Los Almogávares y sus luchas en Oriente

Como ya comenté en la 1ª parte de este artículo Partieron de Mesina (Sicilia) 36 naves con 4000 almogávares y 15 00 caballeros (jinetes) «a bordo”, con rumbo a Malvasía en Grecia (verano del 1302 o 1303 según que fuentes)1 para luego dirigirse a Constantinopla. Después llegarían Berenguer de Rocafort y Berenguer de Entenza con sus respectivas tropas, que permanecieron en Sicilia para reclamar dinero del rescate de varios castillos al rey francés.

Lo primero que hizo el Emperador Bizantino es nombrar “Megaduque” o «Gran Duque» a Roger de Flor y casarlo con su sobrina María (desfilando los almogávares por las calles de Constantinopla, que al igual que había ocurrido en Sicilia 20 años antes “con gran decepción de los bizantinos”). Pronto comprobarían » que tipo de tropas eran”.2

Según que fuentes ese mismo día o según otras pocos días después, se produjo un altercado entre unos genoveses (Génova entonces era una potencia comercial que ocupaban todo un barrio en la ciudad llamado Pera) con un almogávar, que fue recrudeciéndose hasta convertirse en una batalla campal en la que murieron miles de genoveses (3000 según Muntaner)3.

Voy a relatar alguno de los enfrentamientos, combates y batallas ¡que se cuentan por victorias! de los Almogávares en el Imperio Bizantino, las cifras de bajas son impresionantes y pueden parecer excesivas, pero coinciden en datos de cronistas de diferentes nacionalidades. En la batalla del Monte Tauro (Agosto-1305) 18.000 bajas turcas, y cerca de Apros ocasionan entre 20 o 25.000 bajas bizantinas (junio-1306), ¡ojo, siempre en inferioridad numérica! Es difícil poder entender semejantes cifras pero reflejan el poder letal de las habilidades guerreras de los almogávares que se podían expresar de esta manera: “desjarretar caballos y degollar a los caballeros”.

Partieron inmediatamente hacia la península de Anatolia, (según que fuentes septiembre de 1302 o 1303) con una flota comandada por Ferran d´Arenos (caballero aragonés) recientemente nombrado Almirante, arribando a la costa cercana a la península de Artaki o Artaci, cerca de la ciudad de Cizico. Al poco de desembarcar reciben noticias de que partidas turcas se encuentran por la zona saqueando pueblos y ciudades bizantinas. Roger de Flor averigua el campamento principal de aquellas tropas, dirigiéndose con su ejército (formado por almogávares, bizantinos; su jefe Marulis y alanos, su jefe Georgios o Gircon) hacia ese punto. Atacaron el citado campamento al amanecer cogiendo totalmente desprevenidos a los turcos, ocasionándoles muchas bajas, 8000 según que fu entes o 3000 jinetes y 10.000 infantes según otras. Quizás por esta victoria o por lo adelantado ya el otoño, invernaron en esa península de Artaki o Artaci.

En la primavera de 1304 se pone en movimiento el ejército con la consigna del Emperador (Roger había navegado con varias galeras poco antes hasta Constantinopla, trayendo consigo esa orden y 4 pagas para sus tropas) de liberar la ciudad de Filadelfia asediada por un numeroso ejército turco al mando del Emir Ali Shir. Durante este trayecto se produce una discusión entre varios alanos y almogávares por una violación, que altera a los primer os profiriendo amenazan a Roger de Flor (en una fiesta habían acabado con la vida de un alto cargo bizantino poco tiempo antes). El Mega duque no puede tolerar esa falta de respeto y ordena a los almogávares que den un escarmiento a los alanos, son atacados, muriendo muchos de ellos (entre ellos el

Almogávares en Oriente

hijo del jefe Gircon). Después de esta refriega muchos de ellos abandonaron el ejército y se fueron a Constantinopla.

