo, Colon besa

196 LA JUVENTUC 

- 

aquella mano generosa y pia 

de que se vale el cielo 

para ayudarle en su abnegada empresa! 

Y jcual, aydiendo en infinito anhelo, 

su vista, desde Palos, espacia 

sobre el undoso, espumeante velo 

que, receloso ya de su osadia, 

amenazandole envolver ..... se expande 

y se contrae, con feroz porfia! 

Muy grande el peligro es ....; pero es mas grande 

el Dios en quien confia ! 

y a levanta su fervida plegaria 

demandiinclole acierto y energia 

para vencer la furia aterradora 

y traspasar la inmensidad soinbria 

de aquella mar confusa y solitaria, 

y llevar su Doctrina redentoraabrie~do 

as$ al Progreso nueva viaal 

mundo ignoto que & buscar se lanza 

en alas de su fe y de su esperanza. 

Miradle como viene !: tremolando 

la catolica ensena de Castilla, 

desde la endeble popa, 

su L1adios'7 repite con ar:ento blando 

6 su querida Europa. 

En tanto que su misem Golilla, 

mil alardes haciendo de destreza, 

avanza con den~edo 

y se interna en un mar cuya 6ereza 

solo un Colon puede arrostrar sin miedo! 

Y pasa un mes... y pasa dos ... haciendo 

cada vez mas prodigios de heroismo 

para triunfar de la ira redoblada 

de aquel celoso 6 inexcrintado abismo 

que-su paso titanico sintiendo 

sin poderlo impedir-rudo se agita, 

le increpa con estruendo 

y, por cada nueva hora, le suscita 

un nuevo azar, un nuevo cataclismo .... 

Y pasa un mes... y pasan dos ... y nada 

de la tierra, sonada 

presentase a sus ojos, 

por mas qce hacia doquiera 

tiende en pos de ella la avida mirada. 

Ya la tripulacion, que desespera, 

uo atiende a la maniobra sin enojos; 

y creyendo, por fin, de una quimera 

victima ser... decepcionada, triste, 

6 continuar bogando se resiste 

y pide al imperterrito Almirante 

que haga volver la proa hacia Levante. 

Mas ...M aqui quecuando mas se aferra 

en exigir liz vuzita al patrio suelo, 

suena el grito feliz de lliTierra! !tierra!!" 

iQuien le ha dado? Rodrigo de Triiana 

queve y dennn4aya-;gracias al cielo!- 

la suspirada y bel!a tierra indiana. 

Si: la tierra fecunda y habitada, 

por Colon, 6 la Europa prometida! : 

ila Virgen de Occidente, que, velad? 

tras un cendal de misteriosas brumas 

por vez primera vese sorprendida 

sobre sn lecho de coral y espumas ! : 

ila Atlantida hechicera! que, sedienta 

de nueva luz y vida, 

se alza al salrido redentor del Genio 

que triunfmte y gozoso, la presenta 

de la vida social en el proscenio! 

iR * C 

!Salve, Genio de! mar, sdve profundo 

nenta del pensamiento, 

que, colmando til. empego sili segundo: 

mostrar supiste a todo e! Viejo Mundo 

de un Xundo Nuevo el virginal portento! 

San Salvador: 12 de octubre de 1892 

EN EL IV CENTENARIO DEL DBSCUSIIYIEKTO DE ~?!ERIcI. 

iQuion eres tu, oscuro navegante, 

De inteligencia mdaz, de alma sencilla 

Que confiado, arrogante, 

Te lanzaste en el mar hacia el ocaso, 

Y de pie en. !a proa de tu quilla, 

Con acento divino, 

A las olas dijiste : abridme paso! 

Y marcaste al progreso otro camino?

- -- LA JUVENTUD 

&Quien eres ta, mortal afortunado, 

Que imitando al Creador, oir dejaste, 

Enmedio de las aguas que surcaste, 

El$at misterioso del pasado; 

Y al perderse tu vos, de lo profnndo 

Del pielago surgio, bello sonriente, 

Cual lo habias sonado, 

El eden de tu amor, el continente 

Que di6 savia y poder al vjejo mundo? 

&Quien eres tu, extrano mendicante, 

Que la limosna devolver pudiste, 

Arrojando a !os pies de quien el oro 

Te di6 para tu empresa de gigante, 

Un irimenso tesoro 

Que a la Europa llevo solo ventura, 

Y que intentar medir fuera locura? 

?$Quien eres tu que un dia, 

Confundiendo a los grandes y a los sabios 

Borraste el hasta a:& de la ignorancia, 

Y probando ser real tu profecia 

Al mas alla triunfante de tus labios 

Los andinos volcanes respondieron, 

P hechas pedazos por la mar bravia, 

has columnas de IIercules cayeron! 

Ali! sin dada Dios, que qiL:,so tu existencia 

Consagrar a 2iechos grandes, 

Se formo de otra esencia 

ExtraYia a la mortal de los humanos, 

a imponentes cnal tu, creo los Andes, 

Eterno pedestal para Lu gloria; 

Mando c m caracteres soberanos, 

En pagina especial, fijar tu nombre 

En el inmeriso libro de la Historia; 

Y queriendo que siempre a tu memoria, 

Su homenaje cordial rindiera el hombre, 

Hizo brotar pujante el Amazonas, 

Que da vida a las Eores 

Que forman este dia tus coronas! 

Y tales dones mereciss. Viste 

Que la obra de Jes-As no era comgleta, 

'Y necio y temerario acomcEiste 

La empresa iiisuper::ble 

De ampliar la superficie de! planeta. 

Y la victoria fu6! La virgen ignorada, 

Qne por siglos de siglos entre brumas 

Ooulh estuvo, bella enamorada 

A ti se presento: tenues cspnmas 

De dos extensos mares 

Sus pies desnudos a besar llegaban; 

Sombra y frescor en el ardiente dia 

Los toldos de sus bosques de palmares, 

SoEcitos le daban, 

Asi como las aves su armonia, 

Las cataratas su estruendoso ruido, 

Y su eco y rumor la selva indiana; 

Conjunto conflindido 

De notas que formaban, incesantes, 

La musioa salvaje americana: 

A la virgeu hallaste tu sonriente, 

Y al pasar tu sorpresa y tu embeleso, 

Imprimiste, cual padre, en sa alba frente, 

En prenda da carino, un casto beso. 

P la victoria fue! Se realizo tu sueno, 

Y nuevo redentor de nueva tierra, 

Llevaste al corazon del desgraciado, 

Con admirable empeno, 

La ensenanza sublime que se encierra 

En la fe que nos dio el Crucificado. 

,4rtifice atrevido, sin segundo, 

Sobre los continentes colocaste 

Un gran pu-ente de la*, y asi lograste 

De dos mundos formar un solo mundo; 

P dijiste al Progreso eiitoiices: pasa! 

Y por el puento circdo el Progreso 

Que vino ti levnntur ol raclo peso 

De la funcsta mocho de esta raza! 

;Cuanto, Colon, la humanidad te debe! 

Tu a la Cieiicia Ir diste nuevas alas 

Para explorar regiones 

Que jamk eii sn vuelo torpe y breve, 

Siquiera imagino. Bellas crcaciones 

De indescriptibles gaias 

Tuvo el Arte tambien: y desde entonces. 

Tributandose honor ti los talentos, 

Como nunca los in&rinoles y bronces 

Se vieron arrnucadoa 

Para servir de altivos monnmentos. 

Por ti la sangre que eil indigna ofrenda, 

Ante el idolo humeaba como prenda 

De ciega adoracii>n, se ha convertido 

En incienso fugaz, cuyos olores, 

Mezclados al aroma de las flores, 

Son prueba de al ts fe; y desprendido 

Ese inmenso con juzio de, infelices 

De su mistico error, por ti i)uscaron 

Al Ser sapi.emo, y a. tu iulce influencia, 

Su poder coir,prendieron(y le amaron 

Como al uriico autor da la existencia. 

Por ti la inspiracion pudo ataviarse 

Con la brillante idea 

Que le ofrecio este suelo incomparable,

198 LA JUVENTUD SALVADORERA. 

Y que a todos recrea 

Y a1 bardo le tiasportz y matavilla; 

Tu el bd.rbitro coraje 

A domenar llegaste con dulzura, 

Y sastituiste el grito del salvaje 

Por la lengua armoniosa de Castilla! 

Y cual la recompensa, cdl el fruto 

De esa liazaiia grandiosa 

Quc no ha tenido ni tendr4 un Zomero 

Que pueda desciitirla) ,Que tiibuto, 

De gratitud o ad~i~acion siquiera 

Te rindio entonccs la nacion dichosa 

Que fu6 por ti, de todas, Ia primria? 

Nunca el liulago 

De un miscrable pago 

Es movil de una accion que inspira el cielo 

En una aima para el bien nacida, 

Y que hace el sacrificio de In 7 ida, 

Con tal de que se logie 

El magnifico impulso de su anhelo. 

Asi Colon, cuando a tu heroica empresa 

Con tanta abnegacion te encaminaste, 

No abrignba tu pecho la esperanza 

De una suerte mejor, y ni sonaste 

Con el justo laurel de la alabanza. 

Quiza mas bien sabias 

Que contra ti, en el Trono, 

Valitindose de bajas arterias, 

En tu dano. el recelo o el encono 

Habia de nacer como un engeridro 

De la horrorosa envidia, 

Que opone siempre 5 los arranques nobjes 

Las armas cilminales de su insidia. 

P fue asi por tu bien: cuando miraron 

Los torpes ambiciosos tu locura 

Tornada en realidad, juntos gritaron 

En destemplado coro; 

Y vertiendo en tu peclio la amargura, 

Aumentaron tus penas, 

Hasta verte cargado de cadenas 

Donde otros llevaban cargas de oro ! 

Y asi fue por tu bien, pues tu obra insigne, 

Que por doquiera esplendorosa brilla, 

Sin tanta decepcion, brillara menos : 

Que siempre es necesario un Bobadilla 

Para realzar la gloria de los buenos ! 

No importa que esta tierra que creaste 

Lleve un nombre bastardo 

En lugar de tu nombre esclarecido, 

Ni tampoco que el hombre, siempre tardo 

En conceder justicia! agradecido, 

Xo haya levantado un monumento 

Digno de ti. No importa que asi sea ! 

Kada falta a. tu gloria que en el triunfo 

De tu accion gigantea 

Hallaste el mejor premio a tus afanes. 

Noy tu nombre bendito, 

Que a tus hijcs dc America conmxeyc., 

Y que lleramos eii el alma escrito, 

Lo repiten gozosos !os uolcanes: 

jQ~6 importa que esta tierra no lo Ilere? 

j,Qnu monumento nlas eterno y grandi. 

Que e1 cohso granitico del Ande? 

;Pudo algun dia el hombre 

8~11t:rar a Dios mismo, 

Iloiirarido de otro modo t~i renombre? 

Solo un presente recibir podrias 

En tu pandeza complacido acaso, 

Del pueblo ilustre de la raza ibera. 

,Sabes cual es' E1 fraternal abrazo, 

Bajo una sola eylendicla bandera 

De azul y blanco, que su sombra diern 

A una perpetua paz, ideal sagrado 

Que A Ameiica traeria 

El iniericible y eterna1 reinado 

De la santa justicia y del derecho, 

Que dan honor, progreso, autonomia ! 

Entonces los que ahora desunidos 

Por ;dio de partidos 

O por error de inveterada safia, 

Enriaremos al cabo, confundidos, 

Cn dudo filial d. nuestra Espana! 

i Quiera el cielo que en dia no lejano, 

En tu honor, oh Cristobal ! la rpjmerioa 

Pero noble ambicion acariciada, 

Sin un pueblo adversario. 

Se celebre en el otro centenario 

Con la hispana rrpilblica de Am6rica ! 

CARLOS A. IXENDIA 

San Salvador, octubrc. 12 de 1892. 

DISCURSO. 

SENORAS: 

SENORITAS: 

SENOBES: 

En el dia mas grande de Ame- 

rica, las sociedades todas se u-

nen en un solo sentimiento, 

para tributar su adniiracion y 

gratitud al personaje eminente 

de la Eistoria humana: a Cris- 

tobal Colon, padre de!, Nuevo 

Mundo. 

Despues de la gran tragedia 

del Calvario, segian la inagnifi- 

ca expresion de Juan Guiller- 

mo Draper, jamas han contem- 

plado los siglos un hecho nzas 

trascendental y de mayor sig- 

nificacion que el descubrimien- 

to del continente arnericizno. 

