21 de abril: la luz del sol ilumina el Panteón de Agripa

Uno de los emblemas de Roma, el Panteón de Agripa, se vuelve majestuoso cuando la luz del sol incide por el óculo cenital (fenómeno que ocurre sobre el 21 de abril).

El Panteón de Agripa se iluminará el 21 de abril

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Perderse por las callecitas de Roma supone un viaje sin escalas hacia el pasado. Y en lo que respecta a sus históricos monumentos, anfiteatros, fuentes, templos y vestigios del foro romano, estos conforman la quintaesencia de una ciudad que en cada trazo esconde miles y miles de años de historia. Pero entre sus obras maestras, hay una en particular que reluce cada 21 de abril: cuando la luz del sol ingresa por el óculo del Panteón de Agripa de forma cenital.

El Panteón de Agripa constituye una de las construcciones mejor conservada de la antigua Roma. Erigido en la época del emperador Adriano, en el año 126 d.C, recibe el nombre de Agripa por haber sido cimentado donde anteriormente, en el año 27 d.C., estaba situado el Panteón de Agripa, destruido por un incendio en el 80 d.C.

Según cuenta la historia, su arquitecto habría sido Apolodoro de Damasco y estaba dedicado a Rómulo, su fundador mitológico, después de que éste ascendió al cielo desde ese mismo sitio.

Desde el Renacimiento, el panteón ha acogido las tumbas de reconocidos italianos como Rafael de Urbino y los reyes Víctor Manuel II, su hijo Umberto I y su esposa Margherita, además de otros poetas oriundos de Italia.

La fachada rectangular esconde una enorme cúpula de diámetro aún mayor que la de la Basílica de San Pedro, y está compuesta por 16 columnas de granito de 14 metros de altura, que arribaron desde Egipto en una travesía hasta el río Nilo en trineos de madera, luego fueron trasladadas a barcos para cruzar el mar Mediterráneo hasta el puerto romano de Ostia, y allí, de nuevo a barcazas y arrastradas por el río Tíber hasta Roma.

La luz que ingresa por el óculo ilumina la puerta de entrada al Panteón

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El mítico panteón aún conserva su pavimento de mármol original y en las capillas interiores, donde antiguamente se encontraban las estatuas de las divinidades, hoy por hoy existen capillas con numerosas obras de arte. No en vano, Miguel Ángel se refería a este como el edificio que tenía "un diseño angelical y no humano".

Si bien el panteón es un monumento histórico, continúa siendo una iglesia en la que se celebran misas y especialmente matrimonios. De hecho, esto permitió que se evite su destrucción, puesto que en el año 608, el emperador bizantino Focas se lo ofreció como regalo al papa Bonifacio IV.

CUANDO EL SOL ILUMINA EL PANTEÓN DE AGRIPA

Con un diamétro de 9 metros, el óculo cenital del techo del panteón deja pasar la lluvia al gran salón circular y, aunque rara vez esto suceda en la práctica, el pavimento se encuentra mínimamente curvado, para así permitir que la lluvia desemboque en el canal de drenaje que se halla en el perímetro.

Pero no solo la lluvia se cuela en este monumento histórico, la relación del Panteón de Agripa con la luz es inequívoca, permitiendo su entrada en lo que se cree fue un gran descubrimiento entre la relación del espacio y la luz en la antigüedad romana.

La relación del Panteón de Agripa con la luz es inequívoca

Giovanni Simoone / SIME Texto: Álvaro Anglada

De acuerdo a un estudio de la facultad de Arquitectura Civil de la Universidad Politécnica de Milán, la orientación del panteón es inusual, siendo la misma hacia el norte, y no dentro del arco del sol naciente, como ocurría en los templos griegos en Italia. "Una explicación de la orientación norte es que el proyecto del edificio fue, hasta cierto punto, inspirado por un tipo particular de reloj de sol, que capturaba la luz del sol dentro de un interior en sombras".

Aun así, "el panteón no fue diseñado para realizar mediciones precisas del ciclo del sol, sino más bien con el propósito de corroborar la conexión simbólica del edificio con la trayectoria del sol en el transcurso del año". Así es como durante el solsticio de invierno, cuando la culminación del sol alcanza su mínimo, el punto de luz solar se mueve hasta una altura máxima en el techo sobre la entrada.

Luego, toca nuevamente la base de la cúpula en el equinoccio de primavera, y en los próximos días, el rayo se mueve hacia abajo, iluminando desde el interior la entrada, y de ese modo incide sobre el oculus del panteón.

Así pues, siendo el único punto por el que ingresa la luz natural, el escenario se convierte en un espectáculo majestuoso cada 21 de abril al mediodía, cuando el sol proyecta un efecto de iluminación grandilocuente sobre la entrada.

Cada 21 de abril ocurre un espectáculo majestuoso en el Panteón de Agripa

Giovanni Simoone / SIME Texto: Álvaro Anglada

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