El Emir turco al saber de la llegada de los almogávares (causantes de las muertes de muchos de sus compatriotas el otoño anterior) ordena deja r unas pequeñas guarniciones alrededor de Filadelfia para prevenir la salid a de bizantinos o griegos y reagrupa sus tropas en una llanura cercana denominada Aulax (Aulaca). Los dos ejércitos se prepararon para el enfrentamiento al amanecer en ambos lados de aquel terreno, Roger de Flor que contaba con 6000 almogávares, 1000 bizantino y 1000 alanos, organizó en tres escuadrones la caballería (cada nacionalidad por separado) y el Senescal Corberán de Alet divide también en tres escuadrones “a la derecha del camp o de batalla”. Enfrente 8.000 jinetes de caballería y entre ellos su caballería ligera, considerada “cuerpo de elite “y 12.000 infantes.

Los potentes gritos “DESPERTA FERRO” tronaron en la llanura iniciando la batalla, corriendo los almogávares contra los turcos a la vez que vociferaban sus gritos de guerra produciéndose un estrepitoso choque y dando inicio a un furioso combate. Los turcos intentan contener el ímpetu de los hispanos pero al poco tiempo es herido su líder el Emir por “un dardo”, que al ser observado por sus tropas origina una gran confusión y aunque algunos jinetes ligeros turcos aguantan combatiendo bravamente, son neutralizados produciendo una caótica retirada que los almogávares aprovechan par a ocasionar una gran mortandad en las filas turcas. Solo pudieron escapar con vida un millar de jinetes y sobre la mitad de infantes, unos 6000, mientras que las bajas de los hispanos solo fueron 100 almogávares y 80 jinetes (según Muntaner) Consiguiendo un fantástico botín y haciendo una fabulosa “entrada triunfal” en la ciudad de Filadelfia. Las cifras tan elevadas de bajas turcas son corroboradas por los historiadores griegos que aumentan en varios pequeños combates antes del descanso invernal que también fue este año en la península de Anatolia.

En la primavera comienzan otra vez a avanzar los almogávares produciéndose  varios enfrentamientos, entre ellos en los alrededores de la ciudad de Tira (en el acercamiento acelerado a esta localidad recorren 54 Km. En 17 horas) donde es herido mortalmente por una flecha en la cabeza el Senescal Corberán de Alet (el calor hizo que se quitara el casco) que fallece al acabar la jornada.

Poco después vendría una pequeña flota comandada por Berenguer de Rocafort procedente de Sicilia (verano de 1504) que había recalado en Constantinopla con 150 caballeros y 1000 almogávares; siendo nombrado Senescal por Roger de Flor.

La estrategia turca en vista del número de derrotas se tradujo en dejar avanzar  los almogávares sin atacarles, para que se alejaran lo suficiente de sus bases (Roger había dejado en Magnesia, ciudad bizantina liberada de los turcos muy fuerte y amurallada, todo el botín y los enseres capturados con una pequeña escolta), mientras ellos agrupaban el total de sus tropas y así poder derrotarlos.

Los exploradores hispanos detectan un grandioso ejercito compuesto de 20.000 infantes y 10.000 jinetes, mientras Roger de Flor contaba con unos 8.000 soldados (entre infantería y caballería), a la vez que ellos serían detectados por los turcos, que sin perder tiempo (dando por hecho que el cansancio “haría mella” o les proporcionaría una ventaja adicional) se posicionaron en el campo de batalla. El Mega duque encabezaba ¡como buen general! la caballería pesada que se enfrentaba a una muy superior caballería turca (que los desbordaba por los extremos); el Senescal Rocafort con los almogávares y el general Maruli con los bizantinos.“Fue allí donde tuvo lugar la batalla más celebrada por la compañí a de los Almogávares, la del Monte Tauro”.

El 15 agosto de 1503 se produjo la batalla en el monte Tauro: » había en el campo de los turcos veinte mil infantes y diez mil caballos….….. opusose Roger de Flor con su caballería a la del enemigo.       el Senescal Rocafort 4  con su infantería       habiendo los almugaváres hecho su señal acostumbrada en los encuentros más arduos, que era de dar con las puntas de las espadas y picas en el suelo, y decir ¡DESPIERTA, FERRO! y fu e cosa notable lo que hicieron aquel día que antes de vencer se daban unos a otros la enhorabuena, y se animaban con cierta confianza del buen suceso…………….