La Europa, regida por insti- 

tuciones contrarias a la natura- 

leza, fundadas en los antiguos 

principios de Aristoteles, que 

establecian como dogma del De- 

recho Publico la superioridad 

de ciertas clases sociales, era 

impotente para llevar a efect

-- 200 

LA -A JUVENTUD SALVADOBESA. 

-- 

- 

I 

varrieta son dos lurninares que se :.~brierori nuevos horizon~tes 

resplandecen en el cielo dc lit para la humanidad, y kiuevos 

Bistosia. 

derroteros para la democracia y 

=Tesis, desde i;r eiim de la las iristitueiones libres. 

moi~ta~fia raas elevadsi, de la tie- Snmensurables son los benerra, 

arroja iarnpos de Inz sobre ficios que la civilizacion reportodas 

Lis concre~icic;s; y >faria, to con el apai.ecimieujto de la 

la mujer excelsa y admirable, tierra americam, A-erdadern p- 

se encuentra al pis de la Cruz. tria de iodos los hosnbws y au- 

La zilidre del Salvador acoynpa- gusto santuario de iodos los deiia 

la poclamacion de los deie- rechos. 

chos del hornbw, m el ctcont8e- Xe acabamil los privilegios y 

cimiento om&s notabie de "Lodos las grandezas artificiales, que 

loa tiempos. 

Iiabietn establecido la soberbia, 

La Reina de Castil~zz, oiga- y Is ignorancia. pnque en este 

Blo ds su sexo y g!oi.in de :;; es- continente iio hakrxi mas noblepceie 

hn~~ana. da stas joyas 21.1 za que la que prestum el talento 

- 7 

illmorl;r2a ~riaj f , >7 ~ *: ~or~ol- y la ~~ii'tcd, ~i~i'is dk tincion, 

que In , e-iie 6-CL el trabajo y in hi- 

1-_- - 7 

dalgnin. ~.Yn:sliin.gto;~, i:iilciada,- 

ve?$ 1x2 munGii, -7 i,Y~\l$:i se ex- 

C~IR_?~EZ 

1301' XjAi;;\ie:: ??O i;;ansiizn- 

60s 7i?-;i~t:i, ~ i l 

t CI:;~C:~)X, CCII; I;i con- 

se :&> 5 ap~o:;ri~~-,~,~:di~079 l

LA JUVENTUD I 

celebra,.puesto que bajo su her- tiempos moclernos, domina a su 

moso cielo nacio el Grande antojo la electricidad y realiza 

Hombre. 

milagros, que causan asonibro 

P gloria tambien es de Espa- aun en este siglo de los porten- 

Ba, porque sus caballerosos 6 tos. Fulton lleva a Europa un 

intrepidos hijos lo acompa8a- gran descubrimiento, la fuerzs 

ron en la a'tre~ida empresa; y del vapor aplicada a la navegctespanolas 

fueron las primeras cion, y el Af inndo Antiguo no 

ernbalcaciones que trajeron la cree en aquel prodigio, como 

eivilizacion al continente ame- que el Mundo Nuevo le supera 

ricano. 

ya en iaiventos admirables. 

Nuestro debe exten- Sus invictos capitanes son 

derse hasta el delirio; y al evo- mas dimos de la Fama aue los 

car el nombre de Colon, nuestos mas renombrados conyuhtadoaplausos 

llegan a la histo~ica res, que han llenado de espanto 

Iberia, nuestra madre querida, las paginas de la Historia, portrayendo 

a la mente sus grande- que sus luchas han sido en dezas 

y sus glorias, sus altas ac- fensa de los sacrosantos princiciones 

5; sus triunfos, obtenidos pios del dwecho, y sus tendenen 

la incesante ma~cha del pro- cias, bellos ideales de regeneragreso; 

y la patria de Cincinato cion social. 

y de Toseanelli, de Virgilio y del Sus heroes y sus libertadores 

Tasso, de Rafael y Miguel An- han formado una epopeya brigel, 

entusias~ada, recib~ asi ilantisima, que concluye con la 

mismo en este dia las ovaciones independencia de nacionalidadel 

mundo del porvenir, el ho- des libres y soberanas, y que, 

sanna perdurable que merece mas grandiosa que el memorala 

tierra privilegiada de Genova. ble sitio de Troya, requiere las 

Con el descubrimiento del estTofas Inmortales de Hornero 

mundo de Colon, recibi6 la ciea- para ser cantada. 

ttrra racional extensisirnos es- Insignes berlefactores ha propacios 

para dar vuelo a SU in- ducido el suelo americano; y coteligencia, 

y para desenvolver ino Fray Bartolome de las Cacon 

mas amplitud su actividad sas, el beiiemkrito protector de 

en todas sils maiiifestaciones. la raza indigeiia, ha habido otros 

Las ciencias encontraron a,qui espiritus superio~es que han safertilidad 

para su desarrollo, crificado hasta su existencia en 

y tuvieron talentos de primer aras de una idea regeneradora. 

orden, que han sabido cultivar Y si es verdad que muchas 

con ventaja indisputable. veces repugnaiites tiranias han 

El hijo de Woseon huella el 1lei4ado Je oprobio a las repudespotisino 

de los Gesares y do- blicas americanas, asi l ~a debimena 

de las nubes las iras for- do ser paya-que amemos con un 

midables. El sabio Caldas des- amor mas intenso el respeto de 

ubre los secretos de la natura- nuestra libertad, ya que en esta 

reza; y Edison, el Jupiter de los region de los libres, todo clama


el triunfo no lejano del derecho. 

En vano corazones amantes 

de la humanidad hubieran de- 

seado su regeneracion; en vano 

la sangre de los martires de la 

civilizacion hubiera corrido a 

torrentes; y hubieran caido he- 

ridas de muerte las viejas cos- 

tumbres europeas; y las monar- 

quias con SUS leyes contrarias 

al Derecho Natural, y sus tra- 

diciones estacionarias hubieran 

sentido e1 estupor que les pro 

dujo el renacimiento de las lu- 

ces, si America no hubiera ofre- 

cido un oasis a los seres que sien- 

ten amor por la libertad, entu- 

siasnio poi el progreso, y admi- 

'acion por las obras portento- 

sas de la natui.alezn y del tra- 

bajo. 

Y ese alegre entusisosmo que 

se nota en In iedondez del glo- 

bo, es el jubilo de las nac5ones, 

son los ISOSL~~~SCLS de la, civilizacion 

a~yadocids, tributados & in 

creaeioin esplendida que hizo 

snrrsii de 162s w~uas la constancia 

'de @o?6n7 4TCqne p~odqjo "la 

unidad m-nzs-.3J d-el geL~em hx- 

P si la e",e sus co~- te~rzpsrheos Lue tal, que en premio 

de s.,i glo~ia mclr.eel6 

tobai CoXn Ilevnt. Zrasta en su 

fhetro las eadeizm co:~ que lo 

opilmiemn, em esto Bo &nico 

que le faltaba p3rn abrillaia 

,As 13s fulgores 2.e szx gran 

zag y si 1x0 recibi6 SL aoixbre el 

mundo desc-sitblerto por la perseverancia 

de sus propSsi?os y 

la erzeygia de sus esfueizos, ""s-cr 

obra era deiiiasiado grande para 

ser. dignamente recompensada 

con solo ponerle su nombre. No 

lo lleva America; pero los hom- 

bres, a,proximados y reunidos 

por el, lo llevaran en la exten- 

sion del globo." 

Y a medida ciue trascurran 

las edades, su irnkgen permane- 

cera inmutable, inmensa, inex- 

tinguible en el ' c ora z 0 de la 

humanidad. 

EN El II' CENTEIARIO DEL DESCCRIMENSO DE ANERIC 

El ronci, mar que azota embravecido 

los mnros cpe le opone un continente, 

que deja oir su tatrico alarido 

ciel polo, helado, al ecuador, ardiente; 

que se dza, en himalayas de oleaje, 

loco en su rabia, olimpico en su vuelo, 

cual si quisiera, en su furor sdvaje, 

cor, sns espumas salpicar el cielo; 

que en sus antros ocuita, 01" millares, 

monstiuos que al wcudir sub anchili cola5 

hacen temblar !os diqu~s se~n!&res 

dcinde se estAian con fragor las olas; 

qrie reecpe los ecos pavorosos 

de las regras y bravas tempestades, 

Iss que airnncan los A~boles eolosos 

y borran con ola aliento ias ciudades; 

el m:x que en s::s reconditos abismos 

sepral tara 1a Atlandida f arnosa, 

e-hiaxdo id eopio de aiiados cal:ieiismos 

tt rilbl6 ea sus baseslecreacrori, rnedrospl 

jese es 08 mar que atrae y que enamora 

al inclito Colh. al bravo adeta, 

al qne lleva en su mente sonadopa 

--como si fnsrn u3 dios-medio planeta' 

,@&intenta hacer)-Llevar de uno Lotro inun~lo. 

de qnince siglos la grandiosa herencia: 

lo que insplr6 ai audaz genio profundo 

el Espiritu Santo de la ciencia; 

la idea redentora que palpita 

en la rrca persa y en el marmol griego 

que es rdyo en el profeta israelita

y que en la espada del romano es fuego; 

que vibra inextinguible en el poema, 

eleva el alma en la doliente ojiva, 

y en la esfinge de Egipto es un problema 

que hace callar a la razon altiva. . . . 

En ese barquichuelo que zozobra, 

amenazado de huracan violeuto, 

viene de Guttenberg la excelsa obra, 

nueva "arca de Noe del pensamiento.'' 

Viene en el de Viriato el heroismo, 

del noble Cid el legendario empuje, 

del egregio Pelay~ el patriotismo 

y el leon de Espana que irascible ruge. 

Traen alli los bravos navegantes, 

en viaje cuyo igual nunca se ha visto, 

con la armoniosa lengua de Cervantes 

la inmortal filosofia de Cristo. 

Nueva raza-indomabls, austera y puravendra 

a poblar el suelo americano, 

al fundirse del indio la bravura 

con el noble valor del castellano. 

Eaza por cuyas venas corre ardiente 

de la alma libertad el sacro fuego, 

que ha escrito con sn roja sangre hirviente 

cantos de marsellesa himnos de Riego; 

que ha formado naciones poderosas 

que si amarau ios triucfcs de la perra, 

llevarian sus armas victoriosas 

por todos !os confines de Irt tierra. 

Donde tuvo 3a Earopa sus colonias 

esa raza ha fundado eli poct s agos, 

nuevas Corintos, Tirnc r Sidonias, 

admiracion de propios y ex tragos; 

y fundara despues, akira y fuerte, 

del mundo (2 : Coion en Ics confines, 

-budadoras del tiempo y de la muerte - 

nuevas Londres, N~rszlias y Berlines, 

iSalve, on dios Le 105 mares, tti que hiciste 

a los ojos de Europa cocturloada, 

-tras e! viaje gloriosa que emprensiste- 

aparecer un mundo de la riada! 

Que 2omaste a! oceano tuibu!en:o, 

a ?;ie$uno venciste con tu ciencia, 

y, nuevo Eolo, encadenaste el viento 

al conjuro eficaz de tu presencia. 

Hoy repite la fana de tn historia 

de una en otra ribera el mar de Atlante; 

hoy dos mundos ensalzan tu memoria 

y te declaran dios,-igran navegante! 

TT aga nota del himno que hoy se e!evzt, 

mi voz no vibrara en playas remotas: 

eco extraviado que mi aplauso lleva. 

;+ue se pierda mi voz en esas notas! 

LA JUVENTUD SALVADORERA. 203 

EN El IV CENTENARIO DEI DESCUBRIMIENTO DE AMERICA. 

- 

(Composicion recihda por la seuorita Hortensia Salazar.) 

$0 veis al sabio recorrer la Europa 

Demandando & los reyes proteccion 

Para llevar. 6 termino una empresa 

Sublime, como el nombre de Colon? 

hNo veis como le burlan y desprecian 

Cuando habla de su empresa colosal, 

Empresa de que es digno solamente 

El que sea como el, genio inmortal. 

Cristobal no se abate, porque funda 

Su risuefia esperanza en el saber; 

Y el auxilio que el hombre le ha negado 

Se lo otorga por fin una mujer. 

Didu-jer subiime, heroica soberana, 

Que da mas brillo 6 su co~ona real 

Entregando a Cristobal sus brillantes 

Para que pneda realizar su ideal. 

