Papel de la costoplastia en la cirugía de la escoliosis

A RTICULO O RIGINAL 

Cir Pediatr 2006; 19: 81-86 

Papel de la costoplastia en la cirugía de la escoliosis 

J.L. González López, O. Riquelme García, F.J. Soleto Martín, A. Villa García, J. Vázquez Estévez 

Servicio de Cirugía Pediátrica. Sección de Ortopedia Infantil. Departamento de Pediatría y Cirugía Ortopédica y 

Traumatología. Hospital Universitario Gregorio Marañón. Madrid. 

RESUMEN: La giba costal es una prominencia de las costillas apicales 

del lado convexo de la escoliosis torácica y obedece a la deformidad 

torsional que ocurre en la escoliosis. Origina una gran deformidad cosmética 

que, aunque mejora con la corrección de la escoliosis, recidiva 

al cabo del tiempo por la elasticidad costal, por ello, en casos de 

deformidad importante se debe asociar una costoplastia para su mejoría 

definitiva. Se analizan 10 casos intervenidos de escoliosis idiopática 

con 75,5º de media y giba costal de 22,1º en los que se practicó resección 

de costillas apicales sin estabilización en el mismo acto quirúrgico; 

la corrección de la curva fue a 34,6º (55%) y de la giba a 8,1º 

(64%); no hubo complicaciones importantes y el postoperatorio fue 

normal. El seguimiento medio fue 21,9 meses apreciándose solamente 

en 1 caso un leve deterioro de la giba, aunque en todos los casos 

las costillas se rehicieron. En conclusión, la costoplastia rompe el 

anillo vértebro-bicosto-esternal, por lo que es efectiva para la mejoría 

de la giba costal sin añadir morbilidad a la corrección de la escoliosis. 

PALABRAS CLAVE: Giba costal; Escoliosis; Costoplastia. 

COSTOPLASTY IN SCOLIOSIS SURGERY 

ABSTRACT: The rib hump is a protrusion of the apicals ribs of the convex 

side of the toracic scoliosis and it is due to the torsional deformity 

that appears in scoliosis. It originates a great cosmetic deformity that although 

improves with the correction of the scoliosis, it appears again by 

the costal elasticity. For this reason, in cases of important deformity it is 

necessary to associate a costoplasty for its definitive improvement. 10 

cases of Idiopatic Scoliosis with 75.5º of average and rib hump of 22.1º 

were analysed. A resection of apicals ribs without stabilization in the 

same surgical act were done; the correction of the curve was 34.6º (55%) 

and of the hump 8.1º (64%); there were no important complications and 

the postoperative evolution was normal. The average follow up was 21'9 

months, only in 1 case a slight deterioration of the hump was detected, 

although in all the cases the ribs recovered. In conclusion, costoplasty 

breaks the vertebro-bicosto-esternal ring. For that reason it is effective 

Correspondencia: José Luis González López, Sección de Ortopedia Infantil, 

Hospital General Universitario Gregorio Marañón, Doctor Esquerdo 46, 28009 

Madrid 

Email: jgonzalezlo.hgugm@salud.madrid.org 

Recibido: Agosto 2005 Aceptado: Octubre 2005 

for the improvement of the costal hump without adding morbidity to the 

correction of the scoliosis. 

KEY WORDS: Rib hump; Scoliosis; Costoplasty. 

INTRODUCCIÓN 

La giba costal (GC) es una deformidad secundaria a la 

deformidad escoliótica y se produce por el desplazamiento 

lateral y rotacional que sufre el tronco con el desarrollo de la 

escoliosis, puesto que supone una elongación y horizontalización 

de las costillas de la concavidad y un acortamiento y 

verticalización de las de la convexidad, lo que origina una 

prominencia de las costillas convexas; la etiología de la GC 

no está clara, pues no existe una relación clara entre el grado 

de deformidad, rotación vertebral y tamaño de la GC (1) ; esta 

deformación del tronco supone una de las mayores preocupaciones 

del paciente, ya que provoca graves alteraciones cosméticas 

y, ocasionalmente, funcionales. Con la corrección 

quirúrgica instrumentada, se consigue una mejoría cuantificada 

entre el 42-47% (2) , aunque en un porcentaje alto de casos 

recidiva al cabo del tiempo (3) , por lo que se ha postulado que 

para obtener una corrección efectiva y duradera de la giba, es 

necesario quebrar la elasticidad costal rompiendo el anillo 

vértebro-bicosto-esternal mediante costoplastia (4) . Existen 

pocas publicaciones del efecto del tratamiento sobre la deformidad 

costal (5) , por lo que el objetivo de este trabajo es analizar 

el comportamiento de la GC tras corrección quirúrgica 

instrumentada de la escoliosis y costoplastia de la convexidad. 