En el primer encuentro, por la multitud y número infinito de los bárbaros, se corrió gran riesgo y estuvo la victoria muy dudosa, pero cobraron nuevo ánimo y vigor, porque los capitanes repitieron por segunda vez el nombre de Aragón.

Los dos ejércitos se posicionaron uno enfrente del otro, empezando los almogávares con su ritual antes de las batallas, primero a golpear la punta de sus lanzas en el suelo produciendo chispas y a gritar rabiosamente ¡DESPERTA FERRO! a la vez que iniciaban una frenética carrera para arremeter contra el enemigo que precipitó el inicio del combate mientras que ambos ejércitos galopaban furiosamente uno contra otro produciéndose un terrible choque entre las dos fuerzas y una sangrienta confrontación, los componentes de los dos ejércitos sabían perfectamente que era una lucha “sin cuartel” los almogávares si perdían serian masacrados ¡sin ningún tipo de miramiento! Y los turcos si se retiraban maltrechos también serían masacra dos por la población bizantina.

Debido a la diferencia tan grande de efectivos la terrible lucha se alargó varias horas sin que se decantara la victoria por ningún bando hasta que la oscuridad de la noche hizo que pararán los combates, dando Roger de Flor la orden de agruparse y permanecer todos atentos a un posible ataque nocturno turco. Los almogávares permanecieron toda la noche con sus armas preparadas para repeler un posible ataque que al final no se produjo, cuando amaneció contemplaron estupefactos el campo de batalla “teñido de sangre” de miles de cadáveres y restos de la horrible refriega ¡las bajas turcas fue ron enormes! (según Muntaner 6000 caballos y 12000 infantes).
Con esta contundente victoria expulsaron de la extensa península de Anatolia la totalidad de las tropas turcas, liberando al Emperador bizantino del grave problema turco, principal razón por la que habían sido contratados.

Roger de Flor creyó prudente volver a Constantinopla, contra el dese o de sus tropas de seguir hasta Armenia. Esta decisión marcaría el resto de la expedición debido al recelo del hijo del emperador bizantino Miguel IX Paleólogo generado por estas aplastantes victorias, cuando él al frente de sus ejércitos sufrió severas derrotas poco tiempo antes en sus enfrentamientos con los turcos.

Vuelven a Constantinopla después de invernar en la zona, ya en 1305 (el gobernador de Magnesia mato a los almogávares que escoltaban el botín, apropiándoselo, sin que el Emperador lo obligará a devolverlo), tambié n llega Berenguer de Entenza con una pequeña flota de cinco naves con 10 0 caballos y casi mil almogávares más ¡contratar más almogávares no entraba en los planes del Emperador Andrónico!

Mapa de los Almogágres en Oriente

Roger de Flor es agasajado como un héroe, nombrado César, siendo invitado al palacio de Adrianapolis a una gran fiesta en su honor por el hijo del Emperador5. Esta celebración se produjo el 4 de abril, Miguel IX Paleó- logo había urdido un descabellado plan utilizando a los belicosos Alanos 6 que en medio del banquete (Roger se encontraba situado en la mesa presidencial) se abalanzaron sobre Roger de Flor y de todos los almogávares que allí se encontraban matando brutalmente a todos ellos (la mayoría degollados y los apresados luego serían quemados en hogueras) también masacraron a los que se encontraban desperdigados por Constantinopla (incluido el Almirante Ferran d’Ahones que al ser incendiada la casa donde se encontraba murió abrasado junto a varias personas más ) y en Galípoli los que realizaban tareas cotidianas “en tiempo de paz” que no se encontraban en el campamento también serían asesinados por la muchedumbre.
Después de la sorpresa y de la incertidumbre inicial, tanto el dolor como la ira se apoderan de los almogávares decidiendo vengar la muerte del César, Roger de Flor y de todos los almogávareAsesinado de Roger de Flor. Almogávaress masacrados por los bizantinos.

Aquí querría hacer un inciso para explicar que los nacionalistas catalanes del siglo XIX en su intento de inventar una patria catalana, bautizaron como “venganza catalana” (muy utilizada en internet) a esta decisión de vengar la muerte de Roger de Flor.