-iAndn!-;ice Isabel :-,basca ese miindo' 

!Levanta alli !a iusignia de la cruz 

P regalale al Suevo Continente 

-7 

hl idioma espanol, como uua luz; 

Corno una luz que rasgue las tiniebla": 

De la ignorancia en que sin duda esta; 

Que a!urnbranJo sus fertiles ca:npinax 

Las vias del progreso !e abrira!- 

Parte Colon ez sil goli:::da nave 

Con su mirada siempre lija cn Dios; 

Y a trizves de! OcBano tirrbulento 

Vuela sonriente de su i dd en pos- 

!Vedle! .,,.. ;alli va! .... helianio coi: las olas, 

Con las tcrmeritau dei ignoto mar, 

Y el furor c7,e ma~inos que, oba-cadoa: 

Su noble sangre iutentui der.r.amar. 

-iDejai!me Iaexistcncis!.-el stibio dice: 

-i !?ejadmeln ires dias ...... si dq~ues 

El X~xvo C~xitinente no ~~wliiiamos, 

Que ... imi cebeze miga 6 vuestros pies!- 

iYa levaliban las hachas d-1 abordaje 

Y el oegro crimen vase d cocsaniar! 

!Pero ... ved! i en los tumbos dei Oceano 

Troncos de arbol comienzan a flotar?


Yorque mira en risuena lontananza 

Para el mundo, un brillante porvenir. 

Torna el Genio a las playas espanolas 

Con la frente cenida de laurel: 

Los Monarcas le aplauden; y el agrega 

El Nuevo Mundo, al reino de Isabel. 

Y mas tarde, la envidia y la calumnia 

jHunden al Genio en lobrega prision! 

Y hoy, al traves de cuatrocientos anos, 

Canta el orbe la gloria de Colon! 

Guatemala, 12 de octubre de 1892. 

A CRPSTOBAL COLON, 

EL IY CENTENARIO DEL DESCUBRIMIENTO DE AMERICA 

La exelsitud de tu nombre, 

Colon, merece un Hornero; 

Mas yo, en mi entusiasmo, quiero 

Excluir al dios, ver al hombre. 

Y cantar a su renombre, 

No con pretensiones, pues, 

Mi humilde canto solo es 

El homenaje pr~fundo 

Que el padre del Nuevo Mundo 

Me hace rendir a sus pies. 

De Salamanca los sabios 

Pensaron, en su deseo, 

Como 6 nuevo Galileo, 

Quemarte por los agravios 

Que a la Fe hicieran tus labios; 

Pero, con fe mejor que ellos, 

Tu ciencia dio mas destellos, 

Y, a su error haciendo guerra, 

La redondez de la Tierra 

Surgio bajo tus cabellos. 

Colon, yo no se que mas 

Admirar de tu grandeza: 

Si el poder de tu cabeza, 

Si tu caracter tenaz 

O si el dolor pertinaz 

Con que abrumarte quisieron 

Los que envidia te tuvieron 

Y, en pago a tu noble afan, 

En vez de un trono al titan, 

Cadena y carcel te dieron. 

Mas sin pensar en cual sea 

Movil de mi admiracion, 

Yo te venero, Colon, 

Nuevo Cristo de la idea. 

En tn vida centellea 

El mismo poder de Dios, 

Que, de tu ideal en pos, 

En medio al mar iracundo, 

jFi~t! digiste y creose un mundo 

A la influencia de tu voz. 

Es Palos, izando velas, 

Principio en tu obra romana, 

Es Isabel la Cr: AS t' lana 

La nave en que al triunfo vuelas; 

Hijos de tres carabelas 

Los americanos son, 

Por eso su corazon, 

Que gratitud atesora, 

Tres nombres son los que adora: 

i DIOS, ISABEL Y COLOP: ! 

Cuatro siglos tu memoria 

Guardan con veneracion, 

P cada generacion 

Va engrandeciendo tu gl~ria. 

Te canoniza la Historia, 

Y el catolico, el pagano 

Te aclaman el soberano, 

El inmortal genoves, 

Del cura salamanques 

Al patron del Vaticano! 

Sa.n Salvador, octubre E2 de 31892. 

E1 EL IF CERTENARIO DEL DXSCCBRlBiIENTO DE AMERICA. 

i Gloria a Colon ! El mundo americano 

Celebra ahora el memorable dia 

En que un hombre. de genio sobrehumano, 

LO saco del olvido en que vivia, 

Y lo condujo con potente mano, 

Henchido de esperanza y de alegria, 

A la senda del bien y de ia gloria, 

Dando al progreso sin igual victoria. 

!Loor eterno a la Reina venturosa 

Que inspirada por Dios en un instante, 

Pudo acojer la idea portentosa 

De aquel hombre de espiritu gigante; 

!Gloria a Isabel,.que protegio animosa 

La empresa del xnsigne navegante,

Empenando las joyas que guardaba 

En la regia corona que ostentaba! 

!Gloria inmortal a los valientes hijos 

De aquella Espana sabia y generosa, 

Qne con los ojos en el cielo fijos 

A Dios enviaban su orncion preciosa, 

Buscando a sus temores tan prolijos 

El lenitivo de la fe gloriosa, 

Para surcar el indomable oceano 

Y descubrir el suelo americano. 

Honor % aquellos que su apoyo dieron 

A la idea feliz del gra.n marino, 

Y de Espaiia, las glo~ias estendieron 

Con su saber y su laudable tinc; 

Y al recordar iii los que tanto hicieron 

En pro del inspirado peregrino, 

Bendigamos, de amor el alma llena, 

Al inmortal Juan Ferez de Marchena. 

Ya los viejos renc.ores terminaron, 

La gratitud de *4rnericcl se aumenta, 

Pues la verdad que tantos desecharon, 

Nas hermosa que nilnca se presenta! 

Alcance a los que mal nos conquistaroa 

De la Elistorialmparcial la justa afrenta, 

Xas no reciban uuestra amarga saEa 

Todos los hijos de ia heroica Espanz. 

Que tambien a la America viniercn 

ombres grandes, de nobles sentimiento?, 

Iue la conquista colosal hicieron 

in valerse de enganos ni tormentos; 

'or que pues, no ensalzarlos, si pudieron 

vitar espectiwulos cruentos 

hacerse dignos, por sus nobles hechos, 

e tener un altar en nuestros pechos? 

A ellos la hermosa Beligih debemos 

Que hizo tan dulce el Redentor glorioso, 

Y el valor indomable que poseemos, 

Y el lenguaje mas bello y iirmo~ioso; 

Creo muy justo, pues, que tribntemos, 

Lleno de amor el pecho generoso, 

Un recuerdo filial a quienes fueron 

Los que tan rica herencia nos tre jeron. 

Porque Dios quiso que ColCn pudiera 

Encontrar en Espana protectores, 

P que el sol de la gloria la envolviera 

En sus claros y puros resplandores: 

&Que nacion a aquel hombre protegiera 

Si a un iluso le daba sus favores? 

Tan solo Espana comprendio la idea 

Del marino inmortal i Bendita sea! 

Si nuestros padres con furorrompieron 

Las cadenas que a Espana nos ligaban, 

LA JUVENTUD SALVADORESA. 205 

Fue que todos unidos comprendieron 

Que la fe y la razon lo demandaban: 

Tambien los espanoles repelieron 

Las huestes que a la Europa dominaban, 

Y asi la noble Patria de Pelayo 

Fue mas gloriosa por su Dos de Mayo! 

Pero nunca, jamas podrhn romperse 

De la sangre los lazos poderosos, 

Y America y Espafia han de quererse 

Con ~ent~imientos dulces, generosos; 

Cual hija y madre deben protejerse, 

Sin odios ni recelos vergonzosos, 

Y caminar unidas ante el mundo 

Dando nna. prueba de sil amm profundo 

Bajo su cielo limpido g hermoso 

La America dormia. Dulcemente 

Arrullaban su sueno vola ptuoso 

Mansos rios de linfa transparente. 

Sus verjeles, de aspecto delicioso, 

Impregnaban de aromas ei ambiente, 

Y sns ricas mvntauzs se elevaban 

Cual gigactes que al cielo desafiaban. 

Pajaros mil de vividos colores 

La regalaban con su dulce canto, 

Cuando ya da la aurora los fulgores 

Rasgabau de la noche el negro manto. 

De sus fragantes y variadas flores 

La miel !ibahan con divino encanto, 

Las seucillas y dulces mariposas 

Que en el campo vsgaban prcsurcsas. 

Pero la bella America dormia 

Y gozaba en su chnclido embeleso, 

Sin pensar que su sueno cortaria 

El carro misterioso del Progreso. 

La Providencia que los mundos guia 

Un destino mas grande le hubo impreso, 

Y el gran Colon, el despreciado iluso, 

Cumplir debia lo que Dios aispuso. 

Y en pobres y pequenas navecillas 

Que mandaba Colon como Almirante, 

Contemplando de Dios las maravillas 

Sobre el oceano siempre amenazante, 

De la patria dejaban IZs orillas, 

Mostrando la tristeza en e! semblante, 

Los valientes marinos que deseaban 

Llegar pronto las tierras que buscaban. 

Y cuando ya impacientes no querian 

Continuar en ia ruta venturosa, 

Porque faltandoles la fe, creian 

Desvanecida su esperanza hermosa, 

El gran Colon, con frases que vertian

206 LA JUVENTUD 

La dulzura de su alma fervorosa, 

Les hablaba de Dios, y sin tardanza, 

En todos renacia la esperanza. 

Y llego al fin el dia tan deseado! 

Murio el temor que el pensamiento aterra: 

Un hombre, pm- la dicha subyugado, 

Grito con ansia venturosa: i Tierra!. . . . 

Y al vel. el mundo por Colon soiiaiao, 

Con las bellezas que en su seno encierra, 

Los marinos postsaronse en el suelo 

Y enviaron todos su plegaria al Cielo! 

Curnpliose la mas grande maravilla 

Que pudo toncehir la mecte humana, 

P el glorioco estandarte de Castiila 

Quedo enc1avad.o en tierra americana! 

Aquel hombre feliz, de nlma sencilla, 

Siempre admirado por su fe cristiana, 

Con un n~nnrlo, el mas rico de la esfera, 

Premio 6 lit Eatria de Isahe! Primera! 

La Religion del Cristo vietorioso 

Que en ci aii:iguo mundo no cahia. 

Al cruzar el 01 eano pro~>eloso 

Sustituy6 a la ciega idolatria; 

Esa gran Eeligibn, faro precioso 

Que aqui en la tierrenuestros pesos'guia, 

P que al fin de esta vida transitoria 

Xos lleva a Dios para gozar su gloria. 

Ya la dmeriea es grande, poderosa; 

La noble Espana con placer la admira, 

Que si antes fue la noche tenebrosa, 

Hoy es ia luz do la razon se inspira; 

Por eso el alma entusiasmada goza 

P en su ventura sin igual delira, 

Porque talvez en dia no lejano 

Sera el prinlero el mundo americano! 

San Salvador, octubre 12 de 1.892, 

CANTO EPICO 

e:; el cuarto C~ilienario del descubrimiento de Amirica, 

(Poesta recitada 2307. el seno~ don Salmdor dole? y 

illayno. ) 

Tras largos siglos de amargura y duelo 

En qne la triste humanidad gemia, 

Arrastrando las horridas cadenas 

Con que el crimen triunfante la oprimia 

Aparece en el cielo 

El sol de la verdad, y a sus fulgores, 

Huyen a sns cavernas los errores. 

Sobre las agrias rocas del Calvario 

El Cristo-Dios SLI postrimer gemido 

Exhalaba en la cruz, y redimido 

De la oprobiosa esclavitud, alzaba 

El hombre la alta frente 

En que el sello divino se ostentaba 

Cual diademz de gloria refulgente. 

Al ver la lnz que si: difunde hermosa 

Disipando las nieblas de la duda, 

Revuelvese entre lodo el Paganismo 

Coliio el caiman en charca cenagosa: 

Yergue la negra faz, torva y sacuda; 

;Ahogar q-uisiera en sangre al Cristianismo! 

Y evocando las furias del abismo, 

A lucha atroz se lanza 

En alas ue terrifica venganza! 

iA torrentes la sangre inunda el duelo! 

De martires sucumben las legiones 

-Alzando siempre, al ofendido cielo, 

Por sus verdugos tiernas oraciones! - 

En garras de las libicas panteras, 

A veces menos fieras 

Que el sanguinario corazon pagano!; 

En el ecideo barbaro y horrendo, 

O al golpe atroz de la fatal cuchilla 

Que esgrimen los esbirros del tiraco. 

Mas, la sangre del martir, cual semilla 

Fecnnda, por doquier se reproduce; 

Y el orbe antiguo todo fue cristiano! 