MATERIAL Y MÉTODOS 

Se analizan 10 casos intervenidos entre Diciembre de 2000 

y Febrero de 2004, 8 escoliosis idiopáticas del adolescente y 

2 escoliosis idiopática infantil progresiva (1 maligna); la edad 

VOL. 19, Nº 2, 2006 

Papel de la costoplastia en la cirugía de la escoliosis 81

media de los pacientes fue de 13,1 años (10-16 años) y el 

seguimiento medio 21,9 meses (12-38 meses). Ocho curvas 

eran tipo Lenke I y 2 tipo III, presentando un valor angular 

medio según Cobb de 75,5º (55-105º) en la curva torácica; la 

GC media medida con escoliómetro era de 22,1º (15º-45º). 

La costoplastia se efectuó subperiósticamente, previa infiltración 

con anestésico local del nervio intercostal, en todos 

los casos; en 6 enfermos por vía posterior utilizando el mismo 

abordaje de la corrección de la escoliosis; en 4 casos, en 

que se hizo doble abordaje, la resección costal se hizo en el 

abordaje anterior; en 1 paciente se asoció osteotomía de costillas 

cóncavas en el segundo abordaje. En 6 pacientes se resecaron 

4 costillas y en los 4 restantes, 5 costillas, extirpando 

unos 7 cms de la zona apical, dejando un resto de aproximadamente 

1 cm en la unión transversocostal; no se estabilizaron 

las costillas y el hueso extirpado se utilizó como injerto 

para la artrodesis. 

RESULTADOS 

La corrección de la curva escoliótica fue a 34,6º (20º-48º) 

lo que representa un 55% de corrección, y la GC mejoró a 

8,1º (4º-20º) proporcionalmente un 64%; no se observó inestabilidad 

costal en ningún caso. Como complicaciones hay 

que reseñar 1 neumotórax y 1 hemotórax que se resolvieron 

con tubo de drenaje torácico. La estancia postoperatoria media 

fue de 7 días, similar a los casos en que no se practicó costoplastia; 

no ha habido problemas respiratorios reseñables en 

el seguimiento a corto y medio plazo. En todos los casos, las 

costillas se rehicieron de nuevo observándose un leve deterioro 

en la paciente de 10 años. 

DISCUSIÓN 

La escoliosis se caracteriza por una deformidad tridimensional 

de la columna, en la que las vértebras apicales se 

trasladan lateralmente, rotan hacia posterior en la convexidad 

y se desplazan hacia anterior en la columna torácica, con lo 

que las costillas convexas rotan hacia atrás, aumentando su 

angulación a nivel posterior, disminuyendo su diámetro coronal 

y, por consiguiente, el volumen torácico; asimismo, existe 

una diferencia de longitud, siendo las costillas cóncavas 

más largas que las convexas (6) , ello provoca una deformidad 

del tronco por la que en la que en la flexión anterior corporal 

(test de Adams), se observa una prominencia de las costillas 

de la convexidad con relación a la concavidad que es conocida 

como GC (Fig. 1), y que es patognomónico en el diagnóstico 

de la escoliosis. La etiología exacta no está clara, ya 

que no hay una relación directa entre el grado de escoliosis 

según medición de Cobb, rotación vertebral y tamaño de la 

GC (1,7) , existiendo a veces una gran deformidad con curvas 

poco significativas (8) . Su localización tampoco es uniforme, 

Figura 1. Giba costal en una paciente de 9 años con escoliosis idiopática 

juvenil. 

