El plan

                                    

                                              

Todos estábamos congelados. 
Fue increíble presenciar como una escena entre dos leones y una serpiente pudo mantener callados y paralizados a casi 20 personas en un espacio tan pequeño como lo era un pasillo. Pero nosotros logramos hacer tal hazaña.
Yo solo veía de un amigo a otro, con varita en mano, para evitar cualquier arrebato de parte del pulgoso hacia James. Para tratar de controlar lo que vendría en segundos. 
Esperando para saber quien hablaría primero.
Quién explotaría primero.
Obviamente, el chucho no me decepcionó.
-Yo-yo...no puedo creerlo. Este hijo de su puta madre te ha hechizado.- Explotó Sirius, mirándome como si yo tuviera la culpa de todo. Se le podía notar el horror en su rostro. -Eso tiene que ser la única explicación, porque no veo la lógica del por qué vi las alucinaciones que vi hace unos segundos. ¿Es eso, cierto, amigo? ¿La maldita serpiente te dio Amortentia y por eso soportaste un beso de él? Yo te ayudaré, no te preocupes. 
James rodó los ojos.
Yo lo miré sin sorprenderme de sus tonterías. 
Mientras que todos vimos como explotaba segundo a segundo Sirius. Sin embargo, la multitud estaba muy interesada de cada palabra que decían los dos líderes del grupo más famoso de nuestra generación. Parecía un juego Muggle, donde ambos jugadores debían tirar la pequeña pelota y las personas veían de un lado a otro. Muchas de ellas  estaban calladas por el impacto de la escena, otros se encontraban en estupor. Pero el chucho era el único que gritaba disparates por toda la escuela.
Bueno, él y James.
-¿Pero de que mierda estas hablando, Sirius? Severus no me dio Amortentia. ¿Cómo puedes creer esa tontería? Nos besamos porque somos novios, amigo. Y estaba agotado de no decirlo abiertamemte a toda la escuela y, para tu información, él no me besó, fui yo. Yo, Siriu, yo lo besé porque lo amo y nos amamos y...- Paró un segundo con preocupación en su rostro y me miró rápidamente. -¿Nos amamos, cierto, precioso? No quiero asumir lo que piensas o hablar por ti, no soy ese tipo de pers...
-Cállate, Prongs, no termines esa oración. No estás pensando con claridad. Obviamente, no se aman ¿Quién en su sano juicio se va a enamorar de un bicho raro como lo es Quejicus?- Dijo con odio.
-Yo lo hago.- Respondió James. -Yo lo amo, amigo. Y no es el fin del mundo y deja de llamarlo así, nunca me gustó el apodo que le diste, pero no podía decir nada, hasta ahora.
-Esto no es posible.- Se dirigió a mí. -Dime, hijo de puta ¿Qué maleficio utilizaste para atrapar a mi mejor amigo?- Preguntó con resentimiento en su voz.
-No utilicé ningún hechizo o poción para eso, pulgoso. Somos una pareja, como dijo James, no es el fin del mundo, aceptarlo y termina con ello.- Dije con seriedad. 
Se burló ante mis palabras.
-¡Ah! Si eso no fue, entonces debiste ser muy bueno en la cama. Pequeña zorra. De seguro te abriste de piernas cuan...
No pudo terminar de insultarme porque, sin previo aviso y sin esperarlo, James impactó su puño contra la mejilla de su cara, causando que Sirius cayera al piso con una mueca de dolor, generando que la sangre brotara en su nariz y parte de su labio superior.
Todos permanecieron en silencio.
Los estudiantes.
Los profesores.
Incluso los cuadros y fantasmas estaban callados. 
-Nunca más, Sirius Black.- Decía con la máxima seriedad mi novio. -Nunca más voy a volver a permitir que intentes lastimar, agredir o insultar a Severus. Ya sea física o emocionalmente. Si vuelves siquiera a respirar o hablar de manera despectiva delante de él, con todo el dolor de mi alma, voy a finalizar nuestra amistad y no solo eso, sino que la familia Potter jamás volverá a reconocer a la familia Black como un aliado o un amigo sangre pura. Sé que a nosotros no nos importa esa mierda, pero a nuestros padres sí, y no veo que la familia Black estaría contenta si hago que nuestras relaciones se terminen y menos con la asociación que se aproxima entre nuestros padres con los inventos de Charles Potter y el dinero de Orion Black. ¿Qué crees que diría tu madre, Walburga, si se entera que por su hijo mayor, su familia pierde miles de galeones y prestigio en el mundo mágico, teniendo en cuenta lo clasista y elitista que es?