!Ay! tres centurias vieron 

La lnclia desigual, jhorrorizadas!; 

De llanto y sangre inmensas oleadas; 

iY los dioses se fueron; 

Y los inmundos idolos cayerora! 

La Cruz triunfante sube al Capitolio: 

La razon, el derecho y la justicia 

Se asientan con el Cesar en el solio; 

El carcomido trono do imperaban 

La pasion y la fuerza, se desquicia 

Y bambolea y cae; 

Y entre sus ruinas yacen aplastados 

Los asquerosos vicios endiosados. 

El hombre, hijo de Dios, sacudio el yugo 

Con que su noble frente deprimia 

El despota, verdugo 

Que el aliento y la sangre le sorbia. 

Es libre ya, su origen es divino: 

S610 en nombre de Dios, Rq- de los reyes,

Tendran los pueblos justicieras leyes, 

Dignas de su inmortal, noble destino. 

No mas los circos se veran cnbiertos 

De viles, sanguinarios gladiadores 

Que, por saciar la sed de sus senores, 

Dejaran palpitantes en la arena 

Sus cuerpos destrozados, rojos, yertos; 

Ni en el hediondo ergastulo resuena 

De los esclavos tristes el gemido, 

Xi el estridente ruido 

De la oprobiosa y barbara cadena; 

Ni el horrido chasquido 

Del latigo bruta! de los sayones 

i Arrancando las carnes a girones! 

Ya no es esclava la mujer; ya impera 

En el placido hogar como senora; 

Rico joyel de gracias ;y virtudes, 

La que es del hombre dulce companera, 

En su seno purisimo atesora. 

jOh santa Religion, hija del cielo, 

Pudica flor nacida en el Calvario, 

Y con la sangre pura 

Regada de Jesus, el bajo suelo, 

De crimenes manchado y de ignominia, 

Con tu aroma divino embalsamaste! 

La dulce paz, la ciencia, Ia cultura 

For el antiguo mundo derramaste; 

A tu sombra benefica se alzaron 

Regenerados pueblos vigorosos 

Que, opdentos, felices, poderosos, 

La faz del viejo mundo transformaron! 

---..--*.. .-e- ...--...-...* 

- - - - o ----. 

LA JUVENTUD SAVADORELRA. 207 

--" .-* -.----..----. 

i Ah! no sin lucha, no, querida Espana, 

Tierra de bendicion de mis mayores, 

Guardaste tu el deposito sagrado 

De la divina Fe! Que ardiendo en sana 

Contra las bravas huestes agarenas 

Que empanaron los timbres &e tu escudo, 

En combate sin tregua, atroz y yudo 1 

Siete siglos lidiaste, y de tus venas 

La sangre generosa inundo el suelo! 

Pero trinnfaste al fin! En las almenas 

De la rica Granada, el noble celo 

De Isabel y Fernando izo glorioso 

El estandarte de la cruz; y el cielo, 

Que tan heroica empresa contemplaba, 

Por ostentarse grato y dadivoso, 

Un mundo, en premio, 

jun mundo les guardaba! 

11. 

De Genova la altiva en el regazo, 

tos rayos vi6 al nacer, de rubia aurora; 

Intrepido marino 

De noble pecho y alma sonadora, 

Hundido en los arcanos de la ciencia, 

Los efluvios de altisimo destino 

Que guarda para el la Providencia, 

Ve radiantes lucir en lontananza, 

Y le lleva en pos de ellos la esperanza! 

!La redondez del mundo!, arduo problema 

Que los sabios apenas resolvian, 

La mente de Colon exalta y quema 

Y hace latir su corazon ardiente! 

"Llegar a los confines del Oriente, 

Donde el oro y las perlas rebullian, 

A traves de los mares de Occidente; 

Y, como el sol en su triunfal carrera 

La tierra toda, al parecer, circunda, 

Rodear navegando la ancha esfera." 

Tal fue la idea altisima y profunda 

Del Genio soberano: 

Y el mundo necio, ;le llamaba insano! 

Y a su idea inmortal, pana quimera! 

Cual la quja de acero, cpe hacia el Korte 

Tenaz dirige Ia imantada punta, 

En la ardua empresa el pensamiento fijo 

Colon peregrino de corte en corte, 

Con el harapo vil del pordiosero, 

Absorta el alma en su pensar profundo, 

Ofreciendo a los prjncipes ;un mundo!, 

A trueco de un pu6ado de dinero! 

jY nadie le escucho! jGenova ingrata, 

No te mostraste madre carinosa! 

;No quisiste a Colon dar generosa 

Algunos cuantos obolos de plata! . . 

iSolo eso te pedis; 

Y un mundo, en cambio, un mundo te ofrecia! 

Ni Portugal tampoco, 

Ni la orgullosa Albih, ni rey alguno 

De tantos que Colon solicitara, 

Al verle pobre y misero le ampara: 

jTratanle con desden cual necio y loco ! 

jArrojanle quiza como importuno! 

S610 a ti, Espana, a ti guardaba elcielo, 

Por siete siglos de horrida pelea, 

En que, luchando tu ardoroso celo, 

Logro humillar la impia media luna 

Ante la Cruz, tan singular presea, 

iLa mas rica y esplendida fortuna! 

Hambriento y andrajoso, B un monasterio 

Se acerca un navegante con su hijo; 

Arroba su alma el pensamiento fijo 

De descifrar altisimo misterio: 

El Guardian de la Rabida le acoge 

Con carino de hermano;

208 LA JU v ENTUD SALVADORERA. 

Sacie., cri hambre y su sed, doade se aloje 

Le da eiiritativo: 

Juntos departen sobre el hondo arcano 

Que el claro ingenio penetrante y vivo 

Del Cosmografo audaz romper intenta. 

iY se entnsias~a el sabio religioso! 

El noble ipri'nrlo de su a~nigo alienta 

Con animo esforzado y generoso: 

De su antiguo valer de cortesano 

Hace en favor del nailtrt htii me-moria, 

P u! solio de ios reyes le encamina 

Frai Jmu Perez: joh diguo frur;cisc.ano, 

De la Iglesia y deEspaaa honor y gloria! 

;No desoiste, no, la voz dd cielo, 

Que eu sns hondos secretos te !Sestina 

A iuipulsarde! gran genio el ;.siiGo ~ ~uPIo! 

De sus teorias coa ilarieza espme 

k' desarroila el piar]; sobre la esfera 

Cor sn dedo rl mmno 

Maxa la linea recta de! cai-lri~ 

Que segui~b la emh~rewiSn velera, 

Partiendo 62 las playas de Occidente 

Basta toca:. el el rtmoto Oriento: 

";A las Iridias llegar, doude ilaliarh 

Perlas, oro y -ora; . . ., riclwzs tanta, 

Que con elia SI: pelo arrancaria 

Al f ero Xnsdrnan la Tierra Santa"' 

,Feliz error y Sa;4dii ~1i~h'~n' 

Ln ensueco rne~ikcio y iisonjero 

Le arrastraba co2 fuwm misteriosa 

En pos de m mundo ignoto y verdadero, 

Pe~o enntra ia emprestl ti>do, to6o 

Formidables estorbos oponia! 

El iraoiindo espectro de la guerra 

TeEido en sangre y 16grimas y lodo, 

Los campos de la iberia ann recorria 

Sembrando luto y rninas en la tierra. 

Ei estandarte odiado, de Mahoma, 

Sobre las torres de la Alhambsa azoma! 

So solo e! vulgo, no, lp, ciencia misma, 

En los albores de la vida, ignora 

La esterision y la forma dei planeta: 

El mando r6 por enganoso prisma; 

So es del error min La veacedora, 

Y a sa imperio somb:.io esta sujeta: 

Cuando de 1a experiencia la luz pura 

3ns pasos gik, n-ixrcl~zrf~ segura. 

?o? m,& que ei nauta intrepido, los mares, 

"De triple broree e! yecho guarneciJo7: 

En mvt.ciila. sniiebie reeorEera,, 

De: destino arrostrando los azam, 

Zn :a sita mar de Atlante, YewOrosw, 

fii:t t4m;nos ...... ;eh! nunca se a.ireviersr: 

m. 

A t.~.~e~-:ir:io piloto 

A traspo~er e! lin& oisuu~o, ignoto! 

X!lencbe las Azores esphradas, 

Xil consejas a! vnigo ie fiulgiau 

Seros, si~e::a,s encantadas! 

Uc 1% corta l.li.cka5au pasiones, 

Como Iss de 8at61-i fkias legiones 

Con Ir, ti-irha. de arc&~gy!.us f el e s : 

La envidia mndenta, 

31CBicro1fiio corroyendo corazones; 

E! helico vaiw, cjus s; acrecienta 

En el combati; !a ambicion de gloria, 

Cenida con laurdes de victoria; 

La estupida ignorancia, 

Zsclava del error y la menkii-a, 

Qae escupe 6 la ~erdud con petulancia 

P la insu!ta cola iris; 

La codicia insaciable; el canto celo, 

Heraldo de ia fe, sediento de almas .p 

El bien y el mal, la tierru con el. cielo, 

7 

u1 vicio y la rii.tu&. . . - -. ;Oh! &quien las ,almas 

Vonqiiistrd del triunfo, en la porh? 

Colon erls idiiaics perseguia 

Sia Qe~mayo y sin trtgua. Lisonjero, 

Corno el fresco verdur Gel tamarindo 

En sediex~tas pampas a! viajero, 

Altri valer de espienclrdos varones 

Su iilogia ~ernedio: &ea, Cabrero, 

Eiils Pantangel y el indito Mendoza, 

Los padres de ia Rkbida, Pinzones ......., 

La marqnesa Beatriz 6e Bobadilla 

Y otras egregias damas de Castilla 

Con entrisi.tsrno fervido alentaro~k 

Al nauta desoido. 

Coo amor de los cielos desprendido 

La Religion y el Genio se abrazaron!

EA JUVENTVD 

Frai Juan Perez y Antonio de Marchena 

Con el compartiran la eterna gloria 

Que los dos mundosde esplendores llena: 

De los humildes frailes el renombre 

Con el excelso nombre 

Del gran Co!on entrelazo la Historia! 

Rodando iban los anos; 

Y entre esperanza y tristes desenganos, 

-Como al arbol en medio del camino, 

La raiz por orups carcomida- 

Al paciente marino 

El vigor y los brios y la vida 

Hoja tras hoja perfidos robaban! 

Pero sono, por fin, sono la hora 

Que los siglos ansiosos aguardttbail: 

La senalo la mano 

Potente y bienhechora 

Del Dueno de los tiempos, soberano. 

En la alta torre de la Ahmbra bella, 

Cual 6urea luz de matinal estrella 

El signo de la cruz resplandecia, 

Inundando en vivisirnos fulgores 

De consueio, esperami y alegria, 

Del moro a los heroicos domadores! 

!Con Boabdil cayo la media luna; 

Y en recompsnsa de tan grande hazana 

-Que no la viera igual edad alguca - 

Apresta un mundo nuevo la forzuna 

Para gloria ds Diob y prez de Espana! 

111 

Mas, gque refrena de su pecho ansioso 

El impetu violento? 

Yor que al nauta no llevan, presuroso, 

Agitadas las velas por el viento? 

;Ay! el genio del mal tiende, envidioso, 

Las negras sombras que la luz apagan, 

Y de Colon el atrevido intento 

Echar por tierra para siempre amagan! 

La duda, los recelos, las intrigas, 

Cual apretado enjambre 

De voraces hormigas 

Que en el otono desespera el hambre, 

En torno de los reyes, bullidoras 

Agitan sus tenazas destructoras. 

La pompa secular de anoso roble 

Derriba en tierra el. huracan sanudo; 

Pero, por mas que del empuje rudo 

Los esfuerzos satanicos redoble 

Ciego infortunio, el animo constante, 

El corazon de aliento alzado y noble 

Impavido estara, como gigante 

Mole que azota el simourz del desierto! 

El igneo pecho de Colon, cubierto 

Con el eseudo de la fe, no teme 

Firme y tenaz como ancora en la arena 

Que contra el Aquilon la nave enfrena, 

Con ahiuco se aferra en su porfia: 

Cual los efiuvios diafanos del dia, 

De la razon la luz va al fin rasgando 

Las nieblas de la duda 

Que el alma de los reyes coofnndia: 

Del inclito Fernando 

Al animo viril, pronto y valiente, 

Fue estimulo potente 

El ansia be conquistas y aventuras; 

Ya de Colon la peregrina idea 

En el regio cerebro fantasea: 

Las vias accesibles y seguras 

De llegar a los reinos de Levanre 

Sobre el abismo aterrador de Atlante, 

El cosmografo sabio le demarca, 

Ponderando el riquisiiro tesoro 

Que en sus inmensos limites abarca 

;La Iudia famosa, la region del oro! 

