Aburrimiento en los niños: cómo gestionarlo

Si nuestro hijo dice “me aburro” nos ponemos en tensión y tratamos de evitarlo como sea, sin embargo el aburrimiento es beneficioso para los niños. Expertas en educación y psicología infantil nos explican por qué y cómo gestionarlo.
Aburrimiento en niños: ayúdales a gestionarlo bien
Diana Oliver Ortiz

Por: Diana Oliver

Periodista especializada en vida sana, maternidad e infancia y mascotas

Actualizado: 4 de mayo de 2023

El ritmo frenético de la sociedad actual y los entornos urbanos en los que vivimos no nos dejan aburrirnos, ni tampoco a los niños. El aburrimiento nos incomoda. Tanto es así que buscamos soluciones fáciles para ponerle fin pero, a la hora de hacerle frente, nos cuesta gestionar el aburrimiento de nuestros hijos e hijas. Al primer “¡Mamá, me aburro!” durante el fin de semana o las vacaciones escolares nos ponemos nerviosos. Ahora bien, esto que puede ser visto como algo negativo, ¿puede ser en realidad una ocasión estupenda para dar rienda suelta a la creatividad y a la imaginación? ¿Es realmente necesario –y positivo– el aburrimiento para los niños?

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El aburrimiento infantil en el contexto actual

Según datos de Naciones Unidas, el 55% de la población mundial vive actualmente en núcleos urbanos, y se espera que esta cifra aumente hasta el 68% en 2050. Las ciudades no son lugares amables para la infancia: el tráfico, las condiciones de vida actuales y su arquitectura hacen muy difícil ver a los niños jugar en la calle. Tampoco les permitimos ir solos al colegio o bajar a jugar a la calle, algo de lo más común hace solo tres o cuatro décadas. Existe tal control sobre las actividades infantiles, tanto educativas, como lúdicas, que no deja lugar a la espontaneidad ni al aburrimiento.

  • Padres como animadores infantiles ante el aburrimiento de los niños

    Padres ejerciendo de animadores infantiles

    “Históricamente hemos pasado de un contexto en el que el juego se daba en la calle sin supervisión adulta, a la creencia de que para ser buenas madres y padres tenemos que ser los animadores infantiles de nuestras criaturas, organizando, proponiendo e interviniendo en sus actividades y juego”, explica Arantxa Arroyo, maestra, Guía Montessori, educadora de Disciplina Positiva y CEO de Magea Escuela. Lo ideal para la experta es encontrar un equilibrio en el que sepamos acompañar desde la presencia: “Deberíamos estar cerca en sus juegos, pero sin invadirlos siempre con nuestras propuestas, porque esto genera dependencia. Lo ideal es parar y disfrutar observando lo que hacen”.

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  • Niños con exceso de actividades extraescolares

    Exceso de actividades extraescolares

    Arroyo reconoce que nuestra sociedad actual y el día a día en el que necesitamos conciliar nos empujan a no poder prescindir de actividades extraescolares que nos ayuden a organizarnos. Las tardes se llenan de clases de inglés, entrenamientos de fútbol o baloncesto, danza, música… En este sentido considera que es muy enriquecedor optar también por actividades no dirigidas, en el que haya propuestas abiertas, un ambiente preparado que satisfaga las necesidades y un adulto preparado que les acompañe emocionalmente. También puede ser positivo dejar algún día en blanco, sin algo que nos empuje a “tener que hacer”.

  • Abuso de pantallas ante el aburrimiento infantil

    Abuso de las pantallas

    Eso sí, no solo se trata de actividades dirigidas o extraescolares, recuerda María Jesús Campos que hay niños que no tienen tiempo de aburrirse porque siempre tienen algo que les entretiene: televisión, videoconsolas, tabletas. “Es curioso ver como en los tiempos de espera –que en muchas ocasiones son aburridos– tienen algo que les distrae, como por ejemplo el móvil de su padre o su madre. Y esto sí tiene consecuencias negativas para los menores, porque no se les está permitiendo un desarrollo y aprendizaje completo en áreas como la gestión del tiempo, la búsqueda de actividades o alternativas, la creatividad, e incluso en la paciencia”, cuenta.