-Primero: como antes ya he hecho referencia, las tropas almogávares se nutrían principalmente de catalanes y aragoneses pero entre sus filas había valencianos, navarros, portugueses, griegos etc. sería ¡faltarles al respeto! porque también fueron masacrados y después partícipes de esa venganza, luchando para salvar el honor de los asesinados.
-Segundo: porque ningún cronista (hispano o griego) nombra la venganza catalana en sus crónicas (ni siquiera Muntaner que era catalán y fue testigo ocular) ¡de hecho! todos estos cronistas nombran a este ejército como la tinos o francos.

A los pocos días un potente ejército bizantino empieza a sitiar el cuartel general de los almogávares, Galípoli, lo que no impide que Berenguer de Entenza con una parte de las tropas hispanas empiece a saquear localidad es cercanas y a atacar puertos en el mar de Mármara (llegando cerca de Constantinopla) siendo apresado con una “sucia treta” por los genoveses que l o trasladan cautivo a Génova para pedir un rescate.

El asedio va poco a poco asfixiando a los almogávares que deciden “plantar cara al enemigo” y salir a combatir contra él (incluso hundieron las pocas naves con las que contaban en el puerto, sus intenciones eran claras “ triunfar o morir”)7.

El 7 de junio de 1306 salieron de Galípoli 1500 almogávares según Moncada y 3000 según Nicéforo Gregoras (historiador griego que no procesaba mucho aprecio hacia los hispanos) para enfrentarse a 8.0 00 jinetes bizantinos y gran cantidad de infantes (sin especificar número) otros 2.000 permanecían cerca de allí. Al posicionarse para la batalla Berenguer de Rocafort, jefe de las tropas almogávares, observó que el estrecho espacio de terreno en que se posicionaba el enemigo dificultaría una maniobra de reagrupamiento de tan numerosa caballería por lo que ordenó un primer ataque contundente; brutal y con gran ímpetu para romper los primeros escuadrones produciendo el caos en las filas enemigas. Retumbó un grito desgarrador en todo el campo de batalla ¡DEPERTA FERRO! con la rabia y la ira que producía el enfrentarse a quien cobardemente les había traicionado, una lluvia de dardos y azconas se proyectó hacia el centro de la formación (como había ordenado Rocafort) que galopaba ferozmente hacia ellos “cargaron de una parte y de otra con tanta furia, que los que quedaban dentro de Galipoli, les pareció que todo el castillo se venía al suelo a semejanza de un terremoto” produciendo un gran numero de bajas y dificultando el paso a los que les siguen, la caballería de Rocafort también arremete con furia. La batalla inicia una fase muy igualada comportándose los contendientes de ambos ejércitos muy valientemente. Los hispanos van ganado terreno al enemigo, pero los generales bizantinos ordenan atacar a las tropas “frescas” de retaguardia que hasta ahora no habían combatido, frenando el empuje de los almogávares que  sacan fuerzas de flaqueza para poder contener esta acometida, a gritos de “San Jorge…San Jorge…” conquistan terreno a los griegos produciendo la huida de muchos de los jefes bizantinos para que como un “castillo de naipes” frágil y quebradizo sus tropas hagan lo mismo. La persecución fue una verdadera masacre en la que ningún almogávar se detuvo para conseguir botín “cegados por la ira”, estos soldados bizantinos pagaron muy caro (la mayoría con sus vidas) la cobardía y la traición del Emperador Andrónico y de su hijo Miguel. Murieron entre doce o veinte mil infantes y seis mil caballeros (según que fuentes) y entre los almogávares todos resultaron heridos el 100 %, pero solo murió un caballero y dos infantes ¡realmente impresionante!