De l:t gran Reim el ccmzon sensible, 

Perenne hoguera do1 amor divioo, 

Al eseuehar al nauta se estremece 

De vivo ardor: i ya no ser2 imposible 

Llevar a aquellas miseras na~' wnes 

Ea santa fe de Cristo! .....; y se humedece 

Con lagrimas de amor y de ternura, 

De aquella reine hcroiciz la faz pura! 

iOh, cuantas almas rescatar podria 

Su fervor.oso celo 

Del yugo de la torpe idolatria! 

!Con cuanto agritdo un serafin del cielo. 

Estremecido de placer al verlas, 

Cual riquisimas perlas 

Sus lagrimas de amor recogeria! 

Pero el genio infeinal que en lontananza 

La perdida ve escrita, del imperio 

Que ejerce en el incognito hemisferio, 

Nuevas armas apresta de vengmza. 

Con argucias arteras 

Induce a desechar por altaneras 

Del gran Colon las justas pretensiones 

El titulo que exige, de almirante 

Y visorey de mares y naciones 

Que va a explorar, se juzga exorbitante! 

!Devaneos fantfisticos de un loco!. . . . 

iY si de Espalla la mitad pidiera 

Colon, por el tesoro que ofrecia, 

De Espana la mitad fnera mul poco! 

Como A merced del Boreas, nave rota 

Sin rumbo fijo en en el abismo flota, 

Para siempre tal vez 18 corte deja


El triste y desechado pretendiente! 

Cabizbajo se aleja; 

El sello del dolor ruga su frente: 

Los labios contraidos 

Por la sonriza amarga del desprecio, 

conque mira el filosofo cristiano 

-Compadeciendo el corazon humano- 

La torpe ceguedad del vulgo necio. 

Los ultimos abrazos 

Va a dar Co!bn al noble y 6el amigo, 

De su dolor y lagrimas testigc! 

Recibele Fray Juan entre sus brazos, 

Como siempre, cual padre carifioso; 

Del corazijn herido la amargxra 

Con sus afectos endulzar procur2, 

Y marc"aa hacia la corte presixoso. 

Postrado el incansabie Religioso 

A los pies de su excelsa penitente, 

A la grande Isabel rnega, snplica 

Con iabio persuasivo y elocuente. 

Que al animo de! genio soberano 

Aliento infunda con su regia mano; 

"O despechade el nauta, acudiria 

Auxilio a pretender de otras naciones; 

Que aquella heroica y estupenda hazanit 

Era digna tan s610 

De abrillantar los inclitos blasones 

De la corona esplendioa de Espana! " 

Se convenci6 Isabel : cuanto interesa 

A la gloria de Dios y al honor patrio, 

Del gran Colon la peregrina empresa 

Comprende a! punto; y de Fray Juan envia 

Letras llamando al nauta con premura: 

Fernando, vacilante, aun oponia 

La escasez de recursos! ...... Con sorpesa 

Ea Reina lo escucho: "Si falta el oro 

En las vacias arcas del tesoro, 

Mi corona de perlas esmaltada, 

Mis collares y aretes ..... !los empeno! 

$'arta Colon a realizar su sueno! ;" 

Dijo con voz profetica, inspirada 

Dona Isabel primera de Castilla; 

Y un mundo ante su trono, johmaravilla! 

La serviz va a doblar!. . . . . . 

Tu nombre ilustre, 

Oh Reina de las reinas, soberana, 

Luce entre rayos de esplendente gloria, 

Cual la risuena aurora en la manana 

Iluminando el cielo de la historia! 

Ya nada, al parecer, ya nada impide 

Que el animoso, intrepido Almirante, 

Se arroje al seno de la mar de Atlante 

Anchisimo y profundo, 

En pos de su sonado ignoto mundo! 

Mas gdoode hallar bajeles 

Capaces de arrostrar del oceano 

Las sirtes y las rudas tempestades? 

Y donde nautas y pilotos fieles 

Cuya alma recia y acerada mano 

No tiemble en las horrendas soledades? 

,Ah insolita locura! 

De todos maldecido el extranjero, 

Sus ordenes ninguno obedecia. 

"Solo en cerebro insano una aventura 

Tan insensata germynar podia ! " 

Acusanle de mago y hechicero, 

Y hasta su propia vida peligrara, 

Si el auxilio del cielo no le ampara! 

Con presldisurios viles se resigna 

A acometer la empresa!; y ni en la carcel, 

Entre la gente perfida y maligna, 

Cinica y desalmada, 

Que todo lo perdio ni teme a nada, 

Logra encontrar un criminal que quiera 

Correr los riesgos de azarosa suerte, 

Y entregarse en los brazos de la muerte 

Por perseguir una ’ata1 quimera! 

Todos saben riluy bien. ((que en las entranas 

Horridas, cavernosas 

De las sirtes crueles y enganosas, 

Viven sirenas perfidas y extraiias, 

Que con su canto dulce y hechicero 

Atraen al incauto marinero! 

Peces enormes, de furor henchidos 

Cubiertos de durisimas escamas, 

Cuya faucee horrendas lanzan llamas 

Y feroces aullidos, 

Que a los nautas devoran, furibundos, 

En reconditos antros nauseabundos! 

Ay! cuantos imprudentes se atrevieron, 

Sedientos de oro, a aventurar la vida 

En esa mar traidora y fementida, 

P a la patria jamas, jamas volvieron!" 

De un pueblo &quien podra, fanatizadot 

Los fantasmas borrar en solo un dia? 

Tan solo a Dios es dado! 

O a quien su fuerza y su virtud envia! 

De Palos de Moguer en la honda playa, 

Las odenes reales en la mano 

Y las arcas repletas de direro, 

Con el valor del Cid, que no desmaya, 

Luchando esta Colon, y il~cha en vano 

$40 encuentra ni un bajel ni un marinero 

Thmana decepcion ya casi agota 

La sin igual paciencia

LA JUVENTUD 

Que tantos anos soporto valiente, 

Cual roca enhiesta el viento que la azota, 

Tantas contrariedades! ..... La demencia 

Ya casi est,alla en el cerebro ardiente 

Proximo 4 naufragar! .... Pero velaba 

Por aquel martir la alta Providencia, 

Que a sus planes ds amor le destinaba! 

Ah! Fray Zuan esta alli: no le abandona! 

El habil y prudenre franciscano 

Que vencio de la corte los recelos, 

Y a favor de la empresa a la Corona 

Supo atraer, logro con snave mano, 

Prodigando caricias y consuelos, 

Las olas aplacar del piieblo insano! 

Animo infunde su valor constante 

En loa amilanados corazones; 

A la faeca aciiden los Pinsones, 

Diestros marinos del temido Atlante, 

Y otros amigos denodados, fieles; 

Y aparejan y equipan tres bajeles. 

iTres cascaras de nuez, a la bra,vura 

Del espantable y lobrego oceano, 

En su misera y debil contestura 

Imperterrito opone el pecho humano! 

jAccion heroica, arrojo sin segundo, 

Digno del buscador de un nuevo mundo! 

Fortalecida el alma del marino 

Con el Pan eucaristico y divino, 

A las mares se larzan teftebrosas!. . . . . 

Fray Juan desde la plsza los bendice: 

'( jAdios! ," desecho en lbgrimas, les dice; 

Y las madres, las hijas, las esposas, 

"';Adios!!!,'> les gritan, tremulas, llorosas! 

Sueltas al aire las flotantes velas, 

Iban surcando las hinchadas olas 

Del espumoso oceano, las quilias 

de las tres carabelas : 

" i Adios, ndios, oh'playas espanolas ! , 

-Exclamaron los nautas, de rodillas- 

Estrella esplendorosa de los mares, 

Amparanos, oh Madre Virgen pura, 

Con tu favor la nave ira segura!" 

Y a arrostrar del destino los azares 

Confiados se alejan; 

Pero i ay ! el corazon clavado dejan 

En el nido de amor de sus hogares ! 

Desparecio la tierra: el mar y el cielo 

En linea imperceptible se confunden : 

Inmenso disco de luciente plata 

Que el cristalino velo 

hhvfd~. YA~PR~R. 

nb)p 18 c>.~I?s~? 

El pielago sin limites, ofrece 

De lo infinito esplendida figura; 

P al perderse la vista en su llanura, 

El m4s osado pecho desfallece ! 

Que hay mas alla? 

Irr penetrable arcano ! 

Mas hondo que el azul del oceano, 

Mas negro que las sombras de la duda ! 

Como la dicha al corazon humano 

En mil variadas formas le presenta 

De su rostro la imagen seductora; 

Y cuando cree en sus brazos estrecharla, 

Veloz huye y se ausenta; 

Y aparece otra vez enganadora 

Y torna el pobre corazon a amarla, 

Y nunca lltga jmisero! a gozarla! : 

Asi embustera nube 

A la anhelante y ciega fantasia 

De los nautas tristisimos, fingia 

Isla lejana de verdor cubierta; 

Y en ella fija la mirada incierta, 

La debil esperanza renacia; 

Pero voluble el viento 

Llevabase las nubes caprichosas, 

Y a piiltarse en las caras eongojosas 

Torr aba la ansiedad y el desaliecto! 

Que hay mas alla? .... ........ 

La inruensidad tan solo! 

El vasto mar sin limites ni orillas! ...... 

Colon, en tanto, hincadas las rodillas: 

A Dios, que hace girar siempre hacia el polo 

La brujsla que guia al navegante, 

Sin decaer un punto su fe viva 

Con fervoroso acento suplicaba, 

Que ubreviase el instante 

Su mano compasiva 

De descubrir la tierra que anhelaba! 

Ya la tripulacion se desespera : 

Vi6 tantas veces de la mar undosa 

Sacar esplendorosa 

Al astro-rey su rubia cabellera, 

Y hundirla fatigado por la tarde 

En las olas lejanas de Occidente, 

Que el aliento abatido ansia cobarde 

Virar con rumbo a Espana prontamente. 

Ven un dia volar de extranas aves 

Bandada bulliciosa, 

Que en los mastiles altos de las naves, 

Cual la paloma sobre el arca, posa; 

Nuncias de tierra ignota las creyeron, 

Y tras su buelo rapido siguieron; 

Mas perdiose su huella en lontanaza,, 

Y el animo. el vigor v la es~eranza'


"Si no manda Colon volver las proras 

Hacia la madre Espana, 

Sus artes y su ciencia, enganadoras, 

De Atlante horrible en el oscuro seno 

Digna tumba hallaran !;" ruje la sdna 

-Como la tempestad que engendra el trueno- 

De aquella turba indBmita y rebelde, 

Que de Colon a la preciosa vida 

Oso atentar, aleve y parricida! 

Cuando la soldadesca ante el peligro 

Coraza y casco arroja, del denuedo, 

Perturba el orden, rompe la obediencia, 

Alas para la fuga le da el miedo, 

Y atropella el honor y la conciencia! 

!Ay! misero Coldn!, menos feroces 

Fueron el Noto y Eiiro arrebatado?, 

Hinchendo el msr cori sus horrendas voces 

Y a!zando cual montafias hasta el cielo 

Las irritadas olas 

Para anrgar !as barcas espaYolas, 

Que e! irnportiino y tErnido recelo 

De eom7ones perfidos, ingratos! ....... 

Sepu'ltar pretendian iinsensatos! 

En ~1 salobre oceauo profundo 

Con tu vida y tu gloria, todo un mundo! 

'.Tres dias esperad, js6lo tres dias! 

-El Almirante con firmeza esclama- 

P, si ai nacer de la tercera anrora, 

La, tierra no descubren los vigias, 

A mis suenos de gloria, honor y fama 

Renuncio; v vuelvan su cortante prora 

Las tristes carabelas al Oriente." 

iOh, Ser omnipotente, 

Cuya mano lcs mundos contrapesa! 

!,Permitira tu amor que del marino 

La inquebratable fe sea burlada, 

Y que la noble empresa, 

Inspiracion de tu favor divino, 

Se torne en vano sneno, en humo, en nada 2 

Entre zozobras, sustos y amargura 

Lentas caminan las moytales horas, 

Del sueno y de la calma rohadoras: 

Del vasto mar la esplendida llanura 

Se tiende en derredor; ni iin rayo solo 

De timida esperanza 

De un polo al otro polo 

La vista ansiosa y fatigada alcanza! 