así Erkula y cols. (7) , en un análisis de la deformidad costal 

efectuada mediante TC y reconstrucciones tridimensionales 

en 11 pacientes, encontraron que la mayor prominencia costal 

se localizaba a nivel de la vértebra apical solamente en 1 

caso, estando en el resto a uno, dos e incluso tres niveles 

por debajo del ápex. Así pues, la GC no presenta un patrón 

de deformidad uniforme, aunque sí parece deberse al movimiento 

torsional y rotacional de la escoliosis, en el cual el 

anillo formado por la vértebra, sus dos costillas y el esternón 

se traslada en bloque, siendo las costillas las más deformadas 

por su elasticidad; el hecho de que la mayor deformidad 

pueda estar a un nivel más inferior que el ápex podría ser debido 

a una mayor longitud de las costillas distales, pero no existe 

ninguna explicación satisfactoria para la existencia de grandes 

GC sin curvas significativas. 

La cuantificación de la deformidad puede hacerse por 

diferentes métodos: medición simple en centímetros de la 

diferencia de prominencia costal, pantografía espinal (9) , dispositivos 

de análisis del contorno (1,10) , etc., aunque parece que 

la utilización del escoliómetro que permite cuantificar en grados 

la prominencia costal es el más sencillo y práctico para 

el diagnóstico y seguimiento evolutivo de la GC (11) , pero en 

ningún caso puede ser utilizado para el seguimiento de la 

escoliosis. 

En la corrección quirúrgica de la escoliosis, con los sistemas 

clásicos tipo Harrington, se comprobó que la efectividad 

sobre la corrección de la GC era nula (12) , e incluso que 

aumentaba con el paso del tiempo (13) , si se añadía un dispositivo 

de compresión disminuía considerablemente la defor- 

82 J.L. González López y cols. CIRUGIA PEDIATRICA

midad atribuyéndose dicha mejoría a cambios localizados en 

la articulación costovertebral (14) , aunque no documentaba la 

evolución a largo plazo de estos pacientes. Con las modernas 

instrumentaciones, la corrección se efectúa mediante traslación, 

derrotación y moldeo in situ, consiguiéndose teóricamente 

una corrección tridimensional de la escoliosis, aunque 

lo que en realidad ocurre es una fuerza medializadora de los 

implantes sobre la columna que actúa sobre las costillas produciendo 

una deformidad plástica que hace disminuir la asimetría 

de los hemitórax; sin embargo, la recidiva de la GC es 

una constante (3) , por lo que posiblemente la reproducción 

de la deformidad es debida a la propia elasticidad de las costillas 

que recuperan su posición inicial al cabo del tiempo (4, 

15), así, para que la corrección sea permanente se debe plantear 

la rotura del anillo vértebro-esterno-bicostal en algún 

punto, lo que se consigue mediante costoplastia; Geissele y 

cols. (16) en una serie comparativa, encontraron que la mejoría 

de la GC con toracoplastia se cuantificaba en un 71%, siendo 

de solamente el 17% en el grupo control, confirmándose 

así los postulados anteriores. 

Aunque la costoplastia no plantea una mayor pérdida sanguínea, 

tiempo operatorio y más hospitalización, existe la 

posibilidad de complicaciones como neumotórax, hemotórax 

y derrame pleural que, aún no siendo importantes, exigirán 

drenaje, haciendo el postoperatorio más inconfortable; también 

en un 15-24% existe la posibilidad de hipoestesia y neuralgia 

(16,17) , por lo que no en toda corrección de escoliosis debe 

asociarse una costoplastia de forma sistemática. Así, las indicaciones 

se sientan en orden al aspecto clínico del paciente: 

al efectuar el test de Adams, una GC mayor de 3 cm (16) , una 

prominencia mayor de 15º medida con escoliómetro, una curva 

mayor de 60º con flexibilidad menor del 20% y giba mayor 

de 10º, o bien corrección intraoperatoria de la curva menor 

del 50% (18) ; otra indicación excepcional es la limitación funcional 

o dolor por pinzamiento de la escápula y la GC (5) . Las 

contraindicaciones son excepcionales, relacionadas directamente 

con el estado de salud del paciente; así, debe ser evitada 

en pacientes con una capacidad vital menor del 30%, por 

los problemas que puedan derivarse de la restricción respiratoria 

postanestésica (19) ; también se ha contraindicado en pacientes 

inmaduros, con un estadio de Tanner menor de 2, ya que 

el riesgo de fenómeno de «cigüeñal» sin artrodesis anterior 

puede hacer recidivar la GC (20) , pero en nuestra casuística se 

incluye una enferma afecta de escoliosis idiopática infantil, 

cuyo estadio de Tanner era I, en la que se efectúo artrodesis 

anterior y posterior y costoplastia cuya recidiva fue mínima 

(3º). 