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Por qué es necesario el aburrimiento para los niños

La experta en educación infantil Arantxa Arroyo y la especialista en psicología infantil María Jesús Campos nos explican por qué es necesario el aburrimiento en los niños y los principales beneficios que puede aportarles.

  • Niña ejerciendo su creatividad ante el aburrimiento

    Favorece su creatividad y los ayuda a tomar decisiones

    Para Arantxa Arroyo las niñas y los niños necesitan tiempo libre que les ofrezca oportunidades para aprender a organizar qué quieren hacer con él. “Si entendemos el aburrimiento como espacios de tiempo sin actividad dirigida en los que puedan decidir qué hacer, creo que es muy necesario porque tiene una relación directa con la capacidad de decisión y la creatividad”, señala.

  • Niño jugando y explorando con nuevos materiales

    Potencia la capacidad de autorregulación infantil

    Comparte esta idea María Jesús Campos, psicóloga especializada en psicología infantil, juvenil y familias, y añade que el aburrimiento es necesario porque además de ser una fuente de creatividad, también potencia la capacidad de autorregulación de cada niño en la búsqueda de actividades para invertir su tiempo. Además, según la experta, “permite a las niñas y niños descubrir nuevos materiales o juguetes y cómo poder emplearlos, retomar juguetes y actividades que tenían abandonadas.” Tener en cuenta esto para fomentar así el desarrollo de estas capacidades es positivo para su desarrollo cognitivo, emocional y físico.

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  • Niño ejerciendo su autonomía aprendiendo a atar cordones a los zapatos

    Reduce el control parental y fomenta la autonomía de los niños

    El problema fundamental con respecto al aburrimiento es cómo lo gestionamos los adultos. Según explica María Jesús Campos, uno de los errores más habituales es querer tener el tiempo cubierto y controlado, “que los niños y niñas tengan siempre cosas que hacer, pero que ya estén planificadas de alguna manera”. Tener actividades extraescolares, ir al parque con amigos o rutinas muy fijas en casa son algunos ejemplos de ese control. Destaca la psicóloga que estas actividades están “bien”, pero niños y niñas también necesitan tiempo para ellos y para aburrirse, para saber cómo invertir tiempo libre. “En ocasiones, las familias buscan llenar los huecos y no dar pie al aburrimiento por “miedo” al comportamiento de los menores, a que se pongan insistentes con “me aburro”, expresión que a muchos papás y mamás les genera tensión por cómo puede desencadenarse la situación. Y en estos momentos, se busca siempre tener algo con lo que rellenar el hueco”, sostiene.

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Consejos para ayudar a tus hijos a gestionar el aburrimiento

Aunque sabemos que el aburrimiento es necesario y ofrece interesantes beneficios para el desarrollo físico y cognitivo de nuestros hijos e hijas, lo cierto es que para los adultos no es fácil acompañar el aburrimiento en el contexto actual. ¿Cómo podemos acompañarles de forma adecuada? La maestra Arantxa Arroyo y la psicóloga María Jesús Campos nos dan algunas claves o ideas interesantes para no sucumbir a las pantallas o a la planificación de innumerables actividades dirigidas.