La noche cubre con su negro manto 

La inmensidad sin limites .....; los ojos 

Arrasados en llanto 

Esta Colon, de hinojoq 

Sobre el debil esquife: a la divina 

Reina del cielo, Estrella matutina, 

Oraba con fervor .....; y alla a lo lejos 

Cree divisar los palidos reflejos 

De amarillenta luz .... iOh noche aquella! 

Cuan tardos j ay! cuan tardos transcurrian, 

Como aves ya cansadas los instantes! 

Cada astro y cada estrella 

Ni un punto se movian; 

Cual broches de brillantes 

Clavados en el cielo parecian! ......... 

Nace por fin risiiena, esplendorosa, 

Entre celajes de zafiro y rosa 

La luz de la manana: 

"iTierra! iTierra!!!" gritaron 

Los nautas, fervientes adoraron 

A la divina Esencia soberana! 

Coino gracioso nido 

Con hojas de esmwalcls entretejido 

Y con rizadas plumas, 

Cubierta de verdor y lozania, 

Del ancho mar surg~o entre las espumas 

Guanahani la hermose, 

Llenando de coilsuelo y de alegria 

Del misero Colon la fea llorosa! 

..-- ".. ---- -* ---..- 

*- 

"iSalve, mil veces, tierra bendecida, 

Por quien angustias tantas sufrio e! oecho ! 

iSalve, tierra querida! 

Tu los ensuefios de espernnza y gloria, 

De que el mundo hizo befa, realizaste, 

P con el lauro eterilo de victoria 

La frente del marino coronaste!" 

Dijo Colon, doblaildo la rodilla 

Sobre la ardiente tirena, qce banaba 

Con lagrimas de gozo; iy tremolaba 

El estandarte invicto de Castilla! 

iOh! ya, podeis surgir heroes gloriosos, 

Intrepidos y dignes caballeros, 

Bravos avei~tureros 

Que habeis de ser un diil tan ftarnosos! 

Ojedas y Corteses y Alvarados, 

Balboas y Pizarros ........ esforzados, 

De la marisma fiera vencedores, 

Aqui hay lauros tambien, aqui hay honores! 

P vosotros venid, nobles atletas 

De la divina fe: millares de almas, 

De la ignorancia en las oscuras grietas, 

Bajo del yugo vergonzoso gimen 

De la mas vil y torpe idolatria. 

Del martirio las palmas 

Tremolareis un dia, 

Cuando regueis con vuestra sangra pura 

Las entrafias del suelo americano 

Las artes y las ciencias, la cultura, 

-Precioso don debido a, vuestra mano- 

Haran que eleve prospero y lozano

LA JUVENTUD 

Su verde pompa y su beldad florida 

En esta tierra el &bol de la vida. 

Entre las rezagadas muchedumbres 

Derramad las ideas, 

La ley de amor, los fueros y costumbres 

De las viriles razas anropeas, 

La semilla del bien, que en su camino 

Sembro en la tierra el Redentor divino. 

Venid, venid, vuestra presencia tarda! 

Con deseo ardentisimo y profundo 

El seno virginal del Nuevo Mundo, 

Como al rocio el prado, asi os aguarda! 

Del Patriarca de Asis, prole ferviente, 

Del inclito Guzman, uel grande Ignacio, 

De Calazans, Paul ....... Inmenso espacio 

Ofrece al celo ardiente 

De la subiime caridad divina 

Que las almas benefica ilumina, 

Esa region, do misero y salvaje 

Vive inniimero pueblo abandonado 

-Por las tinieblas del error cegado- 

En las asperas quiebras de9 boscaje. 

Del Ande m8 j-stuoso en las vertientes, 

En medio de las selvas secullzres, 

Prospero,. se alzaran y florecientes 

Ciudades cien y pueblos a mi?lares. 

Ilexico; f3alva:ior y Gu ~termlsi, 

Ccracas, Bogota, La PAZ y Lma 

Santiago, Quito ..... ; cada subIima 

Hasta 10s cielt~s su espiendoi. y gala; 

P todas, todas ellas, 

Emporios de ~aher y de cultui.a, 

Oasls deliciosc s de ventura, 

Ohtentaran lar; perdurables hiaelias 

Sobre sus obeliscos vcricedorm, 

Dei martirio incesante y !os sudores 

Del misionero obscuro y humildoso, 

2el cdurniliado, pobre ile!igioso. 

Frutos opimos en el ferlil suelo, 

TTuestra labor fecunda 

Dara de bendicion, y p to el cielo, 

Cuando la luz divina as ~iifunda, 

Coronara vuestra agobacla frente 

Con diadema inmortal resplalideciente! 

Alzara la cerviz torpe, iracunda 

La codicia voraz, y ruda guerra 

El dios del mal contra el apostol santo 

Suscitara do qnier ..... En sangre y llanto 

Sera anegada de Colon la tierra! 

La tierra, que llorando contemplaba 

Cual hija de su amor y sus delicias, 

Que con blandas caricias 

Contra su noble pecho la estrechaba; 

Y cual perla preciosa, 

ALVADORENA. 

- 

De la Reina m& grande y generosa 

A la corona esplendida engarzaba ! 

Llenaste tu mision, Genio fecundo, 

Cuando, inspirado por el Ser divino, 

Abriendo sobre el mar facil camino, 

Al mundo antig-uo disteunnuevo m::ndo! 

iMientras dure ese mundo y dure el hombre, 

Resonara do quiera bendecido, 

Cual de padre benefico y querido, 

iOh Colon inmortal, tu augusto nombre! 

Bi nolo llevaelmundo que encontraste, 

Para la humanidad es el desdoro: 

Y si la ingratitud pago con hierro, 

Baldon, ultraje y barbaro destierro 

Tu rica o’renda rebosando en oro, 

!Ajar no pudo tn inclita memoria! 

De su sin par hazana, 

En las marmoreas rocas de los Andes 

Los siglos esculpieron ya la historia; 

Y cnanto alientt! Amenca y Espalla, 

Eutre los genios brillara, mas grandes, 

De Isabel y Coion ia excelsa gloria! 

Gmtc~mla, 12 de octubre de 1892. 

JUAN FERNIX AYCIXEXA. 

Coi.~~Laida la recitacion de la poesia 

del senor Ayciilena, y, con ella, 

la VELADA, IRS familias asistentes 

fueron invitadas a una cena dispuesta 

y sexida en el magnifico 

"Hotel colo:^,^ que se instalaba entonces 

definitiramente. 

Asi termino aquel homenaje de 

nuestra gratitud y admi~acion al inmortal 

Padre de America. Y iiosotros 

terminamos esta ligerisima resena, 

consignando,-a nombre de 

"La Juventud Salvadoreila" y en 

el nuestro propio,-un voto de eterno 

reconocimiento para las estimahilisimas 

senoritas y los distinguidos 

caballeros que tan generosamente 

nos ayudaron a solemnizar 

el IV centenario del descublimiento 

del Nuevo Mundo. 

San Salvados, octubre 13 de 18%.

LA JUVENTUD S1 LLVADORENA. 

1 

FOLON Y PMERICP Mas, el dia paso: sSlo agua y cielo 

El horizonte imphvido mostraba 

Y la noche callada con sus sombras 

A las veleras naves circundaba 

Las diez sonaron ... y Colon, inquieto, 

La mirada fij6 en el Occidente, 

Y, en la solemne oscuridad brillando, 

Descubrio lejos luminoso objeto: 

Que era una luz la que tenia enfrente, 

La razon afirmabale eu secreto. 

EN EL IP CEITEIARIO DEL DESCUBRIMIEWTO DE AYERICA. 

Cuando la luz en el rosado Oriente 

Despertaba risuena, encantadora, 

Sobre las ondas de la mar rugiente, 

Ligeras cual la brisa voladora 

Y con rumbo mareado hacia Occidente, 

Tres carabelas saludo la anrora. 

,i&ien las guia! ;Oh, Dios! eQui6n es el nauta 

Experto y valeroso que las guia? 

Es Cristobal Co16n7 el italiano, 

El que otro mundo I-in dado en profecia: 

Aquel mendigo que amparo Marchena 

Cuando llevado por su hermoso sneno 

hnte los reyes de la culta Espaiia, 

Su brio, siri rival, pnso en escena. 

Eu pos de uu ig30~it:lo continente 

Ya domina del mar !as tempestades. 

,Vedle!.. . lleva marcaiias en la frente 

Las huellas iuminusiis e ininortaies 

De una espeinanu;x de verdad henchida; 

Y la iiitnicion de todas las edades 

r7n sn grillo sz ec'arientra resunida. 

En viva Inz se J.ss'ooX?,~ba el cialn, 

En regaladas brisus el ambiecte; 

Los ~x~rinos, despes de largas pems? 

Alzan l;-anq-&ios '!a cek:!a frente, 

P al mirar ( ae ia aurora 

Arrastraba sil caix en el. oriente, 

Enajenados, llenas de ;i%a?pi~, 

De ~ctubre vie~nn d oriceco &a. 

Vierou "L1nbGi.1 los mmes tapimhs 

De v a ;?e yerba, c:ml pradera hcrmo-a, 

Y que fragmentor de hvboles flotaban 

Sobre la ola tremen2.a y espnmosa; 

Que una garza gentil s0'ur.e :as uaves, 

Con su ratmieo vuelo se cexia. 

uu una tortola dulce, y otras aves. 

Cantaban con divina meiociia. 

Entonces en la mente del marino 

La secreta esperasza que abrigaba 

Tomando Sellas, colosales formas 

Casi en hermosa realidad miraba. 

-La tierra cerca esta--dijo impaciente 

-De dicha siento extremeeerse el alma; 

Bogad, bogad tripu1ar:ion valiente, 

Que de los triunfos obtendreis la palma-- 

Pocas horas despues, en Ia alta sierra 

Un ca;nonazo retnmbar se oia 

ril mismo tiempo que gritaba iiiTierra!!! 

El venturoso y perspicsa vjjia. 

A ese electrico acento levantamn 

Las torvas Preotes los marinos Genos 

-Tierra . . ,Es cierto'-Dudosos exclnmarorj 

Y: cual torrente desbordado, todos 

En tnmuito a la proa se agolparon. 

Una faja grandiosa de esmeralda 

Por Ia pen:inibm a6n medio velada, 

He adivir~~ba A151 junto 3. la falda 

De nna mont88a espesa y encumbrada. 

-"jAlto! iAfe:.rad!:' tierra esti :icielanLe!"-- 

Gloria A Co!6r?, a! genio soberaco 

Que presintib tras el soberbio Atlante 

El bello Coutimnte Americano! 

Hijos del Xnevo Mundo, deseub~ios, 

P respetuosos inclinad !a frente 

hnte ese &bio que lpostrado en tlerm, 

Del Dios (?e dbraham y 6e Isabel en noii~bre, 

T1 

AQ weatro virgen y fecundo suelo, 

Al resolver del oibe el gran problema, 

Feliz trernok el ec-p.301 embhma. 

Magi6 sil eit~dlcli, J' SUS fdperi-tes llariias 

3Iarcaiido e! rumbo que ignorado estabit, 

Le hnien llega: a las hermosas Bahc,inae, 

Porque lacimaea que sns naves gaiaba 

Y del Cristo 1a fe consoladora, 

Con nuevo aliento su cerebro inflaman, 

P haran cpe allfi donde el Eterno mora, 

Brl los i.p,eos canto.; de la gloria 

Llegue de sns hazanas la mernoria. 

Si: del cine afrentas devor6 y desvfos 

Con alma, rmble y de entereza lieoa, 

Por cna serida lurninosa vuela, 

De alehzares pasando 6. caserios 

El nombre ilristre, y por doqnier resuena 

Retumbando en los hbitos vacios. 

ik' tu, Xm&ica! Virgen pudorosa,

Radiante, augusta, en tu altivez sencilla 

Te alzaste tan esplendida y hermosa 

Que Colon al mirarte se arrodilla,- 

Yo quisiera al cantarte 

El poder inmortal y prepotente 

Que hay en la voz del genio y del poeta, 

Que hay en la hermosa tempestad rugiente 

Y en el viril acento del Atleta. 

iOh America sofiada!! 

