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Moción de censura| Y a todo esto, sin noticias de Elvira Fernández Balboa (Viri)
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la primera dama se esconde

Moción de censura| Y a todo esto, sin noticias de Elvira Fernández Balboa (Viri)

La esposa de Mariano Rajoy ha pasado prácticamente al ostracismo: solo ha acudido a dos actos públicos en lo que va de año. Podría recuperar su vida laboral si prospera la moción

Foto: Mariano Rajoy y Elvira Fernández, en el funeral por las víctimas de los atentados de Barcelona. Detrás, Soraya Sáenz de Santamaría, el ministro Catalá y Pedro Sánchez. (Getty)
Mariano Rajoy y Elvira Fernández, en el funeral por las víctimas de los atentados de Barcelona. Detrás, Soraya Sáenz de Santamaría, el ministro Catalá y Pedro Sánchez. (Getty)

Cuando Mariano Rajoy llegó a la Moncloa, las revistas de sociedad suspiraron por que hubiera un recambio en el puesto de la primera dama. Sonsoles Espinosa, la mujer de Rodríguez Zapatero, era una mujer muy elegante, misteriosa, que había rechazado el protagonismo desde el primer momento. La nueva señora de Moncloa, Elvira Fernández Balboa, parecía más accesible aunque poco dada a frivolidades. El tiempo ha confirmado que, en realidad, Viri, como la llaman en la intimidad, iba a prestarse aún menos que Sonsoles a la vida pública. De hecho, en lo que llevamos de año, la esposa de Rajoy solo se ha dejado ver en dos ocasiones. Dos.

Elvira estuvo en la cena de gala en honor al presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, el pasado 16 de abril en el Palacio Real. En aquella ocasión, la esposa del presidente escogió un sobrio traje negro que minimizaba aún más su presencia. Había algo en ella, las gafas, un ligero aumento de peso, dicen, provocado porque ha dejado de fumar, el pelo recogido, el rostro muy serio, que la alejaba de la imagen que los españoles tenían en la retina de Elvira.

placeholder Elvira Fernández, en la cena de gala en honor del presidente de Portugal. (Gtres)
Elvira Fernández, en la cena de gala en honor del presidente de Portugal. (Gtres)

Cuatro días antes, también vestida de riguroso negro y con gafas oscuras, había pasado desapercibida en el besamanos de los Reyes organizado con ocasión de la visita oficial del príncipe heredero de Arabia Saudí también en palacio.

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En realidad, Fernández Balboa siempre tuvo claro que su papel al lado de Rajoy nunca iba a ser institucional. En España no hay un papel definido para la primera dama, como en Estados Unidos. Ellas eligen hasta qué punto quieren implicarse en la vida política de sus maridos. Mientras Carmen Romero y Ana Botella tuvieron papeles más decisivos, Sonsoles y Elvira optaron siempre por ocuparse del eslabón más débil de la vida oficial: los cachorros de Moncloa.

placeholder Saludando al príncipe heredero de Arabia Saudí. (Gtres)
Saludando al príncipe heredero de Arabia Saudí. (Gtres)

Fernández Balboa se ocupa personalmente de sus hijos, un universitario y un adolescente, y así ha sido desde que en 2012 se mudara a Moncloa procedente de su coqueta vivienda en Aravaca (aquellas navidades, por expreso deseo de Viri, las pasaron allí en vez de en el vetusto palacete oficial). El primogénito, Mariano, estudia el segundo curso de Derecho y Administración de Empresas en ICADE. El pequeño, Juan, aún va al instituto.

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"Tan guapa y con una personalidad muy marcada a la vez que discreta e inteligente, no me iba a dejar indiferente de por vida", reconoció el propio Mariano Rajoy en una biografía sobre su esposa. El gallego ya era político cuando conoció a Elvira en un bar de Sanxenxo y en pocos meses siguió el sabio consejo que años antes le había dado Manuel Fraga: "Mi querido amigo, cásese si quiere triunfar en política".

placeholder El matrimonio Rajoy, en una recepción oficial en enero de 2015. (Gtres)
El matrimonio Rajoy, en una recepción oficial en enero de 2015. (Gtres)

Tras su llegada a Moncloa, Elvira Fernández se afanó en llevar a cabo una auditoría de los gastos de Moncloa, que consiguió reducir en un 30%. Además empezó una pequeña colección de arte, ayudada por Jaime de los Santos, actual consejero de Cultura, Turismo y Deportes de la Comunidad de Madrid e íntimo amigo de la primera dama.

Pero a partir de 2015 y, sobre todo, en este 2018, Elvira ha pasado aún más a un segundo plano. Si prospera la moción de censura, quizá pueda recuperar su antigua vida laboral, que la tenía. Cuando Rajoy comenzó la campaña electoral de 2011, Viri pidió una excedencia en Telefónica Contenidos, donde trabajaba. Allí desarrollaba tareas de control de contenidos. De hecho, su vida laboral estuvo muy relacionada con los medios de comunicación. En 1995, cuando se trasladó a vivir a Madrid tras tres años de noviazgo con Rajoy, estuvo trabajando en el departamento financiero de Antena 3.

Y, quizá, volver a su casa de Aravaca. Sin miradas ajenas.

Cuando Mariano Rajoy llegó a la Moncloa, las revistas de sociedad suspiraron por que hubiera un recambio en el puesto de la primera dama. Sonsoles Espinosa, la mujer de Rodríguez Zapatero, era una mujer muy elegante, misteriosa, que había rechazado el protagonismo desde el primer momento. La nueva señora de Moncloa, Elvira Fernández Balboa, parecía más accesible aunque poco dada a frivolidades. El tiempo ha confirmado que, en realidad, Viri, como la llaman en la intimidad, iba a prestarse aún menos que Sonsoles a la vida pública. De hecho, en lo que llevamos de año, la esposa de Rajoy solo se ha dejado ver en dos ocasiones. Dos.

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