Transformar la agroalimentación y la bioeconomía catalanas

El sector tiene un papel clave en la lucha contra el cambio climático, puesto que puede evitar muchas emisiones de gases contaminantes y aportar soluciones sostenibles

La transformació de la agroalimentació en Cataluña | iStock La transformació de la agroalimentació en Cataluña | iStock

Como resultado de los trabajos del Conext en el ámbito de la agroalimentaciónn y la bioeconomía, realizados en estrecha colaboración con los equipos del Departament d'Agricultura, empresarios y representantes del sector, se han seleccionado unos proyectos y/u objetivos transformadores que se proponen que sean priorizados a la hora de disponer de los fondos Next Generation EU.

La agroalimentaciónn catalana es el primer sector manufacturero y tercero exportador de Catalunya. La alimentación representa una cuarta parte de nuestra economía. Es un sector anticíclico que ha aguantado inmutable la grave crisis de 2008-2013 y está aguantando la crisis actual. Es, en este sentido, el pilar más sólido y estratégico de nuestra economía. De este sector en positivo o en negativo dependen nuestra alimentación, buena parte de la gestión y la calidad del agua, la calidad de nuestros suelos, parte de las energías renovables, el equilibrio territorial, la defensa de nuestros bosques, la defensa de la biodiversidad, nuestro paisaje, etc. Pero, a menudo, no nos damos cuenta de ello.

Aun así, en los últimos años ha emergido un nuevo papel clave de la agroalimentaciónn y del conjunto de la bioeconomía, que es la lucha contra el cambio climático. La agroalimentación, con una buena gestión, puede evitar muchas emisiones de gases de efecto invernadero (GEH) y puede aportar soluciones hacia un desarrollo sostenible. Efectivamente, la agroalimentación, la energía y la conservación de la biodiversidad son el frente de batalla contra este enemigo que es el cambio climático. Hoy ya está poniendo en tensión a nuestros recursos. En los últimos 13 años, hemos tenido varios avisos en forma de crisis agudas de precios de los alimentos básicos que han comportado serias respuestas sociales y políticas en todo el mundo. La demanda de alimentos no para de crecer y para satisfacerla se deforestan bosques que incrementan la emisión de GEH, hecho que acelera el cambio climático. Hay que ser conscientes de que la crisis que provocará el cambio climático se manifestará en forma de crisis alimentaria.

Mariano Marzo recientemente analizó la necesidad de poner en el centro de nuestra atención la transición alimentaria. De hecho, esta forma parte de la energética. Se trata de renunciar a los ahorros geológicos de carbono en forma de combustibles fósiles para sustituirlos por la fuerza directa de las energías del Sol y de la Tierra para producir electricidad, para fabricar hidrógeno o para producir alimentos, tejidos, madera, biocombustibles, bioproductos varios (químicos, farmacéuticos...) y un largo etcétera de una fuente renovable y, por lo tanto, sostenible.

Hay que ser conscientes de que la crisis que provocará el cambio climático se manifestará en forma de crisis alimentaria

En esta dirección, la Unión Europea está marcando el camino con objeto de cumplir con el Acuerdo de París y frenar el cambio climático en un horizonte a largo plazo. Es un objetivo ingente. Pero tiene una guía que se llama Green Deal Europeo. Probablemente es una buena guía pero, lo que está claro, es que trastocará las formas de producción. Habrá que producir más, con menos recursos y hacerlo en formas más amables con el medio ambiente. Seguro que las tensiones hacia el abastecimiento alimentario se acentuarán.

Cuatro grandes proyectos transformadores

1. Modernización de los regadíos.

Para comprender la importancia del regadío, hay que saber que el 70% de los alimentos de la agricultura catalana son provenientes de tierras regadas, a pesar de que ocupan sólo el 30% de estas. En todo el mundo, las tierras de regadío aportan el 50% de la producción. El regadío para cultivos frutales puede multiplicar por 30 la producción; en huerta, puede multiplicarla por 50 o más. Para incrementar la producción, con objeto de alimentar a una población mundial creciente -prevista de 9.700 millones de personas en 2050- no podemos artigar más bosques. Hay que producir más en menos espacio, pero de manera sostenible. "Intensificación sostenible", dice la FAO. Y esto quiere decir aplicar técnicas que aprovechen los aprendizajes de la naturaleza (la agroecología), utilizar los desarrollos de la tecnología y optimizar los potenciales de un regadío eficiente.

El riego a presión es la puerta hacia la agricultura de precisión, que utiliza un conjunto de tecnologías para conseguir los mínimos impactos medioambientales

El agua es un recurso crítico y multidemandado, hasta el extremo que el agua de California ha empezado a cotizar en los mercados de futuros. El objetivo de la modernización del regadío es aprovechar al máximo este recurso escaso. En Catalunya, la mitad del regadío todavía se hace por gravedad, es decir, igual que se hacía en Mesopotamia hace 5.000 años. La modernización se basa en pasar del riego por gravedad a riego a presión. Esto permite controlar los volúmenes de agua de manera precisa, fertilizar a través del agua y regar donde haga falta. El riego a presión es la puerta hacia la agricultura de precisión, una agricultura que utiliza el conjunto de tecnologías desde la sensórica, incluyendo la biosensórica, la teledetección y el tratamiento de billones de datos mediante inteligencia artificial. Este es el camino para conseguir los mínimos impactos medioambientales en contaminación y emisiones GEH y, a la vez, dentro de un círculo virtuoso, obtener mucha más producción de alimentos.