Gallarda reina de la cumbre andina, 

De la azulada Hudson ninfa alada 

Que te yergues magnifica y divina 

En medio de dos mares 

Y miras extenderse en lontananza 

Sobre tus regios lares, 

"El horizonte azul iie la esperanza" 

En la diadema que tus sienes orla, 

El Artico salvaje, 

Luce de perlas colosal penacho 

Cuando se ajita en tumultuoso oleaje, 

P en tus centros, emporios de riqueza, 

Se asienta el IJarien, ruge el mar Caribe 

Y pregonan la insolita grandeza 

Que entoda tu gentil naturaleza 

Con profusion el Hacedor escribe. 

A tus plantas se extiende 

El Antartico; el belio Magallanes, 

Y el amazonas, el Madeira, el Plata, 

?recedenles c~id coro de Titanes. 

Y tus brunidos, diamantimos lagos 

Los fulgores del cielo desafian 

Cuando loa rayos del ardiente Febo 

Sobre sus linfas diafamas y puras 

Brillando se extasian; 

Y los rientes y suaves arroguelos 

Que fecundan tus vfrgenes praderas, 

Van descubriendo los veneros de oro 

Que codicia y asombro despertaron 

En las pasadas Eras. 

Doquiera, exhubermtes, 

Llenas de gracia y de ’rescor convidan 

A gozar las delicias de su ambiente 

Las selvas en que anidan 

Aves diversas 6e plnmaje vario, 

Que entre aromas y fiores 

Elevan el santuario 

De sus puros, dulcisimos amores; 

'd rica alli descue!ln 

Naturdeza, en su soberbia Fauna 

E1 tapir y el Antilope exhibiendo, 

El Qrvatillo, el Nono, el Leon hermoso, 

El Aguila caudal que eleva el vuelo 

P audaz transpone el encumbrado monte, 

Como, queriendo traspasar el Cielo; 

Alli el Jaguar y el Oso 

El manso Llama, el Jabali, el Bisonte, 

Viven cual soberanos, 

Sin que nadie interrumpa su reposo 

En los abiertos Ilanos, 

O de la selva en el confin umbroso. 

Mas, tu indigena raza, 

Que entre tantas bellezas descollaba, 

En la supersticion y el fanatismo 

Sumida, envuelta estaba 

Y' en tu region hermosa 

No habia corrido el manto 

Esa noche terrifica, ominosa 

Que en la brillante Europa 

Habia borrado el Evangelio santo. 

Ignorada pasaba tu existencia 

iOh bello Continente Americano! ... 

Y por siglos y siglos a la ciencia, 

Fuiste cerrado, impenetrable arcano. ... 

Y mientars admiraba el Viejo Mundo 

Del genio Ias creaciones soberanas, 

Ya levantar al cielo giganteas 

Las cupulas galanas 

O ya tejer para Bafael coronas 

Que llevasen en triunfo la mernoria 

Del rostro virginal de sus Xadonas 

A los anales bellos de la historia, 

Y que los frios marmoles de Paros 

A los prodigios del cincel tomaban, 

Prisioneros del arte, los secreeos 

Y el nombre del ar'cifice Ia~rreaban. 

Que las sublimes ciencias 

Al sepultarse las edades muertas, 

La huella que dejaron persiguie~do 

Con su poddr profundo, 

Han venido grandiosas descubriendo 

El ignorado g6nesis del -**undo... 

iTu, America! la reina del Atlante, 

Al son de dulces, suaves amonias, 

El sueno voluptuoso ?e !as haeias 

En tus selvas riiago%ens ciormias! 

Mas, Col+ te conjura: a su pres:nciai 

Cual angeiibello de nevadas alas, 

Llena de luz, de gracia y de inocencia 

Respondiste, ruostrhndole tus galas! 

[Colon! Colou!! Si a! En de tu jornada 

Victima fuiste de m8ernales saiias, 

La America por siempre enamorada 

Vivir6 de tus inclitas hazanas: 

Y el himno universal que se levanta 

En loor a tti geuio, 

Que un reguero de luz del6 en los rnuniios 

Sonara de cada uno en el proscenio; 

P tu nomke prec!aro y bendecido 

Que el orbe todo con carino guarda, 

En Ia rugasa ’rente de los siglos 

El Porvenir encontrara esculpido. 

JOSEFA CARRASCO. 

Santa Barbala, (Ilonduras) octubre 12 de 1892

A Dona (sabe1 la Catolica 

Como despues de la horrida tormenta, 

En que se enluta el cielo 

Con nubarrones negros, apinados, 

Y fragoroso, cardeno revienta 

El rayo, hinchiendo de pavura el suelo, 

Aparece mas bella y mas graciosa 

La luna esplendorosa 

En su carro de nubes plateadas, 

Serenando del mundo las miradas; 

Asi en la hermosa tierra 

Que de Pirene al golfo gaditano 

Destrozara el feroz mahometano 

En siete siglos de implacable gnerra, 

Augurio de esperanza y de ventura, 

Iris de paz, resplandecio radiante, 

En bienhadado instante, 

De una princesa heroica la ’az pura! 

El torpe vicio, lubrico, asqueroso, 

Con sus inmundos osculos mancilla 

El trono de los reyes de Cfistilla, 

Que un tiempo, ia los iberos tan glorioso! 

Sembraron de laureles 

Alfonsos y Ramiros y Pernandos! 

En destructores bandos, 

A su monarca y a su patria infieles, 

Los magnates y pueblos divididos, 

Coronan las altivas fortalezas, 

No de brazos leales y aguerridos 

Que a la morisma abatan 

Con heroicas hazafias y proezas, 

Sino de abyectos, viles foragidos, 

Que ultrajan, roban, matan 

A los inermes, miseros viajeros, 

Y alardean de nobles caballeros! 

Pero ;que mas4 el templo, el toinplo mismo, 

Al Dios de las virtudes consagrado, 

Con sacrilegio torpe es profanado 

Por la planta del ciego fanatismo! 

Se vi6 entonces al monje y al prelado 

Que bendecir y perdonar debiera, 

Por baculo blandir aguda lanza 

En la mano altanera, 

Y atizar en las turbas la venganza! 

Todo era confusion! Huyo f:esconderse 

En los humildes pechos la Justicia, 

Triste y avergonzada, 

Viendo bajo la cupnla dorada 

Del alcazar la sordida avaricia, 

La adulacion rastrera, 

De lengua ponsoiiosa y embustera, 

La envidia ruin, que el amarillo diente 

Clava en el alma y su veneno inmundo. 

!Guarida de los vicios, pestilente, 

Fue el dhbil trono de don Juan Segundo 

Y don Enrique Cuarto, el hpotente! 

Y &quien podra el cadaver asqueroso 

A la vida toinar,,prestarle aliento 

Y fuerza y energiail . . . . . . 

iSi un vastago se alzara vigoroso 

De la robusta y noble dinastia 

Del gran Palayo! .... el vil abatimiento 

La alma patria del Cid, sacudiria! 

Y si el Leon dormido 

Del letargico s~efio despertara, 

Su tremebundo y horrido rugido 

Al universo todo amedrentara! 

Despertar& despertara sin duda! 

Una princesa con su blanda mane 

Sera la que sacude 

La inercia del Leon: al atto trono 

Que dejaron en mkero abandono 

Su debil padre y su indolente hermano, 

Subio Isabel Primera: 

La gracia y la virtud h abh hecho 

Nido de amor en su apacible pecho; 

Y la nacion ibera, 

Bajo el aureo cetro victorioso 

De aquella Reina sabia y justiciera, 

Iba pronto a medir lindes tan grandes, 

Que del inmenso oceano las olas, 

De Partenope antigua, hasta los Andes 

Doquier besaran tierras espanolas! 

Como al llegar, de adelfas coronada, 

La Irimavera soi~riente y pura, 

Brota bajo sus pies las gayas flores 

Que tapizan del bosqne la espesura, 

Y cuelgan de los arboles floridos, 

Para abrigar sus placidos amores 

Las tiernas aves sus calientes nidos, 

Asi al subir, con noble gentileza,, 

De magestad vestida y de grandezh, 

Al trono secular de sus mayores 

La gran Reina Isabel, con don Fernando 

Su excelso y digno esposo, 

Torno Castilla a su esplendor glorioso! 

Vuelve a empufiar el cetro soberano, 

Cual otros tiempos, la, eterna1 Justicia; 

Y la fulniinea, triunfadora espada, 

Terror y asombro al fiero mahometano, 

Fue en las ondas del Tajo ~etemplada.

Huv6 a su aspecto la &vida codicia 

Y 61 asqueroso enjambre 

De cortesanos viles, insolentes, 

ondea en sus senos pestilentes 

e? zrirnsn, iamiseria, ef hambre..! 

de ira sacudio en el Orco, 

s erizada sil melena 

avidia, y de la a,:roz vengama, 

sabrl, rugiendo como hiena 

s to,ias Jel averno lanza! 

Birvie~ido en rahiit y singainario encono 

SargliP e; h,rribl: enpeztio de la guerra: 

431 Portilgds :e lleva de la mano, 

AV& de escm;,zr. el regio trono 

'Y de irgii 31 pudb!~ casteliano. 

De luto 7 li;,n.to ss c~biio ia tierra: 

Como tig:t-h, :mmdm coutra bermaco 

Luchabnri cm sutdntca osa4ia; 

vren2cios ;ay DmsO despedazarse 

Y en eai~gx de ellos mismos anegarse, 

De gozo el ag,treno sonreia! 

Ea jastii;ja l;r.ianfO!: !a mano fuerte, 

La p;~o-iz:l~,is], i~:jo!ita ~ r a ~ ~ ~ r a 

Del i ~ciilo gel-rraiido, que !a muerte 

Lleva e!: !r;jL px:ita d? S" invicto acero, 

recipttd, d& ~:iic-l*nic,so Dnero 

1%~ -L.;&,-, ievae!ta.s, la, locura 

Dei gmj)l~;oij~ ;ijf:.mq 61 Af~icano, 

Qiie e011 su pimnetida 

a inf&z chka Juana, 

zra salvar la vida 

ai?andc=o 1i.l geria casteiiane. 

En sus seciekos intimos el cielo 

para premiar ei a.rdoioso celo 

De IsaSei y Fsrmndo, los destina 

A ia m& gmn2e y est~zpenda hazafia 

De levanha3: 2 ;ILd nSati&, Pii- v2ta - 

De SG opbiosr~ po~traCion. Ea enci~a 

Sns j?i'qot~nt.:s ramas extendiendo 

En ia. Aoresta secalar, domina 

Los &r'uoies gigantes 

Que eu derrel!oi. se aizaban arrogantes! 

R $ rraa1i60 G e SU gloriosa frente 

Por paternal hzrencia, ia corona 

Del Ruina a,va~~nes: de sn valiente 

Animo ensa~z; y por 60 quier pregona 1 

El clario de la Fama vccinglero 

Los nobles rasgos y e! ardor guerero. ! 

Bajo de un cetro vigoroso, unidoe 

Una vez mhs sus indomables brazos 

Aragon y Castb!la entonces vieron: 

A los reyes, di:l pueblo tan queridos, 

Estrechaba el amos con dulces lazos; 

Y de la gioria el impetu sintieron 

LA JUVENTUD SALVADORENA. 217 

1 

i i 

Sus pechos golpear los espanoles, 

Como al trabajo sonoliento agita 

La aurora que despierta entre arreboles 

Del musulman la raza altiva y fiera 

Ha siete sigios que arrast-o en el lodo 

Rota en girories la inclita bandera 

De Becaredo el Grande, 

ue al sucumbir abandonara el Goda! 

Pelayo la levanta!; y una a una, 

De Astur glorioso a la rnmortai SevilIa, 

Que corona la nitida Giraida, 

Los cristianos monarcas de Cestilla 

Arrancan !i la impia mecha luna, 

Como el atleta griega la gairnrildzl, 

Ea lncha atroz, en espantabis guerra 

Las querihs entranas &e su tierra! 

%las flota aun ia enseea tan odiada 

En las soberbias torres de Granada! 

A ds'nehr el recio ba!uarte 

En q 1e resiste atrincherado .;! moro, 

Como entre matorrales brava toio, 

Levaatan en la diestra el estandarte 

Los reyes de Castilla; y Ics mrsnadas 

En pos d3 10s invictos cdbal!eros 

Esgnuen como rayos los areros 

Y vueiac aznzadas 

Poa e1 ar Gor de gloria 

A conquisk laureles de victo%. 

3fientrasFernaud0, de iilaz6u mrvnda 

Los hijares solfcito espolzu, 

Y d frente de sus tropas, enrajndo 

Guai otro Cid, intrepido guwrea, 

La Reina Cle Castilla no deseaasa; 

De viveres acopia provisimes, 

Los rencorosos animos amansa 

Y reconcilia nobles corazones 

Que antignos odios ciegos separaron; 

El amor de la patria les infmde 

Su persuasivo labio, 

U el entusiasmo en los ibiiaos cnnde; 

Los pueblos a su voz, todos volaron 

A vengar el agravio 

ue hace a la fe la medi& Inua impia! 

