El color rojo es la tendencia cromática del otoño-invierno 2023/2024
Las principales (y más relevantes) colecciones de otoño/invierno de 2022-23 ya avisaban de lo que pronto sería un secreto a voces: un color tan polémico como el rosa se convertiría, sin haberlo esperado, en un tono viral dispuesto a bajarse de las pasarelas para colorear las prendas que después encontraríamos en las tiendas. Parte de la culpa la tuvo el director creativo de Valentino, Pierpaolo Piccioli, que se propuso crear el tono PP Pink para después teñir con él todo tipo de piezas y complementos; empezando por sus zapatos de tacón bautizados como ‘Tan-go’. Esta fiebre, a la que se adscribieron desde Zendaya hasta Anne Hathaway, fue secundada por el boom de la estética ‘Barbiecore’, que han adaptado incluso las royals. Era, en cierto modo, una venganza dulce: por fin podíamos llevar un color que se relaciona —desde hace tan solo unas décadas— con la feminidad; pero a cualquier edad y sin las connotaciones negativas que habitualmente lo acompañan. Desde la frivolidad hasta la ñoñez.
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Y ahora, todo parece indicar que las tendencias se inclinan hacia otro color controvertido, también por su relación con la feminidad: como el rosa, el rojo tiene muchas implicaciones (y no siempre buenas). Si el rosa chicle es demasiado aniñado y, por tanto, carente de valor o risible; el rojo es el tono de las mujeres maduras, astutas, quizás demasiado sexuales… Un simbolismo cromático que, gracias al avance del feminismo, y al trabajo de diseñadores como David Salvador y Javier Zunzunegui, al frente de Habey Club, se está empezando a revertir. “Empezamos a utilizar el rojo en la colección otoño-invierno 2021 como punto de color frente a los negros, beiges y blancos que lo teñían todo”, nos cuentan desde la firma. “Dependiendo de la forma que adopte o del rojo que utilices, puede significar una cosa u otra: vivacidad, alegría, sexualidad; pero también aporta un toque decadente o lúgubre”, añaden.
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Tal y como explicaba en este otro artículo Kate Smith, experta en psicología del color, la fuerza del rojo puede impactar en nuestro estado de ánimo. “Es un tono que se relaciona con la energía, la supervivencia; aporta emoción, valor y fuerza. Además, es considerado como el color de la llama, del fuego; el más intenso, y tiende a llamar a la acción a primera vista”. Relacionado con este simbolismo, encontramos su connotación más popular, la que tiene que ver con el deseo y la pasión. Quizás por eso, aunque ha fascinado a muchos diseñadores a lo largo de los tiempos (mención especial para Valentino, que formuló su propio rojo), no convenció totalmente a la ciudadana de a pie, para quien las connotaciones de este color han resultado demasiado poderosas, agresivas o sexuales.
“Hablamos de un color que se asocia a la peligrosidad; tal vez porque recuerda a la muerte, al rojo de la sangre. Y quizás por eso, ese sentido de peligrosidad se hace extensivo a la sexualidad femenina liberada; en contraposición a la feminidad buena, que es la sometida o la que no se explicita”, detalla la periodista y escritora experta en feminismos Alba Correa. “La periodista Victoria Finlay, autora de Color: Historia de la paleta cromática, me contó que la asociación de los colores a las emociones es algo cultural. Aun así, yo creo que el rojo aporta alegría al look y lo ilumina de alguna forma, más allá de los significados históricos o simbólicos que se le hayan otorgado a lo largo de nuestra vida”.
Pero algo está cambiando: la cuarta ola del feminismo, en la que vivimos inmersas, se ha preocupado por que la vestimenta se convierta en un juego y un disfrute, alejándola así de los prejuicios machistas. Y las celebridades han sido de las primeras en revertir el significado del rojo, echando mano de él para ocasiones tan especiales como una actuación en la Super Bowl. Hablamos de Rihanna con un estilismo conformado por un mono de Loewe, un ‘maxi’ abrigo de piel de Alaïa y unas botas de MM6 Maison Margiela x Salomon. Pero también de Natalie Portman en la pasada edición del Festival de Cine de Cannes, que se decantó por con un minivestido con cinturón y una americana a juego, de Dior, y unas sandalias de tacón firmadas por Jimmy Choo; o de Juliette Binoche con un traje de estilo sesentero de Courrèges. Y claro: también fue uno de los colores predominantes durante la afterparty de los Oscar 2023.
Leggings 'Fibby' rojo, de Isabel Marant
“Yo uso el rojo desde mis inicios”, nos cuenta el diseñador Ernesto Naranjo. “En mi cabeza, el rojo siempre ha sido color con mucha potencia, con mucha personalidad; un tono que no todo el mundo lo ha llevado por ser un poco salvaje; quizá en algunos momentos demasiado sexi. Sin embargo, John Galliano siempre nos decía que había estudios que confirmaban que el rojo era el color más vendido del mundo, y Rei Kawakubo lo ha utilizado muchísimas veces", relata Naranjo, que trabajó a las órdenes del actual director creativo de Maison Margiela. "Yo siempre lo he utilizado de una manera muy específica y muy concreta. Si en mis colecciones había rojo, solo había un look rojo, aunque hubiese muchos otros colores. El rojo por sí solo ya cuenta muchas cosas: desde la personalidad de la persona que lo viste, la identidad propia; esa parte sexi, de confianza, de seguridad, de tradición, de raíces… yo soy andaluz y en mi tierra se ha utilizado muchísimo para fiestas y eventos. En algunas colecciones uso en el rojo y en otras no, pero en las que lo utilizo, siempre son las que mejor funcionan”.
Rojo arquitectónico
La textura y el material del vestido, así como el corte, marcará el simbolismo de la prenda. Y ahora el rojo aparece en trajes minimalistas (y masculinos) y vestidos arty, reformulando así el simbolismo del color e imprimiendo un vibe de elegancia clásica y querencia arquitectónica.
Rojo sensual
También el glossy latex, pero con volantes —que firma Christopher Kane—, consigue añadirle un toque romántico al diseño y rebajar la dureza del material. Y tanto Alexander Wang como Dolce & Gabbana reinterpretan la sensualidad con flecos y mangas transparentes. Nada que ver con el imaginario colectivo que se despliega cada vez que imaginamos un “vestido rojo sexi”.
Rojo lánguido
Unos maestros en reinterpretar esta prenda son Habey Club. “Queríamos poner un punto de color en nuestras colecciones; es un color que da carácter y que además sienta muy bien, pues aporta mucha luz y energía. Por eso, hemos creado looks monocromos en rojo que generan mucho impacto visual, como el vestido que llevó Amaia en su videoclip Yamaguchi”, relatan. Asimétrico y de corte ‘midi’, este diseño incorpora languidez, artesanía y sostenibilidad, y lo consigue con unos lazos infinitos. En la misma línea se sitúan las propuestas de Loewe, Gucci, Carolina Herrera y Courrèges, que echan mano de materiales como la seda y el satén; las transparencias y las aberturas estratégicas para aportar frescura a sus diseños.
Rojo girly
Y también hay lugar para la dulzura y el romanticismo: con looks que van desde lo preppy con minifaldas, jerseis de lana cropped y gorras; hasta la estética victoriana, con lazos y capota.
Porque el vestido rojo, a fin de cuentas, es un clásico. Y hasta Barbie lo sabe, por eso Margot Robbie abandonó el rosa por un día durante la gira promocional de Barbie y apostó por un minivestido en satén rojo con corsé incorporado de la diseñadora Dilara Findikoglu. Ahora, solo nos queda ponerlo en práctica. Opciones hay infinitas.
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