Adenoides: ¿Qué son y qué problemas pueden causar?

El sistema inmunitario es nuestro aliado y protector ante posibles amenazas y para defendernos de ella se vale de diversas opciones, como los glóbulos blancos, la mucosidad o la barrera de la piel. Otra barrera importante, sobre todo en el caso de los bebés y los niños, son los adenoides.

Desde Vital Seguro os contamos qué son, cuál es su función y qué problemas pueden padecer y causar.

¿Qué son los adenoides y cuál es su función?

Los adenoides, también conocidos por los nombres de vegetaciones o carnots, son masas de tejido ubicadas al fondo de las fosas nasales, es decir, en la parte posterior de la cavidad nasal. Estas masas de tejido tienen la importante función de proteger al organismo de la posible entrada de patógenos y tóxicos (irritantes, bacterias, virus…) que pueden acceder al interior en el momento de tragar o inhalar.

En los bebés y niños pequeños suponen una gran parte de tejido y tienen un gran peso a nivel defensivo debido a que los otros sistemas de defensa aún no están del todo desarrollados, sin embargo, a medida que crecen éstos van perdiendo tamaño e importancia.

¿Qué problemas suelen padecer y causar?

Debido a que los adenoides son una barrera defensiva que atrapa a los eventuales patógenos que pueden entrar por la nariz, éstos suelen infectarse e inflamarse, sobre todo en las edades mencionadas.

Al producirse esto pueden aparecer los siguientes problemas:

• Problemas para respirar, nariz tapada o respiración bucal a causa de la dificultad para expulsar la mucosidad.
• Ronquidos, problemas para dormir y descansar correctamente.
• Inflamación de los ganglios linfáticos del cuello.
• Otitis secretora.

Estos problemas también pueden ser derivados de una hipertrofia, es decir, por una excesiva cantidad o tamaño de los adenoides.

 ¿Cómo se actúa al respecto?

Una vez en la visita del médico, el profesional, tras preguntar la sintomatología, realizará una exploración física, incluyendo una palpación de los ganglios del cuello, ubicados bajo la mandíbula.

Para conocer el tamaño de los adenoides, el médico podrá solicitar la realización de una radiografía o explorar la nariz mediante un telescopio especial, o telescopio ENT.

En lo referente al tratamiento, es posible que se receten antibióticos. Sin embargo, si la infección no remite o las infecciones de las vegetaciones son recurrentes, la solución más común será la extirpación de éstas, también llamada adenoidectomía.

En muchos casos sucede que a la vez que se extirpa este tejido, también se extraen las amígdalas, dándose una amigdalectomía y una adenoidectomía a la vez.

Esta intervención es ambulatoria, bajo anestesia, y no precisa de puntos, pues el tejido se repara solo.

Tras esta intervención, el paciente solamente sufrirá molestias en la garganta durante unos días, por lo que deberá tomar dieta blanda durante la recuperación.

Una vez sin adenoides, sin embargo, no es necesario preocuparse por la inmunidad del paciente, ya que existen muchas otras vías más importantes que lo mantendrán protegido.

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