Poca gente albergada

Lo que sintió Luis Montaño, morador de Carapungo, en el momento del sismo, no lo compara con ningún otro momento de su vida.

Él tuvo tanto miedo cuando vio tambalear los cuadros de su casa, los adornos cayéndose y su vivenda sacudida, que corrió sin agarrar nada hacia el parque más cercano.Pero no fue el único, junta a él se encontraban otras familias. Una de ella fue la de Kelly Gallo, quiendurante el sacudón estaba descansando en su cama, al igual que su familia de cuatro integrantes.

El sismo la despertó y sin pensarlo dos veces salió. No sacó nada solo pensó en su seguridad, la de sus hijas y también la de su esposo.

Ella es de Colombia y lleva un año en Ecuador, jamás vivió situación parecida incluso en su país.

Gallo contó que familiares de Colombia la llamaron preocupadas preguntando por su situación. Ella les contó que estaban en un refugio temporal.

Este espacio se encuentra ubicado en las calles Galo Plaza Lasso y Alambra, en la Unidad de Policía Comunitaria. Ahí durmieron la noche del martes.

Otras tres familias también lo hicieron. En este lugar se les apoyó con alimentación, cobijas, materiales de aseo y un lugar para dormir.

Aunque Luis Montaño, de 21 años, no logró cerrar bien los ojos por las continúas réplicas del sismo que se sintió en la noche del martes y madrugada del miércoles.

Yesenia Mejía cuenta que la experiencia de sentir el movimiento de su vivienda le impactó tanto que sus manos temblaron por varios minutos después del primer sismo.

Ella llegó al refugio pasada las 19:00 con algunas pertenencias que logró sacar. Para la tarde y noche de ayer se esperaba que las 9 personas dejen el sitio.

Redacción Quito

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