Territorio de Zaguates, el paraíso perruno en el que querrás perderte

Este santuario para perros sin hogar en Costa Rica está consiguiendo imposibles

En este refugio, los perros son felices

Territorio de Zaguates

Amanece en las cumbres de Santa Bárbara de Heredia. Los primeros rayos de sol se abren paso por la ladera, iluminando campos y senderos en dirección a una vivienda algo peculiar. Cada mañana, el portón se abre y sus inquilinos, alrededor de 1.300 perros sin raza, salen en tropel a disfrutar de un día más de libertad.

Esta imagen, más cercana a la utopía final de 101 dálmatas que a la realidad, forma parte de la rutina de ** Territorio de Zaguates ,** un inmenso refugio canino que ocupa 152 hectáreas.

Abandonados, repudiados, torturados, heridos, maltratados … Los habitantes del santuario costarricense, los zaguates, arrastran historias que encogen el corazón, pero a todos los que llegan aquí se les ofrece una segunda oportunidad para empezar de cero. Y mientras aparece una familia adoptiva, no les falta comida, techo, cariño ni hierba fresca en la que revolcarse.

Una nueva vida

Territorio de Zaguates

UN LUGAR DONDE LOS PERROS PUEDEN SER PERROS

La creadora de este paraíso perruno es Lya Battle , una rescatista vocacional que desde pequeña ha sentido debilidad por los animales más desdichados. Ella era la “chiquita rara” que cuidaba de las criaturas a las que nadie quería: sapos, culebras e insectos. Siempre fue incapaz de darles la espalda a los perros callejeros que pasaban por su lado en busca de comida. Ni a uno, ni a dos, ni a diez ni a veinticinco.

Lya acogía en su casa a todo zaguate que lo necesitara. Llegó a convivir con cien perros a los que quería como a sus bebés. Pero la situación se volvió insostenible y tuvo que elegir entre dejar de ayudarlos o buscar un lugar más grande para ellos. Y así fundó Territorio de Zaguates en una finca con vistas a la ciudad que heredó de su abuelo.

“Lo mejor de Territorio de Zaguates es que es un lugar donde de verdad los perros pueden ser perros”, cuenta Lya a Traveler. “Un perro encerrado en una jaula escuchando a otros perros encerrados ladrando desesperados… eso no es un perro feliz. Creo que eso no es lo que el universo tenía planeado cuando los mandó a esta Tierra”.

El equilibrio entre la profunda sensibilidad y la determinación férrea de Lya es lo que mantiene en pie el santuario. Su marido Álvaro y Marcela, una joven que ama a los animales tanto como la pareja, son las otras dos figuras que se esfuerzan día tras día por construir un hogar idílico para los zaguates de Costa Rica. Ninguno de los tres pide nada a cambio.

Paseos en manada

Territorio de Zaguates

DE PASEO CON CIENTOS DE PERROS COLINA ARRIBA

El paseo diario por la montaña se cumple a rajatabla. Lya, Álvaro, Marcela y los trabajadores de la finca caminan 1.600 metros cuesta arriba, rodeados por más de mil perros exaltados que disfrutan de este regalo al aire libre correteando y zambulléndose entre las plantas.

De vez en cuando se organizan grupos de visitantes que se unen a las excursiones y disfrutan del paraíso canino tanto o más que los propios zaguates. Juegan, los acarician, los abrazan y se lanzan ladera abajo seguidos por un sinfín de perros encantados de la vida.

“Esto es para que la gente se eduque y cambie su mentalidad con respecto a lo que es un zaguate”, dice Lya. Gracias a los paseos multitudinarios se producen entre cinco y siete adopciones a la semana.

Paseo diario

Territorio de Zaguates

UN SUEÑO IMPOSIBLE HECHO REALIDAD

No todo es perfecto en el santuario. Hay espacio de sobra para vivir cómodamente, pero los gastos de los perros son exorbitantes : alimento, visitas al veterinario, materiales… Territorio de Zaguates se mantiene a base de trabajo duro, donaciones y merchandising.

A pesar de las dificultades, rendirse nunca ha sido una opción. El equipo quiere poner remedio al gran problema de los perros abandonados en Costa Rica sin recurrir al encierro masivo ni a la eutanasia. Llevan catorce años demostrando que los refugios son una alternativa viable.

La ignorancia y un “gobierno inoperante” son los principales escollos del proyecto. “La mayoría de los que hacen daño son ignorantes”, explica Lya. “No se les ocurre que un perro pueda estar sufriendo mucho porque está encadenado todo el día. No se les ocurre que necesita un poco de sombra. Pero es que nadie les ha enseñado tampoco”.

Nuevos miembros

Territorio de Zaguates

Aun así, el equipo se aferra al optimismo y no lo suelta jamás, inspirados por las ganas de vivir y la gratitud inagotable de los perros. La fundadora está dispuesta a trabajar hasta el último día de su vida para salvar a todos los zaguates que se crucen en su camino, sobre todo a aquellos que tienen una probabilidad ínfima de ser adoptados.

“Nada más puedo esperar que sea mucho más fácil cuando llegue ese día. Que ya no sea tanto empujar un carro cuesta arriba ”, dice. “Que al final sea ir montado en ese carro cuesta abajo, disfrutando del paisaje ”.

¿Y si eso nunca llega a ocurrir? Lya no duda: “ No importa. Lo seguiré haciendo porque la gente tiene que entender que sí se puede. Uno no mantiene un imposible catorce años ”.

Salvar zaguates, la razón de ser de Lya

Territorio de Zaguates

Ver galería: Lugares que ver con tu perro antes de morir

Ver más artículos

Lugares que ver con tu perro antes de morir

The Catboat: el barco-refugio de gatos que flota en los canales de Ámsterdam

Viajar con perros (una carta de amor)

Todo sobre viajar con mascotas