2. Bioeconomía circular en la valorización de las deyecciones ganaderas y otros subproductos agroalimentarios.

El clúster cárnico-ganadero de Catalunya es el primer sector manufacturero de Catalunya. Se trata de un sector moderno y competitivo. Está tecnológicamente avanzado y ha hecho un gran esfuerzo para ponerse al día en las mejoras medioambientales y sanitarias de acuerdo con la Unión Europea. En 15 años, según Interporc, el sector ha reducido un 38% las emisiones de metano. En pocos años se han reestructurado todas las granjas de acuerdo con nuevos criterios de bienestar animal. El concepto one health ha transformado la utilización de los antibióticos en la ganadería: estos han dejado de ser una herramienta de producción para limitarse a su rol vinculado a la salud de los animales. En general, el sector cárnico-ganadero catalán ha sido innovador y competitivo en genética, nutrición, seguridad y calidad de la carne.

Es necesario impulsar una estructura de plantas de biorefinerías, capaces de aprovechar residuos orgánicos para generar biogás

Aun así, resta todavía una problemática de contaminación por exceso de nitratos a consecuencia de la salida a las deyecciones como fertilizante de suelos agrícolas. Las soluciones están llegando de la mano de la normativa europea y del decreto del Govern sobre deyecciones ganaderas de julio de 2019. En este aspecto, falta todavía un enfoque integral en el seno de una concepción de bioeconomía circular. Una granja es productora de dos productos: la carne y las deyecciones. Aprovechar y sacar el máximo rendimiento del producto deyecciones exige una actuación desde la granja y al final del ciclo en una planta transformadora. Por ejemplo, desde la granja, las balsas de purinas son grandes emisoras de metano, un gas con un efecto de cambio climático multiplicado. Por lo tanto, es prioritario tapar las balsas y recoger o quemar el gas. Por otro lado, un sistema de ganadería altamente dependiente de nutrientes de importación genera forzosamente unos residuos superiores a los que las tierras pueden absorber como fertilizante. En este sentido, es necesario impulsar una estructura de plantas de biorefinerías, capaces de aprovechar los residuos orgánicos para generar biogás y otros bioproductos provenientes de este modelo integrado. Habrá que apoyar la adaptación de las granjas y las iniciativas empresariales en esta dirección.

3. Activación de la producción bioeconómica de los bosques de Catalunya y defensa contra los incendios forestales.

Catalunya es una de las regiones más boscosas de Europa. Un bosque, aun así, con rendimientos bajos, pero que hay que explotar por razones económicas pero sobre todo medioambientales, paisajísticas y en defensa contra los incendios que pueden causar cada vez más daños. Se acercan años climáticamente difíciles. Si no hemos mejorado este tema, podemos tener un gran desastre que, además de su efecto de emisiones de CO2, sería un factor grave de pérdida de autoestima como país. No podemos perder mucho más tiempo.

Catalunya es una de las regiones más boscosas de Europa, pero es un bosque con rendimientos bajos

El proyecto actúa con tres objetivos: mejora de la salud de los bosques, incremento de la demanda de productos forestales y reducción de la carga de combustible más inflamable. Por eso, actúa en tres frentes que se complementan:

  • Planta industrial de laminados de madera para la construcción.
  • Ayuda a la compra de sistemas de calefacción para edificios públicos, a partir de la biomasa forestal en forma de pellet o astillas.
  • Fomento de la ganadería extensiva dentro del bosque, recuperando pastos y cultivos que creen rupturas.

4. Impulso del I+D+i para abordar la transformación alimentaria.

Este proyecto pretende apoyar el impulso de las biotecnologías y las TIC al servicio del desarrollo de la agroalimentación y la bioeconomía. Nos referimos a la genómica y las técnicas de selección y de mejora genética asistida; al desarrollo de sistemas inteligentes y de agricultura de precisión aplicables a todos los ámbitos de la industria y la producción de alimentos y forestal; a nuevas tecnologías de procesamiento y conservación de los alimentos; a nuevas fuentes de proteína alternativa para la alimentación humana y animal; a la aplicación e integración de data science, herramientas de software y modelización que permitan una analítica de datos avanzada en el ámbito agroalimentario, forestal y del medio ambiente; y a entender y explotar los conocimientos sobre las interacciones entre el microbioma del suelo, los animales y las plantas, etc.

Sobre este tema, la Generalitat dio un paso importando en 1985 con la creación del IRTA (Institute of Agrifood Research and Technology), desde donde pudo articular un amplio sistema de I+D+i consorciado con las universidades y con la empresa privada. Esta realidad es un buen punto de partida.

Otros proyectos para dinamizar el territorio

Catalunya cuenta con un sistema alimentario muy rico en calidad y diversidad. Pequeñas y medianas empresas y cooperativas agrarias ocupan espacios de gran valor en los mercados de alimentación de calidad. Este tejido empresarial llena de energía todo el territorio y evita el despoblamiento. A la vez, Catalunya es un país básicamente urbano concentrado sobre todo en una gran área metropolitana de cerca de cinco millones de habitantes. Los alimentos pueden ser el mejor pretexto para conectar estas realidades rural y urbana, realidades cercanas que, al complementarse, generan sinergias a favor de la resiliencia agraria y el equilibrio territorial.

Por lo tanto, la pequeña dimensión tiene que caber en la financiación de los fondos Next Generation EU apoyando iniciativas que transformen los alimentos añadiendo valor, que los acerquen a su consumo, que mejoren su distribución, que aporten imaginación hacia nuevos productos alimentarios, etc.

Es hora de preparar los proyectos para estar a punto cuando se abran las convocatorias.

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