A la mañana siguiente empezaron a recoger su asombroso botín “tardaron ocho días en guardarlo en Galípoli” (según Muntaner) armas, joyas, víveres ¡tan necesarios! Y casi 3000 caballos. El Emperador después de esta tremenda derrota reúne el mayor número de tropas existentes en el Imperio Bizantino para aplastar definitivamente a los almogávares por miedo a que pudieran recibir ayuda de Aragón o Sicilia. Llega información de los espías mandados por Rocafort u Muntaner tanto a Adrianapolis como a Constantinopla de que se acerca un formidable ejército, por lo que se decide actuar como siempre solían hacer ¡atacando en inferioridad numérica!8, una decisión casi suicida. Cerca de Apros (Traci a griega) los exploradores en vanguardia descubren el campamento de un potente ejército (unos 6000 jinetes y 12.000 infantes según un bizantino capturado) procedente de Adrianápolis a las órdenes de Miguel Paleólogo, qu e esperaba unirse al proveniente de Constantinopla.

Al amanecer “después de haberse confesado y haber recibido el Sacramento de la Eucaristía” avanzaron hasta encontrar al enemigo, Berenguer de Rocafort ordena a sus 3.000 almogávaresMerte de Gutier de Brienne, duque de Atenas colocarse en una formación que encuadraba a la caballería a ambos lados y una pequeña fuerza en retaguardia para actuar cuando y donde él decidiera. Los bizantinos al verlos duda ron si venían a entregarse por el pequeño numero de integrantes, ellos habían sido reforzados aquella misma noche por fuerzas procedentes de Constantinopla, pero su jefe Miguel que no se fía, ordena el ataque a la caballería alana y turcoples que los almogávares con muchos problemas y pasando grave s apuros logran contener e incluso al final rechazar. Al huir dejan desprotegida una parte de la infantería bizantina, que aprovechan hábilmente los hispanos para contraatacar ocasionando muchas bajas y debilitando ese flanco, mientras el hijo del Emperador ya había ordenado otra carga aún más poder osa que la anterior formada por la considerada mejor caballería del Imperio Bizantino, la de Tracia y Macedonia entablándose un encarnizado combate con la caballería almogávar al mando de Berenguer de Rocafort (protegiendo un costado de la infantería) muy trabado y reñido durante un interminable largo periodo de tiempo en el que las dos fuerzas lucharon intensamente sin vislumbrarse ningún vencedor aparente, hasta que se produce una pequeña quebradura o hueco que aprovechan los hábiles infantes almogávares para “desequilibrar la balanza a su favor” y produciendo el inicio de la huida de gran parte del contingente bizantino. Miguel intenta “defender su honor” atacando mientras sus tropas huyen, pero al caer herido mortalmente su caballo es socorrido por su guardia personal “a costa” de la vida de alguno de ellos. Esta vez los almogávares no persiguen a los enemigos en su huida p or si deciden recomponer sus filas y atacar de nuevo, era mucha la diferencia de efectivos en ambos ejércitos, por lo que se mantuvieron las posiciones y al anochecer volvieron a Galípoli a descansar.

Por la mañana se produce una situación similar de la batalla anterior, pudiendo comprobar las bajas producidas al enemigo ¡10.000 caballeros y 15.000 infantes! Según Muntaner que dice que necesitaron diez mil carros tirados por bueyes para transportar el botín.

Las cifras son espectaculares, pero aunque no fueran tantas las bajas serian catastróficas porque en los 3 años siguientes que lo almogávares siguieron devastado la región de Tracia y los alrededores de Constantinopla (llegando varias veces a las impresionantes murallas de la ciudad) nunca se le enfrentaría un ejército (ni pequeño ni grande) bizantino o griego, ¡de hecho! abandonaron la región por falta de víveres, no por presiones del Imperio bizantino.

