Acampada libre en España: los lugares en los que puedes dormir bajo las estrellas

Un mapa con el que disfrutar de la naturaleza sin artificios, que muestra esos pocos, pero bellísimos lugares, en los que se puede practicar acampada libre en España. Despliega la tienda y ¡disfruta!
Una persona sentada junto a una tienda de campaña en la montaña
Glen Jackson/Unsplash

Ese instante idílico que vemos en las películas -y, cada vez más, en Instagram-, en el que un grupo de amigos asa nubes de azúcar en una hoguera improvisada antes de irse a dormir en medio de la naturaleza es, en nuestro país, casi una utopía. Esas fotos se hacen, sí, pero en lugares como Noruega o Suecia, donde cuentan con el derecho a vagar libremente (una ley que establece que puedes dormir en una tienda de campaña, pasear en bicicleta, hacer una hoguera, y, en suma, disfrutar en casi cualquier área natural, sin importar quién sea el dueño de la tierra).

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“Esta cercanía y las facilidades asociadas a ella implican que podemos estar tan a menudo como queramos al aire libre, algo que nos relaja y disminuye nuestros niveles de estrés, probablemente tenga un efecto en que seamos tan felices como somos”, nos contaba Synne Kvam, responsable de Norsk Friluftsliv. Esta institución está compuesta por alrededor de una veintena de organizaciones de voluntarios noruegas, que aglutinan casi un millón de miembros y 5.000 clubes y organizaciones de vida al aire libre.

En España, sin embargo, la realidad es totalmente contraria, hasta el punto de que se podría decir que, en términos generales, la acampada libre está prohibida. Es más: su práctica te puede conducir a una sanción económica que puede ser bastante alta.

Practicar vivac está menos perseguido que acampar.

Spring Fed Images/Unsplash

Nos lo explican Pablo García y Carlos Moreno, autores de la web sobre viajes en bicicleta Con Alforjas, que puntualizan que el mayor problema se da en el caso de que queramos montar una tienda de campaña; si queremos pernoctar al raso, la cosa cambia… pero no mucho. “En teoría, se podría practicar vivac, es decir, dormir al aire libre sin tienda. Sin embargo, hay algunas normativas autonómicas que también lo prohíben expresamente”.

Aun así, los expertos aclaran que el riesgo de sanción en el caso del vivac es menor que el que existe si se coloca una tienda. Eso sí, siempre teniendo en cuenta que nuestro país es uno de los de la Unión en los que más se persigue la acampada libre: “Si bien en casi todos los países de Europa está prohibida la acampada libre, en España la persecución al campista es mayor que en otros estados donde tampoco se permite. En el otro extremo están países como Noruega o Escocia, donde la acampada libre está permitida y es una práctica bastante habitual, o Francia, donde es bastante más tolerada”.

¿DÓNDE SE PUEDE ACAMPAR LIBREMENTE EN ESPAÑA?

Así las cosas, ¿dónde podríamos vivir nuestra gloriosa comunión con la naturaleza, ese contar estrellas hasta que amanezca con el que muchos hemos soñado? Para empezar, en las áreas destinadas a la acampada controlada. “Estos espacios los delimitan los municipios. En algunos casos, son gratuitos, y en otros se paga una cantidad simbólica”, explican desde Con Alforjas. “Para la gran mayoría hay que solicitar permiso al ayuntamiento correspondiente, ya que, en muchas ocasiones, solo son para acampadas juveniles en grupo, tipo campamento”.

Mejor avisar de que acamparemos en la zona.

Teddy Kelley/Unsplash

Los blogueros también señalan otra excepción a la regla: la alta montaña. “Hay algunas Comunidades Autónomas, como por ejemplo, Aragón, que permiten la acampada a partir de los 1.500 metros de altitud, siempre que se cumplan unos requisitos”, nos cuentan.

