Félicien Rops (1833-1898)

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Sala-XVI: Arte y Masonería

FÉLICIEN ROPS (1833-1898)

Inconformista, iconoclasta, dandy crapuloso y esteta, el pintor y grabador Félicien Rops es, sin duda, una de las personalidades más interesantes de la Bélgica decimonónica. Ilustrador de renombre y genial aguafuertista, sus creaciones—delirio, dolor y desafío entreverados—se encuentran en la cima del cosmopolitismo decadente y el simbolismo internacional.

Rops nació en Namur, capital de Valonia, el 7 de julio de 1833. Desde muy joven adoptó una postura rebelde, anticlerical por añadidura, que, tras la temprana pérdida de su padre, lo llevó a matricularse en el Ateneo de su ciudad natal. Posteriormente se inscribió en la Academia de Bellas Artes del mismo lugar y, con el fin de cursar estudios de Derecho, en la Universidad Libre de Bruselas, donde frecuentó los círculos estudiantiles, intelectuales y artísticos. Sus extraodinarias dotes de caricaturista le franquearon la publicación de ácidas litografías en Charivari Belge y en L'Uylenspiegel, revista que fundó en 1856 con el novelista Charles de Coster (1827-1879).

Con apenas veintiocho años, el 1 de julio de 1861, Rops ingresó en la logia “La Bonne Amitié”, n.º 2, de Namur. También conocido como “La Parfaite Union”, este taller, perteneciente al Gran Oriente de Bélgica, remonta su actividad al último tercio del siglo XVIII. A él pertenecieron distinguidas personalidades vinculadas a Rops por lazos de amistad, como el escritor Ernest Scaron (1835-1923) y el pintor y paisajista Louis Artan (1837-1890).

De este período datan algunas de las obras—La pena de muerte, El orden reina en Varsovia, o La medalla de Waterloo—que patentizan el desacuerdo de Rops respecto a los desastres políticos e injusticias sociales del momento. Cabe asimismo destacar su Entierro en el país valón, obra de 1864, que, siguiendo las huellas del celebérrimo Entierro en Ornans, de Courbet, testimonia la sensibilidad del artista respecto al dolor de sus semejantes.

Por medio del editor August Poulet-Malassis, trabó a la sazón Rops conocimiento con Charles Baudelaire. La amistad entre ambos dará como fruto el frontispicio al aguafuerte para Los despojos (Les Épaves), con veintitrés poemas escogidos de Las Flores del Mal, colección que, como es sabido, había sido censurada y expurgada por el gobierno de Napoleón III.

Tras instalarse en Francia, Rops consolidó su éxito como ilustrador de la élite intelectual: en él se confió para ornar obras de autores como Théophile Gautier, Alfred de Musset y Stéphane Mallarmé; periodistas y literatos, como Jules Barbey d'Aurevilly o el carismático ocultista Joséphin Sar Péladan, fundador de la orden cabalística de la Rosa-Cruz... No es, pues, de extrañar que, producto de tales colaboraciones, la obra de Rops gire alrededor de lo trascendente y lo sobrenatural con frecuentes alusiones al sexo y al satanismo.

Pese a que en sus últimos años comenzó a fallarle la vista, ello no le impidió seguir trabajando, así como dedicarse a otra de sus pasiones: la botánica y la creación de nuevas variedades de rosas. Falleció el 23 de agosto de 1898, en su propiedad de Essonnes, en la región de la Isla de Francia, próxima a París. 

Dr. Pelayo Jardón

Profesor Tutor de la UNED

* Bibliografía y enlaces de interés:

- Baudelaire, Ch., Les Épaves, Amsterdam, A L' Einsegne du Coq, 1866.

- Gibson, M., El Simbolismo, Köln, Taschen, 2006.

- Loir, C. y Lemaire, J., Franc-maçonnerie et Beaux Arts, Bruxelles, Editions Espace de Libertés, 2007.

- Dorchy, H., Félicien Rops: la médicine, les médicins et ses maladies [en línea]

- Museo Félicien Rops