Cómo ligar con un almeriense

Queremos ayudarte de manera totalmente altruista y siempre deseándote la mayor de las suertes. Por eso, esperamos darte algunas claves para que consigas el amor en Almería.

Cómo ligar con un (o con una) almeriense

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Así que te gusta alguien de Almería , ¿eh? Claro, con ese aire sureño, con ese olor a sal de mar pegado en la piel y con lo poco que se sabe de nosotros y de nuestra provincia, es normal que te hayas dejado arrastrar.

En Condé Nast Traveler queremos ayudarte de manera totalmente altruista y siempre deseándote la mayor de las suertes. Por eso, esperamos darte algunas claves para que lo consigas.

Lo mejor será que vayamos despacico y por partes. En primer lugar, tú no debes ser almeriense porque, si lo fueras, no estarías leyendo esto.

Un almeriense no necesita que nadie le explique cómo ligar en su territorio, las 4 Calles han sido su cuadernillo de ejercicios y se saben la lección. O, quizás, sí que lo eres y lo que estás es tratando de reconocerte a ti mismo y a tus técnicas de seducción a lo largo de este texto.

Almeriense en Roquetas del Mar abriendo sus brazos al amor

Photo by Irene Dávila on Unsplash

En cualquier caso, tanto si eres de fuera y se te ha instalado alguien de aquí en el corazón y te tiene desquiciao vivo, como si habitas en esta esquina del viejo mar y quieres repasar tus apuntes; vamos a intentar echarte una mano en esta gesta tuya.

Suerte y disfruta del viaje que, como decía Raffaella Carrá "para hacer bien el amor hay que venir al sur" y a ver quién es el valiente que se atreve a contradecir a la Carrá.

1. Queremos ponértelo fácil a la hora de comunicarte con tu enamorado o enamorada y, por supuesto, con todas las personas con las que te vas a relacionar durante tu estancia en tierras almerienses -que esperamos que sea larga, provechosa y memorable-.

Recuerda que estás en el sur y somos muy dados a las largas charlas, las risas y el compadreo, así que, no te librarás de entablar una conversación tras otra. Por esto mismo, tienes a tu disposición nuestro diccionario básico para defenderte si viajas a Almería . De nada.

2.Supongo que nuestro acento y la falta de “eses” finales te atraerán y generarán curiosidad a partes iguales e, incluso, puede que te parezcamos más murcianos que andaluces. Pero ya sabías que en Andalucía no todos hablamos igual, ¿no?

Es fácil, con estos paisajazos, tener una cita 10 en Almería

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3. Además, debes estar preparado para las exageraciones, las ironías y los dobles sentidos. Pero, sobre todo, para las exageraciones.

Aquí, no solo hablamos con acentico, sino que, además, has de hacerte el cuerpo a nuestro curioso sentido del humor. Podríamos decir que la capacidad para inflar una anécdota o expresión puede llegar a un 9 sobre 10. Hasta el punto de que, a veces, allende nuestras fronteras no se entiende muy bien y puede llegar a crear confusión.

Más de una vez se nos ha pedido que relajemos el nivel de ironía y exageración almeriense al mínimo posible si queremos ser capaces de socializar sin obstáculos por “culpa” de nuestro humor. Pero aquí, amigo, juegas en su terreno; así que intenta que no se te note si no pillas su humor.

Imagina una cita aquí

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4. Según me cuentan fuentes cercanas y sufridoras de ello, los almerienses -no todos, lo prometo- tenemos cierta tendencia a la impuntualidad. Por lo que, si tu intención es quedar con un almeriense -que lo es, porque de no ser así, no estaríamos hablando de esto- lo más recomendable es llevar a cabo la técnica que, tras años de aprendizaje, lleva a cabo mi fuente fidedigna: queda con tu cita treinta minutos antes de la hora a la que tengas pensado aparecer, pues tal vez así consigas que ambos lleguéis al mismo tiempo.