De la incansable Reina, qiit! aparece 

Radiante como Palas, 

O cual arcangel de argentadas alas, 

En el b6lico estruendo, y que euardem 

Del soldado ei valor con su energia, 

Los esfuerzos e! cielo bendecia! 

iBindio por fin la Pndomira Granadas 

Ante los reves w feroz tiirbmtt.! 

Sobre la ~l'aambra se ostento triunfaah


La ensena de la Cruz enarbolada! 

Una es Espana y6 ! : desde Pirene 

A la famosa Gades, todo humilla 

Su frente ti los senores de Castilla! 

Una patria, Tina fe y un trono tiene 

El espanol, y acrecentar su gloria 

Lleva en su pecho al Dios de la victoria! 

De la campana el exito aguardaba 

Un genoves marino 

En el real de Santa Fe: sonaba 

"A traves del oc6aco profundo 

Tramr ,.obre las ondas un camino 

Que rodeara el circulo del mundo; 

Y navegando rumbo al Occidente 

Tocar los lindes del remoto OrienteY9 

Ese hombre era Colon!: su pensamiento 

Genova desprecio; y el lusitano 

Monarca y pueblo le trato de insano! ..... 

Haraposo y hambriento, 

Fija la mente en su inaudita hazana, 

Llega a tier: a de Espana. 

P va a tocar la puerta de un convento, 

Do Fray Juan Pere~, digno franciscano, 

Le estrecha entresus brazos como amigo, 

Parte con el su pan y le da abrigo: 

iAh! su ingenio sutil toca y sondea 

Del gran marino la profunda idea! 

Confesor de la reina el religioso, 

En otro tiempo, amigos en la corte 

Conserva aun, y al arponauta envia 

Con letras. que su pecho ge?jeroso 

Pintan? y de SU alma la hidalguia, 

La rritlca mordaz con su escalpelo, 

De Colon el proyecto desentrana, 

Le hace pedazos, desmenuza y troncha 

-Como a la yerva la fatal guadana-; 

Siembra desconfian~a y vil recelo 

Eri los animos ....; todo alli respira, 

En derredor del trono, 

Contra el nauta desden o vil encono! 

P todo a detener el noble anhelo 

De1 abnegado sonador conspira! 

Pocos aleaman, pocos, que a aquel hombre 

De tan oscuro y despreciado nombre, 

Es el Dios de los mundos quien le inspira! 

iAh! tu le comprendiste, 

Magnanima Isabel, en tu alma bella 

Resplandecio, cual la polar estrella, 

La inspiracion divina, y acogiste 

Al gran Colon cual madre carinosa! 

Cuantos estorbos pei fida oponia 

A la empresa gloriosa 

La vanidad, la estupida ignorancia, 

La vil supersticion, la cobardia.. . . . . . 

Supo desbaratarlos tu constancia 

Y el noble celo que en tu pecho ardia 

No de las Indias codiciaba el oro 

Ki las fulgidas perlas orientales 

Tu desprendido corazon: tesoro 

De mas rico valer, en lontananza 

Seduce tus miradas maternales 

Cual viva luz de celica esperanza: 

"Llevar la fe de Cristo a las naciones 

Qne del inmundo paganismo ciego 

Devora el torpe fuego! 

iConquistar para Dios los ~orazones!'~ 

Por ti trazo el intrepido marino 

Sobre las olas tumidas de Atlante, 

Con la proa cortante 

De carabela fragil, un camino 

Que enlaza de dos mundos el destine 

Por ti tan solo pudo 

Llevar a rabo la estupenda hazana 

Que abrillanto los timbres del escudo 

Eonor y prez del pabeilon de Espana 

T cuando el nauta, cual valiosa ofrenda 

De gratitud, ante tu egregio trono 

Te entrego por joyel un nuevo mundo 

Tu lo aceptaste como dulce prenda 

De carino profundo, 

Que envomendaba a tu ferviente celo 

De Catoiica Reina, el alto cielo. 

La clara Inz del Evangelio santo, 

Bias fulpida que el sol, con que ilumina 

El resplandor de la Verdad divica 

El alma de ;os miseros mcrtales, 

Al.r;hdole horizontes eternale., 

Gracias 6 tu favor ese hemisferio 

Mi76 hermcsa brillar, cuando gemia 

Bajo opobioso imperio, 

Triste y abandonado 

Como vil paria, a la cadena atado 

De la procaz y ciega idolatria! 

Acatando tus ordenes sumiso 

En alas del amor y celo ardiente 

El ap6etc.l del Martir del Calvario, 

Tosca cruz en la diestra y un rosario 

Se lanza audai al nuevo Continente; 

Huella bu pie barrancos y montanas 

Erizados de abrojos y ahmanas: 

De la alma fe la bienhechora lumbre 

Y del saber, del arte y la cultura 

Las utiles nociones, con blandura, 

Al son de dulce cantiga piadosa 

Derraman en la inmensa muchedumbre

Salvaje y cautelosa, 

De antropofagos fieros* 

Idolatras de dioses embusteros. 

Con su sangre benefica sellaron 

Muchos la santa fe que predicaron! 

La esclavitud del indio te estremece, 

Oh Reina generosa! 

Quieres romper sus horridas cadenas! 

Y si el abuso perfido guarece 

Su sed de oro y su insaciable sana 

Bajo el amparo tutelar de Espana, 

Aunque sea Colon, tu le condenas! 

A la tierra, que el cielo te ofrecia 

Como blason esplendido de gloria, 

Prez eterna de tu inclito reinado, 

Le di6 tu corazQn cuanto tenia! 

Y en los Andes los siglos han labrado 

Un trofeo inmortal 6 tu memoria! 

Magnanima Isabel, de tu diadema 

Las finisimas perlas que empenaste 

Para auxiliar al gran Colon, emblema 

Fueron feliz de las que pronto hallaste 

Con estupor profundo, 

Al ver postrado ante tus pies un mundo! 

Y cuantas almas de ese mando gana 

Para la fe divina el cristianismo, 

Arrancadas el fiero gentilismo, 

Son perlas conque el cielo galardona 

A la mas grande y digna Soberana, 

Esmaltando con ellas su corona! 

Guatemala, 12 de octubre de 1892. 

DE LA 

JUNTA DIRECTIVA. 

- 

Sesio~ de b Junta Directiva de "La 

Juventud Sal~adorefia,~ celebrada 

el 28 de agosto de 1892. 

Asistieron los senores : Presiden- 

te Chavarria, Vocal Martinez Sua- 

rez, Fiscal Jerez, Tesorero Garcfa, 

y Secretarios Gomar y Fonseca. 

Seleyo el acta de la sesion ante 

Ror, y fue aprobada. 

Teniendose conocimiento de que 

la "Academia de Ciencias y Bellas 

Letras,"-coincidierdo con la "Ju- 

ventud Salvadorsiia" en el pensa- 

miento y modo de celebrar el IV 

centenario del descubrimiento del 

Nuevo Mundo7-piensa tratar de o- 

tra VELADA con igual objeto, para 

la fecha misma y en el propio loca,l 

que nuestra Sociedad ha determi- 

nado de antemano, y en vista de la 

inconveniencia y aun imposibili- 

dad absoluta que hay, desde luego, 

para la celebracion de dos festivida- 

des identicas hasta en sus condi- 

ciones de tiempo y localidad, se 

acordo: invitar, por medio de esta 

Secretaria, a la honorable "Acade- 

mia de Ciencias y Bellas Letras" 

para que. uniendose con "La Ju- 

ventud Salvadorena," organicen de 

comun acuerdo una sola VELADA LI- 

RICO LITERARIA que, en homenaje a 

Colon y en conmemoracion del des- 

cubrimiento de America, deba ce- 

lebrarse el 12 de octubre proximo 

en el Coliseo de esta capital. 

No habiendo mas de que tratar, 

se levanto la sesion. 

Sesion de la Junta Directiva, cele- 

brada el 6 de septiembre de 1892. 

Concurrieron los senores: Vocal 

Martinez Snarez, Tesorero Qarcia, 

y Secretarios Gomar y Ponseca. 

Se leyo el acta de la sesion anterior, 

y fue aprobada. 

El Secretario E'onseca dio cuenta 

de la contestacion de la "Academia 

de Ciencias y Bellas Letras" 

aceptando la invitacion hecha por 

"La Juventud Salvadorefia" para 

la celebracion del 1V centenario del 

descubrimiento de America, segun 

lo determinado en el acta de la sesion 

anterior. 

Se procedio, en consecuencia, al 

nombramiento de las distintas comisiones 

qne, por la parte' correspondiente 

a nuestra Sociedad, han 

de organizar la VELADA; quedando

220 LAJUVENTUD SALVADORENA. - 

constituidas de la, manera siguien- 

te : 

Comision literaria: 

Fonseca, 

Jerez. 

Comision Zirica: 

Gomar, 

Chavarria. 

Cmisihz ~ecciudadora: 

Xartiiiez Suarez, 

G-arein. 

Bayona, 

Blandon. 

$e eues;.reio a las anteriores comisior,es 

nkncawe cuanto antes con 

las nombmdes, pira el mismo efecto, 

po~ p x k 68 I~L "Ae&dernia." 

Se designh a los socios Chavarria 

y AIartinsz X.fiArez, para que ocupen 

la triburia 03 1a promovida festividaci. 

El socio Ponseea manifesto haber 

reeibi 30 una POCS~A de la senora 

dona VlceilC;n, Laparra de la Cerda 

y un CLNTO EPJCO del Lic. don 

Juaa FsrAr~ Ayrisiena (corresponsales 

ambos 630 "La, Jurent~d Salvadorer^*a7'j, 

para la VELADA de que 

se traia. 

No Innbimdo mas de que traiar, 

se levmt5 la sesion. 

h'esion de la Jatnta Directiva de "La 

Juventud Sadvado~ena,~ celebrada 

el 16 de octubre de 1892. 

Concurrierori los senores : Vocal 

Martinez Suarez, Fiscal Jerez, Te- 

sorero Garcia, y Secretarios Gomar 

jT Fonseca. 

Se leyo el acta de la sesion ante- 

rior, y fin6 aprobada. 

Considerando: que el buen exito 

de la VELADA celebrada el 12 de los 

corrientes en honor de Colon, fue 

debido en mucho a la perfeccion y 

maestria con que llenaron su im- 

portante cometido las distinguidas 

personas a cuyo cargo estaba la 

ejecucion de la parte lirica, se acor- 

do unanimemente: consignar en el 

acta de esta sesion, en nombre de la 

Sociedad cientifico -literaria "'La 

Juventud Salvadorena," un respe- 

~UOSO VOTO DE AGRADECINIENTO 6 

las apreeiabilisimas sefioritrzs Neli- 

da Urrrntia, Maria Prado, TrAnsito 

Sol, Sara Bouineau, Enriqueta Bo- 

nilla y Horteiisia Salazar; y a los 

muy estimables caballeros doal Ra- 

fael Qlmedo, don 8. Drews, don 

Rafael Meany, don Daniel y don 

Fernando Cruz, don Emilio Farrer 

y don Flabio Pineda; lo mismo que 

al senor don Ramon Soler y May- 

mo, que con tanta deferencia ecce- 

dio & recitar la poesia debsiihor Ay- 

cinena. 

No habie~do mas de qu6 tratar, 

se levanti5 la sesion. 

ainz~~a habra, precisamente 

ia, de la VELADA a Colon, y 

cuando el programa respectivo habia 

circulado ya,-recibimos la hermosa 

poesia que la sefiorita Josefa 

Carrasca, corresponsal en Honduras 

de "La Juventud Sa,lvado~'eY1a,)~ 

elaboraya y remitiera, por excitativa 

nuestra, para aquella festividad. 

Y aunque por lo tarde que 

la recibimos, se hiciera imposible 

la recitlzeiori de dicha poesia, sentimos 

verdadero placer en publicarla 

a coiitinuacion de las que se 

recitaron en la VELADA & que nos 

hemos referido. 

gasts, y por tratarse 

nada menos que de la gloriosa 

protectora del Padre de America, 

agregamos en el presente numero 

la magnifica oda del senor Aycinena, 

A DONA ISABEL LA CAT~LIGA.

Juventud Tomo IV No_7.pdf - REDICCES

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

Delete template?

Save as template?