La resección de la giba costal se ha usado clásicamente 

como procedimiento cosmético, pero cuando no se asociaba 

a corrección de la curva, fracasaba, ya que las vértebras 

apicales permanecían en su lugar y el tórax no se trasladaba 

(21) . También se utilizó como paso previo a la corrección 

con instrumentación de Harrington (22) , observándose unos 

márgenes de seguridad buenos pese a la restricción pulmonar 

postoperatoria que conllevaba. Se ha discutido cuál es 

el mejor momento para efectuar la costoplatia, comprobándose 

que proporciona una mejor corrección cuando se practica 

en el mismo tiempo quirúrgico que la cirugía de la escoliosis 

(17) , no aumentando el tiempo quirúrgico (16) , con la ventaja 

añadida de proporcionar una buena fuente de injerto (16, 

23); en todos nuestros casos la costoplastia se hizo en el mismo 

tiempo quirúrgico que la corrección de la escoliosis, comprobándose 

los postulados anteriores. En cuanto a la técnica 

a utilizar, existen diversas variantes, aunque en primer lugar 

debe valorarse la topografía de la deformidad: sus límites 

cefálicos y caudales y la extensión lateral, utilizando para ello 

el test de Adams: esta exploración permitirá delimitar la zona 

de GC a resecar; en casos de deformidades complejas, puede 

ser precisa una TC con reconstrucción tridimensional (5,7) ), 

en la que la zona apical de las costillas deformadas se manifiesta 

claramente, e incluso indica la necesidad de exéresis 

de apófisis transversas en grados de rotación vertebral extrema. 

Tal y como se expuso más arriba, el momento ideal es en 

el mismo tiempo de la corrección de la escoliosis y aprovechando 

la misma incisión, con exposición subperióstica de 

cada costilla a resecar; la cantidad de hueso a extirpar depende 

de la deformidad, así Steele propone una media de 12 cm (23) , 

otros autores proponen la exéresis de las apófisis transversas 

y 2-3 cm de costillas laterales (24,25) , aunque en algún caso también 

ha sido influenciada por la cantidad de injerto necesario 

para la artrodesis (19) ; en nuestra casuística, se extirpó una 

media de 7 cm de la vértebra apical (Fig. 2), con una corrección 

bastante satisfactoria. Algunos autores sostienen que 

dejar los bordes de resección libres puede provocar un tórax 

flotante o un mayor dolor postoperatorio,por lo que propugnan 

la aproximación, sutura u osteosíntesis de los fragmentos 

residuales (5, 26) , pero en nuestra experiencia, no ha habido 

una morbilidad asociada a dejarlos libres (incluso en un paciente 

en que con diferencia de 7 días se hizo costoplastia y osteotomía 

de costillas cóncavas) y, por otra parte, no se estrecha 

el volumen del hemitórax. 

Se ha propugnado la osteotomía de las costillas cóncavas 

aduciendo que facilita aún más la corrección de la curva y que 

proporciona un mejor aspecto estético, ya que levanta la parrilla 

costal cóncava y acorta los segmentos más largos (27,28) ; esta 

aproximación puede ser interesante en los términos de corrección 

de la curva, pero no en la mejoría de la GC, pues como se 

ha expuesto más arriba, existe una recidiva en el plazo de 1-2 

años (3, 13) debido a la propia naturaleza elástica de las costillas 

que tienden a recuperar la situación inicial, sobre todo en el 

caso de las convexas, en que las fuerzas de tracción son mayores; 

en un caso, se practicó una osteotomía de las costillas cóncavas 

en el segundo abordaje, 7 días después la costoplastia 

anterior (Fig. 3), ya que existía una clara deformidad en incurvación 

anterior en las costillas apicales, sin morbilidad añadida. 