En estos años tuvieron lugar muchas anécdotas reseñables que alargarían aún más este artículo, pero me voy a referir a que Muntaner que era el capitán encargado de la defensa de Galipoli repelió el ataque de una flota genovesa con la mujeres de los almogávares. Los genoveses contaban con información de la partida de todas las tropas almogávares hacia la frontera búlgara para atacar a los alanos, que se retiraban hacia sus lugares de origen (que ¡por cierto! Fueron casi todos aniquilados en represalia por su cobarde conducta 9), su jefe Antonio Spinola con 18 naves ataca Galípoli pero es rechazado por las 2000 mujeres de los almogávares que al mando de Muntaner defendieron la muralla como verdaderas guerreras, una vez vencidos el capitán salió al mando “de toda su fuerza” seis caballeros y 100 almogávares rematando a los pocos que no habían embarcado en sus naves, que zarparon rápidamente y escaldados.
En aquellos convulsos años Berenguer de Entenza es asesinado en extrañas circunstancias” por familiares de Rocafort (su hermano y su tío), que lo catapulta como jefe de los almogávares. Muchos almogávares en desacuerdo con este mando abandonan a sus compañeros y parten hacia Grecia. Se convierte en un líder con decisiones muy polémicas que le granjean muchos enemigos hasta que incluso quiere servir a un noble francés asentado en Grecia vasallo de Carlos de Valois, rey de Francia. Es procesado y entregado al francés que lo traslada a una prisión napolitana hasta su muerte.

En 1309 se designa cuatro capitanes para que lideren a las tropas, partiendo hacia Tesalia (Macedonia, Grecia). En 1311 llegan a la frontera de Atenas que entonces se encontraba gobernada por un francés Gutierre de Brienne, (este noble conocía a los almogávares de la guerra de Sicilia) por eso les ofreció formar parte de su ejército, del que ya formaban parte casi la totalidad de los que habían abandonado Galípoli años antes. El duque de Atenas logra recuperar varios territorios y después al no serles de utilidad intenta quedarse con una pequeña parte de los almogávares y licenciar al resto, invitándoles a que se vayan.

Ante la negativa de estos intenta acabar definitivamente con todos re uniendo un poderoso ejército de caballería pesada francesa y veneciana, parecía que esta vez los almogávares iban a sucumbir ¡pero contra todo pronóstico y en inferioridad numérica! el 15 de marzo de 1511 en la batalla de Halmyros lograron derrotarles ampliamente, tomando sin ninguna defensa poco después Tebas y Atenas.

Poco después crearon el de Neopatria, que vincularon en principio bajo la soberanía del rey de Sicilia. Hasta que en 1374 fueron incorporados a la Corona de Aragón por el rey Pedro IV que los conservó hasta que fueron tomados por los turcos en 1388 y 1390 respectivamente. Los Reyes de España todavía conservan el título honorífico de Duque de Atenas y Neopatria, gracias a esta épica gesta lograda por los almogávares.

Dedicado a mi curso paracaidista, «los cuatreros» del 444.

Autor: César Usieto Julián, Zaragoza. Veterano Paracaidista  IIBpac Curso 444, Bripac

Notas del autor

1 Las fuentes de esta campaña Muntaner, Moncada, Desclot y también historiadores griegos y bizantinos; Nicéforo Gregoras, Pachimeres.
2 Entrada de Roger de Flor en Constantinopla» 1988, Obra de José Moreno Carbonero Palacio del Senado Madrid.
3 Ramón Muntaner fue un almogávar catalán que participó en la expedición y luego escribió sus memorias
4 Acababa de llegar con una flota desde Sicilia con 1000 almogávares más y casi un centenar de caballeros
5 Muntaner dice que fue durante una despedida antes de partir otra vez a Anatolia
6 Tribu originaria de Irán. Se había producido un enfrentamiento tiempo antes entre estos y los almogávares, perdiendo a muchos de los suyos y entre ellos al hijo del jefe Alano.
7 Claudio Sánchez Albornoz, citado por Ricardo de Isabel y Ángel Boya Balet:”Exaltación hasta el sacrificio de la vida en defensa de sus ideas o de su honra, quijotismo contra toda injusticia aún a trueque de enfrentarse al mundo entero, menosprecio de las riquezas en oposición de la puntillosa veneración del honor, culto de la amistad, prodigalidad hasta el despilfarro, ira fácil, elocuencia”.Boya Valet: Este comportamiento explica también su venganza sin móvil económico
8 Ángel Boya Balet: “Tanto Gregoras, Pachimero y Muntaner concuerdan en el motivo de esta decisión,….fue debido a verse ya ricos, y a temer que el amor a sus riquezas, y el temor a perderlas, les hiciera perder su reputación”.
9 “Ardían los corazones de los almogávares el deseo de vengar la muerte del César, Roger de Flor…”

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