Y nadie te puede asegurar del todo que eso ocurra. Así que, si quieres quedar a las 22:00, tú mejor dile que a las 21:30 y a ver si hay suerte y llega, efectivamente, a las 22:00 y no tienes que esperar mucho.

5.Hablando de citarse en lugares, lo que viene ahora puede resultarte extraño, pero aquí funcionamos así. Los bares, pubs, restaurantes y, en general, la mayoría de tiendas y comercios tienen nombre y apellido.

Lo primero corresponde a su nombre actual y lo segundo a alguno de los nombres que tuvo en algún momento de la historia. Te vendrá muy bien recordar no solo cómo se llama ahora, sino también cómo lo hacía antes. ¿A cuánto atrás en el tiempo me remonto con “antes”? Nunca se sabe, pero nos referimos a ellos a menudo con alguno de sus nombres previos.

Por lo que te recomiendo que te empolles sus nomenclaturas desde el año 1980 hasta nuestros días, aproximadamente. Un ejemplo práctico: “quedamos en la puerta de _(inserte aquí el nombre del local en cuestión) _, lo que era el _(inserte aquí cualquiera de los nombres ancestrales que tuvo dicho local a lo largo de las tres últimas décadas) _. Y así con todo.

O aquí

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6.Y, claro, más te vale que te guste ir de tapas porque en Almería es un estilo de vida. Casi como una religión con unos rituales claros y a los que no se debe faltar.

Unas cervezas, un tinto de verano con la tapa gratis en una terraza es algo así como una actividad obligatoria con la llegada del ansiado fin de semana, que, perfectamente, puede empezar el jueves por la noche -o miércoles si me apuras-.

7.A no ser que llueva, claro. Porque, entonces, los almerienses, -que, como todo el mundo sabe, corre por nuestras venas la mismísima sangre de la Malvada Bruja del Oeste, y nos derretimos hasta desaparecer sin nos cae el agua de lluvia- nos vemos obligados a cancelar cualquier plan y nos refugiamos a cubierto hasta que acabe ese terrible fenómeno atmosférico que nos vuelve incapaces de conducir con normalidad.

Pero que, en cambio, trae consigo una maravilla local gastronómica y de la que hemos hablado ya anteriormente: las migas. Así que, aprovecha para quedarte con tu almeriense en casa y rondarle bajo palio.

¿Has triunfado? LO SABÍAMOS

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8. Y cuando salga el sol -que serán unos 320 días al año-, propón una escapada a Cabo de Gata . No hay almeriense que rechace eso porque, probablemente, sea su lugar favorito del mundo y te dirá que las del Cabo son las mejores playas de España.

Pero, ojo, que no solo lo decimos nosotros . Además, te estarás haciendo un favor a ti mismo, créeme, porque descubrirás un paraje que se te quedará instalado en el alma para siempre.

9. Y por si te lo habías preguntado y querías soltarlo en algún momento: sí, de Almería como David Bisbal. No, no lo conocemos todos los almerienses. Y sí, también hay otros almerienses famosos a lo largo de la historia, como el guitarrista Tomatito; Nicolás Salmerón, político, filósofo y presidente de la Primera República española; el cantante Manolo Escobar o Carmen de Burgos, la primera mujer periodista en España.

10. Por último, si te gusta comer, una técnica bastante infalible para conseguir algo más de atención de tu almeriense del amor es admitir en su presencia que nunca has probado recetas típicas de Almería .

Nosotros, si quieres, te damos una pista de algunos platos autóctonos que puedes nombrar, porque la lista es inabarcable: el chérigan, el tabernero, la sopa bullabesa, los gurullos y para cerrar, el americano del Kiosco Amalia.

Lo más probable es que, si todo marcha como debería, acto seguido, ya tengas plan para comer, cenar o, incluso, ambas. Todo lo que ocurra después, ya lo dejamos en vuestras manos, que nosotros bastante hemos hecho ya.

Nos retiramos, como Mary Poppins, en busca de otros que, como tú, necesitan de nuestra ayuda para bucear en las profundidades almerienses.

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