Por otra parte, la costectomía cóncava es actualmente tema 

de investigación por la posibilidad de tratamiento preventivo 

de la evolución de las escoliosis graves (29) . 

VOL. 19, Nº 2, 2006 


Figura 3. Radiografía de tórax que muestra costoplastia convexa y 

osteotomía costal cóncava. 

Figura 2. Imagen radiológica que muestra el espacio creado entre los 

fragmentos costales. 

A 

B 

Figura 4. A) Imagen preoperatoria de un paciente de 15 años con giba 

costal al que se le practicó costoplastia. B)Al cabo de 1 año se mantiene 

corrección. 

La repercusión respiratoria secundaria a la costoplastia 

no es desdeñable; así, en la serie de Lenke, a los 3 meses de 

la cirugía existe un disminución del 16% de la función pulmonar 

(19) ; otros autores lo han corroborado con diferentes porcentajes 

que pueden llegar al 30% de restricción respiratoria 

con respecto a las pruebas preoperatorias (22,23,27) , aunque 

ello no suponga una mayor hospitalización y morbilidad como 

comprobaron Geissele y cols. (16) y confirma nuestra serie, 

habiéndose reportado una recuperación de la función total en 

el 90% de pacientes en el plazo de 1 año (23) y de la totalidad 

en 2 años (19) . No obstante, para evitar esto, algunos autores 

propugnan la costoplastia mediante toracoscopia videoasistida 

en el mismo tiempo o previo a la cirugía correctora de 

escoliosis, con lo que se consigue una menor exposición quirúrgica 

con la consiguiente mejor recuperación del paciente 

(30) , lo que a priori resulta muy atractivo, sin embargo el 

abordaje posterior solamente implica una mayor disección 

muscular, y raramente puede abrirse el tórax con brechas pleurales, 

por lo que impresiona de no ser precisa en caso de abordaje 

posterior; en nuestra serie, 4 toracoplastias se hicieron 

por vía anterior aprovechando el abordaje torácico para liberación 

y artrodesis anterior de la columna siguiendo la técnica 

descrita por Shufflebarger y cols. (31) , pero en la actualidad 

consideramos que este procedimiento se puede hacer con 

mucha menor morbilidad mediante procedimientos toracoscópicos. 

En cualquier caso, la pérdida temporal de capacidad 

vital que se produce, contraindica este procedimiento en 

pacientes con una función pulmonar menor del 30% (19) . 


La costoplatia proporciona una corrección importante de 

la GC (17,19) , aunque solamente Geissele y cols. la cuantifican, 

mediante medición por escoliómetro (16) , similar a la obtenida 

en nuestra serie (64%). La mejoría cosmética suele ser muy 

importante, así, en las grandes series, se describe un gran porcentaje 

de pacientes contentos con el tratamiento que oscila 

entre un 93% (16) y 97% (23) , siendo los casos de insatisfacción 

debidos a una resección insuficiente o inadecuada en cuanto a 

niveles intervenidos y cantidad de costilla resecada. La corrección 

suele mantenerse en el tiempo, con alguna pequeña pérdida 

achacable a la regeneración de las costillas escindidas, que 

con mucha frecuencia adquieren forma se S itálica, ya que el 

fragmento lateral tiende a migrar distalmente con respecto al 

medial, por lo que se ha descrito descenderlas 1 o 2 niveles y 

suturar la parte más lateral de la costilla más cefálica con la 

porción medial de un nivel o dos caudales (5) ; en todos nuestros 

casos se rehicieron las costillas con una leve deformidad en S 

itálica, que no produjo recidiva de la GC (Fig. 4). 

En conclusión, la costoplastia es un procedimiento que 

proporciona una gran mejoría estética al paciente cuando existe 

una GC mayor de 3 cm. o 15º, y que, practicado en el mismo 

acto que la corrección de la escoliosis, ayuda a mejorar 

ésta con una morbilidad asumible, teniendo como única contraindicación 

una mala función respiratoria. 

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Papel de la costoplastia en la cirugía de la escoliosis

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