Con todos estos datos y con la ayuda de muchos internautas amantes de la naturaleza, Pablo y Carlos han elaborado un mapa de lugares donde se puede llevar a cabo la acampada libre en España, o lo que es lo mismo: tus nuevas coordenadas para cumplir aquel sueño de película del que hablábamos al principio. Así, las zonas donde se permite acampar están en amarillo, mientras que los refugios libres están en azul. “¡Ojo! No vamos a incluir sitios del tipo: ‘Un día yo acampé por ahí y no pasó nada’, sino solo las zonas de acampada controlada habilitadas por ayuntamientos. Legal 100%”, avisan los autores.

De esta manera, el mapa incluye preciosos espacios boscosos en medio de la Sierra de Cazorla, como Los Negros, e incluso se ofrecen consejos para disfrutar de la estancia (“Es recomendable realizar la subida al monte del Espino, a través de un pinar salpicado de arces, quejigos y majuelos. En el punto más alto se puede observar algunas de las más bellas panorámicas de la Sierra de Segura”). También hay refugios libres como el de Santa Bárbara, en la comarca de La Selva (Girona). De él se dice que no hay agua disponible, pero sí “magníficas vistas”.

PESE A TODO, MEJOR AVISAR

A pesar de que sean legales, antes de acampar en cualquiera de estos lugares, desde Con Alforjas nos recomiendan contactar con el ayuntamiento que lo gestione para informarse. “Los gobiernos cambian y la situación puede variar rápidamente en lo que a una zona respecta”, avisan. Y, por supuesto, seguir las reglas específicas de cada lugar. “En los lugares de acampada controlada se suelen instalar paneles con la normativa que suele incluir no hacer fuego fuera de las áreas destinadas a ello (que suelen ser barbacoas), no arrojar basuras, etc. Como norma general, y de sentido común, siempre hay que dejar el sitio igual (o mejor) que nos lo encontramos”, afirman Pablo y Carlos.

De hecho, haciendo un breve repaso por la historia reciente -que incluye una ley estatal de 1966 bastante permisiva con la acampada libre, que pasó a serlo muchísimo menos con la implantación de las Autonomías-, ambos reconocen que el hecho de que las leyes sean cada vez más restrictivas en cuanto a la acampada libre puede tener sentido, a pesar de que limite nuestro disfrute de los parajes naturales.

En el mapa sólo hay zonas legales para la acampada.

Jonathan Forage/Unsplash

“Hay que partir una base: para que no exista prohibición, debe haber educación. A nosotros, personalmente, nos gustaría que fuera legal, ya que, como amantes de la naturaleza y las actividades al aire libre, somos los primeros que vamos a cuidar que nuestra presencia pase desapercibida y no cause ningún daño ni residuo -sobre todo, cuando se trata de una acampada que se monta al atardecer y se desmonta al amanecer-. Sin embargo, legalizarla sin condiciones puede causar un mal mucho mayor, ya que hay muchas personas que, por desconocimiento o falta de educación ambiental, no se comportan adecuadamente cuando realizan acampada libre y pueden suponer un peligro importante (incendios, basuras...)”.

¿Pagamos justos por pecadores?”, se preguntan los ciclistas. “Es posible. Nuestra postura es que la autoridad de turno que descubra una acampada libre debería interpretar qué tipo de persona y acampada se está realizando, y decidir si es o no sancionable. Al final, es su criterio a la hora de aplicar la normativa el que se impone”, explican.

Debemos dejar el lugar mejor de lo que lo encontramos.

Julian Bialowas/Unsplash

De hecho, en su web dan algunos consejos para hacer acampada libre, que incluyen pedir permiso a la policía en el caso de estar dentro de un pueblo o una ciudad y explicarles que solo vas a pasar la noche. Sin embargo, en el caso de que las fuerzas del orden te despierten en mitad de la madrugada, suelen ser amables.

“Explícales que estás viajando con tu bicicleta y que, al día siguiente, te irás al amanecer. Lo normal es que sean comprensivos e incluso te ofrezcan un sitio mejor para quedarte”. Es más, puede que incluso lo hagan los vecinos: “En pueblos pequeños, sobre todo, de montaña, es buena opción preguntar a los vecinos por algún lugar donde acampar para dormir; muchas veces, te ofrecerán un jardín o una huerta, o incluso, con suerte, su propia casa”.

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