  • Alternativas a las pantallas para el aburrimiento de los niños

    Ofrecer alternativas a las pantallas

    En la sociedad actual y en la situación en la que nos encontramos, con teletrabajo en muchos hogares, es difícil compaginar situaciones y momentos. Para María Jesús Campos es comprensible que, como consecuencia de esto, en ocasiones se emplee la tele u otros dispositivos tecnológicos para tener entretenido al niño o la niña mientras se hacen gestiones diversas. Sin embargo, para la psicóloga esto no debe ser lo habitual. “Es importante ofrecer alternativas al menor con otros materiales, dejar visible y a su alcance juguetes, libros, materiales para manualidades, puzles o juegos que se puedan jugar en solitario”. Es importante que lo que dejemos a su alcance sea adecuado a su desarrollo y que para su manipulación no requiera de la ayuda del adulto. Por otro lado, la experta recuerda que es fundamental reforzar y animar cuando un niño o una niña decide ir solo a jugar, realiza un mural con los rotuladores o una figura de plastilina, porque así ven que pueden hacer otras cosas, que son creativos, que pueden ser autónomos en la realización de tareas, sin necesidad de tener a un adulto al lado.

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  • Padres jugando con sus niños

    Llegar a un acuerdo con los niños

    En caso de que reclamen a la persona adulta, explica María Jesús Campos que podemos establecer un “acuerdo” en el que se plantee que primero jueguen solos porque no se puede estar con ellos, pero posteriormente se dedicará un tiempo a jugar con él o ella. “Un error que se comete es no explicar, a veces, a los hijos e hijas las cosas y las situaciones, siempre adaptada esa explicación a su vocabulario. Si lo hacemos, como padres y madres, es más fácil que ellos entiendan el porqué de determinadas propuestas y decisiones, lo respetarán, e irán buscando alternativas en esos tiempos que no podemos estar con ellos”.

  • Madre intentando que sus hijos no se aburran

    Encontrar el equilibrio

    Insiste Arantxa Arroyo en que es fundamental ver la importancia del juego no dirigido y acompañado. Esto, según explica, significa invertir tiempo en parar y estar cerca mientras juegan, observando, mostrando disponibilidad y sintonía y sin necesidad de intervenir en su juego. “Es una postura diferente a jugar con las niñas y niños. Como en todo, encontrar el equilibrio, no debe haber nuncas ni siempres, porque perdemos la espontaneidad que es necesaria en la crianza”.

  • Niño aburrido

    Prever los momentos de tiempo libre

    Otra cosa que debemos tener en cuenta, según Arroyo, es la anticipación. “El tiempo es un concepto muy abstracto para ellas y ellos, por lo que prever que va a haber momentos de tiempo libre sin actividad y que decidan con anticipación en qué lo quieren ocupar va a fomentar su sentimiento de contribución. Si las situaciones que nos generan malestar ocurren dentro de casa hay que revisar el ambiente. Cómo satisface nuestra casa su necesidad en ese momento, y de nuevo, la anticipación: planificar en momentos de conexión familiar qué necesitan para ese momento, no desde la urgencia en la que necesito entretenerle con algo para continuar con mis tareas”.

  • Niño intentando coger algo de la cocina ante un entorno no seguro debido al aburrimiento

    Crear un entorno seguro en el hogar

    En relación con lo anterior, Arantxa Arroyo recuerda que debemos comprender nuestros instintos más primitivos, y entre ellos está la exploración. Por lo tanto, van a querer ver, tocar, investigar… “Ver esto como una necesidad y no como un desafío nos ayudará a planificar y a acompañar los limites de seguridad hacia el entorno, ellos mismos, o los demás, desde la firmeza amable”.

  • Madre gestionando el aburrimiento con su hija

    Acompañar emocionalmente

    Por último, Arroyo ve importante el acompañamiento emocional a través de la validación. “Cuando nos manifiesten que estén aburridos podemos reflejar lo que les está pasando a través de la escucha activa. Por ejemplo ante un “me aburro” (con tono desalentado): “¿En este momento no encuentras qué hacer y te sientes aburrido?, ¿eso te genera malestar?”… Sin dar respuestas, solo siendo un espejo de sus sentimientos. Y si nos incomoda en nosotros, aprovechar ese momento para observarnos”, concluye.

Creado: 23 de junio de 2021

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